PEA e e ES > ÓN 1. s ' A a >» WI ¿a pingo”.. e 2 MA e , Ñ " VAIO OA 0 o? dad o A td o po + ed * A nba” . - a at y ? o o s 0 a 3 NOV 200 e a REPÚBLICA DE CHILE ANALES UNIVERSIDAD —o TOMOS XCIN-XOV. —AÑO 54. SUMARIO 2 de Instruccion Pública. —Consejo de Instruccion Psíblica: Sesiones del 6, 13, 20127 de Julio de 1896. norías científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de las familias que corres- nmden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (continuacion).— os días coloniales en el Alto- Perú, por GABRIEL RENE-MORENO, (continua- ] —Compendio historial del descubrimiento, conquista 1 guerra del Reino de Chile; scurso tercero ¿ último que trata “De lo que católicamente se debe sentir en la Astro- dojía que llaman Judiciaria, compuesto por el capitan don MELCHOR JUFRÉ DEL ¡GUILA, natural de la Villa de Madrid, (conclusion). —4Lstudios araucanos VÍ. Cuen- tos araucanos referidos por el indio Calvun ( Segundo Jara) en dialecto pehuenche leno, por RODOLFO LENZ, (continuacion). —Mecánica racional, por A. OBRECHT, ntinuacion), .—Observaciones astronómicas, por A. OBRECHT. E JULIO DE 1896 SANTIAGO a IMPRENTA CERVANTES CALLE DE LA BANDERA, 73 1896 . A VI so Para la debida regularidad en el reparto de losa ANALES, se ruega a los señores suscritores que ha- yan cambiado de domicilio, tengan a bien avisarlo E por escrito a la IMPRENTA CERVANTES. Sumario del número de Mayo (264 pájinas). Boletin de Instruccion Pública. —Conxsejo de Instruccion Publica: Sesiones del Y 11 16 i 25 de Mayo de 1896. Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de las familias que corres- ponden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (continuacion).— Estudios Araucanos V. Diálogos en dialecto pehuenche chileno, por RODOLFO LENZzZ, (continuacion), — Estudios críticos sobre la flora de Chile, por KARL REICHE, (con- tinuacion). — Ultimos dias coloniales en el Alto- Perú, por GABRIEL REN£-MORENO, (continuacion). —Compendio historial del descubrimiento, conquista ¿ guerra del Reino de Chile, con otros dos discursos, uno de Avisos prudenciales en las materias de go- bierno ¿ guerran, i otro “De lo que católicamente se debe sentir en la Astrolojta fu- diciariam, compuesto por el capitan don MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA, natural de la Villa de Madrid, (continuacion). Sumario del número de Junio (231 pájinas). Boletin de Instruccion Pública.—Consejo de Instruccion Publica: Sesiones del 1.2, 8, 15, 18 i 22 de Junio de 1896. Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de las familias que corres- ponden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (continuacion). —Mecánica racional, por A. OBRECHT.— Uredíneas ¿ ustilajíneas nuevas chilenas, por F. W. NEGER. — Apuntes sobre los insectos de Chile, por P. GERMAIN, (continuacion). —Estudios críticos sobre la flora de Chile, por KARL REICHE, (continuacion). — Ulté- mos días coloniales en el Alto-Perit, por GABRIEL RENÉ-MORENO, (continuacion).— Compendio del descubrimiento, conquista ¿ guerra del Reino de Chile, com otros dos discursos, uno de Avisos Prudenciales en las materias de gobierno ? guerran ¿ otro “De lo que católicamente se debe sentir en la Astrolozta Judiciarian, compuesto por el capi- tan don MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA, natural de la Villa de Madrid, (continua- | cion). — Observaciones astronómicas, por A. ORRECHT. PRECIOS DE SUSCRICION Un año, doce números, $ 10 Un semestre, seis números, $ 6 Las suscriciones empiezan en Enero de cada año. IMPRENTA CERVANTES CALLE DE LA BANDERA, NÚM. 73. — SANTIAGO DE CHILE. 18,070.—IMF. CERVANTES, Bandera, 73. Ys d í 3 pl y ' A A PA a A $ ' y ra ur 5 ha 2 5 E > / j / E SA = z * cd e y ES ES . Ú p ¡ / 13 Es LA UNIVERSIDAD DE CHILE. TOMO XCIV Mie 1896 Ta DICIEMBRE 6 0. y ; 5 2 E A 1 a Le 5 E j y Vién » : E . fl y ; A ij M e 40 * " e azi pd ey E Ñ El » » e a ' E NES y ; 3 E Ñ pe ll ey 4 1 E A A si y A pi z $ Es Y .. Si é y el . pes Ex F Y y 4 ñ AÑ , ¡us * A e ñ 1d 7 Po cd Ml LEA Ñ - AA) -] 7 y ¿ , í Ñ ay E Ma Á : , 1 p o > ÓN j 4 En 7 e Ge Do A : : K E A Lo ad U y 4 es 18,070.—IMP CERVANTES, BANDERA, 73- a Va Yo Vo Vo Vo Va Via Va Vr Yo Ya Va Vi Va Vo Va Va Vs VA 0 y III IA E le =W —: o DA (eV Y Vo Ve Y JOANA dl Pía PLANTAS NUEVAS CHILENAS DE LAS FAMILIAS QUE CORRESPONDEN AL TOMO VI DE LA OBRA DE GAY, (Continuacion ) VII. Alopecurus L. (Gay, VI, 260.) I. ALOPECURUS ANTARCTICUS.—Vahl. El señor Desvaux opina (Gay, VI, p. 261), que no hai sufi- ciente razon para separar el 4/. antarcticus de Vahl del 4. a/pi- nus de Europa, dice que la var. a ha sido hallado en Concepcion por d'Urville i en Valdivia por Gay, miéntras la var. 8 es de las tierras magallánicas. Observaré en cuanto al nombre, que hai un A. antarcticus de Giesecke in Brewst. Edinb. Enc., que Kunth. cita como sinónimo del A. alpinus; i que Lechler ha dado en sus colecciones el nombre de 4. variegatus al A. antarcticus eo % 6 | MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de Magallánes, que tiene las fores violadas. Poseemos esta es- pecie de Magallánes en muchos ejemplares, de la provincia de Llanquihue, i del Valle del Yeso en la provincia de Santiago. 2. ALOPECURUS BRACTEATUS.- -Ph. A. valde glaucus; culmo plerumque ultra 1 m. alto, tenui; ligula oblonga, foliis planis, 21/t2100 evaginato, spica proximo, cul- mumn contíinuante; spica brevi, sepe ovata; glumis in carina et ad nervos villoso-ciliatis; palea ovata, infra medium aristam genicu- latam paleam bis eequantem gerente. Habitat in provincie Valdivia juncetis (San Juan), in prov. Ñuble (Búlnes). ' La altura del tallo varía mucho, ¡ el polvo fino que produce el color garzo se pierde fácilmente por la desecacion. La an- chura de las hojas es de 4-5 milímetros. La última hoja nace pocos milímctros debajo de la falsa espiga, i su lonjitud es de 27-40 milímetros, es mas larga o mas corta que la espiga, que mide rara vez 35 milímetros, i por lo regular mucho ménos, a veces solo 13 milímetros. —Esta especie se distingue a primera vista po: tener la hoja suprema in nediatamente debajo de la espiga sin vaina propiamente tal, erguida i pareciendo terminar el tallo. IX. Sporobolus R. Br. (Gay, VI, 293.) 1. SPOROBOLUS COPIAPINUS.—Ph. Sp. culmis subterraneis albis squamosis, aereis glaucis 22 cm. altis, omnino vaginatis; foliis brevibus glaucis, erectzs; ligula subnulla; panicula ampla 12 cm. longa, 9 cm. lata, effusa, laxis- sima; pedicellis 7-22 min. longis; glumis 2 min. longis, «equali- bus; paleis glumas vix superantibus, inferioris floris brevissime aristata. | Prope Copiapó lecta. . : El rizoma o tallo subterráneo blanco tiene el grueso de 2 milímetros, sus artículos el largo de 6 milímetros, las escamas el de-10 milímetros. Las hojas tienen 19 milímetros de largo 1 PLANTAS NUEVAS CHILENAS 7 2 milímetros de ancho, i son como las vainas, mui lísas; los pedi- celos son escabros.— Se distingue del S. distichophyllus ( Agros- tis dist. Viaje al des. Atacama núm. 397) a primera vista por las hojas erguidas. 2. SPOROBOLUS SCABER.—Ph. Sp. caule stricto, usque ad apicem foliato, vaginis ad os longe pilosis; foliis (caulinis) convolutis pilosis; panicula elongata, an- gusta, contracta, interrupte spiciformi; spiculis scaberrimis; glumis lanceolatis, cuspidatis, inferiore dimidium, snperiore 2% floris quante; paleis scaberrimis fuscis. S. Scaber.—Ph. Iter. atac. 304. Prope Cachinal de la Costa 2604” lat. m., Cc, 1900 p. s. m. prl- mum inveni, deinde ad Hueso parado et alia loca herbosa lito- ralis partis deserti vidi; optimum caprarum pabulum. El tallo ríjido lleva hojas hasta la punta; la boca de las vainas es largamente peluda; las hojas (tallinas) son arrolladas, pelu- das; la panoja es alargada, estrecha, contraida, interrumpida- mente espigada; las espiguillas son mui ásperas; las glumas alanceadas, cuspidadas, la inferior iguala a la flor en %z, la supe- rior solo en 2%; las pajas mui ásperas son pardas. 3. SPOROBOLUS DISTICHOPHYLLUS.—Ph. Sp. repens? basi ramosus, glaucus, glaber; culmis 1 pedali- bus, sterilibus et fertilibus a vaginis foliorum omnino tunicatis, foliis confertis, distichis, patentibus, brevibus, planis aut convo- lutis, lígula brevissima; panicule pyramidalis ample ramis ca- pillaceis, elongatis, sub lente hispidulis; glumis «equalibus lan- ceolatis, fere hyalinis; paleis glumas subxquantibus, glabris, inferiore breviter acuminata, supcriore víx breviore, utroque la- tere oblique truncata, rudimento secundi floris nullo. Agrostis distichophylla.—Ph. Iter. atac. 397. Prope Tilopozo ad marginem paludis illius ingentis salse fere sice 23%20' lat. m., 7000 p. Ss. m. pauca specimina vidi. Planta rastrera, de base ramosa, garza i lampiña. Las cañas tienen unos 30 centímetros de alto, i tanto las estériles como las 8 MEMORIAS CIENTÍFICAS | LITERARIAS AR fértiles son completamente envueltas por las vainas de las hojas; éstas son amontonadas, dísticas, abiertas, cortas, planas o arro- lladas, su lígula es mui corta. Las ramas de la ancha panoja piramidal son capilares, alargadas, vistas con lente son algo ásperas; las glumas son iguales, alanceadas, casi hiálinas; las pa- jas son de igual lonjitud que las glumas, lampiñas, la inferior es brevemente aristada, la superior es apénas mas corta, de ámbos lados oblicuamente truncada; no hai vestijio de una segunda for. X. Polypogon Desf. (Gay, VI, 206.) I. POLYPOGON BRACHYATHERUS.—Ph. P, glaber, fere usque ad apicem foliatus; vaginis l:evibus; foliis scaberrimís, preesertim superne; ligula brevíssíma, panicula con- tracta, spiciformi, (ramis erectis ad summum 15 mm. longis), circa 45 mm. longa; glumis vix 2% mm. longis, apice emargina- tis, avista brevt, 1% mm. longa, superatis; palea inferiore % glu- marum «eq“ante, pariter arista brevi, 112 mm. longa, termi- nata. | | Prope Lebu in provincia Arauco Januario 1877 legi. La paja tiene la altura de 40 milímetros, las hojas tallinas esceden rara vez la lonjitud de 55 milímetros, i tienen en su base a veces la anchura de 8 milímetros. El' borde superior de las glumas.es anchamente escarioso, la superficie áspera por pequeños pelitos, la quilla igualmente áspera i como aserrada.— La brevedad de las aristas distingue luego esta especie de las otras que tienen la ligula corta. 2. POLYPOGON BREVIARISTATUS.—Ph. P. culmo 40-50 cm. alto; foliis anguste linearibus, leeviuscu- lis: ligula brevi, rotundata; panicula densa, contracta, lobulata usque ad 10 cm. longa,.viridi-purpurea; glumis ovatis, apice. subintegris, levibus 2 mm. longis, artsta brevi, vix dimidiam glu- manr equante; fosculo 3 glumarum «equante, pariter brevissime aristato, pete PLANTAS NUEVAS CHILENAS 9 In valle fluminis Torca provincie Coquimbo legit Guill. Geisse. La planta forma céspedes; las pajas son ascendentes, sus nu- dos negros. Las hojas tienen el ancho de 31% milímetros, se adelgazan desde la base, i son como sus vainas lisas, a escepcion dei borde; la última alcanza con su punta a la panoja; su vaina no está inflada.—Sería esta grama acaso el P. 2mterruptus var. brevjaristata ¿Desv? (Gay, VI, p. 289), pero la vaina superior es nada inflada. 3. POLYPOGON PURPURASCENS.—Ph. P. culimis e radice pluribus, usque ad 40 cm. altis, quodrino- dibus; foliis glabris planis, ultimo a panicula remoto; ligula brevi; panícula contracta, lobata, c. 7 cm. longa; pedicellis brevissimis; slumis 2 mm. longis, apice obtusiusculo subdilatatis, purpuras- centibus, arista glumam equante,; paleis subaequalibus, inferiore 24 glume «quante, arista purpurascente paleam xquante. In praedio Mercedes prov. Santiago novemb. 1888 inveni. Es planta anual i todas las pajas son fértiles. Las hojas mas erandes tienen 7 centímetros de largo por 3 milímetros de ancho, la última que dista a veces 9 centímetros de la panoja, mide apénas 21% centímetros.—Se aproxima por su parte mas al P, linearís que al P. interruftus, pero difiere inucho de los dos por el color purpurescente de la panoja, la lonjitud de sus aristas, su lígula, etc. 4. POLYPOGON CACHINALENSIS.—Ph. P. glaucus, culmis strictis, 1 - pedalibus; feliis brevibus sca- berulís; lígula brevissima truncata; panicula contracta, cylindri- ca, spiciformi, lobata, 112 pollicari, violacescente; pedicellis slumas equantibus; glumis oblongis, scabris, brevissime arista- _tis; paleis eequalibus, glumis tertia parte brevioribus, inferiore truncata, apice emarginata, mucronata, superiore bimucronata. P. Cachinalensis.-—Ph. Iter atac. 395. | Ad Cachinal de la Sierra 25.2 lat. m., 7,000 p. s. m. legi. Planta garza, con cañas ríjidas de 1 pié de alto; las hojas son IO MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS (x<|]_—. cortas, algo ásperas; la lígula mui corta es truncada. La panoja contraida i cilíndrica se parece a una espiga; es lobulada, de 4. centímetros de largo, violada; los pedícelos igualan a las glu- mas, que son oblongas, ásperas ¡ brevemente aristadas; las pajas son iguales i miden solo % de las glumas, la inferior es trunca- da, escotada en la punta 1 mucronada, la superior es bimucro- nada. 1. Agrostis L. (Gay, VI, 306) I. AGROSTIS STENOPHYLLA.—Ph. A. perennis, dense caespitosa, c. 22 cm. alta; culmis filifor- mibus strictis, usque ad apicem foliatis; vaginis laevibus; l¿9ula elongata, foliis convoluto-filiformibus, laeviusculis; panicula erec- ta, stricta, linearz, usque ad 11,5 cm. longa; pedicellis brevibus; spiculis 3 mm. longis, obscure violaceis; flore glumis vix bre- viore; palca inferiore truncata; superiore 3 mm. longa. Ad thermas chillanenses januario 1877 legi. La base de las pajas está cubierta por las vainas de color pardo mul pálido de las hojas muertas. Las hojas tienen el an- cho de 34 de milímetro, las radicales o las de los culmos esté- riles tienen la lonjitud de 45 milimetros; suele haber dos talli- nas, la inferior del largo de 40 milímetros, la superior, situada debajo de la panoja en una vaina mui larga, del largo de 25 mi- límetros. Los pedicelos son ásperos en virtud de pequeños agui- jones. El márjen de las glumas es angosto i hialino. —Esta es- pecie conviene por muchos caracteres con la 4. temuzfolia M. Bieb., planta de la Crimea, que se halla, segun Hooker, en el estrecho de Magallánes, pero que tiene la lígula “corta i tron- cadan. Se parece tambien mucho a la 4. sesguíflora, de la cual se distingue a primera vista por las hojas convolutadas i espi- guillas mas grandes. 2. AGROSTIS MACRATHERA.—Ph. A: perennis; culmo 44 cm. alto, usque ad apicem foliato; va- ginis foliisque leevibus; ligula suprema elongata lacera; pant- PLANTAS NUEVAS CHILENAS 11 cule contracte ramis fere a basi spiculigeris; pedicellis spiculam subwequantibus; spiculis 4 mm. longis; glumis subequalibus, lanceolatis, longe acuminatis, inferiore dorso pectinatociliata; palea inferiore 1 mm. longa, in setam 4% mm. longam termi- nata, altera minima. A. aristata.- Ph. Reconocimiento del rio Palena p, 178. In valle fluminis Palena 430 45” latit. aust. invenit Adolphus Hirth. La paja es solo escabra debajo de la panoja, por lo demas lisa. Las hojas tienen el ancho de 21%2-3 milímetros i son planas; en las pajas estériles son mas angostas. La panoja tiene la lon- jitud de 16 centímetros, sus ramos inferiores la de 5 centÍ- metros, 3. AGROSTIS IMBERBIS.— Ph. A. perennis; culmo erecto, 55 cm. alto, paucinodi, vaginis (arcte appressis) laeeviusculis; ligula elongata lacera; foliis ple- rumque siccitate convolutis, scabriusculis preesertim superne; pa- nicula laxa, fere 6 pollicari, ramis patentibus, circa 5 in quovis semiverticillo, a medio inde spiculigeris, pedicellis spiculas sub- zeequantibus; spiculis fere 3 mm. longis; glumis obscure violaccis margine angusto hyalino, inferiore dentato-scabro; palea 2nmfe- riore vix treviore,; callo haud piloso. In valle nebularum (Valle de las Nieblas) prope thermas chillanenscs januario 1877 legi. Las vainas de las hojas muertas que cubren la base de las pajas, son casi blancas. Éstas son violadas en la base, apénas del grosor de 13% milímetros, i muestran solo tres nudos. La mayor lonjitud de las hojas inferiores es de 80 milímetros, su anchura es de 21% milímetros, pero la mayor parte son enro- lladas. La lígula mide 5 milímetros. Las glumas son casi igua- les i la quilla de la inferior es mui aserrada; la de la superior casi lisa. La palea inferior es troncada; las tres anteras son viola- das.—Es mui parecida a la A. e/abra Kunth (Gay, VI, p. 310) o Truhodium glabrum Presl, pero su paja tiene solo pocos nudos, i hai mucha distancia entre la última vaina i la panoja; la pálea inferior es apénas mas corta que las glumas, (segun Presl es 12 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS e en la A, glabra “tertia fere parte brevior), no haí callo peludo. Pero es de notar, que si Desvaux en Gay atribuye a la 4. glabra un «“callus provisto de cada lado de pelos que alcanzan a su (de la flor) X£ inferior,n Presl no dice nada del callus. ¿Lo ha omi- tido de describir o no lo tenia su planta? Tenia solo la parte superior de la planta. | 4. AGROSTIS SERRANOI.—Ph. A. annua; culmo 27-40 cm. alto, tenui, internodio summo longissimo; folíis planis superne vaginisque scabriusculis; ligula elongata lacera; panicula laxissima, divaricata; rameés ramulis- que fere onmibus opposttis mon verticillatis; pedicellis 3-4 mm. longis, spiculas =quantibus; glumis stramineis; palea inferiore vix dimidiam glumam «quante, basi corona brevissima pilorum cincta, mutica. In valle fluminis Palena invenit orn. Adophus Hirth, janua- río 1885, et postea orn. Fr. Delfin. A. Serrano? Ph. Reconoc. del Rio Palena p. 128. La paja tiene apénas el grosor de 2 milímetros; el último internodio hasta la panoja mide 36 milímetros. Las hojas son todas cortas, largamente acuminadas, las inferiores del largo de 57 milímetros. la última del largo de 35 milímetros. La lígula suprema mide 5 milímetros. Los ramos de la panoja son mui ásperos.—La paja mui delgada i el color de las glumas hacen, que esta especie sea mui parecida a la 4. ¿nconspicua, mui di- versa, por otra parte, por la páleas aristadas. : : 5. AGROSTIS WILLIAMSI.—Ph. A. perennis, ceespitosa; raro ultra 22 cm. alta; culmis omni- bus fertilibus, filiformibus; foliis setaceo-convolutis, leevibus; ligula oblonga lacera; panicula laxa, 6%% cm. longa, 5 cm. lata; ramis in quovis semi-verticillo 2-3, bis vel ter dichotomis; pedi- cellis spiculas bis vel ter equantibus; glumis 21% mm. longis; palea inferiore % glumarum equante, levissíima, supra medium aristam geniculatam gerente; superiore vix breviore, PLANTAS NUEVAS CHILENAS 13 In Andibus prov. Talca februario 1879 invenit Frid. Philippi, prope thermas chillanenses ego ipse. Las hojas basales tienen la lonjitud de 8% centímetros. Se necesita un lente de fuerte aumento para poder ver las aspe- rezas en la quilla de las glumas. La pálea inferior es troncada i denticulada.—Muchos caracteres de la A. ¿nconspicua convie- nen a la 4. Williams, pero ésta es densamente cespitosa, mu- cho mas cenceña, sus pedicelos son mas cortos, 6. AGROSTIS P(EPPIGIANA.—Ph. A. dense ceespitosa; culmis omnibus fertilibus, filiformibus, foliis angustis, planzs; ligula oblonga integra; panicula laxissi- ma, 6% cm. longa, fere totidem lata, ramis setaceis patentibus, bis vel ter trichotomis; pedicellis scabris, 7 m1. long?s; spiculis 2 mm. longis; glumis subx*equalibus, ovato-lanceolatis, acutis preter carinam leevibus; palea inferiore vix breviore /evz, supra medium ar2stam paleam equantem gerente. In valle andina Cajon de los Cipreses predii Cauquenes pro- vincie O'Higgins legit Henricus von Dessauer. Los céspedes tienen la altura de 25 centímetros, Las pajas tienen 3 o 4 uudos, son afilos desde el medio de su altura; la mitad inferior es enteramente envainada; las vainas son lisas. Las hojas son ásperas en su márjen, del ancho de 1% milíme- tros, i las inferiores tienen 60 milímetros de lonjitud; la mayor parte son marchitadas; la lígula suprema mide 3 milímetros. Las olumas i las páleas son mas bien parduzcas que verdes, i las primeras un poco violadas en la base. Hai un callus mui corto, peludo, en lugar de segunda flor. —Difiere de la A. W:2llzams:z por las hojas planas, pedicelos mas largos; de la 4. ¿nconspicua por las glumas puntiagudas, la arista tan larga como la paálea; no he visto tampoco en la 4. Poppigzz la lígula lacerada. Las especies siguientes de Agrostís provienen todas de las tres espediciones hechas a los Andes de la Araucanía, a los de Valdivia i al rio Palena, i pertenecen al grupo “xx Panoja flo- ja. Espiguillas fasciculadas en el vértice de los ramos, con pe- dicelos mas cortos que ellos o sobrepasándolos apénas.. (Gay, VI, p. 310). 14 [MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A 8. AGROSTIS ARAUCANA.—Ph. A. culmo 50 cm. alto, gracili, laevi, modo sub panicula aspero, superius longe nudo; vaginis glabris, apice scabris; ligula elon- gata, foliis planis aut siccitate convolutis, angustis; panicula 20 cm. longa, contracta demum laxa, semiverticillis ra7207u110 5 et ultra distantibus; glumis 5 mm. longis, sube=qualibus, vio- laceis, apice hyalinis, fere 5 min. longis, inferiore dorso spinu- loso-ciliata; palea inferiore dimidiam glumam «quante, truncata, ante apicem aristata; arista paleam superante, sub-exserta. Habitat in Araucania ad lacum Guaieltúe unde nascitur flu- vius Biobio, invenit orn. Rahmer. La paja tiene pocos nudos ¡su grosor en la base es solo de 11% milímetros. Las hojas inferiores son medio marchitadas al tiempo de florecer, i tienen 22 centímetros de largo por 3 milí- metros de ancho; son lisas, i la superior mui distante de la pa- noja. Los ramos mas grandes de la panoja miden hasta 9 mi- límetros, los pedicelos son mui ásperos. Los nervios de las olumas i páleas son poco pronunciados. Las anteras no ofrecen nada de particular, 9. AGROSTIS RINIHUENSIS.—Ph. A. ceespitosa; culmis 18 cm. altis, usque ad paniculam vagt- natis; foliis 2% mm. latis, planis vel complicatis, glabris vagi- nisque leevibus; ligula elongata; panicula viridi-violacea, Ó cm. longa; ramis in quovis semiverticillo 3-5, apice. spicu!ligeris, pedicellis spiculas subrequantibus; glumis 3 mm. longis, glaber- rimis; palea inferiore flosculi circa tertiam partem glumarum sequante, truncata, denticulata, hyalina; arista recta supra me- dium orta, paleam sesquies «equante, parum exserta. In valle fluminis Rinihue in Patagonia occidentali invenit orn. Fr. Delfin. Recibí dos ejemplares. Las panojas, que todavia no han salido enteramente de la última vaina, tienen sin embargo, ya muchas flores abiertas. Las hojas inferiores tienen la lonjitud de 14 centímetros, la última alcanza con su estremidad al vér- tice de la panoja. PLANTAS NUEVAS CHILENAS I5 10. ACROSTIS DELFINI.— Ph. A. culmo... foliis... panicula ultra 20 cm. longa, erecta; ra- mis in quovis semiverticillo quinis, asperis, apice spiculigeris; pedicellis spiculas 2 mm. longas semel vel bis «equantibus; glu- mis viridibus, vix basi violaceo suffusis, lanceolatis cuspidatis, leevissimis; palea inferiore 3% glumarum «quante, leevissima, ante apicem aristata paleam «quante, «gre e glumis exserta. Sicut prior e valle fuminis Palena allata est. La paja es desnuda por un largo trecho ántes de la panoja i mui lisa en toda su estension.— Esta especie se distingue a pri. mera vista de las A. glabra; A. exasperata i A. vagínata por la paja largamente desnuda debajo de la panoja, de la A. araucana por las glumas mui lisas i el doble mas pequeñas, de las si- guientes, por la pálea aristada, etc, 11. AGROSTIS VAGINATA.—Ph. A. culmo 25 cm. alto, omaino vaginato; foliis planis, leevibus, 3 mm. latis, vaginisque leevibus, ligula ovata; panicula Ó-5 cm, longa, contracta, ramis perbrevibus; semiverticillis approximatis; pedicellis fere hispidis, spiculam plerumque «quantibus; glumis violaceis, 3 mm. longis, solitse forme; palea inferiore dimidium slumz «quante, paullo infra apicem aristata, arista paleam su- perante, exserta. Etiam hxc in valle Palena a Frid. Delfin reperta est. Tenemos un solo ejemplar. La paja tiene el grosor de 1% milímetros, i lleva tres hojas. La ínfima está ya marchitada i mide 7 centímetros, la suprema 4 centímetros i alcanza a la mitad de la panoja.—Esta especie es mui distinta por su panoja densa con ramos mui cortos. 12. AGROSTIS OLIGOCLADA.—Ph. (1) A cespitosa, 65 cm. alta; culmo apice nudo, l.evi; vaginis foliisque glabris, ligula elongata, truncata; panicula laxissima, (1) óA:yokkdadós, con pocos ramos. 16 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ramis in quovis semiverticillo b¿2z7s, pedicellis spiculas parum superantibus, glumis 4 mun. longis, e viridi violaceís, subzequa- libus, leevissimis, inferiore uninervía, superiore trinervia; palea inferiore dimidium glumarum «equante, mutica. Habitat in valle fluminis Palene, unde cum reliquis orn. Fr. Delfin attulit. | La paja es delgada 1 tiene en su base apénas el grosor de 2 milímetros, está cubierta de vainas hasta mas allá de la mi- tad. Las hojas son planas, del ancho de 3 milímetros, las radi- cales del largo de 18 centímetros; la lígula mide 3 milímetros. Los ramos inferiores de la panoja tienen la lonjitud de 10 cen- timetros, it se dividen por tricotomía, los del segundo verticilo por dicotomía, son ásperos; los pedicelos son mui engrosados debajo de la espiguilla. 13. AGROSTIS SCOTANTHA.—Ph. (1) A. ceespitosa; culmo 45 cm. alto, superius nudo; foliis s£rzctzs, convolut?s, filiformibus, asperis, culmorum sterilium vix tertíam partem culmi fertilis superantibus; vaginis leevibus apice sca- bris; ligula bifida; panicula 15 cm. longa, satis laxa, ramis in quovis semiverticillo subquinis, majoribus ultra medium nudis, pedicellis florem subaquantibus; glumis violaceis, vix ultra 2 mm. longis, lanceolatis, carina leevibus; palea inferiore 3% elumarum «quante, mutica. In Araucania l. d. La Cueva legit orn. C, Rahmer janua- rio 1887. La paja tiene pocos nudos, i carece de hojas en su parte su- perior. La panoja es pauciflora, los semi-verticilos son mui dis- tantes, 1 los ramos mayores llevan solo 20 a 25 espiguillas, cuyos pedicelos son bastante ásperos. Las anteras son de color violáceo, lineares, pero algo ventrudas i bifidas en el ápice; este color puede servir a distinguir la especie.— Ademas difiere de la A araucana por las espiguillas el doble mas pequeñas, las páleas desprovistas de arista, las hojas tiesas, convolutadas, de PK (1) akoravOos con flores oscuras. PLANTAS NUEVAS CHILENAS 17 la A. melanthes que sigue por la paja desnuda en su parte su- perior, las hojas enrolladas, las glumas mas pequeñas, las páleas desnudas en su base etc. 14. AGROSTIS MELANTHES.—Ph, A. perennis, culmo 6o cm. alto, tenui, usque ad paniculam folíis tecto; foliis planis, glabris; vaginis laevibus, ligula elon- gata, lacera; panicula usque ad 20 cm. longa, contracta, ramis in quovis semiverticillo subtr2bus, jam a tertia parte inde divi- sis, pedicellis spiculam aequantibus aut brevioribus; glumis sub- aequalíbus, 4 mm. longiís, laevibus (nisi in basi carinae inferio- ris), violáceis; palea inferiore glumis dimidio breviore, basz pzlis longiusculis cincta, apice truncata, quadridentata. In andibus valdivianis ad Queñi legit Januario 1887 Otto Philippi. La caña muestra cuatro nudos; el internodio superior mide 6-12 centímetros. Las hojas tienen el ancho de 4 milímetros. Los pelos en la base de las páleas alcanzan a la mitad del largo de éstas. —Este mismo carácter muestra la 4. glabra, de la cual nuestra especie se distingue fácilmente por los verticilos forma- dos de solo tres ramas ¡ la paja cuadridentada en la punta. XII. Chactotropis. Kth. (Gay, VI, 302) CHAETOTROPJS ARAUCANA. Ph. Ch. 66 cm. alta; culmis superne longe nudis; vaginis foliis- que scaberrimis, his planis, longe acuminatis, 31% men. lates; ligu- la elongata, truncata; panicula magna (75 mm. longa), ramis unique apice spiculigeris, scabris; pedicellis spiculas vix sequan- tibus; glumiís subzequalibus, 4 mm. longis, palea inferiore duplo breviore bilobulata, ante apicem aristata; arista paleam x=quan- te, exserta. o In Araucaniz pratis montosis, loco dicto Rucapillan legi. El tallo tiene el grosor de 31% milímetros. Las hojas inferio- res miden 60 milímetros en lonjitud i 3% milímetros en anchura. TOMO XCIV 2 E 18 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Las glumas tienen el largo de 31% milímetros, son acuminadas, de un violado claro; con ancho márjen hiálino amarillento, i son pubérulas. La cariopse tiene un ancho surco.—Difiere de la Ch. chilensis por la panoja abierta i no spicato contractan, i la arista mas larga, de la Ch. latifolia Ph. (Linnea XXX 205) por la panoja mui distante de la última vaina, hojas la mitad tan anchas, en la Ch. latifolia la anchura es de 7 milímetros, etc. XIII. Calamagrotis Roth. (Gay, I, 320, sub Deyeuxia) 1. CALAMAGROSTIS (DEYEUXIA) LAXIFLORA.—Ph. D. culmo erecto, 60 cm. alto, leevissimo, apice nudo, vaginis foliisque leevibus glabris; foliis culmeis planis, 3 mm. latis, brevibus; ligula elongata; panicula 17 cm. longa, laxiuscula, ramis in quovis semiverticillo 3-5, patulis deinde erectis; pedi- cellis spiculam semel vel bis =quantibus; glumis 4 mm. longis, violaceis, inferiore dorso pectinato-ciliata, flosculo (único absque rudimento secundi floris?) hyalino; palea inferiore dimidium alumarum «equante, pilis mollibus paleam equantibus cincta, apice truncata, denticulata, brevissime aristata. In valle fluminis Palena lecta. Las hojas radicales faltan. El tallo tiene. cuatro nudos, í es delgado, midiendo solo 2 milímetros de grosor en su base. La hoja inferior tiene el largo de 7 centimetros, la suprema el de 4% centimetros. Los ramos de la panoja llevan las flores en su última mitad. 2. CALAMAGROSTIS (DEYEUXIA) NEMORALIS.—Ph. D. culmo ultra 1 m. alto; foliis 4 mm. latis, plerumque sicci- tate convolutis, vaginisque asperulis; ligula brevissima, ciliato- lacera; panícula erecta, contracta, 20 cm. longa, semiverticillis subremotis, ramis 1-3, erectis, majoribus 4-5 cm. longis; pedice- llis spiculis brevioribus; glumis subequalibus, viridibus, margi- ne late hyalino; palea ¡inferiore glumam superiorem « ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 61 tener hoi mas que nunca indisoluble el vínculo que une estos dominios a su metrópoli. Encarecia asimismo la conveniencia de mantenerse unidos todos entre sí, jefes 1 vasallos, en las pre- sentes gravisimas circunstancias, para mayor fuerza de la mo- narquía i de la suprema junta que hoi la representa armada al frente del enemigo. La fidelidad colonial, segun la sevillana, deberá resistir enérjicamente cualquiera especie de tentativa sediciosa, no ménos que desobedecer decididamente las órdenes del gobierno nombrado por Fernando VII en Madrid al tiempo de partir a Bayona. Dicho gobierno está hoi asociado traido- ramente al intruso Murat, el titulado lugar-teniente de aquellos reinos, í lo está para oprimir a la nacion española con las armas del ejército frances (1). X A juzgar por sus escritos de estos seis dias, el ánimo del ar- zobispo Moxó estaba sacudido por la violencia de los mas dis- tintos afectos; ya la pesadumbre, ya el ímpetu. Su consterna- cion por los males de la patria i de su idolatrado Fernando tenia raices hondísimas en su sensibilidad; a la vez, el senti- miento del desagravio levantaba con furor su sér físico i moral hasta hacerle gritar ¡a las armas!n Es de creer que a presen- cia de los canónigos, al llevar al espíritu de éstos la certidum- bre sobre las ocurrencias de la metrópoli, su afliccion i marcia- lidad combinadas le hubiesen llevado a invocar con fervor al Dios de las batallas. Si ello aconteció así, fuerza es convenir en que la voz del en- tusiasmo mas plácido a su corazon, el reclamo carísimo del alma, le prestaban aliento estos instantes desde afuera. Mién- tras se celebraba el capítulo a puerta cerrada no cesaron de (1) Oficio del cabildo de Buenos Aires a Moxó fecha 24 de Agosto de 1808; MS. orijinal — Testimonio de la acta capitular del Cabildo Eclestástico de esta Ciudad, que instruye de las prevenciones hechas por el M. R. Arzobispo acerca de la representacion i autoridad de la Funta de Sevilla; MS. autorizado por el prebendado doctor Juan de Dios Balanza, secretario de dicho cabildo. — Respuesta del M. R. Arzobispo a la Real provision de ruego i encargo de 26 de Setiembre de 1808; MS. certificado en copia por el oidor Ballesteros. 62 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS llegar, de la plaza hasta las altas ventanas del salon, las:ondas sonoras de una greguería acompañada de vitores sobresalientes i aclamaciones a Fernando VII. Esto tiene su esplicacion. Reinaba gran animacion en la ciudad. Se construian para la jura arcos en la plaza i un tablado. A son de cajas i cornetas se instalaba en el Cabildo una guardia de honor al real estan- darte. Esta otra pompa era tarea 1 afan importantísimos para el señorío del vecindario. Arcos í tablados se estaban igualmen- te levantando junto al obelisco de Buenos Aires i en el Inisterio. La noveleria de la plebe mestiza asistia holgazana 1 bulliciosa a estos preparativos. Ademas, a eso de las cuatro de la tarde los festivos académicos salian, de casa de su querido i amistoso director, a discurrir de nuevo por las calles acompañados de una orquesta. Llevando todos en comparsa realzadas en los sombreros sobre escudo rojo las áureas iniciales 4. .S., celebra- ban con vitores i cantares patrióticos las vísperas de la solemne jura. Aunque no se esperaba de las provincias hasta el 27 la vuelta de los correos impartidores de la exaltacion, habíase fi- jado impacientemente para el día 25 el acto público de la ca- pital (1). | GABRIEL RENÉ-MORENO (Continuará) (1) Oficios del 21 de Setiembre de 1808 cambiados entre Pizarro i Moxó, pájinas 17 118 del folleto titulado Discurso que pronunció el Illmo. señor doctor don Benito Maria de Moxói de Francoly, Arzobispo de La Plata, el dia 27 de Setiembre de 1808, con motivo de la solemne accion de gracias que celebra- ba aquella Santa Iglesia Catedral por la exaltacion del señor don Fernando VIT... etc. Buenos Aires, 1808, Imprenta de los Expósitos, 8.2 de rg pá- jinas. A AX COMPENDIO HISTORIAL DEL DESCUBRIMIENTO, CONQUISTA I GUERRA DEL REINO DE CHILE DISCURSO TERCERO I ÚLTIMO QUE TRATA DE LO QUE CATÓLICAMENTE 8E DEBE SENTIR EN LA ÁSTROLOJÍA QUE LLAMAN JUDICIARIA COMPUESTO POR El capitan don MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA, Natural de la villa de Madrid ——%%)> FRAGMENTO PRIMERO En que se trata algo de los principios antiguos de la Astrolojía i los autores que la profesaron, Ántes de entrar a tratar deste discurso, para mejor intelijencia dél, se debe advertir, demas de lo al principio dicho en el prólogo, que Provecto se hallaba en Madrid, en edad de treinta i seis años, deseoso de ganar la voluntad de una señora noble, lo cual trataba muia lo con- templativo, | estaba mui receloso de mal suceso. Gustoquio le persua- día que confiase tener en ello próspero suceso. - Lo que aquí está tratado junto en este discurso, no está en el Colo- guio sentencioso, de donde no fué sacado, como queda dicho, todo junto, sino repartido en diferentes conversaciones, i así se irá toman- 64 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS do a trozos de diferentes lugares. Es la relacion en prosa como ésta, 1 el Cologuío en verso suelto. Tiene el dicho Co/oguzo tres libros, en cada uno diversos capitulos, cada capitulo dos descansos. 1 sabido esto, es de saber que en el libro primero, en el capítulo cuarto, en el fin del primer trozo, discurriendo por una conversacion amigable, vino a decir Provecto lo que sigue: FRAGMENTO SEGUNDO PROVECTO Lo que no poco a mí me admira empero Es de Hernando de Vega en el semblante Ver que tiene el aspecto grave mucho I con feas facciones venerable (1). GUSTOQUIO Es esa autoridad de la persona I de la calidad 1 de las canas I de su conocida gran prudencia, Porque es el cortesano más discreto Que segun buena estima, hai en la Corte. PROVECTO Las señales de su fisonomía . Dicen bien su prudencia y gran talento; Pero la vista turnia no promete La fortuna que vemos ha alcanzado; Consérvesela Dios hasta la muerte, Que el fin es el que aprueba más las obras. GUSTOQUIO ¿Qué todavía haceis de esas señales Juicios algunos i aun mirais en ellas? —— (1) Presidente del Consejo de Indias, obispo de Córdoba, i jentil hombre con entrada de la cámara del principe que reinó bajo el nombre de Fe- lipe UI.—M. COMPENDIO HISTORIAL PROVECTO Dígoos verdad que nunca por siguros Los tuve ni los tengo; mas con todo, Algun tanto discurso en estas cOsas, Si bien puro embeleco me parecen. GUSTOQUIO Por tal muchos mui sabios le han juzgado, Mas yo he vivido i vivo con deseo De oir a algun perito deso algo, Para saber si tiene fundamento; I qué es lícito dello, i lo que debe Desecharse del todo 1 no tratarse. I pues a solas i de espacio estamos Suplíicoos me cumplais este deseo. PROVECTO Habiendo vos corrido a Europa toda I en ella a Italia, que con más acierto Es la que deso más alcanzó siempre, Venís a mendigar de un ignorante Que ha pasado su vida entre las armas, En tierra tan sin libros ni consejo Como en la que yo he estado, todo cuanto A que tengo razon, dé algun discurso; Bien os podreis quedar tan deseoso Como llegasteis a tan pobre puerta. GUSTOQUIO Mucho oí en Alemania tratar desto, I más en Flandes que en Italia i Francia; Mas tan diversamente que me tiene Con mayor duda que si nada oyera, Porque muchos hallé que atribuían Tanta certinidad a juicios tales Que por erróneos claros los*repruebo, TOMO XCIV 66 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS O por mui declarados ignorantes; I a otros muchos mui doctos i cristianos Desecharlas oí, con tal extremo De exajeracion tanta, que por esto Deseo saber lo que vos sentis dellas, En cuyo parecer consigno el mío. PROVECTO Pláceme pues, señor, deciros cuanto En eso yo alcanzare; ya figuro Que será mucho menos de lo mucho Que vos habreis oido, i tambien menos Acertado de lo que ser debría Para satisfacer a tal pregunta, Porque, como sabeis, ha muchos años Que ese estudio dejé, que no ex profeso Sino como accesorio lo trataba; I el destierro tan largo que he tenido En tan remotas tierras, me ha privado De adelantar en algo lo adquirido, No me dando lugar a acrisolarlo Conmigo mesmo otros cuidados muchos Que dan obligaciones i pobrezas. Solo es verdad que la experiencia adiestra Sobre cualquier pequeño fundamento; I que viviendo siempre, el hombre gana Nuevo conocimiento de las cosas, Si es de su natural bien discursivo. I así, aunque vos sin duda habreis tratado Muchos que saben más a ojos cerrados Que yo despierto, porque acaso aquellos Los cierran a la luz de la doctrina Evanjélica, santa e imitanda, Para encumbrarse a peligrosa altura, Diré yo lo que siento 1 lo que alcanzo, Sujeto a correccion de mejor juicio Como a la de la Santa Iglesia Madre. COMPENDIO HISTORIAL FRAGMENTO TERCERO Doscanso Primero La Astrolojia o ciencia de los astros, Es curiosa, mui útil i loab!e Para la agricultura i medicina, Como para otras cosas importantes I necesarias a la vida humana, Porque graves autores la celebran Diciendo la aprendieron los hebreos De Abraham, patriarca justo i santo, El cual a los ejipcios sacerdotes La enseñó, ¡ a aquel rei Faretates Cuando de hambre forzado bajó a Ejipto; Habiendo su principio derivado De Set, nieto de Adam, que es tan antigua. Los griegos afirmaron que es de Atlante, Por lo cual fabricaron los poetas Que sustentaba el cielo con los hombros. Plinio dice qne fué su inventor Belo I tambien la atribuye a los fenicios; Luciano dice fué de los etiopes Al principio del mundo celebrada. El inventor al fin aquel que fuere, Ella es célebre ciencia, insigne i alta. GUSTOQUIO Así lo juro yo, 1 por serlo tanto Pienso es bachillería de los hombres Querer hacer sus reglas infalibles, I el querer della bien señorearse, Por lo cual dijo el Sabio: si juzgamos Con gran dificultad de aquellas cosas Que están sobre la tierra tan patentes, Cómo inquirir podremos con acierto Las que están en los cielos i su alteza? 67 68 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS PROVECTO Por eso mismo es ciencia de hombres tales Como se ve en la alteza del objeto, Como por los famosos que la usaron. Milecio fué el primero que la esfera Fabricó, 1 fué notando por sus puntos Con la vuelta del sol, los equinoccios; Eudoxio, nobilísimo i famoso, Escribió della en verso un libro entero; I el jitano Conon, escribió siete. Trató Hiparco Niceo de las fijas (1) I el casto Endimeon notó el primero Los muchos movimientos de la luna, Causa de que finjiesen los poetas El haberse ella dél enamorado. Nicepso, rei de Ejipto, a quien llamaron Emperador justísimo, fué grande Astrólogo i maestro desta ciencia. Tales Milesio 1 Tolomeo ejipcio Ilustraron después los instrumentos Que en su principio había hallado Hiparco; Tel gran Albumasár, 1 fuera destos Nuestro rei don Alonso, a quien por ella De sabio le fué dado el gran renombre, La honró, perficionó, 1 aclaró mucho. Después Pedro de Aliaco 1 Sacro Vosco, Juan Estodio tambien i Monte Rejio, Jerardo cremonés, con otros muchos Que escuso referir por no cansaros; I fuera destos tantos que por suya Se preciaron tenerla, tambien hubo Otros muchos que la recomandaron. I segun dijo Juan Baptista Abioso, Matemático ilustre, mas moderno, Aristóteles muestra que los astros . Tienen entera accion sobre las cosas - Inferiores, sintiendo en otra parte Ser de todas las virtudes deste suelo (1) Estrellas. —/Z. COMPENDIO HISTORIAL Gobernadas, movidas ¡ rejidas Por configuraciones superiores, Por acceso ¡1 recceso de planeta Mayor, 1 de su círculo solemne Que oblicuo comunmente fué llamado; Cosa de que algun rastro alcanzar suelen Los que del mundo son más incipientes, Si bien con malos términos lo digan. Porque ¿quién hai que ignore que el ivierno Frio i penoso, 1 el estío ardiente, De su acceso 1 recceso son causados? I Aristóteles mesmo en los problemas Atribuye a los cursos de la luna La convulsion de los infantes tiernos En el materno vientre contenidos; I es conocida cosa que por ella De la mar son causadas las crecientes. Así que la encumbrada Astrolojía De natural filosofía es cima. Aberroes la sublima con estremo I es uno de los muchos que han tenido Que las cuatro encontradas calidades De los cuatro elementos, aun proceden De virtud de los cuerpos superiores, I aun afirma Platon no hacerse cosa En este inferior mundo que no tenga Destas causas segundas el orijen. Galeno dice ser toda substancia Corporea i¡ animada en lo terrestre, Conjunta a los planetas i a los signos I estrellas del Zodíaco que forman Della sus virtuosas influencias. Damaceno, i con él otros no pocos, De la salud 1 las enfermedades La causa principal les atribuyen, Que Dios rije por sí, dice Boecio, Las cosas todas, mas que las menores Por estas superiores las dispone. Pero Santo Tomás mui claramente Dice esto mismo, que las criaturas 7O MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Menores rije Dios por las mayores; I Jerónimo, docto como santo, Escribiendo a Paulina, se la loa; I el sabio San Dionisio Areopajita Fué astrólogo mui grande i astronomio, Por lo cual conoció ser milagroso El eclipse del sol qne el mundo tuvo En la muerte de Cristo, señor nuestro; I viéndole en Atenas, esclamando Dijo: sin duda el mundo se disuelve O perece el señor de lo creado. I este juzgar sobre la astrolojía Juicio judiciario acá llamamos, I el mismo Cristo, de verdad maestro, En el décimo sexto de Mateo, Abona aquesta ciencia claramente, Donde a los fariseos, saduceos, Dijo: “soleis vosotros por la tarde Decir viendo el sol claro i rubicundo, Serenidad de tiempo hai grande ahora; I viendo a la mañana que está triste, Nublado el cielo, 1 que relampaguea, Que tempestad habrá decis por cierto. Con que quiero escusar otros abonos Pues al dicho llegar ninguno puede. Pero pudiera daros infinitos, Pues casi no hai autor antiguo grave Ni moderno que no la estime ¡ precie, I diga que la ciencia perficiona I de tal suerte es esto que Bibaldo, Gravísimo escritor, en un tratado Doctísimo que hizo de la iglesia Santa de Cristo i de sus perfecciones, Certifica al teólogo i conviene Saber medianamente astrolojía, Por tener la Escritura a cada paso Lugares que mil cosas de los cielos Tratan, del claro sol, luna 1 estrellas; Por lo cual el tan docto como grave Famoso cardenal Camerasense, COMPENDIO HISTORIAL Hizo una mui curiosa concordancia De la astronomía con la teolojía. Así que aquesta ciencia es aprobada, Mui útil 1 importante a muchas cosas, I hasta para el hacerse el hombre rico Es menos vana que la juzga el mundo. GUSTOQUIO Pues probadme vos eso, i vereis como Al momento la estudio con cuidado, I habreis cumplido entera la palabra Que tiene dada al mundo vuestro nombre. PROVECTO Yo sin ser docto en ella, os asiguro Que con sola las reglas jenerales, Primeros rudimentos desta ciencia, Puede alcanzarse a conocer de cuales Frutos el año estéril ser promete, I de cuales promete en abundancia; I esto ya conocido, i previniendo El emplear en los que ha de faltarle, Con mediano caudal i con prudencia, Puede uno hacerse rico fácilmente, Como se ve contínuo en tierras grandes, Donde la carestía pone precios Excesivos e inciertos a las cosas; I así cuentan historias que en un año Solo que conoció Tales Milesio, Astrólogo mui grande, faltaría La cosecha de aceite, quedó rico; I ¿quien quita que no pase lo mesmo Hoi a cuantos supieren desta ciencia Aprovecharse con cordura 1 maña? GUSTOQUIO Digo que me ha cuadrado con estremo Ese consejo, ¡ que he de aprovecharle. 71 22 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Solo quisiera que este primer año Hubiera de tener de vino falta Para emplear en él i desde agora Hacer a Fizga (1) grandes amenazas. PROVECTO A muchos más fizgárades con eso, Mas no sois solo vos el que donaire Hace de tales cosas en el mundo, Por lo cual de los menos son sabidas, Que nadie busca con trabajo mucho La ciencia que aprender estima en poco. Descanso Sogundo GUSTOQUIO Basta; pasá adelante por mi vida, Que esa es pura verdad que yo os confieso. PROVECTO Pues digo que con ser aquesta ciencia Tal i tan estimada como he dicho, Tiene muchas falacias 1 defectos, - Repugnancias, encuentros, | opiniones, - Entre sus más peritos, como todas; Que como solo Dios perfectamente La ciencia sabe, vemos que en las menos Dificultosas siempre el hombre halla Mil dudas por su corto entendimiento; I muchas más en esta que es notoria Cosa que no se toca con las manos, Ni se alcanza a medir con piés ni varas; I asi contiene cosas esenciales Que por verificarse están hoi día; Ni han podido entenderse enteramente, Que, como dijo el anjel a Agustino, Caber en hoyo chico un mar entero Con entereza, es imposible cosa. I aunque la bondad suma mucho quiere (1) Fizga era una buena vieja que bebia bien, i está introducida en varias partes del Coloquio, — El Autor. COMPENDIO HISTORIAL 73 Comunicarse al hombre miserable, Es su capacidad tan corta i chica I su caudal tan pobre, que no puede Comprender en tan angostas sienes La inmensidad de los celestes orbes, Ni las menores perfecciones suyas. Ante es milagrosa maravilla Ver lo mucho que en poco comprende, I admira a los mui sabios la evidencia Con que el humano entendimiento sabe De aquesta ciencia las demostraciones, Que no es con ménos que la con que entiende Que ser dos i dos cuatro es infalible, I con ser cosas que antes de sabidas Parece disparate el proponerlas, Que como me ha sucedido a mí diciendo A quien no sabe el mudo como pasa, Que la luna que ve venir i sale Por el oriente caminar derecha A subir a lo alto de la esfera, No camina hacia allí, sino que lleva Su movimiento propio hacia el oriente, Parecerle mui clara bernardina (1) I que burlaba dél sin duda alguna Siendo tan cierto lo que le decía, Como quien bien lo nota lo va viendo En las crecientes ¡ menguantes suyas; Pues en los quince dias de creciente Desde el poniente a oriente corre el cielo, I en toda la menguante el otro medio, Aunque con el diurno cada día, Como los demás astros, es llevada I da una vuelta al orbe por la fuerza Del primer móvil que, con curso rapto, Lleva todos los orbes tras el suyo. Hace su curso en horas veinticuatro Con ser el superior i mayor tanto, Lo cual es tan así que ya sabido (1) En estilo familiar, mentira. —M, 74 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Así cuadra el humano entendimiento Que otra cosa creer le es imposible, Aunque ya persuadírsela quisieran. GUSTOQUIO Es tan pura verdad lo que habeis dicho Que con no haber parado yo en mi vida En cómo eso pasaba, ni notarlo, I cómo un ignorante lo entendía, He ya echado de ver despues que os oigo Que es eso desa suerte, de manera Que de otra ser no puede ni es posible. PROVECTO Pues dese mesmo modo fácilmente Os daré yo a entender en poco rato Toda la esfera, si gustardes dello. I es el saberla cosa mui curiosa De gusto, i que ya ha sido de provecho En muchas ocasiones, de las cuales Aunque algo me divierta del intento, Una os quiero contar sumariamente Que sucedió a Colon cuando las Indias En su primer principio descubría, Tan admirable como mui discreta. I fué que estando ya casi perdido - En tierra, con dos naos encallado En una isla mui grande de enemigos, De quien es Jamaica el propio nombre, Esperando un socorro bien dudoso, Hecho dellas un chico castillete, Falto de bastimentos i de agua, Siéndole fuerza para sustentarse Haber de rescatarlos de los indios A trueque de las cosas que llevaba, Como todos los días lo hacía Dándoles a entender que ya por horas Aguardaba socorro de los suyos; I conociendo al fin los naturales Su gran necesidad, i que si ellos COMPENDIO HISTORIAL Escusaban el darle vituallas, Presto perecería, 1 sería suyo Cuanto en su fuertecillo había quedado, Se escusaron de dárselas, de suerte Que casi a perecer llegó su jente, Porque de ningun modo las hallaban. Puesto en este conflicto tan terrible, I por su matemática alcanzando Que en la primera luna habría un eclipse Grande de luna, i lo que duraría, Procuró hablar con maña a aquella jente Que de noche mui cerca de su fuerte Llegaban con la luna ¡ voceaban, Significando perecían de hambre Sin hallar que comer, i que por esto Buscando caza andaban en la selva. I enojado les dijo que entendía Mui bien sus intenciones, mas que presto Verían bien como el Dios del alto cielo, Cuyos esclavos él ¡ aquella jente Eran, como les dijo a los principios, Enviaba sobre ellos un castigo grande, Con que su hambre fuese verdadera I pereciesen todos brevemente. I porque le creyesen, prometía, Si la noche siguiente se juntasen En aquel sitio, hacer que desde el cielo Una grande señal Dios les mostrase, Con que claro su enojo mostraría; Así que se juntasen para verla I le avisasen en estando juntos, I luego la señal se mostraría. I admirándose mucho de oir esto, Otra noche siguiente se juntaron, Que era en la que él sabía habría el eclipse, I tenía de empezar como a las once. I juntos en gran número gritaban Pidiéndole mostrase las señales Que prometido había, i aguardando La hora con demandas ¡ respuestas, 75 76 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Que por un indio preso que hablaba La lengua desta isla 1 la española, (De la cual otros muchos allí había, Por ser conjuntas con distancia poca Se entendían ya mui bien) al fin les dijo, Que callando esperasen ¡ notasen Lo que presto verían en el cielo. I llegando la hora del eclipse, Viendo los naturales que la luna Se iba poniendo ascura casi toda, I tomando tambien color de sangre, Creyeron, 1 temblando le rogaron Pidiese a Dios que se desenojase, Que al momento trairían bastimentos Al fuerte para un año, sin rescate, I que le serían siempre mui leales. Otorgólo, i mostrando que rogaba A Dios, puestas las manos, de rodillas, Que su enojo quitase de sobre ellos, Llorando de verdad a Dios Supremo, Porque de tal trabajo le librase, Fué cesando el eclipse, al mesmo paso Que cargados los indios ya venían; I dejando su fuerte proveído De cuanto carecía enteramente, Libró por esta ciencia a sí i los suyos De una precisa ¡ miserable muerte. GUSTOQUIO Cosa admirable i bien acomodada! Bien se dice por eso que las ciencias Son la mayor riqueza de la vida, Nunca loadas bien cumplidamente. Mas vamos adelante, que deseo Que a vuestra judiciaria descendamos, Que de la Astrolojía solamente Hasta aquí habeis tratado sin tocarla. PROVECTO Forzoso ha sido hacer el fundamento En ella, pues que della se deriva, COMPENDIO HISTORIAL Pero volviendo al punto, íbaos diciendo Que no carece de falacias muchas; Pues cuanto a lo primero, casi todos Sus autores en mucho diferencian En sus más radicales fundamentos, Porque unos ponen orbes ocho solos, I estos son comunmente ejipcios, griegos, Árabes, i judíos, i latinos: Platon, Proco, Aristóteles, Aberroes, I casi todos hasta don Alonso. Hermes tuvo opinion de que eran nueve, A quien los babilónicos siguieron. Tebit, i maestre Isaac, i Alberto Magno, I don Alonso, rei i sabio llamado, Sintió que fuesen nueve, i despues ocho Vino a afirmar haber tan solamente. Los modernos, que en hombros de jigantes Para más alcanzar, despues subieron, Afirman que son diez i así lo obtienen. I acerca de los cursos de la octava En que están las estrellas fijas todas, Tienen otra herrería (1) de opiniones, Porque cuantos ha habido desde Hiparco Hasta estos tiempos, se resuelven Diversamente en dos maneras solas. Pero los mas modernos le atribuyen Triplicadas de movimientos varios; El uno suyo propio, a quien llamaron De la trepidacion, i aqueste cumple En años siete mil; ¡ otro segundo Que de la jiracion procede dicen De la novena esfera, i nada menos De treinta i nueve mil durar afirman. I el tercero, el diurno, que es causado De la décima esfera, a quien llamaron Primero móvil rapto, o ya diurno, Porque da vuelta entera cada dia (1) Ruido tumultuoso.—JZ, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Siendo, como ya dije, mayor mucho Que todos los demas, pues ciñe a todos. Mas ¡oh, incomprensible Hacedor Sumo, Cuánto en todo tu gloria resplandece! I estos mesmos modernos, ya afinados En su ciencia, tampoco se conforman Antes de cada cosa, diferentes Opiniones observan i las siguen. Pero antes de pasar más adelante Por tocar algo ya en la Judiciaria, Sabed que destos doctos en el arte Q ue siempre juzgan las futuras cosas Por los aspectos, sitios 1 ocurrencias De los planetas, en diversos tiempos, Unos con mas acierto, otros con menos, I lo mas cierto acaso algo acertando, Tratando desta vuelta tan prolija Que jiracion de la novena llaman, I tanta multitud de años presumen Ha de durar, llegando a juzgar della Que la vida del mundo será piensan, Haciendo este discurso judiciario, Si hubiera de durar mucho más tiempo, El vivir de los hombres no estuviera En lo poco durado ya tan corto, Que de mil años ha bajado a ciento, O por mejor decir a ochenta i menos, En solos cinco mil que ha que fué hecho El hombre, o poco mas; 1en lo restante Menguando en proporcion antes de veinte Mil, nacer i morir serán juntos, O por lo menos el vivir más largo. Si en esta proporcion se va acortando, A la edad de enjendrar, llegar no puede; I si no hubiera de durar el mundo Tanto como aquel círculo en su vuelta, Dios, que supérfluo nada criar supo, Ni que de algun misterio careciese, No le pusiera duracion tan larga; Que, antes de la acabar, se le acabara COMPENDIO HISTORIAL La vida a este inferior terrestre mundo. Pero aunque estas razones cuadran mucho Al injenio sutil i le recrean, Ni tienen certidumbre por apoyo, Ni traen necesidad de cierto efeto. I deste modo son ya casi siempre O las mas veces las que los señores Judiciarios al mundo comunican. I aunque siendo esto así, juzgar se pueden, Más por de risa que por de importancia, No dejan de tener algun misterio, Como despues diré, que es de advertirse. Pero volviendo a aquellas diferencias Que tienen entre sí los deste arte, Todos discuerdan en el movimiento De aquella o esta esfera, en que las fijas Estrellas las figuras forman todas, Que Tolomeo en un grado solamente En cien años se mueven dejó escrito, I en sesenta i seis años el Rei Sabio, I que en sesenta 1 ocho Hiparco dijo, TI Juan de Monte Rejio que en ochenta, I muchos otros en diversos tiempos. I en el de la novena esfera, menos Se ajustan, a quien llaman cristalina; T en el curso de Marte diferencian. I más que todo ha sídoles difícil Acertar juntamente de la entrada Del sol el tiempo en puntos equinocios, Como Leví lo prueba claramente, El cual i Hiparco siempre variaron, I Albateguin i el Rei en la medida Cierta del curso anal tan importante De las mesmas imájines del cielo Formadas de las fijas, tambien tienen Diferente sentir; 1 finalmente Tienen los mas peritos desta ciencia, Otros dos mil encuentros que no quiero Referir por no seros mas molesto. I vengo a resumir que si en aquesta 80 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ciencia que da raiz i fundamento A la imajinativa judiciaria, Hai tanta diferencia de opiniones, ¿Con qué estabilidad, con qué firmeza, O con qué certidumbre el más perito Podrá juzgar por ella con acierto? Con ninguna por cierto a lo que siento, Demas de que estas causas que sigundas Llamamos, aunque inclinan el afecto, No con necesidad al albedrío Obligan, ni le fuerzan a seguirlas. I es sentir lo contrario erroneo 1 falso, I un conocido absurdo o disparate. GUSTOQUIO Luego bien digo yo que ningun caso Debe hacerse de cosa tan incierta, I así aborrecen mucho los mas doctos Aun de la Judiciaria el nombre solo. PROVECTO Tampoco tengo yo eso por cordura, I si no fuera ya hora de negocios Ni estuviera de hablar cansado tanto, Como juzgo estareis vos de escucharme, Porque la Judiciaria me lo dice, Me obligara a poneros de otra tinta. Mas para otra ocasion esto se quede, Que no faltará tiempo de tratarlo. GUSTOQUIO Nunca plática vuestra es fastidiosa, Mas de recreacion, a quien no sea Tan vuestro aficionado, porque tienen Todas las vuestras de provecho mucho, Que cierto os cuadra el nombre de Provecto, COMPENDIO HISTORIAL 31 I no quiero decir en esto todo Lo que siento por ser tan propia parte. PROVECTO Ea, señor, dejemos finjimientos Que son ociosidades conocidas; Habeis de gozar hoi del prado un rato, Que yo tengo que hacer en Casa un poco. GUSTOQUIO Si tengo de ir, mas tan enajenado Estoi de mí cuando con vos me hallo, Que aun de lo más forzoso no me acuerdo, Segun la voluntad se os aficiona; ¿Dónde nos hallaremos a la tarde? PROVECTO Si os place, a la oracion en aquel puesto De la fuente, do anoche razonamos. Con esto se despidieron, i por muchas hojas del libro no vuelve a tratar más de lA materia, hasta que casi en principio del capítulo sesto, cómo casualmente vino a decir Provecto a un criado llamado Velasco, que se enojó con poca causa con otro por algunos remoquetes (1) que le decia: En fin, os atufais de cejijunto Mostrando en todo poco sufrimiento; A lo cual replicó Gustoquio i dijo: GUSTOQUIO Menos le tengo yo, pues no mirando Que hace calor i tan penoso día, | Os quiero ejecutar por la palabra Que me distes ayer de tratar algo Más de la Astrolojía Judiciaria, Con que hacerme sentir que debe hacerse (1) Dichos agudos i satónicos. -—3%. TOMO XCIV 7 82 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Della algun caso, i no menospreciarla Del todo, o a lo menos las señales Que son notables en fisiognomía. PROVECTO Diréos, señor, en eso lo que siento De buena voluntad, sin que lei haga Mi parecer, que es un testigo sclo, IT no de tanto abono cual pedía Cosa que está tan desacreditada. De tres maneras sienten en el mundo Los que he oido hablar de aquestas cosas. Los dos con dos estremos que viciosos Son de ordinario en muchas de su suerte, Que dijo San Crisóstomo por ellos Divinamente, que los más herejes Por inmoderacion han siempre errado, Unos por exceder i otros quedando Defectuosos en lo que debían Sentir de los artículos divinos. l así en esta creencia de esta ciencia Yerran unos por alto, otros por bajo, Otros en medianía más prudentes . Sienten, i tratan della con cordura, En que consiste la virtud más cierta. Los unos la reprueban con estremo, l cual nefanda cosa la abominan, Negando a pié juntilla que los astros Tengan algun poder sobre nosotros, I que con vehemencia, ni sin ella No pueden inclinarnos ni movernos, Ni otra alguna menor correspondencia Tengan con las acciones de los hombres. I así mismo que no hai señal alguna En hombres, de la cual hacer debiese Caso poco ni mucho el sabio o necio. Ni aun para agricultura o medicina Quieren se trate della alguna cosa. I he visto muchos en aqueste tiempo COMPENDIO HISTORIAL 83 Que dan tal opinicn por docta 1 santa, I con tal pertinacia, que ninguna Palabra escuchar quieren en contrario, Como si en nuestra lei hubiese cosa Que tratarse no pueda con disputa, Como en la ceguedad mahometana, Que por faltarles tanta a sus errores, No llegan a razones nunca en ella, T a ciegas la defienden con las armas. I hacer esto el cristiano es necio estremo, Que es doctrina del principe sagrado De la Iglesia, San Pedro, que estaría La fe bamboleando si el cristiano | A dar della razon no se hallanase, Aparejado i prompto; i con fe sola Esto hacerse no puede sin disputa I discurso, en razon i fe fundado; Que son razon 1 fe, las dos hermanas, Lia 1 Raquel; i aunque ésta es más lucida, No aquella ha de dejar el docto i sabio, Pues que Jacob la tuvo por esposa, Que aunque tiene los ojos lagañosos Para alcanzar a ver de las divinas Cosas la luz que es tanto inaccesible; I de la fe, Raquel, hermosa 1 bella, Es menester la vista para esto, No debe la razon menospreciarse. T cuando un mal astrólogo obtuviese Opinion mal sonante i no conforme A las divinas leyes sacrosantas, Caridad sería oirle i correjirle, O no teniendo enmienda, castigarle. Pero si oido, se limita 1 ciñe En lo que es por la Iglesia permitido, Es gran curiosidad ver lo que sabe, I conoce, o que ignora totalmente; Que el profesor de la sabiduría Cristiana, dos personas representa, Una de racional i discursivo, I la otro de teólogo arguyente. