e RSS - : E%n NAAA EN ; Pd S E S SA ÓN ES q ER] DS o. ÓN í RS REPUBLICA DE- GIRE a es > a E = OS eds ) 2 — S IAS ES AS AA =D y => — . y ó 5 ) S y e. O, O a Jn 1 1 o e. e qq LaS E : AÑ AS AE E TOMO-LAXEM. ENTREGA 7 2, por el doctor A. TAFELMACHER. — Necro-. Don Waldo Silva, por DOMINGO AMUNÁTEGUI SOLAR. ( ; > A A > E > e o Ss . Ad a . E : = 24 3 : D PA O o O SES ; AS EE E ARE A EN DRM NA 11 Pr E 0 HOVIENBRE DE 1882 NS Z ao A sl: ZA Ñ ; ¿a E y y x ES dy pia N e A A APS SARA GOL A CERVANTES “LA BANDERA, 73 IN NALES 100 eas (continuacio 1), por el doctor R. A, PHILIPPI. — Vida ¿ obras de don $ pa, Ñ + = ». a A A £ Es Es» 0 o A a al | > ás E - CONSEJO. DR. INSTRUCCION PUBLICA Colobracion del quincuajésimo aniversario ( de sn » cs = e la Universidad de Chile OS pS : : A E Para-solemnizar ai: esta fecha a memorable se > abrirán: dos certás. menes, uno artistico 1 otro literario. A >= II. El certámen artistico tendrá por objeto la composicion de un cuadro - alegórico que simbolice la inauguracion de nuestro primer establecimiento cientifico; i a él podrán concurrir los artistas OS nacionales i 1 ese anje- Ls ros, residentes emChilé.- <= A AE > Él cuadro deberá tener cuatro metros de largo por“tres de ancho. - AN ARAN Los trabajos serán presentados ántes del r. 5 de. Julio de 18931 “colocados E provisionalmente en la sala principal de la Universidad a fin det que. sean EE gados por una comision especial, que nombrará el Consejo... 3 e: El autor del cuadro que merezca el primer premio obtendrá la suma de dos ANS mil pesos ($ 2,000) en dinero, i será recomendado al Gobierno a fin de que SR e adquiera el trabajo premiado. El edo premio consistirá. en 1 la cantida. d de ab fun mil pesos ($ 1,000) en dinero, PS ES = AS AN No será-forzoso a la comision otorgar premios si, a su juicio, los trabajos AS presentados no merecen tal distincion. : A SÍ Ye TI. En el certámen literario habrá -dos- temas, a saber: reseña-dé les traba- AA jos llevados a cabo por la Universidad en sus cincuenta años IDA Mis > toria de los progresos médicos en Chile. : SR = E MEE Las composiciones- deberán presentarse tambien. ántes del po de Julio Sa de 1893. E Una comision del Consejo designará las dos obras que deban se ser premiadas: Pa con la suma de mil pesos cada una. Dis E ? A ES A E a E FACULTAD DE LEYES 1 CIENCIAS: POLICAS | E Cortámen para 1901 i 1002 E E o ES =— > AS A De e pS" Tema.—«Estudio caidos sobre el titulo IL del 1 libro E dl Código RS Civil i estudio sobre la libre testamentifaccion». > e Las composiciones que se envien al certámen A ser le al Se- AREA cretario de la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas, ántes del TO de Marzo. ez da de 1893. eS A AN El premio consistirá en la suma de mil pesos. > E A A SE FACULTAD DE TEOLOJÍA a Cortámon para 1291 i 1892 7 Tema —«Una apolojía popular de la E cristiana: contra las objeciones sacadas de la ciencia moderna». : Este trabajo podrá presentarse hasta el 10 de Marzo de 1893: A El premio consistirá en la suma de mil pesos. : CEA o y Ei Me poa : . ñ 6 A A 7 o 4 REPÚBLICA DE CHILE A "ANAITES UNMVERSIDAD -*0H0.: es TOMO LXXXIH MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 1592-1893 8 (NOVIEMBRE A ABRIL) r SANTIAGO | IMPRENTA CERVANTES CALLE DE LA BANDERA, 73 » as > 1892 | : ta ¿A A A É 2 sn . Le A En | CNI E SES SS 2 as > o poa ? ; go ó YE. Y2Z0 , Ñ ED ES S E 69: Z SES DTS DS g3 So A, PLANTAS NUEVAS CHILENAS DE LA FAMILIA DE LAS MALVÁCEAS A Il SPHAERALCEA SAINT HILAIRE (Gay Botan. 1 p. 291.) a 1. SPHERALCEA GRANDIFOLIA. —Ph. -- Sph. caule villoso-tomentoso sed viridi; foliis longiuscule pe- IN tiolatis viridibus, utrinque parce stellato-pilosulis, suborbicula- ribus, basi truncatis potius quam cuneatis, grosse crenatis, su- perioribus trilobis; floribus secus ramos subsessilibus, 5-10 in 7 e e y . ¡A . . .. « Sá -quavis axilla; calyce albido lanato, laciniis subulatis; petalis 4 - calycem bis aequantibus. - Prope San Felipe in valle Aconcagua decembri, 1882 legi. Este arbusto alcanza a la altura de 13 metro, i tiene ramos ala gados del grueso de 3 milímetros. Las hojas inferiores tienen peciolo del largo de 4 milímetros, que es velloso del mismo do que el tallo; la lámina tiene la misma lonjitud pero la hS 4 idos e rr z > - 3 2 A j A An al ado o od A Se mA a AN A TED pod ur API e e pa sá o y 2. P . Ñ + AA OEA A . " e E : 4 Le es E E A nr e Tal, NE E e A MA O j es 31 4 ; d ? xl E JE : A E de 6 centímetros; a hojas superiores son mas p ñas, mas cortamente PS i un e: trilobuladas, nas. os flores fenén la apariencia de ser cerda Í cuento | en el ejemplar que tengo a la vista diez de estos air E A: cilos, a los que siguen las flores terminales. No tiene todavia frutos. Esta especie es mui notable por sus hojas grandes,. verdes, planas, no plegadas, i su inflorescencia. i A 0 y 2. SPH.ERALCEA PLICATA.—Ph. a e b Y Sph. canescenti-tomentosa; ramis virgatis, gracilibus; foliis ; parvis semiorbicularibus, basi truncatis, cordatisve, obsolete tri- y : 0 G > lobis, crenatis, sacpe plicatis; pedunculis axillaribus, 7-3 foris, ON inferioribus defloratis elongatis, superioribus perbrevibus; ca- CE lycis laciniis late triangularibus; corolla violacea calycem bis BES uN - E ' ha rs ds e PE e) ye Y a >. E f . E xequante. e á Quinteros haud procul ab urbo Valparaiso, Frid. Alártcs NOS Tenemos varios ramos del largo de 40 centímetros i del a 3 grueso de 11 a 2 milímetros, con ramitos levantados. Los in- $ ternodios de los ramos miden 2 a 3 centímetros, los de los ra- mitos son mas cortos. Los peciolos tienen 5 milímetros de lon- «e > jitud, el limbo el diámetro de 12 milímetros; las almenas son poco hondas. Los pedúnculos mas cortos son de 7 milímetros, el cáliz de 8 milímetros, la corola de 15 milímetros. Los de O dá dios tienen apénas 3 milímetros de largo,'son pubérulos i su Pa dorso llano i granuloso. . | | A 3. SPHARALCEA VIDALI.—Ph. AOS Sph. caule brevissime-tomentoso, albido; foliis laete viridibus, breviter petiolatís, truncatis, magis minusve quinquangularibus, crenatis; pilis stellatis sparsis, racemis secus caulem axillaribus, A folia bla superantibus, subdecemfloris; pedicellis inferioribus se florem pos laciniis calycis tubum o E saga 16 mm. Lone A w a NUEVAS CHILENAS re boreali chilensi attulit Fr. Vidal Gormaz. mos un ramo del largo de 40 centímetros i del grueso pe: E de 31 milímetros, que es todo herbáceo, lleno de médula con el Es ps mui delgado. El peciolo de las hojas tiene el largo | A de 8 milímetros, la lámina la lonjitud de 40 milímetros ¡ la ! misma latitud; hai propiamente solo tres nervios principales, pero los Laterales se bifurcan casi desde la base; las almenas del borde son mui gruesas. Este ramo lleva flores casi desde su base, los ramitos floríferos tienen hasta 16 centímetros de largo i ca- recen de hojas. El cáliz ilos pedicelos son densamente afelpa- dos lo mismo como el tallo. El cáliz tiene 10 milímetros de largo. A No hai todavía frutos maduros. Difiere de la SpZ. circinata por ES Tos pedúnculos mas cortos i los pedicelos mucho mas largos, AE de la Sph. coquimbana por los pedúnculos multifloros, etc. SA 4. SPHARALCEA CIRCINATA.—Ph. ) de . Sph. tomento brevissimo subcanescens; foliis majusculis h7e- viter petiolatís, ovatis, subtruncatis, obscure trilobis, grosse cre- -natis; - pedunculis axillaribus folia bis «equantibus, usque ad bits apice circinatis; floribus secundis, subsessilibus; ca- E usque ad medium fisso ; petalis calycem bis aequanti- 7% rs Coquimbo invenit Guill. Geisse. E Las hojas son bastante verdes encima, tienen hasta 53 milí- Me metros. de Jargo, 48 milímetros de ancho i están afianzadas a un - É peciolo de 7 milímetros. Las estípulas tienen la forma de cerdas ¡las superiores son tan largas como el peciolo. Los pedúnculos llevan solo flores en su mitad superior. Los pedicelos miden a lo m: s3 milímetros, el cáliz 11 milímetros. Los pétalos son de color lila con una mancha oscura en la base. Se distingue luego de la Sph. obtusiloba Hook. (que no es la misma que la Sp%. btustloba Gay), por sus peciolos cortos, sus hojas no acorazona- , É A 5 SPHARALCEA VIRIDIS.—Ph. ss Sph. ona, pilis. stellatis nempe disantibes pl E foliis; folíis longe petiolatís, orbiculatis, grosse crenatis; dl ribu subsessilibus; calyce villoso; petalis calycem sesquies -q ¡am a: bus, macula nigra destitutis. An Sph. chilensis Gay var? Gay l, p. 294. Habitat in Andibus prov. Colchagua. a Hirth. Tenemos un ramo del largo de 25 centímetros, cuya poe a suprema parece haber llevado únicamente flores Las hojas in- 0 feriores están afianzadas a un peciolo del largo de 13 milíme- tros; la lámina mide 18 milímetros de largo por 25 de ancho, i ne es troncada en su base; las superiores tienen su base en forma de cuña; no veo los lóbulos que las otras especies suelen tener, A E ¡ que se señalan tambien en la Sph. chilensis, a no ser que por Eo 3 tales se tomen las últimas dos o tres hojitas, ya mui pequeñas O sésiles; la cara inferior de las hojas es tan verde como la > S rior. Las estípulas no ofrecen nada de particular. El cáliz mide 8 milímetros de largo, i sus divisiones son triangulares i bastante angostas i puntiagudas. Los pétalos tienen tl milímetros. de largo. No había ii frutos, 469 A 6. SPHARALCEA a ia A Sph. fruticosa? ramis iutescentibus, Ca tomentosis; foliis. e supra viridibus, haud rugosts, fere que longis ac latis, subtri- angularibus, angulis basalibus rotundatis, subtrilobis, crenatis, - breviter petiolatis; A op 5 5» subes ca giore; carpidiis c. 7 E Cárlos Fernández. do, , SObre todo en las hojas superiores. Las flores son e “terminales, subsésiles, 3- 5, i tienen en su base una q e E es de e 8 milímetros de largo; los pétalos de 10 mi- astros: En la madurez el cáliz queda abierto, en forma de a los carpelos se separan fácilmente ise abren en dos Eos IÓ SON I20N0SPerinos. Esta especie se parece algo a la Sph. (Malva) obtusiloba Hook, - pero las hojas son mas fuertemente almenadas, no hai ningun - pedúnculo axilar, i las flores son pequeñas; Hooker no dice nada del fruto, pero en la obra de Gay leemos que los carpelos de la Sp obtusiloba son igualmente monospermos. 0 e 7. SPHARALCEA PETEROANA.—Ph. -Sph. herbacea?, ramis virgatis, tenuibus, spica florum ter- -minatis, viridibus, pilis stellatis distantibus sicut folia tectis; his E —distantibus, longe petiolatis, lamina suborbiculari, basi trunca- E crenato-dentata; calyce dense villoso; involucri foliolis seta- -ceis; petalis lilacinis, calycem bis «equantibus; fructu.. | eS Habitat in Andibus provincia Curicó, l. d. cal legit [one Vidal. - Desgraciadamente tengo un solo ejemplar, un ramo indiviso cda largo de 20 centímetros i del grueso de 12 milímetros; los internodios son tan largos como los peciolos, es decir, de 12 mi- eS La lámina de las hojas en tiene la a de | ta se cn mas i mas pequeñas, pero sin cambiar mucho le ps la a dista bastante de la espiga de las flores, 8. SPHAERALCEA PULCHELLA.—Ph. Y o ramís ad tenuibus, sicut Benon, calyces laa nabo. oleo 1- 6 floris, pedicellis sl calycinis Zanceolatís; petalis calycem parum su laceis, in parte inferiore flavis et lineis atro purp Prope Coquimbo, nov. 1889 legit orn C. A. Corr | Desgraciadamente solo poseemos un ramo del largo de 2 22. centímetros, i del grueso de 11 milímetro. El tallo, los peciolos, | mi | pedúnculos i cálices están cubiertos de una felpa. mui corta, en E la cual se ven de vez en cuando prominencias formadas de un. grupo de pelos estrellados mas largos i mas gruesos. Las hojas OS igualan a los internodios, son algo trilobuladas, apénas almena- E das, tan anchas como largas, del largo de 20 milímetros, redon= $ deadas en la punta, exactamente como en tantas otras especies, AA IN poco gruesas, por encima de un verde pálido i con pelitos mui E cortos, visibles solo con lente, en la cara inferior se notan muchos 2 E pe cal pelos estrellados, que son mui densos en las venas mui promi- Es + ; 34 . nentes. Peciolos delgados del largo de 10 milímetros. Los pe- - 8 , dúnculos son solitarios en el sobaco de las hojas; son, al tiempo A de florecer, del largo de éstas, i llevan en su ápice una a tres | flores casi sésiles. El cáliz tiene el largo de 6 milímetros. Los Ls A pétalos, que tienen el largo de 8 milímetros, son en su mayor. E parte de un hermoso violado, tienen su base de un amarillo pá- lido, i adornada de mas 7 o 9 líneas de un purpúreo subido. E Los estigmas son en forma de porra, lo que me hace creer e : la planta es una Spheeralcea, hai una sola mor abierta, de las demas hai solo capullos. eN 9. SPHARALCEA CAPITULIFLORA.—Pb. , Sph. herbacea? ramis virgatis, teniukd pulverulent j -to mentosis, sicut petioli, pagina inferior foliorum, peduncali e de ES fotis dreviter a sb al comal Boo tomentosis; corolla' q sublateritia, calycem non -m u superante. In provincia Curicó habitat. Mañagh Vidal. E) PLANTAS NUEVAS CHILENAS 11 Tengo ala vista un ramo de 18 centímetros de largo, i del grueso de 17 milímetros, todo blanquizco; está cubierto de pelos estrellados tan cortos, que parece farinoso. Las hojas son un poco mas.cortas que los internodios su peciolo mide solo 4a 5 milímetros de largo, la lámina 19 a 20 milírsctros de largo i casi otro tanto de ancho; es algo gruesa, finamente tomentosa, bastante verde; se pueden distinguir cinco lóbulos pero mui cortos, sobre todo los inferiores; el lóbulo terminal cs el mas grande, es algo angosto i alargado; su borde demuestra siete dientes; su punta es algo puntiaguda; el pedúnculo mide 16 mi- límetros, i lleva en su estremo una flor o cinco, casi sésiles i apretadas en forma de cabezuela. El cáliz tiene el largo de g milímetros, la corola el de 10 milímetros, su color es en el in- dividuo disecado de un rojo de ladrillo pálido, los estigmas son en forma de porra. Hai una sola flor abierta i ningun fruto. 10. SPHARALCEA ARENARIA.—Ph. Sph. fruticosa, densissime et brevissime stellato-tomentosa; sub-albida, dense folios; foliis crassis, subpannosis, breviter petiolatis, «eque latis ac longis, obtusis, obscure trilobis, subcre- natis; pedunculis demum valde elongatis, apice subtrifloris; ca- lyce ultra medium fisso, laciniis lanceolatis; corolla calycem fere bis «equante, pallide violaceo-rosea, Habitat in arenosis litoralibus ad. Coquimbo. Orn. Cornish- 1890. | Los ramos suelen tener el largo de 20 centímetros i mas, 1 el grueso de 2 milímetros; las hojas son del largo de los interno- dios, tan anchas como largas, obtusas, troncadas en la base, mui poco trilobuladas i poco almenadas, algo crespas en el bor- de, del largo de unos 33 milímetros, el peciolo es como la ter- cera parte de la lámina. El pedúnculo es solitario en la axila de las hojas, al principio apénas tan largo como éstas, despues se alarga; lleva en su estremo unas tres flores, vueltas del mismo lado, cortamente pediceladas; el cáliz tiene el largo de 9 milí- metros, sus lacinias son anchamente lanceoladas; no se reflejan para cubrir el fruto. La corola tiene apénas doble lonjitud, 1 es de un violado pálido que tira a rosado. Los estigmas son cla- M. Berteroana i asterocarpa son Spheralceas probablemente S de ados, 3 fruto deprimido; cuenta 7 a8 a a Li en la parte inferior con unas tres costillas vacios O lo aue pueda leo las Cristarias, con una sola semilla en la parte inferior. CS Toda la planta está cubierta de un tomento mui corto pero densísimo de pelos estrellados i tiene un aspecto blanquizco. Í J1I. SPHERALCEA VALPARADISEA.—Ph. Sph. caule humili, pilis stellatis, brevissimis, confertissimis velut furfuraceo; foliis supra viridibus, subtus canescentibus, fere. orbiculatis, interdum subcordatis, crenatis; pedunculís axillari- ] bus, folium multo superantibus, apice 3-4 floris; calycis viridis, etsi pilis stellatis asperi, laciniis elongatis. In predio Curauma prope Valparaiso, Octobri 1880 legi. La planta alcanza a lo mas a una altura de 60. 5 centíme- tros. La lámina de las hojas mayores tiene el largo de 22 milí- metros i otro tanto de anchura, su peciolo la mitad de esta lon-. jitud. Los pedúnculos miden al tiempo de florecer 65 milímetros, los pedicelos 5 a 6 milímetros, el cáliz 8 a 9; la corola es casi el doble. No hai todavía frutos. | 08 Me parece, que las dos especies Steudelianas e Malvas, la 1 YY pl y pd £ 7] EE : SATA AS A a pe » adi a de e . idénticas con especies que he descrito posteriormente, pera. no os me atrevo a referirlas a una de ellas. SE? SE IL MALYA L. (Gay Botan. I, p. ADS 1. MALVA BERTERONIANA —Stend. LN Hadhisi in paa Y ANSEAAO strictorum loa: folia. multoties superantibus racemulosis 3-6, brevi pedicellatis; invo- A: o ASA PLANTAS NUEVAS CHILENAS 13 lucellis setaceis; calycis laciniis ovatis acutis quam petala bre- vioribus; carpellis..... M. Berterontana Steud. Flora 1856, p. 437. "Quillotan Steudel. ] “Subarbusto erguido, en todas partes cubierto de un tomento formado de pelos estrellados, algo ceniciento, con muchos ra- mitos derechos; hojas aovadas, casi acuñadas, groseramente al- menadas, o bien con almenas formando lóbulos; flores axilares a la estremidad de pedúnculos derechos, que son mucho mas largos que las hojas, dispuestas en racimo, en número de 3 a 6, sus pedicelos cortos; las hojuelas del invólucro aleznadas; laci- nías del cáliz aovadas, puntiagudas, mas cortas que los pétalos; carpelos.... Es probablemente una Spheralcea idéntica con una de las por mí descritas. 2. MALVA ASTEROCARPA.—Steud. M. “caule suffructicoso, ramoso, uti tota planta pilis brevius- culís stellulatis tomentosula; foliis ovatis, basi subcuneatis, ob- tuso tri-raro quinquelobis, margina undulatis; floribus racemosis secundis; pedicellis unifloris; involucellis setaceis, calycis laci- niis flore caerulescente brevioribus acutis; carpellis pilis stellatis obsitis, dorsc canaliculatis, margine interno excavato-crenu- latis.. M. asterocarpa Steud. Flora 1856, p. 436. Habitat in petrosis ad vias prope La Quinta. Steudel. "Subarbusto ramoso, algo afelpado, como toda la planta, por pelos estrellados bastante cortos; hojas aovadas, acuñadas en su base, obtusamente (sic) tres a cinco lobuladas, ondeadas en el márjen; flores dispuestas en racimos unilaterales (no dice nada del largo de los pedúnculos ni del número de las flores que componen el racimo); pedicelos unifloros; hojuelas del invólucro aleznadas; lacinias del cáliz mas cortas que la flor azu- _lenja, puntiagudas; carpelos cubiertos de pclos estrellados, canaliculados en su dorso, con el márjen interior escavado-alme- y ñado». al EN % 4 o a . y - qe basis la”: PA E Eyst de Es probablemente una Heraldo no se € forma del fruto entero, si es globuloso O ars Ye 3. MALVA SUBACAU LIN M. subacaulis, cinereo-tomentosa; foliis longe petiolatis, pan- nosis, suborbicularibus, cordatis, magis minusve profunde trilo- bis, crenatis; floribus axillaribus, solitariis, folio subbrevioribus; foliolis involucri setaceis; petalis lilacinis, calycoma bis aquan- 3 tibus. | Habitat in Andibus prov. Curicó ad thermas de Peteroa, legit orn. Manuel Vidal. A Tallos subterráneos delgados, blancos, con largos interno- z, dios; producen al aire hacecillos de hojas i flores. El peciolo de - las hojas tiene el largo de 3.5 centímetros, la lámina el diáme- tro de 21 milímetros; su borde es ora indiviso, ora mas o ruénos partido, hasta la mitad, i groseramente almenado. Las cstípulas son pequeñas, lineares-lanceoladas. El cáliz tiene el largo de 7 milímetros, los pétalos el de 12 a 13 milímetros. La columna de | los filamentos es bastante corta, la parte libre de éstos bastan- te alargada; las anteras son negras. Esta bonita malva se ha | 2 - de colocar al lado de la M. sulfura, i en el subjénero Malvas- 3 ÍVUNL, | , 4 4. MALVA ROTUNDIFOLIA (1) auct. Gay 1, p. eo de A El señor Gay dice al pié de su descripcion, que duda que se > halle realmente en Chile, pero es mui cierto. Yo la he hallado | en la poa de Valdivia. SEN A MALVA PARVIFLORA.—Hudson.—Gay L, p. 298. El mismo opina al pie de la descripcion, que la planta seña- | lada (como M. _parviflora) por los señores Hooker Í Meyen | - (1) Los botánicos suecos a que la especie conocida jeneralmen- 18 te bajo el nombre de parviflora sea la verdadera IM. rotundi rfolía del Linneo, Ea i quieren por eso cambiar los nombres j Eno OS admitidos de estas dos especies. NA e O e PU ap pS PLANTAS NUEVAS CHILENAS 15 nas bien a la penúltima especie la (M. nicaensis), 3054 e Mas puesto que la 47. parviflora es mui co- 1 er Chile, i i tan fácil de conocer por la pequeñez de su co- in b io las arrugas gruesas tuberculosas de sus carpelos, que no , y equivocarla con otra especie. La malva cognata de e E iendel (Flora 1856, p. 425) es sin duda la misma cosa; este botánico no dice jota del tamaño de la corola! pero la TE HL E cion de los carpelos decide la cuestion. ; Le pss .. sb E € > de * 6. MALVA NICAEENSIS. All. —Gay 1. c., páj. 297 ES » Ps: alcigo la menor duda que la M. cordistipula del al y E a 1856, P. 425) sea la misma cosa. Steudel da mucho va- a forma acorazonada-aovada de las estípulas, pero ésta a en la 17. nicacensís, i como este órgano es mui cadu- las malvas, la mayor parte de los botánicos omiten en- rar ente describirlas. 7. MALVA SYLVESTRIS L. e e A culo erecto vel adscendente; petiolis pedunculisque hir- is; fe oliis 5-7 lobis; pedunculis aggregatis, defloratis erectis; petalis calycem blo superantibus, profunde emarginatis, ad 5 guem dense barbatis; foliolis involucri (seu calycis exte- o oris) elliptico- oblongis; carpellis marginatis, scrobiculato-ru- “gosis. A Dedos sylvestris L. D. C. Prod. p. 432 etc. _ Prope urbem Santiago 1. d. Chuchunco a nepote, Julio re- . de A Enpecie es mucho mas robusta que las tres antecedentes, se cea fácilmente por los pelos largos de sus peciolos i 1 culos, ¡el tamaño de la corola, que tiene 20 milímetros o, 1 es de un rojo pálido con venas mas oscuras. Es plan- , di los tallos alcanzan a veces a la altura de un metro. 5 tienen peciolos mui largos i su borde es mas profun- nas que en las especies antecedentes. "Radice descendente recta; culmo (sic?) erecto, simpliciusculo (pedali et parum ultra) sparsim pilis stellatis vel simplicibus, ad folia juniora et calyces copiosius adspersis; foliis caulinislon- gissime petiolatis, petiolis pubescentibus; lamina. subrotunda - simpliciuscula vel vix distincte lobulata, lobis margine denticu- bo latis vel crenatis; foliis ad basin petiolorum accessoriis, parvis, lobulatis; floribus axillaribus 2-3 brevipedicellatis; pedicellis rec- tis puberulis; corollís albis, calycem parum excedentibus.» M. simpliciuscula Steud. Flora 1856, p. 426. Collico (mui cerca de Valdivia). ¡ “Raiz descendente, derecha; tallo erguido, apénas ramifi- cado (del largo de un pié o poco mas), llevando pelos esparci- eS dos estrellados o casi sencillos, éstos mas copiosos en las hojas nuevas (como se observa en todas las plantas) i en el cáliz; hojas tallinas mui largamente pecioladas, con los peciolos pubescen-. tes; lámina casi orbicular, algo sencilla (casi entera) o apénas algo lobulada, los lóbulos con el márjen denticulado o alme- nado; en la base del peciolo hojas pequeñas accesorias lobula= das; flores axilares, 2-3, cortamente pediceladas; pedicelos de-.. rechos, algo pubescentes; corolas blancas, mui poco mas largas que el cáliz.n > ¿No seria la Malva parviflora? La planta del Steudel no tenia trutos o bien este botánico no juzgó necesario describirlos, pero el truto de la M. parviflora es mui característico. Pero quizas la ho MW. cognata de Steudel es mas bien la paryvzflora. E Ñ 7 x 3 > an Ex «3 9. MALVA COGNATA. -Steud. e M., '"caule oe erecto, sulcato, vix puberculo, 3-1 pe- dali; petzolis clongatis; 2-3 alternis, setuloso-pubescentibus vel. infra laminam tomentosulis; lamina subcordata, 5- 7 loba; AE obtusis, crenatis, dentatis, appresse pubescentibus; stipulis Ped guste lanceolatis; floribus axillaribus 2-3; pedicellis quam petioli : multoties brevioribus; involucellis lincaribus, deciduis; calycis PLANTAS NUEVAS CHILENAS 17 lobis fructiferis dilatato-planis rotundatis mucronulatis, fere ex toto connatis; carpellis profunde impresso-rugosis glabris. M. cognata Steud. Flora 1856, p. 425. Habitat prope Santiago (Steudel). Steudel dice que difiere de la 17. rotundifolia, pero no dice en qué. Segun su descripcion los carpelos harian la diferencia, puesto que en la 17. rotundifolia son lisos o apénas arrugados. Si hubiese dicho algo del tamaño de los pétalos se podria deci- dir la cuestion. Dice: Tallo ascendente-erguido, surcado, apénas algo pubescente, del largo de 3-1 pié (15 a 30 centímetros); peciolos alargados, del largo de 2 a 3 pulgadas (32-48 milímetros), alternos con corta pubescencia o algo afelpados debajo de la lámina; lámina casi acorazonada, con cinco a siete lóbulos obtusos almenado-den- tados i con pubescencia recostada; estípulas angostas lanceola- | das; flores axilares, de dos a tres, pedicelos mucho mas cortos ñ que los peciolos; hojuelas del invólucro lineares, caedizas, lóbu- : “los del cáliz fructífero ensanchados-planos, redondeados, mu- cronulados, casi enteramente unidos; carpelos profundamente impresos-arrugados, lampiños.. Nada del tamaño de la corola! La descripcion de los carpelos me hace creer, que esta M. cog- nata no es otra cosa, que la M1, parviflora. 10. MALVA CORDISTIPULA Steud.—Nicaeensis All. M., “radice lignescente, valida, statim supra terram ramosis- sima; ramis prostratis (adscendentibus?), plus minus setuloso- pilosis, foliatis; foliis longzssimi petiolatís per 6 poll. (1. c 16 + ct.) E -——longis; lamina orbiculato-cordata, obtusissime vel vix lobata, crenato-dentata, glabrescente vel tenui adpresse brevisetulosa; -—stipulis dilatatis, cordato-ovatis, amplexicaulibus, plicatis, de- mun membranaceo-aridis; floribus axillaribus 2-4; pedicellis quam petioli multoties brevioribus; involucellis 3, ovato-lanceo- latis; petalis cacruleis, calyce vix duplo longioribus; carpellis.... 2 M. cordatistipula Steud. Flor. 1856, p. 425. E pe uln ruderatis et hortis Rancaguan Steudel. E Raiz subleñosa, fuerte, que produce inmediatamente sobre la tierra numerosos ramos echados en el suelo (o ascendentes), ed TOMO LXXXII 2 as ed A ds MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 cubiertos mas o ménos de pelos tiesos poblados: qué decir esto? ¿acaso es una cosa rara, que un tallo lleve hojas?); hojas largamente pecioladas, del largo de 16.5 cm.; láminas orbi- culares, acorazonadas, mui poco lobuladas, almenadas-dentadas, lampiñas, o con pequeñas cerditas recortadas; estípulas ensan- chadas, acorazonadas-aovadas, abrazadoras, al fin membranáceas secas; flores axilares, dos a cuatro; pedicelos mucho mas cortos que los peciolos; hojuelas del invólucro tres (como en todas las Malvas), aovadas-lanceoladas; pétalos azules, apénas de la do- , ble longitud del cáliz; carpelos....: La forma ancha de las ho- juelas del cáliz hace casi seguro que no es otra cosa que la : MM. nicaeensis. MALVA LIOCARPA.—Ph. , á M. herbacea, caule erecto, tereti, fistuloso, glabro, foliis longe petiolatis, inferioribus suborbicularibus, basi vix cordatis, quin- quelobis, crenatis, lobis brevibus ovatis, rotundatis, superiorio- rum sensim dismimutorum lobis acutis, acute dentatis; floribus numerosts aXillaribus, subumbellatis, pedunculis petiolo breviori- bus; foliolis involucelli ovatis basi connatis; calyce piloso, carpi- di2s supra laevzbus (sub lente punctatis lateribus transvese su- brugosis). Locum ¡Jgnoro. 5 El ejemplar del Museo tiene la altura de 55 centímetros, ielta- 3 llo en la base el grosor de 6 milímetros. Este es indiviso, hueco i y casi enteramente liso. Las hojas inferiores tienen un pedicelo de | 12 centímetros de largo, iuna lámina del diámetro de 8 centíme- | tros, que es casi orbicular, con cinco lóbulos anchamente aovados e irregularmente almenados, las siguientes son mas i mas corta- mente pecioladas i pequeñas, sus lóbulos mas alargados, mas | puntiagudos iaserrados. Las estípulas son pequeñas lanceoladas- | aleznadas. Hai hasta diez flores en cada axila inferior, cuyos pedicelos miden 2 centímetros. El cáliz es afelpado ¡sus ner- viosidades mui prominentes, sus lacinias son mas largas que _el radio del fruto, así es que su punta se eleva cuando cubren el fruto. El involucelo consta de tres hojuelas aovadas, soldadas en su base, i persistentes. La corola es pálida i del doble ess del cáliz, cuyas lacinias miden al principio 6 milímetros. e ES AA pi y a 5 ¿ ' > de Sy x de $ bi a 2 pe so A A A O A o PLANTAS NUEVAS CHILENAS 19 Suele haber ocho carpelos, que son blanquizcos i parecen a la simple vista cubiertos arriba de puntitos elevados, pero ob- servados con lente. muestran una red finísima de arruguitas. A primera vista podría tomarse por una M. nicaeensis, de la cual difiere muchísimo por su fruto. 12. MALVA REICHEL—Ph. (Malvastrum) M. fruticosa erecta; foliis breviter petiolatis, subcordatis, sub- hastatis, subtriangularibus, valde rugosis, supra glabratis, sub- tus dense tomentosis sicut rami, petioli et pedunculi; floribus axillaribus, subumbellatis, folio brevioribus; pedicellis calycem «equantibus; envolucellis caducis setaceis; calyce brevissime tomentoso incano; petalis calycem sesquies «equantibus, (siccis), pallide roseis., Prope oppidum Constitucion detexit señor Cárlos Reiche. Planta mui distinta de las demas especies chilenas de este jénero, i algo parecida al P/agranthus pulchellus en este respecto. Los ramos floriferos suelen tener el largo de 18 centímetros i el erosor de 2 milímetros. Las hojas son mui arrimadas, afianza- das a un peciolo de 10 milímetros de largo; su lonjitud es de unos 40 milímetros, su ancho de 27 milímetros; serian triangu- lares si no presentasen las mas veces dos lóbulos basales poco aparentes; algunas tienen exactamente la forma que afectan a veces las hojas de la Pavonia hastata; otras son simplemente aovadas i profundamente acorazonadas; su borde es irregular- mente almenado, su punta roma. Un pedúnculo comun del largo de unos 12 milímetros, lleva un racimo de flores tan apretadas que parecen ser umbeladas; los pedicelos miden 4 a 5 milímetros i tienen en su base una bracteita alesnada igual a las tres que rodean el cáliz. La columna de los estambres es mui gruesa 1 sobresaliente; cuenta cinco estilos, ensanchados i truncados en el ápice. El señor Reiche habia enviado esta planta a un botánico de Berlin para que la clasificara, i recibió la contestacion que de era la Malva capitata de Cavanilles, pero no tiene ninguna se- - mejanza con esta especie. que sigue. IL MEA MOCNCGE O E (Gay Bot., de pá. 30) 1. MODIOLA ( MALVA) MACROPODIA. .—Steud. M. "Caule erecto, validulo, elato, olle subfasciculato- stella- tis laxiuscule consperso; foliis longe petiolatis, viridibus, spar- sius pubescentibus 5-7 lobis, lobis latiusculis, apicem versus ite- rum grosse lobulatis; floribus axillaribus in apice ramorum cum folíis dense aggregatis; pedicellis elongatis petiolos equantibus vel superantibus; stipulis inferioribus ovatis acutis, superioribus lanceolatis, uti involucella setaceo-linearia scariosis; “floribus quam a lacinize ovatae acutac majoribus, caerulezs (2); car- pellis... “Y a macropodia, Malva caroliniana ex parte, ras " Flor. | 1856, páj. 426. | Po E Habitat in pascuis prope Ranas “Tallo erguido, bastante robusto, alto; cubierto fojamente de pelos subfasciculados estrellados; hojas largamente pecioladas, de verdes, poco pubescentes, cinco a siete lobuladas, los lóbubos 2 bastante anchos, su estremidad lobulada de nuevo; flores axila- | res en la estremidad de los ramos, con las hojas dense agrupa- das; pedicelos alargados, del largo de los peciolos, o un poco mas largos; estípulas inferiores aovadas puntiagudas, las supe- riores lanceoladas, i escariosas como las hojuelas aleznadas lineares del involucelo; flores mas largas que las lacinias aova- das puntiagudas del cáliz, azules (2); carpelos...- E: El mismo Steudel dice, que esta planta está en la. abra He R Gay confundida con la Malva caroliniana, que es el tipo del 5 jénero Modiola; pero ésta tiene las flores bien rozas, ni quese, A vuelven azules por la disecacion. Siendo así, no se comprende E por qué denominó la planta Malva en lugar de Modiola, puesto Ea que adopta este jénero, como lo prueba la Modiola. pa 7 | sd (1) Unjénero de Conchas bivalvas, apénas distinta de on tilus, evi a va igual mente este nombre. | E 14 5 hi “A PLANTAS NUEVAS CHILENAS 21 2. MODIOLA MULTIFIDA.—Monch. M. “rhizomate lignoso, diviso; caule adscendente ramoso, pe- dali et ultra; folíis laete viridibus, glabris vel minute puncti- culato-scabriusculis, 5 lobatis, lobis grosse incisis; pedunculis quam petioli brevioribus, rarius eos «quantibus; carpcilis dense ageregatis, pilis longis hispidis.—Variat: foliis longe petiolatis, foliis cordato-subrotundis, grosse crenatis; stipulis parvis incisis mox marcescentibus:, Steudel. M. Multifida Mónch, Mceth. p. 620. Steud. Flora :1856, p. 437- | “Habitat ad margines pratorun et fossas Rancagua, in ¡psa urbe Valdivia, Steud. Esta planta, mui comun en Chile, es mirada como una simple variedad de la M. carolintana por el De Candolle. Steudel da la descripcion siguiente: "Rizoma leñoso, diviso; tallo ascendente ramoso, de alto de un pié i mas; hojas bien verdes, lampiñas o un poco puntuado- ásperas; quinquelobuladas, los lóbulos groseramente incisos; pedúnculos mas cortos que los peciolos, rara vez de igual lonjitud; carpelos densamente agregados, cubiertos de pelos largos.— Varia con hojas largamente pecioladas, acorazonadas-suborbi- culares; estípulas pequeñas incisas, que se marchitan luego.» No se dice nada ni del tamaño, ni del color de las flores, ni de los carpelos! Agrega, que es la 1. caroliniana de Gay, I, p. 306, la M. fes- sistipula de Prest, Obs. bot., p. 19, la 1%. prostrata del herbario de Bertero. 3. MODIOLA GERANIOIDES.— Walp. M. 'prostrata, setaceo-pilosa; foliis palmatim quinquelobis, lobis pinnatifido-incisis, inciso-dentatis, seta terminatis; pedun- culis folio duplo triplove longioribus; involucelli foliolis tribus oblongo-lanceolatis, sepalis lanceolatis subdimidio brevioribus, (corolla majuscula).. Hock et Arn. DZalva (Modiola) gerantordes Hook et Arn. Contrib. to the Flor. Southam, p. 152. AA E E dd E o MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LIRURABÍAS IN 5 S MS ALTA AE e — cs Ene o e Madidla geranioidos Griseb, Symb. ad for. e Pas. Dn. 273. Chile Ochsenius, secund, Cea et forte prope Valdiviam lecta. z “Echada en el suelo, cubierta de ps como cerdas; hojas -_palmadas-quinquelobas, los lóbulos pinatífidos incisos, incisos- dentados, terminados por una cerdita; los pedúnculos dos o tres veces mas largos que las hojas; las hojuelas del invólucro oblon- gas lanceoladas, como la mitad mas cortas que los sépalos, (co- rola grandecita).1 Hook. Grisebach añade: “Species carpidiis dorso spinulis pilosiuscuis bifariam muricatis aristisque termi- nalibus r mm. longis pilosis, et pedicellis elongatis distinctissi- ma; rhizoma descendens in corpus lignosum incrassatum. e. ct. Especie mui distinta por sus carpidios 'erizados en el dorso de una doble hilera de espinitas que son algo peludas, i terminados por una arista del largo de 1 mm., i por sus pedicelos alargados; rizoma descendente i formando un grueso cuerpo leñoso. Poseemos una Modiola recojida por Gay en la provincia de Santiago, que tiene pedúnculos del largo de 4 cm. i carpelos que convienen con la descripcion Be Grisebach, Pero sus hojas son poco incisas. Soi de parecer que todas estas especies son mas bien varie- dades de una sola que deberá llevar del nombre mas antiguo M. carolinzana L. como lo piensa tambien Gay. | IV. ANODA CAV, (Gay, Botan., I, p. 314.) ANODA FERNANDEZIANA.—Steud. A. usuffruticosa, ramosa, hirtula; foliis subtrilobis vel inordi- natim subcrenato-lobulosis, basi subtruncatis, vel hinc inde uno alterove integro, ovato; floribus axillaribus; pedunculis petiolos eequantibus, solitariis vel raro binis; calyce setuloso-hirsuto; lobis hirsutis quam petala ceerulea crenulata duplo brevioribus; car- pellis densissime connatis, apice in mucrones spinosos congestos terminatis. 5 PLANTAS NUEVAS CHILENAS 23 HA A A io E A. Fernandeztana Steud. Flora 1857, p. 437. Insulam Juan Fernandez inhabitat (Steudel.) Suffruticosa, ramosa, algo erizada; hojas algo trilobuladas, o almenadas-lobuladas sin órden, subtruncadas en la base, a ve- ces con una que otra hoja entera, aovada; flores axilares; pe- dúnculos del largo de los peciolos, solitarios, rara vez dos; cáliz erizado de pequeñas cerdas, sus lóbulos peludos el doble mas cortos que los pétalos azules i almenados; carpelos densamen- te unidos i terminados por mucrones espinados estrellados. , Steudel. 2. ÁNODA? STRICTIFLORA.—Steud. A. 'caule erecto, validulo, ramuloso, ultra pedali, pilis setu- loso-stellatis consperso, caeterum glabrescente, viridi; foliis fasciculatis longe petiolatis, subcordato 5-7 lobatis; lobis apice erosse incisis vel dentatis obtusis; pedunculis axillaribus stric- tis quam petioli parum brevioribus solitariis; stipulis subfoliatis lanceolatis; calycis laciniis ovatis acutis, setulosis, plerumque tribus exterioribus lanceolatis acutis, quam flores ceerulescentes parum brevioribus; carpellis densissime in orbem confertis, apice setis coronatis. A? strictiflora Steud. Flora 1856, p. 437. “In sabulosis secus torrentes circa Santiago... Steud. “Tallo erguido, bastante robusto, con ramitas cortas, mas alto que un pie, mostrando de vez en cuando pelos estrellados, por lo demas lampiño, verde; hojas fasciculadas, largamente pecioladas, algo acorazonadas, cinco a siete lobuladas; los ló- bulos groseramente incisos o dentados, obtusos; pedúnculos axilares derechos, solitarios, un poco mas cortos que los pecio- los; estipulas casi foliáceas, lanceoladas; lacinias del cáliz aova- das, puntiagudas, cubiertas de pequeñas cerdas, las mas veces las tres esteriores lanceoladas agudas, un poco mas cortas que las flores azulenjas; carpelos densamente reunidos en círculos, coronados en su ápice de cerdas. Steud. Bertero, que escojió esta planta, herb. nr. 406 era dudoso si debia tomarla por Malva, Sida, Cristaria o Anoda, pero como, ” AA PX YU E segun parece, no hai invalid no o puede ser Mi carpidios no llevan alas en su ápice, no nd ser cr ta We CRISTARIA CAY e (Gay, Lp. 315.) E. OBSERVACION La distincion de las numerosas a del jénero Cristaria, Y: E | es sumamente difícil; las hojas varían considerablemente en su A rs forma, no solo segun el lugar que ocupan en el tallo, sino que A varían tambien, aunque en menor grado, de un individuo aotro; Ñ E A otra dificultad es que las hojas radicales faltan frecuentemente 3 2 h al tiempo de florecer. Es mui raro que los carpelos presenten S A diferencias sensibles, i es tambien posible que la vellosidad va- 5% ríe; así puede ser mui bien que una que otra de las especies j , ? descritas resulte, cuando se puedan estudiar mas individuos, EEN E una simple variedad. He tentado dos veces hacer subdivisio- E nes i una clave para la distincion de las especies, pero he teni- y do que abandonar esta tarea; ojalá que otro O sea mas 3 % feliz! A 4 á ; ER AR DER: ACPHILIÉEL 3 Director del Museo Nacional me. E ) 3 DN TIO PINTA DI E] Z Y 3 DD SS z =S ¡La AD = HE SA b 9 elelelealeietolere ee ' PSSS: [TEEN WEN EN pS lO =/N ES == SY , VIDA TI OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA (Continuacion) PAPECTLO- Y SUMARIO.—La oposicion a principios de 1850.—Plan de reorganizacion de las fuerzas liberales. —Las candidaturas presidenciales. —La Sociedad de la [gual- dad.—Don Ramon Errázuriz.—Las bases de reforma. —El motin de Aconcagua. —Prision de Lastarria, —Injusticia de su castigo.—-Su destierro al Perú. —La Carta sobre Lima: juicio crítico. La campaña opositora habia sido reñida, pero nó infructuosa, que la semilla liberal no debia tardar en multiplicarse, aunque su primer riego fuera de sangre... Por de pronto, los elementos reaccionarios se mantenian fir- mes en sus puestos, no dándose un ardite al Presidente el siste- ma representativo, que debia traducirse en acatamiento a las. mayorías i a la opinion pública. En lontananza se divisaban ya las violencias del despotismo; i los agoreros anticipados no eran otros que los periódicos ministeriales que hablaban de "sitios, prisiones i destierros contra la oposición. La confianza del Gobierno descansaba en su seguridad de reducir a la oposicion—mayoría, en oposicion—minoría. ¡Tanto se contaba entónces con el vigoroso empuje de los resortes oficiales! 1 tal ocurrió: la mayoría no resistió a los halagos o a las amenazas avasalladoras del Ejecutivo. Sintetizando esta situacion, escribe don Isidoro Errázuriz: Era evidente que la oposicion habia llegado, en los primeros meses de 1850, a un punto en que sus directores debian optar en- tre estos dos términos: abandonar la partida, emprendida bajo auspicios favorables quizas, pero con elementos insuficientes, o trasladar la lucha contra el peluconismo, a un terreno endonde fuera posible acometerlo con mas ventaja, con armas propias i poniendo en movimiento fuerzas distintas de las que habian in- tervenido hasta entónces en la contienda. En otros términos, la tentativa de reaccion contra el réjimen establecido en 1830, apoyada en hombres del partido dominante, planteada en el terreno de las doctrinas esenciales de la Constitucion i círcuns- crita al recinto parlamentario, —la reaccion moderada, filopo- lita i aristocrática, —habia fracasado por completo, Se acercaba la hora angustiosa i pálida, pero inexorable i lójica, de la reac- cion popular, i ella iba a sonar, por mas que al solo pensa- miento de ver abiertas las válvulas que cerró la mano poderosa de Portales, el corazon temblara dentro del pecho a la mayor parte de los reformadores académicos que acababan de desple- gar tanto entusiasmo 1 tanta elocuencia en sus asientos de la Cámara de Diputados». Se acercaba el momento del estallido con preludios amena- zadores; pero ántes que llegaran a revestir una forma concreta, las agrupaciones de la oposicion debian sufrir quebrantos de irreparable desorganizacion. : A Lastarria no se le ocultaban estos síntomas de descompa- jinacion, i para prevenirlos i dar la voz de alarma, trabajó el plan de reorganizacion de las fuerzas liberales, que circuló entre los amigos intimos, manuscrito, de mano en mano. Entendemos que por primera vez, en 1878, se publicó tal do- cumento en la Historza del 20 y de Abril de don Benjamin Vicuña Mackenna. Este plan tiene su importancia histórica porque en él están resueltos, con sentido práctico notable i espuestos, con clara percepcion política, los peligros i los remedios de la situacion, que era de desmayo i de indolencia. A di $ 0 dar E e USA AAN ft: n AAA M Fl 6 í E o PO e ts 1 A A 7 di A A VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 27 Lastarria declara allí: L Que la oposicion no existe, porque carece de fuerzas i de opi- nmion. La oposicion carece de fuerzas: 7.2 Porque no tiene direc- cion ni tiene un caudillo; 22 porque no tiene organizacion; 3.2 por- que no tiene fondos; 4. porque no tiene unidad. II. La oposicion no tiene tampoco unidad: 1.2 porque no tiene sistema. Hemos publicado un programa; pero un programa no es simo la primera base del sistema; no es el sistema mismo. Esos principios espuestos en un programa quedan escritos en un papel, que no se vuelve a leer despues de publicado, i por consiguiente, se olvida. Un partido que no tiene la unidad, la lójica, la conciencia, que son siempre los efectos de un sistema, no puede inspirar fé ni a sus adeptos ni a los imparciales, Si los mas comprometidos se desalientan ¿qué podemos esperar del pueblo? "2.2 Porque no inspira interes. Los ministeriales tienen todos el interes de conservarse en el puesto i afectan defender un in- teres nacional. Los individuos de la oposicion no tenemos un interes personal. “3.2 Porque no tiene relaciones. Si la oposicion tuviera afiliados en las provincias, podria esperar formarse alguna opinion, a pesar de su mal estado. Pero ¿qué podemos oponer nosotros a la accion siempre constante de los infinitos empleados de la je- rarquía administrativa? “Tal es la verdadera situacion de la oposicion. Para ocultár- nosla unos toman el partido de resignarse; como el reo conde- nado, i otros esperan i confían en el dia de mañana, sin acor- darse de que el tiempo fortifica las plantas mas dañosas, cuando han prendido en la tierra, i destruye las semillas preciosas que están esparcidas sin cultivo ni atencion. ¿De qué podemos es- perar? ¿Del carácter de Búlnes? ¿De las divisiones del partido retrógrado? ¿De la consideracion que podemos tener en ese par- tido por nuestro talento, por nuestra actividad, por nuestro pa- triotismo i acaso por los servicios que algunos de nosotros le hemos prestado? Yo protesto solemnemente contra tales espe- ranzas i declaro que seguiré mi suerte por mi cuenta ¡ riesgo, si no veo realizado lo siguiente: 1. que el señor Errázuriz haga a un lado las consideraciones i el interes que hasta ahora lo han MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS dominado, i que acordándose de que nosotros corremos riesgo por él, venga a ponerse al frente de la oposicion i a trabajar con nosotros, sin disfraz i con lealtad. 2.2 Que se organice la di- reccion de la oposicion. 3. Que se forme un fondo de cualquier modo que sea. 4. Que nos propongamos echar abajo la domi- nacion de veinte años con su, política restrictiva 1 egoista. 5.” Que se organice la prensa en el sentido de este propósito; i, por consiguiente, que hostilice a todo el partido raso: sin escep- cion de persona i sin reticencia. El Z/an concluia con las siguientes palabras: "No hai partido si no se adopta este arbitrio. El señor Errá- zuriz teme que esta marcha nos lleve a la revolucion o a la iner- cia; pero no advierte que está en nuestras manos evitar ámbos escollos. Si no podemos evitarlos, no nos mezclemos mas bien en estos negocios. Yo declaro que si no se adopta este arbitrio, planto yo mi pabellon por separado i emprendo esta cruzada, con mis amigos, seguro de que a la vuelta de poco titan tengo las simpatías de toda la nacion. Nos hemos detenido a estractar este notable documento porque él arroja luz mui clara sobre la situacion política que en estos momentos estamos empeñados en retratar, i porque el tono con que está escrito, da a conocer la personalidad del autor, así como la franqueza con que hiere las dificultades i da a conocer la dis- persion de fuerzas i la incoherencia de propósitos que introdu- cian elementos deletéreos entre los grupos liberales. Ademas aparece que la candidatura de don Ramon Errázuriz no era de su agrado, ni estaba ella a la altura de la situacion. : Para unos 1 otros, el problema eleccionario, con sus incógni- tas angustias 1sus misteriosos sobresaltos, jiraba perpetuamente. en torno de un hombre, de un símbolo, de una bandera. Entre tanto éste i no otro era el asunto capital se preocu- paba la atencion pública. | El nombre de don Manuel Montt corria de boca en heal su exaltacion al poder se consideraba como un inminente peligro para las libertades públicas. El cambio ministerial verificado en Abril de 1850, que introducia al Ministerio del Interior a don Antonio Varas, al de Hacienda a don Jerónimo Urmeneta i al de la Guerra a don Pedro Nolasco Vidal, fué recibido como s A > VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 29 O PP AAA una declaracion oficial de combate, pues encabezaba el Gabi- nete un hombre cuya permanencia allí sienificaba el triunfo del temido candidato i el probable desencadenamiento de una con- flagracion. Contribuia a dar pábulo a la escitacion pública la actitud enér- jica de la Sociedad de la Igualdad, fandada por Bilbao, Arcos, Lillo, Zapiola, el sombrerero Larracheda i el sastre Cerda, i que tenia por lema: “La soberanía de la razon, como autoridad de autoridades; la soberanía del pueblo como base de toda políti- ca; i el amor i fraternidad universal, como base moral; fórmu- las que ahora perdian su nebulosa significacion para convertirse en hechos tanjibles, en accion efectiva. La oposicion, segun hemos visto, habia alzado en su bandera presidencial la candidatura Errázuriz, que encarnaba el princi- pio reformista. Al rededor de este nombre el grupo liberal haria la campaña de la reforma democrática, contra los intereses del absolutismo que el viejo réjimen queria mantener en pié. | Como puntos doctrinarios concretos de esta accion, el partido progresista había dado a conocer al pais sus aspiraciones, que ; podían sintetizarse en la reforma de la lei de elecciones, en el olvido de los odios políticos, en el ensanche de las atribuciones municipales, en la estension de la enseñanza de las mujeres, en la abolicion del estanco. En las Bases de reforma, redactadas por el señor Lastarria 1 que tambien habia firmado don Federico Errázuriz, se decía: : “Ahora que el Gobierno toma una actitud amenazadora 1 que . parece resuelto a sostenerse a todo trance en las vías de la re- presion; ahora que ese mismo Gobierno amenaza a la nacion con su propósito de elevar a la presidencia a don Manuel Montt, que es el hombre que mas netamente representa al círculo re- trógrado, que combate toda reforma i que quiere mantener al : pais en el estado que'se hallaba al tiempo de la constitucion del ho, 33, nosotros, que hemos propuesto i apoyado la reforma de este Le código nos hallamos en el deber, como representantes del pueblo, de esponer categóricamente cuáles son los principios que nos Las reformas son las únicas que impiden las revoluciones.: > 30 [MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Este escrito, concebido con altura de miras í con noble va- lentía, debia tener al año siguiente reflejo en la mocion de refor- ma presentada por Errázuriz el 10 de Julio de 1850, i que era el primer avance que se hacia contra nuestra santa ¡ venerable Carta Fundamental, i que por ser el primero, desencadenó una lluvia de improperios de parte de la prensa reaccionaria. En el período de sesiones de 1850 la accion parlamentaria de Lastarria se tradujo en sus mociones para declarar puertos francos los de Valdivia i Chiloé, para establecer un tercer re- curso de nulidad de las materias judiciales, para crear un Banco Nacional i para fomentar la industria minera en el norte. La discusion mas interesante en que intervino fué la relativa a la famosa abolicion de mayorazgos. Miéntras ejercitaba esta accion, tuvo en la prensa un adver- sario temible por la ironía con que saturaba sus sátiras: éste era don Francisco de Paula Matta, que desde la crónica de la Revis- ta de Santiago analizaba los actos parlamentarios i juzgaba la situacion desde un punto de vista algo curioso, pues, siendo él de ideas radicales, se ponia del lado de los reaccionarios. Los demas órganos de la prensa mantenian tambien atizada la pasion por comentarios en que los puntos de la causticidad subian mas de lo conveniente. Ca Ahora que está tranquila la atmósfera caldeada de aquella época, se puede juzgar sin pasion i a sangre fría, de los esfuer- zos de Lastarria para impulsar nuestro desarrollo político, en momentos en que, como él mismo lo decia en sus Bases de re-- forma, el único medio de evitar una revolucion, era satisfacer las exijencias de la opinion pública, pasando del Gobierno de los privilejios a la verdadera república democrática. Tenia asen- tada la conviccion de que los Gobiernos honrados i patriotas | tienen en sus manos el único resorte eficaz para impedir las re- vueltas. No desconocia la lejitimidad del derecho de resistencia, ¡en su cátedra habia esplicado el oríjen constitucional legal s de este derecho; pero en todo caso preferia que en Chile ocurrie- sen las cosas como en Inglaterra ocurren: que la autoridad fuese e la que evitara el conflicto. Ante el hecho tristísimo de la liber- tad pisoteada, cruzado de brazos, esperaba muchísimo del. go- bernante i confiaba demasiado en la eficacia de la palabra i del ñ VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 3I derecho; no pensando mucho ni poco en que, cuando la con- ciencia del que gobierna no obedece a los llamados del deber i cuando la apatía del que obedece lo hace aceptar aun los rejí- menes mas autoritarios, entónces los paliativos teóricos i las hermosas doctrinas de la obediencia no son sino eslabones de oprobio i de despotismo. La accion de Lastarria que hemos intentado diseñar, buscan- do, en las sesiones parlamentarias de 1849 i 1850, su influencia, le asegura ante la historia un rol harto meritorio, que así des- cribe uno de sus biógrafos, testigo presencial de aquella solem- ne época. (1) ... Mandaba en jefe, i era bello, era magnífico, era admira- ble contemplarlo en las diferentes evoluciones que tenia que hacer para formar la línea cuando se acercaba la hora del com- bate, contener el entusiasmo i la fogosidad de unos, conjurar los escrúpulos de los otros, mantenerlos a todos en la escitacion conveniente para que no desmayaran en el momento decisivo. Lastarria necesitaba de todo su talento, de todo su brillo de imajinacion, de toda esa sorprendente facilidad que tiene para hablar horas enteras, de toda esa enerjía, decision i fuerza de voluntad que admirábamos en él por ese entónces, para haber podido con tanto lucimiento, defender en toda ocasion, en todo conflicto el pabellon bajo el cual se ajitaba esa ilustrada i va- liente mayoría. Parecia que abrigaba una secreta satisfaccion en dar a conocer a sus adversarios la importancia del rol que desempeñaba: así cuando convenia a las miras de la política de la Cámara, Lastarria se volvia hácia los suyos 1 decia: Pido que esta cuestion se resuelva en este momento. “A votacion, seño- res." Cuando yo escuchaba a Lastarria, o mejor dicho, cuando le admiraba en la tribuna parlamentaria, cuando lo veia presen- tarse con la frente erguida, desafiando al enemigo, cuando le miraba solo atacando'a todos a un tiempo i dictando proposi- ciones que hacian temblar a los ministros i amotinaban a toda la asamblea, cuando lo escuchaba protestar que en la hora del peligro estaba pronto a sacrificarse en aras de la República, creia que estaba llamado a ser el O'Connell del pueblo chileno, (1) JosÉ A, TorRES ARCE. Oradores chilenos. i en los conflictos revolucionarios el tribuno valiente, el doma- «dor de las masas.” Mes, | Pero Lastarria no estaba hecho para la resistencia armada. Su accion se circunscribia a derribar ideas, a destruir errores. - Como ajitador se detenía en el punto en que comenzaba la efu- sion de sangre. Su propaganda no salvó jamas estos límites; i si ántes habia contribuido a la formacion del Club de la Reforma en Octubre de 1849, i despues coadyuvado, en no pequeña parte, a la ajita- estragos de una elocuencia superior. Efectivamente, la única ¡espiieiabindad que podia afectarle era la del que remueve las ideas con el poder de la palabra; i eso no es digno del destierro sino en paises eos con mui mezquino concepto moral. Los mandones de esa época tenian vivísimo el recuerdo de aquella influencia: de ahí que la prision no fuera bastante cas- tigo: Lastarria, junto con F. Errázuriz i dos mas dejaban el puerto de Valparaiso, i ponian la proa del destierro hácia Lima. La medida fué tanto mas injusta contra el leader parlamen-. tario, cuanto que al llegarse a los hechos, se desvió del sendero. a que lójicamente conducía la ajitacion de los espíritus. Los movimientos que en el sangriento terreno de las armas se sucedieron, tienen intimas vinculaciones con el movimiento parlamentario de 1849. Se sabe que las ideas no se siembran impunemente ni impunemente se estremece el intelecto públi-. co. Lastarria i los que, dentro de la lei, lo seguian animosa- mente en la obra de luchadores porfiados contra el abuso, soca-. vando la autoridad por la propaganda, pidiendo la reforma constitucional, ansiando garantías individuales amplias, abrieron válvulas por las cuales habria de precipitarse la formidable co- rriente de opinion que no pudo ni quiso contentarse con her- mosas i brillantes arengas. Quiso hechos, i se lanzó a la áspera e inevitable pendiente de la resistencia armada; pero sin unidad, ES sin sistema, no logró sino afianzar el despotismo Jer quese pretendía destruir, > ! Lastarria, revolucionario audaz de la palabra, se Hades, impotente para afrontar o desviar la corriente: prefirió hacerse 4 1 hr aa hi VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 35 A A AAA a un lado, cuando vió en la atmósfera los rumores de la tempes- tad que infaliblemente debia estallar. 1 como lo recordaba, pro- testando enérjicamente, al partir, de la arbitrariedad de que era víctima, uno habia dado a sus adversarios políticos motivo para justificar sus persecuciones,: desde que no habia dado nunca un paso fuera de la lei... En el corto interregno que estuvo en Lima en calidad de desterrado, no dejó Lastarria ociosa la pluma. Con fecha 6 de Enero de 1851 dirijia a don Bartolomé Mitre una estensa e in- teresante Carta, en parte descriptiva, en parte histórica, sobre: las cosas de Lima. Comienza con una animada vista de la ba- hía del Callao, a la cual arribaba el 6 de Diciembre de 1850 en el vapor C/2le; consigna curiosas noticias sobre la bella hija del Rimac; i no escasea la sátira aguda. Una caústica observacion: “Los gallinazos gozan de inmunidad en Lima: nadie puede atacarlos ni asesinarlos, sin incurrir en una multa. Por consi- guiente es inútil decir que tampoco pueden ser desterrados: por eso, ellos se portan con una confianza admirable; reposan i duer- men a pierna suelta 1 se pasean sin hacer caso siquiera de los que transitan por la calle. El gailinazo, en fin, es la vera efijie del Senador i del Consejero de Estado de Chile: su figura, su color negro, su indolencia, su carácter, sus propensiones, sus privilejios, en todo son iguales. Se nota en la Carta sobre Lima la vena satírica que tanto llamó: la atencion en su lZanuscrito del Diablo, pero ya con un dejo mas tranquilo, mas suave, sín aquella profunda amargura que caracterizó este último escrito. | Ahora las observaciones son mas picantes: es cierto tambien que está en pais estraño, iléjos del pueblo i de los hombres que exacerbaban su criterio, imprimiéndole honda huella de irritacion. Acaso por estas escepcionales condiciones en que redactó su Carta sobre Lima pudo elevarse a la altura de los mas insignes escritores del jénero satírico descriptivo i reflejar la tranquilidad del emigrado junto con el sello de la mas deli- cada cuchufleta, ya de zumba social, ya de chanza política. Diferénciase del lZanuscrito en que están ausentes la acrimo- nía maligna i la invectiva sangrienta; hai ménos volterianismo crudo i agresivo, que ahora reemplaza por agudezas mas chis- peantes i traviesas. El epígrama aparece cubierto con formas frescas i retozonas, i aunque va censurando el órden social, ad- viértese mesura en el lenguaje, malicia en la observacion i chis- te en las alusiones, por tal manera que no resulta sinapismo que “escuece, sino suave escozor que llama a la risa, Sin duda que hai elemento estético incomparable en la gra- «cia i que las ideas mas estrañas tienen carta de pasaporte con ella: aun lo mas estéril, tórnase agradable por tal aditamento. Recientemente un escritor español (1) acaba de probar con ele- «gante acopio de razones la importancia del chiste i de la ame- nidad del estilo, dándole un valor de persistencia en alto grado, Este primor literario, cuando se refiere a asuntos de actualidad, -hácese sibilino con el tiempo, i al mas zahorí de los lectores no se le alcanza qué quiso decir el autor, o a quién alude, a ménos «de echarse a consultar los documentos i los hombres contem- poráneos. Por eso el humorismo de buena lei, ha de tener for- “zosamente un carácter permanente: lo transitorio de la actua- lidad, se borra, i andando el tiempo, frecuentemente se convierte “en una simpleza, que uno se admira que haya sido reida i cau- “sado delcite. eo En la Carta sobre Lima hai pocas referencias que no puedan «comprenderse inmediatamente isin mayor esfuerzo, 1 aunque probablemente en los cuarenta años trascurridos haya cambia- do un poco el aspecto moral i social, las líneas jenerales del cuadro quedan exactas, porque fué exacta tambien la observa- «cion que las inspiró. | La hermosa bahía del Callao í sus fortificaciones; el lujo mo- 'numental de Lima, “sus edificios en libertad para desmoron nar- “se como quieran.; sus airosas iglesias; los nichos del panteon histórico; los milagros de los santos; el servicio de hospitales; la loquería "buena para ciertos dementes chilenos que disfrazan su furia con el honroso nombre de enerjían; la inmoralidad de las loterías; los establecimientos literarios; el réjimen educacio- nal; los espectáculos teatrales; la prensa periódica, “palestra a donde van a esgrimir sus armas literarias todos, desde el ME > nistro de Estado hasta el último mercachiflen; los salones de (1) CASTRO 1 SERRANO. Discurso de incorporacion a la Real Academia Española. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 371 lecturas públicas; las academias artísticas; la plaza de la inqui- sicion con su sombría historia; las calles con sus vistosos edifi-- cios, sus surtidas pulperías, sus activas fábricas i talleres; la po- blacion con su lote de infelices esclavos; los negros con la. alegría en el rostro i el vigor de un atleta en sus movimientos grotescos; la aficion a los toros; la tapada con sus atrevidas vo- luptuosidades semi-escondidas en la lascivia misteriosa del manto í de la saya; la barahunda i el jalco de las zambras bu- lliciosas; el pueblo, indolente, callejero, sin felicidad material, alegre i charlador; todo esto, 1 mucho mas, pasa por la observa- cion picante del autor, que hace jirar en su calidoscopio este cuadro amplio i ameno de la capital peruana. "El sistema democrático, escribe Lastarria, tiene aquí Obs-- táculos insuperables que vencer: la diferencia de castas, la indo- lencia e ignorancia de las masas, los hábitos i sentimientos: monárquicos que enjendró i radicó el sistema colonial, i la des- moralizacion producida por el gobierno altamente inmoral de los. virreyes i por la guerra civil, darán trabajo para un siglo mas a. los que deseen ver realizado el prospecto de la revolucion. En suma, en la Cara sobre Lima derramó Lastarria el capri-- cho festivo a manos llenas. Aqui hai c/zc abundante; por eso su- pera a sus otras producciones satiricas, quedando mui por enci- ma de todas cllas. CAPÍTULO XVI SUMARIO. —Vuelta de Lastarria a Santiago.—La candidatura del jeneral Cruz.—- Renuncia del señor don Ramon Errázuriz. —El 20 de Abril de 1851.—Partici-- pacion que toma Lastarria en este movimiento.—Las exajeraciones de la fanta- sía.—Sumario criminal.—Su destitucion del puesto de profesor de Lejislacion i Derecho de Jentes del Instituto. —Verdaderas causas de su persecución. —¿Se: entibió su entusiasmo por las ideas?—Desvios del ajitador.—Motivos que justi- fican esta conducta egoista. —Su destierro al Perú.—Se establece en Copiapó. —Negocios forenses i mineros. Al volver de Lima encontró Lastarria descompajinadas las fuerzas de la oposicion. El viento de la proscripcion habia so- plado en el núcleo de las filas de libertad. Al contemplar tal situacion juzgó prudente hacer un esfuer- 38 zo para sacudir la apatía i reunir en un haz concéntrico las aspiraciones anti- reaccionarias. Tal tambien habia sido el ob- jeto que persiguió con el Plan de reorganizacion de las fuerzas liberales, de que hemos dado ya cuenta, i en el cual se pre- sentaba, en el seno de los intimos, con visos de mui poca popula- ridad, la candidatura de don Ramon Errázuriz. —Los anteceden- tes de este hombre público no satisfacian a todos los opositores, quienes por otro lado no tenian entre sí un vínculo poderoso que les mantuviera unidos, compactos. Habia, pues, motivos para que asomaran a la revuelta super- ficie política de la oposicion, escollos que debian prepararle un seguro 1 próximo naufrajio. Para aumentar la discordia en el campo de la oposicion, se levantaba en Concepcion la candida- tura del jeneral Cruz. ] uEn el seno mismo de la Junta Directiva del partido progre- :sista, habia division de opiniones caracterizada—segun escribe el señor Vicuña Mackenna en su citada Historia del 20 de Abril —la una, mas sagaz, mas práctica i mas política, que empujaba Lastarria con su espíritu jeneralizador í vasto ¡que se pronuncia- ba por la inmediata fusion de todos los elementos de combate; 1 la otra, sostenida por Pedro Ugarte, oposicion esclusivamente santiaguina, altiva i biliosa, que estaba por el aplazamiento, a fin de que wel fuerte Pencon viniese a prosternarse, como de antaño, a los pies de su augusta señora, la capital togada i de! reino.. "La opinion del señor Lastarria era lo que debia preva- lecer—la de aceptar inmediatamente alianza con Cruz en agra- vio del candidato Errázuriz. Esta situacion espinosa fué la que determinó la renuncia de este último (1). Despues de la fusion de ámbas candidaturas, se ita el* 11 de Abril de 1851 la del jeneral de division don José María | de la Cruz. Lastarria no continuó mas en el CERES de la ajitacion elec= E toral í se retiró a la vida privada. (1) Fué redactada por el mismo Lastarria, quien la conservaba orijinal entre sus papeles, como un recuerdo, con su bien O a 1 tal como fué firmada por el renunciante. : e DAA VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 39 Pero pronto debia ver turbada su tranquilidad por el estallido del 20 de Abril, en medio del cual se vió envuelto i comprome- tido, sin quererlo i sin saberlo siquiera. Don Benjamin Vicuña Mackenna, historiador que se ha ocupado de este movimiento revolucionario, insinúa que Las- tarria, en el alba del 20, tuvo la idea de que se celebrase "ca- bildo abierto. para lejitimarlo desde su oríjen; pero no se hizo porque... “no se encontraron a esa hora las llaves de la muni- cipalidad»!—En los partes de policía, aparece que Lastarria “asaltó espada en mano la Artillería... La verdad de las cosas es que se le confundió con don Joa- quin Lazo; i el mismo Lastarria protestó mas tarde ante la justicia contra semejante aserto, Cuanto a la idea de lejitimar la revolucion, debemos descar- tarla: es una afirmacion enteramente infundada, como muchas de las que solian escaparse a nuestro fecundísimo historiador i que hai que aceptar con beneficio de inventario. Lastarria, que fué despertado en la madrugada por jente de a caballo, salió de su casa despues de amanecer de aquel día, i tomó una actitud enteramente espectativa prescindente. A la hora en que las fuerzas del gobierno i las del pueblo se batian en la Alameda, el supuesto revolucionario conversaba con don Domingo Santa María en el hueco de una de las puertas situa- das frente al convento de San Francisco, i separado natural- mente del núcleo de los combatientes. Era, pues, un simple curioso, que no podia quedarse en su lecho mientras tronaba el aire con los disparos del motin. De aquí a atribuírsele una participacion directa i principal, hasta el punto de habérsele visto "espada en mano asaltando el cuar- tel de Artillería, como un héroe de la edad media, segun la espresion del señor Vicuña Mackenna, hai una distancia in- mensa. ) | Otra de las supuestas participaciones que tomó Lastarria, segun los visionarios, en el referido motín, fué la de haber sido sorprendido "en el momento en que asesinaba a un Pacon. ... version que se publicó en £/ Araucano. Hablando de esto Las- tarria decia una vez en la Cámara de Diputados: “Reconocí la intencion; comprendí la buena intencion que do MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS respecto de mí tenia el gobierno o sus ajentes oficiosos. Si me hubiera confiado en mi inocencia, si me hubiera atenido a mi fuero, habria tenido una zonza confianza. Hasta ese momento estaba yo tranquilo, pero desde que el ilustre jeneral Lastra, que fué el que me mostró El Araucano, me preguntó a qué me atenia para no temer la persecucion, ya no me confié ni en mi inocencia, ni en mi fuero; fuí prudente, tuve miedo a la persecucion del despotismo triunfante i me puse en sal- vo, ántes de que se sometiera a consejo de guerra, por la de- claracion de un guidan:, no se si fué un boticario, o un campa- NCromn... | : Cuando a raiz de los sucesos, los papeles oficiales narraban tales cosas ¿qué estrañeza puede causar que despues de vein-. - titantos años un historiador poco circunspecto adorne un libro con lejendarias hazañas, hijas esclusivas de la fantasía? El sumario criminal levantado por los sucesos del 20 de Abril, acusaba de cómplices i de actores a los diputados i escri- tores que se habian hecho notar por sus ideas. en la ajitacion política. La Comision Conservadora allanó el fuero del diputado Las- tarria, de don Rafael Vial, de don Federico Errázuriz i de don Justo Arteaga; ien oficio de 31 de Mayo comunicaba al go- bierno que "habiendo considerado atentamente el sumario de- claraba que habia lugar a formacion de causa. a dichos dipu- tados, como presuntos revolucionarios. Sin embargo, a Lastarria no le quedó pesando responsabili- dad alguna por estos sucesos porque despues de ser juzgado en rebeldía, le vino la absolucion, que consta en los archivos Judi- | - Cclales de la corte marcial. A pesar de su ninguna culpabilidad en el UE militar, bibo . de emigrar i tornó de nuevo a Lima, con el alma desgarrada por los contratiempos, i con el presentimiento de próximos i negros días para la patria. - Como parte de esa misma venganza política, merece consig-. narse la destitucion que sufrió de su cátedra de profesor de De- recho constitucional, i que por su orijinalidad la exhumamos íntegra del archivo del Instituto Nacional. Dice así: VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 41 A ARA A NA "Santiago, Abril 24 de 1851 "El Presidente de la República, en acuerdo hoi, se ha servi: do espedir el decreto que sigue: Núm. 280. Teniendo el Go- bierno informes que le merecen plena confianza de que el pro- fescr don José Victorino Lastarria, se presentó en la plaza pública al amanecer del 20 del actual como uno de los instiga- dores del motin ocurrido en ese mismo dia; “Que este hecho unido a su participacion en otros actos públicos de tendencias subversivas, haria punible la conducta del Gobierno si tolerase por mas tiempo que siguiera a cargo de la educacion de los jóvenes del Instituto; "Que el Código fundamental del Estado encarga especial- mente al Presidente de la República velar por la educacion, i que no cumpliria con este deber si no destituyese a un profe- sor que, si está dispuesto a concurrir a actos tan escandalosos, da bastante fundamento para creer que tratará de inculcar ideas de igual jénero a los alumnos que están bajo su di- reccion; "He acordado i decreto: "Destitúyese al profesor de Lejislacion i Derecho de Jentes don José Victorino Lastarria. "Tómese razon i comuníquese.—M. MUJICA." Iguales destituciones sufrieron don Manuel Recabárren, pro- fesor de Economía Política i don Juan Bello, fogoso i brillante orador parlamentario. Pero ¿cuál era la verdadera causa determinativa del decreto que dejamos trascrito? Lastarria la aclara en sus Recuerdos Lt- terarios: “Se creyó que la enseñanza de la ciencia política, aun- que puramente especulátiva, era una escuela de revoluciona- rios.” "No creemos que por la supresion de esta enseñanza se tuviera desde aquel momento ménos revolucionarios; pero lo cierto es que los resultados vinieron a dar i dan todavía una espléndida confirmacion a nuestra creencia de aquel tiempo» porque desde que no se estudia la ciencia política, la falta de doctrina resalta en la política práctica, i es causa, no solo de qe MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS desaciertos, sino de perniciosos errores i de grotescos absurdos en todos los debates políticos, escritos i hablados. » La crueldad de estas medidas de represion queda tanto mas en descubierto, cuanto que la actitud pasiva de Lastarria en 1851, fué tachada aun por algunos de sus propios amigos de falta de enerjía i de coraje. Pero como quiera que su accion era mas eficaz en el terreno de la propaganda pacífica i doc- trinal, él fué i quedó como el representante de las doctrinas 1 de las aspiraciones en el primero de los principales puestos, ocupados unos por hombres con mas fibra revolucionaria, otros con mas audacia en la accion; pero acaso ninguno con mas firmísima conviccion en el poder de las ideas que la que ali- mentaba el benemérito profesor de Lejislacion del Instituto. Su gran crímen, a los ojos del poder, estaba en la propagan- da sistemática e inquebrantable contra el autoritarismo reaccio-. nario que habia emprendido en: el libro,'en el diario, en la cáte- dra, en el Congreso. Para castigarlo, no importaba un ápice que jamas se hubiera alzado como demagogo en la plaza pú- blica. Hai destituciones i hai castigos que son un timbre de olas i tales son los que sufrió Lastarria de parte de poderosos go- bernantes que exajeraban un poco el valor de la enseñanza. El pretesto para las medidas de represion habia sido un motin abortado, malamente concebido. Pero lo que habia en el fondo i para los que estudiamos los sucesos de la historia a la luz de 4d la filosofía, mo es otra cosa que una arma poderosa contra los _ajitadores del intelecto nacional. 1 como ya queda insinuado con ocasion del primer destierro de Lastarria, el castigo no se imponia al hombre de conspiracion sino al hombre ne doc- trina. La implacable persecucion que se ensañaba contra l inerme doctrinario i su familia era tanto mas censurable entónces 1 hoi mas merecedora de la improbacion de la historia, cuanto que no hai el menor vestijio que acuse siquiera la mas levísima participacion de la víctima en los sucesos que espantaban a los - victimarios. ' : Los proscriptores mentian, acaso a sabiendas, tanda a por ostensible razon el hecho de que Lastarria fuera uno de los i VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA : 43 “principales instigadores” del motin i copartícipe en "actos públicos subversivos.” Corolario de estos pretendidos hechos, era la pesquisa inquisitorial que el sagaz Ministro del Culto, Justicia e Ifistruccion Pública hacia en la conciencia del pro- fesor, al deducir que el que 'concurria a actos tan escanda- losos indudablemente "trataría de inculcar ideas de igual jénero a los alumnos que estaban bajo su direccion.n ¡Premisas de arena que servirian de base a una persecucion típica que pone de relieve la intencion i los propósitos de aquellos azaro- sos dias! Los reformadores prudentes de aquel tiempo, en uso de lejÍ- timo derecho, venian abriendo cauce a un movimiento rejene- rador destinado a limpiar nuestro mecanismo político de las trabas vergonzosas que le habia puesto la Constitucion pelucona de 1833, 1 que embarazaban de modo lamentable el progreso social. No eran los caidos de 1829 los que pretendian susti- tuirse en el gobierno nacional, nia esos acaudillaba Lastarria, quien había espresamente declarado que no tenia vinculacion alguna con el viejo pipiolismo ni con sus envejecidos odios. Esa línea de conducta fué por él seguida en prensa, parla- mento i cátedra. Aspiraba a la rejeneracion social, yendo tras la formacion de un partido progresista, liberalismo nuevo que no tuviera en su hoja de servicios las manchas de sangrientos errores í de culpables debilidades. El perseguido no era, pues, eco ni lejano siquiera de aquellos restos de un liberalismo que habia meditado en la revolucion en la hora melancólica que si- guió a su precipitacion del poder. Lastarria repudiaba esas at- mas, como habia repudiado a esos hombres, perfectamente des- truidos por la mano de hierro de Portales primero, por la presion eficaz de Búlnes despues, i por la inspiracion potente de Montt al último, que vigorizó su influencia, ántes de entrar a la Moneda como triunfador, por medio de leyes i de institu- ciones enderezadas cabalmente a fortificar la política reaccio- naria i a remachar el sistema basado en la autoridad i en la fuerza como lejítimas prendas de paz i de órden. El crímen de lesa-autoridad que se imputaba a Lastarria, como a los demas propagadores de sanas doctrinas siempre dentro de la esfera legal e impesquisable, era sencillamente el MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 44 y de preparar los elementos de civilizacion i de cultura política para hacerlos servir unidos i sistemados al progreso de nues- tras instituciones. 1 eso, como queda dicho, con la circunstan- cia atenuante, a los ojos del poder, i agravante a los ojos de sus partidarios ardorosos i convencidos, de flaquear un tanto al acercarse el momento de la conflagracion inevitable, incubada en los comicios i en el seno de sociedades igualitarias que aji- taba el alma ardiente de Bilbao. La injusticia de los cargos formulados queda de sobra ma- nifestada en el hecho de que miéntras unos, los miedosos, le asignan rol principalísimo i le dan jefatura en aquel movimien- to de Abril de 1851, los otros, los exaltados, lo apellidan de pu- silánime í hasta le cuelgan el sambenito de desertor, cuando eliminaba su persona de aquellas asambleas populares, inusita- das en nuestra vida pública, i que eran el despertar victorioso 1 amenazante de nuestra cultura cívica. En estos estremos, indudablemente la verdad no se encuen- tra. Lastarria ocupa el centro; i allí está la verdadera significa- cion histórica de su papel en los actos políticos cuya síntesis estamos juzgando, enteramente ajenos a las pasiones que enar- decian los espíritus i que perturbaban el criterio. No repetire- mos el juicio ya formulado de que Lastarria, si fué un audaz en la palabra, fué un tímido en la accion, sino para acentuar mas enérjicamente la conducta gubernativa que lo arrancaba sin razon de su cátedra i que lo separaba indignamente de su hogar i que lo proscribia sin objeto de la patria. No es posible pedir a todos los hombres abnegacion sin lf- mites. l esos límites tienen en Lastarria el apoyo de un hogar que en aquellos dias clamaba en la horfandad. Lícita es, pues, su actitud retirada del foco que él habia encendido. i en el cual el noble caudillo igualitario, Bilbao, quemaba todo, conviccion i familia, porveniri fortuna. Lastarria no separaba un momento los ojos de las conse-- cuencias pecuniarias que podrian sobrevenir a los suyos. Por eso, al ser a fines de 1850 atropellado por la autoridad, i veja- do como un 'facineroso, junto con la protesta cívica del ciu- dadano, se alza la protesta lejítima del hombre al hablar de su | “familia que subsiste del trabajo que él le procura,n i al invocar VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 45 A A A A OA que el destierro le causa un trastorno i una pérdida efectiva en sus negocios personales. Esas mismas causales concurrian en el segundo destierro; 1 Lastarria no las separaba de su acongojada mente, al forros por no dar siquiera pretesto para medidas arbitrarias. ¡Inútil empeño! Los desvíos prudentes, si lograron empañar un tanto la pureza del desinteres absoluto, no llegaron a con- mover el corazon de piedra del despotismo. Si dió pretestos para reproches de los que no quieren o no saben penetrar en los verdaderos móviles de la conducta hu- mana, no pudo evitar que por otro lado se agrupasen en torno suyo las puerilidades de una accion heróica, exajerada hasta lo verdaderamente estraordinario i maravilloso; i esto convenia perfectamente a los que querian i podian hostilizar a su antojo al adversario elocuente i fustigador. I así el luchador de la pluma hubo de cargar con las penas del luchador de la espada. Allá en el destierro volveria a esgrimir sus armas de conspi- rador: el fruto de esa conspiracion seria un nuevo libro contra el despotismo. Su permanencia en Lima despues de los sucesos de 1851, si bien endulzada por el grato cultivo de las letras i de la amistad de hombres eminentes, se traducia para su familia en la agrava- cion de la miseria; i por un momento pasó por la mente de Las- tarria la idea de espatriar a los suyos i quedarse definitivamente en el Perú, cuyo gobierno, segun dice uno de sus biógrafos, es- taba dispuesto a encomendarle la creacion 1 direccion de un gran establecimiento de instruccion pública, Pero tenia fijos los ojos en la patria, i como las pasiones polí- ticas se habian apaciguado poco a poco, no tardó en determinar su regreso al pais, en 1852, época en que un silencio de muerte parecia sellar el labio de todos los políticos que acababan de presenciar los tremendos sacudimientos de la guerra civil. Al llegar a Copiapó lugar adonde se confinó, porque a San- tiago no se le permitió llegar, todavía encontraba ecos dolorosos, repercusiones de represion brutal e implacable: los últimos náu- fragos de esta oleada de sangre, siete infelices soldados de la -guarnicion del mineral de Tres Puntas, amotinados el 28 de 46- MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Abril, caian fusilados el 22 de Mayo por órden del Presidente de la República, a pesar de tener indulto del Consejo de Estado. En Copiapó estaba a la sazon de jefe de la tropa pacificadora don Victorino Garrido, español que fué, como se sabe, tan eficaz ausiliar del gobierno. Víctima habia sido de las cuchufletas que en prosa i en verso le dirijió Lastarria ántes de la revolucion, i que, a usanza de la época, no se recomendaban por la pulcritud. La Tribuna, el diario gobiernista que redactaba el arjentino Juan María Gutiérrez, por su parte habia hecho fuego grancado de invectivas procaces contra la oposicion i contra Lastarria; naturalmente era el insulto la única suprema razon. Garrido, sin embargo, no guardó resentimientos contra el que lo habia ridiculizado de mil maneras. Hombre de mundo, ale- gre, sociable 1 de buen corazon, en vez de ensañarse contra Las- tarria, le brindó su amistad franca i decidida, empeñándose para que el gobierno dejara en las minas tranquilo al emigrado. Ac- tos de esta naturaleza, añadidos a otras caballerosidades por el estilo, hicieron de los dos adversarios, dos intimos amigos: el uno hacia amable su poder í su valimiento ante el Ejecutivo, i el otro tornaba su pluma de revolucionario en barrcta de indus- trial. | Tiempos de calma siguieron para Lastarria despues e las borrascas de 1851. | ] Establecido a firme en Copiapó, adquirió en barras de minas una fortuna regular, puso su bufete de abogado í se dedicó a los tranquilos nezocios de la industria minera, en este pueblo que no ha tenido otra fuente de entradas que la que han dado las piedras. ee En 1853 le tocó defender importantes litijios, pues se le bus- caba a él por el renombre que habia adquirido. Uno de estos litijios fué el que lo hizo ocupar la prensa, escribiendo algunos artículos forenses i otros de polémica judicial. De esta clase fue-. ron los que insertó en £/ Copzapino, uno de los diarios mas an- tiguos de Chile, i que publicó en el mes de Marzo en un folleto que lleva por título: UA -Voticia del pleito de internacion de la Descubridora de Chañar- cillo con el monte de Mandiola, i contestacion a los artículos pu- blicados en “El Pueblow con el título de Código de Minería. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 47 A AA Copiapó no era campo suficientemente ancho para un espl- ritu como el suyo; así que a la vuelta de poco tiempo, en 1854, se estableció definitivamente en Valparaiso, puerto endonde continuó en el ejercicio de la profesion, interrumpido solo por sus viajes a Copiapó, cuyas minas le mantenian aun sujeto. Iguales lazos le habian hecho pasar en 1852 largos dias de tra- bajos , internado en Tres Puntas, Chañarcillo i otros minerales, que ya no vivian sino del recuerdo de la pasada grandeza, i de la cual brotaban, como hijos de una fantasía opulenta, derrote- ros, rodados i cateos, que formaban cruel contraste con la edad de oro de 1834. El novel minero quiso, i lo pretendió en vano, sorprender el secreto de aquellas moles de piedra, tan volubles como deses- perantes, i que a veces prodigan con tan ciego capricho los ape- tecidos favores de su seno. CAPÍTULO XVII SUMARIO —Circunstancias en que Lastarria escribe la Historia constitucional del medio Síglo.—Opinion de don Diego Barros Arana sobre este libro. —Lastarria aplica nuevamente el sistema de filosofía histórica de las Zpvestigaciones sobre la influencia social de la conquista española. —Resabios del antiguo sistema de filosofía metafísica i de providencialismo. —Juicio crítico, Lastarria, en medio de las ajitaciones de la vida pública, no olvidaba el cultivo de las letras, i especialmente, enderezaba sus investigaciones al aspecto histórico. Ántes de que ocurrie- ran los sucesos desgraciados de la guerra civil, nuestro distin- guido profesor leía con avidez las producciones europeas que de vez en cuando llegaban a Chile. | Leer esa produccion .intelectual era una hazaña en aquel tiempo; estudiarla, un fenómeno; escribir libros, un milagro. Lastarria era uno de esos pocos hombres que se dedicaban “a estas ingratísimas e improductivas labores; i por eso, merece bien de la historia. Hoi se hace justicia a aquel luchador tan noble como esforzado; i se estima en sus verdaderos quilates la noble aficion al cultivo mental cuando donde quiera no habia 48 | MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS sino desden, frialdad, egoismo estrecho. Lastarria logró vencer a estos enemigos tan formidables. 1 miéntras inculcaba a sus discípulos las nociones de la ciencia política, no había descui- dado hacer afluir a la enseñanza otros conocimientos que con ella tenian estrecha trabazon. Por eso a sus /nvestigaciones, si- guió el Bosquejo histórico, i a estos pronto debia suceder la /72s- toria del medio Siglo. | La idea de este libro vínole al saborear las acertadas pájinas escritas por un pensador distinguido (1) que se esforzó por re- ducir a breve compendio la amplia historia europeo-americana en el período dramático comprendido entre 1814 1 1830. De este vastísimo plan quiso Lastarria estraer lo que se refería al movimiento constitucional para de ahí deducir las enseñanzas que podrian aprovechar los gobiernos hispano-americanos, Nuestro autor aprovechó sus horas. de destierro para dar la última mano a la Historia constitucional del medio Siglo. “Hé aquí, dice su autor (2) una obra que, debiendo ser el fruto del reposo i de un amor dulce i tranquilo por la humanidad, vino a ser un aborto de la afliccion, bautizado con mas de una lágrima vertida sobre las ruinas que el despotismo deja en su marcha. “Meditada i preparada de largos años atras, esperaba yo ver- la aparecer con todos los atavíos lujosos que cuadran a su im- portancia; pero no lo quiso así su mala estrella, i ha tenido que ser un pobre libro, que se ve avergonzado en letras de molde, tan solamente por no perderse en manuscrito, “La última revolucion de Chile me envolvió en sus redes, i proscrito, perseguido, sin un palmo de tierra seguro que ocu- par en mi patria, tomé como mi único consuelo la idea de esta obra: en el destierro, como en la soledad de la proscripcion, me entretuve en redactarla, pero sin tranquilidad, sin aquel con- tento del espíritu que necesitan las ideas grandes para fecun- darse, sin libros, sin apuntes i muchas veces aun sin los elemen- tos necesarios para escribir. Una vez terminada esta primera parte, sin mas guía, en el laberinto de la historia contemporá- (1) Tableau de P' histoire genérale d 1 Europe depuis 1814 jusqu'en 1830 par EDOUARD ALLETZ. Bruxelles, 1835, 3 vol. (2) Prefacio, páj. VII. VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 49 E A AA AR AA nea que una obra de Alletz, i un artículo de Salvandi, que he copiado o estractado para ayudarme en el curso de mis reflexio- nes, no me he atrevido a retocarla, por temor de desbaratarla toda i de perder asi el único símbolo que conservo de una épo- ca desgraciada. El señor Barros Arana (1) al aparecer este libro resumió su opinion en los conceptos siguientes: "Obra vasta en su plan e interesante por su asunto, ha sido escrita con lucimiento i elegancia por su autor. Existian ya va- rias obras sobre el mismo tema, pero la del señor Lastarria po- see bastante orijinalidad. Es sensible que ella se resienta de poca investigacion i de superficialidad en sus vistas filosóficas. La justificacion de este reparo se halla en la naturaleza mis- ma del plan ¡la falta de documentos, de libros etc., con que debia lójicamente tropezar un escritor que no estaba en el cen- tro mismo que servia de tópico a sus jeneralizaciones. Í estas fueron seguramente las causas de que abandonara el propósito de continuar el libro que, mal bautizado, (solo comprende 25 años), quedó inconcluso. La América puede considerarse como : el complemento de este estudio sobre el constitucionalismo en Europa i América. Eso sí, con un plan mas reducido, i por lo mismo, mas concreto, en el cual no se pierde en intensidad i profundidad lo que gana en estension. | De ello proviene que en la /Zzstorza constitucional, haya mas entusiasmo que verdad al trazar disquisiciones rápidas i vagas sobre el desarrollo de la idea democrática. Concentrar complejos pensamientos en una síntesis breve í sumaria; reunir en un haz reducido el vastísimo movimiento de la idea constitucional esparcida en Europa i en América; redu- cir a sistema los ramos variados i múltiples del jénesis demo- crático que no se manifiesta con iguales caractéres en la histo- ria de este siglo; no era tarea fácil, por cierto. Es verdad que Lastarria aprovecha para ello sus maravillosas facultades sintéticas para reunir lo disperso, para sistematizar lo vario, para reunir lo bzterojéneo i llegar a producir la homo- jeneidad del cuadro, en que se revela la unidad de propósitos (1) EL Musgo. 1853. TOMO LXXXII 4 50 [MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en torno de la cual jiran las múltiples cuestiones que fluyen de la tésis. | La política americana i europea con sus complicaciones; las ramificaciones del derecho contemporáneo aplicado a los hechos; los conflictos internacionales; las trasformaciones de la filcsofía; las inclinaciones de los gobernantes; en fin, los elementos todos que constituyen el progreso social junto con los que lo obstru- yen, como el militarismo i los golpes de autoridad; caen en los lindes del tema, que mas que historia de acontecimientos, tien- de a ser historia de ideas que evolucionan, i cuyo orijen es me- nester inquirir i cuyos resultados es menester contemplar, a fin de correjir aquél i de modificar éstos en el sentido de una pro- gresiva libertad. ] En realidad, mas que historia es un bosquejo filosófico, prin- cipalmente en cuanto se refiere al rumbo de la política ia los sucesos inmediatamente anteriores que han provocado la trans- formacion de las doctrinas. | Se detiene Lastarria a considerar, aunque muí someramente, los sucesos que han modificado las condiciones sociales, a in- tento de marcar sus derivaciones ante el derecho constitucional. Con un fin práctico i utilísimo, aborda los problemas de go- bierno, buscando la solucion conveniente, con un criterio positivo basado en la idea de que el desarrollo político debe ser con- egruente con el desarrollo social. "Al calor de las guerras que sucedieron a la independencia, comenzaron—dice el autor en el Prefacio—a vivificarse dos intereses que hoi entran en su completo desarrollo: el interes conservador i el interes del progreso. — Durante los primeros veinticinco años de nuestra revolucion, estos dos intereses esta- ban como embotados en la multitud de ambiciones, de odios i de rencores que se disputaban el triunfo. Hoi aparecen ya mas en claro, mas pronunciados i sirven como de enseñas a los par- tidos que pretenden apoderarse de la direccion de los Estados americanos. — Cualquiera de esos dos partidos que llegue al poder, necesita estudiar sus antecedentes históricos para no marchar a ciegas: los conservadores verán en ese estudio cuál ha sido la accion de su sistema, cuáles los efectos que ha produci- do: los progresistas podrán conocer la marcha que ha llevado el VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA A EE A AO AN NN espíritu que los anima. Unos i otros estudiarán sus aciertos ¡sus errores, i al gloriarse o al avergonzarse de ellos, comprenderán lo que les conviene para lo futuro... Por esto Lastarria dedica su libro a los Gobiernos hispano- americanos, ya que éstos podian hallar en su HZ¿storía la solucion de gravísimos problemas al par que la línea de conducta mas conforme a los principios de la democracia. Lastarria sintetiza cl pensamiento que domina en el libro en el rubro de la portada: “La democracia tiende a destruir el principio de autoridad que se apoya en la fuerza i el privilejio, pero fortifica el principio de autoridad que reposa en la justicia ¡ el interes de la sociedad. Para dar una idea mas exacta de la /Zistoria constitucional conviene analizar, aunque sea rápidamente, los diversos cuadros de que consta. En el primero considera a la Europa ia la América a fines del siglo XVIII, comenzando por anotar la reaccion fecunda que la filosofía de este siglo introdujo contra el principio de autoridad fundado en la fuerza i deteniéndose naturalmente un poco mas en el período de la revolucion francesa. Al referirse a la América española establece un paralelo entre el oríjen i la administracion de ésta i de las colonias británicas, inspirándose en el mismo espíritu de antipatía profunda contra el réjimen colonial que se advierte en sus /nvestigaciones sobre la influencia social de la conquista. “Dos principios opuestos habían, pues tomado un asiento en el vasto continente americano: el principio democrático, i con él el sistema liberal, formula la base de la sociabilidad anglo-americana: el principio monárquico 1 con él el sistema ruinoso de la fuerza, constituían la vida de las colo- nias españolas. “En el norte, el pueblo era soberano de hecho i de derecho, i daba la lei ise administraba todos sus intereses por medio de sus representantes. En la América española no existia el pueblo, la sociedad estaba anulada ino vivia mas que para gloria i provecho de su soberano, de su señor absoluto i na- tural... Lastarria, empapado en las nobles ideas de la democracia, rinde a los norte-americanos el mas profundo acatamiento, 1 Is q MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS aunque la filosofía que inspira este libro, segun hemos dicho ántes al referirnos a los Recuerdos Literarios, debería ser ente- ramente racional i exenta de fatalismo i de vision subjetiva, no “vacila en esclamar: “Los pueblos no conocían sus altos destinos, carecian de de- rechos i continuaban en silencio'su marcha, arreados por el látigo «de sus dueños: uno solo erguia su cabeza en medio de esa pos- tracion universal; uno solo glorificaba al Sér Supremo, mos- trándose digno de los dones que el sér intelijente recibió de su mano; uno solo habia comprendido sus elevados fines i queria realizarlos: ese pueblo glorioso, ese pueblo que resumía en sí los derechos i privilejios de la humanidad entera, estaba en la América del Norte! 1¡Su forma era la República Democrática! Su espíritu—;¡la libertad i la independencia! En las pájinas que en el Cuadro segundo dedica a los Catorce .años se nota la misma lucha contra el conjunto concreto i am- .plio de este primer período del siglo, i de ello resultan escla- :maciones en las que están ausentes la investigacion i la solidez. -Apremiado por la estension del tema, se limita a condenar el 'réjimen despótico implantado por el glorioso cuanto insaciable Napoleon Bonaparte, a ensalzar el triundo de la idea democrá- tica en Norte América, ia dar cuenta breve del movimiento revolucionario que en Sud América era precursor de las guerras «de la independencia. En el cuadro tercero, contempla el estado de baña des- pues de la caida del gran Emperador, i los esfuerzos de las so- beranías por reorganizarse. "Entónces comienzan su reaccion aquellos intereses en cuya ruina habia fundado su imperio el soldado de la república: el interes del equilibrio político en Eu- ropa, i el del restablecimiento de la dominacion absoluta de los -monarcas hallan su representante en la coalicion que acaba de dar cima a la guerra de la independencia: el interes popular, esto es, el interes del principio democrático, no tiene un ajente determinado que lo promueva i represente, pero existe en el espíritu de los pueblos i halla de cuando en cuando sus apóstoles que lo defienden, que lo hacen triunfar o que con él se des- peñan.n | VIDA 1 OBRAS DE DON J, V. LASTARRIA 53 Con bastante tino estracta Lastarria de la obra de Alletz el vasto estudio de las doctrinas mistas emanadas en las monar- quías constitucionales i anota cómo cunde la causa del abso- lutismo, tan poderosamente representada por la Santa Alianza 1 cómo luchan “los principios opuestos que se disputan la. reorganizacion de las nacionalidades europeas: el derecho divino: de los reyes i el derecho de la soberanía de los pueblos. Esforzándose por poner en relieve las ventajas de los princi- pios liberales, de los que “sirven de fundamento a los derechos. del hombre, de la sociedad; que pertenecen al dominio de las ciencias í que solo están iniciados en ellos unos cuantos hom- bres de letras», no vacila en condenar enérjicamente la tenden- cia absolutista consagrada por la Santa Alianza, porque va a. sancionar "la tutela de los pueblos, “de manera que la socie- dad no puede obrar por sí ni con independencia de aquella tu- tela ni puede reclamar ningun derecho, puesto que cualquiera. reclamacion de este jénero es un ataque al oríjen divino de la. soberanía real, una contravencion a la sagrada relijion en que: ella descansa, i por consiguiente una herejía, una infame apos-- tasía.. El cuadro mas interesante de la Historia del medzo Siglo es el que se refiere a la independencia de los pueblos i los triunfos de la Santa Alianza. Efectivamente, ha sabido aquí armonizar la amplitud del tema con un conocimiento mas profundo de la. verdadera fisonomía moral de los fundadores de la independen- cia americana, i las tendencias definidas que guían la constitu- cion de los nuevos gobiernos. El interes de la obra se despierta vivo i animado en este. cuadro cuarto, destinado a rememorar el advenimiento de las naciones sud-americanas al mundo de la libertad i a la vida or- ganizada del constitucionalismo. Encuéntrase tambien: aquí una investigacion mas honda de las fuentes históricas del texto mismo de las constituciones, de los periódicos de la época etc.; i quizas por esta misma abun- dancia de documentos, de que carece al referirse a los sucesos europeos, resalta aquí mas la diferencia en el estilo, que se hace mas concreto i preciso, i el procedimiento, que tiende mas al análisis que a la síntesis. Esta circunstancia, si no perjudica a la ATA 54 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS unidad, introduce en el libro una marcada separacion entre lo referente a la Europa i lo referente a la América, en cuanto a la narracion ia la estension que da a sus observaciones. Litera- riamente considerado, esto hace desaparecer la necesaria pro- porcion que debe haber entre las diversas materias tratadas; pero juzgado con arreglo al interes histórico, es natural que haya mas ensanche en los asuntos en que hai mas fuentes de - investigacion i de consulta. Las instituciones políticas americanas, formadas con la inci- piente esperiencia de unos pocos años de anarquía, no es des- pues de las guerras de la independencia sino “una série de reac- ciones i una perpétua fluctuacion de intereses. en que tienen que vencer "los antecedentes, la educacion i las inclinaciones de la sociedad encarnados en el interes español, triunfante hasta 1820 en Méjico, en Venezuela, en el Nuevo Reino de Granada, en el vireinato de Buenos Aires í en Chile. Lastarria estudia con exactitud aquella “diverjencia en la táctica i en los planes que se proponian o adoptaban para la realizacion del de la independencia. i que en punto a la orga- nizacion del estudio se traducian en la falta de sistema fijo, de tipo o forma gubernativa que reflejase el sentimiento jeneral. Refiriéndose a este período de rejeneracion dice: "Diez años contaba ya la guerra de la independencia americana: multitud de hombres nuevos, una jeneracion puede decirse, habian apa- recido i tomado posesion de tan santa causa. Nuevas ideas se despertaban en todas las esferas del órden social. La poderosa unidad del sistema colonial español se habia roto para siempre, una vez destruido el principio del derecho divino de los reyes, que le sirviera de base. Sobre sus ruinas se enseñoreaban la idea de la soberanía del pueblo i la esperanza de constituir gobiernos independientes que se apoyasen en aquella base lejítima de toda autoridad. Los diversos i penosos ensayos políticos que tanto contribu- yeron a engrosar el caudal de esperiencia entre los americanos, habían producido, es verdad, algun desencanto por las formas re- publicanas, pero aun entre los desengañados, que afortunada- mente eran pocos, no se reconocia otra fuente de derechos polí- ticos que la soberanía del pueblo, a re. "Us "a 4 > cs E. LA LEJISLACION DE CHILE 65 E AAA A El sistema de. la lei nacional, desconocido en la antigitedad 1 en la edad media, es sustentado por gran número de autores modernos, entre los cuales se encuentran Bluntschli, Weiss, Despagnet; Mancini, Fiore, Martens, Laurent, Rivier, Pacheco, Pérez Gomar i Calvo. La mayor parte de los Códigos europeos ¡ algunos americanos lo consignan, como sucede en Francia, Ita- lia, España, Béljica, Venezuela i Brasil. El Congreso de Lima lo insertó tambien entre las cláusulas de su proyecto de Trata- do Civil. A pesar de tan imponente masa de autoridades, la mayoría de la Comision no ha vacilado un solo instante para repudiar de la manera mas absoluta el sistema de la nacionalidad, como que carece de tradicion histórica, no se apoya en principios je- nuinamente jurídicos, levanta un obstáculo para la homojenei- dad en el presente, i envuelve un peligro para la unidad en el futuro de todos los pueblos del continente americano. ¿Qué tiene de comun el bárbaro conquistador del imperio romano con el pacífico inmigrante de nuestra época? La anti- giúedad conocia las guerras de conquista que arrebataban la soberanía de los pueblos vencidos: data de ayer la inmigra- ción individual, que busca la hospitalidad sometiéndose sin re- servas a la lei del pais que fraternalmente la recibe en su seno. Factor nuevo, elemento tranquilo í laborioso, no pretende imponer con la persona, las leyes de la patria que fueron impo- tentes para sacarlo victorioso en la ruda batalla de la vida, 1 acata voluntariamente las leyes de la nacion a cuyo amparo se acoje en demanda de hogar i de trabajo, de familía i de feli- cidad. | Jurídico en la superficie, político en el fondo, el sistema de la nacionalidad confunde a sabiendas dos órdenes de ideas i de relaciones tan distintos entre sí, que son, en realidad, diame- tralmente opuestos. El derecho político no es el civil, í el ejerci- cio de la ciudadanía es independiente de la capacidad de con- tratar. El primero solo afecta al nacional, miéntras que el segundo tiene por sujeto al hombre. La ciudadanía determina el goce de funciones públicas, miéntras que la capacidad jira en la esfera de los derechos privados. Las naciones americanas, recibiendo continuamente millares TOMO LXXX!I é ; 5 66 : MEMORIAS CIENTÍFICAS I.LITERARIAS de inmigrantes de todas las nacionalidades existentes, perderian rápidamente su propia cohesion, si la capacidad de los inmi- grantes, su estado i familia hubieran de continuar rejidos para siempre por las leyes de la patria abandonada. Su unidad polí- tica, espresion elevada de la soberanía, no tardaria tampoco en resentirse de su falta de unidad lejislativa, i el fraccionamiento seria con el tiempo, la amenaza constante de su integridad. Ahora bien, si los pueblos pueden jugar su independencia al azar de las batallas, jamas la abdican voluntariamente en aras de nada ni de nadie. : Por lo demas, la nacionalidad, de difícil averiguacion, cam- biable a discrecion de los individuos, espuesta a duplicarse le- galmente i perdible aun contra la voluntad de los interesados en conservarla, no ofrece ciertamente base ámplia i segura para asentar sobre ella el principio regulador de la capacidad perso- nal, como enérjicamente lo demuestran Alcorta i Ramírez, como Asser lo reconoce evasivamente i como implicitamente lo de- clara Bar, atribuyéndole la ductilidad de la cera í la elasticidad de la goma. El sistema de la lei del lugar de la celebracion del acto, que comprende entre sus combinaciones el de la residencia, por efímera que sea, no ha logrado alcanzar los honores de la co- dificacion í solo puede ostentar en su apoyo las opiniones, dis- cordantes en los detalles, de un escasísimo número de autores, de los cuales ninguno adhiere francamente al principio de la residencia pura i simple, que aparece sustentado po la minoría | de la Comision. La primera, combinacion de Wasp fundada sobre una distincion injustificable entre la capacidad i sus defectos, ha sido majistralmente refutada por Savigny, como inconsecuente i arbitraria. La segunda, fusion incoherente de la. nacionalidad con el domicilio, aunque propuesta por el Instituto de Oxford, ha sido unánimemente rechazada sin discusion. La tercera, pro- ducto híbrido de la asociacion de la lei personal con la territo- rial, se resume en una injustificada division de la capacidad en capacidad de hecho i de derecho, cuya invencion pertenece a Bar, Breitas i Olivart. > La mera residencia es circunstancia demasiado accidental, LA LEJISLACION DE CHILE 67 secundaria i variable para confiarle el réjimen de la capacidad de las personas. Hoi aquí, mañana allá, la capacidad de con- tratar surjiria o desapareceria con la misma facilidad i rapidez con que el cambio de lugar acarrease un cambio de lejisla- cion. Miéntras tanto, si hai algo en realidad indiscutible, es que la capacidad de las personas, debiendo constituir una situacion normal para el ejercicio de la vida civil, que refluye decisi- vamente sobre la estabilidad de las transacciones i la seguri- dad de los terceros, no puede quedar a la merced de cambios mas o ménos bruscos i frecuentes del lugar de la simple resi- dencia, Partidarios de la nacionalidad, como Bard i Fiore, sostene- dores del domicilio, como Savigny i Story, todos reconocen que la normalidad de la capacidad de las personas es un prin- cipio esencial de la materia, debiendo, en consecuencia, buscar- se una lei cualquiera, pero única i durable, a la que los elementos constitutivos de la personalidad hayan de quedar plenamente sometidos para la jeneralidad de las relaciones jurídicas, cual- quiera que sea el pais donde la persona resida. Esa lei no puede ni debe ser la de la residencia, cuyo carác- ter precario la priva de toda fijeza i la imprime el sello de una variabilidad ilimitada. No es en el lugar de la residencia que se concentran los intereses jenerales de la persona. No es allí que ella obra i negocia de ordinario, ni allí donde se forman, se ligan i encadenan sus relaciones con los demas. Esencialmente accidental i transitoria, seria antijurídico que la capacidad de las personas le quedara sometida. El sistema de la lei del domicilio es defendido entre los an- tiguos por D'Argentre, Voet, Rodemburgo, Froland, Hercio, Boullenoís i Pothier. Entre los modernos, lo siguen Merlin, - Demangeat, Borrillich, Savigny, Schaffner, Keller, Burge, Phil- limore, Dicey, Haus, Rocco, Story, Wheaton, Pinedo, Alcorta, Ramírez i otros. Está, ademas, consagrado por las lejislaciones de Alemania, Inglaterra, Austria, Estados Unidos, Paraguai 1 República Arjentina. Cuando una persona reside en un pais con intencion de per- manecer en él habitualmente, cuando se incorpora a la sociedad, toma sus costumbres i habla su idioma, cuando talvez contrae- 68 -- MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS allí vínculos estrechos de parentesco i asienta el hogar de su familia, cuando entra en relaciones de negocios, dedicándose normalmente a la industria, al comercio o al trabajo i fundando allí su principal establecimiento, es de interes jeneral que las leyes de ese pais rijan su estado i determinen su capacidad para todos los actos de la vida civil. La lei del domicilio, colocando a todos los habitantes bajo el imperio de una regla comun, robustece la cohesion de las agru- paciones sociales, facilita el desarrollo de los negocios al amparo de una lei igual para todos, no ofrece el peligro de hallarse sin lei o de tropezar con una doble lei aplicable a la capacidad in- dividual, ¡ respeta la autonomía de las personas de cuya voluntad depende la seleccion del domicilio adecuado pes el ejercicio ies -sus derechos civiles, a Mas jurídico que la nacionalidad i ménos vagals que la resi- dencia, el sistema del domicilio resiste con éxito a los embates de los partidarios de los otros sistemas. Su carácter eminentemen- te jurídico previene las objeciones sacadas de una supuesta con- fusion entre el or2go 1 el domicelzurm de los antiguos tratadistas, al mismo tiempo que reviste las condiciones pertinentes de una «doctrina de Derecho Privado. Basado sobre la permanencia or- dinaria en un lugar preciso, ella le imprime un sello de fijeza relativa, que impide la frecuencia de los cambios i que subsana todos sus inconvenientes, manteniendo la capacidad adquirida en el domicilio anterior i designando la residencia como domi- «cilio del que carezca de otro ménos instable. Ha sido en virtud de estas consideraciones jenerales que la mayoría de la Comision somete la capacidad de toda clase de personas a la lei de su domicilio, sin perjuicio de los requisitos exijidos por las leyes del pais, a donde las personas jurídicas pretendan trasladarse, cuando quieran ejercer sus .operaciones fuera de los límites de aquel en que fueron creadas, porque, “siendo de existencia puramente legal, no pueden nacer, conser- “varse o negociar sino dentro del territorio a eye ob de-. ben su existencia jurídica. | No obstante la influencia que el domicilio tiene sobre des di- versas ramas del Derecho Internacional Privado, la mayoría de la Comision no ha creido del caso reglarlo en el Tratado de ST > LA LEJISLACION DE CHILE 69 A LARA E Derecho Civil; ha preferido dejarlo bajo la lejislacion interna de cada pais a que en realidad corresponde i se ha limitado, por lo mismo, a prevenir todo conflicto posible entre las leyes de dos o mas Estados, declarando que en caso de contradiccion debe prevalecer la lei del lugar de la residencia para la deter- minacion de las condiciones constitutivas del domicilio jurídico. Análoga actitud ha asumido con relacion a la ausencia. Mu- chos internacionalistas se ocupan de ella con detencion, pero la mayoría de la Comision ha pensado que esa materia es mas bien del dominio de la lejislacion interna de cada pais. Lo único indispensable era determinar la jurisdiccion competente para la declaracion de ausencia, 1 los efectos legales que la pronun- ciada en uno de los Estados debiera producir en el territorio de los demas. De lo primero se ocupará en el título correspondien- te a la jurisdiccion. Respecto de lo segundo, ha decidido que los efectos jurídicos de la ausencia sobre los bienes, se determi- nen por la lei de su situacion, 1 que las demas relaciones jurídi- cas del ausente sigan gobernándose por las mismas leyes que anteriormente las rejian. Por su parte el artículo 4.2 del proyecto de la minoría de la Comision ha basado la capacidad de las personas en la lei del lugar de su residencia, lo que marca su primer disentimiento fundamental o que afecta al fondo del sistema a seguir en esta materia. Los tres primeros artículos corresponden propiamente a una lei de ciudadanía, i en todo caso no pertenecen al Trata- do Civil. El artículo 5.” está en contradiccion con el 4.%, porque somete los efectos jurídicos de la capacidad a la leí del lugar de la celebracion del acto. El 6.2 es una derogacion del princi- pio de la residencia o de la celebracion, en favor de las leyes nacionales. Los artículos 7.” i 8. definen el domicilio a los efectos del Tratado i atribuyen a los incapacitados el domicilio de sus repre- sentantes legales. El 9.” sujeta todos los derechos i obligacio- nes del ausente a la lei de su último domicilio, lo que importa sustraerlos a las leyes que debieran rejirlos segun su propia na- turaleza, en virtud de un hecho que, como la ausencia, no puede surtir efectos retroactivos sobre relaciones jurídicas preexis- tentes. 70 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ; les , Finalmente, el proyecto de la minorla elimina el párrafo de las personas jurídicas, i la mayoría ignora las causas a que la supresion obedece. Si es voluntaria, no es justificada; puesto que la sociedad anónima, forma típica de la persona jurídica de ca- rácter privado, tiene en la actualidad una importancia estraor- dinaria i es el objetivo de muchos libros, leyes i tratados. Si es involuntaria, importa un vacío que la prudencia aconseja llenar. PARTE SEGUNDA Hasta fines del siglo pasado, las naciones cristianas 1 católi- cas habian reputado cl matrimonio como un verdadero. sacra- mento, esclusivamente rejido por las leyes canónicas, sometido a la jurisdiccion de la Iglesia e indisoluble, en consecuencia, cualquiera que fuese la causa alegada. Pe Pe El espíritu de análisis que distingue a nuestro siglo, no ha tar- dado en separar el contrato civil de la institucion relijiosa para sujetarlo al imperio de la lei laica, entregarlo a los tribunales seglares 1 autorizar su disolucion, en determinados casos, aun contra la voluntad de uno u otro de los contrayentes, Sin embargo, bajo cualquier aspecto que sea considerado, el matrimonio es siempre la única base digna de la familia, como la familia es la única base sólida de la sociedad, lo que basta para esplicar la atencion solícita que el lejislador le ha dispen- sado, las garantías especiales de que ha querido rodearlo, i la estabilidad, por lo ménos relativa, que nunca ha dejado de acordarle. O La naturaleza íntima del matrimonio, las vinculaciones _per- sonales que establece i las consecuencias transcendentales que y produce, han impulsado, pues, al lejislador a colocarlo en una. categoría especial, facilitando su celebracion, aceptando el con- traido en pais estranjero, i haciendo de ese solemne contrato la. piedra angular de todas las relaciones de familia. | Del punto de vista internacional, la primera dificultad que el matrimonio provoca, es averiguar si la capacidad de los con- trayentes ha de ser rejida por la lei que la gobierna en jeneral o: lo ha de ser por una lei especial en atencion a las especialísi- mas relaciones de derecho que él enjendra. | LA LEJISLACION DE CHILE 71 Uno de los sistemas formulados hace rejir la capacidad para casarse, por la lei que rije la capacidad de contratar. Este sis- tema, sostenido por la mayoría de los escritores, entre ellos, Feelix, Demolombe, Bar, Zachariz, Phillimore, Wheaton, Fiore, Eperson, Brocher,+ Freitas i otros, ha sido tambien aceptado por los Códigos de Francia, Italia, Béljica, España, Venezuela, Méjico, Brasil i algunos otros. Sus razones están léjos de ser convincentes. El matrimonio afecta, sin duda, la persona; pero la afecta de una manera mui diversa que la jeneralidad de los contratos, así por su natura- leza como por sus condiciones, efectos i duracion. Hai, ademas, un grande interes público en estimular i propagar la institucion matrimonial, i no es, por tanto, de estrañar que con ese objeto la capacidad de los contrayentes salga fuera de su lei jeneral. Otro sistema ha sido formulado por Savigny en favor de la lei del domicilio del marido al tiempo de la celebracion del matrimonio; pero, aparte de que su doctrina no ha sido adopta- da por ningun otro jurisconsulto i no ha sido incorporada a un solo Código, adolece del mismo defecto que la anterior, de asi- milar el matrimonio a los contratos ordinarios de la. vida civil. El último sistema es el que sujeta la capacidad de los con- trayentes a la leí del lugar de su celebracion. Esta solucion, apoyada por Meier, Kent, Burge, Story, Halleck, Lawrence, Dudley-Field, Bishop, Seymour, Santword, Parson, Shelford, Beauchet i Gallespie, ha sido adoptada por las lejislaciones de Inglaterra, Estados Unidos, Chile, Paraguai, República Arjen- tina 1 República Oriental del Uruguai. Aboga en favor de su admision la conveniencia de facilitar la celebracion del matrimonio, sobre todo en pueblos escasos de poblacion i favorecidos por la inmigracion europea. Siendo siempre cierto el lugar de la celebracion i único para ámbos contrayentes, se llega a la uniformidad, que tanto allana las dificultades internacionales en materia de capacidad. Tratán- dose de un acto que requiere multitud de formalidades i con- diciones ien que la voluntad de las partes predomina tanto para su realizacion, es oportuno buscar el acuerdo de la lei de las voluntades que concurren en el lugar de la celebracion del matrimonio. 72 [MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Respecto a las formas mismas del matrimonio, no existe. cuestion alguna fundamental; pues la doctrina í la lejislacion están de pleno acuerdo en admitir que ellas deben ajustarse a la lei del lugar donde el acto se celebra, de suerte que, por esa misma lei, deben decirse a todas las contestaciones referentesa la existencia i validez del matrimonio. Solucion tan uniforme i tan autorizada no importa una des- viacion de los principios a que mas adelante se sujetan las cues- tiones relativas a la forma, existencia i validez de los actos jurídicos. El matrimonio se supone siempre consumado en el mismo lugar en que se celebró, i la solucion propuesta se con- vierte así en una confirmacion de la regla mencionada. Aun en caso contrario, la desviacion, si desviacion hubiese, podria ser fácilmente justificada por los mismos fundamentos aducidos res- pecto de la capacidad de los contrayentes. Merced a esta solucion,:quedan virtualmente eliminadas todas las cuestiones que los autores promueven acerca de los matri- monios autorizados por ajentes diplomáticos, los denominados 2n fraudem legzs, los celebrados sin la ceremonia relijiosa pres- crita por la lei personal de los cónyujes, i los ajustados a las prescripciones de la lei personal en contravencion a la del lugar de la celebracion. Los primeros no serán válidos por falta de autorizacion, como lo demuestran Merlin, Laurent, Lawrence, Olivi, Brocher 1 Alcorta. Los segundos i terceros lo serán, por- que no hai fraude desde que se observa una forma legal, como lo enseñan Story, Kent, Schaffner, Walker, Ferguston, Westla- ke, Bar, Field, Bishop, Olivi, Hallek, Despagneti Alcorta, invo- cando, entre otros fundamentos, una decision de los Tribunales. de Massachussets í las prescripciones de los Códigos del Para- guai i República Arjentina. Los últimos serán nulos, puesto que la lei del matrimonio debe tener la unidad necesaria para evitar que su validez adolezca de intermitencias de lugar o de tiempo, como lo sostienen Merlin, Story, Duguid, Pic, Ver- ger, Despagnet i Alcorta, cuyas opiniones están de acuerdo con lo resuelto en los Códigos del Paraguai i República Arjen- | tina. Por lo que hace a las relaciones personales de les casados, siendo las leyes que las establecen de verdadero órden público, LA LEJISLACION DE CHILE j 73 en razon de los motivos de interes jeneral que las animan, no pueden ser rejidas por otra Jci que la del domicilio matrimonial, como lo serian tambien, aunque no se tratase de leyes de órden público, en virtud de las razones espuestas acerca de la capaci- dad de las personas en jeneral. Finalmente, todo lo que atañe a la separacion temporal de los esposos, debe ser rejido por la lei del domicilio conyugal, a méri- to de las mismas razones; miéntras que la disolucion del vínculo matrimonial solo queda sujeta a la misma lei, bajo la esplícita condicion de que la causal alegada para la disolucion, sea tam- bien autorizada por la que gobierna la validez del matrimonio, es decir, la lei que presidió a su celebracion. Definidas las leyes que rijen el matrimonio bajo todos sus aspectos, quedan implícitamente determinadas las que deben gobernar las relaciones de familia que nacen del matrimonio, como la filiacion lejítima, la lejitimacion por subsiguiente ma- trimonio i la patria potestad, así como la tutela i curatela des- tinadas a suplirla en los casos correspondientes. La filiacion i la lejitimacion se reglan por la misma lei del matrimonio: las relaciones personales entre padres e hijos, tutores e incapaces, como las de marido i mujer, por la lei del domicilio de la per- sona que ejercita el cargo: las que afecten los bienes, por las de su respectiva situacion, sin perjuicio de que la lei del lugar de la residencia determine las medidas urjentes indispensables para mantener la autoridad del marido sobre la mujer, de los padres sobre los hijos i de los guardadores sobre sus pupilos, medidas que son de carácter excepcional i a menudo puramen- tc preventivas o policiales. Es mui satisfactorio para la mayoría de la Comision hacer constar que el proyecto de la minoría somete igualmente la va- lidez del matrimonio a la lei del lugar de su celebracion, lo que la induce a pensar que tambien le somete todo lo relativo a la capacidad de los contrayentesi a las formas del acto. Siente, sí, que la integridad del sistema haya sido mutilada por las excep- ciones introducidas en el inciso 2.” artículo 10 i en el artículo 11 en favor de la lei nacional de los contrayentes; porque, aunque tomadas del Código de Chile, las reputa infundadas por las ra- zones ya emitidas, | “MA 74 | MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERAR:AS Es del mismo modo penoso para la mayoría de la Comision observar, en' cumplimiento de sus deberes austeros, que el pro- yecto de la minoría no determina la lei aplicable a las relaciones personales de los esposos, i guarda profundo silencio acerca de la filiacion, la patria potestad, la tutela i curatela, materias que son incuestionablemente del resorte de un Tratado Civil Inter- nacional, i cuya eliminacion no puede, por lo mismo, esplicarse satisfactoriamente. De los bienes Los bienes, que constituyen otro de los sujetos del Derecho Civil, se dividen en corporales e a i los corporales se subdividen en raices i muebles. : Acerca de los bienes raices, la doctrina i la lejislacion han estado siempre de acuerdo para someterlos al imperio de la lei del lugar de su situacion. Profesado este sistema por los autores de todos los tiempos, ha sido adoptado por los Códigos de todos los paises. La supremacía de la lei territorial en el réjimen de los inmuebles parecia así un axioma consagrado por la triple autoridad de la tradicion histórica, de la ciencia jurídica í del Derecho Positivo. | Fiore 1 Laurent, adeptos fervientes de la escuela que preten- de personalizar toda lei, han llevado, sin embargo, su fanatismo doctrinario hasta sostener que los bienes raices deben subordi- narse a la lei nacional del propietario en todas aquellas relacio- nes de órden privado, que no rocen directamente los intereses políticos, económicos o sociales del pais donde se hallen ubi- cados. 0 ; Hace cerca de un siglo que Portalis, invocando la soberanía del Estado, condensó en breves i elocuentes palabras el funda- mento capital de la preeminencia de la lei territorial sobre los inmuebles. A pesar de su indisputable talento, Fiore ha sido desautorizado por el Código Civil de Italia, que sanciona el principio universal. Laurent con toda su erudicion i toda su autoridad no ha logrado imponerse a la Comision Revisora del Código Civil Belga, que lo refuta victoriosamente. Innovacion tan gratuita como aventurada, ha sucumbido, sin % Su á pe E Á YE MN y e se) > AA e LA LEJISLACION DE CHILE 75 E 0500 A lucha i sin esfuerzo, bajo el peso de su propia enormidad i apé- nas se concibe que haya sido formulada por intelijencias tan distinguidas; puesto que ataca el predominio de la soberanía local, carece de toda precision científica i solo ofrece un sistemá incompleto de soluciones para las dificultades de que el réjimen de los inmuebles quedaria plagado si hubiera de prescindirse de su lei natural, que es la del lugar de su situacion. Abarcando la soberanía del Estado todo el territorio some: tido a su imperio i jurisdiccion, su unidad, integridad e indivi- sibilidad exijen que ella retenga el réjimen universal de la pro- piedad; que fije la condicion jurídica de las cosas; que determine las que sean enajenables; que regle los derechos del propietario 1 del poseedor: en una palabra, que predomine, con esclusion de cualquiera otra, sobre todo cuanto se refiere a derechos reales de que los bienes son susceptibles. Laurent, que es el que mas netamente ha formulado la nueva doctrina, reconoce que el réjimen de los inmuebles afecta en el. mas alto grado el interes de la nacion donde están ubicados. Ahora bien: siendo un principio incontestable que la lei perso- nal debe subordinarse a la territorial siempre que el interes social resulte comprometido, su doctrina conduce a los mismos resultados que el sistema tradicional que pretende reemplazar, ies la lei de la situacion de los inmuebles la que se aplica en definitiva, merced al elemento de interes social, cuyos límites no es dado fijar de antemano con toda precision i cuya inter- vencion no puede ménos de complicar gravemente las cuestio- nes, de suyo graves, que lleguen a suscitarse. Aun dejando de lado las dificultades inherentes a la incerti- dumbre de la nacionalidad isu lucha tenaz con la teoría del domicilio, tambien personal, el nuevo sistema deja insolubles muchas otras que surjen a cada paso. ¿Qué lei se aplicará cuan- do la persona del propietario sea desconocida? ¿Qué lei debe primar siempre que se trate de una cuestion de dominio entre personas de distintas nacionalidades? Si la cosa perteneciese a varias personas nacionales de diversos paises, ¿la lei de cuál de ellos seria preferida? Lo arbitrario del sistema de la personalidad de las leyes re- guladoras de los inmuebles, sus deficiencias e impracticabilidad 76 A MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS surjen en el momento mismo en que se trata de su aplicacion, de suerte que no seria jurídico ni posible abandonar el tradi- cional sistema de la lei territorial que, basado sobre el hecho visible de la situacion, resuelve segura i uniformemente todas las dificultades que pueden presentarse en las relaciones de la vida diaria. | Por lo que hace a los bienes muebles, la doctrina i la lejisla- cion no han sido unánimes ni consistentes. Los viejos estatu- tarios los hacian depender de la lei personal del propietario, 1 algunos tratadistas modernos repiten todavía su pintoresco adajio mobilia ossibus inherent. Los Códigos antiguos adop- taron el mismo sistema ¡los ménos recientes lo conservan aun. Los jurisconsultos alemanes Waechter i Savigny han sido los primeros en repudiar la distincion entre muebles e inmue- bles, como incompatible con la verdadera naturaleza de las cosas e inconsecuente con el principio fundamental de la soberanía del Estado. La nueva doctrina de tan eminentes ju- risconsultos ha sido prohijada en Europa por Bar, Marcadé, Demolombe, Fiore, Lomonaco, Phillimore, Westlake, Asser, Rivier, Laurent, los revisadores del Código Belga ií otros mu- -chos, Wheaton, Bello, Sanojo, Chacon, Freitas, Alcortai Ramírez la siguen en la América. El mismo Brad, acérrimo partidario * de la doctrina opuesta, se ve forzado a declarar que si los mue- bles están, en teoría, sometidos a la lei de domicilio, el principio es rara vez aplicable, de hecho, por razones de órden público, de modo que resulta prácticamente la excepcion i que los: muebles son casi siempre rejidos por las Gb del pais donde están materialmente situados. El considerable desenvolvimiento de la ¡opi de los bienes muebles en nuestros dias ha llamado la atencion de los lejisladores acerca de su verdadera naturaleza, -de su situacion efectiva i de la lei que debe, en consecuencia, rejirlos. Recha- zando la tradicional distincion que los sometia a un réjimen diferente del de los inmuebles, los Códigos de Baviera, Colom- bia, San Salvador, Chile, Paraguai i República Arjentina, su= jetan los unos í los otros al imperio de la lei territorial. Aun el Código de Italia, monumento lejislativo del predominio de la: lei personal, despues de imponerles la lei nacional del propie- LA LEJISLACION DE CHILE 77 A SA tario, no ha podido abstenerse de dejar a salvo las disposiciones de la lei del pais donde se encuentren, salvedad tachada por Asser con falta de rigor jurídico i que es mas bien un ho- menaje justamente rendido al predominio inevitable de la lei local. La verdad, nada mas que la verdad se necesita para demos- trar la justicia de la asimilacion de muebles e inmuebles del punto de vista de la lei aplicable a los unos i los otros. Pre- tender que los muebles carecen de situacion, es sustituir la fic- cion a la realidad; porque, de hecho, los mucbles tienen una situacion efectiva en el lugar donde se encuentran. Que carez- can de situacion fija, en el sentido de que pueden ser fácilmente trasladados, prueba, por el contrario, que tienen una situacion real, sin la cual el cambio de lugar resultaria absolutamente inconcebible. Que no estén siempre adheridos al suelo nacional, no impide tampoco que estén dentro del territerio patrio i que deban, en consecuencia, rejirse por sus leyes al mismo título que los inmuebles. La doctrina tradicional, tan opuesta en apariencia a la uni- dad de la lei reguladora de muebles e inmuebles, es, en el fon- do, el testimonio mas concluyente que pudiera aducirse contra la separacion establecida por ella misma. Para demostrar que los muebles debían rejirse por la lei personal de su propietario, les atribuía una situacion ficticia en el lugar donde él se halla- ba domiciliado. Esta ficcion, que ligaba los muebles al lugar de su supuesta situacion, tenia precisamente por objeto escapar al reproche de inconsecuencia en la determinacion de la lei apli- cable; i permite deducir con seguridad que, sí la lei del domi- cilio los rejia, no era en el carácter de lei personal del propie- tario, sino de lei rcal impuesta por la situacion de la cosa misma, e Algunos de los autores i Códigos invocados en favor de la asimilacion de los muebles a los raices, del punto de vista de la lei por la cual deben rejirse, exceptúan los muebles en trán- sito i los de uso personal del propietario para someterlos a la lei de su domicilio; pero esta desviacion del principio jeneral de la situacion, envuelve una positiva inconsecuencia enérjica- .mente rechazada por Laurent i la Comision examinadora del 78 | MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS — > Código Civil Belga, así como por-los Códigos de Baviera i de Chile, que son completamente radicales sobre la materia. - De las circunstancias de que algunos bienes muebles estén destinados a cambiar de situacion mas a menudo que otros, como el equipaje de un viajero i las mercaderías en tránsito, no se sigue que sea lójico abandonar el principio que reposa sobre la situacion de hecho de los objetos de que se trata, La facilidad i frecuencia con que ellos mudan de lugar causará talvez una eran dificultad de hecho para la determinacion de la lei aplica- ble al caso especial que la motiva, mas no implica la necesidad, ni la conveniencia, ni la justicia de abandonar el principio ver- _dadero para sustituirlo por otro ficticio. Mas o ménos accidental ¡ pasajera, tales objetos tendrán siempre una situacion i ella es el antecedente de hecho que justifica la aplicacion del derecho territorial. e E Ed - En lo que concierne a los muebles especialmente destinados al servicio de la persona, seria poco jurídico i equitativo sus- traerlos a la lei del pais donde se encuentran, i despojar a los acreedores de las garantías que la lei territorial les acuerda. Si se trata de mercaderías en tránsito, rara vez serán materia de derechos reales, i difícilmente podrán ser tenidas por los acree- dores locales; pero no existe razon alguna jurídica para eximir- las de la leí del lugar por donde pasan, miéntras se encuentren en él. Por breve i precaria que se suponga su estadía en el te- rritorio, es la lei de ese territorio la que impera sobre ellos, siempre que se trate del ejercicio de cualquier derecho real. De acuerdo con las precedentes consideraciones, la mayoría _de la Comision ha redactado el título de los bienes, proscribien- do toda distincion entre muebles e inmuebles; sujetándolos sin excepcion a la lei del lugar donde existan, fijando la ubicacion de los buques í sus cargamentos en aguas no jurisdiccionales, situando los derechos creditorios en el lugar en que la obliga- cion debe ser cumplida, poniendo los derechos adquiridos sobre muebles a cubierto de un cambio posterior de situacion, i pre=- viendo el caso en que la lei del nuevo lugar exija otras condi- ciones de forma o de fondo para la adquisicion i conservacion de tales derechos. SE La mayoría ha observado con profunda satisfaccion que la - LA LEJISLACION DE CHILE 79 E EEE minoría asimila tambien los bienes muebles a los raices, los su- jeta sin excepcion al imperio de la lei territorial i asigna idéntica ubicacion a los buques, cargamentos i derechos creditorios, de suerte que, tanto por uno como por otro título, la calidad de las cosas, su enajenabilidad, la adquisicion, conservacion i estincion de todo derecho real, por su naturaleza, es gobernada por la lei local. Toda su disidencia sobre esta importante materia, se reduce a introducir una salvedad en favor de la validez de los contra- tos celebrados en paises distintos del de la situacion de los bie- nes, i a suprimir las reglas propuestas para el caso de cambio en la situacion de los muebles. La salvedad, sacada del Código de Chile, es ajena a este título, que se concreta al réjimen de los bienes i propiamente corresponde al título de los actos jurl-- dicos. La supresion envuelve una omision tanto ménos justifi- cada cuanto que los artículos 19 i21 de su contraproyecto preven el caso respecto de la prescripcion. Pero, sea de esto lo - que fuere, la verdad es que la minoría ha reproducido la parte fundamental del título de la mayoría, 1 que las disidencias apuntadas salen de los límites de la discusiow jeneral. De los actos jurídicos Los actos jurídicos, considerados en sí mismos í con abs- traccion de las personas, constituyen el tercer sujeto del de- recho. Siendo vasto el campo donde la vida civil se desarrolla acti-- vamente, era de esperar que la ciencia les hubiera trazado de tiempo atras reglas fijas, claras i precisas que, comunmente aceptadas, sirviesen de guía a los contrayentes, cerrasen la puer- ta a las asechanzas de la mala fé i evitasen las contestaciones judiciales, que tanto perjudican a la seguridad de las transac- ciones, que tan alarmantes proporciones han tomado en nues- tros dias. Nada por desgracia, está mas distante de la realidad. La di- versidad de los sistemas i la disconformidad en las opiniones, ejerciendo su influencia deletérea sobre la doctrina i la lejisla- cion, han oscurecido la materia i plagádola de dificultades in- 290. la MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS - superables, no para el comun de las jentes, sino aun para los hombres encanecidos en el estudio de la ciencia. Parecerá, pues, quimérico i hasta pretencioso buscar siquiera un rayo de luz para proyectarlo sobre este verdadero cáos; pero intentarlo es un deber, i los deberes no se discuten. Desde los tiempos mas remotos, la libertad de las partes es el principio que domina soberanamente la materia de los actos jurídicos. La voluntad individual es la primera regla de las convenciones humanas i por eso se repite siempre que las con- venciones legalmente celebradas son la lei de los contrayentes. No es necesario que ellos determinen las cláusulas todas de su contrato: les basta referirse a una lei cualquiera para que se la repute incorporada a la convencion. Tan ámplia autonomía no. reconoce otras limitaciones que las que derivan de la organiza- cion política, del órden público o de las buenas costumbres del pais cuyas leyes hayan de rejir la relacion jurídica que se pro- cure contraer. e o Cuando las partes, renunciando a su libertad de accion, no hayan fijado espresa ni tácitamente la lei a que desean some- ter sus estipulaciones, entónces la autoridad debe intervenir, a título de soberana, para designar esa lei, i desde este momento aparecen la confusion de las ideas, la contradiccion de los sis- temas, la disconformidad de las doctrinas i la oposicion de las decisiones lejislativas o judiciales llamadas a resolver el conflicto. , | Apreciando en conjunto los autores i los Códigos, puede afirmarse, sin temor de contradiccion, que ellos distinguen en las obligaciones convencionales las formas esternas, su sustan- cia intrínseca, sus efectos ordinarios, sus consecuencias acciden- tales, i, por fin,su correspondiente ejecucion, comprendiendo dentro de estas denominaciones relativamente jenerales todos los numerosos elementos que atañen a la celebracion, validez i icum- plimiento de dichas obligaciones. | Por lo que hace a las formas esternas, la opinion corriente. entre escritores i codificadores las hace depender de la lei de] lugar donde el acto se celebró. Regla, al parecer tan sencilla i fan justa, no deja, sin embargo, de suscitar sérias dificultades en su aplicacion. ¿Dónde se entiende celebrado el contrato, sobre EN 1 LA LEJISLACION DE CHILE 81 todo entre ausentes por medio de correspondencia o de manda- tarios? ¿Comprende los contratos sobre bienes situados en dis- tinto pais, sea que las leyes exijan o nó formas especiales para reconocerlo i respetarlo? Si la obligacion ha de ser ejecutada en otro lugar, ¿podrá ser rejida por distinta lei que la suya? Foelix, que ha sido el mas ardiente propagandista de la regla, que en su apoyo invoca cerca de cuarenta autores, se ve forzado a introducir distinciones 1 admitir excepciones que por lo ménos limitan en grande escala su aplicacion. | Respecto a la sustancia intrínseca, Foelix i Fittman sostienen que la lei del lugar de la celebracion comprende tambien la perfeccion, naturaleza, validez e intelijencia de la convencion, así como las acciones rescisorias, resolutorias o revocatorias que procedan de ella misma. Laurent i Despagnet someten el ob- jeto del contrato al imperio de la lei del lugar de la celebracion 1 sus vicios sustanciales a la lei nacional de las partes. Freitas adhiere a la lei del lugar de la celebracion en cuanto al objeto del acto i reserva los servicios sustanciales a la lei del lugar del juicio. Merlin, Demangeat, Rocco, Fiore, Casanova, Olivart 1 Otros sujetan el objeto 1 todos los vicios de que la convencion pudiera adolecer a la lei del lugar de la celebracion. No obs- tante la profunda anarquía de sus opiniones, todos, o casi todos están de acuerdo en dejar fuera del dominio de la lei del lugar de la celebracion, varias excepciones, entre las cuales sobresalen en primer término todos los contratos a ejecutar en otro pais por la naturaleza de las cosas, la voluntad de las partes o la disposicion de las leyes. En cuanto a los efectos ordinarios, Merlin, Foelix, Rocco, Weiss, Haus, Eperson, Lomonaco, Massé i otros los distinguen de las consecuencias accidentales para rejir los efectos por la lei del lugar de la celebracion, i las circunstancias por la del lugar de la ejecucion o de los hechos, segun los casos respecti- vos; miéntras que Bar, Fiore, Asser, Laurent i otros rechazan toda distincion entre efectos i consecuencias para someterlos a la lei del lugar del domicilio del deudor, a la del lugar de la ejecucion del contrato o la del lugar de su celebracion, de acuerdo con sus respectivos principios fundamentales en mate- ria de obligaciones, TOMO LXXXII 6 82 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Finalmente, acerca del cumplimiento del contrato, todos es- tán de acuerdo en ajustarlo a la lei del lugar de antemano de- signado para su ejecucion, ya sea por la situacion de la cosa objeto de la obligacion, ya por mandato del lejislador, ya por eleccion de los contrayentes, con las restricciones de órden, aun cuando no lo estén precisamente acerca de lo que la ejecu- cion debe comprender, como resulta de la confrontacion de los autores mencionados i demas que se ocupan del punto en cuestion. No obstante lo somero de la precedente esposicion, ella basta para poner de manifiesto que toda la ciencia de los tratadistas, sus libros i discusiones no han logrado arribar a conclusiones netas i precisas, que se impongan al comun consenso, para la resolucion de la innumerable diversidad de cuestiones que se ajitan con motivo de las obligaciones convencionales, tipo el mas frecuente i trascendental de los actos jurídicos, de manera que esta importantísima materia del Derecho constituye en la actualidad un laberinto, cuyas dificultades se agravan en razon directa de las nuevas disidencias que aparecen. En presencia de semejante situacion, todo espíritu recto i lójico es insensiblemente conducido a preguntarse sí no será lícito prescindir de todos estos síntomas oscuros, hostiles 1 con- tradictorios para buscar la solucion del problema en la adopcion de otro sistema mas simple, mas racional i mas científico que, sometiendo las relaciones jurídicas a una sola lei, despeje la materia de todas las dificultades que la rodean, la oscurecen 1 la dominan. | La afirmativa seria una temeridad imperdonable si clla no pudiera apoyarse en la doctrina de eminentes jurisconsultos e invocar la autoridad de Códigos respetables. El nudo gordíano se desata proscribiendo la funesta influencia de la lei del lugar de la celebracion, para sujetarse esclusivamente a la lei del lugar de la ejecucion de las convenciones. Tal es, en esencia, el siste-. ma bosquejado por Waechter, desarrollado por Savigny, apo- yado por Phillimore, ampliado por Ramírez i que propiamente arranca del Derecho Romano, esa fuente inagotable de equidad, de justicia i de ciencia. Tal es, sobre todo, por aventurado que parezca decirlo, el sistema que fatalmente fluye de las opiniones » Ú RN ñ A ” AA . de AS Gi lt A, > LA LEJISLACION DE CHILE 83 E ASES E i decisiones de los mismos autores i Códigos que mas ostensi- blemente lo contradicen. Aun cuando la regla locus reg2t actu goce de incuestionable autoridad desde el tiempo de los grandes estatutarios, haya atravesado incólume las vicisitudes científicas de los últimos tiempos, i haya llegado hasta nosotros rodeada de una aureola que todavía deslumbra a espíritus selectos, la verdad es que nadie conoce con exactitud su verdadero oríjen, ni la época en que apareció, ni la órbita precisa de su accion. Háse pretendido derivarla del Derecho Romano; pero esa pretension se estrella contra el texto espreso de la lei 21 del Di- jesto, título De ob/zgatzonibus et actionzbus. Bartolo ha sido indi- cado como su verdadero autor; pero, simple glosador de las leyes romanas, no podia rebelarse contra su autoridad para cambiar su letra o torcer su espiritu. Háse atribuido, por último, a los estatutarios; pero, si bien su notoriedad data de la edad media, ninguno de ellos se proclama su autor i muchos de los mas famosos desconocen su imperio. Restrinjida por algunos autores modernos a la forma inicial de los contratos, estendida por otros a todo ló que se refiere a su naturaleza, validez o alcance, i ampliada por no pocos hasta entregarle los vicios sustanciales de que pudieran adolecer, nin- guno ha osado someterle nada de cuanto se refiere a su ejecu- cion, que es precisamente el objetivo final de todo contrato, como que comprende las prestaciones recíprocas de las partes acerca de la entrega i recepcion de la cosa, modo del pago 1 moneda en que debe verificarse, ofertas reales i consignacion del precio, obligacion de dar recibo i mora del deudor, intere- ses moratorios i daños i perjuicios de la inejecucion, así como todos los incidentes que pudieran suscitarse a su respecto, Trátase de una regla tan incierta, tan vaga ¡ tan controverti- ble, que sus propios defensores no han logrado ponerse de acuerdo sobre su carácter para decidir si es facultativa u obli- gatoria. A la vez que Waechter, Savigny, Rocco, Foelix, Massé, Phillimore, Wheaton, Bard, Despagnet, Olivart i Pimenta Bue- no sostienen que es puramente facultativa, Merlin, Westlake, Story, Napolitany, Asser i Laurent la declaran rigurosamente obligatoria; i Massé, Vaquette, Mancini, Fiore i Lomonaco, 34 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS aceptando su carácter imperativo, hacen una excepcion en fa- vor de la lei nacional de los contrayentes. ¿Qué regla es ésta que tales cuestiones suscita, que a tan fundamentales disenti- mientos se presta i cuyo único resultado es colocar la ciencia en la pendiente fatal de la confusion, de la incertitumbre i de la anarquía? | Por otra parte, las razones aducidas en defensa de la regla no resisten el mas lijero exámen; su completa insuficiencia para dirimir los conflictos de la materia es confesada por sus propios defensores, i su absoluto rechazo se impone como un deber ineludible de la ciencia, 'que no puede sacrificar la seve- ridad de sus principios, la exactitud de sus deducciones i la es- tabilidad de las convenciones humanas en aras de sentencias anónimas sin mas titulo que el tiempo, ni mas fundamento que la rutina. Del mismo modo que las personas que tienen bienes situa- dos en distintas partes, están obligadas a conocer las leyes que las rijen en cada nacion, tambien lo están a conocer las leyes del pais donde han de ejercitar los derechos o cumplir las obli- gaciones procedentes de sus contratos, cualquiera que sea el lugar de su celebracion. Esta obligacion no compromete la sub» sistencia de los actos celebrados de buena fe, siempre que scan ajustados a su lei, ya porque los actos jurídicos, ademas de sin- ceros, deben ser legales, ya porque no se trata de repudiar toda lei sino de determinar la que haya de: gobernar la relacion ju- _rídica del caso. La necesidad de conocer la lei del lugar de la ejecucion de los contratos es inevitable, aun cuando la forma i sustancia sean rejidas por la lei del lugar de su celebracion, de suerte que conservando, aunque no sean mas que las dos leyes de la celebracion i de la ejecucion, la dificultad, léjos de simplif- Carse, se agrava, porque se duplica. 0 : Cuando dos personas contratan sobre cosas situadas en un lugar i se comprometen a llenar sus obligaciones en el mismo. lugar, el caso cae bajo el imperio de la lei interna del pais, sad: cualquier aspecto que se le encare, desde que ninguna otra lei puede disputarle el gobierno de la relacion jurídica así formada. Cuando el contrato versa sobre cosas situadas en otro lugar o debe cumplirse en distinto lugar de aquel en que fué: celebra- LA LEJISLACION DE CHILE 85 PP AAA do, recien surje el caso de Derecho Internacional Privado; porque entónces dos o mas leyes pueden disputarse el pre- dominio de, la relacion. I bien, la insuficiencia de la regla analizada aparece simultáneamente con el caso; puesto que, así Foelix como Cocceji, Story, Burge, Haus, Weiss, Bard, Asser, Laurent i demas declaran que el caso se rije entónces por la lei del lugar de la ejecucion. Quiere decir que el lugar de la ejecu- cion es el que realmente predomina i el único, por tanto, en ap- titud de determinar la lei aplicable a la relacion jurídica de su referencia. Tan grande es el imperio de la lójica, aun sobre los espíritus mas preocupados, que Brocher no ha podido ménos de decir ¡njénuamente que la regla locus regit actum suscita graves difi- cultades del doble punto de vista de la prueba i de la garantía de las obligaciones; que Savigny i Haus confiesan paladinamen- te que en ciertos casos importa una verdadera derogacion de las leyes destinadas a rejir los actos jurídicos; i que Foelix admite la posibilidad de que la opinion de Eichborn, en favor de la let del domicilio, sea mas conforme al Derecho estricto. La verdad de las cosas, la lójica de los principios i la seguridad de los ac- tos jurídicos exijen, de consiguiente, que la regla /ocus regzt ac- Zum sea proscripta, i proscripta para siempre, del Derecho In- ternacional Privado. Esta ciencia tiene tambien sus armas defensivas contra las nociones perturbadoras, i jamas las emplea- rá mas justa i ventajosamente que eliminando dicha regla como principio jeneral en materia de actos jurídicos. Pero si es lícito repudiar un sistema, es indispensable reem- plazarlo con otro que responda mejor a todas las exijencias que está llamado a satisfacer. Este sistema no es necesario inventar- lo, porque ya existe claramente formulado 1 victoricsamente de- fendido. Es el nuevo sistema, hace un momento indicado, de la lei del lugar de la ejecucion de las convenciones para rejirlas, abrazando formas, sustancia, efectos, cumplimiento 1 demas que les concierne desde que nacen hasta que mueren. El sistema se completa con la designacion del lugar en que las convenciones deben cumplirse, siempre que las partes no la hagan dentro de los límites en que su arbitrio puede ejercitarse. La lei del Dijesto ántes citada, establece que contraxzsse 210148 86 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS quisque in eo loco intelligitur, in quo ut solveret, se obligavit. La lei 3, título 5, libro 42 del Dijesto, dijo tambien que Contractum autem non utique eo loco intelligitur, quo negotium gestum sit; sed quo solvenda est pecunta. Era, pues, una máxima del Dere- - cho Romano que el contrato se entiende celebrado en el lugar de su ejecucion, i sobre esa base granítica pudo asentarse el sis- tema que le entrega el gobierno de la estipulacion bajo todos sus aspectos. | Sin embargo, Savigny, a quien en justicia pertenece el altísi- mo honor de haber formulado el nuevo sistema, que tanta no- toriedad le ha dado en el mundo de la ciencia, desdeñó aquel fundamento, cediendo a las corrientes de una crítica poco justi- ficada i prefirió asentarlo sobre un estudio detenido de la esen- cia de la obligacion, que conduce a fijar su asiento jurídico en el lugar designado para su cumplimiento. Como Savigny lo dice, toda obligacion resulta de hechos vi- sibles; toda obligacion se cumple por hechos visibles. Unos i otros pasan sucesivamente en algun lugar, i así, para determi- nar el asiento de la obligacion, es forzoso escojer entre el lu- gar en que ella nace i el lugar en que se cumple, entre su prin- cipio i su fin. Ahora bien, encarando la cuestion de un punto de vista jeneral, ¿cuál de los dos términos merecerá la prefe- rencia? Ahora bien, si segun estas mismas opiniones i decisiones, la lei del lugar de la celebracion solo rije los actos jurídicos bajo condicion de que han de ser ejecutados en el mismo lugar i la del lugar de la ejecucion predomina, toda vez que ámbos lugares no coinciden, ¿no es evidente que la lei del pais en que la convencion debe ser cumplida es la verdadera lei del acto jurídico, a fin de que lo principal no quede subordinado a lo ac- cesorio, lo secundario a lo esencial, la verdad a.la ficcion? Fijado el principio fundamental de la materia, toda la difi- cultad se reduciría a deslindar con acierto i claridad los lugares donde los diversos contratos deben ser cumplidos, determinar. igualmente el asiento jurídico de las obligaciones que nacen sin convencion, 1 establecer las formalidades que han de reves- tir los instrumentos públicos o privados, que no son, por cierto, los contratos mismos, sino los escritos que los consignan con el sd e A do A AETRE, APIS NA IIA A LA LEJISLACION DE CHILE 00 -J objeto de preestablecer la prueba de su existencia, de los dere- chos que confieren i de las obligaciones que imponen, a fin de prevenir o decidir las diferencias que su cumplimiento pudiera suscitar. i Esto es precisamente lo que la mayoría de la Comision ha hecho en el título analizado. El sistema adoptade por ella po- drá no conquistar las adhesiones de la opinion; mas, la eleccion no deberia ser dudosa, sobre todo del punto de vista práctico, que reviste una importancia capital en esta difícil materia. Crea- cion anónima, nocion ambigua, teoría falsa, sistema sin vida, la regla locus regit actum solo alcanza a reflejar sobre los actos jurídicos la confusion, la inseguridad, la complicacion i la anar- quía de sus propios defensores. De parte de la lei del lugar de la ejecucion está la autoridad de un jurisconsulto, cuyo nombre se pronuncia siempre con respeto, la claridad de la concepcion científica, la solidez de las razones en que se apoya i una sim- plicidad tan completa que descarta todo peligro de dificultades de interpretacion o de aplicacion a que jamas escaparia el sis- tema opuesto, cuajado de excepciones tan numerosas como contradictorias. Por lo demas, aunque la máxima combatida hubiera de pre- valecer una vez mas, el título de la minoría tendria que ser de- purado de las repetidas incongruencias que lo privan de la unidad i de la lójica que deben caracterizar esta clase de tra- bajos. Aparentemente asentado sobre la regla locus regit actu, responde en su estructura jeneral a diversos principios de todo punto inconciliables. Los artículos 22 i 29 confirman la lei del i¡ugar de la celebracion; los artículos 23 i 26 optan por la lei del lugar de la ejecucion; los artículos 24 i 25 salvan la lei nacional de las partes; i el 27 erije su voluntad en regla suprema de la materia. ¿Merece esto el nombre de eclectismo? A juicio de la mayoría, es simplemente inconsecuencia i contradiccion. De la sociedad conyugal La intimidad de las relaciones matrimoniales no podia iden- tificar las personas de los esposos sin influir al mismo tiempo sobre sus intereses materiales, que tiende siempre a confundir, 38 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS sujetándolos de ordinario a un destino comun. El matrimonio no se limita, pues, a actuar sobre los cónyujes, sino que obra tambien sobre sus bienes. De las relaciones personales se ocupó el título “Del matrimonio. El presente versa sobre las relaciones pecuniarias. - Bajo las diversas denominaciones de réjimen matrimonial, contrato nupcial o sociedad conyugal, se designa o comprende el conjunto de reglas destinadas a gobernar los bienes presen- tes i futuros de marido í mujer del triple punto de vista de la propiedad, del goce i de la administracion, conjunto de reglas que puede dimanar de la voluntad de las partes o de las dispo- siciones de la lei, La libertad, que es de la esencia de las convenciones huma- nas, no debia ser desconocida en matería de estipulaciones ma- trimoníiales. Principio universal en la doctrina, ha prevalecido asimismo en todas las lejislaciones antiguas i modernas, con excepciones tan escasas i desautorizadas, que no merecen la pe- na de ser tomadas en cuenta. En su virtud, los que se casan son dueños de adoptar el réjimen que prefieran, de determinar sus condiciones i aun de referirse a cualquiera lei propia o aje- na. Su autonomía no reconocerá mas límites que los que el De- recho impone a la voluntad de los contrayentes o a la aplicacion de las leyes estranjeras. | Siempre que los esposos se abstienen de celebrar contrato alguno, o cuando el celebrado adolece de deficiencias que no se resuelven por su propio contenido, entónces el lejislador toma la palabra para suplir el silencio de las partes, sometiendo 2ps0 Jure sus bienes al réjimen que considera mas en armonía con los intereses jenerales, los fines del matrimonio i la seguridad de todos. De ahí que la mayor parte de los escritores, aprecian- do el silencio de los esposos como un asentimiento implícito a la lei del caso, sostengan que su aplicacion reposa sobre una convencion tácita, pero innegable. A Dumoulin pertenece el honor de haber formulado esta doctrina, a que se han plegado Savigny, Bard, Demolombe, Arntz, Haus, a Durand, As- ser, Laurent, Ramírez i muchos otros. Hasta aquí, las disidencias no son sensibles i E dlión se mantiene, por lo mismo, dentro de estrechos límites. La discon- A A A A iS E LA LEJISLACION DE CHILE 89 E AAA AAA AA formidad i la controversia recien se agravan cuando se trata de escojer la lei a cuyas disposiciones han de quedar los esposos sometidos, sea por efectos de una convencion tácita, sea por la voluntad soberana del Lejislador. Unos, como Fiore i Weises, se pronuncian por la lei nacional del marido en su carácter de jefe de la comunidad. Otros, como Troplong i Fittman, optan por la lei del lugar de la celebracion del matrimonio. Algunos, como Foelix i el Congreso de Jurisconsultos de Lima, distin- guen entre muebles i raices, adhiriéndose a la lei de la situa- cion para los segundos. Respecto de los primeros, bastará repetir que la nacionalidad carcce de todas las condiciones indispensables para servir de fundamento a un principio de Derecho Civil Internacional. La opinion de los segundos supone una analojía que no existe en- tre el contrato matrimonial i todos los demas, basa una situa- cion permanente sobre una circunstancia accidental ¡ estiende el alcance de la regla locus reg2t actum a relaciones que no tie- nen la menor atinjencia con ella. Los últimos olvidan que'to- das las partes del réjimen matrimonial acerca de los bienes se ligan estrechamente; que la distincion entre muebles e inmue- bles es completamente arbitraria; que la situacion respectiva de los esposos, en cuanto a los bienes, no sabría fraccionarse para obedecer a las leyes diferentes; i que la aplicacion simultánea de principios opuestos a idénticos elementos patrimoniales pro- duciría inevitablemente resultados anormales e injustos. Desechadas estas diversas soluciones, solo queda en pie la que ofrece la lei del domicilio conyugal escojido de comun acuerdo entre ámbos esposos o determinado, en defecto de acuerdo, por el domicilio del marido al tiempo de la celebra- cion del matrimonio, cuya solucion cuenta en su apoyo con la imponente autoridad de la tradicion jurídica, de la doctrina co- rriente, de la lejislacion jeneral i de la jurisprudencia de los tri- bunales de Europa i América. La iniciativa de la solucion propuesta se remonta, en efecto, a Dumoulin, con motivo de una consulta que le fué dirijida sobre la naturaleza i efecto de las convenciones matrimoniales referentes a los bienes, i, aunque disintiendo en cuanto a los fundamentos, su opinion ha sido adoptada por casi todos los PAN e A > 20 4% Sr y As EX; » TO 2 í LR 70 ES : PATONES Pda : A A ». 1 eE » hd go MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS | erandes estatutarios, entre los cuales figuran J. Voet, Froland, Boullenois i Bouhier. Entre los autores modernos, la lei del dornicilio es defendida por Merlin, Rocco, Waechter, Savigny, Bar, Demangeat, Rivier, Haus, Arntz, Bard, Phillimore, Wes- tlake, Laurent, Ramírez i muchos mas. Los códigos i las de- cisiones en Alemania, Francia, Inglaterra, Béljica, Estados Unidos de Norte-América i varias naciones de la América del Sur, responden al mismo principio. La lei del domicilio matrimonial, asiento de la sociedad con- yugal, se impone, pues, como la única apta para gobernar las relaciones pecuniarias de marido i mujer, en defecto de estipu- laciones especiales, ya se tome por punto de partida la idea de la convencion tácita de Dumoulin, el sometimiento voluntario a sus disposiciones de Savigny o el imperio directo de la misma lei de Bar. Todas estas divisiones carecen de sentido práctico i conver- jen hácia el sistema de la lei del domicilio; porque no seria lójico negar a la convencion tácita el mismo alcance que a la espresa, ni impedir que la sumision voluntaria de las partes produzca sus efectos naturales, ni mucho ménos sustraerse a la autoridad de la lei, que es obligatoria por naturaleza. | Siendo el domicilio matrimonial cl lugar de la residencia personal de los casados, por tiempo indefinido, i el foco de su actividad industrial, mercantil o profesional, tiene que ser for- zosamente reputado, en el silencio de las partes, como el único elejido para determinar la existencia, composicion i desenvol- vimiento de la asociacion conyugal i el único, por consiguiente, cuya lei debe rejir todas las relaciones pecuniarias desde el instante mismo del matrimonio. Puede, sin duda, cambiar cuando ménos se piense; pero ese cambio no afectará en lo mas mínimo las condiciones recípro-' cas de los esposos en relacion a sus bienes, las que, libres de toda influencia procedente de hechos posteriores al casamien- to, deben continuar en el futuro, tales cuales ellas nacieron bajo el amparo de la lei vijente en el primer domicilio con- yugal. j 0d, | Hace mas de seiscientos años que la lei 23, título 11, Parti- da 4.2, que ha sido hasta ahora poco el Derecho comun de LA LEJISLACION DE CHILE 9 I todos los pueblos de la América Española, declaró que las dis- posicienes de las leyes concernientes a los bienes de los esposos en la época de su casamiento, no serian obstruidas ni modifica- das por las de la leio costumbre del lugar a donde fuesen despues a morar, i esa declaracion ha sido recojida como la espresion concreta de la justicia por autores de tanta nota como Savigny, Bar, Haus, Weiss, Bard, Martens, Asser, Rivier, Oli- vart, Rougelot, Teichman, Laurent, Ramírez, Westlake ¡ otros, La lei que empezó a gobernar las relaciones de los esposos. en lo concerniente a los bienes, no puede quedar a la merced de un cambio de domicilio: cualquiera que sca el réjimen adop- tado o el sistema a que se obedezca, debe ser, por el contrario, inmutable. Está en la naturaleza de estas relaciones que, en defecto de estipulacion prévia, sigan al matrimonio a todas partes i duren tanto comoél mismo. Las leyes del nuevo lugar, al reglar el matrimonio del punto de vista de sus consecuencias pccuniarias, no se preocupan tampoco de las personas que se han casado en otro lugar, ni de los bienes que puedan adquirir en él, sino de aquéllos que se casan bajo su imperio i que invo- can su proteccion. Asociar, por otra parte, el réjimen matrimonial a las fluctua- ciones mas o ménos frecuentes del domicilio conyugal librado esclusivamente a la decision del marido, seria entregarle sin defensa los intereses de la mujer, dejando a su arbitrio la crea- cion o cesacion de la sociedad conyugal, mediante un simple cambio de domicilio, situacion desigual, injusta, inícua, que solo puede evitarse proclamando la inmutabilidad de las con- venciones matrimoniales consagrada por la voluntad de las partes o el mandato del lejislador. Esta solucion no se contradice directa ni indirectamente con el principio sobre que reposa el réjimen de los bienes, como parece que algunos Códigos i autores lo hubiesen supuesto. El domicilio puede gobernar las relaciones de los esposos donde quiera que los bienes se encuentren, porque son relaciones de carácter personal. La situacion debe rejir los bienes muebles o inmuebles, porque ese réjimen versa sobre los derechos reales sujetos siempre a la lei local. Así, pues, la suposicion nace de una confusion inadmisible entre dos órdenes distintos de rela- 92 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ciones jurídicas, i ámbos principios jiran armónicamente dentro de sus propias esferas. Confrontando ahora el título de la mayoría con el de la mi- noría, se advierte sin dificultad que ésta acepta las ideas de la mayoría i que se ha reducido a englobarlas en un solo artículo. La concision es mui recumendable, siempre que no perjudique a la claridad del concepto o a la integridad del sistema, i de ambos inconvenientes adolece la refundicion aludida. Aunque fundamentalmente de acuerdo respecto a la teoría del domicilio, el único artículo de la minoría no provee, por lo ménos esplícitamente, a la suerte de las relaciones pecuniarias de los esposos, en el caso de un cambio posterior de domicilio. - ¿Se trata de una omision involuntaria? Conviene salvarla. ¿Se rejirán por las leyes del domicilio superviniente? ¿Lo rechazan las razones ántes espuestas? ¿Seguirán rijiéndose por las leyes del primer domicilio? Debe decirse positivamente, a fin de que los esposos i sus intereses cuenten con la seguridad a que tienen -_Indisputable derecho. De las sucesiones La materia de las sucesiones es una de las mas vastas i com- plejas del Derecho Civil Interno de cada pueblo. Derivado del principio fundamental de la propiedad i abrazando tanto la herencia lejítima como la testamentaria, ella compromete todo cuanto se relaciona con las disposiciones de última voluntad, los títulos i derechos de los herederos forzosos o voluntarios, la parte correspondiente a cada uno de ellos, la mayor o menor estension del derecho de representacion, la manera de repartir. los créditos i las deudas; en una palabra, todo lo que se refiere a la adquisicion i posesion de los bienes fincados. Aunque estas cuestiones deben ser estudiadas bajo diversos aspectos que interesan al réjimen social, económico i político de las na- ciones, las dificultades son relativamente sencillas, porque solo se trata de una trasmision de bienes soberanamente rejida por la propia lei. El asunto cambia de faz, se agranda i hasta se eleva cuando. A ha ¿ S LA LEJISLACION DE CHILE 93 _. _ __ _»>-_-_—_— —» las sucesiones tienen que ser estudiadas en sus relaciones con el Derecho Civil Internacional; porque, saliendo entónces del dominio del derecho esencialmente privado, se encuentra en presencia “de soberanías rivales que se disputan el dominio de la materia i de las leyes tan distintas, como distintas son las condiciones, necesidades, instituciones i tendencias de pueblos que obedecen a diversos elementos jeográficos, históricos, polí- ticos i morales, De este alto punto de vista, los que se obstinan en no ver en la herencia mas que un simple cambio de propietario, no solo empequeñecen sino que desnaturalizan la cuestion. La eleccion de lei destinada a rejir las sucesiones bajo su faz internacional, no depende tanto de las relaciones de heredero con su causan- te, como de la organizacion de los pueblos a los cuales su apli- cacion debe afectar en los principios constitutivos del gobierno de la sociedad, de la familia i de los bienes. La mayoría de la Comision, lójica con los principios desenvueltos en los títulos anteriores, prefiere, en consecuencia, la lei del lugar de la si- tuacion de los bienes para que rija las sucesiones bajo todos sus aspectos. La territorialidad de las leyes sucesorias arranca del Dere- cho Romano, cuya grande autoridad se mantiene casi intacta al traves de los siglos. Las negativas apasionadas de sus adversa- rios son impotentes para terjiversar el texto elocuente de las leyes 19, $ final. D. D., De judicizs; 84, $ 10, D. D., De legatis; 242, $ último, D. D., De verborum signaficatione; 1, 2 1 3, Codt- cis ubi in rem actio i única Cod:icis ubz de hereditate. Ninguna de ellas lo consagra espresamente; mas el principio de la terri- torialidad surje como consecuencia obligada del conjunto de sus disposiciones. El mismo [sistema ha sido enseñado en la Edad Media por casi todos los estatutarios [de mas nota, como Bartolo, Voct, Boullenois i Bourgoigne. Segun Burgundio: "Siquidem solemnitantes testamenti ad jura personalia non pertinenti; quia sunt quoedam qualitas bonis ipsis impresa, ad quam tenetur respicere quisquis in bonis aliquid alterat. Nam ut jura realia non porrigunt affectum extra territorium; ita et a TN MO ATL dr MN UU A A A PIN iS o A al A p A E E Ad lu a su E (dl e e: PEN Aaa Me y y AAA Na , AO AE O e ds pido A po SE A as 1 E? A E Es PRE Ne y a 1% ' PEA yA Lo ; A el . AN ¡ a E > £ y ELA e Us y £ PR e EE 3 7 ] e ln Je A 94 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS hanc pree se virtutem ferunt quod nec alieni territorii leges in se recipiantu. - Segun Froland: “La primera regla es que el estatuto real no sale de su terri- torio. De aquí se sigue que en el caso en que se trate de suce- sion, de la manera de dividirla, de la parte de los bienes de que se puede disponer entre vivos o por testamento, del haber de la viuda o hijos, de lejítima, retracto, etc., es necesario someter- se a las costumbres de los lugares en que los fundos estén si- tuadosn. D'Argentré llega hasta afirmar que los niños de su época no ignoraban la realidad de estatuto sucesorio. Shaffner, Bar, Foelix, Demangeat, Aubry, Burge, Westlake : | Story, Wheaton, Demolombe, Calvo, Ramírez i multitud de | otros, entre los cuales figuran todos los civilistas franceses, con dos únicas excepciones, sostienen la misma doctrina, por lo mé- nos respecto de los bienes raices. De acuerdo con Rocco, la lei del lugar de la situacion debe aplicarse, no solo para regular la condicion jurídica de las cosas existentes en el territorio, sino tambien los derechos sucesorios, las donaciones entre los cón- yujes, la cuota lejítima i aun la edal para disponer de los in- muebles por testamento, la revocabilidad i caducidad de las disposiciones de última novedad, la recvocacion de las donacio- nes entre vivos, i en jeneral, todos los derechos sobre inmue- bles existentes en el territorio. Zachariz incluye entre las leyes reales todas las relativas a las sucesiones ab ¿ntestato regulares e irregulares, ordinarias 1 anormales; las referentes a las suce- siones testamentarias, las que restrinjen la libertad de disponer a título gratuito, sea en absoluto o en relacion a determinadas personas, i las que regulan la parte disponible de los bienes sea ordinaria o sea excepcionalmente, La teoría de que la sucesion compuesta de bienes inmuebles, debe ser rejida por la lex locz rez sita es una tradicion tan uni- versal í casi incontestada, que ha servido naturalmente de base tanto a la lejislacion como a la jurisprudencia interna en Ale- manía, Austría, Holanda, Francia, Béljica, Inglaterra, América del Norte i América del Sur, como lealmente lo reconocen Asser, Fiori ¡ Laurent, a pesar de toda su predileccion por la lei nacional del causante de la sucesion. LA LEJISLACION DE CHILE 95 Finalmente, ella ha sido de tiempo atras elevada a la catego- ría de estipulación internacional entre las mas grandes naciones por medio de tratados que la consagran en términos inequívo- cos. El artículo 2.2 de la convencion celebrada entre Austria ¡i Francia cen fecha 11 de Diciembre de 1866 sobre reglamento de las sucesiones, declara literalmente que los bienes inmue- bles son rejidos por la lei local i que la jurisdiccion local es competente para liquidar la sucesion. Los artículos 10 i siguien- tes del tratado sobre sucesion celebrado entre Francia i Rusia, en 1.* de Abril de 1874, establecen igualmente que la sucesion de bienes inmuebles será rejida por las leyes del pais en el cual los inmuebles estén situados i que el conocimiento de toda de- manda o contestacion referentes a las sucesiones de inmuebles pertenecerá escluisivamente a los tribunales del pais de la si- tuacion de los bienes. Análogya estipulacion consigna cl trata- do de Rusia con Alemania, fecha 12 Noviembre de 1874. El artículo 8.2 del Tratado de Amistad, Comercio i Navegacion ajustado entre Francia i Servia el 18 de Junio de 1883, contie- ne una disposicion idéntica a la del tratado con Rusia. Por su parte, la mayoría de la Comision, fiel a sus principios, ha creido que los muebles de la sucesion deben ser tambien rejidos por la lei local de su situacion; puesto que, siendo com- pletamente arbitraria toda distincion entre muebles e inmuebles, del punto de vista de los derechos reales de que son sus- ceptibles, como ya lo ha demostrado, es evidente que la adqui- sicion de su dominio i posesion, a título hereditario, tiene que gobernarse por la misma lei que los bienes raices de la sucesion, Desde que la soberanía es una e indivisible, desde que es todo o nada, como decia Portalis, es necesario admitir que ella se estiende a todos los bienes de que la sucesion se compone, cualesquiera que sean su naturaleza e importancia. ¿Podría sos- tenerse que la soberanía quedaria menoscabada si no imperase sobre un bien raiz de ínfima importancia i que permaneccria intacta aun cuando bienes muebles de gran valor escapasen a su accion? Nó, absolutamente nó. Como lo dice Merlin, el poder de la lei local debe ser el mismo sobre todos los muebles e inmuebles existentes. dentro del territorio sujeto a su im- perio. 96 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Si la distincion tradicional entre ámbas clases de bienes no tiene razon de ser en tésis jeneral, carece de todo sentido en materia de sucesiones. Podria comprenderse que un mueble determinado siguiese la condicion de su propietario o poseedor por la circunstancia especial de estar directamente destinado al servicio de la persona. Jamas podría esplicarse satisfactoria- mente que un conjunto de bienes, quizas lo mas importante de la sucesion i mas ajenos al uso personal del fallecido, hu- bieran de escapar a la lei del lugar de su situacion efectiva i .notoria por la simple circunstancia de ser muebles. ¿Cómo fraccionar la sucesion sobre muebles e inmucbles si- tuados dentro del mismo pais para reglarla por leyes distintas 1 tal vez opuestas? Ésta sería, sin embargo, la consecuencia fatal de la distincion en materia de sucesiones; puesto que los raices continuarian rejidos por la lei de su situacion, miéntras que los muebles pasarian a ser gobernados por la lei personal del causante. Pero, es que la existencia de muebles entre los bienes de la sucesion no puede quebrar su unidad dentro de los límites territoriales del pais por cuya lei debe ser reglada en conjunto 1 detalles. o Siendo, dentro de esos límites, una sola entidad jurídica, aunque compuesta de bienes de toda clase, solo puede estar sometida a una misma i única lei bajo cualquier aspecto que se considere. - No obstante la influencia decisiva de la doctrina de la lejis- lacion, de la jurisprudencia i de las estipulaciones internacio- nales, Waechter, Savigny, Laurent, Durand, Weiss, Fiore i Mancini, han procurado reaccionar contra los principios reci- bidos, sosteniendo, con el Código Civil de Italia i el proyecto de Código Civil de Béljica, que las sucesiones deben rejirse, cualesquiera que sean los bienes de que se compongan i los lugares donde existan, por la lei personal del de cujus, sin per- juicio de dividirse entre la nacionalidad i el domicilio i de disentir sobre ctros puntos de interes ménos capital, : Óptese por la nacionalidad o por el domicilio para determi- nar la lei personal del causante de la sucesion, prescíndase por un instante de las objeciones aducidas contra todo sistema de lei personal para el réjimen de los bienes i admítase en hipó- Ñ LA LEJISLACION DE CHILE 97 TOS NI NANA tesis la conveniencia de sujetar a una sola lei la trasmision de los bienes por causa de muerte, aun cuando se hallen disemi.- nados en multitud de paises, no por eso seria ilójico negar, como la mayoría de la Comision lo niega rotundamente, que entre las relaciones personales í el réjimen de los bienes exista esa intima conexion que la escuela de los autores citados cree haber descubierto, i que es la piedra angular de su moderno sistema. Léjos de eso, la diversidad entre ámbos órdenes de ideas, es tan radical, 1 tan profunda la incompatibilidad de la solucion propuesta con la realidad de las leyes dirijentes de los bienes, que Savigny, Fiore, Laurent i Asser declaran lealmente que la aplicacion jeneral del principio de la lei personal al réjimen de las sucesiones, tropieza con dificultades teóricas i prácticas verdaderamente invencibles en todos aquellos paises donde los bienes son gobernados por la lei de su situacion, paises que forman la mayor parte de la Europa i que comprenden toda la América, de suerte que no pueden aspirar fundadamente a sustituir al tradicional sistema que rije la lei territorial cn única lei de las sucesiones. Así, pues, para saber quién debe suceder, a qué bienes i en qué proporciones, segun ha dicho Boullenois; para determinar el órden de las sucesiones, la cuota de los derechos sucesorios 1 la validez de las disposiciones testamentarias, segun decia Demolombe; para rejir la capacidad del causante o del here- deso, la forma, validez i efectos del testamento, los títulos i derechos hereditarios de cónyujes o parientes, la existencia 1 monto de lejítimas o reservas, en suma, todo lo relativo a la sucesion lejítirmma o testamentaria, segun dice la mayoría de la Comision, es necesario acudir a la lei del pais de la respectiva situacion de los bienes hereditarios, que se impone como prin- cipio dominante de la materia con la esclusividad 1 con toda la autoridad de la soberanía territorial. En efecto, la sucesion es institucion del Derecho Civil, no del Derecho Natural. Serian, de la contrario, inesplicables las va- riadas i trascendentales diverjencias de las leyes vijentes sobre la materia en el mundo civilizado, diverjencias que llegan hasta consagrar en algunos paises la absoluta libertad de testar; mién- TOMO LXXX!I 7 OA 3 A AS hal 7 se E " VE A A paa E k 98 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tras que en otros conservan las lejítimas i aun restrinjen la cuota antiguamente disponible entre los mismos herederos for- zosos. ¿Por qué no atenerse entónces para reglar las sucesiones a la lei del Estado que rije los bienes, existentes dentro de su territorio? Siendo la sucesion un título traslativo del dominio de los bienes que componen el acervo hereditario, constituye un dere- cho real que debe gobernarse por la misma lei que gobierna todos los derechos reales; siendo los derechos reales rejidos por la lei del lugar de la situacion de los bienes, esa misma lei tiene que rejir las sucesiones, so pena de incurrir en una inconsecuen- cia que importaria una verdadera contradicción i que nada al. —canzaria a justificar. En la diversidad de las opiniones í en la ausencia de otro sistema preferible, es lójico sujetar la trasmision de la universa- lidad de los bienes que constituyen la herencia a la misma lei que habria rejido la trasmision de cualquiera de esos bienes durante la vida del causante; porque la cantidad de bienes com- prendidos en la trasmision no altera la naturaleza del acto jurí- dico ni la desaparicion del propietario modifica el carácter de las leyes a que sus bienes estaban sujetos, como sería necesario para que fuese admisible semejante dualidad de leyes segun que la trasmision procediese de una enajenacion entre vivos o de una liberalidad morft?s caussa. La obligacion de solicitar la posesion de los bienes aleulita. rios ante los tribunales del pais de su situacion, implica que la lei territorial del lugar donde los bienes se encuentran es la ver- dadera lei de la sucesion; porque, no siendo en el fondo toda cuestion de Derecho Internacional Privado mas que una cues- tion de competencia entre dos soberanías distintas, la lei que determina la jurisdiccion se halla lójicamente ligada con la lei que gobierna la relacion jurídica comprometida en el juicio de que se trate. El derecho del Fisco a las sucesiones vacantes dentro del pais, basado sobre el dominio eminente del Estado, i declarado por la lejislacion universal, es un nuevo i poderoso fundamento | en favor de la territorialidad de la lei de las sucesiones, pues ese derecho importaria un verdadero despojo del Fisco del pais A o. 1, LA LEJISLACION DE CHILE 99 del fallecido, si la herencia hubiera de ser discernida con arreglo a la lei personal del causante, como la lójica ha impulsado a Fiore a sustentarlo sin razon. Desde que el territorio, dicen Aubry i Rau, parafrascando a Portalis, es la base material del Estado, cuya existencia se en- cuentra así estrechamente vinculada al destino de los inmuebles: que componen ese territorio, ningun lejislador ha podido con- sentir en someter los inmuebles situados dentro de su pais al imperio de una lei estraña. En consecuencia, la.regla de que los inmuebles son rejidos por la lei de su situacion, es seguida por los pueblos civilizados. Ahora bien, por lo que hace a los: motivos fundamentales de esta regla, no hai que distinguir entre la trasmision a título particular de uno o muchos inmuebles determinados i la adquisicion a título universal del conjunto de inmuebles de una sucesion. Toda lei de sucesion es, segun Demangeat, una lei política, una lei que interesa al órden público. El Derecho Privado, er materia de sucesion, se plega siempre a las exijencias del siste- ma de gobierno existente. Segun que el gobierno es de privile- jio o democrático, la idea del monopolio o de la igualdad do- minan en las leyes sucesorias. Todas aparecen en un grado mas o ménos remarcable, como los instrumentos de que el lejislador se sirve para hacer predominar tal o cual gran principio de or- ganizacion social o política. Hai, de consiguiente, un positivo interes público en que la lei propia rija toda sucesion acerca de de los bienes situados dentro de cada pais. Vanamente se objeta por los adversarios del sistema de la le: local en materia de sucesiones que su aplicacion desconoce el verdadero carácter de heredero; que modifica sustancialmente la naturaleza propia de la sucesion; que despotiza la voluntad del causante, base esencial del derecho hereditario; que destru- ye la unidad de las disposiciones de última voluntad imponiendo la necesidad de múltiples testamentos, i que conduce fatalmente a la prosecucion de diversos juicios sucesorios, dificultando el pago de los créditos pasivos de la sucesion. El heredero no es un simple continuador de la persona de su causante, sino un verdadero sucesor mediante un título tras- lativo de dominio, del mismo modo que cualquier otro causa- ART A A ES O 100 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A habiente a titulo singular, como la compra, la permuta o la donacion entre vivos. La facultad de aceptar la herencia bajo beneficio de inventario, que es de la lejislacion comun, corro- bora la separacion de ámbos, eximiendo al sucesor de toda res- ponsabilidad personal por las deudas de su antecesor. Esa misma _precaucion no es necesaria respecto de las sucesiones de in- mucbles en Inglaterra i Estados Unidos; pues allí el heredero no es obligado ultra vzres por la falta de inventario como con- dicion de la aceptacion de herencia. Aunque el patrimonio, no siendo en su conjunto un objeto esterior i confundiéndose con la persona misma de su propie- tario, no tuviera situacion distinta de la del domicilio de la per- sona, la objecion no seria concluyente. Es absolutamente im- posible, en la trasmision del patrimonio, hacer abstraccion completa de los objetos que la componen. Siempre se trata en definitiva del destino de los bienes hereditarios, i las causas que hacen rechazar la autoridad de las leyes estranjeras sobre la adquisicion, conservacion i enajenacion de los bienes militan con mas fuerza en los traspasos por vía de sucesion que en las ena- jenaciones a título particular; porque el primer modo de tras- mision es a la vez mas jeneral i mas amplio que el segundo. No es exacto que la voluntad individual sea la regla suprema del derecho sucesorio, ni que ella sea aniquilada por la aplicacion de la lei territorial en vez de la personal del finado. Para el ré- jimen de las sucesiones todo Lejislador toma ordinariamente en cuenta las afecciones naturales i presuntas del hombre; pero, sea cual fuere la lei de la sucesion, esta consideracion no es ni puede ser mas que secundaria, especialmente en aquellos paises en que la libertad absoluta de testar nc es admitida i en que la institucion de las lejítimas i reservas responde a los principios fundamentales de su organizacion social i política. Las vistas políticas, los motivos de interes social dominan la materia de las sucesiones í son una razon mas para ponerlas al abrigo de la aplicacion de las leyes ajenas a la soberanía del pais donde existen los bienes de que la sucesion se compone. La singularidad del testamento, léjos de constituir un axio- ma jurídico, solo puede ser invocada merced a una lastimosa confusion con la unidad de contexto del acto, que la faccion del LA LEJISLACION DE CHILE TOI — testamento justificaba entre los romanos i que las leyes espa- ñolas exijian tambien sin los mismos fundamentos. ¿Qué prin- cipios, qué razones, qué intereses se oponen a que una misma persona otorgue dos o mas testamentos i a que todos ellos sean igualmente válidos en aquello en que no se contradigan? 1 si la multiplicidad del testamento no ofrece inconveniente alguno aun tratándose de bienes situados dentro de un solo pais, ¿por qué lo ofrecería que los bienes de cada pais fueran materia de un testamento especial o aislado? Pero, ni esto mismo es siquie- ra necesario; puesto que un solo testamento por acto público bastaria para todos los bienes, por mas numerosos i distintos que fuesen los paises de su respectiva situacion, desde que el tes- tamento auténtico es de lejislacion universal. No son únicamente las leyes españolas las que admitian en principio la pluralidad del testamento: tambien la admiten los códigos actuales de la mayor parte de las naciones representadas - en este Congreso. Las leyes 21, 221 24, título I, partida 6.2; los artículos 523 del Código de Bolivia, 853 del del Perú i 967 del de la República Oriental, declaran literalmente que el tes- tamento posterior deja subsistente el anterior en todo lo que no lo contradiga, excepto el caso en que el testador disponga espre- samente lo contrario. El artículo 1215 del Código de Chile dice tambien que: "Un testamento no se revoca tácitamente en todas sus partes por la existencia de otro u otros posteriores, que es- presamente no revoquen los anteriores, dejarán subsistentes en éstos las disposiciones que no sean incompatibles con las poste- riores o contrarias a ellas... El mismo Calvo, tan adicto, de ordinario, a las doctrinas pre- valentes en Europa, despues de sostener que la sucesion de muebles se rije por la lei del lugar del domicilio del causante i que los inmuebles se gobiernan por la lei del lugar de su sí- tuacion, agrega, en la pájina 211, tomo II de su última edicion, que, si la sucesion se compone de muebles e inmuebles, el tes- tador debe revestir su testamento de las formalidades requeridas por las leyes del lugar de su domicilio i del lugar de la situacion de los inmuebles, o puede mas bien formular sus disposiciones en dos actos separados, hechos respectivamente conforme a las leyes del pais en que cada uno debe recibir su ejecucion. 102 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Del mismo modo que la multiplicidad de los testamentos, la pluralidad de las sucesiones, en razon directa del número de paises donde los bienes estén situados, no puede ser invocada con éxito contra el principio de la lei territorial; porque la teoría de la unidad de la sucesion, proclamada por las leyes internas de cada pais, se refiere únicamente a los bienes exis- tentes dentro de los límites territoriales del pais respectivo i no puede abrazar tambien los bienes situados en otros paises sin atacar la soberanía de sus leyes e invadir la jurisdiccion de sus tribunales. Fácilmente se comprende que todos los bienes hereditarios formen una sola masa cuando se hallen ubicados dentro de un mismo pais; puesto que la teoría se aplica entónces a un caso «de Derecho interno, rejido por su propia lei. De ningun modo se justifica esa teoría cuando recae sobre bienes ubicados en distintos paises; puesto que diversas soberanías se encuentran en tal caso frente a frente para disputarse el gobierno de la - "sucesion respecto de cada lote de bienes i que el asunto entra, por tanto, de lleno en el dominio del Derecho Internacional Privado. Equiparar ámbas situaciones, para sujetarlas a la mis- ma regla, seria confundir la naturaleza de los casos ABpuestos,: ] terjiversar la esfera de las leyes comprometidas. Así la pluralidad de las sucesiones, en vez de ser una herejía cientifica, está consagrada por antiguos textos i no impide el cobro regular de los créditos pasivos de la herencia. Quod sunt bona diversis territoriis, decia uno de ellos, abnoxia totidem .patrimonia intelliguntur. Inmmobilzia, decia Juan Voet, deferr: secundum leges loci in quo sita sunt, adeo ut tot consert debeant diversa patrimonta, ac tot hereditates, quot locis diverso jure uten- tibus inmobilia existunt. Las dificultades inherentes al ejercicio de los derechos de los acreedores de la sucesion, quedan fácil- mente salvadas por los artículos finales del proyecto de la ma- yoría de la Comision, basados sobre los mismos principios a que obedecen los artículos análogos del Código de Comercio Arjentino para los casos de quiebra. | | Por lo demas, los proyectos de la mayoría i de la minoría, hágolo constar con placer, son, en el fondo, mas que semejantes, perfectamente idénticos. Todo juez llamado a conocer de una LARA LA LEJISLACION DE CHILE 103 sucesion con arreglo a cualquiera de ellos, no podria abstenerse de declarar que las sucesiones están efectivamente sometidas al imperio de la lei del lugar de la situacion de los bienes, con prescindencia de toda distincion entre muebles ¡ raices. Sus disidencias se reducen a que el proyecto de la minoría segrega varias disposiciones del de la mayoría acerca de la ma- nera como las deudas deben ser satisfechas, intercala prescrip- ciones estrañas a la materia, como las referentes al procedimien- to en rebeldía, i repite innecesariamente otras que, versando sobre la nacionalidad, no pertenecen al título de las sucesiones. Pero todas estas diverjencias son de simple detalle ¡ ajenas, por tanto, a la discusion en jeneral. El debate en particular permitirá analizarlas detenidamente, si llegase a ser necesario. De la prescripcion Ocupándose de un tratado de Derecho Civil Internacional, no tendríamos objeto en estudiar la prescripcion en sus funda- mentos, desarrollo ni detalles. Moral o inmoral, justa o injusta, es una institucion universal del Derecho Positivo de las naciones cultas, i¡ sus formas, condiciones i efectos pertenecen al Derecho interno de cada Estado. - Toda nuestra mision se reduce a encararla bajo su doble faz estintiva o adquisitiva para determinar con precision la lei que debe rejirla en cada uno de sus aspectos, previendo todos los casos que pueden ofrecerse en el curso de las relaciones civiles, a fin de que ninguno escape a una solucion fijada de antemano, basada sobre la ciencia i ajustada a las conveniencias bien en- tendidas de todos. Laurent i la Comision Examinadora del Código Civil Belga, sostienen, de comun acuerdo, que la prescripcion afecta esen- cialmente al órden público internacional. Si hai, segun Laurent, una lei en que el derecho de la sociedad dowmine, es la que es- tablece la prescripcion; porque, solo a nombre del derecho social puede despojar de su derecho al propietario para atri- buirlo al poseedor. Segun la Comision, la prescripcion es de órden público; solo la lei determina sus condiciones, i los par- ticulares son impotentes para modificarlas. Con un punto de CE SOI DA A A M y e, ge Y, a Md A ” . y INE IDAS ANTAS ee 40, 7D, AIR hd A 7 QUE a y ) s ey 4 Ly e y . ? y ey A E NA a PO A y A ADS > $ 4 ] » 4 ss 104 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS partida comun, arriban naturalmente a la misma conclusion, a saber, que la prescripcion, sea estintiva, sea adquisitiva, vérse “sobre muebles o inmuebles, es gobernada esclusivamente por la leí que rije el derecho mismo sometido a ese modo de adquisi- cion o estincion. Pothier piensa que la prescripcion debe ser rejida por la lei del domicilio del acreedor o propietario, alegando que solo pue- den ser privados de sus cosas en virtud de la lei a que están sometidos. Massé, Fiore 1 Asser contestan a Pothier que él su- pone que el acreedor es aun propietario, cuando se trata preci- samente de decidir si conserva todavía su derecho í que seria jirar dentro de un circulo vicioso desde que el deudor o posee- . dor tendrian fundamento para pretender a su turno que no po- drian ser privados de su excepcion por una lei a la que tampo- co están sometidos. J. Voet, Bouhier, Dunod, Merlin i otros, aplican la lei del domicilio. del deudor, por cuanto la reputan una excepcion que no aniquila el derecho del acreedor i que solo impide su ejecu- cion judicial. Pardessus, Fiore i Asser objetan que el término de la accion tiene que ser siempre cierto i determinado; que no debe variar por la voluntad de una de las partes contra la de la otra; i que, teniendo el deudor la libertad de cambiar de domi- cilio, quedaria a su arbitrio abreviar el tiempo de la prescrip- cion. Pardessus procura salvar las precedentes objeciones, haciendo depender el plazo de la lei del domicilio que el deudor tenía al tiempo en que contrajo la obligacion; pero Merlin, al cual se adhieren Fiore i Asser, habia contestado de antemano que, si la prescripcion importa un beneficio acordado al deudor, es ra- zonable que el deudor pueda disfrutarlo en su nuevo domicilio i que el acreedor soporte las consecuencias de no haber proce- dido oportunamente en ese nuevo domicilio del deudor. - Bartolo, Mascardo, Bourgoigne, Troplong i Lehr prefiereñ la lei del lugar del pago, observando que la prescripcion es, en cierto modo, la pena de la neglijencia del acreedor i que la omi- sion es cometida en el lugar del pago. La inadmisibilidad de esta solucion se pone en evidencia negando con Asser que la prescripcion sea de modo alguno una pena contra el acreedor i pá LA LEJISLACION DE CHILE 105 sosteniendo con Laurent que es simplemente una institucion de órden i tranquilidad sociales. Huber, J. Voet, Boullenois, Wheaton, Kent, Story i Burge miran la prescripcion como perteneciente al procedimiento i se pronuncian, en consecuencia, por la lei del lugar del juicio. Asser piensa con razon que la prescripcion pertenece a la lejis- lacion sustantiva i no forma, por tanto, parte del procedimiento. Fiore, partiendo de la base de que el acreedor está obligado a seguir el fuero del deudor, que es ordinariamente el lugar de su domicilio, renueva la objecion de que el acreedor quedaria en tal caso sometido al arbitrio del deudor, cuya facultad de mu- dar de domicilio es verdaderamente incontestable. ¿Cuál es entónces la lei que debe rejir la prescripcion bajo su doble faz estintiva i adquisitiva? A juicio de la mayoría de la Comision, la respuesta puede formularse en una regla jene- ral, a saber: que la prescripcion es rejida por la lei que gobierna la relacion jurídica de cuya prescripcion se trate. Así, la pres- cripcion estintiva de acciones personales, está subordinada a la lei del lugar de su cumplimiento, la de acciones reales a la de la situacion de los bienes gravados sin distincion de raices o mue- bles, i la adquisitiva de cosas corporales a la de su situacion, cualquiera que sea su naturaleza, de acuerdo con lo estatuido en los títulos relativos a los bienes i a los actos jurídicos. Tal es en el fondo la doctrina de Schaffner, Waechter, Sa- vigny, Rocco, Demangeat, Fiore, Asser, Rivier, Laurent, Ramí- rez i la Comision Revisora del Código Civil Belga, los cuales, por mas disconformes que sean los principiós jenerales de sus respectivas escuelas i las reglas especiales a que sujetan los de- rechos personales o reales, están todos de acuerdo para some- ter lá prescripcion, cualquiera que sea su naturaleza, a la misma lei que rije las relaciones de derecho a que ella se refiere. Bajo su faz estintiva, la prescripcion no es, en efecto, mas que un medio de enervar las acciones dirijidas a hacer efectivas las obligaciones pendientes. Siendo el deber jurídico la resul- tante del derecho del acreedor para obligar al deudor a la pres- tacion convenida, la accion se liga intimamente a la obligacion i debe ser rejida por la misma lei. Cuando dos personas con- tratan, consienten, tácita, pero claramente, en que el término 106 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS dentro del cual la una pueda proceder contra la otra, para compelerla al cumplimiento de su obligacion, dependa de la lei bajo cuyo imperio nació la accion. Esta solucion, como Savigny lo hace notar, es la mas confor- me a los principios i a la equidad. A los principios, porque, determinando de un modo cierto la lei de la prescripcion, im- pide todo cuanto una de las partes pudiera intentar en perjuicio de la otra. A la equidad, porque, así como el acreedor no le es lícito preferir, para el ejercicio de su accion, el lugar donde la prescripcion dure mas, tampoco es permitido al deudor optar, mediante un cambio de domicilio, por el lugar donde dure ménos. | Bajo su faz adquisitiva, podría sostenerse con esperanza de éxito que, importando en realidad una casual de estincion del dominio, bastaría aplicarle la misma regla, por cuanto los de- rechos reales, en su carácter de tales, se rijen por la lei del lugar de la situacion de los bienes sobre que recaen. Dejando, sín embargo, de lado esta cuestion, puramente es- peculativa, para considerar la prescripcion como medio de ad- quirir derechos reales, se arriba siempre al mismo resultado, es decir, a gobernarla por la lei del lugar de la situacion de los bienes, sean muebles, sean raices. Una vez establecido, como queda, en el título respectivo, que la adquisicion, conservacion, 1 estincion de los derechos reales están sometidas a la lei del lugar donde las cosas se encuentran, la primera consecuencia a deducir de esa premisa es que la prescripcion debe ser tambien reglada por la misma lei que gobierna las cosas. Dejar los bie- nes bajo el imperio de la lei del lugar de su situacion i sujetar su prescripcion a otra lei distinta, cualquiera que ella fuese, seria incurrir en la mas chocante i la mas injustificada de las contradicciones posibles. | Mas, como el detentador de una cosa mueble puede trasla- darla de un lugar a otro, es conveniente prever el caso para resolverlo dentro de la doctrina establecida, declarando que la _prescripcion se rejirá por la lei del lugar donde se consume; porque, ántes de consumarse, solo existe un derecho en espec- tativa, sin título para eximirse de la influencia de la lei del lugar de la nueva situacion de la cosa, del mismo modo que LA LEJISLACION DE CHILE 107 esta lei careceria de autoridad para desconocer la prescripcion consumada ántes de la traslacion de la cosa, porque semejante desconocimiento importaria atribuirse efecto retroactivo para destruir derechos adquiridos sobre cosas que no estaban en- tónces sujetas a su imperio. Las conclusiones de la mayoría de la Comision son tan fun- dadas e incontrovertibles, que la minoría se ha limitado a re- producir su título sin mas alteracion que la de rejir la prescrip- cion de la cosa mueble, cambiada de lugar, por la lei de aquel en que empezó, en vez de aquel en que se consumó, alteracion de mero detalle, inadmisible por las razones espuestas, i cuyo exámen pertenece, por lo demas, a la discusion en particular de los artículos correspondientes. He terminado la fatigosa tarea de fundar el proyecto de la mayoría de la Comision en presencia del contra-proyecto de la minoría. No pretendo haber dicho nada nuevo. La modestia de mi informe no necesita siquiera escudarse tras el escéptico 2/2! novum sub sole, 1 reconozco, por el contrario, espontáneamente cuán pesada contribucion me he creido en el caso de imponer a las esposiciones de los tratadistas, cuyas doctrinas he invoca- do en apoyo de las soluciones propuestas. La mayoría tampoco cree haber pronunciado la última pa- labra de la ciencia. ¿Quién osaria decirla, cuando el Derecho Internacional Privado se halla todavía en pleno desarrollo, des- pertado hace poco de su letargo por el célebre caso de la prin- cesa de Beauffremont que conmovió el mundo jurídico i ajitó la opinion de dos naciones poderosas? Solo aspira la mayoría a que se le haga la justicia de reco- nocer que nada ha omitido de lo que estaba a su alcance para formular un proyecto sério, metódico, armónico i completo, estudiado cuanto se ha escrito sobre esta dificilísima materia ¡ prestando especial atencion a la obra de nuestro distinguido colega el señor doctor Ramírez, digna de mencion por la soli- dez de su preparacion, la independencia de su criterio i la exactitud jeneral de su doctrina. 3 rá 4 AA HB > MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Léjos, pues, de pensar que su trabajo sea perfecto, la ma- yoría aprovechará el debate en particular para indicar varias modificaciones secundarias, que le han sido en parte sujeridas por algunos señores Plenipotenciarios, i admitirá con placer todas las que, sin romper la unidad del proyecto ni alterar sus principios fundamentales, scan propuestas en el curso de la discusion. | Procediendo así, la mayoría ejecutará un acto de honestidad científica i rendirá un justo homenaje a la ilustracion de sus distinguidos colegas. Ahora, que mi última palabra sea la palabra de la gratitud por la induljente atencion con que el Congreso se ha dignado escucharme. MANUEL QUINTANA PROYECTO DE LA MINORÍA DE LA COMISION DE DERECHO CIVIL INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS ARTÍCULO PRIMERO. Las leyes de los Estados signatarios del presente Tratado, no reconocen diferencía entre ciudadanos ¡estranjeros en cuanto a la adquisicion i | goce de los derechos civiles que ellas reglan. | ART. 2.2 El carácter de los habitantes de un pais en cuanto a su condicion de nacionales o estranjeros, domiciliados o tran- seuntes, se determina i juzga por las leyes del mismo pais. ART. 3.2 Si concurrieren en una misma persona condiciones constitutivas de nacionalidad en dos o mas naciones, i con este motivo se produjere conflicto, prevalecerá la lei de la nacion en que la persona de que se trate se hallare domiciligds actual- mente. : ERE ART. 4.2 La capacidad O Hbidtca de las personas para contra= NS A id A Y A S 3 4 LA LEJISLACION DE CHILE 109 AAA A tar o contraer obligaciones, se juzga i determina por las leyes del pais de su residencia. ART. 5.2 Para apreciar la validez de toda obligacion contrai- da o contrato celebrado en pais estranjero, atendida la capaci- dad de las personas, se estará a lo que dispongan las leyes del pais en el cual se contrajo la obligacion o se celebró el con- trato. ART. 6.2 Lo establecido en los dos artículos precedentes se entiende, sin perjuicio de lo que las leyes de cada pais dispon- san, para tener efecto dentro de su propio territorio, con res- pecto a la infraccion de las leycs patrias por parte de sus nacio- nales. II DEL DOMICILIO ART. 7.2 El domicilio, para los efectos de este Tratado, con- siste en la residencia en un lugar, acompañada de manifesta- ciones fehacientes del propósito de permanecer en él por tiem- po ilimitado. ART. 8.2 La mujer casada no divorciada sigue el domicilio del marido; el que vive bajo patria potestad, el del padre; el que se halla bajo tutela o curaduría, el de su tutor o curador. III DE LA AUSENCIA ART. 9. Los derechos í obligaciones de una persona ausen- te, declarada tal por la autoridad correspondiente, se reglan por la lei de su último domicilio. IV DEL MATRIMONIO ART. 10. La validez del matrimonio se juzga por la lei del pais en que se celebra. - entiende sin perjuicio de los efectos que la contravencion a las leyes patrias de los contrayentes produjere en su propio pais i sujetos a las leyes del pais en que se hallan situados, sin per- tan situados en el lugar de su matrícula. 2 4:20 ¿ 3 4 él e k d AS pa Ñ 2 $ 4 . Ñ AA re e o 5 e ÑES os de cd p de pi y E e 7% 00 2 A " PE h á e IIO MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Será igualmente válido el matrimonio celebrado en pais es- tranjero en conformidad a las leyes patrias de los contrayentes, ART. 11. Lo establecido en los dos artículos anteriores se que son los mismos que sí se hubiera celebrado en él. ART. 12. El matrimonio válido no podrá disolverse sino en conformidad a las leyes del Estado en que se solicite su Sa lucion. 2 El matrimonio disuelto en alguno de los paises signatarios no habilita a ninguno de los cónyujes para contraer matrimo- njo en otro pais en que no habria podido disolverse. V DE LOS BIENES ART. 13. Los bienes, cualquiera que sea la naturaleza, estan juicio de los contratos celebrados válidamente en pais estraño: Pero los efectos de éstos, cuando fueren otorgados para cum- plirse en el pais en que los bienes se hallan situados, se arregla- rán a las leyes de éste. ART. 14. Los buques, en aguas no jurisdiccionales, se repu- ART. 15. Los cargamentos de los buques en aguas no juris- diccionales se consideran situados en el lugar de su destino defi- nitivo, si no lo tuvieren en el lugar de la matrícula del buquc. ART. 16. Los créditos se reputan situados en el lugar en que la obligacion debe cumplirse, za DE LA PRESCRIPCION ART. 17. La prescripcion estintiva de las acciones persona- les se rije por la lei a que las obligaciones correlativas estan “sujetas. LA LEJISLACION DE CHILE 111 ART. 18. La prescripcion estintiva de acciones reales se rije por la lei del lugar en que se hallan situados los bienes a que se refiere. ART. 19: Si los bieres de que se trate fueren muebles i hu- bieren cambiado de situacion, la prescripcion se rejirá por la lei del pais en que dichos bienes se hallaban cuando empezó a correr. ART. 20. La prescripcion adquisitiva de bienes muebles ¡ raíces se rije por la lei del lugar en que esten situados. ART. 21. Si el bien fuere mueble i hubiere cambiado de si- tuacion, la prescripcion se rejirá por la lei del pais en que em- pezó a correr, VII DE LAS OBLIGACIONES EN JENERAL 1 DE LOS CONTRATOS ART. 22. Los Estados signatarios del presente Tratado acep- tan el principio locus regzt actum, tanto respecto de la forma i solemnidades esternas, como respecto del valor intrínseco de todo acto jurídico, sin otras limitaciones que las establecidas cspresamente en el mismo Tratado. En consecuenciá, los con- tratos celebrados í actos jurídicos ejecutados en cualquiera de ellos en conformidad a sus leyes se reputarán válidos en todos los demas, sin perjuicio de las excepciones o limitacionnes a que, segun se ha espuesto, haya lugar. ART. 23. Los actos i contratos que han de producir efecto en otro Estado en que se exijan requisitos especiales para su validez, no se reputarán perfectos sino se llenaren esos requi- sitos. ART. 24. Los actos que los ciudadanos de alguno de los Estados signatarios ejecutaren fuera de su respectivo territorio con el fin manifiesto de burlar una prohibicion impuesta por las leyes patrias, probado el fraude, se reputarán nulos i de ningun valor. | ART. 25. Las actos ejecutados o contratos celebrados fuera del territorio nacional, pero en conformidad a sus leyes, de tal MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS modo que en él sean válidos, lo serán igualmente en los demas Estados, sin perjuicio de lo dispuesto en el número 26. ART. 26. No se reputará válida en un Estado ninguna obli- gación contraria a su Derecho Público i la moral. ADAREAZ Si los interesados estipularen que el contrato se rija por otras leyes que las vijentes en el lugar de su celebracion se estará a lo estipulado por ellos, sin perjuicio de lo estable- cido. en el número anterior. | ART. 28. Todo lo que es accesorio en una obligacion o inhe-- rente a ella, se juzgará por las leyes del paisa que en lo princi- pal está subordinada segun las reglas del presente Tratado. ART. 29. Si la validez de una obligacion se deriva, no del acto o contrato primitivo que constituia un titulo vicioso, sino de su ratificacion que lo purgó del vicio, i ésta tuvo lugar en un pais distinto de aquel en que se otorgó la primitiva obligacion, ¡ el acto o contrato se juzgará por la lei del pais en que la ratifi- -cacion tuvo lugar. : | ART. 30. Las obligaciones procedentes de cuasi-contratos se juzgarán por las leyes del pais en que han tenido oríjen o en donde han tenido lugar los actos de que se derivan. SA VE DE LA SOCIEDAD CONYUGAL ART. 31. La sociedad conyugal en cuanto a sus bienes es reglada por las leyes del domicilio del marido en el acto de la celebracion del matrimonio; lo cual se entiende sin perjuicio de | | lo que se estipulare por los cónyujes, ya de una manera jene- a ral, ya con relacion a determinados casos 1 bienes. | A A A o a al IX DEL TESTAMENTO ART. 32. El testamento escrito OEsS válidamente en cualquiera de las naciones signatarias, será igualmente válido, probada su autenticidad, en todas las demas, LA LEJISLACION DE CHILE 113 En cuanto a la validez de un testamento otorgado en cual- quiera otra forma en pais estranjero, se estará en cada Estado a lo que sus leyes dispusieren. AS £ DE LA SUCESION POR CAUSA DE MUERTE ART. 33. La sucesion por causa de muerte se abre en el úl- timo domicilio de la persona difunta i se regla por las leyes vijentes en él, sin perjuicio de lo que las de cada Estado dis- pongan con respecto a los bienes ubicados en su propio terri- torio. ART. 34. Los estranjeros gozarán de los mismos derechos 1 estarán sujetos a las mismas reglas que los nacionales en todo lo relativo a las sucesiones abiertas en los Estados signatarios. ART. 35. El juicio de sucesion será uno e indivisible i se re- jirá por las leyes del lugar en que la sucesion se abre, sin per- juicio de las excepciones que estas mismas leyes hicieren. ART. 36. No obstante lo establecido en el artículo anterior, cuando hubiere bienes pertenecientes a la sucesion en otros lu- gares, las personas que, segun lo estatuido en la última parte del número 33, tuvieren acciones especiales que deducir contra ellos, las deducirán ante los tribunales de los territorios en que se hallan situados. Éstos resolverán lo que fuere de justicia segun la lei territo- rial, previa citacion i audiencia del representante de la suce- sio1. Si éste no concurriere, se procederá en su rebeldía como fue- re de derecho. i dE B. PRATS Montevideo, Noviembre 14 de 1888. TOMO LXXXII. 8 114 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Discurso del Plenipotenciario de Chile don Belisario Prats, en que espone los fundamentos de su Proyecto SEÑOR PRESIDENTE: En oficio de fecha 14 de Noviembre último hice presente a V. E. que oportunamente someteria a su ilustrada consideracion los motivos de mi disidencia con mis honorables colegas de la Comision de Derecho Civil. Es llegado el momento de cumplir con ese deber. Al hacerlo prescindiré de todo detalle que carezca de verda- dera importancia, para contraerme únicamente a los principios fundamentales que sirven de base a los proyectos, salvo respecto de aquellos puntos acerca de los cuales la mayoría se ha servido invitarme a dar esplicaciones: seria descortesía no apresurarme a complacerla. Debo empezar por declarar que a e Representantes de Chi- le no les es posible seguir el ejemplo, por mas de un aspecto notable, dado por la mayoría de estar dispuesta a aceptar resig- nadamente el voto del Congreso. Soi de opinion de que los principios i reglas de conducta inter- nacional de que aquí hemos venido a ocuparnos, no se resuelven por votos de mayoría; de que es necesario tratar de llegar a un acuerdo, cediendo cada cual algo, i a ello estamos dispuestos, pero solo en lo que no sea de cierta trascendencia, i de que, si el acuerdo no es posible, la minoría debe resignarse, nó a acep- tar el acuerdo de la mayoría, sino a mantener su completa li- bertad de accion. Dadas estas esplicaciones, entro en materia es el órden observado en los proyectos mismos. Se empieza por establecer las reglas a que debe estar subor- dinada la capacidad de las personas i se opta en el proyecto de la comision por las leyes E domicilio; en el mio por las de la residencia. Segun aquéllas, siempre que los habitantes de un pais cele- bren un contrato o ejecuten un acto jurídico cualquiera, deberá calificarse la capacidad de los contratantes, no segun la lei del LA LEJISLACION DE CHILE Li o ANN pais mismo de su residencia i en que el acto se ejecuta, sino segun las leyes del pais en que se hallan domiciliados. Esto, en primer lugar, es contrario a la soberanía de las na- ciones, segun la cual las leyes de cada una de ellas Imperan sobre todos sus habitantes. “Cada Estado, dice Fcelix, tiene el poder de fijar las condiciones necesarias para poseer las pro- piedades muebles o inmuebles que existen en su territorio para su trasmision o espropiacion, como tambien para determinar el estado o la capacidad de las personas que en él se encuentran, i la validez de los contratos i otros actos que en él se verifican. (T. I, núm. 9.) Por otra parte, la regla fijada por la Comision dificulta las relaciones comerciales i de todo jénero, e impone a los interesa- dos ¡a los funcionarios que deben intervenir en estos actos, para la debida solemnidad del acto, sérias dificultades. De la misma manera cuando se trata de decidir acerca de la validez de una obligacion contraida en pais estranjero, atendida la capacidad, no habrán de atenerse las autoridades a las leyes. del pais en que se ejecutó el acto jurídico, sino a las de aquel en que se hallaba entónces domiciliada la persona obligada. ¿I qué fundamento tiene csa preferencia por la lei del dowmni- cilio en desprecio de la lei de la actual residencia? Se comprende fácilmente la preferencia que reclaman los. partidarios de la lez de la nacionalidad. Notables autoridades la sustentan como Fiore, Laurent, Mancini, etc. Su fundamento es el respeto a la personalidad humana, a la lei de la propia na- cion que imprime carácter en sus hijos, como lo esplica Fiore. AE núm.: 53.) Otra razon atendible respecto del principio del estatuto per- sonal i que habla elocuentemente en contra del adoptado por la Comision, es ésta: En cada nacion se determinan las condiciones para fijar el estado i capacidad de las personas, tomando en cuenta el desa- rrollo físico e intelectual de sus habitantes, en lo cual influye cl clima, la educacion, los hábitos, etc. I por eso es que se advierten notables diferencias a este respecto entre las naciones. ¿Il qué sucede tomando por base el domicilio? Todo lo con- trario. E DA A 116 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por el mero hecho de estar o haber estado domiciliado un individuo en un país en que la mayor edad se fija a los vein- tiun años, por ejemplo en Francia, habia de reputársele mayor en cualquier otro en que se encuentre, aun cuando en ésta i en su propia nacion se exijan al efecto veinticinco años, como en Chile i en la mayor parte de los paises rejidos por el Derecho Romano. Se sabe que el domicilio se adquiere, por el hecho del esta- blecimiento, en un lugar con ánimo de permanecer en él indefi- nidamente. Por lo tanto puede bastar una residencia en esas condiciones por un corto tiempo, seis meses, v. g. Este hecho aislado, esta mera circunstancia, es la que ha de fijar para siem- pre su estado í capacidad personal. A donde quiera que vaya se habrá de atender a ella, en desprecio de las leyes que ahí rijan ide las de la propia nacionalidad. No se comprende, pues, la preferencia por la lei del domici- lio sobre la leí del pais en que la persona reside, contrata i se obliga. Cuando esta rije, todo es fácil i sencillo, cuando impera la otra, todo ofrecerá dificultades i embarazos. La persona con quien se va a contratar ¿estará domiciliada en otra parte? ¿Qué leyes rejirán ahí endonde está o endonde puede estar domici- liada? | | Los funcionarios que en cada pais concurren a. ciertos actos para solemnizarlos, saben su oficio ahí donde funcionan, saben a qué atenerse con respecto a la capacidad de los contratantes. ¿Podrán espedirse con igual facilidad en actos que se rijan por las leyes de otras naciones? Ninguna de estas dificultades puede presentarse sí se adopta el principio de la residencia con el cual se respeta tambien el de la soberanía de cada nacion. Ahí donde una persona ejecuta un acto es donde debe ser capaz de ejecutarlo. Las leyes del pais en que se ejecuta son las que deben observarse. Con lo espuesto acerca de este punto quedan demostrados los motivos porque no he podido aceptar el proyecto de la ma- yorla i que me han inducido a formular los artículos 4.9, 5.91 6.9 del que he presentado por mi parte. Adoptado éste no tendrian razon de ser los artículos 1, 2, 3, 4, 10, 11, 12 i 14 del de la mayoría. : 7... Ad AA ddr LA LEJISLACION DE CHILE YY La Comision, consecuente con sus ideas contrarias a la ob- servacion de las leyes del pais en que se reside, ha establecido lo siguiente en la importante materia "De las obligaciones». uArt. 9.9 La leí del lugar donde los contratos deben cum- plirse rije: - 4) Sus formas i solemnidades; b) Su existencia i naturaleza; c) Su validez i subsistencia; d) Sus efectos i consecuencias; e) Su ejecucion i estincion. f) En suma, todo cuanto les concierne bajo cualquier as- pecto que sea. El que suscribe, encargado especialmente por sus Honorables colegas de la Comision, del estudio de esta importante materia, propuso la adcpcion de las reglas contenidas en el título respec- tivo del proyecto acompañado i cuya base es el principio locus regit actum establecido en el artículo 22, pero no tuvo la for- tuna de que fueran aceptadas por la Comision. Segun dicho artículo, los contratos celebrados i actos ejecu- tados en cualquiera de los Estados signatarios del Tratado, en conformidad a sus leyes, se reputarán válidos en todos los de- mas, sin perjuicio de las excepciones o limitaciones contenidas en el mismo Tratado. La sanidad de la doctrina que este artículo reconoce, se im- pone a su mera lectura. ¿Qué otra regla seria mas adecuada a la mas perfecta fraternidad? ¿Cuál que consulte mejor los inte- reses sociales? ¿Cuál seria mas fácil en su ejecucion práctica? ¿Cuál otra se conformaria mejor a los intereses i necesidades del comercio i la industria? ¿Cuáles son los inconvenientes que ofrece? Nada mejor puedo hacer para responder a estas cuestiones que referirme a los mas notables autores que han tratado de esta materia, Espero que el Honorable Congreso no ha de tener a mal que reclame su atencion mas benévola. La importancia de la mate- ria i el deber en que me creo de esplicar i apoyar mi línea de es A "7 a 118 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS conducta en el desempeño de mis trabajos en la Comision, me escusarán tambien. "Un principio hoi día jeneralmente adoptado por las nacio- nes, dice Fiore, es que la forma de los actos se regla por la lei del lugar en el cual han pasado o se han ejecutado. Es decir, que para la validez de todo acto basta observar las formalidades prescritas por la lei del lugar en que se ejecutan. El principio que acabamos de anunciar se aplica a todos los actos lícitos del hombre, convencionales u otros: así, él regla los actos del estado civil, los actos de celebracion del matrimonio, las donaciones, los testamentos, todas las convenciones a título oneroson. (FELIX, Derecho Internacional, t. 1, núm. 73.) Este ilustre publicista cita cincuenta autores que son de su opinion i la doctrina de la Corte de Casacion de Francia i las Cortes de Rouen. La regla indicada, agrega, no se aplica solamente a los actos públicos o solemnes, sino tambien a los que constan de docu- mentos privados. El mismo autor desarrolla esta doctrina en lol núms. 791 siguientes de la obra citada. En cuanto al fondo o valor intrínseco de los actos jurídicos, he aquí cómo se espresa: "El principio jeneral en esta materia es que las partes con- tratantes han tenido la intencion de conformarse en sus con- venciones a la lei del lugar en qe se han perfeccionado. CL. E núm. 96.) 47 "Merlin, agrega en el número citado, se espresa en los si- guientes términos: Todo hombre que contrata en un pais, sea domiciliado o nó, nacional o estranjero, adhiere a las cláusulas del tratado que hace el sentido i las consecuencias de las leyes del pais. (Repertorio Merlin, V. Étranger.) “La necesidad de las relaciones entre las naciones, dicen M. M. Kent i Story, ha hecho establecer que la validez de un contrato - i todo lo que concierne a su naturaleza, el lazo vznculum obli- gationis, como todo lo relativo a su interpretacion, depende de la lei del lugar en que se ha celebrado. | Sería demasiado molesto acumular mas citas de este autor, maestro en la materia; pero debo hacer notar que ni él ni nin- LA LEJISLACION DE CHILE 119 guno de los tratadistas a que en este estudio me refiero, se imajinan siquiera que puede dejar de aplicarse la máxima locus regié actum con que encabeza el capítulo de su obra ci- tada i que sirve de fundamento a su doctrina. (FELIX, Dere- cho Internacional, t. 1, núm. 73 al 108.) Otro publicista no ménos notable, Fiore, dice a este respecto: "Cuando no se ha declarado espresamente que se prefiere la lei del lugar de la ejecucion a la del domicilio del deudor o acreedor, o la preferencia no resulte de circunstancias de un modo cierto, debe presumirse que las partes se han referido a la lei vijente en el lugar donde han realizado el acto que ha dado oríjen al vínculo jurídico... (FIORE, t. 1, núm. 112.) Con arreglo a la lei del lugar donde se contrae la obligacion, es como debe decidirse si es civil o natural, sí es pura 1 simple o condicional, si consiste en dar o en hacer, i sí es una obliga- cion rez corte o una obligatis generis. (FIORE, t. 1, núm. 141.) En cuanto a la solidaridad de los deudores comprometidos, ya se derive inmediatamente de la lei, ya proceda de un con- venio endonde se haya estipulado espresamente, debe ser rejida por la lei del lugar donde se ha realizado el contrato. (FIORE, t. I, núm. 142.) Cuando las partes no han declarado nada espresamente, la lex loci contractus es la que debe determinar todos los efec- tos jurídicos inmediatos que del contrato se derivan, ya sea por disposicion de la lei, ya por la costumbre. (FIORE, t. l, núm. 146.) No es ménos esplícito el célebre Laurent. "¿Qué lei se sigue, pregunta, para reglar la forma de los actos? Hai sobre este. punto un viejo adajio que está admitido por todos los autores 2 consagrado por todas las lejislaciones: locus regit actum.n (LAU- RENT, t. 11, núm. 233.) El acto ejecutado segun las formas del lugar de su otorga- miento, es válido en todas partes cualquiera que sea la nacio- nalidad de los interesados. (LAURENT, t. 1, núm. 239.) “Se pregunta si un acto auténtico debe ser recibido en el estranjero en las formas prescritas por la lei local. Apénas puede formularse esta pregunta, porque la afirmativa es de evi- “dencia. (LAURENT, t. II, núm. 245.) 120 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Citaré, por fin, a Calvo, cuya autorizada opinion llega a parc- cer exajerada. "En derecho estricto, dice, los contratos deben ser rejidos, en cuanto al valor legal de su forma i en cuanto a los efectos que se derivan de sus estipulaciones, por la lei del lugar en que se han celebrado. Esta regla deducida del axioma lex loci contractus está fundada no solo en la conveniencia mútua de los individuos, sino en la necesidad moral para las naciones, de vivir en relaciones íntimas las unas con las otras. El Estado que cesara de aplicar esta regla se aislaria del mo- vimiento jeneral de la civilizacion i volveria luego, por una pendiente fatal, al estado de barbarie de las tribus salvajes. (CALVO, Derecho Internacional. 5.2 edicion, t, 11, $ 965.) No debemos aceptar esta exajeracion Pero, me pregunto: ¿Es posible que sea desconocido i recha- zado este axioma en el Congreso Internacional reunido hoi en Montevideo? | I ¿por qué lo seria? "Porque ya es necesario reaccionar contra un principio cuyo. oríjen se ignora i que se ha venido imponiendo con el trascurso del tiempo, principio que condena la ciencia jurídica. Porque es necesario hacer la luz en el caos a que nos han conde- nado los autores que lo sostienen i las naciones que lo reco- nocen.n. El Congreso lo ha oido: se trata de reaccionar contra el ór- den de cosas actual i contra la opinion casi unánime de los publicistas, de las naciones i contra nuestros códigos. Es otra la regla que debe consagrarse segun la mayoría, a saber: : La lei del lugar donde los contratos deben cumplirse. Esa lei es la que segun la mayoría de la Comision debe rejir en los contratos todo cuanto les concierne bajo cualquier as- pecto. CAN : | El Honorable Congreso advertirá seguramente que el sistema ideado por la Honorable Comision ofrece sérios inconvenientes: con efecto, en el mayor número de casos, las personas que po- seyendo bienes en diversos paises, deseen contratar sobre ellos, ignorarán las leyes a que deben ajustar sus contratos, 1 no faltarán ocasiones en que no les será posible adquirir ese cono- : A A db AA A AM CAS LA LEJISLACION DE CHILE 121 cimiento. En todo caso se les impone molestias i gastos que ninguna razon de ser tienen. Pueden ocurrir inconvenientes no solo difíciles de vencer, sino imposibles: ¿qué se hará si en el lugar en que están situa- dos los bienes se exijen requisitos que no pueden llenarse:en el lugar en que el contrato se celebra? Los testamentos, dice Laurent, haciéndose cargo de este incoveniente (tomo II, nú- mero 236), se otorgan ante la justicia, segun' la lei prusiana, i ante un notario entre nosotros. Inútilmente un prusiano querrá testar entre nosotros ante un tribunal; el juez se declararia incompetente. Ha sido, pues, necesario permitir al prusiano hacer testamento ante notario. De la misma manera los franceses i los belgas que desean con- tratar en pais estranjero, ahí endonde hai notarios, estarán obligados a conformarse a las leyes del pais. En cuanto a los documentos privados, la dificultad es menor, pero subsiste. ¿Quién redacta los actos? Rara vez son las partes; de ordinario son los ajentes de negocios. Estos no conocen sino la práctica legal del pais en que ejercitan su ministerio. En cuanto a las partes, ellas están obligadas, no conociendo las le- yes, a valerse de redactores que arreglan los actos conforme a la lei local. Redactados en esta forma hacen fe en todas par- tes; sinó (decia Portalis esponiendo los motivos del proyecto del Código), no habria ninguna seguridad en las relaciones ci- - viles. Pero hai aun otro motivo de imposibilidad: los funcionarios públicos, notarios, jueces o lo que sean, están obligados a re- dactar i formalizar los instrumentos que otorgan, segun la lei del lugar en que desempeñan sus funciones. Ellos no pueden cambiar las formas, adoptando los contratos a tantos paises co- mo estranjeros de diversas nacionalidades haya. No conocen ni deben aplicar otras formas, repito, que las del lugar en que fun- cionan. La Honorable Comision no se ha hecho cargo de estas difi- cultades que son insolubles. ¿Qué motivos tan poderosos ha tenido para apartarse del uso corriente entre todas las naciones, para cambiar de raíz el órden de cosas actual? 122 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS - Nada tiene que ver en la precedente cuestion la escuela a que quiera subordinar sus acuerdos el Honorable Congreso. Aquí no se trata de predominio de estatutos. Ni los princi- pios del estatuto personal, ni los del estatuto real se comprome- ten, Laurent lo dice, “si se atiende al lenguaje tradicional, es necesario decir que el estatuto de las formas del acto no es ni personal, ni real.» (T. II, núm. 235.) Se ha visto tambien por las trascripciones que he hecho de Fiore, que este publicista, partidario de la lei de nacionalidad, reconoce 1 acepta como un axioma la regla locus regtt actum. La presente cuestion no es, pues, de estatutos. Los partida- rios de todas las escuelas proclaman el axioma. Se trata solo de facilitar al hombre en sociedad los medios de estrechar sus relaciones, de comerciar, de ejercitar los dere- chos inherentes a su sér, de adquirir bienes i disponer de los propios en donde quiera que se encuentren i de la manera mas cómoda i fácil posible. Hai todavía otro órden de consideraciones. El réjimen que estableceria el “Uratado en la forma adoptada por la Comision, obligaria a las naciones contratantes, de lo cual resultaria que el propósito de estrechar 1 facilitar las rela- ciones mútuas seria contrariado. En efecto: los residentes en esta República Oriental pueden hoi celebrar contratos que ha- bian de tener su cumplimiento en cualquiera de las otras re- públicas, de la manera mas sencilla i fácil, sin mas que dirijirse al primer notario, o siendo el contrato privado, ajustándose a la lei aquí vijente. Aprobado el Tratado ¿tendrían las mismas facilidades dos comerciantes, dos agricultores, dos industriales, 1 aun dos abogados? | | Entre tanto, esos mismos residentes nacionales o estranjeros, pueden seguir contratando libremente i con las mismas facili- dades que hoi lo verifican, cuando el cumplimiento de las obli- gaciones haya de tener lugar en Ss otro pais no signa- tario. E eS . ¿Es esto razonable? Si hubiera de entenderse que el Tratado que se sea, no solo liga a las naciones signatarias entre sí, sino que las obli- ga a ajustarse al órden de cosas que establece en sus relaciones a Ns ro e e DS LA LEJISLACION DE CHILE 123 con las demas naciones, nos colocaríamos fuera del derecho comun de las naciones cultas, como lo dice Calvo. (Derecho Tp- ternacional, t. IL, $ 905.) Por los inconvenientes anotados i otros muchos que apuntan los notables publicistas que he citado, las naciones i los juris- consultos han adoptado, con rara uniformidad, el principio que el que suscribe ha reconocido en su proyecto i del que se ha apartado la Honorable Comision. El que suscribe ha tenido ademas de los motivos espuestos, uno especial para no adherirse al proyecto de la Comision, i mantener el que por su parte propuso. Ese motivo es el debido respeto a las leyes patrias. No estarán distantes los representantes de Chile de aceptar, por su parte, modificaciones de sus leyes, cuando razones pode- rosas lo aconsejen, pero sí lo estarán, i mucho, cuando se trate de derogar las que tienen por fundamento la razon, la práctica de las naciones cultas ila opinion uniforme de los publicistas, leyes de que se enorgullece ide que ha cosechado buenos fru- tos durante largos años. El Código Civil Chileno, conformándose a la práctica ordina- ría, establece: e "La lei es obligatoria para todos los habitantes de la Repú- blica inclusos los estranjeros..1 (Art. 14.) | "Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la lei declara incapaces... (Art. 1446.) El Código Civil determina en seguida quiénes son incapaces. "La forma de los instrumentos públicos se determina por las leyes del pais en que han sido otorgados. (Art. 19, etc., etc.) Decia poco há, que el principio lZocus regzt actum: no era contrario a ningun estatuto; i en efecto, la lei chilena, que sujeta los bienes situados en Chile a las leyes chilenas, respe- tando así el principio territorial, admite, no obstante, los con- tratos válidamente otorgados en pais estranjero. En este punto, como en otros, limita el principio. Hé aquí cómo se espresa a este respecto: "Los bienes situados en Chile están sujetos a las leyes chi- lenas, aunque sus dueños sean estranjeros i no residan en Chile. 124 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS hs "Esta disposicion se entenderá sin perjuicio de las estipula- ciones contenidas en los contratos otorgados válidamente en pais estraño. "Pero los efectos de los contratos otorgados en pais estraño para cumplirse en Chile, se arreglarán a las leyes chilenas. Como se ve, el Código Civil Chileno resguarda los derechos anexos a la situacion de los bienes, sin desconocer la validez de los contratos celebrados en otros paises. El artículo 2411 dice textualmente: “Los contratos hipote- carios celebrados en pais estranjero, darán hipoteca sobre los bienes situados en Chile, con tal que se inscriban en el compe- tente rejistro.» El Código Chileno reputa válidos aun los contratos hipote- carios celebrados en el estranjero. Solo exije la inscripcion de la hipoteca en el rejistro. Acepta el contrato que, constando de escritura pública, es válido donde se otorgó. No podria, pues, el que suscribe, aceptar modificaciones al órden de cosas existente, i que, lo repito, no ha dejado nada que desear durante largos años. Pero, se dice, i ésta es la razon de la regla que la Honorable Comision propone: “Los contratos deben rejirse por las leyes " del lugar en que se han de cumplir, porque en muchos casos ”n tendrán necesariamente que ajustarse a ellas en su cumpli- " miento.n Así, si en un pais el arrendamiento de bienes in- muebles no puede hacerse por mas de diez años, en balde será que en un contrato de arrendamiento de bienes situados en él, se haga por veinte, aunque lo autorice la lei del pais en que el contrato se celebra. Si en un pais está prohibida la prision por deudas, en balde será que se estipule en otro que es permitida. Si en un pais el contrato sobre bienes raices debe hacerse por escritura pública, no será válido en él cn otra forma; aunque lo sea en el pais de su celebracion. En consecuencia, es preferible a la regla locus reg1f actum la establecida en el artículo 30 de nuestro proyecto, segun la cual deben rejirse los actos jurídicos, en cuanto a su forma i fondo, por la lei del lugar en que han de cumplirse. Pero este raciocinio de la Honorable Comision no está fun- dado en ningun principio nuevo de Derecho que se haya hecho ; l LA LEJISLACION DE CHILE 125 camino por los progresos de la ciencia. Foelix i los cincuenta autores citados por él, Laurent, Fiore, Merlin, Calvo i los citados por ellos, han sabido mui bien que en ningun pais culto pueden reputarse como válidos los actos jurídicos prohibidos por sus le- yes, 1 que las obligaciones, en jencral, deben arreglarse, en cuanto a sus efectos, alas leyes del pais en que van a cumplirse; i final- mente, que, cuando en estos casos se exijan requisitos especia- les, es necesario llenarlos. No obstante, declaran que la regla locus regit actum está admitida por todos los autores ¿ consagrada por todas las lezislaciones. Ellos han estudiado detenidamente las dificultades a que puede dar oríjen dicha regla, a fin de determinar cuál debe ser su lejítima significacion i su alcance. 1, solo despues de estudiar las objeciones que pueden hacerse, ya en un sentido, ya en otro, optan por ella, reduciendo a meras excepciones lo que, se- gun los principios de jurisprudencia, debe quedar escluido. Véase si nó lo que cada uno dice latamente en los títulos que consagran a la matería de las obras citadas. No haí, pues, en esto, sino el estudio de una sencilla regla- mentacion para establecer en un tratado el procedimiento mas correcto. En esa reglamentacion tendrá su lugar lo que la Ho- norable Comision observa, i con ello habrá desaparecido la ob- jecion, En efecto, en los tres casos que por vía de ejemplo acabo de proponer para esplicar el pensamiento de mis honorables cole- gas, la objecion se contesta con solo establecer la siguiente excepcion al principio: locus reg? actum. Los contratos que han de producir efecto en un determinado Estado, no valdrán si exijiéndose en él requisitos especiales para su validez, no se llenaren. Tampoco se reputará válida en un Estado, ninguna obligacion contraria al órden público o a la moral (artículos 23 i 26 de mi proyecto). Estas excepciones reconocidas por los jurisconsultos, debian satisfacer a la mayoría de la Honorable Comision, porque la exijencia de escritura pública para venta de bienes inmuebles, la prohibicion de contratar arrendamiento por mas de diez años, i la prision por deudas, son prescripciones de órden pú- blico, 4 126 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Sí el desacuerdo en la Comision hubiera sido con respecto a detalles o meras excepciones, ya rechazándose unas, ya propo- niéndose otras, no habria sido difícil una resolucion uniforme. Pero desgraciadamente ha sido en puntos esenciales. Se ha tomado por la Honorable Comision una base inusitada, que trastorna el órden de cosas actual i que tiende a introducir confusion en nuestras relaciones internacionales. No se advier- te que las naciones obligadas a conformarse al nuevo órden de cosas, establecido por el tratado que se ajustará en esta forma, no podrian imponerlo a las demas naciones no comprometidas, teniendo en tal caso.las primeras que rejirse por dos lejislaciones diversas; una rejiria las relaciones de las naciones comprometi- das entre sí i otra las relaciones de éstas con las demas. Otro de los puntos sustanciales de desacuerdo a que me he referido es el relativo a la sucesion por causa de muerte. El proyecto de la Comision establece lo que sigue: "ARTÍCULO PRIMERO La lei del lugar de la situacion de los bienes hereditarios al tiempo de la muerte de la persona de cuya sucesion se trata, rije: a) La capacidad del causante para testar; 6) La del heredero o legatario para suceder; c) Las formas, validez i efectos del testamento; d) Los títulos i derechos hereditarios de los parientes í del cónyuje supérstite; .€) La existencia i proporcion de las lejítimas; f) La existencia 1 monto de los bienes reservables; g) En suma, todo lo relativo a la sucesion lejítima i testa- mentaria.n Como se ve, una vez vijente el Tratado quela Comision pro- pone, un súbdito peruano domiciliado i residente en un pais i que tenga bienes en Chile 1 en Bolivia, v. g., no podria testar válidamente en su propio pais-en conformidad a sus leyes, i de- beria hacerlo guardando en la forma 1 | el fondo las leyes del Perú, de Chile i de Bolivia. Asimismo sus herederos lejítimos, sean hijos, padres, cónyuje LA LEJISLACION DE CHILE 127 APA AAA hermanos, etc., habrán de partirse, nó segun las leyes del Perú en la sucesion intestada, sino segun las del Perú i las de Chile | i las de Bolivia, reglándose sus derechos por tantas lejislaciones cuantos sean los paises en que posea bienes. No establece el proyecto de la Comision en dónde i en qué momento se abre una sucesion; pero como establece que ésta se rije en todo, absolutamente en todo, por las leyes del lugar en que haya bienes, se sigue que debe abrirse en tantos puntos como sean los en que bienes haya. No determina tampoco si habrá de ser uno el juicio de suce- sion o serán varios; pero es consecuencia ineludible del artícu- lo 44 que ha de haber tantos juicios de sucesion como paises en que haya bienes, lu cual no solo ofreceria graves dificultades, sino que sería imposible. Tanto se aparta el proyecto de la Comision de la jurispru- dencia universal en esta materia, que hasta el derecho de testar lo hace imposible, o poco ménos, en los casos a que se refiere. Preténdese que la forma del testamento se rija por las leyes del lugar en que están situados los bienes. Como si un testamento pudiera subordinarse en su forma a leyes de diversas Naciones; o como sí fuera correcto otorgar tantos testamentos diversos como pueblos haya en que el testador tenga bienes. Finalmente, el proyecto llega hasta establecer algo que dudo mucho pueda realizarse. Me refiero a las reglas relativas a los acreedores, í a la forma i modo en que han de ejercitarse sus acciones, se les priva del derecho de ocurrir donde ellos vieren convenirles; se les obliga en ocasiones a dirijirse a diversos lu- gares, se determina la parte de su crédito que en cada pais pue- den cobrar, í se les sujeta a un prorrateo ocasionado a tantos inconvenientes i dificultades que en la práctica ha de ser, si no imposible, poco ménos. Con lo espuesto quedan demostrados los motivos de mi disentimiento de la mayoría de la Comision en los puntos sustanciales del proyecto presentado por ella ia los cuales se refiere la mayor parte de las disposiciones que contiene, de tal suerte que eliminados o sustituidos por los que yo he adoptado, por el mismo hecho deben desaparecer todas las disposiciones basadas en ellas, EA 128 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS No debo, por tanto, detenerme en el análisis de estas ni tam- poco en el de aquellas reglas que pueden calificarse de mero detalle. Aquí deberia terminar mi esposicion, porque teniendo solo que referirse a la discusion jeneral, es inútil detenerse en deta- lles; pero, oido lo que a nombre de la mayoría se ha dicho, fal- taria a- un deber de cortesía, como ya lo espuse, no dando las esplicaciones a que se me ha invitado espresamente respecto de ciertos vacíos, inconsecuencias i contradicciones que la ma- yoría nota en mi proyecto. - E El primer vacio que me invita a esplicar la mayoría es el que resulta de mi silencio respecto de las personas jurídicas. Estraña que haya hecho caso omiso de los artículos 5.9 i 6,9 de su proyecto, que es todo lo que ella consagra a la matcria, No advierte la Comision que dichos artículos no estatuyen nada, si bien se considera. Con efecto: decir que una persona jurídica será capaz en aquel Estado en que se le declare capaz, donde lo sea, es no de- cir nada. Tan cierto es esto que consignado o nó el artículo, será capaz en la República de Bolivia i Arjentina, la persona jurídica que sus leyes declaran capaz. La misma observacion puede hacerse respecto de los incisos 1 i 2 del artículo 6.9 E Si la existencia i capacidad de una persona jurídica ha de juzgarse por la lei en donde existe, i solo ha de poder ejecutar los actos propios de su institucion en otro Estado, en confor- midad a las leyes de ésta, ¿qué objeto tiene esta declaracion en un tratado? ) | Si una corporacion que tenga personería jurídica en el Uru- guai se ha de rejir por las leyes del Uruguai, í si para ejercer sus funciones en la Arjentina se sujetará a las prescripciones de ésta, que es todo lo estatuido por la mayoría ¿qué se ha avanzado con tales artículos? Feos Que toda persona jurídica, habrá de rejirse por las leyes dic- tadas exprofeso para ella en el pais en que existe, i si pretende ejercer actos de su institucion en otro Estado lo hará tambien, si en él se le reconoce, i en conformidad a las leyes dictadas al LA LEJISLACION DE CHILE 129 AIN efecto. Eso, señores, no es materia de un Tratado, eso no es una Convencion. Eso es simplemente reconocer en cada Nacion el derecho que tiene para gobernarse. El inciso 2.2 por su texto claro i literal deja sin aplicacion el 3,9 Él declara que el carácter que invisten las personas jurí- dicas las habilita plenamente para ejercitar fuera del lugar de su institucion todas las acciones i derechos que les corresponden. El inciso, como se ve, no exceptúa n2nguna accion ni derecho. Pregunto: ¿no se comprenden en estas espresiones las accio- mes, los derechos propios de la institucion, anexos a ella? Pero lo que quiere decir la mayoría es otra cosa. Lo que quiere decir es que las personas jurídicas pueden de- mandar en otras partes el cumplimiento de las obligaciones con ellas contraídas, esto es, comparecer en juicio. Esta disposicion no es necesaria, i si lo fuera corresponderia a títulos separados de este proyecto: al de la jurisdiccion i al de procedimientos. La minoría no ha necesitado hacer mencion espresa acerca de las personas jurídicas, porque sujeta o subordina la capaci- dad para todo acto jurídico, a las leyes del pais en que el acto se ejecuta. El caso, como todos aquellos en que deba apreciarse la capa- cidad, se comprende en una regla jeneral que no deja lugar a ninguna duda ni vacilacion. | I nótese que la mayoría, que tanto estraña la deficiencia del proyecto de la minoría a este respecto, establece el mismo prin- cipio, pero dedicándole especialmente dos artículos con cuatro incisos que, en resúmen, no hacen mas que reconocer que rijen en cuanto a las personas jurídicas las leyes del pais en que funcionan. Ha sido, pues, una mera ilusion de la mayoría la de creer que ha tratado la materia majistralmente, i que la minoría ha pres- cindido por completo de ella. No es menor su ilusion cuando cree encontrar otras deficien- cias i contradicciones en el título "De las personas. Si se digna fijar su atencion en el alcance de la regla segun la cual la capacidad se juzga por la lei de la residencia, verá resueltas todas las cuestiones que pueden suscitarse. Verá tam- TOMO LXXXII 9 130 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS bien que segun ella no tiene razon de ser la mayor parte de los artículos que contiene sobre esta materia su proyecto. En cuanto a contradicciones, no las hai. La mayoría no ha demostrado el cargo. Ello es mas difícil, sin duda, que hacerlo. Oportunamente podremos debatirlo, porque corresponde al de- talle. Me limito por ahora a rechazarlo. Debo, sí, dar la esplicacion que se ha servido limo con- cretamente acerca de mi silencio respecto de los casos previstos en los artículos 26, 27, 28 i 29 de su proyecto. El caso del artículo 26 está resuelto porla regla locus regit actum reconocida en el mio. | La mayoría, que ha establecido que las obligaciones se rijen por la leí del lugar en que deben cumplirse, ha necesitado dar la regla del artículo 26. La minoría que establece que las obligaciones se rijen por la lei del lugar en que se contraen, salvo las excepciones que se espresan, no ha debido ocuparse de ese punto. El artículo 27 estatuye, bien que con distinta redaccion: que los derechos adquiridos sobre bienes muebles, deben respetarse, aunque éstos cambien de situacion. Es decir, que quien es dueño de un reloj o de un mueble cualquiera, por haberlo adquirido lejítimamente en Montevideo, sigue siendo dueño de él en Buenos Aires, si allá lo lleva. La minoría no ha creido que sea necesario garantir por me- dio de un Tratado el derecho de propiedad en estos Estados. En cuanto al artículo 28 ignora la minoría que haya pueblo alguno culto en que sea necesario llenar requisitos de forma o de fondo para conservar la propiedad de los objetos muebles adquiridos lejítimamente en otra parte. Ahora, si lo que se desea establecer es relativo a los casos procedentes de contratos defectuosos, cuyos vicios pueden sub- sanarse llenándose algunos requisitos en el lugar de la nueva situacion, como parece desprenderse del artículo siguiente, eso no es matería de un Tratado. Eso quiere decir simplemente que el que no es dueño perfecto de una cosa, no lo será hasta que -no la obtenga lejítimamente. ] En cuanto al artículo 27, ¿será necesario un Tratado para que se reconozca que tiene mejor derecho sobre determinados LA LEJISLACION DE CHILE 131 A bienes, el que los adquirió llenando las formalidades exijidas por las leyes, que otro que no los habia adquirido legalmente por no haber llenado los requisitos necesarios para la adqui- sicion? | | Con el mérito de lo espuesto, creo haber demostrado que, por lo ménos, el proyecto que he tenido el honor de presentar, no merece ser tratado con la severidad con que lo ha sido por parte de la mayoría; i que bien podria a mi vez estrañar la estrañeza que ella ha manifestado, si no tuviera la conviccion de que ha puesto de su parte, en el estudio de las graves cuestiones que aquí se dilucidan, todo el estudio ¡esmero de que ha sido capaz, i de que la falibilidad es inherente a la naturaleza humana aun. en los espiritus mas privilejiados. DAPRATS TTI Rofutacion del discurso del Plenipotenciario Arjentino don Manuel Quintana Habíamos concluido ya nuestros comentarios de los artículos: del Código Civil de la República, que versan sobre el Derecho. Internacional Privado, cuando llegó a nuestras manos el dis- curso que el Plenipotenciario Arjentino, doctor don Manuel Quintana, pronunció en defensa del proyecto de la mayoría del Congreso de Plenipotenciarios, reunido en Montevideo para. tratar sobre el Derecho Internacional Privado. El proyecto de la mayoría difiere en muchos puntos de los. principios adoptados por el Código Civil Chileno; í el Plenipo- tenciario de nuestra República, señor don Belisario Prats, ha. combatido acertada i brillantemente, icon poderosa copia de razones i autoridades, los diversos puntos del proyecto de la. mayoría, contrarios a la doctrina de nuestro Código. Nosotros habíamos, en nuestro comentario, combatido, sin verlas así formuladas, muchas de las reglas puestas por la ma- yoría del Congreso de Plenipotenciarios i defendidas por el doctor Quintana; como que hemos procurado (sin disimular en 132 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS “mucha parte nuestros esfuerzos) dejar bien establecida la leji- +timidad de la doctrina de nuestro Código, sus ventajas, no solo «para los nacionales sino tambien para los estranjeros, su carác- ter eminentemente liberal ijeneroso, su lójica inflexible i su “severa sobriedad en el precepto, hermanada con la lucidez de la espresion. Podemos gloriarnos de que ningun Código euro- peo ni americano nos lleva ventaja a este respecto: tenemos aquí -consagrados los principios fundamentales mas sanos, mejor re- conocidos en el mundo científico, i hemos formado con ellos un «sistema cuya estructura, por ciertas líneas nuevas i peculiares, -es propiedad chilena. Conociendo ahora el discurso del doctor Quintaña, no pode- -mos guardar silencio sobre algunas de las opiniones que sus- tenta, a las veces con inconsiderada acritud. Tal nos parece la -censura que, con insistencia í sin reserva alguna, fulmina con- tra la regla locus regit actum. El diplomático arjentino no en- cuentra palabras bastante fuertes o enérjicas para condenar la regla, i se ensaña contra ella con tanto encarnizamiento que en la censura de la regla, envuelve, sin los respetos personales, a los distinguidos jurisconsultos (que son todos, sin exceptuar el mismo doctor Quintana) que desde muchos siglos vienen aca- tando el dogma jurídico que ella contiene i respetando su lejíti- -ma íi constante aplicacion, sin contradiccion de nadie. Oigamos al diplomático arjentino. Despues de establecer -que el mejor sistema seria el que proscribiese la funesta influencia de la lez del lugar de la celebracion para sujetarse esclusiva- mente a la lez del lugar de la ejecucion de las convenciones, agre- ga: "Aun cuando la regla locus reg2? actum goce de ¿ncuestiona- -ble autoridad desde el tiempo de los grandes estatutarios, haya atravesado incólume las vicisitudes científicas de los últimos tiempos i haya llegado hasta nosotros rodeada. de una aureola -que todavía deslumbra a espiritus selectos, la verdad es que «nadie conoce con exactitud su verdadero orfjen, ni la época en -que apareció, ni la órbita precisa de su accion. Háse pretendido derivarla del Derecho Romano; pero esa pretension se estrella con el texto espreso de la lei del 21 del Dijesto, título De obZ¿- _gationibus et actiontbus. Bartolo ha sido indicado como su ver- dadero autor; pero, simple elosador de las leyes romanas, no . er / Ad Dt Lil ET A PIPA Z > A vo FA TAME MN CITY LA LEJISLACION DE CHILE ez podia revelarse contra su autoridad para cambiar su letra o torcer su espíritu. Háse atribuido, por último, a los estatutarios; pero, si bien su notoriedad data de la Edad Media, ninguno de ellos se proclama su autor i muchos. de los mas famosos desco- nocen su imperion... “Trátase de una regla incierta, tan vaga i tan controvertible, que sus propios defensores no han logrado ponerse de acuerdo sobre su carácter para decidir si es faculta- tiva u obligatorian... "Por otra parte, las razones aducidas en defensa de la regla, no resisten al mas lijero exámen, su com- pleta insuficiencia para dirimir los conflictos de la materia, es confesada por sus propios defensores, i su absoluto rechazo se impone como un deber ineludible de la ciencia, que no puede - sacrificar la severidad de sus principios, la exactitud de sus de- ducciones, i la estabilidad de las convenciones humanas en aras de sentencias anónimas, sin mas título que el tiempo, ni mas fundamento que la 742224. Poco despues agrega: "La verdad de las cosas, la lójica de los principios i la seguridad de los actos jurídicos exijen, de Bl . consiguiente, que la regla locus regzf actum sea proscrita, i pros- crita para siempre, del Derecho Internacional Privado. Concluye el señor Quintana abrazando como el mejor de los. sistemas, el que reconoce como regla absoluta de las convencio- nes la lei del lugar de la ejecucion, comprendiendo forma, sus- tancia, efectos, cumplimiento 2 demas que les concierne desde que nacen hasta que mueren. “Es de buen principio, dice, que todo acto sea indivisible del punto de vista de la lei que haya de re-- jirlo; que su forma sea inseparable de su fondo, i que tanto ba- jo uno como bajo otro aspecto, sea esclusivamente rejido por una sola i única lei.” Cita en su apoyo a mas de la lei 21 ff. De obligationibus et actionibus, la 3.2 del título 5.9, libro 42 del mis- mo Código, | De los párrafos trascritos resulta que, segun la opinion de la mayoría del Congreso de Plenipotenciarios, representada por el doctor Quintana, la regla locus regit actum debe ser rechazada en absoluto, proscrita para siempre del Derecho Internacional Privado, por las siguientes consideraciones: 1.2 Porque nadie conoce con exactitud su verdadero oríjen, ni la época en que apareció; A O A NA A A dd lei 6 cd Brin “sl 5 “ie A. sd a ES MAA 134 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 2.2 Porque nadie conoce la órbita precisa de su accion; 3.2 Porque es tan incierta, tan vaga 1 tan controvertible, que sus mismos defensores no están de acuerdo sobre su carácter: sobre si es facultativa u obligatoria; ¡ 4.2 Porque es contraria al texto espreso de la lei romana. 5.2 Porque los fundamentos de la regla no resisten el mas lijero exámen, i porque su completa insuficiencia para dirimir los conflic- tos de la materia es confesada por sus proptos defensores; 6.2 Porque es una sentencia anónima, que no tiene en su favor otro título que el tiempo, ni mas fundamento que la RUTINA; szn que pueda, por lo tanto, dar mérito para que la ciencia sacrifique en su obsequio la severidad de sus principios, la exactitud de sus deducciones i la estabilidad de las convenciones humanas. 72 Porque es de buen principto que todo acto sea indivisible del punto de vista de la lez que haya de rezzrlo; que su forma sea ¿n- separable de su fondo, z que tanto bajo uno como bajo otro aspecto sea esclusivamente rejido por una sola ¿ única let. He aquí, en resúmen, los motivos en que funda el doctor Quintana, a nombre de la mayoría de la Comision, el rechazo absoluto de la regla locus regit actum. Esos motivos apénas si pueden calificarse de argumentos, porque ellos son simples afir- maciones que su autor no ha cuidado mucho de comprobar, í podrian ser contestadas con otras simples negaciones. Nosotros nos esforzaremos en justificar nuestro rechazo de tales motivos cuanto esté a nuestro alcance, para no incurrir en el mismo vi- cio que censuramos. No necesitamos, en verdad, de grande es- fuerzo para este debate. Es I El primer motivo con que se rechaza la regla, aun cuando fuera cierto, no merecería ser escuchado ni discutido; no es argumento ni opone tacha o defecto que vicie la regla. Si le dié- ramos cabida, habria que rechazar muchísimas verdades i prin- me pt E 140 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ficiente para presumir que los contratantes han querido some- de las partes. Pero la regla adoptada por nuestro Código Civil para reclamar la lesion enorme, sea cual fuere el lugar donde mucha razon, que el hecho de designar un lugar para la ejecu- cion del contrato, o el hecho de que, segun los términos del contrato, deba éste ser ejecutado en cierto lugar, es motivo su- terse a la lei del lugar señalado para la ejecucion. Pero esto no es lo mismo que sostiene la »mauyoría i que defiende con tanto calor el doctor Quintana. Segun ellos, la regla es abso- luta, sin limitacion: en cualquier lugar donde se pida la ejecu- cion del contrato o donde se ejercite una accion que nazca del contrato, se juzga de esa accion segun la lei del pais donde ella se ejercita, o bien, el contrato es rejido por la lei de dicho pais; de manera que se hace prevalecer esta lei sobre la lei del pais donde debia ejecutarse el contrato, en conformidad a la mente dispone que el contrato se juzgue segun la lei del pais donde debía ejecutarse i nó segun la lei del pais donde se pide la ejecucion; o lo que es lo mismo, el contrato no produce otros derechos i obligaciones que los que determine la lci del pais en que por la estipulacion de las partes deba ejecutarse, i no los que determine la lei de otro pais, donde por cualquier ac- cidente se pida la ejecucion. Ejemplo: supóngase que por la leí arjentina se diera lugar a la accion de lesion enorme en la. venta de bienes muebles; que se celebrara en Córdoba una ven- ta de quinientos animales vacunos para entregarlos i pagarlos en Chile, i que el precio estipulado por esos animales fuera tan exiguo o tan excesivo que importara ménos de la mitad o mas del doble del corriente. Este contrato estaria sujeto a la lei chilena, porque se habia señalado a Chile como lugar de la ejecucion, i, por consiguiente, no se podria sacar de él derecho se pidiese su cumplimiento. Supóngase que el vendedor de los animales, en el caso propuesto, no quisiese venir a Chile i hu- biese que demandarlo en la misma República Arjentina para exijirle el cumplimiento del contrato: los tribunales arjentinos no deberian dar cabida a la accion de lesion enorme, por mas que las leyes de ese pais la otorgasen, i aunque ese era el lugar de la celebracion i el lugar donde se pedia la ejecucion del contrato. - E vs de a AAN a E A A LA LEJISLACION DE CHILE 141 III El tercer motivo para rechazar la regla, es sey tan incierta, tan vaga 1 tan controvertíble, que sus mismos defensores no están de acuerdo sobre su carácter: sobre si es facultativa u obligatoria, : Este cargo es complejo, pero es injustificable en todas sus ; partes; bastaría negarlo, porque no se aduce prueba alguna en su apoyo. Con lo que dejamos dicho en el párrafo anterior, se demues- tra satisfactoriamente que la regla no es ¿nczerta ni es vaga. La regla es cierta, desde que se sabe con exactitud su esfera de accion, i no es vaga, desde que no se le puede aplicar a otra materia distinta de aquella para la cual se formuló. La regla no es 22cierfa, porque se sabe con precision que ella se formuló i se aplica desde el principio hasta ahora, respecto de la forma del acto o contrato, o sea, de las solemnidades o requisitos esternos (que todo es lo mismo); i no se aplica a los requisitos internos, entre los cuales figura en primera línea la. capacidad de los otorgantes. La regla no es vaga, porque esta espresion se contrapone en nuestro caso a lo determinado, i la regla tiene esta cualidad, pues que no se la podria aplicar a una materia distinta. El he- cho de que haya controversia respecto de su aplicacion a los derechos i obligaciones que nacen de los contratos, no da mé- rito para calificarla de vaga o indeterminada, porque siempre - es constante que no puede aplicarse a otra matería distinta de la controvertida; i porque solo por ampliacion, por argumento a símili, se la aplica a los derechos i obligaciones de los con- tratos. Podemos negar categóricamente que la regla sea lan contro- vertible que sus mismos defensores no están de acuerdo sobre su carácter: sí es facultativa u obligatoría. Hai, por otra parte, cierta incongruencia en el cargo, porque aun siendo cierto que fuera controvertible el carácter de la regla, no por eso se segui- ría forzosamente que fuese controvertible su existencia, su lejitimidad e importancia. En efecto, todos los jurisconsultos h pueden estar de acuerdo en estos últimos puntos i discordar E e 142 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS sobre el carácter de la regla; i todavía mas, el hecho mismo de discordar sobre el carácter de ella implica la conformidad sobre su existencia; porque el que afirma que la regla es facultativa, afirma que ella existe 1 que es verdadera, con la misma enerjía que el que afirma que la regla es o0b/zgatorza. Podemos desentendernos de esta irregular division de las leyes en facultativas 1 obligatorzas (como si las primeras no obligaran), pero es un error grave suponer que hai, entre los que la reconocen, un desacuerdo sustancial sobre la naturaleza de la regla. Todos están de acuerdo en que ella significa que, si en el acto o en el contrato se observan las formalidades o requisitos esternos que determine la lei del lugar de la celebra- cion, el acto o el contrato no adolecen de vicio a este respecto. Es cierto que algunos jurisconsultos i algunas lejislaciones, como la de Chile, reconocen tambien como válidos ciertos actos o. contratos celebrados en el estranjero en la forma que determina la lei del pais del otorgante. Así, por ejemplo, los defensores de la regla i algunas lejislaciones reconocen la lejitimidad i el va- lor del testamento otorgado en conformidad a los requisitos esternos exijidos por la leí del pais donde está domiciliado el que lo otorga. Pero en todo caso la regla es la espresion de una lei ¿1mperat:- va: ella manda que el acto o el contrato se ajuste, en cuanto a su * forma, a la lei del pais donde se celebra; i si permite que pueda ajustarse válidamente en ciertos casos a la lei del domicilio del . otorgante, no deja por eso de ser ¿mperatíva, pues que manda que se ajuste a la una o a la otra; a la manera de las obligacio- nes Jacultativas, que no dejan de ser verdaderas i perfectas obli- gaciones, aunque el pago, en cierta forma distinta, queda ¿x facultate solutionis para el deudor: en uno i otro caso la obliga- cion nace de una lei imperativa, i lo facultativo se refiere solo a una manera especial de pago. : IV Se rechaza la heal en cuarto lugar, por ser contraria al texto espreso de la lei romana. Podemos negar con toda confianza este cargo: no hai lei al- LA LEJISLACION DE CHILE 143 guna romana que sea contraria a la regla, o que pueda servir de apoyo para condenarla. Hacemos esta afirmacion tan peren- toria, nó porque nos apoyemos solo en nuestros estudios de la lejislacion romana, sino porque si esa lei existiera, no habria escapado al conocimiento de tantos jurisconsultos eminentes que han estudiado i discutido esta materia, i no ha llegado a nuestra noticía el que alguno de ellos la haya citado. Las dos leyes romanas que invoca el doctor Quintana no son contrarias a la regla locus veg1t actu. La primera, la 21, título 7.9 libro XLIV del Dijesto, dice así: Contraxisse unusquisque ¿n eo loco intelligitur, in quo ut sol- verel, se obligavit, “Se entiende que se contrajo en el lugar donde alguno se obligó a pagar. Esta traduccion es de Ro- dríguez de Fonseca, el que espone la lei de esta manera: "Si al tiempo del contrato se obligó alguno de los contrayentes a entregar alguna cosa o cantidad en lugar determinado, puede ser reconvenido en él, como espresa la lei de Partida concordan- te, del mismo modo que si el contrato hubiera sido en el lugar que se señaló para la paga.n La lei de Partida que cita como concordante es la 32, título 2.” partida 3.2 Como se ve, el sig- nificado que da Rodríguez de Fonseca a la lei 21, es que puede el deudor ser demandado en el lugar señalado para el cumpli- miento de la obligacion; el objeto í el alcance de la lei no es otro que señalar el fuero competente por medio de una pre- suncion, 212 tel/zg7tur. El mismo significado le da Gregorio López en el comentario de la lei 32, título 2.9 partida 3.2. Esta lei se propone determinar los jueces que son competentes para cono- cer de los pleitos, i entre los capítulos que constituyen la com- petencia, viene éste: "La sesta es, cuando el demandado u otro cuyo heredero el fuesse, oviesse puesto algun pleyto, o prome- tido de fazer cosa alguna en aquella tierra, donde fuesse juez, aquel ante quien le fazen la demanda, o lo hoviesse fecho, o prometido en otra parte; poniendo de lo cumplir allí; exacta- mente el caso de la lei 21 del Dijesto. Pues bien, en la glosa 11 dice Gregorio López: CONCORDAT L. CONTRAXISSE 21. D. DE ACTION. ET OBLIG. ez potest etiam conventri in loco domicilit: quia Jforus domicilii cum omnibus alíis concurrit, ut in cap. fin. ubt laté Marian: DE FORO COMP. el vide precedente gl. et quo 102 A a A a ee a 74 pa - 3 E: e Y ” "di z e A Sid pr E AI o Es " xa? A Ne uy” > A Pe So EN sa EN e Me A A a DA MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS díxi. En la glosa anterior (10) de la misma lei dice espresa- mente que se reputa celebrado el contrato en el lugar designado para la ejecucion, para establecer el juez competente, el 2ntellige quoad sortiendum forum. Ámbos jurisconsultos están perfecta- mente de acuerdo, i su opinion debe ser la comun, o jeneral- mente recibida, puesto que no citan autor alguno en contra, en que ámbas leyes son concordantes, i que no tienen otro objeto ni otro alcance que designar como juez competente el del lugar señalado en la convencion para ejecutar lo pactado. Por último, de ninguna manera podria decirse que la lei 21 es espresamente contraria a la regla locus regzt actum, porque su tenor literal no la escluye. La segunda lei que aduce el doctor Quintana como contra- ria a la regla citada, es la 3.2, título 5.9, libro XLVIIT del Dijes- to. Para conocer cuán inoportuna es la cita, es preciso ver la que le precede. El epígrafe del título 5. es: De rebus auctori- tate judicis possidendis, seu vendend?s: no puede haber cosa mas ajena a la forma o solemnidades de los actos o contratos. Pues bien, la lei 1.2 dice: un Venzre bona 2bz oportet, ubi quisque defen- di debet: id est—Ler 2.2: Ubi domicilium habet.