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS I so pena de ser estulto claro, Este de aquel nunca apartarse debe, Aun cuando se tratare que es mas esto De fe 1 sabiduría revelada, Porque el que tal hiciese, la fe misma Ni defender sabrá, ni si él es hombre. Mas no quiero decir por esto empero Que es necesario la razon apruebe Las cosas de la fe, ni Dios tal quiera, Que bien sé. yo que en sí su valor tiene. I dejando esto así, volviendo al punto, Hai otro estremo deste mui distante I peor mucho que él entre otros muchos, A quien Santo Tomas mucho condena, Que como estoicos o percilianistas Declarados herejes sentir quieren, Como San Agustin tambien afea, Que de necesidad obran los cielos En los hombres, 1 sin que huirse pueda Lo que está por la suerte destinado, Llamando hado esta virtud celeste, Opinion que Diójenes Laercio Tuvo, i los dos, Demócrito 1 Heráclito, Emperadores libres como graves, Que esta ser suya Ciceron refiere I otros muchos sin ellos mil dislates Erroneos i aun heréticos tuvieron. Pero ¡que maravilla! pues es dado Por premio de la fe el entendimiento De lo difícil, i ha de precederle, Segun San Agustin nos aconseja. Así el Santo Profeta, rei sagrado, "Porque creí, hablé. vemos que dijo, I deste mesmo espíritu movido El Apóstol: "creí i hablé por esto; Que todo es uno así, que por faltarles Fe a muchos de los más bien opinados * Del mundo, i celebrados de su fama, Astrólogos, filósofos 1 poetas, Como en todo lo más, en esto erraron. COMPENDIO HISTORIAL 85 Séneca en su trajedia, 1 Pocidonio, Frenecio, i Juvenal, Lucano 1 otros, I Ovidio en el De Zristibus, diciendo Que ninguna razon divertir puede Lo que está por el hado destinado; I más los babilónicos caldeos Ofreciendo costoso sacrificio A las intelijencias superiores, (Como Filon, hebreo, testifica) Por lo cual amenaza Dios a estos En el cuarenta ¡ siete de Isaías, Porque sin a El venir consultan astros, Pensando es solo un natural ajente, Siendo su voluntad la causa prima. Pero, aunque como digo, es peor tanto Este herético estremo, no carece De culpa alguna, en que primero dije, Porque hai muchos de tal entendimiento Que, aunque bien opinados en escuelas, Es su censura en esto tan acerba Que, en oyendo tratar de cosas destas, Tienen al que las trate por hereje, I le infaman por tal o poco menos. I viendo esta opinion de tanta sangre (1), Piensan los temerosos de conciencia Que solo imajinar en algo desto, Es una culpa que merece hoguera, I tiene este sentir tan escabroso Inconvenientes tantos, que se han visto Por seguirle, mil casos lastimosos. I por acabar ya con los estremos, Antes que oigáis del medio el sentir mío, Os contaré un ejemplo vero ¡ raro Que en Chile sucedió no ha muchos años, I ha causado a aquel reino daños grandes, I vidas muchas de cristianos muertos, I a la hacienda real muchos ducados, Porque veais si sale mui barato (1) De alto linaje. —%, 86 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Este cerrarse tanto de campiña * Sin dar lugar alguno a la prudencia Cristiana, en que escaparse salva pueda; I pasó, i yo lo ví, de aquesta suerte. FRAGMENTO CUARTO Descanso Primero El belicoso reino gobernaba De Chile, con prudencia, un caballero De orden de Calatraba, viscaino, Discreto, buen cristiano i valeroso, Cuyo nombre era, cual me habreis oido, Martin García de Oñez 1 Loyola, De la casa del santo Patriarca Ignacio, que olvidando el propio nombre, El de Jesus le dió a su Compañía; El cual estando mozo en esta corte Fué mucho de la casa de Santoyo, Donde un gran judiciario que allí andaba Tal amistad le tuvo por sus partes Que, sin él lo saber, le alzó figura; La cual vista, 1 haciendo juicio della Al modo que él lo usaba, le dió todo Lo que llegó a juzgar por los aspectos I estado circular de los planetas En la ocurrencia de su nacimiento; Que le diría acaso conversando, (Cosa que entónces no era prohibida Con el aprieto que en aqueste tiempo.) I entre otras cosas muchas que lo escrito Contuvo al cabo dél, pronosticaba Que el año de quinientos i noventa I ocho, sobre los mil la cuenta hecha, Cerca de Navidad, un gran peligro Le amenazaba; pero que si deste Por ventura o cuidado se escapaba, Que sería felicísima su suerte En todo lo restante de la vida. Guardó el papel, notando la creencia, Más por dar a entender que agradecía COMPENDIO HISTORIAL La voluntad que le mostró en hacerle; I pasados despues algunos años Corriendo por su vida mil sucesos, Halló que concertaban con lo escrito Tanto que admiracion le causó mucha, Sin que con todo esto él más creencia En lo futuro diese a lo restante, Ni hiciese caso dello poco o mucho. Vino a Chile, i pasando algunos años, I llegando al ya dicho señalado, I hallándose en frontera de enemigos, Cerca de Navidad, sin acordarse Bien si aquel era el año del peligro, Estando paseándose en su casa, Presente un su criado bien afecto, Sacó un pequeño libro de memoria Que una escribanía de papeles Traía bien guardado, en él puesto El papel del pronóstico ya dicho, Más por curiosidad que por creencia. I visto en él que aquel el año era I mes en que el peligro pronunciaba, Sin haberlo advertido hasta aquel punto, Que ya se hallaba para hacer jornada ' Por tierra de enemigos peligrosa, (Es de creer que de pesar sería) En el fuego arrojó papel i libro. I siendo de la causa preguntada De aquel enojo, dijo la que era, I que, porque creía en un Dios solo, Creer en abusiones no pensaba; Que sin duda hizo escrúpulo, pensando Que pues le daba pena, ya creía Cosa hasta allí loable 1 mui cristiana. Mas lo que se siguió fué un grande estremo De demasiado escrúpulo causado, Porque mandí tocar para partirse, 1 siendo del Cabildo importunado Sobre que no saliese, pues la Pascua Estaba tan cercana, 1 no era justo 38 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS En ella caminar no siendo urjente La causa que a partir así obligaba, (Ruego a que con prudencia mui cristiana Pudo condescender sin nota alguna) Porfió con grande cólera diciendo Que por solo el pronóstico partía, Porque nadie pensase que creencia E: daba a cosas tales, ni esperaba Sino en Dios solo como buen cristiano, Como si el serlo i el ser tambien prudente Fueran contraditorias conocidas. Salió al fin constrastando tantos ruegos, I sucedió al salir un caso estraño, I fué que un perro suyo, manso mucho, Se le puso delante del caballo Ladrando con porfía i estorbando Que caminar pudiese, de manera Que a un ladrillo que dió, puesto derecho Sobre los piés, de un salto con la boca Sacó al caballo de la suya el freno; Aunque otros dicen que él se cayó acaso; Lo cual viendo Justicia ¡ Rejidores Le volvieron a instar que se quedase, Que de la misma suerte oir no quiso, Que como dijo el cordobés prudente: Piensa el grande i poderoso Que el ser terco es gran blason; I el condescender, baldon. Mas dice Lipsio, dijo Marco Antonio: Mas seguro es el consejo Seguir de muchos, si son Tales, que no tu opinion. Partió, que no debiera, i alojado El dia siguiente a orillas de un arrollo Desdichado, que llaman Curalaba, Estando con cuidado, aun sin saberse Causa nueva ninguna que le diese, Si bien era la tierra de enemigos, Mas tal que con escolta menor mucho Con gran seguridad solía pasarse, COMPENDIO HISTORIAL Pero Suetonio esta sentencia dice: Fortuna mas poderosa Ser que sola la razon, Nos muestra la perdición. I es conforme lo que Cornelio afirma: Conservan mas el estado Los consejos atentados, Que no los mui arrojados. Estuvo aquella noche casi toda Con los mas principales de los suyos, (Que en sesenta soldados que llevaba De valor, mil habia por ser tales) En el cuerpo de guardia platicando Sobre el presente estado de su guerra, I al rendir de modorra, un franciscano I docto provincial que con él iba, Que Juan de Tobar era su nombre, Vino a hablarle, 1 dijo estas razones: "Juzgo bien pensará Vueseñoría, Que procede de miedo mi cuidado; I nace de esperiencia conocida. Yo tengo un corazon mui verdadero Que nunca sin gran causa se alborota, I esta noche no puedo socegarle, De que infiero que estamos en peligro Mui grande, por lo cual por Jesucristo, Señor, os pido que mandeis que luego A caballo se ponga vuestra jente, O en arma cuidadosa, por lo ménos», A quien el respondió: Padre, agradezco El aviso 1 consejo que es mul sano; Vuesa paternidad duerma ¡ sociegue, Que yo cuido de hacer lo conveniente;n 1 mandando sacar algo de dulce Le quiso confortar con convidarle. I mas de urbanidad él que per gusto, Obedeció tomando los bocados, Que fueron los postreros de su vida. Retiróse de allí diciendo a todos Que iba para morir a aparejarse; go MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Con que el gobernador quedó loando La bondad del modesto relijioso, I otros riendo del miedo que traia, Que como dijo Séneca, es mui cierto: A sí desprecia i a todos El que desprecia su muerte, Por mostrar ánimo fuerte. Presupuesto lo dicho, es mui del caso Avisaros la causa que a l.oyola Ocasionó abreviase su partida. I fué que dos soldados del presidio De la ciudad de Angol, mal advertidos, Se fueron por frutilla a Longotoro, Regua de indios amigos mul cercana, Los cuales, como a solos, los mataron, I rebelados luego, dieron traza Con sus cabezas levantar la tierra, Cual con menores causas acostumbran I lo han hecho otras veces infinitas. El capitan Vallejo, que a su cargo Tenia el amparo de aquella frontera, - Despachó luego a la Imperial aviso De lo que a su reparo convenia; I fué Nabalburí con el mensaje, Un indio de Molchen de gran estima, Si bien todos traidores con cristianos, Cual muestra bien la trama deste urdida. El cual torció el camino a los purenes, 1 contó todo el hecho a Pelantaro, Cabeza principal de aquellos indios, Con el cual, su traicion bien asentada I lo que por ello hacer debian, Partió con su embajada al buen Loyola, Al cual significó lo mucho que ¡ba En el acudir presto a aquel reparo, El cual con su presencia compondría, I faltando esta i no acudiendo luego, Seria causa de un gran levantamiento Que con dificultad se apasiguase. I luego el mismo dia que Loyola COMPENDIO HISTORIAL Partió de la Imperial, a Angol subia Nabalburí el traidor; dió a Pelantaro Con Millategua aviso del viaje, Para que en el camino postas ponga, I con su relacion lo acuerde todo, Por lo cual Pelantaro con trescientos Soldados escojidos de a caballo, (Que para esta faccion tenía ya a punto, Cual con Nabalburi lo habia acordado) Partió cual rayo, i puso centinelas Como el que bien previsto habia su tierra Los cuales le avisaron como estaba En Curalaba el campo ya alojado; I redoblando postas se acercaron Sobre el alojamiento de los nuestros, I en cuanto alerta estuvo nuestra jente, Aunque era menos que ellos cinco tantos, Temieron su valor, ¡ no rompieron. Amaneció como a las cuatro i¡ media, Que en aquel polo el estial solsticio Es aquel tiempo mesmo; mas con todo Se mostró el día negro, encapotado De una cerrada niebla misteriosa. Viendo nuestros noturnos centinelas Lo poco que con ella divisaban, En vez de esperar más el claro día, Se retiraron algo más temprano De lo que razon fuera, ya entendiendo Que el día aseguraba el campo todo; I ellos i los demas que habian tenido Con el recelo noche toledana, Cual si en Valladolid se hallaran todos, Se recojieron a dormir siguros, Al tiempo que el velar más importaba. ¡Cosa admirable a fuerza del destino! Que un tan solo soldado a aquella hora Dicen no quedó en pié de todos ellos, En que olvidar no puedo una sentencia Célebre del Vega que hoi florece, I al cerrar un soneto afirma i dice: 91 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Que donde tienen fuerzas las estrellas Pocas veces resiste el albedrío (1). Vemos no le han quemado por decilla, Antes por sapiente reputado, Pues no dice: no puede resistirlas, Que fuera sentir mal si lo dijera, Sino que: las más veces no resiste, I así viene a cumplirse su destino En lo más jeneral o casi siempre. Volviendo pues al punto, 1 retiradas, Segun que he referido, nuestras postas, Dormidas de día en sueño de su muerte, I a vista de enemigos que velaban, Viendo el gran silencio de los nuestros, - Rompieron con el real tocando alarma. I viéndolos salir desnudos todos, Les dieron mil lanzadas mui a prisa Sin hallar resistencia alguna en ellos, Consistiendo en la suya la del reino, Porque sin agraviar a muchos buenos, Eran tan valerosos que bastaban Para rendir a muchos más contrarios, Si a caballo cual ellos se hallaran. GUSTOQUIÓ Por cierto estraño caso 1 desastrado De los más lastimosos que yo he oido, PROVECTO Pues si sabido hubiérades los daños Que resultaron dél, con mayor pena Sintiérades el ver su gran destrozo, Por que os quiero decir solo un soneto De muchos que a su muerte le hicieron, (1) Pero si las estrellas daño influyen, I con las de tus ojos nací i muero, ¿Cómo las venceré sin albedrio? Col. Rivadeneyra, t. 38, páj. 377. COMPENDIO HISTORIAL Que por tener un poco de artificio Le pude conservar en la memoria, Que tienen en su medio los cuarteles Un ál (1) que remedando las campanas Del doble funeral, me cuadró mucho, I dice, si me acuerdo, desta suerte: SONETO Es el mejor mortal, prestado estado; TI esta sentencia tal, Loyola oyola, I por un grave mal, pasola sola Haciendo igual su pronunciado hado. El jeneral, desmantelado, helado Quedó, que el inmortal pidióla, 1 dióla Al maestre jeneral, que vió la ola Fatal buscando, a ella llavado, vado. El que el ver lo que aquí se adquiere quiere I cuanto en el vivir ventura tura (2), Mira aun a quien no dió la tierra, tierra. I si quien clara luz tuviere, viere, Ponará a la jeneral locura cura, Pues siempre mucho el que es de tierra, yerra. GUSTOQUIO Bueno en verdad i digno de su causa, Que a mi solo de oirle ha lastimado. PROVECTO Pero volviendo al tanto ¿qué os parece De pérdida tan grande i tantos daños Que se escusaran si este caballero Por sí o por no se hubiera recatado Del pronóstico dicho, con prudencia, I en detenerse solos ocho días, I menos, que ya a el año le faltaban? (1) Contraccion anticuada de a/go.—M. (2) Forma anticuada de dura. —/M. (Continuará) ==> => = e OO e 5 rd n Eu ed pl vue a PA y co ED DS AA Yi ¡EE'S asalta]: |] y LSO SAS PER E ra aaa aa aaa eE ESTUDIOS ARAUCANOS VI — EY — Cuentos araucanos roforidos por el indio Calvun (Segundo Jara) en dialecto pohuenche chileno 1. CUENTOS DE ANIMALES SUMARIO: INTRODUCCION.—1. Cuento del traro con el jote.—2. Cuento del jote con el zorro, —3. Cuento del zorro i del tábano.—3.? Cuento del zorro cón el tábano (otra version). —4. Cuento de un zorro con un tigre.—5. Cuento del zorro i del zorzal.—6. Cuento de un pollito. —7. Cuento de un pajarito, llamado cami- nante.—8. Cuento del zorro, el leon i el armadillo.—9. Cuento del potro libre i la mula.—1I0, Cuento del pan (i el zorro).—11. Cuento del gallo de oro.—12. Cuento del tigre i el zorro. INTRODUCCION Aunque muchos cronistas de las guerras de Arauco nos ha- blan de cantos i poesías de los indios de Chile, aunque sabemos que el arte del orador se apreciaba mucho entre ellos, no se ha conservado ningun documento de los siglos pasados que nos dé una muestra de la literatura araucana. 1 hasta nuestros dias, ni se sospechaba que este pueblo tuviera una literatura popular! 96 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS A Felizmente, gracias a la intelijencia del jóven indio Calvun, a la laboriosidad de mi amigo, don Víctor Manuel Chiappa ia la suerte que me acompañó en mis trabajos, ya podemos decir que no desaparecerá el último individuo de esta raza varonil sin que la posteridad sepa cómo ha trabajado su intelijencia creadora i su imajinacion, cómo se ha reflejado en sus almas la lucha por la vida. Los documentos literarios que tengo recojidos hasta hoi (Agosto de 1896) ya llenarian sin traduccion i sin comentarios unas ciento cincuenta pájinas impresas, i espero que no solo Cal- vun recojerá mas poesías i cuentos entre sus compatriotas, sino que se encuentren otros indijenas intelijentes que puedan servir a otros winkas para continuar m1 trabajo. Solo pocas palabras diré aquí al principio de mis publicaciones sobre la literatura indíjena de Chile, en cuanto la conozco por las comunicaciones de Calvun. Hai que distinguir entre el estilo retórico (weupzn) (1), que se emplea en las ceremonias relijiosas i sociales (en las invoca- ciones de fuerzas sobrenaturales, en las reuniones políticas, las salutaciones i en todo discurso público) ila produccion literaria. Esta última se divide en una parte poética, cantada (qgi/lkatun) i la narracion en prosa, que segun el argumento es cuento (epeu) o relacion histórica (núfambkan). Los cuentos, segun mis cono- cimientos actuales, se pueden dividir en tres clases. 1.2 Cuentos de animales, 2.2 Cuentos mitolójicos, 3.2 Cuentos en los cuales no aparecen ni animales ni seres sobrenaturales. Los que conozco de esta última clase todos tienen un orijen europeo. En la noche se suelen juntar los indios en alguna ruka o de- bajo la ramada i entónces se divierten fumando, narrando i es- cuchando. Cualquier hombre o mujer puede tener la palabra, no hai privilejio, fuera del que da la intelijencia o la costumbre. El orador habla mui despacio, con entonacion monótona, pero pa- tética. Las frases suelen ser cortas, puesto que el araucano no conoce la verdadera subordinacion sintáctica de proposiciones (1) O Zoyautun segun la espresion antigua, empleada todavia por los hui- lliches, pero olvidada entre los pehuenches. ESTUDIOS ARAUCANOS VI 97 compuestas; 1 aun se entrecortan despues de cada par de pala- bras por la intercalacion de "pza; (dicen, se dice) seguido siem- pre de una pausa que el auditorio aprovecha para animar al orador con una sorda interjeccion ¡4e! o ¡40! Solo cuando hai versos intercalados, lo que sucede a veces, se levanta la voz a la modulacion de un canto monótono. En vez de '“pzamu se usa a menudo la partícula "74en que se repite en cada forma verbal. Su significado equivale a una espresion de duda (parece que...... ") con la cual el orador de- clina la responsabilidad por lo referido. Dejo sin traduccion esta partícula, porque en castellano seria mui molesta. + * ok Los cuentos de animales que siguen, no necesitan muchas es- plicaciones. La mayor parte de ellos son verdaderas fábulas en las cuales no seria difícil sacar la moraleja. El indio atribuye a los animales sus propias inclinaciones i vicios, entre los cuales está en primer lugar el juego con sus apuestas (véase los núme- ros 1, 2, 3, 3.2). En el número 8 vemos al leon que abusa de su fuerza i recibe el castigo; el cuento del pan" (número 10) nos muestra al vanidoso que perece por prestar oidos al adulador. El upotro libres (número 9) es el indio mismo en la lucha con el hombre civilizado. El “pollo de oron, finalmente, es un amigo bien conocido de la literatura europea, que probablemente no es de invencion independiente araucana. De fuente castellana seguramente proviene el cuento del pa: jarito (número 7) que es una version simplificada de la "averi- sguacion de la tencan conocida entre el pueblo bajo chileno. El número 5 es un cuento de adivinanzas, i los números 4, 6 i 12 son cuentos épicos, que digamos, de los cuales el primero es notable por sus rasgos humorísticos. | El personaje predilecto de la fábula araucana es, como en tantas otras partes del mundo, el zorro astuto i malicioso, que en casi todos los ejemplos al fin sale vencido por un adversa- rio mas hábil aun. Ser mas astuto que el zorro, hé ahí un pro- blema interesante para el indio. No puedo, por falta de materiales folklóricos, tratar de buscar TOMO 'XCIV 7 98 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS paralelos para las fábulas araucanas entre las literaturas de otros pueblos. Algunos temas, como el de la carrera desigual ganada por un ardid (compáresc especialmente el cuento aleman en que el cangrejo se pega en el rabo del zorro para ganar la carrera) son mui conocidos. No es, sin embargo, necesario que todo lo igual en tales asuntos esté en dependencia mutua, aunque muchos de los cuentos araucanos evidentemente no pueden re- montar a tiempos anteriores a la llegada de los españoles i tal- vez no lo haga ninguno. El cuento araucano que me parece mas antiguo i completamente libre de influencias europeas, el del zorro con el tigre (número 4), contiene un rasgo mui caracterís- tico, que acabo de encontrar en un cuento de los hotentotes- nama i en otro de los suaheli del Africa. En nuestro cuento, el tigre está en una emboscada para sorprender al zorro cuando se acerca al bebedero, El zorro malicia la presencia del enemigo i deteniéndose a cierta distancia dice: “Habla siempre mi agua, cuando quiere que la beba. Por esto tengo que decirle cuatro veces: ¡Quiero beberte, agua! entónces el agua me contesta: ¡Ven a beberme! Por esto: ¡Quiero beberte agua! —¡Quiero beberte agua! —¡Quiero beberte agua!l. No ha- bló el agua. "Parece que mi agua no quiere que la beba, con- tinuó el zorro. "¡Quiero beberte agua!ln Entónces dijo el agua (es decir, el tigre) "Ven a beberme!—¡Oh! dijo el zorro, nun- ca he oido que el agua pueda hablar! ni escapó con toda lijereza. En el cuento de los hotentotes (1) dos leones esperan en la casa del chacal. Éste tiene sospecha cuando estaba a cierta dis- tancia de la casa, pero acercándose despacio a' ella, esclamó: "Casa mia, casa mia! Pero nadie contestó. Entónces esclamó otra vez mas: "¡Casa mia, casa mía! Pero nadie contestó. En- tónces dijo el chacal: “Oh! ¿qué habrá sucedido a mi casa, porque no contesta? O1, Oé—hé!—Cierto que hai algo en la casa! I otra vez mas esclamó: "¡Casa mia, casa mia! Entónces uno de los leones contestó: "Oé—hé!ln i el chacal dijo: "¡Vaya! ¿Desde cuándo puede contestar la casa? 1 escapó. El cuento de los suaheli (2) es bien parecido: El zorro se acer- (1) Véase A. SEIDEL, Geschichten und Lieder der Afrilaner. Berlin (1896) páj. 133. (2) ibidem páj. 227. ESTUDIOS ARAUCANOS VI 09 ca a su casa ive el rastro del leon que se ha escondido en ella; se detiene a cierta distancia i grita: "¡Buenos días, casa! ¡Buenos dias, casaln Pero no obtuvo contestacion. Entónces dijo en alta voz: "¿Qué es esto? Otras veces cuando vuelvo a mi casa i le digo "Buenos dias. me suele contestar. Probablemente hoi hai al- guien adentro.” Entónces el leon cayó en la trampa i contestó: "¡Buenos dias! Entónces el zorro se rió 1 dijo: “¡Oh leon, ya me lo figuraba, que estabas tú adentro para comerme! ¿Dónde jamas has oido que una casa pueda hablar? El leon contestó: “Espérate un poco, ya voi a decírtelo.n Pero el zorro escapó lijero. Sería fácil añadir otras analojías para otros cuentos; pero quiero limitarme a ofrecer nuevos materiales a los que estudian los cuentos i las tradiciones populares del mundo; creo que los materiales, aunque vayan sin comentarios, serán bien venidos porque provienen del estremo sur del continente americano, re- jion que hasta hoi no se ha estudiado en este respecto. ES De los doce cuentos que siguen, yo mismo he apuntado segun el dictado de Calvun los números 1 hasta 7; múmero 32 1 los cuentos 8,9, 10, 11,12 han sido apuntados por el señor Chiappa. He correjido las pequeñas incorrecciones en que a veces incurre mi amigo con respecto de los sonidos 1i—%—n i de y—4, 1 he conformado la ortografía de la zi 2, us con mis propias espe- riencias i recuerdos. Con esto tambien los cuentos apuntados por mí amigo pueden considerarse como un material lingiiístico digno de toda confianza, aunque tanto allí como en mis propios * apuntes pueden haberse deslizado algunas incorrecciones, que talvez mas tarde correjirá Calvun mismo a quien ya he enseña- do a leer mis trascripciones. Para mayor seguridad mandé los cuentos 8 1 9, despues de correjirlos, otra vez a mi amigo, para que los comprobara junto con Calvun. El resultado fué la apro- bacion de casi todas las alteraciones introducidas. Algunas veces, segun el juicio de Calvun, tanto la forma apuntada por el señor Chiappa como la que yo habia propuesto eran correctas. La misma esperiencia hice, cuando yo mismo comprobé con Cal- 100 MEMORIAS CENTÍFICaS 1 LITERARIAS vun trozos que el señor Chiappa me habia mandado en el tras- curso del año pasado. En lo que sigue, todas las palabras que no constan en los dic- cionarios de Febrés o Havestadt, van en cursiva, por lo ménos cuando se encuentran por primera vez. En las formas o traduc- ciones que me parecen dudosas pongo entre paréntesis un signo de interrogacion. Las traducciones que doi son tan literales como lo admite el jenio diferente de los dos idiomas. Me reservo el derecho de publicar mas tarde otras traducciones ménos literales en caste- llano correcto. Una gran parte de los cuentos araucanos apare- cerán en breve en traduccion alemana en los Verhandlungen des Deutschen Wissenschaftlichen Vereins zu Santiago, tomo III. Cuentos de animales 1. EPU T'ARU YEQU KANIN TI. Epu úñam ukudeayun pirkel; namoayu lafken mapu (2). pirkei- nu aru yenu Laxnia. Feimu kudelkeinu iñnei ñi doi levael (3). 2. Feimu amulu enu nanetuye- koamerkei t'aru. —Femkilne, kompañ, pinerkévi aru. | —Fentepun nampoalkave (4) ka- weAu nien, pirkei Varu. (1) El jote (vultur aura) i el traro (polyborus vulgaris) son aves de ra- piña mui comunes. 1. CUENTO DEL TRARO CON EL JOTE (1) I. Dos pájaros "juguemosn di- jeron; iremos a la tierra del mar dijeron los dos, el traro 1 el 7ofe. Entóncesapostaron quién aguan- lara mas, 2. Entónces caminando los dos llevó la delantera el traro. —NOo hagas así, compañero, le fué dicho al traro. —Tan viajero (corredor) caballo tengo, dijo el traro. (2) Lafken mapu aquí debe entenderse por isla en el mar, no como la costa de la tierra firme. (3) Doi levael talvez mejor se traduce «volar mas lijero» de F. /evz volar, correr velozmente. Podria tambien analizarse como simple derivacion de dot «mas» 1 le «estar»; la v en este caso seria solo sonido de pasaje («glíde» segun la terminolojia inglesa) en vez del mas frecuente y o y. Se trata efec- tivamente de quién aguanta mas, 1 no quién vuela mas lijero. La moraleja de la fábula seria el castigo del vanidoso, orgulloso que emprende sin nece- sidad mas de lo exijido. Si el traro no hubiera ido tan lijero, no se habria cansado. (14) Vampolkave cp. V. 138. La idea es: yo! vuelo tan lijero como un ca- ballo corredor. ESTUDIOS ARAUCANOS VI IOI 3. Feimeu puworkei (5) lafken mapu; uñomerkeinu. Ranin lavken kansarkei (6) 'aru. Kanin akuturkei ñi mapu-meu. 2. EPEU KANIN EQU (GURU 1. '"Kudeayu, kanin", pi:kei núri. —Y a, pirkei kanin. Nagai vitta mauwon, 'ankon- maleai; rani pun fentenaai; ka t'an- lin nagtual. “Iñei ñi doipuwaqel wút'e-meu,n piurkeinu. 2. Feimeu urontaayun (3) pir- keinu. Epe rani pun ramtunel kanin ñi Pepele (4): "T'epelekaimi, kañin?n pinerkei. —Tepelekan, pirkel. 3. Ka pachi allún-meu ramtu- nerkei kai núrú: "T'epelekaimi, núrú?n pinerkel núrú. —T'epelelavui went'u? pirkel. 4. Doi allúpun (6) ramtunerkei kanin ka ñi 'epelen. Deuma uwt'ei 3. Entónces llegaron a la tierra del mar; fueron a volver los dos. [En] medio del mar se cansó el traro. El jote volvió a llegar a su tierra. 2. CUENTO DEL JOTE CON EL ZORRO (1) I. “Juguemos, jote." dijo el zo- rro. —Bueno, dijo el jote. Bajarágran luvia; granizo habra; a media noche se acabará; otra he- lada volverá a bajar. u¿De quién el alcanzar a mas en el frio? (2), se dijeron los dos 2. Entónces urondemosn dijeron los dos. Casi a media noche fué pregun- tado el jote si estaba despierto: n¿Estas despierto, jote?n le fué di- cho. —Estoi despierto, dijo. 3. Otro poco rato despues fué preguntado tambien el zorro: ¿Es- tas despierto, zorro?n le fué dicho al zorre. —¿No estaria despierto el hom- bre? (5) dijo. 4. Mas rato despues fué pre- guntado el jote si tambien estaba (5) La 2 de puwarke? por pourkeí se esplica como la pronunciación ingle- sa de poor “pusa:. (6) Xansan es uno de los pocos verbos castellanos que emplea Calvun. (1) El zorro chileno (canis azarae), digno hermano del vu/bes europeo, desempeña el primer papel en los cuentos araucanos por su astucia, sin em- bargo, a veces encuentra un adversario que se la gana (2) Es decir «veamos quién aguanta mejor el frio». (3) Rontan evidentemente es la palabra castellana «rondar», ap.endida de los soldados de la conquista. El significado aqui parece ser «pasar la no- che en vela». (4) La construccion es infinitiva «fué preguntado por su estar despierto». (5) Es decir «cómo no habria de estar despierto un hombre como yo». (6) Alliúpun es formado como fentepun (cp. Febrés $ 195); pero talvez tambien se puede entender doi allá pun mas alta noche, mas tarde en la noche (pun). 102 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS piam, nurú. 1 Tepelekaimi, kanin? pinerkei kanin. Feimeu ela dun- urkei. Feimeu “Eppe lai weda ka- nin., pirkel núrú. 5. Eppe eppe wún "T'epelekai- mi, húri?n pinerkei núrú. Feimeu epe chokon lai, piam. Feimeu ela dunul, piam. Ó6. Ka pachi allún-mu ramtui, plam, kai. "T"epelekaimi, nai ka- nin?n pirkel núurú. Dunurkelai ka- A 7. Feimeu ulapelai weda kaninn pirkel núrú; felmeu witlarkei kin- toavilu kanin; feimeu wis't'a-wis?- Patuyauwi, plam, núro. 8. Feimeu "Chumpeimi am, núrú?n pinerkei núru. -—WiLi- -wisitupen, pirkei. 9. Linay naqpachi wún-meu ramtunerkei núrú ñi tepele. uT'e- pelekann, pirkel. 10. Feimeu wún dumdunike- welu-meu ka ramtunerkel núrú ñí 'epelen. * "Tepelekaimi, núrú?n pinerkei. D'“unuwerkelal. 11. Feimeu nagkintupai, piam, kanin. Feimeu petu lai, piam, núru; mankou-mankunel, plam. 12. Feimu kame wywúnlu-meu naqtuneparkei ¡lotoael; feimeu wúne nentuñmanepal, piam, ñi ne taveichi núrú (14). despierto. Ya tuvo frio, dicen, el zorro. ¡Estas despierto, -jote?n se dijo al jote. Entónces apénas ha- b.ó (7). Entónces ucasi se murió el mal jote, dijo el zorro. 5. Casi casi al alba neestas des- pierto, zorro? se dijo al zorro, En tónces casi helado murió, dicen. Entónces apénas habló, dicen. 6. Otro poco rato despues pre: guntó, dicen, tambien. "¿Estas des- pierto, amigo jote?n dijo el zorro. No habló el jote (8). 7. Entónces "¿no parece que murió el mal jote?n dijo el zorro; entónces se levantó para buscar al jote; entónces bien levantado ca- minó, dicen, el zorre (9). -8. Entónces ¿Cómo estas, (10) zorro? se dijo al zorro. —Estoi orinando, (11) dijo. 9. Al venir aclarando el alba se le preguntó al zorro si estaba des- pierto, "Estol despierto, dijo. IO. Entónces al alba casí com- pletamente clara otra vez se pre- guntó si estaba despierto. ¿Estas despierto, zorro?n se le dijo. No habló mas. 11. Entónces vino a buscar abajo, dicen, el jote. Entónces to: davía murió, (12) dicen, el zorro; estaba pataleando, (13) dicen. 12. Entónces 'al estar bien el alba vino a bajarse para comer la carne; entónces primero fué a sa- carle, dicen, sus Ojos a ese zorro. (7) El jote habla con voz débil para engañar al zorro. (8) Otra vez por ardid. (9) Talvez una equivocacion en los nombres. Parece mas conveniente que el zorro, que ya cree encontrar al jote muerto, lo encuentre bien ergui- do 1 vivo. (10) O «¿qué estas haciendo?» (11) Naturalmente escusa mentida. cp EF. hulllehun orinar. (12) Es decir «estaba muriendo, moribundo». (13) E. mancun dar coces. (14) La construccion es pasiva; 2úrúu es el sujeto. ESTUDIOS ARAUCANOS VI 3. EPEU NAURU KIÑE PATOKIÑ EQU 1. Feimeu “kudeyu, anei pofo- kin, pinerki pat'okiñ. —Ya, pirkei. Chem kudeayu, pirkel. 2.—Kawel-kudeayu, pirkel núrú; elmi pu mapu amoaimi, inche Wwente mapu amoan, pirkei nurú, —Ya, pirkel pot'okiñ. 3.—Tayechi koyam-meu puwa- yu, pirkei núru. —Y a, pirkei pat'okiñ. 4. Feimeu fuiúltuiiltuignau (5). Feimeu t'ipaalu ñi lef núrú, pato- kiñ panan-tuku-kunu-vemorkei (6) kalen-núrú-meu (7). 5. Feimeu amui, piam, ñi lev núrú. Tieu-ple petu levlu pepui, piam, 4aueñ. "Tava-meu pachi-yi- 103 3. CUENTO DEL ZORRO CON EL TÁBANO 1. Entónces (1) "juguemos, amigo tábarmo,u se dijo al tábano. —Bueno, dijo. ¿Qué jugaremos? dijo. 2.—Carrera jugaremos, (2) dijo el zorro; tú andarás en la tierra, yo sobre la tierra andaré, dijo el zo- no (3) —Bueno, dijo el tábano. 3.—A ese roble (4) llegaremos, dijo el zorro. —Bueno, dijo el tábano. 4. Entónces corrieron a cual me- 7or. Entónces estando para salir [con toda] su lijereza el zorro, el tábano se puso así pegado en la enla del zorro. 5. Entónces anduvo, dicen, [con toda] su lijereza el zorro. Por allá todavía corriendo vió, dicen, fru- (1) Esta palabra femen o veímeu (literalmente «por eso» o «de ahi») ha llegado a ser una añadidura tan descolorida, un ripio, que digamos, como el «pues» del castellano No es raro que Calvun principie sus cuentos asi, aun- que enjeneral sirve, como el popular «entónces» (frances «alors» o «et puis» aleman «und da» etc.) para continuar el desarrollo del cuento. (2) Literalmente «jugaremos al caballo», es decir «correr carrera». (3) Es decir, el tábano se arrastrará por el suelo con sus piernas cortas (no se trata de volar), miéntras el zorro puede correr libremente; no me pa- rece probable que el tábano vaya debajo la tierra, aunque pu significa (adeitro». (4) El roble chileno, uno de los árboles mas grandes i mas frecuentes de la Araucania, aparece a menudo en los cuentos (fagus obliqua). (5) Uno de los verbos tan característicos del dialecto pehuenche, que se forman por reduplicacion. Jeneralmente son algo onomatopéicos. La raiz parece ser el verbo antiguo tun «venir», talvez tuel tuel-tun. (6) Una de las interesantes formas verbales con vem «asin intercalado: parece que son particulares del pehuenche; por lo ménos no recuerdo nada semejante en los demas dialectos que conozco hasta ahora, ni en las obras de los gramáticos cp. mas abajo 6, 8. Por lo demas véase E. púnala pegar algo con otra cosa. /uku-kunu cada vez con asimilacion de la primera silaba a la segunda F /%cu, cuno (Febrés, número 184); la primera u en la pronun- ciación de Calvun ¡eneralmente era mui débil ¿ku -2722. (7) meu modifica a kolen; o mas bien, kolen—2irú se debe considerar como palabra compuesta. 104 MEMORIAS CENTÍFICAS I LITERARIAS £aneñ-kunuchi (9),n pirkei núrú. "Cheu chei koapalu a pat O- kiñi?n pirkei, 6. Veimeu i-faueñ-purkei núri. Feimeu uka pichi allún-meu puw- kunukachi ani, (11)n pirkei núru. Feimeu epe epe puwlu lef t'ipa- fem-purkei patvokiñ. Feimeu weu- nerkei (12) núrú. 7.—Eluen ñi ran, pirkel pat'okiñ. —Pilan; ilotukeliu! pinerkei pa- tokiñ. 8. Feimeu wicha-konarkel po- Vokiñ; pataka, epu pataka, kechu mari, kayu mari akun-ke-femarkel pat'okiñ. 9. Feimeu/ompuñmanerker(15). Veimeu lraneamtokunierkei. Mo nelen rulmel, piam. Feimeu mone- lechi patokiñ únaturkeeyu pu púta. IO. Feimeu ko-meu amul, piam; tilla (8). "Aquí quiero ponerme un poco a comer frutillan, dijo el zo- rro. "¿Dónde está viniendo el mal tábano?n (10) dijo. 6. Entónces se puso a comer frutilla el zorro. Entónces uotro ratito mas ya vol a llegar, dijo el ZOIrO. Entónces casi casi llegando, li- jero fué a salir así el tábano. En- tónces se lo ganó al zorro. 7. —Dame mi apuesta, dijo el tá- bano. —No quiero;(13)¡ [cuidado] que no te coma! se le dijo al tábano. 8. Entónces recojió mozos (14) el tábano; [a]Jciento, [a ]doscientos [a]cincuenta, [a]sesenta vinieron siempre llegando los tábanos. 9. Entónces fueron a entrarle por todas partes. Entónces dió la muerte [a] muchos. Estando vivos fueron a pasarle adentro, dicen. Entónces los vivos tábanos le mor- dieron dentro de la barriga. 10. Entónces fué al agua, dicen, (S) xaueñ o taueñ (fragraria chilensis). (9) Interesante composicion verbal que encierra al sustantivo 4aweñ en- tre el verbo ¿ «comer» i el verbo kunmu «poner» Cp. lo mismo mas abajo i-haueñ purkeí. Los gramáticos análizan esta forma verbal en chi como pri- mera persona del imperativo; espresa la voluntad del que habla; cp. mas abajo puwkunuracht. (10) Pregunta irónica del monólogo. (11) No puedo esplicar esta palabra, que solo parece dar mas fuerza a la forma verbal anterior. (12) ¿es u na e etimolójica que por influencia de la r casi se convierteen20- . Compaárese el mismo fenómeno fonético en ingles str, her, fur pronun- ciados de la misma manera, i bien semejantes a la silaba araucana ner, solo con la diferencia de que la r en araucano no se pierde como en el sur de Inglaterra, sino se pronuncia como allá en dyy, bride. La forma weunerkei es pasiva «el zorro fué ganado», como si se dijera «fué vencido». (13) Literalmente, «no digo», espresion mui frecuente de la negacion. (14) El tábano que solo no puede defenderse contra la amenaza del zorro 1 no puede hacerse justicia va en busca de sus compañeros, como si fuera, juntando soldados, mocetones (+oxa); bonita ilustracion del dicho «union fait la force». (15) No sé si se relaciona con E. /om profundidad de quebrada, rio, etc. No encuentro otra palabra en los diccionarios. Calvun tradujo libremente «le corrieron por el cuerpo 1 picaron». ESTUDIOS ARAUCANOS VI 105 úutuvtokupui pu ko. Feimeu úna- tu-nie-kaayu (16) pat'okiñ. Felmeu ka amurkei lemu-meu. Feimeu inaltu lemu llanamnerkel. 3.2 EPEU NÚRÚ EQU PATOKIÑ se arrojó al agua. Entónces conti- nuaron a morderle mas todavía los tábanos. Entónces otra vez anduvo al bosque. Entónces a ori- lla del bosquefué matado| de ellos]. 3.?* CUENTO DEL ZORRO CON EL TÁBANO (*) (Contado por el mismo autor algunos meses mas tarde) 1. Penerkei pat'okiñ,. perkeyu nurú. —Kudeayu, anei pat'okiñ, pir- kei núrú. —Ya, pirkel kudeayu? pirkei. 2.—KawelAkudeayu, pirkei núú. pat'okiñ. Chem —Ya, pirkei pat'okiñ. —Eimi pu mapu amuaimi, in- che wente mapu amuan, pl plam, nurú. —Y a, pirkei, pat'okiñ. 3.—Tiyechi fotta koyam-meu wit'apoayu, pirkei nurú. —Ya, pirkei patokiñ. 4. Vei ñi tipayanle levlev núrú, panantukulu-kunu-femi, piam, ka- lel ñi relmu (1) patokiñ. 5. Amuli, piam, núrú. Fent'epun lefui, piam. Tieu-ple motte pel, piam, Áaueñ. "Púchi yi-4aweñ-kunuchanin, pi, plam, núrú. Fem:i, piam. Vele- pukei. "Cheu chi kapalu weda pa- t'okiñ?2n pirkei, piam, núrú. 1. Fué visto el tábano, lo vió el ZOrro. —Jugaremos, amigo tábano, di- jo el zorro. — Bueno, dijo el tábano. ¿Qué jugaremos? dijo. 2.—Carrera jugaremos, dijo el ZOITO. — Bueno, dijo el tábano. — Tú inas en la tierra, yo Iré so- bre la tierra, dijo, dicen, el zorro. —Bueno, dijo el tábano. 3.—En ese gran roble nos pa- raremos, dijo el zorro. -- Bueno, dijo el tábano. 4. Cuando ya queria salir lijero el zorro, se puso así pegado, dicen, en el arco del rabo el tábano. 5. St fué, dicen, el zorro. Tanto se apresuró, dicen. Por allá mu- chas vió, dicen, frutillas. “Un poco me quiero poner a comer frutilla”, dijo, dicen, el zo- rro, Así hizo, dicen. Allí estaba pa- rado. ¿Dónde está acaso viniendo el mal tábano?. dijo, dicen, el zo- rro, (16) —haayu asimilacion por—kaeyu. Esta fabula es una de las mejores de Calvuan. El zorro que quiere embaucar a otro, resulta vencido por la as- tucia 1 a consecuencia de su propia golosina; se resiste a cumplir con su palabra 1 cae bajo la fuerza de los débiles que van unidos. (2) Esta version fué apuntada por el señor Chiappa en Julio de 1896, cinco meses despues de la primera. La pedi para averiguar hasta qué grado las palabras del cuento eran fijadas por la tradicion ¡cuánta era la parte inte- lectual de Calvun en la redaccion. Se ve que solo pocas palabras caracteris- ticas se repiten en la misma forma i que esta version es superior en el esti- lo poético. (1) £. relmu el arco iris. Aqui se aplica al rabo arqueado del zorro, ro6 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS 6. I-faweñkei, piam, nakonkiei, piam, kalen-mu pato- kiñ. "Puwkunukachi ani, weuku- nuvichi weda pat'okiñ,. pi, piam, núri. Lev vui, plam, nurú. 7. Tieu-ple pei, piam, 4az- tan (2). «Púchi yi-£anían kunu- cheani, pi, plam, nuru. Cheu che kapalu weda pato- kiñ2w pi, plam, núrú, Veimu, piam, yi 4entan u"Puw- puw- pukunukacheanel, pi, piam. Amui, piam, lev núrú, eppe t'ipau- pulu, nur; pa- piam; fentepun lev, 8. U2g! (3) pi, tipapui pat "okiñ Uzkerkelewi i wún levlu nuúrú. Weunel, piam, nuru. —Weueyu, anel nuru, piam; elluen ñi weu, pinel, núrú, —Pilan. Lanamketueliu, weda pat'okiñ, pi, piam, núrú. 9. Veimeu pavokiñ, piam, ('ipal ñi wicha-kona-yael. Akui, piam, patvokiñ: epu ke pataka, kúla ke pataka, meli ke pataka wel kayu ke pataka. 10. Lrompuñmarnet, plam, nurú. talgamniel (2) plan, núuru. Mone: len rulmeyei, piam. Venmuoeu pu put'a, plam, únatunel ka. piel, piam, 11. Veimeu lev mawi, plam; namuchi ko-meu! amuchi ko-meu!. pi, piam. Puwel, piam, ko-meu; útúftukupul, piam, ko-mev. Liom- puñeyu, piam, pat'okiñ; epe Urvivúl, plam, núrú ko-meu. 12. Veimeu weyel t'ipal, piam, 6. Comió siempre frutilla, dicen el zorro, pegado estaba, dicen, en el rabo el tábano. “Yo voi a llegar allá, ya voi a ganarle al pobre ta- hanon, dijo, dicen el zorro. Se apresuraba, dicen; tanto se apresuró, dicen el zorro. 7. Por allá vió, dicen, muritlla. "Un poco voi a ponerme a comer murtillan; dijo, dicen, el zorro. u¿Donde acaso está viniendo el pobre tábano?n dijo, dicen el zorro. En seguida, dicen, comió mur- tillas. 1" Lijerito vol a llegar allá,n dijo, dicen: Pué, imieeh) hero el zorro, Casi casi yendo a llegar sa- liendo. | 8. Uz! dijo, llegó saliendo el tábano. Jadeando estuvo con su boca al correr el zorro. Fué vencido, dicen, el zorro. —Te lo gané, amigo zorro, se le dijo, dicen; dame mi apuesta, se le dijo, dicen; al szobrRo: —No quiero, Que no te mate, mal tábano! dijo, dicen, el zorro. 9. Entónces el tábano, dicen, salió para juntar mocetones. Lle- garon, dicen, tábanos: a doscien- tos, a trescientos, a Cuatrocientos o a serscientos. 10. Seapzlaron, dicen, en el zorro, a mordizcos se los comió, dicen, el zorro. Vivos pasaron adentro; di: cen. Entónces en la'barriga, dicen, fué mordido tambien. 11. Entónces corriendo se fué, dicen: ¡quiero ir al agua! quiero ir al agua! dijo, dicen. Llegó, di- cen, ¡al agua; ses amo dicen al agua. Se pegaron en [el zorro], dicen, los tábanos; casi se ahoga- ba, dicen, el zorro en el agua: 12. Entónces nadando salió, di- (2) No sé que especie de Myrtus es: talvez lo mismo que 14%. uñique da una fruta grande. (3) Uíg es onomatopéico para indicar el zumbido del tábano. ESTUDIOS ARAUCANOS VI 107 ko-meu. "Lemu-mu amúchi! lemu mu amúchi!l" pl, piam, núru. Levvúi, piam. Doipa'okiñ, piam, Fompuñmaeyu. Inaltu lemu puwlu l:a1, piam, núru; lanameyu pot'o- kiñ. 4. EPEU KIÑE NURU KA KIÑE TIARE (1) I. Veimeu mase-yeworkei (2) tinre yenu kiñe nusú. Feimeu yaf- kourkiu; (3) nierkei lamnen nurú. 2. Feimeu iparkei lanamor- keavel núrú. Feimeu t'iparkel kiñe koyam-mu; fauv'eñ-meu molérkel núrú; kat'i-£azu-mekerkei. Felmeu pepurkeyu (4) tinre. 3. —Chumpeimi, (5) núru? pine- purkel. —Kati-4azu-pen: koom (6) wai- chevarkeallo (7) mapu, pirkel. Feimeu P'arintskualu inche fei ta- vachi koyam-meu: fel tava waiche- vurkenoalu, pirkei nuru. cen, del agua. “¡Al monte quiero ir! al monte quiero ir!n dijo, dicen, el zorro. Se apresuró, dicen. Mas tábanos dicen, se pegaron en él. A la orilla del monte llegando murió, dicen, el zorro; lo mataron los tábanos. A. CUENTO DE UN ZORRO 1 TIGRE UN 1. Entónces un zorro fué sobrino de un tigre. Entónces se enojaron los dos; tuvo una hermana el zorro. 2. Entónces salió para matarlo el zorro. Entónces salió a un roble; en la sombra estuvo el zorro; es- tuvo cortando lazos. Entónces al- canzó a verlo el tigre. 3 —¿Qué estás haciendo, zorro? se le dijo. —HEstoi cortando lazos: toda va a darse vuelta la tierra, dijo. Por eso estol por amarrarme yo en este roble aquí: éste no va a darse vuel- ta, dijo el zorro, (1) tiínre es la palabra castellana «tigre» araucanizada. Calvun conocia. tambien la palabra indijena nawel, pero, segun su opinion Zimre era mas usado 1 mas claro. El zawel de los araucanos no puede ser otro que el tigre americano, llamado jaguar (felís onza), que segun dicen los zoólogos solo se encuentra al este de la cordillera. Sin embargo. me parece algo singular que no hallándose el animal en Chile, su nombre sea aqui tan conocido. Se encuentra en varios nombres jeográficos ies mui frecuente como segundo elemento de los nombres de los indios chilenos, jeneralmente abreviado en nau o nao e. e Raninao por Raninawel (medio tigre). (2) mate es una de las muchas palabras reciprocas de parentesco; espresa la relacion entre el tio paterno ¡1 sus sobrinos o sobrinas. made-ye-4- vkcí literalmente significa «se llevaron (tuvieron) por mate uno al otro». (3) yalkourkigu por yaftourkeíma, cp. E. yavn estar apartado. No entien- do la silaba %o. «Se enojaron» es traduccion de Calvun; mas exacto seria «se apartaron como enemigos». (4) La silaba pu en las formas verbales que aparece varias veces en este trozo es evidentemente el verbo pou, puw «llegar». Cp. Febrés número 195. (5) El interrogativo chum «como» conjugado; pe—ver, parecer (Febres número 192) «cómo, en qué estado pareces tú?» en seguida se emplea pe casi como Je, 2e, perdiendo casi su significado propio: visiblemente, aparen- temente estoi haciendo algo, como en kat'i-4azu-pen. (6) hoom, la o larga que principia cerrada 1 termina abierta; forma interme- dia entre Lom hacom. (7) E. huaychivun probablemente por huaychivun. La forma en /u espresa duracion; con la a del futuro corresponde segun los gramáticos al participio latino en Zurus. 108 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 4. —Fei úrkemai. Inche t'arinta- kuyagen kai, pirkei tinre. —Fei úrkemal. Emi wúne t'arl- konaimi, pinerkei tinte. Felmeu kame mafulueimi (8) tavachi ko- yam.meu pinérkel. Feimeu mafol-tokuúrkei; (9) wis'Vakunurkei. Veimeu tarinto- kuneérkei, Fentepun úfintokuner- kei, Feimu “moatte úfintokukelir, pirkei tinre. 6. Upan-Varintokuel (10) kin: tulnérkei faria (11) mamal. Fei- meu zvina-koteienerkel (12). —Femkeeli, (13) male nurú pinerkefui nuru. —Chem-meu kapa-lanamkcen, weda tinre? pinerkei tinre. Epe !lanamkununeérkei. Veimeu t'ipaturkel fta ka mapu núru. 7. Alirún-meu kintunerkel tinre. Feimeu perkeeyu núrú ñi lam- nen; felimeu eppe larkei. Feimeu pepuel namayepurkeyu ñi maáe ñawe; naituneputurkei (14). 8. Feimeu t'ipatulu tinré: 0" IKi ñe Ina (15) lanamaeyu eimi,r pinerkei núrú ñi lamnen. —Chem-meu inche lanamaen, fia made? pirkei núrú ñi lamnen. ———— 4.— Así es de veras, pues. A mí me amarrarás tambien, dijo el tigre. —Así está bien. Tú primero en- trarás al amarrar, se le dijo al tigre. Entónces bien abraza tú este roble, se le dijo: 5. Entónces se puso a abrazar- lo; parado se puso. Entónces fué dejado amarrado. Mui apretado fué dejado. Entónces no me aprie- tes mucho, dijo el tigre. 6. Acabando de amarrarlo fué buscada una varilla de palo. En- tónces fué azotado tenazmente. — No me hagas eso, sobrino zo- rro, se le decia Al 2omos —¿Por qué quisiste matarme, mal tigre? se le dijo al tigre. Casi fué dejado muerto. Entón- ces salió a mui otra (distante) tie- rra el zorro. 7. Algun tiempo despues fué buscado el tigre. Entónces lo vió la hermana del zorro; entónces casi se moria. En- tónces ul verlo lo lloró mucho su (hija) sobrina; pasaron a desatarlo. 8 Entónces saliendo el tigre: “En el acto te mataré a tín se dijo a la hermana del zorro. — ¿Porqué a mí me matarás, (padre) tio? dijo la hermana del ZOYTO. (8) mafulu comparado con mafal-tzleu en el párrafo que sigue, icon E, mavuln abrazar, es un ejemplo para la asimilacion de la %, 2 ala u si- guiente, que es tan frecuente en este dialecto. cp. Akuma, tuleu etc. mas arriba. (9) La ú de mafoltakuiirhei sera la u refleja (Febres número 82). (10) upan «acabar» es compuesto deu «ir» 1 fa «venirp=venir del ir haciendo, cp. frances venir de faire. Febrés solo menciona utun i uduama como compuesto de 117. (11) Jar ¿fa la palabra castellana «varilla». (12) wima cp. V. 110. kete cp. Febrés cutenún ser pertinaz 1 porfiado. Ana- licese: wima-kote-ye-ne-"kei «fué llevado tenazmente azotado». (13) femkeelt, el adverbio fem «astr conjugado. Aquí está la forma comple- ta. $ 5 úfin-tolcu-keli es la misma forma con contracción de las dos e=keell, (14) nattu-ne-pu-tu ricei, en Febres está nal/un desatar; la forma es pasi- va, sujeto el tigre. (15) leiñe ina literalmente «un seguir»=en seguida, se encuentra a me- nudo en los cuentos de Calvun. ESTUDIOS ARAUCANOS VI —Kiñe ina kintoaviyu núrú, pir- kei. 9. Feimeu kintunerkel núrii. Petu devlu (16) pepurkeyu tinre. —Chumpeimi, núrú? Tova me anta (17) laqalmi fachi anto; fente ku'ankaqen mi wedañmanen, pinérkei núrú. Chumael devpeimi? pinepurkel. I0.— Chumael fei pien, made, petu kom avalu inchiñ? pirkei núril. Feimeu:—Chem dunu mealeam? pirkel tinre. —Kom avalu inchiñ, male, pi- nerkei tinre. Koom porai wenu mapu che, (18) pirkei núrú. Tiye ñi pran che, pirkei núrú. 11. Feimeu pora-kinturkel tinre. —Cheu? pirkei. —Toye ta tofei! Kame pra kin- tulene mai! pinerket tinre. Feimeu kame pra-kinturkei; fei- meu núrú lev t'ipaturkei. 12. Allú mapu-tulu ula, feimeu naq-kintuturkei tinre. "nNelai chem no rume, pinérkei núrt. Feimeu pe neveturkela: (19) núrú. ¿Chumkunuaviá chei, weda ni- rú?n pirkei tinre. 13. Ka peputurkevi lamnen, HUrú. ñ 109 En el acto iremos los dos a bus- car al zorro, dijo. 9. Entóncesfué buscadoel zorro. Miéntras estaba haciendo cor- deles de junguillo lo vió el tigre. —¿Qué estás haciendo, zorro? Este dia moriras hoi; tanto me has hecho enfermo [con] tu maldad, se le dijo al zorro. ¿Para qué estás haciendo cordeles? pasó a decirle. 10.—¿Para qué me dices esto, tio, cuando todos vamos a perecer nosotros? dijo el zorro. Entónces:—¿Qué cosa hai? dijo el tigre. — Todos pereceremos nosotros, tio, se le dijo al tigre. Todos su- bieron arriba los hombres de la tierra, dijo el zorro. Allá está arrl- ba la jente, dijo el zorro. 11. Entónces arriba buscó el tigre. — ¿Dónde? dijo. —Allá [están] ellos! Bien busca arriba pues! se le dijo al tigre. Entónces bien buscó arriba; en- tónces el zorro lijero salió, 12. Estando a mucha tierra (= distancia) despues, entónces abajo volvió a buscar el tigre. "No hai nadan, se dijo al zorro. Entón- ces ya no se le vió al zorro. "¿Qué le haré ahora al mal zo- rro?n dijo el tigre, 13. Otra [ vez] volvió a ver a la hermana del zorro. (16) La traduccion de dev «hacer cordeles o lazos de junquillo» fué dada por Calvun. En los diccionarios no está ] la palabra. El significado primitivo será mas sencillo; por ejempló «torser». Petu significa «todavia, aun»; se aplica a la accion inconcluida. (17) Calvun tradujo tava me anta «este dia», No entiendo el uso de ze aqui: (18) Puede analizarse oieo. loom parai wenu=mapu che toda pasó a la tierra de arriba (el cielo) la jente. (19) pe-ne ve-tu-rke-la—1, la forma es particular porque siendo pasiva (72e) tiene demostrativo (ve). Talvez deberá leerse Peneweturkelas «ya no volvió aser visto mas (we )». TIÓ MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —Kiñe ina eimi lanamaeyu, pi- neputurkel núrú ñi lamnen. —Inche chem-meu lanamaen? pirkei tavichi domo núm. Kiñe Ina Aovtuaviyu, pirkel. 14. Feimeu fovtunerkei nur. Ka penerkei; ka mapu penerkei. Feimeu: —Tiye ñi kapan núrú, ma- Le, pirkei taveichi díomo núrú. Chem nanen elelaviyu wedañma? pirkei. Kiñe ina lraofalo (20) eimi, pi- nerkel tinre. Feimeu lraofalurkei. Kaparkei nurú. Feimeu nama-n>manérkei domo núrú. 15.—Chumpeimi, aña? (20?) nema-nhamaneimi? pinepurkei ta- veichi d'omo núrú. —Lai tayu. male yem, weda povó, pinérkei taveichi wentu nuru. —Fei úúkemai; deuma larkei(21). Yu fcha ke che yem laiyam, me- li rupachi fecha ke perkukei, pir- kei taveichi went'u núrú. Allú ma- pu wis't'akunupurkel.. | 16. Feimeu taveichi domo núrú: — Perkúkane, male! pirkel tinre. Feimeu perkúrkel. uOo! cheu no rume perkúi lan, pin malelai (22), fente 'eman aÁkoa- palaviñ,n pirkei núrú. Feimeu lev'kolen t'iparturkei. En el acto a tí te mataré, se le dijo otia vez a la hermana del ZOrrO. - —¿A mi por qué me matarás? dijo esa (hembra) zorra. En el ac- ta le acechareimos, dijo. 14. Entónces le acecharon al ZOTTO. Otra [vez] fué visto; otra tierra (=léjos) fué visto. Entónces:—A'lá está viniendo el zorro, tio, dijo esa (hembra) zorra. ¿Qué trama le ha- remos al malvado? dijo. En el acto finjete muerto, se dijo al tigre. Entónces se finjió muerto. Vino el zorro. | Entónces estuvo llorando, llo= rando la (hembra) zorra. 15.-- ¿Cómo estás, hexmanita? llorando, llorando estás? se le dijo a esa (hembra) zorra. —Murió nuestro tio, oh; malo tonto, se le dijo a ese (macho) ZOTrO. — Así está pues, ya está muerto. Nuestros antepasados, oh, [cuan- do] murieron, cuatro veces se pe- yeron fuertemente, dijo ese (ma- cho) zorro. A mucha distancia se quedó parado |el zorro]. 16. Entónces esa(hembra) zorra: —Péete, tio, le dijo al tigre. Entónces se peyó. Oh! en ninguna parte se peen los muertos, nadie lo ha dicho, tan viejo [que] estoi no lo he oido [ nunca]. dijo el zorro. Entónces corriendo salió. (20) l aofalo=1'aufalu muerto se finjiendo. (20%) ñaña segun Calvun es una espresion de cariño por /ammnen. No está en los diccionarios. Será sin embargo antigua, puesto que en Xeshuwa (cp. MIDDENDORF) aña es «hermana de una mujer». La palabra está en uso tambien entre el bajo pueblo chileno en el significado «de hermana mayor O ama.» (21) La idea de esta frase es concesiva: (que esté muerto, pues, pero...... (22) Literalmente: decir no hai. EXPO E > e s Di os SA ESTUDIOS ARAUCANOS VI 17. Feimeu: :.Eimi kime ina lan- amaeyu,» pinerkei d'omo núril. —Lanamkeli,maLle, pirkei; kini- niemavih ñi patokokemum; feimeu £ov“tuavimi, pinérkei tinre. Feimeu: "Yan pirkei. Penelku- nulelnerkei (23) taveichi ko. Vei- meu Aovtunerkei núrú. 18. Feimeu rani ante konpur- kei ñi ko-meu. Kanentupurkel, (24) felmeu alltú mapu wit'akunupur- kei. Veimeu: Dunukei tañi ko ñi kapa-potokoneyem,n (25) pirkei núrú. Veimeu: 1Patoko - payayuam kó!n pirkei núrú. "Meli rupachi vel piviúm ñi ko, "potokopakaen!» pikeeneu ñi kon. 19. Feimeu: fei pirkei 1Potoko:- paeyuam, ko! — patokopaeyuam, ko!-patokopaeyuam ko! — D“unu- lai ñi ko. :¡Kopa-patokoneperkea- vúl? (26)n pirkei núrú. “Potoko- paeyuam, kó!n Feimeu: "Potokopakaen" pir- kei taveichi ko. ¡Oo! cheu no rume dunun ko pin malelai!» pirkei núru; lev t!1- paturkel. 20. Feimeu t'ipaturkei tinre. Ka peneputurkei domo núru. IT11 —t 17. Entónces: "A tí en el acto te mataré,n se le dijo a la (hem- bra) zorra. -—No me mates, lo, dijo; tengo conocimiento de su bebedero; en- tónces le acecharás, se dijo al tigre. _Entónces: "Bueno dijo. Le fué mostrada esa agua. Entónces le acecharon al zorro. 18. Entónces a medio dia se acercó a su agua. Tuvo sospecha; entónces a mucha distancia se quedó parado. Entónces: "Habla siempre mi agua [cuando] quiere ser bebida por mín, dijo el zorro. Entónces: ¡Vendré a beberte agualu dijo el zorro. "Cuatro ve- ces esto diciendo yo a mi agua, u¡ven a beberme!n me suele decir mi agua. 19. Entónces eso dijo "¡Vengo a beberte agua! —vengo a beberte agual—vengo a beberte agua!n— No habló su agua. Parecería que- rerserbebido?n dijo el zorro. 1 Ven- go a beberte, agua!n. Entónces: "Ven a bebermen di- jo esa agua (27). “Oh! en ninguna parte se ha dicho [que] el agua habla! dijo el zorro; lijero volvió a salir. 20. Entónces volvió a salir el tigre. Otra vez fué vista la (hembra) ZOTrA. (23) Penel-kunu-lel=-nerkeí es un forma interesante porque muestra cla- ramente la formacion de nuevos conceptos por la composicion de otros mas sencillos. Penel—«hacer ser visto» tomó el significado del verbo simple «mostrar» i en seguida se trata formalmente como tal, añadiéndole los ver- bos auxiliares 2uzu (poner) —lel (dejarle) —z2e (ser) —r%e (fué probablemen- te) —/ (demostrativo). (24) ka-nen-tun literalmente «tomar por otra cosa», segun Febrés sig- nifica «desconocer, achacar, echar la culpa» Calvun tradujo «maliciar»= sospechar. (25) pato-lco «beber agua» ha tomados el significado jeneral de «beber». (26) Nosotros espresariamos la ilea negativamente: parece que el agua mo quiere que la beba. (27) Naturalmente es el tigre el que habla 1 se traiciona. 112 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —Kiñe ina lanamaeyu; núlaviñ tami lamnen, pinerkei taveichi d'omo núrú. —Chem-meu lanamaen inche, male? pirkei. Kiñe ina wichalavi- mi kadku (28) Vewa. Kimnieviñ cheu ñi ñonam-kaweAu-kemum, pirkei tavichi domo núrú. 21. Veimeu wichalnérkei meli kalku tVewa ñi lanamaeteu. Feimeu pepurkeyu kizu tinre. 22. "Marimar, núrú,” pinepur- kei. Feimeu kame elurkei núrú. Veimeu levkolen t'iparkei. Fei- meu koala kalku t'ewa-meu rumér- kei; kiñe kaXku t'ewa fei núrkeeyu. Feimeu lanamnerkel. 5. EPEU AURÚ YVEAU WILKI 1.—Kudey nuru. —Ya, pirkei wilki. Chem kude- ayu? pirkei wilki. —Inche vei pian; kom kimaimi, pirkei núrú. —VYa, pirkel. 2. Feimeu fei pirkei núrú. Pregunta: Kunulei rúppú meu. u, anal wilki, pirkel —En el acto te mataré; no he pillado a tu hermano, dijo a esa (hembra) zorra. —¿Porqué me matarás a mí, tio? dijo. En el acto convidarás pe- rros galgos. Tengo conocimiento dónde [está] su lugar para amansar caballos, dijo esa (hembra) zorra. 21. Entónces fueron convidados cuatro perros galgos para matarlo ellos. Entóncesfué a verlo el tigre solo. 22. "Buenos dias, zorron, se le dijo. Entónces bien se dejó (= alistó) ElZQrONo | Entónces corriendo salió. En- tónces delante tres perros galgos pasó; un perro galgo [el cuarto] éste lo pilló. Entónces fué matado (29). BH. CUENTO DEL ZORRO 1 DEL ZORZAL (1) 1.— Juguemos, dijo el zorro. -—Bueno, dijo el zorzal. ¿Qué jugaremos? dijo el zorzal. —Y o diré eso(2);todo lo sabrás, dijo el zorro. —Bueno, dijo. 2. Entónces eso dijo el zorro. Pregunta: Está puesto (=ten- dido) en el camino. amigo zorzal, (28) katku sin duda es la palabra castellana «galgo». El cambio fonético es interesante, pero no me parese tener nada de escepcional. - (29) Se ve que el astuto zorro solo puede ser vencido por el tigre me- diante las artes de la zorra. 5 (1) Calvun me dictó este cuento cs con las preguntas segul- se sin las contestaciones, 1 dijo que asi era costumbre recitarlo. Lo mismo debian decirse todas las contestaciones seguidas. Asi se esplica que la ex- hortacion de resolver las adivinanzas está solo una vez al fin de la pregunta de número 14. Para el mejor entendimiento he coordinado las preguntas i las contestaciones. Probablemente deberia hacerse la recitacion por dos distin- tas personas, de las cuales la una decia todas las adivinanzas 1 la otra las resolvia. El zorzal (turdus fallelandicus) es una especie de tordo. (2) Es decir, te propondré la adivinanza, ESTUDIOS ARAUCANOS VI Contestacion: Pivimi uvilun. 3. Tregunta: T'evkoruppai rúp- pú-meu. Contestacion: Pifimitaupakaruan. 4. Pregunta: Weno wilPolez (3). Contestacion: Pifimi ta kouúÁn 4). i 5. Pregunta: Wenu unkorke- de (5). Contestacion: Pifimi ta uman- chanan (6). 6. Pregunta: Wenu kelolei. Contestacion: Pifimi ta uintazn (7). 7. Pregunta: Kataka-moldelen. Contestacion: Pivimi ta ukalaln / de 8 Pregunto: Kataka-mapun. Contestacion: Pivimi udeuún (10). 9. Pregunta: Vofkotu- mapun. Contestación: Pivimi ta "zañuen. 10. Pregunta: t'ekannei (11). Contestación: Pivimitakawelun. Tempol tompel 11. Pregunta: Widkuwiúdkiú Vekannei. 113 Contestacion: Lo llamas ucule- bra. 3. Pregunta: Pasa saltando por el camino. Contestación: 3¡Sapon, 4. Pregunta: Arriba está colgado, Contestacion: Esto lo llamas "coguil:. 5. Pregunta: Arriba está redondo. Esto lo llamas Contestacion: Esto lo llamas manzana. 6. Pregunta: Arriba está colo- rado. Contestacion: YEsto lo llamas uguindasn. 7. Pregunta: Agujereo pellines (8) Contestacion: sto lo llamas ugargaln. 8. Pregunta: Agujereo la tierra. Contestacion: Lo llamas vratonn 9. Pregunta: Escarvo la tierra. Contestacion: Esto lo llamas uchanchon (=puerco). 10. Pregunta: Al trote está an- dando. Contestacion: “caballo». 11. Pregunta: Esparrancado (?) está andando. Esto lo llamas (3) wilPolen no está en los diccionarios; Febrés tiene púlthuln colgar, que talvez está relacionado con wilf oler. (4) F. coghull—cierto boqui mui bueno, i una fruta como pepino, que da, i se come. Boqui o voqui es una planta trepadora; la que da el coguil se lla- ma «quilo» (Múnlenbeckia chilensis). (5) E. thúgurclen estar redondo, ¿huncula arrollar. (6) La ch por las o z de las palabras castellanas es frecuente en araucano. (7) intaz es el castellano guindas. La s final aparece amenudo en aratca- no sustituida por d (fricativa posdental sonora) que cambia con la áfona z. La y inicial pronunciada y se omite, porque el araucano la considera como sonido de pasaje (glide). (8) Pellin se llama la madera dura que forma el corazon del roble viejo. (9) kalal; Febrés tiene calghal o ghalghal—unos hongos que nacen en los robles. (10) El «raton de las tapias» (octodon Cumingit). (11) La traduccion es de Calvun. En Febrés está: nuvcutuxa medir a brazas. TOMO XCIV 8 114 Coniestacion: Pivimi ta vuvisan (13). 12. Pregunta: T"ili18 ¿ll 'ekan- nel. Contestacion: Pivimi ta uwakan. 13, Pregunta: Anúlei ku lawa (14). Contestacion: Pivimi ta “chan- - den (15). 14. Pregunta: Anúlei kurú mu- t'un, pirkei núrú. Fei kimne, pi- nerkei wilki. Contestacion: Pifimi ta "chen. 6. EPEU KIÑE PaCHI ALKA (1) 1. Feimeu molerkei ranin pachi alka. Werkúnerkei, elmealu platá focha ka mapu kiñe qúlmen-meu. 2. Feimeu meñkukunulelnerkei. Witanienerkei, zwv2manakumkunu- mekenerkei (2). Feimeu kakara- mekerkel; feimeu meñkukunulelel- yérkei tavichi plata. 3 Amate ple nurú. 1nMarimarin, piurkeinu. perkevi —Cheu konalu eimi? pinerkei ranin pachi alka. —Amoallu inche kiñe qúlmen- meu, werkiúnen, pirkel. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Contestacion: Esto lo llamas "ovejan. | 12. Pregunta: Sonando con la uña andando está. Contestacion: Esto lo llamas Wvacar. 13. Pregunta: Está sentado en el alerce. Contestacion: "hongo. 14. Pregunta: Está sentado en tronco negro, dijo el zorro. Esto sábelo tú, se le dijo al zorzal. Contestacion: Esto lo llamas uhombren. Esto lo llamas 6. CUENTO DE UN POLLITO 1. Entónces hubo un pollito medio [ crecido |. Fué mandado pa- ra ira dejar plata a mui distante tierra donde un caballero. 2. Entónces le fué dejada pues- ta al hombro. Lo dejaron parado, fueron a darle azotes. Entónces fué a cacarear; entónces se llevó deja- da puesta al hombro esa plata. 3. Caminando por allá vió al ZOrro. "Buenos dias” se dijeron los dos. j —A dónde estás entrando? (3) se le dijo al pollito medio [ crecido]. —Estoi andando donde un ca- ballero, se me manda, dijo. (12) tempol-tempol, wúdkú-widrú, C1lil-P ill son palabras imitativas para caracterizar las diferentes maneras de andar (“ekaz). (12) La pronunciacion s por la ; castellana se esplica por la pronuncia- cion del tiempo de la conquista (7 castellana como ¡ francesa i mas tarde como ch francesa). Los padres tambien escriben ovicha o ovida, (14) Supongo que ku es igual a pu (quizas pronunciacion casual). Cp. F. lahuan alerce, árbol. (15) F. chagdu unos hongos que nacen en los robles, como manitas. 6 (1) alta significa el ave macho, especialmente el gallo. (2) F. huyma.vara grande. El significado verbal (azotar) se encuentra V no; VI 4, 6. La forma se analiza: wima (palo) —nakum (bajar) —kunu (poner) —me (ir)—hke (siempre) —x2e (ser, pasivo) —rke (suceder con proba- bilidad) ¿ (demostrativo) es decir: parece que iban siempre a aplicarle azotes. (3)_Es decir: ¿a dónde te dirijes? ESTUDIOS ARAUCANOS VI 4.—Amuvuliu inchu, kompañ, pirkei núrú. —Pilan; matte koilaneimi, pir- kei pachi alka. —Koilatuelán (4); yeen motten, pirkei núrú. 5. Feimeu amurkeinu. Tieu-ple kansapurkei (6) núru. —Kansan, pirkel. Feimeu Xzdrpun tukunerpurkei (7). A Ka tieu-ple perkevi 7'apíal (8) uMarimari», piurkeinu. —Cheu konalu eimi? pinerkel pachi alka. —Amualu inche kiñe qúlmen- meu, pirkei. 7.— Amuyu, kompañuviyu (9), pirkei Papzal. —Pilan; tieu—ple pelmi au- ka (10), meketuavúimi winkan, pinerkei tapial. 115 4.— Si anduviéramos los dos, compañero, dijo el zorro. -- No quiero, mui mentiroso eres, dijo el pollito. —No mentiré mas, llévame no mas, dijo el zorro. 5. Entónces anduvieron los dos. Por allá se cansó el zorro. —Estoi cansado, dijo. Entónces fué puesto en del chamadl, 6. Mas por allá vió al /eoz. "Buenos dias. se dijeron los dos. —«¿A dónde estás entrando? se le dijo al pollito. —Estoi andando yo donde un caballero, dijo. 7.—Andemos los dos, nos acom- pañemos, dijo el /eon. —No quiero; si por allá ves ye— guas, Irias a hacer un robo, se le dijo al leon. el seno (4) Mas exacto: koila — tu — we — lan, (5) (no mas» en Chile, la Arjentina 1 otros paises de América equivale al castellano «tan solo». Me permito sin escrúpulos el uso de tales america- nismos siempre cuando me parecen espresar bien una idea o que sean cómo- dos como «dónde el caballerop=frances «chez un monsicur». (6) kansan es una de las pocas palabras castellanas no relacionadas con objetos importados por la civilizacion europea, que usa Calvun. kansatun= descansar. (7) rúrpuntukunerpurkei; kiúrpun segun Calvun es palabra pehuenche, puotloma que se usa en el mismo significado mas abajo 8, 11, 14 es molu- che. El chamal, la vestimenta principal de las indias, es un gran paño cua- drado de lana negra, cerrado en el hombro izquierdo; se usa con cinturon, de manera que la parte superior sirve como bolsillo. (8) La antigua espresion por leon (felis concolor) es pani, es frecuente como segundo elemento de nombres propios abreviado pan p. e. Kolapan «tres leones». Los picunches dicen ren mapu (el señor de la tierra). Papíal es espresion pehuenche. Barbará dice páj. 90: leon—pagi, trapial (se dice de dos modos). Segun se ve en la graduacion en este cuento el leon es ménos temible que el tigre. (9) Derivado del castellano acompañar que probablemente encontró bue- na acojida de los indios por la semejanza con el araucano /on (entrar) pan (venir). En araucano no existe la asimilacion obligatoria de la nasala la esplosiva que sigue como en castellano. 2p, 21, mfson grupos permitidos. kompañ compañero mas abajo 6. (10) auka (F. auca rebelde) del keshua auvlka enemigo, rebelde (cp. Mip- DENDORF, dicc p. 7) se aplica hoi en araucano a todo lo indómito, especial - mente a las yeguas 1 tambien a los potros (cp. I 16 etc.) Enjeneral el arau- cano, como el aleman, no se fija mucho en el sexo de los animales, bien al contrario de lo que sucede en el castellano. 116 MEMORIAS CIENTÍFiCAS 1 LITERARIAS — Winkolaan; rani auka rumeru- meliyu, winkorpulaan, plikei Pa— pial. E Feimeu "Yan pirkei pichi alka. 8. Feimeu amurkeinu. Tieu- ple “kansan, kompañn, pirkei Pa- pial. Veimeu puo4romatukuner— purkei. Feimeu amurkel. 9. Ka tieu-ple perkevi tinre. iMarimari, kompañ., piurkemu. —Cheu konalu eimi, pachi alka. —Amoalu inche kiñe quúlmen- pinerkei meu, elmealu plata inche, pirkel ranin pachi alka. TO, —Amuyu, kompañ, pirkei tinre. —Pilan; tieu-ple pelmi che lan- amafúimi, pinerkei tinre. —-Femlayan, pirkei_tinre. Fel- meu yenerpurkel. 11. Amurkeinu. Doi tieu-ple ukansan" pirkei tinre. Feimeu puotroma=tukunerpurkei. Feimeu amulúrkei ranin pachi alka. 12. Ka tieu-ple perpurkei chz- pet (11) toro. uMarimar!,kompañ», plurkeinu. —Cheu konalu eimi? pinerkei ranin pachi alka. —Amoalu inche kiñe qúlmen- meu, pirkei. 13. — Amuyu pochi pinerkei ranin pachi alka. kompañ, —Pilan, pirkei; che, toro, a _nalún, pi- nerkei chipet toro. tieu-ple pelmi * —No robaré; [aunque | por me- dio de yeguas pasaremos, no iré a 10bar, dijo el /eox. Entónces "Buenon dijo el po- llito. 8., Entónces caminaron los dos. Por allá uestoi cansado, compañe- ron, dijo el /eom. Entónces fué puesto en el seno del chamal. En- tónces caminó. 9. Mas allá vió al tigre. “Buenos dias, compañeron, se dijeron los dos. -- ¿A dónde estás entrando? se le dijo al pollito. —Andando estoi donde un ca— ballero, para ir a dejarle plata yo, dijo el pollito medio [crecido]. 10.—Andemos los dos, compa- ñero, dijo el tigre. —No quiero; si por allá ves jen- te, matarias, se le dijo al tigre. -—No ate así, dijo el tigre. En- tónces fué | evado. 11. Caminaron los dos. Mas por allá estoi cansadon dijo el tigre. Entónces fué puesto en el sexo des chamal. Entónces fué raminando el pollito medio [ rrecido]. 12. Otro[ poco] por allá alcanzó a ver un toro salvaje. "Buenos dias, compañeron, se dijeron los dos. —¿Dónde estás entrando? se le dijo al pollito medio [ crecido]. —Andando estoi donde un ca- ballero, dijo. 13.—AÁndemos los dos, compa- ñerito, se le dijo al pollito medio [crecido]. —No quiero, dijo; por allá si acaso ves jente [ o]toros, irias tra- bando pelea, se le dijo al toro sal: vaje. (11) Chúpei toro un animal fabuloso a cuya formacion probablemente han contribuido los toros cimarrones (completamente salvajes) que se encuen- tran a veces hasta hoi en dia en la falda oriental de la cordillera. h , - 1 Ñ 1 » ESTUDIOS ARAUCANOS VI 14. —Femlayan, amuyu matten, pirkei; felmeu kompañurkeinu. Tieu-ple ukansann pipurkei ta- vichi chwpez toro. Feimeu poudko- mayenerpu:kel. 15. Veimeu rúppútulerpukarkei taveichi ranin pachi alka. Feimeu puwrkei ñi werkúinemum. Puw- lorkei plata. Feimeu fentepun ayunerkei. 16. Wit'antokukununérkei kiñe ruka lechi kachiAa-meu. Veimeu wún-ple penemelu, is''okom apum- orkei kachila. uChumneichi alka:kechei (12), werkúleneu ñi wenúi?n pirkei tavi chi qúlmen; Aadkotunel (1 3), piam, tavichi pichi alka, 17. Feimeu “Kiñe ina tukuya— vin uvisa-meun, pinerkei tavichi pachi alka. Tukunerkei uvisa-meu. Ka allin-meu penemelu kom apumorkei uvisa (14). u.Chumnei chei alkarkechi!n pl- nerkei. Ka tukulnerkel auka-meu. 18. Alliin-meu ka penemerkei; kuom apumorkei ka tavichi auka. "¿Chumkunurkeavin chei weda alka; kiñe ina lanamavin:, pirkei qúlmen. Feimeu lanomorkei. 117 14.—No haré así; andemos no mas, dijo; entónces se acompaña- ron los dos. Por allá "estoi cansadon llegó a decir ese toro salvaje. Entónces fué llevado en el seno del cha- mal. 15. Entónces volvió a continuar su camino ese pollito medio | cre- cido]. Entónces llegó al destino de su mensaje. Hizo llegar la plata. Entónces tanto fué querido, 16. Fué dejado puesto parado [en ] una casa que está en el trigo. Entónces hácia el alba yéndose a verlo, todito se acabó el trigo. “¿Cómo es que parece [este] pollo, [que ] me mandó mi amigo?n dijo ese caballero; se enojó, dicen, con ese pollito. 17. Entónces "En el acto lo pondré entre las ovejas, se le di- jo a ese pollito. Fué puesto entre las Ovejas. Otro [rato] mas tarde yéndose a verlo todas se acabaron las ove— Jas. “¿Cómo es que parece [este] pollo?n se le dijo. Otra [vez] fué puesto entre las yeguas. 18. Un rato mas otra | vez] fue- ron a verlo; todas se habian aca- bado tambien esas yeguas. “¿Qué le haré ahora al mal pollo? en el acto lo matarén, dijo ese caballero. Entónces lo mató. (12) Forma interesante por tener el sustantivo alka en lugar del verbo principal. El significado primitivo de che parece ser demostrativo indeter- minado; usado como aqui envuelve la idea de algo dudoso; pero chem. cheu, chi se derivan de la misma raiz. Febrés dice chey, chemay (adverbios dubita- tivos) quizá. ; (13) ¡adkotuneí es pasivo: sujeto allea: el pollo fué objeto del enojo. (14) Miéntras en el primer caso puede haber sido el pollo el que se come el trigo, aquí con las ovejas i con las yeguas son los compañeros escondidos los que cometen la fechoria. Parece que falta alguna maldad del zorro men- tiroso; en jeneral, en el cuento primitivo no habrá habido tantos compa- ñeros, o mas diferentes maldades del pollo. 118 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS A o e A Y. EPEU KIÑE PaCcHI UÑAaM 7, CUENTO DE UN PAJARITO, CHIACHIWEN PIQEI LLAMADO CAMINANTE 1. Feimeu umañurkei lelfun— I. Entónces durmió en el cam meu taveichi pachi uñom; umañlu po ese pajarito; durmiendo lo ma- lanamérkeyu (1), Payliñ (2). Fei- tó la helada. Entónces se le hizo meu paleltunerkei (3) tanliñ. el pleito a la helada. 7 Este cuento evidentemente no es de orijen araucano sino un antiguo cuento popular español, corriente entre el bajo pueblo chileno en diferen- tes versiones. Es un cuento de repeticiones como existen otros muchos entre otros pueblos. En el cuento araucano las repeticiones se habrán su- primido por ser demasiado complicadas para el gusto indijena. Para que se pueda comparar el orijinal lo cito segun la version que publiqué hace al- gunos años al fin de mis Estudios Chilenos VII (en el tomo VI de la revista Phonectische Studien editada por W. Vietor, Marburg 1893. páj. 295 ss.) en lenguaje popular de los alrededores de Santiago. En paréntesis doi la es- plicacion en ortografía corriente, siempre que me parezca indispensable. La trascripcion es en jeneral la misma que la araucana. v es siempre bila- bial i amenudo mui relajada, m=vw sin voz (=ingl. wA), gixson la j/cas- tellana ante e, 71 ante a, o, u correspondientemente, ¿=ch alemana en «ich» x=ch alemana en «ach»: +=7 inglesa en «very», »7=v araucana (7 del sur de Inglaterra en «dry»). Dos vocales unidas por guion se contraen mas O meénos. L-aviriwasión de la t'énka (la averiguacion de la tenca). Una vyéxa-htáva (estaba) pelándo-un dia do qráno e t'iqo (dos granos de trigo), 1 la t'énka le komio uno, 1 la vyéxa l-echó la mardisión ke l-elá (la helada) tenia ke kemálle una patita. Un dia me (fué) la t'énka ónde 1-elá 1 le-1xo (le dijo).-—Elá, le-1x0, por- ké soi (sois=eres) tam bráva, k:e me k'emái la patit-a mi? I l-elá le kontehtó: ma vrávo e-er sól ke me rréite- a mi(=me derrite a mi). Y entónse va la t'énka ónter sol (donde está el sol) 1 le-ise: sol, pork:é sol tam brávo ke rreitill-elá (=derrites la helada) 1 l-elá me k:éma la patit- a mi. Er sol le kontéhta: «Ma vrávoe era nuvláo ke me t'ap-a mi». Asi sigue el cuento. La tenca se queja sucesivamente ante el nublado, el viento, la pared, el raton, el gato, el perro, el palo, el fuego, el agua, el - buei, el hombre i Dios ¡3 concluye. Entónse la t 'énka va onta (donde está) dióh, 1 le-ise: «Señol, le- ise, pork é o tam brávo ke asis (haces) al ómbre, i l-ómbre mát-ar wel, y-er wel t'áqa (traga) l-áwa, l-awa-apága r mego (fuego), er méqo k:éma-r pálo, er pálo mát-ar pérro, er pérro muérde-ar gájo, er gáto kás-ar rratón, er rratón augerea la paél, la paér atáx-ar viénto, er viénto kórre-ar nuvláo, er pS táp-ar sól, er sól rreite 1-elá 1 1-elá me k:éma la patit a mi. [ dióh le kontéhta: «Ma vravo soi yó ke te máto-a.vóh,» 1 le dió um pa- piróte i la mató 1 fenesió l-aviriwasión. (1) lanamérkeyws puede analisarse /anom-27lee-eyu «parece que lo mató» O lanamme-rke-eyu «parece que fué a matarlo». e) Cariaco ale (3) paleitunerlvei naturalmente de la palabra io «pleito». ESTUDIOS ARAUCANOS VI 2.—Chumael lanamvimi chiá- chiwen (4), pinerkei.. —Chumvemlayavun, (5), Lu- wumkeeteu (6) ánta inché? pirkei. 3. — Chumael l4uwumkevimi 'an- liñ, anta? pinerkei anto. —Chumvemlayavun, takuñma- keeteu t'oma inche? pirkei anta. 4. Feimeu: —Chumael takuñma- kevimi anta, t'omi? pinerkei t'omi. —Chumvemlayavun, kúrúuf ñi miauleteu? pirkei t'omii. 5.—Chumael miaulkevimi t'o- mú, kúruf? pinerke: kuruf. — Chumvemlayavun, kat'iútu- keeteu winka pele ruka? pirkel kúruf. 6.—Chumael kat'útukevimi ki- rúf, winka pele ruka? pinerkei pele ruka, —Chumvemlayavun, katakake— eteu deuú? (8) pirkei. 7. Chumael katakakevimi pele ruka? pinerkei deu. —Chumvemlayavum, ñalki ñi llokeeteu? pirkei deuv. 8.—Chumae! ilokevimi deuú? pinerkei ñaiki. — Chumvemlayavun, waloka— keeteu t'ewa? pirkel ñaiki. 9.—Chumael walokakevimi ñal- ki, 'ewa? pinerkei Uewa. — Chumvemlayavun, moat'on— keeteu mama? pirkei t'ewa. 10. —Chumael mat'onkevimi t'e- wa, mamo4? pinerkei mamaá. 119 2. —¿Por qué mataste al cami- nante ? se le dijo. —¿Por qué no habria de hacer- lo, derritiéndome el sol a mí? dijo. 3.—¿Por qué derrites la helada, sol? se le dijo al sol. —¿Por qué no habria de hacer- lo, tapándome la nube a mf? dijo el dia. 4. Entónces:—¿Por qué tapas al sol, nube? se le dijo a la nube. —¿Por qué no habria de hacer- lo, haciéndome andar el viento? dijo la nube. 5.—¿Por qué haces andar la nu- be, viento? se le dijo al viento. —¿Por qué no habria de hacer- lo, atajándome la casa de barro del español? (7) dijo el viento. Ó. ¿Por qué atajas el viento, casa de barro del español? se le dijo a la casa de barro. —¿Por qué no habria de hacer- lo, agujereándome el raton? dijo. .—Por qué agujereas la casa de barro? se le dijo al raton. —¿Por qué no habria de hacer- lo, comiéndome el gato? dijo el raton. 8.—¿Por qué comes al raton? se le dijo al gato. —¿Por qué no habria de hacerlo, peleándome el perro? dijo el gato. 9. ¿Por qué le peleas al gato, perro? se le dijo al perro. —d¿Por qué no habria de hacer- lo, apaleándome el palo? dijo el perro. 10. —¿Por qué apaleas al perro, palo? se le dijo al palo. (4) Calvun tradujo el nombre del pájaro por «caminanche», será el «ca- minante» (certhilauda cunicularia). (5) Chum-vem-la Y -a-vu-n=cómo—asi—nó—futuro—pasado—yo, verbo pronominal. (6) E. lucimira hacer derretir. (7) Es decir, la casa de adobes. Las rucas de los indios son de palos, ra- mas 1 totora, (S) deuiú el raton de las tapias (Octodon Cumingit). 120 —Chumvemlayavun, kot'al ñi apumkeeteu? pirkel mama". 11.—Chumael apumkevimi ma- ma, kat'al? pinerkei katal. — Chumvemlayavun, ko ñi chonamkeeteu? pirkei kat'al. 12.— Chumael chonamkevimi kat'al, ko? pinerkei ko. —Chumvemlayavun, kulin ñi potokokeeteu? pirkei ko. 13.—Chumael patokokevimi ko, kuLin? pinerkei kuLin. — Chumvemlayavun, kuchilu ñi lanamkeeteu? pirkei ku£in. 14.—Chumael lanamkevimi ku- £in? pinerkei kuchiAu. —Chumvemlayavun, rútlave ñi elkeeteu? pirkei kuchiAu. 15.—Chumael elkevimi kuchi- Lu, rút'ave? pinerkei rut'ave. —Chumvemlayavun, nonechen (9) ñi eleteu, pirkei rút'ave. (Continuará) (9) nane-chen el que gobierna los Barbará p. 102). MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —¿Por qué no lo habria de ha- cer, destruyéndome el fuego. 11.—¿Por qué destruyes el palo, fuego? se le dijo al fuego? —¿Por qué no habria de hacer- lo, apagándome el agua? dijo el fuego. : 12.—¿Por qué apagas el fuego, agua? se le dijo al agua. —¿Por qué no habria de hacer- lo, bebiéndome el ganado? dijo el agua. 13.— ¿Por qué bebes el agua, ganado? se le dijo al ganado. —¿Por qué no habria de hacer- lo, matándome el cuchillo? dijo el ganado. 14.—Por qué matas al ganado? se le dijo al cuchillo. —¿Por qué no habria de hacer- lo, haciéndome el herrero? dijo el cuchillo, 15.—¿Por qué haces el cuchillo, herrero? se le dijo al herrero. —¿Por qué no habria de hacer- lo, haciéndome Dios? dijo el he- rrero, RODOLFO LENZ hombres; espresion pehuenche (cp. [== a jS===so=s=== 1 a : 1 Pm 2) Saa al Ñ y pS So | G 2 PP ION a a] a = = A sa MECÁNICA RACIONAL ——LH-—— PRIMERA PARTE DEL PUNTO MATERIAL CAPÍTULO III MOVIMIENTO JENERAL DE LOS PUNTOS MATERIALES Sean (fig. 4): 4B la trayectoria de un punto material; /M%/ su posicion en el momento ¿; 72 su masa; v su velocidad i FF la fuerza. (La fuerza F" podria ser la resultante jeométrica de algu- nas fuerzas que obren simultáneamente sobre el punto móvil.) Durante un intervalo de tiempo infinitamente pequeño di se puede siempre suponer que la fuerza /” es constante en magni- tud, direccion i sentido. Tracemos la tanjente 1/7' a la trayec- toria i tomemos sobre ella una lonjitud 17P=vdt; MP es el movimiento elemental del punto material en el momento f, es decir, es el movimiento que tendria el punto móvil si, en el ins- tante £ i durante el tiempo df, no estuviera sometido a la fuerza FF, 122 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Referimos las posiciones del móvil, en el momento /, a un sis- tema de comparacion animado de una traslacion recta i uni- forme de velocidad v; res- pecto a este sistema i en el momento £, el punto M está en reposo relativo. Si la fuerza F'no existiera, el punto 1% quedaria inde- finidamente en reposo rela- Fig. 4 tivo, respecto al sistema de B comparacion considerado i, en el momento ¿+ df, su posi- cion absoluta, en el espacio, seria precisamente el punto 2 Ahora, segun el principio de mecánica establecido mas arriba, el efecto de la fuer- za F sobre el punto material, en reposo relativo, no depen- | de en nada del movimiento | de traslacion recto 1 unifor- | me del sistema de compara. cion; luego, respecto a este sistema, el punto material se moverá, durante el tiempo dí como si, estando en re- poso, estuviera sometido a una fuerza constante /-. Hemos considerado este caso en el capítulo anterior i hemos visto que si se llaman Av la velocidad i As el camino recorrido despues del tiempo df, se tiene: Aa di m FE 18 de? I As=-=— 2 El camino As tiene la direccion de la fuerza y; sea, en la figura 4, PM'=As; el punto M'será la posicion del punto mate- rial en el momento ¿+d?, MECÁNICA RACIONAL 128 No se debe olvidar que la espresion de As supone que se han despreciado los infinitamente pequeños de órden superior SUE La velocidad absoluta v+dv del punto material en 17” será la resultante jeométrica de v i de Av; i por consiguiente, tam- bien la cantidad de movimiento m(v+dv) del punto material, en el momento ¿+ df, será la resultante jeométrica de 1mv i de mAv, o bien la resultante jeométrica de mv i de la impulsion elemen- tal Ade. Este último resultado ha sido ya establecido en el capitulo 1. Sea (ff. 4) O un punto fijo i arbitrario; tracemos un vector ON igual a la cantidad de movimiento 22v i, por el punto /V, un vector V/VV” igual a la impulsion df; el vector ON”, resul- tante jeométrica de OY i V/V”, representará la cantidad de movimiento 12 (v + dv) del punto material en el momento ¿+ d!. TRAYECTORIA I CURVA DE LAS FUERZAS Si, en los intervalos sucesivos e infinitamente próximos del tiempo, se repiten las mismas construcciones, se obtienen final- mente dos curvas: una, A6b, es la trayectoria del punto material; la otra, CD, es la curva de las fuerzas i el punto fijo O, es el polo de esta curva. A cada punto M/ de la trayectoria 4B corresponde un punto NV de la curva de las fuerzas CD i, a medida que (Y se mueve sobre 45, NV se mueve sobre la curva CD; ademas la velocidad del punto /V es, a cada momento, igual a la fuerza FF. En efecto, el arco infinitamente pequeño descrito por V en el tiempo dí es, por construccion, igual a Fdt i tiene la misma direccion i sentido que la fuerza F, luego la velocidad del punto NV es precisamente igual a F. Por otra parte, la cantidad infinitamente pequeña de impul- sion que recibe el punto material durante el tiempo dí es igual al arco infinitamente pequeño correspondiente de la curva de las fuerzas, luego la cantidad total de impulston que recibe el punto material durante un ¿ntervalo de tiempo dado, tiene la mis- ma medida que el arco correspondiente de la curva de las fuerzas: 124 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS PROPIEDADES JEOMÉTRICAS RECÍPROCAS DE LA TRAYECTORIA I DE LA CURVA DE LAS FUERZAS En primer lugar, la tanjente en MV a la trayectoria es paralela al radio vector del punto correspondiente /V de la curva de las fuerzas i la tanjente en Va la curva de las fuerzas es paralela a la línea de accion de la fuerza que obra en 17. Llamemos cono de las velocidades el cono formado con los radios vectores de la curva de las fuerzas; podremos decir: el plano osculador en un punto 14 de la trayectoria es paralelo al plano tanjente en /VV al cono de las velocidades i el plano oscu- lador en V a la curva de las fuerzas, es paralelo a las líneas de accion de las fuerzas que obran en dos puntos infinitamente próximos correspondientes de la trayectoria. TEOREMA 1.—-S? la trayectoria de un punto material es plana, la curva de las fuerzas es plana 1 rectprocamente. En efecto, si la trayectoria es plana, las velocidades sucesivas del punto material estan contenidas en el mismo plano; luego, el cono de las velocidades se reduce a un plano i la curva de las fuerzas, situada sobre este cono, es plana. Reciprocamente, si la curva de las fuerzas es plana, el cono de las velocidades se reduce a un plano i los planos osculadores en los diferentes puntos de la trayectoria son paralelos a este plano. Esto exije que la trayectoria sea plana. En estos casos es bien evidente que los planos de las dos curvas son paralelos. TEOREMA I1.—Si las líneas de accion consecutivas e infinita- mente próximas de la fuerza EF se cortan, la trayectoria es plana. En efecto, si esto sucede, las líneas de accion consecutivas de la fuerza en Mi M' i la velocidad del punto material en MY, estan en un mismo plano, luego el plano osculador en el punto corres- Po V de la curva de las fuerzas pasa porel punto fijo O. Asi, los planos osculadores en los diferentes puntos de las curvas sde las fuerzas pasan todos por un mismo punto O. Esto exije que la curva de las fuerzas sea plana; luego, tambien la trayectoria es plana. MECÁNICA RACIONAL 125 Es el caso, por ejemplo, en que la línea de accion de la fuer- za pasa siempre por un punto fijo, o bien queda siempre para- lela a una direccion fija. En estos dos casos la trayectoria del punto material es siempre plana. FUERZA TANJENCIAL I FUERZA CENTRÍPETA Se sabe que, a cada momento /, se puede reemplazar la fuer- za / por otras fuerzas simultáneas con la condicion que la re- sultante jeométrica de estas últimas sea igual a A. Reemplacemos la fuerza F' por dos fuerzas simultáneas diri- Jidas: una /, segun la tanjente a la trayectoria; la otra /”, se- sun la normal principal, es decir, la normal situada en el plano osculador. La componente /, se llama fuerza tanjencial 1 la componente /, fuerza centripeta. Estas dos componentes de la fuerza se relacionan de una manera mui sencilla con los elementos que definen el movi- miento del punto material. Escribamos, en efecto, que la cantidad de movimiento m(v+dv) es la resultante jeométrica de mv i de Fdf; para esto consideremos el triángulo VOJV” (fig. 4); sean: de el ángulo in- finitamente pequeño en O i a el ángulo que forma la prolonga- cion de OVV con WV/V”; la proyeccion de OV*=wm (v+du) sobre una direccion cualquiera es igual a suma de las proyecciones sobre la misma direccion, de OV=wwv i de VV'= Fdt, Proyectemos sobre O/V, tendremos m (v+dv)cos de=mu+F dicos a O simplemente, si se desprecian los infinitamente pequeños de órden superior a de. - mdv=P dicos a Proyectemos ahora sobre una perpendicular cualquiera a ON, situada en el plano del triángulo /V O W” tendremos m(v+du) sen de=Fdt sen a 126 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS O simplemente mou de= Fdi sen a El ángulo a es tambien igual al angulo que forman en 4%, la velocidad 1 la fuerza, luego A dy Fcosa=F, =mMm => dt d VIS == =mu- El ángulo de es el que forman las velocidades en Mi 17' es decir el ángulo de las tanjentes en dos puntos infinitamente próximos de la trayectoria. Sea p el radio de curvatura de la trayectoria en M4 se tiene pda de de p TIA Luego FAR mou? AO Se ve que la fuerza tanjencial /, hace variar la magnitud de la velocidad v i no cambia su direccion. Si la fuerza que obra sobre el punto material, es normal a la trayectoría en uno de sus puntos, se tiene, en este punto, /, =0, 1 por consiguiente du : q 05 esto prueba que, en el punto considerado, la velocidad , o. 14 . e. es máxima o minima. Sí en todos los puntos la fuerza es nor- mal a la trayectoria, se tiene, a cada momento, =0; luego la de, Ada velocidad y es constante. Reciprocamente, para que la velocidad de un punto sea cons- A du ; tante, se necesita que TONO bien que TS NCOS OO Si F no es nulo, a debe ser siempre recto. La fuerza centrípeta /, no cambia la magnitud de la veloci- MECÁNICA RACIONAL [27 dad, pero hace variar su direccion. Si, en un punto de la trayec- toria, la fuerza FF es dirijida segun la tanjente, se tiene en este de di punto, la trayectoria presenta un punto de infleccion. Si en to- dos los puntos de la trayectoria la fuerza / es dirijida segun la tanjente, esta trayectoria tiene, en cada punto, un radio de cur- vatura infinito, luego es una recta. Es lo que se ha establecido directamente en el capítulo anterior, AO 0 lUESO E. =0'1—_=0) 0 bien: p=0': luego, en este ECUACIONES JENERALES DE LA DINÁMICA DEL PUNTO MATERIAL Para determinar el movimiento de un punto material, se de- terminan los movimientos de sus tres proyecciones sobre tres ejes rectangulares, fijos en el espa- cio. FEstableceremos, en primer lugar, los teoremas siguientes: Fig. y TEOREMA I.—Cuando se pro- 2 yecta un punto móvil sobre un eje o. Jijo, la velocidad del punto proyec- ÓN tado es la proyeccion de la velocidad del punto en el espacto. Sean, en efecto (fig. 5): Mi M' dos posiciones del móvil en los momentos zi £+df; As el arco MM”; Pi P' las proyecciones de Mi M” sobre un eje fijo OX, i Ar la distancia PP?; v la velo- cidad de 17 i v, la del punto proyectado P. Ax es la proyeccion de As sobre OX', luego E será tambien la proyeccion de = 1 esto cualquiera que sea el órden de pe- queñez de d£. El límite de a O Y, y; por otra parte, el 9 As ; a límite de q 57, luego v, es tambien la proyeccion de v; lo que demuestra el teorema. 128 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS TEOREMA 1l.—Cuando un punto móvil, de masa m ¿ sometido auna fuerza E, se proyecta a cada instante sobre un eje fijo, el punto proyectado se mueve como un punto material de masa m + sometido a una fuerza igual a la proyeccion de EF sobre el eje de proyeccion. Sean, en efecto, (fig. 5), mv im (v+dv) las cantidades de mo- vimiento del punto considerado en los momentos ¿i t+d!t, se tiene m (v+dv)=mu+ dt Segun esto, la proyeccion de m (v+du) sobre OX es igual a la suma de las proyecciones de mv i Fdt sobre el mismo eje. La proyeccion de m2 (v+dw) es m (v, +dv, ); la de mu es mux. Sea X la proyeccion. de /, la proyeccion de Fdt será Xdt; luego m(v, +do0, )=mU, + Xd1 O bien mdv, =Xdt Il tambien do, d?x m > 11 qe =X Esta fórmula demuestra el teorema; en efecto el punto pro- yectado se ¡mueve como un punto de masa 72 sometido a la fuerza A. Las ecuaciones jenerales de la mecánica se deducen inmedia- tamente; sea, en efecto, un punto material de masa 72, sometido a una fuerza /”; x, y, 2 las tres coordenadas del punto, respecto a un sistema fijo de tres ejes rectangulares 1 X, Y, Z las tres proyecciones de +, las tres coordenadas x, y, 2 definen a cada MECÁNICA RACIONAL 129 momento las proyecciones del punto móvil sobre los tres ejes, se tiene por consiguiente m eE =X 2 (1) m2) =Y d?z dal Tales son las ecuaciones jenerales de la dinámica del punto materlal. Estas mismas ecuaciones se podian deducir de la considera- cion de la curva de las fuerzas; supongamos en efecto, en la fig. 4, que O sea el orijen de las coordenadas i sean É, y É las coordenadas del punto /V de la curva de las fuerzas, conjugado del punto móvil 17; O/N es igual, por construccion a la cantidad de movimiento del punto M4, luego dx a dy (2) VU de E mM 7 Por otra parte, la velocidad del punto /VV es precisamente igual a la fuerza 7, luego dé _ ur. d (3) 0 a A La eliminacion de É, y, € entre (2) i (3) da otra vez las ecua- ciones (1). TOMO XCIV 130 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Las ecuaciones jenerales (1) demuestran qne la proyeccion del punto móvil sobre cada uno de los planos de coordenadas se mueve como un punto de la misma masa 2, i sometido a una fuerza igual a la proyeccion de F/ sobre el plano de coordena- das considerado. Esta propiedad puede, por lo demas, demos- trarse directamente de la misma manera como se han estable- cido los teoremas Il 1 Ll, Es bien evidente que, en el caso de un punto material, móvil en un plano, se considera simplemente un sistema de dos ejes rectangulares situados en el plano de la trayectoria. Las ecua- ciones (1) se reducen entónces a dos solamente. APLICACIONES I MOVIMIENTO DE LOS PROYECTILES SIN TOMAR EN CUENTA LA RESISTENCIA DEL AIRE Consideraremos el proyectil como un punto material; sea 1 su masa; la fuerza /" es, en este caso, vertical e igual a mg, lue- go la curva de las fuerzas se reduce a una recta vertical i la trayectoria del móvil estará situada en el plano vertical que contiene la velocidad inicial. ] | -Tomaremos este plano como plano de coordenadas i elejire- mos dos ejes rectangulares: uno OX horizontal; el otro O Y vertical i dirijido desde abajo hácia arriba. Las ecuaciones del movimiento serán. O bien MECÁNICA RACIONAL 131 Una primera integracion da Sea Y, la velocidad inicial ia el ángulo que esta velocidad hace con OX; las dos proyecciones de Y, sobre los dos ejes serán Yo Cos a sobre OX' 1 Yo sen a sobre O Y, Como la proyec- A : : cion 7 de la velocidad sobre OX queda constante e igual a € , se deberá tener C=V0 COS a dy | , , Ademas 7 debe ser igual a v, sen a, cuando ¿=0, luego ve C'"=7V0 Sen a En resúmen, la primera integracion nos da dx Epoiado COS Qu (4) dy A — £1 + Yo Sen a Se deduce en seguida X=V0 COS a+ b I y= OS + tsena+b' Supondremos que se hayan elejido los ejes de tal manera que en el momento ¿=0 el punto móvil esté situado en el orl- 132 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS jen; entónces, cuando ¿=0 se debe tener 1 =y=0; se ve que las dos constantes 5 1 5” deben ser nulas. En resúmen, las coordenadas x, y del punto móvil, en un mo- mento cualquiera /, satisfacen a las relaciones | x=V0ÉCOS a (5) ) . : A + 7, Í sen a Trayectoria del punto.—La ecuacion de la trayectoria resul- tará de la eliminacion de £ entre las ecuacio- nes (5); se obtiene asi ES IA cos? a E Es la ecuacion de una parábola de eje ver- tical. Para obtener el pun- to A en el cual la velo- cidad es horizontal, basta considerar las ecuaciones (4) i buscar - cual es el valor de £ que corresponde a una velocidad horizontal; sea 7'este valor. Cuan- do tes igual a 7 se debe tener = =0, luego —g T+vosen a=0 Las coordenadas del punto 4 son entónces, segun (5). Do? sen 2 a 28 1=0G= 2 y=AG= a sen? a MECÁNICA RACIONAL 133 El punto 2 de caida del proyectil es a una distancia de O doble de OC pues el eje 4C es eje de simetría de la parábola; luego tenemos m2 OB==—-— sen 2a E Para una misma velocidad inicial v,, la distancia OB será máxima cuando sen 24=1 o bien a=45”; se ve por consiguien- te que el máximo de OB es igual a Del mismo modo, el máximo de la altura AC a la cual se eleva el punto material tendrá lugar cuando sen a es igual a 1, es decir, cuando.a=90"; entónces el valor de AC es igual a 2 7 es la mitad del valor máximo de OB. NoTA.—Las fórmulas (4) podian obtenerse directamente por medio de la consideracion de la curva de las fuerzas. En el caso considerado, esta es una recta vertical í, para construirla, basta tomar, sobre la direccion de la velocidad inicial, una lon- jitud OM =w0,; la recta vertical que pasa por 7 es la curva de las fuerzas. El punto /V correspondiente de // tiene, a cada instante, una velocidad igual a la fuerza /"=»mg, como ésta es constante se ve que el movimiento de /V es uniforme í sus coor- denadas Éi y satisfacen a las ecuaciones E =MU, COS ul Y =MUVO SEN a —MgE É Por otra parte £i y son los valores de mE, m e ob- tienen por consiguiente las fórmulas (4). Se ve que, en el punto 4, la cantidad de movimiento es re- presentada por el vector OLE =2mv,coS a; éste es un mínimo, Juego, en 4A,la velocidad del punto es mínima, lo que es con- forme a la teoría jeneral, pues, en este punto 4, la fuerza es perpendicular a la velocidad. 134 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS TI MOVIMIENTO DE LOS PROYECTILES CUANDO SE TOMA EN CUENTA LA RESISTENCIA DEL AIRE La trayectoria del proyectil es todavia plana; en efecto, el plano tanjente al cono de las velocidades, en un punto cual- quiera de la curva de las fuerzas, es vertical, luego el cono mismo se reduce a un plano vertical. Asi la trayectoria es con- tenida en el plano vertical que pasa por la velocidad inicial. La solucion del problema es, en jeneral, mui complicada; trataremos, en primer lugar, de determinar la forma de la curva de las fuerzas. Para mas sencillez, supondremos la masa del proyectil igual a la unidad; sean éÉ, y las coordenadas de un punto de la curva de las fuerzas, respecto a un sistema de ejes rectangulares, uno horizontal, otro vertical i dirijido hácia arriba; sea tambien f (v) la funcion que representa el efecto de la resistencia del aire, tendremos las ecuaciones ae O (9) AI v2=É* 4 y? O bien d (5 pe 2 IAS Supondremos que la resistencia del aire es proporcional a la potencia xn de la velocidad; sea == A A. A MECÁNICA RACIONAL 135 Tendremos la ecuacion diferencial Md E E Hagamos = Y re ¿ Entonces v=É J/I+u2 I la ecuacion (7) se trasforma en la siguiente n—I (8) du (144?) ? == Esta ecuacion permite espresar É en funcion de u; en seguida la primera de las ecuaciones (6), combinada con (8), da simple- mente (9) a Si en esta, se reemplaza £ por su valor en funcion de zx, la integracion permitirá espresar u en funcion de £; finalmente se obtendrán los valores de £ i y en funcion de ¿, La ecuacion de la trayectoria se deducirá en seguida de las dos ecuaciones dx dt ES LL aa Estas se podrán integrar, luego el problema está teórica- mente resuelto. Aplicaremos este método a los dos casos 2=I, = 3. 136 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Caso de n= 1 La resistencia del aire es proporcional a la velocidad La ecuacion (8) se reduce a du= EE Luego E E Esta ecuacion muestra que la curva de las fuerzas es una recta, se deduce, en efecto, de ella ae Va La ecuacion (9) da ahora ET TE ONE Luego E K o O e gl KE NOE A ASE K2 K 1 E —K Sea Yo la velocidad inicial i a su inclinacion, tendremos K Vo COS «1 K Yo COS al a +1, sen a MECÁNICA RACIONAL 137 cd Los valores de re y se obtienen en seguida; supongamos que x=0, y=0, en el momento ¿=0, tendremos K(K-+v, sen a) “7 TS Estas ecuaciones muestran que la trayectoria tiene una asin- tota vertical 1 ésta tiene por abcisa K Yo COS a E Caso de n=3 La resistencia del aire es proporcional al cubo de la velocidad La ecuacion (8) da entónces Luego qíIOAA ——— -”z La ecuacion de la curva de las fuerzas es, en este caso, A (3 K3 K3 Es una curva de tercer grado. No daremos mas desarrollo a la solucion de este problema, solo buscaremos la espresion de la velocidad v del proyectil en funcion de la inclinacion O de esta velocidad; se tiene E=v cos O y="1 sen O 138 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Luego | I cos? 6 sin 0 (3 cos? 6 +sen? B) a 7 CTO OA A Sea y el valor de O para el cual v es un mínimo; este valor será determinado por la relacion | NES lg 2y=-= K3 El valor correspondiente v, de la velocidad, es por consi- guiente C3 cos 2 y 0. . cos y La constante C es funcion de la velocidad inicial i de su in- clinacion inicial. CAPÍTULO IV TEORÍA DE LOS MOMENTOS TEOREMA DE LAS ÁREAS Para definir un vector en el espacio se necesitan sezs condi- ciones: las tres coordenadas del punto de aplicacion i las tres proyecciones del vector. Cinco condiciones bastarán para definir todos los vectores iguales i de mismo sentido, situados sobre la misma línea de accion: las tres proyecciones de uno de ellos i dos elementos mas para fijar la posicion de la línea de accion comun. Sea (fig. 8) MB uno de los vectores considerados i EF su línea de accion; las tres proyecciones de MB definen otro vec- tor OA, igual al primero i que tiene su punto de aplicacion en el oríjen. : i i Sea OC una recta perpendicular al plano OEF i tal que su lonjitud tenga la misma medida que el área del paralelógramo OABM, esta recta se llama el eje del vector MB. Su sentido es MECÁNICA RACIONAL 139 tal que un observador, colocado segun OC, los piés en O í la cabeza en C vea el sentido del vector 1/B en un sentido deter- minado que llamare- ; mos sentido positivo. Es bien evidente que todos los vectores igua- les a 11/B, de mismo sentido i situados so- bre la misma línea de accion EF tienen el mismo eje OC; inversa- mente, el eje OC 1 el vector OA definen completamente la línea de accion 4/"; en efec- to, EF es paralelo: a OA ií se encuentra en un plano perpendicular O suidiístancia al oríjen tiene por medida el cociente de OC por OA, iel sentido en el cual se deberá contar esta distancia es fijado por el sentido de OC: En resúmen, todos los vectores iguales a MB, situados sobre la línea de accion EF, son definidos por los dos vectores OA i OC. Como OC es evidentemente perpendicular a 04, las seis proyecciones de estos dos vectores satisfacen a una ecuacion de condicion i equivalen, por consiguiente, a cinco condiciones distintas; es conforme a lo que se ha establecido mas arriba. La proyeccion OC? del eje OC, sobre OZ, se llama momento del vector MB respecto a OZ; como todos los vectores iguales a MB i situados sobre 4£F tienen el mismo eje, sus momentos respecto a OZ serán iguales. Sea a el ángulo OC con OZ, se tiene OA 0 Mc Os a Pero OC tiene por medida el área del paralelógramo OABM, luego OC” tendrá por medida el producto de la misma área por 140 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cos a; como el plano del paralelógramo OABM hace con XOY el mismo ángulo a, se ve que el producto de su área por cos a es el área del paralelógramo OA'B'M”, proyeccion de OABM sobre XOY. Así, el momento del vector MB respecto a OZ tiene tambien por medida el área del paralelógramo O4'B'1M1'; sea OH una perpendicular bajada desde el punto O sobre 17'B*, la medida del paralelógramo 04'B'M'es el producto M'B' x OH, luego el momento de un vector respecto a un eje es igual al producto de la proyeccion del vector sobre un plano perpendicular al eje, por la distancia del eje a esta proyeccion. Es otra definicion equivalente del momento. Segun esta definicion, el momento de un vector MB, respecto a un eje OZ, es el mismo que el momento, res- pecto al mismo eje, de la proyeccion M'b' de MB en un plano perpendicular a OZ, La proyeccion OC” del eje OC sobre OZ tiene un signo de- terminado; luego el momento es susceptible: tambien de un signo, este puede obtenerse directamente: basta suponer un ob- servador, colocado segun OZ, los piés en O; este observador verá la proyeccion M'B' en un sentido determinado; si este sentido es positivo, el momento es positivo, i si es negativo, el momento es negativo. De las definiciones establecidas se deduce inmediatamente: 1.0 que el momento de un vector, respecto a un eje, es nulo cuando el vector encuentra el eje o es paralelo al eje; 2: que la suma de los momentos, respecto a un eje cualquiera, de dos vectores iguales, situados sobre la misma línea de accion i de sentido opuesto, es igual a cero; 3.2 que, si se multiplica la lon- jitud de un vector por cierto coeficiente, el momento del vector se multiplica por el mismo coeficiente. Vota ¿importante.—Cuando se refiere la posicion de un vector a un sistema de tres ejes rectangulares, el sentido positivo es siempre indicado por la disposicion misma de los ejes de coordenadas: es el sentido de la rotacion que debe efectuar un observador colocado segun OZ, los piés en O i la cabeza en Z, para pasar de OX a OY por una rotacion de 90” Asi, en la figura 8, el sentido positivo es el de derecha a iz- quierda. O e id A a cs PAE a É Ci a ll a e ds a MECÁNICA RACIONAL 141 TEOREMA Cuando un vector es la resultante ¡eométrica de otros vectores concurrentes, el momento de la resultante, respecto a un eje cual- quiera, es igual a la suma de los momentos de las componentes. Sea 4 (fig. 9) el punto de aplicacion comun de los vectores considerados, i 44 uno de ellos; OX' el eje de los momentos i P un plano perpen- dicular a OX; CD la ! Fig 9 proyeccion de AB sobre el plano P. El momento de AB, respecto a - OX, tiene por me- dida el área del pa- ralelógramo OCDE construido sobre CDiel punto (O; sea CM una perpendi- cular trazada, en el plano P,a la recta OCi Asu punto de encuentro con 4D; el área del paralelógramo OCDE tiene por medida el producto OCx CH. Segun el ¿teorema de las tres per- pendiculares, BH es perpendicular sobre CM, por consiguiente, el momento de 4B, respecto a OX es igual al producto de OC por la proyeccion CH de AB sobre CM. La lonjitud OC es constante para todos los vectores que tienen su punto de apli- cacion en A i, por otra parte, la proyeccion, sobre CM, de la resultante jeométrica de algunos vectores es igual a la suma de las proyecciones de los componentes; luego, si se multiplican estas proyecciones por la constante OC, el momento de la resul- tante, respecto a OX, es aa a la suma de e momentos de las componentes. 142 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS PROPIEDADES DE LOS MOMENTOS DE LAS CANTIDADES DE MOVIMIENTO Sea (fig. 10) O el pié de un eje OZ perpendicular al plano de la figura i, en este plano, 4'B' la proyeccion de la trayectoria de un punto material de la masa 12; V, N'las proyecciones de este pun- to en los momentos ¿i ¿+dt; NC=mv!'i N'C'=m(v' +dv') las proyecciones de las cantidades de movimiento mv 1 m(v+dv) en los mismos momentos i F” la proyeccion de la fuerza /" que obra sobre el punto considerado en el momento /. Se sabe que, respecto al eje OZ, los momentos de 721, m(v+dv) if son respectivamente iguales a los momentos de las proyecciones mv”, m(v +dv!) i F". Tracemos por V una recta VC, igual en lonjitud, direccion i sentido a V"C'; los momentos de los dos vectores WC, i WC pueden sustituirse uno a otro; en efec- Fog 10 to, el momento de NC” es el paraleló- gramo construido sobre O! i V'C'i el momento de VC, es el paralelógramo construido sobre ON i NC,; la dife- rencia entre las áreas de estos para- lelógramos es del mismo órden que el área del paralelógramo construido sobre WC, i NC” i el área de este último es infinitamente pequeña de segundo órden respecto a di; luego el momento de la cantidad de movimiento mm (v'+dv') aplicada en VW” puede reemplazarse por el momento de WC, ; por otra parte, sea VP = /Fdf; se sabe qne VC es la resultante jeométrica de VC ide NP, luego, si se designan los momentos con el simbolo 14* , se tendrá M'* NC,=M* NC+M! NP ME A A dt EA a a MECÁNICA RACIONAL 143 O bien M! mív +do)=M! mv +M.! F de O todavia M! mlv+dv)=M. mvu+M! Fat El momento de mv respecto a OZ es una funcion del tiem- po í cuando £ se cambia en ¿+dt, M.! mv se cambia en M.: n(v+dv), luego podemos escribir dM: mv=M.! Fdt=dt M! F O bien dM.! mv e (1) ap de E Como se ha dicho mas arriba, el momento, respecto a un eje fijo, de la cantidad de movimiento de un punto móvil, es una funcion del tiempo; segun la relacion (1), la derivada de esta funcion es igual al momento, respecto al mismo eje, de la fuerza que obra sobre este punto. Supongamos que la línea de accion de la fuerza F' encuentre siempre el eje de los momentos, entonces AO Luego, en este caso M.! mu=const. Recíprocamente, si el momento de la cantidad de movi- miento de un punto móvil, respecto a cierto, eje es constante, la fuerza que obra sobre el punto encuentra constantemente el eje. TEOREMA DE LAS ÁREAS Sea, (fig. 11), M un punto material de masa », v su veloci- dad en el momento £; busquemos el momento de su cantidad de movimiento respecto a un eje OZ, 144 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Sea V la proyeccion de M en un plano ?, perpendicular a. OZ 1 v* la velocidad del punto proyectado /V; se sabe que v' es la proyeccion de v, lue- go el momento de la cantidad de movimien- to 12v del punto M es igual al momento de mv, En el momento ¿+d£, los puntos M i NW han venido en 1/7” ¡ V' 1 se tiene NN di mv! =wmlim Sea NA una tanjen- te a la trayectoría de Ni OZ su distancia al eje OZ, se tiene Ta ? M!: muv=M.! mv =0Hx wm lim _- I se puede escribir tambien OBHXNO t ES o M." mu=m. lim de Sea A a el área del triángulo infinitamente pequeño ONN' se tiene | Xa= —_NN' x OH Luego t di A IN da! (2) M. mu=2mlim o Mm El área Aa' es la proyeccion del área Aa del triángulo / MOM", luego He es tambien la proyeccion de == no P perpendicular a OZ. sobre el pla- MECÁNICA RACIONAL 145 a Se El producto 117, Se llama cantidad de movimiento areolar del C punto 1 respecto al punto O; se ve, por consiguiente, que el momento de la cantidad de movimiento de un punto móvil M, res- pecto a un eje OZ, es agual a la ¿royeccion sobre un plano P, per- pendicular a OL, de la cantidad de movimiento areolar de M, respecto a un punto cualquiera del eje OZ. Si la fuerza que obra sobre el punto // encuentra constante- mente el eje OZ, el momento de mv respecto a este eje queda constante; se tiene, por consiguiente, tambien en este caso i segun (2). da' o luego a — Ct Asi, la proyeccion, sobre el plano P, del área descrita por el radio vector 0/4 varía proporcionalmente al tiempo. Reciprocamente sz la proyeccion sobre el plano P, del área des- crita por el radio vector que une el punto móvel con cierto punto O, varia proporcionalmente al tiempo, la fuerza que obra sobre el punto móvil encuentra constantemente un eje OZ, perpendicular al plano P.* En efecto, se tiene en este caso a=Ct4C Luego del E C [ por consiguiente, segun (2) M! mvu=const. La ecuacion (1) da entónces M! F=0 TOMO XCIV 10 146 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Luego la fuerza F' encuentra OZ. Aplicacion al movimiento de los planetas Se sabe que las trayectorias de los planetas, al rededor del Sol, son planas i que los planos pasan por el Sol. Ademas, una de las leyes de Kepler dice que el radío vector, que une el pla- neta con el Sol, describe áreas proporcionales al tiempo.Sea, en la figura (11), 2 el plano de la trayectoria i O el Sol; la fuerza que obra sobre el planeta está situada en el plano P í ademas encuentra siempre el eje OZ, perpendicular a este plano; luego la fuerza pasa siempre por el punto O, es decir, por el Sol. PROPIEDADES JEOMÉTRICAS DE LA CURVA DE LAS FUERZAS, CUANDO LA LÍNEA DE ACCION DE LA FUERZA PASA SIEM- PRE POR UN PUNTO FIJO. Sean (fig. 12) O el punto fijo; 45 la trayectoria; M la posi- cion del móvil; 177 su cantidad de movimiento; CD la curva de las fuerzas; /V el P punto de esta curva, E ES conjugado de MV. Por hipótesis, la fuerza que obra en M es dirijida segun MO 1, por defint- cion, la tanjente en NV a la curva de las fuerzas es paralela a CM. Ademas, co- mo el momento de. la cantidad de mo- vimiento, respecto a un eje perpendicular, en O, al plano de la figura, es constante, el área del paralelógramo OMT, que mide este momento, es constante. ; - Para deducir la posicion del punto /V conjugado de M, se. MECÁNICA RACIONAL 147 trazará, por consiguiente O/V paralelo a la tanjente en Y a la curva AB i se tomará una lonjitud O/V tal que el área del para- lelógramo construido sobre 017 i ON tenga un área constante: Se ve, desde luego, que las propiedades de las curvas AB i CD son recíprocas. Sea uvHA una perpendicular bajada desde O sobre MT i OP= ON; el lugar jeométrico de V se deducirá del lugar jeomé- trico de 2, haciendo jirar este último de un ángulo de go al re- dedor de O. Ahora el lugar jeométrico de los puntos 7 es la podar de la curva A5 i, como el producto OM x OP mide tambien el área constante del paralelógramo OMT, se ve que el lugar jeomé- trico de P es una trasformada por radios vectores recíprocos de la curva, lugar jeométrico es 7. En resúmen, una cualquiera de las dos curvas es, respecto al punto fijo, una trasformada, por radios vectores recíprocos de la podar de la otra. Este resultado permite deducir fácilmente la forma de una de las curvas cuando se conoce la otra; consideremos los casos siguientes: | 1.2 La curva AB es una circunferencia de centro O. La podar AB será confundida con 4B íel lugar jeométrico de los pun- tos P será tambien una circunferencia de centro O; luego la curva CD es una circunferencia concéntrica con AB. 2.2 La curva AB es una circunferencia escéntrica a O. Sea (fig. 13), O el centro de la circun- ferencia, KR el radio, p la distancia Fig 13 | OHirla distancia OP, w el án- sulo POQ i OO=a. El lugar jeométrico de los pun- tos /7 tiene por ecuacion p=R+acos w Sea K? el valor del producto constante p r; el lugar jeométrico de los puntos P tendrá por K? R+acosw V= 148 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Es la ecuacion de una cónica que tiene su foco en el punto O. i su eje mayor dirijido segun OO. La curva de las fuerzas CD es tambien una cónica cuyo foco está en el punto fijo i cuyo eje .mayor es perpendicular a 00. Ademas, la curva CD es una elipse sí a es menor que X, una parábola si a=X i una hipérbole si a es mayor que R. 3.2 La curva AB es una cónica cuyo foco está en el punto fijo O. Segun el resultado obtenido en el caso anterior, se sabe ya que CD es una circunferencia; sin embargo, la demostracion directa es mui sencilla. Supongamos que, en la fig. (12), AB sea una cónica, cuyo foco está en O; el lugar jeométrico de los puntos A será una circunferencia i, como caso particular, una recta cuando AB es una parábola; la trasformada por radios vectores recíprocos es por consiguiente una circunferencia. 4.2 La curva AB es una elipse de centro o. Es fácil de ver que la curva CD es una elipse semejante. Sea, en efecto (fig. 14) AB una elipse de centro O; el punto /V de la curva CD es de- terminado por la condicion que el paralelógramo MONT tenga un área constante; sea E el pun- to de encuentro de OVV con AB i EF una paralela a OM, se sabe que el área del paralelógramo OMPFE queda constante cual- quiera que sea el punto 17; las áreas constantes de los parale- lógramos OMTNV i OMPE son entre sí como O Vesa OLÉ, luego la razon es constante 1 ON ¡ OE el lugar de los puntos /VV es una elipse semejante de la primera. OTRA ESPRESION DE LA FUERZA CUANDO SU LÍNEA DE ACCION PASA POR UN PUNTO FIJO Sea, (fig. 12), M' la posicion del móvil en el momento ¿+d? i 1 el punto conjugado de la curva de las fuerzas; 40 el ángulo MOM" ¡rel radio vector OM. Las tanjentes en Vi 17 a la MECÁNICA RACIONAL 149 curva de las fuerzas hacen entre si el ángulo 40, luego si RX es el radio de curvatura de la curva de las fuerzas en /V se tiene KR d0=NN'=F dt El radio vector OM describe áreas proporcionales al tiempo, luego GE CU T, de estas dos relaciones se deduce ESA PANOR O bien CR (3) aaa Apliquemos esta fórmula a los casos principales considera- dos mas arriba: 1.2 Si, como en el caso de los planetas, la trayectoria es una cónica cuyo foco está en el punto fijo, la curva de las fuerzas es una circunferencia i su radio de curvatura X' es constante; luego, si y es una constante, se tiene: La fuerza es en razon inversa del cuadrado de la distancia +. 2.0 Si la trayectoria es una elipse, cuyo centro está en el punto fijo, la curva de las fuerzas es una elipse semejante; en la figura 14, el radio de curvatura en /V de la curva de las fuer- zas es proporcional al cubo de OM o a »?, luego, en este caso, si XK es una constante: F=Kr La fuerza es proporcional a la distancia r. A. OBRECHT (Continuará) A un «Lu Nm RLAIAOIOGAAAN : IS SOU! O a a a A O AN, ¿98 PAZ PA SEP 22 PO 22 PY)2LQALIO AS YE PYR POLE PO 200200 7 O IN le o o. OD en o. OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS 1 METEOROLÓJICAS —b»=— ABRIL DE 1995.—TEMBLORES Dia Hora Clase del movimiento Fuerza Tiempo I5 10% 10"P. M. Una oscilacion EW. fuerte 1125 sin ruido. 28 0-24 A NMN.. Un remezon suave 11%5 LLUVIAS, GARÚAS 1 ROCÍOS 2 8A.M.azgP. M. Lluvia LO 2 a 3 noche hasta 8 A, M. " 7.50 3 " " 0.54 BONE 20,21, 23.29 120 Garúas nocturnas 0.81 A O, 9,12, 13, 15310, ES, 10, 22,24, 25 Rocío nocturno 0.54 Suma de ADO 10.89 Suma anterior. 1. . 0, 18.89 Sumas hasta el 30 de Abril. . . 29""78 ARA, 152 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ——_— OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE SANTIAGO | SECCION DE METEOROLOJÍA | | 1 sumas del mes | ABRIL DE 1895 7 A, M. |35P, M. |10P.M. | PROMEDIOS [1725 A M. A e A Presion média. 1. 11718:90 [7160341717321 A Ena A OA O — 19.60 minima. 1. 0.230 stoy 3 7o -— 15.65 Barómetro normal reducido a cero API AT AAA SAA A AA : Vientos Psicrómetro a | S ZSNNNEZIZ|= SN 5 pb] a A a ll El ela lei DEO | GU 00 Qs OO 0 A o E = 0 9 =P Dd oo pan lt EOS NE ES a pen 60 ae A E E OON Temperatura média. 190044 1O972 Mi máxima; 0 a LAO 122200 112200 — 11970 O O A O — 6%0 Humedadrelativa média| 88.8 | 64.0 | 9o.c ES 95-5 " " máxima| 1oo.o | 99.0 | 99.0 — 100.0 | " minima 02105 5930:0% bdo — 90.0 | Tension del vapor média| 7.46 " máxima| 9.90 6.30 —_———— — o | ————————— >o— | A —— | o>c—_—_—_—————————————————————— AA ———— Direccion. . .) S (veces) fl O) N a A AA>oE——_—__—_—————— + ——— A AAA o | A média 9.3 | 3L08:9| TE BONO 16.4 máxima| 80.0 | 370.0| 30.0 — 80.0 mínima| o.o 20.0 0.0 o 0.0 Despejada o db) 20 I5 5 14 Nublada " | — 2 3 Cubierta da IA Ed Lo 8 7 2 — I Velocidad por minuto Neblina Mis 6 Rocío. A E Helada A — — — Lluvia. . MOS LN — 2 2 1 Granizo A a — — Tempestad, truenos, relámpagos . . .| — — — 1 — Promedio nublado. O OS O 0.33 0.37 Atmósfera Observado por varios 1 calculado por A, Krahnass, OBSERVACIONES ASTRONÚMICAS I METEOROLÓJICAS SIS 3 ES VALORES PROMEDIOS DIARIOS | Oscilaciones diarias Abril de 1895 | S= |—— : En : : Se AS [| máx. | min. |Oscilacion| máx, | min. |Oscilacion| máx. | min. | média Barómetro ins-[717.54[725.40| 712.94| 12.46 | 722.46 714.60| 7.86 | 7.01 | 0.58 | 2.08 criptor reduci-| —-- 4 2 = 4 2 =- 4 24 — do a cero. Termómetro de|| 13%44 | 23%0 | 4% | 180 15%90 | 10985 | 5%05 6%9 | 2%1 1195 máx. 1 mín. = TI. 24 = 10 21 — 5 22 a Humedad rela-| — 100 36 64 95 72 23 52 O 30 tiva. — 21 5 E A: 25 — 4 2 — Tension del va-| — II.S 6.3 5-5 0.4 ES 1.9 4-0 | 0.3 1.89 por: = 6 4 = 8 3 — I5 22 —- | 10 A, M. a 4 P.M. Dia entero TOTAL . : E del mes| Proporción nublada máx. | min. | medio| máx. | mín. medio kilómt. recorrd.| S7.8 | 16.7 | 539 | 122.5| 50.4| 86.8| 2603 17 dias E dias. 14 2 — 14 24 — — con ménos de 107, Sl / por hora 14-671 2.79 S.08S| 5.10] 2.1 36 — tanto por 100 + 62.0 7 AÑ 100.0 => Hd [AMES PEC MPAA == 8 dias ; as de 50% El mm. 3-47 | 0.00| 2.15 | 4.60 | 0.30. 2.581 77.6 o 5 dias 9 2 = 6 222) a EnESO a tanto por 100 | E 05 E PIE Promedio del mes Lluvia, garúa i rocío 10.89 29% PROMEDIOS 1 HORAS DE LOS 4 MÍNIMOS I MÁXIMOS DIARIOS -1,er min. | 1,er máx. 2,0 mín, | 2.0 máx. | Promedio al oo 717.40 718.18 716.93 718.54 717.78 seais ea A.M. 9h23A 3hgmP.M. 9h32P. M. | om 24 superior al 3 | Variacion y iLao P.M.a7A.M 7 A. M.a12 Ta 5%4P.M. 6a 12%P. M| promedio mensual E MAYORES OSCILACIONES HADBIDAS EN 24 HORAS CONSECUTIVAS 2 | Dias 2 324 4a5 8 | Milímetres —5.65 +8.79 —-9,02 El Ed OSCILACIONES GRANDES EN INTERVALOS RELATIVAMENTE CORTOS Del 2 al 4 en 53 horas+ 12m 44. | Observado 1 calculado por A. Krahnass. TOMO XCIV A. OBRECHT Director del Observatorio Astronómico 11 k Pa! 2 UA PRES y S E To Ml 7] A po 7% AN Jere rl ión Far Diiseroalorio + rldronórntico de Santiago Piero canino recommido Oxvaporacion media diaria ( milimetros) medio diario (Kilometros) S RN Q Pb D q as q EE O ES PA OS y” A — UA — E E a + «pe aca Edo AE 0 AE | AS IPD E — SA | [ESTA E AA AA ps A WES —- np. JE A ES A SANS AS | Ñ A a PR A E aa + ¡Ne AAA A E E A a EE A EJE :IMCINE EN TET A o o .. (Premios iomiós para cda eN ——. FACULTAD DE TROLOJÍA sd (Bienio de 1895 i 1896) “Idea histórica de la enseñanza dada en Chile 3 por el clero secular 1 regular durante la domina- - 3 cion españolan. | FACULTAD DE MEDICINA 1 PARMACIA | (Bienio de 1896 i 1897) —"Condiciones científicas de los mataderos í ser- vicios anexos, en relacion con la hijiene E 3 —PAGULCAD DS LEYES GIGAS: oLÍmAS "Estudio sobre el recurso de casacion. q (Las composiciones deberán presentarse a la Secretaría ántes del ro de Marzo de to FACULTAD DE FILOSOFÍA | HUNANIDADES “Historia de alguna provincia o ciudad de Chile, desde su oríjen hasta la época actual. (Las composiciones deberán presentarse : a la. . | Secretaría ántes del 10 de Marzo de e. A —EAGUAD di CIENCIAS AS | ads (Bienio de 1896 i 1897) "Monografía de los ferrocarriles de Chile bajo ep pur “to de vista técnico i financiero. 5 | REPÚBLICA DE CHILE FINA LES DE LA UNIVERSIDAD E LAN — TOMOS XCII-XCV, —AÑO 54..? SUMARIO Boletin de Instruccion Pública.—Consejo de Instruccion Pública: Sesiones del 10 t 17 de Agosto de 1896. Memorias científicas i literarias. —Plantas nuevas chilenas de las familias que corres- ponden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A, PHILIPPI, (continuacion). — Viajes i estudios en la rejion hidrográfica del rio Puelo, por el doctor STEFFEN, (con- tinuará). —Vuevos trabajos sobre la Historia de España publicados desde 1893: hasta 1895, por KONRAD HAEBLER.—Lstudios Araucanos WI. Cuentos araucanos referi- dos por el indio Calvun (Segundo Jara) en dialecto pehuenche chileno, por RODOLFO LENz, (conclusion).—Compendio historial del descubrimiento, conquista t guerra del Reino de Chile, discurso tercero i 1último que trata de lo que católicamente se debe sentir en la Astrolojta que llaman Judiciarian, compuesto por el capitan don MELCHOR JU- FRE/DEL ÁGUILA, natural de la Villa de Madrid, (continuacion).—Zecánica racio- nal por A, OBRECHT, (continuacion). —Observaciones astronómicas, por A. OBRECHT. AGOSTO DE 1696 - SANTIAGO IMPRENTA CE RVANTES CALLE DE LA BANDERA, 73 1896 AVISO Para la debida regularidad en el reparto de los ANALES, se ruega a los señores suscritores que ha- yan cambiado de domicilio, tengan a bien avisarlo | por escrito a la IMPRENTA CERVANTES. Sumario del número de Junio (231 pájinas). | Boletin de Instruccion Pública. —Comsejo de rica Pública: Sesiones del 1.2, Po A 15, 18 1 22 de Junio de 1896. Ñ Memorias científicas i literarias. —Plantas nuevas chilenas de las familias que corres E ponden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (continuacion). — Mecánica racional, por A. OBRECHT.— Uredineas i ustilajíneas muevas chilenas, por F. W. NeGER.—Apuntes sobre los insectos de Chile, por P. GERMAIN, (continuacion). —Estudios críticos sobre la flora de Chile, por KARL REICHE, (continuacion). —Ulté= ps mos días coloniales en el Alto-Perit, por GABRIEL RENÉ- -MORENO, (continuacion).— Compendio del descubrimiento, conquista ¿ guerra del Reino de Chale, con otros cs! discursos, uno de "Avisos Prudenciales en las materias de gobierno i guerra ¿otrowDe lo que ratólicamente se debe sentir en la Astrolozía Judiciarian, compuesto por el capi- tan don MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA, natural de la Villa de Madrid, (continua- , cion). — Observaciones astronómicas, por A. OBRECHT. e 1533 3 8 Su q pS del número de Julio (174 pájinas i 2 láminas). Boletin de Instruccion Pública. —Consejo de Instruccion Pública: Sesiones del 6, 138 ; 20 1 27 de Julio de 1896. ; Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de las familias que corre ponden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (continuacion).- Últimos dias coloniales en el Alto- Per, por GABRIEL RENÉ- MORENO, (continu cion).— — Compendio historial del descubrimiento, conquista i guerra del Reino de Ch discurso tercero i último que trata “De lo que católicamente se debe sentiren la Astr lojía que llaman Judiciariay, compuesto por el capitan don MELCHOR JUFRÉ DE A GUILA, natural de la Villa de Madrid, (conclusion). A tos araucanos referidos por el indio Calvun (Segundo Fara Ji en dialecto pehuenci chileno, por RODOLFO LENz, (continuacion). —Mecánica racional, por A. OBRECH: (continuacion) .—Obse»vaciones astronómicas, por A, OBRECHT, PRECIOS DE SUSCRICION Un año, doce a PS LO semestre, O $6 Las suscriciones empiezan en Enero de cada año. IMPRENTA CERVANTES CALLE DE LA BANDERA, NÚM. 73. — SANTIAGO DE CH E 18,167.—IM?. a, Bandera, 73. pa A ¿ Ni = == . : 6 UN dd il AAA PR 20 FOO O WA E PLANTAS NUEVAS CHILENAS DE LAS FAMILIAS QUE CORRESPONDEN AL TOMO VI DE LA OBRA DE GAY (Continuacion) VI. FESTUCÁCEAS 12. Gynerium Ib. Bpl. (Gay, VI, 327) GYNERIUM NANUM.—Ph. G. culmo humilí, modo 22 cm. alto usque ad apicem vagina- to; foliis radicalibus..., caulinis complicatis leevissimis; vaginis inflatis; pilis loco ligulee; paniculse ovato-oblongee contractae, ramis brevibus; spiculis subsessilibus, 11 mm. longis; glumis zequalibus lineari lanceolatis maxima ex parte violaceis, flos- culis 7 laxis, inclusis; pilis rhacheos et baseos palearum flosculos TOMO XCIV 12 156 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS eequantibus; palea inferiore 6 mm. longa in aristam «quilongam terminata. In insulis Maclovianis decembri 1884 legit orn. doctor Caro- lus Martin. Tenemos un solo ejemplar, pero es mui completo. La paja tiene dos nudos, que son purpúreos; la vaina inferior tiene 13% centímetros de largo, su lámina 5 milímetros, su borde es fuer- temente aserrado, como en las otras especies del jénero, pero la cara inferior o esterior de la hoja i las vainas son lisas. La quí- lla de las glumas es mui lisa. Las páleas son en parte violadas, en parte verdes. Hai tres estambres con las anteras violadas. —Buscando esta planta en la Flore des Malouznes de Gaudichaud (Ann. de Sc. nat., V. 1825), crei que podia ser la Arundo alope- curus (1aud., p. 100, cuya brevisima descripcion le va bien, a es- cepcion de las glumas “dorso ciliato-scabrasu, pero los autores posteriores, v. gr. Kunth, que coloca esta Arundo en el jénero Poa (Poa Alopecurus), dan descripciones mas completas, de donde resulta que nuestra planta es mui distinta. o. q Erogrostis Pal. Boauv. (Gay, VI, 390) 1. ERAGROSTIS DESERTICOLA.—Ph. E. annua, humilis; vaginís, foliis et parte superiore culmorum pilosis; culmis 3-6 pollicaribus, bi-trinodibus; foliis brevibus, planis, in pagina superiore et margine scabris; panicula contrac- ta, oblonga, spiciformi; spiculis subsessilibus, ovato-oblongis, 3 lin. longis, fere 1 lin. latis; subdecemfloris; palea inferiore glu- mas sesquies «equante, ovato-lanceolata, valde compressa, acute carinata, trinervia; superiore «equilonga, angusta, in carinis pilis longis ciliata. E. desertícola Ph. Iter. atac. 409. Circa Hueso parado 25%26' lat, m. et 1200 p. s. m. inveni. Planta anual, baja, con las vainas, hojas i la parte superior de las pajas peludas. Las pajas miden 7.5-15 centímetros, i llevan 2-3 nudos; las hojas son cortas, planas, en la cara superior i el PLANTAS NUEVAS CHILENAS 157 KT borde ásperas, La panoja es contraida, oblonga, en forma de espiga; las espiguillas son casi sésiles, aovadas oblongas i miden 6 milímetros de largo i casi 2 milímetros de ancho, son subde- cemfloras; la paja inferior es la mitad mas larga que las glumas, aovada lanceolada, mui comprimida, agudamente aguillada i muestra tres nervios, la superior es de igual lonjitud, estrecha, i en las quillas largamente pestañosa. 2. ERAGROSTIS SCABRA.—Ph. E. perennis ceespitosa, 1-11% pedalis, culmo erecto; foliis pla- nis, scabris, longi pilosis, supremis glabriusculis; vaginis ore dense pilosis; ligula brevissima; panicula laxa, ovata, ramis erectis, scabris; spiculis linearibus circa 7 floris, 3 lin. longis, e nigricante viridibus; glumis uninerviis acutis; floribus 1 lin. lon- gis, scabris; palea inferiore trinervia, ovata, obtusiuscula, supe- ¡ore «equilonga. E. scabra Ph Iter. atac. 408. Circa Hueso paraelo 25%26' lat. m. et 1200 p. s. m. inveni. Planta perenne, cespitosa, de la altura de 30-46 centímetros, La caña es derecha; las hojas son planas, ásperas, largamente peludas, las superiores algo lampiñas; la boca de las vainas es densamente peluda; la ligula es mui corta. La panoja es floja, aovada con las ramas derechas; las espiguillas son lineares con 7 flores mas O ménos, negruscas verdosas; las glumas son agu- das uninervias; las flores ásperas miden 2 milímetros; la paja inferior lleva tres nervios, es aovada, algo roma, i de la misma lonjitud que la superior. 241. Koloria Pers. (Kth. Enum., I, 380) KOLERIA TRACHYANTHA.