—Lexr 3.2: Aut ubi quisque contraxertt (palabras que omite el doctor Quintana en su cita). Contractum autem non utique eo loco intelliritur, quo negotium gestum sit, sed quo solvenda est pecunta. Ahora bien, el epígrafe del título anuncia que va a tratar de las cosas que se han de poseer o vender por autoridad del juez; la lei 1.2 prescribe que los bienes del deudor deben venderse en el lugar donde se debe defender; o lo que es lo mismo, ante el juez competente, i pasa a enumerar cuáles son los jueces competentes: 2d est. Donde tiene el domicilio (lei 2.2); o bien donde se celebró el contrato (lei 3.2). Aquí se agregan las pa- labras que cita el doctor Quintana: "Mas el contrato no s2e71- pre (utiíque) se entiende celebrado en aquel lugar donde se tra- tó el negocio, sino en aquel donde se ha de pagarn. Como se vé, estas palabras con que el Lejislador esplica la razon de la lei. tienen por objeto esclusivo determinar el foro competente, en conformidad con el epígrafe del título. Exactamente lo mismo piensa Rodríguez de Fonseca, i cita como concordante el tí- tulo 8.9 de la Partida 3.2 que trata de los asentamzentos, i el ti- SA ARA LA LEJISLACION DE CHILE 145 tulo 11, libro IV de la Recopilacion, que corresponde al título 5.2, libro XI de la Novísima, que trata tambien de los asenta- mientos. Voet, Ad Pandectas, espone la lei 3.2 en el mismo sentido; se contrae solo a determinar de qué modo debe ha- cerse la venta de los bienes del deudor i en qué lugar; i lo único que dice a este último respecto es: /dque ¿n eo loco, ¿n quo reus defendz debuzsset, 2d est, ubz domicilium habet, aut ubti contraxit. No se le ocurrió a Voet que csta lei tuviese en mira la fszma o solemnidades del acto o contrato. Ya ex fácil ver cómo la base granttica en que apoya su siste- ma la mayoría de la Comision, se convierte en arena suelta, i se desmorona al impulso del primer viento. - Ni sería de creer que entre tanto jurisconsulto eminente desde Bartolo hasta Savigny, ninguno hubiese tropezado con una lei que con sus palabras o con su espiritu contrariase la regla locus regzt actum. Concluyamos con que no existe seme- jante lei, i que por el contrario, quedan en pié las que hemos citado en el párrafo primero, que, sí no establecen literalmente la regla, se conforman con su espíritu; i pueden, en buena filo- sofía, servirle de projenitores. V La quinta razon que se aduce es que los fundamentos de la regla no resisten al mas lijero exámen, 3 que su completa insufi- ciencia para dirimir los conflictos de la materia, es confesada por sus propios defensores. Tampoco se ha cuidado el doctor Quintana de justificar su aserto en este punto; i ni siquiera se ha tomado el trabajo de decirnos cuáles son los fundamentos de la regla, i ménos se ha ocupado en su 22as lijero exámen. El fundamento de la regla no puede ser mas sólido; no hai ninguno en la materia de que tratamos que los tenga tan fir- mes: la justicia i la conveniencia se aunan para formar i soste- ner la regla. Está de su parte la justicia, porque el principio mas funda- mental, mas sólido, mas reconocido i acatado en la ciencia le- gal, es que la lei impera, que su mandato ha de ser respetado i TOMO LXXXI!I IO ¡E MA. »:¿ PR, s 4 7 ESTRENA A O E ITA e E eos A A e ) e RA Pt A y si . e 8 17, y nl * ' A 146 | - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cumplido en todo el distrito jurisdiccional que abarca la sobe- ranía del Lejislador. Es natural í lójico que, si la autoridad pú- blica proteje i ampara los actos que se ejecutan en su territo- rio, esos actos, sea de nacionales o de estranjeros, se ajusten en su forma al mandato de esa misma autoridad pública, no solo por respeto i deferencia, sino tambien por gratitud, para corresponder a la proteccion que se les dispensa en su celebra- cion i ejecucion. Hasta el adajio vulgar enseña, a la casa que Jfueres haz lo que vzeres. Tambien la conveniencia está del lado de la regla, porque, evidentemente, en la mayor parte de los casos es mas fácil ob- servar la forma o solemnidades prescritas por la lei del lugar donde se celebra el acto o el contrato; i en muchas ocasiones es imposible cbservar la forma prescrita por la lei estranjera, o aquella a que está sujeto el individuo que los celebra, o bien ¿aquella donde han de surtir sus efectos el acto o el contrato. El testamento, por ejemplo, que es uno de los casos mas fre- cuentes, es mucho mas fácil hacerlo en la forma que prescribe la lei del lugar donde se otorga; porque en este lugar es mas conocida esa forma i hai mas medios de realizarla. Son pocas las personas que saben cómo debe hacerse un testamento, 1 ra- rísimas las que saben cómo debe otorgarse segun la lei estran- jera. Supóngase a un ruso, a un turco o a un japones en una de las Repúblicas americanas, ¿seria fácil que encontrase un escribano, ni un abogado que supiese hacer el testamento en con- formidad a la lei de Rusia, de Turquía o del Japon? En el mismo Paris, endonde se junta gran concurso de estranjeros, seria mui difícil encontrar un abogado que lo supiese; de manera que el pobre estranjero se veria condenado a morir sín testamento, si no se reputara válida la forma exijida por la lei del pais donde le ocurría la muerte, 1 puesto que el testamento debía recibir su ejecucion en el lugar de la ubicacion de los bienes, donde se ra- quería otra forma distinta. I si los bienés estaban en distintos paises, i debiera, en consecuencia, recibir el testamento su ejecu- cion en todos esos paises, ¿deberia reunir todas las formas o so- - lemnidades requeridas por las leyes de todos ellos? Nos conviene, pues, sobremanera a todos que se respete la Forma exijida por la lei del lugar donde se celebra el acto o el LA LEJISLACION DE CHILE 147 contrato, so pena de que nos veamos inhabilitados con frecuen- cia para su celebracion. Inútil nos parece insistir mas en la de- mostracion de la conveniencia de la regla locus regit actum, porque es palmario que en muchos casos es imposible observar otra forma que la prescrita por la lei del lugar donde se hace: el acto o se otorga el contrato; i entónces la conveniencia se convierte en necesidad. Í sí es de absoluta justicia respetar la soberanía del lugar donde nos encontramos, no es de ménos rigurosa justicia que todo soberano, en obsequio i proteccion de sus nacionales, que es la primera i mas sagrada de sus obliga- ciones, acepte como lejítima i perfecta la forma del acto o del contrato que se ajuste a la lei del lugar del otorgamiento. Los fundamentos de la regla quedan en pié, i no solo resis- ten al mas severo exámen, sino que cobran con él mayor fuerza: 1 lucidez. Que la regla locus reg2t actu sea insuficiente para dirimir todos los conflictos de la materia, es cosa incuestionable, i nadie ha sostenido lo contrario; pero circunscrita a la forma o solem- nidades de los actos i contratos, que fué la idea que le dió orl- jen í que fué el asunto de su primera aplicacion, es de la mas rigorosa lójica, de la mas perfecta justicia i de la mas alta con- veniencia para todas las naciones; ino solo resuelve, sino que: evita todas las cuestiones sobre este punto. VI El sesto argumento en que se apoya el rechazo de la regla es, que es una sentencia anónima que no tiene en su favor otro ittulo que el tiempo, nimas fundamento que la rutina; sin que pueda, por lo tanto, dar mérito para que la ciencia sacrifique en su obsequio la severidad de sus principios, la exactitud de sus deduc- ciones z la estabilidad de las convenciones humanas. La forma con que se reviste el argumento no puede ser mas solemne i pomposa; pero es fácil demostrar que su debilidad raya en futileza. Si nos ponemos a contemplarlo i queremos hacer su autopsia, no nos quedará una sola partícula que sea protejida por la lójica o por la ciencia legal. La regla locus regit actum es una sentencia anónima. Esto no 148 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS arguye contra su verdad, su justícia i su conveniencia, como lo dejamos probado. Por el contrario, es un gran mérito, porque anónimos son todos los principios fundamentales de la ciencia; no tienen otro autor que a Dios, creador de todas las intelijen- cias 1 de todas las verdades, cuando no son ellas parte de su existencia o de su esencia; regulador sapientísimo del órden moral 1 del intelectual, no ménos que del órden físico. La regla locus regit actum es anónima, porque en el trascurso de los siglos no se ha presentado un plajiario tan audaz i tan torpe que se atribuya la propiedad de una cosa que es del jénero humano, i que, sí hubiéramos de compararla con las materiales, diríamos que no puede estar en el patrimonio de un hombre por ser de utilidad inagotable. La regla locus regit actum no tiene en su favor otro título que el tiempo. Permitasenos no hacer caso de este concepto, porque él no significa nada: la verdad científica no gana solidez ni me- _Jora de condicion con el tiempo; no conquista su naturaleza o su existencia por la prescripcion. Vo tiene otro fundamento que la rutina. Probablemente no se ha fijado el doctor Quintana en estas espresiones, porque no es posible creer que deliberadamente haya querido calificar de rutineros a Bartolo ia los demas eminentes jurisconsultos .que le han seguido hasta Savigny. No es posible suponer que todos estos sabios hayan aceptado la regla sin reflexion mi exámen. Savigny, filósofo e investigador tenaz, que con- sagra prolija investigacion para justificar cómo debe tradu- "La prenda, hipoteca o censo constituido sobre la cosa alegada : no estingue el legado, pero lo grava con dicha prenda, hipoteca oO censo. | 3 1S1 el testador altera sustancialmente la cosa legada mueble 9 IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 157 _—oooooooóon——nno—— como si de la madera hace construir un carro, o de la lana te- las, se entenderá que revoca el legado. Podria citar todavía otros artículos en que se emplean espre- siones análogas a las precedentes; pero, a pesar de esto, se sos- tiene que el lejislador, al hablar de ezajenacion en el artículo 1464, ha querido referirse tambien a la constitucion de prenda, hipoteca o censo. A la verdad que, si no ha sido esa su intencion, el artículo es incompleto, Si una cosa es incomerciable, i por lo tanto no puede ser tras- ferida a otra persona, ¿cómo podria, por ejemplo, ser dada en prenda? El mismo Código ha establecido en el artículo 1461 que es- tas cosas no pueden ser objetos de una declaracion de vo- luntad. Por otra parte, segun el artículo 2387, el que no tiene facul- tad de enajenar no puede tampoco empeñar una cosa; por consiguiente, prohibiéndose la enajenacion se prohibe asimismo el empeño. Otro tanto sucede con la hipoteca que no puede ser consti- tuida, sino por el que puede enajenar, en conformidad a lo dis- puesto en el artículo 2414. Con todo, atendiendo a su sentido estrictamente literal, la palabra enajenacion del artículo 1464, no comprende ni la pren- da, ni la hipoteca, ni el censo;.i por eso se dice que el espresado artículo no veda la constitucion de éstos. Se' ha discutido tambien sobre si este artículo, al declarar que hai objeto ilícito en la. ezajenacion de las cosas que enume- ra, prohibe con esto la venta de las mismas. Es indudable que enajenar i vender no son voces sinónimas, aunque el Códico las tome a veces como tales, -—Enajenar significa trasferir a otro el dominio de una cosa. Vender es celebrar un contrato en virtud del cual una de las partes se obliga a dar una cosa i la otra a pagarla. La venta por sí sola no constituye enajenacion. Para que ésta se verifique, es menester que haya ?radici0n. Respecto a las cosas de que hablan los números 1.2 i 2.9 del 158 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS artículo 1464, no tiene importancia alguna la cuestion de saber si hai diferencia entre las voces venta i enajenacion. Ya he indicado que las cosas incomerciables no pueden ser objetos de contratos; de modo que la venta de ellas es legal- mente imposible. I lo mismo se puede decir tocante a los derechos i privilejios de que trata el número 2.2 Me parece que a nadie se le ha de ocurrir que es lícita la venta de la patria potestad, del derecho de alimentos, de la po- testad marital, o de los privilejios o fueros personales, como son, por ejemplo, los que tienen en ciertos casos los menores. La lei solo concede estos derechos i privilejios a determina- das personas en razon de circunstancias especialísimas, ies claro que ellos no pueden ser objetos de contratos. No sucede lo propio con las cosas a que se refieren los nú- meros 3.2 1 4.9, sobre las cuales se puede contratar, aunque no sea lícita su enajenacion. j Basta leer el párrafo 3.9, título XXV, del libro IV para con- vencerse de que el Código permite la venta de derechos liti- Jiosos. | Por lo tanto, si la palabra enajenacion del artículo 1464 com- prendiera:tambien la verta, vendria a quedar este artículo en. contradiccion con el párrafo que acabo de citar. Confieso que en muchos casos es evidente que, al hablar el Código de enajenar, debemos entender que en esta voz se com- prende la idea de vernder; pero ya hemos visto que tal interpre-- tacion no es aceptable en el caso actual. Lo dicho manifiesta que la redaccion del artículo 1464 es. defectuosa, i que habria sido mucho mejor hablar separada- _mente de las cosas comprendidas en los números 1.9 i 2.9, que- - no pueden ser objetos de contratos, i de las cosas a que se re- fieren los números 3.2 i 4.9, sobre las cuales el Códzgo permite contratar. | E Pero debo hacer todavía otra censura al artículo en que me- OCupo. | El lejislador ha descuidado aquí un punto que puede ser, en la práctica, de mucha trascendencia. | No ha tomado las suficientes precauciones para que el em- EA IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 159 bargo i el litijio tengan cierta publicidad i puedan llegar a co- nocimiento de los terceros. Esta omision es verdaderamente estraña, sobre todo tratán- dose de bienes raices, que han merecido una atencion especial del Código. Lo natural habria sido que el lejislador hubiera exijido la inscripcion del embargo i del litijio en el Rejistro del Conser- vador de bienes raices. De este modo se habrian podido evitar fácilmente los abusos a que puede dar lugar el presente artículo en la forma en que está redactado. Supongamos, por ejemplo, que Pedro posee una casa inscrita a su nombre, i que Juan entabla juicio reclamándola como suya. Encontrándose las cosas en este estado, Pedro vende su casa a Diego, que ignora absolutamente el litijioique la compra despues de haberse cerciorado, en el Rejistro Conservador de bienes raices, de que la casa pertenece realmente a Pedro i de que ella está libre de gravámenes. La casa es entregada al comprador; pero posteriormente se descubre que la enajenacion es nula por motivos ocultos que el comprador no ha podido conocer a pesar de haber puesto de su: parte la posible dilijencia. Esto no parece justo. Lo que debió decir el Código a este respecto, fué que este: vicio de la enajenacion solo podia alegarse contra terceros de buena fe en el caso de que el embargo í el litijio estuvieren inscritos. El reglamento del Conservador de bienes raices no ha podido enmendar esta omision del Código, porque esto habria sido contrariar la letra de la lei de una manera manifesta. Por lo tanto, ha debido contentarse con colocar el embargo i el litijio referentes a inmuebles, entre las cosas que pueden i nó entre las que deben inscribirse (artículo 53, número 3.2 del regla- mento). Esto es algo, indudablemente, porque así se podrá hacer la inscripcion e impedir los pleitos que pueden suscitarse de otro- modo. A A A A O Al a É PERIS po 7 2 se OR ¿Be 160 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La deficiencia del artículo en que me ocupo, ha llamado ya la atencion de nuestros lejisladores. En 1886, se discutió largamente en el Senado un proyecto de lei que fué aprobado en la forma que copio a continuacion: ARTÍCULO ÚNICO :Agréganse al artículo 1464 del Código Conil, los siguientes incisos: 15.0 De las cosas cuya enajenacion estuviese prohibida por decreto judicial, a ménos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ello. "El embargo, lítis o prohibicion de enajenar a que se refieren los números 3.9, 4.2 1 5.9, se inscribirán en el Rejistro del Con- servador de bienes raices del departamento o departamentos a que por su situacion pertenezca el inmueble. | “La inscripcion se hará dentro del plazo prudencial que, en cada caso, deberá fijarse por el juez que conoce de la causa. Las que se hicieren despues de trascurrido dicho plazo, solo podrán causar accion de nulidad desde las fechas de sus respectivas anotaciones en los rejistros correspondientes. uLos embargos, lítis o prohibiciones de enajenar inmuebles, anteriores a la vijencia de esta lei, deberán inscribirse en el Re- jistro conservatorio correspondiente, en el término de cuarenta días contados desde su promulgacion. | “Expirado este plazo, solo producirán nulidad respecto de terceros las enajenaciones que se hiciesen desde la fecha de la inscripcion... Por las consideraciones anteriormente espuestas, se puede colejir que el proyecto precedente estaba mui léjos de subsanar todos los defectos de que adolece la redaccion del artículo TACA RE La reforma quedó a medio camino, pues hasta ahora no ha sido discutida por la Cámara de Diputados. Observaré, finalmente, que el artículo 1464. no aparece en ninguno de los proyectos primitivos del Código C2wzl, 1 que solo IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 1ÓT fué agregado a última hora despues de la revision a que fué sometido el Proyecto publicado en 1853. Es mui probable que este artículo no haya sido redactado por don Andres Bello, El autor de la Gramática Castellana habria preferido decir, en el número 3.?, la en vez de lo i ella en lugar de ello, puesto que el sustantivo enajenación tiene jénero femenino en cuanto a su reproduccion. ART. 1466 "Hai asimismo objeto ilícito en las deudas contraidas en jue- go de azar, en la venta de libros cuya circulacion es prohibida por autoridad competente, de láminas, pinturas i estatuas obs- cenas, i de impresos condenados como abusivos de la libertad de la prensa; i jeneralmente en todo contrato prohibido por las leyes. La última cláusula de este artículo puede tener demasiado alcance. Habiendo objeto ilícito en estos contratos, la nulidad de que adolecen es absoluta (artículos 1445 i 1682); por consiguiente, no hai lugar a la ratificacion. Miéntras tanto, puede suceder que la nulidad haya sido esta- blecida para favorecer a una sola de las partes contratantes; 1 - eneste caso no se ve razon para impedir que ésta ratifique lo obrado. Supongamos, por ejemplo, que un mandatario, contraviniendo a lo dispuesto en el artículo 2146, coloca a interes dineros del mandante sin la espresa autorizacion de éste. ¿Habria motivo para prohibir al mandante la ratificacion de este contrato? En este caso i en otros análogos, me parece que habria sido mejor permitir la ratificacion. TOMO LXXXII 11 IUz: ; MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ART. 1467 "No puede haber obligacion sin una causa real í lícita; pero noes necesario espresarla. La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente. : "Se entiende por causa el motivo que induce al acto o con- trato; i por causa zlícita la prohibida por lei, o contraria a las buenas costumbres o al órden público. "Así la promesa de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de causa; i la promesa de dar algo en recompen- sa de un crímen o de un hecho inmoral, tiene una causa ilí- cita. El Código nos ha dado aquí una mala definicion de la palabra causa, diciéndonos que es el »ot2vo que induce al acto o con- trato. : Desde luego, se ve que confunde la ob/zgacion con el acto o contrato, pues tratando de la causa de aquélla, pasa de impro- viso a hablar de la causa de éstos. Por otra parte, no se puede decir tampoco que la causa sea. el motivo que induce a la obligacion. Las ideas de causa i motivo son bien diversas. "La causa (espresa Rogron, comentando el artículo 1131 del Código Civil Frances) es lo que determina la obligacion que to- ma una de las partes en un contrato. Es preciso no confundirla con la causa implícita del contrato, esto es, con el motivo que induce a contratar. | ¡La causa de la obligacion de una de las partes es el hecho o la promesa de la otra parte. Esta causa puede tambien con- sistir en la pura liberalidad de una de las partes. "Así, cuando yo me obligo a pagar doscientos pesos a Pablo por tales servicios que su padre me ha prestado, la causa deter- minante del contrato son los servicios que me han sido presta- : dos, i el motivo que me ha inducido a contratar es el deseo de pagar a Pablo los servicios de su padre. Si éste no me ha he- cho jamas los servicios de que se habla en el acto, el contrato: es sin causa. IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 163 "Yo me obligo a dar doscientos pesos a Pablo para que defienda un pleito que se ventila ante el tribunal del Sena: la causa determinante es la promesa de Pablo de que defen- derá el pleito. Si éste se ha fallado irrevocablemente en el mo- mento en que hemos estipulado, el contrato es sin causa. "Otro ejemplo: vendo mi casa: la causa de la venta es, por un lado, la casa misma; por el otro, el precio. "Finalmente, doi en la forma de las disposiciones entre vi- vos, mi casa a Pablo, que la acepta: mi liberalidad es aquí la sola causa del contrato. Nótese que en el trozo precedente Rogron confunde tam- bien la causa del contrato con la causa de la obligacion. Dalloz, tratando de la misma materia, dice en el número 500 del tomo 33 del Reépertozre: "Entre los autores, muchos parecen confundir tambien la. causa de la obligacion con la causa del contrato o de la con- vencion ... Hoi dia se conviene jeneralmente en que-es preciso no confundir la causa de la obligacion con el motivo determi- nante del contrato. Cualquiera que sea el motivo que ha obligado. a las partes, o a una de ellas, a contratar, este motivo no podria. ejercer ninguna influencia sobre la validez de la convencion, a ménos que las partes hayan hecho depender espresamente esta validez de la existencia del motivo. Así, en la venta basta que una de las partes haya tenido la intencion de vender i la otra de adquirir para que el contrato sea válido: importa poco que ésta haya sido inducida a comprar 1 aquélla a vender por: tal o cual motivo particular. Por lo espuesto, se ve que el 720/2vo es cosa accesoria en la obligacion i que podemos concebir ésta sin aquél; miéntras que la causa es esencial, porque siempre debe haber un hecho que: nos obligue. ART 1477 “Se llama condicion potestativa la que depende de la volun- tad del acreedor o del deudor; casual la que depende de la vo- luntad de un tercero o de un acaso; ista la que en parte de- o A 164 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS “pende de la eolmatad del acreedor i en parte de la voluntad de un tercero o de un acaso. No veo por qué no ha dicho el Código que la condicion mista. puede ser tambien aquella que en parte depende de la volun- tad del deudor i en parte de la voluntad de un tercero o de un acaso. | Prometo, por ejemplo, dar a Pedro mil pesos si me caso con María. Hé aquí una dio que no podemos ménos de llamar amista 1 que depende de la voluntad del deudor í de un tercero. o ART 1480 "Si la condicion suspensiva es o se hace imposible, se tendrá -por fallida. "A la misma regla se sujetan las condiciones cuyo sentido i «el modo de cumplirlas son enteramente inintelijibles; uI las condiciones inductivas a hechos ilegales o inmorales. "La condicion resolutoria que es imposible por su naturaleza, -O inintelijible, o inductiva a un hecho ilegal o inmoral, se ten- drá por no escrita. | | Las condiciones de que hablan los incisos segundo i tercero del artículo pr están comprendidas en las del i inciso primero. El Códego ha establecido ya en el apical 1475 que reputa «condiciones positivas imposibles, no solo las contrarias a las le- yes de la naturaleza física, sino tambien las que consisten en un hecho ilegal o inmoral i las que están concebidas en términos inintelijibles. Ao e O Na Por lo tanto, suprimiendo los incisos seca j tercero, el artículo que analizo tendria siempre el mismo alcance. TIN Y q g + | IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 165 AE PAIN ART: 1486 "Si ántes«del cumplimiento de la condicion la cosa prometi- da perece sin culpa del deudor, se estingue la obligacion; i si por culpa del deudor, el deudor es obligado al precio, i a la in- demnizacion de perjuicios. "Si la cosa existe al tiempo de cumplirse la condicion, se debe en el estado en que se encuentre, aprovechándose el acree- dor de los aumentos o mejoras que haya recibido la cosa, sin estar obligado a dar mas por ella, i sufriendo su deterioro o di- minucion, sín derecho alguno a que se le rebaje el precio; salvo que el deterioro o diminucion proceda de culpa del deudor; en cuyo caso el acreedor podrá pedir o que se vescinda el contrato, o que se le entregue la cosa, i ademas de lo uno o lo otro tendrá derecho a indemnizacion de perjuicios. “Todo lo que destruye la aptitud de la cosa para el objeto a que segun su naturaleza o segun la convencion se destina, se entiende destruir la cosa. La redaccion del inciso primero de este artículo deja mucho que desear. Desde luego, decir, en la primera de las dos suposiciones, que la obligacion se estingue, es reconocer la existencia de ésta, siendo así que la condicion suspensiva produce el efecto de retardar el nacimiento de la obligacion. Sí no se cumple la condicion, no hai obligacion; i si se cum- ple cuando la cosa que se debe ha perecido, este cumplimiento no puede dar orijen a ningun vínculo de derecho, puesto que toda obligacion debe tener un objeto i éste ha desaparecido. "“I debe entenderse así, agrega Dalloz, aunque la condicion cumplida tenga efecto retroactivo: su cumplimiento despues de la pérdida de la cosa no puede, en efecto, producir una obliga- cion; porque el objeto del contrato no existe ya, 1, por otra parte, el deudor no puede reclamar la ejecucion de la obligacion con- traida a su favor, porque ella es correlativa a la que él mismo habia contraido. Ahora bien, no existiendo esta última, la pri- mera tampoco existe. (Répertoire, tomo 33, núm. 1177.) 166%." MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por lo demas, se pretende que segun el inciso primero de este $ artículo 1486, la pérdida inculpable de la cosa, liberta de la obli- Po gacion solo al deudor, sin fijarse en que esta obligacion puede | ser correlativa a otra del acreedor, i que ambas obligaciones de- ben participar en este caso de la misma suerte, como lo indica Dalloz. Supongamos, por ejemplo, que Pedro se obliga a vender a Juan su caballo A por mil pesos, sí es que en el próximo vapor le llega otro que ha encargado a Europa. Si el caballo muere sin culpa de Pedro ántes de cumplirse la condicion, el contrato queda en nada. - El caballo perece para su dueño, i Juan se guarda sus mil pesos. : Por lójica equitativa que parezca esta interpretacion, ha si- do contradicha, sín embargo, por algunos que sostienen que el código, en el artículo de que trato, no liberta a Juan, en el caso propuesto, de la obligacion de pagar los mil pesos. Convengo en que la redaccion del referido artículo en su in- ciso primero no es suficientemente clara; pero, a mi juicio, la disposicion no puede tener otra intelijencia que la que he ma- nifestado. I si así no fuera, este artículo estaria en contradiccion con el 1820, que se espresa de este modo: ART. 1820 “La pérdida, deterioro o mejora de la especie o cuerpo cierto SE que se vende, pertenece al comprador desde el momento de perfeccionarse el contrato, aunque no se haya entregado la cosa; salvo que se venda bajo condicion suspensiva, ¿ que se cumpla la condicion, pues entónces, pereciendo totalmente la especie miéntras pende la condicion, la pérdida será del vendedor, i la o: O de- terioro pertenecerá al comprador... Ar. E Podria creerse que el lejislador, en el artículo 1486, ha que- rido referirse solamente al caso en que la obligacion a que ha de dar oríjen el cumplimiento de la condicion sea una sola. IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 167 A A I esta opinion adquiere mayor fuerza si se atiende a que el inciso primero, tratando de la pérdida culpable, obliga al deu- dor a pagar el precio de la cosa, obligacion que seria inadmisi- ble en el ejemplo que he puesto anteriormente i en los demas casos análogos. Sin embargo, leyendo el inciso segundo, se ve que el Código ha querido hablar tambien de los casos en que el cumplimiento de la condicion enjendra recíprocas prestaciones entre los con- tratantes. Así lo manifiestan las palabras que he escrito en ese inciso con letra cursiva. | Por lo tanto, el artículo que analizo debió redactarse desde el principio en términos jenerales que permitieran abarcar to- dos los casos posibles. En consecuencia, el inciso primero notenía para qué hacer mencion del precio, que solo habrá que pagar en ciertas circuns»= tancias i no en otras, 1 que, cuando haya lugar a este pago, se reputa como una parte de los perjuicios; de modo que está comprendido en éstos, Nótese tambien que en este mismo inciso el lejislador se ha olvidado de decir que la condicion debe cumplirse con poste- rioridad a la pérdida de la cosa, porque “si no se cumple el deu- dor no puede quedar obligado a nada, aunque la cosa haya pe- recido por su culpa. En el artículo 1820 que acabo de reproducir, no se incurre en el mismo descuido. Finalmente, ya en otra parte he tenido ocasion de hacer pre- sente que en el inciso segundo de este artículo 1486 se emplea el verbo rescindir en lugar de resolver. ART. 1488 "Verificada una condicion resolutoria no se deberán los fru- tos percibidos en el tiempo intermedio, salvo que la lei, el tes- tador, el donante o los contratantes, segun los varios casos, ha- yan dispuesto lo contrario.» MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ) El Código no habla nada sobre las mejoras lo) deterioros que , puede tener la cosa que se restituye. Este vacío solo puede suplirse, apelando a las ¿o dadas en casos análogos, tales como las que se establecen al tratar de .l la resolucion de la venta en el inciso tercero del artículo 1875. MIGUEL Luis Año REYES Profesor de Gramática castellana en el Instituto Nacional E A dd dd dido, INN O ) NNENNICA (LPR OS LA VERDAD ::0H400. (Imitacion de Victor Hugo) Como un astro que se hunde entre las nieblas O que nube fatídica oscurece, : La Verdad se ha ocultado en las tinieblas: Un instante brilló i¡ desaparece! Su destello perdido en el horrendo Pavor de la espesura Ha disuelto sus vagos resplandores En rejiones etéreas! Su hermosura Se ha mezclado al estruendo Del huracan, subiendo en los vapores De la mar, o en sus ráfagas cayendo. Si ha dejado en los árboles í flores Rasgos de su belleza, Su influencia los hombres han temido, La han negado la Iglesia 1 sus pastores Por odio o por flaqueza; Otros la han maldecido Torciendo a opuesto lado su cabeza. II Libre ya la mentira A sus anchas, calumnia, acusa, indaga I en toda direccion sus flechas tira. Nadie sus deudas paga -Ni cumple lo que jura Ni lo que es grande admira. El corazon humano Como un bloque de hielo en el oceano Va en pos de la corriente, a la ventura! Mas, por momentos, vaga Luz ténue, desde el alto firmamento Cae sobre las olas I las ciñe con pálidas aureolas. I se estiende en las márjenes, se anima, I formando un montículo en el viento - Se condensa en los bordes de su cima. Al verla, esclama con viril acento El poeta, fijando la mirada | En la luz que en la cúspide divisa: "Ese es rayo de próxima alborada, Es la huella indecisa O Verdad, que precede a tu llegada! Hombres, oidme: es la Verdad fecunda, Es la Verdad que crea : La que toda alma con su dicha inunda, La que ensalza en las mentes toda idea. Esa Verdad que ahora : Se vislumbra en los montes I raya en los lejanos horizontes, Va a lucir! La profunda Noche va a iluminarse de una aurora, I su rayo disperso Dará forma í belleza al universo! LA A LA VERDAD IT Al oir las palabras del poeta Burla-burlando se sonrien todos, Mas todos sienten su conciencia inquieta. Eso se ve en los jestos i los modos, Se nota de cada uno en las facciones A medida que frases articula I espresa personales opiniones. El mal juez, el mal fraile que regula Preces, para vender absoluciones, El avieso político que adula Al que manda, esplotando sus pasiones; Aquellos que en infames aventuras Vida 1 honra barajan I avaros mercaderes de imposturas Al vicio acatan i al saber ultrajan; Los filósofos viles Que han aprendido, por tortuosas sendas, A andar, como se arrastran los reptiles; Los que dueños de cómodas prebendas Son profesores de ánimos serviles; Todos, con alharacas estupendas, Todos contra el poeta se encarnizan; Soplan los odios que en su contra atizan; I teniéndole en poco | Dicen: Guardaos de él! ¡Ese hombre es loco! Despues que a la sordina lo motejan, Cuchichean que es ateo i lo maltratan; Enseguida lo vejan I sí pueden lo acechan i lo matan. Propagan que es horrible su delito I que es justo el pavor que su ira enciende, Que es impío vitando quien pretende Entrever la Verdad en lo infinito. w¿l no es crímen que lleve su insolencia 171 172 : MEMORIAS CIENTÍFICAS I-LITERARIAS Hasta a decirnos que nosotros vamos Por senda opuesta a la que va la ciencia I que, en vez de avanzar, nos retardamos? ¿Será privilejiada su pupila? ¿Será su mente santa Para ver como augusto lo que espanta I esplicar como cierto lo que oscila? Por mas que nos asombre, Si un mortal ese influjo poseyera, Tenerlo como un loco necio fuera, Que un Dios seria ese hombre!n IV A muerte! A muerte! grita La turba de rufianes i togados, _La veleidosa plebe a quien concita La insaciable ambicion de los malvados; Quien por la Iglesia o por la Curía medra, Haragan o levita; | I cada cual con puños indignados, Infladas las narices, Lanza contra él su inexorable piedra, "Hola! Hola! prorrumpen, tú predices A los hombres celestes venturanzas; Que no habrá guerra, dices, I ni odio, ni cadalsos, ni venganzas; Que los pueblos felices Habrán de recrearse en la. délicia : De ver en paz a todas las naciones; La libertad unida a la justicia -Concertando el amor sus eslabones! Ah! ¿Tú anuncias todo esto I tú lo ves, profeta? ¿Los raudales De la Verdad, sin el error funesto, Sin las turbias arenas de los males, Correrán como fuentes de alegría | LA VERDAD 173 _ z A OA AAN I se ahogarán en ellas | La envidia, la traicion, la alevosía Impuras manchas de las cosas bellas? Puede verlas así i en tal retrato, Profeta, tu enfermiza fantasía Reflejando visiones de insensato. Curados de ilusiones, Nosotros, al mirar a las estrellas, Nunca hemos visto lo que tú supones. V "A muerte!n 1 éste gruñe, aquél patea; Desaforado i ciego esotro insulta I con látigo i puños lo golpea. El arma que alevosa lleva oculta Blande el otro, i lo hiere, I al fin, vencido en desigual pelea, Víctima cae i silencioso muere. Está muerto, bien muerto! Endonde habia dichas mora el luto; Vuelve la calma al huerto I en triste soledad madura el fruto. Se rehace el desierto I, en esa sociedad tranquilizada, La costumbre feliz de no ver nada. Sus miembros duermen, comen, I siempre con la mente aletargada Sin mirar otra cosa que su abdómen, E! lobo está contento I mas contento el asno, que en manada Toman como los hombres un asiento En la fiesta a las bestias consagrada; Te Deum que celebra las torpezas Con la desidia i la ignorancia juntas. I si en esa embriaguez de las grandezas Acaso, por la víctima preguntas, E E | MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Pa Responden:—"No sabemos De quien hablais; no le hemos conocido. ¿Qué decia? ¿A qué estremos Pudo llegar? ¿Qué idea ha sostenido? ¿Qué anunciaba?>—Anunciaba A la Verdad triunfante! —Gran zonsera! - - No existe tal Verdad! Es una esclava De la mentira o es una quimera. Está bien como estamos. I sí hemos de soñar de esa manera Lo mejor, lo mejor es que durmamos.n VI. Mas de repente i al rasgarse el velo. - De brumas que la atmósfera encapota, Se ve un astro que corre por el cielo; Il a su paso se nota Que el abismo fulgura I que algo, como una ave de gran vuelo, En el espacio flota ] I va tomando líneas de figura. I la figura crece, crece, crece! I se transforma i luego Estrella luminosa resplandece, Rosa abierta entre pétalos de fuego! Es ella! es la Verdad! el alma errante Del mundo que de nuevo nos visita, Ensanchando su radio centellante - Que nada disminuye ni limita! Es ella! es la Verdad! pupila intensa Que logra penetrar en lo remoto; : Es ella! la contínua redentora, Da sie Vidente de lo ignoto | | I del futuro adusta escrutadora!... Como divina aurora id Tú surjes ¡O Verdad! i la mas densa LA VERDAD 175 Oscuridad inflamas, Toda sombra en tu núcleo se condensa I nuevos astros brotan de sus llamas! Como amenaza vienes Para unos, para otros como ofensa; Mas para todos tienes A mor, prudencia, olvido, tolerancia; I viertes ese cúmulo de bienes En Chile, como en Francia, Igual en todas partes Derribando presidios 1 baluartes Asilos del terror o la ignorancia! I esa, ¡O Verdad! es tu obra monumento. Te alzas sobre esas ruinas, IT anunciando tu propio advenimiento, Nuevo ideal a las ciencias i a las artes, Señalas, i al humano pensamiento, Sacra Verdad, provees e iluminas! GUILLERMO MATTA Miembro de la Facultad de Filosofía, Humanidades i Bellas Artes A dE LOS DESACUERDOS ENTRE O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR —— Ajo —— Es un capítulo tan interesante como mal conocido de nues- tra vida política, el de las relaciones que mantuvo O'Higgins con el Senado Conservador; interesante, por tratarse de las dos autoridades que en su tiempo ejercieron mayor influencia, asi en el gobierno de la nacion, como en los primeros trabajos de su reorganizacion legal; mal conocido, porque, en jeneral, nues- tros historiadores han dedicado su atencion, mas que a la labor realizada en el secreto de las oficinas de gobierno o en el seno de los primeros cuerpos deliberantes, al estudio de los sucesos militares de la época o al de sus figuras conspicuas, estudios, por lo demas, dignísimos de esa atencion. Como se sabe, la designacion de las personas que compusie- ron el Senado hubo de ser obra de un decreto supremo, en razon de no hallarse reconstituido debidamente el pais para efectuarla en elecciones populares. Luego veremos que, del mismo modo, fué otro decreto, dictado a la postre de un agrio conflicto, el que puso fin a sus días. No era nueva entre nosotros semejante institucion. Al con- | trario, habia estado de moda, puede decirse, en años anteriores. TOMO LXXXII 12 ETE DUITIS AAN A pd E ES AA E xp q hdd Es el á "LY 178. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Aconsejada por Rozas, a fin de prevenir los abusos i arbitrarie- dades del gobierno de Carrera, cuya llegada preveia en su pro- funda penetracion política, fué acojida e implantada por éste mismo en el reglamento constitucional de 1812. Cuando Las- tra aceptó toda la suma del poder público, en los momentos angustiosos que siguieron a la toma de Talca por los realistas, hizo elejir a su vez un senado, de cuyo consejo no le era dado prescindir en los negocios de importancia. - En una ¡otra ocasion, estos altos cuerpos habian sido mode- rados en sus ideas, deferentes con la autoridad ejecutiva, pru- dentes en el ejercicio de sus atribuciones, sin que en las cir- cunstancias críticas, que abundaban en tan memorable época, careciesen de aquella enerjía que sería razonable reclamar de ellos, supuesta la dependencia moral en que se hallaban res- pecto del gobierno. Jeneralmente, háse dejado entender por algunos autores que el Senado Conservador elejido por O'Higgins, léjos de abrillan- tar estos precedentes, habia consentido en que se oscurecieran, no poniendo de su parte ninguna clase de obstáculos para que el Director Supremo usara del poder en una forma del todo discrecional. Se ha hablado de la dictadura de O”Higgins en tales términos, que podria creerse que este ilustre guerrero no vió limitada su autoridad en ninguna de las direcciones en que ella se ejerce, segun es el caso en los sistemas despóticos. En todo esto no se contiene mas que una parte de verdad, o si se quiere, una verdad relativa. Sin duda, si apreciamos aquella situacion con un criterio puramente teórico i doctrina- rio, no podemos ménos de reconocer que el réjimen implantado por O”Higgins careció de los principales atributos que caracte- rizan el gobierno representativo o parlamentario, i en particu- lar, del mas importante de ellos, de un congreso de delegados del pueblo, provisto de las facultades i atribuciones que les son propias. | | Pero, si prescindiendo de las formas, miramos la realidad de las cosas, descubrimos que el Director Supremo tuvo un cons- tante fiscalizador en el Senado, i que en numerosas ocasiones | el poder del uno fué restrinjido, encarrilado i hasta anulado: por el poder del otro. El contrapeso que en los paises bien | O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 1709 organizados encuentra el ejecutivo en los otros poderes coexis- tentes en el estado, vino a hallarse establecido en el nuestro, acaso mas por obra de las circunstancias que por voluntad de los hombres. Las instituciones parlamentarias no conocian en aquella épo- ca un enemigo mas encarnizado que O'Higgins, Parte por el recuerdo de la funesta escision que se produjera en el congreso del año 11 i que vivia fresco en su memoría, parte porque el pais no había alcanzado aun su completa emancipacion política i no estaba ni medianamente constituido, parte porque sintiera la carencia de un número suficiente de personas preparadas. para la discusion fria i razonada de los negocios públicos, el hecho es que oficial i privadamente tenia declarada su voluntad: de no aceptar cerca de sí asambleas deliberantes. Queria a. toda costa coronar la obra en que se hallaba empeñado, obra de trascendencia americana, i para ello no creia necesitar de consejeros que fuesen a criticar i modificar sus planes, sino de cooperadores, o mejor, de ausiliares. El interes que manifesta-- ba por reunir en su mano todos los hilos del poder, no provenía pues, de una vulgar ambicion de mando. De ningun modo. Nacia de su temor de que las limitaciones que habria de sufrir: su autoridad no le permitiesen usar, como lo quería, de todas. las fuerzas vivas del pais, para llevar a término esos planes.. Era el sistema que soñaba fruto de cálculos políticos concien- zudamente madurados. Lo mas léjos que estaba de su ánimo venía a ser, segun esto, el que por designacion suya existiese una reunion de indivi- duos facultados para injerirse en cada uno de sus actos, en- mendar cada una de sus medidas, criticar cada. uno de sus, pensamientos. i Sin embargo, fué lo que sucedió. En fuerza del progreso que: se habia realizado en el pais, la opinion pública, que a la sazon existia perfectamente formada i que carecia de toda clase de: órganos de manifestacion, o poco ménos, vino a refujiarse en: el Senado, para vijilar constantemente desde ahí la conducta del gobierno, guiándolo en las situaciones difíciles, estimulán- dolo a obrar cuando lo veia en el buen camino i reprendiéndo- lo en el caso contrario. La sociedad habia avanzado tanto en, 180 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS sus aspiraciones, que aceptando la existencia de un gobierno con facultades ilimitadas como una necesidad impuesta por las circunstancias, no se resignaba a ver confiscados de un modo absoluto sus derechos políticos i velaba incansablemente por- que no se exajerara su sacrificio. - Por su parte, el jeneral, que respiraba la atmósfera ardiente de la lucha, no veia cómo se ordenaban- las ideas de sus con- ciudadanos sobre el sistema que podia convenirles, i las bases en que debia fundarse, sino que, al contrario, tomaba empeño en apretar los resortes de la máquina gubernativa. Así fué creándose entre gobernantes i gobernados una línea de separa- cion que se hizo mas i mas profunda con los años, hasta que llegó un dia en que el primero hubo de abandonar el poder, ¡convencido de que los segundos no le abandonarian por mas tiempo sus derechos. | ke Cómo se produjo este divorcio nos lo enseña, en mucha par- te, la historia de las relaciones que el Director Supremo man- tuvo con el Senado Conservador, en el que figuraban persona- Jes mui caracterizados por su posicion social o política. Era de considerable importancia la participacion que al Senado correspondia en los negocios públicos. Por el capítulo III de la constitucion de 1818, debia velar por la puntual observancia de la misma i reclamar de cualquie- ta infraccion al Director Supremo, quien se hacia responsable de dicha infraccion si no atendia el reclamo. Sin su acuerdo, no podia el Director resolver los grandes negocios del estado, como imponer contribuciones, levantar empréstitos, declarar la guerra, celebrar tratados, acreditar ajentes diplomáticos, orga- nizar nuevas tropas o mandarlas fuera del país, emprender obras públicas i crear nuevos empleos. Estaba tambien autorizado para limitar, añadir i enmendar la constitucion; dictar, refor- mar, derogar e interpretar leyes i reglamentos; fomentar espe- cialmente la instruccion pública, reglar las elecciones de dipu- tados, etc. Poseía, en una palabra, las atribuciones de un congreso ordinario, i en cierto modo, las poseia aumentadas, pues estaba investido del poder de reformar la Constitucion, poder que por - lo jeneral no reciben los congresos sino con ciertas limitaciones. / 8 E O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 181 A A A AN A Se comprende que para el ejercicio de tan diversas e impor- tantes atribuciones, tuviese el Senado que vivir en un roce con- tínuo con el Director. I que estas atribuciones no quedaron escritas en el papel, sino que fueron real i verdaderamente ejer- citadas, lo manifiestan las actas de sus sesiones, en las cuales vése a cada paso la sinceridad con que los personajes que com- ponían aquel cuerpo, querian cumplir sus deberes. Individuos de honrosos antecedentes i de patrióticos i elevados propósitos, no venian a formar una corporacion de mero aparato, sino a cum- plir resueltamente el mandato de que se creian regularmente investidos. | Había entre las funciones que estaban llamados a desempe- ñar, una a la que desde un principio prestaron particular aten- cion: era la de mantener a todos los ciudadanos en el ejercicio de los derechos que les reconocía la constitucion. Para este efecto podian elevar al Director Supremo las representaciones que estimasen conducentes. Pensaban mui acertadamente que la conducta que observara el gobierno en presencia de los derechos individuales, seria co- mo la piedra de toque del nuevo sistema, í que nada se habria avanzado si, del mismo modo que en el réjimen español, come- tian las autoridades toda clase de excesos en contra de los par- ticulares, sin sufrir el condigno castigo. Del uso de estas facultades fiscalizadoras nacieron las prime- ras quejas del Senado, i es curioso que quien fuera llamado desde luego a reprimir a sus subalternos, haya sido nada ménos que cl jeneral en jefe de los ejércitos unidos, don José de San Martin. | En una de las sesiones se dió cuenta de que el coronel gra- duado don Francisco de Montes Larrea observaba una conduc- ta arbitraria i torpe con las personas en cuya casa se había hos- pedado. El Senado se apresuró a denunciar el hecho a San Martin i le pidió espresamente que previniese i castigase estos atropellos. El incidente no merecería ser recordado si no hubiese tenido un desenlace que pone de relieve el profundo acatamiento que acostumbraba rendir aquel ilustre arjentino a la majestad de las instituciones. 182 . MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS No bien recibida la reclamacion, i sin entrar en esclareci- mientos que hubiesen podido descubrir dudas sobre la verdad de las informaciones de que había partido el Senado, San Mar- tin ordenó que Montes Larrea repasase los Andes i fuera a prestar sus servicios en las Provincias Unidas. Con esta severa medida queria que escarmentasen a todos sus subalternos, i pro- bar al mismo tiempo "los altos respetos que tenia por la lei,— son sus palabras, —persuadido de que su observancia hace la fe- licidad de los estados. | Una satisfaccion igualmente pronta se dió al Senado por O'Higgins en varios casos en que aquel reclamó de diversas infracciones de la constitucion ejecutadas por funcionarios pú- blicos. | pra No siempre, sin embargo, fueron atendidas sus quejas. Con motivo de una representacion hecha por don Mateo Vásquez, vecino de Combarbalá, para que se pusiese remedio a diversos atentados cometidos contra su persona por el teniente gober- nador de Illapel, el Senado se dirijió a O"Higgins para comu- nicarle los hechos i pedirle que mantuviese a sus subalternos dentro del respeto debido a las leyes. | El Director Supremo no aceptó la amonestacion. Al reves, adelantóse a justificar la conducta del referido gobernador, en vista de la necesidad en que se encontraba el ejecutivo de re- primir con mano enérjica toda tentativa de trastorno, A la sazon, hallábase amagada la paz interna por peligros diversos. Prescindiendo de la guerra devastadora que mante- niían en el sur los restos del ejército español, vencidos pero no domados, jérmenes de descontento flotaban en la atmósfera po- lítica. El pais, ajitado en otra época por convulsiones intestinas, 3 no poseia sino una tranquilidad aparente. En el fondo palpita- 3 ban los viejos odios que habian dividido la patria chilena en - dos bandos distintos i sacrificado en el altar de estos odios la: suerte comun. Aunque los principales caudillos de uno de estos. 4 bandos hubiesen perecido o anduviesen desterrados, no pocas familias, ligadas a ellos por los vínculos de la sangre O por los 3 que hace nacer la adhesion a una misma causa o forman igua- les sufrimientos, alimentaban el recuerdo de las pasadas luchas. El hecho mas insignificante o la mas inverosímil noticia bastaba SA E did O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 183 para reavivar las cenizas de sus no estintas pasiones i hacerlos concebir quiméricas esperanzas. ¡Carácter comun de los par- tidos definitivamente caidos que, cuando se reconocen Impo- tentes para triunfar, cifran su éxito en vanos ensueños! Empeñábase esta oposicion, irreconciliablr 'en fuerza de la misma magnitud de su derrota, en esplot.r el amor propio na- cional pintando como humillante para 188 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A esta suma debia agregarse la de trescientos mil pesos, mal pagados, a que ascendía una contribucion estraordinaría que se habia establecido para llevar a efecto la espedicion al Perú i que estaba distribuida entre las distintas ciudades. En todo, podian calcularse las entradas para el año de 1819 en un millon quinientos mil pesos. Miéntras tanto, los gastos i las deudas por pagar iban a exí- jir un desembolso de tres millones quinientos mil pesos anua- les. Quedaba, en consecuencia, un déficit ascendente a la suma redonda de dos millones. Entre los principales capítulos de gastos públicos figuran el ejército, que gastaba seiscientos mil pe- sos anuales; la marina, cuatrocientos mil; los empleados civiles, sesenta mil, la maestranza, cincuenta mil. Al ejército se le debian trescientos mil pesos; a la marina, cien mil; i a los particulares, la mayor parte de los ganados que habia sido necesario tomar- | les por vía de requisicion. | . Probablemente, las cifras anteriores dadas por el mismo | O'Higgins, no eran rigurosamente exactas, sino que habian sido: | un tanto aumentadas para que produjeran mayor efecto en el 3 espíritu de los senadores. De todos modos, puede considerárse- 1 las, por lo ménos, aproximadas. Aun estimándolas así, no po- dría concebirse una situacion mas angustiosa. Estas angustias llegaban a tal estremo que a fines de Marzo de 1819 no existia un centavo en caja para pagar los cincuenta mil pesos a que ascendían los sueldos del ejército en el mismo mes. No existia un centavo en caja i urjia pagar tambien a la escuadra las su- mas que se le adeudaban, para evitar una sublevacion o deser- cion jeneral, a su vuelta de la espedicion que verificaba por aquellos mismos dias. ] ! 7 Esta horrible situacion no era transitoria, sino que debia pro- longarse por mucho tiempo mas. Algunos meses despues, O'Hig- gins, que se hallaba en Valparaiso activando la salida de la ' espedicion libertadora, jiró contra la tesorería de Santiago por 3 seis mil pesos para gastos urjentes, i él tesorero, don Rafael ' Correa de Saa, tuvo que darse infinitas trazas para conseguir dinero prestado "con la usura de uno por ciento con plazo de | quince dias, a fin de que no quedara en descubierto la firma | del jefe de la nacion. 4 O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 189 El estado de insolvencia del erario podia comprometer gra- vemente la tranquilidad pública. El tesorero fiscal, acosado por los empleados i no creyendo posible entretenerlos por mas tiem- po con promesas que nunca se cumplian, confesaba francamen- te la verdad i decia a quien queria oirlo que no tenia un centavo para salvar los compromisos nacionales. Nadie queria creer en una bancarrota tan completa. Los oficiales, insolutos de sus sueldos desde hacia mucho tiempo, entraban de noche a la casa de Correa en numerosas partidas para exijírselos de un modo amenazante. | En ocasiones, el gobierno jiraba contra la tesorería de Val- paraiso para satisfacer necesidades apremiantes. Las circuns- tancias no eran aquí ménos críticas. El gobernador don Luis de la Cruz escribia que consideraba como una burla el que se librase dinero contra él, cuando sus apuros llegaban a tal es- tremo que no tenía ni 'con qué dar ni la décima parte de los diarios semanales alos artesanos que trabajan. “Las maestran- zas, agregaba, llevan corridas tres semanas sin un medio real, Los empleados del arsenal tres meses sin un cuartillo; i en fin, ha quedado éste con la salida de la Chacabuco 1 del /ntrépido empeñado sin mas recursos que mil seiscientos pesos que hai de entrada mensual en Tesorería... ¡Es de volverse uno loco! es- clamaba, pensando en todas las angustias del puesto que de- sempeñaba. Con esta miseria del estado corria parejas la de los particu- lares. La situacion estraordinaria por que el pais hubiera atra- vesado en los últimos años, detuvo el lento progreso de la fortuna privada. La agricultura, que proporcionaba recursos a la jene- ralidad de las familias acomodadas, habia sido considerable- mente desatendida. Los jefes de estas familias, fueran patriotas, fueran realistas, tuvieron que sufrir por turno las consecuencias de su actitud política i abandonar sus negocios particulares cuando sonaba la hora de la desgracia. Los fundos sufrieron ademas perjuicios de consideracion con motivo de la guerra. No pocos fueron talados al paso de los ejércitos, cuyos jefes escojieron de ordinario como centro de sus operaciones la parte mas rica i feraz del territorio. En la última época, i con motivo de la necesidad de acopiar 190 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS: elementos para la espedicion al Perú, habia sido necesario to- mar a las propiedades de campo grandes masas de ganado, que requería la esplotacion de los mismos. Agréguese a estas circuns- tancias la falta de brazos ocasionada tambien por la guerra. Por otra parte, el pais habia vivido recargado de contribucio- nes desde los primeros dias de su movimiento emancipador, í como es natural, estas contribuciones hubieron de recaer espe- cialmente sobre la única riqueza que poseía. Así, al abandono natural de los campos, vino a añadirse esta nueva causa de po- breza, que se hizo sentir particularmente en el periodo de la. reconquista, durante el gobierno de Marcó del Pont, ¡en la épo- ca que alcanzamos. j Tanta era la falta de recursos de los particulares en Santiago. que no habia sido posible hacer subir de cinco mil pesos una contribucion estraordinaria mensual que, segun los deseos del gobierno, debia rendir veinte mil. Como la suma obtenida fuera del todo insuficiente, el Senado acordó que se elevara a quince mil pesos i nombró una comision de tres personas para que: llevaran a cabo el reparto. Resistiéronse tenazmente los comi-. “«sionados a desempeñar esta tarea, en mucha parte por evitar odiosidades i en no pequeña, sin duda, por temor de que no les. fuera posible realizar debidamente su cometido. Así sucedió, en efecto. Por mas esfuerzos que hizo esta comision, o mejor di- cho, el único de sus miembros que trabajó en ella para llegar a. la cifra señalada por el Senado, no alcanzó sino a la de nueve mil í tantos pesos. En lo que respecta a Valparaiso, el cabildo, que estaba obli- gado a repartir entre los vecinos una contribucion ascendente a mil ciento treinta i siete pesos, se presentó al gobierno en soli- citud de que se redujera esta suma. El Senado acordó una re- baja de ciento treinta i siete pesos, ino fué mas léjos por la necesidad en que se hallaba de proporcionar recursos al erario, fuese como fuese, ] La espedicion al Perú que se proyectaba i la marina, que se cubria de glorias a las órdenes de Cochrane, hacian indispensa- bles todos estos sacrificios i muchos mas. Si queremos tener patria, decia O'Higgins, debemos tomar fondos donde los en= contremos. | O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 19I Así, cuando pidió al Senado que aprobase el impuesto del nuevo diezmo, no esperó recibir una negativa. Largamente dis- cutió aquel cuerpo la proposicion. Acordó, por fin, rechazarla i manifestar al Director Supremo que no creia justo ni conve- niente establecerla: no lo creia justo porque ella vendria a recaer sobre los mismos agricultores que soportaban todo el peso de aquellas dificultades; i no lo creia conveniente porque para im- ponerla, habria que empezar por suprimir otras gabelas análogas que acaso daban o podian dar mayor rendimiento, No hicieron efecto estas reflexiones en el ánimo de O'Hig- gins. Al contrario, insistió en su idea, en vista de las circuns-. tancias estraordinarias por que el pais atravesaba. Proclamada i jurada la independencia, decia, o hemos de llevar la empresa a su fin, aunque sea a costa de los mayores sacrificios, o sucum-. bir en la demanda, por falta de enerjía para hacer uso de los recursos de que son capaces los hombres que quieren ser libres. El pueblo, agregaba, aludiendo a lo que creia una timidez de los miembros del Senado, que quiere emanciparse, tiene en sí recursos con que nunca cuentan los políticos de gabinete. Los españoles comprobaron esta verdad no perdonando sacrificio. alguno para libertarse de los franceses. ¿Por qué los chilenos no habrian de realizar iguales esfuerzos? Pero el Senado, aun cuando estuviese empapado en estos mismos sentimientos, tenía miedo de que tantas cargas echadas sobre un pais pobre, no concluyesen por hacerle aborrecible el nuevo sistema. Se daba cuenta de la difícil situacion del erario, pero quería salir de ella por medio de economías en los gastos 1 de órden en la administracion. Debia reducirse el número de los empleados públicos i usarse la mas severa estrictez en el cobro de los impuestos i de los créditos del estado. Pensaba. tambien que el natural aumento de los ingresos fiscales bastaria - para satisfacer los mayores gastos, i que si el gobierno proce- dia con enerjía i cordura, no tardarian los unos en exceder-a los otros. 1 Arréglese la administracion al rigor 1 mecanismo de las leyes, decia recapitulando sus ideas, ejecútense sin disi- -mulo los impuestos, cóbrense las deudas atrasadas. Para hacer efectivas éstas i aquéllos embárguense bienes; i no bastando,. _préndase las personas, que así se observa la lei. Tal seguridad o. 192 MEMORIAS: CIENTÍFICAS I LITERARIAS tenia de que este plan daría resultados satisfactorios, que no vacilaba en asegurar al Director Supremo, en un arranque de confianza, que para el caso de que los hechos no correspondie- sen a tan lisonjeras espectativas, el Senado responderia del dé- ficit que resultase. No insistió por mas tiempo O'Higgins; pero seguramente que esta firme oposicion debió producirle una gran contrariedad, desde que venía a revelar que había en este cuerpo una voluntad con la cual era preciso contar i una corriente de ideas que no siempre seguía el mismo curso que las suyas. A veces estos disentimientos versaban sobre medidas que, teniendo conexion con los proyectos militares del Gobierno, tendian a imponer a los contribuyentes nuevos sacrificios. Vióse tambien envuelto en ellos el jeneral San Martin, que, guiado únicamente por el pensamiento de realizar el vasto plan que traía desde Mendoza, í del cual era solo una etapa la reconquista de Chile, quería apurar los recursos E pais mas allá talvez de lo posible. : En una de las sesiones se dió cuenta de que este ilustre jefe pedia quese le proporcionaran doscientos setenta mil pesos para el pago de los trasportes de la espedicion libertadora. El golpe iba dirijido francamente contra los hombres moderados que for- maban la unanimidad del Senado, i se destinaba sin duda a provocar una esplicacion clara del espiritu que en él dominaba. El Senado no temió descubrirse i resolvió sobre tabla no acceder a la peticion de San Martin. Existia, dijo, un compro-. 3 miso con el pueblo por el cual éste se habia obligado, en cabildo “abierto, a contribuir a los costos de la referida espedicion con los siguientes recursos: | Trescientos mil pesos que se recolectaban por medio de la contribucion mensual de que hemos hablado; Doscientos mil que debian reunirse en dinero efectivo para fondos del ejército libertador; | Finalmente, los víveres necesarios para la espedicion. 3 En presencia de este solemne acuerdo, no podia aceptar que "3 se hablase de nuevos gravámenes, mucho mas cuando nadie - O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 193 Jegnoraba la miscrable condicion a que se hallaba reducido el E pais, i su absoluta imposibilidad para proporcionar la cantidad E que ahora se le queria exijir. Existia tambien un convenio para que las Provincias Unidas contribuyesen a los gastos de la es- pedicion con quinientos mil pesos. ¿Acaso se pretendia eludir : este compromiso? El Senado se resistia a sancionar ningun acuerdo que llevara consigo el intento de anular resoluciones ya adoptadas, h No queda constancia de la impresion que este amargo rechazo hizo en el ánimo de San Martin; pero es lójico pensar que fucra vista con desagrado por él una actitud tan independiente como enérjica. Resueltamente daba a entender el Senado que en la realizacion de los planes que se proyectaban tenia trazada la línea que le correspondia seguir. No aceptaría que se abandonasen estos planes, pero tampoco renunciaria al ejercicio de las altas facultades de que por la constitucion se hallaba investido para influir en la solucion de los grandes negocios de estado. Dueño de un criterio propio para apreciar los elementos de aquella compleja situacion, los coordinaria en la forma que considerase mas conveniente para los intereses nacionales, sin retroceder ante los sacrificios que fuera necesario imponer al pais, pero sin dejarse llevar a solucio- nes precipitadas por influencias estrañas a su seno. ¿A qué razones obedecia aquel cuerpo adoptando esta acti- tud, que si no lo puso en pugna abierta con San Martin, lo hizo mantenerse en un espiritu de independencia con respecto a este Jefe, espíritu mui distinto al que dominara en O'Higgins, cons- - tantemente dócil a las sujestiones de su compañero de sacrifi- cios i de triunfos? Es indudable que a mas de las que se referían a las estreche- ces por que atravesaba el pais, influian en su conducta las que provenian de una noble emulacion de gloria con los jefes arjenti- nos, i que llevó al Senado en una ocasion hasta pedir a O'Higgins que se pusiera a la cabeza de las tropas espedicionarias. | Miéntras que para el Director Supremo el amor propio na- E “cional debia hacer toda clase de sacrificios a fin de que se efec- _ tuase esta espedicion en conformidad absoluta con los planes de San Martin, i bajo la direccion esclusiva i discrecional de este "TOMO LXXXII 13 194 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS jefe, para el Senado tratábase de una empresa que se iba a efec- tuar mediante el esfuerzo chileno, por soldados en su mayoría chilenos, i en esta virtud, no queria desprenderse de la fiscaliza- cion que le correspondia, como la mas alta autoridad, a lo ménos así lo estimaba, que existia en el pais. Esta diversidad de miras manifestóse de un modo elocuente con motivo de cierta reduccion que intentó hacer el Senado en el personal del Estado Mayor i de que hubo de desistir ante las resistencias de O”Higgins i de San Martin. Especialmente se manifestó tambien con motivo de las instrucciones que de- bieron darse a este último, al iniciar la campaña líbertadora. Poco ántes de hacerse a la vela el ejército unido, comunicó aquel cuerpo a O'Higgins un pliego que contenía ciertas ins- trucciones, laboriosamente meditadas i detalladamente conce- bidas, a que deberia sujetarse dicho jeneral en jefe. Aun cuando reglamentarias en exceso, estas instrucciones, que recuerdan las que el gobierno de Buenos Aires habia dado al mismo San Martin al emprender la espedicion a Chile, contenían prudentes advertencias i estaban redactadas con un espíritu de elevado americanismo. Déjase ver en ellas el anhelo de que las nacío- nalidades que iban a fun darse se constituyeran con sus ele- mentos propios, de tal modo que la obra del ejército espedicio- nario no fuera sino la de derrocar el poder militar de España, para nuniformar el sistema de la libertad civil i racional en la América del Sur. Por el artículo 8.2 se ordenaba al jeneral en jefe cuidar de que en los pueblos tomados por las armas, se reuniesen los pa- triotas a fin de que efectuasen la eleccion de sus mandatarios; pero de ningun modo admitiria empleo político ni para sí ni para los oficiales. Corresponderia a las corporacionesi alos principales vecinos congregados con este objeto, elejir gobernabor i cabildo. La ciudad de Lima designaria de este modo un Director o Junta Suprema, segun agradase a los miembros de la reunion, quienes gozarían de entera libertad para ello. Esta suprema autoridad deberia formar un proyecto de constitucion provisional a fin de | que fuese voluntariamente suscrito por las corporaciones i veci- nos de todo el pais. 3 La última cláusula de las instrucciones, disponia que miéntras q O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 1095 se acordaba el envío de un emisario provisto de poderes sufi- cientes para que con su acuerdo se resolviesen los asuntos i ne- gociaciones diplomáticas i comerciales de ámbos estados, co- municara el jencral San Martin las providencias que tomase, al supremo “gobierno ¡ í al mismo Senado. Vivamente encareció esta corporacion a O” Hiegins que hi- ciese llegar a su destino, despues de aprobarlas, las instrucciones enviadas. Sin embargo, a poco de haberse hecho a la vela la espedicion, el Director Supremo remitió una nota al Senado para comunicarle que se habia abstenido de cumplir con dicho encargo. Era tarea difícil la de escusar esta conducta, que inferia un verdadero agravio a aquella corporacion e importaba un olvido flagrante de las disposiciones constitucionales. Empero, O'Hig- -—gins trató de hacerlo i se fundó en que escapaban a toda previ- sion los detalles que debian tenerse en vista para trazar un plan de conducta a San Martin en las árduas i complicadas opera- ciones de la empresa confiada a sus cuidados i desvelos. Había intentado combinarlo el mismo O'Higgins, "cierto de los altos derechos. que ejercia, pero habia concluido por confiar en absoluto en las virtudes de ese jenio, destinado por la Provi- dencia para dar libertad al suelo americano.» —"wElestá tan poseido, decia, de cuanto pueda indicársele en la matería, su corazon es tan decidido por ello, que el prescribirle menudas pautas habria sido herir de muerte su delicadeza, su honor, sus virtudes 1 su talento; 1, lo que es mas, habria sido en- cadenar el vuelo de su jenio en el preciso instante en que debe- ria desplegarlo con una estension ilimitada a presencia de cir- cunstancias del momento, que nadie otro sino el ale las mira 1 “toca puede valorizar i aprovecharlas. E Naturalmente,esta respuesta nopodia satisfacer al Senado. Lé- jos de eso,icomo era de esperarse, produjo en su seno la mas pro- funda sorpresa. Inmediatamente acordó manifestar a O'Higgins _que estrañaba que esas instrucciones no hubieran sido re- — mitidas a su destino. No podia citarse un ejemplo, decia, de que un estado dirijiese sus fuerzas a otro, sin que se diera al comisionado una pauta para que arreglase a ella su conducta. La confianza que se abriga en el enviado, sea quien fuere, no 196 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS puede ni debe escusar esta dilijencia preliminar. Si éste fallece, podria sucederle otro que no mereciese la misma confianza del gobierno i que, ignorante de sus E alterase o excediese los términos de su comision. - | Aceptaba el Senado que en lo militar se dejase al jeneral en jefe en absoluta libertad para obrar conforme a las circunstan- cias; pero el modo i la forma de gobierno que convenia adoptar i sostener en los puntos que libertase, la conducta que debia observar en esos pueblos, podrian traer resultados perjudiciales, cargos i contradicciones entre ámbos estados, que habrian de redundar en daño del que habia enviado la espedicion, si no tomaba éste la precaucion de trazar a ese mismo jeneral en jefe un plan de conducta. “Por todo esto, concluía la respuesta, despues de otras re- flexiones igualmente razonables, estaba el Senado persuadido que la espedicion hubiese marchado llevando las instrucciones que recibió V. E. en Valparaiso i de que habla su honorable nota de 22 de setiembre, significando los motivos por qué no se dieron i que no satisfacen al Senado ni resguardan a V. E., por cuya autoridad i opinion propuso el cuerpo aquellas instruccio- nes e insiste en que tengan su efecto... Pero si el Senado tenia resuelto que las instrucciones llegasen a su destino, O'Higgins habia determinado lo contrario, i como aquella corporacion no podia salir de los límites que le estaban señalados, prevaleció la voluntad del encargado de la autoridad ejecutiva. Las instrucciones no llegaron nunca a manos de San Martin i así pudo mas tarde el vencedor de Maipú desmentir con perfecta justicia a los que, suponiéndolas en su poder, lo acusaban de haberlas violado. | De menor importancia, aun cuando igualmente revelador de la tirantez de relaciones que existió casi desde un principio entre ámbos poderes, fué el desacuerdo provocado por un pro- yecto de reglamento que aprobó el Senado para determinar las atribuciones de la alta i de la baja policía, bajo cuyos nombres - ñ se comprendian respectivamente los asuntos de gobierno local i O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 197 los que atañen propiamente a la policía urbana, como asco, alumbrado, etc. Deseando establecer una clasificacion que previniera cual- quiera clase de conflictos, como lo queria la constitucion mis- ma, aquel cuerpo, a instancias del cabildo, señaló las funciones que debian corresponder al juez de policía urbana i prescribió al gobernador intendente las que por su parte podia desem- peñar. Lo curioso que tiene este incidente es que el mismo regla- mento hubiera sido propuesto por el juez de baja policía a O'Higgins; i desechado por éste, fuera llevado a la consideracion del Senado. El Director Supremo halló irregular en sumo grado el procedimiento, ino dejó de hacerlo presente. Ademas de esto, el gobernador intendente habia presentado renuncia de su puesto i amenazaba insistir en ella si no se derogaba el regla- mento en cuestion. Hubo aun mas. Contrariado O'Higgins por la serie de desa- cuerdos en que constantemente se veia envuelto con el Senado i que se producian mui a su pesarn, tomóse la libertad de pro- ponerle un arbitrio para prevenirlos en lo sucesivo. Consistiria este arbitrio en que, cuando se tratase de promover cualquier negocio, ámbas autoridades hicieran una manifestacion de sus opiniones, que se comunicarian recíprocamente, sea por oficio o. por conducto de sus respectivos secretarios. e este modo las discusiones no tendrian los tropiezos de que se resentian q las que se habían suscitado i se continuaban suscitando. 4 - En el fondo, este procedimiento tendia a constituir a los mi- =mistros o secretarios del Director Supremo en intermediarios suyos ante el Senado. Su aceptacion habria importado un pro- greso innegable en las prácticas gubernativas, i sin duda habria alejado conflictos odiosos entre ámbos poderes. Solo en raras ocasiones habian concurrido al Senado los ministros. La pri- mera vez en que se vió a uno de ellos asistir a sus debates, ocurrió precisamente en la sesion de instalacion de este cuerpo, en la cual don Antonio José de Irisarri, ministro de gobierno o de estado, como se decia a la sazon, vino a esponer las razones que aconsejaban el envío de un ajente diplomático de Chile al Congreso de Aquisgran. 198 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS No prestó la menor atencion el Senado a la idea de O'Hig- pe gins; ántes bien, prescindió de ella en absoluto, acaso porque | no se detuvo a medir su alcance, acaso porque no acertara a. comprender todo el partido que de ella hubiera podido sacarse para el perfeccionamiento del sistema político vijente. Solo en circunstancias mui señaladas concurrieron los ministros a la sala de sus sesiones, por lo que continuaron produciéndose en- tre los dos poderes conflictos análogos a los que hasta entónces se habian suscitado, conflictos que se previenen en otros paises con la adopcion de lo que O'Higgins presentaba como un ar- bitrio aconsejado por las circunstancias, i que es una de las creaciones mas felices del derecho público moderno, Pensó aquel cuerpo que ante todo debia sostener su proyecto, i lo hizo con abundante acopio de razones. Especialmente se. cuidó de manifestar que por uno de los artículos de la consti-. tucion estaba facultado para llevar a efecto sus reglamentos, no obstante cualesquiera reparos que formulara el gobierno. Se. detuvo tambien en hacer presente que, dadas las. múltiples í graves tareas del intendente, no podia exijirse de este funcio- nario que atendiera debidamente las mMENOAS an anexas al cuidado de la póliciía urbana. e | Abstúvose el Director de insistir en su oposicion 1 ordenó ) ES se promulgara el acuerdo del Senado. pS Una actitud mucho ménos sumisa fué: la que adoptó con motivo de otro árduo incidente provocado poco tiempo des- pues, i que dió oríjen a una viva polémica entre ellos. . A fines de 1818, el Senado “sin embargo de no considerarse. suficientemente autorizado para establecer reglas en materias eclesiásticas, esto es, arrogándose facultades “que solo podian venirle de la confusion existente, pero que, segun. teólogos i cy canonistas consultados al efecto, a él podian incumbirle mejor que a nadie, habia aprobado un reglamento de regulares con el objeto de subsanar algunas dificultades provenientes de la in- comunicacion en que se hallaba el pais con la Santa Sede. : Quedaron mas o ménos definidas en este reglamento diver-= :eN sas atribuciones del patronato eclesiástico i establecida la ma= O”HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 199 nera de ejercitarlas. Así, correspondería al diocesano la confir- macion de los grados de regulares, pero estos grados no tendrian valor si el decreto de confirmacion no se presentaba al Director para que le diera el pase. | Mezclóse una infraccion de estas disposiciones con la de cierto artículo constitucional que prohibia a O'Higgins espedir ninguna clase de órdenes sin hacerlas suscribir por el respectivo ministro, i de todo ello vino a resultar la dificultad de que aho- ra hablamos. Tratábase de la persona que debia ser designada para el car- go de asistente en el capítulo de Santo Domingo, esto es, de representante del poder civil en el seno del capítulo, i hallábase elejido el gobernador del Obispado, que lo era el senador i dis- tinguido sacerdote don José Ignacio Cienfuegos, cuando apa- reció un nuevo decreto, con la sola firma de O'Higgins, en que se nombraba a un sujeto distinto. Al mismo tiempo, dijose que el prelado de la propia comunidad de Santo Domingo habia procedido a recibir grados con solo las patentes del gobernador del obispado, í sin que llevaran el pase del gobierno. Aquello importaba, a juicio de los senadores, poco ménos que un gol- pe de estado. Equivalia a desatar el poder del Director de una de las mas fuertes ligaduras que lo aprisionaban, como era la precisa 1 necesaria intervencion que debia tomar en cada una de sus medidas el respectivo ministro, funcionario que se encontraba sujeto a responsabilidades perfectamente es- tablecidas. O'Higgins se alzaba sobre la constitucion 1 so- bre todos los demas poderes para gobernar bajo su esclusivo nombre. El Senado, que en su celo por el cumplimiento de sus debe- res, veia agrandados estos peligros, se apresuró a llamar la aten- cion del Director Supremo sobre la infraccion cometida, al - mismo tiempo que sobre -las irregularidades de que se habia hecho reo el provincial de Santo Domingo, por haber aceptado grados que no llevaban el exeguatur prevenido por las leyes "Respecto a lo primero, decia el oficio acusador refiriéndose a la circunstancia de que el decreto hubiera aparecido sin fir- ma de ministro, recomienda a V. E. el Senado, el cumplimien- to de la constitucion, así los interesados tendrán contra quien AR A A A ER VA AA AAN ia > > FEAS E o A e e £ a A TA A se 1 200 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS reclamar si se autoriza algun decreto que sea contrario a las leyes; i para lo segundo, debe V. E. mandar al provincial que d en el dia devuelva las patentes i quede suspendida la ejecucion de ellas i sus efectos hasta que tengan el pase de V. E., estra- fiando aquel procedimiento i apercibiéndole con espatriacion en iguales casos. La respuesta de O'Higgins no justificó las infracciones ano- tadas, sino que las agravó, así porque demostraba la preme- ditacion con que habian sido cometidas como por el tono altivo i hasta irónico en que estaba redactada. Comenzaba di- ciendo que habia esperimentado una profunda sorpresa al im- ponerse de la nota del Senado, pues en vez de encontrar en ella algun descubrimiento de vital importancia para los intere- ses de la patria, como esperaba, no habia hallado mas que un. ataque contra procedimientos que, léjos de infrinjir la consti- tucion provisional, no tendian a otro objeto que al de prevenir males de mui graves consecuencias. ; Entraba en seguida a escusar largamente las irregularidades que se le enrostraban. o E Es curiosa la esplicacion que da del hecho de haber promul- gado un decreto sin la firma del respectivo ministro. Es cierto, decia, que en un principio habia asentido al nombramiento de Cienfuegos para asistente. Esta idea le habia sido sujerida i realizada por su primer ministro (don Joaquin de Echeverría) en circunstancias en que una fiebre tenaz no le permitia ver las cosas con la claridad necesaria. Disipada aquélla, continuaba, i entrando en la calma de la reflexion, bien pronto conoció lo absurdo de aquel paso; i nada juzgó mas justo ni conveniente que variar dicho nombramiento, que habia provocado enérjicas protestas, por la incompatibilidad del cargo con los que estaba desempeñando el elejido. Las mejores intenciones no podian sincerar la conducta del primer ministro, pero por respeto al mismo creyó que no debia descubrir su falta por medio de otro ministro. En estas circunstancias llegó a sus manos una recu- 4 sacion elevada por los "relijiosos patriotasn de Santo Domingo, en que hacian ver el interes seductor que podia inducir a Eche- verría a intervenir en las providencias relativas al capítulo prio- ral, por el compadrazgo i amistad estrecha que tenia con el O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 201 relijioso, cabeza de un an que habia puesto en ajitacion los ánimos, etc... Como se ve, no habria tenido motivos el ministro aludido para sentirse satisfecho con estas apreciaciones de su jefe, La nueva circunstancia que queda apuntada, así como la urjencia de hacer otro nombramiento de un asistente civil e idóneo, lo decidieron a obrar personalmente, no solo haciendo uso del alto poder discrecional que le habia confiado la nacion, sino en obedecimiento a la lei suprema de la razon de estado, lei que, sin estar escrita en ninguna constitucion, prevalece sobre todas éstas. Respecto a la infraccion cometida por haberse recibido gra- dos sin el exeguatur de estilo, la esplicaba de un modo igual- mente sencillo, aunque no ménos estraño. No habia querido otorgar este exeguatur hasta saber si los agraciados figuraban en el bando patriota, 1 por esta razon habia dado sus instruc- ciones al nuevo asistente a fin de que se informara primero Sobre las ideas políticas de aquéllos i permitido, entre tanto, el que se recibiesen los grados. Una vez que se hizo una "impar- cial purificacion, el prelado solicitó i obtuvo las patentes de aquellos padres afectos al nuevo órden de cosas. O'Higgins terminaba su nota declarando que en circunstan- cias estracrdinarias como aquellas, el gobierno, léjos de ser combatido, tenia derechoa pedir apoyo, 1 que por su parte, respetando la constitucion, se hallaba resuelto a separarse de .ella si algun deber imperioso, aconsejado por la salud pública, se lo ordenaba. Asi por el fondo de las ideas que contenía esta comunica- cion, como por ciertas alusiones hirientes hechas al presidente del Senado, don Juan Agustin Alcalde, a quien suponia O'Hig- -gins inspirador, en este caso, de sus resoluciones, i en jeneral por el tono de acritud que en ella domina, venia a constituir un programa de gobierno i de conducta que no podia ménos de lNamar mui sériamente la atencion de la corporacion a quien -1ba dirijida. h Apresuróse, pues, ésta a contestarla, i lo hizo en una forma que “le hace alto honor, pues en presencia de las declaraciones tan enérjicas como amenazantes de O'Higgins, sostuvo valiente- 202 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mente que era su deber reclamar de toda arbitrariedad quese cometiese, i que las leyes, como emanadas de la voluntad jeneral, | debian ser obedecidas sin disimulo ní limitaciones. De otro modo los ciudadanos vivirian recelosos, no tendrian confianza en la constitucion que los rejia, i estarian en su derecho “para ventilar procedimientos contrarios, lo que queria decir nada ménos que se encontraría justificada cualquiera revolucion pro- movida por el pueblo para mantener a las autoridades en el cumplimiento de sus deberes. Fácilmente refutaba, en seguida, la defensa que habia. Hesha O” Higgins de sus procedimientos. Nada importaba, decía, que el primer ministro fuese autor de la primera eleccion. Todos los dias se revoca un decreto por otro i un mismo secretario suscribe los dos. No piense V. E. que el capítulo de consti- tucion reclamado no es de los esenciales.. 1 en seguida agre- gaba estas hermosas palabras: No hai una tilde en la lei que no sea esencial. Tanta obligacion tenemos de respetar i con- servar un capítulo como toda la constitucion... ; Del mismo modo insistió en considerar ilegal el procedi- miento de O'Higgins con respecto a la no concesion del exe- quatur, i sostuvo que habria debido atenerse a la letra de las disposiciones legales. OS Ni dejó pasar en silencio la afirmacion que habia hecho O Higgins de que estaba investido de un poder discrecional. | “No está en el órden, dijo, que el alto poder sea alguna vez discrecional. Siempre es sujeto a la lei, isi en algunas cir- cunstancias debe ceder ésta, debe «ser solo cuando peligre la salud de la patria 1 entónces con acuerdo del mismo poder - lejislativo. 1 3 El Senado se manifestaba firmemente dispuesto a encerrar la autoridad del Director Supremo dentro -de límites pruden- tes, ¡anunciaba su voluntad de no autorizar ninguna trasgre- sion de la lei. El poder de O'Higgins estaba destinado a cho- car contra esta voluntad sin romperla. Así, miéntras creia el momento oportuno para hacerla desaparecer, suprimiendo la corporacion que tan rebelde se manifestaba a sus miras, se desentendió de ella como en el caso actual, 3 No volvió, en efecto, O'Higgins a contestar al Senado. Pre- O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 203 -firió tomar otro camino para dejar establecida su prepotencia; fué el de revocar el reglamento provisional dictado para regu- “lares i negarse a promulgar un acuerdo del Senado para que el gobernador del obispado entendiese en los recursos de nulidad de los capítulos jenerales. y En presencia de esta franca ostentacion de poder, acordó el | Senado declarar que el Supremo Director no podia por sí solo isin la anuencia del Exmo. Senado derogar el reglamento de “regulares nininguna lez vijente, que dicho reglamento conti- 1 uaba en vijencia, 1 reconvenir ademas nuevamente al Su- —premo Majistrado para que hiciera refrendar sus decretos i “determinaciones por los respectivos ministros, como únicos responsables de cuanto el gobierno hiciese contra la constitu- A 1ON. - No podía hacer mas en defensa de sus fueros i obedeci- ñ lento a la constitucion del estado. Atacaba un abuso que podia minar todo el edificio político, i lo atacaba con aquella enerjía i tenacidad que han puesto en uso los cuerpos lejisla- dores dignos de su mision, en circunstancias parecidas i que constituyen sus únicas armas enfrente del ejecutivo. 1-4 ALCIBÍADES ROLDAN mn 4 -(Concluzrá) LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA | O | po SEÑOR Ec SEÑORES MIEMBROS DE LA UNIVERSIDAD: Al aceptar la honrosa distincion de Miembro -Académi- co con que la Facultad de Humanidades se ha dignado | favorecerme, he entendido que a la vez aceptaba un puesto de trabajo í de responsabilidad en la importante obra de la difu- “sion, ensanche i mejoramiento de la instruccion pública que nuestras leyes tienen confiada al Cuerpo Universitario, Por eso, ien mi calidad de profesor de historia, he creido que al presentarme por primera vez ante vosotros cumplia con ¡un deber llamando vuestra atencion hácia las reformas que conviene introducir en la enseñanza de esa importante asigna- tura. He considerado que, alo ménos en la medida de mis fuerzas, correspondía de esta manera al jeneroso llamamiento con que me habeis honrado. 3 En efecto, señor Rector, la enseñanza de la historia se re- siente en jeneral de algunos vicios o defectos que la desfiguran esterilizan. Ha llegado el momento de introducir en ella los métodos i tendencias que correspondan a las necesidades de la “educacion moderna i se adapten al espíritu elevado i progresista 7 la Facultad. | A = Esa enseñanza, tal como la comprenden i desarrollan los programas i reglamentos vijentes, no satisface las exijencias de histórico. 006 pe: sufridas por la humanidad. 206 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS nuestra sociabilidad. Los testos que se usan como dnd dé bien arreglados para las necesidades de su época, están y ticuados i no corresponden a los grandes progresos alcanzados en nuestros dias por la erudicion histórica. La misma distribu-. cion de la materia tiene que sufrir las trasformaciones consi= guientes a los métodos i programas del nuevo sistema que la. pedagojía moderna ha aconsejado implantar en nuestros esta= blecimientos de enseñanza pública. Urje, por lo tanto, que la Facultad dé a ese noble ramo de los conocimientos humanos. el nuevo impulso que ha menester, marcándole rumbos distin- tos, señalándole métodos adecuados, i haciéndole servir como: corresponde a las necesidades de nuestra cultura. Tales son los puntos de mira que por breves momentos voi a contemplar en esta ocasion. Para que la enseñanza de la historia pueda corresponder a. la mision verdaderamente educadora que está llamada a ejer- cer en los destinos de la humanidad, es menester que se adapte al criterio científico que hoi dia domina en las investigaciones. del pasado, i ejercite a la vez el métodó inductivo que Bera el análisis i seleccion de los hechos i la compulsa de los mate- riales que deben servir para la sólida construccion del edificio | De esta manera, la simple enumeracion de los acontecimien- | tos debe ser reemplazada por la síntesis mas o ménos compren-- siva, pero siempre clara, definida 1 atrayente, de las evoluciones- El aprendizaje de memoria, fatigoso e inútil, ha de ser. sus=. tituido por un estudio razonado i discreto de los sucesos. - I por último, el cuadro de los acontecimientos históricos A de aparecer, nó como una relacion de sucesos aislados, sino: como la manifestacion viva de todas las fuerzas i elementos so- ciales, tomados en conjunto i en su desarrollo i lójico. enca= denamiento, de tal manera que el espíritu pueda apreciar sus. causas i efectos naturales, i deducir, de. los trastornos 1 modi- ficaciones incesantes de los pueblos i de sus ARaraoas i dura - LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA * 207 3 bles o pasajeras grandezas, las enseñanzas que debe recojer el hombre i aprovechar el ciudadano. 5: Ya no se concibe que sea posible conocer la historia de un 3 pueblo sin darse cuenta precisamente de su papel en el con- cierto de las demas naciones, i sin poder establecer la influen- cia que en su desenvolvimiento han ejercido los pueblos que le han precedido i contribuido a su formacion. Se considera hoi tan absurda i errónea la hipótesis de una historia aislada e independiente, como la de una civilizacion - absolutamente espontánea. En la concepcion moderna de la historia no se hace jirar los acontecimientos en torno de las grandes individualidades, sino que, por el contrario, aparecen éstas como el resultado de causas anteriores i el fruto de la época en que han vivido. Los grandes pensadores del siglo XVITI, que fueron los pre- cursores de la revolucion francesa, abrieron tambien este ancho cauce a la investigacion histórica. La obra de la misma revolu- cion, en seguida, que llamó a la vida pública a todas las clases - sociales, i los trabajos científicos de juristas i sociólogos des- A pues, han venido a fijar el campo 1 terreno propio de la histo- ria, presentando la vida de los pueblos como el resultado de las fuerzas i elementos de la colectividad i construyendo así sobre base sólida i duradera la teoría de la organizacion de los - pueblos como personas sociales. "Hai dos elementos en la historia, como en toda ciencia, dice Mr. Seeley: uno es la investigacion de los hechos i otro la -jeneralizacion de ellos i la deduccion de principios comunes.. -Seha creido por mucho tiempo que al historiador solo co- =rrespondia el primer trabajo, reduciéndole a la condicion de investigador i dejando la segunda parte dela obra histórica al = sociólogo. Con mucha razon protesta el mismo escritor contra poe opinion Í establece con O que "si el pi E (2 dl » Moa a necesita presentar dica que todo el cuadro del ala i progreso de la civilizacion, de las etapas recorridas por los 208 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS _pucblos en este desenvolvimiento incesante ide las jornadas ] libradas por el hombre en todos los tiempos 1 en todas las co- 3 marcas en la prosecucion de la verdad i de los ideales de justi- cia i de libertad. | : I al hablar de civilizacion queremos comprender esta espre- sion en el sentido mas lato que le dá el lenguaje moderno, abarcando el desenvolvimiento político, social, económico, in- telectual i moral de la humanidad, de tal manera que se refiera no solo a la vida social sino tambien a la vida individual, al hombre mismo en el desarrollo de sus facultades de sus sen- timientos i de sus ideas, En esta marcha siempre ascendente de la civilizacion, se des- taca con nitidez cl cuadro grandioso de la evolucion constante de la humanidad. Las diversas edades de su existencia corres- ponden a distintos períodos del desenvolvimiento humano; +: pero ninguno de ellos puede suprimirse sin hacer inintelijible 3 la historia de las trasformaciones sufridas por la humanidad. Cada una de esas etapas marca un paso adelante en la obra de la evolucion humana. Cada una de esas edades tiene su sig- nificacion, su rol trascendental, sus caractéres peculiares. Si con los griegos i los romanos, la civilizacion alcanzó un 3 alto grado de madurez i de esplendor, debe reconocerse in- E completa bajo diversos conceptos. Pero al renacer en la edad moderna, despues de un largo período de penosa elaboracion, 2 se eleva la civilizacion a un poder material i a una dignidad moral que la antigiiedad no habia conocido. Si por un ll to pareció detenerse, el renacimiento la exhibió mui pronto — rejuvenecida, exhuberante de vida, jenerosa en sus manifesta- ! : ciones, ámplia en sus tendencias, i sobre todo mas s conforme a los destinos del hombre. : | 3 Por lo demas, ese período de servidumbre i de oscuridad que -se ha llamado la edad media, fué un período de reconstruccion 4 i de incesante trabajo. Entónces se dibujan las naciones en el * horizonte de la vida moderna, se forman las lenguas i se elabo- d ran las instituciones, tanto mas confusas cuanto que tenian que | desprenderse de las costumbres jermánicas i de los recuerdos de la antigiiedad romana. 3 Exhibiéndonos la historia el cuadro de las sociedades anti- LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 209 guas, nos revela sus oríjenes, detalla sus progresos i esplica su decadencia. Nos permite asistir de esta manera a los primeros “actos del drama que continúa desarrollándose delante de noso- tros, i nos hace participar de los beneficios de existencias que no fueron la nuestra. Agrega a nuestra vida millares de años i la enriquece con los tesoros de la esperiencia. El espiritu puede así deducir las enseñanzas que dejan esas lecciones del pasado í aplicarlas a la edad presente i a los su- cesos de nuestra época. | I de esta suerte, estudiando los acontecimientos, investigan- do sus causas ¡analizando las consecuencias que han producido en el desarrollo i progreso de la humanidad, participa la histo- ria de la filosofía i consigue establecer el principio de la unidad histórica 1 la gran lei de la filiacion. De esta manera tambien cualquiera intelijencia capaz de penetrar mas allá de la simple -superficie de las cosas, puede reconocer que el curso de los acontecimientos humanos está determinado por causas mas sérias i profundas que las simples voluntades individuales. Para poder abarcar así la historia de la humanidad, ha sido necesario hallarse en situacion de poder apreciar la unidad his- tórica. La historia no tuvo en sus orljenes esos puntos de mi- ras. Debió o tuvo que ser estrecha i particular. No es posible pedir a Heródoto nia Tucidides que nos presenten el cuadro de una unidad visible que no se hallaba a la vista de ellos. Fué menester que el espíritu, ilustrado por la civilizacion i enseñan- za griega, se encontrase en presencia de la unidad romana, ante el espectáculo de su desarrollo i de su marcha incesante hácia la dominacion universal, para que el criterio del historia- dor pudiese dominar un verdadero plan de historia universal, Aconteció eso a Polibio. Habiendo residido por muchos años en Roma i tenido estrechas relaciones con algunos de los per- sonajes mas ilustres, i habiendo contribuido a cicatrizar las he- =ridas que la dominacion romana habia abierto en su patria, pudo aquel eminente historiador estudiar de cerca las costum- bres, la organizacion i el carácter de ese pueblo superior, i con facilidad comprendió que la supremacía rudamente conquistada sobre la península itálica, el glorioso triunfo obtenido en su porfiada lucha con Cartago, el anonadamiento de la Macedonia TOMO LXXXII 14 210. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS — i la postracion de la Grecia, anarquizada i dividida ante la po- derosa unidad romana, no eran obra del acaso sino el resultado - natural i preciso de causas jenerales i permanentes. Así a la. vista de ese pueblo vigorosamente organizado, tan grande 1 herdico en las desgracias como era prudente i sábio en sus vic= torias, que habia sabido acallar sus disensiones i encontrado la enerjía necesaría para dominar sus turbulencias, que, despues de haber avasallado a sus temidos i poderosos rivales, echaba los cimientos del imperio del mundo, podia el espiritu pene-. trante i profundamente sensato del historiador griego reunir los materiales i ser capaz de concebir i de realizar el cuadro ] de una historia universal. Con mucha exactitud decia Polibio a este respecto que las historias particulares no pueden dar una nocion del conjunto, así como los miembros, una vez separados del cuerpo, ántes lleno de vida í de belleza, no pueden dar una idea exacta de toda la gracia i de todo el vigor que habia reci- bido de la naturaleza." 8 Por haber realizado Roma esta unidad de gobierno univer- sal, ha prestado positivos e incalculables servicios a la causa: de la historia. Merced al poder de su espíritu nacional fué como los romanos pudieron fundar su imperio universal, Esto no quiere decir que la Grecia haya dejado de coadyuvar ] de una manera notable a la causa de la unidad humana. Ella. concurrió descubriendo los principios universales de toda cul- tura puramente humana i encarnándolos bajo formas de una | 3 belleza casi perfecta, de tal manera que han permanecido como objetos de admiracion i como modelos para los hombres ins- truidos de todos los siglos i de todos los paises. "En Grecia, ha dicho un gran pensador ingles, Mr. Flint, el hombre tomó por la primera vez conciencia de su verdadera naturaleza, como perscna razonable i libre, i sobre este conocimiento ha estable- j cido los fundamentos que aun soportan el edificio de toda nuestra ciencia, de nuestra filosofía, de nuestras matemáticas, de nuestra física, de nuestra lójica, de nuestra moral i de nues- tra política; ha producido una estatuaria, una arquitectura, una . literatura poética i dramática, oratoria e histórica que jamas han sido sobrepasadas. E "Roma, agrega el mismo escritor, humilde en su oríjen como. LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 211 a un grano de semilla, acabó por cubrir la tierra; reinó por mu- chas jeneraciones, desde las comarcas en que el sol se levanta hasta aquellas en que se pone, i ha legado a la posteridad leyes e instituciones que aun viven í que parecen destinadas a la in- mortalidad. Su desenvolvimiento fué el de un imperceptible crecimiento, de una asimilacion gradual; este fué un perpétuo cambio en que ella daba 1 recibía alternativamente, procedien- do por concesiones 1 adaptaciones; progreso lento pero seguro, i seguro porque era lento, puesto que jamas se vió obligada a dar hácia atras el paso que habia dado hácia adelante, i puesto que jamas dejó de asegurar lo que habia ganado con la espada, por medio de la sabiduría de sus leyes i los trabajos de su colonizacion.. De esta suerte, merced a la filosofía griega i a la política romana, el espíritu humano se eleva a la concepcion de una unidad que sirve de lazo a todos los hombres, independiente- mente de cualquiera distincion de clase o nacionalidad. "Si se nos pregunta, dice a este respecto el distinguido historiador ingles Freeman, qué aplicacion tiene el estudio de los sucesos e instituciones de tiempos tan lejanos del nuestro, contestare- mos que la distancia no se mide simplemente por el trascurso del tiempo i que aquellas edades en que hubieron de nacer la literatura, el arte, la libertad política, están, a veces, solo por analojía e influencia indirecta, a veces por causas i efectos ac- tuales, nó distantes, sino mui próximos a nosotros. ca ] "Miremos a los antiguos, agrega, a los hombres de Plutarco, y a los hombres de Homero, nó como hombres de otra raza, sino p como hombres de pasiones iguales a las nuestras, como herma- ' nos mayores aun. Hagamos entender que la lengua que ahora E hablamos forma en realidad una sola con la lengua de Home- ro; que la Ekklesia de Aténas, los comitia de Roma i el Parla- A mento de Inglaterra son anillos de una misma cadena; que Clístenes, Licinio i Simon de Montfort han sido compañe- ros en el trabajo de una misma causa comun i encontraremos j que el estudio de los tiempos antiguos de nuestra raza puede: ocupar un puesto de honor junto al estudio de los tiempos modernos; que los héroes de la leyenda antigua no pierden, sino que mas bien ganan en dignidad, convirtiéndose en obje- la Ea la familia, de la propiedad i del organismo político, se ha llega- las instituciones sociales en todos los pueblos i que las formas su arraigo i orfjen en el pasado mas primitivo de las civiliza- ciones. Por igual razon muchas de las costumbres 1 usos que el pueblo griego, que por mucho tiempo se tuvo como autócto- comunidad de las civilizaciones griega 1 oriental í la reaccion que le lleva a considerar como dominante el interes en la cosa historía como una institutriz eminente en el arte de gobernar, - 212 | MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tos de razonable respeto, en vez de serlo de esclusiva supersti- :9 cion. Despues de los estudios hechos por Mainé, me Play, Letour- neau i tantos otros ilustres investigadores, sobre la historia de do a la conclusion de que “una misma lei rije la evolucion de que hoi consideramos como jenuinas de nuestra época, tienen hoi se muestran en la vida espontánea de nuestras sociedades son verdaderas supervivencias de grados de cultura anteriores. Lo mismo puede decirse del arte, cuya evolucion, hasta formar no, está ya puesta bien en claro.—Esta teoría de la absoluta espontaneidad del pueblo griego, por mucho tiempo sustentada, ha perdido su fuerza, ien cambio se halla probada la orijinaria as YM posterior que lentamente las ha separado. Hasta la presente época ha sostenido la escuela francesa que la historia representa la filosofía enseñada por ejemplos. La escuela inglesa, fiel a la tendencia del espíritu británico pública, ha dirijido la atencion de sus historiadores a mirar la atribuyéndole la tarea especial de vigorizar los principios de esta rama del arte en que los ingleses han llegado a ser maes- 3 tros, el arte del gobierno constitucional, | AN Estos sistemas se hallan al presente dominados por el crite- rio científico de nuestra época, el que con justicia sostiene que la verdad histórica para ser tal debe participar.de todos los carac- téres de la verdad científica. Esta ha de imponerse con la mis- ; ma certeza al historiador que al naturalista, al fisiólogo o al astrónomo; i unos i otros han de proceder en sus descubrimien: tos por medio de la observacion de los hechos particulares consiguiente induccion de las leyes o principios jenerales qu los rijen. Comun el método inductivo a todas las ciencias, da al historiador la única clave para poder: descifrar los gravesi cor 48 A ES a a, 4 eS » e - sentan un sistema, una edad o una tendencia. LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 213 plejos poblemas que presenta la historia de la humanidad. Ob- servando los sucesos, distinguiendo en ellos lo que es fortuito local o transitorio de lo que es jeneral i constante, descompo- niéndolos, comparando unos con otros para establecer sus dife- rencias O semejanzas, es como se logra descubrir las leyes del desenvolvimiento social i político. Este método que tan poderosa influencia viene ejerciendo desde algunos años en el mundo del pensamiento, ha modifi- cado el campo 1 la perspectiva de la historia. "Partes que hasta ahora se estimaban de importancia mediocre han ganado consi- derablemente de valor, dice Sumner Maine, i es así como una piedra puede ofrecer mucho mas interes a un jeólogo que una montaña, una yerba que una flor a un botánico, una fibra que un organismo entero a un fisioiojista, porque todas ellas constatan una lei natural o la confirman con evidencia estraordinaria. "Una de las consecuencias necesarias de esta tendencia a considerar la historia como una ciencia de observacion, es aumen- tar considerablemente la importancia de la historia antigua en sus relaciones i comparaciones con la historia moderna. l esto no solo en cuanto a la historia maravillosamente precisa de Grecia i de Roma, sino tambien por lo que hace a la his- toria semi-poética de la India antigua. La historia antigua ofre- ce bajo el punto de vista científico una ventaja enorme so- bre la historia moderna, i es la circunstancia de ser incompara- blemente mas simple, i esto porque es mas jóven. Las acciones de los hombres, sus motivos, sus movimientos sociales, son infi- - nitamente ménos complejos que en el mundo moderno, i por consiguiente, se prestan mucho mejor para servir de materiales a una primera jeneralizacion. Pero no basta el estudio de los sucesos políticos, de los tras- tornos que hayan sacudido a las naciones o de las empresas militares que hayan dado renombre a ilustres capitanes. Es —menester para la comprension de esos mismos fenómenos cono- cer las causas que pueden haberles dado vida o las circunstan- cias que hayan favorecido su desarrollo, Ni esos hechos, ni la aparicion de esos hombres superiores son accidentes aislados; co- rresponden a una situacion dada, son hijos de su época i repre- 214 -. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Ademas se requiere el estudio de la familía, de la relijion, de las leyes i de las costumbres populares. El progreso i desarrollo de la lei constituye una de las materias mas importantes ¡ atra- - yentes de la historia humana. No es lo esencial, ni aun lo mas importante saber el número de dinastías o el nombre de los soberanos que las componen; lo esencial es conocer las leyes, las artes, las ciencias i los usos i costumbres de una nacion. Los historiadores de nuestros dias, forzados por la corriente científica que caracteriza la edad presente, se han contraido al estudio prolijo de las causas históricas, esto es, de los diversos elementos que concurren a producir los fenómenos de la activi- dad humana, dando algunos la mayor importancia al elemento étnico o personal, i atribuyendo otros predominio indisputable a las condiciones físicas o al medio en que se ha desarrollado cada nacion. A la teoría de los que pretenden esplicar la vida social solo con el criterio de las leyes biolójicas, se opone la otra : que, analizando la influencia del medio físico i esterno sobre el hombre, busca esa esplicacion “en la relacion que hai entre el medio i la aptitud de sus habitantes para cumplir voluntaria- mente la parte de cooperacion i solidaridád impuesta a cada cual por la naturaleza... Unos buscan la solucion en las in- fluencias del medio físico, otros en las condiciones de la raza, dando así oríjen a una escuela i a una esplicacion fundamental, la jeográfica i la etnográfica. | : Grave e interesante problema, sobre el cual apénas nos esda- do hacer esta lijera referencia para manifestar qué rumbos lleva la investigacion científica. Por lo tanto, como consecuencia para la enseñanza de la historia, debemos establecer la necesidad de y dar toda su importancia a los estudios jeográficos i a los de cartografía histórica, comprendiendo en ésta la parte física ipo- lítica, i la conveniencia de iniciar el espíritu de la juventud en las cuestiones que levanta la antropolojía. ! ES: IT Los grandes pensadores que a fines del siglo pasado derriba- ron con el ariete formidable de una intelijencia vigorosa todc el edificio sustentado por la credulidad inconsciente o la trad E LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 215 cion relijiosa, dejaron preparado el terreno para los grandes obreros del pensamiento humano, que en el presente siglo han "sabido echar las bases i los cimientos indestructibles de esta ciencia tan compleja i í tan accidentada que se denomina la his- toria, o ciencia i estudio de la humanidad viviente. El criterio esperimental de los pensadores de la escuela con- "4emporánea, ha pasado a ser en manos del historiador de nues- tra época el instrumento seguro para guiar sus pasos en medio de aquel dédalo confuso que a primera vista presentan los "acontecimientos históricos. Observa, recoje, analiza, como el físico, una multitud de hechos particulares, los agrupa, los com- para i deduce de allí las leyes jenerales. Merced a este procedimiento inductivo, las lecciones de la historia pueden aprovechar a los pueblos, servirles de norma «en su desarrollo i suministrar una nocion clara i definida de la Sevolucion social. Solo así es posible esplicar al traves de los cambios i grandes trastornos sufridos por la humanidad, la idea de la solidaridad que existe entre los pueblos mas apartados 1 entre las épocas mas diversas. Y solo así será posible compren- “der cómo a pesar de los vaivenes esperimentados por las nacio- “nes, de sus sacudimientos muchas veces inesplicables, de sus diferencias incesantes, de sus grandes caidas i de sus trasfor- “-maciones violentas, se mantiene la unidad del desenvolvimien- to histórico i se cumple la lei del progreso, Para poder esplicar esta jeneracion de los acontecimientos 1 la forma en que los pueblos ejercen unos sobre otros su influen- cia constante, es menester adoptar un método mui diverso al que se empleaba cuando el cuadro histórico se hallaba reducido al marco estrecho i limitado de un pueblo o de una época ais- ladamente considerados. El estudio de los hechos tiene que hacerse al presente con terio firme e ilustrado, cáapaz de atravesar por lo fortuito i : idental sin peligro de estravío, i capaz de iluminar las di- ve rsas rutas seguidas por las jeneraciones anteriores. - Sin la nocion de la filiacion histórica, no hai mas que acci- Ytes 5, casualidades, contradicciones, acontecimientos estraor- OS —— AO acti que con la idea clara de que _sido mas que un ganado de esclavos engañados por los sacer- 216 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS mismas, la trama científica de la historia se desenvuelve con nitidez. | AS Apreciando i estudiando de esta manera los sucesos históri- cos, dice Mr. Litré, podemos persuadirnos de que "nuestros tres últimos siglos son superiores a los precedentes, sin condenar por esto como hijas del error las épocas que les han prece- dido. : | e | "En el siglo XIII, continúa el mismo autor, se creia i aun: | 3 se cree hoi dia por muchas personas, que tenemos una gran superioridad en luces i en civilizacion, por lo cual la época mo-. 3 derna debe mostrarse ufana; pero se establece al mismo tiempo- 3 que las edades anteriores habian estado sumerjidas en la igno- | rancia i en la barbarie, i que las sociedades orientales no habiar dotes; i a esta condenacion jeneral de todo el pasado humano, no se hacia otra excepcion que la'antigiiedad greco-latina, a la cual se declaraba superior benévolamente enel cultivo de las. letras i en la grandeza moral. Esto es inintelijible, El progreso total no se compone sino de la suma de los progresos parciales, i si las cosas hubiesen pasado como lo pretenden los hombres. del siglo XVIII; si todo lo que consideran tenebrosamente co- mo bárbaro lo hubiese sido en efecto, su civilizacion, como la. nuestra, seria un efecto sin causa; pero la relacion dal efecto a. la causa se encuentra desde que se admite i constata la flia cion histórica. En las ciencias físicas o naturales, por medio de la esperi mentacion, es posible comprobar la exactitud de las leyes. que el espíritu logra establecer despues de una atenta observacion de los fenómenos. A PA El historiador, a mas de verse privado de este elemento ne- y cesario para arribar a la certidumbre científica, se encuentra cn que dependen de las condiciones catre 1 A erltend: dele vida del hombre. Por esto, la historia es la mas complicada la última de las ciencias, i por lo mismo exije un espíritu clar i libre de preocupaciones, capaz de discernir el elemento vel dadero en medio de las contradicciones accidentales i de cara terizar los hechos jenerales que acreditan el desenvolvimient EN o LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 217 incesante de lafhumanidad hácia grados cada vez mas altos de civilizacion. Para poder apreciar debidamente los sucesos históricos, el sentido moderno investiga las causas pequeñas, los innumera- bles factores que no aparecen a la superficie, i que representan la fuerza eficiente que ha modificado las sociedades i produ- cido precisamente esos hechos importantes que descuellan a nuesta vista. | La justa observacion hecha por Macaulay al decir, que las circunstancias que tienen mayor influencia en la felicidad de la especie humana son, en su mayor parte , resultado de cam- bios silenciosos, se halla confirmada por la opinion de todos los. . sabios modernos que han seguido las huellas luminosas traza- das por Lyell i Darwin. El escritor ruso Mechtnikoff ha desa- rrollado estas ideas con tal claridad que me voi a permitir re- producir aquí breves trozos tomados de una excelente obra española sobre la enseñanza de la historia. (1) Dice ese es- critor: "En el órden jeolójico, los grandes hundimientos, las erup- ciones volcánicas, los temblores de tierra i otros cataclismos, orijinan numerosas víctimas i sobrecojen la imajinacion; pero en definitiva no producen mas que cambios superficiales: son efectosi nó causas. Las verdaderas fuerzas plásticas que crean o modifican profundamente la epidérmis de nuestro planeta, “son la gota de lluvia, el arroyo, las corrientes líquidas o aéreas, las incesantes alternativas de fríoi calor, toda una lejion de ajentes que por su accion imperceptible pero continua disgre- s gan las rocas mas refractarías, precipitan 1 alternan los aluvio- nes. Las madréporas, los foraminiferos, son los que en sus mi- E croscópicas celdas construyen grano a grano los arrecifes, las islas, los macizos poderosos, los continentes enormes. Así ocurre “con el trabajo íntimo de las jeneraciones que nos han prece- dido: único creador de las formaciones históricas, se oculta -obstinadamente a nuestra investigacion. Los anales de la humanidad no han rejistrado mas que lo excepcional, lo es- traordinario, lo que heria vivamente los espiritus. Los monu- (1) ALTAMIRA. La enseñanza de la Historia. —Madrid, 1891. _cuales estaba rigorosamente escluida la multitud o donde no Tr ala” MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mentos que nos quedan de los siglos pasados son (salvo algunos teatros i tumbas) palacios i templos, es decir, edificios de los. entraba mas que en raras ocasiones. Pero las humildes vivien-=- das donde el pueblo pasaba su cuotidiana vida, oscura i mo- nótona, a donde bajo la penosa corvea histórica se consumia len- tamente en provecho de las jeneraciones venideras, esas han si- do siempre i en todas partes demasiado débiles para resistir a la destruccion; i es hoi imposible reconstruir la pasada exis- tencia de las naciones, con otros elementos que los ecos lejanos de los sucesos que las ajitaron ¡algunos restos de sus ciudades i de sus edificios públicos... al , | 4 "> DD 0 > am +." TTI Para llegar a reconstituir esa historia del pasado en todas sus manifestaciones de cuerpo social, el historiadoímodemo ha am- pliado i modificado las antíguas fuentes de investigacion. ; A la tradicion, en que la leyenda corre mezclada con la verdad, se ha agregado el estudio de los monumentos que nos recuerdan con su inmutabidad el vigorila consistencia de aquellas vetustas sociedades. Envueltos los orfjenes de los pueblos en leyendas mas o ménos maravillosas, la tradicion de ellos nos permite siquiera conocer el estado de los picas, de las creencias i de las costumbres. Las investigaciones de la arqueolojía han llenado los museos con restos de monumentos, de objetos diversos, “utensilios, ara mas, vasos, alhajas. La numismática, como rama especial de ésta, nos presenta constantemente el resultado de sus estudios con la exhibicion de monedas i medallas de la edad pasada. El estudio de los monumentos i el desciframiento de sus ins- cripciones, ha abierto un campo inmenso a la erudicion mo- derna, i aunque sea necesario examinar con cautela estos materiales, en razon de que a estar truncos p manl- LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 219 estudio i traduccion de viejos documentos, títulos de propiedad o papeles de familia. Los eruditos e infatigables esploradores que con estraordi- nario teson se han contraido a esta obra de maravillosa recons- truccion del pasado mas remoto, han logrado al fin descifrar las mudas inscripciones de los monumentos 1 comprender el alcan- ce, importancia i significacion de esos palacios en ruina, de esos colosos graníticos, de esas tumbas horadadas en la cordillera que la antigiedad ejipcia i oriental muestran a las jeneraciones presentes. Esas inmensas moles que desde el valle del Nilo dominan el pasado faraónico i se mantienen como mudos espectadores de todas las desgracias i trastornos sufridos por el pueblo ejipcio, e inmutables ante los embates del tiempo i el choque de los - acontecimientos; esas jigantescas pirámides que la tradicion nos presentaba únicamente como la simple manifestacion de una -= vanidad faraónica, tórnanse en manos de los sabios investiga- dores, en preciosos libros que han revelado a la edad moderna los arcanos de una sociedad vetusta i ya sepultada por millares de años, las riquezas de una civilizacion refinada i mui avan- zada en la edad de los tiempos, los progresos de sus letras, las producciones de sus artistas i los misterios de sus reli- -Jiones. A La investigacion científica que la escuela ejiptóloga í oriental ha realizado tan brillantemente en nuestros dias, ha dado ani- =macion i vida aesas piedras inmutables, ha descifrado esos ca- —ractéres jeroglíficos o cuneiformes, ántes mudos e indefinidos, “1 ha revelado a la posteridad toda la historia, la vida, las gran- en la noche de los tiempos. TI estaobra maravillosa ha ido todavía mas léjos. No solo ha reconstituido en sus fueñtes primitivas todo aquel pasado mismos faraones dormidos por millares de años en sus ataudes de sicomoro o dentro de sus sarcófagos de porfiro o de alabastro. asta las flores encerradas en esos ataudes desde 4,000 años ? algunos meses despues de haberlas sacado a la luz. Los /o%zs 1 A PA A BS + AU 220 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS delfinium de esas tumbas constituyen hoi los ejemplares mas curiosos del herbario formado en el museo de Bulac. Despues del descubrimiento de 1881 en que salieron a luz mas de cincuenta momias de faraones, Mr.de Maspero ha completado su obra desenvolviendo las telas i bandas que ls cubrian, i exhibiendo al pleno dia las facciones i el rostro mis- mo de aquellos príncipes poderosos que habian levantado mu- chas de las grandes construcciones i palacios que pueblan el valle del Nilo. Es así como han nacido de nuevo para figurar en las salas reales del museo de Bulac, Ahmés, el libertador del Ejipto, i Ramsés II, el Sesóstris de los griegos. De esta suerte, con esos testimonios vivos i con aquellos otros tan inmutables como éstos que nos ofrecen las pirámides, tem- plos i columnatas, la erudicion moderna ha alzado desde sus cimientos i con materiales de primera mano, todo el edificio | histórico de la antigiiedad ejipcia. Iguales ino ménos intere- santes trabajos han sido realizados en las ruinas, túmulos, pa- lacios i montañas de la antigua Persia i ciudades de las monar- | quías asiria i babilónica, i todos ellos han concurrido a echar. 3 los fundamentos sólidos de la reconstruccion del mundo oriental. j Estas investigaciones han modificado hechos erróneamente | referidos, esplicado situaciones ántes mal conocidas, enmenda- do nombres i cambiado, en una palabra, toda una trabazon E histórica, armada únicamente en la leyenda o en la tradicion popular. Con estos materiales nuevos, i sobre terreno firme, se ' ha levantado el moderno edificio de la antigiedad ejipcia. Í oriental, que es una verdadera maravilla de reconstruccion i 3 vivificacion del pasado. : z A Al reconstituir esta edad remota, el historiador ha procedido | con el criterio moderno, preocupado ante todo de conocer los : usos, costumbres, constitucion de la familia, organizacion po- lítica, desarrollo de las artes ide las ciencias, espíritu de sus relijiones, ¡en fin, todo lo que constituye el organismo de una nacion i puede interesar al publicista i al O de nuestra época. y E En presencia del rumbo dado por los: historiadores a la in- vestigacion i de los inmensos progresos realizados, cumple an ados y” 3 ci O. Dar —ES "eS — -.r ==. As 0: + LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 221 los directores de la instruccion pública hacerlos sentir en la enseñanza, sacando el aprendizaje de aquel importante ramo de los conocimientos, del estado enfermizo i anómalo en que se encuentra, para hacerlo servir a las necesidades ¡ exijencias de nuestra sociabilidad. IV "Las nociones que bajo la denominacion de historia se dan Jeneralmente a la juventud, dice Spencer en su obra sobre la educacion, están desprovistas absolutamente de valor como guías en la vida. Los hechos referidos en nuestros libros de his- toría para el uso de los colejios, i aquellos contenidos en las obras mas sérias escritas para los adultos, no ponen en luz los verdaderos principios de la accion política. "En los libros de historia de uso frecuente, las acciones de los reyes forman el cuadro, i la vida nacional la penumbra. | "En nuestros dias solamente, en que el bien de los goberna- dos ha sostituido a las ventajas de los gobernantes, se han pues- to los historiadores a estudiar los fenómenos del progreso so- cial, Lo que realmente nos importa conocer es la historia natural de la sociedad. Necesitamos conocer todos los hechos que pue- den ayudarnos a comprender cómo una nacion ha crecido i se ha organizado. El cuadro de los siglos sucesivos debe ser dis- puesto de manera quese vea cómo las creencias, las institucio- nes, los usos, los arreglos sociales se han modificado, 1 cómo la armonía de un edificio social se ha fundido en la armonía de otro edificio que le ha precedido. Si este es el método ¡el criterio que debe adoptarse en el es- tudio de los hechos históricos, es menester, sin embargo, seguir otro procedimiento para su enseñanza en las aulas, en el que se tome en consideracion la diversa cdad de los educandos 1 los períodos graduales de su desarrollo intelectual. En los comienzos solo es posible presentar al niño pequeño relaciones amenas, capaces de atraer su imajinacion i de im- presionar sus sentidos, sin que pueda exijírsele que saque de- - ducciones mas o ménos lójicas o rigurosas. Ellas vendrán como consecuencia necesaria de los hechos que se le sujiera, sin que 222: MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS sea menester que espresamente los establezca. La historia llena. en estos casos la mision que le asignaba Goethe al decir que ella inspira el entusiasmo i es capaz de desarrollar el patrio- tismo.n 3 Es éste el período: en qué la biografía ocupa un lugar preferen- 4 te;i en que es fácil cautivar la imajinacion impresionable de la niñez con la relacion de los grandes episodios históricos, dignos: de despertar las nobles pasiones del alma f de satisfacer los ideales de la juventud. Para que el método histórico pueda recibir toda su apio es indispensable que el educando posea nociones relativas a los. diversos pueblos i tenga un conocimiento claro de la naturaleza. de las sociedades políticas. En todo caso la jeografía política 4 debe servir de verdadera introduccion a la historia. Solo cuando | se comprende lo que es una nacion, pueden seguirse sus MOvi- mientos, sus cambios i sus progresos. El método de filiacion i dependencia mútua requiere, por lo demas, en los maestros de historia, un conocimiento verdadera- ¿ mente sólido de la ciencia política. Los alumnos solo podrán posesionarse de ese vasto material lenta ¡ gradualmente, i mer- ced a una direccion atinada i prudente. Siendo la historia una ciencia esencialmente histórica, corresponderá a la sindéresis del profesor fijar el marco de sus disertaciones i las dimensiones | de los cuadros que sus educandos se hallen en apa de po- der apreciar i comprender. 3 La enseñanza superior de la historia es la que está llamada a 3 tomar el verdadero carácter científico que le corresponde, dando a conocer la naturaleza de las instituciones políticas i esplican- 3 do los acontecimientos segun las leyes de la filosofía de la historia. aa A De esta manera, a las biografías, narraciones i episodios his- tóricos destinados a la edad primera, podria seguir un conocí- miento jeneral de los sucesos históricos, en el que se tomarian en cuenta las evoluciones de los pueblos, sus trasformaciones 1 ¡4 su desenvolvimiento; i terminaria el estudio con el cuadro com=- prensivo del desarrollo político de las naciones, de sus institu- 3 ciones i de las causas a que obedece la humanidad en su: marcha siempre progresiva hácia el triunfo de la verdad, de la. En al LA. ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 223 justicia i de los principios que dignifican al hombre i hacen grandes, fuertes i duraderas a las naciones. Para poder abarcar i comprender satisfactoriamente el her- -moso cuanto dramático cuadro que ofrece la humanidad al traves de los siglos, es menester conocer clara i distintamente 3 los hechos históricos que deben servir de comprobacion a las leyes del progreso i desenvolvimiento social; es menester com- prender ¡ conocer las causas orijinarias de los fenómenos para poder deducir justa i correctamente sus consecuencias lójicas; es necesario hallarse en situacion de abarcar con una sola mira- da ese vasto plan para darse cuenta cabal de su importancia o de su grandeza. Es un error i una vana palabrería, ha dicho con ne mucha exactitud un pensador moderno, imajinar que cuando se y habla de filosofía de la historia pueda prescindirse del conoci- E miento í aprendizaje de los acontecimientos. Es precisamente el conocimiento cabal i atinado de éstos, lo único que puede dar la clave necesaria para la deduccion de las leyes histó- ricas. | | | La filosofía de la historia no es, pues, algo distinto de los he- | 4 chos históricos. Ella está contenida allí. Miéntras mas se pene- | E tra en la significacion delos hechos, mas se penetra en la filosofía de la historia; pues, ésta no es sino la intelijencia i la interpre- tacion de los hechos, el conocimiento de su verdadera natura- A leza i de sus relaciones esenciales. Por esto se puede decir que toda historia será filosófica siem- pre que abrace i profundice suficientemente su materia i presente el cuadro fiel de los acontecimientos humanos. > 'd V La reforma acometida recientemente en Francia, í realizada por la redaccion de sus programas i reglamentos de 15 de julio de 1890, da a la enseñanza-de la historia su verdadera importan- cia 1 significacion. En conformidad a esta reforma se coloca en ¿manos del alumno i como complemento del manual o antiguo bro de texto, otro libro de mui distinto carácter, en el cual se escriben los grandes hechos, los usos e instituciones, con las grafías o retratos de los grandes personajes; entendiéndose, EN ai e na ea a Js 10 E y A pe al : ps E E . ; z E Sa EY ZAS: MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 an SEA dicen las ecianbs, que conoce mejor la historia de Ingla- 3 terra aquel que sabe cómo vivian i gobernaban sus reyes que el E que sabe de memoria el cuadro jenealójico de los descendientes 3 de Guillermo LI... ' Respondiendo a este deseo se han publicado recientemente varios libros de “lecturas históricas, entre los cuales hai dos que han llamado especialmente la atencion pública por haber interpretado con fidelidad el pensamiento de las referidas ins- trucciones a la vez que el sentido moderno de la historia. Uno de estos libros ha sido escrito por el distinguido i sabio historiador i profesor de la Sorbona, Mr. Maspero, i lleva por título Lecturas históricas sobre la historia antigua. Egipto i Asiria. | A AE Maspero esplica el significado de su obra de la siguiente manera: Ps : | "No se trata aquí de la historia ordenada de las dinastías i de las naciones del antiguo Oriente. He querido tan solo dar a los niños que leyesen este libro, la impresion de lo que era la vida en sus diversas formas, en los dos pueblos mas civilizados que han existido ántes de los griegos. Por el estudio de las cos- * tumbres i ceremonias de uno i otro pueblo, es fácil comprender , en qué se parecia la civilizacion de ámbos pueblos 1 i en qué se A diferenciaba. : La otra obrita ha sido escrita por el distinguido profesor Mr. Seignobos i lleva por título Historia narrativa 1 descriptiva de | los antiguos pueblos del Oriente. En este libro ofrece el autor a los estudiantes, de una manera animada 1 pintoresca, "los materiales de la historia, es decir, el. relato de los sucesos, las anécdotas características, las leyendas * célebres, las fechas, las indicaciones biográficas, la descripcion: 3 de los terrenos, de las costumbres, ceremonias, artes e institu-- ciones. Á Este mismo escritor ha realizado el concepto moderno de la historia en otro excelente tratado, vertido ya al español, i que: se denomina Compendio de la historia de la Civilizacion; de la: misma manera, ¡en mayores proporciones, lo ha hecho Mr. Du- coudray en su notable obra titulada Historia de la Civilización, En una ¡otra de estas obras que hemos tenido ocasion de admi- LA ENSEÑANZA DE LA HIS TORIA 225 —rardetenidamente, se hace el estudio de todos los órdenes de la vida, desde el político al agrícola e industrial, deteniéndose en la organizacion interna de las clases sociales, en las costumbres dela vida privada, en las manifestaciones artísticas i literarias, en sus ideas relijiosas, i en fin, en todo aquello que contribuye a caracterizar la accion i valor de un pueblo en la historia. I en estos cuadros de la civilizacion no han sido escluidos aquellos pueblos que tienen un tipo de cultura esencialmente distinto del nuestro, ni los que por corresponder a escalas mui bajas pudieran considerarse estraños a esta obra de desenvolvi- miento; porque todos ellos son del dominio de la historia, todos ellos tienen su parte en la evolucion i corresponden a las leyes que la rijen i gobiernan. | Tampoco han sido suprimidas en esas Obras, las narraciones - destinadas a comprobar precisamente las leyes de la evolucion histórica. Siempre el caso concreto será de mayor valor i efi- - cacia que la esposicion teórica i abstracta. Por eso, la historia de la civilizacion no puede prescindir “de esos hechos en que se revela esternamente la enerjía de las instituciones i de los hom- bres, i la fuerza de espansion de los pueblos, constituyendo un medio de relacion entre los grupos humanos i un Manto de la difusion de la cultura. Con tales indicaciones, con programas destinados a abrir h nuevos horizontes a la enseñanza, con libros que preparan el espíritu a la investigacion i con métodos que despiertan en el - educando el criterio propio e independiente, se ha enmendado el rumbo que seguian los estudios históricos en los establecimien- tos europeos de instruccion secundaria, i correjido los defectos ivicios de una enseñanza tradicional i poco conforme con el espiritu científico de nuestra época. Esos males, palpados i conocidos en el viejo mundo, i por lo Bento oportunamente remediados, aquejan tambien a la ense- —ñanza de la historia que se da en nuestro pais. Los testos que > jencralmente sirven de manuales para ese estudio en los cole- _ Jios del estado, fueron adoptados i arreglados a nuestras nece- ' sidades cuando no habia en realidad otros mejores. Su intro: -—duccion importó una verdadera trasformacion en la enseñanza O TOMO LXXX!I I5 ms 226 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 "EDEN: á de la historia i marcó un o Í Eridenie progreso en ada ins- $ truccion secundaria. ; Pero hoi dia que la crítica moderna i la erudicion histórica, a. la vez que han reconstituido por completo la historia de mu- chas naciones, han introducido métodos i criterios mui distin- | tos para la apreciacion de los sucesos i su recta intelijencia, es- PP indispensable llevar a nuestra enseñanza todas las modificacio-- A | nes i reformas que sea necesario para utilizar los: beneficios de. Pp la gran trasformacion operada. | o Las observaciones que hacemos respecto. a las obelenciae que pueda haber en nuestra enseñanza pública, tienen una [| aplicacion mucho mas severa í rigurosa si las referimos a la. enseñanza particular. Es bien sabido que entre nosotros, los. establecimientos privados de educacion, o se amoldan por: completo a los métodos i testos seguidos en los colejios del estado, o permanecen todavía mucho mas estraños a las refor- mas i mejoras que reclama la pedagojía moderna. li Si efectivamente:se halla en estudio para ser aplicada en 3 breve la distribucion concéntrica de la historia, es tambien lo: A cierto que los efectos de esa importante reforma no vendrán a: | sentirse sino dentro de algunos años; i miéntras tanto, los nu- merosos estudiantes que actualmente cursan humanidades en los diversos años de la seccion secundaria, tendrán que conti- nuar su estudio de la manera deficiente que hoi se hace i com . los anticuados manuales jeneralmente en uso. Habria conveniencia positiva en adelantar siquiera en par= te los beneficios de esa reforma, preocupándose desde luego- en preparar i arreglar a nuestras necesidades los diversos tes-: tos que existen en uso actualmente en los colejíos -Curopeos,. 3 completando a la vez la enseñanza de la historia por un curso jeneral en que se haga la síntesis del desarrollo de las naciones. | i se presente el cuadro completo de la civilizacion a traves de a las edades. | 8 Esta traduccion i preparacion de testos para el uso de las. clases, i de libros de lecturas para los alumnos, a la vez qu llenaria una necesidad inmediata, prepararia los elementos qu permitiesen asegurar el implantamiento de los nuevos sistema en todos los colejios de instruccion secundaria, De otra manera A AR £ +2 LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 22% se espone la reforma a no ser debidamente comprendida por todo el personal docente ia recibir, por lo tanto, una aplica- cion errónea o deficiente. Por este motivo, i aunque sabemos que para un*profesor competente e instruido en el espíritu de la reforma trascendental que ha esperimentado la enseñanza en todos los órdenes de conocimientos, la eleccion del testo es. una cuestion subalterna i de limitada significacion, considera- mos que para nuestro pais en jeneral i ya que se trata de una: modificacion tan sustancial, es indispensable asegurarla prepa- rando esos elementos que únicamente podrán hacerla com- prensible i de fácil viabilidad. La principal reforma, dice el profesor Adams, de los Estados. Unidos, que debe introducirse en la enseñanza de la historia, se refiere a los testos. “La enseñanza mas provechosa que he: conocido en una escuela preparatoria, agrega el mismo profe- sor, se obtuvo siñ el ausilio de ningun libro de testo.n Yo creo: que a esto debemos aspirar nosotros, pero sé que estamos mui - distante de poder realizarlo. Por esa razon considero que úni- camente nos corresponde al presente preparar los elementos, a: fin de que mas tarde pueda realizarse ese desideratum. En todo caso, para que el testo o manual corresponda al espiritu moderno en la enseñanza de la historia, es necesario - que desarrolle siempre el cuadro de la civilizacion, despren- =diéndose del “fárrago de pormenores eruditos e inútiles sobre la historia militar i política, dando el debido lugar a las líneas - fundamentales de la evolucion humana. La funcion que está llamado a desempeñar el testo, tiene “ademas un carácter mui diverso del que ha revestido hasta ahora. Debiendo el profesor tratar de desarrollar toda la acti- vidad intelectual del alumno, se sustituye el aprendizaje de memoria de pájinas mas o ménos difusas, por el conocimiento ¡intuitivo que debe suministrar el profesor. El libro no es el ob- jeto ni el fin de la enseñanza, no debe ser sino un ausiliar que “ofrezca a la memoria un lugar de referencia para ciertos por- Menores de fechas o de nombres. Tiene ademas el testo, siempre que reuna las condiciones Mebidas, otra funcion importante, indicada por Mr. Scignobos, en los términos siguientes: ARA ce AENA 228 | MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS "La leccion aprendida en el libro no debe preceder a la es- plicacion intuitiva del maestro, al exámen de las cosas i del E material de la enseñanza, porque quita a éste mucho de su in- 3 teres propio, de su valor pedagójico, i especialmente de su efec- d: to orijinal sobre la intelijencia; debe ser, por el contrario, un resúmen posterior, que ofrezca como la quinta esencia, lo in- | dispensable en datos (nó en juicios e impresiones) i sobre todo lo que no puede, ni en rigor debe decir el profesor, para no recargar sus esplicaciones. La única forma en que el libro ha de preceder entónces, será la de lectura/ya de cierta estension, - como las que existen para la segunda enseñanza francesa, ya mas sencillas i breves como las que convendria hacer para la - enseñanza primaria... ] La introduccion de esta clase de libros adecuados de lecturas 3 históricas, contribuiria poderosamente a modificar la enseñanza — de la historia que hoi día se da entre nosotros. Los excelentes testos de esta clase, que existen ya en Francia, permitirian 4 formar sin dificultad alguna en nuestras bibliotecas de instruc- : cion secundaria, una seccion especial para el uso de los estu- diantes de historia. ] | A Estos resultados pueden i deben ser compleiados con el co- 3 nocimiento de los principales escritores, poetas, historiadores, * q Y filósofos, novelistas, que el profesor ha de suministrar en el curso de su enseñanza. Para este objeto, el profesor debe leer a los alumnos trozos escojidos que sean capaces de despertar el inte- res de los educandos i de provocar en sus intelijencias el deseo de adquirir nociones mas ámplias sobre el desenvolvimiento in-- telectual de la edad que se trata de dar a conocer. o Esta misma enseñanza ha de ir acompañada de la Exhibiiós j de láminas, fotografías, grabados, mapas, vaciados, que permitan al alumno dar forma a sus ideas sobre las diversas artes cultiva- das, localizar los acontecimientos de una manera precisai darse cuenta cabal de las habitaciones, ciudades, usos i cotumbros de los distintos períodos de la historia. 3 El aprendizaje de la historia no solo puede sino que debe prin- cipiar en la primera edad, en la escuela primaria, a fin de apro- vechar precisamente el vivo anhelo de oir cuentos i narraciot que manifiesta el niño desde su tierna edad. | A LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 220 Esa curiosidad infantil puede satisfacerse mucho mas cumpli- damente con las interesantes i dramáticas relaciones que a cada paso ofrece la historia, o con cualquiera de las innumerables anécdotas o leyendas capaces de ser comprendidas por un niño - de corta edad. La manera de hacer estas narraciones, es lo que les permite ser o nó asequibles a las intelijencias infantiles, Usando en ellas el mismo arte que se emplea en referir los cuen- tos de hadas, se les hará tan interesantes i amenos como éstos. En un curioso e interesante estudio del profesor americano - Mr. Higginson, destinado a investigar "Por qué no les gusta la historia a los niños, dice con mucha exactitud lo que sigue: "Sí se presentaran los caractéres con su natural movimiento i vida, con sus trajes propios i sus jestos, absorberian la atencion de los niños. Es fácil decir que los niños prefieren el cuento a la. realidad. Nada ménos exacto; prefieren el hecho real a la ficcion cuando tiene el mismo interes que ésta. He aquí la prueba. - Contad a un niño una historia que él suponga ser cierta, i de- -cidle luego que es pura invencion. Si el niño prefiriera lo ficti- cio a lo real, le pareceria mui bien la noticia. Pues nó: siempre le desilusiona. Por el contrario, si despues de contar un fascina- dor i maravilloso cuento podeis añadir sencillamente: "Querido "niño, todo esto ha sucedido felizmente a tu padre cuando era -pequeño.n El niño se siente satisfecho. En realidad, la cuestion, por lo que toca a la historia, continúa el mismo profesor, está espresada en la mui conocida anécdota del cura i el cómico. “¿Cómo es, preguntaba el cura, que V. que representa lo que . 1 todos saben que es mentira, obtiene una atencion mayor que: "yo, que me ocupo de las evidentes realidades? Consiste, dijo el "actor, en que V. representa la verdad de tal modo que parece: E ficcion, miéntras que yo presento la ficcion de tal manera que “tiene toda apariencia de una verdad. De todo lo cual, concluye pr. Higginson que los hechos humanos constituyen el tema mas «conforme a la intelijencia del niño. Si el asunto pierde todos. ¿sus encantos en nuestra narracion, la culpa es nuestra i no debe- mos echársela al niño». Ey ¿Dando plena razon a esta manera de pensar, los programas Miscises han establecido la enseñanza de la historia desde los cursos elementales de la instruccion primaria, o sea desde los PT PAE presente i de la historia nacional, para que así las aprovechen 230 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - siete a ocho años de edad. La enseñanza es en este período ab- solutamente oral, narrativa i anecdótica. | | Iniciada asi desde la primera época de la vida, continúa du- : rante todo el período de la instruccion secundaria hasta alcanzar PP su mayor desarrollo e importancia en la instruccion superior, PP universitaria i de escuelas libres. ] j En cuanto al programa que ha de desenvolverse en cada uno | EN o - de estos periodos, están acordes los pedagogos modernos en la |. conveniencia de implantar el sistema cíclico o concéntrico en la Pp enseñanza media i superior, i se inclina el mayor número a ini- | ciar el primer periodo con el programa regresivo. Se considera fp“ que en los comienzos del estudio histórico hai positivas venta- |: jas en principiar por los sucesos contemporáneos i en especial | de la propia patria, para remontar da a a los tiempos mas alejados de nosotros. a Con este método o procedimiento se trata de esplicar lo pa= sado por lo presente, lo lejano, i por lo tanto, ménos compren- y sible, por lo próximo, que es lo primero que se ofrece a la ob- ¡E servacion i estudio real. : ) A de E Pero mas atendible que esta nos parece la consideracion po- |: sitiva de que conviene ante todo dar conocimientos de la edad Pp! todos los que se inician en los estudios humanitarios, muchos - de los cuales quedan rezagados en el camino. mdd 3 "En Inglaterra, dice Mr. Gréard, se empieza el estudio de la. historia por la época contemporánea, con el objeto de afirmar q t bien al alumno en las ideas del 'tiempo en que ha de vivir. Pp! Nuestro inflexible espíritu de lójica repugnaria remontar de A | este modo la corriente de los hechos. | 3 "No sabemos marchar hácia atras; nos susta oscoscluas re- | gularmente las causas i los efectos. Pero, añade ¿nNo es de] sentir profundamente que los niños abandonen las aulas sin tener la menor noticia de los grandes acontecimientos de su siglo, cuando han de ser llamados a juzgarlos al escojer los | hombres que por su sufrajio han de intervenir en esos mismos. “acontecimientos? Mr. Lemonnier i Mr. Lavisse participan por ' completo de esta opinion del sabio rector de la Universidad de Paris. LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 231 Esta grave consideracion de hecho es lo que nos hace consi- «derar como preferible el método regresivo para el período de iniciacion hasta agotar la série que va del momento actual al primitivo; para emprender en el siguiente período la obra de re- «construccion, por órden cronolójico pero desarrollándola por el «método concéntrico de tal modo que en cada una de las seccio- “nes en que se divida el estudio se exhiba un cuadro completo i _Jjeneral de la historia, el cual solo se amplía i desenvuelve mas -circunstanciadamente en los cursos superiores. Concretando las ideas relativas a las reformas que conven- =«dría establecer en la enseñanza de la historia, podríamos lle- gar a las siguientes conclusiones: - k * Necesidad de adoptar testos que hayan sido elaborados con- forme a los principios i métodos desarrollados en los trabajos históricos modernos; i como aquellos libros deben ser en cuanto sea posible de primera mano i ajenos a todo espiritu de espe- culacion, es menester traer de Europa i hacer traducir los me- jores tratados que se hayan escrito sobre la materia. * * Conveniencia de traducir igualmente í poner al alcance de todos los estudiantes de historia, las excelentes obras que se han elaborado en esta última época a fin de que sirvan como libros de lectura. k * ok Dar al libro el papel i funcion de mero ausiliar de las es- plicaciones orales del profesor, suprimiéndolo por completo como manual destinado a ser aprendido de memoria. US X Implantar en las clases el sistema intuitivo, procurando de- -sarrollar el espíritu analítico i el criterio de los educandos, para 232 '> MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS lo cual deben ponerse en práctica ejercicios i trabajos escritos. ¡ disertaciones orales, tomando mui en cuenta que el fin prin- cipal de la enseñanza histórica es desarrollar la independencia del juicio i poner al hombre en situacion de comprender las- trasformaciones de los pueblos í su incesante evolucion. Dar comienzo a la enseñanza de la historia desde la primera. edad i continuarla sin interrupcion, empleando en el período de iniciacion el sistema regresivo i en los siguientes el cíclico o- concéntrico. * * Aplicar desde luego esta distribucion a la enseñanza secun-- daria, dividiéndola para este objeto en dos períodos de tres- años cada uno, el primero de los cuales seria estimado como- primario, i el segundo como correspondiente a la verdadera y historia de la civilizacion. : e Todas estas reformas son fáciles de adoptar i estoi cierto- que con ellas daríamos un gran paso en la obra de educacion de nuestra juventud, i de su conveniente preparacion para las q - luchas del hombre 1 las jornadas del ciudadano. 3 Por lo que hace al profesorado de nuestros establecimientos A de instruccion, jamas se ha mostrado reacio para la realizacion i conveniente implantacion de las reformas útiles i beneficiosas. : al desarrollo intelectual de la juventud. «E e 3 Si a pesar de los esfuerzos realizados por muchos de mis co=A legas de profesorado en el sentido de hacer entrar la enseñan--. 3 za de la historia en el carril moderno, mui poco se ha con- seguido hasta ahora, ello se debe a que el impulso ha de ser jeneral i partir de los centros directivos de nuestra enseñanza pública. | 5 Por esto, señor Rector, me ha parecido útil 1 conveniente. traer a este recinto, como materia digna de vuestra atencion i de la de todos mis honorables colegas de facultad, la de las re- í A e - LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA 233 formas que es necesario introducir en el importante ramo de los conocimientos históricos. He creído poder servir de esta manera, siquiera en la medi- da de mis débiles fuerzas, a la obra de nuestro desenvolvimiento intelectual ia la causa de nuestra cultura. Luis BARROS BORGOÑO Miembro de la Facultad de Filosofía, Humanidades i Bellas Artes SEÑOR RECTOR 1 SEÑORES ACADÉMICOS: SEÑOR Luis BARROS B.: Tengo el honor de felicitar a V. por haber merecido la alta distincion de miembro académico de la Facultad de Filosofía i Humanidades. Ábrese a V. una nueva esfera para su valiosa laboriosidad 1 sus aspiraciones levantadas por muchos conceptos. Aplaudiendo el elocuente i lucido discurso de incorporacion que el señor Barros ha pronunciado sobre el tema La ciencia de la historia í el modo como debe ser enseñada, la contestacion opor- tuna me es tanto mas grata, cuanto reconozco í estimo la orl- jinalidad, el órden de ideas i la fuerza de sus razonamientos en conjunto i en detalles. Con motivo del aprecio acerca de sus relevantes aptitudes de investigacion histórica, basta recordar en este momento un hecho particular de verdadero mérito, es decir, la interesan- te 1 notable obra compuesta por el señor Barros, i publicada ya en 1883, la que lleva por título La mision del vicario apos- tólico don Juan Muzzz. Este libro, concebido, segun advierte el autor, con sinceridad de propósitos, tiende a llenar un vacío en la vasta obra de la historia. nacional. - Semejante empeño investigador, señores, ha de acreditar tam- bien en adelante resultados importantes, de mérito sobresaliente. En consideracion inmediata de las ideas emitidas en su -—disertacion al efecto, acompaño señaladamente las siguientes accesorias, por tomarlas en correspondencia con los conceptos dividuales i picados del diserto orador. PF todo conserva absolutamente unos caractéres esenciales, i como 234 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS A pesar de la variedad de modificaciones que la historiogra- * fía ha esperimentado tanto en materia como en principio, con primordial el de realidad objetiva. 3 Toda verdad histórica se funda por su naturaleza en testimo- y nios que pueden ser diversos respecto de sus fuentes, de su jé- nero, de su antigiiedad, de su valor en jeneral, a los cuales, des- pues de examinados i confirmados por la crítica, se les atribuye A necesariamente una certeza, como las ciencias exactas la sacan A de la demostracion o del esperimento. E de Si un hecho ha sido probado mediante la demostracion his- tórica de tal modo i hasta el grado que razonadamente la duda queda desvirtuada i disipada, se le acuerda realidad histórica. Ñ Fuera de esta certeza, no es posible conseguir otra superior en 3 el órden de cosas que pertenecen a la historia. sy | El fin último del historiador consiste, pues, en averiguar a poner de manifiesto la relacion entre el pasado i el presente; en hacer familiar al hombre con la condicion i suerte de Otros, hasta de los que se diferencian respecto de costumbres, res- pecto de lenguas, de relijion í culto, de facultades intelectuales o en otro sentido mas o ménos importante i característico. Lle- | vando a discernir preocupaciones i errores, el estudio de la historia adelanta el conocimiento del mundo, del desenvolvi- miento de la cultura, en jeneral de la naturaleza humana en to- das sus fases, conocimientos que solo pocos pueden conseguir en. P la corta duracion de su propia vida i en el trato reducido de - con temporáneos. | e | E: Concerniente al punto respectivo ue Mal convengo con 3 las razones atendibles, en virtud de las cuales V. ayudado de -3 su esperiencia propia, ilustra la parte final del tema perfecta- q mente desarrollado. Eon sa Celebrando su honrosa incorporacion a la Pala de Filo A sofía i Humanidades, reitero mis sinceras felicitaciones al distin- ñ guido académico señor Luis Barros B. | JosÉ ROEHNER Miembro de pes Facultad de Filosofía, Humanidades ¡ ¡ Bellas Artes ESTUDIOS SUBRE PUENTES DE MADERA CON UN ENSAYO PRÉVIO DE CLASIFICACION DE LAS CARGAS RODANTES PARA LAS VÍAS CARRETERAS DE CHILE o) — INTRODUCCIÓN 1.—Los puentes de madera se emplean con tanta frecuen- cia en Chile para el pasaje de las vías carreteras, que merece un estudio especial el exámen comparativo de los diferentes sistemas empleados. Nuestro propósito en la presente Memoria es el siguiente: 1.9 estudiar varios tipos de puentes para las luces mas usuales; 2.9, determinar las cantidades de materiales necesarias para su construccion; 3.0, establecer en qué condi- ciones habrá ventaja en pasar de un sistema a otro, i llegar así a formar una série de obras-tipos que sean las mas económicas en cada uno de los casos mas comunes de la práctica. Para que semejante estudio pueda servir de base a una clasificacion séria, es indispensable aplicar a cada sistema un cálculo exacto 1 colocar todos los tipos en las mismas condiciones de carga. 2. De los cálculos. —Para los tramos de pequeña magnztud, que EE son, por cierto, los mas numerosos en Chile, los métodos de cálculo que conviene aplicar son mui poco conocidos. Esto sucede principalmente para las vigas con torna-puntas, con 236 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS — o sin vigas-sopandas; i de una manera jeneral para todos los puentes cuyas dimensiones deberian calcularse tomando en cuenta las deformaciones elásticas del sistema. En los mejores. autores solo se encuentran datos mui escasos en lo que se. refiere a la determinacion de las dimensiones de estas piezas. Resulta que por lo jeneral se calculan estas obras aplicando métodos aproximativos que se alejan mucho de la realidad. Será pues útil esponer con algun detalle los métodos exactos de cálculos del caso i aplicarlos a una série de ejemplos rela- tivos a los casos mas usuales de la práctica. Ademas nos detendremos en calcular las mismas obras por medio de los diferentes métodos aproximativos que se usan, i el exámen comparativo de los resultados obtenidos nos dará el valor práctico de estas soluciones mas o ménos aproximativas. Ten- dremos ocasion, en esta parte de nuestra Memoria, de hacer: numerosas aplicaciones de la Grafostática, que entra, feliz- mente, a simplificar las indagaciones laboriosas i consigue so-- luciones elegantes de los problemas. 3.—Para las vzgas-barandas, al contrario, seguiremos un mé- todo analítico. Las dimensiones de las piezas se determinan por medio de los momentos de flexion i de los esfuezos de corte: máximos, entrando los primeros en el cálculo de las cabezas, i los otros en el de los montantes i de las diagonales. Ademas,. es sabido que se componen los esfuerzos debidos al peso muerto,. ya sea con los de la carga rodante, ya sea con los de la sobre- carga uniforme, teniendo cuidado de emplear en cada caso la. hipótesis mas desfavorable. Es cierto que se podria, por cada - proyecto, trazar el lugar de los momentos i el de los esfuerzos de corte máximos que corresponden a cada uno de los dos. modos de sobrecarga, i comparar en seguida los resultados. Pero seria un procedimiento mui laborioso. Ademas, no estan- do combinadas las diferentes operaciones, la indagacion de la sobrecarga mas desfavorable seria un trabajo que habria que 3 volver a hacer para cada proyecto. Se simplifica mucho el tra- bajo trasformando las cargas rodantes en cargas uniformes que tengan el mismo efecto,i entónces una simple inspeccion de los cuadros de las cargas basta para conocer el estado de solici- tacion mas desfavorable. | IN _< - *? 0 y<4 PE al a A MAA ITAM DE ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 237 4. De las cargas. —En Europa las cargas-tipos son objeto de una ordenanza, í todos los puentes deben calcularse con arreglo a las prescripciones ministeriales. En Béljica, la carreta de prueba tiene un peso de 18 toneladas i descansa sobre dos ejes. En Francia, las cargas rodantes tienen 16, 11, 8, o 6 toneladas, segun el caso. En Austria, las cargas-tipos se dividen en tres clases, correspondiendo las carretas de 12, 6 1 3 toneladas con caballos de 750 kilógramos de peso. Hasta ahora nose ha adoptado en Chile ninguna clasifica- cion semejante. El peso de las carretas de prueba, la distancia entre las ruedas i entre los ejes, la composicion í el peso de las yuntas, son otros tantos puntos que se abandonan al juicio del injeniero encargado de un proyecto de puente. Resulta una va- riedad inadmisible de cargas que trae por consecuencia gran- des anomalías en el conjunto de los proyectos sometidos al Consejo Superior de Obras Públicas. Seria, pues, útil clasificar los puentes en varias categorías, segun la naturaleza del tráfico a que tendrán que resistir. Hé aquí un proyecto de clasificacion de las cargas rodantes, completado a continuacion con un estudío sobre la trasforma- cion de estas cargas en cargas uniformes equivalentes. CAPÍTULO PRIMERO De las cargas rodantes $ 1I—DE LA CLASIFICACION DE LAS CARGAS RODANTES 5. Cargas rodantes-tipos.—La lámina primera da el detalle de una série de cargas rodantes-tipos que podrian .servir de base para una clasificacion metódica. Las carretas son cinco, - tienen la composicion siguiente: 1.9 Carreta de 16 toneladas, sobre dos ejes, cargados respec- MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tivamente con 10 ¡1 Ó toneladas, 1 distantes de'3 “metros; con 3 | dos metros de distancia entre las ruedas, í uncida con cuatro 3 yuntas de bueyes de 800 kilógramos cada uno, sobre una lon- a 8 jitud de 12 metros. de | , 8 p 2.2 Carreta de 11 toneladas, sobre un. solo eje, uncida con [: cuatro yuntas de bueyes como en el caso anterior. o 32 Carreta de 8 toneladas, sobre un solo eje, uncida con tres. Mi yuntas de bueyes. ] O 4.2 Carreta de 6 toneladas, sobre un solo eje, uncida con tres A yuntas de bueyes, como en el caso anterior. | : 50 Carreta de 3 toneladas, sobre un solo eje, uncida con dos. ( yuntas de bueyes. | | E p En todos estos casos, la distancia de las ruedas es de 2 me- E ¿tros de eje a:ejo, 1 la lonjitud de cada yunta de bueyes es de 3. A metros. ” L 6. Cargas usuales. —Diremos sin mas tardar. que, a nuestro pp: parecer, las cargas de 16 toneladas i aun las de 11 toneladas a ) son exajeradas. El estado de la mayor parte de los caminos 3] de Chile no permitiria la circulacion de vehículos tan pesados. Sin embargo los hemos introducido en este estudio para que no haya necesidad de hacer una nueva clasificacion cuando el mejoramiento de los caminos i el desarrollo de la industria ña-. y cional hayan traido como con secuencia el aumento del peso 4 de las cargas rodantes. Ademas, es evidente que para el cálculo de los puentes definitivos que han de construirse en los grandes centros de poblacion, será necesario emplear cargas rodantes * 3 mas grandes que para los puentes ordinarios. RL | Con todo, las cargas mas usuales ilas que convienen en la mayor parte de los casos de la práctica, son, es de Ss 1 6 tone- E ladas. 3 En Santiago, 1 en muchas localidades del pais, se encuentran carretas con 100 quintales españoles de carga con frecuencia, i sucede a veces que la carga pasa de este límite. | Tomamos 30 quintales como peso de la carreta. Resulta que j la carga que trafica con frecuencia en los caminos es de 03) É quintales, es decir 130 x 46* =5980 kgs., o sea 6 toneladas. En Á vista de los casos excepcionales, i conforme a lo que se hace - jencralmente, será necesario calcular estos puentes con cargas ¿A ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 239 mayores. No habra, pues, ninguna exajeracion en adoptar para esta categoría de puentes cargas de 8 toneladas. Sin embargo, para los caminos del campo, las cargas de 100 quintales son jeneralmente exajeradas; i en este caso, se cal- cularán los puentes con cargas de 6 toneladas. A veces, bas- tará adoptar una carga de 3 toneladas para puentes esencial- mente provisionales o destinados a caminos en comarca montañosa. ; 7. De las yuntas.—En lo que se refiere a las yuntas, no he- mos admitido 800 kilógramos como peso de un buei, sino para. colocarnos en las condiciones mas desfavorables. Ademas, no. nos alejamos mucho de las prescripciones austriacas que ad- miten 750 kilógramos como peso de un caballo. De lo que precede podemos deducir que las cargas que satis- facen las necesidades actuales de Chile son las de 8 i 6 tone- ladas. Para los estudios que forman la segunda parte de esta Memoria, hemos aplicado la carga de 8 toneladas. $ 2 DE LA TRASFORMACION DE LAS CARGAS RODANTES EN CARGAS UNIFORMEMENTE REPARTIDAS EQUIVALENTES 8. Errores que resultan de la adopción de una sola sobre carga. —Hemos señalado (núm. 3) las ventajas de la sustitucion de las cargas rodantes por cargas uniformes equivalentes. Para los - puentes de ferrocarriles esta trasformacion es mul usual, Se em- DESEE Le AAA ATENAS 123% plea ¡ménos para los puentes carreteros. Antiguamente, no se determinaba mas que la carga uniforme que da el mismo - momento máximo que la carga rodante en el medio del puen- te, i¡ se empleaba esta carga uniforme para determinar todos “los momentos de flexion i esfuerzos de corte máximos. De este modo de operar, resultaban errores mui grandes, ménos para los momentos, pero seguramente para los esfuerzos de corte. Con mayor razon se cometerian errores considerables aplicando £ este procedimiento a los puentes carreteros; pues en este caso, hu] S la carga consta de una carreta mui pesada en comparacion del peso de las yuntas, de suerte que hai desproporcion completa. en la reparticion de las cargas. Resulta que la adopcion de una. > 240 sola sobrecarga uniforme para todos los casos no BaedE ménos. de dar resultados que se alejan mucho de la realidad. ! Bastará citar un solo ejemplo para demostrar claramente este hecho. Supongamos que para un puente de 18 metros de lua | 7 se trate de determinar el esfuerzo de corte en la seccion S.Sa ñ 12 metros del estremo izquierdo (Lámina II, fig. 3). Admita- mos, a priori, las cargas uniformes del cuadro número 16. De- - mostfaremos a continuacion que el esfuerzo de corte en E que corresponde a una sobrecarga uniforme que cubriese el puen-- | te desde el estremo izquierdo hasta S S, es decir en una lonji- y tud /”, tiene por valor a E LL a siendo / la lonjitud del tramo. 3 Si calculamos el esfuerzo de corte por medio de la carga 3 uniforme que corresponde al momento máximo de la mitad del tramo, tendremos edi : A P=1,148 Kgs. En realidad, la carga uniforme que desarrolla en S S el mis- ] A mo esfuerzo de corte máximo que la carga rodante, estando la pieza sobrecargada en 12 metros de lonjitud, es: P=1,718 Kgs. El error relativo será 1,148 — UB e 0 a e PY quedando el esfuerzo de corte deficiente en 33, I +50 3 El ejemplo que acabamos de citar lo hemos tomado entre : todos, i se podrian citar muchos casos con errores mas grandes 3 Por eso es indispensable calcular las cargas uniformes equiv E lentes a las cargas aisladas, no solamente para. los momentos sino que tambien para los esfuerzos de corte. < S ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 241 = 9. De las varias cargas uniformes que haz que calcular. — En lo que se reficre a los momentos, bastará, para los puentes de madera, calcular la carga uniforme que corresponde al momento máximo de la mitad del tramo. De esta carga se deducirá la seccion de las cabezas que es invariable en toda la E husjitia del puente. Sin embargo, para los puentes de fierro, cu- yas cabezas, de seccion variable, deben equilibrar en cada punto al momento de flexion máximo, parece oportuno examinar si la carga uniforme deducida del momento máximo en el punto medio del tramo, da en todos los demas puntos del puente un momento comparable con el momento máximo debido a la ver- dadera carga rodante. Este estudio no tiene mucha importancia, ni en los estremos del puente, adonde las secciones quedan siempre exajeradas, ni en los puntos vecinos del centro, pues ahí existe la misma seccion en la lonjitud de uno o dos paños. Pero dicho estudio tendrá algun interes para puntos interme- dios. Conforme con lo que hizo el señor De Leber para los puentes de ferrocarriles (*), determinaremos la carga uniforme - queda el mismo momento máximo que la carga rodante a M4 de la luz. Por fin, como se verá, no adoptamos para los esfuerzos de “corte una misma carga en todos los nudos, sino una carga “especial para cada uno. El conjunto de nuestro trabajo tendrá, pues, como resultado adoptar una série de cargas uniformes, cuyo efecto sca la reproduccion, para cada pieza de la construc- “cion, del verdadero estado de solicitacion mas desfavorable. E 10. Cargas uniformes equivalentes para los momentos en la Sean (Lám. ll, fig. 1): y las fuerzas aisladas a la derecha de la mitad C. Ma ++ - las fuerzas aisladas a la izquierda de la mitad, a'.. ... las distancias desde las fuerzas P”,.... hasta la mitad A las distancias desde las fuerzas P”,... hasta la mitad a, la mitad del tramo. E Consideremos dos fuerzas P”, i P”,. La reaccion de estas fuer- pas sobre el apoyo B será: -(*) M. de Leber et C. Bricka, Calculs des Ponts Métalliques. > TOMO LXXXII 16 ae e MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ¡ ¿ k O APAPIA APA APA) | Sea p la carga uniforme que cubriendo todo el tramo daria |! en el punto Cel mismo momento máximum que las fuerzas « ais- P' ladas. Tendremos | EL | : LAS JU Mo=Hpar= YA par > I, por consiguiente, E Yypa? = AP! +P" Ja YA (P! ya PEA 2) El valor de p será: PA E | 7 hs e / Was LE e NA dd Y o a q (PSP En Pa RP nQ 0) y AS y 3 | o de una manera jeneral, en el caso de una série de fuerzas P,, SP nAn tl. | a A Le ] pa e ve A: ¿OA Esta es la fórmula de que nos serviremos para determinar mi los valores de fp. Tratándose de cargas rodantes, el momento máximo en el punto medio del tramo se produce cuando el eje E mas pesado pasa en ese punto. Por eso colocamos pe carga de tal manera que el eje mas pesado en el caso de la carreta de 16 toneladas, o el único eje en los demas casos co- ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 243 rresponda al punto medio del tramo (*). Ademas, hemos intro- ducido las fuerzas aisladas que provienen de las yuntas, i cuando la lonjitud del puente lo permite, consideramos una fila de ca- _rretas semejantes que caminan una detras de la otra. Los cuadros núm. I a núm. 5 se refieren a este caso. Enca- bezamos cada uno con el estado de solicitacion mas desfavora- ble, distinguiendo el punto medio del tramo con un signo espe- cial E. Damos igualmente el detalle de las operaciones en nuestro: modo de proceder. Partimos de un tramo de lonjitud nula; au- mentamos sucesivamente la lonjitud, procurando siempre dejar la carga mas pesada en la mitad, i calculamos el nuevo valor de p que debe intervenir cada vez que una nueva fuerza llega sobre el puente. Como las operaciones se han hecho con la mitad de las cargas rodantes, las cargas uniformes fp se refieren al metro corrido de viga. 11. Cargas unzformes equivalentes para los momentos a Y de la luz. Sean (Lam. II, fig. 2): P'.... las fuerzas aisladas a la derecha del punto C, situado a 1% del tramo. P"..... las fuerzas aisladas a la izquierda de C. a'..... las distancias desde las fuerzas P”,... hasta el:punto C.. Alas distancia desde las fuerzas P”,. . . hasta C. a, la lonjitud de medio tramo. Considerando siempre dos fuerzas P”, i P”,, la reaccion en E B será: A | Ra= Plata!) +2 (h20-a") = E IA, Val PAPAL a 2 val 5) (*) Rigorosamente, en el caso de dos ejes bastante próximos uno de: otro, el momento máximo se desarrolla sobre la mayor de las fuerzas al instante en que el centro de gravedad del conjunto i dicha fuerza se encuentran a igual distancia del punto medio del tramo. En los casos usuales, el error cometido, poniendo el eje mas pesado en la mitad del tramo, no es mui gran- z de Con la carreta de 16 toneladas, i para un tramo de 14 metros, el error solo: es de 2 por ciento. + tramo continuarán desarrollándose ahí cuando el eje mas pesa- | do o el eje único se encuentra en dicho punto. El estado de solicitacion mas desfavorable se conoce, pues, inmediatamente. formado de una série de ejes del mismo peso mui poco distan- | 244 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS El momento en C debido a estas fuerzas será: MAP 4 P 0) xa Pal Pal) Pa E I 6 ¿es +P",)24 ¿GP A x - Llamemos /” la carga O que cubriendo todo el puente orijina en 14 del tramo el mismo momento que las fuerzas ais- ladas. Tendremos: ¡ M.= Upa Ex? . s E . . a : va ' 3 e La ecuacion de condicion de la cual se deduce fp” sera, pues: ' Y Ys 3 Xx 40? = APA EE, n)24= do ds có : 3 p Resultando | | E E ES / ) OL ES UE "> 5 a E d es P EA a [(P+2") 10 ¿LP nQ EA 40) ¡3 i de una manera jeneral, tendremos 3 a Y 1 | 6 1 Ni 7) pa lis | | F 3 P e f SP, ea A =P nQ ES | (2) 3 de pl - y loe Un; Con motivo de la diferencia tan Sea que hai entre el peso 3 de los ejes i el de las yuntas, los momentos máximos a Y del. En el caso de puentes para ferrocarriles el tren de prueba está j tes unos de otros, i en este caso es necesario operar pos tanteos E sucesivos. : : Los cuadros números 6 a número 10 se e Cr al caso que 3 nos ocupa. Hemos indicado con el signo + la carga quese a y ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 245 encuentra a l6 del tramo desde el apoyo de la derecha. Como en el caso anterior, hemos calculado los valores de p” cada vez que una nueva fuerza aparece sobre el tramo, aumentando su- cesivamente la lonjitud de éste. La situacion de las yuntas res- pecto a la carreta es la que para un tramo dado permite colo- car el mayor número de fuerzas sobre el puente. A este estado de solicitacion corresponde la hipótesis mas desfavorable. No diremos nada de la composicion de los cuadros que reproducen los términos de la ecuacion en p”. Un exámen un poco deteni- do da cuenta de la marcha de las operaciones. La columna 10 contiene las cargas uniformes p” por metro corrido de viga que corresponde a los tramos indicados en la columna 1, i que dan el mismo momento máximo que la carga rodante a 16 de la luz. 12. Cargas uniformes equivalentes a los esfuerzos de corte.— Para los esfuerzos de corte se admite, jeneralmente, una sola sobrecarga uniforme que depende de la lonjitud del puente. Esta carga suele ser la que da el mismo momento máximo en el punto medio del tramo; otras veces es la que da el mismo esfuerzo de corte en el apoyo, que la carga rodante. Hemos demostrado ya los grandes errorres que resultan del primer procedimiento. Del segundo método pueden resultar tambien errores notables para los nudos intermedios. He aquí un ejemplo. Consideremos otra vez el caso anterior que se re- fiere a un tramo de 18 metros cargado en 12 metros. Veremos luego que en el caso de un puente de lonjitud / cargado sobre una lonjitud / con una carga uniforme f”, el esfuerzo de corte a la distancia /” tiene por valor Y p [12 A a -——Admitiendo por ahora sin esplicar los resultados del cuadro — número 16, vemos que la carga uniforme que corresponde al esfuerzo de corte real para una lonjitud sobrecargada de 12 j -metros, con una carreta de 8 toneladas, es p'=1,718 kgs. 246 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La carga uniforme que correspondería al esfuerzo de corte | sobre el apoyo, es 200 para /'= 18%, es p' 5395 kgs. El error relativo que se comete sirviéndose de este último valor, será: : j A 89 1718 ES Los esfuerzos de corte obtenidos en este caso son, pues, mui - deficientes. Ademas, ese ejemplo, tomado entre muchos, no da de ninguna manera el error máximo, el cual es mucho mas importante. z El objeto que es preciso conseguir es encontrar las cargas uniformes que dan los mismos esfuerzos de corte máximos que las cargas rodantes en cada nudo. Esta investigacion que parece mui laboriosa a primera vista ¡ variable al infinito, segun la po- sicion relativa de la sobrecarga respecto a la lonjitud del tramo, se simplifica mucho merced al teorema siguiente: “La carga uniforme /' que equivale a un sistema de cargas aisladas, en cuanto al esfuerzo de corte en una seccion S S de un. puente de cualquiera lonjitud que sea, no depende sino de la lonjitud / sobrecargada, comprendida entre la seccion SS i uno u otro de los apoyos, segun el sentido del esfuerzo... La demostracion de este principio es mui sencilla, En el caso de una pieza sobre dos apoyos, el esfuerzo de corte máximo en SS se produce cuando se descubre toda la parte CB. (Lam. II, figura 3.) No tenemos, pues, que prepares sino us las fuerzas P, | colocadas entre 4 1 C. Sea A C=7 DC=1, El esfuerzo de corte en SS producido por P, tiene por es- 3 presion I la espresion jeneral del esfuerzo de corte máximo en S S será: Y —/, A 2 ñ Pa o ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 247 Sea /' la carga uniforme que da el mismo max, 1 cubriendo el puente desde 4 hasta C, tendremos: ES Y AO e 12 Por consiguiente - Y p paro GRA Pd 7 E Resultando l 2 A lab, espresion independiente de la lonjitud / del tramo i solamente funcion del tren de carga i de la lonjitnd sobrecargada. Conviene notar que en el caso de estar el puente enteramente cargado, tenemos /'=/, i la fórmula será: p=rfspjo 22] (3) El caso de las sobrecargas parciales, se deduce, pues, de las sobrecargas totales sustituyendo a la lonjitud del tramo la absi- sa de la seccion que se considere. La disposicion mas desfavorable para el esfuerzo de corte se produce cuando la carga mas pesada se encuentra en la cabeza del tren. Los cuadros núms. 11 a 15 dan las disposiciones mas desfavorables para las cargas rodantes. Los valores de p' se han calculado por la fórmula (3). El solo exámen de los cua- - dros muestra la marcha que hemos seguido, que es análoga a la de loscasos anteriores. Las cargas p' de la columna 6 darán, pues, los mismos esfuerzos de corte que la carga rodante para la lonjitud sobrecargada /' correspondiente, indicada en la co- lumna 1, cualquiera que sea la lonjitud del tramo. 13. Delos momentos ¡iratorios.— El esfuerzo de corte máxi- mo que corresponde a una carga uniforme p' i una lonjitud _sobrecargada /”, tiene por espresion e id MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Como a cada valor de /' corresponde un solo valor de p” para cada sobrecarga, será útil calcular a priori la espresion Ap Is que llamaremos “momento jiratorion. El cuadro núm. 17 contiene los valores de estos momentos | - para varios valores de fp”, tomados de metro en metro, desde 4. hasta 20 metros, i de 5 en 5 metros, desde 20 hasta 50 metros ' de luz si es necesario; habiéndose hecho los mismos cálculos para los cinco trenes de cargas que hemos estudiado. Bastará, pues, dividir el valor correspondiente del momento jiratorio por la lonjitud del tramo, para conocer inmediatamente el valor del esfuerzo de corte máximo en cualquier punto del tramo dis- tante de /' del apoyo izquierdo. 14. Cuadro gráfico de las cargas uniformes equivalente a las cargas rodantes. —Para mostrar claramente la lei de variacion de las diferentes cargas uniformes i abarcar de un golpe de vista el conjunto de los -resultados, hemos trazado el cuadro gráfico: 1.9, de las cargas por metro corrido de puente que se refieren a los momentos máximos en el punto medio i 6 del tramo; 2.9, de los esfuerzos de corte. Para cada tren de carga, tenemos, pues, tres curvas (Lám. l), i cada clase de curva se haindicado con un trazo especial para y distinguirlas unas de otras. Por otra parte, las diferentes curvas ' que se refieren a un mismo tren se indican por la característica 1 de los puntos calculados en los cuadros núms, 1 hasta 15. Fi- q jándose en las leyendas de la Lámina. I se comprenderá, 1 pues, fácilmente la significacion de las quince curvas que he- mos trazado. 4 15. Discusion.—La curva que se refiere a los dde Ll a ó del tramo, queda casi siempre comprendida entre la curva rela- tiva a los momentos en el punto medio i la relativa a los es-3 fuerzos de corte. Tenemos que compararla con .A curva de los. momentos en el punto medio del tramo. : Para la carga de 16 toneladas i los tramos usuales de 13a 253 metros, la diferencia relativa es de 6 a 7 por ciento mas o mé- nos. Para tramos menores que 13 metros, la diferencia es mu- A q. A AS AS ¿de 7 > A ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 249 cho mas grandei alcanza a 20 por ciento. El hecho no tiene im- - portancia práctica, porque para estos tramos las vigas aunque sean metálicas llevan un exceso de materia afuera de la seccion media. Para tramos que pasan de 25 metros, el error relativo. aumenta rápidamente, i para 37 mctros de luz la diferencia vuelve a ser de 20 por ciento mas o ménos. Pero en este caso, tambien el hecho es sin importancia, pues veremos luego que desde 27 metros, para cargas de 16 toneladas, la carga unifor- me que proviene del agrupamiento de personas o animales da un estado de solicitacion mas desfavorable. Se veria de la misma manera que para las carretas de 11, 8 16 toneladas la diferencia media no pasa de 6 a y por ciento para la parte útil de la curva, es decir, para la cual las cargas rodantes dan esfuerzos mayores que la carga uniformemente repartida que proviene de un agrupamiento de personas. Para la carreta de 3 toneladas, la diferencia relativa es bastante con- siderable; pero, como por una parte la carga uniforme da resul- tados mas desfavorables, i como por otra parte, no se calcularán nunca puentes metálicos con una carga tan*reducida, el hecho pierde todo interes. í Vemos, pues, que en la práctica es ¿inútil tomar en cuenta los momentos a Ye del tramo. -—Enloque se refiere a las diferencias entre las curvas de las | cargas uniformes correspondientes al punto medio del tramo i alos esfuerzos de corte sobre los apoyos, se ve que tienen mu- cha importancia. Es mui raro que la diferencia para un tramo ¡dado quede inferior a 10 por ciento, i mui a menudo alcanza | La 30 por ciento. Ademas, cuando se compara la carga uniforme completa que se refiere al momento máximo en el punto me- dio del tramo con la carga incompleta que se refiere al esfuerzo de corte máximo en un punto intermedio, las diferencias son mucho mas considerables i-pueden alcanzar a 50 por ciento en la parte %t: de las curvas. Esto dice de sobra que los resulta- dos no son comparables i que seria un absurdo aplicar las mis- mas cargas uniformes para el cálculo de los momentos i para el de los esfuerzos de corte. En resúmen, vemos que serán de un uso corriente las cargas 250 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS mo, i a los esfuerzos de corte máximo, miéntras que no utili- zaremos las cargas relativas a los momentos a Y del tramo. | 16. Tablas de las cargas unzformes.—Por este motivo, por " medio de los valores de / i p”, indicados en los cuadros núms. I hasta 15, hemos compuesto las tablas de las cargas uniformes por metro corrido de puente, que corresponden a los momentos máximos en el punto medio de los tramos i a los esfuerzos de corte máximos. Desde 4 hasta 20 metros estos valores han sido calculados de metro en metro. Desde 20 hasta 50 metros, los hemos calculado de 5 en 5 metros. Los resultados han sido obte- nidos interpolando segun una recta. El cuadro núm, 16 contiene estas cargas uniformes para las cinco carretas-tipos que hemos indicado. Cuando estudiemos las vigas-barandas, tendremos ocasion de hacer numerosas aplicaciones de estas tablas. 17. Comparacion de la carga rodante con la carga uniforme que proviene de un agrupamiento de personas. —Por medio de este cuadro, será fácil comparar el efecto de la carga rodante con el de la carga uniforme relativa a un agrupamiento de personas o animales. En Europa se avalúa jeneralmente esta carga en 400 kilógramos por metro cuadrado. En Austria se admiten 460, 400 o 340 kilógramos segun la naturaleza del tráfico. En Chile seria poco prudente tomar una carga uniforme inferior a 400 kgs. por metro cuadrado, pues todos los puentes tienen que soportar el , tráfico de rebaños de animales que son arrojados sobre el puen- - te por masas compactas, principalmente en la época de los rodeos. Será, pues, necesario contar en todos los casos con una carga uniforme de 400 kgs. por metro cuadrado. Por otra parte, indicaremos luego que la estension ocupada por una carreta | puede avaluarse en 3 m. 15. Como es necesario dejar un espa- cio libre cerca de ámbos estremos del eje, puede estimarse en | 3 m. 50 el ancho necesario para el pasaje de una carreta. Habrá, | pues, que comparar las cargas rodantes con una carga uniforme de 3 metros 50 centímetros Xx 40051 so kgs. poe metro co rrido de puente. a Síguese desde luego que segun que las cargas uniformes de- | bidas a las cargas rodantes serán inferiores o superiores a 1,400 kilógramos por metro corrido de puente, habrá que emplear la sobrecarga uniforme de 400 kgs. por metro cuadrado, o la que F | ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 251 «corresponda a le cargas rodantes, i en este caso habrá que agre- gar a ésta las sobrecargas laterales de 400 kgs. por metro cua- ps, que a veces se reduce a 300 kgs. por metro cuadrado. E Hemos calculado las luces desde las cuales los efectos de la “sobrecarga de 400 kgs. por metro cuadrado son mas importantes que los de la carreta. Estas lonjitudes fijan los límites a partir de los cuales habrá que abandonar en los cálculos las cargas ro- “dantes para hacer uso de las cargas uniformes de 400 kgs. por “metro cuadrado. He aqui el resultado de estos cálculos: a LONJITUD DE LOS TRAMOS 2 OXÁKXKÁK + — nn t Peso de la carreta Momentos de flexion Esfuerzos de Corte pa 2 3 Toneladas y Metros Metros 16 27,OI 52,70 II 18,80 21902 13,11 17,74 6 9,71 11.95 3 4,33 5,31 - Para lonjitudes mayores que las indicadas en las columnas 2 1 3, la carga uniforme de 400 kilógramos por metro cuadrado es mas desfavorable que la carga rodante. $ 3.—DE LAS DIMENSIONES TRASVERSALES DE LAS CARRETAS E. DE PRUEBA I DE LOS PUENTES 18. De la carreta.—Hasta ahora, solo nos hemos ocupado de la importancia de las cargas i del perfil lonjitudinal del tren prueba. Con el objeto de determinar el ancho de la vía carretera i la distancia mínima entre barandas, tenemos que nos en las dimensiones trasversales de las carretas. La ira 4 de la Lámina II da el croquis de una carreta cuyas nensiones fueron tomadas en Santiago. La distancia entre A ARES qe tc PAN iS APS ok A e 252 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS los planos esteriores de las ruedas es de 2,25 metros. La parte del eje que sale fuera de la rucda tiene 0,45 metros de lon- jitud. | 19. Ancho. de la vta carretera. —Es indispensable dar a la vía carretera un exceso de ancho para que las carretas ten-. gan un acceso fácil al puente. Bajo este punto de vista una : anchura de 3 metros basta rigorosamente. Sin embargo, es mui. raro que se adopte esta dimension. A veces se admiten 3.20 metros, i aun con este ancho se producen reclamos. Por eso, la vía carretera es jencralmente de 3.80 metros. , 20. Ancho minimo entre las barandas.—Este ancho mínimo. debe determinarse por la condicion de que entre la estremidad del eje, para una carreta que camina segun el eje del puente, i la baranda quede un espacio libre suficiente para que un hombre pueda guarecerse; O para que el estremo del eje no. toque la baranda, cuando la rueda se apoya contra el guarda- | rueda. Para conseguir este doble fin, es necesario dejar un ancho libre de 4.20 metros (Lám. II, fig. 4) al interior de las barandas. Éste es, por consiguiente, el ancho mínimo que conviene dar a los puentes. En muchos casos este ancho no basta. Cuando el puente es. bastante largo, es necesario que la carreta pueda cruzar con un hombre a caballo o un animal por cada lado. En este caso no | está de mas una distancia libre de 5 metros entre las vigas. Esta es una dimension empleada con frecuencia. | Para los puentes del campo, se trata jeneralmente de supri-- mir los andenes, limitándose el constructor a poner dos guarda- | ruedas que deslindan la vía carretera. Como hai poca jente de a pie, i para cruzar una carreta con un jinete, el anden seria mas | - bien un impedimento, es mui natural que se le suprima. E 21. Ancho mínimo para los puentes de doble vía.—No termi- naremos este capítulo sin indicar el ancho que nos parece > convenir para los puentes de doble vía. La figura 5 de la Lá= mina 11 indica la posicion relativa de dos carretas que. cruzan. A nuestro parecer, es preciso dejar una distancia « 0,20-metro entre las estremidades de los ejes, i 0,75 met entre las estremidades de los ejes 1 cada baranda. Un puen de doble vía es jeneralmente bastante largo i súpone un tráfico * lal E "e A O O A O A 5 de 8 metros. 0 5000k 3000k 2 IZQUIERDO | DERECHO 2 3 Metros Metros dd m. 0,00 0,00 0 e 3,00 4,00 ] 5,50 7,00 : 8,50 10,00 AS 11,50 13,00 14,50 15,50 18,50 | 18'50 m. | m. m. m. E E e , k 3 00|2.50|3.00|3.09| 3.00|4.00| 3.00|2.50|3.CO|3.00| 3.00| 4.00 CARRETA DE m m 5o000k 3oook Toneladas t. 5,000 3,009 - 0,800 0,800 0,800 o 800 0.800 0,809 0,800 8o00k 8ook Soo0k Sook 0,800 3,000 16 TONELADAS m Toneladas Es 5,000 8.000 8,800 9,600 10,400 11,200 12 000 12,800 13,600 14,400 17,400 10,000 | 27,400 m 3 ANITADRO. NUM. 1 m m. Tonelámetros tm. 0,000 9,000 3,200 4,400 5,600 6,800 8,000 9,200 10,406 11,600 46,500 185,000 m. m. 800k 8ook 8ook Sok 2519 terales hasta 0.75 metro. Segun estas indicaciones se ve que para los puentes de doble vía el ancho libre entre las vigas será -22.—Cargas uniformes equivalentes para los momentos máximos pr en la mitad del tramo 13.50 15 5013 0010.007.00400 + 3.00 5.50 8.50 11.50 14.50 18.50 5000k £4n Lo P 7 8 To1elámetros || Kilógramos tm. 0,000 69 Ns Me 2. 500,0 9,000 || 1.666,6 12,200 | 1.437,5 - 16,600 || 1.1096,4 22,200 || 1 032,7 29,000 915,3 37,000 830,0 46,200 763,7 56,600 713 68,200 668,7 114,700 | 645,2 299,700 605,4 CUADRO NÚM. 2 Á 23.—Cargas uniformes equivalentes para los momentos máximos ] en la mitad del tramo CARRETA DE 11 TONELADAS , +2 m. m. E 14.30 11.308.30 5.20 + 4.20 7.20 10.20 13.20 IZQUIERDO | DERECHO ASAS : : + 3 2 $ 4 E ds 7 Metros Metros Metros Toneladas | Toneladas | Tonelámetros Tonelámetros - Kilógramos ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 255 CUADRO NÚM. 3 «e -24.—Cargas. uniformes equivalentes para los momentos máximos 17% - enla mitad del tramo CARRETA DE 8 TONELADAS m. m. m. m. m. m. m. m. 14.50 10.80 7.80 4.80 + 3.70 6.70 9.70 14.50 IZQUIERDO | DERECHO 2 3 4 5 6 7 8 Metros Metros Toneladas | Toneladas | Tonelámetros | Tonelámetros || Kilógramos m. m. t. t. tm. 0,00 0,00 4,000 4,000 0,000 3,70 0,800 | 4,800 2,960 . 2,960 || 1.081,0 4,80 0,800 | 5,600 3,840 | 6,800 871,5 6,70 || 0,800 6,400 5,360 12,160 684,3 7,80 | 0,800 | 7,200 6,240 18,400 620,6 9,70 O, 206 8,000 7,760 26,160 546,7 10,80 0,800 8,800 8,640 34,800 516,5 14,50 | 14,50 | 8,000 | 16,800 | 116,000 | 150,800 441,3 E La — 25.—Cargas uniformes equivalentes para los momentos máximos I Metros 13.50 10.20 7.20 4.20 2 : Metros. 4,20 CUADRO NÚM. 4 en la mitad del tramo CARRETA DE 6 m. m. Sook da 8ook 3o00k pz 4 | IZQUIERDO | DERECHO 3 Metros 7,20 10,20 13, 50 9,30 13,50 m. m. 3o00k 1 2810 Pa 0 S E as CEE SP. Ad 4 5 6 Toneladas | Toneladas .| Tonelámetros t. t. tm. 3,000 3,000 0,000 0,800 3,800 2,640 0,800 4,600 35 360 0,800 | 5,400 5,040 0,800 | 6,200 5,760 0,800 | 7,000 7,440 0,800 7,800 8,160 6,000 | 13,800 81,000 m. + 3.306.309 30 13 50 Sook 8o00k Sook TONELADAS m. m. mi 7 Tonelámetros 0,000 2,640 | 6,000 | 11,040 ] 16,800 24240 : 32,400 113,400 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 257 CUADRO NUM. 5 « -25.—Cargas uniformos equivalentes para los momentos máximos en la mitad del tramo CARRETA DE 3 TONELADAS m. m, m. m. m. m. m. nl. 14.70 10.50 7.20 4.20 + 3.30 6.30 10.50 13.80 m. m. m. m m m m. m 4.20|3.30|3.00 4.20 3.20 3.00 4.20 3.30 - 800k 800k 800k 800k 8o00k 800k I500k 1500k 1500k | E == A. A, P Eo n n P a S n a í $2 l=24 Pa =P zen a e S 4, Pe $ 3 le E | IZQUIERDO | DERECHO | — — 8 ado o , Si 3 7 8 Metros Metros oneladas Toneladas | Tonelámetros | Tonelámetros || Kilógramos m. Es tm. tm. . 0,00 1,500 0,000 0,000 oo k 6,60 2,300 2,640 2,640 454,5 8,40 3,100 3,360 6,000 398,0 12,60 3,900 5,040 11,040 340,9 14,40 4,700 5,760 16,800 328,7 21,00 | 10,50 | 10,50 || 3,000 | 7,700 31,500 48,300 | 295,2 TOMO LXXXII 17 ¿ E aa Y 7 É 5 A | E A Pe : z $ ee ». pd ER E . A e : 4 -= / : CE 258 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS . CUADRO NÚM. 6 27.—Cargas uniformes equivalentes para los momentos máximos en la 6 parte del tramo CARRETA DE 16 TONELADAS m. m. m..- m. m. m. m. m. Di. cn m. 24-00 21.50 18.50 14.50 11.50 8.50 5.50 3.00 + 4:00 7.00 10.00 mala ml m. | m. | m. | m = . . . - . . . . o . m. m. 2.50|3.00|4 00| 3.00| 3.00| 3.00| 2. 50| 3.00| 4.00| 3.00| 3.00 Sook 30001: $00k 800k 800 800x | 800x 800. 800k 5O00k 3000k soook E A IS a 1 Á 1o q n n n n paisas | PEPE, Pasa Ne Ea PA e ==! —] ==] Ha”, Pa 53 PES la 14151 7 8 240 101 Metros | Metros | Metros | Metros mes Tonels, | Tonelámetros Tonelámetros Tonelámetros Xilóg. Dn. m. m. m. t. t. tm. tm. tm. O,O0| 0,00| 0,00| 0,00||5,000| 5,000| 0,000 0,000 - 0,000 3,60| 3,00 1,803.000| 8,000| “9,000 9,000 5,400 6,60| 5,50 En 300,800 8,800 4,400 13,400 8,040 10,20| 8,50 | 5,10/0,800| 9,600| 6,800 20,200 12,120 13,80|11.50 6,90 0,800|10,400 9,200 29,400 * 17,640 17,40|14,50 8,70/0,800/11,200| 11,600 41,000 24,600 22,20|18,50 Lio 5,000|16,200| 92,500 - 133,500- 80,100 24,00 20,00|12,00/0,800|17,000| 16,000 149,500 89,700 25,80/21,50| 12,90|3,000/20,000| 64,500 214,000 - 128,400 28,80|24,00 14,40/0,800/20,800| 19,200 233,200 139,920 32,40|27,00 16,20 ,800|21,600| 21,600 - 254,800 152,882 36,00|30,00 18,00 0,800|22,400| “24,000, 278,800 167,280 39,60|33,00 19,80/0,800|23,200| 26,400 305,200 183,120 40,00 35,00|20,00 0,800|24,000! 28,000 333,200 - 199,920 44,40|37,00 22,20|5,000|29,000| 18,5000 518,200 | 310,920 48,00|40,00 24,00|3,000|32,000| 120,000 - 638,200 382,920 SS - AAA ei PLA m. E AE o SÓ EE 0 4 m. 0,00 2/52 4,32 6.12 7,92 11.10 13,62 Metros || Tonels. NEO NUM. en la 6 parte del tramo CARRETA DE II TONELADAS m. m. m. . m. 28.70 25.70 22.70 18.50 13.20 10.207.204 20 + 530 80o0k 8o00k Sook B500 5 6 Tonels, Es £. 5,500| 5,500 0,800| 6,300 0,800| 7.100 0,800| 7,900 o0,800| 8,700 5,500|14,200 0,800|15,000 0,800|15,800 0,800| 16,600 m. 8cok 8ook Sook Sook a Pa 7 Tonelámetros tm. 0,000 3,360 5,760 8,160 10,560 101,750 18,160 20,560 21,200 22,960 m. m. % > E - a ; m. m. m, 3.00| 3.00|4.20| 5.30| 3.00| 3.00|3.00|4.20|5. 30 [e AS EP ds Pa)! AS 8 Tonelámetros 129,590 147,750 168,310 189,510 212,470 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA $ S8ook 1 uE a o' SO TE =p: En pre + Al 53d, 2h 9 Tonelámetros tm. 0,000 2.016 5,472 10,368 16,704 17,754 88,650 100,986 113,706 127,482 230 28 as uniformes cauivalontes para los momentos máximos. Kilóg. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS CUADRO NÚM. 8. 29—Cargas uniformos equivalentes para los momentos máximos el | ] 16 parte del tramo CARRETA DE 8 TONELADAS E IA : A m. m. m. m. . AS a : 24.20 21.20. 18.20. .14:50:.:0,70.. OMAN IO a AO m 3-70 4.80 AO A: 80 Sook Sook So0k So0k 8o0k So0k 8o00k 4000k - q000k 4 1/4 I =B 6 I So a' En Tonelámetros Af X m. m. m. e be t. tm. A tm. | yn 00 ' -0,00| 0,00! 0,00| 0,00 |4,000| 4,000 0,000 0,000 0,000 | Be | 4,44| 3,70 2,220,800 4,800 2,960 2,960 1,776 AR | 8,04| 6,70| 4,0210,800| 5,600 5,360. |. ES 8,320 4,992 | 11,64| 9,70 5,820,800 6,400 7,760 ¡16 0d +. 9,648. 17,40|14,50 | 8,70 |4,000|10,400| 58,000 MA OSO + la 44,448 :21,84 118,20 | 10,92 0,800|1 1,200 14,560 88,640 53,18. 25,44|21,20 112,7210,800|12,000| 16,960 + | : 105,600 | 63,360 m. m. m. ¡ m. 4.20|3.00| 3.00 goook. lens TIO 2 e a as 2, | EP, o ros | Metros | Metros | Metros | Tonels. | Tonels. mM. AC £. tE '0,00| 0,00| 0,003,000| 3,000 1,98/0,800| 3,800 3,78/0,800| 4,600 -5,58/0,800| 5,400 8,10|3,000| 8,400 10,08 0,800; 9,200 11,88 0,800| 10,000 8o00k So00k 8ook m. m. m., m. m. m. m. 27.00 22.80 19.80 16.80 13.50 9.30 6.30 3.30 m m 3o000k a CARRETA DE Ó6Ó TONELADAS . . m. m. m. . 3-30|4 20|3.00|3.00| 3.30| 4.20 8ook 8ook So0ok «¿CUADRO NÚM. 9 2 4.20 m 3000k m 8o00k =( E AE Ed ) 261 S0.—Cargas uniformos equivalentes para los momentos máximos $ en la Jó parto del tramo IT 114 RV o' IVA 7 Tonelametros tm. 0,000 2,640 5,040 tdo 40, 500 13,440 15,840 <34"» VA aL, A 5 <0'n En 8 Tonelametros tm. 0,000 2,640 7,680 15,120 55,620 69,060 84,900 10 NON ZE = 5d n Ye e / 9 Tonelametros 0,000 1,584 4,608 9,072 33,372 41,436 Xilóg. 50,940 262 ás CUADRO NÚM. 10 E de 31.—Cargas uniformes equivalentes para los éiianitos máximos Ii en la 6 parte dol tramo PEO 3 ¿E Le CARRETA DE 3 TONELADAS », cade ona; TA, AMO, m. dd m. -m. A 24.30 21.00 16.80 13.80 10.50 6.30 3-39 + 4.20 E. e 3.00 | 3.30| 4.20 | 3.00 3.30| 4.20 3.00| 3.30 4.20 a S8o00k 8cok Sook Sook |: So0k 800k 800k ; A o 1500k E A : 1 3 Ad == >= PA AE y) E 0 ¡ £ E a E ¿S2a 0 15d | a LS? Va, 2 (a IES E (32, Pr. + z RS . h IO , a == — pee —— — aL A , lssa', Po : 123 AMS 8 9 Metros | Metros Metros | Metros [Tonels. Tonels | Tonelámetros Tonelámetros Tonelámetros m. m. m. m. t. t. tm. tai A 00100 ES O,OO| 0,00| 0,00| O0,00||I,500| 1,500 0,000 0,000 0,000 || -3,96| 3,30 1,980,800] 2,3001 2,640 2,640 84 7,56| 6,30 3,78/0,8090| 3,100 5,040 -7,680 4,608 ' A . | 12,60 10, 50 | 6,30 1,500 4,600 15,750 23,430. | 14,058 [ ( | 16,56113,80 8.28llo,800! 5,400| 11,040 234,470 20,682. ls A AS A E O A y ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 263 , CUADRO N ¡CM Eje E 32.—Cargas. uniformos equivalentes para el cálculo de los montantos lilas diagonales CARRETA DE 16 TONELADAS m. m. m. so m m. m. 1 m m. m. 40.CO 37.00 33.00. 30.00 27.00 24.06 21.50 18.50 0 50 II. 508. 50 5. Lo) 5. 00 O y m. m, m. m. m. m. m. m. m. m. m. m- m. Ñ 3.00| 4.00 | 3.00 | 3.00 | 3.00 |2.50 | 3-00 | 4.00| 3.00| 3.00 | 3 00|2.50| 3.C0 h So0k S00k So0k S00k 8o0k 800k S00k S00k E 3000k 5000k 3oook 5000k 3ooo0k soook ; | El, P ] a a Moa Es EN 00 p 2 3 4 5 6 Toneladas Toneladas Tonelámetros Tonelámetros Kilógramos E: a ts tm. tm. 5,0900 5,000 0,000 0,000 ¡Sn k 3,000 8,000 9,000 9,000 233833 0,800 8,800 4,400 O TEN LIOO, 2314,2 0,800 9,600 6,800 20,200 16099,4 0,800 10,400 9,200 :29,400 1364,2 0,800 11,200 11,600 41,000 1154,8 5,000 16,200 92,500 133,500 971,2 3,000 19,200 64,500 198,000 929,4 0,800 20,000 19,200 217,200 912,5 0,800 20,800 21,600 238,800 885,7 0,800 21,600 24,000 262,800 856,0 0,800 22,400 26,400 289,200 826,5 5,000 27,400 185,000 474,200 788,7 3,000 30,400 120,000 594,200 - 777,25 Sy E : . la a a : : 5 , 5 ; o O o TOS, ne E ZÓA MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Eo CUADRO NÚM. 182 : = : 33.—Cargas uniformes equivalentes para el cálculo de los montantes MES s 4 E E 3 . » a . 0 i diagonales | 0 o CARRETA DE 11 TONELADAS 4 m. m. O m. m. m. mM... m.- 41m. BT | 37.00 31.70-28.70 25.70-22.70 18.50 13.20 10.20 7.20 4.20 0 ¿3 : a m. | m | m | m | m | m | m. | m. dam 4 5-30| 3.00| 3.00| 3.00| 4.20| 5.30| 3.00| 3.00| 3.00| 4.20 : 8o00k 800k 80o0k Sook 800k 800k 800k 8ook 0 5500k a 5500k 5 500k AS 5 | 2 VES ca UA PAE 2=7)] se E A O E SP, A de I 2 2 E , Metros Toneladas Toneladas Tonelámetros Tonelámetros E ¡ ES: m. : it ts tm. A E 0,00 5,500 5,500 0,000 0,000 e - ' . EY Se Se 34 4,20 0,800 6,300 , 2,360 3,360 FA 7.20 0,800 7,100 5,760 ZO e, A 10,20 0,800 7,900 8,160. + E 17,280 13,20 0,800 8,700 10,560 ' - 27,840 18,50 5,500 14,200 101,750 129,590. ¡ 22,70 0,800 | 15,000 18,160 147,750 25,70 0,800 15,800 20,560 168,310 » 28,70 0,800 16,600 22,900 ss 191,270 31,70 0,800 17,400 25,360 | 216,630 37,00 5,500 22,900 203, 500 420,130 4 y - ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 265 1 CUADRO NÚN. 183 u 34.—Cargas uniformos oquivalentes para el cálculo de los montantes i diagonales CARRETA DE 8 TONELADAS m. m. m. m. m. m. m. m. m. AMAR CONO: 21:20: 18.20. 14.50, 9.70: 6.70: 3.70 O m. m. m. m1. m. m. m. m. m. ONIAASOS 3.0001 3.003.701 4:80 |. 3.00. 3.00]. 3.70 800k CA SDOJ Book 8ouk _8oo0k 8o0o0k Sook 4000k 4000k 4000k pa 2 Ll is pio ad a E Je n TE f Pa EP la La El, Pa Pp Toneladas Toneladas Tonelámetros Tonelámetros Kilógramos t. Es tm. tm. 4,000 4,000 0,000 0,000 2) k. 0,800 4,800 2,960 2,960 23102, 1 0,800 5,000 5,360 8,320 1. 300,9 0,800 6,400 7,760 16,080 977,8 4,000 10,400 58,000 74,080 729,8 - 0,800 11,200 14,560 88,640 695,6 0,800 12,000 16,960 105,000 662,1 0,800 12,800 19,360 124,960 631,1 4,000 16,800 116,000 240,960 585,6 e a in A AA E E a MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS | CUADRO NÚM. 14 35.—Cargas uniformes equivalentes para el cálculo de log montantes 1 diagonales «3 CARRETAS DE Ó6 TONELADAS m. m Mo y m. m. m. : . 27:00 22/80....19.80. 16.80 13:50... 0.305 0:30 630 O m. m m m m m 4.20 3.30 4.20 3.00. 3.00 3.30 Sook Sook 8o0k | 800k 800k ole. a 3o00k : - 3000k 3o00k d 2 3 4 “e E Metros Toneladas Toneladas Tonelámetros ME ha eN ; m. t. d 0,00 3,000 E ñ ' 1073980 0,800 NE j 6,30 0,800 > NO 0% 9,30 0,800 13,50 3,000 16,80 0,800* . 19,80 0,800 "4 " ko | 22,80 0,800 10,800 18,240 | - 103,140 27,00 3,000 13,800 81,000 | 184,140 7 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 267 CUADRO NÚM. 15 G 30.—Careas uniformes equivalentes para ol cálculo de los montantes 1 diagonalos CARRETA DE 3 TONELADAS m. TIA. m. m. m. - m. m. m. RONDA 30: 21:G0' "16.80. 13.90 10.50 6.30: 3.30 O m. m. m. m. m. m. m. m. 3.00 | 3.30 | 4.20 | 3.00 | 3.30 | 4.20 | 3.00 | 3.30 8ook Soo0k Sook Sook 8o0o0k 800k 1500k 1500k 1500k 2 NE p' Ese 7 A pi 7 n ) Ll =1 Pa din p Metros Tonelámetros Tonelámetros Kilógramos 31,500 nd O A AAN e MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 268 186 o... 64 A S6I1 >. 126 PO vLL1 . 7 ... 11“€1 DIO :g z6'Lz UA e e 0881 ESOO “TI oL'zS O e ON de el 5 91.109 9P SOZIANISH 'SOJU9 TIO *SRJOLIRO o0b x 0S'£ =00v1 “SN :3N . t Ssa10113jut uUOs sa) -UBpOI SESIeo sep e so]ua¡earmba sowoj1un seg1e9 Se" 'sajusim3is so] anb so31e¡ seu sowIe1] te g SIUOTIPAJISG() 669 9zí, g£6 |ES£Z Lloo“1 | 034 Llo'1 | zz8 9b1“1 | S88 ¿Sz*1 | 000“ Sgb“1 | ooz“I €l9“1 | 0051 = e | 53 Sa as B SVUVISNOL € HU VLAYUVO 99109 ep SOZI9WYST *1 | €06: goz“1 | v66 bzo'*1 9So“1 £60*1 obvI'“1 z6z“1 9/€“1 ogb*I 645“1 OSI 000z o0b'“z pesa el U9 SOJUMMON SVAVIANOL 9 HL VLATAVO goz'I. 000€ vLE“1 | 6011 S6€“1 | 9b1“1 v1v1 | Zg1"T zer 1 15321 MA 1151 | VEL S19*1 | gob*1 gr4%1 | LoS “1 zZ8'1 | 9091 5701 SOL“ Lo1'z | gSg“1 zzt'z | gboz ges iz | 9gzz voo'€ | 999'z g4S“€ | ooz“E zS1Y | 000“b Al -3 a 32 |El va a SYUVIANOL 8 HU VLATUVO O0w (SHO) MN mM + 99.109 9P SOZJ9WSH peyrur el U9 SOJU9MION SVIVIANOL TF HC VITA VO 9109 Op SOZJ9NISH peyrul e] U9 SOPUATION SVAVIANOL 97 HA VLATUVO 0ueJ13]2p pnyfuo] oyUond Op OPTITOD OTPOTL zod SOJUIBpOT SUBIeo Se] e somoTRATnDo SOTIIOFFUN SYÍItO SY] Op OIPeno—"Le | 95 NHNAN OJXUAV(0O 77 > ” 3114) SP OUIAIQOL) [3 10d Opejequos . 'eor([9q Sp SPPez[eo 1 sajusng sp oxaruafuy (pevonuquoo ) NATI) ONYAATTIA SO) AAA AAA CEN CANTAN ANS PP RIP oSz“162:1| ££b*1 | 00:0$ SLl9'z15'1| v6bv*1 | 00:Sp o000'bbz"1| SSS“1 | 00'ob S"zI9'Vgl | 1871 | 008'6g6 | 9191 | 00 S£ oS9'E19 | £9£'1 | oob'0LZ |z12%1 | 000€ S:Lg96g€ | 4bz“1 | osZ'ESt+ | 251 [S'Lg9'tgS | Log“1 | 00:Sz ooz'o€z | 1S1“1 oobío0Zz | zS£*1 o000'lo£ | SES*1 | ooz“0g£ | 1061 | 00:oz Sg1I'TIZ | QUIóL Loo'gbz | +v/£%1 | S:v6S'6Lz | 6vS'1 (Sbg1'gv€ |6z26“1 | 00:61 g19'z61 | 681“1 066'Szz | S6£“1 ol3'g57 | $651 | giz'zzf£ |6g6“1 | 00'g1 9SS'bL1 | goz“1 ez£ “voz | bib'1 | Sbo6'zbz | 1g9'1 S'bolí00€ | 180'zZ | 00'L1 008951 | Szz“1 967 '€g1 | zZ£b“1 oz6'5zz | S9l'1 | g10'glz |zL1'z | 00091 S:Ltg'6€1 | £bz“1 L€gz'Eg1 | 15b*1 o006'loz | gbg'1 | oo0l'bSz | boz'z | 00:51 ogb'Ez1 | 09z*1 gLo'gb1 | 1151 gíz“6g1 | 1861 | obz'££z |og£'z | oorb1 S6LL'or1 | 11£%1 |S:Lgb9€1 | S1o*1 | S:1gz“1L1 | lzo'z S:SSg'z1z | 615% | 001 E z15'001 | 96£*1 969'EzI | g14'1 vg£“9s1 | z¿1Z | grb“161 |6Sg9'z | oorz1 parfuo] ej 10d 219% Se E : ob3“68 ogh1 1€z O11 228“ 6Eztop1 gltte 0zg'141 |0bg“z | 001) ados Bea ar 006'9v | 9f6 o5z'g4 | SoS“1 osz'96 |Sz6'1| ost'6z1 |$6S'z | ooz'£S1 |too'£ | 00:01 269 O S:£gl'0b | Loo'1 | S:g16'L£ LOLA SIE ES LOIS RITO Ie EROTICO TA z'£ | 00'6 dea. eS / auto POPE Llo*1 o: 1S9'1 Po£“PZ aTL a 203106 pS SEE tn Do9 008 o ÓS E E O AMAR AAN AO IgIizo |g£Siz | S:lgo'zg |SL€'E | £bE“g6 tIo'p | 00:Z :89 Se[ 9p_uun e opigap s1109 azolzz | ¿Sz1| gz€'1b [96272 | zlo'bS |boo'E| g£ltz4 | 1bo'b| z£a'6L bzb*p | 009 Ed a dl 5 z1I£'gr |Sob'1|S'9zg'6z |£6L'z | Sz4'6b |gLS'£E| Szg'gS |90£'p S"z96'z9 L£o“S PRE tra Elo'I elt'gz |6gz'£ | giz'££ |zS1I'b| oo0o'vb |005'S | g1g'ob 758“ [o Mo) NS q in - ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA UY | L “19 9 “US $ US, 9 “US, S, O : Po ED Y LA a DS De DS LY =p % a E % (á ¡E (1) SIOJIPAJISGO vá 24% EA G A YE E es q MAS de A ' q p El or SVAVIINOL € 4d SVAVIANOL 9 HU SVOVIENOL 8 EU SVUVIANOL 17 UU SVAVIANOL 9) HU PA VIIVUVO VLAVUVO VITUAVO VIEVUVO VIENAVO y 1,4 % OP SOXOTRA 4 SOUIIOFTUN SPÚICO PT OP OTPENO—"ge ar N/(IN OUUVAO db CUADRO GRAFICO DE LAS Lamina L. CARGAS ES dle alicia AI VIA UA EN 8 Pres AR A 500. 4% Clase E a Img 00. noo. AO OIE ANA LA al 4 Go000* 10.000 E TR o ESA AG00K AG00 E ES A Ae: E AG00R Mco 3 “AG00K ST Pé [ Sir l N ES > => p= 0 x 2 r ==32 1 í y Pa PS Sy A $ Z = == >| $ Sel AE === í > O) | Srs= a | (0) NAAA AS a SS == S == ÉS ISO a AS e e. => , ist EAT ACACION > IDE > LAS + CUIRWAS - Nh opientas ervlamutad: del tramo, Mioraatz a z CAPARO AE = (7 Al Osfuerzos CORTA EQIAÓAS EUOS) cea ptos EM | | | La all A O e O AS A Pe > . A 2 pa 7 3 SS roda LETIVULVLSS a $3 1 SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT DE QUE LA ECUACION x"+y"=z" NO TIENE SOLUCION EN NÚMEROS ENTEROS x, y, z 1 SIENDO n>2 E Entre los varios teoremas, establecidos sin demostracion por a Fermat (%), el que forma el tema del presente trabajo, es el mas peso i el mas tratado. Existen hasta hoi demostraciones de este teorema, debidas a los jeómetras Euler (E) para 1=3 1 e. Gauss (***) para 1n=5, G. Lejeune—Dirichlet (****) para 1=14 i Kummer (*****) para cualquier valor de z con ra, nach der franzósischen Auseabe des Herrn de la Grange mit Anmer-" n urd Zusálzen herausgegeben, von Johann Philipp Grúson (1796). 2. AE Abschnitt$ 243.» Gauss Werke, t. IT, pájs. 387-391. a se encuentran los datos su- Aunque, ahora, de todas las demostraciones para un teorema hai que hacer, desde luego, algunas observaciones sobre la na- “suponer el esponente 2 como número primo i, por no refe: 272 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que se refiere a números reales, son preferibles las hechas por medio de estos mismos números, no ofrecen esta ventaja, sino las demostraciones de Euler, miéntras que las de Gauss í Diri- chlet estan fundadas en la consideracion de números complejos en el sentido ordinario i la de Kummer en los llamados núme-. ros ideales, introducidos por este conocido profesor de mate- máticas de la Universidad de Berlin. El presente trabajo contendrá un método de a que, tomando en consideracion solo los números reales i enteros, posibilita la aplicacion aun a los casos no considerados todavia, ] 1 Considerando la ecuacion P4y=2" — (08 turaleza de los números enteros 1, y, z, ». Primeramente pode- | mos tomar los números x, y, 2 con signo positivo cada uno; porque, si fueran uno o mas de estos números negativos, seria: siempre posible, por medio de mera traslacion, trasformar la ecuacion propuesta en la forma (1). En seguida podemos con- siderar los números x, y, 2, sin limitar la jeneralidad del presi ma, como números enteros sin divisor comun alguno; porque, sí tuvieran el divisor comun d, así que r=0x”, y=0y, e resultaria de la ecuacion (1), despues de dividir con d” la nuevas A qn +y=a2 en la que estarian x,/ y, 2” sin comun der Finalmente, basta tirme aquía 1=2 m1 a221=4 (******) impar: porque si fues (C***> Como notoriamente es sabido, la ecuacion (1) puede ser 1 resuell en el caso de 2=2, por medio de los números llamados pitagóricos q cada vez determinan un triángulo rectángulo. En cuanto al caso de 23 lo he tratado tambien, pero fundándome en consideraciones que difieren : las aprovechadas en este trabajo. Í Mo SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 273 nm=km im un número primo, conduciria la ecuacion (1) a la otra | < A . pero una vez demostrado que tal ecuacion no tiene solucion en números enteros para el esponente zz, es claro que no tiene lugar la ecuacion (1) del esponente 2=%x. Espuesto lo anterior réstanos solo considerar una ecuacion PP Ey= en la que x, y, z significan números enteros positivos i sin divi- sor comun iz un número primo e impar. i Siendo ahora siempre 1" +y"<(x+y)", será ¿ £0 4 =E£ En el primer cua un factor w de 7, siendo w un número entero, factor que por estar contenido tanto en ¿=fr como en -+y=ffÉ, lo será tam- 3 bien en todo el miembro segundo de la ecuacion (3); i en la po- caso. Para este fin demostraremos el teorema siguiente: ' 3 “¡Cada suma de dos potencias del mismo esponente par i | entero lan 00 puede escribirse en la forma | o Ana + yy an e siendo A, una funcion íntegra de EJ Supongamos justificado el teorema para todos los valores de 1 que sean menores que un número y, así que, por ejemplo: q (1) EPIA e +yy EL 2( =x y)" | 174 yo A, (04 y) +29) podremos verificarlo tambien para m=7Y+ 1. En efecto, tenemos qaAr+1) $ y += s4a, (7 + y? e +y%) —x? y An py) = aL E =(+y)Í Ador yy+2l 9 | a LA (ey) + E a A A +2 —4yJP= A 4 (14 y)? ELA + SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT | 275 a+ (y) + 2(— ay) , ces q A 1 $ pá (rt) EE (1? - : SR 5 E , 4 (x On +2 (—2y)? A a . +4, a) > (a+) +2(=a)? +(=a9) 7 a 0d +n(=ay) 7. - E A na | Se : > mod w? AS E NH PU y j : PA 276 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS IgE E 70 : Hai ahora 2 posibilidades: 1.* w es un número primo=x20=xm, entónces y? será a lo ménos divisible por «wi, por consi- guiente, x o yo xe y divisible por w. 2.2 Si w es un número com- puesto, x no es divisible por w, pero royox e y han de tener algun factor comun con q. En los dos casos se podría concluir que, por ser -2+y=0 mod o, xe y tuvieran un divisor comun que, según a, ls fuera tam- bien de z, miéntras que hemos supuesto los 31 números x, y, % sin divisor comun. : E] No puede ser, pues, 2-2 >É, sino tiene que ES =É i, por lo tanto, x+y=f", así que para la existencia de la ecuacion (1) - AE=2 2 e tenemos ahora las condiciones: ; s | a iS | y =P. | SS AO) j ay 0? CA (B) E OA Repasando las conclusiones anteriores, observamos fácilmente Md >> que todas son consecuencias del teorema fundamental que, | ER siendo » un número entero e impar, 1"+y* es divisible por: x+y. Partiendo ahora del teorema análogo respecto a "y" E que es divisible siempre por —), sacaremos dos condiciones. 5% mas i que son análogas a (A) i (B). sl Escribamos la ecuacion (1) en la forma - e n A =r”, será permitido poner siendo z un número entero i positivo, por ser. rop= ly (e) |" =(0)y 7 (ey) + (ye yy + A O a ias SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 277 La division de la ecuacion (2”), despues de haber desarrollado el miembro segundo, por ¿—y da una ecuacion análoga a la (3), a saber | de E (ETE) 33) + ay) (4) ley)? = en (EII e) + Parece supérfluo repetir aquí todos los pasos necesarios para. averiguar la forma de ¿—y que, con poca diferencia, son los mismos como arriba. El teorema que reemplazará aquí el de la pájina 274 será: "Cada suma de dos potencias del mismo esponente par ien- tero 22% + y?" se deja escribir en la forma P AN -espresion en que 4”,, significa una funcion integra de x e J.n La demostracion de este teorema se funda en la misma con- =clusion de r7 a 7+1 aprovechada arriba, teniéndose para r=1 i r=2 las relaciones | 2+y=(8-y) +29) 24 yt= (24 y) (2—y)*+ 284) En fin, se encuentran, para que exista la ecuacion | ñ ES ; PP = las condiciones q A »N va 2 =8 (A) a—y=0=(g +30) (B”) h A ¿ , _ . . E Cambiando en las últimas consideraciones + con y e y con x resultan otras dos condiciones para la existencia de la ecuacion Ys a Ñ PS ; ga 4 =P", 2=x=/P (A”) ga —=r=yY(h" + Ap) (B”) E O e E | : do O veia : Ed e as +8 | 278 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS a ¿ e Los números 2, oi %, p, correspondientes a f, 7, son números 5 8 | enteros i positivos. Hai que recordar todavía que, segun páji- eE na 274,7 1iÉi, por eso, 7 ino tienen divisor comun, de lo que - E se desprende que tampoco gig ni 1 p tienen divisor comun. — da : Los resultados hasta aquí deducidos poleas resumir en los es dos sistemas de ecuaciones Jl : A PERE Mp 5 | | ¿=P?—fr e: i E y r+y=f" : | E ¿e : o ga =)/p ps | De las ecuaciones (5) se sacan ademas las dos: E | 2yr=fP +g" o | ¿xy =P 410 > i, por eso, : o | 2 == E E y 2r="+g" —/P d 29 E 2y=/" +A” —g A Por medio de las ecuaciones (4) se convierten las (6) en 0 A SEEM A A A e Ax : $ E lo que da | : Fr=g0=hp ] Representando estos tres productos iguales por E se reducen las € ecuaciones (7) a una sola : qe — pe Eo YA aa e Las ecuaciones (4) permiten todavía deducir otra consecuen: cia, ¡es la que de los números f, g, 4 no deben tener dos un fac: : E e E > ml m2 + S e qee ¿dd ea fi ; . zi de > e Ro De Ae En AN A Ñ Ñ as 7 $ se AÑ po 2 E SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 279 omun. Teniendo, por ejemplo, fi g un factor comun, se mtraria éste tambien en zi x, segun (4), i, poreso, ibi , segun'(1), miéntras que hemos supuesto x, y, z sin divisor D. . De aquí se desprende la congruencia G=0 mod gh (9) os sirven en fin las ecuaciones (4) i (8) para trasformar la nacion (1) Ga= qa A ES EJE UEG)" + < Cr (ir 6)" (10) - miembro segun las potencias de (a+ G) 16 1en el se- | _solo el AS término (0+(G)3 segun las potencias de ExaroyU+a+ 6) +03=(a+G)+03+30*G+ e lí se desprende 3ab (a+2G+b)=G 3 DH +26)=6>3, y SA F A O A ARTS A O » DE E e AAN e j 280 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ecuacion que, por medio de la ecuacion (8), toma la forma 3 gh 3f3=(G3 Pero esta ecuacion no tiene solucion en números enteros, puesto que 3 no puede ser el cubo de otro número, Luego no tiene lugar la ecuacion (10) ni, por lo tanto, tam- poco la ecuacion (1) para el caso 1=3. II Pasemos ahora a la consideracion de los casos en los cuales. 7 es un número primo>3. Nose presenta tan sencilla la de- - mostracion aquí. Haciendo las sustituciones tenemos que tomar en cuenta en lugar de la ecuacion (10) la siguiente: 3 (a+5+G)=(0+G)*+(6+G)" 5 a Desarrollando: esta ecuacion del mismo modo como lo hemos | efectuado para 2= 3, obtenemos primeramente ; (a+ G)+n(a+ Grab pra 4 Gb. . AE Gpe +n(a4 Ga br (ad Gr GA ¿A FreDmp? a+ nbG "+ Gn ca: > 0 Suprimiendo los términos iguales en los dos miembros, reduce el segundo a G"i en el primero se puede sacar z2ab,. como > factor común, puesto a los co binomiales Ó0, etc. A Ses A a A A ed »Ñ e ASIAN y a 1 SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 281 -denando el primer miembro con respecto a las potencias de G, la ecuacion siguiente: RR SUL pen) - - a a A z (a+ 6) | (El pr 4 3 nad (an== 4 pn-2) +5 taba pa) A Es) bars y pn=6) 4 ) | FG Í (M1 + br) + bars q 75) + n-1)] (n-1Xn-2) . (1 — de n- aa p23 EN n-1)](n-2 n- (n-1(n-2Xn- 3) PSA tg aba bo) , (m-1Xn-2)... .(n E e => 7 : a 2 0 (aro) T naa A A j +, SINO E OD 0; 09 -0- 8.,S e qa by EL 1 | Ho ar a... 17, los coeficientes de G*%,G*.... (2 se - puede poner en lugar de (12) la ecuacion siguiente: 7 ab H.+H,G 4H, 4. 4H, 0 4H 6 | =G (12) - Se sigue primeramente de esta ecuacion que G"=0 mod nx E él primer miembro de a tiene Mos etores a=g"i 2 h”,los que estan contenidos tambien en G”, segun (9), 1, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 cine pe segun esta misma congruencia (o, debe tener el primer miem- 4 bro de (12) tambien el divisor. $3 o +/*+26G= O El desarrollo de la funcion maior. ÓN segun las na de (a+5+2G), contendrá los términos (a+042G),(a+b6+2G) (a+6426 3, (a +b4 26) 0... multiplicadas todavia por coeficientes que dependen de a ib, 1 algunas ademas por potencias de G. Entre todos los términos habrá uno solo que es del primer grado respecto a (a+54+2G) | ¡ que no tiene como coeficiente una potencia de G. A este tér- ] mino no pueden contribuir sino las funciones 4, i 4, G por- | que las demas 17, G”? etc. tienen el factor G?, El término. en cuestion tendrá la forma HabYP(a+b4+26) como se concluye de las últimas espresiones de LS E. saber Mo ay ' an 5) (7)! A No (7)! Para averiguar el valor del coeficiente numérico % basta de- sarrollar a M4, segun las potencias de (a+0) Í determinar eb coeficiente del término (a PE “(a+D. Observamos desde luego que los coeficientes con índice par, es decir (Ho, Ha... Ha-3y son divisibles por a+0, miéntras que los con índices impar ¡ no lo son. Esto resulta de las formas de los coeficientes 47, de los cuales los con índice par constan de sumas de la forma ar”2x 4 pn-2" cuyos esponentes 2-2 son números impares. : bh), apuntemos 470 en la forma siguiente: A a. n-3 e EE qa-2 es 2 y (0-1Xm-2). - - (n-m) ab Nn-2mM-2 n-2m-2 (a az 3 e ES) 2-3 A o. por 2 una suma de términos en la que 72 recorre m=I LE] e] 2) == n-2 1-3 9-44 pn-4 7 (n-2Xm-3), - - (n-mln—(m+-2))m- labia bemba Bit pl | e > (a b) ia A) Y . O E +1> eS. Ea OS amoo y, promos) + e Pa E -4Xm- aby (ayb) A Si n-8 4 ¿n-8 E e) nl m-2) pa +0 Ed ¿eo temfrtas 7 er Xx (Cr -1 (n-(140))(n-(1+2))(n-(21-1)) . +F(—1) ÓN Xx (apilar pa) + Da Se En: (n-m).(n-(m+2))(n-(m + 3). . «(n-(m+1)).m(m-1). - .(m-(-2)) (m+ 1)! X (ab)e(a”” 2m-2 4 ¿n-=m-2) EA MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. i formemos en seguida (arbya, apartando a la vez de la su- ma * el primer término que resulta para m=/, entónces el coeficiente de (ar-21-24 pn-21-2), prescindiendo de (ab), es para: mm=l el siguiente: | ar a+Dk n-(143))... (n-21).(1-1). .. 3.2 l- A) (+0! —(n:0+1M(n-(1+2)). - (n-(2l-2))-(n-2D _ EA . «(n-(214-1)) : i el término jeneral de la suma Y para m=/ EE 1 hasta 23 será: (a-(+9h all42)), - + (a-(2=0D) (o-o-Cl+ 5). -- (nm +0) — A : (mn). Do). 0 o M4). - (otr lemn—o) - (ia) | | (1-1)! (m+-1)! 1'(m>+1)! Xx ! (n-(n+D)m-(1-2)Mm(1-3)). ... prices o (uo) Y = +. on. - (a-(n-(m+-)). -(o-(m+)ln-(m414-2)) vola) A 18) (m-(1-1)) - WE 1!(m+n)! ¡, por lo tanto, HH are dd yerba 3 de mE 3 E E ye prat) 27 PA de Sd a lla. «(n-m). (n-(n+2)Mo-(m +3). e m(m-1). (e) DS, ANA +(- yo ! mldr (mx 1)! a ES E i : X (a) ola y po > : 3 Sabiendo ahora que Zo es divisible por (a+) segun p na 282, podemos eserepln E Ho=(a +6) — Baba +/0)%+4 E 003 Nah la + ¿7 “+. E “| | | dd ( E yo -(m+=2) n-(m +3)... -(n-(2m+ o (a EE b) n-2m-2 de. AN (m+1)! De a 5) (a+0). E e a FA A a” e a RO $ 5 E Sado d>- 5 y ELA " eE , el Sa Do E RE 7 E ¿ A SN e A > E z > na - ES e £ q - E pon E - SOBRE. EL TEOREMA DE FERMAT 285 5 a par at, JH + e RAEE... (ea E) de —+r, Segun será 13 EA E) O N—4 Des di uandá por cla suma a+ 6+2G=f”, por F,(c, G) una. funcion deci Gi por £,(G) una funcion de G, tendrá la A a mueras O+G-F, nov =G" (15) 11ab [la>+09)+ sabar+07)+ 15a?b7(as+05)+ 30 a3bxa3+ 63) A le: A +42 0tb%a+0)( - ES +6 ro 0) +45ab(a* +05) + 12007b*(a+ + 64) + 21003b3a? + b : E : +2524%b% | + sor) 180ab(as +55) + 4200? b(a3+b3)+ E des E +63003b5(a4+0) | + 63 Ír2o(a*+6%)+4200b(01+61) + 84007 (a7+b9)+ 1050835 a A +03) + 1050 ab (a+b)|+ S 252(a+55)+63000(0* +0 »)+8400*0* | + | q | kar 02) + 42000 +0)] + Í e a az+b2)+ 18025) + : 2+5)) PE : i la ecuacion (15) se espresa así: I tabe € ! (c7-8Gcó+ 296? —62G 3014 86G+c3-80G5c? + + 506éc—20G7)-—abl4c5—21Gct+ 51G?*c370G30c? + +606+tc— 30G5) + a? br (70 —20G e? + 30G*0=20G*)= -ab(s 56) | +64 567 —1005G>+ 100663 56 | torbs|- (Es Llegamos ahora a demostrar que ni g ni Z ni _f pueden" será =0 mod mz. Siendo g=0 mod zx, resulta para a=9”, que debe ser divisible por x”. Dividiendo, en este caso, los dos miembros de la ecuacion (12”) por 2”, queda siempre el primero con el : coeficiente n, de lo que se saca que debe ser G=0 mod 2, i de 3 esta congruencia se desprende, por otra parte, que será tambien k Ho=0 mod 7?, puesto que ni 6 ni c pueden tener el mismo di7 visor 2 con a, segun pájina 279. Pero de HH9=0 mod »m”,ia=0 mod 7? se seguiria que 6”?2=0 mod 2?,lo que es absurdo, segun - la misma razon que acabamos de indicar. Por tener la ecuacion (12) una forma simétrica respecto a 2 ib o, lo que es lo mismo, respecto a g i/h, no puede ser tampoco /=0 mod z. Réstanos, pues, considerar el caso de f=0 mod nx; pero el mismo razona- miento, aplicado ántes a y, sirve tambien para /f tomando en | cuenta la ecuacion (15) que es solo otra forma de las (12) 1 i: (12). Aquella ecuacion (15) tendria, para /=0 mod 2, COMO con= secuencia que seria 4 70m y aL Y AS lio! E y ALTA — SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 287 ñ desaparecer a 21, siempre divisibles por 7, por contener a G. ; Luego tenemos, segun pájina 284, pr 2 Ho (010) "ata A NAAIN E m(n-(m+2))... (n-(=m+1)) a SED A AA ab) O a E AAA ES pS +(— 1)? (ab) ? (a+6)=0 mod x. - Claro E que a+ 0=c—2 G no puede ser=0 mod z, porque c no es =0) mod 2, miéntras que” (es . Queda en- =H'"=0 mod », o sea Ho AED Ho=(a+b) *—ab(a+ o)" = (aby (a+ bJoTE . $ m(n-G(n+2))( n-(m n-(2m>+1 n-2m- +(=D (clio im49)- (rem +0N aja + 5) > ..+ 10) (m+1)! MO +(=1)? (ab) * =0 mod » de A esta congruencia se le puede satisfacer, en efecto, siempre apar diferentes valores de a i b, si 2 tiene la forma 31+1. Por ejemplo encontramos para 2=13=3.4 +1 ] =(a=0)"- 50b (a+0)2+ 12(ab)(a+6)5—14(abj(a+b)+ + 7(ab)(a+b?— (ab) tomando a=1, b=3 mod 13 será HH, 40534 + 12.374 %— 14.344 +7.344* — 39mod 13 ] E ser 4?=16=3 mod 13, se convierte esta congruencia en Hl=31=5+12—14+7—1)=35(20—20)=0 mod 13 -“AEION emos mencionado mas arriba que siempre hai valores de que hacen 7. congruente a U segun el módulo z, cuando en la cual $ ((a +0)? ab) significa cierta funcion de (a+0b)*—ab. E se trata del desarrollo de - otros términos, que /7' desaparece, siendo a=8B. Se admite 3v+2, parece que no existen tales valores. Para hacer pese | estos hechos, necesitamos trasformar a 11 representarla en la forma Ho=((a+b):—ab) p((a=5)=ab) (17) e Sí sustituimos, por un momento, (a+ by a ab=8B 2! q 24 Bo da E 1 23m cn he mi] En ( de 1) (n-(m+2))(n-(m+3)). .... (n- (m+1) q fBaz+k: e... + ( Y ) B (m+1)! segun las potencias de (a— — B), así que resulte la forma (17), o sea =(a—8).p(a—B) Esta ecuacion indica que 177 es divisible por (a—B) o, con. aquí prescindir por completo de la naturaleza de a i de 8 como números enteros 1 positivos, etc., i demostrar aljebráicamente que /7'. desaparece para a=6. Mas ventajoso todavia parece demostrar que la funcion /7o, definida. por la ecuacion (13): toma el valor 0 para a= 8. Siendo Ho=(a+0 Ho, se sigue de Ho=0 tambien 4'=0. 009 Multiplicando Zo por xr se deja escribir esta espresion así - O E a A j + (7 Ml nó n6 REE de (aby E a eheipla +0) het A) (Ear) 2 ¿ SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 289 Designando por d los valores iguales a+6b6=/ab, podemos formar una série de ecuaciones que se fundan en : a+b=1y/ab=d, 1 son las siguientes ar+b?=d*—24b= —d? as+b3=(ar+b0(a+b)—ab(a+b)=—2d3 ad+b5=(a34+03)a?+0?)-—a?b(a+b)=d> ar+b7=(a+b53)l(a?+0?)—a?b?(ar+0b3)=d7 a+ b9=(a7+bW)](a?+0?)—a?br(as+b5)= —2d9 Jeneralmente será aa 4 pa =ge+1 para r=0, 2 mod 3 de AS EA = — 2 d2+* para r=1 mod 3 lg) Supongamos probado ésto hasta un valor s=1 mod 3 de “suerte que a?s+I == p2s+1 = — 9g2s+1 1, a causa de s— I1=0 mod 3, ese y pas gl25=1 Luego será | aAs+EDy Ar y past — (art qee psn(ar q b?) me abras 30 bes-x) Are i CC — ges id+r Mlémas aida y pat (att rta + hr) ' ] a? (? Ma E pasto) = gasto ien fin ar6+3d+1 4 pas+3)+1 = (a26+3+1 E PASA 2) 2) — e! azbr(are+D+t po Past = =9g26+3)+1 TOMO LXXXII 3 290 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por haber demostrado estas ecuaciones hasta s=4=1I mod 3 las ecuaciones (19) tienen valor jeneral. 3 Aprovechando las ecuaciones (19), para (4+0)?=ab i, en el | caso 1m= 3v+ 1, en el cual se tiene 1n—4=0 mod 3, se convierte la ecuacion (18) en alt= (YAA ee AE ¡ n n n : | ES) Para cade el valor del paréntesis, nos apoyamos en dos teoremas, sacados de la teoría de los coeficientss binomiales,. a saber: El primero es: Sd 1 un número impar, se tiene. PP A ) 21) lo que se comprueba, haciendo en (8+9) =p (49 q (Joa to... + G)p7 E A el culiao da una fórmula que sirve para pasar de un número cualquiera na n—2, la que es | DADAS ] siendo ¿ un número entero menor que z. Apliquemos ahora primero la ecuacion (21) a la (20), 1 será Y A = = 0% E t—I o Utilicemos en seguida para la suma | 3 NA A SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 291 las ecuaciones (22) i (21), i resultarán para a las espresiones si- guientes: a) 44 AO (E) Es AA O A ES eE AS 4 E 09 A E Ur EA) a E a + + (" Ñ da Pez + SANO E eS o A a E Sí continuamos de tal modo, aplicando a V las ecuaciones (21) 1 (22), tenemos que encontrar en fin el Especie bino- mial del porque, partiendo del coeficiente binomial(, EA hemos notado» trasformarse, en virtud de (22), 1 en 2—2, 1—4, n—6, etc., dis- ES Pp) (72) =1, porque es el coeficiente de la potencia »—2 en el desarrollo de cualquier binomio de la forma (p+3)"-2 292 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS minuyendo en dos unidades cada vez, miéntras 33 se ha tras- formado, en *33, 27,259, etc., decreciendo en una unidad cada wez. Resulta, por lo tanto, el valor de Y como N=3A POS A +26424+(>) 1 $2 EDS +1+(9)) |= e pra] . +25+(7)) |- Lo) DATOS DN 2970 5 | 5 (5N : pe E ros faneat+a c+ (3) +2(3)+(3)) - 213 3 ] EN 210428 + 20 +24 2* + cl fer 4274264254 244234 1 Har+a+r] [> =du| arm 1 | 221 | =o | 2) 0 DR Aquí se convierte a Daba + 60 +(, Dacórast o) +arorm(E Jasbr(a+b) ( en las igualdades siguientes, para a=8B, pul DNA |. 3 4 5 0 (400) |- SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 205 Sl) )] | noe] => 2013/20 | => 29=1-(2+1)Í2 prn+o+otr] > == d9 jas 2 bd 27 420 +25+2144+23+2? ++) - =e | =de oia 28420 +2+(5)) |- =e 29 —f201 | =0 Demostrado de tal manera que 203 ES EFG? == 5 B4E00-3 a A gay E ANS =- 22, TT. + 1)] 2-3 gm Ci despues =(a= 97 e AA 7) EE ls y ¡E ralpr lr—(m+ 3 _m=6 (77 +1)! (3) 5) e ER Js 2 E _(M—-5Xn— Ns e ¿Eon Bm, 2. CN en seguida O aba BE + 20 gu y rn AA E pra pa, mE (a ea. UCI A e (M3 15). [nel 5) al ea a 2, 107 2, 31 (m—2)! _(M—7M—9): . - [1 — (27 + 5)] -6 2m, 51 (224)! paz E j SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 207 luego 23 (n—5 Xa—7) E a E A a Br a—8)* + f MX y e. > Nx n- > (n= 7 3 9A H LX Jn — SY -6 A ala)? + rm) De 5: n— — 1D = Sl Ya — 10) n-3_ o 10 — 13) 1500 17)J(—10) E e ASA 8 pa do (m4 2) 2— (e +3)) [1 (re+ 1D] EE (m+ nm! - (nm A a 27 1) (6 5) 7)». [72 (214 3)] 22m ln > —— 2 3! (1m—2)! (179). [1 — (21 A O 9% n—11)..[1— (21 E 2", 51 m—a4) 2, 71 (116)! Admitimos ahora el siguiente razonamiento: Si una funcion racional i entera de a i £ cuyos coeficientes númericos estan formados segun cierta lei, asi que se dejan representar por una fórmula jeneral, es divisible por a—f i si se han encontrado, desarrollando la funcion segun las potencias de (a—B), los primeros coeficientes, hasta cualquier punto del desarrollo, tambien capaces de ser representados por una fór- mula jeneral, se puede, aprovechando esta fórmula, igualar la funcion con el desarrollo. Siendo Ho” una tal funcion de a i 8, divisible por (a— B) i cuyos coeficientes obedecen a la lei espresada por m3 m n-(m+2)(n-(m+3)) .... . - (n-(2m+ 1) 2 les (m+ 5 m= i siendo posible representar los tres primeros coeficientes del desarrollo segun las potencias de (a— 5), a saber 5027 (7 =D 97— 11 — 1 DEA , DEAN (1 — 911 — 112 — 13)(12— 15 (02—17 (1: — 19) 7 nj y «q a Tot ho 298 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS por [rn—(2r+3)][=(r+5)..... [1—(6r+ 1)] 2212141) para 7=1, 2, 3, podemos escribir HE R[n—(2r+3)][4-Gr+5)].. - .[2-(6r+1)] Tie =(948) y A E » ar Xx ar Bria—B8) 2 Queda indeterminado todavia en esta fórmula el límite su- perior de la suma el que hemos designado por X. Para deter- minarlo tenemos que distinguir otra vez entre los casos de =3v+ I 12n=3v+2. 1) 2=3v+10, por ser 2 número impar, 2 =6y+1 da n3=3y! — I=-— I=2 mod 3 i, por eso, *3— 3/=2 mod 3. El último de los esponentes de (a— B) tiene que ser, por con- siguiente, =2, O Sea ; 2308 A AS lo que da E al == 6 2) n=3v+20, por ser »=1 mod 2, 2=6y! + 5 da 1 =3v' + 1=1 mod 3 i, por lo tanto, »3— 3r=1I mod 3 a De aquí se deduce que E menor esponente de (a— B) debe ser =1, i, por eso, pm. SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 299 Resumimos el resultado de las pájinas anteriores, diciendo: 1.2 Que, siendo 2 un número primo i¡==1 mod 3, la funcion arriba definida ? OCA CAD (27D) X a B*(a = Bs es decir, el coeficiente de G0 en la ecuacion (12), prescindiendo de nab(a+0b), es divisible por el cuadrado de (a— 8), o sea por [(a+ 0)? —ab]=(a? +a0+0?)? 1 tiene, en conformidad con la fórmula (17), la forma H¿=(a—BY (a, B)=[(a+5)* —abl* y [(a+b)*, ab] (24) 0 Ho =(ar+ab+02)* (a? +ab40%)%+ Bl ereolb-Gr+sl. lr-tór+o), E rn x(abj2x(a4b)(ar+ab40?) 7") (25) 2.2 Que para un número primo »=2 mod 3 la funcion Sl Cr+3)lln— (4 5)).. (640) , 222141)! | ay 0 a xaBrta—p) es divisible por a—B=(a+0)? -ab=a?*4+ab+ 02 300 > MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ¡ tiene, conforme a la ecuacion (17), la forma ¿=(a—B)Y (a B)=[(0+0)* 00] [(a+5), 00] (26). O Ho =(a* +ab+02) (ar +ab402) 7 + 155 : EA y [1 (274 3)] [2 —(27+ 5)]... [2 —(6r+ 1D] x e codA | 221214 1)! ' x (abra + ba pablo) 277 Dr. A. TAFELMACHER : Profesor de matemáticas del Instituto Pedagójico (Continuard) ZANTIL InotERcRORN ios A q A 4 dE e TT ITA nl NECROLOJÍA —o Don WALDO SILVA Llegar a la cumbre desde la llanura, despues de una vida de incesante trabajo, 1 morir rodeado de las mayores consideraciones públicas, tal ha sido el destino de don WALDO SILVA Su fe de bautismo dice a la letra: «En la ciudad de Santiago de Chile, en cinco de Febrero de mil ochocientos veinte años, en esta santa 1glesia parroquial de mi señora Santa Ana, con mi licencia, el presbítero don Luis Marulanda puso óleo 1 crisma a Manuel Ubaldo, de edad de un año, hijo lejítimo del capitan de artillería don Manuel Silva 1 de doña Rosa Arguea. Padrinos, don Eugonio Silva 1 doña Cármen Silva. Lo bautizó el mismo don Luis Marulanda, de que dol fe. —Frai Domingo Herrera, lagar de cura. (Hai una rúbrica.)» El padre del señor Silva era un valiente soldado de la inde- pendencia. 302 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS El documento preinserto debiera grabarse en el mausoleo que se va a levantar a la memoria del hijo, acompañado de la lei que | recordamos a continuacion: «Santiago, 24 de Diciembre de 1891 «Por cuanto el Congreso Nacional ha prestado su aprobacion al siguiente «PROYECTO DE LEI: «ARTÍCULO PRIMERO. Los señores don Waldo Silva 1 don Ra- mon Barros Luco recibirán los honores de Vice-almirante cuando se encuentren a bordo de algun buque de la Armada Nacional. «ArrT. 2.2 Los señores don Waldo Silva i don Ramon Barros Luco gozarán de la exencion del pago del impuesto de correos para su correspondencia personal, como asimismo de pase libre por los Ferrocarriles del Estado para ellos 1 las personas de su fami- lia que los acompañen. j «Arr. 3.2 Concédese a don Waldo Silva, fiscal de la Caja de - Crédito Hipotecario, el derecho de jubilar con una pension vita- licia de nueve mil pesos, equivalente al sueldo integro del direc- tor del mismo establecimiento. «ArrT. 4. Se autoriza al Presidente ble la República para in- vertir hasta la cantidad de veinte mil pesos en la adquisicion en - Europa de una biblioteca que será obsequiada a nombre del Es- tado a don Ramon Barros Luco. | «I por cuanto, oido el Consejo de Estado, he tenido a bien - aprobarlo; por tanto, promúlguese i llévyese a efecto como lei de la República. —JORJE MoNTT.—M. J. Irarrázaval.» Es honrosísimo para un ciudadano desposeído de grandes bie- : nes de fortuna haber ascendido hasta el altísimo puesto de Pre- sidente del Senado, merced a una labor contínua 1 honradez sin. tacha | En Estados Unidos de Norte América los hombres notables a improvisan: el que ayer leñador, mañana Presidente de la Repúbli=- ca; el que gana un miserable jornal, fácilmente acumula millones. Así se demuestra la vitalidad de aquella gran república; mas un pueblo como Chile, que conquista lentamente un lugar pro- NECROLOJÍA 303 minente en el banquete de la civilizacion, inspira mas confianza. Por un Lincoln ¡cuántos Booth! Don WALDO SILVA fué alumno mui distinguido del Instituto Nacional, 1 obtuvo numerosos premios. Con fecha 3 de Abril de 1839, don Manuel Montt, rector en- tónces del establecimiento, lo propuso para el cargo de inspector de internos, que habia dejado vacante don Antonio Varas. El señor Montt formó en el Instituto la cohorte de amigos 1 partidarios que debian acompañarle en las luchas políticas, 1 don WALDO SILVA, como tantos otros de su época, se alistó en el par- tido nacional. | El modesto empleo de inspector le permitia continuar sus es- tudios con cierta holgura. En 4 de Abril de 1843, obtuvo el título de abogado; pero no se retiró del Instituto, donde gozaba de casa 1 de comida. A mediados de aquel año, el señor SILVA fué nombrado ins- pector de esternos (en lugar de don Francisco de Borja Solar, elejido injeniero primero del cuerpo de injenieros civiles), 1 en 1844 reemplazaba a don Tomas Zenteno en el cargo de vice-rec- tor. El señor Zenteno habia sido designado para rejentar el colej1o de Coquimbo. En los archivos del Instituto hai constancia de que don WaL- DO SILVA sucedió en 1845 a don Estanislao Marin en la cátedra de historia. Al señor SILVA cúpole el honor de ser uno de los primeros mi- nistros de la nueva Corte de Concepcion. El 18 de Setiembre de 1856, en el gabinete compuesto por don Francisco Javier Ovalle, del Interior, don Alejandro Vial, de Hacienda 1 don José Francisco Gana, de Guerra, se le nombró Ministro de Estado en los departamentos de Justicia, Culto e Instruccion Pública, 1 en este nuevo cargo dió pruebas de com- petencia 1 laboriosidad dignas de elojio. La existencia de este Ministerio, combatido con ardor en el Congreso, solo duró un año. Don WaLno SILVA desempeñó, aunque por corto tiempo, la superintendencia de la Penitenciaría de Santiago. | En cambio, ha ejercido las funciones de fiscal de la Caja de Crédito Hipotecario hasta que estalló la revolucion de 1891. a o 304 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Miembro de ámbas Cámaras, ha tenido la honra de dirijir como presidente, los debates de una 1 otra rama del Congreso. El señor SILVA no se hacia notar por la brillantez de su orato-- ria ni por una vasta ilustracion; pero poseía carácter enérjico e : independiente, i estas cualidades le ayudaron a conseguir el triunfo que apetecía. | Era buen amigo 1 partidario leal; mas no siempre aceptaba la conducta política de sus correlijionarlos. | Don WALDO SILVA se manifestó adversario caloroso de la can- didatura de don José Manuel Balmaceda a la presidencia de la : República. Fué tambien de los primeros en alistarse en las filas - de la revolucion. | La Universidad ha tenido siempre a honra contarlo entre sus individuos. En 28 de Diciembre de 1859 la Facultad de Leyes 1 Ciencias Políticas le elijió miembro académico, en el sillon de don Ramon Luis Irarrázaval, asiento que, por primera vez, habia ocu- pado don José Miguel Infante. HN En el acto de la incorporacion a la Facultad, el señor SILVA, despues de hacer el elojio: de su antecesor, trató el interesante tema del patronato nacional. No era la vez primera que el público leia sus escritos: a me-. nudo su pluma fué lucidamente empleada en alegatos forenses: 1 cartas políticas, 1 se ocupó tambien en redactar las observacio- nes que la Corte de Concepcion dirijió al ministro de justicia. sobre el proyecto de Código Civil. 3 El señor SILVA, dias ántes de su muerte, ocurrida el 1. de Noviembre, pidió a sus hijos que le condujeran al cementerio sin acompañamiento alguno. La última voluntad de este buen ciuda= dano fué cumplida; pero la nacion se apresuró a rendir homenaje a su memoria con solemnes exequias celebradas en la iglesia Ca y tedral. : ; DomMINGO AÁMUNÁTEGUI SOLAR Secretario de la Facultad de Filosofía, Humanidades 1 Bellas Artes Gra? 26 JAN. 98 a 10 ¿ 50 LA lg y k ES e Pc ¿lo (yá EA X A cion), por MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES. —Vida i obras de don J. Y. Li a A eS ANALES mu 5 Me DAD DE E / ( , 2 ) = => PS Sumata LL _Súmero publicado « en : Agosto L20o p páji ir les láminas)... A rn A , —É — poa Boletin de: [sstrucción Pública.—Sesiones del CO de ia Páblicas , ; . Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de las familias cru ; DExateas, violáceas, pola igáleas (cóntintacion), por el doctor R. An) PHILIPPL. — ria del Presidente de la Junta Central de. Vacuna, correspondiente al año 1 ADOLFO MURILLO. — La Reforma de la Enseñanza Secundaria, por E. M. (continuacion), por ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON. - Ladejislacion A =con relacion al Derecho Ln ternacional Privado (continuacio 154 — FÁBRES. — Obse seryaciones astronómicas 2 HAN poo A Necrolozía. UA ES 1 - Sumario. dele número > publicado en Setiembre (ra ¡cinco A Cas E ze Boletin. de Instruccion Pública. —Sesiónes del Consejo de deberia Pd Fica? 6 D Memorias científicas i-literarias. - Plantas nuevas chilenas de-las familias cru | bixáceas, violáceas, poligáleas (conclusion), ¡por el doctor R. A. PHILIPP. = fecciones 1 erratas) ansfiestas de la edicion _ auténtica del Códi; go “Civil Ch - nuacion), por MIGUEL Luts. AMUNÁTEGUL. REYES. == -Vida ¿obras de Lastarria? (continuacion), por ALEJANDRO FPUENZALÍ A-GRANDON. ELA de Chile con relacion al. Derecho Internacional ¡Privado (continuac on), AE EMENTE- -FÁBRES. —Laenseñanza de idiomas en los liteos reorganizados, porW _ TIN SCHNEIDER.—Sobre concentracion de la enseñanza, por -MARTIN (SCHNI IDE Comentario del, artículo qe del 1 Código de Minería, por PERFECTO Lorca] -LETA, — Sobre. la poesía épica de los. visigodos, por Feperico HANssen gráfico para la' determinacion de los elementos dela resistencia de los riele: y o. incompletos, por GUILLERMO OTTEN. —Observaciones astronómicas Leteo; por. ALBERTO OBKECHT.—Vecrolozías: don Juan Gustavo 'Courcelle Sent DreGo BARROS ARANA; don Juan Mochi, por DominGo AMUNÁTEGUI SÓN Sumario del número publ licado e en "¿Ode (ao. ¡idos láminas). DAN A ¡Boletin de Instruccion: Pública. iodo Const o de Tustrucion Pú di “3 objetivos de enseñarza de los Jimnasios ale, anes. ora FE - Memorias científicas ¡ literarias. — Plantas?tuevas chilenas de la Familia. de li la láceas (continuacion),. por el doctor,R. A. PHILIP —/9 erfecciones 1 erral fiestas de la edicion auténtica del Código Civil 11 Chileno (Esptinuacion), p Luis AMUNÁTEGUI REYES. — Vida ¿ obras de don f. V. Lastarria (c por ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON. — La lejislacion. de Chile' coi Derecho Internacional Privado: Ánexos (continuacion), por JosÉ CLEMEN? ——La “Piedra escrita de Cauquenes, por DANIEL, BARROS GREZ: La fe ROoDoLFo LENzZ.—La escuela de Lnjeniería, por“A. E E E 0 astronómicas d meteorolójicas, por ALBERTO OBRECHT. XA A 3 SE ADMITEN SUSCRICION E | NE PRECIOS. es E -Un año, doce números, $ 10 Un semestro, sois nimen Las suscriciones empiezan con el número de Ye IMPRENTA CERVANTES, CALLE DE. LA BANDERA, NÚM. 73. — ¡SANTIAGO E D TONO, LXXXIL — ENTREGA a E yo LS CA - FAN Ls | ES E ee ja A SUMARIO - etin ¿de Instruccion Pública. ias del Ciao de Instru uccion ella E Planes í objetivos de enseñanza de los jimnasios alemanes, traduccion Uno por = CÁRLOS RUDOLPH. 2? Me orias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de las la E Jas malváceas (conclusion), por R, A. PHiLIPp1.— Vida ¿ obras de don J. > Lastarria (continuacion), por ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON: =£a OS AS 2) DES ROLDAN.—L/ arbitraje internacional en la Conferencia americana de Wás, ington, discurso de ¿incorporacion a la Facultad de Leyes 1 Ciencias Poli. NIO_LIRA.—/mperfecciones y erratas mamifiestas de la edicion auténtica del Có- digo. Civil Chileno (continuacion), por MIGUEL-LuIs AMUNÁTEGUI REYES. == Sobre. el teorema de Fermat de que la ecuación x"+ YU=ZI AD tiene solucion SEN. —Á lgunas palabras sobre la historia le la jeos erafía a propósito del descubri miento e América, por DieGo Barros ARaNa.—£studios sobre Puentes de k madera, : com un ensayo prévio de clasificacion de las cargas rodantes dara las vías a carreteras de e fcontinuacion), por. GUILER ERMO Orren. Es 5 > CALLE: DE LA RE 130 — DICIEMBRE DE 1009. ES O naco 7 0 IMPRENTA. CERVANTES - ] y ticas, por JosÉ' ALFONSO. —Contestacion al discurso anterior, por JosÉ ANTO-> Zen números enteros X, y, z i siendo n>2 (conclusion), por el doctor A. TABEL- 3 de — A SA E CONS sri0 DE INSIRECOION PUBLICA ES z ; y p t es ES : E 7 E Colstracion del 1 animes jósimo amiversario ds la inauguración de > de l aaa Chito. ER N A o Ss > Ñ > ( Ia -3 S = ) j Ye pe E RO A AA IA Y Ma cl Para E nizar A esta echa memorable: Se an irán dos certás - E : - menes, uno artistico 1 otro. hiferario,- SÓ DS RS Z, 7 NE, E El certámen artisiico tendrá por. objeto. la: composicion: de un cuadro 3 “alegórico de simbolice la inauguracion, /de nuestro primer” establecimiento E AA NEIentficos 1 a el podrán: concurrir los. artistas. pintor S pacionales i EE 3 AA OS, residentes en Chile; 95), 557 DE o Él cuadro deberá tener cuatro metros “delare so por bres ¡de ancho. pS ve Los trabajos sérán presentados ántes. “del 1./des Julio de 1893 i colocados z / provisionalmente en la sala principal de la Universidad afin de que; sean juz- > > h e“ gados por una comisión especial, que 1 nombrará e €l- Consejo. — o GN AR SA autor del cuadro que merezca! €l primer premio obtendrá la : suma , derdos - L — 3 pesos. ($2 ,900) en dinero, bseyá recomendado al “Gobierno a a finde que adquiera el. cae premiado, El “segundo o premio consistirá en e cantidad de: 3 A : . Un mil pesos: ($1 ,900) en dieró. 7) > ONO NS HA CANO será forzoso ala comisión Otorgar. pe a su juicio, los, trabajos : DAS pa no, merecen tal distincion. sb 111. “En el certámen literario habrá dos temas, 2 e -: Reseña. Be dos A LN de llevados a cabol¿ dor la “Universidad en sus cincuenta años. sde existencia, e His- d AN —h a 0% de toria de Lós Ss PrOSTeSos médicos. en-Chtle 90) SERGIO (e S : Be LAA Eas composiciones deberán. presentarse tambien -ántes. del 1. de uo 4 de 1893. > e QU 0 ¿Uan comision del Consejo designará: las dps dedica ser premiada | con la suma de mil pesos,c cada una., L ANS o A. TA ys e A as 2d A Ne UE a E y = JA Fo VAS > de 7 a q - FAGUITAD. DE OYES LOIBNIAS POLÍTICAS A 2 o ANT e í ES ye RES: y EN 14% A Md: j SEIS YE — Certámon para, 1891. 41008 3 A 1d po 34 LE PS : AS | - TEMA. fEstudio, iodo o el titulo mi del libro 18 del: Códig Civil i estudio: sobre la libre-testamentifaccion». 3 O ¡de Las composiciones que se envien al certámien deben “ser ga al sañ cretario de la Eaqultza: de. Leyes i i Ciencias Políticas; cian 1O de os ES de 1893. E O Me E [SESGO L AO El premio consistirá. en Dan suma ge mil pesos: E ES ADAN VS DA ES EI FACULTAD DE : mMOOMA a > prSSR 00 Cortámen Para 15911 1098 o 8 ay a Tema —«Una apolojía pobla de. la reto cristiana contra das een «sacadas de la ciencia modérna», he eE E Este trabajo podrá presentarse pacta el 10 de War ZO de 139% El prep, consistirá en la suma de sl pesos. - Too / « des 4 AA 7 / , 5 Es l PAGA Le” ) pa => a ; Az ( NS [ dy ) - HA Ñ AA a e aL = Ñ ES S = PALIZA AAA ARS O ENTRO a —É£ E 0 a A ¿A e O a O A a a y o || ÁS REXNTAS NUEVAS CHILENAS DE LA FAMILIA DE LAS MALVÁCEAS —— e —— (Continuacion) WA RISTARIA OXVPTERA.—Ph. Cr. caule fruticoso, ramosissimo, foliosissimo, erecto, glabro; Toliis sparse setosis, oblongis, basi profunde cordatis, et truncatis, integerrimis; floribus axillaribus, numerosis; pedunculis folio parum brevioribus; unifloris, medio articulatis, parte basali per- sistente, calyce dense setoso, laciniis angustis sensim attenuatis; corolla... ; fructibus dZepressis; alis angustis, lanceolatís, dimi- dium carpidium «equentibus.. Provenit de ula quebrada de la finca de Chañaraly deserti Atacama. El ejemplar recibido tiene 20 centímetros de largo, i su tallo tiene en la base el grosor de 4 milímetros; es de un verde amarillento, mui ramificado, con los ramos casi todos de igual lonjitud, como de 8 centímetros. Las hojas, por lo comun el doble mas largas que sus internodios, producen en la parte su- TOMO LXXXII 20 O O SN PGN 306 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS perior de los ramos casi todas una flor de su sobaco; su peciolo- alcanza a 10 milímetros, la lámina a 17 milímetros de lonjitud ' por 8 milímetros de ancho; los bordes se enroscan a conse-- cuencia de la sequedad. Las estípulas, del largo de 3 milíme--' tros, están cubiertas de cerdas. El cáliz es del largo de 8 milí-- metros, partido mui profundamente. Corola í estambres han “caido en. mi ejemplar; el fruto tiene el diámetro de 5 milíme-' tros, pero su altura es apénas de 11% milímetros, el diámetro; de la corona central, formada por las alas angostas, lanceoladas. de los carpelos, tiene el diámetro de 21% milímetros. Las semi-- llas son cenicientas.—Es una especie mui particular per su fruto. 2. CRISTARIA? ViDALI=UhR Cr. fruticosa, humilis; petiolis pedunculisque stellato-tomen tosis, albidis; foliis cordatis, oblongo-ovatis, obscure trilobis. crenatisque, pedunculis -folia subxequantibus; calycis magni lobis late triangularibus; utringue 2-3 dentatis; corolla calycem bis quante, fructibus.... Ad flumen Santa Cruz Patagoniae invenit, on Vidal Gormaz. 4 | . LoS ramos son de color ceni ciento 1 tienen'*el: grosor de 3 milímetros, los ramitos nuevos mi- den-apénas 27 milímetros. La lá mina de las hojas, que es igual a su peciolo, tiene 12 milímetros de largo por 9 milímetros de ancho; los nervios son mui prominentes en la cara inferior, hai tres de cada == lado, el inferior tripartido, con el ramo mediano dividido otra vez en tres, el segundo bifido, coñ su ramo superior igualmente dividido en dos, el tercero sencillo el borde muestra de cada lado 13 almenas. Los pedúnculo son el doble mas gruesos que los peciolos pero apénas ma largos. Las divisiones del cáliz miden 8 milímetros de largol otro tanto de ancho, de modo que el borde de una lacinia cl PLANTAS NUEVAS CHILENAS 307 bre siempre de un lado la base del borde de la adyacente; los pétalos miden 20 milímetros de largo. Desgraciadamente no hai fruto en el ejemplar. El cáliz es tan particular que debo creer que la planta for- mará un nuevo jénero cuando su fruto sea conocido. 3. CRISTARIA HISPIDA.—Ph. G.1L? magna, ramosa, pilis stellatis in pedicellis calycibusque confertis hispida; foliis tomentosis, inferioribus magnis, orbicu- latis, profunde cordatis, quinque partitis, lobis cuneatis, trilobu- latis et incisis, lobulís rotundatis, intermedio pinnatim quinque- lobo; pedunculís axillaribus binis, uno valde elongato, apice multifloro, altero brevi, unifloro; calycis tomentoso-hispidi la- ciniis longe ciliatis; petali 10 mm. longo. Prope oppidium Coquimbo Octobri 1878 legi. El tallo alcanza a la altura de medio metro í tiene en su: base el grosor de 4a 5 milímetros. El peciolo de las hojas: inferiores mide con frecuencia 12 centímetros i el mismo ta- maño tiene el diámetro de la lámina, cuyas divisiones son tan anchas, que no caben en el mismo plano sin meterse una encl- ma de otra. Los pedúnculos inferiores tienen muchas veces la lonjitud de 17 centímetros, los pedicelos de 3 centímetros, pero son desiguales en lonjitud. Las divisiones del cáliz tienen la lonjitud de 6 milímetros. El ala del carpelo es tan grande: como el carpelo mismo. 4. CRISTARIA AUSTRALIS.—Ph. Cr. annua fere glaberrina, laete viridis; caule tenui, panicula- to.ramoso; foliis tripartitis, inferioribus (longe petiolatis) am- bitu suborbicularibus, lobis crenato-incisis, superioribus(breviter petiolatis) lobis angustis, trilobulatis; pedunculis unifloris, ple- rumque solitariis; calyce 4, petalis 12 mm. longis. De San Javzer de Loncomilla ad flumen Maulesito attulit Paulus Ortega. La raiz es sencilla pero produce varios tallos, que pueden | alcanzar a 50 centímetros de alto, pero cuyo grosor es solo de E 308 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 2 milímetros. Las hojas radicales son mui pequeñas; en las ho-. jas tallinas inferiores, cuyo peciolo mide a veces 7 centímetros, una lámina del diámetro de 25 a 30 milímetros; la base de ésta. es mas bien troncada que acorazonada; los lóbulos tienen casi 2 milímetros de ancho i los laterales son frecuentemente bilo-' bulados. Las estípulas son mui pequeñas. Los pedúnculos son. capilares i alcanzan a la lonjitud de 5 centímetros. De uno que. otro sobaco nace a mas del pedúnculo unifloro otro alargado ] que lleva 3 a 5 flores. No hai todavía frutos maduros. ¡S Es talvez la especie mas austral en Chile. 3 5. CRISTARIA GLABRATA.—Ph. Cr. perennis glabra; caule erecto, gracili, a medio inde pani-- culatim diviso; foliis petiolum subzquantibus, inferioribus: ambitu orbicularibus, quinque- partitis, lobis /¿nearzbus, dentato: . pinnatifidos, In provincia Coquimbo inter Vicuña et Paihuano Octobri 1878 legl. : El tallo tiene una alta de 30 centímetros, i en la base, ur grosor de 1% a 2 milímetros. Las hojas radicales staba caidas; las tallinas inferiores tienen doble lonjitud de los internodios, i el peciolo de los mas grandes mide a veces 48 milímetros, la lámina tiene igual diámetro; los lóbulos tienen el ancho de unos 2 milímetros, i sus dientes o lacinias son pon - pendiculares al eje i aun dirijidos atras. Los pedicelos son cap: lares del largo de 18 milímetros, el cáliz mide 5% milimct No hai todavía frutos maduros; en los verdes se observa que las alas son tan grandes como el carpelo mismo. -6. CRISTARIA HASTATA.—Ph. Cr. perennis? parce pilosa, fere glabra; foliis longe petiolatis basi truncatis, ambitu elongato—triangularibus, subtrilobis, sub hastatis lobo intermedio duplo longiore, utrinque uni ad triden: tato vel lobulato; pedunculis elongatis, paucis axillaribus, ple risque terminalibus, corymbum c. 10 florum formantibus; coroll l amnajuscula, calycem bis equante. : PLANTAS NUEVAS CHILENAS 309 Ex itinere ad Mendozam Martio 1885 attulit orn. Ludovicus Goldsack; planta forte mendocina est. Recibí algunas ramas del largo de 40 centímetros, todas indi- visas. Toda la planta muestra pelos blancos, erguidos, que na- cen dos a cuatro de un mismo punto, pero tan esparcidos que la planta parece a primera vista ser lampiña; en los peciolos, pedi- “celos i cálices los pelos son mucho mas densos. Las hojas son mui apartadas, í las sostienen peciolos de 4a 4.5 centímetros, la lonjitud de la lámina es de 35 milímetros, su anchura de 27 mi- límetros, los lóbulos laterales estan perpendiculares al eje. Las estípulas son triangulares. Los pedúnculos tienen 27 milímetros de largo, el cáliz 9, la corola, que es violada, 18 milímetros. Los carpelos son groseramente retíiculados (í en el estado immaturo) el ala es solo la mitad del carpelo. 7. CRISTARIA INCONSPICUA.—F. Ph. Cr. annua; caule tenui, erecto, glanduloso-pubescente, preser- tium superne; foliis paucis, tripartitis, crassiusculis, pubescentia. stellata incanis; lobis oblongiís, medio longiore, pinnato-Incisis, lobulís rotundatis; floribus parvzs, racemosis, breviter pedicella- tis; calyce palis stellatis brevibus velut verrucas formantibus orna- to; corolla purpurea; carpellis alas subreequantibus. — F. Ph. - Februario anni 1883 in provincia Coquimbo loco dicto Que-- brada de las Vegas del Toro legi, ubi rara erat.—F. Ph. La planta alcanza apénas a la altura de 18 a 20 centímetros. La raiz es filiforme, sencilla, blanca, finamente estriada. El tallo. es poco ramificado, rollizo, del grueso de 23% milímetros, mo- rado o de un verde amarillento en la base, finamente glandu- loso, sobre todo en la parte superior con los peciolos i pedicelos.. Las hojas son apartadas, su peciolo es acanalado del largo de 23 milímetros, i provisto en su base de cada lado de dos peque- ñas estípulas pestañosas; la lámina es bastante gruesa, tripar- _tida, sus divisiones oblongas, pinadas-incisas, con los lóbulos. redondeados, la division del medio es mas larga, midiendo hasta 12 milímetros. El vello que cubre ámbas caras es mui denso i formado de pelos estrellados. Las flores forman un racimo flojo; los pedicelos no exceden de y milímetros, i llevan en su baseuna 3ro MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS pequeña bráctea blanca i pestañosa. Los lóbulos del cáliz son - triangulares, del largo de 21% milímetros, i cubiertos al esterior - de pequeñas verrugas blancas que, vistas con lente, resultan ser pelos cortos estrellados. Las corolas son purpúreas, i se vuel- - ven azules al secarse. Especie mui distinta por los pelos estrellados en forma de “verrugas de su cáliz i el racimo flojo.—F. Ph. -8. CRISTARIA SUNDTI—Ph. Cr. annua, glabriuscula, licet pilis stellatis brevibus, lente quee- rendis, preesertim in foliis calycibusque vestita; caule divaricato, ramoso, folioso; foliis ambitu orbicularibus, cordatis, profunde quinquelobis, lobis cuneatis, plerumque iterum tri-quinqueloba- | tis; pedunculis geminis elongatis, altero unifloro, altero 3-5 foro; 3 | corolla calycem dense stellato-pubescentem ter equante. E deserto Atacama advexit ornat. Franciscus San Roman, : nomen dedi in honorem orn. geologi Laurentiil Sund, socil ex- plorationis San Romanianae. | La raiz es sencilla i blanca, del grueso de Y milímetros así. como el tallo; las ramas son divaricadas, del largo de 20 centí-- metros, mas largas que el tallo. Las hojas radicales han desapa- recido, cuando la planta florece, las tallinas inferiores tienen 36 milímetros de largo i otro tanto de ancho, i están sostenidas.por- un peciolo de 40 milímetros; están partidas hasta la mitad; las. estípulas son pequeñas. La planta produce muchas flores, í los: pedúnculos unifloros son mui largos, midiendo 35 milímetros, e: igualando i excediendo muchas veces la hoja, de cuyo sobaco nacen. El largo del cáliz es 3 a 4 milímetros, el de los pétalos 10 milímetros. No había fruto maduro. 9. CRISTARIA HUMILIS.-—Ph. Cr. annua, humilis, ramosissima, viridis, elabriuscula, licet pilis lente querendis vestita; foliis ambitu ovato-orbicularibus, squé ad basin 5 partitis, lobis lateralibus paucilobulatis, intermedio majore elongato, trilobo, lobulis lateralibus ejus iterum lobula: y PLANTAS NUEVAS CHILENAS 351L -£is; pedunculis geminis, altero bi vel trifloro, altero unifloro brevz, florem zequante; corolla calycem ter equante. In deserto Atacama invenit orn. San Roman, locum certum Agnoro. La raiz es, como en todas las especies anuales, sencilla, blan- «ca, i del grueso de 2 milímetros. El tallo alcanza solo a la altura -de 9 centímetros, ¡es mui ramificado. Las hojas radicales se han “secado i faltan; las tallinas inferiores, sostenidas por un peciolo «de 35 milímetros, tienen la lonjitud de 25 milímetros, sobre 20 milímetros de ancho. El pedicelo unifloro mide solo 10 a 12 mi- límetros, las divisiones del cáliz miden 4 a 5 milímetros, los pé- talos 12 milímetros. Las alas de los carpelos son tan largas como los carpelos mismos. Esta especie se parece mucho a la Cr. Sundtz, pero se distingue luego por los pedúnculos cortos, las hojas mucho mas profundamente partidas, 1 la forma de la di- “vision del medio. 10. CRISTARIA GLANDULOSA.—Ph. Cr. annua, viridis, basi foliata, patentim hirsuta et pz/zs bre- vibus glanduloso capitatis vestita, (pilis stellatis nullis);foltis bast «confertis, longe petiolatis, ambitu orbicularibus, quinqueparti- tis; lobis bipinnatifides, laciniis obtusis; floribus 72214 £2s, longe pedunculatis, pedunculo communi pedicellisque glanduloso pilosis. Prope Paihuano in prov. Coquimbo legit ornat. Felíx Peralta, An valle de Serna dicto deserti Atacama ornat San Roman. La raiz blanca ¡ sencilla produce uno o dos tallos de la altu- a de 16 a 20 centímetros i muchísimas hojas. Éstas tienen un peciolo de 70 milímetros de largo, ¡una lámina que mide 35 milímetros de largo ¡ 40 milímetros de ancho, cuyas divisiones “muestran tres o cuatro lóbulos, dos o tres veces incisos o larga- "mente dentados. Las divisiones de hojas superiores son mas “angostas. Las flores inferiores son axilares, las superiores nacen «del sobaco de una pequeña bráctea aleznada, i están llevadas por un pedúnculo casi capilar, que puede alcanzar a 16 milí- metros. El cáliz tiene el largo de 4 milímetros, la corola azul 312 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS es doble mayor. Las alas de los carpelos son un poco mas: grandes que los carpelos mismos. 108 Tr CRISTARIA CVAN EA 3 Cr. annua; caule elato, glabriusculo, ramoso, ramis erectis;. : -foliis subtomentosis, ambitu orbicularibus, fere quinquepartitis, lobis fere pinnatifido-lobulatis, lobulis interdum uni-vel biden- tatis, petiolis folia subtomentosa vix superantibus; panicula. multiflora; pedunculis axillaribus geminis, altero unifloro petio- ' lum «equante; calyce pilis stellatis brevissimis fere tomentoso,. canescente; petalis intense violaceis, a mm. longis, doll plus quam bis «equantibus. In valle Carrizal ad locum dictum "Verba Buena crescit; ín- colis audit 1m2alvilla negra. | | La raiz es blanca i sencilla. El tallo, de la altura de 20- - centímetros i grosor de 4 milímetros, es casi enteramente lam- piño; los peciolos ofrecen pelos serczllos, bastante largos, espar- + cidos, pero las hojas están cubiertas densamente de pelos estre- llados, que no se distinguen bien sino con lente, ¡casi afelpadas. La lámina de las inferiores es troncada en la base, del largo de- 68 centímetros i del ancho de 47; su peciolo mide 55 milíme- tros. Los pedúnculos multifloros llevan las flores solo en su: estremidad. No he visto fruto maduro. | 12. CRISTARIA DIVARICATA.—Ph. Cr. annua; caule erecto, humili, ramosissimo, ramis divarica= tís, pilit stellatis sparsis hirsuto; foliis suborbicularibus d4¿gztatis, lobis cuneatis, incisis, lobulis rotundatis, .in foliis superioribus- angustatis; petiolo laminam equante; pedunculis axillaribus: geminis, unifloro folium suum superante; calycem incanum,. dense pubescentem, fere. tomentosum saepe ter s«equante; dia= metro corollae 16 mm. | | | 3 Septembri 1885, Fridericus Philippi varia specimina, cum € loco Piedra colgada dicto et prope Copiapó sito, tum e valle: Carrizal nobis attulit. 3 La raiz es blanca i sencilla. El tallo alcanza rara vez a la PLANTAS NUEVAS CHILENAS 313 altura de 20 centímetros, es con frecuencia ramificado desde la base, 1 la inflorescencia constituye la parte mas grande de la planta. El tallo i las hojas son verdes, solo el cáliz es ceniciento. Las hojas infimas, que no quedan siempre, son a veces aovadas. i simplemente partidas en nueve lóbulos en lugar de ser dijita- das. Las que siguen suelen tener un peciolo del largo de 32 mi- límetros, i una lámina del largo de 21 milímetros i del ancho de 30 milímetros. El pedúnculo unifloro mide 22 milímetros, el multifloro 45 milímetros, los pedicelos 8 milímetros. Var. B. h1rsuta. Entre los ejemplares traidos de Piedra Colgada hai uno, cuyo tallo está densamente vestido de pelos blancos, levantados, de] largo de 2 milímetros, pero que no se diferencia en otra cosa de la forma típica. Al principio había tomado esta planta por la Cr. Molinae Gay (T p. 327 nr. 18), 1 la diagnosis latina le va bastante bien, pero en la descripcion castellana se dice, que la Cr. Molinae tiene ntallos poco ramososn, i nhojas largamente pecioladasn, lo que no conviene de ninguna manera con nuestra Cr, divaricata. 13. CRISTARIA SANICULIFOLIA.—Ph. Cr. annua; caule elato, subglabro, superius glanduloso-pube- rulo, subsimplice, foliis sparsim stellato-pilosis, ambitu orbicu- laribus, quinquelobis, lobis inciso-dentatis; lobis foliorum su- premorum elongatis, angustis; pedunculis folio subbrevioribus, axillaribus geminis, altero multifloro, paniculam longam, sub- cylindricam formantibus, floribus minutis; calyce 4 mo. longo pedunculisque setosts. Prope Chañarcillo, Septembri 1885, invenit Fr. Philippi. La raiz produce a veces varios tallos, otras uno solo, que al- canza a 45 centímetros de altura; ellos están cubiertos de pelos. cortos glandulosos, sea en toda su lonjitud, sea solo en la parte superior. Las hojas radicales no existen mas al tiempo de flore- cer, las tallinas inferiores, llevadas con frecuencia por un peciolo del largo de 7.5 centímetros tienen el diámetro de casi 4 centí- metros; están partidas hasta la mitad, i la division del medio es un poco mas larga que las laterales; las divisiones de la base son 314 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS == Sos =s => $$ ostos o so bB2os m4 VIDA 1 OBRAS DE DON J, V, LASTARRIA ——a a — (Continuacion) EXPÍFUEO: XVII SUMARIO.