—Ph. K. erecta 1 pedalís; culmis fere usque ad apicem foliosis; va- ginis glabris, scabriusculis; foliis anguste linearibus, planis, gla- ¿bris, scabriusculis; panicula angusta, contracta, viridi et albo variegata; spiculis subtrifloris, 13% lin. longis; glumis subzwqua- 158 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS libus, utraque uninervi, anguste lineari; palea inferiore, elon- gata, trinervia, dense setosa; arista recta, dimidiam paleam xquante. K. trachyantha Ph. Iter. atac. 404. —In regione herbosa ad Paposo 25% lat. m., c. 500-1000 p. S. m. invenitur. Planta derecha, 30 centímetros alto, con las cañas hojosas casi hasta el ápice; las vainas son lampiñas, algo ásperas; las hojas son estrechamente lineares, planas, lampiñas, algo áspe- ras. La panoja es angosta, contraida, jaspeada de verde 1 blan- co; las espiguillas son subtrifloras, de 31% milímetros de largo; las glumas son casi iguales, estrechamente lineares, í llevan cada una un nervio; la paja inferior es alargada, densamente cerdosa 1 lleva tres nervios; la arista es derecha i tiene solo la mitad de la lonjitud de la paja. ¿ab L. Catabrosa Pal. Boauv. (Gay, VI, 391) CATABROSA FRIGIDA.—Ph. C. annua, ceespitosa, glaucescens; culmis 6-12 pollicaríbus, tri- nodibus, superius nudis, sicut folía leevibus; foliis fere omnibus convolutis, erectis, filiformibus, caulinis brevibus, ligula oblon- ea acuta; panicula bipollicari, ovata, pauciflora; ramis scabriís inferioribus ternis; spiculis 2 lin. longis, oblongo-linearibus, tri- floris, floribus laxis rhachique glaberrimis; gluma inferiore vix dimidium superioris ovatee, obtusee, mucronate haud crenulate equante, palea glumam superiorem fere bis sequante, versus apicem violacea, obtusa integerrima, basi quinquenervia. C. frigida Ph. Iter. atac. 406. Ad rivulum vallis Rio Frio 24%50' lat. m. et c. 10800 p. s. m. crescit. Planta anual, cespitosa, garza; las cañas miden 15-30 centí- metros, llevan tres nudos, son arriba desnudas i lampiñas como las hojas; éstas son casi todas arrolladas, derechas, filiformes, las tallinas cortas; la lígula es oblonga, aguda. La panoja mide 5 centímetros, es aovada, de pocas flores, i las ramas ásperas PLANTAS NUEVAS CHILENAS 159 inferiores nacen de a tres; las espiguillas miden 4 milímetros, son oblongas lineares, trifloras, las flores flojas i la ráquis son mui lampiñas; la gluma inferior alcanza apénas a la mitad de la superior, que es aovada, obtusa, mucronada i no almenada; la paja es casi dos veces tan larga que la gluma superior, viola- da hácia la punta, roma i mui entera, i lleva en la base cinco nervios. XIII. Melica L. (Gay, VI, 373) MELICA PAULSENI.—F, Ph. M. 121% m. alta, fructicosa, ramossima; foliis asperrimis, pli- catis; lagulis brevissimas, subnullis; vagina summa paniculam amplam, violaceo et luteo variam vel omnino lutescentem am- plectente; spiculis 7.5 mm. longis, cum rudimento floris tertii; olumis subzequalibus acutis, inferiore oblongo-ovata trinervia, superiore víx angustiore, quinquenervia; palea flosculi herma- phroditi longe cilíata. In predio S. Isidro prope Quillota invenit Fr. Philippi. Las pajas tienen el espesor de 3 milímetros, i producen mu- chos ramos del largo de 28-55 centímetros. Las hojas miden 18 centímetros de largo i 3 milímetros de ancho. La panoja tiene casi 14 centímetros de largo; sus ramos, que llevan casi desde su base espiguillas, miden 55 milímetros.—Se distingue de las especies vecinas, que tienen igualmente pelos largos en el borde de las páleas, por tener las lígulas mui cortas i la glu- -ma inferior angosta puntiaguda trinervia.—F. Ph. 2. MELICA BERTEROANA PH. AN LAXIFLORA DESV.? M. in omnibus partibus scaberrima, culmis erectis 28-55 cm, altis; vagina ultima basín panicule amplectente; ligula elongata, subintegra; paniculee ramis demum divaricatis; spiculis omnino lutescentibus, flosculos duos et rudimentum tertii gerentibus; oluma inferiore 11 mm. longa, late ovata, obstusiuscula, Ú z.e7- 160 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS _ _ —_aOAA—A vía, nervis lateralibus vix usque ad medium productis, anasto- mosantibus, gluma superiore axngusta, vix Y inferioris «equan- ti, ea parum breviore, 5 nervía, nervis ultra medium productis; palea flosculi hermaphroditi longe ciliata. a Bertero prope Rancagua lecta. He creido mucho tiempo, que era la M. /axiftora (Cav?) Desv. (Gay VI, p. 375), pero Desvaux da a su planta glumas in- feriores con cinco nervios, i la nuestra las tiene octonervzas; dice que la gluma superior es 2% mas estrecha, oboval-oblonga, ¡en la planta Berteroana es estrecha, i tiene solo Y de la lati- tud de la gluma inferior. Buscando ahora la obra de Cavani- lles, Icones, etc,, V. p. 48, tab. 473, f 9, que instituyó la M. laxt- flora, veo que su descripcion 1 figura no guardan conformidad con la descripcion del Desvaux. Éste dice: la vaina superior abraza la base de la panoja, i en la figura del Cavillas hai una distancia de 6 centímetros entre ella i la panoja! No es permi- tido atribuir esta diferencia a un error del dibujante. Cavani- lles lama la paja de su planta "glaberriman ¿Es permitido suponer que no le haya llamado la atencion la superficie scaber- rima de la planta? No dice nada de las venas en las glumas i páleas, porque en su tiempo los botánicos no se fijaban en estas cosas. Su figura Á muestra la gluma superior mui angosta, en la descripcion la llama sublanceolata, miéntras ésta es, segun Desvaux, oboval-oblonga;, en la figura de Cavanilles es sensi- blemente 12as corta que la inferior, 1 Desvaux dice: glumas sub- ¿guales.—La planta de Cavanilles había provenido de Talca- huano; Desvaux da Valparaiso, Santiago, Concon, como patria de la suya. 3. MELICA NITIDA.—Ph. M. culmo erecto haud flexuoso, omnino vaginis tecto; foliis circa 7, 5 cm. longis, 4 mm. latis, scabriusculis sursum scabe- rrimis; panicula patula, multiflora, ramis subsimplicibus, sal- tem 10-floris; spiculis 71% mm. longis, angustis violaceo-argen- teis, bifloris; glumis flores subxequantibus, subenervzzs, inferiore ovata, versus apicem haud dilatata, superiore dimidio angus- tiore; palea inferiore floris hermaphroditi septemnervía, glu- me superiori «quilata. PLANTAS NUEVAS CHILENAS 161 In valle San Ramon prope Santiago invenirí potest. En ningun ejemplar hai pajas o ramos estériles. Las pajas tienen la altura de 70 centímetros i son mui derechas, no flexuosas.—La tenia confundida por mucho tiempo con la M. argentata Desv., pero difiere a mas de la derechura ide las pajas, por la panoja patula, pero no divaricada, las glumas ao- vadas ino "obovato-ellipticasn, í por los nervios apénas indica- dos de ellas. 4. MELICA MOLLIS.—Ph. M. culmis filiformibus; folz?s plants molliter pzlosts; vaginis densius retrorsum molliter pubescentibus; ligula elongata; pani- cula contracta, spiciformi; pedicellis spiculas 8 mm. longas, bifloras «egre zequantibus; glumeés aquilongís, inferiore ovata, 5 mm. lata, violacea, caeterum hyalina, superiore fere 4 mm. lata viridi, demum violacea et hyalina; floribus 2, raro 3, glu- mas equantibus; (último neutro); palea inferiore undecim cos- tata, viridi, apice hyalina, haud c:/zata. Prope Carrizal invenit orn. Guilielmus Geisse. Desgraciadamente recibí solo la parte superior de la planta con dos hojas. La anchura de éstas es de 2 milimetros; la lígula suprema es apénas del largo de 4 milímetros. La panoja tiene 7 a 8 centímetros; la ráquis i los pedicelos son pubescentes. — La falta de pestañas en la pálea inferior i la vellosidad distin- . gue esta especie de las afines sin dificultad. 5. MELICA TORTUOSA.—Ph. M. culmis c. 45 cm. altis, Zexuosís, omnino foliatis; foliis pla- nis glabris; vaginis superne scabris, ultima panicule approxi- mata; ligulis multifidis; paniculís usque ad 20 cm. longa, pyra- midata, ramis patentibus, in quovis semiverticillo subbinis; spiculis bifloris, 9 mm. longis, gluma inferiore ovata, basi atte- nuata, 7 nervia, dorso violacea, apice albido-scariosa, palea in- feriore flosculi inferioris glumze «equilonga, sed angustiore, 9-nervia, marginibus longe cilíatis, palea superiore haud ciliata: Habitat in valle fluminis Torca depart. Ovalle. Guili. Geisse. 162 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Las pajas son delgadas, su grosor es apénas de 2 milímetros. Las hojas inferiores son marchitadas; las mas largas miden 65 milímetros en lonjitud por 3 milímetros de ancho, son de un verde vivo, 1 su vaina envuelve casi todo el internodio. Los ramos mayores de la panoja llevan en su parte apical unas IO espiguillas casi sésiles. —Esta especie se distingue fácilmente por su paja mui flexuosa, sus hojas planas, su panoja grande i abierta. XIV. Distichlis Raf. (Gay VL, 395) 1. DISTICHLIS TENUIFOLIA.—Ph. D. gelaberrima, ramis basi modo 11% mm. crassis, denique capillaceis, fere usque ad apicem foliatis; foliis viridibus, seta- ceo-convolutiís ad summum 25 mm. longiís, 3£ mm. crassis; pa- nicula di-trístachya; spiculis 5-6 jfloris; egluma inferiore dimi- dium floris contigui 's*equante, superiore flori equilonga; palea inferiore novemnervia acuta. In arena litorea insule Quiriquina et prope Talcahuano crescit. Los ramos, que salen de la arena, tienen apénas la altura de 9 centímetros; las hojas superiores son bastante distantes; las vainas que crecieron en la arena son dilatadas. El pedicelo de las espiguillas tiene el largo de 2 milímetros, las espiguillas el de 8 milímetros.—Esta especie es fácil de reconocer por sus hojas setáceas i su panoja, si panoja puede llamarse una inflo- rescencia bi-tristaquía. 2. DISTICHLIS ARAUCANA.—Ph. D. cuúlmis basi fasciculatim ramosis (ut in omnibus); foliis erectís, convolutis, filiformibus, vaginis glaberrimis; loco ligulze pilis quibusdam,; spiculis S-12 confertis, racemum spiciformerm formantibus, 8-10 floris, lanceolatis, vix 10 mm. longis; palea inferiore coriacea, late ovata, 9-11 nervía, superiore vix breviore: In Araucania ad Nacimiento in arenosa ripa fluminis Verga- ra januario 1877 legi, 1871 in arenis preedii Renaico. A a A A A a o Ars ds PLANTAS NUEVAS CHILENAS 163 Las pajas floríferas tienen la altitud de 18 centímetros. Las hojas tienen el largo de 36 milímetros, son casi todas enrolla- das i entónces tienen apénas el grosor de 3% milímetros, des- arrolladas tienen el ancho de 21% milímetros. Las espiguillas tienen el largo de 10 milímetros, i el ancho de 3-3% milíme- tros. La ráquis de las espiguillas masculinas es mui lampiña; la gluma inferior tiene apénas la lonjitud de 1 milímetro, i es uninervia, la superior es el doble mas larga 'i trinervia. Hai tres anteras lineales, etc. No conozco las flores femeninas. — Esta especie es igualmente fácil de distinguir por sus hojas er- guidas, enrolladas; el número de las espiguillas no permite con- fundirla con la D. tenuzfolza. me SIS TICELLIS VIRIDIS: Ph: D. culmis 12 cm. altis; foliis leete viridibus, 33 mm. longis, patulis complicatis, apertis 3 mm. latis, angustissime cuspidatis; ciliis brevibus loco ligulee; ore vagznerum glabro; panicula densa racemiformi; spiculis masculis 10 mm. longis, lanceola- tis acutis, 7-12 floris; gluma inferiore uninervía, superiore flos- culum 4 mm. longum subeequante, quinquenervia. Prope Monte Amargo inter Caldera et Copiapó lecta fuit. No se trajo la planta femenina.—Se distingue de las tres especies descritas en la obra de Gay por su color verde i el márjen de las vainas liso i lampiño, i de las dos especies ante- cedentes por su panoja densa polistaquia. XV. Briza L. (Chascolytrum Gay, VI, 381) BRIZA (CHASCOLYTRUM) PATULA.—Ph. Br. cespitosa; culmis basi duris, tunicatis, usque ad 40 cm. altis, tenuibus, superius longe denudatis; foliis culmorum sterl- lium convolutis, culmi fertilis brevibus planis; ligula ovata; pa- nicula pauciflora, 6 cm. longa, ramis patulis, binis, majore 3-4 stachyo; spiculis oblongo-linearibus, 8 mm. longis, 4 mm. latis, subquadrifloris; glumis navicularibus, late ovatis, margine lato 164 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS scarloso; inferiore 3 nervía, superiore basi 5 nervia, 4 mm. lon- ga; palea inferiore 4 mm. lonsa, 6 mm. lata, basi cartilaginea dorso superius compressa et in lobum 5 nervium emarginatum, breviter aristatum terminata, utrinque vero in lobum transver- sum triangularem dilatata, margine superiore late scarioso; palea superiore oblonga, longitudine dimidium inferioris «equante. Supra Angol novembri 1887 in veni. La planta es algo garza. Las hojas de las pajas estériles son siempre arrolladas i del largo de 9 centímetros, su anchura cuando se desenvuelven es apénas de 1 1% milímetros. Las pajas fértiles tienen dos nudos, cuyo superior dista a veces solo 2 Y¿ centímetros de la raiz. Las anteras son violadas. La forma de la paleta inferior“es mui singular. 22 VI. Pos L. (Gay, VI, 403) 1. POA (EUPOA) MAULLINICA,—Ph. P. perennis, culmis basi radicantibus, 20-27 cm. altiís, usque ad paniculam vaginatis, leevissimis; vaginis valde striatis leevi- bus; foliis planis, leevibus, 4 mm. latis, summa 7 mm. longo; ligula ovatoo-blonga, 6 12 mm. longa; panicula 11-13 cm. lon- ga, contracta, multiflora; ramis c. 4 in quovis semiverticillo, basi leeviusculis, versus apicem setoso-scabris, usque ad medium nudis; spiculis confertis, subsessilibus, oblongo-ovatis, 4 mm. longis, 3-4 floris; glumis insequalibus, inferiore uninervía 2 mm longa, superiore majore trinervía, margine scariosa, in nervis spinuligera; palea inferiore (fosculi inferioris) paullo majore, margine magis scariosa; lana inter flores parcissima. Ad flumen Maullín in po Llanquihue invent orn. doctor Carlos Juliet. Muií afin a la P. coto Hook. f. (Gay VI, Pp. 404), que tiene igualmente la paja enteramente envainada, la ligula larga, la panoja contraida i las espiguillas pequeñas, pero difiere por hojas, que tienen la triple anchura, por mayor número de ramos en los semiverticilos, frecuentemente desnudos en su mitad in- PLANTAS NUEVAS CHILENAS 165 ferior, por tener poca lana entre las florecillas, i por páleas mucho ménos asperas. 2. POA (EUPOA) PYCNANTHA.—Ph. P. perennis, caespitosa; culmis basi vaginis albidis foliorum emortuorum tectis, floriferis erectis, fere usque ad apicem fo- liatis, sub panicula scaberulis; folzis brevibus, convolutis, rígidas, pilosis; ligule loco barba pilorum, panicula contracta spiciformi, basi lobata, spiculis subsessilibus, 4 mm. longis, 6 floris; g/uma inferiore miénima, superiore fere quadruplo majore, flosculum contiguum 2 mm. longum «equante; palea inferiore quinque- nervia, scaberula; palea superiore fere «eque longa, carznzs longe ciliatis; lana inter flosculos nulla. Prope Copiapó septembri 1885 a Fr. Philippi lecta est. Las pajas tienen la altura de 25 centímetros i muestran 4 nudos lampiños, su base seca i mui dura; las hojas inferiores miden 32 milímetros de lonjitud i 1 milímetro de grosor. La panoja tiene la lonjitud de 7 centímetros i el espesor de 1 cen- timetro.—Especie muí singular por la panoja parecida a espiga, la falta de lígula, etc. 3. POA (EUPOA) EREMOPHILA.—Ph. P. dense ceespitosa, pallide virens vel lutescens; culmis strictis, filiformibus, leevibus, basi ima tantum nodosis; foliis plicato- setacelís, incurvis, leevibus, radicalibus 3 poll. longis; ligula elon- gata acuta; panicula angusta stricta, erecta bipollicari, albido- viridi; ramis leevibus, ad summum 3-5 spiculas 1 1% lin. longas gerentibus; glumis acutis, inferiore uninervía, lanceolata supe- riore dimidio longiore, trinervía, ovato-lanceolata, obtusiuscula; palea inferiore ovata, acutiuscula, quinquenervía, víx carinata, glaberrima, superiore vix longiore; rachi glaberrima. | P. eremophila Ph. Yter. atac. 411. Prope Pajonal 23" 56 lat. m., 10400 p. s. m. inveni. Planta densamente cespitosa, de color verde pálido o amarí- llenta, con cañas derechas, filiformes lisas, solo en la ínfima base nudosas. Las hojas son plegadas cerdáceas, encorvadas, lisas 166 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS las radicales de 7.5 centímetros de largo; la lígula es alargada, aguda. La panoja es estrecha, apretada, i mide 5 centímetros, es de color verde blanquizco, las ramas lisas llevan a lo sumo 3-5 espiguillas de 2.5 milímetros; las glunas son agudas, la ín- ferior alanceada tiene un solo nervio, la superior es la mitad mas larga, aovada alanceada, algo obtusa i lleva tres nervios; la pálea inferior es aovada, algo aguda, apénas aquillada, mui lisa i lleva cinco nervios, la superior es apénas mas larga; la ráquis es mui lampiña. 4. POA (DIOICOPOA) PAPOSANA.—Ph. P. dioica, ceespitosa; culmis fertilibus 1 pedalibus, erectis, internodio supremo longissimo; foliis herbaceis, anguste linea- ribus, vix 1 Y lin. latis, planis, culmorum sterilium interdum convolutis; panicula mascula 2-3 pollicari, satis contracta, ra- mulis a basi spiculas gerentibus; spiculis 2 14 lin. longis, du- rante florescentia fere orbicularibus, subquinquefloris; floribus patulis distantibus; rachi glaberrima; glumis lanceolatis, acutis, in carina denticulatis; paleis ovatis obtusiusculis, trinerviis, ner- vis parum conspicuis. P. paposana Ph.—Iter. atac. 410. In regione herbosa prope Paposo inveni. Planta dioica cespitosa; las cañas fértiles miden 30.5 centl- metros, son derechas i el último internodío es mui largo. Las hojas son herbáceas, estrechamente lineales, de apénas 2 milí- metros de ancho, planas, en las cañas estériles a veces arrolladas. La panoja masculina mide 5-7.5 centímetros, es bastante con- traida, 1 sus ramas llevan espiguillas desde la base, las que miden 3 milímetros i son durante la florescencia casi orbicula- res, llevando ménos de cinco flores. Las flores son abiertas 1 distantes; la ráquis es mui lampiña; las glumas son alanceadas, agudas, con la quilla dentellada; las pajas son aovadas, algo romas, trinervías, con los nervios poco aparentes. 5. POA (DIOICOPOA) SCHOENOIDES.—Ph. P. cespitosa; foliis erectis, elongatis, setaceo convolutis, víx scaberulis; ligula oblonga; culmo fere 60 cm. alto, longissime PLANTAS NUEVAS CHILENAS 167 nudo; panicula contracta, lobata; ramis subbinis in quovis semi- verticillo, a basi spiculigeris; spiculis subsessilibus, 5 12 mm. longis, 3 mm. latis, 4-5 foriís; flosculis masculis basi lana junctis; palea inferiore valde compressa, fere 5 mm. longa, trinervia viridi-violacea, Prope Queñi in Andibus provincie Valdivia legit Otto Phi- lippi. La planta se parece mucho en su modo de crecer al grupo de la Festuca scabriuscula, formando céspedes mui grandes, con las hojas erguidas, enrolladas, tiesas del largo de 30 cen- tímetros, i del grueso de solo 1 1% milímetros. Las pajas estan cubiertas en su base de las vainas blancas o cenicientas de las hojas caidas, i muestran solo 2 nudos, cuyo último dista solo 12 1% centímetros de la raiz. La última vaina tiene la lon- jitud de 20 centímetros, su lámina solo la de 5 22 centímetros; la hoja desarrollada tiene solo el ancho de 2 milímetros. Los ramos de la panoja tienen unos 3 centímetros de largo, —Tiene mucha semejanza con la P, ¿nterrupía de los arenales marítimos de Concon, que se distingue, sin embargo, luego por sus espi- guillas del doble tamaño. 6. POA (DIOICOPOA) DIALYTOSTACHYA.—Ph. P. culmo tenui, circa 42 cm. alto, basi vaginis foliorum emor- tuorum tecta; foliis rigidiusculis, erectis, convolutis, 4-34 culmi zequantibus, sicut vaginz glaberrimis leevibusque; lígula elon- gata; panicula contracta, spiciformi, interrupta; ramis in quovis semi-verticillo subtribus, ad summum 2 cm. longis; pedicellis brevissimis; spiculis 9 mm. longis, subquadrifloris, tempore flo- rendi patulis, viridi, violaceo et fulvo variis; glumis anguste lanceolatis, viridibus, scariose marginatis, inferiore tri- superiore quinquenervía, 6 l¿ mm. longa, flosculis lana junctis, inferiore longitudine glume sed latiore, 5 nervis valde prominulis; carina usque ad medium lanuginosa, ciliata, violacea, apice fulva, ner- vis viridibus. Prope Concon Octobri 1884 legit Fr. Philippi. La paja tiene el grosor de 1 3% milímetros. 168 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS 7. POA (DIOICOPOA) STACHYODES.—Ph:. P. culmis strictis, 70 cm., altis, bifoliis; vaginis longissimis valde striatis, scaberrimis; l¿igula elongata bipartita, lamina pla- na, herbacea, rígida, 5 mm. lata, praeter marginem laevi; pani- _cula contracta, spiciformi, 74m2s in quovis semiverticillo 2-3, inferioribus 5 cm. longis, fere a basi spiculigerís; pedicellis ad summum 3 mm. longis; spiculis 10 mm. longis, 6-8 floris, ovato lanceolatis; glumis ovato-lanceolatis, carina serrulato-asperis, superiore 5 mm. longa trinervia; palea inferiore ejusdem longi- tudinis et formae sed quinquenervia; palea superiore ejusdem longitudinis; lana nulla; staminibus pallide luteis. Ad Concon legit Octob. 1884. Fr. Philippi. Las pajas tienen el grosor de 3 milímetros. Las hojas radica- les faltan, la paja lleva solo dos. La panoja tiene 14 centímetros de largo, 11% centímetros de ancho. El tiempo del florecer habia ya pasado, i toda la panoja es de color de paja; sin embargo, hallé en una espiguilla estambres con filamentos cortos i ante- ras vacias, probablemente anómalos. No conozco la hembra.— La lígula profundamente bífida distingue luego esta especie de las afines. 8. POA (DIOICOPOA) PATAGONICA.—Ph. P. stolonzfera, glabra; culmis 28-55 cm. altis, trinodibus, (cum rhachi pedicellisque) laevissimis; foliis coriaceis, culmo brevio- ribus, convoluto-filiformibus, supremo tantummodo apice scabro; ligulis elongatis, bipartitís; panicula 55-80 mm. longa, contracta, spiciformi, lobata, violaceo-flava, ramis a basi vel a medio inde spiculigeris; spiculis 8-8%% mm. longis, 5-8 foris; glumis 4 mm. longis, rhachi (forum masculorum) glabra; palea inferiore glu- mas zequante, 5-7 nervía, glabra, laevi; superiore 32 inferioris sequante. : A lacum Pinto Patagoniae australis legit Henricus Ibar. Las pajas fértiles ¡ estériles estan, (como en las demas espe- cies) cubiertas de las vainas lustrosas de las hojas caidas, que “son blancas o moradas. Las hojas son erguidas, i en las pajas estériles del largo de 10 centímetros, las supremas de las pajas PLANTAS NUEVAS CHILENAS 169 fértiles miden 4-7 centímetros. La lígula de las hojas inferiores tiene el largo de 5 milímetros, de la hojas superiores de 7% milímetros, son bífidas. Hai unos cinco ramos en cada semi- verticilo de la panoja, lisos o mas o ménos ásperos; las espi- suillas son casi sésiles. Las glumas i las páleas son membraná- ceas-escariosas, amarillas con nervios violados, hiálinas en el márjen. Las glumas son aovadas, acuminadas, la inferior uni- nervía, la superior trinervía en la base. La pálea inferior es pa- recida a las glumas, quinquenervíia en la base, mui lampiña, mui lisa; su quilla tiene solo hácia la punta unos pocos dienteci- tos; la superior es enteramente hiálina. Hai tres anteras lineales amarillas “violadas en el ápice. No conozco la planta hembra. Entre las especies chilenas descritas en la obra de Gay no hai mas que una nescolonifera,! la P. pallens (tom. VI, p. 418), a la cual se atribuyen vainas ásperas i hojas llanas. Habiendo buscado la descripcion orijinal de esta especie por Poiret, (Dic- tion, V p. 91) he visto que hai diferencias mui notables entre la de Poiret i la de Desvaux, a pesar de que Desvaux dice: nex specimine typico herb. Desv. nunc Webb. Con efecto, Poiret dice: ntige lisse comprimée, formant deux angles latéraux op- posées et méme un troisieme sur le dos un peu bombé des tiges, ce quí le fait paraitre comme triangulaire", Desvaux no dice nada de la forma de la paja tan notable ¿no leería la des- cripcion? se escaparía en su descripcion tan minuciosa este ca- racter? Poiret dice: nles feuilles sont lissesu, i al contrario Des- vaux: con hojas... ásperas!, 1, lo que es de mucho peso, Poiret dice: nepillets contenant de huit a douze fleurs:, miéntras la P. pallens del Desvaux tiene espiguillas con flores al número de 3-5, raramente Ón. Si realmente la planta de Desvaux es la típica de Poiret, entónces es evidente, que por una casualidad una planta diferente de la descrita, tiene el letrero de pallens. Es tan fácil, que una planta se coloque en un falso pliego de pa- pel en el herbario. 9. POA (DIOCOPOA) VILLAROELI.—Ph. -—P. humilis, caespitosa, plerumque glauca, culmo fertilz omnino vaginato, fere 14 cm. alto; foliis brevibus coriaceís, com- 170 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS pressoplicatis, obtuszs, mucronatis, exquisite striatis, margine et carina scabris; ligula elongata; panicula contracta, pauciflora, spiciformi; spiculis saepe sessilibus, ovatis, quadrifloris, 5 mm. longis; flosculís distantibus; r%ac/hz (forum masculorum saltem) glaberríma, gluamis ovatis, margine hyalinis, subaequalibus, (inferiore uninervia, superiore trinervia); palea inferiore glumis simillima, margine hyalino angustiore, trinervia, in orn.dum ante apicem violacea. Editioribus locis Andium provinciae Santiago invenit orn. Arthurus Villarroel. He visto muchos ejemplares, pero pocos con flores abiertas. La especie es singular por sus hojas tiesas, cortas, anchas i ob- tusas i la panoja spiciforme pauciflora. La lámina de las hojas radicales tiene el ancho de 4 milímetros í la lonjitud de 45-48 milímetros, las vainas de las pajas estériles son de un blanco plateado. La panoja tiene a lo sumo 8 centímetros de largo, 1 solo dos ramos en cada semiverticilo, de los que el uno es mui corto i el otro solo. del largo de 22 milímetros.—Por las hojas comprimidas dobladas, coriáceas conviene con la P. tristzema- tica Desv. (Gay VI, p. 419) pero ésta tiene florecillas mui lanu- jinosas 1 páleas inferiores quinquenervías. 10. POA (DIOICOPOA) IBARI.—Ph. P. caespitosa, glaberrima, laevis; culmis basi bulboso incras- satis, vagínis nitidis albis foliorum emortuorum tectis, fertili 16,5 cm. alto; folíiis coriaceis, convoluto-setacezs, erectis, culmo multo brevioribus; ligula valde elongata; panicula contracta, spiciformi, pauczflora, 4 cm. longa; spiculis 9 mm. longis, 2-3 floris, g/um2is subaequalibus; palea superiore florum masculo- rum 7% mm. longa, basi trinervia, /ere cuspidato-aristata, ca- rina denticulato-scabra; ommnz?s scariosa, basi lanuginosa, prae- sertim in carina et nervis lateralibus; palea superiore basi lanuginoso-ciliata; rhacheos articulis glabris apice penicillatis. Ad lacum Pinto Patagoniae australis legit Henricus Ibar. Las hojas de las pajas estériles tienen la lonjitud de 70 mi- .límetros, i su grosor es apénas de 1 milímetro; la lígula supre- ma tiene 8 milímetros de largo: Los ramos de la panoja son PLANTAS NUEVAS CHILENAS 171 dos en cada semiverticilo, de los que a veces uno lleva una sola espiguilla; las espiguillas a veces sésiles, otras llevadas en un pedicelo tan largo como ellas. Las glumas i páleas son papirá- ceas-escariosas, de color de paja, pero con la base morada i el márjen hiálino.—Las espiguillas i la lígula alargada son como en la P. ligulata, pero los tallos no son estoloníiferos, i al con- trario bulbosos. 11. POA (DIOICOPOA) ARAUCANA.—Ph. P. glabra, laevis; culmis circa 55 cm. altis, basi vaginis nitidis foliorum emortuórum tectis; foliis herbaceís faccidis, planis vel siccitate convolutís, superius scaberulis; ligula elongato-ovata; panicula 40 cm. longa, contracta lobato-spiciformi; ramis fere a basi spiculas subsessiles, viridi-albas, 6 mm. longas, trifloras gerentibus, /evibus; glumis aequalibus, flosculos subaequanti- bus, in carina superius spinuloso denticulatis; palea feminea inferiore ovata, acuta, quinquenervia, in carina et marginibus lanuginoso ciliata; rhacheos articulis g/abris. Habitat in Araucania prope Lebu; specimina quatuor femíi- nea legi. Las hojas de los tallos estériles son tan largas como las pa- jas floríferas; las planas tienen la anchura de 5 milímetros, i otro tanto es la lonjitud de la lígula. No conozco la planta masculina. —Es mas bien estolonifera que realmente cespitosa., 12, POA (DIOICOPOA) SUBARISTATA.—Ph. P, caespitosa, culmos steriles fertilesque agente, basi vaginis fuscescentibus foliorum emortuorum tecta; foliis herbaceo-coria- ceis, saepe complicatis, laevibus, apzce cartilagineo pungentibus, culmos fertiles 20 cm. altos equantzbus, ligula elongata; panicu- la contracta, elongata, lobata.., spiculis breviter pedicellatis, 13 mm. longis, valde compressis, quadrifloris, glumis dimidiam spiculam aequantibus, aequalibus, acutis; floribus lana immer- sis; palea inferiore quinquenervia, dorso denticulata, aristato- mucronala. | In Andibus provinciae Talca februario 1879 invenit Frid, Philippi, TOMO XCIV 13 172 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Los tallos no esceden la altura de 20 centímetros, las hojas tienen 15 centímetros i mas de largo, las planas 3 4 4 milíme- tros de ancho, la lígula mide 6 milímetros. Los pedicelos son casi siempre mas cortos que la espiguilla, i muz ¿speros.—Esta especie se conoce a primera vista por la lonjitud de las hojas, que igualan i esceden frecuentemente las pajas fértiles i por las páleas largamente acuminadas. 13. POA (DIOICOPOA) BORCHERSI.—Ph. P. culmis ultra metrum altiís, usque ad paniculam foliatis; fo- liis planis, latis, vaginisque laxis glaberrimis; ligula brevi bíau- rita, lacera; panicula 20 cm. et ultra longa; angusta, contracta; ramis brevibus, spiculis plurimis, subsessilibus, viridibus apicem versus violaceis, subtrifloris, Óó mm. longis; glumís subaequali- bus, flores aequantibus, hyalinis meribranaceís, (inferiore uni- nervia, superiore trinervia), flosculis masculis lana inmersis; palea inferiore glumis simili, septemnervía, nervis et margíne lanoso-ciliatis. | Prope thermas chillanenses invenit orn. Augustus Borchers. El tallo tiene 4 milímetros de grosor en la base, i es rodeado casi hasta la panoja de las vainas flojas de las hojas. Las hojas tallinas tienen de ancho 8 milímetros. La líigula es mui cor- ta en el medio i alargada de cada lado. Los semiverticilos de la panoja constan de cínco ramos, de los que el mas largo, de casi 7 centímetros, es desnudo en la mitad inferior, miéntras los cortos llevan espiguillas desde su oríjen. Las glumas son casi enteramente hiálinas, las páleas pálidas, violadas en la estremi- dad i hiálinas en el borde. 14.2 POA (DIOICOPOA) CHILENSIS TRIN. VAR. ROBUSTIOR P. ¿stolonifera? glaucescens, glabra, laevis; culmis 25 cm. altis; folíis erectís, absque vaginis usque ad 712 cm. longis, crassis (2 mm. latís), culmorum sterilium fertiles sequantibus, siccitate complicatis, apice obtuso, cartilagineo mucronatis; ligula oblon- ga, saepius apice lacera; panicula 4 cm. longa, contracta, ovata, ramulís scabris, a tertia parte inde spiculas 4-6 floras, 7 mm. PLANTAS NUEVAS CHILENAS 173 longas gerentibus; eglumis 4 mm. longis, ovatis, acutis viridibus, margine lato, albo hyalíno, in carina magis minusve scabris, (inferiore uninervía, superiore basi trinervia); palea inferiore parum longiore, glumis simillima, pariter trinervía, apice subla- cera, superiore paullo minore, maxima e.r parte veradz herbacea, artículis rhacheos glaberrimis. In valle nebularum (Valle de las Nieblas) provinciae Ñuble . legimus. Las pajas estan cubiertas en su base de las vainas lustrosas de las hojas caidas como en las otras especies parecidas. El ancho de las hojas dobladas es de 2 milímetros, de las planas de 4 milíne- tros; son mu surcadas. Hai unos cinco ramos en cada semivert1- cilo de la panoja, que tienen a lo sumo 17 milímetros de largo. —Esta planta conviene en la mayor parte de sus caracteres con la descripcion de la 2. chilensis (Gay VI, p. 415) pero se distin- gue a primera vista por sus hojas erguidas, mas largas, el doble mas gruesas i por su panoja casi enteramente verde. No tengo la planta hembra. Observé en un ejemplar uua monstruosidad singular; de la misma vaina salen dos lígulas 1 dos láminas iguales i perfectamente normales. 14. b. POA (DIOICOPOA) CHILENSIS TRIN. VAR. OLIGOCLADA. P. caespitosa; culmis fertilibus c.20 cm. altis, nodum unicum ostendentibus, laevibus; folíis dimidium culmum «*quantibus subcoriaceis, plicatis, laevibus, apice cartilagineis et margine scabris; ligula 11% m. longa, truncata; panicula contracta, loba- ta, 4 cm. longa; ramis semiverticillorum inferiorum tribus breví- bus; spaculis subsessilibus, usque ad 8 min. longis, 7 floris; fori- bus (masculínis) sub anthesi patulis, g/abr¿s; glumis 31%-5 mm. longis; palea inferiore, subcoriacea, ante apicem hyalinum fus- cescente, 3 nervía, nervís lateralibus fere obsoletis, fere 4 mm. longa; superiore vix breviore. In andibus provinciae Talca loco dicto altos de Turrieta invenit Fr. Philippi. Difiere de la P. chzlensis típica por el corto número de ramos de la panoja, que solo en el ínfimo verticilo son tres, i dos o uno en los superiores, por las espiguillas el doble mas grande, 174 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS i con mayor número de florecillas. Observaciones i estudios posteriores decidirán si estas dos formas han de considerarse por especies o por variedades. XXVII. Fostuca L. (Gay VI, 422) I. FESTUCA SPANIANTHA.—Ph. F, caespitosa, glaberrima; culmis c. 28 cm. altis, bi-trinodi- bus, maxima ex parte nudis; foliis flaccidis, anguste linearibus; ligula ovata, lacera; vagina ultima longissima; panicula 10 cm. longa, angusta, ramis plerumque modo binis in quovis semi- verticillo, apice spiculigeris; spiculis 61% mm. longis, b2-2+220r2s cum pedicello apice penecillato (flore rudimentario), flosculis co- riaceis, distantibus, ser2ceo-pubescentibus; gluma inferiore uni- nervía, dimidiam spiculam «equante, superiore quadrante ma- jore trinervía; palea inferiore ovato-lanceolata, obscure nervosa 4 Y mm. longa. Schedula cum loco natali hujus planta amissa est. Las hojas radicales son erguidas del largo de 7 a 8 centíme- tros i del ancho de 2 milímetros, la suprema es mui corta, del largo de 13 milímetros. Los pedicelos son ásperos como la qui- lla de las glumas i el dorso de las páleas; éstas tienen tambien en su base unos cuantos pelitos cortos. Hai tres anteras línea- les amarillas 1 un ovario mui velloso. 2. FESTUCA PATAGONICA.—Ph. F. culmis c. 28 cm. altis, glabris, purpurascentibus; foliis erectís, herbaceis, anguste linearibus, plano-complanatis, raro culmum dimidium «quantibus; ligulis oblongis; panicula con- tracta, erecta, lineari; pedicellis scabris; spiculis 7 mm. longis, quadrifloris; glumis subaequalibus, ovatis, acuminatis in carina superius denticulatis; superiore basi trinervia, vix dimidiam spiculam «=quante; palea inferiore ovata, obtusiuscula, dorso rotundata, sed carinata usque ad medium lanuginosa, uniner- via, 4 mm. longa; palea superiore vix breviore. PLANTAS NUEVAS CHILENAS 175 Ad lacum Pinto in Patagonia australi invenit Henricus Ibar. Las pajas son cenceñas, desnudas en su mitad superior, cu- biertas en su.base de las vainas blancas i lustrosas de las hojas caidas. Las hojas tienen apénas el ancho de 1 milímetro, i la de los tallos estériles alcanzan rara vez a la média altura del tallo florifero, la lámina de la hoja suprema es corta, del largo de 20 milímetros. La lígula suprema mide 3 milímetros. Las -glumas son tricolores, el nervio mediano es verde, bordado de amarillo, lo demas es violado; las páleas blanquizcas en la base, despues violadas, leonadas en el ápice. Las anteras son lineales, de un amarillo claro, el ovario bicorne en la estremidad. Las escamitas (lodículas) son agudas i tan largas como las dos terceras partes del ovario.—Esta especie pertenece evidentemen- te a causa de su pálea inferior carenada a los Pseudopoa Desv, (Gay Vi, p. 423), i conviene en muchos puntos con la /, fue- -gíana Hook, de la cual se distingue por sus pajas mucho mas delgadas, las vainas estrechas, las páleas enteramente vellosas en su base i la mitad mas cortas, 3, FESTUCA ACUTA.—Ph. F. perennís, caespitosa, glaberrima, laevissima robusta; culmo basi vaginato, Óo cm. et ultra alto, foliis crassis, coriaceís, pun- gentibus, basalibus dimidium culmum «equantibus, convolutis (diam 2 mm.); ligula brevissima; panicula 8-10 cm. longa, pauce- fora, spiculis 25-30; ramis cujusve verticilli plerumque singulis, brevibus; spiculis subsessilibus, usque ad 14 mm. longis, subsex- floris, sub anthesi patulis; glumis valde in «qualibus, (inferiore uninervia, superiore trinervia, duplo majore); palea inferiore obtusiuscula, inermi; carina sub ipso apice denticulata. In Andíbus provincis Talca loco dicto Blanquillo invenit Fr. Philippi. El tallo tiene el último nudo en la mitad de su altura, es ne- sro; la lámina de la hoja suprema es mui corta. La pálea de la flor inferior mide 7 milímetros ies purpurescente en su ápice. —Por las hojas coriáceas, gruesas, pinchantes, mui lisas, esta es- pecie conviene con la Y. acanthophylla Desv. (Gay VI, p. 434), 1 se ha quizas de considerar como variedad, pero las hojas son 176 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS el doble mas gruesas, no encorvadas sino derechas, la panoja es pauciflora, las florecillas distantes, flojas. | 4 FESTUCA DAVILAE.—Ph. F, glabra, culmo metrum et magis alto, vaginis laevibus; li- gula brevissima, truncata, lamina plana, lata, sensim acumi- nata, glaberrima, superne scabra; panicula ampla, 25 mm. lon- sa, effusa; ramis plerumque tribus ín quovis semiverticillo, superius scabris; spiculis 6 floris, fere 13 mm. longis; flosculis sub anthesi divaricatis; glumis valde insequalibus, (inferiore uninervía, superiore duplo majore trinervia, 3 mm. longa); palea inferiore Ó mm. longa, quinquenervía apice et marginibus sca- bra superiore «quilonga; antheris tribus, ovario glabro? In subandinis provincie Santiago loco dicto Salto de Con- chalí legimus. E Falta en el herbario la parte inferior de la planta. Hai tres hojas en el tallo que son de color garzo, i del ancho de 9 mi- límetros; la segunda tiene la lonjitud de 27 centímetros. Los ramos de la panoja tienen hasta 12 centímetros de largo, ¡los pedicelos son cortos i apénas engrosados en la punta. Glu- mas í páleas son verdes, solo su punta es un poco purpurescente: El ovario es todavía poco desarrollado; se diferencia de la £. purpurascens de Banks i Soland. (Gay VI, p. 429) por las hojas mui lampinas, mas anchas, la panoja erguida, multiflora, el porte mas robusto, etc. | 5. FESTUCA PASCUA.—-Ph. F. caespitosa; culmis 50 cm. altis, trinodibus, laevibus, sub panicula tantum scabris, apice longe nudis; foliis erectis, convo- lutis, dimidium culmum «equantibus, debz/20us scabrís; panicula c. 12 cm. longa erecta, ramis subbinis in quovis verticillo, 3-5 floris; spiculis 10 mm. longi, sexfloris: glumis subequalibus 5 mm. longis, superiore duplo latiore; palea inferiore 6 mm. lon- ga, quinquenervia, glabra inaristam 11% num. longam desinente. In pascuis provincie Valdivia occurrit, incolís cozrom, sicut multa alia gramina dense caespitosa. - Forma céspedes densos, que tienen a menudo el diámetro de 50 centímetros; las hojas alcanzan hasta 30 centímetros de lon- PLANTAS NUEVAS CHILENAS 177 jitud, pero su grosor es apénas de 34 milímetro, son blandas i no picantes, las tallinas son cortas, las lígulas mui cortas, los pedicelos mui ásperos.—Se distingue fácilmente de las várias especies semejantes por sus hojas mui largas, delgadas, nada tiesas, i las páleas aristadas. Observacion.—Por un error he atribuido a la PF. scabriuscula (Linnea XXIX, p. 98) una patria falsa; no es de las pampas de Valdivia sino de la rejion alpina de Chillan. 6. FESTUCA STEUDELII.—Ph. F. ceespitosa; culmis 1 m. altis, strictis, ante paniculam sca- bris, apice longe nudis; foliis str2ctis, reg2dís, convolutis, fere % culmi «quantibus, scaberrimits, ultimo culmi elongato; panicula usque ad 20 cm. longa, contracta, ramis plerumque binis, majo- re C. 10-floro; spículis 14 mm. longiís, 5-6 floris; flosculis distan- tibus; gluma inferiore ovato-lanceolata uninervía, superiore tri- nervía parum longiore (7 mm. longa), ovata; palea inferiore seque longa, quinquenervia, ín aristam 2 mm. longam producta. In Andibus prov. Valdivia loco dicto Queñi januario 1887 legit Otto Philippi, incolis cozror audit, sicut antecedens. La última hoja del tallo tiene la lonjitud de 13 centímetros. —Difiere de las 4. scabriuscula 1 E. robusta por las páleas aris- tadas, etc; de la /. erecta por su paja grande, robusta, etc., de la F. ¿monticola por sus hojas mui ásperas, de la /f. pascua por las hojas tiesas mas gruesas, etc. 7. FESTUCA SUBANDINA.—Ph. EF, cespitosa, levzs, glaberrima; culmis 40 cm. altis, bifoliis, apice nudis, basi vaginis foliorum emortuorum tectis; folíis con- volutis, filiformibus, radicalibus erectís, dimidium culmum equantibus, caul2n?s brevíbus; panicula 8 cm. longa, contracta, ramis subbinis in quovis semiverticillo, brevzbus, modo 2-3 jlorts; spiculis 11 mm. longis, 5-6 floris; gluma inferiore uninervía acu- ta, superiore trinervia obtusa, vix 6 mm. longa; palea inferiore olaberrima, apicem versus trinervía, 7 mm. longa, ín flore supe- riore in aristam brevem terminata. Pariter in Andibus Valdivae ab Otto Philippi lecta, et qui- dem loco dicto Boquete de Trancura. 178 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La paja es delgada i la parte desprovista de hojas es mas que la mitad de su lonjitud; es apénas un poco áspera inmediata- mente debajo de la panoja, la hoja suprema tiene apénas el lar- go de 32 milímetros. -—Encontramos este mismo carácter en la F. scabriuscula, pero ésta es mucho mas robusta, i tiene las vai- nas ásperas. La F. thermarum es igualmente mui parecida. 8. FESTUCA GLAUCOPHYLLA.— Ph. F. culmo elato, fere usque ad paniculam vaginato, sub apice sicut rhachis paniculee scabro; foliis inferioribus..., ultimo gla- bro, plano 3 mm. lato, vagine longissime insidente; ligula bre- vi; panicula 20 cm. longa, laxa, internodiis longissimis, ramis in quovis semiverticillo binis, longis, capillaribus apice modo spiculigeris, leeviusculis, pedicellis brevibus, spiculis 10-11 mm. longis, glaucis, 4-5 floris; glumis ineequalibus, inferiore 5 mm. superiore 612 mm. longa; palea imferiore puberula, 8 mm. longa, sub apice breviter aristata. In valle fluminis Palena ab orn. Frid. Delfin lecta fuit. Recibí solo dos estremidades superiores de esta grama con la última hoja. La vaina de ésta mide 22 centímetros, i su lámina 7 milímetros, otro tanto es la distancia entre la hoja i la pano- ja, i aun ménos. Los ramos inferiores de la panoja tienen el largo de 12 centímetros. Las florecillas son ménos coriáceas que en la especie que sigue; la pálea inferior es uninervia, la superior trinervia como en las otras. la pálea inferior tiene 5 nervios, la arista alcanza a lo sumo a 21% milímetros de lon- jitud. 9. FESTUCA SERRANOI.—Ph. T. culmo elato, apice longe denudato, leevissimo, foliis..., ul- timo culmi complicato, sicut vagina leevi; ligula brevi; panicula 22 cm. longa, pauciflora, semiverticillis valde distantibus, ramis in quovis semiverticillo binis, erectis, apice circa 5 floris; spicu- lis 8-10 floris, 18 mm. longis; glumis 6 mm. longis, flosculis val- de distantibus; palea inferiore trinervia, fere tricostata 8 mm. longa, cuspidata nervis lateralibus parum conspicuis. Habitat cum precedente. Aun de esta especie tengo solo la estremidad, que tiene 60 PLANTAS NUEVAS CHILENAS 179 centímetros de largo, de modo que toda la planta ha debido ser mui alta. La hoja tiene 12 centímetros de largo í 5 milímetros de ancho cuando abierta. La paja es mui lisa, pero el eje de la panoja i sus ramos son mui ásperos. Los pedicelos tienen a lo mas el largo de las espiguillas, la mayor parte son mucho mas cortos. El eje de las espiguillas es mui flexuoso, i la distancia entre las florecillas es de 112 milímetros. La gluma superior es mui parecida a la pálea inferior de la florecilla que sigue. 10. FESTUCA DESERTICOLA.—Ph. EF. pallide virens dense ceespitosa; culmis pedalibus, leevibus, - paucinodibus, superius nudis, basi vaginis albis inflatis tectis; foliis culmo brevioribus, erectis, strictis, convolutís, durís, pun- gentibus; caulinis supremis brevissimis, vagina elongata fultis; . panicula brevi, angusta, spiciformi. laxa, spiculis trifloris; flori- bus distantibus; glumis subeequalibus, lanceolatis, uninerviis, compressis, hyalinis, nervo viridi; palea glumam bis «quante, lineari-lanceolata, acuminata, haud aristata, dorso tereti, apicem versus flavescente. F. Deserticola.—YPh. Iter. atac. 412. Ad aquam Varas dictam 240 38' lat. m., 9,700 p-s, m. legi. Planta de color verde pálido, densamente cespitosa; con ca- ñas de 30 centímetros de alto, lisas, de pocos nudos, arriba des- nudas, abajo cubiertas por vainas blancas hinchadas. Las hojas son mas cortas que las cañas, apretadas, arrolladas, duras i pun- zantes, las tallinas superiores i¡ cortas son llevadas por una vai- na alargada. La panoja es corta, angosta, en forma de espiga, floja; las espiguillas son trifloras, las flores distantes; las glumas son casí iguales, alanceadas, uninervíias, comprimidas, hiálinas, con el nervio verde; la paja cs dos veces tan larga que la glu- ma, lineal alanceada, acuminado, sin arista, con el dorso recto, i amarillenta hácia la punta. | R. A. PHILIPPI (Continuará) A NA 7 Ma AY ue A) la ell E IN : En D S A PR PRSANE SES TT OS TAS DIAOOOONLOO VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION HIDROGRÁFICA DEL RIO PUELO (PROVINCIA DE LLANQUIHUE) ——lp— La esploracion jeográfica de la rejion andina de la Patagonia, está intimamente relacionada con la resolucion de una serie de problemas hidrográficos. Los rios forman los caminos naturales que, desde el lado del Pacífico, dan acceso al interior de la cor- dillera; pero sus cursos, obstruidos jeneralmente por saltos rá- pidos i violentas correntadas, ofrecen a la navegacion obstáculos tan considerables, que pueden utilizarse solo por trechos relati- vamente cortos en los viajes de esploracion. En cambio, los ca- minos que se prestan para entrar a la cordillera desde el lado de la planicie patagónica, son mas espeditos, i permiten el tráfico a cabalgaduras, tanto por los boquetes bajos, como en los grandes valles orientales que se estienden al pié occidental de los cordo- nes divisorios. Mas al interior de la montaña, lo tupido de la vejetacion i las demas dificultades del terreno, ponen término a los viajes con animales de silla 1 carga, i obligan a los esplora- dores de una ¡ otra parte a abrirse paso a pié con hachas i ma- 182 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS chetes, trepando cuestas, vadeando torrentes i pasando por hon- dos zanjones i por vegas pantanosas. De ahí que varios rios grandes, reconocidos a la lijera en sus cursos inferiores desde la costa del Pacífico, no han podido iden- tificarse con las respectivas partes de los cursos superiores de rios que, desde el lado oriental, fueron esplorados hasta allá donde desaparecen en el interior de la cordillera, rompiéndola en cajones i gargantas al parecer intransitables. Uno de estos problemas hidrográficos, a saber, el relativo al rio Palena, queda resuelto por la espedicion mandada por encar- go del gobierno chileno en el verano de 1893 a 94, al paso que otros de igual importancia, como los tocantes a los rios Aisen ¡ Huemules, esperan todavía su esclarecimiento. Entre los grandes siste.nas fluviales de la cordillera patagóni- ca, apénas hai uno que pueda rivalizar en importancia con el del rzo Puelo, tributario mayor de la Boca de Reloncaví. La proximidad del valle central de Chile con la ciudad de Puerto Montt en su punto estremo, i la desembocadura del rio en el lí- toral bastante bien habitado de la Boca, le asignan desae luego una superioridad mui notable sobre otros rios de la Patagonia chilena que vácian sus aguas en una costa completamente deso- lada, léjos de todo centro de poblacion, i de difícil acceso. Semejantes consideraciones i el deseo de resolver el problema del orijen del rio Puelo que, segun ciertos indicios, parecia ve- nir de mui léjos, talvez de la misma planicie patagónica, me motivaron a proponer al supremo gobierno, a fines de 1894, un viaje de estudio a aquella rejion, indicando como destino prin- cipal el de esplorar el rio hasta la division de las aguas conti- nentales, i de fijar definitivamente su curso, que hasta ahora se traza de un modo mui vago en las cartas chilenas o arjentinas. Al mismo tiempo hice mencion de otro problema digno de es- tudio, a saber, de la cuestion si el 720 Manso, mayor afluente se- tentrional del Puelo, forma, como tenia indicios de suponer, un camino fluvial al traves de la masa principal de la cordillera, en cuyo caso su valle se podria utilizar talvez para un paso a las comarcas arjentinas al sur del lago de Nahuelhuapi. Efectivamente, fuí honrado por el Ministerio de Relaciones Esteriores con el encargo de realizar estos proyectos, i obtuve VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 183 los recursos necesarios para emprender los dos viajes de esplo- racion, cuyos resultados paso a esponer en la presente relacion. Debo espresar aquí mis agradecimientos especiales al Escmo. señor Presidente de la República, don Jorje Montt; al señor Pe- rito chileno en la comision de límites, don Diego Barros Ara- na, i al entónces Ministro de Relaciones Esteriores, don Luis Barros Borgoño, por el interes i el valioso apoyo que dispensa- ron aestos viajes i estudios. En la primera esploracion, verificada en los meses de enero hasta marzo de 1895, fuí acompañado por el doctor don Pablo Kriiger, a cuyo cargo corrian las observaciones astronómicas, hipsométricas i meteorolójicas. Sus trabajos, junto con mis pro- pios itinerarios, cróquis, bosquejos i levantamientos fotográficos, han suministrado los materiales para la construccion del plano que acompaño. No pudiendo yo, lo mismo que mi compañero, disponer para el viaje síno del tiempo relativamente corto de las vacaciones del verano, se esplica que nos era imposible llevar a cabo de una vez la esploracion de un sistema hidrográfico de desarrollo tan considerable como el del rio Puelo. No solamente los obstáculos del terreno i los atrasos causados por las frecuentes lluvias i temporales en el sur, sino tambien las dificultades de los preparativos para la espedicion, el enganche de la jente, la falta de embarcaciones apropiadas para este objeto, etc., impi- den una pronta realizacion del viaje dentro de los términos pré- viamente estipulados i muchas veces el esplorador se ve obliga- do a volver precisamente en el momento en que principian los mas importantes descubrimientos. | Para completar los estudios i reconocimientos del viaje de 1895, en que habíamos seguido, por lo jeneral, el curso del rio grande al este i sureste hasta la rejion de sus oríjenes, fuí encar- gado por el Ministerio, en Enero de 1896, de investigar la esten- sion de la hoya hidrográfica del Puelo hácia el norte, penetrando por el valle del rio Manso, arriba mencionado. En esta segunda espedicion, que terminó en Marzo de este año, tomó parte el doctor don Cárlos Reiche como naturalista. En un informe ad- junto se publican sus estudios de botánica i zoolojía en la rejion recorrida. | 184 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS He creido conveniente adoptar en la. presente memoria una disposicion que no solamente permita al lector seguir día por dia la marcha de la espedicion, e imponerse así de lo que cuesta el sucesivo esclarecimiento del horizonte jeográfico en aquellas cordilleras, sino que dé tambien a conocer un cuadro jeneral i lo mas exacto posible, de la jeografía física del territorio estu- diado. Por eso voi a publicar, despues de una reseña histórica de los viajes anteriores al rio Puelo, las relaciones de las dos espediciones seguidas, i agregar en un capitulo especial un en- sayo sobre la oro-hidrografía, jeolojía i recursos naturales de los parajes recorridos, en cuanto lo permiten nuestros estudios, for- zosamente incompletos a pesar de todo el empeño con que nos dedicamos a ellos, ANTECEDENTES HISTÓRICOS En vano se buscan noticias acerca del rio Puelo í de su sis- tema hidrográfico en los trabajos antiguos sobre la topografía de las rejiones australes de Chile. El bernemérito piloto de la ar- mada española, don José de Moraleda ¿ Montero, que en uno de sus viajes de esploracion dirijido a las costas australes del con- tinente (1795) recorrió la Boca de ReloncavÍ en toda su esten- sion, para levantar el plano de ella, nó hace mencion del Puelo, ni tampoco marca en su plano un rio mayor que pudiera iden- tificarse con el caudaloso afluente de esta ensenada. Habla so- lamente de los llanos de Yate, que se estienden junto a la de- sembocadura del rio Puelo, donde encontró una piragua, pro- bablemente de algunos isleños que en aquella época, como hoi dia, frecuentaban esas costas en busca de maderas de alerce i de cipres (1). Pero es de advertir que Moraleda manifestaba cierta preocupacion contra la utilidad de los rios i ensenadas de la costa patagónica, lijeramente esplorados por él, creyendo que no servian para abrir caminos al interior del continente; i por esa razon, que por ejemplo le hizo pronunciar un juicio mui des- (1) Anuario Hidrográfico, X1IL, páj. 206. VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 185 acertado sobre la ensenada i rio Palena (1), se esplica el poco cuidado que puso en la esploracion i apreciacion de los cami.- nos fluviales que terminan en este litoral. Al mismo tiempo que Moraleda hacia sus reconocimientos en la costa, el Padre Francisco Menéndez emprendió una serie de viajes en busca de la laguna de Nahuelhuapi, internándose por la ensenada de Reloncaví en la cordillera. En los diarios de sus espediciones, publicados en el 4Aruarzo Hidrográfico (2), no se encuentra dato alguno referente al rio Puelo, por cuya desem- bocadura debe haber pasado muchas veces. Existe, sin embargo, en poder del señor doctor don Francisco Fonck, otro manuscrito de estos diarios que contiene algunas versiones, al parecer bas- tante distintas; í en la relacion que se refiere al primer viaje del P. Menéndez se lee el siguiente pasaje: "Día 11 del mismo (mes de Enero de 1791)... Mas adelante de Yate está el rio Puelo que baja del Leste, i dicen en Chiloé que los Indios Poyas bajaban antiguamente por él a maloquear a los que estaban en Yate; pero no hai noticia de que alguno de Chiloé haya subido ni bajado por él.. Es difícil averiguar, por falta de otros documentos compro- bantes, en cuánto esos díceres de la jente de Chiloé correspon- den a la verdad. Seguro es que en esta isla existia la leyenda de que las aguas del rio Puelo arrastraban a veces palos que- mados que parecian indicar la presencia de jente en las partes superiores de su curso; i el mismo P. Menéndez afirma, en otro pasaje de su diario, que “segun la relacion del sarjento Pablo Téllez, los Pogyas continuaban en venir (despues de la muerte del P. Lagunas) a Chiloé por algunos años, hasta que el Gover- nador Pozo los ahuyentó, diciéndoles que sí volvian los havia de ahorcarn. (3) De todos modos, si efectivamente ha habido (1) L. c., páj. 152 1 sigts. (2) Tom. XV, páj. 3 i sigts. (3) Debo estas noticias a la amabilidad del señor Fonck, quien me comu- nicó tambien los pasajes insertados del diario de Menéndez. El último, que se refiere a la relacion del sarjento Téllez 1 que tambien falta en la publica- cion del referido diario en el Anuario Hidrográfico, leva la fecha del 3 de Enero de 1791. 186 - [MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tales correrías de indios de la otra banda por el valle del Puelo, ellas han sido pasajeras, 1 no ha quedado ningun indicio seguro que nos permita formarnos una idea exacta de su alcance i re- sultados. Indudablemente, los vecinos de Ralun í de otros pequeños puertos de la Boca de Reloncaví, tenian desde hace mucho tiempo conocimientos acerca de la parte inferior del valle í del rio Puelo, i usaban los estensos campos aluviales de sus márjenes como potreros para sus animales. Una confirmacion de este hecho se encuentra en la siguiente relacion que el señor Fonck tuvo la bondad de comunicarme: “Pedro María Uribe, que servia de piloto en el viaje dirijido en 1856 por el doctor Fonck a Nahuelhuapi, le dió cuenta de un afluente de la Boca tres ve- ces mayor que el rio Petrohue que entra en la estremidad norte de esta ensenada. Segun su descripcion, el rio llamado Puelo, vácia sus aguas mas o ménos al terminar el segundo tercio desde la entrada de la Boca. Recibe del lado izquierdo un tri- butario, el rio chico, el cual no se sabe de donde viene. Dicen que el rio grande lleva troncos quemados í quinoa, al parecer preparada por jente. El río tiene agua limpia, i su corriente es ménos rápida en sus partes superiores. Tal vez proviene tam- bien de una laguna (como el Petrohue, desagiie del lago de To- dos los Santos). En tiempos antiguos Santos Uribe tenia un potrero ahí, i el mismo Pedro Uribe habia puesto animales en su valle. Se puede navegarlo en botes medianos solo una legua por arriba, pues sus riberas se encajonan.... Parece que fueron principalmente los habitantes de la isla de Huar, situada frente a la salida de la Boca en el golfo de Re- loncaví, los que traficaban por el valle del Puelo, hasta donde les era posible llegar en sus chalupas. El señor Vidal Gormaz con- firma espresamente (1) este hecho, alabando la valentía i el en- tusiasmo de dichos isleños; pero hoi dia los viajes de los hua- runos han caido en desuso por las muchas dificultades de la navegacion del rio, i por no encontrarse la abundancia de ma- deras preciosas que se buscaban en las partes inferiores del va- lle, Fué tambien un huarano, Basilio Alvarado, quien dió cuen- (1) Anales de la Universidad, 1872, pájs. 252 1261. VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 187 ta en 1868 al doctor Fonck de una ascencion a la cima seten- trional del monte Yate, desde donde alcanzó a avistar un gran lago, del cual salia el rio Puelo i que segun decia, mandaba otro brazo a la Boca del surn (?). Parece que esta noticia se debe referir al lago Taguatagua ia la parte del rio Puelo que sigue poco mas arriba de su entrada en dicha laguna (1). En el año 1859 don Guzllersmo E. Cox recojió, con ocasion de un viaje de reconocimiento a la Boca de Reloncavií, los siguientes datos sobre el rio Puelo (2): “Este rio es bastante caudaloso i navegable por espacio de 12 millas hasta un salto que lo inte- rrumpe. El valle es de cuadra i média de ancho, con arena, cascajo i paja en las orillas, Su oríjen es desconocido, i muchos trozos de madera quemada, que con frecuencia arrastran sus aguas, le han dado un carácter de encantado, i mil relaciones fabulosas adornan su larga historia. Los cerros que forman el (1) Un minero aleman, Juan Antonio Oberreuter, que recorria hace unos 40 años las montañas de ámbas riberas de la Boca en busca de minas, se internó en 1857 por el valle del rio chico, 1 habiendo subido la falda de los cerros al este de dicho rio, siguió su camino por una alta cuesta i pasó en seguida por un boquete, entre dos cerros, hasta alcanzar el valle de un rio que el creyó ser un afluente del Nahuelhuapi por el lado sur. Continuó su viaje por el valle de este rio en direccion de sur a norte hasta llegar al cuer- po principal de una laguna, i siguiendo su orilla sur encontró el desagie, un rio grande con riberas llanas. Parece inútil reconstruir el itinerario «de Oberreuter segun las indicaciones sobre este viaje, que igualmente me proporciona el doctor Fonck, quien tomó los apuntes arriba reproduci- dos en 1862. De todas maneras, es imposible que Oberreuter haya llegado a uno de los lagos que dan orijen al Puelo, porque entre otras cosas pretende haber recorrido a la vuelta, en un solo dia, el trecho desde la bajada orien- tal del boquete hasta el rio chico. Ademas, ni el lago Superior ni el Infe- rior (que contienen el verdadero orijen del Puelo), tienen en su orilla sur trechos continuos de playa, que permitirian avanzar hasta su desagúe. Por eso no puedo aceptar el derrotero de Oberreuter marcado por el doctor Fonck en el plano que acompaña su obra recien publicada sobre los viajes del P. Menéndez a la rejion del rio Vodudahue. (Viajes de frai Francisco Menéndez, Valparaiso, 1896). Desgraciadamente, todas las escursiones de aquel atrevido cateador, de quien he encontrado recuerdos a cada paso en mis viajes, han quedado sin resultado alguno para nuestros conocimientos jeográficos ¡aun para la esplotacion de los tesoros minerales de las rejiones del sur. | (2) Anaies de la Universidad, 1859, páj. 686. TOMO XCIV 14 188 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS valle, de una elevacion de 200 a 300 piés, se dirijen hácia el sur, i luego tuercen al este en direccion del cerro Tronador, lo que me hace conjeturar que el rio toma allí su orífjen como el Peulla que vácia en el lago de Todos los Santos. Los levantamientos i reconocimientos practicados por 4. Pzs- sís para la formacion del atlas de Chile aportaron datos mui poco exactos sobre la topografía de la rejion andina en la lati- tud de 41% a 42.2 La Boca de Reloncavi, que aparece ya bastan- te bien representada en el plano de Moraleda, sale completa- mente desfigurada en el gran mapa de Pissis, i en lugar del Puelo se marca un "rio Peula. que corre en direccion de N. E. i toma su arranque en las faldas del Tronador. Como se ve, Pis- sis hizo suya la conjetura del señor Cox sobre el oríjen del Puelo (1),: dando a la hoya hidrográfica de este rio la enorme estension desdz el Tronador hasta el monte Yanteles, es decir, mas de dos grados de latitud. Advierto aquí anticipadamente que la hipótesis del oríjen del Puelo en el macizo del Tronador es errónea; 1 ni siquiera el mayor de sus tributarios del norte, el rio Manso, alcanza a estender su cuenca hasta ahí, pues el pié meridional del Tronador está bordeado por el valle superior del rio Blanco, i mas al sur queda todo el sistema del rio Cocha- mó superior, interpuesto entre las hoyas del Blanco í Puelo. (2) La primera esploracion séria de una parte del rio Puelo fué obra del entónces capitan de corbeta, don Francisco Vidal Gor- maz, a cuyo empeño i laboriosidad debemos los trabajos mas importantes acerca de la hidrografía de Chile en jeneral, i par- ticularmente de las rejiones de Llanquihue 1 Reloncaví. Principió la navegacion del rio el 15 de Enero de 1872 en compañía del guardia-marina Rogers, llevando como práctico a Manuel Oyarzun i Manuel Téllez, de Ralun, i entre los tripu- lantes de sus chalupas a algunos isleños de Huar que tenían fama de conocedores del rio. Al dia siguiente, despues de haber salvado la primera serie de rápidos i correntadas, el señor Vidal se detuvo en el viaje por causa de enfermedad, i miéntras que (1) Compárese su Feografía Fisica, páaj. 260. (2) Véase la «Carta jeneral de la rejion recorrida por la espedicion esplo- . radora del rio Palena» en Anales de la Universidad, 1894, Novbre. VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 189 él mismo quedara en el campamento estacionado en un punto llamado Las: Islas, para recobrar su salud, comisionó al ayudan - te Rogers para que, acompañado de los prácticos, llevase a cabo el reconocimiento del rio. Los comisionados partieron en un pe- queño bote de cuatro remos, i continuaron su avanzada rápida al interior, venciendo las innumerables dificultades de la nave- gacion, hasta llegar al sesto dia a un punto donde era imposi- ble romper la corriente del rio. No contentos con este resultado, prosiguieron su marcha durante un dia por tierra, abriendo tala a traves de la espesa vejetacion, i ascendieron una aspera mon- taña, para obtener vista hácia las partes superiores del valle. El mismo esplorador dice (1) apropósito de este reconocimiento: "Estando en la cumbre de uno de estos cerros, los compañeros Téllez 1 Oyarzun treparon un elevado “árbol alcanzando a ver un trecho de 600 metros mas o ménos de playa, indudablemen- te de un lago; pues al oriente solo se divisaba cielo azulado, ha- ciéndose notar el término de las cordilleras a una distancia de 5 a 6 kilómetros de donde nos encontrábamos... En resúmen, el oríjen del rio no puede ser otro que un gran lago, del que una pequeña parte ha sido vista, confirmándolo lo bajo 1 poco neva- do de las cordilleras, que es de todo punto imposible den ali- mento a un rio tan caudaloso. De este modo parecia haberse confirmado la antigua hipóte- sis del nacimiento del rio Puelo en un lago mayor, la cual fué pronunciada tambien por el señor Vidal en su relacion de via- je, en vista de los datos de su ayudante, 1 de otras observaciones. Se habia fijado ante todo en la temperatura de las aguas del rio que resultaba ser elevada, ¡ siempre mayor que la temperatura média del aire, así que no le quedaba duda alguna sobre la na- turaleza del oríijen del Puelo. Desde entónces figura el lago Puelo, marcado segun conjetu- ra, en el plano del señor Vidal (2) i en todos los mapas del sur de Chtle. Leyendo atentamente la relacion arriba citada, nc queda bien (1) «Esploracion del rio Puelo», Anales 'de la Universidad, 1872, Mayo' Vaj 0275: (2) Anexo a la relacion, Axaldes, 1. c., escala 1: 80,000. 190 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS aclarado si los prácticos han alcanzado a divisar efectivamente la superficie del lago, o si solo presumieron su existencia por haber visto un trecho de playa i una sucesiva depresion de la cordillera en direccion al este. De todos modos, nuestra primera espedicion ha comprobado que el “lago Puelon del plano del señor Vidal, no existe; i ademas dudo mucho si es posible avis- tar, desde uno de los cerros donde terminó la avanzada de los esploradores, alguno de los lagos del valle superior del Puelo u otro de los que hemos descubierto en el trascurso de nuestro viaje. A pesar de eso, las conclusiones emitidas en la relacion ci- tada acerca del oríjen del rio, no carecen de fundamento, pues el Puelo es en realidad el canal de desagúe de un sistema de lagos; pero ellos se encuentran en una situacion tan distinta, que es absolutamente imposible identificarlos con aquel lago imajinario. En la rejion donde los prácticos pretenden haber visto un lago o parte de él con playas estensas, existe un ensanchamiento mui notable del valle principal en forma de una meseta boscosa, a cuyo borde serpentea el Puelo en un angosto cajon, i hácia el este siguen levantándose, uno tras otro, altos cordones de la cor- dillera, cortados por el mismo rio, hasta que mas allá de ellos aparecen los lagos de donde arranca su oríjen. Por ló demas, el plano i la descripcion del viaje del señor Vi- dal dan una idea mui exacta acerca de la parte inferior del rio ide los lagos que atraviesa. Su relacion refleja admirablemente el carácter de aquel paisaje inhospitalario, lleno de cerros acan- tilados, i de impenetrables bosques vírjenes. Tambien deja ver las dificultades i peligros que se presentan en la navegacion del Puelo, i no parece demas reproducir aquí la siguiente declara- cion del distinguido marino chileno (1): : “Despues de haber navegado muchos de los rios de Chile, siendo algunos de ellos de los mas difíciles, como el Maule, el Tolten, el Calle-Calle en su parte superior, el Quinchilca, el Maullin í otros, estoi convencido de que el Puelo es el mas pe- ligroso, mas rápido, i por consiguiente, mas difícil de ascender. Cada una de sus correntadas es un verdadero rápido que en- vuelve un serio peligro. Un fracaso en tales puntos, si se logra (ME cp: VIAJES i ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 191 salvar de las aguas, hace caer en un bosque impenetrable donde reina la mas completa sole lad. Las playas, si tales pueden lla- marse unos guijarrales angulosos de grueso volúmen, son tan reducidas, que mas desconsuelan por su naturaleza i la dificultad de andar por ellas, que dan esperanza o alegría al contemplar sus pequeños horizontes. Solo turba el silencio el monótono chasquido de las aguas, con mucho mas abrumador que el con- tinuado paleteo de la rueda de un molino hidráulico». Para completar la presente reseña histórica, tomamos nota de algunos viajes de esploracion dirijidos a la seccion correspon- diente de la cordillera desde el lado arjentino. En Febrero i Marzo de 1883 el entónces capitan del ejército arjentino don /ozje Rohde recorrió, en busca del famoso paso de Vuriloche, las rejiones al sur del lago Nahuelhuapi i Monte Tronador. El reconocimiento practicado desde un cerro alto que llamó “de la Tristezan, al S. E.del Tronador, le habia con- vencido que ahí no habia paso, i por eso volvió para internarse en la cordillera mas al sur, caminando a orillas de un rio que corría al S. O. i que, segun su opinion, era un afluente del rio Puelo. Subió los barrancos a la izquierda del rio, i descubrió de- lante de sí en distancia de dos leguas la ensenada de Relon- caví que se estendia de norte al sur i tenia un ancho de una leguan. Creyó ademas reconocer los cerros Ballena i Castillo en dos picos altos cerca de la supuesta ensenada (1). Las indicaciones poco precisas en la relacion del señor Rohde hacen fracasar el ensayo de fijar bien el itinerario de su viaje i de ponerlo de acuerdo con nuestros propios reconocimentos. Es casi innecesario decir que ha sufrido un grave engaño al pretender haber avistado las aguas de la Boca de Reloncavi des- de una cumbre adonde habia llegado a caballo, saliendo de la pampa arjentina (2). Lo mas probable parece que ha seguido (1) Boletin del Instituto Geográfico Argentino, tomo 1V, cuaderno VIII, 1883. (2) Para no alargar demasiado esta esposicion, remito a los lectores a una prolija i acertada análisis que hace acerca del viaje del señor Rohde i de las Opiniones emitidas en sus articulos, don Oscar de Fischer en un folleto in titulado El paso de Vuriloche, Santiago, 1894. pájs, 23-29. TO 2 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - el valle del rio Manso, en cuyas partes superiores, como lo de- mostraré en otro capitulo, hai camino espedito para cabalgadu- ras, al paso que su continuacion al 5. O., casí hasta la confluen- za con el rio Puelo, no es por ahora accesible sino a taladores a pié. Pero queda siempre inesplicable lo que el señor Rohde dice sobre su descubrimiento de una vasta superficie de aguas; pues ni siquiera parece probablé que haya divisado el lago Taguatagua, que, apesar de sus dimensiones considerables, se esconde en una profunda depresion de la cordillera, rodeado por paredes mui altas de rocas casi perpendiculares. A los pocos esploradores arjentinos que han alcanzado a pasar el encadenamiento divisorio entre la hoya hidrográfica del rio Chubut í el Puelo, u otro rio vecino de la Patagonia chi- lena, pertenecen el injeniero don Asahel P. Bell 1 sa compañero don Cárlos V. Burmetrster. En 1887 recorrieron juntos la rejion del Chubut superior, Teca, Staleufu i Palena (Carrileufu) supe- rior, | en 1888 el señor Bell solo hizo un viaje al rio Cholila, que suponia ser idéntico con el rio Vodudahue de los mapas chilenos. Las noticias que poseemos sobre esta importante es- ploracion, son desgraciadamente mui sumarias, limitándose el señor Burmeister en la relacion (1) que hace de ella, a decir que "navegó el 10 Cholila descubriendo un lago en el que des- emboca este rio, el cual sale de este lago por la parte norte; pero a poca distancia de la salida del rio sufrió un naufrajio, teniendo que trasladarse a pié con sus dos compañeros al paraje donde se hallaban acampados esperándolo los demas hombres pertenecientes a su comitivan. El dato mas interesante para nosotros es indudablemente el de la salida del rio Cholila hácia el norte, porque asi se hace probable, que este rio i el sistema de lagos que lo alimentan, no forma parte de la cuenca del Vodudahue, como creía el es- plorador arjentino, sino del Puelo que, con los afluentes meri- dionales de su lago-oríjen, estiende sus raices hasta mui cerca de la rejion, donde los mapas arjentinos marcan el Cholila. El primero que ha pronunciado esta hipótesis, es el doctor Fonck, quien ha estudiado escrupulosamente todas esas cuestiones hi- (1) Revista de la Sociedad Geográfica Arjentina, tomo VI, 1888, páj. 271. st is Fs AN DRA IA Ve VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 193 drográficas en su comentario sobre los viajes del P. Menéndez al rio Vodudahue (1). Quedan, sin embargo, por resolver aun varios detalles del problema, de que daré cuenta oportuna- mente. Por último, hai que hacer mencion de un viaje del esplorador arjentino don Ramon Lista, quien salió el 5 de Noviembre de 1894 del rio Limay i llegó, despues de una semana de marcha, hasta la orilla del lago mayor, de donde el rio Puelo toma su orijen (2). Por no poseer, sin embargo, los medios de navegar el lago, no podia darse cuenta cabal de su pertinencia hidrográ- fica pues vacilaba si el desagiie va a la Boca de Comau o de Reloncaví. Con todo, el señor Lista no es el primer descubridor del lago, puesto que los colonos residentes en aquella parte nos dijeron, que hace años algunos ingleses, probablemente em- pleados de la compañía dueña de vastos territorios al sur de Nahuelhuapi, lo habian navegado, i nosotros mismos descubri- “mos, como se dirá mas adelante, huellas de una macheteadura antigua en la orilla cerca del desagiie del lago (3). (1) Viajes de frai Francisco Menéndez a la Cordillera, páaj. 72 i siguientes. (2) El nombre que le dió el señor Lista es «lago Nuevo», j aunque no disputamos al esplorador arjentino la prioridad de esta denominacion, con- “sservamos los nombres que nosotros dimos a las localidades, como lago Su- perior e Inferior (del Puelo), valle Nuevo (en vez de valle Florido del señor Lista), cordon de los Castillos (en lugar del Cerro Eloisas), etc., por haber sido impresos con prioridad en cartas jeográficas 1 aceptados ya en los mis- mos mapas oficiales arjentinos, como lo prueba la lámina 3.? del nuevo «Mapa General de la República Arjentina i de los paises limitrofes», publi- cado por el Instituto Jeográfico Arjentino bajo la direccion del coronel Jorje Rohde, (Buenos Aires), 1896. (3) Debo insistir aquí en las observaciones criticas que hice acerca del viaje del señor Lista, en una comunicacion prévia sobre la espedicion es- ploradora del Puelo en la revista alemana Petermanns Geographische Mittei- lungen, 1895, cuad. VIII, páj. 192. Hablando del lago Superior, dije: «Parece que nuevamente el conocido viajero arjentino Ramon Lista, cuyo nombre oimos nombrar en la colonia de que luego se hará mencion, ha visto este lago. Pero si el «lago Nuevo», bautizado así por él i ubicado en 42" de la- titud i 72% de lonjitud, es idéntico con nuestro lago Superior, sus comuni- caciones acerca de la oro e hidrografía de aquella rejion, en cuanto me han llegado a ser conocidas en la prensa, han de calificarse como mui proble- máticas. Los cordoner ? ¿cordillera que se atraviesan desde la Arjentina 104 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Es verdaderamente estraño que los espléndidos valles i lagos: de la cuenca superior del rio Puelo hayan quedado tanto tiem- po completamente desconocidos, ya que no hai dificultad algu- na del terreno para alcanzarlos desde cualquier punto habitado- de la Patagonia arjentina. II LA ESPEDICION ESPLORADORA DEL RIO PUELO (Enero-Marzo de 1895) 1. La salida de la espedicion 2 la navegacion del rio Puelo en botes (Enero 23—Febrero 6) Llegamos a Puerto Montt en el vapor "Amazonas el día 17 de Enero, i emprendimos inmediatamente los múltiples prepa- rativos para el viaje. Desde luego nos pusimos al habla con el señor Augusto Biickle, vecino de aquel puerto, que acababa de volver de una corta escursion a los rios Puelo i Manso, ¡se ofre- para llegar al lago, no son de ninguna manera «independientes de la cordi- llera propiamente tal que forma la division de las aguas i se levanta mas al oeste» (segun Lista); al contrario, la division de las aguas está al este del lago Superior, i el rio que nace en él, rompe los macizos nevados que se le- vantan al oeste, para abrirse camino hácia el océano Pacifico. Tampoco se comprende cómo el señor Lista puede afirmar mas adelante que la cordille- ra propiamente tal se pueda reconocer fácilmente en algunas cimas caracte: risticas, como el volcan Hornopiren, el Yate, etc. De todos modos, a mi me ha sido imposible reconocer desde algun punto de los alrededores del lago Superior, ni siquiera de la altura del boquete divisorio, una de esas cl- mas prominentes que me son mui bien conocidas. Ellas estan léjos, avanzadas hácia la costa del Pacifico, i no tienen nada que hacer con la ancha i pode- rosa serie de los macizos centrales nevados, que son interrumpidos por el rio Puelo». El señor Lista ha creido oportuno dirijirme una réplica en una carta abierta, con fecha Octubre 26 de 1895, publicada por La Vacion de Buenos Aires. Pero apesar del barniz científico con que reviste sus espo- siciones, no las considero dignas de contestacion, porque en parte falsean mis palabras iem parte me han quedado absoluta -“*2 incomprensibles. VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 195 ció acompañar la espedicion hasta el supuesto lago Puelo, de cuya existencia estaba firmemente convencido. Se trató en seguida de obtener una embarcacion mayor, para trasladar todo el personal i bagaje de la 'espedicion a la Boca de Reloncaví, por donde habíamos de penetrar al interior de la cordillera. Desgraciadamente, no existe en el puerto ningun vapor a disposicion de las autoridades, el cual habria podido ocuparse en nuestros servicios; i¡ ademas me fué negada, a últi- - ma hora, la lancha a vapor estacionada en el puerto de Ancud, a pesar de que el señor intendente de Chiloé habia prometido facilitármela por el corto tiempo del trayecto a la Boca. Fui, pues, obligado a arrendar, a precio subido, un pequeño remol- cador de propiedad de los señores Oelckers Hermanos en Puer- to Montt, que se encontraba en mal estado i necesitaba repa- raciones, todo lo cual retardaba indebidamente la salida de la espedicion. Entretanto buscamos una persona idónea que, durante el tiempo de nuestra ausencia en la cordillera, pudiera hacer las observaciones diarias correspondientes en el barómetro de mer- curio que habíamos llevado del norte, i que debia quedar en el puerto como estacion inferior para el cálculo de las alturas. Tu- vimos la suerte de que se ofreciera para rendirnos este servicio el señor pastor don Pablo Saemann, rector de la escuela ale- mana, a quien quedamos especialmente agradecidos por el ab- negado i estricto cumplimiento en una tarea voluntariamente aceptada i por demas molesta para él. En todos estos dias el tiempo seguía lluvioso, con frecuentes temporales i chubascos del N.i NO; ií aun cuando partimos, finalmente, en la madrugada del día 23, habia poca esperanza de una pronta bonanza. El vaporcito, con una máquina débil, sin aparato de velas, sobrecargado con las provisiones para mes i medio, i con los demas útiles de la espedicion, no nos inspiraba seguramente mucha confianza; porque en caso de un temporal fuerte no habria podido avanzar contra el viento i oleaje en el golfo de Reloncaví. Hicimos, sin embargo, el trayecto a la Boca sin novedad, en medio de una lluvia permanente i sin avistar mas que las puntas mas cercanas de la costa oriental del golfo. Llevátamos en remolque dos botes de madera, que nos servirian 196 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS para la navegacion en el rio, i un bote de lona de dos pedazos, que se nos habia proporcionado en el norte para aprovecharlo en nuestro viaje al interior de la cordillera. Los días 23 1 24 se ocuparon en recorrer la Boca de Relon- cavi, haciéndose escala en varios pequeños lugarejos de la costa, como Llaguepe, Puchegnin, Pucoihuin i Ralun, para enganchar la jente necesaría, puesto que, segun mis esperiencias anterio- res, los leñadores de Reloncaví son los mas a propósito para servir de peones en los viajes de esploracion. La gran mayoría de ellos reune las cualidades de buenos marineros a las de incansables taladores i cargadores, ise presta, pues, igualmente para los trabajos en el rio, como para la marcha en la áspera montaña. - El día 25 entramos en la boca del yz0 Puelo i continuamos la navegacion hasta cl pié de las primeras grandes correntadas, donde el rio se ensancha algo, formando una poza que es cono- cida con el nombre de Las Hualas. Apoyados por la marea en- trante que se nota perfectamente hasta este punto, es decir, hasta 8 kilómetros de distancia de la Boca, fué posible remontar el rio en la misma lancha a vapor sin tropiezo alguno. Como era la primera vez que una embarcacion a vapor arriesgaba la navegacion en las correntosas aguas del Puelo, ámbas orillas se veian llenas de jente curiosa que habian acudido de sus chacras vecinas para presenciar tan inusitado espectáculo. Demoramos 134 horas hasta llegar a Las Hualas, donde establecimos, en la orilla izquierda, a varios metros sobre el nivel del rio, un cam- pamento mayor, primera etapa para el camino al interior. La espedicion reunida en este punto contaba en todo 15 personas, a saber: el infrascrito i el doctor P. Kriiger; el señor Biickle, el mayordomo Juan Villegas, de Ralun, 1 11 peones. Ademas se habian contratado varios individuos residentes en los llanos de Yate, para ayudarnos en el trasporte de la carga hasta el próxi- mo de los grandes lagos atravesados por el rio Puelo, desde donde cesaba para nosotros toda comunicacion con el mundo habitado. . | El curso del rio desde el desagiie de este lago (La Poza) (1) (1) El señor Vidal G. le da con preferencia el nombre «Laguna de las VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 197 A O O a o ÁS hasta Las Hualas es obstruido por una serie continua de peli- grosos rápidos, en cuyo paso los botes pesados podian correr serios riesgos. Nos resolvimos, pues, a abrir, al traves de la se- rranía baja que acompaña la marjen izquierda del rio, un sen- dero por donde se habian de trasportar, hasta la orilla del lago, los instrumentos, víveres i principales útiles de la espedicion. El señor Biickle, en su viaje anterior, habia reconocido, desde su campamento a orillas de La Poza, una depresion continua del terreno que le pareció idónea para hacer un camino cómodo, que principiaria en Las Hualas i remataría en una playa baja de la misma ribera del lago. Segun sus indicaciones, nos pusi- mos entónces todos al trabajo de abrir el sendero i de buscar la salida de la depresion. Aunque la primera parte del camino, a espaldas de nuestro campamento de Las Hualas, estaba ya bastante abierta por haberlo trajinado los dueños de los terrenos vecinos, su conti- nuacion al E. exijia un trabajo mui duro, para romper con ha- chas i machetes los espesísimos cañaverales i palizadas de árboles, i remover los demas obstáculos del terreno i de la ve- jetacion que a cada paso se oponian. Tambien encontrar una salida a la laguna fué mas difícil de lo que habíamos pensado; pues, cuando nos acercamos por fin» en la tarde del dia 27, al término oriental del abra reconocida por el señor Biickle, nos encontramos de repente con una poza de agua que llenaba la depresion entera, interceptando abso- lutamente el paso hasta la laguna mayor. Fué necesario volver en busca de otra bajada mas hácia el NO., i solo despues de muchos esfuerzos inútiles, el mayordomo descubrió un punto donde era posible botarse por una cuesta mui parada hasta la laguna, cuya orilla está formada aquí por grandes peñascos, sin el menor trecho de playa llana. Es cierto que el camino no ofre- cia muchas comodidades, i seguramente será posible encontrar otro mejor despues de un estudio mas prolijo del terreno, pero en vista de los muchos atrasos que ya habíamos sufrido, nos con- Islas», con que los huarunos lo designaban. Nosotros no hemos oido lla- marlo asi, 1 parece que entre los habitantes de la Boca es mas conocido el antiguo nombre «La Poza». 108 - MEMORIAS -CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS t:qntamos con el resultado obtenido, i procedimos luego a tras- ladar todo el bagaje valioso de la espedicion por tierra hasta el punto de embarque del lago, al paso que los botes se traspor- tarian casi vacios por el camino fluvial. Como esta última ope- racion era bastante difícil i exijia jente de mucha práctica, valor i ajilidad, escojí para ella a los mejores hombres, algunos de los cuales habian participado el año anterior en la esploracion del rio Palena. El señor Kriger se encargó de dirljir el tras- porte de los materiales de la espedicion por tierra con el resto: de la jente. : En la mañana del dia 29 ámbas partidas salieron del cam- pamento de Las Hualas, La navegacion del rio que ocupó día i medio, fué un continuo batallar contra rápidos i correntadas, siendo necesario en varios puntos sujetar los botes a pulso i remover las grandes piedras acumuladas en medio del lecho del rio, para abrir paso a las embarcaciones. Vencimos, sin embargo, todas estas dificultades sin novedad, i despues de haber repe- chado, a fuerza de remos, la última corriente en la llamada Apretura, por donde el rio sale de la laguna, seguimos la nave- gacion en ella hasta la bajada de la cuesta, para esperar al señor Kriiger con los cargadores. Al oscurecer llegaron, pero tan grandes eran los obstáculos del camino con que tropezaba el trasporte de la carga, que tu- vimos que mandar en busca de ella toda la jente, i solo en la mañana del 1.2 de Febrero, despues de repetidos viajes, se reu- nió todo el personal i bagaje de la espedicion en el campamento de la Poza que habíamos armado, entre tanto, en el fondo de una pequeña caleta de la orilla S. de la laguna. El tiempo que usaban los hombres para acarrear la carga, fué aprovechado por el señor Kriiger para trabajos de precision, miéntras que yo emprendí algunas escursiones a distintos puntos del lago, para medir profundidades, tomar vistas fotográficas i estudiar la jeo- lojía de sus alrededores. El dia 1.2, poco ántes de las 12 m., se puso en movimiento nuestra pequeña flotilla compuesta de dos botes mayores 1 un bote chico de lona, para continuar la navegacion en direc- cion SE. Repechamos con harto trabajo la impetuosa corren- tada del Barraco, que intercepta el corto trecho del rio entre La | | | VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 199 Poza i otro lago mayor que sigue por arriba, el lago Taguata- gua, i cruzamos despues este último de un estremo al otro, im- pelidos por un fuerte viento sur, que es el mas favorable en el viaje de subida. Para avanzar mas lijero improvisamos un pri- mitivo aparejo de velas con los remos i algunos ponchos, a la manera de los chilotes, i llegamos, despues de hora i média de rápida navegacion, a la espaciosa playa de San Miguel que bor- dea ei lago en el estremo SE. Desde aquí visité, en la madrugada del dia 2, el pequeño Puerto Arena, situado en la costa E. del lago, donde recojí muestras de roca firme i de arenas acumuladas en la playa i en los aluviones de un estero que baja de la cordillera del E. Entramos en seguida nuevamente en el rio Puelo que vácia sus aguas en la estremidad SE. del Taguatagua con corriente suave i en condiciones mui favorables para la navegacion. Por lo tanto remontamos sus largas serpentinas sin ningun impe- dimento hasta las cercanías de la confluencia con el +20 Manso afluente mayor del norte, donde el Puelo se divide en varios brazos entre islas, i aumenta la velocidad de su carrera. En la seccion del rio que sigue, desde el Manso hasta el rzo Traidor, tributario del SO., se necesitaban ya maniobras com- plicadas para subir las embarcaciones por entre los bajos, islas i palizadas de troncos muertos que producen violentas corren- tadas i retardan sobremanera la marcha. A pocos kilómetros de distancia de la boca del rio Manso, en la mañana del dia 3, es- tuvimos en peligro de perder el bote de lona con algunos de los mejores hombres de la espedicion. Para facilitar el paso de los botes grandes por un canal correntoso entre dos islas, se habian mandado adelante tres hombres en el bote de lona que de cos- tumbre andaba mui liviano, con el encargo de amarrar una es- piga gruesa en un árbol de la isla superior, lo que efectuaron con toda felicidad. Pero al volver el botecito, su piloto se enredó en la misma espiga de la cual la embarcacion estaba pendiente, 1 durante sus esfuerzos para libertarse, el bote se atravesó en me- dio de la corriente, se llenó de agua i se hundió con tanta rapi- dez, que los tripulantes tuvieron que echarse a nado para salvar la vida. Por una casualidad feliz, todos ellos eran escelentes nadadores, cosa mui rara entre la jente de Chiloé i Relon- 200 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cavi, así que llegaron sanos i salvos a la playa. Perdimos, sin embargo, en esta ocasion una parte de la carga, que habia que- dado en el bote, una carpa grande, dos medios quintales de harina, un pluviómetro i ropa de jente. El bote mismo se habia ido a pique, pero como estaba amarrado en la espiga, se pudo levantarlo, aunque con mucho trabajo, i como resultó que no habia sufrido daños de consideracion, lo habilitamos sin demora para la continuacion del viaje. Pasada la desembocadura del rio Traidor, se aumentaron aun las dificultades de la navegacion. Desde el punto llamado 4£/ Porton en el plano del señor Vidal, principia una estrecha gar- ganta, en cuyo fondo corre el rio entre grandes peñascos i acu- mulaciones de palos, formando continuamente remolinos 1 rápi- dos peligrosos. Recorrimos el trecho desde el Porton hasta el punto donde despues establecimos el depósito de botes, es decir, una distancia de 61% kilómetros en línea recta, apénas en dos dias i medio de incesante trabajo. Seria nunca acabar enumerar en sus detalles las dificultades de esta parte de la navegacion, si es permitido llamar "navegacion, un continuo descargar los botes i trasportarlos vacios sobre los cortos trechos de playa pedregosa; cortar con hacha los troncos que cierran el paso por los canales del rio; trepar barrancos para amarrar la espiga en alguna peña o árbol i hacer subir así las embarcaciones pen- dientes de la línea al traves de los remolinos i la marejada de los rápidos. Avanzar a remo era imposible, i se bogaba solo para cruzar las correntadas de un lado al otro; pero precisa- mente estas operaciones eran las mas temibles, por estar dise- minados en el lecho del rio numerosos palos sumerjidos que apénas se distinguian en medio del bullicio de las aguas. Cuando en la tarde del dia 5 se hizo necesaria una de estas travesías, el bote gobernado por el mayordomo topó en la punta de un palo sumerjido en medio de la correntada i andando a toda fuerza de los remos, por lo cual se rompió una tabla ¡ el agua entró de abajo. Felizmente estaba ya cerca de la orilla del rio, así que la: jente pudo saltar en tierra i sacar la carga a toda prisa ántes de hundirse la embarcacion. Este accidente no tuvo, pues, otras Consecuencias que alguna demora para reparar el bote i secar los bultos mojados. | AE VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 201 A las 5 P. M. del dia 6 llegamos al pié de una isla, a cuyos dos lados bajaban violentas correntadas, i como velamos que la continuacion del viaje por el camino fluvial sería demasiado arriesgada i demorosa, resolvimos hacer alto para practicar un reconocimiento del terreno desde la cumbre de uno de los ce- rros vecinos. — Comparando nuestro itinerario con el del guardia-marina Rogers de la espedicion del señor Vidal, resultó que habíamos avanzado mas o ménos hasta el punto donde aquel jefe habia dejado su bote para emprender la subida de un cerro, desde el cual creyó reconocer el lago Puelo, oa lo ménos una playa que le parecia indicar la existencia de un gran receptáculo de agua. Nos era, sin embargo, imposible descubrir en los alrededo- res de nuestro paradero señales de una antigua macheteadura, que nos habria indicado el camino seguido por los esploradores, así que quedamos dudosos acerca del cerro al cual se habian di- rijido. El único indicio de que anteriormente una partida de espedicionarios habia recorrido esta comarca, lo habíamos en- contrado mas abajo en un palo hacheado de una de las grandes palizadas, por donde tambien nosotros abrimos paso cortando los troncos muertos en la corriente. Con toda probabilidad la isla rodeada de dos veloces correntadas, a cuyo pié pusimos fin a la navegacion, deberá identificarse con la isla mencionada en el informe de Rogers, donde él terminó tambien su viaje en el rio. Este punto dista unos 55 kilómetros de la desembocadura, contando todas las curvas del camino fluvial. 2. Marcha a traves de las llanadas boscosas del interior (Febrero 7-20) Miéntras que hasta aquí habíamos seguido los rastros de otros esploradores, se estendia ahora delante de nosotros una rejion completamente virjen i desconocida. Fué, pues, indispensable orientarse desde un punto elevado sobre su configuracion oro- hidrográfica, para determinar el rumbo que habia de seguir la espedicion. | En la mañana del dia 7 salí del campamento de la Isla, acom- 202 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS pañado del señor Biickle, del mayordomo i de casi toda la jente, para abrir camino con rumbo a uno de los cerros prominentes del cordon que acompaña a alguna distancia la ribera derecha del rio. Subimos primero a la planicie boscosa que bordea el valle por este lado; cruzamos, despues de tres horas de marcha en direccion E., un hondo zanjon, donde corre un pequeño afluente del Puelo, i ascendimos en seguida la falda del cerro de la Observacion, así bautizado (1), buscando un claro del monte, desde donde hubiera una vista despejada hácia la parte orien- tal del horizonte. Se entiende que nuestro anhelo principal era el de descubrir el misterioso lago. Puelo, el cual, sí su ubica- cion en el plano del señor Vidal correspondia a la realidad, debía estenderse a corta distancia al pié SE. de nuestro cerro, donde se divisaba de vez en cuando por entre los árboles una depresion del terreno, cerrada en el fondo lejano por altas ca- denas de montañas. Por fin alcanzamos, despues de largas horas de arduo trepar, una cumbre con monte mas ralo, 1 habiendo derribado algunos árboles que obstruian la vista, se nos presen- tó un magnífico e instructivo panorama que satisfacia completa- mente nuestros deseos. Resultó que no existia ningun lago en toda la estension del terreno que abarcaba la vista desde nuestro punto deobservacion, cuya altura calculo aproximadamente en 800 m. sobre el mar. En cambio, reconocimos un gran llano boscoso que desde el pié del cerro se prolongaba al E. i SE. hasta unas serranías bajas que llamaron la atencion especialmente por estar parte comple- tamente desnudas, parte cubiertas de palos secos, producto de vastos incendios que debieron haber destruido el monte en aquella rejion. Mas allá, es decir, al pié meridional de las serra- nías que bautizamos con el nombre de cordon Pelado, se veia una poderosa depresion, en la cual reconocimos desde luego la continuacion del mismo valle del Puelo, i al otro lado de clla, en el lejano SE., se levantaba una alta cadena nevada con un cerro prominente, al cual pusimos el nombre de Pzco Alto, 1 que (1) Habiendo conservado hasta aqui las denominaciones del señor Vidal, me vi obligado ahora a introducir nombres de propia invencion. VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 203 quedó desde entónces como uno de los principales puntos de referencia para el itinerario. Halagados con este resultado que nos abrió la perspectiva de poder avanzar por tierra en un terreno relativamente cómodo hasta el cordon Pelado, en cuyas cumbres se debia hacer el próximo reconocimiento jeneral, tomé los rumbos necesarios, saqué una vista fotográfica del precioso panorama, i volví en seguida al campamento, adonde llegué al oscurecer. La mañana del dia 8 se ocupó en el arreglo del depósito de los botes i víveres que dejamos en el sitio del campamento de la Isla. Con gran pesar nuestro, el señor Biickle, que por sus que- haceres en Puerto Montt ya no pedía seguir acompañándonos, emprendió el viaje de regreso, para el cual le permiti llevar uno de nuestros botes que no se necesitaba para la bajada del rio. Convenimos en que lo dejaria en un punto determinado de la orilla de La Poza, donde ibamos a recojerlo en la vuelta de la espedicion. Al mismo tiempo regresó tambien uno de los mo- zos que se había acobardado ante las dificultades de la mar- cha i que por eso habria sido un estorbo en nuestra caravana. Todo el personal de la espedicion se reducía, pues, ahora a los 2 espedicionarios, el mayordomo i a 9 peones. A las 10 A. M. del dia 8 salimos con la primera carga del campamento, siguiendo la macheteadura abierta hasta llegar al zanjon arriba mencionado, donde parecia conveniente hacer la primera estacion. La gran cantidad de bultos que llevábamos exijia siempre repetidos viajes de cada cargador, así que avan- zábamos con lentitud, sin contar los mil tropiezos ocasionados por lo tupido de la vejetacion. - Pasado el zanjon fué necesario abrir un sendero completa- merte nuevo en direccion al SE., 1 como el monte alto nos ce- rraba la vista por todos lados, la brújula fué nuestro único guía en este laberinto boscoso. Jeneralmente me adelantaba con los mejores macheteadores para indicarles el rumbo en que debian cortar, i de vez en cuando el mayordomo i otros hombres espe- cialmente hábiles en esta clase de reconocimientos, trepaban árboles que permitian ver hácia adelante, para asegurarse bien de la direccion al cordon Pelado. Habiendo caminado de este modo 31% dias en la //anada, nos acercamos al fin, a mediodia TOMO XCIV 15 204 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS del 11, al pié del cordon, i ávidos de echar una mirada a la re- jion oculta detras del cerro, subimos todos, en medio de vio- lentos chubascos, hasta la primera aan de 380 metros de elevacion (1). Aunque el horizonte estaba cubierto de densas masas de nu- bes, conseguimos orientarnos préviamente acerca de los parajes mas próximos hácía el E. Constatamos ante todo la existencia de dos lagunas que llenan la continuacion SE. de la gran de- presion ocupada por la planicie boscosa que acabábamos de atravesar. Sobre su desagiie quedamos todavía en duda, pero: era de presumir que habia una comunicacion de la primera la- guna con el río Puelo, cuyo valle poderoso se recorría con la vista en gran estension de SE. al NO. La cadena del Pico Alto se escondía en las nubes, pero vimos que mas acá de ella se juntaban dos grandes abras, una del S. i otra del SE., de donde bajaban aparentemente dos brazos mayores del rio. Alcanzar aquella juntura debia ser, pues, la próxima tarea de la espedi- cion, i para eso era necesario tomar otra vez el camino por el valle principal del rio Puelo, que en sus partes superiores ofre- cia probablemente mayores comodidades para la marcha. La vista hacia abajo nos mostraba un angosto cajon, por donde el rio Puelo corria blanqueando en una serie interminable de cas- cadas i rápidos, pero el aspecto del valle superior, principal- .mente en la parte cerca de la juntura de las dos abras, era mas halagiieño. Se reconocian ahí anchas playas i aluviones bosco- sos, en medio de los cuales el rio serpenteaba tranquilamente i donde, por consiguiente, parecia fácil avanzar en sus orillas. Desde luego nos propusimos continuar la marcha hasta el tér- mino oriental de la gran llanada, pasar despues la primera i, si así fuera necesario, tambien la segunda laguna, i buscar, ori- llando el desaguadero de ellas, sa al valle principal que ibamos a remontar. El reconocimiento superficial de los cordones que bordean la laguna, nos habia enseñado que era imposible caminar por sus orillas, puesto que a ámbos lados del valle los peñascos caian casi perpendicularmente al agua, i era por lo tanto forzoso dis- (1) Segun las observaciones hipsométricas del doctor Kriúger. VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 205 poner de una embarcacion para efectuar el trayecto de la espe- dicion. Habíamos dejado el bote de lona en el depósito del campamento de la Isla, por no creerlo necesario despues del primer reconocimiento, i vacilamos un instante, si debíamos mandarlo buscar, o si era mas oportuno construir balsas cada vez que habia necesidad de una embarcacion. Felizmente nos decidimos por lo primero, en vista de la escasez de palos secos,, idóneos para la fabricacion de una balsa, i considerando ademas compensada la pérdida del tiempo que costaria el trasporte del bote por los alivios que éste nos prestaria en semejantes cir- cunstancias. Como se verá mas adelante, no nos habíamos de arrepentir, pues sin la embarcacion, no habríamos obtenido de ningun modo el resultado feliz de la espedicion. En la madrugada del dia 12 salieron cuatro mozos que vo- luntariamente se habian ofrecido para eso, en busca del bote, al paso que nosotros trasladamos el campamento a las inme- diaciones de la laguna Totoral, denominada. así por la abun- dancia de totoras que crecen en sus orillas. Habiéndose fijado el dia 14 como término hasta el cual los enviados debian estar de vuelta en el campamento, aprovecha- mos la demora forzosa en este lugar para practicar una segunda ascension del cordon Pelado, i para completar el reconocimiento anterior que habia sido perjudicado por las malas condiciones de la atmósfera. Miéntras que el señor Kriiger se ocupaba en los. trabajos astronómicos e hipsométricos correspondientes, habién- dose elejido su punto de observacion en la orilla de la laguna, "subí en compañía de tres hombres hasta la cumbre mas alta del cordon (cerro Pelado, 510 m.), lo que, apesar de la elevacion: -poco considerable costó bastante trabajo, porque habia que pasar un verdadero caos de palos quemados, i mas arriba una cuesta parada de piedras movedizas, producto de grandes de- rrumbes en la falda del cerro. | Como el horizonte estaba despejado, pude orientarme satis- factoriamente acerca de los principales rasgos orográficos de la cordillera a ámbos lados de la depresion del “valle Puelo. Con toda claridad se destacaba el Pico Alto con su continuacion de ¿cerros nevados hácia el S., i en direccion E. se veia la pro- funda cortadura de un valle que rompe aquella cadena, sin que 206 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS «se hubiera podido asegurar que éste fuera el valle principal del Puelo. La duda provenia del reconocimiento de otra obra ma- yor que baja del S., ia cuya salida se distinguia un .rio cauda- loso que juntaba sus aguas con el brazo del E. ¿Cuál de las dos abras correspondia al verdadero rio Puelo? Para resolver este problema era necesario, como ya. lo habíamos determinado, . marchar hasta la misma juntura de los dos brazos del rio. Terminados los trabajos en la cumbre del cerro Pelado, donde saqué la vista fotográfica, cuya reproduccion muestra la lámina núm. 1, bajamos en 112 horas por un camino mas cómo- do que el de la subida. Al volver al campamento fuí agradable- mente sorprendido por la llegada de los cuatros mozos que ha- bian ido en busca del bote. Habian cumplido con su mision en el corto tiempo de 1% dias, lo que apénas parecia creible en vista de las dificultades del trasporte de una carga sobremanera incómoda. Alistado el bote, me embarqué, en la mañaña del 14, para es- plorar la laguna Totoral, 1 despues de una hora de navegacion con rumbo SE. llegué a un punto, donde su eje lonjitudinal forma un notable desvío al SSO., terminando el lazo en una ancha ensenada, cuya continuacion, por una depresion baja, llega a desembocar en el valle del Puelo. Comprendí que para estudiar prolijamente la complicada estructura oro-hidrográfica de estos parajes, principalmente el conexo de la depresion en cuyo fondo se escondia la segunda laguna, con el abra grande del rio Puelo, era indispensable subir a un cerro, que se levanta sobre la orilla SE. de la laguna Totoral, junto al codo de ella, que me interceptaba la vista hácia la cuenca de la otra laguna. Inmediatamente desembarqué en una pequeña playa de la costa E., i miéntras el bote volvia para trasportar en repetidos viajes todo el personal í los bultos de la espedicion hasta este punto, hice una rápida ascension al cerro, acompañado por tres mozos que habian ido en el bote conmigo. Como la pendiente, con escepcion de las partes superiores, no era demasiado incli- nada, i la vejetacion, por el efecto de la destruccion del fuego, no mui tupida, subimos sin dificultad en 21% horas hasta la cumbre, que forma una prominencia al E. i permite un estu- dio completo del panorama de montañas en cuyo centro me "(103ne ]op eyre13030] un3ag) ES *ejsia e[ op pezeuel vO19081(] “OATY 091 [Op "OPIO [9 OPUOJ [9 Uf “Opereg 01109 ]9 opsep 09514 O[9Ug OTI Pp 9IT2A TE —T “WAN VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 227 encontraba. Le dí el nombre cerro Mecha: por haber hallado en su falda estensos matorrales de una especie de Berberis, cono- cida bajo el nombre de michai o mechai, con verdadera abun- dancia de frutas maduras que apagaban nuestra ardiente sed despues de la subida por el terreno árido i ceniciento del monte quemado. | Los principales resultados del reconocimiento practicado desde la cumbre del cerro Mechai eran los siguientes: la se- sunda laguna que por el color de sus aguas fué bautizada /a- guna Azul, i que posee dimensiones mucho mayores que la laguna Totoral, desagua hácia esta última por un rio que ser- pentca en la ancha depresion al pié NE. del cerro Mechai. En cambio, el desaguadero de la laguna Totoral corre en direccion S. al rio Puelo en otra depresion, que separa el cerro Mechai hacia el oeste de las serranías bajas que forman la continua- cion del cerro Pelado. Ademas se divisaba, escondida entre los. cordones de la prolongacion del Mechai, una tercera lagunita, sobre cuyo desagiie aun no fué posible cerciorarme; i por último veia brillar, en el fondo lejano de la depresion del valle princi- pal que corre al E., un corto trecho de la superficie de un lago o poza de rio, que me parecia ser parte del mismo rio Puelo o de un receptáculo de agua atravesado por él. Si hu- biera sabido 'que el rio grande desciende efectivamente de esta abra, me habría decidido probablemente a continuar el viaje por la depresion de las lagunas, pasando la laguna Azul en bote í buscando salida por la marcada prolongacion de esta abra hasta aquel punto, donde relucia el rio o una de sus lagu- nas. Estaba sin embargo aun en duda respecto de la prove- niencia del río Puelo, de modo que siempre quedaba para. nos- otros la necesidad de avanzar hasta la juntura de las dos abras reconocidas desde el cerro Pelado. Mas allá del imponente cordon nevado del Pico Alto, un poco al S. de su macizo capital, alcanzé a divisar un grupo de cerros mui elevados, de tosca configuracion, que debian formar | parte de otro cordon de la cordillera, hasta ahora no avistado por nosotros, cuyo descubrimiento nos abrió la perspectiva de marchar aun durante semanas en el laberinto de altas cadenas, antes de llegar a la rejion divisoria de las aguas. Mas tarde se 208 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS hizo probable que estas cimas que coronan un alto cordon de- nominado por nosotros de los Castillos, por la semejanza de sus contornos con los de enormes castillos o ciudadelas, marcan la línea culminante de un cordon divisorio entre las hoyas hi- drográficas de los rios Puelo i Chubut. Una mirada alrededor de mi punto de observacion mostraba el horizonte limitado en todas partes por elevadas cadenas de montañas, cortadas por abras mayores i quebradas secunda- riasenlas mas distintas direcciones. Ni en el mas lejano oriente se descubria algun claro que hubiera indicado el término de la cordillera i el principio de la planicie patagónica: al contrario, recorriendo el horizonte del O. al E. se divisaban solo cor- dones tras cordones, algunos cubiertos de anchos campos de nieve perpetua, otros de pendientes tan escarpadas que la nieve no se pegaba en sus faldas superiores. No podía ménos de acor- darme en este momento de la relacion de los primeros esplora- dores del rio Puelo, en que decian que al E. de la cumbre, desde la cual creian haber descubierto el lago Puelo, solo se divisaba cielo azulado, haciéndose notar el término de las cor- dilleras a una distancia de 5 a 6 kilómetros. ¡I el mismo cerro Mechai dista mas de 15 kilómetros en línea recta al SE. del punto de observacion alcanzado por ellos! En los dias 15 i 16 cayeron con pocos intervalos copiosos chubascos que sin embargo no nos impidieron trasladar la espe- dicion al estremo sur de la laguna Totoral i recorrer en seguida el valle de su +20 Desaguadero hasta la embocadura en el Puelo. Abrimos primero una macheteadura por el monte tupido de coligiies, maquis i enormes pangales en la ribera derecha del Desaguadero, pasamos despues a su ribera izquierda i faldea- mos (siempre en direccion S.) la cola de los cerros medianos que acompañan la depresion del valle por el E. Habiendo cruzado un afluente del Desaguadero en gran altura por un cutcuz, es decir un jigantesco árbol derribado, bajamos final- mente a un llano, donde alternan trechos barrosos con coligua- les 1 monte abierto, hasta salir en medio de un estenso pangal a la misma orilla del rio Puelo. - Con sorpresa vimos que el rio ofrecia un aspecto casi en nada diferente del que tiene en algunas partes de su curso inferior VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 209 por ejemplo, ántes de su entrada en el lago Taguatagua. Estaba “su cauce mui lleno de agua, i corria con gran rapidez pero uni- formemente. Su temperatura era relativamente elevada, i su carácter jeneral parecia indicar su nacimiento en un lago mayor. A pocos kilómetros de distancia mas arriba del punto de muestra salida al rio, la falda de las serranías peladas se aproxima tanto a la orilla derecha, que el paso parece comple- tamente interceptado, a lo ménos por média cuadra de largo, miéntras que en la orilla opuesta se divisaba un ancho llano bos- coso que, con toda probabilidad, se estendia hasta la juntura de las dos abras, adonde esperábamos llegar próximamente. Nos apresuramos, por eso, para aprovechar las condiciones favora- bles del rio en las cercanías de nuestro paradero, i nos balsea- mos en la mañana del día 17 a la ribera izquierda (£/ Balseo). Como la corriente era bastante poderosa, i poco mas abajo amenazaba un rápido con grandes palizadas, el balseo debia ser practicado cuidadosamente, ocupándose dos horas en esta ope- racion. Durante los tres dias siguientes (Febrero 17-19) marchamos - al traves de una ancha planicie boscosa (segunda llamada ), cu- yos espesísimos coliguales 1 vegas pantanosas (2ad?s) formaban un impedimento mui considerable para avanzar con toda la carga pesada. Finalmente, pasamos por un monte mas ralo, compuesto con preferencia de cedros 1 cipreses, para salir poco despues en una alta playa abierta que nos permitia seguir la marcha, casi sin interrupcion, en el mismo borde del rio Puelo. Evidentemente, estábamos a punto de alcanzar el ensancha- miento mayor del valle principal, donde habíamos reconocido, desde el cerro Pelado, la juntura de dos grandes abras i la division del rio en varios brazos que o entre islas bajas i aluviones boscosos. Tuvimos delante de nosotros, a la mano Adérceha: un cerro característico, en cuya falda suave i bien pareja se destacaba como una enorme mancha blanca una quema antigua, visible desde mui léjos, que siempre me había servido de señal para la entrada de la gran abra del S. En cambio, era imposible toda- vía descubrir la desembocadura de la otra abra que habíamos 210 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS visto descender del E., i que ocultaba seguramente un brazo- mayor del rio Puelo. Mirando en direccion rio abajo, es decir al NO., se presen- taban al lado norte de la gran depresion del valle Puelo las se- rraniías bajas que contienen el cordon Pelado, el cerro Mechat imas allá, en direccion norte, el alto cordon, llamado de la Sierra por nosotros, que bordea la cuenca de la laguna Azul por aquella parte. Sobresale en una depresion entre dos de sus- cimas un cerro mui elevado, de formas verdaderamente oriji-- nales, cortado en sus partes superiores a manera de los dientes. de un serrucho, por lo cual le hemos dado el nombre correspon- diente. Las serranías bajas que acompañan la ribera derecha. del Puelo, estan partidas por una ancha quebrada, de la cual se veia prorrumpir, en un salto mui pintoresco, un rio que debia. ser el desagiie de la tercera lagunita, descubierta desde la cum-- bre del cerro Mechai. La lluvia, que no daba tregua, nos hizo acampar cerca del punto donde habiamos alcanzado el rio Puelo, en un claro del. monte de cedros, lugar que sin las circunstancias del tiempo i la. terrible plaga de los mosquitos, habria reunido todos los atracti- vos de un campamento agradable i pintoresco. El dia 20 avanzamos un buen trecho caminando por la playa, parte pedregosa i desnuda, parte cubierta de monte quemado i abundantes matas de pangues de dimensiones colosales. A las 10 Á. M. nos encontramos frente a la: juntura de dos brazos mayores del rio que confluyen al pié de una isla (segun nos parecia al primer momento) llana i baja que se estendia a gran distancia hácia el S., llenando al parecer todo el ensanchamien- to del valle. Inmediatamente mandé armar el bote de lona i me embar- qué con el mayordomo i tres hombres, para hacer una esplora- cion prévia, antes de continuar la marcha de la espedicion. Nos balseamos por el primer brazo del río hácia una isla arenosa, la atravesamos hasta llegar a un segundo brazo que resultó ser ramal del primer rio, i cruzamos tambien este brazo, para con- tinuar el camino en otra isla (supuesta) con rumbo al E. Subi- mos por fin en una larga loma cubierta de palos quemados, de apénas 15 metros de elevación sobre el nivel del rio, desde cuyo ¿E E A IA A A PEA A Do G VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 211 terraplen se nos revelaba de un golpe el secreto de la prove- niencia del rio Puelo. El llano que habíamos atravesado, no era isla, sino continuaba sin interrupcion hasta la falda de los cor- dones que lo cierran al E. i que son cortados por una profunda garganta, de donde brota.el rio grande entre peñascos, pero con corriente suave i pareja. La estrechez de la quebrada en que se encajona el abra principal del Puelo, poco ántes de su desem- bocadura en la ancha depresion que marca la juntura de várias abras secundarias del S. ¡SO., no nos habia permitido apreciar debidamente su importancia en los reconocimientos anteriores, i solo ahora nos aseguramos que era aquella por donde la espe- dicion habia de continuar su camino. Es cierto que la especta- tiva para la continuacion del viaje era, bajo tales circunstancias, poco halagiieña. Para avanzar a lo largo del curso de nuestro rio, no quedaba otro medio que el de internarse en aquella hon- da quebrada que corria al parecer en direccion E. SE,, dilatán- dose algo en sus partes mas lejanas. Si el rio no permitia la navegacion, habia que buscar camino en las faldas rocosas del lado sur de la angostura, por el cual ibamos a entrar en ella. Asi las dificultades se aumentaron precisamente, cuando ya ha- biamos creido encontrar mayor comodidad para avanzar hasta el destino del viaje. Deseosos de remover las últimas dudas acerca de nuestro reconocimiento i de echar una ojeada sobre las abras secunda- rias, de las cuales bajaban probablemente mayores tributarios. al rio Puelo, emprendimos una rápida escursion en direccion S., hácia donde se prolonga el ensanchamiento del valle, que en adelante designaré con el nombre de Primer Corral, en distin- cion de otra depresion semejante que descubrimos mas tarde. Nada de parecido habiamos visto hasta ahora durante el viaje; pues caminamos horas enteras, sin usar macketes, en un terreno casi completamente llano i cubierto de pasto alto, sal- tando los palos quemados dispersos en el suelo, i rompiendo: cortos trechos de un coligual nuevo i menudo. Desde una de las pequeñas lomas que atraviesan los llanos del Corral, recono- cimos un largo trecho del rio, cuyos dos brazos habíamos cruzado anteriormente, i que resultó ahora ser un afluente mayor del rio Puelo. Averiguamos que sale de un ancha abra del S. O., en 212 | MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS cuyo fondo se veian poderosos ventisqueros, i que despues de haber recibido varios tributarios de las abras que descienden del S. hácia el Corral, corre en la orilla de los cerros del O. hasta juntarse con el Puelo cerca del punto donde la espedicion habia hecho alto, para esperar el resultado de mi esploracion. (Campamento de la Juntura.) E 3. La marcha en la Angostura i la navegacion en los lagos superiores del rio Puelo (Febrero 21-28) El próximo dia (21) arreglamos un depósito de víveres en el campamento de la Juntura i nos trasladamos en seguida a la entrada de la Angostura, siguiendo el camino de la esploracion prévia. Un lijero reconocimiento practicado desde los peñascos de la orilla meridional, me habia convencido de que el rio fuera navegable en toda la estension visible de su curso para un bote liviano con buenos remeros, i por eso me resolví a hacer la prue- ba, embarcándome con algunos hombres en un remanso, poco mas abajo de la peña grande que marca la salida del rio de la Angostura. Rompimos con toda felicidad la poderosa corriente que rodea la peña, i remontamos el estrecho i profundo canal que, con escepcion de algunos fuertes remolinos, no ofrece nin- gun peligro a la navegacion, hasta el pié de un rápido mui com- plicado que forma casi un ángulo recto, así que su marejada se estrella primero contra la banda derecha, i luego despues contra los peñascos de la orilla izquierda. Avanzar en bote era impo- sible, puesto que mas arriba se abrió a la vista un verdadero caos de correntadas i saltos del rio por entre enormes trozos de roca dispersos en su lecho. Volvimos, pues, para desembarcar en un punto de acceso relativamente fácil de la orilla izquierda, hasta donde el resto de la espedicion habia avanzado entretanto con toda la carga. ] | La marcha en los peñascos de la Angostura que duró hasta el 25 de Febrero, fué la parte mas pesada'de toda la espedicion. Frecuentemente habia que subir i bajar cuestas paradas de roca desnuda, donde las grandes quemas habian destruido el monte, "(103ne pep eiye1dozoy un3ag) TA ?[ 0p [e.xeuol UO1999.11([ *opevaonb 9yuour 10) SBJu eos “SOPe] soque y ".09SOJUY *[ U0 0190g 01 [H—-Z “UMN VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 213 1 donde la capa vejetal era reemplazada por un poco de polvo amarillo iceniza que apénas daba el apoyo suficiente a los piés de los cargadores. Incesantemente nos estorbaban tambien los innumerables palos caidos que habia que saltar, al paso que otros nos servian de puentes naturales para caminar en medio de los enredados matorrales de maquis, coligiies i otros arbustos bajos que han vuelto a crecer en el suelo del monte quemado. Hubo un momento en que hasta los mas esforzados de nuestra Jente se negaron a pasar con la carga de los pedazos del bote por la falda de un barranco que ofrecía serios peligros, 1 tuve que alentarlos con la espectativa de una gratificacion especial para que arriesgasen el paso, La ascension de uno de los cerros que se elevan en la banda sur de la Angostura, me dió a conocer que el cajon del rio ter- “mina en un nuevo ensanchamiento del valle, en cuyo fondo se dejaban ver largas lomas bajas de forma escalonada, continuan- do el abra principal desde ahí en direccion al E. Era evidente que se podian ahorrar varios dias de penoso camino, pasando el rio 1 faldeando el cerro no mui alto de la ribera opuesta, para caer directamente en la continuacion del abra principal. Sin embargo, el ensayo que hicimos el dia 24, de atravesar el rio en el primer punto donde eso parecia hacedero, nos dió a conocer peligros tan considerables, por la rapidez de la corrien- te, e inconvenientes tan graves para el viaje de regreso, que preferimos proseguir en la falda de los cerros del lado S., aunque las pendientes siempre mas escarpadas, 1 la falta de playa llana nos hacian prever un trabajo estremadamente duro para los próximos dias. Continuamos, pues, la marcha buscando paso en la pared del cerro o en el laberinto de enormes peñascos sueltos que por trechos forman la orilla del rio, hasta bajar, a: mediodía del 25, por una cuesta no mui alta, pero bien parada, a un ancho llano que por su semejanza con la depresion ante- riormente recorrida, llamamos el Segundo Corral. A primera vista se descubrió que el abra del valle principal continúa al E., miéntras que de S. i SO. descienden abras secun- darias por entre altos macizos nevados, hasta rematar en los llanos del Corral. Bajan de ahí dos afluentes correntosos del Puelo que sucesivamente tuvimos que vadear al hacer la tra- 214 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS vesía con rumbo al punto donde el rio principal entra en cel llano. Este punto está marcado por un bullicioso rápido, cuyos- penachos blanquizcos se ven a gran distancia; pero inmediata- mente despues principia un ensanchamiento mui notable del rio que luego acepta las dimensiones de una verdadera laguna. Alentados por este descubrimiento, bajamos a la playa de la laguna, i pusimos a flote el bote de lona, cuyo trasporte debia recompensarnos ahora del modo mas satisfactorio. En média hora de navegacion atravesamos la primera parte de la laguna; 1 habiendo pasado una pequeña apretura, que, sín embargo, no ofrecia obstáculo alguno, entramos a la cuenca principal de un lago mayor de la cordillera, cuyo eje lonjitudinal corre en E. magn. i que por las condiciones de sus costas, recordaba el aspecto de los lagos del rio Puelo inferior. A las 6 A. M. del dia 26 me embarqué con tres hombres i la primera carga para practicar un reconocimiento prolijo, i para hacer un croquis de los contornos del lago, cruzándolo de punta a punta i midiendo profundidades, hasta donde alcanzaba nues- tra sondaleza. Por fin, salí a tierra en una espaciosa i bonita pla- ya cerca del término oriental del lago; i miéntras que el bote volvia, para traer al señor Kriger i el resto de la espedicion en repetidos viajes, me adelanté para esplorar la prolongacion oriental de la cuenca del lago. Volví a encontrar al rio Puelo que entra del E. en el lago por una seric de rapidos mui largos de fuerte marejada, i habiendo seguido la playa peñascosa de la orilla izquierda, hasta donde era posible, subí una alta pared de cascajos, cubierta de un lindo bosque de cedros. De repente se me presentó, desde un cláro del monte, en direccion al E. el magnífico panorama de otro lago mayor, cuya vasta superficie azul verdosa estaba lijeramente ajitada por una brisa fresca del S. Por el momento era difícil formarse una idea exacta de la configuracion i dimensiones de este nuevo receptáculo de agua que a primera vista me recordada el aspecto del brazo occiden- tal del lago de Nahue!lhuapi, mirado desde las alturas divisorias al norte del boquete de Pérez Rosales. Tambien los cordones de la cordillera, que en el lejano E. limitaban el horizonte, casi completamente pelados i de un color gris-rojizo que for- maba un contraste mui pintoresco al marco verde de los bos- *(103n8 [9p tyye13030], un32g) “() 0T1eyS9 US enb.requue ep oyund po 9PSOP 0ISTA “1oredng 03%] [9p TeJU9pr990 0Z%10 [—“E “UNN ve y E a — "A VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 215 ques de cedros i al color esmeralda del agua, despertaban vivos recuerdos del panorama de aquel gran lago arjentino. Era to- davía imposible determinar si el eje principal del lago en su continuacion tomaba otro rumbo; pero seguramente llenaba la prolongacion oriental del abra del rio Puelo, cuyo desagiie se divisaba al pié del barranco que habíamos trepado. Para hacer distincion entre los lagos recien descubiertos, he empleado desde un principio los nombres /ago /nferzor i lago Superior, quedando resuelto, con el descubrimiento de este úl- timo, el problema del “lago Puelo. que tanto nos habia ocupa- do en las primeras semanas de la espedicion. La causa que me motiva para mantener estas denominaciones aceptadas aun en mapas arjentinos la he espuesto en otro lugar. (1) Desgraciadamente, el corto trecho del valle del rio interme- diario entre los dos lagos, resultó ser poco idóneo para cualquier medio de comunicacion. Remontar el rio mismo era imposible a causa de las fuertes correntadas que se siguen a mui cortas distancias, faltando tambien una playa continua para sirgar el bote hasta un punto de embarque en la orilla del lago Superior. “Toda la estremidad occidental de este lago se ve rodeada de barrancos inaccesibles, con escepcion de una playa que se es- tiende al norte del desagiie del Puelo i que se prolonga algo en la orilla derecha de este rio, donde le afluye un caudaloso to- rrente de los cerros del N. Para seguir adelante era, pues, indispensable trasladar la espedicion a aquella playa, sepa- rada de nosotros por el bullicioso rio; pero ¿cómo efectuar este paso? El camino por tierra desde la orilla norte del lago Infe- rior hasta el embarcadero en el Superior, es impracticable por una pared de rocas peinadas contra la cual se estrella la co- rriente del último rápido grande del rio ántes de su entrada en el lago, i no hubo, por consiguiente, otro remedio que el de bus- car un punto donde se pudiese arriesgar un balseo a la playa opuesta. Elejimos para eso el corto espacio relativamente tran- -quilo entre dos fuertes correntadas del rio, i en la mañana del dia 27 efectuamos el balseo con toda felicidad, aprovechándo- nos de las contra-corrientes de ámbas orillas, (1) Véase arriba Antecedentes históricos. 