—Inactividad mental del primer quinquenio de la administracior» Montt. —Misticismo social. —Eclipse de Lastarria. —Don Ambrosio Montti "el Lázaro. de la política. —Los Comentarios de la Constitucion Política. —Proyectos de lei 1 discursos parlamentarios. —Objeto de estas publicaciones. Los cuatro años que habian seguido a la proscripcion del se- ñor Lastarria se caracterizan por una singular postracion del cultivo intelectual, El gobierno habia impulsado, entre tanto, los adelantamien- tos materiales, pero descuidado los del espíritu i de la libertad. Nuestro desgraciado hombre público se habia sentido bajo el peso de esta atmósfera de letal tranquilidad. Permanecía en una esfera pacífica de accion, en la cual se habia encerrado obstinadamente. Su espíritu se sentia fatigado I sin ánimos para entrar a la arena de la política. El espíritu de Lastarria flotaba en el abatimiento porque veia triunfantes los mismos fatales elementos que habian pro- ducido el movimiento revolucionario de 1851, fruto de la "tenaz i ciega persistencia con que los conservadores quisieron, desde 328 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS el principio, cerrar todo camino a la reforma, matar toda discu- sion con la violencia, e impedir que el viejo réjimen se modif- cara por los medios regulares de un gobierno democrático... Esa cra la política seguida sistemáticamente, con grave de- trimento del progreso nacional. El elemento reaccionario tenía pleno señorío en la direccion de la enseñanza. : Ya desde 1852, principalmente, instituciones jesuíticas ve- nian asentándose desembozadamente, i adquiriendo tinte so- brenatural verdaderas patrañas que nuestro autor recuerda citando los milagros de Frai Andresito i del ánima del siervo de Dios Pedro Vardesi. "El secretario universal del partido reaccionario, el canónico Menesesn, subia al púlpito a "sancio- nar con su palabra de sacerdote las supercherías que se arma-- ban sobre la santidad de un donado. Estos i otros síntomas de una decadencia moral hacen pen-- sar a Lastarria con razon, que el período de 1852 a 54 fué de auje para las tendencias coloniales. Hai en esta época un fenómeno curioso mui digno de estu- dio, i es el que se refiere a la injerencia que tuvo don Manuel Montt en la division del partido reaccionario. Se sabe, en efec- to, que dentro del partido conservador ha habido siempre dos matices netamente diferentes: el simplemente conservador 1 el netamente clerical. Aunque el señor Montt como Ministro en: 1844 habia favorecido la entrada de los jesuitas, desde los pri-- meros años de su presidencia se mantuvo receloso de la in-> fluencia del grupo ultramontano. Oigamos cómo un ardoroso escritor liberal refiere la accion de Montt en aquellos dias (1). "Acaso entónces comprendió la estension del mal i quiso re=. pararlo. Tengo entendido que la pretension de restablecer: legalmente la Compañía en Chile, fué precisamente lo que pro=. vocó la ruptura definitiva entre el círculo presidencial ilos po- líticos de sacristía. Estos en la noche del 18 de Julio de 185.4 presentaron e hicieron aprobar en el Senado una mocion para. tal restablecimiento, la cual pasó a la otra Cámara con el ca-! - (1) EDUARDO DE LA BARRa. Francisco ES ante la: sacristia, 28 , pájina 280. MT DUDO MR VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 329 rácter de urjente. Todo presajiaba el buen éxito del funesto proyecto en la Cámara de Diputados. Las cábalas de los je- suitas andaban en juego, i los ultra-conservadores que las usaban, arrojaron en aquella sesion todo el peso del partido en | la balanza política. Se celebraba el triunfo de antemano; pero Varas, que comprendió todo el peligro de semejante paso, ahogó con su influencia el proyecto, desbarató los planes anti- patrióticos de la política rancia, i puso el pié sobre la cabeza de la culebra loyolina. En negocio tan grave, no se puede su- poner que haya obrado sin el consentimiento del Presidente de la República. Un hombre político escribia a otro en aquellos dias: “Poco hace que tuvo lugar en casa de Ossa una reunion de pelucones, presidida por lo mas caracterizado del partido cleri- cal. Se trató de la cuestion de los jesuitas, i solo hubo oposicion de parte de Benavente, Urmeneta ¡ Correa. El primero se de- jó convencer con facilidad; el segundo fué inflexible, i el terce- ro venció sus escrúpulos con el artículo del proyecto que dice que ulos jesuitas no tendrán derecho a reclamar sus antiguas POSESTONRES.1 "De este meeting sagrado salió no solo el proyecto, sino tambien los medios de llevarlo a efecto a despecho de la opinion pública i del Gobierno. Se designaron los oradores que debian levantar la voz en la Cámara de Diputados i, entre éstos, el prime- ro será su amigo don M. A. Tocornal, quien quiere ser Presiden- te de la República, apoyándose en la doble influencia del clero 1 los jesuitas, i del círculo de los Ossa, Subercascaux, etc., ctc. "Toda esta aparatosa conspiracion contra el Gobierno 1 el pais, fraguada por el clero i la oligarquía pelucona, fué a estre- llarse en la honrada inflexibilidad del Ministro Varas i el cho- que magulló a los clericales i los arrojó léjos de la Moneda. Siguieron intrigando, sin embargo. hasta que el arzobispo Valdivieso salió de su diócesis. Cualquiera que fuera la accion personal del Presidente Montt en estos sucesos, el hecho histórico que queda en pié, es que la política nacional del primer quinquenio de su administracion, fué francamente conservadora. Lastarria se encarga de probar que el vuelo del intelecto público en aquel tiempo fué pobrisi- 330 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS mo, arrastrado. El soplo inmigratorio que trajo bandadas de aves relijiosas del Viejo Mundo, no introdujo en nuestra vita- lidad intelectual ni un jérmen benéfico. DIE 3 Bajo un deslumbrador bienestar material se encubria una situacion moral verdaderamente lastimosa, porque el espíritu: se sentia oprimido, enervado. Lastarria se sentía sujestionado por este medio ambiente; i despues de la publicacion de la Historia Constitucional del medio suelo, se habia encerrado en un silencio de muerte. | y Cuando en 1855 dió una débil muestra de vitalidad política, algo así como un movimiento galvánico, don Ambrosio Montt pudo calificarlo con razon de Lázaro de la Escritura. Así lo: apellidaba este amigo: tanto se habia acostumbrado a conside- rar aquel silencio como un signo inequívoco de la muerte de un cerebro tan lleno de vitalidad, siempre en accion, siempr . en movimiento. El injenioso escritor, a la sazon en Paris, escri- bia sus impresiones acerca de la Esposicion Universal en cartas * donairosas i chispeantes dirijidas al resucitado.... Estas cartas publicadas en 1855 dieron ocasion al que se honraba con su dedicatoria para rectificar ciertas ideas espuestas por el distin= guido viajero. No acepta haber contraido esas nupcias con la utopia que le atribuye el señor Montt, sino con la patria, ni ménos haber sido víctima de malas causas i apóstol de malas. doctrinas, ni socialista ni demagogo, ni impulsor de reformas radicales, ni del estado eclesiástico. Tampoco acepta la idea de que los progresos materiales estén por encima de los morales de un pueblo; i desarrollando su opinion al respecto, dice en su carta-rectificacion: ze 3 "No hai que fascinarnos, lo repito, caro amigo: no le bastan a la industria, sea agrícola, comercial o minera, las facilidades de locomoción, de comunicacion i de empresa si no tienen los hombres que la sirven, libertad í seguridad en sus personas bienes, libertad para proclamar sus necesidades i discutir los medios de satisfacerlas, libertad para ocuparse en los negocios políticos, que mui léjos de estar divorciados con el progreso material, éste depende en gran parte de ellos i del modo cómo se manejan cuando en las instituciones políticas de un pueblo no hai justicia ni verdad, cuando en los encargados de hacerlas VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 331 respetar no hai moralidad ni patriotismo. Los ferrocarriles i te- légrafos, el vapor 1 la electricidad, no sirven solamente al pro- greso material, sino que, como arma de dos filos, sirven tam- bien para atacar la libertad personal i para ahogar la voz que demande justicia, verdad i libertad. Al hacer tales afirmaciones, que no dejan de ser discutibles, guiaba a Lastarria precisamente un criterio nacido de la situa- cion excepcional que atravesaba. Víctima de los errores fu- nestos del despotismo, no podia dejar de preferir los bienes que se desarrollan bajo el imperio libérrimo de las instituciones, Al. apreciar de la manera que dejamos trascrita las influencias del órden activo i del progreso material, guiabalo la triste espe- riencia que lo había envuelto en la ola de proscripcion, viendo heridas de muerte la tranquilidad del espíritu i las manifesta- ciones de la libertad. Ademas, parecia profesar la teoría de que estos progresos materiales sacaban su jugo vital a los progre- sos intelectuales, adormecidos por la reaccion política. Contemplaba los sucesos con una calma propia de la somno- lencia que debe seguir a las resurrecciones del espiritu, i con aquella desilusion que sigue a las derrotas del derecho ¡al triunfo del despotismo. Sin embargo, en el fondo de su alma estaba vivo aquel pro- pósito que, desde que se inició en la carrera pública, lo habia alentado: mantener la unidad del partido liberal por medio de la pureza de su doctrina i la homojeneidad de sus intereses. En lo íntimo de su sér no abandonaba este plan. - Juzgado esteriormente, no se veia sino la capa de hielo con que se habia revestido durante un cuadrienio. En las elecciones de 1852 ni siquiera habia solicitado los votos de sus amigos. ¿Ni para qué lo habria hecho, cuando, sobre ser necia la pretension, se encontraba con que su quietud ¡la de los suyos dependian de su neutralidad ide su prescindencia en la cosa pública? Pero hai hechos que demuestran que miéntras se dedicaba con tranquilidad a sus negocios i al sostenimiento de su fami- lía, no olvidaba sus anhelos de servir a la causa liberal. Es verdad que no tomaba participacion directa en la cosa pú- blica; pero no estaba encerrado en su casa, bajo llave. Su espí- ritu espiaba la ocasion i el momento propicios para dar una 332 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS muestra de que no estaba dormido, i que los intereses intelec- tuales no le eran indiferentes, como no le era tampoco la uni- dad del partido liberal. 3 Prueba de esto dió con la publicacion de los comentarios de - la Constitucion Política en la Revista de Santiago, que en 1855 habia hecho reaparecer don Guillermo Matta. La aparicion de estos Comentarios correspondía al propó- sito de propagar los principios políticos de la escuela liberal, e E ir incubando en el ánimo de los lejisladores la idea de reformar - la Carta Fundamental, cuyos primeros pasos habia dado en las memorables sesiones de la Cámara de Diputados de 1849. Esc mismo propósito, leal 1 honrado, tenia en Junio de 1856, al hacer en Valparaiso la edicion separada de la referida Constitu- cion comentada. E - En todo el plan i los detalles de la obra se vé el mismo ideal: - demostrar la accion enervante de los gobiernos centralizadores j preparar la opinion por la doctrina científica i ámplia de la li- bertad. Lastarria, consigna su opinion en términos claros i enérji- cos (1). "La política conservadora es esencialmente corruptora, Como su único sistema es la resistencia a todo lo que tienda a despojarla del poder i a revelar que ella no tiene otro propósito : que el de conservar la autoridad como elemento del órden, su principal esfuerzo se dirije a constituir i organizar un poder fuerte, cuya cnerjía para resistir iatacar sea irresistiblen. «Desde +: que esto sucede en un Estado, la sociedad se habitúa a respe- tar cel principio de autoridad en las manos que lo ejercen i nó - en las leyes, a buscar su derccho en esas manos i nó en las ins=3 tituciones, a esperar su proteccion de parte del hombre i nó de la justicia, a conciliarse el favor de la voluntad suprema i nó el - del derecho. iaa | a En esta obra Lastarria se eleva al estudio empírico de los preceptos constitucionales i ahonda en su filosofía: en esto di-- fiere esencialmente del libro de don Jorje Huneeus, La Conms- titucion ante el Congreso, que es comentario positivo que estudia - todas las cuestiones controvertibles, dando admirable i prolija 190 (1) Introduccion, páaj. XXIV, by 1 | | yz 338 VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 333 2 cuenta de los debates suscitados por ellos; i tiene tambien ca- rácter diferente de los Comentarzos del malogrado don Manuel Carrasco Albano, que tienen un plan enteramente histórico i crítico. ] Diverje de estos dos autores en su plan, desde la Zn troducciorn, que la consagra a la investigacion del orijen histórico de la Cons- titucion de 1833, hasta el comento de cada una de sus disposi- ciones, Sus comentarios están trazados desde el punto de vista de su procedimiento didáctico: él en sus esplicaciones de la cátedra de derecho constitucional, atendía a la teoría, mas que a otra cosa, a diferencia del señor Huneeus que se esmeraba en ha- cerla esencialmente práctica. Esas mismas tendencias aparecen respectivamente en sus obras. Junto con la mas franca impuegnacion del espíritu centraliza- dor que predomina en la Constitucion de 1833, Lastarria cen- sura fuertemente el respeto al principio de autoridad que la so- ciedad se acostumbra a ver en las manos de los gobernantes 1 nó en las instituciones; 1 fustiga los preceptos de la política con- servadora que a su juicio, no solo se ha atenido a lo que san- ciona aquel Código sino que se ha avanzado tambien a buscar, en su trasgresion i aun en la de las leyes con que ha procurado desarrollar su espíritu, los medios de justificacion que ese código. o estas leyes le negaban. La falacía i el sofisma no han tardado en aparecer disfrazados con las formas de la jurisprudencia para interpretar las leyes existentes o formar otras que diesen a la po- lítica el prestijio de la legalidad; i la fuerza 1 el terror santificados con el título de enerjía han hecho tambien sus estragos entre nosotros como donde quiera que aquella falsa política impera.n En estos juicios enérjicos influye en Lastarria, sin duda al- guna, su propia historia de persecucion; 1 por eso mismo piensa que la política conservadora "encuentra su mas fuerte apoyo en el egoismo de la sociedad, que estimulado por el favor o ame- drentado por el terror, la ayuda a resistir la luz de la justicia 1 a sofocar todos los respiros de la libertad. Su influencia corrup- tora penetra mas allá todavía, pues va hasta buscar en la con- ciencia la justificacion de su falsía, invocando la relijion i la ciencia para producir la conviccion..: 334 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Sin embargo, como el mismo Lastarria lo declara, no comete : la injusticia de acusar a la Constitucion de "fundadora de aque- lla política, del crímen de haber enjendrado en nuestra sociedad aquella funesta corrupcion... Siguiendo sus antiguas conviccio- nes, ve allí “la obra del réjimen colonial: la Constitucion no ha | hecho mas que conservarla i justificarla—la accion de la políti-- . ca conservadora entre nosotros no ha sido otra que la de reha- bilitar la colonia, perpetuar su espiritu, conteniendo la rejene- racion social, paralizando la revolucion de 810 en el punto en que habia principiado la reaccion del espíritu nuevo adoptado por la Constitucion de 828.11 Se deja llevar bastante por sus prejuicios Anti: coloniales, 1 3 aun mas por su índole excesivamente empírica. En punto a ideas constitucionales, juzga que las meras disposiciones pueden reaccionar contra un órden fuertemente implantado, con hon» - das raices sociales, De ahí su preferencia por la Constitucion. de 1828, que no pasó de ser una imitacion jenerosa que no cua- draba con nuestro desarrollo social i que probablemente nos. habria llevado al precipicio de la disgregacion, al réjimen fede- ; ral absoluto con su negra cohorte de motines de cuartel i re- vueltas civiles, | I como tan acertadamente ha dicho un pensador chileno (1): - “Justamente lo que mas avalora la Constitucion de 1833 es E su franca tendencia a reaccionar contra la política idealista 19 1 de imitacion que hasta entónces habia predominado en nues= tros arreglos constitucionales ia satisfacer la necesidad pri- | _mordial de aquella época, cual era la de reconstituir el órden, * | alterado por los vivos estímulos i por el gran desarrollo que. habia sido menester dar a las fuerzas revolucionarias para aco-- meter i afianzar la obra de nuestra independencia, md: ó En el comento de las disposiciones constitucionales, Lasta- rria se inspira en su espíritu liberal; así, refiriéndose al histórico. artículo 5.9, espresa que ha herido la libertad del pensamiento: ui la ha herido de muerte al limitar el deber del Estado solo a | la proteccion de la relijion católica, Prohibiendo al Estado que. proteja cualquier otro culto público, i limitando así sus deberes | ta Ss AL cri eco CELIA Mi deb ld ti. SL A (1) VALENTIN LETELIER De la ciencia politica en Chil», páj. 119. | VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA ¿OE naturales, impone disimuladamente a la sociedad la obligacion de tener sola i unánimemente una crecncia. ¿Qué importa que no se persiga al individuo por sus creencias relijiosas, cuando se le impide el culto que es una parte esencial de aquella liber- tad, puesto que no es otra cosa que su manifestacion esterna?: Cuando Lastarria escribia esto, todavía no se habia dictado la lei interpretativa, ni se habia avanzado mucho en punto a tole- rancia, como despues, en que de hecho ha habido verdadera libertad de cultos. El estudio teórico-crítico que emprende en sus Comentarios es de tal naturaleza, que sirve eficazmente para resolver los puntos que, en el terreno de la practica, pueden surjir. Él mismo tuvo ocasion de aplicar la correcta doctrina constitu- cional cada i cuando la ocasion se le presentó en su puesto de representante del pueblo. De ordinario, estuvo de acuer- do en el hecho con la teoría; i así puede verse en las diferen- tes ocasiones en que formulo proyectos, sea sobre la interven- cion europea en América, sea sobre la reglamentacion de las facultades cestraordinarias, sea sobre el allanainiento de domi. cilio, sea sobre la incompatibilidad entre el puesto de Minis- tro de Estado ¡el de miembro de la Comision Conservadora. En otras ocasiones, aunque pocas, su teoría no se adaptó al hecho. Así, uno de los errores en que incurre Lastarria en la obra que analizamos, es su opinion sobre la necesidad del Consejo de Es- tado. La esperiencia ha demostrado en Chile todo lo contrario, i nuestros publicistas están de acuerdo en que es un rodaje perfectamente inútil. I como decia don Jorje Huneeus en su obra clásica de didactica constitucional (1): "El Consejo de Estado no tiene razon de ser entre nosotros, i volviendo al sis- tema de la Constitucion de 1828, que no creó esa institucion, e imitando el ejemplo de los Estados Unidos de Norte-ÁAmérica, donde ella no existe, se ganaria mucho en todo sentido supri- miéndola por completo de nuestro mecanismo constitucional. Razon tenia don Domingo Santa María (2) en 1374 para (1) La Constitucion ante el Congreso, edicion de 1580, tomo II, páj. 231. (2) Idea del gobierno politico de Chile, páj. 296 del libro Suscricion de la Academia de Bellas Letras a la estátua de don Andres Bello. 1874. 336 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 3 afirmar que “en cuarenta i un años que tiene de vida la Cons- titucion, no presenta un solo ejemplo de enérjica i pertinaz oposicion del Consejo de Estado al Presidente... Concluya= mos: el Presidente es el Consejo de Estado; cuerpo heterojéneo,, estraño en la máquina política, que sirve solo para debilitar las responsabilidades del Presidente 1 sus Ministros i para propor cionarle una careta con que encubrir sus faltas i estravios. Cuando en 1856 se operó en nuestra política la disgregacion — de los elementos eclesiásticos, que hasta aquella época habian permanecido unidos, Lastarria se imajinó que era llegada la — ocasion de'iniciar una nueva tentativa en pro de la reforma libe= : ral. Este fué el oríjen del libro titulado Proyectos de lez i Discur= sos parlamentarios, que publicó en Febrero del año siguiente. Conviene presentar un cuadro de la situacion de la época, ia este efecto, reproducimos las observaciones tan justas como ati= nadas que hace el autor en sus Recuerdos literarios al conside= | rar la aparicion de un nuevo matiz de reaccionarios: el conser= vantismo. | j "Un año ántes del ruidoso fraccionamiento del partido go: bernante que dió oríjen a este matiz, ya a mediados de 185 habia comenzado la disgregacion de sus elementos, con la triunfal separacion del elemento eclesiástico, el cual, sirviendo de quicio al partido pelucon desde 1830, habia sido tambien e mas sólido soporte del escudo del gobierno de 1851. La jesta: cion habia sido larga, pero como era múltipla, segun llaman los médicos a ciertas jestaciones fetales, el aborto producido por los sacudimientos i los choques de aquel tiempo, dió existencia a tres jemelos, que pasaron a figurar con distintos nombres en la escena política, aunque con fisonomías casi idénticas.» "Se comprende la existencia de un partido netamente retrós | grado,. agrega, pero nó la nexistencia efímera :i falsa de los | conservadores que a título de moderados, pretenden demoraf le reforma, aceptándola en parte, i defender los principios de la! sociedad civilizadan. 1 Aquella evolucion abortiva de 856-57 operada por el partido retrógrado dominante, continuada idess| arrollada por conveniencias de circunstancias o intereses de VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 7 A política personal, ha venido a crear cierta literatura política especial, o con mas propiedad, una sofistería literaria, que apli- cada entónces por los escritores de los dos retoños del partido retrógrado, el nacional 1 el conservador, ha llegado en veinte años a estraviar el criterio político, falsificando la historia 1 la doctrina liberal. Los escritores del término medio, con un pié en el viejo réjimen i otro en el sistema liberal, se injénian para reclamar las libertades que por el momento necesitan, con tal que puedan conciliarlas con los intereses de la causa caduca que miran con simpatía i que aun defienden como diestros abo- gados. Este empeño los conduce a terjiversar el sentido de los verdaderos derechos que constituyen aquellas libertades, i a sustentar sus terjiversaciones con la procacidad que en su des- esperacion rabiosa emplean los netos i francos defensores del viejo réjimen. Un nuevo ideal político de esta especie, que pro- cura encuadrar el progreso moderno i los principios democrá- ticos en las tradiciones 1 los dogmas antiguos, tiene mirajes que deslumbran í que no pueden ménos que estraviar esa aspira- cion comun, popular, que existe en favor de la reforma; tanto mas cuanto que la situacion transitoria, simbolizada por ese nuevo ideal, ha sido mantenida por las transacciones que con él han hecho los liberales, por servir a intereses del momento, olvidando la verdadera doctrina liberal que ántes representa- ban, 1 dividiéndose por tanto en algunos matices mas que los tres conservadores aparecidos en 1857.11 [como esta ndisgregacion de los elementos del partido do- minante continuara í los liberales se reconcilíaban con los con- servadores separados del gobierno, para organizar la oposicion —despues de la ruptura entre el arzobispo i la autoridad civil; — se venía a producir naturalmente una modificacion profunda de la doctrina liberal, que era necesario contrariar a todo evento. Nada mejor podia contribuir a ello que el recuerdo de los debates parlamentarios de 1849, que como dice Lastarria, "formaban la gloria principal del partido. Esa era la tradicion de sus doctrinas, de sus propósitos i sistema; i a juicio de algu- nos liberales que tenian el mismo interes que nosotros, podia ser de gran efecto, para evitar inconsecuencias i transacciones TOMO LXXXII + 338 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS peligrosas, poner a la vista del partido una condensación de aquellos propósitos, para recordarle su bandera... 00 Asi esplicaba el autor el orijen de los Proyectos i Discursos Parlamentarios, cuyo objeto era, npresentar puros ciertos prin= cipios en los cuales está vinculado el interes de la República, i que no por eso han dejado de ser desfigurados i acriminados. en. la lucha que su proclamacion ha producido." (1) ' Efectivamente, este tomo venia a cumplir un rol de estudio. de la idea liberal desde que apreciaba con espíritu indepen= diente los recursos i necesidades del pais, dando la fórmula, el programa de la verdadera isana política, i prácticamente se tra= ducia en la condenacion enérjica de la fusion o liga an libera- lismo con el conservadorismo. | -Y Por desgracia, el libro clamó en el desierto, o como vulgar- mente se dice, pidió peras al olmo, porque prevalecieron los intereses personales que tenian su mas firme ausilio en esta fusion. Lastarria se equivocaba prefundamente al querer asig- nar a los partidos un papel que estuviera ajustado estrictamen- te a los principios. Era un iluso jeneroso que resolvia el pro- blema político a la luz de un subjetivismo poco práctico, Mas de una vez sufrió iguales desengaños, que lo decidieror a' quedarse solo, aislado con sus ilusiones, pero pronto siempre a salir del retraimiento cuando veia una esperanza fujitiva que de nuevo venía a tentarlo. 3 Pero su libro no solo tenia un carácter transitorio de actua lidad, sino uno mui permanente, el de presentar sistemados los principios de la política contemporánea de los paises civilizados que él, como corifeo avanzado, queria ver implantados er nuestro pais cuando recien nacia a la vida libre. Tiene ese in teres fecundo i persistente de todo libro que lleva sanas ideas a los que quieren dedicarse al servicio público. - q Es el testimonio de su accion parlamentaria, tan brillante en el primer período de 1849, i tan eclipsada en los dias i por los acontecimientos que hemos indicado. | 3 En los comienzos de la evolucion política que iba a cambia | la línea de los partidos i su situacion respectiva, era utilísima: (1) Introduccion, páj. IV. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA ) 339: una coleccion semejante, resúmen de la accion sistemada i leal de un buen soldado del liberalismo. “Detras del partido conservador (escribia Lastarria en 1857) hai infinitos ¡ poderosos elementos que entrañan en su esencia el espíritu colonial, i que se sublevan en masa contra el mismo partido conservador, así como contra el liberal, cuando siquiera se trata de atenuar los efectos de los privilejios i de las preo- cupaciones que constituyen ese espíritu. Ocupa, pues, el partido. conservador una posicion intermedia entre aquellos elementos ¡ el partido liberal, pero como tiene su principal apoyo en los primeros, nunca los perturba, siempre condesciende con sus exi- jencias; 1 solo reserva sus fuerzas, sus arbitrios conservadores i sus golpes de estado para luchar con el segundo i anonadarlo.. Esta conviccion daba a Lastarria pié para afirmar que “toda fusion o liga con el conservantismo era imposible. I que toda transaccion es un retroceso en la marcha del sistema liberal. Los principios de éste se abren paso í se realizan de un modo providencial. Los pueblos comprenden que en esa realizacion está su felicidad, su porvenir. Por consiguiente los amigos del progreso no deben ofender a la Providencia, ni contrariar los intereses de los pueblos, transijiendo con los elementos retró- grados, que nunca transijen con los elementos !iberales. . . "¿Qué transaccion seria posible entre entidades que no estan conformes en la manera dé comprender la libertad, que es la. base, el punto de partida para todas las relaciones sociales? La política conservadora, que no solamente apadrina al espíritu colonial en América, sino que lo traduce i lo conserva aun en las reformas que admite, no mira en la libertad sino el emble- ma del desórden, i aun borra de su diccionario esa palabra ate- rradora. Aquella política no comprende la libertad sino como un resultado de la quietud, del órden que la autoridad permite 1 conserva, miéntras no se méngua en lo menor el predominio, la omnipotencia de esa autoridad. "¡Miéntras tanto para el partido liberal la libertad no es un resultado, sino un principio que sirve de base i de fin al mismo tiempo a la vida social i su desarrollo. La libertad es el dere- cho, porque ella no consiste en otra cosa que en el uso del de- recho. 340 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS y Despues de esplicar esta doctrina con algunos ejemplos, for=- mulaba la síntesis de sus convicciones en la siguiente afirma- cion: “No hai un derecho del hombre cuyo uso no sea la libertad: por eso es que la libertad es el derecho mismo, es el principio, medio í fin de nuestra vida i su desarrollo. El libro no logró despertar gran interes: los políticos de nuestro pais siguieron mas bien la direccion marcada por $ interes del momento, ántes que la direccion aconsejada por la: sana doctrina de los intereses permanentes de la libertad. CAPÍTULO XIX SUMARIO.--—Lastarria es elejido diputado por Copiapó i Caldera en 1855.—Po= breza del debate parlamentario. —Cuestion de mayorazgos.—La lei de amnis- tía: notable discurso de Lastarria en este debate en 1857.—Nueva desaparicion de la escena política. —Renovacion lejislativa de 1858.—Es elejido diputado por Valparaiso. 1acl —Discurso de Lastarria en 1858. —Nueva retirada de la política. —Prescindencia en el movimiento revolucionario de 1859.—Su reaparicion en el Congreso de 1860.—Juicio sobre su actitud poli en el sexenio de 1855-61. Queda ya insinuado que en el movimiento político de 1855 Lastarria dió señales de vida. Elejido diputado por Copiapó Caldera, se presento en los primeros días de Junio con und media docena de proyectos tendentes a favorecer la industrié del centro minero que le habia dado sus sufrajios. Era el home naje del lejislador hácia la fuente única de entradas de aquel É noble rejion de Chile, que, a su juicio, debia levantarse con lí “abolicion de las trabas fiscales, con la adopcion de cierta medidas que facilitasen el uso del crédito i de otras que sirvie sen de fomento a aquella industria (1). ! Los 6 proyectos formulados por el bien intencionado e] sentante de Copiapó fueron a morir en aquel eterno sueño ( secretaría, en que yacen tantos otros jenerosos anhelos. (1) Boletin de Sesiones de la Cámara de Diputados, 1855, páj. 23. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 341 Miembro de la comision de lejislacion i justicia, i contando por colegas a don J. G. Palma, J. A. Valenzuela, M. A. To- -—cornal, J. M. Barriga, A. Reyes 1 E. Vergara, no tuvo ocasion ni voluntad de consagrar su actividad al estudio de esos labo- riosos informes que, jeneralmente son tan poco apreciados, i que tan necesarios son en paises como el nuestro en que las =discusiones parlamentarias, a las veces, rozan apénas la epider- mis de la cuestion. En incidentales discusiones, i discusiones de poco momen- ito, figuró Lastarria tardíamente en el periodo lejislativo de 1855-58. En el debate suscitado en 1856 con ocasion del tratado con los Estados Unidos de Norte América ¡a propósito de los su- cesos de California, se levantó Lastarria para impugnarlo en “razon de que no "se consultaba la verdadera reciprocidad, i que fuerte i un pais débil. | Cuando se discutia la cuestion relativa al proyecto de lei so- bre ex-vinculacion de bienes no comprendidos en la lei de ma- yorazgos, terció en la prensa, haciendo un análisis detenido de lójico 1, en consecuencia, injusto. En los debates de la Cámara tomó una pequeña participa- n para proclamar sus principios constitucionales al respecto, 2n Junio de 1857. A la sazon se discutia el famoso proyecto que en la his- ria se conoce con el nombre de amnistía de los reos com- cados en los sucesos de 1851, que era apoyado por los ervadores ya separados del gobierno, miéntras éste po- lrocesos fenecidos de presuntos culpables. El Ministerio se sentia contrariado por la aprobacion que habia obtenido el MA U A 7 a A 342 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS proyecto en el Senado, i se esforzó por obstruirlo en la Cá- mara. ed 8 Lastarria lo defendió con calor, por mas que diga uno de sus. biógrafos (1) que reaparece no ya con aquella decision, entu- slasmo í fuerza de voluntad que luciera en sus mejores días, sino lleno de precauciones i debilidades por las amarguras pa- sadas.n En su primer discurso tuvo esa frase tan conocida de "Venga el bien, aunque venga de manos... del demonio: yo lo acepto... "Tengo la fuerte conviccion, concluía su discurso, acá: en mi conciencia, de que las resistencias del poder producen las revoluciones, i si los que ahora resisten a la amnistía no son responsables de lo que mas tarde nos suceda, por mi la cuenta: yo se los recordaré. Fué en vano la elocuencia, que iba a estrellarse contra la testarudez gubernativa apoyada por una dócil mayoría. La amnistía no amplia, sino trunca, vino a implantarse con el Men- saje presidencial de 1857, en forma tal que no era otra cosa que una arma de persecucion contra los proscritos. De nada sirvieron los esfuerzos de oratoría 1 de razonamien- tos que hicieron los defensores de la amnistía amplísima, des: pues de 6 años de proscripcion que llevaba las trazas de con- vertirse en "pena indefinida. segun lo aseguraba con enerjía el valiente diputado señor Gallo. 4 La piedra de toque era la eterna cantincla del Ministro de Interior que creia la amnistía propuesta estemporánea, inncs cesaria i de ninguna conveniencia social. Ella vendrá a su tiempo: el gobierno sabrá darla cuando le plazca. Y El elocuente Tocornal decia en uno de esos debates: Y creo que la amnistía la reclama el pais unánimemente. ¿Qué lá: | grimas (se a va a enjugar la lei?” No debemos tomar en cuenta el número: basta que haya un ciudadano que padez en el destierro, i dos lagrimas que enjugar!n La amnistía al fin vino, pero incompleta, decrépita, temerc del “desborde de la prensa, de las sociedades igualitarias, 1 la ajitacion públican, segun lo decian los voceros del gobiert Lastarria, que no pudo estar presente en el debate del pa (1) Oradores Chilenos, por JosÉ ANTONIO TORRES. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 343 yecto del Ejecutivo, publicó en £7 Mercurzo de Valparaiso una carta en que daba su opinion sobre la materia, calificándolo como una sinrazon de Estado “tan incomprensibles son sus fundamentos como lo eran los indignos i pueriles argumentos con que los enemigos de la amnistía la han combatido en la Cámara. "Falta de patriotismo: hé aquí la verdadera causa de nuestra situacion, causa funesta de los males sin cuento de que aparece preñado nuestro porvenir, i que estallarán sin reme- dio sí no los conjuramos con tiempo, haciendo el sacrificio de nuestras pasiones mezquinas en las aras de la República. T esplicando su conducta pacifica, prescindente en la Cáma- ra, por abrigar la esperanza de que el gobierno, deponiendo sus recuerdos de lo pasado, adoptase una política conciliadora, dice: “esta esperanza nos hacia eludir todas las ocasiones que se nos ofrecian de vindicar la causa de los buenos principios; queríamos olvidarlo todo, para no servir de obstáculo a la nue- va era que deseábamos; queríamos que nuestra presencia allí no fuese siquiera sentida, a ver sí así conseguíamos que el go- bierno no pusiese pretesto alguno para mantener su política "restrictiva: por eso tolerábamos malas maneras i falsos razona- mientos, ino nos haciamos oir, sino rara vez, i solo cuando crelamos deber elevar nuestra voz en servicio de la Constitu- cion i de ciertos principios, sin embargo de la conviccion que “tenfamos de que cualquiera idea emanada de nosotros debia ser rechazada, solo por ser nuestra, como: ha sucedido con to- dos mis proyectos de lei, que han sido burlados como lo fué mi esperanza. Hat un retrato tan profundo ala vez que tan amargo de la situacion en las siguientes líneas, que parecen ramales con que “se cruza la frente del despotismo, que no resistimos al deseo de consignarlas aquí: “Con el patriotismo han desaparecido tambien la lealtad, el valor i el interes que ántes eran prover- “biales en Chile. Todo eso ha huido del corazon de los hombres públicos, i ha ido a asilarse allá en esa sociedad que no com- prende nuestras riñas indignas i nuestras ridículas peripecias públicas. Solo así se esplica el fenómeno de la existencia de un Gobierno, que habiendo atravesado la época mas floreciente de Chile, ha llegado a la mitad de su carrera para encontrarse sin 344 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS los amigos que lo elevaron i teniendo siempre al frente a los - adversarios que lo rechazaron; i esto sin siquiera haber sacado partido de esa época feliz para ennoblecer la autoridad, ni parla a hacerla amar, ni para afianzarla en los intereses, ya que nó en la opinion de todos. Parece que el Gobierno no hubiese querido aceptar las bendiciones que la Providencia derramaba sobre el - pais despues de la terrible crísis de 1851: el cansancio de la 3 política, la necesidad del trabajo, el aliciente de las riquezas - pusicron el olvido de lo pasado en nuestros corazones; 1 solas 1 mente el Gobierno no olvidó ni ha olvidado todavía en 1857. J Siempre sañudo con sus adversarios, ha preferido darles por - favor lo que les debia de justicia, i siempre omnipotente i vo- luntarioso ha chocado hasta las susceptibilidades de sus propios amigos. ¿Noes esta la verdad? ¿qué idea grande se ha realizado, - qué pensamiento noble ha aparecido, qué empresa útil se ha iniciado que no haya fracasado en la mitad de su camino por 3 la influencia de pasiones i de intereses que están mui léjos del patriotismo? Cuando no se busca el apoyo de la autoridad en la concordia de todos los intereses i de todas las opiniones» no hai patriotismo: lo que hai entónces son pasiones estrechas - e intereses esclusivos; i cuando las transacciones políticas llevan este sello desgraciado, las revoluciones que sobrevienen son tambien mezquinas i apasionadas. La patria no gana con estas peripecias, i el menor mal que puede temer de ellas es el entro- nizamiento de un Apia que alterne la ferocidad con el E ridículo, de un despotismo, nó como el de los ass sino como el de los Calígulas i Rosas! .... Los agoreros de la fatalidad, mirándose en el espejo de su. conciencia, decian desde las ventanas de la Moneda, como lo habian insinuado sotto voce en la Cámara de Diputados, que la vuelta de los emigrados no hacia sino traer al pais el jérmen de : la revolucion, i con ella un nuevo Loncomilla. ! El jermen no estaba en los que podian llegar: estaba en los | mismos que se quejaban del mal, i que desconociendo la eterna lei de la historia, no hacian nada por evitar que prendiera el mal, cuyas semillas malditas ellos mismos arrojaban. ¿Cuándo en pais alguno de la tierra el gobernante que siembre vientos no ha de cosechar tempestades? “A 0 Ne Y PA VIDA TOBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 345 Lastarria, desde Valparaiso miraba, si nó con entusiasmo, al ménos con interes los sucesos que se desarrollaron posterior- mente. Grave 1 reservado contemplaba los desaciertos de la política gubernativa, que hacian cundir, como inmensa mancha de aceite, la ajitacion política, calmada un tanto con la reorga- nizacion ministerial de 27 de Setiembre, en la cual entraban hombres que eran garantía de templanza, pero exacerbada po- cos meses despues por la entrada de don Matias Ovalle al Mi- nisterio de Hacienda 1 de don Rafael Sotomayor al de Justi- cia, quienes estaban a cien leguas de la marcha conciliadora de sus antecesores, don Francisco de Borja Solar i don Salvador Sanfuentes. | La ajitacion electoral ocasionada por la renovacion lejisla- tiva de 1858, no se presentaba con caractéres benignos. Léjos de eso: hervian en la atmósfera alientos ardorosos. La oposicion, compuesta de liberales 1 conservadores, hacia sus preparativos en medio de la ajitacion mas espantosa de que dan testimonio los diarios de la época, como 4/ Correo Literario, La Actualidad, La Asamblea Constituyente de Santia- go, El Mercurio i El Ciudadano de Valparaiso, El Coprapino 1 otros que, en su indignacion, creian llegado el último momento de las instituciones republicanas. En medio de esta efervescencia, la tranquilidad de Lastarria se tornó en entusiasta adhesion a la causa opositora: tomó parte en las asambleas i banquetes políticos de Valparaiso; 1 tuvo la honra de salir electo, derrotando al candidato gobier- nista, que lo era don Jovino Novoa, fiel adorador de Montt i que llevaba su idolatría hasta decir que el nombre de éste de- bia pronunciarse de rodillas. .. a victoria era tanto mas digna de tomarse en consideracion, cuanto que era arrancada a la intervencion mas descarada de que hai memoria en este pais, este pais que tiene el poco envidiable privilejio de haber eleva- do dicho resorte electoral a la categoría de derecho perfecto. En Fuera de Copiapó, La Serena, San Felipe, Victoria i dos O tres departamentos mas, no habia otros que hubieran logra- do salir triunfantes en las urnas, i cuyos representantes llega- ban al Congreso sin caractéres políticos acentuados i homo- jéneos. A EN 346 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS so, vale mas que las recapitulaciones que nosotros podríamos hacer, el siguiente cuadro que escribia Lastarria en un diario de Valparaiso (1). 3 “Todos convienen en reconocer que la situacion presente es deplorable, desastrosa, que entraña un porvenir alarmante. Por un misterio de la naturaleza, sucede que los animales presien-- ten instintivamente la tempestad, cuando ni el hombre ni aun la ciencia son capaces de preverla; este misterio se reproduce tambien en las naciones, en épocas aciagas, en las cuales reina un vago temor, una sensacion de inquietud indefinible, de que nadic se da razon, pero que augura una borrasca. Eso es lo que está pasando entre nosotros: todos se ajitan; el gobierno se pre- para como para una lucha i da en todos sus actos un testimo-. nio evidente de que reconoce que la situacion es estraordinaria;. las industrias se paralizan, porque la situacion es estraordinaria; por fin, el pueblo, aun aquella parte que no tiene accion en- la. política, se muestra tambien alarmado, porque la situacion E estraordinaria. Como reflejo de lo que era la situacion al abrirse el Congre- "En el fondo de esta excitacion nada se veia claro, ¿Qué 3 esto? se preguntaba Lastarria. ¿Qué significa este caos de inmen-- sa oscuridad? ¿Es acaso la tumba de nuestra nacionalidad, la nada del sér de nuestra patria? ¿o es el caos de donde la anar- quía va a sacar sus creaciones caprichosas, su luz siniestra, su: mundo efímero? : A: "¡No lo quiera Dios! Salvémonos de la tormenta!n... "El mal está en la política conservadora, i.la situacion presente no es. otra cosa que el resultado de los excesos de una política falaz, llevada por la administracion Montt, a su perfeccion de i impela fecciones.. "El partido pelucon no ha caido: allí está de jefe supremo todavía su corifeo, su manifestacion mas jenuina 1 brillante, su antiguo capitan, i con él infinitos adeptos, fieles todavía a su bandera. 38 Con el objeto de aprovechar la posible transicion i recorgani- zacion de los partidos i en el sentido de conocer el carácter po- : lítico de la minoría i del conservantismo, presentó Lastarria, en (1) El Mercurio, múmero del 25 de Mayo. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 347 —Í union con don Domingo Santa María, un proyecto de lei de completa reforma constitucional, que el mismo dia firmaron como diez diputados. No atreviéndose la mayoría a entrar a un debate de esta naturaleza, recurrió a la treta de considerar que no era constitucional el proyecto, por no especificarse uno a uno los artículos que se pretendia reformar. Lastarría quedó profundamente disgustado con esta solucion, i aprovechó la primera oportunidad para retirarse del Congre- so i quedar en el balcon, esperando los acontecimientos. Pero ántes de hacerlo, pronunció uno de los discursos mas elocuentÍ- simos que hayan resonado en la tribuna parlamentaria, que uno de sus biógrafos llama "el canto del cisne, armonioso, conmovedor.. En este discurso, sujeto a desfavorables interpretaciones, de- cia el orador: “Mi voluntad está independiente, mis opiniones son libres de todo interes de partido. Campeo por mi cuenta i riesgo. Mi partido fué vencido, disipado. Mi honor i mi deber están en la defensa del principio liberal, de ese principio al cual he consa- grado mí juventud, mis estudios, mis esfuerzos, mi porvenir; de ese principio a nombre del cual me hallo aquí combatiendo, condenando los errores, los estravios, las futilezas, las chica- nerías con que defiende sus iniquidades esa política conserva- dora, que pierde a nuestra patria... "Jamas he dejado de ser un franco defensor de la libertad de la palabra, como de todas las libertades; pero ya el valor me falta, lo confieso, mi esperanza se apaga en esta lucha tan desigual; estoi casi rendido, i no tengo fuerzas para quebrantar la cabeza de ese fantasma que se nos presenta armado del ce- tro del poder absoluto, pero adornado con el gorro de la liber- tad. Me retiro, pues, nó para siempre, sino por ahora, de mi puesto, porque no tengo fuerzas que oponer, nó porque me re- signe.. Esta abdicacion mereció las censuras acres de algunos, que la calificaban de miedosa, en los momentos en que era mas ne- cesaria su palabra de fuego. Pero los que tal opinaban no ad- vertian que la lucha era enteramente estéril e ineficaz. ¿Qué raro entónces que desalentado se retirara para conservar si- 348 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS quiera la vida, tan necesaria a los a ¿Qué raro entónc que no se pusiera en el núcleo de los revolucionarios en la aza . rosa contienda de 1859? - Su retirada obedecia al propósito, firmemente arraigado, de no obtener las reformas por medio de las bayonetas, como se habia retirado en 1850 i 51 cuando el órden legal comenzaba a subvertirse. Esta idea era fundamental en su criterio político, ia ella ajustó en todo momento la norma de su proceder. E No debe pedirse a los hombres aquello que pugna con su conciencia, con st credo, con sus convicciones de toda la vida. Carecian, pues, de fundamento las censuras que entónces hizo la ] prensa i han recojido algunos de los biógrafos de Lastarria, años mas tarde, admirados de su actitud alejada, mas que in- diferente. 3 Verdad es que en 1858, con el poh a abultado 1 parte exacto, de la participacion de los conservadores en la oposicion i el levantamiento contra Montt, Lastarria trató de formar ban- do apartei cn realidad quedó casi separado, cuando arreció la tormenta ise desencadenó la insurreccion en Chile. Pero de todas maneras, fueron excesivas i hasta injustas las especies que se propalaron contra el que tildaban inmerecidamente de tráns= fuga en un momento en que ansiosos todos los patriotas veian. inminente que se hiciera tabla rasa de nuestra Constitucion nuestras leyes. e La reaparicion de Lastarria en el Congreso verificóse en Oc-. tubre de 1860, cuando se discutia el proyecto de lei que autori zaba al Presidente de la República:para mantener en vigor las. medidas dictadas en virtud de facultades estraordinarias. Lo combatió como innecesario, como inconstitucional, como im- prudente i como impolítico. "Es un proyecto sin ejemplo, es: insólito, exótico en la Constitucion, decia, ¿lo probaba nuestro. orador; pero a pesar de todo se convirtió en lei de la República esta verdadera espada de Damocles alzada sobre el cucllo de los revolucionarios de 18509. | Al mes siguiente, el Gobierno presentó el proyecto de res ; ponsabilidad civil, que fué atacado por Lastarria "como aten= tatorio a la justicia humana ia la mas elemental jurispruden= cia. "Nuestro pais por su topografía, afirmaba el orador, facilita " VIDA I OBRAS DE DON J. V, LASTARRIA 349 la terminacion pronta de todo movimiento sedicioso; nuestro carácter nos predispone tambien a olvidar pronto: muchas ve- ces nos hemos abrazado despues de tirarnos de balazos; hemos perdonado pronto; la jenerosidad i el valor nos han hecho olvi- dar lo sucedido ayer, para consagrarnos con gusto a nuestras ocupaciones ordinarias. Í sin embargo de esto, se quiere olvidar circunstancias tan felices, para convertir en lei los odios, para forzar a la política a que nunca sea sabia, sino siempre ciega 1 odiosa. Por desgracia, el abrazo jeneroso para olvidar lo pasado, no vino: el proyecto se convirtió en leí, sí bien en términos ménos alarmantes que los acordados por el Senado. Hemos visto que la labor parlamentaria de Lastarria durante dos períodos consecutivos (1855-1861) sí intermitente, no por eso ha sido infructuosa. Como a la sazon residia en Valparaiso, la asistencia a la Cámara era un incómodo gravámen, princi- palmente en la época en que el viaje se hacia en la eterna carreta que precedió al riel civilizador. Pero sin duda no fueron los inconvenientes materiales los que ataron la actividad mental de Lastarria en el sexenio que acabamos de pasar en rapidísima ”evista: como ya lo hemos espresado, el espiritu del viejo lucha- dor sentia la nostaljia del soñado pais de la libertad, i en tales condiciones consideraba cerrados para él las puertas del parla- mento. La política se le hacia odiosa. Para quienes estaban habituados a mirarlo en la vanguardia, su espectante situacion de rezagado era una maravilla. ! No era un inválido ni un desertor a los ojos de los pocos amigos que sabian comprenderlo. Estudiada friamente, sin pa- sion, aquella actitud no merece ciertamente la categórica con- denacion que muchos han formulado, como tampoco merece la “incondicional apolojía que le han tributado otros. Su conducta política es la del hombre prudente, hecho tal por los golpes durísimos de la esperiencia. IT téngase presente que el número de los prudentes es inmenso en nuestro pais. Ello hubo de comprobarse por la centésima vez en la actitud asumida por el núcleo del partido opositor de Santiago, despues de los sucesos del 12 de Diciembre de 1858 1 principalmente despues del avance intrépido que la lejion ata- 350 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cameña desde Copiapó hacía a paso de vencedor, al mando de los Gallos, los Mattas, los Carvallos. Aquel movimiento. resta -rador de instituciones, mobilísimo en su orijen, desacertado en sus medios i fatal en sus resultados, debia fracasar fatalmente - por obra i gracia de los prudentes de Santiago, que no allega= ron el prometido concurso i lo dejaron perecer descompajinado en medio del desaliento í de la traicion, en la Serena. É Fracasó aquel movimiento porque le faltó unidad, i la unidad | es la base de todas las victorias del derecho. Fracasó porque faltó la direccion central, que como raiz del pensamiento revolu- cionario, fué activísimo jérmen en la hora de la teoría i absoluta . inmovilidad en la hora de la accion. ] ¿1 Lastarria no carga con estas inconsecuencias, porque en. ningun momento dió a entender siquiera: que coadyuvaria a esta | revolucion; pero sí la llevan encima los jefes comprometidos - que nada hiciehos cuando debian hacerlo todo, 3] = ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON Jefe de la Seccion de Instruccion Pública * el Ministerio de Justicia e Instruccion Pública LOS DESACUERDOS ENTRE O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR ——yl HA pr (Continuacion) y 3 - En la descomposición que habia seguido a la caida del réji- 'men español, nada era tan comun como el establecimiento de contribuciones 1 gabelas por la simple órden de las autoridades o de sus ajentes. A pretesto de que la situacion del pais lo re- quería, cometíanse exacciones, que, sobre todo en los campos aban reducido el derecho de propiedad a poco ménos que ida. Contra estas prácticas viciosas, que amenazaban tomar carta de ciudadanía en el nuevo sistema, se empeñó el Senado autorizado. tal motivo elevo en diversas ocasiones sus quejas a * 352 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 3 saba a este cuerpo en los momentos en que la polémica ro- movida por la promulgacion de un decreto sin firma de minis. tro alcanzaba su período agudo, i en que, por esta misma razon, sentia el Senado la necesidad de afianzar sus prerrogativas. - caso no podia ser mas claro en el punto de vista constitucional ni mas útil en la práctica para despejar la situacion 1 A responsabilidades, desde que se pondría al Director en la nece- “sidad de reconocer que sus facultades se hallaban espresamente limitadas por la constitucion política, o en la de violarla de un: modo que no admitiria atenuacion alguna. ; En vista del denuncio, acordó declarar “que el supremo go-= bierno no puede sin anuencia del Senado hacer obligatorio el impuesto de manutención de los prisioneros de guerra, i pe- dir, en consecuencia, al Supremo Director instruya al excelen= tísimo cuerpo sobre los motivos que le han inducido en la idea: de establecer dicho impuesto sin ponerse préviamente de acuer= do con el poder lejislativo.. 3 Pero O'Higgins, comprendiendo que esta nueva reclamacion se planteaba en un terreno desfavorable para él, i adivinando las * miras del Senado, procuró en una lacónica respuesta quitar toda gravedad al asunto. Espuso que las cuotas fijadas 'a los contri-=: buyentes eran mui exíguas ¡ que solo se habian establecido con carácter jeneral por las dificultades de obtener fondos de otro. modo. Nunca habia creido, agregaba en tono que quería hac er sarcástico, que una erogacion de esta especie fuese calificada como una contribucion, ni colocada entre los grandes negocios de estado a la par con los empréstitos, guerra, paz, alianza, etc. Se trataba solo del mantenimiento “de una antigua rutina, que. no importaba un agravio a la constitucion. Con todo, para sa= tisfacer los escrúpulos del Senado, concluia, nada seria mas fácil que suprimirla desde el momento en que este cuerpo concedie-: se un nuevo arbitrio para reemplazarla, | 3 Como se ve, si en la apariencia O'Higgins se manifestó dis-, puesto a deferir a la voluntad de los senadores, en el fondo de- jaba ver su resistencia a las prescripciones constitucionales. A sabiendas de que le estaba prohibido, había mantenido una contribucion que no contaba con la aquiescencia del cuerpo le= Jislador, i despues del reclamo formulado por éste, no prometia. O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR a tes. Era un juego que no alcanzaba a velar el profundo desden e tenia por las trabas legales i que deberia mantenerlo en y conflicto casí permanente con el Senado. e: E aatendióse este cuerpo de cuanto podia haber de irónico en las apreciaciones del Director, i procedió a prestar su apro- 'bacion a una lista de contribuyentes que el mismo O'Higgins 43 O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 359 3 a Rozas, mil ciento sesenta í cinco. En cuanto al mismo Di- rector Supremo era acreedor del erario nacional por mas de “seis mil pesos; los empleados de las secretarías de estado por mas de tres mil; los de la cámara de justicia, de la casa de «moneda, del tribunal de cuentas, de la tesorería jeneral, en “fin, de las principales oficinas de gobierno, por sumas ¡gual- mente fuertes. Hallábase, como se ve, el Senado en compañía mui numerosa 1 distinguida. O'Higgins no dejó de comprender, sin embargo, que debia consideraciones especiales a tan alto cuerpo, i dictó un decreto en el cual dispuso que siendo indecoroso que el | cuerpo lejislativo estuviese peor pagado que ningun otro, la “tesorería jeneral destinaria cuatro mil pesos de los primeros que ingresasen en arcas fiscales para distribuirlos en propor- cion entre los senadores insolutos, i reservaria en adelante los productos del ramo de papel sellado para el pago mensual de «esos sueldos i los de la cámara de apelaciones. Ienoramos cuánto tiempo tardarian los padres conscriptos en obtener el abono de sus sueldos. De todos modos, si las lec- «clones que nos reportan mas provecho son las que aprendemos -esperimentalmente, no hai duda de que la que habia recibido el Senado, le daría sobre aquella difícil situacion económica mas luz que toda la que podia desprenderse de las notas i so- licitudes que de día en dia llegaban a su mesa de trabajo. 1 | - Nada tan cierto como esta porfiada insistencia de O'Higgins para que se le suministrasen recursos. Por mas esfuerzos que se hubieran hecho a fin de igualar las entradas con los gastos, la verdad es que nada se habia conseguido. El déficit iba en “aumento en medio del mayor clamor de los empleados públi- «cos, de los acreedores del estado i de los particulares, cuyas rentas i cuyos capitales velanse considerablemente cercenados por contribuciones forzosas o erogaciones voluntarias de todo Jénero. El Director Supremo no se daba un punto de reposo para salvar la situacion ni permitia que el Senado se lo diesc, Constantemente estaba pintando la situacion por que atravesa- ba el pais con fúnebres colores. Sobre todo, se detenia en des- 360 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS $ cribir el miserable estado a que se hallaba reducido el ejército- del sur, que mandaba el coronel Freire, ejército que por los sa= crificios que hacia en defensa del pais, merecia ser atendido: | preferentemente i el cual creíase enteramente olvidado, en el fondo del enmarañado teatro de sus glorias. 8 El Senado, sin embargo, habíase puesto desde un principio a la tarea, hasta el punto de que se puede asegurar que a ninguas otro negocio habia consagrado mayor atencion. 3 En una de sus primeras sesiones habia acordado suprimir eb tribunal del consulado í cargos anexos; crear en su lugar un- juez de comercio, i destinar las casas consulares al Senado i al Congreso. En la misma sesion resolvió suspender igualmente-- el tribunal de minería i acordó que las causas de minas se fa=- llasen por un árbitro que nombrarian los interesados. Determi- 3 nó tambien que se redujera el interes de los censos i capella=- nías, adeudado desde 1813, del cinco al tres por ciento, ad condicion de que se cubriese en los seis meses siguientes a la publicacion del acuerdo. Despues de estos scís meses, la reduc--: cion llegaria al cuatro por ciento. Todavía adoptó una medida - de importancia: fué la de pedir al contador mayor una razon puntual, exacta e individual de todos los empleados públicos,. de los puestos que ocupaban i sueldos que percibian. Con la: mira de estudiar la situacion económica, en sus distintos as= pectos, resolvió pedir asimismo a los gobernadores i tenien= tes-gobernadores, una razon de los propios i arbitrios existentes. o imponibles de sus respectivos departamentos. | 3 Todas estas resoluciones i algunas otras de menor importan=- cía, fueron tomadas de acuerdo con el Director Supremo i s p ministro de hacienda, entónces don Anselmo de la Cruz, sien=" do de notar que estos funcionarios asistieron a las deliberación a nes del Senado, en algunas ocasiones. | 4 Empezábase entónces a organizar la espedicion al Perú, d O'Higgins creyó que su presencia cra necesaria a fin de deci dir a los senadores a que autorizasen el cobro de la contribucion: mensual por una lista que habia formado el cabildo. En aten= cion a las urjencias del erario, espuestas personalmente por eb Excmo. Director Supremo, quedó así acordado, con protesta: de revisar esa lista mas tarde i de proyectar otros arbitrios. O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 361 Entre estos nuevos arbitrios, debemos recordar el de prohi- bir la acumulacion de dos o mas sueldos i de ordenar que los artículos que se producian en el pais fuesen gravados con do- bles derechos de importacion. Esta medida tendia tambien a protejer la industria nacional, a lo ménos tal fué el ánimo de sus autores. Con la mira de servir los intereses de los naciona- les i por un espiritu de hostilidad con los estranjeros, propio de aquella sociedad que todavía los consideraba como enemigos, obedeciendo a rancias preocupaciones, acordó igualmente po- ner en vijencia un artículo del reglamento de comercio dictado en 1813, por el cual se prohibía a estos últimos la venta al me- nudeo de mercaderías importadas, al mismo tiempo que hacer el comercio de cabotaje. En sesion de 20 de Noviembre de 1818 se aumentaron los derechos sobre el papel sellado. Este aumento, que tambien seria mayor para los estranjeros que jestionasen en las oficinas públicas, rejiría por un año. La misma duracion tendría un impuesto de medio real que se estableció por carga de leña, carbon o cal. Ámbas medidas habian sido propuestas en la se- sion por el ministro de hacienda. En 30 de Diciembre del mismo año acordóse suspender por seis meses la satisfaccion de los créditos contra el estado, que no dimanasen de compras hechas por el gobierno. Se abonaria un cinco por ciento de interes a los acreedores, en compensa- cion de los perjuicios que recibirian. Dióse cuenta en la sesion de este dia de un oficio del Direc- tor Supremo en que acompañaba una oferta de don Guillermo C. de Northington ¡para prestar al estado diez millones de pe- sos pagaderos despues de un quinquenio por amortizaciones de un millon de pesos al año. El Senado, cauto siempre con el crédito público i aunque persuadido de la necesidad de acudir al empréstito, aceptó este ofrecimiento, pero solo por la suma de tres a cinco millones. Quedó acordado que de dicho .empréstito se amortizaria la cantidad de quinientos mil pesos al año, i se abonaria un ocho por ciento de interes. Este arreglo no se llevó a efecto, porque Northington no consiguió en Estados Unidos los fondos solicitados. El interes tra demasiado bajo para estimular el capital estranjero, mucho 362 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. mas si tenemos presente que el país empezaba apénas a con = tituirse, que la guerra con la metrópoli no se hallaba aun del. todo terminada i el reconocimiento de su independencia por. las naciones estranjeras tropezaba con sérias dificultades. o El gobierno creyó ser mas feliz aceptando una propuesta de Mr. Jeremías Robinson, el cual hallándose en vísperas de re- gresar a su patria (los Estados Unidos), segun lo espuso O'Hig= - gins al Senado, se ofrecia para servir de apoderado o repre- sentante de Chile, al mismo tiempo que tomaba sobre sí el. : compromiso de promover la contratacion de un empréstito por la suma de tres millones de pesos al doce por ciento, El Senado se apresuró a aceptar este ofrecimiento. No debió ser cierto que el referido Robinson se. encontraba listo para regresar a su pais, porque meses despues, presentá- ; base nuevamente al gobierno con una solicitud de privilejio - esclusivo para usar cierta máquina de destilacion que debia im- portar de Estados Unidos. O'Higgins dió cuenta de la solicitud — al Senado, quien otorgó el privilejio, por seis años en vez de | quince como lo pedia el interesado, i con cargo de que éste no. emplease sino operarios chilenos, sin fijarse en que los opera=- rios chilenos desconocian el procedimiento de que se trataba, que precisamente lo que importaba era educarlos, 1 que esto no podia conseguirse sino mediante un contacto frecuente con. “Obreros instruidos, aun cuando fuesen de otras nacionalidades. Por desgracia, icomo lo hemos visto, no fué la anterior la única. ocasion en que los hombres de gobierno demostraron este es-! trecho espíritu de nacionalismo, manifestando con ello hallarse imbuidos en las esclusivistas ideas de la colonia. A El empréstito Robinson tampoco se llevó a efecto. Solo: mas tarde, en 1822, contratóse en Inglaterra uno por la suma de un millon de libras esterlinas, que, representado en billetes emitidos al sesenta i siete i medio por ciento i deducidas diver- sas comisiones, no produjo sino tres millones doscientos mil pesos. o Como se comprende, no fueron suficientes las medidas indi cadas para mejorar la situacion económica, i el Senado, siempre O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 363 «estimulado por la voz de O'Higgins, hubo de continuar des- empeñando la ruda labor que le estaba impuesta. En su afan por procurar toda clase de economías, resolvió sen una ocasion pedir al Director que indicase el número de edecanes que necesitaba para su servicio i decoro personal, i -dirijirse al mismo tiempo a San Martin para que lo instruyese "sobre el número de oficiales que debian formar el estado mayor en campaña. San Martin remitió los datos pedidos i sostuvo -que ese número no podía reducirse. Prodújose con este motivo cierto desacuerdo que terminó fácilmente. Tomáronse en seguida resoluciones mas importantes. Fueron la de reconocer las obligaciones del estado i lo adeudado al “ejército con la promesa de cubrir estos créditos en el término “de seis meses i con hipoteca de todas las rentas públicas; la de reducir los sueldos de los militares en un tercio, con cargo de "reintegro a la tropa, pasado el plazo de seis meses; al mismo descuento se sujetarian los sueldos de los empleados civiles, tambien con cargo de reintegro. Las personas a quienes alcanza- ban estas reducciones quedarian exentas del pago de toda otra contribucion. | Estas graves determinaciones tomáronse "por hallarse ago- tados los arbitrios que se podian tocar para aumentar el erarion 1 aunque parecen haber sido recibidas con ruidosas protestas, “fueron inexorablemente ejecutadas. En el fondo, no se hacia otra cosa que regularizar una situacion enteramente artificial, pues ni el ejército era pagado oportunamente ni los empleados civiles gozaban de la integridad de sus asignaciones. Se debían a “aquél fuertes sumas de dinero i en cuanto a éstos, sufrian un «descuento proporcional en sus sueldos. En adelante las relacio- mes del estado con el uno i con los otros, se asentarian por lo ménos, sobre una base fija. Prohibióse en otras sesiones el endoso de los documentos a «cargo del estado; aumentóse de cinco mil a quince mil pesos la contribucion impuesta al vecindario de la capital; autorizóse la venta de regadores del canal de Maipo, cuyo mínimum se fijó en quinientos pesos por cada uno, ila de cuatro mil cuadras de terrenos adyacentes al mismo canal, que deberian dividirse en híjuelas de cuarenta a cincuenta cuadras; se acordó pedir 364 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS a las colonias estranjeras que viniesen con sus erogaciones. en auxilio de la espedicion proyectada a Lima, encargándose a O'Higgins que las convocara separadamente con este objeto, i se estableció una contribucion mensual entre los miembros del clero secular i entre los gremios de artesanos de la capital. Por mas decision que existiera entre nacionales i estranjeros ] para servir a la causa de la patria, como se decia, los reclamos: 3 contra estas contribuciones, jeneralmente pesadas, eran nume= rosos. Constantemente el Senado tenia que resolver sobre soli=. citudes elevadas para obtener rebajas o exenciones de aquéllas, i constantemente tambien manifestó no encontrarse dispuesta a hacer concesiones de ningun jénero. y Subió a tal punto, sin embargo, esta resistencia, que O' Higgins hubo de dirijirse al Senado pidiéndole que escojitara algunas : medidas para apremiar a los deudores. Se acordó publicar por bando que todos los deudores morosos pagasen en el e de ocho dias, bajo mui sérios apercibimientos. | Una dificultad mucho mayor se suscitó con motivo de la participacion que quiso obligarse a adoptar a los estranjeros en los gastos de la guerra. FE UA Con el objeto de dar un carácter jeneral a las medidas toma- das para gravarlos con contribuciones, o por lo ménos, para. solicitar sus erogaciones, el Senado declaró que los estranjeros europeos i americanos que hubiesen obtenido carta de ciuda- danía, debian pagar la cuota que les correspondiese para ente- rar los trescientos mil pesos destinados a la espedicion liberta= dora, 1 que por lo tocante a los que no se hubiesen nacionali= zado, se les pidiese algun préstamo voluntario. E Cumpliase con este acuerdo, en nada contrario a las reglas internacionales, cuando el Senado, irritado talvez porque la segunda de las medidas apuntadas no producia todos sus efec- tos, resolvió hacer obligatoria entre los comerciantes estranje- ros la contribucion de guerra impuesta a los nacionales, 1 orde - nó que, en caso de resistencia, quedasen sujetos a unos mismos medios compulsivos. Fundóse para adoptar una resolucion que pugnaba con las leyes jeneralmente aceptadas del derecho « di jentes i que tendia a rodear el gobierno nacional de profunda: antipatías entre los paises estraños, en dos reales órdenes spy O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 365 «didas en 1815, esto es, en plena reconquista, por la corona de España. Segun estas reales órdenes los comerciantes estranje- ros avecindados en la península, quedaban sujetos a las mismas contribuciones que los españoles. Como segun lo dispuesto en la constitucion del estado, debemos ser rejidos, decian los senadores, por los mismos códigos que rejian ántes de nuestra independencia, a ménos que pugnen con ella, i como dichas reales disposiciones en nada se oponen a la libertad civil, es Justo que reciban todo su vigor. No se fijaba en que ántes de 1815 el pais había sido de hecho independiente, que en esta virtud se dictó un reglamento de comercio para otorgar a los estranjeros franquicias de que án- tes no gozaban, i que traería profundos perjuicios una reaccion en este sentido, como quiera que lo aislaria del mundo civiliza- do, al modo que lo estuvo la colonia. No se fijaba tampoco en que carecía de lójica al acojerse a inedidas que en la misma España habian sido objeto de sérias protestas, cuando a toda costa queria Chile hacer saber a Europa su resuelta voluntad de desobedecer las leyes españolas. Olvidaba, por último, que cua- “lesquiera que fuesen las prescripciones de la constitucion que invocaba no podian prevalecer sobre las prácticas internacio- nales, i que la cuestion de si tenia o nó facultad para gravar con contribuciones de guerra a los estranjeros debia ser resuelta «con arreglo a esas prácticas i nó con sujecion a las leyes inter- nas del pais. ] Lo que lójicamente debia temerse, sucedió: habiéndose im- partido entre los comerciantes ingleses de Valparaiso una cir- cular para avisarles que suscribiesen un empréstito de cinco mil quinientos pesos, protestaron éstos ruidosamente i llevaron "sus reclamos al jefe de la estacion naval británica 1 a O Higgins, que accidentalmente se encontraba en ese puerto preparando la salida de la espedicion libertadora. Penetrado O'Higgins de la gravedad del incidente dictó el «decreto que sigue: wJustas razones de conveniencia pública i de armonía me han estimulado a determinar se suspendan por ahora ¡ hasta nueva órden, los efectos del decreto de 8 del actual, respecto del modo i forma con que han de contribuir los negociantes 366 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - estranjeros establecidos en la república. 1 en virtud de que para realizar la contribucion de seis mil pesos impuesta a mu-= chos de éstos, habrá llegado talvez el caso de que se les conmi- ne con apremio militar, en los mismos términos que a los demas ciudadanos, i segun el espíritu resolutivo de aquella determina= cion publicada en la Gaceta Ministerzal, número 48; he creido conveniente se alce i descontinúe toda ejecucion, guardia o cualquier medio restrinjido que, para exhibicion de las cantida=. des que les cupieron, se hayan empleado por el senador do Francisco de Borja Fontecilla, comisionado en este ramo. La situacion, en efecto, no carecia de cierta gravedad que justificase esta medida. Los comerciantes ingleses habian ele- vado una representacion escrita al comandante en jefe de las fuerzas navales de Su Majestad Británica en el Pacífico, contra= almirante Shirreff, para hacerle ver las razones en que apoya= ban su resistencia al senado-consulto de 8 de junio i su resuel-. ta voluntad de sufrir cualquiera medida violenta que el gobierno. adoptase contra ellos, confiando en la intervencion del almi= rante para que protejiese sus propiedades i personas. Por su: parte, el jefe ingles, acojiendo esta representacion, se habia dirijido a O'Higgins, en corteses pero enérjicos términos, para. decirle que esperaba firmemente una formal revocacion del de- creto citado. En presencia de tales dificultades, el Sousa LA decia ñ que el reclamo de los comerciantes ingleses, apoyado por el comandante de las fuerzas británicas, carecia absolutamente de fundamentos, pero que no obstante, en obsequio a la buena armonía, suspendia los efectos del senado-consulto de 8 de Junio, hasta que, reconocida por las naciones estranjeras la in- dependencia del pais, se celebrasen los correspondientes trata- dos estables i liberales que designasen los gravámenes, excep* ciones o privilejios recíprocos que se observarian en lo sucesi- “Por este medio, decia el Senado al Ministro de Hacienda, don José Antonio Rodríguez, se realizan las rectas intenciones del Supremo Gobierno, cesan las quejas de los recurrentes, s' consulta su mayor amistad i armonía i quedan a salvo los de rechos del Estado para usar de ellos cuando i como convengan De igual modo que habian suscitado dificultades las atribu: O'”HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 367 ciones impuestas a los comerciantes ingleses, suscitólas la que se estableció entre los miembros del clero, El párroco de Talca presentóse reclamando de ellas a O'Higgins, por considerar que los legos no podían imponer esta clase de contribuciones a los eclesiásticos. Por mas estraña que parezca esta doctrina, ella estaba en armonía con la situacion que las leyes españolas crea- ban a la Iglesia 1 a sus ministros, todos los cuales vivian suje- tos a sus constituciones propias, en las que no admitian que penetrara la mano del Estado, sino con muchas restricciones. Formaban en realidad un estado dentro del Estado. Tal fuerza tenian estos estravagantes principios, que tendían a colocar una clase de ciudadanos sobre las leyes del país, a pretesto de que desempeñaban funciones eclesiásticas, que el Senado no se atrevió a ir francamente contra ellos, no obstante el espíritu de libertad que venia difundiéndose en todas las instituciones, Para solucionar el conflicto, propuso el obispo Cienfuegos un reglamento con sujecion al cual deberian imponerse contri- buciones al clero. El Senado se apresuró a comunicar a O'Hig- gins este reglamento para su aprobacion 1 publicacion. Sin embargo, i en vista de una consulta que le fué dirijida,. declaró poco tiempo despues que era inútil imponer contribu- ciones a los monasterios i demas personas eclesiásticas, pues carecian de bienes para pagarlas, i que ellas debian exijirse de las personas pudientes i de los enemigos de la causa de Amé- rica. Otras medidas que se adoptaron, ademas de las espuestas,, para mejorar la condicion económica, fueron las de aprobar un impuesto sobre el licor i otro sobre las fondas, que no dejó de encontrar ciertas dificultades en Valparaiso, porque, segun lo declaraba el gobernador de este pueblo cada rejidor del cabil- do es dueño de alguno de estos establecimientos. Tan diversos i numerosos como eran estos arbitrios, distaban mucho de satisfacer la exijencias de la situacion. Así, con moti- vo de saberse que se preparaba una nueva espedicion española al Pacífico, O'Higgins dirijióse con una larga nota al Senado para pedirle que no omitiera esfuerzos a fin de crear recursos al 368 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Estado i ponerlo en condiciones de ayudar al Perú ia las Pro= vincias Unidas a conquistar i asegurar su independencia. 3 “En la crísis que nos hallamos, le decía, no debemos andar con paliativos ni contemplaciones. "La guerra que ha sostenido con tanta gloria. el Estado, ha] dejado exhaustas las arcas nacionales; el crédito público no es-. tá bien cimentado i si no hacemos un esfuerzo estraordinario, debo confesar a S. E. que desconfío de la salvacion del pais. Lentamente nos vamos consumiendo hasta que reciba la muerte el cuerpo político en el momento que se le acabe su sangre, que es el dinero. V. E. debe pensar sériamente en crear un sistema de hacienda que sufrague a los urjentes gastos que tenemos que hacer. V. E. no debe ocuparse en otra cosa que de proporcio-. nar recursos para sostener la nueva actitud que vamos a tomar para efectuar esa espedicion al Perú, que yo miro como el eje. sobre que rueda la libertad de América i la felicidad de las je- neraciones presentes i futuras. Las innumerables desgracias que agobiarian a nuestro pais 1 posteridad, la afrentosa muerte que: nos aguardaria, la humillacion de los que sobreviviesen, el opro=' bio que acompañaria a nuestros nombres mas allá de la tumba, la sola idea de que todo esto ha de suceder si no procedemos con actividad ¡i enerjía, despedaza mi corazon, me arranca lá- grimas de sangre í me estimula a poner en conocimiento de V. E. los males que nos amenazan para que, uniendo sus ta- reas a las mías, cumplamos con nuestro primer deber, que es la salvacion del pueblo que ha puesto su confianza en nosotros.” Estas enérjicas i elocuentes palabras, dictadas por noticias alarmantes, que llegaban por distintos conductos, segun las cua- les el reci de España preparaba una nueva i numerosa espedicion para reconquistar sus antiguas colonias, decidieron al >enada ¿ redoblar la actividad que hasta aquí habia gastado, a fin de au mentar las rentas nacionales. Unas: e Arbitráronse nuevas i enérjicas medidas, entre ellas la de « ejer cer una estrecha vijilancia en las aduanas, para evitar el contra: bando, que se hacia en grande escala; la de reformar la tar de avalúos; la de activar el cobro de las contribuciones atrasa das; la de prohibir la importacion de artículos similares; la d imponer fuertes requisiciones para el aprovisionamento del ejér O'HIGGINS 1 El. SENADO CONSERVADOR 369 cito, etc. Púdose, merced a esta activa labor, cuya gloria corres- ponde por igual a O'Higgins i al Senado, organizar un ejército el mejor disciplinado i el mas bien provisto que hasta entónces hubiera defendido la causa de la libertad americana. Conviene recordar que entre esas medidas figura la del cam- bio de ministro de hacienda operado por iniciativa de O'Hig- sins, i con acuerdo del Senado. En sesion de 20 de Abril de 1820 dióse cuenta de un oficio en que el Supremo Director esponia que era indispensable nom- brar “un buen Ministro de Hacienda nó por mal manejo del actual, sino por incompetencia. Segun la constitucion, los se- cretarios de Estado podian ser removidos a voluntad por el Di- rector, il en consecuencia, no tenía éste que pedir opiniones al Senado. Fué de este modo un acto de deferencia de su parte el pedirlas-en la forma espresada. Como quiera que sea, atribuyéndose una facultad de que no estaba investido i que podría considerarse como una tentativa para teñir de cierto parlamentarismo el réjimen existente, acor- dó aprobar la remocion del ministro de hacienda, i proponer en su reemplazo a don José Antonio Rodríguez, don José Igna- cio Eyzaguirre i don Agustin Vial, para que el Director use sir- viera elejir el que le acomodara, en la intelijencia que las buenas luces, los antiguos conocimientos que tienen los tres en materia de hacienda i el concepto público que merecen», darian moti- vos de confianza al Supremo Gobierno. Fijóse O'Higgins en cl primero de los nombrados, en otro tiempo empecinado realista i en la última época una de las per- sonalidades que gozaba de mayor prestijio, así por la iustra- cion en asuntos legales cuanto por los recursos de su injenio fértil, activo i fecundo. Hacia poco habia merecido un voto pú- blico de felicitacion de parte del Senado con motivo de cierto informe que pasara al Gobierno sobre la union del Instituto con el Seminario, mui del gusto de la época por la abundancia de citasi textos de toda especie que lo exornaban. De este modo, llegó a los consejos de gobierno uno de los hombres que mayor influencia ejerció en los últimos años de la TOMO LXXXII 2% a A "MRS 370 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS - administracion O' Higgins, 1 sobre quien pesa la responsabili ] de muchos de los errores cometidos por este ¡lustre chileno. modelo acabado de aquellos doctores 22 utroque, que tendian a desaparecer, venía a dirijir la política económica, i poco di pues, la política jeneral del pais provista de esa aparatosa er diccion que toma de ordinario el lugar de la verdadera cienc aunque dotado al mismo tiempo de una estraordinaria activi- dad i como queda dicho, de un eo agudo i penetrante. AC ROLDAN (Concluirá) AN EL ARBITRAJE INTERNACIONAL EN LA CONFERENCIA AMERICANA DE WASHINGTON ——N— DISCURSO PRONUNCIADO POR DON JOSÉ ALFONSO AL INCORPORARSE EN LA FACULTAD DE LEYES 1 CIENCIAS POLÍTICAS SEÑOR RECTOR: Señores: Llamado por vuestra bcnevolencia a formar parte de esta Cor- poracion, debo considerarme autorizado a pensar que este honor me ha sido discernido, segura i únicamente, por mi consagra- cion al estudio del Derecho, al cual he dedicado en realidad la mayor parte de mi vida. Habré de ver al mismo tiempo en esta distincion un estímulo que me aliente a perseverar en la misma senda que hasta aquí he recorrido, buscando en ese estudio i en su aplicacion a la justicia la satisfaccion de un deber, que si no es siempre grato, ni está excento de sinsabores, puede llenar una de las mas altas ¡nobles aspiraciones del alma humana. La eleccion con que me habeis honrado ha de obligarme tam- bien por otra causa en el mismo sentido. Designado para ocu- par el lugar que dejó vacante un distinguido jurisconsulto, he de tener presente su ejemplo, a fin de procurar merecer como Ari 272 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS -— él la consideracion respetuosa de todos los que se interesan por 3 3 el progreso de las ciencias jurídicas en nuestra patria. 3 Don Jovino Novoa fué en verdad un individuo notable del + foro chileno. Dedicado desde temprano a las delicadas funcio-. nes de la majistratura judicial, supo desempeñarlas con tino i acierto, aprovechando para ello las cualidades de concepcion clara i de recto criterio que lo distinguian, | Habiendo renunciado luego a la majistratura para Medica al ejercicio de la profesion de abogado, que ofrecia mas ancho campo a su actividad, llevó al foro su esposicion fácil i metó- dica, su dialéctica lójica i vigorosa, sus formas corteses ¡ cultas, que hacian de él a la vez que un defensor eficaz de las causas justas, un adversario poderoso en las lides forenses. Las bóvedas del parlamento resonaron frecuentemente con - los ecos de su palabra sonora i convencida. Dilucidando las mas importantes cuestiones de la política i de la administracion económica del pais, dió siempre pruebas de poseer una gran versacion en el manejo de los negocios públicos, i de dedicar as su estudio una atencion sostenida i preferente. | A Al apreciar la labor intelectual de un hombre que se ha en- contrado en la situacion del señor Novoa, hácese forzoso dejar j establecido que no es fácil juzgarla en su desenvolvimiento ni en sus detalles. Repartida en los procesos que duermen en los - archivos judiciales, i en los boletines de sesiones del parlamento; — ejecutada segun las necesidades i exijencias diarias del abogado i del político, naturalmente sin la coordinacion ni el plan que reclama un trabajo metódico; estinguida, junto con la: palabra, en los alegatos verbales pronunciados en las audiencias públicas - delos tribunales, no es posible tomarla en consideracion sino en sus perfiles principales, en las condiciones que resaltan del con- 3 junto. Contemplado en este punto de vista, es justo reconocer : que el señor Novoa llevó siempre a la discusion de las cuestio- nes en que le correspondió ocuparse un entendimiento perspi- caz, una ciencia sólida i un carácter elevado, en que no excluía | la moderacion a la firmeza. e Cúpole la suerte, al terminar su carrera, de desempeñar una importante mision diplomática, en la cual concurrió a llevar a. fcliz solucion una de las mas graves cuestiones internacionales EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 373 que hayan afectado el interes 1 el porvenir de la República. Feliz término, que corona una vida entera de labor consagrada en mucha parte al interes jeneral, Aspiracion ya antigua 1 mui lejítima ha sido la de alcanzar este bien asegurando la conservacion de la paz entre las nacio- nes por medio del establecimiento del arbitraje internacional. El progreso de la civilizacion, el espiritu cristiano en que ésta se funda, el incremento de la riqueza i, como consecuencia, el del bienestar jeneral, aconsejan sin duda de consuno que las difi- cultades internacionales se solucionen, nó por medio de las ar- mas, sino en virtud de la sentencia pronunciada por un tribunal de arbitraje, despues de una discusion tranquila de la contro- versia. Por frecuentes que sean los conflictos bélicos entre las naciones, es de esperar que esta humanitaria aspiracion se es- fuerce en abrirse camino para oponer una valla a los males sin cuento que la guerra trae necesariamente consigo. A obtener este laudable fin se dirijía la lei dictada por el Con- egreso de los Estados Unidos de Norte América en 24 de Mayo de 1888, que autorizó al presidente de esa nacion para invitar a los diversos gobiernos de las repúblicas de Méjico, Centro 1 Sud América, Haití, Santo Domingo, i el entónces imperio, i hot república del Brasil, a una conferencia en la ciudad de Wash- ington, con el objeto de discutir i recomendar, entre otras me: didas, la adopcion de un plan de arbitraje para el arreglo de los desacuerdos i cuestiones que pudieran en lo futuro suscitarse. Todas las naciones independientes de la América, con excep- cion de Santo Domingo, aceptaron esta invitacion, 1 la Confe- rencia Internacional Americana se instaló en dicha ciudad el 2 de Octubre de 1880, i celebró sesiones hasta el 20 de Abril de 1890, habiéndose ocupado en todas las materias para que habia sido convocada. Debe espresarse que atribuyó una impor- tancia especial a la discusion del arbitraje. Al proceder de esta suerte, la Conferencia no hacia mas que conformarse al deseo del Gobierno invitante, el cual, por medio de su órgano mas autorizado, el presidente Harrison, en el dis- curso enviado al Congreso en su apertura el 2 de Diciembre de 1889, se espresaba en estos términos: “si los resultados mer- cantiles que se espera han de seguirse de la Conferencia son dig- 374 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nos de estudio i del grande interes que han inspirado, créese | que el principal de sus beneficios consistirá en encontrar las E mejores seguridades que puedan escojitarse para el manteni= miento de la paz entre todas las naciones de la América, i la re- solucion de sus diferencias por medios que pueda aprobar la ci- vilizacion cristiana... dee AS : Quizas no carezca de interes, i tenga alguna importancia, ma- nifestar la manera como se trató este delicado asunto del ar- bitraje en la Conferencia Internacional de Washington, 1 el re- sultado a que se arribó en su discusion. La materia es entre nosotros poco conocida, así porque no se ha hecho hasta ahora - sobre ella una publicacion completa que la revele en todos sus detalles, como por haber sido tratada en una época en quela atencion jeneral estaba atraida, 1 como embargada, por preocu- paciones gravísimas de mui diverso órden. | Y Al aceptar el Gobierno de Chile la invitacion del de Washing- ton, lo hizo con una reserva considerable, espresando que. concurriria a la Conferencia para buscar en ella z2nicamente la solucion de los problemas comerciales i económicos que se somete= rian a su consideracion. Quedaba así eliminada para Chile la cuestion del arbitraje que, como se ha visto, era el tópico prin- cipal de que debia tratar la Conferencia en sus deliberaciones, segun los deseos del gobierno invitante. 18 Declarándose decidido partidario de que se resuelvan por la obra razonada i pacífica del arbitraje las cuestiones que entre los pueblos se susciten, i manifestando al mismo tiempo queen mas de una ocasion ha demostrado que, no solo teórica, sino prácticamente profesa esta opinion, el Gobierno de Chile señaló a sus delegados, como regla de conducta en'esta materia "gue todavía no ha llegado el tiempo de acordar el establecimiento - del arbitraje sobre un plan definitivo, i que está en el deber de reservarse su libertad de accion para proceder como las cir= > cunstancias le aconsejen en cada caso particular. El arbitraje, - establecido para América sobre un plan definitivo, ademas de hacer sufrir un sério menoscabo a la independencia de los pai- ses, seria ineficaz, siempre que en ocasiones determinadas algu- no de ellos estimara que no le convenia someterse a su deci- SIOD."” : : EdÓS “e on EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 375 No entendia nuestro Gobierno ser el único de los gobier- nos americanos que juzgara con este criterio el arbitraje per- manente 1 Jeneral; sobre todo despues de haber manifestado, con la aceptacion de mas de uno de ellos que “no creia nece- sario concurrir a una conferencia especial para hacer la decla- racion de que someteria siempre a arbitraje las cuestiones que por desgracia se promuevan en el porvenir, ni conveniente para el interes de la República el aceptar la constitucion de un tribunal o autoridad que desde luego pueda atribuirse el dere- cho de resolver cuestiones emerjentes, que ni se preven, ni se calculan,, cualquiera que sea la forma que se dé a semejante tribunal, “recordando al mismo tiempo que de las naciones de Sud América, Chile es seguramente la que en mayor número de veces ha apelado a decidir por medio de sentencias sus difi- cultades internacionales. Desde los primeros pasos de la Conferencia Internacional pudo notarse claramente que esta actitud del Gobierno de Chi- le colocaba a su delegacion en circunstancias poco favorables. Bajo la apariencia de las formas cultas, i a veces engañosas, de la diplomacia, no era difícil notar una corriente de pronunciada desconfianza i retraimiento en su contra. Por una parte re- sistia aparentemente la tendencia jenerosa i simpática encarna- da en la medida que procuraba cimentar la paz perpétua en la América; por otra parte, se separaba, en la materia a que se atribuía mayor importancia, del modo de ver del Gobierno de la poderosa nacion invitante, el cual no podia dejar de sentir cierta molestia al encontrar en su camino este obstáculo opuesto a la realizacion de su idea favorita, i de ser seguido en este sen- timiento por los representantes de los Gobiernos, no poco nu- merosos, que recibian la considerable influencia de su atraccion. Separándose de la regla de procedimiento jencralmente observada en la Conferenciá, que recibia de las diversas comi- siones en que se subdividió los proyectos que se sometian en seguida a su deliberacion, el proyecto de arbitraje no nació de la iniciativa de la Comision de Bienestar Jeneral, a la cual por su naturaleza habria debido corresponder, sino de la iniciativa de los delegados arjentinos i brasileros. Aunque era de presumir, en vista de consideraciones ya 376 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS espuestas, que algun proyecto de arbitraje seria presentado se- guramente a la Conferencia, 1 que se trataría esta matería, ya. en un sentido, ya en otro, la delegacion de Chile no dejó de es-. perimentar alguna sorpresa cuando, en la sesion del 15 de Ene- ro de 1890, se dió cuenta del proyecto referido, del cual no habia tenido ántes cl mas lijero conocimiento, i que, por las “disposiciones que contenia, como luego se verá, se prestaba a sérias observaciones, dada la norma de conducta que reglaba | el criterio de la delegacion en este asunto. Si era claro que no - podia contarse con su acuerdo para la adopcion del arbitraje definitivo i permanente, los autores del proyecto habrian debi- do guardar respecto de ella siquiera la consideracion de corte-: sía de poner en su conocimiento una idea de lo que se iba a proponer a la Conferencia. Antecedentes a que ya se ha hecho alusion, aconsejaban este modo de proceder. 3 El proyecto arjentino-brasilero estaba redactado en los si-. guientes términos: | 8 "ARTÍCULO PRIMERO. El arbitraje internacional es una re- gla de derecho público americano a que se sujetan las naciones representadas en la Conferencia, para decidir, no solo las cues=: tiones sobre límites territoriales, sino todas aquellas en que el arbitraje sea compatible con la soberanía. Ñ 4 ART. 2. “La ocupacion armada de territorios disputados, sin haber intentado el arbitraje, se reputará contraria a las presen= . tes declaraciones 1 a los compromisos aceptados por ellas, pero. no tendrá el mismo carácter la resistencia opuesta a aquellos actos. | | 1000) ART. 3.2 "El arbitraje puede constituirse en forma uniperso=: nal cuando los Estados estuvieren de acuerdo en la cleccion de un solo árbitro; si fuere colectivo, deberá nombrarse igual nú= mero de jueces por cada parte, con facultad de designar un tercero para el caso de discordia. Dicha designacion deberá hacerse en la primera sesion en que se constituya el tribunal.” ART. 4.2 “La eleccion de los árbitros no está sujeta a límites ni esclusiones; puede recaer en cada caso sobre los gobiernos re: presentados en esta conferencia o sobre cualesquiera otros que hayan merecido la confianza de las partes. ba 38 "Pueden tambien ser designadas las. corporaciones científicas EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 377 o los altos funcionarios de los propios Estados o de otros neu- trales. ART. 5. "Las presentes declaraciones comprenden no solo las disidencias que pueda haber en las relaciones futuras de los Estados, sino tambien aquellas que en forma directa se dis- cutan actualmente entre los gobiernos; pero las disposiciones reglamentarias no son aplicables a los arbitrajes ya consti- tuidos.. ART. 6.2 ¡Encaso de guerra, el triunfo de las armas no con- fiere derechos sobre los territorios del vencido. ART. 7.2 “Los tratados de paz que pongan término a las hos- tilidades podrán determinar las indemnizaciones pecuniarias que se deban los belijerantes; pero si ellos contuvieren cesiones O desprendimiento de territorio, no deberán celebrarse en lo que a dichas cesiones se refiera sin la evacuacion prévia del terri- torio del vencido por las tropas del belijerante.. ART. 8.2 “Los actos de conquista se reputan contrarios al derecho público americano, sea como objetivo, o como conse- cuencia de la guerra. Aunque por uno de sus primeros acuerdos la Conferencia In- ternacional estableció que sus sesiones serian secretas, este pro- yecto fué publicado integro al dia siguiente de su presentacion por un diario de Nueva York. Procuróse investigar cómo 1 por quién se habia cometido este acto de indiscrecion, sin obtener- se ningun resultado. Se creyó jeneralmente que él habia obe- decido al propósito de producir desde luego cierto efecto en la Opinion pública. En la misma sesion en que el proyecto de arbitraje fué co- municado a la Conferencia, se resolvió que pasara a la Comi- sion de Bienestar Jeneral para que informase sobre él. Los puntos culminantes de dicho proyecto, relativos a la ma- teria principal en que se ocupa, son los que se contienen en sus artículos 1.21 5.2, segun los cuales el arbitraje internacional debe ser reconocido como una regla del derecho púbiico americano» a fin de que por su medio se decidan todas las cuestiones so- bre límites territoriales, i las demas en que el arbitraje sea com- patible con la soberanía de cada Estado, entendiéndose que este principio comprenderá, tanto las disidencias que puedan 378 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS suscitarse en las relaciones futuras de las naciones americanas | cuanto las que se discutan actualmente entre ellas. o 3 Cabe preguntar: ¿i cuáles son las cuestiones en que el arbi- ] traje no es compatible con la soberanía? El proyecto callaba so=- bre este punto, i no es aventurado suponer que en cl ánimo de - sus autores se dejaba esta apreciacion al criterio de los sobiernos en cada caso especial. La cláusula era vaga i elástica, i ¡ podia d prestarse a las mas diversas 1 hasta encontradas apreciaciones. Hé aquí uno de los escollos con que deben tropezar sieinpre principios de la naturaleza de aquel que intentaba introducir en el derecho público americano el proyecto recordado, principios que, o hacen correr un sério peligro a la independencia i sobera-- nía delas naciones, o tienen que valerse de fórmulas jenerales, que pueden destruir la eficacia de las mismas reglas que se tra- ta de establecer. La otra disposicion, relativa a que el arbitraje comprendida tanto las cuestiones futuras como las presentes, adolecia de dos3 defectos gravísimos e insubsanables. Por una parte, se ponia en pugna abierta con la lei que au- torizó la convocacion de la Conferencia, i que fué esplícita i terminante cuando dijo que ésta tendria por objeto discutir i recomendar, entre otras medidas, la adopcion de un plan de | arbitraje para el arreglo de los desacuerdos i cuestiones que puedan en lo futuro suscitarse. j $ Por otra parte, no se armonizaba con el espíritu que deter= 4 minó la convocacion de la Conferencia, espíritu de confraterni- - s dad i union entre las distintas secciones del continente ameri= cano. No cra el medio mas adecuado de proveer a la realizacion - de estos altos fines el someter a la Conferencia cuestiones pen= | dientes entre los Estados que a ella habian concurrido. Asto lo entendió el Gobierno de los Estados Unidos, cuando por; ce órgano del Secretario de Estado, i en la primera circular diriji- : da para la invitacion, se espresaba en estos términos: “desea especialmente el Presidente se tenga entendido que, al hacer | esta invitacion, los Estados Unidos no asumen el papel de consejero directo, ni se proponen tampoco aconsejar por la voz | de la Conferencia ninguna solucion concreta de las cuestiones | que al presente puedan dividir a algunos de los Estados de la ¡edil incluia Aa 7 EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 379 América. Estas cuestiones no son propiamente del resorte de la Conferencia. Su mision es mas alta. Ella se relaciona espectal- mente con el futuro, sin pretender alcanzar las individuales dife- rencias del presente Una vez en comision el proyecto, i aceptado el principio que le sirve de fundamento, uno de los puntos que dió lugar a los primeros debates fué el que se relaciona con la constitucion del tribunal arbitral. ¿Se formaría éste en cada caso, como lo esta- tuia el proyecto?, o ¿habria un tribunal permanente encargado de decidir todas las controversias, con la autoridad necesaria para hacer cumplir sus resoluciones? Desde cl principio prevale- ció la idea del proyecto, sin que faltaran sostenedores al tribu- nal preconstituido. La mayoría abrigó la conviccion de que si el establecimiento de un tribunal permanente puede ser mui eficaz en el sentido de que el arbitraje no quede reducido a “una palabra vana, sin cerrar los ojos a la evidencia, no es dable desconocer que. miéntras mayor sea esa eficacia, mas grandes serán los peligros a que quede espuesta la independencia de las naciones que se sometan a sus fallos, Como los dias pasaban sin que se llegara a un acuerdo, el Secretario de Estado se propuso tener una reunion privada con las delegaciones chilena, arjentina, brasilera i mejicana, para discutir la cuestion del arbitraje, 1 ver cuál sería la forma que de comun acuerdo se daría al proyecto que en definitiva hubiera de recomendarse a la Conferencia. La reunion tuvo lugar el 19 de Febrero de 1890 en la casa de habitacion del Secretario de Estado. Una reseña sucinta de lo que pasó en dicha reunion dará una idea exacta del estado en que se encontraba el asunto del arbi- traje en la fecha indicada. | Despues de espresar el objeto de la reunion, el Secretario de Estado pidió a uno de los delegados de Méjico que diera cuen- ta de los antecedentes que obraban en su poder, i el delegado dió lectura a un proyecto, que dijo contener en parte las ideas del Secretario de Estado, i en parte las suyas propias, i que en sustancia reconocia al arbitraje como principio de derecho pú- blico americano, exceptuaba los casos de integridad territorial, i daba preferencia como árbitros a los gobiernos americanos. 380 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Uno de los delegados arjentinos, individuo de la Comisi de Bienestar Jeneral, manifestó en seguida que consideraba ; cesario dar cuenta del estado del negocio en el seno de- la C mision, la cual estaba a punto de dar remate a su cometié Agregó con este motivo que el principio del arbitraje obligatorio habia sido aceptado por unanimidad; que se habia cstablecide jeneral i absoluto por seis votos contra uno, que era el suj porque en su opinion debian exceptuarse los casos de indepe dencia i dignidad nacionales; que se habia juzgado que el: cipio debia ser aplicable tanto a los casos futuros, como “presentes, tambien por seis votos contra uno, emitido en contra de la retroactividad; que no se habia creido conveniente que se establecieran preferencias en favor de ciertos árbitros; que alga se habia hablado de mediacion 1 de buenos oficios, sin que $ o 3 Discutida la retroactividad, el delegado arjentino obser que nada se oponía a su aceptacion desde que se trataba de una regla de mero procedimiento, cuya aplicacion inmediaté todos los casos de conflictos no podria traer sino e 10 beneficiosos. : e 4 3 La delegacion chilena, que, en materia de tim principio jeneral, habia sostenido que era peligroso i difícil pecificar los casos de excepcion, se opuso por su parte A l EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 381 público entre las naciones, no podia considerarse propiamente como una simple regla de procedimiento; que no rejía en el Derecho Internacional el precepto de la lejislacion civil, que, en jeneral prescribe la inmediata aplicacion de las leyes proce- sales; i que, por fin, su gobierno rechazaba de una manera pe- rentoria la retroactividad, porque, mezclándose la Conferencia en los asuntos pendientes, daria a sus acuerdos un carácter ex- traño a la indole elevada en que por la conveniencia jeneral debian inspirarse. El secretario de Estado se pronunció tambien en contra de la retroactividad. El mismo secretario de Estado manifestó en seguida, sino se- ria provechoso combinar la mediacion con el arbitraje, de ma- nera que pudiera emplearse la primera cuando surjieran tro- piezos para establecer el segundo. Agregó que en todo caso debia propenderse a celebrar un acuerdo unánime, puesto que solo así tendría prestijio lo que determinara la Conferencia; que él aceptaba una limitacion al principio absoluto del arbi- traje, el cual era claro que no podia tener aplicacion en todos los casos. Supóngase, por ejemplo, dijo, que la España reclama- ta la devolucion «de la Florida, fundándose en que, a su juicio, esta provincia debia existir aun en su poder, o que la Fran- la exijiera la entrega de la Luisiania, sosteniendo que Napo- eon Ino pudo enajenarla. Es claro, agregó, que los Estados Unidos no consentirian en que semejantes reclamaciones fueran sometidas a arbitraje. La delegacion de Chile se apresuró a manifestar que le pa- 'ecia mui aceptable la combinacion de la mediacion con el ar- oitraje; que esta idea habia sido ya objeto de sus meditaciones, que consideraba que seria mui útil que en los casos de conflicto: udiera intervenir un tercero, amigo de los contendientes, por- jue así se daría tiempo a la discusion, ise procuraria que los Spiritus recobraran su tranquilidad, pasando los primeros i mas eligrosos momentos de calor i efervescencia. Seria, por lo: anto, fácil conservar de este modo la paz, fin primordial que erseguia la Conferencia. La delegacion brasilera hizo presente, por su parte, que su 10bierno aceptaba el arbitraje absoluto en todos los casos, com 382 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS la sola excepcion de los que envoivieran una ofensa de: cho; i que, aun cuando habia suscrito el proyecto presenta la Conferencia, la que acababa de espresar era la idea definit que tenia encargo de sostener. Como se ve, no era fácil satisfacer los deseos del Gob que habia convocado a la Conferencia; i la conformidad de. niones en las bases capitales del proyecto se desvanecia como miraje. | | Aunque en la susodicha reunion solo se encontraban repre: sentados cuatro de los paises que concurrieron a la Conferenci se ha visto que, en órden al alcance que debia darse al prin« pio jeneral del arbitraje obligatorio, 1 a su propio estableci- miento, surjieron en ella tantos pareceres como delegacione Por tres de éstas se pretendia respectivamente exceptuar, ya los casos de integridad territorial, ya los de independencia dignidad nacionales, ya simplemente el caso: extremo de las ofensas de hecho; i por la de Chile, se sostenía la convenienci ! de no establecer el principio, i de reservar a cada pais su libe tad de accion en esta materia. : No se produjo mas acuerdo respecto de la retroactividad, q tenia en su contra, ademas del dictámen de las delegacion chilena 1 mejicana, el del Secretario de Estado. La delegacion de Chile, poniendo de relieve los inconvenie tes de un arbitraje definitivo i absoluto, en cualquiera form porque no podia aceptar ninguno, se concretó a defender 1 ventajas de la mediacion, por motivos que mui luego. dirán. | Como la reunion en casa del Secretario de Estado no tu carácter de reservada, conocida que fué por las otras deleg ciones, dió lugar a reclamos i quejas, que determinaron aquel funcionario a celebrar con ellas otra reunion informal, cual se verificó el 26 de Febrero. Como.les manifestara que objeto de la junta era conversar sobre el arbitraje (del mism modo que en la reunion precedente), i les indicara la conv niencia de llegar en esta delicada materia a un acuerdo un nime, aceptando la limitacion de la independencia e integrida territorial (en lo cual el Secretario de Estado habia modificad en parte sus idcas), fué opinion unánime de todas las delegá- EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 383 nm <«4 > >—— 2 AAA ¡ciones presentes reconocer el principio jeneral i absoluto, sin limitacion alguna. Se sostuvo por una de ellas que, aun en cl caso de la independencia, era preferible el arbitraje a la gue- rra, lo que fué aceptado por todas las demas, salvas lijeras re- servas hechas por uno solo de los delegados. A pesar de esta uniformidad de pareceres en el mayor nú- mero de las delegaciones, el acuerdo completo se hacia esperar. Se continuó haciendo privadamente esfuerzos para conseguirlo, hasta que en la sesion del 9 de Abril, despues de una larga i trabajosa elaboracion, se presentó por la Comision de Bienestar Jeneral el proyecto definitivo sobre que debia pronunciarse la Conferencia. Dicho proyecto, compuesto de diecinueve artículos, dice tex- tualmente: “ARTÍCULO PRIMERO. Las Repúblicas del Norte, Centro i Sud América, i la de Haití, adoptan el arbitraje como principio de derecho internacional americano para la solucion de las di- ferencias, disputas o contiendas entre dos o mas de cllas, “ART. 2.2 El arbitraje es obligatorio en todas las cuestiones sobre privilejios diplomáticos, límites, territorios, indemniza- ciones, derechos de navegacion, i validez, intelijencia 1 cumpli- miento de los tratados. "ART. 3.2 Es igualmente obligatorio, con la limitacion del artículo siguiente, en todas las demas cuestiones no enuncia- das en el artículo anterior, cualesquiera que sean su naturaleza ¡ objeto. "ART. 4.2 Se exceptúan únicamente del artículo que prece- de, aquellas cuestiones que, a juicio esclusivo de alguna de las naciones interesadas, comprometan su propia independencia. En este caso, el arbitraje será voluntario de parte de dicha nacion, _Tobligatorio para la otra parte. "ART. 5.2 Quedan comprendidas dentro del arbitraje las cuestiones pendientes en la actualidad, i todas las que se susci- ten en adelante, aun cuando provengan de hechos anteriores al presente Tratado. | "ART. 6.2 No pueden renovarse, en virtud de este Tratado, Tas cuestiones sobre que las partes tengan celebrados arreglos definitivos. En tales casos, el arbitraje se limitará esclusivamen- 384 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS te a las cuestiones que se susciten sobre la validez, a i cumplimiento de dichos arreglos. A "ART. 7.2 La eleccion de árbitros no reconoce límites ni pre ferencias. El cargo de árbitro puede recacr, en consecuencia, sobre cualquier Gobierno que mantenga buenas relaciones con: la parte contraria de la nacion que lo escoja. Las funciones ara bitrales pueden tambien ser confiadas a los tribunales de 13 Ha cia, a las corporaciones científicas, a los funcionarios públicos sean o nó ciudadanos del Estado que los nombre. 5 “ART. 8. El Tribunal puede ser unipersonal o colectivo. Para que sea unipersonal, es necesario que las partes elijan el árbitro de comun acuerdo. Si fuere colectivo, las partes podrán: elejir en comun los árbitros. Á falta de acuerdo, cada nacion que representa un interes distinto, tendrá derecho de nombrar un árbitro por su parte. 3 "ART. 9.2 Siempre que el tribunal se componga de un ho mero par de árbitros, las naciones interesadas designarán un árbitro tercero para decidir cualquiera discordia que ocurra en- tre ellos. Si las naciones interesadas no se pusieren de acuer la eleccion del tercero, la harán los árbitros nombrados por ellas, S, “ART. 10. La designacion i aceptacion del tercero se verifica: ran ántes de que los árbitros principien a conocer del asuntc sometido a su resolucion. ES E "ART. 11. El tercero no se reunirá con los árbitros para 8 .- mar tribunal, i su encargo se limitará a decidir las discordias : aqueilos, en lo principal i en los incidentes. "ART. 12. En caso de muerte, renuncia o impedimento so- breviniente, los árbitros i el tercero serán reemplazado por otros nombrados por las mismas partes, del mismo modo que lo fue: ron aquellos, "ART. 13. El tribunal ejercerá sus funcionesú en el lugar signado por las partes; i si ellas no lo designaren, o no estuv sen de acuerdo, en el que el mismo tribunal escojiere al efect “ART. 14. Cuando el tribunal fuere colejiado, la accion de la mayoría absoluta no será paralizada o restrinjida por la inasis tencia o retiro de la minoría. La mayoría deberá, por el contraric levar adelante sus procedimientos, i resolver el asunto sometid a su consideracion. EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 385 o “ART. 15. Las decisiones de la mayoría absoluta del tribunal colectivo constituirán sentencia, asi sobre los incidentes como sobre lo principal de la causa, salvo que el compromiso arbitral exijiere espresamente que el laudo sea pronunciado por unani- midad. “ART. 16. Los gastos jenerales del arbitraje serán pagados a prorrata entre las naciones que sean parte en el asunto. Los que cada parte haga para su representacion i defensa en el juicio, serán de su cuenta. "ART. 17. Las naciones interesadas en la contienda formarán en cada caso el tribunal arbitral, de acuerdo con las reglas es- tablecidas en los artículos precedentes. Solo por mútuo i libre consentimiento de todas ellas, podrán separarse de dichas dis- posiciones para constituir el tribunal en condiciones diferentes. "ART. 18. Este Tratado subsistirá veinte años contados desde la fecha del canje de las ratificaciones. Concluido este término, continuará en vigor hasta que alguna de las partes contratan- tes notifique a las otras su deseo de que caduque. En este caso, continuará subsistente hasta que trascurra un año desde la fecha de dicha notificacion. "Es entendido, sin embargo, que la separacion de alguna de las partes contratantes, no invalidará el tratado respecto de las otras. "ART. 19. Este tratado se ratificará por todas las naciones que lo aprueben, conforme a sus respectivos procedimientos constitucionales; i las ratificaciones se canjearán en la ciudad de Washington el dia 1.? de Mayo de 1891, si fuere posible. “Cualquiera otra nacion puede adherir a este Tratado, 1 ser tenida como parte en él firmando un ejemplar del mismo, i de- positándolo ante el Gobierno de Estados Unidos, el cual hará saber este hecho a las otras partes contratantes. Poniendo frente a frente el proyecto arjentino-brasilero i el de la Comision de Bienestar Jeneral, puede verse que este últi- mo, en el que parece predominar un pronunciado espíritu abo-= gadil, da mas desarrollo a los preceptos reglamentarios, deter- mina especificamente los casos en que el arbitraje será obliga- torio, cambia el de excepcion, i propone la celebracion de un verdadero tratado. Ambos proyectos coinciden en cuanto a la TOMO LXXXII 25 386 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS incorporacion del principio del arbitraje obligatorio en el dere- cho público americano, i en cuanto a la retroactividad, la cual, aparece, sin embargo, mas acentuada en el segundo de dichos proyectos. La Comision suprimió los últimos atico lOs del proyecto de los delegados para convertirlos en un proyecto distinto, que se denominó de el2minacion de la conquista en América. Nótase en el proyecto de la Comision esta particularidad, e debe tenerse presente para su cabal intelijencia: en el artículo 2.? enumera varias cuestiones en que el arbitraje es obligatorio, i- agrega en el artículo siguiente que lo será tambien en todas las demas no enunciadas, con la limitacion contenida en el artí- culo 4., que se refiere a la excepcion de independencia. De aquí : resulta que la regla del artículo 2.” es jeneral i obligatoria, sin li- mitacion ni excepcion alguna, porque el caso de considerarse comprometida la independencia solo está salvado respecto de las. cuestiones que espresa el artículo 3.2 1 como el artículo anterior | enumera las cuestiones sobre privilejios diplomáticos, límites, te- rritorios, indemnizaciones, derechos de navegacion, ¿ validez, inte= lijencia i cumplimento de tratados, es evidente que con esta dis- pasicion se hacia obligatorio el arbitraje para casi todas las: dificultades que entónces existian, o pudieran en lo futuro pro= moverse. | Dice el artículo 6.* que no pueden renovarse, en virtud de este Tratado, las cuestiones sobre que las partes tengan ya ce- lebrados arreglos definitivos. En tales casos, el arbitraje se li- mitará esclusivamente a las cuestiones que se susciten sobre. validez, intelijencia i cumplimiento de dichos arreglos.. No hai: necesidad de demostrar que la regla del primer inciso está des-. truida por la excepcion contenida en el segundo: basta para adquirir esta certidumbre, leer las dos partes del artículo i com=: pararlas entre sí. Conforme a la una, los arreglos definitivos son inamovibles, i conforme a la otra, deben dar lugar a arbitraje si se promueve cuestion sobre la validez, intelijencia o cumplimien-, to de dichos arreglos. Con esta segunda disposicion no puede ha- ber seguridad de que ningun tratado quede firme i en pie, por q mas que la primera establezca lo contrario. Que uno de los con= tratantes diga que una cláusula le ofrece dudas en su intelijen= EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 387 cia, que otra cláusula adolece de defectos que obstan a su validez, o que una tercera no se puede cumplir, el tratado se hará litijioso ¡ habrá que someter la controversia a arbitraje. De esta suerte, no puede haber nada sólido ni estable en materia de arreglos entre distintos paises, no existiendo en el Derecho Internacional regla alguna establecida en órden a la prescripcion. No se com- prende como ha podido convenirse en que solo dependa de la voluntad de la nacion que no esté contenta con los arreglos ya consumados, ponerlos de nuevo en tela de juicio. Agréguese “a esto que el artículo 2.2 ya habia establecido que el arbitraje es obligatorio siempre, sin excepcion alguna, en las cuestiones que se promuevan sobre la validez, intelijencia i cumplimiento de los tratados. Despréndese además de estos antecedentes, que si llegare a suscitarse alguna dificultad sobre la cesion de territorios, como: los de la Florida i la Luisiania, olos de Tejas i Californta, o so- bre la de cualesquiera otros, ella deberia necesariamente ser ob- jeto de arbitraje, tanto porque se trataría de una cuestion sobre territorios, cuanto porque el respectivo arreglo consta de trata- dos, todo conforme a la disposicion del citado artículo 2.2 De esta suerte, con el propósito, sin duda, mui laudable, de cimentar sobre bases sólidas la paz en la América, no se haria otra cosa que abrir la puerta a un semillero eterno de litijios, a controversias inacabables, puesto que ningun tratado, ningun arreglo podria considerarse como definitivo. Por otra parte, dándose al proyecto de la Comision de Bic- nestar Jeneral la forma de un tratado, se pretendia establecer un precedente que pugnaba con la naturaleza de la Conferencia. Desde sus primeros actos quedó convenido, por acuerdo unáni- me de todas las delegaciones, que no tomaría resolucion alguna, ni siquiera celebraria acuerdos sobre las materias que habian sido objeto de su convocacion, i que se limitaria a formular dictámen sobre ellas, quedando al arbitrio de cada delegacion recomendar a su Gobierno lo que reputara mas útil i aceptable. Por esto recibió el calificativo de Conferencia, i nó el de Cox- greso, distincion que el Secretario de Estado consideró siempre muy importante, i sobre la cual insistió mas de una vez para evitar confusiones. De aquí que se entendiera siempre que los 388 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS — eS votos emitidos en el seno de la Conferencia no imponían com- y promiso ni obligacion de ninguna especie: todo lo cual hacia verdaderamente inexplicable que se diera forma de tratado al proyecto de arbitraje. En presencia de esta situacion, 1 despues del exámen de un proyecto, que reagravaba los inconvenientes del que habia sido presentado por los delegados arjentinos i brasileros, el procedi- 3 miento que tenia que observar la delegacion de Chile se encon= traba clara i precisamente demarcado. La mision que se le ha- bia encomendado estaba limitada a buscar en la Conferencia únicamente la solucion de los problemas comerciales i econó- micos que se sometieran a su consideracion. Verdad es que esta rigorosa norma de conducta, en virtud de la cual no le era líci- to siquiera discutir otra clase de asuntos, hubo de ser modifica- da en el sentido de autorizarle para dar las esplicaciones que — estimara oportunas, 1 para proponer la mediacion en lugar del arbitraje, en virtud de las observaciones que hizo presentes la delegacion a su Gobierno encaminadas a manifestarle que su prescindencia absoluta en él asunto del arbitraje hace mui dificil su situacion en la Conferencia. Al abrirse el debate sobre el proyecto, la delegacion de Chile, haciéndose el intérprete fiel de las ideas de su Gobierno, esplicó con la mas completa franqueza los motivos que lo obligaban a no aceptar dicho proyecto, i a no tomar siquiera parte en la vo- tacion. El principio del arbitraje no merecia sino sus aplausos, como que es uno de los medios mas humanos i mas conformes a la civilizacion para solucionar las controversias internaciona= les. No podia, sin embargo, aceptarlo con su carácter jeneral i obligatorio, porque este carácter adolecia, a su juicio, del gran defecto de contrariar la índole propia de ese principio. Chile ha= bia acudido con frecuencia al arbitraje, i estaba firmemente de- cidido a acudir a él en lo sucesivo. Pueblo trabajador, vive de la paz, la necesita para su progreso i desarrollo, i no divisa mas - que dolorosas perturbaciones en la guerra; pero un arbitrajeje- neral i obligatorio, o es una hermosa ilusion, o un peligro cons- tante, 1 en cualquiera de estos dos aspectos no podia ser acep= ] tado, A Lo mas grave para los delegados de Chile, lo que espec EL ARBITRAJE INTERNACIONAI, 389 mente les aconsejaba aun abstenerse de votar el proyecto, fué que se atribuyó efecto retroactivo a las disposiciones sobre arbitraje, en tales términos que no habria cuestion alguna que no pudiera ser renovada, merced a su arbitrio, contrariando manifiestamente una de las bases de la convocacion de la Con- ferencia; i todavía que se pretendiera revestir al proyecto con la forma de un tratado, que la Conferencia no podia tampoco acordar. Segun el criterio del Gobierno de Chile, era preferible la me- diacion al arbitraje convenido en esas condiciones, i fundando esta opinion, tenian sus delegados el honor de decir a la Con- ferencia Internacional: "No siendo posible hacer desaparecer de entre las naciones, como de entre los individuos, el choque de intereses encontra- dos, que tienen su orífjen en la naturaleza de las cosas, en la condicion misma de la humanidad, uno de los ideales de la civilizacion será, sin duda alguna, hallar el medio de resolver las dificultades que orijinen a satisfaccion de las partes conten- dientes. "Una sentencia arbitral podrá ser la última palabra de una controversia, pero no destruirá siempre el jérmen que la ha producido. Por regla jeneral, una de las partes se considerará perjudicada con ella, i no es temerario presumir que la causa del desacuerdo permanecerá latente. "Es una verdad, que no necesita demostracion, que una sen- tencia no producirá nunca, en la solucion de las diferencias, de cualquier jénero que sean, los mismos benéficos resultados que el acuerdo voluntario celebrado amistosamente, sobre todo si se considera que aquélla puede mui bien no conformarse en ocasiones con los principios de justicia, i conculcarlos alguna vez. "Se observará, sin embargo, 1 con razon, que no es fácil llegar siempre a un acuerdo voluntario í amistoso. "Para tales casos será útil escojitar algun arbitrio que facilite el deseado acuerdo, un arbitrio que, acercando a las naciones que se encuentran en desavenencia, permita nuevas delibera- ciones, o dé lugar a la prolongacion de las existentes. "A juicio de la delegacion de Chile, este arbitrio lo suminis- tra la mediacion.. 390 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS “La mediacion de un gobierno, amigo de ambas partes, des- A interesado en la contienda, animado de un espíritu de rigorosa imparcialidad, ofrece la inapreciable ventaja de dar tiempo a la reflexion, permitiendo considerar con mas calma el asunto | controvertido. La mediacion puede ademas contribuir, a falta de un arreglo directo, a facilitar eficazmente la constitucion del arbitraje. En su esfera de accion caben todas las soluciones pa- cificas posibles. “A virtud de estas consideraciones, el gobierno de Chil es- tima la mediacion, en las condiciones que acaban de espresarse, como una de las mejores medidas que se puedan proponer pa o la conservacion de la paz... La delegacion de Chile creyó que debia limitarse a consig- nar estas ideas en la esposicion de motivos que presentó sobre. el arbitraje. Sabia que era inútil formular con ellas una indica- cacion o un proyecto, que no habria alcanzado favorable acojida - en la Conferencia. El proyecto de la Comision de Bienestar Je-- neral llegaba acordado casi por unanimidad, como pudo verse mui pronto, cuando fué puesto en discusion. Se puede decirque | no dió lugar en realidad a un debate verdadero, siendo aproba- do por los votos de todos los delegados, ménos los de Chile que: se abstuvieron de votar, i los de Méjico que votaron en contra | de algunas de sus disposiciones, i en favor de otras, con ciertas reservas. La delegacion mejicana era de parecer que a la salvedad Pr lativa a las cuestiones que comprometen la independencia, de- bia agregarse la de las cuestiones que afectan de una manera | directa el honor í la dignidad nacionales; que la enumeración contenida en el artículo 2.2 era innecesaria, desde que el artícu= lo 3.2 se referia en jeneral a todas las controversias; que estos artículos eran ademas contradictorios, ya que una cuestion te- d rritorial podia comprometer la independencia, ¡entre tanto, por afectar al territorio, debia decidirse necesariamente en arbitraje, - 1 por comprometer la independencia, el procedimiento que debia - observarse para resolverla quedaba subordinado a la voluntad. + de la nacion interesada; que no convenia comprender en la re- gla las dificultades pendientes, notándose cierta oposicion entre el artículo que sanciona la retroactividad i el artículo siguiente EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 391 que lo complementa 1 lo esplica. En conclusion, la delegacion mejicana hacia varias observaciones a las reglas segun las cua- les debia constituirse el Tribunal arbitral, i sostenía que la lei que autorizó la convocacion de la Conferencia no facultaba a ésta para celebrar un tratado, sino solo para discutir los diver- sos asuntos especificados en dicha lei. El proyecto de arbitraje fué aprobado, salvas lijeras varian- tes, que no modificaban su sentido, en la misma forma en que lo habia presentado la Comision de Bienestar Jeneral, Como complemento del proyecto de arbitraje, la Conferen- cia prestó en seguida su aprobacion al proyecto, a que se ha hecho referencia, que se denominó de eliminacion de la conques- ta en el derecho público americano. Este proyecto dice asi: “ARTÍCULO PRIMERO. El principio de conquista queda eli- minado del derecho público americano durante el tiempo que esté en vigor el tratado de arbitraje. "ART. 2.2 Las cesiones de territorio que se hicieren durante el tiempo que subsista el tratado de arbitraje serán nulas, si se hubieren verificado bajo la amenaza de la guerra, ó la presión. | de la fuerza armada. "ART. 3.2 La nacion que hubiere hecho tales cesiones ten- drá derecho a que se decida por arbitraje acerca de la validez de elias. "ART. 42 La renuncia del derecho de recurrir al arbitraje hecha en las condiciones del artículo segundo. carecerá de va: lor í eficacia. Íntimamente ligado con la cuestion del arbitraje, este pro- yecto debia contar, como contó, con la abstencion de los delegados de Chile, quienes bien pudieron observar que cra incomprensible que se eliminara el principio de conquista del derecho público americano cuando semejante principio no era reconocido por nadie. Pero creyeron que en este asunto no de- bian presentar ni aun esposicion de motivos que esplicara su conducta. | ¿Habrá avanzado mucho el derecho público americano con la obra de la Conferencia Internacional de Washington? Debe ser permitido dudarlo, sobre todo si, contemplando sucesos que 392 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS se han desarrollado posteriormente, se observa con profunda. tristeza que dificultades internacionales, que han podido solu- cionarse por medio de una indemnizacion, o sea la materia que mas se presta a ser objeto del arbitraje, han sido ocasionadas, por el contrario, a producir un verdadero conflicto. Para que el deseo de vivir en paz se convierta en un hecho, no es indis- _pensable la existencia de pactos i convenios ajustados con to-- das las formalidades que el derecho público requiere. Parece que deberia bastar el espíritu de confraternidad i de concordia, que inspiró sin duda la convocacion de la Conferencia Internacional, ¡ que debe suponerse racionalmente cuando es sincero, que está sobre todas las convenciones. Si ese espíritu no es bastante, o. mas bien, si no es mas que una palabra vana, que se olvida en la primera ocasion que se presenta, ¿de qué servirán los trata- dos que no se apoyan en un propósito firme i decidido de con- servar la paz? Miéntras las relaciones de los Estados america- nos no descansen en la base inconmovible de la justicia i de la equidad, todo será en ellas precario e incierto, cualesquiera que sean los pactos de arbitraje en que haya podido convenirse, Otra consecuencia que se desprende de lo que queda rela- cionado, es que, dada la naturaleza de la mision confiada a: da: Conferencia Internacional, que solo podia discutir, deliberar so= bre los asuntos sometidos a su consideracion, pero no resolver. nada sobre ellos, habria sido oportuno dar mas libertad de ac-" cion a los delegados de Chile, que en virtud de lo dicho no: podian contraer ningun compromiso, i debian limitarse a reco mendar a su gobierno las soluciones que creyeran mas conve- nientes, De este modo, no habrian aparecido como un obstáculo: al ¡ogro del deseo mas vivamente acariciado por el gobierno invitante, i por los delegados de casi la totalidad de los gobier- nos dela América, lo que era conveniente evitar; i en definitiva, cl resultado habria sido el mismo que se obtuvo, dados el ca: rácter jeneral ¡ absoluto con que se aprobo el arbitraje, su efecto retroactivo, i la forma de tratado que se le atribuyó. SN -JosÉ ALFONSO EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 393 : l p r Í L i Ñ E h 5 4 L ¡ E ¡ Contestacion del señor don José Antonio Lira SEÑORES: Fausto para las Academias fué siempre el dia de la incorpora- a de un nuevo individuo, que las traiga jeneroso concurso 1 », esforzado, llene la fila raleada por la accion destructora del! empo. Designado yo por el señor Decano de la Facultad de yes 1 Ciencias Políticas de la Universidad de Chile, os doj, se-. rr Alfonso, a nombre 1 en representacion de ella, la bienvenida, el entusiasmo del compañero, en la esperanza de que os go- iéis en este campo abierto a las gratas espansiones del estudio,. no de sí a esas rencillas que allá afuera dividen a los herma- , Campo que nosotros tenemos el encargo de hermosear a costa. nuestros comunes esfuerzos. Si para el progreso de la Patria han sus buenos hijos, en toda sion, de procurar el avenimiento de los cindadanos todos a fin e que nadie se dispense o salga escluido de la-comun labor; si los. pos en que nos ha cabido la dicha de ser chilenos, mas que de nuestra historia, nos imponen el grato deber de estrechar- in resistencias para salvar de un sinnúmero de escollos a la ública que, en desiguales combates, nuestros hermanos, mas: que nosotros, redimieron de ominoso, execrado despotismo: e 1 hoi mas, en este recinto debe ser uno nuestro anhelo, eul-- desarrollar la ciencia, adoctrinar con esmero 1 rectitud a enes, en quienes esperamos venturoso porvenir. Las con- as de las distintas escuelas en que se fracciona el inseguro: o saber, no turban, no dañan a la ciencia; ántes aquilatam edad 1 la confirman patentizando el error. isto es que en estos instantes recordemos al aventajado esta- 1e nos regocijemos de verle suceder por no ménos distin= hombre de saber, de esperiencia i de trabajo. 394 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS caciones en el plácido hogar, ya defendiéndolo en el ejercicio de la. noble cuanto pesada carrera del foro, ya, con ilustrado criterio, * aplicándolo, durante un tercio de siglo, a la decision de contien= das por preciados intereses, ya contribuyendo a dictarlo desde la. patria Lejislatura, ya acudiendo con la mira de ampliarlo a un Congreso Internacional, ya esponiéndolo en revistas 1 en un libro * bien pensado sobre la lei comercial, que no se queda en un es clusivo pais, si se dilata por el ámbito de la sociedad de los Es- tados. 3 Habeis disertado sobre un hermosísimo ideal que interesa en lo mas vivo a los individuos 1 a las Naciones, especialmente a las que, en los albores de la vida, deben acumular avaras todas sus fuerzas, sin distraer una sola, atentas a cimentar su estabilidad, a conseguir pronto su cabal desarrollo. ¡Felices los pueblos, cuando ' disfruten de paz segura! ¡Felices, cuando no tengan ante los ojos el. espectro fatídico de la horrorosa guerra! ¡Felices, cuando puedan recibir a los diplomáticos sin zozobras, dudando, si entre los plie=- gues del manto de finjida amistad, traerán escondidos los propóS dj sitos o la declaracion de destructoras hostilidades! ¡Tristes nues-. tros tiempos que, privados de tanto bien, talvez deta para. siglos futuros, ni siquiera lo divisan en lontananza! Y Impedir toda guerra entre cualesquiera Naciones, 1 mas entre: las jóvenes hermanas, que aun sin reconocerlo viven en comuni= dad de intereses, que disfrutan de una misma forma de gobiern > popular, mas adelantada que la de viejos Estados; traer la paz por medios que no la rompan, es problema dificilísimo, i mas cuant . que para su resolucion ha menester supuestos acaso irrealizable: 3 El arbitraje aparece como depresivo de la dignidad, como una séria amenaza contra la soberanía, si de antemano se deja nombrada la! persona física o moral, o tan siquiera el modo de designarla, que: ha de fallar en la contienda, con las impresiones que la dominen; 0; dejenera en utopía, si los contratantes se guardan para designar € arbitro cuando les ocurra la interrupcion, cuando los cnvuelvan las! dificultades, cuando ya les falte la voluntad de ponerse de acue do con su rival. Con razon, pués, la Delegacion de Chile en Nort América disintió de los que ponian en el arbitraje sus esperanzas 1 avisora propuso combinarlo con la mediacion; la cual, aislad: tampoco está exenta de inconvenientes, como quiera que 1 EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 395 ' E. terquedad del enojo puede hacer desoir las mas cuerdas 1 acepta- bles insinuaciones de solícita amistad. > El Congreso, o llámesele Conferencia de Washington, cuya in- 'teresante relacion acabais de desenvolver, fracasado como ciento 1 tantas tentativas en el mismo propósito, acaso sirve para negar hasta la posibilidad de que, alguna vez, pacten las Naciones del “orbe, siquiera las de una civilizacion, ni aun las de un mismo con- tinente, como medio de ahorrarse las contiendas armadas, el resol- 'yer sus dificultades por el razonado 1 tranquilizador arbitraje. | La timidez misma con que fué propuesta la idea hasta por los 'que parecian prohijarla con ardiente amor, apartando los casos en que alguno de los agraviados creyera. comprometida la honra o la integridad de la Nacion, la hacian nacer sin viabilidad. Principio, tésis que vacila, que en su propia espresion declara su insuficien- cla, a sÍ mismo se condena, a nadie 1 para nada satisface. ¿Acaso las guerras sobre puntillos de honra nacional, en cuya apreciación ¡tanto influye la vana vocinglería, serán siempre justas para que se las dé libre paso? ¿Por ventura la guerra para mantener unas u otras fronteras seria de éxito mas seguro, de ménos temibles estra- ¡gos? La conservacion de unas cuantas varas de territorio, talvez “injustamente, aunque de antiguo poseidas ¿valdrá tanto que haga arrostrar los albures de las inciertas armas? ¿No es verdad que un ¡árbitro sereno hallaria fácilmente la fórmula que, en la engañosa 'ebiqueta internacional, dejara quietas las susceptibilidades de uno E otro pueblo? | Grato es consignar aquí que Chile ha procedido en esta ma- ¡teria con mayor fijeza, queriendo el arbitraje, en una u otra forma, como medio jeneral para no venir a guerra con las repúblicas her- 'anas; 1 procurando, desde el principio, la Union Americana, sobre ¡anchas 1 firmes bases. Me permitiréis recordar al caso algunos por- ¡| Menores, La Memoria de Relaciones Esteriores presentada al Congreso ¡de 1844 por el respetable estadista don Ramon Luis Irarrázabal, se ocupa en manifestar la conveniencia de reunir un Congreso de Plenipotenciarios Americanos, que, entre otros arreglos ordenados ala Union, a la paz, al comercio, dictase disposiciones que evitaran toda guerra entre americanos, sustituyendo en su lugar, obliga- ¡torios, medios pacíficos para cortar las desavenencias que les ocu- Y. | o o 396 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS rrieran. «En las controversias sobre límites o sobre otros derechos que se susciten entre los cenfederados», dice la Memoria, «seria de desear que se sometiesen previamente al arbitraje del Cong (uno que proponia de Plenipotenciarios Americanos). .. Relativa- mente a... la guerra civil, juzga el Gobierno que la Confede cion no deber ia mezclarse en ella sino como mediadora, cua: las partes contendientes solicitasen o aceptasen sus buenos ofici No suelen los pueblos apresurarse, gozando dela paz, a arbi medios de resolver tranquilamente las contiendas que mas ta les compliquen:; suele la prevision de los gobiernos ser estima por la inconsciente opinion pública, como reveladora de vil mi Levantáronse en Chile voces contra las cuerdas previsiones € Memoria: i así debió de ser en otras repúblicas, pues el proyecte no pasó de un bello 1 laudable propósito. Y No desistió Chile de aprovechar las amplitudes de la pa para no caer en las estrecheces de la guerra. El 15 de Setiembre de 1856, el Ministerio de Relaciones Esteriores, señor don Ant nio Varas, firmó en Santiago con los Plenipotenciarios del Ec dori del Perú, señores Aguirre i Zegarra, un tratado destinad ser del continente sud-americano, de estrecha union, que esta cía un Congreso de Plenipotenciarios, el cual se reuniria a lo nos cada tres años i que, al decir del artículo- 21: «... tendrá recho i representacion bastante para ofrecer su mediación... caso de diferencias entre los Estadós contratantes; 1 ninguno € ellos podrá dejar de aceptar dicha mediacion.» Así establ ésta, el Congreso de Plenipotenciarios quedaba, en cierto 1 constituido árbitro de la contienda; así con seguridad se e naba la guerra entre los contratantes i los que en lo sucesiv hiriesen. 48 No se ratificó este tratado, que, le Tripartito, no llenaba. objeto: 1 las potencias signatarias, que invitaron a las repúbli de América, vieron defraudadas sus esperanzas. Gobierno hu que, en 1562, negó la fraternidad de Hispano-Ámerica, burló de la Union Americana, se jactó de estarse unido a. pa con víneulos mas estrechos que a las antiguas colon España, que declaró sin embozo recelar de la América 1 1no t cosa alguna de Europa, ni de ninguno de sus Estados: ¡eso d ante la invasion de Méjico por las armas francesas, cuando EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 397 con ha sangre de los 08 a en unos mismos para traer a la vida los varios Estados de la tierra de dientes las discusiones a que dió oríjen el Tratado Triparti- e acudió, representado por un estadista de la mayor fama, r don Manuel Montt, al Congreso Americano que se reunió | a en 1864, con la mira de formar estrecha e indisoluble A A Li redee: bil dota ATI Y JS! UD A NA, 0 LR 00 DO OA A O A VO UA UG Lc Y A DC MA UA A O A SD A pl S + E (49) S (qu) =— 7 (y S , , a 3%: = S pay) =S O ao) (SP E ZL 3 Oy O E = ai y [ (q) e O (e) Y a) Ci O sE ay l] 2 ae» tas colonias, tampoco habia de realizar sus propósitos, falto curso de varias naciones sud-americanas: bien sabemos que ¿juntaron Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador 1 Perú. a diplomático presentó a la Asamblea un proyecto de Tra- todos establecian el arbitraje obligatorio, 1 los mas, la me- . El del señor Arosemena, por Colombia, preceptuaba: «no n jamas a la guerra como medio de terminar sus diferen- or el del señor Montt, artículo 1.% las naciones contra- e garantian mútuamente su soberanía, independencia e d; se debia reunir, artículo 10, una Asamblea de Plenipo- americanos cada dos años; 1 se establecia, artículo 3.”: 'erencia que desgraciadamente se suscitare entre algunos - iados fuere por causa no comprendida en el presente , Ninguna... podrá ocurrir a las armas, ni ejercer, ni zar actos de cala u hostilidad; 1 la decision será some- juicio de un árbitro nombrado de comun acuerdo. Si las no se avinieren en el... árbitro, lo nombrará la Asamblea tenciarlos.) ntable es el egoismo que apartó a algunos Estados de C u de formar, en circunstancias tan propicias, una union a llamaban sus antecedentes, sus luchas coetáneas por la dencia, a veces en ejércitos formados indistintamente con de unas 1 otras, sus intereses concordes, su misma los fervientes votos de sus fundadores 1 los trabajos emprendidos para realizarla. 398 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Chile no paró aquí. A invitacion de su Encargado de a en Bogotá, señor don Francisco Valdés Vergara, se cclebráR él i el Ministro de Relaciones Esteriores de Colombia, señor dor Eustacio Santamaría, una convencion de arbitraje, con fecha 3 d , Setiembre de 1880. Su artículo 1.2, que es el sustancial, d la letra: «Los Estados Unidos de Colombia 1 la Repúbl Chile contraen a perpetuidad la obligacion-de someter a arbitr cuando no consigan darles solucion por la vía diplomática, controversias 1 dificultades de cualquiera especie que pue suscitarse entre ámbas naciones, no obstante el celo que const temente emplearán sus respectivos Gobiernos para evitarlas.» — Chile aprobó esta convencion celebrada ad referendum. F demas naciones hispano-americanas fueron invitadas a reu en Panamá el año siguiente, para tratar de este asunto i de 1 otros que les parecieran convenientes. Á excepcion de 0 ¡ el Paraguai, todos aceptaron la invitacion, la mayor parte, a diendo calorosamente la idea del arbitraje para todo caso 1 todos los Estados. > Es curioso ver cómo el Ministro de Relaciones Esteriores misma república que en 1862 habia negado la comunidad d tereses en Hispano-América, aceptando esta vez la convencion arbitraje, le enrostra no estenderse a otros puntos de intere neral para América, 1 cómo indica precisamente los mismos a. se consagró el Congreso de Lima de 1864. Don Bernardo de góyen, en nota de 30 de Diciembre de 1880, dijo: «Bolivia 1 ( estipularon solemnemente el arbitraje; ¡ sin embargo de este: sujerido por la prudencia i refrendado por la fraternidad, fu libradas a las armas diverjencias que no afectaron en suo el honor ni la dignidad de aquellas naciones.» Análogo re lanza contra Chile en su contestacion el entónces secreta Relaciones Esteriores del Perú don Pedro José Calderon, e de 4 de ese mes; enrostrándole que se hallaba moralment do a no hacerla guerra al Perú. ¡Cómo se terjiversa todo! raba la República Arjentina que los pactos formados por para establecer anticipadamente el arbitraje en América, - sido resistidos por ella misma i así llevados a la ineficacia? para Calderon un hecho desconocido el que su patria se EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 399 E E A A la guerra contra Chile sin tener otra causal que un tratado secre- to de liga para agredirle? - Complace recordar aquí que el Ecuador, aceptando el pacto 1 la invitacion, aprovechó la oportunidad de hacer mas notorio un deseo mul humanitario de su Constitucion Política: «En toda negociación para celebrar tratados internacionales de amistad i comercio, se propondrá, dice esa Carta, que las diferencias entre las partes contratantes deben decidirse por arbitramento de po- tencia o potencias amigas, sin apelar a las armas.» | Dificultades políticas de algunos Estados, tan frecuentes en el Nuevo Mundo, i la frialdad de otros, impidieron la reunion del ( ongreso; 1 así no valia ratificar la convencion de 3 de Setiembre. y Comparando las ideas 1 los esfuerzos precedentes con los de la Conferencia cuyos propósitos 1 pormenores habeis revelado ¡qué profundo contraste entre los diferentes tiempos 1 los varios hom- bres que han intervenido en un mismo punto de interes comun! ¡( ómo aquellos que resistieron a la invitacion de Chile 1 combatie- ron las ideas que él proponia, se convirtieron en apóstoles con- vencidos de las mismas, apénas llegados a Washington! Es que aquí trataban algunos de sorprender a Chile 1 malquistarle con otros Estados. Bien lo revela el ardor con que el emisario arjen- tino insistia, en'la poderosa República, en tomar acuerdos que condenaran actos de Chile, que le privasen de la justa compen- sacion de los sacrificios soportados en una guerra de que no fué ausa. Mas, podia Chile descansar sin temor en la perspicacia 1 tino le la persona enviada a Washington: no le cojerian en las redes wdidas por los que se procuraban ventajas revolviendo el mar de la opinon pública, que algunos saben aquietar. ¿No es de esperar que se establezcan, poderosos 1 eficaces, me- los tranquilos para asegurar la paz entre las Naciones; la guerra stallará miéntras existan intereses opuestos, que aprecian diver- amente las cosas 1 alteran hasta las doctrinas. Ménos de esperar es ello en la época presente, de transicion de a otro réjimen, que trae inciertas a las Naciones, aun no ave- s en las bases ni con las prácticas de gobierno ántes no esta- lecidas por la humanidad. La condicion transitoria en que se 400 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS hallan hoi los hombres que invisten el poder puna la cua preciosa garantía de que la autoridad no dejenerará en despotis la bebido de la política, aun en aquellos Estados que cons van al monarca vitalicio i hereditario, pero rodeado de ministr «que le amengúiien el poder; la propension de ver la opinion públic en los gritos de la demagojía irresponsable, sin atender a la y irascriela de la persuacion i del razonamiento; todo al presente que tanto en otros respectos aventaja al pasado, convence de « no son nuestros tiempos los que han de establecer el réjimen d de S << H la paz. Vos, apreciado colega de Facultad, habeis vuelto los ojos a punto de donde puede venir el bien deseado, ho solo Accl lo vuestro concepto, trascribiendo tambien el del señor Secretario de Estados Unidos de Norte América; vos 1 él habeis Dl a que evitar las guerras, establecer la paz, es concordante con . civilizacion cristiana; 1 yo creo que puedo agregar que eso no l hacen de sí las Naciones; fruto es ello de la civilizacion crisis A Domine el espíritu del cristianismo de lleno en las leyes 1 en 1 8 prácticas de los pueblos; 1 la humanidad podrá consagrarse p completo a las fecundas tareas de la paz, aprovechándolo todé para su engrandecimiento, sin obstáculos para su prosperidad. L demas son espresiones fugaces del odio o de la simpatía de ur instante, sin fundamentos fuertes para resistir al golpe destructor | de viles momentáneos intereses. :3 S1 con pena he recordado las resistencias de la emulacion i las as transformaciones de encubierta odiosidad, que por saciarse pos- pone bellos ideales, compláceme terminar con las palabras ( de un: Nacion especialmente sabia, vigorosa i que ha lidiado sin timid d ces por la libertad, conceptos que, a mi ver, condensan las razo: que en la humanidad crían las alianzas i sin cuya virtud no pue ménos que mantenerse el antagonismo. El señor don Eustacio San tamaría, contestando al Ministro de Estados Unidos de Nort América sobre el pacto de arbitraje de Bogotá, le decia en 1 de 14 de Enero de 1881... «Precisamente con Chile es con q1 este pais ménos temor tiene de desavenencias. . . el lejítimo org que Colombia ha sentido siempre en vista de la prosperidad esa república hermana, la admiracion con que ha contemplad sólida paz de que ha gozado, 1 las grandes 1 sinceras simpatías CN EL ARBITRAJE INTERNACIONAL 4£OI se ha captado entre la jente pensadora de Chile por su ica, audaz 1 constante en favor de los principios libera- m sin la Convencion citada, si no imposible, por lo mé- isima, cualquiera causa de séria desavenencia entre los JOsÉ ANTONIO LIRA Miembro de la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas - ; IMPERFECCIONES a AS PTE PO a AI NR Ve GA AL A. 0 10517 JOER (0 A OA Y SS A UC LR A | A TC EA Ú y F ¿RATAS MANIFIESTAS DE LA EDICION AUTÉNTICA A DEEICODICO CIVIL CHILENO IES —— o — (Continuacion) RIA 1492 derecho del acreedor que fallece en el intervalo entre el ) condicional 1 el cumplimiento de la condicion, se tras- us herederos; i lo mismo sucede con la obligacion del , regla no se aplica a las asignaciones testamentarias, donaciones entre vivos. creedor podrá impetrar durante dicho intervalo las pro- 'ncias conservativas necesarias. regla de que el que contrata para sí contrata tambien para ederos, no está consignada de una manera espresa en ma del Código; pero ella se deduce de varias disposi- tre las cuales se pueden citar, a mas de la contenida culo precedente, las de los artículos 951 i 1097. revisto en el inciso primero del artículo 1492 mere- nente una resolucion especial. 404 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. La circunstancia de ser el contrato condicional i de que Código en varios artículos (1485, 1486, 1820) dé a entender pendente conditione no hai vínculo alguno entre los contratan hacia necesario que el lejislador determinara espresamente si contrato subsistia o nó para los herederos, en caso de fallece er una de las partes. El Código ha optado por la can sin hacer diferendí cuando la condicion es suspensiva o resolutoria. En uno i otro caso, la regla es la misma. Ahora bien, el inciso segundo del artículo 1492 dice que dl precepto contenido en el primero no se aplica a las asignad nes testamentarias ni a las donaciones entre vivos. ¿Es esto efectivo? j Tratando de las asignaciones testamentarias condicionales, ya el Código habia hablado sobre esta materia, como puede verse en el artículo 1078. E ART. 1078 “Las asignaciones testamentarias Loja condicion suspensi no confieren al asignatario derecho alguno miéntras pende condicion, sino el de implorar las providencias conservat necesarias, E “Si el asignatario muere ántes de cumplirse la condicion, trasmite derecho alguno. e : 3 “Cumplida la condicion, no tendrá derecho a los frutos per: cibidos en el tiempo intermedio, si el testador no se los hubi espresamente concedido. Pero obsérvese que este artículo se refiere únicamente a | trasmision del derecho del acreedor i solo habla de cond SUSPEnsiva. puede trasmitir derecho alguno a sus herederos, puesto qu t davía no se le ha deferido la asignacion. Nadic puede trasmitir lo que no tiene. Hasta aquí, pues, nada hai que objetar a la disposicion € inciso segundo del artículo 1492. q y IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 405 3 | Mas no se puede decir lo mismo si la condicion que grava la asignacion es resolutoria. En este caso, el asignatario puede trasmitir la asignacion a sus herederos, como lo manifiestan los artículos 1079 i 751; de modo que ya en este punto no hai exactitud en el espresado inciso. Esto es por lo que concierne a los derechos del acreedor o asignatario que fallece pendente conditione. Queda ahora por examinar lo que acontece con la obligacion del deudor, esto es, de la persona que debe prestar la asignacion. ¿Es trasmisible dicha obligacion a los herederos? Sin duda alguna, como puede verse por el ejemplo siguiente. - Supóngase que Pedro ha muerto dejando por único heredero a Juan, i disponiendo que se den mil pesos a Cárlos, si éste se recibe de abogado. Estando pendiente la condicion, muere Juan i su herencia pasa a Diego. ¿Tendrá éste obligacion de entregar los mil pesos a Cárlos en conformidad a la disposicion testamentaría de Pedro? o Precisamente, puesto que Diego ha adquirido la herencia de Juan con este gravámen. Por lo tanto, la regla del inciso primero del artículo 1492 se aplica tambien en este caso a las asignaciones testamentarias a pesar de lo dicho en el inciso segundo. -Análogas observaciones podrian hacerse respecto a las dona- siones entre vivos, que no he tomado en cuenta por no compli- ar i alargar la materia, ART. 1496 El pago de la obligacion no puede exijirse ántes de espirar plazo, sino es, "1.9 Al deudor constituido en quiebra o que se halla en no- ria insolvencia; | o Al deudor cuyas cauciones, por hecho o culpa suya, se n estinguido o han disminuido considerablemente de valor, 1 406 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Pero en este caso el deudor podrá reclamar el beneficio del p! a- zo, renovando o mejorando las cauciones.. 3 Don Andres Bello, en el Códzgo de su uso pS ha de- jado una nota al márjen de este artículo, en la cual advierte que el número 2.2 no está en armonía con el ártículo 2417.. Y Don José Bernardo Lira, en su opúsculo titulado Códago Ci- vil. —Necesidad de su revision, reproduce la anotacion hecha por Bello, dando a entender que considera justa la observacion, 8 No obstante, basta leer ambos artículos para convencerse de. que no tienen nada que hacer uno con otro, 3 El 2417 está concebido en estos términos: ART 2407 “El comunero puede, ántes de la division de la cosa comun, hipotecar su cuota; pero verificada la division, la hipoteca afec= tará solamente los bienes que en razon de dicha cuota se adju- diquen, si fueren hipotecables. Si no lo fueren, caducará la hi-- poteca. ca “Podrá, con todo, subsistir la hipoteca sobre los Pas Y dicados a los otros participes, si éstos consintieren en ello, i asf constare por escritura pública, de que se tome razon al márjen de la inscripcion hipotecaria. ] ¡dEl 3 Inútilmente se buscará el desacuerdo que hai entre este a tículo i el 1496. Es indudable entónces que don Andres Bello ha querido tefe e- rirse en su nota a otro artículo, que ha citado equivocadamen Recorriendo las diversas disposiciones relacionadas con el artículo 1496, he encontrado, desde luego, una que no está el armonía con este artículo, j A Léase el artículo 2427, i se verá que es éste el que Bello 1 querido indicar. | | Este artículo dice así: Q ¿ABE, 2427 “Si la finca se perdiere o deteriorare en términos de no. suficiente para la seguridad de la deuda, tendrá derecho € IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 407 Á _ _— acreedor a que se mejore la hipoteca, a no ser que consienta en que se le dé otra seguridad equivalente; i en defecto de ambas pe , podrá demandar el pago inmediato de la deuda líquida, aunque esté pendiente el plazo, o implorar las providencias conservativas que el caso admita, si la deuda fuere ilíquida, ondicional o indeterminada.» Como puede notarse fácilmente, el Cód¿go no distingue aquí ntre si la pérdida o deterioro de la finca hipotecada se ha pro- Bucido o nó por hecho o culpa del deudor. En uno ¡otro caso, el acreedor tiene derecho a que se mejore la hipoteca, a no ser que conszenta en que se le dé otra seguri- dad; i en defecto de ambas cosas, podrá demandar, ántes de es- pirar el plazo, el pago de la deuda líquida. - Miéntras tanto, segun el artículo 1496, para que el pago de la obligacion pueda exijirse, ántes de la espiracion del plazo, al deudor cuyas cauciones se han estinguido o han disminuido sonsiderablemente de valor, es menester que estos accidentes se hayan verificado por hecho o culpa del mismo deudor, quien podrá todavía reclamar el beneficio del plazo, renovando o me- orando las cauciones. En consecuencia, si las cauciones se han estinguido o han disminuido de valor sin hecho o culpa del deudor, el artículo 1496 no permite que se reclame el pago de la obligacion ántes de >spirar el plazo; al reves de lo que sucede en el artículo 2427. Se dirá talvez que este último artículo se refiere únicamente la hipoteca, esto es, a una caucion especial, al paso que el od consigna una disposicion jeneral, relativa a toda clase de lones. Es cierto; pero esto no bastaria para esplicar por qué el lejis- idor ha resuelto de un modo tan diverso casos que tienen fanta 1 analojía entre sí. Por otra parte, para que se vea mejor la inconsecuencia del ódigo, conviene determinar el verdadero alcance del número " del artículo 1496. ¿De 8 cauciones ha querido hablar el lejislador en este 408 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS fianza, pues no seria fácil imajinar un caso en que el fiador hu Li biera caído en insolvencia por hecho o culpa del deudor. Por lo demas, en su lugar respectivo el Códzg0 ha determin do cómo ha de procederse cuando el fiador caiga en insolvencia, sin hacer distincion entre sí ésta se ha orijinado. o nó por hecho o culpa del deudor. El artículo 23409, se limita a decir lo siguiente: ART. 2349 “Siempre que el fiador dado por el deudor cayere en insol= vencia, será obligado el deudor a prestar nuevas fianzas... Por lo que toca a la prenda, obsérvese que ella está en poder. del acreedor; de modo que es difícil que se estinga o Da de valor por hecho o culpa del deudor. 9 Debo advertir tambien que, al ocuparse en este contrato e prenda, el Código ha resuelto dos casos O en a pS plazo. : ' Estos casos estan consignados en los artículos 2391; 1 2401 SA que copio en seguida: ART. 2391 “Si el dueño reclama la cosa empeñada sin su consentimien- to, i se verificase la restitucion, el acreedor podrá exijir que le entregue otra prenda de valor igual o mayor, o se otorg otra caucion competente, i en defecto de una'i otra, se le cu pla inmediatamente la obligacion punceen pS eds pla C pendiente para el pago... ART. 2406 peñada pasa al acreedor por alq título; IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 4009 mI cuando en virtud de una condicion resolutoria se pierde el dominio que el que dió la cosa en prenda tenia sobre ella; pero el acreedor de buena fe tendrá contra el deudor que no le hizo 4 saber la condicion el mismo derecho que en el caso del artícu- lo 2391... Por lo espuesto, se verá que el número 2.2 del artículo 1496 no tiene mucha aplicacion relativamente a la prenda. En la hipoteca, por el contrario, la finca hipotecada queda en manos del deudor, que puede destruirla o deteriorarla; por con- siguiente, en este caso podrá ocurrir con mas frecuencia la si» tuacion contemplada en el citado número, Esto mismo hace, pues, que sea mas palpable la falta de ar- monía notada entre los artículos 1496 i 2427. 3 Ántes de pasar a otra materia, quiero llamar la atencion ha- E cía el número 1.2 de este artículo 1496. ¿Por qué habla aquí el lejislador del deudor constituido en quie- bra, a quienel Códivo de Comercio somete a reglas especiales? Solo los comerciantes pueden ser declarados en quiebra; de modo que necesariamente este deudor ha de ser comerciante i como tal debe estar sujeto a la lejislacion mercantil. =- Siel Código Civil se hubiera redactado con posterioridad al de Comercio, de seguro que el número 1.2 del artículo 1496 no habria mencionado al deudor constituido en quiebra. -—I ya que he analizado este artículo 1496, advertiré que en el “inciso primero hai una errata, pues donde dice s2xo, debe escri- ¿birse sz 2o, como dos palabras. - RITA AO "El deudor puede renunciar el plazo, a ménos que el testa- dor haya dispuesto o las partes estipulado lo contrario, o que la anticipacion del pago acarree al acreedor un perjuicio que por medio del plazo se propuso manifiestamente evitar. "En el contrato de mutuo a interes se observará lo dispuesto en el artículo 2204.. 410 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Don Andres Bello tampoco encontraba armonía entre l in- 3 ciso primero de este arículo i el número 3.2 del rESs que se es- presa de este modo: - ART. 1600 “La consignacion debe ser precedida de oferta, i para que la oferta sea válida, reunirá las circunstancias que siguen: E "1,2 Que sea hecha por una persona capaz de pagar; a 2,4 Que sea hecha al acreedor, siendo éste capaz de recibir el pago, o a su lejítimo representante; 3 13.2 Que si la obligacion es a plazo o bajo condicion suspen- : siva, haya espirado el plazo o se haya cumplido la condicion; | 14.2 Que se ofrezca ejecutar el pago en el lugar debido; 15.2 Que el deudor ponga en manos de un ministro de fe una minuta de lo que debe, con los intereses vencidos, si los E 4 hubiere, i los demas cargos líquidos; comprendiendo en ella una descripcion individual de la cosa ofrecida, i supliéndose, en. caso necesario, la falta del'ministro de fe por el subdelegado o inspector del lugar en que debe hacerse el pago; 16,2 Que el ministro de fe o el subdelegado o inspector en su caso estienda acta de la oferta, sao en ella la antedicha. minuta; ) 3 17,2 Que el acta de la oferta esprese la respuesta del acreedor. o su representante, i si el uno o el otro la ha firmado, rehusado. firmarla, o declarado no saber o no O a í | Como se ve, miéntras el artículo 1497 permite en ciertos ca= sos al deudor la renuncia del plazo, el número 3.2 del artícu. lo 1600 rechaza absolutamente el pago por consignacion cuan- . do la obligacion es a plazo i éste no ha espirado todavía. ART. 1 504 . "Si perecen todas las cosas comprendidas en la obligacion alternativa, sin culpa del deudor, se estingue la obligacion. “Si con culpa del deudor, estará obligado al precio de cual IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 4TI quiera de las cosas que elija, cuando la eleccion es suya; o al precio de cualquiera de las cosas que el acreedor elija, cuando es del acreedor la eleccion. Segun los principios jenerales que rijen en esta materia, si las cosas comprendidas en la obligacion alternativa han pere- cido por culpa del deudor, éste quedará obligado a satisfacer al acreedor, no solamente el precio de una de ellas, sino tambien los perjuicios que hubiere ocasionado con el no cumplimiento - de la obligacion. | El Código, sin embargo, habla en este artículo únicamente del precio ino de los perjuicios; pero no hai razon para supo- ner que se haya querido apartar de la regla jeneral. _——— ARE. ISOÓ - 5"En la obligacion facultativa el acreedor no tiene derecho para pedir otra cosa que aquella a que el deudor es directamen- | te obligado, i si dicha cosa perece sin culpa del deudor i ántes de haberse éste constituido en mora, no tiene derecho para pe- dir cosa alguna. Al tratar de las obligaciones alternativas (artículos 1499 i siguientes), el Código no ha hablado para nada de la mora, ¿No se ve por qué ha querido tocar este punto en el artículo 1506, diciendo a este respecto algo incompleto, como puede observarse leyendo el artículo 1547, que está concebido en estos términos: AS 47 "El deudor no es responsable sino de la culpa lata en los tratos que por su naturaleza solo son útiles al acreedor; es onsable de la leve en los contratos que se hacen para bene- ) recíproco de las partes; i de la levísima, en los contratos en l deudor es el único que reporta beneficio. a MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS "El deudor no es responsable del caso forinit a ménos que se haya constituido en mora (siendo el caso fortuito de aque- llos que no hubieran dañado a la cosa debida, si hubiese sido entregada al acreedor), o que el caso fortuito haya sobrevenido por su culpa. 3 “La prueba de la dilijencia o cuidado incumbe al que ha debido emplearlo; la prueba del caso fortuito al que lo alega. "Todo lo cual, sin embargo, se entiende sin perjuicio de las - disposiciones especiales de las leyes, i de las cons es- presas de las partes. | Es indudable que el inciso 2. del artículo precedente debe E referirse tambien a las obligaciones facultativas. : No habria razon para no hacerlo así; i sin embargo, el artícu- lo 1506 da a entender que no debe aplicarse la regla que ahí se contiene, cuando la pérdida de la cosa ocurra durante la mora del deudor, sin distinguir si el caso fortuito es o nó des aquellos que hubieran dañado a la cosa debida, si hubiese sido entregada al acreedor. | Habria sido preferible que en este la en lugar de la frase que viene eo de la palabra perece, se hubiera dicho algo como esto: u,..se seguirán las reglas jenerales relativas a la pérdida de la cosa que se debe. " ART 1521 Pd A "Si la cosa perece por culpa o durante la mora de uno de los. deudores solidarios, todos ellos quedan obligados solidariamen= te al precio, salva la accion de los codeudores contra el culpa= ble o moroso. Pero la accion de perjuicios a que diere lugar | la culpa o mora, no podrá intentarla el acreedor sino contra el deudor culpable o moroso... - Por consideraciones análogas a las que acabo de hacer al tratar del artículo 1 506, habria sido mejor que el Código o hubiera hablado de la mora en este artículo 1521. 9 IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 413 En tésis jeneral, la pérdida de la cosa que se debe, ocurrida te la mora del deudor, trae consigo la obligacion de pagar ecio de dicha cosa i los perjuicios; pero esta regla no es oluta, como ya se ha visto. : / MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES Profesor de Gramática castellana en el Instituto Nacional 31 e AM mn EA A Pes=r=erereorererserorsererereos lets isis ieislslslelejojs A Ss o [gs We NUEZ : =% $ %=% == === 0 y SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT z QUE LA ECUACION x"+y"=z2" NO TIENE SOLUCION EN NÚMEROS ENTEROS x, y, z 1 SIENDO n>2 —= lso — LRD A A DARIA MAA MS A LA AA + O 0 9 A A UA Y LC A a O RIA o A SO BA AL sar A (A LG ULA AA | O A O ML UU e << (Conclusion) III Recordamos que hemos hecho las trasformaciones de 4./, es- resadas en (25) i (27), con el objeto de poder determinar con 1ayor facilidad la congruencia (16) | H'"s=0 mod =, para los dos casos de 1=1 i =2 mod 3. Se tratará de demos- ar jeneralmente, en cuanto sea posible, que no puede tener la congruencia M1'5=N mod x en ninguno de los casos encionados. Necesitamos valernos para esto de un teorema, perteneciente a teoria de las “formas binarias cuadráticasn (F***RREXEE) (2, 1,2)=21? + 21y + 2y? pes HEEE Véanse «Vorlesungen úber Zahlentheorie von P. G. Lejeune— richlet, 3te Auñlage $ 70» o cualquier tratado de la teoria de los números. 416 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS del determinante 1? —2.2=— 3 se dejan representar solame números 272, compuestos de números primos impares tales q que sean cada uno=1 mod 3.1 E De aquí resulta que por la forma 1? +xy+y? o, lo o: es lc mismo, por a? +ab+60? no pueden ser epciOs números praEs impares =2 mod 3 o múltiplos de estos números. 4 A causa de este teorema se hace mas fácil el tratamiento del caso 1=2 mod 3, porque se sabe, desde luego, que no hai ni 67 meros capaces de satisfacer a la congruencia 5 a? +4ab+6?2=0 mod zx, en tal caso, así que resta para la consideracion de Zo'=0 mod mn, segun (26), solo Y, [(a+0)?,40]=0 mod » Lo análogo sucede, en el caso de 2=1 mod 3, respecto d valores de a 10 que no satisfacen a a? +ab+b?=0 mod z= porque se reduce 7,/=0 mod z, segun (24), a W[(a +b)?,26]50 mod » Pero aquí puede ser tambien de aib cdo valores para los cuales sea | 3 a? + ab+062?=0 mod x=, caso que merece un tratamiento especial. . Empecemos por este caso mas complicado, suponiendo n= mod 3 14? +ab+02=0 mod zx. Siendo a=8”, b=h* se puede sacar de la congruencia ESE +/09=0 mod z2 primero la otra loan +grhr + fi2n=0 mod 7? lo que se deduce del modo siguiente: SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 417 ll l Enel desarrollo de (9? +24-+12*)", siendo 1 un número primo, e la suma de 94 g7/" 4/2 i ademas una funcion de g /h multiplicada por 1; vamos a demostrar que IN EE ER == SE EEE TE E ng? + gh4 2). 6; (29) ignando por ¿ una funcion racional e integra de y i ». Ve- pamero que 27 +g"/" 4h” es divisible por y? o h2, que desaparece 2" +2"/2" +2, siendo 9? +2/-+/1?=0. ha 3 as go+gh+ lo =—É g—h lá la relacion P o; ga=hi=00g=/ or ser ahora /=1 mod 3, 1, por eso, 1» —1=0 mod 3, será BI O NI A y a a AAA MT OI A O A ad e 0 1 o O € UA A Y A ld VA Lo E O UL lc hs + por consecuencia, 4 A, O ÍA Hen rara ata? + 2h +/%)= 0 E Justificada así la ecuacion (29), se sigue de la congruencia (28), licándola a (29), que | (2? +2 +/?)"=0 mod z, ngruencia que, segun la teoría de las congruencias binomiales tiene sino una sola raiz, por ser 1 el máximo divisor comun l esponente n idel módulo 7, disminuido en 1,0 sea de 2—I. sta raiz única no puede ser otra que E 2? +2+h?*=0 mod x, o de aquí se desprende 6 (9? +gh41*9=0 mod n* or eso, resulta de la ecuacion (29) la congruencia eo" grtgrie+lm=0 mod n? ae +ab+b2=0 mod n? TOMO LXXXII | 26 418 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Luego será, en el caso de 2=1 mod 3, para -g*4+gh+/h?=0 mod x=, segun (24), Hola? +ad4+0%)?Y[(a+0)?, ab]=0 mod nt: (3H Resulta, pues, de la forma (12”) de la ecuacion (12), a saber: nabl H + H,G4+H,¿G?H 0 + HO 0 =Gr que debe ser o /7, divisible por una polenga deno G divisible por 7. Todavia no he podido decidir la cuestion respecto a la supo sicion G=0 mod zt, caso que reservaré, por esto, para r a tarde. $ Y En vez de esto vamos a demostrar, que no tienc lugar la: congruencia AN H,=0 mod a. Segun la ecuacion (12), es H,=(u— 1003403) 4 Sa abl(ar=s 4 pr- :) + de (112 2X0—3) ai (a0)r(ar7 z O => A WA E en O a NR ¿OD2).- 0D 7 A OE Para averiguar si A, es o no divisible por z, transformamos a (32) en una congruencia segun el módulo x, aprovechando a? +ab+62=) mod A, “SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 419 igruencia de la cual deducimos facilmente las siguientes se- un mod 7 - he a? +6*=-—ab | at+b*=(a? 402)? —2a? E (ab)? at+b=(ar +0 Nla*+ e. + 62) =2(ab)? a+ b08=(at+0b*t)? -20t0*=—(ab)* ¡encralmente ar +0*=-—(ab) siendo 7=1, 2 mod 3 ] car+br=0 siendo 7=0 mod 3 ' (33) Tomando como comprobado ésto hasta cierto valor s=1 dd 3, así que se tienen, as41"=—(aby, a6d4 l6Ud=2(ab)s" ser s— 1=0 mod 3, se siguen (0 Ra? DNA 0) a A aby 4) 4 p0t3= (a? ae 12]a?6+ D+ b25+ 2) =a?2p? (ass JE ia (ab), a+) 4 2643 (a? aL bart + pata) ys —a?b?(ar6+D ye paAs+ Di == lab)+3 Por lo tanto, demostradas las congruencias (33) hasta s=4, proto jeneralmente. a bien, siendo 2=3v+1=06y' + 1 A =3 — 1=2 mod 3, M - 8 E e mod 3, mt 3y"=3=0) mod 3 etc., se tiene medio de (33): ó Hab)? 4 Es A > » + (11 "5) A AA mod 7 420 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Para efectuar la adición de la serie, tenemos que distingui j entre 4 clases de términos a (n—Im—2)...[n—(3u+ n)] a D4 (1 (3u +1)! YE GAO Puesto que un tal término tiene que ser número entero, se 4 (U=0 mod (34 + 1)! 1, por eso, | 2. U+(— 1)+1.(3u+ 1)! (3u+ o)! e i, por la misma razon, cs 7) (n—ila—2).... an — 1)34+2 mod zx. (3u+2)! 1) ME Nótese que la suma de los dos términos es =0 mod z. Je D(a—2).. - [o (3u+3)] 32 Gui)! EN en fin, el último término 1)*+3 mod x, UE) la (a 1)! SS Encontrándose ahora en la serie (34) los términos de las dos primeras clases a pares, o sea un término de la primera siempre seguido por uno de la segunda, así que en suma se destruyen en cuanto a su congruencia mod 72, se convierte (34) en la col gruencia que sigue j 3 7) uE — 1)? mod x. D-7 | Hita id 1d ya 2 fmoa n Hai que distinguir aquí entre 2 casos 1.2 2:=3y=0 mod 2 Sea =Ó6y”, será %1=2y” — I=1 mod 2 i, por eso, H,=/ab) (24 1)=-(ab)* mod n SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 421 2.0 "== 3y=1 mod 2 358 Sea “=6v"+ 3, será 32=2y"=0 mod 2 i, por consiguiente, n-3 n-3 H,=(ab) ? (U—1)=-—(ab)?* mod nx Tenemos, por lo tanto, siempre H,=-—(ab)”? mod » pero, por saber ya, desde paj. 286, que ni a ni 6 pueden ser di- visible por 7, no puede ser tampoco HH ,¡=U0 mod zx - Este resultado, en combinacion con lo dicho anteriormente AA y] . (pájina 418), dá a conocer que, siendo n=1 mod 3 ia? +ab+6b62=0 mod »? -necesario para la existencia de la ecuacion (12) que G sea livisible por 7*, caso que escluimos todavia de la conside- ración. Anoser a? +ab+b?=) mod n?, sea para 1=1 mod 3 0 sca, como debe ser siempre, para »=2 mod 3, se necesita demostrar jue no hai valores de 4 i 6 que puedan satisfacer a las con- gruencias Y [(a+0)?, ab]=0 mod » para 2=1 mod 3 Y, [(a+0)?, ab]=0 mod » para 1=2 mod 3, o que va a ser objeto del párrafo siguiente. is LA Ml ir e Volvamos a apuntar en primer lugar los valores de y i y, esados en las ecuaciones (24) hasta (27), i en las formas si- 422 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Para n=1 mod 3 Y[(a+0), a0]=[(a+0)*=a0] 4 y Su (er+ 3)][2—(2r+ 5)]...... [1—(6r+ 1)] $ = 2(27+ 1)! x (abyr(a+ by [(a+ 6)2ab] E Para n=2 mod 3 Y, [(a+0), ad] =[(+0) ab] "+ y 5 ln (2r+ 3)][n1—(27 +5)]. . . [n—(6r+ D1_ E El 27(21+1)! x(abyr(a+b)=[(a+b)2ab] 3 No daremos en adelante la demostracion de que ni y ni y, son =0 mod x, en fórmulas jenerales, sino consideraremos caso: especiales de 2. Sin embargo vamos a establecer algunos punto de vista jenerales con el objeto de facilitar i simplificar el cál culo especial. | $4 En las líneas siguientes se entienden las congruencias segu el módulo x, a no ser que se esprese formalmente otro módul Los puntos mencionados son los cinco siguientes: 1% 1.) Encontrándose en las funciones y i y, a 10 solo bajo l formas (a+0)* i ab, simétricas respecto a a 16, basta consider una sola de las 2 combinaciones posibles ab i ba de los valor 10 de albo : 3 2.) Por la misma razon, dá a=y,, b=7, el mismo resultado: qu a==09,, b=—w.,, como tambien a=9,, b=—y, i a=9,, b==3 dan lo mismo. ( Eo 3.) Siendo a=39.a,, 6=0. b,, donde $ significa un número enter positivo o negativo, menor que x, se pueden ASutar ; > yor la, +0 Ya 51 Ap Mu—Cr+a)l. 6 22(2r + 1)! 8 x (2,0, ) a, +0 3>[(0, +0 1). =04b till SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 423 n-=5 la +06,)” a,b] 2 + Sn —(2r+ 3)] [7 —(6r+ 1)] o 22141)! e re o A O A A A e ek X(a,b,Jer(a,+b,) (0, +0,?a,6,1 "| ) es claro que d, como número menor que z, no puede mod zx, por eso, se reducen las congruencias Y=0 i para a ib, a análogas, para las magnitudes menores - cr mo A A 10 Ns Je los puntos anteriores, 1, 2 i 3, se desprende ademas un edimiento que hace posible la reduccion de los valores de es que sean =1 mod x». Se sabe que un residuo impar sun el módulo impar x=, puede ser sustituido por un resi- ar (17), igual al complemento de r respecto a z, con antrario. Formados de tal mancra 2 residuos pares, en de a ¡5,se puede sustituir estos, segun punto 3, por otros, d hielo: por medio de division por 2 o por una potencia siguiendo, respecto a los valores resultantes, del mismo “es decir, trasformándolos i dividiéndolos, en seguida, por 'or potencia posible de 2, puede bien suceder que resulte, s de un número finito de operaciones, para a o h un va- mod ». Á no sucederlo, es necesario que se reproduzca, E sedimiento indicado, el mismo número del cual se ha len este caso se tendría que buscar otras divisiones, el 2, para reducir, finalmente, uno de los valores corres- ssacoóba la unidad lo que parcce ejecutable en cada «MS esto lo anterior podemos, pues, formar respecto a cada 2, quier número 3 e E ES 3 ES ti Ninguna vez tenemos y, =0 mod E 4)n= 18=1 mod 3 Lap E Yy=|[(a+0)? —ab ]? + = | a La serie - | | | e 3 0 e =S uE | nx =6, por eso, ys contiene a todos los números impares i consideran 4=1, í, segun punto 5, 6=1, 2, 3 A, 5, 6 mod | 139 a=1 mod 13 dá y =[(1+5) 0) e No siendo aquí ES +0)]? un residuo cuadrático de 13, pu que 2 no lo es, será 2[9(1 + 0)]S2+2, +56 1, por eso, no se necesita tomar en cuenta valores de ¿ que (140)? =p2k=t; 29/02 SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 427 - Tenemos 3 b = I 2 8 4 5 6 -—- AAA [G +5)? 0]? = E ls 2[1+0).= 250 Z6 6 Ningún valor de 5 dá, por lo tanto, y=0 mod 13. e. 3 5) n=17=2 mod 3 3==14 | -7=10|5=-12 | -3 dáa conocer que ni 7 ni 5 ni 3 conducen a la unidad, pero las binaciones siguientes demuestran que, sin embargo, basta tomar a=1 mod 17. A saber | 4=3=3 | a A e === 1214. 0=/= 7 —2 | a=5=-— 12 q a=5= 5 I E b=6= 6 =2 b=7=-I10|-2 Para BEI 0 =1,,2,3, 4, 5, Ó, 7) 8 mod 17 se convierte 12.10 Mello + «211 + E ña 0 (a+0)?[(a +0)? —aó]? + (OS JOA! Pa 2 E (a0)*a+0)* [1 +0): =6]" + [41 +0)I:1(1 +5)? 0]? + [0(1 +0)]* +0) 0)9+[0(1+0)3* | + 3l0(1 + ó)p:10 +0) 07 ME A A A AAA AO A DIA ABS CELIA EIA .. E TTTORLELNATTAS ART PO AAA CREATINA 7 TITLE, A 0 AA a e 428 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Pongamos abreviadamente, en este caso, como en 1 guientes, | (1+0)?—b=a, 0(14+0)=8 ¡ será | | | | ; ( Y =(a? +82) 430982 i por ser, como residuo cuadrático de 17, (a? + B2)=z1, +2, +4, +8 se deja a un lado los valores de 6 que hacen a 3a98*==E3, Es, 56, +7 Luego resulta el siguiente cuadro de congruencias mod 17 - as a Y 3 dl A O 8 a 2 == Ml 1 =6 —6]| —4 Al (ar 4+82)?.= 8 8 | ES os WI AS 7 8 No hai, como se vé, valores de 5 que satisfacen a mod 17. | ES 6) n=19=1 mod 3 La scrie 9=-10| —5=14 | 78-12] 3516] 10 SOBR E EL TEOREMA DE FERMAT 429 indica, por contener, a 9, 7, 5, 3, que es suficiente considerar =1 mod 19. Tenemos, por consiguiente, a=1, 6=1, 2/3, 4, 5, >, 7, 8, 9 mod 19. 3 y=|[(a+0)?—ab]*+ E: AZ E [al(a +0)]2[(a +0)? ab] + 12 TEO. 8:.6 ps DD | [abía+6)]* =[(1+0) 0147100140)? [1 4+0)* -6]* +3[9(1 +0)]* 1 as sustituciones j | (1+0)?—6=a, b(1+0)=8 | hacen a q O TS Siendo, como residuo cuadrático, 1, E ds 50 7, 3 +9 no hai que tomar en consideracion valores de 5 que hacen a 714 B?+308* congruente a esos números . - El cuadro será aquí _— | E = 1 a O 9] 0 A 8 1|=7 8S|—1|-—8 o|—-8|-—7 2 1 8 |) NÓ Ja BB? =—4 | 5|-7 —1| 8-3 ES O == 1 2 3 5 8 O E 6 2135] 21 3105 E at = =% 7 I | y = 6 dia A | | 430 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS No aparece y=0 mod 19. 7) n-23=2 mod 3. La serie 1121 =3=20 [1157 O contiene a todos los números impares E2=11. Consideremo; pues, | z | E a=1 ALDO 7, 8,9, 10, 11 mod 23. e lad(a+ OPLa+0 ab +3 y, =[(a+0)* —ab]? + 16. 14.12. 10 2 8 [ad(a + 5)*a +b)—ablP+- e e Aab(a+0)]' O + JPL + b) 4H e d + 1410(1 +0)]"[(a + 6) op + [61 +0)]" ) =0* + 1208? + 1408B% +80 Por ser el residuo cuadrático 8%=1,2,3,4, —5,6, —7,8,9/— 10, 11 no debe ser congruente a los mismos números el cereal 2 + 120 Pi 140 Bt=yp, 8" Por lo tanto, tenemos el cuadro SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 431 UB 1 12a*82= 9 3 |=5 |=15I| 383 |—I10—IO| 9 2 2 6 E 3 3 E dl 5 —4 a a No se encuentra y, =0 mod 23. | Ms) 1 =20=2 mod 8 Aquí tenemos la serie — A | 11=18|9=-20| — 5=24|3=-26] —13=16] 1, r la que queda demostrado que basta considerar «=1 mod 29, que aparecen en ella todos los números impares 1 : Mi Tomemos, pues, 4=1; 6=1, 2, 3,4, 5, 6, 7,8, 9, 10, 1I, 2, 13, 14, mod 29. ] a =[ta +0)? —ab]12 + REE by]? [(e+6)*=a0]' + 6 ja ab(a+0)]* [(a+0)=ab]0+- ES ei 432 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ee Om [ta- + 0 5 a 20: 18. LONA: 12, 10% 2. do 16. 14. 12. 10. 8, 6 Aaa z 2 9! 40) ao ONPE de Je + E alo +0) +0) AEB 0))S =1 708? + Sa"! + METeS E pa + 8%)? — sao. E | e ap Por el residuo cuadrático (al +84) el que es === e +5, Le == I 3 > no 50 necesitan considerar los valores de dan A=- 708 $608! + pia 33, =E8, 2 LO, 18 == + TA... pe go sera: np) > Ss a == 5E PI 23 OI == YN yO) SS e Eo ES A 57 E S ' < E > E (qe a = [62 on : E S (S, El e. [99] S da E O H fa] O qe N ¡p kB. Ea O p (0D) ] (Y) (e (0D) O o O TOMO LXXXII Lue AU MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 9) n=31=1 mod. 3 Obtenemos, en este caso, 3 series relata a aber | 15=-—I16| —1; 13=-18 | —9=22 | 11=-=20 | —5=26| 13; | IA dE Los números impares, 13, 11, 9, 7, 5, 3 que forman parte de las 2 últimas series, requieren consideraciones especiales, res: - pecto a las reducciones propuestas. Encontramos == E 1) E 28 — 14=— 14|—7=24 2=2 : b=5=-26|-13= 18 9=9 |3=-— 28 —7=24|12' a Sa 5 a=3 =-—28|— 14=- 14 —7 A 4 a b=1I0= 10] 5 =-—26|-—13=18 3=-28 —7' == a=3 =-—28 | : = AMÓN —7=24|12= 12 A == de E El b=13=-= 18 — +6" 1=H => IA 2) -, a=5s=-=26|— 13=18 en “b=6= 16. 3 3 0SE 6; a 0 1 = US O A O a —1 (14 a=3—26|— 13=18l9 = 91-3=3|l a=5= 3 b=9— 22 — 11=20 10=-—21|—7=24/8* A | a=5 de a eE Il a4=5 220/52 La E == 14 6= 31 == 15 == io) Y a=5 =-—26| —13= 18| o ho =14= 14 Je A == 5) a=7=-— 24 -8=-8 |—-2=-2 |—I LN b=9== 9 A = ZA 11 7 Il 4a=7 =- 24 —6= o — h= EE do a=7 =—24 —2 a PA : Ú=12= 12 1 =2" 6=13=5* 13 112 SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 435 E > a=9 =-—22|— O 20 SEBAS 0 RT] 2" E =o' == 22|=T1= / 20 O I8 A. b=14= 14 7 =+24-6=-6 |-3 = ES — TE se reduce a ze ps eE se reduce a 2 A sc treduco a Y cb=l4= IM 7 — | UÚ=I10 a=13=-— 18|—9 a=7] =P serreduce a => - Por lo tanto basta considerar | a=I; Ú=1,2, 3, 4, 5, 6, 7 S, 9, IO, II, 12, 13, 14, 15. 2 a o A AA SN palla+0) ab]? + zen Labte +5) [Ca +0)? 40 1P + dl a 2 IS A y 2 20. a + PADEDZ lebla cole -=6)? ab]: + LOTO. IÓ, TA, 12: 10.9, Ó ET 8 + AS [aba +05)] A a a a El +0)? 6]? +26[6(1 +6)]*[(1 +06)? 6]? +90[0(1 +6)]* x x[(1+0)]? 5] +66[6(1 +0)]*[(1 +0)? 0]? + 5[0(1 +06)]* 012 549 8? +64 B++4a*B*+58*=(a? +88?) —90*B? +48" O do, como residuo cuadrático, 3 E SOTO 2713 14, — 15, Ene Se£ congruente : a estos números el término A=-=—90P"+4 8: PP O AAA A E A » .n AT A A O A A: B o AS a" poro. A MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 436 Se encuentra aquí el cuadro siguiente: rie 16. LI GOL" 9-0 39. z El S1— 1 z 01.6 Ra A A AAA ED O ES A mod 31. Ningun valor de ¿ hace y Demostrado así, en algunos casos especiales, que ni y ni y O mod z, resulta que no existen, respecto a éste pueden scr SOBRE EL TEOREMA DE FERMAT 437 alores enteros de a, 91 (G que podrian satisfacer a la ecua- sion (12) ni, por eso, valores enteros de 1, 1, z capaces a llenar la ecuacion (1) de que se trata TAE 8", + vo todavia cl caso de que seria a? +a0+0?=0 mod sz. Siempre se ha dado la demostracion completa del teorema de Fermat en cuestion para n=3,5, 11, 17, 231209, lando todavia pendiente, considerar la congruencia G=0 mod + n=7,18, 19181. Dr. A. TAFELMACHER Profesor de matemáticas del Instituto Pedagójico YQ SOBRE LOS CARACTÉRES ESPECIALES DE LOS IDIOMAS —— pr —— Los elementos que forman el carácter de una persona, pro- vienen de fuentes distintas. Heredamos de nuestros padres los rasgos fundamentales de nuestra constitucion física e intelectual; pero la disposicion hereditaria del cuerpo i del alma es modifi- cada por las condiciones de vida, a cuya influencia está some- tido el individuo, a saber, por la educacion que se le da, por el ejemplo de los que lo rodean, por la ocupacion a que se dedica, por las vicisitudes de la vida. * Lo mismo debe suceder en la formacion del carácter de los idiomas. Las propiedades de una lengua en parte le vienen por herencia: así no se desconocerá la semejanza de familia en nin- guna de las lenguas neolatinas, semejanza que se manifiesta no solo en las palabras i formas de palabras, sino en la manera de pensar, en la lójica, a la cual obedecen las construcciones i frases del lenguaje; pues el lenguaje, instrumento mas importante que ningun otro del trabajo intelectual, refleja el espíritu de la humanidad, i cada idioma refleja el alma de la nacion: lo que piensa, lo que sufre, lo que cree un pueblo, todo eso deja profun- dos rastros en su lengua. Partiendo de ese supuesto, trataré de averiguar las causas de las calidades psíquicas que caracterizan varios idiomas, fun- dándome en la historia de ellos. Hago observar que lo que me po E 440 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS . interesa en esta disquisicion no son los clementos materiales (fonética i morfolojía) sino los elementos psicolójicos (semántica 1 sintáxis). q 1.—LA LENGUA INDOJERMÁNICA La afinidad de las lenguas indojermánicas es uno de los des- cubrimientos mas brillantes que ha hecho la ciencia modernas Sabemos que las lenguas de los pueblos arios (lengua sanscrita, 1 pa i sus hijas), de los griegos, de los pueblos romanos, jer= mánicos, celtas i eslavos forman un solo grupo estrechamentas enlazado. Hoi. dia los indojermanos dominan el mundo: con pocas escepciones todos los pueblos de Europa i los colonizadores de América son de raza indojermánica. Esa preponderancia delos pueblos indojermánicos no puede ser casual. Cinco veces se re pite en la historia el mismo milagro: una nacion de orijen indo= jermánico se levanta de la barbarie al supremo grado de la culo tura i toma la delantera en la marcha de la civilizacion. Esto lo vemos en los arios de India, en los persas, en los griegos, en los. ] romanos i jermanos. Los indojermanos son. los hidalgos entre las naciones: su superioridad moral e intelectual no se puede negar. ? ¡ Ya brillaba el sol de la civilizacion sobre Babilonia, iyase habian levantado las primeras pirámides en las orillas del Nilo, miéntras que los indojermanos eran una pobre nacion de nóma des, que andaba errante por las estepas de Europa i Asia, sin embargo en el alma de aquel pueblo primitivo ya debia haber brotado las fuerzas que produjeron una primavera tan maravillosa en las orillas del Gánjes i del mar Ejeo i en el occi dente de Europa. ¿Qué era lo que distinguia a los nómades in dojermánicos de los demas pueblos bárbaros, que habitaban la tierra? La única contestacion que podemos dar por ahora es. ésta: entre todas las naciones, los indojermanos tenian el le guaje mas perfecto; como los mamíferos entre los animales, as se distinguía por su organismo superior la lengua de los indo: -ermanos entre los idiomas del mundo. Es verdad que esta con: testacion es poco satisfactoria; porque luego ocurre a nuestra a ed A SOBRE LOS CARACTERES DE LOS IDIOMAS 44. I mente otra pregunta: ¿por qué poseían los indojermanos la len- gua mas perfecta? A mi parecer, la perfeccion del lenguaje indojermánico es la primera manifestacion del espíritu artístico de nuestra raza. La perfeccion del lenguaje, la poesía, las bellas artes i las cien- cias de los pueblos indojermánicos son los botones, flores i hojas que han nacido de un solo jérmen escondido en el alma de la raza indojermánica. ¿En qué consiste la superioridad de los in- dojermanos? La historia conoce naciones que no les ceden en laboriosidad, 1 conoce naciones que concentran mas que ellos sus fuerzas 1 su intelijencia en trabajos prácticos i positivos. Los indojermanos tienen cierta inclinacion a dedicarse a esfuerzos que tienen miras mas ideales que reales; 1 sin embargo los indo- ' jermanos han sobrepujado a las demas naciones en la lucha de la vida. ¿Cómo se esplica esto? Salta a la vista que las fuerzas gastadas para conseguir fines ideales no se pierden, sino al con- l trario, forman un capital de intelijencia ahorrada que da inte- reses con el tiempo. El arte que no conoce otra norma que la belleza, la ciencia que no conoce otro. polo que la verdad, no tienen otra patria que las tierras ocupadas por los indojermanos. ¡Ojalá que los pedagogos, que forman sistemas de enseñanza para ¡educar a la juventud de pueblos indojermánicos, estudiaran la historia de nuestra raza, ojalá que estudiaran la historia de nuestra civilizacion! Entónces verian que lo que ha hecho en- ¡| grandecer a la jente de este linaje no fué el positivismo sino el idealismo; entónces verian que una enseñanza que tiene miras Lesclusivamente prácticas, talvez puede servir para la Gran China, | pero no puede servir para educar a los hijos de naciones en cu- | yas venas corre la noble sangre de los indojermanos. ¡No puede ser que la lenyua indojermánica se haya formado solamente en la conversacion de los nómades indojermánicos: imuestros antepasados deben haber tenido una poesía ya en aque- llos tiempos, cuando léjos de los pueblos civilizados, ignorando ¿los progresos de los babilonios i ejipcios, vagaban con sus ga- Emados por las llanuras de Rusia; pues la Rusia meridional pare- les haber sido la patria primitiva de nuestra raza. La métrica ¡comparada revela vestijios seguros de una poesía indojermánica. No ignoro que esta aseveracion no podrá contar con el aplauso 442 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de la mayor parte de los filólogos de mi patria. Sin embargo, estoi convencido de que el que no se encierre en un solo ramo de la Filolojía, sino que considere en su conjunto la versificacion de los representantes mas antiguos de las naciones indojermánic _ no podrá negar analojías i semejanzas que no pueden ser for= y tuitas. Nadie debe creer que en cuestiones de esta clase la pa= labra no. se puede pronunciar mas fácilmente que la palabra "sin. Podemos exijir que el que niegue que la métrica compa= rada tiene fundamentos positivos, nos ofrezca mejores razones que una pura negacion. Yo pretendo que la métrica comparada tiene bases no ménos sólidas que la gramática comparada. Por las razones espuestas parece que la lengua indojermánica se ha formado bajo la influencia de la poesía, i por este motivo E la podemos clasificar como una lengua poética. No faltan indi- cios que justincan esta calificacion. Es sabido, por ejemplo, que los compuestos dan un carácter poético a un idioma. Ahora b ia Ademas la poesía eS el Beca lla de un. : bras i formas sinónimas: por este motivo considero la abunda cia de formas, que era particular a la lengua indojermánica, o : una manifestacion de un carácter cminentemente poético. 2.= LA LENGUA GRIEGA lo que es la civilizacion griega. La mayor parte de los moder= nos goza de los frutos del trabajo civilizador de los griego como gozamos de la luz del sol, considerándolos como una cosa | natural que no necesita mencionarse ni esplicarse. Pero el que :l conoce la historia no piensa así. Nuestra civilizacion, esta ci vilizacion que se distingue de la civilizacion de los ejipcios, b bilonios, judíos, chinos e incas, como una estatua gricga de l mónstruos que produjo el arte de los antiguos peruanos, O € mo el hombre se distingue del mono, la debemos al jenio de nacion griega. Si todos los pueblos de la tierra aparecice ante el tribunal de la Historia, i si sc pusieran en un lado SOBRE LOS CARACTÉRES DE LOS IDIOMAS 443 méritos de los griegos, 1 en otro lo que han conseguido los mo- dernos, la palma quedaria a los griegos solos, porque ellos son los autores de la civilizacion, los promotores de esta civiliza- cion que es la luz del mundo, de esta civilizacion que hace bella la vida 1 digna de ser vivida, de esta civilizacion que sin los griegos no existiria. Babilonia era el centro mas antiguo de la civilizacion que conocemos. Ejipto no cra mas que la luna del gran sol que | brillaba en las orillas del Eufrates. Los rayos que salian de Ba- bilonia ilegaron hasta el mar Ejeo. Ya existia una civilizacion de oríjen babilónico en aquellas rejiones ántes que las ocupasen los griegos. ¿Por qué fué llamada esta nacion por la suerte a sobrepujar a las otras? Podríamos decir: porque los griegos eran indojermanos. Es verdad que la superioridad de la raza indojermánica es indudable, pero debia concurrir la fortuna para ayudar al triunfo del númen griego. Si buscamos el orijen del desenvolvimiento maravilloso de las facultades espirituales de la nacion griega, somos conducidos hácia la poesía de Ho- mero. De la poesía épica de los griegos primitivos quedan dos mo- numentos, a saber: la llíada i la Odisea, i ademas, los titulos 1 los argumentos de varias epopeyas perdidas. Comparada la epopeya griega con la poesía épica popular de los pucblos jer- mánicos i romanos, resulta que deben haber trascurrido mu- chos siglos desde los principios del arte épico entre los griegos hasta la última redaccion de las epopeyas mencionadas. En la elaboracion de esa poesía épica se reconcentraron como en un foco todas las facultades intelectuales de los griegos, i mién- tras que la nacion griega creaba la epopeya, la epopeya formaba la nacion griega. Por la poesía de los Homéridas, que fué pro- pagada entre todas las tribus griegas, éstas comenzaron a con- siderarse como miembros de una sola nacion, i se echaron los fundamentos de una poesía, una relijion i una lengua comun atodos los griegos. La epopeya griega contiene los jérmenes del arte, de las ciencias, de los ideales políticos de los griegos, i por este motivo se la debe considerar como la aurora de la ci- vilizacion europea. | La lengua griega fué formada por medio de la poesía épica: 444 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS griegos. Hemos tenido que caracterizar la lengua indojermánica cual entre todos los jéneros de poesía se acerca mas a la prosa, h no se puede desconocer en la índole del idioma gricgo, que se. mantiene entre la prosa i la poesía, acercándose un poco mas la poesía. En otro tiempo se creia que la lengua sanscrita aproximaba mas al prototipo que presentaba la lengua ind jermánica; hoi dia sabemos que la lengua griega es la ma _indojermánica entre las lenguas indojermánicas, es decir, 1 que retuvo mas fielmente los rasgos de la lengua madre. frecuencia de compuestos, la abundancia de formas son com nes a las lenguas indojermánica i griega; pero los griegos abstuvieron de la exajeracion de esas particularidades, que afe la lengua'sanscrita. En jeneral, el carácter poético de la lengt griega está fuera de duda. Los prosistas clásicos construyen las. proposiciones tan artificialmente como si fueran estrofas 1 vers de una poesía. Llegaron hasta fijar ciertas reglas rítmicas rela tivas a la composicion de los sonidos, de manera que uno pue dudar si las oraciones de Demóstenes son presa o poesía. A los escritores bizantinos formaron ciertas reglas rigurosas tocan= te a los acentos de las palabras en las últimas partes de las proposiciones, que dan un carácter rítmico i poético a la prosa > Ele 3.—LA LENGUA LATINA La lengua de los romanos sobresale entre todos los idiomas del mundo, muertos 1 vivos, por su lójica natural; a ese respecte no tiene igual ni semejante. Ademas del valor que le es comun con la griega para los estudios de la antigiedad clásica, 1 ademas del valor que tiene para ayudar a los estudios de las lenguas neolatinas i de otros ramos científicos, la utilidad pet gójica del latin se funda en esta particularidad. ¿Cuál ser causa de ella? Los romanos no eran una nacion de poetas ¡al tistas sino de hombres políticos. Es verdad que han adqui: méritos por propagar i continuar la poesía griega i otros € PE A TAS de A st > Ms NV MIA ARS: e AAA E AN JAP > y 5 dls SOBRE LOS CARACTÉRES DE LOS IDIOMAS 445 mentos de la civilizacion griega; pero en eso no son mas que imitadores. En un solo ramo de las ciencias han sobrepujado a los griegos i son los maestros de los pueblos modernos; las cien- «cias jurídicas i políticas son la obra orijimal del pueblo romano. Los pueblos itálicos en jeneral i tambien los romanos tuvie- ron una poesía popular. Ciceron cuenta que sus antepasados tuvieron cantos históricos, i el arte dramático parece haber sido familiar a los habitantes de Italia mas temprano que a los grie- gos. Los vestijios de una antigua poesía se conocen en la lite- ratura latina por la existencia de un metro nacional, a saber, el - verso saturnio, que era comun a las naciones de raza itálica. Pero mas importancia que la poesía tenia en Roma la política ¡ el derecho: en la redaccion de las leyes, de los decretos i ple- -biscitos, en las discusiones en el Senado i los comicios, en los discursos políticos i judiciales, ahí se formó la lengua latina, ahí recibió su carácter. La retórica i filosofía, ciencias de oríjen griego, no destruyeron sino que acentuaron esa indole lójica 1 jurídica del latin, el cual llegó a la cumbre de la perfeccion en los tiempos de Ciceron i de César. Será interesante llamar la atencion hacia algunas particulari- dades del latin, efectos de su carácter lójico, de las cuales la ma- yor parte al mismo tiempo caracteriza las lenguas neolatinas. Los compuestos formados de dos raices nominales son fre- cuentes en griego, en sanscrito i en las lenguas jermánicas, por ejemplo en aleman: Gottesdienst, Gnadenbrod, Lobrede, etc. Ellos dan al idioma un carácter poético pero poco lójico, porque con- tienen una idea, que por falta de unidad pierde en claridad lo que gana en belleza pintoresca. El latin tiene una aversion a esa clase de compuestos con excepcion de aquellos cuya composicion ya no es perceptible (7udex, juez, orijinalmente el que 2ndica el dere- cho). En cambio el latin favorece los compuestos cuya primera parte es una preposición o una partícula, porque ahí la compo- sicion no oscurece sino que acentúa el sentido fundamental, evi- tando, sin embargo, los escritores clásicos, compuestos formados con mas de una preposicion. El latin tiene abundancia de formas, aunque no tanta como el griego, pero esa abundancia no es supérflua sino que sirve para sutiles distinciones lójicas. Así los varios sufijos que forman 446 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS pm 3 adjetivos, ans, ¿nus,-alzs, etc., tienen significados bien determi: nados, de una sutileza estraordinaria. A Cada palabra latina tiene un significado bien circunscrito i definido: por este motivo el estudio de los sinónimos latinos ofrece un interes especial. Los clásicos latinos se esforzaron E encontrar una palabra propia para cada idea, evitando al mis- mo tiempo que una misma idea se pudiese pesar por dos pa= labras sin ninguna diferencia lójica. 4 $ Los escritores latinos no dejan nunca de indicar la rela lójica de dos períodos vecinos, ya sea por pronombres, ya sea. por partículas, ya sea por el órden de las palabras. La falta di enlace de dos proposiciones, tan comun en los idiomas moder-=. nos, se admite solamente para conseguir ciertos efectos retó-: ricos. _Con mucha precaución elejian los romanos los sustantivos q debian ser sujetos de verbos transitivos. En otros idiomas se di sin restriccion el l¿bro nos enseña, miéntras que los latinos pre: rian somos enseñados por medio del libro, sabiendo que el libro, cosa sin vida, segun las reglas estrictas de la lójica no puede eje e- cutar la accion de enseñar. e Todo el sistema de tiempos relativos (antepresente, antefu turo, etc.), que contribuye tanto a la precision lójica de la le gua latina i de sus hijas, cra desconocido a la lengua madre i dojermánica i quedó desconocido para el griego, pues es un e igualar el perfecto griego al antepresente castellano. Los alema manes recibieron ese sistema por imitacion del latin, pudiendo sin embargo, hasta hoi dia prescindir del uso de tiempos rela tivos. 4 e y 4.—LaA LENGUA CASTELLANA 22. DN La lengua castellana es la hija mas parecida a la madre entre todas las lenguas romanas. Jeneralmente los que comparan € latin i el castellano se fijan con preferencia en el diccionario, 1 encontrando ahí muchas palabras árabes, godas i vascas, cre que el castellano ha perdido algo de su carácter latino. Aqu a manera de considerar las cosas no es admisible. En primer lug hai que tomar en cuenta la frecuencia del uso de una caldo SOBRE LOS CARACTÉRES DE LOS IDIOMAS 447 pues es evidente que una palabra que se usa diez veces mas a menudo que otra vale diez veces mas: ahora bien, las palabras que sc usan con frecuencia, con mui pocas excepciones, son latinas. Pero ademas algunas palabras estranjeras no alteran el caracter fundamental de un idioma: la fonética, la conjugacion, la formacion de palabras, etc., en castellano son de un caracter puramente latino. Por fin i sobre todo, el carácter latino del castellano es mucho mas palpable en la manera de pensar que en la fonética i morfolojía. Mucho mas que en las letras, los vocablos, las conjugaciones etc., se conoce la indole latina del castellano en la lójica natural, cuyos fundamentos son comunes a los dos idiomas. Con razon el castellano ha sido caracterizado como /atzn sim- plificado. El latin clásico es una lengua de la jente erudita, de los abogados i hombres de estado. El castellano es una lengua mas práctica, una lengua mas popular. El castellano no fué formado por los sabios i literatos sino por el puebio valiente, sencillo i prudente, que formaba la poblacion primitiva de Cas- tilla, cuando ésta se libró de los moros. La poesía, a mi juicio, ha ejercido poca influencia en la for- macion del idioma castellano. Esta persuasion puede parecer estraña, visto que los españoles notoriamente son una nacion de talento especial para la poesía. Pero ántes que los juglares franceses introdujeran la epopeya (V. mi artículo sobre la poesía épica de los visigodos, ANALES DE La UNIVERSIDAD de Chile EXXXI, p. 710), España parece no haber tenido una poesía en romance. El primer jénero de poesía verdaderamente popular eran los romances, transformacion nacional de la poesía épica. Pero el estilo de los romances es mui sencillo i se acerca a la | prosa. Por este motivo creo que la lengua castellana ya habia madurado bastante, que su carácter fundamental ya estaba fija- do ántes que la poesía pudiese ejercer una influencia importan- te en su formacion. Esto no significa que el castellano no sea apto para la poesía: los hechos prueban precisamente lo contra- rio. Lo mismo sucedió en Roma: la lengua latina no se habia formado bajo la influencia de la poesía, i sin embargo, se mos- tró mui apropiada para producciones poéticas. Si comparamos los elementos lójicos del latin i castellano, 448 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS salta a la vista la semejanza del sistema de tiempos i mod Considerada estrínsecamente la formacion de tiempos pare bastante distinta, pero los principios fundamentales son los mismos, como se ve particularmente en la distincion de relati-' vos i absolutos tiempos. El sistema de tiempos del latin no. solo se mantuvo en castellano sino que fué perfeccionado. En cuanto al uso de los modos, la semejanza del latin í castellano no es tan sorprendente si consultamos las gramáticas que se usan; pero esa es la culpa de los gramáticos que reemplazaron el sistema natural de modos castellanos que enseña la sra tica histórica, por sistemas de su propia invención. La aversion a los compuestos formados de dos nombres la han heredado del latin todas las lenguas neolatinas. Miéntras que se dice en aleman Gottesfurcht 1 Miethsvertraz, se dice en ; castellano temor de Dios 1 contrato de arrendamiento. El caste llano es un poco mas tolerante en ese respecto que el latin, pero en cambio estendió la aversion contra los compuestos a los com: puestos con preposiciones. Es verdad que esos son mui frecuen= tes en castellano, pero si analizamos el significado que tienen vemos que por regla jeneral, sin embargo de estar compuesta la forma esterior de la palabra, en el sentido no se nota la com posicion. Esta particularidad del castellano es mui notable para: los que están acostumbrados al uso del aleman. Especialmente observamos que en castellano se usan con frecuencia distintos verbos para indicar modificaciones de una idea, que en aleman se espresan por preposiciones: ALEMAN CASTELLANO ] > sehen, ansehern; | VEY, MÍFar; Rominen, ankominen ; ventr, llegar; herbringen, hinbringen; traer, llevar; EN reden, anreden hablar con, dirijirse a; E wvethen, entuwethen CONSALTAS, profanar; 4 aufzehen, untergehen; salir, ponerse, etc. A A En latín los verbos prevalecen sobre los sustantivos. La es sez de sustantivos llega hasta dar cierta pesadez al estilo lati SOBRE LOS CARACTÉRES DE LOS IDIOMAS 449 El castellano ha reparado ese inconveniente, pero sin embargo, en comparacion con el aleman, preficre de una manera percep- —tible los verbos a los sustantivos. Mui notable es la diferencia entre el latin i el castellano en cuanto al enlace de los períodos del discurso. Miéntras que los romanos indican con cuidado qué relacion lójica hai entre dos frases vecinas, los castellanos casi siempre dejan al juicio del que oye o del que lee averiguar qué conexion tienen las ideas espresadas una en pos de la otra. Concediendo que la escrupu- losidad de los clásicos romanos era exajerada, sin embargo, no puedo ménos de decir que a ese respecto la sintáxis castellana parece neglijente. Un defecto indudable del castellano es el uso de la preposi- cion “an en el acusativo, porque induce a confundir el comple- mento directo con el indirecto, cuya distincion exacta es de mucha importancia para la lójica. En cuanto al significado de las palabras, especialmente a la distincion exacta de los sinónimos, el castellano no se puede igualar con el latin; pero no porque su índole natural no fuera una misma, sino porque la literatura castellana no conoce pro- sistas de un estilo tan pulido i de tanta autoridad como César 1 "Ciceron. Una prueba de la disposicion del castellano para rigu- “rosas distinciones lójicas es el uso de los pronombres este, ese, aquel, de los verbos ser i estar, traer 1 llevar, venir e 2r, etc. En jeneral no se debe olvidar que el castellano moderno es un idioma que todavía está formándose, i que por este motivo no es justo mpararlo con un lenguaje acabado como es el latin de la edad de oro de la literatura romana, 5—LA LENGUA ALEMANA E: de la Estad medía la literatura alemana pidekiciale casi úni- ¡amente obras poéticas, de manera que el aleman antiguo debe jer calificado como una lengua esencialmente poética. | . tra era la suerte del idioma aleman en los tiempos moder- TOMO LXXXII 30 450 “MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS — ros. Miéntras que en la edad media cada provincia de Alemania hablaba su propio dialecto, en el siglo XIV principió a formar- se un lenguaje de literatura comun a todos los alemanes. Esta lengua que se llama Veuhochdentsch (alto aleman moderno) provenia de la secretaría imperial, que estaba en Praga durante el gobierno de los emperadores de la casa de Luxemburgo, j fué propagada por las secretarías de otros príncipes, princi- palmente por la secretaría electoral de Sajonia. El carácter fundamental del aleman quedaba siempre intacto; pero no se ) puede desconocer que el aleman moderno ha pasado por l: s | cancillerías: el órden pedántico de las palabras que forman las | proposiciones, el cual da tanta pesadez al estilo aleman, provie-: ne déralí : | Pueden servir de ejemplos para el carácter poético del ale= man los compuestos formados de dos nombres, que son tan fre cuentes en aleman. Véase lo que dijimos a ese respecto sobre. la lengua latina. Sin embargo, el carácter jeneral del alem actual no puede ser calificado como particularmente poéti Fué cambiado en algo por la manera ya indicada, en la cual ha formado el aleman moderno. Ademas el latin ha ejercid una influencia mui importante sobre la lengua alemana, cont buyendo por su ejemplo, que imitaban los escritores aleman a perfeccionar la lójica de nuestro idioma: los tiempos relativ el subjuntivo consecutivo i muchas otras particularidades grama ticales son de oríjen latino. Pero sobre todo la fortuna regaló: la lengua alemana un dón de valor inapreciable, que sirvió pa darle un carácter lójico i casi filosófico: este dón es nuestro s tema de acentuacion de palabras. La raíz de cada palabra al mana tiene un acento, ya sea el acento principal, ya sea acento secundario. Por este motivo el sistema de acentuaci que en otros idiomas sigue reglas mecánicas, obedece en alem a una lei fundada en la lójica. El acento aleman facilita la ar lisis de los elementos de los cuales se compone una palabra indica cuál es el valor que tienen, dando a conocer si son. portantes o accesorios. Este sistema lo debemos probablem a la poesía de los antiguos jermanos, los cuales empleaban un especie de rima bastante curiosa, poniendo en cada verso SOBRE LOS CARACTÉRES DE LOS IDIOMAS 451 labras i las sílabas distinguidas por la rima puede haber primer impulso al desarrollo de un sistema lójico de cion en las lenguas jermánicas. FEDERICO HANSSEN Profesor de filolojía 1 literatura en el Instituto Pedagójico ÓN RARA | ! | i 4 E ts 0 VE 3 2 En . . . AS Y A > MR o a ida ld ALGUNAS PALABRAS SOBRE LA HISTORIA DE LA JEOGRAFÍA | A PROPÓSITO É DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA ro , ——He "Hubo un tiempo, i ese tiempo no está todavía mui aparta- de nosotros, en que todas las ciencias debian tomar su oríjen la Biblia. Era ésta la base única sobre la cual se les permitia vantarse. Se dejaba al astrónomo observar los astros 1 formar manaques; pero a condicion de que la Tierra continuara en el antro del universo, i de que el cielo continuase siendo una. bó- ve a sólida, sembrada de puntos luminosos. El cosmografo podia construir cartas jeográficas, pero debia hacerlo partiendo del principio de que la Tierra era una superficie plana, suspendida agrosamente en el espacio, i sostenida por la voluntad de Si algunos teólogos ménos ignorantes, permitian a la lierra tomar la forma esférica, era bajo la condicion espresa de jue no tendria antípodas. La historia natural de los animales rminado; i alrededor de cada una de ellas un círculo de jue les era prohibido salir so pena de caer al instante bajo la 454. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS de su opinion, buena o mala, tres argumentos irresistibles, persecucion, la prision o la hoguera. | A Con estas palabras comienza el célebre arqueólogo Letronn e un estudio majistral sobre la historia de las opiniones cosmo= gráficas en la edad media (1). Ellas bosquejan en sus rasgos jenerales una época de retroceso intelectual, en que, rechazando i aun pretendiendo hacer olvidar las mas sólidas conquistas del. jénio ide la ciencia de los antiguos, se inventó un sistema del universo fundado, se decia, en la interpretacion literal i correc= ta de la Biblia. y Y Los griegos, en efecto, habian establecido sobre estas mate- rias principios fundamentales, exactos, 1 tanto mas sorprenden= y tes cuando se consideran la limitacion de su campo de estudios i la falta de los medios i de los instrumentos de que han podid disponer los pueblos modernos. "Como no tenian libros sagra- | - dos, dice un moderno historiador de la Grecia, i por consiguien mi cuerpo de doctrinas de que no era permitido apartarse, 1 clase sacerdotal que guardara para sí sola el dogma i la cienci mi aristocracia social que limitara el campo del pensamient los griegos dejaron a los espíritus la libertad mas completa. D esta manera, constituyeron la filosofía moral y política en su independencia. Hicieron de ella (como lo hicieron de las demas ciencias) el dominio de todos, i no le asignaron otro objeto qu la investigacion de la verdad. Por este medio, abrieron a la i telijencia un inmenso horizonte. Lo que el sentimiento solo alcanzaba a percibir vagamente, la razon fué a examinarl con cuánto poder!» Esa libertad de que pudo gozar cl jél griego, produjo los mas maravillosos resultados en favor de civilizacion de la humanidad. "La Grecia, dice un distingu: filósofo de nuestros dias, ha formado la educacion del mun del occidente por Roma, del oriente por las colonias jóni por Alejandría, Antioquía i Constantinopla. Cualquiera que (1) Letronne, Des opinions cosmographiques des péres de Peglise, rapprot des doctrines philosophiques de la Gréce, estudio publicado en la Revue des d imondes del 15 de marzo de 1834.—El sabio frances pudo ampliar estas 0 servaciones estendiéndolas a otras ciencias, a la lengúistica, por ejem detenida durante muchos siglos en su desarrollo por la obligacion de b él orijen de las lenguas en la famosa torre de Babel. DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA 455 la parte que se conceda, en la evolucion del espíritu humano, a los elementos diversos que han constituido los pueblos moder- nos, bajo la diversidad de los temperamentos nacionales y de los destinos históricos, se descubre, en último análisis, un fondo intelectual comun en toda civilizacion partícipe; i ese fondo es griego (Den En jeografia, los griegos, si bien no pudieron esplorar mas que una porcion limitada de la Tierra, fijaron con mano segura las bases de la ciencia. Sacándola del estrecho campo de los itinerarios descriptivos, tuvieron una concepcion mucho mas clevada del dominio de la jeografía, i mediante la observacion as- tronómica, sentaron como principio fundamental e inconmovible la esfericidad de la Tierra. Demostrado este principio con una gran sagacidad jcométrica 1 con una claridad de esposicion que no deja lugar alguno a duda, dedujeron como consecuencia la posibilidad de dar una vuelta entera al globo si fuera dado atravesar el océano que se estendía entre las costas occidenta- les de Europa 1 la rejion mas oriental del Asía, navegacion que no podian emprender los marinos de la antigiedad en sus pequeñas embarcaciones, i sin contar con el ausilio de la brúju- la. Sus trabajos para determinar las dimenciones de la Tierra, (1) André Lefevre, L'homme á travers les ages, chap. V.—No podemos : resistir al deseo de consignar aquí algunas lineas sobre «la enerjia racional de los griegos,» que hallamos en un libro de Mr. R.C. Jebb, distinguido profesor de Glasgow. «Los griegos, dice, no fueron el primer pueblo que halló la manera de cultivar bien la tierra, de elaborar los metales, de enri- “quecerse por la guerra o por el comercio. Fueron sí el primer pueblo que hizo de la razon el guía de su vida social. Se encuentra una prueba de ello en la existencia de las ciudades griegas. Miéntras otros hombres vivian en | tribus o bajo reyes despóticos, los griegos se habian reunido en ciudades i en sociedades rejidas, no por la fuerza, sino por la persuasion de leyes igua- les para todos. Otra prueba se encuentra en los libros griegos. Allí hallamos escritores de toda especie, poetas, historiadores i filósofos habitualmente empeñados en descubrir la razon de las cosas. Bajo este aspecto, la literatura “griega tiene un interes que no posee ninguna otra. Ella nos muestra como los hombres se encaminaron primero en un pensamiento sistemático. Ella nos enseña como algunas cuestiones que han sido solucionadas mas tarde 1 Otras que todavía se discuten, fueron presentadas por el pueblo que prime- ro trató de solucionarlas.» Jebb's Grcel literature, London, 1886, chap. I, p. 6. a 456 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS rables progresos que en este terreno ha llevado a cabo la ciencia moderna. Por fin, hubo filósofos i matemáticos griegos | que, adelantándose muchos siglos a los grandiosos trabajos de Copérnico i de Galileo, esplicaron el movimiento aparente de los astros, por un movimiento real de la Tierra en torno de ejezbr). - Las doctrinas cientificas de los griegos, sustentadas i espue: tas por muchos escritores, pasaron a Roma. Aunque allí la ciencia no contó con tantos adeptos como en Grecia, fueror admitidas i propagadas por algunos de los mas grandes jénios - de la literatura latina, por César, por Ciceron, por Séneca, por Plinio el antiguo, ctc., etc. La decadencia de las letras romana coincide con la propagacion del cristianismo. Los doctores d la nueva fé no se sintieron ligados por las doctrinas cientificas entónces recibidas; i combatieron i rechazaron todo lo que les parecia contrario al texto de la Biblia. "¡Así comienza, dice un' Dn *, rd aci 0, Abd (1) Aristóteles en su tratado Del cielo, cap. 11, núm. 13, dice lo que sigue! «Los pitagóricos sostienen que la Tierra, que no es mas que uno de los astros, produce, jirando sobre sí misma, la noche i el dia.» Ciceron en sus Cuestiones acadénticas, libro 1V, cap. 39, es mas preciso todavía con estas S palabras: «Bicetas de Siracusa (pitagórico) enseñaba que el cielo, el soli 1 las estrellas permanecen inmóviles, miéntras que la Tierra scla se muew: i que jirando ésta con rapidez en torno de su eje, produce exactamente mismo efecto que si se moviese el cielo, permaneciendo la Tierra inmóvil En las Obras morales de Plutarco (traduc. Ricard), vol. IV, se encuentran dos pasajes que no solo confirman esas noticias, sino que las amplian dando a conocer que hubo filósofos griegos que indicaron ademas del movimiento de rotacion de la Tierra, su movimiento de traslacion en torno del so Dice asi: «Páj. 322. Heraclides de Ponto i el pitagórico Ecfanto hacen m ver la Tierra no de un punto a otro, sino como una rueda fija que jira sobr su centro, i dicen que este movimiento se efectúa de occidente a oriente) —(«Páj. 424.—Aristarco suponia que el cielo era inmóvil, que la Tierra h: una revolucion oblicua a lo largo del zodiaco, i que ademas jiraba sobre s eje.» Seria dificil espresar con mas precision ideas cientificas tan adelanté das i tan opuestas a la percepcion vulgar de los sentidos. 1 lo que es de maravillarse es que dos mil años mas tarde costara tan caro a Galileo el sostener i afianzar aquellas verdades cientificas. d A IS e e a E ln Aid a DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA 457 distinguido historiador de la jeografía, ese fatal antagonismo entre la ciencia i el dogma relijioso que debia tener mas tarde las mas deplorables consecuencias! (1) Para desarraigar el prestijio de las doctrinas cosmográficas de los griegos, los padres de la iglesia escribieron muchos tra- tados. Las teorias de la esfericidad de la Tierra i de la existen- cia de los antípodas, fueron impugnadas en todos los tonos, ya como una estravagancia de jentes que ejercitaban su injenio en sostener cosas inverosímiles,n ya como principios contrarios a la sana razon ¡a la revelacion que consignan las sagradas escri- turas. "San Agustin, Lactancio, san Basilio, san Ambrosio, san Justino mártir, san Juan Crisóstomo, san Cesario, Procopio de Gaza, Severiano de Gabala, Diodoro de Társis, etc., etc., no per- miten que el verdadero cristiano conserve duda alguna a este respecto. Es menester convenir en que si los fenómenos natura- les no estuviesen a la vista para contradecir el texto de la Biblia, la interpretacion literal que aquéllos daban, seria sin réplica. La esplicacion que los padres de la iglesia dan de la Biblia, 1 las consecuencias que de ella sacan, serian igualmente incon- testables. Verdaderamente, solo mediante las mas forzadas in- terpretaciones se puede ver en ese texto otra cosa que la que vieron los padres de la iglesia. (2) Nosotros no hemos consultado mas que algunos de esos escritos para comprobar la exactitud de esta referencia i de la observacion que la completa. Ese exámen nos ha demostrado | e - , ¡que el distinguido arqueólogo frances espone con la mayor fide- ¡lidad las opiniones de aquellos padres de la iglesia. Pero tene- mos a la vista un libro del mismo carácter que aquellos, que desa- rrolla el propio tema mas estensamente, i que propone todo un sistema cosmográfico fundado en la revelacion, i opuesto al de los griegos. Se titula 7 opograjfía cristiana del universo, establecida por demostraciones sacadas de la escritura divina, 2 cuya verdad imo es permitido a los cristianos poner en duda. Fué escrito en el ¡siglo VI de nuestra era por un monje de Alejandría que se nom- bra Cosmas Indipleustes, palabras griegas con que mas bien que (1) Vivien de Saint Martin, /Zistoire de la véoeraphie, Paris, 1875, P- 217- (2) Letronne, artículo citado, p. 604. A 458 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS: grafo, navegador indiano.. Dos manuscritos griegos de esta ob ¿conservados el uno en la biblioteca del Vaticano (del siglo [X bian sido examinados por muchos eruditos, i aun se habia publi- cado la traduccion de algunos fragmentos, cuando el padre bene- dictino Bernardo Montfaucon la dió a luz integramente en Paris en 1706 en su texto griego, acompañaándolo de la traduccion | latina, ¡ con numerosas láminas que son la reproduccion de las miniaturas del manuscrito. Forman parte del tomo II de un: valiosa Collectio nova patruim et scriptorum graecorum Eusebi Caesariensis, Athanasit et Cosmae aegyptiz (Nueva coleccion de los padres i escritores griegos Eusebio de Cesarea, Atanasio 1 : Cosmas de Ejipto). Otras ediciones: posteriores, 1 los análisi de la crítica moderna, han dado a conocer bastante bien la obr de que tratamos (1). ; | La obra de Cosmas tiene por objeto principal destruir tod. a das opiniones cosmográficas de los griegos. Comienza por un invocación a la santísima Trinidad, cuyo auxilio implora autor para poder estirpar las herejías. «Por todas partes, dice, se dirijen vivos ataques contra la iglesia. Hasta algunos hom- bres que se visten con el nombre de cristianos, pretenden co1 los filósofos paganos, 1 con desprecio de la sagrada escritura que el cielo es esférico, engañados sin duda por los eclipses luna ide sol. Mi libro se dividirá en cinco partes. La prime va dirijida contra esos heréticos. Allí establezco que el que. quiere ser cristiano no debe dejarse arrastrar por razonamient especiosos a proposiciones contrarias a la divina escritura, pi que si se profundizan esas hipótesis de los griegos, se reconoc (1) in obra de Cosmas fué reimpresa en el tomo XI de lá célebre col C cion de Andres Gallandi titulada Bibliotheca veterum patrum antiguaru scriptorum ecclesiasticorum, Venecia 1765-81, —Sin embargo, aunque esa O habia sido publicada en aquellas colecciones de los escritos de los padre la iglesia, casi no era conocida jeneralmente mas que por los análisis qu ella habian hecho los historiadores de la literatura i de las ciencias; per 1855 M. Edouard Charton dió a luz en Paris una traducción francesa al abreviada, pero con las curiosas láminas de la primera edicion, en el t mo II de la coleccion titulada Voyageurs anciens et modernes. 3 DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA 459 que no son mas que mentiras i sofismas que no pueden soste- nersc. En el segundo libro yo respondo a la cuestion de esos cristianos: 1 Destruidas esas hipótesis ¿con qué las reemplazais?n Demuestro para ello cual es la verdadera hipótesis sacada de la “escritura santa, i digo cual es la verdadera forma del mundo. En seguida, si alguno duda todavía, 1 me responde: n¿Quién me prueba que Moises 1 los profetas han dicho la verdad? yo les demuestro en mi tercera parte cuán dignos son de fé, probándo- les al efecto que no son ellos sino el Espíritu santo el que habla por su boca; 1 establezco despues que mi opinion es la de todos los autores sagrados de la antigua 1 de la nueva lei, i digo cual es la utilidad de conocer la figura del mundo i de donde ha nacido esa idea de su esfericidad. Mi cuarta parte es una breve recapitulacion de lo que he dicho ántes i una refutación de la esfericidad del mundo i de la existencia de los antípodas. En fin, la quinta parte establece que este sistema no es una vana hipótesis inventada por mí, sino el resultado de la observa- cion del tabernáculo de Moises, construido por cl órden de Dios para representar el mundo, ese tabernáculo nimájen del mundo," como lo llama el nuevo testamento, único en realidad, pero se- parado en dos por el velo que lo divide, como Dios ha separado en dos, por el firmamento, el universo que en el principio era uno. I asi como en el tabernaculo habia una parte interior 1 otra esterior, así tambien hai en el mundo una rejion baja ¡una rejion alta: aquella es el infierno i ésta el mundo futuro, a don- de subió el primero nuestro señor Jesucristo despues de su re- surreccion, i a donde despues de él subiran los justos. Desde Adan hasta Moises, desde Moiscs hasta san Juan, i desde san Juan todos los apóstoles i los evanjelistas, todos, digo, de una voz unánime, no han hablado mas que de estas dos rejiones. Ninguno ha supuesto que ántes o despues existiese una tercera, sino que todos, guiados por el Espíritu santo, han declarado que no existian mas que dos. Poreso, siguiendo paso a paso las sagradas escrituras, he figurado el universo, despues esos luga- res de donde salieron los israclitas, esa montaña en que recibie- ron la lei escrita, ese tabernáculo divino i en fin, la tierra pro- metida en que establecieron su mansion. En realidad, toda la parte propiamente cosmográfica de la 460 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS obra de Cosmas, puede distribuirse en dos secciones. La pri mera es la refutacion de las doctrinas científicas de los jeógra: . fos i filósofos griegos; i la segunda es la esposicion del sistema 1 del universo que el autor ha arreglado. Apoyándose en fre- 3 cuentes citaciones de la Biblia i de los santos padres, declara - absurdo e insostenible no solo ante la razon sino ante la fi cuanto habian enseñado aquellos sobre estas materias, concl yendo por decir que la esfericidad del mundo-i la existencia d los antípodas, no pasan de ser cuentos de viejas. La segund seccion es mucho mas curiosa todavía. Citando a cada paso a los profetas, a los poetas i a los demas escritores bíblicos, io buscando la interpretacion racional de ellos en las obras de los. padres de la iglesia, construye su sistema cosmográfico. > El universo, segun Cosmas, tiene la forma del tabernáculo de Moises, mas claramente, la de una casa o de un granero, cuy largo es doble del ancho. La parte inferior es un estenso plas ne no, cuyo centro está ocupado por las tierras, i cuyos bordes son formados por el océano, si bien mas allá de éste, por la e del norte, hai tambien tierras donde estuvo el paraiso terrenal. i donde habitaron los hombres ántes del diluvio, pero a dond Ad no pueden llegar ahora. Cuatro formidables murallas que s levantan en los costados de ese plano, van a unirse a la bóved celeste, que cubre al mundo. La esplicacion de los fenómeno del cielo, completa el cuadro cosmográfico. Existe en la tejio del norte, segun el monje de Alejandría, una alta montañ cónica en torno de la cual revuelven regularmente el sol, la lun: i los demas astros, sin pasar jamas por debajo de la Tierra, sin salir de las murallas que las circunscriben. De esa manenr; se producen los dias i las noches, segun sea que el sol est delante o detras de la montaña, i la mayor o menor prolonga: cion de los dias, es decir la sucesion de las estaciones, segun se que el sol efectúe su revolucion en la parte mas gruesa o ma delgada de la montaña cónica. Por lo demas, Cosmas, de acu do con muchos padres de la iglesia, establece que el sol 1 luna, así como los demas astros, tiene cada cual un ánjel que lo conduce en su marcha, de lo que resulta que estos movimient son perfectamente regulares, i aun podria decirse intelijent Segun él, son tambien los ánjeles quienes preparan la lluvia DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA 461 reunen las nubes, i presiden directamente la accion de los vien- tos, del rocio, de la nieve, del calor, del frio, en una palabra de todos los fenómenos meteorolójicos (1). No es necesario esponer en todos sus pormenores el sistema cosmográfico de la Topografía cristiana, 1 por tanto nos limita- mos a darlo a conocer en sus rasgos jenerales. Cosmas dice 1 re- pite que espone la forma del mundo no segun su propia opinion i sus propias conjeturas, sino ajustándose en todo a las indicacio- nes reveladas que hallaba en los profetas, en los otros tratados de la Biblia i en los escritos de los santos padres, i sujetándose a las lecciones de grandes doctores i maestros. Se ha dicho, por esto, que así como la célebre /eografía de Claudio Ptolomeo no es pro- piamente una obra orijinal de éste sino el resúmen claro i orde- nado de la ciencia de los griegos en jeografía matemática ien as- tronomía en el segundo siglo de nuestra era, así tambien la obra de Cosmas es el resúmen de las ideas, conocimientos i opiniones que en cosmografía tenian los cristianos en el siglo VI. - Los absurdos de este sistema cosmográfico i de las doctrinas en que se fundaban, no podian dejar de llamar la atencion i de provocar la mas amarga crítica, cuando algunos siglos mas ¡tarde recobró su imperio la verdad cientifica, i cuando los pro- 'gresos de la observacion 1 de los descubrimientos confirmaron la exactitud i la precision de la ciencia de los griegos. El padre Jesuita José de Acosta, que recorrió una buena parte de Amé- ¡rica en el siglo XVI, i que en 1590, un siglo despues del des- (1) Juan Philopono, filósofo del siglo VII, último representante autori- zado de la escuela griega de Alejandria, se hacia cargo, en el libro 1 de su tratado De la creacion del mundo, de esta opinion de algunos padres de la Jglesia, en los términos siguientes: «Que nos digan los que asi piensen en qué lugar de la escritura divina han aprendido que los ánjeles pongan en movimiento la luna, el sol 1 los otros astros tirándolos con una cuerda como a las bestias de carga, impulsándolos por detras como se hace con los fardos de mercaderias, o moviéndolos de las dos maneras a la vez, o en fin cargán- dolos sobre sus hombros. ¿Hai, en verdad, algo mas ridiculo que todas estas “suposiciones? Como si Dios que ha creado el sol, la luna i todos los astros no hubiese podido imprimirles el movimiento, asi como ha dado a los cuer- pos pesados i lijeros una tendencia a precipitarse hácia la Tierra, ia todos los seres vivos una facultad de moverse que ellos sacan del principio de ac- | tividad que los anima.» Philopono no logró convencer a sus adversarios. A A e ER 462 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cubrimiento, publicaba en Sevilla su Historia natural ¿ mora de las Indias, discutia en los primeros capítulos de esa obra las opiniones de algunos santos padres, i en especial de san Juan Crisóstomo, de Lactancio, de Procopio ide san Agustin sobre estas materias, i terminaba con esta observacion: “No se ha di 4 ofender nadie, ni tener en ménos los santos doctores de la i isla sia, si en algun punto de filosofía i ciencias sienten diferente mente de lo que está mas recibido i aprobado en buena filoso: - 14 fía, pues todo su estudio fué conocer i servir i predicar al crias dor, i en esto hicieron grande excelencia. 1 como empeñad del todo en esto, que es lo que importa, no es mucho que en estudio i conocimiento de las criaturas, no hayan todas veces por entero acertado.n Todo esto puede ser exacto; pero tam= bien lo es que esos errores enseñados con el carácter de verd relijiosa, produjeron un retroceso en el desenvolvimiento d espiritu humano que se hizo sentir durante cerca de mil años, Conviene advertir que esas doctrinas no se impusieron sin re- sistencias. Cosmas habla de los contradictores que hallaba el sis: tema cosmográfico de los padres de la iglesia; i de los defenso» res que aun quedaban de la teoría de la esfericidad de la tierr. de la existencia de los antípodas. Son pocos los escritos que han quedado sobre esa controversia. Juan Philopono, que es llamado el último representante de la ciencia de los griegos, € cribió en el siglo VIT un tratado que citamos mas atras, pa demostrar que las sanas doctrinas cosmográficas no tenían nada de opuesto al cristianismo; pero no se le hizo caso. Otros escri res, ménos valientes, i talvez ménos conocidos, recordaron de paso aquellas doctrinas manifestando por ellas cierto respel pero sin atreverse a sostenerlas 1 a defenderlas. De este moc la luz de la ciencia griega fué apagándose poco a poco. A diados del siglo VIII hubo en Baviera un sacerdote ¡lama Virjilio que enseñaba que la Tierra era redonda i que había o: rejiones habitadas, esto es, que había antípodas. El papa Zacarías, que por lo demas era un hombre ilustrado, escrib san Bonifacio, su legado en Jermania, estas palabras con de 4 de noviembre de 751: "En cuanto a la perversa doctrí de Virjilio, si se prueba que sostiene. que hai en la tierra ( mundo i otros hombres, espulsadlo de la iglesía en un con S Es A: É DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA 463 o % espues de haberlo despojado del sacerdocio. Nosotros he- ito al duque de Baviera que nos lo envíe, a fin de rlo por nosotros mismos 1 de juzgarlo segun los cáno- bien hemos escrito al mismo Virjilio i a Sinodio car- =nazadoras, i Os creemos a vos mas bien que a ellos (1)... ro la verdad científica debía recobrar sus derechos impres- ptibles. En medio de las tinieblas que en esas materias reina- en Europa, la luz apareció llevada por los árabes, i comenzó irse paso entre los espíritus mas claros i mas aventajados. árabes, a quienes la tradicion vulgar atribuyó durante siglos | contrarias a la civilizacion, habian encontrado en o los libros griegos, los habian estudiado i traducido; i li- + d 2 preocupaciones relijiosas contrarias a la ciencia, adop- n las doctrinas jeográficas i cosmográficas de Aristóteles, de - nes, de Hiparco i de Ptolomeo, i las propagaron en sus quistas en occidente, adelantando con trabajos propios la 5 fía matemática i la astronomía. Los árabes de Españari- zaron en actividad literaria con los de oriente, poseyeron has bibliotecas, i la escuela de Córdoba no fué ménos cé- que la de Bagdad. A ella concurrieron en los siglos XI i nuchos estudiantes de los pueblos cristianos de Europa; i 1elta a sus paises respectivos, propagaron éstos en la medida | , Ten cuanto se lo podia permitir el estado social los conocimientos que habian recibido (2). Las obras doo! AMO 1 a A o so VIA Y 1:09 JU A MO E e Y Xx n, fue publicada por el celebre padre Hardouin en 1715 en su regi maxima conciliorum. Creemos que fué D'Alembert el primero 2l brillante ¡ 1 sólido bosquejo de la historia de las ciencias que es- A mo discurso preliminar de la Enciclopedia, señaló esa carta como estra de las ideas cosmográficas de la edad media. Algunos escrito- lásticos han pretendido dar a ese documento un significado diver- ado que lo que el papa condenaba no era precisamente la teoria ncia de los antipodas, sino una doctrina contraria «al dogma de el jénero humano.» Se ha observado con justicia que esta espli- enta del sentido de la carta del papa, importa un ataque a la A única autoridad que puede AE sobre la unidad O diversi- como los de sl astronomía i los de la jeografía. que los hechos aqui recordados son el objeto de muchos libros en a d 464 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de Aristóteles, traducidas del griego al árabe, fueron vertidas del árabe al latin con las imperfecciones consiguientes a esta doble version, pero prestaron un gran servicio a la restauracion cientifica. Ñ Este es el tiempo en que se inicia la rehabilitacion de Arise tóteles i de las doctrinas peripatéticas así en filosofía pura como en ciencias físicas i naturales. Alberto de Rollstadt (1 103-0088 | fraile dominicano i mas tarde obispo de Ratisbona, mas cono=. cido con el nombre de Alberto el grande, inicia con sus escritos j con su enseñanza esc movimiento que habrian de adelanta sus discípulos. El mas brillante i el mas notable de ellos en dominio de la filosofía i de la teolojía, fué Santo Tomas Aquino, que tambien se ocupó en el estudio de las ciencias, contribuyó en todo sentido a propagar las doctrinas aristotél 5 á ¿ Á | - 17 E á $ > > - pe E == == SISSI SIISE 8 [ (0) li S/N IN IA aa ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA CON UN ENSAYO PRÉVIO DE CLASIFICACION DE LAS CARGAS RODANTES PARA LAS VÍAS CARRETERAS DE CHILE A KA AÁASKÁ (Continuacion) De los puentes de madera 39. Introduccion.—Todos los estudios que siguen se aplican A Cargas rodantes de 8 toneladas ia puentes de 5 mctros de sho libre entre las barandas. La vía carretera tendrá 3 me- 80 centímetros de ancho i será limitada por dos guarda— as. El tablonaje inferior cubrirá todo el ancho del puente, 1 blonaje superior se le pondrá solamente sobre la vía carrc- n Europa, se emplcan a veces tres tablonajes 'i en cste los tablones superiores no tienen mas que 2 a 3 centi- os de espesor. Son de madera blanda, i se renuevan con encía. En Chile, los tablones son dz madera de roble, 1 1as veces de raulí. El tablonaje inferior tiene jeneralmente 75 Ó 0,110 de espesor, el tablonaje superior 0,04 Ó 0,M05. o los tablones inferiores contribuyen principalmente a la 474 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS admitiremos siempre. Los tablones superiores que solo cubr la vía carretera tendrán 380 metros de largo i 0.05 metro espesor. Para carretas de 8 toneladas, una distancia de 1.20 m tro de eje a eje de las vigas, debe considerarse como un más d mum, con un doble tablonaje de 0.10 metro í 0.05 metro. CAPÍTULO Il Puentes de pequeña lonjitud 40. Cuando los puentes son de pequeña luz, basta formarlos con una série de vigas lonjitudinales sobre las cuales se clav: un doble tablonaje de 0,110 i 0,105. Se colocarán estas vigas á una distancia de 1,120 a 1,125 de eje a eje. Determinemos la mayor luz que podremos dar a las vigas usuales del comercio Supondremos que las piezas descansen sobre dos apoyos que correspondan al eje trasversal de las áreas de apoyo de las vi gas. Será útil dar a lo ménos 0.20 metro de lonjitud al apoyo En efecto, si la viga tiene una seccion de 0.20 X 0.20, el área de apoyo será 20x 20=400 centímetros cuadrados. En cl caso di que una rueda de 4,000 kilógramos pasa sobre el apoyo, lá pre sion será de 4%%%=10 kilógramos por centímetro cuadrade lo que representa un límite conveniente en el caso de alt ría. Admitiremos, pues, que las vigas descansan sobre los es tribos por lo ménos en una lonjitud de 20 centímetros. 3 El cálculo de las vigas es elemental. Para un tramo cuy lonjitud fuera L, se deducirá el taso de trabajo - de la ecua 12- cion PAD 3 T LEN E ; =módulo de flexion de la viga. : P=peso de una rueda = 4,000 lidia 3 e p=carga uniforme por metro corrido, que proviene del pes muerto. ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 475 El cuadro que sigue indica las luces que se pueden salvar con as vigas correspondientes del comercio. CUADRO NÚM. 18 MOMENTOS Trabajo PL | vápL? | Total | Pan? km. | km. | km. kg. 4000 | 198 900 20 920 | 69 20 x 20 1333. |,0,70 ¿20x25 | 2083 1520 |: 1,40 ” 207 | 14c0 CA AUS 69,6 Masxz5 | 2604 | 1,50 | 1,70 | n | 218 | 1700| 79 | 1779 | 68,3 20 x 30 3000 | 1,80 | 2,00 2000 108 | 2108 70,2 25x30 3750 | 2,30 | 2,50 2500 | J80 | 2680 | 71,4 4500 | 2,70 | 3,00 3000 | 273 | 3273 72,7 30 x 30 30x35 | 6125 | 3,50 | 3,80 35%35 7140 | 4,20 | 4,50 5 4500 | 689 | 5189 | 72,6 ps 9328 | 4,70 5100 | "” ps " eel 3800 | 462 | 4262 | 69,5 Porco UA 205 EdON | 022 | 15022) 10355 - Sin embargo, las vigas de 30X 35, 35X 35 1 35 X40 no se en- 1er tran en el comercio tan comunmente como las demas. Por tte motivo cuando el tramo es un poco grande, conviene mas 1plear vigas de menor escuadría sostenidas por medio de tor- -puntas. e me > A AT A O Y te 0 CIA A ON IO O or 0 Y VIT MG. A A) 0 CA SGL a A A o 1 m AA 2) l pa n | A (2) 3 u e mo CAPÍTULO MI Vigas de seccion constante, con torna-puntas S I.-—TRAMO DE CINCO METROS 11. Estudiemos la resistencia de un puente de cinco metros luz, compuesto de cinco vigas bajo la vía. Tomamos vigas 20Xx30 centímetros con torna-puntas de 20 x 20 inclinadas DRNA TARDAR ATA ATA TO AA CIR - 476 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. en 45% que sirven para sostener la viga a Y de la luz des cada estremo, (Lam. 1V). rl 3 Estando colocadas las vigas a una distancia de 1. 25 má de eje a eje, el peso muerto por metro corrido de viga ¡nád media comprenderá: 1.0 Tablonaje 0M,15 x 11,25 x 1M, x 900 kgs, = 169 kgs. 2.2 Vigas de 0M,20 x0M,30 X 1M Xx 900 kgs, = 54 $ 3 e Ulayvos1.DErios: y 17 IR A A. 7 42 Para herra hunda dC Peso muerto por metro corrido de viga. 250 kgs. La sobrecarga móvil será una rueda de 4 toneladas que mo veremos sobre la viga de tal imancra que para cada pieza Ss realiza el estado de solicitacion mas desfavorable. E | 42. Peso muerto. — Aunque el peso muerto sea de poca in 2: portancia, examinaremos sin embargo la cuestion con todo de- talle, para mostrar de qué manera se trata el problema en « caso de una carga uniformemente repartida. | Ecuaciones. —Sea P la reaccion en 4 i B (Lam. IV, figura 1 10 la reaccion de las torna-puntas en Ci D. Tendremos 2 P+2 O cos a=250 kgs. x 5=1.250 kgs. O > PA O cosa =025 ko 3 e En cesta ecuacion entran dos incógnitas: P. 1 O, Como la : ho estática no basta para resolver el problema, tendremos que ha cer uso de las deformaciones elásticas del sistema. Se _ Designemos por f la flecha de la viga en los puntos Cil se ve que el acortamiento de la torna- punta será: 3 f COS a E Si a es la lonjitud inicial de la torna-punta, tendremos segu la fórmula conocida de las deformaciones de las piezas compr midas: -E,=cocficiente de elasticidad de la. madera. w, =seccion trasversal de la torna-punta. ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 477 a fin, tendremos una tercera ecuacion considerando las de- rme plones de la pieza 45, apoyada por sus estremos 41 Bb, citada por las fuerzas siguientes: o Pa carga uniforme de 250 kilógramos por metro corrido; 2 las reacciones verticales O cos a=X*R de las torna-puntas Die: adas en Ci D. La ecuacion que da la flecha en Ci D tendrá la forma: =$ f=9 (P, O cos a) (3) Tenemos pues 3 ecuaciones que nos permiten determinar las incógnitas f, Pi Q. Ocupémonos en primer lugar de la ecuacion (3). Dean: os A MIDA FNCA SI PU CIA O 1 O O A) A A o + RI O CL A. 0 QU ME, AG A A A o a f=la flecha en C debida a la carga uniforme p= 250 kgs. fo ea=1la flecha en C debida a las dos fuerzas O cos a=2M licadas en Ci D. Tendremos evidentemente la ecuacion DIA DAA EA 1 AE OT 10 MES TO cosa (4) 7.9 Determinacion de f,. El valor de f, es: plabiB+a?b?) | OS ET (5) En esta ecuacion tenemos, expresando todo en centímetros: p=2X5 a=A C=125 b=cB=375 1=A B=500 E=100000 /=45000 lesultando: | 2,5 (125X 375x500 +125*X 3757) 0,3221 0051) 24 X 100000 X 45000 o Determinacion de focosa. La determinacion de JQcosa ES 5 compleja. Se puede tratar la cuestion por el cálculo o por métodos gráficos. A AAA, AN A A AAA E FU E TT 478 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS: a) Método anatítico.—He aquí la marcha que conviene : guir: :l Siendo prismática la pieza i simétrico el estado de solicit cion, los cuartos estremos de la pieza tendrán una flexion. : rabólica, miéntras que la parte C 1) comprendida entre las c torna-puntas presentará una 'flexion circular. El radio p « arco de circulacion será: cd E Si el oríjen de las coordenadas es o (Lám. IV, fig. 2) te | dremos en todo el largo del arco de circulo O 2: BY NA TE AT En los estremos tendremos FHP OA Lo) aplicable desde 4= 12/ hasta 1= 1% £ Integrando dos veces tendremos es=9(0) 6 Esta ecuacion contiene dos constantes que pueden determi narse por la doble condicion que para r=5$Y L tenemos y= ¿EY TZ L de pj Las constantes calculadas, bastará hacer += len la fÓ: mula (7) para tener y sobre el apoyo, es decir la flecha f;, en € medio de la viga. Ademas, tomando r=Y% L en la ecuacic (6), tendremos y=fp=flecha del arco de círculo, es pa descenso del punto medio de la viga en relacion a D. Por fi 1 la flecha en ) debida a las dos fuerzas aisladas será iria os 1 Se ve que este método es mui laborioso, Es preferible resol A ESIUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 479 e A A O O A A O O A A “la cuestion por medio de la Estática Gráfica que da una lucion a la vez mas elegante i mas rápida. - b) Método gráfico. —La cuestion es determinar la flecha en ¡ D que presentará una pieza de 20 x 30 centímetros, coloca. sobre dos apoyos de nivel, distantes de 5 metros, i solicitada rdos fuerzas aisladas O cos a=X aplicadas en Ci D. Se sabe que la fibra deformada de una viga prismática soli- tada por flexion es el lugar de los momentos, construido con- lerando la pieza como encorvada por una carga contínua que viera la forma del área de los momentos de flexion, i adop- ndo como distancia polar una lonjitud iguala E 7. o a mm e - emm. + mar > - ms Se divide cel árca de los momentos en un cierto número de ementos cuyas áreas se concentran en sus centros de grave- d. El lugar de los momentos que corresponde a las fuerzas sladas obtenidas así, será tanjente a la fibra deformada en los ntos de separacion de los elementos. Los momentos en Ci Dtienen por valor 1,25 X.(Lámina III, ura 1). Las áreas de los momentos serán: | e A ACE==DFB=Y x 1/25 R CDFE=2x125 R La viga lonjitudinal es una pieza de 20x 30; tendrá, pues, | momento de inercia y I=2 x20x 30”=45000 cm.* =0,"4000 12 4 - dE Siguese que la distancia polar sera: E [=10* x0,"100045 =450000 NS . I -Omaremos como escala de £ /: -—————— á 10000000 ? DS : ; £0000 a distancia polar será pues: HR —o0m045 y 10000000 “omo escala de las áreas de los 1% O . Resul- « 8 .p 480 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS” tando que los triángulos ACEiDFB quedarán 1 tepresen! por la lonas q ei | a =0,M015625 i el rectángulo CD E F por la lonjitud 2126 7R so R =0,M0625. La escala de las absisas es La escala de las deformaciones será pues 10000000 4000. DR DO Ei Hemos construido (Lám. III, fig. 2) el diagrama de las fue: zas proporcionales a las áreas de los momentos con una di: tancia polar £/=0,045 metro. Despues hemos trazado (fig. 2 el lugar de los momentos que se refiere a éste, i que da l: deformaciones verticales en las líneas de separacion de las árce parciales de los momentos, La deformacion en Ci D será, pues, Có (fig. 3) 0 ala esc R E aa 4000 a a e R= E ¡200575 R Se ve que esta solucion es mucho mas A i mas práct que la que resulta del cálculo. | Resolucion de las ecuaciones. — Hemos visto anteriormen (relacion 5”) que la deformacion en €, debida a la carga un forme es E y O 22 Recmplazando en la formula (4), tendremos | /f=0,3221—0,000575 O cos a que es la forma definitiva de la ecuacion dd ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 48H El sistema de las 3 ecuaciones que hai que resolver será pues: O O oa 3) O) pad a | to, (0H f=0,3221—0,000575 O cos a (9) Pa ra la ecuacion (2), tenemos: E, =100000 en cm.”. w, =seccion de la torna-punta=20X 20=400 cm.? -£0S A=C0S 45%=0,707. de de la torna-punta= 180 cm. e reemplazando f por su valor espresado por (9), 1 ) cu E acion (2) será: 0,3221 —0,000575 Xx 0,707 Q = 100000 X 400 DAD O 4 130 707 e e NC TI TIA SI VO, TA UC 0 A. €-_————— * a 180 Om 100000 X 400 X 0,3221 X 0,707 — 100000 X 400 X 0,000575 Xx 0,707 Q 180 O + 11496,5 O=9108988 _ 9108988 076 =780 kgs. O cos a=R=780X0,707=kg5. 551,46 > Í Por fin, segun la ecuacion (1), tendremos P=625—551,46=kg5. 73,54 El estado de solicitacion del sistema queda pues, iS - ate conocido. / lomentos.—El momento en Co D será: E M.=%Y 250 X 1,25 73,54 2 1,25= 103K2,m39 1 momento en el medio de la viga será: Ma=% 250k x 5 —73K,54x 2,5— 551,46 x 1.25 E. M,, = —92 kg. m. - TOMO LXXXII 32 AA E rs 432 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 43. Carga rodante.— Ecuaciones. — Ocupémonos en primer lugar de la viga lonjitudinal. Pondremos la rueda de 4 tonela- das en el medio del tramo. Esta carga produce sobre las torna- puntas una compresion O, a la cual corresponde una reaccion vertical O cos a. A Tendremos el sistema de 3 ecuaciones: P+0 cos a=2000 kgs. COS.A7S Diario e (PO cos AOS Sam: Fiovo=Hecha en C producida por una carga de 4000 kilógra= mos colocada en la mitad del tramo, estando la viga apoyada en sus dos estremos. | 3 Fo coa=1flecha cn C' producida por las fuerzas O cos a apli- cadas en C.iD. 3 Tendremos O 0 cos A (10) 1.2 Determinacion gráfica de f qq. «— Hemos hecho el tras (Lámina III, fig. 4,516) de la. libra deformada que corres ponde a la carga de 4000 kg. Las escalas son las siguientes: A | I ] 0,00045 X IO y Escala de ££ 1 =————— ES OOO PAAETO” > =0M,0435 10000000 : - 10,000,000 3 ES , I O Escala de las áreas de los momentos ————, €s decir ne e 200000 -3 e 100 1000 kgm?, representadas por 0005 200000 Escala de las lonjitudes: so La escala de las deformaciones será pues: 10000000 50 x 200000 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 483 es decir que obtendremos las deformaciones en su verdadera magnitud. Ademas corresponderán a su verdadero valor en los puntos de separacion de las áreas de los momentos, es decir en CiD. - El depurado muestra que tenemos Frooo= MO 2. Determinacion de focosa.—Como la reaccion vertical de las torna-puntas vale Y cos a, sabemos, segun un depurado anterior, (ecuacion 8) que JQ cosa=0,M000575 O cos a - Tenemos, pues, segun la ecuacion (10) f=1,M55—0,000575 O cos u que es la forma definitiva de la ecuacion (3). Resolucion de las ecuaciones. —Haciendo en la ecuacion (2) las sustituciones del caso, tendremos 1,55 —0,000575 X 0,707 x O O= 100000 X 400 7 á 180 0,707 (180 +11496,5)0 =43834000 2 43834000 _ 11676,5 = 3754 kgs. MEE = 3754 0,707 =2054:K85. Segun la ecuacion (1”), tendremos pues: s .d « =2000— 2654=-—654 kilógramos. El peso muerto produce sobre los apoyos una presion de 73,554, resultando que bajo la accion de la carreta las estre- midades de las vigas tienden a levantarse con una fuerza de 654 —73,54= 580,46 Será pues necesario fijar las Ett de las vigas por redio de pernos. 4834 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - Dimonstones trasversales. —Bajo la accion de la carreta, el momento en el medio de la viga será: 3 a = +054 X 2,50—2654 X 1,25=1635— 3317,5= — 1682,%8- Por otra parte, el momento debido al peso muerto en el mis: mo punto es—92 kilógrametros. ' El momento máximo total correspondiente será por consi= guiente: Minax = 2 1682,k8- m5 —g2kg. Mm= 1774,E8- m5 ¡ el trabajo máximum de la viga, SM EAN A z AS de 0 = 50, T5 por cm. V Nos encontramos, pues, en buenas condiciones de resistencia. 44. Torna-puntas.—Para estas piezas el estado de solicita» cion mas desfavorable corresponde al instante en que la rueda de 4 toneladas se encuentra en Co D, Esta carga de 4 tonela. das dará a la torna-punta una compresion O que produce una reaccion vertical O cos a. Bajo la accion de una fuerza aislada P una pieza prismática sobre dos apoyos toma en el punto de aplicacion de la fuerza, una flecha : a? qUe Pe F | E Siendo a i 5 las distancias de la fuérza a los dos apoyos de la pieza, 1£ la distancia entre los dos ADOyDS En el caso actual tendremos: AS “l a=125 cm. b=375cm. L=500cm. E= 100,000 cm /=45000 cm.* Resultando: | vo eeSbLLs din 15025440625 | =9,m000325, 3 X 100000 X 45000 Xx 500 * ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 485 - Bajo la accion de las dos fuerzas 4,000 kilógramos i O cos a de direccion contraria i aplicadas en el mismo punto, la viga toma pes una flecha . E E 74 =(4000— O cos a) 0,'M000325 - Ademas, bajo la accion de O la torna-punta se acortará de cos a. Tendremos: (4000— O x 0,707)0,000325 O= 100000 X 400 E 4 180 0,707 resultando O=5352 kgs. ÉRENS = 35352 x 0,707 =3784:kgs5. La compresion Q debida al peso muerto es 780 kilógramos. Tendremos, por consiguiente, una compresion total máxima: y y Mi 352 18001320605, - El cocficiente de trabajo de la torna-punta será 4 6132 400 =15,x83 por cm.* El limite superior admisible es: A e =A478 mas o ménos; pi 1 + 0,006 ”iFoo006x81 * ó mao? ¿Se ve, pues, que las torna-puntas trabajan a un taso mul po- co alzado. Pero conviene que las cosas sean así. Como son piezas cortas, un aumento de seccion no dará un gran aumento le volúmen, miéntras que las deformaciones disminuyen aproxi- mándose mas así a una pieza sobre 4 apoyos de nivel. Per otro lado, para obtener un buen ensamble de la viga i de la torna- punta, conviene que se dé el mismo ancho a ámbas piezas. 45. Métodos aprorimativos.—Mui a menudo se estudian las 486 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS vigas con torna-puntas como si fueran piezas sobre 4 apoyos de nivel. A veces tambien se supone la pieza cortada cn la apoyos intermediarios Ci D. Vamos a examinar hasta que _punto estos métodos son exactos, e al caso que precede. : | 1.2 Cálculo por el método de las piezas contínuas sobre 4 apo- yos de nivel. 3 a) Peso muerto.— Ocupémonos, en primer lugar, del peso muerto. Tenemos p=250 kilógramos por metro corrido. El momento sobre los apoyos médios se obtiene por la lo la fórmula | á =b PES +0 I AIR : djs 2 + a Tenemos E = k == 2 == 0: == 250 40 L='250 0 = “2,50 0.5 A Le consiguiente | "ME =0 50235 '% 78250 X 2,5”=109*8.m,85 El momento en el medio del tramo será: =18 250 X 2,5 — M.=195,3— 109,85 =85k8.m,45, b). Carga rodante.—Colocando una rueda de 4 toneladas « S: el medio del tramo central, habrá que determinar las reacciones sobre los dos apoyos del centro. Se deducirán inmediatamenté de éstas las reacciones sobre los apoyos estremos. Como éstos quedan invariables, el problema será cl siguiente: ¿Cuál es la reacccion XP, que tiene que producir la coa para que la viga no sufra ninguna flecha en Co D? E Hemos visto anteriormente que bajo la accion de la carga de 4 toneladas puesta en el medio del tramo, la viga baja de 1M,55 en los puntos Ci D. Bajo la accion de dos fuerzas *, diri] da de abajo hácia arribai aplicadas en los puntos C1 D, la viga s€ levanta [ccuacion (8)] en E OM 000575 Ke, ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 487 Para que la flecha sea nul, debemos pues tener > a , : O os decir 3 0M,000575 K, = 10,55 Resultando Eo 1,55 E - aos OA € - Comparacion con el método de las deformaciones. — Tratando la cuestion por el método de las deformaciones, hemos hallado O cosa=R=2654 k - Se ve pues que los dos métodos dan resultados casi iguales. La diferencia será tanto menor cuanto mas reducido sea el taso de trabajo de las torna-puntas. Como tenemos NY, =2695 kilógramos, resultará como esfuer-. zo sobre los apoyos estremos 2000— 2695 = —693 k El momento en la mitad del tramo central será: mo e A Y HA NA A 1 GA Y PL A A BL CDA a a o PP AA AAA PPP me AA 3 PR ” Y E EN M=695 x 2.5—2695 x 1,25= E 11355 — 3308,75 5 =.12 m. 1631,25 cl momento máximo total en el mismo punto: 4 E Mia x= —1631,25—85,5=—kg. m. 1716,75 El error en el caso que nos ocupa, asemejando la viga a una dieza sobre 4 apoyos de nivel será pues: A . . . z e — 3,25 p. %, en ménos. 2.02 Viga discontinua en C 2 D.—Suponiendo la viga discon- nua en Ci D, tendremos en la mitad del tramo central: | 4) para el peso muerto >> M=Y8 250X 2,5% =195k8.m, 3 A nn RDA A TN, AN AA A PANAMA s 488 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - b) para la carga rodante | | sil 3 M= s 150 m. El momento máximo total será: Ma x=2500+ 195,3 =2695,*8- m3 El error será pues: 26953177433 _ 52% mas o menos, en mas. ca 177453 | ó Se desprende de ahí que conviene abandonar del todo este método, espeditivo, por cierto, pero que induce a dar a LaS pie. zas dimensiones sumamente exajeradas, ME | $ 2.—TRAMO DE OCHO METROS Consideremos el caso de una viga de 30Xx 30 centímetros de 8 metros de largo, sostenida por 2 torna-puntas de 20 x 30,a 2 me- tros de sus estremos. Admitamos 5 vigas bajo la vía, distantes de 1.25 metro de eje a eje. El caso es análogo al anterior. Sin embargo, lo estudiaremos con todo detalle, porque nos dará le L ocasion de desarrollar otro método de cálculo, i de deducir del - exámen comparativo algunas conclusioncs útiles para el cálculo de los puentes de este sistema. 3 46. Método de las deformaciones.—Como en y el caso anterior, hemos trazado el depurado de la nO deformada (Lámina 1 figuras 7, 819): 1.2 Bajo la accion de la carga de 4 toneladas colocada en 4 | mitad del tramo, i que da una flecha=4 “centímetros, 3 cn los puntos Ci D. 2.2 Bajo la accion de dos fuerzas Se 0 cos a “aplicadas e en Ci D,i que dan en estos puntos una flecha = FR=0,0016 O cos au Nos abstendremos de dar mas detalles en cuanto al trazadc del depurado, porque las construcciones son análogas a las del ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA , 4069 ramo de cinco metros. La lámina 1II indica las diferentes es- calas que se han adoptado. _Examinemos separadamente el peso muerto i la carga ro- lar te: 1.9 Peso muerto.— El peso muerto por metro corrido de viga se compone: ¡ - Tablonaje: 0,15 Xx 1125 x 12Mx900 koes=169 kgs. - Viga de 0,30x0,330x1Mx900 kgs . . un 81 ' OS ao 7 " medad 0 o o io AS 5 RESEOEpPoOE arc de Vea . . . 275 kgs, La flecha obtenida por una carga uniforme se obtiene por la rmula. (5) a: HE aZO) AE DB (5) | =2,75 NS gea — 1=600 . /¿=300 E=I00000 /=067500 Por consiguiente 3 2,75 (200 x 600 x 800” + 200* x 600” = = [M 218 h. So - 24X 100000 x 67500 4 El sistema de ecuaciones que habrá que resolver será: P+0O cos a=275 Xx 4=I1I100 (12) ¡05 h. J=1,548—0,0016 O cos a (14) Despues de las substituciones, la ecuacion (13) toma la forma: 1,548 —0,0016 x 0,707 O 285 O = 100000 x 600 0,707 ultando | i O' 1352 Eg > R=0cosa=1352Xx0,707=056 kg O US MI AN A SA AA ME AAA E O O A A A A AAA AAA ANT ATA AAA A : | -490 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - Segun la ecuacion (12) P=1100—956= 144 Ke El momento tendrá por valor en C1 D, LS M-=% 275 x 2,00% — 144 x 2=262 Kem. ¡en la pS TE «Ma= 4 275 a a —-288 kem o Carga rodante. —Como en el caso anterior tenemos: A A O 0= e Saa 385 0,707 sella ndo | | "OS I7IESS = 0051 =3/7 53 ta - 2670 Y Pero tenemos la relacion PO cosia= la 2000 Le consiguiente | Pz 2000 — ada == S70n R Síguese que los apoyos estremos 4 1 5 tienen una tendenci a solevantarse con un esfuerzo de k. 670. 3.2 Dimensiones trasversales. —HEl momento en la mitad « | tramo será: Mia = 670 x4=2670 x2= de 2660 kom. El momento máximo ea! será pues: Mia x= —2060-— 288 = E 2948 kgm. produciendo un trabajo de YT _ 294800 Ez n.? AOS a 2. cm. ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 491 A E 47. Método de las piezas contínuas sobre 4 apoyos de nivel. — Veamos a qué resultado llegaremos suponiendo que las torna- puntas obran como apoyos fijos. En lugar de tomar por base Jos resultados de los trazados gráficos, trataremos la cuestion enteramente por el cálculo. p Sea una pieza 465 sobre varios apoyos (Lám. IV, fig. 3), soli. citada por una fuerza cualquiera P situada a una distancia dl del apoyo 4. Scan £, X*,, K,, 7 las reacciones correspondientes en 4, €, D, 5. En el caso de una pieza apoyada por sus estre- mos i solicitada por una fuerza única P, la flecha y en cualquier punto FF situado a una distancia O L de A, se deduce de las fórmulas siguientes: (*) desde A hasta E: Ely==22 O(1—9) ! 0+0(8—2)5(15) ) 3 desde 7 hasta B: Ely=-2 2010) 0 +0(0—2) ' (16) SÍ ' Pongamos la carga de 4 toneladas en el punto medio del tra- mo, e introduzcamos las reacciones X?, i £, de los apoyos inter- “medios E, Calculemos las flechas orijinadas en los puntos Ci D: 1.2 por carga de 4 todeladas; 2.2 por las reacciones X*, 1 K,. 1.0 Para la carga de 4 toneladas, tendremos: o e AA SAA TARO O=0,25 ¿=050 P=kgs. 4000 L=8m E=10” /=0,000675, tomando el metro por unidad. La fórmula (15) dará: 10* X0,000675 y= — LLO 25(10,5) 0,0625 +0,5 (0,52) | 675000 y =29354038 ultando Ad Y =0M,0435=43"M,5 (17) y (*) Véase PLANAT, Mécanique appliquee a la Résistance des Matériaux. 492 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Recordaremos que por los métodos gráficos habíamos o bte nido: Ll: | j Y=43 mm. 2.2 4). La flecha y, que aparece en C bajo la accion de R, S calcula por la fórmula (15) suponiendo 0 =4=0,25. Dedúcese E 0,25(1—0 25)[00625+0, 25(0,25— a) j El y,=599 R, | ; b). Bajo la accion de X,=*X, aplicada en D la flecha y, et C se obtendrá tambien por la fórmula (15), suponiendo O =0,2 0 = 01h: Tendremos pues: ca Rox512 j Ely,=- 5025 (1975) ]op625+075(075=2)| | PEA, | E Ly, =466 K3 Sumando: , os | | E 1 (91+)2)=(5,99+4,06) K, =10,65 KR, Como ES ! Ses : E [=10" x0,00067 5 =675000 tendremos E | - 675000 y= 10,65 XX, 3 O : : : o y=000150 4H 30 | (8 Por el método gráfico de las deformaciones habíamos obte nido: y=0,0016 RK, Las dos flechas de las relaciones (17) i(18) son naturalmel te de direccion opuesta; 1, como por hipótesis los apoyos E de nivel, la suma queda nula; lo que procura E ecuacion condicion. — oran =0,0435 0,0435 A —0,00159 — O ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 493 En seguida: OS 2 135 KS. El momento en el punto medio del tramo debido a la carga odante sera: a e; Ma =735X4—2735x2=—2530 kg. m. y Peso muerto.—YEl momento en cl medio de la viga debido al peso muerto se calcula por la fórmula: ray aa 00) 2 dl e .3+2 0 bart M'.==—0,5x Y 275x16=-—275 kgm. pa El momento máximo total será: ME a x= —2530—275= —2805 kgm. t 1] | La hipótesis de los apoyos de nivel dará pues un error en de 3 2805 — 20938 4 E A 5 % mas o meños | Viga discontinua en C 2 D.—Suponiendo la viga discontí- aen Ci D, obtendremos los momentos siguientes en el pun- medio del tramo central 2) Peso muerto: =18 275 Xx 16=550 o ) Carga rodante: "= 14000 X 4=4000 kgm. l momento máximo total será: MS Ses m. 4,550 Í p ! y h | dde MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - El error será, en mas: 4550— 20938 20938 = 54,8 % mas O ménos. lo que confirma la opinion que hemos emitido anteriorment e a Conclusion. —En resúmen, vemos: 2 Que no se puede calcular las vigas con torna: -puntas, supo- e la viga cortada sobre los apoyos intermedios sin esporters a errores grandes, que acarrean un desembolso exajerado. : 2 Que el método aproximativo, fundado en la invariabilidad de los apoyos, da resultados un poco inferiores a la realidad, p que se acercan mucho a las del método de las deformaciones, que ves el único exacto. $ 3.—MÉTODO PRÁCTICO PARA EL CÁLCULO DE LAS DIMENSIONES -. 50. El método gráfico aplicado a la indagacion de las formaciones, sería por cierto preferible a los otros procedimi: fea tiónes, que permiten a la cuestion de una mancK mui rápida i al mismo tiempo bastante exacta. : - Vamos a demostrar que en el caso de una pieza sobre vi apoyos, las reacciones orijinadas sobre los apoyos por una caf+ ga P son independientes de la lonjitud absoluta del tramo, dependen sino de la razon de la abscisa del punto de UN cion de la carga 1 de la lonjitud total de la pieza. Demostracion.—La condicion de la “incompresibilidad apoyo es la isualdad de las flechas debidas por una parte carga i por otra parte a la reaccion de la torna-punta. Estas cantidades se deducen de la ecuacion A ce toma la fo jencral: | EN 8 ey=P1>f(0,8) € PAR o (0, 0) ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 495 Jomo y 9, tenemos: R, 1*f'(6,8)=P.L*/(0,5) 'esultando £(0, 9) e O O lo que prueba que la espresion de Zi, es independiente de E, , 1 solo es funcion de 0 i de d, lo que Ares el teorema. $ or. Cálculo de los Coeficientes a.—En vista de facilitar el caál- llo de X*,, será útil determinar una vez por todas los valores de a que corresponden a las posiciones sucesivas de P. d Sea pues un puente de lonjitud Z sostenido por torna-puntas . iestas a la distancia 0 L de los estremos. Llamemos O las “eacciones sobre los apoyos estremos (Lam. IV, fig. 4), 1 £ las 'cacciones sobre los apoyos intermedios debidas a la carga P colocada en cl punto medio del tramo central. — Conservando las nctaciones anteriores, sabemos que las fle- has producidas en C respectivamente por la carga P i por las cacciones X?, i X?, se deducen de las ccuaciones: 3 M Pos : ly 3)107+58—2) | =-— 410, 8=0,5)= E | Ea $1 (0,5) AN a No == A Ls ai (0, 9) R, pe | as a A ÓN Siendo el AEUnto C invariable i notando que X*,=4', 1 que 3 f=0 eE Je JE? | ¡ (0,8) = 1 (0, 8)+ 230, 0); 406 MEMORIAS CIENTÍFICAS LITERARIAS resultando $ (0,8)=0(1=8)Í0*+8(8—2)| ó Hemos calculado los valores de las funciones $,, da, da E ) varios valores de 0 comprendidas entre 0,20 1 0,50. Dado u valor de 0, estas funciones se calculan mui fácilmente, tomand respectivamente 3 $=0,5 ¿=0 be segun que el caso se refiere a $,, d,, O a Ha sido mui senc llo calcular así los valores correspondientes de a. Hemos rel nido los resultados en el cuadro siguiente. En la figura 5 de lámina IV hemos hecho el trazado de la curva de a, para ki OS varios valores de 0. | CUADRO NÚM. 19 Py 0,071000| 0,085937| 0,099000| 0,109812| 0,118000| 0,123287 o, 1250 Po 0,051200| 0,070312| 0,088200| 0,103512| 0,115200| 0,122512| O, 12500 $, 0,036800| 0,054687| 0,073800| 0,092487 “0,108800 0,120487 0,125 $. +0, 0,088000| 0,125000| 0,IÚ2000| G,I96000| 0,224000| 0,243000| 0,250 O,ÓITI 0,5603 A 0,5267| — ,5073 2+P3 : Aplicaciones 52. Tramo de 8 metros.—Ahora los cálculos se harán cor mayor facilidad i rapidez. Ocupémonos del mismo caso €: ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 407 liado anteriormente: un tramo de ocho metros con torna-pun- as que sostienen la viga a dos metros de los estremos. Pongamos la carga de 4 toneladas en la mitad del tramo. gun el cuadro número 19, el valor de a correspondiente a a=0,687 5 Tenemos pues ES «a XP =0,087 5 X 4000 =2750 kg: El momento máximo debido a la carga rodante en la mitad l tramo será: M max=750X4—2750X 2= —kgs. 2500 El error será pues: 2500—2660 climas E. 206 = (9) o menos, en menos. Se ve, pues, que este método es mui espeditivo i bastante xacto. 53. Tramo de 1o metros. —Como última aplicacion, tratare- nos el caso de un tramo de IO metros, con vigas de 30X 35, tenidas por torna-puntas de 30X 30 a 2,50 metros de los pa emos. Admitamos que las torna-puntas obran como apoyos $ os al mismo nivel que los apoyos estremos. Peso muerto.—Suponiendo las vigas distantes de 1M,25 de 2 a eje, el peso muerto por metro corrido de viga se descom- ne como sigue: Mablones: 0,15X 11,25 x11Mxkgs 900 . .. . 169 kgs. MS de 030x035 XxX 12 Xkg85:000 00 000.052 22 04.1 EAS TO edad E 5 GO Heseigos metro corrido de viga. . .. . 300 kgs. El momento en el medio de la viga debido al peso muerto Mo l do Ñ E p De ALO a 0333 an 7 O. pp) 6=0,5 p=300k /=5%w TOMO LXXXII 33 » h a z E 498 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS El momento será: kg.m Ma =—0,5X 14300 Xx 25= —408,75 Carga rodante, —Colocando la carga de 4 toneladas en medio del tramo central, tendremos, segun el cuadro núm. 1 a=0,6875 Y R, =4000Xx 0,6875 =2750 kg. I el momento en la mitad será: Mo =750X 52,750 X pa — 3125 kgm. El momento máximo total endesa por valor: M ma x= 408,75 3125 = — 3593,75 kgm. ¡el trabajo máximo: E A 2 Eo - =585%56 p cm. iS (Continuará) y «Y GUILLERMO OTTEN, Injeniero honorario de Puentes i Calzadas de Bi contratado por el Gobierno de Chile. e. Ostudios sobre SGT de Mii Por. (64 Cliten. ne 6 "LAUMLO de Lamina 1. y ) Duelos De ( Dos cagas R=0 coyoL. Ú El = 107x0.00045 = 450.000 . 450. 000 o , " Diotaucia polar = ro 000 4 00007 0007 4 So El. p . Gscalas (Kougitudes ñ Úlicas de M 0 TEX, RE De Groumo De 8 webos de largo. Ú SOR e 0 0 0 . 10. 000, 000 4000 vacalla de las Oefounaciones == HE—ÉÁ Ssox 30 R R 2973 lol, 0 > im Jilec au UoD=0b=== = ===R= 0, 00033 lechas em Lo Ub= + > 300 Rs 0000573 R. e) 0 Carga dh Aoneladas . Ú 1 El == — 10000. 000 (9 0 a = Gocalas Lougiludes z Ú so Olieas de Mi A Zoo. 000 Y S 0 30.000 por Distancia, pola = 239-000 cm 10.000 10.000. 000 e P . bacala de las Defexumaciones E A SOX200. 000 Flecha em CoD= 4 El. = 40% x 0,0006 / Longitude ¡== ñ 666 E A Eocalas / 20. 000.000. Úuieas de ¡Carga du 4Y: Rm M [Cargas Ord, Ú 150 R E 1 0) Lo 000.0 Sacalas de fas Carga dukt: ARE Y 66.6x 300.000 . e) 0. 