216 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS El resto del dia 27 fué dedicado a la esploracion del lago Su- perior. Favorecido por un dia espléndido, de calma completa, salí con cuatro bogadores en el bote para recorrer el largo bra- zo del lago que se estendia delante de nosotros, levantando el croquis de sus contornos i estudiando la jeolojía de sus alrede- dores. Despues de tres horas de navegacion, doblamos una punta de la costa norte, mas allá de la cual el lago forma un ensancha- miento notable en direccion al N., limitado por una ancha playa baja, hácia la cual se vela descender un valle mui espa- cioso, lleno de alto pasto ibosquecillos de cedros. Tambien l!la- maron la atencion algunas manchas de color rojizo en el mon- te a ámbos lados de la depresion, evidentemente indicios de quemas recientes, cuyo oríjen nos era todavía poco esplicable. Habiendo comprobado que el cuerpo principal del lago se es- tiende de aquí mui léjos en direccion meridional, de manera que la parte recorrida formaba solo un brazo mayor, prolongado hácia el O., me convencí de que no alcanzaría a llevar a cabo en el mismo dia la esploracion del lago entero, i dirijí por eso el bote a la playa mencionada que me parecia a propósito para es- tablecer un campamento mayor. Apénas habiamos atracado a la playa, cuando uno de los hombres que primero habian saltado en tierra, esclamó que se velan rastros de terneros i caballos en la arena, i efectivamente descubrimos luego una abundancia de indicios seguros de que habíamos llegado a un vasto potrero de animales vacunos i ca- ballares. Faltaba ahora saber, si nos tocaria la suerte de encon- trar a los dueños de estos terrenos i ponernos así en comunica- cion con jente que, desde el lado oriental, es decir de la pampa patagónica, debia haber penetrado hasta este rincon de la corci- llera. De todos modos, se nos abrió la espectativa de asegurarnos acerca de las localidades que habíamos alcanzado i sobre la posibilidad de avanzar hasta otros puntos perfectamente deter- minados de la zona limitrofe. Despachado el bote para volver en busca del personal ¡ ba- gaje que habia quedado en la playa del punto de embarque, me puse en marcha para reconocer el terreno del valle a espaldas de nuestro fondeadero. Encontramos un rio bastante caudaloso VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUETO 217 que baja del N. en medio de la depresion del valle, ile se- sguimos un trecho, para desviar despues al E. por un camino de vaqueros bien marcado, que pasa por pampas estensas 1 pe- queños coliguales, abiertos a fuerza de hachas i machetes. Ha- biéndome asegurado que no habia ningun inconveniente para que la espedicion avanzara por este camino, volví al oscu- recer a la playa, adónde miéntras tanto había llegado el señor Kriiger con el resto de la jente. Tambien él trajo una novedad de mucho interes, pues los hombres habian encontrado en el monte, cerca del embarcadero, señales de una macheteadura antigua, hecha probablemente por jente que despues de haber navegado hasta el estremo occidental del lago Superior, habia buscado un paso por tierra al lado de las violentas correnta- das de su desaguadero. Quedó, pues, resuelta la continuacion de la marcha en direc- cion N. por el valle, pero ántes de eso debia hacerse un re- conocimiento completo del lago Superior iun estudio de sus principales tributarios, para resolver la cuestion, si el lago podia considerarse verdaderamente como el que da oríjen al rio Pue- lo. Fué ésta mi tarea para el dia 28, miéntras que el señor Krii- ger quedó en el campamento, ocupado en trabajos astronómi- cos i trigonométricos (Campamento de la Rastrería ). Salimos a las 6 A. M.; i habiendo navegado 21% horas en di- reccion S., siempre a poca distancia de la costa oriental, dobla- mos una punta, detras de la cual descubrimos otro brazo menor del lago, estendido al NNE. Desde luego lo esploramos hasta su estremo, i salimos en tierra para recorrer una parte del valle boscoso que remata en la playa norte de este golfo. Hallamos dos rios que talvez sean brazos de uno solo i cuyas desemboca- duras estan apénas visibles bajo los enormes montones de ár- boles secos, en la mayor parte cedros, acumulados en las gran- des avenidas, por lo cual pusimos los nombres de valle i río de las Palizadas. En el pasto alto de la playa vimos la camada de un leon, junto a la cual estaba el cadáver de un huemul recien muerto, dándosenos así una prueba evidente de la presencia de estos animales, cuyos rastros se hallan con abundancia en todas las playas i valles de los alrededores del lago. Volvimos en seguida al cuerpo principal del lago para conti- 218 MEMORIas CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nuar el levantamiento hasta su estremo meridional, donde la depresion del terreno se prolonga en una ancha abra, a cuyas «dos bandas se elevan poderosos macizos nevados de configura- cion mui orijinal. Los saludé como antiguos conocidos desde mi reconocimiento en el cerro Mechai: al O. el Pico Alto i su continuacion en una alta cresta, coronada por una multitud de picos menores de formas puntiagudas (La Aguja), ial E. las caprichosas ciudadelas i baluartes inaccesibles del cordon de los Castillos, cuyas cimas dan poca cabida para campos mayores de nieve i para la formacion de ventisqueros. Es difícil descri- bir la belleza ¡la variedad de paisajes que continuamente se presentaban a la vista 1 comprendian el conjunto mas raro de accidentes oro e hidrográficos. Ademas, la calma absoluta de las aguas, la serenidad del cielo, el entusiasmo de mis compañeros, ávidos de descubrir a cada rato alguna cosa nueva, todo eso vino a favorecer grandemente esta parte de la esploracion, de la cual guardo los mas agradables recuerdos. Recorrimos prolija- mente todas las ensenadas i golfos del lago, rejistramos sus tri- butarios i levantamos un cróquis con la mayor exactitud posible. Por último, desembarcamos en una playa espaciosa de arenas guijarros en que remata el lago, i luego descubrimos un rio gran- de que desciende del abra del S. con veloz corriente i con aguas turbias, dividiéndose en varios brazos ántes de su desemboca- dura. La esploracion prolija de este rio, bautizado rio Turbto, que indudablemente es el mayor entre todos los afluentes del lago, habria exijido un trabajo mui penoso, de semanas enteras, inos habria llevado, aparentemente, a un laberinto de altas cordilleras nevadas, sin la espectativa de salir a un punto cono- cido de la rejion del dizortium aqguarum. En cambio, me habia convencido de que el lago Superior no es atravesado por ningun rio que pueda considerarse igual al Puelo, de modo que quedaba resuelto el problema del oríjen de este rio, restando a la espe-. dicion la tarea de avanzar por el camino mas espedito hasta la division interoceánica de las aguas. No cabia duda de que eso se realizaria con la mayor facilidad si se caminara al N. en el valle grande descubierto el día anterior, 1 por eso dimos tér- mino a nuestros reconocimientos del lago, despues de haber recorrido algun trecho del valle del rio “Turbio, para recojer 7 Mi lo Núm. 4.—El Valle acia el norte. Vista h | " ' rl MO VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 219 todos los datos jeográficos que la premura del tiempo permitia tomar. Volvimos al campamento de la Rastrería en 3% horas de harta boga, siendo dificultada la navegacion por una brisa fresca del E. que nos trajo el olor penetrante de una quemazon, talvez desde las rejiones vecinas de la Pampa. Llegamos despues de las 9 P. M. en plena oscuridad. 4. La continuacion del vzaje en el Vade Nuevo, avanzada hasta el boquete divisorio ¿ vuelta a Puerto Montt. La continuacion de la marcha exijía algunas disposiciones especiales. Como no era oportuno que la espedicion se disper- sara en un terreno completamente llano, cubierto en parte de pasto tan alto, que hombres de baja estatura casi desaparecian, arreglamos los bultos de modo que toda la carga se podia llevar de una vez, i dejamos por eso el bote de lona, cuyos ser- vicios, probablemente, ya no necesitaríamos en esta avanzada. Junto con el bote se escondieron en un bosquecillo vecino al campamento algunos víveres i los cajones con las colecciones petrográficas. La marcha del día 1.2 de Marzo fué bastante provechosa. Recorrimos con una rapidez inusitada hasta entónces el terreno abierto, guiados por la senda de vaqueros que se distinguía per- fectamente i que nos señalaba tambien los vados de los rios que cruzaban el camino. Cuanto mas avanzamos en direccion NNE.,, tanto mayor era nuestra sorpresa causada por las magnificas condiciones del espacioso valle lonjitudinal, bordeado al E. i O. por ramales de la cordillera i poblado por grandes piños de ani- males vacunos í caballares. Atravesamos campos de pastos secos tan altos que costaba trabajo a la caravarma marchar en conjunto, i que al acampar había que cuidar especialmente el fuego, para no producir un vasto incendio en la pradería. De- tras de nosotros desaparecia poco a poco el abra del lago Supe- rior de donde habíamos venido, miéntras que se destacaba con toda claridad entre los cerros del SSE, la depresion del valle de las Palizadas, i en el SE, un ancho boquete que rompe los - TOMO XCIV 16 220 , MEMORIAS CIENTÍFI cordones divisorios de la banda del E. i adonde se sube por una: serie de largas lomas bajas, parecidas a las que en todas las: direcciones cortan el mismo valle lonjitudinal. En el O. nos acompañaba una imponente cadena de macizos nevados de la cordillera, cortada por profundas quebradas, en cuyo fondo bri- llaban de vez en cuando pequeños ventisqueros. | Al fin, a las 101% A. M. del dia 2, divisamos a poca distancia. de nosotros, dos ranchos, medio ocultos en un bosquecillo de: cedros, i habiendo depositado las cargas debajo de un jigantesco maiten, delante de la casita mayor, nos pusimos al habla con los moradores que, despues de haberse restablecido del primer susto por tan inesperada visita, nos recibieron con la mas franca hospitalidad. Supimos que habíamos llegado a una pequeña colonia, fundada aquí hace dos años por chilenos con autoriza- cion de las autoridades arjentinas, i aceptamos el nombre de Valle Nuevo con que ellos designaban la localidad. Era difícil hacer comprender a los colonos que habíamos venido del lado del O., pues su única comunicacion con el resto del mundo va por los boquetes orientales de la cordillera hácia la pampa arjentina, al paso que su horizonte al S. limita con el lago Superior que jamas habia sido navegado por ellos, i al O. con la serie de cordones nevados que les parecian intransitables. Sabian, sin embargo, que todos los rios del valle, como tambien el lago, van a desaguar al Pacífico, i estaban, por consiguiente, inquietos acerca de la lejitimidad de sus títulos de propiedad “espedidos por las autoridades arjentinas, puesto que el curso de las aguas les indicaba la pertenencia de sus territorios a Chile. “Estas dudas habian sido aumentadas aun, cuando algunas se- “manas ántes de nuestra llegada, el jefe de un piquete arjentino: que habia recorrido todo el valle hasta la playa del Supe- rior, les habia espresado su opinion en el mismo sentido. De “los datos que: recojimos de los colonos resultó que en las cercanías habia dos boquetes, por donde se pasaba al territorio -arjentino del Chubut, siendo uno de ellos el que habíamos avis- tado en direccion SE. durante la marcha, i el otro, mas fre- '«cuentado i cómodo, el que abre una ancha brecha en los cordo- “nes orientales un poco mas al N. del rancho. Está atravesado este último por el camino que va:a la próxima colonia arjenti- '(103ne [op eye1doj0] unSag) 4 [9 POB ISIA “OA0NN ]/2A 19 TO SOUOJOY SO] Op Oq9U8l [IG “UNN VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 22 T na, situada en el valle del arroyo Mazten, que contribuye a for- mar el curso superior del rio Chubut. Con semejantes informaciones, la espedicion veia cumplida la última parte de su programa, porque ya estábamos cerca de un punto donde nuestros trabajos se relacionaban con levanta- mientos topográficos practicados por injenieros arjentinos, como lo prueba el mapa del territorio del Chubut por don Pe- dro Ezcurra (1), en el cual se marca el arroyo Maiten como estacion mas avanzada adonde llegan las mediciones de terre- nos desde el lado arjentino. El haber hallado la colonia fué para nosotros un aconteci- miento de importancia aun por otras razones; pues aquí pudi- mos proveerncs de viveres frescos, principalmente de carne, despues de largas semanas de una alimentacion poco sabrosa, esclusivamente de conservas, charqui i harina tostada. I aun conseguimos verdaderas delicadezas como huevos, leche de vaca, i várias clases de legumbres, que suelen proporcionarse al viajero en cualquier rancho chileno, pero que faltan en los. pequeños establecimientos de la pampa arjentina, donde todo: el menu de la comida diaria se reduce a carne asada 1 yerba- mate sin variacion alguna (2). Dejamos una parte de la jente en el rancho con el encargo- de preparar charquíi de un novillo que habiamos comprado, i avanzamos en la misma tarde del día 2 al N. para reconocer el boquete del cual se nos habia hablado. El camino sigue primero- en el llano del valle, acercándose mucho a la falda del cordon oriental que se levanta como una muralla a mano derecha. Cru-- zamos varios ramales del rio, que corren en direccion al $. 1 SO., 1 torcimos despues al E. para subir por una serie de lomas que se levantan una tras otra en forma escalonada, hasta llegar a una vasta plataforma cubierta, como todo el terreno de: los alrededores, de altos pastos i de las espinosas matas de una umbeltfera (Mulinum). (1) P. Ezcurra, Plano del territorio del Chubut, escala 1: 1.000,300. Bue-- nos Aires, 1893. (Nueva edicion del mismo en el Boletin del Instit. Geogr Argent, X VJ, cuad. 5-8, 1895.) * (2) Compárense las observaciones de O. de Fischer en Anal. d. /. Univ. tom, LXXX VII, p. 197. 3 222 MEMORIAS CIENTÍFICAS Í LITERARIAS Largas horas caminamos sin encontrar una gota de agua, hasta que en la tarde del dia 3 bajamos a una depresion del terreno en forma de una vasta caldera, abierta en medio de la plataforma del boquete. En su fondo encontramos un rio de agua cristalina, cuyo curso al E. nos parecia indicar que ya habíamos pasado el d¿vortium aquarum. Sin embargo, nos en- egañábamos, i marchando en la orilla del rio vimos que se junta con otro brazo que prorrumpe de un abra de la cordillera de la banda norte, para correr en seguida a lo largo de la pared me- ridional del boquete i continuar su curso al SO. en el llano del Valle Nuevo. Vadeamos el rio i subimos la escarpada cuesta en la márjen oriental de la caldera hasta el alto de una planicie sin agua, estendida de un lado al otro hasta el pié de las paredes del boquete. Delante de nosotros se veia bajar el terreno gra- dualmente al E. hácia una quebrada, cuyo curso al SE. nos indicaba que sus aguas contribuyen ya a un sistema fluvial completamente distinto del que habíamos recorrido, así que evidentemente nos encontrábamos en la altura del boquete que «divide las aguas del continente. Talvez habríamos continuado la marcha hasta la misma colonia de Maiten, a pesar de lo avanzado de la estacion, si se hubieran encontrado en nuestro poder los pasaportes del señor ministro arjentino que nos ha- brian puesto a salvo de cualquier atropello de parte de las au- toridades arjentinas. Pero como estos documentos no habian llegado a nuestras manos en tiempo oportuno, nos pareció in- «conveniente entrar con la espedicion en territorio arjentino i continuar ahí los estudios topográficos, dada la estrema suscep- tibilidad de los empleados de la frontera en aquella República. Las esperiencias de la espedicion esploradora del rio Palena nos habian enseñado claramente que arriesgábamos perder todos los resultados de la espedicion en caso de un atropello, i ademas debfamos suponer que nuestra sola presencia en el Valle Nuevo donde los arjentinos ejercen aparentemente autoridad, nos haria sospechosos a pesar del carácter científico i pacífico de la espe- dicion. En el camino de regreso a la colonia del Valle Nuevo, me encontré con un colono arjentino de Maiten, quien me dió in- *(103née ¡op eiye13030y undag) *) 19 *I0RT eystA “oLtosTATp ojenboq JH —9 “mnN y Y VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 225 teresantes datos topográficos sobre las rejiones vecinas. Ante : todo me comunicó que a pocas jornadas en direccion N. se distingue desde las lomas del valle lonjitudinal una profunda abra que corta los macizos nevados al occidente, i en .la cual entra un río caudaloso que se junta despues con otro rio ma- yor, situado mas hácia el S. Desde luego me formé la con- viccion de que esta noticia no podia referirse sino a un abra por donde se busca paso al O. el rio Manso, que mas abajo se junta con el Puelo. En otro capítulo veremos que esta hipó- tesis quedó comprobada del modo mas satisfactorio por la es- ploracion del rio Manso en 1896. En la mañana del dia 5 preparamos todo lo necesario para el viaje de regreso. AÁrrendamos algunos caballos de silla ¡carga para apurar el trasporte de la espedicion hasta el punto de em- barque en el lago Superior, 1 salimos del rancho a las 10 h. 45 m., bien provistos de carne fresca, charqui i demas víveres ne- cesarios para la vuelta. Á las 2 P. M. principió una lluvia. torrencial traida por un viento fuerte del O., así que nos apu- ramos para pasar los distintos brazos del rio que cruzan el camino, ántes de llenar sus cauces. Tuvimos, sin embargo, mucha demora en el pasaje de un riachuelo, en cuyas márjenes se estiende un trecho pantanoso, donde los caballos se hundian hasta el vientre; así que costó harto trabajo para sacarlos del barrial. A las € h. 30 m. llegamos a la playa del lago, moja- dos hasta la camisa i fatigados de la pesada caminata en tan difíciles circunstancias. Durante toda la noche continuaba soplando temporal del O,, que en la mañana del dia Ó cambiaba al SO. cesando la lluvia i secándose en seguida facilmente todo el bagaje mo- jado. Pero el viento habia levantado una marejada tan fuerte en el lago, que no era posible emprender la navegacion con el bote de lona que estaba ya bastante gastado i tenia poca resistencia. Se aprovechó la demora involuntaria para la cons- truccion de una balsa de troncos secos de cedros, en la cual debia embarcarse el resto de la jente que no cabía en el bote, para ahorrar tiempo en el trayecto del lago. Ocupados en estos. trabajos, recibimos la visita del vaquero de un colono chileno, dueño de una parte de los potreros vecinos, i de la conversa- 224 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS “cion que con él tuvimos sacamos algunos datos sobre los prin- cipios de la colonizacion en esta parte i la condicion actual de los chilenos residentes aquí, que son hostilizados sistemática- mente por los vecinos arjentinos, celosos por haber ocupado aquéllos los mejores terrenos en este valle de la cordillera. En la noche del 6 al 7 aflojaron el viento ila marejada, por lo cual pusimos a flote el bote i la balsa al amanecer; pero resultó que la balsa no avanzaba nada contra las olas i el viento que arreció de nuevo, i fué por eso abandonada por su tripulacion. El bote se habia adelantado algo, pero tampoco habria sido capaz de hacer toda la travesía contra la marejada, por lo cual hicimos estacion en una pequeña playa de la ribera norte, para aguardar mejores condiciones para la navegacion i recojer la jente de la balsa que ya habia principiado la pesada i peligro- sa marcha sobre los barrancos peñascosos de la orilla. A las 10 A. M. fué posible continuar viaje hasta el desagiie, i poco despues de la 1 P. M. efectuamos el balseo del rio Puelo en medio de incesantes chubascos i fuertes ráfagas de viento. Miéntras se trasportaba la carga al sitio de nuestro antiguo campamento en la playa del lago Inferior, el mayordormo, en compañía de tres hombres, hizo el ensayo de bajar en el bote vacio por los rápidos hasta a aquel lago. Pasó con toda felicidad las primeras correntadas, pero no se atrevió a lanzarse en la úl- tima, por la cual el rio entra en el lago, porque las ráfagas del temporal del N. O., contrarias a la correntada, levantaban un marullo superior a las fuerzas de los bogadores. Habiendo mejorado el tiempo ¡ cambiado el movimiento de las aguas en la tarde, fué posible emprender aun el mismo dia el pasaje del lago Inferior. Establecimos el campamento como de costumbre en el mismo sitio que habia ocupado en la subi- da, para que el señor Kriiger pudiera hacer series correspon- dientes de observaciones en los mismos lugares. Eran las 10 P. M. de una noche de luna mui agradable, cuando llegó el bote con el resto de la jente i cargas al campamento. Todo el dia 8 i la mayor parte del 9 continuamos el regreso a pié. Pasamos los llanos del Segundo Corral, 1 entramos en la Angostura, donde se repetian las dificultades de la marcha, aumentadas ahora por un calor insoportable i los ataques san= Núm. 7.—Macizos nevados que bordean el Valle Nuevo hácia el O, (Segun fotografía del autor). i ¡ VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 225 A A AA «guinarios de los mosquitos. Como caminábamos siempre por los senderos abiertos durante la subida, se me ofrecia buena Ocasion para comprobar los rumbos i distancias de mi itinerario, habiendo resultado estas últimas en parte exajeradas, a causa de las dificultades naturales que nos habian retardado durante la ida. Tambien completé, donde se ofrecia la ocasion, mis le- “vantamientos fotográficos para obtener vistas de todos los tipos de paisajes que recorríamos. El trasporte del bote por los bor- «des de los barrancos peinados se efectuó sin tropiezo, aunque nos hizo temer mas de una vez por la persona del cargador, que no encontraba sino unas pocas ramas débiles de chauras para agarrarse en la pared del cerro. Pasada la Angostura i el llano del Corral grande, llegamos «en la noche del dia 9 al depósito del campamento de la Juntu- ra. Las condiciones del rio Puelo no habian variado mucho en las últimas semanas, pero el tributario mayor que le afluye al pié del campamento, habia llenado su cauce i arrastraba con poderosa corriente sus aguas turbias, producto de los derreti- mientos de nieves en los cordones que bordean el Corral hácia el S. 1 50. - Para aliviar, en cuanto fuera posible, la pesada tarea de los cargadores, i para imponerme de las condiciones del rio i de sus riberas en la parte donde en la ida habíamos desviado de su -curso, me dispuse a recorrer en bote el trecho entre la Juntura i el punto del Balseo, al paso que el señor Kriiger con la mayor parte de la jente seguía su camino por tierra. A las 7 A. M. «del dia 10 lanzamos el bote en medio de la veloz corriente, sin saber qué tropiezos nos aguardarian en esta parte desconocida del rio. Habiéndome asegurado, sin embargo, por el reconcci- miento desde el cerro Mechaií, que el rio no corre encajonado entre barrancos, no lo juzgué demasiado arriesgado para em- prender la navegacion, confiando por lo demas en la práctica 1 buena disciplina de la jente. La corriente nos llevó con gran "rapidez, i remamos solamente para poder gobernar el bote, buscando siempre el canal de mayor profundidad entre los bra- zos que circundan las islas i bajos en el lecho del rio. No hubo mas que un pasaje malo en un rápido que se produce por una estrechura del rio, entre los barrancos de la ribera derecha i 226 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS algunos bancos de arena en la parte média. Despues de una hora escasa de navegacion, atracamos en el punto del Balseo, i unas tres horas mas tarde llegó el señor Krúger con el resto de- la espedicion. Inmediatamente nos balseamos a la ribera dere- cha del rio i continuamos la marcha en el valle del Desagua- dero, para acampar a corta distancia de la laguna Totoral. En la noche observamos en el cielo completamente despejado, un. eclipse total de la luna. Como sí las predicciones supersticiosas de nuestra jente de-- bieran ser confirmadas, se produjo con el eclipse un cambio radical del tiempo, ¡el dia 11 amanecimos con un fuerte viento norte en las capas superiores de la atmósfera, que anunciaba lluvia, ¡aunque en un principio el cielo seguía despejado (norte: claro.) Atravesamos la laguna Totoral con alguna dificultad por el recio viento i oleaje en contra, i¡ apuramos, en lo posible, la marcha por la gran /lanada, para pasar las pampas cenago-- sas ántes de que se llenaran por la lluvia. Avanzamos con tanta. rapidez, que a mediodía del 12 toda la espedicion estaba reu- nida en el depósito de los botes i víveres del campamento de la Isla. En la tarde del mismo día hicimos todos los arreglos nece-- sarios para la partida, miéntras se desencadenaba un furioso temporal que formaba la introduccion de un periodo de lluvias que nos acompañó desde entónces sin interrupcion hasta la vuelta al norte. El rio, que en las últimas semanas de sequía, habia bajado algo, principió a llenarse rápidamente con esta lluvia, así que sus condiciones para el descenso eran mas O mé- nos las mismas que las de la subida. A las 7 h. 15 m. salimos del campamento de la Isla; a las. 7 h. 45 m. pasamos por la angostura del Porton;alas 8 h. 5 m. por la desembocadura del rio Traidor; tres cuartos de hora des- pues por la confluencia del Puelo con el rio Manso, 1 atracamos a las 10 h. a una pequeña playa junto a la embocadura del rio en el lago Taguatagua. Fué una carrera corta pero violenta. que tenia todos los nervios en continua irritacion, pues a cada. rato habia que evitar inminentes peligros, buscándose, en me- dio del andar velocísimo, los canales de corriente mas profunda. i limpia del enredo de palos muertos i peñascos, bajos i remo- Pm VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 227 linos. Pero los pilotos ibogadores se mostraban en este dia ver- daderos maestros en su, tarea, así es que sin contratiempo al.- sguno isin haber salido una sola vez de las embarcaciones, recorrimos en 2 horas 20 minutos toda la parte del rio cuya ascension nos habia costado cinco dias de rudo trabajo. Despues de un corto descanso, continuamos la navegacion: en el lago Taguatagua, apesar de los chubascos dei NO, que causaban, sobre todo en la parte oriental, una gruesa marejada. Cubriéndonos contra ella, en cuanto era posible, por la orilla escarpada del norte, avanzamos hasta el fin del lago (1 P. M.), nos largamos por la carrera del Barraco, i cruzamos en seguida La Poza hasta el punto de la costa sur, donde principia la ma- cheteadura, i donde se encontraba sumerjido i amarrado, el bote que el señor Biúckle habia dejado aquí en su regreso. Sin demora se preparó entónces la vuelta al campamento de Las Hualas, aunque nos era dudoso si alcanzaríamos a llegar, dadas las dificultades de los caminos fluvial i terrestre. Á las 2 P. M. me puse en marcha con tres hombres que llevaban ¡os instrumentos i algun bagaje indispensable para hacer la tra- vesía por tierra, miéntras el señor Kriiger con el mayordomo i el resto de la jente emprendió el descenso del rio, llevando todos los botes i carga liviana. En el camino por la machetea- dura tuvimos mucho atraso, porque las cañas de las quilas cor- tadas habian caido por causa de la lluvia i tapaban el sendero, de modo que por largos trechos pasamos por encima de ellas o las rompimos con nuestros cuerpos sin hacer uso de los mache- tes. Las cuestas i los barriales se habian trasformado en vastos lodozales; pero la práctica adquirida en las largas caminatas por toda clase de monte, nos hizo vencer fácilmente todos estos obstáculos, i poco ántes de las 6 P. M. nos recojimos en el cam- pamento de Las Hualas, adonde ya habia llegado la otra par- tida de la espedicion, despues de una carrera feliz por los peli- grosos rápidos inferiores del rio. El tiempo seguia con chubascos que a veces tomaban el carácter de temporal, i solo a las 2 P. M. del dia 14 nos atrevi- mos a bajar el rio desde Las Hualas hasta su desembocadura. La marea alta iel viento contrario producian una marejada fuerte e irregular a la salida del rio en la Boca de Reloncaví, i 228 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS costó harto trabajo dirijir los botes pesadamente cargados a traves de este hervidero de aguas hasta la playa de los llanos de Yate, donde salimos a tierra a las 3 h. 30 m. P. M. Con eso, la espedicion propiamente tal habia alcanzado su término; pero aun demoramos casi tres dias enteros hasta volver a Puerto Montt, porque los continuos chubascos del N, i la aji- tacion de las aguas de la boca i del golfo de Reloncavi atrasa- ron sobremanera nuestro viaje, para el cual no dispusimos sino de los dos botes de la espedicion i de otro bote grande de vela, de propiedad del mayordomo Villégas. El día 16, a las 4 P. M. salimos de los llanos de Yate, pero despues de tres horas de «mavegacioón la marejada nos obligó a atracar a un pequeño puerto de la Boca, frente a la isla de Marimeli. Continuamos a las 9 P. M., avanzando mui despacio a remo cerca de la costa norte, hasta que a la 1.30 A. M. tuvimos que refujiarnos otra vez en un puerto de la misma costa, llamado Las Barquitas, donde pasamos el resto de la noche en un cam- pamento improvisado. Poco despues de las 6 A. M. del día 17 nos pusimos en marcha de nuevo, rompimos a duras penas la poderosa marejada que golpea las rocas del morro de Hornos en la salida de la Boca, i seguimos a remo, pegados a la costa oriental del golfo, hasta la punta de Pichi-Quellaipe. Desde aquí nos largamos a vela, apesar de que soplaba un recio viento norte que, a medida que avanzábamos, aumentaba en fuerza, Í despues de haber voltejeado tres veces por casi todo el ancho. del golfo, llegamos al muelle de Puerto Montt, en medio de un temporal deshecho, a las 6 P. M. DR. STEFFEN (Continuará) ADVERTENCIA.—Para no postergar demasiado la publica- cion de la presente memoria, la hemos dado a la estampa sin el plano correspondiente de la rejion del rio Puelo. Este se po- drá publicar solo en uno de los próximos números de los ÁNA- LES, a causa de la demora en el cálculo de las coordenadas jeo- gráficas. NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA DE ESPAÑA PUBLICADOS DESDE 1893 HASTA 1895 (1) La predileccion de los españoles por las colecciones de docu- mentos históricos, que en el siglo pasado dió oríjen a una serie de obras históricas importantes, se manifiesta en la actualidad en igual grado. En el momento en que escribimos aparecen mas de siete publicaciones de esta clase. Todas ellas, con la única escepcion de Los escritores aragoneses, se han enriquecido en el trascurso del último año con uno o mas volúmenes. La mas estensa de estas obras es la Coleccion de documentos inéd?- tos para la historia de España (2). Ella es el Néstor entre to- das las colecciones que se hallan en vías de publicacion. Desde 1893 se han dado a la estampa siete nuevos volúmenes, de los cuales el último lleva el número 112. Su benemérito editor, el marques de la Fuensanta del Valle, concibió hace varios años (1) Traducido de la revista histórica alemana /Zistorische Zeitschrift (de- 2rúndet von H. von Sybel), tomo 76, (nueva serie, tomo 40), 1896, pájinas 515-528. : (2) Coleccion de documentos inéditos de la Historia de España, por el marques de la Fuensanta del Valle. Tomos 105-111, Madrid, Perales, 1843-95. 230 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS el grandioso plan de publicar toda la correspondencia de los ajentes diplomáticos de Felipe II acreditados ante las cortes europeas, la cual se conservaba en los archivos de Simancas. Dió comienzo a su obra con la correspondencia del embaja- dor español en Inglaterra, que apareció en 1888 en tres volú- menes. Philippsohn (1), aprovechó los documentos de esta obra. en sus últimos libros. Inmediatamente despues, se dió a luz en el tomo 98 la correspondencia de Alemania, ensanchándose el plan primitivo de la obra, de manera que se incorporaron en: ella no solo las comunicaciones de los embajadores sino tam-- bien las cartas autógrafas de los principes. Quizas esta modifi- Ccacion, que trajo por consecuencia largas i difíciles investigacio- nes en los archivos, sea la causa de que no se haya realizado este prodijioso proyecto con la rapidez que habria sido de de- sear, dado el interes de los estudios históricos. El tomo V, que acaba de publicarse (111 de la coleccion), abraza solo el períivdo comprendido entre el 5 de Setiembre de 1572 i los últimos dias de 1574; 1 es de presumir, por lo tanto, que trascurrirán muchos años ántes de que aparezca toda la correspondencia alemana. No es posible examinar detallada- mente en este artículo los documentos publicados sobre la po- lítica de Felipe 11 1 de la casa de Habsburgo. En primer lugar, aparecen en el último tomo los documentos relativos a la eleccion del rei de Polonia i a la propagacion de la Liga. Aunque el desacuerdo entre los editores de la Coleccion se produjo porque el marques de la Fuensanta no concedió al se- ñor Zabalburu el número de tomos necesarios para la publica- cion de las correspondencias de los Zúñigas, el marques de la Fuensanta ha publicado muchas piezas de ménos importancia que aquelta correspondencia, o bien por su escaso interes his- tórico, o bien porque no corresponden al espiritu de la recopila- cion. Así el Diccionario de Artes de Córdoba (2) i el índice de (1) Catedrático de la universidad de Bruselas i autor de una serie de obras importantes sobre Enrique IV i Felipe II, la contrarevolucion reli-- jiosa del siglo XVI, el siglo de Luis XIV, etc. (N. del T.) (2) Coleccion de documentos inéditos, tomo 107. NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA DE ESPAÑA 23I 4 los escritores pertenecientes a la órden de Calatrava, (1) deben solamente su lugar en la coleccion a razones de parentesco. Del mismo modo merece censura la publicacion de tan gran núme- ro de manuscritos sobre la crónica de Rodrigo de Rada, aunque haya sido con el objeto de preparar una edicion crítica de ella. (2) Semejante procedimiento podria tal vez justificarse si en los textos publicados se hubiera puesto de relieve la impor- tancia que tienen desde el punto de vista lingiiístico; pero por desgracia, la forma esterna ha sido completamente descuidada en las ediciones de la Colecczión. Mayor interes encierran sin disputa las correspondencias de Almodovar i Aranda, diriJidas desde Rusia i Polonia (3) durante la guerra de siete años, pues dan muchos datos nuevos sobre la política estranjera de la pe- nínsula en aquella época, política en jeneral mui poco co- nocida. Como ya se ha recordado, debe su orijen la Vueva coleccion de documentos inéditos para la historia de España (4) al desacuerdo ocurrido entre los editores de la antigua recopilacion. Hasta ahora, el título no corresponde a la materia, pues, en los últi- mos cinco tomos solo se ha publicado la correspondencia fami- liar i política de los Zúñigas, parie de la cual habia ya apare- cido en la Coleccion de libros raros ¿ curzosos (5) ien la Coleccion de decumentos inéditos (6). La alta representacion política que durante el reinado de Felipe II tuvieron don Luis de Reque- sens í su hermano don Juan de Zúñiga, da a sus cartas un valor histórico indisputable. Debe apreciarse esta correspondencia tanto mas cuanto que pueden leerse en ella numerosas comu- nicaciones intimas que amenudo esplican los sucesos políticos de un modo mas completo que los mismos despachos oficiales. Como don Juan de Zúñiga sirvió por largo tiempo el cargo de (1) Tomo 109 de la misma. (2) Tomos 1o5 i 106. (3) Tomos 108 1 109. (4) Nueva coleccion de documentos inéditos, etc., publicada por B. F. Za- balburu i D. S. Rayon. Tomos 1-5, Madrid, Hernández, 1892-95. (5) Tomo 18. (6) Tomo 102. > 232 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS enviado de España en Roma, esta seccion de sus cartas cabe precisamente en el programa de publicacion trazado por el marques de la Fuensanta, pero tampoco puede negarse que la estension colosal de la mencionada correspendencia es un gra- vísimo obstáculo para la terminacion de la. obra. En los seis vólumenes publicados solo aparecen las cartas escritas desde el 3 de Enero de 1573 hasta el 7 de Octubre de 1574. De las tres antiguas Colecciones de documentos inéditos, de España, Aragon i Ultramar, la de Aragon ha dejado de publi- carse definitivamente; la española, como hemos visto, se ha duplicado, i la de Ultramar ha esperimentado las variaciones - que siguen. No puede negarse que esta última Colecczon, dirijida, como estaba, primero por Pacheco i Cárdenas, i mas tarde por Torres de Mendoza, adolecia de estraordinario desórden en la publicacion de los documentos i de una superficialidad tal que inspiraba profunda desconfianza. La obra se ha mejorado esen- cialmente desde que la tomó a su cargo la Real Academia de la Historia. Los textos se hallan copiados con la prolijidad de una crítica severa; i seria de alegrarnos del proyecto que la Academia ha empezado a realizar publicando sistemáticamente los tesoros de! Archivo de Indias, si pudiera llevarlo a feliz término. Por desgracia la coleccion continúa con una lentitud que da pocas esperanzas de un éxito completo. Los últimos tomos deben su publicacion al centenario colombino 1 contienen las actas de los juicios seguidos contra la corona por Cristóbal Colon í sus des- cendientes, cuyas declaraciones ofrecen muchas noticias impor- tantes para la biografía del descubridor (1). Cuanto demoran a las veces en realizarse los mas grandiosos proyectos históricos de la Real Academia, lo está manifestando la suerte que ha corrido otra coleccion de documentos, a saber, el Memorial histórico español (2). Despues de 23 años de inte- rrupcion, reapareció en 1888. El académico Pujol publicó seis (1) Coleccion de documentos inéditos... de Ultramar. Serie 2, publicada. por la Real Academia de la Historia. Tomos 7-8. De los Pleitos de Colon, tomos 1-2, Madrid, Rivadeneira, 1892-94. (2) Memorial histórico español. Tomos 24-27, 29-33. Madrid, Tello, 1893-95. NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA DE ESPAÑA 233 volúmenes del mayor interes, en los cuales, tomando por guia la crónica de Miguel Parets (1626-1660), dió a la estampa una coleccion de documentos de primer órden relativos a la histo- ria de la insurreccion de Cataluña. El texto de la crónica era de dudosa importancia; pero los documentos mencionados no solo contienen datos sobre los sucesos referidos en la crónica, sino tambien sobre la historia completa de la insurreccion catalana. La muerte arrebató al distinguido investigador en medio de su tarea. La Academia ha publicado a continuacion dos tomos, aprovechándose del material que Pujol habia dejado preparado; pero luego ha abandonado el plan de la obra con el objeto de dar a luz una descripcion de Portugal de los primeros años de este siglo i una historia de Cárlos IV escrita por un académico de aguella época. Probablemente, la causa de esta innovacion se halla en las rivalidades locales, pues, tanto la Real Academia de la Historia como los otros editores mencionados, dan decidida preferencia a los sucesos que corresponden al reino de Castilla. Debemos, pues, alegrarnos de que la Cataluña haga tambien esfuerzos por su parte para publicar sus fuentes históricas. La Municipalidad de Barcelona ha concebido el interesante proyecto de dar a la estampa todos los tesoros de su archivo. Como un primer paso, se ha dado a luz un rejistro diario de todos los empleados mu- nicipales desde 1390 hasta 1574 (1). Á veces se leen simples enumeraciones de empleados, pero en otras pájinas esas enu- meraciones se convierten en verdaderas narráciones históricas de una importancia superior a la esclusivamente local. En breve aparecerá un nuevo volúmen, que será el primero de una serie de crónicas, para las cuales es probable que se necesiten 30 vo- lúmenes, mas o ménos. En 1884, la direccion del archivo de Valencia ha empezado a publicar una coleccion de importantes documentos sobre ese reino. (2). El primer volúmen contiene una coleccion de docu- (1) Coleeció de documents historichs inedits del auxin municipal de la ciudad de Barcelona, vol. 1, 3. Barcelona, Henrich, 1893-95, 4% (2) Coleccion de documentos inéditos del Archivo Feneral de: reino de Valen- * cia, publicada por I. CasaÑ 1 ALEGRE. Tomo 1. Valencia, Alufre, 1894. 234 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mentos de los años comprendidos desde 1356 hasta 1364 sobre las alianzas que celebró Enrique de Trastamara con el rei Pe- dro de Aragon contra Pedro el Cruel de Castilla. Esta colec- cion ha venido a completar la que hace algunos años publicó M. Chabret en su Historia de Sagunto. | Mencionaré, ademas, en este artículo, dos obras publicadas por investigadores aislados, las cuales arrancan su valor de los numerosos documentos que en ellas aparecen, aun cuando sus autores no hayan dado a éstas la debida importancia. El libro de Duran (1), dado a la estampa con motivo del centenario de la toma de Granada, es una coleccion jenealójica 1 biográfica de un valor lexicolójico secundario, pero cuyos documentos, recojidos por el autor en pequeños archivos comu- nales, sin lo cual habrian quedado desconocidos, son en estremo interesantes. Ilustran sobre todo la historia de Fernando e Isabel, pues, se refieren a personas que combatieron delante de Granada en 1492. Algunos de estos documentos llegan, sin em- bargo, hasta la época de las comunidades. La obra de Ruidiaz (2) tiene un carácter esencialmente di- verso. Ensayo de rehabilitacion para justificar a Pedro Menén- dez de Aviles del cargo que se le ha dirijido por su crueldad fanática, consigue aquel propósito, pues, a mas de la declaracion de un testigo ocular, reune un conjunto de: documentos, que comprenden cerca de 800 pájinas, de los cuales se colije hasta la evidencia que el odio i la intolerancia relijiosa, así de los protestantes como de los católicos, han oscurecido los hechos, i que lo sucedido en uno i otro bando ha pasado siempre i en todas partes en las épocas de fanatismo, ad majorem dez glo- riam. Este es un servicio positivo que presta el libro mencio- nado. Por el contrario, las 240 pájinas en que Ruidiaz espone las consecuencias históricas que se desprenden de los docu- mentos, dan una prueba tan triste de falta de investigacion me- (1) I. DurAN 1 LERCHUNDI, La toma de Granada i caballeros que concu- rrieron a ella. Vols 1, 2, Madrid, Huérfanos, 1893, 4." (2) E. Ruip1az 1 CARAvIA, La Florida, su conquista 3 colonización por Pe- dro Menéndez de Aviles. Tomos 1, 2. Madrid, Garcia. 1894. NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA DE ESPAÑA 235 tódica i crítica que la obra con dificultad habria alcanzado pre- mio en una academia estranjera. Era en la naturaleza de las cosas que los estranjeros no po- drian descubrir nuevas fuentes para la historia de España en la misma medida que los españoles. I, sin embargo, ellos tambien han realizado progresos notables. En la seccion española del Calendar of State Papers se ha empezado a publicar una se- eunda serie de documentos que principian con la coronacion de la reina Isabel (1). Esta serie es ménos interesante que la primera, por cuanto las memorias de los embajadores españo- les, que son las piezas de mayor importancia, habian sido ya impresas en su idioma orijinal, en la Coleccion de documentos anéditos, 1 en la obra de Kervyn von Lettenhove. El Calendar, como es natural, contiene muchas noticias que no habrian podido tener cabida en las colecciones mencionadas. Ademas sus escelentes indices sirven para utilizar otras obras históricas que carecen de ellos. De igual importancia para la historia de España es el tomo del Recuez! des ¿nstructionms, dedicado a este pais i compuesto por Morel Fatio. (2) Se ocupa en estudiar la época comprendi- da entre 1649 i 1700, terreno en el cual se ha trabajado con empeño durante los últimos años. Apesar de las investigacio- nes de Valbert ¡ Legrelle, para nombrar solo a los últimos pre- decesores de Morel Fatio, da éste a conocer muchas noticias realmente nuevas en sus estudios sobre las negociaciones secre- tas anteriores a la paz de los Pirincos. No necesitamos asegurar que Morel Fatio posee un conocimiento completo de las perso- nas 1 delos tiempos a que se refiere. A su obra debemos las es- celentes indicaciones bibliográficas contenidas en las notas, i las interesantes noticias reunidas en un apéndice sobre las perso- (1) M. A. S. Hume. Calendar of letters and state papers relating to English ajjairs preserved principally in the archives of Simancas. Vol. 1, 2. London. 1893-94. (2) Recueil des instructions données aux ambassadeurs et ministres de France depuis les traités de Westphalie jusqué'a la révolution francaise. XI. Espagne avec une introduction el des notes par A. MorEL Fatto, avec la collaboration de M. H. LEONARDON. Tomo 1, (1649-3700), Paris, Alcan. 1894. TOMO XCIV 17 236 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ÁÉ K _ __— _ __—_———__ A A A A AA qqAqgz4+%mmmz«z«m A A A A A nalidades de aquellos grandes señores españoles que hubieron de representar a su patria ante la corte de Francia. Cualidades de este jénero son las que constituyen la impor- tancia de la nueva edicion que de las memorias del marques de Villars acaba de dar a la estampa el mismo Morel Fatio. (1) Estas memorlas, que completan las de Mme. D'Aulnoy, se ha- llan tan brillantemente escritas, que ademas de su valor históri- co, poseen verdadero mérito literario. Las anotaciones de Mo- rel Fatio contribuyen a dar al lector un conocimiento completo de los hechos i de las personas. A manera de introduccion de la Obra Morel Fatio ha publicado la biografía de Villars que apa- reció por primera vez en la Revue de deux Mondes, escrita por el marques de Vogúé, biógrafo del mariscal. OBRAS DESCRIPTIVAS Si es verdad que cuando se trata de la publicacion de docu- mentos históricos, la labor de los españoles es naturalmente mas considerable que la de los estranjeros en número i en mé- rito, no sucede igual cosa en punto a la redaccion misma de la historia de España. No puede negarse que los hijos de la Península, en materia de investigaciones parciales, han publicado muchas piezas im- portantes. En cambio, los autores españoles contemporáneos se han hallado mui léjos de manifestarse competentes para ela- borar materiales mas vastos i para seguir un plan metódico en la investigacion histórica. Por felicidad, algunos espiritus ade- lantados empiezan a comprender esta diferencia en España misma. El profesor Altamira, sobre todo, trabaja por educar sistemáticamente una jeneracion de jóvenes historiadores segun los modelos de las escuelas alemana 1 francesa, preparando así la base para un notable progreso en los procedimientos de in- (2) Marquis de Villars, Meémoires de la cour d'Espagne de 1679 ú 1681 Publ et annot. p. M. A. MoreL Fario et précedés d'une introd. p. M. LE MARQUIS DE VoGúE. Paris, Plon. 1893. NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA DE ESPAÑA 237 vestigacion. Al logro de este propósito va encaminada la revis- ta (1) que el sabio nombrado acaba de fundar. En vano los estranjeros deseaban conocer ántes de ahora los libros de historia publicados en España, pues, a menudo no lo conseguian. Por su parte, los españoles mismos ignoraban las obras históricas mas importantes que se daban a luz en el es- tranjero, sin que la escelente redaccion del Boletín de la Aca- demia de la Historia pudiera llenar este vacío. La revista mencionada, a la cual deseamos vida mas larga que otras publicaciones meritorias de igual jénero, se halla des- tinada a remediar esta fulta. Debe recibirse con satisfaccion la noticia del proyecto de la Real Academia de la Historia, de publicar una nueva Historia Jeneral de España. (2) La historia de Lafuente, la obra mas importante en su jénero hasta hoi, es ciertamente un trabajo apreciable. Faltaba, sin embargo, en absoluto a su autor la imparcialidad necesaria; Í como periodista que habia sido, veia toda la historia al traves del prisma del partido liberal. Con el objeto de evitar esta par- cialidad, la Academia ha tomado como modelos las obras enci- clopédicas de Oncken, Winsor í otros i ha encomendado a “varios académicos la redaccion de los diversos periodos histó- ricos. Dudamos de que hasta la fecha se haya hecho una dis- tribucion completa ¡1 conveniente del campo de los estudios. Por lo ménos, ella no ha sido dada a conocer todavía al público. Puede augurarse que tendrán mui feliz éxito la histo- ria de los tres últimos Habsburgos encomendada a Cánovas del Castillo 1 la historia de los pequeños estados moriscos que actualmente escribe Codera. Pero estas obras aun no han sido dadas a la estampa, i por desgracia, las que ya han aparecido manifiestan que la eleccion de los autores no ha sido siempre acertada. Hasta la fecha se han publicado ocho tomos comple- (1) Revista critica de historia 1 literatura españolas. Año 1, números 1-2, marzo i abril de 1895. Directores RAFAEL ALTAMIRA, L. Ruiz CONTRERAS. Madrid, Rojas, 1895. | (2) Historia General de España, escrita por individuos de la Real Acade- mia de la Historia. Madrid, Progreso, 1890-95. 238 - MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tos i empiezan a aparecer algunos otros mas. No queremos manifestar opinion alguna sobre la Paleontolojía de Vilanova. La historia de los primitivos habitantes de Iberia, por Fernán- - dez i González (1) está presentada con estraordinario aparato científico; pero hasta ahora el autor se pierde en demasiadas hipótesis. La historia de los godos por Fernández Guerra e Hinojosa (2) principió prometiendo mucho. Especialmente, de- mostraron sus autores que conocian a fondo las investigaciones alemanas. Hace dos años, sin embargo, se suspendió la publi- cacion. En todas estas obras, falta, por lo demas, un juicio crítico exacto de la época medieval. Ni Rada (3), ni Colmei- ro (4), tienen la competencia necesaria a ese respecto. A lo sumo, podria considerarse como un ensayo digno de la acade- mia la historia de Pedro el Cruel, por Catalina Garcia (5). Pero tambien cae este autor en el defecto de seguir demasiado las tradiciones populares, motivo por el que han fracasado Rada 1 Colmeiro. Bajo este aspecto es superior la historia de España por Lembke, Scháfer i Schirrmacher, hija malograda de la co- leccion de Heeren i Uckert (6) la cual se ha convertido en una verdadera quimera, pues han pasado mas de treinta años entre la publicacion del tomo 1.2 1 la del 6.2 Los volúmenes dados a luz nos presentan cuadros completamente distintos de los que conociamos. Los autores han estudiado, sin embargo, cada uno en la época correspondiente, con toda la prolijidad de la buena crítica histórica, las tradiciones del pueblo español. Esta crítica se va haciendo mas i mas fácil a medida que se acerca el tiem- po en que abundan los documentos í en que la narración puede (1) Primeros pobladores históricos de la peninsula ibérica. (2) Historia de España desde la invasion de los pueblos germánicos hasta la ruina de la monarquia visigoda. (3) La España cristiana durante el periodo del fraccionamiento del imperio muslímico en la peninsula, o sea desde Sancho el Mayor hasta Alfonso VI. (4) Reyes cristianos desde Afonso VI hasta Alfonso XI, en Castilla, Aragon, Navarra y Portugal. (5) Castilla y Leon durante los reinados de Pedro T, Enrique 11, fuan IL y Envique III. | (6) F. W. ScHIRRMACHER, Geschichte von Spanien. Bd. 6. Gotha, F. A. Perthes So NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA DE ESPAÑA 239 ser mas fecunda i completa. Así se esplica que el último tomo de Schirrmacher, el cual llega hasta el año 1492, tenga una composicion mucho mas armónica que los primeros, sin que sea inferior a ellos por sus documentos. La Academía ha encargado escriba el reinado de Fernando e Isabel a V. Balaguer (1). Esta es una eleccion verdaderamente inesplicable, porque Balaguer no es historiador de profesion. Ha escrito sobre la his oria medieval de Cataluña, 1 habria podido alcanzar buen éxito si se le hubiera encomendado un periodo de ella; pero no puede ménos que resultar defectuosa la histo- ria de Fernando e Isabel redactada desde el punto de vista ca- talan, como lo prueba el volúmen primero ya publicado. En el plan de la Academia no había propiamente lugar para la historia de la marina de Castilla (2) de Fernández Duro; pero el volúmen que acaba de aparecer es uno de los mejores de la coleccion. El autor ha recojido i ordenado cuidadosamente sus materiales i ha dado a conocer muchas noticias nuevas. La parte mas interesante es aquella que trata de la hermandad de los puertos castellanos, cuya historia nos recuerda a menudo la de la liga hanséatica. Han aparecido ya dos volúmenes de la historia de Carlos III i uno de la de Carlos IV. Esta última ha tenido en Gómez de Arteche (3) un intérprete como no habia podido elejírse mejor, En su historia de la guerra de la independencia ha manifestado poseer un conocimiento completo de la época, 1 el bosquejo de los acontecimientos civiles, que sirve de introduccion a toda la obra, habia manifestado ya que el autor se hallaba dotado de un espiritu investigador e imparcial. Por el contrario, Dan- vila (4) no está en su lugar. Las condiciones de competen- cia que debe exijirse a un historiador de la época moderna son distintas de las que debe llenar un historiador de la edad média. Miéntras que en ésta deben escudriñarse los indicios mas insignificantes, las menores manifestaciones de vida de un (1) Los reyes católicos. (2) La marina de Castilla, (3) Reinado de Cárlos TV. (4) Reinado de Cárlos TIT. 240 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS | organismo político a menudo rulimentario, en el estudio de los tiempos modernos la obra consiste en dar a las personas i a los acontecimientos su verdadera colocacion en organismos políti- cos que han llegado ya a una época de universales relaciones i de considerables influencias mutuas. Danvila ha probado en distintas ocasiones, hasta la evidencia, sus sobresalientes dotes para el estudio de la edad média; pero en sus libros sobre la edad moderna su mirada crítica se enreda en los detalles i se halla mui léjos de abarcar el conjunto. No podemos mencionar otras obras españolas de mayor aliento. En cambio, en Alemania ha principiado Diercks a escribir una nueva historia jeneral de España. Dierks (1) no es tampoco historiador de profesion, pero ántes de esta obra ha- bia ya estudiado las distintas épocas de la historia univer- sal desde un punto de vista filosófico. Es, por lo tanto, de estrañar que en el primer tomo de su historia española haya seguido un método enteramente opuesto. Si se quiere realizar un plan restrinjido como el de Diercks, no deben presentarse aisladamente los hechos históricos de cada uno de los peque- ños estados, sino que deben darse a conocer en todo su desen- volvimiento las formas típicas del progreso de los pueblos por medio de sus principales representaciones. Solo así puede de- cirse que un escritor se ocupa en referir la verdadera historia i no en contar historias. Diercks incurre en el grave defecto de querer relatar todos los hechos, aun los mas insignificantes, separando la historia de los reinos moriscos de la de los reinos cristianos. Por esta causa se ve. obligado a menudo a repetir várias veces unos mismos acontecimientos. Aunque no siem- pre cuida de señalar las fuentes históricas, de donde ha toma- do sus noticias, Diercks sobresale por sus profundos conoci- mientos en la literatura histórica moderna, si bien es cierto que a veces no ha llegado hasta las fuentes orijínales. Por lo espuesto se comprenderá que en materia de mono- - grafías la palma pertenece a los estranjeros. Aunque esta clase de libros no escasean en España, la verdad es que ellos care- (1) G. DieERCKS, Geschichte Spaniens von den frúhesten Zeitenbis auf die Gegenwart. Bd. 1, Berlin. S. Cronbach, 1895. NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA DE ESPAÑA 241 cen de interes jeneral, i no son dignos, por lo tanto, de ser mencionados. Un estudio crítico por Schwenkow (1) es de un mérito estraordinario. Demuestra hasta la evidencia que la supuesta obra de Isidorus Pacensis fué compuesta por los años de 754 en Toledo, 1 que en su primera parte toma por principal guía la llamada Contínuatio Johannis Biclartensts, la cual habia sido escrita por un súbdito africano del kalifa, ántes de 743; pero que habiendo sido aumentada la obra por un es- pañol, con numerosas interpolaciones tomadas de fuentes cono- cidas en su mayor parte, esta circunstancia dió al libro su ca- rácter godo-español. Schwenkow pone a continuacion en claro cuáles son las verdaderas fuentes orijinales purificándolas de sus agregaciones. Merece tambien la atencion la historia de Jaime el conquis- tador por Swift (2). Descúbrese, sin embargo, en este autor al jóven que empieza, especialmente por la falta de juicio objetivo sobre las personas en conformidad a la época en que vivieron. Hai tambien mucho que censurarle en cuanto a la forma ester- na de su narracion; pero merece todo encomio el conocimiento “que él demuestra de las fuentes históricas i el exámen crítico que hace de ellas. Se esfuerza ademas en dar numerosas noticias en el órden cronolójico, que los mismos investigadores españoles ¡aun Cha- bas no habían estado en situacion de suministrar. Si hubiera de censurarse algo a la historia de la reunion de Navarra con Castilla por Boissonade, (3) seria la estension que se ha dado a los detalles, la cual no se halla justificada por la importancia de éstos. La narracion, sin embargo, es siem- pre interesante. El autor refiere con escrupulosa minuciosidad (1) L. SCHWENKOW, Die lateinisch geschricbenen Quellen zur Geschichte der Eroberunz Spaniens durch die Araber. Góttingen, Vandenhoek und Ruprecht, 1804. ? (2) F. D. Swirr, 7he life and times of James the first the conqueror. Ox- ford, Clarendon Press. 1894. i (3) P. BorissonaDE, Histoire de la réunion de la Navarre a la Castille. Es- sai sur les relations des princes de Foix-Albret avec la France et I' Espagne (1479-1521) Paris, A. Picard, 1893. : 242 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS los diversos aspectos diplomáticos a que dió oríjen la cuestion de la sucesion a mediados del siglo XV. Esta obra descansa sobre la base de numerosos documentos copiados en los archi- vos públicos. Cincuenta 1 una de las principales piezas han si- do reunidas como un apéndice al final del libro. La influencia ejercida por la cuestion de Navarra en las relaciones de Espa- ña con Francia da al libro un valor considerable. Aunque podríamos censurar la inagotable fecundidad de Phi- lippsohn, debemos reconocer su estudio profundo del asunto en la historia que acaba de dar a luz sobre el ministerio Granvel- la (1). Muchas de sus opiniones son todavía hipotéticas, apesar del considerable acopio de fuentes históricas impresas o manus- critas. Muchos de los testimonios presentados sobre la política de Granvella, en manera alguna escluyen una apreciacion di- versa de los hechos. Con razon el autor iuzga al cardenal como aliado del partido guerrero de cortesanos que intentaba fundar una monarquía universal. Aprecia igualmente bien las relacio nes de Granvella con la curia romana; pero se equivoca cuando define el papel que desempeñó Felipe II en las complicadas cuestiones relijiosas que se vió obligado a resolver. Este monar- ca se hallaba influenciado por el catolicismo fanático de una manera mucho mas poderosa de lo que cree Philippsohn, pues, aunque obedecia en ocasiones a elevados pensamientos políti- cos, no constituian éstos la norma de su conducta. Por este mo- tivo no podemos participar de las opiniones de Philippsohn en la cuestion de María Stuardo. De igual modo no ha podido es- plicar por qué Granvella perdió mui pronto, como es notorio, la confianza de Felipe IT. No debemos dejar olvidado en este artículo el trabajo de Hume sobre Antonio Pérez (2), aunque no sea mas que un en- sayo publicado en un periódico que no es estrictamente cienti- fico. Fundándose en las cartas de Antonio Pérez, descubiertas por él en el Museo británico, cree poder resolver de una manera (1) M. PHILIPPSOHN, Lin Ministerium unter Philipp 11. Kardinal Gran- vella am Spanischen IHofe (1579-1586). Berlin S. Cronbach. 1895. - (2) A.S. Hume, 4Aore light on Antonio Pérez. En: Nineteenth Century. 1894, pá). 754-769. NUEVOS TRABAJOS SOBRE LA HISTORIA .DE ESPAÑA 243 definitiva el problema de la inculpabilidad de este personaje, aseverando que Felipe II habia dado la órden de asesinar a Escovedo a principios del año de 1576 con el objeto de arreba- tar al partido de la guerra un enemigo que era mui peligrosd» especialmente para don Juan de Austria. Cree, sin embargo, Hume, que ántes de la realizacion de este plan los acontecimientos de los Paises Bajos hicieron imposible la política de paz proyectada por el rei, 1 que entónces se revo- có la órden del asesinato o se dió por revocada tácitamente. Pérez, sin embargo, dejó que se ejecutara el crímen, tanto por interes político como por motivos personales. Felipe lo perdonó i protejió hasta que tuvo conocimiento de las verdaderas causas que habian movido a Antonio Pérez. Desde este momento, se- gun Hume, lo persiguió a muerte, como se sabe, principalmente a fin de obligarlo a confesar su delito, i justificarse él mismo. Esta hipótesis tiene, en todo caso, la ventaja de esplicar de una manera lójica muchos sucesos incomprensibles hasta ahora, pero todavía debe esperarse la confirmacion de ella con la publicacion de los nuevos hallazgos. Por último, debemos mencionar otras dos monografías, una biográfica í otra de historia local, ámbas escritas por españoles. El opúsculo de Rodríguez Villa sobre Ambrosio Spinola (1) es solo un discurso pronunciado por su autor en el día de su re- cepcion en la Academia. Tiene, sin embargo, un mérito indis- putable, no tanto por los datos que suministra sobre los aconte- cimientos por los cuales Spínola es conocido en Alemania, v. g. la conquista del Palatinado, como por las que nos da acerca de la historia de los Paises Bajos en la época de Alberto e Isabel i acerca de las relaciones diplomáticas de este reino con Espa- ña. En este discurso se ha publicado por primera vez el man- dato recibido por Spinola en 1606 para tomar preso, en caso de necesidad, al archiduque Alberto, si éste se negaba, despues de la muerte de Isabel, a prestar juramento de fidelidad al rei de España. (1) Ambrosio Spinola, primer marqués de los Balbases. Discursos leidos en y la Real Academia de la Historia en la recepcion pública de don Antonio Rodríguez Villa. Madrid, Fortanet, 1893. 244 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La segunda monografía a que nos hemos referido es la histo- - ría de la ciudadela de Burgos, por Oliver Copons. (1) Desd- la época de Cárlos V, el castillo mencionado ha servido de parque jeneral de artillería; así es que las últimas partes de la mono- grafía, apesar de sus numerosas i en algunas ocasiones intere- santes notas, son inferiores en importancia a las primeras, las cuales se refieren a la época en que el dominio de esta fortaleza tenia un gran valor, durante las guerras civiles de Castilla. La intelijente critica empleada por Copons en el estudio de los principales documentos de la historia española de la Edad Mé- dia, distingue este libro entre un considerable número de otras publicaciones semejantes. KONRAD HAEBLER (1) E. DE OLIVER CoPoNs, £l castillo de Burgos, Barcelona. Henrich, 1893. 4.2 ESTUDIOS ARAUCANOS VI —= YH Cuentos araucanos roforidos por el indio Calvun (Segundo Jara en dialocto pehuenche chileno (Conclusion) S. EPEU KIÑE QURU, T'APIAL KA KIÑE KOV'UR 1.— Yemene auka! pinerkei núrú. Tva-meu z¿yontukupayál- mi (1), pinerkei núrú. Kovúr (2) vinche 4asuan», pi, plam. Tapial “inche £ovtuann, pi, piam. | S. CUENTO DE UN ZORRO, UN LEON I UN ARMADILLO 1.—Anda a traer yeguas! se le dijo al zorro, Por acá vendrás a acorralarlas, se le dijo al zorro. El armadillo “yo lacearén, dijo, dicen. El /eoz dicen. "yo acecharén, dijo, 8 Este cuento fué dictado por Calvun al señor don tVictor M. Chiappa. A Correji algunas incorrecciones de la trascripcion i el señor Chiappa en se- guida lo revisó otra vez con Calvun. (1) niyon (orij. ñiyon, niyon) cp. II 173; V 340: (2) kov'úr el armadillo E. cov4r quirquincho. 246 2. Veimeu yemei, piam, auka nurú; 7ayontukupai, piam. Veimeu kov'úr Lasul, piam, doi —mot'ilu: mel, piam, r21mkontulku—- kunufemtui, piam, ñ1 Zolo (3)-meu. 3. Veimeu tapial núlai, piam; lev t'ipatui, plam, taveichi auka; tipai, piam, tapial. Kov'úr t'ana- niel, piam, kiñe auka; velmeu wi— t'anentupai, piam, ñi kuchido 'a— -plal. Veimeu lanampui, piam, tvichi auka. Veimeu t'ipapatui, kov'ur; ilo-aukainan, piam. piam, —Inche kiñe kadi yauketuan, pi, piam, núr. —Inche ñi nentuyael, pi, plam, kov'“úr. —Kiñe chan nentuan, pl, piam, núrú. | —Inche ñi weuye! pi, piam, tapial. Wedamii (4), piam, ñi auka yenan. 5. Veimeu elunei, piam, kúlche núrú. Veimeu t'anantukui, pianm, kat'al-meu; aftiim*1, plam, y!, piam, ñ1 kúlche auka nuru. Pettu ilu, piam, ñi kúlche auka: u.Monna vurel (5); elueteu weda fútta lonko!n pi, plam, nuu. 6. Ka pachialliin-meu werkonel, piam, núrú yetualu ilu; kutama kunulel-niei, piam. Veimeu amutui, piam, núrú. 7. Púchi tieu-ple motten naq= kenpui, piam, ñi kutama, ilotupui, piam. (3) lolo E. cangrejera. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 2. Entónces fué a traer, dicen, yeguas el zorro, las acorraló, dicen. Entónces el armadillo laceó, di- cen, la mas gorda; fué, dicen, saltó a dejarla así puesta, dicen, en su cueva. : 3. Entónces el leon no cojió [ nada ]; lijero salieron, dicen, esas yeguas; salió, dicen, el leon. El armadillo tuvo botado, dicen, una yegua; entónces vino a sacar, di- cen, su cuchillo el leon. Entónces pasó a matar, dicen, esa yegua. 4. Entónces volvió a salir, di- cen, comieron carne de yegua ellos, dicen. : —Yo voi a comer una costilla, dijo, dicen, el zorro. —Yo la vol a sacar, dijo, dicen, el armadillo. —Una pierna sacaré, dijo, dicen, el zorro. —| Es] mi ganancia! dijo, dicen, el leon. Se hartaron, dicen, con su ye- gua ellos. 5. Entónces le dieron, dicen, los intestinos al zorro. Entónces los hechó, dicen, al fuego; sazonó, dicen, comió, dicen, sus intestinos de yegua el zorro. Todavía: comiendo, dicen, sus intestinos de yegua: "Mui amargo está; dadme (?) la mala cabeza grande!n dijo, dicen, el zorro. : 6. Otro poco mas tarde fué mandado, dicen, el zorro para lle-' var carne; en una alforja la tuyo puesta, dicen. Entónces caminó, dicen, el zorro. 7. Solo un poco mas allá bajó, dicen, su alforja, pasó a comer la carne, dicen. (4) Cp. F. wedan hartarse de comida i bebida. (5) EF. vuren estar amargo. Re voro ilo yetui, piam. Eppe poutulu: uKat'altuman, pu púñeñ!: kat'altumon, pu púñeñ! pi, piam, núrúu tveichi púchi ke tapial. 8. Kot'altui, piam; anúntukui chala yenan, piam. Veimeu tvichi kude tapial ku- t'anklei, piam. “Pu púñeñ, konkintupamon chala-meu!n pi, plam, núru. 9. Veimeu tveichi pachi ke ta- pial konkintupui, piam; út'úvtuku- fempui, piam, pu chala-meu. Veimeu kiñe púchi t'apial lev Vipal, pilam, porai, piam, kiñe ko- - yam-—meu. | Namai, piam, tveichi púchi 'a- - pial; núrú t'ipatul, piam. | 10. Pachi allin-meu puwtui, piam, fútta tapial ramtupui, piam: —Chem-mo anta namanamanel- mi? piputui, piam, ñi yad. 11.—L'anomoñmaeneu piúchi ke peñi, ñi lamnen weda núru! pi, piam, tveichi púchi t'apial. —Cheu-ple t'ipal weda nuru? pi, piam, fútta C'apial. == Tovel-ple!” pi, 'apial. 12. Amui, piam, tveichi fotta tapial. Tieu-ple pepuvi, plam, yu (6). —Pelelaen núrú tva-meu! puú- yu? pinel, piam, puúyu. piam, pachi puu- —Veula rupai tva-meu! pl, piam puúyu. Rumel, piam, t'apial. 13. Do: tieu-ple pepuvi, piam, kanin kiñe kóyam-mu malelu., — Pelelaen núrú tva-mu, kanin? pinei, piam, kanin. ESTUDIOS ARAUCANOS VI 247 Solo los huesos llevó como car- ne, dicen. Casi llegando: Haced fuego, niños! haced fuego, niños! dijo, dicen, el zorro a esos chicos leoncitos. 8. Hicieron fuego, dicen; deja- ron puesta la olla ellos, dicen. Entónces ese viejo leon estuvo enfermo, dicen. : "Niños, acercaos a mirar en la oila!n dijo, dicen, el zorro. 9. Entónces se acercaron a mi- rar esos leoncitos, dicen; de re- pente los echó así, dicen, en la olla. Entónces un leoncito lijero sa- lió, dicen; subió, dicen, sobre un roble. Lloró, dicen, ese leoncito; el zorro salió, dicen. IO. Poco rato despues llegó, di- cen, el viejo leon; preguntó, dicen. —Por qué estas llorando, lloran- do? fué a decir, dicen, a su hijo: 11.—Me mató a los hermanitos 12 las hermanas el mal zorro! dijo, dicen, ese leoncito. —«¿A dónde salió el mal zorro? dijo, dicen, el viejo leon. —Hácia allá! dijo, dicen, el leoncito. Ta Seu dicen eselviejo leon. Por allá vió, dicen, un venado. —¿No me has visto al zorro por aquí, venado? se le dijo, dicen, al venado. —Ahora pasó por aquí! dijo, di- cen, el venado. Pasó adelante, dicen, el leon. 13. Mas alla vió, dicen, al jote que estaba en un roble. —¿No me has visto al zorro por aquí, jote? se le dijo, dicen al jote. le (6) puúyu o puiidu. Y. puudu puúyu un venado. (Cervus humilis o pudu). E Calvun dice que fuiidu es la forma pehuenche, 248 —Tva-meu veula rupai! pi, piam kanin. Rumei, piam, ('apial. 14. Ka doi tieu-ple pepuvi, piam, rawilma (7). —Pelelaen núrú tva-mu, rawil- ma! pivi, piam, tveichi rawilma. -_—Kayal! kayál! (8) pi, piam, rawilma. —A! weda rawilma, zwvezl(?) (9) wún! pi, plam, tapial. Rumel, piam, tapial. 15. Ka doi tieu-ple pepuvi, piam, ñamko. —Pelelaen núrú tva-mu, ñam- ko? —Tva-meu veula rupai! piam, ñamko. Rumei, piam, t'apial 16. Tieuple pepuvi zaxí (10). —Pelelaen núrú tva-mu, zani? pl, —Tva-meu molepai; werkevin; tvi mu amualu, pi, piam, zanhl. —I.'auvaluaimi! pinei, piam, ''a- pial. Ulaleai mi win! pinei, piam, Vapial. —Ya! pi, piam, P'apial. Vemku- nui, piam, tapial. 17. Veimeu puruñmaeyun, plam, pi, piam, tveichi zan. Ulalelu win perkontukukununei(11) piam. Veimeu lai, piam, tapial. Núrú! piam; Lovtulei nurú? pi- nei, piam, núrú. Kapai, piam;akuli, piam; wiP'anentupal, piam, ñi ku- chiáu; chinerkotieva piam, 'aplal. Veimeu lrai, piam, tapial. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS —Por aquí ahora pasó! dijo, dicen, el jote. Pasó adelante, dicen, el leon. 14. Otro poco mas allá vió, di- cen, a la cachaña. —d¿No me has visto al zorro por aquí, cachaña? le dijo, dicen, a esa cachaña. - ¡Cayal, cayál! dijo, dicen, la cachaña. —¡ Ah! mala cachaña, boca tor- cida! dijo, dicen, el leon. Pasó ade- lante, dicen, el leon. I5. Otra vez mas allá vió, di- cen, al águila. —¿No me has visto al zorro por aqui, águila? —Por acá ahora pasó! dijo, di- cen, el águila. Pasó adelante, dicen, el leon. 16. Porallá vió al chingue. —¿No me has visto al zorro por aquí, chingue? —Por acá está, lo mandé: por allí [está] caminando, dijo, dicen, el chingue. —Fínjete muerto! se le dijo, di- cen, al leon. Abierta estará tu boca! se le di- jo, dicen, al leon. ' —Bueno! dijo, dicen, el leon. Así lo hizo, dicen, el leon. 17. Entónces ubailaré en tín, dicen, dijo, dicen ese chingue. Es- tando ablertalaboca le peyó, dicen. Entónces murió, dicen, el leon —i¡Zorro! dicen; ¿está escondido el zorro? se le dijo, dicen, al zorro. Vino, dicen; llegó, dicen; sacó, dicen, su cuchillo; lo apuñaló, dicen, al leon. Entónces murió, dicen, el leon. (7) rawilma la cachaña, una especie de loros. (8) kayál el grito de la cachaña. (9) wezlrwiir «boca torcida» (asi el orijinal) se refiere al pico corvo, arqueas do de la cachaña Talvez hai que comparar EF. huel! «nones», sin compañero. (10) zanií, el chingue (Mephitis chilensis O patagónica). (11) Como se sabe el chingue arroja un liquido hediondo por medio de ciertas glándulas que por su colocacion esplican la opinion de los indios, ESTUDIOS ARAUCANOS VI 9. EPEU KAITA POT'O YENE MULA 1.—Kompañ kanei (1), ksppal piam, che; amusyu Ponii—mapu yeyan ñi pu kure, pirkei kazta po- vo. —-—Chem piawimi (3) chei? weda ficha pel; fis piaukeimi, tami, wedañmanen (4), anei! pi, piam, mula. —Wedañma mula! inantukunel- mi ula mai ta kimaim:!, wedá mula, pirkei fazta pot'o. 2. Veimeu t'iparkei kaita poto, konarkei ponzví mapu. Mula mole- karkei ñi mapu-meu. Pepurkeyu che; lanamnepurkel. Lanamorpuel, rumerkei tvichi che. (Veimeu d'mepui, piam, kaita - pot'o. Núñmanepuil, piam, ñi pu kure (5). 3. Dio konelin,d'o! kone£in! 249 9. CUENTO DFL POTRO LIBRE 1 LA MULA 1.—Compañero i amigo, viene, dicen, jente; vamos tierra adentro; llevaré a mis mujeres (2), dijo el potro lzbre. —¿Qué andas habiando? mal pescuezo larg»; todo es palabrería tuya, en tu maldad, amigo! dijo, dicen, la mula. —Maldita mula! cuando se pon- gan a perseguirte entónces ya lo sabrás, mula mala, mula, dijo el potro libre. 2. Entónces salió el potro libre [1] entró tierra adentro. La mula quedó en su tierra. La alcanzó a ver la jente; fue matada. Habiéndola matado pasó ade- lante esa jente. (Entónces fue al- canzado, dicen, el potro libre. Le agarraron a sus mujeres). 3.— ¡Mas entremos, mas entre- [ mos! 9. Este cuento fué dictado por Calvun al señor Chiappa, quien recuerda haberlo oido mas completo de otro individuo en años pasados. Es un cuento puramente pehuenche. Se trata del potro salvaje (cimarron) de la pampa arjentina que ama su libertad 1 huye ante los hombres que se avanzan en su tierra. No necesito decir que el potro libre es la imájen del indio mismo. (1) kanei será ka anxei, o anai (la pronunciacion vacila entre a i una e mul abierta. (2) El señor Chiappa traduce segun indicación de Calvun «au mujer»; pero pu indica pluralidad 1 mas adelante se ve que Son varias las yeguas En el castellano de Calvun no se puede espresar la diferencia entre el sin- gular 1 el plural. Nótese que la palabra «yegua» no sale en el cuento, sino solo leure «mujer casada»; lo mismo se habla del «hijo» que en la captividad ha llegado a ser «hombre grande». Emplear palabras concretas de animales perturbaria demasiado la parábola. (3) E. praun andar al retortero, en trabajos. píauln traer al retortero, porfiar o molestar mucho sobre algo pidiéndolo. Febrés $ 187 yau O ¿au andar haciendo p-2aun significa pues literalmente «andar hablando o di- ciendo»; 4 piaukeími O tradujo Calvun «hablas sin saber»; literalmente es «todo siempre andas hablando», es decir, todo esto es palabreria tuya. (4) Cp. VI 4, 14. wedañma es esclamacion de disgusto mui frecuente en el lenguaje de Calvun; es derivacion dé weda malo. (5) Parece que todo el pasaje «CVeimeu dAinepui, piam, kaita poto. Niúñ- maneput , piam, ñi pu lkure» debe borrarse aqui. El canto del potro solo es motivado despues de la desgracia de la mula, ántes de la propia. 250 plukeyeleavuin (6) na, nedakeñma, miáutusenéenen (7), wedakeñma, wirá wira mankeuyeman (3) mal. Inché, yinché konkatuwan /ZoZo (9) [mapu; elman nún maten mai chi,n pl, plam, kaita poto. 4. Nentui, piam, kiñe ñi votam;, ruku-mu (10), piam, yei. Kiñe ti pantu ñamam*i, (11) piam, ñi pu kure. Veichi inantukupuel epu matten núñmanepui ñi kure kaita pot'o. 5: ¿Betul, plam, 114 kure” lane niyon-meu. Miauli, piam, ñi vot- tom; futcha wentui, piam, ñi vot- tom miaulel; peputui ñl pu kure. Peputullu aukantulputúl (12), plam, ñi pu kure. Femi, piam, kaita poto. 10. FPEU KOVKE A 1. Veimeu %imkelklez, plam, kovke. Tieu—-ple peeyu, piam, kiñe núrú. (6) Calvun tradujo segun la idea «no te lo decia». La forma me es algo dudosa. (7) No comprendo las silabas senéenen; que vendrian muchos». MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS me lo habia de imajinar, siempre [ mala, que vendrian ellos, siempre mala, las piernas abiertas pateando (2). Yo, yo entraré a la tierra escoz- [dida (2); vosotros solamente seríais cojidos ¡ (E), dijo, dicen, el potro libre. 4. Sacó, dicen, a uno de sus hi- jos; con el pecho, dicen, lo llevó. Un año [mas] perdió, dicen, su mujer. Ese dia perseguidas le fueron cojidas dos solamente de sus mu- jeres al potro libre. 5. Volvió a ver, dicen, a su mu- jer en un potrero. Andaba trayen- do, dicen, a su hijo; hombre gran- de, dicen, fué el hijo que andaba trayendo; volvió a ver a sus muje- res. Cuando las vió les hizo cariños dicen, a sus mujeres. Así hizo, dicen, el potro libre. 10. CUENTO DEL PAN 1. Entónces estaba rodando dicen, un pan. - Por allá lo vió, dicer, un zorro, Calvun traduce «no te lo decia (8) E. huyravcuún dar bofetadas. os apuntado otro cuento wiravn ga- lopar; la idea primitiva serán los golpes repetidos. (9) lolo significa «la cueva» VI 8, 2. El orijinal traduce «tierra adentro». (10) Cp. F. rucu. Calvun esplicó «cojió al potrillo atravezado delante de - su pecho i lo llevó empujando». Yo creo que mas bien está en la idea el hom- bre, que no el animal. (11) Cp. E. ñamumn perder. (12) F. aghcan, aughcatun, aughn jugar travesando; no tiene nada que ver con aulean rebelde, alzado, introducido del keshua. 10. Apuntado por el señor Chiappa con la traduccion parcial segun las indi- caciones de Calvun. La traduccion literal que doi aquí es mia, como en todos los demas cuentos. He correjido algunas incorrecciones de la trascripcion. El pan, la tortilla cocida en rescoldo, es redonda; por eso rodea a saltos; cojeando, cuando el zorro se ha comido un pedazo. ESTUDIOS ARAUCANOS VI —Marimarl, kovke! pi, piam, nun. —Marimari, pi, piam, kovke. 2.—Monna kame niúmúun niel- «mi, kovke, pi, piam, núrú. Númun- númiun-tuveliu, kovke! pivi, piam, «kovke núrú. —Pilan; únanentueli rume, pi, piam, kovke. 3.—Unanentulayaeyu, anel; re— númuúnúmituaeyu, anel kovke, pi, ¿piam, nurú. -— —Ya, pi, piam, kovke. 4. Númúnúmútunel, plam; nú- «Ímúnúmutupeel, únanentufemi, piam, núrii; lev t'ipal, piam. Kelptr—kelper—femi, piam, kov- ke. | 5. Wene levtui, piam, núrú. Ka “pevi, piam, kovke. —Marimari, kovke, plvi, piam, -kovke núrú. —Marimari, pi, piam, kovke. 6.—Monna kame númin nieimi, nel kovke, pivi, piam, kovke núril, Númúin—númun-tuaveyu, nel. —Pilan! Tiye-mu vei pinen; “Unanentunen; veimu ke/pér-klewen tva, pi, piam, kovke. 7.-—Fel tie-meu motte koilanei “ta tve weda núrú, pinel, piam, kovke., Veimeu lev kontunel, piam, 'kovke, inei kuom. 11. EPEU ORO ALKA 1. Werkenei, piam, tapayu-meu “oro alka: vaukantulaavimi tapayun, 'plnei, piam, oro alka. 251 —Buenos dias, pan! dijo, dicen, el zorro. — Buenos dias, dijo, dicen, el pan. 2.—Mui buen olor tienes, pan, dijo, dicen, el zorro. Si te tomara el olor, pan! le dijo, dicen, al pan el zorro. —No quiero; acaso me sacas algo mordiendo, dijo, dicen, el pan. 3.—No te sacaré mordiendo, amigo; solo te tomaré el olor, ami- go pan, dijo, dicen, el zorro. —Bueno, dijo, dicen, el pan. 4. Le fué tomado el olor, dicen; al tomarle el olor, así le sacó [un pedazo ], dicen, el zorro; lijero sa- lió, dicen. Á saltos así rodó, dicen, el pan. 5. Primero lijero corrió, dicen, el zorro. Otra vez vió, dicen, el pan. —Buenos dias, pan, le dijo, di- cen, al pan el zorro. —Buenos dias, dijo, dicen, el pan. 6.—Mui buen olor tienes, ami- go, le dijo, dicen, al pan el zorro. Te tomaré el olor, amigo. —-No quiero! Por allá así me dijeron; me sacaron [un pedazo]; por eso estoi rodando a saltos aho- ra, dijo, dicen, el pan. 7.—Ese allá fué mui mentiroso este mal zorro, se le dijo, dicen, al pan. —Entónces lijero se le acercó [el zorro] al pan i lo comió entero. 11. CUENTO DEL POLLO DE ORO I. Se mandó, dicen, donde (=a casa de) el negro al pollo de oro: no jugarás con el negron, se le dijo, dicen, al pollo de oro. II. Este.cuento fué apuntado por el señor Chiappa como el anterior. He añadido la traduccion literal i correjido algunas trascripciones que me pa- 'Tecian incorrectas. La relacion es mui confusa; se tratará de dos cuentos distintos, de los TOMO XCIV 18 252 Veimeu amul, piam; puwi, piam, tapayu—-meu; aukantupui, piam, oro alka. 2. Veimeu alka achaval netui, piam; rani lelvún penei, piam. —Eimi no ma nachi voro alka? pinei, piam. PL e —Inché Zemai, nai, pi, piam. 3.—Monna lechi nolameyu, "aukantulayavimi tapayun pieyu, na, nei oro alka, pinel, piam, oro alka Aukantultuvimi anta tapayu, nai oro alka? pinei, piam, oro alka. 4. Epe kintuvun, anei! pi, piam, oro alka. KaAi vemi aukachi; kim- katuan ta tva, pl, piam, oro alka, Veimeu vemkununei, piam. 5. Allin-meu kiñe kóyam—-mu wenulei, piam. Veimeu pepueyu kiñe núrú, prakintulewepúi, piam, núrú. 6.—Marimari, alka! pipui, piam, núrú. Kiinapane, anel alka; púchi aukantiyu anéi! pi, piam, núru. —Pilan, anei; lanameli rume, anei! pi, piam, oro alka. 0 —Lanomlayu, anei; motte kame went'u netun, anei. Kuivi mai ta winkeve nekevun, pi, piam, núrú. 7.—Pilan, pi, piam, oro alka. T'ewa ye mo kaiñe yeulaimu ma na? pinei, piam, núrú. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Entónces fué, dicen; llegó, di- cen, donde el negro; se puso a jugar, dicen, el pollo de oro. 2. Entónces se hizo gallo, dicen; en medio del campo fué visto, dicen. —¿No eres tú el pollo de oro? se le dijo, dicen. —Yo soi de veras, amigo, dijo,. dicen. 3.—Tanto te aconsejé uno juga- rás con el negron te dije, pues, amigo pollo de oro, se le dijo, di- cen, al pollo de oro. ¿Jugaste con el negro, amigo po- llo de oro? se le dijo, dicen, al pollo de oro. 4.—Casi me acordé, amigo! di- jo, dicen, el pollo de oro. Déjame: así, no mas, que juegue; pensaré en esto, dijo, dicen, el pollo de oro.. Entónces lo dejaron así puesto, dicen. 5. Mas tarde sobre un roble arriba estuvo, dicen. Entónces al— canzó a verlo un zorro; estuvo aguaitando hácia arriba, dicen, el ZOYrO, 6.—Buenos dias, pollo! dijo, di- cen, el zorro. Ven acá, amigo, po- llo; un poco juguemos, amigo! di- jo, dicen, el zorro. —No quiero, amigo, acaso me matas, amigo! dijo, dicen, el pollo de oro. —No te mataré, amigo, mui buen hombre me he hecho, amigo. Ántes efectivamente ladron era, dijo, dicen, el zorro. 7.— No quiero, dijo, dicen el pollo de oro. ¿Con el perro enemigo no eres? se le dijo, dicen, al zorro. cuales el primero, número 1 hasta 4 no es completo. Desde número 5 hasta. 9 vemos la conocida fábula europea del zorro que comunica al gallo la paz concluida entre todos los animales. La última frase pertenecerá a un cuento distinto. Aqui no se comprende; tampoco se ve la razon del nombre pollo de oro. ESTUDIOS ARAUCANOS VI —Oh! kuivi kaiñe yeuvuyu; fan- ten—-meu kame wenúi yeutuyu, pi, piam, núrú. 8. Allúin-meu wit'apral, núrú; pevi, piam, tewa. piam, —Tyvi tami koppan tami wenúi, anei núrú! pinel, piam, núrú. Kappai, piam, tveichi fewa ina piúnon ñi yenel (2), piam, núrii. Veimeu wiravklen t'ipai, piam, núrii. Akui, plam, tveichi Vewa. 9.—Tevei ñi amuan núrú, anel tVewa, pineli, piam, t'ewa. Veimeu inaltu lemu núnepuli, piam, núrú. Lanamapui, piam, núrú. (Óro alka kechu kiúyen che kayu kiúyen che chenetui, piam, oro alka). 12. EPEU TIARE EQU QAURÚ I. Veimeu ñamnerkei (2) ñi legkad núrú. Veimeu weñanar— kei (3). —Chumpeyayu ilotu ¡ael? pirkel núru. Kiñe ina l'aufaluaimi, eimi, male, pirkei núrú. Inche wicha- yavin kom, kuLin, pirkei núri. — Ya, pirkel tinre. 2. Veimeu t'iparkei núrú, wi- 12, Apuntado por el señor Chiappa. 253 —Oh! ántes enemigo éramos; desde tanto [tiempo] buenos ami- go somos, dijo, dicen, el zorro. 8. Un rato despues se levantó, dicen, el zorro; vió, dicen, al pe: rro. —Allá está viniendo tu aml- go, amigo zorro! se le dijo, dicen, al zorro. Vino, dicen, ese perro siguien- do el rastro, dicen, al zorro. Entónces golopeando salió, di- cen, el zorro. Llegó, dicen, ese perro. 9.—Ahíi está andando el zorro, amigo perro, se le dijo, dicen, al perro. Entónces a la orilla del bosque fué pillado, dicen, el zorro. Fué matado, dicen, el zorro. (El pollo de oro a los cinco meses o a los. seis meses volvió a ser jente, di- cen, el pollo de oro). 12. CUENTO DEL TIGRE 1 EL ZORRO 1. Entónces se le perdió el ¿o- leador (1) al zorro. Entónces lo- echó de ménos. —¿Cómo tendremos carne para comer? dijo el zorro. En el acto te finjirás muerto, tú, tio, dijo el “zorro. Yo convidaré a todos los ani-- males, dijo el zorro. —Bueno, dijo el tigre. 2. Entónces salió el zorro, para. (1) Los boleadores, dos o tres bolas o piedras unidas por correas (lazos): son el arma especial de la pampa arjentina. Se lanzan de manera que se en redan en los piés del animal i asi lo hacen caer al suelo. En Chile no se usan. (2) En el orijinal está ñane merhel, deberá leerse ñamoarkei, ñamnerkei o quizas Ramomnerket. (3) Orijinal: wiñanerkei con la traduccion «reflexionó». En el cuento del Latrapai VII 2, weñankeinon. Supongo que equivale a hueñamcuún de Febrés,, que se traduce «tener deseo de ver algo que se quiere». Calvun en el La- trapai traduce «deliberar, aconsejarse», la idea será «estar triste por algo perdido» (Cp. frances regretter e 254 chaavilu ltowan, choike, Zulz, yúem(4), kumt'?, kov'úr, (5); 1s”- toktom kuáin wicharkevi kapa- lorkevi l'auval-uklechi tinre-meu. —¡Kome elayin, úlmen em!n pirkei núrú. 3. Veimeu pachi mapu lewelu akulu tuli: —0o! weda wút'an, ané(5%)kom- pañ! Chum anta koilatu—-pettu- yauvuimi, (5 P)kompañ núrú? pirkei 'ull. —Fuo! (6) Chem pikeimi che -ane kompañ? pirkel núrú.. 4. Veimeu wúñorkei 'uli. Ka- kelu kopakarkei. Feimeu akurkei la tinre-meu 1s''ok"om kuLin. Awinmaneparket (7) tinre; wal: payawiúrkei tveichi kom ku£Lin. 5. Veimeu efa—-leli-kunumeker- ke (8) tinre d'usi-pelu doi mot'i- Ve lowan. Rinkat'ipafemorkei, núpurkei kiñe fúatcha lowan. Fel- mu l'anamorkei tinre. Ó6. Núri kai Jazurkei tveichi tuli. Lev* Viparkei teveichi Puli. Wiines''—nierkei (9). MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS convidar al huanaco, avestruz, cier- vo, cierva, quirquincho, armadillo; a todos los animales los convido [1] los hizo venir donde el tigre que se finjia muerto. — ¡Bien haremos (=comere- mos) oh caballeros!» dijo el zorro. 3. Entónces a cierta distancia se quedó llegando el ciervo. —¡Oh, malos presentimientos tengo, amigo compañero! ¿Cómo? acaso [no] estas todavía mintien- do, compañero zorro? dijo el ciervo. —Vaya! ¿Qué estas diciendo, amigo compañero! dijo el zorro. 4. Entónces se volvió el ciervo. Otro se acercó. Entónces llegaron donde el tigre muerto toditos los animales. Desearon [comer] al tigre (2); anduvieron al rededor de él todos esos animales. 5. Entónces medio abiertos pu- so [los ojos ] el tigre escojiendo el mas gordo huanaco. De un salto así salió, agarró un gran huanaco. En seguida lo mató el tigre. 6. El zorro tambien laceó a ese ciervo. Lijero salió ese ciervo. Lo arrastró [al zorro]. (4) Puli 1 yuem (talvez yúm ) es el macho i la hembra de una de las dife- rentes especies de ciervo que hai en la cordillera arjentina. (5) zumbt'i 1 ovúr son diferentes especies del armadillo (Dasypus) (5?) ané será otra trascripcion por anei; ed amenudo se pronuncia como cozalgo diptónjica. Asi tambien cheen los números 6 i 10 equivaldrá a chez. (5» ) Probablemente Zoilatu-pettu-taavuimi o pettuy avuimi,. (6) Fuó será lo mismo que fóz Febrés voth, una esclamacion formada por “abreviacion de la palabra votam hijo. (7) awúinmaneparkei fué esplicado por Calvun «anduvieron al rededor del tigre»; supongo que el significado es mas bien «tuvieron deseo, gana, ape- tito para comérselo». En el cuento del Latrapai sale awunetayu; allá Calvun tradujo «quedaron arrepentidos», pero el conjunto pide mas bien «estamos tristes, deseosos». (8) eta -leli hunu-sne-ke-rke-1, eba cp. F. ella cosa mala. El significado pri- 'mitivo segun varios pasajes de los cuentos de Calvun es «medio» o «medio hecho». Jelí Febrés: cara a cara, mirar de hito, estar despierto con los ojos abiertos. (9) wúnes 'nierket, Calvun tradujo; lo arrastra al zorro. Evidentemente es la misma palabra que Febrés escribe huygudna arrastrar; habrá, pues, tal- vez que escribir winús'£nierkeí «lo tuvo arrastrado». ESTUDIOS ARAUCANOS VI ¡Ailane kompañ! Matte newún- tukeli ane!n pirkel núrú. Veimeu kat'irkei ñi Aazu núrú. e: akuturkei tinre- meu. 7.—Chumlei, núrú, niimi? pin- erkei núrú. —A! niúvín, ané malé; kat'in ñi weda LZazu, ané malé! pirkel núrú. —Matukelpa, ané! wed“ankunu- paen (10), anal, pinerkel. Veimeu koparkei; wit'anentu- parkei ñi kuchi4u, rouparkei núrú. 8.—Inche yauketuan (11) lon- ko lowan! pirkei núrú. Femi. —Inche ñi músotuinu (12) ¡ael, pirkei tinre. —Chem anta yauketurkean kai, male? pirkei núrú. —Kulche lowan, anei, yauke- tuimuaimi (13), pinerkei núrú. —Ya, pirkel núrú. Feimu elunerkei kúlche lowan; veimu iorkei. — Manna vorel ñi elueteu, weda fuotcha male, pirkel núrú. Feimu iorkel. 9. Allún-meu werkunerkei: Yeltuve illo púitchi ke tinre, pi- nerkei núrú. Veimeu kutama-kunulel-nierkei; amurkei núrú. (10) Calvun tradujo. 2515 "A1! amigo compañero! Mucha fuerza no me hagas, amigo!n dijo el zorro. Entónces cortó su lazo el zorro. Fué a volver; llegó donde el tigre. 7.—¿Cómo e€s, zorro, [algo]? se dijo al zorro. —Ah! lo agarré, amigo tio; se cortó mi mal lazo, amigo tio! dijo el zorro. —Apresúrate, amigo! ven a har- tarte conmigo, amigo, le fué dicho. Entónces vino; sacó su cuchillo, se puso a descuartizar el zorro. 3.— Yo comeré la cabeza del huanaco! dija el zorro. Así lo hizo. comida serán los sesos, dijo el tigre. —¿Qué cosa comeré yo, tio? di- jo el zorro. —-Las tripas del huanaco, ami- go, las comerás, fué dicho al zorro. —Bueno, dijo el zorro. Entónces le fueron dadas las tripas del huanaco; entónces co- mió, —Mui agrio es lo que me has dado, mal viejo tio, dijo el zorro. Entónces comió. 9. Un rato despues fué manda- do: Llévame carne a los tigres chi- cos, fué dicho al zorro. "Entónces la tuvo puesta en un saco; se encaminó el zorro. pillaste ven a ayudarme a descuerar. Como wesakelu se usa por la ropa, no es imposible que wed'antunupaca signifique «ven 3 ayudar- me a sacar el cuero». Mi traduccion está en conformidad con Febrés wedan hartarse de comi- da; porque las traducciones de Calvun amenudo corresponden mas bien a la idea que a la palabra. (11) yauletun probablemente es una contracción de ¿ -yauletun: yau no se usa como verbo independiente sino solo como elemento de composicion en el significado de «ir haciendo»; comer es 7(2) en araucano. (12) cp. E. »mullo los sesos. no entiendo la forma mútotuirnu aquí. Deberia significar «los dos comieron sesos». 7ael es «la comida». La traduccion dada es segura segun Calvun. (13) No entiendo las silabas ¿224,; me parece que bastaria yauketuatimz. 256 Tieu-ple ñamkonpurkei kiñe púitchi mawida-meu núrú, veimeu ilotupurkei. K'vom, apumkunu- merkei ñi ilo. Wiiñometurkel. 10. Akuturkei tinre-meu. — Wúñomewiyéimi che ka, núrú? pinerkei núrú. —Wuiñomewiyen, anei maté! Epe ke núñen larkevuinan weda púitchi ke tinre, pipaturkei núrú. Taveichi d*oi púchilo »»4%ez? (2), doi all'ú-kunui ta ilu, pirkei núrú —Fei úrkemai, pirkei tinre. 11. Deumayal-kunupan kai nú- rú, pinerkei nuruú. Veimeu kefurkei deumaya alliin-meu núrú; kom afúummer- kei ñi ¡ael. 12. Veimeu t'iparkei núrú; we- kan mawida. Wuúño-lev -merkei nurú. uVuó! kappai malon (14), anei malé! Tfá ni akun malon, anéi malé!n pirkei núrú. Veimeu matukalewerkei tinre. 13.—Amuiyu ané malé! pirkei núrú; ruparkei ñi lev. 4 —Ma£é! mankaden, anái! pir- kei tinre. —Prapané, mae, pinerkei núrú. Muúñal prayael 2 22túm rumeke- turkei pu púta tinre. 14. Veimeu alli konlu lemu- meu, wúño-kunu-femeturkei núrii. Kapaturkei tveichi ilu elkunu- puel tinre; kuom yiparkei núrú tveichi ilu. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por allá entró perdiéndose [de vista] en un pequeño monte el zo- rro; entónces se puso a comer carne. Toda fué a dejar concluida su carne. Fué a volver. 10. Llegó donde el tigre. —¿Ya vienes de vuelta, zorro? fué dicho al zorro. —Ya estoi de vuelta, amigo tio! Casi de hambre morian los pobres chicos tigres, dijo el zorro. Ese mas chico era el peor, mas [que todos] se tragó la carne, di jo el zorro. —Está bien, dijo el tigre. 11.— A preparar [la comida] ven a ayudarme tambien, zorro, fué dicho al zorro. Entónces le ayudó a preparar un buen rato el zorro; toda con- cluyeron de cocer su comida. 12. Entónces salió el zorro fue- ra del monte. A prisa vino a vol- ver el zorro. "Hombre! viene un malon, ami- go tio. Aquí ya está llegando el malon, amigo tio!n dijo el zorro. Entónces se apresuró el tigre. 13.—Vamos, amigo tio! dijo el zorro; pasó [con toda] su lijereza. -—Sobrino, sube en ancas, aml- go! dijo el tigre. —Ven a subir, sobrino se dijo al zorro (15). Listo a subir por debajo le pasó de la barriga al tigre. 14. Entónces mucho entrando al bosque, así despues fué a vol- verse el zorro. Vino donde habia dejado esa carne el tigre; toda se comió el zorro esa carne. (14) malon se llaman las espediciones guerreras, grandes o pequeñas de los indios araucanos. La palabra ha pasado al vocabulario español de Chile 1la Arjentina. (15) En el manuscrito está p?rke núrú «dijo el zorro;», lo que debe ser equivocacion. - ESTUDIOS ARAUCANOS VI 51) Veimeu t'ipaturkei fuatcha ka mapu. I5. El-púnon-kei, piam, núrú. Pu chaankin(16) leufú kuonme- kei, plam, núrú. 16. Pu Pavia amui, piam, tinre ilo-meu. Pepulai, piam. "I”ewa, weda núru! kiñe ina ayai weda núrú!. pi, piam, tinre, Kintunel, piam, núrú; númotu- mel, piam, núru. Pu kolle kachu umaugkalelu ¡pepueyu tinre. Fent:epun umauq- kolei, piam, núrú. 17. Penepui kiñe piichi yure «mam9aÁ- meu, s2ipo-kunu-kadinei, plam. “Ai! kame-nielaeneu weda %a- _ppelleln pi, pilam, núrú. Ka uma- ugtul, plam. Ka femkununei, piam. "A! weda kappelle! pepi-umauq- tulelaeneu weda kappelletn pi, piam, núri. 18. Feimeu: "Núkunukavichi "weda núrú, lev t'ipale rumen, pi, ¡piam, tinre. Feimeu núnei, piam, mnuru. —Ai! anéi malé! Ai! ane malé! pi, piam, núrii. Unatunei, piam. —L:anomkatuanam net? pi (17), plam, núrú. Kiñe d'unu, anéi ma- Aé? Moneche ane made! pi, piam, múrú. 19. —Chem dunu, múrú? pinei, piam. ——Pitchi lekamen (18) mai, koila weda En seguida salió a mui lejana tierra. 15. Dejó rastro, dicen, el zorro. Por entre medio (?) del rio en- tró, dicen, el zorro. 16. En la noche, fué, dicen, el tigre adonde [habia estado] la carne. No la alcanzó a ver, dicen. "Perro, mal zorro! en el acto morirá el mal zorro!n dijo, dicen, el tigre. Fué buscado, dicen, el zorro; fué olfateado, dicen, el zorro. Debajo del pasto durmiendo lo encontró el tigre. Tanto durmien- do estuvo, dicen, el zorro, 17. Fué encontrado un palito puntiagudo [con él] fué picado en el costado [el zorro], dicen. "Ai! no me deja [dormir] bien la mala 70sca/m dijo, dicen, el zo- rro. Otra vez volvió a dormir, di- cen. Otra vez le fué hecho así, dicen. 1¡Ah, la mala mosca! no me deja poder dormir la mala mosca!n di- jo, dicen, el zorro. 18. Entónces: “Quiero pillar al mal zorro, que no me escape lije- ro.", dijo, dicen, el tigre. Entónces fué pillado, dicen, el zorro, —Ai! amigo tio! Ai, amigo tio! dijo, dicen, el zorro. Fué mordido, dicen. —Quieres matarme acaso, ami- go? dijo, dicen, el zorro. Una pa- labra, amigo tio! Déjame vivo, tio! dijo, dicen, el zorro. 19. ¿Qué cosa, mentiroso mal zorro? le fué dicho, dicen, —Un poco suéltame pues, en- (16) chaankin viene en el orijinal con la traduccion «por entre medio». "Supongo que se relaciona con F. chagcun descuartizar 1 significa «un brazo «de rio». El zorro entra al agua para deshacer el rastro. (17) En el orijinal está pínel núriú; pero evidentemente son palabras del ZOTTO. (18) Orijinal Je? kz1m22; probablemente Jeikomen; E. ledecumn soltar. HA- VESTADT escribe ledcumn o letcumn asolvere». 258 a Á veimeu not'amkayaeyu, pl, plam, nuru. —Ya, pi, piam, tinre. 20. Veimeu leikiúnnel, nu. —-Chem d'unu? pinei, piam. plam, —Ma£é, yavtkan mai, nal, ma- £é! | Kiñe d'unu, anei ma4é, mon- che anel! Núlelaeyu epu kuáin, kiñe Culi, ka kiñe choike alitú motilu, pi, piam, núrúu. —Ya, pi, plam, tinre. Kiñe ina markayaeyu, pne núrú. Markanei, piam. 21.—Chumol núlelaen? pinel, plam, núm. (2 ») + £, 2 —Epúe kuomeu tawayu, pi, piam, nurú. E —Ya, pi, plam, tinre. Veimeu ka markanel, piam. Veimeu femkununel, piam, nú- ru. 22. Veimeu t'ipal, piam, wicha ka4ku 'ewa allú núuru. Yemel, piam, epu kaku t'ewa. Veimeu pottokokemum t'uli enu choike Lov'“tui piam, tveichi 'ewa. 23. Rani anto kuonpui, piam, pottokoyalu t'uli enu choike. Epe puwlu ko-meu, piam: “Vuó! kom- pañ! weda wút'an, anéi kompañ!n pi, plam, Culi, —Chumtuyaafuyu nel kompañ? pivinu, piam. 24. D'oi púchi mapu puwlu: "Weda wútlan ka, anéi!ln pi, piam, cho'ke. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tónces conversaremos, dijo, dicen, el zorro. —Buero, dijo, dicen, el tigre. 20. Entónces fué soltado, dicen, el zorro. —-¿Qué cosa? le fué dicho, di— cen. —Tio, tengo cuípa pues, amigo: tio! Una palabra, amigo tio, déjame- vivo! Te haré agarrar dos animales,. un ciervoiun avestruz mul gor-- dos, dijo, dicen, el zorro. —Bueno, dijo, dicen, el tigre. En el acto te pondré una arca, fué dicho al zorro. Fué marcado, dicen. 21.—¿Cómo me los harás aga-- rrar? fué dicho, dicen, al zorro. -—En dos dias, al agua nos jun-- taremos, dijo, dicen, el zorro. —Bueno, dijo, dicen, el tigre.. Entónces otra vez fué marcado [el zorro] dicen. Entónces asíle fué hecho, di-- cen, al zorro (19). 22. Entónces salió, dicen, a in-- vitar perros galgos muchos el zo- rro. Llevó, dicen, dos perros gal: gós. Entónces [en el] bebedero- del ciervo 1 del avestrnz les ace- charon, dicen, esos perros. 23. A medio dia entraron para. beber el ciervo con el avestruz. Casi llegando al agua, dicen:. “Hombre, compañero! tengo ma-- los presentimientos, amigo com- pañero! dijo, dicen, el ciervo. —¿Qué nos sucederia, amigo: compañero? se dijeron los dos,. dicen. 24. Mas cerca llegando: "Ten-- go malos presentimientos tambien amigo!n dijo, dicen, el avestruz. (19) Es decir, despues de la promesa i despues de haber sido marcado (como se marca el ganado) fué soltado definitivamente el zorro. ESTUDIOS ARAUCANOS VI —Puichi pattokoayu, anei! pinu, piam. Veimeu púichi ke pattok"oi- nu, piam. 25.—Chuchi kunuayu che anél? Lelfúntuavuyu che nai? pi- vuinu. —Pu mawida k"onkayu, anei! pi, piam, choike. 26. Veimeu amuinu, piam, ma- wida-meu. Tieu-palle kaminantu- kamiínantu —fempui (20), piam, -Puli. Veimeu z0i7avíó1, plam, choike. Weluwelutu-— weluwelutu—femi, piam, choike. 27. Vuou! esalkayavuiyu, kom- pañ choiké! pi, piam, C'uli. —Eimi motten, anei t'uli, mo- tte pútchi lev nieimi, anéi Puli, pi, piam, choike. —Vuou! Chumavun te anel! pi, piam, t'uli. Eimi mai epu namun nielmi matten, anei, inché meli namun nien, ané, pi, piam, Culi. 28. Veimeu kuonpuinu, piam, kiñe púchi mawida-meu. Veimeu epe t'ipaupullu tveichi patchi le- mu-mu ayepui, plam, choike. Epe tipaupullu kat' lev kontu-femeyu, piam, tveichi epu kaAku t'ewa. 29. Lev' 'ipainu, piam. Allúuñ- ma inaneinu, piam. Epe ke d'ne- keinu, piam. Waichev-meu t'ipa- keinu, piam, choike |yenu 'uli]. Utiivtukupui, piam, kiñe lil- 29) —Un poco beberemos, amigo, dijeron, dicen. Entónces un poco bebieron los dos, dicen. 25.—¿A dónde nos dirijiremos amigo? Iríamos a la llanura (o campo)? se decian los dos. —Al monte entremos, amigo! dijo, dicen, el avestruz. 26. Entónces se fueron, dicen, al monte. Por allá al paso, al paso siempre caminaba, dicen, el ciervo. Entónces galopó, dicen el aves: truz. Volviendo, volviendo de acá para allá [corrió], dicen, el aves- truz. 27.—Hombre! bien andamos(21) compañero avestruz! dijo, dicen, el ciervo. —Tú sclamente, amigo ciervo, tienes poca lijereza, amigo ciervo, dijo, dicen, el avestruz. — Hombre! ¡Cómo haria yo es- to, amigo! dijo, dicen, el ciervo.. Pues, tú tienes dos piernas sola- mente, amigo, yo cuatro piernas tengo, amigo, dijo, dicen, el ciervo. 28. Entónces entraron, dicen, en un pequeño monte. Entónces casi saliéndose de ese pequeño bosque se puso a reir, dicen, el avestruz, Casi saliéndose, lijero se acercaron a cortarles [la retirada] dicen, esos dos perros galgos. 29. Lijero salieron los dos, di- cen. Buen rato fueron seguidos, dicen. Casi fueron alcanzados, dicen. Por vueltas salieron las dos, dicen, el avestruz [ ¡el ciervo] (22). Se arrojaron, dicen, desde un (20) kaminantu del castellano «caminando» tiene el significado especial de «ir como caballo que va al paso». (21) Traduccion de Calvun. Literalmente será ¿acaso lo hariamos a mé- dias? con la pregunta retórica en vez de la negacion. (22) Las palabras yenu fuli me parecen faltar por descuido del dictado. El verbo está en dual; quizas se traduce ipainu choike salió el avestruz con el otro. 260 meu; rani ko, piam, útuvkonpul- nu, piam. Veimeu epúñ-pole kat'ituneinu, plam. Choike t'ipai, piam. T”uli núnel, piam. 30. Veimeu yelnei, piam, tinre. —Mad£é, pipui, piam, núrú; kiñe nú (23*) matten mai, mañé! PIBUA piam, núrú. —Fei iirkemai! pi, piam, tinre. Kiñe ina l'tayaimi, wedañma núri! pinei, piam, núrú. : 31.—MÁú, anei malé! Ka núlka- yaeyu, anei maé! pi, piam, núru. Ka wichanien epu ka4ku t'ewa nú- lelaeteu choike, pi, piam, núrú. Epúe, kuo-meu t'awayu, pi, piam, nurú. —Y a, pi, piam, tinre. Veimeu leikiinnei, plam, núri. 32. "Fót, wedá tinre! Kiñe ina llanamavin wedá tinre. yúnenka- vil, ltayai weda tinre. Manna wapo nelai tinren?, pi, piam, núrtú. Nlúnen, piam, eli núrú. Kuom ráyen-kachu-tul, piam, núrú. Veimeu ponantukukunuyei, piam, ñi t'9lke-meu. 33. Epuwentun-meu kappali, piam, tinre. Alli mapu penel, plam, núril. "Chuchi went'u chei ta tiye, manna kommelkalei? pi, piam, tinre. Puwi, piam. 34.—Márimari ma4é! pipuli, piam, núrú. $ MEMORIAS CENTÍFICAS I LITERARIAS peñasco; al medio del agua, dicen se arrojaron los dos, dicen. Entónces de ámbos lados fue- ron cortados, dicen. El avestruz salió, dicen. El cier- vo fué pillado, dicen. 30. Entónces se lo llevó, dicen, el tigre (23). —Tio, dijo, dicen, el zorro, uno no mas pillé pues, tio! dijo dicen, el zorro. —Está bien pues! dijo, dicen, el tigre. En el acto morirás, mal- dito zorro! fué dicho, dicen, al ZOrro. 31.—No, amigo tio! Te haré agarrar el otro, amigo tio! dijo, di- cen, el zorro. Otra vez tengo invi- tados dos perros galgos para aga— rrarte el avestruz, dijo, dicen, el zorro. En dos dias, cerca del agua nos juntaremos, dijo, dicen el zo- rro. : —Bueno, dijo, dicen, el tigre. Entónces fué soltado, dicen, el ZOrrO. 32. "Caramba, mal tigre! En el acto mataré al mal tigre. Si le pon- go una mentira (trama) morirá el mal tigre. ¿No es demasiado guapo el tigre?» dijo, dicen, el zorro. Una trama, dicen, hizo el zorro. Todas las flores del pasto tomó, dicen, el zorro. En seguida las puso pegadas, dicen, en su cuero. 33..Dos dias despues vino, di- cen, el tigre. De léjos fué visto, dicen, el zorro. u¿Qué hombre es éste allá, mui “bonito está? dijo, dicen, el tigre. Llegó, dicen [el zorro]. 34.—Buenos dias, tio! dijo, di- cen, el zorro. (23) Talvez hai que leer tinre-meu. El «ciervo fué traido donde el tigren. (23*) Talvez nún. 2... - ESTUDIOS ARAUCANOS VI —Eimi anchi núrú? pinei, piam, núrúi. Manna komelkaleturkeimi wesakelu nai! pinei, piam, núril. 35.—Akulai mai ñi epu wicha, nei ma4é? pi, piam, núrú. Ka kiñe «d'“unu, anei male, kiñe kun d'o- amfulmi, anei maLé. All'ú vali nei; -«epu mari peso Zi zu íael (24), pi, piam, núrú. Fei d'oamfulmi, eloa- 'veyu anei, pi, piam, núrú. 36.—Chem ku£in? pi, piam, tinre. —Fammollu, ané madé, pi, piam, núrúi. Feimeu mexta-wúl- Ímen-miauimi, (25) anéi maté, pi, plam, nurú. T"awau-tukulel-aveyu vamachi rayen kachu, pi, piam, núrú. 37.—Chumkunuimi kai tukulel- mieimi? pinel, piam, núrú. — T'ari-kununen, veimeu Pazwau tukulelnen, pi, piam, núrú. Tukul- mi kai fammolu d'oi úlmen miau- imi. Inché ka anto mian tía, nel maáé, pi, piam, núrú. Tukulelualiu fammoalu, veimeu livneyan, pi, piam, núri. —Ya, pi, piam, tinre. . 9 . . 38. Fent'epun komme t'arinei, plam. Veimeu panantukukunulelnei, piam, lonko-meu kiñe rayen. Epu kura, piam, núniei núrú. Veimeu útivtu-nakúim-niei, piam, fuottá kura-mu. 39. "Wedaá tinre! vachi anta l'a- 261 —¿Tú eres el zorro? fué dicho, dicen, al zorro. Mui bonita tienes puesta tu ropa, me parece, amigo! fué dicho, dicen, al zorro. 35.—d¿No llegaron mis dos con- vidados, amigo tio? dijo, dicen, el zorro. Otra palabra, amigo tio, si quisieras un animal (= objeto de valor), amigo tio. Mucho vale, ami- go; veinte pesos me costó, dijo, di- cen, el zorro. Éste si lo quieres, te lo daré, amigo, dijo dicen el zorro. 36. — ¿Qué objeto de valor? dijo, dicen, el tigre. — Este que está aquí, amigo tio dijo, dicen, el zorro. Entónces con fama de caballero andarás, amigo tio, dijo, dicen, el zorro. Á golpes te pondré estas flores (del pasto), dijo, dicen, el zorro. 37.—1I ¿cómo lo hiciste que las tienes puesto? se dijo, dicen, al ZOrrO. —Fuí amarrado, en seguida, a . golpes me las pusieron, dijo, dicen, el zorro. Si las pones tambien aquí mas caballero andas. Yo otro dia seré (?) esto, amigo mio, dijo, dicen, el zorro. [Si] te pongo esto así, entón- ces estaré yo limpio, dijo, dicen, el zorro (26). Bueno, dijo, dicen, el tigre. 38. Tan bien fué amarrado, di- cen. Entónces le fué dejada puesta, dicen, en la cabeza una flor. Dos piedras, dicen, tuvo agarra- das el zorro. Entónces le dió un fuerte golpe, dicen, con una piedra grande. 39. '"Mal tigre! hoi morirás, (24) Orijinal: 222 %t tael con la traduccion «me costó». (25) Supongo que menta es el castellano «mentar». (26) No entiendo la forma »mian. La idea parece ser; Yo podré hacerme poner otras flores otro dia, porque, si te doi mis flores, yo quedaré des- nudo. 262 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS yaimi, wedañma kadel wapo neimi, weda tinren, pi, piam, núrú. We- lelvi, piam, kura-mu. Rinkiút'ipavui, piam, tinre yem. Feimu l:lanamtii, piam, tinre. Veimeu nentuñmanei, piam, 'Volke tinre. Aazui, piam, t'olke tinre núrú. 40. "Kiñe ina poratuan wenu mapun, pi, plam, núru. “«Cháu núnechén! pranpatuen chau núnechén!.» pi, piam, núru. Utiiv-pramii, piam, ñi Aazu; nidaturkei, piam. 41. Veimeu núnechen núñma- paeyu, piam, ñi Aazu. Veimeu pra- mi, piam. Ranin pullu kat'ikunu- lelyetui, plam, ñi Aazu. Nagpatui, piam, núurúu. Veimeu lvatul. maldito, demasiado guapo eres, mal tigren, dijo, dicen, el zorro. Le pegó, dicen, con la piedra. Saltando queria salir, dicen, el tigre, oh! Entónces mató, dicen, al tigre. En seguida fué sacado, dicen, el cuero del tigre. Cortó lazos, di- cen, del cuero del tigre el zorro.. 40. "En el acto subiré a la tie- rra arriba (al cielo). dijo, dicen, el zorro. "Padre Dios! hazme subir padre: Dios!" dijo, dicen el zorro. Lanzó hácia arriba, dicen, su lazo; hizo la invocacion, dicen. 41. Entónces Dios le agarró, dicen, sulazo. Entónces subió, di- cen. Llegando al medio le fué cortado, dicen, su lazo. Cayó abajo, dicen, el zorro. En- tónces murió (27). RODOLFO LENZ (27) La figura de Dios, el gobernador de los hombres (22 4únxe-chen) en el cielo será debida a las influencias cristianas. . a o ye Al ess 12110144888 A COMPENDIO HISTORIAL DEL DESCUBRIMIENTO, CONQUISTA I GUERRA DEL REINO DE CHILE Di¡scuRSO TERCERO 1 ÚLTIMO QUE TRATA DE LO QUE CATÓLICAMENTE SE DEBE SENTIR EN LA ASTROLOJÍA QUE LLAMAN JUDICIARIA COMPUESTO POR El capitan don MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA, Natural de la villa de Madrid ——— A A ——_——Á (Continuacion) ¿Qué se hubiera perdido, cuando fuera Incierto mucho en todo 1 mal juzgado, I cuando por respeto de la pascua O por condescender con ruegos tantos, Pusiera en su jornada aquella pausa? GUSTOQUIO Digo que fuera un hecho de cordura, I de mui gran cristiano i caballero; 1 que vengo a creer de escrupuloso MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS Hizo esa resistencia, 1 me persuado Que allá en su interior mesmo lo tenía; I que el pensar que erraba o que pecaba En recelarse, le obligó a partirse. Doscanso segundo PROVECTO Decis mui bien; pero volviendo al punto, Piensan a cierra ojos los que tienen Esta opinion escrupulosa tanto, Que Dios lo rije todo por sí mesmo Sin dejar nada a las sigundas causas; Lo cual Santo Tomas reprueba, 1 dice: Que Dios en cuanto al hombre, por sí todas Nuestras causas dispone enteramente; Más para ejecutar en inferiores, Por medios superiores cuerpos toma; I él, con tanta razon sutil llamado, Tiene que en nuestros cuerpos las estrellas Obran naturalmente, ya inclinando Al bien 1 al mal indiferentemente. I San Juan Damaceno afirma 1 dice: Constituir los planetas en nosotros Diversas complexiones 1 diversos Hábitos que los ánimos disponen. Lo mesmo San Dionisio Areopajita, I San Buenaventura con entrambos, : I Santo Tomas: que casi siempre Aciertan los astrólogos en cuanto Es juzgar las costumbres de los hombres, Porque los que resisten al sentido, Ya por nuestros pecados, son mul pocos. ? Con que quedará libre ya el de Vega, Pues que no dice tanto ni con mucho. I en otra parte el Santo Doctor dice: Aunque Dios rija nuestras voluntades, El ánjel las ilustre, el cielo incline Al obrar todo bien; con todo eso ) d COMPENDIO HISTORIAL 265 Cuando alguno ¡legare a ser dichoso, Se dirá: cuanto a Dios, ser bien rejido; Diráse: cuanto al ánjel, bien guardado; I que fué bien nacido en cuanto al cielo; Aunque es verdad que no hai tal influencia Que la necesidad forzosa induzga, Pudiéndose impedir la mayor de ellas Por la divina voluntad precisa, I por libre albedrío puramente; Que el sabio sobre estrellas predomina. I lo que yo sobre esto más añado I doi por juicio mio bien previsto, Es que no habrá fortuna tan dichosa, Ni hombre tan bien nacido por el cielo, Que si es gran pecador, no se deshaga, I azare, i vuelva en mala por su culpa; Ni hombre tan desgraciado que si fuere Buen cristiano i de Dios mui temeroso, I de su gran bondad enamorado, Que no se le entretenga su desgracia, De modo que, o no llegue a cumplimiento, O tanta parte della se mitigue, Que venga a ser o poca o casi nada; Que por eso el Profeta Rei nos dijo Que el que en la lei de Dios siempre anduviese, Firme daría su fruto aventajado I sus cosas serían prosperadas; I no así las de un malo, que deshechas, Serían en polvo que se lleva el viento. Es Dios al fin el sumo omnipotente, Primera causa de las causas todas 1 a cuya voluntad todo se rinde; I esto me pareció que decir quiso El divino Agustino cuando dijo: Pide a Dios salud 1 vida, Que si él viere que te importa, La hará larga aunque sea corta. Así que en esta regla sola hallo Yo lo más importante desta ciencia. I esto bien asentado, es ignorancia 266 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Pensar que Dios, que puso en animales Señales muchas en que conocerse Su bondad o malicia, quite al hombre, Tanto más noble ¡ rei de todos ellos I para cuyo bien fueron criados, Esta excelencia en él tan importante, Cuales en caballos son notorias Larga espada romana, higas del moro, lgual blanco en los piés, lista derecha, I otras que han observado así los hombres; Con que el bueno i el malo sé conoce, Su desgracia tambien i su fortuna, I en los bueyes 1 perros otras muchas. I habérselas dado Dios al hombre Mui verosímil es, 1 yo sospecho Así lo sintió Job cuando nos dijo Que en las manos de todos hombres pone Señales Dios para que conozcamos Sus obras mesmas, que este es el sentido Literal de la letra en rigor puro, Si bien tenga otros muchos que confieso. IT así he visto a curiosos judiciarios Hacer mui estudiosas concordancias De señales que vemos en la frente, - Aspectos, entrecejos i semblantes, I alegría 1 tristeza de los ojos, Ciencia que llaman ya metoposcopla, Sabida de mui pocos por entero, - De la cual esperiencias observando, Ham venido a leer destas ignotas Letras, alguna cosa que parece Que lleva de entenderlas rastro grande. Si bien desta cartilla todos somos Pequeñas criaturas balbucientes; T así por ellas lo que se barrunta Por cierto lo tener es error grande; Mas tomar algun poco de recelo Para vivir alerta pienso Cierto No tiene inconveniente, ántes lo tengo Por consejo acertado i provechoso, COMPENDIO HISTORIAL Pues de sueños es bien tomar motivo, - Para enmendar la vida i recelarnos. Pero así como hai pocos que encerrados En tal razon 1 límites estrechos, Sientan con este límite estas cosas, Hai muchos charlatanes embusteros Que sin saber de nada cosa alguna, Andan como jitanas por un cuarto Diciendo a todos mal buenaventura; Lo cual es cosa digna de castigo T que no curarán reprehensiones, I mui llena de mil inconvenientes. Digo al fin que de estremos tan distantes Como los que he contado, la cordura Tiene la medianía virtuosa, Que es ni dar a los juicios astrolojios Ni otras señales de fisiognomía, Aunque éstas tengan crédito mas grande, Tanta creencia en todo que se entienda Que es infalible, i mui precisa cosa La que prometen o la que amenazan; Ni despreciarlas tanto que no haga En algo reparar lo que dijere. Aquel que se entendiere es estudioso, I no es en el hablar vicioso nada, I mucho, si es prudente, cuerdo ¡ sábio, Pues dijo Justo Lipsio, i lo fué tanto: Si en medio virtud consiste, I este elije la prudencia, No hai virtud sin esta ciencia. I esto quiso enseñar Ovidio cuando En su fábula dijo a Faetonte: Segurísimo iras por el camino De el medio sin torcerte a parte alguna. I para conclusion de lo que he dicho, La ciencia judiciaria es reprobada Si afirma lo que dice con certeza, O si dice que fuerza necesita O planeta o qualquiera otra influencia, La libre voluntad i el albedrío. TOMO XClV 267 19 270 MEMORIAS CIENTÍTICAS 1) LITERARIAS A que Belancio dice: que el maestro Tolomeo da a entender tan solamente Por ser universal conocimiento, El de la Astrolojía es imperfecto, T que, aunque alcanza mui menudas cosas Con acierto total, no en todas puede Tenerle por ser universales, Como en las demas ciencias tambien pasa, En que al que sabe más de todas ellas Le queda por saber más de otro tanto; I entender de otra suerte el lugar dicho De Tolomeo, es ignorancia crasa, Pues en sus aforismos dice el mismo Que se rastrean con aquesta sola Muchas cosas humanas ií divinas. Es la cuarta objecion que se le pone A la misma, que dicen sus peritos, Que si a un afortunado se le junta Un infeliz, le toca a cada uno Por participacion del otro algo, Con que adversos casos es sujeto Al enfermo del médico, i al hijo Parte de la desgracia de su padre, Como la del señor toca al esclavo; Con que da en confusion el juicio siempre. A lo cual se responde: que es mui cierto Haber hombres dichosos con estremo, I otros muchos con él mui desgraciados, Ya que no en todo, en singulares cosas, Lo cual Santo Tomás tambien aprueba, Cuyas palabras son estas en suma: La iman por la virtud de los celestes Cuerpos, así atraer el hierro vemos, IT piedras i yerbas en sí tienen Otra virtud i fuerzas escondidas. Por lo cual no será de inconveniente Pensar que tenga un hombre por influjo De los celestes astros eficacia Mayor que el otro en sus operaciones, Como en sanar un médico más dicha, COMPENDIO HISTORIAL 271 En el plantar ser otro afortunado, Un soldado en el dar de las batallas Mas que otro que en las mesmas es más diestro; De que proviene el no sanar a tantos Médicos mui famosos de ordinario, I otros no tanto, hacer divinas curas; De donde acá decimos comunmente, De el uno que con gracia especial cura I parece que tiene manos de oro, I no las pone en cosa que no acierte, I parece que todo lo halla hecho, Como de otro que tiene mala mano. Mas por quinta objeccion un argumento Hacen para descrédito de todas Las figuras de nuestros nacimientos, Diciendo que se han visto muchas veces Nacer de un parto mesmo dos hermanos En su fortuna mucho diferentes, Con que se prueba que el nativo punto Nada añade ni quita de ventura. Dan por ejemplo a Procles i Cristenes, Reyes lacedemonios, que la vida Del primero más breve i más gloriosa Fué que la del segundo, larga i mala; | I a Jacob i a Esaú que, tambien siendo | De un vientre, fueron mucho diferentes po En ánimo i en cuerpo i otras cosas; De donde infieren que será imposible Hacer juicio acertado de ninguno. A lo cual se responde que no pueden Los nacimientos ni de un parto mesmo, Ser en un propio instante i punto breve, En los cuales pequeña diferencia Diferencia las suertes con estremo; Demas de que, aunque fueran en instante, Pudieran obtener ya diferencias Tantas en otras cosas necesarias, En que hai prolijidad para decirlas, I lo escuso por esto, que son muchas Con que diferenciaran totalmente, 270 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A que Belancio dice: que el maestro Tolomeo da a entender tan solamente Por ser universal conocimiento, El de la Astrolojía es imperfecto, T que, aunque alcanza mui menudas cosas Con acierto total, no en todas puede Tenerle por ser universales, Como en las demas ciencias tambien pasa, En que al que sabe más de todas ellas Le queda por saber más de otro tanto; I entender de otra suerte el lugar dicho De Tolomeo, es ignorancia crasa, Pues en sus aforismos dice el mismo Que se rastrean con aquesta sola Muchas cosas humanas i divinas. Es la cuarta objecion que se le pone A la misma, que dicen sus peritos, Que si a un afortunado se le junta Un infeliz, le toca a cada uno Por participacion del otro algo, Con que adversos casos es sujeto Al enfermo del médico, i al hijo Parte de la desgracia de su padre, Como la del señor toca al esclavo; Con que da en confusion el juicio siempre. A lo cual se responde: que es mul cierto Haber hombres dichosos con estremo, I otros muchos con él mui desgraciados, Ya que no en todo, en singulares cosas, Lo cual Santo Tomás tambien aprueba, Cuyas palabras son estas en suma: La iman por la virtud de los celestes Cuerpos, así atraer el hierro vemos, I piedras i yerbas en sí tienen Otra virtud 1 fuerzas escondidas. Por lo cual no será de inconveniente Pensar que tenga un hombre por influjo De los celestes astros eficacia Mayor que el otro en sus Operaciones, Como en sanar un médico más dicha, COMPENDIO HISTORIAL 271 En el plantar ser otro afortunado, Un soldado en el dar de las batallas Mas que otro que en las mesmas es más diestro; De que proviene el no sanar a tantos Médicos mui famosos de ordinario, I otros no tanto, hacer divinas curas; De donde acá decimos comunmente, De el uno que con gracia especial cura I parece que tiene manos de oro, T no las pone en cosa que no acierte, I parece que todo lo halla hecho, Como de otro que tiene mala mano. Mas por quinta objeccion un argumento Hacen para descrédito de todas Las figuras de nuestros nacimientos, Diciendo que se han visto muchas veces Nacer de un parto mesmo dos hermanos En su fortuna mucho diferentes, Con que se prueba que el nativo punto Nada añade ni quita de ventura. Dan por ejemplo a Procles i Cristenes, Reyes lacedemonios, que la vida Del primero más breve i más gloriosa | Fué que la del segundo, larga i mala; I a Jacob ¡a Esaú que, tambien siendo De un vientre, fueron mucho diferentes | En ánimo i en cuerpo i otras cosas; . | De donde infieren que será imposible Hacer juicio acertado de ninguno. A lo cual se responde que no pueden Los nacimientos ni de un parto mesmo, Ser en un propio instante 1 punto breve, En los cuales pequeña diferencia Diferencia las suertes con estremo; Demas de que, aunque fueran en instante, Pudieran obtener ya diferencias Tantas en otras cosas necesarias, En que hai prolijidad para decirlas, I lo escuso por esto, que son muchas Con que diferenciaran totalmente, 272 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Opónese tambien por sesto punto Que vemos en un propio i mismo instante Un infante nacer i un pobre esclayo, Cuyas suertes en todo diferencian; En que se echa de ver que la postura Circular de los cielos i planetas Nada quita ni pone al nacimiento. A lo cual se responde fácilmente Que la diversidad en horizontes, Hace los meridianos diferentes. Los padres i otras cosas, como dije, Pueden causar estrema diferencia, Demas de que el astrólogo no siente Que solo el cielo sea total causa De nuestra buena o desdichada suerte; Mas segun en nosotros, la materia, Con más disposicion o ya con ménos, Recibe influencia poderosa. I últimamente dicen con vitoria, Que solo Dios lo porvenir alcanza; A que se le responde autorizando La respuesta con las palabras mesmas Del gran Santo “Tomas que así nos dice: Solo Dios sabe con entera ciencia Las venideras cosas cabalmente, De que los hombres un conocimiento Universal no más alcanzar pueden, Mas no con distincion enteramente; I asi son los pronósticos del hombre Cuando más acertada ciencia alcanza. Tráense tambien lugares de Isaías I muchos de Escritura, que contrarían El pretender saber lo venidero; I respóndese que estos reprehenden A aquellos agoreros sortilantes Que afirmaban saber con artes malas Lo porvenir con una ciencia cierta, I por tal lo anunciaban a la jente, Error de gran escándalo i perjuicio. Lo cual vemos en todc es diferente A A A A A A A A A nn as y % Puna COMPENDIO HISTORIAL De lo que hace el sabio judiciario Que dice cuando más: peligro hallo En vos en tal o cual acaecimiento. Lo cual si Julio César advirtiera Como cuerdo al entrar del Capitolio Viendo no eran pasados aun los idus Del mes de mayo, acaso no muriera De muerte tan atroz i tan temprana. I si cuando le dijo un judiciario A nuestro rei don Pedro el Justiciero Que moriría en la Torre de la Estrella, Procurara saber cual ésta era, Dijéranle sin duda era el castillo De Montiel, i no entrara dél adentro Tan sin recelo, i sucediera acaso Conservar más la vida o tener muerte Menos atropellada ¡ trabajosa. Mas hasta que ya estuvo puesto en ella I el rótulo leyó que lo decía, No hizo del aviso caso alguno. I al famoso don Álvaro de Luna Le dijo un judiciario moriría, Mas sin decir el cuando, en cadahalso; I pensando decia en aquel pueblo De su estado que aqueste nombre tiene, Sin acordarse que sería posible Muriese degollado, ni dudarlo; Solo puso el cuidado en escusarse De entrar en él, ni de pasarle cerca; I ya pudiera ser se aprovechara Aquel aviso bien, que retirado Se hubiera de la corte en tan buen tiempo Que muriera en su cama con sosiego, I no en el cadahalso por justicia; Con que quedó su honor en opiniones. 273 274 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS FRAGMENTO IT Doscanso primoro GUSTOQUIO Digo cierto que fueron esos casos Todos notables i de historia dignos. PROVECTO Pues uno os contaré que es mas moderno Entre muchos que a mí me han sucedido, I que estando en Chile, tierra corta, Donde unas mismas caras via siempre, Acaso sin pensar, noté en un hombre Ciertas señales de que mal juzgando, Segun lo que de aspectos he entendido, Me parecieron ser mui desgraciadas, Su vida breve i el fin della acerbo, T en la mar su fortuna peor mucho, I hecho en mi pecho ya de aquesta suerte Discurso judiciario, en mí esperaba Si en poco o mucho cierto me saldria; Mas sin comunicarlo a criatura, Como en lo mas de lo que siento hago. Sucedió pues que en este tiempo mesmo Trataron de casarle mul aprisa Con una hija de un honrado viejo, Procurador de causas que en un pleito De mucha cantidad me habia ayudado, I yo le estaba grato del suceso. I estándome en la plaza paseando Con un amigo mio confidente, I por allí pasando este piloto, Que lo era de un navio que allí estaba, El amigo me dijo que a la tarde Se habia de desposar, i hube disgusto. 1 dando del pesar alguna muestra, - COMPENDIO HISTORIAL 275 Me apuró le dijese por qué causa Mostraba de aquel caso sentimiento, Pues era amigo de Francisco Gómez (Que del procurador éste era el nombre) A que le respondí: por eso mesmo Siento mucho que a este hombre dé su hija; Con lo cual apretóme de manera Que le hube de decir la causa toda Con un conjuro empero encarecido De que me guardaria gran secreto. Mas hízolo tan bien que el mesmo dia Lo contó a una señora que a su suegro Le advirtió, pero a tiempo que lo era, De lo que yo habia dicho de su yerno; El cual dijo: sin duda que a saberlo Antes de efectuarse el desposorio, La hija no le diera; que esperiencia “Tenia de algunos juicios mios tales, Aunque yo tanto en esto me estrechaba Por los inconvenientes que en sí tiene De trocar ignorantes las palabras, Que ya de decir algo me abstenia. Díjole el suegro al yerno desde a poco I le pidió me lo comunicase, El cual así lo hizo, i preguntóme Si era cierto que yo lo hubiese dicho. Yo le dije que sí, i que me pesaba, Que lo que yo en secreto habia pasado Con un amigo a solas, estuviese Público 1 en noticia de la parte; Pero que tales cosas no tenian Tanta certinidad que darle pena Debiese aquel mi dicho judiciario; Que Dios solo era el todo omnipotente, A quien lo encomendase, procurando Con cuidado su gracia, que ella todo Lo azaroso del hombre desviaba. Dijome: así, señor, yo lo confieso, Mas no deja de darme algun cuidado, Por lo cual, si gustásedes, querria 276 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Saber qué podria hacer para apartarme De peligro que tanto me amenaza. Yo le dije: señor, con una cosa Sola que hagais, habreis mucho acabado, l es que en la mar por tres o cuatro. años Vuestros piés no pongais, si os es posible, Que si bien yo no os temo de ahogado, Segun el juicio que de vos he hecho, Son en la mar mayores los peligros. 1 dicho esto, pensó sin duda alguna, O fué malicia mia, que queria De la mar por mi fin yo divertirle; I el motivo que tuvo para esto Fué pensamiento suyo, pero errado. Al fin me pareció que ménos pena Del pronóstico tuvo por lo dicho, I diciendo que no le era posible Dejar la mar por ser su oficio en ella, Le aconsejé que hiciese decir misas Pidiendo a Dios salud i buen suceso En todos los viajes que intentase. I así lo proponiendo, nos partimos De esta conversacion; i divulgado Por aquel corto pueblo ya mi dicho Con mucho pesar mio i mucho empeño, Dentro de pocos meses aportando De vuelta de viaje a aquella costa, Estando en aquel puerto que se llama Valparaiso, tuvo una pendencia I en ella una estocada por un ojo Le dieron tan mortel, que cayó luego, I sin decir Jesus, en la resaca Del mar, al batidero de las olas. Dios le haya perdonado, que yo creo Que si hubiera tomado mi consejo, - Hasta hoi pudiera ser que vivo fuera. Gonzalo López pienso se llamaba, Hombre de bien, mui hábil de su arte. | | - COMPENDIO HISTORIAL GUSTOQUIO Raro caso por cierto; yo os prometo Que si algo me decís, que he de guardarme. PROVECTO Pues falta de contaros hasta ahora Todo lo mas gustoso del suceso, Que como fue tan público el anuncio, Ise cumplió el pronóstico tan breve, Se levantó en el Reino tal ruido I de mi judiciaria tal figura, Que ya unos me llamaban adivino, Otros decian que con el diablo hablaba. I cosas hubo tantas a este modo, Que cierto recelé que me llamasen Del grave tribunal del Santo Oficio. l aun era lo peor que en aquel reino No hai mas de comisarios, i era fuerza El ir a Lima a dar estrecha cuenta Del límite con que estas cosas trato; I mientras que la daba, cada uno Juzgara de mi honor lo que quisiera, Viéndome allá llamar una por una. I así quedé por esto escarmentado Para mas no decir, en todo o parte, Nada que ser pudiese tan notorio, Aunque otras cosas muchas se cumplieron De las que recelar significaba; Que si yo no pusiera en deshacerlas El cuidado que muchos en contarlas, Pienso que hubiera habido pelotero, Porque jente ignorante trueca tanto El modo de tratar aquestas cosas, Que pudieran hacerme sospechoso Si, a Dios gracia,,no fuera conocido. Ved segun esto ya si vais cobrando Otro color de aquel que ayer tuvisteis. 