000. yl A Ocféruaciones |Cuugas Ro: 30m 000-000 _ tevo, DA y 666x150 Ro R Hara Carga 4: Fecha - 1708 . > a c/u CoD [Cargas E: Techcds LOLUa R= 0,00160 R. Loco: = A Ap 10.000) eta se a A A ARAN o 0 it abc ¿pi A E ) y Lamina 1p. studios sobre Tauentes de Maderazpor A Olten.. Fig de pxosl=R j id 1 » E ZN R j | Y ig 5 o | L]uodt De los AL. e vaa PA Socal del 0,40p4 Er El s 3 5 E E E 3 E dl ¿l a E cl E Y) '0¡Y 0,25 0,30 035 0,40, A A NOTICIAS PRELIMINARES SOBRE LOS HUESOS FÓSILES DE ULLOMA EE El señor don Lorenzo Sundt, injeniero de minas, noruego, que ha dirijido las minas de Corocoro en Bolivia, tuvo la suerte de hallar a nueve leguas al sur de Corocoro, en la inmensa altura de 3,800 metros sobre el mar, en un lugar llamado Ulloma a orillas del Rio Desaguadero, que conduce las aguas del lago de Titicaca al lago Ahullaga, una porcion de huesos de animales antidiluvianos, que tuvo la bondad de obsequiar al Museo Na- cional. Desgraciadamente llegaron mui fracturados en el tras- porte, pero la habilidad de nuestro preparador, el señor Albert, ¡ha logrado reunir ya la mayor cantidad de los fragmentos, i voi a dar ahora la lista de los animales a que estos huesos han per- - tenecido. No diré nada de su yacimiento, puesto que el mismo señor Sundt lo ha descrito en el Boletin de la Sociedad Nacional de Minerta, núm. 45, 30 de Junio de 1892, ni entraré por ahora en la enumeracion i descripcion de todos los diferentes huesos, li- mitándome a mencionar los principales, que me dieron a cono- cer la especie del animal, TOMO LXXXII i 34 o A A MO 500 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS I, HIPPIDION R. OWEN, Estos animales eran mui parecidos a los caballos, pero sus muelas son bastante diferentes. Ameghino describe en las actas de la Academia de Ciencias de Córdoba de 1889, cuatro espe- cies, a las que ha de agregarse una quinta especie 4. nanum, pu- blicada en el mismo año por Burmeister en los Caballos fósiles de la pampa Arjentina. Una de estas cinco especies se llamaba a ántes Equus curvtdens, i se encuentra fósil en Chile. | En Ulloma se han hallado: 1.9, un ramo de la mandíbula in- ferior, que corresponde tan exactamente a la figura que Bur-- meister ha dado de este hueso, como si hubiera sido el orijinal. de éste; 2.9, el ramo de la mandíbula inferior de una segunda especie, algo parecida a la del Hippadion rectidens del Ameghi- no, pero distinta, que debe, pues, formar una sesta especie. Hai, ademas, dos o tres hriesos de pierna, que se refieren a una u otra. de las dos especies. II, MASTODON CUY, Ameghino distingue en la obra arriba citada seís especies sud- americanas de Mastodontes; 1, M7. andíum Cuv., mui distinto por sus colmillos torcidos en espiral; 2, MZ. platensis con las defensas, vulgo colmillos delgadas, casi rectas; 3, MM. rectus con las defen- sas mui gruesas, casi rectas; 4, MM. argentínus con las defensas cortas, delgadas, casi derechas; 5, M. Humboldté con las defen- sas mui gruesas, sumamente arqueadas; 6, M. superbus con las defensas largas, ménos gruesas, rectas en su parte posterior, ur poco arqueadas en la anterior. | Nos vinieron muchos huesos de un Mastodonte, un ramo de la mandíbula inferior con la sínfisis de los dos ramos, con sus dos dientes i con el diente anterior del otro ramo; otro pedazo. de la mandíbula inferior; la parte posterior de una defensa del >... largo de 54 centímetros, i del grosor de 13.8 centímetros, con. muchos pequeños fragmentos de la parte anterior; la mayor ¡ parte de la cabeza, pero rota en varios pedazos, que no ha sido. posible juntar, varias vértebras, costillas, el hueso ¡lion de la € HUESOS FÓSILES DE ULLOMA gor vidad glenoidal para la articulacion del fémur, fémur, húmero, pedazos del antebrazo, dos tibias, la rótula, etc. ¿Será una de las seis especies de las enumeradas por Ame- ghino? Con toda seguridad puedo decir, que estos huesos no eden ser de M. andínus, platensis, arsentinus, Humboidiz, rectus, pero podria ser el 1. superbus. No es tampoco el Mas- todonte de Chile, que tiene los huesos de las piernas mucho mas gruesos, i un colmillo igualmente mas grueso (1), i que es qui- zas otra especie, que podría llamarse lZastodon chilensis, pero estas diferencias quizas podrían ser sexuales, miéntras la sínfisis de los dos ramos de la mandíbula es mui distinta. Parece que la sínfisis de los dos ramos de la mandíbula infe- or suministra excelentes caractéres para la distincion de las especies; en cuanto a las muelas, soi del parecer que no se pue- de sacar mucho provecho de ellas, porque la superficie mastica- oría varía tanto segun el diente seca mas o ménos gastado, i tambien, como lo observa Ameghino, p. 637, porque “la dificul- ad de encontrar distintivos bien marcados en las muelas, me arece depende solo (?) de la circunstancia de que las formas udamericanas son mas cercanas entre sí que a las que han. abitado las otras rejiones de la tierra. k Ill, MEGATHERIUM CUY, -Ulloma dió al señor Sundt dos cráneos, el uno casi completo. on los dos huesos zigomáticos i la mandíbula inferior, el otro efectuoso en gran parte, una mandíbula inferior, que probable- ente le corresponde, i quizas le pertenecen tambien algunos vesos de los dedos de la mano, etc., aunque creo mas bien que tos son una de las dos especies de Scel2dotherzu12, que siguen. Siendo las muelas de la mandíbula inferior, en número de latro, nuestro cráneo pertenece indudablemente a un Mega- eríum verdadero. La forma de la mandíbula prueba a prime- vista que no puede ser el M7. americanum o Cuvierz. Solo dos 1) Dos colmillos de nuestro Museo tienen el grosor de 17 a 18 centimetros su base; el largo del colmillo de Taguatagua es de 1 metro 60 centimetros, de los dos colmillos de la Ligua es de 1 metro 30 centimetros. 0 A A z 502 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS especies mas han sido descritas: 1. farzjense; del que se conoce solo el calcáneo, i M4. antiquun Amegh., fundado sobre algunas muelas, cuyo tamaño conviene bastante bien con los de nuestro megatcrio de Ulloma, pero éste tiene sus dientes casi cuadrados, miéntras los del MM. antiquum son casi rómbicos en la seccion trasversal, así es que no puede ser esta especie. He medido los terceros dientes de ambas mandíbulas i he Obtenido los números siguientes: Mandíbula superior Mandíbula inferior Lonjitud del borde anterior . +. . . . 38mm. 31 mm. Id: 1ids Pad: y púSteriok. “tardar 30 28 Grosor enel lado Interno es a 32 ld.: 1d... 1d: estero. + E. a 28 Estas medidas convienen bastante al Megatherium antiquum, pero los dientes de éste son mucho mas oblícuos (Véase a Ame- ghino, t. 40, f. 1.) Aunque seria aventurado decir por esto solo que nuestro animal sea efectivamente una distinta especie, pues= to que únicamente el hallazgo de otros huesos podrá decidir la: cuestion, sin embargo, como segun el célebre filósofo Baco de Verulam, la verdad saldrá mas fácilmente del error que de la confusion, propongo llamar nuestro Megaterio Megatherium Sundtz. Es absolutamente imposible decir, si nuestro megaterio es acaso idéntico o nó con el M. Tarijense, porque no conocemos su calcáneo, único hueso sobre el cual está fundada esta especie, como acabo de decir. No es tampoco mi M. Medinae. Feliz- mente se ha podido reconstruir la mandíbula inferior de este animal; doi el dibujo de su mandíbula como de la mandíbula del M. Sundti, las dos reducidas a la cuárta parte de su lonjiz tud, así como la copia de la figura de la mandíbula inferior del M. americanum, sacada de los Recherches sur les animaux fo siles de Cuvier, lámina XVI del tomo quinto. Aunque la sola inspeccion de estas figuras basta para probar que son especies distintas, añadiré, que en el 1%. Sunat? las líneas de las mue de ámbos lados son casi paralelas, miéntras son diverjentes en el M1. Medinae. í HUESOS FÓSILES DE ULLOMA 503 Hace once años que he recibido de mi amigo D. J. Toribio Medina algunos huesos de un megaterio que debe haber vivido en gran número en Tarapacá, entre ellos la tibia, el calcáneo, astrágalo i hueso cuboídeo del mismo pie, la sínfisis ossiut pubis, que probó, que el animal habia sido macho, un fragmento “de mandíbula inferior etc; conocí que era distinto del M. ameri- -2anum, mandé hacer facsímiles de estos huesos, i los envié a varios museos de Europa con el nombre de Megatherzum Medi- nae. (Observaré de paso, que algunos de estos institutos no acu- -saron siquiera el recibo de mi envío.) Me empeñé en obtener mas huesos, i efectivamente recibí de los señores Belisario Jara i “Oscar Salbach, cráneos, vértebras, costillas, huesos de las pier- «nas, omóplato, pelvis; pero los dos últimos huesos fracturados “en pedazos, de modo que no ha sido posible juntarlos por ha- berse perdido muchos fragmentos menudos. Ya ántes de haber obtenido la mandíbula inferior, habia hallado un carácter que por sí solo bastaba para establecer que existia una diferencia especifica entre el M. americanum i el M. Medinae: tibia 1 peroné son tan largos como en el M. amerz- canum, pero el calcáneo tiene solo la mitad del tamaño que tiene el hueso correspondiente de esta especie. ¿SCELIDOTHERIUM OWEN? ¿MYLODON OWEN? Estos dos jéneros, mui distintos de Megaterium por sus mue- las se diferencian principalmente entre sí por existir en el Scelz- dotherzum un hueso intermaxilar mui largo i bien desarrollado, siendo que este hueso es solo rudimentario en el segundo jénero. En Ulloma se han hallado dos cráneos mui incompletos, puesto que son únicamente la tapa de los sesos, faltando todos los hue- sos de la cara, así que me es imposible saber a cuál de los dos jéneros pertenecen. He dado el perfil de estos huesos, como se resentan vistos de arriba, i la vista del hueso occipital. El cráneo mas pequeño es el de un animal mui viejo, puesto que :odas las junturas entre los huesos están completamente oblite- “adas, ménos la occipital, i tiene una cresta lonjitudinal mui narcada. La inspeccion mas superficial de estas figuras prueba t toda evidencia, que los cráneos son de dos especies distintas, ” me E 504 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ji quizas corresponden hasta a dos jéneros distintos. He creido, que el exámen de las figuras que Burmeister í de Ameghino podrian acaso conducirme a decir con algun viso de probabili- dad. i conocer si mis cráneos eran de Scelzdotherzurm o de Mylo- don, pero encuentro solo en Burmeister las vistas dorsales del Scelidotherium leptocephalurn: (o Sc. Capelling segun Ameghino) ¡ del Mylodon robustus, que no presentan diferencias notables cn los huesos, que forman la tapa de los sesos, 1 todas las figuras de Ameghino presentan los cráneos vistos del lado. El señor Ly-- decker ha descrito en los Proceed, of the Zoolog. Society 1886, pájina 491, un Scelzdotherzum chailiense de Tarapacá, dando tam- bien una figura del cráneo de esta especie visto de arriba, pero ésta no tiene ninguna semejanza con nuestros dos cráneos. Recibimos igualmente tres dedos de la mano, dos con sus tres falanjes, un fémur, í varios otros huesos, que no me atrevo a atribuir cor seguridad a una de las dos últimas especies, solo creo que no pueden ser del lZegatherzum Sundti por ser su ta- maño mas pequeño i no proporcionado al tamaño del cráneo de este animal. El fémur tiene solo 40 centímetros de largo por 16 de ancho, i podría por su tamaño haber pertenecido al mis- mo animal que el pequeño cráneo. | | Siendo necesario dar un nombre a los dos cráneos, apellidaré ' el mas grande Scelidotheriumi? bolivianum, i el mas chico Sceli-. dothertum? compressun. Finalmente tenemos tres dientes, todos tres rotos en su parte superior, que me parecen ser de una especie de Mylodon. El uno de ellos es comprimido i eso mas en un lado, mostrandoun surco ancho 1 superficial, que separa la parte mas angosta de la otra mas gruesa, pero esta separacion es mucho ménos marcada que en las figuras de Mylodon, que he cotejado; parece que es el úl- | timo de la mandíbula inferior. Uno de los otros doses algo en- | corvado i seria el anterior. La seccion trasversal de estos dien= tes muestra poca diferencia, es en ámbos casi circular i alargada un poquito en un lado. RESÚMEN Las siete especies eran de herbívoros, animales grandes Í | aun colosales; los mas pequeños eran el lippidion nanum, que | HUESOS FÓSILES DE ULLOMA 505 “siempre tendria el tamaño de un asno, i el Scelidotherium? com- pressum, cuyo tamaño seria poco mas poco ménos el mismo. El primero vivia igualmente en Tarija, i acaso tambien el Mega- ¿herium Sundft, sí queremos suponer que es idéntico con'el DT. tarzjense, fundado sobre un solo hueso como se ha dicho arriba; las otras cinco especies son nuevas. Habia, pues, en el “tiempo que los jeólogos llaman diluvial, en Ulloma una fauna local, que tenia poca conexion con las faunas de las pampas arjentinas 1 chilenas, inclusive la de Tarapaca. Estos animales debian corsumir una gran cantidad de sustancias vejetales, de- bia haber bosques, árboles, grandes arbustos, ricos pastos, cosas que se encuentran solo en rejicnes donde liueve mucho, como en la zona tórrida i en ciertas partes de las templadas. Actual- mente la altiplanicie de Bolivia es casi un desierto con vejeta- cion escasa, sin árboles, enteramente inadecuada para alimentar animales grandes como Mastodontes i Megaterios, donde solo las llamas pueden existir. Es evidente que en la época diluvial la rejion donde existe actualmente Ulloma, ha tenido un clima mui diferente, caliente 1 lluvioso, 1 lo mas natural es suponer que no se hallaba en la inmensa altura de 3,800 metros 1 aun mucho mas sobre el nivel del mar, sino a poca elevacion, o con otra palabra, que el solevantamiento de los Andes haya sido mui moderno en el sentido jeolójico, como lo creen los señores Ochsenius i Sundt, en el período cuartario, i hasta aun cuando el hombre habia ya hecho su aparicion en la tierra. Por otra parte hai que considerar lo siguiente: El terreno pampeano en que están sepultados los huesos de tantos Masto- dontes, Megaterios, Macrauquenia, Milodon, los jigantescos Armadillos, etc., etc., cubre una estension inmensa, es en parte de mucho espesor;i es incuestionable de acarreo, 1 sea que lo su- pongamos formado únicamente por las materias traidas por las aguas de lluvia, los arroyos o rios, sea que llamemos en ayuda la tierra levantada por los vientos, siempre deben haber subsis- tido alturas, cerros, etc., de donde pudo sacarse una masa tan enorme, como la que formó el terreno de las pampas. ¿Qué al- turas han podido ser sino la cordillera de los Andes? Acaso podemos suponer que estas montañas estaban mucho mas bajas en aquellos tiempos, ique un solevantamiento mui moderno ho A pe : FAS z = -506 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS a las haya elevado a la gran altura que actualmente tienen, ca tástrofe que dió tambien por resultado el aniquilamiento de 1 fauna i flora de entónces, para dar lugar a los animales i plas tas de la actualidad. á Dr. R. A. PHILIPPI Director del Museo Nacional Santiago, Noviembre de 1892. a Y, pl e r y / estos om andium., segun dOrbigna | aslodon anduun segun Gay . ( ML. clulensis Dh. a caso M. Hunboldic). de lis de la mandibula. inferior segun Gay, vista de arriba. | a loa om andium Gay, der misma. sínfisis, cara inferior. y) lastadon boliianum H. | 28 y 0 | 6 Las fig uras estamreducidas a Y, del. lamarño nat. "E 4 more y E: IT ÁS | sa 00% Va 5) 2d : — ña Ñ Fig, 2 MM. Sundie H.- Fig. Ie Amerí “Can, ( E y o 3 gr y to E y F 7 e p e Y PLA Y E pu runa! MM. Y a a A q a a 4 ) Zz7> 2 os E a 7 a a dé dim? compressumH- Liz. 2.su occipub. - Fig. 3. Se? boliyuamam.- Fig A + ESE des SS, nana ESOS NO y e: coso.) A ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA CON UN ENSAYO PRÉVIO DE CLASIFICACION DE LAS CARGAS RODANTES PARA LAS VÍAS CARRETERAS DE CHILE e RN (Continuacion) CAPÍTULO IV Vigas de seccion variable con torna-puntas 54. Para salvar luces de 10 metros con una viga de seccion viforma, ya hai que emplear secciones que no se encuentran e una manera corriente en el comercio. Ademas las dimensio- s de las maderas para las partes laterales vienen a ser verda- ramente exajeradas. Conviene pues estudiar desde tramos de .metros en adelante el caso de una viga con torna-puntas 1 n viga-sopanda en la parte central. Admitimos siempre que obra se compone de cinco vigas distantes de 1M,25 de eje $ 1. TRAMOS DE DIEZ. METROS (Lámina V) Estudiemos el caso de un tramo de 10 metros, compuesto de una viga de 20 x 30 centímetros, 2.2 de una viga sopanda 508 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. de 20x20 de seccion i de 5 metros de lonjitud, 3.” de os torna-puntas de 20X 30, que sirvan de apoyo a la viga a 2,50 metros de los estremos. Admitimos que en la parte central, las vigas de 20Xx 30 ¡20x20 trabajan como una pieza única de : 20x 50, bajo la condicion de examinar despues el modo de ensamble de estas piezas que mas convenga para que nuestra hipótesis sea admisible. E : 55. Carga rodante.—Emplearemos el método de las delo ciones. El modo de proceder es análogo con el que hemos segui= do en el caso de las vigas de seccion constante. Reemplazando pues la accion de las torna-puntas por la reaccion vertical O cos a=X producida por la carga de 4 toneladas colocada en el medio del tramo, tendremos que resolver como ántes el sistema de tres ecuaciones P+0 cos a=2000k yde Jfcosa O=Ej 0 EP F=9 (P,O COS a) Tenemos ademas l=L1000 20 cos al siendo: Fuooo TÍO con FESPECVAMENtEe Abe flechas producidas en C por la carga de 4000 kilógramos colocada en el centro í por las fuer- zas O cos a aplicadas en Ci D. 3 La determinacion de estas flechas es un tanto mas complica: da que en el caso de las vigas de seccion constante, con motivo de la variacion de la distancia polar, producida por el cambid de EUR La lámina V da los detalles del depurado. Determinacion de f ,) .«—Para la carga de 4 toneladas, he dividido el área de los momentos en 4 elementos cuyas líne: de separacion pasan por C, Mi D. En estos puntos el traz del elástico tendrá pues las mismas ordenadas que la fibra formada. Hemos tomado (fig. 2) las lonjitudes ab, bc, cd, proporcionales a las áreas parciales. Como el área ab correspon= de a una seccion de 20 x 30 para lo cual £/, =450000, he ni os ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA BO9 trazado los radios polares 0 i7 por medio de esta distancia polar £ /,. Como las áreas bc i cd corresponden a una sección de 20X 50 para la cual X /,=208300, hemos prolongado el radio polar 1 hasta F”, de tal manera que 6 4"=E 7,=208300. - Despues hemos trazado los radios polares 2 i 3. Por fin la última área de corresponde a la primera seccion 20x 30. Por eso hemos tomado otra vez la distancia polar X 7/,, que da el ¡polo E” en la direccion del radio 3. Partiendo de +” hemos po- dido trazar el radio polar 4. Hemos trazado el elástico tirando líneas paralelas a los radios 0, 1, 2,3, 4, como ántes. Para mayor facilidad, hemos endereza- do el polígono, que dará en los puntos 4, €, M, D, B, la verda- dera flecha. Segun el depurado tenemos o VS x2=4M,D0 - Como el depurado indica todos los detalles que se refieren a las escalas, nos abstenemos de dar nuevas esplicaciones sobre este asunto. Determinacion de fo cosa (8gs. 4, 5 1 6).—Siguiendo una mar- «cha análoga, hemos trazado la fibra deformada que se refiere za la carga O cos a=2 aplicadas en Ci D. Basta examinar aten- tamente el depurado para comprender el modo de proceder Bástará pues indicar el resultado. Tenemos Focosa en C=0,Moo1880 R Valor def. Por consiguiente; J=4,M5—0,Mo01880 O cos a Resolucion de las ecuaciones. —La ecuacion (2) será despues de las substituciones: 4,5—0,00188 O X 0,707 = 100000 X 600 2 350 0,707 (350+ 56400) O=190 890 000 A E 510 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS resultando 0=3363 kg, Por Sila -Q cos a=3363 Xx 0,707 = Ye PE i segun la ecuacion (1”) P=2000k — 2378k= — 378k | El momento en la mitad del tramo tendrá por valor Ma=*+378xX 5% — 2378 x 2m,5=1890— 5945=—4055 Hgm 56. Carga uniforme debida al peso muerto.—El peso muerto: por metro corrido de viga comprende en la parte central: 1.2 Doble tablonaje. . ... 169 kgs. por metro corrido de viga. 2.0: Wiga de, 20% JO 5000 ef Ad " " 3.2 Viga sopanda de 20 X A E EAS 36 -5. " " 4. Tierra i humedad IÓ 1 " " Totalaaps 205 kgs. por metro corrido de E Aplicado. este peso muerto en todo la lonjitud de la viga, el lugar de los momentos será un arco de parábola. 4 El momento máximo que se desarrolla en el punto medio, si se supone la pieza apoyada por sus dos estremos, será: pre, MA SS 1003437 kgs. m. El ó | Lo mismo que en el caso de la carga rodante, Heli: deter? 4 Ms la flecha producida en Ci D: 2 Por la carga uniforme repartida sobre la nes entera, , apo: 0. 6 en sus estremos 4 i B. A 2.2 Por las reacciones de las torna-puntas O cos a= Al | Por esto, hemos dividido el área de la parábola en 4 part cuyas verticales de division estan en C, Wi D. Las áreas pa TZ A E e 5 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 5II " E ciales pueden determinarse, sea con el planímetro, 'sea por me- | dio de la fórmula de Simpson, sea directamente por la fórmula dde cuadratura SEA TY Tomando en cuenta las escalas, se trasforma fácilmente a las áreas en kems?, que se aplican en los centros de gravedad de las áreas parciales. - No queda mas que trazar el diagrama de las fuerzas, toman- ¿do cuidado de cambiar la distancia polar 4/7 cada vez que es necesario. Tenemos así todos los elementos necesarios para el trazado del elástico en los dos casos que nos ocupan. Para hacer el de- purado mas intelijible, hemos referido las dos fibras deforma- | das a una base horizontal. Todos los trazados que se refieren a la carga uniforme fueron hechos de líneas continuas. Los tra- -zados relativos a las cargas X se hicieron con líneas mistas. Las escalas estan indicadas en el depurado. _De esta manera, hemos hallado las flechas siguientes en No: Mo Para la carga uniforme / ,=2,2. 2. Para las cargas O cos a=X A Fo cos a =0,”00 188 O COS a. Resolucion de las ecuaciones.—La ecuacion Ed y AIAcOS a $ g a E == E —ocm 00188 O x 0,707 2... 350 O= 1645 kg. D'tos a= 1645 Xx 0,707 =1163 kg: Por fin, segun la ecuacion (1/) P=2I7 545110321248: 512 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Trabajo de los materiales. —El momento en la mitad del tra- . r 3 mo, debido al peso muerto, sera: : E M'n=275X5X2,5—212X 5 —1162X2,5=-—530 kgm. El momento máximo total será pues: M na x total =4055+530=4588 kgm. produciendo un trabajo de LE MM ANS E E SL 3 caes kg. por cm V 57. Compresion lonjitudinal producida por las torna-puntas — Dado que las vigas i las vigas-sopandas no son nunca comple: tamente solidarias, i para colocarnos por demas en condiciones desfavorables, tomamos únicamente en cuenta la viga-sopanda para resistir a este esfuerzo de compresion lonjitudinal. La mayor compresion.de la torna-punta corresponde al ins: tante en que una rueda está colocada en Co D. Considerande la torna-punta como un apoyo fijo, la compresion horizonta debida a la carga rodante será de 4000 kg., si la torna-punta tiene una inclinacion de 450. Para el peso muerto, tenemos para la compresion lonjituda) producida por las torna-puntas | O cos a=1163 kg. La compresion total será pues: | 4000K + 1163k=5163k que dará, para la viga-sopanda, un trabajo máximo de 5163 = 12k 400 9 El trabajo máximo total será pues: KR =55k-412k,9=67k,9 por cm.? ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 513 Torna-puntas —No hai necesidad de verificar las torna-pun- “tas. Las dimensiones son mui suficientes. Hemos adoptado es- tas dimensiones en vista de obtener un buen ensamble de estas “piezas con las vigas i tambien para evitar las deformaciones e icracas de las vigas 1 ponerlas así en mejores condiciones. de resistencia. S 2.—TRAMO DE DIEZ I SEIS METROS 58. Vamos a tratar el caso de un tramo de 16 metros com- puesto de vigas de 30x 30, con vigas-sopandas de 30xX 30, de ¡seccion i de 8 metros de largo, con torna-puntas de 30X 30, in- Minadas en 53 sobre la vertical. k No bastará poner una carga de 4 toneladas en la mitad del t amo, pues se hace necesario tomar en cuenta las yuntas. Ade- mas, habrá que examinar si no hai economía en reducir cl nú- mero de vigas lonjitudinales, introduciendo viguetas i acaso llonguerinas que sirvan de apoyo al tablonaje. En este caso tambien habrá necesidad en comparar la carga rodante con la carga uniforme de 400 kg. por m2, la cual podria dar resultados 'mas desfavorables, Haremos el estudio de esta cuestion suponiendo cinco vigas mferiores distantes de 1” 25 de eje a eje, como ántes. Introdu- cimos las yuntas segun el tipo que hemos indicado anterior- mente (Lámina I). Ademas, para no complicar inútilmente la cuestion, supondremos que el estado de solicitacion sea simé- trico. La lámina VI da en detalle los depurados que se refie- BN a este caso. F so. Carga rodante. — Para el estado de solicitacion que hemos ndicado (fig. 3), hemos trazado el lugar de los momentos su- niendo la pieza sobre dos apoyos. Despues hemos dividido ta área en una serie de elementos parciales, i los hemos con- centrado en sus centros de gravedad respectivos. En seguida, despues de haber tomado sobre una vertical lonjitudes propor- : anales a estas áreas, hemos trazado el diagrama de las incli- iones, teniendo cuidado de tomar para cada área la distancia polar E7 que le corresponde. Hemos trazado por fin el elástico A A A | | JA 514 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS por medio de los radios polares del diagrama, i el polígono ok tenido de esta manera nos ha dado la flecha en las verticales € separacion de las áreas. De esta manera hemos encontrado q qu la flecha en Ci D, debida a la carga rodante, es: Al -. A e Flecha en CT D=TA en Hemos hecho un trazado análogo para las reacciones O. cos a= producidas por las torna-puntas (Lám. VI, figs. 1, 2, 3) i he: mos obtenido para la y Ue en Oi D producida por X=0""0043 R. Considerando la ecuacion conocida cos a O: na tendremos con los valores E, =100000 - 1, =900 cos a=C0S 539=0,602 =500 f= 14M—0'M0043 O cos a 14—0,0043 x 0,602 O O = 100000 x 900 =0,602 | 500 resultando | O=5395 kg. EE O cos a=5395k x 0,602= 3248 kg. P=3600— 3248=352 kg. lo que dará, en la mitad del tramo, un momento y E E - oJo el Mim=—352 x 84800 x 6,70— 3248 nn e 3m70= 7488 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DK MADERA 518 60. Peso muerto.— El peso mucrto por metro corrido de viga, € Ja parte central, comprende: Ñ NA Dos vigas de 30X 30. , 2 OZ Dable tablenaje de 0" 10,10".05....; . 1609 k, EOS a 9 k, SAS Admitiremos 350 kes. por metro corrido, i supondremos esta targa uniformemente repartida en toda la lonjitud del tramo Hemos determinado (figs. 1, 2, 3): 1.2 La flecha producida en Ci 7 poresta carga, suponiendo a pieza apoyada por sus dos estremos; 2. la flecha de direc- ion contraria producida por la reaccion de las torna-puntas. El lugar de los momentos es una parábola. Hemos dividido área de los momentos en cuatro elementos, cuyas líneas de paracion estan en Ci D 1 en el medio del tramo. Los valores > las áreas de los momentos estan indicados en el depurado. Siguiendo para el trazado del diagrama la marcha espuesta ¡teriormente, hemos hallado: oa, ema me ma A id 0 A A A CEN A il OS 1 FU 00 VD CI o A) US AA CO LA 8 A y Flecha en Ci D) debida al peso muerto= 1016 Flecha en Ci D debida a O cos a«=0*"0043 O cos a. cion de las ecuaciones. E,=100000 «,=0900 Ccosa=0)602 «=500 Jf=10,MIÓ—0,MO0043 X O cos u Tendremos e 10, 1Ó— 0,0043 x 0,602 O ESOO 000 Xx. 900 ER OZ 0 9 e ; : 'OMO LXXXII A Ce a — 2d A E E AA EN A £ : e 5 A 516 MEMORIAS CIENTÍFICAS | LITERARIAS resultando QO=3915kg. 1 | (Y) cos.a= 30915 X0,002 2357 M2 Pero, tenemos la ecuacion EN A PO cos a=350x 8=2800 kg. Por consiguiente “P=2800 2357 =443 ken - El momento en la mitad del tramo será: M'1m=350x8X4—443 x8-2357X4=-1772 kg. m. Tendremos pues como valor del momento máximo en la mitad del tramo - ME ma == 7438 +1772 = 926020. lo que corresponde a un trabajo máxtmo de PL dE 926000 A EV TC ISOSO yA =51,X4 por cm.? Compresion lonjatudinal de las vigas- sopandias — Hai que e dir al trabajo anterior el trabajo debido a la compresion lo tudinal. Como en el caso examinado mas atras, -upondi] que la viga-sopanda deba resistir sola -este esfuerzo. La c presion total de las torna-puntas debida a la carga code te 1 al peso muerto es: 3 0 total =5305 +3915=9310 kg. La compresicn lonjitudinal siendo: O sin a=9310 x 0.798 =74209 kg. ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 513 el trabajo a la compresion tendrá el valor » 742 k 00 =8 ¡EAPOr:cha;S 1 el trabajo máximo total será: E total =51X,4+8k,2= 59,6 por cm.? 2 IR IS DI VEIA SA LC AC UI, 1 A RO AU A O A) O. E O DO E A y g e dr y o 8 3.—VIGA CON VIGA-SOPANDA 1 DOS SISTEMAS DE TORNA- PUNTAS.—TRAMO DE.24 METROS 62. Algunas veces, para tramos mas largos que los anteriores, se emplean vigas inferiores con viga-sopanda en la parte central i con un doble sistema de tornapuntas (Lámina VII, fig. 12. 1 cálculo exacto de un semejante sistema es bastante complejo; pero, como los puentes de esta clase se emplean a veces en Chile, no estará demas indicar de qué manera se puede tratar la cuestion, tanto mas cuando los autores no can datos tan precisos obre el particular. Aplicaremos nuestro estudio a un tramo de 24 metros de largo, compuesto de vigas de 35 x 35, con vigas-sopandas i tor- ña-puntas de las mismas dimensiones. Como la cuestion que nos ocupa sale del programa que nos hemos trazado, no resolvere- nos el problema de una manera completa como hicimos ante- lormente, pero estableceremos las ecuaciones definitivas de tal manera que no subsista ninguna dificultad para su resolucion. Trataremos la cuestion por el método de las deformaciones. 2l empleo de la grafostática estará casi obligado, pues la solu- on analítica acarrea complicaciones mui grandes que hacen el ¿todo mui poco práctico. Los trazados gráficos simplifican mucho el problema en cuanto a la determinacion de las flechas, empleándolos mostraremos una vez mas cuan grande es el uxilio que presta la grafostática para la resolucion de proble- mas de este jénero, i como por medio de algunos trazados grá- 1cos de elásticas se consigue finalmente determinar varios cle- mentos cuyo cálculo seria mui laborioso. ¡Sea pues: 1.2 una viga A B (Lámina VII, fig. 1) de 35X 35 É d ' Í E Ñ 13 Ñ E E ii Ed E 818 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de seccion i de 24 metros de largo; 2.2 con una viga-sopanda de igual seccion i de 8 metros de largo, colocada en la parte central E FF; 3.9 sostenida por cuatro torna-puntas de 35 X 35 que apoyan la viga en C, E, Fi D. | . Para tramos tan largos, hai economía en reducir el número de vigas inferiores, juntándolas con piezas trasversales. Supon- dremos pues que el número de vigas sea tres, i que las piezas trasversales que sirven de apoyo al tablonaje disten 125 de eje a eje. Las 3 vigas distarán 2700 de eje a eje. Estudiemos la viga del centro, Con un tramo de 24 metros, no es la carga rodante sino que la carga uniforme de 400 kgs. por m.?, cuando cubre a todo el puente la que dará el estado de solicitacion mas desfavo- rable. Distando las vigas 200 entre sí, esta sobrecarga será 400k x 2=800 kg. por metro corrido de viga. Peso muerto. —Admitiremos un peso muerto de 800 kgs. por "metro corrido de viga. Como la sobrecarga uniforme es de 800. kilógramos, la carga total uniformemente repartida por metro corrido de viga que nos servirá para el cálculo, será Es 1600 kilógramos. 63. Ecuactones.—Scan: P=las reacciones sobre los apoyos AiB. O =la compresion de las tornas-puntas en Ci D, O'=1la compresion de las torna-puntas en 4 i £-. Estas torna-puntas producirán SL oc reacciones verticales O cosa=R .10' cos al=R*" Tendremos la ecuacion - 2 P+20Ocosa+2 0'cos a! =p L=16005 X 24 (21) Ademas, nombrando fc 1 /'y las flechas en Ci E,iexpresandé la A cos a i'Í cos a! de las torna-puntas de lonjt: tud dic”, tendremos las ecuaciones a COSA OE o” ona ¡OBIEDSiaA | OO e ) a? ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 519 Como las flechas 2 i /'g son producidas por la carga unifor- me p=1600 kgs., i por las reacciones verticales RR i AR” de las torna-puntas, tendremos: fe=9 (1, R, R”) (24) Fez=g" (p, KR. R') (25) - Tenemos pues un sistema de 5 ecuaciones que nos permiti- rán determinar las 5 incognitas A cos OR =O cos a? Fei. Siendo: | La) Af, friJr las flechas producidas en Co D respectiva- mente por la carga uniforme po las reacciones X o KR”, DIF Im las flechas producidas en E o / respectiva- mente por p, Ro R', ¡Tendremos he PAR FLA 10010 0 DOI O IL 4 LIA AL VA O AV er RIA A A 0, UA $ A ICI, TL RL IA eV a AO META ATA AA : 1 Fo= Fo —IRSFR (247) PR RR (25/) Es para la determinacion de E RU A AR QUE mplearemos los trazados gráficos. 1. Determinacion de fz1f'x (Lam. VII, fig. 2, 31 5).—Bajo 1 accion de des fuerzas O cos a=R aplicadas en Ci D, el ligar de los momentos toma la forma A C(" D! B. Hemos dividido el área en varias partes cuyas líneas de se- aracion son CC”, EE*, MM', FF", DD', Concentrando estas reas parciales en su centro de gravedad i considerándolas co- 10 fuerzas aisladas, el lugar de los momentos relativo a este 50, 1 trazado con una distancia polar £ /, dará la elástica que incide con la fibra deformada en C, E, M, F, D. Lo mismo le en los casos estudiados anteriormente, hai que tener cuidado cambiar la distancia polar cada vez que cel trozo estudiado mbia de seccion. Las figuras 2, 3 i 3 dan todos los detalles de escalas. Será pues inútil entrar en nuevas esplicaciones. Nos stará recordar que la escala de las deformaciones será o. IE IATA TIN PCS A A O MARA ' a A A, AP ' ] 3 ss A A 500 YE, ARPA ATA CERATI E NIT DA TDR e DIR TAS Y AICA IIA CEA AINIA e e € er pudo yo AT A TA B20 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Le Y 9 dr Ñ Nos Por consiguiente, midiendo directamente sobre el depurado las flechas en Ci 4, o Di PF, tendremos : TE 3 os” =0m 0073 R 1 A OS A R 500 A Determinacion de fgr 1 F'g.—Estas flechas se han determi- nado idénticamente de la misma manera que las del caso ante : rior, Siguiendo atentamente los trazados del depurado se com- prenderá fácilmente el modo de proceder. Los resultados son las siguientes: ) PRESA 2ES =0M0106 R” > 7 =0tmMm 0161 A” Fr =8M05 x Determinacion de f, 1/7”, .—El lugar de los momentos debido a la carga uniforme es una parábola. Hemos dividido otra vez (fig. 2) el área total en áreas parciales, cuyas líneas de separa- cion se encuentran en €, E, M, E, D. El trazado de la elástica (fig. 5) se hace como en los casos anteriores. Segun las escalas adoptadas e indicadas en el depurado, la escala de las defor: maciones será: 100.000.000 I 100 X 20.000.000 20 Por consiguiente, las flechas f, 1 F”, valdrán: F,=7%,75X20=155 cm. Pf =11M,4x 20=228 cm. Síguese que las ecuaciones (24) i (25) tendrán la forma def nitiva: 0 Fe =155m—omo0073 R—oMmoto6 RR” - (24 P'g =228cm—ocmotos R—omol61t RR” (as! FSTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 521 3 3 - Reemplazando en las ecuaciones (22) i (23), tendremos 155—0,0073 O cos a—0,0106 O” cos a! Eos Deos a cosa (22) - 2280010 COS 4a—0,0161 O' cos a! E w 52 == - = COS 2) “con la ecuacion P+O0O cos a+ 0! cos a'= 1% 1600k x 24 (21) 1 recordando que IESTIOOTEO 1 = 12254 "COS q =C084:5%=0,707 cos a! =c0s 63"30'=0,446 «=566tmm, ¿'=89¿em “tendremos un sistema de 3 ecuaciones con 3 incognitos P, O 1 0! que se resolverá con la mayor facilidad. Conocido el estado de solicitacion, se determinarán los mo- mentos máximos ise fijará el trabajo máximo de las maderas, "No podríamos afirmar que las dimensiones propuestas sean con- ¡venientes. Las hemos adoptado únicamente para desarrollar el > étodo de cálculo, i de ninguna manera podrán servir para ha- cer especificaciones sin verificacion mas detallada. p X $ ISDEL DESLIZAMIENTO LONJITUDINAL DE LAS VIGAS I ñ VIGAS-SOPANDAS ; 64. Introduccion. — En el cálculo de la flexion hemos admi- tido que la viga ¡ la viga-sopanda trabajan como una pieza úni- ca. Para que esto se verifique no basta justaponer simplemente las piezas, pues nada se opondria al deslizamiento lonjitudinal una sobre la otra. Por este motivo se interponen de trecho en trecho cuñas jeneralmente de madera dura, i se aprietan las dos iezas una contra la otra por medio de pernos, o lo que es me- jor, por medio de abrazaderas, que producen un contacto mas completo entre las maderas. Hai interes en estudiar los esfuerzos que se desarrollan en el E 4 522 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS área de contacto, i en calcular las dimensiones que sea necesar rio dar a las piezas que tienen que impedir el deslizamiento. Para mas claridad, consideramos la viga con viga- sopanda como si fuera una sola pieza apoyada por sus dos estremos; i cargada en su punto medio de un peso P, cuyo valor máximo estudiaremos luego. $ La resistencia de los materiales enseña que el esfuerzo de des= lizamiento horizontal por unidad de su perlicie a la distancia 2 del eje neutro tiene por espresion ' m 175% ; PENAS - Z siendo: K=el esfuerzo de corte en el punto considerado, b=elancho de la seccion a la distancia z del eje neutro, /=wmomento de inercia principal de la seccion, m ¡0 "de =momento estático con respecto al eje neutro de la: Z y 3 seccion desde ¿ hasta la fibra cstrema que dista 72 del eje neutro, | | A En el caso especial que nos ocupa, la seccion es rectangular, Tendremos pues: ; e A I=2 0H*=2 hb m3 K m Kb(m? —2? CIAO me 2 bl AO a II AO pi Cuando una carga aislada P obra en el punto medio del tra: mo, XK tiene un valor constante desde el estremo hasta el punte de aplicacion de la carga, valor igual a Y, i que cambia de signo, conservando siempre su mismo valor absoluto, en la otra mitad de la picza. El deslizamiento lonjitudinal es pues constante en cada mitad de la pieza. Llamando a la media 0 jitud del tramo, el deslizamiento total que se produce en ua mitad de la pieza será: AS P (a A 0,x a ara - ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 52% En la otra mitad se producen deslizamientos iguales a esos o de direccion contraria. El deslizamiento lonjitudinal to- |, haciendo abstraccion del signo, sobre el largo de la super- icie de contacto será: AL (A? 22 O 27) En el caso de que el área de contacto coincida con el eje neu- tro, es decir en el caso de unirse dos piezas de igual altura, te- remos ¿=0, il el deslizamiento total tiene por valor SNTE $m AE om=/ Je OU (271) 65. ¿Cuál será el valor que debemos dar a P?—Acordándonos ide que tenemos que juntar las dos piezas de tal mancra que re- istan como una pieza única, vemos que 2 será la mayor fuerza : lada que la pieza compuesta pueda soportar con seguridad en su punto medio. La flexion exije que | MR Tendremos pues | A | Pinot =41 UN mA l caso presente | Sue O mas a Sen EN (28) ln roduciendo este valor límite en las fórmulas (27) i (27?) idremos por valor del deslizamiento total a 2 (ata oia == m1 al (29) o AO (30) 8 11 AENA SEA CA = Ñ 524 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A y Se ve pues que, principalmente en el caso de una superficie de separacion colocada a media altura, la fórmula que da el des. lizamiento lonjitudinal total es mui sencilla. . A primera vista, parece estraño que dicho deslizamiento. sea independiente de la lonjitud de la pieza i de la carga P. Perú esta anomalía aparente se esplica acordándose de que la seccion Q es funcion de la lonjitud L i del peso P. Para que quede mas claro este hecho supongamos que una viga compuesta de dos piezas descanse sobre dos apoyos estremos distantes de L£. Sea Q la seccion total de estas dos piezas que han de trabajar como una pieza única. Colocando un peso P en el medio del tramo, podemos aumentar este peso hasta que la madera al trabajar por flexion, alcance a los límites de la resistencia permanente R, ies precisamente en ese momento que el esfuerzo de desl - zamiento lonjitudinal total sobre el área de contacto tiene por valor la espresion (29) o (30), segun el caso. y 66. Determinacion del número de cuñas. —Estudiemos la resis tencia por compresion de las cuñas. Los rebajos hechos en cada, viga tienen el medio espesor de la cuña -*, en todo el ancho 0; los esfuerzos de compresion se obran pues de cada lado A bre un área bh, es decir al total sobre un área 67. La presion: 0 es igual en toda la altura. Admitiendo que los A os dezcan a la lei del triángulo, la presion media será E, i la com: presion total de cada cuña tendrá por valor Roh Di De ahí resulta el número 2 de cuñas o llaves necesario pare equilibrar el esfuerzo de deslizamiento O dado por las fórmul as (29) i (30); pues, tenemos la ecuacion de condicion YRbhn=0 i de ahí se deduce fácilmente z. de | 67. Ancho de las cuñas.—Las cuñas tienen que resistir al gamiento debido al esfuerzo lonjitudinal de deslizamiento. É ESTUDIOS SOBRE PU£NTES DE MADERA 525 mos admitir una resistencia por rasgamiento de 18 kgs. por Llamemos X” esta resistencia, el ancho x de las cuñas se oz Id VA. UI o VA il ACI a UA JO 6 A IO UI A 0 JA | FEA. O A A AA A a o Us o e + eE A D=0 =sultando, en el caso de dos piezas de misma altura, ml k R eS pot Jer? Enjeneral Z=70 k2 por cm.? Tendremos pues R 7OKk 70 > == —————— = ——— =2 mas o menos. 210 22 LO 36 PPP E ei Dd ni] ue esplica por qué el ancho de las llaves es jencralmente el le de su espesor. De las abrazaderas.—No basta juntar las dos piezas por io de cuñas, es necesario ademas hacerlas solidarias por io de abrazaderas. Para darse cuenta de esta necesidad a examinar lo que pasa entre las dos vigas por motivo de, presencia de las cuñas (*). Consideremos una llave abcd (Lám. IV fig. 6). La presion bre ae i fcno es nunca uniforme sino que aumenta desde e a. La resultante fno estará pues aplicada en el medio . Supondremos que el punto de aplicacion se encuentre as 2% de ae desde e. Sobre fc se desarrollan esfuerzos les i de direccion contraria, i estas dos fuerzas orijinan un 1 O O AN A 2. EY P 3 526 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS _icuyo efecto es hacer Jirar la cuña. Esta rotacion prod: sobre las caras ab i cd presiones repartidas desigualmer Admitamos otra vez que el punto de aplicacion de la resul te se encuentre en los 2% de «ab, i que los límites de la resis tencia permanente esten alcanzados en 6. La presion total sobre ab valdrá: NEIRA ad ERA 2 3 | y Sobre la cara cd se producirá un esfuerzo igual pero de di- reccion contraria, i estas dos fuerzas formarán un par cuyo valor será: A i que tiende a separar una de otra a las dos piezas A i B. Pues las abrazaderas son las que tendrán que impedir esta span cion. : 3 Jeneralmente van colocadas a media distancia entre dos cu- ñas. Si p, es el esfuerzo que se aa en cada una, resulta rá un par que valdrá; a Pr 4 siendo /, la distancia de eje a eje entre dos cuñas. Ese par debe equilibrar el que tiende a producir la sepa a : cion de las dos piezas. Tendremos pues: | AN IS RAPe resultando 12 =4R es 1 fórmula en la cual: EE R=coeficiente de resistencia de la madera | por compresii e=ancho de las piezas=0. 3 /=ancho de las cuñas, es decir la lonjitud segun la direce de la viga, | 3) ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA /, =distancia de eje a eje de las abrazaderas. , =tension producida sobre cada abrazadera por una de las ñ s vecinas. Pero, como no hai mas que una abrazadera entre dos cuñas, .sulta una tension fp, de cada cuña. La tension total produci- a sobre cada abrazadera colocada en la mitad de la distancia mtre dos cuñas tiene pues por valor: NORD? MES 0 RS A RU 1 O CU SU A AL A GA LR A MS DAR Py (32) £ Por medio de esta fórmula se determinara, pues, fácilmente a seccion que conviene dar a las abrazaderas. 69. Aplicaciones. —Aplicaremos la teoría que precede al em- imble de la viga i de la viga-sopanda de los tramos de 10M j > 16 metros estudiados anteriormente. 1,2 Tramo de 10 metros. —Hai que ensamblar una viga-so- nda de 20x 20 con una viga de 20X 30. La lonjitud es de metros. p> Esfuerzo de deslizgamiento.—Como la superficie de rasga- nto no pasa por el eje central, el glizamiento total se dedu- irá 4 de la fórmula (20). | e e | ' | A Ro AA (nt — 3? 2( I enemos, espresando el todo en cm. i kg. IMETO! 0=20 + M=25: 2=5 OX 20 X 600 A 0= 33600 kg ) Numero de cuñas.—El número de cuñas sc obtendrá por órmula (31). A de YRobhn=0 (31) IDR TRA TNA A 528 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Admitamos siempre R=70k, aunque rigorosamente se po aumentar este valor porque las cuñas se hacen jeneralmente madera dura. Sea 2” o 54M. el espesor de las cuñas. Entrará en rebajos de 1” en cada una de las piezas sobre un a d om20. Tenemos pues La fórmula (31) dará pues 7O Xx 20 x 2,5 x12= 33600 resultando | qe OOO AO DONA e Como no hai ningun inconveniente en hacer trabajar la ma dera dura de las cuñas a un taso un poco mas alzado que l; madera ordinaria, podremos limitarnos en 9 cuñas. ] c) Ancho de las cuñas. —Hemos demostrado mas atras ql conviene dar a las cuñas un ancho doble de su espesor. El an cho será, pues, de OM,TO. : d) Abrazaderas. —Colocaremos las abrazaderas en la mita de la distancia entre dos cuñas. La fórmula (32) da la tension Tenemos 2 7OWEE. POR cm > 1200: E /=ancho de las cuñas= 10 cm. /, =distancia de eje a eje de las cuñas = so cm. Tenes pues. IN OS AN =933 kg. Se ve, pues, que el esfuerzo de estension de las abrazadera es relativamente reducido. Ademas, se reparte sobre dos seccic ESTUDIOS SOBRE PUÚRNTES DE MADERA 529 nes. Como la fórmula que da la tension de las abrazaderas ha sido establecida haciendo ciertas hipótesises, cuya exactitud puede no ser absoluta, será prudente hacer trabajar el fierro a un taso bastante bajo, tanto mas cuanto que el apretamiento de las tuercas produce una tension inicial. Adoptando un fierro de 35XÓ6 mm., nos encontraremos en buenas condiciones. Esta seccion corresponde a un fierro redondo de 17 mm. de diámetro mas o ménos. El fierro inferior, que sirve para fijar la abraza- dera, tendrá 50 mm. de ancho i 10 mm. de espesor, 22 Tramo de 16 metros.—Las dos piezas por ensamblar tie- nen 30X 30 de seccion i 8 metros de lonjitud. a) Deslizamiento horizontal. — El área de contacto de las dos piezas, coincide con el eje neutro. El esfuerzo de deslizamiento se obtendrá, pues, por la fórmula (30) OH RO (30) - Tenemos ¡PST M=30xX:00=1800 cm?. 0=%70Xx 1800=63000 kg -b). Vaumero de cuñas. Tenemos la fórmula (31) Y Rbhn=0 (SAO sinando cuñas de 5 cm., tendremos: | IIA O == Y470X 30X 5 Xx 11 =03000 res ultando 4 63000 E RRA 7OX3OX 2.5 El número de cuñas será igual a 12. Teniendo la viga 8 me- de lonjitud, la distancia de las cuñas será de 01,65. Ancho de las cuñas. —El ancho será de om,ro, como en el aso anterior. SN 230 MEMORIAS ELN TINA 1 LITERARIAS d) Abrazaderas.-—El esfuerzo de estension de estas piez obtendrá por la fórmula (32) 72 En el caso actual tenemos -R=yok. b=30. /=10 /1=668: DEW RTO A ZO Ln EN esfuerzo poco diferente del que hallamos en el caso anterior Podremos, pues, adoptar tambien abrazaderas de 35x6 mm. CAPÍTULO Y De los puentes con tres o dos vigas inferiores S TI. INTRODUCCION 70. En todo lo que precede hemos supuesto que el puente s > compone de vigas inferiores distantes de 1”,20 a 1,25 de ejea. eje. Pero las dimensiones calculadas asi indican que, a medida. que aumenta la luz, el volúmen de las vigas crece rápidamen= te; habrá, pues, un límite, pasado del cual será ventajoso. e ducir el número de vigas inferiores a tres 1 despues a dos. Es necesario, en estos casos, unir las vigas por "medio de pieze S trasversales o travesaños, cuyas dimensiones serán mui pequeñ en el caso de tres vigas, pero que tendrian secciones mas gra des en el caso de dos vigas. Esto se verificará Principe rte para vigas-barandas distantes de 5 metros. 3 Se comprende, pues, que en el caso de tres vigas inferior ] los travesaños no disten mas de 1”,25 de eje a eje, i que el ta- blonaje tome directamente apoyo sobre estas piezas. Pero, el caso de dos vigas inferiores i principalmente para viga E ¿3 2 7 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 531 los travesaños, juntándolos por una série de ¿piezas lonjitu- les que se llaman /onguerinas. Éstas se colocarán con 19,2 5 le intervalo mas o ménos i servirán de apoyo al tablonaje. ¡Se ve que disminuyendo el número de vigas, la cuestion se lilata i se complica. No solamente habrá que calcular las lon- guerinas i las viguetas, sino que habrá tambien que buscar la solucion mas económica para el enrejado del tablero. Tendre- mos, pues, que examinar los puntos siguientes: 1.9 El cálculo de las vigas; 2.2 El cálcuio de las longuerinas; hai? El cálculo de los travesaños o de las viguetas; +. Y S 2. CÁLCULO DE LAS VIGAS 71. Caso de tres vigas inferiores.—Las vigas son juntadas por edio de travesaños distantes en 1,25. Estas últimas piezas enen bastante resistencia para que se pueda reservar en sus os estremos una parte volada, lo que permitirá acercar mas s vigas inferiores. Conservando siempre cinco metros de ancho > entre las barandas, podremos adoptar un sistema de tres as lonjitudinales que disten 2 metros de eje a eje. visible que la viga central tendrá que soportar un esfuerzo que las vigas laterales. Pongamos la carreta de 8 tone- en el eje del puente i sobre un travesaño. Considerando como pieza colocada de nivel sobre las 3 vigas, la reac- on sobre el viga del centro será: y A A O RR=IAR RO A a .. A R=2Xx4000k x 0,68= 5440 kg. (*) o una rueda de la carreta se mueva sobre esta viga. Esta m será de 4000 kg., la misma que en el caso de vigas es distantes de 1”,25. Será, pues, necesario hacer un [O LXXXII 36 -4.2 La indagacion de la solucion mas ventajosa en cada caso. “reaccion máxima sobre las vigas laterales se producirá TR REA E rr rs e E A 532 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS vigas laterales podrán adoptarse, sin error sensible, las d siones calculadas en el caso de cinco vigas inferiores. Nos parece inútil entrar en nuevos detalles en cuanto al puesto en los estudios anteriores. Hemos hecho el cálculo d los puentes con tres vigas inferiores para las mismas luces qu anteriormente, es decir para tramos de 5", 8mi1to metros : a vigas sopandas; i para tramos de 10”, 13" i 16 metros con y gas-sopandas. Veremos ulteriormente las acisIoDes, cuande tratemos de establecer las especificaciones. 3 72. Caso de dos vigas infertores.—Como en el caso anterior las vigas se encuentran unidas por medio de travesaños. Su pondremos que las vigas disten de 4 metros de eje a eje. Pa el cálculo, se pondrá una rueda de la carreta sobre una de las vigas, de suerte que la otra quedará en el medio de la lonji del travesaño. La reaccion máxima sobre el apoyo será de 6 neladas. Esta es la carga que habrá que introducir en los cá culos, i que será puesta sobre el travesaño lo mas cerca de ] | mitad del tramo. Las dimensiones de las vigas están indicad: en los cuadros de las especificaciones que formaremos mas ade: lante. | GUILLERMO OTTEN | Injeniero honorario de Puentes i Calzadas de Bél; contratado por el Gobierno de Chile. (Continuará) CORPALOS yu ratas de Nadera, 20r 1 Otter. se Giamo de 10 uelios de lago 6 Cuiga de A toneladas - Y ep] lg y : 2 y: 7 ” 2d Ys a saxos A 000/50 El, = h50. 000 ! ph Mo A o 002083 El, > 2:083:000. (EJ > 20000000 e a Gacalas o aludes sl d 566 Elicas. dy MM 600.000 e 0 - Gacala delas Defounaciones s DO 666x600 000 ES ; Milo rn. E Ye e E, ST Cargas 0/coy olL=R. p Ú Ú 1d AR > 1 E: ye R —— M [Carga 200 E 0 El e A) “O. 0.000. Cargos ¡urifove Gocalas de lso] Carga o =4 E Ú 561 2 8 2 sis E Ez, O | Cargas R xl -0 on a Euigas uifore peo Tlechas eu D 2 Cuugas R Y ó 0 A) A Ouas de Carga unifowne Dd fl 1500 e a vd 20. 000.000. / / SA / Ñ a) ll Lougiludes E 0 3 66:6 Gacalas 300.000 4 R=0/00188 R- o A A ie abia y > 1] y TE a e Lamina WM. (2 a) , COstudios sólre Verito do Mtra por Oller romo De AG mebcos de largo. le doo 7 000675 - má LT 0 005400 2 0 oxG0 El, = 6jS5000. El,» Sfoo000 / 4 PEI. ————— 60.000 000 Eougiludco AS A A 100, Gocalíxo | Obres ¡dem —— 1000000 4 A a ( a ap ne 7 60090000 S Carga vavifonire Gocalas de las Extga ufo. A 0 6 Ú 100/XA000 000. e) = . E 60.000.000 oo Rear Oicos RRE Defoxiuaciones [Cangas Qcos ER aa SH DO Xx 300 T e) an Ma Cargarmiforme = Ao 6 —. Flechas au D: == Cargas coo LR So AT 1200 R= 0,0043 R. Euuga odomke . (Er. z Go. 000.000 Bacalas Eougiludeo En Oeas De M 2 Ñ 2.000.000 60. 000-000 Bacaladolas Deforuaciones > AAA 100x2,000.000. Tlechar uu D = SE 1] » . á z Lamina Wi Estudios sobre Peentes de Madera por E Otero. | end qe (Oxramo de 94 watios) . má aa = 0 012495 Ms om o1000416 ig: slo El = AQY00 . El = 10004160 | 2 po 5x5 | | se : A I a ao) E == El. . 100000, 000 RIA o 1 o == 2000R Lodo R' 1 20.000.000 Wlieas De M e 1) 3 z e ho bacalao: [Eacga uuifouue 0 . Reacciones Ro RILL90- 000 00. CI E $00 Defow- 100 X LODO RGR' R w mLacioned a) Carga uifounes OCA = a Ú 100X 20.000 000 20 Reaccion R: 7, ES PUBLICACION. Ane (eS NASA Ds | Sato , del. número. publicado « en Setiembre (31 12 pá cinco Jámmás to ON A a EAU: Boletin de Instruccion Pública. — Sesiones dels Consejo de Instreíccion Pública ¿Memorias científicas 1' litera rias.— Plantas nuevas chilenas La familias > bixáceas, violáreas, poligáleas (conclusion), por, el doctor. R. A. PHILIPPI.- — fecciones ie: 1tas manifiestas de la edicion auténtica, del Código Civil Chileno . nuacion), por “MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI Revia, — Vida 2 obras. de don S E Lastarria (contiauacion), por ALEJANDRO F : de-Chile con relacion al" Derecho 1 rternacional aio. (continuacion), 5 - CLEMENTE FÁBRES. .=La enseñanza de ¿diom s endos liceos 7078 caniza dos,, po 0 PIN SCHNEIDER.—Sobre concentracion de la. enseñanza, por MARTIN EL oso 7 Comentario delas tículo qe del Código de Min fía, por PERFECTO LORCA PE 5 o LETA. —Sobre la pocsía épica delos visigodos, por FEDERICO -HANSSEN + : gráfico para la determinacion «de los elementos de la resistencia de los rieles 1 : o incompletos, por GU ILLERMO OTTEN.—Observaciones astronómicas 1 meteoro > pe por ALBERTO OBKECHT. —Necrolojías: don.) ¡Juan Guste vo Courtelle- Sen : DiEGO BARROS ARANA; don Juan Mochi, por DOMINGO: AMUNÁTEGUI Sol - Sumario del número publicado. em Octubre (240 pá | ES AS: dos láminas) 8 y : - Boletin de Instruccion Públicá siames del Coasea de. Distruccion Pública pa e SN AAA pjetivos de enseñanza de, los -JUMMAstos alemanés. A E = + Wiemorías ci entíficas 1 i literarias. — Plantas nuevas chilenas de la familia. de la : IN láceas (continuacion), por el doctor. RCA. PEILIPHL —Imperfecciones i Z erral VE festas de la elicion auténtica del Código. ¡Civil Chileno (continuacion), por eN ¿Luis AMUNÁTEGUI REYEs-— Vida? o obras dde dp JoY. Lastarria (contint É US por "ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON:. — La lejislacion de Chile con Y AAA TEO Da Internacional P; ¿vado: “Anexos (continuaci: -n), por JosÉ CLEMENTE 2 O a UPicdis escritán de Ca: uquenes) por. DANIEL BARROS GREZ.—La fon RODOLFO LENZ —La escuela de Injenterta, por AS, E. NoGuUÉs. =- - Obse astronómicas Z meleor olójicas, por ALBE RTO OBRECHT. A E d 7 ETA Sumario del número, publicado en y Noviembre. (ss mas 1 dos. láminas). q PO A Boletin de Instruccion Pública. — ibnda pa de ieaici Pibiea Bl A objetivos de enseñanza de los, ña MILVASIOS alemanes, — — Vota 2 del, Director de de = Pedagójico al señor Ministro de Instruccion Pública. ÍA ., Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de la > familia E: AL DAPCAS: (continuacion ), porel doctor R. A. PmuiLiepr.— Vida ¿ obras-de dos - Lastarría (continuacion). -por ALFJANDRO FUENZALIDA GRANDON.— La lez de Chile-con relacion al Derecho Internacional. Pri vado (conclusion), por. Jo MENTE: FÁBRES. — Zper, sfecciones d erratas manifi stas de la ¿edicion autén Códizo Civil Chileno (continuacion), por MIGUEL Luis AMUNÁTI PEGUI REYE verdad (poesía), por GUILLERMO MATTA. — Los. desacuerdos entre. O'Hig Senado Conservador, pur ALCIBLADES ROLDAN. — La enseñanza de la. hist Lurs Barros BOrRGOÑO.-—Estudios sobre puentes” de madera con un ensayo pi clasificacion ; de las cargas rolantes para las vías carreteras de Chile, por GUI OTTEN. — Sobre el teorema de Fermat de que la ecuación 20 + y" =z0 no Íiene cion en números enteros X, y, z 3 siendo-n>2, por el doctor A. LS Necrolojía: Don Waldo Silva, por DomMINGO. AMUNÁTEGUI SOLAR. * ¡8 SE ADMITEN SUSCRICIONES PRECIOS. A Un año, doce números. $ 10 Un semestre, seis números Las suscriciones empiezan con el número de Mayo de IMPRENTA CERVANTES CAS DE LA BANDERA, NÚM. 73. a an ñ Cp 243 ES. TOMO LXXXIL —ENTREGA 9.* => | ¡al A E EN A : lica. —Sesiones del Consejo de Instruccion Publica. AS 1 crias: Noticias preliminares sobre los huesos fósiles NS ó doctor R A PhiLirp1.—L£studios sobre puentes de madera y e 1 de clasificacion de las cargas rodantes! pará las vías carre 00 e (continuacion), por GUILLERMO OTTEN. — Afecciones CULÁMCAN A Si en Chile. Herpes tonsurans, sicosis parasitaria i Quério de ' LN ASA Ce "RÓMEL.— Vida i obras de don J. V. Lastarria (continua-- | > PF DRO FUENZALIDA GRANDON.—/mperfecciones ¿€ erratas e ES edi lición auténtica del Código Cóvil Chileno (continuacion), por, AN | ñ A IUNÁTEGUI ReYes.—Los desacuerdos entre. O Higgins ¿el US E ON », (conclusion), por ALCIBÍADES ROLDAN.—Sobre las ecua= E rciales del segundo órden i del primer grado entre n+1I | octor RICARDO PORNISCH.— Homenaje universitario a la e fesor dom Juan Schulae.— Observaciones astronómicas ¿ meteoro» E E O e E ON MS : o Ls a S Xx dE ES OS > > £ y á z > e OA > y SS a! Ñ AS ES > - ys NL E A GCERT MEN S A TDR AGA A ADN A € so Sn ER: E - CONSEJO DB INSTRUOCION PUBLICA 7 A Se A Celebracion. del quincuajósimo. ol as ins 1 >. ES ja S EAS qee la A de pnoer. = > E o, ES > E AZ . S > ¿ a ” %, ZN ARDE Para solemr nizar. dida its esta cha memorable se abrirán dos - | ¡mienes, uno artístico i otro literario. o a o - IL. El certámen artistico tendrá. por objeto. Ja composicion de 2 alegórico que simbolice la- inauguracion de nuestro primer estab Ns lA cientifico; :1a.6él podrán concurrir los artistas. pintores nacionales € os EA AOS residentes enehule >. 6 A N : pd Él cuadro deberá tener cuatro metros. de largo por tres de chos 2. 22 Los, trabajos serán presentados ántes. del. 1 de Julio de 1893 i AR provisionalmente en la, sala principal de la Universidad a fin de ques no 5: gados por una comision especial, que nombrará el Consejo. > E Etautor del cuadro que merezca el primér premio obtendrá la s su NS 30 mil.pesos ($ 2,000) en dinero, i será recomendado al Gobierno a 2 O. adquiera el trabajo premiado. El segundo | PEStnO. consistirá en la AA Mi miipesos ($ 1,000) en diteño, 17463 ón e E A No será: FOrZOSO a la. comisión otorgar premios si a su Juicio lo 2 presentados no merecen tal. distincion er A A - TIL, En el certámen literario babrá dos: temas, a saber: A ] 308 llevados acabo por, la Universidad en sus cincuenta años de. exist z 32 toria delos progresos médicos en Chile. - : S 3 5S CS EAS composiciones- deberán . presentarse. tambien. ántes del 8 de : dt ES E E ES O Una comision del Consejo' designará Tas dos obras que deban ser ' e NS: con la, suma de mil peros: cada una. E ME $ US E E E FACULTAD Dr LEYES E CIENCIAS POLÍTICAS A, no eS o. Cortámen paa q 2 100 ES HE ds endo sobre el titulo u del libro mu j ui 1 estudio sobre- la, libre testamentifaccion». - E Y a Las composiciones que se envien al certámen deben ser e iS -cretario de la Facultad de. Leyes 1 A Po iticas, ántes, del 1 Ke de 1893. ES CRE : A : El prSpuio consistirá en la suma de 2 pesos. ze da > - 5 + a IS Xi E >> ó ES 2 > <= — y ye SE PS j E IE a DD AGA sa | FACULTAD DE BOLOJÍA | | AS —Cortámen para as0141e92 TEMA sa apolojta polar de la relijion n eristiana contra sacadas de la ciencia moderna». s ¿Este trabajo podrá presentarse hasta el 10 de. Mar zo o de 1399. 2 El premio consistirá en la suma de mil y PESOS! 165 » = Xx : f y A , ) A “ d a ) a A O La > A 1 EE A Yy AÑ £ k y Ds Y - = Ñ 5h Te A AR a) y e A SS SES ISISS ¡ele ABE sisjejelsjelejele S=t=> 20 00 2) ERES URAC MO SO VIA IEA AG rr > == < <=) ==> ¿Dé AFECCIONES CUTÁNEAS VEJETO-PARASITARIAS EN CHILE ARGERN- PAS VADO 12 VIRADA E OI, Y NASA VA A O, 100) FICA LME O A) E Y 0 A 0 A A e A CA ia A 0 VA MA A Der PES TONSURANS, SICOSIS PARASITARIA I QUÉRIO a | DE CELSO 8 “Y asionada por la presencia de parásitos vejetales en la cútis 1 s partes anexas (vello, pelo, uñas). En un gran número de estas afecciones (dermatomicosis) la imulacion de los hongos forma una parte tan esencial de s, que. con la sola destruccion o separacion de los micro- oduciéndose ademas ninguna otra especie de inflamacion, ni macion de vesículas, etc. En otra série de estas afecciones la cia de los hongos determina en la cútis fuera de los sín- las que proceden de los hongos mismos, otros que provie- 1 de sus productos de asimilacion, i que, A se ifiestan por ardores, comezon, dolor etc; 1, objetivamente, rubicundez, formacion de flictenas, púa costras, esca- , productos inflamatorios; síntomas todos que, sin interven- 'médica, pueden terminar o con regreso al estado normal o la formacion de ulceraciones, cicatrizaciones, atrofia etc. a flora dermatolójica comprende un sinnúmero de coccos, _- AAA 1) E AE ER o e e me e a a A AA ADE AABT AA FAT ETA ATT EAT A A a MN y Una larga série de enfermedades del tegumento esterno es. ismos desaparece la dermatósis por ellos provocada no: 534 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS bacilos, bacterios i hongos micélicos, cuyo estudio se reali; la actualidad en Europa con el mas vivo entusiasmo. pasariamos los límites de este trabajo si quisiéramos c todos los investigadores consagrados a esta gran tarca. Mas, né será del todo falto de interes mencionar aquí que un sinnúm de dermatólogos franceses i alemanes, entre estos Grawitz Pick, Kraal, i principalmente Unna 1 sus discípulos están dedica dos desde muchos años a la investigacion, cultivacion e inocu lacion de los parásitos vejetales de la cútis (1). A consecuenc de estos trabajos estableció Unna como entidad mórbida el eczema seborroico, considerando los eczemas en jeneral co -_catarros parasitarios de la piel. Perc debemos advertir que, á pesar de la estimacion jeneral que han encontrado sus trabajos micolójicos, no han sido aceptadas sus ideas sobre la etiolojía de los eczemas (2). 3 Si dejamos a un lado esta parte de la flora dermatoló quizás teóricamente bien observada, pero que ha sido refutada por otros autores en sus consecuencias prácticas, es decir, clfÉ nicas, nos queda aun una série no despreciable de hongos patos jénicos bien caracterizados por el microscopio i el cultivo, por el cuadro clínico de las enfermedades cutáneas, determinas das por ellos. Los hongos patojénicos conocidos que vejetan en ed cúti: (1) Monatshefte fúr pract. Dermat. (Periódico mensual de Dermatolojíé práctica), 1887, p. 827.—1888, p. 465.—Flora dermatolójica in Gemeinschaf mit Gruendler u Taenzer. (Flora dermat. de Unna en union con Gruen i Taenzer), 1888, p. 817.—Flora dermat. de id. en union con Gruend von Sehlen i Taenzer, t. VIII p. 293, 562. Con Tomasoli,t IX, p- 495 con vox Sehlen, t. X, p. 471; XII, 249, con Frank, t. XIV, p. 303. (2) A este respecto es mui interesante la discusion sobre la patolojía del eczema iniciada por Neisser en las sesiones de la «Sociedad dermatológica alemana» de Leipzig en 1891, en la cual emitieron su opinion Veiel, Pie Lewin, Kaposi, etc., en contra de Unna, quien nose hallaba presente, p sí representado por su discipulo von Sehlen. En la sesion de 19 de de 1892 mostró Unna en la «Sociedad Médica» de Hamburgo en si mis i en el practicante de su laboratorio, placas eczematosas producidas po inoculación de un cocco bien caracterizado mediante cultivos especia al que llama »morococco, i que para Unna es el cocco que enjendra el ecze Monastshefte fiir (Periód. mens. de, pract. Derm. t. XIV pjs. 413 1 465. al AFECCIONES CUTÁNEAS 535 ana son los siguientes, segun el órden cronolójico de su 1brimiento: 1? El acorzo de Schoenlezn (Achorium Schonleínit ), el hongo la tiña favosa. El trzcofito tonsurante (Trichophyton tonsurans), el hongo erpes tonsurante (tiña tonsurante) (dermatomicosis circi- sicosis parasitaria, querio de Celso (Kerion Celsi), impe- contagiosa (?), eczema marjinato. El hongo de la pztiríaszs versicolora, (Pityriasts versicolor) rito por primera vez por Eichstedt en 1848, i por Robin tarde bajo el nombre de miscrosporo fúrfur (Microsporon 1) : Con el objeto de dejar establecidas, una vez por todas, las s técnicas de enfermedades, de que nos valdremos en el so del presente trabajo i para así producir un concepto mas ro en el lector, creemos conveniente incluir a continuacion E A A A et ara Ma Vs a e SEO IA O A A 2. mm 11 1 cuadro sinóptico de la terminolojía de la afecciones cutá- 536 LAS AFECCIONES DE LA PIEL Nombre del po parten =planta) causante de la afeccion de la cútis 1 sus anexos. ACORIO DE SCHOENLEIN (Acho- rion Schónleinii, descubierto por | favosa; preferible es la acorin Schoenlein en 1839 i llamado por él ozdíum; Remak le dió la deno- minacion actual. Nombres vulgares para desig- nar la afeccion por él enjendrada: Favo, Teigne faveuse, Erbgrind, Tiña favosa, Honey comb ringworm. TrI1cóFITO TONSURANTE (Tri- to por Gruby en 1844; Malmsten mente lleva. Nombres vulgares para signi- ficar la afeccion por él causada: Herpes tonsurante, Scheerende Flechte, Teigne tondente, Tiña tondente, Common ringworm. sporon furfur), descubierto por Eichstedt en 1846; Robin le dió su denominacion. Nombres de las afecciones que produce: Pitiríasis versicolora (Pityriasis versicolor), Leberflecke, Gletskerv. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - Nombre de la afeccion de la “piel enjendrada po chophyton tonsurans), descubier- le dió la designacion que actual- | | ficies de flexion (Dermatomykro MICROSPÓRO FÚRFUR (Mykro- respectivo micrófito. - DÉRMATOMICOSIS ACORINA (o (Dermatomykosis achorina.) Variedades: E 7) Dérmatomicosis acorina| herpética. 3 2) Dérmatomicosis acorina] urceolar (urceolaris.) | 3) Dérmatomicosis acorina es: 1 carrosa (squarrosa.) etc. A DERMATOMICOSIS TRICOFÍTICA a (Dermatomykosis trichophytica) ) | Variedades: E 1) Impetígo contajiosa (7 Til | bury Fox, Geber.) ql 2) Herpes circinato. Y 3) Herpes tonsurante escamos| so (squamosus.) Ñ 4) Tiña imbricata. | 5) Eczema marginato (F. von| Hebra). E 6) Eritrasma(von Bárensprun 7) Dérmatomicosis de las sup sis flexurarum) (H. von Hebr DÉRMATOMICOSIS FURFURÁC (Dermatomykosis furfurácea.) AFECCIONES CUTÁNEAS 537 I SUS ANEXOS, PRODUCIDAS POR HONGOS: ombre de la afeccion en uno de los anexos de la piel, | Nombre de la afeccion en uno de los anexos de la piel, “el pelo causada por el respectivo micrófito, las mías producida por el respectivo micrófito, . Í TRICOMICOSIS ACORINA (0 fa- vosa) Trichomykosis achorina seu favosa.) (La existencia de esta afeccion en el verdadero sentido de la pa- labra, es dudosa; pues hai opinio- -diversas sobre si penetra el acorio al interior del pelo o nó.) ONICOMICOSIS ACORINA (0 fa- vosa) (Onichomykosis achorina | seu favosa.) (La existencia del acorio en la sustancia de las uñas, está perfec- tamente comprobada.) ONICOMICOSIS TRICOFÍTICA - TRICOMICOSISTRICOFÍTICA (Tri- (Onichomykosis trichophytica). chomykosis trichophytica.) Variedades: 1) Tricomicosis tricofítica. 2) Tricomicosis tricofítica pús- alo-tuberosa de la barba =sico- sis paritaria =sicosis hifogénes. -3) Tricomicosis tricofítica tu- e A A ia a a A A 5 1 . Ed y a A O 5 6 - y q > 7 0, <> E »s Le de a LEA B Hasta hoi dia no se ha podido comprobar la existencia del micrós- | oro fúrfur en los anexos de la piel. | 538 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ES k Sin haber llevado una estadística exacta basada en númer precisos, me he podido formar, fundándome en los casos obser vados desde 1889 hasta 1892 en mi clientela hospitalaria i pri: vada, la opinion siguiente sobre la frecuencia de las enferme: dades cutáncas producidas por hongos (tas dermatomicosis): en Chile (Santiago) se encuentra la dermatomicosis decididamente en un tanto por ciento inferior con respecto al de otros paises como Austria (Viena), Alemania (Berlin, Breslau), Francia (Paris, Burdeos, Lille), é Italía. Las enfermedades cutáneas veje= to parasitaria observadas por mí en Chile, se pueden colocar s >. gun su grado de frecuencia en el siguiente órden: 4 12 La ¿mpetigo contajiosa (Tilbury Fox, Kaposi, Geber, Unna), es una erupcion que aparece con la misma frecuen- cia en Chile que en Europa, i que casi esclusivamente ataca el rostro de los niños pequeños, bajo la forma de vesículas superficiales desde el tamaño de una cabeza de alfiler hasta el de una lenteja; vesículas que casi siempre se encuentran diseminadas i que solo mui raras veces confluyen. En algu- nas de las vesículas se observa una progresion periférica con formacion de diminutas vesículas llenas de serosidad, i con de- secamiento en el centro, El contenido de las vesículas nuev. es claro, ise seca mui luego trasformándose en costras melifor* mes de color amarillo verduzco, las que frecuentemente, por la añadidura de sangre proveniente de rascamientos, toman un color pardo oscuro, formándose debajo de ellas, en breve, epi: dermis nueva. Kaposi (1) se espresa, a pesar de las investiga=] ciones de Geber, Lang, Unna, con reserva acerca de la etiolojía de la impetigo contajiosa, miéntras que H. von Hebra (2) la (1) Pathologie u. Therapie der Hauterkrankungen, 1 Aufl, 188, p. 4233 Pathologie et traitément des maladies de la peau; traduction avec notes et a tions-par Ernest Besnier et Adrian Doyon, Paris, a (es traduccion de 3 .* edicion alemana) p. 673. (2) Die hrankhaften Veránderungen der Haut u. ihrer Antangsgebildo ¿hren Beziehungen zu den Erkrankungen des Gesamntor, Bis 1884. AFECCIONES CUTÁNEAS 539 considera, de acuerdo con Geber, Lang i Unna, como una for- 1 a del herpes tonsurante; 1 ello con tanta mayor razon cuanto que no pocas veces se puede encontrar herpes tonsurante que tiene su asiento en otras partes del cuerpo que las comunmente atacadas. de menudo tuve ocasion de tratar en un solo dia en mi poli- hd ica de 8 a rOniños atacados de impetigo contajiosa, los que, ¡despues de algunas interrogaciones, resultaban ser moradores Mo mismo conventillo. Varias veces me fué afirmado con te da certeza por las madres de los niños, que la erupcion habia ap: recido en un niño con motivo de la vacuna i que de aquí se habia estendido a los demas; dato es éste que me pareció vero- símil a causa de que se habian observado en varias otras partes son motivo de la vacunación verdaderas endemias de impetigo contajiosa (Eichstedt (1), M. P. Pouzquier (2), Perrou (3). 12,2 El herpes tonsurante, con sus variadas manifestaciones en ¡el del cuerpo í el cuero cabelludo; i con la forma especial esisnada por Fernando von Hebra con el nombre de eczema marginato, en el cual han sido descritos por Pick i¡ Koebner 1O0ngos idénticos o al ménos mui parecidos al tricófito tonsu- “ante, pero mas ténues como lo indica su nombre 7/2cr0spo- 00minutísimo (mycrosporon minutissimum), lo mismo que en l eritrasma descrito por von Bacrensprung. La variedad de los eczemas descritos bajo estas denomina— siones colectivas por F. von Hebra, Pick ¡ Koebner, descansa dablemente en diversos factores etiolójicos, 1 deben su par- laridad a especialidades topográficas de las partes de la itis que se frotan unas con otras, como las ingles, axilas, etc. Ñ O se puede negar que estas dos formas eczemáticas presentan pe uliaridades clínicas suz¿ generís por cuanto en las partes men- | tadas comienzan como un eczema simple, haciendo su apa- Te 1) Berl. Klin. Wochenschrift 1885. N.? 44: «Ueber eine auf Rúgen in se der Pockenimpfung aufgetretene Krankheit,» (Semanario clínico de lin, 1885, Número 44: «Sobre una enfermedad (impetigo contajiosa) parecida en la isla de Rúgen con motivo de la vacunacion»). ,) «Des accidents que l'on observe quelquefois apres la vacc. animale» Revue d' Hyg et de police sanit. 1888. t. X, p. 937). 2 ) «De l'impetigo d'origin vaccinale.» Bullet. med. 1888, p. 1476. 540 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ricion en esas superficies con formacion de vesículas cuyo ce tro mui luego se seca, reapareciendo éstas en los bordes continuando por ellos hasta constituir ribetes en forma de arc de círculo. 3 Tenemos que incluir en este grupo el eczema de las super cies de flexton (eczema flexurarum), descrito por H. von Ht bra: un eczema con trascurso crónico, localizado en el cuellé i las superficies de flexion de las rodillas i los codos; en el cué el referido Hebra, pudo ya en 1884 comprobar la existencia ( hongos. Nosotros mismos nos dedicámos en el año 1888 al e tudio de estos micrófitos, haciendo cultivos, etc., pero sin obt ner ningun resultado definitivo, habiendo aquellos quedade hasta la fecha sin clasificar. | 3.2 La pitiriasis versicolora que se encuentra talvez aquí col la misma frecuencia que en Europa, i que casi nunca exije la intervencion médica a causa de producir poca o ninguna mo: lestia i de ser mui poco trasmisible. z 4.2 La tiña favosa, la dermatomicosis, la tricomicosis 1 ont: comicosis favosas, parecen ser en Chile una enfermedad cut nea en estremo rara, dado que durante los tres últimos años pasados tuve una sola vez la ocasion de observar un caso dt tiña favosa del cuero cabelludo en una chilena. Á pesar de: interrogatorio mui preciso i completo no pude averiguar de] niña de 14 años el modo de la infeccion a causa de que tenía la afeccion desde su mui temprana edad. Los demas casos de favo observados por mí en Chile, se reducian a inmigrantes franceses, italianos i españoles, quienes me participaban qu e ya en Europa habian estado en tratamiento, presentándome, al efecto, ya diagnósticos escritos, ya recetas de las principales clínicas europeas (1). Comose sabe, la tiña favosa es bastante rara en Alemania; frecuente en Austria i principalmente en Galicia i Polonia, 1 ef especial entre los judíos, los que con frecuencia recurren pate su curacion a la clínica de Kaposi en Viena, en donde sé € 1: (1) El mal estado sanitario de los inmigrantes me movió en su tien llamar la atencion sobre el particular, como se puede ver por los artict publicados en £l Ferrocarril. : AFECCIONES CUTÁNEAS 54,1 entra constantemente un numeroso i selecto material de tiña osa; la misma frecuencia aproximadamente se nota cn Ita- la i España. Pero en donde la tiña favosa existe en una pro- orcion mui superior afectando casi el carácter endémico, es en leunos departamentos i provincias de Francia, existiendo al efecto en el Hospital de San Luis de Paris una seccion espe- ial i separada para atender a estos enfermos. En Francia reina 1 tiña en tal número i el horror por su propagacion es tan gran- de, que los jóvenes reclutas atacados de tiña favosa i tondente quedan exentos del servicio militar. Existe ademas sobre la tatería una reglamentacion de visitas médicas a las escuelas públicas i cárceles para aislar los atacados. "Segun una comunicacion de White ha aumentado durante los últimos años la frecuencia de la tiña favosa en los Estados Jnidos a consecuencia de la inmigracion europea i probable- 3 lente por la de los judíos de Rusia. La infeccion con favo en el hombre se produce por el con- te C o inmediato o mediato con animales atacados de esta enfermedad; por esto hallamos tambien en los paises donde eina el favus, laúchas i ratones atacados, en los cuales el acorio Schoenlezn, causa a menudo destrucciones bastantes esten- sas en las orejas, ojos, etc., i hasta de los huesos del cráneo. De los ratones i ratas se propaga a los gatos i de aquí al hombre i, principalmente a los niños. No he podido averiguar n ada sobre el particular en Chile. A o AA” AAA APD CR A 36 > qe ce. 8 El tricófito tonsurante existe mas o ménos en todos los pai- 5es;i como dijimos hace un rato, las enfermedades cutáneas ve- ¡eto parasitarias por él determinadas son las mas frecuentes en hile. Francia tambien sobrepuja con respecto a la frecuencia del bes tonsurante a todos los paises europeos; no hai año en que, 1 pesar de las mas enérjicas medidas del Gobierno contra el fla- elo, no lleguen a la publicidad nuevas comunicaciones sobre 542 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que el herpes tonsurante existe en Francia, i principalmente € Paris, la sicosis parasitaria que en el hospital de San Luis € una enfermedad de que todos los dias se presentan casos. E Al tratar el tema de tricófito tonsurante en el Congreso Der: martolójico Internacional de Paris en 1889 (2), Besnier acen* tuaba la colosal frecuencia de la tricofitíasis en Francia respecto a otros paises, apesar de las medidas mas o S puestas en práctica contra la propagacion. Particularmente € Paris el número de afectados de tricofitíasis es enorme teniend E en tratamiento cada uno de los seis médicos dermátologos del hospital de San Luis un largo número de estos enfermos, 1 Besnier mismo mas de ciento. En contraposicion a esto, obser van los dermátologos vieneses Neumann i H. von Hcbra, que la tricofitíasis en Viena es comparativamente una enfermedad cutánea escasa; i hace notar von Hebra que durante su la práctica habia observado solamente IO casos de tricofitíasis pustulosa en la barba (sicosis parasitária). Casi la misma fre - cuencia que en Francia afectan los casos de tricofitíasis en In glaterra i los grandes centros de ese reino. "Todas las am lancias están repletas de enfermos de tricofitiíasis en el cuero cabelludo; la enfermedad es allí tan vulgarmente conocida, q > cuando el facultativo interroga a los enfermos sobre lo que pasa ellos mismos prorrumpen con el diagnóstico uringworm.. M nos numerosa es la tricofitíasis de la barba (3), lo que se es: plica porque el ingles, por costumbre nacional, se afeita 1 l mismo. é | | 3 En Alemania i Austria se encuentra la dérmatomicosis tonsu* rante (herpes tonsurante, circinato, escamoso, vesiculoso) en uña: proporcion mayor que la tricofitíasis del cuero cabelludo sien la existencia real de la tricofitíasis pustulosa de la barba (sicosis (1) Tales EpideAS fueron descritas por Cazenave (1840); por Mahon 1869; por Gerlier en 1881. ; A e 08 aa en el Periódico mens. e Pract. Dermat. p:"21r; (3) Carta del doctor Toerek publicada en el Periólico mens. de (Mc shefte f.) Dermat. práct., t. X, p. 497. AFECCIONES CUTÁNEAS 543 A li il h ] 1 ] ) Eb ZN lrasitaria) al principio en absoluto negada por F. von Hebra. nembargo se operó a este respecto un cambio en la escuela rmatolójica alemana por el notable trabajo del doctor Koeb- er (1) sobre la sicosis parasitaria que se apoya en un material 230 casos observados desde 1860 a 1861 en el hospital de 2 Luis bajo los auspicios de Bazin. Como ya se ha repetido, es el herpes tonsurante la mas ¿cuente de las afecciones cutáneas microfíticas en Chile. eniendo en cuenta las vías de infeccion que son, por lo ménos Europa principalmente, i fuera de la trasmision de los hom- es unos a otros, los animales domésticos, dirijí tambien mi er cion sobre afecciones análogas en los perros, caballos, gatos. [e puse al habla con personas algo entendidas en esa materia e usaron para estas afecciones la palabra arestzr (2) pero sin der darme datos exactos i detallados; lo que, sí, me afirmaron 2 qne la jente que tenía contacto íntimo i prolongado con los imales domésticos, abrigaban la conviccion o creencia segura 2 que de ahí provenía la infeccion humana. He tenido a veces sasion de examinar costras i pelos de perros atacados de estin en los cuales he podido encontrar con los medios sen- os que están a mi alcance, elementos microfíticos, micelios, midios, lo cual despues de haber consultado las láminas de ros autores que hablan del tricófito tonsurante me dejó la im- resion de que en la presente cuestion de arestin se trataba del cófito tonsurante. Por inconvenientes hasta ahora invencibles, he podido hacer cultivos que satisfagan las exijencias de la icolojía moderna; pero no pierdo la esperanza de que talvez ra en un tiempo cercano, me será posible completar mi estudio ste respecto trabajando en un laboratorio a propósito, | En un caso de tricofitíasis del cuero cabelludo cn un niño en > me indicó la madre como oríjen de infeccion un pequeño PS PA NN «Sobre sicósis 1 sus relaciones con la micósis tonsurante» (Ueber Osis u. ihre Beziehung zur Mycosis tonsurans). Archivo de Virchow, t P. 372 1 siguientes. ) En el Dicionario Jeneral Etimolójico de la lengua castellana de Ro- pcia, Madrid, 1881, encontramos a este respecto las palabras areslin, li aristino que define asi en Veterinaria: «Escoriacion que padecen las Merías en las cuartillas de piés 1 manos, con picazon molesta». 544 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS bulldog faldero atacado de arestin, estraje de éste con pre ciones antisépticas, pelos 1 costras; hice de ellas una mezcla elicerina, i en seguida, me practiqué una inoculacion (1) con masa en el antebrazo derecho sobre el lado interno previame desinfectado con sublimado, alcohol i éter, haciendo con 1 aguja impregnada de la masa antedicha rasguños superficia en tres puntos de la epidermis los que cubrí con papel secante al cual, para producir una oclusion completa apliqué ademas una capa de cola. Trascurridos cinco dias, noté comezon i ut lijero ardor en la parte vacunada; i, despues de quitado cl ven: daje oclusivo, pude comprobar en uno de los puntos de inocula: cion la existencia de una placa típica de herpes circinato, 1 cual llamó la atencion de algunos colegas que a la sazon tra ba jaban conmigo en el hospital de San Juan de Dios en los € en: sayos con la linfa de Koch. 3 A fin de que sirva de complemento a la inoculacion que 3 bo de narrar 1 para poner mas en relieve la trasmisibilidad d la sicosis parasitaria desde los animales al hombre, me Ll a Neumann, (2) quien, despues de esponer lo escaso de la sicosís parasitaria en Austria, no obstante de lo abundante de los (r) Michelson (Berl. Klin. Wochenschrift (Semanario clinico de Berlíi 1874, núm. 11 U. 33) trasmitió esperimentalmente desde un gato ata de sarna 1 herpes tonsurans las dos afecciones al hombre. En otro caso (Archiv. f. Dermat. u. Syph. 1869, p. 16) pudo comprobar que un sta m de herpes tonsurans habia sido infectado por una vaca. y R. Blanchard (sobre los parásitos vejetales, no microbianos, trasmisi de los animales al hombre 1 vice-versa, Progres médical, 1891 núm. 50, 52) refiere que el 2rychophyton dépilans (Megnin) causa la tiña tondente en ganado vacuno, i produce, trasmitido dé aqui al hombre, como cuadro clín co un herpes circinatus. E Gerlach pudo inocular el mismo tricófito en el calio. ¡ perro. DelEK fito tonsurans (Malmsten) hai trasmision al hombre desde el caballo (ep mias en los cuarteles de caballeria, en las caballerizas) i, desde el perro! 1 gato. A L. G. NEUMANN: Traité des maladies parasitaires non n mycrobiennest d animaux domestiques, Paris, 1888. ; (2) Lehrbuch der Hautkrankheiten (Tratado de las enfermedades € nea) 5.* edicion, Viena, 1880.--—-Existe una traduccion al español de 4.” edicion alemana, por Cárlos María Cortezo, Madrid, 1880. | AFECCIONES CUTÁNEAS 545 teriales de observacion, dice lo siguiente acerca de algunos casos i 1e, de entre los pocos que cayeron bajo su observacion, pudo y studiar: en cuatro casos de enfermos he conseguido descubrir ie infeccioso: en uno la afeccion fué trasmitida por un perro; en dos por caballos, i la cuarta por una vaca; estos ani- lales estaban atacados de herpes tonsurante. .. Un caballero estaba afectado de herpes tonsurante que habia adquirido de un erro atacado de la misma enfermedad; este animal comunicó ta n bien el herpes tonsurante a un criado, el que presentaba en el menton i en la rejion sub-mentoniana xo solamente una rupcion de vesículas dispuestas en circulos, sino que tambien una infiltración profunda de la piel i pústulas planas en los OVIfICIOS de los folículos pilosos. El diagnóstico de este caso de herpes ton- 2 á rante fué comprobado, tanto en el dueño i criado como asi mismo en el perro, por la demostracion microscópica de la exis- encia de los respectivos elementos criptogámicos». ¡Creyendo que este asunto es de utilidad jeneral i que quizás despertará interes en otros círculos, me permitiré en las subsi- suientes líneas una breve descripcion de la tricofitía en los ani- ales; descripcion que procede de un artículo escrito por Weyl sn el manual de enfermedades cutáneas de Ziemssen. Los tra- jos fundamentales que tratan esta materia de un modo com- bleto, provienen en su mayor parte de autores franceses, i son, iquí en Santiago, imposibles de encontrarse. Hé aquí la des- "ripcion: “En el ganado caballar, segun Megnin (1), la tiña tondente es wracterizada por costras superpuestas a modo de las tejas de techo, i formadas de escamitas epiteliales que cubren las orficies cutáneas; los pelos están despuntados, no sobresa- iendo de la cútis mas de 1 a 2 milímetros; las esporas de los gos son lijeramente pardas; los gonidios tienen de 2a 3 icromilímetros.. ¡En los zerneros las partes afectadas son completamente as; el pelo no despuntado o quebrado sino del todo caido; el (1) MuGNIx: Les teignes chez les animaux domestiques, leur identité ou r analogie avec celles de l'homme.—Ann. f. Dermat. (=Anales de Der- olojia), 2.2 série, t. 1, 1888, p. Tor. 546 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. hongo cunde tanto hácia el interior del folículo como en epidérmis circundante, mas nó dentro del pelo. La caida « pelo como asimismo el desprendimiento de capas enteras la epidermis, da a la superficie herpética un aspecto llago Del interesante trabajo del doctor Miller de Dresden (3 estraemos los siguientes datos acerca de la. tricofitíasis en: animales: | "Robert observó tiña tondente en cuatro vacas en proporcia tal, que las placas atacadas por tricófito en el pescuezo, los hijares i la cola confluyeron, cayéndose el pelo por cop Toda la familia del dueño de estos animales. compuesta de nuen antembros, fué infectada. | y "Beresow pudo comprobar tres epizoócias de herpes tonsu: rante, verificándose las dos primeras el año de 1884, en el gana | do cabalgar i vacuno en la provincia de Saamar; 1 la tercerá en 1888 en el ganado cabalgar en la provincia de Saratow, (Ru - sia), la cual atacó cuarenta 1 tres caballos, manifestándose € la cabeza, pescuezo i espinazo, omóplatos, pecho i barriga Y placas del tamaño de la mano, completamente peladas 1 cu: biertas de costras 1 escamas resecas. 1 eS * ok Con el objeto de adquirir datos mas precisos que los nues tros, sobre las afecciones microfíticas en los animales de Chile nos hemos permitido apelar a la buena voluntad del señor d Julio Besnard, profesor de la clínica veterinaria de la Quint Normal de Agricultura de Santiago, quien con la mejor ami bilidad nos honró con la siguiente mui atenta contestacion: | las preguntas que sobre el particular le hiciéramos, acomp! ñando su comunicacion de un estracto sembrado de interesal tes detalles de la literatura respectiva. "He leido con mucha atencion su carta fecha 24 de Octubr (1) Bericht ueber die Leistungen auf dem Gebiete der Veterinirdern tologie M. H. f, práct. Dermat. (Relacion de los trabajos efectuados en ] terreno de la Dermat. veterinaria; Periód. mens. de Dermat. práct Je XI) p. 452, 1889. 'M AFECCIONES CUTÁNEAS 547 . Haré todo lo posible para contestar a Ud. conforme con sus “deseos, pero no soi especialista en enfermedades de la piel, «como Ud.; pido, pues, su induljencia respecto a la pobreza de los datos personales que me es posible proporcionarle. wFelizmente el doctor Rafael Blanchard, profesor de la facul- tad de medicina de Paris, con el cual tengo algunas relaciones, me mandó últimamente su trabajo titulado: "Vésétaux parasites non microbiens, transmissibles des animaux al'homme publi- “cado nuevamente en 1892, del cual he copiado lo que podia servir de contestacion a varias de sus preguntas. - "Agregaré lo que sigue a los datos proporcionados por el doc- tor Blanchard. "En Chile se llaman vulgarmente arestzn las enfermedades de la piel debidas al achorzon Schónlezmtz, 1 tambien la tan grave enfermedad de la piel de las ovejas, que tanto perjudica a la produccion de la lana. "He visto el favus en el raton, gato, perro, zorro, leopardo, pantera. Entre estos animales he visto el contajio mui fácil i el mal tan grave que la muerte le concluye a menudo. "Cuanto al arestín de los ovejunos, alpacas, llamas, vicuñas, guanacos, comun i mui grave en el pais, es de los mas conta- Jiosos entre los animales citados, pero no pasa al hombre. Co- mozco mucho los sintomas, la marcha i las lesiones de esta enfermedad; me propongo pedir de mis amigos de la escuela veterinaria de Lyon, los señores Arloing, Galtier, Cornevin la d terminacion exacta del parásito, mandándoles muestras para estudiarlo. Mégnin nos ayudará tambien, sin duda. "Si en Chile se llama vulgarmente arestín el favus, se llama tambien empezne la tiña tonsurante, la enfermedad del treicho- “Raras veces se puede observar el trzchophyton tonsurans en pais. Durante cerca de dieziocho años, tres o cuatro caballos empeines fueron presentados a la clínica de la Quinta Nor- . En el campo, la enfermedad no parece mas frecuente. "Al contrario, los empeines de los vacunos se observan a cada o: es una plaga que conocen todos los agricultores. En in- no, los terneros flacos se cubren de estos empeines, de colo- 5 abundantes de ¿richophyton depilans, que pasan de un ani- TOMO LXXXII 37 548 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS mal al otro con la mayor facilidad. Se consideran los empe como sumamente contajiosos. Las mujeres, que ordeñan - vacas, que manejan los terneros cubiertos de empeines, ven s E manos cubrirse tambien del mismo mal. El empleado que cul da los terneros del instituto de vacuna animal fué contaminad: por dichos terneros, sobre todo entre los dedos. Me ha sucedido lo mismo hace como quince años. E 7 "Pero, si se nota a menudo el pasaje de los empeines de los vacunos al hombre, no he oido hablar de la contaminacion por el caballo, de los empeznes caballunos. Lo repito, poco se obser- van en Chile los empeines de los caballos. Me ocuparé, en toda caso, de reunir un mayor número de datos a este respecto. | "Me pongo enteramente a su disposicion, señor doctor, para completar las observaciones que mas pueden interesar a Ud., a propósito de las enfermedades de la piel de nuestros animales domésticos 1 de su trasmision al hombre. Puedo, sin gran d cultad, averiguar ciertos hechos observados en los campos; £ seria posible tambien, de vez en cuando, someter a su observa: cion, algunos animales enfermos de la piel. En fin, pongo : E laboratorio a la disposicion de Ud. para los cultivos i las obser vaciones microscópicas, si es que lo encuentre en las condicit C nes requeridas para esta clase de trabajos. ó ACORIO DE SCHONLEIN.—KRemak, 1845 Este hongo corresponde a las formas Bi y, distinguidas po Quincke; este es el único que Fabry i Elsenberg han obtenido! en sus cultivos. El determina aquella variedad de tiña favosa! que Quincke designa bajo el nombre de favus herpéticus 1 que, por lo demas, se puede observar a veces en un enfermo al mismo! tiempo que el favo vulgar. ; Se admite jeneralmente que el ol se comunica mui p ( veces del hombre al hombre; Alibert aun llegaba a negar contajiosidad, pero Jaquetant, Remak i Deffis han probado-c esperimentos rigurosos la efectividad del contajio. Lailler t en el hospital de San Luis a un enfermo que habia contraido la afeccion por haberse acostado en una cama ocupada pol una persona atacada de favo. y AFECCIONES CUTÁNEAS 549 Largo tiempo se ha creido que el favo era por lo comun tras- - mitido al hombre desde el gato a su vez previamente infectado por el raton o la laúcha. La distincion recientemente estableci- da entre el acorío de Arloíng i el acorio de Schónleín, demuestra E - que el favo herpético no nos es trasmitido por el gato, ni cier- tamente por el perro ni los pequeños roedores, sino que hace , por otra parte mul incierta la provenencia de esta dermatósis. A - Seguramente la posibilidad del contajio recíproco entre la espe- cie humana esplica algunos casos, pero no podria dar cuenta de todos. Es probable que el hombre puede infectarse por el con- tacto con ciertos animales, pero no se sabria decir hoi dia qué animales puedan ser inculpados de elio. El perro se encuentra a veces atacado de tiña favosa, pero los resultados positivos obtenidos por Saint Cyr al inocular a este animal el favo del gato, tienden a hacer admitir que habitual- mente se trata de la tiña causada por el acorzo de Arloimg. Por Sus comunicaciones diarias con el gato doméstico, el perro debe por otra parte contaminarse con bastante facilidad. El perro contrae tambien sin dificultad la tiña del conejo, segun otras esperiencias de Saint Cyr. El caballo i el bueí pueden igualmente ser atacados del favo, “si bien es esta una manifestacion morbosa bastante rara. En 1880 Pigard observó una epidemia de tiña favosa que a la vez hacia estragos en la especie bovina i entre los niños; en este ¡caso la trasmision del animal al niño no parecia dudosa. Hai “pues aquí una indicacion preciosa bajo el punto de vista de la cetolojí del favo humano, - Ercolani describió en 1876, bajo la denominacion de Achorion ratophogunz, un micrófito que habia encontrado en el casco de los solipedios atacados de horm2iguzllo (una enfermedad del cas- co del caballo que consiste en una aguadura crónica), i que considera como causa de la enfermedad. En razon de la ana- la de esta afeccion con la "roguen o caries seca de las uñas imanas, Ercolani admite todavia, que esta "roguen o caries es jendrada por el mismo parásito. Esta opinion no descansa, por lo demas, sobre ninguna observacion positiva i la razon de er del Achorion heratophogum no se encuentra mejor demos- '"trada bajo el punto de vista botánico que bajo el clínico. 550 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS En 1858 Miller, Gerlach i otros observaron en el gallo ¡la gallina un favo de la cresta i de los carúnculos. En 1881 Megnin 3 estudió cuidadosamente el hongo que causa esta afeccion i le de da el nombre de Epzdermophyton gallina; lo consideraba como especificamente distinto del acorio de Schónlein. Las partes en- fermas presentan costras blancas, farináceas o yesosas; las escú- tulas fávicas (ules godesn) faltan. El micrófito está caracterizado - por un micélio fino, corto, tortuoso, del cual se desprenden es- 4 poroforos divididos por paredes i terminados a modo de rosario por 5 a 6 esporas redondas de 6 a 8 micromilímetros de largo, mas voluminosas que los de todos los demas hongos parásitos de nuestros animales domésticos. Cunde entre las láminas epi- dérmicas sin introducirse a los folículos de las plumas. Es fá- cilmente cultivable en la jelatina: se desarrolla en la superficie en forma de racimos (touffesn) blancos como la nieve, en tanto que la gelatina se liquida 1 toma la o del jugo de gro sella, Al contrario, Neumann (de Tolosa) asegura que el favo de las .. gallinas es simplemente el acorzo de Schónlezn. Él funda su opa j nion en la semejanza morfolójica de ámbos hongos i en el re- sultado de algunas inoculaciones. En un perro nuevo, ¡noca ll 4 do con favo de la gallina, se desarrolla una dermatósis idéntica -a la que se obtiene en otro perro despues de la inoculacion del favo humano. Este mismo esperimento comparativo dió éxito. en dos conejos, sin que nada permita hacer sospechar el orijen- diferente de ámbas afecciones. A la inversa, se reproduce el. favo de la gallina depositando en, la cresta costras de favo hu- : mano, diluidas en agua. De estos esperimentos parece, pues, resultar que la sallina debe ser mirada como una de las fuentes del favo humano. 5 q ACORIO DE ARLOING.—Busquet, 1891. Este hongo es el que causa la tiña de las laúchas. En 1854) | Draper (médico de Nueva York) señalaba la trasmision del favo de la laúcha al gato i de aquí al hombre. Desde entónces | el profesor Saint Cyr, de la escuela veterinaria de Lyon, ha su= AFECCIONES CUTÁNEAS 551 y Por lo demas es la escuela dermatolójica de Lyon la que, por una notable série de observaciones ha puesto fuera de duda este hecho actualmente admitido por todos los médicos: de que una cierta forma de tiña favosa nos es trasmitida por los pequeños roedores. La entidad de este favo está demostrada por dos ór- denes de fenómenos: 1.2 Implantados en la jelatina o en diferentes medios nutri- tivos, el acorio de Arloing da una cultura exhuberante, mui dife- rente de la que se obtiene con el favo comun del hombre. Es éste el que Quincke ha designado con el nombre de micrófito a 1 que Boér en el año 1887 i Busquet en 1890 han vuelto a des- cubrir por los cultivos directos del favo de la laúcha. 2.” Bajo el punto de vista clínico, el favo proviniente de la laúcha se distingue por caractéres mui especiales, sobre todo por la escasez de escútulas ("godetsn) fávicas. Quincke designa esta variedad de tiña favosa con la denominacion de favo vulgar. El primer caso de favo entre los animales fué observado por Jaquetant en 1847: dos gatos del Antiquaille de Lyon con- trajeron el favo por el contacto con dos niñitas que tenian la costumbre de jugar con ellos, En 1877 Saint Cyr vió varios alumnos de la escuela veteri- | naria de Lyon que estaban atacados de favo: en el armario que ¡encerraba su ropa blanca, se encontraron laúchas favosas, que | indudablemente fueron el punto de partida del contajio. Tripier se ha inoculado con buen éxito el favo de la laúcha. Por otro lado, han sido efectuadas inoculaciones positivas de ¡favo del hombre al gato por Saint Cyr i Vincens, del hombre a ¡la laúcha por Tripier i Vincens, i del hombre a la rata por Gi- | —gard. Dos tentativas de inoculacion del hombre al perro, he- | chas por Vincens, no dieron ningun resultado. Nada prueba, en | ninguno de estos casos, que el micrófito trasmitido haya sido | el acorio de Arloíng, mas bien que el acorzo de Schónlezn, 1 a | Y TRICÓFITO DEPILANTE (Trichophyton depilans).—Mégnin, | ; 1878. Este micrófito es la causa de la tiña tonsurante en la especie Ñ a : y 1] + > o o 552 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ernst, médico en el canton de Zurich, señalaba en 1820, que | el herpes tonsurante puede ser comunicado al hombre por los animales: una jóven habia manifiestamente contraido la afeccion al ordeñar una vaca, que estaba afectada dela enfermedad 3 mencionada. Hechos de esta clase fueron señalados a la aten- cion de los médicos por Grogniet en 1831, por Kollreuter en 1836, por Lavergne i Fehr en 1838, Epple en 1839, por Radema- cher en 1842, por Houlez (de Souréze) en 1845, por Horing en 3 1846, por Letenneur i Maleherbe (de Nantes) en 1851, 1 final- : mente por Reynal en 1858. Y La, enfermedad así adquirida por el hot es un herpes cir- cinato que difiere notablemente del herpes tonsurante comun. Mégnin ha completado en 1878 estas demostraciones haciendo 4 resaltar las diferencias esenciales, tanto morfolójicas como ci nicas, que caracterizan el tricófito depilante. E Con la ayuda de esperimentos diversos, Gerlach ha demos- * trado que la tiña tondente es trasmisible del buei al buei, del - buei al caballo, del buei al perro; sin embargo, en este último - la inoculacion prende con. bastante dificultad. Gerlach no ha obtenido sino un resultado negativo al tratar de contaminar la oveja o el chancho por el buei, pero Perroncito ha observado la. j trasmision de la tiña tondente del bueí al: o | O TONSURANTE.—Malmsten, 1848. En 1853, Bazin publicó la famosa observacion de jendarmes, que habian contraido la tiña tondente al estar cuidando caba=- llos, atacados de “dártren. Galligo en 1858, Horand (de Lyon) q en 1871, Dieu en 1876, Larger en 1881 í Longuet en 1882, publicaron casos análogos. ] En 1881, Mégnin observó unos 15 artilleros de una misma j batería, que presentaban círculos de herpes circinato en el cue- llo i el menton. Estando en el campo de maniobras habian. tomado los cobertores de sus caballos para preservarse del frio i se habian envuelto con ellos hasta la barba. Ahora bien, estos caballos habian llegado recientemente de los establecimientos de remonta í estaban atacados de udartre tonsuranten, como luego lo permitió comprobar un atento exámen... e AFECCIONES CUTÁNEAS 553 E El caballo puede, pues, trasmitir la tiña tonsurante al hombre. Esta trasmision se observa aun con bastante frecuencia en los | rejimientos de caballería. En Francia la enfermedad es Impor- | tada por caballos nuevos traidos de los potreros de la Norman- día, pais en que la tiña tonsurante existe en estado endémico ¡entre los animales vacunos. Si, como se ha dicho, los potrillos se contaminan en los potreros por el contacto con los bueyes i p terneros, la tiña tondente del caballo podria reconocer, o bien Sun oríjen doble (tricófito depilante o tricófito tonsurante, segun los casos), o bien el tricófito depilante seria una simple varie- idad del tricófito tonsurante. Es ésta una cuestion importante, sobre la cual es difícil pronunciarse actualmente. La tiña tonsurante tambien puede sernos comunicada por el perro; los casos estudiados por Purser en 1865 i por Horand en 1872 1 1873 dan de ello una prueba convincente. La obser- vacion de Purser 1 la primera observacion de Horand son especialmente notables en cuanto nos demuestran, que la oni- comicosis o trichofitia unguinal puede provenir del perro. | El gato mismo puede llegar a ser un ajente de trasmision, | Tuckwell en 1875, Lanceraux i Michelson en 1874, publicaron lobservaciones, que no dejan ninguna duda al respecto. Por lo que concierne a la trasmision de la tiña tondente de los rumiantes al hombre, deben hacerse reservas espresas, por- ¡que pensamos que, en la mayoría de los casos, si nó en todos, lel contajio se verifica por medio del tricófito depilante. No podemos afirmar, sin embargo, que este hongo sea la ¡causa esclusiva de la tricofitia bovina, pues que el tricófito ton- | de se inocula fácilmente al ternero. La tiña tondente del hombre se trasmite tambien con mucha | ace»: pero no se trasmite a les detona (laúchas, ratas conejos). Aogregamos que esta misma dermatósis se propaga ligualmente bien entre animales de especies diferentes, por ejem- W plo del gato al caballo (Williams). | —Mégnin ha descrito en los conejos, bajo el nombre de 77%a ly- ¡coperdoidea, una afeccion, que ciertos autores consideran como lidéntica a la tricofitia tonsurante, pero que parece ser algo dis- p inta de ésta, desde luego a causa de sus caractéres clínicos 554 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS mui especiales, i ademas por la dificultad (por no decir la imi posibilidad), con que se tropieza al trasmitir al conejo la : tiña tondente del hombre. k k * Cuando vinimos a Chile, llegamos con la conviccion de que Alopvecía areata, la caida del pelo 1 vello en forma de patacones, era una afeccion trofoneurótica, es decir, una enfermedad cutá= nea producida por una alteración de los nervios trofoneuróticos;: pero hemos tenido que abandonar tal teoría trofoneurótica en. vista de que hemos encontrado numerosos casos de esta des-. figurante afeccion en individuos de todas las esferas sociales, sin: hallar en ninguno de ellos el mas leve síntoma de parte del sis- tema nervioso; los enfermos mismos atribuian su enfermedad a una infeccion en las peluquerías; i algunas veces hemos tenido: ocasion de ver reunidos en nuestro consultatorio 3 a 4 jóvenes, parroquianos de una misma peluquería, probándonos con ello ek. oríjen parasitario de esta afeccion. 3 Debemos confesar que nos sorprendió durante los primeros tiempos en Chile, la frecuencia enorme de casos de Alopecta: areata;no han sido tan raros los dias en que no hayamos tenido: la oportunidad de observar en nuestra clientela privada hasta 4 casos de esta enfermedad. No nos era posible comprobar posiz tivamente el modo de la infeccion, pero de nuestras averiguacio= nes resultaban siempre implicadas 3 peluquerías que habian sido: visitadas por nuestros clientes. Tomando en cuenta todos estos datos, hicimos saber a los propietarios de estos establecimientos lo que pasaba, aconsejándoles mayor aseo en sus talleres, desin- feccion de las manos de los empleados, de las tijeras, navajas 1 escobillas. Estas medidas fueron aceptadas por ellos, disminu- yendo en efecto notablemente en los 2 últimos años el número de casos de Alopecía areata; decremento que tampoco ha pasa= do inadvertido para otros colegas. ó La cuestion de la contajiosidad de la Alopecía areata parece, pues, estar resuelta, a pesar de que todavía no conocemos: micrófito que la produce, puesto que ninguno de los innumera- bles elementos micóticos descubiertos por Malasséz; Buchner; AFECCIONES CUTÁNEAS 555 hhorst, von Sehlen (1), han decidido la cuestion de ser exci- lores de la alopecía areata. No obstante de algunos trabajos en estremo interesantes que blan en favor de una teoría trofoneurótica (2), la totalidad de 5 dermatólogos franceses, ingleses i norte-americanos unáni- emente, i la casi totalidad de los alemanes se adhieren a la turaleza parasitaria de la alopecia; 1, entre los que mas se linan a la base trofoneurótica o que aceptan, por decirlo así, ibas teorías, tenemos que citar a Kaposi, Schwimmer i Lesser, 41 imo de los cuales borró en la 7.2 edicion de su tratado de termedades cutáneas (3) las frases "la pelada no es contajiosa conclusiones contrarias se esplican las mas de las veces la confusion con el herpes tonsurante.n Esta última frase a sacado de paciencia a Besnier haciéndolo esclamar: Nous vons qu'appeler a tous les dermatologistes et protester au ' de la science». 2.” 22.000 Ms VA 0 19 VU A. RI. A rn a NA e O 2” mn mm: Xx .- k lace como dos años aumentaron aquí casi súbitamente los de herpes tonsurante cuyo modo de infeccion nos ha ) Véase: Sur l'histoire de la «Mycrophitie peladique» en las notas de nie 3 Doyon, Tomo l, p. 187; 1 la literatura completa sobre esta materia | trabajo de Schútz: Beitraege sur Etiologie u Symptomatologie der ontribuciones para la etiolojia i sintomalojía de la) alopecia areata, en chner med. Wochenschrift, 1889, n? 8. JosePH: Beitrag Zur Lehre der trophischen Nerven (=Contribucion la teoría de los nervios tróficos), Virchow's Archiv, t. CVII, p. 130.— Etiologie der Alopecia areata, Centralblatt f. med. Wissenschaften» intribucion para la etiolojia de la Alopecia areata, en el Periód. Central lencias médicas), 1886, N.” 2.-- Experimentelle Untersuch. iber die der Alopecia areata, M. H. f. pract. Dermat. . (=Investigaciones imentales sobre la etiolojía de la alopecia areata, en el Periód. mens. rmat. práct.), 1886, p. 483.—POoNTOPIDAN: Ein Fall von Alopecia areata lge von Operationen am Halse, M. H. f. (=Un caso dealopecia areata ne operaciones en el cuello, en el Periód. mens. de) pract. Dermat., —BENDER: Ueber die Etiologie der Alopecia areata. Deutsche med. ens hrift (=Sobre la etiolojíia de la Alopecia aresta, en el Semanario nan) 1886, N.* 46; ref in M. H. fúr pract. Derm. (=Estractado iód. mens. de Debnal pract.;) 1887,.p. 71: rbuch der Handkrankhatenheiten, Leipzig, 1890. 556 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS quedado hasta cierto punto oculto; pero, los enfermos corr por casualidad, inculpaban tambien a las peluquerías de ser : oríjen de la infeccion. Esto mismo pasó en un caso que val a referir un poco mas adelante, que fué el primero de su es cie observado por nosotros en Chile, i que nos inspiró desde € principio mucho interes, siendo él la causa inmediata del pre sente trabajo. No tememos reconocer que no se nos ocurrió nunca nin caso parecido a éste durante los años de nuestros estudios médi cos, en los cuales nos dedicábamos ya con gran predilección 1 la dermatolojía; ni aun se nos habia presentado mas tarde cuan do ayudante de clínica i dado el enorme material le o des cutáneas en el hospital jeneral i el hábito de nuestros profe sores de llamar ex-cátedra la atencion sobre los "casos raro interesantes (i estos epítetos los merecen, para la escuela martolójica de Viena, los casos de sz2costs parasitaria i de qui rio de Celso) (1). : Trátase del siguiente caso: - El 28 de Setiembre de 1890 nos fué remitido por el c colegí M. B. B. para los efectos del diagnóstico i tratamiento even tual, el niño R. de unos 13 años de edad, con una afeccion del cuero cabelludo. De los datos anamnésticos dados por la r dre del enfermo resultó que éste nunca habia sufrido de E erupcion ni en la cabeza ni en el cuerpo; diez dias mas O nos ántes de las fiestas patrias, habia llevado la madre a Sus niños a una peluquería para hacerles cortar el pelo, en cl operacion empleó el oficial una de las llamadas tijeras-máquis nas; ya despues de unos dos dias notó nuestro enfermo enel lugar que posteriormente fué el de la afeccion, un cierto a i comezon, i la madre pudo, despues de una inspeccion cercana, percibir una pequeña placa circular i rojiza, cubiert: de escamitas, en la cual se formó en los seis dias subsigui unas pústulas (la madre usó la palabra “espinillas), q agrandó mas i mas hasta hacer necesaria la asistencia médica Llamóse al doctor R. i al médico de la casa doctor M., los q ( convinieron en lavados antisépticos i aplicacion de pomad (1) Véase l. c., Fernando von Hebra. AFECCIONES CUTÁNEAS | 537 mo, no obstante del tratamiento antiséptico, aumentara la ca no solamente en sentido periférica sino que tambien iba antándose por sobre el nivel de la cútis circundante toman- “un aspecto cada vez mas repugnante hasta formar un tu- Y “recurrióse al doctor B., pero el cual'no continuó tratando ente sino que lo encomendó a nosotros. pues de la recepcion de los datos anamnésticos propor- os por la madre del niño, 1 acordáandonos de un caso de s parasitaria reproducido en una lámina, nos pronunciamos opinion de que se trataba de un tumor parasitario; i, dada neficacia de un tratamiento antiparasitario que, como se nos se habia llevado a efecto durante ocho días, aconsejámos pacion del tumor, medida que fué aceptada por los de- acultativos de la junta i, aparentemente, tambien por la pues de esta junta no hemos vuelto a ver al enfermo; i solo ss sabido posteriormente por una noticia publicada en La tad Electoral que el caso no fué operado por el doctor B., por otro médico bajo el diagnóstico de angioma. (1) j legó este caso a la publicidad, haciendo relacion de él £7 Ferrocarril ibertad Electoral. Este último diario (mártes, 7 de Octubre de 1890,) sa asi: : aderamente alarmada se encuentra nuestra sociedad con las enfer- | desconocidas hasta hoi en Chile, que segun todas las probabilida- stán propagando por las peluquerias. ) hace muchos dias, la prensa dió cuenta de un caso completamente de un grano que salió a un niño en la cabeza i hubo que cortarle rte del casco (?). Ahora se le ha cariado el hueso (?), 1 sus padres 1elto enviarlo a Europa (no se llevó a efecto). Este caso no es el se cuenta de haberse reproducido análogos en otras personas, en la énes son los que han traido a Chile estas plagas que se conocian | raros ejemplares entre la jente del mas bajo pueblo? ¡a cuestion es de importancia, i ya nuestras autoridades locales debie- en su casa todos los útiles, amen de agua fenicada para que el pelu- 13 558 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Dejamos la descripcion de este caso sobre el cual encu mos mui pocos datos en nuestro libro de apuntes; sin em la fototipía que lleva la inscripcion Kerion Celsin cuyo < debemos a la amabilidad del doctor B., da por ahora una aproximada del tamaño i aspecto del tumor hasta que ilu mos la afeccion con la descripcion de otros casos posteric acordes con aquél. ME El caso acabado de narrar habria quizas caido para nosot en olvido i nos habriamos consolado al fin sobre la circunst: de que talvez habiamos errado el diagnóstico, si no se no biesen presentado un poco mas tarde, no solamente en mues clientela privada, sí que tambien en nuestra policlínica, casos análogos de estos tumores del casco. Para nuestra t ¡ilustracion i mayor interés ocurrieron en Octubre de 1890, € quero se desinfecte las manos por si hubiera agarrado alguna cabeza € tajiosa. : : h 5! «Pero como todos no pueden darse Es seguridades contra el cont ¿ya es tiempo que se piense en resguardar de él a los que tienen que: rrir a la peluquería, que son los mas». : La Libertad Electoral de 18 de Octubre de 1890. ' ¿UN Cia o Se ecordara que hace/tiBa dias que se dió la noticia de que un niño habia atrapado un tumor 1 sério. . . en una peluqueria. po | 3 «Consultaron varios doctores. Los datos que se les 'daban eran preci de modo que, salvo alguna escepcion, los demas dijeron que el tumc debia a una incubacion venenosa de peluqueria. El hecho era grave i ten todos los caractéres de la verdad. El niño se sintió enfermo con el u ya al dia siguiente de haber estado en la peluqueria. : «Pero, despues de pasado el susto, se sometió el caso al óstudia de los mas hábiles, si no es el primero de «nuestros cirujanos, el Charlin, i este caballero ha descubierto que no se trata de e Y medad sospechosa, ni jenerada en la peluqueria. | 4 «Lo que el niño tiene es un ANJIOMA, es decir, un tumor ocasio por el desarrollo demasiado rápido de las arterias i de las venas dec parte de la cabeza. : 3 «Un golpe de tijera, o el pelo sostenido durante la cortadura con am enerjía irritaron la parte enferma i ocasionaron el crecimiento de 11 del axjioma. o. «Ahora no hai ya duda de que ésta es la verdad, porque con el t miento de compresion adoptado por el cirujano que asistió al niño, casi completamente curado.» A AFECCIONES CUTÁNEAS 559 ——— A A AN A os típicos que quedaron sometidos a nuestra observacion niento: dos casos de sicosis parasitaria que ya en Viena os visto en su forma típica, i que nos indujeron, por la anza de la conformacion del tumor en la barba ¡ el casco, io de la respectiva afeccion..., de modo que nos fué po- cer, con pleno conocimiento de la materia, un exacto tico de los cinco casos restantes de tumores en la cabeza, cuales se trataba de lr2cofitiasis tuberosa de la cabeza. chophytiasis pustulo-tuberosa capilitii o sea querzo de Celso Cérion Celsz). Coneste motivo de la noticia de la prensa diaria e traia nuestro primer caso famoso ya recordado, fuimos en- stado por algunos colegas i estudiantes de medicina, a quie- imos la suerte de poder dar a conocer un caso análogo edio de una lámina de ¿r:cofit1asis de la varba (sicosis pa- la) adjunta al tratado de Ziemsscn, i, por medio de la tracion microscópica de la existencia de hongos en los )s estraidos del tumor. A NA - AA CIAO CECI II WT: AN ARI. — A la i descripcion de un caso de tricofitiásis de la barba, que é observado por nosotros en el año de 1891, del cual da una idea la fotopía que lleva el título “Sycosis parasitárian hecha segun un dibujo al lápiz. Hé aquí el caso: 17 de Marzo del indicado año, V. M., de 36 años de edad, e robusto, sano, sin ningunos antecedentes sifilíticos, nos ultó sobre una afeccion de la barba, que fuera de lo desfi- , le era bastante molesta; nos refiere que, como un mes recurrir a nosotros, se habia hecho afeitar, notando dias despues una placa del tamaño de una moneda de entavos en la mejilla izquierda, de color rojizo i acom- de ardor i comezon; poco a poco la placa se estendió, A A LS. — 4 Mu — SU LM mando su superficie un aspecto como de empolvados, ban a despuntarse o quebrarse; a poco andar percibió PURA DA ATTRACTION PRE, TIE E TERRS - AER RD MS R R 560 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS placas semejantes a la primera, lo cual él mismo atribus trasplantacion desde el foco primordial a consecuencia de miento provocado por una comezon bastante grande. Ti lo habria soportado el enfermo si no le hubiesen brota mas algunas pústulas no poco dolorosas ¡ desfiguran hacian pensar a la jente, segun decia, que se trataba qu nalgo de gálicon, 1 cuyo número se multiplicaba rápid hasta formar pelotones del tamaño de un diez, los cuales: rojizos, producian dolores punzantes í tenian la superficie. pustulosa, saliendo de cada pústula un pelo despuntado* brillo. . y A la historia i descripcion hecha por el enfermo mismo nemos que agregar mui pocos detalles. El enfermo, a cuencia de que acostumbra afeitarse desde mucho tiempo tiene el pelo de la barba mui tieso; el exámen con resp sifilis resulta negativo. Se encuentran en las mejillas EN E placas desde el tamaño de una lenteja hasta el de un. fuerte, dispuestas en forma de arcos de círculc. La cútis. rrespondiente a estas partes está enrojecida i cubierta camitas de color ceniciento; los pelos, mas cortos que alrededores sanos, aparecen como empolvados. Entre esta tcs así alteradas, se hallan diseminadas una série de pús nodos de diversos tamaños, de color rojo oscuro, casi par cuya superficie está cubierta de costras, las cuales, despue separadas, dejan a descubierto una superficie roja, perforad pequeños focos purulentos, en cada uno de los cuales exis pelo que le atraviesa, teniendo éste su sosten en el 100) pelos, que son fáciles de estraer de las placas costrosas i d pústulas recientes, arrojan, examinados al A guientes resultados: los pelos están en su mayor parte h dos, unos que otros todavía provistos de sus vainas i penetr de elementos del tricófito, cuyos gonidios, ya mas o ñ redondeados, ya acercándose a la forma oval, están dispu unos a continuacion de otros a manera de cadena, o bie E jando un rosario o sarta; en las séries de gonidios de esta formacion se encuentran tambien, aunque solo mui escasam segmentos de cadena formados por elementos que se aprox muchísimo a ser cuadrangulares. Todo esto, que está as MA - AFECCIONES CUTÁNEAS 561 las láminas de Kocbner (1) í de H. Leslic Roberts (2), con- fmó de un modo incontrovertible nuestro diagnóstico clínico. Para completar este cuadro microscópico añadiremos todavía e, fuera de los elementos esenciales ya indicados, se encuen- an células epidérmicas cornificadas, glóbulos blancos, i, que ciendo preparaciones con calores de anilina, se descubre la encia de coccos. 'A'pesar de que desde entónces dedicáramos, por motivos fáci- s de comprender, la mas asídua atencion a estas formas especia- s del tricófito tonsurante, solo tuvimos, desde aquel tiempo» ( nidad de observar casos comunes de tricofitíasis del cuero lludo i de herpes tonsurante del cuerpo, hasta que a fines de sto del año actual se presentó un caso de querio de Celso 2n una niñita de 3 años, de alta esfera social, que nos fué enco- dado por el colega del R.; caso, al cual, dentro de los 14 subsiguientes siguieron dos mas. Esta acumulacion de ca- E A y 5 pa 4 de la misma especie nos trajo a la memoria los dos casos rvados ántes, i, fojeando nuestro libro de apuntes, resultó. zás juego del acaso!) que éstos caian en la inisma estacion re ia AD A A A a hemos mencionado mas atras que todos los casos de 10 de Celso son iguales el uno al otro; i, en consecuencia, mos a continuacion, para evitar repeticiones i para que sirvan de complemento al caso R., la siguiente descripcion detallada: N., niñita de 3 años de edad fué llevada el 22 de Agosto a nuestro consultorio, por su abuela, a causa de un tumor en ro cabelludo, el cual, por su aspecto i rápido crecimiento, puesto en alarma a toda la familia. Inquiriendo los an- lentes de la afeccion, la abuela espuso que hacia como 8 abía notado en el costado derecho de la cabeza de la niñita ancha enrojecida i escamosa; i dando nosotros despues precision a las preguntas, nos refirió la espresada señora mbien los pelos de la parte afectada habian comenzado a su brillo i que luego despues principió a hincharsc la A A A 10 SP — NAPA E e ) Virchow's Archiv., t. XXII, lámina 6. IL. H. f. (Periód. mens. de) práct. Dermat., t. IX, p. 339, lámina 5, A A A 562 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - piel hasta constituir el actual tumor. Al mismo tiempo not el rostro la aparicion de manchas circulares i escamosas ñora empleaba la palabra "empemne UC AEaS: la en de tener mucha comezon. Y El exámen de la niña, que es de aspecto linfático, arroja siguientes datos: en el parietal derecho existe un tumor de con torno circular, de un diámetro de 6 centímetros i de una alt de 1 centímetro; los bordes de este tumor se solevantan € padamente desde la cútis circunvecina; la superficie del tun está cubierta de costras i muestra, debido a ellas, un asf mas o ménos plano; pero, a la separacion de estas costras, a rece la superficie perforada a modo de criba que semeja un. nal de miel (Kerzon en griego; querio), ofreciéndose a la nódulos llenos de pus atravesados por cabos de pelos que : - mente siguen a la pinza. Algunos de estos pelos así est fueron examinados por nosotros microscópicamente, (si cierto por un método ya un poco antiguo como lo es la ¡ sion del pelo durante horas en una solucion de potasa is hendimiento con agujas de preparacion), i pudimos comprob: la existencia de micelios los que, despues de comparados €6 preparaciones i láminas que desde ántes estaban a nuestro a cance, resultaron ser los elementos del ¿ricófito tonsurante. Si desde los bordes se efectúa presion sobre el tumor, lo: es bastante doloroso, fluye de los orificios un contenido s : rulento de mal olor. Si se penetra con una sonda en algun los orificios, se llega a una caverna trabecular. La piel c dante del tumor no está enrojecida ni hinchada, pero sí, cu ta de escamitas cenicientas; i los pelos en una periferia d centímetro al rededor del tumor aparecen mas cortos, Cl mal afeitados, i despojados del lustre de los demas. Inspe nando la cútis del resto del cuerpo, se encuentran en el las espaldas i los brazos un sinnúmero de manchas rojo-: llentas, algo mas amarillosas en el centro, que descamat | la periferia (placas de dermatomicosis tonsurante escamos dermatomykosis tonsurans squamosa). 38 A nuestras preguntas espuso tambien la abuela que al pio no habia atribuido ninguna importancia a esta eru AFECCIONES CUTÁNEAS 563 uerpo. Algunas manchas de "empeine análogas hubo tam- anteriormente en el rostro, de las cuales eran indicio toda- algunos restos en forma de lijera pigmentacion; estas man- segun se nos decía, habian desaparecido por medio del del hacha, medicamento indicado por una sirviente (1). En uno de los dos casos de que, segun dije, fué seguido el ado de describir, se trataba de un niño de cinco años que lía, fuera de un tumor en el occipucio de aspecto i estructura “a MOSOtros ya conocidas, en el cuello ¡la nuca pústulas tí- s i vesículas de una impetigo contajiosa (Tilbury Fox) sus caractéres clínicos. El otro de nuestros enfermos pre- taba, haciendo abstraccion de un tumor de querio, una piel teramente libre de toda erupcion. A estos casos de querio de Celso, podemos añadir uno mas ue observamos actualmente i que reproduce el fotograbado 2 lleva el titulo “ Kerion Celsi et Dermatomykosis tonsuransn. se de un niño de 11 años que presenta en el vértice de la beza un tumor de querio con todos los caractéres típicos ya ) Es en Chile costumbre frecuente entre la jente del pueblo emplear pciones cutáneas con formacion de costras, «empeines» (que son je— ente eczemas escamosos, seborroicos, psoriasis, dermatomicosis ton- , €tc.), el sudor del hacha, i segun se suele oir, con éxito. Para los 10 conocen este procedimiento, diremos que consiste en colocar sobre plancha gruesa de fierro (en el campo ua hacha) algunos trapos que cendidos dejan, despues de consumidos, sobre la plancha algunas gotas das como de rocio, con las cuales se humedece la rejion afectada de la la combustion incompleta, que es en parte mas bien una carboniza- n de la tela, se condensan en la superficie fria del fierro, vapor de agua 1 las empireumáticas; 1 siendo estos productos de carácter ácido el ) esperimenta un ataque químico, disolviéndose un poco de este metal. te uso popular recuerda una costumbre en algunas comarcas de Ale- 1 Austria, en que los aldeanos emplean en las mismas erupciones laciones con tinta; como se ve, se trata en uno 1 otro caso del mismo , que es alguna combinacion del fierro, i en el «sudor del hacha», ade- ¡nas las sustancias empireumáticas. ' "TOMO LXXXII | 38 h -564 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS = , descritos i una placa circular de herpes tonsurante en el anteb: - zo derecho. Espone el pequeño enfermo que ya desde mes atras tiene la placa en el antebrazo la que hizo su aparicion € una mancha roja, i que le causa fuerte comezon; como al. n notó tambien picazon en la cabeza i al mismo tiempo un up tacon, en cuyo sitio se formó mas tarde el tumor. La placa d antebrazo, semejando un disco circular de 5 centímetros de di metro que sobresale del nivel de la cútis circundante como | de centímetro, está cubierta de finas escamas que son mayore en el borde que en el centro. Mediante una inspeccion pol lente se descubren en la periferia pequeños pústulo-vesicu que jeneralmente están atravesadas con un pelo de lan piel del resto del cuerpo se encuentra libre de erupcion. El pr sente caso nos ha inspirado bastante interes a causa de ql ofrece con uno de Doutrelepont, que mas adelante reproducimos una notable analojía: como lo es en el nuestro la trasplantaci probable de la tricomicosis del antebrazo al cuero cabellud dando lugar aun querio de Celso i en el de Doutrelepont, la tra plantacion del herpes tonsurante de la muñeca a las rejion barbadas del rostro enjendrando aquí una sicosis parasitaria, Prescindiendo de los casos comunes de herpes tonsurante d cuerpo i de tricofitíasis tonsurante, han sido observados [ nosotros en Chile, desde Setiembre de 1890 a Noviemi ) 92, casos de tricofitíasis de la barba (sicosis parasitaria) 1 cas de tricofitíasis tuberosa (querío de Celso) (1). ES * X A pesar de estar convencidos de que es imposible dar aqui la literatura completa que trata nuestro tema por falta de biblio: tecas especiales en Santiago que pudieran llenar el vacío, nos (1) No podemos por ménos que agregar un caso mas: una niña de años, en estremo descuidada, que se presentó a nuestra policlinica-ár del primer caso (R), con un sinnúmero de tumores en el cuero cabe | jo hemorrajías bastante abundantes; la enferma pidió ser dada de alta - de haber estado completamente sanada, i no volvió mas a mi disp dermatológica. : AFECCIONES CUTÁNEAS 565 _—_—— - nos tenido que limitar a las obras que forman parte de sstra modesta biblioteca privada. ño de 1853 Bazin (1) trató, el primero, de la ufezgne men- encontrándose él en situacion de poder descubrir en los s varios elementos microfíticos, sobre cuya especificacion ifestó en diversas ocasiones pareceres variados; pero que mas ansideró como correspondientes a un período o grado o A 0 AA e Y AR o == ,su naturaleza parasitaria prefiriendo reducirla a la simple tacion mecánica producida por la navaja de afeitar. in la misma época de estos trabajos, caen las investigacio- de von Bacrensprung (2). +3 Recherches sur la nature et le traitement des teignes,—Lecons de Mtique cutanée, p. 156. harité-Annalen, 1855, segundo cuaderno. rece de interes recordar aqui que los primeros estudios micolójicos mente iniciados hácia losaños 49 i 50 (por Schcenlein, Gruby, Ro- 1, Baerensprung, etc.), que nos aclararon la cetiolojia de algunas medades cutáneas i que en consecuencia produjeron una gran revolu- en su terapia, encontraron una formidable falanje de ardientes contra- Asi, los nuevos hechos i opiniones de Bazin hallaron entre sus scolegas del hospital, solamente una aceptacion parcial. Devergie e le ridiculizaron largo tiempo en periódicos i diarios i en la pu- de la Academia de ciencias; 1 aun llegaron a montar en cólera. trastorno que debian sufrir ramas enteras de la ciencia. Para Cazena- í la a la sazon el Achorium Schoenleinti únicamente en la imajinacion estigadores micróscopos! Correspondiente a sus pareceres teór]-- el tratamiento por ellos empleado, consistiendo la medicacion en istracion de flor de azufre, aguas minerales alcalinas de Spaa i Vi- ates, hasta llegar a aplicar en la lengua de los micóticos el clorúro- almente, el empleo de sanguijuelas 1 de la flebotomia siglo ha trascurrido desde entónces, 1 los descubrimientos 1 opi- “aquel tiempo escarnecidos, son hoi dia universalmente aceptados; tante, aun hoi dia, médicos que niegan la existencia de bacilos, terios, tildándola de creacion de la loca fantasía de los observa- Mcróscopos, il, que recetan en estos casos por onzas la flor de azufre: r tártaro. Así, todo tiene su repeticion en el mundo: vemos el o todos los dias; «nada hai, decia el filósofo hebreo Rabi Ben no haya existido ya ántes.» 566 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Seria casi de no creerse, si no lo probase la historia del r que en ese tiempo un hombre progresista, hérteneciente au escuela médica distinguida con corifeos como Rokitansky, S] da, etc. la que tomaba por base la anatomía patolójica i q preconizaba por sus esperimentos el uso del microscopio com medio de investigacion en los muchos puntos oscuros de la pate lojía i etiolojía; en fin, que el fundador i mas tarde el prohon bre de la escuela dermatolójica de Viena, Fernando Hebra, encontrara en aquel entónces en las filas opuestas con respect a la etiolojía de la sicosis parasitaria. Dice Hebra (1) que ca todavía ha visto un herpes tonsurans en las rejiones po pl das de barba, i, que para él tendria solamente valor la denon nacion de szcoszs parasitaria en caso de llegarse a observar en las partes espresadas, nódulos i pústulas perforadas por pel i de descubrirse en estos pelos o en sus inmediaciones elemen: tos micóticos. Textualmente se expresa sobre este particula como sigue: > "Si aun se presentase a mi observacion un caso de esta natu: raleza, no diagnosticaria una usicosis parasitaria, sino. q solamente designaria la cnfermedad con el nombre de herp tonsurante. La única afeccion a la cual, a mi entender, podr aplicarse la denominacion de sicosis, seria aquella en la q existieran sobre las partes peludas de la cara (como se ve no piensa F. v. Hebra en la posibilidad de que tambien pi den presentarse en el cuero cabelludo) tubérculos 1 pústula atravesadas por pelos, 1 en la que se encontrasen element ) criptogámicos en los pelos mismos o en las laminillas epid ér MICAS.1. < Pero este aserto de F. Hebra que se lee en el tomo 1.* de ] obra, fué rectificado en un apéndice al tomo 2.2, escrito por sI discípulo i colaborador Kaposi, quien hace la descripcion de caso típico de sicosis parasitaria observado por él en Viena; sos que fueron cada año en aumento, como lo prueban las _tadísticas de la clínica dermatolójica de Viena, que se publ anualmente en el “Bericht iiber das k. k. allgemeine (1) Lehrbuch der Hautkrankheiten (Zratado de las enfermas neas) t. 1, p. 608, 2.* edicion, Erlangen. : AFECCIONES CUTÁNEAS 567 nhaus in Wien» (Anuario del Hospital jeneral real-imperial Viena). Lesser (1), despues de pintar breve pero mui exactamente diversas formas de las erupciones producidas por el tricófito isurante en la piel del cuerpo i en el cuero cabelludo, entre as la sicósis parasitaria de la que reproduce un caso típico en una lámina, hace la siguiente descripcion de los tumores del ero cabelludo determinados por el tricófito tonsurante: "En sos mui raros llegan a producirse, en la tricofitíasis del casco nores en las capas profundas del cuero cabelludo Se forman tonces en lugar de placas planas i escamosas, tumefacciones > sobresalen notablemente del nivel de la cútis circunvecina ya superficie es fuertemente enrojecida, cubierta de costras erforada de numerosos focos purulentos que corresponden a orificios dilatados de los folículos pilosos; el conjunto de as ploliferaciones pegado a la cabeza semejando un almen- do (makrone) encuéntrase las mas de las veces, deslindado de pi el circundante en línca circular. Al ejercer presion sobre el nor, brota de cada uno de los orificios indicados una gota de ; (querio de Celso). Lesser, a quien debemos tambien la cripcion de una epidemia de herpes tonsurante i sicósis pa- taria (Véase mas adelante páj. 587) bastante estendida en: pzig, no menciona entre estos casos ninguno con formacion tumores profundos en el casco; de lo que se deduce que en ser un acontecimiento un tanto raro. loutrelepont (2) describe majistralmente un caso de sicósis isitaria de un negociante en ganados cuyo oficio fué el orijen 1 erupcion cutánea; de su historia sacamos algunos datos. El jente sintió, hacia dos meses, una comezon en la articula- de la muñeca derecha i notó una série de vesículas en dispo- an de arcos de círculo; mas tarde se formaron en esta parte ras bastante gruesas i la cútis se hinchó circularmente (3). E í í í 1 mm: e meo are a '¡Lehrbuch der Hautkrankheiten (Tratado de las enfermedades cutá- ) Leipzig, 1890, p. 292. Fall yon parasitárer Sycosis, M. H. f. (Caso de sicosis parasitaria, riód. mens. de) pract. Dermat. t. 11, 1883, p. 129. Formas análogas de dermatomicosis tonsurante en forma de placas cir- 568 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Al practicar la inspeccion médica toga que en la ficie de flexion de la muñeca derecha se encuentra un tum circular grande i duro que sobrepasa tres milímetros el nivel las partes circundantes teniendo un diámetro de cuatro cen metros; cubierto de costras, despues de cuya separacion apar - Si se examinaban estos grupos de gonidios, se comprobaba que un gran número conservaban en algunos puntos la propie-=. dad de teñirse, miéntras que en otros la habian ya perdido siendo aquí deformes i atenuados; de modo que aparecian bajo la forma de granulaciones que, en los puntos en que se obser: vaban en mayor número de gonidios, se reunian i ofrecian en=. tónces casi el aspecto de un micelio granuloso o de una célu= la granulosa. | | 3 Cultivos hechos con material del tumor en diversos medic nutritivos, dieron un resultado parcial brotando unas veceslÍ; otras nó; las inoculaciones practicadas con los cultivos brota produjeron un resultado negativo. Al concluir sus observa nes, dice Campana: “no queremos entrar en la jénesis del tum pero consta en nuestro caso que la tricofitíasis habia ya exi do desde muchos años, a consecuencia de lo cual puede con probarse la existencia de una onicogrifosis i de un tumor elementos del tricófito. X k Ántes de seguir adelante, creemos deber dedicar sq unas pocas palabras a las alteraciones causadas por el tricó: en las uñas, esto es, a la ónm2comicosís (1), ; (1) Vidal, Trichophytie wngueale, Journ. des Hópitaux, 1880. - AFECCIONES CUTÁNEAS -- - 579 Debe advertirse aquí que la dérmato-patolojía de las afec- es de las uñas deja mucho que desear, i, que el diagnóstico vo, es decir, el que prescinde de los datos anamnésticos, ieza en las enfermedades de las uñas i la palma con gran- es dificultades. Así, señalemos, por ejemplo, la gueratosis de la palma, que s probablemente hereditaria, i que fué descrita por Unna; la ual frecuentemente se diagnostica de ser sifilitica, pero que, ejando a un lado los otros síntomas diferenciales, no responde "la prueba terapéutica diferencial, esto es, que no cede al enérjico tratamiento antisifilítico, no esperimentando la feccion la menor mejoría. Por eso no nos debe, pues, tomar 2 nuevo que en estos últimos tiempos se hayan descrito con un o0co de mas frecuencia casos de tricofitíasis únicamente loca- zados en las palmas i las uñas, i ello principalmente en los es en que suele ser endémica la tricofitíasis tonsurante (1). No podemos ménos que hacer notar que las afecciones parasi- rias de las uñas son provocadas con mayor frecuencia por el fito tonsurante de lo que ántes se solía creer; pero como > an pocas molestias al enfermo, escapan jeneralmente a investigacion médica, debiéndose, por tanto, calificar siem- e de feliz la casualidad que las lleve a la observacion del fa- r ese motivo, no nos parece de mas estractar el caso de rnier (2), quien relata que observó una ónicomicosis tonsu- fte en una camarera que habia infectado a toda la familia; ya pequeña epidemia no pudo esplicarse sino hasta que se ciera el exámen de la niña. Hemos tenido algunas veces ocasion de observar afecciones ¡las uñas de individuos que nunca habian sufrido de enferme- uu. 1) PELIzARI: Congreso de los méd. ital. en Pavia, 1887; estractado en los H. f. (Periód. mens. de) pract. Dermat; t. VI, 1887. Resúmen de Siri- publicado en los Annales de Dermatologie et de Syphilis, 1888: e inclui- entre las notas de Doyon i Besnier de la traduccion francesa de Kaposi, L, p- 838. 2) Étude sur la trichophytie ungueale; Journal des maladies cutanées et ilitiques; t. I; estractado en los AZonadsefte fir (Periód. mens. de) t. Dermat. t. XI, p. 226. TOMO LXXXII 39 580 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS dades cutáneas de aquellas que a menudo van acompañadas de afecciones de las uñas (eczema, psoriasis, liquen ruber, sífilis, etc.) lo que despertó en nosotros la sospecha de que se trataba de una ónicomicosis; suposicion que mui luego nos desvaneció el microscopio demostrándonos la falta de elementos fungosos. Queremos mencionar aquí un caso observado en una señorit a, afectada de una alteracion de todas las uñas de los dedos de ambas manos; caso que nos trajo a la memoria uno análogo observado por nosotros como ayudante de H. v. Hebra, habiendo comprobado en uno í otro el exámen microscópico minucioso la ausencia de toda clase de elementos microfíticos (1). Este caso se nos quedó todavía grabado, porque el uso continuo du- rante algun tiempo de la solucion de Fowler que le habia sido: administrada inútilmente por otro facultativo, produjo en la señorita, que era rubia, dotada de una cútis alba i, que, con es- cepcion de su afeccion unguinal, gozaba de la mejor salud, 00 j estensa pigmentacion en diversas partes de la cútis. -— Al doctor Djélaléddin Moúkhtar (2) debemos sobre este par EN cular una série de interesantes comunicaciones dirijidas recien= temente a la Sociedad Dermatolójica de Paris. Sus estudios i, principalmente, el último, son mui notables por la nueva luz que arrojan sobre la cuestion del diagnóstico diferencial de las. afecciones de las palmas í plantas con respecto a sífilis. Es v rosimil que un número bastante grande de casos de enfer-=- mos atacados de tricofitía en estas rejiones, han debido ser tr | tados en el carácter de tener una afeccion especifica en razom de errores de diagnóstico; errores mui escusables si se pi sa que ellos tambien han sido cometidos en las clínicas de a rango i que ellos han provocado, demasiado tarde, una m lejítima sensacion. El caso presentado por el señor Djélaléddi en la sesion de 12 de Mayo, es de un interes ménos palpitan (1) Hyperkeratosis subungualis, Monatshefte fiir (Periód. mens. de) pra Dermat. t. VI, p. 291, con una lamina. ] E (2) Trichophytie des régions a épiderme corné épais; Bulletin de la ciété de Dermatologie, 1892, p. 41, Masson editeur; Trichophytie de la pla des pieds datant de six ans et simulant la'syphilis: dans les mémes b tins, P. 137. ! AFECCIONES CUTANEAS | 581 5 7 ero tiene aun importancia i nos felic'taríamos de llegar a co- r en sus detalles las observaciones que de él deben pu- icarse ulteriormente. Trátase de una tricofitía trasplantada re placas de eczema preexistentes, de una infeccion secundaria yr el parásito. El enfermo ha estado afectado de eczema en bas manos i piés. La presencia del tricófito ha sido compro- da en las placas plantarias, mas nó en el dorso de los pies, ni 2mpoco en las manos. Y 504 e. *- * XK ' A riesgo de haber cansado a nuestros lectores, hemos dado llas líncas precedentes las numerosas i frecuentemente deta- adas descripciones de casos de s2cosis parasitaria i quério de lso, hechas por los autores clásicos del ramo agregando a los los nuestros, a fin de demostrar mediante ellas la concor- ancia de los casos nuestros con los análogos descritos en la eratura respectiva, i, para así abreviar, al mismo tiempo, el pítulo sobre el diagnóstico diferencial de estas afecciones con. pecto a otras. o o hemos dado a entender mas de una vez, basta esclusi- nente, para llevar a efecto un diagnóstico exacto de estas fermedades, la demostracion microscópica de la presencia de mentos del 21 2có/1to tonsurante del cual sabemos que es, has-- dia, el único hongo que enjendra tricomicosis en el hom- , Sirviendo los cultivos e inoculaciones de los elementos en caso dado para afianzar aun mas su diagnóstico. [emos cumplido en todos los casos por nosotros descritos, a. cion del de X?., con la primera de estas condiciones, demos- do por el exámen microscópico la presencia de los clemen- del hongo; exámen, a cuyo respecto indicaremos que los. los que para él preparamos, los sumerjimos durante 15 O 20. utos en una solucion de agua i lejía de potasa en proporcion La 3 respectivamente, debiendo ademas el operador armar- a veces de alguna paciencia, pues no cada pelo estraido de la. n infectada da el resultado apetecido: segun Michelson i neppel, entre 20 pelos sometidos a exámen hai, por término lo, solo uno que sirve para demostrar la presencia de los lentos microfíticos. 582 MEMORIAS CIENTÍFICAS Il LITERARIAS Que en nuestros casos se trataba en realidad de los elemen tos del tricófito tonsurante, se podía deducir de la forma de sus gonidios i de su modo de agrupacion para formar hilos micéli cos, a lo cual nos ayudaban los dibujos i láminas que están ¿ nuestro alcance en la literatura del ramo, i principalmente algu- nas preparaciones microscópicas de pelos afectados del tricófito bajo su forma comun. Sentíamos de veras que en nuestros ca- sos nos hubiese sido imposible practicar investigaciones histo- lójicas minuciosas, sobre todo mensuras micrométricas de los elementos microfíticos encontrados; pero, habiendo tenido pre e sente los tamaños relativos i la manera de agruparse los dife- , rentes hongos micélicos, no nos era difícil distinguir con un poca de práctica, por ejemplo, los elementos del acorio de Schaenleir de los del tricófito. Ademas nos servia para la resolucion de muchos casos la consideracion de que no conocemos, fuera del tricófito tonsurante, ningun hongo micélico que pueda enjend: ar afecciones semejantes a la s2cosís parasitarza i al quério de Celso a no ser que se trate de un hongo aun desconocido i no des- crito, lo que, en razon a otros datos que no entrarémos a esp: O- ner, es tambien mui improbable. p Si se trata de hacer el diagnóstico diferencial clínico de 1 : sicósis parasitaria, puede éste, desde luego, efectuarse even: tualmente con respecto a la szcószs vulgar (esto es, con la si ¿ sis coccojénes= foliculitis i perifoliculitis). Para evitar la confu: sion de la una con la otra, bastará fijarse en las circunstancias que a continuacion se espresan: que la sicosis parasitaria prir | cipia acompañada de comezon intensa haciendo su po con círculos eritematosos mas o ménos estensos, de color roje que presentan una descamacion furfurácea, la que da a la pi el aspecto como de empolvada, estando la periferia de estos € cÍl culos muchas veces encerrada por vesículas; que los pelos de la barba pierden en las partes afectadas su o natural pr sentando el conjunto natural de los pelos enfermos, a conse- cuencia de que se quiebran, el aspecto de una afcitadl al mal hecha; que la afeccion avanza rápidamente en la periferia for= mando pústulas, e infiltraciones muchas veces bastante estensas. que penetran hasta cl dérmis, de consistencia medio dura i es- ponjosa i que ofrecen el aspecto de un panal de miel; aspect —¿V AFECCIONES CUTÁNEAS : 583 e les es dado por pústulas llenas de pus en las cuales se en- mt an cabos de pelos que fácilmente siguen a la traccion de pza, O cavernas correspondientes a los folículos ya destrui- ; que, a la presion efectuada sobre las infiltraciones respon- in mediatamente una abundante secrecion viscosa, mui poco rulenta; i por fin, que la sicosis parasitaria no manifiesta nin- a predileccion por partes determinadas de la rejion barbada. y e abcsicion a esta forma de la tricomicosis, la sicosis gar, como proceso folicular i perifolicular en forma de pús- de las cuales cada una está atravesada de un pelo de as- te ) normal i resistente a la pinza, da lugar por auto-infeccion levas pústulas que constituyen infiltraciones intermedias s intensas, duras i dolorosas; el lugar de predileccion i jene- jente el punto desde donde se propaga la afeccion, es en el or número de los casos el labio /superior que presenta en- 5 una entumefaccion total bastante dolorosa, i una super- e de color rojo sembrada de un sinnúmero de pústulas ama- ntas perforadas de pelos los cuales en su mayor parte están ( chi ¡dos por la infiltración sero purulenta de sus vainas, toman- así un cierto brillo, miéntras que los pelos tricofíticos se pre- tar delgados i empañados; en parte esta superficie se halla lerta de costras que, despues de separadas, dejan ver debajo llas una estension desprovista del epidérmis. En la gran roría de los casos de sicosis vulgar se encontrará como mo- to etiolójico, esto es, como orfjen de la infeccion con coccos, e pos crónica jeneralmente /2pertrófica. Las infiltraciones ¿en la sicosis vulgar por las foliculitis i perifoliculitis, itan semanas, hasta mcses, para llegar al tamaño de las la sicosis parasitaria se producen en dias; ademas son ! o mas duras i ménos profundas que en esta última afeccion;. mente, un momento característico que distingue una de as dos formas de sicosis, es que las erupciones pustulosas 'sicosis parasitaria (si se trata de un período mas o ménos te) se agrupan en forma de círculos, miéntras que las. 1s de la sicosís vulgar nunca toman esta disposicion. “a equivocacion que acaso podria ocurrir en órden a la 5 parasitaria sería la de ésta con los s2//lides pápulo-tube- do ello fácil, mo tanto por las otras semejanzas apa- O o [Ye a Is E A O A AO A e e > 584 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS rentes, como por el colorido que en ámbos es aproximadame igual. Pero para sustraerse a tal error en el diagnóstico, bast tener en cuenta que la manera de la propagacion en la perife i el crecimiento en jeneral de las protuberancias tricofíticas distinta de la de los sifilides, pues los tumores, si bien en una i otra afeccion pueden constituir infiltraciones mui intensas, siempre se limitan en la primera al aparato folicular, miéntras que los productos sifilíticos pertenecientes al segundo o tercer periodo de esta diátesis no respetan en estas partes tal limitacion; demas se encontrará en el caso de una llamada u"sicosis sifilítica, practicando una inspeccion del cuerpo entero, otros vestijios de esta enfermedad; debemos advertir aquí que el infarto 0 Ñ de las glándulas submaxilares 1 nucales, no tiene en estos casos valor alguno, pues que tambien se le observa en la mayor part de los casos En sicosis o Otro Eno importante pa sicosis catala : Por lo que respecta al dia acsts diferencial con algas ] otras enfermedades que pueden afectar la barba, como ser lepra, (que no existe en Chile) la micosis fungoides (una af cion bastante rara), etc, no nos parece necesario que nos ocupe- mos de él. : En cuanto al diagnóstico diferencial del guerzo de. E j del cual anteceden descripciones bien detalladas i de que di rán una idea mas exacta las láminas adjuntas, podemos dec que esta afeccion deja al observador, que nunca la ha v ántes, perplejo en los primeros momentos, no sabiendo cón clasificarla. Bien vé el observador que no hai en un caso de q rio semejanza con los tumores del casco que se observan d día i de los cuales hablan todos los tratados; pero el haber v una vez uno de los tumores típicos del guerio de Celso basta que su aspecto i signos característicos le queden profundam grabados, i reconocerá al momento los casos anteriormente tos i los que mas tarde se le presentaren. Esto mismo lo hem podido comprobar hace poco en nuestro intelijente colega : Pe ¡ e AFECCIONES CUTÁNEAS 55 doctor C. G. a quien mostramos en orijinal el caso de querzo de Celso representado en la lámina 3.2 i quien, sin que le anticipára- “mos esplicaciones de ninguna especie, esclamó que era igual al aludido caso X. que le habia sido enviado en su tiempo para que =verificara su diagnóstico. (1) Sin embargo de esto, mencionaremos para los efectos del diagnóstico diferencial del guerzo de Celso, que éste puede qui- —zasinducir a veces al facultativo no familiarizado con él, a pen- sar que se trata de algun furúnculo o una formacion de abceso; mas, semejante error se desvanece fácilmente sí se considera que «en un caso dudoso de esta naturaleza es especialmente carac- “terístico para el guerzo su forma redonda, i, que, por lo demas, no es tan difícil en estos casos, si realmente fueren querzo de Celso, descubrir en los pelos i las costras el respectivo hongo. po * k X Como ya hemos dicho en otra parte, ocupan en Chile, entre las enfermedades cutáneas producidas por micrófitos, el primer lugar las causadas por el tricófito. No tenemos duda acerca de ¿que el herpes tonsurante se encuentre en Chile en toda época sin querer avanzar con esto que su modo de existir sea aquí endé- mico(como en algunos paises ¡ ciudades de Europa.) Pero no obstante dejaremos constancia de que tiempo a tiem- po se observa un aumento en los casos, como aconteció hace (1) Nada mas sabemos con respecto al caso X? , que lo que dicen los recor- fes mas atras insertados. Sin embargo, no podemos aceptar el diagnóstico de oa que hiciera otro médico, diagnóstico que no sabemos en qué datos fué apoyado. Pero indicaremos al efecto que ya el solo crecimiento rápido de una «peladurita» durante 14 dias, hasta constituir el tumor representado en la lámina citada, habla en contra de un diagnóstico de anjioma. Í mas aun se confirma ello, si se tiene presente que los anjiomas, a consecuencia de ser tumores mui vascularizados, tienen un color rojo vivo o azulejo, con vo- lúmen variable segun la presion ejercida sobre ellos, pudiendo ésta hasta hacerlos desaparecer por el momento; se puede notar en él pulsaciones —Xianjioma arterial), i son jeneralmente /umores conjénitos i por lo tanto de ¡miento lento. Este conjunto de sintomas para un diagnóstico de an- jloma no se verificaba en el aludido tumor. 586 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS dos años, que se pudo comprobar su existencia, bajo la for de una pequeña epidemia, de numerosos casos de tricofití: del cuero cabelludo en su forma vulgar, algunos casos de tri fitíasis tuberosa (sicosis parasitaria) i 7 casos de querio de Celso, Ahora, a qué circunstancias deba atribuirse semejante in- cremento ocasional, es difícil de decidir; no seria inverosímil admitir que la inmigracion, tan activa de esa época, hubiese - contribuido a él. il En las informaciones que recojíimos sobre el modo de la i in= feccion, la mayoría de los enfermos inculpaba peluquerías, entr las cuales aparecian 20 3 como mas comprometidas, quiza: porque pertenecian a las mas frecuentadas de Santiago. | En cuanto a la tricofitiasis en los niños que aquí visitan E escuelas públicas (las que en Francia e Inglaterra llegan a se: una verdadera plaga, sirviendo no solo para infectar a sus con= discípulos ¡sus familias, sino aun para llevar de aquí el contajio a otros círculos), no tengo datos en mi poder. La jente del pue- blo no lleva aquí a sus hijos por tan poca cosa, pues tal les pa= rece esta enfermedad, a la presencia del médico, a pesar de estos casos pueden ser una fuente constante de infeccion, -má- xime cuando semejante idea no es raro encontrarla aun entre jente acomodada, que considera no pocas veces la formacion de: caspas (palabra vulgar que comprende la seborrea, el eczema se- borroico, la tricofitía tonsurante, etc.), como una cosa corriente que les inspira¡mui poco o ningun cuidado. Otros focos de infec= : cion de enfermedades microfíticas que nos quedan por mencio= nar son los animales infestados del tricofito, como perros, gatos, terneras, etc., pero los que serian decididamente fáciles de evitar, 3 Epidemias ocasionales aparecidas en lugares, por lo demas libres del herpes tonsurante, han sido descritas varias veces, Ademas de la epidemia en Ferney-Voltaire (1 ) descrita por blier, citemos todavía las siguientes: A Saalfeld (2) debemos la descripcion detallada de una ep (1) Lyon medical, 1880. (2) Berl. Klin. Wochenschrift (Semanario clín. de Berlin) 1886, núm. 39; estractado en los M. H. f. (Periód. mens de) pract. api ti ES 1886 p. 585. AFECCIONES CUTÁNFAS 587 mia de dermatomicósis tonsurante que duró largo tiempo en lin en forma de una tricofitiasis del cuero cabelludo i de la awrba que ofreció casos graves, pero ninguno de guerio, pudiendo el autor comprobar como mas frecuente foco de infeccion las luquerías; por lo cual, en union con Kóbner, aconsejó a la au- dad, a fin de evitar la enorme propagacion de estas afeccio- es parasitarias, las mas serias medidas de desinfeccion en las luguerías. El mismo autor (t) exhibió en la sesion de 2 de nio de 1891 de la Dermatologische Vereínzgung zu (Sociedad matolójica de) Ber/2, un caso de sicosis parasitaria que re- presentaba un ejemplar de otra pequeña epidemia. E. Lesser (2) hace la descripcion de una epidemia de herpes surante 1 sicosis parasitaria aparecida en Leipzig. En el año 1882 a 1885 hubo en esta ciudad entre 3,838 enfermos de cútis i venéreos, 209 casos de herpes tonsurante: por con- uiente, un 7 %; miéntras que en Breslau hubo en el lapso mprendido entre 1877 a 85, entre 18,248 enfermos solo 112 herpes tonsurante: por tanto no mas de 0.6 9%. Miéntras que el material de la clínica de Breslau correspondian a los 30 nbres, 82 mujeres i niños, habia en Leipzig por los 184 hom- s solamente 85 mujeres i niños; entre éstos 184 hombres es- localizada la tricofitlasis 148 veces en la barba afeztada. es de familia que por medio del afeite en las peluquerías an adquirido herpes tonsurante, infectaban a su vez a sus es- as e hijos, de modo que un caso de herpes localizado en la ba llegaba a ser no pocas veces causa de 3 0 4, 1 aun mas, os nuevos (3). HI, 1891. (2) Eine Epidemie von (Una epidemia de) Herpes tonsurans, Deutsche: de causaba no pocas zozobras describiéndonosla con los términos de «una descompostura de la sangre con un algo de gálico» e inculpando como autor O enfermedad a su marido, a quien nos pintó de tener todavía, a Desa pete casado, alguna aficion a echar canas al aire. Una vez examinada la lora pudimos diagnosticar una dermatomicosis tonsurante circinata jenerali- hen todo el cuerpo, excepto en el cuero cabelludo. Prometimos a la se- 588 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Entre los muchos casos de sicosis parasitario, Lesser no 1 ciona ninguno de querio de Celso. | : 5h El doctor M. Ihle, (1) refiere una epidemia de sicosis par si taria habida en Leipzig, de la que pudo comprobar, durante 1 meses, 53 casos con formacion de tumores de herpes tonsura te de la barba. En la gran mayoría de estos casos pudo cer ciorarse de que la infeccion provenia de las peluquerías, s siendo | mui contados los casos en personas que xo se afertaban o que lo hacian por sí mismas con xavajas proptas. E I. F. Jackson (2), en una relacion da cuenta de una pequeña epidemia de 40 casos de sicosis parasitaria, que se presentó bas jo dos formas ya conocidas i descritas: la una, una afección : mul superficial consistente en placas rojas cubiertas o nó de escamas que se propagan frecuentemente en la periferia, for- mándose a veces pequeñas vesículas; la otra, una afeccion mas. profunda producida por la proliferacion de los hongos en” folículos pilosos con la produccion de una foliculitis acom da de sus formaciones secundarias, como lo son pápulas, pú tulas, 1 nodos de Ea tamaños. Hans la falsedad de s sus RA 1 rogándola q 1os enviase 008 > su digno esposo para examinarlo. Asi sucedió, 1 pudimos comprobar e la existencia de una sicosis parasitaria, cuyo diagnóstico hicimos no mente por el aspecto clinico sino que ademas por el exámen micol Tambien sanó. Ambos casos fueron observados por nosotros recientem . El marido nada sabia acerca del modo de su infeccion. : (1) Beitraege zur Behandlung der Hautkrankheiten mit (=Contr ¡bu nes al tratamiento de las enfermedades cutáneas con). Kesorcin; M. (=Periód. mens. de) práct. Dermat., t. IV, p. 421.- (2) Chronische, contagióse Hautkrankheiten des Kopfes u. Gesichtes. trag gehalten in (==Enfermedades crónicas 1 contajiosas del cuero SS County, N. brea Referat. Monatshefte f. (=Hácese Lon de éle e Periód. mens. de) pract. Dermat., t. V, 1886, p. 541. 4 (3) M. H. f. (=Periód. mens. de) pract. Dermat., t. vil, 1 p. 248. AFECCIONES CUTÁNEAS 58y se señala tambien como principal oríjen de trasmision las con- sabidas peluquerías i salones de afeitar. Sabemos que últimamente se notaron en Viena casos de tri- e se puede hablar ya de la existencia endémica del tricófito en esa ciudad; el Consejo Superior de Hijiene se ha apresurado a tomar en consideracion este asunto reglamentando el servi- cio de las peluquerías para impedir la propagacion (1). 1% Finalmente, citemos todavía a los señores H. W. Stelwagon iStake (2) que describen el caso altamente interesante de una pidemia casera de eczema marjinato (una forma de la dérma- micosis tonsurante) acaecida en un hospital de Filadelfia. Jno de los médicos permanentes del establecimiento se enfer- Ó de eczema marjinato; Ó a 7 semanas despues otros colegas enfermeras aparecieron afectados de ésta i de otras formas de la dermatomicosis tonsurante, contrayendo en este tiempo la fermedad 25 personas por todo. Como fuente posible de pro- gacion, puede señalarse el lavado de la ropa de los médicos 1 rsonal del establecimiento en unos mismos aparatos de la.- ndería. XK E edidas tomadas contra el estendimiento de las tiñas en ncía que en varios departamentos de esa República i prin- dalmente en la ciudad de Paris, desde decenios enteros se en- entran radicados con sus múltiples manifestaciones en forma epidemias, i en proporciones tales, que hasta hoi día, apesar las medidas de parte del gobierno, de las autoridades de (1) Sitzung des obersten Sanitaetsrates in Wien. 23 Juli 1892. Gutachten die in Rasir =und Friseurstuben zu treftenden Vorkehrungen gegen Ubertragung ansteckender Hautkrankheiten. (Sesion del Consejo Supe- r de Sanidad de Viena, el 23 de Julio de 1892; informe sobre las me- en los salones de afeitar i peluquerias, para precaver la propagacion ciones cutáneas contajiosas). | ' Med. News, Febr. 28th, 1891; hácese relacion en Monatshefte f. (=el ¡Periód, mens. de) pract. Dermat., t. XII, p. 546. 590 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS inspeccion hijiénica í de las corporaciones científicas del ri no ha sido posible cortar su propagacion. En esta tarea nos puede servir de guía la obra de Feulard única que trata la materia de un modo completo. Por esta obra vemos que medidas introducidas ya en otras épocas contra. enfermedades contajiosas del cuero cabelludo (principalme herpes tonsurante) se habian manifestado. poco eficaces; i, q en 1879 la Inspeccion médica de las Escuelas de Paris se preo: cupó nuevamente de esta cuestion, ordenando que los niños que, segun prévio diagnóstico del médico del establecimient esultasen afectados de herpes tonsurante, fueran retirados d las escuelas i sometidos a tratamiento médico, i, que al mis1 tiempo, se repartiesen al personal docente respectivo, cartil sobre la naturaleza de las afecciones cutáneas trasmisibles i profilaxia. Los niños que volvían i habían estado enfermos, de- bian presentar a su reincorporación al colejio un certifica médico i someterse una vez mas a un exámen prévio del fact tativo del establecimiento. > En estos últimos tiempos tambien se ha proveido a que niños pobres, escluidos por su enfermedad de las escuelas [ blicas, reciban, fuera del tratamiento gratuito de su S cutánea, la necesaria instruccion escolar. En los edificios anex al hospital de San Luis se ha fundado, bajo la dirccioa doctor Laillier, un medio-pensionado con espaciosos salone para clases, jardines i patios para jugar, a donde son llevad los niños infestados por la mañana temprano por sus! padr ántes de dedicarse éstos a sus tarcas, i retirados al caer la n che. Conjuntamente con todas estas medidas se atiende a profusa reparticion de cartillas i folletos sobre la naturaleza! ] tratamiento preventivo de estas afecciones, entre los ope de talleres i las jentes de los barrios DE | de En el Ene de 1888 (31 de Julio) dirijió Besnier a la “Aca : RSE TÍA ATRAS STATES AR e EAS estaba compuesta de los mas eminentes ARtalosa de P entre ellos Hardy, i el notable histólogo Cornil, ique tenia mision proponer medidas contra la propagacion de la alopect DE ba (1) Teignes et teigneux, Paris, 1886. De LAN EN -AFECCIONES CUTÁNEAS 591 reata i de las demas afecciones cutáneas trasmisibles. Las me- las propuestas por Besnier, como era de esperarse, obtuvie- ron la correspondiente aprobacion (1). siciones a que en Francia se someten los colejiales, soldados, una palabra, todos los individuos que viven en comun, ata- os de alopecía i de otras plagas parásito-cutáneas. Aquí en e la reglamentacion de esta materia, como de otras muchas, el supuesto de que tuviesen la misma forma i frecuencia las se ok En los renglones siguientes séanos permitido hacer algunas vertencias profilácticas tendentes a evitar la infeccion con rmedades parasitarias del cuero cabelludo ide la barba, e las cuales es considerada por todos los observadores como al fácilmente trasmisible, el herpes tonsurante i la alopecía ta. Las vías de contajio de estas afecciones, como tambien tras, son a menudo intrincadas i frecuentemente imposibles descubrir. La infeccion puede verificarse del sirviente al ron i vice-versa, de la querida al amante, del marido a la , de los hijos a los padres, de los oficiales de peluquería clientes, de un cliente a todo el personal del estableci- propósito del contajio de enfermo al facultativo menciona- s a Luecke (2) quien comunica que él i su ayudante fueron - 592 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS a un mismo tiempo infectados de una sicósis parasitaria en cir cunstancia de estar tratando a un enfermo de su policlí afectado de herpes tonsurante bajo su forma vulgar en la c ca- beza. F Claro está que se podrá efectuar a menudo el contajio ho estos jérmenes de un modo casual ¡quizas no pocas veces ines: plicable; pero, sí existe una vía de frecuentísima infeccion que es posible hacer desaparecer por completo; es ésta la trasmisiol n verificada por las peluquerías ¿ salones de afeitar. Hai una larga série de estas epidemias, como hemos vis algunas, i de que da cuenta la literatura respectiva, que han to: mado a veces enormes proporciones principalmente debido 4 las peluquerías. Tambien aquí en Santiago la epidemia tricofl tica por nosotros descrita, tuvo por foco de propagacion lo: aludidos establecimientos; como asimismo sucede todavía en actualidad con la pelada, cuyos numerosos portadores la atri-= buyen casi unánimente al mismo oríjen. -— Los casos de herpes tonsurante han disminuido decididamen te en Santiago durante estos dos últimos años, quizás a cons cuencia de algunas medidas de desinfección que, a instancias. artículos publicados en los periódicos i de unos cuantos clientes, han sido adoptadas en algunas de las peluquerías mas frecuen: tadas; i esto, apesar de que los procedimientos desinfectant son manejados jeneralmente de un modo tal que casi poder tildarlos de aparentes. | En Chile, como ya indicamos, es imposible imponer ofic mente medidas a este respecto, tal cual existen en otros pa bajo la forma de reglamentos para las peluquerías i salones afeitar. No obstante todo cesto, puede cada cliente de peluqu confeccionar por sí i ante sí un reglamento eficaz, que el pel; quero, a riesgo de perder su clientela, seguramente se aprest- rará a acatar. Como bases de tal prescripcion deberian toma en cuenta los puntos que a continuacion se espresan: | 1.2 Pasar por el vapor del agua hirviendo, las navajas” afeitar, tijeras, peines, peinetas, i desinfectando las escobill: los hisopos por otro medio, que no los dañe. 4 2.2 Tener hisopos por separado para cada cliente. MA de: y ON > y AFECCIONES CUTÁNEAS 593 132 Usar para cada individuo que se afeite un paño de mano ien limpio i recien lavado. 4.0 Tener para cada cliente un plumero para empolvar, por 5 Rehusar, ademas, los servicios de peluquero a todo indivi- luo portador de una erupcion sospechosa en el cuello, el rostro o la cabeza. 3 Xx X Al pasar al tratamiento de estas afecciones microfíticas, no 2 puede, por cierto, exijir que en un trabajo de tan corto liento como el presente, entremos a esponer todos los métodos rocedimientos que se han aplicado i los que se aplican a las tiples formas bajo las cuales se presentan en las diversas ejiones del cuerpo, el herpes tonsurante, 1 en el cuero cabellu- >, la tricofitiasis, algunas de cuyas afecciones ofrecen no pocas ces casos que se manifiestan mui rebeldes i aun del todo re- actarios a los numerosísimos tratamientos dermatolójicos; en a ello ipara no dejar pasar como inadvertida esta in- resante i práctica parte dermatolójica, nos limitaremos en es- líneas a consignar tan solo algunos avisos terapéuticos que los observado en el tratamiento de la tricofitiíasis pústulo- berosa, de la de la barba (sicosís parasitaria) i de la del cuero belludo (quério de Celso.) Si bien hemos hecho ya, en el curso de los anteriores ren- nes, al tratar la parte clínica i la literatura de las formas de Lafeccion que mas nos interesan, varias advertencias tera- ticas, no podemos, sin embargo, por ménos que reproducir C an —e pos, aunque ya pertenecientes al ¡período de los estudios lójicos, la estirpacion de tumores que indudablemente fue- segun las descripciones clínicas que están a nuestro alcan- producidos por el tricófito tonsurante. Hemos asimismo lo la comparacion que hace Kaposi de estos tumores con — 594 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS -—_—_—_—_—_—— los tumores cancerosos, ¡agregaremos aquí todavía lo que respecto dice Weyl: (1) "No pocas veces se forman en. partes afectadas i cubiertas de costras, granulaciones ponién* dose su superficie accidentada, tuberosa i verrugosa; se for ma proliferaciones moriformes parecidas a papilomas, entre las cu: les hai pustulacion i retencion de pus; a consecuencia de lo qu han provocado estas neoformaciones, por su aspecto 1 intervenciones quirúrjicas enérjicas (estirpaciones, raspajes etc. Aparte de los casos en que se han practicado, a consecuen: cia de un diagnóstico no bastante exacto, los enérjicos medic quirúrjicos, hai, no obstante, siempre casos en que fracasan l métodos dermatolójicos propiamente dichos. Ya hemos habla- do del caso de Doutrelepont en el cual fué necesario raspar un de los tumores de la barba apesar de los tratamientos antiparas sitarios mas severamente manejados. Siempre habrá casos de | tricofitíasis pústulo-tuberosa, en que tendrá su razon de aplicado el bisturí, la aguja de escarificacion de Hebra, la cu- chara de Volkmann, el galvanocauterio, etc.: casos en que se trate de infiltraciones profundas 1 de abcesos que no ceda na ningun otro tratamiento tópico. 0 Podemos declarar aquí que con excepcion udel caso R., en q aconsejamos la estirpacion radical del tumor porque éste, sar de un tratamiento parasiticida practicado con toda ene durante 8 dias, siguió creciendo rápidamente todo este tiem en la periferia tomando cada día un aspecto mas alarma con excepcion de este caso, repetimos, hemos alcanzado en o análogos observados posteriormente, con medidas ménos rosas una curacion definitiva, esto es, la limitacion del pro parasitario i su completa estincion. p La duracion i enerjía de las medidas contra las afeccio fito-parasitarias de la cútis, dependen principalmente de le calizacion de los hongos en la piel i sus anexos. Cuanto profunda sea la ubicacion de los hongos, tanto mas ené prolongado debe ser el. empleo de los diversos métodos. € do los micrófitos están situados superficialmente en la epid: E. 15 (1) ZIEMSSEN: Handbuch der Hautkrankh. (Manual de las enfermeda cutáneas), t. 1l, p. 332. : A a 2 A ciodc sr Ads dele a AFECCIONES CUTÁNEAS 595 is (sea el acorzo de Schoenlezn o el tricófito tonsurante) sellega a “destruccion de ellos i, de consiguiente, a la curacion completa > las enfermedades producidas por los mismos, con solo des- der las capas epidérmicas afectadas empleando lociones Mon. verde seguidas de baños, etc., etc. Mas difícil se hace la tarea cuando los hongos han penetrado 1 las capas mas profundas, como ello pasa en la frzcofitíasis del ro cabelludo, la sicosis parasitaria 1 el quério de Celso, i por ro lado, en el favo cuando ha localizado en las mismas partes. Por estos preliminares se comprenderá el sinnúmero de mé- dos curativos (1) que hoi día son usados en el tratamiento de tricofitíasis de la cabeza, lo que tambien aquí, como en la rapía en jeneral, confirma una vez mas la mui probada má.- ima de que, cuanto mayor es el número de tratamientos para a enfermedad, tanto mas difícil es su curacion. sin tener el designio de entrar en la enumeracion de los di- sos métodos terápicos de la trecofitiasis de la cabeza en su Íma mas vulgar, queremos, sin embargo, mencionar, por vía curiosidad, la aplicacion del acezte de croto en las rejiones | ctadas; a consecuencia de lo cual se establece en las partes tratadas una dermatítis pustulosa que se propaga hasta los ículos pilosos produciendo una esfoliacion de los pelos in- tados junto con sus vainas, dejando tras sí por resultado la struccion de los folículos pilosos i la formacion de cicatrices ¡calvicie consiguiente. Un tratamiento de esta clase no se le, por cierto, en la actualidad; pero nos pareció con todo resante citarlo porque en él tenemos la provocación artifi- de una tricofitíasis pústulo-tuberosa. como introduccion a un tratamiento curativo eto de a 5 A SIS TAI: SRL 5 UC A 5 MI UU A A A e 00 => ; l dd 1 e > 7 M 8 NA o DADA ATT AI A ta MA A et o EOS - DE A ZAIDA 2 ) Se pueden estimar en todo su valor las notas de Besnier 1 Doyon agre- s a la traduccion del tratado de Kaposi, cuando se considera que estos atólogos franceses tratan este punto en un «Appendice des traducteurs: tement de la trichophytie du cuir chevelu» en una estension de Jo as (Kaposi solo emplea 3) haciendo una completa i detallada rela- de cuantos tratamientos están hoi dia en boga a este respecto, lo que n mas apreciable porque la mayor parte de estos métodos han sido s en el material enorme de que disfruta el Hospital de San Luis PA TOMO LXXXII ] 49 596 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS estas enfermedades estará siempre indicado cortar los pelos 4 con las tijeras lo mas corto posible, pero nunca afeitarlos; opi= namos con la casi totalidad de los especialistas del ramo que, tanto en la sicosis parasitaria como en la tricofitíasis del cuero cabelludo inclusive el quério de Celso, el afeite es, no solamente 4 innecesario para procurar una curacion completa, sino al con- trario, peligroso, porque la navaja, rasurante i raspante como es, lastima las capas superficiales de la epidérmis, abriendo E nuevas puertas a la inoculacion de los elementos tricofíticos, | Para compensarlo se debe hacer la epzlacion escrupulosa de todos los pelos dentro del dominio ocupado por el tricofito ton=: surante, ya sea que la afeccion se presente en la barba simple= mente en la forma de círculos rojos, descamantes (herpes circi- nato), o acompañada de pústulas i tumores (sicosis parasitaria) o sea, en el cuero cabelludo como simple tricofitiasis o acom-: pañada de tumores (quério de Celso). Al aplicar el procedi- miento de la epilacion, se notará desde luego que los pelos enfermos se quiebran cuando se les toma de la punta, de lo que: resulta que, para estraerlos convenientemente, se les debe cojer cerca del punto de su salida, desde donde fácilmente siguen a: la pinza. Para este efecto se emplea con ventaja una pinza ciliar vulgar, o mejor todavía, la pinza indicada para estos ha por Bergh. A este tratamiento preliminar debe seguir el reblandeci- miento de las costras; objeto que se consigue con la pomada diachylon Hebrae. Despues se lavan las partes afectadas i sus contornos con jabon para lo que puede usarse con mucho pro- vecho el verde, el espíritu alcalino o uno de los otros jabones desinfectantes, por ejemplo el zabox líquzdo sublimado de Buzzi; quitada la espuma formada por el jabon, efectúase un lavado con una mezcla de alcohol i éter a la que se agrega desde uno por mil hasta un uno por ciento de sublimado; secada la rejion infectada, se aplica para las noches la pomada siguiente: resor- cina resublimada, 2 gramos; sublimado, 5 etioaas Ñ iun- gúento simple, 29 gramos. | Si se continúa el tratamiento durante todo el dia, los res de la pomada aplicada al anochecer se quitan en la mañana siguiente practicando un lavado, por ejemplo, con jabon ad Li o AFECCIONES CUTÁNEAS 597 matado hipergrasado; i, despues de los lavados con la mezcla de alcohol i éter, se vuelve a aplicar la misma pomada, o mejor a siguiente pasta que reune a la vez las propiedades antipa- rasitarias con las desinflamantes: resorcina resublimada, flores “de azufre, aa 2.5 gramos; ácido salicílico, 3 gramos; óxido de zinc, almidon de trigo, vaselina, lanolina, áá 7.5 gramos. La “pasta de esta composicion se aplica por medio de fricciones efectuadas con el dedo, quitando los restos, que no se pudieron incorporar a la piel, mediante un paño. - Con mucho provecho puede cmplearse en estas afecciones cualquier ajente parasiticida dirijido a las partes infectadas en So ma de pulverizaciones, como ser la resorcina, el sublimado, “el ácido bórico, salicílico, etc. A continuacion damos ademas ima fórmula confeccionada por Unna, i de que nos hemos ser- vido con resultados satisfactorios: resorcina, 5 gramos; subli- mado desde 1 centígramo hasta 5 centígramos; agua de Colonia 1 espíritu de vino rectificado, aa 50 gramos; para pulveriza- ciones. Mediante esta corta lista de procedimientos, comprobados por nosotros mismos i que se podrian variar hasta el infinito, 1eMos podido combatir con éxito las formas superficiales del herpes tonsurante las que, en la mayor parte de los casos, acompaña a la sicosis parasitaria, a la tricofitíasis tuberosa.. Cuando se trata de la formacion de verdaderos tumores en: a barba o el cuero cabelludo a consecuencia de una infeccion, ricofitica, se deben practicar los mismos lavados con jabon, m la mezcla de alcohol í éter, con la solucion de sublimado 1 las pulverizaciones asépticas añadiendo a estos procedi- le ¡entos la aplicacion de cataplasmas antisépticas bajo la forma le capas de algodon impregnadas de agua blanca, linimento de: 11, soluciones de resorcina al diez por ciento, o aceite fenicado- cuatro por ciento, etc., etc., obteniéndose así un tratamiento al ismo tiempo que parasiticida, antiflojístico. Puédese con nota- Ñ e provecho alternar estas cataplasmas con los diversos emplas- tos , de los cuales hemos ensayado i empleado el emplasto de E go, el de ácido fénicoi varios otros indicados por Unna con la nominacion de Pflastermull (emplasto estendido) i algunos la fábrica de Rogé i Cavallés (Paris). Úsanse estos emplastos 598 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en piezas correspondientes al tamaño de los tumores, fijándo= las i apretándolas mediante vendas. Entre estos emplastos, el de jabon con ácido salicílico (EN dlastrum saponatum cum acido salicylico) dió talvez los mejor resultados. 2 Los “emplastos estendidosn de Unna i los fabricados simi= lares, austriacos i franceses, que hacen al caso, son los siguien= tes: 1.2 los con hidrarjirio al 209%, ácido fénico al 7%); 2.0 1 con hidrarjirio i ácido fénico áa al 10%, 1 sublimado al 1%; 3 los con óxido de zinc e hidrarjirio por partes iguales; q os con resorcina al 20%. | | | a Por medio del tratamiento espuesto se reabsorben en parte las pústulas i nodos de la sicósis parasitaria i del querio de Celso, en parte siguen supurando, pero sin producir los bastante intensos dolores de ántes, formándose al fin en la mayor part de la estension, que estaba atacada, cicatrices i, como conse cuencia de éstas, alopecía. No habrá dejado de notarse que en las fórmulas citadas, de pomadas, pulverizaciones i emplastos: hai pocas en que no éntre como uno de los componentes la resorcina. En efecto, Ihle (Ec estima la resorcina como un ajente específico en todas las afec= ciones cutáneas enjendradas por el tricófito i, principalmente, en la sicosis parasitaria; i nosotros, como partidarios de la re- sorcina (1), la empleamos, aun cuando tambien en muchas otr: afecciones cutáneas, de preferencia en las tricofíticas. En su us procedemos con toda prudencia principiando por pequeñas pro- porciones i subiendo poco a poco hasta llegar a un 20 Z. observa que, ya despues de aplicada tres veces en forma pomadas o pastas con un bajo tanto por ciento, los fenómel inflamatorios provocados en la piel por el hongo i sus produ tos de asimilacion disminuyen, desprendiéndose a poco en ji nes la capa epidérmica con sus hongos, lo que da a la cútis un aspecto como de curtida. En las formas de afecciones tricof cas en que los hongos han penetrado profundamente en folículos pilosos habiendo dado lugar, a consecuencia de la inf cion coccojénea, a pústulas, infiltraciones i verdaderos tumores as Hd a A Ub E TE AZ TN 4 » Ss de CES LI A AS li DADAS rd la cd A 2 A EEE dl ES is (1) £l Progreso Médico, Santiago, 1892. AFECCIONES CUTÁNEAS 599 es menester recurrir a dosificaciones mas elevadas de la resor- cina, debiendo, sí, para evitar las continjencias desagradables “que en muchas cútis suele provocar una alta proporcion de esta sustancia, aplicarla, no en forma de pomadas o pastas, sino en la de emplastos que permiten una limitacion exacta del efecto a los puntos atacados. Con mucho provecho puede emplearse la fórmula de la cono- cida pasta de Lassar, lijeramente modificada, la que, a la par de la ventaja de ser mui flexible i manejable, tiene, a conse- cuencia de su porosidad (óxido de zinc, almidon) un gran poder para incorporarse las materias de secrecion. Hé aquí la fórmula: resorcina pura, desde 5, IO, 20 hasta 40 gramos; i, vaselina alba, lanolina, óxido de zinc, almidon de trigo, aa 25 gramos. Debe- mos advertir aquí que cuanto mayor sea la proporcion de resorcina tanto menor conviene que sea la de almidon, a fin de que la pasta no pierda su flexibilidad 1, por consiguiente, su facilidad de ser aplicada. - En uno de nuestros últimos casos de sicósis hifojénes con in- aciones estensas i profundas i formacion de tumores, que no sedía a ninguno de los tratamientos enumerados ni a otros de que no hemos hecho mencion, practicamos inyecciones con una solucion de sublimado al 2 por mil que fueron mui bien sopor- | adas por el enfermo produciéndole nada mas que un poco de ardor; en seguida cubrimos las infiltraciones i tumores con uno e los emplastos antedichos. El tratamiento por las inyecciones izo bajar rápidamente las infiltraciones i tumores, disminu- endo paulatinamente la supuracion al través de los folículos ilososi declinando tambien, por tanto, la tension de la piel. fe to es éste, bastante favorable, sobre todo, si se tiene en onsideracion que este caso, que era grave, habia resistido a odos los demas procedimientos. Las partes tratadas i sanadas ieron una cicatriz bien conformada, sin queloides, i¡ se encuen- lan al mismo nivel de la cútis conlindante mostrando, por ierto, como ello no pueden ser ménos, una alopecía. Mucho nos llamó la atencion un tratamiento que ha sido in- cá do para las afecciones de la piel por Reynolds (1). Parte (1) «Un nuevo método para el tratamiento de las afecciones microfíticas 600 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS este método terápico de la observacion de todos conocida, d e que los líquidos, o bien las sustancias en ellos disueltas, son arrastradas del polo positivo al polo negativo por la corrien te galvánica, pudiéndose conseguir por este camino una resorcion mas rápida i activa de las sustancias médicas en una parte dada del tegumento esterno; así se obtiene en la aplicacion de la co- caina por este medio, una anestesia mas pronta que por los. F procedimientos ordinarios. Es mui probable que la corriente galvánica produzca, fuera de la comprobada impregnacion profunda de la epidermis i del dermis con el ajente antipara- E sitario, de por sí una influencia perniciosa sobre los clemci microfiticos. Como fuente eléctrica puede servir cualquiera de las pilas constantes de elementos pequeños, bastando para E caso un poder eléctrico enjendrado por diez elementos. 6 y Ántes de la aplicacion de la corriente, se desembarazan en | cuanto se pueda, las partes afectadas, con lociones de jabon, +4 agua, alcohol i éter, de las costras, escamas, secreciones, etc.; en seguida se aplica en las rejiones así preparadas una esponja que está préviamente impregnada del ajente parasiticida por ejemplo una solucion de sublimado, i comunicada con el elec= trodo positivo, miéntras que el electrodo negativo se pone en contacto con cualquiera parte del resto del cuerpo, o sea que lo tome en una de sus manos el enfermo. : Mediante estos métodos se llega jeneralmente a la curacion completa de la afeccion, pero hai, mo obstante, a veces casos en que, como ya dijimos, se tendrá necesidad de acudir a me- dios quirúrjicos; ya sea al raspaje.con la cucharilla, que es siem- pre un procedimiento racional en todos los casos de sicósis pa= rasitaria i de querio de Celso, en que no hayan surtido efecto los diversos tratamientos dermato-terapéuticos; ya sea a la lan ceta de Hebra ia las escarificaciones, sirviendo estas última principalmente para atenuar las cicatrices hipertrofiadas en for- .-ma de queloides a fin de que tomen el mismo nivel que el d la cútis circundante, procedimiento que es a menudo solicitado de dd a a de la piel»: Comunicacion al Congreso Internacional dermatolójico d Washington, 1887, publicada en Monatshefte f. EEGan: mens. de practs Dermat. t. Vl, p. 945.) AFECCIONES CUTÁNEAS 6oI le los enfermos por razones de cosmética en partes demasiado ri sil bles. Como término de medida de una curacion bien hecha i dura- lera en que no haya temor de que recidive, debe tomarse, fue- ade la desaparicion de todos los síntomas clínicos, lo negativo del exámen microscópico en cuanto a la presencia de los ele- mentos microfíticos. La duracion del tratamiento para alcanzar una curacion com- pleta de la sicosis parasitaria 1 del quério de Celso, depende, como en jeneral en todas las enfermedades enjendradas por el tricófito tonsurante en rejiones peludas, de muchos factores, como ser el iniciamiento de la curacion, la mas o menos escru- : ulosa ejecucion de las medidas prescritas, el grado de irrita- bilidad de la piel: momentos todos que nunca permiten prefijar un término preciso a la enfermedad. Segun esperiencias, se puede obtener curaciones radicales en estos casos especiales de tricofitía, en un lapso de tiempo que varia desde tres se- manas hasta tres meses. * X x Ya llegados al momento de dar fin a este nuestro pequeño trabajo, debemos al lector la breve esplicacion de que si nos he- k os resuelto a darlo a la publicidad, lo hacemos con la buena vo- untad del que solo se siente animado del desinteresado propó- sito de contribuir siquiera en algo con su modesto continjente 1 la difusion del conocimiento de las afecciones cutáneas micro- as reinantes en Chile. A ello nos ha estimulado en gran e el aliciente de que se trata de enfermedades contajiosas 2 por esta circunstancia tendrán siempre en todo tiempo 1 5 un interes jeneral; i por otro lado, la esperanza de que estas as no serán del todo perdidas para el objeto a que van, en | no resultado, encaminadas, esto es, al mejoramiento del es- ado de salubridad. Al hacer esta publicacion, no nos escapan, por cierto, las de- ncias de que adolece; deficiencias que nos ha sido imposible ar por motivos ajenos a nuestro querer. Mui bien sabe- que la parte principal de un trabajo en este campo, la 602 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS constituyen el exámen microscópico hecho hasta en sus. mos detalles, cultivos de los elementos parasitarios encontrade en cada uno de los casos observados, inoculaciones con los cu tivos, desde el animal al hombre ¡ viceversa; procedimien todos que no son actualmente realizables a pesar del 1 entusiasmo que se tenga, pues nos hace hasta ahora una er utensilios i demas elementos necesarios para ejecutar en matería trabajos verdaderamente científicos e irreprochables. Abrigamos, no obstante, la esperanza de que mas tarde nc será dado poder ampliar estas líneas por medio de una con nicacion que principalmente se concretaria a la faz micold esperimental comprendiendo la investigacion i exámen de dos de los hongos encontrados en afecciones cutáneas del bre i de los diversos animales, inoculaciones practicad diferentes modos, etc.; trabajos que confiamos en que n facilitará, a no dudar, la seccion bacteriolójica que tend Instituto de Hijiene. Noviembre, 14 de 1892. KERION GELSI, Spencer i Ca. y) Le, y) Sd ho 2 o SL Y , 2. KERION CELSI ET DERMATOMYKOSIS TONSURANS J P A e. pencer i Ca, 3, SYCOSIS PARASITARIA. A e ria, de VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA —— (Continuacion) EXPTEIVELO XxX" : Ul AARIO.—Movimiento literario a principios de 1859.—La Semana de los Ar- —teagas.—Colaboracion de Lastarria: Peregrinación de una vinchuca.—Condi- ciones de sus facultades satíricas. Don Guillermo; juicio crítico.—41 Circulo de Amigos de las Letras. —Accion de su fundador. —Su estudio crítico sobre la obra Viaje al desierto de Atacama por R. A. Philippi. —Influencia intelectual del Circulo, —Tertulia literaria. —El arte de "la conversacionn.—Fin de la insti- - tucion. 2 lgunos observadores de la estadística han comprobado el echo de que, despues de un gran trastorno nacional, se produce n vivísimo despertar del intelecto público. Esta observacion ¿tenido comprobacion en Chile despues de la revolucion que Jesencadenó a fines de 1858. Sin que pueda atribuirse a efecto aquella revolucion el renacimiento literario de principios de 59, parece tener tal o cual ligazon con ella. Los espíritus habian recibido un sacudimiento brusco: las siones, sangre, patíbulos, estados de sitio i facultades estraor- a las habian alejado las intelijencias de la política i llevádo- 5 al cultivo del arte, a la manera que, despues de la tempes- l, aparece el arco iris. 1 como éste, breve debia ser el fenómeno 604 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS intelectual, porque en nuestro país rarísimas veces se pue mantener largo tiempo esta hermosa apariencia en que un pocos se consagran a la tarea de reproducir la belleza. Estos instantes ¡ai! han sido en Chile cortísimos. Es una adoracion que tiene algo de nerviosa. Miéntras dura la excitacion, dura el amor a las letras. Debilitada aquélla, éste se deprime, ago- niza 1 muere. e El estallido literario de 1859 participa de estos tristes carac= $ téres que han venido trabajando eternamente la vida mental] de nuestra patria. Se diria que en todas estas manifestaciones E va oculto el jérmen de oscuro microbio que mina i mina sir 5 cesar, acabando por concluir, en plazo mas o ménos corto, con organismos que, al nacer, dan señales de vida tan potentes, 1 al parecer tan inagotables. n: Llegamos a ocuparnos de lo que ocurria en dias de luctuosa memoria, que no han de olvidarse tan pronto. E Comenzaba el año de 1859. | Habia plena efervescencia revolucionaria, i seguramente la produccion literaria habria continuado ahogada, a no haber | ocurrido la publicacion de un periódico que vino a ser centro de accion i de propaganda. | | ¡ . 3 Tal mision desempeña en la historia de nuestras letras . La Semana, fundada por los Arteagas en Mayo de ese año. Y Lastarria consagra a este acontecimiento varias pájinas de sus Recuerdos; reproducimos en seguida algunas líneas que | abarcan las tendencias de este interesante órgano de publi- cidad. “La Semana fué ee entónces hasta Junio de 1860 el rep sentante del movimiento literario independiente; i en ella c peramos con los Amunáteguis, Barros Arana, Joaquin i Albe Blest Gana, Carrasco Albano, González, Irisarri, Martin Fría: Sotomayor Valdes, i otros varios jóvenes que allí hicieron : primeras pruebas literarias Los directores del periódico ma tenian hábilmente el interes de la publicacion por medio de su numerosos artículos de fondo, su poderoso espíritu sintéticoid abstraccion, su poder inductivo i su admirable facultad de « presion, los hacian aptos para tratar con acierto cuantos asun tomaban a su cargo, i guiados siempre por un noble amor a la VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 605 3 Justicia i a la verdad, utilizaban el caudal de sus conocimientos n servicio de los nuevos ideales i de las modernas aspiraciones e la sociedad. Todavía no se diferenciaban los dos hermanos por su estilo. Sus escritos parecian obras de una misma pluma, pues el que es hoi afamado diarista, Justo Arteaga Alemparte, o usaba entónces cl estilo cortado i profundo que le caracte- , adquirido por el hábito de concentrar vastos i complejos nceptos en una sola frase, para decirlo todo en formas breves apidarias; i¡ Domingo Arteaga Alemparte no habia alcanzado todavía el alto puesto que tiene entre nuestros primeros escri- tores 1 oradores, no solo por su frase atildada i correcta i su estilo claro, conciso i elegante, sino principalmente por el vigor de percepcion que se revela en la precision i lójica de su pen- amiento. tn La Semana se encuentran interesantes trabajos de Donoso $ Barros Grez, de Reyes i Zenteno, de Rodríguez Velasco i de a Barra, de Cobo i Santos, de Blanco Cuartin i de Lastarria» oroducciones todas que revelan vigoroso desarrollo intelectual, , despues de aletargado por la revolucion, renacia potenti- J, En este periódico publicó nuestro autor su Peregrinacion de 11 Vinchuca. Cuento de Brujas, en el que con fantasía lúgubre lla colores a un cuadro social (1858) que es el retrato de la épo- a. Son pinceladas negras, trazadas casi con saña, con virulen- la. Un cielo sin horizontes, nublado, de otoño... Di a libertad ya no existe.” "El individualismo o egoismo co- bracada día mas vigor i tiende a suplantar a la justicia ia la ra- la Man "Cada cual tira para su raya ¡el Gobierno para la de todos, ida cual mata al que le estorba i la nacion despabila a sus herma- cuando las pilla solas. Así van todos adelante, levantando ¡la codicia altares en que se sacrifican víctimas cuyos jemidos ahogados por las voces de la libertad. "La pereza i la indi- encia son las mismas, sin que puedan argúir nada contra ellas 5 esfuerzos vanos que hacen nuestros enemigos por restablecer imperio de la verdad en la política i en la sociedad: tengo la dad en mi bolsillo i no lograrán sacarla a luz sus amigos ni us declaraciones, que los nuestros saben contestar con per- uciones i con peroratas bien aliñadas, ni con sus escritos, 606 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS que solo tienen valor para ellos mismos i nó para los nues ¿Qué importa que ahora resucite la prensa 1 haya mas public ciones independientes que cuando nosotros los teníamos a to en un zapato? Ese mismo movimiento apareció en 1848, i: cisamente él fué el que repudrió mas vuestra ardiente bilis, q por un milagro vuestro trasladásteis al cerebro de nuestros a gos, para que resistieran con furia infernal, hasta hacerse fue a punta de balas i de cóndores. "Qué mas quereis, proseg Adel en su diálogo con Luzbel, que los azotes dados por gobernador de provincia a tres escritores que le insultaban peramente en sus propias barbas, azotes dignos, duros i verd deros pegados por manos del verdugo en las altas horas de noche, sin juicio prévio i sin mas que una órden dada po sátrapa ofendido? Gloria sea dada a ese fiel discípulo de Verr - Por este estilo es la sátira de los abusos que, en formas; góricas, pero no por eso ménos trasparentes, nuestro autor en revista con un fondo amargo de desesperacion, fruto de € misma lucha en que él era actor, perseguido i befado por la on nipotencia de los poderosos, como lo eran los demas escri ) i ciudadanos que se atrevian a ponerse de frente contra la im: petuosa corriente que ahogó al pais en lágrimas i en sangre, Lastarria, concordando con la naturaleza íntima de sus fac tades literarias, descuidaba en cuentos de este jénero la for estética en aras de la propaganda social. Colocado en las antípodas del chiste festivo, iba a la ir cruel, sin atractivos, árida, mordaz, maligna. No sabemos hasta qué punto influyera en estas tendenci propia idiosincracia moral del autor que, amargado por pro das contrariedades, en choque abierto con una sociedad cual era un sér estraño, osado i revolucionario, desde que ido contra los viejos ideales de nuestra educacion colonial Í temente arraigados; no tenia ánimos para reir con mali pansiva i amable, pudiendo solo desahogar su humorismo : brío en invectivas en que desborda por ono sus poros el n sardónico escepticismo A esta época pertenece Don Gutllermo, estensa sátira, en Ío! ma de cuento semi-novelesco i alegórico, que pasa en revista | vicios políticos i morales que aquejan a nuestra sociedad. VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA GS y ia sigue el plan anhelosamente adoptado desde sus primeros bajos: “atacar el pasado i preparar la rejeneracion en las as, en el sentimiento i en las costumbres. Él mismo, esplican- el carácter de esos Cuentos, dice (1): | "Los artículos de este jénero son en cierto modo diferentes de 5 que hicieron la celebridad de J. Joaquin Vallejo, mi lamen- ado amigo i condiscipulo. Su perspicacia, su jenio festivo le sentaban siempre el lado ridículo de las cosas; i él reia i ha- | reir, comunicándonos sus impresiones en un estilo vivaz, co- ido i bellamente descriptivo. Los de esta coleccion, i muchos ros que deben quedar olvidados, perseguian lo añejo i lo re- Serado, anatematizaban las preocupaciones í los hábitos anti- lales i contrarios a la rejeneracion democrática: no estaban e. A RI NR IR 0 0 o o: + RL MEA US. O chos para hacer reir, sino para avergonzar, para herir el sen- iento i sublevarlo, provocando la nueva vida con un revulsivo, a sangría. La risa de Vallejo sobre lo viejo i lo deforme le traia ipatía: la de estos artículos, si la hai, traia al autor antipatías, los talvez, que han tomado consistencia al calor de su constante ion en servicio de una gran causa que, es preciso reconocerlo, es todavía la de la jeneracion presente. En Don Guillermo, mas que en ninguno otro artículo de este ro, se advierten estas tendencias. Si estos propósitos eran lalmente mui laudables, literariamente eran contraproducen- Cuando la sátira no sabe insinuarse con formas livianas i rituales, con jiros risueños i picarescos, no puede esperarse ranca carcajada que inspiraba /otabeche. 1 mo porque la na- leza tendenciosa de sus Cuentos lo impidiera, sino porque tarria no ponia en ellos el sentimiento artístico, no envolvia observaciones con la fina pero desenvuelta causticidad de escritores retozones i chispeantes, que han cultivado el jé- MT PORN SI PURI AT ta ene otros inconvenientes este modus operandz de la crítica Al i ; reocupado el autor únicamente del fondo, de la propaganda, uida la forma, i en consecuencia no despierta todo el in- que debiera. —= A — PP a TSE e Dr tj RA my” Miscelánea Histórica i Literaria, páj. XX. 608 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Pasada la época en que tales escritos aparecen, pierden: importancia, i hasta se hacen inintelijibles las alusiones a pol tica de actualidad: solo sobrenada el supremo interes de la form artística que, cuando es bella í espiritual, resiste la accion de los años (1). En Don Guzllermo como en los otros cuentos casi ne existe esta belleza; i como queda dicho, su epigrama no cautiv por el donaire ni por la sal: solo brilla por la acritud del des 4 ahogo i la acritud sin ráfagas de alegría. Porque cuando ésta llega, llega de paso i todavía con el entrecejo arrugado d un Thackeray que se ensaña contra la sociedad implacable mente. 3 Don Guillermo es el reflejo del alma misma de Lastarria e lucha contra los elementos sociales que encarnaban el mal i- retroceso. Bajo las apariencias de un mundo imajinario í encar tado, el autor fotografía siniestramente la situacion moral d Chile, embrutecido por la maldad i el fanatismo, i converti segun él, en una "gran colmena de abejas que melifican . otros, que suele convertirse en ancho redil de carneros que llevan el vellon para sus amos. o bien en “espacioso establo de bueyes que se poo solos para arrastrar el ES en bene ajeno. En medio de este cuadro está colocado el hombre honra noble que se deja sacrificar por las ideas. "¡Ai del que tiene píritu fuerte para proclamar la verdad!., esclama Lastarria persecucion i el sacrificio son su lote, i si tiene bastante fortun para escapar con vida, el desencanto i el cansancio compl la obra, agotando su fe, inhabilitándole para siempre: son r - los que salvan de este naufrajio.n : Hai una profunda amargura en estas | palabras. Refirió Lastarria al modo de persecucion que usa el despotismo E anular a los "hombres que no nacieron para la esclavitud para ceder al hambre como los palomosn, dice: “Anulando (1) El autor, al reimprimir mas tarde (1885) este trabajo, com € lo inintelijible que seria para los lectores la alusion de actualidad, 1] obviar este grave inconveniente, tuvo cuidado de poner notas esplic al al pié de todo aquello que aparecia como caótico. Con estas acotacio sentido político i la intencion social se revelan con toda claridad. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 6039 nigos de la verdad i de la justicia, anularian tambien la liber- 2d; secuestrándolos, nó en un cárcel, sino en la sociedad misma, habilitándolos por medio de] desprecio i del olvido, convir- emdolos en verdaderos parias, los desarmarian i se ahorrarian e sacrificarlos pomposamente en un destierro, en un calabozo “en un patíbulo... 1 el medio mejor de tratar al rebelde es gotarle el espiritu por medio de una perpétua hostilidad» . que así “contrariado en todos sus instintos naturales, en to- s los usos 1 costumbres que su organizacion le imprime, su pirita se agota, su fe se disipa, sus fuerzas se aniquilan.., ¿Qué hará este rebelde? ¿Seguirá la corriente comun, o, al re- Es, se sostendrá en lucha, sin amilanarse por los contratiempos? starria nos presenta cabalmente cl tipo de “espíritus tan tena- 5 que no se doblegan jamas i la “rara condicion de los hom- es que no saben jamas amoldarse a las circunstancias para sarlo bien... Jompréndense las desazones tremendas de un luchador que la sociedad, sin poderlo remediar, convertida en "ignorancia, , fanatismo i ambicion»; compréndese entónces por qué de decir: “¿no viste ya la ambicion entronizada, trabajando "sostener su imperio? ¿No viste ya la mentira infiltrada en la nsa i en la sociedad? Ve ahora la ignorancia encarnada en pueblo mismo: observa mas i la irás encontrando en todas tes entrelazada fuertemente, de un modo indisoluble, con la ntira i el fanatismo.» al 1 vencer estos males juzga el autor que es menester ude- tara la sociedad enteran, que Zoda ella está imbuida en el ¡aun “la flor inata de la sociedad. "En todas las clases no- t la misma indolencia, el mismo egoismo, el mismo descon- ) 1 malestar moral, la misma falta de principios, la misma ncia de amor i de fé por alguna idea o sistema, í, por fin, la na ansiedad por algo nuevo, por algo que variase la situa- '¡social entera: i en nada contribuia la fe relijiosa para con- * ese eterno dolor, porque en realidad no existia tan siquiera é, i lo que se tomaba por tal no era otra cosa que micdo a la eterna en unos, especulacion en muchos, i en los mas, ipalmente en las mujeres, necesidad de un principio, de un niento, de algo en que ocupar la actividad humana que no ea nu uv. 00 O A O) VA A 0 A GC IU e "em mun: he mm mw mm -- A A o ¡ 610 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. hallaba en aquella sociedad, muerta para todo lo bueno i lo ES de, ni empleo, ni estímulo ní asiento. Lastarria deriva de aquí la ausencia del patriotismo: ¿Ql atractivo para el espíritu, qué goce para el corazon pueden t llar (las jentes) en una sociedad semejante? Fuera de los afec domésticos, no hai nada que ligue al individuo con la patria, nada que halague siquiera su orgullo nacional; i fuera de los “goces Íntimos, el corazon no encuentra ni gloria que lo hagé palpitar, ni grandeza que lo atraiga, ni belleza moral que d pierte su amor hácia la patria, ní goces ni bienestar que adhieran al lugar de su residencia. El hombre se apega a. cosas por el sentimiento, i cuando la sociedad que nos da el. no tiene medios de insinuarse en nuestros corazones, 1 , por el contrario, nos hace pesada la vida, no puede ni debe os con nuestro amor. 3 Negra filosofía, sin duda, es la que predicaba Lastarria en Don Guillermo; pero era el fruto neto de una situacion mo desconsoladora. Tocóle vivir rodeado de las mas crueles dific tades que pueden acosar a un espiritu superior. Sin atmósfe sin elementos de trabajo, sin cooperadores, empezó la lucha las ideas con un ardor infatigable, i en su alma vió clavafse espinas agudas de agudos desengaños. Su corazon de luch: convencido buscó justicia, patriotismo i democracia, i no hall ni justicia, ni patriotismo, ni democracia. E De aquí es que, sintiendo esos escalofríos morales que llevas al escepticismo, Lastarria tuviese tanta inquina contra la socie dad, tanta tirría contra los malvados 1 tanta amargura con los esplotadores de la situacion. Es lo que se refleja en sus es tos de sátira social, principalmente en el que a la yet ac mos de analizar. : ¿Era exajerado el cuadro? Seguramente, pero no tanto « no alcancemos a reconocer en la sociedad de hoi los rasgos f nómicos de aquella sociedad que ahora 30 años dibujó E tarria. >fi : E Se ; - El autor que con propósitos sociales empuñaba E plur Hs querido tambien en 1859 hacer de la asociacion una lanca de progreso. | S - Hubo un alboreo de adelantamiento en torno de un > peri ¡ód VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA ÓII so. ¿Por qué no aprovecharlo? se dijo Lastarria. ¿Por qué no hacerlo servir al plan propagandista, que no habia cejado sino ando la fuerza brutal de los acontecimientos así lo habia que- Al contemplar las fuerzas latentes de progreso, que se des- rollaban buscando albergue en las columnas de La Semana, )mprendió que debía aprovechar la coyuntura para hacer col:- er estas fuerzas en un haz armónico: quiso nuevamente indar una sociedad que sirviese de centro a este movimiento, na aro hasta conseguirlo. En Agosto de 1859 quedaba insta- d do el Circulo de Amigos de las Letras. La Semana recibia la inauguracion de aquel hogar literario on Méocozo: "Proporcionar a los hombres estudiosos i amigos > las letras un centro de union que apoye i fecundice sus es- e zos con el comercio de las ideas i la identidad de los propó- los; tal es el modesto fin a que propende por ahora csta na- ente asociacion. Es Lastarria, (decia en su número del 27 de gosto) a quien se debe este pensamiento i su realizacion, que ¡han titubeado en secundar las reputaciones mas capitales i erecidas de nuestra literatura. De hoi mas queda abierta al ento i al saber una franca liza en que sus probados adalides ndrán a recibir aplausos i coronas, i a alentar con su ejemplo advertencias a los injenios nacientes, que tampoco se hallan idos de estas justas. de la intelijencia. Las fronteras de la política no existian allí: de todos los par- os hubo representantes en el banquete del 21 de Agosto, con sual se inauguró el Circulo, La misma Semana tuvo abundante alimento intelectual con trabajos que se leyeron en el Círculo; i de las noticias com- diosas que publicaba periódicamente de cada seccion, podria narse un largo catálogo de trabajos meritísimos al lado de A y y 1 o | le los principiantes que allí se leyeron. Fueron miembros Círculo las siguientes personas: B. Alamos González, E. ade, G. V.i M. L. Amunátegui, D. i J. Arteaga Alempar- pS: Astaburuaga, D. Barros Arana, A. Blanchet, E. de la , M. Blanco Cuartin, G. Blest Gana, Joaquin i Alberto ana, R. Briseño, J. Bruner, D. Campusano, C. E. Cobo, M. E Mo, M. Carrasco Albano, M. Concha i Toro, M. Cruchaga, TOMO LXXXII 41 : : e ” ' ] , k 612 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS C. Castellon, A. Cifuentes, F. e 1. Errázuriz, J. N. Espejo, M - Fernández, M. González, M. M. Gúemes, P. L. i A.C. Galli Huneeus, H. de Irisarri, S. Izquierdo, S. Lindsay, J. B. Lira, J. Lira, J. F. Lobeck, F. Marin, A. Murillo, M. Martínez, G M. A. Matta, R. Minvielle, M. Miquel, A. Montt, R. More R. Morel, M. J. Olavarrieta, S. Ossa, V. Padin, C. Pardo, D.. dríguez Peña, Z. Rodríguez, L. Pereira, S. Prado, M. Reca D. Santa Maria, M. A. Tocornal, J. del C. Troncoso, A. Vale rrama, P. Varas, F. Vargas Fontecilla, E. Veillon, A. Verg; Albano, B. Vicuña Mackenna, H. Volckmann, 1. Zenteno, Zegers Recasens. Posteriormente se incorporaron estranj: distinguidos como Moncayo, Juillet de St. Layer, Arcenio E bar, L. A. Lavalle, M. M. Rivas, Mr. Laroque i J. M. Santibá Tres certámenes se verificaron bajo el patrocinio del Círcu En el primero, en loor del 18 de Setiembre de 1859, obtu el premio don Joaquin Blest Gana, por su disertacion sobre sz un hecho necesario o accidental la revolucion de las colonias h pano-americanas, ¡el accestt la memoria de don J. Bernardo L de las composiciones poéticas mereció el premio el canto a: Independencia de América, de don José Pardo, i el accesit d Eduardo de la Barra por su oda a la Independencia de Améric En el segundo certámen, abierto a la memoria de don Salw: dor Sanfuentes, fallecido en Julio de 1860, fué premiada la « posicion de don Manuel José Olavarrieta, en primer lugar, de don Adolfo Valderrama en segundo. | E El tercer certámen, poético esclusivamente como el anter tuvo por objeto tributar un recuerdo al abate Molina, i. concurrieron varias personas, mereciendo la preferencia los : res Eduardo de la Barra, Manuel José Olavarrieta, Arcesio cobar i Adolfo Valderrama: a los dos primeros se les dis respectivamente el 1.9 ¡ 2,0 premio. | -Conviene dejar constancia de la sólida labor de este cen intelectual, i para ello, nada mejor que trascribir el resúme hace en sus Recuerdos el organizador del Círculo, que alc poco mas de tres años de vida: Miguel Luis i Gregorio Vi Amunátegui cultivaban la crítica literaria, 1 servian a la difu VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA á el buen gusto i de la correccion con sus /uzczos sobre los poetas Ihispano-americanos, que coleccionados despues formaron un in- teresante volúmen, conocido en toda nuestra América. Los es- “tudios críticos eran sin duda los mas adecuados a los fines de a institucion, i por eso merecian preferencia: distingniéronse,. entre otros, los de Moreno scbre varios poetas i prosadores de Bolivia; de D. Arteaga Alemparte sobre las obras de Sanfuen- tes; de Moncayo sobre las del escritor ecuatoriano Herrera; de 1 riseño, sobre la filosofía de Espinosa; de Blanco Cuartin, sobre la historia i progresos de la filosofía i de la medicina, i de De- metrio Rodríguez Peña, sobre la literatura chilena, su naciona-- lidad, su carácter i su influencia en el progreso, i otro acerca de la influencia mútua de la literatura internacional, principal-- “mente la hispano-americana.n $b. uLa crítica histórica, la historia i los estudios sobre la socie-- dad americana contemporánea dieron temas a monografías mui _notables por su fondo i su estilo, tales como las de Barros Ara-- na, Moncayo, Blest Gana i Vicuña Mackenna. O wAl lado de los estudios críticos, el Círculo de Amizos de las E... puede presentar un gran número de obras de imajina- cion ide poesía que enriquecen nuestro caudal literario 1 que: honran la literatura americana. Alberto Blest Gana presentó: lí varias de las novelas i diversos estudios de costumbres que Je han granjeado la fama que merece por su fina percepcion i su spíritu rejenerador. Valderrama, el mas constante cooperador 3l Círculo, el poeta satírico i festivo que tan de cerca sigue a los grandes maestros de la gaya ciencia castellana; Irisarri 1: do, quienes por su injenio i correccion merecían el renombre: 2 clásicos; Guillermo Matta el profundo pensador en verso; rcesio Escobar, Eduardo de la Barra, Blanco Cuartin, Olava-- rrieta, Campusano, Santos, Varas, Marin, D. Arteaga Alempar- te, Rodríguez, Pedro Lira, Caravantes, todos recojieron los. aplausos del C7rcz1lo por sus numerosas poesías orijinales; Pedro Leon Gallo mereció sinceras aprobaciones por sus estensas 1 uidadas traducciones de Víctor Hugo; i Emilio Bello leyendo muchas poesías inéditas de su ilustre padre don Andres Bello» csomquistó allí un puesto que supo mantener con sus propias OMPOSICIONES. 1: 614 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Hasta aquí compendiada la reseña que hace Lastarria 1 es eficaz a poner en claro la vastísima labor que tuvo asi entre las cuatro paredes del Círculo de Amigos de las Letras, ¡ la cual para ser completa necesita la agregacion de los sigu tes trabajos científicos i filosóficos, que tambien nuestro aut consigna en sus Recuerdos: “El juicio crítico de don Marcial González acerca del Tratado teórico ? práctico de Economía Pol? - tica por Courcelle Seneuil, que promovió una discusion sobre el utilitarismo 1 dió ocasion a don Manuel Miquel para escribir u a luminosa disertacion sobre el principio de la utilidad en su ca- rácter subjetivo; el estudio del astrónomo H. Volckmann sobre los documentos mas antiguos de la existencia de la humanidad comprobados por las observaciones astronómicas de los ejipcios de los indios i de los chinos; de don Miguel Cruchaga sobre la hacienda pública de Chile en la colonia; Francisco Marin es bió sobre el porvenir de la democracia en nuestra América; nuel Carrasco Albano sobre la Libertad, a propósito del libr Stuart Mill; el doctor Fonck acerca de la jeografía i orogra de la provincia de Valdivia; el doctor Padin i J. A. Torres sobre - Ja institucion de cunas públicas para proveer la conservacion d la poblacion; el doctor Murillo sobre los progresos de la historís natural, sobre la lactancia artificial i sobre la vacuna; el male grado Gabriel Izquierdo, matemático distinguido, acerca de la influencia de las estaciones sobre las facultades del hom José Ignacio Vergara, una traduccion de la memoria de Seguit titulada Reflexiones sobre la hipótesis de Laplace. Finalmente, el interes científico nunca decayó en las conferencias del Circuh mediante la laboriosidad de Adolfo Valderrama, que al tiempo que presentaba serios trabajos profesionales sobre sus estudios sobre la prostitucion en Santiago, sobre las ent d des dominantes en la Serena, sobre las ciencias médicas i la! teratura, encantaba al auditorio con sus admirables trabaj biolójicos i fisiolójicos, como la Flor en el rezno vejetal, El a 2 el alma, Ensayo filosófico sobre la muerte, Pájinas de ma Opresion i sensibilidad, El juego ¿ las afecciones del corazon Jastidio, Sueños, jento £ locura, etC.. i | Uno de los trabajos mas interesantes que leyó Lastari ia el Círculo fué un juicio crítico sobre el libro del eminente sa VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 615 a la vez que modesto profesor don R, A, Phil Viaje al De- sierto de Atacama. Lastarria que se habia intimado tambien con | el desierto, en busca de fortuna, trató de rehabilitar el porvenir industrial de Atacama, esponiendo que no debia desesperarse * aquellas abruptas sierras; i al efecto, lo probaba con una série - de observaciones que habia ds en sus escursiones por > las serranías. Uno de los mas asíduos asistentes al Circulo de Amugos de “las Letras, don Gabriel René-Moreno, ha consignado inciden- —talmente en un interesantísimo artículo (1) recuerdos que en - seguida estractamos, en razon de que presentan la faz un tanto “Íntima de aquel centro literario en los años de 1859 a ÓL: "La tertulia de don José Victorino Lastarria en el Alto del ¡Puerto (2), mantuvo por mas de tres años con esplendor el gusto í la aficion por las cosas de la intelijencia... Cada sába- ido, a puestas de sol, se encaminaba (A. Escobar) alegre i | presuroso al Alto del Puerto, seguro de verse allí en medio de una sociedad espiritual i distinguida donde se fraterni- l zaba noblemente en el culto del saber, del injenio i de los mas felices ensayos de la literatura hispano-americana, donde se verificaba un roce tranquilo de opiniones i un cambio abun- | dante de ideas útiles ¡ elevadas, donde se conversaba con tanta | variedad i agudeza ia veces con una malicia tan urbana i tan | picante. El dueño de casa presidia familiarmente, tratando a todos con una cortesanía en que se hermanaban sin esfuerzo cier- Ita llaneza jeneral i las consideraciones particulares correspon- dientes a cada individuo.— Territorio neutral en política i reli- ion, el Círculo de Amigos de las Letras era, por otra parte, un lestrado tolerante i libre, que no pretendia modificar un ápice ¡las ideas i opiniones de sus concurrentes, ni imponerles dentro 3 1) Estudio critico-biográfico sobre el neogranadino, Arcesio Escobar. Revista Santiago. 1873. tomo IL. (2) La casa de Lastarria, estaba situada en la calle de Monjitas, arriba, ca del Tajamar. 616 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS bres de mundo, que está entre el desahogo insinuante í la dis: crecion que advierte; pero allí se entraba i de allí se salia cad L cual dueño absoluto de sus simpatías, de sus aversiones i d sus indiferencias. Union i concordia en el cultivo de las cien- cias i de las letras, habia sido el propósito del hospitalario fun=* dador de la tertulia, 1 no hai duda que, miéntras se pudo man-=. tener vivo el espiritu de tolerancia e induljencia recíprocas ántes de recrudecerse las luchas de la prensa i de la tribuna, las | conferencias subsistieron i fueron mui animadas i fecundas. Nada mas solemne que el momento en que formando una gran rueda en torno de la mesa principal, todos escuchaban senta= dos i con profunda atencion al que en el centro leía o recitaba, ¡Cuán alentador era entónces el aplauso i cuán significativa la + aprobacion de mera cortesía! Pero ántes i despues del acto pa terario reinó siempre la confianza mas amistosa, ya en la gran rueda cuando la conversacion era comun, ya en los grupos corrillos que se formaban para la charla íntima. Cada cual es- taba entónces donde i como le placía; de pié, sentado, paseán- S dose, oyendo, solo o con las personas de su preferencia. . . ] Círculo de Amigos de las Letras no cra ciertamente el parnaso de todas las musas ni el areópago de la sabiduría; pero bic considerados, la asociacion en jeneral i algunos de sus concu: rrentes, daban lustre al pais 1 podian constituir un justo motiva de orgullo nacional. Los hombres de acá mas notables por si instruccion, su talento i su literatura, tenian asiento en la ter- tulía al lado de algunos jóvenes entusiastas, admitidos como dis- | cípulos, para que en la nueva campaña de las letras hubiera, gun el decir de entónces, “caudillos 1 soldados. " Sin conside algunos magnates de talento conferido por la Universidad por el vulgo, i que como los reyes de Escocia en la vision ( Macbeth aparecian a media luz envueltos en su augusta aur con majestuoso silencio, es la verdad que uno se hombre: | allí con autores de nombradía bien cimentada, con oradores i j poetas célebres en los fastos contemporáneos de la lengua, | o publicistas i escritores que son sin disputa de los mas ilustre que ha producido esta América española... La prensa rec j a su tiempo el texto de las hermosas lecturas del Alto Puerto, i de seguro la nómina de todas ellas ¡ algunas de sus 3 Ll E y e E IAS E e VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 617 pájinas, figurarán con ventaja en los anales literarios de Amé- rica. Pero ¡ai! lo que pasó sin dejar prendas ni reliquias i cuyas huellas fujitivas se perderán todas para siempre con la postrera mies que caiga en la siega ya comenzada, son las voces huma- so Hb UA rt O e e. Wi li 1 | nas que resonaron en ese recinto modulando compas por com- pas, nota por nota, la armonía espontánea i palpitante de las intelijencias. Nos queda todo lo escrito, pero las palabras, el acento, el jesto, el calor, el alma con que fueron un instante las ideas i sentimientos de tantos corazones agrupados en esas ve- ladas al impulso de la misma alta inspiracion, no serán jamas conocidos, ni sentidos, ni admirados por la posteridad, ya que de la conversacion de los mortales se pudiera exactamente decir con el poeta castellano: "Viviendo se desvía de la vida, i está “unida la cauta muerte a su simple vivir. Entra en seguida el señor René-Moreno, a manifestar con bastante exactitud las peculiares condiciones que el chileno tiene en la conversacion, en la cual desplega las facultades de la chanza 1 la burla. “En la tertulia de don José Victorino Lastarria, (refiere el “ameno narrador i sagaz observador), se dieron con éxito los ¿primeros pasos en busca del verdadero talento de la conversa- cion. —Asistiendo en mayor número jente mui principal, no era en verdad, el comun humor chancero, con sus frívolos i capri- chosos jiros en torno del prójimo, el que suministraba pábulo a las sabrosas e interminables pláticas del Alto del Puerto. Sin “obstruir del todo esta vena nacional, i dando a menudo a susa- vía los visos i matices trasparentes de la ironía amable, i chan- za de buena lei, la conversacion tomaba de suyo, espontánca- mente, el vuelo de una cierta razon superior que anda vogando i divagando al traves de las cosas áridas con lijereza, de las sé- rias sin desflorarlas, de las agradables para ennoblecerlas. Era como si la crítica hubiera dimitido las funciones públicas de su majisterio, para descender a sus anchas a retozar con la me- moría en los dominios de la ciencia, del arte i de la literatura; ¡buscaron aquí la escuela de la moral política, allá las nuevas Irecientes de la investigacion esperimental, i mas allá la flor del buen gusto en los jardines de la imajinacion. De estas apaci- bles eminencias el humor comunicativo descendia fácilmente e. 618 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS al campo tumultoso de la leyenda, de la crónica i de la hist hispano-americana, bajando a veces con donaire al ter chileno de la anécdota social, las aventuras truhanescas ciertos tipos del pais, i a los anales sangrientos del ya estin- guido caudillaje militar.—En los variados dominios de estas conversaciones acabó por constituirse una especie de tetrar- quía insigne, en que cada reyezuelo empuñaba a su turno su jurisdiccion respectiva el cetro de soberano, dejando se sin énfasis su superioridad a los demas i haciendo que se rindiera en coro pleito-homenaje. De este: modo era como al: gunos pasaban alternativamente, de vasallos a señores. P nadie llegó jamas a la majestad i grandeza del imperio abs to. Cada uno contribuia con su continjente grande o pequ a la animacion jeneral; i del concurso combinado de todos, sultó el sabor i la majia de una tertulia en la cual, lo que buena literatura se podria llamar por excelencia "la conversa: cion, hizo en Chile sus primeros i mas lucidos ensayos... | Todos los que ya viejos se acersan a la tarde pálida del oca: so, recuerdan con efusivo cariño aquellas eratísimas charlas la aurora de nuestra vida mental, en que se aprendió a escrib se aprendió a conversar. Era Lastarria uno de esos inagotal charladores, siempre injenioso. Un conversador cusba los hubo. | En medio de la broma picante, se cultivó el arte que' franceses han perfeccionado tanto, dueños como son de un píritu travieso, sutil. | Fué Lastarria el que en Chile, primero que nadie, tuvo felicisima idea de fundar tertulias literarias, en medio de cuales se despuntaba: el vicio por las letras... En torno suyo agrupaban viejos i jóvenes a tributar un culto que nunca ha tenido adoradores. Por esa noble tentativa tiene puesto emine en la historia mental de nuestro pas PUE que echó las bz del Salon Literario. , z j E I cuando en los dias que corren se advierte la dificultad: que se tropieza para agrupar una docena de trabajadores rarios, es de celebrar con mayor entusiasmo el esfuerzo voluntad del hombre que ahora 30 años cultivaba el noble a lo bello, sin las trazas de "pontífice buscador de acóli VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 619 ¡que Je han atribuido algunos maliciosos e injustos detractores. Tan flaca es la naturaleza humana que no acierta a aplaudir ingun acto sin que lo empequeñezca con la idea de un fin mezquino i personal, como móvil de la conducta. Lastarria tenia entónces i cumplia un apostolado lleno de desinteres; queria el progreso de Chile, i lo encaminaba pri- mordialmente con el cultivo literario. Por desgracia, la literatura la política no se avienen largo tiempo. Al acercarse la renova- ie Letras los enojos amargos, las divisiones rencorosas, que mo tardaron en deshermanar a los cofrades del Alto del Puerto. pezaron los círculos i los circulillos; las separaciones aso- aron la cabeza, el malestar echó raices i las malezas cubrieron Cuando Lastarria, a mediados de 1863, se dirijió al Perú en empeño de una mision diplomática, dejaba la tertulia con malos síntomas. En nuevo hogar, la asociacion continuó celebrando sus reunio- s en casa de don Ánjel Custodio Gallo. La animacion seguia; o habia un vacío difícil de colmar: faltaba el viejo cultivador lel arte. Los trabajos no escaseaban; mas todos convenian en le solo era pobre rescoldo lo que ántes habia sido animadora 1a... El carbon quedaba; pero ¿quién reemplazaba el fuego vificante del activo maestro? Estas ideas hacian viaje a Lima en misivas cariñosas; i vol- rlan a Santiago en respuestas empapadas de afectuoso interes ¡e sanos consejos. Tenemos a la vista una de esas respuestas le Lastarria, fechada en Chorrillos, a 5 de Junio de 1863 (1), 1) Reproduzzo en seguida un pasaje de esta carta intima, que revela el lvísimo interes que Lastarria ponia en los asuntos literarios, aun estando 1era de su pais: | ¡Con que está animado el Círculo literario! ¡Cuánto me alegro! ¿Será que ustodio tenga la virtud de hacerlos trabajar a ustedes? Por lo que hace a mi, équesonihan sido conmigo mas remolones, cimarrones i flojos que lo que ran en el colejio. 1 ahora veo que se disputan por leer sus trabajos: mag- ICO, lo celebro en el alma, i no me canso de recomendar a todos que htengan ese Centro de union a toda costa. Digale a Custodio que, sin juicio de sacar de ese centro alguna ventaja política, se empeñe en que 620 'MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en la cual establece como condicion primordial para la co: vacion de la Sociedad, el que se evite a toda costa el lleg, los ásperos debates político—relijiosos. Esta carta, dirijida a Benjamin Vicuña Mackenna, aconsejaba algo mas fácil de d que de realizar, sobre todo en las postrimerías de un per: lejislativo 1 en las vísperas de la renovacion de otro. - 3 La prudentísima advertencia del esperimentado fundador d : la tertulía del Alto del Puerto fué desoida; i entónces lo que debia venir vino: la muerte del Círculo. pS, ES. > CAPÍTULO XXI SUMARIO.—Circunstancias en que Lastarria escribe el Juicio Histórico sob, Diego Portales. — Análisis del libro. —Opiniones de Vicuña Mackenna, de ker Martínez i de Sotomayor Valdés. —Discordancias de apreciacion.— rumbos para juzgar a Portales i ia su tiempo.—La tecría del grande hom —Juicio crítico, : Lastarria tuvo oportunidad de afirmar en 1861 con un nu libro la propaganda anti-clerical i anti-colonial que habia. prendido: El Juzczo histórico sobre don Diego Portales, apar ese año en La Revista del Pacífico, uno de los órganos en se habia vaciado la produccion intelectual del Círculo de ám de las Letras. | 3 Hé aquí cómo el autor esplica .e oríjen 1 pal ohjete de libro (1). : | “El partido conservador hacia la nai de su política, vando una estátua de bronce a Portales, su Moises, su salv: iel fundador de su poder actual. Portales era el grande h de un partido político, pero la influencia que ejerció en los tinos de su patria le rebajaba a la categoría de un estadis circunstancias. No era el jenio de la rejeneracion social i pa en las reuniones literarias no se toque la politica ni la relijion para 1 mal la cosa, que se o el fuego sagrado, puro de Roa otra llama, p solo así se conservará. EN (1) Miscelánea ena 1 Literaria, páj. XVII. IS A VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 621 ica, no era el gran estadista que promueve todos los intereses Ide su nacion, que afianza la ventura presente ji prepara la del ES enir. Nó, era solamente el estadista de un partido que fun- da el gobierno fuerte de unos cuantos, para dominar a su patria li sojuzgarla a un sistema esclusivo. ¿Se podia hacer la apoteó- sis de un hombre tal a nombre de la Nacion? ¿Se podia presen- ltar como el modelo de un gobernante de una república al que ¡solo habia desconocido la democracia, sino que la habia trariado; al que no habia comprendido que la tiranía cs la ¡erra, que la fuerza no consolida nada en el órden social; al que habia creido que gobernar es dominar? I sin embargo, eso lo que se santificaba en el discurso oficial de la inauguracion a estátua, torturando la historia, i calumniándola, para dar endor al héroe i discernirle la gloria de lejislador i de orga- idor de la República. Con esto no se hacia mas que defen- i justificar el sistema político que a la sazon dominaba. Era reciso restablecer la historia con imparcialidad, i para eso so- ban los documentos oficiales, Ellos revelan con toda severi- bn al hombre i le presentan tal como habia sido en el gobierno, nó tal como se le queria hacer aparecer. ¡El libro aparecia como una respuesta a las manifestaciones hue el Gobierno tributaba en memoria de aquel Ministro. Era 1 protesta de un hombre de libertad contra el discurso que Antonio Varas, como jefe del gabincte, pronunció en el destal que se alzaba al frente de la Moneda. Libro de circunstancias, no fué elaborado en la tranquila me- itacion, tan necesaria para la serenidad del espíritu. Obedece un criterio preconcebido; habla en nombre de un sistema. La imparcialidad, pues, tiene sus compromisos. Es tarea dificilísima poder juzgar desapasionadamente a un ombre que ocupa filas diametralmente opuestas, i a quien se E “a como el causante principal de un órden de cosas que pug- : con las ideas del escritor. Lastarria, sin poder librarse del in de aquel inconveniente, logró encararse con Portales i pe- . icida, No puede Lastarria disimularse que el ministro es la encar- acion patente del espíritu reaccionario, incapaz de satisfacer le cuenta de sus actos públicos con serenidad severa i con- 622 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS las aspiraciones.del pais que se gloriaba de haler posei libérrima Constitucion de 1828; ni puede, a sus ojos, ad escusa el movimiento revolucionario que trajo a tierra al parti papiolo. E "Como entre nosotros, dice, se olvida siempre la historia ayer, la jeneracion presente no tiene ní siquiera la idea de qu aquel gobierno liberal hubiese completado en pocos meses ] organizacion del Estado, en medio de las penurias de la p za 1 de las oscilaciones políticas. Se ha hecho ver jeneralmente que la administracion de los pipiolos era el tipo del desórdet de la dilapidacion, de la injusticia i de la arbitrariedad. - semejantes apreciaciones, hijas de la mala fé o de la 0 caen al suelo cuando se hojean los boletines de las leyes de e época i se estudía un poco la historia.” Efectivamente, se suele olvidar un poco ésta; pero a med que se adelanta la investigacion 1 se apagan: los intereses nos ligan a aquella época, se reconocen los innegables serv que prestó el partido pzpzolo en la organizacion de nuestra nacional. I junto con esta serena filosofía que va dando. hechos 'su propia i jenuina significacion, se ve que la causa la anarquía i revolucion de 1829 i 1830 está ten nuestros jos hábitos del coloniaje, en nuestra falta absoluta de costumb republicanas i de instituciones adaptables a nuestro mod ser político, finalmente, en nuestras pasiones, odios i as cionesn (1). Lastarria considera que Portales se hizo el alma de la cO racion para derrocar al Gobierno, udirijiéndolo- i dominán lol todon, i que despues de haberlo conseguido, asumió resue mente el papel de “jefe de la reaccion colonial. 3 La primera época del ministro es, segun este juicio, la ol sistemática de un hombre de Estado que lleva en la cabeza u plan preconcebido de ideas i que no omite medida alguna pa llegar a la realizacion de este plan. Llega a la absoluta t para afianzar mejor este réjimen político. Armado con l: mas tremendas de los poderes amplísimos, de las facultades €S=| (1) Chile bajo el imperio de la Constitucion de 1 828, por F EDERICO E RIZ. Ed.de Sión DIT SASe VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 623 ordinarias, encarcela, persigue i mata; funda i afianza el in- xible sistema del terror que no se detiene ante nada ni ante die. Lleva adelante la venganza ante el vencido porque "el Eno reaccionario es ciego porque es apasionado, i cuando los representantes de éste se apoderan del poder «son déspotas 1 remedio i su despotismo raya en la crueldad, en la locura. "Hé aquí la razon por qué Portales era déspota sin tener am- cion 1 sin abrigar un corazon feroz. Portales no era hombre de jenio i estaba bien léjos de serlo, pero tenia bastante aliento, adía, enerjía i ardor en grado suficiente para encarnar en sí oda la pasion por el gobierno absoluto i todo el odio por los Berales, que los hombres de sus antecedentes i de su condicion Itian en su tiempo. ' Dominado de esa pasion i estimulado por ese odio, Porta- 5 odo el gobierno fuerte, sistemando un estenso espionaje sontra sus adversarios, i aplicando en todo caso rigorosamente in excepcion la regla corruptora de dispensar todos los favo- es del poder absoluto a los que lo acatasen i se le humillasen, le perseguir sin conmiseracion a los enemigos i aun a los indi- el tes... En los diez i seis meses en que el ministro dominó omufmo- amente, tuvo tiempo sobrado para hacer trizas a los pipiolos, e quedaban abatidos i sin accion, ni representacion ninguna, la administracion, ni en la prensa ni en la enseñanza: de partes habian sido arrancados para el destierro. Pero si la pluma de Lastarria es vigorosa para condenar enér- samente la conducta política de Portales, no vacila en recono- le gran virtud pública al no aprovechar en beneficio propio enorme suma de poder que el dictador habia acumulado en 5 manos. vn Agosto de 1831, encarrilada ya la administracion en el l inflexible de un despotismo intransijente, renunciaba su esto en el ministerio. Portales bajaba del poder, dice Las- ria, en los momentos en que era el árbitro de la voluntad i ¡patías de su partido. Pudo ser presidente dos veces i lo re- 6, pudo ser dictador como Rosas, presidente perpétuo como nta Cruz, pero jamas reveló tales intenciones. Semejante prendimiento que tanto lo enáltece, i que nos proporciona A e as dd am. a Sd, IT ARAN O — IS — A A SCA TETAS + ABATIDO DO E ¡CITICI —IO IOIUA RA — RAIES Y — sl CD XK 624 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS debe por sus principios, por:su funesta política, por-sus he administrativos, no era lo que le hacia grande a los ojos. secuaces i compañeros. Lo que estos admiraban i admira era al hombre enérjico i sin miedo para despotizar, al p audaz que habia sabido arruinar a sus enemigos, al ministro; piedad que se burlaba de la desgracia que causaba, i cuyas labras burlescas i actos de rabía o despecho se repetian i tian con los colores de la anécdota para aplaudirlos i ensalza ¡Funesta i ridícula propension de nuestra sociedad a consid grande hombre al que tiene Ínfulas de tirano i osadía para: preciar la libertad 1 encadenarla! EN | DE "El ejemplo de esa osadía ha sido fecundo, como lo es si pre cl mal ejemplo, 1 como que es tanto mas fácil gobernar bitrariamente que de un modo racional i ajustado al derec la justicia. La porcion retrógrada de nuestra sociedad, tanto, ha tenido varios hombres grandes de su gusto que ad rar, pero ningun estadista a quien la historia deba aplausos; p la política conservadora, que es la política de la mentira i di arbitrariedad, no puede producir sino mediocres administ res o mandones enérjicos al estilo del que la fundó entre troS.n LE . : Reconocia Lastarria al fundador del réjimen de gobierno jido por la revolucion de 1829, la abnegacion i desinteres que se habia dedicado a asegurar su triunfo. "Él habia rot el gobierno liberal, es verdad, por consecuencia de la liq cion de la contrata del estanco, pero aquel rompimiento no bia estimulado su codicia ni su ambicion personal, ese e | mérito, sino que avivando su odio por el sistema liberal 1 su | precio por los liberales, lo habia hecho lanzarse a la empresa d destronarlos por medio de la revolucion. Consumada la emp i organizado en el poder el partido retrógrado, Portales e satisfecho i no podía tener otra aspiracion que la de ver p tuarse el órden de cosas que él tan eficazmente habia cor “buido a fundar. Esto era mui lójico en su carácter franc desinteresado, i¡ era tambien mui digno de la gratitud de partido. 64 E Refiriéndose a la espedicion al Perú reconoce el histo VIDA IT OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 625 que Portales comenzaba una faz nueva i patriótica de su vida pública, en que se manifiesta fecundo, activo, atrevido. "El mi- nistro Portales la concibió i la emprendió con un atrevimiento “de que no hai ejemplo entre los políticos mediocres que han re- Jjido la República despues de los fundadores de la independen- cia; l aunque en un tiempo no fué la empresa aceptada por la opinion pública, ni tuvo él la fortuna de consumarla i de hacerla aceptar, empeñando el orgullo nacional, forma ella, sin embargo, su gloría i el mejor testimonio de la enerjía de su carácter i de ¡la fecundidad de esa intelijencia clara que habia recibido del cielo para hacer la felicidad de su patria, si las pasiones políti- cas no lo hubiesen estraviado en el sentido de la arbitrariedad i del despotismo. La historia que le considera como una víctima de tan funesto estravio debe tambien reconocer la gloria que conquistó en sus últimos dias.» Pintando la situacion a que llegaba el pais en Enero de 1837, con indefinidas facultades estraordinarias concedidas por el Congreso, dice: "La exajeracion absolutista habia llegado a su colmo. Que- ¡dábamos treinta años mas atras, en plena colonia: poder abso- ¡luto 1 arbitrario, clase privilejiada, la de los adictos al poder, “anatismo triunfante i dominante, terror, nulidad del espiritu dúblico, postracion universal... El congreso de Portales no ha- da abierto la Constitucion, no le habia hecho el saludo de los Juelistas ántes de matarla; el golpe habia sido alevoso, ciego, tabioso. ¡La execracion de la posteridad caiga sobre aquel Con- reso, así como pesa sobre él la tremenda improbacion de la ústorian! Los párrafos trascritos dan una idea del estilo i del /1:2czo /h7s- rico. Como se ve, abundan un poco las declamaciones, i el uego que gasta en algunas de sus observaciones, alcanza talvez. ll grado del apasionamiento, por lo mismo que traen la indig- ración a su pluma. Gasta un calor de lenguaje que, a las veces, 10 está en armonía con la serena templanza que debe predomi- ar, por regla jeneral, en los escritos historicos. Pero ello no. ¡Icanza a desvirtuar la naturaleza de los hechos que analiza ¡ lel carácter que estudia, por mas que pudieran ser parte para 'straviarlos la proximidad de época en que se encuentran el au- mm. 626 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tor i el actor. Cuando Lastarria emprendió la tarea de juz Portales habian trascurrido veinticuatro años de su m "Por lo mismo, podemos ya pronunciar un fallo desapasi puesto que formamos su posteridad. El que estas líneas esc no está ligado a la memoria de Portales por ningun móvi sonal de odio o de amor. Dedicado desde mis primeros año estudio de la ciencia política con la noble aspiracion de i alguna vez en el gobierno de mi patria, aunque he llegad viejo sin realizarla, era natural que estudiara con interes al ! bre que se presenta como el primer estadia in Ccano.n : : : Lastarria a toda sinceridad al reducir a sus verdade proporciones la estatura de un hombre público que, sin razon, se ha puesto por encima de Montt, o de Varas. E Da remate a su trabajo con una escena en que pinta ely como recibia el pueblo la noticia de la muerte de Portales: . Gran multitud de jente se agolpó a las puertas del cio del Presidente que estaban cerradas. Todos guardaban lencio i se comunicaban en secreto; la noche era tenebrosa meda i fria, i aquellos grupos de hombres embozados e inmá hacian mas siniestras las sombras. De repente las puertas s treabrieron i el coronel Maruri pidió al pueblo a nombre del sidente, que se retirara: "El ministro ha sido asesinado, ( i volvió a cerrar con estruendo las puertas. Un rumor sor prolongado, parecido al eco lejano del huracan llenó los á Jl: tos; era un viva a media voz, un viva inhumano, terrible, espontáneo i demasiado espresivo de la opinion que recha la dictadura. Tenemos grabada aquella escena espantosa la olvidaremos jamas. Si la víctima hubiera podido presence habria lamentado los errores que le habian hecho perder la compasion de sus gobernadosn!... | Los señores C. Walker Martínez i J. Zapiclal se han á por desmentir este v¿va, cambiándolo en un "jemido ron dolor, un ¡ai! desgarrador i tristísimo que apénas turbó el: silencio; lamento íntimo arrancado del fondo del alma de pueblo entero que sabía sentir porque era a noble i 1 que sablá mir porque era humano!n | : Para Walker Martínez la afirmacion de Lastarria es ufal VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 627 ¡hai vindiscreto desenfado en estampar semejante "patrañan. Donde quiera que el ardiente leader de los conservadores pon- la pluma, pone el sello de su alma inquieta i fogosa. Por o no es de estrañarse que él vea en el libro de Lastarria solo descompuesta pasion de partido i hasta indigna sañan; i que la mas insignificante de las apreciaciones del escritor liberal lo acierte a encontrar la “calumnia grosera cebada contra "el fundador del partido conservador, uno de aquellos "seres ivilejiados de la naturaleza exentos de Zodos los pequeños defectos i dotados de Zodas las grandes cualidades que aparecen el camino de la humanidad para conducirla en medio de las mpestades de los siglos. Juzgado con tan hueca solemnidad, es de sorprenderse que Portales asuma el rol de “la primera ura entre los políticos americanos. (3). Otro escritor conservador (2) refiere que la noticia del asesi- to del Ministro causó entre “los mismos que odiaban o te- n al célebre hombre de Estado, un sentimiento de hu- nidad que selló los labios a la animadversacion, i no fueron os los que dieron por depurada a la víctima ¡confesaron sus s virtudes. Considera bastante singular la afirmación de Lastarria, i para esplicarla dice que solo el fanatismo doctri- nario a que, desde sus primeros años, propendió, a pesar de su lara intelijencia i honrado corazon, pudo hacerlo interpretar 10 un viva a medía voz aquel rumor sordo 1 prolongado que rdaba haber oido a la multitud agolpada a las puertas del cio en la noche del 6 de Junio de 1837.1 Por lo demas, segun el señor Sotomayor Valdes, el /wicio tórico de Lastarria se resiente de una parcialidad que a Jeces dejenera en ojeriza al célebre Ministro, no siendo como Estudio histórico mas que un trabajo somero i superficial, sin nvestigacion i sin mas bases que los recuerdos e impresiones lel autor. No es ésta una de las mas capitales diverjencias i discusio- es que se han levantado al rededor del Juicio Histórico. Poco (1) Portales, por CÁRLOS WALKER MARTÍNEZ, pájinas 431, 432, 406. 2) Historia de Chile durante 40 años, por don RAMON SOTOMAYOR VALDÉS. mo II, páj. 468. TOMO LXXXII 42 628 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS despues que éste apareció, don Benjamin Vicuña Macker publicó los dos nutridos volúmenes de Don Diego Port dedicados a Lastarria por “el discípulo, el amigo, el admira: de su lealtad política i de su amor a la democracia... Pero el maestro no ha aceptado de mui buen grado el | del fecundo escritor, desde que considera a su juicio que a historia del hombre público ide sus actos políticos, no del haberse opuesto ula historia casera, la de la vida íntima i vada del hombre particular, para presentarle como el. grande de la República, por sus cartas a los amigos i por prendas personales, i nó por sus actos de estadista. Si los a les no son la historia ¿podrá serlo el panejírico que se escr en la forma de una biografía de un héroe doméstico?n (1) Pero un juicio mas esplícito i bastante crudo ha form Lastarria del libro de Vicuña Mackenna i lo hemos hallade una carta privada dirijida por el maestro al discípulo (2). (1) Miscelanea Histórica i Literaria, tomo 1, páj. XIX. (2) «No espere V .,—(decia'en carta privada de mediados de 1863 a Benjamin Vicuña Mackenna i despues de un viaje de Valparaiso al Cai —no espere V. mi juicio sobre su obra de Portales porque eso seria espe que yo no fuese su amigo, pues tendriamos que pelear. No he abiert 2. tomo, ni lo abriré, a pesar de que sé que V. me llama Pudo critico, historiador, i no obstante que tambien afirma que los documentos sobre escribió fueron hechos por otros que Portales. ¿Para qué lo he de abrir, primero, que lei durante la navegacion, me costó rabias, dolores de est $0, patadas, reniegos i cuanto puede costar una cosa que desagrada? - «Nada cultivo yo mas que la virtud de la tolerancia, pero no he poc tenerla con su obra, i creo que si escribiera sobre ella, le diria cosas 1 amargas. Le diré al oido que V. se me figura un vándalo en el campo de historia, que todo lo destroza o por lo ménos lo pisotea con su corcel s; Je; me dá lástima ver a la pobre historia en sus manos, porque la mal como si fuera una prostituta. En su libro de Portales puedo sacarle a pájina una mentira, o una contradicción, o una vision de su alma e rada. ( P ; nes «Si, Benjamin; V. se enamora para escribir esas historias, pues los. ras, O'Higgins i Portales son panejiricos i no historias; i tan paneji que V. mismo tiene que estar defendiendo su pureza de escritor, repitie que no ha recibido paga por escribir, como lo dicen los que, no conoc dolo a V., no pueden esplicarse por qué ha escrito V. esos libros de elc ¿Quién es el primer chileno, el mas grande en el libro de los Carreras ada de 3 a k K A SL id E NAS AL. ¿ ARO EX. VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 629 Efectivamente se resiente el libro de Vicuña Mackenna de as condiciones de panejírico; pero está mui distante de serlo en el sentido propio de la palabra. Panejírico hai en la cons- “tante declamacion con que vuela a sus anchas la fantasía; pero “hai honradez en exhibir casi en déshabzllé la figura del Minis- tro. Especialmente avalora la nutrida investigacion del libro, la abundante coleccion de cartas de Portales. Éstas son efica- ces para delinear la jenuina fisonomía del que las trazó, i constituyen el mas perfecto retrato que se pueda obtener de su autor, A Lastarria puede disculparse que no reflejara en su libro la verdadera síntesis moral de su personaje, pues que le faltó aquella valiosísima fuente de informacion; pero nó a Vicuña Mackenna que no sacó el partido necesario de los materiales que “tenia entre manos, para dar neto relieve político a la fisonomía que estudiaba. | Ménos disculpa merece don Cárlos Walker Martínez que ha- » biendo tenido algunos años para serenar su juicio i para aprove- | char la investigacion i la rebusca histórica posteriores, no acer- | tó a pintar en sulibro Portales sino a un semi-dios que se cierne | purísimo entre las nubes, sin forma humana casi, i sin saber con qué mortales compararlo, lo comparó ridículamente con Was- ington i Cincinato... Mas cerca de la verdad histórica anduvo don Ramon Sotoma- | yor Valdes en su citada Historia de Chile, en la cual dice: .Porta- : considerado en el conjunto de sus cualidades contradictorias, fué un hombre inverosímil, paradójico, increible. En vano se buscaria en la historia un tipo en que se hayan mezclado de una inera tan caprichosa, tan inesperada i tan espontánea, la sa- 3, E | AT Miguel. ¿Quién es el primer chileno en el de O'/Ziggins:—O Higgins. én lo es en el que 2caba de escribir?—Portales. l, al fin, ¿quién es el mas de, gordito, con dos mil diablos?. .. Váyase V. a pasear con su Portales, pues creo que con este libro hace: _mal que con ninguno. Pervierte V. el juicio público i presenta como ide a un pillo de los que tiene nuestra tierra a puñados... (No hablemos mas porque peleamos, i yo no quiero pelear con V. porque 630 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS gacidad i la terquedad, la cordura i la estravagancia, el orgul i la abnegacion, la seriedad i el humor picaresco, el rigor m: i las tendencias libertinas, la inclinacion al mando i el desp de la fortuna, de los honores i de todas las fruiciones ordin del poder, la asombrosa perspicacia para conocer a los hom i la obcecacion, aunque rara, con respecto a ciertos individu: la inflexibilidad para perseguir a los reos de Estado, i la jen sa benevolencia para acordarles su proteccion privada... El mismo señor Sotomayor Valdés habia escrito en 187 que a diferencia de esos tiranos vulgares que no son.mas un accidente, talvez una espiacion en la vida de los puebl que nada crean ni establecen, porque su tiranía es secante moledora, Portales aparece a nuestros ojos como un poder cialmente fecundo i creador. Los tiranos vulgares desapare sin dejar tras sí mas que el caos, 1, cuando mucho, efímeras 6 ciones i sin merecer una lágrima ni aun de sus mismos fav 1 tos i protejidos. Portales legó a la República toda una orga ciON.1 : ] Hemos reproducido estos juicios para llegar a la co | de que todos los escritores que se han ocupado de Portales « cuerdan en puntos sustanciales, debido ello ya a las diferet | de criterio para apreciarle, ya a los diversos puntos de vi desde los cuales se le mira. Todos juntos contribuyen a llen los vacios del libro escrito por Lastarria, quien fué el pri ne que tentó la empresa, i nos le presentó en su doble condicíi jenio benéfico i maléfico, que nel algun bien pero que ta hizo mucho mal. Seguramente que a los ojos de los ¿salad elos Histórico es una áspera diatriba, pues de ordinario ellos v Portales una semi-divinidad, i como a tal le han alzado altar mártir impecable. aun, E Y Achaque conjénito a los historiadores deca: es ce por los merecimientos de su héroe, a punto de no ver en (1) Revista CHILENA, tomo I, páj. 106. Esta biografía es con agregaciones la misma que se inserta en el Diccionario Biográfico Ar de don José Domingo Cortes, diccionario en cuya portada Po to de Portales. VIDA IT OBRAS DE DON j. V. LASTARRIA 631 perfecciones sumas. No es éste el papel del biógrafo consciente, ibre de prejuicios perturbadores, porque así se llega a la oblite- acion de la imparcialidad que debe informar un escrito de este jénero. Lo contrario suena mal a los incensadores; i si reconoce len un hombre cualidades altísimas i defectos capitales, no se escapará de la nota de ¿xconsecuente. La apasionada e incompleta investigacion de Lastarria nos presenta a Portales con sombras recargadas en lo malo i dilui- das en lo bueno. Al tiempo, hábil reparador de las injusticias de los contemporáneos i de los juicios de una jeneracion que de “cerca palpó las consecuencias del réjimen inaugurado en 1830, toca restituir la figura del discutido Ministro a sus verdade- ras proporciones ia su verdadero carácter moral. La verdad mo está en los estremos: está en el justo medio del cual se | alejan inevitablemente así los impugnadores como los turife- Sin duda, los que traten este punto histórico tendrán no poco que estudiar. La investigacion 1 documentacion posteriores di- rán algo mas que lo que hasta ahora han trasmitido sus bió- partos. La ADA se alimenta de esta pesquisa, i aquélla se 4 -No vacilamos en afirmar Emol que el futuro historiador le Portales habrá de cambiar totalmente su criterio filosófico, n órden a considerar mas los sucesos que el hombre. Los que ista hoi han estudiado la época de organizacion en Chile en os años que siguieron a la caida del partido liberal en 1830, no hecho sino agrupar los acontecimientos en torno de Porta- Es la filosofía histórica a que estamos habituados: la filoso- Va del hombre providencia, del hombre predestinado. Segun esta orrida teoría, el impulso que la vara del exorcista toma, mar- ¡| Inevitablemente el rumbo de los sucesos. Así se nos ha en- ñado que a la voz de Portales, la sociedad marchó a la dere- la porque así él lo quiso; i que a la izquierda habria ido si él Iisflo hubiese ordenado. La sociedad chilena ha seguido los ca- | richos o la voluntad del Ministro-Providencia. p Entre tanto ¿es esto lo cierto? A nuestro juicio, nó. No puede | arse ese rol ni a Portales ni a ningun hombre; porque ello jesconocer el modo cómo se jeneran los acontecimientos so- E 1 - 632 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ciales, que dependen de leyes sociales i nó de la voluntad de Ministro, por mas omnipotente que quiera suponérsele. Se nos ha dicho siempre: Portales hizo la revolucion de 18301 uPortales hizo el órden»; "Portales concluyó con la anarquí “Portales lo hizo todo en aquel período de la organizacion Chile... e Hai un error fundamental en estas afirmaciones, olvidando a los demas cooperadores de la estabilidad nacional. Sin dud que Portales contribuyó bastante a estos hechos; pero solo h un factor mas o ménos activo. No lo piensan así Walker Mar tínez i los que siguen la escuela de que “el mundo camina a impulso de ciertos hombres que son hombres providencialesm, “espíritus superiores de don profético para adivinar el por nirn, capaces ellos solos de mover la máquina social i absolu 1 esclusivos interventores en el rodaje de los acontecimie Verdaderos musulmanes de la historia, estos escritores c a pié juntillas en una especie de fatalismo, de predestinacion.¡ taba escrito! 1 con esta fórmula cabalística conténtanse. ¡Es ba escrito! ¿quién va a detener los sucesos que tenian forz mente que ocurrir, desde que el: omnipotente personaje es predestinado a estos o a aquellos fines? A la luz de cste crite ha nacido i robustecidose “la teoría del grande hombre hec trizas en un admirable capítulo de Spencer. (1). ¿210 En biografías i en historias cunden felizmente nuevas ' dencíias que saben armonizar la accion individual, siempre trinjida, con la accion social, siempre predominante. 1 llegar a conclusiones exactas, van los nuevos estudios h tuándose a la idea de encadenar los hechos a leyes lójica desenvolvimiento ántes que a caprichos estraños de la volun En el caso de Portales ha contribuido a estraviar el crii la especial circunstancia de sus jenialidades. Háse visto la an dota, la voluntariedád despótica, el incidente nimio que pare separarse de la regla jeneral i uniforme; pero se han olvi dos en una norma lójica. No fué Portales quien desnatu la sociedad; sino la sociedad la que indicó a Portales el rut (1) Introduction a la science sociale. Chap. II. VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 633 Cabalmente, el gran talento de Portales supo favorecer las tendencias nacionales que mas privaban; halagó los elementos “que eran mas adecuados; buscó los hombres mas aptos. En este procedimiento, recibia, sin saberlo, la influencia del medio; 4 porque conformó sus actos a estas tendencias, precisamente resultó el afianzamiento de tales o cuales instituciones. Los «cambios verificados en modo alguno se debian a su voluntad: «eran la obra neta de la anterior desorganizacion pipiola, restos «de latentes fuerzas nacionales i de hechos anteriores que incu- -baban i fortalecian una vigorosa reaccion. Es tanto mas exacta «esta afirmacion cuanto que del estudio de las cartas íntimas de Portales aparece clarísimamente demostrado que carecia de fines políticos, de sistema gubernamental; ¡ que su estada en los negocios públicos apénas fué un incidente de su vida. Allí vivió como encadenado en ajenos dominios, suspirando, como pájaro encerrado, por la libertad, para poder triscar a sus an- «chas en los dominios de Venus, enérjica pasion que fué la meta -de su ideal. Yerran, pues, los que le dan larga vista política i le presen- istan absorto en la meditacion de los negocios públicos. Nó, ese “fué el incidente de su ajitada vida de los últimos años: su «eterna aspiracion fué la libertad personal, tan necesaria a los “pasatiempos de camaradas que rasgueaban cl harpa 1 la gui- tarra. Ni fué tampoco un ortodojo para que se le apellide funda- «dor del partido conservador. Su vida privada, que él hizo pú- blica, i la historia ha recojido, manifiesta que estaba a cien leguas de las prácticas devotas. I lo que de él queda son no “pocas chanzas groseras contra la relijion, bufonadas volterianas contra los ministros del Señor i truhanerías de mal gusto con- tra altos dignatarios de la iglesia. Si Portales hubiera encarna- “do con exactitud el espíritu colonial, como quiere Lastarria, ¿se habria hecho reo de esos pecaminosos desbordes?—Si tal hu- 'biese sido su papel, habria tratado de dominar su naturaleza en la vida privada, i en la pública habria tratado de afirmarse para afianzar un sistema determinado de gobierno. Todas las contradicciones que aparecen en la vida del célebre Ministro se deben a querer ajustar la tela de su vida inquieta 634 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en el marco de los negocios públicos, que él miró con sober los placeres. ¿No queda de él una gráfica espresion: “Pre una gamacueca a la banda presidencial?n exactitud la personalidad de Portales, i es la clave de sus ten: dencias. ! Abs 3 Lastarria voluntariamente quiso en su Juicio Histórico omi tir consideraciones que dijeran relacion con el aspecto privad de Portales; pero es evidente que este respecto ayuda efic mente a dar las verdaderas líneas de su fisonomía política, que, no obstante, se dibujan con gran relieve i donosura. 18% Siguiendo, en parte, las tendencias que habia adoptado : sus estudios históricos, no insiste en los hechos detallados, p firiendo analizarlos en globo con notable vigor sintético. I: las veces relampaguea, allá a la distancia, la llama de un enco: no que no puede reprimirse (1). Lo que, como queda dicho, perjudica algo la imparcialidad del libro. á De todos modos, avalora el Juicio Histórico la absoluta sin- ceridad con que está trazado, i que es el sello distintivo de producciones todas de un hombre convencido i leal que se insp ró siempre en el amor a los principios. 3 ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON- - Jefe de la Seccion de Instruccion Pública 4 “del Ministerio de Justicia e Instruccion Pública (1) Muestras de este encono dió Lastarria en 1876, cuando fué Mir del Interior: hizo quitar del salon de audiencia el retrato de Portales adornaba una de las paredes... Despues esa tela ha vuelto a ocupar su guo sitio. [ | . 2 INS 5% E E, S IRA AGA IR ZN OR PIOREOAIA, LUTO UII DRSEBROIASOREDARAS slds sis 0) z IMPERFECCIONES ¿RRATAS MANIFIESTAS DE LA EDICION AUTÉNTICA DEL CÓDIGO CIVIL CHILENO (Continuacion) ART. 1526 Si la obligacion no es solidaria ni indivisible, cada uno de acreedores puede solo exijir su cuota, i cada uno de los eudores es solamente obligado al pago de la suya, i la cuo- Jel deudor insolvente no gravará a sus codeudores. Excep- se los casos siguientes: 1.2 La accion hipotecaria o prendaría se dirije contra aquel s codeudores que posea, en todo o parte, la cosa hipoteca- 7 em peñada. El codeudor que ha pagado su parte de la deuda, no puede la prenda u obtener la cancelacion de la hipoteca, ni en parte, miéntras no se estinga el total de la deuda; i el edor a quien-se ha satisfecho su parte del crédito, no pue- emitir la prenda o cancelar la hipoteca, ni aun en parte, tras no hayan sido enteramente satisfechos sus coacree- 636 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 12, Si la deuda es de una especie o cuerpo cierto, aql los codeudores que lo posee es obligado a entregarlo. | 13,0 Aquel de los codeudores por cuyo hecho o culpa se hecho imposible el cumplimiento de la obligacion, es esclu va i solidariamente responsable de todo perjuicio al acree 14.2 Cuando por testamento o por convencion entre los t rederos, o por la particion de la herencia, se ha impuesto a de los herederos la obligacion de pagar el total de una de el acreedor podrá dirijirse o contra este heredero por el : de la deuda, o contra cada uno de los herederos ES a pa que le corresponda a prorrata. 103 uSí espresamente se hubiere estipulado con el difunto q; pago no pudiese hacerse por partes, ni aun por los hered del deudor, cada uno de éstos podrá ser obligado a entend con sus coherederos para pagar el total de la deuda o paga él mismo, salva su accion de saneamiento. "Pero los herederos del acreedor, si no entablan conju mente su accion, no podrán Jo el pago de la deuda, sino prorrata de sus cuotas. | E 15.0 Síse debe un terreno, o cualquiera otra cosa indetermin da, cuya division ocasionare grave perjuicio al acreedor, uno de los codeudores podrá ser obligado a entenderse con otros para el pago de la cosa entera, o a pagarla él mi salva su accion para ser indemnizado por los otros. "Pero los herederos del acreedor no podrán exijir el pago la cosa entera sino intentando conjuntamente su accion. 16,2 Cuando la obligacion es. alternativa, si la eleccion €, los acreedores, deben hacerla todos de consuno; ¡ si de los del res, deben hacerla de consuno todos éstos.” | Entre los casos de excepcion que se enumeran en el ar precedente, deberia figurar uno de que se habla mas ad en el artículo 2367, que dice así: ART. 2367 IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 637 dor exijir a ninguno sino la cuota que le quepa. "La insolvencia de un fiador gravará a los otros; pero no se 3 tirará como insolvente aquel cuyo subfiador no lo está. "El fiador que inequívocamente haya limitado su responsabili- | a una suma o cuota determinada, no será responsable sino sta concurrencia de dicha suma o cuota. | Segun este artículo, la cuota del fiador insolvente grava a ¡los cofiadores; lo que constituye una verdadera excepcion a la bregla dada en el inciso primero del artículo 1526. ART. 1535 13 1% , “La cláusula penal es aquella en que una persona, para ase- Igurar el cumplimiento de una obligacion, se sujeta a una pena, le consiste en dar o hacer algo en caso de no ejecutar o de ve- dar la obligacion principal. [e ¡Don Andres Bello corrijió este artículo, cambiando la parte ¡escrita con letra cursiva por el complemento “en caso de no isjecutar la obligacion principal o de retardar su ejecucion. 3 El lol RED al: ho te “Antes de constituirse el deudor en mora, no puede el acree- ¡or demandar a su arbitrio la obligacion principal o la pena, ora, puede el acreedor pedir a un tiempo el cumplimiento de la obligacion principal i la pena, sino cualquiera de las dos losas a su arbitrio; a ménos que aparezca haberse estipulado 1 pena por el simple retardo, o a ménos que se haya estipula- que por el pago de la pena no se entienda estinguida la gacion principal. 7 638 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por regla jeneral, solo puede pedirse el cumplimiento de obligacion desde el instante en que el deudor se constitu; en mora. j y Ántes de este momento, el acreedor no: puede exijir nad; salvo en casos excepcionales a los cuales no es de creer q; haya querido referirse el lejislador en la primera parte del a tículo que acabo de copiar. 3 Esta interesante materia relativa a la mora no ha sido tra da en el Código Civil con la suficiente claridad, i siempre. ofrecido en la práctica serias dificultades. : I al decir esto no mé fijo en el presente artículo cuyo defec- to de redaccion no puede tener consecuencias, sino en otros € que ya he hablado o de que hablaré mas adelante. | 3 El artículo mas importante referente a la mora es sin dud alguna el 1551, que en el Proyecto de 1853 aparecia redactad en términos mui diversos a los de ahora. ) 3 Las alteraciones que esperimentó el artículo del Proye para convertirse en el 1551 del Código C2vzl, hacian necesarí reformar tambien muchos otros artículos que estaban int mente relacionados con aquél. * | | 3 Es preciso confesar, sin embargo, que no se procedió en esto con mucha prolijidad, como ya se ha visto i como se va a ver en el artículo siguiente. | 3 ART. 1538 +8 uHáyase o no estipulado un término den del cual c cumplirse la obligacion principal, el deudor no incurre en la pena sino cuando se ha o en mora, sí Bla obligacion positiva. E E "Sí la obligacion es negativa, se incurre en la pena desde se ejecuta el hecho de que el deudor se ha obligado a 6 nerse.. | | + 508 Segun el inciso primero del artículo precedente, el deuc no incurre en la pena por el hecho solo de no haber ejecut IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 639 ot ligacion dentro del plazo convenido, sino que es menester le se haya constituido en mora. Miéntras tanto el artículo 1551 establece como regla jeneral e el deudor está en mora siempre que no haya cumplido la 1cion en el término estipulado. Esta falta de armonía entre ambos artículos se esplica perfec- nente si se atiende a lo que ya he dicho respecto a las varia- es que esperimentó el artículo que ahora figura en el Cod;- con el número 1531. Este artículo aparecia en el Proyecto de 1853 bajo el núme- 1730 í se espresaba de este modo: NR o MV. AA A) e o 90 Sha o o O MIL a 0 UM + 19 MR GU. 0 QU A | LD O CI a o V a io ART. 1/30 'El deudor está en mora, "1,0 Cuando no ha cumplido la obligacion dentro del término tipulado, sí en el contrato se espresa que por la mera espiracion Viérmino quedará constituido en mora; salvo que la lei en sos especiales requiera la reconvencion judicial no obstante alquiera espresion del contrato. 12.0 Cuando leyes especiales dispongan que aun faltando esa reston se incurra en mora por la simple espiracion del término. 13.20 Cuando por las circunstancias del contrato aparezca que cumplimiento en el término designado es necesario para el to que se ha propuesto el acreedor. j o Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino entro de cierto espacio de tiempo, i el deudor lo ha dejado ar sin darla o ejecutarla. 15.2 En los demas casos, cuando el deudor ha sido judicíal- 1 e reconvenido por el acreedor. £l que hurta se constituye en mora por el solo efecto del a y A A za comision revisora del Proyecto creyó conveniente refor- “este artículo i adoptar como precepto jeneral la máxima os romancs: Dies ¿nterpellat pro homines. ro olvidó modificar tambien algunos otros artículos que an sido redactados en armonía con el 1730 del Proyecto. A 640 - "MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ART. 1544 por la otra parte debe prestarse, i la pena consiste asimism el pago de una cantidad determinada, podrá pedirse que s baje de la segunda todo lo que exceda al duplo de la pri: incluyéndose ésta en él. Ñ "La disposicion anterior no se aplica al mutuo ni a las o gaciones de valor inapreciable o indeterminado. q "En el primero se podrá rebajar la pena en lo que exceda máximum del interes que es permitido estipular. “En las segundas se deja a la prudencia del juez mode cuando atendidas las circunstancias pareciere enorme. La redaccion de este artículo, en su inciso 1.2 es mui brollada. | ¿Cuál es el máximo a que puede ascender la pe en ele propuesto en dicho inciso? Esta cuestion no siempre ha sido resuelta del mismo r Supóngase, por ejemplo, que Pedro se compromete a ha: me un mueble por mil pesos, obligándose a pagar tres mil cc multa en caso que no cumpla dentro del plazo estipulado. Llega el momento de hacer efectiva esta pena. eN Es evidente desde luego o yo no Pon reclamar los 1 | mil pesos convenidos. | Pero ¿podré exijir dos mil o solo tendré que limitarme: dir mil? E E- Este es el punto sobre que recae de diverjencia de opini Recorriendo La Gaceta de los Tribunales, se encuentran tencias en uno 1 otro sentido. FS Sin embargo, parece prevalecer la interpretacion segu cual la pena no puede ser mayor que la cantidad determ que una de las partes se obligó a pagar como equivalente que por la otra parte debia prestarse | Para corroborar lo que aseguro, voi a citar un caso res por la Corte Suprema de Justicia. a Ml IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 641 == Un contratista se obligó con el Fisco a construir un puente, endo como precio anticipado de la obra la suma de 600 i comprometiéndose a pagar 50 pesos mensuales de mul- no la terminaba en el tiempo estipulado. egó el plazo convenido i el trabajo ni siquiera habia sido izado. saron los meses i aun los años, i el Fisco se presentó por fin a la justicia, reclamando los 600 pesos que habia entregado contratista i la multa, que ya ascendía a una suma mucho 1ayor. | El juez de primera instancia dió lugar a la demanda en todas. 5 partes sin limitar la multa. La Corte Suprema confirmó este fallo; pero declaró que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 1544, debia reducirse la ilta a 600 pesos. | ta sentencia viene firmada por don Manuel Montt, “don 'osé Miguel Barriga, don José Alejo Valenzuela i don Belisario de las contribuciones que estimaba mas odiosas. Asi, no se ttinuó percibiendo la mensualidad fijada a los vecinos, ni se scontó a los empleados públicos el tercio de sus sueldos, ni, fin, se hicieron efectivas otras gabelas análogas. Realmente, isideraban los senadores que iba a comenzar una nueva era, jenio de la guerra alejábase de Chile para sembrar de deso- - TOMO LXXXII 43 644 -- . - - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS - + -- +5) — de una paz conquistada despues de sacrificios sín cuento. Esta conducta no pudo sino contrariar profundament O'Higgins que, como militar de esperiencia, entreveia el l; camino que quedaba aun por recorrer, para dejar asentad independencia del Perú i aniquilar los restos del ejército migo que merodeaba en la provincia de Concepcion. Aprest a incitar al Senado para que, volviendo sobre sus pasos, ad tase los arbitrios conducentes a mejorar el estado de las finan zas nacionales, que tendía nuevamente a hacerse crítico. . Es reveladora una carta que escribe a San Martin, empeñado entónces en lo mas rudo de su campaña: Se "No puede usted figurarse, le dice, lo que me dá que hac nuestro buen Senado. Ellos me han quitado todos los medios de ausilíar ese ejército, cerrando las puertas a un sinnú de arbitrios que les he presentado, i últimamente con la baj los derechos de las harinas, del ramo de licores, del der de carbon, agregándose -la cesacion de la contribucion 1 sual en todo el Estado, me han puesto al borde del precipici me veo en la precision de disolver este cuerpo mauloso o pierd provincia de Concepcion por falta de recursos. Hago a esta reflexion sobre el Senado para ne sirva a usted des ! A apladoE aspecto ¿qué harán 6 que son incite jidos por la multitud desenfrenada? O'Higgins, hace inútil todo comentario. Por ¿ne esto es, a mediados de 1821, se sentia sín fuerzas para | nuar la campaña en que venia empeñado con el Senado. Aspi- raba a retener la integridad del poder que parecia irse sombra de pátér aquel que se comparte con otras autor 1: i se ejercita dentro de ciertos límites. El Senado habia sido ciertamente víctima de un err creer que las dificultades de la situacion estaban salvadas: | debemos decir en su abono que apénas fué impuesto por O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 645 O'Higgins de que ellas iban en aumento, hizo todo lo posible por repararlo. Acordó celebrar sesiones diarias hasta dejar ni- velados los gastos con las entradas, i citar a una de estas sesio- 1es a los ministros de Estado. Esta invitacion fué aceptada, pero desgraciadamente la reu- lion de senadores i de ministros no produjo ningun resultado. Despues de un largo í estéril debate, en que se insinuaron liversas medidas, resolvieron aquéllos diferir por algunos dias l tratamiento del grave mal que aquejaba al erario, mal que svestia todos los caractéres de una dolencia incurable. Lo inico que se dejó establecido era que no cabia pensar en una ebaja de los exiguos sueldos de los empleados, arbitrio acon- ejado por algunos senadores que creian en la posibilidad de atroducir economías en los gastos públicos por dicho medio. Dos corrientes parecen haberse dibujado en aquella reunion. La de los ministros, que pretendian gravar con nuevas contribu- jones distintos ramos de la riqueza privada, i la de los senado- es, que aspiraban a obtener el resultado apetecido disminuyendo js egresos. Unos iotros eran lójicos con su respectiva situacion, Jes en casos semejantes, los hombres públicos, mas que por 1 estudio exacto i desapasionado de los elementos que com- len el problema económico, obran movidos por sentimientos > un carácter puramente accidental, i así se nota que los con- 'esos pretenden vencer las dificultades financieras pidiendo den en la administracion, disminucion de los sueldos de los npleados públicos, etc., miéntras que los jefes de esa adminis- acion, 1 responsables de su buena marcha, no encuentran otro edio de salvacion que el de apelar a los impuestos. No se produjo, por el momento, cn nuestro caso, la armonía estos dos sistemas, i de ahí que la sesion terminara sin ha- se llegado a otro acuerdo que al que queda indicado i que, 4 cierto modo, importaba una victoría de la política económica endida por los ministros. sta política prevaleció al fin. Poco a poco, los senadores ho entrando por el camino de los impuestos hasta llegar a orizar una contribucion directa i estraordinaria, por una sola , de cuarenta mil pesos, a condicion de que no se gravase ella a personas de escasa fortuna. * 646 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Costó, sin embargo, trabajo al Ministro, arrancar esta au zacion, i solo fué dada, despues que el Senado hubo hecho un -enumeracion de todos los arbitrios que habia otorgado ante mente i que a su juicio bastaban i sobraban para salvara erario de las angustias por que atravesaba. Entre esos arbitrios figuraban un derecho de quince por ciento establecido sobre los frutos del pais que se esportasen al Perú, en el término de cua meses; un aumento de dos pesos por arroba en el derecho s la yerba- mate i el azúcar; un aumento de un cuarenta por cie sobre el tabaco en polvo, con la prevencion de que no deb admitirse en pago billetes, sino “dinero sonanten. Habia tado, por último las providencias necesarias para hacer efec el cobro de las contribuciones o erogaciones que se queda debiendo. Solo para evitar mayores males i aun burlando repetidas promesas hechas al pueblo, consintió, pues, en au zar la contribucion estraordinaria mencionada. La nota del Senado, que a a pS claras su E flicto. | En vista de los términos en que estaba concebida, ¿Y O'Higgins a protestar del espíritu que guiaba a esta cor cion, i a manifestarle que del hecho de que los chilenos est sen entónces ménos gravados que durante la colonia, co que tenian mayor ejército i mejor administracion, provenía apuros del erario; nó de que esta administracion fuera cuidada o dispendiosa. No comprendia el Director Sup que en las difíciles circunstancias por que atravesaba el ejé del sur, que carecia de toda clase de recursos, en presenc las fuerzas bien provistas i municionadas de Benavides, grave peligro de la integridad i aun de la independencia nal, el Senado tuviese escrúpulos para imponer las contribuc que fuesen necesarias 1 llegase hasta rebajar el derecho : los azúcares, pues no a otra cosa equivalia el Ro nueva forma acordada, “Yo, decia estrañando esta resistencia para aceptar todo sus medidas económicas, yo, que respondo a Dios mundo entero de un millon de hombres virtuosos que ha rido consignarse a mi direccion, no puedo librarlos al 1 O'"HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 647 irrelijion i barbarie de semejantes agresores (los soldados de enavides) por consultar el liberalismo civil i comercial.» 'Esplicaba en seguida cómo en la época colonial el erario nia mayores recursos para enunciar en seguida mui breve- ente el peligro de una bancarrota cercana i terminar decla- ando que no podia ni debia aceptar la disminucion de ninguna entrada fiscal, pues la salud del estado exijia imperiosamente )s ausilios que habia pedido por intermedio de su ministro i jue eran indispensables para sostener el ejército del sur. En las últimas palabras de esta nota hacia la promesa de que una vez libre el pais de enemigos interiores i esteriores, se presuraria a aliviar a los particulares de las pesadas cargas que oportaban, i pedia que el Senado nombrase un representante e toda su confianza para que, acercándose al Ministro de Ha- ienda, combinase con éste los medios de mejorar la situacion. Mas terminante aun que la anterior fué otra nota dirijida por mismo O'Higgins al Senado, pocos dias despues, para comu- icarle que los recursos estaban completamente agotados, que tadie prestaba dinero sino al 18 por ciento mensual i que todo tardo traeria la ruina del Estado. “Yo repito a V. S., ter- ninaba cuanto dije en mi anterior, i protesto por lo mas sagrado que el mas leve retardo no es a mi cargo ni puedo silenciarlo al úblico. Así, todas las medidas adoptadas, que el Senado habia creí- ) salvadoras de la situacion, nada habian salvado. El gobierno sentia mas impotente que nunca para hacer frente a las difi- iltades que surjian de todas partes, i el pais se hallaba al bor- de su ruina. Lo peor era que O'Higgins echaba sobre los mbros del Senado el peso de tan tremenda responsabilidad, es, a las exijencias dolorosas, pero imprescindibles, que tenia salud pública, anteponia las consideraciones platónicas de un beralismo civil i comercial. El Senado no podia aceptar semejante imputacion, mucho 5 cuando se hacia en tono de amenaza. Precisamente O'Higgins le dirijia estas comunicaciones po- 5 dias despues de haber escrito a San Martin la carta que se citado i que revelaba de un modo elocuente la profunda trariedad que lo dominaba. Sin duda que en el espíritu del A cil A A, -—.. —-- ma > E -—aye A UA A A MA PA - pe” a a INIA ATA A DO AAA NO UN A 648 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Director Supremo se ajitaba ya la idea de concluir con la 7 losa corporacion, tan rebelde a sus miras, que él mismo h elejido; pero esta idea luchaba con escrúpulos constituciona que aun no habian perdido todo su imperio. * | sn No se sintió intimidado el Senado por esta actitud, de dia « en dia mas hostil. Contestó esponiendo largamente todos los fuerzos que habia hecho para proveer de recursos al erario, m .nifestó que las medidas adoptadas habian sido convenidas cor el Ministro Rodríguez, inclusa la del nuevo derecho sobre. azúcares, promulgada oportunamente en la “Gaceta Minis rial. i detúvose en probar que dada la forma en que se habi; acordado este derecho su monto era mas subido, i en conse- cuencia, no existia la disminucion de que hablaba O'Higgins. «No hai arbitrio que no se haya adoptado, decia, recapitulando la esposicion i defensa de sus procedimientos a excepcion del papel-moneda directo, porque esto acabaría de perdernos.n En seguida, despues de refutar con abundantes hechos la aseveración de que en la época de la colonia los contribuyen hubieran estado ménos gravados, sostenia que el Senado habia estado ménos dispuesto a conceder recursos que O” gins a pedlirlos: 3 I aquí aparece la A oneh ad de Rodeleuez Aldea, Minis | ahora de gobierno que habia cobrado gran ascendiente en ánimo de O'Higgins, ia quien el Senado mira como culpa de este conflicto. z Era él quien había asegurado que con el 15 por ciento este blecido sobre los frutos de esportacion al Perú habria lo: ciente para socorrer a Concepcion i él quien se habia negado echar mano de los diezmos, del ramo de lícores, de los emprés titos i de varias otras medidas que se le sujirieron. Ningu Un otro tenia la responsabilidad de las tristes ocurrencias que aho- ra se lamentaban. | ; y ¡Llame V. E., concluia la nota, a: sus ministros, actual de cienda í el que dejó de serlo, hágaseles cargo por cada un: estas líneas, que el Senado está seguro que no negarán hechos tan públicos i documentados; i entónces resultará sin violencí que fué una lijereza todo el contesto de los oficios de 27 d tiembre i de 1.2 de Octubre, i que no hubo razon para. las 1 O'"HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 649 % testas que en éstos se hacen ni ménos para librar el juicio de la causa que se nos atribuye al tribunal público; que otro tanto 'mporta el manifiesto con que se amaga al Senado.» Estas palabras severas del Senado demostraron claramente a Higgins que dicha corporacion no abandonaria su actitud or temor a las amenazas; que éstas lo encontraban entera- mente inflexible; i que el único medio de obtener su acuerdo ara el de apelar al patriotismo de que siempre habia dado re- levantes pruebas. Desentendióse, pues, del reproche que ellas mvolvian i planteó la cuestion, nó en el terreno de las agresio- hes personales en que se venia colocando, sino en el de las con- treniencias del pais. En el fondo, no habia materia para un conflicto de semejan- le naturaleza, i solo se concibe la formacion de éste, porque Ixistia un estado latente de antagonismo que acechaba cual- luiera oportunidad para manifestarse. Se trataba de dos ten- Nencias de sobierno enteramente contrapuestas, pues la una se Virijla a la creacion de un sistema de formas representativas, Miéntras que la otra tendia al mantenimiento del réjimen per- tonal implantado en 1817, i de aquí que se diesen tales propor- Mones a desacuerdos que en el fondo carecian de razon de ser. 'Tno í otro poder, en efecto, confesaban i siguieron confesando en | Is comunicaciones que su propósito era el de aumentar todos los terechos, para hacer frente a las dificultades de la situacion. Solo jor un error de cálculo, que mútuamente se enrostraban, no labian llegado a resolver si el nuevo impuesto establecido sobre ps azúcares importaba un aumento o una disminucion de las | atradas fiscales. AE nas , r > pa ¡En este espíritu de respeto recíproco, ya que nó de cordiali- E ad, reveló tambien hallarse imbuido el Senado. "No desea mas J . q , » . . E. que el Senado, decia a O'Higgins, tener recursos. Ambas E ) ) las contribuciones indirectas que las personales, que tanto n í exasperan a los pueblos.. o dejó, sin embargo, de aprovechar la oportunidad para dir economías en los gastos, Solo disminuyéndolos, en cuanto posible, agregaba, podremos equilibrarlos con las entradas. e debería ser el objeto principal del estudio de los adminis- 650 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS para no vernos otra vez en los presentes IS : Volvia, como se ve, a ese plan de economías que los cong casi nunca! No solo con motivo de la apreciacion del problema econó mico producianse entónces desacuerdos tan sérios. Surjierot | tambien por la aplicacion de ciertas leyes políticas. Fué el ma grave el que se provocó con ocasion de una querella entablad contra el Intendente de Santiago, por don Felipe Conti rranza. : Habia recibido este sujeto en plena audiencia, segun espo injurias de hecho de parte del Intendente ií querelládose esto a la Cámara de Justicia. Llamado a justificarse el acusa: desconoció la competencia de dicho Tribunal, fundándose disposiciones constitucionales que indudablemente lo favo cian. La cuestion fué entónces llevada al Senado por el mi Director Supremo para que señalara la autoridad a quien cor ponderia conocer de la acusacion. El Senado declaró que, segu la Constitucion, los empleados debian durar en sus destinos sol el tiempo de su buena comportacion; que en e podia dejar de existir un tribunal que los j Juzgase i que en caso actual esta autoridad o tribunal era la Junta Supe] Hacienda, compuesta por el presidente del Tribunal de Ap ciones, el Contador Mayor, el Ministro mas antiguo del Tes i el Fiscal. Mandó, pues, pasar los antecedentes a-dicha Ji para que se pronunciase en conformidad a las leyes. Acató O'Higgins esta resolucion i el Tribunal de Hac a poco de estar conociendo de la querella i posesionado de 1 la gravedad de la mision que investía, dictó un decreto y 1 quE suspendia de sus funciones al Intendente. 3 Profunda irritacion causó esta providencia en el ánir | O'Higgins, que veia comprometidos con ella el prestijlo” de 10S'| + O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 651 funcionarios públicos i la estabilidad del mismo Gobierno En aquel estado de transicion entre el réjimen antiguo derribado por el doble empuje de las ideas i de las armas ii el réjimen nuevo, que se sentia venir pero que aun no llegaba, existia una situacion preñada de peligros, una situacion frájil, inestable, in- cierta, que debia ser mantenida con el mas esquisito cuidado. Cualquiera imprudencia podria traer al suelo este edificio re- | cientemente levantado que reposaba sobre cimientos demasiado frescos para que fuesen mui sólidos. I qué mayor imprudencia que la de suspender de su destino a una de las mas altas autori- dades del pais, a virtud del denuncio de un particular sobre un hecho que ni siquiera estaba bien comprobado! Adónde podia- mos ir a parar aceptando teorías que ponían a los funcionarios públicos al nivel de cualquier ciudadano, que debilitaban el cré- 'dito de los unos en tanto cuanto ensanchaban el poder de los Otros! Nó, semejantes procedimientos eran enteramente inacep- tablesiestaban calculados para herir de muerte el prestijio de las autoridades, introducir la anarquía en el gobierno, el caos en todas partes, Con estas ideas, el Director Supremo acordó suspender el ¡decreto mencionado i comunicó a la Junta la siguiente reso- + lucion: "La Junta de Hacienda no ha sabido conciliar la rectitud de su juicio con la política tan necesaria en las circunstancias del | día, i por manifestarse mui justa, ha decretado la degradante ¡Suspension de un majistrado superior, abriendo un ejemplar que | seria de funestísima transcendencia a la tranquilidad 1 subordi- | nacion amagadas por la influencia de los pueblos vecinos, sí el Gobierno no lo atajase suspendiendo, como suspende, el curso de esta causa, reservando su continuacion para el tiempo de la residencia del gobernador-intendente, cuyo temperamento adop- ta como encargado por la Constitucion provisoria de velar sobre la conservacion del órden interior. Pase el proceso al Excmo. Senado con el oficio acordado trascribiéndose este decreto a la | Junta de Hacienda, previniéndole que en lo sucesivo proceda con mejor tino en materias tan delicadas como la presente, i se abs- tenga de vestirse en el modo incitativo i poco respetuoso con que concluye su oficio de siete del corrienten. 652 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - De esta dura reprimenda reclamaron los miembros de la Ju verbalmente i dieron por lo demas cuenta al Senado, habia recibido el oficio acordado de que se habla en la mis Golpe el mas impolítico e injurioso contra los majistrados periores, llamaba O”Higgins en ese oficio, la medida adoptad: por la Junta. Ella venía a inflijir un verdadero castigo a un fun- cionario a quien no se le habia probado ningun delito, con de medro de la autoridad de todos ellos. En presencia de semeja medida, no habia encontrado un medio mas aparente para var esa autoridad que la de suspender el curso de la causa que hubiera incidido. La salud del pueblo, agregaba, repitien cuanto han dicho los gobernantes cn idénticas o parecidas situ ciones, es la suprema lei, i él se veia en el caso de aplicar esté axioma en su mas riguroso sentido para impedir que los des: contentos cobrasen bríos a fin de perturbar el órden. s Atendidas las consideraciones superiores que mediaban el este caso, habria debido procederse en otra forma. Urjia que yerros semejantes no se cometiesen jamas 1 para esto conven: que se dictasen leyes especiales. O'Higgins terminaba su ofi pidiendo al Senado que acordase un reglamento sobre la nera cómo podria hacerse efectiva en los funcionarios públi cualquiera clase de responsabilidad i esperando que resolviese como siempre, “¿lo mas conveniente a la salud pública... 3 Así, pues, el Director Supremo, que habia asentido al juzga- miento del gobernador-intendente, pretendia paralizar el juici porque éste se encaminaba de tal modo que ponia en peligr permanencia del acusado en su puesto. Sin dejar de convel en que existia un serio vacío en las leyes para casos semejant i en que no carecia de razon O'Higgins para pedir al Sen: que dictase un reglamento destinado a llenarlo, la verdad que estos mismos sucesos dejan la impresion de que el Dir: Supremo se hallaba dispuesto a respetar la existencia i a rar el funcionamiento de los otros poderes solo en cuanto opusiesen a lo que él consideraba como exijencias de la: pública. Por lo demas, con profundo disgusto se resignaba ocasiones a entrar por un camino distinto al que discreci mente se trazaba. E La salud pública, el órden público formaban su eterna p O”HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 653 cupacion, i en este temor, que le ha sobrevivido por mucho tiem- po, por demasiado tiempo, se inspiraron desde entónces las le- yes políticas del pais. Puede asegurarse que a la cabecera de 'O'Higgins, que tan eficaces elementos de poder tenia en sus ma- nos, velaba incansablemente el espiritu de la desconfianza ajitán- dolo en sus ensueños i perturbándolo en sus ideas de gobierno, | Para prevenir los peligros que se creaban en su fantasía de ¡obernantes temerosos aun de las manifestaciones mas inocen- qa: ] | bortancia los conatos mas o ménos descabellados de revolucion ¡le la época, se creyó indispensable adoptar un réjimen que hihogara toda iniciativa de los ciudadanos í que fué como una ted inextricable dentro de la cual quedaron prendidas todas sus Irarantías. Por huir de la anarquía, queria O'Higgins llegar a la es del derecho, peligros ante los cuales revisten mui poca im- "Nada es mas contajioso que el miedo, i el Senado se encargó eprobarlo dictando el reglamento que le pedia O'Higgins en "na forma calculada para hacer imposible toda acusacion con- | ta los funcionarios públicos. Sin embargo, por una inconsecuencia, hija del amor propio | | 1 le ponía en defender sus fueros, acordó declarar que la Junta le Hacienda procediendo como procediera, habia obrado en bnformidad a la Constitucion ia los senado-consultos dicta- 105 con posterioridad a ella. Si la parte acusada se nabía senti- lo agraviada, debió usar los recursos que las mismas leyes le lanqueaban. Lo demas, decia, importaba trastornar el órden, | Pero el conflicto no podia ya existir, pues el Senado ordena- 1 que la querella se siguiese tramitando en conformidad al l1evo reglamento dictado al efecto, lo que era nada ménos que sahuciar anticipadamente al querellante. o dejó de comprender este cuerpo que en el fondo de lo que barecia como una cuestion personal, mas o ménos grave, exis- votra de principios que importaba resolver cuanto ántes, 1 a la de fijar el tiempo que deberian durar las funciones de los dentes i gobernadores. Esta cuestion, relacionada con otras mente graves, fué la que trajo su ruptura completa con 654 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A la fecha en que se produjo el último conflicto a que a mos, el escaso personal del Senado se hallaba un tanto re do. El primero de sus miembros que se había ausentado de la sala de sesiones, a las que, por lo demas, todos ellos hab concurrido siempre con patriótico entusiasmo, fué don Agustin Alcalde. Negocios particulares indujeron a este dis guido patricio a presentar una renuncia de que se dió cuenta sesion de 22 de Octubre de 1821. j Acto contínuo resolvió el Senado manifestarle en el amp so lenguaje de su secretario, que "si por su decidido interes favor de la libertad de América i por su patriotismo habia mitido gustoso el cargo de Senador que le confiaran los pue de la nacion, no era posible que ántes del Congreso Jenera le permitiera la separacion de un cargo que habia desempeñ con tanta dignidad, i que, si quitados los tropiezos de la a quía, se esperaba por momentos la conclusion de nuestra lu con los enemigos, se sirviera esperar ese corto tiempo co nuando la mortificacion que habia tenido hasta el dia PoR abandono de sus intereses». | | Nada replicó Alcalde; pero, pasados algunos dias en los. les se abstuvo de concurrir a las sesiones, volvió de nuevo af mar parte en las pesadas tareas que se habia impuesto con mismo teson que hubiera gastado desde un principio. Una circunstancia distinta separó de aquella corporacio don José Ignacio Cienfuegos i a don José María de Rozas primero recibió nombramiento de Enviado Estraordina Ministro Plenipotenciario de Chile ante la Santa Sede i gundo obtuvo permiso para trasladarse al Perú, por mo particulares. 5 Desde un principio habia preocupado sériamente la aten del Senado la situacion anormal por que atravesaba el pais en| materias eclesiásticas. Roto el vínculo que lo unia a Es cuyos monarcas eran en cierto modo jefes de la iglesia en la estension de su imperio por los amplísimos derechos patronato que ejercian, o por lo ménos, mediadores obli del Sumo Pontífice para con los pueblos que ellos gobern: habia quedado tambien disuelto todo lazo de union con € del catolicismo. O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 655 A esta primera causa de perturbacion en el terreno de lo espi- | ritual, agréguese la que producia la falta de un obispo con juris- diccion de tal en la capital de la nueva República, pues la perso- “na que dicho carácter investia habíase visto obligado a abandonar la diócesis por razones políticas. En un pueblo esencialmente católico como el nuestro en que las esferas de accion de la autoridad civil i de la eclesiástica tenian tantos puntos de contacto que casi se confundian, seme- Jante situacion no podia prolongarse indefinidamente. Protesta- «ban contra ella las necesidades diarias de la administracion i el “sentimiento relijioso de todo el mundo. Para remediar las unas, habíanse arbitrado distintos procedi- “mientos. Hemos visto que hasta el Senado se consideró en distintas ocasiones obligado a interpretar o aplicar los cánones. Pero ¿cómo satisfacer el segundo si no se nombraba un repre- '«sentante para pedir al Papa que ligase los eslabones de aquella «cadena rota desde hacia varios años? - Convencido el Senado de que no debía aguardar mas tiem- po, tomó en sesion de 6 de Abril de 1821, el siguiente acuerdo: "Que para establecer un réjimen eclesiástico conforme con la disciplina de la iglesia i los derechos del Estado i para obtener “la sancion de los reglamentos ya dictados, se nombre por el Supremo Director una persona que se traslade a Europa i se entienda, en nombre del Gobierno de Chile, con el Sumo Pon- tifice... j 'Asintiendo a esta determinacion que sin duda se habia adop- tado con su acuerdo, O'Higgins nombró en el carácter de En- 'viado Estraordinario al distinguido sacerdote i hombre público ya mencionado. La separacion de Cienfuegos, cuyas relaciones con el Director Supremo eran mui estrechas i cuya prudencia, 'versacion en los negocios i antigua adhesion a la causa de la dependencia, le habian asignado un lugar prominente en la ociedad chilena, privaba al Senado de un útil consejero en las ¡dificultades que se preparaban. El último acto político de Cienfuegos, ántes de emprender viaje al lugar de su destino, fué el haber escrito una carta a Higgins para pedirle con el mas vivo lenguaje que rechazara ¡de su espíritu la idea de traer un príncipe europeo a fin de po- 656 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nerlo a la cabeza de los destinos del pais, como ile deseab gunas personas apasiónadas por la monarquía. "Por lo que a mí toca, decia en uno de sus párrafos, pr a V, E. que como ciudadano de Chile i como senador, m go i negaré a semejantes aspiraciones con las que deshon mi empleo 1 haría traicion a la confianza qe VEN los blos han hecho de mí... Como se vé, ni aun al alejarse del pais le abandonaba la nidad e independencia con que habia ejercido el cargo d nador. Por lo demas, diéronse a Cienfuegos estensas instru nes sobre los propósitos que debia a i los medi que deberia valerse para realizarlos. : zones de carácter privado las que habian decidido a Ro pedir al Senado pen para ausentarse, pur su parte, del de tal suerte que su viaje vino, como el de Cienfuegos, “realizado en servicio del pais. 0 A mediados de 1821, el gobierno, cada dia mas ojal po de dificultades de la situacion económica de que tan estensam hemos hablado í que en vez de disminuir, iban en aum pensó que podria salir de ellas reclamando del Protecto - Perú, jeneral San Martin, las sumas que tanto el mismo g no como los particulares os gastado para organizar ] pedicion libertadora. : Para llevar a efecto este pensamiento, pidió el acuerdo Senado. La mision tendria" desde luego por objeto feli San Martin, al cabildo de Lima ia lord Cochrane por los fos obtenidos; en seguida, combinar con San Martin las das necesarias para fomentar las relaciones entre ambos por último, hacer conocer al gobierno de Lima la situaci que quedaba el de Chile. E uManifestará a aquel gobierno, decia el artículo 4.9 de 4 trucciones que formó el Senado, el estado de indijencia € éste ha- quedado por los gastos de la espedicion libertad circunstancias de verse precisado a sostener una guer O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 657 F Provincias Unidas, contra los anarquistas que intentaron tras- |'cender a Chile 1 envolver en su ruina a este estado, i otra en la provincia de Concepcion contra los últimos restos de la tiranía | plegados en Arauco í que la invaden diariamente, a fin de que | se nos ausilic con algun dinero o frutos del pais a cuenta de la deuda i que se reciban por derechos en la aduana los billetes del empréstito que debe pagar este gobierno. Fué primero designado para llevar a cabo una mision tan di- fic il el ministro Rodríguez. Pero acaso porque la presencia de “éste era mas necesaria en el pais se comisionó en su lugar al «¡senador Rozas, que iba al Perú por razon de negocios, como. ¿queda dicho, ia quien se prometió pagarle el tres por ciento de lo que consiguiera del gobierno peruano. Rozas partió pocos dias despues de obtener el permiso soli- citado i provisto de las respectivas credenciales. Desgraciada- mente, su viaje, en cuanto tenia por objeto servir los intereses públicos, no produjo ningun resultado. Alas representaciones que hizo para obtener algun socorro, a cuenta de los gastos de la espedicion libertadora, contestóle n Martín, segun informes del mismo Rozas, que nel gobierno lel Perú abonaria aquellos gastos cuando el de Chile practica- a otro tanto con el de Buenos Aires, por los que erogó en la espedicion que en 1817 libertó este pais. La medida del gobierno habia sido precipitada e inoportuna, s la lucha de la independencia peruana apénas si daba co- enzo; pero la respuesta de San Martin no podia ser mas im- tica, i cuesta trabajo aceptarla como literalmente exacta. Con la renuncia de Rozas i de Cienfuegos quedaba el Sena- lo reducido a solo tres miembros. La renuncia de Alcalde, que un parece estaba pendiente, a pesar de que este senador 1 stia a las sesiones, amenazaba reducir aun mas ese número. De esta circunstancia quizo valerse cl Director Supremo Jara realizar cl propósito que alimentaba desde tiempo atras: el le suprimir ese cuerpo que ponia constantemente trabas a u voluntad. No provenia ciertamente de la Constitucion provisional de 318 la situacion, evidentemente anómala, en que se hallaba el yenado. En alguno de sus artículos tenia establecido que ade- 658 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mas de los cincos vocales propietarios, se elejirian en la mis ] forma, esto es, por el Director Supremo, cinco suplentes qu por el órden de sus nombramientos entrarian a ejercer el carga de los propietarios, en caso de impedimento de éstos. Danc cumplimiento a esta disposicion, habia designado O'Higgi como suplentes, a don Martin Calvo Encalada, don Javier Err zuriz, don Agustin Eyzaguirre, don Joaquin Gandarillas i dor Joaquin Larrain. Al primero í al último de los nombrados, bria debido corresponderles llenar las vacantes de Cienfueg de Rozas, respectivamente; i a Gandarillas reemplazar a calde. ] e ¿Por qué el Senado no habia seguido el camino que le estaba trazado por la Constitucion? No podemos darnos una respuesta del todo satisfactoria, aun cuando tampoco debemos echar en | olvido la circunstancia de que el último de los senadores nom- brados asistia a las sesiones i la de que, en cuanto a Rozas, su: licencia le habia sido concedida con la condicion de que no se llamaría al suplente, pues se aguardaba su pronto regreso, E todos modos, es un hecho que las sesiones se celebraban cierta irregularidad. En todo el mes de Enero de 1822 no h sino cinco; en el de Diciembre del año anterior, seis. Sen sin duda, aquella corporacion esa laxitud que se apodera si pre de los cuerpos colejiados despues de un largo período tiempo de trabajo constante, especialmente cuando no se fe-. nueva el número de sus individuos, porque la entrada de otros. miembros le infunde como una nueva sangre. Téngase todavia presente que no era sino natural que ocurriesen estas irregula- ridades dadas las condiciones de la estacion que se alcanz No puede, pues, imputarse el descuido del Senado a un 0l- vido del cumplimiento de sus deberes, sino a la confianza que le asistia de que su existencia, fundada en la Constitucion ¡en las necesidades públicas, se hallaba al abrigo de cualquier peli gro. Tranquilo en esta confianza, dejaba trascurrir el tiempo: n preocuparse de integrar el número de sus miembros. Pero O'Higgins que acechaba la oportunidad de desh: de un poder que ponia constantemente límites a su auto i que, en su entender, habia burlado las esperanzas que en él O”HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 659 enteramente desengañado del sistema representativo de gobier- ino confiaba en la cordura de los pueblos, creyó que era ado el momento de realizar su proyecto de clausurar el Senado í arrogarse toda la plenitud del poder. po Determinado a obrar en este sentido, no tardó en poner en toráctica su resolucion. En la sesion de 5 de Febrero del año mencionado, se dió cuen- la de un oficio reservado en que el Director, tomando como pre- Festo la renuncia de algunos senadores ila ausencia de otros, >roponia que la corporacion suspendiese sus sesiones i delegase Ln él todas las facultades de que se hallaba investida. No que- la constancia de la impresion que esta nota hiciera en el ánimo elos tres senadores que tomaron conocimiento de ella, pero be suponer que, dado el desacuerdo en que se habian encon- pa de ordinario con O'Higgins, comprendieran de sobra los aóviles a que obedecia. La respuesta quedó acordada inmedia- amente, i fué lo que no podia ménos de ser: el Senado no ceptaba este suicidio. Esta respuesta, en que aparece retratado el Senado con la ignidad que puso siempre en el desempeño de sus deberes i articularmente en sus relaciones con el Gobierno, junto con asvanecer las razones en que éste fundaba su pretension, deja blecida toda la significacion que le atribuia. Despues de manifestar que la situacion anómala por que esaba era simplemente accidental, pues los senadores en icio estaban facultados para llamar a los suplentes e inte- de este modo la corporacion, espusieron a O'Higgins que bitrio por él propuesto era enteramente inaceptable. El Se- no seconsideraba facultado para suspender sus sesiones 1 énos para dar al Director Supremo la plenitud del poder ¡lando no lo requerían las circunstancias. "Esto sería, usamos S propias palabras, atacar directamente la Constitucion, des- ir todas las trabas que se habian establecido i dejar al Eje- tivo sin los límites que le fija un título entero de la misma. ltónces, decia, nos haríamos justamente responsables a los eblos que nos dieron las atribuciones anexas a nuestros des- 1 Al ÓN seguida, con una conciencia exacta del En que le in- TOMO LXXXII 44 660 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS cumbia, agrega: "Es preciso que exista i se conserve el Se para que exista i se conserve la Constitucion; para que equilibrio entre las autoridades; para que se conserve el ór para satisfaccion de los pueblos i seguridad de los ciudada Todo esto se ha confiado al Senado i no puede ser que és separe ni aun por poco tiempo, dejando a S. E. la plenitu facultades, aunque tenga como ticne la mayor satisfaccio la conducta, amor público, desinteres i demas buenas cualid de V. E.u - Lasúltimas palabras de esta nota se dirijen a manifestar suprimido el Senado, se haria indispensable convocar a un | greso. 3 Si se habian hecho innecesarias sus sesiones por haber. cluido la guerra i hallarse tranquilizado el pais, se imponi deber de llamar al pueblo a elecciones. 3 Era justamente lo que no queria O'Higgins. Así, indicá le que a esta consecuencia debia arrastrarlo lójicamente |; la presion del Senado, usaba este cuerpo del argumento que efecto podia hacer en.su ánimo. 3 A la enérjica, elevada i noble respuesta que hemos resun nada replicó el Director Supremo. Indudablemente, habia « vocado el camino. No conseguiria que se suicidase la corf cion que habia nacido por un acto de su voluntad, perc existia por una necesidad del organismo político del pais, € un ejemplo vivo de que, sobre los propósitos de los gober tes, prevalece la inflexible lei del desarrollo histórico de aqu p: h E A reconocer que el movimiento natural de ideas proc por la emancipacion del dominio español hubiese creado vas necesidades políticas, negábase, en efecto, O'Higgins. diaba el año 21, i el Director Supremo, elejido en 1817, P necia fiel a los propósitos de gobierno que hubiera incubac desde entónces. Aspiraba a la libertad de sus conciudac pero no abrigaba ninguna confianza en su cordura para ( se a sí mismos. Como en los dias difíciles de la guerra, er era indispensable una autoridad fuerte i con nadie comp O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 661 ar los elementos que debian dar al pais la victoria ahora mantenerse en el gobierno, sin atribuir al hguna participacion en la cosa pública. p, nO iba a existir quictud, órden ni paz desde el le éste entrase a ejercitar sus derechos soberanos. Sin tracion que las otras repúblicas sud-americanas, te emancipadas tambien, Chile seria, como ellas, las facciones. Ofreceria un espectáculo análogo al que aban las provincias del Rio de la Plata, en que parecia e pe de la discordia. | era un fruto que estas sociedades, educadas en bdo estrecho autoritarismo, no debian sino saborza casi con desconfianza. Así se esplica que en la nm Martín que hemos citado, no tuviera sino palabras acion para el sistema representativo. Ocultábase en m: un veneno que fácilmente podia disolver aquellos anismos del mismo modo el pueblo. Con la intuicion de destinos habia aceptado la revolucion que no bien en un principio. Mas, como quiera que en a guerra se hubiese acostumbrado a deliberar sobre icos, a intervenir en la formacion de los gobier- en comicios mas o ménos imperfectos, cuando “de su emancipacion aprobó con repugnancia el del gobierno encabezado por O'Higgins Creia cho i hallarse en aptitudes para gobernarse a sí mis- trascurria el tiempo sin que se realizasen las se le habian hecho, esto es, de darle instituciones un sordo descontento fermentó en él, i sus per- as culminantes comenzaron a decir que aquel ¡que vivian se parecia a un despotismo. lel Director Supremo no fué pronunciado ya con iriño que ántes hubiera rodeado la persona de éste, á poco ese sentimiento de desconfianza i de frial- tan siempre los malos gobernantes. go, en la época que alcanzamos, O'Higgins no do su popularidad, aun cuando estuviese en camino “ué su obstinada resistencia a variar el rumbo que 652 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS habia impreso a su política, lo que hizo aborrecible su nomt 1d a todos los partidos 1 concluyó por aislarlo enteramente. el conflicto en que se vió empeñado con el Senado a a propósi de la necesidad de convocar al pueblo a elecciones, conflicto q y y fué el mas porfiado i el último de todos ellos. mE 7 Desde sus primeras sesiones habia preocupado al Sena ac esta cuestion. 3 En efecto, en la de 9 de Diciembre de 1818, acordo, en cu plimiento de disposiciones constitucionales i satisfaciendo | L mas jenerales deseos, proceder a formar el reglamento que habria de observar en la eleccion de «cientes i de cabildos. Miéntras se aprobaba este proyecto, mandó sus pender la de los alcaldes i ordenó que continuasen funcionande los que existian a la sazon. < No bien hubo adoptado semejante acuerdo, cuando la fa de estabilidad gubernativa, los temores de revueltas que do naban en muchos espiritus i hasta la misma guerra con: españoles que se prolongaba en el sur, lo obligaron a di por algun tiempo su ejecucion. Así lo decia en nota env al Director Supremo, en que le daba cuenta de una consu elevada por el Cabildo de Santiaco, sobre la manera de pro der en las nuevas elecciones. ( Las consideraciones anteriorés indujeron al Senado a orde-. nar que los cabildos procediesen a efectuar sus elecciones 1 mismo modo que ántes las habian efectuado; pero a fin de € los nuevamente electos fuesen instruidos de los asuntos p dientes, dispuso que continuasen en. sus funciones seis dé miembros del Cabildo pretérito. Componian este número llos individuos que, por el cargo que ejercian, conocian Y cerca los diversos ramos de la administracion. El acta eleccion debia ser comunicada al Director Supremo para aprobase. Se hacia a los electores la advertencia de que d fijarse en candidatos que reuniesen competencia, e o1 aversion a todo espíritu de partidarismo. | AN En lo que se refiere a la eleccion de o 1 tenic O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 663 bernadores, volvió tambien el Senado sobre sus pasos. Apé- una semana despues de adoptado el acuerdo trascrito, e olvió suspender, en conformidad a lo propuesto por el Director Supremo, la eleccion de aquellos empleados i encargar al mismo funcionario que, para consuelo de los pueblos, remo- ¡viese a los que hubieran abusado o delinquido, i nombrase en la lugar vecinos pudientes i patriotas. ¡Por aquella época, i como hemos dicho en otro lugar, hacíanse Inotar ciertos síntomas de descontento que, sobre todo, traian ¡preocupado a O'Higgins, responsable del órden público, en su lzarácter de Jefe del Ejecutivo. Los partidarios de Carrera, que 10 se daban por definitivamente vencidos, formaban una atmós- Vera pesada alrededor del Gobierno. Constantemente se hablaba le intentonas de motin; no pocas veces, de conjuraciones en- zaminadas a asesinar al mismo Director Supremo. Qué parte tuviera, en estas relaciones que andaban de boca en boca, la fantasía de los amigos, propensa en semejantes casos a ¡crecer desmesuradamente los peligros; o qué hubiera de exac- po en ellas, no es ahora fácil saberlo. Pero, el gobierno sentia ¡que el terreno vacilaba a sus piés, ¡los espíritus mas perpicaces bhmas timoratos crelan divisar por todas partes siniestras se- íales, ' Dominado por estos temores, el Senado no Cao inconve- hiente en ir postergando la fecha en que debian verificarse las Hecciones. En lo que se refiere a los pueblos, solo con resisten - hia aceptaban estas prórrogas, que los condenaban en muchos lasos a soportar mandatarios odiados, i que los privaban, por í n tiempo indefinido, de derechos que reputaban definitiva- Me ente establecidos. “Enel número de los pueblos descontentos figuraban los de Fernando, Rancagua, Quillota i los Andes, todos los cua-- las habian entablado los correspondientes recursos en contra | E. gobernadores. “Es cosa curiosa que entre los medios que reputaba eficaces Senado para que los pueblos fuesen bien gobernados, figure le que la eleccion de sus mandatarios recayese en sujetos udientes. Consideraba que si estos mandatarios poseian bie- lies suficientes para sostenerse sin el ausilio del gobierno no era 664 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de presumir que cometiesen ninguna clase de abusos. Su: na constitula una garantía de buena comportacion. De acuerdo con estas ideas, resolvió que para acallar los el mores de algunos pueblos se declarase que todavía no se en: contraba Chile en estado de proceder a la eleccion de $ gobernantes, porque aun quedaban algunos facciosos que turbaban el órden ise hacia menester estirparlos ántes de ocur a ellas. Miéntras tanto, deberia colocarse a su frente a ciud nos honrados i virtuosos que contasen con medios de su tencia. En esta forma convendria proceder cuanto ántes e provincias que se hallaban quejosas de sus gobernadores. No consiguió el Senado desprenderse, como lo queria, de tas preocupaciones. Con motivo de una nueva consulta del Cabildo de Sant sobre la manera de proceder en la próxima eleccion de miembros, mandó que siete de éstos, que desempeñaban dis tos empleos, continuasen en sus funciones i se incorporase nuevo Cabildo. Solo deberia procederse a la eleccion de los tantes. | Este acuerdo fué vetado por O'Higgins, quien no aceptó aquel número excediera de seis como habia sido ordenado ¿ teriormente. Se opuso tambien a que se pudiera reelejír capitulares salientes. “Lo primero, decía, embarazaria el ir so al cabildo de un individuo que podria servir útilmente, 1 den ser llamados en las elecciones; i lo segundo, sobre trae mismos inconvenientes, sería un. aliciente para que otros : rasen a perpetuarse en un destino, especialmente siendo tado. 4 el Otro incidente, de mayor importancia, solicitó a prin de 1820, la atencion de aquel cuerpo. Fué nada ménos q reclamo del fiscal de Petorca para que se declarasen nula elecciones del Cabildo de esta villa, por abusos cometido ellas. 11 Tao Es éste uno de los primeros casos de escándalos elect que se encuentra en la historia de aquella época; pero, Y cierto, el primero, pues en la eleccion del Congreso Naciot 1811 habíanse cometido diversos abusos. 205% O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 665 Para concretarnos al caso en cuestion, conviene dejar esta- blecido, sin embargo, que no fué el gobierno quien profanó idichas elecciones, tomando en ella una injerencia indebida. Sea dicho en su honor, O'Higgins hasta entónces se habia desin- teresado completamente en esta clase de actos, comprendiendo que debia dejar a los ciudadanos en absoluta libertad para de- Isignar a sus mandatarios. Los escándalos, aue existieron de un ¡principio, provinieron de los ciudadanos mismos, o mas exacta- ' 1 mente, de los partidos, que sin tener una conciencia bien for- Imada sobre el respeto que debe atribuirse al derecho de sufra- jio, anteponian el triunfo a toda consideracion de moralidad i ¡de honradez. A trueque de obtener ese triunfo no vacilaban en desviarse de los procedimientos legales. ¡Así procedió una de las facciones en que se hallaba dividido 2l cabildo de Petorca. | Desgraciadamente para ella, el fiscal pidió la nulidad de las Islecciones i el Gobierno i el Senado se apresuraron a decre- larla, |El último resolvió ademas autorizar al Director para que ijiese los miembros de los cabildos, en casos de nulidad. En MHefinitiva, fué el Gobierno quien vino a reportar provecho de los abusos cometidos por los particulares, en el ejercicio de sus Herechos electorales. pal celo excesivo, i a veces criminal, due on las faccio- ' late el lado: de Sin Fernando se creyese con drecHo bara tomar parte en los trabajos de la eleccion que se preparaba in el departamento para el 1.2 de Enero de 1821. | No obstante de haber sido espresamente prohibido por el ¡Senado que se circularan listas de suscriciones (como se las llamaba) a fin de que no se formaran partidos i contradicciones Intre las familias, algunos vecinos pusiéronse a recojer firmas en [ervicio de ciertas candidaturas. Valióse de este pretesto el te- Hiente- gobernador para llamar la atencion del Senado sobre la Poble circunstancia de que cierto partido de la localidad se ha- la adueñado de todos los empleos municipales, i de que, para recaver los males que fluian de tal estado de cosas, se hacia ha lispensable que el nuevo cabildo fuese compuesto de algu- 666 .MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nas de las personas que figuraban en una lista firmada p mismo. Cayó el Senado en la red, i sin pensar en todo lo habia de irregular en su procedimiento, aceptó que O'Higg dirijiese al referido gobernador ciertas instrucciones que | fondo i en la forma lo autorizaban para intervenir en las e ciones. Esta pieza merece ser reproducida integramente p que en ella aparece el jérmen de esta grave dolencia d intervencion, incorporada desde entónces en el organismo cional. E Dice asi: "SoEsel Supremo Director se halla instruido de que ela es: _ritu de faccion está empeñado en dar toda su influencia a elecciones del cabildo de San Fernando que deben hacerse el o de Enero del año próximo venidero. TE cada seria mas sensible a S. E. que el ver que prevalec la hidra de la discordia en tal acto, i la necesidad en que se : ria de atajar sus consecuencias por medios fuertes. "Mas, como el pueblo de San Fernando le ha Pe aquí las mejores pruebas.de sus virtudes cívicas, espera que et dichas elecciones las pondrá en ejercicio, teniendo preset cuánto importa aumentar el concepto que se merece Chile « las naciones, sobre los demas pueblos de América, el que n: interrumpa la tranquilidad de San Fernando por razon de elecciones. ] “En este concepto, encarga a V. E. eficazmente, como : representante, empeñe su celo en hacer que las elecciones recarg precisamente en sujetos patriotas, libres de toda faccion, espel mente de la ominosa que tantos males ha causado a la Repúl (la de los Carreras), a las provincias del Rto de la Plata : notable atraso a la marcha de la libertad en el resto de esta A; rica, 1 que al mismo tiempo, sean amantes del órden, de la Jus 1 de la comun prosperidad, Observadas estas reglas, las ele nes serán, sin duda, satisfactorias a todo buen ciudadano. tendrá el placer de confirmarlas, sin necesidad de usar d facultad de crear un Cabildo, como lo haria con violencia suceso no correspondiese a sus esperanzas. e Era esta una carta blanca que se daba al gobernador; 1 uso debió hacer de ella, que las referidas elecciones no fi “as p EIN O'”HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 667 “anuladas. Sin duda que dieron por resultado el triunfo de candidatos revestidos de las cualidades que indicaba el gobier- no, es decir, de los candidatos de sus afecciones. De otro modo, el Director Supremo, llevando a efecto la amenaza que tenia el buen cuidado de recordar, habria procedido por sí a hacer el nombramiento. Notemos que existia una idea tan incompleta de lo que cons- tituye la vida política en los pueblos sujetos al sistema repre- sentativo, que se miraba como un mal gravísimo el que los elec - tores tomasen empeño por el triunfo de sus candidatos. Se habria querido que no hubiese habido lucha, esto es, que hu- biese continuado aquel estado de letarjia política que habia durado por largos siglos. Con la intencion de precaver sus es- peranzas, primero dió el Gobierno consejos a los partidos; en seguida, se lo dió para que procedieran con acierto en la elec- cion de sus mandatarios. Pero un superior que da consejos, no está léjos de impartir órdenes, i un gobierno que se cree con derecho a dar lecciones a los pueblos se halla mui próximo a tomar las medidas del caso para hacerse obedecer. Así parece haber sucedido entre nosotros. Por una pendiente rápida fuése deslizando la intervencion de los gobiernos, i de puramente ofi- ciosa i directiva, como lo fuera en un principio, pasó a ser mas tarde en un todo arbitraria ¡ exijente. Esta intervencion, que luego habria de alcanzar formas aun mas francas, pues O'Higgins debió sentirse alentado por el fru- to que recojiera en los casos recordados, empezó a desarrollarse en una época en que los intendentes i gobernadores carccian, - Casi por lo jeneral, de sueldo. -—Convendrá recordar, a este respecto, que los gobernadores- intendentes tuvieron sueldo desde 1818 para adelante, esto es, desde la época en que la República se declaró solemnemente emancipada del dominio español. El intendente de Coquimbo recibia una asignacion de dos mil cuatrocientos pesos anuales, ¡ ademas, la suma de cuatro- cientos pesos para habitacion, que se le darian miéntras aquella ciudad no tuviese "un palacio correspondiente a su gobernador». La misma renta se asignaba al intendente de Santiago, don 668 “MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 22 de Mayo de 1818. En cuanto al de Concepcion, que lo el coronel Freire, recibía el sueldo de su grado. 0098 A diferencia de los intendentes, los gobernadores no toa O: rentas, con excepcion del de Valdivia, a quien en 1820 se as nó un sueldo igual al de que gozaban los intendentes de Ci quimbo i Santiago, i del de Valparaiso, a quien se fijó una c tidad mui módica para gastos de representacion. La intervencion empezó, pues, a jerminar en una época que, relativamente, los gobiernos no tenian sobre las autoridac de provincia medios estraordinarios de apremio que ejercit Hasta aquí, Gobierno i Senado habian estado de acuerdo en considerar que, en razon de no hallarse definitivamente con lidado el órden público, convenia diferir las elecciones par épocas mas felices. Esta situacion cambió desde fines de E. db Libre el pais de enemigos estranjeros, habia ido poco a po aunque con grandes dificultades, encarrilándose en el sender de la lei, del órden i del progreso. 1 de un modo tan compl habia quedado asentada la paz interna i destruidas las facccio- nes que Chile empezaba a formar contraste con las demas ra= públicas hermanas, envueltas en dolorosas guerras civiles. Con estos antecedentes, consideró el Senado que habia 1 gado la época en que debia iniciar a los ciudadanos en el ej cicio de sus derechos políticos. Al efecto, empezó por decla en Setiembre de aquel año que, en conformidad a la Constitt cion, las funciones de gobernador-intendente i de tenie gobernador debian durar solo tres años. Al fin de este trieník los titulares cesarian en ellas i quedarian sometidos a un juici de residencia. Dispuso ademas que, miéntras se dictaba un glamento de elecciones populares, cada cabildo propusiese Supremo Director una terna de ciudadanos chilenos, domicilia dos en el lugar i dotados detodos los requisitos legales, que dicho majistrado etijiese entre ellos el respectivo inten te o gobernador. E Adoptóse este acuerdo en los momentos en que el Sen se hallaba ocupado en la querella criminal entablada por ( O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 669 É ee h 4 Felipe Conti Carranza en contra del intendente de Santiago, 1 ¿como un medio de prevenir los abusos que estos funcionarios | podian cometer si tenian delante de sí un período indefinido de tiempo para permanecer en sus funciones. Al dar a los cabildos una atribucion que revestia tamaña importancia, como era la de proponer la terna de la cual debia salir el gobernador, se basaba en que a su juicio ellos eran “los padres de los pueblos. Nadie, pensaba con mucha justicia, po- día tener mas interes en ser bien gobernado que aquellos mis- mos que deben cosechar, por decirlo así, el fruto de la inteli- jencía O de la torpeza con que procedan. Se inclinaba de este modo el Senado a colocar en manos del pueblo el manejo di- recto de sus intereses. Seis meses habian trascurrido desde que este acuerdo le fue- ra comunicado, i O'Higgins, celoso siempre de su autoridad i tanto como de ella, del mantenimiento del órden, no procedía asu publicacion. En presencia de esta conducta, que tendia a dejar sin efecto sus propósitos, resolvió el Senado instarlo pa- ra que ordenara su promulgacion. Al mismo tiempo, dispuso que se hiciera ver al Director Supremo que si felizmente el pais se encontraba libre de enemigos interiores i esteriores, debia dejarse gustar a los pueblos el dulce fruto de la liber- tadn. Al efecto, le pedia que, en conformidad a la Constitucion, diera las órdenes del caso para que se procediese, así en la capital como en todas las otras ciudades, a efectuar la eleccion «de gobernadores. «Espera el Senado, concluia su nota, que V. E. convenga en la presente resolucion, de que resultará la mayor union i tranquilidad de sus pueblos, en que consiste la opinion i felicidad de los estados. -Objetó O'Higgins este acuerdo pocos dias despues i el Sena- do resolvió inmediatamente insistir en él, por las mismas razo- número de éstos era. mui corto ino podrian introducir en el - pais la anarquía que otros esperimentaban». --Menudeaban entónces los desacuerdos entre ámbos poderes. La armonía, sostenida con tan sérias dificultades en los años q. A o a tl tc «A ll a e o - 670 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS anteriores, parecia estar a punto de romperse. En una mis sesion, la de 13 de Abril de 1822, se dió cuenta de que O'H gins habia mandado suspender un acuerdo del Senado q ordenaba suprimir la aduana de Valparaiso i de que, por s e- gunda vez, insistia en la inconveniencia de proceder- a la elec- cion de los gobernadores. Pero el Senado estaba resuelto todo i creia, sin duda, llegada la época de liquidar una situ; ; cion que se habia mantenido gracias a sus esfuerzos, pero cc ”* A detrimento de los derechos mas fundamentales de los ciuda-. danos. | En presencia de la nueva negativa de O'Higgins, resoly 4 insistir por tercera vez en que se mandase practicar las elec= | ciones; i observarle que su último oficio sobre este mismo asunto: no había sido refrendado por ningun Ministro, 1 que en adelan debia abstenerse de envíar comunicacion alguna que no llevase «4 la firma del respectivo secretario de Estado. E No existen, desgraciadamente, las comunicaciones de O” Hig- e h gins, de tal modo que solo por induccion podemos decir que ellas fueron concebidas en un tono que no carecía de cierta acritud, que al contrario estaba calculado para dara la discusion un jiro apasionado i personal. 4 En efecto, en su nota de respuesta, asegura el Senado que prescinde de contestaciones que puedan agriar los ánimos i solo se contraerá a examinar lo que sea útil i conveniente al bien público. Con este espíritu, único que dirijía los trabajos dela corporacion, se habia acordado manifestarle que si el pais se hallaba libre de toda clase de enemigos, no podia retardarse por mas tiempo la hora de su reconstitucion, por medio de | elecciones. Ni era fundamento sério el de que existiesen alg nos facciosos. En ningun pais faltaban. "Es un imposible pol tico que los que mandan i administran justicia dejen de ter émulos i malquerientes.. Como quiera que fuese, un gobie no podia fundarse en semejante motivo para privar al pue de los derechos que le competen. Si esos émulos i malquert tes llegaban a perturbar el órden i quebrantar la Constitucion, deberían ser perseguidos i castigados como enemigos interio Por lo demas, era un problema el de saber si las eleccio fomentarian la anarquía, o, al contrario, concluirian con € Y a O'HIGGINS 1 EL SENADO CONSERVADOR 671 O'Higgins aseguraba la existencia de la anarquía en todo tiem- po; luego, no existia por culpa de las elecciones, desde que el pais había estado privado de ellas. I acaso en la circunstan- cia de que no se hubiesen efectuado se hallaba precisamente la causa del descontento. Parecia probable que concedido este 'uprivilejio legal, queden los pueblos mas subordinados, i este acto de jenerosidad i liberalismo funde i radique la opinion i fuerza moral del gobierno supremo. Resumiendo estas observaciones, agregaba: "Lo primero (la falta de elecciones) se ha practicado por cinco años, i el descon- tento 1 division existen; con que lo segundo, porque los pueblos - claman, debe tocarse, i acaso sea éste el remedio a que V. E. “aspira no ménos que el Senado, i por que ámbas autoridades sacrificarlamos gustosos nuestra existencia; de modo que en «esta parte ámbas autoridades miran ese mismo objeto, pero | desgraciadamente discordamos en los medios, cuando V. E. cree fomentar la anarquía por dichas elecciones i el Senado las ' mira como medio para distraerlas. Esta sincera 1 valiente manifestacion de sus opiniones, deci- dió sin duda de la suerte del Senado. O'Higgins comprendia la dificultad de mantener la discusion en este terreno, en que se l sentia débil, ¡en que la corporacion antagonista se hallaba fuer- temente apoyada por la opinion pública. Comprendia que el sistema de autoridad, fundado cinco años ántes, no podia ya sos- tenerse. La evolucion que se habia operado en las ideas de sus conciudadanos no quedaba en secreto para él. Se dejaba ver en la prensa, escuchar en los corrillos políticos, observar en todas | partes. Urjia anticiparse a la catástofre que se anunciaba por pi mil señales diversas. Pero, entre tanto, debia de concluir con el Senado. Esta cor- poracion maulosa se presentaba a su vista como un fiscal impla- cable, ¡ ella iba a vijilar los procedimientos electorales i con- tinuar tomando en el gobierno esa injerencia que habia tomado esde un principio, i que apénas caes dd hubiera podido Le soportar. Como respuesta a la nota del Senado que queda resumida, no se. vino, en efecto, otra que una convocatoria del gobierno a elec- es, que importaba la disolucion de aquel cuerpo. 672 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Dando valor a las mismas consideraciones que poco á hubiera desestimado, el Director Supremo anunciaba que ha legado la hora de que la nacion procediese a constituirse de : modo definitivo. Consideraba que, para este efecto, debia em: zarse por elejiruna convencion que dictase una nueva carta fu - damental. id ES "El Senado, decia, a mas de que fué desde el principio tan | poco numeroso i que se instaló en tiempo en que no estaba libr toda la provincia de Concepcion i los territorios de Valdiv Osorno i Chiloé, no puede ya continuar ni aun las provisorias funciones de la lejislatura por la ausencia í renuncias de la m yor parte de los individuos que lo componian, de manera que hoi legalmente no existe... iaa a De tal modo se hallaba cnemistado O'”Higgins con aquella corporacion que ni siquiera le dió noticia oficial del paso que habia dado. A pesar de este desaire tan gratuito como inmereci- do, los tres senadores que en la última época habian soportado todo el peso de trabajo, esto es, Alcalde, Pérez i Fontecilla, reunieron por la postrera vez i acordaron pedir esplicaciones ir A era e tido O'Higgins sobre si la convocatoria ponia o nó término a: existencia. Fundaban sus dudas en que el considerando del « creto respectivo sobre ausencia o renuncia de algunos senado no podia aceptarse sin reservas. En efecto, era, en primer gar, un hecho que las renuncias de los unos no habian s admitidas i que a pesar de esas renuncias, habian concurrid: las sesiones. | | y Se sabia tambien que el Senado se ocupaba entónces en. tegrar el número de sus miembros, para lo cual cstudiab: reglas que conviniese adoptar. Por último, jamas podia llegas caso de que careciese de vocales, pues la Constitucion te determinada la manera de reemplazar a los que faltasen. Fué dicha nota el último acto político del Senado. P O'Higgins este cuerpo habia dejado de existir. Lo habia: denado a muerte, i con un muerto no se cultivan relaciones. — Así, despues de cuatro años de activa labor, en que habi: contribuido eficazmente a la realizacion del gran propósito aquella época, la espedicion libertadora al Perú, ¡ia los prit ros trabajos de la reconstitucion del pais, desaparecia « O'HIGGINS I EL SENADO CONSERVADOR 673 escena pública, mas por haber defendido valientemente los de- rechos del pueblo que porque fuera un obstáculo a la marcha de la administracion. Sucumbia porque no habia tenido con el poder las complacencias que éste reclamaba. Despues de su desaparecimiento pudo creer O'Higgins que se habia librado de un rival peligroso. En realidad, no consiguió sino quedar en frente del pueblo, que, adversario mucho mas temible, no tendria con él consideraciones distintas a las que él mismo habia tenido con el Senado. Dentro de la esfera que le estaba señalada por la Constitu- cion, este cuerpo habia hecho cuanto le hubiera sido dable para levantar al pais de la postracion en que lo dejara la guerra, i “dotarlo, al mismo tiempo, de instituciones adecuadas a las ne- cesidades de la época. Carecia de los poderosos medios de accion | que poseen los congresos para influir en la conducta de los go- | biernos e impulsar el desarrollo de los pueblos. No investia un carácter representativo. No era una asamblea política. Sin ral- ces en el corazon de las masas, sus anhelos i sus desengaños ¡carecian de resonancia. Las discusiones suscitadas entre los cinco miembros que lo componian no tenian eco en el pais. Nacian i morían en el estrecho recinto en que celebraba sus se- ¡siones i al que la multitud no entraba. Sobre esos detalles, la opinion no ejercía ninguna influencia. El alma del pueblo, que [comunica su gran fuerza a las asambleas deliberantes, estaba eternamente ausente de ellos. Así O'Higgins pudo en ocasiones ¡prescindir de su opinion: sabia que el Senado no contaba con ningun apoyo, 1 cuando creyó que su existencia era un estorbo, “Ipudo deshacerse de él, sin que se provocaran en el pais protes- ¡tas de ninguna clase. El Senado murió en silencio, como habia. vivido. ALCIBÍADES ROLDAN xl SOBRE LAS ECUACIONES DIFERENCIALES PARCIALES > DEL SEGUNDO ÓRDEN Il DEL PRIMER GRADO ENTRE n+1 VARIABLES ¡ERA HARO A | A , , . , » . . ¡En todas las teorías físicas, las ecuaciones diferenciales par- ciales desempeñan el papel principal, puesto que las leyes fun- idamentales de los fenómenos tienen por enunciado ecuaciones diferenciales. Para establecer estas teorías, es preciso admitir ¡la existencia de moléculas i de fuerzas atractivas i repulsivas que obran entre ellas, sin que la esperiencia nos pueda informar sobre la naturaleza de estos elementos de la materia, pero esta Ircunstancia no modifica la verdad de que aquellas ecuaciones muncian efectivamente las verdaderas leyes fundamentales de la naturaleza. Pues, las consecuencias deducidas de estas leyes renciales han sido rigurosamente comprobadas por la espe- r cia, i basta llamar la atencion hácia el asombroso descubri- iento del planeta Neptuno por medio de los cálculos de Leve- r, para convencer a quien dudare de esto. sí es que desde el año 1747, época en que d'Alembert re- Ó por primera vez un problema físico por medio de ecua- es diferenciales parciales, éstas no han dejado de influir cad mas en nuestras ideas sobre los ajentes de la naturaleza, nvirtiendo algunos ramos de la ciencia física en verdaderas 4 TOMO LXXXII 45 676 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS pertenencias de las matemáticas especulativas. Miéntras así física daba un nuevo impulso al desarrollo de las matemáti éstas, a su vez, suministraban a aquélla un fundamento en se ha podido cimentar el magnífico edificio de las teorías de la física moderna. 3 Entre las ecuaciones diferenciales parciales, las del segunda órden son mas usadas en física i, por esto, es cuestion pri: mordial de las matemáticas el encontrar las soluciones jenerales de estas ecuaciones para someterlas a la comprobacion del; esperiencia. Pues, como las leyes enunciadas por las ecuaciones diferenciales, solo se refieren a lo infinitamente pequeño, exactitud de estas leyes no puede comprobarse de otro m: que integrándolas i pasando por este medio de lo infinitamente pequeño a lo perceptible. Por esto para atender bien a las nece- sidades de la ciencia física, es necesario que se encuentren mé todos jenerales para integrar, es decir, resolver las ecuacione diferenciales parciales, i los ilustres nombres de Fourier, Ber+ noullí, Laplace, Jacobi, etc., demuestran la importancia que, desde tiempo há, se atribuye en los círculos matemáticos al des- arrollo de este ramo de la ciencia. i e Para la integracion de las ecuaciones diferenciales parcia lo del segundo órden i primer grado puede ser ventajoso redu las a sistemas de ecuaciones diferenciales del primer órden, il esposicion que hago al presente, tiene por objeto establecer las condiciones bajo las cuales la ecuacion diferencial parcial ma jeneral del segundo órden 1 primer grado puede ser equival a un sistema de dos ecuaciones diferenciales del primer órd ni primer grado (*%). I,9 La forma mas jeneral de las ecuaciones diferenciales en cu tion, es la siguiente: (4) Para el caso especial de dos variables independientes esta cu ha sido tratada por el señor Dr. F. Engel en los Axales de la Real _ Sajona de Ciencias, Seccion Fisico-matemática del año. 1882, EN Vs e e 0 A O) CUAL A A A A a O UA A O, AA $ IC MA GC LA A y n AAA AA, DA ET 20 IOFPEII ETT CRIA CE TT POCO E NC de A a ECUACIONES DIFERENCIALES 677 siendo Y una funcion de las variables independientes x,, £,,... Ya; los coeficientes Api, 4k , 0, 1 0, serán tambien funciones co- nocidas de las mismas variables. Sin perjuicio a la jeneralidad de la ecuacion 1.” puede admitirse que 4 Ar An) A 20, Y: si bien sucediera que una y otra de las cantidades 4Aj¡;¡ fuera igual a cero. Bajo ciertas condiciones que serán enunciadas mas adelante, la ecuacion diferencial propuesta es equivalente a un sistema de ecuaciones diferenciales de la forma siguiente: Da bal ¡IA ZN ELA ROS ME 0d siendo u una nueva variable independiente 1 funcion de -x,, MN. Pues, eliminando a w en este sistema, tenemos: SA de Y E 27 ES O E ¡ERA Di ÓN: " dadx, )=0,V +0, - Comparando esta ecuacion con la propuesta, resulta el tco- rema siguiente: | Para que las ecuaciones 12 ¿ 32 sean equivalentes es necesario que se pueda satisfacer simultáneamente a las M0 ecuaciones | Aj =V5Si 3 | DS E ESE dedo 1 k n= dy, IN dades 2, Poo o ga Sn 7 El signo = significa que la ecuacion se satisface idénticamente para los valores de las incógnitas, de modo que ninguna de ellas puede 678 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Como 20332 > 2, el sistema 4.2 contiene mayor número ecuaciones que de incógnitas, resultando de ahí que las inc nitas pueden ser eliminadas en este sistema, siempre que ecuaciones que lo forman, sean independientes una de otra. ] eliminacion de las incógnitas dará por resultado cierto númerc de ecuaciones entre los coeficientes del primer miembro de la ecuacion propuesta, ecuaciones que formarán las condiciones bajo las cuales la ecuacion 1.2 es equivalente a la 3.2 i, de co siguiente, al sistema 2.2 Como 252 es el número de las ecua nes, 21 el de las incógnitas, se observa que el número de condi- ciones ha de ser 2.03) —2x2 o sea 2.00, í Para encontrar estas condiciones, es preciso notar que de las »053 ecuaciones 4.9, 24-D son ecuaciones aljebráicas. A ést se les puede dar la forma siguiente: E dá S+%5=2 Ani NAS ns. = 2 PE A La segunda de estas ecuaciones nos da la definicion de ] cantidades Aj; que obedecen, como se ve, a las condiciones: Arp=Ai 1 A¡==0 Combinando las ecuaciones Ss=Ai con las 5.9, la soluciones de las ecuaciones aljebráicas son : siguientes: - | | 7 = ble Si He NS AA Sh Ahh cantidades, o lo que es lo mismo, por las ecuaciones 6.9 qu determinadas todas las cantidades 7; is; con excepcion de un sola, o en otros términos: los valores de las ,, se presentan C productos que tienen un factor indeterminado. ECUACIONES DIFERENCIALES 679 Las operaciones que efectuaremos para encontrar el valor de este factor indeterminado, nos suministrarán al mismo tiempo l 5 condiciones buscadas. - Pues, reemplazando en las ecuaciones Á h=n AS; E . . . los valores de las y, 1 s, pueden ser determinados efectivamente ! por medio de las ecuaciones del sistema 4.2 Las condiciones - ! baj ; . s A ÍC . ajo las cuales las ecuaciones 7.2 no son contradictorias a las 0 - ” paa Ahh AS ES mes ÓN dí, Ñ z A ds; Es o ¡la igualdad: $ Sr 17 LA: NAS: y EA da 0 da, _Moultiplicando la primera de estas ecuaciones por E la se- És ¡ Sk. 7 1 restando, tenemos: gunda por 680 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. o bien: Sk h=n 4 d hh Si AL Sk h=1 Sh dr, Si Si Sk an Si ds Si k Y Alo —= ==> Cl; EN Sad 7 Este sistema de ecuaciones se convierte en el de las condicio= nes buscadas, si reemplazamos en él las razones 2 por los valo- : : Al 3 res que se desprenden de 6.9, i efectuando esta apena e- sulta el teorema: 3 “Para que el sistema de ecuaciones 4. ho Ser O simul- táneamente por las funciones Y, Yar... Ya Sy, Soy... Sp, €S NECESA. que los coeficientes del primer miembro de la ecuacion 1.2 llenez condiciones siguientes: | JA ki + Ax kn As ALF Ax, ho a hi + An;) Uan — 0% =L y Ka. =0) , .. 11 condiciones en la cuales a los índices k eL se E puede. atri cada uno de los valores I, 2,... M.. Como Aj¡¡=0, las on iodnes anteriores se Satistada eo 2ps0. si £=2, de manera que el sistema 9.” es de a(a-1) ecuaciones, re sultado ya deducido a priori. OA | 3 De lo anteriormente espuesto se desprende ademas que existe mas que un solo sistema de valores »; i s;, si entre lo: ficientes de la ecuacion propuesta existen las "10 condicio 9.2 1 ninguna mas que éstas. E | Ahora bien, llenándose realmente todas las condiciones G las ecuaciones 4. se resuelven de la manera siguiente: Las ecuaciones 6.2 han dejado indeterminado uno de le valores s, 1 como hemos admitido que 4,120, será conven ECUACIONES DIFERENCIALES 6ST 10 A A A A AI 1 “tomar s, por factor indeterminado que ha de determinarse por medio de la ecuacion diferencial e le +A, > o, y ME 1 reemplazando s; por este valor en la 2.2 de las ecuaciones 6,0 tenemos: ai A Am + Ani , $1 a -—Sustituyendo, en la ccuacion 10.12, 7, por este valor, se vé que s, es la solucion de la ecuacion: h d. $1 4 (A+ An) =4 11 2 Art A o bien: h=n d 1 add A 11) 411 E (Ari A) E Como, en esta ecuacion, la suma solo se estiende sobre el ndice /, pudiendo atribuirse a ¿ cada uno de los valores 52, . . . 712, la ecuacion 11% representa un sistema de n ecua- jones, cuya solucion comun es s, Mas adelante vamos a esta- dlecer las condiciones, bajo las cuales este sistema admite una lucion comun. 682 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ahora bien, habiéndose encontrado el valor de s, las sol; ciones del sistema 4.9 son las siguientes: P Anm+FAsh : | SE =S, : AS h—2, $ o A / A 1209 , A ARCANOS de _ A+ Ani A = MM == A 21 $3 Sr 5 De lo an espuesto se deduce el teorema siguiente: uSz, bajo la suposticion de que A,,=0, se satisfacen las no—0 € con diciones Cii=0, la ecuacion diferencial parcial 1.2 es cu De al sistema 2.2, cuyos 20 ts r2s se determinan por medi de las ecuaciones IT.0 1 12.2 : IE El teorema anterior no es válido mas que en el caso de qu al ménos una de las 7 cantidades A;; sea diferente de cer Réstanos, pues, considerar el caso de que A, =Aso=Ass ==. e En este caso, las ecuaciones 4.2 se trasforman en las guientes: O =xX Ss 24 =NM Si F+7iS 40, ba ds k Ak = y Yh ds Ñ li=x Th Para satisfacer a las n ecuaciones 7% sí; =0, es necesar que al ménos xz de las cantidades 7 is; sean iguales a cerc de tal modo que, si », 7. .... . Y] son iguales a cero, lo. de ser tambien las A S.. Asimismo se. que a, = Mi stempre.que 50: Supongamos ahora que, si algunas de las cantidades s; iguales a cero, no lo sea s, , de modo que, para satisfacer ecuacion +75, ==0, es necesario admitir que. —0:: A Para entrar a resolver el sistema 4,., demos por sentado € a las ecuaciones 7; s, = O se les:satisfaga por ' E 13,0 po =V,=.... =%aum=0 Sa-m+1=Sn-m+2=- . . ,. = Sn =() ECUACIONES DIFERENCIALES 683 > modo que tambien Y A SS A A A Estas ecuaciones representan 72 de las " "2 condiciones que an de llenarse para que se pueda satisfacer a las 2053 ecuacio- es 4.2) por medio de las 27 cantidades 7r;is. Para encontrar as demas condiciones, es preciso observar que, a consecuencia le las ecuaciones MI == Ma SE SE PROTA todas las cantidades ko o 0 ¡a p le corresponde uno de los números 1, 2 ...2—miaq ño de los números 2, 3... 1 —1m—1. Estas son otras CG" e las condiciones que buscamos. Ademas de esto, deducimos el mismo modo que deben cumplirse las condiciones » a los índices u i y corresponden respectivamente los valores MEL, AZMEZ. ¿A MiNZMAL, NMZMAZ,.. . n—1I. El úmero de las condiciones 16. es MED, Como, entre todas, han de establecerse *"70 condiciones, re- lta que faltan todavía nr — 1 n—m)Jn—=m=—1) mim-— 1 ] 121) a aia 19) 2 2 z ss. Para encontrarlas, debemos considerar aquellas de las laciones 44) que no caen bajo las condiciones 14.2, 15.2 1 16, =s, las siguientes: 24m = e a EA. a ds 7 Ax = Ze 7 l=n=m>=1 dx] 684 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en las cuales corresponden a los índices :ilos valores que pa mos a indicar: A=Y1 Le. MBE -E=NMAHA 1) NINE... M EE 2 A A El número de las ecuaciones que restan es m(1—m)+82- E o sea (m-+1)(1—m). Para satisfacerlas por medio de z incó; mitas, es preciso que entre sus coeficientes existan todavía (m+ 1D) (a—m)—n=m(n—m-— 1) condiciones, resultado que ya ántes hemos deducido. | En el caso especial de que m=mxm-— 1, bastan las condicion ya deducidas, 1 no es necesario deducir otras. 3 Entre las (12 + 1) — 12) ecuaciones que componen el sister 17.9, m(n—»m) son aljebráicas i pueden determinarse por med Su de ellas las razones —— del modo siguiente: Sy Su A Sy IT teniendo los índices los valores que vamos a indicar: ea =1,2,....1=M y ¿=N=M+ 1, RME2R en Como la razon +. depende del índice variable z, resulta] y E Ap, 1 ATAR - prendidos entre 1—m-+1 i 2. Escribiendo estas condiciot 1eS extenso, se vé que son las siguientes: . A Ay 2] A,n=m+2 Arm tiene un valor constante para todos los valores de ¿ c o MOS Este sistema de (-M-m0-m-D condiciones se reduce, sin ES . ECUACIONES DIFERENCIALES 685 so, a otro sistema de menor número de condiciones, pues il es ver que todas estas condiciones pueden deducirse de las - a +» qe lar + SY SU UC 0, NA O. A GA Mr ir A ul o e Aunm+1 ÁAun=m+2 An, 72 Ar nm>+1 in 11 40 Arm ste sistema no representa mas que y Y A a A (m—1) (1n—m-—1) En aciones. Las 1—2— 1 condiciones que nos faltan todavía, se n del modo siguiente: e las ecuaciones 17.2 se desprende: Dr o A td id de 2411 = A 7] TE hora bien, sustituyendo en la segunda de estas ecuaciones, xr su valor, i tomando en consideracion que a los índices AN corresponden los valores que pasamos a indicar: h, A A 47 ] 1 SI LS TERMAL a RL , mos las dos ecuaciones: ay =2 Y a I=n-m+r Sh dx S Am, Lp. da =2 | E 2 l=n-m+x Sh dy II E 5d e E I olicando la primera de estas ecuaciones por A la se- p 17 ES: e . a por > i sumando, tenemos: Sk == d y Ak Sk > An Sp tp Aa e Sp Sp I=n-m+r Sh X1 A AAA EA TA A y an : 686 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS o bien, multiplicando los dos miembros por s, i reemplaza: Sl > | las razones 7 POr sus valores ántes encontrados, resulta que Pp Aki á n 77 ap a =2 2 Am: E Api. pl l=n-m+H a pe dí Pero como An Az € Ai A resulta que Á px Án An == Aki sa o =1 20. 4 =— 22 ap=2 2 HE d AS pl l=n-m>+1 dr, las que, en virtud de las condiciones 19.” no representan que 2—m— 1 condiciones. Y Ahora bien, si se llenan todas las condiciones signadas € los números 13.9, 14.9, 15.9, 19.9 i 20.9, la resolucion del siste 4a) se efectúa de la manera siguiente: Las ecuaciones 17.* nos dan: fed o E Il o mas bien: E == je Reemplazando, en la ecuacion: 3 a oi cde << (dl, = Y Y d , VEN I=n-m+1 4% 7 por su valor, tenemos: l=n ; IA =D IS A == 1 1 1* . . ) ; l=n-m+1* Api S1 dx; ECUACIONES DIFERENCIALES 687 )mo, segun núm. 19.2, ls Es Ar] A A emos: A a CA 1=n dlog s, 248 - 25 IES ETA icontrada la solucion de esta ecuacion diferencial parcial mer órden i primer grado, los valores de s, ir se deter- A e a ll A o 2 6 Al 0 LND A Y A 1, GA o VD ni ho 0 A A A O A A II L, ms ¿n el primer capítulo hemos visto que la ecuacion propuesta educe a un sistema signado por el número 2. si los coefi- tes de la ecuacion 1.2 llenan las "479 condiciones Cy; =0. 1adas estas condiciones, la cuestion estriba en hallar una cio comun del sistema de las x4 ecuaciones diferenciales iales del primer órden i primer grado: E hon d log s E as (As ¡+A, a (An: +A1:) a da ¡ 4 1el caso de que estas 7 ecuaciones no representan mas ima sola, siempre exíste una solucion comun. Para que 2nga lugar, es necesario que se satisfagan las identidades Pd A o cr AL ns: A BAD a ES TA IÓN 688 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS lo que no puede suceder sino en el caso de que 0 o bien: > V As Am Podría ser tambien que las identidades 23. fueran deri ciones de las (y; =0. Para averiguar, si esto tiene lugar, ae 53 Y a gamos: SS i deduzcamos de las condiciones G=0 las dos ecuaciones guientes: 3 1 dWiji As == de dr A ¡FAR pa de Wa) ln MW; en Ah (ax — a, Win) ISA APARTAR 14 dí, (A sp dE Ahora bien, si fuera Wxi= Win, seria preciso que pS A : (A En cd (Ah pe Ala identidad que solo subsiste en el caso de que A E i fácil es ver que este caso se reduce al-anterior. Las consideraciones anteriores nos enseñan que el sist ecuaciones 11.2 solo es equivalente a una sola ecuacion el caso especial de que la identidad . | NN 24.2 Ani=V A Am subsista para todas las cantidades Ay;. Trátase ahora de ¿ guar las condiciones bajo las cuaies las ecuaciones 11.2 ECUACIONES DIFERENCIALES 689 una solucion comun en el caso de que no se llenen todas las atidades signadas por el número 24.2 E cibiendo todas las ecuaciones que forman parte del indi- do sistema, tenemos d logs, d| 1=A11 A o a: 2 NO PONBEL: ES SE dlog s 2 o 2 2 a —- 2 2) 12 12 12 | 22 as QuÍSsA AA +F(A,2+An ón d log s, A Ant Aso) = AO d log s, d log s, A) OOOO o A estas 1 ecuaciones, del primer grado con respecto a los co- e A O LA 1 e A CA E o LU SAL O FCI AO VA Un hi o | 0 Ák A a a 3 . O -l a ma SE y ' a OS 5 y ñ *, puede satisfacerse por valores de ¡ tos que no son iguales a cero en su totalidad, en caso de que la determinante de este sistema es diferente de cero, o bien en. entes diferenciales al so de que 2 AO A A, FA,» ERES 13 SISIEG e la AE E E IL a 0 ¿0 E Ma alia: de A Bajo la suposicion de que A=0, la solucion del sistema es la . ia, ¿logs; dlogs, ip. dlogs, EN AE dE da A El sistema 26. es equivalente al 25.2 Réstanos averiguar sí stema 26. admite una solucion comun. Sea Moe Las E) 690 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS esta solucion. En este caso tendríamos: E | os ] a, 1 éstas solo pueden subsistir en el caso especial de que 3 All una funcion de x, eindependiente de las demas variables. Com este resultado no se califica como una consecuencia necesari de las condiciones arriba establecidas a las que los coeficiente de la ecuacion propuesta han de obedecer, es evidente que, b ' la condicion A=0, no existe una solucion comun del sistema 25 sino en el caso excepcional de que los coeficientes a, i A,, ter gan la forma | a, =/ (4). pla Lg - - - An) A =F 4). pza, Ta Xp). Consideremos ahora el caso A=0. Definiendo las cantidadé Pi por las identidades d log s, Ax; Pi 1 designando las 7 ecuaciones del sistema 25.9 respectivamer POr es tg % sep resulta quela A ¡N=0: 050 equíy lente a la llamada funcional | de, dez 7 den dps dps “Ap US2=6 Luego. si A=0, las ecuaciones del sistema 25.2 no son pendientes unas de otras i éste se reduce a un sistema de ; ecuaciones, si no fuera que todas las subdeterminantes del y ZA : mer órden, —2— 5 son iguales a cero. : ” A(Axi+Axi) 5 ad ECUACIONES DIFERENCIALES 691 Para entrar a analizar este caso, supongamos que la última - suacion del sistema 25.2 sea una consecuencia aljebráica de las ¡—1 que preceden, de modo qne esta última puede suprimirse in perjuicio a la jeneralidad del sistema. Pasando los términos 4 d log s, INMEREA: ——— din onvierte en el siguiente: al primer miembro, el sistema 25. se a d log 27.0 de (Ami+Ani) E 2=d, pt A A o e dlog s, a y A) (An + Ani 2 dr Ya Supongamos ademas que, si algunas de las subdeterminan- mo A fueran iguales a cero, no lo sea la da == 1D, A(Axi+Axi) : E ue es la determinante del sistema 27.2 En cste caso, las m— I cuaciones que componen nuestro sistema, son independien- 25 unas de otras con respecto a los cocientes diferenciales pa, O pa A i de consiguiente estos ar, ES a dlogs, ATA ) esta operacion, el sistema 27.2 toma la forma siguiente: cientes pueden despejarse en funcion de Efectuan- +. 28. d log s, ta) da 0 A los índices i y 4 puede atribuírseles cada uno de los valo- Ma 21, 1 el simbolo D (43 + Ajax) significa que, ormar el numerador de estas fracciones, debe sustituirse la Aix + Ajx de la determinante D por cx, Las ecuaciones 28.0 susceptibles de algunas trasformaciones que vamos a ejecu- Desarrollando el numerador de 28.9 tenemos: - A "- A | A d 7 Sa El (4 Ik +Ajx ia AE) Mag.s, En | MS o E Á E MENO E, E ( sk + An ALEA TOMO LXXXII 46 692 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Ahora bien, si, en una determinante, todos logs térmil una columna se multiplican por las sub-determinantes co pondientes a los términos de otra columna de la misma c minante, la suma de estos productos será igual a cero virtud de este teorema, el primcr término de nuestro desar desaparece, 1 tenemos | | E k=n-1 ] $ als ala S Ank+ Ant) aDz AS do; e O. Va da 1er An)" 3 Ahora bien, Seg Un el mismo teorema, es midénte quel, Sy dA dad AO RR ¿ ed A ed A 33 E AAN E EN . 8 0= 2 PUTA dAn A (Aj + Aix dÁin 8 d”A de, PIN AA ño AA +FAix) MAH +A) de manera que el sistema 28.0 tiene la forma: 5 OS LAA logs, 0 O) da ARES i designando, finalmente, los cocientes diferenciales Ey d da : 0 por /; o A por Le, este cd se reduce a la (00 30." Pi=Pn- Ahora bien, si tenemos las 0 ecuaciones diferenciales ciales del primer órden a.) Tratar A PUDO S q y Pm)=0 38 0.) $ (As Lo) ay aio Lo Pros pa Pa) =0» z So - ECUACIONES DIFERENCIALES. 693 dE sE 277 dp; din dd AO Ñ - 4 pl i o El á 4 E 3 £ Ñ . : E ni o i 1 z z A ¡ pl 1] É y E E E B Ú Ñ ; arma de. e E > 1 sumando con respecto al índice /, se deduce que O solucion de la ecuacion a.) satisface al mismo tiempo a la a do + 3 Sade | “bi_o SE ADA PAIS z (AA a h ra que la solucion de 4.) sea tambien una solucion de 0.), necesario que satisfaga, ademas de satisfacer a c.), tambien ecuacion que resulta de c.) cambiando / por ¿, o sea a la pas. dE | Sdrde dón_, = da do A es dh; JN dx; E, Tomando en cuenta que APy A d/; AAN biendo abreviadamente E de O a a E, ( a aa Abr Abr, a) de las consideraciones anteriores, sí se resta la ccua- d.) de la c.), que toda solucion comun de las ecuaciones nciales a.) i 6.) debe satisfacer tambien a la ecuacion: 0 consideraciones anteriores se estienden fácilmente al caso - 694 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de que el sistema a.) je conste de un número mayor. e : ciones. Dando, coa al sistema propuesto la for 2) o o A Pals sistema en que m AR) Lu h—Px)= 0 i como las cantidades f son independientes de fP,,Po,. - se nota que estas ecuaciones toman la forma: a Ea ee E, ms AE dx, AY h=m>+1 AX, 7 Abr 2/ZiN 3 dx En nuestro caso, tenemos A=PuL 1 m=nm—1, de modo que, para nuestro sistema. 30., las ecuaciones ES. nen la forma siguiente: a | dE E 31./ ( di da el: de, a da AS dEl: ESA RA ña | y ANN Estas ecuaciones se satisfacen suponiendo fp, =0. mu Pero esta suposicion traería por consecuencia que tambien 3 DA Pr =. És o sea : > $ =Cconst 0) ; PUSE | E 3 lo que no puede admitirse. | Por esto, para que la solucion comun del sistema 29.2 pt satisfacer tambien a las ecuaciones signadas por el núm. es necesario que entre los cocficientes del sistema propt tengan lugar las condiciones :3 ñ a 1 dH, dE, dE, AP 8 se AP da da Ia “daa Cn PO dx Xp =P q ESA ECUACIONES DIFERENCIALES 695 A Como estas condiciones se llenan idénticamente, si 4=7, co- mo 2 e ¿ pueden tomar cada uno de los valores 1,2, .... .m— 1% i como, ademas, e Z pueden cambiarse uno por otro, las con- diciones (4, Mx )=" son de número 20-92, Tampoco es posible que todas las condiciones (/";, Fx )=U sean consecuencias alje- bráicas de las Cki=0, pues las (/";, Mx )=9 son independientes de 41 de Ann. Eliminando, en las condiciones Cxi=0, las 2-+ 1 ciones. - De lo anteriormente espuesto deducimos el teorema: "Para que las n ecuaciones diferenciales TA z da Á h=n E A A 2. 11 A=1r AY, E. admitan una solucion comun, es necesario que la determinante funcional de de de A=%H+=>+>=55.. Ss dp 1 ap 2 ap n desaparezca, 1 que, bajo la condicion de que aÑo” RA coeficientes Axy del sistema propuesto satisfagan a das "033- condiciones: dr, d HF; TAVIN dE ONG 1 dh 5i7> NÍ +4 E) En caso de que todas las subdeterminantes del primer órden fueran iguales a cero, resultaría que el sistema 25.2 se redujera a un número inferior a 7— I ecuaciones, i el procedimiento pa- ta averiguar en este caso las condiciones de la solucion comun, a análogo al que acabamos de esponer. IV 696 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS indicada por el núm. 2.9, si los coeficientes 4; 1 a de ag satisfacen a las "42 ici "ki=0. En lo sucesivo trata mos de averiguar si esta equivalencia puede tener lugar t bien en caso de que los coeficientes de la ecuacion 1.2 no sa fagan a todas estas condiciones. Veremos que, en este caso, le ecuacion propuesta puede ser transformada en otra, cuyos coe- ficicntes llenen las condiciones análogas a las Cki¡=0. 3 Para esta trasformacion nos ha de servir una sustitucion « la forma | PO siendo f una funcion cualquiera de la nueva variable depen- diente UY. Para averiguar cuál ha de ser la forma de f (U, e es preciso notar que, por medio de la sustitucicn indicada, los. co- cientes diferenciales de Y con respecto a 1), se convierten. en las espresiones IN i x dv dE SAGE | dan dU dí PY di PU e dí da, ic drydx, dU* AAA Segun esto, la ecuacion dasófaida seria del segundo gra | » si no se llenara la condicion: E: Pero esta condicion exije que FLU)= AUTE o mas bien: F(U)=A.0, siendo' 4 una funcion der 000 E La, cuyo valor se d t minará de la manera siguiente. Tenemos: AAA Ti EA A e A A e ECUACIONES DIFERENCIALES | 697 A A da, da d U dada “dxadx DANA A AS NA ar a d V eemplazando, en la ecuacion 1.2, los cocientes > — A : Th M7, Por sus valores, la ecuacion 1.2 se convierte en la Xp 0; ae de ONU A yA 0 ad? A dida; DAGA Ax, da, ax OS dr; El Da a + UL =AU0,+0, k= dy Tk E A AAA E SN da U k=n di RO A =8B,U+6. " i=w son hi dx, EF EN da, z z Los coeficientes de la ecuacion 34.2 i de la 1.2 se relacionan as ecuaciones siguientes: A AR Tr =Ae Am ha d. NE 3 Am - Sl 0 DST d?A k=n dA B, =AB,— al A da dx 2 Axy és =0, 35. 36.2 01 = + Y Tm LD e 698 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ahora bien, para que la ecuacion 34.2 sea equivalente sistema de la forma 2.2, es necesario que sus coeficientes ll las 24-D condiciones: | qe Yi E ÓLG ag E o A ISS o 0 o e (n E y) 0 O reemplazando los nuevos coeficientes por los de la ecuacic primera: A de EN yA dE f h=1 ' AA (A+ Ani) AE 2 2 ETA 5 0 EN tl A An -dA 7 AN? 2 A +Aas) condiciones que, despues. de la debida reduccion, toman la forma siguiente: | E ej o | 0d o Ade dar 0 AC 22 40m e a = 0. Desde luego es evidente que 36.0 representa. un sistema n-D ecuaciones diferenciales del primer órden i primer gras para la funcion A, puesto que 36.2 se convierte en identidad en el caso de que ¿=2. Ademas, si todas .las O Aki obe - decieran a las condiciones - | nal 3 Aki=0 o bien ( AS Axi=Y Añ Ark NS d ARO | AN aparecerian, i las ecuaciones 36.2 se reducirian a las siguient los coeficientes de todos los cocientes diferenciales O resultado que dice, que sí 34.2es0 no equivalente a un sistet ? de la forma 2.2, lo es al mismo tiempo la ecuacion 1.2 o no lo es; i recíprocamente. : ECUACIONES DIFERENCIALES 699 Para tratar del caso jeneral, notamos que 4 se define como lucion comun de las *“:D2 ecuaciones diferenciales parcia- es 36.2 Ahora, jeneralmente, se tiene: 2 n(1—I) 7 z > Í . 5 Pero, el problema de encontrar una solucion comun del sis- tema 36. exije que a 0 7 VR La JT ACA SA TN CL A O AY A LG 1 li A TI A E UA A A 0 SD A A MD E ll 2 E de donde se deduce: 1 E .. A OA! O Si nm>3, las cantidades 4 pueden ser eliminadas en el y . l X sistema 36.0, i resultan 2-3) nuevas condiciones entre los coefi- cientes de la ecuacion 1.2 Tenemos, por esto, el teorema: "wPara que una ecuacion diferencial del segundo órden ¿ del primer grado pueda reducirse, por medio de la sustitucion V= AU, a otra ecuacion diferencial de la misma naturaleza ¿que sea equi- valente a un sistema de la forma signada por el núm. 2.2, es esario que entre los coeficientes de la ecuacion propuesta exis- y cuando ménos, 3) condiciones. - Despues de llevar a cabo la esposicion que nos hemos pro- uesto al terminar nuestra introduccion, será cuestion de un DR. RICARDO POENISCH Profesor del Instituto Nacional “O - Exp ltd Es PO í TO El ñ 3 DON TUAN SC A A HOMENAJE UNIVERSITARIO A LA MEMORIA DEL PROFESOR DON JUAN SCHULZE a Y AAAÁ El 24 de Noviembre de 1892 fué dia de luto para la cien- la, El distinguido profesor de Docimasia i Química mineraló- ica de la seccion universitaria, doctor don JUAN SCHULZE, cayó 1a de una intoxicacion con hidrójeno arseniado. Consejo de Instruccion Pública, convocado por el Rector de que la Universidad tributara merecido homenaje a la ria del ilustre profesor, celebró los siguientes acuerdos, a 5 cuales concurrieron con su voto el señor Rector don José aquin Aguirre, los señores Consejeros don José María Bar- on Diego Barros Arana, don Manuel Barros Borgoño»,. Bn Ventura Blanco Viel, don Juan N. Espejo, don Washington astarria, don Valentin Letelier, don Isaac Ugarte Gutiérrez, on Leopoldo Urrutia i el Secretario Jeneral don Gaspar Toro. E A IATA ATA ALS VA A MN A Y DR A A 6 ICALI A O UL. A LA AU 0 RA EUA Vo! 22 UG Y AA, CA HCL VAL a os La k. "Considerando: “Que durante mas de siete años el profesor don JUAN SCHUL- E, de Alemania, ha prestado distinguidos servicios a la enseñan- ¡universitaria i a la República en jeneral, mediante esploracio- es 1 trabajos científicos diversos que han dado aconocer mejor el PPP A E E E E E h 702 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS territorio de Chile i enriquecido el dominio de la ciencia versal; | ¡ ¡Que el mencionado profesor ha fallecido desgraciadame intoxicado con hidrójeno arseniado en un esperimento de boratorio universitario, dejando sin amparo a su viuda i a d hijos de corta edad, | "El Consejo de Instruccion Pública, queriendo tributar a memoria del sabio i buen servidor de la República el homa je que le es debido i atender en lo posible la orfandad de su deudos, acordó por unanimidad: : "1,0 Hacer constar en sus actas cl profundo pesar que le ocasionado el mui sensible fallecimiento del señor SCHULZE, _espresarlo así a la viuda en carta de pésame suscrita por tod los miembros del Consejo; | 112,0 Presidir i costear los funerales correspondientes, a cu efecto se autorizó al señor Rector para gastar lo que fuere ne cesario, debiendo tener lugar el día siguiente, a las 4 P. M., exequias i la sepultacion del cadáver, ya embalsamado i dB sitado en el salon de honor de la casa universitaria; 13.0 Comisionar al señor Consejero, doctor Ugarte e para que en aquellas exequias haga el elojio del fallecido 1 blando en nombre 1 representacion del Consejo, ia los señ Decano de la Facultad de Ciencias Físicas 1 Matemáticas i Secretario de la Facultad de Filosofía i Humanidades para q publiquen en los ANALES DE LA UNIVERSIDAD la necrolo; del mismo i una reseña de sus trabajos; 1 : 14.2 Solicitar para la viuda i los dos hijos del señor SCHU una pension del Estado, i dirijir con tal objeto al señor Mi is tro de Instruccion Pública el correspondiente oficio con ins hh cion de esta acta." b rales del iodo profesor señor SCHULZE _se- a el sábado 26 de Noviembre en el salon de honor de la Univ sidad, con solemnidad digna del glorioso mártir que en ec a tan temprana rindió la vida en el altar de la ciencia. b. Los individuos docentes i académicos de la Universidad e cuerpo médico de Santiago, los miembros de las socieda HOMENAJE UNIVERSITARIO 703 ntíficas i colonias estranjeras, estudiantes universitarios, ami- os i alumnos del sabio maestro, todos acudicron a rendir el | póstumo tributo de admiracion i condolencia, agrupándose res- | petuosos en torno de la urna funeraria que encerraba tan glo- | riosos despojos i que desde las doce se exponia, adornada con op ofusion de coronas, en un hermoso í sencillo catafalco levan- Ba en la testera del espacioso salon. | La ceremonia, presidida por el Consejo de Instruccion Pú- blica i el señor Ministro de Alemania baron von Trescow, | principió a las cuatro de la tarde. Despues de un himno reli- so cantado por distinguidos miembros de la colonia alemana, | usaron de la palabra el doctor don Isaac Ugarte Gutiérrez, ha nombre del Consejo de Instruccion Pública; el señor Decano | de la Facultad de Ciencias Físicas i Matemáticas, don Washing- | ton Lastarria; el doctor don Alcibíades Vicencio, por el Con- | - sejo Superior de Hijiene Pública; el profesor de física industrial, | don Alfonso F. Nogués, de la Sdeledad Científica de Chile; el profesor de la Escuela de Medicina don Luis Mourgues, 1 el eno de matemáticas don Pedro Leon González, en repre- - sentacion de sus compañeros. A las cinco i media de la tarde otro himno relijioso cerró el to fúnebre, despues del cual los miembros del Consejo i el señor Ministro del Imperio Aleman trasladaron el ataud al | Carro mortuorio que debia conducirlo al Cementerio Jeneral, en donde se pronunciaron otros discursos en el momento de la 'inhumacion. El Supremo Gobierno, haciendo el debido honor a los deseos 'manifestados por el Consejo de Instruccion Pública e interpre- ndo los sentimientos de la patria agradecida, presentaba dias pues al Congreso Nacional el siguiente mensaje: A —"Conciudadanos del Senado i de la Cámara de Diputados: MEl 24 del UN ha fallecido el profesor de la Universidad —= 704 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS reas; organizó el laboratorio de química en conform los últimos adelantos de la ciencia, i levantó la enseñ “una altura de que dan testimonio sus cólegas de prof los alumnos que salieron de su cátedra. o "Ademas, el señor Schulze colaboró activamente como 1 bro de la Sociedad Nacional de Minería, de la Sociedac Fomento Fabril, del Instituto de Hijieñe, del Consejo d , u señanza Técnica; icomo fruto de sus investigaciones ¡ " quedan numerosos trabajos cientificos relativos a a min u jfa 1jeolojía del pais. Ñ "Con el objeto de recompensar los servicios del noble pr " sor Schulze i de acuerdo con el Consejo de Estado, tengo "honra de proponeros el siguiente - - PROYECTO DEAR "Concédese una pension de mil pesos anuales a la viu ' hijos del ex-profesor contratado de la Universidad don. ' Schulze, de la cual gozarán en conformidad a la lei de mo ' pío militar i que percibirán aunque residan en el estranjero. E "Santiago, 30 de Noviembre de 1892. —JORJE MONT ' Máximo del Campo.. pa = «nunciados en E ceremonia fúnebre que se verificó en la U sidad. EL PROFESOR SEÑOR ISAAC UGARTE G. Señores: A las tres de la tarde del viérnes 18 del cort subia con gran dificultad i casi exámine las escaleras d consultorio un enfermo en cuyo semblante se veian, aun distancia, los signos inequívocos de una angustia sup un sufrimiento estraordinario. ba E Vacilante ¡ apoyado en el brazo de un amigo cariñoso i ¡al 3 El ] ] o o E i -— HOMENAJE UNIVERSITARIO 705 hacia visibles esfuerzos por sobreponerse a violentos dolores q que iban en aumento i que amenazaban hacerse insoportables. Esc enfermo era, señores, una víctima ilustre del deber i del tra bajo científico que iba a pagar con su vida su amor al pro- eso. Era -el profesor SCHULZE que acababa de sufrir un acci- dente lamentable i de fatales consecuencias, Momentos ántes trabajaba en el gran Laboratorio Univer- sitario que él mismo habia formado con gran talento i vencien- ira ver si se producia arsénico en estado coloideo i agua, 1 resolver así un problema científico de gran valor. Por desgracia para el distinguido maestro, la corriente de hidrójeno arseniado no fué fijada en su totalidad 1 este gas sutil i espantosamente venenoso fué respirado en dósis mortal. -—Sintiéndose morir acudió a casa de su distinguido compa- triota el doctor Frómel, quien tuvo la bondad de honrarme levando a mi casa al ilustre mártir en donde hicimos lo que os fué dable en su servicio. Trasportado a su hogar, no tardó en verse rodeado de un an número de facultativos distinguidos que se disputaban el o honor de contribuir con sus esfuerzos a la salvacion del fermo. Médicos, cirujanos, bacteriolojistas, farmacéuticos chi- 105 i estranjeros, todos sin excepcion querian tomar parte en aquella honrosa labor. Desgraciadamente todos los esfuerzos humanos debian rom- erse contra lo imposible. La dósis de hidrójeno arsenical habia Jo suficiente para destruir la casi totalidad de los glóbulos s de la sangre, que acarrean a los diversos órganos 1 siste- mas el oxíjeno del aire que fijan en los pulmones. En lugar de oxíjeno encontraron esta vez en los órganos Iratorios del maestro los elementos de su ruina. as fuentes de la vida estaban cegadas, i las puertas de sal- lon estaban cerradas a toda esperanza. Sin embargo, eso no bastó a detener ni a perturbar los grandes lerzos de salvacion que se intentaron en su favor. Todos los | cedimientos racionales para climinar el veneno i neutralizar us efectos, fueron puestos en práctica. Se mantuvo una especie 706 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de vida artificial i hubo momentos en que alcanzamos destellos de esperanza. : j E Yo asistí, señores, como e otros a las múltiples f p cias de aquel triste drama 1 agonía de cinco días que soport doctor SCHULZE. Dándcse cuenta cabal de su estado, tuvo sí pre palabras cariñosas para los que se acercaban a su lecho. muerte i su espíritu no decayó jamas en la lucha suprema. mido en un letargo casi completo, tuvo enerjía suficiente * dar el eterno adios a los suyos 1 a sus amigos. Así terminó, señores, aquella vigorosa existencia, aquella y v: de labor infatigable 1 aquel noble corazon, dejando como tes mento de saber i de grandeza de alma, esa leccion lacónica: postrera que todos vosotros habreis leido en su mesa de bajo: "¡Cuidado! ¡Hidrójeno arseniado!, | Fulminado por atroz veneno, quiso, todavía, enseñar a discípulos que allí se desprendía el tósigo que le prada matura i gloriosa muerte. E La pérdida del profesor SCHULZE ha e en mel m científico de nuestro pais i en la sociedad entera la impres profunda i dolorosa que dejan en pos las grandes desgras públicas. 250% La Universidad de Chile pierde con éla uno de sus profeso : mas laboriosos 1 mas notables por su vasta erudicion 1 espe cia. Las ciencias químicas i mincralójicas a uno de sus ob mas infatigables i espértos i que mas ha contribuido entre otros a su progreso en los últimos años. ODE El profesor SCHULZE ha caido como bueno en el puest: deber i del trabajo, luchando por contribuir al progreso jes de las ciencias i al adelanto de la mineralojía de su ds adoptiva. El célebre químico amó a nuestro pais con decision i sin dad. Solicitado por otros gobiernos, rehusó situaciones ven sas por continuar en su servicio, Este noble desprendimic lo olvidarán los chilenos miéntras haya en su suelo corazol que amen la justicia i la ciencia. 0: E Verdadero apóstol de las ciencias químicas Í mineralójie el profesor SCHULZE, desaparece alos 39 años de una vid pleada toda entera en el trabajo í en el cultivo de las ci HOMENAJE UNIVERSITARIO 707 le su predileccion. Su doloroso fin esla corona mas merecida le su labor científica. Su nombre figura ya entre los nombres loriosos de los mártires de la ciencia. ¡Cuán difícil es romper el denso velo con que la naturaleza culta sus admirables secretos! Cuán caro cuesta aventurarse a avegar en el mar tenebroso de lo desconocido! “En nombre del Consejo Superior de Instruccion Pública de Chile vengo a tributar al profesor don JUAN SCHULZE este ho- menaje de merecida justicia a su memoria. EL SEÑOR WASHINGTON LASTARRIA Di "Señor Rector, señores: En nombre de la Facultad de Ciencias Físicas 1 Matemáticas i en el mío propio, cumplo con el penoso imprescindible deber de dar el último adios a los restos queridos del amigo i compañero de trabajo, don JUAN SCHULZE, quien nos ha dado ejemplo digno de imitar en la labor de la enseñanza i su dedicacion al trabajo. Desde que llegó a Chile para llenar el vacio que dejara la xérdida del inolvidable sabio Domeyko, su principal empeño é el colocarse a la altura de su ilustre antecesor en la ense- 1nza. . El Profesor SCHULZE al dejar su patria para venir a otra tie- ra para él desconocida, no lo hizo en busca de lucro ni del bien- tar personal; lo atraía el deseo de hacer estudios en horizon- 2s mas vastos en los que pudiera aplicar sus conocimientos. sí es que desde el primer instante comenzó su labor con la an actividad que le hemos conocido i lo caracteriza; en mui co tiempo i con los escasos recursos disponibles instaló el la- ratorio que le habia de proporcionar los medios de trabajo e estuvieran al nivel de los adelantos de la ciencia que venia enseñar. Lo dotó con los aparatos e instrumentos indispensa- Ss para el trabajo diario ino se encuentra en él ninguno que 2 objeto de lujo ni de espectacion aparatosa. Es justicia dejar istancia que nunca se ha visto al Profesor SCHULZE preocu- TOMO LXXXII : 47 o Ayu A SAN Us 581 4 A UU A | 1 0 A AA CI A AV 1 A A Pt id 708 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS parse de otra cosa que del adelanto del pais a que servia id desarrollo de la ciencia que profesaba. 3% Pocos años ha alcanzado a vivir eliseñor SCHULZE entre n otros, pero sus múltiples trabajos dan prueba de una larga 1 que honraría a cualquiera de las celebridades en esta cie No se dedicó solo a una rama de la química, su accion fué vasta: así tenemos de él notables trabajos i estudios sob química jeneral, en los cuerpos preparados al estado colo en la accion.de algunos cuerpos sobre otros; en los reactivos ¡ preparaciones nuevas que ha hecho. En la química mineral ha trabajado con constancia i descubierto la existencia en nu tro pais de nuevas especies minerales, como la arjentoperc la cuproyodarjirita, la tamaruguita i otros. En la química lítica i en la metalúrjica ha realizado notables análisis E largo enumerar. _Imitando a su sabio antecesor Domeyko, no se conformó se lo con el laboratorio i practicó notables esploraciones científicas como la de las pampas del Tamarugal i la última a las islas de Juan Fernández, cuyo trabajo actualmente s se encuentra en presion. 4 Así mismo se ha ocupado de otros estudios interesantes. cionados con la jeolojía, como cs el oríjen i concentracion di metales en las vetas, Actualmente se hacen estudios en el l ratorio de Sandberger sobre esta materia i el Profesor SCHU acaba de enviar un interesante estudio crítico llemo de inter es 1 que revela grandes conocimientos sobre el particular, Corta ha sido la vida del Profesor SCHULZE, se puede que principiaba a producir el fruto de sus estudios i de su preparacion, cuando un fatal accidente lo arrebata al Pal ilustraba con sus conocimientos. Hagamos votos, señores, decicion al ls dado por el Profesor SCHULZE encue imitadores entre nosotros i pueda el país alcanzar cuanto : el grado de cultura intelectual que le corresponde. HOMENAJE UNIVERSITARIO 709 EL DOCTOR SEÑOR ALCIBÍADES VICENCIO Señor Rector, señores: $ Vengo en nombre del Consejo Superior de Hijiene Pública a depositar sobre el féretro del profesor don JUAN SCHULZE el fúnebre homenaje de nuestro recuerdo doliente. ¡Ah! Cómo sentimos en el alma las dolorosas vibraciones con que solamente las desgracias tan súbitas como irreparables tie- nen el poder de sacudirla! Ahí, dentro de ese ataud yacen inertes los restos que ayer no mas animara la actividad laboriosa de un espíritu intelijente i culto. "Nacido en medio de una civilizacion superior, desarrollado en el seno de una poderosa corriente intelectual i nutrido con los ideales progresistas de una escuela que marca rumbos al espíritu humano, era, sin duda, el profesor don JUAN SCHULZE, in representante tan caracterizado como distinguido del medio científico que lo enjendrara. - Cuando en nuestra cátedra de química superior parecíanos aun oir la voz del noble anciano que habia descendido a la tum- ba con la frente ceñida por la doble corona del cariño i del agradecimiento de varias jeneraciones, i creíamos que la ense- ñanza de tan importantísima ciencia no la veríamos por mucho tiempo a tanta altura, llegó a nuestras aulas el modesto ayu- dante de la Escuela de Freiberg. Cómo sostuvo sobre sus hombros la herencia de gloría que esa (cátedra le imponia, cómo correspondió a las esperanzas que en él se cifraban, diícenlo bien alto, para honra suya 1 lustre A A A A IA IRA IIA AS TT 9 VI A 0 Y ETA 0 EI $ 0 1 A A O, 0 A JO) IV O AX MU, 0 GI MA 0 A A A) A O o a 1 A UC LO O, A | IT NN O O A : de su nombre, la respetuosa deferencia que de todos mereció en ida i el esplendor de la fúnebre ceremonia con que realzamos añora su recuerdo. Sí, hai en el acto al cual concurrimos un sentimiento vivo e intimo que refleja fielmente nuestro dolor, a la vez que imprime sello especial i estraordinario a la triste circunstancia que nos reune. ¡Cuando en esta casa universitaria, noble hogar de la cultura de Chile, vemos a su puerta pender a media asta la enseña na- 710 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cional, en los muros de sus aulas el crespon funerario 1 al aquí, en el salon de honor, el túmulo de los que j fueron, significa todo ello que el rayo de la muerte ha herido una de las fren OS mas enhiestas de nuestro cuerpo docente i que se ha apaga por tanto, una lumbrera de la enseñanza pública. EE. | Este triste acontecimiento de la desaparicion de un homb or ilustre despierta en todas partes, por sí solo, profunda pena, ro sacude sin duda, con mayor dureza, cuando él se consu en el seno de sociedades jóvenes como la nuestra, que necesita de esos espíritus abnegados, intelijentes ¡superiores para dirijan por buen camino los meo impulsos de su ene intelectual. ¡ de Es por eso, señores, que la desgracia que hoi aflije a nues mundo científico asume las proporcionés de un duelo públ: El profesor SCHULZE sirvió durante ocho años a la Repúb en las filas de esa noble falanje estranjera, que tanto ha con tribuido a levantar la cultura nacional. ; 53 Como la montaña envía sus águilas, asÍ la secular civiliza- cion europea lanza al seno de nuestras incipientes nacionali da: des, hombres que sienten dentro del pecho el culto reveren por la ciencia, i en sus venas la bullente sangre de los após es; hombres que por medio de la palabra i del ejemplo predi can con fe viva i ardoroso entusiasmo /a ¿dea nueva de la era contemporánea: la enseñanza positiva. E Sus nombres son, entre nosotros, de todos conocidos 1 JS sí constituyen glorias de nuestro progreso intelectual. I bier esta raza de hombres especiales pertenecía por completo « el dis tinguido profesor SCHULZE. : Sintiendo por nuestra patria profundo i i sincero cariño, in te- resándose vivamente por su porvenir, nunca escusó su contin jente en cualquiera empresa que significara para nosotros adelanto. Cuando el alto cuerpo que en este momento tengo. la ha de representar no era sino una aspiracion jenerosa de prog un jérmen lanzado sobre el suelo glacial de la indiferencia blica, i habia necesidad de prestijiar aquella idea con el sos do esfuerzo de un trabajo intelijente i de abrigar este jé con el calor de un entusiasmo siempre vivo; cuando se rec e RAR e A e a dsd a $ A E e 7% A REIS Y AN MT ERES HOMENAJE UNIVERSITARIO Ad ba el concurso de hombres de buena voluntad 1 de fe levantada para combatir preocupaciones i echar sobre ellas los cimientos E. grande i benéfica institucion, cuando en tal situacion nos ontrábamos, de los primeros en acudir al llamado i permane- 'incontrastable en la brecha hasta obtener la deseada victo- fué el distinguido profesor tan prematuramente arrebatado 'aciaga fatalidad. Son diversas las esferas de nuestra actividad intelectual que (4 perimentan dolorosa pérdida con la desaparicion de este estro ilustre: cuando en cl bosque la altiva encina cae tendida tierra, puede, entónces, apreciarse, por el vacío que deja, el - anchuroso espacio que ocupaba. 1 se hundió, señores, en la tumba con una serenidad real- ente heróica. Postrado en su lecho de agonía i sintiendo en s entrañas plenamente el zarpazo de la muerte, no sufrió el temple de su alma ni siquiera el mas leve desfallecimiento. —Veia cómo las eternas sombras lo envolvian lenta i progre- vamente i su sér entero trasparentaba una calma serena e im- audaces conquistadores, encontró su trájico fin precisamente en los momentos en que, buscando nuevos horizontes para la cien- a, trataba de ensanchar los límites de su imperio. Señores, que la paz i la gloria a que es acreedor el recuerdo de los mártires del progreso humano, cubran la losa funeraria jo la cual guardamos ahora las cenizas del respetado i queri- maestro don JUAN SCHULZE. PESDOCTOR DON LUIS E, MOURGUES - Señores: Pronta está ya la fria i pesada lápida. Luego el opaco már- ol ocultará a nuestra vista los restos de un hombre de bien de alto saber arrancado en plena actividad intelectual al | ño de los suyos, al respeto i a la afeccion de sus amigos 1 lumnos. 712 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Permitid que en este supremo momento le sea permiti ido amigo i al colega retratar en parte su obra científica, HANS OSCAR SCHULZE, nació el 24 de Octubre de 1853. Waldheim, en Sajonia. E Su primera enseñanza la recibió en la A superior n. de Dresden. A los diez años de edad frecuentó SCHULZE el jimnasio real de Dresden,en donde recibió en parte su educacion secunda: - Desde esta temprana edad SCHULZE manifiesta. una pas decidida por la mineralojía. Volvia siempre de sus paseos i es- cursiones cargado de pedruzcos i de minerales hasta el estremo “de que la pieza habitacion que compartia con su hermano fu luego trasformándose en museo mineralójico, no sin que jóven naturalista recibiera repetidas amonestaciones de su hoi inconsolable madre!! : En 1869 abandona el jóven SCHULZE a Dresden para tras- portarse a Leipzig, i dos años despues, en el verano de 1871 ¡a los diezisiete años i medio de edad, sostiene SCHULZE su exá- men de Madurez (Maduritáts Examen). -:$M Despues de haber estudiado en Leipzig durante tres semes- tres las ciencias naturales i de haber frecuentado el laboratorio de Wiedemann para hacer sus primeros pasos en la química os: perimental, se traslada SCHULZE a Freiberg e ingresa en lac céle- bre Real Academia de Minería de esa ciudad. | y Es ahí en cse centro de trabajo i bajo la direccion de un S maestro donde SCHULZE encontró su verdadera vía i donde despertó su vocacion i su espiritu de investigacion. Desde este momento SCHULZE no abandonó la Real Aca mia de Minería sino un año para hacer su servicio de militar el rejimiento 107, a cuyo cuerpo deoficiales de 1 reserva per e- necio. ] -— En efecto, despues de los scis primeros semestres, 8 se recibió de injeniero de minas en 1875. En 1.2 de Octubre de 1876 es llamado a ocupar el po asistente en el laboratorio de química de la Academia de Minas dirijido por el célebre profesor Clemens Winckler. Algun tiempo despues fué nombrado repetidor (Docent) « ese laboratorio, continuando en esas funciones hasta el mom HOMENAJE UNIVERSITARIO Jia “en que fué contratado por el Supremo Gobierno de la Repúbli- ca, es decir a fines de 1884. En Freiberg, SCHULZE se decide rectamente a concentrar su “actividad en los estudios químicos, especialmente, i bajo la in- fluencia del medio, por la química mineral. La mineralojía, su primera pasion, no bastó a . alimentar su cerebro esencialmente inclinado a la abstraccion ¡a las cuestio- nes jenerales. | El primer trabajo que poseemos de SCHULZE es la disertacion - que presentó en la Facultad de Filosofía de Leipzig para ad- quirir el título de doctor en 1880 a los 27 años de edad. | Esta disertacion lleva por título La oxzdacion de las sales ha- loideas. En este trabajo estudia: b 1.2 La accion del cxijeno libre sobre los cloruros, bromuros, ¡joduros i fluoruros metálicos; 2. La accion del oxíjeno naciente sobre esas mismas combi- “naciones; 3.2 La accion del oxíjeno sobre las sales haloideas en presen- cia de los anhidridos de ácidos; 4. Por último, la accion de los anhidridos sobre las sales en ausencia del oxíjeno. Del conjunto del trabajo se desprenden las condiciones que favorecen la formacion de los oxicloruros i el límite de trasfor- 'macion de las sales en condiciones determinadas. Este trabajo modelo en su jénero, le valió ser recibido de doctor en filosofía con la mejor nota: Magna cum laude. En este trabajo se nota ya en SCHULZE la tendencia de su b spíritu por las consideraciones jenerales, por la influencia de la masa i de la dilucion en los cuerpos que reaccionan. Esta tendencia se acentúa aun mas en un discurso pronuncia- do ese mismo año i que lleva por título Sobre un tema de tran- SICLON. - Diserta en ese discurso sobre ciertos fenómenos que son tanto del dominio de la física como de la química. Discute las nociones de mezcla i de combinacion, analiza los fenómenos de disolu- cion, los de la absorcion de los gases por los líquidos con cam- bio de estado. En una palabra, se preocupa de todos esos fenó- 4 754 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS menos que clasificamos hoi dia bajo el nombre de molecul: ¡ que tratamos de interpretar por las leyes de la dinámica i di la física molecular. Algunos meses mas tarde publicó SCHULZE un método de pre: paracion mui elegante del cloruro de sulfurilo. Se sabe que cuando se hace pasar una corriente de anhídrido sulfuroso sobre el alcanfor, este último se liquida absorbiendo cantidades con siderables del anhidrido. SCHULZE preocupado de los fenómer de catalísis que en aquella ¿poca comenzaban solamente a ten esplicacion, estudiando ese fenómeno, tuvo la idea de saturar producto que en esa reaccion se obtiene por el cloro i observó que el alcanfor se rejeneraba i que el anhidrido sulfuroso pan a ba al estado de cloruro de sulfurilo. 1 En ese interesante trabajo estudia el jóven químico la rea 1 cion comparándola con otras análogas que dan tambien el n mis. mo cuerpo sin trasformacion apreciable del medio en que ejecuta la reaccion. | ooh Por último, da de ella una interpretacion dinámica. Hace diez años, en 1882, aparece la primera memoria de ? SCHULZE sobre el estado coloidal de algunos cuerpos sólidos. 3 La idea de solubilizar en ciertas condiciones los cuerpos que: habitualmente son insolubles ha sido la constante preocu años. 107. pe | Es el querer realizar en todas sus partes el problema que habia propuesto en 1882 lo que ha sido causa del terrrible suc so que hoi lamentamos i que nos tiene bajo el ps de tan p funda emocion! sl Se sabe que cuando una corriente de. hidrójeno sulfurado atraviesa una disolucion de ácido arsenioso, el súlfuro de arsés nico que así se forma i que colorea la solucion no «se precipita, a pesar de que el súlfuro formado sea insoluble, i para obte su precipitacion es necesario añadir ácido clorhídrico. E: Este fenómeno preocupa sobre manera a nuestro desgraciad amigo, estudia una i otra vez las condiciones de la precipitaci del trisúlfuro de arsénico, dializa la solucion para obtener. coloideo en estado de pureza, luego nace en su espíritu la ic de que todos aquellos cuerpos en apariencia insolubles pueden HOMENAJE UNIVERSITARIO 715 Jar de serlo cuando se les obtiene en condiciones determi- adas. Al año siguiente, estiende SCHULZE sus observaciones al tri- úlfuro de antimonio i determina las condiciones de su forma- ion en estado coloidal, así como para una serie de otras sus- an cias, Al concluir esa nota SCHULZE vuelve sobre su idea de obte- ner todos los cuerpos reputados insolubles, en estado soluble, 1 lo solo los cuerpos compuestos sino tambien los elementos nismos. | En esa época se conocia ya el óxido de hierro, i el selenio en estado coloidal. Diez años mas tarde, bajo el imperio de su idea favorita, 1 queriendo obtener el arsénico en estado soluble, debia nuestro nfeliz amigo ser víctima del amor de sus convicciones i mártir de sus propias ideas. - Modelo de constancia, de virtud ide amor por la ciencia que tan brillantemente cultivaba, no retrocedió ante el peligro! !... La obra de HANS SCHULZE no se limitó solo a esos trabajos. El año 1883 descubre los súlfuros inferiores del fósforo, hace mn colaboracion de Stelzner un trabajo sobre la trasformacicn que esperimentan los vasos destilatorios en los hornos de zinc en Zincespinella i en Tridimita. A fines de 1884, contratado por el Gobierno de la República, abandona Freiberg con el cbjeto de venir a ser profesor de nuestra Universidad. | | | No me toca a mí el analizar la influencia enorme que esta orande intelijencia ha ejercido en el adelanto intelectual de nuestro pais en estos últimos años; palabras mas autorizadas que la mia os lo dirán. Solo quiero indicaros como uno de los títulos de su gloria 1 que le hacen acreedor a nuestra eterna gratitud, la organizacion del laboratorio de nuestra Universidad, verdadera escuela para los hombres que quieran dedicarse al estudio de la química. El hombre que acaba de desaparecer unia a su gran talento í saber un conjunto de cualidades morales que han hecho de él ma personalidad querida i respetada de todos aquellos que de ca o de léjos tuvieron la felicidad de conocerle, 51 DAA y DADAS DIO AO TEA FA Y. 716 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Bastaba hablar una hora con él para comprender t bueno, lo leal i jeneroso de su corazon. | Bastaba verle trabajar una hora para comprender que j: una cifra o resultado por él obtenido 1 1 publicado pueda ser ( clarado erróneo. | Se podria discutir sus interpretaciones teóricas, pero n sus resultados esperimentales. 3 -—— SCHULZE ha sido el modelo del hombre de acota sac cándolo todo a la ciencia i por la ciencia!! se ¡Adios! amigo, que ya que mis palabras no pueden mas. presionar tus células, que mi afeccion i mis sentimientos p: vayan a turbar las últimas vibraciones que tu cerebro imp micra al éter i te lleven este último recuerdo de quien tanto te ad miró. | | A A A MA VIVAVAVA/AVA IVANA (3 > dai OBSERVACIONES —"ASTRONÓMICASI METEOROLÓJICAS —y Je— OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS Ecuatorial - Se han hecho las siguientes observaciones desde el mes de Setiembre último: El señor Taulis: 1.2 Eclipses de satélites de Júpiter | Setiembre a principios dell eclipse. 1. 11% 17% 218 " 27 O MI O TO O " ges 1. " me SANZ O 2.2 Pasos por el disco Setiembre 22. 11 Púnepiordelpaso a 8 La E li ón A e AT 2 ” ” | " o Exa del MASON Me ANS AA 3 A ocio maielpasona a 14823052 Octubre 1.2 1. 5 ANO: 37. ..23 h. E IS Ed rpaso 2 43. 28 Sh. 718 “MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 3.2 Pasos de la sombra sobre el disco Setiembre 22: IT. Principio delpase: l ADA " nl A ES.33 wm a; Principio MI 03 57 Octubre tarical: " Mira e IO 20 : ms Aa e do 12 30 4.2 Ocultacion Emersion del satélite, — 11 EAN 5 Ocultacion der27 Poisson por ( Iinmersion alas. 2.4, El señor Espinosa: Octubre 8 Eclipse de II (Inmersion) PE an "Paso de la sombra de 111 (fin) 11 " "Paso sobreel disco de III (fin) 11 " ". Paso, del (Ertcipro) Octubre 10 Baso del (10) 3 Octubre 15 Paso de III (principio) AZ " " Eclipse de II (inmersion) 13 " "Paso de I (principio) ES Octubre 22 Eclipse de II (inmersion) - 5 " "n Paso de III (principio) "ERES Octubre 31 Paso de ll (principio) S I5 5 1 Paso de II (principio) 12 Noviembre 7 Paso de I (principio) 13 0 "1 Paso de II (principio) e 24: Noviembre 8 Eclipse de I (inmersion) 10. " " Eclipse de I (An) pe 13. Noviembre 9 Paso de I (principio) PAS "o w Eclipse, de IE inmersion) «100 " 2 Paso de I (fin) i IO " yw Eclipse de IT (inmersional 398 450 i É 0 Ñ ' . 720 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Tomblores Horas Fuerza (1) Duracion Direccion | Setiembre” T* 0220" AM. 5201 028 " 2-4 30 AMO í UTETO Al MS 120 " 10 1.32 325 "A. WE born " 1.2. 48:20. BM: 160 20 " EE? Ad PES aora " az iO Po MISSIZO Sy Octubre 61 y PAG 720 A í E O O O 3 5 78. 4 20 "Polo 1 Este-Oeste " S- 3.1450" A. WE 27/20 5 Este-Oeste " $203 A. M. +1 12042 Y í 215. 15-40. P-M.% 4/20% 204 Norte-Sur Noviembre 4 0. 40 AM. 128 — " DOTA 30 A WM ZO 6 3 n DO a: PM: “120 ] " 19: 4. 29 A. ME 2Os í 24. 10. 46 PM.-44/20 5502 DESCUBRIMIENTO DE UN QUINTO SATÉLITE DE JÚPITER — El 13 de Setiembre último, el señor Barnard, astrónomo Observatorio Lick, descubrió un quinto satélite a Júpiter brillo era comparable a 'una estrella de 132 magnitud. Se las observaciones obtenidas hasta ahora, se ha calculado que : revolucion alrededor del planeta se hacia: en 11 horas 50M nutos mas o ménos; su distancia al centro de Júpiter es de : (siendo 1 el radio ecuatorial del planeta); se ve que en su m yor elongacion el satélite no se aleja del disco de Júpiter sí de las tres cuartas partes mas o ménos de su diámetro. i (1) La escala con la cual se aprecia la fuerza supone el máximun 1 veinte. El seismógrafo indica la direccion solamente” Shando la oscila horizontal tiene cierta amplitud. ñ OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS I METEOROLÓJICAS 721 Esta pequeña distancia esplica la dificultad que presenta su observacion. En el ecuatorial del Observatorio de Santiago, no se ha podido distinguir nada, 1 lo mismo ha sucedido hasta ora en los demas Observatorios del mundo Por esto, el anuncio del descubrimiento encontró al principio cierta incre- dulidad. Hoi dia no se puede poner en duda la existencia de este quinto satélite, pues las observaciones i medidas del señor servatorio Lick son los únicos que lo pueden observar. Ellos tienen a su disposicion el mas poderoso anteojo que existe en el mundo (el objetivo mide 92 centímetros de diámetro). ñ pa ALBERTO OBRECHT Director del Observatorio Astronómico, Profesor de las clases de mecánica i cálculo diferencial e integral de la Universidad — .. _— — q. o IO 0 CES A ME Zar 200 TRE ISA DR y a AA PPP is DAR AIADATT A A. A » a ar 7:22 : MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS - SETIEMBRE DE 1392 7 A.M 7 A, M.| 2P.M. ¡10 P. M. RESÍ el m =S g m/m. m/m. | m/m. m/m. m/m. m/m. h 3 anta media. 7900 +] 10.43 1 19.49 | ESO Te 27 os S 8] "1 máxima. Oo + 23.59 | 23 83 24.23 25 12 Bs| " mínima. 700+| 14.49 | 14.53 | 13.42) 13.91 En Oseilacion máxima. . 1. 9:19 | 0-30.)-ToóS ddr, 2 1 E "Media diurna. Temperatura media. . |. 6%4=) 7278 17916 9%92 | no máxima. 0.10] 19.95) | ME o Ele ma E 3.051 3:05. 0706425 EE Oscilacion máxima, . .| 6:So |-:S.10 | 13.85 | ¿9:00 E3| “ mínima diurna. LEN cd "media diurna . uv máxima diurna. | Humedad relativa media] 83.5 | 78.9 | 41.4 | 76.0 S " u;: máxima]| 97.07 | 95:05 SAO E " ", minimal 66.0... 60.0] 220500 3 [Tension media. . .... 6.19 | 6.27 1" 6380062 A |< on” máxima... 9:68:20 oe | a Mínima. 0. 101 14.034 "5:14 SAN Sato N. = — — — NE. == 3 — I E. 1 3 — 1 a Vientos SE. 1 2 — 2 5 |[(núm. de veces/ 5. 3 5 I I = | observados) | SW. 5 E O 4 W. —= | — — .-— NW. — L — 2 Calma| 14 Ni 18 _Despejada| 18 17 18. 20 11.7 Ñ e | Atmósfera | Nublada. . ñ 341 | | S (núm. Cubiertas 7 6 3d E | de veces ) Neblina. .| 4 4 0! sd observada) Roco oo — — Lluvia. 2 3 5 Anemómetro - Evaporacion | Pluviómetro | Kilóm. ¡ mm. Tati do ia piobc67 4.05 Medio Ada ct 12D 47 A MASMO a it 225.2 | - 3300 Minimo A 56.3 E 0.18 8 OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS 1 METEOROLÓJICAS 223. OCTUBRE DE 1892 Y E A j ri ; Ñ y ; MR. . » q A E 7. AM. [72% A. M.| 2P. M. |10 P. y] nagónas 1 mes m/m. m/m. mm. Altura media. . 7oo+| 18.751 18.75 ARA 4 00 + [122.04 | 22.14 Minima +00 +]|-14.781 15:76 MEslacion total... 7.26 | 6.38 "media diurna. Sa o reducido pd a Cero a _ _ _ ___—_————— o —— Temperatura media . .| 9%81 | 10%3 | 18%3 | 10%50 12288 ma 14.32 | 15.15 ' 24.70 ]112,75 24.50 as tc 5.05: 17-55 | 11.15 6.05 3.90 "n mínima diurna. . m máxima diurna. . media diurna. | O A Humedad relativa media; 77.3 | 75.2 " » máxima| go 92 " Imínima| 63 60 Mastin media... s:l. 7.04. | 7.21 aaa... 3.86] 3.63 6.01 Oscilacion total. . 8.37 | 7.60 x—_—_——_—— A ———Á TU " —minima. . N. NE. E. Vientos SE. (núm. de veces/ 5. observados) | SW. w. NW. Calma| 15 114 | / Despejada| 14 I5 Vs | Atmósfera | Nublada. .| 3 1 ' (núm. | Cubierta. . de veces ) Neblina. . observada) | Rocío . — - 1 u N a Vientos RE ny loo | O | NH NRaAh0DN no”? | = | | == =y Lh D — hi NO D =J ES ES Lama! Lluvia. ES SS (87 y diu Anemómetro | Pluviómetro Evaporacion (Camino recorrido) (Lluvia recojida) Kilóm. m/m pi AO 4320.8 | | 6.88 MO al dia: . ...-. LN E 240.7 3 1.60 78.5 | 0-75 a ls! | TOMO LXXXII 224 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS NOVIEMBRE DE 1892 7A.M.(7%A.M.| 2P.M. [10P.M. | = m/m. m/m. m/m. | m/m. | m/m. 3 [Presion media.. 7oo+| 16.52 | 16.33 | 15.49 | 15-54 Ag] " máxima. 7o0+| 20.31 | 20.16 | 1942 | 19.76 ES| " mínima. 700+| 13.37 | 13.68 | 12.26 | 12.67 | E [Oscilacion total -. “|: 6.9447 6:48 |. 09 E "media diurna. y 3 |Temperatura media . 14931 | 14988 | 23%02 | 1326 Es ” máxima. ¡pene 19.25 | 30.03 | 17.05 s-=| "n mínima. . 7.05 | 7.85 | 15.35 | 7-05 e % JOscilacion total (md. ds 12.00 | 11.40 | 14.68 | 10.00 25| $. diurna máxima. | 0 AT " mínima. . ÉS I "n media Humedad relativa media 67.7: | 64.6 +["Sg:0 67.2 E " " máxima| 86 83 651. 1.86 E " " mínima| 50 50 A e 8 ¡Tension media. . . “| .6.73]|. 653| ¿97147668 6 "- máxima... .|. 9.00]. 8.60 | J6OIiAS10 wo minimaa? 05] 4.3017 440 |. 2 aBMAago N. — — — = NE. — — —= — FE. c—Á po — —= 2 2 Vientos SE. e, -— —= = 3 [(núm. de veces/ S. 2 8 1 d E observados) | SW. 13 10 29 4 W. 2 4. | — — NW. 2 2 — — Calma bro AM 2108 | Despejadal| 20 18536 2 3 Atmósfera 6 Nublada. . 4 5 ES y $ | (núm. de ) Cubierta . 5 5 Pl E veces Neblina. — = | — — < | observada) | Rocío . — — Lluvia. I — 2 I ne” Pluviométro | Evaporaci (Kilóms. recorridos) : 0 Kilóm. m/m. ; E IN NOA 4620.8 17.34: Met armar 0. 154.4 E A CN 220.0 Y PT A 97.1 E A A A O Prst? O0Ñ 100 AR , : 4 » e A . 5 > A e ET Y > 1 “ú , " Ñ y A iS NS SS == Cl 4 z 7 ” E A E ANA Es DELA D A8DA ¿ uúatio del número pulcado en: Octubre ia E sé dos: láminas). a AS | E - Boletin de Instruccion Pública. LE Ses sTOnes del Consejo de Instruccion Pública. pes e objetivos de enseñanza delos JIMRAStos alemanes. : EL : Memorias científicas i literarias: — Plantas nuevas AE de Ya: RS las láceas£continuacion), por el doctor R. A. PHiurri- — Imperfecciónes i erratas A fiestas de. la edicion auténtica del Código Cóvil Chileno (continuacion), por M 1 Luis AMUNÁTEGUI ¡REYEs. — Vida 7. obras de don J. V. Lastarria (continuaci - por ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON. == La. lejislacion de Chile con-relaci : Derecho Internaciónal Privado: Anexos (continuacion), por JosÉ CLEMENTEFÁBRI Sato - La “Piedra escritan de; Cauquénes, por DANIEL BARROS GREZ. —La, fonética, E ==" RODOLFO LENz.—£La escuela de Injenierta, por ALTE. NoGuEs.. — Observa astronómicas o meteo? 'oléjicas, por ALBERTO OBRECHT: e O Sumario o deln número- - publicado em a Noviembre (384 pa “nas i dos láminas). Y e 2 Boletín de istrucció Pública — Sesiones del Consejo di Instruccion Pública E _Z objetivos de enseñanza de los jimnasios alemanes. — - Nota del Director del Znsti xa == Pedagójico al señor Ministro de Instruccion Pública. A S Memorias científicas i literarías. — Plantas NUEVAS - chilenas de la familia, de las >váceas (continuacion ), por el doctor. RA, Puitipp1.— Vida ¿ obras de don” Lastarria (continuacion), por ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON. —La lejz. de Chile con. relacion al Derecho Internacional Privado (conclusioñ), por JosÉ E ¿MENTE ¡FÁBRES. — Imper, rfecciones ¿ erratas manifiestas de la edicion auténtic : Código Civil. Chileno (continuacion), por MIGUEL Tuxs. AMUNÁTEGUI REYES. : o verdad. (poesía), por GUILLERMO Marra.— Los desacuerdos. entre O' PSStS AS Senado AS ¿por ALCIBÍADES” ROLDAN. — La enseñanza de la historza zo - Luis BARROS BorGoÑo. -—Estudios. sobre puentes de-madera con un-ensayo ) clasificacion de las cargas rodantes para las vías carreteras. de Chile, ¿por Gun - as OTTEN. — Sobre el teorema de Fermat de que lacecuacion xi + ge 2 10 tiene A z cion en números enteros XK; y, z 1 siendo 1>2, por “el doctor. =AÍ TAFELM ACH VNecrolojía: Don Waldo 2 por -DomMINGO AMUNÁTEGUI SOLAR. 4) Sumario del número publicado en Diciembre (25 i dos láminas). ES A 2 Boletin de Instruccion Pública. res del a de Instruccion-Pública. = 2 objetivos de enseñanza de los Jimnasios HERA traduccion A y RUDÓLPH.: +7 > ls > AS ] Memorias científicas 1 literarias. - — Plantas nuevas chilenas de las las "familias. Qe: maloáceas (conclusion), por(R. A. Puinierr.— Vida ¿obras de don J. VoLa (continuacion), por ALEJANDRO “FUENZALIDA GRANDON.—Los desacuerdos € O Higgins ¿ el Senado Conservador. (continuacion), por ALCIBÍADES ROLDAN:- arbitraje internacional en la Conferencia ' americana de Washington, discurso Po 2nco? poracion a la Facultad de Leyes £ Ciencias Políticas, por JosÉ ALFONS = testacion al discurso_amterior, por JosÉ ANTONIO LIRA. —Imperfecciones. o manifiestas de la edicion auténtica del Código Civl Chileno (continuacion), por GUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES. — Sobre el teorema de Fermat de que la ecu x"+y"=z" no tiene solucion en números enteros XK; y, z SE ADMITEN SUSCRICION ] PRECIOS 8 Un año, doce números, $10 Un semestre, seis. números. Las suscriciones empiezan con, el número de Mayo « de 1 1 , IMPRENTA CERVANTES — CALLE DE LA BANDERA, NÚM. 73. — SANTIAGO on 1 2 A A y y mo Es PAS) j á 2) SA, 23 E E ] IN i AL z e i : 0 2 É i : El y i 3 ” Ñ . ¿ A o á z g ¿ ñ pg de P ' j ; Bb: É A y F dl ' E e ONO LX! ENTREGA 0% A AN. ¿ SAS da pas ER pa E - Á E a haste 1 / A o sl ) bc FOR : fi 7 ñ ER SUMARIO ] ES ! y h rr) o PS tin. de Instruccion Pública. a del Canedo de nacion Pública. 10 ias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de la familia de las a AENOR >. Ada (continuacion), por el doctor R. A. PuiLirrt. — Los helechos de- UA a m Fernandez, por el Dr. Eeberico lomow. — Estudios sobre puentes de. 100 e Chadera con un ensayo prévio de la clasificacion de las cazgas rodantes para las Fe vías carrel ras de Chale (contiñuacion), por GUILLERMO OTTEN.— Imperfec- * E tones d erratas acto: de la edicion autentica del Código Civil Chileno . : pepa). , Por MIGUEL Luis AMUNÁ: PEGUI REYES. — Vida ox MEDIR SRA A > A Lastarria. (continuacion), por: ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON.— 00 EAS | miética aplicada á la enseñanza de los idiomas VIVOS, POr” RODOLFO LENZ.— a pa A ES y Sobre el sistema de desarrollo mas conveniente para repre: sentar el mia pa EL Chile, IS A 3 A ALBERTO “OBRECI gr. - Observaciones astronómicas 2 meteorolójicas, por qe PO ¡a RS s ASE | : ERA eS SANTIAGO . E de Sa | AAA IMPRENTA. CERVANTES 4 e ER CALLE DE La BANDERA, 73 AE RS DE O AE —— SE Ñ e a? . Colobracion dol quincuajésimo amiversario 0 la 0 . A - 1 la Universidad de Chile _—= =— E Z y y E xl SS ME. = -L Para oler debidamente esta fecha memorable se abrirán dos cer menes, uno artistico i otro literario. LA > 3% El certámen artistico tendrá por objeto la AS d6 un cl alegórico que simbolice la inauguracion de nuestro primer estableci z cientifico; ia él podrán concurrir los artistas piRtores sacionales 1 1 S ; TOS, residentes en Chile, 9 <= ; , : : El cuadro deberá tener cuatro n metros" de largo por tres dE ncho. Los trabajos serán presentados ántes, del 1. de. Julio de 1893 1 ñL color provisionalmente en la sala principal de la Universidad a fin de quee gados por una comision especial, que nombrará el Consejo. - AE : El autor del cuadro que merezca el p primer premio obtendrá da suma. de adquiera el o premiado. El segundo premio. consistirá en la canti _Un mil pesos ($ 1,000) en dinero. EZ Ares No será forzoso a la comision otorgar premios si, a su juicio, los tral - presentados no merecen tal distincion... , TH. En el certámen literario habrá « dos temas, a ce Reseña de ad 308 llevados a cabo por la Universidad en sus cincuenta años PRA la z Moria de los progresos médicos en Chile. - SS A =i Las composiciones deberán presentarse tambien ántes del 1.2 o de de 1893. E ES ES — 5. Una comision del ea designará las dos obras que deban s ser premia ) con la suma de. mil peSOR. cada ima. 42 LOA + pos E E E . LE = AZ mes AS FACULTAD DÍ LEYES CIENCIAS POLÍmIO ICAS De ib - Contámmen para 1601 4 1092 A T EMA. —«Estudio copas Soo el títalo 18 del libro Hr Civil i¡-estudio sobre la libre testamentifaccion». 498 Las eS que se envien al certámen o ser. ud al de 1893. - 55 És El premio consistirá en las suma de e 3 an a6 4 k 25 3 rd y o Ñ - FAGULTAD DE TEOLOJÍA 0 A de Ceortámen para 18911 11092 Tema —«Una apolojía popular de la reljion cristiana ce contra las pe sacadas de la ciencia moderna». : O => Este trabajo podrá presentarse hasta el'1o He Marzo de 1895. El premio consistirá en la suma de mil pesos; ue” HARTA ú —A q O e DOIDOTATOR | . =SPOE AAA E LA ...- - E S Pi ES LN A A z ESO A A j 4 - sir. ara .. nn. e e - PROA 5 TAO e 5d . HA A . . A a A GE > a ddddAOd daa aaa | E PLANTAS NUEVAS CHILENAS DE LA FAMILIA DE LAS MALPIGHIACEAS —-S ¿DS —— Dinemaronum Adr. Juss. (Gay, Botan. I, p. 359) DINEMAGONUM MACULIGERUM.—PH. D. frutex humilis, ramosissimus, argenteo-setosus; foliis par- | vis lanceolatis; petalis insequalibus, duobus superioribus mino- | ribus, inferíore maximo, luteo, apice sanguineo; fructu glabro. In valle de Huasco crescit, | El tallo es corto, pero mui grueso comparativamente 1 cu- ¡8 “bierto de una corteza cenicienta; las ramitas pasan rara vez del E largo de 10 milímetros. Las hojas tienen, por lo comun, el largo | de 6 milímetros. Suele haber tres a cinco flores en la estremidad de los ramos, llevados por un pedúnculo, que puede alcanzar a 12 milímetros, pero que es, por lo comun, mucho mas corto. El cáliz, | del largo de 5 milímetros, lleva las glándulas estipitadas del jé- nero. Los pétalos superiores miden 5 milímetros, los laterales TOMO LXXXII 49 726 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS casi 6 milímetros i el inferior 8 milímetros, éste es estrecho el medio í todo su borde recortado i crespo; los pétalos son color amarillo, que muestran las otras especies del jénero de este color se destaca mucho el gran lunar color de sang oscuro de la estremidad del pétalo inferior. Hai ocho estam. bres con antéras. El diámetro de la cápsula es de 11 milíme- tros; las alas anchas son de un color pp oscuro casi ne-. gro. = SAPINDÁCEAS DODONAEA L. 3 Flores saepe abortu polygami aut dioici. Calix 4 partitus,: deciduus. Petala nulla. Stamina 8, filamentis brevissimis, anthe= ris oblongis, linearibusve. Stylus filiformis, ab alís capsula 2- e ali Semina bina, subglobosa, Frutices dels oblongis- saepius viscosis. DODONAEA VISCOSA L. "Foliis obovato-oblongís, basi cuneatis, viscosis; floribus ra: ; cemosis; fructibus bi-aut trialatis, pedicello longioribusn. Dc. D:>viscosa LE iDerProdr. Lpaj 1016 ete: E A Provincia de Coquimbo. Guill. Geisse. 3 Este arbusto se cria en la vecindad del lugarejo Llanos « de> Tulahuen con bastante abundancia, pero en un espacio bien: limitado al pie de un cerro, i tambien en una mancha pequeña ; cerca del lugar llamado Peñon en la vecindad de Caren; la jen= te lo llama yerba del campo, porque han creido encontrar en las- hojas semejanza con las de la yerba mate. - | 1158) De Candolle dice, que su patria es la América caliente, á Antillas, 1 el reino de Oware en Africa, pero se encuen igualmente en una buena porcion del Asia tropical, en el Áfri . ca austral, en las Islas del Pacífico, en la Nueva Zelanda Í en Australia. | | | El arbusto es mui variable, sobre todo en la aa de: E hojas. En Coquimbo alcanza a la altura de metro i med PLANTAS NUEVAS CHILENAS 727 FAN | sus hojas tienen 9.5 centímetros de lonjitud i 1.5 de ancho; el po diametro de la flor abierta con los estambres es de 7 milímetros, el del fruto de 20 milímetros. GERANIÁCEAS Geranium L. emend. (Gay, Botan. I, p. 380) I. GERANIUM CILIATUM.—Ph. G. perenne; caule erecto, ramoso glanduloso-pubescente; foliis ambitu orbicularibus, fere usque ad basin septempartitis, laciniis trifidis, lobis iterum trifidis vel lateralibus indivisis; pedunculis bifloris, folium superantibus; calycis foliolis nervosis, sat longe aristatis, valde ciliatis; petalis 12925, calycem bis eequantibus» rotundatis (hand emarginatis); carpellis laevibus, pubescenti- bus; seminibus reticulato-rugosis. Frequens in collibus apricis provinciarum Santiago, Áconca- gua, O'Higgins. El tallo excede a menudo de 40 centímetros, es débil i sus in- ternodios tienen a veces el largo de 9 centímetros. Los peciolos. de las hojas inferiores son mui largos, los de las superiores mui ¡ cortos; el diámetro de la lámina de las hojas inferiores llega a 5 centímetros; los lobulitos son lineales, mucronados, del ancho de 2 milímetros i aun mas angostos. Los sépalos miden 6, los pétalos 9 milímetros. La raiz es gruesa pero no "napiformis.. | Esta especie se distingue del E. pyrenazcum por sus pétalos | de ningun modo profundamente escotados, las hojas mui diver- - | sas etc., del G. Berteroanum Gay por su tallo pubescente, nunca | —"villosissimo», las hojas divididas con siete segmentos, etc., del | ME subimolle Steud. por las hojas profundamente partidas. Ae 2, GERANIUM ANDINUM.—Ph. | G. perenne; caule, petiolis, pedunculisque pilis mollibus, pa- | _tentibus hirsutis, foliis orbicularibus, sparse hirsutis, usque ad medium septemlobis, lobis sublobulatis, rotundatis, mucronatis; 728 ; MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS pedunculis bifloris folium «equantibus; calycis h¿rsuti foliolis ar tatis, ovato oblongis; valvis fructus leevibus hirsutis; seminib tenuissime reticulato- -TUgOSIS. AN In Andibus de Popeta dictis provincia. teca inv Fr. Philippi. El tallo alcanza a 65 centímetros, i es postrado o ascendente Los peciolos de las hojas inferiores miden hasta 8 centímetr i el diámetro de su lámina 7 centímetros. El seno de la base d las hojas es agudo; las dos caras muestran pelos esparcidos. E S sépalos tienen al tiempo de florecer apénas 3 milímetros, pero en el fruto maduro 6 milímetros. Hai cuatro bracteitas alez «las al oríjen de los pedicelos parciales, que quedan erguidos aun pasada la floracion. La vellosidad de las valvas del fruto es erguida, i las válvulas no son de ninguna manera "appresse-pus bescentesn, como deben ser en el G. pyrenaico verdadero, seg la Synops. Fl. germ. de Koch, p. 153. | Esta vellosidad 1 los pedúnculos deflorados erguidos dise] guen el G. andinum del G. pyrenazcum L., mo puede ser tam- poco el G. pyrenazceun de Gay, cuyo tallo se llama "puberulo 3 i cuyas hojas son "pubescentesn. El G. Berteroanun: se disting luego por su tallo "vellosísimo:, i los segmentos anchos í no li- neales de las hojas. q 3. GERANIUM MOOREI.—Ph. G. perenne, caespitosum; radice.crassa lignosa; caulibus, ' vivus folía radicalia «equantibus, vel paulum superantibus, s folia glabriusculis; foliis minutis, quinque partitis segmentis fidis, pedunculis 2u72Zoris, folia longe superantibus; sepalis l: Las hojas mayores, a panzadas a un pcia del 1 de 2 4 milímetros, miden 20 milímetros de largo i 12 de ancho, i cubiertas de pelos cortos i apartados, que fácilmente esca la vista. Los pedúnculos alcanzan a 25 milímetros. Esta: cie difiere del C. elegans Poep. por sus ramos afelpados d blanco de nieve, sus hojas ménos recortadas ¡sus flores el « mas grandes; del €. macrobhyllumm por sus hojas mucho men i sus flores dos veces tan grandes, del C. parvzfol2un por los mos afelpados, no peludos, las hojas dos veces tan grandes, cáliz afelpado blanco i no verde i velloso. (Continuará) Dr. R, A. Pol Director del Museo Nacional si 3 ARAN lil A DAA AAA LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ ——lpa—— Una particularidad mui pronunciada de casi todas las islas oceánicas i sobre todo de aquellas que están situadas en la zona tropical i en la templada del hemisferio sur, consiste en el des- , Ñ proporcionado número de criptógamas vasculares que las habi- Mtan. "En todas las rejiones montañosas de esas islas, dice Oscar 'Drude en su Vuevo Manual de jeografía vejetal, la formacion de los helechos, cuyos representantes jenéricos no propenden al | endemismo, pero que como especies son muchas veces peculiares y “a una o pocas islas, se halla magníficamente desarrollada i de- termina en primer lugar el carácter fisionómico del paisaje.* l No es difícil penetrar la causa de este fenómeno, si tomamos: ' en cuenta que la gran mayoría de aquellas islas es de -oríjen: | “jeolójico mas reciente que los continentes i por lo tanto es pro- bable hayan recibido su fauna i su flora de estos últimos. Pues entre los ajentes físicos que podian obrar en el trasporte de los | jérmenes vejetales, indudablemente el viento ha desempeñado: un papel mui importante, i para ser llevada por su fuerza nin- | guna semilla parece tan apropiada como lo son por su estrema: pequeñez i calidad pulverulenta las esporas de las criptógamas vasculares. Poseemos tambien una comprobacion directa de esta teoría las observaciones que hace algunos años el botánico holan- (*) Handbuch der Pflanzengeogra hie, Stuttgart 1890, p. 137. 3 1 UNO 8 »P TOMO LXXXII 50 742 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS perdido completamente su flora primitiva por las erupcion volcánicas del año de 1883. Cómo lo mostró al señor Treub ur serie de visitas efectuadas a la isla en intervalos regulares, 1 pendientes del volcan central que estaban cubiertas de lava i: ceniza, primero se revistieron de una capa minuciosa de algas | - pertenecientes a la familia de las Cianoficeas, en cuyo detrito hallaron estas plantas en la playa de la isla, la cual por su 8 elevacion sobre el nivel del mar no estaba mui espuesta a los — p vientos. Allí solo despues de trascurrido mas de un año se ob- E servaron algunos vejetales i éstos no eran helechos sino plantas q fanerógamas cuyas semillas habian traido las corrientes del mar i los pájaros que desde las islas vecinas con frecuencia visitan | a Krakataua. De esta maneraií con la propagacion de las re- cienvenidas por su nueva patria, la isla de Krakataua se coloni= zó ise está colonizando todavía por una parte con o E que desde el interior avanzan hácia la costa, i por otra parte con fanerógamas que invaden el terreno en la direccion conti Ea Es de suponer, anora, que una vez concluida la repoblacion veje= tal de Krakataua siempre los helechos como ubeati possidentesn. 3 seguirán predominando sobre las fanerógamas en todas 13] rejiones elevadas del interior. Na Para demostrar la maravillosa cantidad de criptógamas vascu-- lares que existen en varias islas oceánicas, bastarán los siguien= 3 tes ejemplos. La isla de Rodríguez; que pertenece al archipiélago de las Mascarenas, ofrece, entre 470 especies de plantas que constituyen el total de su flora, 173 helechos 1 176 plantas fa nerógamas. En Santa Elena, cuya vejetacion indíjena ahora está casi completamente destruida por las malezas i otras yerbas in= troducidas, vivian 50 plantas fanerógamas al lado de 25 hele- chos, i en Ascension, donde toda la flora de plantas vasculares se compone de solo 17 especies, hai nueve clases de helechos de las cuales 3 son esclusivamente peculiares a la isla, (*) Notice sur la nouvelle flore de Krakatau. rales du jardin bota- . nique de Buitenzorg, vol. VIT, p. 213-223. Leide 1888. LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 743 Que el archipiélago de Juan Fernández participa tambien de la referida propiedad de las islas oceánicas, es bien conocido nto por los botánicos como por todos los que de oficio o afi- cion se dedican al cultivo de las plantas de adorno. Hasta hoi dia los que tienen conservatorios estiman i avalúan mas que a cualesquiera otros a los helechos que provienen de Juan Fer- mnández, i esto no solo por la hermosura i el tamaño estraordina- rio de algunos de ellos, sino tambien por las variadísimas formas a p que sus jéneros i especies presentan i de las cuales muchas no se observan en ninguna otra parte del mundo. Pero apesar de la gran celebridad de que goza esta flora, nuestros conocimientos científicos de ella están todavía en muchos puntos bastante in- “completos, no quedando, por ejemplo, bien aclarado el núme- ro i la clasificacion de las especies que habitan el archipiélago, mi estando estudiadas tampoco su distribucion jeográfica i las «condiciones de su vida. Escusado parece observar que el último punto, aparte del interes botánico que cefrece, tiene una impor- tancia no pequeña para el cultivo de las distintas especies en los conservatorios. Por estas razones nos hemos propuesto en- trar en una descripcion prolija i detallada de toda la formacion. Segun las observaciones que hizo el autor de este trabajo en dos viajes efectuados a las islas, el primero en el verano 1 el segundo en el invierno del año próximo pasado, observaciones que fueron completadas despues por el estudio de la literatura respectiva i de las colecciones que posee el Museo Nacional, isten en el archipiélago de Juan Fernández las especies de he- lechos que se enumeran en la siguiente lista: | Y e 744 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS CUADRO DE LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ en el que se espresa su distribucion jeográfica NOMBRES Erisiedia en . Fenánde Demas parajes habitados por la especie Gleichenia pedalis Kaulf...... Alsophila pruinata Kaulf.... Dicksonia berteroana Hook. Thyrsopteris elegans Knze.. Adiantum aethiopicum L.... Pteris incisa Thunb eo E | Pteris chilensis Desv......... Peris comans Horstis...cee Pteris marattiaefolia Hook.. Blechnum australe E......... Lomaria capensis Willd...... Lomaria attenuata Willd.... _Lomaria blechnoides Bory. Lomaria lherminieri Bory. Asplenium obtusatum Forst. Asplenium lunulatum Sw.... Asplenium macrosorum Bert. Asplenium pac E A O Asplenium longissimum Bl. Aspidium aculeatum Sw..... Aspidium capense Willd...... Aspidium flexum Knze....... Xx -|¡Chile. OS X X X XA SS x X | Valdivia; Chiloek Xx X -|jiones calientes. [del Fuego. Xx X Chile. | De Méjico' hastap Endenmica. Endenmica. Ú Estensamente dis- tribuida por las re-|h jiones calientes. Am pliam ente espar-| cida. E Chile. Nueva Zetamtk Australia ; Polinesia. Chile. IS cida. De las Antillas has-H E ta la Tierra del Fue-[ go; Africa; Islas Mas-| carenas. Ampliamente espar- cida. Ampliamente espar-|| cida. E z ¡E RO o Lan nos o ER da De las Antillas has-| ta Chile. Rejiones tem pladas del hemisferio sur. Estensamente dis-| tribuida por las re- j Fa a its AAA A Endémica. E Chile hasta Tierra Í ' Mauricia, Diego | Garcia, :J ava, Indo-| China. / Comunen casi todas! hi las rejiones del globo| de Trópicos i rejiones templadas del hemis-| E ferjio-sur. 0 Endémica. Ía a E As APA, A A e e TRATA A o $ J 4 A h 4 » , o e" a 4 E 3 1 : $ | 104 NOMBRES Masatierra Masafuera LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 745 -| Existencia en J. Fernández Demas parajes habitados OOO —_—_ por la especie Nephrodium villosum Hook. Nephrolepisaltescandens Bak Polypodium lanceolatum L. Polypodium punctatum LA A AA Polypodium vestitum Ph.... Polypodium translucens IE E A Polypodium masafuerae Ph. Gymnogramme elongata ELA ASA Notochlaena chilensis Hook. Hymenophyllum cruentum AAA EE A mum uE O coca A ccophyllum caudicula- AA Hymenoph, yllum pectinatum m A ii accio omo. .sonoonrnrcnarnn. cop... en oo roso.so Hymenophyllum subtilissi- IIIZO Ol scado doce o ocosiona Hymenophyllum tortuosum EloolE ret (GreV.iib.cco..onnn.. Hymenophyllum chiloense O ici teocaococons Trichomanes exsectum Knze Trichomanes dichotomum Trichomanes pyxidiferum L. XXX X X X X X X XA X X Perú; Chile. Endemica. Estensamente dis- tribuida Estensamente dis- tribuida. Sur de Chile; La Mocha. Sur de Chile. Endémica. De Méjico hasta Chile. Endémica. Sur de Chile; Pata- gonia. Sur de Chile. Valdivia, Chiloé ; Tierra del Fuego. Brasil; Chiloé. Sur de Chile; Chi- loé. Comun en los pai- ses tropicales i en Nueva Zelandia. Chile; Sur de Afri- ca; Nueva Zelandia; Tasmania. Partes estratropica- les de Sud-América; Nueva Zelandia. Partes estratropica- les de Sud-América. Sur de Chile; Chi- loé. Sur de Chile; Chiloé. Sur de Chile. Estensamente dis- tribuida por las rejio- nes calientes. KA - Como se ve en el cuadro que precede, se hallan en las. tres “islas en todo 45 especies de helechos, número que hace mas o 746 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ménos el 31 por ciento de las plantas vasculares indíjenas en Juan Fernández; pues hemos demostrado en uno de los capí- tulos anteriores que apénas cien especies de fanerógamas pue= den considerarse como O autóctonas en el archi= 2 piélago. Pda e Si comparamos nuestra lista con la formada por William Botting Hemsley en su Report of the Botany of Juan Fernandez, encontramos en ella 6 especies que no menciona este autor, a saber, Gleichenia pedalis Kaulf., Asplenium longissimum Bl, Polypodium vestitum Ph., Hymenophyllum caudiculatum Mart., Hymenophyllum pectinatum Cav. i Hymenophyllum chiloense Hook. Hemos tenido que agregar estas especies, fundándonos parte en nuestras propias observaciones, parte en las muestras. | que tiene el Museo Nacional. En cambio no aparecen en nues- z tra lista, por razones que se alegan en la seccion especial TERA este trabajo, 5 especies que enumera el botánico ingles i que > son: Gleichenia criptocarpa Hook., Gleichenia revoluta H. B.K.,. Hymenophyllum reniforme Hook., Hymenophyllum tunbrid-= sense Sm. i Lomaria alpina o | | De las 45 especies comprendidas en nuestro cuadro, 17 exis- ten tanto en la isla de Masatierra como en la de Masafuera, 26- crecen únicamente en la primera isla i solo 2 faltan en Masa- E tierra, hallándose en cambio en Masafuera. La isla mas vecina a la costa de Chile, ofrece, segun esto, mas del doble número- de helechos que la isla situada a cien millas "mas afuera», pro= porcion que corresponde con poca diferencia a la de las especióa | de fanerógamas que habitan una ¡otra isla i que se esplica fácil- mente por el oríjen en primer lugar americano de la flora de archipiélago. El pequeño islote de Santa Clara, que yace a. | media milla de distancia de la isla principal i que está dotado. de un clima relativamente seco, no posee mas de tres especies de helechos, de las cuales ninguna es peculiar a él sino que todas | existen igualmente en las otras dos islas. Ei En cuanto a las áreas jeográficas totales que habitan los he- lechos representados en Juan Fernández, primero hemos de notar que siete especies son endémicas en el archipiélago, en- contrándose 3 de ellas, (Dicksonia berteroana Hook,., Aspidium» flexum Knze.i Notochlaena chilensis Hook.) tanto en Masatie x a " ed E - . a o LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 747 ¡rra como en Masafuera, miéntras que otras tres (Thyrsopteris ¡elegans Knze., Asplenium macrosorum Bert. i Nephrolepis al- lO tescandens Bak.) son peculiares a la primera i la séptima ¡(Polypodium masafuere Ph.) pertenece solamente a la última isla. | El continjente endémico, en consecuencia, es mucho ménos numeroso entre los helechos que entre las fanerógamas, de las cuales como el 60 por ciento es peculiar al archipiélago. En | comparacion con otras islas oceánicas tampoco parece mui con- =siderable el número de helechos peculiares a nuestras islas; v. g., en Santa Elena la mitad de los helechos o sea el 50 por ciento es endémico, siendo, por otra parte, mucho ménos subido el número total de las especies que allá existen (25). Ei elemento endémico mas interesante entre los helechos de Juan Fernández es, sin duda, el jénero monotípico Thyrsopteris, el cual con un tamaño i una hermosura estraordinarios reune algunos caractéres morfolójicos de mucha singularidad. El número de los helechos no endémicos de Juan Fernández alcanza a 38. Para conocer la rejion de donde es probable hayan “inmigrado al archipiélago, podemos ordenarlos segun su distri- bucion jeográfica en los siguientes grupos: 1. Especies de la costa peruano-chilena u otras partes estratropt- cales de Sud-América: Gleichenía pedalis Kaulf. +, Pteris chilensis Desv. +, Pteris marattiacfolia Hook. y, Lomaria blechnoides Bory +, Asple- nium magellanicum Kaulf. +, Nephrodium villosum Hook. +, Polypodium vestitum Ph. +, Polypodium translucens Knze. + -—Hymenophyllum cruentum Cav. +, Hymenophyllum dichoto- ¡mum Cav.f, Hymenophyllum fuciforme Sw. +, Hymenophyllum ¿ )caudiculatum Mart. +, Hymenophyllum pectinatum Cav. +, Hy- ¡ —menopyllum tortuosum Hook. et Grev. t, Hymenophyllurn chi- | loénse Hook. +, Trichomanes exsectum Knze. +, Trichomanes ' —dichotomum Ph. +. di 2. Especies cuyo territorio se estiende desde Méjico o las Antillas ¡hasta Chile: ¡ Alsophila pruinata Kaulf. +, Lomaria lherminieri Bory, | —Gymnogramme elongata Hook. + | 3. Especies dispersas por los paises tropicales del viejo ? del 748-> - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nuevo mundo, ¿ ademas por las rejiones estratropicales del he is Jferio sur: E Pteris incisa Thunb. +, Blechnum australe L. +, Lona bal ryana Willd. +, Lomaria capensis Willd. y, Lomaria attenuata — Willd. +, Asplenium lunulatum Sw. + (?), Aspidium capense. Willd. $, Polypodium lanceolatum L. + (2), Hymenophyllu n- polyanthos Sw. + (?) ] E 4. Especies que se hallan en diversos parajes templados del he= misferio Sur: FA Asplenium obtusatum Forst. y, Hymenophyllum rarum RA Br. T, Hymenophyllum subtilissimum Knze. y. 8 E] 5. Especies que tienen una distribucion muzt ámplia por los par ) ses tropicales i estratropicales de todo el globo: 3 - Aspidium aculeatum Sw. +, Adiantum «*thiopicum L. y, Po-. ye lypodium punctatum Thunb. +, Trichomanes pyxidiferum L. ta | 6. Una especie que habita la Australia 2 da Polinesta, pero no. | alcanza la costa americana: dE Pteris comans Forst, 7. Una especie que habita la o de Mauricia, la Indo- China ¿algunas islas tropicales adyacentes al continente asiático: Asplenium longissimum Bl. de De esta pequeña sinopsis, en la cual hemos agregado una cruz | a los nombres de las especies existentes en el sur de Chile, pue - $ de deducirse, segun creemos, con mucha probabilidad, que la flora de helechos de las islas de Juan Fernández en la gran ma-. +4 yoría de sus especies trae su oríjen de la flora chilena. Las es- pecies enumeradas en el grupo 1.2 habitan, fuera de las al mismas, solamente la costa occidental de Sud-América, hallán-. dose todas reunidas en las provincias meridionales de Chile, ir | clusive la Tierra del Fuego i la Patagonia, es decir, en el reino: floral antártico. En esas rejiones, como se sabe, las condiciones es E del clima son mui semejantes a las que presenta nuestro a) : piélago, de manera que, sin dificultad, ha podido producirse la naturalizacion de las plantas que de allá se introducian, i en. | cuanto al trasporte de las esporas desde el continente a las is. las, tambien es cierto que ha podido efectuarse mas fácilmente. que de cualquier otro punto desde el sur de Chile, por los vien== tos del sureste que con mucha constancia soplan. en € sa LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 749. cies comprendidas en los grupos 2 a 5, desde luego es posible que tengan otra patria orijinal que Chile, porque habitan ac- ''tualmente territorios mucho mas estensos, pero el hecho de que Econ pocas escepciones, todavía no seguras, se hallan tambien isrepresentadas en el sur de Chile, nos permite suponer que hayan provenido de la misma rejion. Hai solo dos especies entre las no endémicas, que de ningun ¿modo pueden haber llegado a Juan Fernández de la costa chi- Jena, i son la Pteris comans Forst., planta que se encuentra es- ¡parcida desde la Australia ¡la Nueva Zelandia por la mayor ¡parte de la Polinesia, pero que falta por completo en América, ¡el Asplenium longissimum Bl., especie observada solamente ten la Indo-China i en las islas de Mauricia, Diego de García i lNJava. Es verdaderamente enorme el espacio que deben haber h atravesado a vuelo las esporas de cestas plantas, si en realidad han sido traidas a nuestras islas desde aquellas rejiones; pero E .conocemos en la flora fanerogámica de Juan Fernández dos -casos bastante análogos, representados el primero por el Halo- Lbragis alata Jacq. que fuera de la isla de Masatierra existe solo en la Nueva Zelandia i en una parte de Australia, 1 el segundo ¡por el árbol sándalo, cuyas especies estrechamente afines entre «si habitan, una las islas de Juan Fernnádez i las otras ciertas rejiones tropicales del Asia i de la Polinesia. - Un hecho algo singular que nos revela el catálogo de las criptógamas vasculares de Juan Fernández, es la falta absoluta | «en nuestras islas de las especies de Lycopodium, pues este jé- nero está representado por numerosas especies no solamente | en el sur de Chile, sino tambien en la mayor parte de las demas | 1 j Ñ ' islas oceánicas. Ménos estraña parece la ausencia de la Licopo- idiácea Psilotum, porque, a pesar de hallarse ámpliamente es- | parcida en el globo, no forma parte de la flora chilena. | A los datos anteriores que tratan de las relaciones que hai entre la flora de helechos de Juan Fernández i la de otras re- | Jiones jeográficas, añadiremos algunas observaciones sobre la ¡habitacion de las distintas especies dentro de nuestras islas, in- ¡dicando al mismo tiempo su modo de crecer i sus condiciones | biolójicas. | | 1 . A 750 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Como entre las fanerógamas del archipiélago, así tambier entre los helechos hai algunas especies que solo crecen en un; altura considerable sobre el nivel del mar, quedando escluida de los valles i de la rejion de la costa. Nos referimos principal mente a una especie endémica de Aplenium (A. macros Bert.) i otra no endémica de Hymenophyllum (H. subtilissimun m > Knze). Estas plantas única i esclusivamente se encuentran en el Yunque i en las inmediaciones de este cerro que no bajan de 6co metros de altura. Podríamos agregar otras dos especies d Hymenophyllum (47. cruentum Cav. ¿ H. fuciforme Sw.) que en Juan Fernández no se observan sino en una altura de mas de 400- metros; pero como estos helechos en el territorio de Magallá= nes crecen tambien en lugares poco elevados, es probable E ; su existencia en una u otra parte dependa mas bien de la hu- medad del terreno que de la altura sobre el nivel del mar. Na: vacilamos en sostener lo mismo para la Lomaría scsi Bory, helecho que en Juan Fernández durante el verano solo encontramos en los bosques elevados, pero en el invierno ves mos desarrollarse tambien en los valles i quebradas. del La gran mayoría de las especies de helechos de Juan Fernán=- dez se halla tanto en los cerros como en las rejiones bajas. Pero» es indudable í fácil de observar que el número de ¿1divzduos de casi todas las especies aumenta rápidamente a medida que su=. bimos a los cerros, comprobándose así la teoría sobre la pobla cion con plantas de las islas oceánicas que emitimos en la. introduccion, alegando como ejemplo histórico el islote de Kra= kataua. | > Sobre todo en Masafuera este fenómeno se presenta con mucha claridad. Como espusimos en otra: parte de este trabajo, k la mencionada isla está formada por un cerro único, dividido í surcado en su pendiente este por algunas quebradas 1 depres: nes que, en la rejion mas alta de la montaña, dejan libre u llanura inclinada hácia el oriente. Aquí el terreno está cubierto- de una vejetacion que fuera de una especie fanerogámica, sin duda introducida por el hombre, pero mui comun ahora (Rus mex acetosella L.), consta principalmente de helechos, algunos de los cuales son arborescentes i forman pequeños bosquecillos En las pendientes de las quebradas que desembocan en la cos- LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 751 ta, abundan en cambio varias especies de árboles i arbustos per- .necientes a familias fanerogámicas, hallándose mezclados con ellos, pero en número mui inferior, ejemplares de helechos de las mismas especies que habitan la rejion elevada. Dijimos que casi la totalidad de los helechos de Juan Fer- ''nández obedece a la regla indicada, ia la verdad conocemos “una sola escepcion. El helecho que la forma es una planta mui “esparcida por las islas i las costas continentales del Pacífico i que crece solamente en las rocas marítimas. Es el Asplenium ob- tusatum Forst., especie de frondas carnosas que en toda su es- tructura manifiesta una adaptacion pronunciada i esclusiva a los lugares estériles i que consecuentemente no puede vivir en los terrenos húmedos de los cerros. Mencionaremos de paso, que este helecho se encuentra tambien en la isla de Pascua i que es la única planta vascular que habita las rocas de Salas i GC ómez (1). Un factor que poderosamente influye en la distribucion de “las especies por los distintos lugares de las islas, es la luz, de cuya intensidad dependen los helechos mas que cualesquiera Otras plantas, a causa de la suma delicadeza de su clorofilo. Po- ¡demos agrupar las especies segun la intensidad de la luz que necesitan para su vida, en 5 categorías ison: l. los helechos que exijen una sombra profunda; IT. los que crecen solamente en lugares de directa insolacion; III. los que necesitan una luz de mediana intensidad; IV. los que habitan ya los pasajes som- bríos, ya los solanares pero en variedades distintas; V. los que ; hallan indistintamente en lugares de cualquiera claridad. %: La gran mayoría de las especies pertenece a la primera cate- soría, es decir, son plantas umbratícolas que crecen ya en los E osques, ya en el interior de las cuevas. Se distinguen de los he- lechos de otras categorías por la estrema delgadez i estendi- viento de sus hojas. Mencionaremos como ejemplos típicos el A Aspidium aculeatum Sw. la Lomarza attenuata Walld. ¿ blechno?- (1) Véase «Esploracion de las islas esporádicas al occidente de la costa de ple por la corbeta O'Ziggins al mando del capitan de fragata señor Juan oo ANALES DE La UNIVERSIDAD DE CHILE, tomo XLVIITI[ (Noviem- e de 1876), p. 663. 752 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS des Bory, el Asplenium lunulatum St. el Nephrolepis altsesc dens Bak. i el grueso de los ymenophyllum i Trichomanes. 1 helecho que parece poder vivir con ménos luz es la ya referid especie de NVephrolepzs; pues se encuentra aun en la som! mas oscura de los bosques, donde no existe ya ninguna otra y jetacion de yerbas o arbustos. qe Las especies del segundo grupo, es decir, ds que necesita TN para su crecimiento la luz directa del sol, habitan en Juan Fer 3 nández o las rocas de la costa o las partes peladas del valle co: lonial o la rejion desierta del occidente de Masatierra con islote de Santa Clara o la altiplanicie de Masafuera. Son, e primer lugar, las siguientes cinco especies: Notochlaena chilen. sis Hook., Asplenium obtusatum Forst., Aspidium flexum Knze., Lomaria boryana Willd. i Gleichenia pedalis Kaulf. Las frondas de todos estos helechos tienen una consistencia dura coriácea, en un caso tambien carnosa (Asplenium obtusatu Forst.), hallándose de esta manera protejidas contra la tra S- piracion escesiva. En el Aspidium flexum Konze. se consigue. mismo resultado por la forma cóncava de la hoja que se as meja casí a un embudo í hace que los rayos del sol toquen superficie en direccion oblícua. Podríanse contar en este grupo tambien la jigantesca Lomaria boryana Willd., planta que po sus largas i tiesas frondas se parece mucho a las Cicadáce pero como a veces se halla tambien, con hojas mas finas, en bosques sombríos, mejor se considera como una especie int media entre esta i la siguiente categoría. 0 Los helechos adaptados a una mediana intensidad de la 11 son aquellos que crecen principalmente en las orillas de los es- teros i en las pendientes peladas de algunas quebradas del in- terior. Pertenecen a ellas todas las especies del jénero Pteris ademas la Lomaria capensis Willd., el Asplenium longissimur | Bl. i el Polypodium vestitum Ph. La Pteris chilensis Desv. habita con preferencia los claros de los bosques, cubriendo él | terreno con estensas matas del mas alegre aspecto. d: El cuarto grupo de helechos caracterizado por la facultad de crecer tanto en los lugares asoleados como en los sombrlos, pero en variedades (o variaciones) distintas, está representado E Juan Fernández por dos especies sumamente comunes, i son LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 758 Blechnum australe L. i el Adiantun «ethiopicum L. Parece es- usado apuntar que la variedad umbratícola que se halla en los m7 por las mayores dimensiones que alcanza toda la planta i sobre todo sus hojas. Aparte de estas dos variedades normales ofre- arrolla en los bosques estraordinariamente oscuros i¡ que muestra asta cierto grado las señales del étiolement o clorosis (véase la parte especial de este capítulo). LA. la categoría de los helechos que indistintamente viven en localidades de cualquiera intensidad de luz, pertenecen dos es- pecies arborescentes de la familia de las Ciateáceas, la Dickso- berteroana Hook. 1 la Alsophila pruinata Kaulf. Estas mtas se hallan con igual frecuencia en los bosques sombríos n los lugares asoleados, no ofreciendo en la forma de sus ho- diferencias algunas segun la localidad. En el Polypodium punctatum Thunb., planta por lo demas mui parecida a las lateáceas, se nota en cambio cierta variabilidad en el grueso en la consistencia de las frondas. E Cuan grande es la influencia que ejerce la luz sobre la dis- desembarcadero de la Bahía Cumberland se hallan ahonda- en el cerro denominado el Cordon de las Cabras. Séanos mitido dedicar a la flora de esos curiosos espacios una. ickenna en su interesante obra histórica sobre Juan Fernán- ez, las cuevas en cuestion eran construidas en los tiempos en 1e la isla de Masatierra servia de presidio i usadas ya como- legas para depositar víveres i otros objetos de diversa natu- a, ya como calabozos para encerrar de noche a los crimi- s mas atroces. Despues de esa época, es decir, desde los enta años de este siglo, todas las cuevas, con escepcion de que al parecer son de oríjen mas reciente i que estaban itadas hasta hace pocos años, han quedado completamente donadas, por lo que se han poblado poco a poco con una. acion silvestre compuesta casi en su totalidad de helechos áticas. Segun la tradicion que tienen los habitantes de la. 754 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS isla, existian en un principio 20 cuevas colocadas en dos o pisos de a 10. De éstas solo 7, que pertenecen al piso supe se hallan hoi mas o ménos conservadas; las demas han des parecido por haberse derrumbado sus portales o llenado la tierra caida del cerro de arriba, asi que en la actualidad apénas pueden conocerse los puntos donde ántes se encont ban. Las 7 cuevas conservadas corresponden, contadas des el este hácia el oeste, a los números 1, 11, IV, V, VI, IX iX Tanto las dos primeras como las dos últimas cuevas, es deci | las situadas a los extremos este i oeste de la fila, son de dimen- siones pequeñas i gozan, por consiguiente, de una luz relativas mente abundante; están, ademas, ménos húmedas que las otras cuevas. Los números IX i X son los que han estado habitad 9s en tiempos mui recientes. Conforme a estas condiciones, la ve Jetacion de las referidas cuatro grutas no ofrece nada de part: cular, ni difiere esencialmente de la flora de los alrededor Crece en las paredes de todas ellas la forma robusta del Bl chnum australe L., tan comun por toda la isla; en las dos cuey que ocupan el estremo este, ademas se encuentran algun ejemplares de la Pteris chilensis Desv. i en el número II tam= bien una forma raquítica del Adiantum exthiopicum L. Mucho mas interesantes que estas cuatro cuevas chicas sit das en los dos estremos de la fila son las tres espaciosas gru números IV, Vi VI que ocupan el medio del piso superi Ellas, por una parte, contienen mucha humedad, soteando con tínuamente el agua del plafon, 1 por otra parte, ea debi: ciones - ¡luminativas, vaicd que se refleja felmentd en la distribucion de las plantas que las habitan. En cuanto, primero, a la cueva núm. FV, su portal 3 reducido por derrumbamiento a una altura de poco mas de U metro. Por resta circunstancia, solo la pare supecion e L. buidia punctatum Thunb. i una id de protallos que no es posible clasificar, se estiende en esta cueva desde LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 755 la entrada hasta una línea marcada casi con exactitud matemá- tica i que corresponde a un ángulo de elevacion del portal de 40 grados. Detras de esa línea alcanza la luz solamente para unas hepáticas i, lo que parece digno de notarse, para los protallos de los mismos helechos cuya jeneracion perfecta exije la luz de la parte anterior. Pero no solo en la línea de demarcacion puesta Ja las plantas de la cueva se documenta la influencia que ejerce ¡ lo luz sobre los helechos, sino tambien en las dimensiones i el color de las hojas que varían segun la distancia del portal; pues. las cercanías de éste las frondas son relativamente gruesas 1 pequeñas i tienen el color verde normal, miéntras que hácia el 0 E fondo se aumenta su ancho i se disminuye su grueso i la inten- sidad de su color, produciéndose al fin el fenómeno del étiole- 'ment en las cercanías de la línea de demarcacion. Mi La cueva número V tiene un portal mui alto i perfectamente conservado; por esto la luz que penetra en ella posee en la par- te de adelante una intensidad mui grande que excede el máxi- mum que puede soportar la mayoría de los helechos; en la parte «de atras, en cambio, es precisamente la que necesitan esas plan- tas. En conformidad con esta condicion, la cueva VI tambien se halla dividida en una parte poblada de helechos í otra que | “carece de ellos; pero la primera, en este caso, no es la contígua al portal sino, al contrario, es el fondo de la cueva i la línea que ¡separan sus dos partes, no corresponde al mínimum sino al má- ximum de la intensidad de la luz. Respecto de las especies de helechos que se encuentran en la cueva V, solo hemos observa- j do dos, que son el Blechnum australe L. (la variedad robusta) i el Polypodium punctatum Thunb., junto con numerosos prota- | llos. Fuera de estas plantas crecen en la cueva una especie de | musgo i varias pequeñas hepáticas. La última cueva que corresponde al número VI de la fila su- perior, tiene una profundidad mui considerable, pero un portal mui bajo i la altura del plafon aumenta en ella desde la entra- da hácia el interior. De este modo, la intensidad de la luz se disminuye a medida que nos acercamos al fondo i la vejetacion se muestra mas abundante cerca del portal para perderse pau- latinamente en la parte de atras; no existe, pues, ningun límite n: rcado entre la parte poblada i la descubierta de plantas. El 756 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS helecho mas comun en esta cueva es el Blechnum australe cuyas matas colgadas en el plafon alcanzan a veces dimensi nes verdaderamente jigantescas. Fuera de esta especie se. cuentran en él suelo algunos ejemplares del Aspidium capen: Willd. i en las paredes una cantidad de e exsect W Knze. junto con diversas hepáticas. | Como se ve de los apuntes anteriores, la distribucion local d los helechos en cada una de daa cuevas depende patin o es a la forma 1 el tamaño de los portales. Un fenómeno de mucho interes i que representa tambien un relacion entre el lugar i la vejetacion que en él existe, es el epi- fitismo que observamos en varios helechos de Juan Fernánde Las especies epifíticas mas importantes son el Polypodiu translucens Knze., la Gymnogramme elongata Hook, i el Hyme- mophyllum rarum R. Br. var. b. Hook. Como se espone por me- nudo en la parte especial de este trabajo, estos tres helech crecen casi esclusivamente sobre los troncos de las ramas de los árboles; el Polypodium translucens Knze. muestra ademas A una adaptacion mui pronunciada a este modo de vivir en toda: su organizacion Sd 1 el menciónado Hymenophyllum. es ria boryana Willd. Hai tambien algunas especies de de - que representan, por decir así, un epifitismo accidental, cuanto crecen sobre los árboles solo en las rejiones elevadas que continuamente son regadas por las neblinas'i lluvias; so el Aspidium flexum Knze., el Asplenium macrosorum Bert. 1 mayor parte de los Eabgky im, ¡en fin tambien la mism Lomaria boryana Willd. En cuanto al desarrollo vejetativo que toma el individuo, | grueso de los helechos de Juan Fernández son yerbas perenn que tienen o un tallo corto igordo que se levanta sobre el suelo o un rizoma ramificado i rastrero. Dos especies, a saber la Nephrolepis altescandens Bak. i la Lomaria attenuata Will son plantas enredaderas cuyos tallos trepan en los troncos d los árboles hasta una altura de varios metros, mediante un sin= número de raicillas aéreas, i otras cuatro o cinco (Alsophila prui+ LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 5 nata Kaulf., Dicksonia berteroana Hook:, Thyrsopteris elegans Knze., Lomaria boryana Willd., a las cuales puede agregarse el Polypodium punctatum Thunb.), se distinguen por una estruc- tura arbórea que las asemeja a las Ciateáceas de la zona tórrida. El crecimiento de la mayor parte de los helechos puede de- cirse es aislado o disperso. Hai, sin embargo, algunas especies ¡como cl Aspidium flexum Knze., la Alsophila pruinata Kaulf, la Pteris chilensis Desv. i la Dicksonia berteroana Hook., que se hallan a veces amontonadas en una gran cantidad de indivi- duos. Las primeras dos especies forman, sobre todo en la alti- | planicie de Masafuera, estensos campos o estepas en los cuales € scasamente se introduce una. que otra planta fancrógama. La —Pteris chilensis Desv. crece, como ya dijimos mas arriba, con pre- —ferencia en los claros de los bosques o en las desembocaduras de las quebradas, constituyendo como pequeñas islas dentro de la vejetacion arbórea, i la Dicksonia borteroana Hook., al fin, cubre en algunos puntos de Masafuera las pendientes de las quebradas con pequeños bosquecillos del mas singular aspecto i que recuerdan el monte espeso de Ciateáceas que se estiende por las cumbres de los cerros en algunas islas de la zona tropi- cal (v. g. Jamaica). No terminaremos estos apuntes sobre las condiciones bioló- Jicas de los helechos de Juan Fernández, sin observar que dos de ellas, el Asplenium lunulatum Sw. i el Asplenium longissi- mum Bl, tienen frondas prolíferas, por medio de las cuales pue- den propagarse vejetativamente. o (Continuará) DR. FEDERICO lIOHOW Profesor de Ciencias Naturales en el Instituto Pedagójico 1 TOMO LXXXAII 51 éx DOG U / J Y) 3 Xd | CMOVEIANZ SUBLARUADARUADA ed, = E === Y —Ó : AED == e ZISUDS (UNS: y ALONSO . AAA MARA ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA CON UN ENSAYO PRÉVIO DE CLASIFICACION DE LAS CARGAS RODANTES PARA LAS VÍAS CARRETERAS DE CHILE (Continuacion) CAPÍTULO VI De las Longuerinas 2 73. Introduccion.—Las longuerinas forman una série de piezas lonjitudinales que distan 1”, 25 mas o ménos entre sí i que descansan sobre las viguetas. Para calcularlas hai que tomar en cuenta, 1.9 la carga rodante, es decir, una rueda de 4 tonela- das que pasa sobre la pieza, i 2.2 el peso muerto, que sc compo- ne invariablemente del peso de la longuerina i del tablonaje sobre un ancho igual a la distancia constante de las longuerinas. Siguese que el cálculo de estas piezas es independiente del “sistema de puente i de la lonjitud del tramo, i no es funcion sino de la distancia de las viguetas. Jeneralmente se calculan las longuerinas tratándolas como si estuviesen apoyadas solamente sobre dos viguetas. Como la distancia entre estas piezas no es casi nunca mayor de 4 metros, 760 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ji que las longuerinas son piezas que miden de 8 a 10 met se puede tratarlas como piezas sobre tres apoyos. Es una ve taja que no'se debe despreciar en los cálculos. Si jeneralmente no se toma en cuenta la continuidad, es porque desde que s se trata de piczas sobre mas de dos apoyos, se complican los c¿ áL culos, 1 que cl estado de solicitacion mas desfavorable no se “conoce a primera vista. Sin embargo, veremos que la teoría conduce a resultados mui sencillos, que podrán aplicarse co mucha facilidad en la práctica corriente. $ 1. FÓRMULAS QUE SIRVEN PARA LOS CÁLCULOS 74. Carga rodante.—Consideremos pues una pieza sobre 3 apoyos de nivel distantes de L, i supongamos que una fuerza aislada P? obra a la distancia a del apoyo izquierdo A. Vamos. a averiguar la posicion de esta: carga móvil P que dá el mo- mento máximo, i determinar el valor de este momento en | funcion del momento máximo de una pieza sobre dos apoyos, cantidad que se calcula con la mayor facilidad. 3 | El lugar de los momentos para una pieza sobre tres o | tiene la forma 4 DF C, indicada en la figura 1 de la lámi- ona VIIL | El 8 Tendremos: ¿ DE= M,=Momento en A debido a P, para una a sobre | 2 apoyos 41 5, ji ROMna0S : | DH=M", =Momento en 47 debido a P, para una pis za sobre 3.apoyos. 4 BAC; j o 3] bF=M'.=Momento en 5 debido a e pas una pieza sobre 3 apoyos: 4, B1 C. 3 Tenemos: M.=(1- a y AE Mo (1 E JA PE HE=4-M'0= . A AL a” MW =M,-HE=(1-3) PL (ura " p* Ú ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 761 7”, será máximun, cuando A ] ca a - Aa alo a Si o 3 e Ñ Ñ Ñ o 3 ñ 3 : Ñ 3 o i 2 + ¡ - ñ A — i o . ES L j i i e ! E 1] o E o . d . > E ' o 2 us a oniendo on í . Ae 5 3B=—>) == 7 a E ltando: d 10,432 lo que fija la posicion mas desfavorable de la carga móvil, po- ion independiente de la importancia de las cargas 1 de la lon- situd de los tramos. | Tenemos, por otra parte, E 4 Mo.,32 =0,5568 X 0,432 PL=0,9814xX 4 PL E M'¿x0,432=0,1866 x0,8134x Y PL=0,1518x PL —Siguese, a =(0,9814—0,1518)4¡PL=0,8206x Y PL A A A A A e , practicamente a E | ' dy dei =0,83 X TAL | (33) o ro, en el caso de una pieza sobre dos apoyos distantes de momento máximo sería: | Maso= Y PL A A A A A e A tr 762 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Síguese que, comparando con las piezas sobre dos apoyos, la co tinuidad de las longuerinas diminuye en 179% el os del monte: máximo debido a la carga rodante. 75. Peso muerto. — Hai tambien que tomar en cuenta el. mo- mento del peso muerto fp. En el caso de una pieza sobre dos s apoyos, el momento máximo debido a una carga. uniforme ; p por unidad de lonjitud, será: 8 p 12 En el caso que nos ocupa basta añadir al momento de la car= ga rodante, el producido por el peso muerto:en el punto. ; MF 0,432 LR El momento a la distaficil x del apoyo izquierdo A, debi o. a una carga uniformemente repartida que ES los dos tra- 3 mos, tiene por espresion: -3 : a AE Ea BL? x4 (1) PLA o tambien NR | My ES ala E : Para = 0,432, tendremos Mo. =VpL%(3X0,4432—4X0,1816) M'o132 = APLAXOS5 o > (34, espresion, que permite deducir, de una manera sencilla, el mo- mento debido al peso muerto en el caso de tres apoyos, de la espresion del momento máximo en el caso de dos. apoyos. $ 2.—DIMENSIONES DE LAS LONGUERINAS PARA VARIAS | so DISTANCIAS DE VIGUETAS 76. Por medio de las fórmulas (33) 1 (34) será mui fácil calor lar las dimensiones de las longuerinas para varias distancias entre viguetas. 7 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 763 El peso del tablonaje que se debe introducir en los cálculos, será: ASES 1,00 X 111,254 900k =160%,:p, m.y6: Bastará agregar el peso de la longuerina para tener el peso muerto por metro corrido de longuerina. Hemos reunido, en el Cuadro número 20, los elementos que sirven para el cálculo de la resistencia de las lenguerinas, va- riando las distancias entre las viguetas desde 27 hasta 5 metros. La última columna indica la tasa del trabajo de las piezas. En vez de sujetarnos a calcular las dimensiones de modo a realizar exactamente un trabajo de 70 Kg. por c/m?, hemos tratado mas bien de utilizar piezas cuyas dimensiones se encuentran de una manera corriente en el comercio, con tal que procuren una tasa del trabajo bastante próxima del límite de 70 kg. que nos he- mos impuesto. En lo que sigue, emplearemos siempre las dimensiones de longuerinas indicadas en el cuadro, para las distancias de vi- guetas correspondientes. GETADIRO NÚM. 20 Lonenuerinas para luces desde 2" hasta 5 motros. — 0) - Luz Sl = = S » ! Xi 11 No pa 2] Seccion AX p a a M?+M'p V EA S L = = 3 ES] Ss y 3 | | | Ss bas | | m. cm. kg,m k. | kg.m. | kg.m. cm. | k. 2,00 16 x 30 1660 |. 213 | 59 | 1719 2400 71,5 | 2,50 | 20x30 2075 223 96 | 2171 3000 723 3,00 | 25x30 | 2490 pes-237 147 | 2637 | 3750 70,3 3,50 | 30x30 2005 | 250 211 | 3116 4500 69,2 4,00 | 27Xx35 3320 264 290 | 3610 5512 | 65,5 45 50r; |130:X 35 3735 264 27 | 4102 6125 66,9 5.00 | 35X35 4150 279 480 4630 7145 64,8 | 764 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS CAPITULO VIT De las viguetas $ I. CASO DE 3 VIGAS INFERIORES 77.—Sabemos que las vigas distan 2 metros de eje a eje. Consideramos pues la Msncla como pieza sobre 3 apoyos dis. tantes de 2 metros. Carga rodinte. —La fig. 2 de la lámina VIII indica el estado de solicitacion mas desfavorable, el cual orijina sobre el apoyo. central C una reaccion 3 R=2xX 4000 X 0,68 = 5440 kg. Las reacciones en 4.1 BL valdrán: $000 — 5440 =.1280 ko, : os A E A PR $ El momento máximo debido a la sobrecarga: se desarrolla en Ci su valor es: ] 3 M' max = 1280 x 2" — 4000 ES 1440 kg.m. Peso muerto.— Suponiendo que las viguetas disten 1”,25, peso mucrto por metro corrido de vigueta será; i Tablonaje: 0%,15 x 19,25 x 19 x 900 =. 169 kg. > Viguetaz 0. A O Total... 215 ke El momento en C será: AX 215+4=107 (005 El momento máximo total será: aa 2 cs Max =1440+ 107,5 =1547,5%% ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 765 Dimensiones trasversales. - Tomamos una pieza de 25 Xx 25. Como el momento máximo se manifiesta sobre el apoyo del centro, es decir, en el punto en que la pieza se encuentra debilitada por los pernos de ensam- ble, no podemos tomar cen cuenta sino una seccion resistente de 22. x25,cuyo módulo de flexion es: y | Y e - 3 —p=/6x22x25* =2291cm* US YARIS UA O) UA A A Y AI 1 y 0 LA A 9 DA A IRC VR. UA Y CI, ACA O BA II AL e A FE El trabajo máximo por cm? será pues: PEA 50154750 Eto 1122091 Y = 075.5 Por cm. ? e S 2.—CASO DE DOS VIGAS INFERIORES DISTANTES DE 4”,00 -78.— Viguetas distantes de 1”. 25.—El cálculo de la vigueta es mul sencillo. El momento máximo se produce en el medio de su lonjitud libre, tanto para la carga rodante como para “la carga uniforme debida al peso muerto. Carga rodante.—Colocaremos a la carreta en una posicion simétrica respecto al medio de la luz de la vigueta. Es visible Jue M max= 4000 kgm. Peso muerto. —YEl peso muerto por metro corrido de vigucta será, suponiendo las piezas distantes en 17.25: 1.2 tablonaje: 0,15 x 1.25 x 1 x900* = 169 kg. E TOR DO. 270 ES. El momento máximo debido al peso muerto será: 18279 x 16=558 kg.m. El momento máximo total será: 4000+ 558=4558 kg.m. e - II en é ¿ 166 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Dimensiones trasversales.——Tomamos una pieza de 30Xx 35 5 Tendremos q = =16 030 392 =Ó125 cmniS El trabajo máximo será: ye _ 455800 "a y E SE 6125 =74," 4 por cm. 790.— Viguetas distantes de mas de 1”.25.—En el caso de q e la distancia entre las viguetas sea 1”.50, 2.00 O mas, habrá ; que reunirlas por medio de longuerinas distantes de 1".25, ¡ que tengan las dimensiones indicadas anteriormente. El peso muer- to por metro corrido de vigueta aumentaría, quedando la mis- ma la influencia de la carga rodante. Se veria con la mayor faci- lidad, efectuando cálculos análogos a los del caso anterior, que hasta una distancia de viguetas de 3.00, se puede admitir pS 3 zas de 35 X35: 3 $. 3=CASO DE DOS VIGAS-BARANDAS ic 80. —Cúlculo de Minax.—Supongamos las viguetas distantes de 2.00. La luz de la vigueta es de cinco metros. Los esfuerzos que obran sobre ella los trasmiten las longuerinas. Supongamos una carreta de 8 toneladas colocada en el eje del puente i sobre una vigueta. La distancia entre las ruedas es de 2 metros. La figura 3 de la lámina VIII indica el estado de solicitacion. La carga sobre dos longuerinas laterales KE TÉ trasmitida por el tablonaje, será: | du 4000 X a = 3200 kg. y ¡ sobre la longucrina central: A yal A os kg , , JD O ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 767 Hai que añadir el peso muerto sobre las viguetas, es decir: Peso de la longuerina: AS 102 kg. 3 Tablonaje ENZO a . Total 440 kg. Admitiremos f=430 kg. - Lacarga total máxima será pues: “sobre las 2 longuerinas laterales: 3200+450= 3650 kg. “sobre la longuerina central: 1600 +450=2050 kg. ¿de manera que una vigueta ordinaria trasmite a Cada uno de qe apoyos una presion de: A oh R=3630+ 1025=406735 ko. 'j por consiguiente: Minax=4675 X2,65—3050 x 1.25=7826 kgm. SI. Dimensiones trasversales.—Podrian emplearse para formar las viguetas: 4). 2 piezas de 3OX 35 Justapuestas lateralmente, produciendo y 782600 un trabajo —= == =03kg, 8 por cm.? ASS : 0). Una pieza de 3Ox 50, formada de dos vigas superpuestas, produciendo un trabajo E T” 782600 9 S> 15: 12500 c) Una vigueta de 30 x 30 armada con un pendolon central 1 un tirante de fierro. Vamos a estudiar con todo detalle este úl- mo caso. ti ' Í $ 4. —VIGUETA ARMADA, (Lámina VIII, figs. 3, 4,5, 6 1 7.) 82.—De los cálculos.—Jeneralmente se calculan estas piezas omo si los tirantes oblícuos estuviesen fijados en los apoyos e la vigucta, es decir, contra las vigas-barandas. Pero en el aso que nos ocupa, no podemos admitir esta hipótesis, porque Ron AS 768 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS : donde toma apoyo sobre las vigas, la vigueta está atraves por el montante que sirve a la atadura. Es necesario, pues, af zar cl tirante a la vigueta mas allá de este punto. Resulta. ahí, que el esfuerzo de estension del tirante está aplicado so la parte volada de la vigucta, lo que obliga a hacer uso de las deformaciones clásticas Cel sistema para obtener la solucion del problema. . 38 Por otra parte, el procedimiento chia empleado ¡ e duce a dar a las piezas dimensiones E Mid 3 Sean: | | | | 520% -—2 08 ES y P =csfuerzo obrando sobre las 2 longuerinas laterales= 3650 ke: O ' " lalonguerina a o kg. ] T= edicion de estension del tirante CF. | O=2 T sin ¿$ =esfuerzo de compresion del pendolon E Fa amas estas piezas. a figuradas 2 su de (fg. 3). LA ejes de la vigueta 1 del tirante se cortan a 1,"00 afuera del eje del montante. | | Para estudiar las dealers es necesario fijar préviamen- te las dimensiones de las : piezas. Admitamos que la vigueta . compone de una pieza de 30 Xx 30, que los tirantes i el pendolon sean fierros redondos de 44" /,. (134 ) de diámetro. Admitire- mos los coeficientes de elasticidad o 3 Para el ficrro £f=2000000 por cm.? Para la madera, por falta de esperiencias directas sobre ] maderas del pais: E, = 100000 por cm.? A En todo lo que sigue, tomaremos por unidades el centímet FO ¡el kilógramo. $] La figura 3 , de la lámina VIA indica el estado de solic cion. 3 Bajo la accion de las diferentes fuerzas o la vig; armada se deformará de la manera siguiente: iS 3 CATEBDD tomará la Toma O RBD A ñ :3] EF vendrá en £E' F' q 0 CFiD TF pasarán cn CPiDE Scan: ES WAN Ud. E FSTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 769 de La deformacion a proviene: 21.2 Dei descanso debido a las fuezas Pi P” e N IS 2.2 Del levantamiento debido a las fuerzas O 1 Estas deformaciones pueden determinarse por el cálculo, pero el método es largo 1 laborioso. Conviene mas operar por medio de la Grafostática. 83. Deformaciones debidas a Pi P'.—Conocidas las fuerzas P1i2P", se puede determinar el valor real de las deformaciones que se refieren al caso. Es conocido el modo de operar (lámina VIII, figuras 4, 5 1 6). Basta acordarse de las escalas para darse «cuenta de las deformaciones: 0 Escala de las lonjitudes, ” de las áreas de los momentos ————— 200.000 I A AAA 10.000.000 La escala de las deformaciones será pues: 10.000.000 50 Xx 200.000 Las deformaciones se obtienen pues en su ver.adera magrnz- tud. Se deduce del depurado que bajo la accion de las fuerzas P=3650 kg. i de la fuerza P"=2050 kg., 1.2 el punto £ baja M3" 4> 2 los.puntos Ci /) se levantan, de 2,cm. 84. Deformaciones debidas a O 1 a Para obtener las deforma- Le ciones debidas a la fuerza O que obra de abajo hácia arriba en A O : £, ia las fuerzas que obran de arriba hácia abajo en Ci 0, seguiremos una marcha idéntica. Pero O siendo incógnita, ob- zendremos las deformaciones relativas, funciones de OQ. Hemos tomado las escalas siguientes: Escala de las lonjitudes: a BO pa DA y al Pb? «E pa O ¿MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Escala de las áreas de los momentos: "3 | 1000 3 " de 7: - 10.000.000 La escala de las deformaciones será pues: 10.000.000 2000 50 x 1000 dar El depurado de las (lám. VITI, fig. 5) muestr É que en £ la flecha es de 1%*4 hácia arriba, i queen Ci D) tenemo: os _ una flecha hácia abajo de 0“95. Las verdaderas dial debidas a las fuerzas O 1 > serán: en E=11 4 x ——=0"M 000 : hacia arriba A E 70 | | OSO O a =0M,0004750 hacia abajo. 4 | 8s. Determinacion de T ¿ O y Es claro que: ] Flecha BE A debida OE pr fecha debida El Qi Y Flecha CC'=flecha DA flecha debida a Qi 1 2 fecha. de a bida a Pi P”, Resulta pues: | Y EUA a e= EC" =DD. =0 1000475 E 20m Como, por otra parte, 03 TT sn o 2 2030. 2 7 =0,6 EE resulta que a=3%M 4—0,0007 x0,6 T C=0,000475X0,6 7 —2 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA as El pendolon E F se traslada en E' PF" EF-E'"F'=ELE'"-—PFPF'=4—b=acortamiento del pendolon bajo el esfuerzo de compresion O =2 T'sing=0,6 7. Este acortamiento es tambien igual a ON pd 03 Es ; ¿=longitud libre del pendolon = 100*” seccion ide:la pieza =15%",20 Ef= 2.000.000 cm.? Tendremos pues: PU E 06 x 1004 w, Ef 15,2 X 2.000.000 = 000000197" í por consiguiente 0,0000019 TT =a—b (37) Queda que determinar b=7FF”. Segun la fig. 7, trazando D'G paralelamente a DF, tenemos: b=FF'=FG+GF'=c+0' Haciendo centro en DP”, describimos el arco de circulo G/7. Tomando en cuenta la arnplitud tan reducida del ángulo GD'*2”, podemos considerar 1% como perpendicular a D*£”, i suponer ángulo /"GM= ángulo FDE=Q. Siguese PM 1 e, / = E HAD | ARE E Sid =0 0 ¿SÍD) q h!= 0 Pero PN=?P"D'- G6D'=/'—1 1 por consiguiente y Ma 0 (38) (*) Se puede obtener exactamente /' por medio de la fórmula: 12202 1 PICOS ICO RES 2 0 sin p Te MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La pieza FFD, sometida al esfuerzo de estension 7' se al de una cantidad | e L =1lonjitud del tirante=384 cm. ww, =13%",20. Tenemos pues | TE Lx 384 A = 2% =0,00001267'=1'—1 w,f 15,20X2.000:.000 E E i, segun la ecuacion (37) | des E | | > 3 UL O OO0OIZO a y o Ss le :0,000042 P (38 | Segun las ecuaciones (36) i (38”) tenemos: b=c+0' =0,000475X0/6-7 — 2 +0,000042 Ie b=0/000327 T=2 ne Reemplazando los diversos términos de la ecuacion (37) por sus valores deducidos de las ecuaciones (35), i (39), obten- dremos: PS 3 0,0000019 7'= 3,4 —0,007 X 0,6 7'—0,000327 T'+ 2 síguese | Ma 0,0007431 7 = 5,4 i finalmente | - E 4 de ES VS 0 = 1250 0% El esfuerzo de compresion del montante serabid -O=27T'sin p=7250 Xx 0,6= 4350 ke. 86. Tirante.— Dando al tirante el diametro de 44 m/m, qu corresponde a una seccion de 1520 m/m?, el trabajo solo es 7250 AN 2 ia ,7 por m/m ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA TES que se aleja demasiado de los límites admisibles. Reduciremos pues el diámetro del tirante a 40 m/m, lo que corresponde a una tension de trabajo será: BNUOA35O- e TA an . Ñ | | 87. Pendolon.— Dando al pendolon el mismo diámetro, el A ientras que el admisible, calculado segun la fórmula de Ran- kine es: e) o 22DOr m/m?. 000008 (1290) x 16 9 9 P ¡ - Nos encontramos pues en buenas condiciones. 88. Dimensiones de las maderas. —Para lo que se refiere a la 0 nadera, será fácil determinar el momento máximo, que se pro- a duce sobre los apoyos laterales. En estos puntos tenemos 8 - Hemos tomado una seccion de 30x 30. Pero en los apoyos la pieza se encuentra perforada para dar pasaje a los pernos ver- ticales que sirven de montantes, habiendo que deducir por este motivo 5 cm. de madera. La seccion útil se reduce pues, a $0 Xx 25. Mmax=2319 Kg.m Como vá A 70 3750c1ú”, l trabajo debido a la flexion sera: > La madera sufre ademas de una compresion debida al tiran- . Este esfuerzo vale: 1. 72580XC0S p=7250Xc0s 30” =7250 x 0,866=6278*,5 TOMO LXXXII 52 774 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS i le corresponde un trabajo de: Dana =0) 3 parc 25 Xx 30 El trabajo máximo total será pues: 615,8 +8,3=70*, 1 por cm?. lo que es un. valor admisible. CAPÍTULO VII De la solucion mas favorable para el comuito de La vigue-, tas i One ueninas 3 $ 1. TRAVESAÑOS COLOCADOS SOBRE TRES VIGAS INFERIORES 89. Segun hemos dicho mas atras, es inútil emplear longue- rinas en este caso. Por motivo de las pequeñas dimensiones de los travesaños, es visible que hai ventaja en colocar el tablona- je directamente sobre estas piezas, distantes de 1 m. .25 mas o | - ménos entre si. : de eS 8 Me e. ba, Sa, VIGUETAS DE CUATRO METROS DE LUZ SOBRE DOS VIGAS INFERIORES 90. Volúmen de las longuerinas 2 ¡de las viguetas por metro corrido de puente.—Hemos visto que cuando estas piezas na distan mas que I m. 25 1 soportan directamente el tablonaje, su seccion es de 30x 35, miéntras que en el caso de que au: mente esta distancia, lo que hace necesario emplear longueri: nas, la seccion es de 35 x:35, hasta una distancia de 3 metros Como las longuerinas no pueden espaciarse mas de 1 m. 25 como el ancho libre del puente es 5 metros, será necesario. en n plear cinco filas de longuerinas. : 1d 104 Para darnos cuenta del valor relativo de los sistemas, ¿hemos ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 175 examinado el caso en que las viguetas distan solo 1 m. 25, 1 los que se refieren a distancias de Im. 50, 2 M., 2 m. 501 3 m. Hemos calculado el volúmen de madera correspondiente de la parte variable (viguetas 1 longuerinas) del tablero, i hemos apuntado los resultados en el cuadro siguiente: GEPADERO> NUM, 21 Volúmen de las lonenerinas i viguetas por metro corrido de puente. I Distancias de las viguetas 1m,25 2m,00 II Seccion de las longuerinas Volumen de 5 longuerinas por metro corrido de puente 16 x 30 qa 241 2m,50 3m,00 20x30 -25Xx30 TIT Dimensiones de las viguetas I metros 6,00 6,25 7,50 8,00 8,75 9,00 10,00 11,25 12,00 12,50 13,75 14,00 15,00 16,00 16,25 17,50 18,00 20,00 21,00 0,30 x 0,35 x 7 0,35 0,35 x 5m,50 2 metros cúbicos 0,554 0,539 0,528 0,519 0,513 0,508 0,504 0,500 0,497 0,495 3 metros cúbicos 0,449 4 metros cúbicos 0,35 x 0,35 x 5m,50| 0,35 x 0,35 x 5m,50 5 metros cúbicos 0,337 La columna Il indica la distancia entre las viguetas. La columna II da la seccion de las longuerinas i el volúmen por metro corrido de puente que corresponde a dichas distan- _Cias. La columna III indica las dimensiones de las viguetas. 776 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La columna 1 contiene la lonjitud de los tramos, i las colum-=- nas 2 a 5 indican el volúmen correspondiente de las viguetas - por metro corrido de puente. Así, en el caso de un tramo de6 metros con viguetas distantes de 2 metros, el volúmen de estas * piezas por metro corrido de puente, será: y xO Xx O, X O 91. Discusion.—Del exámen de este cuadro se desprende que para viguetas distantes de 1 m. 25, el volúmen de madera por - metro corrido de puente varia entre 03 33 103 495 para tra- E mos de 6 m. 25 a 17 m. 50. En el caso de que se empleen longuetinas; el volúmen de 3 madera por metro corrido de puente para las longuerinas 1 las viguetas es mucho mayor que en el caso anterior, i varia entre los límites siguientes: Para viguetas distantes de 2 m., el volúmen puede variar de 03 689 a 03 ÓTI, para tramos Ó m. a 20 m. 20 Para viguetas distantes de 2 m. 50, el volúmen puede variar | de 0,659 a 0,603 para tramos de 7 m. 5 a 20 um. Para viguetas distantes de 3 m., el volúmen puede variar de 0,712 a 0,631, para tramos de 6 m. a 21 m. Se ve pues que hai gran ventaja en emplear viguetas distan- tes de 1 m. 25, ien apoyar directamente el tablonaje sobre estas ' piezas. El empleo de longuerinas daria ademas un gasto mayor en fierro para pernos, lo que es un motivo mas para descoi] esta solucion. | PA | E Sin embargo, puede presentarse el caso de que haya casi ne-. cesidad absoluta de espaciar las viguetas mas de 1”.25, 1 de emplear longuerinas. Esto sucede, por ejemplo, cuando se usan. vigas enrejadas con diagonales i montantes; pues entónces se colocan jeneralmente (i es la disposicion mas conveniente) las. viguetas frente a los montantes. Del sistema de vigas puede: resultar, pues, directamente la posicion de las viguetas. Como el volúmen de madera utilizado para estas piezas i para las lon= guerinas es una fraccion considerable del volúmen total emplea= do, habrá que rechazar siempre que se pueda las vigas cuyo ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA ERA empleo acarrea un gasto exajerado de madera para el tablero. Entre las diversas distancias de viguetas que necesitan el em- pleo de longuerinas, vemos que la distancia de 2,50 da un cubo de madera inferior a las demas. Si es, pues, necesario emplear longuerinas, será ventajoso realizar en lo posible, una distancia de viguetas de 2.50. La corresponderian montantes distantes de 250. Veremos mas allá que las vigas de celosía de grandes claros de cesta clase i de una «ltura de 2,00 o 2" 50 son tambien económicas. Su combinacion con viguetas distan- tes de 2750 i las longuerinas correspondientes dará, pues, una solucion ventajosa en muchos casos de la práctica. $. 3.—VIGUETAS DE CINCO METROS DE LUZ ENTRE DOS VIGAS, BARANDAS. 92. Valor de los materiales de las viguetas.—Hemos visto mas atras que se puede formar esta pieza de tres maneras dife- rentes. Se puede emplear dos piezas juxtapuestas lateralmente de 30x 35,0 una sola pieza de 30 x 50, O tambien una pieza de 30X 30 armada con un pendolon 1 un tirante cuyas dimensio- nes hemos calculado anteriormente. No estará de mas estudiar cada uno de estos sistemas, bajo el punto de vista del costo. 1.2 2 piezas de 0,30x0,35Xx7"85.— Hemos tomado $ 20 co- mo precio del m* de roble pellin, i $ 0.30 como valor del kiló- gramo de fierro. | El presupuesto se compondrá: 1.2 Madera. 2Xx0,30x0,35x7785=1 m3. 6485a $20 $ 32.97 2. 2 coj2netes de fierro que sirven de apoyo a las vigue- tas, frente a los montantes, a razon de 16* cada MIDA ADORO polsiniars da cd 9.60 3.2 5 pernos trasversales de o” E 1”, que sirven pa- ra unir las dos piezas de 30X 35, con un peso de AAA E O 6.14 Male losumateriales ami lila aero 9.4871 778 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 2.0 Una pieza de 0,30X 0,50 X 7, cla $ Como las piezas de 50 ctm. no se encuentran sino escepcio- nalmente en el comercio, será necesario componer esta viga de - dos superpuestas de 25x30. Habrá que interponer cuñas de F madera distantes de 0”,50 a 0,60, juntando el todo por medio 5 de abrazaderas. Se puede hacer el cálculo de la armadura con- - forme a las reglas que hemos espuesto anteriormente (Capita h: VS ¿gio ña d El valor de los materiales será pues: + 2 piezas de:0,30-X,25 Xx 7,85=/12,8 17754 $20 1m8. 23,55 3 11 abrazaderas de 4, cada una: 44* a 0,30 el Kg. 13,20% IO cuñas de madera dura: 0,”05 x0,” 10 X0),” 30, 3 a: $:040 cada tuna: 2040 2042060 sota DO 4,00 Valor de los materiales. . . . . 40,75% 3.2 V¿gueta de 0,30 X 0,30,X 7,85, armada. La armadura se compone: 1.2 de 87,30 fierro redondo de 40 mm. de diámetro peso: 9577 porimbesiudo:s ooh alo SiO 2.0 de una tuerca de tension de... 0... ... 5 000 3.2 de dos golillas de o” 200X 0,125, peso: 3, 68500 . cadanunasb soulor ss olas AA 7,3705 4.2 de 2 tuercas, peso: ok ,800 cuña una laca 1,600 5.2 de un pendolon de 40 mm. de diámetro, segun di- 3 bujo; ¡pesos 1Ek:53.01990:B.00 08 "1d A 135,000. AN Peso total de una armadura. . 1 a Podemos admitir que el peso de la armadura es TIO kg. El valor de los materiales será pues: E : 1.2 Madera: 0,30 X 0,30 X 7,85 = 0,137065 a $.20 dele | 5d mé, AÑO . O o AS O $ 14, 13, ( 2.0 Fierro: 110 kg para darle a $ 0,30 05 To e 33,00: $ (48 Valor de los materiales... $ 4713 ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA NAS 93. Exámen comparátivo. Bajo el punto de vista del “valor de los materzalesn vemos que será la vigueta de 30x 50 compuesta de dos vigas ensam- “bladas que merece la preferencia. Pero conviene no perder de vista que es tambien el sistema cuyos ensambles exijen el mayor cuidado í mas obra de mano intelijente. Para fijar las ideas en “lo que se refiere a la obra de mano, no creemos alejarnos mucho ¡de la realidad admitiendo que un carpintero con su oficial tra- 'bajarian durante un dia para ensamblar completamente dos vi- “gas de 30X 25 de cinco metros de largo. Siendo los salarios de cestos dos obreros $ 5 diarios al total, síguese que el ensamble de estas vigas costaria $ 1 por metro corrido. El valor de la vigueta carmada alcanzará pues a 50 pesos. Ademas, como la altura de la 'vigueta es mucho mayor que en los otros dos casos, habrá que alargar los tirantes i pernos de ensamble, lo que aumenta tam- "bien el costo de este sistema hasta el nivel del valor de los otros tipos. La vigueta armada con tirante tiene tambien que sufrir un aumento de precio con motivo de la obra de mano que exije la armadura. Sin embargo, en el caso de tirantes de fierro en barras con tuercas de tension, la operacion es sencilla i cuesta poco. En lugar de barras de fierro se emplean tambien cables le alambre de fierro o de acero. La obra de mano para unir los Zables es mas compleja que en el caso anterior. El primer sistema, que consta de dos piezas juxtapuestas la- ¡eralmente de 30x 35, es el que da la solucion de menor costo de ejecucion mas facil. Pero tiene el inconveniente de aumen- zar el peso muerto del puente. Ademas, la seccion tan grande ¡le madera de 60 x 35 cm. da un aspecto pesado al conjunto de a Obra. 94. Peso muerto de las viguetas ¿ longuerinas por metro corrt- lo de puente.—El peso muerto de una vigueta compuesta de 2 ezas de 30Xx 35 es de 1500 kg. Se reduce a 1100 kg. en el ca- o de una pieza única de 30Xx50 cm. armada, i la vigueta arma- la de un tirante no pesa mas de 750 kg. No es, pues, estraño ue a veces sea esta última solucion la que se adopta. Sin au- nentar mucho el costo contribuye a dar a la obra un aspecto e lijereza que no se debe despreciar. Ademas, hai una distancia de viguetas para la cual el peso 780 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS muerto de estas piezas combinado con el de las longuerin reduce a un mínimum. Hemos calculado anteriormente (c núm. 20) las dimensiones de las longuerinas para luces metros hasta 5 metros. Será fácil determinar su peso por m corrido, adoptando 900 kg. para el peso del metro cúbico roble. Siendo de 5 metros la distancia de las vigas, será necesi emplear 5 filas de longuerinas (Lam. 1X, fig. 2). El cuadro. mero 22 adjunto indica, ademas del peso de las longuerinas, de las viguetas por metro corrido de puente para tramos d 5 metros hasta 25 metros, i para viguetas distantes de 2 m. hast 5 metros. ce GUADRO NÚM. 22 | Pcso muerto de las loneucrinas 1 de las viguetas por metro corrido de puente. | | Distancia de las | m. m. m. 100 fm viguetas 2,00 290 3,00 "3,50 4,00 4,50 AS 16x30- | 20x<30 | 25x30 |-30x30 | 27x35 | 30x35- Seccion | k. Ko: k. da KE a o 270 - 388 405 1.425] 473 corrido de puente ; j 3 3 | m. | k k, k, k. k k 5,00 — 150 — — — — 6,09 250 — 125 = —- e 7,00 :— — — 107. — —- 7,50 — 200 — — -— — 8,00 281 — — — 094 -— 9,09 -— — 167 — -— 83 10,09 300 225 — — — —= 10,50 — — — 143 o - 12,00 23 — 187 — 125 -— 12,50 — 240 — — — — 1500 =- — — — — 111 14,00 321 — == 161 — -— 15,00 — 250 200 — — 16,09 328 — — 141 — 17,50 70 257 E t7I ae 3 18,00 283 — 208 — 125 20,00 337 263 -— — 150 — 21,00 — — 214 178 — — 22,00 341 — — o — 2250 o 267 — o — 133 24,00 | 344 = 219 a 156 sas 24,50 — — — 184 — =— ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 781 Vemos así que cs a una distancia de viguetas de 2,50 que corresponde el peso muerto minimum. Este hecho tiene su im- portancia, pues una combinacion racional de las diversas piezas de la construccion tiene una influencia mui grande sobre el peso 'muerto total de la obra. La reduccion de este peso a un míni- num tiene ademas esta consecuencia directa de producir una “economía en los matcriales empleados para las vigas. Demás está decir que la distancia mútua de las viguetas que “da el peso muerto mínimum no es la que procura el menor gasto. Pero será fácil examinar la cuestion bajo este punto de vista. 95. Valor de las viguetas í longuerinas por metro corrido de puente.—Fijemos ante todo el valor de una vigueta.. Hemos visto que los materiales tenian un valor a de. o O E e RAS AT Cada vigueta tiene que fijarse a ts longuerinas dd medio de 5 pernos de 0”, 65 de largo útil, de 1” de diámetro, con un peso de 4%, 3 cada uno, lo que representa un valor total 5x4, *3x $0,30 0,45 -Avaluando los gastos de colocacion a... . . . . 4.84 Podemos admitir como valor de una vigueta. . . . $ 60. - Adoptando esta base, hemos compuesto el Cuadro núm. 23 adjunto, en que se indica el precio de las viguetas por metro corrido de puente para los diversos casos estudiados anterior- mente. Hemos calculado el precio de las longuerinas por metro _corrido de puente; i de la combinacion de estos dos valores se desprenderá la solucion mas favorable. AU A A al A AA 782 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS -. CUADRO NÚM. 23 Valor de los materiales de las longuerinas i de las viguetas | por metro corrido de. puente , De Distancias m.- m | m. m m | m. | m | z de las viguetas 1,25 2:00 2,50 3,00 3,50 | 4,00 | 4,50 | 5,00 Valor de las | | E Longuerinas por metro E da o E 9,00 9,45 sn eE ¡3 corrido de puente ; 3 m $ $ $ $ | $ ] $ $ 3 5,00 36,00 | — 12,00 — “— — = NN 6,00 — 20,00 — | 10,00 — — ¿-— ¿y 7,00 DAA Gx 237 sas 8,57 EE PE 1 7,50 -— — 16,00 — = — — 4 8,00 == 122,50 1. ci | E 7, SO e ., 9,00 AN ea E ra 13,33 AE mk 6,66 > 10,00 42,00 | 24,00 | 18,00 =- | — — — 6,00 | 10, 50 = = = IS E $ 12,00 — 25,00 — I5, — 10,00 — | 12,50 — — 19,20 O — E $ 13,50 — =p — — — -- 8,88 | - — TS 14,00 ATA 25,72 E TE 12,85 mp eE — 15,00 — 2000 | ¿EGI00 — — — 8,00 8 16,00 — | 26,25 — — — 11,25 | — > 17,50 2% ez 20,57 TE 13,72 7 a | 18,00 — | 26,66 — 16,66 — — 10,00 — $8 20,00 — 27,00 | 21,00 — — 12,00 — 9,00 21,00 — — — 17,15 | 14.28 — — — o 22,50 — — 25,33 — — — 10,67. El o 24,00 +3 7 EN 17,50 5 12,50 15 A 25,00 — IZ 00 E pe == ES 9,60. | De su exámen resulta que para las grandes distancias de 4,50 entre las viguetas, el gasto se reduce a un minimum. PEN ro, para los tramos usuales, es decir, de 10" hasta 25 metas seria difícil realizar esta distancia. Esta supondria vigas con montantes distantes tambien de 4.50. La altura de las el será mucho menor por estar relacionada con la lonjitud del: tramo. Resulta que las diagonales tendrian una inclinacion exalerada; i por esto mismo los esfuerzos correspondientes ses rian muí grandes. Llegaríamos así a vigas costosas que harian ilusorías las economías realizadas sobre el tablero. En el caso. de puentes con tramos largos, desde 30 metros por ejemplo, Lámina Vi. nuevas P. Dido 0). XLougiludes e E Úticas delos Momentos : 200.000 ENTES 2 10.000.000 10000000 50x200000 Techo ul = 840.00, uu Diz LÍ" Delormaciones $ i 5H) x265=3,08 0 h Pumas 0 ya Longitude y ( 50. Quccao delos IMornentos ma. 10000000 1 1 1 ñ 1 1 1 h 1 1 1 1 1 1 1 1 ll 1 1 1 A0000000 o : Deformaciones : = FOR ADO Y Si G Fecha cu E=4;. - ESTUDIOS SOBRE PUENTES DE MADERA 783 hai toda libertad para formar el tablero, sin perjuicio economía del resto de la obra, se adoptará la distancia etas que corresponda al fin que hai que alcanzar, la eco- O la lijereza de la obra. El estudio que precede da datos s a este doble objeto. 20 1 a A, Y o NA O A OC VR (A UI | UCA EIA GS UA Ii Lo inuará) GUILLERMO OTTEN Injeniero honorario de Puentes i Calzadas de Béljica contratado por el Gobierno de Chile. Es IMPERFECCIONES ¡ERRATAS MANIFIESTAS DE LA EDICION AUTÉNTICA DEL CÓDIGO CIVIL CHILENO (Continuacion) 0 "El deudor está en mora, UL, o Cuando no ha cumplido la obligacion dentro del térmi- 10 ) estipulado, salvo que la lei en casos especiales exija que se equiera al deudor para constituirlo en mora; 112,0 Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada sino dentro de cierto espacio de tiempo, ¡el deudor lo ha dejado pa- ar sin darla o ejecutarla; 13.0 En los demas casos cuando el deudor ha sido judicial- e reconvenido por el acreedor. | “Este artículo es importantísimo. La mora es una situacion jurídica que acarrea para el deudor =s consecuencias; de tal modo que conviene que se deter- con precision el momento en que ella empieza. En el derecho romano i en el español, en las obligaciones a 786 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS plazo, el solo vencimiento de éste bastaba para constitui mora al deudor (1). Al ] En este caso no habia, pues, necesidad de requerimiento € reconvencion del acreedor. 3% Esta misma regla es seguida actualmente en algunos cód modernos. 3 Otros, i entre ellos el Códzgzo de Motalaas han adoptado ] sistema contrario, rechazando la máxima romana Dies ¿mt pellat pro homine. | se decidió por este último reas 148 Léanse en el Proyecto de 1853 los artículos referentes a la mora i se verá que todos están escritos sobre esa base. ; En este Proyecto, el artículo 1551 del Código lleva el núme- | ro 1730 i dice asi: ART. 1/30 "El de está en mora, "1.0 Cuando no ha cumplido la obligacion dentro del nos lo) estipulado, si en el contrato se espresa que por la mera exp 3 y racion del término quedará constituido en mora; salvo que la lei en casos especiales requiera la reconvencion judicial noo tante cualquiera espresion del contrato. 2,0 Cuando leyes especiales dispongan que aun faltanda espresion se incurra en mora por la simple expiración del. tf mino. ES 13.2 Cuando por las circunstancias del contrato aparezca: su cumplimiento en el término designado es necesario pa a objeto pue se ha propuesto el acreedor. 3 14.2 Cuando la cosa no ha podido ser dada o anta sinc dentro de cierto espacio de tiempo, i el deudor lo ha deja d pasar sin darla o ejecutarla. ; ES 5.0 En los demas casos, cuando el te ha. sido judio al- mente reconvenido por el acreedor. bad SiN he E (1) Lei 12, titulo 38, libro 8 del Código; lei 127, titulo e libro ' 22 de Dijesto, 1 leyes 18 i 35, titulo 11 de la Partida 5. 0 IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 787 "El que hurta se constituye en mora por el solo efecto del hurto. La comision revisora del Proyecto de Código Civil modificó sustancialmente el artículo que acabo de copiar, como puede verse comparándolo con el 1551 del Códzgo vijente. En el número 1.9 de este artículo, se consignó la regla del de- recho romano de que el dia interpela por sí solo. Esta alteración bastaba para descabalar el sistema aceptado por don Andres Bello. Ahora bien, el artículo 1551 está en relacion con muchos otros que tratan sobre la mora; de manera que su reforma exi- Jia tambien la modificacion de todos éstos. Sin embargo, parece que no se tomó en cuenta esta circuns- tancia. Sea por olvido, sea por precipitacion, el hecho es que las dis- posiciones referentes a esta materia no han quedado en armo- nía, como ya he tenido ocasion de manifestarlo al hablar de los artículos 1537 i 1538. La regla contenida en el número 2.9 del artículo 1551 es cla- rai no puede ofrecer dificultad. Estaba consignada en el derecho romano, í tiene que estarlo en todos los códigos. - No sucede lo mismo con la disposicion del número 3. cuyo “alcance se ha discutido muchas veces. Es indudable que ella debe aplicarse, por ejemplo, a las obli- 'gaciones condicionales que no tienen dia. Así, si Pedro se obliga a dar mil pesos si llega el vapor tal, será necesario requerirle a fin de hacerle saber la llegada de di- cho vapor. Solo se le considerará en mora despues de este requerimiento. == Pero ¿será éste mecesario cuando la obligacion es pura 1 simple? - Enesta clase de obligaciones, parece que el deudor deberia estar en mora desde el principio, puesto que desde ese momento sabe que tiene que cumplir su obligacion, sin que haya necesi- dad de advertírselo. -No obstante, creo que la cuestion no puede resolverse de un modo absoluto. 78S. - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Be en mora desde el primer “instante, segun se despral del siguiente artículo: ART. 1 826 "El vendedor es obligado a entregar la cosa vendida inme- diatamente despues del contrato o a la. época prefijada en él. “Si el vendedor por hecho o culpa suya ha retardado la en= trega, podrá el comprador a su arbitrio perseverar en el con= trato o desistir de él, 1 en ambos casos con derecho para ser. indemnizado de los perjuicios segun las reglas jenerales. “Todo lo cual se entiende si el comprador ha pagado o está pronto a pagar el precio integro o ha estipulado pagar a plazo. | “Pero si despues del contrato hubiere menguado considera= blemente la fortuna del comprador, de modo que el vendedor: se halle en peligro inminente de perder el precio, no podrá exi= Jir la entrega aunque se haya estipulado plazo para el pago, del precio, sino pagando, o asegurando el pago. e Al examinar el artículo 1338, he tratado ya del momento. en que debe considerarse en mora la persona obligada a pres- tar un legado, cuando la asignacion es pura i simple. q En el mutuo, se establece una regla especial, Si no se ha fijado término para el pago, no hai dere a exijirlo dentro de los diez dias subsiguientes a la pubiega, segun: lo dispone el artículo :2200. E Esta excepcion es mui fundada, porque no es de suponer que una persona reciba un préstamo para devolverlo - mente. | | | 3 En el número 3. del artículo 1551, se dice espresamente que la reconvencion que el acreedor debe hacer al deudor ha des ser Judicial. | E 3 ¿Sucederá lo mismo con el requerimiento de que se habla « en el número 1.9? | | El Código no lo indica, pero parece que así de ser. $ Cuando me ocupe en el artículo 1949 del arrendamiento, ten- dré oportunidad de discutir mas estensamente esta cuestion. E. IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 789 , Entretanto, es preciso reconocer que este punto se presta a dudas i que ha dado oríjen a multitud de pleitos. RS "Si la obligacion es de hacer i el deudor se constituye en mora, podrá pedir el acreedor, junto con la indemnización de la 2mora, cualquiera de estas tres cosas, a eleccion suya: TE Que se apremie al deudor para la ejecucion del hecho « ( mvenido; 3 12,2 Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a espensas del deudor; 113% Que el deudor le indemnice de los perjuicios resultantes Ñ la infraccion del contrato. La frase escrita con letra cursiva en el inciso primero de este a artículo no cuadra bien con las tres cosas que el acreedor pude pedir a su eleccion. - En los perjuicios de que se habla en la que lleva el número 3. está comprendida indudablemente la indemnizacion de la mora; de modo que la frase mencionada no tiene para qué refe- rirse a este último inciso. . (Continuará) MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES Profesor de Gramática castellana en el Instituto Nacional TOMO LXXXII 1153 VIDA I OBRAS DE DON J, V. LASTARRIA —— Hi (Continuacion) EXPLTULO” XX IL SUMARIO.—Z! Cuadro Histórico de la Administracion Montt.—Situacion polí- tica en 1862.—Entrada de Lastarria al Ministerio de Hacienda. -—-Su perma- nencia en el Gabinete, i dificultades con que tropezó. —Funciones diplomáticas. —Publica en el Perú la /2stituta del derecho civil: juicio sobre esta obra.—47 Libro de oro de las Escuelas. —Opiniones filosóficas. Hemos ya referido que Lastarria, retirado de la política ar- ¡diente despues de los sucesos de 1859, se habia consagrado al | tranquilo ejercicio de su profesion de abogado no ménos que ¡Ca sus lucubraciones históricas, de cuyo jénero es el Juicio sobre: | Portales del cual acabamos de ocuparnos. En las postrimerías. ide la administracion Montt, el órden se habia encarrilado en firme riel; miéntras las libertades habian pasado por duras prue- $ bas durante el decenio, i merced a notables adelantamientos- materiales, el espíritu nacional estaba laxo, sin fuerzas para la. Produccion intelectual. ¡Pero si, en medio del naufrajio de nuestra constitucionalidad, | todos callaban, hubo un grupo de escritores complotados pa- 792 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS trióticamente para hacer la historia, la triste historia de aquélla | ¡ administracion. El intento era de tal naturaleza 1 tales eran los 5 tiempos que corrian, que aquellos escritores, ocultos, sijilosos, ; E callados, como quienes fraguaban un delito, recojian apresura= pl damente los documentos i formaban el proceso histórico. La idea era publicar el trabajo el mismo dia que don José Joaquin E: Pérez se terciara la banda presidencial. ! Ya se comprenderá que nos referimos al libro titulado Cua- dro Histórico de la Administracion Montt. Sujirió la idea de esta publicacion don Diego Barros Arana, ia ella adhirieron los se- ñores Lastarria, Santa María i M. González, tocándole a cada. uno una parte del trabajo. Barros Arana tomó la guerra i todo el interior; Lastarria, la sintesis del decenio, la introduccion, la Instruccion Pública; Santa María, la Justicia i Culto, i Gonzá- lez, la Hacienda Pública. A fin de que el secreto fuera invulnerable, una imprenta de Valparaiso corrió con la edicion; las pruebas se correjian en Santiago i los cuatro autores reunidos daban unidad al trabajo, | hecho en poco mas de dos meses. Aquello fué un tour de force | admirable. * - | El volúmen de 600 pájinas, impreso en una semana, hecho 18 subterráneamente, era anunciado el 18 de Setiembre de 1861 por cartelones fijos en todas las esquinas de la ciudad. El hon- q do secreto en que habia sido hecha la publicacion, la curiosi- | dad de saber quién era el autor, la palpitante actualidad del li- Y $ bro, todo contribuyó a un éxito estraordinario, que agotó un grueso tiraje i dejó pingie ganancia a los editores. S| Sin duda hai exajeraciones en aquel libro i se resiente del | “apasionamiento natural de un escrito político; pero puede afir- ta marse que hai tambien un fondo sólido de verdad histórica ba= -] sada en documentos fehacientes, que establecen de una manera. j E cierta los actos de aquella administracion. Poco despues de la exaltacion al poder del señor don Jos ? ei Pérez, verificóse en la política E una evo e] la faccion lor de 1859. A virtud de quedar en el zohig) mo o los elementos conservadores i reaccionarios, el seu mi VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 793 Manuel A. Tocornal, que tomó la direccion, don Miguel María Giiemes, la justicia, i Lastarria la hacienda. Mas de una vez arrepintióse este último de haber cometido el pecado político de aceptar esta combinacion imposible. Ha si- do absuelto, sin embargo, en atencion a que, en situaciones tan difíciles como las que se alcanzaban en aquellos momentos, no era fácil comprender el verdadero deber. | El pais se alegró vivamente de la reorganizacion del gabine- te con las personas nombradas, i con Maturana que entraba al Ministerio de la Guerra. Segun las propias palabras del ex-Mi- nistro de Hacienda habia “deformidad 1 estravagancia en aquella formacion híbrida, inconsistente, que ninguna garantía podia ofrecer a la reforma. que no podia ser sino inhábil, ineficaz, peligrosa i falsa desde que habia un liberal aislado, impotente, nulo, ante el centro conservador casí reaccionario que impe- raba. ¿Qué reforma liberal podia surjir? ¿Qué proyectos podia hacer triunfar el Ministro de Hacienda cuando se hallaba en pugna con sus concolegas hasta en los mas sencillos manejos de su ramo? "¡Qué contrariedades humillantes, esclama Lastarria en sus Memorias de cien dias de Ministerio (1), no encontraba el Ministro en los Consejos de Gobierno en esta ingrata tarea! Para cada una de estas medidas, por insignificantes que fuesen, tenia que someterse al Consejo de Ministros, el cual no pro- nunciaba su juicio sino despues que el de Hacienda le hacia un verdadero proceso del caso, sin perdonar los mas minucio- sos detalles. Fueron innumerables estos procesos, no solo sobre la materia de responsabilidad de empleados i de arreglo de ofi- cinas, sino tambien sobre cada negocio del despacho diario ¿ sobre cada medida administrativa, dirijida a la seguridad de la renta. Nose tenía la menor fé en su criterio. Se desconfiaba sin disimulo de todas sus medidas; i de aquellos innumerables asuntos que en Julio i Agosto fueron presentados al Consejo, “solo merecieron la suprema sancion los dieciseis a que se re- “fieren otros tantos decretos que rejistra el periódico oficial. E como sí esto no bastara, todavía el Presidente cruzaba la eje- 794 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cucion de algun acuerdo, siempre que una consideracion cual- quiera le daba motivo para poner a prueba la dignidad de su Ministro. —uPor otro lado, el voto del Ministro de Hacienda no | tenia valor alguno en los acuerdos de los demas negociados de do la administracion: sus observaciones merecian cuando mas una jovialidad del Presidente, o un exabrupto de Giiemes, o algunas — suaves reflexiones de Tocornal. Cuando el asunto merecia vota- cion, el voto de aquél era único. "No era esto todo. El Consejo de Estado i las Cámaras, cuer- pos organizados con los partidarios de la administracion ante-. rior, aprovechaban la mas lijera ocasion para abrumar con su desden i su desconfianza al Ministro, cuyo nombramiento habia merecido mas la reprobacion de aquel partido. Estos detalles, tan injenuamente espresados, revelan la situa- cion de Lastarria, que era tratado ude alto a bajo, con insolencia homérican por Cerda, presidente del Senado, como "oficial de de sala: por los miembros de ese Cuerpo, como Ministro "agre- sivo i descomedido. por sus colegas de gabinete, i herido ven su delicadeza 1 en su amor propio"! por los diputados. .. Como remedio al déficit positivo que aquejaba al erario, pro- puso en vez del comodin de los empréstitos, la agravacion de las contribuciones, fundada en la: reforma de las Aduanasi de las leyes de patente i papel sellado. Éste era el único medio | para hacer frente a la desastrada situacion económica, que ve- Pi nia a quedar mas mal parada todavía con las mociones presen=. tadas para abolir los derechos de esportacion de.cobres, i los de cobre en barra i rieles que hubieran sido fundidos con combus- : tible del pais, con la aprobacion de las cuales se cercenaban en medio millon de pesos las entradas fiscales. 3 Sus medidas hallaron un eco de estrepitosa reprobacion. "Ja- mas—Eescribe el ex-Ministro en sus M/emortas,—jamas se ha visto una reprobacion mas enérjica i mas unánime, mas proclamada i mas persistente, contra ninguna medida administrativa o políti= ca, que la que entónces se levantó contra estos proyectos. "Con todo, agrega, la injusticia de aquella condenacion fué puesta de realce poco tiempo despues, cuando esos mismos partidos baja- ban el tono i aun callaban al ver sancionar las modificaciones que el Ministro de Hacienda, don Alejandro: Reyes, que no ha VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 795 perdido ocasion de jactarse de las cariñosas consideraciones i de la acendrada confianza con que lo ha distinguido el Presi- dente de la República, introdujo en aquellos proyectos, doblan- do el impuesto del papel sellado, i elevando el de patentes des- de un 50 hasta un 800 1 un 10007, para arruinar a infinitos industriales, 1 hacer suspender sus labores a otros tantos pobres artesanos que vivian de su trabajo. ¡Oh justicia de los par- tidos!» Tiene muchísima razon para consignar estas amargas quejas, pues la actitud de la prensa tenia su orijen en animadversio- nes personales, que hallaban su cauce de salida en sarcas- mos hirientes i malévolos, que salian principalmente de las columnas de sus adversarios. Una carta de Lastarria, publi- cada en el Mercurzo del 1. de Setiembre, encendió mas las po- lémicas i los insidiosos comentarios sobre el Ministro, que habia recojido las opiniones de sus impugnadores para esplicar su conducta i definir su situacion en el gabinete, lo cual le atrajo mas la inquina de sus colegas, Otro contratiempo. La autorizacion solicitada para reformar la Ordenanza de Aduanas, le fué denegada por la oposicion parlamentaria. ¡35 votos contra 3! Despues de esto, el Ministro creyó llegado el momento de hacer su renuncia. Se fué, dice en sus Memorias, despues de la sesion, a escribirla, ántes de dar cuenta al Presidente de aquel resultado; pero su colega, el del Interior, que le halló en su gabinete escribiendo, volvió a triun- far de su docilidad, comprometiéndole a que permaneciera, sin revelar su intencion, hasta despues que se aprobaran los presu- puestos. Ántes de abandonar el sillon ministerial, en el cual tantos al- fileres lo habian martirizado, elaboró varios proyectos como el de Contabilidad Jeneral para determinar oportunamente con “Claridad i precision la situacion del tesoro público i como el de reforma de la Contaduría Mayor 1 consagró sus estudios a me- didas administrativas tendentes a la economía i a la organi- zacion delas Aduanas. La medida que adoptó para los avalúos de las mercaderías de algodon, le valió una interpelacion de don Jovino Novoa, que fué contestada victoriosamente por el interpelado i elocuentísimamente por su colega del interior, en 7O6% MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS medio de un debate animado, que terminó con la órden del dia: lisa i llana por 28 votos contra 19... (100 00 - O La situación seguia insostenible para el Ministro. La reforma: política no llevaba trazas ni siquiera de intentarse; i léjos de: seguirse la resolucion de Lastarria, que la incubaba dia a dia. en la mente de sus colegas, de adoptarse una política franca= _mente conservadora o francamente liberal, apénas si era recibi= da como una monomanía. Sus colegas, escribe el desgraciado- financista en sus citadas Memorias, le oian con glacial indife- rencia, i sus antiguos correlijionarios políticos le acusaban de iluso, de incapaz de tener sentido práctico. Él comprendia que: era la victima de un gran error desu partido, i como su situa- cion, sus antecedentes, sus relaciones no le permitian romper: ni violentar el círculo de su accion, acabó por aislarse i por no: tomar parte en los consejos, esperando a que se terminara la discusion del presupuesto para retirarse. 1 La esperada ocasion llegó cuando la Cámara, al atacar de: | legal la jubilacion de don Fernando Urízar Gárfias, le facilitaba ] una esplicacion parlamentaria para dimitir, sin promover la | cuestion politica, segun los deseos de S. E., que persistia en- 2 bernar a dos aguas, como vulgarmente se didel El 83 de Noviembre se le aceptó la renuncia, llegando así co- mo él mismo escribe, wal término de su dolorosa vza CrUCIS ny, que tantas veces estuvo a punto de suspender, aprovechándose: de las innumerables coyunturas que se le presentaron; pero siem pre se vió detenido por su fiel amigo, su colega Tocornal. | Sus cien dias de Ministerio, tan borrascosos como impopulares llevaron el desaliento a su bien templado espíritu: bajo la losa. quedaban muertos sus proyectos, concebidos despues de larga. pero estéril meditacion; sus ideales de reforma, burlados; su acti- vidad, gastada; su iniciativa, perdida; sus intenciones, terjiversa- das; su amor propio, herido; su nombre, condenado; SN Ss honra, sospechada! | 50 Este triste resultado venia a confirmar el axioma ee que los: hombres de letras no son buenos para la política; i que cuando: salen de entre sus libros, no es sino para dar muestras ineq vocas de falta de tinoi de sobra de inesperiencia. Un litera VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 797 se ahoga en poca agua; i los políticos de nuestro pais deben “tener fuertes agallas para nadar firme, largo i parejo...... Poco despues de su desgraciada entrada al Gabinete, el Go- bierno confió a Lastarria una mision diplomática al Perú. Ya entre los años de 1857 i 1859 habia prestado servicios de esta naturaleza dentro del pais, con ocasion de los plenos pode- res que se le espidieron para que en calidad de Plenipotenciario ad hoc, ajustase un tratado de amistad, comercio i navegacion con Béljica. Lastarria negoció, concluyó 1 firmó este tratado con M. Antonio Luis Derote, Ministro del Rei de los belgas a la sa- zon, conduciéndose desde la iniciacion del negocio hasta la ra- tificacion del tratado, con habilidad i con celo. La mision diplomática al Perú apénas duró seis meses; i tuvo que abandonarla a consecuencia de su mala salud. Comunicada al Gobierno peruano la respectiva carta de rctiro, el Ministro de Relaciones Esteriores, que lo era don Juan Antonio Ribeyro, manifestaba al de Chile, en comunicacion oficial de 24 de Se- tiembre de 1863, la satisfaccion con que el diplomático chileno habia tratado i concluido los asuntos de interes comun a ámbas Repúblicas. Por su parte, el Presidente, don J. A. Pezet se espresaba del modo siguiente en nota de 2 de Octubre, dirijida a don J. J. bérez: "La notoría capacidad del señor Lastarria, su acreditado tino en los negocios diplomáticos i el espiritu conciliador que lo dis- tingue en todos sus actos oficiales, hacen en estremo sensible su separacion, así como la causa que la motiva, pudiendo ase- gurar a V. E., que durante el tiempo que ha desempeñado su ¡mision el señor Lastarria, no ha omitido medio alguno que haya ¡contribuido dignamente a estrechar las cordiales relaciones que felizmente existen entre el Perú i Chile... Fuera del mundo oficial, dejaba Lastarria viejas amistades de hombres de letras que, en dos ocasiones anteriores, se habian trabado i reanudado con ocasion de viajes forzosos e inespe- rados.. | Miéntras se encontraba en Lima hizo la impresion de la /7s- dituta del Derecho Civil Chileno. Al aparecer, publicó el señor ES 798 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS -«don Joaquin Blest Gana un juicio critico sobre ella, en los ANA-: LES DE LA UNIVERSIDAD de 1863. >. Al regresar a Chile despues de su mision, pasó Lastarria una nota al Consejo Universitario presentando su obra al certámen «que en aquella sazon se habia abia para el mejor texto de enseñanza jurídica. ] K Don José Clemente Fábres, por su parte, presentó tambien un trabajo análogo. : : Ámbos trabajos pasaron en informe a los señores don Enri- que Cood i don Cosme Campillo, quienes dieron a la Facultad respectiva un juicio estenso i concienzudo. Respecto de la obra de Lastarria dice el informe que no es un texto didáctico, i funda sus reparos en que se han suprimido algunos artículos del Código, siendo que en éste no hai nada supérfluo; que en el cambio de redaccion se ha solido, sin ganar en concision, alte- rar el sentido de la leí, ia veces, sufrido la correccion ipro- piedad del estilo; i resume su severo dictámen en estas pas. labras: pa “El señor Lastarria no compendia, jeneralmente, sino supri- «miendo; suprime a veces lo que no debiera; i en lo poco que verdaderamente estracta no es siempre fiel i tan correcto i proa -ciso como el Código; que léjos de ganar, perderia mucho el — estudio del derecho con la adopcion de esta obra para texto de enseñanza. | : E. El juicio que pronuncia la comision informante sobre la Ins=* tituta del señor Fábres es ménos duro; pero arriba tambien a la conclusion de que no debe adoptarse como texto. , 3 En realidad, en el trabajo de Lastarria no se nota el plan i el | objeto que debe tener una /nstituta, que no es sino esplanacion + de la idea, de la mente, de la doctrina del lejislador. Si es posi- ble decirlo así, una instituta debe dar a conocer la médula que expresa esa doctrina; porque se sabe que un Código dá precep- tos, pero se guarda naturalmente de ir desarrollando el plan a que sigue i la razon del desenvolvimiento de las materias. Este proceso es el que debe desentrañar un autor de Instituta, para cumplir con el verdadero objeto de ella. » Pero la verdad de las cosas es que preferible a cualquiera a Instituta, son los estudios basados en la letra misma del Código, VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 799 ¡que es la que hai que conocer comentar, la que sirve al aboga- do en la aplicacion práctica. Se comprende que haya necesidad de una /nstituta para estudiar una lejislacion antigua, como el Derecho Romano, que es un monumento a la vez que un fárra- ' go inmenso de leyes sueltes i dispersas; pero tratándose del Código Civil, no se vé esta necesidad. La práctica misma seguida en los cursos universitarios está | probando esta asercion. Ninguno de sus profesores, ni el señor 'Fábres, autor de la /2stzt1fa que salió mejor parada en el cer- ' támen, ha recomendado amas para el estudio otra cosa que la letra misma del Código. Así como Lastarria se esforzaba por servir a la enseñanza universitaria, tambien había consagrado sus esfuerzos a la com- ¡posicion de un texto elemental de moral con destino a las es- «cuelas primarias. Este texto apellidado El Libro de oro de las Escuelas, fué aprobado por el Consejo Universitario en 1862, como texto de lectura para las escuelas. El oríjen de este libro habia sido un trabajo sobre el Ob7ezo ide la educacion social que cinco años ántes habia leido en la Sociedad de Instruccion Primaria, institucion fundada con el mui laudable propósito de desarrollar i fomentar la educacion popular. Comprometido a trabajar un catecismo sobre las doc- trinas allí espuestas, compuso Lastarria £l Libro de oro, que en el sentir del benévolo informante universitario, doctor J. F. ¡Lobeck, reune todos los méritos que deben asegurarle siempre ¡cun lugar distinguido en la literatura pedagójica i popular. El ¡método que se sigue (dice el competente juez) es adecuado i | excelente para todas las intelijencias; 1 así mismo el lenguaje ¡“usado en toda la obra se distingue por su claridad, precision i Helegancia, como lo es de esperar de un escritor de primer órden, ¡sin dejar de ser jamas bastante popular. ¡No es un mero propósito metodolójico lo que inspira a Las- | tarria la composicion del libro. Quiere servirse de la lectura [para inculcar ideas en los niños que despiertan a la vida de la lintelijencia; i aprovechar esa actividad que se gasta en el dele- ¡treo para ir sembrando ideas. Quiere concluir con el derroche de tiempo que se bota miserablemente en consejas estúpidas i | th W/ = mm ha 800 ¿MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cuentos sín utilidad alguna, para destinario a la noble tarea d d desarrollar el sentido moral del niño. : £ - Tal es la era que desea abrir con su líbro: aprovechiill época de maravillosa plasticidad del espíritu para cultivar cere E bros juveniles, para: excitarlos alsbien casi jutomácc para reprimir sus malos instintos, para correjir sus faltas, pas . enderezarlos hácia el bien. Lastarria llena cumplidamente este fin, i la ejecucion habria. sido irreprochable si se hubiera limitado a los deberes moral a fórmulas concretas, a hechos de fácil comprension, aptos para: herir con viveza la espontánea i móvil actividad del niño. Todo- lo que no es preciso, neto, huelga a la edad en que una cartilla: de lectura moral está en manos de un niño, edad en que noe posible exijirle sino una vivacidad pad franca 1 poco in- tensa. El defecto del libro es exijir al niño mas di lo que pul) dar. 1 £/ Libro de oro no solo pide mas de lo que puede dar el alumno, sino aun mas de lo que puede dar el maestro, o la jene -4 ralidad de los maestros de instruccion primaria. En este rca comprendemos todas las ideas abstractas que desarrolla el libro; i que a nuestro juicio, están fuera de lugar en un libro de ll tura popular. Buenos para un tratado didáctico de filosofía i para intel: jencias de cierta cultura, las ideas abstractas no son de asid fácil para niños de 7 a 10 años. ¿Ni qué sustancia podrá que darle de la nocion metafísica del libre arbitrio, de la idea abs tracta del derecho, de la lei, de la conciencia, de la razon, etc? Para cumplir con un fin pedagójico positivo, El Libro de pudo haberse limitado a desarrollar aquellas ideas concret aquellas máximas sencillas que sirven, desde el punto de vista de las impresiones morales, para cautivar la plasticidad del ni en el cual la hora del razonamiento no ha sonado todavía i hora de la abstraccion está aun a muchas jornadas. La pa consagrada al estudio de los deberes se distingue por la fác claridad con que están espuestos, Singularmente los deberes asociacion (lo mejor del libro) están tratados con una llane digna de todo encomio. Cuando el autor deja a un lado las a tracciones i entra de lleno en los dominios de la moral, sa, VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA SoI —, vaciar el pensamiento en esa dificilísima sencillez epigráfica que "nada tiene de mas ni nada de ménos. Contestaciones precisas n que el niño no desperdicia una sílaba. Esen la parte práctica, la relativa a esos eternos principios de moralidad, que todas las relijiones consignan en sus códigos i ¡ue todos los reformadores tienen en los labios; es en la parte “práctica donde brilla la facultad espositiva del autor. Formula “estas doctrinas de modo a hacerlas fácilmente asimilables, i ad- nitiendo todas aquéllas que la filosofía tradicional ha consagra- do desde antiguo. Lastarria considera que es útil como freno moral todo lo que iende a subyugar la juvenil imajinacion ante el peso de un poder — sobrenatural i ante la espectativa de una vida futura; i por eso basa la moral en la parte ideal que despues rechaza con su crite- rio positivo. De aquí que en £/ Libro de oro haya dos criterios diametralmente opuestos: una parte refleja al pensador de un sistema; la otra, al pensador que ha evolucionado. Tal es el mo- tivo por el cual se notan contradicciones entre la doctrina profe- sada en el Catecismo i la doctrina aceptada en el Apéndice sobre el progreso moral, Enel Catecismo, Lastarria basa la moral en el estudio de la maturaleza humana, en el desarrollo de todas sus facultades, dependientes de la nocion de lo justo i de lo verdadero. Para urificar las costumbres es necesario purificar la nocion de lo justo i de lo verdadero, pues en su sentir la perfeccion puede al- canzarse con el conocimiento, el amor i la práctica de la justicia ¡de la verdad. Los deberes del hombre los clasifica en este ór- Jen: 1.0 Para con Dios; 2.? Para consigo mismo; 3.” Para con us semejantes; 4. Para con las cosas creadas, de los cuales de- iva las virtudes siguientes: adoracion, probidad, caridad, justi- ia, respeto por la posicion natural de las cosas creadas, basado n la propiedad. Coloca como fundamento de los deberes mo- ales la libertad. "El hombre, dice el autor, está dotado de la voluntad, facul- ad que consiste en querer o no querer, en determinarse a hacer “a no hacer alguna cosa. La voluntad es, en su oríjen, la mani- estacion de nuestros instintos, esto es, de las cualidades afectivas lé que estamos dotados, las cuales espresan una accion espontá- A A O LU UL A A DA A a 1 re o o O A E Pa A a A ARATIIA TR EA AAA AA CUA, 6 VE FEOS VS + ACTI II NI DE ce dd ñ 802 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nea, un impulso vivo i rápido hácia un objeto cualquiera; pe: en su ejercicio está rejíida por nuestras facultades intelectuales i principalmente por la meditacion inductiva í la deductiva..... Tal es la causa de nuestra superioridad moral (sobre los brutos); ¡ por eso la voluntad tiene en nosotros el carácter de una facu tad, en cuanto sus actos, que se llaman nuestras vo/iciones, no- son simplemente impulsos irreflexivos de nuestros instintos, sino determinaciones de nuestra meditacion, o de todas nuestras fa- cultades intelectuales. Si así no fuera, no existiria en el hombre: el libre albedrío, cuya existencia han negado los que consideran nuestras voliciones como impulsos irreflexivos de nuestros ins- tintos, sin participacion alguna de nuestra intelijencia, i, por consiguiente, como actos fatales i necesarios. 3 “La voluntad es, pues, una facultad, o mas bien, un resul= tado complejo de nuestras facultades intuitivas e intelectuas les, i por eso es ¿ebre, o en otros términos, está limitada, reglada. en su práctica í ejercicio por la /zbertad, que es el carácter dis- tintivo del hombre. La intelijencia contempla i medita ántes de- determinarse a obrar, i todas estas operaciones son lzbres, esto: es, se practican siempre sin sujetarse a otra cosa que al juicio: que el hombre forma sobre lo que conviene a su existencia i ab desarrollo de su sér, conforme a su naturaleza í al órden jenerak del universo. A pesar de estas esplicaciones, queda aun por esplicar la ver dadera nocion intima del libre albedrío, 1 en cuanto facultad interna, queda todavía como punto oscuro de la metafísica. Cuando Lastarria aclara esta idea es cuando define la libertad práctica "como el uso de nuestros derechosn, í la considera co= mo “cualidad inherente al hombre i constitutiva de su sér.n La libertad, como idea esperimental, es un hecho que nace: con el hombre, así como los miembros de su cuerpo, o las faz cultades de su alma, i que en su ejercicio debe regularizarse con el conjunto de relaciones condicionales de la vida i perfeccion de: los hombres en sociedad, que era como comprendía el derecho. El edificio sobre el cual descansan los deberes morales cx pues, la libertad, i a ella sujeta todas las manifestaciones de la volicion. "Siendo tan íntima, dice, la union de la libertad con el dere VIDA 1 OBRAS DE DON J. V, LASTARRIA 803 cho, como lo es la union del cuerpo con el alma, es evidente 3 que la libertad no es solo un medio de alcanzar los fines socia- leso el progreso de la sociedad; puesto que el derecho tampoco- un medio, sino uno de los fines naturales del hombre i de la sociedad. El desarrollo del principio del derecho i la justicia, su. aplicacion a nuestras relaciones, es un fin social que correspon- de al Estado realizar. En el curso de sus ideas sobre la finalidad social, partiendo- del indeterminismo, í llegando al utilitarismo científico como resultado consecuencial de la moralidad, Lastarria no forma una teoría neta, clara i esplícita. Llevado de su índole esencialmen- “te asimiladora, agrupa los sistemas, que, cuando son incoheren- tes, no pueden formar un cuerpo homojéneo. En las pájinas del Libro de oro se advierten las vacilaciones consiguientes que trae la falta de sistema. Muéstrase teólogo í metafísico, aceptando- las ideas corrientes sobre las doctrinas morales. Lastarria se encontró con aquel enorme fardo de las doctri- - nas consagradas por la filosofía oficial, agrupadas por la fuerza. incontrarrestable del uso, í las amasa con sus propias ideas en un mismo molde, incapaz de conciliarlas. Por esto, en esta parte carece el libro de valor metodolójico; í los niños que lo estudien han de ser mui sagaces para sacar en limpio de allí, ideas cla- ras i definidas. Allí pueden encontrarse buenas intenciones. para hacer el bien, pero indudablemente no mucha ciencia mo- ral, que haga acreedor al libro de circulacion en el estranjero. Fuera de los deberes de asociacion, no se advierte en £/l £z-- bro de oro la correlacion que debe haber con su complemento, El progreso moral, que figura como apéndice. Así Lastarria, despues, siguiendo la evolucion de su pensa- miento, encuentra que dentro de una correcta doctrina cientí-. “fica huelgan los deberes para con Dios. Por ese camino de pro- ¡gresion llegaba a la moral independiente, a la moral que se basa. + i esclusivamente en motivos, que no ahonda ni tiene para ué investigar las causas primeras í finales; pero aun en este- Mito, todavía no tiene la concepcion moderna del libre albe-- drío. La teoría positiva de éste consiste (1), en que la libertad. (1) VALENTIN LETELIER. De la ciencia politica en Chile, páj. 60. 3804 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. humana, que carece de libre albedrío en cuanto a los órdene: de fenómenos inmodificables, cuales son las matemáticas ile astronomía, empieza a tenerlo desde que se adelanta por aque- llos órdenes cuyos fenómenos son. susceptibles de modifica nes. Si ella no puede hacer que uno í uno sean tres 1 que 1, la tierra no jire al rededor del sol, puede en el órden físico distraer el rayo i reducir sus estragos; puede en el órden químico com= i poner i descomponer sustancias, ipuede en el órden biolójico dar la vida, causar la muerte, ocasionar enfermedades, etc. De 3 análoga manera, puede en el órden social, que es el mas com- 3 plejo i elevado de todos, modificar la forma, el modo i el tiem po de los sucesos. Es cabalmente esta modificabilidad suma de los fenómenos sociales, la causa principal de la persistencia con que se mantiene esa preocupacion anticientífica que los supone cbra esclusiva de la voluntad humana. | E Lastarria, aceptando lisa i llanamente el libre albedrío, pare- cía olvidarse del papel importante que llenan la intencion, los impulsos, las causas determinantes que mueven la voluntad Obrar. | 3 Despues tendremos oportunidad de volver a considerar An 1 j portante problema de la libertad, cuando lleguemos al análisis de la definitiva trasformacion que sufrió el espíritu de Lastas rria con el decurso de los años. AN 9 Por ahora, veamos cómo coordina sus ideas en el apéndica | que nos hemos referido. Acaso en el vastísimo campo de las ideas no ha habido ur tema que haya solicitado mas la 'atencion de los pensadores qué el relativo a la moral. Por la peculiar naturaleza de su talento, era imposible que no llegase otra vez a este jénero de especula ciones, en que puede lucir con todas sus galas la facultad esposicion, el vigoroso poder de induccion i la fuerza de ate cion penetrante para apoderarse de las ideas, subyugarl; amoldarlas a su criterio. En todas las transiciones por que mos visto pasar sus ideas, se reconocen esas cualidades que lo hacen tan apto para las jeneralizaciones comprensivas, i para 4 pasar de un sistema a otro sistema con una facilidad tan si le como inusitada. 0 En el terreno de la moral esta transicion se ha veria VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 805 iropio modo: del sistema heterojéneo del Lzbro de oro, pasa de n salto al pleno positivismo. En el Progreso moral concentra mas sus ideas, que espuestas intes en formas sencillas i en respuestas lapidarias, acusan ver- laderamente una preparacion notable i un vigor admirable de nvestigacion. Efectivamente, este libro es el fruto de medita- ion honda en la rejion de la filosofía, que lo conduce progresi- am ente de las abstracciones a la esperimentacion. Así declara que para conocer las leyes a que obedece el pro- ' reso moral es necesario tomar por guía la observacion, adhi- riendo de este modo a las doctrinas de A. Comte íi de J. Stuart Mill, para quienes “el movimiento de la humanidad, en todas as esferas de su actividad, se traduce por una marcha hacia ade- ante, acelerada o contenida, circular o curva, rectilínca o trun- sa; pero siempre una marcha. "Cada jeneracion es responsable de sus hechos, porque cada ma tiene el deber de completar las esperiencias de las anterio- es, de correjir las ideas en el crisol de la verdad, sin aceptar ciegamente los errores i los crímenes de sus antepasados; por- jue solamente de este modo puede desarrollar todas sus facul- ades, para cumplir su destino, i llevar al máximun de su inten- sidad la vida social i la individual. Augusto Comte ha dicho con rofunda sabiduría que cada edad es en su momento el punto de partida i el punto de apoyo de la edad siguiente, verificando 2l pasado i preparando el porvenir, i comprendiéndolos ámbos 2n una solidaridad hereditaria. Se ve que en este estudio Lastarria pisa sobre un terreno mas ólido que el que años ántes servía de base a sus investigacio- es acerca de la educacion social. Esto acusa evidentemente una evolucion en sus doctrinas: hora notamos un verdadero sistema filosófico, concreto, defi- ido. Ahora acepta la lei de los tres estados, que considera que ss fenómenos sociales pasan sucesivamente por las fases teoló- a, metafísica i positiva; 1 sistematiza su vaga tendencia espe- nental, en concepciones verdaderamente cientificas, como lo la relativa a la filosofía de la historia, que él ya habia vislum- rado desde quese inició, con las Investigaciones sobre el sistema donzal, en el fecundísimo campo de la crítica histórica, i a las TOMO LXXXII AAA 806 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cuales años mas tarde ha de dar forma definitiva en su admi ble libro, La Política positiva. El concepto mismo de la moral tuvo en la mente de Lasta- rria una evolucion tan considerable que cn 1875 aceptó de - lleno la tendencia verdaderamente científica que le asigna M. Courcelle-Seneuil en su libro.sobre Moral racional i que nues- tro autor tradujo para popularizar su enseñanza en Chile (1). E este estudio Lastarria acepta las vistas del cminente pensado frances que cree que la moral no puede ni debe ser estraña ua conocimiento de las leyes naturales que rijén a la sociedad mo derna, i que “fundada en la observacion científica, juzga lo actos segun los efectos que producen en el jénero humano i so- bre su autorn, alejándose por consiguiente de los deberes quel moral tradicional deriva de la tradicion relijiosa o de la tradi cion filosófica. E Se llega de esta manera a la final concepcion que, segun dice un distinguido filósofo (2), establece las reglas de la recta con ducta sobre una base verdaderamente científica, que se traduzc: por la secularizacion de la moral, ajena a las prescripciones d su pretendido oríjen divino, i que consista en la adaptacion d los actos a los fines, que dé por resultado la prolongacion de ] vida.n : : : Si en el terreno concreto de la ciencia moral Lastarria afr maba sus doctrinas de una manera casi definitiva, no se pued decir otro tanto respecto de las ideas jenerales que en filosofí: abrigaba. : | Efectivamente, no se halla un sistema neto, concreto, de idea filosófico. Cuando aborda la materia, deja algo por decir o mu cho por adivinar. La forma integral de su doctrina podria r construirse buscando aquí i allá, como se juntan los trozos sul tos de un monumento en ruinas; pero si fuera posible poner 1 unos al lado de los otros, el conjunto carecia de líneas definidas La intelectualidad filosófica de Lastarria, deducida por indu cion, no podria formularse sino de un modo vago. Í esto (1) Revista Chilena, tomo III, páj. 418. (2) HERBERT SPENCER, La imorale evolucioniste. : os: MA VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 807 cias no estaban delinsados con fijeza. El conjunto aparece, cn felecto, aun con reflejos de contradicción, porque siendo com- “tiano de la escuela mas jencralizada, o sea de las que solo acep- “tan el sistema de filosofía, reemplazaba la doctrina relijiosa “subjetiva, por otra no ménos espiritualista fundada en la inmor- —talidad del alma humana í en la acepcion ontolójica de lo su- - praterrenal. De aquí que al reconstituir estos elementos heterojéneos, 4 antitéticos, informes, resulte a su vez un compuesto «que carece dela debida nitidez i de perfecta armonía de ideas. CAPÍTULO XXIIHI SUMARIO. -—Elecciones de 1864.—Lastarria es elejido Diputado por Valparai- so. —Participacion que toma en los debates.-——Se le nombra Encargado de Ne- gocios en el Brasil, Arjentina i Uruguai.-—ZXecuerdos de viaje; juicio crítico. — Dificultades que encuentra ante el Gobierno arjentino.—Su ruptura con el Go- bierno oriental. : Afines de 1863, la fusion liberal-conservadora que se habia operado como prólogo de las elecciones de 1864, trajo una si: tuacion política que en realidad de verdad no hizo sino retardar el progreso liberal del pais. Bajo estos auspicios la eleccion no | presentó los síntomas alarmantes de otras veces. Lastarria salió electo por Valparaiso a pesar de haberse pre- “tendido en el escrutinio establecer una dualidad de su per- sona. 3 Se presentó a la Cámara con un bagaje de proyectos intere- 'santes. Entre otros presentó uno sobre allanamiento de domi- “cilio, que no mereció los honores de la discusion. Largos años han trascurrido ántes que se lejisle en nuestro pais sobre este interesantísimo punto que de un modo íntimo afecta a las ga- rantías individuales. Igual desden obtuvo su proyecto sobre delitos de sedicion, con el fin de poner término a los juzgamientos escepcionales. - Como miembro de la Comision de Constitucion, tocóle infor- mar sobre los tres proyectos de reforma constitucional presen- 303 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tados por don P. Félix Vicuña, por don Melchor de Santiago: Concha i por don Ricardo Claro, | Las cuestiones diplomáticas suscitadas por qe audaz ocupacion: de las islas de Chincha, le dieron oportunidad para pronunciar patrióticos discursos en defensa de la América ultrajada. La excitacion pública, como se sabe, llevó su eco caluroso hasta la Cámara, que despues de un animado debate, aprobó la ES proposición siguiente: $ "La Cámara, penetrada de la dignidad con que el Gobierno! * de Chile ha conducido la cuestion hispano-peruana, le da un voto de aprobacion i pasa a' la órden del dia. "De nada valió, dice Lastarria al recordar esta discusion al tomar nota con tanta solemnidad de aquel hecho para que sir-- viera de honroso precedente en la lucha que ya se preludiaba, pues el Gobierno í su mayoría dieron bien pronto dolorosas. pruebas de que sí tenian entereza en las palabras, carecian en: sus actos no solo de firmeza sino tambien de dignidad. I así pasó efectivamente; pues la conducta gubernativa fué tan depresiva de la honra nacional, que todavía trae el rubor añ la frente de los verdaderos patriotas. a En la mocion referente al reconocimiento del i imperio de Mé-| | .Jico, cúpole tomar parte activa en las discusiones. En el mesde Julio presentó a la consideracion de la Cámara un proyecto de E lei concebido en los siguientes términos: z "n ARTÍCULO ÚNICO.—La República de Chile no reconoce como conformes al derecho internacional americano los acto: de intervencion európea en América, ni los gobiernos que se constituyan en virtud de tal intervencion, aunque ésta sea soli- citada; ni parte alguna de protectorado, cesion o venta, o de cualquiera otra especie que mengiie la soberanía o la indepen-: dencia de un Estado americano a favor de potencias europeas, que tenga por objeto establecer una forma de gobierno contrar! a la Republicana representativa adoptada en la América espa ñola.:, NE Este proyecto que era mas comprensivo que el que habi presentado varios señores Diputados, que contemplaba un casc '(1) Proyectos de lei i discursos parlamentarios, tomo II, pj. 84. 10 VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 809 == “concreto (Méjico atropellado por el gobierno frances) mereció una interesante discusion en que Lastarria acentuó sus opinio- “nes sobre el derecho internacional en formas vivas 1 patrióticas; cuando los traidores 1 traficantes por una parte, i los pusilánimes “¡ciegos por otra baten las palmas saludando al imperio austro- “mejicano, esclamaba, vendria bien que la voz de un pueblo libre, «de un pueblo americano, que cree ser í es órgano de la dignidad 1 de la libertad de un continente, dijese: no reconozco ese impe- rio que siendo el fruto de la traicion i el despotismo, vienc a atentar contra nuestra patria, la América, i contra nuestro dog- ma, la democracia. - El proyecto fué aprobado solo con dos votos en contra. Esta declaracion de la Cámara de Diputados de Chile fué “acojida con entusiasmo por la prensa entera de la República i po: la de todos los Estados de América, ménos la de Rio de Janeiro, donde la combatió, como peligrosa, un diario que apo- —yaba al Ministerio, i donde los demas se abstuvieron de califi- Carla... Los hechos vinieron a'confirmar esa noble declaracion, porque los patriotas mejicanos encabezados por Juárez supieron elevar “pronto en Querétaro un cadalso para ajusticiar una monarquía “intrusa en cuyos brazos los conservadores de Méjico se habian arrojado estúpidamente. Entre tanto en nuestro pais la situacion política iba a presen- tar el raro fenómeno de obstruir las propias reformas que el par- tido liberal tenia iniciadas i debian haberse solucionado, ya que «dominaba como mayoría el liberalismo fusionista de 1862. El elemento reaccionario triunfaba, pues, desde 1863;s0 capa de moderadas, se habian tomado medidas tan estrafalarias como es / la entrega de la instruccion primaria maniatada a los pies del jésuitismo, inmigrado de Francia. ¿Cuál era el culpable? Lastarria responderá mejor que nos- otros. | "Era el Ministerio el que adoptaba esa práctica falaz, de dejar libre la iniciativa de todas las reformas, de alentarlas con su aprobacion, dejándolas al mismo tiempo entregadas a la accion de la Cámara, en cuyos archivos iban aquellas reformas a dor- mir un sueño tranquilo; porque la accion parlamentaria no era S1o MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS independiente, como se hacia aparecer, pues era el Ministerio el. que la dirijia, el que tenia en sus manos los resortes del movi-- miento, teniendo a su devocion la mesa i la mayoría. Semejan= f te táctica salvaba la responsabilidad del Gobierno ante el pais, a lo ménos en tanto que éste no advirticra el engaño; i le man= tenia encuadernadas todas sus fuerzas, pues no era bastante a — debilitarlas el desencanto de uno que otro reformista sincera -que protestara contra la falacía del plan. : Tal deplorable situacion condujo a Lastarria a la abstencion: dejó de tomar parte en esta obra funesta que revelaba en el Go- bierno el propósito mentido de reformar nuestras instituciones- El último discurso que pronunció en este período fué el del — 7 de Diciembre, a propósito de una interpelacion sobre la refor= ma de la Ordenanza de Aduanas, en el cual emitió conceptos contra el comercio de Valparaiso que cayeron como una bomba - esplosiva. Apellidaba a las reclamaciones del comercio “críticas — soeces hechas para azuzar las pasiones políticas, i para sublevar q los intereses heridos por el impuesto. "Esos comerciantes creen que no tienen seguridad para sus intereses i que no pueden con- tar con sus ganancias sino bajo el imperio de un gobierno fuerte; ¡ cuando ven un gobierno liberal i pacífico se asustan por sus ne= gocios i capitales. Están acostumbrados a respetar al gobernante que tiene la penca levantada en todo momento contra los que” ellos tratan de bullangueros, i tienen la insolencia de recelar de todo gobierno que respeta la libertad." Al Este lenguaje agresivo i áspero fué el que orijinó la grita en- furecida de la prensa, a la cual contestó desde San Felipe, en. carta al editor de £/ Mercurio, en momentos en que salia del pais en comision diplomática, i con la conviccion de que era: 4 indebida la intrusion del comercio estranjero en nuestra polí- tica interna. | 4 20 Esta comision era la de Minis Plenipotenciario i i Encargado de Negocios en el Brasil, la República Aa ¡ la del Uru= ida des A es gual. | Un detalle curioso. El mismo diplomático ná ha nar da (1). "... Había yo lts de mi paa tomando el t (1) MisceLANEA HISTÓRICA I LITERARIA, tomo III, páj. 58.. VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA SII Ñ de las siete, en Santiago, para Llaillai, i como en él no habia q mas que carros de 3.* clase, el conductor, por atencion, me dió, lugar en el carro de la Bodega, que llaman, entre sartales de “gallinas i pavos, entre canastos de verdura i de frutas, i en una atmósfera mefítica. ¡Digna salida de un representante de Chi- le! —I todavía para que sea mas entretenido el caso, el autor agrega que ha sabido despues que el conductor fué destituido por haber usado de cortesía con el representante de Chile...! Su cartera de turista se iba llenando de incidentes e impre- siones a las cuales dió vida sensible en sus apuntes de viaje. El resultado de la mision casi iba a ser igualmente desafor- ¿ tunado, fuera de que el diplomático al salir de Buenos Aires lo haría "revuelto con bachichas i en balleneras mugrientas i lle- nas de inmundicias.... Como recuerdo de esta escursion escribió los Cuadros de VIAJES. Sus estudios de la pampa i de la cordillera tienen ese encan- to de la observacion penetrante de cosas vistas, de fenómenos observados; en una palabra, son estudios vívidos, si es posible decirlo, porque traducen impresiones personales, que se revelan E en un estilo pintoresco i adecuado. a Tiene pájinas que solo puede dar la contemplacion de la na- -—turaleza, con la magnificencia de sus galas, ya agreste como la. que inspira la roca pelada, ya fresca como la del pampero, ya ¡intensa como la del huracan. ¡La pampa! “he ahí un mar inmenso, estático, solidificado, que no tiene horizontes por mas que uno avance en su verde “superficie, la cual tambien se ajita a impulsos del viento; un .mar donde el sol aparece i se pierde en las líneas circulares so- bre que descansa el cielo; un mar que tambien tiene sus miste- rios, su ruidos pavorosos o risueños, sus tempestades, sus tor- “bellinos, sus dias de calma i de esplendor!" "Es el reino del silencio, en donde la naturaleza reposa triste i taciturna, inmó- vil, agobiada. : plis bellísima esta descripcion de un valle perdido en las cade- s andinas: | ANA, en una ensenada que las sierras estrechan entre sus bra- zos rocallosos, hai un pequeño paraíso que solo ven el sol i 812 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS la luna i algunos astros que han tenido la felicidad: de colo- carse cn su zenit. Un arroyuelo de plata serpentea en un le: cho de arenas doradas i de piedrecillas de todos colores, entre boscajes apacibles i al pie de colinas graciosas que apénas elevan, figurando en sus formas redondeadas los senos de la madre Céres. Prados de verdura se ocultan entre eilas i los bos quecillos. El torrente brama al pie de la sierra, entre las breñas — i los boldos jigantescos. El céfiro remeda sonidos indefinibles, entibiando la pradera con su hálito cargado de aroma de los árboles, entre cuyas hojas juguetea. El sol inunda todo el valle | avivando los cambiantes colores de la verdura i penetrando en | las sombras del bosque, cuyas hojas movibles quicbran en mil. - : prismas los rayos de luz, ¡les dan la apariencia de una lluvia de - agujas quebradizas de plata 1 oro, de rubies i esmeraldas, 'd E ópalos i brillantes, que ciegan i estravían la vista. ¡Oh, encaneds 3 E de la luz! ¡Cómo alternais con los ruidos armoniosos de la na= tura, icon los embriagantes olores de la vejetacion de esos va= lles encantados que guardan los Andes en sus senos! IN Aquí la paleta, si no ha dado toda la riqueza de color que la. cordillera puede prestar al estilo, le ha dado vagos contornos de poesía. | ; Pero Lastarria en estos cuadros no solo sabia hacer frases, mas o ménos bien cortadas: a la descripcion unia los conoci- mientos científicos. Es verdad que no todos son de primera mano; pero en sus frecuentes citas de hombres que han estudia= do la cordillera, se ve su propension a adunar lo útil con le bello. ) | : ¿Ni cómo habria de exijirse a un viajero un convencimien personal, profundo de la constituciones jeolójicas i de las forma= ciones terráqueas, cuando puede decirse-que en esos estudios mas bien quiso cojer las A fugaces que despierta la naturaleza? Basto: cal Lastarria ante una cordillera no pasaba como un vulgar ti rista: queria meditar, i de ahí su anhelo de discutir teorías cie tíficas. La naturaleza no solo atraia su vista: aj a su rebro. | | | S VIDA TI OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 313 r lo jeneral, en todos los escritores, las pájinas destinadas a rememorar impresiones personales llevan el sello de la perso- nalidad del artista, que embellcce la realidad. Los Cuadros de Viaje no han podido escaparse a esta lei jeneral de estética, 1 por eso, junto con dar en el fondo una idea verdadera de lo que 1 visto 1 sentido, Lastarria ha exornado la forma con atavios elegantes i primorosos. No se ha contentado con ser un mero fo- srafo de escenas, paisajes, hombres: ha hecho moverse el cua- dro poniendo en movimiento i en accion su misma alma 1 el sentido esquisito de la observacion. En estos artículos de viaje, ademas, ha podido plenamente ejercer su influencia a imajinacion del autor, apta para la con- cepcion rápida, como refractaria para la coordinacion hilada en que hai asunto o argumento. Por eso, como narrador de cuadros e viaje, está a muchísima mas altura que como novelista. Por “condicion de su jenial temperamento, su imajinacion revolotea lijera, caprichosa 1 sin sujecion; al reves, tropieza cuando se sien te encadenada al argumento. En otros cuadros palpita la realidad, con todas las verdade- ras emociones de lo vivido, como puede verse en el siguiente que reproducimos por tratarse de un lance en que Lastarria pudo salir mal librado: un asalto de indios. "En uno de mis viajes—escribe (1)—en 1866, la desolacion : era espantosa. Los indios ocupaban el camino ia cada paso encontrábamos sus rastros i los despojos de sus malones. En Ric Quinto pasamos una noche sobre las armas: los indios ha- bian estado ese dia a dos leguas i debian caer en la noche so- bre la posta. El sol del dia siguiente no nos trajo mas consuelo, a imque nos inspiró mas valor para emprender la marcha despues de las nueve de la mañana, hora en que los bárbaros reposan. ido ya habíamos andado una de las ocho leguas que hai a Cerrillos, estando en plena Pampa, divisamos un grupo de ji- netes que marchaba del sur, perpendicularmente al camino que vábamos. Nos debian cruzar en cierto paraje, i tralan caba- llos de tiro, armas i gorras militares. "El silencio mas solemne se estableció entre los seis pasaje- iS (1) Miscelánea histórica i literaria, tomo TI, páj. 336. 814 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ros de la dilijencia, ¡este silencio solo fué interrumpido por la: voz del conductor que nos anunciaba lacónicamente que exam indios! Fué preciso tomar disposiciones, hacer un plan de de=. fensa. Para ello, hube de dirijirme a los seis postillones que arrastraban lentamente a la cincha el carromato; uno de ellos dE me dió una respuesta concluyente: "No venimos aquí, me dijo, -- " para defender a los pasajeros; nos pagan solo para corral -" j én cuanto los indios se acerquen, cortamos los látigos i arran= He. dt ra II CAMOS.1 (0% “Afortunadamente los jinetes eran solamente cinco; el de adelante se veia que era un hermoso gaucho de barba crecida i- corpulento, i los otros eran salvajes de la Pampa, que-cubrian sus cabezas con gorras militares de las que poco tiempo ántes. q habian saqueado en un convoi de vestuarios i provisiones que - iba a uno de los fuertes de la frontera. 3 “Adoptado nuestro plan, pasamos en el instante en que los Jinetes nos cruzaban el camino, i bajaron cinco de los pasajeros E dispersándose en el campo para provocar un ataque individual, quedándome yo en el carro, revólver en mano, esperando el. asalto. Todos estábamos bien armados. 11 18 "Los jinetes, que habian pasado tambien, comenzaron a exa minarnos sin desplegar sus labios; los postillones se separaron E en grupo, listos para fugar, i el conductor, que habia echado pie a tierra, se acercó al gaucho invitándolo a fumar, i mirando, co- | mo los postillones, las orejas de los caballos; por el movimiento de ellas, segun supe, trataban de adivinar si venia otro grupo 1 en qué direccion. Una conversacion de medias palabras que | nada decian trabaron los dos interlocutores miéntras fumaban.*- Los indios se decían algo en voz baja, 1 fijaban sus miradas en el revólver que cada pasajero ostentaba en su diestra. - “Despues de una larga i suspicaz espectativa, dimos la órden ? 4 de marcha, los pasajeros recobraron sus puestos, el coche par- tió i los jinetes nos rodearon, en marcha como nosotros. Pero: a poco se hicieron atras, 1 minutos despues los perdimos de vista. | 20 "Allí principió el pánico. Seguramente esos herahres eran es-. ploradores, i no atreviéndose a atacarnos, volvian en busca del. grueso de su jente. Era necesario salvarse, i los caballos adi- VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 815 —vinaban nuestra necesidad, pues ahora corrian, aguijoneados “tambien por el miedo de los postillones. Poco tiempo ántes, los “indios habian perseguido a dos mensajerías que por fortuna lo- —graron entrar a la posta del Portezuelo, que está zanjeada i con puente levadizo. Allí pusieron sitio los bárbaros, en tanto que Mesde adentro los provocaba un señor Pérez, chileno; i no aban-. Momaron la empresa hasta que perdieron la esperanza de asaltar la posta. Nosotros podíamos salvar tambien recorriendo las cuatro leguas que nos separaban de la posta de Cerrillos, donde mo encontraríamos fortificaciones, pero sí, mejor defensa que en el desierto. "Efectivamente volábamos en busca de nuestro refujio, i pu- “dimos alcanzarlo tan oportunamente, queno tuvimos mas noti- cias del enemigo». Volviendo a la razon de política internacional que llevó a Lastarria fuera del pais, diremos que el objeto primordial de . la mision cerca del (Gobierno arjentino a que ántes nos hemos re- —ferido era solicitar un tratado de alianza contra España, que no se acordó porque hubo mala voluntad de parte de los políticos bonaerenses: bien poco interes les inspiró nuestra situacion ante el conflicto que comenzó con el bombardeo de Valparaiso, co- mo habia comenzado ántes tambien en el Perú con las hostili- dades en las islas de Chincha. Ñ Proponíase tambien nuestro Ministro zanjar las viejas divi- A siones de límites. A pesar de que se comenzó por ámbos gobier- l nosa discutir los títulos de cada nacion a los territorios disputa- dos, no fué satisfactorio el arreglo. Aunque sin entrar por escrito al fondo de la cuestion histórica, escribe don Gaspar Toro (1), el “¡señor Lastarria negoció con el Ministro arjentino de Relacio- nes Esteriores, don Rufino Elizalde, un proyecto de transaccion | que propuso al Gobierno de Chile, i que quedó sin efecto por que éste lo desaprobó. Tambien se habló extra-cancillería, de un proyecto de tratado de arbitraje propuesto por el señor Lastarria. ¿Qué disponia? Nunca se ha publicado. De aquellas negociaciones ha quedado una declaracion hecha por el señor Lastarria, cuyo espíritu i alcance se empeñó en adulterar la 3 (1) La diplomacia chileno-arientina en la cuestion de limites. 816 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS . E 5 ==> cancillería arjentina, que la ha hecho figurar largamente en € debate posterior. E Pero como nuestro objeto no es aialidde estos actos—que h dado materia a arjentinos i a chilenos para publicar biblio i rejistrar + hurgar papeles antiquísimos—no entramos a inves tigar qué importancia tiene esa declaracion tan trascendente, de la cual tanto partido quisieron sacar las habilosas cancamu sas de Elizalde, Frías, etc. - | E e La situacion tirante que habia alcanzado Lastarria viendc O diplomático fué causa de que el Gobierno se viese “en el nsible caso de cesar sus relaciones oficiales con aquel señor, yas pretensiones i lenguaje, apartándose completamente de s usos i formas establecidos, inficren al Gobierno de la Repú- ca el mas inmerecido ultraje, que por el honor i dignidad de misma no ha podido autorizar ni consentir. ¿ste juicio, algo exajerado, manifiesta que la ble ente- cm om A RI E A CA A a - a 1) ESPEDIENTE DE JUBILACION del Ministro de la Corte Suprema. Vegociacion ENTRE EL GOBIERNO ORIENTAL DEL URUGUAI I EL MINIS- IPLOMÁTICO DE CHILE. Buenos Aires, 1866. 818 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS reza i poco accesible quisquillosidad de Lastarria eran condi ciones que no se avenían fácilmente con la elasticidad de que debe estar dotado un diplomático para llevar a término, con esquisito tino, las importantes i delicadas misiones que se les" encomienden. me Sin duda, faltábale en los casos de conflicto una condicion esencial de diplomático: la tranquilidad de espíritu; i si bien la 4 vivacidad de injenio no está ni con mucho reñida con la dipolo y macia, sin embargo, suele ser parte a desviar del cauce ordir rio las relaciones internacionales, siempre que la cordura 18 reserva no acallan los naturales impulsos del primer mo- mento. 2% Lastarria, todo franqueza í espontaneidad, era ajeno a las | suspicacias del que calla por obligacion o del que se reserva su modo de pensar ántes que estrellarse contra un incidente desa- eradable. Carecia su alma de esos pliegues hondos i sutiles que, a las veces, juegan un papel tan interesante en los arreglos. internacionales; i a esto en no poca parte se debe la inferioridad relativa de sus dotes diplomáticas. Sobre todo, no estaba vacia= do en el molde de los que toleran la mas leve ofensa. Recibirla ¡ volverla duplicada, era todo uno. No se detenia en considera= ciones de bien público o de decoro nacional. 1 él esplicaba su conducta diciendo que no era ningun Cristo para presenta mansamente la otra mejilla... Estas pájinas mas de una vez: han insinuado ya la idea de que Lastarria estuvo a pique de echar a perder mas de una situacion política, mas de un centro litérario, mas de un arreglo diplomático, por esta nerviosidad | quisquillosa, dispuesta en todo momento á hacer de las snyas. — CAPÍTULO XXIV SUMARIO.—Relaciones de Lastarria con Bilbao. —Muerte de este filósofo.—Su accion en el desarrollo de la cultura filosófica en Chile. —Lastarria escribe La América; orijen i antecedentes de esta publicacion.—Juicio crítico. 3 Durante su estadía en Buenos Aires no dejó Lastarria de seguir cultivando sus estudios favoritos: los literarios. - 08 En aquel centro intelectual hubo de encontrar aliciente para VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA ; SI9 trazar otras hermosas pájinas con las recientes impresiones de ¿SU viaje, i que a su regreso al pais dió a la estampa, -AMí siguió intimando relaciones con hombres distinguidos en las letras arjentinas, como Mitre, que si era solícito en asuntos literarios con su antiguo camarada, no daba absolutamente asenso al diplomático. | Allí tambien hubo de cambiar ideas con uno de nuestros mas = E simpáticos cuanto desgraciados pensadores: Francisco Bilbao. Espiritu nobilísimo! ¿quién se hubiera imajinado que tan pre- '"maturamente iba a escapar a la rejion del mas allá? Una mañana de otoño de 1866, penetraba al Cementerio, en medio de reducido cortejo, un hombre profundamente conmo- “vido, i que se detenia ante una fosa en la cual yacia inerte el ME ps leal í el discípulo querido. Oigamos al maestro (1): "¡Nada mas noble que los últimos momentos de Bilbao! Es- “tuve con él largas horas en la noche última de su vida. Solo estaba acompañado de su incomparable esposa i de un fiel “amigo, cuando estirándome su ardiente mano, me dijo: “Esta "= noche muero, hábleme usted de la muerte. | "Estaba sentado en su sillon al lado de su cama. Hablaba nui poco isu voz mui baja. Nunca mas bello que entónces! El blanco trasparente de su cara contrastaba con el negro de su profusa cabellera, i dibujaba sobre sus anchas sienes 1 e sobre sus largos párpados las ondulaciones de sus venas suti- ía el fuego i la entereza de su espiritu * YE ws de] 19 les i iazuladas. No estaba abatido. Su semblante revelaba toda- “Bilbao no era de esos hombres que viven aborreciendo la vida i deseando la mucrte, para temblar cn su presencia. En ese momento me decia que él jamas se habia imajinado un misterio aterrador en la muerte, ¡ que creía que en la eternidad k espiritu adquiria todo su desarrollo.—Lo que hace sensible y muerte, agregó, es lo que se deja acá. Yo sufro al dejar a mi mujer i siento un dolor inconsolable al morir sín ver a mi Chile, a mi patria, a quien hubiera consagrado mil vidas... ¡Déle (1) Carta de Lastarria dirijida desde Buenos Aires (Mayo de 1865) a don Eduardo de la Barra i publicada en Francisco Bilbao ante la Sacristia, pá. 56 Saa”. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS “ usted mis adioses!... ella será mi última palabra... ¡Un favor! " Que me entierren envuelto en el tricolor chileno! ...n. 3 _"L así se hizo. La bandera de Chile fué su mortaja i cuando. yo veia sus pliegues conmoverse por la brisa, al depositar el - ataud en una bóveda de la Recoleta, me imajinaba que aun palpitaba de amor patrio el corazon de mi amigo.... e "Allí cimos, dice don Manuel Bilbao (1), el último adios quel la patria daba a su hijo desgraciado i no comprendido, por boca - de don José Victorino Lastarria, Ministro de Chile en la Sep b. blica del Plata, i amigo i profesor de Bilbao. E En la biografía que se escribió de este avanzado filósofo, Lastarria proporciona datos sobre su educacion (2). - "Enesa época ya se hacia notar Francisco por su espíritu jeneralizador, por su amor a las abstracciones o su empeño. de reducir a fórmulas aljebráicas, a proposiciones absolutas o. axiomas. Sus condiscípulos le combatían constantemente con teoremas i terjiversaciones esta propension, pero él se obstina=- bai llegó a adquirir gusto por la paradoja, haciendo a cada paso, aun en el trato familiar, ostentacion lujosa de su jenio i de su facilidad de reducirlo todo a fórmulas.» de e | Esas primeras tendencias de un espíritu filosófico se fueron. haciendo persistentes, i se tradujeron en formas sensibles en sus. obras, principalmente en su notabilísimo trabajo sobre la ZLez de la historia, que leyó Bilbao en el “Liceo Arjentino de Buenos. Aires.. 4 Años mas tarde, Lastarria, en sus Recuerdos. Da removido la historia de aquel pensador para dar una os E las ideas filosóficas que fueron su credo de visionario audaz; pero al analizar la accion intelectual i filosófica que le cupo des- empeñar, no da, como hemos dicho ya, el relieve necesario a la fisonomía de aquel ilustre campeon de las ideas modernas; pues aunque le reconoce cualidades de “escritor de jenio, «pla rítu ESpansimo de gran poa de filósofo profundo, " (1) ViDa 1 OBRAS COMPLETAS de Francisco Bilbao, paj. CLXXXV. A Ñ (2) Carta de Lastarria, tomo 1, 1866, a don Manuel Bilbao. 2 VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 821 e toda la patria americana," —sin embargo, como hemos vis- to ántes, no le reconoce influencia alguna, uni en el movimiento literario ni en la filosofía política de la nueva escuela chilena.» Volvemos a repetir una opinion consignada en pájinas ante- “1 ores: pensamos de distinto modo: Bilbao, a nuestro juicio, es la encarnacion mas pura i mas enérjica de la idea filosófica en 'hile; i nadie ha dejado tanta semilla de progreso en mas hon- do surco como la que sembró el mas audaz ¡el mas orijinal de mestros pensadores. Su doctrina tenia muchos errores, pero su accion fué sólida i positiva, porque puso a su servicio un entu- siasmo de propagandista, un ardor rayano en lo increíble. Su estilo puede ser sindicado de sibilino, sí se quiere; pero esto es solo un defecto que lo afecta literariamente. Pero el hecho es que, por mas simbolismo que en sus escritos hubiera, ué perfectamente comprendido. Lastarria nos dice que .su me- afísica 1 su misticismo nada enseñaban ni nada prometian, ¡ lo tenian mas novedad que la de presentar bajo una forma rara no definible un proceso que se habia formado cien veces con mas claridad al partido dominante, i que se repetia en todos onos contra el catolicismo, desde el siglo pasado. | o tanto, lo cierto es que aquella propaganda de Bilbao peneratnerite insólita, totalmente ajena a nuestros hábitos, e los cuales, si algo firme habia, era el respeto a las creen- a i la sumision a las ideas católicas, Ese proceso no solo no habia formado cien veces; ni siquiera se habia intentado inca en nuestro pais de una manera mas precisa ní mas con- indente. Testimonio fehaciente de ello dan la ajitacion i la con- ocio tremenda que levantó, como lo demuestra don Eduardo : la Barra en un libro (1) en que, a la par, se revela polemis- “vigoroso i distinguido escritor, Este libro se encarga de poner 'su verdadero sitio la influencia política i social de Bilbao i lo icho que enseñó i prometió su propaganda. Se encontraba Lastarria, al desempeñar su mision diplomá- a, en 1865, con las pretensiones de la Europa que, descono- lo la América, quería echarse sobre ella, como lo habia - AS A A A A E UA. II A A A ln ta > -4 e * A m e. y PRA A E O ERRADA ADA CEA TT ATT MA MAT AT Leon 20) sc a > O A E O ” de e p A ER PR ; : | 1) FRANCISCO BILBAO ANTE LA SACRISTÍA. 1872. Refutacion al folleto [SCO BILBAO, SU VIDA I SUS DOCTRINAS, por don Zorobabel Rodriguez. TOMO T XXXII 55 822 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS intentado la España contra Méjico, Santo Domingo i el Perú, i contra Chile, llamándolo a guerra injustificable; como lo habia | pretendido Francia invadiendo a Méjico i queriendo fundar un protectorado en el Ecuador. Por fin, veia “todas las empresas políticas o industriales, públicas o privadas quela Europa ponia por obra contra la independencia de la América ibera, contra , su sistema liberal, contra sus ideas democráticas, contra todos - sus progresos en la senda del derecho. Ante tal situacion, nuestro autor comprendió que era obra patriótica dar a conocer a América, con sus verdaderas ideas, tal cual debia ser considerada ante el derecho internacional. j Este es el oríjen de La América, cuya primera parte publicó en Buenos Aires, escitando al punto réplicas animadas de es- critores brasileros que, por órden del Imperio, creyeron deber rectificar a Lastarria, imajinándose que su libro era un libro - oficial, escrito por encargo del gobierno chileno. ] Junto con responder a un interes de palpitante actualidad, - La América es la consecuencia lójica del desarrollo de una idea que Lastarria maduraba desde 1844, fecha en que inició la crí- tica histórica en el pais. Las /nvestigaciones sobre la conquista: española, los Elementos de Derecho Público i la Historia Consti-' tucional del Medio Siglo, forman los antecedentes de La América. Aunque la produccion intelectual de Lastarria no ha sido continuada, ni iguales los momentos que ha consagrado a la ela-. boracion de sus libros, adviértese en ellos una marcada unidad: de pensamiento, 1 puede vislumbrarse netamente la trayectoria: de su pensamiento en sus variadas lucubraciones. Por razon del medio social en que escribia, la continuidad dd su produccion intelectual no existe. Parece como que su espi- ritu tenia ¡exijia largos descansos, ide repente, solicitado por invencible fuerza, volvia a la brecha, olvidando los pasados sin- sabores. Por eso sus obras, prima facie desligadas de las demas, llevan un sello de familia; ¡ sino hai solucion de continuidad — (muchos de sus libros son de ocasion, i es esto cabalmente lc que les da el carácter de erupcion intelectual ántes que el de desarrollo sistemático) —hai eu cambio la ligazon de las ideas que atan con mallas firmes todas sus obras, que las hacen afines en sus propósitos i que determinan rasgos de comun filiacion VIDA I OBRAS DE DON J. Y. LASTARRIA 823 “por manera que si el autor tuvo incidentales vacilaciones que produjeron en su espíritu algo así como falta de uncion para la propaganda, tuvo al propio tiempo una facultad contraria para equilibrar las desazones del mal éxito. El plan que informa sus obras, como hemos visto ántes, no es otro que el de “combatir los elementos viejos de nuestra civili- -zacion del siglo XVI, para abrir campo a los de la rejeneracion social i política que debe conducirnos al gran fin de la revolucion “americana—la emancipacion del espíritu, i con ella la posesion completa de la libertad, es decir, del derecho (1). - Con escaso bagaje comenzó este plan, desde 1844; 1 por eso en aquella sazon vaciló un poco, tuvo trepidaciones; en su cere- bro no estaban bien claros los fundamentos de su crítica. El es- tudio posterior fué dándole mas firmes convicciones, i al propio “tiempo guiándolo en el vasto i complejo campo de la ciencia so- cial. Por vía de adivinacion al principio, i por obra de asimilacion despues, hizose dueño de su tema, lo rehizo i le dió orijinalidad hasta donde es posible. Sin ser Lastarria un pensador orijinal—(en América no los ha habido i en la Europa contemporánea acaso no haya otro que Spencer, sise toma la orijinalidad en su sentido estricto) — —poseia enalto grado la facultad propia de desarrollo, o sea el talento de transformacion. Así con ideas de Bentham, por evoli:- cion natural de su pensamiento, pasaba a Ahrens i de Ahrens pasaba a Comte; de loscomentos elementales de la Constitucion 'se elevaba a la concepcion completa del Estado; de la metafí- sica llegaba al positivismo; de la crítica del coloniaje pasaba a “la crítica de toda nuestra actual civilizacion americana. Tomaba una idea i la aplicaba a determinada rejion de los conocimientos, haciéndola transformarse a virtud de su propio modo de pensar, a su maravillosa facultad de asociar ideas. - Estraña rcalmente cómo, en un medio social que absoluta- mente le favorecia, sin encontrar, no decimos cooperadores, pero apénas pocas intelijencias nobilísimas i desapasionadas que quisieran comprenderlo; cómo pudo hacer trabajo intelectual, prevalido del sistema propio de él, esto es, buscar relaciones, > (1) Miscelanca histórica i literaria, Introduccion. ) ón 824 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ensamblando nociones de otra civilizacion con la nuestra, que- riendo propagar principios que concordaban con un estado mental distinto del nuestro. A mérito de esto, su individualidad aparecia como una planta exótica. y La cabeza privilejiada de Lastarria—acaso una de las mejor dotadas de la raza latina—elaboraba para lo porvenir, adelan- tándose a su jeneracion muchos lustros. 3 Con facultades nativas vigorosísimas, ni pudo dar de sí todo lo que encerraban, ni el medio en que trabajaba permitió darles un desarrollo integral i armónico. Pero en loque hizo, combatido por tantas desazones como hemos visto, maravilla el partido que supo sacar de sus cuali- dades intelectuales, principalmente de la facultad de desarrollo. Lo que en ciencias sociales aparece un poco oscuro, transfór- mase en clarísima verdad en el órden histórico. Se sabe, ies noto= ria como lo hemos advertido ya, la poca aficion de Lastarria a $ hechos concretos; pues bien, con unos cuantos fenómenos his- tóricos bien estudiados, podía coordinar un sistema e investigar por induccion delos demas. Esto tenía sus inconvenientes i mas de una vez erró; pero apesar de ello su nocion filosófica de la historia se basa en un reducido caudal de ellos. Su /Z2storia del medio Siglo lo prueba. ¿Cómo ajeno a la civilizacion europea pudo formar aquel cuadro? —Por su facultad de síntesis i su asl- milacion de la obra de Alletz que le sirvió de guía. . Hemos entrado en estas observaciones, a efecto de poner en > claro el procedimiento intelectual que Lastarria seguia en sus obras i de fijar los antecedentes o premisas que han informado - la elaboracion de las obras anteriores a La América. E Entremos ahora al análisis particular de esta obra. : La primera parte revestia un interes de actualidad ante los hechos atentatorios cometidos por las potencias europeas. 3 Hai algo digno de recordarse en la elaboracion de esta pri- _ mera parte: Lastarria la escribió en 20 días solamente. Paseándose en la oficina de su legacion, dictaba ocho horas diarias a don Alejandro Carrasco Albano i a don Daniel Las- tarria; las carillas iban inmediatamente a la imprenta, sin co- rreccion ulterior. j 0 Es verdad que Lastarria tenia preparados sus materiales en * 4 a AAN y VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 825 la memoria, i le facilitaban la tarea, por otra parte, la pureza i "correccion en el dictado, hecho sin vacilar un instante, facili- dad de redaccion que lo ha caracterizado siempre. Pudiera imajinarse que una obra que comenzaba con elabora- - . 3 o o o o o . . o . : cion tan febril, con tal apremio i en condiciones tan estraordina- rias, estuviese llena de faltas ¡Profundo error! Este trabajo | es uno de los mas sólidos i mas brillantes que han salido de su 2 pluma, pues sobre el interes de actualidad, queda firme el inte- Ea e É res histórico permanente, derivado de la profundidad de sus vistas i del talento con que están desenvueltas sus materias. » HB Este libro es eficaz a presentar en su verdadero modo de ser le; nuestra América i sus instituciones democráticas, i nó a la luz 0 falsa e interesada con que hasta esa fecha llegaba desfigurada | a los ojos de la Europa, poco ménos que como una horda de salvajes. Analizando la situacion de la ciencia política, en cuanto al | Estado i a los derechos individuales en Europa, tal como los conciben Laboulaye, Humboldt, Mill, Eoetwes, Simon, Cource- Me-Sencuil, llega a la conclusion de que estos pensadores han ideado sistemas abiertamente opuestos a las leyes del progreso positivo, incurriendo en errores políticos i morales. Cree que el derecho, como ciencia social, debe reconstruirse para formar en la América española ideas democráticas, influyendo por medio de la rectificacion de las ideas paganas i anti-sociales, en las 'ostumbres viejas para modificarlas. En el ámplio cuadro que da a conocer, se puede ver el anta- 'gonismo que hai entre Europa i América, orijinado por las di- | versas ideas que dominan la cxistencia i los intereses políticos e ámbos continentes. | -Un libro de M.. Laboulaye (1) ha inspirado a Lastarria sus observaciones sobre la verdadera base fundamental del Gobier- | no, i le ha servido de guía en la esposicion i crítica de los diver- meso: sistemas ideados para precisar netamente lo que es el Esta- do moderno. Aquí han escollado muchos pensadores. Por eso 10 es difícil combatir a los que se han ocupado del punto, ya que algun lado vulnerable han de tener en su tentativa de rc- 1) L' Etat el ses limites, 1860. 826 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ducir a términos clarísimos los límites del Estado, o sea a defi- nirlo de una manera tal que resuelva el trascendental problema de las relaciones del individuo con la autoridad. A Lastarria rechaza la concepcion de Humboldt, creyendo con Laboulaye que es deficiente atribuir al Estado otra mision ER 3 la de protejer la independencia en el esteriorimantener la paz - en lo interior; rechaza la teoría de Stuart Mill basada en la li- bertad, tachándola de vaga; impfugna la solucion de Eoetwes, Xx que cree que la accion del Estado debe limitarse a la defensa de la independencia nacional ia la proteccion de los intere- 3 ses morales i materiales de los ciudadanos; anatematiza la idea de Julio Simon, que piensa que “la sociedad debe ser re- jida por la lei natural i que el Estado debe suministrar la li- bertad a medida de las necesidades de los asociados. 3 Siguiendo Lastarria en el análisis del interesante problema 3 | de la estension de las facultades del Estado, llega a la teoría de Laboulaye que "parte del principio irrecusable de que la filosofía política no puede proponerse otra cosa que la de descubrir las leyes que rijen el mundo moral; ila asimila a lo que él mismo pensaba i practicaba en 1844 en sus /nvestiga- 3 ] ciones sobre la inflnencia social de la conquista, cuando seguia las doctrinas de Quinet i de Herder sobre la filosofía de la histo-- 3 ria.—Hai efectivamente entre Lastarria i Laboulaye puntos de contacto, como lo hai entre todos los pensadores que estudian 3 racionalmente los principios que rijen la organizacion social; pe= ro es solc una analojía incidental. +Y Otro principio que tambien profesaba Lastarria desde 1836 — en su cátedra de derecho público, lo encuentra consignado en - Laboulaye: nla idea de que el Estado, o si se quiere la soberanía, w tiene límites naturales en que acaba su poder ¿su derechon; principio que, como se recordará, es fundamental en las ideas de Ahrens que informaban aquella cátedra i fueron la guía pa= ra la composicion de los Elementos de derecho público. | E | La doctrina contraria, “la del poder omnímodo del Estado era la norma que en Europa se tenia para cspandir la sobera- nía a términos contrarios a la libertad individual, i autorizaban a Lastarria para considerar como hecho indiscutible el atraso VIDA T OBRAS DE.DON J. V. LASTARRIA 327 político del continente europeo comparado con las ideas que privaban en América. En pos, el autor de La América aprecia la teoría sobre el “Estado que M. Courcelle-Sencuil espone en sus Estudios sobre la Ciencia social, i que se acerca mas que ninguno a la demo- 'cracia porque sostiene que “solo ella puede realizar el arreglo “social, cuya primera i mas indispensable condicion es la inde- -pendencia absoluta del poder espiritual, la libertad absoluta del pensamiento i de su espresion bajo todas sus formas, libertad que no bastaria por sí sola, sí no se asegurase al mismo tiempo el predominio de la opinion pública sobre el poder coactivo.. Persiguiendo el mismo ideal de progreso democrático 1 libe- ral que habia vislumbrado Lastarria desde sus primeros cstu- dios, cree que la rejeneracion americana debe descansar en la “rejeneracion de la ciencia social. Enseñemos, dice, la historia, la filosofía, la moral, el derecho, la ciencia política, nó bajo las Inspiraciones del dogma de la fuerza, del dogma de la monar- -quía latina, del 2112perzu2 uni, que rije la conciencia i la vida de Europa, sino bajo los del nuevo dogma de la democracia, que es el del porvenir, que es nuestro credo, que es el modo de “ser que nos han impuesto el imperio de las circunstancias 1 las condiciones que produjeron i consumaron esa revolucion de 1810, el acontecimiento mas grande de los siglos, despues del cristianismo. Cree que cn la América española debe ureali- zarse en la práctica el gran principio que en la vida anglo-ame- ricana domina completamente i hace que la democracia sea allí una realidad, un modo de ser natural; a saber, que /a Provz- dencia ha dado a cada individuo, cualquiera que sea, el grado ne- «esario de razon para que pueda dirijirse por sí mismo en las cosas que le ¿nteresan esclusivamente. Esta es la gran máxima, dice Tocqueville, sobre la cual reposan en los Estados Unidos, la sociedad civil i la política: el padre de familia la aplica a su hijo, el amo a sus sirvientes, la Municipalidad a sus adminis- rados, el poder a las municipalidades, el Estado a las provin- cias, la Union a los Estados. Estendida esta máxima al conjunto de la nacion, llega a ser el dogma de la soberanía del pueblo; i por eso esta soberanía deja de ser una doctrina ais- $ 828 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS lada, desligada de los hábitos i del conjunto de las ideas do= minantes; 1 por el contrario es preciso mirarla como cel último anillo. de una cadena de opiniones que pe al mude ml anglo-americano todo entero. ¡8 Como base fundamental para hacer práctica la democracia cn América, concluye Lastarria despues de su docto exámen - de las teorías de los mas eminentes publicistas europeos, que - la mision del Estado es la de representar el principio del dere= Bl cho o de la justícia, porque "solo es justo lo que es conforme al E fin natural del hombre i de la sociedad, es decir, al desarrollo. de sus facultades físicas, morales e intelectuales; i en donde quiera que el hombre social prosiga ese desarrollo, ahí debe: z estar el Estado para favorecerlo o suministrarle las condiciones de que depende, una de las cuales es la seguridad de queno será coartado en el ejercicio de sus derechos, cuyo ejercicio cm la libertad. De consiguiente, si son condiciones de aquel desa= rrollo los derechos que se llaman libertad individual, libertad relijiosa, libertad del pensamiento o de la palabra escrita o ha= blada, libertad de asociacion, libertad de enseñanza, libertad política, el Estado debe dar la lei para que tales derechos sean ños que no pueden tener el mismo carácter de condiciones del fin social, i sin que el hombre pueda jamas estar sujeto a la penalidad legal, si no perturba las condiciones de la existencia: i del desarrollo de su semejante, lo que sucede en el órden ma= terial solamente i nunca en el intelectual i moral, en el cual la naturaleza no ha puesto límites, como en el mundo material.” Esta idea del Estado, que ya se encuentra desde 1847 en los Elementos de derecho público, tiene el inconveniente de no pre=" cisar bien los límites de la autoridad, i sobre todo deja en pie la dificultad, sustituyéndola por otra que adolece de vaguedad.: En efecto ¿qué se entiende por principzo del derecho? Lastas rria no aclara este punto, i deja un vasto campo al subjetivis- mo 1 a la interpretacion. Se sabe que la idea del derecho ha venido desde antiguo es: . perimentando una evolucion constante. ¿A cuál de estas de 4 luciones corresponde el principio del derecho, como mision del VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 829 Estado, ya que hai que adoptar una base estable, i nó una con- tinjente, sometida a las elásticas apreciaciones del gobernante? La crítica moderna todavía no ha encontrado la fórmula defi- nitiva de esta ¡dea, i como lo dice un distinguido pensador (1), entre las ideas que el progreso incesante de la mente humana. obliga hoi a renovarse para no perecer, la del derecho ocupa uno de los primeros rangos. Desde luego, para aceptar como fin del Estado el principio Jel derecho, hai préviamente que convenir en lo que se en- tiende por esta idea. El autor ántes citado ensaya construir una teoría del dere- o, va la vez naturalista e idealista, bastante comprensiva para onciliar, en una especie de eclecticismo o síntesis racional, los elementos positivos de cada sistema, i esforzándose por reunir en una nocion sintética los resultados mas lejítimos de la filo- sofía evolucionista 1 de la filosofía crítica, cree hallar la solu- cion del problema en la conciencia psicolójican i así establece en ésta, "como hecho de esperiencia innegable, un ideal a la ez restrictivo para el egoismo, i persuasivo para el altruismo. Este ideal, como principio inmanente i esperimental, el pensa- miento consciente, funda de una parte la justicia o el derecho: propiamente dicho, de la otra, la fraternidad. Pero entre tanto ¿no es esto trasladar la dificultad a la con- ciencia i eludir la solucion? ¿No hai nuevo desacuerdo entre los pensadores acerca de lo que debe entenderse por tal? Cour- le Seneuil (2) crec que "la conciencia se modifica por la ense-- ñanza de la esperiencia de cada cual durante el curso de la vida ue es un producto de la tradicion familiar o nacional, mas o ménos modificado por la esperiencia, por el hábito i en peque- ño número por un trabajo personal de reflexion... Como prueba de lo variable que es el criterio de los pensa- dores contemporáneos acerca de la cuestion que nos ocupa, jueremos consignar todavía.la opinion que hallamos en un bro recientemente publicado (1) i que, como se verá, está em- 0) Alfred F ouillée, L'idée moderne du droit. Paris, 188 3: po) Estudio de los principios del derecho. Traduccion de M. Salas Lavaqui,. 7, páj. 338. G ) Giuseppe Carle, La vida del derecho, 1889, paj. 26. 830 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS papado en subjetivismo metafísico. “La idea del derecho se manifiesta en una atmósfera mista de hechos e ideas, de nece- sidades sensibles i de aspiraciones morales, por lo que en su dominio lo transitorio se enlaza con lo constante; lo múltiple se armoniza con lo uno; lo cierto se coordina con lo verdadero, i la autoridad i la razon se apoyan una en otra recíprocamente. "El derecho se nos ofrecz como elemento orgánico de la socie=" dad que, juntamente con ésta, se desenvuelve mediante la Ac- cion í reaccion entre la razon i los hechos. I sí tiene humildes oríjenes históricos, tambien tiene ante sí principios de razon, a | cuya realizacion aspira siguiendo ciertas leyes históricas i cons 5d tantes; tiene un presente, un pasado í un porvenir; una vida. orgánica de evolucion, determinada por la diversidad de he de territorio i de clima; una vida histórica de civilizacion, de= ' terminada por el diverso grado de cultura en que se encuen- tran los pueblos; una vida social de progreso, que depende de: la mayor conciencia con la cual puede ser apropiada i desen= vuelta por los varios pueblos la grande idea de lo justo. El derecho, por último, es algo cierto que ticnde a informarse en la verdad; lo establece la autoridad ce intenta a la vez hacerse intérprete de la razon; i miéntras vive espresándose en inmensa Ñ e indefinida cantidad de hechos en el indefinido número de sus aplicaciones, parece que cada vez se hace mas espléndida segun: crece el cúmulo de hechos humanos a que debe ser aplicada.w Saldríamos de los límites naturales de este trabajo si contiz nuáramos espigando en el vario pensar de tantos escritores que han dado fórmulas tan diversas a la idea del derecho. Lo dí- cho basta para comprender que.prima facie no es tan aceptable la base que a Lastarria sirve de criterio para resolver la verda: dera mision del Estado; porque ni es precisa ni viene cube a de la fijeza inalterable que debe ser condicion sine gua non para determinar límites netos de separacion entre lo que correspon- de al individuo i lo que corresponde a la autoridad. Como este punto corresponde propiamente a la ciencia p: tica, volveremos a tocarlo cuando Lastarria (1874) quiera lle: var su doctrina al campo de la aplicacion; i entónces. vere que su modo de pensar ha evolucionado i sus ideas apare: mas claras. | co sarita al ou VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 831 Entre tanto, podemos afirmar que las teorías que pasa en revista Lastarria no son tan dignas de desprecio ni tan /tzles mi absurdas como piensa, pues aunque no verdaderas en abso- luto cada una contiene su pequeña dósis de exactitud, especial- mente la profunda concepcion de M. Courcelle-Seneuil, que cree que las “instituciones democráticas son el ideal a que to- “dos los pueblos de la tierra deben acercarse lo mas posible 1 halla en ellas la única solucion del problema de la limitacion poder del Estado i del restablecimiento de los derechos in- dividuales. Este principio democrático, como base de rejeneracion so- cial, lo hace servir hábilmente Lastarria en el terreno intérna- “cional, proclamando que el derecho consuetudinario americano no debe ni puede guardar armonía con el que viene de Europa “sancionado por costumbres 1 prácticas que no son las nuestras. "La América, dice, debe proveer a su conservacion, protestan- do contra máximas tan estrañas a su interes como contrarias a los principios que le impone su forma democrática; i debe pro- =clamar otros principios que sean conservadores de su autono- “mía i conformes a su dogma político, para rechazar en sus: relaciones con la Europa todas esas prácticas que son esclusi- vamente propias de interes europeo i del equilibrio de sus potes- tades monárquicas. Si el equilibrio americano, si los principios le órden democrático i de independencia recíproca, aconsejan aquí actos o convenios análogos a los que se practican en Eu- ropa por los principios de puro interes europeo, nuestras prácti- cas formarán tambien en este punto el derecho consuetudinario mericano; i así como jamas nos admitiria la Europa a pactar allí protectorados o cesiones o a intervenir en su equilibrio, la América tampoco debe tolerar que los monarcas europeos es- tiendan a ella la red de sus ambiciones. "Esta era la misma doctrina que Lastarria, como hemos visto “antes, habia sostenido tan clocuentemente i hecho triunfar en la Cámara de Diputados en Julio de 1864; i era el reflejo de una aspiracion patriótica que, al pedir la liga americana contra Europa, iba solo tras la defensa comun de nuestros intereses tacados. Concluye la primera parte del libro que analizamos, con la 832 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS afirmacion de que la Europa i la América son en política dos estremos opuestos. Crec Lastarria, con el profundo conve - miento de las almas bien puestas, que es imposible que nuestrz revolucion democrática retrograde; esas revoluciones, dice, q se fundan en la rehabilitacion i emancipacion del hombre i de la sociedad, obedecen a una lei natural, que poder humano al+ guno puede contrarrestar. Tal es la gran lei providencial del progreso de la humanidad, cuyo cumplimiento, ni la alianza di la Europa entera podría contrariar. Mas esta consideracion n« es bastante a impedir las empresas del interes monárquico co a tra la América, i seria una ilusion pueril atenerse a ella pare confiar en la vana esperanza de que el antagonismo europeo arredre en presencia de la imposibilidad de contener nuestt progreso democrático. El despotismo cs ciego. "Las ideas que cambiarán indudablemente son las de lala ví política europea, porque no son conformes a esa lei que rije lo: destinos del jénero humano. Su cambio i trasformacion se has cen lentamente, pero de un modo visible i claro; í no dejar de ser tan completos como es necesario que sean, para que de aparezca el antagonismo de ámbos mundos, sino despues di profundas revoluciones i de espantosos cataclismos políticos+ sociales producidos por el choque de los intereses bastardo egoistas con los de la sociedad que hoi está sojuzgada. 3 "Hai hechos que es necesario aceptar como se presentan, he situaciones indeclinables, que no se pueden modificar por dio de espedientes evasivos, ni por intereses de circunstan que aconsejen una política tan efímera como ellas. Los gobi nos americanos deben aceptar su posicion como es, i servit como exijen las condiciones de la vida i del progreso de sociedades, de su soberanía e independencia. Pretender lo e trario, adherir a las exijencias de la política europea en An rica, sería servir a intereses opuestos a los americanos que aque política representa. ¡ == En las líneas trascritas, si se quita un poco de fuego con q están escritas a virtud de los recientes sucesos qué las mot ban, adviértense la actitud nobilisima de Lastarria defendien: los intereses americanos i la verdad de los conceptos emiti si bien la esperiencia de largos años de paz inalterable, |! VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 833 venido a probar que no eran necesarios "espantosos cataclismos ciales 1 políticosn para deshacer cl antagonismo de la Amé- rica i de la Europai que la solidaridad universal ha aconsejado no repetir las calaveradas indignas de que fué víctima Méjico “en los dias en que nuestro autor fustigaba con admirable ener- Jla 1 profundidad las torpezas de los anexadores. La segunda parte de La América, publicada en Gante en 1867, completa las vistas fundamentales de la primera. | 1a, que obedece al principio de emancipacion del espiritu, sa en revista los males de la España, su fanatismo, su pereza, avaricia, juzgándola con una acritud de juicio en que se ve cierto encarnizamiento de que participa tambien Buckle, en su Historia de la civilizacion en Inglaterra. Lastarria cree poco hacedera la union ibero-americana, que ) tiene, a su juicio, fundamento ni objeto lícito i posible por otadas 1 sus esplotadores. Pensamos de distinto modo. No creemos imposible ni inútil a union, que ya ha encontrado franca adhesion el año pró- cer de pasadas luchas, i que la España, por su parte, ha brin- dado a los paises americanos. Miéntras duraron las represalias, ¡tuvo razon de ser el rencor; pero ahora ¿qué lo justificaria? Lastarria dá como causa del divorcio completo, lójico i ne- esarion entre América 1 España, el que ésta conserve i continúe con su pasado; se imajina que, con tenacidad estravagante, se "mantiene la civilizacion de la edad medía 1 que la España de hoi es la España del siglo XVI. Los rápidos progresos que ha hecho la nacion española, su constante anhelo por entrar en la vía de la corriente intelectual contemporánea i su olvido jene- roso de luchas ya extintas, hablan claro de que se verifica allí ina profunda renovacion. ¡Eleminente Valera (1) dilucida esta cuestion en términos tan exactos que no resistimos al deseo de copiarlos: “Los ame- (1) Cartas Americanas. Madrid, 1889, páj. VIL ) a 834 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ricanos supusieron, escribe el docto académico, que cuanto m les ocurría era trasmision hereditaria de nuestra sangre, de nues: tra cultura 1 de nuestras instituciones. Algunos llegaron a estremo de sostener que si no hubiéramos ido a América atajado, en su marcha ascendente, la cultura de Méjico i Perú, hubiera habido en América una gran cultura orijinali propia. Nosotros en cambio imajinamos, ya que las razas jenas i la sangre africana, mezclándose con la raza i sangre pañola, las viciaron e incapacitaron; ya que bastó a los crioll el pecado orijinal del españolismo para que en virtud de inclu dible lei histórica, estuviesen condenados a desaparecer i derse en otras razas, mas briosas 1 entendidas. -0 8 "El mal concepto que formamos unos de otros al trascen er de la desunion política, estuvo a punto de consumar el divo mental, cimentado en el odio i hasta en el injusto menospre "Miras 1 proyectos ambiciosos, renacidos en España, en oca. “siones en que esperábamos salir de la postracion, como los co- natos de erijir un trono, en el Ecuador o en Méjico, para 1 principe o semiprincipe español, ¡ empresas í actos impremedi- tacos, como la anexion de Santo Domingo, la guerra contra 1 Chile i¡-el Perú i la espedicion a Méjico, aumentaron la malque- rencia de la metrópoli i de las que fueron sus colonias. - y "Durante este periodo, si la cultura inglesa hubiese sido m comunicativa, hubiera penetrado en las repúblicas hispano-ar ricanas; pero no lo. es, i así apénas se sintió su influjo. Fran por el contrario, ejerció poderosamente el suyo, que es tan vasor, e informó el movimiento intelectual i fomentó el progres de la América española, aunque sin borrar, por dicha, ni d figurar su ser castizo i las condiciones esenciales de su oríjen... "Hoi parecen o terminados o mitigados, tanto en América como cn España, aquella fiebre de motines i disturbios, i aq desasosicgo incesante de la soldadesca movida por caudillosa biciosos, no siempre ilustrados 1 capaces, il aquel malestar era consiguiente. 209151555 “Mas sosegados 1 ménos Miserables sastlos pueblos de E América española como los de esta Penhiondas observan ( simpática curiosidad, deponen los rencores, confían en el por VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 835 ¿que tengan fin político práctico, pues la suma de tantas flaque- zas nada produciria equivalente a los medios i recursos de los cuatro o cinco Estados que predominan, piensan en reanudar sus antiguas relaciones, en estrechar i acrecentar su comercio intelectual, 1 en hacer ver que hai en todos los paises de lengua española cierta unidad de civilizacion que la unidad política no ha destruido. o wAsí va concentrándose algo a modo de liga pacífica. Para los circunspectos i juiciosos es resultado satisfactorio el recono- á cer que la literatura española i la hispano-americana son lo mis- mo. Contamos i sumamos los espíritus, i nó el poder material, i nos consolamos de no tenerle. Todavía, despues de la raza in- glesa, es la española la mas numerosa i la mas estendida por el mundo entre las razas europeas. "A restablecer i conservar esta unidad superior de la raza no puede desconocerse que ha contribuido como nadie la Acade- am la Española. Las Academias correspondientes, establecidas ya en varias Repúblicas, forman como una confederacion litera- ría, donde el centro académico de Madrid, en nombre de Espa- ña, ejerce cierta hejemonía, tan natural i suave, que ni enjendra sospechas ni suscita celos o enojos. En esta situacion, se diría que nos hemos acercado.i tra- He do... y He aquí trazado maestramente el oríjen del divorcio i el modo comose han ido borrando las divisiones. Los hechos se han encargado de demostrar que Lastarria se engañaba al pensar que ese divorcio seria "perpétuo, lójico i necesario. y 2 Las observaciones sobre cada pais americano en que Lastarria entra en seguida, son bastante esactas i acusan un conocimiento profundo de las internas llagas que corroen la marcha de la ci- vilizacion democrática, de los males que han detenido el pro- greso político i convertido en axiomas de derecho público, =mentidos principios que solo han sido eficaces para allegar cle- "mentos deletéreos i diverjentes. Con profundo conocimiento histórico, investiga, despues, los caractéres de la revolucion i las formas republicanas de Méjico, Centro América, Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia, Arjentina, etc., i señala los vicios de la civilizacion colonial como causa de 836 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS las conmociones intestinas, poniendo en relieve la historia d sus partidos i de sus evoluciones políticas. y 3 En Za América continúa su plan filosófico-constitucional que ha empleado en la /7¿storia del Medio Siglo: ahora, por mismo que el campo de investigacion se amengua, la intensidad de la vision se hace mas concreta, sus observaciones mas preci= sas; ahora domina el tema, que ántes no pudo abarcar en su A Lia vasta amplitud. La América es, en suma, uno de los libros de mas sólida a tura que han salido de la pluma de Lastarria, il acaso el que acusa mas orijinalidad, al propio tiempo qUe mayor fuerza dis- $ cursiva en la emision de las ideas. a Ademas, es un libro consolador. 3 Porque manifiesta que esta gran patria americana, si tiene en sus venas jérmenes fatales, tiene en cambio fuerzas potentes de progreso que se iran desarrollando paulatinamente, a espensas ; de los males que han estado devorando miserablemente su actil vidad durante los ochenta años corridos desde la independen= cia acá. La práctica de la vida republicana; las relaciones inter nacionales cada vez mas sólidas; la corriente inmigratoria de civilizacion que de Europa nos viene; el desarrollo de la cultura i de la tolerancia relijiosa; la caida definitiva de las monarquias; son: otros tantos síntomas de que el intelecto americano na debe temer en lo porvenir en su triunfal marcha i que se va tr «duciendo, segun espresa Lastarria "en el hecho jeneral de que en: todas partes van en derrota los intereses egoistas de la: dinastías, de los caudillos, de los partidos personales, de los esp culadores i de los dominadores a nombre del cielo o de una doc trina o sistema de tradiciones dudosas.” - 00 El líbro es consolador, en una palabra, porque hace creer q en América el progreso se cumple, apesar de todas las caidas sufridas por el derechoi de toda la sangre derramada en los r mo- tines de cuartel. | sl PE pd AI NA (Continuará) ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON 3 Jefe de la Seccion de Instruccion Pública del Ministerio'de Justicia e Instruccion OS EN P 3 o o : i d FONÉTICA APLICADA ALA ENSEÑANZA DE LOS IDIOMAS VIVOS —— lr — Y SAT 3 E | | Introduccion Es un hecho tan jeneralmente reconocido como deplorable que la enseñanza de los idiomas vivos no solamente en los liceos le Chile, sino en todo el mundo, hasta estos últimos años, ha lado resultados mui poco satisfactorios, Si se alcanzaba mucho, el resultado consistia en la adquisicion de regulares conocimien- tos gramaticales en la lengua estranjera, que encontraban su espresion mas perfecta en traducciones a la lengua estranjera, de rozos escritos, o, jeneralmente, preparados especialmente para ste fin en el idioma pátrio. Tambien se alcanzaba la facultad le leer con una pronunciacion mas o ménos intelijible i de tra- lucir correctamente al castellano un trozo de lectura. Por regla encral no se ha alcanzado el uso libre de la lengua estranjera, 1un sea para espresar las ideas mas ordinarias de la vida de to- os los dias, pues los niños al cabo de sus estudios no eran ca- aces de entender a un nacional que hablaba corrientemente el enguaje ordinario de la conversacion, ni poseian aquel caudal le palabras que se necesita para este fin. Es indudable que esta TOMO LXXXII 56 Lys 838 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS insuficiencia del aprendizaje de los idiomas vivos tenía muchas causas, mui variadas, fundadas en el método de enseñanza en jor. neral. Por el momento nos ocupamos únicamente en la ense- ñanza de la pronunciacion, la que, siendo la lengua viva en primer lugar una lengua hablada, es una parte integrante i de - suma importancia en el aprendizaje de los idiomas. Hasta aho- ra, jeneralmente, esta enseñanza se ha limitado a la inculcació y de algunas reglas mas bien ortográficas que fonéticas; se ha to- mado en consideracion casí únicamente el lenguaje elevado de discurso ceremonioso i de la lectura retórica, con descuido mas o. ménos completo de las numerosísimas contracciones, supre- . “siones i cambios que ofrece el lenguaje natural, es decir, el len- guaje de la conversacion. En el mejor caso, cuando el profesor mismo conocia perfectamente la pronunciacion de la lengua es- ¿ tranjera, entónces los niños por lo ménos podian oir los sonidos lejítimos, i se podian esforzar en imitarlos mas o ménos correcta- ES mente. Aun en Alemania no hace muchos años que un fonetista — YA ia cis: célebre, el profesor Mauricio Trautmann de la Universidad de Bonn, calificaba la prónunciacion ordinaria escolar del nm gles i frances en Alemania netamente de “horrible. Pero desde — ese tiempo se ha averiguado con exactitud dónde estaba la fal- q ta 1 cómo remediarla. Se ha probado, por ejemplo, que lo que se llama comunmente "hablar una lengua con acento estranje= rOn no es ni mas ni ménos que hablarla con una pronunciación incorrecta que sustituye los sonidos ajenos por los semejantes del idioma propio, i ademas, emplear en el lenguaje de conver: sacion la pronunciacion forzada del estilo sublime, lo que natu ralmente tiene que chocar mucho al nacional. El profesor, por esto, tiene que conocer exactamente la pronunciacion natal no afectada, del idioma estranjero, tiene que conocerla no solo empírica sino tambien teóricamente; tiene que conocer teóricas mente la manera especial de articular de sus connacionales, e en fin, tiene que conocer la fonética i la pedagojía para ser capaz de enseñar exactamente la pronunciacion estranjera. a q Pienso dar en las pájinas que siguen una reseña de los co- > nocimientos necesarios, tan corta como sea compatible con la | claridad, intelijibilidad i con la dificultad que notoriamenti 0 ofrece este jénero de estudios a los novicios. LA FONÉTICA ] 839 No son indagaciones propias todas las indicaciones que voi a hacer; seria una temeridad el rehacer completamente lo que “maestros como Trautmann, Vietor, Passy, Sweet, i Otros han hecho en los últimos diez años. Voi a aprovechar todos los. medios, todas las publicaciones que estén a mi alcance i que ci- taré mas abajo. Para mi, reservaré el modesto mérito de ser el: primero en vulgarizar este jénero de trabajos i estudios en len- gua castellana, i en adaptarlos especialmente para profesores i: “niños que hablan esta lengua como se suele hablar en Chile. S 2 Cuestiones preliminaros y La pronunciación de cada lengua es una cosa mucho ménos: fija i determinada de lo que jeneralmente se cree. No sólo cada. 4 provincia, cada ciudad i aun cada aldea tiene su matiz especial de pronunciar la lengua pátria (1), sino la pronunciación de: cada familia i hasta de cada individuo tiene sus particularida- des. Aun mas, el mismo individuo emplea en su lenguaje va- rios rejistros, comparable en esto al organista. No solamente. porla entonacion, sino tambien por la articulacion de los soni- -dos,igualmente como por el vocabulario, se distingue el lengua- _Jjede la alegría o del cariño del lenguaje de la tristeza o de la cólera; la conversacion familiar, el discurso sério, el debate par- lamentario, el sermon, la declamacion académica i teatral en prosa ¡en verso, todos se distinguen por la mayor o menor exactitud i claridad de la articulacion. ¿Cuál de todas estas pro- nunciaciones debe enseñarse en la escuela? Hasta ahora, como va indicado mas arriba, por regla jeneral se ha enseñado casi esclusivamente la pronunciacion del dis- curso sério i de la declamacion; aquella pronunciacion que se Ln M 1) Naturalmente aquí siempre hablamos del lenguaje literario en el sen- tido jeneral, opuesto al dialecto que tambien varía de una poblacion a otra; : lamos esclusivamente de la pronunciacion de las clases instruidas, nó de vulgarismos del bajo pueblo, que por interesantes que sean para la lin- gtiística no caben en un trabajo en que se trata de la enseñanza escolar. 840 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS emplea en la palabra aislada 1 pronunciada con la intencion de proferirla correctamente. Pero ¿no abarca la conversacion fami- liar mucho mas terreno en la vida ordinaria que el discurso? ¿no ' hai muchísimos hombres instruidos tales como los comercian-. tes, los injenieros, los médicos, que casi nunca tienen la obliga- ] cion de emplear aquellos rejistros superiores de la voz humana E que con tanta frecuencia necesita el profesor, el parlamentario, _el abogado, el orador en jeneral? Claro es, pues, que el que úni- - camente enseña esta pronunciacion oratoría comete un disparal te igualmente grande, como quien quisiera enseñar únicamente. las letras mayúsculas en que se pintan los letreros. Aunque no lo digan los profesores de caligrafía, hai que ejercitarse en desci- frar la escritura ordinaria, a veces poco clara, de los que escriben para comunicar sus ideas i nó para lucirse con su caligrafía. El que entienda el lenguaje rápido de la conversacion, segu- ramente entenderá tambien al orador ceremonioso, pero nó vice-versa. cod nn” a AS Es PA dd a ? ad 5 E ALA PP... EN AS E + Pero, ya sobre la buena pronunciacion del frances, ingles i ¡3 aleman como lenguas literarias hai muchísimas dudas, ¿cuántas mas habrá sobre el lenguaje usual? ¿Qué pronunciacion del frances, ingles i aleman .es correcta. ¿Cuál es la mejor? La solu-- cion de este problema no es tan fácil como pudiera parecer. Las reglas de la gramática que dicen que se debe pronunciar esto 1 nó aquello, no nos sirven; pues son exactamente estas reglas aquellas cuyos fundamentos, cuya autorizacion estamos bus- cando. ! : Po La lengua es un producto de la naturaleza, nó un artefac! E del hombre. Por esto no se deberia nunca hablar de bueno i de malo; estos juicios morales son del todo inadecuados para obje= tos de la naturaleza. Lo que se debe buscar no es la pronuncia | cion «buena sino la pronunciacion típica, característica de una lengua. La variedad que mas arriba mencionábamos como un: rasgo especial de cada lengua pronunciada es comun a todos los objetos i productos de la naturaleza. Ahora, puesto que 8 | mos bien claramente lo que es una rosa 1 lo que es un caballo, | el A id al de: de ti bi. GS AA A rd LA FONÉTICA 841 aunque no existen dos ejemplares de éstos que sean comple- tamente iguales, ¿por qué no sabríamos lo que es frances? La rosa típica en jeneral no es mas que el término medio de todas las que existen o que conocemos; así la pronunciación típica del frances será el término medio de todas las pronunciaciones usadas. I así es, así se ha considerado siempre o casi siempre aunque inconscientemente. Naturalmente para alcanzar este tér- mino medio hai que prescindir de aquellos individuos que, se- gun la opinion comun, no hablan el lenguaje literario; debemos tomar en consideracion solamente el lenguaje de la jente cul- ta. Ademas hai que tomar en cuenta que cada lengua litera- ría tiene su base especial en uno o en la fusion de algunos dia- lectos populares; así el castellano tiene por base la lengua de las Castillas, el frances, el dialecto de la Isle de France, el in- gles el dialecto de Lóndres. El aleman literario no tiene tan claramente su base lingiiística en un dialecto especial, sino “parece ser en casi todos los puntos un compromiso entre los dos grandes grupos dialécticos del aleman alto i bajo, dando aquél la base jeneral del estado lingiiístico, éste la manera de | articular los sonidos. Tal como es, debe el papel que actualmen- te desempeña a los esfuerzos de Martin Luther i tiene su cuna en el centro de Alemania, especialmente en la Sajonia superior “¡los alrededores de Meissen. En fin, no existe duda alguna que se debe considerar como el mejor frances el de Paris, como el me- jor inglés el de Londres, como el mejor aleman el de Berlin, naturalmente no la jerigonza vulgar del proletario de estos grandes centros de poblacion sino el lenguaje sério de la buena sociedad. Fácilmente se entiende que nacionales de otras partes, en los tres paises, muchas veces no quieren reconocer la supremacía de la capital; pero ¿no es mas que lójico buscar el centro de la lengua allá mismo donde están los centros de la literatura, del arte, de la administracion j, en jeneral, de todas las ramas de la vida in- telectual i material? 140 A 2”... S 4 . . Siendo de tal manera manifiesto dónde tenemos que buscar AU Z 5 . . la pronunciación modelo de las tres lenguas en que principal- 842 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mente nos ocupamos en estas pájinas, despues de lo espuesto, será igualmente claro que la enseñanza escolar debe abarcar * tanto la pronunciacion lijera del estilo familiar como el grado. mas formal de la lengua literaria en el sentido estricto de la pa= labra. Haciéndose la enseñanza escolar de las lenguas vivas de preferencia con el empleo de las mismas como lenguas de la enseñanza, lo que seria de desear, naturalmente el profesor usa- E rá el estilo familiar para la conversacion i para temas que lo ' requieran, reservando la pronunciacion mas formal para trozos ñE mas sérios i poesias. ¿ y S 5 $ Para el estudio de la lengua hablada, el que ántes no era po- sible sin tener durante mucho tiempo relaciones familiares con nacionales, ahora poseemos un gran número de excelentes tra- 3 si E sz 57 bajos (1 o Naturalmente para consultar i bien entender las in- (1) Citamos entre muchos otros especialmente: 3 MoRrIrz TRAUTMANN: Die sprachlaute.im alleemeiner und die laute desen glischen, franzósischen und deutschen im besondern. Leipzig, 1884-86. y WiLHEL«M VIETOR: Elemente der phonetik und orthoepie des deutschen, enz Ed glischen und franzósischen. zweite auflage. Heilbronn 1889. y: Franz BEYER: Franzósische phonetile fúr lehver und studierende. Cóthen 1888. - 38 Franz BEYER und PaAuL Passy: Elementarbuch des gesprochenen Jranzó-, sisch. Cóthen 1898. ] PauL PassY: Les sons du Fransais, leur formacion, leur e leur reprézantacion. Deuziéme édicion. Paris, 1889. PauL PassY: Le francais parlé. Morceaux choisis a Pusage des ¿trangers avec la pronuntiation figuvéc. Deuxiéme édition. Heilbronn. 1889. FéLIx FRANKE: Phrases de tous les jours. con Ergánzungsheff. Tercera edicion. Leipzig, 1889. | HENRY SWEET: Llementarbuch. des DA englisch 2. auñ. Oxford. 1886. OS 9 HENRY SWEET: A primer of spoken english. Oxford 1890. E. Th. TRUE: Lveryday talk. Leipzig. 1890. L. SoaMEs: An introduction to phonetics, with reading- -bo0k. London 1 891. PauL Passy: £lémans d' Anglais parlé. Deuzieme édition. Paris, 1890. LE MarTRE PHONÉTIQUE. Organe de l' Association Phonétique des Professeurs de Langues vivantes. Neuilly. ida 6 rue Labordere. Revista mensual desde: el año de 18868. : A A A ¡A td A ARE BE La FONÉTICA 843 =dicaciones de estas obras hai que conocer ya las bases del es- tudio fonético, i en todo caso es de desear que el estudiante “haya tenido la ocasion de hacer él mismo observaciones con nacionales. En todas las obras mencionadas se emplean tras- cripciones fonéticas para indicar la pronunciacion exacta. Estas -—trascripciones no son siempre iguales, pero aunque al principio “su lectura cueste algun trabajo, con las indicaciones que se dan en las obras mismas, todo el que tenga buena voluntad alcan- zará su fin. Sin trascripciones un estudio sério de la pronuncia- cion es imposible, si uno no tiene a su disposicion la viva voz de un nacional que posea la pronunciacion típica de su lengua, “lo que no es fácil sin la oportunidad de vivir por lo ménos al- gunos meses en aquellos centros de las tres naciones. Estudiar la pronunciacion sin ayuda de un nacional i sin trascripcion valdria exactamente lo mismo como estudiar la botánica sin F plantas vivas i sin herbarios, solo con descripciones, método de enseñanza que desgraciadamente no es inaudito, pero cuya ab- surdidad ya no necesitamos probar. 1 ¿por qué todavía no están todos los profesores de idiomas convencidos de que se necesi- tan trascripciones para la enseñanza de la pronunciacion? So- - lamente porque ellós mismos todavía no tienen la intelijencia necesaria de la importancia i dificultad de la enseñanza de la - pronunciacion. Los estudios teóricos de fonética valen al conocedor lo mismo que el microscopio al naturalista; ha habido tiempos en que no -—seconocia el microscopio, pero no por esto era malo emplearlo cuando se habia inventado; al contrario. Será lo mismo con la “fonética. Es verdad, el nacional que posea una buena pronunciación de su lengua, puede enseñarla prácticamente a niños de otra nacionalidad; pero nunca alcanzará su intencion con la misma perfeccion i facilidad como el que sea fonetista, aunque sea al mismo tiempo estranjero. Parecerá talvez absurdo, pero es la verdad. ; S6 -No-es necesario por esto que los niños mismos aprendan teóri- camente la fonética; como ciencia es esta demasiado difícil para 844 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS niños de 10 a 12 años, pero el profesor tiene que conocerla para. aprovechar todos los medios de la enseñanza. Algunas nociones. fundamentales, por ejemplo, la distincion entre consonantes co yl | voz i consonantes sín voz, no escaparán a los niños, pero lo prin 3 cipal es que el profesor en cada momento se pueda dar cuenta de aquello en que consiste la falta cometida por el niño i cómo en señarle a producir el sonido lejítimo estranjero. Mas abajo vot a demostrar cómo se debe proceder en tal caso. Se han hecho ya muchos ensayos con el empleo de trascrip- ciones en las escuelas aun con niños de corta edad; los resultados Es han sido espléndidos, pero sin embargo, quizá no todo pro= | fesor es igualmente apto para una enseñanza de esta clase í tal- vez no será indispensabie el uso de la trascripcion en la escue- E la. Puede restrinjirse a la indicacion de la pronunciación en el. vocabulario i la gramática que tienen que acompañar el primer - libro de lectura. Por lo demas, en el primer año de frances será suficiente que — el profesor haga la enseñanza de esta lengua durante algunas semanas solo oralmente para que toda la atencion de los niños - se pueda fijar en la pronunciacion. El tiempo no será MD A si se da una base sólida para la pronunciación en las primeras semanas. La ortografía irrazonable del frances no puede mas que trabar la correcta pronunciacion de los niños. SS A Endraa E La enseñanza de la pronunciación estranjera nose puede ha= cer únicamente por la imitacion de palabras enteras. No reco= > mendamos, sin embargo, principiar la enseñanza de la lengua | estranjera con una esposicion teórica de la fonética jeneral ni. ¡ de la aplicada. El tratamiento sistemático de tales cuestiones no es apropósito en los primeros años de la enseñanza. El pro-- fesor ofrece a los niños desde la primera leccion palabras ente= — ras i frases cortas. Dice por ejemplo: cela s'appelle le mur. n El niño repite mur o mir en vez de mir. Ahora es tiempo. de enseñar la pronunciacion exacta de la ¿í francesa en el soni do aislado. Alcanzada csta pronunciacion lejítima por toda la clase, se continúa con la palabra entera mir. Para la enseñanza á E LA FONÉTICA 845 de sonidos que sean desconocidos al niño, no basta sencilla- mente el ejemplo de la pronunciacion del profesor; sino que éste tiene que indicar al niño en qué parte de la articulacion se debe fijar especialmente para proferir el sonido frances. Hai que indi- car la diferencia entre la z francesa (e. g. tout) 1 la castellana o mas especialmente la chilena. Esta diferencia consiste en la redondez i cl adelantamiento de los labios cuyos músculos estan fuertemente contraidos en el sonido frances, miéntras que en la uw chilena están relajados como en todas las vocales chilenas. La imitacion de esta zx francesa no será difícil para los niños si se les indica que tienen que contraer la boca hasta dejar sola- mente una pequeña abertura redonda, semejante a la que se forma chiflando. Repetida esta 4 correctamente por cada uno de los alumnos i en coro, se enseña la zi que tiene la misma po- “sicion delos labios que la z.. Despues se ejercita u-2¿-u-¿. De tal manera en pocos minutos la clase entera aprenderá el soni- do lejítimo, miéftras por la mera imitacion probablemente la mayor parte de los alumnos nunca alcanzaría la pronunciacion correcta. En este ejemplo se puede ver por qué el profesor nece- sita de la fonética. Ella solamente le puede enseñar con qué so- nidos debe principiar para alcanzar gradualmente la pronuncia- cion de los mas difíciles. Se necesitan para esto ejercicios metódicos, i este método es distinto para cada lengua estranje- raipara cada idioma pátrio, es decir, no solamente e! chileno necesita distintos ejercicios fonéticos para el frances, el ingles 1 el aleman, sino tambien el niño aleman o ingles necesitan mé- todos diferentes de los que necesita el niño chileno para adqui- rir los sonidos lejítimos del frances. 88 La causa de este hecho consiste en la diferencia de la base articulatoriaen los distintos idiomas. Como el profesor para es- tablecer su método ortofónico tiene que conocer tanto la base articulatoria del idioma pátrio de sus alumnos como la de la lengua enseñada, principiamos por una breve esposicion de la base articulatoria i de algunos puntos característicos de la pro- -—nunciacion castellana ¡ especialmente de la chilena. 846 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS El rasgo mas característico de la articulacion chilena es flojedad de las articulaciones en jeneral, i mui especialmente de las articulaciones labiales. El chileno nunca mueve rápidamente | los lábios, nunca los contrae circularmente i casi solo en la pi la. m los pega completamente. Tambien la articulacion de la 6, d, g, (bueno, dado, gana, guerra) es mui relajada; la s al fin de la sí- -laba casi nunca es completa; falta completamente la articulacion labio-dental de la v como se encuentra en frances, ingles i ale- man. Se admite al fin de la sílaba casi únicamente la 2, 22, 7, /; (s). Todas las otras consonantes son espuestas a alteraciones involuntarias e inconscientes, no solo en la pronunciacion del bajo pueblo, sino, aunque en un grado ménos fuerte, en la de los educados. Falta al español el sonido / (frances: chat, ingles: she, aleman: schón), falta el sonido correspondiente con voz 5 (fran- ces: 7oli, ingles: pleasure); falta el sonido con voz que correspon». de a la ck de muchacho i que se encuentra en el inglés judge; falta el sonido con voz que corresponde a la s«de rosas i que se encuentra enel frances, ingles i aleman rose. En las vocales el castellano no tiene mas de cinco variedades, miéntras que el frances tiene quince, el ingles quince, el aleman catorce. El cas- tellano posee solo unas veinte, las tres lenguas estranjeras unas | treinta consonantes. Es claro, pues, que no será fácil enseñar a un chileno la pronunciacion de esas tres lenguas. $9 Mi modo de proceder será para cada lengua el siguiente: 71) Se indican la base articulatoria, la manera de acentuar | otros puntos jenerales característicos pa la pronunciacion den la lengua respectiva. | 2) Se desarrolla el sistema de las vocales i de las consonantes isus relaciones mútuas, indicando en cada sonido cómo se debe enseñar su pronunciación a un chileno i cuáles son las ortogra= E fías que le corresponden en la lengua estranjera. y 3) Se da una lista de las palabras estranjeras segun el órden de los sonidos, indicando la ortografía usual i las escopcionen de ella. ra 807 LA FONÉTICA 847 FONÉTICA DE LA LENGUA FRANCESA PARTE PRIMERA S 10 Base articulatoria La base articulatoria del frances es esencialmente distinta de la chilena. Es caracterizada sobre todo por la accion mui enér- Jica de todos los órganos fonadores. La lengua se levanta mui fuertemente hacia el paladar anterior i medio en la articulacion de la z, hasta dejar solamente una abertura mui pequeña. Co- rresponde a esto la articulacion de la 4 por medio de una con- traccion mui enérjica de los músculos labiales. Los órganos “slempre pasan mui rápidamente de una articulacion a la otra. Las consonantes se acumulan a menudo, sobre todo en el len- ¿guaje familiar, de una manera desconocida en castellano; las consonantes finales se deben pronunciar siempre bicn exacta- mente. La voz (1) suena mui claramente en todas las consonan- tes que la tienen; pero las consonantes a menudo toman o pier- den la voz por la influencia de sus vecinas, segun reglas fijas. Las wocales nasales son un distintivo característico para el frances. $ II Acento dinámico i musical El acento dinámico (2), es decir, la fuerza con que el aire sale de los pulmones i carga en las diferentes sílabas de la palabra o (1) Voz o son de la voz en el sentido especial de la fonética es el sonido '“zumbante de las cuerdas vocales. Veáse FONÉTICA JENERAL, $ 2, lI, 3. (2) Indicamos el acento dimámico por un * despues de la silaba acentua- «da. Un acento escepcionalmente fuerte, motivado por la idea se puede indicar ¿por ”. El acento musical jeneralmente no se indicará. Passy pone los acentos ántes de la silaba acentuada. 848 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS dela frase, no es mui variado en frances, i es ciertamente mé: nos sensible que en castellano. La sílaba acentuada, pues, en frances no tiene tanta fuerza como en castellano, ni la sílaba sin acento es tan débil. Segun la regla jeneral, tiene acento diná= mico la última sílaba completa de cada palabra o conjunto de palabras. Pero esta regla a veces se infrinje por la fuerza de la. idea que a veces pide el acento en la penúltima. Ademas hai un cambio rítmico entre las silabas fuertes i débiles. 8 La entonacion, el acento musical, es mui variado, mas que en | el español de Chile. Se levanta siempre al fin de un conjunto Ñ palabras que no concluye la idea, ¡en la pregunta. Donde la o idea se concluye la entonacion se baja en jeneral i mui espe= cialmente en la última sílaba, de manera que la penúltima a ves ces en el mismo tiempo se pronuncia mui alto. S 12 Formacion de la sílaba Cada vocal pronunciada forma sílaba; ninguna consonante | puede formar sílaba por sí sola, pues (aoút, théátre), tienen 3 sílabas a-u, (1) te-a:tr,; (table) una sola: ¿ad7. 3 Una consonante entre dos vocales forma sílaba con la segun= z da; igualmente los grupos pl, pr, br, f!, etc. La division de las pa-. 3 _labras no altera esta regla;se pronuncia pues: la-ta-ble-ser-vz da ES 3 table est servie) como en castellano lo-sal-to-sar-b0-les (los altos árboles). En la trascripcion es recomendable indicar este enlace por un guion: les 91m léase le 231 (les hommes). S 13 Duracion de los sonidos Las vocales pueden ser largas, medias o cortas. NS 1 vocal eel: en la sílaba acentuada, la vocal media. en la sila LA FONÉTICA 849 al final es breve. Cada vocal acentuada es larga ántes de y, 7, 1% y, Anales: La: 5 (cage), 7 (ceil); 0,0, a, €, 4, (1), son largas ambien ántes de otras consonantes finales. “Si ya por la duracion de las vocales el frances se distingue lel castellano (2), aun mas grande es la diferencia en cuanto a as consonantes. El castellano conoce solamente consonantes cortas. En frances es larga cada consonante final despues de una vocal corta acentuada; por ejemplo ren (renne, renjifero) on 2 mas larga que 7e:2 (reine, reina), casi re. Las consonan- s/, 7, son largas ántes de consonante final con voz lar5 large) con 7 mas larga que 11ar/ (marche). A veces se prolonga una consonante al principio de la palabra por la fuerza del acento dinámico, o en reemplazo de otras consonantes suprI- midas en estilo familiar: ¿:0“1%e ¿0-1 fre sa! (jamais je ne ferai cela), s:2 fa por (Je ne sais pas). A O o ES PARTE SEGUNDA S 14 ”, > El sistoma do las vocales francesas Las vocales francesas coinciden casi exactamente con las vo- cales normales establecidas en la Fonética jeneral $ 5. 2 5 ee lunciadas con articulacion ménos enérjica: p.e. 7mez7, (maison) (1) En lo venidero pondremos una letra con una rayita encorvada al 4 O ' para indicar la nasalidad, siendo incómodo para la imprenta el uso de la il de. Las vocales nasales del frances se espresarán: A, €, 9, E. ( 54 Tanto del castellano de Madrid que no conoce Potalés realmente gas, como del de Chile, que muchas veces alarga las vocales acentuadas t e manera. | ' U0o7aaee? Ademas de estas se encuentran algunas vocales reducidas pro- Ñ 850 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS koma, (comment) tienen en la primera sílaba una vocal interme- dia entre e-e, 0-2; pero bastará jeneralmente la indicacion dada De mucho mayor importancia es el sonido que está entre la ó ¡la «1 que escribimos 7. Esta ¿sorda se encuentra solamente. en palabras o sílabas sin acento; si en casos escepcionales hai que acentuarlo, se pronuncia «e, p. e. done le” (donnez-le). Las vocales nasales 2, a,, e,, *, tienen un sonido mui bajo. La tonalidad del sonido cuchicheado está como una tercera mas . bajo de las vocales correspondientes no nasalizadas. La nasali- zacion del frances es mui fuerte i altera el sonido vocal mas que la nasalizacion del portugues. ] qN . E y $ 15 Notas metodolójicas para la enseñanza de las vocales francesas = "NM Como de las vocales francesas solamente tres (u a 2) coinci-: den mas o ménos en su efecto acústico con las castellanas, es claro que el profesor tiene que proceder con mucho cuidado para alcanzar una pronunciacion tolerable del frances en sus alumnos chilenos. La diferencia radical entre las dos lenguas consiste, lo repetimos otra vez mas, en la enerjía con que obran todos los órganos en la pronunciación francesa, 1 mas especial- *: mente en la estrictez de las articulaciones labiales. -| En la u francesa [ejemplos fu (tout), vu (vous), Zu:7 (tour), epu:z (épouse)] los lábios se adelantan i se contraen hasta 8 jar solo una mui pequeña abertura redonda, tal como se forma chiflando. Por la exajeracion de esta estrechez labial la u a ve= ces se inclina a la consonante 24. Ménos pequeña, pero siempre enérjica es la estrechez labial en la o [ejemplos: do (dos), galo (galop), 7o:z (rose)]. Hai que fijarse bien que los alumnos no sustituyan este sonido por la o castellana, que en su efecto acús- tico es mas semejante a la > francesa, solo que tiene los lábios mas flojos que esta. Jeneralmente la o del castellano morte es mas cerrada que la > de frances 22>:r (mort). Ejemplos para la ; francesa, past (poste), 796 (robe) 2127:7 (mort). b: La a del frances falta al castellano, o por lo ménos no se oye mas que ocasionalmente. La diferencia entre la a i la a e y 3 : CA] LA FONÉTICA 851 Mo seria una NA mui grave el descuidar en la enseñanza la diferencia de los dos sonidos franceses; sin embargo aconsejamos a los profesores distinguirlas ellos mismos; los niños entónces lo imitarán mas o ménos bien sin mucho trabajo. Ejemplos para los dos sonidos: a: asm(áme), fa (paz), 2a:577, (nation) este sonido es jeneral- mente largo en frances. a: rar (rare), deja (déjá), sal (salle); este sonido es jeneral- mente breve. Será mui útil ejercitar a los niños en la pronunciacion metódi- camente, haciéndoles pronunciar 4-0-7-a; U-0-U-0-U-0; 0-5-0-9-0-3; u-0-9; 0-2-a; etc. i los ejercicios opuestos a-9-0-u etc. El profesor tiene que fijarse cn el movimiento de los labios que, casi cerra- dos i bastante adelantados cn la u, se abren i retiran en grados iguales al mismo tiempo que se ensancha el ángulo mandibular. La mayor dificultad presenta la o a los chilenos; no se debe con- fundir ní con la z ni con la >, sino que está exactamente en me- dio de las dos. Los ejercicios metódicos siempre se hacen repetir ántes por cada alumno, despues en coro. Sucederá talvez que los niños se rian cuando por la primera vez se hacen tales ejercicios. Conservando el profesor su tranquilidad e insistiendo en la im- - portancia de tales ejercicios, sin los cuales es casi imposible enseñar una buena pronunciacion, los niños se acostumbran mui pronto a tales ejercicios i hasta los ejecutan con gusto. S 16 Las dificultades en la segunda série vocálica a-e-e-4 son aná- -logas. En las vocales francesas, los labios se retiran 1 se ensan- chan gradualmente; su pronunciacion parece forzada al chileno. La aes un poco mas clara que la « ordinaria castellana; la z mucho mas enérjica i siempre bien cerrada. El dorso de la lengua se levanta mucho, de manera que la z se inclina hácia la 7 del sistema semejante a la y castellana. La e castellana está cerca de la e del frances, pero jeneralmente es un poco mas 852 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cerrada. La e francesa presenta dificultad al chileno, aunque no tanta como la o. Ejercítese a-e-a-€; e-e-e-€; A-e-0; e-7-e-e-d; a-e-e-1 1 lo opuesto 2-e-e-a etc. Ejemplos para los sonidos franceses: a: sa:z (sage), va, mal. e: pe:r (pere), e (est) sel (sel). e: ete (été) ne (nez); este sonido nunca es largo en frances. ¿: 2d (ile), pin: (punis), vzl (ville). $ 17 Las vocales de la tercera série «-0-2 presentan todas gran- des dificultades al chileno porque el castellano como cel italiano no conocen ninguna de estas vocales mistas que se forman con. la articulacion lingual de e-e-7 i la articulacion labial de >-o-u. La mas fácil relativamente, es la e. Se ejercita >-4->-4 fijándose el profesor en los labios que no se deben mover absolutamente, haciéndose la diferencia por un movimiento de la lengua, cuyo dorso es un poco levantado hácia atras en la >, hácia adelante ' en la + como en la e. Por esto en el ejercicio e-2 e-e2 los labios tienen que moverse bien claramente. Para la /se ejercita 0-0-0-6; los labios en este ejercicio quedan tranquilos en una posicion bastante adelantada i bien redondeada. En el ejercicio e-0 se mueven los labios mucho mas que en e e, pero la lengua queda tranquila. Para la 2 hai que principiar con una 4 bien redon- deada (véase $ 15). Los labios tienen la misma posicion en la % como en la v. La lengua va de un estremo al otro, es decir del mas fuerte levantamiento hácia atras (contra el velo palatino) al mas fuerte levantamiento hácia adelante (contra la parte anterior i media del paladar duro). En «el ejercicio 2-2%-2-% la lengua conserva su posicion pero los labios se mueven de un es- tremo al otro, es decir, de la posicion retirada con hendidu E estrecha a la posicion adelantada con pequeña abertura red da (1). Despues se ejercita +-0-0-0,; ó-0-0-0; ae-ó-0; a-e-0-4i en (1) A los profesores les recomiendo mucho hacer estos ejercicios ellos mismos con un espejo en la mano; los niños observarán i criticarán la po- Ñ LA FONÉTICA 853 que los labios se adelantan i se redondean gradualmente como E en el ejercicio a.>-07% La 2 es un sonido ménos enérjicamente articulado intermedio entre + i 0; téngase cuidado de que los ni- ños no digan una e débil; se necesita redondez de los labios. Ejemplos para los sonidos franceses: e: flee:r (fleur) naef (neuf); este sonido nunca se encuentra al in de la palabra: O: kró:z (creuse), fo (feu). di: 5ú:5 (Gjuge). Zii (lu) lit (lutte). a: la (le), 39 (je). 1 hs ] $ 18 ' a) nd ' — RA AO ARIES CTA SU E DATA AI). EA O, CU UA 0 a 10 A A A TK 1 O A, O Y 0 A A e . li Las vocales nasales son todas difíciles para el chileno, aun- ue de ninguna manera imposibles. La pronunciacion vulgar tilena tiene una especie de vocales nasales, aunque con una asi idad ménos pronunciada i fuerte que la francesa, en pa- bras como xarayxa (naranja), esposyra (esponja); tambien en - esclamacion 22272, ( =¡mire hombre!). Tales ejemplos se 1eden aprovechar para la primera pronunciacion de una vocal sal. Hai que fijarse bien en que los niños produzcan una na- lidad bien fuerte i que no digan ay, 29 con una y (=x en mco). La vocal nasalizada es un sonido tan homojéneo e nal en todas sus partes como una vocal pura oral. Por esto los ercicios de las vocales nasales tienen que hacerse mui pro- igadamente a,-a-a,, pronunciándose alternativamente la cal pura oral i la nasal: a-a-a-a,, 9-9,9-9, 3 €-€-€-€, ) O-2 -U-P, Tambien hai que aplicar mucha atencion que los niños no salicen vocales puras en la vecindad de mo 2, a lo que es- na veces inclinados; ejercicios: 2/12:-911:, IM:-98:, 9-9, 9-9 1 me jantes con las consonantes 12 i 72 bien claras i largas. Otro >rciciO 7129-1129,: 19-919: etc. on de sus órganos, especialmente la de los lábios, por la observacion Sd éngase cuidado que los niños no pronuncien 74. Ejercitese el sonido n largo d-4-1. TOMO LXXXII 57 354 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ejemplos para los sonidos franceses: a.: bla. (blanche), b/a, (blanc). 2: 19 A (ronde), 72, (rond). e: pres (prince), ve, (vin), e. 2e.:b/ (humble), e, (un). S 19 El sistema do las consonantes francesas | Fricativas Oclusivas Repetidas Laterales Nasales ] ela 7 1 dlabialestea a. de wW:3Y bp m 2. Labijo-dentales. . y, f > : ¡ > 2 Y >| -———— || 3 7 2 dentales aveolares. asf d,t r 1 n ¿ prepalatales medio- > 7 e. palatalesho ei e 7. postpalatales . . ee | SIUNmlaresc 29 Al 10. SiO iaa h a * COMPARACION DE LAS CONSONANTES FRANCESAS CON LAS CHILENAS 3 S 20 | | 3 Notas motodolójicas para la enseñanza Las consonantes oclusivas sin voz p, z, % corresponden mas o ménos a las castellanas como se usan en Chile. En la ps — 8 LA FONÉTICA 855 “pegan los dos labios completamente; en la í se pega la pun- E la lengua detras de los dientes superiores o en la parte inferior de las alvéolas, es decir, un poco mas alto que la £ chi- le na. El lugar de la /% varia segun la vocal que sigue, es medio k pel antes de z, e, zi, 0 (tambien ántes de /, »”), postpalatal tes de e % a, 4, 2, (tambien ántes de consonantes i al fin), i j esclar ántes de o, 2; es decir, la articulacion corresponde a la castellana lejítima. Los chilenos se inclinan a una pronun- ciacion aun mas adelantada ántes de la 7 ie, la que en fran- ces es dialéctica. Esto se refiere tanto a la + como a la y. Las lusivas con voz 0, d, y, tienen la misma artíiculacion que p, t, R. Se distinguen de los sonidos correspondientes chilenos por la oclusion siempre perfectamente formada; la 6 francesa inca se cambia por v, ni se pronuncia con oclusion débil e ¡perfecta como en castellano. Igualmente la 4 i la g siempre m verdaderos sonidos esplosivos, nunca con inclinacion a las cativas / y como en Chile. La voz en ellos siempre suena fuerte i las consonantes son mui perfectas al fin de la diccion, ¡donde en castellano a menudo enmudecen ¡í se pierden (véa- 13) (1). 1 (1) Evitese, pues, en francés la pronunciación de la palabra gue como se pronuncia en el castellano de Chile he casi hié; sino se diga 22 con una % R omo en castellano caro 1 una 2 con los labios bien redondeados como en frn és quere, Je (7) como jeu (30), solo la vocal en le9, ¿2 es mucho mas débil j corta. Evitese igualmente pronunciar en francés guerre (ge:r) como en h ile guerra ( jcr:a O je5a) sino siempre con una bien formada con oclusión completa, con e mas abierta i con 7 menos fuerte que en castellano. “La diferencia entre una oclusiva (esplosiva) iuna fricativa se ve clara- mente cuando se trata de prolongar el sonido; una fricativa como s, f, 2, ' siempre se puede prolongar fácilmente quedando el efecto acústico igual desde el primero hasta el último momento; por ejemplo: as-s-se fifa, awv-u-va. Tratando de prolongar la £ de ata sale una pausa en medio ola palabra at--=ta (compárese el italiano tut-to). Para saber si una con- nante tiene voz hai que cantarla. Con todos los sonidos con voz se puede ¡cantar zambando una melodía, por ejemplo, sin abrir la boca con el so- nido 12; igualmente con 2, la z del francés rose, la v del francés va. Produ- iendo una s castellana, una /, una x (jota castellana) la altura musical del onido o mas bien del ruido queda siempre igual. A e hi t E pd 856 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS S 21 mos cnérjicamente tosiendo) se encuentra en frances como en el castellano chileno solo accidentalmente al principio o al vocálico de una esclamacion o '” etc. (En Chile a menudo 127 s? con oclusion final). Este sonido accidental es de ningu. na importancia para los chilenos, porque por lo demas la articus lacion vocálica del frances i del chileno son iguales e en cuanta la articulacion de-la glótis. $22 “Las consonantes fricativas del frances casi todas son distinz' tas de las chilenas o no existen en esta lengua. Todas son artis. culadas con mucha precision 1 producen un ruido fácilmente perceptible. 4 La f del frances es siempre lbiodenkall El labio inferior : pega a los dientes superiores, dejando pasar el aire solo por un pequeña hendidura en el medio. Exactamente la misma articulas cion tiene la v francesa, que se distingue de la f solo por el so- ] nido de la voz que siempre acompaña la v. La 7 castellana mi es distinta de la / castellana; la diferencia entre estas dos les tras, por mas que digan algunos gramáticos españoles, es uni? | camente ortográfica. Las dos se pronuncian jeneralmente pe: gando suavemente los labios como un sonido fricativo, la U d nuestrp sistema; solo despues de 12 o 2 siempre se pronuncian como en frances (p. e. ambo, conversacion que en buen castella no afectado siempre se pronuncia kombersabion). Hai que fijar la. atencion de los niños en estas diferencias de las lenguas; una U bilabial en lugar de 5 o de v francesas desfigura mucho esta len gua. En frances nunca se confunden los dos sonidos. E $ 23 La zv del frances como en zuz (oui), /zv2 (Louis) no es mas una 2 francesa (escrita 01) exajerada. Los labios ya mui acet 7 4 A ») E Y LA FONÉTICA 857 cados en la z se aprietan tanto en la 20, que el sonido de la z pierde su carácter puramente vocálico i toma algo de fricati- wo (1). La palabra francesa z4z (oui) principia casi exactamente como la inglesa zvz: (we, nosotros). En castellano hai un soni do semejante al principio de palabras como /uevo, huerto; tam- bien vuelto, bueno, guaso, etc. Pero se distingue este sonido, que escribimos «w, por la friccion que hai entre el dorso de la lengua ¡el paladar posterior o el velo palatino, friccion que acarrea la semejanza de la w en huevo con la g que se oye en la artícula- cion vulgar de Chile en palabras como gusto: quhto. La w se al- 'canza por la exajeracion de la articulacion lingual de la z, la 26 por la exajeracion de la articulacion labial. Por esta diferencia el y castellano se inclina nacía quo gu, 1asi se pronuncia des- pues de 7: 211 huevo=uy9gueUo0, frances 210u¿=2121v07 nunca como Lngul. Ala relacion entre la zv 1 la 2 francesa corresponde comple- tamente la de la y a la zi por ejemplo /uz (ly2), lu (26). La y se alcanza exajerando la articulacion labial de la 7, 5 S 24 La s del frances (por ejemplo. sa, passé, face, reste) corres- ponde mas o ménos a la s chilena (2) de asado, hacer, Pero en frances este sonido tiene igual fuerza en todas las posiciones; téngase, pues cuidado de pronunciar bien clara 1 distintamen- te la s al fin de la palabra ial fin de la sílaba antes de conso- nante z2 fa:s, tl rest, etc. La z del frances (por ejemplo: le zele, la zone, prese, raison) tiene la misma articulacion que la s, pero tiene voz (véase la nota al$ 20). En la pronunciacion chilena no se encuentra cs- te sonido; en España se oye a veces la s castellana con voz (1) Pero en la wjeneralmente no se adelantan ni se redondean los la- bios tanto como en la u francesa. Lo mismo sucede en la y. (2) La s castellana de Madrid ien el norte del pais se articula con la unta de la lengua en la parte superior de las alvéolas; tiene un ruido mas Jajo que la s ordinaria francesa i chilena que se articulan mas abajo. La s Incesa es mas aguda i siempre bien fuerte. 858 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS antes de consonantes con voz, sobre todo antes de b, 4, £, f ot ejemplo loz gatos, dezde, etc. Es útil ejercitar a los niños en pronunciacion metódicamente, produciendo bien detenidamente S-2-5-2. y | % $ 25 a E 34 : El frances tiene otro par mas de sonidos silbantes que faltan completamente al castellano a saber /- 7. Estos sonidos se pro: ducen de una manera semejante como la s-2; solo que la punta de la lengua se levanta mas para la /, i la estrechez es ménos an: gosta en la / que en la s. La s castellana de Madrid aludida la nota del $ 24 está entre la s ¡la / francesas. Este soni siempre se escribe c/ en frances. Téngase cuidado que los ni: ños no pronuncien la ch castellana (en nuestra trascripcion en lugar de la francesa /. El fin de la c castellana como en m chacho es semejante a la f francesa pero la c castellana princi - pia con una oclusion completa ino se puede prolongar sin al. terar el sonido; la f del frances (por ejemplo: champ /a,, sachant sa/a, sache saf) es un sonido puramente fricativo que se puede prolongar como la s. Ejercítese s-/“s-f con sonidos bien largo 4 Como la z no es mas que una s con voz, asíla ¿ es una / co voz; ejemplos: je z2, jamais ¿ame, gens ja,, sage sa:j, agé arje. En la pronunciación vulgar de Chile la + fuerte a veces: pronuncia con un sonido semejante a la ¿:izosa, pejo en vez d r:osa, per:o. En otras partes, como por ejemplo, en Buenos Aire la // castellana se pronuncia como z: r:0¿0 en vez de rollo, Tan bien en Chile la y castellana a veces se inclina a una clase de ¿ débil. Evítese que los niños digan y en lugar de y; ejercitese 532-3(1) $ $ 26 A rresponde mas o ménos-a la y castellana ia la // como se pro=- (1) En lugar de la punta de la lengua tambien la parte anterior de, su | dorso puede producir la estrechez necesaria para la fi z; la punta queda ens | tonces sin accion de tras de los dientes inferiores. Para el sonido frances: puede considerar como indiferente, cuál de la dos articulaciones se prefier LA FONÉTICA 859 “puncia en el centro de Chile sobre todo despues de ¿ como en omartijo en vez de 2narizllo. El sonido frances es un poco mas =fricativo que la y chilena. La 7 ocupa con relacion a la z el mismo lugar como la zv con relacion a la 1; se alcanza la / si se exajera la estrechez dorso-mediopalatal de la ¿(1). La 7 fran- cesa siempre tiene voz. El sonido correspondiente sin voz es la jota castellana tal como se pronuncia en Chile antes de e, 2: jente, hijito en nuestra trascripcion gente. 2c2to (2). Este sonido se encuentra en frances solo accidentalmente (véase mas abajo $ 36). S 27 La diferencia que las gramáticas establecen entre la % omuuetten la “h aspiréen segun las mismas gramáticas no se re- ficre a la pronunciacion; es decir, todas las 4 de la ortografía francesa son mudas. Antiguamente, hasta el siglo XVII, las aspiradas eran verdaderamente aspiradas, pronunciadas como "consonante, mas o ménos como hoi en ingles i aleman. Esta pro- nunciacion se conserva completamente en la Normandía. En la -—pronunciacion parisiense en todo caso la /% aspirada, aunque no sea pronunciada, tiene todavia todos los efectos de una consonan- te, a saber, las vocales que se eliden ántes de principio vocálico, “no se eliden ántes de / aspirada: l'amz, l'heure (con h muette); le héros; las consonantes finales que se pronuncian ántes de principio vocálico quedan mudas ántes de / aspirada como án- tes de otras consonantes: les amis, les heures, les héros pronuncia- dos lez-ami lez-o:r le ero. Este estado es evidentemente absurdo, 0 la / es consonante, i entónces se pronuncia /a hero, le hero, o la h es muda, i entónces se debe pronunciar /-ero, lez-ero. Passy 1 "Littré recomiendan lo primero. El lenguaje vulgar ya se incli- na a esta última manera; pero ni en el lenguaje familiar ni en el (1) En lugar de esta ¡ en el sur de Francia hasta hoi dia se pronuncia Á el sonido lejitimo de la // castellana. Como Paris i todo el norte siempre pronuncian / seria afectado emplear en francés para «la / monillée» el sonido antiguo de la //, aunque L1ITTRÉ lo recomienda con mucha insistencia. (2) En España misma este sonido siempre tiene el sonido de + como en Chile solo antes de a o 2; allá se pronuncia pues aj¿ con el mismo sonido de la jota como hija: xente, ixito como axo (aro). 860 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS estilo elevado la / ha dejado completamente de pronunciarse como lo creen muchos franceses. Entre dos vocales completas de las cuales la segunda es acentuada se oye muchas veces u 12 lijera aspiracion... aunque no haya ninguna / escrita: (la honte) la h3,:t, (lá-haut) lalo, (trahir) trahi:r, (féau) Aeho, (Baal) bahal. Recomendamos pues la pronunciación de la % en casos, como La honte, la-haut; pero mejor es suprimir completamente la as- piracion que proferirla demasiado fuerte. En ningun caso es to= lerable sustituir la lijera friccion del / entre las cuerdas vocales por una friccion fuerte entre el dorso de la lengua i el velo | palatino como en la jota castellana (+), falta mui comun de los chilenos cuando hablan el ingles o el aleman. En las trascrip-' ciones indicaremos con / cada % aspirada, dejando la pronun- ciacion o supresion del signo al gusto de los profesores. $ 28 La / del frances es mas o ménos el mismo sonido que la Z pa castellana. Al fin de la palabra, despues de otra consonante, es- te sonido pierde la voz que regularmente lo acompaña, se pro= nuncia pues (table) zabl, (peuple) pa-pl. En el lenguaje popu=- lar, i muchas veces tambien en la pronunciacion de la jente. culta, se pierde la / por completo en esta posicion. Pero si se n=. clina la última sílaba de tal palabra a la vocal con que principia la palabra siguiente, o si se pronuncia la e muda final como e sorda (2), el sonido de la Z queda inalterado: (la Bible entiére) la bibla tje:r, (les Fables de Lafontaine) le apio lafa tem o le. fab de lafo ten. a La r del frances jeneralmente no es tan fuerte como la' " fuerte del castellano ni tan débil como la y débil de esta len= gua, que comunmente, por lo ménos en la pronunciación chile= na, consiste en un solo golpe de la punta de la lengua contra. los alvéolos. La r francesa debe ser vibrada pero no tanto como la + fuerte castellana. Especialmente hai que cuidarse de emplear en frances al principio de la palabra una r fuerte: como vulgarmente se pronuncia en Chile, que tiene un sonido semejante a la , francesa. ! La r lingual lijeramente vibrada no es el único sonido 108 LA FONÉTICA 861 frances que corresponde a esta letra. En París i en todas las ciudades grandes de Francia prevalece o reina esclusivamente una r que se produce por vibraciones de la campanilla (indicada en nuestra trascripcion por 4). Tambien esta r debe ser lijera- mente vibrada. Los parisienses a menudo la sustituyen por un sonido puramente fricativo sin vibracion entre el dorso de la lengua 1 el velo palatino posterior con voz q, sin voz x (el soni- do de la jota castellana pero articulado mas atras, cerca de la campanilla). Sí se pronuncia r lingual como en la mayor parte de Francia fuera de las capitales, o r uvular como en estas, es indiferente sobre todo porque en el estilo elevado (por ejemplo en el Théátre Francais) aun se prefiere la r lingual. Al fin de la palabra despues de consonante la r pierde la voz segun las mismas leyes como la /: (offre) >fr, (libre) ¿zbr; pero (le libre-échange) /a l2brefa,.;; (des livres 'enfant) de l2.vra d-afa, o de l¿:U d-a:fa. "El pueblo en Francia, dice Passy (1) comunmente dice +, pre: (un prétre), di sid (du cidre); pero tambien los instruidos dicen jeneralmente no solo kaf person (quatre personnes), sino tambien af a :fa, (quatre enfants)n. S 30 Las consonantes nasales del frances 72, 2, gu no presentan dificultad a los castellanos. Solo hai que pronunciarlas siempre mui perfectamente, tambien cuando acaban la diccion. La 12 i la mn del frances son exactamente los mismos sonidos como en castellano; la 27 corresponde a la % í se puede pronunciarla exactamente como este sonido castellano, aunque muchos fran- .ceses la pronuncian tocando con el dorso de la lengua al pala- dar medio, lo que le da un sonido que está entre la 2 i la y del ingles i aleman sey, zan, del castellano b/asco blayto. Al fin de la palabra despues de consonante sin voz la 22 pierde tambien la voz: (rhythme o rythme) 7ztm (rhumatisme) IUÚIMAÉISIA, (1) Véase la nota en BEYER und Passy LElementarbuch des gesbrochenen Franzósisch, p. 87. 862 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS INFLUENCIAS MÚTUAS DE SONIDOS VECINOS S 31 El enlace Muchas palabras francesas tienen dos formas que se distin= Fl guen por la pronunciacion o la supresion de una consonante final. La mas antigua de las dos formas es siempre la que con- serva la consonante final; esta forma se emplea solamente ántes ' de otra palabra íntimamente unida por el sentido icon princi-- j pio vocálico. La forma mas corta es la forma que se emplea en todos los otros casos, es decir, ántes de palabras con principio * consonántico, en la palabra usada aisladamente i en todos los casos cuando la palabra que sigue no es unida íntimamente con la anterior por el sentido de la frase. Este estado singular — es el efecto de una lei fonética que ha rejido en la lengua fran= cesa desde muchos siglos. Segun esta lei se perdian en los gru- pos de consonantes mas o ménos completamente las primeras; miéntras que estas mismas consonantes no se alteraban, si. estaban ántes de vocal siguiente. Igualmente se perdían las | consonantes finales en la palabra aislada. Solo mui pocas con= sonantes eran toleradas ántes de otra consonante i al fin de la. ¡ palabra, por ejemplo la 7. Se pronunciaba en el siglo XII (les maisons): les maizzns; (les espées):.les espeas; mas tarde se per=" dia la s final i la s ántes de consonantes, miéntras entre dos : vocales la s subsistia; de tal manera /es mazzzns se alteró en le * mez?,, les espeas en lez epe. La misma cosa sucede actualmente en el lenguaje vulgar de Chile; la s se pierde mas o ménos completamente al fin de las palabras i ántes de consonante, de manera que el plural de (el niño) se pronuncia lo(he) miño(lo), de (el hombre) los ombre(%). Es claro, pues, que científicamente, ' se debe decir: el plural del artículo definido en frances es lez, 4 la z final de esta palabra se pierde ántes de consonante; i noz. el plural Je toma una z ántes de vocal siguiente. Indicando en un diccionario la pronunciacion de una palabra francesa. es conveniente dar la forma completa i poner entre parénsis. la LA FONÉTICA 863 consonante final que se suprime si no sigue vocal, por ejemplo (grand) gra (£). En cuanto al empleo de las formas completas rije la regla jeneral que el enlace se encuentra únicamente entre dos pala- bras íntimamente unidas por el sentido, especialmente si la palabra determinante precede a la determinada. Se distinguen dos clases de palabras í casos; las.de la primera clase estan siempre en enlace con la palabra que sigue; las de la segunda sc emplean en la forma completa solamente en el estilo litera- rio i clevado. Suprimir la consonante del enlace en la primera clase casi siempre se debe considerar como incorreccion del lenguaje; emplear el enlace de la segunda clase en el estilo fa- miliar es afectado. Las gramáticas jeneralmente no distinguen entre estas dos clases ¡ recomiendan el enlace del estilo elevado como uso comun ordinario, lo que, como queda dicho, es afec- tado. Es verdad sin embargo, que hai un cierto número de pa- labras i casos en que el enlace es voluntario i depende del gus- to del que habla. S 32 1. Enlace forzoso El enlace forzoso se encuentra (1): 1) entre el artículo i el sustantivo o el adjetivo que le sigue: le ljo, (les lions) JZez-urs (les ours); e, gars», (un garcon), en-2m (un hemmo); le b7, garsy, (les bons garcons), dez-otra fam o lez-ot fam (les autres femmes). 2) entre el adjetivo 1 el sustantivo: le gra, lja, (le grand lion), le gra t-urs (le grand ours); do 2, gars7, (deux bons garcons), do d9,2-a,:fa, (deux bons enfants). 3) entre el numeral i el sustantivo o el adjetivo: do pom (deux pommes) dóz-9ra,:¿ (deux oranges), 2riva gro:S (1) Enumeramos solamente ejemplos de palabras que tienen dos formas; pero es claro que palabras que siempre terminan en consonante pronuncia- da tambien se enlazan, uniéndose la consonante final con la vocal siguiente: úin lety mal-ekrit (une lettre mal écrite). 864 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS be:t (trois grosses bétes), trwaz-ensrmoa be:t (trois énormes bétes). | 4) entre el prononbre (adjetivo) posesivo o demostrativo i 3 el sustantivo o adjetivo: | 3 119, ne (mon nez.), 119 1-9re:7 (mon oreille); sa bo fual la (ce bean , (nous venons), nuz-ari:0s, (nous arrivons); 9, krava. 3 (on croit), 2,1-espe:r (on espere); ¿-a, vó (Jen veux), ¿-an-e (Pen ai); tambien se encuentra el uso correspondiente con el pronom-= | bre (il), que en estilo elevado siempre se pronuncia z/, pero en es- tilo familiar jeneralmente, pero no forzosamente, Zántes de con- sonante, ¿/ ántes de vocal: la / de (elle) se suprime jeneralmen. te ántes de doble consonante, z vzva (il voit), 24-a:ta, (il cn <-2 vÚ pa (elle ne veut pas), el-an-a (elle en a). ; | 6) entre el verbo i el pb personal (incluso en e y): 9.4-1 pu:r? o 91-11 pe:r? (ont-ils peur?) Como todas las terceras personas del plural i la mayor parte de las del singular acaban en í, la pronunciación del pronombre (il, elle, ils, elles) en la pregunta por analojía siempre ha aceptado la forma 722), te(2); iesta pronunciacion se espresa por la ortografía -£-: zl-a-vi (11: a vu), pero at-¿-vi? (a-t-il vu?) 2(2) don (il donne) pero dom-t-¿l (donne-t-il). Igualmente se procede ántes de ez e y con los pocos imperativos que no acaban en s; segun el modelo de pra,-za, H (prends-en) se dice vaz-a, Jerfe (vas en chercher) (2), vaz-é (vas-y); gardz-a, (gardes-en) etc. 7) entre el adverbio i el adjetivo, participio u otro adverbio: treda (tres bon), trez-1itil (tres utile); d7e, fatige (bien fatigué), be 2-a.nyzé (bien ennuyé); 2l-a parle mue fo:r (il a parlé moins fort); 2l-a parle mwez-e solama, (1l a parlé moins insolemment) 3) 8) entre la preposicion i el sustantivo: Sa, pe, (sans pain), sa,s-arjza, (sans argent) (4). (1) Ce, cet es uno de los pocos casos en que la ortografía siguió el desa- rrollo de los sonidos; en frances antiguo se dijo cesf para las dos formas, — (2) Muchas gramáticas recomiendan va en chercher, porque en es comple= mento, de chercher, no de va. | e j (3) Los adverbios en -ment -114, no tienen enlace con la vocal siguiente en el lenguaje familiar. 1 (4) En varias preposiciones se descuida a menudo el enlance en el estilo po 108 LA FONÉTICA 865 9) entre la conjuncion guand (a (£) i la palabra que sigue Ra -1-S $7, reveje (quand ¡ls se sont réveilles). 10) entre las formas /i¿ e(z) (tu es), z/ e(£) (1l est), z so (2) (ils sont) i la palabra siguiente, aunque no sea pronombre: ¿il es-2sí (tu es ici), el-el-arz.ve (elle est arrivée), 2-59 1-a lekol (ils sont á Pécole). Pero este enlance no es forzoso en el len- guaje familiar. El enlace de otros verbos en la misma forma- cion pertenece al lenguaje literario i elevado; familiarmente se dice: ¿il UJe 252, nO ¿ii UVJez 257 (tu viens ici), 2 va l-ekol no 2l voz a lero! (1ls vont a Pécole). $ 33 Enlace voluntario II. El enlace voluntario, empleado rara vez en el estilo fa- milíar, pero frecuente i hasta obligatorio en el estilo elevado se encuentra: 1) entre el verbo ausiliar í el participio: ¿avez (J'avais eu). 2) entre la preposicion i la palabra modificada (véase 023, 9): avat-e, mua (avant un mois). 3) entre el adverbio i la palabra modificada (véase $ 32, 7): a, disku:r suva t-9psteti:r (un discours souvent obscur). 4) entre el verbo 1 sus complementos: ala-irot-a la kapañ (ils iront a la campagne); vu sutonez- 112 move:z te:z (vous soutenez une mauvaise these). 5) entre el sustantivo i el adjetivo que sigue: e, braz-asaglate (un bras ensanglanté) (1). 6) entre el sujeto sustantivo i el verbo: la siikesez-ar2:U la t(o)Jma, (le succes arrive lentement). 7) entre la conjuncion i la palabra que sigue: Mez-9, 12 l-egzt:, pa (mais on ne l'exige pas). familiar, por ejemplo: aprés, avant, devant 1 otras; sans, sous, dans, chez se enlazan casi siempre. (1) El estilo familiar emplea este enlace casi solamente si se trata de plurales: dez->13-e depa da, (des hommes indépendants). Ta E dle sx di P AAA A 20 N p y de Ju d A o 866 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS $ 34 Pronunciacion de la consonante enlazada La pronunciacion de la consonante enlazada no corresponde siempre a la letra escrita, ni todas las consonantes finales que en la palabra aislada son mudas se restablecen en el enlace. Hai que observar principalmente las reglas que siguen: 1) six se enlazan con la pronunciacion 2: lez-ami (les amis), doz-ameí (deux amis) (1). 2) La f del numeral ez se enlaza como v: ¿l-a noev-a, (il a neuf ans) (1). 3) La y final se enlaza como 4: e lo k-espiva:r desí (un long espoir décu) (2). 4) La d final se enlaza como ¿: e, grat-ekrive, (un grand écrivain), e, feko t-espre (un fécond esprit), ata t-¿l (entend-il) (3) pero e, frwa ekstre:m (un froid extréme), véase $ 33, 5. Las palabras nord-est, nord-ouest, sud-est, sud-ouest se pronuncian jeneralmente: nordest, nordiwest, súdest, siidwest; los marineros suelen decir 297e, 197 1e, SYe, SiirWe 1 tam- ; bien siúrwva. Las palabras que acaban en 7d, rf se enlazan por medio de y: e, su:remae (un sourd et muet). | 0 5) Despues de vocal nasal ¿ip no se enlazan; y se enlaza como % solo en las palabras long, sang, a Jeneralmente se enlaza. a co 31 REO 6) Los sustantivos en and, ond, end nunca se enlazan; los en ant, ont, ent rara vez 1 solo antes de sus adjetivos: (2, marfa, (1) Esto corresponde completamente a la regla que S entre dos vocales se pronuncia con voz =2. La x final del francés no es mas que mala cos- tumbre ortográfica, en francés antiguo se pronunció 1 se escribió. s0 a donde hoi se escribe +. 4 (2) En frances antiguo cada 7, e] £ final se cambiaba en a ds 7 5 antes de vocal se conserva la v primitiva de 2euf. ] 3 (3) El frances antiguo siempre escribe Jonc grant 1 asi se pronuncia hast: S hoi dia, aunque la ortografía del masculino ha aceptado la consonante del femenino. ! 0 deosaomisios nd pino LA FONÉTICA 867 A Cetra ¿e (un marchand etranger); «en aja, etra: ¿e mas usado que E 4 en aja tetra. ;e (un agent étranger). 7) Las vocales nasales se enlazan casí solamente en las palabras ex, on, un, mon, ton, son, bien (como adverbio) i 72em antes del verbo. El uso vacila entre dos pronunciaciones: o se pronuncia vocal nasal mas 2: 112,1-amit, (e,1-9111, O se pronuncia vocal pura mas 2: 2092-amz, cen-211 (mon ami, un homme); al- “gunos pronuncian zim-912 en vez de (2.2-91 O (en-21,; esta pro- nunciacion no se recomienda. 7) La terminacion -er, -2er pronunciada -e,-7e nunca se enlaza en estilo familiar. El estilo elevado pronuncia er al fin de ad- jetivo ántes del sustantivo i al fin de los infinitivos en er: le 'pramjer 93m, emer-a- zuer-e a bwar, mas usado: la pramje 931, eme a we e a bwar (le premier homme, aimer a jouer et a boire). $ 35 La e sorda i muda La pronunciación o supresion de las e 2muets es uno de los «capítulos mas difíciles de la fonética francesa. De antemano hai que advertir que es completamente anticuada la regla, aun conservada en muchas gramáticas, de pronunciar todas las e mudas en la poesía. Aunque estas e se cuentan todavía en la "métrica, los mejores actores del 7 hé4tre Francais ya no pro- 'nuncian los versos de otra manera que la prosa. Pero ni en la prosa ni en la conversacion de todos los dias se suprimen todas Tas e llamadas mudas. Si se pronuncia o no una e, depende únicamente de las consonantes i vocales que se encuentran en las sílabas vecinas. Por esto la misma palabra, la misma sílaba “se pronuncia con 21 sin 2 segun su posicion en la frasc. En jeneral, la lengua francesa no admite tres consonantes | consecutivas, sí la primera o la última no es7, /, vw, y, 0 7. En Nh r . . . llos otros casos se pronuncia jeneralmente, aunque no siempre, ¡2 sorda entre dos de estas consonantes i al fin de una palabra; por ejemplo: 2-s porta b7e, (il se porte bien), 2-2 resta pa 252 (1l ne | Yeste pas ici) mas usado que: 2-s part bje,, ¿-n Yest pa 152. Esto su- “cede especialmente al fin de palabras que terminan en 0/ br etc: 368 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS lo paplo fra:se o la pap Jfra,:se (le peuple irancaise); díne a tabla d-0:t (diner á table d'hote); así se dice regularmente: faro (Charles XID), sihsta-Re, (Sixte-Quint), porta-kle (porte- «E 1 otros. $ Al fin de la frase se agrega a menudo 2 despues de dos con sonantes pronunciadas: s-el-¿sí -1 resto (c'est ici qu'il reste). La misma regla fundamental se observa si se encuentran jun- tas varias de las palabras Je, me, te, se, le, ne, que, de, a las cuales. se pueden añadir sílabas con 2 como las primeras de r2garde (re- garder), ¿ote (jeter), lave (lever), vanú (venu), etc. La 2 de estas palabras se suprime si la consonante se puede inclinar a una vocal que precede. De dos tales sílabas se conserva segun la re= gla jeneral la primera, de tres la segunda, de cuatro la primera i tercera, Grupos de tres consonantes se permiten en medio de la palabra, grupos de dos al principio, supuesto que la última: consonante sea /, y, 0, 4, 7, 1 aun a veces sin esta condicion. sá l dice pues: | Bo al ragarde O £- rearde (11 regardait); | am ragarde ("homme regardait), nu-rgard), as regardons);. ¿9-1-dí (je le dis), ¿o-/ vwa o ¿-lo vwa 40s le vois); ¿tal di:re (je te le dirai); jo-t la rokmad o ¿-t9-l rokoma,d (je te le recommande); 4 - En muchos casos hai varias pronunciaciones igualmente bue- nas, pero en la mayor parte el lenguaje se decide solamente por una o dos maneras. Hai que aprender el uso correcto por la observacion de nacionales que hablan bien i especialmente por el estudio de las trascripciones interesantes de PASSY i otros en las obras mencionadas en la nota del $ 5. El que se interesa y, el asunto debe consultar tambien el artículo de M. CH. LE QUE, Des Enclitiques en francais en la Revista Phonetische Sín dien 1, 3 A S 36 La asimilacion vocal i articular Yo llamo asimilacion vocal la lei importante que rije la arti- culacion francesa, segun la cual la consonante final de una pas LA FONÉTICA 869 labra toma o pierde el son de la voz en conformidad con la consonante que sigue. Es decir, la primera de dos consonantes se pronuncia con voz, si la segunda tiene voz; la primera se pro- nuncia sin voz si la segunda no tiene voz; pero si la segunda consonante es 222, 2, %, l, 1, y, 20,7, la segunda pierde la voz mas o ménos completamente si la primera se pronuncia sin voz. Ejemplos. ¿ue-d di:r en lugar de ¿-ve-1 di:r (je vais te dire), sa-3 dí en lugar de sa-s dí (cela se dit), tí fra 07]e-t ta te:r (tu feras bien de te taire), bo:f potí en lugar de po:vra pí2)tt (pauvre petit). Jeneralmente bastará indicar por medio de un tipo redondo la letra que de tal manera toma o pierde voz a causa de sus ve- cinas, de modo que t se pronuncia como d, d como í, v como f, f como v, etc. Se pronuncia pues e, Raje-d papje casi como e, kaje-t papce (un cahier de papicr), din ta:s de Rafe como fa:2 da (une tasse de café). En las consonantes 12, 2, l. y, y, w, 7, des- pues de consonante sin voz ¡1 en la 7 i/despues de cualquier conscnante esplosiva al fin de la palabra, solo notaremos la falta de voz en casos especiales. Las reglas tratadas en los párrafos 35 i 36 son de suma im- portancia para entender la pronunciacion corriente de la con- versacion i su dificultad está exactamente en el empleo idio- mático que es bastante fijo, aunque las reglas no se pueden dar sino de una manera algo vaga e indecisa. Cuanto mas rá- pido es el lenguaje tantas mas abreviaciones í asimilaciones vo- cales i articulares se encuentran. Asimilacion articular hai cuando una consonante cambia por asimilación al lugar de la articulacion siguiente; p. e. 21m plit me:z9, en vez de ¿in ptit me:z9, (un petite maison). Damos en | seguida algunas de estas formas coloquiales, segun las trascrip- ciones de PAUL PAssy. wea tú vi st-21m la? (ou as-tu vu cet homme-la?) ne pa! a mote tre ho! pur j¡-art:ve!, (je n'ai pas a monter tres haut pour y arriver). ekri le! si-l tablo nmauva:r! (écris-le sur le tableau noir!) 9n vwa ¿a'me-l sale: mas rapidamente: >, n-wa jame-l sale.j' (on ne voit jamais le soleil). | TOMO LXXXII 58 870 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS j-am-a-t tut le kule:r, (il y en a de toutes les couleurs). si UN ple O s]u ple, Se vous plaít). - 3 ja rje, kira, osí ero-g deed bo, (il ya rien qui rend aussi heureux que d'étre bon). E - purkwa' es ka tii-n l-a-pa ra pli? -purkwa' -ska tii-n l-a pa va pli? purkwal -k tú l-a pa rapli? purkiva!-s til la pa ra, pli? | ages est-ce que tu ne Pas pas rempli?) : 3 d vawalal(vla) bje, tag jon t-e vii, (voila bien longtemps que ] SE tau | 3 kei do! es ki due Pamne!? O kido!-s ké... 0 ido! kt... (qui donc est-ce quí devait l amener?) | - Fuertes asimilaciones articulatorias i contracciones hai en 3 casos como: | | E sa tomomal (ca tombe mal); dil VEN malaga (du vin de Ma- q laga), din l2y me, (une longe moin). ] vVeddo, Vendo, venddo=(vingt-deux). ve ltrWa, ventriva, venttriva, venttriva=(ving-trois). s-e Syt-g vu vwaje, (c'est celui que vous voyez). GS o Ji = (e suis jui estero! din tit let(r), (¡e lui ai écrit une petite luto -s-tre!: dro:l!, (est tres dróle). k=e-s ko tú fedo, la!? her tú fe do, la? Rkes tii e do la?, s- sue do, la'? (qu'est ce que tu fais donc lá?). ta, tii! s-keo f-te de'? (entends tu ce que jee dez) t:a.:2a ta, (de temps en temps). seta dior”, sta dir, tadi:r, (C'est á dire). Tales formas se uellea oir todos los dias en la conversacion de jente bien instruida, i no son de ninguna manera mula mos. Aunque en la éscuela no seria conveniente miraslas como” modelos, sin embargo el profesor tiene que conocer estas formas: i será útil mencionarlas en la clase si se presenta la ocasion. y (Continuará) aia | RODOLFO LENZ . Profesor de lenguas modernas en el z E: Instituto Pedagój;¡co. => o (e a. aos Lenz, a eneral. Aienles Superiores. labio superior. pared o arinjeal ME, a. Lorte mediano de los Organos de la boca. ML. Toyeccionsobre el plano de- entes UL. Le glotis - a abrerta para la respiracion - bh. estrechada para la h- glés ¿ aleman.- e. con oclusion dela parte interligamentosa pora ed, cuclucheo- 7 y HA . ' . >, ¿e yA ue á dr) ¡2 e A 4 DO anrrorrrrrarorcceces dede dede ÓN S E posos roo ooo. z AOSTA PLE S II A MON 1 oc A) 0 A LA QU A RA A LU A A A E (LR A A GO LC AL AL A SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO MAS CONVENIENTE PARA REPRESENTAR EL MAPA : E CIENDIE: :00%00: Se puede considerar el territorio de Chile como comprendido, -mas o ménos, entre los paralelos 18% i 56% de latitud sur. Si se toma como orfjen de las lonjitades el meridiano de Santiago. se encuentra que, a las diversas latitudes, las lonjitudes tienen Jos Mímites siguientes: | o ¿Latitud Limtoestióno de tonjitud 180 A EST aa y a no dE ce 20 2,5 " 30 pi ¡AMO Este 34. : MN 38 O A AD A 50 ) O 54 2,5 és Con estos datos, se va estudiar cuál de los dos sistemas de desarrollo (el policónico o el del estado mayor francés) da l menores deformaciones, 8;2 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS En estos dos sistemas, los paralelos de la esfera terrestre representan en el plano por medio de circunferencias, el : ridiano central del mapa se representa por una recta, ¡ la def r macion de las distancias lineales o de largo en el sentido de 1 los paralelos es nula. 3 Para comparar los dos sistemas de desarrollo, 'supondre la Tierra esférica i tomaremos su radio como unidad de a Jitud. PRIMERA PARTE Fórmulas joneralos Sean x, y las coordenadas de un punto del plano que corres» ponden a un punto de la Tierra de latitud A i de lo respecto al meridiano culo Se puede escribir: S r=f (A 1) da $ (A, y) Sea ds la distancia e dos puntos infinitamente próximos bre la esfera i ds” la distancia de los puntos correspondier en el plano, Estas distancias satisfarán a ecuaciones como las siguientes: E ds=AdA?*+2Bd2dY+Cdy? di=A de a S Se sabe que, sobre la esfera, se tiene: Á=I1 > B=0 C=cos?k | En el plano se tendrás dy IN = Eo al Br dx 2 ay dx dy "dx dy clar) 3) ea 3 SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO 873 Para obtener la deformacion de largo en un sentido determi- ds nado, al rededor de un punto, se calculará la razon = que se | refiere a esta direccion. Por ejemplo, en el sentido del paralclo, 14 7 - / - Ys se tone i en el señtido del meridiano: E e Como lo hemos dicho mas arriba, 1 como se demostrará mas adelante, la deformacion en el sentido del paralelo es nula, es decir que, enlos dos sistemas de representacion que se van a considerar, se tienc (*=C. Supongamos que se nalla: ) E La detormacion de largo en el sentido del meridiano, será representada por a, pues esta cantidad queda siempre mui pe- queña cuando se trata de la representacion jeográfica de un pais. ¡| Un círculo infinitamente pequeño, trazado alrededor de un punto de la esfera, será representado en el plano por una elip- se infinitamente pequeña. Los ejes conjugados de esta elipse, segun el paralelo i segun el meridiano, serán respectivamente: 1 1 I+a, sí 1 representa el radio del circulo elejido sobre la esfera. Sea ahora 90—e el ángulo que hacen entre sí estos dos diá- metros conjugados, se halla: PE DANA CHA Br Si se quiere conocer la deformacion máxima de los ángulos, se busca el ángulo que hacen los diámetros conjugados iguales de la elipse. Sea 90?—«¿ este ángulo, p será la deformacion máxima de los ángulos. Se obtiene, por medio de los teoremas de Apolonius: p=xV/u?+e? Para obtener la deformacion máxima de largo, se calcula el | eje mayor de la elipse representativa por medio de los mismos teoremas. Si se designa este eje por la espresion 1+8 se halla; EZ E e 874 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 8 será la deformacion máxima de largo. Finalmente la deformacion de las superficies se obtendrá por medio de la razon: AE: ES Br? VAC=BE o bien en el caso presente JA C ES BR COSA Apliquemos estas fórmulas a los dos sistemas de represen- tacion. Sistema policónico Sean (fig. 1): OP el eje de rotacion de la Tierra; EE” el ecuaHl dor; PE el meridiano central adoptado; 17 un punto que se | quiere representar en el desarrollo; BZ el paralelo de este | | ' ! Fig. 1 punto. En £ se traza la tanjente al meridiano principal hasta su encuentro con el eje OP, en el punto“ 4. Para fijar la posicion 17” del punto en el plano, se consideran dos ejes rectangulares OX, OY; el eje OX representa el des- SOBRE EL SÍSTEMA DE DESARROLLO 875 e rrollo del ecuador i O Y el meridiano central; si A es la latitud -M, se toma OB'=2 ¡i en seguida 2'4/=BA; la circunferen- e centro 4” i de radio 4'B”, representa el paralelo de M. : toma en seguida sobre esta circunferencia un arco P'M' 1al al arco 2.1. Sean entónces, y la lonjitud de 1 respecto al meridiano cen- , 0 a ángulo y5d = M"; xr e ylas coordenadas de M':se tiene, x=cotg h sen O y=A+cotg A (1—cos 0) 0 =vY senA Para aplicar las fórmulas establecidas mas arriba, calcularemos as derivadas parciales de 1 e y respecto a A i y, se obtiene: DA sen Q A IP sen A * isc dx Ea Bcos A dy 1—COs O cos? A dk sen? A des 0 enA Ae : a +senÓO cosA De estas ecuaciones se deducen los siguientes valores: + z 2 (1—cos 60) cos? A ada a cost A ve cost A Mos" sen*tA 3 sen? A bl cos? DI b'= sen A=sen O E sen? y ) C'=cos* A TO = Br? _ 1=cos Bicos* A cosA sin? A Como el ángulo y queda pequeño, se puede simplificar estas pr esiones. Si se desprecia yY*, se tienc: A E COS AN. 3 BZ E-sen AN icos e A 6 n= COS A ABE y? A COSA COS 2 E 876 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Se ha designado por 90—e el ángulo que hacen entre paralelo i el neridiano, se tendrá aquí: B' y ; SAC 6 senA cos? A Se pueden ahora calcular las deformaciones o alteraciones que sufren los diferentes elementos de la esfera en su representaci n sobre el plano. 3 1.2 ALTERACIONES DE LAS DISTANCIAS LINEALES a >. p0 ha obtenido: 4A'=1+wy* cos? Li como A Ese ¿edil A' : EA 1 + y? cos? 4 =1+2a Luego: : . 2 a= + costa Esta cantidad representa el aumento de largo en el sent del meridiano. | 3 Se tiene tambienmb.=6, luego las distancias se conservan el sentido del paralelo. i 2.0 ALTERACIONES DE LOS ÁNGULOS se 4z designado por Joe i se a : A E sen A cos? A. Tal será la deformacion del alo recto que hacen 108 dianos i los paralelos. : La deformacion angular máxima se ha designado por o ha obtenido: p=V at +? SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO 877 Como e es de órden de Y? se tendrá simplemente en el caso : presente: $ a cos? A 2 | De la misma manera el aumento máximo de las distancias es dado por la fórmula: o A Aquí se tendrá simplemente: | B=a ¡[pues e es de órden y? 3. ALTERACION DE LAS SUPERFICIES El coeficiente de reduccion de las superficies es: AEB ap COS A cos A 2 Por consiguiente, las superficies son aumentadas en la misma | proporcion que las distancias lineales contadas en el sentido del meridiano. ¡En el cuadro siguiente se aplican, al mapa de Chile, las fór- “mulas obtenidas. I eformaciones o alteraciones máximas producidas por el sistema de representacion policónico en el mapa de Ohilo Las distancias lineales, contadas en el sentido de los parale- los, se conservan. La columna a da el aumento de un largo igual lelos i los meridianos; en fin la columa g da la mayor alteracion MS TOMO LXXXII 59 878 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 3 de un ángulo recto. Todos estos datos se refieren a los límites > E estremos del mapa z EPR AES ue 180 0,0003 a” 4 22 0,0008 1 e 26 0,0008 I 3 30 0,0003 O I 34 0,0002 O I 38 0,0012 3 4 42 O,00IO 3 3 46 0,001 5 Ó 5 50 0,0016 7 5 54 0,0003 I I Este cuadro muestra que el ángulo que hacen los meridianos con los paralelos queda casi rigorosamente recto en los límites del mapa, pues la mayor deformacion llega a siete segundos. Sistema del estado mayor frances En este sistema se elije el paralelo medio del pais como pa- ralelo central del mapa. En Chile se elejiria el paralelo de 37% de latitud sur. Sea, (fig. 2) en el plano, OY el meridiano central, OX una SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO 879 l esfera terrestre; el punto 4” se toma por centro de todos los paralelos en el plano; de. manera que para representar un unto 17 de la tierra se toma OB” igual a la latitud de este unto, se describe una circunferencia de centro 4” i de radio | A B' i se trae sobre esta circunferencia un arco 5'MZ” igual al arco BM del paralelo de Y. Sean: A la latitud de 17; Y su lonjitud respecto al meridiano central; A,, la latitud del paralelo central i 0 el ángulo B'4'M”. -Sixe y son las coordenadas de 17” 1 r la lonjitud 4'B” se tendra: x=rsen 0 Y =2MXn +COtg Am —7 Cos O Y= Am +COtg Am —A Ao ya A De estas fórmulas se deduce: cos h dy dx e —sen 0 +08 cos 8 —y cos O sen A pa Y Pp =sen 0 cos pa =co0s 0 +0 sen 9— y sen OsenA En seguida se obtiene: . E ) B'=wv cos MS —sen ») SUECOS A JA CBR a Esta última ecuacion muestra, como era evidente a priori, ue las superficies son rigorosamente conservadas en el des- rrollo, 380 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Se tiene ahora: | | De cosA SIHOBR EA NN Se obtienen así las siguientes deformaciones: 1.2 ALTERACIONES DE LAS DISTANCIAS LINEALFS Se tiene cosA pa —senA) =1+20 ARA es Luego: | j EE sen ») Esta cantidad es el aumento de leen en el sentido del me ridiano. ] Como C*=C se ve que los largos se conservan en el sen del meridiano. La deformacion máxima de largo es representada por: AS La : B= En este caso se podrá representar simplemente por: B => Es e A —sen ») 2 Pues a es de órden y? 2.2 ALTERACIONES DE LOS ÁNGULOS El ángulo que hacen el meridiano i el palo a de un siendo 90“—e se tiene: (tal SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO 881 La deformación máxima ¿ es dada por la fórmula: p=N arte? Se ve que se confunde aquí con e. 3.2 ALTERACIONES DE LAS SUPERFICIES , Estas se conservan en el desarrollo. Formaremos el cuadro de las deformaciones máximas. Deformaciones o altoracionos máximas producidas en ol mapa de Chi- lo, por el sistoma de roprosentacion adoptado por el Estado Mayor francos Los largos contados en el sentido de los paralelos son con- '"servados. La columa a da el aumento de un largo igual a uno, “contado en el sentido de los meridianos; la columna 8 da la alteracion máxima que pueden sufrir los largos; la columna € da la alteracion del ángulo que hacen los paralelos í los meri- dianos, esta alteracion se confunde en este caso con la alteracion mayor de los ángulos ¿. Las superficies son conservadas rigorosamente. :0N nOs B_ =9 18 0,000.02 0,0035 24' 22 0,000.04 0,0046 31 26 0,000.02 0,0034 23 30 0,000.00 0,001 3 9 34 0,000.00 0,0005 4 38 0,000.00 0,0004 3 42 0,000.01 0,0021 20 46 0,000.05. 0,0049 33 50 0,000.13 0,0080 54 54 0,000.05 0,0052 36 Se ve que en los límites norte ¡sur del mapa, las deformacio- | nes de los ángulos i de las lonjitudes llegan a tener valores mui | grandes, 882 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Resúmon de esta discusion El sistema policónico aplicado al mapa de Chile, produce pequeñas alteraciones en las distancias lineales i en las superfi-. cies, pero el máximo de ellas no pasa de la fraccion 0,0016. Los ángulos no sufren casi ninguna alteracion, pues el máximo de la deformacion del ángulo recto llega apénas a 5 minutos de arco ; en las rejiones mas apartadas. - ' Y El sistema de desarrollo usado en Francia tiene la ventaja de reproducir rigorosamente las superficies, pero las alteracio- nes de las distancias pueden llegar a la fraccion 0,0080 (cinco * veces mayor que la del sistema policónico) i la deformacion de : los ángulos llega a 54 minutos (diez veces mayor. que la del sis» tema policónico). Esta deformación de 54 minutos « es :s inacepta, ble para un mapa. OSTnHs Do FEIEDO E ¿CEN En resúmen, el sistema de desarrollo del Estado Mayor fran= ces no conviene sino para los paises de poca estension en latitud” , por consiguiente, debe ser rechazado para el mapa de Chil S Por otra parte, el sistema policónico dará una representacio m mui aceptable del mismo mapa. j SEGUN DA PARTE Cálculos de las coordenadas de los puntos dol mapa on el sistema policónico, cuando se toma en cuenta E A del gloho to- rrestro | Hemos encontrado mas arriba las fsfaalas ct para fijar la poco: de un punto de latitud A i de lonjitud a coto! sen O y=2k=+cotg A (1—cos 0) E latitudes en el penado E: “SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO 883 Sean ahora: a el radio ecuatorial de la tierra, e la excentrici- dad de la elipse meridiana, /V la gran-normal en el punto £ de latitud A, s,, el arco de meridiano comprendido entre el ecuador Fig 3 ¡ el orijen desde el cual se cuentan los arcos sobre el meridiano central (en la figura este oríjen es representado por el punto C”' de la esfera i el punto C* del plano); sel arco comprendido en- tre el orijen Ci el punto Ú£W. Se toma como oríjen de las coordenadas en el plano, el punto C* (fig. 3) del meridiano central que corresponde a C” i se pone: A == Coto "A - Luego se podrá esciibir: j E SENO y=s+r(1—cos 6) 0=vY sen A (1) Las cantidades ri s son funciones de la latitud A i de los elementos a i e del esferoide terrestre. Como e es pequeño, se pueden escribir los valores de + ¡ s bajo la forma de un 884 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS AS desarrollo en série segun las potencias crecientes de £, s ne asi: a cot A 0 A ee a A sen2 A: e? sen? A +3 et na. +... a : A de 0) + 3 o .) | ; 4 5 s=a(1—e?) - dto o 00) F(sen4 A —seng Am 7 +... ES ata se simplifican, si se toma en cuenta la preci- sion necesaria al dibujo de un mapa. <= ya y Si se adoptara para Chile una escala de —— se obt 100.000 : dría un mapa dos veces i medio mas erande que el construi por Pissis i que satisfaria a todas las necesidades de la to grafía del pais. Se podrá admitir como precision suficiente d este mapa, la de un milímetro que corresponde a 100 metros la superficie de la tierra. Luego, en las fórmulas que dan7 i s res a 100 metros. Adoptaremos los valores siguientes de 4 i e?: 2=6.378.39omero y. gone ? =0,00684. + 0,000.05 Estos valores resultan de la discusion de las medidas jeo sicas de un gran número de arcos de meridiano (1). El aplanamiento € puede ser considerado como igual a mitad de e?, de manera que el valor adoptado aquí es A z 292 (1) Faye. Astronomía, primer vol., páj, 293. SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO 885 - Con estos datos se obtiene: a e? =43.620 metros .ae*=2098 metros ae =2 metros En el valor de y, el coeficiente de ae! es = sen?A sen 22, luego el término en e* quedará inferior al límite asignado de 100 metros. Ademas, en las espresiones de x, y, la cantidad y es multiplicada por sen 0 i por 1— cos 6; es decir, por cantidades pequeñas. Por consiguiente, se podia escribir simplemente: 2 (2) r=acotglA+ e sen 2 En la espresion de s, el coeficiente de ae* es: NE) a 15 Ea A (A—Am) E (sen 2 A —sen 2 Am) + 776/5604 A sen 4 A,,) Se ve que el producto por ae* quedará mui inferior al lími- ute de 100 metros: se escribirá, por consiguiente: (3) sal e) (Am) — aer sen 2 A —sen 2 An) Influencia do un orror sobro él aplanamiento Supongamos que el valor exacto del aplanamiento e sea: I a A 292 +18 A la correccion % corresponderán las correcciones dr, ds, dx, : e? , dy de los elementos calculados. Como e=-7 sensiblemente, se po- drá escribir: TOMO LXXXII 60 886 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Se tiene ahora: a naet dr = Y sen 2A de” = sen 2A A (A=Am )= Eee eN a 1 EN de ds E mas o ménos, Si se reemplaza ae* por 298 meto En Chile, el máximo de ¿dr llega al valor * g% valor es 16 se halla por consiguiente: dr obt n- drá simplemente: É ox Am =370 - Con estos datos se puede escribir: J j r=63",784 cotg A+0"”,109 sen 2 | s=637 6749 (A—Am)—0”,1636 (sen 2 A—sen 2 Am) 888 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Se notará que los coeficientes de + son espresados co decimales solamente, miéntras que los de s lo “son con esto tiene su esplicacion si se observa que en los valores de y, r es multiplicado por sen O í por 1 cos O que son respec . 1 vamente de órden — 1 — a lo mas. 157. 450 Las cantidades r is se calculan bajo forma de tablas q proceden segun las latitudes; si estas latitudes varían de gra en grado se podrá interpolar por partes proporcionales para ul i latitud intermediaria. | dE Para obtener x e y habrá que multiplicar todavía 7 ea ser y 1 (1—cos 0); 9 es dado por la ecuacion: 0=vy sen A En esta, y representa la lonjitud del lugar respecto al me diano central (meridiano de Santiago.) | Se construye tambien una tabla que da los valores de 0 pa ra 19 de lonjitud. E MN La precision con la cual se debe calcular 0 es. tal que E error A9 de este ángulo no produzca sobre x o y un error que al cance a 1 milímetro. Como 7 puede llegar a 200 metros para ke latitud estrema hácia el norte se ve que AO debe ser inferior ar”. E En la tabla que va en seguida se Ea 0 con 1 décimo de se- gundo. E SOBRE EL SISTEMA DE DESARROLLO 889 Tabla que da, de grado en grado de latitud, los valores de ,, si 0, El ángulo 6 es calculado para el caso de y=1%. Los arcos s se cuentan desde el paralclo A, = 370. - SAMA : | 17 2,2268 208,689 | 17' 32,"5| 37 | 0,0000 | 84,751 OO: | ES | 21,1155 196,371 18 32,5 | 38 | 1,1098 | 81,746 36 56,4 19 | 20,0041 185,309 19 32,1 39 | 2,2198 | 78,874 37 45,6 20 | 18,8928 135 1 2031,3- 11 "40 | 3,3301 | 76,123 33 34,0 21 17,7314 166,236 | 21 30,1 41 4,4406 | 73,484 39 21,8 22 | 16,6701 157,946 | 22 28,6 | 42 | 5,5512 ¡| 70,948 40 8,9 23 | 15,5588 150,344 | 23 26,6 || 43 | 6,6620 | 68,509 40 55,2 24 | 14,4474 | 143,342 | 24 24,3 | 44 | 7,7730 | 66,159 41 40,8 25 13,3361 136,868 | 25 21,4 | 45 | 8,8843 | 63,893 42 25, 6 26 12,2247 130,862 26 18,1 46 | 9,9958 | 61,705 43 9,6 27 | 11 1134 125,271 | 27 14,4 | 47 | 11,1074 | 59,589 43 52,9 28 10,0020 120,050 | 28 10,1 48 | 12,2192 | 57,540 44 35,3 291 8 ,8906 115,161 | 29 533 | 49 | 13,3312 | 55,554 45 16,9 30 | 7,7793 | 110,571 | 30 0,0 [| 50 | 14,4434 | 53,628 | 45 57,8 31 | 6,6679 | 106,250 | 30 54,1 | 51 | 15,5569 | 51,759 | 46 37,7 32 | 5,5566 102,174 | 31 47,7 52 | 16,6686 | 49,940 47 16,8 11 33 | 4,4454 98,319 | 32 40,7 | 53 17,7815 | 48,170 47 55,1 | | 3,3340 94,665 | 33 33,1 | 54 | 18,8945 | 46,446 48 32,5 35 2,2227 | 91,196 | 34 24,9 | 55 | 20,0077 44,766 49 9,1 36 | 1,1113 87,895 | 35 16,0 | 56 | 21,1211 | 43,224 49 44,4 37. 0,0000 | 84,749 36 65. | | | | ALBERTO OBRECHT Director del Observatorio Astronómico 3 ; Profesor de las clases de mecánica i cálculo diferencial e integral de la Universidad - AR rs . o ETE ST RES a TT AUTE An » dió did ini oniiniiaNiiianiNo OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS 1 METEOROLÓJICAS OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS Antoojo meridiano Durante el mes de Diciembre se han hecho las siguientes ob- 'servaciones: Ohservador Sol Luna Vémus Mercurio Marte Júpiter Estrellas POTALES a A > Taulis . . 7 I I I AL — 126. 137 Caro. A 0 131-130 EOS. . 10 ON LO 5 a ALO 2 o —__—— Ao _ __o 3 o >. — o unn o_O CO A AA ASAS Ecuatorial El señor Espinosa observó el cometa Brooks los dias 22, 23, 27, 28; el dia 29 observó una ocultacion de 7 Belier por la luna: Inmersion a las 11*, 13". 172 TM de Santiago 891 En un próximo número se a observaciones de MEMORIAS CIENTÍFICAS Í LITERARIAS yá fenómenos de los satélites de Júpiter. N,9 pun E Dia 13 14 16 17 19 21 Pas 24 Temblores durante ol mes de Diciembre -— Hora 2h ¿8m5ys A.M. 10280 A.M. 2 56 A.M. 830.» BoM 6 40 30 P.M. TE SE P.M. 9 14 30 A.M. 11 19 P.M. Director del Observatorio Astronómico +3 Profesor de las clases de mecánica i cálculo diferencial e integral de la Unive Clase del movimiento Direccion oscilacion — oscilacion EW, oscilacion NS. oscilacion con rui- do subterráneo E W. ALBERTO OBRECHT mui suave mui suave 1 mui fuerte Fuerza 2/20 6/20 6/20 suave mui suave OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS 1 METEOROLÓJICAS 893 OBSERVACIONES METEOROLOJICAS POR EL SEÑOR KRAHNASS DICIEMBRE DE 1592 7 A.M. [(7%A.M.| 2 P.M. 102 ano in del mes = m/m. m/m. m/m. m/m. m/m. m/m 3 |Presion media.. 7o00+| 16.53 | 16.69| 15.69 | 16.42 16.21 Eg| o." máxima. 700 +| 19.9! | 19.93 | 17.91 | 17.86 19.93 E minima. 7co+| 14.01 | 14.20 | 13.50 | 13.26 13.26 Oc clación total... .| 5.90 | 5.831 4.41 | 6.60 6.67 | (3 "media diurna. [3 [Temperatura media. .| 15%4 | 16%9 | 24%49 | 16%4 18%60 SPE "máxima. IO O ZO ON OS 29.90 3 | $.” mínima. A o OO AIZOS SO e JOscilacion total del mes.| 7.86 | 8.50 | 10.65 | 6.60 2 O S = T máxima al dia. 18. 10 MEF | On 3 mínima 1 o 18 (3 I media " 13 91 Humedad relativa media] 67. CUE E GTO 54.8 2 " " Imáximal 88 87 61 ss El 1 " minima 5O 47 20 40 20 Emi enstón medía. . . .| 9o0oo| 3.94 | 8.42 |. 8.25 8.56 e ina... | 10.60 | to.7o | “11.30 | 9.90 SO Na >.) 7.201 7:00 |. 5.601 5:90 5.60 N. — — — — — NE. e -- - — — 103 -— —= — 2 2 2 Vientos SE. 1 2 1 2 6 E |(número de ve-/ S. = 2 1 2 5 > [ces observados) ] SW. 16 18 29 4 67 W. J 2 -— — 3 NW. 3 4 — — 7 Calma 8 2 -— | 18 28 / Despejada| 21 23 2/8 24, 91 < | Atmósfera | Nublada. . 4 a 5 2 A E |(número de) Cubierta . 4 4 3 2 13 E veces Neblina. . 3 1 = — 4 ñ ciservado) Rocío hel.| —" |. =yYP — — — Lluvia. == | — ] — — — Media | Máxima | Mínima | Total al dia | al dia | al dia | del mes po ko k. k. k. FAnemómetro | Cantidad de k. recorrido| 170 2 | 250.0| 112.0 |5275.9 1] "m milímetros . — =— = — AA Er us * | a Y y , 1 / ? j j +3 y EAS y y k pe Ñ E j Y RITA PIPA 108 CU MOLA VAIO | PS DA TI O 8 TA CT O, AER, =nas i dos láminas). o AS A z A Pedagójico al señor - Ministro de Instruccion Públitaso <> E y É e Código Civil A MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI Rey ES > da Sumito del número RES en n Diciembre (258 £ p ? A NS manzfiestas de la edicion auténtica del Código Civil Chileno (continuacion); ri ' Boletin de Instruccion Pública. —Sesiones del Consejo de Instruccion Pú ES >= Q — Y o E Su mario dehh número Soil en Noviembre 16 k Boletin de Instrucción Pública. sesion del Conséjo dé Instruccion Públi da - gobjetivos desenseñanza de los ji mnastos, alemanes. Noia del EEN del Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas ch slenas de la. : familia de ENE vACeas (continuación ), por el doctor R. A, PHILIPP. - Vida z obras de. 4 AS Lastarria (e tingacion),- a FUENZALI yA GRANDO? - 1 de Chile con relación al Derecho Internacional Privado (conclusion), y MENTE -FÁBRES. —Imperfecciones 1 erratas. manifiestas. de. la edicion auté 7 : 2, porel doctor A. Tarma ES Y —Necrolojta: Don Waldo Silva, por DOMINGO _AMUNÁTEGUI SOLAR. 4 des láminas), nt E ¡A -— Boletin de Instruccion Pública o del Caio de bstriacilon PÚblioda XA EA objetivas. desexseña taa, de Los al HERA, traducción Eso por.Es SINO OPE F de a Memorias científicas 1 literarias. — 5 a nic chilenas He das famili 8 QUISE 5 malváceas (conclusion), por R, A. PHILIPP Vida . ¿obras de don J. Y. E CS (continuacion), por ALEJANDRO FUENZALIDA. GRANDON.—Los desacuera 1 O'Higgins. i el Senado Conservador (continuacion), por. ALCIBÍADES - EE e A arbitraje internacional en. la E Ca americana de Waáshing E ==, Tncorporación a la Facultad: de eyes ? Ciencias Políticas, por José LIO - o co 1 estacion al discurso anterier, por JosÉ : ANTONIO LR —Imperfecciones io A Luis AMUNÁTEGUI REYES. — Sobre EN teorema de Fermat de. que la EAT sl Ey9=z0 no tiene solucion eh números enteros. x, y, zi siendo n>2 (co Yi xr por elbdgrton A: TAFELMACHER, — Sobre dos caractéres, especiales de los tdo, So AMÉ > FEDERICO HANSSEN.—4 /gunas palabras sobre. la historia de la jeografía a, A ¡ A del desc ubrimiento de América, por.DIEGO- BARROS -ARANA—-Bstaadios. sobre LITROS “de madera, comun ensayo. prévio de clasificacion de las cargas rodantes. ¿ora careteras de Chile (contmpacion), -por GUILLERMO. OTTEN, = e del número de Enero (242 pájinas ¡ ¡ diez lá m £ loca) “Memorias científicas i literarias. —NVoticias preliminares sobre los «hatesos fó Ulloma, por el doctor R. A, PHILIPP1.—£studios sobre puentes de maden ensayo -prévio de clasificacion. de las cargas 1 odantes bara las vlas carreteras (continuacion), por GUILLERMO OTTEN. —4Afeceiónes.£ citáneas véjeto-parasiti En Chile. Herpes tonstirans,. sicosis parasitaria + Quério de Celso, por eldoctor, <= -—Vida i obras de donf. V. Lastarria (continuacion), por ALEJANDRO Fu en E -GRANDON. —Imperfecciones i erratas manifiestas désla edicion auténtica t Si _ Civil (Chileno (continuación), por MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES ¡acuerdos entre 0' Higgins tel” Senado Ci onservador (conclusion) ), por 2 /ROLDAN. — Sobre las. ecuaciones d. ¿ferenciales parciales del segundo órden £ grado entre n+1 variables, -por el doctor RICARDO. POENISCH.= —Homenaje sitario-a la memoria del pro 0Jesor don: Jer add eS: ea de meteorolójicas, por ALBERTO OBRECHT. DE ADMITEN SUSCRICIONE 2 co PREOI os. | | Un año, doce números. $ 10> > - Un semestre, seis ml dl Las suscriciones bones con el número de Mafan IMPRENTA CERVANTES CALLE DE LA BNDES NÚM. a y DE ARS $ 20 Xx ' ES S E — 4 mie” Ñ _ al DN Sy y o £ Mos 7 í ON 4 SEEN: J ce Sa ee ( a ¡A se . E Y ; > J “= AO Gal po a a 4 y E A =i 3 ee sl Ú A pe” L ; > id > - a mo EUA e E Un . ya e AE e | O S DAD poa TOMO IXXXIL.— En 10 UNIV — e SUMARIO al: di NX - + , te Mioriss Seútificas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de la familia de las troptóleas £ oxalídeas (continuacion), por el doctor R.,A, PHILIPPI, — Vida ¿ 1.54 pe07as de don J. V. Lastarría (continuacion), por ALEJANDRO FUENZALIDA - GRANDON.—Los helechos de Juan Fernández (conclusion), porel doctor FEDE:- e gico loHow.—De la jurisdiccion de los jueces no letrados, por L. DOMÍNGUEZ E B.—£Estudio sobre la division territorial de Chile, por CLAUDIO ARTEAGA URETA. — Imperfecciones ¿ erratas manifiestas de la edicion auténtica del Códi- hs go Civil Chileno (continuacion), por MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI REYEs.— —Elongacion o alargamiento de los nervios. Su valor terapéutico en las neuraljias A yz dea ÓS peo ALBERTO OBRECHT. : > PA - : e 8 ( =* Y E de ¿ Y ) ( ES pS NS AN 2 OS SANTIAGO IMPRENTA CE RVANTES CALLE DE Le BANDERA, 1 3 , mistas, por MANUEL CALVO M. — Observaciones astronómicas i O, 67 ISITA E — A “Sy se > e go , $ Sy 18 ; er dd A) $ A ya = " % k CONSEJO: DB INSTRUCCION CBbIOS E é in e A 2 3 cds ( E, xx - Oeletracin qa into, far de da ina o E AA E o de Le e N Culo * S d ASA dl PA ON de esta f pa np se “abrirán dos $ RR UN, eno /ido artistico i otro literario. NIE NES TI. El certámen artistico tendrá por objeto. la composición de un cua A » alegórico. que simbolice la inauguracion de nuestro primer est table imie A cientifico; ia él Pp: concurrir los artistas Pintores. naciona es. 1 estra En? OS, residentes e UN ChHe.=<. 25 S AS RES O ¡Et cuadro deberá tener cuatro metros de- largo: por tres de AN OS E A LOS trabajos seránpresentados: ántes- del 1. de: Julio de- 1893.1 colo A E provisionalmente: en la sala principal de la” Universidad-a fin o que as a e € A Pos por una comision especial, que nombrará el Consejo. . poo E AN BL autor del cuadro “que merezca el -primier premio obtendiat la” suma d PS pos Te mil pesos: $ 2,000) en “dinero, i será recomendado al: Gobierno afin: de => E 471 42 Adquiera: el trabajo premiado. El ssguado pre en. 3 canti ac SE E e 0 pesos ($ 1,000) en dinero.) 3% qn o ER No será forzoso. a: la comision tama premios sie a su julio, los tra ó 2 0 - presentados no merecen tal. distincion. AS NOR va AE - A O FACULTAD DB, LEYES 1 CIENCIAS POLÍTICAS PE La AE IL 5 o ASAS e O - Contámo a nn a 0 OS E RI al AE NN a > AAA e A Tema. —«Estudio. critico dic: e el ode a: de Civil 1 estudio sobre la kibre? testamentifaccion».. A pa ¿ TALas composiciones que se envien al certámén deben ser. cretario de la. Facultad de- Leyes i 1 Ciencias: Políticas, ántes z AE de 1893.39 e O E ds tó - El premio consistirá en la suma de mil LRES9SS, LIA EE x SON PERIÍDIA ES od a. a A EIA PACULTAD DE TROLONÍA qe Se st ám E a >» ar a 1 2914 11692 Ej Y ) Paga ) É ra. —¿Una oa de la relion cristiana A contra las sacadas de la ciencia moderna». 520, S : Este trabajo podrá presentarse hasta-el 10 de Mar m20 de 1893. El premio consistirá en 7 suma de mil SOS: ASA RA HE Ea / na SS Po. PEANTAS NUEVAS CHILENAS DE LA FAMILIA DE LAS TROPEÓLEAS I OXALÍDEAS A TROPEÓLEAS Tropsolum L. El manuscrito estaba ya mucho tiempo listo para ser dado a “la prensa, pero como la publicacion ha demorado, he podido ha- cer algunas agregaciones importantes a este jénero, habiendo re- “cibido la excelente monografía de Tropx*olum de mi amigo el “doctor Francisco Buchenau, publicada en Englers botanischen Jahr-buchern, tom. XV, 1892. , 1. TROPZ£OLUM BUCHENAUI.—Ph. Tr. radice tuberosa; caule gracili glabro;foliis peltatis, 5-6 lo- “bis, laciniis anguste linearibus mucronatis; segmentis calycinis ovatis, acutis; calcare gracili, calycem parum superante; petalis ¿quinque, demum albis emarginatis, unguiculatis, calyce parum -Jongioribus. TOMO LXXXII 61 | a » 896 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Hallado cerca de Paihuano, prov. Coquimbo por don Félix Peralta. — 0 El diámetro de sus hojas excede raras veces de 30 milicia r isus lóbulos tienen el ancho de 1 a 11 medio milímetros; los. pedúnculos son solitarios, ¡en la estremidad de los ramos faltan: las hojas florales de cuyo sobaco deberian nacer; tienen el largo | de 20a 30 milímetros, El cáliz mide 9 milímetros, el espolon' 10 a 11 milímetros; los pétalos son mui poco mas largos que el cáliz i simplemente escotados, su color amarillo pasa fácilmente al blanco por la desecacion. El cáliz delgado i las lacínias an- 3 gostas de las hojas distinguen a primera vista esta especie de A | Tr. brachyceros, i el color de las flores i el cáliz alargado del Tr j lepidum:. ( : o 1. TROPA4OLUM LEPTOPHYLLUM DoN. Veo por la monografía de Buchenau, que el Tr. leptophy- dlum es la misma planta que la llamada Tr. albiflorum por Ch. Lemaire en More des serres, 1847, p. 244, lám. X, que no. pudo ser conocido por Barnéoud, cuyo trabajo en la obra de Gay es del año 1845. Se cría efectivamente en la cordillera. de Santiago, donde la hemos hallado varias veces mi hijo i yo. 2 No lo habiamos reconocido por la descripcion demasiado corta. del Don. Doi la traduccion de la descripcion del Tr. leptophyllum, segun” Buchenau. "Tubérculos del tamaño de un huevo de ga llina i mayores. Tallo corto i echado en el suelo, a veces (mui rara vez) alargado í trepador. No hai estípulas. Hojas partidas hasta su base en cinco, seis o siete lóbulos lineales o lineales-lan- ceolados i agudos. (Peciolos?) Pedúnculos mas largos que la hoja. Espolon delgado. Sépalos puntiagudos. Pétalos mucho mas largos que el cáliz, los superiores uniformes, con frecuencia escotados, los inferiores con uñuela angosta, lineal i su estremo. con frecuencia tridentado. Cáliz verdoso, pétalos onasojal O bien blancos con un indicio de rosado. Buchenaun, Pp.-220. | -2. TROPE£OLUM LEPIDUM.—Ph. a Tr. caule filiformi, scandente; foliis breviter petiolatis, usque ad basin 3-4-5 partitis, laciniis ioapags anguste linearibus, stella: PLANTAS NUEVAS CHILENAS 897 í tim divaricatis; calyce viridi, calcare brevi, conico; petalís pul- chre azurezs, calycem bis «equantibus, sal profunde bilobés. Habitat prope Combarbalá. Guill. Geisse. Las lacinias de las hojas tienen hasta 30 milímetros de largo por 11% milímetros de ancho. Las hojas profundamente parti- das, i los pétalos bilobos, no simplemente escotados, distinguen a primera vista esta especie de los 77. azurerm ¿ viole forum. 3. TROP£EOLUM TENUIROSTRE.—Steud. Tr. “radice tuberosa; caule ramoso, scandente; ramis filifor- mibus foliisque glabris, seno-digitatis; foliolis (loco lobis) linea- ri vel ovato-oblongis, obtusiusculis, brevissime mucronulatis, ca- lycibus viridi-luteis; calcare tenui abbreviato; petalis flavis calyce longioribus, majoribus duobus marginatis (emargina- tis?.11) Tr. tenuzrostre Steud. Flora, 1856, p. 440. Habitat in fruticetis montis La Leona, Rancagua. Steudel Raiz tuberosa; tallo ramificado, trepador; ramos filiformes, lampiños como las hojas, divididos en seis dedos; hojuelas (debe ser lóbulos) lineares O aovadas-oblongas, algo obtusas, con un cortísimo mucron; cálices de amarillo verdoso; espolon corto, delgado; pétalos amarillos mas largos que el cáliz, los dos mayores con un márjen (debe evidentemente ser "escotados:). Esta descripcion conviene exactamente al 77. brachyceras. -—Elseñor Buchenau no conoce tampoco esta planta, pero le parece que pueda ser idéntica con el Tr. tricolor. 4. TROP4OLUM LINEARIFOLIUM.—£Steud. Tr. “caulescandente, parce ramoso, foliisque glabro, his sena- ——septenodigitatis, (lobis) angustissime linearibus, acutiusculis glabris; petalis croceoflavis, calyce longioribus, unguiculatis, sub- gequalibus, margine eroso-fimbriatis; calycis pallide viridis la- ciniis oblongis acutis; calcare «equali, subabbreviato.n Tr. linearifolium,. Steud. Flora, 1856, p. 440. Habitat in fructicetis secus torrentem Taguatagua. Steudel. Steudel pregunta, si es acaso el 77. leptophyllum Don. "Tallo AOS: 898 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS trepador, pocoramificado, lampiño comolas hojas, éstas divididas - en seis osiete dedos, lineales, mui angostos, un poco puntiagu- dos, lampiños (si toda la hoja es lampiña sus divisiones lo han . de ser tambien!); pétalos de color de azafran, mas largos que : el cáliz, teniendo uñuela, casi iguales, con el márjen casi fim= briado; lacinias Cel cáliz, que es de un color verde pálido, oblon= 3 gas, puntiagudas; espolon igual (de igual lonjitud ?), un po corto. 7 Especie mui dudosa segun el doctor Buchenau. Ch. Moral (Ann. Gand., 1846, p. 449) cree que no se diferencia del Tr. tri- color, pero Buchenau observa, que el “márjen casi fimbriado 3 A de los pétalos hace dudosa esta identificacion. y 5. TROPA£OLUM INCRASSATUM.—Steud. Tr. "radice tuberosa; caule filiformi, tereti, adscendente »glabro; substriato, pallide virente; ramis ramulisque alternis filiformibus; foliis alternis, petiolatis, peltatis, 5-6 digitatis, raro ultra; foliolis omnibus basi contínuis, ovatis, ovato-ellipticis vel elliptico- oblon- E gis, basi subattenuatis, apice obtusis, quandoque mucrone brevi - terminatis, venoszs, utrinque glabris, integerrimis, subtus palli- dioribus; petiolis filiformibus teretibus glabris, basi cirrosis; sti pulis nullis; floribus axillaribus, solitariis; pedunculis filiformi- bus folio multoties longioribus, pendulis, dilute violaceis, versus apicem crassiusculis; calyce quinquepartito, angulato, laciniis obtusts, subze=qualibus basi coccineis, apice macula saturate vio- lacea tinctis, mucrone brevi terminatis; nectario CONICO Coccineo, E basi ad pedunculi insertionem macula flava notato; cornu erecto dilute violaceo, apice subincrassato; petalis 5, viridifloris (qui E est hoc?) inaequalibus calyce parum longioribus, Bosnia integerrimis, glabris, obtusis, quasi truncatis;n | Tr. imcrassatum Steudel. Flora, 1856, p. 439. Habitat prope Rancagua, Steudel, Steudel pregunta, si es acaso el 77. violaceum Sweet., pero | el nombre de violáceo se refiere, como es de suponer, al co de la flor, esta especie debe ser mui distinta, puesto que. pétalos dela planta de Steudel son "viridifloran (sic!) o verd Dice Steudel: “Raiz tuberosa; tallo filiforme, rollizo, trepad PLANTAS NUEVAS CHILENAS 3899 lampiño, casi estriado, de un verde pálido; ramos i ramitos al- ternos filiformes; hojas alternas, pecioladas, pelteadas, con cinco a seis dedos, rara vez con mas; todos unidos en la base, aova- dos, aovado-elípticos u elíptico-oblongos, mas angostos en la base, obtusos en el ápice a veces un poco mucronados, venosos, lampiños en ámbas caras, mui enteros, mas pálidos en el enves; peciolos filiformes rollizos, lampiños, enroscados en la base; estípulas ningunas; flores axilares solitarias; pedúnculos filifor- mes, mucho mas largos que las hojas, colgados, de color violado pálido; engrosados en el ápice; cáliz 5 partido, anguloso, con las lacinias obtusas, casi iguales, de color encarnado vivo en la base, con una mancha de violado cargado en la punta, i terminadas por un pequeño mucron; nectario (espolon) cónico, encarnadino, a su insercion en el pedúnculo marcado de una mancha amarilla; cuerno erguido de un violado pálido, un poco engrosado en la estremidad, pétalos 5 viridifloros (!), desiguales, un poco mas largos que el cáliz, mui enteros, lampiños, obtu- sos, casi truncados.m —Me parece, que es una variedad del 7y, tricolor con pétalos verdes. El Dr. Buchenau cree que es la misma cosa que el 77. trico- lor; Steudel habrá, pues, instituido tres especies con variedades de éste: Tr. ¿ncrassatum, linearifolium + tenuinrostre! 6. TROPEOLUM LECHLERI.— Steud. Tr. scandens tenui pilosiusculum, foliis peltatis, ex toto divi- sis, foliolis 4-5 ovatis vel ovato-oblongís, obtusis, apice intege- rrimis vel obscure emarginatis, nunquam mucronulatis; stipulis axillaribus multis, simplicibus, deciduis, hinc sepe nullis, linea- ribus; pedunculis elongatis, 6-8 pollicaribus (15-20%”- longis); calycis 5 fidi laciniis lanceolatis, brevioribus quam corollze coc- cinez lacinize (?) lanceolate; calcare subrecto, elongato... Fr. Lechlerz Steud. Flora, 1856, p. 440. Habitat in Cordilleras de Ranco. Steudel. Esta descripcion es sumamente viciosa. Habla de estípulas "axilares, siendo que tales no pueden existir jamas; habla de "laciniasn de la corola; i la corola polipétala no se compone - de lacinías sino de npétalosu, habla de lacinias de la corola goo MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS "lanceoladau! Es evidente que por un descuido repitió en lugar de describir la forma de los pétalos las palabras nlacinias lan-= ceoladasu que había escrito hablando del cáliz.—Supongo que el Tr Lechlerz no es otra cosa que el Tr. speciosum iveo que el. Dr. Buchenau es del mismo parecer. +3 El Doctor Buchenau admite como especies. En distintas mis Tropeolum nubigenum, kingz, lepidus:, i añade a la lista de las] especies chilenas: 77. rhombordeum Lemaire i Tr. oxaliantiam Morr., que no conozco. E 7. TROP£EOLUM RHOMBOIDEUM. — Lemaire. Tr. ¡tuberculo perenne; caule volubili, gracili; foliis quinque- foliolatis, peltatis, minimis; foliolis ovali-obtusis, mediano mu= cronato minore; calyce amplo campanulato, grosseque quinque angulato, segmentis subquadratis, apice plano-rotundatis, mu-= cronatis; calcare primum ventricoso dein contracto obtuso - calycem aequante; petalis brevibus, conniventibus exsertis, sub-= z=equalibus, parum extus reflexis, luteis basi rubro fasciatis, m Lemaire, Es Tr. rhombotideum Lemaire, Flore des Serres, 1847, LEER 236 Buchenau p. 237, "Chile. : Buchenau no ha visto esta especie; le parece que el cáliz quis] h: quangular i los pétalos cortos, conniventes parecen indicar una afinidad con el Zr. tricolor, distinto por su largo espolon. 8. TROP4OLUM OXALIANTHUM.—Morren. Tr. “caule gracilí, volubili, contorto tereti, nodií 1-3 pollices distantibus; foliis petiolo gracili, filiformi, contorto, lamina tri- plo cuadruplove longiore; lamina peltati-secta, segmentis quin-= que lanceolatis basi cuneatis integerrímis, flaccidis, pedunculo flore quinquies longiore et ultra, gracili sub calyce obconico : calcare calycis longitudine loborum, conico, obtuso sursum pa llo recurvo; lobis calycinis ovatis, basi dilatatis; petalis lobis ca= lycis duplo longioribus, ovatis, basi cuneatis; ungui dilatato applanatis, lateralibus margine undulatis, subconformibus; stami=- PLANTAS NUEVAS CHILENAS gOoI nibus vix exsertis; ovario globoso; stylo filiformi; stigma (!) bi- fido acuto.. Morren. Tr. oxaltanthum (rectius Oxalidanthum >). Morren Ann. Soc. R. Agrícult. et Botan. de Gand, 1848. IV, p. 257. Tab. 207. I, fig. 3. Buchenau p. 287. Morren hace notar que las hojas son quinquepartidas (con seis a siete divisiones en Tr. brachyceras ), que el espolon es mas largo, los pétalos careciendo de uñuela distinta ino escotados (en el 77. brachyceras lo son, i las superiores en forma de cuña i venosas en su base). -—Morren lo deja dudoso si es realmente una planta chilena, puesto que, indicando la patria: Chile, pone un ...? Observación. Hace muchos años que me he convencido que mi 77. venosum, que habia comunicado con este nombre a al- gunos amigos, es solo una lijera variedad del Tr. cilzatum;, i no lo he descrito por eso. OXALÍDEAS OXALISUE: Hojas trifolioladas, pedúnculos unifñloros; flores amarillas I. OXALIS FLUHMANNI.—Ph. O. annua hirsuta; radice simplicissima; caule brevissimo, dense foliato; foliis longe petiolatis, trifoliolatis, foliolis obcor- datis, profunde emarginatis, sinu angustissimo; pedunculis uni- floris, petiolos subzequantibus; corolla lutca, calycem subhir- sutum bis =quante; loculis capsulze tetraspermis. In deserto Atacama loco dicto “Portezuelo de Codecidon invenit ornat. Gustavo Fliibhmann. La raiz es mui delgada, blanca, del largo de 6 centímetros; la lonjitud del tallo es solo de 2 centímetros. Los peciolos mi- den como los pedúnculos capilares 3 centímetros, las hojuelas pueden alcanzar al largo de 6 milímetros i al ancho de 4 milí- Metros, pero son por lo comun el doble mas pequeñas. Los pe- dúnculos son mui peludos; no he visto brácteas que talvez se 9o2 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS me han escapado, el cáliz tiene 2% milímetros, la corola 6 1 límetros de largo. Esta especie se distingue de la O. platypz- las, etc., de la O. puberula Ph. por el tallo grueso, mui hojoso, la escotadura mui angosta de las hojuelas, los 2 ros; de la O. Berteroana por el tallo mui hojoso, la escotadura mui angosta, de las hojuelas, el pedúnculo unifloro, etc.“ y 2. OXALIS GILLIESI. E O. glaberrima; caule simplicissimo, brevi, foliosissimo; petio- lis gracilibus erectis, pedunculos «equantibus; foliis trifoliatis, foliolis minimis obcordatis, glaucis, carnosulis; calycis foliolis- linearibus, obtusis, apice longe barbatis; corolla lutea, fere triplo. majore. 3 In Andibus prov. Aconcagua loco dicto "Los Patos legit ornatissimus J. Álamos. 3 La raiz es colorada, del grueso de 2 milímetros, i del largo de 6.5 centímetros. El tallo tiene.solo 2 centímetros de alto, se ensancha hácia arriba donde su grosor es de 5 milímetros, 1 las hojas son numerosísimas, mui tupidas, sus peciolos capilares, | los esteriores de 20 milímetros i mas, los interiores mucho ma cortos, de modo que todos llegan al mismo plan; las hojuelas tienen apénas 2 milímetros de largo. El cáliz mide 3 milíme-. tros, la corola 8 milímetros. La cápsula se queda inclusa en. el cáliz, sus celdillas contienen dos semillas, de un pardo ferru= jinoso, i groseramente reticuladas- foveoladas. Se parece algo a la O. platypila, de la cual difiere mucho pos ser enteramente: lampiña. ho Observacion.—El señor Barneaud dice (Gay, Í, p. 429) que 1 celdillas del ovario son polispermas (uloculis polyspermis»), i en la descripcion castellana: vovario, con dos o tres semillas en ca= da celda. ¿A quién creer, al latino o al castellano? — 3. OXALIS LEPTOCAULOS.— PH. O. suffruticosa, multiceps, humilis, taa, puberal ramulís brevibus, confertis, foliis confertissimis, petiolis capilla- PLANTAS NUEVAS CHILENAS 903 ribus elongatis, foliolis tribus minutis, glanduloso-ciliatis; obo- vatis; pedunculis unifloris, capillaribus, petiolos «zquantibus; ca- —lycis minuti foliolís ciliatis, capsulam vix s«equantibus; corolla... | In deserto Atacama loco dicto Pedernales reperit orn. San Roman. La raiz es leñosa, sencilla, colorada, de grueso de 3 i medio milímetros; i del largo de 10 centímetros, los tallos no sobre- pasan la altura de Ó centímetros; i están cubiertos densamente de la base persitente de las hojas caidas. Los peciolos alcanzan a veces a 25 centímetros de largo, pero comunmente son la mi- tad mas chicos; las hojuelas miden 4 milímetros; el cáliz 3 mi- límetros. 4. OXALIS HYPSOPHILA.—Ph. O. perennis, caespitosa, humilis; caulibus basi vestigiis folio- Yum emortuorum densissimis vestitis; petiolis capillaribus; folio- lis ternis minimis, obovato-oblongis, vix emarginatis, glandulo- so-ciliatis; pedunculis unifloris, capillaribus, cum calyce hispidis; corolla lutea, calycem bis vel ter «equante. In Andibus provincie Coquimbo “Doña Anan dictis, loco "Quebrada del pasto, 3,500 metros supra mare, legit orn. Fé- lix Peralta. | La raiz es sencilla i bermeja; los tallos alcanzan a 6 centíme- tros, son negros i densamente cubiertos de los restos de las hojas ¡viejas i caidas, i llevan en su estremo un denso manojo de ho- ¡jas verdes. Los peciolos están erizados de pelos perpendicula- “res i alcanzan apénas al largo de 10 milímetros; los hojuelas miden apénas 2 i cuarto milímetros, son casi lampiñas, pero ¡llevan en su borde pelos terminados por una glándula. Las ho- ¡juelas del cáliz son bien erizadas de pelos, lineales-lanceoladas i tienen 2 milímetros escasos de largo; la corola tiene Ó milí- metros i talvez mas, es mui lampiña. Los estambres cortos tie- “nen el doble tamaño del cáliz; los estilos pubescentes son apé- “nas mas cortos que los estambres largos; la cápsula, es tan larga como el cáliz. Hai tres especies que pudieran confundirse con esta: la O. ¿parvula Ph. (O. microphylla Linnea XXVIII nr. 142), la O. exigua Ph. (microphylla Linnea XXXIII rn. 645), i la O. 904 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS erythrorhiza Gill. La parvula difiere por sus peciolos ensan- chados en la base, cortos, que tienen solo el doble tamaño d las hojas; O. ex2gua por su vellosidad, estando cubierta entera- mente de pelos largos blancos; la O. erythrorhiza por sus hojue- las angostamente cuneadas, el cáliz mui erizado, la falta de pelos glandulosos, etc. rán e 5. OXALIS AUREO-FLAVA.—Steud. O. humifusa, ramosissimas, stolonifera, glabriuscula, vel bre-. vissime puberula; foliis trifoliatis; foliolis obcordatis, latioribus- quam longis; pedunculis axillaribus unifloris, petiolum bis se-= quantibus; petalis luteis, calycem ter «*equantibus, in faucibus s rubro-lineatis. O. Aureo-flava. Steudel Flora, 1856, p. 440. In provincia Valdivia satis frequens locis arenosis. Esta planta es sin duda la O. corniculata var. A. de Bar | neoud Gay, I, p. 435, 1 puede efectivamente considerarse como tal; sin embargo no he visto transiciones entre ésta i la O. cormá- culata típica. Ocurre tambien en otras especies, multifloras por lo regular, el caso de que se encuentran en ciertas localidades solo individuos unifloros. Así la Oxalis carnosa Mol. me ha ofrecido en la hacienda de Curauma cerca de Valparaiso solo plantas con pedúnculos unifloros. | 6. OXALIS LANDBECKI.— Ph. O. annua, pusilla glabriuscula; radice filiformi simplici; cau: e brevissimo, foliis numerosis, trifoliolatis, petiolo elongato, capié llari, foliolís minutis, 3 mm. longis, obcordatis, ciliatis, pedun- culis unifloris, capillaribus, folia vix superantibus; ON - loso, puberulo; sepalis eequalibus, apice barbatis, corolla. a calycem ter eequante. | - ” las tres divisiones interiores i membranáceas.n 14. OXALIS PERALTA.—Ph. E O. annua, subacaulis, multiceps, polyphylla, pilosa; foliis lon- _gissime petiolatis, trifoliolatis; foliolis parvis, bifidis, lobis linea- oribus; pedunculiís folia aegre superantibus, flores umbellatos 4-8 erentibus; pedicellis et pracipue calycibus dense albo-pilosis; _corollis luteis calycem bis «equantibus. — Prope Paihuano in prov. Coquimbo legit. ornat. Felix Peralta. La raiz es blanca, sencilla, del largo de unos 8 centímetros, i del grueso de 13 milímetros. El césped alcanza a tener un diá- “metro de 11 centímetros, i de él nacen treinta i mas pedúnculos. “Los peciolos son capilares, con frecuencia del largo de 48 mill- metros; las hojuelas tienen a lo mas 7 milímetros de largo í sus lóbulos 1 a 1% milímetros de ancho; éstos son nada diverjentes. Los pedicelos son capilares i alcanzan a 10 centímetros de largo; el cáliz mide 4-5 milímetros; no hai cápsula madura en mis ejem- 'plares. La vellosidad varía; es verdad que los pelos son siempre blancos ide la misma lonjitud, pero a veces son tan tupidos que la planta aparece cenicienta, sobre todo el cáliz, otras están tan apartadas, que la planta queda verde. El invólucro de la umbela consta de dos hojuelas aleznadas o casi capilares. PO gIo MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 15. OXALIS OVALLEANA.—Ph. O. glaberrima, caule elongato, fruticoso, carnoso, squamato); foliis trifoliolatis; petiolo elongato, foliol¿s anguste cuneates ,pro- funde bifidas, lobís linearibus; pedunculis folia vix superantibus, _—umbellatim quinquefloris; pedicellis flore brevioribus; sepalis exterioribus basi dilatatis, triangularibus obtusis; Eotella pallidg lutea, calycem sesquies zequante. Habitat haud procul ab oppido Ovalle, locia tada : El tallo tiene a veces 20 centímetros de largo i 7 centímetros de grueso, pero es débil, poco ramificado, blanquizco, i algo ro- jizo en la punta. Los peciolos alcanzan a 10 centímetros de argo, las hojuelas a 13 milímetros, éstas tienen en su ápice el ancho de 10 milímetros, i sus divisiones solo el de 2 milímetros, . i bajo un lente de fuerte aumento, se conoce que hai algunos pe- litos al oríjen de las hojuelas i en su nervio mediano. El cáliz está conformado como en la O. carnosa; las hojuelas esteriores tienen el largo de 12 milímetros i el ancho de 8 milímetros, 1 ocultan las internas, que tienen solo el ancho de 2 milímetros. Los pétalos no son escotados, son unidos por sus uñuelas. Los estambres son monadelfos, detechos, i los mas largos co en tamaño a los estilos; hai-cinco filamentos estériles, que nace de los estambres mas largos, i tienen la misma lonjitud que (8 estambres cortos. No habia cápsula madura o medio madura, 16. OXALIS RETICULATA,—Steud. | O. "radice divisa, lignosa; caule nullo; pedunculís petiolisque quasi stipitibus e radice prodeuntibus, brevibus, sublignosis () articulatim insidentibus, hinc facillime deciduis, utrisque sub- equalibus, 3-4 poll (8-11 cent.) longis; foliolis ovatis, ap emarginatis, supra pallide rufescenti-viridulis, tenui reticula subtus retículo filiformi albido pulcherrimo notatis; scapis sub- umbelliferis; calycibus ante evolutionem basi subangulat mn prominentibus, oblongis, obtusis, violascentibus, petala (ex siccis lutescentia) subeequantibus vel parum brevioribus. O. megalor" hiza Bert., pero no Jacq. 3 PLANTAS NUEVAS CHILENAS QII O. reticulata Steud. Flora, 1856, p. 441. In monte Manzano Rancagua legit. Bertero. Steudel, Raiz divisa, leñosa; tallo ninguno; pedúnculos i peciolos sa- “tiendo casi de raiz i en estipes, cortos, casi leñosos, con que están articulados, de modo que caen con mucha facilidad; los dos (pe- “ciolos i pedúnculos) casi de la misma lonjitud (8 a 11 centíme- tros), hojuelas aovadas, escotadas, por encima de un verde que tira a rojizo, finamente reticuladas, por debajo notadas de una fina red blanquizca; escapos llevando las flores en una especie de umbela; cálices, ántes de abrirse la flor, con ángulos promi- nentes en la base (sépalos), oblongos, obtusos, algo violados, tan largos o un poquito mas corto que los pétalos (en los ejempla- res desecados) amarillentos. Persisto en creer que es idéntica con la O. megalorhziza (Gay, Í, p. 441), 1 que ésta no es otra cosa que la carnosa de Molina (1bid., p. 440), 1 que probablemente la O. sguamata del Zuccarini (Gay l.c., p. 443) esla misma cosa, a pesar de que las flores sean -dicótomas. 18. OXALIS LEUCOPHYLLA—Ph. O, perennis caule brevissimo, crasso, basibus petiolorum persistentibus densissime crinito; petiolis tenuibus puberulis foliis trifoliolatis albo tomentosis; foliolis cuneatis, profunde tri- fidis, lobis anguste linearibus; floribus umbellatis, paucis? pe- dicellis brevibus, calycem «quantibus, demum deflexis; sepa- lís albo-tomentosis insequalibus, linearibus obtusis; corolla lutea _calycem 21 «quante; staminibus majoribus calycem sesquies -zequantibus; capsula. . Caldera. Guill. Geisse. La planta se desagrega en todas sus articulaciones al desecar- se. Tenemos dos tallos arrancados al parecer de su rizoma; tie- nen la altura de 25 milímetros i el grosor de 3 milímetros, 1 “están cubiertos en su mitad superior de las bases de las hojas viejas, que tienen el largo de 10 milímetros, i son de color ber- mejo así como los tallos. Los peciolos alcanzan a la lonjitud de 42 milímetros, las hojuelas tienen el largo de 8 milímetros, el ancho de 6 milímetros i sus lóbulos el ancho de 11 milímetro. _Los pedúnculos miden 62 centímetros, i son pubérulos como TOMO LXXXII 62 grz* MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS los peciolos. Los sépalos son del largo de 5 milímetros, i y se de los anchos es troncada i del ancho de 3 milímetros. Es: ta planta se distingue a primera vista dé las conjéneres por e tomento blanco de las hojas Í del cáliz. 19. OXALIS ALFALFALIS.—Ph, a O. perennis, caule brévi, petiolis emarcidks foliorum - emor. tuorum tecto; foliis confertissimis dense appresse pubescenti canescentibus, trifoliolatis; petiolis elongatis hirsutis, foliolis obs cordatis; pedunculis petiolos «equantibus aut ¡is subbreviofibus trifloris; calycis patentim hirsuti foliolis aneuste lanceolatis; co: —rolla lutea, rubro lineata, calycem 21-3 seequante. 0008 Habitat in Andibus prov. Sa et quidem in valle fur minis Rio Colorado 14-1700 m. supra mare; januario, 18333 legi Toda la planta tiene a lo sumo la altura de 6 centímetros S, i el tallo tiene en los ejemplares mayores, con los peciolos secos negros que lo cubren, el grosor de 5 milímetros. Los e son filiformes i del largo de 4 centímetros, las hojuelas mayo: res tienen 8 milímetros de largo i 9 milímetros de ancho. pedicelos miden 8 milímetros, i parece que son deflejos. cáliz tiene la lonjitud de 31 a: 4 milímetros, la! corola de 10. límetros. La cápsula madura parece ser del tamaño del c La corola amarilla con líneas coloradas es exactamente la la O. Zineata Gill in H. et Arn, pero estos autores le atribu "pedúnculos folio Zongioresn et “sépala late ovata, corolla plo breviora.. La descripcion del Barnéoud en la obra de G L, p. 439, es ménos característica que la de los botánicos in; ses, a pesar de su lonjitud no dice nada de la forma de los palos, atribuye a su planta pedúnculos 4 a 7 floros, i en el t español hai el error manifiesto que los sépalos BEneR una octal parte del tamaño de la corola. 38 111. Hojas trifolioladas, foros amarillas en un potíncule horqui 0 dicótomo | - 20. OXALIS SAN ROMANI.—Ph. O. herbacea, ramosa, subcaespitosa, puberulo-glutinosa; cé libus erectis, debilibus; petiolis elongatis capillaribus; fol PLANTAS NUEVAS CHILENAS 913 parvíis, obcordatis; pedunculis folia «equantibus, capillaribus, - furcatis, ramis subquinquefloris; corollis luteis, calycem bis «e- y Matibus. Habitat in deserto Atacama l. d. Pírca negra ad originem ri- vuli “de los Piuquenes in altit. 3700 m. "Toda la planta alcanza apénas a la altura de 9 centímetros, La raiz falta. Hojas i flores llegan a un nivel; los peciolos miden 35 milímetros, las hojuelas 4 a 5 milímetros, el cáliz 23-3 milí- metros. .. RO ia ii 3 21. OXALIS SQUARROSA?—Barn. O. puberula; caule brevi, apice dense foliato; petiolis elonga- tis, folióla terna obcordata gerentibus; pedunculis petiolos «e- — quantibus, furcatís, ramis multifloris; bracteis linearibus, persis- tentibus; floribus secundis; foliolis calycinis linecaribus, obtusis, ——dimidium corollee luteae sequantibus. -—Prope Paihuano in provincia Coquimbo Februario 1883, flo- rentem legit F. Philippi. La raiz es colorada, leñosa, del grueso de 2 lhctos: El tallo es apénas mas grueso i puede llegar a tener 10 centíme- tros de largo; entónces está escamoso, e. d. cubierto con la base persistente de las hojas caidas. Los peciolos miden hasta 9.5 centímetros de lonjitud, las hojuelas hasta 12 mm., son perfecta- mente "obcordatan. Hai en cada ramo de la inflorescencia doce a quince flores casi sentadas, pero ninguno en el ángulo de la division. El cáliz es bastante peludo i mide 5 milímetros, la co- rola 10 a 12 milímetros. El ovario es pubescente, mas corto que el cáliz, pero mas largo que los estambres cortos; los estilos so- —brepasan el cáliz; las celdas del ovario me han parecido disper- mas. | La O. squarrosa jenuina es una "gran planta de un pie a uno E Ds medio de alto, mui estendida i mui mechosa; el tallo es mui Mñioso.. Los sépalos son, segun la descripcion latina, "petalis subduplo brevioran, i segun la descripcion castellana "como de una cuarta parte del largo de los pétalos, lo que noes la misma cosa, E á A A E es AER EA 914 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS | 22. OXALIS CHATOCALYX.—Ph. O. annua; caule subsimplici, foliosissimo; foliorum confertis- simorum hirsutorum petiolo capillari, hirsuto; folioliís ternis, minutis, cordatis, profunde emarginatis; pedunculis numerosis- simis, petiolos parum superantibus furcatis, flores luteos circa septem gerentibus; calycis foliolis hispidissimis, linearibus, vix. tertiam corollze partem «quantibus. Pariter prope Peihuano lecta est, februario florens. La raiz es blanca í sencilla i del largo de 8 centímetros; A tallo es casi del mismo tamaño i del grosor de 2 milímetros. Los peciolos miden 20 a 24 milímetros, las hojuelas 4 milíme- tros, tanto en el largo como en el ancho. Los pedúnculos miden hasta su division otro tanto, cada ramo lleva tres flores, 1 hai una flor en el ángulo de la division. Sus pedicelos tienen el largo de 4 a 6 milímetros, el cáliz de 3 milímetros, la corola de 8 milímetros. Los estilos son mui peludos, mas largos que los estambres, cuyos filamentos son mui cortos. No he visto cápsu- las maduras. Toda la planta está cubierta de pelos blancos. erguidos i ensanchados en la base. Se distingue de la O. platypila, que tiene pelos parecidos, por los pedúnculos multifloros; de la O. Berteorana por las hojas mui: numerosas, pedúnculos multifloros, etc., de la O. /axa por los: pedúnculos tan largos como los Peas las hojas profunda- mente escotadas, los pelos anchos i planos en su base, etc. 23. OXALIS ADENOCAULOS.—Ph. O. annua; caule simplici, brevi, dense foliato; petiolis erectis, elongatis, sicut caulis ct pedunculi glandulas capitatas confertas gerentibus; foliolis ternis, cuneatis, latioribus quam longis, api : 'rotundatis, parum emarginatis, glabris; pedunculis folia multu superantibus, furcatis; calyce vix quartam pa corollze lutez zquante. 3 In Andibus de Popeta eta specimina duo invenit En Phi - lippi. | La raíz sencilla i blanquizca tiene el grosor de 2 milímetros; PLANTAS NUEVAS CHILENAS 9I5 el tallo tiene el largo de 4 a 5 centímetros i el grueso de 4 mm. La base de los peciolos está apénas articulada, estos alcanzan a la lonjitud de 7 centímetros, las hojuelas tienen el largo de - 12 milímetros por el ancho de 9 a 10 milímetros. Los pedúncu- los alcanzan a tener 11-12 cm. de lonjitud, se dividen a las dos terceras partes de esta lonjitud, i cada ramo lleva unas cinco flores, cuyos pedicelos llegan a tener 8a 9 milímetros. El cáliz es glanduloso i del largo de 4 milímetros al florecer; la cápsula es tan larga como el cáliz, algo troncada, i cada celda contiene tres semillas, que son lustrosas i casi negras. El aspecto de la planta es el de la O. /axa; se distingue de todas las especies chilenas por las glándulas, que cubren peciolos, pedúnculos i cálices. | 23. OXALIS EREMOBIA.—Ph. O. glaberrima; caule decumbente, ramosissimo; foliis confer- tis, longe petiolatis; foliolis fere orbiculari-obcordatis; peduncu- lis folia superantibus, furcatis, ramis 3-5 floris; calycis foliolis ovatis, obtusis; petalis luteis apice violaceis mox in forman cor- nu contortis, calycem sesquies «equantibus; loculis capsulze te- traspermis. In deserto Atacama loco dicto "Indio muerto. invenit orna- tissimus Aug. Villanueva. Tenemos un ramo del largo de 12 centímetros del que se le- vantan muchos ramitos de la altura de 6 centímetros. Las hojas erguidas están sostenidas por un peciolo de 25 a 35 milímetros de largo; sus hojuelas son mui poco escotadas, casi orbiculares, del diámetro de 5 a 6 milímetros i dobladas probablemente al secarse. Las pequeñas brácteas del pedúnculo son rosadas i es- cariosas; los pedicelos, del largo de 2 a 3 milímetros, están recor- - vadas. Las hojuelas del cáliz miden 5 milímetros i son al prin- “cipio de un hermoso color de rosa, despues verde. Los pétalos del largo de 7 milímetros, son libres amarillentos en la base, i se tuercen pronto para formar por la reunion una especie de cuerno. La cápsula es globosa. .. DRA EEN LIPEL Director del Museo Nacional ÚS) 5 ZO) A (5 6 09 ss leds ss ==... VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA — RÁ (Continuacion) CAPÍTULO XXV a : SUMARIO. —Lastarria es elejido diputado por la Serena: su notable labor par- lamentaria; sus esfuerzos por la reforma liberal. —Proyecto de reforma de la lei electoral i de la de imprenta.—El Clrb de la Reforma.—Su folleto sobre la -——planteacion de la semecracia.—Reinstalacion del C/rculo de Amigos de las letras. - —Biografía de don Miguel Lastarria; juicio crítico. En las elecciones de 1867 fué elejido diputado por el depar- amento de la Serena, siendo este período parlamentario uno los mas brillantes de su puesto de representante de la na- -) O! . Las disensiones comenzaron i siguieron animadas. - Con ocasion del discurso presidencial, cuya contestacion por a Cámara se venia pidiendo con calor, Lastarria hizo una re- rista de la política interior i esterior en términos que dejaron onda impresion en el pais, tanto por las verdades severas que 'ayeron bajo su escalpelo implacable cuanto por la amenidad se- Juctora i picante cor que supo revestir su análisis, al marcar la debilidad con que se habian llevado las negociaciones diplomá- ticas, el despilfarro i hasta la malversacion de los caudales pú- Eo A 918 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS blicos i la falacia con que se quería engañar al pais prometién dole reformas que no habian de llegar. De estos discursos apasionados, en que brillaba la lójica del orador con elocuencia majistral, quisiéramos reproducir algunos trozos, si el temor de elejirlos todos no nos detuviera, como al oirlos no se detenia el aplauso de la barra, dando malísimos ratos al honorable presidente de la Cámara que dirijia aquellas -_tempestuosas sesiones. Y - Abramos al azar una de las pájinas: de esos discursos tre- mendos contra el Ministerio: 3 "Habeis restablecido en todo su vigor la política conserva= dora, 1 habeis levantado de nuevo a sus sostenedores i adora- dores, i hasta habeis hecho un clemento político del clero i sus secuaces, para rehabilitar esa política 1 fortificar a su partido! "¡I venis ahora a recomendar la prudente circunspeccion en la reforma constitucional! a invocar la historia contemporánea! ¿Qué llamais prudente circunspeccion, si no es el miedo triunfo del derecho, que amenguaría vuestra autoridad, vosotros que sabeis que no hai en él mundo un partido liberal mas mo- derado que este a que habeis pertenccido en Chile, porque nunca ha pedido reforma radical alguna, ni ha olvidado jamas los elementos de estabilidad del pueblo? ¡Qué historia contem- poránea es la que invocais, cuando la que han escrito los escrito- res imbéciles del oscurantismo conservador, la que forman hoi los Napoleones i los Antonellis, los Bismarck i los Narváez, os está enseñando que es preciso ir adelante para no caer, que q necesario restablecer el derecho para evitar que los pueblos le conquisten por la fuerza! Su labor parlamentaria en este período es s digna de recorda- cion. 0 Uno de sus principales proyectos fué el referente a la refor- ma de la lei electoral, presentado a la Cámara en la sesion d tE 4 de Junio de 1867. En este proyecto, buscando para la jer era= cion del sufrajio un principio lejítimo i verdadero, proponía | los comicios populares organizados por subdelegaciones, como fur damento del poder electoral; i buscando garantías al ¿ere de las minorías, daba la suplencia a los candidatos que obte- nian el accesit de una votacion. | q VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 919 El proyecto no encontró apoyo oficial, aunque el gabinete 5 presidido por don Miguel Luis Amunátegui cumplió su prome- sa de convocar a sesiones estraordinarias para ocuparse de la reforma electoral junto con la de la lei de imprenta, en Marzo de 1869; la discusion habida en la lejislatura de 1868 apénas se habia concretado a la primera parte del proyecto. Puramente se aprobó lo referente a la formacion de los rejis- tros, considerándose ésta como una lei separada. Con este procedimiento se hacia abortar la reforma completa. Lastarria protestó contra el engaño a que se recurria, cum- pliendo las promesas a medias, i lo que es peor, restableciendo un sistema electoral condenado como vicioso i absurdo. Despues de todo, ¿para qué sirven las buenas leyes electora- les en este pais, si no hai el propósito de cumplirlas? Otro proyecto de capital importancia presentado por el di- putado de la Serena, fué el relativo a la reforma de la lei de imprenta, en un sentido ampliamente liberal. Ya en 1849 se habia preocupado del asunto, pero sin conseguir la reforma de la tremenda lci de 1846, concebida con espíritu tan restrictivo, hasta llegar a lo monstruoso, que habia caido en desuetud al cabo de los años. La esperiencia habia afirmado mas las ideas de Lastarria, así es que su proyecto de 1868 difiere casi sustancialmente del de 1849. Junto con este proyecto, se habia presentado otro de los se- ñores Amunáteguii Várgas Fontecilla. La Cámara debia deci- dirse por uno u otro proyecto, o redactar uno nuevo, que sería presentado a la Cámara para que ésta sin entrar a la discusion lo aprobase en globo. Fruto de comunes concesiones de la co- mision especial nombrada, en la que figuraban miembros de todos los partidos, fué el proyecto definitivo que redactó Lasta- =—rría, ien el cual predominaban las ideas sustentadas en el de los señores Amunátegui i Várgas Fontecilla. Sin embargo, llama la atencion que despues de este pacífico avenimiento, no llegase a convertirse en lei, sino hasta el 17 de Julio de 1872, que es la vijente en la actualidad. La esperiencia ha demostrado que esta lejislacion sobre pren- sa no era tan buena como lo presumieron sus autores, i ya se 920 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS levantan voces autorizadas que piden una reforma inmediata a lo ménos en cuanto a someter los delitos privados i las inju rias personales, al conocimiento de la justicia ordinaria. , Dejemos constancia de que ha sido Lastarria uno de los pri: meros publicistas que se ha ocupado de encontrar las bases justas i liberales que deben dominar en materia de prensa, en este pais én que se ha sabido tanto usar i abusar de su tremen- -do poder difamatorio. Y Entre los asuntos que lograron encender vivas polémicas en q la lejislatura de que nos ocupamos en estos momentos, se cuen- ta el relativo a la represion de la barra, esta barra tan audaz i tan revoltosa que orijinó la tentativa ministerial para po a raya. El proyecto, que pertenecia al señor don Miguel Luis Amunátegui í sus amigos, tuvo una discusion tempestuosa, reñidísima. 3 Lastarria colocó la cuestion en el terreno constitucional, pro-- bando que era indebida la jurisdiccion de la Cámara, desde que habia una lamentable confusion de autoridades. q La minoría impugnó el proyecto en términos bastante acres; pero no por eso dejó de ser aprobado. No así por el Senado, en donde se atolló, en medio del compacto asombro de la ma-' yoría de la otra Cámara. q Hasta ahora no sabemos cual fué el oríjen de este aplaza= miento inusitado; los políticos han hecho varias hipótesis para esplicárselo, i hasta han insinuado que se debió a influencias. del Presidente. Otros piensan que la razon estaba en la mino- ría i nó en los numerosos apóstoles de la restriccion. a La trascendencia mas importante que tuvo el debate sobre represion de la barra, fué la acusacion a la Corte Suprema, ql mantuvo la excitacion ansiosa del pais entero, i absorbió toda h la labor lejislativa hasta el 10 de Mayo de 1869, sesion en n que el Senado la declaró sin lugar. y Lastarria no tomó parte en este ruidoso debate, sino a pro-> pósito de un incidente constitucional. 3 - - La acusacion que Lastarria impugnó en la prensa junto con. todos los hombres honrados, trajo una descompajinacion mi- nisterial que llevó a don Miguel Luis Amunátegui al puestas jefe del Gabinete el 13 de Noviembre de 1868, VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 921 E Club de la Reforma contribuia con su continjente de leña caldear las opiniones, ya sumamente excitadas al Operarse te cambio ministerial que se estrenaba con un programa formista que, por lo que dejamos narrado, fué cumplido a ¿días en cuanto se lo permitieron los abundantes contratiem- ps, lote obligado de esa época de profunda ajitacion política le hubo de recojer una herencia harto penosa i dificilisima, El programa presentado por el Ministro del Interior, en la sic del 14 de Noviembre, no satisfizo a todos. Entre los descontentos estuvo Lastarria que oyó con incre- ulidad esas promesas de un Ministerio que segun su espre- on “entraba simplemente a cubrir un claro de sus filas, a inte- far un Ministerio impopular que moria i que se desgajaba de ez. 4 este estado de su ánimo correspondió el folleto que con el ulo de La reforma política— Única salvacion de la República — -Único medio de plantear la semecracia o el gobierno de sé mis- o, publicó a los cinco dias de la proclamacion del programa el señor Ministro de lo Interior. "En este folleto de actualidad formula el autor las aspiracio- mes del pais i desarrolla un plan político de organizacion gu- ernativa basado en el self government de los norte-america- OS 1 que años mas tarde reproduce en una obra meritísima de cual nos ocuparemos a su debido tiempo. 'Historiando la marcha i las tendencias de los partidos polí- sos, llegaba a la conclusion de que en el poder no habian echo otra cosa que mantener ¡ fortificar la organizacion política 3 p: esiva. Con un fondo amargo de desencanto pasaba en revista la irga fila de nuestras llagas políticas, para cuya curacion no sla otro remedio que tumbar el sistema represivo, el sistema olonial, arbitrario i despótico, la dictadura del jefe supremo el Estado, fundando un partido con bases nuevas, verdadera- jente democráticas. “Este nuevo plan era un eslabon mas de su obra persistente, stemática, sobre nuestro desarrollo liberal que ya en 1850, en is Bases de reforma, habia intentado hacer prender. Ahora se resentaba con un bagaje mas audaz, fruto de su esperiencia. $ A 0 A A A Aia | AN K 38 922 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS. Se adelantaba muchos lustros a nuestra educacion política, ¡ por eso sus palabras cayeron en el vacio. Se las consideraba l obra de un iluso, de un visionario. > E De esta clase de visionarios han sido todos los que se har adelantado a su época, cosechando el mas solemne sarcasmc oi la mas helada indiferencia. E Queria una reforma radical, absoluta, que nos llevara 155 inflexiblemente a la reforma completa en todas las esferas de la actividad social. | E Debia estrellarse este plan ante el muro firmísimo de nuestra educacion secular, de nuestros hábitos electorales profunda- mente pervertidos. ¿Qué caso se iba a hacer de un plan que, si era leido, se le juzgaba con el criterio estrecho del egoismo, i que, sin dede se le condenaba por venir de quien venía? ES E Ademas la práctica del self government de los norte-america- nos pretendia introducir una planta exótica, una planta utópicz , si es posible decirlo, que no hallaba terreno propicio, ni savia: fecundante, ni mano que quisiera cultivarla. De ello provino que el partido democrático no hallara adhe- rentes, 1 que el entusiasta impulsor quedara solo, abatido en la brecha, que ya ántes tantos sinsabores le habia prodigado; ahora como ántes, no encontraba la cooperacion de gobiernos titulados liberales, a los cuales por sus actos francamente reac- cionarios estaba mui léjos de convenirles ese apellido, con el que todos han querido cargar, aun los déspotas mas audaces i mas inescrupulosos de este pais. . E En el fondo de la política de 1869 surjian calladamente jér- menes reaccionarios que hacian enteramente nugatorios los esfuerzos de la reforma política; i uno de los hechos esteriores que lo manifiesta es el proyecto que en Julio de ese año presen- taba el gobierno a la Cámara de Diputados para conceder 20,000 pesos a los obispos que debian ir al concilio ecuménico de Roma. | E Lastarria advirtió el la i en la prensa i en el e 3 puso su pluma í su palabra en defensa del principio democrá= tico que se iba a socavar para dar gusto a los curiales estranje= ros, cuyo código—el Syllabus—era el anatema mas furibundo Ñ 39 E pá E BEA AA nm ASPE CA 3 4 E er M VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 923 o... contra todas las libertades 1 todas las formas del sistema repre- “sentativo. $ Sin embargo, el gobierno no prestó absolutamente oidos a las patrióticas voces que se alzaron en el Congreso para impugnar un proyecto que iba a criar alas i plumaje al ultramontanismo, que atisbaba a la sombra, i que ya se habia apoderado de la “direccion de la enseñanza media i superior, merced al favor no disimulado que se le otorgaba en las alturas. La obra de Lastarria en la lejislatura que acabamos de ana- lizar rápidamente, habia sido vastísima, brillante i fecunda, i se halla consignada en el lZan2festo (1) que dirijieron a sus elec- tores los miembros de la minoría, los señores Lastarria, Do- _mingo Arteaga Alemparte, Ricardo Claro, Pedro Leon Gallo i Manucl Antonio Matta, para dar a conocer al pais la accion - parlamentaria que les habia cabido la honra de sustentar con tanta eficacia como lucimiento. "Hemos ascendido, tranco a tranco, la dolorosa escala de la política, decian en ese documento, i nos encontramos al fin de 4D, ella, frente a frente del pais que aprovecha o padece de los errores i de las culpas de los repúblicos i que acaba siempre por juzgar, como juez derechero, dando premio o castigo, aplausos O censuras, a quienes lo merecen. ¡Que él nos juzgue! +, El pais juzgó a la minoría, i viendo en ella a celosos defen- “sores de su honra, del crédito i del progreso político, aplaudió su obra respecto de la guerra, de la hacienda 1 de la reforma. Pero Lastarria no solo atendia a la política de esa época. El 23 de Mayo de 1869 tenía lugar la primera conferencia de un instituto literario que por tercera vez se fundaba bajo sus auspi- cios. Como nuevo Fénix, se reorganizaba el Circulo de Amigos de las Letras, que fundado en 1859 habia vivido cinco años una vida activa i fecundísima; pero al renacer quedaban en la fron- tera opuesta los antiguos compañeros que no representaban un mismo ideal político. En la sesion inaugural, el antiguo i probado luchador que nuevamente se ponia en la brecha con los bríos de ántes, leyó (1) A nuestros Electores, por los diputados Arteaga, Claro, Gallo, Las- tarria 1 Matta. 1868, páj. 77. 924 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS: el discurso que pasamos a analizar, principalmente en cuan las doctrinas estéticas que sustentaba, de paso, i al criterio file sófico a que trata de ajustar la composicion literaria. En verdad este documento es correlativo al del 3 de Mayo de 1842; pero notamos ahora doctrinas mas firmes, mas sólidas mas acentuadas, fruto indudable de sus nuevas lecturas. ] "La primera lei del arte es la verdad, dice en este discurso. - siguiendo a Victor Hugo, afirma que "la belleza del arte no es perfectible porque la belleza tampoco lo es. Cuando el arte alc: za la verdad, sea en pintura o escultura, en la música o en poesía, el arte solo ha podido llegar allí por la libertad del e ritu, para investigar la verdad, para espresarla con vigor i cl ari- dad, sin estar sujeto a otra autoridad que a la de los hechos. I completando la esposicion de su ideal estético añade: "El arte que, en la literatura plástica es la imitacion de la naturale- za, 1 en la científica la revelacion jenuina de la verdad, no as simplemente una revelacion de lo bello, un elemento del gus- to o del placer, como suponen los que profesan el arte por arte, sino un instrumento poderoso del progreso social Pon 1e es la forma de lo útil, de lo justo i verdadero... E Esta es la opinion de Lastarria sobre estética. Desde ln] se advierte que, junto con no estar netamente espresado a al cance que da al ideal, no hai una doctrina completa: falta elemento mui precipuo de la produccion artística, que para al nada se considera aquí. Nos referimos al temperamento del au- tor, a: la emocion que aGue nd en la obra como com pe ideal estético. En la copia servil no hai ts menester es que haya una transformacion delo real para quel se produzca la emo- | cion artística. E | Despues tendremos oportunidad de Jen a tocar este pu to cuando sigamos la evolucion que esperimentó en su criterio. la definitiva idea que aceptó i que sucesivamente cspuso, en 1874 en los Recuerdos del Maestro, en 1885 en el Estudio sobre J. A. Soffíaien 1886 en el a titulado Algo sobre arte literaria, Plástica 2 e VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 925 para el arte, hallábalo pura i esclusivamente en la verdad, inde- pendiente de trabas clásicas; de aquí su clasificacion de los es- —critos en a "Científicos, que son aquellos en que se investigan las leyes positivas del universo; =D omSociolójicos, que son los que tienen por objeto la actividad humana, los que estudian las facultades i los móviles de la ac- tividad del individuo, las leyes de sus relaciones, de su desarro- llo en la historia, en la actualidad i en el porvenir, las condicio- nes jenerales del universo moral; - “Exejéticos, los de simple esposicion, sea científica o socioló- “jica, 1 que están destinados a jeneralizar i difundir los resulta- dos de la investigacion filosófica en las ciencias exactas i en la ciencia social; | nPlásticos, los que pintan un cuadro de la naturaleza física o moral, traduciendo un sentimiento, una impresion, trazando “cuna escena de la vida, un drama, un suceso en que aparece el cuadro completo de una situacion. | Se deja ver en la tendencia filosófica asignada al arte, la in- fluencia de las doctrinas de Augusto Comte, i aunque no suena el nombre de este pensador, nos atrevemos a creer que este des- arrollo. sistemático de la nocion' de la filosofía científica, coin- cide con su lectura del Cours de phelosophtie positive como asi- “mismo del estudio de Littré sobre su maestro. Ántes de 1869 Lastarria, por una inclinacion innata de su espiritu, habia mos- trado predicamento decidido al sistema esperimental; pero sus doctrinas no tenían la consistencia i homojeneidad de la concep- cion sistemada. Su mente vagaba de uno a otro campo, sin ideales fijos, claros i netos: despues de conocer a Comte, tuvo miras concretas en esta materia isus creencias se diseñaron con toda precision. Así, en su discurso, afirmando que la verdad del arte es la verdad filosófica i depende de ella, deduce que "es necesario que el espíritu investigue la verdad de un modo posi- tivo, no conducido por un modo de pensar teolój2co, que parte de dogmas impuestos, verdades absolutas no probadas; ni guiado por “un modo de pensar metafísico, que procede dando realidad a entidades abstractas, imajinarias, que ningun fundamento tie- nen en la naturaleza; ni tampoco partiendo de un principio ar- 926 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS -_bitrario, no probado, como el de aquellos filósofos que armar su sistema sobre la falsa suposicion de que el progreso humano es una evolucion necesaria i fatal de la naturaleza dela huma nidad, en que no tiene participacion la libertad; o el de los que admiten laidea de que cada jeneracion tiene una especialidad innata i que está destinada por la divinidad a ensanchar la vida física i moral, como Virjilio que construye su Eneida atribu- yendo al desarrollo latino un carácter providencial. Como confirmacion de estas teorías, apunta el principio de. la escuela positivista de que "¡la base del razonamiento son solo “los hechos demostrados.1 En embrion está aquí la doctrina que los críticos contemporáneos apellidan del arte trascendental. El Circulo acordó hacer lecturas o conferencias públicas, i se consiguió al efecto el salon de baile del Teatro Municipal en donde las hubo en los meses de Mayo, Junio, Julioi Agosto. En la Libertad, diario que redactaban los Arteagas, se publicaron algunas de las composiciones en prosa i verso; fuera del dis-- curso inaugural, los interesantes trabajos del doctor Valderra- ma i las bellísimas traducciones de Víctor Hugo, hechas por don Pedro Leon Gallo. ¡CAN Desgraciadamente, el permiso que la autoridad habia dado graciosamente, fué revocado, i los miembros del Circulo no tu=- vieron un sitio público en que seguir haciendo sus lecturas. Como hemos insinuado, el medio en que venía a reinstalarse la sociedad no era favorable. La política con sus pasiones ve- nía a malcar desde su oríjen una institucion que para vivir tranquila necesitaba precisamente echar a las espaldas los ren 3 cores i los enconos que se levantan en las luchas de partido. — Fuera de la publicacion de tres tomos dela Miscelánea histó- j rica 1 literaria que hizo Lastarria en 1868, recopilando sus producciones de 30 años, a esta época pertenece tambien un trabajo histórico, al cual ya al principio nos hemos referido al. hablar de don Miguel Lastarria: es la biografía de este hom distinguido, publicada en uno de los Apéndices de la Historia. de Santiago (1). | | | 3 Vicuña Mackenna, el fecundo escritor que ha introducido: la 3 y 1 (1) Tomo II, páj. 491. VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 927 poesía en la historia, presentó en 1869 dos volúmenes en que amasa con singular injenio i colorido el cuadro social de la colo- nia, dejándose llevar un tanto por los espejismos de la imajina- cion, i acaso inspirado por la conviccion de que la llana reali- dad es demasiado fría para trasladarla con severa exactitud. Lastarria quiso agregar un capítulo a este cuadro, i ese fué el orijen de sus Voticias biográficas sobre don Miguel Lastarria. Quiso restaurar la memoria de un nombre olvidado, que segun las espresiones del nieto "se eclipsó en el olvido, habiendo des- aparecido en Chile i en Buenos Aires la jeneracion que habia “sido testigo de sus méritos; i habiendo sido ésta recmplazada por la jeneracion de la independencia, que no le conoció, sin em- bargo de que sus antecedentes i sus prendas le llamaban a ha- cer en ella un papel tan útil como ventajoso. Sin duda que una biografía no es sino un pedazo de historia, ¡ por consiguiente susceptible de ser escrita por procedimientos análogos. El autor que ha tenido para la historia método filo- sófico, en esta biografía sigue el método narrativo adoptado en ¿chos ántes que en investigar el medio social en que el personaje “se mueve ¡obra a efecto de conocer de qué manera i por qué ¡causas se desarrolla el individuo, da a luz sus producciones, “transforma sus ideas, determina sus actos, etc., etc. Juzgando el trabajo de Lastarria conforme a este criterio, lo mcontramos deficiente por no aparecer en él sino datos para ma biografía, con la circunstancia de que éstos no han sido bien sompulsados. La veracidad del escritor ha sufrido la inevitable nfluencia de la sangre. Los lazos del parentesco hacen que se agranden un poco las dirmensiones del personaje, i que un noble. entimiento de familia lo lleve naturalmente i sin esfuerzo al erreno del panejírico en ciertos puntos. Hai otros hechos discordes con la verdad. Así, dice el autor ¡de la biografía que don Miguel Lastarria fué el inspirador de las memorias o representaciones económicas que don Manuel Sa- las dirijió a la corte de España i que tanta celebridad lc han lado en nuestros dias, sin embargo de que ellas no son sino el lel trasunto de las ideas, de los datos, de los recursos. espues- 9s por don Miguel. "TOMO LXXXII | 63 928 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS” a Las eruditas investigaciones de los señores Amunátegui Ba: rros Arana demuestran que don Manuel Salas era un hombre superior, con ideas económicas propias i eE naturalmente no necesitaba plajiar a Lastarria. | E En otra parte afirma el biógrafo lo siguiente: “En esa época (1805), Lastarria se hallaba en Madrid, publi cando tambien una obra de jeografíai botánica de Améric: que dió a luz en tres tomos, i a la cual, sin duda, se refiere cita que de sus datos sobre la publicacion americana hace en su prod moderna el escritor español don José de Alo . calá.. A Esta obra nunca fué escrita por don Miguel; i la prueba de ello se encuentra en una obra de un erudito escritor (1). Se sabe que la Biblioteca Nacional de Madrid fija anualmente un pres. mio para el mejor catálogo que se presente. En 1858 lo obtuvo - don Miguel Colmciro por su prolija investigacion sobre los bo-. E tánicos peninsulares. Allí se da cuenta de cuanto libro sobre la materia se ha publicado, agregando noticias sobre la vida de. cada autor. Hemos revisado cuidadosamente este libro i no he: mos encontrado una palabra sobre esos tres tomos de Jeografía 2 botánica que se afirma que fueron publicados en Madrid. Se puede, pues, concluir que tal obra no existe. Las investigacio: nes bibliográficas posteriores igualmente confirman este aserto, Don Bartolomé José Gallardo tampoco anotó aquellos tres tomos | ; de Jeografía ¿ botánica entre los varios papeles de mucho peso i solidez que compuso (don Miguel Lastarria) sobre puntos in= teresantes al mejor servicio del soberano i de la patria que ob=- tuvieron el aplauso público (2), i que obraban en la Relacion de. méritos del propio don Miguel. - 7 Como las anteriores, se deslizan algunas afirmaciones en | Biografía que analizamos, sin que ellas sean parte a oscurecer” el mérito histórico del trabajo. Siempre don Miguel Lastarria, por sus condiciones intelectuales i por sus obras, ocupará un lu- ] H ñ E] | (1) Ensayo de una biblioteca española de libros raros d curiosos, tomo. 1, páj. 1327. Madrid, 1889. > (2) MIGUEL COLMEIRO. La Botánica i los botánicos de la- peninsula hispa- ] no-lusitana. Estudios bibliográficos i biográficos. Madrid, 1858. VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 929 ar distinguido en la colonia entre los pocos que se dedicaron a estudios económicos, estadísticos i jeográficos. El doctor don Miguel Lastarria, como secretario en 17098 del marques de Aviles, formó un “estado de la poblacion i del estado económico del reino. Encargado de preparar el informe que debia trasmitirse a la Corte, tuvo a la vista los pocos tra- bajos estadísticos que entónces existian, i con la escasa luz que ellos arrojaban, formó el primer ensayo de clasificacion de los habitantes de Chile (1). | Sobre el Discurso que se conserva en el Br2tisk Museum de Lóndres, marcado en el catálogo de manuscritos con el número 17,596, dice lo siguiente un escritor chileno (2): — wEscrito en un estilo declamatorio, aunque animado de un g O mejor espíritu es el D2scurso Económico. Esta pieza contiene una 0 franca que se aparta mucho de los trillados caminos con que nuestros escritores de antaño acostumbraban pintar el BS Baco de Chile en aquella época. La gran miseria que devoraba al país, ocasionada principalmente por las enormes porciones de tierras concentradas en una sola mano; los diferentes ramos de la administracion, desde el sistema seguido para la ereccion de poblaciones, hasta los abusos de que eran víctimas los cose- cheros de Valparaiso, i mui especialmente el lamentable estado a que la educacion se hallaba reducida; están pintados con ani- nacion i honrada franqueza en el Discurso de Lastarria. Don Miguel se indigna contra los que han ponderado la engañosa 1 apática felicidad de los colonos chilenos i ataca principalmente a Molina por este error, acaso involuntario de su parte... "Pero la obra capital de Lastarria es su Organizacion 2 plan de seguridad esterior de las mui interesantes colontas orientales lel rio Paraguay o de la Plata, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Paris. Su primera parte es una simple compilacion le documentos; pero en lo restante llaman la atencion los cono- mientos de ciencias que el autor manifiesta poseer, i la serie- (1) Disco Barros ARANa, Historia feneral de Chile, 1886, tomo VII, dj. 422. O JosÉ Tor1Bi0 MEDINA, Historia de la literatura colonial de Chile, to- o II, 1878. : 930 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS dad del tono con que está escrita. Ocupado del exámen detenida de su asunto, Lastarria lo ha analizado metódicamente, dande noticias del pais de que se trata, de su descripcion topográ de sus recursos, sus fuentes de comercio, costumbres de sus a- bitantes, etc. Es evidente que.este tratado fué escrito para se presentado reservadamente a Cárlos IV, i que, por lo tanto, ja= mas se pensó en publicarlo (1); mas, precisamente por esa coma cunstancia, el autor ha podido hablar sin rodeos i espresar s pensamiento por entero con la misma plausible franqueza con 4 | que elaborara su Discurso. . Por su parte, don Bartolomé José Gallardo (2), hablando d > 3 otro ejemplar de la Reorganización i plan de seguridad, 1 estrac= tando i copiando de la Relacion de méritos de Lastarria que obra en la Secretaría del Supremo Consejo i Cámara de Indias, dice: ¿2 ; "Habiendo presentado (don Miguel) esta obra a la superior dad, manifestó reservaba para su uso este ejemplar: que le daba gracias por su fineza; i que siendo tan interesantes las materias 3 de que trata, convenía presentase otros para pasarlos a los Mi nisterios de Estado. "Lo cual de órden superior se le comunicó el 4 de Octubre de 1805 por el Jefe del Estado Mayor de Injeníeros, don Anto nio Samper. -3 "Que en efecto presentó otro, i que de órden superior fué re= mitido a la Junta de Fortificaciones i Defensa de Indias: la cua y en consulta a S. M., de 30 de Enero de 1806, informó que dich obra era recomendables, a 2 (1) «En cuanto a la manera cómo haya ido a ara la obra a Paris, creer algunos que Lastarria la vendió a los franceses cuando la invasion de 180 viéndose atrasado en sus intereses; otros, que la vendió a M. Ermern comisionado del gobierno frances para adquirir noticias i curiosidades rarias. Don Martin Fernández Navarrete añade que Lastarria era un mi compilador de los que habian trabajado en la comision de fijar los limit entre el Portugal i España en aquellas provincias, los beneméritos ofici de nuestra marina, Varela, Azara, don Félix Aguirre i otros.» OcHOA, Ci logo razonado de los manuscritos españoles existentes en la Biblioteca Real” Paris, 1844, páj. 84. (2) Libro citado, Tomo IV, páj. 1326. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 931 Fuera de estos trabajos que dan una medida de la inteli- jencía i laboriosidad de don Miguel Lastarria, dejó apuntes que han servido eficazmente para rehacer nuestra historia colonial: de esta categoría i como fuente de copiosa informacion, debe “reputarse la Relacion de gobierno que dejó el señor marques de Aviles, presidente de Chale, a su sucesor el señor don Joaquin del Pino, que con frecuencia ha servido de guia a don Diego Barros Arana para componer :el capítulo XXI, del tomo VII de su y istoria Jeneral de Chile. “Esta relacion, que es un documento importante por la abundancia i prolijidad de sus noticias, fué “seguramente escrita por el doctor don Miguel Lastarria, hom- bre intelijente i estudioso..... (1). Ademas de estos escritos, que descubren un pensador inteli- jente, merecen recordacion el P/an de estudios, que compuso por encargo de la Universidad; Las costumbres agrarias del reino de Chile; Abasto del trigo que provee a Lima, Memoria sobre el szs- tema de Real Hacienda relativamente a las minas del virreinato de Buenos AÁtres. De algunas de estas obras no tuvo noticias positivas don Vic- torino, i entendemos que fué don Bartolomé José Gallardo el primero que las anotó en su erudito catálogo, tan copioso en datos como en observaciones críticas. Es indiscutible que hom- “bres como don Miguel Lastarria merecen un estudio especial i detenido que abarque todos los actos de su vida i todas sus 0 obras. Fué lástima que el nieto no emprendiese esta tarea en toda su amplitud i tal como la merecia el personaje "hoi desco- nocido en el centro mismo de sus triunfos, i segun decia en 1869, es necesario rastrear los oríjenes de la instruccion pú- blica en la colonia, o engolfarse en el laberinto de la adminis- fracion colonial para desenterrarlo 1 rehabilitar su memoria; no dara darse el placer de restaurar un retrato borrado por el tiem- U 3 E ha | po, sino porque ello es indispensable para completar el cuadro de una época que necesitamos conocer en todos sus detalles i en : su colorido primitivo... | - Aunque animado de tan buenas intenciones, el biógrafo no dió cima a este trabajo, urjido por un lado por las condiciones (m Historia feneral de Chile, tomo VII, paj. 222. 932 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS en que lo compuso, i por otro, por una aversion marcada que siempre tuvo a la investigacion paciente, laboriosa i menuda de los hechos, lo que no entraba en la índole de su espíritu esen: cialmente jeneralizador, afecto ántes a las disertaciones que ¿ la rebusca i a la inquisicion de obras perdidas, de actos OScu- ros, de situaciones borradas que no era posible alumbrar sino a fuerza de erudicion. A Cuando diez años mas tarde (1879) reimprimió la Biografía, pudo haber adelantado la investigacion con nuevos datos i re- hecho el trabajo primitivo; pero tampoco se sintió con ánimo para emprender una severa compulsa de documentos i una nue= va pesquisa en la selva enmarañada de la historia colonial, úni- co procedimiento eficaz para restaurar completa i sólidamente la memoría de don Miguel Lastarria, i avalorar el significado literario e histórico de sus obras i la real importancia de su ac- cion como abogado, como catedrático, como iudustrial, como economista, como empleado. y a) e n CAPÍTULO XXVI A PA KX A A A A A ¿A 1 AS AA _ E x 946 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS a este indiferentismo, afirma con tristeza que vestá habit a sembrar para mas tarde ia no retirar os de sus fuerzosn.. demia debe tomarse nota de las seo por el señor Za Y brana acerca de la filosofía de Augusto Comte, que suscitar segun la 3.2 Memoria del director (12 de Abril de 1876) urépl cas brillantes que hicieron los señores don Jorje Lagarrigue don Benjamin Dávila Larrain. El ataque a la filosofía positi trajo a nuestra tribuna algunas de las objeciones con que la cuela esperimental ha discutido ciertas conclusiones del gr: filósofo frances, sin desconocer ni rechazar las bases i el crit lentar las opiniones ajenas, empleando contra ellas, cuando st erróneas, los medios de la persuasion solamente, los que jam producirán efecto si se revisten de violencia o se adornan co la burla de que huye la verdad. Pero los sustentantes de la fill sofía que guia nuestros estudios, rechazaron i esplicaron aqu llos ataques, demostrando las ventajas del método científico q1 puede aplicarse al exámen de todos los fenómenos materiales s morales, sin perjuicio de caer en los dos escollos necesarios. de la metafísica, que son el materialismo i el idealismo.» Desgraciadamente estas discusiones se fueron o mejor dicho, las relaciones literarias de los miembros de la 4ca=" demia se fueron aflojando a medida que los intereses políticos se hicieron diverjentes. La Academia no estaba en 1878 en | jenerosa concordia de 1873. Aquel centro se tornó casi en clu político, i no tardaron las enemistades personales, junto con li choques de la política militante, en RRE su obra disolvente matadora. | > Despues del viaje (1879-80) en servicio diplomático e en ( Brasil, pensaba Lastarria favorecer de nuevo aquel centro inte lectual i reunir en un haz los dispersos elementos. Eso habri acontecido si el antiguo director de la Academia hubiera deja= do pasar por alto, al regresar al pais, una circunstancia que hi- ; VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 047 “rió su amor propio i su orgullo. Hé aquí como él mismo cuenta 'el suceso en una carta íntima, fechada el 22 de Julio de 1883: "¿Cómo terminó esa fundacion? Con el desprecio masinvo- ¿untario i mas inesperado. Volvia yo, despues de año i medio de ausencia del pais, en servicio efectivo de la patria, i traia la “esperanza de adelantar la corporacion con nuevas vistas i ele- m entos que había atesorado. Mas, pasó un mes, i tambien otro, ¡sin que recibiera ni un saludo, ni siquiera una tarjeta de la | "Academia, ni de los que en mi ausencia la habian mantenido; 1 un dia comencé a recibir instancias mas activas para que la hiciera funcionar a fin de oir ide hacer una ovacion a un litera- to mui popular que volvia de provincias. Mi respuesta fué echar “ave para siempre a aquel centro literario, tan solícito para con | otros i tan desdeñoso para con su director. ¿Habia yo de disi- mn ular por centésima i una vez demostraciones semejantes, i “volver como lo hacia ántes, a pesar de todo jénero de contra- “riedades, a mi abnegacion en pro del progreso literario, cuya historia habia sido hasta falseada para hacer olvidar mi nombre? No quise dar una nueva prueba de imbecilidad.“ | 3 Así tan crudamente esplicaba Lastarria su determinacion de echar llave para siempre a la Academia. A la verdad que la causa no lo honra absolutamente, pues como quiera que sea esa indiferencia para con él, la hemos “visto en esta tierra con cuanto diplomático llega despues de laboriosos servicios. ¡Son tan pocos los que han conseguido que ese silencio mortificante a la partida i al regreso se torne en "manifestacion de aplauso! (1) (1) En un banquete que en 1887 se daba a don Guillermo Matta por su regreso a la patria despues de su mision en Alemania, decia don Miguel Luis Amunátegui: «Son muchos los individuos que salen de un pais sin que nadie los sienta o eche ménos; i muchos los que tornan a él sin que nadie se inquiete o ale- gre por su vuelta. «(Esos centenares de viajeros incógnitos por la insignificancia, ménos fa- vorecidos en esta parte que un héroe lejendario cuyas aventuras han sido y tadas en una epopeya clásica, no poseen siquiera un perro que, er señal | e reconocerlos, menee la cola, cuando ellos entran en su hogar.» An! esta amarga verdad en cierto modo era una alusion hiriente a otros. 948 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Pero si se apagó aquel centro intelectual i poco a poco f ronse estinguiendo los ecos de los debates animados i conci zudos que allí se verificaron, en cambio han sobrenadado 1 Lecciones de política positiva que en él tuvieron su cuna, i q no quedaron encerradas bajo la llave que Lastarria se echó bolsillo despues de haber clausurado “para siempre las puer- tas que en un momento de jenerosa espansion se quisieron ha= cer reabrir. El libro no pudo ni podia correr la suerte que Ñ autor deparó a la Academia de Bellas Letras. La aparicion de las Lecciones de polftica positiva puede 3 siderarse como un verdadero acontecimiento político i literario. Hasta 1874 nadie habia publicado nada en Chile sobre la E teria. Nuestros escritores habian descuidado el punto, imajinándo- E se quizas que la política científica no merecía los honores de un libro. Y Nuestra literatura política solo podria haberse buscado en lo documentos parlamentarios, i como es notorio, son pocos lo oradores que se elevan verdaderamente al campo sereno de l: doctrina. No podía, pues, sino recurrir a las ideas de los escritores eu ropeos, para fundar un sistema sobre las fuerzas de la sociedad civil i sus leyes 1 sobre el a de dirijirlas en circunstancia dadas. i E "Si me atrevo, decia Lastarria, a esta empresa tan árdua tan superior a las aptitudes i a las condiciones del medio er que vive un hombre de labor en nuestra naciente sociedad, sit holganza, sin estímulos i aun sin esperanzas, es porque mis lar gos estudios me han dado la conviccion de que es ya posibl hallar en esta rama de la sociolojía, sino en todo, en gran parte aquel acuerdo de los sabios que en las ciéncias exactas consti tuye la autoridad i que inspira la fé que ellas merecen. Entón diplomáticos que se sentaban en aquella mesa. Lastarria, que presidia € banquete, pudo pensar que, sin advertirlo, le habia hecho una alusion per sonal el señor Amunátegui, inspirada por la injenuidad que le caracteri zaba. 7 3 Cuando Lastarria llegó de su legacion al Brasil ¿no tuvo siquiera un pe rro que le »meneara la cola en señal de alegria!... : mE VIDA I'OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 949 ces mi trabajo se ha reducido a comprobar el acuerdo de las opiniones, ia verificar los principios i las conclusiones cuya evidencia ha sido adquirida por la investigacion de pensadores _desinteresados, que juzgan con una imparcialidad exenta de Intereses personales i de predilecciones apasionadas. En el procedimiento para formar la doctrina científica de la política sigue el autor a M. Comte principalmente, i para com- probar los hechos, a Courcelle-Seneuil, Tocqueville i otros. M. Pascal Duprat le reprochaba, en una carta dirijida a Las- - tarría, su apasionamiento por Augusto Comte, que no fué mul '“novador ni hábil, en su sentir, i que ademas, no supo escribir “nunca, i de ello depende que se le lee con dificultad. Lastarria, contestando este reparo, decia (1): “Si tengo apasionamiento por Comte, lo divido con buena compañía i con M. Littré, que en su libro sobre este filósofo lo 'comsidera como un jenio que merece un lugar al lado de los mas grandes, i yo puedo decir como él: Reconozco que le debo mi existencia filosófica, es decir una doctrina, porque si en mis primeros escritos, he encontrado un criterio esperimental sin haberme subordinado como lo hizo M. Littré a la teolojía i a la metafísica, es indudable que no he tenido doctrina filosófica sino despues que me he servido del método objetivo de M. - Comte, el cual me dió las fuerzas necesarias para rechazar aun la filosofía final que adoptó este sabio cuando el método subje- - tivo se apoderó de su espíritu... Lastarria unió a las doctrinas de este filósofo sus propias observaciones en lo referente a la teoría política; pero mantuvo una fidelidad constante en seguir las conclusiones del pensador frances en cuanto a la teoría social. | El libro de Lastarria tiene algunos puntos de contacto con La Política de Blunstchli: su proceder descriptivo basado en Un espiritu jeneralizador i sistemático da cuenta cabal de los lineamientos de la política moderna razonada, que toma en cuenta las condiciones completas de los problemas gubernati- vos que se presentan en la esfera de la doctrina o en el campo de la aplicacion. r | | (1) La Efoca, número del 23 de Julio de 1883. 950 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Estudiando el mecanismo social en los países mas adelant: 4 dos del réjimen representativo í constitucional, llega a creer que > podian trasplantarse a Chile aquellos hábitos i aquellos proce Ñ dimientos. En su doctrina política, con vigoroso espíritu sintético, con- E centra los mas complejos problemas ií les da solucion confor a su criterio liberal, definiendo el Estado i sus límites, determi- E nando las atribuciones del poder político, estudiando los carac- téres de la soberanía nacional i las condiciones del derecho de sufrajio; pasa en revista todas las cuestiones con una profundi- dad i con una concision tales de estilo, que mueven a detenerse en cada pájina para sacar el jugo a esas nutridas observaciones, frutos de un macizo entendimiento. En su teoría política trata de cuanto problema interesa a las instituciones democráticas, a la descentralizacion administrativa, a la autonomía municipal i al réjimen federal que lo considera como una necesidad en los paises que por la fuerza deben llegar a implantar el gobierno semecrático. Lastarria considera que la federacion es el único réjimen de gobierno armónico con las enseñanzas científicas, i que los pai- ses sud-americanos, inspirándose en las instituciones norte- americanas, deben completar su reforma í su educacion política con aquel sistema, sobre todo Chile, que tiene todas las condi- ciones fisiolójicas apetecibles: una poblacion homojénea, sobria, laboriosa, habituada al réjimen del derecho, i estendida en una posicion jeográfica igual para todos, i dividida en zonas cuyos caractéres estadísticos de clima, topografía, producción, indus- tria i comercio, marcan distintamente los grupos de municipios z que forman diversas unidades sociales lastimosamente despeda- zadas en el sistema administrativo de la centralizacion política. E No estamos de acuerdo con estas ideas que, a lo ménos por ahora, son plantas exóticas de otra civilizacion que no es la nuestra, de otros hábitos que tampoco son los nuestros. Una demostracion de esto nos llevaria demasiado léjos, i seria, quizá, no del todo propia de este trabajo. Pe | z Como corroboracion de sus doctrinas cientificas, Lastarria trata de aplicarlas a la administracion de las localidades, ¡en ello anda acertado, sosteniendo la organizacion de la comuna dd didas La ¿FA E IAN) a PI A E RU * VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 951 “autónoma. "Así como la vida libre a que tiende la sociedad moderna irresistiblemente por su desarrollo fisiolójico, exije como condicion que queden fuera del alcance de la lei í de la autoridad los derechos primitivos que constituyen la libertad individual, porque son la base de la personalidad del hombre ¡ de la familia, i tambien de la independencia de las esferas de la actividad social, así exije igualmente que la organizacion del poder político no absorba ni limite la personalidad colectiva del municipio despojándoio dc la jestion de sus intereses peculiares, porque la vida comunal es la base del gobierno libre... Las ideas de Lastarria en este punto concuerdan con las emi- tidas por el Senador don Manuel J. Irarrázaval, el representante mas jenuino del partido conservador en Chile. Si algun reparo ha de ponerse a las Lecciones, es ciertamente el amor de Lastarria a la ideolojía política que lo hacia dar por inducciones verdaderas lo que no era sino un noble espejismo de su espíritu; porque con relacion a Chile ¿podian considerarse sus observaciones como el fruto del estudio esperimental? ¿Por ventura teníamos tradicion sobre ciencia política, para poder deducir leyes, establecer principios? De ningun modo. Lastarria solía edificar sobre el aire, i por eso, no hallando terreno firme en que apoyarse, hubo de recurrir a la teoría es- tranjera i trasportarla al pais. Las ideas i los sistemas no son productos artificiales que bro- tan así no mas, sin antecedentes que los preparen: como los des- cubrimientos científicos, han menester el choque, el movimiento, la actividad. Del propio modo la formacion de un sistema en- -—teramente nuevo que abarque nada ménos que un mundo de doctrinas i leyes sociales ¿cómo puede producirse en un medio enteramente refractario, ajeno en absoluto a esos estudios? Sin embargo, Lastarria nos ha dado el fenómeno mental de produ- cir un libro en circunstancias tan anormales, en medio del indi- ferentismo con que se oyeron sus Lecczones en la Academia de Bellas Letras, segun él mismo lo refiere. De aquí cierta discon- formidad entre el libro mismo i el medio en que aparecia. De ordinario los sistemas filosóficos reflejan el estado intelec- tual de la sociedad i son su espresion. En las Lecciones no se advierte esta concordancia, i por eso quizá el libro se miró como 952 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS un producto artificial, elaborado por un iluso que no se atenía. a lo que éramos en realidad, sino a lo que veia escrito en los li- — bros estranjeros. E Acaso no contribuia poco a formar este juicio la plasticidad? misma del talento de Lastarria, a quien lo hacía 1 impresionarse $ demasiado la lectura de sus autores favoritos, i ya encarrilado en un sistema, no tenia sino ojos para mirar como ciertos e in- -concusos todos los principios allí profesados i se hacia la ilusion de que eran perfectamente aplicables a nuestras instituciones. No quiere decir esto que Lastarria abdicara su independencia, porque, como ya ántes hemos visto, si en cada una de sus obras hai un autor que lo guía i lo inspira, siempre mantícne su crite- río i hace sus salvedades; a pesar de ser en el fondo un asimila- dor constante, domina con tal firmeza las ideas, las estudia con tan honda disquisicion, plantea los problemas con tan perfecta claridad, que da un relieve penetrante a su propio pensamiento i aparece como un pensador vigoroso í orijinal. ] Las Lecciones, con ser el resúmen docto de las ideas socioló- jicas de Comte, muestran eficazmente todo lo que era capaz de producir la fuerza discursiva del talento de Lastarria cuando se aplicaba al estudio abstracto de la filosofía social. Aun siguien- do al maestro en puntos incidentales i concordando su mo- do de pensar en lo relativo a la filosofía i a la sociolojía, se aparta de él radicalmente cuando advierte un estravío fundamental que pugna con sus ideas. Nos referimos con esto a la relijion de la humanidad. Si Lastarria acepta la doctrina comtiana como punto filosófi- co de partida i adhiere al método científico para la investiga- cion, aceptando los fundamentos de la organizacion social, está mui distante de considerar esto como premisa necesaria para llegar al concepto polftico-moral de la relijion con sacerdotes, ritos, etc. Mira esta concepcion como la obra del filósofo loco en un paréntesis lamentable: su trastorno mental de 1845 tíene- reflejos sombríos de manicomio, que se traducen en un cambio de método i de doctrina; circunstancia que se suele olvidar por los que deliberada o inconscientemente aplican el mismo criterio a toda la obra del ilustre pensador frances. | "Augusto Comte, el mas grande filósofo de este siglo, a quien VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 953 solo son comparables Descartes i Leibnitz, escribe Lastarria (1) en 1868 i repite en 1874, despues de haber estudiado el progreso humano i de comprender sus leyes con toda verdad, ha fraca- -sado al pretender formular la nueva síntesis en una relijion ab- surda ¡en un sistema político que repugna al buen sentido, porque tiene por bases la creencia i el poder espiritual... Don Juan Valera, escritor tan atildado como injenioso, se ha ocupado en refutar las doctrinas relijiosas del positivismo, que propaga en esta ciudad don Juan Enrique Lagarrigue; ia pro- pósito de una Circular de éste, ha hecho una crítica aguda del sistema. En cartas posteriores (2), en el mismo tono de desem- barazada broma, continúa refutando con gran acopio de razones el Sistema de política positiva que instituye la relijion de la hu- manidad, que si no es la obra de Comte en el periodo patolóji- co en que su espíritu i su vida se eclipsan por completo, es por lo ménos la obra de Comte en el “error o estravío jeneroso, na- cido de un noble í puro sentimiento. “Yo no niego, agrega Va- lera, que hai un procedimiento dialéctico en el pensamiento de Comte; que no funda su relijion porque sí; que su relijion no fué lo que vulgarmente llamamos una salida de tono. Lo que hai de mas simpático en el positivismo es la crítica, a mi ver, imparcial, elevada, entusiasta i optimista con que juzga la his- toria, para marcar en ella el movimiento ascendente del humano linaje hácia la luz i hácia el bien, pasando por los estados teo- lójico i metafísico, para llegar al científico al cabo (3). Lo que inducia a Lastarria principalmente para no aceptar la relijion de la humanidad, era el sistema reaccionario político a que habria tenido que rendir pleito homenaje, pues con aquella institucion se echa al suelo la libertad individual i se entroniza el despotismo. El positivismo relijioso, pretendiendo dar al po- der social toda su influencia, llega a la conclusion de que ula nocion de derecho debe desaparecer del dominio político, como la nocion de causa del dominio filosófico i que el derecho huma- no es tan absurdo como inmoral... (1) Miscelánea histórica 1 literaria, tomo Il, paj. 391. (2) La España Moderna, Madrid, 1889, vol. V i VI. (3) Ibidem, vol, V, páj. 12, núm. 1o. 954 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ¿Cómo podia Lastarria aceptar estas consecuencias verdade= ramente autoritarias? Contra ellas habrian protestado su accion i su propaganda de cuarenta años, en pro del ensanche de los derechos individuales i de la restriccion de los del Estado. I tan léjos lleva Lastarria sus doctrinas, que incurre, como luego veremos, en el error fundamental de considerar en sus Lecciones la libertad como fin social. La verdad es que solo debe considerársela como un medio para alcanzar fines sociales. De lo contrario, se llegaria a la absurda conclusion de que los paíi- ses enteramente libres, no tendrian ya aspiraciones de ningun jénero. Esto en cuanto a la libertad práctica, o sea el uso del derecho. En cuanto a la libertad moral, hai que advertir que el autor la considera como una entidad metafísica, eso sí en parte con sus visos de realidad positiva. Veamos cómo espresa el autor esta nueva forma de sus ideas (1): "De la relacion íntima de la intelijencia i el senti- miento, surje el ejercicio i la perfeccion de la actividad humana, cuya base fundamental es la /zbertad moral, llamada tambien libre albedrío, ese poder que el hombre tiene de emanciparse, tanto de los impulsos de sus instintos para dominarlos i diri- jirlos en el sentido de su perfectibilidad ide la de su especie, cuanto del medio ambiente en que vive para modificarlo en el mismo sentido.» Lastarria no concuerda de lleno con la teoría de que el hom- bre obra sin motivos i por las puras inspiraciones de su volun- tad; cree que el "hombre tiene siempre el poder de dirijir las fuerzas humanas en la realizacion del fin social, i de dominar al mismo tiempo el medio en que vive. La vida orgánica no es mas que la relacion del organismo con el medio ambiente en que él está, i la reaccion del organismo es lo que constituye la fatalidad del desarrollo material, el automatismo de la materia orgánica inferior, aun en la seleccion natural por medio de la : cual se perfecciona. Entre tanto, el hombre puede dominar esa lei de equivalencia, tanto obrando sobre las circunstancias que le rodean, su medio ambiente, para modificarlas i apropiarlas a (1) Lecciones de política positiva, leccion segunda, páj. 27. ¿ < q y y ai a E 8 JA A " ¿ 1d / ESA Y VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 955 su vida, cuanto sobre sus propios instintos para adecuarlos a su progreso i al de su especie en virtud de ese poder de que está dotado para elejir i emplear las condiciones de su existencia i - de su desarrollo... “En virtud de cse poder complejo, esa facultad activa del alma, agrega Lastarria, es que el hombre obedece o contraría las condiciones de su naturaleza moral, segun las nociones ver- daderas o falsas que modifican el impulso de sus instintos, o su voluntad. En una palabra, la sucesion de causas i de efectos que constituye la vida, no se opera sin la participacion del hombre, pues, teniendo éste una parte efectiva en su destino, la accion de aquellas causas se verifica en virtud de los actos espontá- neos de la libertad, i cs enteramente el resultado de la actividad humana. El autor no puede ménos de pensar que esa libertad moral no es absoluta, porque el hombre, en ciertas circunstancias, tiene que obedecer al medio en que nace ¡ se desarrolla; pero no ve en esto sino “una especie de fatalidad de sus antecedentes personales que le limita el uso de su libertad, como puede im- pedírselo alguna lesion cerebral o alguna causa mórbida. Para sentar las bases de su estudio esperimental de la políti- ca, entra Lastarria (1) a la investigacion filosófica de la .orga- nizacion social, i desde luego determina que "el fenómeno de la cooperacion espontánea de los esfuerzos individuales tiene su oríjen en una lei de la humanidad que consiste en la fenden- cia ien la fuerza del sér intelijente..n Esta lei es la que impulsa ala humanidad hácia adelante, la que nos lleva a ensanchar nuestra vida en el tiempo "i en el espacio, manifestándose en el órden especulativo o moral por la necesidad de saber i de conocer, i en el órden activo o material por el deseo de apro- piarnos el mundo esteriorn. Las ideas fundamentales en que se ejercita la actividad humana, en el órden especultativo son: la idea del derecho, la de la moral, la de la relijion, la de las cien- cias, i la idea estética o de las bellas artes... “El desarrollo de todas estas ideas no es igual, i de consiguiente, la actividad humana en cada una de sus esferas no es igualmente enérjica; (1) Leccion tercera, páj. 75. A TENA LADO SAA IDA EIA € TA ME ARAPDATTCITO ATA AT A A A A AAA AS MT A A A A A A A A A A A A A A A A A AAA AA AA VXXX y e a -— A AAA 956 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS pero, como hemos ya dicho con Augusto Comte, hai entre todas 3 ellas una conexion tan íntima, que se puede asegurar que un cambio considerable en alguna nos hace conocer que un cam- E bio paralelo en las demas ha debido preceder o debe seguirse: pues el progreso social es el producto de un movimiento único que resulta de nuestra tendencia al desarrollo de nuestras fa- cultades, de nuestra libertad moral.» A juicio del autor, "esta idea sintética de la sociedad es la. única verdadera que, en el estado actual de nuestra civilizacion, puede suministrar la filosofía positiva como base del estudio de la política, es decir, de la aplicacion de los pa del derecho a los hechos sociales... Entre estas ideas tiene capital interes la relativa a la moral, que da materia al autor para establecer la diferencia entre el libre albedrío i la libertad práctica, orijinarias respectivamente de la moral í el derecho; i que permite establecer con mas cla- ridad su modo de pensar en este debatido problema que no tu- vo solucion enteramente clara en el Lzbro de Oro, sea porque las doctrinas de Lastarria no estaban entónces netamente de- cididas, sea porque la vaga complexidad del tema, que ha dado caudal para libros enteros de polémica, no permite casi SEN una síntesis precisa i positiva, La base de la distincion está ahora en dos grupos de relacio- nes, las unas voluntarias 1 libres, las otras condicionales. “Las relaciones voluntarias son del dominio de la idea fundamental de la moral, i como su base es la libertad moral o libre albe- drío, todos los deberes que a ella se' refieren son deberes mora- les, esto es, deberes necesarios al cumplimiento del fin humano, pero libres de cumplirse. De esta manera, i supuesto que los deberes conducen a la realizacion del fin del hombre, la moral abraza la vida entera, en todas sus partes i relaciones, pero so- lamente bajo un aspecto, en cuanto el hombre debe obrar sin renunciar a la independencia de su juicio en todo aquello que - depende de su libre albedrío, de su buena intencion, porque estos deberes no se podrian hacer cumplir por la fuerza, sin que perdieran su valor... "Las relaciones condicionales son del do- minio de la idea fundamental del derecho, i como su base es la condicionalidad, todos los deberes que a ella. se refieren son VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 957 obligaciones de derecho, es decir, de necesidad indispensable, i “no voluntataria, para la consecución del fin humano... Lastarria, para marcar mas la diferencia característica de ambas ideas fundamentales, hace “una distincion lójica que está fundada en la distincion de la razon jeneral i de la razon especial del derecho. En cuanto a las condiciones o derechos que se fundan en esta última, el libre albedrío todavía tiene accion, como que esta razon está en el convencimiento. El hombre puede determinarse libremente a celebrar una conven- cion, pero una vez celebrada, queda por ella ligado a satisfacer o exijir la condicion o derecho, materia de la convencion. Pero en cuanto a las condiciones o derechos que se fundan en la ra- zon jeneral, esto es, en la naturaleza humana, como tales con. diciones son esenciales a la intensidad de la vida, el libre al- bedrío no tiene poder social sobre ellas, la accion moral cesa, las relaciones voluntarias terminan, pues es indispensable que esas condiciones se cumplan, mediante la cooperacion mútua de todos, porque son esenciales a la vida i al desarrollo físico e intelectual. Cada una de ellas es un derecho jeneral, primitivo, - que se puede exijir por la fuerza, de nuestra parte o de parte de nuestros coasociados; pues si la cooperacion fuera volunta- ria, si aquellas condiciones dependieran del libre albedrío, deja- rian de ser tales, no constituirian derecho por sí mismas, i pertene- cerian a la moral, al dominio de las relaciones voluntarias... En resúmen, esa diferencia que Lastarria se esfuerza por establecer "estriba en que el libre albedrío, base de la moral, termina cuando aparece la libertad práctica, resultado del derecho; o en otros términos, en el momento en que las relaciones volun- tarias del hombre se tocan con las relaciones condicionales. Con fundada razon teme el autor que estas concepciones se _tachen de metafísicas, i se anticipa a declarar que "la imper- feccion del lenguaje para esplicar este análisis fisiolójico es causa de oscuridad. La tacha, a nuestro juicio, subsiste, por- que mas que en el lenguaje el defecto está en la nocion misma del libre albedrío, concebido por Lastarria como entidad abs- tracta, metafísica, ¡en la imposibilidad en que se halla de adap- tarla a una nocion científica, positiva. ¿Cómo pasar de una a otra nocion? ¿cual es la línea divisoria, el puente que une la Ss AS: A JN y Ñ E PR q 3 958 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS e. abstracion con la realidad? No sc divisa. En su anhelo de bus- car asidero firme, se asila en la libertad práctica, i desde este | momento puede encontrarse pisando en lo: esperimental; pero | entre tanto, queda sin esplicacion satisfactoria la concepcion del libre albedrío. 8 La dificultad habria desaparecido un poco si en vez de con= siderar la libertad moral como una fuerza o facultad que no tiene subordinacion alguna 1 que obra con libérrima autonomía, se hubiese establecido que es un hecho en que concurren la reflexion i diferentes impulsos afectivos, o como cree un dis- tinguido pensador, (1) vun fenómeno moral que nace de la fuerza espontánea que tiene cada facultad afectiva, i del con- curso, del conjunto armónico de las que, favoreciendo o contra- riando el impulso de la que toma la iniciativa, afectada por su estímulo correspondiente, dirijidas por la reflexion, realizan al esterior las voliciones..1 La libertad moral seria “la facultad que * tiene el hombre de ser determinado, o de determinarse por motivos; o en otros términos, que significan lo mismo, el poder de querer o no querer, despues de una deliberacion. Como esta concepcion corresponde a un hecho estudiado a la luz de la psicolojía esperimental i de la verdadera fisiolojía de la voluntad, disminuye la niebla de la nocion metafísica, — las ideas se aclaran, i fluye llana i lójicamente la libertad prác- tica, a la cual queria llegar Lastarria. | 3 No obstante, las esplicaciones dadas por los modernos pen-. sadores no están de acuerdo en este punto sustancial que, a. decir verdad, es la eran valla que separa los sistemas filosóficas 3 rivales. Entre la libertad i el determinismo está cabalmente > trabada esta lucha de ideales que viene ajitando a la humani- dad, sin que por parte de la escuela racionalista puedan exhi- birse datos concluyentes, datos decisivos que den término sa-. tisfactorio al debate empeñado. Las últimas investigaciones en que, por lados diversos i i sin 3 atinjencia de miras, los filósofos ingleses i los filósofos alema- nes coinciden en cuanto dan a la conciencia un poder o facul- (1) Pero Mata. De la libertad moral o libre a: Madrid, 20 páj. 233. . VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 959 A A tad tal que le permite observarse a sí misma. Esperimentos “psicolójicos de gran finura han llegado a descubrir, en parte, “relaciones íntimas entre el estado de conciencia, incubatorio del acto, i la funcion cerebral, ajente del acto mismo. Por tal proceso se cree tener el hilo, hasta ahora desconocido, que ata la volicion 1 el acto; la relacion de lo inconsciente a lo conscien- “te, el móvil orijinario de la decision, el punto de arranque del deseo, en su misteriosa e incógnita elaboracion. La síntesis definitiva no se ha formulado todavía; pero parece ser cierto que las investigaciones hechas, las observaciones producidas por pensadores de diversos paises, que obran con entera inde- -pendencia, van felizmente a ser converjentes i a conciliar la libertad con el determinismo, que es la única solucion posible capaz de resolver el gravísimo problema que trae divididos a los psicólogos desde tanto tiempo atras, i que ahora parece que va a solucionarse, debido al esfuerzo pacientísimo de la inves- -tigacion contemporánea. Pero saliendo de este campo de abstraccion, que daria mate- ría para latísimas disquisiciones, es ya tiempo de dejar constan- cia del modo cómo aprecia Lastarria algunas cuestiones posi- tivas que han ajitado vivamente la atencion de este pais. Tratando de las relaciones de la Iglesia iel Estado, acepta que éste no puede tener ni representar creencia de ninguna es- —pecie, ni en el órden especulativo, ni en el órden activo; que la Iglesia debe ser independiente en su vida interior; que la reli- _Jion i su culto deben respetar el derecho comun, sin salir sus ministros del círculo de sus funciones relijiosas. Como tipo, en la práctica, de esta teoría, pone a los Estados Unidos “cuya constitucion política, reconociendo todos los de- rechos del pensamiento libre, prohibe espresamente dictar leyes que tengan por objeto establecer una relijion o prescribir o ne- gar el ejercicio público de cualquier culto. La solucion del problema es naturalmente la separacion de la Iglesia i del Estado, para llegar a la entera libertad de creen- cias í de cultos. | En la debatida cuestion de enseñanza, cree que la libertad debe ser resuelta segun las circunstancias. Para Lastarria la “accion del Estado debe quedar reducida a fomentar el cultivo TOMO LXXXII 65 ALA PBI TES NI A TT MET ACI VO CAS MAA, NIC Lt MA O SA A. O A a OO LA 960 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS de las ciencias i artes, solo en los casos en que el interes colec-: tivo justifica esta aplicacion del tesoro de los contribuyentes; condena toda enseñanza profesional administrada i coste por el Estado, considerando el punto como un negocio entera: mente político, que debe resolverse en conformidad a las e tumbres de cada pais. Estas mismas ideas hubo de 0 3 siendo Ministro del Interior en 1877, cuando se debatió esta cuestion en el Senado, provocada por don Pedro Leon Gallo, $ defensor franco de la libertad de profesiones. ' 4 Todos los principios que proclamaba, cuando llegaba el mo- mento de aplicarlos, lo encontraban a él firme en su puesto; sin embargo, en su laboriosa i larga accion política mas de una vez cambió el rumbo en atencion a circunstancias del mo- mento. | Sus propias teorías políticas se Hadid ido modificando con. el trascurso de los años, persiguiendo siempre un ideal mejor, una mas cabal concepcion de los principios. De aquí que ha- biendo comenzado con Bentham, siguiera con Ahrens i termií- nara con Comte la evolucion científica de sus principios. Si alguna idea fija ha permanecido en el espíritu de Lasta- | rría con verdadera consistencia, es sin duda la de que las solu- 3 ciones de la libertad práctica son las mas adecuadas al progreso social. Conforme a este criterio, que es el de la verdad, sostiene | | que la existencia i el desarrollo de la vida social descansan en la accion libre de sus individuos i de sus elementos, i que la ci- vilizacion no puede ser completa, relativamente, sino a condi E] cion de que impere la lci i desaparezca la arbitrariedad de los —' que la hacen i la aplican. Delante del gobierno, que se esfuerza por ser omnipotente, cree que debe alzarse el individuo aut 'nomo, con la plena posesion de todos sus derechos. “La libe tad individual es en la práctica la primera: víctima de los res bios del antiguo réjimen. Esta libertad es compleja, porq consiste en el uso de varios derechos, cada uno de los cuales d nombre a una libertad especial. Todas estas libertades cons _tituyen la personalidad humana. Sin ellas, o sin una parte d ellas, el hombre deja de ser lo que la naturaleza quiere que se: pierde su integridad i su dignidad, i de consiguiente, su vida s 1 limita i se reduce en su intensidad i desarrollo... Ds 044 E VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 9Ót A laluz de estos principios pasa en revista el autor la liber- tad personal, la libertad de pensar, la libertad de asociacion, la igualdad ante la lei, aue son leyes universales de la naturaleza humana que reglan el modo de proceder de las fuerzas del hombre i de la sociedad para alcanzar su fin, que es el desarro- lo de la vida en toda su intensidad i pide que la reforma so- cial i política se haga con el criterio del progreso, que es el fin humano, el cual no se cumple sin el desarrollo completo. de nuestras facultades 1 relaciones i sin la libertad." Partidario decidido de la reforma política, Lastarria acumu- la con vigorosa dialéctica 1 profundo convencimiento las razones sólidas. que le asisten para abogar por su implantacion radical. "Impedir ésta reforma, dando ensanche a la social en cierto sentido e incompletamente, es contrariar los fines de la revolu- cion i establecer un desequilibrio funesto en el progreso de la sociedad, porque a medida que ésta avanza, el Estado o el Go- bierno se estaciona; a medida que los horizontes sociales se ensanchan, el horizonte político se estrecha; i a medida que el pais se enriquece i se hace poderoso, el gobierno se debilita 1 “aniquila, i para sostenerse tiene que hacerse demasiado oneroso a la sociedad... "Es preciso desconfiar, agrega Lastarria, de ese empirismo casuístico que se presenta como ciencia política, 1 que ajeno a toda teoría verdaderamente científica, se propone averiguar cuál forma de gobierno es la que conviene a la socie- dad segun sus diversas situaciones o estados. El gran principio político de este empirismo, entre otras varias paradojas, es la patraña de que el pueblo no está suficientemente adelantado, con lo cual se rechaza toda reforma política, a nombre de la prudencia, de la circunspeccion, de la sensatez i aun de la ha- | bilidad. La accion de Lastarria, en su larga carrera pública, ha sido “ir contra semejante patraña; por eso tambien, en un libro con- sagrado a resolver esperimentalmente los problemas referentes a la organizacion política, no ha podido ménos que consignar el fruto de esa larga esperiencia, que resume asi: "La teoría científica de la reforma se reduce a considerar la reforma polí- tica como una condicion prévia de la social, i a que ella se “verifique radical i completamente, sobre todo para hacer des- 962 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS aparecer el fenómeno perturbador de la sociedad moderna, que: estriba en la consistencia de los vicios del antiguo réjimen; en tanto que la reforma social debe ser gradual, creciente i efecto de la lei de relacion que debe existir entre el réjimen político i el desarrollo constante de la civilizacion. Hasta aquí Lastarria nos da una síntesis comprensiva de la teoría social, i anondando en las graves dificultades del tema nos presenta un cuadro en que las leyes obran sin obstáculo ninguno. Pero entre tanto, ¿las cosas pasan en la realidad tan sencillamente como en el papel? Toda la gran obra de sistematizacion científica llevada a ca- bo por Comte i secundada eficazmente por pensadores poste- riores, se resiente aun de falta de definitiva comprobacion; i por consiguiente, los resultados apuntados no pueden quedar revestidos de una consagracion completa. Por consiguiente, aplicados a la ciencia política, i en la forma que Lastarria los espone, quedan sujetos al reparo de ser considerados solo como datos preparatorios, como antecedentes para un trabajo poste-. rior, que de todas maneras revelan la vasta erudicion del autor i dan testimonio del único libro que en Chile se ha consagrado al estudio de estas delicadas materias, i del único pensador que hasta 1874 se ha preocupado séria i afanosamente por deta minar las leyes que rijen en política. Ya hemos insinuado el procedimiento seguido hasta aquí por el autor i que conviene precisar mas para darse entera cuenta del verdadero trabajo mental que patentizan las Lecczones., Lastarria, dotado de un singular talento de asimilacion i de comprension aun en las mas abstractas i difíciles cuestiones de la política moderna, estracta con fidelidad, con tino, a los que él cree los maestros en la ciencia social. Por eso, ántes que in- ventor, es solo el compajinador de las ideas i de los sistemas mas adelantados de la Europa. Y ¿Ni cómo habría podido ser orijinal, cuando ni habia los ele- * mentos, ni los estudios eran bastantes para crear la ciencia so- ' cial? Hubo, pues, como hemos dicho, de echar mano de las ideas de Comte, que ha sido uno de los talentos mas enciclopédicos i E profundos del siglo presente, i de las ideas de Littré, de Stuart Mill, de Courcelle-Seneuil, de Tocqueville, de Grimke, a fin de VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 963 reunir en un haz armónico todas las leyes por que se rijen los - fenómenos de la política. A la luz de la filosofía política estudia la evolucion de los partidos, 1 comprende que las transacciones de los hombres no son eficaces cuando falta el vínculo histórico o social que debe cohesionarlos; i que cuando falta la voluntad de los hombres, se sobrepone la fuerza incontrastable de los hechos i de los principios. En casí todas sus inducciones, se asila en la autoridad de algun filósofo, porque él, en el rigor de la palabra, no era un pensador que tuviera sistema ni ideas fundamentales propias; i en todo caso, las dificultades de que está erizado el tema lo in- ducen con frecuencia a recurrir a la autoridad ajena para afir- mar sus conclusiones i validarlas ante un público de suyo refrac- tario a todas las novedades que surjen en el campo de las ideas. | Naturaleza osada, estremadamente móvil i ansiosa de escu- driñar los mas recónditos problemas que pueden afectar a una sociedad, Lastarria no se detenia ni con mucho en los lindes ordinarios de la actividad de un hombre que piensa como todos piensan i ajustan su criterio al comun sentir. Todo lo contrario: se diria que secreta fuerza lo arrastra fuc- ra del medio ordinario i como que lo llama a ser el profeta de ideas que aun no maduran i que apénas si se presienten. Su cerebro siente como la fascinacion de lo nuevo, como la hipno- tizacion de lo orijinal. Sujestionado por la novedad, se embarca, por esta jenuina índole de su talento, en el libro que rias fuer- temente lo impresiona. En esto tambien está el secreto de la evolucion perenne que sufre su pensamiento, como ya hemos tenido ocasion de adver- tirlo; condicion verdaderamente excepcional i propia solo de cabeza bien organizada. Como se sabe, hai cierta edad en los individuos en que, con la plenitud del juicio i en el entero desarrollo de las facultades, el criterio se afirma, se estaciona, i las ideas se fijan por modo inalterable, especialmente las que se relacionan con el órden filosófico. En Lastarria no hubo edad alguna en la cual sus ideas filosóficas adquirieran la madura i persistente consistencia llo. Tocóle vivir en una época de profunda escision moral, de intensa anarquía intelectual, de constante ir i venir de ideas, 3 por tanto, hallóse sometido a las naturales influencias de estas corrientes del espíritu contemporáneo que todo lo remueve para renovarlo todo. ES Es curioso observar cómo Lastarria, con tener tan poco cau- dal de orijinalidad, puede construir un sistema casi suyo. Su vigoroso poder de asimilacion le da fuerza para dominar los mas complejos problemas; su espiritu eminentemente asociador de ideas, sabe combinar con diestra i lójica ilacion lo que viene del esterior con lo que encuentra dentro; i así se informa su manera intelectual, su procedimiento metodolójico para conce- bir con elementos estraños sistemas propios, i para justaponer creaciones de otros pensadores i para otros pueblos en nuestro propio modo de ser. Tal es la esplicacion que, en nucstro entender, tiene la pri- mera parte de las Lecciones de política positiva en que el autor localiza en Chile nociones que indudablemente son para cultu- ras mas desarrolladas que la nuestra, i que no obstante ser el resúmen de lo que Comte piensa en órden a ciencia social, apa= rece revestido con tal fuerza de orijinalidad i adherido con tal arte en la organizacion de nuestra mentalidad ide la de Sud-América, que aquello se lee con la profunda admiracion que inspira un pensador de buena leí, que sabe a fondo lo que ta Lisa dice, que estracta con conciencia, que resume con vasto poder E sintético, i que raya mul alto en el supremo arte de esponer las 3 ideas con nitidez i trasparencia. Porque Lastarria se adueña , del pensamiento capital de la escuela comtiana, lo comprende | en todo su ámplio alcance, se impregna con su jugo i esencia i da lo que pudiera llamarse la médula filosófica. No hai duda j que a esta facilidad de asimilacion i concepcion í a la fuerza de' ; atencion que Lastarria le presta para su desarrollo, se deben la solidez de la síntesis, la claridad del estilo, la desembarazada 3 destreza con que esplica, comenta 'i adopta las mas abstrusas materias que pueden ofrecerse a la contemplacion de los pen- 3 sadores. VIDA IT OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 065 Junto con dar el resíduo conciso de complejos sistemas i des- entrañar lo mas útil de la especulacion filosófica, Lastarria va haciendo la crítica concienzuda i severa de todo aquello que pugna con sus sentimientos o con sus íntimas convicciones, sien- - do de advertirse que, hecha abstraccion del desacuerdo con la filosofía relijiosa, solo disiente de Comte en puntos incidentales. Por esto Lastarria, aunque considera la sociedad como un or- ganismo sometido a leyes naturales, incurre en el mismo grave i trascendental error en que cayó su maestro i que señala Her- bet Spencer en una de sus majistrales producciones (1), esto es, "en pretender que era preciso reorganizar inmediatamente las sociedades con arreglo a los principios de la filosofía positiva. Si bien Lastarria tuvo la cordura de no aceptar la relijion de la humanidad con toda su cohorte de rarezas de visionario, no escapó a la seduccion penetrante ejercida por Comte en cuanto a los principios de la filosofía positiva, (quedando así de lleno en el inseguro campo de la teoría), cuyas propiedades funda- - mentales eran consideradas por éste en 1830 “como la única | 4 base sólida de la reorganizacion social que debe terminar el estado de crísis en que se encuentran desde largo tiempo las naciones mas civilizadas. . Entre tanto, ha pasado ya mas de medio siglo i parece cier- to que esa definitiva reorganizacion social no se verificará en Órden a los principios de la filosofía comtiana. A ésta se ha sus- tituido la filosofía evolucionista proclamada por Spencer, el mas grande 1 orijinal pensador de la época presente í cuya teo- ría es la última espresion científica, con desarrollos sociolójicos coordinados en una jeneralizacion vastisima, i con inducciones comprensivas de todos los fenómenos sociales; teoría que si ha resistido victoriosamente a los ataques de escuelas diametral- mente opuestas, es susceptible, sin embargo, de mejoramientos sucesivos a que la impulsan inevitablemente los recientes descu- brimientos verificados en el terreno de la psicolojía esperimental, ciencia novísima que cada dia cobra mayor auje i mas estima- bles adherentes í cultivadores. | (1) Principios de sociolojia, trad. por Eduardo Cazorla, Madrid, 1883, vol. 1 Paj. 144. 966 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Llega el momento de analizar la segunda parte de las Leccio=. nes, que trata de la Teoría política. | 2 Lo primero que salta al ojo es lo que pudiera llamarse falta de concordancia lójica entre esta parte i la primera que se re- fierea la Sociedad civil, i que a manera de premisa i como fun= damento del estudio esperimental de la política, encabeza el libro de Lastarria. Aunque esta correlación aparece, eso sí de un | - modo flojo e incidental, estraña advertir verdaderas contradic= ciones entre la indole arbitraria i despótica de la organizacion social sistematizada por Comte, í las vistas liberales i ámplias a que llega nuestro autor. El corolario no responde a las conclu= siones si se examina detenidamente lo que en sí entrañan las doctrinas absorbentes de la política comtiana i que, como deja- - mos dicho, son negacion completa del individualismo. Lastarria: no podia ni debía aceptar como hombre de doctrina i como li- beral sincero el resultado estraño de aquella "ecuacion relijiosan que un distinguido escritor (1) ha apellidado feudalidad católica sin Dios; no podia ni debia dar organizacion al Estado con- temporáneo en los términos que Comte lo hacia; i por eso, con- secuente con sus principios, rechaza del modo mas perentorio aquella singular concepcion, obra seguramente del espíritu tras- tornado del fundador del positivismo. 1 como lo advierte juiciosamente el autor citado en una obra recomendable (2) ula apolojía del golpe de Estado de 1851, la admiracion porel Czar Nicolas, el idcal político en que la autocracia espiritual del sacerdocio, el poder temporal de los ricos, la permanencia — del proletariado i la dictadura de las grandes ciudades, forman los rasgos salientes; todo esto era natural que perjudicase loque. habia de verdaderamente elevado en la concepcion filosófica del maestro. 2 ; Si Lastarria, como Donnat en una obra parecida a la de aquél acepta con Comte que ula política es una ciencia; que léjos de ser el fruto del azar, la evolucion de la humanidad está sometida. — a leyes; que para descubrir estas leyes, es menester conocer a fondo los principios jenerales de todas las ciencias, desde las (1) Leon DonNat. Le programme de la democratic, Paris 1881, $ 14. (2) Leon Donnat. La politique expérimentale, Paris, 1885, páj. 3. VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 967 'matemáticas hasta la biolojían; si Lastarria acepta Jos funda- mentos espuestos por Comte acerca de la organizacion social, en cuanto al método científico, pugna con él en el concepto fun- damental de los fines del Estado, i por consiguiente, en el pro- blema mas trascendental de la política. El criterio con que el autor de las Lecciones establece la teoría política, no puede ménos que ser la antítesis del criterio de aquel pensador que se atrevió a llamar al golpe de Estado "una crisis feliz que ha concluido con la república parlamentaria e instituido la república dictatorial. i que osó “decorar al des- -pótico emperador Nicolas con el título de único hombre de estado de la cristiandad»... La escuela política en que Lastarria habia figurado, lo hace naturalmente inclinarse del lado de las soluciones de la libertad, iléjos de llegar a la concentracion de poder de los rejímenes absolutistas, llega al self government, que es la espresion mas avanzada del derecho individual. Tal es el fundamento capital a que obedece su teoría de los fines del Estado, que es derivacion de la de Ahrens, i que se en- cuentra consignada en los Elementos de Derecho Público 1 des- pues repetida en La América. La limitacion de las atribuciones del Estado, veníala enseñando desde 1839 en su cátedra de derecho constitucional, i a esta sana doctrina habia vinculado el autor todos sus esfuerzos de propagandista i de parlamen- tario. En parte nos hemos ya hecho cargo de alguna de las difi- cultades con que se tropieza para aceptar prima facie la teoría del Estado fundada en el principio del derecho o de justicia; ahora completaremos nuestro pensamiento acerca de lo que de- jamos dicho sobre este tópico al analizar La América. La va- guedad de que haciamos mérito desaparece un tanto ahora: en las Lecciones el autor precisa mas su teoría, i dándole vasto ensanche la relaciona con los problemas de la política cientifica, i de este modo el concepto aparece mas neto, mas preciso, mas claro i por consiguiente, mas aceptable. "En la teoría moderna de la sociedad civil, escribe Lastarria, el Estado es una institucion social i política que bajo un réji- men cualquiera está encargada de dictar i administrar la lei 968 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mentos que componen una unidad social. “El Estado, como institucion política, no puede existir sin una autoridad que tenga atribuciones para declarar, reglar i administrar el derecho, oel conjunto de condiciones internas i esternas dependientes de la cooperacion humana i necesarias al desarrollo del fin del hombre 3 i de la sociedad, que consiste en la intensidad de la vida. Estas autoridad es lo que se llama poder político, 1 del objeto de su institucion se deducen dos conclusiones necesarias: la primera es que este poder no da al Estado derechos, sino atribuciones o facultades para representar el derecho las cuales no son condicio- nes de susubsistencia, puesto que el Estado existirá siempre, aunque la esfera de esas atribuciones se limite o modifique segun. las circunstancias políticas de cada sociedad; i la segunda es que el poder político, por su objeto i naturaleza no es lo mismo que el. poder social que, como hemos dicho, está constituido por la coo- > peracion espontánea de los esfuerzos de todos los órganos so- ciales, en cuya virtud es tanto mas po una sociedad, cuanto mas activa sea i miéntras mayor sea el número de esferas de su actividad que tenga en ejercicio. “El Estado o gobierno depo- sitario del poder político en una sociedad, se constituye 1 Orga- niza, en interes de ella misma, cualesquiera que sean los hechos históricos que le han dado oríjen i determinado la esfera de sus atribuciones para ejercer el poder político ino el poder so- cial. Su fin noes ni puede ser otro que suministrari administrar. el derecho a la sociedad colectiva ita cada uno de sus órganos en las diversas esferas en que ejercitan su actividad; 1 para E cumplirlo no tiene por su naturaleza derechó alguno que hacer valer contra la sociedad i sus órganos, porque no tiene una existencia independiente de la sociedad jeneral como la exis- tencia de las demas ideas fundamentales que constituyen las- diversas esferas de la actividad social, puesto que existe para: representar i servir el derecho de todas i de cada una de éstas, a fin de que la sociedad cumpla su destino... Como se vé por esta síntesis, la mision del Estado no es otra que suministrar i administrar el derecho a la sociedad colectiva, Í como la sociedad es el conjunto de los hombres, resulta que el: VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 969 “derecho se otorga al sér humano. He aquí que Lastarria pugna en ¿matería fundamental cón Comte que no admite ninguna no- cion de derecho constantemente fundada sobre la individuali- dad», que piensa que no hai fundamento alguno para sentar la idea del derecho, i que llega a la estraña conclusion de que "todo derecho humano es tan absurdo como inmoral (1). Lastarria, al reves, sostiene que los antiguos derechos omni- potentes que se consideraban intrínsecamente unidos al Estado, “deben distribuirse en el individuo; i condena la idea del Estado “en que se le hace sinónimo de nacion "porque el ideal político del imperio romano, el de la edad media, el del siglo de Luis ¿XIV ¡el de los despotismos modernos que han tomado el de “este monarca por modelo, ha sido la soberanía absoluta del "poder sobre el hombre í la sociedad; como condena igualmen- te, siguiendo a un escritor distinguido (2), “las teorías de los publicistas dominados por las reminiscencias de la antigitedad que creen que la dictadura es indispensable para fundar la re- pública, la cual no puede existir síno a condicion de deshacerse de sus irreconciliables enemigos i construyen teorías de la dic- “tadura con el ejemplo de la historia de Roma, con la autoridad de Maquiavelo i la de Montesquieu, quien cree que hai casos “en que debe ponerse un velo sobre la libertad, así como se suelen ocultar las estátuas de los dioses. El criterio a que Lastarria ajusta el problema de los fines del Estado, sea en la teoría, sea en la práctica, se caracteriza “por principios de libertad perfectamente definidos. El incon- veniente que encuentra la aplicacion correcta del derecho nace de que éste no es un principio enteramente asequible 1 con- creto, o por lo ménos se presta a la torcida interpretacion del “gobernante. Para evitar este defecto, los publicistas se han afa- nado por buscar fines mas precisos i determinados; pero en su anhelo por construir una teoría comprensiva han caido en lo “Incompleto. Dificilísimo ha sido hailar la fórmula neta de los fines del Estado; i esto acaso se consiguiria sacando de cada teoría los (1) Cours de philosophie positive, tomo VI, páj. 454. (2) VILLAUME, La politique moderne, 1873, cit. por Lastarria. 970 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS elementos positivos iesperimentales que la componen, llegán- dose por este procedimiento, si no a una ecuacion fija, por lo. ménos a una enumeracion taxativa de lo que al Estado corres- ponde, bastante eficaz para precisar los caractéres de la política contemporánea. Por este procedimiento puede arribarse a una solucion completa 1 enteramente racional. Tarea semejante sale naturalmente fuera de los límites en que debemos encerrar este estudio. Nos limitaremos, pues, a analizar puramente la teoría desarrollada por Lastarria segun los principios jeneral- mente aceptados por los publicistas que se han consagrado a este jénero de estudios. Lastarria concuerda singularmente con las vistas desarrolla- das por un eminente pensador aleman (1) en un líbro intere- santísimo que sirve de introduccion al estudio de la ciencia política contemporánea i encierra notable caudal de sana i só- lida doctrina; i esta similitud acaso tiene su oríjen en el hecho de que el autor chileno hace arrancar su concepcion del Estado de ideas alemanas, como son especialmente las de Ahrens, que Lastarria prohija en parte. Segun Stahl “el Estado debe: ser un Gobierno de derecho; tal es la tendencia instintiva de la Edad Moderna. El Estado debe determinar la direccion i los límites de su accion propia con precision jurídica, asegurar la inviolable ejecucion de la lej; garantir la libertades de los ciudadanos.n Las Lecciones, del propio modo, están empapadas en esta idca del poder político que asimila su nocion al derecho mismo, como fundamento je-= nuino i esencial de su ejercicio; i.que es tambien la que infor- : ma la teoría kantiana que se conoce con el nombre “del fin estrictamente jurídico del Estado... 3 Asignados al Estado límites tan estrictos, se cae en el in- conveniente de quitarle otras funciones que le son privativas 1 que son eficaces para resolver los variados i complejos proble-: mas que surjen en la política contemporánea. Del estudio que los publicistas han hecho del punto, se deduce que no basta contemplar el fin estrictamente jurídico, i que es menester alle- 4 (1) F. von HOLTZENDORFF, Principios de Política. Yrad. de Buylla i Posa- da. Madrid, 1888. | .N y » y NATA AN E h e e Ú y de e VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 971 gar otros factores de mayor amplitud como ser el fin social, el fin de cultura. Esto es indispensable, a ménos de dar mayor estension a la comun idea que del derecho se tiene i de consi- —derar (como lo hacen los traductores de Holtzendorff) (1) que el Estado tiene por fin el derecho, es decir, que la mision de carácter necesario que el Estado cumple en la humanidad, es la de realizar el derecho no solo mediante la sujecion de los actos políticos a las leyes, sino tambien mediante la declaracion constante por órganos adecuados (las Cámaras, los Tribunales a veces, la opinion pública latente, base fundamental del Esta- do), del derecho oportuno en cada momento. Refiriéndose el derecho a las condiciones precisas para el cumplimiento de los fines racionales, condiciones que han de ser puestas por un sér libre, formuladas espontáneamente por la costumbre o de un modo reflexivo por lei escrita, el órden natural de tales condi.- ciones (es decir, procurar por tal modo hacer la ordenacion de la vida racional) i prestar directamente aquellos que dependen del poder político, es en términos jenerales la mision del Es- tado. Considerado de este modo el derecho, la mision de cultura i de perfeccionamiento que debe tener el Estado participa igual- mente de un carácter jurídico, i por consiguiente, queda dentro de sus naturales funciones. Lastarría no se queda, miradas así las cosas, dentro de estre- chos límites al asignar al Estado, como fin único, el derecho; 1 esta idea de estension a otros: órdenes de actividad parece estar espresada cuando dice que "la accion del Estado es universal, como que él es la personificacion de la sociedad civil, el instru- mento de su fuerza para defenderla de los ataques esteriores Í - dictar i ejecutar la lei en lo interior, protejiendo el derecho de cada cual, el representante de sus necesidades i de sus intere- ses, el órgano de su razon para modificar sus instintos, para aplicar su actividad colectiva, desarrollando sus fuerzas en la aplicacion del trabajo i de la virtud; pero todo eso siempre co- mo representante del principio de justicia, siempre como dis- pensador de las condiciones de vida ide todos; jamas como (1) BuyuLa 1 PosaDA, lib. cit. páj. 219. 972 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS señor absoluto, jamas como director arbitrario de la socieda E con el poder de dictar leyes i de disponer de todo a su pla= cer, ni con la mision de poner límites a los derechos o liberta= des del hombre. “Ñ Lastarria en su concepto del derecho como límite de las fun= ciones del Estado llega directamente al individualismo mas completo, porque reviste a la libertad práctica de un poder de ; accion casi ilimitado i se subleva contra la idea kantiana que establece que la libertad es el conjunto de las condiciones que pueden coexistir siempre que no haya perjuicio de tercero. Lasta- rria, sin esplicar satisfactoriamente el puente que existe entre : la libertad ilimitada del libre albedrío i la libertad práctica so= metida a condicionalidad, cae, a nuestro juicio, en los dominios metafísicos del idealismo, ya que a la accion del individuo no pone ni siquiera el coto de la accion de los demas. Dentro de — las leyes naturales que marcan a la accion humana el límite preciso en que se ejercita coexistentemente la accion de los de- E mas, no cabe dar al derecho una manifestacion con campo tan Y absoluto. De ningun modo. Por mas que pese al individualismo queda al Estado siempre el garantir eficazmente la conservacion E del derecho ajeno, i eso no se consigue sino a espensas de la Y libertad jeneral. | Bien está que en abstracto 1 miéntras no se salga un ápice de E los lindes de la conciencia, pueda el individuo ejercer con plena soberanía los derechos que han dado en llamarse innatos; pero desde el punto mismo en que el ejercicio de ese derecho se choca con la accion de tercero, esa libertad queda trunca forzosamen- te. La presencia de un tercero es el elemento que equilibra la accion jencral, ) - 3 I es lójico que así sea; así sucede en la ca de todos los: derechos. ¿A dónde iríamos a parar con las libertades absolu- ] tas. —A la estraña aberración de que cuando algun individuo ejercitaba su derecho, no pudiera haber otro, que al lado suyoi en el mismísimo momento, pudiera, por su parte, ejercerlo tam- bien. No es, pues, posible lo absoluto en estas materias, como no lo es en ninguna. 3 La mayor felicidad humana i la satisfaccion completa de to- a das las condiciones de la vida, no pueden llenarse sino a costa VIDA I OBRAS DE DON Jj. V. LASTARRIA 973 de las mútuas concesiones que en todo momento deben hacerse por la naturaleza misma de las cosas. ¿A quién corresponde esa mision? Al Estado que seria el cuidador i ejecutor de las leyes “naturales que rijen la sociedad 1 que no permiten al individuo sino aquello que no hiere el derecho de tercero. Siempre ha sido peligroso dar fórmulas para reglar estos =deberes. O resultan vagas o inexactas. I es porque la ma- tería no es de suyo de aquellas que pueden ser encerradas en el marco de las fórmulas. Hasta hoi hemos visto desarrollarse al Estado como lo esplican los sociólogos, a modo de conjunto social que representa las funciones mas elevadas de la sociabi- "lidad: Esa idea del Estado, estudiada en las asociaciones primi- tivas primero, en las mas desarrolladas despues, da la marcha que ha seguido, de etapa en etapa, esta delegacion de funciones del individuo en el Estado. ¿Hasta dónde llega el poder de éster— Hasta donde la sociedad misma quiere que llegue. Es institucion humana, obra de los hombres i para los hombres; constituida por ellos 1 para salvaguardiar el derecho de todos. Está, por consiguiente, al servicio de la libertad de cada uno, pero únicamente de esa libertad limitada por las libertades aná- logas de todos. | Si algo ha venido, en la série de los tiempos, acumulando elementos de embrollo a esta idea del Estado, es precisamente la escuela que se despepita por las libertades innatas 1 absolutas 1 que piensa que el mundo real puede calzar los mismos puntos que el mundo ideal en que una bienandanza infinita permitirá el ejercicio autónomo de cuanto el hombre quiera. Es la misma escuela que, llevando por el sentido opuesto las doctrinas, ha llegado al absolutismo autoritario del Estado- Dios, del Estado- Omnipotente, bajo cuya férula ha jemido la sociedad - durante siglos. Ninguno de estos estremos es verdadero. Es, pues, preciso, por mas que Lastarria no lo quiera, conten- tarse con la condicion humana de la relatividad. Relativa es la libertad, como relativos son los deberes del Estado. Esos lími- tes varían con la condicion social. Llámese al derecho, como - quieren unos, “máximum de poder individual compatible con el - máximum de fuerza social»; o llámesele, como otros quieren, 974 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS libertad de otra persona; siempre quedará en pié en forma in- terrogativa, resistiendo, como hasta aquí, a las tentativas de los | que han pretendido encerrarla en los términos lapidarios de una fórmula, la idea precisa i neta que diga: hasta aquí, al Estado; hasta aquí, al individuo. Esa raya imajinada por los que ponti-- fican en ciencia política, ha sido cien veces pasada i vuelta a pasar. CAE | Pero ya es tiempo de abandonar el fondo de las ideas que se desenvuelven en Las Lecciones de Política Positiva; iantójasenos que lo dicho sobre este particular, sale de los límites marcados al biógrafo. Pero si hemos pasado la raya, pedimos disculpa porque cuando se encuentra tanto grano como en el libro que analizamos, es difícil resistir al deseo de hacer una cosecha abundante... ) Digamos, para terminar, algo referente al estilo de las Lec ciones. En su forma esterior el libro se recomienda por la clari- dad de espresion i de conclusiones, en las cuales se revelan una intencion científica, una observacion honda i una solidez de pen= samiento verdaderamente admirables. Fl : Sin embargo, las Lecciones no se leen sin fatigá: lo que en parte proviene de la naturaleza misma de la obra i del estilo, que a las veces es pesado. 1 como el mismo autor lo confiesa, unos hemos impuesto, dice, el deber de sacrificar todas las elegan- cias de lenguaje, todas las amplificaciones i dilucidaciones, por A esplicativas que sean, a la precision i propiedad en los términos, aunque nuestro laconismo peque de seco i aun de oscuro, pues + estamos ciertos de que toda oscuridad desaparece con un poco E de meditacion, cuando la esposicion de la doctrina es precisa 1 exacta. | E Es verdad que sus Lecciones vienen a ser un tratado didácti- co casi; pero tambien lo es que el estilo científico no está reñido con la elegancia severa, ni aun con la riqueza de las imájenes: la falta de forma artística trae por consecuencia inevitable la. aridez en la materia i la fatiga en el lector, ] Si bien es cierto que la composicion didascálica exije que la doctrina desenvuelta se esprese con método, claridad i sencillez, - tambien lo es que debe buscarse al espíritu un modo amable de - VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 975 “trasmision, para que se la reciba con agrado. Nunca estuvo de mas el instruir i el deleitar de consuno, como preceptúa sabia- “mente el clásico latino. Aun con este fin primordial de excitar la atencion del lector mas rebelde—que nunca lo es a este resorte —convienc adoptar vuelos atrevidos que, de vez en cuando, sirvan de oásis recrea- torios a la dogmática aridez del conjunto. En toda obra, cualesquiera que sean sus tendencias, para que “sea perfecta es menester que la emision del pensamiento tenga esa factura artística que agrada, esa fuerza de intensidad esté- tica que conmueve, esa delicadeza de líncas que atrae. Lastarria quiso deliberadamente cchar a un lado estos resortes, e hizo mal. Error de procedimiento que sin duda le ha quitado bas- tantes lectores, i aquí en Chile sobre todo que hai tantos que se pagan de la forma ántes que del fondo. En el caso actual no es temerario pensar que era necesario, ya que se trataba de un libro de propaganda, formas mas artísticas, conceptos mas elegantes. - Querer ser propagandista í no atender a las galas del lenguaje - en un tomo de 500 paájinas, es sencillamente desconocer el ca- rácter de la jeneralidad de los lectores. Pero este pecado literario, que Lastarria esplica en el trozo trascrito, está de sobra purgado con la excelencia de la doc- trina. 1 ya que es tiempo de poner remate a este juicio, harto prolongado en razon de las materias que ha habido necesidad de esbozar i analizar, conviene esponer que Las Lecciones de 2 Política Positiva es el libro capital de Lastarria, tanto porque es el resúmen de las opiniones profesadas en su larga i fructifera vida, cuanto porque es la manifestacion mas honda i mas inte- —lijente de su mentalidad. Síntesis completa de un sistema que, si formado en gran parte de ajenos materiales, forma un todo suyo i orijinal mediante la trasformacion asimiladora que ha solido darle; cuadro complejo de las cuestiones mas altas 1 mas embrolladas de la ciencia social, las Lecczones son un ejemplo notabilísimo de lo que puede una intelijencia bien disciplinada, hábil en el manejo de las ideas abstractas i¡ sumamente esperta en el difícil arte de concertar puntos de mera ideolojía política - con puntos sustanciales de aplicacion práctica. En esa obra, pre- - parada con materiales tan prolijamente estudiados, hai ense- | TOMO LXXXII 66 2. 976 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS fianza para los jóvenes i objeto de meditacion para los esta- - dista. 0 | Recibida con frialdad al principio, analizada con acritud - despues, ha llegado a ser hoi fuente de consulta para nuestros debates parlamentarios, i las opiniones allí sustentadas tienen la fuerza de autoridad que les da con razon el talento indispu- table del autor i la bondad indiscutible de la doctrina. Ahora - que la política comienza en nuestro pais a salir del terreno per- sonal i militante que le habian dado las malas prácticas del par- lamento i el interes de actualidad del periodismo, se comienza a levantar un poco la vista, se comienza a contemplar los pro- blemas administrativos, financieros, internacionales, etc., a la luz “de las doctrinas puras, sin conexiones con las personas; i como dato consecuencial puede apuntarse que se comienza a hojear los libros clásicos sobre ciencia política; i ¡cosa curiosa! uno se sorprende de que anduviera por ahí publicado i sin abrir el libro de un chileno que se consagró a estudiar i a resolver los proble- mas principales de la sociolojía. ¿La tentativa fué prematura?—Nos inclinamos a creer que ha sido demasiado tardío el despertar de nuestra literatura políti- co-científica, i demasiado culpable la tardanza con que nos he- mos elevado a la rejion serena de los principios, ajena a los in- tereses innobles de bandería. ] (Continuard) ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON Jefe de la Seccion de Instruccion Pública del Ministerio de Justicia e Instruccion Pública ¡ Em LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ pS :».OH0 0. (Conclusion) gráfica así como las particularidades biolójicas mas interesan- tes de cada una de las distintas especies de helechos que se ha- llan representadas en las islas de Juan Fernández. En esto, nos atendremos, respecto de la sinonimía i la estadística jeográfica jeneral, sobre todo a los datos que contienen la “Synopsis Fili- cum. de Hooker í el ya citado trabajo de William Botting Hemsley sobre la flora de Juan Fernández i Masafuera; pero se- ñalaremos segun nuestras propias observaciones ó segun el her- - bario del Museo Nacional, cuyas colecciones puso con mucha - amabilidad a nuestro alcance el señor doctor Philippi, la distri- bucion i la habitacion de las especies dentro del territorio del archipiélago. Agregados al nombre de la isla donde crece la es- pecie hallará el lector los de los colectores respectivos; estos nom- bres han sido tomados en parte de las etiquetas que llevan las muestras del herbario santiaguino i en parte de la obra de Hems- Jey cuyos datos se fundan en las colecciones que existen en Kew; - fué necesario, en algunos casos, enmendar errores en que ha in- currido este autor respecto de los colectores por no haber podido consultar las muestras del Museo santiaguino. Las observacio- nes jenerales que hacemos sobre el traje, modo de crecer i de- mas condiciones biolójicas de cada especie, esperamos no care- E j Procedemos ahora a tratar separadamente la sistemática ijeo- 978 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cerán de interes para el que visite personalmente las islas i pueda observar las plantas en su propio lugar; de toda manera le faci- litarán la tarea de determinar las especies con tal que conozca el carácter jenérico. Podrán aprovecharse tambien estos apuntes por los criadores de helechos para mejorar sus métodos de culti- vo. En cuanto a los detalles de la descripcion especifica debe- mos remitir al lector a las obras sistemáticas correspondientes. GLEICHENIACEAE GLEICHENIA PEDALIS KAULF - Territorio de la especte: Segun Hooker solo se halla en Chile. Gay la menciona como de Valdivia. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Germain, Reed, Johow). En el valle colonial a los bordes de los zanjones i en la falda norte del Portezuelo de Villagra. No es comun. En la enumeracion que da Philippi (1) de las plantas vascu- lares de Juan Fernández, figura en vez de esta especie la G. cryptocarpa Hook. Es evidente, sin embargo, que esto se debe a un error, pues las muestras del herbario santiaguino llevan es- crita con la propia letra del señor Philippi la correcta denota- cion Mertensia pedalis Kaulf. Hemsley, por su parte, señala como representada en Juan Fernández la G. revoluta H. B, K., fun-- dándose en un pequeño ejemplar de esta especie que dice se en- cuentra en la coleccion hecha por Moseley; pero convencido como estoi de la existencia en las islas de una sola especie del jénero Gleichenia, me creo autorizado para escluir de la lista tanto a la Gl, revoluta como a la Gl. cryptocarpa. CYATHEACEAE ALSOPHILA PRUINATA KAULF Sinonimta segun Hembsley: Polypodium pruinatum Sw., P.. eriseum Schk., Lophosoria affinisi discolor Presi, Trichomanes, slaucescens i frigidus Liebm., Cyathea discolor Bory. (1) Observaciones sobre la Flora de Juan Fernández, ANALES DE LA Uni- VERSIDAD DE CHILE. Mayo de 1856, páj. 160. A A a E A A A PY o ad A A 6 1 a A e FL E RC A UA IA | DE A E A BS UL a , Ñ . - s EN a LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 979 Territorio de la especie. “Un helecho comun en América i que alcanza desde Méjico i las Antillas hasta Chile i el sur del Brasil. (H.) Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Scou- ler, Germain, Moseley, Downton, Johow). Abunda en toda la rejion boscosa de la isla, v. g. en el valle colonial donde forma grandes matas de un color verde claro. — Masafuera (Johow). En la Quebrada de las casas i sobre todo comun en las depresio- nes de la altiplanicie; es la especie que en primer lugar consti- tuye la estepa de helechos que se estiende por la montaña de esta isla. En una edad poco avanzada la planta produce ya esporas, ¡el tronco alcanza mas tarde una altura como de dos metros a la vez que un diámetro de 15 a 20 centímetros. El color de la cara inferior de las frondas que siempre difiere algo del de la cara superior, varía considerablemente de un individuo a otro, pero no es nunca tan azul en la planta de Juan Fernández como en varias muestras continentales que posee el Museo Nacional. Puede distinguirse fácilmente este helecho arborescente de los otros dos con que tiene semejanza (Dicksonia berteroana Hook i Thyrsoptesis elegans Knze) aun en el estado en que no tiene esporas: 1.2 por la línea sencilla 2 no 2nterrumpida que re- corre los dos lados del estipo i de la raquis; 2.” por el vello de estos dos órganos que es de un color oscuro purpúreo i cae luego despues de desarrollada la fronda; i 3.2 por el vello del tronco que es mas abundante que en las otras dos especies. DICKSONIA BERTEROANA HOOK. Sinonimía segun Hemsley: Davallia berteroana Colla, Ba- lantium berteroanum Knze, Territorio de la especie: Endémica en Juan Fernández. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Germain, Reed, Moseley, Downton, Johow). Bastante comun i no solo “en los bosques tupidos de los cerros mas altos. (H.) sino tam- bien en las quebradas bajas, v. g. en el Pangal i en otros lu- gares. —Masafuera (Johow). Mui comun, sobre todo en las g80 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS pendientes de la montaña, formando en algunos puntos bos- quecillos. Como el helecho que precede, así este tambien fructifica ya en su juventud, formando despues un tronco largo, el que en los - ejemplares mas grandes suele estar ramificado en su base. Di- mensiones verdaderamente jigantescas alcanza este helecho en la isla de Masafuera; allá no escasean ejemplares que miden inmediatamente sobre el nivel del suelo hasta un metro de grueso. Las ramas alcanzan 5 metros de largo i el diámetro de un muslo de hombre; las frondas tienen unos Ros metros de lonjitud. La Dicksonia berteroana difiere en sus fr onda estériles de las otras dos Ciateáceas de Juan Fernández: 1.9, por tener una línea sencilla e interrumpida en los dos lados del estipoi de la raquis, 2.2, por ser corto, apretado 1 persistente el vello que cubre la raquis. | THYRSOPTERIS ELEGANS KNZE. Sinonimia segun Hooker: Panicularia berteri Colla. Territorio de la especie: Endémica en Juan Fernández. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Reed, Moseley, Downton, Johow). En los bosques húmedos i som- bríos de los cerros, sobre todo en las faldas norte ií sur del Portezuelo de Villagra. Unos ejemplares estraordinariamen- te grandes hai cerca del "Lookout. a 50 metros de distancia del Portezuelo. — Masafuera (Johow). En la Quebrada de las casas. : Este jénero monot!/pico llama mucho la atencion por la forma de sus soros, los que se asemejan a mazorcas de mijo, estando colgados en las partes basales de la fronda. No he visto nunca ejemplares ramificados. — En la literatura sobre Juan Fernández hallamos con frecuencia la desde luego inverosímil noticia de que provenga de este helecho la madera de Chonta. Es verda- deramente estraño que hasta un botánico sério como Póppig (1) (1) Reise in Chile, Perú und auf dem Amazonenstrome wáhrend der Jahre 1827-1832. Leipzig 1835 , p. 289. LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 981 “haya podido adherirse a semejante hipótesis tan incompatible “con todos nuestros conocimientos anatómicos. En la fronda estéril puede conocerse la Thyrsopteris: 1.2 por la línea doble interrumpida que corre en los dos lados del estipo ¡ de la raquis, 2.2 por el vello duro i de color relativamente claro que 20 forma una capa contínua sino que deja libre acá i allá ciertas partes de la raquis. El tronco es bastante grueso, pero se levanta raras veces a una altura considerable, POLYPODIACEAE ADIANTUM AETHIOPICUM L. Sinonimia segun Hemsley: Adiantum chilense Kaulf. Territorio de la especie: Tomada en este sentido ámplio, la especie tiene una área mui estensa dentro de ámbas zonas ca- lientes, estando sí dividida en cierto número de variedades en- tre las cuales hai probablemente formas intermedias. La va- riedad denominada A. chilense alcanza desde la California hasta Chile. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Scou- ler, Germain, Moseley, Johow). Comun en toda la isla.—Mas- afuera (Germain, Johow.) Bastante comun. — Santa Clara (Johow). Bastante escaso. Uno de los helechos mas ordinarios de Juan Fernández, del cual se encuentran en las islas tres formas o variedades bien distintas, a saber: 1.2 Una grande i robusta, parecida a la que típicamente se denomina A. chilense. Es sumamente comun en Masatierra; 2. Una de igual altura, pero de hojas mui delgadas, las que por regla jeneral están pintadas con líneas lonjitudinales blan- cas o de un color verde claro. Solo crece en la sombra mas pro- funda de los bosques i en las cuevas de Masatierra; en las otras islas, a lo ménos, no la hemos podido encontrar; 3.2 Una pequeña con estipos mui débiles i segmentos de las frondas poco estendidos. Se encuentra en los lugares pedrego- sos de las tres islas, sobre todo en las cercanías de la costa. 982 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS PTERIS INCISA THUNB Sinonimía segun Hembsley: Litobrachia incisa i vespertilionis ' Presl, P. vespertilionis Labill, Litobrachia appendiculata Gay, P. flavescens Colla, P. patens Knze. Territorio de la especie: Segun H. este hasi se halla am- _pliamente esparcido por los paises tropicales i los es cales del hemisferio sur. Habitacion en fuan Fernández: Masatierra (Bertero, Scon- ler, Douglas, Cuming, Germain, Reed, Moseley, Delfin, Johow.) Mui' comun en los bosques. Masajucia (Germain, Johow.) Idem. La especie varía considerablemente respecto del tamaño de las frondas i sus segmentos, segun el lugar i la edad de la planta. Uno de los ejemplares del herbario santiaguino que es de Masatierra i lleva en la etiqueta el nombre de “Litobrachia pa- tens, tiene los segmentos de la fronda estraordinariamente an- chos. Otro recojido en la misma isla por el doctor Delfin, se asemeja a la forma típica de P. incisa, pero tiene los segmentos obtusos i oblongos, por lo que se le ha puesto (¿con razon?) el nombre de P. semiovala Lamk. PTERIS CHILENSIS DESV. Sinonimía segun Hemsley: P. tenera Kaulf, P. fernande- ziana Ph. Territorio de la especie: Chile, donde se halla con bastante frecuencia. Habitacion en Juan Fernández : Masaliats (Bertero, Cu- ming, Reed, Delfin, Johow.) En las orillas de los esteros ien- los claros de los bosques, formando a veces por amontonamien- to de los individuos, matas uniformes de gran estension. Pan- gal, Puerto ingles, etc., etc.—/Zasafuera (Germain, Johow.) En los bosques al norte de la Quebrada de las Casas. | Esta especie está bien caracterizada no solamente por los LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 983 segmentos delgados i redondos, sino tambien por la forma que presenta la tfronda cuando recien brotada, encontrándose las - pinas horizontalmente estendidas a los dos lados de la raquis vertical. PTERIS COMANS FORST Sinonimta segun Hemsley: P. (Litobrachia) comans Hook., P. berteroana Ag., Litobrachia comans Presl, P. endlicheria— na Ag. Territorio de la especie: Seguñ H. existen diversas varieda- des unidas entre sí por formas intermedias, las que habitan la - Nueva Zelandia, la Australia i la Polinesia, pero no se hallan en América. Varios ejemplares del Herbario de Kew proce- dentes de la Nueva Zelandia son enteramente parecidos a la - planta de Juan Fernández. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Cu- 'ming, Moseley, Johow.) En los bosques, p. e. en la falda norte - del Portezuelo, a 300 metros i mas sobre el nivel del mar. Esta especie se caracteriza por el tamaño considerable de las | pinas i por los segmentos ensiformes i largamente apuntados. PTERIS MARATTIAEFOLIA HOOK Sinonimía segun Hemsley: P. adnata Ph. Territorio de la especie: Chile. (Cordillera de la costa, Chiloé, Valdivia.) Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Germain). Es- pecie de segmentos mui anchos. La sospecha que tiene Hems- ley de que Philippi equivocadamente haya mencionado este helecho como existente en Juan Fernández en vez de Valdivia, se desvanece, consultándose el herbario santiaguino. En cuanto a la Litobrachia decurrens Presl que Claudio Gay apunta para Juan Fernández, pero que segun Hemsley solo - existe en el Brasil, no la hemos encontrado en las islas; una - muestra del Museo Nacional que lleva aquel nombre pertenece sin duda a la Pteris chilensis Desv. 984 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS BLECHNUM AUSTRALE L. Sinonimía segun Hemsley: B.hastatum Kaulf., Lomaria has- tata Knze., B. pubescens Hook., Lomaria pubescens Knze.— A. estos sinónimos creo deber agregar B. parvulum Ph. (Descript. Nuev. Plant. 1873, p. 580). En el herbario del Museo Nacional se encuentran con las etiquetas de B. hastatum, B. pubescens + B. arcuatum varios ejemplares de Juan Fernández que no me parecen diferir entre sí especificamente. Del B. parvulum Ph. existe en el Museo una muestra que es enteramente confor- me con diversos ejemplares de una variedad pigmea de B. hastatum que es bastante comun en las islas; me he crei- do. autorizado, por consiguiente, para suprimir la primera es- pecie. ] Territorio de la especie: Tomada en la estension anterior- mente fijada, la especie habita segun H. las islas de Madagas- car i Reunion, las partes meridionales de África, las islas de San Pablo, Amsterdam i Tristan da Cunha i se encuentra tambien en las rejiones templadas de Sud-América. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra i Masafuera (se- gun todas las colecciones). — Sta. Clara (Johow). —El mas co- mun de todos los helechos de Juan Fernández. Crece en LOS arES + de cualquiera condicion. La planta varía notablemente respecto de las dimensiones, velio i forma de sus frondas, hallándose en Juan Fernández principalmente tres variedades: y 1.2 Una robusta, parecida al B. hastatum de Chile, la que crece con preferencia en los bosques de Mi donde hai abundancia de humus; | 22, Una delgada, de frondas largas pero angostas i mui deli- cadas, i que por regla jeneral quedan estériles; se halla en las pendientes húmedas i sombrías de algunas quebradas de Masa- tierra i de Masafuera; | 3.2 Una forma pigmea, con frondas que apénas exceden un decímetro de largo; abunda en la costa i los cerros o de las tres islas (B. parvulum Ph.) j Ai a cd LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 985 LOMARIA BORYANA WILLD Sinonimta segun Hembsley: 1. magellanica Desv., Blechnum bl magellanicum Mett., L. cycadifolia Colla, Blechnum cycadifolium Sturm, L. lanuginosa Knze.—Tocante a la identidad aquí esta- blecida de L. magellanica i L. boryana o sea lanuginosa, tengo 1 que hacer notar que las muestras del herbario santiaguino per- tenecientes a la primera planta i recojidas en Magallanes, son j aparentemente bien distintas de los ejemplares de la última que E poseen el museoi el autor i que son de Juan Fernández. La L. magellanica tiene las pinas rojas en la cara inferior i mucho mas anchas que las de la L. boryana; ademas se observan en la primera especie con frecuencia pinas que tienen en la base un apéndice o segmento denticular, el que jamas se encuentra en la planta de Juan Fernández. | Territorio de la especie: En la circunscripcion que le da Hemsley, la especie es comun en América, hallándose desde las Antillas al sur hasta el Estrecho de Magallanes 1 las islas Falkland Abunda igualmente en el sur de África i tambien existe en los trópicos de este continente i en Madagascari Mau- ricia. Una variedad mui caracterizada habita la isla de Tristan da Cunha. No se ha observado este helecho en el Asía ni en la Australia ni en la Nueva Zelandia. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Mose- ley, Downton, Delfin, Johow). Mui comun, sobre todo en los alrededores de la Bahia Cumberland, en el Pico central i la pendiente norte del portezuelo de Villagra. Es esta una especie mui notable por su tamaño estraordina- rio i por su traje que la asemeja a las Cicadáceas. Las grandes i tiesas frondas forman una roseta en la estremidad del tronco el que frecuentemente alcanza una altura de varios piés 1 a ve- ces está ramificado. Del centro de la roseta principian a salir a fines de Enero las frondas fértiles. Los ejemplares mas viejos miden en la base del tronco principal hasta un metro de grue- so, teniendo las ramas unos 15 centímetros de diámetro. La superficie del tronco ide las ramas está cubierta con las setas morenas que pertenecen a las partes basales de los estipos, 1 986 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ocupada muchas veces por pequeños helechos epifíticos; el' Hymenophyllum rarum, p. e., crece casi esclusivamente sobre estos troncos. Como un hecho curioso mencionaré tambien que una vez he observado la misma Lomaria boryana pegada como. planta epifítica en el tronco oblícuo de otro helecho arborescen- te. (Dicksonia berteroana), por manera que apareció formando como una rama de este último. Segun la intensidad de la luz que recibe el lugar donde crece la planta, las frondas o son mas grandes i delgadas o mas pequeñas i gruesas, pudiéndose así distinguir una forma umbratícola í otra de los solanares. La primera, que crece en los bosques es mucho mas escasa que la segunda, que en las faldas pedregosas i asoleadas a veces se halla en mucha abundancia, desempeñando un papel importan- te en la fisonomía del paisaje. En el terreno del valle colonial pueden verse hoi dia numerosos ejemplares cuyos troncos están carbonizados en la superficie a consecuencia de haberse que- mado por los colonos el pasto que habia en su contorno, ejem- : plares que, sin embargo, han conservado su vida i continúan brotando en las estremidades de las ramas. — LOMARIA CAPENSIS WILLD Sinonimia segun Hemsley: Osmunda capensis L., L. pro- cera Spreng., L. gilliesii Hook., L. chilensis Kaulf., L. reedei - Ph., Blechnum chilense Mett.—La L. reedei Ph. incluida por H. con reserva en la sinonimía de la L. capensis Willd. es en efecto idéntica con esta especie como se ve en las colecciones del Mu- seo- ¡en las mias propias. Philippi habla, tratando de la L. ree- dei (ANALES DE LA UNIVERSIDAD, Julio de 1873, p. 581), de | una planta en la cual la diferenciacion de la fronda estéril i fértil — es imperfecta; este fenómeno se observa tambien en la L. ca- pensis Willd. pero representa a mi juicio una mera anomalía que ocurre con mas o ménos frecuencia. Varios ejemplares nor- males de esta especie llevan, en el Museo, la etiqueta equivoca- da de L. lanuginosa i L. fernandeziana. 3 Territorio de la especie: Ampliamente esparcida en los tró-. picos i en las rejiones extratropicales del hemisferio sur; falta LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 987 en 1 Santa Elena, Tristan da Cunha i otras islas, pero es comun en la Nueva Zelandia ¡en las islas de Campbell i de Kermadec. ( Gay la apunta tambien para Chile. Habitacion en juan Fernández: Masatierra (Scouler, Mose- ley, Reed, Johow). Abunda en todas las a —Mas- afuera (Johow). Id. Planta mui vistosa por el considerable tamaño de las fron- das, pero sin tronco. Las dimensiones varían bastante segun las condiciones del lugar. LOMARIA ATTENUATA WILLD Sinonimta segun Hemsley: Blechnum attenuatum Mett., L. fernandeziana Ph., L. bella Ph., L. acuminata Ph., L. schotii Colla.—Examinando las muestras del herbario santiaguino 1 las recojidas por nosotros, encontramos razon a Hemsley cuan- “do reduce a una sola especie la L. fernandeziana Ph. ila L. bella del mismo autor. Territorio de la especie: Ampliamente esparcida, segun H., por los trópicos i por las rejiones extratropicales del hemisfe- rio sur; dentro del área que comprende el "Manual de la Flora de Nueva Zelandian por Hooker, sin embargo solo existe en las islas de Kermadec, i dentro del territorio de la Flora Aus- traliensis” por Bentham únicamente en la isla de Lord Howe. Habitacion en Juan Fernandez: Masatirerra (Bertero, Dou- glas, Germain, Reed, Moseley, Downton, Johow). Bastante 'comun en los bosques, sobre todo en los que tienen mucha can- tidad de humus; p. e. cerca del Portezuelo de Villagra, en el ñ ordon de cerros denominado Sal si puedes, en las quebradas del Puerto frances,'etc., es decir tanto en los lugares bajos como n los cerros ino únicamente "on the higher mountains.. (H). Este helecho es uno de los mas elegantes de Juan Fernán- dez. Trepa mediante sus rizomas a una altura de varios metros “en los troncos de los árboles o en las rocas húmedas cubiertas de musgos i hepáticas, quedando sin embargo siempre en co- “municacion con el suelo. En todo su modo de vivir i crecer pre- senta mucha analojía con la Nephrolepis altescandens Bak. a IÓ 988 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS LOMARIA BLECHNOIDES BORY Sinonimta. Blechnum lomarioides Mett. Territorio de la especie: Provincia de Valdivia i Chiloé. tal L. lanceolata Spreng que segun H. tiene estrecha afinidad con esta especie, habita la Australia i la Polinesia. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Germain, Reed, Johow). Tanto en las quebradas bajas como en los bosques de los cerros, pero siempre en la sombra profunda. Bastante escasa. En el Pangal, la falda sur del Portezuelo de Villagra, la pen- diente oeste de la: quebrada del Puerto Ingles. Un pequeño i bonito helecho que recuerda en la forma de sus frondas algo la:L. attenuata Willd, del cual difiere por el tama- ño í por no ser ni rastrero ni trepador. El verde de la fronda es estremadamente oscuro i casi negro cuando la planta está seca. Entre los ejemplares recojidos por Reed i que se hallan en el herbario de Kew, hai segun H. una variedad prolífera. LOMARIA CHERMINIERI BORY Sinonimía segun Hemsley: L. lanceolata Spreng? OS Cherminieri Mett. Territorio de la especte: Desde las Antillas i Nueva Granada - por el sur hasta Chile. Segun Hooker i Baker este helecho apé- nas se distingue de la L. lanceolata de Australia i Polinesia. ' Habrtacion en Juan Fernández: Masatterra (Bertero, Moseley, 3 Johow). En los alrededores del camino que conduce de la ba- hía Cumberland al Portezuelo i en los cerros On cl] valle colonial del Puerto Ingles. Este helecho tiene estrecha afinidad con la L. attenuata Willd. ¡ puede talvez reunirse con ella en una sola especie. LOMARIA ALPINA SPRENG. Sinonimia segun Hemsley: L. pennamarina Mett,, L. gaya- na Fée. -3 LOS HELECHOS DE JUAN FERNÁNDEZ 989 Territorzo de la especte. Ampliamente esparcida en los paises templados del hemisferio sur con excepcion de África (H.) La existencia de esta especie en Juan Fernández me parece mui problemática. Hemsley, al enumerarla, se funda en un ejemplar del herbario de Kew recojido por Sainthill en Masa- tierra i que dice representa una forma anormal o una “blechnoid condition. de la L. alpina Spreng., siendo por lo demas confor- me con el Blechnum parvulum Ph. Esta última especie, por lo tanto, hai que suprimirla segun H. En el herbario santiaguino ] hai varios ejemplares de la L. alpina, todos del continente chi- leno, i ademas una muestra del Blechnum parvulum Ph. de Juan Fernández que considero idéntico, como espresé arriba, con una variedad del B. australe L., recojida por mí en los mismos lu- gares, ASPLENIUM OBTUSATUM FORST. Sinonimia segun Hemsley: A. obliquum 1 lucidum Forst., A. chondrophyllum Bert., A. consimile Gay. Territorio de la especie: Indijena en el Perú, Chile, la Poli- nesia, las islas Crozet, Tristan da Cunha 1 Sandwich. Tambien en la isla de Pascua fué encontrada por Sainthill en el año 1867 (H.)—Segun el capitan López (1. c.) es la única planta vascu- lar que habita las rocas de Salas 1 Gómez; un ejemplar recojido allá se encuentra en el Museo Nacional. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra. (Bertero, Reed, Johow). En las rocas marítimas de la costa, p. e. en el Puerto Ingles cerca de la gruta de Robinson Crusoé, en la Lobería, etc.— Masafuera (Cuming, Germain, Johow).-Mui comun en las rocas de toda la costa oriental. — Santa Clara (Johow). En algunos puntos de la costa. Este helecho varía en Juan Fernández considerablemente respecto del tamaño i forma de las frondas i sus segmentos, asi como respecto de la estension de los soros, De las otras especies del jénero Asplenium se distingue fácilmente por la consisten- cia cartilajinosa de las frondas. 990 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ASPLENIUM LUNULATUM SW. Sinonimia segun Hemsley: A. erectum Bory, A. fernande- zianum Knze., A. alatum Humb.? Territorio de la especie: Se encuentra en todos los paises tropicales i en algunos extratropicales, pero falta en Australia i _ Nueva Zelandia. Entre otras islas oceánicas habita Ascension, Santa Elena i Tristan da Cunha (H.) Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Douglas, Cuming, Reed, Moseley, Downton, Johow). En los bosques sombríos a una altura de mas de 300 metros, p. e. en los cerros al occidente del Puerto Ingles. — Masafuera (Johow). En la Quebrada de las Casas, sobre peñas húmedas. Este pequeño helecho es uno de los mas elegantes por la graciosa segmentacion de sus frondas. Ellas a menudo son pro- líferas en su estremidad, lo que segun H. solamente se observa en la variedad que crece en las islas. ASPLENIUM MACROSORUM BERT. ' Territorio de la especie: Endémica en Masatierra (Bertero, Germain, Reed, Downton, Johow). Habitacion: Se halla únicamente en el Vunque ! i sus inme- diaciones, a una altura de mas de 600 metros. Es mui escasa í crece ya sobre los troncos de los árboles viejos, ya en el humus del suelo. : Este helecho es uno de los pocos que son: EA na pe- culiares a Juan Fernández. Está bien caracterizado porla forma jeneralmente ternada de las frondas, en las cuales se hallan unos pocos pero mui gruesos soros. ASPLENIUM MAGELLANICUM KAULQF Territorio de la especie: Desde la Tierra del Fuego hasta los Andes chilenos (H). Habrtacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Reed, LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ 991 Moseley, Sainthill). “Sobre las rocas en las orillas de los este- ros del interior... (H)—Masafuera.(Cuming, Downton). Segun Hooker esta especie tiene frondas bi o tripinadas, provistas de algunos soros aislados que ocupan las estremida- des de los segmentos. No existe la planta en mis colecciones. ASPLENIUM LONGISSIMUM BL. Sinonimta segun Hooker: A. flagelliforum Wall., A. sordi- dum Knze. Territorio de la especie: Segun la Sinopsis Filicum de Hoo- ker este helecho se halla representado en Mauricia, Diego de García i en la Indo-China 1 Java. Habitacion en Juan Fermmández: Masafuera (Johow). En la Quebrada de las Casas, pendiendo de las rocas. Es curioso que esta planta tan conspicua no la haya notado ninguno de los colectores que han estado en Masafuera. Las frondas son pinadas, miden uno a dos metros de largo i es- tán prolongadas en un apéndice flajeliforme que siempre conti- núa produciendo pequeñas pinas hasta que la punta, al llegar en contacto con el suelo, forma una yema adventicía, la que da oríjen a una nueva planta. Aunque son estériles las frondas que he recojido i difieren de los ejemplares de Hooker por una con- sistencia membranácea i un color verde puro, no puede haber duda acerca de la identidad de mi planta con la de Hooker, puesto que concuerdan todos los demas caractéres. El fenó- meno de la prolificacion de la fronda en la parte prolongada se observa en igual forma en el Asplenium rhizophorum L. i en el Adiantum rhizophorum Sw. ASPIDIUM ACULEATUM SW. Sinonimia segun Hemsley: A. lobatum i vestitum Sw., A, - (Polystichum) aculeatum Hook. Territorio de la especie: De todos los helechos conocidos, éste talvez tiene el territorio mas estenso en el globo. Es mas cosmopolita aun que la Pteris aquilina, (especie que no exis- TOMO LXXXII 67 992 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS te en Juan Fernández), pero no crece nunca amontonado como esta última especie (H.) 3 Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Scou- ler, Douglas, Cuming, Germain, Reed, Moseley, Downton, Johow). Abunda en los bosques de toda la rejion oriental de a isla, desarrollándose magníficamente donde hai mucha can- hs tidad de humus, p. e. en el Pangal i en la quebrada al pie de - _la falda norte del Portezuelo.—Masafuera (Johow). En los bos- | ques de las quebradas grandes. | | La forma de este hermoso helecho que existe en Juan Fer- nández es la que está caracterizada por el abundante vello os- curo de la raquís i que comunmente se halla en el hemisterio austral. Observamos con bastante frecuencia ejemplares que habian formado un pequeño tronco. ASPIDIUM CAPENSE WILLD. Sinonimía segun Hemsley: A. coriaceum Sw., A. (Polysti- chum) coriaceum Hook., Polystichum coriíaceum Gay. Territorio de la especie: Se halla con frecuencia en los tró- picos i en las rejiones extratropicales del hemisferio sur, in- clusive las islas de San Pablo i Tristan da Cunha. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Scouler, Johow). Me inclino a creer que esta especie es idéntica con el Aspi- dium flexum Knze o que este último solamente representa una variedad del A. capense Willd., caracterizada por la forma cón- Ñ cava de la fronda. 3 ASPIDIUM FLEXUM KNZE., Sinonimia segun Hemsley: Polystichum flexum Gay, A. (Po- | lystichum) flexum Hook., A. berterianum Colla. a Territorio de la especie. Endémica en Juan Fernández. E Habitacion: Masatierra (Bertero, Scouler, Cuming, Dou- - glas, Reed, Moseley, Downton, Johow). Bastante abundante en — el terreno de laBahía Cumberland i en otros lugares. —/Masafuera — (Johow) Comun en la montaña, donde forma junto con Atrophila — pruinata estensos campos o estepas. $ LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ 993 Un helecho mui notable por su traza i el importante papel que desempeña en el paisaje. Las frondas son mui descompues- tas, tienen una consistencia coriácea i un color verde amarillo i su forma se asemeja a un embudo porque las pinas de la base son sensiblemente mas largas que las otras i sus peciolos se encorvan hácia arriba. Como este fenómeno se produce mas marcadamente en los lugares asoleados, puede talvez atribuír- sele el significado de una adaptacion protectora contra la luz excesiva. NEPRPHRHODIUM (LASTREA) VILLOSUM HOOK. Sinonimia segun Hemsley: Aspidium villosum Sw., Polypo- dium (Phegopteris) berteroanum Hook. Territorio de la especie: Comun en el Perú i Chile. En el herbario del Museo se hallan algunos ejemplares de esta especie que son de Valdivia i de Corral i que llevan las etiquetas de Phegopteris spectabilis i de P. sp. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Dou- glas, Scouler, Reed, Moseley). "En los bosques sombriosn (H.) —Masafuera (Johow). En los bosques ricos de humus, NEPHROLEPIS ALTESCANDENS BARK. Sinonimía segun Hembsley:. Polypodium altescandens Colla, Polypodium procurrens Knze. Territorio de la especie: Endémica en Masatierra ( Bertero Germain, Reed, Moseley, Johow). Habitacion: En los bosques sombrios; falta en muchas que- bradas ¡es comun en otras, v. g. en la Plazuela del Yunque, en el Pangal í las quebradas del Puerto frances. Pertenece a las plantas “trepadoras con raices». Los tallos tienen el grueso de una caña de trigo 1.alcanzan 4 a 5 metros de lonjitud. Las frondas están regularmente distribuidas en dos filas i son angostas i pinadas. La alimentacion mediante las raices se hace esclusivamente en el suelo, sirviendo las raicillas aéreas solo para sujetar la planta cn la corteza donde trepa; parece que se facilita la adhesion de estas raicillas por la secre- 994. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cion de una especie de cimento.—A prescindir de algunas Hi- menofiláceas, este helecho es el que ménos luz necesita para su crecimiento; pues se halla aun en la sombra mas oscura donde no existen ningunas otras yerbas. En su modo de crecer muestra bastante semejanza con la Lomaria attenuata Willd. POLYPODIUM LANCEOLATUM L. Sinonimía segun Hemsley: Y. peltatum Cav.?, P. (Phymato- des) lepidotum Willd., Pleopeltis ensifolia Hook. Territorzo de la especie. Toda la parte tropical í subtropical del continente sudamericano así como los trópicos í el sur de África; tambien se halla en los Nilgherry Hills de la India, en Santa Elena i las islas Sandwich (H.) Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (recojido segun H. por Bertero, Reed, Philippi i Moseley). Rastrero sobre tron- cos de árboles (H.) Esta especie ni está representada en las colecciones del Mu- seo ni en las mias propias. ¿Acaso es idéntica con la Gymno- gramme elongata Hook? POLYPODIUM PUNCTATUM THUNB. Sinonimía segun Hemsley. Phegopteris rugulosa Fée, Pol. rugulosum Labill., Pol. spectabile Kaulf, Phegopteris spectabilis Fée: Territorio de la especie: Estensamente distribuida por los tró- picos i rejiones subtropicales de ambos hemisferios i representada tambien en los paises templados del sur. Se halla tanto en Tris- tan da Cunha como en Santa Elena. | Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Cu-. ming, Germain, Reed, Johow). En los alrededores del camino que conduce al Portezuelo de Villagra en la quebrada del Puerto ingles, etc. Crece tanto en. los lugares asoleados como en la sombra de los bosques i en las cuevas, pero no es mui comun. Un helecho mui grande, con hojas tripinadas o cuadripina-- das, a veces con tronco i casi arborescente. Los Ejplares um-. bratícolas tienen las hojas sumamente delgadas. ¡a AAN LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ 995 POLYPODIUM (PHEGOPTERIS) VESTINUNM+E E: Sinonimia: Phegopteris vestita Ph. (Linnaea XXIX., p. 107). Territorio de la especie: Rejiones australes de Chile, v. g. en Puerto Montt 1 en la Mocha (segun ejemplares del herbario santiaguino). Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Johow). En el Pangal, en el cordon de cerros denominado “Sal si puedes ¡en otros puntos. No ha sido recojido en Juan Fernández por nin- guno de los colectores anteriores. Es una especie bastante robusta i forma a veces un pequeño tronco. Las frondas, al secarse, toman un color rojizo oscuro. POLYPODIUM TRANSLUCENS KNZE., Sinonimía segun Hemsley: Goniophlebium translucens Fée, P. (Goniophlebium) translucens Hook., P. intermedium Colla, P. californicum Mett. —El último sinónimo no puedo admitirlo porque, habiendo podido examinar muchos ejemplares del P. californicum Mett. que eran de Chiloé, me consta que esta espe- cie difiere grandemente del P. translucens de Juan Fernández por la consistencia membranácea de las frondas, por la forma de los soros que no es redonda sino oblonga i por otros carac- téres mas. Territorio de la especie: Segun H. endémica en Juan Fer- nández, pero segun Gay representada tambien en Chile. Habitacion en Juan Fernández: Masatirerra (Bertero, Dou- glas, Cuming, Reed, Moseley, Downton, Johow). En los bos- ques húmedos de los cerros, únicamente sobre los troncos 1 ramas de los árboles; Portezuelo de Villagra, falda del oeste del Puerto ingles, Sal si puedes i otros puntos. Este helecho ofrece un alto interes biolójico por su adapta- cion mui pronunciada a la vida epifítica, adaptacion que se manifiesta no solo en la estructura sino tambien en cualidades fisiolójicas de sus Órganos vejetativos. La parte principal de la planta la forma un rizoma grueso i ramificado el que se aprieta íntimamente a la superficie de la rama donde crece, producien- 996 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS do en su lado inferior algunas delgadas raicillas que penetran en la capa de musgos o líquenes con que la rama suele estar cubierta. En el lado superior del rizoma que lleva un color verde claro se hallan en intersticios regulares numerosas lentejuelas amarillas, las cuales, como puede demostrarse por la esperiencia tienen la facultad de absorber agua. Un corte trasversal del rizoma muestra que está aplastado 1 tiene una estructura mar- cadamente dorsiventral. Solo las células periféricas del lado su- perior que es tocado por la luz contienen clorofilo; las demas partes del tejido parenquimático constan de células trasparen- tes 1 desempeñan probablemente el papel de un depósito de agua, cual se observa con tanta frecuencia en las plantas epifí- ticas (1). Los fascículos vasculares se hallan mui reducidos en cuanto al número i desarrollo de sus elementos; están colocados en una elipse ¡carecen de las vainas lignificadas que corres- ponden casi a todos los demas helechos. Como la planta puede crecer indistintamente en cualquier lado de las ramas, los rizo- - mas no poseen ninguna sensibilidad jeotrópica, pero en cambio están dotados de un heliotropismo negativo que hace que siempre se adhieran estrechamente a la corteza del árbol.—En conformidad con las exíguas necesidades de la traspiracion que se relacionan con la vida epifítica, el follaje está bastante reducido i consta de unas pocas frondas trasparentes i de un color verde claro las cuales se hallan mui distantes una de la otra i cuya masa total es considerablemente inferior a la de los rizomas; estos últimos, sin duda, ayudan a las hojas en sus fun- ciones asimiladoras. A las frondas tambien les falta en absolu- to la sensibilidad jeotrópica i su crecimiento es simplemente perpendicular hácia la superficie de la. rama. La forma de las frondas varía desde la pinada hasta la tripinada. —POLYPODIUM MASAFUERA PH. Territorio de la especie: Endémica en Masafuera (Germain). En el Museo Nacional se halla un solo ejemplar de esta plan- (1) Véase A. F. W. ScHimPER, Die epiphytische Vegetation Amerikas. Jena 1888, p. 36. | i | ¿ j ; Í pl ; 4 4 (inició FA LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ 997 ta. Como el único que ha encontrado la especie, fué el señor Germain, en 1854, 0 debe ser ahora sumamente rara o talvez ya ha desaparecido por completo. GYMNOGRAMME (SELLIGUEA) ELONGATA HOOK. Sinonimia segun Hemsley: Grammitis elongata Sw., Dryna- ría elongata Fée, Synammia elongata Presl, Pleopeltis elonga- ta Kaulf., Polypodium elongatum Mett, Grammitis lanceolata Schk.- Probablemente hai que agregar a estos sinónimos Grammitis robusta Ph. del herbario santiaguino (2). Territorio de la especie: Desde Cuba i Méjico hasta el Brasil i Chile. : Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Germain, Reed, Johow). Comun scbre los árboles i a veces tambien en el sue- lo. Pangal, camino para el Portezuelo, etc., etc.—Masafuera. En la Quebrada de las casas. Del mismo modo que el Polypodium translucens Knze., este helecho vive epifíticamente sobre los árboles; en el invierno, sin embargo, lo vimos desarrollarse tambien en algunos puntos como planta terrestre. Apénas ofrece adaptaciones especiales que se relacionen con su modo de crecer. El rizoma es delga- do i crece, ramificándose con frecuencia en la capa de musgos con que está vestida la corteza de los árboles. Las frondas son mui numerosas i densamente juntadas; tienen una forma an- gosta i entera i una consistencia mui dura í coriácea de manera que se hallan protejidas contra la transpiracion excesiva. En cuanto' a sus propiedades fisiolójicas, poseen jeotropismo nega- tivo i al parecer, un helictropismo positivo poco pronunciado. En conformidad con esto, la planta solo crece en el lado supe- rior i en los laterales de las ramas, quedando escluida del lado de abajo. Segun la intensidad de la luz que recibe el lugar, las frondas muestran un verde claro u oscuro i dimensiones mas o ménos desarrolladas. Tambien varía la forma de las hojas. desde la sencilla con márjen entero hasta la dentada i hasta. lobada. Una muestra recojida por Reed que existe en el Mu- (2) No se si se haya publicado alguna descripcion de esta especie. 998 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS seo Nacional, tiene la fronda ramificada en la punta. Los ejem- plares mas fuertes corresponden a la Grammitis robusta Ph. NOTO CHLAENA CHILENSIS HOOK Sinonimta: Cincinnalis chilensis Fée. Territorio de la especie: Endémica en Juan Fernández. Habrttacion: Masatierra (Bertero, Moseley).—Sobre las rocas, en lugares mui calurosos. (H).—Masafuera (Germain). Este pequeño i curioso helecho, del cual se hallan en el Museo Nacional varios ejemplares de ámbas islas, no me ha sido posí- ble encontrarlo a pesar de haberlo buscado con solicitud. Creo, por esto, que es actualmente mul raro. Es fácil conocer la planta en el vello blanco harinoso de la cara inferior de las frondas i en la forma diminutamente com- puesta de ellas. HYMENOPHYLLÁCEAE HYMENOPHYLLUM CRUENTUM CAv. Sinonimita: Hymenoglossum Presl. Territorio de la especte: Patagonia i sur de Chile, v. g., Co- rral, San Cárlos, Puerto Montt, Chiloé, Rio Palena, etc. (segun Gay i el herbario santiaguino). | Habitacion en Juan Fernández: Masatierra. (Germain, Reed, Moseley, Downton Johow). En los bosques aclarados de al- gunos cerros altos, entre musgos húmedos; bastante escaso. La única Himenofilácea de Juan Fernández que tiene fron- das enteras. | HYMENOPHYLLUM DICHOTOMUM CAV. Sinonimta segun Hemsley: H. nigricans Colla, H. plicatum 3 Kanlf. ) - 8 Territorio de la' especie: Sur de Chile, Chiloé, (segun Gay). Habitacion en Juan Fernández: Masatierra. (Bertero, Saint= hill, Germain, Reed, Moseley). Sobre raices de árboles, en los h 4 LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ 999 - bosques sombríos de los cerros mas altos." (H).—MMasa/uera -—(Leybold). - Segun Hooker es una especie mui elegante con rizomas que alcanzan dos piés de largo í con frondas delgadisimas bipina- das cuyos estipos i raquis están bordados de alas dentadas i onduladas. HYMENOPHYLLUM FUSIFORME SW. Sinonimía: H. fucoides Cav. non Sw., H. semiteres Colla. Territorio de la especie: Sur de Chile, v. g. Rio Palena 1 Chi- loé; segun H. tambien en Port Otway. Habitacion en Juan Fernández. Masatierra (Bertero, Reed, Moseley, Downton, Johow). A una altura de mas de 500 metros; solo en algunos puntos, v. g. en la falda sur del Portezuelo de Villagra. Crece en el suelo i sobre los troncos viejos. Es la mas robusta de todas las Himenofiláceas de Juan Fer- nández. Sus frondas visten un color verde puro i miden a veces la respetable lonjitud de tres piés; en el estado seco son de con- sistencia cartilajinosa. HYMENOPHYLLUM CAUDICULATUM MART. Sinonimta segun Gay: Sphaerocionium caudiculatum Presi. Territorio de la especie: Hooker indica como patria el Bra- sil i la isla de Chiloé. Habitacion en Juan Fernández: Masatirerra (Reed, segun ejemplares del Museo Nacional). Se asemeja en su traje al H. fuciforme Sw. cuyo tamaño casi alcanza, pero se distingue fácilmente por los grandes 1 re- dondos invólucros de sus soros. HYMENOPHYLLUM PECTINATUM CAV. Territorio de la especie: Rejiones australes de Chile, p. e. San Cárlos, Chiloé, etc. (Segun Gay). : Habitacion en Juan Fernández: Masatierra. (Reed). Apa- 1000 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS - rentemente escaso, pues fuera de las muestras del Museo Na- - cional recojidas por Reed no se halla en ninguna coleccion. Esta especie se distingue a la primera vista de todos sus conjéneres por las pinas cortadas de arriba para abajo en forma de peine. HYMENOPHYLLUM POLYANTHOS SW. Territorio de la especie: Estensamente distribuida por los tró- picos i paises subtropicales hasta algunas rejiones templadas; abunda en Nueva Zelandia pero no se ha observado todavía en Australia ni en el sur de África (H.) Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Reed, Moseley, Downton, Johow). En los bosques de los cerros, v. g. en las cercanías del Portezuelo de Villagra, en las faldas al oeste del Puerto ingles i en otros puntos. Una especie mui bonita, de mediana altura, en su traje este- rior caracterizada por el verde oscuro i por la forma plana ova- lada de las frondas, cuyos segmentos superiores llevan un gran número de soros rojizos. | Parece que hai diversas variedades de este helecho que son harto distintas entre sí. Probablemente pertenezen a la misma especie algunos ejemplares del Museo Nacional recojidos por Reed i que llevan la etiqueta de H. bridgesii Hook. Esta última especie no está representada en ninguna otra coleccion de plan- tas fernandezinas. HYMENOPHYLLUM RARUM R. BR. Sinonimía segun Hembsley: H. cuneatum Knze, H. bivalve Hook. | Territorio de la especie. Chile, Nueva Zelandia, islas Auck- land, Tasmania, sur de Africa, Mauricia (H). Habitacion en Juan Fernández. Masatierra (Germain, Reed, A «y he 1 54 3 A] 57 al. 2 LA ARS A PS A ud Lit ps pa RAS AAA a RÁ EA Ain MA ti Johow.) A las orillas de los esteros, en las quebradas del inte- y j rior; sobre los troncos de los helechos arborescentes etc. Bas- tante comun. Las frondas de esta pequeña especie varían considerablemente LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ IOOL respecto del grado i forma de la segmentacion. La variedad b. de Hooker (H. imbricatum Colenso) se halla en Juan Fernández casi esclusivamente i en algunos puntos de la isla con constan- cia sobre los troncos de la Lomaria boryana Willd. HYMENOPHYLLUM RENIFORME HOOK. Territorio de la especie: El Perú (segun Hooker). La existencia de esta especie en Juan Fernández me parece mas que dudosa; pues ni en Kew ni en Santiago se hallan ejem- plares que sean de allá. Philippi en sus "Observaciones sobre la flora de Juan Fernández. (ANALES DE LA UNIVERSIDAD, Mayo de 1856, páj. 160) la enumera, fundándose probablemente en lo que dice Claudio Gay (t. VI, paj. 535.) HYMENOPHYLLUM SUBTILISSIMUM KNZE, Sinonimia segun Hemsley: MH. berteroi Hook., H. acrugino- sum f. Hooker., H. franklinianum Colenso, H. ferrugineum Colla. Territorio de la especie: Tomada en esta amplitud, la especie habita tanto la Nueva Zelandia como las rejiones extratrepica- les de Sud-América. Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Ger- main, Reed, Moseley, Downton, Johow.) Solamente en las pen- dientes mas elevadas del Yunque, sobre las rocas i las raices de los árboles; crece junto con el Asplenium macrosorum Bert, Una especie mui delgada i fina con frondas rojizas, cubiertas de pelos suaves como la seda. HYMENOPHYLLUM TORTUOSUM HOOK. ET GREV. Territorio de la especie: Comun en las rejiones extratropica- les de Sud-A mérica (H.), Chiloé, Rio Palena i otros puntos en las provincias australes de Chile. (Herbario santiaguino). Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Reed, Downton.) Una especie bastante robusta con estipos que tienen alas on- duladas. 1002 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS HYMENOPHYLLUM CHILOENSE HOOK. Territorio de la especie: Chiloé, Valdivia etc., en los troncos E de los árboles (Gay.) E Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Reed segun - ejemplares del Museo Nacional.) Esta pequeña especie se parece algo a ciertas formas del H. raram R. Br. | E SE ii IA HYMENOPHYLLUM TUNBRIDGENSE SM. dai Territorio de la especie: Ampliamente esparcida en ambos hemisferios. | | Habitacion en Juan Fernández: Al enumerar esta especie (1 c., p. 160), Philippi probablemente se fundó en la obra de Gay (t. VI, p. 531). Como no está representada en ninguna co- leccion de plantas de Juan Fernández, me creo autorizado para borrarla de la lista miéntras no haya muestras auténticas. a A TRICHOMANES EXSETCUM KNZE. Sinonimta segun Hemsley: H. fuciforme Colla, non Sw. Territorio de la especie: Sur de Chile (Valdivia, Chiloé.) 3 Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Bertero, Cu- ming, Moseley, Johow.) En los bosques sombríos, sobre las rocas; tambien en las cuevas.—Masafuera (Johow). En el inte- rior de la Quebrada de las Casas i de la a de las Va- cas, sobre las rocas. Una especie de frondas largamente prolongadas, cuyos seg- mentos son mui cortos i distantes en la Bas i mul grandes 1 E ramificados en la punta. TRICHOMANES DICHOTOMUM Pr. Territorio de la especie: Provincias a de Chile (Val divia.) Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Germain). En E A - e á Y 3 Ñ 1 ha 8) 61 Y] Nh! 7 E 2 LOS HELECHOS DE JUAN FERNANDEZ 1003 el herbario de Kew se encuentra, segun H., un ejemplar reco- jido por Reed en Valdivia pero ninguno que sea de Juan Fer- ¡ nández. Sin embargo no tiene razon Hemsley cuando pone en duda la existencia de la planta en Masatierra, porque existen en el herbario santiaguino algunas muestras traidas de la isla pore | señor Germain. Este helecho alcanza segun Philippi a lo sumo una altura de 5 centímetros, midiendo la lámina de la fronda apénas 4 milí- metros. Se distingue, ademas, fácilmente por la ramificacion dos a cuatro veces dicótoma de la pequeña fronda. TICHOMANES PYXIDIFERUM L. Territorio de la especie: Comun en Ámérica desde Méjico hasta Chile; tambien se halla en los trópicos i el sur de África i en la Indía í la parte tropical de Australia (H.) Habitacion en Juan Fernández: Masatierra (Moseley). Segun Hooker es ésta una pequeña ¡ algo variable especie con frondas delgadas trasparentes bi o tripinatifidas, las que en los ángulos de los segmentos llevan algunos soros aislados cu- yos receptáculos son largamente prominentes. ESPLICACION DE LA LÁMINA La lámina representalos principales helechos de Juan Fernández, faltando en ella solo las especies mui raras o cuya existencia en las islas parece du- dosa. Los dibujos fuercn ejecutados por mi amigo i compañero de viaje el señor Bernardo Krissel. La reproduccion se hizo en la Seccion de Jeografía 1 Mi- nas de la Direccion de Obras Públicas. Fig. 1. Gleichenia pedalis Kaulf. —En la reproduccion no ha salido el nú- mero de esta figura. » 2. Alsophila pruinata Kaulf. » 3. Dicksonia berteroana Hook. » 4. Thyrsopteris elegans Knze.—Una seccion estéril i otra fértil de la fronda. » 5. Adiantum aethiopicum L.—a, 6 ic las tres formas o variedades descritas en el texto. » 6. Pteris incisa Thunb. » » >) ))) » 20. 30. 31. 32. . Pteris comans Forst. . Lomaria capensis Willd.—Id. La fronda nl es del año anterior. y . Lomaria attenuata Willd.—Una seccion de la fronda estéril ¡otra : Asplenium obtusatum Forst. . Asplenium lunulatum Sw. . Asplenium macrosorum Bert. . Polypodium punctatum Thunb. ; . Gymnogramme elongata Hook. . Hymenophyllum cruentum Cay. . Hymenophyllum polyanthos Sw. —Este helecho no ha salido bien Bi MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS . Pteris chilensis Desv. S A Blechnum australe L.—a, 5 ic las tres formas o A des- critas en el texto. -—y Lomaria boryana Willd.—Una seccion de la fronda estéril i i otra de la fronda fértil. + y de la fronda fértil. . Lomaria blechnoides Bory.—Planta entera con una fronda estéril 3 1 otra fertil. Aspidium aculeatum Sw. +8 Aspidium flexum Knze.—Una de las pinas inferiores de la fr onda. ño! ¡3 Nephrodium villosum Hook. 3 Nephrolepis altescandens Bak.—Tallo pd con frondas. — Polypodium vestitum Ph. Polypodium translucens Knze. Notocnlaena chilensis Hook. Hymenophyllum dichotomum Cav., Hymenophyllum fuciforme Sw. ' en la reproduccion, no pudiendo verse los soros en la parte su | perior de la fronda. Hymenophyllum rarum R. Br. var. b. Hook. Hymenophyllum subtilissimum Knze. Trichomanes exsectum Knze. Es. ek e Dr. FEDERICO JoOHOw Profesor de Ciencias Naturales en el Instituto Pedagójico > mn. E" / LE cb Ds Ñ 1 a, se es A A k Ses yA? TEA ¿ue Ei o a ad A AA ATAN de OSITOS 5 ES iii E 3 Ñ ; E El | 4 DE LA JURISDICCIÓN DE LOS JUECES NO LETRADOS —— lp MEMORIA DE PRUEBA PRESENTADA PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIADO EN LA FACULTAD DE LEYES 1 CIENCIAS POLÍTICAS HONORABLE COMISION: Voi a llamar un momento vuestra atencion hácia una mate- “ria de nimia importancia en apariencia; pero a la que yo doi mas de la que hasta ahora se le ha atribuido. Me refiero a lo concerniente a la jurisdiccion de los jueces no letrados, o sea - de los jueces de distrito, de los jueces de subdelegacion i de los - alcaldes ordinarios. La Lei de Organizacion i Atribuciones de los Tribunales, al - suprimir o quitar a los subdelegados i a los inspectores las fa- -cultades que ántes de dicha lei tenian, para conferirlas a los _ Jueces de subdelegacion i a los de distrito respectivamente, no - concedió a éstos el rango que como miembros del poder judi- - cial deben tener. Sila administracion de justicia o el Poder Judicial es una de las tres ramas en que nuestra Constitucion política divide los - poderes del Estado, por el hecho de hacer tal division nuestro - Estatuto ha querido que estén completamente separados unos 1006 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de otros en su ejercicio. Sin embargo, i apesar de declararlo así, sucede que la autoridad administrativa interviene directamente en el nombramiento de los jueces, de tal modo que sin el con- * sentimiento o aprobacion de dicha autoridad, no pueden prin- cipiar a ejercer sus funciones. 3 " El poder judicial, dice el artículo 11 de la lei de 15 de Oc- tubre de 1875, es independiente de toda otra autoridad en el — ejercicio de sus funciones.n De modo que esta independencia $ es solo relativa al ejercicio de las funciones judiciales; pero el nombramiento de las personas que han de ejercer tales funcio- nes depende de una autoridad estraña, como lo es la adminis- trativa. No me referiré al nombramiento i jurisdiccion de los jueces de letras ni de los miembros de las Cortes superiores. Solo voi a manifestar el juicio que me ha sujerido el estudio del título IT de la lei de 15 de Octubre de 1875 i los artículos 52, 53 i 54 ' de la misma lei. 3 Desde luego, la lei orgánica enuncia las cualidades que se requieren para poder desempeñar las funciones de jueces de distrito i de jueces de subdelegacion; cualidades, en verdad, bien insuficientes por sí solas para llenar siquiera medianamen- te el alto fin de la lei, que en esta parte se ha mostrado poco celosa del bienestar de las personas que tienen que seguir sus litijios ante esos funcionarios. Por esto sucede que ocupan los puestos de tales, individuos que, si bien tienen veinticinco años de edad, saben leer i escribir i residen dentro del distrito. o sub= delegacion respectiva, están mui léjos de reunir las aptitudes indispensables para honrar la administracion de justicia; porque E su ilustracion escasamente se reduce a llenar la exijencia de la E lei, i son innumerables los que, si ántes de entrar a ejercer sus funciones se les obligara a leer medianamente o a escribir otra cosa que su propia firma, de seguro confesarian ser indignos de ocupar el peldaño inicial en la escala de la majistratura jurídica... : Para convencerse de la verdad de mi aserto no hai mas que sa- lir de los principales centros de poblacion i observar lo que ocurre en las ciudades de segundo órden, sin necesidad de llegar a los 3 | campos, donde ya aparece mas de manifiesto el consiguiente re- | sultado de la disposicion legal. De aquí al desprestijio média poca | DE LOS JUECES NO LETRADOS 1007 distancia, sobre todo cuando la moralidad deja que desear i la prevaricación o el cohecho son considerados, nó como un delito, - sino como la única recompensa, casi como la renta de que dis- —frutan estos funcionarios. Es, pues, mui insuficiente lo que exije la lei en cuanto a instruccion para los que han de desempeñar esos cargos: i si es verdad que la mayor o menor ilustracion educa el criterio en relacion directa de la que se posee, forzoso es concluir que los fallos que pronuncian las dichas autoridades judiciales, pueden ser tan errados como ajustados a lei, sin que ellas se formen conciencia cabal de su cometido. Digo ajusta- dos a lei en el sentido de que casualmente puede la sentencia salir de acuerdo con ella; pero sin que el juez se haya preocu- pado gran cosa del resultado de lo que resuelva. En cuanto a la lei sobre que fundan sus sentencias, la verdad es que son contados los que saben a qué procedimiento deben conformar el trámite, i aun mas señalados son los que, sabiéndolo, senten- cian de otro modo que el que les sea mas espedito para su co- modidad propia. 7 En esto no hai nada de "supuesto ni exajerado, como lo co- rroboran todas aquellas personas que tienen algun mediano conocimiento de las leyes i que han tenido que litigar en jui- cios en que solo pueden intervenir aquellos funcionarios. La lei nunca debe ponerse en manos de individuos que pue- dan servirse de ella como un medio de especular a su amparo, porque de este modo pierde su prestijio i desciende, del alto concepto en que para todos debe encontrarse colocada, al hecho vulgar de un negocio. Hoi dia no se presentarian muchas dificultades para reme- diar este mal, haciendo la eleccion i nombramiento de dichos jueces en una forma que consulte con mas ventaja los intereses de los litigantes. Inútil seria siquiera indicar la idea de que todo puesto judi- cial deba ser servido por letrado, o, mejor dicho, que ningun lego pueda administrar justicia, por cuanto habrian de ser raros los letrados que consintieran en administrar la de mínima 1 menor cuantía, envilecida como siempre ha estado i todavía está esta rama de la judicatura entre nosotros; i aunque es de presumir que mas tarde no habrá, a lo ménos en las poblacio TOMO LXXXII l 68 Ns 4 a ; E Y 1008 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS nes, jueces legos, en consideracion a la facilidad que se presen= tará para suprimirlos i reemplazarlos por letrados, por ahora ningun abogado solicita el honor de administrar justicia cuan- do el resultado final de sus sentencias, estimadas en dinero, han de valer ménos de doscientos pesos. Digo que esto es un honor, porque debe recaer solo en personas que inspiren plena confianza i porque de las instituciones sociales ninguna conside- ro llamada a desempeñar un papel mas importante que el po- der judicial, base del órden i de la propiedad; i porque creo que ningun cargo público proporcionará mas satisfaccion a los que lo ejercen que aquel que les confiere la facultad de dar a cada uno lo que es suyo, sin tomar en cuenta el caudal de las * personas que piden la proteccion de la lei. Cada cual necesita de lo suyo, i aunque la lei ha considerado que las cuestiones que se ventilan ante los juzgados de minima i de menor cuan- - tía son, como su nombre lo indica, de escaso interés, por cuanto no son grandes capitales los que dan oríjen a tales juicios, yo creo que tambien debió tomar en consideracion que esos inte- reses representan muchas veces toda la fortuna de alguno de los litigantes o por lo ménos el fruto de largos dias de trabajo, quizas la subsistencia de su familia. Porque ¿quiénes son las personas que someten sus cuestiones a la decision de los jueces de que me ocupo? Casi en la totalidad de los casos, son pobres; esto es, personas a las cuales una lijera disminucion de su escaso patrimonio trae consigo sacrificios sin cuento, en proporcion - mucho mayor que los miles que pierde un rico 1 Ane cn porO o nada afectan sus comodidades. 3 Estimo, pues, que la lei no solo debió considerar la cuantía de los bienes que se litigan sino tambien las personas sobre quienes van a recaer las consecuencias de las resoluciones judi- ciales, i, por consiguiente, que las precauciones debieron ser las mismas en uno 1 otro caso: o sea, la justicia verdaderamente tal, ha de ser igual para todos, sin ninguna distincion. se Es aceptable que las resoluciones de un juez de letras sean A ajustadas ¡ i conformes a las prescripciones legales, por cuanto son dictadas por una persona que ha hecho largos estudios sobre la materia, como lo comprueba el título de abogado 1 todavía los dos años que, como tiempo minimo, debe haber : DE LOS JUECES NO LETRADOS 1009 ejercido su profesion, conforme lo mandado por la lei de 19 de Enero de 1889, que derogó el primitivo artículo 40 de la lei de 15 de Octubre del 75; pero ¿cómo es posible dejar pasar sin —ninguna observacion casi todas las sentencias que pronuncian ciertos individuos a quienes hai que dar el nombre de jueces solo porque la lei así los llama, acaso a falta de otro calificativo mas adecuado, sin convencerse de que en esto hai una toleran- cia incalificable de parte del lejislador? Si la justicia ha de ser bien administrada para todos, no se debe dejar la fortuna en litijio de unos, en manos que ninguna garantía de legalidad ofrecen a los interesados; por lo mismo que todos pueden exijir que sobre sus bienes en discusion se pronuncie una resolucion perfectamente arreglada a derecho i porque la lei para todos debe tener igual proteccion. Es cierto que el artículo 243 de la lei de Tribunales concede el recurso de apelacion respecto de las sentencias de los jue- ces de distrito, cuando el valor de la materia disputada pasa de veinte pesos; pero si la cuantía cuestionada no excede de esta suma, el fallo de este juez hace cosa juzgada, i el litigante ven- cido queda ya imposibilitado para intentar remedio alguno, “aunque los considerandos del fallo no se hayan dejado oir de nadie; lo propio sucede cuando el juez de subdelegacion conoce en juicios que no exceden de cincuenta pesos, segun se deduce del mismo artículo 243, sin que lo diga espresamente. De aquí es que yo encuentro la disposicion de este artículo, disconforme con el espiritu jeneral de equidad que se nota en el conjunto de la lei, Que a un juez letrado le permita la lei fallar en única ins- tancia, cuando la cuantía de lo litijioso no exceda de trescientos pesos, es una medida que tiende a evitar el que se retarden los pleitos, con apelaciones inútiles o maliciosas, i seguramente en la intelijencia de que la sentencia de este juez, será dictada con arreglo a las prescripciones legales, que se presume debe conocer; pero no juzgo mui acertada la misma medida aplicada a los demas jueces, porque por el hecho de ser legos, tambien, vulgarmente hablando, se presume que ignoran las disposicio- nes del derecho; lo cual bastaría para que en ningun caso debieran estar facultados para fallar en única instancia. IOIO MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Respecto de las demas causas de que conocen, de aquellas 4 de cuyas sentencias se puede apelar, muchas veces sucede que - los perjudicados no utilizan el recurso porque, cuando llega el caso de interponerlo, siendo el pleito de poco valor, ya se ha + invertido en el mismo una buena porcion. 3 En todo juicio hai que hacer gastos procesales i gastos per- sonales. Sin embargo, hai otros que esclusivamente tienen lugar ante los tribunales a que me estoi refiriendo, nó por disposicion de la lei ni porque estén marcados en los aranceles, sino porque las autoridades de que me ocupo creen que el patriotismo no se ha de llevar hasta la abnegacion de obedecer el mandato del art. 28 de la Lei Orgánica, segun el cual “deben designar por lo ménos tres dias de la semana i una hora por lo ménos en cada dia para oir i despachar las demandas i demas negocios sujetos a su conocimiento, sin obtener mas que uti- lidades negativas de sus servicios. En honor a la verdad, diré que no siempre se verifica la remuneracion en dinero, sino en especie, que tanto dá, i que hace pasar inapercibida la causal - 17.2 del art. 250, segun el cual se hace recusable el juez que, despues de comenzado el pleito, recibe dádivas, etc. Se me observará que si los litigantes hacen estos gastos estrajudicia-. les al mismo tiempo que judiciales, es por su voluntad o porque no están impuestos de sus derechos i obligaciones. Ciertamente es así, i su ignorancia solo a ellos les perjudica; pero, como ya he dicho, lo mas frecuente es que ante estos tribunales litiguen personas tan escasas de recursos como de instruccion i que tienen i aceptan como un dogma todas las aparentes conve- niencias que les ofrecen esos menudos funcionarios. Esto trae simultáneamente dos vicios; es el primero que los perjudicados - o favorecidos con el cargo 1 sus adláteres esplotan esa ignoran- cia, ejerciéndolo prima facie gratuito i a satisfaccion jeneral; pero, en realidad, quizá en ninguna parte tiene mejor cabida que aquí aquello de que lo barato cuesta caro, costando no pocas veces a los interesados la resolucion de uno de estos litijios la mitad i aun mas de lo que lo constituye. El segundo vicio es que no son pocas las personas que, ántes de entrar a litigar sobre asuntos de poco valor, prefieren que | el que habria de ser su contendor, se quede injustamente con la EN RAI AA LARA ps EAN DE LOS JUECES NO LETRADOS IOLI cosa materia del presunto pleito, ántes que perder tiempo i paciencia en reclamar ante personas que le harán gastar tanto como lo que solicita. Me parece que con solo enunciar este estado de cosas, todo el mundo verá que en ello hai una inmoralidad manifiesta, que alienta a una porcion de individuos a vivir junto a estos juzga- dos, nó en busca de justicia ni coadyuvando a que ésta se administre en debida forma, sino interponiéndose ante las par- tes como mediadores indispensables e induciéndolas o disua- diéndolas de que continúen el pleito; i esto, cuando no son ajentes de los mismos jueces, simulan tener gran ascendiente sobre éstos, i aseguran que harán lo que aquellos les indiquen. Esto no es algo que ocurre raras veces: al contrario, sucede con tanta frecuencia que se podria afirmar que llega a constituir la jurisprudencia de los tribunales de mínima i menor cuantía. Voi a indicar algunos medios que en mi concepto serían eficaces para subsanar estos males. El artículo 18 dice: Los jueces de distrito serán nombrados por el gobernador del de- partamento a propuesta en terna del juez- de letras; 1 el ar- tículo 22 agrega que "de las incapacidades ¡ escusas de los jue- ces de distrito conocerá el gobernador del departamento, oyendo préviamente al juez de letras de turno en lo civil. (Se entiende que cuando hai mas de uno.) En ambos artículos se hace depender la existencia de es- tos jueces del gobernador departamental, en lo que hai un grave obstáculo para la correcta administracion de justicia. Como se está viendo continuamente, los gobernadores nombran a la persona que haya de prestarles mejores servicios políticos; a aquel individuo que siendo instrumento disponible del go- bernador, se valga de la autoridad que de éste recibe para ayudarlo a ganar elecciones. El resultado de este singular sistema de nombramiento, es que la justicia no se hará mas que para los correlijionarios políticos del nombrante, principalmente en aquellos pleitos en que, por desgracia, la lei autoriza a los nombrados para co- “nocer en única instancia. Es esto tan notorio que no. sé cómo hasta hoi ni siquiera se ha oido decir que algun día se supri- mirá este defecto de la lei. 1012 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Soi, pues, de opinion que la autoridad administrativa no debe tener ninguna participacion en el nombramiento, ni en lo - referente a las incapacidades i escusas de los jueces de distrito E ni de subdelegacion; i que estos funcionarios deben ser nom-- > brados por el juez letrado, prévio concurso i con conocimiento | de la Corte de Apelaciones respectiva. Mediante el concurso por oposicion, desempeñarian el cargo los individuos que apa- ' recieran mas aptos: 1 el conocimiento de la Corte de la persona que ha de ejercerlo, evitaria al juez letrado el compromiso de verse precisado a nombrar sino a personas que no le merezcan ninguna observacion del Tribunal Superior. Hoi que está mas difundida la instruccion que cuando se dictó la lei de 15 de Octubre del 75, se encuentran por todas partes individuos que sobradamente pueden cumplir con la prescripcion del artículo 14 de la lei. | y Igualmente encuentro que la disposicion del artículo 20 se presta a algunas observaciones. Dice este artículo: El empleo de juez de distrito es cargo consejil. En consecuencia deberá servirse gratuitamente, 1-nadie podrá escusarse de desempe- ñarlo sino con causa legal.u La sola lectura de este artículo nos hace recelar de su bondad; i la idea de violencia u obliga- cion que impone hace presumir que seria mejor que tal dis- posicion no se encontrara en la Lei: 1 si se tiene presente lo que he dicho acerca de las personas que de ordinario ocupan las judicaturas de mínima o menor cuantía, será mui fácil con=" venir en que el Lejislador ha estado esta vez desacertado. Des- de luego, yo estimo que se deberiá abolir todo servicio obliga- torio i gratuito. Si se quiere que los puestos públicos sean servidos de una manera regular, todas las personas que los aceptan deben ser rentadas, para poder así hacer efectiva la - responsabilidad inherente a toda obligacion: i por esto seria de — desear que aun nuestros diputados, como sucede en Francia, — fueran rentados por sus respectivos electores. No habiendo interes pecuniario en el desempeño de tales gabelas, no hai, jeneralmente, para el que las acepta, otro móvil que el mui fútil de la vanagloria; aunque el electo mismo se reconozca a todas luces inepto para desempeñar el mandato. Sin duda que hai ciudadanos mui honorables que solo aspi- el de ajo 24454 A O q bi a INE E NR Y E A A AI AAA O TETU cd E pides DE LOS JUECES NO LETRADOS 10T3 “ran a ser útiles a su patria oa su partido político, en lo cual “encuentran la mejor recompensa de sus afanes; pero esta es la excepcion ilo comun es que el mejor incentivo para el buen “desempeño de cualquier cargo u ocupacion, sea el del lucro. Los honores suelen ser aceptados en épocas anormales, por com- -promiso, por entusiasmo, etc., de modo que pasado éste o cam- biadas las circunstancias, aquellos vienen a redundar en un ificio tanto mas odioso cuanto que ningun provecho pecu- =Ñniario se obtiene de ellos, 1 quizá despues ya nadie lo agradece. IT sí esto ocurre con cargos tan honrosos como, verbz gratza, el - de Senador al Congreso de la República, nada tendrá de estra- ño que con mayor razon suceda con los que, ni lo son tanto, ni se han aceptado voluntariamente. Volviendo a mi tema, considero que se imprimiria un nuevo rumbo a la administracion inferior de justicia, si se estableciera que los cargos de juez de distrito i los de subdelegacion, como los del órden superior, deben tener una renta fijada por la lei, rindiendo préviamente, si es que esto se creyere equitativo, una fianza para responder de las indemnizaciones de perjuicios a que pudieran ser condenados en razon de los actos concernien- tes al desempeño de su ministerio i¡ en atencion a la importan- cia del cargo. = Deeste modo solo serian ocupadas estas majistraturas por - personas competentes, i el público contaria con la garantía de la fianza rendida, i sabria que no impunemente se burlarian sus derechos. Tambien de este modo se evitaria el que se impusie- ran estos cargos como una especie de castigo o como una ven- - ganza. Así, yo he visto que por disgustos habidos entre un go- -bernador i un vecino, para imponer a éste una molestia, aquel influyó con el juez letrado a fin de que en la terna que debia _presentársele para proveer un cargo vacante de juez de subde- legacion, colocara en primer lugar a la persona a quien el repre- sentante del Ejecutivo en el departamento quería perjudicar. Sucedió lo que éste solicitaba, i la víctima tuvo, a todo su pesar ¡protestando inútilmente, que pasar a la categoría de juez de "subdelegacion. Yo no sé qué nombre se le puede dar a esto. La administra- cion de justicia, en vez de ser una honra, un premio, aplicada AI ARICA E Ma 1 IA AO TT CU II AA AS AI AA e MARA A AAA AAA e A A AA ; h sn 0 e TS, FOR PEA IA, EI O DATO NO. 10 O NI 1024 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 7 «e TA É pe j o A BNAS 54 20,3 3 - e > « ¿” > $ SEAL, 23 de Noviembre de 508 9 La comision examinadora, compuesta del señor Dec | la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas don José María Bar= celó, del profesor de Código Civil don Leopoldo Urrutia i de secretario de la misma Facultad, que suscribe, acordó solicita tas del Honorable Consejo de Instruccion Pública, la insercion di esta memoria en los ANALES DE LA UNIVERSIDAD. , PAULINO ALFONSO OS Í o Y / » al ARI Es ES E ad ni iS ES JDIO SOBRE LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE as MEMORIA DE PRUEBA PRESENTADA PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIADO EN LA FACULTAD DE LEYES 1 CIENCIAS POLÍTICAS INTRODUCCION Vamos a ocuparnos en esponer la division de nuestro territorio desde el doble punto de vista de la division jeneral, que mira al conjunto de la Administracion Pública, i de las divisiones particulares motivadas por la naturaleza propia de servicios especiales; tratando al mismo tiempo de diseñar la teoría de una i otras divisiones i de apreciarlas respectivamente en con- cepto a la unidad administrativa. Estudiar todos los respectos bajo los cuales puede estimarse una division territorial, impor- taria un trabajo demasiado estenso para el objeto de la presen- te Memoria. e y A A APPÁÉÑÁPXÉXO PP ' 1 . . 1026 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS CAPÍTULO PRIMERO | 3 Division jeneral del torritorio 1. Teoría de ella.—2. Territorio jeneral.—3. Territorio marítimo 1. TEORÍA DE ELLA de Hechos jenerales observados nos manifiestan que las leyes - de division territorial, sin las cuales nosotros no concebimos la idea de un mediano gobierno, léjos de haber existido siempre, solo aparecen en un período de cultura bastante posterior. Sometidas primeramente las agrupaciones humanas al durf- simo réjimen de la vida nómade i despues al de la vida semi- — nómade, miéntras el estado embrionario de las industrias no. les permite radicarse en una porcion limitada del suelo, es fácil comprender que en esas primeras etapas del desarrollo social las E leyes de division no han podido tener lugar, desde que ni aun 3 lo tenia la nocion de la territorialidad. : Mas tarde, a causa de condiciones fisicas especiales, de 3 guerra i del nacimiento i desarrollo de las industrias (sobre todo de la agrícola, una de las primeras en aparecer), los pue- | blos pueden ya radicarse en una determinada estension de la tierra, i con esto el organismo social adquiere importantísimos elementos de vitalidad i de progreso. La accion de la autoridad, | especialmente en sú forma represiva, se facilita sobre manera; la propiedad inmueble puede existir; la familia constituirse isoli-- 3 dificarse; el esfuerzo logra tener una aplicacion | mas contínua, E; mas regular i mas fecunda. Sin embargo, llegados los: pueblos al estado de sedentarie- 3 dad, aun deben trascurrir siglos para que aparezcan las divisio- y nes administrativas del territorio. En efecto, los hechos consig- 3 / nados en la historia i los relatos de los viajeros manifiestan que | el réjimen del estatuto personal solo cede al réjimen mas culto del estatuto real despues de una lenta evolucion i, a las veces tambien, de encarnizadas luchas. Miéntras rije aquel estatuto, LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1027 las leyes miran a las personas i nó al territorio. Organizadas exclusivamente por i para la guerra (que al paso que se retro- grada en el «desarrollo de la civilizacion, se la vé aparecer con mas imas frecuencia, hasta constituir el estado normal de las “agrupaciones tribales), las sociedades, en las fases primaria i aun media de la cultura, viven en el estado que Spencer deno- minó del 77:22/¿tar¿2smo. La nacion es un ejército. Así, en el Perú, - segun Garcilaso, "los habitantes de cada ciudad estaban ins- - Ccritos por décadas, bajo el mando de un decurion; cinco decu- riones estaban bajo un superior i dos de estos superiores bajo un jefe de mas alto grado; cinco de estos centuriones bajo un jefe idos de estos jefes bajo un oficial que mandaba, de este modo, un mil hombres; finalmente, por cada decena de mil, habia un gobernador de la raza de los Incas. El gobierno polí- tico se asemejaba completamente, pues, a la direccion de un rejimiento. Hasta hace pocos años el Japon nos ofrecia otro ejemplo de esta analojian (1). El Exodo refiere que Moises elijió en Israel individuos valerosos i los puso a la cabeza de agru- paciones de 10, 50 1 100 hombres, en que dividió la sociedad, dándoles el nombre de caporales i otros. Subsiste en China hasta hoi, a traves del réjimen industrial, la antigua division en de- curias i centurias. Entre los bárbaros que invadieron el Imperio Romano, cada individuo, aun en tiempo de paz, debía estar incorporado a una agrupacion numérica determinada (2). Spen- cer, refiriéndose a la organizacion civil del antiguo Ejipto, dice: uBajo el soberano, descendiente de los dioses, existia una organizacion centralizada cuya parte civil estaba distribuida en clases i sub-clases tan definidas como las de la parte militar. De las cuatro grandes divisiones sociales, sacerdotes, soldados, ciudadanos o comerciantes i pueblo comun, debajo del cual vivian los esclavos, la primera comprendia mas de una veintena de órdenes diferentes; la segunda, escedia en una media docena el número de órdenes establecido para los grados militares; la tercera comprendia mas de doce órdenes, i la cuarta un número (1) Herbert Spencer, Principes de Sociologie, $ 259, t. 2, Páj- 147. (2) Valentin Letelier, Ciencia del Derecho i de:las Instituciones, (inédito), capitulo «Del Poder Administrativo», párrafo «Desarrollo del personal ad- ministrativo.» 1028 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS todavía mayor (3). Por eso Roma, en donde existia una orga= 7 nizacion análoga hasta épocas posteriores (4) i cuya organiza- cion primera fué completamente numérica (5), no necesitó en 3 sus tiempos primitivos de leyes de division territorial. Cada clase era allí rejida por su lei especial; existiendo, en conse- cuencia, dentro de una misma ciudad, derechos i deberes dife rentes. Mas tarde, a pesar de su estension territorial, aun no A iS TA tenia leyes de esta naturaleza. Los pueblos conquistados esta= 3 ban bajo la dependencia del Senado. Solo despues, cuando la necesidad se hizo sentir mui vivamente, llegóse a dividir el suelo de Italia en cuatro departamentos i se formó provincias con los territorios sometidos, como las Galias i otras (6). Entre los antiguos francos tenia tal predominancia la organizacion militar que, segun Fustel de Coulanges, se empleaban promis- cuamente las voces latinas populus 1 exercitus. En Inglaterra, del mismo modo que en la China actual, subsiste hasta nuestros dias en todos los condados la division en decurias i centurias (hun- dred i tythings) (7), cuyo orijen remonta hasta mui antiguo. En este estado social, las leyes, como deciamos, han tenido un carácter esclusivamente personal; cada una de ellas obliga a determinados grupos o clases de individuos, pero nó a todo el conjunto social. | El réjimen del estatuto personal persistente por largo tiempo i ocasionado a luchas tenaces (como ha podido observarse durante nuestra edad en Austria-Hungría con motivo dela contienda política sostenida por el partido aleman, que tien= > de al estatuto real, i por los dálmatas, húngaros, polacos demas pueblos coaligados, que tienden a conservar sus res- pectivas individualidades etnolójicas), cede, por fin, el paso al réjimen del estatuto real, a causa del desarrollo de la pobla- (3) Principes de Sociologie, $ 558, t. 3, páj. 776. (4) Véase Spencer, opúsculo citado, $ 569,7 t. 3, páj. 781-783 i Data Histoive des Romains, t. 1, páj. 159, 173 1 Otras. (5) Tenia 3,000 caballeros, 300 senadores, 300 monjas. (6) Valentin Letelier, Ciencia del Derecho i de las Instituciones, capitulo % «Del territorio», párrafo «De la division territorial.» Véase, ademas, sobre E la division romana Batbie, Droit Public et Administratif, t. 3, páj. 193, nota LT. (7) Batbie, opuúsculo citado, t. 3, páj. 199. LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1029 cion, de la riqueza, del territorio i de otros múltiples elementos - sociales cuya naturaleza está en pugna con el militarismo. Así las cosas, esto es, en el período de la cultura, del desa- rrollo deliberado, se comprenderá fácilmente que la primera condicion de un buen gobierno es una acertada division terri- torial, o como dice Colmeiro: "La distribucion de la esfera co- mun de la accion administrativa en cierto número de esferas particulares que juntas se muevan en armonía i en virtud de un solo impulson. Clasificar las funciones administrativas por servicios i por distritos, agrega el mismo autor, es aplicar el método a la Administracion i simplificar su mecanismo, seña- lando a cada autoridad el círculo de su poder i los límites de su jurisdiccion (S). Un tratadista contemporáneo, profesor en la Universidad de Oviedo, ha espresado en los siguientes tér- minos la necesidad política de la division territorial: “La mani- festacion primera, dice (9), de la accion del Estado sobre su base física para la constitucion de su organismo político, con- siste en la adaptacion jeográfica. Esta adaptacion se revela en los Estados nacionales por la distribucion-de sus funciones en la estension territorial, que convierte la tierra en término juris- diccional dentro del que se ejerce el imperio o poder soberano. El carácter complejo de la vida política social que una nacion supone, exije de conformidad con los centros de vida colec- tiva que integran a la sociedad nacional, una accion política sobre todos éstos. Ahora bien: a la necesidad de que esta accion política se efectúe i organice convenientemente, respon- de la division territorial. En efecto: como el Estado no se con- centra en un punto dado de la sociedad, sino que es la socie- dad misma organizada cumpliendo el derecho, i por toda la sociedad se ha de sentir la accion del Estado, de ahí que toda ella debe revestir una organizacion, de la cual es elemento sus- tancial la division del territorion (10). (8) Manuel Colmeiro, Derecho Administrativo Español, Madrid, 1850, SL, páj. 48. (9) Derecho Administrativo por J. Meyer i Adolfo Posada, Madrid, 1892, páj. 307 i 208. Es una coleccion de estudios sueltos hechos por ámbos au- tores, el primero aleman i el segundo español. (10) Sobre injerencia popular en la division territorial, punto interesanti- 1030 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS “Establecida así la teoría de esta division, pasemos ahora «4 esponer las disposiciones del derecho chileno. Desde el cc de vista de la division jeneral, civil que algunos dicen (11) (contraponiéndola a política, militar, judicial, etc.), conceptua= mos necesario dividir el estudio en dos párrafos: relativo el - uno al territorio propiamente tal, i el otro al territorio maritimo. - Para hablar con propiedad, talvez no hai, o al ménos no cono- cemos, una espresion que pueda contraponerse con exactitud a 3 territorio marítimo. 1 en verdad, éste no comienza donde el verdadero territorio acaba, pues hai cierta faja costanera de tie- E rra firme sometida simultáneamente a las leyes que reglan el territorio en jeneral ia las que en especial rijen el marítimo. Este último puede designarse mas exactamente por medio del adjetivo terráqueo, pues comprende a la vez una faja continen= tal i una faja oceánica. Emplearemos, sin embargo, la voz ad- - mitida por el uso jeneral. 3 2. TERRITORIO JENERAL Con la conquista de los Incas, a mediados del siglo XV, la es- 3 tension del territorio que mas tarde se denominó Chile, quedó E seccionada en dos porciones: una del rio Maule al norte, que fué sometida a la dominacion incásica 1 la otra del Maule al sur que continuó independiente (12). | ] La estension del territorio durante la conquista española va- rió en realidad con el poder militar 'de los conquistadores i con > ¡ la suerte de las armas. Sin embargo, el monarca español decla- - ró comprendida desde un principio como parte de sus dominios 3 4 simo que no alcanzamos a estudiar aqui, puede verse por lo que respecta al +9 derecho frances, la obra de Batbie, Droit Public et Adm., t. 3,$ 176 1 1 a Pp. 183, con notas. e (11) Asi en España. Véase a don Vicente Santa Maria de Paredes, era de E] Derecho administrativo, Madrid, 1891, páj. 92 1 a don Manuel Colmeiro, PB. : PSA TAPA 5 OE 1338 ñ 2) BARROS ARANA, £iistoria jeneral de Chile, Hen 1.%.cap. 11, al S» t.1 3 p.65 1 66. 3 LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1031 ¡en calidad de provincia del Perú, la larga faja de tierra occi- dental que termina con el resto del continente. Durante el coloniaje prosiguió este órden de cosas, aun cuan- do en realidad no tuvo España el dominio efectivo de la rejion ocupada por los araucanos en resistencia; de igual manera que "nosotros mismos carecemos aun de la efectiva posesion de ese territorio ide otros mas australes hasta la fecha inesplorados - en gran parte. La real órden de 15 de Marzo de 1798 dispuso que la Capi- tanía jeneral de Chile debia entenderse independiente del vi- rreinato; i por el planteamiento en Chile de la Ordenanza de Intendentes de 28 de Enero de 1782, quedó dividido el territorio en dos intendencias separadas por el rio Maule. Cada una de esas Intendencias, cuyas respectivas capitales eran Concepcion, para la de Maule al sur, i Santiago, para la de Maule al norte, se subdividia en parízdos, a cargo cada cual de un subdelegado. En ese estado las cosas, sobrevino la revolucion independien- te del año $. El Congreso de 1811, en sesion de 23 de Setiembre, aceptan- do implicitamente la division territorial de la Ordenanza de 1782, acordó la formacion de una Zercera intendencia en Co- quimbo, a cargo de un gobernador político i militar. Esta medi- da, cuya planteacion embarazaron los trastornos políticos, fué recordada en el artículo 4.2 de la Convencion que celebraron los delegados de las juntas de Santiago i Concepcion el 12 de Ene- ro del año 12, pues en el precitado artículo se recomendaba la fijacion de los límites de la provincia de Coquimbo. El Reglamen- to constitucional provisorio de 27 de Octubre del mismo año, considera como establecidas esas tres intendencias o provincias, ¡el Proyecto de constitucion provisoria para el Estado de Chale jurado i sancionado el 23 de Octubre de 1818, dispone en el artículo 1.2 del capítulo IV, que Chile se divida en las ¿res pro- víncias a la fecha existentes. El Proyecto de Constitucion mandado confeccionar por O'Hig- gins el 18 de Mayo de 1822 i sancionado i promulgado el 30 de Octubre, en su artículo 4.2 dividia el territorio en sezs depar- tamentos, en el 27 dividia cada departamento en delegaciones (equivalentes a los partidos: de la Ordenanza de 1782) 1 cada 1032 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS — e delegacion en distritos (que eran las antiguas “diputacionesn). 3 Por decreto del Jefe Supremo don Ramon Freire, espedido el 23: de Abril de 1823, se nombró una comision encargada de propo= ner al gobierno la division i deslinde de los departamentos de. la República (13);i la Constitucion definitiva de 29 de Diciembre 3 Sy del mismo año, en su artículo 100 divide el Estado en gobier- nos departamentales, delegaciones, subdelegaciones, prefectu- ras e inspecciones. Segun el Almanak nacional para el Esta- El do de Chile publicado por don Juan Egaña en 1824, la division fundamental del territorio chileno en aquel año era la siguiente: Ñ Departamento de Coquimbo, departamento de Santiago, de-- partamento de Concepcion, gobierno (departamental) de Val- divia, gobierno de Talcahuano i gobierno de Valparaiso. El departamento de Chiloé estaba aun en manos de la metrópoli; pero el 19 de Enero de 1826 fué incorporado a la República en virtud del pacto firmado entre Freire i Quintanilla. $ El Proyecto de un reglamento provisorio para la administracion E a de las provincias (título I) de 30 de Noviembre de 1825, el de- creto de 31 de Enero de 1826 (14), dictado cuando el pais care- cia de toda constitucion política (a consecuencia de la simple lei de 10 de Enero de 1825 que declaró insubsistente la Consti- E tucion del 23), i finalmente, la lei de 30 de Agosto del citado año 26 (15), establecieron una misma division administrativa en: ocho provincias, a saber: Coquimbo, Aconcagua, Santiago, Col. chagua, Maule, Concepcion, Valdivia i Chiloé. La division esta- blecida en las tres disposiciones precedentes, debió su orijen a. los propósitos federalistas de que se hallaba a la sazon animada la mayoría de los espíritus de la clase gobernante; propósitos enjendrados a su vez por el espectáculo de los trastornos intes= tinos que venian produciéndose en Chile i por el deslumbrador. ejemplo de la República Norte-americana. iS El Proyecto de constitucion federal presentado al onlia eli 1.2 de Diciembre de 1826, i el Reglamento provisorio para el réji- j (13) Boletin de las Leyes, Valparaiso, imprenta de £/ Mercurio, 1845, to P p. 27. : (14) Boletin de las leyes, edicion citada, t. L, p. 367- 368. (15) Boletin de las leyes, edicion citada, t. l, 411-412. LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1033 men de las provincias presentado al mismo Congreso en 19 de Enero de 1827 (para que rijiera temporalmente miéntras se dis- - cutia i aprobaba aquella Constitucion) mantenian la misma di- vision del territorio nacional en ocho provincias (16). -Enla Constitucion Política de 8 de Agosto de 1823 (art. 2,) obra - de don José Joaquin de Mora, sobrevinieron esas mismas ten- dencias a la importacion federal ¡ se produjo idéntico resultado fijándose en ocho el número de provincias. Esta marea ajitada e interminable, dicho sea al pasar, de tan- to reglamento, proyecto 1 tentativa para dividir el territorio de la República, manifiesta a todas luces con qué fuerza se hace sentir i cuán difícil es satisfacer adecuadamente la necesidad de esa division. Vino, por último, la Constitucion Política hoi en vijencia, ju- rada i promulgada el 25 de Mayo de 1833, que consigna en el capitulo VIII (ántes IX), artículo 106 (ántes 115), la siguiente disposicion: "El territorio de la República se divide en provincias, las pro- vincias en departamentos, los departamentos en subdelegaciones i las subdelegaciones en distritos (17). Conforme a las disposiciones vijentes hasta la Constitucion del 33 habia las siguientes provincias: Coquimbo, Aconcagua, Santiago, Colchagua, Maule, Concepcion, Valdivia 1 Chiloé. La provincia de Talca fué creada por lei de 5 de Agosto de 1833; la de Valparaiso por lei de 27 de Octubre de 1842; la de Atacama por lei de 31 de Octubre de 1843; la de Ñuble por lei de 2 de Febrero de 1848; la de Arauco por lei de 5 de Julio de 1852; la de Llanquihue por lei de 22 de Octubre de 1861; la de Curicó por lei de 26 de Agosto de 1865; la de Linares por lei de 11 de Di- ciembre de 1873; la reorganizacion de la provincia de Arauco 1 la creacion de la de Biobío por lei de 13 de Octubre de 1875; la de O'Higgins por lei de 10 de Diciembre de 1883; las de Tacna i (16) Véase A. Echeverria Feografia politica de Chile, Santiago 1888, t. I, p. XI a LXXXIX; Sesiones de los Cuerpos Lejislativos, Santiago, 1887; Hu- neeus, La Constitucion ante el Congreso, Santiago, 1890, t. I, páj. 49-55 1 Bo- letin de las leyes citado. (17) Véase Huneeus, La Constitucion ante el Congreso, t. 2, páj. 263-267. 1034 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 3 Tarapacá por leyes de 31 de Octubre de 1884; las de Malleco i. Cautin por lei de 12 de Marzo de 1887, i la de Antofagasta por lei de 12 de Junio de 1888. En cuanto al territorio de Magalla- ' nes, establecido por decreto de 8 de Julio de 1853, conformeala autorizacion otorgada al Presidente de la República en el ar- 3 tículo 4.” de la lei de 2 de Julio de 1852 (18), su existencia in- * constitucional no puede ser mirada como dudosa. Ella, sin em- - bargo, ha debido ser imprescindiblemente aceptada a efecto de - la constitucion física i particular de aquel territorio i de la pe= queñez de su poblacion aglomerada en un solo punto (19). Por lo que atañe a la facultad de modificar la division territo= ho rial de la República, debemos recordar aquí que, conforme a la regla predominante en los paises cultos (20) 1 al número 5 del, E artículo 28 de nuestra Constitucion, es materia de lei crear mnue-= vas provincias o departamentos o arreglar sus límites; al paso | que es solo materia de decreto del Ejecutivo crear i demarcar subdelegaciones i distritos. A este último respecto, el artículo. 32 de la lei de Réjimen Interior de 23 de Diciembre de 1885 establece que, para la creacion de nuevos distritos i subdelega-, ciones o variacion de los existentes, debe procederse con audien- 3 cia de la respectiva Municipalidad. ¡y Por último, segun el número 6 del artículo 2 de la lei de 3 Reorganizacion de los Ministerios, dictada el 21 de Junio de 1887, corresponde a la Secretaría del Interior el despacho de. 3 todos los asuntos que se refieren al territorio; escepto en lo que. — atañen al marítimo, sometido al Departamento de Marina por el número 6 del artículo 7 de la misma lei. Y Esta division jeneral del territorio que hemos venido espo-- 3 | niendo constituye la base primordial de todo nuestro mecanis= ' mo administrativo, i sobre ella reposan la unidad i eficacia del Gobierno Central i de los múltiples servicios que corren a su cargo. Las leyes todas se refieren constantemente a ella; i si no existiera, se habrian hecho imposibles o engorrosísimas multi- . (18) A. Echeverria, Jeografía politica de Chile, t. 1, p. 3-5. (19) Véase Huneeus, of. cif.t. 2, p. 2651266. 3 (20) Bluntschli, Teoria jeneral del Estado, Madrid, 1880, páj. 209; Santas 3 maría de Paredes, Curso de Derecho Administrativo, páj. 38; Batbie, -Droit. Y Public et eliges t. 3, páj. 181, $ 176. LA DIVISION TERRITORIAL. DE CHILE 1035 tud de disposiciones de tanta trascendencia como las que los artículos 6, 7 i 8 del Código Civil consignan para la promulga- - cion, como las que la Lei Orgánica del 75 da para fijar la com- .petencia de los tribunales, o instituciones como el Rejistro Con- servatorio. Sobre esa division descansa todo nuestro réjimen interior, 1 con él, la vida armónica de la República. Los cuatro órdenes de funcionarios locales que asumen la representacion del Jefe Supremo del Estado, Intendentes, Gobernadores, Subdelegados e Inspectores, la asumen solo i respectivamente dentro de los límites de la provincia, del departamento, de la subdelegacion i¡ del distrito (21). Al ocuparse en instituir aquellos funciona- rios, la Constitucion ha establecido prévia e inmediatamente la division del territorio (artículo 106). Para Estados de minima estension i aun poco desenvueltos =social i administrativamente, como los antiguos Estados muni- cipales de la Grecia, compuestos solo de la ciudad i un peque- ño territorio adyacente, se concibe que la existencia de un Gobierno, mas o ménos regular, haya sido compatible con la inexistencia de divisiones territoriales; pero en naciones de cul- tura desarrollada, cualquiera que sea la estension de tierra que ocupen, cuanto mas si ella es ámplia, una administracion co- rrecta no puede ejercitar sus fuerzas i cumplir sus fines sin un territorio convenientemente adaptado a la variedad de órganos i de funciones gubernativas i sociales. Ademas, el principio de la division del trabajo, que es una de las leyes primordiales de “la actividad del individuo, rije tambien la actividad del Estado il necesita para su aplicacion, entre otros puntos de apoyo, la division, i subdivision calculada del territorio (22). 3. TERRITORIO MARÍTIMO Antes de 1848, estimamos que no habia disposicion alguna nacional que fijara la division administrativa del territorio ma- rítimo. Con anterioridad a esa fecha, en que se encuentra la pri- (21) Articulos 107 a 112 de la Constitucion Política. (22) Véase Santamaria de Paredes, of. cif., pájs. 78 a 81. 1036 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mera lei sobre el particular, solo podría aducirse aquí el Dec o to Supremo de 27 de Julio de 1824 (23), que mandó rejir en d Chile, i rijen hasta la fecha la Real Ordenanza Naval de 1802) llamada de Grandallana, i las Ordenanzas jenerales de la Ar- mada Naval de 1793. Estas últimas, que han tenido i tienen una aplicacion jeneral i diaria en nuestra Marina (ya que sobre la primera se han suscitado graves dudas en punto a su vijen= cia) (24), no consignan disposicion alguna sobre division del ' territorio marítimo, í solo en el artículo 17, título VII, tratado 5.9, se habla somera í vagamente de la estension de mar some- dida a la jurisdiccion de los capitanes de puerto. y Es frecuente en los decretos espedidos por el Ministerio de Marina ántes del año 48 ya citado, el empleo de la voz aposta- | dero; pero el significado administrativo de ella en la lejislacion española no corresponde a deduccion alguna precisa que se pretenda estraer con aplicacion al territorio marítimo de Chile. - 4 Apostadero, dice un buen Diccionario (25), "equivale a depar- tamento i se aplica con especialidad a la jurisdiccion del Co- mandante Jeneral de Marina de la Habana ia la del de Fili- E pinas.n En este sentido, podria a lo mas deducirse la unidad de 3 nuestro territorio marítimo (cosa que no hai para qué estraer de allí, desde que a contar de 1811 todas nuestras Constitucio- nes o Proyectos han establecido la unidad del territorio); pero guridad de los pasajeros i de la carga en el mar; son NN preferentemente por la lei a prestar los auxilios necesarios en casos de naufrajio i varamiento, i velan por la salud toda de 10 E habitantes, pues tienen a su cuidado la sanidad marítima, de tanta trascendencia nacional cuando una epidemia que azota | a otro pais amenaza invadirnos (28). Servicios especiales, ade- mas, como el importantísimo de los correos, han encontrado un poderoso medio de accion en las autoridades marítimas (29). + CAPÍTULO IL zzzzzéznzn>>s Divisiones especiales 1, Teoría de las divisiones especiales.—2. Servicio electoral. —3. Servicio munici-=. pal.—4. Instruccion pública. —5. Servicio judicial,—6. Estado civil.—7. Ha- cienda pública.—8. Correos.—9. Concepto final. 1. TEORÍA DE LAS DIVISIONES ESPECIALES Pero a mas de la division fundamental del territorio que he- mos espuesto en el capítulo precedente i que mira a la admi- - nistracion jeneral de la República, i de la division marítima, que posee un carácter de jeneralidad bajo de muchos respectos, existen entre nosotros, como en todos los paises cultos, divisio- nes particulares del territorio, destinadas a concordar con las variadas naturalezas de servicios especiales, que aumentan sin cesar en número i en importancia a la cda que se desen- vuelve la civilizacion. 0 | mn Puede indicarse, a este propósito, como una induccion saca-. 3 da de hechos jeneralmente observados, que cada servicio espe- .. cial necesita de una particular division del territorio. Batbie (28) Véase Lei de Navegacion de 24 de junio de 1878 i reglamentos com=- z 3 plementarios de ella en los tomos 2 ¡1 4 del Manual del Marino. E (29) Véase articulos 169 a 177 de la Ordenanza Feneral de Correos. LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1039 observa que “las divisiones administrativas de la Francia son diferentes segun los servicios públicos, pues las necesidades de cada rama no son unas mismas. Í aun cuando las leyes fran- .cesas han sacrificado mucho a la uniformidad, no han podido, sin embargo, llevar la simetría hasta la exacta concordancia de todas las divisiones (30). En España, donde las divisiones terri- toriales del presente siglo han sido hechas "bajo la sujestion de la uniformidad artificial francesa, segun las palabras de don Adolfo Posada (31), la presente division jeneral, establecida por real decreto de 30 de Noviembre de 1883, solo debe ser res- petada, en cuanto a los servicios especiales, por el militar, por el judicial i por el de hacienda (32). Pero es en Inglaterra donde puede observarse de la manera mas típica esta com- plexidad creciente de las divisiones particulares del territorio motivada por el desenvolvimiento de los servicios especiales. Así Lóndres depende de varios municipios 1 autoridades, segun los distintos servicios. Asi el condado de York, dividido como los demas condados en centenas o centurias i decenas o decu- rias (hundred 1 tythings, division de oríjen histórico-militar), se encuentra seccionado en distritos especiales para la policía 1 la milicia. Así el condado de Lincoln, ademas de la division jene- ral, ha sido dividido en tres circunscripciones, hechas única- mente desde el punto de vista de la policía. Análogas divisiones se encuentran en los condados de Sussex i de Kent (33). Con el propósito de facilitar algunos servicios públicos, como el elec- toral i otros, la lei de 1832 í una lei posterior autorizaron, para el solo efecto de esos servicios determinados, reunir ciertas por- ciones del condado de Lancaster a otras porciones estrañas al condado (34). | Conocida así, aunque someramente, la teoría jeneral de las divisiones particulares del territorio con motivo de la especiali- dad de algunos servicios públicos, pasemos ahora a esponer las (30) Batbie. Droit Public et Administratif, t. 3, páj. 180. (31) Posada i Meyer. Derecho administrativo, Madrid, 1892, páj. 311. (32) Santamaría de Paredes, Curso de Derecho Administrativo, Madrid, 1891, páj. 92. | | | (33) Batbie, opúsculo citado, t. 3, pájs. 198-199. (34) Batbie, opúsculo citado, t. 3. páj. 197. TOMO LXXXII 70 1040 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS principales disposiciones del cuerpo de nuestro Derecho, para, en seguida, apreciar la calidad de ellas en cuanto se relacional a | con la unidad de la administracion jeneral. 2. SERVICIO ELECTORAL El servicio electoral, fundamento de los poderes públicos ide - la organizacion entera del Estado, se encuentra entre nosotros, en términos jenerales, segun la lei en vigor de 20 de Agosto 3 de 1890, amoldado a la escala de division territorial que esta- blece el artículo 106 de la Constitucion. Eliminando el distrito, - que no desempeña papel alguno en la lei electoral, tenemos, en — | efecto, la subdelegacion, el departamento, la provincia i el terri= torio todo en su unidad como importantes moldes a AnEES con= forma el servicio electoral. 3 Sin embargo, la base primordial de este servicio es la abi ] legacion. Las juntas electorales de mayores contribuyentes ur- banos i rurales son constituidas por subdelegaciones (35), i por - subdelegaciones tambien se forman los rejistros de electores (36). Estos rejistros, en caso que el número de calificados esceda el término legal (de 150), se subdividen en secciones que no pue= den contener mas de ciento cincuenta nombres, sin que se tome en consideracion el distrito (37). La publicacion de estos mis= mos rejistros a que, dentro de los veinte dias siguientes a la en= trega de uno de sus ejemplares efectuada por el comisario de - cada junta electoral, han de proceder los notarios conservado- res de bienes raices, debe igualmente hacerse por subdelega- ciones i por órden alfabético de apellidos de los ciudadanos ins= critos en cada una de ellas (38). La emision i recepcion del voto — se efectúa igualmente por subdelegaciones, aun en el caso en que el rejistro i la junta electoral de cada una de éstas llegue a 3 (35) Articulos 1, inciso 1; 2, incisos 1 i7; 1 9,inciso 2 de la Lei de Elec- 3 ciones de 20 de Agosto de 0 | 8 (36) Artículos 1o, 23 1 25 de la lei citada. (37) Articulos 10; 47, inciso 2; i 48, inciso 1 de la lei citada. (38) Artículos A inciso 1;1 32, inciso 1, de la lei citada. LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1041 seccionarse por efecto de un número de inscritos mayor de cien- to cincuenta (39). El departamento tiene asimismo aquí un rol de importancia. Ante todo, la Cámara de Diputados se compone de miembros elejidos por los departamentos en votacion directa (40), i que asumen la representacion departamental (el nombre) en con- formidad al inciso 4.9 del artículo 68 de la Lei de Elecciones. Se constituyen por departamentos las juntas jenerales es- crutadoras de que habla el artículo 70 de la misma lei. El nombramiento de electores de Presidente de la República se hace tambien en concepto a esta division del territorio (41). En todo lo que se refiere a la prévia constitucion de las juntas elec- torales i demas reclamos judiciales posteriores, el juez de letras es llamado, por regla jeneral, a conocer del negocio i fallarlo en primera instancia (42). Se sabe que el conservador de: bienes raices del departamento, el tesorero fiscal 1 el tesorero munici- pal son respectivamente designados para conservar cada uno de los tres ejemplares de los rejistros de electores (43). Hé aquí ahora el papel de la provincia en este servicio. Ante todo, el artículo 22 (24) de nuestra Carta Fundamental dice: El Senado se compone de miembros elejidos en votacion directa por provincias, correspondiendo a cada una elejir un senador por cada tres diputados i por una fraccion de dos diputados. Los senadores asumen la representacion provincial (el nombre) en conformidad a lo establecido en los incisos 6. 1 4. del ar- tículo 68 de la Lei Electoral, i los sufrajios emitidos a su favor son escrutados por juntas jenerales, que se reunen en la sala del municipio de la cabecera de la provincia (44). De las apelacio- nes de los reclamos electorales conocen las respectivas Cortes A A ANA URAEN A ' y A cli DEA EA RN ÁS AD AA RR LAA AAA de (39) Articulos 47, inciso 2; 52, inciso 1, 1 otros de la lei citada. (40) Art. 16 (18) de la Constitucion Política, 168, inciso 1 de la Lei Elec- toral precitada. (41) Art. 55 (64) de la Constitucion Politica, 1 74 1 75 de la lei dicha. (42) Lei citada i art. 2 de la lei de 31 de Enero de 1888 212 Boletin de las leyes, páj. 41. Véase, ademas, art. 49, inciso 50, i Otros de la Lei Electoral. (43) Articulos 12, inciso 2;1i32, inciso 1 de la lei citada. Véase, ademas, el art. 84. (44) Articulo 67, inciso 1 de la lei citada. PATA A A A A Ea 1042 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS '» de Alzada, i en esto el servicio electoral se conforma con la di-- vision en provincias desde que, segun lo veremos al hablar de la administracion de justicia, los términos jurisdiccionales de aquellas Cortes coinciden con las líneas terminales de grupos de provincias (45). Finalmente, por lo que respecta a la unidad del territorio mi= 3 rado en su conjunto, observaremos que las dos ramas del Poder Lejislativo, o solo algunos de sus miembros, tienen una marca=- 3 da injerencia en el servicio electoral, segun los artículos 13, 3 o 34, 45, 03, 77) 100 í otros de la lei tantas veces citada. 3. SERVICIO MUNICIPAL Nuestra Constitucion Política dispone que debe haber una Municipalidad en todas las capitales de departamento i en las 3 : demas poblaciones en que el Presidente de la República, oyen= ' do al Consejo de Estado, tenga por conveniente establecerla (46). E De acuerdo con ello se han espedido los decretos de 31 de Mayo 3 de 1878, de 5 de Diciembre del mismo año, de 31 de Noviem-= bre de 1881 i de 15 de Setiembre de 1882 (47), que, respectiva- ¿ mente, crearon las Municipalidades de Viña del Mar, de San Luis Gonzaga de Rere, de Lota i de Maullin. E La lei del 87 dispone, ademas, en su artículo 13, que toda 3 h Municipalidad podrá constituir en cada pueblo del territorio de su jurisdiccion, que esceda de quinientos habitantes, una Junta Xx local compuesta de tres o de cinco vecinos elejidos por ella porH E] voto acumulativo. q Nuestra lejislacion, como se vé, tomando el do por base orijinaria de la organizacion municipal, no parece curarse en seguida, para los otros municipios que haya de establecerse 3 4 en cada departamento, de la division territorial en subdelega- E : pe (45) Véanse articulos 7, 8, 37, 40, 41 i 42 de la lei citada. En cuanto'a 13 | publicidad por provincias de ciertos actos electorales, véanse los artículos 33 35 inciso 1; 1 36, inciso 2 de la misma lei. Y (46) Prtiónló 113 (122) de la Constitucion Politica, 1 articulo 1 de la Lei 3 Municipal de 12 de Setiembre de 1887. 3 (47) Véase Recopilacion de leyes i decretos por A. Echeverria i A. de Rio Santiago, 1888, pájs. 219-221. Y LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1043 ciones; i ello se esplicaria, pues la facilidad con que puede cam- biarse los límites de estas últimas (materia de simple decreto) permitirá siempre guardar una exacta concordancia entre los de ellas i los del Municipio. Sin embargo, el artículo 118 de la Constitucion, que, como el artículo 113, exije una equivalencia mínima de una Municipali- dad por cada un departamento, nos parece al mismo tiempo requerir una perfecta concordancia entre los términos jurisdic- cionales del Municipio i las líneas terminales de una o mas sub- delegaciones completas, ya que el subdelegado es presidente de la Municipalidad de su respectiva subdelegacion, i donde aque- lla comprende varias de éstas, la preside el subdelegado de la cabecera municipal (48). De otro modo la administracion se veria diariamente entorpecida por odiosos conflictos entre las autori- dades vecinales. La nueva lei municipal de 22 de Diciembre de 1891, que aun no ha entrado en vijencia, reproduce en su artículo 1. el texto del artículo 113 de la Constitucion, i agrega que .el Presiden- te de la República al establecer una nueva Municipalidad, fijará las subdelegaciones o secciones del departamento que deben for- mar el nuevo territorio municipal. Las palabras subrayadas confirman bien a las claras el concepto espresado de que nues- tra organizacion administrativa local reposa por entero en la di- vision departamental, encuadrándose simétrica i numéricamente a ella. Conforme al artículo 1.? de esa lei i al 113 de la Constitucion, ya citados, el Ejecutivo ha decretado con fecha 22 de Diciem- bre de 1891, la creacion de ciento noventa i cinco Municipali- dades nuevas, asignándoles territorios que comprenden un nú- mero completo de subdelegaciones (49). La disposicion contenida en el artículo 13 de la lei del 87, no se encuentra en la lei del 91; pero ésta, en cambio, ordena en (48) Pueden verse articulos 15, 16, 27, 34, 35 1 otros muchos de la Je? del 87; artículos 103 a 105 de la /ei del 91 i artículos 2.21 3.2 del decreto citadio de 22 de Diciembre de 1891. (49) Véanse pájinas 45 a 63 de la edicion oficial de la lei Orgánica de Mu- nicipalidades hecha por la Imprenta Nacional en 1891. [E 1044 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS su artículo 2 que en la parte urbana de las poblaciones de San- tiago i Valparaiso se divida el territorio municipal en diez i en A cinco circunscripciones respectivamente, a cargo cada una de - una junta local de tres Municipales que forman parte de la to= talidad de la corporacion. Y 4. INSTRUCCION PÚBLICA Pasemos ahora a ocuparnos de la instrucción pública, dividi- da en primaria, secundaria, superior i especial. La necesidad de ella, acaso la mas imperiosa de todas las que sienten hoi los pueblos cultos, como destinada que está esa ins- truccion a preparar la clase gobernante í a reconstituir la uni- dad del intelecto (50), debia ser satisfecha en la mas ámplia po medida; puesta al alcance de todos, de los hombres i de las mu- jeres, de los pobres i de los ricos. Por eso su servicio, organizán- dose en conjunto sobre la base de la division jeneral del terri- torio, ha tenido que atender a algo mas que a esa division; sus ] establecimientos han debido ser mucho mas numerosos que nuestras provincias, departamentos i subdelegaciones. Y Organizando la instruccion pr2marza por lo que respecta a su inspeccion, sobre la cuádruple base de la unidad territorial de la provincia, del departamento i de la parroquia, en cuanto hai una 3 Inspeccion Jeneral de toda ella i visitadores provinciales, en cuan- to las Municipalidades pueden nombrar comisiones que cuiden i vijilen las escuelas de su departamento i los párrocos tienen de- recho a inspeccionar la enseñanza relijiosa dada en las escuelas públicas de la parroquia (51), la lei Orgánica, sin embargo, por lo que atañe al establecimiento de escuelas, ha ordenado que las z haya de ámbos sexos en las poblaciones de cada departamento, - ] hasta llegar a la proporcion de una escuela elemental de niños (50) Véase Filosofia de la Educacion por don Valentin Letelier. 0 - Y 1891. (51) Articulos 25, 31, 36 1 35 de la Lei de istmo Primaria de 24 de. noviembre de 1860 in Recopilacion de leyes por Ramon Chavarria, Santas) | 1886, páj. 182 a 184. DARA A AA a APA RE EA preanio> A A LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE. 1045 ¡otra de niñas por cada dos mil habitantes (52). Mas allá toda- vía va la nueva lei de Municipalidades, pues dispone que forzo- sa 1 preferentemente se asignen fondos, entre otros objetos, para la instruccion primaria, debiendo sostenerse en cada territorio municipal una escuela de hombres i otra de mujeres por cada un mil habitantes, habida consideracion a las que sostenga el Estado (53). Ademas, en la cabecera de todo departamento debe existir una escuela superior para cada sexo (54). Por lo que respecta a la instruccion secundaria, manda la lei de 9 de Enero de 1879 que haya a lo ménos un establecimiento en cada provincia (55); i en cuanto a la instruccion superzor, se refiere únicamente en todo su contexto ala Universidad del Es- tado que existe en Santiago. El Consejo de Instruccion Pública está encargado de la su- perintendencia de la enseñanza costeada con fondos nacionales, conforme a lo dispuesto en el artículo 145 (154) de la Constitu- cion (56), 1 en todos los departamentos en que existan estable- cimientos públicos de enseñanza secundaria o superior, debe haber delegaciones de aquel Consejo (57). De los establecimientos de instruccion especzal, casi todos exis- ten en Santiago, como la Escuela Normal de Preceptores i la de Preceptoras, como la Escuela de Artes i Oficios, el Conser- - vatorio Nacional de Música, la Escuela Militar, el Instituto Agrícola, i otros en determinadas localidades, como la Escuela Naval i los Buque-escuelas. | 5. SERVICIO JUDICIAL La jerarquía de los tribunales establecidos por la lei se halla tambien acorde entre nosotros, de un modo jeneral, con la divi- sion comun del territorio. (52) Articulo 4. de la Lei de Instruccion Primaria, citada, of. cif., páj. 178. (53) Art. 70 de la Lei Municipal de 22 de diciembre de 1891. (54) Art. 6 de la Leí de Instruccion Primaria citada. (55) Art. 1.2 de Lei de Instruccion secundaria i superior in Chavarria, of. cit, páj. 187. (56) Art. 6. de la Lei precitada. (57) Art. 11 de dicha lez. 1046 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS =X En cada distrito i en cada subdelegacion de la República debe haber respectivamente un funcionario con el título de juez E de distrito i de juez de subdelegacion (58). El juez de letras co- 3 rresponde en jeneral al departamento; pero no dice la Lei Or- * de” Mm gánica que habrá jueces letrados en determinadas secciones del territorio. Sin embargo, de la economía de las disposiciones de esa lei se deduce claramente, dice el señor José Bernardo $ Lira, que el territorio jurisdiccional señalado a estos tribu= nales, son los departamentos de la República. Mas, agrega el autor citado, como en algunos departamentos puede bas- tar un solo juez de letras, en otros necesitarse dos o masien otros ha de ser por ahora innecesario el juzgado de letras, esta lei ha dejado a leyes especiales i al Presidente de la Re- pública, en el caso del artículo 38, el encargo de crear donde sea menester estos tribunales (59). El artículo citado, dispone, en efecto, que "podrá el Presidente de la República a peticion o con el informe prévio de la respectiva Corte de Apelaciones, crear un juzgado de letras en los departamentos que tengan mas de treinta mil habitantes.. Estas consideraciones, sin em- bargo, no tienen ya sino un interés histórico, pues la lei de 31 de Enero de 1888 dispone en su artículo 2.2 que haya a lo ménos un juzgado de letras en cada departamento (60). Para aquellos departamentos sin esta clase de jueces, rejia án- tes el mandato consignado en el artículo 52 de la Lei Orgánica, segun el cual debia ejercer las funciones de juez de letras en los departamentos donde no lo habia, el alcalde que desempeñaba el juzgado de policía local con arreglo a la lei. Pero esa disposi- cion basada en el artículo 37 de la antigua lei Municipal de 3 de Noviembre de 1854, fué modificada por los artículos 98 i 99 de la lei vijente de 12 de Setiembre de 1887, conforme al segun- do de los cuales incumbia, hasta la lei citada de Enero del 88, al 2.2 i 3. alcaldes, que no desempeñaren las funciones del 1.%, ejercer por turno mensual la jurisdiccion que defiere a los alcal=- des el $ II del título III de la Lei Orgánica. - (58) Lei de Organizacion i atribuciones de los tribunales, de 15 de Octubre E de 1875. Art. 13 e inciso 1 del art. 33. (59) Prontuario de los juicios, Santiago, 1886, t. 1 páj. 26, nota %. (60) Boletin de las leyes i decretos del gobierno, año 1888, páj 41. ed Me ie: a do liado o dd PITA sel NS ] E ES A AA : A SE AS ARA de 7 En j (vb d6 e stdis: EXTPA LEA: Y ANAIS AA OS JS AA PESA A Y: A A LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1047 Para cada provincia, en cambio, no tenemos un tribunal es- pecial. Las Cortes de Apelaciones, cuyo número asciende a seis en la actualidad, tienen una jurisdiccion comprensiva de diverso número de provincias. He aquí cuáles son hoi estos tribunales colejiados i el territorio que a cada uno de ellos está sometido: La Corte de Apelaciones de /guzque comprende bajo su ju- risdiccion las provincias de Tacna i Tarapacá i a mas los de- partamentos de Tocopilla i Antofagasta de la provincia de este último nombre (61); La Corte de la Serena comprende las provincias de Coquim- bo i Atacama, i a mas, conforme a la lei de 12 de Julio de 1888, el departamento de Taltal de la provincia de Antofagasta; La Corte de Valparazso, segun la lei de 2 de Febrero del - presente año que la ha creado, abarca las provincias de Aconca- gua, Valparaiso, las islas de Juan Fernández i el territorio de Magallanes (62); La Corte de Santíago, dividida en tres salas, estiende su jurisdiccion a las provincias de Santiago, O'Higgins, Colcha- gua i Curicó; La Corte de Talca comprende las provincias de Talca, Lina- res, Maule i Nuble; i, finalmente, La Corte de Concepcion, dividida en dos salas por la lei de 2 de Febrero último, ejerce su jurisdiccion en las provincias de Concepcion, Arauco, Biobío, Malleco, Cautin, Valdivia, Llan- quihue i Chiloé. Como puede notarse, esceptuando estacas el departamen- to de Taltal que ha permanecido anexado a la Corte de la Serena por haberse encontrado desde ántes bajo su jurisdicción i por su situacion jeográfica mas alejada de Iquique que de la Serena, como esceptuando asimismo el Territorio de Maga- llanes, en condiciones especialísimas, los límites jurisdiccionales de nuestras Cortes de Apelaciones concuerdan exactamente (61) Leyes de 15 de Noviembre de 1884 i de 12 de Julio de 1888. (62) En este territorio la justicia es administrada por una junta de tres vecinos nombrada periódicamente por el Presidente de la República, en conformidad a la lei de 3 de Agosto de 1876. 7 IS A ds AS A ue 1048 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A con las líneas terminales de las provincias. Si entre aquéllas i éstas no hai hasta la fecha entre nosotros una correspondencia - numérica, débese ello a bien entendidas consideraciones de 3 economía pública i a la poca densidad de nuestra poblacion. Finalmente, hai en la capital de la República una Corte Su= prema, que es la majistratura a cuyo cargo está la superinten- dencia directiva, correccional i económica de todos nuestros tribunales í juzgados (63). Su unidad corresponde a la unidad x del territorio nacional. 6. ESTADO CIVIL El Rejistro Civil, establecido por lei de 17 de Julio de 1884, tiene por objeto el que funcionarios públicos anoten en libros destinados al efecto i segun las prescripciones de la misma lei, los nacimientos, matrimonios i defunciones que ocurran en toda la República. Necesidades sociales de primer órden i viva- mente sentidas desde años atras, exijian imperiosamente la traslacion de este servicio de las manos sectarias de la Lala | a las manos neutrales del Estado. Centralizada la direccion del Rejistro Civil en el Departa- mento de Justicia i de Instruccion Pública (64) i sometida a la. vijilancia de dos inspectores, de los jueces de letras í de las | Cortes de Apelaciones (65), este servicio es directamente pres- tado a los particulares i en forma gratuita (66) por funcionarios que se denominan Oficiales del Rejistro Civzl (67). Para el establecimiento de sus oficinas, adoptó provisional- mente el artículo 13 de la lei del 84 la division territorial ecle- siástica de las parroquias i vice-parroquias que a la sazon exis- tian; pero el inciso 2.2 i siguientes del mismo artículo cometió - al Presidente de la República, con prévio informe de las res- (63) Art. 104 (£13) de la Constitucion Politica. (64) Art. 4, núm. 7, de la Lei de Reorgantizacion de Ministerios de 21 le j Junio de 1887. (65) Arts. 17 i 18 de la Lei de Rejistro Civil de 17 de Julio de 1884 1 arts. 9 i siguientes del Reglamento de 24 de Octubre del mismo año. : (66) Véase el articulo 19 de la Lei de Rejistro Civil. : (67) Art. 1 de Lez citada. a LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1049 —pectivas Cortes de Apelaciones, el encargo de fijar los límites de cada circunscripción independientemente de la division pa- rroquial. Instalado así el servicio sobre la base de la circuns- —Ccripcion, estraña a la escala de nuestra division jeneral del territorio, él debe, sin embargo, conformarse con una parte de . esa division, pues en el artículo precitado está dispuesto que la facultad de limitar las circunscripciones se ejercite dentro de cada departamento ifraccionando al efecto las parroquias que no estén integramente comprendidas en uno de éstos. Tenemos, de ese modo, que el Rejistro Civil ha de encuadrar sus circunscripciones a los límites departamentales; lo cual guarda concordancia con el artículo 6. de la lei, que dispone la entrega anual de uno de los ejemplares triplicados del Re- jistro al notario conservador del departamento, i con los ar- ticulos 18, 12 i otros, que confieren determinadas atribuciones a los jueces de letras (68). | 7. HACIENDA PÚBLICA Desde el punto de vista de la Hacienda Pública, la adminis- tracion puede ser principalmente considerada en el servicio de tesorerías i en el servicio de aduanas. El Ministerio de Haciencia, la Direccion del Tesoro i la Di- reccion de Contabilidad tienen a su cargo la administracion jeneral de los fondos nacionales con arreglo a las leyes de con- tribuciones i de presupuestos (69); así como al Tribunal de Cuentas i al Congreso corresponde, respectivamente, el exámen i juzgamiento ila aprobacion o reprobacion anual de aquella administracion (70). (68) La Leí de 12 de Julio de 1888, que creó la provincia de Antofagasta 1 organizó sus servicios administrativos, determina en su articulo 15 el número de circunscripciones del Rejistro Civil en que debe dividirse cada uno de sus tres departamentos. Véase Echeverria, Feografa Politica de Chi- E IL pá. 355. (69) Arts. 5 de la Leí de 21 de Junio de 1887, 1. de la de 30 de Enero de 1883 1 28 (37) de la Constitucion. (70) Art. 1.2 de la Lei de 20 de Enero de 1888 que reorganizó el Tribu- nal de Cuentas i art. 27 (36) de la Constitucion. 1O5O MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Bajo la dependencia de la Direccion del Tesoro, debe haber una tesorería fiscal en cada capital de departamento, en el Territorio de Magallanes i en los puertos mayores, aun cuan=- do no sean capitales- de departamento. Pero las aduanas, con escepcion de de la de Valparaiso, i las tenencias de aduana E establecidas en capitales de ti son a la vez tesore- rías de éstos (71). | 3 Encargados especialmente los tesoreros de la recaudacion de las rentas fiscales i del pago de: los sueldos, pensiones 1 demas gastos conformes con la lei de presupuestos (72), tienen, ade- mas, en el departamento en que funcionan, la representacion - judicial i extrajudicial del fisco en todos los actos en que la lei les da intervencion. El Director del Tesoro tiene esa misma - representacion en todos los actos que no corresponden a una E determinada tesorería (73). po Para los efectos del comercio nacional i estranjero, los puer- tos de la República se dividen en marítimos i de cordillera, subdividiéndose aquellos en puertos francos, mayores i menores, i éstos solo en mayores i menores (74). El Presidente está facultado para clausurar temporalmente uno o mas puertos mayores marítimos o terrestres, cuando así lo exijan circuns- tancias estraordinarias, como tambien para abrir i clausurar puertos menores (75): pero solo en virtud de una lei, puede habilitar puertos mayores o cerrarlos definitivamente al comer- cio (76). En todos los puertos marítimos de esta última cate Y E goría existe una aduana encargada de la percepcion de los ' derechos fiscales; en los puertos marítimos menores hai tenen- > | cias de aduana, i resguardo en los puertos de cordillera, ya: sean éstos mayores o menores (77). - 3 (71) Art. 4 de la Zeí de 20 de Enero de 1883. (72) Art. 5 de la Lei citada. | (73) Art. 31 de la Ze citada. O (74) Art. 1 de la Ordenanza de Aduanas. Lei de 26 de Diciembre de 1872. : | | (75) Arts. 7 1 8 de la Ordenanza citada. (76) Art. 28 (39) de la Constitucion Politica i art. 7 de la Oricieaaa == citada. : 3 (77) Véase arts. 2 a 6 de la Ordenanza de Aduanas i art. 1.9 de la Lei de LA DIVICION TERRITORIAL DE CHILE 1IODI La direccion entera de las aduanas se encuentra centralizada en la superintendencia de ellas, con asiento en Valparaiso (78), ¡en el Ministerio de Hacienda (79). S. CORREOS A La centralizacion del servicio de correos de la República está en el Director jeneral del ramo, que es su jefe superior i que, a su turno, depende de la Secretaria del Interior (80). Debe haber administraciones principales en la capital de cada provincia, i administraciones locales, dependientes de aqué- llas, en toda cabecera de departamento, en toda villa cuya po- blacion alcance a dos mil habitantes i en los puertos que el Ejecutivo designe. En las villas de una poblacion menor que la espresada i en las aldeas de una poblacion compacta, hai estafetas servidas por comisionados. En las ciudades estensas se establecen buzones; i, ademas, en aquellas en que lo exija su actividad i su estension, correos urbanos encargados de repartir diariamente a domicilio la co- -——rrespondencia dirijida. de uno a otro cuartel de la misma ciu- dad (81). | j Para la traslacion de la correspondencia por mar, se han uti- lizado convenientemente las funciones de las autoridades ma- rítimas, a cuyo cargo corre la entrada de los buques a los puertos ¡su salida (82); i el decreto de 6 de Marzo de 1863 estableció el empleo de carteros ambulantes encargados de la correspondencia conducida por los ferrocarriles (83). q. 20 de Enero de 1883 que organiza el personal de empleados de las mismas aduanas. - (78) Arts. 126 i 127 de la Ordenanza dicha. (79) Art. 5 de la Lei de Reorganizacion de los Ministerios de 21 de Junio de 1887. (80) Arts. 112 de la Ordenanza jeneral de Correos de 22 de Febrero de 1858. (81) Arts. 4 1 5 de la Ordenanza citada. (82) Véase arts. 169 a 177 de la Ordenanza citada. (83) Véase Recopilacion de Leyes i Decretos por Echeverría” i del Rio, pájs. 3121 313. 1052 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS De este modo el servicio de correos, que cuenta hoi con 515 oficinas establecidas icuyo movimiento de trasmision alcanzó en 1890 a 47.618,906 objetos (84), conformándose en todas sus líneas jenerales a la division comun del territorio, ha utilizado divisiones especiales, como la marítima i propendido constan- temente a satisfacer, siempre dentro de aquella division, una dé las mas ámplias necesidades de todo pueblo culto, dado el inmenso vuelo que en la edad contemporánea ha tomado la actividad económica. 9. CONCEPTO FINAL Conocidas así algunas de las divisiones particulares del te- rritorio que los servicios especiales enjendran (ya que el estu- dio de todas esas divisiones 1 servicios nos conduciria demasiado léjos, sin tener una gran importancia), tratemos de conceptuar- las en su conjunto bajo el respecto de la teoría de ellas i el de la unidad armónica de la administracion jeneral. E Llama ante todo la atencion el hecho regular de que cada servicio ha satisfecho las necesidades de su propia naturaleza, escojiendo, de entre la division jeneral, aquellos de sus órdenes que mas le acomodaban. Así el servicio electoral ha tomado especialmente la subdelegacion, el departamento i la provincia, despreciando el distrito que, por su pequeñez comun i el estado poco denso de nuestra poblacion, no le ofrecia una base posi- ble para la formacion numérica de las juntas electorales de mayores contribuyentes (85). La organizacion de los munici- pios, basada sobre todo en el departamento i acorde, en jeneral, con la subdelegacion, ha despreciado tambien, como el servicio electoral i por análogas razones, el pequeño cuadro del distrito. Las Aduanas, servicio de naturaleza especialísima, ni en pug- | na ni en armonía con la division comun del territorio, se han - má Pia de (84) Memoria del Ministerio del Interior presentada al Congreso en 1892, páj. XVII. (85) Véase arts. 1i 9 de la Le? Electoral. ds di td . ó e A o e rd Y ETA A SS ns DA ae A A ÓN 4 de LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1053 constituido en los núcleos comerciales, sin curarse de esa divi- sion. Los correos, establecidos en completa concordancia con los términos provinciales 1 departamentales, han debido luego atender, nó a las subdelegaciones i distritos urbanos o rurales, sino al agrupamiento de los ciudadanos en poblaciones i a la mayor o menor densidad de éstas. La conformidad de tal o cual servicio con la division terri- torial comun no ha sido obstáculo a desarrollos posteriores de ese mismo servicio, motivados por el crecimiento social. Así los juzgados de letras que, encuadrándose en los departamen- tos, fueron al principio entre nosotros numéricamente menores que estos últimos, hoi dia, circunscritos siempre a los términos departamentales, alcanzan a noventa i dos, al paso que es de setenta 1 cuatro tan solo el número de departamentos. Así tambien el servicio postal ya citado, cuenta en la actualidad, segun dijimos, con quinientas quince oficinas. Analizando ahora el aspecto de la unidad jeneral de la ad- ministración, la vemos representada en una parte considerable del servicio electoral. La vemos igualmente en el ramo de la Justicia. No existe solo la jurisdiccion superior de la Corte Suprema en concordancia con la unidad territorial. Tambien existen los núms. 3 i 7 del art. 73 de la Constitucion, que co- meten al Presidente de la República el encargo de velar por la conducta ministerial de los jueces i de nombrar los miembros de los Tribunales de Justicia, i los múltiples i diarios negocios que, de acuerdo con el núm. 12 i otros del mismo artículo, se despachan por órgano del respectivo Ministerio. Las corpora- ciones municipales son presididas por los intendentes, gober- nadores i subdelegados que representan i obedecen simultánea- mente al Gobierno Central, i todos los asuntos que con ellas se relacionan caen dentro de la órbita de la Secretaría del Interior. La instruccion pública, llenando sobre todo sus fines democráticos i, en la instruccion primaria, su tendencia a la universalidad, debia encuadrarse en la division jeneral del te- rritorio, por cuyo medio obra mas eficaz i unidamente el go- bierno, ya que el artículo 145 de la Constitucion coloca toda la enseñanza nacional bajo la autoridad de él. 1054 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Esta lijera reseña nos permite comprobar prácticamente la exactitud de las teorías espuestas i la bondad jeneral de la division de nuestro territorio, porque es al mismo tiempo nece- sario respetar la unidad administrativa i las exijencias de cada servicio. | 3 Es, a no dudarlo, un ideal apetecible dentro del órden pura- — mente abstracto, el sistema de una division única del área del - pais; pero ya que esto no es hacedero ante las vigorosas i aten- dibles necesidades de los servicios particulares, débese cuando - ménos buscar una armonizacion lójica en la concordancia de las divisiones especiales con las líneas terminales de la division jeneral. Afortunadamente para nosotros esto es lo que posee- mos en Chile, ies esto mismo lo que no tienen otros paises de superior cultura, como el Imperio Británico. Un conocido pu- blicista frances, M. Boutmy, director de la escuela libre de Ciencias Políticas de Paris ique ha estudiado especialmente la organizacion inglesa, formula lo que él llama el desórden administrativo de Inglaterra, diciendo que es un triple caos de circunscripciones, de autoridades i de impuestos. En el caos de las circunscripciones tenemos que la parroquia civzl, que sirve para la percepcion de la tasa de pobres, es con frecuencia di- versa de la eclesiástica, 1 que la parroquia físcal, que sirve de término a los ajentes del Estado para la percepcion de la Zand- tax (impuesto agrícola), no coincide siempre con las dos ante- 5 riores. Singularidad mas estraña aun: la parroquia no se halla $ toda entera en el condado, pues a veces se estiende por el con= dado vecino. Para el sostenimiento de sus pobres, las parroquias 3 se encuentran agrupadas en unmzones; i mas de una cuarta parte de estas uniones comprenden parroquias de dos i aun de tres condados diversos. De los distritos sanitarios, creados con pos- terioridad a las uniones, mas de la mitad tiene términos que no coinciden con los de éstas. El d¿str2to urbano en unas partes sale fuera de la union, en otras es mas pequeño que ella i en. otras, por fin, la divide en dos atravesándola como una zona. Las circunscripciones de vías de comunicacion son diferentes de las uniones i de los distritos sanitarios. Las ciudades ¿ncorpora- das, boroughs, no concuerdan sino parcialmente con las divi- siones establecidas ántes o despues de ellas, traspasando a e í EA TIE A TNA úl iii e E E da e a a MAA E habi ses PR LA DIVISION TERRITORIAL DE CHILE 1055 “veces los límites de condados, de parroquias i de distritos - sanitarios (86). Esta enmarañada superposicion de tan varias divisiones del “territorio, que puede corresponder mui bien a la naturaleza de servicios especiales i que es producida, en apariencia, por una “especie de satisfaccion inconsciente de cada necesidad admi- —nistrativa tal i como se presenta, 1, en el fondo, por la persis- tencia contínua de antecedentes históricos, rompe la unidad armónica de la administracion jeneral, la complica sobre mane- “ra 1 es fastidiosa para los ciudadanos (87). Santiago, 26 de Diciembre de 1892. CLAUDIO ARTEAGA URETA La Comision examinadora, compuesta del señor Decano de “la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas don José Maria Bar-. -celó, del profesor de Código Civil don Leopoldo Urrutia i del Secretario de la misma Facultad, que suscribe, acordó la pu- blicacion de esta Memoria en los ANALES DE LA UNIVERSIDAD. | | Paulino Alfonso Santiago, 28 de Diciembre de 1892. (86) Boutmy, citado por Posada en estudios de Derecho Administrativo por Meyer i Posada, pájs. 404 a 406. (87) Véase Meyer i Posada, Derecho Administrativo, páj. 406-407; Valen- tin Letelier, Ciencia del Derecho i de las Instituciones, capitulo «Del Territo- rio»: Batbie, Droit Public et Administratif, t. 3, pájs. 196-200, $ 196-199. 5d ZO % RIRS TOMO LXXXII 7H IMPERFECCIONES Il ERRATAS MANIFIESTAS DE LA EDICION AUTÉNTICA HER CODIGO CIVIL CHILENO a (Continuacion) La E "La promesa de celebrar un contrato no produce obligacion - alguna; salvo que concurran las circunstancias siguientes: "1,2 Que la promesa conste por escrito; "2,2 Que el contrato prometido no sea de aquellos que las leyes declaran ineficaces; 13,2 Que la promesa contenga un plazo o condicion que fije la época de la celebracion del contrato; 14.2 Que en ella se especifique de tal manera el contrato prometido, que solo falten para que sea perfecto, la tradicion de la cosa, o las solemnidades que las leyes prescriban. - —"Concurriendo estas circunstancias habrá lugar a lo preve- mido en el artículo precedente. La promesa de celebrar un contrato, siempre que reúna las circunstancias que enumera este artículo, es un contrato especial que no debe confundirse con el contrato a que ella se refiere. 1059 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Así la promesa de venta es un contrato enteramente dive de la venta misma; i por lo tanto no es de estrañar que ambos contratos estén sujetos a reglas diferentes. hi: Por el contrario, lo natural es que así sea, pues de otro modo seria. difícil hacer distincion entre el contrato íi la promesa. Ahora bien, previos estos antecedentes, paso a esponer la duda. a que ha dado oríjen la interpretacion del primero de los requi-=. sitos necesarios, segun el presente artículo, para que la promesa de celebrar un contrato produzca obligacion. 3 Sabido es que en el artículo 1801 del Código Civzl se o que la compraventa de bienes raíces no se reputa perfecta ante la lei miéntras no se ha otorgado escritura pública. Pues bien, de aquí se ha querido deducir que la prome a relativa a este mismo contrato debe sujetarse a 2 igual solem= nidad. ] 3 Entre los que así han opinado, puedo citar a don José Ga- ; briel Ocampo, que perteneció a la comision revisora del Pro-. $ yecto de Código Civil. 3 Numerosos son los casos en que nuestros tribunales | se han pronunciado tambien en este sentido. | A I en verdad que esta solucion parece estar en armonía con el sistema adoptado por el Cód:go. 3 | Sin embargo, si se atiende a la letra del artículo 1554, no es posible dejar de reconocer que el ¡ejislador solo habla de que. la promesa conste por escrito, i esto refiriéndose a toda clase de contratos. . Fundados en esta circunstancia, juzgan algunos que en 1 | promesa de compraventa de bienes raices no hai necesidad de S escritura pública, sino que basta que se haga en un escrit cualquiera para que pueda hacerse efectiva. 3 Esta opinion, sostenida por jurisconsultos tan distiguidos como don Francisco Vargas Fontecilla i don Enrique Cood,.. cuenta asimismo en su PRONO algunos fallos de nuestros Juz o gados i cortes. S A fin de dar a conocer las razones que suelen OS en n pre i en contra de esta cuestion, voi a copiar una sentencia de la. Corte de Apelaciones de Santiago, en que no hubo a este res pecto uniformidad de pareceres. E : e viE e IMPERFECCIONES 1 ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 1059 La resolucion de primera instancia estaba concebida en estos términos: "Santiago, julio 29 de 1875.—Vistos: segun la contrata com- pulsada a f., el 26 de marzo de 1870, don Domingo Espiñeira dió en arriendo a don Juan Moreno un sitio i casa ubicados en la ciudad de Valparaíso, por el término de seis años, i por la renta de cien pesos mensuales. En la cláusula 3.2 de dicha con- trata se pactó lo siguiente: "El señor Espiñeira se obliga a vender al señor Moreno en el tiempo que dure el arriendo i cuando dicho señor Moreno crea onventente el sitio 2 casa con sus respectivos terrenos por la suma de doce mil pesos. “Moreno ha entablado la demanda de f., i en ella pide que “se obligue a Espiñeira por sí i en representacion de sus hijos menores ia los que sean mayores de edad, a que otorguen la escritura de compraventa del sitio 1 casa con sujecion a las condiciones pactadas en el documento de f. Se funda en que parece que Espiñeira se niega a otorgar esa escritura, porque ha contestado que la propiedad no puede ser vendida legal. mente, sino en remate público; que no se comprende esta exijencia, porque Espiñeira sabe que con plenísimo derecho “ajustó el contrato de f. en vida de su mujer, 1 que no se trata de otra cosa que de dar cumplimiento a un pacto que es lei para toda persona; que por el hecho del fallecimiento de la señora de Espíñeira, tiene éste que otorgar la escritura en union de sus hijos, i que el esponente está dispuesto a pagar los doce mil pesos i a cumplir con las demas obligaciones que se impuso en el contrato. “Los demandados, a escepcion de don Agustin Baeza, mari- do de doña Manuela Espiñeira, a quien se le han señalado los es- trados, contestan: que la promesa de venta contenida en el do- ss Sos Soc, ELONGACION O ALARGAMIENTO DE LOS NERVIOS —¿Í-— SU VALOR TERAPÉUTICO EN LAS NEURALJIAS MISTAS MEMORIA DE PRUEBA PRESENTADA PARA OPTAR AL GRADO DE LICENCIADO EN LA FACULTAD DE MEDICINA I FARMACIA El síntoma dolor, compañero casi inseparabie de toda en- fermedad, alcanza en ciertas afecciones del sistema nervioso, las neuritis i neuraljias, p. e., una intensidad i rebeldía tan conside- rables que los analjésicos solo procuran al enfermo alivios pa- sajeros i mui a inenudo los medicamentos reputados antineu- ráljicos no consiguen curar la afeccion. Afortunadamente, gracias a los progresos de la fisiolojía, se han ideado operaciones, como la neurotomía i la neurectomía, perfectamente aplicables a los nervios puramente sensitivos, que la cirujía moderna ejecuta con buen resultado. Pero la seccion O la reseccion del nervio no podian emplearse en las neuritis mistas sin producir una parálisis de todos los músculos que re- ciben su excitacion del nervio seccionado. Siendo pues, necesario buscar una operacion nueva que curara la afeccion nerviosa sin comprometer las funciones de este tejido, ella ha sido encontra- da i lleva el nombre de elongacion o alargamiento de los nerutos. Los trabajos esperimentales de Valentin i principalmente de 1066 : MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Schleich, demostraron que la sensibilidad es exaltada por una distension lijera; pero concluye por agotarse por una traccion mas considerable. Las esperiencias de Tutschecke, Vogt, La- borde i Brown-Sequard confirmaron la aseveracion de Schleich; Courad demostró que las fibras motrices conservan sus funcio- nes despues de la elongacion, i Quinquand observó el fenómeno de la transferencia nerviosa despues de esta operacion. Estos trabajos de fisiolojía esperimental fueron aprovechados tardíamente por los clínicos, i la primera elongacion de nervios, que fué hecha por Nussbaum en 1872, fué dirijida a combatir una contractura traumática del miembro superñor izquierdo i del mismo lado del tórax que curó definitivamente por la disten- sion de los últimos nervios cervicales; esta operacion hizo tam- bien reaparecer la sensibidad perdida en la rejion contracturada. La operacion hecha por Nussbaum no habia sido ejecutada, sin embargo, empíricamente, puesto que durante una reseccion del codo practicada por él en 1860, su ayudante traccionó casual- mente con el separador el nervio cubital i despues de la opera- cion habian desaparecido las convulsiones que existian en los músculos inervados por este nervio. Un hecho semejante fué observado por Billroth en 1860. i En 1874, recordando P. Vogt los efectos de la elongacion esperimental sobre las fibras sensitivas, se creyó autorizado para ejecutar dicha operacion en una neuraljia ciática; la operacion fué hecha por el método no sangriento i el enfermo curó. Posteriormente, esta misma operacion fué ejecutada por Czerny, Kúster, Quinquand, etc., en lá neuraljia ciática. Polai- llon, Ledentu i Badal en las névbalsi del trijémino para larmente sobre el ramo nasal. | Lagembuck empleó la elongacion para combamk los dolores fulgurantes de los atáxicos; P. Leyden, Nocht, O imitaron su ejemplo. | ] Entretanto el éxito alcanzado por Nussbaum en su primera. operacion, en un caso de contractura, indicaba el empleo de la distension siempre que existiesen desórdenes funcionales de las fibras motoras: el alargamiento del facial en el tic doloroso de la cara dió mui buenos resultados a Baum, Southan i Gray; en caso de tétanos Verneuill, Clarke i Smith creen haber obte- 7 e ue AS E ON A AE 4 PAMPA 00 a ora > ALARGAMIENTO DE LOS NERVIOS 1067 nido éxitos; se citan algunos casos de parálisis periféricas cura- das por la elongacion, ien medio del entusiasmo se llega a afirmar casos de curacion de lepra anestésica, enfermedad esen- cialmente microbiana que en nada puede ser modificada por aquella operacion. Afirmaciones de esta especie producen el descrédito de una operacion que está indicada en ciertas enfer- medades del sistema nervioso i particularmente en las neuritis i neuraljias, donde estudiaremos el valor terapéutico de la elon- gacion despues de hacer breves consideraciones sobre sus in- convenientes, su fisiolojía patolójica i el manual operatorio. La operacion, mui sencilla de ordinario, tiene mucha analo- jía con la ligadura de las arterias ¡ se compone de tres tiempos: 1.2 Incision de las partes blandas hasta descubrir el nervio; 2.2 Aislamiento de éste; 1 3.2 Su alargamiento. La incision debe ser hecha, siempre que sea posible, paralela a la direccion del nervio a fin de facilitar el alargamiento i de evitar una herida casual i trasversal de él siempre mucho mas grave que una seccion lonjitudinal, que separa sus fibras casi sin cortarlas. Este tiempo 1 el aislamiento deben ejecutarse con la menor contusion posible de los tejidos a fin de evitar la su- puracion de la herida, que orijinaria un tejido cicatricial dota - do de poder retráctil que comprimiria el nervio. Casi escusado creemos decir que en esta, como en cualquiera otra operacion quirúrjica, debe observarse la antisepsia mas estricta. El alargamiento debe practicarse sobre el miembro colocado perfectamente recto para evitar que se desprenda mucho el pe- rinervio del cordon nervioso; si el miembro no se coloca en la rectitud, la flexion de las articulaciones permitirá que se forme una asa mui larga al traccionar el nervio ií toda esa porcion quedará aislada del perinervio i, por consiguiente, con mui poca nutricion. Las tracciones son ejecutadas por algunos cirujanos perpen- dicularmente a la direccion del nervio, la mayor parte siguien- do la direccion de sus fibras; pero debe recordarse que, como la esperimentacion lo ha demostrado, las tracciones centrípe- S 1068 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tas ejercen su accion principalmente sobre las fibras sensitivas, miéntras que los alargamientos centrífugos hacen sentir su ac- cion de una manera mas marcada sobre las fibras motoras, que pueden llegar a paralizar si la traccion es mui considerable. Para evitar este inconveniente Guillet ha inventado un gancho romo que lleva un dinamómetro en su tallo de traccion i per- mite graduar la fuerza empleada. Trombetta, por otra parte, esperimentando sobre el cadáver, llegó a determinar la fuerza necesaria para arrancar los principales nervios, que alcanza a 84 kilógramos para el ciático, a 38 kilógramos para el crural, a 27 kilógramos para el radial, etc... i concluyó posteriormente que era necesario emplear en la elongacion una fuerza igual al tercio de la necesaria para producir el arrancamiento; pero esta conclusion esperimental no ha recibido la sancion de la clínica. Actualmente se usa muí poco el aparato de Guillet, ¡ se emplea como aparato de traccion el dedo o un gancho romo, segun el volúmen del nervio, sín que haya que lamentar parálisis conse- cutivas. La adaptacion completa de los os de la herida por sutu-- ras i una curacion compresiva terminan esta sencilla operacion. En algunos nervios, como el ciático, puede emplearse esta misma operacion sin incindir los tejidos blandos, sin seccion de ninguna especie, i lleva el nombre de elongacion o alargamiten- tono sangriento. La ejecucion de esta operacion es mas sencilla que la anterior: basta cloroformar al enfermo, estender la pierna sobre el muslo í producir la flexion del muslo sobre la pélvis hasta sobrepasar el' ángulo recto. Trombetta es mui partidario de esta operacion, de ejecucion - mui fácil i que, sí fracasa, permite la operacion sangrienta. Verneuill ha querido reemplazar la elongacion por la neuro- tripsia, que consiste en frotar el nervio despues de su aislamien-- to entre los dedos í un instrumento resistente; pero esta opera- cion no ha dado los resultados que esperaba su inventor, hecho fácil de comprobar como vamos a verlo en la fisiolojía pato-. lójica. Los trabajos esperimentales i las observaciones clínicas ha- bian demostrado que el estiramiento de un nervio misto pro- ALARGAMIENTO DE LOS NERVIOS 1069 duce primeramente alteraciones funcionales sobre las fibras sen- sitivas, de tal manera que puede sobrevenir la anestesia en la rejion inervada por el nervio i, sin embargo, la motilidad se con- serva intacta; una traccion mui violenta suprime naturalmente todas las funciones del nervio. La esplicacion de este fenómeno no la podemos obtener basándonos en la histolojía, que nos demuestra la identidad de las fibras motoras i sensitivas; pero las alteraciones que produce el estiramiento sobre el nervio i aun sobre los centros nerviosos nos esplican al ménos en parte este fenómeno. Como lo ha demostrado Vogt, toda elongacion se acompaña de un desprendimiento del perinervio 1 de hemorrajias mui in- significantes naturalmente en el endonervio 1 en el mesonervío, i dedujo de este hecho que se producen alteraciones de nutricion del nervio por rupturas de sus vasos. Sin embargo, las fibras nerviosas mismas son alteradas por alargamientos aun lijeros; muchas de ellas se rompen 1 posteriormente viene un doble pro- ceso de dejeneracion i de rejeneracion estudiado por Withowski, Quinquand, Schewing 1 varios otros; en casos raros se ha observado una esclerósis del tejido conjuntivo, una neuritis in- tersticial. La elongacion produce, pues, en el punto estirado del nervio, lesiones análogas a las causadas por la neurotripsia 1, sín em- bargo, el resultado clínico de estas operaciones no es el mismo, puesto que el alargamiento del nervio modifica la sensibilidad ¡ conserva la motilidad, miéntras que la neurotripsia altera pa- ralelamente la sensibilidad i la motilidad, disminuyéndolas o suprimiéndolas segun la intensidad de ella. La esplicacion de este hecho dió lugar a numerosas hipótesis, injeniosas i seductoras algunas de ellas, pero que carecen de base anatómica i no tienen interes práctico. La verdadera dife- rencia entre la elongacion i la neurotripsia se encuentra en la influencia que tiene el estiramiento de un nervio sobre los cen- tros nerviosos, como lo han comprobado Tarchanoff, Laborde, Brown-Sequard i Quinquand. Estos autores han esperimentado sobre los animales i han observado: 1.2 que el estiramiento del nervio ciático derecho produce la anestesia en ámbos lados, aun cuando en el costado 1070: MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS izquierdo es solo transitoria; 2.% si por el alargamiento del ciá= tico derecho el miembro de este lado se anestesia, la sensibi- lidad vuelve si se tracciona el ciático izquierdo (fenómeno dela - transferencia nerviosa descubierto por Quinquand). Por otra E parte, Brown-Sequard demostró que la hemiseccion lateral de- recha de la médula produce una anestesia en el miembro pos-. terior izquierdo i una hiperestesia en el derecho. Ahora bien, el alargamiento del ciático izquierdo hizo reaparecer la sensibi- lidad perdida. Estas observaciones de fisiolojía pol demuestran evidentemente la influencia que ticne la elongacion de los ner- vios sobre sus centros de oríjen, i se encuentran corroboradas por las lesiones anatómicas observadas en casos de alargamien- tos desgraciados. Así Leyden en 1881 demostró que en un ta- bético muerto al dia siguiente de un estiramiento violento, exis- tia una inflamacion marcada de las raices posteriores iuna conjestion medular. Se citan otros casos de mielitis agudas i crónicas, observadas despues de esta operacion. Por otra parte, Cantani i Pauline Tarnowski de San Peters- burgo, señalan como lesiones post-operatorias: hemorrajias ca- pilares en la médula; atrofia mas o ménos marcada de las raices i del cuerno posterior, que se estiende en algunos casos a las. células motoras del cuerno anterior. 3 El alargamiento de un nervio produce, por consiguiente, en 3 el punto estirado lesiones análogas a la neurotripsia, i sobre los centros nerviosos alteraciones especiales a esta operacion que permiten esplicarnos el modo especial de su accion i los peli= gros a que se puede esponer un operador imprudente. 7 Estas lesiones de los centros nerviosos, si son mui marcadas, pueden llegar a provocar complicaciones mas o ménos graves, que es necesario tener mui en cuenta al ejecutar la operacion. Así, en 421 observaciones que se han publicado, se citan 42 complicaciones, es decir, un 10 por ciento. Pasando en revista estos hechos, llamaremos la atencion so- bre los principales: | es ALARGAMIENTO DE LOS NERVIOS 1071 Hirschfelder refiere que un tabético a quien hizo este ciru- jano el alargamiento de los dos ciáticos, murió dos dias despues de la operacion en medio de fenómenos comatosos, que sobre- vinieron despues de repetidos ataques epilépticos. Cavaly perdió un enfermo tabético despues de la elongacion del ciático izquierdo; pero un mes despues de la operacion, en medio de accidentes medulares agudos i de ataques epilepti- formes. Westphall describe dos casos de mielitis, uno agudo i otro: crónico, que se pueden atribuir a la operacion. Rumpf ¡ Weltrubsky señalan cada uno de ellos un caso de: hematomielía que se complicaron posteriormente de fenómenos inflamatorios; los dos enfermos padecian de ataxia locomotriz. Un tabético de Kulemkampf sufrió hasta su muerte, de dolo- res mui agudos a lo largo del raquis 1 de cistitis purulenta que no existian ántes de la operacion. La incontinencia de orina ila parálisis del recto i de la veji- ga han sido señaladas en dos atáxicos por Moritz, Rosenteiín 1 Obalinsky, respectivamente. En un operado de Podrez sobrevino diez dias despues de la operacion una escara que se estendió gradualmente'i se llevó al enfermo en mes i medio. Fenger refiere un caso semejante en un atáxico. La elongacion hecha en un case de esclerosis en placas por Mickulits fué seguida de muerte rápida. Es de suponer que complicaciones mas graves aun pueden acompañar el estiramiento de los nervios craneanos, puesto que siendo menor la distancia entre el punto traccionado i su orijen real, mayor será su influencia sobre el encéfalo; sin embargo, el nasal ha sido elongado cinco veces, sin que haya sobrevenido ninguna complicacion. Por el contrario, el estiramiento del sub- maxilar produjo una keratitis ulcerosa. Despues de estos accidentes, debidos a lesiones graves de los centros nerviosos, conviene recordar los accidentes de menor intensidad que suelen complicar el estado del paciente. Las parálisis suelen reemplazar a las contracturas despues de la elongacion que trataba de curarlas: Elías, Langenbuk e Hiller señalan tres casos en tabéticos; Wesphal un caso de pa- TOMO LXXXII 72 1072 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS rálisis radial, i Neuber la parálisis del miembro inferior despuci del estiramiento del ciático. +3 En casos raros, los dolores que el estiramiento del nervio queria disminuir se exasperan en lugar de atenuarse: Blum, Y Czerny i Guillete señalan tres casos, siendo uno de ellos atáxico. - Los desórdenes tróficos son mui frecuentes, i el fenómeno se - esplica fácilmente, si se recuerda que despues de la elongacion se desarrulla algunas veces una neuritis mas o ménos acentuada. Ya hemos citado un caso de keratitis ulcerosa descrito por Czerny; Elías refiere un caso de atrofia muscular estendido a - todo el miembro inferior; pero, de ordinario, los desórdenes tróficos son de mui poca importancia i consisten en eritemas sudores, edema i erupciones diversas que quedan circunscritasa la rejion inervada per el nervio estirado. La enumeracion de las complicaciones mas graves demuestra palpablemente que la elongacion es mucho mas peligrosa cuan- do existe una afeccion medular que cuando este órgano está sano, puesto que en los 22 casos enumerados existía ataxia lo- g comotriz en 12 de ellos i uno de los enfermos sufria de escle- rosis en placas. Como accidentes casuales podrian citarse el arrancamien- to del nervio, que puede ocurrir a un operador imprudente i la supuracion con todas las complicaciones de las heridas, que el cirujano debe evitar, porque tiene los medios de impedir la infeccion, i, por consiguiente, la supuracion i sus conse- cuencias. 4 - Hemos hablado brevemente de la elongacion i sus efectos; 3 pasamos ahora a estudiar el valor terapéutico de esta opera= cion en las neuritis mistas, i concluiremos este corto trabajo - con la relacion detallada de cinco observaciones personales de alargamiento del ciático en neuraljias traumáticas. 38 Los alargamientos que sé han practicado para curar las neu raljias son mui numerosos 1 han sido reunidos por Chauvel, Chaudler, Omboni i varios otros. ñ Sin embargo, escluyendo aquellos casos de operaciones para - nervios purarsente sensitivos i las observaciones incompletas de > F TA Aé ALARGAMIENTO DE LOS NERVIOS 1073 algunos autores, quedan 89 casos que pueden ser tomados en consideracion, i cuyos resultados son los siguientes: Casos de curacion en que no se fija el tiempo que Hamsido observados: 0000 OA Curacion mantenida de seis meses a dos años. 6 Curacion comprobada de uno a seis meses . . IO Mejorías . E E AE La operacion no dió resultado en . . . . . 8casos e Ibid perdió un enfermo cuatro semanas despues de la elonga- cion en una ciática de orijen central, pero cuya causa no viene especificada. En los otros casos la operacion se habia hecho so- bre el plexo braquial, los intercostales, el crural i el ciático, Los accidentes ocurridos en los 89 enfermos han sido obser- vados por Neuber, Ibid, Fenger i Nussbaum, son en número de 8 1 se pueden clasificar de la manera siguiente: parálisis 4 casos, una de ellas definitiva 1 estendida a todo el miembro; en los otros casos la parálisis fué transitoria, comprometiendo la vejiga 1 el recto en uno de ellos; anestesia en un caso; heridas de la arteria poplítea; arrancamiento del nervio í supuracion prolongada de la herida en los últimos tres casos. Como se vé, las complicaciones son raras, de poca gravedad i las tres últimas debidas a faltas operatorias. Sin embargo, es necesario ser imparcial i confesar que en 41 casos no está determinada la época que se ha mantenido la cu- racion, que no siempre es definitiva; puesto que Walshom ha seguido catorce enfermos que se creia curados, i en cinco de ellos la neuraljia se reprodujo, pero con menor intensidad que ántes de la operacion, de tal manera que estos casos debieran figurar entre las mejorías. Es indudable que esta circunstancia disminuye la importancia de la estadística ya citada en lo rela- tivo a las curaciones; pero deja siempre al estiramiento de los nervios como un procedimiento que cura muchas neuraljias, alí- vía a numerosos enfermos, en casos raros no dá resultados i mui raras veces se acompaña de complicaciones. Se ha objetado tambien por los adversarios de esta operacion, que muchos casos de curacion se han operado ántes de agotar 1074 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS todos los medios terapéuticos que poseemos para curar las neu- raljias i que podrian haber sanado sin elongacion. Es probable E que el hecho pueda haberse verificado en algunos casos; pero como hai muchas neuraljias rebeldes a los medicamentos que' 3 ceden al estiramiento, 1 como otras veces esta operacion em- q pleada primitivamente ha dado buenos resultados, la colocamos como medio curativo al lado de los ajentes terapéuticos i aun por encima de ellos, puesto que da resultados en casos que no ceden a los medicamentos. | Creemos que deben emplearse los principales medios tera- péuticos ántes de recurrir al alargamiento de los nervios, porque hai neuraljias que curan con facilidad, i recurrir primero al mé- todo no sangriento, que a Laurent i Omboni les ha dado 29 éxitos sobre 30 enfermos. Este método, por otra parte, es de ejecucion mui sencilla, puesto que basta cloroformar al enfermo ¡ producir la flexion del miembro; la ausencia de herida le aho- rra molestias i le evita las complicaciones propias de ellas; las complicaciones medulares no se observan, porque siendo mui limitado el estiramiento del nervio la irritacion central tiene que ser insignificante, como lo ha demostrado Von Corval, i si no produce resultados, nada impide emplear el método san- griento, que es mas activo. Desgraciadamente el único nervio que se presta para este procedimiento es el ciático que, situado en la cara posterior del muslo i de la pierna, se alarga necesa- riamente al producir la flexion del miembro estendido sobre la pélvis; describe en este movimiento un verdadero arco de cír- culo que tiene su punto fijo en la pélvis, i el cuello del fémur cubierto de partes blandas le sirve de punto de flexion. (OBSERVACION NÚMERO 1 Arturo Manuel Pinto, de 19 años, soltero, soldado, ha gozado de buena salud i no acusa antecedentes mórbidos hereditarios. Fué herido en la Placilla por un proyectil que penetró inmedia- tamente por detras del trocánter a 6 centímetros de su vértice, ¡i despues de atravesar la parte posterior del miembro salió a 14 centímetros del pliegue jénito-crural en la parte póstero-interna > del muslo. Desde que recibió la herida sufrió dolores mui agu- ALARGAMIENTO DE LOS NERVIOS 1075 dos que se estendian a todo el miembro inferior i le impidieron en absoluto la marcha; en este estado pasó dos meses en Val- paraiso, en donde se atendió sus heridas, que sanaron en 15 dias, ise administró al enfermo varios medicamentos sin que nin- guno de ellos consiguiera curar sus dolores; solo la morfina le procuraba algun alivio. Traido a Santiago, fué colocado el y de Noviembre en la cama número 2 de San Benjamin, servicio del doctor San Cristóbal, en el Hospital de San Vicente. El enfermo puede ejecutar con su pierna todos los movimien- tos 1 conserva su fuerza muscular, pero sufre dolores constantes con exacerbaciones mui intensas que le impiden por completo la marcha; al exámen local acusa dolor intenso siguiendo el tra- yecto del ciático, e hiperestesia en la parte inferior de la pierna i del pie, sin que haya perversion sensitiva ni desórdenes tró- ficos. Se dejó al enfermo dos inyecciones de morfina, que, por lo habituado que estaba con este medicamento fué necesario ha- cerlas de 3 centigramos cada una. La relacion del enfermo no permitia esperar nada de los me- dicamentos internos, puesto que solo la morfina habia produ- cido alivios pasajeros, i como sus dolores eran mui agudos se practicó el 1i de Noviembre el estiramiento del ciático con el objeto de aliviarlo. Entre el trocánter mayor i el izquion se practicó una incision de 12 centímetros, paralela al eje del muslo, que permitió llegar hasta el nervio sin dificultad, aislarlo i ha- cer el estiramiento de él, empleando para este objeto el doctor San Cristóbal los dedos índice i pulgar, con los cuales ejerció | traccicnes en la direccion de sus dos estremidades central i pe- riférica; la operacion terminó con la aplicacion de suturas i una curacion Lister moderadamente apretada para impedir la acu- mulacion de liquidos en la herida. Apénas se disipó la accion del cloroformo, el enfermo nos dijo que los dolores agudos habian desaparecido, i él mismo rehusó la morfina; pero la hiperestesia persiste sin que moleste al en- fermo. Del dia 11 al dia 15, las temperaturas han sido normales 1'no ha vuelto a sufrir dolores intensos; el día 16 el enfermo es- perimentó calofríos prolongados, tuvo náuseas, vómitos 1 la 1076 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS temperatura se elevó a 39,5; sin embargo la herida está cicatri- : zada i no existe en ella ninguna alteracion que pueda hacer pensar en una complicacion local; se retiraron las suturas ise | prescribió al enfermo hielo, pocion de Riviere, dieta i dos gra- E mos de antipirina en lavativa. 3 Dia 17. —La temperatura es de 40%, los vómitos han cesado, sigue el enfermo con la antipirina administrado por la vía bucal. Dia 15.— Temperatura 39,5, en el tronco aparece una erup- - cion papulosa que relacionada con los síntomas anteriores nos demuestra que se trata de una viruela, i, en consecuencia, se re- 3 mitió el enfermo al Lazareto. Un mes despues pude ver a este mismo enfermo í me refirió qne no había sufrido dolores miéntras estuvo con la viruela; pero actualmente los dolores han reaparecido sin tener, sin em- E bargo, la intensidad i agudeza anterior, puesto que puede mar- char, cosa que le era imposible ántes de la operacion. La hipe- restesia persiste siempre í no existen alteraciones tróficas. OBSERVACION NÚMERO 2 Agustin Cabrera, de 43 años, natural de Santiago 1 minero de profesion, ha gozado de buena salud anterior. Peleó en la batalla de la Placilla como soldado del batallon Huasco i fué : herido por un proyectil que penetró a 8 centímetros por debajo del vértice del trocánter i a dos centímetros de su borde poste- rior, ocasionando una parálisis completa de la pierna i pie de- rechos. En Valparaiso le estrajeron la bala, ensanchando el - orificio de la herida el dia 30 de Agosto, i el 31 del mismo mes , el enfermo empezó a sentir dolores mui agudos que se estendian a todo el miembro inferior i que fué necesario combatir por - fricciones calmantes e inyecciones de morfina, miéntras se aten- día a la curacion de su herida, que demoró unos 20 dias en sanar; nada se hizo para curar su parálisis. Traido a Santiago, fué instalado en la cama número 9 en San” Benjamin, servicio del doctor San Cristóbal en el hospital San Vicente. Los músculos de la pierna i del pie están parali- zados, no obedecen a corrientes farádicas, existe hiperestesia en el dorso i en la planta del pie, perversion de la sensibilidad en ] ALARGAMIENTO DE LOS NERVIOS 1077 los mismos puntos, puesto que todos los objetos le parecen calientes i el enfermo acusa dolores espontáneos que siguen el trayecto del ciático 1 aumentan considerablemente por la pre- sion en cualquier punto de su trayecto. Se prescribió al enfer- mo inyecciones de morfina i corrientes de electricidad farádica que disminuian sus sufrimientos por cuatro o seis horas; pero nunca llegaron a producir contracciones en los músculos para- lizados. Convencido el doctor San Cristóbal de que poco o nada se podía esperar de la electricidad, que en dos meses no habia ve- rificado ninguna modificacion motriz, i creyendo por esto mismo que pudiera existir una herida incompleta del nervio, se resolvió el 16 de Noviembre a descubrirlo en el punto que se suponia lesionado con el objeto de hacer la sutura de él. Una incision de doce centímetros, siguiendo el trayecto del eje del muslo i situada entre el trocánter mayor i el izquion, permitió aislar el nervio que macroscópicamente no presentaba lesion alguna. El objeto de la operacion, la sutura nerviosa, no tenia razon de ser; pero se practicó la elongación del ciático para modificar su neuritis; la sutura de la incisión i una cura- cion Lister completaron esta operacion. En la tarde del mismo día el enfermo se siente mui aliviado de sus dolores, Día 17.—Sus dolores han disminuido mucho i se niega a ponerse inyecciones de morfina; pero existen la hiperestesia i la perversion sensitiva del dorso i de la planta del pie; la com- presion del ciático es ménos dolorosa. Día 23.—Se retiraron las suturas de la herida, que estaba sana. Hasta que se levantó el enfermo, que fué el 28 del mismo mes, no ha vuelto a sentir los dolores agudos que sufría ántes de la operacion (naturalmente para marchar ha tenido que ayu- darse de muletas, porque su parálisis no se modificó por la elongacion). Diciembre 5.—El enfermo nos dice que con el ejercicio le ha disminuido la hiperestesia; nuestro enfermo dejó el hospital el 21 de Diciembre, conservando su parálisis; pero la hipereste- sia se habia atenuado tanto que podia sin dolor marcado afir- mar el pie i los dolores espontáneos agudos no los ha vuelto a sentir despues de la operacion. 1078 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS OBSERVACION NÚMERO 3 Agustin Morales, de buena constitucion, casado, natural de 3 Traiguen, ha gozado de buena salud anterior. En la batalla de - Concon, recibió una herida por bala que atravesó la parte pos- terior del muslo en la union del tercio superior con el tercio 1 medio, que no le impidió la marcha. Diez a quince dias despues. empezó a sentir dolores sordos, contusivos en todo el miembro, 4 con exacerbaciones agudas i periódicas, que se trató de curar con diversos medicamentos internos miéntras estuvo el enfermo en Valparaiso; algunos de ellos mejoraron al enfermo tempo- ralmente. El 26 de Noviembre entró a ocupar la. cama número 18 de la sala de San Pedro, que tuvimos a nuestro cargo con heridos de las batallas de Concon i Placilla. Los movimientos del miem- bro inferior se ejecutan completa i regularmente; no existen alteraciones sensitivas ni tróficas en la piel; pero el enfermo acusa dolores contusivos permanentes con recrudescencias pe- riódicas que se estienden hasta el -pie, i la palpacion permite 35 Estas dos fórmulas dan piw. En la práctica, se trata siem- pre, como hemos dicho, de reducir los errores para que no ten- gan influencia sensible en las lecturas aproximadas que dan los circulos; en el caso presente, se podrá correjir los errores de orientacion del eje horario por medio de tornillos que permiten rectificar el azimut i la inclinacion de este eje. Designemos, en efecto, por Az el error de inclinacion i por AA el error de azimut del eje horario; se tiene si A es la lati- tud del lugar: / =p EOS o= 7H CENSO") O ID! 0 SES cos de dEl (439) Segun esto se obtiene la regla siguiente para rectificar la di- reccion del eje horario: 1.2 Se dirije el ecuatorial hácia una estrella cerca del meri- diano, de tal manera que la imájen de la estrella venga a hacerse tras del hilo de declinacion; se fija el anteojo en declinacion i se hace andar cl movimiento de reloj; si despues de un minuto la imájen de la estrella no queda debajo del hilo de declinacion, se debe rectificar la posicion del eje por un movimiento azimu- tal, se hace la rectificacion de tal manera que durante varios minutos la estrella queda en la misma situacion respecto al hilo en declinacion durante su movimiento horario. Como el movimiento de reloj puede no seguir exactamente el movi- miento de la estrella, es necesario haber orientado exactamente el micrómetro. 2.0 Se dirije en seguida el anteojo hácia una estrella a seis horas de ángulo horario i se dispone la imájen de la estrella de la misma manera respecto al hilo de declinacion. Si esta imá- jen no queda fija respecto al hilo, se rectifica la posicion del 10092 : MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS eje por un movimiento en inclinacion. En este caso, hai venta- ja en emplear una estrella cerca del polo por dos motivos: pri- mero, su altura es mayor que la de cualquiera otra estrella, a seis horas de ángulo horario, i esta altura varía muí poco con A el tiempo, de suerte que la refraccion no introduce ninguna perturbación en los resultados de las observaciones. Añadiremos que si' despues de 3".7, se ha notado que en las dos sérics de observacion la estrella no se An del hilo de de- : clinacion sino de una cantidad inferior a 1”, hai seguridad que 3 el eje horario instrumental no puede deferir del eje del mundo - sino de una cantidad inferior a un minuto de arco. ; Como lo muestran las fórmulas que dan los valores de D' se ve tambien que el error que puede afectar las lecturas del cír- culo de declinacion no alcanza en este caso, a un minuto de arco. El error correspondiente de las lecturas del círculo hora- rio es variable con la declinacion; en el Ecuador no puede pa- sar de cuatro segundos de tiempo en el caso considerado. (Continuará) (1) ALBERTO OBRECHT Director del Observatorio Astronómico Profesor de las clases de mecánica i cálculo diferencial e integral de la Universidad (1) Nora.—A pedido de la seccion de jeografía iminas de la Direccion de Obras Públicas, no tengo ningun inconveniente en decir que el estudio - que se publicó en el último número sobre el mejor sistema de representa- cion del mapa de Chile, fué hecho despues de una consañta de esa seccion. a este Observatorio. ' pao 3 EN 4 OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS I METEOROLÓJICAS 1093 OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE SANTIAGO SECCION DE METEOROLOJIA e A E A A ENERO DH 1393 7 A.M. Barómetro normal reducido a cero Termómetro normal centíg. -Psicrómetro Vientos Atmósfera Presion media. _———_——> -Ko o - >——_—— a | AA —————— ESE Ay 2 P.M. |10P.M. 715.63 18.83 | 18.49 11.09 | 10.96 AO OO ZOO N2MIZIO 24.00 | 15.20 35:30 | 58.9 50 71 22 42 8.88 | 8.85 ISO ISO 6.10| 6.00 — 2 — T — 1 — 2 Se S) — 1O m. m. 296.1 32.6 465.0 |I50.0 175.0 0.0 26 22 3 2 2 I "Máxima 19.25 "n Minima 12.80 Temperatura media . O ” máxima. 19.70 "1 mínima. 13.70 Humedad relativa medial 64.8 " " Máxima| 87 " " minimal 42 Tension del vapor media| 9.14 " " Máxima| 11.70 " " mínima| 6.50 NE E NE. -- E. == SE: 1 Direccion / $. — sw. 14 W. 3 NW I Calma 9 m. Velocidad por A da to máxima [185.0 mínima | o.o Despejada . 24 Nublada . — Cubierta. 4 Neblina . | — Rocío. A Helada . — Lluvia. JJ — Granizo . A Tempestad . PROMEDIO del mes MUS 1925 10.96 20% 4 | GEMAS q “iO NN*AN EI A _— '€áéL | ———_—————————————————————— ns | a A ZA AR AA 1,25 A.M. ON 19 44 12.26 eZ l 20.30 13.90 E Sl BO A-=-IV 1004 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS AAA AA A A A A A A A ES 8 E VALORES | PROMEDIOS DIARIOS Oscilaciones diarias E E E ES máx, min, |Oscilacion| máx, mín. |¡Oscilacion| máx, min. mM edi . Barómetro ins-|715.22|719.12 710 06| 9.15|719.06 711.60. %.46| 3.69| 0.31 criptor reduci- dias r1| el 28 eli elizg el 1Ó | el 3o do a cero. 71a.m.|5 p.m.| — = = — — — Termómetro de| 19%71| 290 10025 19935| 21%75| 17%90| 3%57| 17%0| 10%80 1421 máx. i mín. el3 | el2r ela ely 3 Humedad rela 52.1 66.3) 30:71 2036 tiva. | el 6 el 1 Tension del va-| 896 10.97 6.53| 4.44 por. el 12 Tel 114 Ma2P.M | 2P.Ma6r.M | 2PMa2P.M E : Dia entero TOTAL| del mes máx. | mín. | medio | máx. | mín, | medio | máx. | mín. | medio y 48 kilómt, recorrd, 68.4 | 10.7 | 44.4 | 79.9 | 37.6 | 62.5 |(209.9 1 15.8 | 166.1 5160.0 E) dias. 20 4 — 4 28 — 6 28 — A = [ por horas del | 22.8 | 3.6 | 14.8 | 20 AAA ASAS 50.9 tanto por nO — AS — — 138 — e 100 3 ie ma. 367| 1.87 2.16| .3.58 1.44 2.801 10.44| 5.36| 7.49 232.16 E dias 4 — 21 23 = 13 21 = A S" | tanto por ie a — |29 — = 13 — — 100 [==] Lluvia mm. j | | | | PROMEDIOS I HORAS DE LOS 4 MÍNIMOS 1 MÁXIMOS DIARIOS 2 1.er mín. 1,er máx. 2.0 min. 2,0 máx. | Promedio 3 | ?resiones 714.51 715.69 71 96 715.11 714,82. "8 | Horas medias 2.41 a m. 9.232. M.| 4.16 p.m. 9.13 p. m. ¡0,40 inferior a l 3 | Variaciones ) -—02a4p.m.[6a.m.2p.m.| 342 5 p.m. ¡8 a 113 p. m. | presion media, E MAYORES OSCILACIONES HABIDAS EN 24 HORAS CONSECUTIVAS A e f Dia mara | 21273 | 324 11212 27 a 28 3 |] Milímetros 5.10 4.45 4.93 4.98 51.03 E OSCILACIONES GRANDES EN INTERVALOS RELATIVAMENTE CORTOS IO a 12: —7.29 en 34 horas. | 26 a 28 : —6.40 en 31 horas. medias camino) medios y, NY Exsaporacion Druumdad Cemoiones meda diaro.. (Kblonrstos ) diama. (milimelsos) ? Ds E So e | | o | A E | al 1 1 ! ! | o e | y E AECA SES 100 1 LA ers. esitomes medias J1artaos rad tiimebroo. ) | a A A EA 7 | E: | e ae e E ao | SS e = oy E So ES2 mo) "o | | Al ee RN ba S ES o | RS al ES A ( S ¿ | Bl op | IR O ; N vas 7 AN VTV 7 ORVIDA FARUCTA VOS DR VEROIA VISTO AN AY 20 1 TE O. 0 X -1dos Boletin de Instruccion Pública. O del Cama de Instruccion Pública. —Planes E Memorias. científicas i literarias. — Plantas. nuevas AM RE familias de” sas 7 Ñ << emsayo prévio de clasificacion de las cargas rodantes para las vías carreteras de Chile 22 e pS —y - a d Ls Y. — del descubrimiento de América, por DIEGO BARROS ARANA. —Estudios sóbre Puentes eN Ay. Pez = > y hr == q del número publicado en. Diciembre (258 Pájinas áminas). EA e y AS 3 ¿ objetivos de enseñanza de los Jimnasios add traduccion ¡dida por CÁRLOS A S DRUDOLPH¿é > S $ malváceas (conclusion), por R. A. PHiLipPp1,— Vida ¿ obras de don A e LU AS 3 (continuacion), por ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON.—Los desacuerdos- entre ho O'Higgins i el Senado Conservador” (continuacion), por ALCIBÍADES ROLDAN.—£/ - arbitraje internacional en la Conferencia americana de Wáshington, discurso de E incorporacion a la Facultad de Leyes ¿ Ciencias Políticas, por JOSÉ ALFONSO.—Com- * E = testacion al discurso anterior, por JosÉ ANTONIO LIRA. —Imperfecciones. i erratas E : manifié restas de la edicion auténtica del Código Civil Chilemo (continuacion), por M Mt 8 : “GUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES. — Sobre el teorema de Fermat de que la ecuacion A | x"+y"=z0 no tiene solucion en números ente eros E, y, z 1 siendo n>2 (conclusion), E -por el doctor A. TAFELMACHER.—Sobre los taractéres especiales de los idiomas, por - FEDERICO HANSsEN.—A/lgunas palabras sobre la historia de la jeografía a propósito. LA an pe 3 de madera, con un ensayo prévio de clasificacion de lás cargas rodantes Era las vías . carreteras de Chile (continuacion), por GUILLERMO OTTEN. A E E 3 Sumario del número de Enero (242 pájinas o láminas). AN Boletin de Instruccion Pública. —Sesioneés del Consejo de Instruccion Pública. 23 j , Memorias científicas i literarias. —Votícias preliminares sobre los huésos Fósiles de A A Ullonia, por el doctor R. A. PHitipr1.—£studios sobre puentes de madera con un. 2 (continuacion), por GUILLERMO OTTEN. Afecciones cutáneas véjeto-parasitarias en E 4 Chile. Herpes tonsurans, sicosis parasitaria i Quério de Celso, por el doctor FRÓMEL.. —Vida ¡obras de don J. V. Lastarria (continuacion), por ALEJANDRO FUENZALIDA. > - GRANDON. —Amperfecciones E erratas manifiestas de la edicion: auténtica del Código. : - Civil Chileno (continuacion), por-MIGUEL Luis. AMUNÁTEGEI ReYes.—£Los des- =E - acuerdos entre O'Higgins i el Senado Conservador (cónclusion), por ALCIBÍADES _ ROLDAN.—Sobre las ecuaciones diferenciales parciales del segundo órden i del Primer. grado entré n+1 variables, por el doctor RICARDO POFNISCH. —Homenaje univer" E -sitario a la memoria del profesor don Juan Sehrelze. —Observaciones astronómicas 2 E 3 _ meteorolójicas, por ALBERTO OBRECHT. - -, 25 Sumario del. número. publicado en: Febrero (202 Pájinas i- cinco láminas). 22 En Ts AO 3 == A - - Boletin de o Pública. —Sesiones del Consejo. de TaCióR ; Páblica or 2 Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de la familia de las. mal E A ighiáceas (continuacion), por el doctor R..A. PHiLiprr. —ZLos helechos de Juan 3 Fernández, por el Dr, FEDERICO loHow.— Estudios sobre Puentes de madera cón un - E ; _ensayo prévio de. clasificacion de las cargas rodantes para las vías carreteras de Chele — (continuacion), por GUILLERMO OTTEN. — /mperfecciones i erratas manifiestas de las 3 edicion auténtica del Código Civil Chileno (continuacion), por- MIGUEL Lurs AmUu- ES. 4 NÁTEGUI REYES. — Vida ¿ obras de don J. V. Lastarria (continuacion), por ALEJAN- sl kE DRO FUENZALIDA GRANDON.—Ponética aplicada a la enseñanza de los idiomas vivos, por RODOLFO LENzZ.-—Sobre el sistema de desarrollo mas conveniente para pt E -3 el mapa de Chile, por ALBERTO OBgECHr- — ADE astronómicas : ¿ meteoroló-— Jicas, por ALBERTO OBRECHT. a E S SE ADMITEN, SUSCRICIONES - PRECIOS Un año, doce: números. $ 10 Un semestre, seis nÚmErOS, $e e Las suscriciones empiezan con el número de Md de 1 892. IMPRENTA CERVANTES -J CALLE DE LA BRADERAS NÚM. 73. — SANTIAGO DE CHILE - E e y Y E . p IS r A PA y az UN ES - => , ES X Í JE SSA X É E e LAS E y E , 3 = A O a e CA A ESQ yA FP e e eS 5 ol ñ 5 ¡e [ a - E Ñ | Á - LA y, € ñ z < =S j A ro) eS «Te p = SS EA q ES a > ) ME == NS o REPÚBLICA DE CHILE ANALES pe A UNIVERSIDAD TOMO LXXXIT. — ENTREGA 12 A E PPC Y y A es dd Y des ba ges. a Ñ 7 . ad 7 al - > t , - . SUMAXRIO Boletin de Instruccion Pública. — Sesiones del Consejo de Instruccion Pública.— Apéndice: Acta de colacion de grados de 11 de Julio de 1892.— Titulos 1 ¿grados conferidos por la Universidad de Chile durante el año escolar de 1892. Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de la familia de las tropeóleas ¿ oxalídeas (continuacion), por el doctor R.: A. PHILIPP1.— La accion de nulidad del matrimonio segun el artículo 34 de la let de matrimonto > civil, por CÁrLOS ESTÉVEZ G. — Habitaciones para obreros, por ARTURO ALESSANDRI. —Derechos civiles de la mujer, por GUILLERMO ECHEVERRÍA MONTES. —La asistencia príblica en Chile, por E. VALDES TAGLE.—La novela contemporánea en España, por AGUSTIN GÓMEZ GaArcÍa.—/mperfecciones 2 erratas manifiestas de la edicion auténtica del Código Civil Chileno (continua- cion), por MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES. —Vida Z obras de don J. Y. Lastarria (continuacion), por ALEJANDRO Fu swencía del hombre i Darwinismo, por ALFONSO FRANCISCO Nocu ES. — Obser: vaciones astronómicas + meteorolójicas, por ALBERTO OBRECHT. / ABRIL DÉ 1690 SANTIAGO ] MPRENTA ¡CERVANTES CALLE DE LA BANDERA, 73 1893 CERTÁMENES UNIVERSITARIOS a ao 0 00 IO CONSEJO DE INSTRUCCION PÚBLICA Colobracion del quincuajósimo aniversario de la inauguracion de la Universidad de Chilo I. Para solemnizar debidamente. esta fecha memorable se abrirán dos certá menes, uno artistico i otro literario. _ TL El certámen artistico tendrá por objeto la composicion de un cuadro alegórico que simbolice la inauguracion de nuestro primer establecimiento q cientifico; ia él podrán concurrir los artistas pintores nacionales ¡ estranje- ros, residentes en Chile. El cuadro deberá tener cuatro metros de largo por tres de ancho. Los trabajos serán presentados ántes del 1.2 de Julio de 1893 i colocados provisionalmente en la sala principal de la Universidad a fin de que sean juz- A gados por una comision especial, que nombrará el Consejo. y El autor del cuadro que merezca el primer premio obtendrá la suma 1 de dos N mil pesos ($ 2,000) en dinero, i será recomendado al Gobierno a fin de que adquiera el trabajo premiado. El segundo premio consistirá en la a de un mil pesos ($ 1,000) en dinero. E No será forzoso a la comision otorgar premios si, a su juicio, los trabajos E presentados no merecen tal distincion. A e 3 III. En el certámen literario habrá dos temas, a Ste Reseña. de los traba- jos llevados a cabo por la Universidad en sus cincuenta años de exi stencia, e His- - A 3 toria de los progresos médicos en Chile. ' | E LE q PY, Las composiciones deberán presentarse tambien. ántes. del. Le de Julio de 1893. ÓN Una comision del Consejo Aesignata las dos. obras que deban ser premiadas con la suma de mil peo cada una. gd ta ( PEANTAS NUEVAS CHILENAS DE LA FAMILIA DE LAS TROPEÓLEAS 1 OXALÍDEAS ——B LS (Continuacion) 24. OXALIS BULBOCASTANUM.—Ph. O. glaberrima, e tubere subgloboso folia et pedunculos aphy- llos duplo longiores emittens; foliis trifoliatis, foliolis cuneatis obcordatis, pedunculis furcatis, ramis subquinquefloris, pedicellis' basi bracteatis; calycis foliolis valde inzequalibus, tribus fere triangulari-orbicularibus, basi subtruncatis, duobus perangustis linearibus; corolla lutea calycem parum excedente. Loco dicto Morro de Caldera orn. Guill. Geisse anno 1886 invenit. - De un tubérculo del diámetro de 14 milímetros nacen entre muchas escamas unos diez tallos i otras tantas hojas; los pecio- los de éstas miden 25 milímetros, el largo de las hojuelas llega a 11 milímetros, isu ancho a 10 milímetros; son poco escotadas. TOMO LXXXII 74 1096 . MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS. Los pedúnculos tienen la lonjitud de go milímetros, í se bi- furcan casi desde la mitad de su lonjítud bajo un ángulo mui abierto, i cada ramo lleva 5 flores í mas, las brácteas al oríjen de la bifurcacion ide los pedicelos tienen 2 a 3 milímetros de largo, los pedicelos hasta 20 milímetros. Las hojuelas del cáliz tienen la lonjitud de 9 milímetros, ilas mas grandes casi la misma anchura. La cápsula parece tan grande como el cáliz. Las flores han sido demasiado comprimidas en la desecacion, de modo que no permiten conocer mas detalles. 25. OXALIS BORCHERSI.—Ph. O. fruticosa, caule elongato, simplici, cínereo, 4-5 mm. cras- so; foliis longe petiolatis, trifoliolatis, foliis obcordatis supra slabriusculis, subtus dense pilosulis, ciliatis, pedunculis gracilí- bus, petiolos superantibus, glabris, multifloris, apice furcatis; pedicellis 8 mm. longís, dimidium florem «equantibus, sepalis oblongis obtusis; corolla lutea, calycem ter sequante. Prope Paposo Octobri 1887 legit orn. Aug. Borchers. La planta se separa, como tantas- otras especies, al secar- se, en todas las articulaciones; su tallo tiene la lonjitud de 17 centímetros, es ceniciento en la parte inferior, i cubierto de cicatrices distantes de las hojas caidas. Los peciolos miden 8 milímetros, las hojuelas 10 milímetros, los pedúnculos 13 mi- límetros, los pétalos 14 milímetros. 26. OXALIS BREANA.—Ph. - O. glabriuscula; caule...; petiolis 5 cm. longis, erassiuscu- lis, foliolis ternis, majusculis, obcordatis, parum profunde emar- ginatis, usque ad 18 mm. latis; pedunculo percrasso, petio- los superante (?), apice furcato, multifloro; pedicellis primum 10 mm. longis, calycem vix superantibus; calycis sepalis duobus exterioribus ovatis, acutís; corolla lutea, calycem bis equante- In deserto Atacama loco Breas dicto invenit 1888 orn. Ala- miro Larrañaga. | He recibido solo una hoja i un pedúnculo. El peciolo tiene el grueso de un milímetro; las hojuelas llevan unos pelitos es- PLANTAS NUEVAS CHILENAS 10097 parcidos, un poco mas abundantes en la pájina inferior. El pe- dúnculo, mui comprimido en la desecacion, tiene el ancho de 4 milímetros. Hai como 16 flores, en cuya base hai bracteitas aovadas obtusas, del largo de 4 milímetros. Los sépalos este- riores miden 7 milímetros en lonjitud ¡ 5% milímetros en la- titud. 27. OXALIS DUMETORUM.—Barn. Gay 1 p. He notado en csta especie una anomalía mui singular. Los cinco estilos están sol- dados hasta la punta, i quedan aun soldados en el fruto, de modo que el "sineceo, se parece exactamente al de Ge- rantum. Véase la figura a, Jínoceo al tiempo de florecer, A el mismo abultado; b fruto, B el fruto abultado. ex DSMNOXATIS ILLA PELINA:==Pb: O. caule lignoso, apice ramoso, ranmts densissime squamatis, squamis villoso-ciliatis; foliis... (tempere florendi nullis?; pe- dunculis 13 cm. longís, furcatis, subguadrifloris: pedicellis caly- cem magnum «equantibus, calycibusque glaberrimis; sepalis anguste linearibus, apice rotundato-truncatis; duobus basí has- tato dilatatis, corolla calycem saltem bis sequante, lutea, 17 mm. longa; capsulae calyce brevioris loculis polyspermis. Habitat in Andibus de Illapel dictis. He recibido 15 ejemplares, pero todos carecen de hojas i aun de peciolos; ignoro sí estos órganos se han perdido en la dese- cacion, o si la planta no las tenía ya al tiempo de florecer. La parte inferior del tallo es leñosa 1 mui dura, cubierta de una cáscara parda, i a veces del grueso de 9 milímetros i del largo de 13 milímetros; los ramos nuevos, que llevan las hojas i flo- res, tienen la lonjitud de 2 centímetros, i con las escamas el grosor de casi 6 milímetros. Los dos ramos de la inflorescencia 1098 f MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS son cortos, los pedicelos alcanzan a 13 milímetros de largo, i tienen en su base bracteitas mui pequeñas. Los pétalos son - simplemente amarillos sin líneas violadas. y 29. OXALIS STRICTULA.—Steud. O. uradice descendente cauleque basi lignescente; caulibus pau- cis (2), strictulis, subpedalibus, cum petiolis et pedicellis rigide pubescentibus; petiolis omnibus subradicalibus, caule fere du- plo brevioribus, trifoliatis, foliolis tenui-pubescentibus, ovatis, emarginatis, pallidis, fere pellucidis, magnis, fere pollicaribus (28 mm. longis); floribus laxe paniculatis [?); calycis laciniis lanceolatis, acutis, pilosis, corolla intense lutea duplo brevio- ribusn. des ye O. strictula Steud. Flora 1856 p. 443. O. a pubescente diversa Ber ¡ “In umbrosis Rancagua. "Raiz descendente, leñosa, como la base del tallo; tallos en corto número (2), mui derechos, cerca de un pié de alto, cu- biertos de una pubescencia ríjida lo mismo que los peciolos ¡ pedicelos (¿pedúnculos?) ;peciolos casi todos sub-radicales; del largo de la mitad del tallo, trifoliados; hojuelas cubiertas de un | vello delgado, aovadas, escotadas, pálidas, casi trasparentes, - grandes, del largo de 28 milímetros; flores dispuestas en una pa- noja [?] floja; lacinias del cáliz (debe decirse uhojuelasm) lanceo- ladas, puntiagudas, peludas; mas cortas que la corola, que es de un amarillo intenso. | Le Parece ser una especie mui particular, a no ser que sea idén- tica con la O. succulenta. No se puede confundir con la O. valdi- viensís, que es anual. y 30. OXALIS SUCCULENTA.—Barn. Gay l, p. 442 Los ejemplares de esta especie, que posee el Museo, se dife- rencian en los puntos siguientes de la descripcion dada en el - lugar citado: 1.0 las hojuelas no son pubescentes en la cara in- | ferior sino lampiñas. 2.2 El cáliz i el ovario son igualmente lampiños, la diferencia entre la lonjitud de los peciolos i pe=. "Y PURAS ORGA 2 PLANTAS NUEVAS CHILENAS 1009 dúnculos no es siempre tan marcada que se pueda decir petio- lis pedunculo 7221/20 brevioribus.n Los caractéres constantes de la especie son pues: las hojuelas poco escotadas, los peciolos mui largos hasta 25 centímetros, los pedúnculos mas largos aun» con cuya lonjitud contrasta singularmente la brevedad de los dos ramos de la inflorescencia. Tenemos un ejemplar que es evidentemente anual con un tallo de 8 centímetros imui pocas hojas, i otro perenne? con el tallo de 4 centímetros, dividido en muchos ramos, con mas de 50 hojas. Esta especie es mui afin a la O. valdivzensis Barn., en la cual los peciolos son mucho mas cortos i los pedúnculos mucho mas largos, 31. OXALIS DICHOTOMTE!.ORA.—Steud. O. rhizomate crassiusculo, lignescente, in caulem brevissi- mum, crassum, subtuberculatum excrescente, statim in folia et pedunculos densissime aggregata, sparsim ve) densius breve et rigidiuscule pilosa expansum; foliis ternatis, foliolis oblique ovatis, obtusis, apice emarginatis; pedunculis sine inflorescentia petiolos «equantibus, dichotomis, dichotomise ramis remote ra- cemoso-floriferis; pedicellis plurimis, patentibus, demum reflexis; calycis sepalis oblongo-lanceolatis, glabris, subpatulis, duplo brevioribus corolla pallide lutea glabra». O. dichotomiflora. Steud. Flora 1856, p. 442. "In petrosis herbidis et ad vias et sepes Quillota. Steudel. "Rizoma bastante grueso, casi leñoso, que termina en un ta- llo mui corto, grueso, algo tuberculoso; hojas i pedúnculos mui densamente amontonados, cubiertos de pelos cortos algo rijidos mas o ménos apretados; hojuelas al número de tres, oblícua- mente aovadas, obtusas, escotadas; pedúnculos sin su inflores- cencia tan largos como los peciolos, dicótomos; ramos de la di- cotomia llevando flores numcrosas distantes; pedicelos al fin reflejos; sépalos oblongos-lanceolados, lampiños, algo abiertos, la mitad tan largos, como la corola, que es lampiña 1 de un co- lor amarillo pálido. A to IIOO MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 32. OXALIS BREVICAULIS.—Steud. O. radice fibrosa; caule brevi, statim in petiolos et pedun- 3 culos confertos secedente, patenti et rigidiuscule pilosos eglan- dulosos; foliis ternatis, foliolis cuneiformi-oblique ovatis, apice emarginatis, subadpressi pilosis et ciliatis; pedunculis folia su- perantibus, apice paniculato-umbellifero [?] multifloris, ad di- chotomias bibracteatis; calycis sepalis lanceolatis, obtusiusculis, undique pilosis; petalis pallide luteis, sepala duplo PBperantiBús An. O. vinaquille var? sed flores duplo majores.!! . O. brevicaulis Steud. Flora 1856, p. 442. -, pascuis sylvaticis Valparaiso. "Raiz fibrosa; tallo corto, rematando luego en peciolos i pe- dúnculos mui amontonados, que tienen pelos tiesos no glandu- - losos; hojas trifolioladas; las hojuelas cuneiformes, oblícuamente aovadas, escotadas, cubiertas de pelos un poco recostados, i pes- tañosos; pedúnculos mas largos que las hojas, multifloros, pani- culado—umbeliformes; con dos brácteas en las dicotomias (en el mismo renglon las flores son paniculadas-umbeladas i dispuestas en dicotomia! lo último es la verdad); sépalos lanceolados, algo obtusos, peludos por todos lados; pétalos de un amarillo pálido, y del doble tamaño de los sépalos." Creo no equivocarme, si tomo esta Oxalis por la O. laxa de Hook. i Arn. (Gay 1, p. 447). 33. OXALIS VINAGRILLO.—>5teud. (errore plumze vinaquillo) 2. O. "radice simplici fibrosa; caule brevissimo emittente folia subrosellato-compacta; petiolis pedunculisque patentim pilosis; foliis trifoliatis, foliolis late obcordatis emarginatis, adpresse pi- losiusculis, margine subciliatis; floribus parvzs, laxe racemosis vel subpaniculatis, cernuzs, luteolis, calycis laciniis pubescenti- pilosis, corollam eguantibus, capsula calyce subclauso incluso.” O. vinaquillo Steud. Flora 1856, p. 442. 3 "Ad. muros inque hortis et cultis. Vinaquillo ao pa Vi- 3 nagrillo). Rancagua. | 3 "Raiz sencilla, fibrosa; tallo mui corto, pidio hojas casi dispuestas en una roseta compacta; pedúnculos i peciolos cubiertos de pelos horizontales; hojas trifolioladas, las hojuelas - E anchamente tras-acorazonadas, escotadas, cubiertas de pelos PLANTAS NUEVAS CHILENAS IIOI recostados, su márjen casi pestañoso; flores pequeñas, dispues- tas en un racimo flojo o una especie de panoja, (ninguna Oxa- lis tiene flores paniculadas), cabizbajas, amarillentas; lacinias del cáliz pubescentes-peludas, tan largas como la corola; cáp- sula encerrada en el cáliz. Me parece fuera de duda que esta O. vinagrillo con sus flores. pequeñas, amarillentas, es la misma que la O. micrantha del Bertero Gay lI, p. 449, que no puedo diferenciar de la €. adlsi- nozdes de Walp. (Gay, I, p. 450). 34. OXALIS PLATYCAULIS.—Steud. O. "radice simplici, descendente, fibrosa; caule erecto, dilatato compresso, undique a basi ad apicem usque petiolis sparsim pedunculis dense pilis rigidis obsitis utrisque subaequalibus erecto-patulis; foliis ternatis; foliolis cuneiformi-ovatis, apice emarginatis, tenuibus, venosulis pilosiusculis; pedunculis di- chotome racemosis; pedicellis subnutantibus vel rectis, cum calycibus dense rigidule pilosis; sepalis oblongo-linearibus, obtusis, quam petala luteola vix longioribus. O. platicaulís Steud. Flora 1856, p. 442. In apricis pascuis collium Valparaiso. "Raiz sencilla, descendente, fibrosa; tallo erguido, ensan- chado, comprimido, cubierto desde la base hasta el ápice de pe- ciolos i pedúnculos, los dos casi iguales, casi erguidos, cubiertos densamente de pelos 72jidos; hojas trifolioladas, las hojuelas cuneiformes-aovadas, escotadas, delgadas, algo venosas, 1 un poco peludas, pedúnculos dicótomos-racemosos, los pedicelos un poco colgados o derechos, i cubiertos como los cálices den- samente de pelos ríjidos; sépalos oblongos, obtusos, apénas mas largos que los pétalos amarillentosn.—Los pétalos de un ama- rillo pálido i mas pequeños que el cáliz me hacen creer, que es- ta Oxalis es una variedad insignificante de la O.. alsinozdes. 1V. Hojas trifolioladas, foros coloradas 35. OXALIS BIGLANDULOSA.—Steud. O. uradice tuberosa, squamis laxis, tenuibus obtecta. foliis radicalibus ternatis in petiolis tenuibus scapo plus duplo bre- 1102 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS vioribus; petiolis scapoque cum foliolis obcordato-bilobis pilosis; scapis 3-4 floris, foliolis (bracteis) lanceolatis acutis minimis in- volucellatis; calycis foliolis flore triplo brevioribus, lanceolatis, apice obscure bilobis, lobuio utroque glanduloso, glandula oblonga pilosiuscula; stylis stamina superantibus, quam petala «plus duplo brevioribus, petalis caeruleis glabrescentibus.— O. lastopetalae Zucc. Oxal p. 25 proxima. Differt: radice simplici- ter tuberosa, squamis laxis, tenuibus tecta, foliolis minime gla-= bris, petalis non pubescentibus, vix ejus tantum varietas.n O. biglandulosa Steud. Flora 1856, p. 444. Vallis Trumao Valdiviae. “Raiz tuberosa, cubierta de escamas flojas, delgadas; hojas radicales formadas de un peciolo delgado que no alcanza a la mitad de los pedúnculos, í de tres hojuelas; los peciolos, esca- pos, i las hojuelas trasacorazonadas-bilobuladas peludas; pe- dúnculos 3 a 4 floros; unas brácteas lanceoladas puntiagudas, mui pequeñas forman una especie de invólucro; hojuelas del cáliz que tienen solo la tercera parte del largo de la flor lanceo- ladas casi bilobuladas en la punta, cada lóbulo glanduloso, lle- vando una glándula oblonga algo vellosita, estilos mas largos que los estambres, pero que no tienen la mitad del largo de los pétalos; pétalos azules (solo cuando secos en la planta viva serán colorados) casi lampiños. Mui afin a la O. /astopetala de Zuccarini Oxal. p. 25. Difiere: por la raiz simplemente tubero- sa, cubierta de escamas flojas delgadas, por las hojuelas no lampiñas, los pétalos no pubescentes; no puede ser una simple variedad.? | - 36. OXALIS TRICHOCALYX.—Steud. O. “rhizomate crasso, lignoso; culmo (sic!) basi ramoso lig- nescente, residuis baseorum (sic!) foliorum emortuorum stipiti- formibus truncatis obsesso, breviter clongato et petiolis pedi- cellisque confertis obsito; foliis trifoliatis quam pedunculi parum brevioribus; foliolis subczuneato-ovatis, emarginatis, obtusis, ad . presse-pilosis; pedunculis apice umbellato-confertifloris; calyci- bus glabricusculis, sepalis oblongis, obtusis, apice subfasciculato barbatis; floribus (petalis) atro-vzolacezs, calycem duplo supe- rantibus. .. | | | PLANTAS NUEVAS CHILENAS : 1103 O. trichocalyx Steud. Flora 1856 p. 443- "In arenosis secus flumen Cachapoal legit Bertero., "O. rizoma grueso, leñoso; tallo ramificado i leñoso en la base, cubierto de los restos de las hojas caidas, que tienen la forma de escamas truncadas, poco alargado, llevando peciolos i pedicelos (en lugar de pedunculos!) apretados; hojas trifoliola- das, poco mas cortas que los pedúnculos; hojuelas algo cunci- formes-ovaladas, escotadas, obtusas, con pelos recortados; pe- dúnculos llevando una umbela multiflor apretada; cálices casi lampiños; sépalos oblongos obtusos, con una barba de pelitos en el ápice; pétalos de un violado oscuro del doble tamaño de los sépalos. No veo en la descripcion otro carácter que pueda distinguir la O. trichocalyx del Steudel de la O. polyantha, que la lijera pubescencia de la hoja i los pelitos en la punta de los sépalos. 37.—OXALIS INESITAE.—Ph. O. glaberrima, humilis, ramosissima; foliolis minutis, obova- tis, haud emarginatis, marginatis, dense papillosis, albicantibus; pedunculis folia acgre superantibus, flores 2 ad 4 subumbellatos gerentibus; pedicellis florem raro «equantibus; calyce roseo; co- rolla purpurea calycem bis aequante. In deserto Atacama loco "Vegas de doña Ines chican dicto invenit ornat. Fr. San Roman. Tenemos solo algunos ramos del largo de 5 centímetros. Los peciolos capilares miden 18 milímetros, las hojuelas 4 milíme- tros de largo i casi otro tanto de ancho; los pedúnculos alcanzan a 16 milímetros, los pedicelos tienen 5 milímetros escasos, el cáliz 4 milímetros, la corola 7 a 8 milímetros. Es una especie mui distinta por sus hojuelas nada escotadas, densamente papi- losas i en consecuencia de eso, casi blancas. 38.—OXALIS HIRTHI.—Ph. O. perennis, humilis glaberrima; caule basi squamato, foliis confertissimis, trifoliolatis parvis; foliolis obcordatis; pedun- culis petiolos aequantibus, flores rubros circa 5 umbellatos, I1IO4 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS brevissime pedicellatos gerentibus; calycis foliolís oblongis, - obtusissimis; petalis rubris calycem bis (vel forte am aequan- tibus. y ln Andibus supra San Fernando detexit ornat. Adolphus Hirth.- . La raiz es sencilla, mui alargada, de color pardo claro. La altura del tallo es 25 «milímetros, su grosor 3 milímetros. Los peciolos alcanzan casi todos al mismo nivel i tienen 20 milíme- tros escasos de largo; las hojuelas miden 3 a 4 milímetros, ison hondamente escotadas. Los pedicelos miden 12 milímetros, las hojuelas del cáliz 3% milímetros, éstas son barbudas en su ápi- ce, como en todas las demas especies, etc. No he visto la cáp- sula. Esta especie se distirgue fácilmente de la O. hapalconidea Barn, porque ésta tiene una raiz fibrosa, el tallo del largo de 13,5 centímentros, pedúnculos cortos, etc.; la O. spodzrophylla difiere por su vellosidad, la O. polyantha, lampiña como la nues- tra, por sus pedúnculos alargados, etc., i la O. macrorrheza Gill. que no he visto todavía, por sus hojas peladas en la cara infe= rior, los peciolos alargados, los pedúnculos unifloros. V.—Hojas multifolioladas 39.—OXALIS SQUAMOSO-RADICOSA., —Steud. O. “rhizomate molli, carnoso, squamis sublignescentibus tecto; acaulis, foliis radicalibus, in petiolis tenuibus apice patentim unifoliatis (multifoliatis?); folzolzs sub 12 , aequalibus, líinearibus» pubescentibus, apice submarginatis (emarginatis?) et altero. margine undulatis; flore unico radicali, infra apicem bracteola - parva, subovata notato; calyce 3 fido, laciniis -lanceolatis quam 3 corolla pluries breviore. Quoad radicem O. magellanicae si- 3 milis.. O. squamoso- aia Steud. Flora 1856, p. 443. "In pascuis freti Magellanici legit Lechler... - 3 "Rizoma blando, carnoso, cubierto de escamas, casi leñoso, A sin tallo; hojas radicales, sustentadas por peciolos delgados, que llevan en su ápice una (muchas?) hojuela; hai como doce hojue- las iguales, lineales, pubescentes, marjinadas (¿no seria escota- PLANTAS NUEVAS CHILENAS 1105 das?) en su ápice, ondeadas en uno de sus márjenes; una sola flor radical, que lleva debajo del ápice (del pedúnculo) una pequeña bráctea aovada; cáliz quinquefido (no es seguramente pentafilo) con lacinias (no con hojuelas) lanceoladas, mucho mas peque- ñas que los pétalos. amarillos. En cuanto a la raiz se parece a la O. magellanica.. Debe ser una de las especies mas singulares del jénero. LÍNEAS Linum L, LINUM OBTUSIFOLIUM.—Ph. L. suffruticosum, ramosissimum, caespitosum, glabrum,; cau- libus 9 cm. altis, dense foliatis; foliis linearibus, basí eglandulo- sis, obtuszs; floribus terminalibus solzfarz2s, subsessilibus; foliolis calycinis ovatis vzr acutiusculzs; corolla lutea, calycem ter qua- terve aequante; stylis a medio inde discretis. Habitat in monte Fray Jorje dicto ad ostium fluminis Lima- rí, ubi januario 1883, detexit filius Fridericus. El corto tallo leñoso alcanza a tener 12 milímetros de grosor: La anchura de las hojas es de 11 milímetros, el cáliz mide 3% milímetros, la corola 11 a 12 milímetros. Conviene con el L£. Chamissonzs por la falta de glándulas a lá base de las hojas, 1 los estilos separados, pero las hojas obtusas, las flores solitarias en el ápice de los ramos, los sépalos apénas puntiagudos aova- dos me parecen suficientes para el establecimiento de una nue- va especie. ZIGOFÍLEAS Pintoa Gay. PINTOA CHILENSIS.—Gay. l, p. 480 Este arbusto se muestra bajo tres formas: 1.2 La forma típica glandulosa tiene en la cara inferior de las hojas glándulas pardas “folia subtus glandulosan; pero si en el 1106 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS lugar citado se dice: "foliolis subtus capsulis ovatis fusco glan- dulosis instructis., no se comprende qué cosa puedan ser estas cápsulas. La planta es casi lanuda 1 parece ser mui abundante cerca de Yerba-Buena, en cl valle de Carrizal. Las hojuelas tie- nen 12 milímetros de lonjitud. 2.2, eglandulosa. Las hojuelas carecen enteramente de glán- dulas en su cara inferior, o estas glándulas son demasiado pe- queñas; crece frecuentemente cerca de Chañarcillo. 3.2, microphylla. La planta es simplemente sedosa, las hojue- las carecen igualmente de glándulas en la cara inferior, i miden solo 6 milímetros. Nuestros ejemplares son de la provincia de Atacama i sin indicacion del lugar exacto. (Continuará) Dr. RODULFO A. PHILIPPI Director del Museo Nacional quina 11101111121 09 101000002 EXE ANNE NENE OZ o ocaso a SANA , ANS ONE ANDO E ( 0) AAA NAAA SN LA ACCION DE NULIDAD DEL MATRIMONIO SEGUN EL ARTÍCULO 34 DE LA LEI DE MATRIMONIO CIVIL ... A e. MEMORIA PRESENTADA PARA OPTAR AL GRADO "DE LICENCIADO EN LA FACULTAD DE LEYES I CIENCIAS POLÍTICAS SEÑORES: Para cumplir con los estatutos universitarios, que imponen a los aspirantes al grado de Licenciado en la Facultad de Leyes i Ciencias políticas leer, ante esta honorable Comision, una me- moría sobre un punto legal, he fijado mi atencion en un artículo de la lei de Matrimonio Civil que dice como sigue: “Corresponde la accion de nulidad a los presuntos cónyujes, a sus ascendientes, al ministerio público i a las personas que tengan actual interes en ella, i 20 podrá intentarse si no viven ambos cónyujes.. Contando con vuestra benevolencia i escudado con el deseo de hacer algo digno de la honorable Comision, solicito de ante- mano disculpa de los muchos errores que no será raro encie- rre el trabajo de un principiante. Es mui lójico que el paso de una lejislacion a otra, alterando sustancialmente los principios sobre que descansaba la antigua, 1108 - - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS acarree dificultades para aplicarla; estas dificultades tienen que ser mayores en el caso actual, ya que la lejislacion anterior al año 84 jiraba sobre principios diametralmente opuestos a los que fueron base de la nueva lei sobre matrimonio. El espíritu jeneral de nuestro derecho, tanto antiguo como actual, en materia de matrimonio, ha sido dejar siempre per- fectamente en claro la validez o la nulidad de un matrimonio. Un contrato de esa importancia no puede quedar sin una base sólida, es necesario deslindar con la mayor exactitud posi- ble el oríjen válido o nulo de ese hecho trascendental, cuyas consecuencias ante la sociedad i la lei son de tan vital impor- tancia. De ese contrato nacen derechos importantísimos, en cuya conservacion 1 claridad tiene el cuerpo social grandísimo inte- res. El estado civil de una persona le crea ante la lei prerrogativas de todo jénero, razon por la cual nuestra lejislacion lo vijila i cuida atentamente; hai un verdadero interes en que el estado civil esté perfectamente definido. Inútil es tambien insinuar la idea de que nuestra lejislacion mira la poligamia como un aten- tado contra el órden social, procura evitar sus funestas conse- cuencias i castiga con severas penas a los que violan sus terminantes disposiciones al respeto; sin embargo, esta idea desquiciadora, que nuestro derecho rechaza, encuentra apoyo en nuestra lejislacion en el inciso que ántes copié. De ninguna manera acepta el hecho, pero se ve obligada por los términos claros i terminantes de la lei, a aceptar sus consecuencias, í lo que es peor aun, cerrando esa lei la puerta para subsanar el vicio de nulidad, equipara el matrimonio nulo con el válido i coloca a la prole lejítima i a la adulterina en po igualdad de condiciones. La frase final de ese inciso, ¿ no podrá intentarse si no viven los dos cónyujzes, deja comprender con su simple lectura que el matrimonio nulo, cualesquiera que sean las causas que lo inva- lidan, es válido si no se intenta la accion de nulidad en vida de ámbos cónyujes. O en otros términos, la accion de nulidad prescribe por el trascurso del tiempo, tiempo que puede ser mas o ménos largo, segun que muera mas o ménos temprano uno de los cónyujes. Por las leyes canónicas que nos rejian ántes del año 84, no. NULIDAD DEL MATRIMONIO 1109 solo no prescribia esta accion, sino que se podia entablar des- pues de la sentencia dada acerca de la validez del matrimonio; pues jamas pasa en autoridad de cosa juzgada una sentencia sobre validez o nulidad de un matrimonio. Las razones en que descansaba el principio de derecho canó- nico no eran otras que mantener la paz de la familia, el órden social 1 sobre todo una regla de equidad que aconseja no dejar jamas inciertos derechos tan importantes como el de que se tra- ta: pueden ser mul funestas las consecuencias dela incertidumbre de la validez o nulidad de un matrimonio i, por consiguiente, de la lejitimidad o ilejitimidad de la prole. Indudablemente que existe un interes social mui grande para que tales actos estén claros i definidos. Ninguna razon de interes material o tranqui- lidad momentánea puede sobreponerse a este vital interes so- cial, de que jamas i por ningun acontecimiento quede incierto el estado civil 1 los derechos de uno solo de los miembros de la sociedad. Por otra parte, el bien público no puede jamas desentenderse del bien particular, ni mucho ménos contrariarlo; cosa que nos llevaria a la falsa consecuencia de que la sociedad tiene por ob- jeto algo que es bien para la colectividad 1 mal para el indivi- duo; proposicion que contraría por su base la naturaleza de la =_ sociedad, esto es, de una agrupacion de individuos que han mancomunado sus esfuerzos para alcanzar por este medio un fin comun. 11 Aparece, pues, a primera vista que hai una gran diferencia entre la antigua lejislacion canónica i nuestra lei de matrimonio civil; insinué tambien al iniciar este corto estudio que el nuevo artículo 34 nos llevaba a consecuencias que evidentemente no se uniforman con el espíritu de nuestra lejislacion. Procuraré aclarar con un ejemplo en qué consiste el error de nuestra lei a mi humilde juicio. En Santiago, ligados por vínculo matrimonial, que ha sido contraido con todos los requisitos legales, viven Pedro i Juana cuidando los hijos habidos de esta union lejítima. Pedro, por ra- ITIIO. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS zones que no nos importa conocer, fija su residencia en la ciudad de Angol, abandona su primera mujer, contrae segundas nup- cias 1 forma una nueva familía. En esta situacion fallece Pedro, i llega el caso de partir sus bienes; entónces razones de interes pecuniario, i mas que éstas ' la honra inducen a ámbas familias a intentar acciones judicia- les para deslindar sus derechos; cada parte estará interesada en impugnar el matrimonio de la otra, pero ¿cuál de estos matri- monios es el que se puede anular? No el primero, que se con- trajo con todas las solemnidades legales, i no fué burlado nin- guno de los impedimentos o prohibiciones que la lei establece; no el segundo, aunque celebrado con el impedimento de ligámen, esto es, del número 1. del artículo 4.2 que dice: “los que se ha- llaren ligados por vínculo matrimonial no disuelto, porque no se intentó la accion de nulidad en vida de ámbos cónyujes, como lo prescribe el artículo 34. Luego, pues, de esta union ilíci- ta, de este adulterio, se hace ante la lei una union lejítima que producirá como tal todos sus efectos civiles; los hijos serán lejí- timos, es decir, de adulterinos habrán pasado a lejítimos. Segun el artículo 205 del Código Civil, estos hijos no podrán ser leji- timados, luego a fortíorí no pueden ser lejítimos, porque el fun- damento de la lejitimacion, como dice el Derecho Romano: "es una ficcion por la que se supone que los padres del ilejítimo estaban casados al tiempo de procrearlos. Como lejítimos concurrirán en la sucesion por cabeza, con los otros habidos en el primer matrimonio. Estos no podrán O . . a ( - a, > 3 ner ninguna accion contra aquellos, porque la impugnacion de la lejitimidad fundada en la falta de matrimonio verdadero o putativo, que produzca efectos civiles, no peta intentarse sl no viven ámbos cónyujes. El Código Civil ha sido, pues, tácitamente derogado en esta parte desvirtuándose la regla jeneral tan sábia que ántes recor- dé, i¡ abriéndose camino para que los hijos lejítimos i los adul- - terinos tengan ante la lei iguales derechos. De aquí surje todavía otra cuestion: ¿habrá que dar a los cónyujes sobrevivientes, a título de porcion conyugal, la lejíti- ma rigurosa de un hijo, segun el artículo 1138 del Código Civil? - ¿La porcion conyugal en el caso de esta sucesion, es una O » NULIDAD DFL MATRIMONIO 1IIJS dos? Hai ante la lei dos matrimonios válidos simultáneamente, luego tendrá que haber dos porciones; eso parece mas justo. Como se ve, pues, este primer inciso del artículo 34 de la lei de Matrimonio Civil, contiene una regla que puede traer funes- tas consecuencias; en el caso propuesto, queda reconocida ante la lei la poligamia con todos sus efectos, TTI Sin embargo podria desvirtuarse el anterior raciocinio, ale- gando que el segundo matrimonio contraido con un impedi- mento que hacia imposible su celebracion, llevaba envuelto en sí mismo la nulidad, ateniéndose al principio jeneral del Có- digo Civil que dice que "es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos que la lei prescribe para el valor del mismo acto o contrato, segun la especie i la calidad o es- tado de las personas... Este es el principio jeneral que rije en materia de nulidad de un acto o contrato, ia él debemos ate- nernos para la resolucion de los casos que puedan llevar consigo ese vicio. Nuestro Código Civil divide tambien la nulidad en absoluta i relativa, marcando las diferencias que entre ellas existen, i sobre todo concediendo mui diferentes efectos a una 1 otra. El artículo 1683 del Código Civil dice que la nulidad absoluta puede i debe ser declarada por el juez aun sin peticion de partes, cuando aparece de manifiesto en el acto o contraton; i el artículo 1684 dice que la relativa solo puede ser declarada por el juez a pedimento de parten. Bien marcada es como se ve la diferencia que la lei establece entre ámbas especies de nuli- dad, i bien distintas las maneras cómo puede producir sus efectos. | En el ejemplo que ántes espuse, la nulidad del segundo ma- trimonio es nulidad absoluta, ya que es producida por un objeto o causa ilícita, i, por consiguiente, en conformidad a la doctrina jeneral puede i debe ser declarada de oficio. En nuestro caso, fallecido ya uno de los cónyujes, no podria intentarse la accion de nulidad desde que el inciso 1.* del ar- tículo 34 es terminante a este respecto: no ha querido la lei que esta accion se entable sino en vida de ámbos cónyujes, fallecido TOMO LXXXII 75 1152 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS uno de ellos, esa accion prescribe. Mas aun, la lei ha querido que el interes de los ascendientes, del ministerio público i de- mas personas interesadas esté subordinado a esta condicion pri- maria: que vivan ámbos cónyujes. | No quedaria entónces otro recurso que la resolucion de la nu- lidad hecha por el juez. Se comprende perfectamente que no es esto lo que ha querido la lei. Es evidente que si prohibe instau- rar accion de nulidad al cónyuje sobreviviente, a los ascendien- tes, al Ministerio público ia las demas personas interesadas en esa declaracion, i a quienes atañe mas directamente los efectos de ese paso, no ha querido dejar al arbitrio del juez el que pueda declarar nulo aquelloque la lei está interesada en que solo pidan su nulidad los directa e inmediatamente interesados. Cuando la lei exije que para declarar nulo un acto se llenen formalidades que pueden ser mas o ménos rigurosas i señala taxativamente quiénes pueden ser las personas que pueden ins- taurar esa accion, es lójico suponer que ni aun el poder judicial podria declarar nulo aquello que la lei, inspirada en el interes público, no ha querido, sobre todo teniendo en consideracion que la accion del poder judicial es en jeneral pasiva, que solo obra de oficio en aquellos casos en que la lei faculta semejantes procedimientos; no parece, pues, que el espiritu de la lei fué autorizar al poder judicial para que de oficio hiciera semejante declaracion. | Puede tambien presentarse otro caso: el poder judicial no tiene conocimiento del matrimonio nulo, pero cualesquiera de las personas interesadas hace llegar a'conocimiento del juez la existencia de ese matrimonio, para que ese funcionario, conside- rando la absoluta nulidad, la declare de oficio. Pero entónces quedaria burlada la lei, quedaria burlado el precepto terminante que dice, que esa accion de nulidad solo se intente viviendo ám- bos cónyujes. Suponer que una lei tan trascendental como ésta haya querido dejar una puerta para que pueda ser burlada es una suposicion inaceptable, que ataca la seriedad que siempre debe rodear a una decision importante. De estas condiciones se desprende, pues, que hai ción entre la letra i el espíritu de la lei. Notemos tambien que la le: de Matrimonio Civil es ¡posterior al Código dictado en 14 de di y NULIDAD DEL MATRIMONIO TALES Diciembre de 1855, i por consiguiente, debe prevalecer la lei posterior que deroga la anterior en aquello que le es mas per- fectamente contrario. Mas nos llegamos a convencer que el espíritu de la lei fué cerrar toda puerta para instaurar accion de nulidad, si estudia- mos la historia fidedigna de su establecimiento. Al discutirse en la Cámara de Diputados el artículo en cuestion, uno de los ho- norables Diputados pidió la supresion de la última parte del inciso 1.2 del artículo 34, fundándose: 1. En que al declarar el artículo 1.2 de la lei que el matrimonio que no se celebre con arreglo a esas prescripciones no produce efectos civiles, es ina- ceptable cerrar la puerta para el ejercicio de los derechos que se fundan en la no existencia de un matrimonio legal, 2.? En que si reglamos los efectos civiles del matrimonio, no podemos pres- cindir de los derechos que de ese matrimonio nacen. 3. En que no podemos tampoco dar efectos civiles a un matrimonio cele- brado contra la lei..4.? En que el mas importante de los derechos civiles que nacen del matrimonio, es el derecho a la sucesion, 1 nosotros debemos ampararlo í protejerlo. 5. En que la morali- dad i el órden de la familia deben buscarse únicamente en su: constitucion con arreglo a la lei. Estas fueron las razones capitales en que se fundó el honora- ble Diputado para pedir la supresion de ese artículo; sin embargo,. las razones que formaron mayoría partieron de una base contra- ria, i cerraron la puerta para que pudiera instaurarse esa accion. Copiaré a continuacion las palabras del señor Mac-Iver que fueron decisivas sobre la materia: "La honorable Cámara comprenderá sin dificultad, con solo considerar la naturaleza del contrato de matrimonio, que muerto uno de los cónyujes no hai objeto para declarar la nulidad de un matrimonio disuelto ya 2pso facto por la muerte de uno de los contrayentes. "Pero su señoría atiende únicamente a los efectos civiles que acarrearia aquella declaracion i raciocina sobre esa base desa- tendiendo a la naturaleza especial del contrato de que se trata. Su señoría contempla solo la cuestion de los bienes, de los de- -rechos civiles, la parte material del asunto. Yo, por el contrario, examino la cuestion por un lado social i me pregunto ¿qué 1154 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS interes público hai en que dos personas que han vivido diez, veinte o mas años unidos por el vínculo matrimonial no sean despues de su muerte reputados como verdaderos cónyujes, co-. mo fueron reputados miéntras vivieron? Pero se dice: es que puede quedar un hermano, un pariente, un tercero, que tendria interes en escluir a presuntos hijos, i al presunto cónyuje sobre- viviente de la herencia del difunto. Convengo en que la accion de nulidad pueda aprovechar en este caso a uno que otro indi- viduo particular, pero no es el interes, el alto interes de Ja so- ciedad. Si aquellos hijos tenian algun vicio de nacimiento, que quede subsanado con la naturaleza de las cosas i por el tiempo, que tanta influencia tiene en derecho civil. Propiamente este artículo establece nada mas que una prescripción cuyo término se cumple con la muerte de uno de los cónyujes. "En cuanto a los derechos de los que heredarian, a falta de los hijos, para anular la sociedad conyugal í crear a esos hijos un nuevo estado civil, ellos deben ser mas bien desestimados en homenaje a la paz de la sociedad, pues no vale la pena de per- turbar el órden de la familia por el derecho eventual de fulano, zutano o mengano. "No veo la conveniencia que habria en dara los presuntos herederos la facultad de poner en duda la lejitimidad i honra- dez de un matrimonio despues de muertos los esposos. ¿Qué se perseguiria con esto? No otra cosa que el interes que los here- deros pudieran adquirir, difamando ese matrimonio. "Ahora bien, en consideracion a este interes pecuniario ¿va la honorable Cámara a poner en cuestion la honra i el buen nom- bre de una familia, que veinte o mas años atras han dejado una honrosa huella en la sociedad?» Como ve, pues, la honorable Comision, el problema no es de tan fácil solucion. : | Dentro del caso que me he propuesto, i que nada tiene de inverosímil, puede llegar el caso de que existan simultánea- mente dos matrimonios válidos, i ya con esto se comprenden las consecuencias: no otras que sancionar la poligamia í sus fu- nestos resultados. Ántes de terminar, cumplo con el deber de dar mis agrade- cimientos a la honorable Comision por su benevolencia, ro- MEN NULIDAD DEL MATRIMONIO 11I5 gándole preste mas atencion a mi buena voluntad que a la pobreza del trabajo que le he presentado. CARLOS ESTÉVEZ G. Santiago, 23 de Diciembre de 1892 La Comision examinadora, compuesta del señor decano de la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas, don José María Bar- celó, del profesor de Código Civil, don Leopoldo Urrutia i del secretario de la misma Facultad, que suscribe, acordó publicar esta Memoria en los ANALES DE LA UNIVERSIDAD. PAULINO ALFONSO Secretario de la Facultad de Leyes 1 Ciencias Políticas A ¿PEA A a | ¡ y > Td A ci e HABITACIONES PARA OBREROS —= MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS divididos entre el Estado Central, los departamentos i las co- munas; pero sus deberes son meramente facultativos; con excep- . cion de la asistencia a los locos i a los niños, que tiene un ca- rácter obligatorio. | 1.2 Asistencia del Estado.—Interviene solo subsidiariamen- “te en esta materia: incumbe principalmente a la comuna para los pobres que viven en su territorio ia los departamentos para el socorro de las otras desgracias. El Estado solo interviene para la buena direccion del servicio i para socorrer las miserias que tienen un carácter jeneral o que no pueden atender las comunas o los departamentos. Tiene, entónces, la direccion de la asistencia que corre a cargo del ministro del Interior, despa- chándose los negocios por medio de una seccion especial. Ausi-- lian al ministro dos consejos: uno superior, compuesto de veinti- cuatro miembros, segun ordenanza de Febrero del 41 i otro, de los inspectores jenerales de los establecimientos de Beneficencia, presidido por el ministro, creado por decreto del año 38, encar- gado de dictar los reglamentos necesarios para la ejecucion de las leyes relativas a la administracion de los establecimientos i de las cuestiones relativas a las cuentas de los mismos. Administra el Estado tambien ciertos establecimientos públi- cos llamados establecimientos jenerales de beneficencia, abiertos para todos los franceses, que tienen una existencia propia, sien- do personas morales, capaces de adquirir por medio de sus representantes legales i cuyos gastos van incluidos en la leí de presupuestos. Se rijen por una ordenanza real de 21 de Febrero de 1841, 1 son: el Hospicio Nacional Quinze-Vingts, destinado a recibir 300 ancianos ia dar pensiones a muchos otros; el Instituto Nacional de Sordo-mudos de Paris, el de Burdeos, el de Cham- bery; la Casa de Charenton, para recibir a los locos de ámbos sexos i los asilos de Vincennes i Vesinet, destinados a recibir, durante su convalecencia a los obreros de ámbos sexos envia=" dos por la Administracion Jeneral de Asistencia Pública i el 6 3 Hospicio Nacional de Mont-Genéve, fundado para socorrera los viajeros que atraviesan los Alpes. : 2. Asistencia departamental. —Recibe a los indijentes del departamento i los gastos van incluidos en el presupuesto del: SN] dal La ASISTENCIA PÚBLICA EN CHILE 1159 mismo. La lei de 10 de Agosto de 1871, deja gran parte de esta asistencia a la iniciativa de los Consejos Jenerales: solo establece dos servicios obligatorios para los departamentos: la asistencia a los locos ia los niños. Los establecimientos para los primeros, se rijen por lei de 30 de Junio de 1838, que trató de reformarse el año 80; para lo cual se presentó: un proyecto el 25 de Noviembre de 1882, que hasta 1890 no se habia discu- tido. Se dividen en públicas i privadas; de los primeros, debe haber, cuando ménos, uno en cada departamento, bajo la direc- cion de la autoridad pública, la administracion del Ministro del Interior i de los prefectos departamentales i la vijilancia de comisiones gratuitas por medio de un director responsable. Los segundos, están, tambien, bajo la vijilancia de la autoridad pú- blica, sin que puedan dirijirse ni formarse, sin la autorizacion del Gobierno. En unos i otros los locos pueden ser colocados voluntariamente por sus familias, de oficio o por órden del pre- fecto, i en cuanto a la salida de los mismos, puede tener lugar por la vía administrativa o por la judicial, segun los casos. En cuanto a los niños, la asistencia se ejerce con los de pa- dres desconocidos, los abandonados i los huérfanos pobres. Los establecimientos que les atienden, se rijen por decreto de IO de Enero de 1811 i por la lei de 5 de Marzo de 1869. En ellos se les cría i permanecen hasta la edad de seis años. Cumplidos éstos, son colocados como pensionistas en las casas de los agri- cultores o de los artesanos, quienes contraen la obligacion de enviarlos regularmente a la escuela. Las comisiones adminis- trativas tienen la obligacion de visitar a estos niños, dos veces al año, cuando ménos, personalmente o por medio de un comi- sario especial o de un médico. 3.2 Asistencia comunal o municipal.—Se costea con fondos comunales, i los establecimientos están bajo la vijilancia de la Comuna. Son éstos: los hospitales, los hospicios, los hospitales- hospicios i las oficinas de beneficencia, establecimientos públi- cos todos e investidos de personalidad civil los que han sido legalmente reconocidos. Su administracion está a cargo de co- misiones administrativas organizadas i reglamentadas por las leyes de 21 de Mayo de 1873 i 5 de Agosto de 1879. Se componen del 2:2azre, alcalde, i de seis miembros, dos nombra- TOMO LXXXII 78 oie MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS dos por el Consejo Municipal i los restantes por el prefecto. Tie- nen a su cargo, la direccion i vijilancia del servicio interno i esterno de los establecimientos de beneficencia. España.— Las leyes dictadas en España entre los siglos XIV a XVII, son mui semejantes a las de la misma especie dictadas en Inglaterra 1 Francia en las mismas épocas. La dis- posicion mas antigua que hai en los Códigos españoles es la lei 40, título 5.” partida 1.2, tomada de la novela 80 de Justi- niano, que castiga con echar de las tierras a los pobres valdíos, "mas si acaeciese, agrega la lei; que estos atales fueren tan cui- tados que estoviesen como para morir de fambre non habiendo consejo ninguno, non deben dejar de facerle algo; porque non se pierdan magiier que sean malos... 4/ Ordenamiento de los Menestrales 1 el Ordenamiento de Toro, contienen tambien va- rias disposiciones que se refieren a esta materia. Las Cortes de Burgos en 1369, ordenaron que los alcaldes obligasen a trabajar o a vivir con señores a los mendigos robus- tos, bajo pena de cincuenta azotes. Como aumentasen, en 1528 se les impuso las penas de destierro i galeras. Como se ve, solo disposiciones represivas fueron el primer medio que se estableció en España por los lejisladores para estinguir la mendicidad. Eso sí que existió la caridad relijiosa; los monasterios i los obispos sostenian los hospitales i hospicios; i las leyes de par- tidas tratan, en el título V de la 1.2, de la obligacion de los pre- lados de ser hospedadores i de dar limosnas. De allí que los eclesiásticos tuviesen hasta este siglo una gran influencia en materia de asistencia pública. La lejislacion vijente en España, divide la asistencia en pú- blica i particular. La lei de 23 de Enero de 1822, trazó un plan completo de beneficencia pública, poniendo por base la auto- nomía de la provincia i del Municipio; pero- sacrificando la asistencia particular. Las leyes de 20 de Junio de 1849 1 el reglamento del 14 de Mayo del 52, respetaron mas la benefi- cencia particular, estableciéndose una transaccion entre el Go-. | bierno i las instituciones privadas. Las instrucciones de los meses de Abril de 1873 i 75, fijaron las relaciones entre una 1 otra asistencia. Existen todavía en esta materia, varias ins- trucciones de 1885, 87, etc. : LA ASISTENCIA PÚBLICA EN CHILE 1IÓrL Establecimientos públicos, son los costeados por el Estado, la provincia o el Municipio. 1 pueden ser jencrales, provincia- les 1 municipales, segun sea la naturaleza de los servicios que prestan i la procedencia de sus fondos, clasificacion que verifi- ca el Gobierno. En cuanto a su organizacion, la asistencia pública se halla a cargo del Gobierno, siendo el jefe de este servicio el Ministro de la Gobernacion, a cuyas órdenes lo desempeñan la Direccion - Jeneral de Beneficencia i Sanidad, los Gobernadores i los Al- caldes. La lei de 1849 estableció para ayudar al Gobierno en la direccion de la asistencia, una Junta Jeneral en Madrid, juntas provinciales en las capitales de provincias i juntas municipales en los pueblos. El decreto-lei de 4 de Noviembre de 1868, su- primió la Junta Jencral, i refundió sus facultades en el Ministe- rio de la Gobernacion i Direccion Jeneral del ramo i por otro - decreto-lei de 17 de Diciembre de 1868 se suprimieron tambien las provinciales i municipales refundiéndose sus facultades ad- ministrativas en las que corresponden a las diputaciones pro- vinciales i a los ayuntamientos. El real decreto de 27 de Abril de 1875, creó en Madrid una junta de señoras para ausiliar al Gobierno en los servicios de Beneficencia. En 1873 se crearon juntas provinciales 1 Municipales de Be- neficencia particular que solo ejercen cierta impresion en la asistencia pública. Por último, en Julio de 1884 se crearon jun- tas de señoras en las principales capitales con las mismas atri- buciones que la de señoras de Madrid. V Establecido ya lo que es asistencia pública, lo que es indi- jente, las causas i los remedios de la indijencia i su organiza- cion en algunos paises europeos; me ocuparé, para concluir es- tas pájinas, de la manera como está organizada en Chile. La asistencia entre nosotros tiene todavía limitada accion, por cuan- to no hai exceso de poblacion, existe trabajo para todo el que quiera ocuparse; limitándose a socorrer a los individuos i a atenderlos cuando física o moralmente están imposibilitados para trabajar. La mayor parte de los establecimientos que exis- 1162 : MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ten son particulares, tienen un carácter local i se rijen por re- glamentos especiales. | Durante el réjimen colonial rijieron aquí las mismas leyes que en España en materia de asistencia, i como allá, la caridad privada i relijiosa era la que socorria a los indijentes. Despues de la independencia continuó el mismo estado de cosas; son mui pocas las disposiciones que, en la primera mitad de este siglo se dictaron en materia de asistencia. Se conserva un decreto de 4 de Junio de 1817, por el cual se estableció un hospicio en Santiago. Otro de 7 de Junio de 1821 que creó un hospital mi- litar con el nombre de Hospital del Estado que se estinguió por decreto de 2 de Junio de 1828 que ordenó trasladar los en- fermos al hospital de San Juan de Dios. Otro de 30 de Julio de 1822, que estableció la Junta de Sanidad, reemplazando a la Comision de Salud Pública establecida el 7 de Agosto de ES mete; De todos los decretos de esa época, el mas importante es el de 7 de Abril de 1832.que fundó en Santiago una Junta Jene- ral de Beneficencia i Salud Pública con el nombre de Central i juntas provinciales en cada capital de provincia. La primera se componía de doce miembros, nombrados la primera vez por el Gobierno i las siguientes a propuesta de la misma junta. Dura- ban éstos en sus funciones dos años 1 sus atribuciones eran velar sobre todos los establecimientos de beneficencia de la república, observar los movimientos de la poblacion, las enfermedades rei- nantes 1 otras mas. Las segundas, de cuatro individuos nom- brados i presididos por el Intendente de la provincia. Sus atri- buciones eran, en sus respectivas an las mismas de la Junta Central. | | Fué ésta, se puede decir, la primera organizacion administra- tiva que existió en Chile en materia de asistencia pública i la que subsistió, con pequeñas variaciones, hasta 1886. Sus obliga- ciones eran meramente inspectivas ise dejaba completa líber- tad a los establecimientos particulares. | Hoi, la asistencia pública es uno de los servicios. administra- tivos Hicjót organizados en Chile. La Constitucion solo contiene una Aispbsiian relativa a Be- neficencia i es el número 4. del artículo 119 que dice: a La ASISTENCIA PÚBLICA EN CHILE 1163 4.” Cuidar de los hospitales, hospicios, casas de espósitos, cár- celes, casas de correccion i demas establecimientos de benefi- cencía bajo las reglas que se prescriban. Parece, por esta disposicion, que nuestra carta fundamental encarga a los Municipios lo relativo a la asistencia pública; pero como éstos han andado siempre escasos de recursos, mul poco han podido trabajar en este sentido. La lei de Municipalidades de 12 de Setiembre de 1887, con- tiene tambien solo una disposicion i es la consignada en el ar- tículo 23: a las Municipalidades, como cuerpos encargados del 3. El cuidado i fomento de los establecimientos públicos de be- neficencia que existan en el departamento o territorio municipal. Los establecimientos creados o sostenidos con fondos munici- pales, o colocados bajo el patrocinio del cuerpo, estarán sujetos a la direccion peculiar de la Municipalidad, i el manejo e ín- version de sus bienes o entradas, se sujetarán a las mismas re- glas que los bienes o entradas municipales. La nueva lei de Municipalidades de 22 de Diciembre de 1891 en su artículo 26, número 11, dice que corresponde a las Muni- cipalidades, como encargadas de promover la educacion, la agri- cultura, la industria i el comercio: fundar, sostener, dotar 1 re- glamentar hospitales, hospicios, casas de espósitos, asilos de niños huérfanos o desamparados, cementerios i otros estableci- mientos de beneficencia, i dotar dispensarías i médicos para el servicio gratuito de los pobres. Tales son las atribuciones que tienen las Municipalidades en materia de asistencia; en jeneral, es a ellas a quienes corres- ponden estos servicios, porque son los individuos de las localida- des donde existen los establecimientos, los mas directamente beneficiados con ellos. En cuanto a los bienes de la Beneficencia, le pertenecen to- dos los bienes, fondos i rentas propias, derechos i acciones que posean los establecimientos de esta clase o les correspondan; las cantidades que se consignen anualmente en el presupuesto, las limosnas que se junten i los demas bienes que adquieran con arreglo a las leyes. La mayor parte de los establecimientos 1164 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS existentes son personas jurídicas que tienen entradas propias. El Estado contribuye con mui poco para beneficencia pública, solo ausilia a establecimientos particulares que, como los de Santiago, por ejemplo, tienen cuantiosos bienes. | La Sinopsis Estadistica 3 Jeográfica de Chile publicada en 1891, en la seccion destinada a las materias que corresponden al Ministerio del Interior, trae los siguientes datos que se refie- ren a Beneficencia: “Existen en la República setenta hospitales PaRa sabs por el Estado con mas de 478,500 pesos anuales. Muchos de esos establecimientos poseen valiosas propiedades i rentas pro- pias considerables. Existen igualmente noventa i una dispensa- rías subvencionadas con 92,000 pesos, de las cuales, hai estable- cidas dieziseis en la ciudad de Santiago, tres de enfermedades de niños, dos de oculística i once de enfermedades comunes. Hai tambien en la República, diezisiete lazaretos, subvencionados con 49,700 pesos; ocho hospicios con 22,700 pesos; cinco casas de espósitos con 18,500 pesos; una gran casa de Orates con 65,000 pesos; otra de Maternidad con 10,000 pesos, i otras numerosas instituciones de Beneficencia, juntas de hijiene 1 es- cuelas-talleres subvencionadas. En estos establecimientos gasta el Estado 764,060 pesos. En la actualidad se construyen veinte hospitales para otros tantos departamentos. Hai noventa z cénco médicos de ciudad en toda la república que reciben una renta de 500 a 3,000 pesos, lo que demanda un gasto anual de 126 mil 160 pesos." (Páj. 56.) La lei de 24 de Julio de 1834, ordenó, que odos las estable- cimientos de Beneficencia fuesen considerados como menores i pobres de solemnidad en cuanto a los derechos i privilejios que: las leyes conceden a esta clase de personas. La Beneficencia se halla a cargo del Gobierno, entendiendo por tal a las Municipalidades tambien, siendo el jefe de este servicio el Ministro del Interior. La lei de reorganizacion de los ministerios de 21 de Junio de 1887, dispone en el artículo 2.2 que corresponde al despacho del Departamento del Interior lo relativo a la Beneficencia pública i a los cementerios. | Para ausiliar al Gobierno en esta materia i por el desarrollo que ha tenido en los últimos años en toda la República, se reor- LA ASISTENCIA PÚBLICA EN CHILE 1165 ganizaron las Juntas de Beneficencia creadas el 32, bajo una forma diversa, por decreto de 27 de Enero de 1886. Dispone este decreto en su artículo 1.2 que la direccion de los establecimientos públicos de bencficencia en cada departamento _de la República estará a cargo de una Junta compuesta del si- guiente personal: En Santiago 1 Valparaiso, de cuatro miembros elejidos por la Municipalidad dentro de los quince primeros días de su instalacion; de otros cuatro nombrados por el Presi- dente de la República en la misma época, 1 de los administrado- res i sub-administradores de los establecimientos de beneficen- cia. En los otros departamentos ademas de los administradores i sub-administradores compondrán la Junta cuatro vecinos: dos nombrados por el Presidente i otros dos elejidos por la Muni- cipalidad en la forma dicha. Los administradores 1 sub-administradores durarán tres años, pudiendo ser reelejidos indefinidamente; la primera vez serán nombrados el Presidente de la República i en lo sucesivo por de- signacion de la respectiva Junta departamental. La de Santiago nombrará el dia de su instalacion un presidente í un vice, que duran un año en sus funciones; las demas serán presididas por el respectivo Intendente o Gobernador. Celebrarán sesiones una vez al mes, cuando ménos, i bastará la concurrencia de la tercera parte del total de sus miembros para formar quorum. La Junta de Santiago se comunicará directamente con el Gobierno por conducto del Ministro del Interior i las demas por intermedio del respectivo Intendente o Gobernador. Las atribuciones de las Juntas se estienden a todos los asun- tos de asistencia dentro del departamento jurisdiccional de cada una. Son atribuciones de ellas: 1.9, ser cuerpos encargados de la administracion superior de los bienes i rentas de los estable- cimientos de beneficencia, como formar i someter a la aproba- cion del Presidente de la República los reglamentos interiores para el réjimen de los establecimicntos, fijar el número, debe- res i dotacion de los empleados, acordar el presupuesto anual de los gastos de los mismos, examinar la cuenta de inversion que presente el tesorero, organizar la oficina encargada de los fondos de la beneficencia, etc. 2.2 La accion de la Junta comprende el servicio completo de 1166 : MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS hospitales, hospicios, lazaretos 1 de todos los establecimientos que vivan de recursos suministrados por la caridad .pública o ausiliados con fondos del Estado. 3. Representar a la autoridad administrativa las medidas que considere necesarias para el mejoramiento de la hijiene pú- blica. | | La administracion de los fondos de los establecimientos de- pendientes de cada Junta, estará encomendada al tesorero muni- cipal, excepto en Santiago, donde será servida por un empleado especial nombrado por el Presidente, a propuesta de la Junta. Los establecimientos de beneficencia existentes en Chile po- demos dividirlos en tres categorías: 1.2, establecimientos para la infancia; 2.2, para la adolescencia; 1 3.2 para la vejez. 1.2 Requiere establecimientos particulares- la infancia, por cuanto la conservacion de los niños es mui importante para la sociedad. Corresponden a esta clasificacion: * Casa de Maternidad. Por decreto de 9 de Agosto de 1870 se estableció una casa de Maternidad anexa al hospital de San Francisco de Borja i bajo la direccion del administrador de dicho establecimiento; tiene a su servicio un médico, dos fa- cultativos 1 una matrona que reside en la misma casa. En su réjimen interno se rije por un reglamento del mismo año. Hai, ademas, otras casas de maternidad, obra de la caridad privada, donde se recibe a las mujeres embarazadas que no tienen los medios para atender a sus necesidades. | 2." Casa de Espósitos. Existe una en Santiago, cuya admi- nistracion i vijilancia corresponde a la: Junta de Beneficencia. Un decreto de 1.2 de Diciembre de 1856 ordenó que la Casa de Huérfanos de Santiago en la que se recibía a los espósitos, fuese entregada con el correspondiente inventario a las herma- nas de la Providencia, establecidas ya en S9nHaeo por decreto ] de 20 de Agosto de 1853. Estableció el mismo decreto que las hermanas contratarian las nodrizas, inspeccionarian el cumplimiento de sus deberes, la asistencia que dieren a los huérfanos i el pago de las nodrizas, que se haria en la Casa central, bajo la inspeccion de la Supe- riora del establecimiento, de uno de los capellanes i uno de los empleados de los establecimientos de beneficencia | LA ASISTENCIA PÚBLICA EN CHILE 1167 El 10 de Mayo de 1873 se dictó el reglamento para el réji- men de la casa. Continuaria a cargo de la Congregacion de las Hermanas de la Providencia, recibiéndose en ella a todos los espósitos que saliesen de la lactancia. Por las hermanas se dará a los espósitos la educacion moral, intelectual i física mas ade- cuada a su condicion. Permanecerán en la casa los espósitos hombres hasta la edad de diez años, no pudiendo quedar en ella, pasada dicha edad, sino los necesarios para su servicio, i los serdo-mudos. Las mujeres permanecerán en la casa el tiempo necesario para su educacion, i cuando ésta termine, las herma- nas les buscarán colocacion, pudiendo quedar en el estableci- miento las necesarias para su servicio i las sordo-mudas. 2.2 Corresponden a esta categoría los hospitales i la Casa de Orates de Santiago. 1.2 Hospitales. —Son establecimientos destinados a los enfer- mos que no pudieren ser asistidos 1 curados en sus propias ca- sas. Existen en todos los departamentos de la República, i a mas de los fondos propios con que cuentan i de los ausilios del Estado, hai, en los puertos, un impuesto, llamado de tonelaje, que ticne por objeto socorrer a los hospitales con su producto. Se estableció por lei de 15 de Setiembre de 1865. Dispone el artículo 1.2 que todo buque que éntre a un puerto mayor de la República, pagará una vez al año diez centavos por cada tone- lada de rejistro que mida, cuyo producto se aplicará a favor del hospital de caridad que en ese puerto haya, i en caso de no haberlo, 1 miéntras que en él se establezca, a favor del hos- pital establecido en la cabecera del departamento o de la pro- vincia. Se rijen por reglamentos particulares; pero hai varias dispo- siciones de carácter jeneral que, por órden cronolójico, van a continuacion. Un decreto de 15 de Julio de 1843, dispone que todos los administradores de los hospitales militares i de caridad, lle- ven un libro titulado “Movimiento del Hospital", en el que se anotará el dia de la recepcion de cada enfermo, su nombre, ape- llido, edad, residencia, la enfermedad que padeciere i el dia en que saliere curado o falleciere. El primero de cada mes se remitirá una copia de todos los 1168 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS asientos hechos en el mes anterior, firmada por el administra- dor, al Ministro del Interior, por conducto del Intendente. Otro decreto de 15 de Diciembre de 1848 ordena que el tra- tamiento de los enfermos en los hospitales se haga por médicos recibidos, al ménos por uno en cada establecimiento. Establece tambien el decreto que, para la formacion de la estadística mé- dica i de las tablas de mortalidad, se coloque en la cabecera de la cama de cada enfermo que éntre al establecimiento, una ta- bla impresa que esprese el nombre del médico encargado del hospital, las indicaciones relativas al enfermo i la firma del mé- dico 1 del administrador. La lei de 12 de Agosto del 52 declara libres de asis de internacion todas las mercaderías destinadas al uso de los e pitales. El 5 de Mayo de 1854 se dictó un reglamento jeneral, que prescribia reglas especiales que debian cumplirse en todos los hospitales, como la hora en que debieran abrirse i cerrarse, obli- gaciones del portero, de las hermanas, etc. Un decreto de 10 de Julio de 1889 reformó el de 1843 Í esta- bleció la manera de llevar el libro del movimiento de los asila- dos, a cargo de un empleado nombrado por las Juntas de Be- neficencia. Éstas mandarán al principio de cada mes a la Oficina de Estadística, por conducto del intendente o del gobernador, un estado jeneral del movimiento del hospital en el mes ante- rior. El 24 de Julio del mismo año se ordenó que la Oficina de Estadística publicase cada trimestre, en el Dzarzo Oficial, un resúmen metódico, por departamentos, de los datos que, so- bre beneficencia, hubiere recibido en los tres meses anteriores. La misma fecha tiene otro decreto por el cual las Juntas de Be- neficencia ordenarán la remision diaria a los juzgados del crimen de las entradas habidas en cada establecimiento, de los indivi- duos enviados por la policía, con las indicaciones necesarias. A mas de los hospitales, existen en casi todas las ciudades, dispensarías que tienen por objeto proporcionar alimentos i me- dicinas a los necesitados. En Santiago es donde su número es mayor. En 1890 asistieron a ellas, i solo en nuestra capital, 5486 individuos con un costo de nueve centavos por e como término medio. LA ASISTENCIA PÚBLICA EN CHILE 1169 2.2 Casa de Orates.—Solo existe una en toda la República, la de Santiago. Se estableció el 8 de Agosto de 1852 en el ba- rrio de Yungay; pero en 1856 se trasladó al sitio que hoi ocupa. Se instaló allí el 9 de Octubre de este año ise rije por la lei del 31 de Julio del mismo ií el reglamento de 19 de Diciembre de 1883. Presenta dos aspectos: es establecimiento de beneficencia i casa de detencion al mismo tiempo ií, como único que existe en el pais, se ha hecho ya estrecho para su objeto. Al presente, hai en ella mas de 700 asilados. El artículo 32 del reglamento de 1886 para las Juntas de Be- neficencia, las dejó a cargo de una Junta especial, compuesta de cinco personas, nombradas por el Presidente de la Repú- blica, creada por decreto de 4 de Octubre de 1852; pero otro decreto de 7 de Octubre de 1891, derogó este artículo i dejó a la Casa de Orates como a los demas establecimientos de bene- ficencia, bajo la direccion de la Junta departamental de benefi- cencía. El artículo 1.2 de la lei establece que solu puede colocarse en ella a los dementes, comprobado este estado mental por me- dio de un certificado espedido por un médico que no sea el del establecimiento ino tenga mas de quince días de fecha i por ór- den de la autoridad judicial o administrativa. Solo en caso urjente podrá admitirse al demente sin el certificado, debiendo presentarse éste a las cuarenta ¡ocho horas. El jefe del esta- blecimiento anotará la partida de entrada del demente en un libro especial, archivará los documentos que se le presenten, dará recibo al conductor, en el que conste la recepcion del loco, ia las veinticuatro horas aviso por escrito al intendente de la provincia, al fiscal de la Corte de Apelaciones, al gobernador del departamento a que pertenezca el loco i al cura de la pa- rroquía de su residencia, para que estos dos últimos lo partici- pen a la familia del demente. Un decreto de 17 de Enero de 1862 ordena que, si el loco fuere estranjero, se dé cuenta in- mediatamente del ingreso por el presidente de la Junta direc- tiva al Ministerio de Relaciones Esteriores, para que, por su conducto, se ponga el hecho en noticia del Ajente diplomático de la nacion a que pertenezca el demente. 1 joj MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS El médico de la casa, en seguida, examinará al demente i consignará el resultado de su exámen en un líbro que llevará con este objeto. Cuando el loco esté curado, el mismo médico anotará en el libro esta circunstancia. En virtud de esta anotacion, el admi- nistrador avisará por escrito a la persona que lo colocó o a la autoridad en virtud de cuya órden sé admitió, que el loco está curado. Si a los cinco dias no concurrieren éstas, el curado será puesto en libertad 1 el gobernador le dará un certificado de su curacion i su salida. No será puesto en libertad, cuando fuere menor o se hallare bajo interdiccion, pues, entónces, se dará aviso al gobernador para que designe una persona que lo reciba. Tampoco lo será cuando hubiere sido colocado como reo; en este caso se le pondrá a disposicion de la autoridad judicial que decretó su traslación. A las veinticuatro horas de la salida del asilado, dará conocimiento el administrador a las mismas auto- ridades a quienes dió a saber su entrada, de la salida del de- mente curado, | La lei establece, ademas, reglas particulares para la inspeccion - del establecimiento, condicion civil de los asilados, etc., que no entra en los límites de estas pájinas dar a conocer. 3.2 Por último, a la tercera categoría de establecimientos de beneficencia, corresponden los hospicios, lugares destinados para recojer a los ancianos que no tienen con qué vivir í se hallan im- posibilitados para el trabajo. El primer hospicio se estableció el 4 de Junio de 1817; pero se clausuró el año 18, volviéndose a'establecer en Junio de 1823. Este hospicio de Santiago se rije por un reglamento de 12 de Octubre de 1844. Solo se admiten a los que se hallen físi- camente imposibilitados para adquirir la subsistencia con su tra- bajo personal, mediante una órden por escrito del ad minis- trador. Los que remita la policia o los que entraren voluntariamente los recibirá el mayordomo en depósito, dando cuenta al admi- nistrador inmediatamente para estender el boleto de admision. Los pobres habitarán en tres distintos departamentos: de casados, de solteros i de viudos. Fuera de todos los establecimientos, la relijion 1 la caridad LA ASISTENCIA PÚBLICA EN CHILE 1171 particular han fundado otros, que proporcionan socorros igran- des alivios a la indijencia; como casas de maternidad, asilos de huérfanos, escuelas católicas de primeras letras, escuelas-talleres de San Vicente de Paul, el Patrocinio de San José, las Casas Salesianas de don Bosco, las Casas de María i los asilos de viu- das, las conferencias de San Vicente para prestar socorros a domicilio, etc., etc. Para concluir el cuadro jeneral de la lejislacion chilena en matería de asistencia pública, solo resta dar a conocer dos dis- posiciones que se refieren a la mendicidad: un decreto de 16 de Noviembre de 1825, que prohibe pedir limosnas para obras plas sin licencia del párroco a que pertenezca el establecimiento para el cual se solicita, del gobernador del obispado i del gobernador- intendente por escrito, bajo la pena de seis meses de reclusion al que se encuentre en cualquiera demanda i sin permiso; decreto que para muchos está derogado por los artículos 309 a 312 del Código Penal; i otro de 16 de Agosto de 1843 que ordena que ningun individuo, cualquiera que sea su edad i sexo, pueda mendigar públicamente sin tener licencia por escrito del gober- nador del departamento en que resida, bajo ciertas penas que, mas tarde, reformó el Código citado en los artículos 305 a 309. Para concluir, repetiré que la asistencia pública es uno de los servicios administrativos mejor establecidos en Chile i uno de los ménos costosos al Erario Nacional. La breve esposicion hecha pone de manifiesto tambien la im- portancia de una materia que ha preocupado tanto a los hom- bres sensibles, que se interesan en la suerte de la humanidad, cuanto a los políticos, que desean conservar en el interior de las sociedades aquel equilibrio prudente que permite el progreso de los pueblos sin sacudimientos ni trastornos. | E. VALDES TAGLE Santiago, 5 de Enero de 1893. E ua: MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La Comision examinadora, compuesta del. señor Decano del la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas, don José María Bar- celó, del profesor de Código Civil don Leopoldo Urrutia, i del 3 Secretario de la misma Facultad, que suscribe, acordó publicar - esta memoria en los Anales de la Universidad. E PAULINO ALFONSO Secretario de la Facultad de Leyes i Ciencias Políticas Santiago, 5 de Enero de 1893. O E as RARAAMMdo iia aria aaIN Nada iO NÓ LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA - AU MEMORIA PRESENTADA POR SU AUTOR AL RENDIR LAS PRUEBAS FINALES DEL CURSO DE CASTELLANO EN EL INSTITUTO PEDAGÓJICO I CALIFICADA CON LA NOTA “BIEN ” Oríjen de la novela i desarrollo de ella.—Clasicismo i romanticismo. —Imitadores españoles. —Naturalismo i realismo. —Análisis de las novelas españolas.-—La novela psicolójico-realista es la novela contemporánea española. —Conclusion, Si definir los términos del asunto de que quiere tratarse es tarea primordial en cualquiera cuestion, en el caso presente me parece inútil hacerlo; porque a nadie se le ocultará que la no- vela contemporánea en España, sobre que versa esta Memoria, es la que roza con el siglo en que vivimos, la que tiene repre- sentantes aún o los tuvo en tiempos apénas pasados. Los pri- meros por las obras que dejaron, como los segundos, por lo que han creado i crean, participan del modus vivendí de nuestra so- ciedad, de su cultura i adelantamiento, i, por eso, unos í otros serán materia de mi estudio, en cuanto sientan í piensen como novelistas. — Una mirada retrospectiva hácia lo que fué me dará luz sobre lo que es o debería ser la novela contemporánea LERAA MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS — española, i, en este sentido, llevo ánimo de hacer historia corta i provechosa, sí es necesario. La novela contemporánea, que es la epopeya de nuestros días, ya hable en tono elejíaco, dramático, lírico o moral, cuando no en los cuatro a la vez; ya impresione, enseñe, corrija o castigue semper pariterque delectando, es hoi la palanca social de influen- cia indiscutible por las tendencias que ha tomado. Su jenealojía se remonta a las primeras edades, i allá tan pronto viva la vida patriarcal de Abraham 1 Jacob, como cuente la mitolojía griega, sus héroes i dioses, i los progresos de la India, su culto i cos- tumbres, siempre la vemos desempeñar un papel humilde, aun- que de tradiciones i recuerdos queridos; porque aquel cuento primitivo, pasando de boca en boca, nos ha traido noticias que, en el correr de los siglos, habrian sido olvidadas sin esa narra- cion primaria. La primera manifestacion oral del pensamiento humano es el cuento, sencillo, injénuo, natural. La madre contaba, al calor del fuego, acaso sus embelecos de juventud, la abuela su descenden- cia pasada, todos los de esa rústica habitacion, leyendas que re- trataban la época fenecida con sus usos, leyes, gobierno i reli- jion; i de estas creaciones de los pueblos primitivos, fantásticas las mas veces, nació la novela, que, sin embargo, no fué culti- vada en los tiempos clásicos de la antigiiedad gloriosa, sino solo cuatro siglos ántes de nuestra era. A hablar de la novela primaria, manifestaria cronolójica- mente la de los chinos, que desempeñó papel importante en el desarrollo de la cultura oriental; diria por qué la Czropediía de Jenofonte vino despues que los griegos tenian historia, filosofía, poesía lírica, teatro i epopeya, i entónces habria ocasion de in- vestigar por qué despues de cada ciclo de oro, ha aparecido la novela como síntoma de decadencia, i si en verdad lo es. No es. mi ánimo, empero, buscar efectos de causas ajenas a mi asunto, ino hago alto, por lo mismo, en la novela pastoral Las Eubea- nas, nien las Fábulas meilesias, ni en las ficciones satíricas de Lu- ciano de Samosata; mucho ménos en esas otras creaciones pos- teriores, estravagantes unas veces, ridículas otras, hasta concluir la era de la novela griega, con los jéneros eróticos, en los que el paganismo vencido depositó sus últimas inspiraciones para dar e LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1175 paso a la novela de la Edad Media, que, con la trompa épica, o en cancion de gesta o fablzau, hace desfilar, en son de triunfo, a sus héroes Jason, los Doce Pares, el rei Artús, Flora i Blanca- flor, Parcival, Guarino, Tristan e Iseo, etc., etc, Miéntras los protagonistas de estas historias romancescas, aventuras i hechos estraordinarios, florecian en Francia e Ingla- terra, la España, conociendo ya las crónicas ¡ hazañas de los hé- roes carlovinjios, sus amores i desgracias, elaboraba la literatura andantesca i celebraba al Campeador real, al hidalgo i heróico caballero el Cid ideal, i al patriarca de la órden de caballería, Amadís de Gaula. Sube, en seguida, en la literatura medioeval, esa época ima- jinaria, diáfana, llena de misterios: los caballeros de la Selva, de la ardiente Espada í de Febo, con su cortejo de castillos, hermosos camarines, lagunas de pez que contaban con ciudades de oro í diamantes, enanos, jayanes, magos, vestiglos, princesas encantadas con guedejas de oro, hechiceras doncellas, reinas i emperatrices, de rejiones estrañas e ignoradas, etc.; cuanto pudo crear una imajinacion delirante en frase conceptuosa, bombástica, rica en antítesis, retruécanos i ditirambos, tanto fué el objeto de aquellos novelistas, de quienes solo los preceptistas, anticuarios i eruditos se preocupan hoi. I para combatir estos enjendros monstruosos de literatura caballeresca empleó Cer- vantes todo su injenio en su inmortal novela! A los golpes de su acerada pluma la hejemonía de aquellos libros cae derribada para no levantarse mas. Desde entónces, ya los carneros no son ejércitos, ni los molinos de viento jigantes de lanza i espada, 1 la caballería vagabunda e hidalga muere, por razon de su tiempo, en manos de Cervantes, que clama en El Quezjote por los seres de carne i hueso, con pasiones i amoríos humanos, con caídas 1 levantadas, con odio í afecto naturales. Cervantes, pues, hizo revivir la novela realista española, de la cual la obra mas novelesca que dramática, aunque escrita en forma dialogada, La Celestina, tiene la prioridad. Cervantes le da forma, vida i nervio al nuevo jénero literario i señala así un camino real, en el que hai abrojos iespinas, rosas i florestas, en vez de fantasmagorías mas o menos bellas o terroríficas, pero siempre ideales. El Quajote i el Amadís conservan, sin embargo, TOMO LXXXII 79 1176 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS partidarios iluchan separados por algun tiempo: aquél cuenta con las novelas ejemplares 1 picarescas, fuente del clasicismo, icon todo lo que dice realidad, en contraposicion a éste que se atrin- chera con lo quimérico, vago i fantástico, que poco a poco pierde hasta sus últimos abolengos i enseñorea, en la edad moderna, el realisimo, imperfecto aun, cuna dorada de otro de fina raza que, en el andar de tres siglos, ha de reemplazarlo con las exi- jencias propias de una sociedad mas culta i positiva, ménos so- ñadora i fantástica. ; No pretendo agrupar los nombres de los noveladores nacidos al benéfico calor del Renacimiento en el siglo XVI, ni ménos disertar sobre las nouvelles ni sobre los cuentos lijeros que en- jendraron en el XVII, en Francia, esos enormes tomos que can- san la mano i fatigan el espíritu; nó; entro de lleno a mi asunto, sin divagaciones que harian mas largo este estudio, dando sí por sabida la historia dél desarrollo de la escuela clásica con su ruta fija i sus leyes casi inmutables. No cumpliria, no obstante, mi propósito si no diera una rápida ojeada sobre cómo labró el clasicismo su propia tumba. Un poco de literatura me demos-- trará los últimos vajidos del clasicismo, los postreros destellos de esa literatura grandiosa que hizo revivir los felices tiempos de una antigiedad culta í artista. Así llevaré a España los antecedentes de una escuela oposicionista al ideal jentilico, de un modo práctico i al alcance de todos. Al decir que no hablaría de las nouvelles francesas, descono- cidas en España e inferiores a las novelas ejemplares, me olvidé de añadir que con ellas Francia, sin embargo, tiene la prepon- derancía en el siglo XVII: Hecha esta rectificacion, vuelvo a Paris para hacer un recuerdo del palacio de Rambouillet, que entónces se formó para dar asilo a una sociedad literaria, lo mismo que los centros artísticos de las preciosas, fundados para platicar sobre letras i ciencias, i de los cuales fueron frutos opi- mos, novelas sin límites, fastidiosas, huecas, retumbantes en la forma i sin meollo en el fondo, cuyos héroes, con nombres ro- manos, turcos, griegos o hebreos hablaban i sentian como coe- táneos de las preciosas, de sensiblería rayana en lo estravagante. A tales creaciones novclescas se sustrajeron un tanto las de Mad. de Lafayete, la novela cómica de Scarron, la Astrea de 3 LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1177 Urféi algunas mas; miéntras Lesage, acaso el primer nove- lista frances del siglo XVIII, esplotando el campo de la litera- tura española, producia su /z/ Blas, tipo de hidalga i pura san- gre castellana, Manon Lescaut, del abate Prevost, logra salvarse de entre los doscientos volúmenes del autor que merecen las llamas por su ningun mérito literario, i puede colocarse al lado de /27 Blas con su protagonista que es un fullero i su heroina una cortesana. Las variantes de la novela tocan otra cuerda con Rousseau idealista 1 novelista a su manera. En su Lrz/20 sobran reflexio- nes, sensibilidad i ternura; pero el arte, el enredo mismo de la ficcion, la fotografía de las pasiones es allí secundaria, ¡ sin embargo, Ema2lzo puede considerarse como la novela tipi- ca docente de su época, a pesar de su moral selvática i pri- mitiva que pugna con los principios sociolójicos modernos i que, encarnada en Saint Preux, no es bastante poderosa para impedirle seducir a la tierna doncella confiada a él para su edu- cacion. Rousseau fué idolatrado como moralista; 1 las madres popularizaron los Em220s i Julzas, miéntras él añadia nuevas salmodias i vigorosos acentos en la descripcion de la naturale- za, para pintar mejor lo que sentia. Bernardino de Saint Pierre aprovecha las lecciones de Rous- seau, i Pablo ¿ Virzznta es un enjendro idílico de candidez campechana. Esos dos personajes montañeses se aman fuera del contacto del mundo i mueren al toque de la civilizacion, como las flores tropicales no pueden vivir en medio de las crueldades del polo. El romanticismo asoma su cabeza! Llega Voltaire con la sobriedad i perfeccion acabadas de sus cuentos en prosa; pero no novela; su campo de accion es otro; le falta corazon, calor i vida para novelista. Le sucede Diderot que tiene de novelista todo lo que Voltai- re de literato. Con éste principia la cohorte de escritores colo- ristas; él pinta, describe i narra con paleta de artista, 1 sus teorías estéticas, nuevas i seductoras a la vez, contenian ya la “realidad, a la cual, por desgracia, manchó con pasajes oscuros 1 lujuriosos. Desaparecen, por fin, los noveladores de la Enciclopedia. 1178 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Miéntras los tronos bambolean i se desmoronan, miéntras los reyes suben al patíbulo í el pueblo cambia solo de amos i seño- res, como dice Schiller, nadie se acuerda de escribir novelas. "Pasó el Terror, escribe la señora Pardo Bazan, i las letras que habian subido al cadalso con Andres Chénier, comenzaron a vol- ver en sí, pálidas aun de suston. El clasicismo que en sus pos- treras contorsiones pretendió recobrar su juventud perdida, su arcaico ropaje i gusto ático, encarnó en Andres Chénier, el poeta mas griego i mas clásico del siglo XVIII; mas no fué capaz de mantener a flote el clasicismo que ya pasaba de moda, aunque las letras permanecieran estacionarias í clásicas durante la revolucion i primeros años del imperio, pues pronto han de venir Mad. Staél i Chateaubriand. Diderot no reclamó en vano la realidad escénica i novelesca, ni Rousseau i Saint Pierre hi- cieron brotar inútilmente su lirismo romántico. La nueva evo- lucion literaria se acerca apresurada; nada detiene sus pasos, 1 los enciclopedistas que todo lo minan i con todas armas pelean, en balde se muestran pacatos 1 conservadores: el empuje de la nueva revolucion literaria es irresistible! h Una mujer talentosa, filósofa, historiadora í de cultura excep- cional, la Baronesa de Staél, encabeza el nuevo movimiento lite- rario. Con Corina i Delfina desahoga su alma, siendo ella misma la heroina de sus novelas, 1, dando al traste para siempre con la tradicion de impersonalidad delos cuentistas, implanta la no- vela idealista, primero, ií da a conocer, despues, en su obra La Alemanza, los ricos veneros románticos de la literatura jermana. Chateaubriand viene a América i canta la naturaleza vírjen de este suelo con la poesía innata de sus rios, bosques í campi- ñas. Corina se analiza a sí misma i la sociedad en que vive; Cha- teaubriand en su René se eleva en alas de la melancolía a rejio- nes vaporosasi fantásticas. En ésta como en sus otras obras, mas poemas que novelas, se declara partidario de la nueva escuela; i Lamartine con su uncion quintaesenciada de dulzura, con su fantasía de poeta i sus melodías de cantor divino, engruesa las filas del romanticismo naciente; pero los libros de estos dos lite- ratos no resisten tanto al tiempo como las novelas de Víctor Hugo, mas objetivas i consistentes, porque toma de la realidad aquello que puede cautivar la imajinacion, doblegarla i avasa- LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1179 llarla. 1, como el tiempo apremia i urje entrar a la literatura contemporánea española, no recorreré mas la galería de los ro- mánticos franceses, ni tendré que citar al folletista Dumas, que escribió, por escribir, volúmenes de mérito difícil de calificar; pero que le dan el título de fecundo i el don de imajinar como pocos lo han tenido. La crítica se ha mostrado severa; mas puede estar contento quien tuvo un teatro para representar sus obras i un periódico para sólo publicar sus novelas. Con las premisas sentadas que dicen mediata relacion con la literatura castellana, juzgo que será fácil ver las causas i el des- arrollo de la literatura contemporánea española. A mayor abun- damiento de pruebas, habrá mas objetividad en las ideas: hé aquí la razon de esta introduccion necesaria, como lo ha de ser el recuerdo del naturalismo frances al tratar del realismo espa- ñol; í conste que, a su debido tiempo, distinguiré naturalismo de realismo, II Las novelas pastoriles no despertaron ningun sentimiento grande i jeneroso, como que no pintaron las costumbres de su siglo ni fueron el reflejo de una civilizacion peculiar; contenian sólo amoríos cansados, empalagosos i églogas juveniles de ar- diente imajinacion; no representaban nada i se fundaban en cos- tumbres que no existian; eran monótonas i casi un parasito en territorio propio; valian ménos que los libros de caballería que enardecieron siquiera el espíritu guerrero 1 pundonoroso de los lectores. La novela picaresca i de costumbres la reemplazó; Es- paña tuvo la gloria de ser la creadora de este jénero de novelas, i los nombres de Hurtado de Mendoza, Quevedo, Espinel, Mateo Aleman, Vélez de Guevara i otros, vivirán miéntras las letras españolas tengan historia, que sí la tendrán. 1 desde aquel siglo de oro, encabezado por su patriarca sublime Miguel de Cervan- tes Saavedra, puede decirse que no ha habido mas novela que aquella, i la romántica de ayer, i la psicolójico-realista de hoi. El clasicismo, imitador de la antigiiedad jentílica, quedó se- pultado para siempre; el romanticismo, buscando sus modelos en la Edad Media, sienta reales i declara solemnemente que las 1180 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS obras clásicas no son las únicas que deban ser imitadas. Trae consigo esta escuela mas libertad i mayor soltura, mas orijina- lidad e inspiracion, mas belleza i mayor arte, aunque, como se sabe, tal libertad dejeneró para muchos en licencia í libertinaje. El arte ya no tiene trabas, i el injenio creador se lanzará sin temor, confiado en sus propias fuerzas; será capaz de todo: tan pronto podrá subir los peldaños del templo de la gloria como descender al fondo del abismo, si un estudio asiduo i una inves- tigacion prolija no le hace formar juicio de artista i cerebro de sabio. Pcr esto, en Francia e Inglaterra, ha producido grandes poetas i, en Alemania, ha contribuido mas al desarrollo de la fi- -lolojía que al de la poesía. Por la compleja significacion de la palabra romantic2smo ha de entenderse el carácter de la literatura informada por el espíritu ¿ gusto de la civilizacion cristiana, a diferencia del de la literatura greco-romana en la antigiiedad jentílica. El romanticismo en- vuelve, pues, en sus principios, la libertad en el arte i la rehabili- tacion del cristianismo como venero de belleza artística, bien que despues abrazó horizontes mas dilatados al mudar su nom- bre por naturalismo, que es el lado pesimista del romanticismo: T dicho sea de paso, en vano se esfuerzan en predicar los cori- feos del naturalismo que ellos cuentan las cosas como son. Tal aserto es una utopía mas O ménos bella que mata por su base a la poesía, que sólo vive de la ilusion, i ésta, desde que viste traje de modista, deja de ser ilusion. O el naturalismo i la poe- sía son cosas contrarias, i entónces no hai obra de arte, o el na- turalismo es una especie de romanticismo sui generís que busca el lado malo de la realidad. El dilema es contundente; i hé aquí por qué sostengo, como el docto filólogo señor Hanssen, que el naturalismo es sólo una dejeneracion del romanticismo. | Dos causas principales, el renacimiento del espíritu artístico nacional i la influencia estranjera, produjeron en España el mo- vimiento literario en el primer tercio de este siglo. Sin embargo, España, a diferencia de las otras naciones europeas, no rindió. totalmente parias al renacimiento clásico; pues tuvo en la edad moderna injenios fuertes i vigorosos que mantuvieron indepen- dencia en el arte, por lo que el romanticismo no fué del todo mercancía exótica. En la crítica, Alonso López Pinciano con LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1181 su Comentario de la Poética de Aristóteles i tantos otros, cuyos nombres no me vienen a la memoria, i que impugnaron los abusos de la mitolojía helénica, salvan el nombre español tanto como lo levanta el arte escénico de Lope, Calderon, Tirso, Mo- reto ¡ demas, nunca igualados por nacion alguna. En garantía de la verdad, sin embargo, he de declarar que el romanticismo español, en la novela, no rechazó con estoica indiferencia las preciosidades de Chateaubriand, Víctor Hugo, Walter Scott i otros, como tampoco logró sustraerse de las influencias absurdas i locas, inherentes, en un principio, a él. En la efervescencia romántica, exajeraron las cosas hasta el estremo de que la libertad literaria se manifestó en el traje i costumbres. Hubo division de escuelas hasta en las mujeres: clásicas proclamábanse las hacendosas, las niñas de casa natu- rales en el vestir i en el peinar; románticas las momias amarillosas con ojeras de trasnochadas, las soñadoras enclenques i pálidas que les entraba el habla el zumbido de una mosca i las resfria- ba las caricias de su madre, las que bebian el vinagre a pasto i cargaban tirabuzones a fin de hacerse amar de poetas melenu- dos i tétricos; en fin, todas aquellas damas cursis, incluidas las necíias de hoi que pasean por plazas i portales a lo románticas i sirven para maldita la cosa. En el sexo barbudo hizo no me- nores estragos, i la fé, los usos i la educacion sufrieron sus de- plorables consecuencias. El poeta tenia que afectar ignorancia a trueque de aparecer orijinal, i acomodarse a una pedantería regulada de misántropo, libertino 1 calavera. De estas estrava- gancias, no se escaparon los simples imitadores ni los injenios de primer órden. Con razon fustigaron Gorostiza, Mesonero Romanos, Breton i Rubí a tan insulsa turba. Las letras, con todo, se salvaron mediante esfuerzos sobrehumanos, 1 el ro- manticismo, olvidando sus ridiculeces del primer momento, o mejor dicho, relegándolas a cursis i siúticos, entra a formar parte de la obra literaria; siendo sus primeros pasos la imitacion de una sensiblería melancólica i llorona, de una moralidad soporo- sa e ilusoría. En los treinta primeros años de este siglo, Richardson, Rous- seau, Atala, René ¡los Watches de Chatcaubriand, Pablo ¿ V2r7e- nia i cuanto se producia en Francia e Inglaterra era leido en 1182 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS España con cariño i considerado como el pan bendito de la li- E teratura. Don Pedro María Olive publica su Bzb/zoteca univer- sal de novelas, cuentos e historiasn (1816-1819), en la que in- troduce a Corina de madama Staél, arreglada a su propio paladar. Nada orijinal creaba el jenio español i apénas la Sera- _fina de Mor de Fuentes merece la distincion honorífica de ser contada como creacion de literatura nacional. Miéntras penetran en España, mal traducidas, las novelas de madama Cottin: lZal- vina (1833), Amalia Mansfield (1835), etc., i las de madama Genlis: Alfonso o el hijo natural (1832), El sitio-de la Rochela (1838), i tantas otras, encuentran tambien fácil camino de acep- tacion universal, en nuestras letras, Walter Scott, el mas imita- do entre todos los roveladores históricos 1 celoso admirador de los románticos alemanes. | Walter Scott pinta i describe lo pasado, e idealizando épocas i personajes i creando caractéres con verosimilitud histórica, pone de manifiesto su caudal de erudicion, su fantasía rica i po- derosa, su talento investigador i sus grandes cualidades de ar- tista. La España se apropió de sus obras 1 el gusto por la novela histórica se esparció en la Península con increible rapidez. Pero se necesitaba ser un jenio para producir obras de arte del fuste de las de Walter Scott i los españoles que habian permanecido tanto tiempo en un letargo literario, no alcanzaron a imitar al creador de la novela histórica; bien que, en sus esfuerzos supremos, die- ron un nuevo empuje a las letras, resucitaron las olvidadas i- caras tradiciones de dias mejores i las trasladaron a la poesía, - con lo que los discípulos de Meléndez i Quintana pudieron ele- - varse hasta el quinto cielo del arte. Con estas imitaciones, se le daba una forma mas inde Í apropiada al arte novelesco todavía en ciernes. Entre los imita- dores de Walter Scott tiene la prioridad don Ramon López Soler con sus novelas Los bandos de Castilla (1830), Jaime el barbudo, El Primojénito Alburquerque 1 La Catedral de Sevtzlla. Cosca i Vayo con ménos dotes de novelista que López Soler» = E pero con mas pureza de estilo i lenguaje, escribió narraciones históricas de alguna valía. El malogrado Larra, en £7 Doncel de Don Enrique el Doliente (1834), mas imitó a Dumas que a Wal- - ter Scott. Es esta obra una autobiografía propia, una confesion LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1183 intima del crítico que tan pronto siente la melancolía matadora del alma como se eleva en alas de volcánicos pensamientos a los mundos del arte: es el retrato del escéptico que destila gota a gota la amargura de su corazon.” : El temperamento ardoroso i vehemente de Espronceda, pro- pio para la frase grandilocuente de la poesía lírica, no le dejó cultivar la novela con gloria, i Sancho Saldaña es una caida in- digna de figurar al lado de sus obras poéticas. 1 para no dete- nerme sino en los autores que bebieron la inspiracion en el ro- manticismo frances, enumero en seguida la falanje de noveladores walterscottianos, continuando la lista con García Villalta (1), Escosura (2), Estebanez de Calderon (3), Martínez de la Rosa (4), Ariza (5), Príncipe (6) i el catalan Juan Cortada (7). A la novela de Dumas, Montepin, Feval, Aimard í Paul de Kock, caracterizada por lo fabulosa i epidémica, por el desden a la realidad, por la lucha de espíritus inquietos, ávidos de emo- ciones fuertes i de elixires estraordinarios, como a la de propa- ganda de Sand, Sué i Hugo, se le tributaron culto idolátrico en España. La compleja sociedad moderna, esclava de todos los placeres i vicios, con ideales contradictorios de desenfreno i falsa moderacion, con creencias, costumbres 1 aspiraciones va- rias, forma en estas encarnaciones novelescas el infierno román- tico de múltiples elementos. I esta es la novela que tuvo imita- dores ciegos 1 partidarios ardientes. Entre los imitadores, me viene a la mente en primera línea la perla de Cuba, Jertrudis Gómez de Avellaneda. Con la salve- dad de sus principios morales i relijiosos, imitó esta poctisa a Dumas en sus novelas, i, en ellas se descubre a la ardiente hija de los trópicos, de imajinacion despejada, viva i de fuertes pa- siones. Sab i Guatímozin, sus primeras novelas, tienen mucho (1) El golpe en vago. (2) Ni rei ni roque, El patriarca del valle, La conjuracion de Méjico. (3) Cristianos moriscos. (4) Doña Isabel de Solís. (5) Dos de Mayo, Don Juan de Austria. (6) La casa de Pedro Hernández. (7) Tancredo en Asia, La heredera de Sanguntr, El rapto de doña Almodis, El templario i la villana. 1184 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS de parecido en el argumento. En Sab protesta contra la escla- vitud con un lirismo heróico. Ella no comprende el pais de la hermosura i de las flores, el jardin encantado de la América, amarrado con las cadenas de la esclavitud. En GExuatimozin ala- ba al héroe azteca con ferviente entusiasmo. Al contacto del fuego de libres lecturas, crea Espatolino, endonde aboga por la rehabilitacion de la culpa por medio del amor e impugna la jus- ticia humana. En La flor del ánjel, La ondiína del lago azul, La montaña maldita, etc., mos conduce en alas de su brillante in- ventiva a los mundos de la mitolojíai del simbolismo. Pasando por alto a Pastor Díaz con sus cuadros de persona- jes atormentados en De Villahermosa a la China, primer ensayo _de novela psicolójica en España; al volcánico Ayguals de Izco, novelador pedagogo, al autor de /'é, Esperanza ¿ Caridad, pa- rienta mui cercana de Los misterios de Paris; fuerza es entrar a la serie de escritores del jénero histórico ide costumbres, que no siguieron modelos determinados ni tuvieron ideales fijos i concretos. | Nombrando a Francisco de Orellana (1), a Gonzalo Mo- ron (2), al bibliófilo Barrantes (3), a Ramon de Navarrete (4), a Antonio de Hurtado (5), representante de la novela que enlaza la de los tiempos verdaderamente románticos con la de nuestros dias, llego, por fin, al talento superior, robusto, flexible, fecundo e inventivo, pero estragado, de Fernández i González. El cocz- nero de su Majestad 1 Men Rodríguez de Sanabria son los pedes- tales de granito en que se apoya su nombre para no caer en el olvido. Obras esculturales de primer órden esperaban todos del gran jenio; pero sus aventuras de bohemio licencioso i el orgu- llo de llamarse escritor orijinal, que dictaba simultáneamente varias obras para la publicacion, lo perdieron para la literatura cuando su patria cifraba en él halagiieñas esperanzas. Con efec- to, una imajinacion enfermiza no habria producido, como Fer- (1) La perla del Turia, La reina loca de amor, Tsabel £ Quevedo, etc. (2) El cura de aldea. (3) Juan Padilla, La viuda de Padilla, Siempre tarde. (4) Una historia de lagrimas, El duque de Alcira. (5) Cosas del mundo. LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1185 nández i González, tantas monstruosidades, fetos tan horripi- lantes, confusos, cargados de tintas oscuras, con crímenes de las antiguas leyendas i aventuras de capa i espada. Cada novela tiene la máquina de una epopeya i, con todo, allí no hai nada que revele la obra de arte: falta el análisis psicolójico, el colori- do local 1 la verosimilitud novelesca: sobran lances sobrehuma- nos de maniconio i trama de fantasía descompuesta. Fernández 1 Gonzalez, pues, como Dumas, escribió por temperamento, por manía de escribir, i jamas sujetó su injenio ni pensó a dónde llegaria 1 por qué escribió el catálogo innúmero de obras, que hoi día sirven solo de pasto de ratas i polillas en los escaparates de las bibliotecas. Lástima grande que este Dumas español pervirtiera su inje- nio; pero desgracia inmensa para las letras peninsulares que lo- grara adeptos no ménos entusiastas que Pérez Escrich. Ene- migo del sentido comun en la novela, este escritor sigue los pasos de Fernández i¡ González: como él esinsipido i farragoso, como él se preocupa solo de formar castillos con burbujas de jabon, mas que él usa la frase meliflua i florida i el estilo de principiante, deseando acaso engalanar la vestidura esterna de sus creaciones fanfarronas, verdadero amasijo de lodo 1 piedras preciosas. Los títulos de sus obras indican ya la incoherencia 1 diversidad de asuntos que toca en sus novelones fastidiosos i pe- sados: El cura de aldea, El Mártir del Gólgota, La Calumnta, Los ánjeles de la tierra, La comedia del amor, La mujer adúltera, Las obras de misericordia, etc. Con paja tan fofa haria de buen grado un auto de fé —penetrado de que es de caridad—arrojando a las llamas estos infolios que han relajado el gusto de tanta ju- ventud i estraviado el juicio de tantos críticos. Tengo para mi coleto que los novelones de Pérez Escrich no tienen mas mérito que el material de la escritura i el pecuniario de la impresion; aunque sé que El Máriir del Gólgota gusta a personas místicas de ninguna educacion literaria i La mujer adúltera, Los ánjeles de la tierra i El cura de Aldea matan dulcemente el tiempo de los desocupados. | A títulos altisonantes gana Ortega i Frias a Pérez Escrich; 1 con decir que El Diablo en Palacio, Las víctimas del amor, Abe- lardo ¿ Elowsa, Una gota de sangre ¿ El Tribunal de la Sangre, es- 1186 E MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tan por encima de las barbaridades de Fernández i González i Pérez Escrich, debe doblarse la hoja sin hacer reminiscen- cia de esos argumentos espeluznantes i sangrientos, en los que salen maltratados el habla castellana í el buen gusto líte- rario. | | - Para cerrar con algun contentamiento este ya fatigoso rol de noveladores, bueno seria hacer un breve estudio sobre las es- critoras que han cultivado el jénero novelesco, ya que la mujer desempeñó oficios importantes en la propagacion del romanti- cismo. Desde luego, los nombres de María del Pilar Sinués, Ánjela Grossi, Faustina Sáez de Melgar, Carolina Coronado, Enriqueta Lozano, etc., se presentan delante; pero, aid las susodichas escritoras, en razon de que me voí a ocupar en una de faldas que irradiará gloria hasta ellas! La simpá-. tica e ilustrada Cecilia Bóhl de Faber, mas conocida con el pseudónimo de Fernan Caballero, es la escritora que está lla- mada a imprimir una nueva fase a la novela. Mas, ántes de traicionar los mandatos del corazon, que me impele a ser fran- co, quiero declarar que las escritoras arriba señaladas habrian merecido un mas alto honor en las letras, si no hubieran desde- ñado un tantico el estudio del corazon humano, único capaz de producir obras de provecho efectivo i artístico. 1 ya que no me he escurrido por los tejados al estampar el juicio anterior, me per- mitirá una corta digresion de oportunidad la injénua AS de las costumbres españolas. La novela histórica, pasada la fiebre romántica, imitó de nue- vo a Walter Scott con ménos exaltaciones violentas i nerviosas í con mas realidad. Fernando Patzot, Luque, Vicecéto, Bala=H guer, González de Valls, Navarro Villoslada, Escalante, Bec- quer en sus leyendas con ritmo de perlas finas, Cánovas del Castillo en La campana de Huesca, endonde el incipiente es- critor quedó mui por debajo de su modelo Walter Scott, i Cas- telar en Fra Filipo Lippi, Santiaguillo el posadero i El sus- — piro del moro, endonde demostró que el ser el primer orador E del mundo i un político eminente no equivalen a ser un novelis- ta mediocre siquiera, son los jenuinos representantes de una nueva fase de la novela histórica. sE I, satisfecha mi curiosidad, con venia respectiva, vuelvo a Fer- LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1183 nan Caballero, con cuyo nombre las letras españolas toman auje i buen rumbo, El romanticismo habia entrado en un quietismo envidiable, i¡ dos tendencias simultáneas predominaban en la novela: la afi- cion a la realidad i la narracion docente. Fernan Caballero personificó en sus novelas estas dos tendencias con un tino admirable i superior. Un romanticismo mesurado, un estudio psicolójico del corazon humano i la copia fiel de las costumbres de su tiempo: hé ahí lo que encarnan las novelas de Fernan Ca- ballero. Nadie la aventaja en el renacimiento novelesco i pocos tienen talento mas orijinal para la novela de costumbres, Ella nos describe una villa con sus chozas i labriegos, i nos los hace gratos; nos pinta bandidos, curas, damiselas, toreros, militares 1 diputados, i palpamos lo que son í penetramos hasta en las in- timidades de su corazon. Nos traslada luego, con su optimismo dilico í patriarcal, a una casa de campo, nos hace pasar unas vacaciones allí, i sentimos el correr del riachuelo, el balido de las ovejas í hasta la charla de la servidumbre, i, verdaderamente, no queremos abandonar esta estancia en que nuestra alma goza de las auras del campo al contacto de anjelicales criaturas de carne 1 hueso, hacendosas i decíidoras, tiernas i amantes. Nos pasa aun mas con las novelas de Fernan Caballero: nos enamoramos al natural en medio de jardines de azahares 1 violetas 1 no quere- mos dejar el libro, temiendo despedirnos de nuestra prometida, a quien poco ántes hemos colmado de cariños i jurado amor: tanto es el poderío de esas creaciones sencillas i reales. Sé decir por mí que los personajes de las novelas La Gaviota, La famae- lia de Alvareda, Lásrimas, Un servilon 1 un liberalito, Un ve- vano en Bornos i demas, inclusos todos sus cuadros de costum- bres, son tipos en quienes se sienten los latidos del corazon i se comprenden los impulsos de la conciencia. ¡Sí hai algunos re- tratos que tienen verdadera filiacion realista!" Con justicia dijo de ella un critico al aparecer La Gausota: “La Gaviota será en nuestra literatura lo que es Waverley en la literatura inglesa: el primer albor de un hermoso dia, el primer floron de la gloriosa corona poética que ceñirá las sienes de un Walter Scott español... No se engañó. Sus obras posteriores, como las primeras, aunque motejadas con galicismos e inco- Eds MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS rrecciones de lenguaje, son lustre de la literatura española, encar- nacion verdadera de las virtudes nacionales, cuadros que no han destruido ni destruirán las creaciones naturalistas de estos dias, PEL Paso a paso hemos ido notando las evoluciones del romanti- cismo. En Fernan Caballero, lo hemos contemplado serio i adusto compartiendo su suerte con la psicolojía de los caracté- res; luego lo veremos en Pedro Antonio de Alarcon travieso i ardiente por última vez; vaporoso 1 espiritualistaen Valera, para entrar, por fin, en la madurez realista de Pereda, Galdós, la Pardo i Coloma. | Bajo distintas fisonomías se cuela tambien en los cuentos i- narraciones cortos de Miguel de los Santos Álvarez, Trueba, Rubio, Aguilera, Hartzenbusch 1 conjéneres. Mas, si deseo ya ligar el período de Fernan Caballero i demas novelistas de su tiempo con el último representante del romanticismo de sangre real, preciso es escribir el nombre de Alarcon. Pedro Antonio de Alarcon es el novelista que construye un puente de oro entre el romanticismo necio i huero, i el elevado, digno, espontáneo i¡ ameno. Aparece Alarcon en aquella época aciaga en que las letras españolas rendian tributo de imitacion al gran jenio escocés i el pasado literario conservaba aun un sesgo italo-frances: no habia casi nada de propia cosecha. In- pregnado del romanticismo estranjero hasta con la leche de su nodriza, sale Alarcon romántico i soñador como el que mas, i el primer período de su vida literaria, caracterizado por un ul- tra-romanticismo, es de imitacion; pero nó esa rastrera que abate el espíritu nacional artístico i corta las alas al jenio para impe- dirle volar en busca de una musa que lo inspire en la propia tierruca, sino de esa otra, mas alta, de esa que prestijia la pro- duccion ajena, que la hace suya, que la matiza de bellezas 1 le da gracejo, desenfado 1 naturalidad en castizo lenguaje, dulce 1. sabroso. Tal es el jóven imitador. Por esto ninguna musa deter- minada lo inspira: naturaleza turbulenta e inquieta, emprende- dora i fugaz, tan luego adora a Walter Scott i RS como a Victor Hugo, Balzac o Jorje Sand. LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1189 Las novelas de Alarcon pueden dividirse en Jargas i cortas, division que abarca, al mismo tiempo, los dos períodos de su vida literaria. Entre las primeras, citaré El final de Norma, pro- duccion idealista nor plus ultra, en la que demostró a la edad de diezisiete años esa dif¿cadl facilidad de los franceses para es- cribir novelas, como he leido no recuerdo en qué crítico. En verdad, ninguno poseyó en grado inas alto la cualidad de ha- cer novelas preciosas con asuntos vulgares i comunes, en lo que principalmente estriba su verdadera fama literaria. Muchos le aventajan en profundidad e intencion; pero ninguno en la dZ¿f¿- cal facilidad de levantar, como artífice divino, palacios escultu- rales de primer órden con adobe i humilde tierra. Alarcon, ya escriba un infolio estenso o un cuento lijero, ya diga mucho sín nada o nada con mucho, es siempre el buscado ¡ querido novelista de Ll sombrero de tres picos 1 El Escándalo sus Obras de mayor nombradía. Una prueba palmaría de ello es El final de Norma, cuyos héroes, Serafin 1 La hija del Cielo, son simpáticos para cualquiera, a pesar de la exuberancia del idealismc. Al oir los acordes de la voz de La hija del Cielo, Se- rafin es presa de un amor frenético hácia ella 1 nada lo detiene a contenerse. No importa que no sepa quién es el ánjel que le ha herido la fibra amatoria nia dónde se ha ocultado; él la ama, I, perseguido por su recuerdo, ha de encontrarla o morir en su demanda. La hija del Cielo habia partido; Serafin no sabe que un buque la aguarda; pero, impulsado por matadora pasion, se lanza a buscarla í la halla sin saber cómo. Otro novelista ha- bria caido, porque en realidad es ex abrupto tal encuentro, pero Alarcon aprovecha airoso, mediante sus cualidades estraordi- narias de escritor, este lance, i, aunque la bella cantatriz se per- tenece a un misterioso personaje que la acompaña 1 a quien fué prometida en una ocasion solemne, por su propio padre, logra, sin embargo, Serafin, mantener correspondencia con ella. Para ser todo inesperado i curioso traslada el escenario de las encan- tadoras comarcas de Andalucía a los hielos de la inclemente rejion boreal. Allá ama a la hermosa con corazon de volcan 1 entre los témpanos del polo salva mil precipicios a fin de arre- batar La hija del Cielo a Brunilda; mas, todo se ha perdido: Brunilda se la lleva; i ya está con el vestido de novia al pié I1IgO MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS del altar i próxima a recibir del sacerdote la bendicion deseada, No se calma el furor amoroso de Serafin, i hace en el templo mis- mo una declaracion que, como consecuencia, debió frustrar los. planes de Brunilda; pero nó; lo que hubiera sido para cualquier novelista un desenlace de efecto, tenía que ser tétrico, 1 Alarcon que huye de lo trájico con un talento admirable, hace terminar con color de rosa el intrincado argumento de la novela. De nuevo, esto que seria un porrazo de imposibilidad para seguir la senda novelesca, es peccata minuta en el futuro maestro del arte, ilos aplausos entusiastas de muchedumbre de lectores le abren de par en par las puertas de una gloria literaria por pocos alcanzada. | | De los tres tomos que ocupan las /Vovelas cortas, El f- nal de Norma no merece el primer lugar sino por la prioridad del tiempo; nadie puede poner en duda sus defectos, como nadie tampoco los ha criticado acremente por ser aquella la obra de un niño. A los Cuentos amatorios, que forman la primera série de esas VVovelas cortas, a las Historietas nacionales 1 a las Va- rractones inverosímiles, que forman la segunda í tercera respec- tivamente, bien les cuadra una palabra por separado; adelan- tando que en tales novelas Alarcon vive en su propio elemento de artista de subida paleta; pues allí los abundantes chispazos humorísticos, las narraciones épicas o dramáticas, las reflexiones ya profundas, patéticas, festivas; ya lijeras, sencillas o tristes pero siempre oportunas, unidas a un estilo bellísimo i a un len- guaje castizo, le hacen rara vez ceder el puesto de primer artista de cuadros pequeños. ' | Las Varraciones inverostmiles, las matiza con un romanticismo. superficial i demasiado recargado, lo que les hace: perder parte | de ese sabor andaluz que tanto distingue a Alarcon. Las His- torietas nactonales son lindos bocetos, en que el patriotismo 1 las costumbres españolas salen mui bien parados. Con decir que El sombrero de tres picos, obra maestra en las de su jénero, tiene | su filiacion entre éstas, comprendida queda la excelencia de estas novelas cortas. El sombrero de tres picos puede ser iguala- da, pero nó superada: es, en su jénero, obra acabada i perfecta en cuanto lo pueden ser las humanas; por la que vive con mas honra el nombre de Alarcon en las letras que por las nove- LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1IQ1 las largas, pálidos retratos al lado de esta narracion maravi- llosa. Los Cuentos amatorios rebosan un realismo español mui pro- nunciado, aunque en muchos no aparecen las tradicionales castañuelas i la celebrada jota. Hasta aquí ha demostrado Alarcon ser mas poeta que filóso- fo; i que mas cuadran a su injenio las lijerezas de la fantasía que las meditaciones filosóficas, lo prueban sus novelas largas, en las que, sí sale vencedor i cubierto de laureles, no es, sin embar- go, inimitable. Al talento no se le puede poner barreras i Alarcon se lanza tras un jénero nuevo de novelas, la novela psicolójica 1 tenden- ciosa, en este segundo período de su vida literaria. Todos temen una caida que la sienten por la popularidad del escritor; pero el talento lo vence todo. La literatura pacifica habíase estinguido con la revolucion del 68 1 la novela tomaba una tendencia nueva. Desde entónces, el principio católico i racionalista lucharon arma en brazo, sin tre- gua ni cuartel; i los intérpretes del arte llevaron al santuario de las musas las contraversias relijiosas. Alarcon descendió a la liza como católico, despreciando los improperios, sarcasmos 1 burlas de sus enemigos; luchó con denuedo i bizarría, i su primer triunfo fué El Escándalo. En este libro probó que si su elemento era la novela corta, sabia, no obstante, hacer el estudio de las pasiones, el retrato de los caractéres, i poner en juego deberes 1 creencias, ideas 1 sentimientos, para sacar una leccion moral de trascendental importancia. Los temores de los pusilánimes salieron fallidos: Alarcon escribió una obra de arte contra el clamoreo universal de sus adversarios; la edicion se agotó en unas cuantas semanas . i la novela psicolójica hizo su entrada gloriosa en la literatura española. La modificacion que acababa de sufrir el romanticismo con la novela psicolójica o psicolójico-social exijia una concepcion moral tanjible a la par que artística, en el novelador. Un sabio iun artista, pues, solo podia imponerse la tarea de escribir no- velas; Alarcon lo era i El Escándalo lo saca a flote, afian- zándole corona de inmortalidad. Para quien cree en el mundo TOMO LXXXII So 1192 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS interior del alma, en la ventura del cielo í en el castigo de un Dios misericordioso, pero justo; para quien la fé es el camino de salvacion de la corrompida sociedad moderna ¡ el cristianismo la mas bella conquista de la humanidad; para uno que tal con- fiesa, el conflicto que da vida i nervio a £/ Escándalo se basa en una profunda verdad estética; i esto sin hacerme cargo de cierto sentimentalismo exajerado que perjudica mas al autor que a la novela, ide ciertos puntillos teolójicos no propios de discu- tirse aquí. ? El protagonista Fabian Conde, desatentado calavera que ha despedazado las ligaduras que nos amarran al mundo social, no ha dejado escándalo ni estravío por cometer; mas, merced al bienhechor influjo del amor ideal i puro de una hermosa ara- gonesa llamada Gabriela, vuelve sobre sus pasos; i, cuando la rehabilitacion lo espera, la fortuna le está por abrir sus brazos i el amor sus caricias, la calumnia de una mujer despechada e in- fame le señala de nuevo las puertas del abismo, del cual logra salvarse mediante dolorosos i heróicos sacrificios. Fabian Con- de, Lázaro, Diego, el padre Manrique, varon prudente i sabio, 1 Gabriela, son para mí personas mui humanas. ¿Acaso no hemos visto mas de una vez desligarse de los brazos de inmundas cor- tesanas i de las ligaduras del vicio, por las asperidades de la desgracia, a jóvenes que contábamos ya perdidos? ¿Acaso no han vuelto a la fé ia la virtud, buscando nuevo puesto de com-- bate en las filas católicas, rezagados de ayer i escandalosos 1 empedernidos desde la mocedad? He aquí por qué estimo con-- forme con la verosimilitud 4/ Escándalo, del cual fluye una accion dramática interesante ií un fin moral preconocido, en medio de frase castiza 1 correcta. A El Escándalo siguieron El niño de la Pn La Pródt- ga, etc., que unidas a las ya nombradas i haciendo, en resúmen, el análisis de todas, queda en limpio: El final de Norma, es novela romántica; realista El sombrero de tres picos; docente El. Escándalo; de costumbres El niño de la bola i La Pródiga. Con la muerte de Alarcon perdió el idealismo agonizante a su | mejor adalid; 1, si bien es cierto que don Juan Valera no lo de- jaria morir con nuevas producciones, tambien es verdad que ya está pasado de moda, aun a lo Alarcon, lo que es mucho decir. LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1193 Tiemblo de miedo al hablar del elegante novelista don Juan Valera í este temor es mui justificado. Los profanos e inci- pientes escribidores debemos estremecernos al solo pensamien- to de que despedacemos el castellano que en frase afiligranada i de perlas nos presenta “mi dulce Valera, el mas culto» el mas helénico, el mas regocijado i delicioso de nuestros prosistas., como dice Menéndez Pelayo. I con este juicio, entro a examinar lacónicamente una de las producciones novelescas del último representante del romanti- cismo español de buena escuela. Pepita Jiménez, aquella viudita pura 1 bella, suave í plácida, cuya historia no hai español que no haya leido ni nacion culta europea que no haya traducido a su propio idioma, es la obra de arte de don Juan Valera. Así son todas las heroinas del pulido escritor: tienen la fragancia de las flores i la hermosura de los lirios del valle. El argumento es sencillísimo: una viuda 22maculata se ena- mora de un seminarista, o mejor dicho, los dos se enamoran a un mismo tiempo. La belleza i atractivos de Pepita evaporan las ideas que mantenía don Luís de Vargas de consagrarse al ser- vicio de los altares, i, previa una escena un tantico colorada, se efectúa el casamiento. El argumento es pobre, la trama nove- lesca casi nula, lo que no obsta para considerar a Pepita Jimé- nez como novela, si cumple con las condiciones exijidas. En la novela contemporánea, pues, no se requieren cuentos de brujas, ni luchas de jigantes, ni encantamientos, ni panaceas para enderezar entuertos, nada eso, si ello no es natural i de ello no se desprende una leccion moral o el retrato fiel de la socie- dad en que vivimos. Hai caractéres que pintar, vicios que corre- jir, virtudes que amar, preocupaciones que estinguir, i la novela se encarga de hacerlo todo al natural, i llega al sumomun de la perfeccion el que novela realmente, sin una pincelada mas, sin un perfil ménos. Se cargó la brocha, no hai trasparencia, no hai color local, i la novela pierde su encarnadura de tal. Conviene averiguar si Pepita Jiménez cumple con estos pre- ceptos. Desde luego, digo que en mucha parte, aunque en ella no se vea claro la moraleja. Pepita Jiménez, en el sentido de leccion moral contra las falsas vocaciones i el misticismo con- trahecho, es novela romántico-psicolójica. Si en ella hai mas 11094 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de lo que el lector espera, no por esto hai que llevar al banco de los acusados al autor que habla i obra en sus libros. Es así don Juan Valera; por esto, en Pepzta Jiménez, los incidentes, la conversacion, el tono de los personajes, todo es nada vulgar con lo que pasa en la prosaica realidad de la vida. Sin esto icon mas enredo, Pepita Jiménez habria sido una novela digna de figurar al lado de las de Pereda; mas, con todo su misticismo i teosofía, Pepita es un estudio psicolójico de pasion admirable, en que siempre habla el erudito eminente, el filósofo sereno i reposado, el estilista insigne, el académico refinado don Juan Valera que toma la pluma i escribe sólo con guantes blancos, como se ha hecho proverbial. Por esto se esplica que una sir- vienta, como Antoñona, sea filósofa i erudita al mismo tiempo de fregar ollas i cargar llaves. | | No trataré de sondear las intenciones utilitarias, archiespi- ritualistas i otras que críticos de nombradía han creido encon- trar en Valera; ello no hace a mi asunto. Me basta saber que Pepita Jiménez es un estudio de pasion semi-romántico i ten- dencioso, para comprender la marcha actual de la novela con- temporánea. | Las ilusiones del doctor Faustino es inferior a Pepita Jiménez, i el protagonista medio incrédulo i supersticioso, es una entidad vulgar i mediana. £/ Comendador Mendoza i Doña Luz no exi- jen punto aparte; porque Valera, ya lo he insinuado, es el escri- tor ecléctico que refunde en todas i cada una de sus obras la estética del ideal pagano, la del siglo de oro i del actual, con todo lo cual forma esc amasijo de pura diccion castellana que mana perlas ¡ brillantesi que forma su mayor timbre de lejítima gloria. IV e ERa Al fin entro al realismo contemporáneo. | Ya dije hace un buen rato que distinguiria realismo de natu- : ralismo i, a fuer de cumplido, debo hacerlo. Pero primero ¿cómo nació el realismo en España? No pudo crecer como planta exó- tica, pues es axioma conocido en las letras que nada nace de nada. Por consecuencia, el realismo debe tener solar primitivo; LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1195 i ya he indicado un abolengo al hablar de Fernan Caballero, de quien dije que en muchos cuadros de sus obras había realidad, precursora capaz de cambiar la fase de la novela romántica. Los autores de las Escenas matritenses, 1 Ayer, ho? ¿ mañana, 1 Figaro en sus salerosos artículos de costumbres, son las otras columnas de pórfido en que se apoya el realismo español. Como se nota, no es para despreciada la sangre azul que corre por las venas del realismo contemporáneo, ménos si se anuncia en voz alta que tuvo por primer padre al glorioso manco de Alcala de He- nares, el verdadero desfacedor de entuertos monstruosos en la literatura peninsular. El realismo tiene su nacimiento en la propia patria española, i Pereda, la señora Pardo Bazan í Perez Galdós son netamente españoles i netamente realistas. El naturalismo, que en estos últimos años ha pretendido disponer de partidarios en España, no ha formado escuela, i Dios quiera que nunca la forme.—En el discurso de este estudio, por la filiacion que a cada novelista español le corresponda, se entenderá mejor la gran diferencia que hai entre naturalisimo 1 realismo. Aquél existe solo en Fran- cia i su mejor representante es Emilio Zola; éste, en España, 1 sus intérpretes disponen de un temperamento de bondad que no se encuentra en el naturalismo frances, ni se avendria con él. Voi, entónces, a examinar la estética de Emilio Zola, quien en fuerza de su talento i ciencia se ha impuesto en las letras 1 ha logrado un lugar distinguido en las bibliotecas de los mis- mos protestadores de la perversidad de sus doctrinas. Es la ver- dad: Zola repugna, pero Zola es leido. 1 dicho se quede para no volver mas sobre esto, los imitadores ingleses 1 alemanes — pues los tiene en casi todas las naciones—lo han imitado sólo en sus defectos i errores, ninguno en lo que Zola encierra de gran- deza, que sí la hai en sus novelas, puesto que, en los espacios del arte, todo es permitido i lejítimo con tal de ser bello. Allí entran los principios refractarios a los progresos de la civiliza- cion ia la libertad humana, el incrédulo de pacotilla, el rufian de pocilga, el católico intransijente, el libre pensador i hasta la infame ramera; el arte solo pide que no se mezclen intereses que pugnan abiertamente con el buen sentido i la sana moral, que no se ofenda, en una palabra, la tranquila contemplacion 1196 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS estética de la verdad; exije dignidad i buenas maneras como la sociedad nos ordena compostura, decencia i cortesanía. Eso es todo. I hé aquí por qué declaro injénuamente que en la obra escrita llevo ánimo de encontrar al sabio o al artista, no al sec- tario. La polémica serena i reposada o recalcitrante i de fuego tiene su campo de accion, i allá debe ir toda persona que crea comprometidos sus aspiraciones i creencias, su credo relijioso o político. Lo demas es prostituir el templo sagrado del arte, ia ello no bajará quien se haya formado un gusto literario sano. Al católico como al racionalista que han de vivir en contacto con los libros, les está prohibido el choque ardiente de antago- nismos vidriosos en beneficio del propio progreso i bienestar patrios, que solicitan esfuerzos comunes de todos los nacionales para levantar, sobre todo, el nivel moral í la instruccion de los pueblos que, como el nuestro, apénas nacen a la vida del pro- greso. I sí este es juicio de sensatos, él nos impone la obligacion de scr de mangas anchas al examinar una obra de arte, que admite todos los tonos i puede vivir en todos los espíritus en grado de mas o ménos perfectibilidad. Cuando el arte se en- cuentra ultrajado, entónces, i sólo entónces, la crítica es justa, permitida i necesaria. | He divagado, lo confieso, pero, dando por bien empleado el tiempo que me ha proporcionado la ocasion de espresar un sen- timiento íntimo i profundo, hilvano mi interrumpido propósito. La estética moral de Zola, a diferencia de la de los otros no- velistas, es invariable: una negacion pesimista en el fondo, una desnudez absoluta en la forma; i esto constituye lo que puede llamarse la trasmision de la culpa por herencia, por tempera- mento. Sólo el jenio de Zola pudo imponer teoría tan estraña, de la cual no veo mui en claro la enseñanza que han de sacar los franceses. Esa particularizacion de lo obsceno i feo, que ca- racteriza la novela de Zola, no es un cuadro natural i fiel de las costumbres francesas; pues los tipos de Zola, por lo jeneral, son caballeros i damiselas de vida alegre i lijera, que no pintan a la Francia honrada i trabajadora sino a la Francia prostituida i- bastarda. Por esto, en Rusia, endonde los naturalistas son guia- dos por una idea patriótica, creo que ha dado mejores resulta- dos. Los rusos ponen la medicina en la llaga con la esperanza LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1197 de sanar al enfermo: pintan a su patria tal como es, a fin de descubrir sus defectos i dar ocasion de correjirlos. Tal han he- cho Gogal i Turgenicw con patriotismo digno de gran causa i no han salido del todo frustrados sus anhelos, No me importa sea Balzac u otro el padre del naturalismo, porque, siendo Zola su mas jenuino representante, su nombre servirá mas que otro alguno para mi objeto. Al naturalismo de Zola, le son injénitos un determinismo materialista i una tras- mision patolójica, hereditaria e inconsciente del vicio; para Zola es una tontería la virtud i el heroismo producidos por la reli- jion, i solo es natural i verdadero la sumision del pensamiento 1de la pasion a las mismas leyes que las que determinan la caida de los cuerpos; naturales solo las influencias psico-quími- cas, que llama él mismo en una de sus obras: mostrar ¿ poner de realce la bestia humana; con lo que queda entendido, por fin, que el naturalismo solo respira del lado de la matería, i el ins- tinto bestial i ciego de la desenfrenada concupiscencia es su objetivo mas preciado. El realismo, tal como lo concibo en Es- paña, es mui diverso, i, por esto, dejo el término naturalista para Francia i el realzsta para España. La estética realista española comprende cuanto tiene exis- tencia verdadera i efectiva, lo natural i espiritual, lo concreto 1 abstracto, pero sin encastillarse en los estrechos límites de un determinismo forzado í uniforme. En el realismo cabe todo, ménos las exajeraciones i desvaríos de personajes movidos como máquinas por causa de las predisposiciones hereditarias de sus antepasados. El naturalismo pinta el lado pesimista de las co- sas, i fuera de él no hai nada; al reves, el realismo pinta lo bue- no i lo malo, el vicio i la virtud. La brocha del naturalismo sólo usa colores subidos i fuertes, en tanto que la del realismo apro- vecha hasta los colores intermedios; son obras realistas £7 Ouz- _jote de Cervantes i los cuadros preciosos de Velázquez, pero nó las novelas de Balzac i Zola. En España no puede cundir el naturalismo pesimista, i la razon es obvia. El medio ambiente español es mui distinto del frances. En España la corrupcion social no ha llegado a ese grado que asombra i espanta: el pueblo español es todavía un pueblo de tradiciones santas 1 virtudes hondas; miéntras en 1198 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Francia, sobre todo en la capital, el crímen í el vicio traspasan toda valla; el corazon ha quebrantado sus votos mas sagrados i bebide hasta las heces, en dorada copa, el aliento envenenado de pestilentes meretrices, a cuyo contacto solamente, infiltran tósigo mortal de putrefaccion ¡ i muerte, i¡ matan el heroismo i la virtud. Así i todo, hai en España escritores naturalistas, cuyas ten- dencias mas sanas que las francesas, por razon de temperamen- to, son, sin embargo, un peligro para las letras; porque la nacion española, no estando preparada para recibir todo el peso del naturalismo, se perjudicaria si espíritus bastante atrevidos tra- taran de pintar la bestía humana, que aun no existe. Por eso han pisado en falso Ortega Munilla, Palacio Valdes, Picon i. Leopoldo Alas en La Rejenta, escritores que podríamos tildar de naturalistas; pero no son suficientemente poderosos por sí solos para formar escuela, i han de volver arrepentidos al buen camino, lo que deseo para honra de las letras españolas. El po- pular Clarín se lleva la peor parte en La Kejenta, contra todo lo que se presumia por sus primeros ensayos. Esta obra, enjen- dro soporífero e inútil, empalagosa í grosera, no soporta un aná- lisis minucioso. El arte que no se aviene con suciedades de mal tono i porquerías de burdel, sale mal parado, i Zola ha tenido un imitador infeliz en el incisivo Clarin. V De propósito no he afiliado entre el cortejo de noveladores naturalistas a la brillante gallega, señora Emilia. Pardo Bazan. Con el solo nombre de tan excelsa i castiza escritora, el natura- lismo español tendria literatura propia, rica i copiosa; pero nó; doña Emilía no es sino realista que, a las veces, gusta sombrear el cuadro grandioso que crea; le agrada la luz, pero tambien le - divierte que a la penumbra hagan algunas travesurillas esas. hermosas criaturas que salen de sus manos. Si los interesados en presentarnos al naturalismo pujante, nos replican que la se- ñora Pardo Bazan es de su pertenencia, porque se ha declarado defensora impertérrita de esa doctrina, en cambio no deben La NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1199 ignorar que ha estigmatizado el determinismo i otros caractéres peculiares que constituyen todo el poderío de la literatura natu- ralista. Mas aun, nos ha dicho esa señora, a quien idolatro por sus cualidades de escritora i ciencia de sabio: no quiero figurar en este o aquel grupo determinado; en materia de realismo simpatizo con las tradiciones patrias; me repugna la estrechez de las imitaciones vulgares; no me gusta forzar a la naturaleza para mostrar solo el lado deforme, etc. Quien tal declaracion hace no pretende engañar, a buen seguro; i la prueba fehaciente la encuentro en sus obras, de las que descarto desde luego las místicas pájinas de San Francisco de Asís, que nos pintan con fidelidad histórica al seráfico fundador de los franciscanos, im- pregnado de candidez de niño i dulzura de ánjel. La primera obra novelesca que dió a la estampa la señora Pardo_Bazan, Pascual López, deja que desear, es cierto, pero ¿quién no prevee ya en ella a la fuerza creadora i potente para sacar con bien producciones maestras? ¿Acaso en ese cuento fantástico no existen ya recursos descriptivos inapreciables, lenguaje castizo i elegante, donaire i tersura en el estilo, aun- que a veces peca de arcaico i amanerado? ¿No hai ya en Pas- cual López una moraleja sana, observacion psicolójica poco comun iun conocimiento real de las costumbres 1 tipos que retrata? Que fué buen enredo novelesco, en Pascual Lopez, el esperimento de producir el diamante por medio de la cristali- zacion artificial del carbono, lo atestigua Un viaje de novzos en que el carbono ya es bruñida plata. Algunos pasajes son un tanto delicados; pero gracias al talento viril i creador ia la fra- se rítmica, que en esta novela tiene parte principal, logra hasta hacer olvidar el defecto de la interrupcion del argumento, que se hace por entretener en motivos que no habia para qué referir. En £lcísne de Vilansmorta, Insolacion, Morriña, Una Creistia- na 1 La Prueba, no hai casos patolójicos ni escenas naturalistas de cargada brocha. Todas estas novelas son psicolójico-realistas i, en cual mas cual ménos, aparece la juiciosa dama siempre sublime i artista. La Tribuna, Los pasos de Ulloa i su apéndice La madre natu- raleza forman capítulo separado. En la primera, hai situaciones picantes i se oye la frase atrevida i callejera; en la segunda, mer- 1200 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ' ced asu buen temperamento e intuicion sana, salva sin tropie- zos los feos laberintos naturalistas. En el dejenerado vástago de los Mocosos, nos pinta un escenario de vicios i torpezas, despo- tismo de feudales sín cultura intelectual ¡un marqués preso en los brazos de una concubina i separado de su lejítima esposa; en todo lo cual se palpa el esterminio de una jeneracion i se asiste alos funerales de aquellas linajudas jentes. Los pasos de Ulloa es una concepcion feliz a que Pereda no desdeñaria de poner su firma. El complemento de esta obra, La madre naturaleza, que por el título quizás se creyera parto de Zola, es, como las dos anteriores, un trabajo psicolójico-realista, en que se ve con los ojos de la cara aquella penumbra de que ántes hablé. - A aceptar el naturalismo en España, a las tres últimas nove- las las clasificaria entre las de Zola; mas no hai pesimismo obli- gado, i preciso es rechazar ese mal pensamiento. En La madre naturaleza, la autora liga por los lazos de un amor incestuoso, orijinado por la fatalidad sexual i fisiolójica, a dos inconscientes hermanos. La novela es un drama de máquina monstruosa i ejecucion maestra. En mi sentir, despues de un artículo intitu- lado “Zola i Tolstoin en su Zeatro crítico, esta obra es lo mas cercano al naturalismo que haya publicado la nunca bastante- mente alabada escritora, para mí el nombre mas grande de mu- Jer que rejistra hoi la literatura universal. José Maria de Pereda, el escritor montañés que ha trasladado a sus obras todas las flores i montañas santanderinas; el que ha dado vida i consistencia marmórea a sus bustos i tipos, hacién- doles hablar al sabor de la tierruca; ese escritor modesto que vive solo al calor de su hogar en Santander, i que nos hace sentir, ver i oir lo que escribe, es el primer novelista español. Pereda es realista por naturaleza, porque no ha tenido maes- tros ni dentro ni fuera de España.Con las Escenas montañesas (1), hizo su estreno de héroes rústicos i andrajosos. Copió por obra del arte al pueblo español santanderino i éste encontró realzada - su figura, mas poética i bella de lo que la habia soñado. Entón- ces sólo supo el rudo labriego que en las orillas de su mar i en su pedazo de tierruca habia olvidadas tradiciones queridas. (1) Publicadas en un volúmen en 1864.—La Abeja montañesa, en 1859. LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1201 Estos primeros cuadros del novelista son copias al natural, como que Pereda rechaza los idealismos postizos i Ánjidos. Si las costumbres rústicas tienen idealidad i hermosura, si los héroes que saca de aquí i allá son zafios o bonachones, cultos o bellacos» así, i solo así, les da vida. Por esto no le importa gran cosa la unidad de composicion en las novelas mismas. Mucho se podria decir de Don Gonzalo, El sabor de la tierruca, Pedro Sánchez, Sotileza 1 La Montalvez, a juzgarlas con el escalpelo de la crÍ- tica preceptista; pero, donde hai realidad que se toca i tipos que se apersonan a nosotros, no cabe el exámen rutinario sino el de los sentidos, 1 este hacemos al leer cualquier obra del escri- tor santanderino. El dolor i la desgracia le hacen arrancar lágrimas, como la alegría 1 las espansiones blandas del alma le hacen reir a carcaja- das. Las lágrimas las vemos correr i la risa desprenderse de los labios: tal es la májica de su arte real! En los escritos de Pere- da, si es necesario, hai tesoros de sentimiento 1 espresiones valientes i pintorescas, diccion pulida i fácil, siempre. No teme penetrar en la taberna 1 en la choza humilde, ni retrocede al escribir las miserias de una cortesana o el amor es- candaloso de una aristócrata que ha prostituido el cariño de su hija i vendido su propio honor. I, con todo, se siente el tempe- ramento bondadoso i moderado del escritor, se conoce su deli- cadeza moral i literaria, se descubren sus pasiones de hombre de cabeza i de corazon. Pereda es único! En sus Escenas montañesas, si algo sobresale, es La Leva 1 El fin dz una raza; pero no hai nada que escojer, todo es esco- jido i artístico, a todo le da soplo de existencia real i alma vi- viente. Cafetera, El Tuerto, El Tremontorzo, Juan de la Llosa, el mayorazgo Seturas i El jándalo Mazorcas sentarán mal, no lo dudo, en un salon de alto copete; pero ¿qué sele ha de hacer? ¿No tienen realidad, no son leidos con particular predileccion? Il, ántes de pasar a sus novelas, conviene dejar constancia de sus Tipos transhumantes, ya que no nos son tan desconocidos, en los paseos de campo i lugares de veraneo, muchos de esa colonia de tontos remilgados i siúticos descritos por Pereda. l, si tuviera mando sobre esta turba de ociosos tan bien foto- grafiados por el artista, que han dado en llamarse aquí Jóvenes 1202 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS de buen tono, en vez de zánganos sociales, 1, si creyera en que han de dejar de aplanar calles con la lectura de Un jóven distim- guido, les recomendaria compraran ese su retrato de cuerpo en- terons Los hombres de pro es el testamento cerrado de Pereda sobre la única aventura política de su vida. Allí está pintada la campaña electoral con todas sus ridiculeces, inclusos los discursos de choclon que tantas veces hemos oido. Es una novela de costum-- bres de verdad estética no desmentida. Algunos, que se dan el trabajo de dividir la vida literaria del primer maestro del arte novelesco español, terminan en el año 78 la primera parte de su vida literaria, i principian la segunda - con las novelas: El buez suelto, Don Gonzalez Gonzalez de la Gon- ¿zalera, De tal palo tal astilla, El sabor de la trerruca 1 Pedro Sánchez. En la primera trata del matrimonio en cuadros majis- trales de costumbres, en los que cada capitulo forma.un cuadro separado. Llega al alma la realidad de lo pintado, lo mismo que en Gonzalo, endonde se presenta el absurdo que se comete al llevar la política a un pueblo rústico e ignorante. El abandono del trabajo, la taberna diaria, los palos i asonadas son la conse- cuencia precisa de aquel crímen. Tal pasó en Coteruco, pueblo que llegaron a corromper dos farsantes i un mentecato. Mas realidad que la que hai en Don (Gonzalo no puede exijírsele a un pintor. Aro | De tal palo tal astilla es novela realista a medias i tenden- ciosa; fué ina caída del artista, i, como para desagraviar al público sensato i amante del arte puro, escribió El sabor de la terruca, que no tiene otro objeto que hacer sentir i gozar, por lo que es nula la accion 1 mas parece un poema idílico que no-. vela. Pedro Sánchez es tan novela de pasion de primera fuerza como realista de primer órden. La amargura sin misantropía con que juzga a la sociedad i la verdad poética que la perfecciona, la colocan entre las mejores obras del pintor realista. Con Sotileza, La Montálvez, La Puchera, Nubes de estic an primer vuelo, he de cerrar estos rasguños literarios, mas de catá- logo que de crítica, por exijirlo así la premura del tiempo. Con- fieso que me duele el alma por no poder dedicar dos palabras a LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1203 Sotileza, la obra mas estimada de Pereda, con lo que fácil es comprender su donosura i valer. Sofileza, quebranto mi prome- sa, es una pájina continuada de naturalismo (realismo, quiero decir) verdadero, pulcro i recatado. Entre tantas sublimes pin- turas 1 bellas creaciones de la novela, Sotileza es la perfeccion del arte. Las pláticas del Pde Polínar a la muchedumbre de cafres poco dejan que desear, i aquellas espresiones non sanctas i sucias ¿por qué arte no causan náuseas ni al que las lee? ¿Por qué arte Muergo, zafio i embrutecido, grosero i repelente no es antipático como la bestia humana de Zola? ¿Por qué al contacto del cariño tierno i de la palabra amorosa de una mujer se transforma una criatura abyecta? Prodijio del arte que no al- canza a profundizar el profano vulgo! I para terminar con este escritor, poco diré de La MZontálvez, la novela mas realista de Pereda, en que con látigo de hierro flajela, desde su retiro, los vicios de la aristocracia pudiente. Esas damas de La lZontálvez mo se borrarán de mi memoria miéntras el recuerdo bendito de luz, esa azucena preciosa, me haga ver en el mundo la realidad de corazones puros i la de- gradacion moral de almas podridas. Si fuera a estampar mi juicio por lo que me ha deleztado amargamente esta obra—que, al fin, por eso solo lo he de dar,—declararía sin embozo que es digna de figurar al lado de Pedro Sánchez ¡1 Sotileza. Se argilirá en contra de la moral estética de La Montálvez que Pereda no ha salido de su tierruca i que ha escrito lo que no sabe; pero quien lea la obra sin preocupacion se penetrará de su realidad ino podrá sino enviar un aplauso sincero al eximio autor realista, que en Vubes de estío i Al primer vuelo, sus pos- treras producciones, nos hace respirar balsámicos aromas de madreselvas i jazmines. V Don Benito Pérez Galdós, poco ménos grande i menos artista que Pereda, aunque de escuela opuesta, lo aventaja, sin em- bargo, en fecundidad. Hartas veces ha intentado Pérez Galdós pasarse al natura- lismo con armas i bagajes, dice la señora Pardo Bazan; pero no 1204 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ha pasado i es un hecho que continuará del lado del realismo, en el cual no alcanzará a Pereda, el pintor por excelencia. Galdós es sobrio en las descripciones, natural en la accion, fiel en la: narracion histórica, correcto en el lenguaje i en el estilo, del cual fluye a oleadas, como de una urna de marfil, el verbo que entrelaza la sentencia que acaba i la que principia. Para no comprometer la independencia de juicio de que he alardeado, quiero solicitar el testimonio de dos escritores nada aferrados al sectarismo de que pudiera acusárseme. Así entraré sin temor a analizar algunas de las obras del gran novelista. Sea el primero de Revilla: "¡Ah! si el señor Galdós pudiera des- pojarse de esa frialdad que le distingue; sí se comprometiera a no leer en su vida novelas inglesas 1 sí se acordara de que es español i escribe para españoles, es decir, para jente que tiene sangre, ya que nó fuego, en las venas, i no paleale como esos sajones que tanto le entusiasman, entónces ¡qué gran novelista seria el señor Galdós! —El segundo juicio es de la señora Pardo Bazan: “Lo que me parecia el lado flaco de su estraordi- nario talento, era la tendencia docente—en un sentido ámplio e histórico, es cierto, pero docente al cabo—el alegato sistemá- tico contra la España antigua, las paletadas de tierra arrojadas sobre lo que fué; í esta tendencia, que cada vez se iba acen- tuando mas en la magnífica epopeya de Los Epzsodzos, hasta declararse esplicitamente en la segunda serie, hizo esplosion, digámoslo así, en l)oña Perfecta, en Gloria, en La familia de Leon Roch, novelas trascendentalisimas, de tésis ¡ hasta simbó- licas..n Con verdad, Pérez Galdós es enemigo implacable del catolí- cismo, lo que le hace dar fin trascendental a sus novelas i, ca- balmente tambien, lo que oscurece su talento inventivo. He declarado en otra parte que la polémica tiene periódicos 1 otros horizontes en que trabar lucha; aquí veo en confirmacion de aquella verdad que la pasion sectaria, demasiado teñida i trasladada al arte, lo abate i envilece. La pelea fragorosa sienta bien sólo en el campo de batalla; en la paz, los turbulentos i pendencieros únicamente se dan de porrazos a sangre fria. Pe- reda jamas marcó con estigma de fuego los tipos i personaje. de la escuela racionalista. Por esto Pérez Galdós vale mucho . LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1205 mas como novelista descriptivo de los Lp:2sodz0s nacionales, el heroismo de Zaragoza i de Gerona, que como teólogo de Gloria o Leon Roch. Probar que los católicos peninsulares son hipócri- tas o farsantes, sus obispos tontos í sus curas ignorantes i zafios no honra a la personalidad de Pérez Galdós, por tantos titulos recomendable; ménos aun la idea de que es necesario para una rejeneracion moral hacerse protestante o judío, como lo pretende en G/oría. Ahora me esplico la causa de por qué leí, hace tiempos, en Los Heterodoxos de Menéndez Pelayo que no estaba lejano el día en que Glorza habia de ser tomada i repartida por hojitas por cuenta í riesgo de las sociedades biblicas. Las primeras producciones de Pérez Galdós, La fontana de oro ¡ El Audaz, nos señalan al restaurador de la novela que en- tra con pie derecho, en los Epzsodzos naczonales, a esplotar el tesoro oculto de la epopeya de la guerra con Napoleon, época recordada por el poeta, pero olvidada por el novelista. Pérez Galdós narra, con su brillantez deslumbradora i fidelidad histó- rica, la época que se relaciona con las pasadas glorias españo- las; las resucita en el lienzo, por decirlo así, las hace amables i gratas. - Dos series, de mas de siete mil pájinas, componen los Zpz- sodios nacionales. En la primera, encierra el período compren- dido entre el alzamiento de 1808 i Fernando VII, el bosquejo de las costumbres de la corte de Cárlos IV, la batalla de Trafal- gar i la recia caida del favorito Godoy. El protagonista de esta primeria serie, un veterano oscuro, Gabriel de Araceli, educado en medio del libertinaje i el escándalo de un barrio corrompido, entra al servicio del capitan de marina, Alonso Gutiérrez, i asiste al desastre de Trafalgar. El soldado glorioso despues de la ba- talla, marcha a Madrid, endonde tiene por ama a una cómica del teatro del Príncipe; razon por la cual conoce mui de cerca la corte de Cárlos IV, los dramas i melodramas de palacio, la re- lajacion de las cortesanas i descomposicion de toda esa aristo- cracia histórica. Se enamora el humilde retirado de una linajuda condesa, pero liviana e intrigante, que resulta ser, al fin, la ma- dre de una desgraciada niña, novia de Gabriel. Impelido por la aristócrata dama a desafiar las crueldades de la fortuna i las vi- cisitudes de la suerte, se consagra de nuevo a la milicia 1 toma o. 1206 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS parte en casi todas las acciones de la guerra contra Napoleon. En la historia amorosa de Gabriel, no faltan trajedias de duelo, raptos i escenas desesperadas; pero en todo sale bien el nove- lista, i nos presenta lo grande i lo pequeño de aquella ajitada época con ribetes de verdad tales, que nos trasladamos con el autor al teatro de los sucesos. AE | Los personajes accesorios no están peor pintados. La rela- cion del sitio de Gerona, por ejemplo, es la tétrica epopeya del hambre en cuadros divinos de Miguel Anjel: nada mas verda- dero i real que aquel glorioso asedio. Allí, mediante la plasticidad poderosa del arte de Pérez Galdós, se ven las figuras tales cuales fueron: la profanacion del hogar invadido por el hambre, la or- fandad sin techo, la mezcla de lo cómico i tétrico en la caza de ratones, la estratajema con que es atado por el rabo su Majes- tad imperial: todo es de mano de artista. Conste, pues, que en la segunda serie de los Episodios nacio- nales hai pájinas bien descritas, motines militares bien delinea- dos, patriotas necios i cándidos a la violeta, muchedumbres ve- leidosas e indíignas, de realidad verdaderamente artística, aunque Revilla diga que la Revolucion de 1820 no puede dar inspira- cion, "porque todo aquello es a la vez pequeño i triste. Una li- bertad enana, alzándose contra un absolutismo pigmeo; Cán- dido i Pangloss coaligados contra Tartuffe. Hé aquí la revolucion de 1820. Su historia, aun en novela, nunca será poética, que la poesía no puede compajinarse con una revolucion digna de Li- lliput ..—Hai mucha verdad, con todo, en la palabra del crítico, í sólo el talento vigoroso de Pérez Galdós pudo pintarnos esos episodios, muchos de carácter tendencioso, sin ganas de arrojar el líbro. ! | | + Las novelas de Pérez Galdós son sociolójico-tendenciosas i ne- tamente trascendentales. Doña Perfecta, Gloria i La Familia de Leon Roch tienen muchos puntos de afinidad. La primera es un cuadro de costumbres que no sé cuánta verosimilitud real pueda tener. Píntase en ella la vida i hábitos antiguos de una ciudad clerical, foco de atraso i de un oscurantismo que domina sin con- trapeso. Indicar el fin político i social de la influencia 1/tramon- tana, poner en la picota la torpe supersticion, el ciego fanatismo, la fea hipocresta i la abominable intolerancia de una ciudad cato- LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1207 lica: he ahi Doña Perfecta. El argumento nada tiene de raro, que al cabo cada mortal tiene sus ideas particulares; pero no puedo convenir con aquello de que de esa obra salgamos todos los católicos traidores de melodrama, inquisidores de in- jenieros sabios 1 de toda alma bien puesta. Tal aseveracion nos conduce a negar la probidad de personas a quienes debemos rendir acatamiento por su integridad a toda prueba í que abun- dan en todos los partidos. De manera, pues, que los tajos 1 reveses de Pérez Galdós contra el fanatismo católico mejor ten- drian cabida en las columnas de un periódico, ya que el fana- tismo católico i liberal, exajerados, perjudican a la obra de arte. | En Gloría i La familia de Leon Roch, con pequeñas varlantes, sigue el escritor desarrollando la misma tesis tendenciosa que en Doña Perfecta. En las tres novelas, la realidad social ha sido su objetivo; hasta dónde lo haya conseguido no me toca pro- barlo aquí.—La Desheredada casi pertenece al infierno social de Zola. Si el temperamento español de Pérez Galdós no se le subleva con la esquisita diccion i preciosa mesura de su estilo, habria ido a formar del lado del naturalismo francés. ¡Gracias a Dios! Así salva a Isidora, no ilesa, pero simpática aun, despues de haber probado las heces de la disolucion i de la desgracia.— En £/ amigo manso parece que se propuso el autor sustituir la virtud cristiana por la ética moderna; es produccion espontánea i bella, que delata, sin leer el nombre del autor, al novelista po- tente, castizo i de ardiente pasion. Sus novelas posteriores El doctor Centeno, Tormento 1 La de Bringas han alcanzado fama merecida i justa. La primera, sobre todo, es un modelo perfecto de análisis psicolójico. Lo prohtbzdo celebra el influjo del temperamento sano i el equilibrio de los humores; Fortunata i Jacinta esplican el criterio moral i esté- tico de Galdós; Miau es un juguete elaborado por el jenio de la ironía, que da una mirada desdeñosa al infeliz cesante; /72- cógnita i Realidad acumulan datos estadísticos para el conoci- miento de Madrid íntimo i la historia de la prostitucion, 1 477el Guerra es la biografía del hombre desequilibrado, quijotesco 1 utópico. | Hablar del lenguaje poético, sentido i lleno de vida, de Pérez TOMO LXXXII E SI 1208 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Galdós, está de mas; es demasiado conocido en el daa de las letras para descender a tales pormenores. Concluyo este análisis literario con el nombre insigne del je- suita Luis Coloma. No pretendo examinar toda su produccion literaria ni ménos penetrar en las dgrias discusiones de que ha. sido blanco su popular novela Pegueñeces. Basta, para mi estu- dio, saber que la realidad de ese reto varonil, contra la jente de las mas encumbradas esferas sociales, es obra de arte. La gan- _grena social se trasparenta en Pegueñeces, 1 para atajar su ím- petu destructor, el jesuita usa de la sátira incisiva i terrible; con- mina al malvado con castigos temporales i eternos; ofrece el perdon al arrepentido i el respeto de la sociedad ultrajada. La podredumbre de la aristocracia femenina se siente herida de muerte a los acertados golpes del escritor que, conociendo el: terreno que pisa, no omite apóstrofes ni conminaciones nea los vicios refinados í elegantes. | Alabo los esfuerzos del jesuita que penetra en esos hogares relajados i de los cuales nos saca damas de carne ¡i hueso con el fin de hacernos codear con ellas i pintárnoslas, en seguida, re- pugnantes i feas; alabo el estudio psicolójico que hace del ca- rácter femenil, i si en Pegueñeces hai alguna estralimitacion, no le alcanza, sin embargo, la censura al autor que fué guiado por una idea grandiosa, sana 1 moral. Resumiendo, en dos palabras, lo que he esparcido en el cuerpo de este trabajo, resulta que la novela contemporánea española . es esencialmente realista, pero “que, en el realismo español, ca- ben, en perfecto acomodo, el romanticismo mesurado i discreto, - los estudios psicolójico-tendenciosos i la pintura fiel de las cos- tumbres i de la sociedad. Mas aun: estos múltiples elementos, ya estén juntos, ya separados, contribuyen a dar perfectibilidad a la obra de arte, que tal debe ser la novela contemporánea que ha rechazado los puros juegos de imajinacion i fantasmagorías contrahechas de otros tiempos. Por consecuencia de estas pre- misas sentadas, el novelista contemporáneo tiene que ser un sa- bio i un artista a la” vez, un hombre de letras i un observador LA NOVELA CONTEMPORÁNEA EN ESPAÑA 1209 primoroso. Hacer un análisis psicolójico del corazon humano, pintar las rústicas costumbres de los pueblos o el bullicio de la ciudad, en obra artistica, no es labor tan hacedera como la de urdir patrañas o forzar semidioses, primera cualidad del anti- suo novelista. Santiago, a 10 de Diciembre de 1892, AGUSTIN GÓMEZ GARCÍA Profesor de Castellano SS ae y ay? ME jejejej lorsiejelsle Ste fut O E ES 2 me Il ERRATAS MANIFIESTAS DE LA EDICION AUTÉNTICA DEL CÓDIGO CIVIL CHILENO .. JT oo. (Continuacion) ART. 1574 "El que paga contra la voluntad del deudor, no tiene dere- cho para que el deudor le reembolse lo pagado; a no ser que el acreedor le ceda voluntariamente su accion. Segun este artículo, el que paga contra la voluntad del deu- dor, no tiene accion contra éste para reclamar lo pagado. Sin embargo, al establecer los preceptos relativos al cuasi- contrato llamado azencza oficiosa o jestion de negocios ajenos, el Código consigna una disposicion que no está en armonía con la contenida en el artículo que acabo de copiar. Para convencerse de ello, basta leer el artículo 2291, que dice asi: IE DO "El que administra un negocio ajeno contra la espresa pro- híbicion del interesado, no tiene demanda contra él, sino en 1212 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cuanto esa jestion le hubiera sido efectivamente útil, i existiere | la utilidad al tiempo de la demanda; por ejemplo, si de la jes- tion ha resultado la estincion de una deuda, que sin ella hubiera debido pagar el interesado. "El juez, sin embargo, concederá en este caso al interesado el plazo que pida para el pago de la demanda, i que por las circunstancias del demandado parezca equitativo. | Salta a la vista que este artículo no guarda consonancia con el 1574. | ART. I581 “Puede ser diputado para el cobro i recibir válidamente el pago, cualquiera persona a quien el acreedor cometa este encar- go, aunque al tiempo de conferirsele no tenga la administracion de sus bienes ni sea capaz de tenerla... Cobrar, segun el Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española, significa "percibir uno la cantidad que otro le debe. | Cobro, segun la misma autoridad, es ula accion i efecto de cobrar. 1: Miéntras tanto, por la redaccion del artículo precedente po- dría creerse que el lejislador al hablar de cobro no comprende la idea de percibzr o recibir. Yo bien sé que el autor del Código Civil emplea estas voces en el mismo sentido señalado por la Academia. Así, el artículo 647 se espresa en estos términos: ¿ARTIST "Se llaman frutos czvzles los precios, pensiones o cánones de arrendamiento o censo, i los intereses de capitales exijíbles, o impuestos a fondo perdido. - | “Los frutos civiles se llaman pendientes miéntras se deben; j percibidos desde que se cobran. Pero es preciso confesar tambien que, en el lenguaje vulgar, IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 1213 ha llegado a ser mui frecuente el uso de cobrar en la acepcion de pedir, ex272r. Por consiguiente, podria suceder que álguien, apoyándose en la redaccion del artículo 1581, pretendicra atribuir al verbo cobrar, empleado en otros artículos del Código, el significado impropio de que he hablado. No lo haría de seguro en el artículo 647, que he trascrito anteriormente, puesto que en este caso no cabe otra interpreta- cion que la ya indicada. Pero hai otros artículos para cuya intelijencia es indispensa- ble fijar el sentido en que el Códzro ha tomado los vocablos cobrar, cobro. Tal es, por ejemplo, el artículo 1576, que dice a la letra lo que sigue: ART. 1576 “Para que el pago sea válido, debe hacerse o al acreedor mismo, (bajo cuyo nombre se entienden todos los que le hayan sucedido en el crédito, aun a título singular), o a la persona que la lei o el juez autoricen a recibir por él, o a la persona diputada por el acreedor para el cobro. "El pago hecho de buena fe a la persona que estaba entón- ces en posesion del crédito, es válido, aunque despues aparezca que el crédito no le pertenecia..: El doble significado que malamente se da a la palabra cobro, podria perturbar a muchos en la interpretacion del artículo anterior, sobre tedo cuando el mismo lejislador contribuye a promover esa ambigiiedad. ART. 1588 "Sino se ha estipulado lugar para el pago ise trata de un cuerpo cierto, se hará el pago en el lugar en que dicho cuerpo existia al tiempo de constituirse la obligacion. "Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el dom¿czlzo del deudor. 1214 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ART. 1589 "Si hubiere mudado de domeczlio el acreedor o el deudor en- tre la celebracion del contrato í el pago, se hará siempre éste en el lugar en que sin esa mudanza correspondería, salvo que las partes dispongan de comun acuerdo otra cosa. La palabra domzczlzo ha sido esplicada i definida con toda prolijidad en el párrafo segundo, título primero, libro primero del Código Civel, Pero ademas de los sentidos que le asigna el Cód este vo- cablo tiene todavía otro que pertenece al lenguaje corriente i es el de casa en que uno habitan. Esta acepcion, reconocida en el Diccionario, parece aun la primitiva, puesto que la voz dom:2ca/z2o proviene del sustantivo latino domwus, que significa casa. Ahora bien, lo natural sería que, en un mismo cuerpo de le-. yes, toda palabra definida por el lejislador no se empleara sino en el sentido que éste ha señalado. | Sin embargo, sí se estudian los antecedentes del Cód7go Civil, es fácil convencerse de que la espresion domicilio usada en los artículos 1588 i 1589 no está tomada en la acepcion que indica el lejislador en el párrafo segundo, título primero, libro primero del Cód:go, sino en la de casa o habitacion. Para confirmar lo que digo, voi a reproducir el artículo co- rrespondiente del Proyecto de 1853. Este artículo, que lleva el número 1783, conserva la redaccion primitiva 1 está concebido en esta forma: ART: *1/83 "Sí no se ha estipulado lugar para el pago i se trata de un cuerpo cierto, se hará el pago en el lugar en que se debió pre- sumir que dicho cuerpo se hallaria a la época de cumplirse el contrato. : "Pero si se trata de una cosa indeterminada, se hará el pago - en el domicilio del deudor; a ménos que el acreedor ¿ el deudor IMPERFECCIONES I ERRATAS DEL CÓDIGO CIVIL 1215 vivan en una misma poblacion, £ que la cosa debida consista en una cantidad de dinero, o en cualesquiera otros efectos que puedan tras- portarse sin costo. Concurriendo estas dos circunstancias, se de- berá hacer el pago en el domicilio del acreedor.. Posteriormente, se suprimió la escepcion contenida en la fra- se escrita con letra cursiva; pero de la lectura de este artículo puede colejírse cuál era la mente del redactor del Código cuan- do empleaba, en el caso de que trato, el sustantivo domiczlzo. I adviértase que esta cuestion no es puramente gramatical, sino que tiene verdadera importancia en la práctica. Del significado que se dé a la palabra dom+cz/zo, dependerá saber si el acreedor está o nó obligado a buscar al deudor en su casa para hacerle el pago. En resúmen, el uso de la espresion dom:iczlio en los artículos 1588 í 1589 es malo: 1.9, porque, para conocer el sentido de este vocablo, hai que apelar a los antecedentes del Código; 1 2.*, por- que se le toma en una acepcion diversa de aquella en que ha sido definido. (Continuará) MIGUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES Profesor de Gramática castellana en el Instituto Nacional O AAA VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA ——=> Boo — (Continuacion) CAPÍTULO XXVIIN Sumario.—Situzcion política antes de las elecciones presidenciales de 1875.—Se nombra a Lastarria Ministro del Interior.—Carácter de la política de don Aníbal Pinto.—El discurso-programa del jefe del Gabinete: juicios de la pren- sa. —Reforma constitucional.—Diversos trabajos administrativos. —-La Menoría de 1877.-—Sus proyectos de reforma de la lei electoral i del réjimen interior i organizacion municipal.—Interpelacion a Lastarria: debate. —Renuncia; moti- vos de la desorganizacion ministerial. La accion de Lastarria queda bosquejada en el curso de estas pájinas principalmente bajo el aspecto literario, porque fué aquí cabalmente donde el viejo luchador mantuvo mas vigorosa persistencia. La política vióle tomar su puesto de combate con numerosas intermitencias, con empujes de jóven, i luego con retiradas de desanimado. l es que siempre quería envolverse en los pliegues de la doctrina sin atender a ese foco de afeccio- nes personales, de transacciones pasajeras que se crian 1 forta- lecen en paises en que los compromisos de agrupacion dan la voz de órden i tienen pleno señorío. No viendo en el curso de la administracion Errázuriz una 1218 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS tendencia fija que diera rumbo a la doctrina política, permane- 3 ció Lastarria alejado i arisco hasta el momento en que la supre- ma resolucion de arrojar de la Moneda a la alianza conserva- dora, vino a aclarar los horizontes i a henchir de esperanzas el corazon de los patriotas liberales que veían en ese paso el triunfo de la idea democrática. | A partir de 1874, Lastarria se habia ido acercando al Presi- dente Errázuriz, i éste no había vacilado un punto en aprove- char los servicios de un hombre que, acongojado por el infortunio, azotado por la desgracia, se había mantenido altivo, invulnerable a las seducciones atrayentes del poder. Era toda una pobreza 3 hereica que duchaba sin .domeñarse. ..... de Separados Lastarria i Errázuriz dad O de e elecciones de 1871, ienemistados despues por diverjencias mas o ménos ásperas, llegaron al cabo a entenderse como caballeros de cora- zon bien puesto (1). | | La distancia que los separaba tenía forzosamente que estre- charse en razon de que surjia en la Moneda el sentimiento Colectivo, asociador de doctrinas afines, capaz de sistemar los 3 partidos i de disciplinar los hombres. ” (1) Luego referiremos la comision para redactar un Código Rural que el Presidente confió a su antiguo adversario. No está de mas contar en este sitio una anécdota que pinta el carácter de ámbos. Organizada la Esposi- cion Internacional de 1875, cupo a Lastarria el honor de ser elejido Presi- dente; i como a tal Presidente, correspondiale hacer uso de la palabra en el momento de la clausura. Al Presidente de la República, a su vez, tocábale en la propia ocasion pronunciar otro discurso; i por una iS esas ieatdados 9 - tan peculiares en él, dijo a Lastarria: —Ya que va a hacer usted un discurso, haga dos; 1 asi me ahorra un tra- bajo que le agradeceré. Efectivamente Lastarria cumplió el encargo, 1 tan bien, que las jentes, al dia siguiente de la clausura de la Esposicion, no hacian un misterio en : decir que Lastarria habia decaido, que el discurso del Presidente Errázuriz E era mui superior, majistral, etc.; comentarios que, llegando al palacio de la. 3 Moneda ia los salones, hacian reir de buena gana al que pasaba por autor de la pieza oratoria, i llegaban a sulfurar al que realmente la habia elabora- do , quedando en el concepto público como un vencido. Tanto hincapié se Hb en comparar ámbas producciones que ot ria, de voz en cuello, hubo de confesarse autor de los dos discursos. . Ñ VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1219 Sin que se hubiese añanzado un réjimen parlamentario que diera vitalidad independiente a los partidos, a fines de 1875 se abria campaña eleccionaria jugando resortes mil veces mas sé- rios que los que hasta esa época habian sido puestos en práctica. Sin estar la Convencion liberal reunida ese año exenta de vicios de composicion í de errores de procedimiento, queda sin embargo en la historia de nuestra política nacional como una de las muestras mas aproximadas de lo que puede llegar a ser una institucion de ese jénero. No estuvieron ausentes, ni podian estarlo en esa sazon, las influencias oficiales; pero es un hecho indiscutible que allí hubo lealtad, i honradez, i propositos no- bles para dar el triunfo al que mayor suma de simpatías conta- ba; i bien se recuerda que no fueron sino mui pocos votos los que dieron la victoria al candidato Pinto sobre su glorioso rival Amunátegui. El Presidente Errázuriz no ocultaba sus preferencias por el que debia ser su sucesor, i esta inclinacion en paises como el nuestro tiene inevitablemente que ejercer influencia aun en el mas correcto de los cuerpos colejiados. Elejido el señor Pinto, siempre el Presidente Errázuriz no ocultaba a sus íntimos su propósito de seguir gobernando en los consejos del gobierno que iba a inaugurarse. : Lastarria, que tuvo el propósito de escribir sus memorias políticas, ha consagrado algunas pájinas a referir el modo como se jeneró el primer Gabinete de la administracion Pinto; i sin duda, los detalles que suministra, como las observaciones que consigna, merecen la fé que inspira el actor presencial. Queremos dejar constancia de algunas de estas incidencias tomándolas de un fragmento de esas memorias (1). A juicio de Lastarria, no habia en el círculo gobernante que formaba la mayoría, hombres que pudiesen dar cohesion a un Ministerio que hallase simpatías en la opinion. (1) Lastarria, en 1888, empezó a agrupar sus discursos 1 memorias parla- mentarias posteriores a 1870, con la intencion de completar, en un cuarto volúmen, los tres que sobre esta materia habia dado a la estampa. No alcanzó a realizar su propósito. El fragmento relativo al Gabinete de 1876 lo hemos visto publicado en un periódico literario titulado £/ Ateneo. 1120 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS "Pinto, dice, a pesar de su característica reserva i de su habi- - tual dulzura, justificaba su adhesion a su antecesor i a sus con- sejos; agregando con un énfasis no acostumbrado, que él no podía hacer gobierno con todos los circulos liberales, mucho - ménos con el antiguo, cuyos personajes eran jefes de partido, como Covarrúbias, Santa María, Amunátegui, Lastarria, quie- nes podían dar motivo para que se le acusara de poner el go- bierno al servicio de los intereses personales de todos o de al- - guno. No obstante, se advirtió que cambiaba de tono cuando los señores Sotomayor i Huneeus le declararon que no admi- tian carteras propuestas por Errázuriz, porque querian respetar la opinion pública, que aspiraba a que no se diera a éste inter- vencion alguna en la organizacion ministerial. . Se prescindió del círculo gobernante (que Lastarria llama burocracia ministerial) "buscando hombres que dieran garan- tías a todos los circulos, sin contrariar las influencias del Presi- dente saliente en el gobierno del señor Pinto í sin chocar las aspiraciones de la opinion, que reclamaba mas seriedad, mas elevacion.n “Los señores Altamirano i Prats se encargaron de arreglar con ámbos Presidentes el asunto, i formaron la combinacion en que figuraba el segundo de ellos con los señores Alfonso, Co- varrúbias, Amunátegui, candidato a la presidencia en las elec- ciones anteriores, i el que hace esta historia, que no habia to- mado parte en los sucesos políticos de la última época. "Mui léjos estaba yo de pretender el Ministerio, i aun de pensar en que figurase mi nombre, cuando los señores Pinto i Prats me propusieron ex-abrupto la cartera de Relaciones Es- teriores. No les manifesté la natural sorpresa que me causó se- mejante proposicion, i me limité a decirles que me parecia ím-. posible semejante Ministerio, porque el mismo Pinto me habia anunciado que yo estaba escluido de toda participacion en el gobierno i en la política, a pesar de que no habia pretendido nada por mi parte, i que lo estaban tambien Covarrúbias i¡ Amu- nátegui. Entónces Pinto trató de darme esplicaciones en medias frases, espresándome que se retractaba de lo dicho i que me absolvia de la esclusion. No insistí, pero le agregué que todavía habia otra dificultad, la de que el mismo Pinto estaba compro- i pl VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1221 metido a practicar la reforma de la Constitucion, idea que para mi era una condicion de mi participacion en el gobierno, mién- tras que Covarrúbias habia votado en el Senado contra esa re- forma en la lejislatura del año anterior. "Pinto se limitó a decir: “Es cierto i luego, como dudando, invitó a Prats para ir a hablar con Covarrúbias. El dia siguiente, 10 de Setiembre, fué de espectativas; pues habiéndose conocido la combinacion, los circulos se ajitaron, ¡el de los conservadores se puso en campaña para conseguir que admitiese el puesto Covarrúbias, quien habia pedido para responder cierto plazo i prórroga de él hasta las diez de la noche, en que manifestó su voluntad de rehusar la oferta. Al mismo tiempo, los radicales habian acordado hacer una presentacion a Alfonso pidiéndole que no aceptara el ministerio con aquel caballero. “Al día siguiente, Pinto me comunicó aquella resolucion i me declaró que le contrariaba porque su plan era llevar al Mi- nisterio a algun personaje que fuera adepto a conservadores i nacionales i que él no hallaba otro mas a propósito que don. Rafael Sotomayor, quien se negaba a acepiar un puesto en el nuevo gobierno. Me encargó de verle i de persuadirle, i acep- tando yo el encargo, quedamos de reunirnos a las tres de la tarde en su casa. En aquella entrevista mantuvo todavía sus es- cusas Sotomayor, en presencia de todos los candidatos a las carteras; pero despues de algun tiempo aceptó, i quedó organi- zado el Ministerio con el que habla (sic) para el del Interior, Alfonso para Relaciones Esteriores, Amunátegui para Justicia» Culto e Instruccion Pública, Sotomayor para el de Hacienda, 1 Prats para el de Guerra 1 Marina. 1"... En cuanto a las bases de política, lo mas notable que se acordó, a pesar de las opiniones contrarias, fué la que pro- puse, de prescindir en adelante de todos los usuales manejos del ministerio con las mayorías de las Cámaras, de modo que éstas quedasen completamente independientes de compromisos de círculo, a fin de que comenzaran a proceder por sí, a funcio- nar como Poder Lejislativo, sin ser dirijidas por los intereses de los ministros, i tambien para evitar al nuevo gobierno los peli- grosos compromisos que aquel proceder anti-parlamentario ¡ an- ti-republicano habia producido siempre por nuestra viciosa a 1222 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS práctica en la direccion de los negocios. Era necesario no olvi- dar el hecho culminante del momento, que era el de que la ma- yor parte de los nuevos ministros no pertenecian a aquellas mayorías, de modo que para procurarse su apoyo, era mas digno de una política elevada fiar en el patriotismo de los represen- tantes para empeñarlos en el triunfo de los principios liberales ide la rectitud del nuevo gobierno, que buscar compromisos personales por medio de compromisos personales o de ofertas, o mediante intereses mezquinos de círculo. El señor Amunáte- gui hallaba peligrosa esta novedad porque chocaba con nues- tros hábitos, i creía mui difícil realizar la aspiracion de separar en la práctica las funciones del Ejecutivo i det Poder Lejisla- tivo, cuando la Constitucion las organizaba en una intimidad necesaria e ineludible. Sin embargo, el nuevo Presidente, en frases entrecortadas, pero que anunciaban un pensamiento de- cisivo, espresó que creia que para hacer un gobierno de opinion, i nó personal, estaba de mas toda relacion privada con se- nadores i diputados; fuera de que él tambien deseaba que siquiera en la práctica se ensayara la separacion de los dos poderes. Lastarria espresa que una vez conocido este acuerdo, se dís- gustaron los diputados de la mayoría, disgusto que quedó de aplacar el señor Errázuriz, convencido como estaba de que no era posible colocar al nuevo ministerio en una falsa posicion ante los círculos liberales, i de que un rompimiento tan precoz sería de fatales consecuencias. 0 "La opinion pública, agrega Lastarria, fuertemente apoyada por los liberales que habian sido adversarios de la política do- minante, esperaba un cambio radical que, haciendo desaparecer la política personal, diese al pais un gobierno parlamentario, Al lado de esta division aparecia la crítica situacion del erario producida por la crisis comercial de los dos años anteriores i por gastos exorbitantes que traian un verdadero desequilibrio. | La industria nacional estaba paralizada i el porvenir era com-. pletamente oscuro. "Sin embargo, una parte de los nuevos ministros no daba importancia a tan crítica situacion, prometiéndose unos conju- rar las tempestades parlamentarias por medio de empeños 1 VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1223 confabulaciones, segun los usos de nuestros gobiernos, i espe- rando otros que mejorarían las circunstancias económicas. Los juicios que la prensa formuló con ocasion del nuevo Gabinete dejaban entrever una situacion no exenta de posibles emerjencias; i principalmente en La República, el órgano mas cercano de la mayoría parlamentaria, el aplauso iba sazonado con la desconfianza. Pero la jeneralidad de los órganos de publicidad recibió con los brazos abiertos la combinacion ministerial, que era garantía de probidad i de versacion en los negocios públicos. El carácter serio 1 caballeroso del nuevo Presidente era, por otro lado, indicio eficaz de que el Gobierno no omitiria medio alguno de procurar la felicidad del pais. El Ferrocarril decia: "Un Presidente de la República que llama desde el primer día a sus consejos a hombres eminentes, a hombres de ideas acentuadas, a veteranos de la política que tienen un pasado que mantener, anuncia, nó con sus promesas, anuncia con sus actos que aspira a gobernar con la opinion i que ahí en esa aspira- cion, estará el propósito dominante de su iniciativa, su accion, sus resoluciones, su política. Los futuros ministros son pro- mesa viviente de que tenderemos a un réjimen de libertad. Si así no fuera, no iría al Ministerio del Interior el señor Lastarria. Tiene nobles cosas que hacer para ir a perder su tiempo en desgraciadas aventuras políticas. Las espectativas que tenia don Justo Arteaga Alemparte, redactor de £/ Ferrocarrzl, no quedarian burladas. En £7l Mercurio, el señor Blanco Cuartin escribia por su parte: "Nunca, desde el año 30, habíamos tenido un Gabinete tan compacto como el presente ni encabezado por un liberal tan caracterizado como el señor Lastarria. Á cada santo le llega su día. La prensa conservadora tambien aplaudia aunque con re- servas. Los primeros actos de Lastarria se tradujeron en el sentido de la verdadera política liberal. Merece dejarse constancia, entre otros nombramientos administrativos, el de intendentes TOMO LXXXII 82 1224 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de Curicó, Ñuble i Aconcagua en las personas de don Eusebio Lillo, don Arístides Martínez i don Guillermo Blest Gana, indi- viduos prestijiosos, alejados o nuevos en la política, que venian a reemplazar a funcionarios cuya reciente conducta eleccionaria no habia sido enteramente correcta. Lastarria llegaba al Gobierno a implantar las mismas refor- mas que habia predicado estérilmente estando abajo, las mis- mas ideas que habia derramado en sus libros sin tener la fortuna de que se le oyera. Como resúmen de esas nobles aspiraciones merece recordación el discurso-programa con que compareció en la sesion de la Cámara del 17 de Octubre de 1876. "Al presentarnos por primera vez en esta Cámara, como secretarios del Ejecutivo, nombrados por el Presidente de la República, tenemos el honor de declarar ante los representan- tes de la Nacion, que la nueva administracion se inaugura abri- gando por una parte el firme propósito de promover el desarro- llo intelectual, moral 1 material del pais, para continuar así la inalterable marcha de los gobiernos precedentes, i animada por otra parte, del sincero deseo de servir con lójica i constancia al progreso democrático de nuestras instituciones, arreglando a esa norma sus procedimientos administrativos. “Las circunstancias del día prestan favor a estos propósitos, pues al comenzar este periodo constitucional, todas las opinio- nes e intereses políticos se muestran alentando nuevas esperan- zas i suspenden sus exijencias i reclamaciones. Esta situacion impone a la presente administracion muí serios deberes, pues que no solamente se siente obligada a continuar la reforma iniciada por el gobierno anterior, para completarla i perfeccio- narla, sino que tambien se ve en la necesidad de aprovechar la tregua para apoyar en ella el desarrollo lójico de que natural- mente es susceptibble la política de todo gobierno de opinion. "Se comprende que aquella iniciativa, tan honrosa para sus autores, haya sido chocante para ciertos intereses, en una época de transicion, como la que atraviesa el pais, i que por lo tanto, haya suscitado una lucha. Mas, aunque esta época sea hoi la misma, la administracion se lisonjea con la esperanza de apro- vechar las nuevas circunstancias para continuar aquella grande obra en paz, procurando no comprometer las altas soluciones VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1225 parlamentarias con cuestiones secundarias que solo tendrian oportunidad en esta ocasion. "Para eso necesitamos que la discusion sea elevada i práctica, bien entendido que ella no puede tener esos caractéres si no es rigurosamente científica, i si la nueva política no es un arte de aplicacion de los principios a la situacion social i a todos los intereses verdaderamente colectivos, i que como tales deben ser reputados i respetados como interes lejítimo. "Afortunadamente, las reformas que pudieran ser considera- das como las mas serias i difíciles, están ya juzgadas i acepta- das por la opinion pública. Solo falta resolverlas en el sentido de aquellos intereses, pero sin dar valor a la falsa alucinacion que supone que ellos no están bien organizados sino única- mente al aimparo de la conservacion del viejo réjimen de sus errores 1 resabios. “La política del nuevo gobierno ejecutivo no será, pues, de combate, sino de estudio, de prudencia, de respeto por todas las opiniones i por todos los intereses lejítimos. I aspirando a consolidar el réjimen parlamentario, para perfeccionar nuestro sistema representativo, ella tomará por brújula en su marcha la opinion pública, buscándola siempre en el Congreso Nacional, que tiene el deber de conocerla i de representarla, e ilustrará su criterio en la ciencia, aprovechándose de las luces de los repre- sentantes de la Nacion i estimulándose en su elevado patrio- tismo. "El Ejecutivo i el Congreso Nacional tienen un alto deber que les es comun i que deben cumplir solidariamente: el deber de dirijir el progreso democrático de la República, prosiguiendo con firmeza la reforma política, sin estraviarla, ní confundirla con arbitrios administrativos, ni con mejoras de lejislacion pri- vada, i enseñando al pueblo a practicarla con sinceridad, para que rejenere sus hábitos i sus sentimientos. Este es un legado de nuestros padres, que debemos trasmitir a nuestros suceso- res mui intacto i mui perfeccionado con nuestro trabajo. Si to- dos cooperamos en esta labor, desaparecerán naturalmente los intereses cfímeros de partido, i nos uniremos, sin necesidad de transacciones ni de pactos, en una sola causa i en un solo órden de intereses verdaderamente políticos. 1226 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Hemos reproducido la parte sustancial de este discurso por la franqueza con que están desenvueltos los principios a que se ajustó la política democrática en aquel memorable ministerio. La prensa recibió con aplauso aquella notable pieza; siendo objeto de sagaces comentarios, como, por ejemplo, los conteni- dos en una carta política dirijida a Lastarria, Í E se atribuyó a don Jacinto Chacon. Fuera de los juicios de don Zorobabel Rodríguez, de don Justo Arteaga Alemparte, que nacian de tan diversas fuentes, estaban los de don Daniel Feliú, en 7 Deber, de don Fanor Velasco, en La República, 1 de don Isidoro Errázuriz, En Le Patria, que se mostraban mas o ménos alborozados. Consignaremos solo dos opiniones: Don Máximo R. Lira decia en £/ ni poiaaads "Es un documento notable que honra al publicista i al hom- bre de letras.» Don Manuel Blanco Cuartin, en £/ Mia "El señor Lastarria no ha podido ser mas esplicito ni mas franco. Ha diseñado con cuatro grandes toques de su diestra pluma el programa político-administrativo del actual gobierno. El señor Lastarria no puede mentir. Liberal, no puede hacer traicion a la libertad; hombre de rectitud, de honradez, de con- vicciones, su palabra no puede ser el cco vano de una ilusion, sino la opinion jenuína de una resolucion inapelable í precisa. Estos juicios han de tener confirmacion en los actos que luego analizaremos i que manifiestan de la manera mas palmaría cómo comprendia Lastarria sus deberes ligando las tradiciones de doctrina con proyectos i documentos que son la corroboracion práctica de aquellas teorías proclamadas con admirable cons- tancia en el curso de toda su larga vida, i que ahora ¡raro fe- nómeno! a pesar de contar con la adhesion firmísima que le daban los hombres de gobierno, no tuvieron la aceptacion que era de esperarse. Buscando las causas del poco “rendimiento que tenian las ideas reformistas llevadas al gobierno por Lastarria, debemos enumerar la fatal crísis económica que azotaba al pais ¡ los ele- mentos de disturbios políticos que jamas dejan de complicar en nuestro parlamento aun las mas elevadas resoluciones. | VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1227 El señor Pinto, que ha sido el Presidente que ha seguido con mas atencion los descos de la opinion pública, al citar a sesio- nes estraordinarias al Congreso, presentaba, entre otros pro- yectos, en Octubre de 1876, el de reforma de la Constitucion, el de garantías individuales, el de instruccion pública, el de fo- mento de la industria minera de Atacama, etc. De éstos, el que suscitó mas elevadas discusiones, tanto por la importancia trascendental que envolvia cuanto por la pro- fundidad que alcanzaron los debates, fué el referente a la re- forma constitucional (artículos 165, 166, 167 i 168, i el artícu- lo 40 en la parte que determina que las leyes sobre reforma deben tener principio en el Senado). En este asunto los conservadores se hicieron radicales... Lira, Rodríguez i los demas corifeos del partido conservador apoya- ban la reforma, obstruyéndola solo algunos recalcitrantes, como don Clemente Fábres. Como hemos tenido oportunidad de referirlo, las tentativas fructuosas para reformar la Constitucion venian desde 1867. En la lejislatura de 1876, Lastarria espresaba no tener ánimo para discutir con los diputados que contrariaban la reforma, pues jamas por jamas había comprendido esta cuestion, sobre todo e1 presencia de una Constitucion restrictiva i atrasada como es la nuestra, i jamas por jamas habia oido contra la reforma un verdadero argumento digno de ser contestado. La Cámara de Diputados aprobó la reforma en su sesion del 7 de Noviembre de este año. Cumpliendo con las promesas solemnemente empeñadas por el señor Pinto en su sóbrio i discreto mensaje de Junio de 1877, las primeras sesiones del Senado se dedicaron a la vital cues- tion de la reforma. Aquel austero majistrado i notable estadista daba mas eficacia a la accion que a la frase, i así se puede ver en todos sus mensajes la ausencia completa del estrépito apa- ratoso, que llegaba a las veces hasta la frialdad; su concision rayaba en nna modestia increible. Lastarria defendió en el Senado la reforma completa, tal como se habia propuesto, i nó limitada como querian don An- tonio Varas, don José Eujenio Vergara í don Joaquin Blest Gana. 1228 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS "Si quereis ser gobernados por leyes i nó por la voluntad del gobernante, decia el Ministro del Interior, limitad la autoridad, definid las atribuciones de nuestros mandatarios, hacedles com- prender que no tienen derecho de mandar, que sus atribuciones no son sus derechos, que su responsabilidad puede hacerse efectiva en el momento en que cometan una arbitrariedad, i entónces, solo entónces vivircis en el réjimen del derecho. Esto es lo que queremos los que aspiramos a reformar nuestra Constitucion para tener verdaderos derechos políticos, para ele- jir libremente a nuestros gobernantes, para tener, en fin, un nuevo arreglo constitucional que favorezca el desarrollo de la vida individual i social fundado en la completa posesion de los derechos i libertades del individuo, de modo que todos i cada cual sean absolutamente libres bajo su responsabilidad de no hacer lo que dañe al derecho ajeno! Esto es lo que vengo pi- diendo desde mi juventud, i si ahora lo pido como Ministro con mas séria esperiencia i con mas firme conviccion, lo hago con la satisfacion de que así correspondo a la honrosa confian- za que ha puesto en mí el Presidente de la República, que acep- tó ese puesto bajo el compromiso de realizar esta reforma, i la seguridad de que tambien satisfago a los distinguidos colegas que comparten conmigo la noble tarea de completar esta gran- de obra, empezada ya con tan nobles esfuerzos por nuestros antecesores. Don Antonio Varas se levantó contra este discurso impug- nando la peligrosa teoría de que se hubiera querido inclinar la opinion del Senado con la opinion del señor Pinto. Esto dió oportunidad a Lastarria para hacer una brillante réplica en que sostuvo con elocuencia las facultades colejisladoras del Presi- dente de la República. | | Este discurso puso término a la estensa discusion, que ha- bríamos deseado estractar de los boletines del Senado, si no nos lo impidiera la falta de espacio. En la sesion del 20 de Ju- nio de 1877 quedaba aprobada la reforma constitucional por - este alto cuerpo, i el 4 de Julio le cabía a Lastarria la satisfac- cion de refrendar con su firma la lei que declaraba la necesidad de reformar la Constitucion. ! E, VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 12209 De este modo, los hechos daban cumplimiento a las severas i parcas promesas del dignísimo señor Pinto. Miéntras el Ministro del Interior acentuaba de una mancra enérjica el tono liberal i democrático de la política, na descui- daba por un momento las cuestiones administrativas. Entre otras merece consignarse la fundacion de El Diarzo Oficial, que venia a reemplazar al viejo Araucano, ya un tanto inservible. El propósito que perseguia Lastarria era que hubie- ra un diario que, a la usanza de los de Béljica 1 Francia, llevara la voz del gobierno i el archivo de todos los hechos que admi- nistrativamente deben consignarse. La fundacion de este Dza- rio, arreglado a las indicaciones que la prensa hizo en aquella época a la idea primitiva, manifestó que Lastarria no era tan prendado de sus obras como jeneralmente se le ha considerado, 1 que prestaba oidos a lo que la opinion le indicaba. Desde el 1.2 de Marzo hasta la fecha se pueden encontrar ahí todas las leyes, decretos 1 demas resoluciones del gobierno, que una vez publicadas se deben tener como auténticas i oficialmente comunicadas, para que obliguen a las personas í corporaciones a quienes correspondan; fuera de los datos parlamentarios, ju- diciales i administrativos que allí se insertan. Estableció la seccion de jeografía en la oficina de estadística. A Lastarria no se le ocultaba la importancia que tienen los datos de esta naturaleza en un pais apénas esplorado. En aquella época, (1876) el sábio M. Pissis habia completado la obra de la descripcion jeográfica, jeolójica i mineralójica que se le habia confiado 30 años ántes; pero era necesario dar ca- rácter permanente a esta seccion que desde entónces ha presta- do valiosísima contribucion al estudio de la jeografía i de la topografía de nuestro pais i ha contribuido eficazmente a pro- porcionar a la industria los datos relativos a la situacion 1 na- turaleza de los productos. Por decreto posterior, se contribuyó a dar mas eficacia a estos trabajos, abriéndose canjes internacionales de obras de estadística, en conformidad al compromiso que habia contraido Chile al concurrir al Congreso Internacional de ciencias jeográ- ficas, reunido en Paris durante los meses de Agosto i Setiembre 1230 , MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de 1875, ante el cual representó a nuestro pais el eminente M. Pissis. : El interes de Lastarria tambien se tradujo en proyectos úti- les a la industria. Así, cuando se descubrió el salitre en el de- sierto de Atacama, el Ministro del Interior presentó un proyecto para fomentar aquella parte de nuestro territorio, que, aprobado por el Senado, fué por desgracia impremeditadamente mal aco-. Jido por la Cámara de Diputados. Del mismo modo puso todo el empeño posible por Eliodeced la reforma del Código de minas, logrando que se incluyera en la convocatoria a sesiones estraordinarias en 1876. Él, que ha- bia recorrido personalmente las minas, sabia a qué atenerse en este punto; en una nota dirijida a don Enrique Sewell Gana confirmaba estas aspiraciones, que dieron ocasion a don Valen- tin Letelier, redactor en esa época de El Atacama, para decir: "La nota del señor Lastarria es una prenda segura de que una vez siquiera el gobierno se ocupará de nuestra provincia, la esencialmente minera del pais. No somos de los que se alucinan por todo. En la promesa del señor Lastarria vemos un buen deseo que esperamos sea secundado noble i desinteresadamente por los señores del Gabinete i del Cuerpec lejislativo. Desgraciadamente, la reforma de aquel Código no vino sino diez años mas tarde. ; - El negocio de los ferrocarriles, uno de los mas graves que podian afectar al pais dada la tremenda situacion económica de que ya hemos hecho mérito, llamó naturalmente con prefe- rencia la consagracion de Lastarria, quien hizo visitas persona- les a todas las líneas, tomó datos, estudió a fondo el problema ¡ pasó despues al presidente de la República una memoría ínte- resantísima en que consigna todas las observaciones recojidas i propone las conclusiones que estima mas convenientes. No ménos atencion consagró a los caminos, dando grande impulso a la apertura i reparacion de ellos. En aquellos tiem- pos de intejérrima administracion no se había llegado a la que ahora, segun dicen, es tradicional fuente para trabajos electora- les, para pago de los elementos tortíceros que se ponen en jue- go a fin de aplastar la libre emision del sufrajio.-—¿Soñaria alguna vez el señor Pinto que este pais llegaria tan pronto a perfec- VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1231 cionar en tan supino grado la subversion de los resortes admi- nistrativos i la indebida inversion de los caudales públicos? (1). Aprovechando la facultad que nuestro Código Penal da al Presidente de la República para reglamentar las casas de prés- tamos, formuló Lastarria el reglamento respectivo el 1.2 de Setiembre de 1877 con el objeto de poner coto a los innumera- bles abusos que se cometian a la sombra del antiguo réjimen, sin el freno correspondiente de la accion administrativa. No descuidó el punto relativo a la administracion de menor cuantía, esta plaga de nuestro mundo judiciario. Como se sabe, por la lei orgánica de tribunales de 1875, los subdelegados han - perdido todas las atribuciones judiciales que ántes tenian; pero en aquella época esos funcionarios, acostumbrados a sus anti- guos hábitos, se inmiscuiían en atribuciones que estaban mui léjos de haberles sido cometidas por la lei. Interesado en arre- glar este servicio que continúa reclamando una reforma deci- siva, dictó medidas conducentes a terminar con el abusoia regularizar la administracion de justicia de menor cuantía, en- tregada en manos usurarias i cerebros ignorantes. Faltando en nuestro réjimen legal algunas disposiciones, puso todo empeño en salvar estas deficiencias por medio de decretos. De esta naturaleza habia sido el referente a servicios de aguas de que ya hemos hablado, i que levantó tanta protesta en la prensa, pues se consideró vulnerados los derechos de propiedad. Este decreto era aplicacion de uno de los capitulos del proyecto de Código Rural que habia redactado Lastarria en 1875. La reglamentacion de las boticas provocó igualmente un debate interesante en la prensa. Como se sabe, solo en 1879 se ha venido a dictar la lei que se refiere a la profesion de farma- céuticos. Lastarria consideró que era prudente dictar un decre- to sobre el particular, que lleva el sello de sus doctrinas: para él el Estado debe injerirse en esta rama de las profesiones. Los partidarios de la libertad absoluta condenaron perentoriamente este decreto que, en el sentir de ellos, menoscababa la industria o profesion farmacéutica desde el momento en que queria sometérsela al cartabon de fierro de la reglamentacion oficial. (1) Esto se escribia a fines de 1889. Hoi las cosas han mejorado bastante. 1232 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La Memoria que Lastarria presentó al Congreso en Junio de 1877 merece ser estudiada con detenimiento. Es una pieza que entraña enseñanzas que no deben olvidarse, de un ministro que cumplió estrictamente el plan espuesto al inaugurarse la admí- nistracion. "Puede ser que este ministerio no haya sido siempre afortu- nado en este propósito. Mas, contando con el favor de las cir- cunstancias, con el ausilio del Congreso i la rectitud de la opi- nion, no ha dejado nunca de empeñarse en cumplir con las principales bases de aquel plan de gobierno, decia con justísima razon el ministro: tan altos propósitos no solo han sido con- sultados en la accion diaria de la administracion interior i en todos sus detalles, sino tambien en el estudio que este ministe= rio ha tenido que hacer para introducir mejoras en nuestra organizacion, con la persuasion de que es necesario atender con preferencia a la reforma política, si aspiramos a conselidar la vida libre fundándola en el respeto de todos nuestros derechos. Dando cumplida corroboracion a las promesas del gobierno, dice la Memoria, al referirse a los proyectos de reforma de la lei del réjimen interior i de la lei electoral, trabajados por Las- tarria, hai urjencia de regularizar cuanto ántes la administra- cion ejecutiva en sus resortes secundarios i la administracion municipal, así como es prudente afianzar con calma í sin apre- mios el derecho de sufrajio. Estos dos proyectos presentaban el raro fenómeno de un ministerial que se esforzaba por quitar al gobierno toda la suma de poder centralizador que la Cunstitucion habia querido confe- rirle. “La prensa liberal i los afiliados en el partido de este nombre, escribe un año despues Lastarria, enmudecieron en presencia de tales novedades. La doctrina liberal llevada a las rejiones del poder i proclamada i practicada desde-allí no me- reció su exámen, ni siquiera su atencion, sin embargo de que los órganos de publicidad que representan la idea liberal son tan solícitos de ordinario para prodigar aplausos aun a las mas - insignificantes resoluciones de sus amigos en el poder." Veamos las bases en que descansaban aquellos dos notables proyectos. | Rda Y En el referente a reforma electoral proponía las ideas que VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1233 habian sido el credo de toda su vida, i que habia compajinado en su libro La política positiva. La síntesis de aquel proyecto puede traducirse en la descentralizacion administrativa mas completa i la creacion del poder electoral en la comuna autó- noma, presidida por un municipal comisionado espresamente para el objeto por la Municipalidad del departamento. La idea fundamental que presidia este proyecto es la de en- sanchar el poder del ciudadano i de ciertas autoridades subalter- nas, que a su juicio debian tener vida independiente. Las últimas discusiones suscitadas en el Senado por los lu- minosos discursos del señor Irarrázaval han puesto de moda la cuestion de la comuna autónoma; pero la prensa conservadora ha encontrado mucha novedad en las teorías formuladas por su campeon. La verdad de las cosas es que cuarenta años atras, Lastarria predicaba estérilmente las mismisimas teorías desde su cátedra de derecho constitucional; i durante todo el curso de su vida, aun despues de haber sido destituido de esta clase por revolucionario i por procreador de revolucionarios, su propa- ganda en el folleto, en la prensa, en los comicios, en el Parla- mento, en el libro, fué tenaz; impulsó esta idea democrática formulando su sintesis en el gobierno semecrático, o sea el go- bierno del pueblo por sí mismo, siempre en medio de la indife- rencia de los mas, de la sonrisa incrédula de los amigos i de la burla cruel de los adversarios. Ahora el iluso doctrinario se convertia tambien en ministro visionario. El proyecto referente a la reforma de la lei del réjimen inte- rior i organizacion municipal, es congruente con el que acaba- mos de analizar, i se propone, mediante el ensanche e indepen- dencia de la comuna, preparar la organizacion federal, netamente democrática, a la norte-americana. Dentro del réjimen de la Constitucion de 33 el proyecto no hace otra cosa que estender el réjimen municipal a todas las poblaciones i pequeños cen- tros. Sustituye, segun lo espresa el preámbulo, la accion judi- cial del Consejo de Estado, a la accion de las mismas munici- palidades, dejando todos los casos de contencion a los tribunales ordinarios, porque segun la verdadera práctica democrática, no se pueden independizar las funciones electorales de la adminis- tracion de justicia, i desde que un pueblo introduce la eleccion 1234 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en los rodajes secundarios de gobierno, tiene que hacer un gran uso de las penas judiciales, como medio de administracion, pues un funcionario electivo que no está sometido al poder judicial, se escapa tarde o temprano a toda fiscalizacion. Pedía Lastarria esa autonomía, esa constitucion independiente del Estado, que constantemente se ha negado en nombre de las conveniencias. públicas i del rigorismo doctrinario i tradicional. Las reformas propuestas fueron absolutamente desatendi- das. Se sabe que la lei de municipalidades de 12 de Setiembre de 1887 está mui léjos de inspirarse en las reformas que pedia Lastarria diez años ántes: al reves, dominó en nuestros lejislado- res ese miedo invencible que se ha tenido al ensanche de la li- bertad municipal. | En los momentos en que la presencia de aca en el ga- binete podia quizas traducirse en el triunfo definitivo de la reforma, surjió una interpelacion que absorbió muchas sesiones: la inició el diputado don Luis Urzúa con ocasion de los ferro- carriles de Curicó a Angol; el interpelante, con una contraccion que estaba a la altura de su majadería, casi decimos, se esforzó por probar que los intereses fiscales no habian sido suficiente- mente cautelados. El Mercurio, censurando el procedimiento, decia en Octubre de 1877: | “Para nosotros que estimamos en lo que valen los servicios del señor Lastarria i lo que importa su permanencia en el gabi- nete, no solo como inspiracion sino como crédito, consideramos estas escenas como las mas deplorables que pudiera tener lugar en un momento tan crítico como el presente. Agriar a un mal ministro hasta el punto de hacerle odioso el puesto es tarea dis-. culpable i hasta patriótica a veces. Mas hacer esto mismo con un hombre cuya vida ha sido un permanente servicio a la liber- tad, un continuado trabajo por la difusion de principios que aunque no aceptables en un todo, siempre tienen mucho de no- ble i jeneroso, se nos figura que es una mala obra por parte de sus antiguos amigos i una soberana torpeza por el lado de sus contrarios. | | Lastarria tuvo en su defensa aquellas as injénitas en él, que ahora tienen justificacion, pues que se quería hacer VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1235 creer nada ménos que habia en él falta de honradez, acierto, respeto a la lei ique solo habia triunfado la inmoralidad 1 la arbi- trariedad! En presencia de tales afirmaciones, Lastarria protestó enérjicamente contra esa licencia parlamentaria que, ante el de- recho comun, no podía usarse con un particular impunemente. Replicando el señor Urzúa dijo: “El ministro se conduce en esta Cámara como si se encontrara ante una reunion de siervos que debieran prosternarse ante él, para no excitar las iras de su divinidad. Tal pretension es antigua en el señor Ministro, 1 aunque la esperiencia le ha suministrado sérias lecciones, él se muestra siempre incorrejible. En el empíreo hoi, desde allí es- pide rayos de esterminios contra el diputado por Lontué. Lo que es yo no temo ni tomo en cuenta, sí no es para lamentarlo, sus iras i sus rayos abrasadores.. Miéntras se proseguia en la Cámara de Diputados este de- bate al cual se presentaba armado el diputado por Lontué con cargos verdaderamente sérios, que revelaban estudio 1 deseo de descubrir la verdad en el negocio de los ferrocarriles, sobrevino la crisis ministerial que provocó la renuncia i la salida de Las- tarria. Su salida del gabinete coincidia con el voto de confianza de la Cámara. Don José Manuel Balmaceda habia propuesto la órden del dia absolviendo a las administraciones Errázuriz 1 Pinto por su intervencion en la construccion de los ferrocarriles, Don Ambrosio Montt, creyendo que habia caducado la oportu- nidad de justificar a la administracion Errázuriz, propuso en la sesion del 23 de Octubre una órden del dia que llevaba la abso- lucion personal al ministro caido. "Reclamo, decia, para mi amigo el señor Lastarria aislamiento de responsabilidad que, en mi concepto, es una distincion i un honor señalado. Él solo ha sido atacado, i él solo se ha defen- dido. Vengan tambien sobre él solo las censuras o la aproba- cion de la Cámara. No tuvo ayer ni cómplices ní aliados, ni tiene hoi los resortes ni los favores del poder. No le quedan del ministro sino las responsabilidades i tambien, justo es recono- cerlo, los honores raros en Chile, raros en todo pais, de haber llegado al poder sin flaquezas, de haberlo ejercido con justicia i haberlo abandonado con dignidad. 1236. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS “He observado, señores, con intensa atencion la conducta ministerial de mi ilustre amigo, 1 la he observado con el espíritu sereno del que no tiene partido ni acepta otra política que la del derecho, de la justicia i de los principios mas severos del deber. Lastarria, perdóneme la honorable Cámara que me es- prese en el lenguaje familiar del amigo, que tambien es el que conviene a los hombres eminentes, Lastarria ha desempeñado su cargo de una manera honrosa para su nombre, para su pais i para las doctrinas que ha profesado en su larga carrera polí- tica. El ministro continuó al publicista, i el hombre de Estado ha procurado, en la medida de su poder i segun los elementos que tenia a su alcance, dar al gobierno del pais bases de lei, de opinion, de sinceridad i de verdad constitucional. “Mí proyecto de acuerdo pide solo el reconocimiento de su celo i de su rectitud: la opinion pública i la razon i la concien- cia de la Cámara, mas justicieras que yo, no negarán, por cierto, que su administracion ha sido laboriosa, exenta de pasiones de partidos, elevada en sus miras, ajena a todo espiritu de intriga, de círculo i encaminada a establecer cn Chile el réjimen parla- mentario i de opinion. Su salida misma es un acto honroso i digno de enseñanza en el pais, donde mui a menudo, me duele decirlo, los intereses i las pasiones determinan muchos cambios de política i de ministerio. Llegó un momento en que sus prin- cipios i su puesto fueron incompatibles, i en la alternativa de abandonar el poder que ambicionan las almas vulgares, o las doctrinas, en que se apegan los caractéres levantados o jenerosos, mí honorable amigo no pudo ni-quiso vacilar, i dejó sin pesar el alto puesto que desempeñó sin ostentacion. E “La honorable Cámara no llevará a mal que rinda este ho- menaje a un ministro caido. En Chile i en todas partes, no son frecuentes estas flaquezas. Espero que la honorable Cámara pondrá hoi término a esta larga i estrepitosa interpelacion i aun llego a creer que ningun banco del centro, de la derecha i de la izquierda, negará su voto al mui sobrio i modesto proyecto de acuerdo que he tenido el honor de proponer. Lo debemos noso- tros al hombre de bien i de lealtad que sirve con tanto honor nuestra causa, i lo deben los conservadores mismos a un hombre de enerjía ide firmeza de convicciones, en cuyo carácter hallan VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1237 un adversario digno de la entereza de sus principios, 1 cuya dí- - mision merece el respeto i el aplauso de todo político de ideas firmes, definidas i acentuadas. A pesar de las razones aducidas en este discurso, que a la vez era panejírico sobre la recien abierta tumba política del minis- tro, la Cámara acordó en la sesion siguiente, del 25 de Octubre, aprobar la proposicion del señor Balmaceda, por 46 votos con- tra 14. Así terminaba, con una órden del dia ámplia que envolvia el aplauso a los dos gobiernos que, con celo 1 rectitud, habian intervenido en la cuestion ferrocarrilera, despues de un largo i animado debate, esta acusacion formulada contra Lastarria, quien hubo de pasar, durante el curso de ella, por las horcas caudinas del desborde antiparlamentario de la palabra. Cuando se estudian los antecedentes de la crisis inesperada que alejó del ministerio a los señores Lastarria, Sotomayor i Prats, aparecen confusas 1 borrosas las verdaderas causas de aquella determinacion. Desde luego, aquel fenómeno era poco ménos que la negacion mas palmaria del réjimen parlamenta- rio en Chile. Refiriéndonos a la salida del jefe del gabinete ¿cómo podia el Presidente de la República dejar a la puerta a un ministro a quien el Congreso habia dado el día ántes un voto de amplísima confianza? Flai, pues, que eludir esta hipó- tesis, que está fehacientemente negada por las relaciones de perfecta cordialidad que siguieron habiendo entre el presidente i el ministro: aquél, respetuoso i deferente a las decisiones del parlamento; i éste, elevado al mismo tiempo al cargo de Con- sejero de Estado. Tan no quedaba Lastarria divorciado con la administracion que, para llenar la vacante dejada por la muerte de don Fede- rico Errázuriz, fué nombrado para desempeñar aquel puesto, Comentando este hecho, decia El Ferrocarril: "Hé aquí un nombramiento que tendrá en el pais aplausos tan unánimes como merecidos El señor Lastarria acaba de probarnos, durante su ministerio, que existe posible i noble enlace entre la teoría i la práctica, ique si la teoría puede ser infortunio aparente, jamas deja de ser rectitud de carácter 1 de conducta. Ha sido frecuente decir de nuestros hombres de PIE TARS 1238 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Estado cuando bajaban las escaleras de palacio: Hé ahí un hombre caido.. Pero el señor Lastarria alcanza a estas ho- ras la fortuna de que se diga de él: «Hé ahí un hombre engran- decido. Si no fué un desacuerdo con el Brian de la República lo que alejó a Lastarria del gabinete ¿fué acaso un choque de doctrina con sus colegas de ministerio? Tampoco. Los propó- sitos liberales de la administracion no habian variado un ápice porque a ministros liberales sucedieron tambien ministros libe- rales, como lo eran don Vicente Reyes, don Augusto Matte E Í don Manuel García de la Huerta. | La causa aparente de la crisis ministerial, leen por uno de los dimisionarios, el señor Sotomayor, fué el asunto de la lei de cementerios, que él temia por las complicaciones que pudie- ra traer a la crísis comercial que a la sazon aquejaba al pais, i- que Lastarria sostenía abiertamente, pidiendo que se pusiese en el carril de una reforma pronta e inmediata. Algo de cierto hai en esto, que mas que incompatibilidad de elementos políticos, era solo diversidad de propésitas: para salvar. la crisis econó- mica. Pero, a nuestro entender, el principal elemento disolvente del gabinete eran las idiosincracias personales de Lastarria i de cada uno de sus colegas, causa verdadera i honda que venía obrando desde que se formó el ministerio i trabajándolo sorda: i lentamente hasta descompajinarlo. La verdad es que Lasta- rría deseaba i consiguió deshacerse del ministro de Hacienda i de los otros colegas a quienes encontraba que él no inspiraba bastante respeto i sumision. Mal informado por alguno de sus instigadores i descarriado por el prestijio que creyó tener, con= dújose con poco acierto en esos desvíos pea a los que En | mismo Lastarria puso término. ] VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1239 EXPRFDLO. XXIX SUMARIO.—Lastarria se retira de la política militante. —Sus Recuerdos Litera- rios en contestacion a la obra de don Isidoro Errázuriz titulada Historia de la administracion Errázuriz.—)Juicio crítico sobre las memorias de Lastarria, Aunque Lastarria podia haber prestado el continjente de su opinion en el Senado, del cual era miembro, pues en las elec- ciones de 1876 habia salido electo por la provincia de Coquim- bo, apénas tomó parte en las discusiones de 1877 acerca de asuntos del presupuesto. Alejado de la política militante, volvió a asumir su puesto en la majistratura i a consagrarse a sus estudios favoritos: los lite- rarlos, En esta época comenzó don Isidoro Errázuriz la publicacion de un libro, desgraciadamente inconcluso hasta la fecha, La Historia de la administracion Errázuriz, el cual se propone dar a conocer ala vez el movimiento i la lucha de los partidos desde 1823 hasta 1871. Esta obra concebida con notable criterio histó- rico, hace de paso algunas observaciones sobre el movimiento literario en Chile que Lastarria creyó conveniente rectificar. Este es el oríjen de uno de los mas bellos libros que han salido de la pluma de nuestro autor. En él se propone presentar en el proceso de la historia inte- lectual de Chile su propio testimonio: esas memorias son sus Recuerdos Literarios. Publicado primero en la Revzsta Chzlena, apareció despues en un tomito, en 1878, por la imprenta de don Jacinto Núñez. Ti- pográficamente considerado, tuvo malísima fortuna: desde el título mismo aparece como Recueros literarios... ¡Oh! los cajis- tas chilenos! Pero no debia quedar bajo tan modestas apariencias, i el autor, tratándolo como a un niño regalon, le dió opulenta vestidura en la elegante edicion de Leipzig. Se sabe que esta acreditada casa editorial es una de las mas notables de Europa. Don Jacinto Núñez corrió con esta edicion, que puede figurar con honor al lado de las mejores; es un modelo tipográfico. Los TOMO LXXXII 83 1240 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS retratos mismos con que está adornada son de un parecido ad- mirable: hablan casi. : Aunque apareció en 1885, Lastarria no quiso continuar cón la historia de nuestro movimiento literario, ila dejó en el mis- mo punto que en 1878, salvo un documento relativo al certá- men dramático abierto por don Augusto Matte en 1883. Puede decirse que éste es el libro mas conocido de Lastarria en Chile. Es el que ha llamado mas la crítica porque se ha que- rido ver en él la mas supina de las pretensiones, la mas audaz de las vanidades. No negamos que hai pájinas que pueden bo- rrarse por estar impregnadas de un sí es-no es de fatuidad: esas son las que han levantado mas de una polémica de diario o de artículo de revista, porque yendo al terreno vedado de las inten- ciones, se ha querido ver en el engrandecimiento del autor, el insulto o el desprecio a los demas colaboradores del progreso de este pais. : La verdad de las cosas es que Lastarria no quiso aplastarlos, sino recuperar un puesto que sistemáticamente ha querido arre- batársele, negársele; rehabilitar una accion efectiva, real, en nuestro movimiento literario. “Para los historiadores, como lo dejan entender claramente, para la jeneracion actual, que utiliza los esfuerzos de los últi-- mos treinta años, será sin duda indiferente —dice Lastarria —el conocer cuál ha sido aquella accion; pero, sea dicho con fran- queza, el autor de estos recuerdos no puede ni debe aceptar esa indiferencia, porque aun cuando no tenga derecho a la gratitud de nadie, lo tiene para rechazar una mortaja que no quiere lle- var, estando vivo: la del olvido. ¿Se tendrá a mal que no se ol.- vide uno a sí mismo? Eso no ofende. Lo que molesta es que álguien tenga la candidez de estar siempre presente; pero no existe esa candidez cuando uno reclama el puesto que le corres- ponde, contra los que se empeñan en desalojarle. Consideramos indubitable el derecho que tiene todo hombre - para hacer su autobiografía literaria, cuando ha contribuido de una manera eficaz, sólida, incansable, sistemática, a favorecer el movimiento intelectual i especialmente a empujarlo en su primer impulso. Juzgado lijeramente este propósito individualista, ocurre pen-== VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1241 sar cuánta no seria la exajeracion de amor propio que habia en el autor; i juzgado malignamente, considerar cuánto no seria el abuso de observacion egoista que empleaba. A la luz de este criterio, viénesenos a la mente una frase de uno de nuestros amigos en que (mas por lijereza irónica que por maldad) aplicaba a Lastarria la sátira de Bergerat contra Amiel: upasó la vida mirándose el ombligon. .. manía que, como observa un crítico contemporáneo, alcanza a este dilema: na fuer- za de mirarse uno mucho a sí mismo, llega a no verse, o a verse multiplicado. : Estamos mui léjos de abundar en estas ideas; porque, si Lastarría se observó mucho a sí mismo, no descuido observar a todos sus contemporáneos. Su libro no fué el producto estrecho de un vulgar escritor que quiere elevarse un momento sobre las ruinas de los demas; nó, que su observacion llegó a todos los sucesos i los hombres; inquirió con afanosa atencion cuanto dato podia servir para historiar este desarrollo intelectual de Chile; pesquisó cariñosamente los cajones, revolvió papeles, sacu- dió olvidados periódicos; isi cometió un error de procedimiento, —nunca una falta, —fué alumbrar con el foco de su linterna su propia imájen, relegando al claro-oscuro los otros personajes. En una carta privada de 1888 a propósito de sus Recuerdos, emitia Lastarria estos conceptos: "Yo no había escrito ese libro únicamente para salvar mi nom- bre del olvido en que se le envolvía, si no hubiese tenido otro interes mas alto, que era inspirado por la propension irresistible que siempre he tenido a sacrificar las ideas 1 las opiniones que a veces dominan bajo el amparo de notables escritores o de los poderes directores de la sociedad. Ese alto interes era el que no se falsificara desde su orsen la historia del movimiento literario iniciado en 1842, como se estaba falsificando por escritores afa- mados i populares que erraban por falta de estudio o que em- brollaban hombres i sucesos por petulancia 1 por ignorancia iluminada por el odio 1 la envidia. "Mi obra no podía ser otra cosa que mis lIZemorzas, 1 los que no saben que en esta especie de escritos domina i debe dominar la personalidad del autor al reves de que, segun el caso, debe desaparecer en la historia 1 en la novela, gritarán 1 gritan al 1242 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —_—_—__—— pretensioso que hacia su autobiografía mostrando un amor . propio exajerado. Santo i bueno, le dije yo una vez a uno de esos criticastros: pero ¿me dirá V. por qué se me prohibiria hacer mi autobiografía de 38 años de accion, de lucha i de trabajo? | “Es preciso distinguir la crítica de la diatriba, par mas que entre nosotros nc exista aquella. Pero vendrá, i ya ha apa- recido en nuestras letras la baja crítica, que se distingue i es precursora de la alía crítica. Ésta ilustra la obra criticada i en- seña; aquella la deprime 1 sofistiquea, en lugar de enseñar no hace otra cosa que retoricar. Pero a Hermosilla sucede Larra i Revilla, como a L'Harpe suceden Saint- Beuve, Gautier, Saint- Victor i Taine. En cuanto a Castilla, que hacia diatribas ¡a los que entre nosotros escriben párrafos encomiásticos de alguna mala novela, esos no son críticos. “La verdadera crítica supone gran injenio, vastos conocimien- tos i un alto i definido criterio literario, que todavia no existe entre nosotros; i por eso no es estraño que no tenga críticos que me enseñen 1 corrijan, sino malquerientes de lengua vipe- rina.. He aquí csplicado por el mismo autor el alcance do a tienen sus Recuerdos. | La razon de su plan se concibe perfectamente desde que era él el olvidado, el oscurecido; i en su sentir, todos los escritores que habian tratado estas materias, habian hecho abstracción completa de él. No está aquí el delito grave que se ha imputado cien veces a Lastarria. ¿Estará acaso en haber puesto su alma en ese libro? en haberlo trabajado con amore? en haber dado rienda suelta a todos los desahogos reprimidos? Ah! si se estudiara un poco la psicolojía moral de! autor, se encontraria el secreto. Para juzgar sus móviles es necesario imajinarse al hombre envejecido en el servicio del pais, arrui- nado, en choque con casi todos los que fueron sus compañeros - 1 lo llamaron despues el maestro. Es necesario analizar su ca- rácter, agriado por esas ásperas luchas en que no cosechó sino decepciones i amarguras sin cuento. Él mismo lo declara al final Es - de su libro: VIDA TI OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1243 Si los vicios de nuestro caracter han contrariado nuestro propósito, merecemos disculpa, pues no podemos hacernos de nuevo. ¡Injénua confesion! Cuando haya hombres perfectos, podremos arrojar la primera piedra al autor de los Recuerdos literarios. Cuando se pruebe que las condiciones orgánicas i patolójicas del individuo no trascien- den al escritor, condénese el libro i estigmaticesele. Cuando se manifieste que las nerviosidades no llegan hasta las palabras, entónces será cuando hallemos razon a los que,—i estos son muchos, —han contemplado con virtuosa indignación frases agresivas que no son sino el destello de los choques íntimos del sér que libran batalla silenciosa e interior. Los Jobs en la época moderna han pasado a la historia santa. No queremos convertir a Lastarria en un ser mitolójico. Hai que aceptarlo con todos los vicios de su constitucion, ya que él no se ha hecho. Se ha formado en la indiferencia i en el sarcas- mo; justo es que se haya asimilado condiciones morales adversas que lo perjudicaron enormemente en su trato con los hombres 1 que lo convirtieron en un fatuo incorrejible en sus escritos, se- gun se ha dado en decir. Éste es el secreto que ha presidido el plan egoista de los Recuerdos. Nos hemos detenido en este aspecto psicolójico de la cuestion, porque consideramos que para juzgar correctamente este escri- to, es fuerza presentar siquiera sea en esquema la evolucion que va sufriendo el carácter, i mas que el carácter, la conducta de un escritor que encontró siempre ceñudo el juicio de los con- temporáneos, que tropezó con esas dificultades u obstáculos que siembran los envidiosos, o los maldicientes, o los apasionados; que alcanzó solo a recojer las espinas de la lucha, los desdenes del indiferentismo; que halló a la fortuna siempre volviéndole las espaldas. Los hombres de carne i hueso tienen que rebelarse contra esta situacion; i si no se dejan amilanar por los contratiempos, han de chocar contra los elementos adversos usando las armas vedadas de la aspereza, las displicencias del mal humor, las - quisquillosidades del amor propio, armas que se tornan lícitas . 1244 - MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS cuando, como ocurría a Lastarria, todo parecia conspirar para burlar sus propósitos o para tumbar sus planes. Í El libro está mui léjos de ser una historia. Son sencillamente las Memorzas de Lastarria, 1 por eso mismo, se justifica lítera- - riamente hablando ese abuso de la personalidad del autor, eter- namente exhibida. Por su estructura tiene vaga semejanza con los Recuerdos de un anciano del ilustre Alcalá Galiano i tal cua- lilla similitud con los Recuerdos del tiempo viejo del granadino Zorrilla, o con los Recuerdos de un setenton de Mesonero Roma- nos, en lo que atañe al conocimiento que dan de los literatos “ con quienes ha tenido comercio de ideas, trato íntimo en comu- nes luchas, si bien no hai absoluta paridad en lo que se refiere al plan que prosiguió Lastarria, siguiendo las inspiraciones de aquella naturaleza moral, cuyo proceso patolójico hemos inten- tado diseñar. Favorecen el intento del autor la acumulacion de detalles que eran desconocidos i la prolijidad de investigacion que acusa un esfuerzo intelijente. 1 todos los sucesos que esplica i que desen- traña son los que tienen pertinencia con el arte, con el desarro- llo de una evolucion, con el oríjen de una idea o de un pro- yecto. | De aquí la importancia de libros de esta naturaleza destina- dos a sacar de la oscuridad esas mil i una interioridades que -presiden la Jeneracion 1 la composicion de los trabajos líte- rarios. Los Recuerdos prestan a las letras los mismos servicios que habrian prestado las memorias de cualquier literato eminente. Si un incendio no hubiera devorado, por ejemplo, las Memorias de mi tiempo de don Manuel Blanco Cuartin, tendríamos una obra, si nó jemela, al ménos del mismo jénero que la que nos ocupa. ] Un individuo que ha estado mas de cuarenta años consagra- do al servicio intelectual del pais, que ha colaborado en todos los momentos en que podia ser eficaz su accion, que ha vivido la vida de la prensa, de la revista, del panfleto, en medio de un sinnúmero de escritores i en épocas tan accidentadas, tan diver- sas i tan difíciles, podia naturalmente sacar a luz ese mundo subterráneo, rico en noticias ignoradas, i trasmitir ese conoci- VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1245 miento profundo de las situaciones en que era actor, principal a veces, colaborador las mas, o indiferente otras. Tarea análoga han desempeñado en todos los paises los es- critores de cierto valor que han cultivado este jénero, prestando con ello señaladísimo servicio a la historia literaria. En Ingla- terra, por ejemplo, Stuart Mill, en Francia Legouvé i Maxime du Camp, en Alemania Heine, en Italia Amicis, han escrito sus memorias e impreso a cada una de ellas el sello especialísi- mo de su propia idiosincracia. En Francia singularmente esta clase de escritos ha allegado gran continjente de investigacion crítica i anecdótica cn esta contribucion al estudio íntimo, personal, casero, por decirlo así, de los hombres de letras. Este fué el ejemplo que Lastarria quiso imitar en Chile, cultivando un jénero desconocido entre nosotros i tan eficaz para dar el relieve vivo i animado de la nota personal, del valor local que solo puede caracterizar el testigo presencial i actor inmediato de los hechos. Si esceptuamos los Recuerdos del pasado, de Pérez Rosales i los Recuerdos de treinta años de Zapiola, no tenemos otras muestras de escritos destinados a perpetuar rasgos jeniales de nuestra sociabilidad enlazados con los hombres de nuestra tie- rra. ' Lastarria no quiso dejar perdido en el piélago de lo descono- cido tanto recuerdo como revoloteaba al rededor de su cabeza de luchador de cuarenta años; í por eso emprendió la narracion de todo aquello que interesaba a nuestro movimiento de cultu- ra, desde sus primeros albores. Con ello realizaba un milagro. Viejo ya, acertó a vaciar las ideas en el molde de la mas galana frescura i vivacidad. Sin tener apuntes, porque Lastarria todo solia confiarlo a la memoria, compuso su libro, i llevado de la indole de su talento literario, dejó a un lado el anecdotismo, para embarcarse de lleno en la jeneralizacion. Acaso este procedimiento, mirado estéticamente, perjudica un tanto la factura del libro; pero lo que pierde en brillo, lo gana en consistencia. Ántes que entrar al ámplio desarrollo de la nota dramática que en todo aquello está oculta, Lastarria prefiere la síntesis de la idea. Ménos aun tiene ese golpe rápido de percepcion que se advierte en Víctor Hugo en Choses vues, - 1246 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS i que tanto campo deja al lector para desarrollar lo que apénas se insinúa como anécdota fujitiva o diálogo de gráfica viva- cidad, empapado en la nitidez de lo vivido. Este modo. de espresion solo puede tener cabida cuando se van anotando en cartera los sucesos, las conversaciones, a medida que se su- ceden: una simple pincelada basta para reproducir toda una escena. | E | Lastarria no entendia las autobiografías de este modo; quie- re darle a la suya un jiro mas tendencioso i por eso la reviste de solemne gravedad. Imbuido en este propósito, aspira a que su libro, así su título lo indica, contenga los “datos para la his- toria literaria de la América española i del progreso intelectual en Chilen ¡sea a la vez uestudio de toda nuestra literatura i de la cultura del espíritu entre nosotros. Tales declaraciones hacen pensar que no iba el autor tras una sencilla autobio- grafía. La verdad es que hai que estimar sus Recuerdos solo como una fase de nuestra historia literaria nacional, relativa a la par- ticipacion individual que le cupo desempeñar. Tampoco con- tiene mayores datos sobre la historia literaria americana, pues a escepcion de lo referente a escritores arjentinos residentes en Chile, nada mas abarca. De esta manera el libro no cuadra con el título. Pero si el cuadro jeneral no corresponde exactamente a la estension 1 alcance que él quiso darle, de sobra i mui fácilmen- te refleja el propósito personal que guió al autor. No se puede escribir una protesta mas interesante i mas enérjica contra la injusticia histórica que quiso lavar. Recobra con su libro el puesto que le corresponde de derecho entre los justadores inte- lectuales i lo asume con altivez, con conciencia i exibicion de documentos sérios 1 positivos. | De su cabal conocimiento de los hombres i de las cosas, nace ese tino con que sabe apreciar cómo han comenzado, seguido 1 terminado los acontecimientos literarios que han dado márjen a una reaccion del arte; haciéndolo con introspecciones “acerca del carácter, conversacion, fisonomía de los personajes que in- tervienen,. Hai un realismo supremo en estas pequeñas pincela- das en que dibuja a lo Corot escenas, i sobre todo retratos. A VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1247 los hombres los toma en su aspecto físico, en lo moral a veces, i siempre en las tendencias jenuinas de su estilo, de su criterio o de sus tendencias. No es fácil concentrar en una pájina fisonomías complejas. Lastarria sabe cultivar el jénero, i si no entra siempre en psico- lojías literarias, alcanza a producir admirables esbozos de ca- ractéres, como son los de don Simon Rodríguez, de Sarmiento, de Bilbao, de F. de P. Matta, de los Bellos, de Egaña, de Jota- beche. Si la índole de este trabajo lo permitiera, reproduciríamos cualquiera de estos retratos literarios, tan comprensivos como exactos. Hai gran sinceridad en sus juicios, i sí a veces, como acon- tece con don Ándres Bello, parece guiar su pluma un descono- cimiento de los servicios de este eminentísimo escritor, debe atribuirse a que lo juzga a la luz de su criterio independiente. Ve en él al representante de las viejas tradiciones. Es verdad que el señor Bello fué toda su vida un conservador, pero jamas un reaccionario. Don Miguel Luis Amunátegui se ha encargado de poner en claro este punto, i en los artículos que publicó en 1878 en La República asignó el verdadero puesto que ocupó el egre- jio venezolano en el desarrollo intelectual de Chile. El señor Amunátegui profesaba una admiracion sin límites por aquel hombre, pero puede decirse que su juicio era enteramente im- parcial, como lo fué en la composicion de la Vzda que publicó en 1882. Los señores Bello i Lastarria en muchos puntos ocupan lu- gares antagónicos, sea que se les considere en cuanto a creen- cias, a sistemas de escribir la historia o a ideas políticas. Este antagonismo, no obstante, para quien estudie desapa- sionadamente nuestra historia literaria, no puede mirarse sino como incidental, i la relacion que hai entre ellos es la de maes- tro a discípulo. El juicio de Lastarria sobre Bello adolece del defecto de mirarlo como su eterno contrincante icomo el usur- pador de todas sus glorias. Algo hemos dicho ántes sobre este punto, pero como es bastante interesante, conviene aun pun=- tualizarlo mas. AE es 1248 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS El error capital del autor de los Recuerdos nace, a nuestro entender, de considerarse siempre i en todo momento con la misma suma de poder intelectual. Por este modo verdadera- mente curioso, se encuentra que Lastarria desde 1842, jóven e inesperto, vale tanto como en 1877, viejo, fogueado en las luchas de la intelijencia i con el prestijio que da una vida entera con- sagrada al servicio del pais. No de otra manera se esplica que contraponga su influencia a la de Bello, en la madurez de sus facultades, en el majisterio de dilatados servicios prestados en todos los órdenes de la actividad. Se concibe fácilmente que la influencia de los hombres se va aquilatando con merecimientos progresivos i acumulados, ad- quiridos en el desarrollo lejítimo de servicios efectivos; pero no se puede admitir, sino como influencia postiza, o por lo ménos, como influencia antelada, la que aparece en un momento ines- perado, sin antecedente alguno. Tal debe juzgarse a nuestro humilde juicio ese maravilloso aplastamiento de 1842, mas pro- pio del teatro que de la historia, en que se ve aniquilada la ac- | cion de Bello por ser la obra de un rutinario de malísima estofa reaccionaria. | Insistimos mucho en este punto porque no podemos dejar sin rectificacion un juicio evidentemente injusto. | Como ya ántes hemos dicho, para juzgar a Bello con acierto es menester echar a un lado toda idea preconcebida i sobre todo _trasportarse a la época en que él vivió i ejerció su influencia, circunstancias que olvidadas por Le hacen incompleto su juicio, En efecto, tocóle a Bello demostrar su iaa en momen- tos tan especiales en que el tino podia tomarse por timidez. No podia luchar contra el elemento pelucon a brazo partido ni la indole de su carácter tampoco lo permitia; pero dotado de un espiritu liberal, introdujo innovaciones tan felices en filosofía como en lejislacion, en la enseñanza como en el gobierno. Re- presentante de la voz gubernativa en El Araucano, espresó antes que la opinion propia, la opinion del partido dominante. Su condicion de estranjero lo alejó naturalmente de las ásperas -luchas de la política militante, mirando siempre las cuestiones desde el punto de vista de los principios. Esa serenidad de Sa- VIDA 1 OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 12409 bio 1 de hombre tranquilo, no pueden ser notas de reaccionario donde quiera que se estudie a los hombres con verdadera lealtad histórica. Queria el progreso sin las alternativas de la violencia i ántes que encauzar artificialmente las corrientes de la animo- sidad i de la lucha, queria que la sociedad se desarrollara pau- latinamente, por el influjo natural de las leyes, de las costum- bres, de las ideas. Viendo un obstáculo al progreso, no lo combatia de frente, sino por medios indirectos, pero con una tenacidad admirable. Muchas de estas condiciones de hombre i pensador han in- fluido para que Lastarria pronuncie un juicio severa sobre Bello; pero es menester que se tomen por lado mui desfavorable para que tengan justificacion los lincamentos que se bosquejan en los Recuerdos literarios i que hacen del ilustre venezolano un retrógrado, un purista de tres al cuarto, un incubador “de las prácticas de la atrasada civilizacion española, que miraba de reojo ise ofendia de la brusquedad de los arjentinosu; "jefe de la contrarevolucion literaria; defensor de las preocupacio- nes que, como dogmas, dominaban en la civilizacion colonial; corifeo de la literatura i hasta de la moral confesionales.. Esto 1 mucho mas se dice al bosquejar el carácter político-moral i las condiciones literario-filosóficas del hombre que mas servicios ha prestado al pais. | El aire de sí es no es de inquina con que Lastarria lo juzga, en parte principalísima depende de que los Recuerdos tienen marcado sabor a pelémica, contestacion como se sabe a los ar- tículos de defensa de don Miguel Luis Amunátegui. Si se quiere hallar una rectificacion de los juicios de Lasta- rria no habria sino que revisar el trabajo del mismo Lastarria titulado Recuerdos del Maestro i publicado tres años ántes en el libro de la Academia de Bellas Letras. Efectivamente, en este estudio, que nada de polémica tiene i escrito, por consiguiente, con mayor tranquilidad de espíritu 1 con mayor justicia, se advierte un juicio sobre Bello en el cual hai marcadas diferencias con el de los Kecuerdos literarios. En primer lugar, allí no aparece el autor como el rival de Bello: al reves, allí aparece el discipulo agradecido que reconoce que el maestro, "sin rivales ni competidores, fué dictador en materia 1250 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS de letras; allí se dan a conocer las novedades. que en 1830 introdujo Bello en nuestros estudios, proponiéndose dar leccio- nes de derecho, mas completas que las de Mora, i ménos difu- sas. Sin ser un reverso de lo que afirma despues en el curso de su polémica, puede estimarse aquel juicio casi como una re- futacion de muchos de los cargos que, como cruel sambenito, cuelga sobre los hombros de un pensador que acaso todavía no es estimado en lo que vale i que hasta el presente ha recibido manifestaciones que están mui distantes de corresponder a la magnitud de sus meritísimos servicios. | Por lo demas, se afena Lastarria, 1 lo consigue, por dar noti- cia de todo acontecimiento literario en que ha intervenido, 1 naturalmente, al deponer como testigo presencial, lo hace comió revelaciones que se habrian perdido a no haberlas él consigna- do. Todas estas referencias las acota con juicios que son eficaces para comprender mejor la. verdadera situacion de los hombres i de las cosas i con jenuflexiones en que, a las veces, asoma la malhadada inquina con ciertos hombres ilustres que no habia para qué condenar o poner en falsa situacion. IT como no podía ni debia presentar cuadros ES recuer- dos desligados, los encuaderna en la verdadera historia de los acontecimientos: sus notas personales dan viveza al cuadro; sus reflexiones político-sociales le sirven de. marco i necesario | complemento. E 00 No debia desdeñar estas situaciones políticas, mi el estado efervescente de los partidos militantes, a efecto de dar mayor claridad a los sucesos literarios, 1 de presentar en perspectiva los antecedentes de algun movimiento intelectual. Sl bien des- prendidas del plan jeneral dela obra, aquellas reminiscencias complementan el cuadro í son utilísimas. A pa Se sabe que el movimiento literario está (nl corre- lacionado con el político: son dos líneas paralelas que se corres- ponden en sus sinuosidades. Ademas aquí en Chile, de contínuo hemos visto cómo la política trasciende a la literatura, i cómo la libertad individual alcanza hasta la libertad literaria. No se concibe una literatura lozana, espontánea, bajo el imperio de mandones inescrupulosos. La prensa, la revista, el libro mismo - están sometidos a estas influencias, sobre todo si referimos es= VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1251 => — tas observaciones al cultivo de la literatura social o de la do- -cente. Lastarria se encarga de demostrar hasta la saciedad estas verdades, 1 nos cita el caso de cómo han nacido institutos lite- rarios, pura i esclusivamente al calor de una situacion política: en 1873 la Academia de Bellas Letras nació del comun peligro en que se vieron los elementos liberales en presencia de una reaccion conservadora que amenazó subvertir todo el progreso intelectual que habíamos alcanzado, i cuya principal e insidiosa manifestacion se tradujo en la intrusion del elemento monacal en nuestros establecimientos de instruccion. El medio social tambien ha sido considerado por Lastarria en la evolucion de las ideas literarias: la belleza, el arte pura- mente ideal, puede desarrollarse ámpliamente en cualquiera situacion moral. En la civilizacion de las mas opuestas tenden- cias ha podido florecer la poesía, por ejemplo, el arte pura- mente imajinativo. Mas, cuando se trata de libros trascenden- tales, la cosa carmbia por completo. Los libros que se avanzan a la época en que son escritos, deben forzosamente levantar resistencias, suscitar polémicas o caer en el vacio. Los de Las- tarria, que precisamente se hallaban en tal condicion, apénas levantaron tal cual discusion, i la jeneralidad de ellos no fué comprendida, o siéndolo, contrarió abiertamente las ideas do- minantes. El autor de los Recuerdos mira con dolor profundo esta ino- pia de actividad social que no alcanzaba a formar atmósfera a sus libros, i la atribuye con razon o sin ella, en muchos casos, a actos individuales como ser la falta de crítica elevada. El punto es discutible. Él mismo nos ha dado a conocer la vasta discusion que ori- jinó, por ejemplo, su primera Memoria Histórica, en 1844, en la prensa i en la Universidad. No por falta de crítica fracasó el sistema, a ménos que se miren como insignificantes las opinio- nes de los Bello, de los Sarmiento, de los López, etc. Sus pos- teriores obras históricas, encaminadas por el mismo sendero, tampoco tuvieron imitadores: i hemos continuado viendo que la historia meramente filosófica, abstracta casi, ha sido suplantada victoriosamente por la historia de los hechos, en que éstos apa- 1252 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS recen de relieve, como querian en aquella sazon los doctores de la Universidad, pero en que circula el espiritu crítico i la pro- funda filosofía con que aquellos sucesos se encadenan i se ligan entre sí. Ademas aquel fondo revolucionario, aquel espíritu sistemático de revuelta contra los viejos patrones del arte i de la ciencia tradicionales, levantó, porque así era lo lójico, las resistencias hondas i tenaces de los reaccionarios, que veian en el novel escritor un audaz sembrador de ideas, contrarias a la fé, al dogma, a la relijion. No era que faltara la comprension exacta de las ideas formu- ladas en sus libros de propaganda. El secreto de la indiferencia estaba en que Lastarria acometia solo una empresa que fatal- mente debia hacerlo naufragar en la falta de éxito. Verdaderamente maravilla aquella pertinacia, aquella fe in- quebrantable en las ideas, con que uno tras otro emprende pro- yectos de rejeneracion, escribe libros de propaganda, ajita ele- mentos de actividad. Los sucesos, por gran virtud que Lastarria atribuya a la accion individual, tienen mas vigorosa influencia i aplastan a los luchadores con la hiriente fuerza del mal éxito; pero aquel jérmen sembrado, aquella semilla caida en el surco, tiene que fructificar; i como lo manifiesta en sus Recuerdos, está satisfecho de haber trabajado para lo porvenir. ¡Noble virtud aquella que se funda en el sacrificio del bienes- tar presente, que arrostra las iras del momento, para recibir el premio despues de muerto! : Ese valor que solo las almas grandes poseen, se manifiesta en su laboriosa vida consagrada tenazmente a servir el progreso - social, contra viento i marea. 4 j En la obra que analizamos, mas que en ninguna otra, se revela la correccion i elegancia del estilo. Los Recuerdos están escritos en esa prosa discreta, ámplia, fácil i sabrosa que carac- teriza a las memorias mejor concebidas, nobles cuando las cir= cunstancias lo requieren, i sería perfecta si no tuviera de vez - en cuando hinchazones de inmodestia, jeremiadas de hipocon- dríaco. , Este libro viene a confirmar su fama de hablista correcto, en E VIDA I OBRAS DE DON J. V. LASTARRIA 1253 que se adunan la delicadeza de observacion, el vigor de colorido 1 la amplitud de miras. En los Recuerdos ha puesto a contribucion su sensibilidad nerviosa i su elasticidad de injenio, para esplicar sus actos í su presencia en nuestro desarrollo intelectual del modo mas donai- roso posible. (Concluirá ) ALEJANDRO FUENZALIDA GRANDON Jefe de la Seccion de Instruccion Pública | del Ministerio de Justicia e Instruccion Pública ESLSLE GAIA MIA AAA 804 PAAOSASIAMUAMRIAMIADN LS E an iii ia divisa dio DESCENDENCIA DEL HOMBRE 1 DARWINISMO ¿DE DÓNDE DESCIENDE EL HOMBRE? ¿CUÁLES SON SUS ANTECESORES ANTROPOÍDEOS? — BA —Á (Conferencia dada en frances el 2 de Agosto de 1892 en el Salon de la Bolsa Comercial de Santiago) SEÑORAS; SEÑORES: Invitado para hacer una segunda conferencia, he tenido un momento de perplejidad. Dos asuntos me interesaban igual- mente, el uno técnico, de mi profesion: el alumbrado eléc- trico; el otro, filosófico i naturalista, la descendencia del hom- bre, tenia un atractivo particular, a causa de las complicadas cuestiones a que da oríjen. Me he decidido por el último, por- que he creido que en estas conferencias de vulgarizacion, debe- mos nosotros dar un estímulo al pensamiento i excitar el espíritu de investigacion. El dominio de la antropolojía prehistórica ha sido poco es- plorado en Chile; la juventud estudiosa hallaría allí un ancho campo de interesantes estudios, propios para esclarecer los ori- jenes, oscuros todavía, de los primeros habitantes de este país, TOMO LXXXII 84 2 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS En todo tiempo, el oríjen del Universo i del mundo orgánico ha sido objeto de las preocupaciones de los sabios i de los filó- sofos. ¿Cuáles son nuestros oríjenes? ¿Cómo se formó la tierra? ¿De qué modo se pobló? -Hé ahí las cuestiones que el espiritu humano se formula en todos los tiempos i en todos los lugares. Las respuestas, si no la solucion, no han escaseado. Unas filosóficas, científicas, ra- cionales, producto de los esfuerzos de la ciencia; otras espuestas bajo la forma de una fatal necesidad, í otras, en fin, son los ecos tradicionales de una revelacion sobrenatural. Si lo quereis, señores, dejaremos a un lado las causas prime- ras i finales, las soluciones metafísicas, sin hacernos, no obstan- te, ilusiones de las dificultades de las cuestiones de oríjen de la humanidad, de la unidad o pluralidad de los hombres; conside- raremos que estos problemas se resuelven mediante las solas luces de la razon, sin la intervencion de lo sobrenatural. Sí bien la ciencia carece todavía de un cierto número de factores, la solucion del problema del oríjen de la humanidad, se impone al espíritu, i ha sido la preocupacion de los antropolojistas i de los biolojistas de este siglo. | I no se nos oponga la opinion de un gran pensador que creía, en medio de su desfallecimiento, que las cuestiones absolutas que se ocupan en el oríjen i fin de las cosas, están fuera del dominio del conocimiento científico. La ciencia no puede re- nunciar a sus investigaciones, i nosotros debemos acojer con benevolencia toda tentativa de pesquisa destinada a arrojar al- guna claridad sobre las cuestiones de nuestro oríjen. Seríamos “felices si, para gloria de este pais, viéramos a la jóven jeneracion de futuros injenieros, tomar a pecho las cuestiones de oríjen relativas a Chile, i prepararse a ellas por estudios sérios de es- tratigrafía, paleontolojía i antropolojía. PES El mundo orgánico i el mundo inorgánico, están maiodo cercanos entre sí para imajinar métodos racionales para el uno i esplicaciones sobrenaturales para el otro. | "Si se hubiera probado, dice M. O. Schmidt, que los seres animados í las cosas inanimadas tienen secretos diferentes, ac- cesibles por una parte e insondables por la otra, como hoi toda- vía se afirma tan a menudo, seria comprometerse en investiga- DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1257 ciones vanas í sin salida el querer sondear la vida. Si, por el contrario, no vemos nada a fr20r? que pueda hacernos titubear ante esas pesquisas relativas a la vida i a su desarrollo; si, ántes bien, es cierto que la investigacion i el conocimiento no tienen límites distintos para la naturaleza animada i para el mundo corporal inanimado, entónces se justificará nuestra tarea i noso- tros estaremos autorizados para emprenderla (1). Pero estas investigaciones acerca de nuestros oríjenes, están erizadas de peligros, i los primeros vulgarizadores han necesitado de cierto valor para abordarlas, pues tan luego como el naturalista des- cubre una analojía, dice Mr. Carl Vogt, entre el hombre i los mamíferos mas próximos a él, los monos, todos aquellos que creen tener una lijera nocion de la dignidad humana, ponen el grito al cielo contra el audaz que se ha atrevido a llegar hasta el santuarios. "La jente de filosofía toda, que no ha visto monos sino en las jaulas de las casas de fieras o en los jardines zoolójicos, se exalta, se acalora 1, segun sea tal o cual el sistema filosófico que refleje, llama en su ausilio al espíritu, al alma, a la razon, a la conciencia, a todas las propiedades que se dicen inmanentes al hombre. “Empero, no acusemos únicamente a la teolojía: tambien los representantes de la ciencia han tenido, a veces, reproches que dirijirse a este respecto (2). X Señoras i señores: Las cuestiones relativas al oríjen del hom- bre i de los seres organizados, son problemas de historia natu- ral, de biolojía, para los cuales la teolojía es incompetente; ellos deben ser estudiados i discutidos por el método científico, sin ninguna injerencia de lo sobrenatural; ellos deben ser resueltos merced a la observacion ia la esperimentacion, por la sola luz de la razon. Los razonamientos por induccion i las deduc- (1) O. Scuutor, Descendance et Darwinisme, 1 vol. in 8.9, Paris, Félix Alcan. (2) Car VoGr. Legons sur l' homme, 1 vol. in 8. Paris, Reinwald, 1865. 1258 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ciones que son su consecuencia, están sometidos al juicio de la crítica científica. La metafísica no tiene nada que ver en este dominio; las - cuestiones de historia natural pertenecen a los naturalistas; la intromision o la injerencia de cualquiera relijion, por positiva que ella sea, no puede servir mas que para colocar a la feia la razon en un conflicto inevitable. | Las cuestiones de biolojía no se resuelven por medio de ar- gumentos teolójicos ni filosóficos; el milagro, que escapa al do- minio de la razon, no puede intervenir para esplicar fenómenos que pertenecen a la observacion, a la embriolojía, a la antropo- lojía, a la anatomía comparada, a la paleontolojía. Tratemos, - pues, las cuestiones científicas como sabios, 1 no permitamos que los teólogos se entrometan en nuestro dominio. Goethe — hace decir a Fausto: Sí, yo oigo el mensajero; pero me falta la fe. El milagro es hijo predilecto de la fe.. | Señoras i señores: Para obrar como naturalistas que buscan la verdad, debemos rechazar en absoluto el milagro de la crea- cion; la fe, segun Gcethe, no es el principio sino el fin de todo saber; es decir, que la fe es incompatible con la ciencia i con la idea fecunda de que la vida se ha desarrollado, desde el orijen hasta nuestros dias, por una evolucion lenta i contínua, de manera que los animales que viven actualmente descende- rian, por medio de uma serie no interrumpida de jeneraciones, de las especies estinguidas del mundo prehistórico. Profesar esta opinion no es ser ateo ni materialista, es colocar la fe a un. lado i la razon al otro, a fin de evitar choques. Por otra parte, yo conozco excelentes católicos i fervientes protestantes que son trasformistas convencidos. Remontar a la creacion, (escri- bia Jorje Forster a Camper en 1787), es perderse en lo infinito, 3 en lo incomprensible. Por ese medio jamas comprenderemos nada, i las definiciones que se apoyen en una base inesplicable, - en un misterio, deberian estar desterradas para siempre de la ciencia.n Por último, para que la ciencia i sus adeptos gocen de la independencia que les es indispensable, debemos llegar a la. separacion absoluta, como dice Mr. Herbert Spencer (1), de lo (1) HERBERT SPENCER, Los primeros principios. - : a Y DESCENDENCIA DEL HOMBRE 1 DARWINISMO 1259 cognoscible i de lo 2ncognoscible, de la ciencia i de la relijion; ni la una ni la otra, han querido jamas alabarse de sus usurpaciones recíprocas. El célebre naturalista aleman Mr. Ernesto Haeckel, que ha desarrollado tan brillantemente la teoría del trasformismo de Darwin, en su /Historia de la creacion natural (1), ha sintetiza- do como sigue los fundamentos i la doctrina de la evolucion: Reunid 1 comparad, dice, las diversas ideas que se han tenido del mundo en los diversos pueblos i en las diversas épocas, i vereis que, ai fin de cuentas, selas puede clasificar en dos grupos bien marcados: el uno, que se puede llamar grupo causal o mecánico, 1el otro que pertenece al Zeleoloj2simo o al vitalisimo. Hasta nues- tros días, el último grupo ha predominado en la biolojía. Así, se consideraba a los reinos animal i vejetal como el producto de una actividad creadora, que obraba con un fin dado. A la vista de un organismo con una máquina tan perfecta, un aparato de movimiento tan desarrollado, la conviccion que sin disputa pa- rece imponerse desde luego, es que ellos solo pueden haber sido producidos por una actividad análoga a la que el hombre des- plega en la construccion de sus máquinas, pero infinitamente mas perfecta. Por sublime que sea la idea formada a primera vista del Creador i de su creadora actividad, por muchos que sean los esfuerzos que se han hecho para alejar de él toda ana- lojía humana, con todo, esta analojía persiste inevitable i nece- sariamente en la concepcion teolójica de la naturaleza. “En fin de cuentas, es preciso siempre figurarse al Creador como un organismo, un sér que, siendo análogo al hombre, aunque infinitamente mejor conformado, piensa en el empleo que hará de su actividad creadora, bosqueja el plan de su má- quina 1, finalmente, la lleva a cabo con un fin determinado, em- pleando materiales convenientes. Segun esto, todas estas ideas descansan necesariamente sobre la base frájil del antropomorfs - 1mo. Razonando de este modo, por alta que sea la idea que uno quiera formarse del Creador, no se le reviste ménos de los atri- (1) HarEcktEL, ZZistoive de la création, traducida por M. Letourneau, 1 vol. in 8, Paris, Reinwald, 1877. 1260 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS . butos humanos necesarios para trazar un plan ií construir un organismo con un fin dado. "Esta idea, ha sido claramente espresada en el sistema mas opuesto al de Darwin, cuyo principal defensor, entre los natu- talistas, ha sido Agassiz. En su célebre obra intitulada Lxsayo de la clasificacion, que es completamente anti-darwiniana i que apareció casi al mismo tiempo que el libro de Darwin en Bos- ton en 1857 i en Inglaterra en 1859, Agassiz ha espuesto mui largamente, con todas sus consecuencias, estas absurdas ideas antropomórficas acerca del Creador. .. . "Examinad mas de cerca la vida jeneral i las relaciones recí- procas de las plantas i de los animales, sin exceptuar al hom- bre; por todas partes i siempre encontrareis todo lo contrario de esta union tierna i apacible, preparada, se dice, a la creacion por la bondad del Creador; por todas partes vereis una guerra encarnizada i cruel de todos contra todos. En ningun rincon de la Naturaleza a que dirijais vuestras miradas hallareis esa paz idílica cantada por los poetas; al contrario, por doquiera vereis - la guerra, el esfuerzo para esterminar al mas próximo vecino, el antagonismo inmediato. Haya o nó conciencia, pasion i egois- mo, hé ahí el resorte de la vida. | | "Desde el momento que nos vemos forzados a repudiar en absoluto la opinion vitalista o teleolójica en lo que concierne a la naturaleza viva, nos es preciso aceptar decididamente la con- cepcion del universo llamada mecánica, causal O unitaria. *k * Señoras i señores: Nuestra educacion clásica i familiar i nuestra instruccion filosófica, son otros tantos obstáculos que ofuscan la claridad de nuestras intelijencias cuando deseamos remontarnos a nuestros orijenes; nos estrellamos con la tradicion que parece decirnos: ¡detente aht, no puedes traspasar los límites que yo he señalado a la historia de la humanidad! Importa vencer el obstáculo 1 pasar mas allá de esta barrera. Moises nos ha relatado la historia de una creacion sobrena- tural que es notable ademas, por la esposicion sencilla i natu- DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1261 ral de las ideas. Pero lo que es digno de fijar la atencion del sabio es que en esa hipótesis mosaica de la creacion, aparecen dos de las proposiciones mas fundamentales de la teoría evolu- tiva: tales son la idea de la division del trabajo o de la diferen- ciacion, i la idea del desarrollo progresivo, del perfecciona- miento, en una palabra, de una diferenciacion gradual de la matería primitivamente simple. Reconocemos, señores, la gran- deza de la idea contenida en la cosmogonía hipotética de Moises; rendimos justo tributo de admiracion a la concepcion del lejislador de los hebreos, sin reputarla, sin embargo, como una manifestacion sobrenatural; le reconocemos, eso sí, el sello de una grande 1 vasta intelijencia alimentada en la elevada cultura de los templos de Ejipto. No obstante, os señalamos en ella dos errores fundamentales: primeramente el error zeocéntrico, que hace de la tierra el cen- tro del Universo; en seguida el error axztropocéntrico, que con- sidera al hombre como el fin supremo i deliberado de la creacion terrestre. Sabeis, señores, que la teoría de Copérnico sobre el sistema del mundo, ha reducido a la nada el error jeocéntrico; la teoría jenealójica de Lamarck ha arruinado la concepcion antropo- céntrica de la creacion mosaica. Señoras i señores: Las consideraciones jenerales que acabo de esponer como introduccion a esta conferencia, han tenido por objeto mostrar que el dominio teolójico es enteramente dis- tinto del dominio científico: el sabio observa, esperimenta, dis- cute, deduce sin otra preocupacion que la ciencia, e indepen- dientemente de toda influencia mística, metafísica, teolójica o relijiosa. Sentadas estas premisas, vamos a pasar al tema especial de esta conferencia, la cual dividiremos en tres partes, a saber: 1.2 Los hombres primitivos.—Su aparicion en cl tiempo.— Las razas prehistóricas; 2.2 Esposicion sucinta de la teoría del trasformismo; A a is 1262 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 3.2 El hombre desciende de una forma antecesora—antro-- poídea. II 1.0S HOMBRES PRIMITIVOS.—SU APARICION EN EL TIEMPO.— LAS RAZAS PREHISTÓRICAS Señoras i señores: Los conocimientos adquiridos en órden a la antropolojía, a las razas humanas, al hombre prehistórico, a las modificaciones i trasformaciones de los tipos, son el resul- tado de los trabajos de un número considerable de observado- res, de entre los cuales citamos a Buffon, Linneo, Lamarck, Diderot, Geoffroy-Saint-Hilaire, Agassiz, Darwin, Broca, De Mortillet, Mathias Duval, Gaudry, Gratiolet, Hervé, Haeckel, Hovelaeque, Lartet, Letourneau, Topinard, Carl Vogt, Schmidt, Lubbock Lyell, etc. "Si se examinan, dice L. Agassiz, los cráneos humanos mas antiguos hallados en puntos mui diferentes de Europa, en medio de restos de animales que, no solo no existen ya en Eu- ropa, pero que ni aun pertenecen al período contemporáneo del hombre actual, se observan desemejanzas tan grandes como las que distinguen en nuestros dias a las diversas razas humanas. En lo sucesivo es, pues, cosa averiguada para la ciencia que la humanidad ha tenido sobre la tierra sus fases de desarrollo lo mismo que los jéneros de animales. Ha habido una diferencia entre los hombres de otro tiempo i los hombres de hoi, del mis- mo modo que la ha habido, en las diversas po Jeolójicas, entre los animales de un mismo jénero. Esta fase de descubrimientos, abre para la historia de la hu- | manidad una éra tan nueva, como la que se desplegó para la historia natural toda el día en que Cuvier señaló las diferencias especificas que existen entre los elefantes del Valle del Arno t los que Anibal trajo a Italia, cuyos vestijios a primera vista se habia creido volver a hallar en los restos del elephas primo- genius. "A medida que estos descubrimientos se completen, no dudo que la ciencia establecerá, en la grande época jeolójica carac- DESCENDENCIA DEL HOMBRE 1 DARWINISMO 1263 terizada por la presencia del hombre, fases tan distintas, como las ya trazadas en la historia de la época terciaria. "Descubrir en épocas diferentes, tipos humanos diferentes, no causará entónces mas asombro que el encontrar, en las épo- cas sucesivas de la edad terciaria, especies no idénticas de mas- tocontes, de rinocerontes, de elefantes, de hipopótamos o de esa otra infinidad de animales de todas las clases, que caracterizan las épocas jeolójicas anteriores al hombre. La presencia de hombres de un tipo que ya no existe, en medio de animales de tipos no contemporáneos, entrará mui naturalmente en la categoría de los hechos de que ofrecen ejemplo todas las fases jeolójicas de nuestro globo. "Por lo que al presente respecta, estamos seguros de este re- sultado: la existencia del jénero humano remonta mucho mas allá de los tiempos que la tradicion asigna a su oríjen. La his- toria de la humanidad, está naturalmente ligada a la de los fe- nómenos que han modificado la superficie del globo. Í si nos vemos forzados a abandonar para la historia del hombre las cronolojías de fechas fijas, la hacemos entrar sin dificultad en otra cronolojía. Toma colocacion en esa série de épocas de una antigiiedad relativa mas o ménos grande, con cuya ayuda la ciencia determina tan felizmente el órden i sucesion de los grandes acontecimientos físicos 1 orgánicos que han dado por resultado el actual estado de cosas (1). La opinion que acabamos de citar sobre la antigiiedad del hombre, es la de un adversario decidido del trasformismo. Un sabio i un observador de la importancia de M. Luis Agassiz no podia ménos que inclinarse ante la evidencia de los hechos que establecen la existencia del hombre sobre la tierra en una fecha mui remota hasta mas allá de los límites de todas las tradicio- nes históricas. * k * Señoras i señores: Los hechos de observacion son innegables, (1) L. Acassiz. De TPespéce et de la classification en zoologie, 1 vol. in 8.2, Paris, 1869. Traducido por Mr. Félix Vogeli, casa de Germer Baillere. 1264 "MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS pero su interpretacion está, sin embargo, en discusion entre las dos doctrinas que se dividen el dominio de la ciencia i de la conciencia. Por un lado, la libertad de discusion que los some- te a las luces de la razon; por otro lado, la ortodojía que quiere domeñar la razon, reducirla a la obediencia i subordinar sus juicios a las prescripciones de la fé. Por un lado el ojo humano corporal del observador, por el otro, el ojo espiritual, teolójico, que tiene la pretension de ser el único que ve claro. En la cuestion que nos ocupa en este lugar, nosotros mira- mos solamente con el ojo del observador. j Ya en dos conferencias anteriores (en 1891) hemos estable- cido la existencia del hombre cuaternario por medio de los monumentos de su industria a la vez que por los restos mismos de esta humanidad primitiva, anterior a toda tradicion escrita. Por otra parte, la cronolojía prehistórica se.data por la fauna cuaternaria i por los restos de la industria paleolítica i neo- lítica, | a Los documentos etnográficos prueban tambien la antigiiedad excesiva del hombre. Ya en los tiempos mas apartados del antiguo Ejipto encontramos las razas humanas perfectamente distintas, tales como se las conoce hoi; no obstante, esta espan- sion de las razas con sus modificaciones tiene una duracion bas- tante larga. La civilizacion se estableció mui temprano en el Valle del Nilo, i sin embargo allí el hombre ha pasado por la Edad de Piedra i ha sido contemporáneo del emparejamiento de ese valle. Las herramientas de piedra son frecuentes en los aluviones antiguos del rio. | Los jeroglíficos nos cuentan una leyenda mitolójica que no es otra cosa que una alegoría naturalista. Permitid que yo os narre lo concerniente al emparejamiento o llenamiento del Valle del Nilo. ps ÓN Sí consultais un mapa del Ejipto, vereis que desde el macizo de las montañas de Siena hasta la línea actual del Mediterrá- neo, toda la comarca es una creacion del Nilo, debida al depó- sito de sus aportes de légamo i favorecida quizas por una as- cension lenta del fondo del mar. Las tradiciones mas antiguas, Heródoto, Diodoro de Sicilia, Estrabon, Plutarco, etc.. están de “acuerdo con la jeolojía para mostrarnos al Mediterráneo ba- DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1265 ñando esa banda de tierra fértil que fué cuna de una de las mas antiguas civilizaciones. ¿Cuántos centenares de siglos ha necesitado el rio para llenar con los trozos arrancados a las montañas del África Central, ese estuario de ochocientos kilómetros de largo? Los aluviones del Nilo no elevan el suelo sino de 6 a 12 centímetros por si- glo; pozos cavados en el Delta hasta 30 metros mas abajo de la superficie, no han encontrado el fondo de los aportes arcillo- sos. Por medio de estos datos se puede tener una idea de la série de siglos que ha necesitado el lleno del valle por los aca- rreos del Nilo, i consiguientemente, la alta antigúedad de los hombres, de cuya industria se hallan vestijios en las capas pro- fundas del aluvion. Los antiguos reputaban a los ejipcios como uno de los pue- blos mas viejos del mundo. El hombre ha visto las olas del Mediterráneo cubrir los suburbios de Tébas i azotar el pié de los derrumbaderos graníticos de la primera catarata de Siena. Añadid a eso que se han encontrado innumerables instru- mentos de silex en el territorio del Alto Ejipto, 1 desde este momento estamos autorizados para remitir a una alta antigiie- dad la aparicion del hombre en las riberas del Nilo. Ademas, señores, ántes aun del descubrimiento de herra- mientas de sílice (silex), numerosos indicios, tales como la per- sistencia de herramientas de piedra en ciertos ritos relijiosos, hacian creer en la existencia de una Edad de Piedra en el Ejipto. Pero en una época reciente algunas escavaciones prac- ticadas en diversos puntos de aquel pais han dado a luz gran número de herramientas de silex semejantes a las que se encuentran en las capas cuaternarias de la Europa occiden- tal. Con todo, las mas antiguas tradiciones históricas nos muestran este pais conociendo ya desde el orijen el uso de los metales. Está demostrado hoi que los primitivos habitantes del Ejipto, ántes del emparejamiento del Delta, han pasado por la edad de piedra. El exámen atento de los antiguos mitos ejipcios conduce tambien a la prueba de la existencia del hombre en el Valle del Nilo ántes de que el rio hubiese depo- sitado en él sus aluviones. 1266 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS El dios nacional del Antiguo Ejipto, el principal objeto de su adoracion es la trinidad Isis-Osiris-Horus, al rededor de la cual los sacerdotes agruparon una verdadera epopeya cíclica que nos ha sido conservada por los autores clásicos i por las inscripciones jereoglíficas. Esta epopeya es una leyenda simbólica i mitolójica, que nos relata bajo el trasparente símbolo de nombres divinos, la for- macion jeolójica del Ejipto, i que por eso mismo pone de ma- nifiesto que cl hombre ha sido testizo de ese gran fenómeno; lo que hace remontar su aparicion a una época mui remota. Hé aquí, señores, la leyenda sagrada: La diosa Nout, unida al dios Seb, da a luz en los cinco días complementarios del año a Osiris, Horus í Set o Typhon, ia las diosas Isis i Nephtys. | p Horus era hijo de Osiris, quien se habia unido desde el seno de su madre con su hermana Isis. La primera manifestacion de Osiris se verificó en las riberas del Nilo, donde él enseñó a los hombres a cultivar el suelo, que Isis dotó de vejetacion. "Pero Typhon, que trataba de aca a su hermano, le te- jió mil emboscadas miéntras iba a llevar a lo léjos los benefi- cios de su reino, i consiguió encerrarlo en un cofre, que arrojó en seguida al Nilo. ( Osiris se habia unido por equivocacion a su hermana Neph- tys, mujer de Typhon, i habia tenido de ella un hijo semejante a él, Anubis. El dios se asocia a su madrastra Isis para buscar el féretro de su padre, que encuentra 1 esconde en los pantanos de Buto. Pero Typhon lo descubre a la claridad de la luna; divide el cuerpo de Osiris en cuatro partes i las dispersa. De nuevo Isis se pone a buscar los esparcidos miembros de su ma- rido i llega por fina reunirlos en la isla de Philae, endonde ella los embalsama í los sepulta. Entretanto, su hijo lejítimo Horus hacia progresos en los. pantanos de Buto. Con la ayuda del dios Theth ataca a Ty- phon, se apodera de él i lo reduce a la impotencia a la vista de Osiris difunto, quien desde su ataud presidia el combate. Isis, en fin, da a luz un hijo mutilado i cojo, Harpocrato, que ella había concebido de Osiris despues de su muerte. | y DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO ' 1267 Tal es en sustancia, i despojada de todos sus adornos poéti- cos, la trama del gran mito ejipcio (1). Lo interesante para nosotros comienza aquí, señores; en efec- to, reemplacemos los nombres de estos personajes divinos por los de los fenómenos naturales que ellos simbolizan, i el sentido de esta vieja alezoría va entónces a aparecernos claramente. Nout, la tierra, unida a Seb, la atmósfera, enjendra a Osiris, el Nilo, a Typhon, el viento ardiente del desierto, a Isis, los alu- viones que el rio esparce en el valle, i a Nephtys, el mar. El Nilo í sus aluviones, Osiris e Isis, unidos desde el seno de su madre, dan nacimiento a Horus, la vejetacion, las produc- ciones de esos dioses bienhechores. Typhon, el dios del mal, el viento del desierto, libra batalla contra su hermano; en tanto que éste estiende a lo léjos sus aluviones hácia el norte, aquél seca el rio í la vejetacion naciente, la cual se refujia en los pantanos de Buto. La época de la escasez de agua en el rio se aproxima. El rio se ve cada vez mas encerrado en su lecho, como un hombre en un ataud. Inquieta Isis, la tierra de alu- vion, llora por él ise pone a buscarlo; ella lo encuentra a la orilla del mar, en los terrenos pantanosos de su embocadura, es decir, gracias a Anubis, los pantanos, fruto del adulterio de Osiris con Nephtys, cl Mediterráneo, hermana de Typhon. Sobreviene la escasez de agua en el rio; el Nilo está como sepultado; Typhon amontona las arenas, cava lechos múltiples al rio, iy como dice la leyenda, dispersa su cuerpo en cuatro par- tes. Sin embargo, la vejetacion se habia desarrollado, Horus ha ganado terreno; ella lucha contra Typhon : lo reduce a la im- potencia; el suelo ha sido ahora fijado, las usurpaciones del de- sierto han cesado. Osiris, aunque difunto, asiste al triunfo de su hermano ¡a la lucha de éste con su hijo bien luego victorioso. El rio, aunque debilitado, jamas cesa de regar la comarca. Final- mente, da nacimiento a un hijo cojo, mutilado, el Delta, pro- ducto de un período en que el Nilo estaba ménos cargado de aluvioves, ménos potente, muerto ya. ¡I bien! esta leyenda poética i simbólica ¿no indica que en la época en que ella se formó, el Bajo Ejipto tocaba aun al caos i (1) HenrI TH1ERS, en la Levue de France. 1268 | MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS que los pontífices que coordinaron sus elementos conocian, por los recuerdos de testigos oculares, la manera como se fué for- mando poco a poco el suelo del Ejipto? * * Señoras i señores: vosotros lo veis: los documentos jeolójicos, etnográficos, lingilísticos, hasta las leyendas simbólicas de los pueblos mas antiguos, hacen remontar la cuna de la humanidad a una fecha mui remota en un pasado cuya historia ha sido es- crita con la piedra. Nadie pone en duda ya la existencia del hombre cuaternario: su presencia se atestigua no solamente por los restos de su industria, de su arte, de su comercio, sino tambien por los despojos óseos del hombre mismo. Las pesqui- sas de los ejiptólogos modernos ií de los orientalistas han hecho retroceder la civilizacion de los Faraones a fechas que la remi- ten mucho mas allá de los límites de la cronolojía mosaica, pro- bablemente al período cuaternario. Pero, señores, en los mas antiguos depósitos cuaternarios de los grandes valles, ya encontramos al hombre con sus faculta- des ¡ su organizacion completa, con una industria naciente, gro- sera todavía; lo encontramos diferenciado enteramente de sus antecesores i ya repartido en razas. ¡ I bien, señores, la constatacion de estos hechos ¿no os per- mite concluir que su evolucion se ha efectuado en una época anterior? Á no ser que se admita el milagro de una jeneracion espontánea que hubiera hecho surjir al hombre de la naturaleza en toda su fuerza i su belleza, nos es perfectamente permitido averiguar la fecha de su principio i su cuna orljinaria. ¿Ha vivido el hombre durante el período terciario? Ántes de responder a esta pregunta tracemos un lijero dise- ño de la jeografía física de Europa en esta época. La configu- racion i la orografía del mundo terciario no eran entónces lo que son hoi; los climas no tenian tampoco su distribucion ac-- tual. En la mayor parte de los valles, el mar penetraba en las tierras actuales; el Mediterráneo, para citar un ejemplo, ocupaba una parte de los actuales departamentos del mediodía de la Francia, remontaba el valle del Ródano ise estendia a la Suiza DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1269 i hasta el Danubio. Ausentes los Pirineos, o todavía poco pro- nunciados, no oponian barrera alguna a las aguas del océano, que comunicaban con las del Mediterráneo. Mas al norte, el océano penetraba en la actual hoya del Sena, estendiéndose a Béljica hasta Maestricht, i a Inglaterra hasta Dorsetshire. Ade- mas, un brazo de mar alargado de NNO a SSE penetraba en la hoya del Loira e iba a juntarse con el mar de la Mancha. Durante el período terciario, la Europa continental estaba, pues, dividida en islas 1 penínsulas. Los terrenos de este període, cuya duracion ha sido cierta- mente de varios millones de años, se hallan tanto en el antiguo como en el nuevo continente; en la América dei Norte los terre- nos terciarios forman una faja litoral en el golfo de Méjico i en las costas adyacentes del Atlántico; se les halla tambien en las costas del Pacífico. Por lo tanto, el dominio del mar ha dismi- nuido tambien en estos paises despues de la época terciaria. En el Brasil, en la República Arjentina, los depósitos terciarios ocupan vastas superficies; en Chile forman una banda litoral interrumpida; lo que denota una estension de tierra firme mas débil en la época terciaria que hoí en día. El hombre cuaterna- rio ha sido reconocido en varios puntos de la América, en el Brasil, en los Estados Unidos; pero en Chile no se han tentado investigaciones contínuas i metódicas de ningun jénero; hai aquí una fuente cierta de descubrimientos etnográficos i antro- polójicos capaz de dar celebridad a los jóvenes estudiosos que quisieran emprenderlas (1). A vosotros ¡oh jóvenes! os está de- parada esta gloria. (1) Mi amigo M. Gabriel de Mortillet, profesor de la Escuela de Antro- polojía de Paris, me escribia con fecha 8 de Junio de 1892: «Me complace en estremo el saber que usted se propone estudiar las razas aborijenes de Chile i sus antiguas industrias. Esa es una grande e importante cuestion i no puede estar en mejores manos, Sus estudios nos prometen buenos trabajos que prestarán a la ciencia verdaderos servicios. Nosotros sabemos bien poco sobre las razas antiguas de Chile 1 sobre sus actuales descendientes. Dar a conocer esas razas forma hoi en dia el campo de la an- tropolojia. Otro tanto sucede con respecto a la etnografía 1 a la paléo-etnolo- jia. Usted tiene allá numerosos i útiles descubrimientos que hacer: contamos con usted.» 1270 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS » Si nos trasportamos al comienzo del período terciario, vemos - que los límites de los mares i los continentes diferian poco de los que habian tomado al fin del período cretáceo; pero al tiempo del levantamiento de los Pirineos, del pais de Brai, del Survey en Inglaterra, los mares han disminuido por los avances de la _ tierra firme; el solevantamiento de los Alpes, hácia el fin del periodo terciario, desaloja el mar de la hoya parisiense i de la hoya del Loira; sin embargo, el Mediterráneo baña todavía los piés del Canigou, los alrededores de Montpellier, cubre con sus aguas el Astesan í una parte de la península itálica. Durante el período terciario, los macizos o las islas que en ese tiempo formaban los rudimentos de la Europa, estaban pro- bablemente unidos a las tierras americanas ya emerjidas, por un istmo que separaba las aguas del Atlántico de las del mar Glacial. Esta tierra oceánica ¿no sería acaso la Atlántida, cuya tradi- cion hubiera llegado hasta Platon? Los guanches de las Canarias ¿no serian los descendientes de los Atlantes? El África estaba soldada a la Europa, lo que permitia a las emigraciones animales del continente africano penetrar hasta los paises europeos meridionales, Italia, Francia, España, i quizá tambien alos primeros invasores cuaternarios cuya cuna aparece en África. En la época Hocena las palmeras vivian en las latitudes de- Paris i en la Europa central; la fauna de los moluscos m220cenos es análoga a la de los paises cálidos, tales como el Senegal i la Guinea; en fin, durante la época p/zocena, disminuyendo la tem- peratura, las palmeras abandonan las latitudes boreales i en adelante no viven mas qien en las partes meridionales del con- tinente. | El clima de las comarcas de la Europa occidental era mas caliente entónces que en nuestros dias: los moluscos p/zocenos del Rosellon, de la Italia, etc., tienen sus especies vivientes en los mares tropicales del cad i de las Indias. Con el período cuaternario las condiciones climatéricas cam- bian ¡los hielos ¡ ventisqueros invaden en repetidas ocasiones nuestros paises templados. Hé ahí el cuadro, hé ahí la morada! Veamos ahora a aquel a quien se denomina el señor de este DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1271 dominio de la tierra: a ese sér mal armado, sin defensa, sin fuer- za, arrojado en medio de una fauna de temibles animales: el hombre primitivo. k * Señoras i señores: Las pruebas directas de la existencia del hombre terciario no faltan; sin embargo, algunos de los yaci- mientos indicados han sido puestos en duda en cuanto a su edad 1 han sido rejuvenecidos hasta el cuaternario. Comencemos por los yacimientos que se atribuyen al laicas o terciario superior, i citemos: 1.2 Los huesos entallados, rayados, de Saint Priest (Eure-et- Loir) descubiertos por Mr. Desnoyers; 2.2 El cráneo de ciervo horadado por un agujero hecho con una estaca cilíndrica, descubierto por Mr, Spring (Béljica); 3.2 El hombre de Dénise encontrado bajo las deyecciones de un volcan apagado, cerca de Puy (Haute-Loire, Francia); 4.0 Las osamentas de especies estinguidas, marcadas con ciertas impresiones, encontradas por Mr. Rosmarino; 5.2 Los despojos humanos descubiertos por Mr, Issel, cerca de Savona (Liguria), provenientes de un hombre de pequeña talla, de dientes gastados por el frotamiento, de prognatismo pronunciado. Tenemos, pues, dos clases de documentos para consolidar nuestra demostracion: pruebas directas de la presencia del hom- bre (restos humanos de Savona, de Dénise, etc.), 1 pruebas indi- rectas (huesos entallados intencionalmente, etc.). | Estas observaciones i estos descubrimientos hechos por ob- servadores serios no han sido negados; pero la interpretacion de los hechos ha sido sometida a la discusion. Es difícil a menudo establecer los límites entre el Plioceno Superior i el Cuaternario inferior, i tal objeto, colocado por al- gunos jéologos en el terciario superior, puede ser clasificado por otros en ei cuaternario. Pero hacer retroceder al hombre hasta el mioceno, es un fenómeno mucho mas estraordinario todavía, - pues equivale a retirar la cuna de la humanidad a una fecha de tal modo lejana que la imajinacion se asusta. "TOMO LXXXII 85 1272 "MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Los hechos siguientes establecerian la existencia del hombre durante el periodo m:zocéx2co: : 1.2 Mr. Garrigou ha encontrado huesos humanos en una gruta de los Pirineos cuyo relleno atribuye él a la época miocénica; 2:0 Mr. Lacué, un esqueleto humano petrificado en un arenal, en los alrededores de Lamasse (Lot-et-Garonne); 3.2 Mr. Nouel ha señalado en Neuville (Loiret), en arenas miocénicas, huesos de rinocerontes que presentan dos largas i profundas impresiones, que parecen haber sido hechas intencio- nalmente; AN 4.20 Mr. Bertrand ha SiniaS en Billy (Allier), en el calcáreo de la Limagne, un fragmento de mandíbula del R/inoceros pleu- voceros que presenta talladuras de 1 a 2 centímetros de ancho por 6 milímetros de profundidad; 5.2 Mr. Cocchi ha encontrado un cráneo humano en la arcilla plástica azul de los alrededores de Florencia; los jeólogos ita- lianos han constatado la presencia del hombre terciario en di- versos puntos de la Península; 6.2 El abate Bourgeois ha descubierto silex talladas asociadas a los restos del elephas merzdionalís de Saint Prest; 7.2 El abate Bourgeois ha encontrado en los alrededores de Thenay, cerca de Pont-Levoy (Loir-et-Cher) sílex trabajadas junto con osamentas de un mono antropomorífo, el plzopzthecus antiquus, Dinotherium Cuvierí, Mastodon angustidens, en una capa que corresponde a la base del calcáreo de la Beauce; 8.2 Mr. Rames ha descubierto en Puy- Courny (Cantal, cerca de Aurillac), silex labradas; 9.2 Mr. Ribeiro ha encontrado en Otta ( (Portugal) silex re- ventadas en un depósito de agua dulce del mioceno superior; 10.2 En fin, el abate Delaunay ha señalado en los depósitos conchíferos del mioceno superior de la Barriére, cerca de Po- nancé (Maine-et-Loire) restos de un cetáceo (Haletherium) cuyas costillas presentan cortaduras e incisiones. No reteniendo de esta serie de documentos que se refieren al mioceno, mas que los descubrimientos de Mr. Bertrand i las silex reventadas por el fuego de Thenay, tendríamos pruebas suficientes para concluir que el hombre ha vivido en el periodo - miocénico. ] ES DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1273 -Hemos suministrado pruebas de la existencia del hombre terciario en tres épocas distintas anteriores al cuaternario, a sa- “ber: 1.2 edad del calcáreo de la Beauce, que corresponde al mio- ceno inferior; 2.2 Faluns (mioceno superior); 3.* Arenas del Or- leanazs (Plioceno). La presencia de los monos antropoídeos es frecuente en esta serie terciaria; Mr. Lartet ha descubierto, hace ya largo tiempo en Sansan un antropoídeo, el Dryopithecus Fontani, que tiene mucha semejanza con el hombre, tenia poco mas o ménos la misma talla; Mr. Fontan encontró una mandíbula inferior i un húmero de este mono en el mioceno (Magunciano i Helvético) de los alrededores de Saint Gaudens. Hé aquí un corte jeólojico, demostrado por Mr. Philippe Sal- mon, de las capas terciarias que encierran los antropoídeos i las silex quemadas, reventadas por el fuego o talladas, descu- biertas hasta el presente. Piso San Prestiano—Plioceno superior.—Saint Priest.—Si- lex labradas. Piso Astiano.—Plioceno.—Margas (gredas) de agua dulce í arenas marinas.—Montpellier.—Semnopithecus Monspessulanas. Piso Tortonzano.—Mioceno superior.—Asperones, almendri- llas (1).—Otta (Portugal), cuarzitas 1 silex labradas. Piso Tortonztano.—Mioceno superior.—-Pikermi (Grecia).— Mesopithecus Pentelzz. Piso Tortontano.—Mioceno superior.—Conglomerado traquí- tico.—Le Puy-Courny (Cantal).—Silex labradas. Mioceno superior o medio.—Colina de Sewalik (Sully, Asia).— Semnopithecus Subhyalayanus. Piso Helvético.—Mioceno medio. —Molasa (2).—Elgg (Suiza). Semnopithecus platyadon. Piso Mágunciano.—Mioceno medio.—Depósitos sideríticos. —Eppelsheim.—Dryopithecus Fontanz. Piso Magunciano.—Mioceno medio.—Saint Gaudens (Haute Garonne).—Dryopithecus Fontan?. (1) Piedra compuesta de guijarrillos unidos por medio de una masa are- nisca. (2) Tierra formada de piedra calcárea, arena 1 arcilla. , e A A A 1274 _MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Piso Magunciano.—Mioceno medio.—Lignitas.—Monte Bom- boli. —Oreopithecus Bomboli. | : Piso Magunciano.—Mioceno medio. ds del Orleanesa- E | Protopithecus antiquus. Ll Pliopithecus antiquus Piso Magunciano.—Mioceno medio.—Margas de agua dulce. —Sansan (Gers).—Protopithecus antiquus. Piso aquitanzano.—Mioceno inferior u oligoceno.— Margas de agua dulce.—Calcáreo de la Beauce (Loir-et-Cher).—Silex labradas, silex quemadas. E El hombre ha existido, pues, en Francia i en la Europa occi- dental durante el periodo terciario; esta conclusion resulta no solo de las huellas materiales de su existencia, sino tambien de los restos de su trabajo o de sus obras. Ss do. —Pontlev * E * Señoras i señores: se puede recusar el testimonio de los hue- sos entallados de Pouancé i de Billy; de las osamentas con im- presiones i perforaciones, i atribuir esas “señales a los dientes poderosos de las lijas (1) o a la accion perforadora de animales marinos; se puede aun poner en duda la edad de los cráneos i osamentas humanas de Dénise, Lombrives i otros, i rejuvene- cerlos hasta el cuaternario; pero no se podria negar la existen- cia de las silex labradas o reventadas por el fuego. La obra de mano supone el obrero, la herramienta hace admitir als arte- sano, así como el arma al guerrero o al cazador. La ausencia misma del hombre primitivo en los depósitos terciarios no es razon bastante para negar su existencia, cuando se encuentran restos de su industria. Por ventura ¿sabemos nosotros dónde i cuándo apareció este hombre por primera vez? ¿Sabemos acaso dónde está su cuna orijinaria? 404 ¿Es allá donde talvez se encontrarian restos auténticos de nuestros primeros antecesores? (1) Jénero de pescados cartilajinosos: Squales. DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1275 — ¿Cuáles eran los caractéres, las costumbres, el estado intelec- tual de esos primeros habitantes humanos de la tierra? Por ahora no podríamos mas que hacer conjeturas sobre se- mejante tema; cuando se haya descubierto al hombre miocénico o terciario, el antropoídeo evolucionado hacia nuestra natu- raleza humana actual, solamente entónces podremos adquirir nociones acerca de sus costumbres i de sus facultades. Derivan- do de la bestia por un perfeccionamiento gradual, ese hombre, en su principio, no podria diferir anatómicamente en nada del hombre actual, i sobre todo, debia distinguirse de los otros an- tropoideos ascendientes suyos por el desarrollo de su cerebro. k E Mr. Gabriel de Mortillet i la Escuela de Antropolojía de Pa- ris, partidarios declarados 1 convencidos, como nosotros, del trasformismo, creen que la evolucion antropoídea hácia el tipo humano se ha operado durante el período terciario; reconocen una edad en que los antropoideos, precursores del hombre cua- ternario, tenian una intelijencia suficientemente cultivada para servirse del fuego i hacer reventar la silex que tenian que tallar "La existencia de silex talladas 1 quemadas, dice Mr. G. de Mortillet, en diversos pisos del terciario, prueba que en ese tiempo existian seres bastante intelijentes para fabricar sus ins- trumentos í encender el fuego. Este sér no podia ser el hombre, puesto que las leyes de la paleontolojía establecen que todos los mamiferos terciarios son bastante diferentes de los actuales para constituir lo que en buena nomenclatura se denomina una especie i aun un jénero. Era, pues, un precursor del hombre (1).1. Mr. de Mortillet ha dado el nombre de Axtropzteco (anthropi- thecus) a este sér, a este hombre-1mono; aunque no se hayan encontrado todavía osamentas de este sér hipotético, nuestro amigo, Mr. de Mortillet ha distinguido de él, segun la natura- raleza de los productos que se les atribuye, tres especies, a saber: El Anthropithecus Bourgeorstz, de Thenay, conocia el fuego, (1) Dictionnaire des Sciences Anthropologiques, articulo Anthropitheque. 1276 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS PE que él utilizaba para reventar la silex; trabajaba algunas de esas | astillas por medio de retoques regulares; debia ser mas pequeño - que el hombre actual. El Anthroptthecus Rzbezrotz, de Otta, mas fuerte que el ante- rior, sus instrumentos son mas grandes que los del A. Bour-. geoísíz, separaba astillas cortando cuarzitas i silex por per- cusion. El Anthrobithecus Ramestz, de Puy-Courny ().0 En tiempo del Congreso de Lyon, en 1873, (2.2 sesion de la Asociacion francesa para el adelantamiento de las ciencias), se. discutió la hipótesis de una forma antropoídea diferente del hombre, que habia trabajado las silex de Thenay; i Madame Clemencia Royer emitió argumentos en contra de la hipótesis de Mr. de Mortillet. ¿I por qué no habrian sido hombres los obreros que trabaja- ron las silex de Thenay, de Puy-Courny i de Otta? Mr. de Mortillet se ha apoyado en leyes paleontolójicas dis- cutibles en ciertos puntos. ¿Por qué este pretendido antropiteco no habria de ser un hombre inferior del primer grado o comien- zo de la humanidad? La hipótesis de mi excelente amigo Mr. de Mortillct ha permitido a Mr. Philippe Salmon introducir en la Prehistórica una edad primordial de los instrumentos toscos,es decir, un periodo antropoídeo distinto, sin embargo, del perío- do pitecoideo en que entran los grandes monos antropomorfos - (gorillas, chimpanzés, orangutanes, gibbons), tan diferentes de los monos anteriores i tan semejantes, por el contrario, al hom- bre; ésta es probablemente una rama diverjente del tronco de donde ha salido el tipo humano. Lo que sí se ha demostrado es que ha habido un sér tercia-. rio, hombre o antropoídeo, bastante intelijente para emplear el fuego, para hacer estallar la silex, para servirse de sus manos en la preparacion de sus herramientas o de sus armas. En fin, el trabajo de la piedra en esta época tan lejana pre-: para ya la industria que veremos desarrollarse con brillo hácia (1) Revue mensuelle de l' Ecole Y Anthropologie, número V, 15 de Mayo- de 1892. DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1277 el fin del periodo paleolítico i, sobre todo, durante el período neolítico. La comparacion de la silex de Thenay, de Otta i de Puy- Courny, denota un progreso en el trabajo; no podia ser, pues el dryopzthecus el que ha trabajado las silex de Thenay, pues- to que él ha sido hallado en capas superiores a las de esta localidad. ES X Xx Señoras 1 señores: Aunque admitamos los principios de la humanidad en el período terciario, sin embargo, en el estado actual de la ciencia no podemos tomar en cuenta, en la etno- lojía jeneral, la raza del hombre terciario. Sino que, por el con- trario, las razas cuaternarias deben servir de introduccion al estudio de nuestras razas actuales. Hoi en dia la existencia del hombre cuaternario se encuentra establecida sobre bases sólidas; los vestijios que él ha dejado, las numerosas estaciones que ha ocupado, los restos de su in- dustria, etc., nos permiten precisar los caractéres anatómicos, étnicos e intelectuales de las diversas razas humanas ante- históricas. Durante el período cuaternario, en el cual el hombre habia llegado a su completo desarrollo evolutivo i tenia poco mas o ménos los caractéres intelectuales i morales que lo asemejan a sus antecesores antropoideos, si bien conservando algunos ca- ractéres anatómicos de esos antecesores, diversas razas han ocupado la Europa occidental. Sucesivas invasiones e inmigra- ciones han desalojado en diferentes épocas esas antiguas po- blaciones. Los invasores mas fuertes o mejor armados han tomado el dominio de los vencidos. Desde el orijen de la hu- manidad hallamos la lucha por la existencia, i entónces como hoi la razon del mas fuerte es siempre la mejor (1). Pero ya que en la aurora del cuaternario, periodo chelleano, hallamos ya al hombre con todos sus atributos i ocupando una vasta superficie, preciso es admitir, para ser lójicos, que esa hu- (1) La raison du plus fort est toujours la meilleure.—(Lafontaine.) 1278 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS manidad naciente ha necesitado un tiempo mui considerable - para reunirse en grupos, inventar sus herramientas groseras i propagarse en número i en estension. Estas solas consideracio- nes nos harian trasportar la cuna de la humanidad a los tiem- pos terciarios. * xk * Señores: Á pesar del corto número de osamentas ide cráneos auténticos de los períodos paleolítico i neolítico que poseemos en nuestras colecciones i museos, los antropolojistas han inten- tado clasificar las razas humanas prehistóricas. Basándose en los caractéres cranianos, inmediatamente se distingue los crá- neos dolicocéfalos o de cabezas largas, i los cráneos braqguicéfalos, de cabezas cortas o redondas; pero esta division sería mui defi- ciente; los dolicocéfalos han predominado durante el período paleolítico (épocas cheleana, mousteriana, solutrena, magdale- niana.) Bosquejemos rápidamente los caractéres de las razas. La raza de Neanderthal o de Canstadt, la mas antigua de la época cuaternaria (época chelleana), la mas salvaje, la ménos intelijente, está representada por los cráneos de Neanderthal, de Eguishem, de Brux, de Lhar, etc.; presenta una dolicocefalia pronunciada, cabeza alargada, estatura pequeña (término medio, 1 metro Ó0 centímetros.) A la entrada de la época cuaternaria, ella ocupaba las orillas del Rhin, la Francia, la Inglatarra, la Bohemia, la Béljica, la España. > El cráneo de Neanderthal es el mas simiesco (1) de los crá- neos humanos cuaternarios; por un lado se aproxima a los cráneos australianos aplastados, por otro lado, a los cráneos daneses de la edad de piedra. Tiene la capacidad del crá- neo de los polinesios ide los hotentotes. La forma simiesca es debida a la depresion de la base de la frente i a la protube- rancia enorme de los arcos superciliares. Es notable por el gran espesor de los huesos, la gran depresion vertical platicéfala i la : (1) O Simiano, propio del mono. DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1279 lonjitud estraordinaria del diámetro ántero- posterior, miéntras que el diámetro trasversal es corto. Una frente aplastada, deprimida, fujitiva, una capacidad cra- niana medía comprendida entre la del chimpanzé i la del eu- ropeo, un prognatismo pronunciado, el ojo profundamente hun- dido en la órbita, el hueso de la barba poco saliente, incisivos pequeños, caninos relativamente enormes, progresion creciente de los alvéolos molares de la 1.2 a la 3.2, huesos de la nariz sa- lientes, fosas nasales anchas, arco dentario en forma de herra- dura de caballo; tales son los caractéres de esta raza. Su ojo denota una vida pasada en acecho de una presa o de un contí- nuo temor, i una vista habituada a la oscuridad de una caverna; su conformacion indica una raza vigorosa, ajil; ademas, contem- poránea como era del elephas preimogenius, del rhinoceros ticho- rínus, etc., ella se encontraba en presencia de una fauna temible contra la cual tenia que luchar. Esta raza parece haber venido del sud; se encuentra algunos sobrevivientes en los dolmenes, los cementerios galo-romanos; en los tiempos actuales, los australianos tienen una conforma- cion mas o ménos semejante. La raza Cro-Magnon es tambien dolicocéfala o de cabeza alar- gada, pero no plati-céfala; su cráneo es grande, su estatura elevada, 1 metro 75 a 1 metro 78 centímetros término medio; sus órbitas son estrechas, sus arcadas superciliares poco pronuncia- das, las ventanas de la nariz delgadas 1 prolongadas; sus incisi- vos superiores oblícuos, los inferiores verticales, el hueso de su barba mui saliente, los pómulos grandes, los ojos pequeños. Esta raza, mucho mas intelijente que la de Neanderthal, ha ocupado la Francia, la Arjelia, la Italia, la España, la Inglate- rra, la Alemania; arribó a Europa tambien por el mediodía há- cia el fin de la edad del mammouth; desarrolló considerable- mente el trabajo de la piedra. Todavía se encuentran represen- tantes vivos de esta raza en las tribus africanas de Djurjura i de las islas Canarias; los tipos prehistóricos de esta raza son los crá- neos de Engis, de Solutré, de Grenelle, los hombres de Mentor que ha descubierto i dado a conocer nuestro amigo el doctor Emilio Riviére. * La raza de Furfooz está caracterizada por una cabeza corta 1280 | , MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS braquicéfala o mesocéfala; su estatura es pequeña, I metro 50 a I metro 60 centímetros; la cara larga i cuadrada, la capacidad cra- niana desarrollada; su frente es ménos fujitiva, el prognatismo ménos pronunciado, la arcada superciliar ménos desarrollada, el ojo ménos hundido, la fisonomía ménos feroz que las razas que la han precedido en Europa. Esta raza parece haber llegado por el oriente, de los paises del Asia; ella ha ocupado la Béljica, la Hungría, la Francia; los tipos antiguos que a ellos se refieren son los cráneos del agujero del Frontal, de Furfooz, de Grenelle, de Clichy, etc.:- Los representantes dolicocéfalos 1 mesocéfalos de las razas que acabamos de describir emigraron hácia el norte con el Reno hácia el fin del período glacial, sea voluntariamente, sea recha- zadas por las pobladas invasoras. La edad de la piedra pulida o neolítica coincidió con una nueva invasion en la Europa occi- dental de una nueva raza dolicocéfala que parece descender de los primeros dolicocéfalos autóctonos cuaternarios primitivos que vinieron a reivindicar el dominio de sus antepasados. Pero mas tarde hordas invasoras, armadas de hachas i lanzas de piedra pulida, surjen en medio de los restos de las pobla- das de la edad del Reno, que ellas someten fácilmente gracias a un armamento superior al de los indíjenas. Esta raza de Borreby que ha traido consigo un trabajo indus- trial mas avanzado ¡ un armamento mas perfecto, ha habitado la Escanía, la Dinamarca, la Béljica, la Francia, la Inglaterra. Su cráneo es braquicéfalo, redondo, un poco aplastado, la cavidad cerebral deprimida, el occiput mui corto, las órbitas mui peque- ñas, las arcadas superciliares mui salientes, los huesos de la na- riz prominentes, la frente aplastada, el ángulo facial bastante abierto, alguna vez un poco fugaz, impresiones, fuertemente pro- nunciadas de los músculos de la cara, bordes alveolares salien- tes, dientes gastados trasversalmente. Los cráneos de esta raza, por su redondez isu pequeñez, se parecen mas alos Laponesi a los Fineses que a las otras razas europeas; pero se distinguen de ellos por la impresion profunda de la sutura i la posicion oblícua del borde dentario anterior. Esta clasificacion de las razas cua- ternarias no satisface completamente el espíritu. Los antropo- -lojistas distinguen un mayor número de razas prehistóricas. DESCENDENCIA DEL HOMBRE I DARWINISMO 1281 Nosotros hemos establecido, pues, que, desde el comienzo de la época cuaternaria, una raza de hombres salvajes de conforma-. cion poco intelijente, ocupó una parte de la Europa. ¿De dónde venia esta raza ya numerosa i relativamente desarrollada? ¿Se encontrará quizas su cuna en el África central? ¿quizás está sepultada en los mares, con las tierras inmerjidas que han coincidido con la separacion de la Europa i del África? i la desaparicion de las tierras de la Atlántida? Los jeólogos i antropolojistas de la América del norte han tra- tado tambien de reconstituir su prehistórica; en el valle del Mississippi se han encontrado huesos humanos con osamentas de mastodonte; Mr. Pourtalés ha descubierto algunas osamentas humanas en.un conglomerado calcáreo; el doctor Dowler ha señalado la alta antigúedad de un esqueleto humano enterrado en el delta del Mississippi, cerca de la Nueva Orleans. Pero la autenticidad í la antigiiedad de esas osamentas ha sido contesta- - da, aun por Lyell. No hai todavía pruebas bien sólidas para esta- blecer que el hombre habitaba la América del Norte durante el periodo del Mammouth ¡del Mastodonte(1).Por lo que anosotros toca, somos de la opinion de M. Girard de Rialle: consideramos a los americanos como aboríjenes (2). Burmeister afirma que en la República Arjentina se encuentran osamentas de grandes mamiferos u otros animales estinguidos mezcladas a las del hombre o a algunos restos de su industria. Don José Toribio Medina, en su libro Los Adorizenes de Chle, sienta esta cuestion: ¿Coexistió aquí el hombre con el masto- donte? Si se considera, pues, la grande antigiiedad atribuida a la aumanidad en América, a lo que sabemos de la coexistencia del hombre con los grandes animales ya estinguidos en otras partes del globo, i aun a los hechos concretos que, aunque por ahora mui cortos, son ya un indicio revelador, si es cierto, como dice Lubbock, que no poseemos todavía pruebas ciertas de la coexistencia del hombre i el mastodonte en América i Chile, por lo ménos, el ánimo se inclina por la afirmativa. Es de esperar (1) Sir John Lubbock, Z' Homme avant l' histoire, 1 vol in 8, 1867. (2) Girard de Rialle: Les peuples de Afrique et de l' Amérique. Paris, 1882. 1282 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que el tiempo, con investigaciones mas prolijias i numerosas, - venga a decidir definitivamente este punto, que el estado ac- tual de nuestros conocimientos apénas nos permite señalar al estudio de los observadores... (1)n He aquí abierto un campo de estudios: ¡ea! j jóvenes pS chilenos! «Travaillez, prenez de la peine C'est le fond qui manque le moins» (LAFONTAINE) 1 hareis un servicio a vuestra patria, inmortalizándoos al mismo tiempo. En cuanto a los instrumentos de piedra, herramientas, hachas, flechas, para asignarles una fecha cierta, seria preciso poder estraerlos de capas cuaternaríias bien determinadas. (Continuará) : j ALFONSO FRANCISCO NOGUES Profesor de física industrial i tecnolojía de la Universidad i Presidente de la Sociedad Científica de Chile (1) J. T. Medina. Los Abovijenes de Chile, E vol., in 4. Santiago, 1882. OBSERVACIONES _ASTRONÓMICAS Il METEOROLÓJICAS «— 2 DETERMINACIÓN DE LAS CONSTANTES DE UN ECUATORIAL (Continuacion) SEGUNDA PARTE Defectos de perpendicularidad de los ejes del ecuatorial (1) Se supone ahora que el eje horario instrumental está exacta- mente orientado. Sean: 90”—e el ángulo que hace el eje de de- clinacion con el eje horario í c la colimacion, es decir, el ángulo (1) Erraras:—Pájina 1089 —Las cuatro últimas lineas se deben reempla- zar por las siguientes: sen D'=sen D+p cos D cos (w—H) —cos D'=cos D—p sen D cos (w—11) Se deduce: D'=180—D—p cos (0H) Pájina 1090.—Las fórmulas que dan la segunda solucion se deben reem- plazar por las siguientes: E tg D sen (w—27) 2.* Soluci olucion D'=180—D—p cos (u—1H1) 1284 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS que hace el eje óptico del ecuatorial con el plano perpendicu- lar al eje de declinacion. Para calcular el efecto que producen los errores e i c sobre las lecturas instrumentales, consideremos (fig. 2) la esfera ce- Fig. 2 leste de centro O 1 tres ejes de coordenadas rectangulares orien- tados de tal manera que el plano OX' Y sea el ecuador OX' es- tando dirijido, en el meridiano del lugar, hácia el sur, OY hácia el oeste i¡ OZ hácia el polo norte. Sea M la posicion de una estrella, / su ángulo horario i D su declinacion. Como se ha dicho mas arriba, el eje horario instrumental coincide ahora con OZ. Supongamos que, cuando el anteojo está dirijido hácia la estrella 17, el eje de declinacion instrumental esté en Oy; el plano 20 cortará el ecuador segun la recta OA 1 el ángulo 40» será igual a e. Sean: £o € un plano OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS 1 METEOROLÓJICAS 1285 perpendicular a Oy; Oé su traza en el ecuador i O( perpendicu- lar a O€; M4 la posicion de la estrella; sí se considera el plano y O M, este plano cortará £O( segun OB i el ángulo BOM será el ángulo de colimacion c. Respecto al sistema de coordenadas OY Y Z, las coordenadas de la estrella M4 son: $ E =COS 10 :COS y=cos D sen E (1) us YA Designemos por D' el ángulo ¿OB i por 4” el angulo XOÉ. Respecto al sistema de ejes Oén(, las coordenadas de la estrella serán tambien: E= 005 cos)! (2) 7 sen! c ES =cos c sen /* Ahora, para pasar de un sistema de coordenadas al otro, se tienen las fórmulas siguientes: ESTOS dy sen slds y==uxsen 4' cos e+y cos H' cos e+2 sen e ¿=x sen A' sen e—y cos 1H” sen e+2 Cos e Se pueden considerar e i como cantidades infinitamente pe- queñas i despreciar el segundo órden. Luego, si en estas últi- mas ecuaciones se reemplazan x, y, 2, É, 1, € por sus valores (1) 1 (2), se tendrá: cos D'=cos D cos(11H—H”) c=cos D sen (H—H')+e sen D sen D'=—ecos D sen (4— ¿1 ')+sen D La segunda ecuacion muestra que 1— A” es del mismo órden que ci e; luego la última se podrá escribir simplemente: sen D'= sen D 1286 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - Tendremos todavía dos soluciones que corresponden a las dos posiciones que pucda tener el anteojo: 1.2 Solucion o H+e tg D=< sec D Son HS H—180”—e tg DH se ci D'=180"—D Se ve que, cuando e ic son suficientemente pequeños para que se puedan despreciar sus cuadrados, la declinación instru- mental no es afectada por estos errores. Sí una aproximacion de un minuto basta para las declinacio- nes, es fácil calcular que los errores ei c podrán. alcanzar a un grado sin tener efecto sensible. Errores de los índices Sea a la lectura del círculo horario cuando el ángulo 47” de la figura precedente es cero; para tener eñ cuenta estos errores - en las fórmulas obtenidas mas arriba, bastará reemplazar EA por A'—ai D” por D'—J; se tiene entónces: D'=D+06 E > | A=4+a- 180 —e dt l 2.2 Solucion o DAS / Solucion ps (3) Determinacion de Cie, aid Se observan los ángulos horarios de una estrella en las dos posiciones del anteojo), al este i al oeste. Sean entónces 17, ”, 4. los ángulos horarios obtenidos i 7,, 17, los ángulos horarios verdaderos correspondientes. Se tendrá en los dos casos: H.'=H,+atetg D—-c sec D H'=H,+a-180—e tg D+c sec D OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS I METEOROLÓJICAS 1287 - Luego: na O 2 2 csec D—ete A Para separar cie se observará primero una estrella cerca del ecuador, entónces tg D será mui pequeño i el primer miembro de la ecuacion se reduce a c; en seguida se observará una estre- C—e€ cos D lla cerca del polo i se obtendrá sensiblemente el valor de Así se conocen a la vez a, €, e. El valor de ¿ se obtiene si se leen las declinaciones instru- mentales; se tendrá en efecto: D=D+6 D'=180—D+06 Luego: A Fórmulas completas Si se juntan las fórmulas obtenidas en la primera parte (co- rrejidas como se ha indicado en la nota 1) i las fórmulas (3), se tendrá el efecto que produce el conjunto de todos los errores. Se tiene así: H'=H+a+o —w-ptg Dsen (o— 1H )+etg D— 1,2 Solucion | (sec D D'=D+0ó+p COS (w— 1) H'=H+a+o —w-180+p tg D sen (u—/1)— 2,2 Solucon-| —e te D+ce sec D D'=180—D+8—p cos (w--11) Se nota que la espresion a+w —«w se encuentra en los dos valores de 11”, se puede simplemente reemplazar por una cons- tante 6. TOMO LXXXII 86 1288 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Jeneralmente el círculo de declinacion indica 0” o 180” cuan- do el anteojo está dirijido hácia uno de los polos; si se llama entónces £L. la lectura del círculo de declinacion en la posicion este del anteojo, i L, la lectura correspondiente en la posicion oeste, se podrá escribir: L.+90=D+0+p Cos (w—H) 90" —£L,=D—¿+p cos (u—H) Se deduce: (4) D=L.+90” —8—p cos (w—/1) 4 D=90"—L.+8—p cos (wW—4H) Del mismo modo se escribirá: H.=H+B=p tg D sen (v— HD) +etg D=c sec D 18 +H4,=H+B+p tg D sen (0u—H)—e tg D+e sec D O bien: sy S4=H.-84p tg D sen(u—H)=e tg De sec D | Ll A=180+4,—6=p tg D sen (4 H)+ ete Dem Las fórmulas (4) i (5) permiten calcular los valores exactos de D i Z en funcion de las lecturas al círculo de declinacion i al circulo horario. Resúmen Para arreglar un ecuatorial sé principia por orientar el eje horario de manera que esté exactamente paralelo al eje del mundo; se sigue para esto el método indicado al fin de la pri- mera parte. | | | En seguida se determinan los errores de índices observando la declinacion i el ángulo horario de un astro en las dos posi- ciones del anteojo; se tiene así: y (Lo-E90%) —(90"=L,) 2 ALBO 2 $ OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS I METEOROLÓJICAS 1289 Estos últimos errores se pueden correjir fácilmente por un cambio de lugar de los índices. No quedan entónces otros errores sino los defectos de per- pendicularidad de los ejes. | Estos últimos no se prestan fácilmente a una correccion. Su efecto se hace sentir sobre todo en los ángulos horarios; en las declinaciones, como lo hemos visto mas arriba, su influencia es insensible í no llega a tener un valor de un minuto sino cuando estos errores e O c llegan a un valor igual a un grado. (Continuará) AAA AD APOYA NUEVAS CONSTRUCCIONES QUE SE HACEN EN EL OBSERVATORIO Sala meridiana Etchens—La sala antigua, que tenia 7 metros de largo, se ha ensanchado 1 tendrá cerca de 12 metros. Los pilares, que eran de ladrillos 1 descansaban igualmente sobre una base de ladrillos se han reemplazado por una sólida base de concreto que tiene 4 metros de hondura debajo del suelo. Los pilares se han hecho en piedra artificial i sobre ellos des- cansan dos bloques de mármol que soportarán el eje horizon- tal del anteojo. En la actualidad se espera la construccion del techo móvil, i¡ es de suponer que en un mes mas estará por concluirse la instalacion del anteojo. Habrá entónces pocos observatorios que tengan un anteojo meridiano en mejores con- diciones que el nuestro. Ecuatorial de Repsold.—Se ha reemplazado el balcon circular de madera por otro de fierro, i¡ se ha cambiado el piso de la sala de observacion; en la actualidad falta poco para que este an- teojo esté de nuevo en estado de entrar en servicio. Ecuatorial fotográfico.—Este nuevo anteojo, adquirido en estos últimos años en Paris, segun los planos adoptados por el Congreso Fotográfico de esa ciudad, estará instalado en pocos meses mas. La torre está ya para concluirse; habrá que instalar en seguida la cúpula que se ha construido en los talleres de la casa Cail, i por fin se instalará el anteojo, A A AA A Y y TASTE ROA A + il (Es 7 ES 27 5 h eS. E , ¿E 7 . ue: o: z ? Rol w 1290 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS | - En los meses de Enero i Febrero se han hecho las siguientes observaciones: : ; Emoto Observador Sol Luna Mercurio Vónus Marte Júpiter Nenétino Estas TOTALES TaglisitN Ta 0 As 6 4 A ZONAS CAOS 4 " 2 3 " " OE E 162 Barrios. 7 3 AA de TO 207 1, Espinosa EEE ji " t Ms UM E 56 Ga y ===> _<á— A — == _ MMMMH=>+—MM¿>»=— ——MN»=+|—> ——————MMMMMMNN<]Á — a AAA A | AA | AAA 2P.M. |10P.M. | PROMEDIO [7.A. w IA ESO! 18.83 12.26 Termómetro del| 1936| 29%40| 10%25| L9%15| 21%75| 17%05| 4%70| 17%80| 10%10| 14%56 3 2x. 1 mín. 6 1 pe 2 : F iva. 2 14 3 Ñ . 3 6 14 E : A . , ; 3 I > 3 “ . . . «15 E , o e ] S d * 2 5 E Ñ ] j Él : E E ) A 3 L 3 1292 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS VALORES PROMEDIOS DIARIOS [| Oscilaciones diarias del mes máx. min. ¡Oscilacion| máx, min. |¡Oscilacion EA - = E d OS ins-715.551718.89 de 86| 7.031718.35 712 57| 578 17 587 oa : criptor reduci- 27 do a cero. 9 p.m. E m. máx. 1 mín LIDO EY, 4 19 2 76.7 | 33:0 | 43.7 11.70] 5.30| 5.40 2 Humedad rela- tiva Tension del va- 564. 4 del por e 2P.M.a2P.M 11A4.M.a2P.M 2P.M.a6P.M | Dia entero TOTAL A A | a == A A A>—404 e egg a dias 8 18 a I por hora 23M 422" 123202525] “10:13 /42012 9.2 A 6.0 tanto por 0/, — SE 25% E Pe 42% EE A E recorrd. | 69.2 | 12.8 | 36.8 [|1v0.o | 41.2 | 60.7 [220.6 ea 145.2 (4067.1 dias tanto “/o 1O I 21 I 19 mm 3.5 1.8 2.641 3:39 0:72 | 0207 (TOS 4.5 7.011196.4 5 ME SS 40% 100% l PROMEDIOS I HORAS DE LOS 4 MÍNIMOS I MÁXIMOS DIARIOS 1.er mín. | 1.er máx. | 2.0 min. 2,0 máx. | Promedio 714-867 > | 7USIES AS 4.8 p.m. 9.32 p. m.| 0.II inferior al] 225.48 p. m.[8.12a 1.54am/la presion media| Presiones 715-33 716.01 Horas mediasy | 3 37 a. m. 9.53a.m. ) 1d Li240a: ma. TEGO TA EZ Variacion MAYORES OSCILACIONES HABIDAS EN 24 HORAS CONSECUTIVAS Dias 122 el 9 | 16 a .17 21.9:223+ eliz6 Milímetros 4.02 2.66 5.22 4.52 2.76 OSCILACIONES «GRANDES EN INTERVALOS RELATIVAMENTE CORTOS == ———_—k aaa == Barómetro insoriptor reducido a cero (No las ha habido mayores que las anteriores) ALBERTO OBRECHT Director del Observatorio Astronómico Profesor de las clases de mecánica i cálculo diferencial e integral de la Universidad co Oo caminos diarios Oenmones “ ra IOapo a CO acion |Siimedad medias meda media medias AULA AD ametioo. , das a cezo.) 9 f t ma aAReitonme) (ied Le | | 1 ny o 2 q _ __0 (QA 5 Oempezatir: a) medras diarias. ( grados centi grado») o AS e e pa. 4 e A ¿A q > e "y ENEE E «> ÍL PLANTAS nuevas chilenas, por don Rodulfo A. Philippi, pájs. 5,305,725, 895 1 1095. Viba 1 OBRAS de don José Victorino Lastarria, por don Alejandro Fuen- zalida Grandon, pájs. 25,327,603, 791, 917 1 1217. LA LEJISLACION de Chile con relacion al derecho internacional privado, por don Jose Clemente Fábres, páj. 63. IMPERFECCIONES 1 erratas manifiestas de la edicion auténtica del Código Civil chileno, por don Miguel Luis Amunátegui Reyes, pájs. 155, 403, 005-705, 1057 1 E2ED: LA VERDAD (poesia), por don Guillermo Matta, páj. 169. Los DESACUERDOS entre O'Higgins i el Senado Conservador, por don Alci- biades Roldan, pájs. 177, 3511 643. LA ENSEÑANZA de la historia, discurso de incorporacion a la Facultad de Fi- losofía, Humanidades i Bellas Artes, por don Luis Barros Borgoño, páj. 205. CONTESTACION al discurso anterior, por don José Roehner, páj. 233. EsTUDIOS sobre puentes de madera, con un ensayo prévio de clasificacion de las cargas rodantes para las vías carreteras de Chile, por don Guillermo _Otten, pájs. 2335, 473, 507 1 759. SOBRE EL TEOREMA de Fermat, de que la ecuacion x"+y"=2" no tiene so- lucion en números enteros x, y, z, isiendo 2 > 2, por don Augusto Tafelmacher, pájs. 271 1 415. 1204 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS NECROLOJÍA: don Waldo Silva, por don Domingo des gar E páj. 301. EL ARBITRAJE internacional en la Conferencia americana de Washington, - discurso de incorporacion a la Facultad de Leyes i Ciencias E, - por don José Alfonso, páj. 371. br CONTESTACION al discurso anterior, por don José idas E páj. 393- SOBRE los caractéres especiales de los idiomas, por don Federico Hanssen, páj. 439. ALGUNAS PALABRAS sobre la historia de la jeografía a propósito del descu- brimiento de América, por don Diego Barros Arana, páj. 453. NorIcIas preliminares sobre los huesos fósiles de Ulloma, por don Rodultfo A. Philippi, páj. 499. AFECCIONES CUTÁNEAS véjeto-parasitarias en Chile. Herpes tonsurans, Si- cosis parasitaria i Querio de Celso, por don Luis Frómel, páj. 533. SOBRE LAS ECUACIONES diferenciales parciales del segundo órden i del pri- mer grado entre n-+1 variables, por don Ricardo Poenisch, páj. 675. HOMENAJE universitario a la memoria del profesor don Juan Schulze, páj. 7OI. OBSERVACIONES astronómicas 1 elas. por don Alberto Obrecht, pájs. 717, 891, 1085 1 1283. Los HELECHOS de Juan Fernández, por don Federico Iohow, pájs 741 1 977. FONÉTICA aplicada a la enseñanza de los idiomas vivos, por don Rodolfo Lenz, páj. 837. SOBRE el sistema de desarrollo mas conveniente para representar el mapa de Chile, por don Alberto Obrecht, páj. 871. DeE LA JURISDICCION de los jueces no letrados, memoria de DEGERA presenta- da para optar al grado de Licenciado en la Facultad de Leyes i Ciencias Politicas, por don Luis Dominguez B., páj. 1005. EstUDIO sobre la division territorial de Chile, memoria de prueba presen- tada para optar al grado de Licenciado en la Facultad de Leyes i Cien- cias Políticas, por don Claudio Arteaga Ureta, páj.-1025. ELONGACION o alargamiento de los nervios. Su valor terapéutico en las neuráljias mistas; memoria. de prueba presentada para optar al grado de Licenciado en la Facultad de Medicina i Farmacia, por don Manuel Calvo Mackenna, páj. 1065. LA ACCION de nulidad del matrimonio segun el articulo 34 de la lei de ma- trimonio civil; memoria presentada para optar al grado de Licenciado en la F calla de Leyes i Ciencias oa por don Carlos Estévez G., páj. 1107. HABITACIONES para obreros, memoria para optar al grado de Licenciado en la Facultad de Leyes i Ciencias Politicas, por don Arturo Alessandri, páj. 1117. | DERECHOS civiles de la mujer, memoria presentada para a optar al grado de Licenciado en la Facultad de Leyes i Ciencias Politicas, por don Grui- llermo Echeverria Montes, páj. 1127. 1295 ÍNDICE LA ASISTENCIA pública en Chile, memoria presentada para optar al grado de Licenciado en la Facultad de Leyes i Ciencias Politicas, por don E. Valdés Tagle, páj. 1139. LA NOVELA contemporánea en España, memoria presentada al rendir las pruebas finales del curso de Castellano en el Instituto Pedagójico, por don Agustin Gómez Garcia, páj 1173. DESCENDENCIA del hombre ¿¡ Darwinismo. ¿De dónde desciende el hombre? ¿Cuáles son sus antecesores antropoideos? por don Alfonso Francisco Nogués, páj. 1255. /, Ne » 5 (-] HE AR "] QA $ A A F 7 ba Y ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE Sumario del número de Enero (242 pájinas i diez láminas), Boletin de Instruccion Pública. —Sesiones del Consejo de Instruccion Pública. Memorias científicas i literarias. —Voticias preliminares sobre los huesos fósiles de Ulloma, por él doctor. R A. PHiLivr1.—Astudios sobre puentes de madera con un ensayo prévio de clasificación de las cargas rodantes para las vías carreteras de Chile | (continuacion), por GUILLERMO OTTEN.— Afecciones cutáneas véjeto-parasitarias en Chele. Herpes tonsurans, sicosis parasitaria 1 Quério de Celso, por el doctor FRÓMEL. | — Vida i obras de lon J. Y. Lastarria (continuacion), por ALEJAN DRO FUENZALIDA ; | GRANDON. —/mperfecciones i erratas manifiestas de la edicion auténtica del Código Civil Chileno (conti ación), por MIGUEL Luis AÁMUNÁTEGUI REYES. —Los des- | acuerdos entre O'Higuins i el Senado Conservador (conclusion), por ALCIBÍADES ROLDAN.—Sobre las ecuaciones diferenciales parciales del segundo órden i del primer grado entre n+1 vartables, por el doctor RuCaRDO POENISCH.— lfomenaje univer- sitario a la mentoria del profesor don fuan Schulze.—Observaciones astronómicas i meteorolójicas, por ALBERTO OBRECHT. Sumario del número de Febrero (202 pá a i cinco lá- minas). Boletin de Instruccion Pública. —Sesiones del Consejo de Instruccion Pública. Memorias científicas i:literarias. — Plantas nuevas chilenas de la familia de las mal- Pighiáceas (continuacion), por el doctor R. A. PHiLiPr1. — Los helechos de fuan Fernández, por el DR. FEDERICO loHoWw.—Lstudios sobre puentes de madera con un ensayo prévio de clasificacion de las cargas rodantes para las vías carreteras de Chile (continuacion), por. GUILLERMO OTTEN. — Zmperfecciones e erratas manifiestas de la elicion auténtica del Código Civil Chileno (continuacion), por MIGUEL Luis AMU- NÁTEGUI REYES. — Vida ¿ obras «le don J. V. Lastarria (continuacion), por ALEJAN- DRO FUENZALIDA GRANDON.—4onética aplicada a la enseñanza de los idiomas vivos. por RODOLFO LENzZ —Sobre el sistema de desarrollo mas conveniente para representar el mapa de Chile, por ALBERTO OBRECHT. — Observaciones astronómicas e meteoroló- Jicas, por ALBERTO OBRECHT. N ii Sumario del número de Marzo ES pájinas i tres láminas). Memorias científicas i literarias. —Plantas nuevas chilenas de la familia de las tropeó- leas í oxalídeas (continuacion), por el doctor R. A. PuiLrev1.— Vida ¿ obras de don -J]. V. Lastarria (continuacion), por Al. FJANDRO FUENZALIDA GRANDON. — Los helechos de Juan Fernández (conclusion), por el doctor. FEDERICO ToHOw.—De la jurisdiccion de los jueces no letrados, por L. DOmÍNGUEZ B. —LEstudio sobre la division territorial de Chile, por CLAUDIO ARTEAGA URETA. — Imperfecciones 3 erratas manifiestas de la edicion auténtica del Código Civil Chileno (continuacion), por MI- GUEL Luis AMUNÁTEGUI REYES.—Llongacion o alargamiento de los nervios. Su valor terapéutico en las neuraljias mistas, por MANUEL CaLvo M.—Observaciones astronómicas i meteorolójicas, por ALBER LO OBRECHT. : SE ADMITEN SUSCRICIONES PRECIOS ¡A Un año, doce números. $ 10 Un semestre, seis números, | $56 Las suscriciones empiezan con el número de Mayo de 1892. E IMPRENTA CERVANTES .. CALLE DE LA BANDERA, NÚM. 73. — SANTIAGO DE CHILE.