237 278 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS GUSTOQUIO Es de manera que os prometo i juro Que cuando me mirais, ya me recelo. Decidme veis alguna señal mala? I Sabino aun se rie de lo mismo. PROVECTO Quiero pues concluir con el discurso Un poco que me falta, porque quede Sabino con licion del todo entera. GUSTOQUIO Recibi é yo en ello merced mucha. Doscanso segundo PROVECTO Concluyo con decir que nadie puede Saber con certidumbre cosa alguna De lo que por venir está, pues vemos Que tampoco el demonio no lo sabe Con ser en todas ciencias tan perito I un conjeturador tan vivo 1 presto; Que esto es de solo Dios i su potencia, - Aunque hubo ya ignorantes que dijeron Que como el alma entiende lo presente, 1 para se acordar de lo pasado Tiene reminiscencia tan cumplida, Le era dada virtud por un barrunto Altivo i casi cierto i verdadero, Con que lo porvenir anunciar pueda. I aunque éste es un dislate conocido Por la fisiognomía ¡ metoposcopia, Vemos que muchas veces se conoce Condiciones de hombres mui notorias - COMPENDIO HISTORIAL 279 I lo que se asimilan i contrahacen Los otros animales que las tienen, Siendo sabido cuáles son feroces, Cuáles son atrevidos o cobardes. Con esta tuvo cuenta el Sabio cuando Dijo: reluce la sabiduría Del hombre en el semblante de su rostro; I en otra parte: el corazon alegre Regocija del hombre el rostro luego; I en otra: resplandece del prudente En el rostro la gran sabiduría, I de aquí es, segun San Antonino, Que habiendo visto el gran San Isidoro A Mahoma, en España, en su figura I mal aspecto, dijo que seria De la Iglesia una peste perniciosa. Que aunque esta ciencia no tener se dehe En tanto como algunos la acreditan, No es todo empero vana. Así lo sienten Aristóteles que hizo un libro della, I Hipócrates que mucho la celebra, A quien siguió el doctísimo Galeno. I mui en su favor hace el Derecho, En el cual nada vemos se estatuye Que no lleve mui grave fundamento, I manda que si dos hai indiciados En un delito mismo, a aquel primero Se dé tormento que peor semblante I más feo tuviere, presumiendo Contra el tal el delito en primer grado; Que dijo el Sabio que era el rostro bueno Del corazon vestijio mui patente, I así, aunque estas señales no infalibles Son en el hombre tanto como en brutos, Por la gran fuerza del libre albedrío I la de la razon i la crianza, No han de dejar con todo de estimarse Para buenos efetos, i tenerlas Por continjentes, procurando obviarlas Si pronostican mal, con oraciones, 280 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Como apelando ante el Juez Supremo, Cuya sentencia es la definitiva, Procurando alegar en tal instancia La enmienda de la vida i otras cosas Bien devotas i pías, 1 probarlas Para que en la revista se modere Lo que amenaza el cielo; que se muestra Juez a guo sanguíneo 1 riguroso Por el ad quem que es el Omnipotente. I aunque alzando figura al nacimiento A otro punto notable de la vida Los astrólogos vemos pronostican, Tiene aquel modo mil falencias claras Por lo que dicho queda, i causas otras Como lo mas juzgado por estrellas. Pero por los portentos muchas veces 1 por meteorolójicas figuras Con prudencial discurso i conjetura, Mucho se vaticina lo futuro, Porque estas significan de ordinario Cosas cercanas de importancia grande Que con certinidad nos amenazan, Como se ven ejemplos de Escritura Muchos, que por notorios los escuso. Pero por los semblantes i señales De la fisiognomía, es lo más todo De lo que hoi bien se juzga de peligros O prósperas fortunas de los hombres 1 de su condicion principalmente, Lo cual parece quiso demostrarnos Aquel lugar del Sabio, donde espresa Que se conoce el hombre en el semblante, Que verdaderamente mucho dice El semblante del hombre, malo o bueno. Porque ¿quién verá un rostro cejijunto I de torcidas rayas en la frente, El blanco de los ojos deslavados, De un mirar como a hurto mui ceñudo, Que, sin que sepa nada desta ciencia, No reciba disgusto de mirarle? COMPENDIO HISTORIAL 281 I ¿quién, por el contrario, un rostro mira De cejas bien compuestas, frente clara, I en ellas rayas pocas ¡ derechas, I unos ojos alegres ¡ risueños, Que no reciba gusto en solo verle, I ántes de conversar con tal figura Que con la otra que pinté primero? Pues el ABC es este más moderno Hoi de la más curiosa judiciaria, T que con mejor rastro pronostica Los más sucesos de la vida humana. Porque, aunque Salomon en otra parte Nos dice que del hombre no juzguemos Mui bien por la hermosura solamente, Ni le menospreciemos por la vista, Pues puede haber virtud en todas cosas, I el consejo es tan santo como sabio; No hai duda que en el hombre más nos muestran Las señales que en animales otros. I en este mismo lugar parece siente Que para ni lo uno ni lo otro Hai mérito ni culpa en el semblante, Pues el bueno por serlo no merece Premio, pues fué esta gracia gratis data; Ni así el que no la alcanza, vituperio, Pues es mui de entender que la quisiera. I como el refran dice muchas veces: Las virtudes se ve vencer señales, Prueba del gran poder del albeldrío, IT asi la estimacion no ha de hacerse Sino de las virtudes conocidas. Pero en otro lugar el mismo dice Que en el asiento solo de su rostro A prima vista se conoce el sabio, O el necio natural i el incipiente. Asi que los semblántes muestran mucho, I mucho trae el hombre bien escrito En la frente si hai quien leerlo sepa. Verdad es que esta altiva conjetura Es al modo que vemos que la tiene 282 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS El médico en juzgar por accidentes, El buen agricultor por las señales Del témpero, los aires 1 la tierra; El experto piloto por la luna I a la puesta del sol por horizontes; I el diestro jeneral al dar batalla Por las mismas facciones del contrario; I el prudente senado en su gobierno Por los humores de sus ciudadanos, Sin que cosa de aquestas sea infalible Aunque salgan mui ciertas de ordinario. I así no porque siempre no suceda Lo que fué el parecer pronosticante, Se ha de entender que es embustero el docto, Que por auto del cielo allá Exequías Vimos, después de ya notificado, El haber de morir de su dolencia Dentro de un breve i señalado tiempo; Que vuelto a la pared ¡ arrepentido I pidiendo perdon de sus pecados, Quince años alcanzó de vida nueva, Sin que la profecía de Isaías Que se lo denunció, quedase incierta, Bien que su certidumbre era infalible. I la comparacion no corre en todo, l es mucho de notar que el primer juéves De cuaresma, la iglesia representa Este caso en la epístola poniendo Del centurion el evanjelio raro, En que estremo de fe tener mostrando, Alcanzó la salud para su hijo, Cuya muerte sin duda entónces fuera A no haberle otorgado nueva vida El autor della todopoderoso. I así acontecer puede que la suya - De un desdichado digan las señales Ha de ser en agraz cortada presto, Segun juicio fundado en esta ciencia, Siendo esta la sentencia como dije Del primer juez a quo como severo; COMPENDIO HISTORIAL 283 T que apelando el reo ante el Supremo I haciendo mejor prueba en tal instancia, Alcance remisión en todo o parte Sin que haya dicho mal el judiciario, Que sabe Dios, cual dijo San Gregorio, Enmendar la sentencia de tu muerte Si tu supieras enmendar tu vida. I aunque el consejo eterno de Dios era Invariable i permanente siempre, Como dijo el Profeta Rei sagrado, Eslo en las cosas de eternal consejo, De que trata San Pablo cuando habla De aquellos que elijió, ¡ predestinados Tiene ab eterno en su divina mente. Pero otras $us sentencias que no fueron Definitivamente pronunciadas, Mudarse pueden cuando nos mudamos Del bien al mal, o deste al bien volvemos; I así debe entenderse aquel difícil Lugar en que del (Gréx2sés leemos, Que tuvo Dios pesar de haber criado Al hombre, yá su grave culpa vista; T aquel de Jeremías: Isi esta jente Hiciera penitencia del pécado, Yo la haré del castigo que tenia Propuesto acá en mi pecho de hacetles.. Mas si estando esperando la sentencia, Añidiendo pecados a pecados, Irritaste al Juez de cielo 1 tierra - Con nuevos inormísimos delitos, ¿Que mucho si tu muerte apresurare, Aunque hubiese juzgado el judiciario Que tan mala o tan presto no seria? Pues si consiente Dios, no es para siempre. Mas como este Juez, aunque tan recto, Es otro tanto misericordioso, Lo que se esperimenta comunmente, Es que esperando al hombre a penitencia Antes se le retardan sus azates, Que nunca vemos que sé le anticipen. TOMO XCIV 20 284 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Mas cuando en conjuncion de dos planetas Tiene su crisis, de ordinario en ellas ; Siempre suceden, o pasadas pasan, Como pudiera verse en un ejemplo Raro, admirable de un virrei indiano Que prometo contaros otro dia, Que ahora no hai lugar, porque lo escuso. Así que aunque en los hombres se conocen Muchas señales malas que amenazan Sucesos malos en mui corta vida, Como yo juzgo en muchos muchas veces, YI si los pronunciara errara mucho, Porque más en la vida se detienen, Que parece rehusa se ejecuten El piadoso señor de todo dueño, Lo cual he yo notado en juicios muchos Que si os los refiriera os admiraran. I asi debe llevar esta advertencia Para acertar mejor el judiciario, I cierto juzgo fuera provechoso, A no tener más grande inconveniente, Ponerse por escrito estas señales Para que cada cual las conociera, Por lo que dijo Séneca, si es cierto: Los futuros infortunios La industria puede apartarlos, I la prudencia evitarlos; En que se ve con claridad que siente Poderse algo alcanzar de lo futuro, Sino con especial conocimiento, Con jeneralidad que muestra mucho; I don Íñigo López de Mendoza, El cual, siendo marqués de Santillana, Fué su comentador, así lo esplica, Aunque atribuye más a la prudencia Que puede, i¡ ménos mucho a ciencias tales, Que aunque, es cierta verdad puede el prudente Por accidentes bien conjeturando I por causas forzosas de las cosas Vaticinar de lo futuro mucho, COMPENDIO HISTORIAL Porque adivina a la prudencia llaman, No siempre su barrunto sale cierto; 1 más si la malicia se adelanta, Como mui de ordinario hacerlo suele, Con lo cual baste ya de judiciaria. GUSTOQUIO Baste por cierto i mui perfectamente Para que me halle yo mui enterado Del modo que tenerse debe en ella, Para no andar con miedo impertinente Como lo tienen muchos que más saben. Pero querría saber ¿qué mal se sigue De poner por escrito esas señales? PROVECTO Sería mui grande i de perjuicio mucho Porque son practicadas aun a escuras I especulacion piden mui atenta, TI más que un mui mediano entendimiento Para comprehender sus diferencias, Que, como fabularon los poetas Que Tirecias cegó por haber visto A Minerva bañándose desnuda; El que sin la prudencia que requieren, Trata de ciencias tales, ciega luego. I así si en escritura se pusiesen, Llenarían el mundo de embusteros, Que finjiendo saberlas, errarían Mil juicios, dando miedo impertinente A muchos con gue hacerlos relijiosos Sin aptitud, i luego arrepentidos, Con otros infinitos mui mayores, Que ni aun aquí decirlos se permite. GUSTOQUIO Digo que decis bien, i es cierta cosa Que tuviera otros mil inconvenientes. 286 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS FRAGMENTO IV De como un doto judiciario, criado de un virrei de Indias, le predijo su muerte Doscanso primero Aquí dijo un criado, que se llamaba Sabino, que habia asistido con atencion a todo este coloquio, i era curioso destas cosás: SABINO Yo, si me dais licencia, tomo a cargó De acordaros, señor, en otra siesta El esquisitóo caso prometido De aquel virrei indiano que dijiste Haber de referir, en que se prueba Que en la ocurrencia de las conjunciones, Do diversos planetas hacen curso Muchas veces la suerte de los hombres (1) Que son los qué habeis dicho tan notables, Que ese que exajeraste más lo era Debe de ser de admiracion más digno. PROVECTO Prométoos que lo es, i he de contarle Cuando en tiempo oportuno lo acordades, Que ahora hai estacion que es múi forzosa IT toca alarma la hora a vuestro amo. Aquí se dió fin a este capítulo séptimo, i adelante en el capítulo ter- cero del libro segundo, despues de haber hecho el primer descanso, estando otra siesta los mismos capitanes juntos, en presencia de sus criados, despues de otras muchas razones, vino a decir: GUSTOQUIO ¡Oh! qué gran ealor hace todavía, No se puede en una hora salir fuera! (1) Falta uno o más versos.—M, "COMPENDIO HISTORIAL I así en ésta podreis con desenfado Sacar a luz de las curiosidades Que traeis de las Indias, algo bueno Con que os entretengals i lo gocemos. PROVECTO Echad la muestra vos a vuestro gusto, T a vista de los triunfos, trataremos Segun caido hubieren a las manos. GUSTOQUIO Diga Velasco a ver qué gusto tiene. VELASCO Si va a decir verdad, señor, ahora Con mui poco me tiene mi fortuna, GUSTOQUIO Así se echa de ver, pero el tenerle Malo, de ruin humor proceder suele. Diga Sabino ¿a ver qué viento corre? SABINO Por sí vuestra merced saberlo suele; Mas si he de obedecer, pienso sería Hora mui bien lograda para todos, Si el señor capitan tuviese gusto De referir el caso prometido De aquel virrei indiano, que barrunto, Segun le encareció cuando trataba Sucesos de la ciencia judiciaria, Ha de ser cosa rara i esquisita. GUSTOQUIO - Habeis dicho mui bien si no le estorba El accidente mesmo de Velasco, 287 288 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS PROVECTO Es la palabra un mui forzoso empeño, I si me la pedis, he de cumplilla; I al buen Sabino 1 su memoria grata, Con que muestra estimar mis cosas algo, Se debe cualquiera buena dilijencia; Así que si gustardes de escucharme Os lo. referiré de buena gana. GUSTOQUIO Eso, señor, estáse mui sabido, I veis como ya ninguno pestañea, I todos esperamos para oirle Con mucho gusto | atencion mui grata. PROVECTO Pues la historia pasó de aquesta suerte, Segun me contó en Chile un mui honrado Hombre, a quien conocí por fidedigno, Que si mal no me acuerdo, Diego Sánchez Mirabal se llamaba, ¡ era hermano De un médico del mesmo sobrenombre Que mucho tuvo i escribió en su ciencia (1), Natural de Carmona a lo que él dijo. I contóme que al tiempo del suceso Hizo la Audiencia informacion de todo, I él fué del secretario el escribiente, Ñ Lo cual su pluma bien certificaba; I que se trajo a España lo allí escrito. En fin, yo cuento lo que me contaron, I daré la licencia por escrito, Si fuere menester, para que crea Cada uno del suceso a su albedrío. En los primeros años que las Indias Fueron por españoles conquistadas, Un título (2) pasó por virrel suyo, (1) Este médico, segun esa indicacion, seria Antonio Sánchez, fundador del laza= reto de leprosos, de Lima, en 1562, El nombre del virrei lo damos adelante.—M. (2) Un titulado.—4%. o - COMPENDIO HISTORIAL De grave autoridad i gran prudencia, El cual siendo mancebo, había tenido Por su maestro de curiosidades Un caballero que alcanzaba tantas Que fué por ellas estimado mucho De los señores i de sabios hombres, Con quien tuvo amistad estrecha ¡ llana. Por lo cual, i promesas apretadas, Se le llevó consigo allá a las Indias; Era hombre de caudal ¡ mui lustroso Paso, 1 en su recámara llevaba Muchas galas, sus libros i instrumentos, Con que en diversas ciencias practicaba Con el mismo virrei que sabía dellas, Si no con perfeccion, medianamente. Aportaron al fin con buen suceso, De que todos se hallaban mul gozosos, Que estaba el reino en grosedad (1) estrema. Pero como las cosas desta vida Tan continuas mudanzas siempre tienen, Presto este gozo se trocó en tristeza, I fué la causa que este caballero En llegando a la corte de aquel reino, El mismo dia que el virrel entraba En ella ¡ fué con pompa recebido, Le alzó una curiosísima figura Por su bien ya sabido nacimiento, I por los accidentes del estado En que estaban sus cosas a aquel punto, Porque alcanzaba mucho desta ciencia Astrolojía mera 1 judiciaria, Cosa que en aquel tiempo permitida Era, por mil curiosos practicada; I hecha esta dilijencia de secreto, El fruto que sacó fué quedar triste Con tanto estremo, que era mui notado De todos, pero más principalmente Del virrei mesmo, il gran sospecha tuvo (1) En abundancia, con prosperidad. —JM%. 289 290 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Que era la causa indubitable ¡ cierta El verse en Indias, i que no le hacía Merced equivalente a su esperanza; I deseoso de satisfacelle, Llamándole a una fiesta como acaso, Se entró con él en un retrete a solas, Donde con una harenga mui humana, Más que como virrel, como su amigo Le asiguró cuidaba de sus cosas, I que no haberle dado oficio luego Era por pretender dársele grande. A lo cual aquel noble caballero, Que bien lo mostró ser en este hecho, Se enterneció de suerte que no pudo Palabra responder en grande rato, Cosa que en el virrei nuevo cuidado Causó, | dándole tiempo, al fin le dijo; Excelente señor, que mostrais serlo En hacerme merced que no merezco, Lo cual ha acrecentado más mi pena, ¡Ojalá que ella toda se fundara En causa tan pequeña como ésa! Que aunque valor me falta, a vuestra sombra Esas i otras mayores tolerara; Mas es tan grande la que me atormenta Por tocaros a vos, que ya me faltan Fuerzas para poder disimularla, I aunque nunca pensé dar parte della A criatura viva, ya me Obliga Tanto tan gran merced que he de decirla; A que el virrei abrió mayor la puerta. Pasaron una plática amigable Cual entre dos iguales ser pudiera, Declaróle la causa por estenso, I cómo por su ciencia había hallado Sería su vida breve i desdichada, El fin mui repentino i lastimoso. Bien se deja entender si sentiría El virrei el oir tales razones - COMPENDIO HISTORIAL 2091 — A un hombre que por sabio reputaba; Pero con grande pecho platicaron Sobre la explicacion de la figura Que consigo traía el caballero, IT el virrei, como dije algo alcanzaba. I vino a resolverse en que sería El fin de su pronóstico concluso Para el tiempo señaladamente, En que, me acuerdo mal o que fué, dijo, De dos años 1 meses 1 seis dias, En cierta conjuncion de dos planetas. Díjole que era cierto i confesaba Que aquella ciencia tiene mil falencias Porque ninguna cosa que ella apunta Era para tener por infalible, Antes por mui dudosa i mul incierta; Mas que con todo eso, por tenerle Tan verdadero amor, él no podía Alegrarse en temor de tal suceso; Que su excelencia en parte lo olvidase I en parte no, 1 que hiciese encomendarlo A Dios, que es el señor de todo en todo, Como causa primera de las causas. Lo cual habiendo oido mui atento El discreto virrei, i bien notado El tiempo por los años, meses, dias, I aun hasta por horas ¡ minutos, Que porque en conjuncion de dos planetas Juzgaba había de ser aquel peligro, Pudo con cierto punto señalarle, Disimulando el caso que hacía De lo dicho, que es una ciencia grande El bien disimular lo que se siente, Segun el sentir nuevo de los sabios, Porque Tácito dice es cosa cierta: Tiberio estimaba en mucho La gran disimulacion Que aprobaba Ciceron. I porque vemos dijo el mismo Tulio: | 3 292 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Los que república rijen, No la pueden bien rejir Si no saben encubrir. Dijo con un semblante valeroso I alegre: ahora, señor, bien habreis visto Siempre he tenido en mucho vuestra ciencia, I sabeis aprendí en mis mocedades Los cursos de la esfera i otras cosas; Yo encomendaré a Dios este suceso, Mas si él se sirve que forzoso sea, No podremos los hombres divertirle. Ya podreis ver el grande inconveniente Que eso puede tener si se supiese, I siendo así, debeis hacer dos cosas, La primera guardarme este secreto Mui apretada e inolvidablemente, I la segunda, en toda vuestra vida No tratarme más dél ni una palabra; Ya yo quedo advertido lo que basta, I con esto olvidaldo enteramente, Que esto juzgo que a entrambos nos conviene I al servicio de Dios principalmente. A lo que él respondió: por invio!lables Tened, señor, las dos cosas primeras, La tercera, que en mí sería milagro, Yo le pediré a Dios me lo conceda, Porque deseo en estremo obedeceros. Con que se despidió el coloquio grave, I el virrei al momento a su escritorio Fué, i apuntó en escrito el tiempo dicho, Quedando con cuidado mas que poco, Aunque en pedir a Dios mejor ventura No sé si tuvo alguno, i esto fuera Lo que tuviera yo por necesario. Echóle de la corte proveído De un oficio grande brevemente, En que le dió por término dos años, En los cuales ganó mui gran riqueza Que era la grosedad entonces mucha. Al cabo del cual tiempo el cuidadoso Pr PET COMPENDIO HISTORIAL 203 Virrei, que aun sagaz disimulaba, En el alma traía aguda espina, Le envió sucesor, 1 de secreto Le mandó que al tomarle residencia, De la sentencia que tuviese en ella, Como hacerse solía, le otorgase La apelacion para la misma corte En que el virrei reside de ordinario; Lo cual obedecido, vino a tiempo Que para el del pronóstico faltaban Un mes i pocos dias bien contados. Así por el virrei como del mismo Besó sus manos luego, pero triste Recibióle el virrei; finjido alegre Dióle mui larga audiencia i preguntóle Mil cosas; mas del caso ni palabra. En que él tampoco desplegó su boca. . Mandó que le hospedasen en palacio, Oíale cada dia i le trataba Mil cosas de su ciencia i de las muchas En que él le conocía por perito, Por ver si le tocaba alguna tecla De lo pasado, pero obedeciendo Calló como tan cuerdo, 1 nada dijo, Aunque con su tristeza mucho hablaba. I el virrei ya olvidado se mostrando, Siempre le conversaba mui risueño, Que como Tulio a Léntulo decía: Encubrir el sentimiento Con gran disimulacion, Engaños prudentes son. Murmuraban del cuerdo caballero Muchos que atribulan su tristeza A descontento de su propio estado, Diciendo: todo el reino éste codicia Pues que aun no le contenta lo que tiene; I aunque de tales cosas él oía Muchas, con discrecion disimulaba Considerando como un sabio dijo: Que nuestra vida engañosa 294 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Trae siempre los sentidos En malicia entretenidos. Descanso Segundo Llegóse el tiempo, que el que a grandes males Se encamina, veloz caminar suele; I al pronóstico solo le faltaban Tres. dias naturales, i no enteros; I el virrei, que olvidarle no podía, I vía al judiciario andar tan triste, Pasaba en su interior gran pesadumbre. Pero tomando, bien si le durara, Resolucion cristiana, poner hizo La carroza i algunos caballeros Apercebir, demás de sus criados, Mandó, para que cierto entre ellos fuese El que tanto cuidado le causaba. Salió de la ciudad a un monasterio De Franciscos descalzos, a una legua, Dando a entender que para divertirse Del cansancio contínuo de negocios Esta recreacion tomaba acaso. Confesó i comulgó el siguiente dia Allí con gran quietud, ¡dando parte Al médico del alma deste caso, Dél fué con gran rigor reprehendido Porque daba creencia a tales cosas, Segun despues se supo haberlo él dicho A una persona mui su confidente. Era aquel día segundo ya postrero Del plazo que el pronóstico asignaba, I en medio de la siesta ¡ calor grande, Con gran melancolía se hallando Aquel tan sublimado personaje, (Que el corazon a veces adivina Del venidero mal alguna parte) Dejó el cuarto en que estaba aposentado, I salióse a la huerta a una arboleda Sombría, alegre, fresca ¡ deleitosa, COMPENDIO HISTORIAL Donde, andándose un rato paseando, Contó que no se hartaba del aliento I que una gran tristeza le aflijía Al guardian que vino a acompañarle; A quien pidió que a solas le dejase (Efeto propio de melancolía) I mandando llamar al caballero Astrólogo, que allí ya dije vino, Paseóse con él entretenido Tratando de otras cosas, i esperando Si acaso algo de aquello él le trataba; Pero viendo que no, ya mas no pudo Disimular, i dijo sonriendo: Acordaos, señor, que me dijísteis Tal ¡tal cosa en los primeros dias De mi gobierno, i aun mostrásteis de ella Pesadumbre mui grande, recelando De mi vida un suceso receloso, A que él respondió luego, sí me acuerdo; Pluguiera a Dios pudiera yo olvidarlo. I el virrei prosiguió: pues ya habreis visto Como ha pasado el tiempo que dijísteis I nada ha sucedido, porque bueno Fué preveniros que secreto fuese Lo que si publicárades acasu Dado os hubiera mucha pesadumbre, Ojalá, dijo él, eso así fuera, Que mui de buena ganá la trocára Por la cruel que el corazon me aflije. Pues ¿de qué la teneis? el virrel dijo. I él respondió: de ver que no ha pasado El tiempo i conjuncioh en qué ese riesgo Os amenaza tanto como siento. ¿Qué tanto faltatá? replicó luego El virrei, i el astrólogo le dijo; Suplico a Vuecelencia me perdone, I un poco aquí me aguarde, que ya vuelvo, I a su aposento fué, 1 en breve rato Volvió i trujo en la mano unos anteojos De lunas grandes, claros, cristalinos, -=— - ——_— 295 296 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS I al virrei suplicó se los pusiese I con ellos mirase hácia tal parte Del cielo, a que él atento le apuntaba. Hizolo así el virrei; i dijo luego: ¿No ve vuestra excelencia dos estrellas Grandes, que claramente se descubren, I auque distancia alguna las divide, Para llegar a un propio paralelo Les falta ya mui poco o casi nada? A que respondió luego: bien las veo. Pues esos son, señor, los dos planetas, Dijo, 1 la conjuncion en que he temido De vuestra vida lo pronosticado; I aquí tengo en escrito la figura Que años ha que os mostré; si quereis verla Echaréis bien de ver que en este dia Se cumple el tiempo dicho i no ha pasado. No quiero verla; pero ¿qué os parece, Dijo el virrei, que ya del tiempo falta? A que respondió él: diez horas solas, Lo cual oyendo, airado i con enojo Arrojó los anteojos i le dijo: Quitad de ahí, que son embustes esos Que de boca de un anjel los dudara. I sin más aguardar réplica alguna, A su cuarto se entró, i llamó criados, 1 mandó que pusiesen la carroza Para volverse a la ciudad apriesa. Sus anteojos alzó el buen caballero, I sentido i corrido retiróse, I sin hablar palabra su caballo Hizo ensillar, i a la ciudad se vino Con los demas del acompañamiento; Que dijo bien Dion, sabio profundo: No te aclares con el grande Que si no te trae a sí, Mucho se ofende de tí. Pero el virrei llegando, aquella tarde Estuvo dando audiencia mui alegre, Que es error comun de jente A sd COMPENDIO HISTORIAL 297 Pensar llegar su poder A hacer justo su querer (1). I así no paró en esto su desprecio Del aviso importante del amigo, Mas a las once dadas de la noche, Se salió a pasear con un criado; Pero ántes de las doce estaba en casa De vuelta el cuerpo, con el alma ménos, Puesto en un repostero 1 en la sala, Sin saberse la causa de su muerte, De que hubo algunos cuentos fabulosos. Lo cierto debió ser lo de su historia, Í el caso raro i mui considerable Para alguna opinion de judiciarios (2). GUSTOQUIO Tal es por cierto, i digno de memoria; Mas decidnos, Velasco ¿qué os parece? VELASCO Que si yo fuera él, en el convento Recojido, icon guardas i recato A guardar, las horas se pasáran I algunos días más; pero asiguro | Que si lo hiciera así, 1 aquel peligro | Pasara, i nada dél le sucediera, Quedara el judiciario bautizado Por embustero, hasta en el pecho mesmo Del que hubiera gozado del provecho; Porque ¿quién no pensara errado había? (1) Séneca. (2) Conjeturamos que el virrei a que se alude sea el conde de Nieva, D. Diego Lopez de Zúñiga i Velasco, que murió asesinado en Lima, en febrero de 1564. El haber muerto en las altas horas de la noche i fuera de su palacio, en la calle de los Trasportes; el no haberse sabido con certeza la causa del asesinato, de que hubo I algunos cuentos fabulosos, dice Melchor Jufré; i haber gobernado dos años i meses, | son circunstancias que coinciden perfectamente con las apuntadas en el testo. Véase ] para mayores detalles a Mendiburu, Diccionario histórico- biográfico del Perú, t. 5 | páj. 82.—M, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS PROVECTO Por eso escusan muchos los avisos Que dar pudieran de otras cosas graves, Porque cuando suceden a la letra, Tiene, a los que los dan, por adivinos El necio vulgo; i dicen ignorantes Que hablan con el demonio mui sin duda. 1 si los aprovechan recatados Los que los oyen, 1 les tocan algo, I acuden al remedio a Dios rogando, Les divierte i aparta los azares, I porque los oyó, no les suceden, l el que lo puede todo así lo ordena. Entónces por mayores embaidores Tienen a los que anuncian cosas tales Viendo que de ellas nada se ha cumplido. I de una suerte ¡ otra es lo siguro Callar lo que de cosas semejantes Se alcanza, pues que no son ciertas tanto Que se puedan bién dar avisos de ellas. Dice San Agustin, doctor santo, Que muchas veces Dios por sus secretos Juicios, con interior instinto mueve Los ánimos de algunos judiciarios Para que, sin saber con cierta ciencia, Pronuncien con verdad aquellas cosas Que les conviene oir a los que tratan Con ellos, 1 reciben sus consejos, Ya por mérito sea o por castigo. I así digo de mí que si yo fuera El virrei, más de veras procutara Ajustarme con Dios i mi conciencia, TI que no paseara aquella noche, Aunque hiciera apacible luna clara, I lo tuviera por mayor prudencia, Sin escrúpulo hacer de haberlo hecho. GUSTOQUIO Pues verdaderamente, si ese hombre Tanto alcanzó a saber, fué peregrino; COMPENDIO HISTORIAL 299 I aun hacerse debiera desa ciencia Mayor estima si tan claras cosas Por ella se alcanzasen desa suerte; Pero yo creo en Dios, aunque confieso Que la sabiduría es estimable. PROVECTO Esla de suerte que a Salomon vemos En más de cien lugares la sublima, Con alabanzas infinitas casi. GUSTOQUIO En esos pienso yo debe entenderse La judiciaria nó, sino otra ciencia. PROVECTO Tambien lo siento yo desa manera, I que la que él allí sabiduría Llama principalmente, es la que sabe Temer i amar a Dios perfectamente; | l yo soi poco sabio segun esto, I vos no lo sois mucho, i más ahora Que solo en el bolsico (1) estais pensando, Pero aunque esto es así, no hai quien ignore Que toda buena ciencia es mui loable, I la debe estimar todo viviente, Pues dijo i con razon Pio Segundo: Que el bajo hombre la estima como plata, Los nobles como el oro del Arabia, I los supremos príncipes 1 reyes Como un tesoro de preciosas piedras. I si supiese el hombre lo que vale, Claramente entendiera, que es más mucho. Que la mayor riqueza de la tierra, Pues puede más que las mayores fuerzas; p> l a su puerta Pitágoras tenía (1) De unos escudos que le habian pagado. —Vota del autor, TOMO XCIV 21 300 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Escrito en una piedra, de su mano: Quien lo que ha de saber no sabe, es bruto, Aunque vemos conversa entre los hombres. I el que no sabe más, entre los brutos Hombre puede llamarse enteramente; I el que lo necesario sabe todo, Este será hombre entero entre los dioses. GUSTOQUIO Buen epitafio 1 digno de su dueño. PROVECTO Preguntado Apolonio que ¿quién era En el mundo el más rico de los hombres? Respondió que el más sabio, i verdad dijo. El sabio llama bienaventurado Más al que sabio es que al que ha hallado Las mayores riquezas de la tierra. GUSTOQUIO Ciceron dijo en eso gran sentencia Para ser un jentil desalumbrado, I fué que a la fortuna prosperada Da la sabiduría entera honra; I que la adversa mucho sobrelleva, Que son las ciencias verdaderamente . De los ricos un lustre mul lucido, - I de pobres socorro mui copioso; Para los viejos son contentamiento, T finalmente a todos provechosas. PROVECTO ¿Acerca del saber me admira mucho Una rara sentencia de Plutarco, Porque encarecimiento me parece Que dice que es mas culpa en el que sahe No querer enseñar, o con tibieza, Que en el que es ignorante hacer desprecio -— COMPENDIO HISTORIAL De él aprender las cosas que no entiende; Por que es naturaleza de todo hombre Desear aprender, i virtud clara; I esto del enseñar en sí contiene Un no se qué de propia estimativa En que humildad parece el encojerse. GUSTOQUIO Yo digo dice bien, i es cosa clara Porque el sabio conoce el valor grande De la sabiduria, 1 ser avaro En la comunicar, es grave culpa Contra la propiedad del bien; i falta A la caridad mesma en escusarse De hacer comunicable el que en sí encierra, I ha de dar cuenta a Dios de su talento, El ignorante como no conoce La gran riqueza de aquel bien que pierde, No es mucho se descuide en procurarle, Que, aunque del natural impulsos tenga, Mayores los tendrá de otros afectos; I la naturaleza depravada Con mas facilidad sigue al sentido. PROVECTO Responderéos con Sócrates a eso, Que solo sé no sé, de sí decia; I si es mui de los sabios desta suerte Pensar de sí, cómo será maestro De buena gana el que no piensa sabe, I mas para enseñar al que no llega Humilde a procurar ser enseñado? Si no es que, como sienten otros muchos, Sócrates en aquello decir quiso Que no sabia sentir enteramente La vanidad de nuestra breve vida, La grandeza del mundo i de sus partes De los secretos de naturaleza, Del corto vaso del entendimiento, Respecto de lo cual el que mas sabe 301 302 Aunque pasé algo adelante del fin de la materia de la Judiciaria, quise acabar el capítulo en que esto último della está inserto, por pa- recerme seria poco mas penoso leer una hoja mas para que por ella se descubra algo del intento del libro de la Histuria de Chile, que es mezclar. algo provechoso con lo entretenido, etc. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS - ——__—_— Y Puede decir mui bien que ignora mucho? . Pero dejadas cosas como éstas, Muchos hai que conocen una cosa, Saben tambien que pueden enseñarla, Como vos escribir cartas discretas, Que pues no rehusais enseñar esto Lo mesmo hacer podrian sin melindre. GUSTOQUIO Bueno en verdad; parece que ya un poco Os habeis calentado con el curso De mi actividad grande en esta escuela; Pues héos de decir que es malaventurado El que sabe de muchas cosas mucho, I de el amar a Dios mui poco sabe; Que tambien yo mi salmo encajar quiero Alguna vez, pues vos predicais tantas. PROVECTO Decis tan bien que en un verano entero No teníades de hablar otra palabra Sino pensar en este dicho bueno, I así quédese aquí nuestro coloquio, Pues que supísteis darle fin tan alto Cual ojalá le tengan nuestras vidas. GUSTOQUIO Parece que el sermon ahí acabásteis Diciendo aquí: por gracia; i despues: gloria. (Continuará) ZEISS EN ON CONS A AE OOO 10% y Y Y O NO o á DA: ; MECÁNICA RACIONAL —=bhH-—— PRIMERA PARTE DEL PUNTO MATERILAJI. CAPÍTULO V PRINCIPIO DE LA CONSERVACION DE LA ENERJÍA, TRABAJO DE UNA FUERZA.—FUERZA VIVA.—POTENCIAL Hasta ahora hemos estudiado cual es el efecto de las impul- siones sobre los puntos materiales sin ocuparnos de la manera como estas impulsiones se enjendran. S » La accion de una fuerza sobre un punto material puede com- pararse a la de un resorte, primitivamente comprimido i que, al estenderse, empuja el punto delante de él. Se dice en jeneral, que un cuerpo o un 7xedzo, capaz de enjendrar la RE está dotado de enerjía. | Así. un resorte comprimido es un cuerpo dotado de enerjía, porque al estenderse puede enjendrar la impulsion; el medio ¡intetplanetario, los medios electrizados o magnetizados, son do- 304 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tados de enerjía porque los cuerpos materiales, situados en estos medios, reciben impulsiones. Los medios dotados de enerjía se llaman medios activos. La cantidad de enerjía que posee un cuerpo o un medio está evidentemente en relacion con la cantidad de impulsion que puede enjendrar; asi un resorte comprimido no se puede esten- der indefinidamente, por consiguiente la cantidad de impulsion que puede enjendrar i la cantidad de enerjía que posee son li- mitadas. ENERJÍA POTENCIAL I ENERJÍA CINÉTICA Los resortes, primitivamente comprimidos, conservan mucho tiempo la misma enerjía, cuando sus dos estremidades conser- van una distancia invariable. Podemos, por consiguiente, con- cebir resortes teóricos cuya enerjía permanece rigorosamente invariable cuando estan en la imposibilidad de estenderse. Es- tos resortes no pueden, por consiguiente, enjendrar la impul- - sion sino cuando se les da la facultad de estenderse. Si al estenderse, el resorte empuja delante de él un cuerpo inerte, primitivamente en reposo, éste recibirá cierta cantidad de impulsion i tomará cierto movimiento; al mismo tiempo la enerjía del resorte se gastará. Si ahora el cuerpo inerte en movimiento choca con otro en reposo, este último recibirá una impulsion ií, a su vez, tomará cierto movimiento; segun esto, el cuerpo inerte en movimiento posee tambien cierta cantidad de enerjía, puesto que ha enjen- drado la impulsion. ! Sin embargo, las enerjías que poseen el resorte i el cuerpo inerte en movimiento son de naturaleza mui distinta. El cuerpo inerte en movimiento gasta una porcion de su enerjía i enjen- dra la impulsion en el momento mismo de su contacto con otro cuerpo inerte en reposo; miéntras tanto un resorte que no se puede estender, no enjendra la impulsion apesar de su con- «tacto con un cuerpo inerte; la enjendra solo cuando se le da la facultad de estenderse i hasta este momento su enerjía está guardada sin poder gastarse. | Se dice que la enerjía del resorte es enerjía potencial i que la enerjía del cuerpo inerte en movimiento es exnerjía cinética. MECÁNICA RACIONAL 305 PRINCIPIO DE LA CONSERVACION DE LA ENERJÍA Los ejemplos considerados mas arriba, hacen comprender que la enerjía es susceptible de medida. Cuando al estenderse, un resorte empuja delante de él un cuerpo inerte en reposo, la enerjía potencial del resorte se gasta i el cuerpo inerte adquiere cierta cantidad de enerjía cinética. Inversamente se puede con- cebir que un cuerpo inerte en movimiento venga a empujar la estremidad libre de un resorte, el cuerpo gastará su enerjía, ci- nética 1 el resorte adquirirá cierta cantidad correspondiente de enerjía potencial. Se admite que la produccion de cierta cantidad de enerjta ciné- tica o potencial es siempre acompañada de la desaparicion simul- tánea de una cantidad equivalente de enerjía potencial o cinética, En otros términos, se admite que la enerzta no se puede nz crear ni destrutr. Tal es el principio de la conservacion de la enerjía análogo al principio de la conservacion de la materia. Este principio, como los demas principios fundamentales de la mecánica, no se puede demostrar, pero sus consecuencias estan siempre conformes con la observacion. FUERZA DE UN RESORTE.—CONDICIONES DE EQUILIBRIO DE UN PUNTO MATERIAL Llamaremos resorte elemental un resorte teórico, recto e infi- nitamente delgado; admitiremos que una de sus estremidades es fijada invariablemente en un punto del sistema de compara- cion i que la direccion del eje del resorte es tambien fija res- pecto del mismo sistema; supondremos ademas que la estremi- dad móvil es plana i perpendicular al eje del resorte; es evi- dente entónces que la accion del resorte elemental sobre un punto material tiene la direccion misma del eje del resorte. Sea un punto material sometido a la accion de » resortes ele- mentales Ro: En si el punto queda en. reposo se dice que las acciones de los n resortes se hacen equilibrzo o bien que 306 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS el punto material está en equilibrio bajo la accion de los m re- SOrtes. | Como las dos estremidades de cada resorte permanecen en- tónces fijas, su enerjía queda siempre la misma í el punto ma- terial queda indefinidamente en equilibrio. Supongamos ahora que se suprime uno de los resortes, R, por ejemplo, el punto material tomará cierto movimiento, como si hubiera recibido una impulsion i la impulsion elemental ini- cial corresponderá. a cierta fuerza /f, perfectamente determi- nada en magnitud, direccion i sentido. De aquí se deduce que» a cada momento, el punto material, en equilibrio, tiende a dar a la estremidad del resorte X*,, una impulsion /F, df; recíproca- - mente, segun el principio de Newton, el resorte X*, tiende cons- tantemente a dar al punto material una impulsion igual a F, di ¡ de sentido contrario. Diremos que FF, es da fuerza del resorte RK,; esta fuerza tiene evidentemente la misma direccion que el resorte X,. El razonamiento hecho con el resorte X*, puede repetirse de la misma manera con los demas; sean entónces F,, F,... F y las fuerzas de los resortes R?,, R,... KR, ; podemos decir que el punto material es sometido a cada instante a la accion simul- tánea de » fuerzas F, F,... F.. Cada una de ellas, obrando sola, durante el tiempo d£, daria al punto una impulsion ele- mental igual al producto de la fuerza por dí i el efecto resul. tante de los 2 impulsiones seria equivalente al efecto de una impulsion única, igual a la resultante jeométrica de las prime- ras. Como el punto material es, por hipótesis, en equilibrio, la impulsion resultante debe ser nula, luego tambien la resultante jeométrica de las 2 impulsiones o de las fuerzas F,, Pz... Fa debe ser nula. Así, cuando un punto material está en equilibrio bajo la ac- cion de x fuerzas, la resultante jeométrica de estas fuerzas es nula. Reciprocamente si un punto material es sometido a la accion de x2 fuerzas cuya resultante jeométrica es nula, este punto está en equilibrio En efecto, a cada momento, el punto material recibe » im- pulsiones elementales simultáneas, cuya resultante es nula; li MECÁNICA RACIONAL 307 luego, si el punto está en reposo, en el momento considerado, este punto quedará en reposo. Medida de la enerjía Sea VW la enerjía de un resorte elemental i 7 la distancia de sus dos estremidades; MW es una funcion de », en efecto W queda constante cuando x queda constante i varía solo cuando A. : 2 : A W n varia. Si mn varia de da, W varia de A W i la razon pa debe tender hácia un límite finito i determinado cuando da tiende hacía cero. Sea este límite, llamaremos 41WV la variacion elemental dn de la enerjía del resorte; esta variacion es proporcional a da, Consideremos ahora f resortes elementales, iguales en magni- tud, direccion i sentido i de misma fuerza /"; el conjunto de las P resortes equivale a un resorte único de fuerza p/. Una misma variacion da de la lonjitud de estos resortes equivale, en cada uno de ellos, a una variacion 4W de enerjía, la misma para to- dos; luego la variacion total de enerjía, para el conjunto de los p resortes o para el resorte de fuerza p /, es igual a pdW. Esto nos indica que, para una misma variacion de la lonjitud de un resor- te, la variacion de enerjía es proporcional a la fuerza del resorte. En resúmen, la variacion 4W de la enerjía de un resorte de fuerza /F, cuya lonjitud varia de da, es proporcional a da. Se elije como untdad de enerjía, la cantidad de que varia la enerjia de un resorte, de fuerza constante ¿igual a la unidad, cuya lonjitud varia de la unidad de lonjitua. Segun esto, la variacion elemental 4W de la enerjía de un resorte de fuerza /, cuya lon- jitud varia de dx, tiene por medida 4dx. Ademas, esta variacion es susceptible de un signo; en efecto si Fi da tienen el mismo sentido, la enerjía del resorte dismi- nuye; por consiguiente, se debe escribir MO WS — Fe De ahí se deduce tambien (2) Ba 308 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Trabajo de una fuerza Cuando un resorte imprime cierta velocidad a un punto ma- terial en reposo, se dice que el resorte trabaja. La enerjía del resorte es potencial 1 la del punto material, animado de cierta velocidad, es cinética; por consiguiente, cuando un resorte tra- baja, una parte de su enerjía potencial se trasforma en enerjía cinética. | Sea F la fuerza del resorte considerado; se llama trabajo del resorte o trabajo de la fuerza FF, durante cierto tiempo ¿, la can- tidad de enerjía potencial que ha sido trasformada en enerjía cinética, durante el tiempo /. Segun esta definicion, la suma de la enerjía potencial del re- sorte i del trabajo efectuado por él queda siempre constante. Ademas, segun el principio de la conservacion de la enerjía, el trabajo de la fuerza, durante cierto tiempo, es igual a la canti- dad de enerjía cinética que el punto material, sometido a esta fuerza, ha adquirido durante este tiempo. Sea W la enerjía potencial de un resorte a un momento cual- quiera, “6 el trabajo efectuado desde ciérto momento oríjen; se tiene por definicion W+ =Const. O bien (3) dW+d G =0 Llamaremos d G el trabajo elemental del resorte o de la fuerza correspondiente /'; su valor se deduce de las fórmulas (1) 1 (3) 1 se tiene dG =Fdn Fuerza viva.—Enerjta cinética de un punto material Sea (fig. 15) M la posicion de un punto material, en cierto mo- mento f, 71 su masa, v su velocidad i / la fuerza. Durante el tiempo df, se puede considerar la fuerza /” como constante en magnitud, direccion i sentido; luego, durante el mismo tiempo, 7 Ñ « 4 A '. "Y MECÁNICA RACIONAL 309 se puede considerar el punto material como si estuviera some: tido a la accion de un resorte elemental, de fuerza PF ¡ para- lelo a F. Para obtener la posicion M”, del punto material en el mo- mento ¿+df,se debe, como se ha indicado mas arriba, tomar sobre la tanjente M7 a la trayectoria una lonji- tud MP =vaf i, sobre una pa- ralela en 2, a la fuerza /, una lonjitud E 1M PM'=1£ dez. Sea IZA una perpendicu- lar, bajada desde M sobre PI” i A su punto de encuentro con la prolongacion de PJ”, a el ángulo de 47 con 7/1; se tiene en la figura AP =wuvdft Cos a El trabajo elemental d GU del resorte hipotético que obra en MM es igual al producto de la fuerza / por AM'o simplemente al producto de Y" por AP, pues PM” es de órden de de?, se tiene, por consiguiente, (4) do =Fudtcosa El producto df cos a es precisamente la impulsion elemen- tal de la fuerza tanjencial i su medida es md, luego DS | d O =muvdy Las mismas consideraciones se aplican a las posiciones con- secutivas del punto móvil; sea entónces vo su velocidad a cierto momento oríjen 1 Gel trabajo de la fuerza, contado desde el | mismo momento hasta el momento í se tiene 310 MEMORIAS CIENTÍFICAS Í LITERARIAS (6) O = MU? —=1 mU)? El producto 724? de la masa de un punto natural por el cua- drado de su velocidad se llama fuerza viva del punto; segun esto cuando una fuerza obra sobre un punto material, el trabajo de la fuerza, durante cierto tiempo, es igual al medio aumento de la fuerza viva del punto material durante el mésmo tiempo. Se deduce tambien del valor del trabajo que la enerjía ciné- tica de un punto material tiene por medida la mitad de su fuerza VIVA. Otra espreston del trabajo elemental La fórmula (4) puede escribirse de la manera siguiente aro FAScCOMATOS) Luego, el trabajo elemental de una fuerza es igual al producto de la fuerza por el cambio de lugar de su punto de aplicacion ? por el coseno del ángulo que forma la fuerza con el cambio de lugar; o bien, es igual al producto de la fuerza por la proyeccion del cambio de lugar sobre la direccion de la fuerza o todavía al producto del cambio de lugar por la proyeccion de la fuerza sobre la direccion de este cambio de lugar. TEOREMA.—Cuando algunas fuerzas obran simultáneamente sobre un mismo punto material, el trabajo de la resultante es ¿igual a la suma de los trabajos de los componentes. En efecto, la proyeccion de la resultante sobre la direccion del cambio de lugar es igual a la suma de las proyecciones de los componentes; sean FF, F,... F, los 1 fuerzas simultáneas i R su resultante; designemos por Pt? la proyeccion de una fuerza cualquiera // sobre la direccion del cambio de lugar, ten- dremos PREPA Sea ds es el zambio de lugar; el trabajo elemental de una fuerza / es | | d GEF=ds P. E MECÁNICA RACIONAL 311 Se tiene ahora ds PO FE ds PEF ip ds PE, Luego tambien EE AA Esta relacion espresa que, a cada momento, el trabajo ele- mental de la resultante es igual a la suma de los trabajos ele- mentales de los componentes. Se deduce inmediatamente que tambien, durante un intervalo de tiempo cualquiera, el trabajo de la resultante es igual a la suma de los trabajos de los com- ponentes, Es bien evidente que todos estos trabajos deben con- tarse desde un mismo momento oríjen, Aplicacion. Sea F/ una fuerza; XA, Y, Z sus tres proyecciones sobre tres ejes rectangulares; ds un cambio de lugar del punto de aplica- cion i dz, dy, dz las tres proyecciones de ds; d “GF el trabajo elemental de / correspondiente al cambio de lugar ds, se tiene (7) d O F=Xdr+ Ydy+ Zdz En efecto, como Fes la resultante de X, Y, Z, se tiene doF=d0X4+do0Y+4doZz Ahora, el trabajo de X es igual al producto de X por la pro- yeccion de ds sobre la direccion de Y, es decir igual a X dr; del mismo modo, los trabajos elementales de Y i Z son respecti- ¡vamente Vdy i Zdz, luego la fórmula (7) está demostrada. Otra demostracion del teorema de las fuerzas vivas Pp Cuando un punto material de masa 22, es sometido a la ac- | cion de una fuerza /' cuyas proyecciones sobre tres ejes rectan- 312 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS gulares son X, Y, 4, las coordenadas del móvil satisfacen a las ecuaciones ES Mz = d*y E dz ML x dy Multipliquemos respectivamente estas ecuaciones por —- de de, | q i sumamos, se tendrá di IED ESAS NL E] Pe dy de NA Pa de * da de : dE +2 O bien 1d(mu)_d o F 2 dE E Luego si v iv, son las velocidades del punto en dos instantes tito esi el trabajo de la fuerza se cuenta desde el momento lo I I —mv?——mu.?= GF 2 2 POTENCIAL Consideremos un medio activo i un punto material, móvil en este medio. La accion del medio sobre el punto material podrá: compararse a cada momento a la accion de un resorte elemen- tal hipotético de la misma direccion que la fuerza i dotado de cierta enerjía potencial. Cuando el punto material pasa de una posicion A a otra posicion B, la variacion de la enerjía po- tencial del medio es la suma de las variaciones elementales de los resortes hipotéticos, colocados en los diferentes patos de la trayectoria, desde A hasta 5. En jeneral, para calcular esta variacion total de enerjía ha- brá que conocer de antemano el movimiento del punto, de ma- AS | MECANICA RACIONAL 313 nera que la concepcion de los resortes dotados de encrjía no presenta ninguna ventaja efectiva para la determinacion del movimiento del punto. Sin embargo, hai un caso mui importante en que la varia- cion de la enerjía potencial del medio activo, correspondiente al movimiento de un punto material, desde 4 hasta £5, puede calcularse de antemano, sin necesidad de conocer el movi- miento del punto, entre A i BH, Es el caso en que, al rededor de cada punto 17 del medio 1 a distancia infinitamente pequeña de 1%, la enerjía potencial del medio puede ser representada por la enerjía de un mismo resorte elemental, cuya estremidad libre recorre los puntos de la rejion considerada. Cuando esto sucede se dice que el medio tiene un potencial. Sea (fig. 16), M un panÑo del medio activo; /" la fuerza que obra, en este pun- to, sobre un pun- to material de Fig.16 masa zm, conside- | a o remos, al rededor El ds z de Y, un cilindro ON ON A infinitamente del- | a O PL gado, paralelo a o LR PF, este cilindro representará, en la proximidad de 17, la envoltura del resorte elemen- tal definido mas arriba. Sea W, la ener- jia potencial del resorte que obra en M sobre el punto de masa », a cierto momento É; su estre- midad libre CD es perpendicular a FF; si el punto material pasa de M en M4”, CD viene en C” D'; sea MN =dnx la proyeccion de MM” sobre £; la enerjía potencial del resorte se habrá cam- biado en W,+dW i se tiene 314 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS daW= — Fdn Si el medio tiene un potencial, W,+dW es la enerjía del resorte hipotético que representa, en el mismo momento 7, la accion del medio sobre el punto material de masa 2m, situado en 17”. Conociendo la enerjía en 4? se podrá determinar la que corresponde a otro punto del medio, infinitamente próximo de M' i así, progresivamente, se conocerá la enerjía W del resorte hipotético que obra, en el mismo momento /, en un -punto cualquiera del medio activo, sobre el punto material con- siderado, Como ¿dW no depende de W., la diferencia W-— Wo no de- penderá tampoco de VW, i será una funcion de los coordenados del punto considerado i del tiempo f; sea f (x, y, £, £) esta fun- cion, tendremos W-— Wo=f (x, y, S, ¿) La funcion f (x, y, e, 1) se llama funcion potencial i W es el potencial del medio en el punto de coordenadas x, y, 2. La espre- sion jeneral del potencial en un punto es por consiguiente W=f(x, y, 2,1) + Wo Consideremos las superficies definidas por la ecuacion jeneral a E En un mismo momento £, el potencial quedará constante en los puntos de cada una de ellas. Estas superficies se llaman, por esta razon, superficies equi- potenciales i tambien superficies de nivel. : PROPIEDADES DE LAS SUPERFICIES DE NIVEL 1.2 En un punto cualquiera del medio activo, la fuerza es nor- mal a la superficie de nivel que pasa por este punto. MECÁNICA RACIONAL 315 Esto resulta inmediatamente de la figura (16). En efecto, si MM” está situado en un punto cualquiera de la seccion CD, se tiene d1=0 i por consiguiente aWw= Luego el elemento plano CD pertenece a la superficie de "nivel que pasa por /1/; como este elemento es perpendicular a F, la proposicion está demostrada. 2.0 Si se consideran dos superficies de nivel infinitamente próximas, la fuerza que obra en un punto cualquiera de una de ellas es inversamente proporcional a la distancia del punto const- derado a la superficie infinitamente próxima. Sean en efecto W 1 W+4W los potenciales en dos superficies de nivel infinitamente próximas; podemos suponer que, en la figura (16), estas superficies pasan por los elementos planos CDi C” D'; la fuerza que obra en // es, entónces Como la diferencia 4W queda constante entre las dos super- ficies consideradas, se ve que /' es inversamente proporcional a p) la distancia dan de M a la superficie infinitamente próxima. 3.0 Sí un punto material, wmóvil en un medio activo 2 sometido solo a la accion de este medio, pasa de la posicion Á a la postcicn Bisila funcion potencial no contiene esplicitamente el teempo, el medio aumento de la fuerza viva del punto no depende del camino que ha seguido éste para tr desde A hasta B, sino de la diferen- ela de los potenciales en A ti Bb. Sean, en efecto W, i W, las potenciales en A ib,la varia- cion total de la enerjía potencial del medio, cuando el punto material pasa de A en bB,es W,— W,; el trabajo correspon- diente “G de la fuerza es por consiguiente o =WwW,-—W, i este trabajo es igual a la cantidad de enerjía cinética, ganada por el punto; luego, si vw, iv, son las velocidades cn 4 i B TOMO XCIV 22 316 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Esta demostracion exije que el potencial en un punto cual- quiera no varie con el tiempo, pues, de lo contrario, durante el tiempo que demora el punto material para ir de A a Bb, la di- ferencia de los potenciales en 4 i B cambiaria. Como caso particular se puede suponer que 4 1 B se en- cuentran sobre la misma superficie de nivel, entónces W, = W, t I 2 I 2 AMV 2 MU O Z 2 Así la fuerza viva del punto i por consiguiente tambien su: velocidad vuelven a tomar el mismo valor cuando el punto- vuelve a la misma superficie de nivel. PROYECCIONES DE LA FUERZA SOBRE TRES EJES RECTANGULARES Sea X' la proyeccion de /" sobre OX; tracemos por el punto M (fig. 16) una paralela XA” a OX, sea P su interseccion con el elemento CC" D'i MP =dx; dresla distancia, contada desde MW paralelamente a OX, de las superficies de nivel Wi W+dW. Si O es el ángulo de F' con OX se tiene a O cos O Pero dn=dxcos O Luego d W (8) X=-— 2d Como se ha establecido mas arriba, W es una funcion conti- nua de x, y, z, £ i, en la fórmula (8), dW es el incremento de + W cuando x varia de dx sin que cambien y, £, £; luego ar Ñ la derivada parcial de la funcion W respecto a x. MECÁNICA RACIONAL 7 Las proyecciones Y, £ tienen la misma forma que X' 1 se tiene daW Y= — 7 dWwW e A dz En resúmen, las tres proyecciones X, Y, Z de la fuerza F son los derivados parciales respecto a x, y, ¿ de la funcion po- tencial W. Potencial de una fuerza Se dice, reciprocamente, que una fuerza F tiene un potencial, cuando las tres componentes Y, Y, 4 son las derivadas parcia- les de una misma funcion, respecto a 1, y, %. Todas las propiedades, obtenidas mas arriba, se averiguan cuando la funcion considerada depende solo de las tres coorde- nadas 1, y, 2 1 no del tiempo. Sea, por ejemplo, (9) PEE cierta funcion continua de x, y, ¿ i supongamos que yde dx (10) JA o La ecuacion (9) representa una familia de superficies que som las superficies de nivel i las ecuaciones (10) muestran que, en cada punto del espacio, la fuerza es normal a la superficie de nivel que pasa por su punto de aplicacion. Sea tambien GF el trabajo de la fuerza correspondiente a cierto cambio de lugar del punto de aplicacion; se tiene d GF=Xdx+ Ydy+ Zdz=dg 318 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Luego OF=ó9(x,y,2) + Const. Esta fórmula demuestra que el trabajo depende solo, como mas arriba, de los valores de la funcion g en los puntos estre- mos de la trayectoria i no de la forma misma de la trayectoria. En la electricidad, la funcion potencial es la funcion f(x, y, 2) definida mas arriba, es decir, la funcion que representa en cada punto la enerjía potencial del resorte hipotético que obra sobre un punto material determinado. En la mecánica se llama con preferencia funcion potencial, la funcion $ (x, y, 2) cuya diferencial es el trabajo de la fuerza. Las dos funciones f i p son, por lo demas, iguales i de signo contrario, puesto que 41IV= —-d 6. Para conformarnos al uso, llamaremos tambien funcion po- tencial la funcion q (x, y, 2), cuya diferencial es el trabajo de la fuerza. Potencial de la pesantez Consideremos un sistema de tres ejes rectangulares entre los cuales uno sea vertical i dirijido desde abajo hácia arriba; un punte material de masa 72 es sometido a una fuerza tal que AO DO A HAS Luego, en este caso, di = —mgdz $ (x, y, 2) = —mgz + Const. - Se ve que las superficies de nivel tienen por ecuacion jeneral 2 Const Son planos horizontales. Potencial del medio ¿interplanetario cuando se considera el movt- miento de un solo planeta al rededor del Sol Veremos mas adelante que la fuerza que obra sobre el pla- neta es dirijida hácia el Sol i varia en razon inversa del cua= MECÁNICA RACIONAL 319 drado de su distancia al Sol. Si se considera un sistema de tres ejes de coordenadas cuyo orijen está en el centro del Sol i si r es la distancia del planeta, al oríjen, se tiene ” EE um, IÓ — na 2 A A La funcion ¿ es en este caso determinada por la relacion 17 dr e Luego $ = e + Const. En este caso, las superficies de nivel tienen por ecuacion je- neral y=Const, Son esferas concéntricas al So!. CAPÍTULO VI DE LA GRAVITACION UNIVERSAL Newton ha deducido la lei de la gravitacion universal de las leyes de Kepler, sobre el movimiento de los planetas al rededor del Sol. El descubrimiento de Newton es seguramente el mas estraordinario de los que honran la intelijencia hu- mana, es como un secreto que su jenio supo arrancar a la na- turaleza. Por lo demas, esta lei es talvez la única, cuya compro- bacion sea rigurosamente establecida. Esplicaremos como se puede deducir la lei de la gravitacion universal de las leyes de Kepler. Aunque el método difiere del de Newton, la sucesion de las ideas es la misma. 320 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Las dos primeras leyes de Kepler dicen: 1.9, los planetas des-. criben elipses i el Sol está sítuado en uno de sus focos; 2.0, el área descrita por el radio rector, que une el planeta con el Sol, varia proporcionalmente al tiempo. Se deduce de la segunda lei que la fuerza Y que obra sobre un planeta es constantemente dirijida hácia el Sol; en seguida, se deduce de la primera lei que la curva de las fuerzas es una circunferencia. La intensidad de / es dada por la fórmula (3) del capítulo anterior: E y? F Para un mismo planeta, Ri C son constantes; luego la fuerza es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia del planeta al Sol. Calculemos los valores de Ci RE para un planeta determinado. Sea (Ag. 17) AB la elipse des- crita por el planeta, Y su foco, a 1 b sus ejes. Ea curya de las fues zas es una circunferencia cuyo centro está sobre una perpendi- cular FC al eje mayor de la elipse; para determinar el centro, basta considerar el punto 17, situado sobre la ordenada del foco i trazar en este punto la tanjente MT a la elipse; tomemos sobre esta tanjente, una lonjitud MT tal que el área del paralelógramo MTVF sea igual amC (Ces di curva de las fuerzas i, como la tanjente en este punto, a la curva de las fuerzas, es V7, el centro se encontrará en el punto C, si- tuado sobre la perpendicular, en V, a V7;; el radio X será igual a WC, luego si p es el parámetro de la elipse Kp=mC : YA la constante de las áreas: 2 a el punto /V/ es un punto de la MECÁNICA RACIONAL 321 Segun esto mC?2 mC?a pr b2 y2 Por otra parte, si 7' es tiempo de la revolucion del planeta, Se tiene 2 Tab C == T Luego AE A PF= WA E ==> T?2h2y2 AE Yy- La tercera lei de Kepler dice: los cuadrados de los tiempos «de revolucion de los planetas son proporcionales a los cubos de los ejes mayores de sus órbitas; luego, en todo el sistema pla- anetario, la fuerza es el producto de una mesma constante por la masa del planeta considerado i por el inverso: del cuadralo de «su distancia al Sol. 2... La misma lei rije los movimientos de los satélites al rededor | de un planeta; la constante solo cambia de valor. | Por una sucesion de inducciones naturales, Newton llegó a la «conclusion que, en el sistema planetario, dos puntos materiales | cualesquiera, de masas 72 i 11m ia una distancia y uno de otro | parecen ejercitar, uno sobre otro, una atraccion, dirijida segun la recta que los une í cuya intensidad es Fmm! y? la constante f es comun a todo el sistema planetario; es la cors- tante de la gravitación universal. DETERMINACION DE LA MASA DE LOS PLANETAS Sea M la masa del Sol; ai 7 el semi-eje mayor i el tiempo dle revolucion de un planeta se tiene aa Ao 322 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Supongamos ahora un planeta de masa u í sean a!, 7” los. elementos que caracterizan el movimiento de uno de sus saté-- lites; se tendrá tambien Luego Esta fórmula permite comparar las masas de los planetas: con satélites a la masa del Sol. Calculemos, por ejemplo, la masa de la tierra; sea p el radio- terrestres ai se referiran a la una ta IA MESa Cas movimiento al rededor del Sol, tendremos a'=60 p TÚ dias E p E : In ES Luego m7) I mas o ménos. —-— MAR 330,000 La masa del Sol es, por consiguiente, 330,000 veces mayor que la de la Tierra, VERIFICACION IMPORTANTE DE LA LEI DE NEWTON La Luna, en su movimiento al rededor de la Tierra, satisface. sensiblemente a las leyes de Kepler, luego si a” es el semi-eje mayor del órbita i 7” el tiempo de la revolucion, la Tierra ejer- cita, sobre un cuerpo cualquiera de masa 7, situado a la distan- cia r de su centro, una atraccion Si, en esta fórmula, se supone r igual al radio p de la Tierra: la fuerza /f debe ser la fuerza con que la Tierra atrae un cuerpo MECÁNICA RACIONAL 2 de masa 22, situado a su superficie, luego /” debe ser igual a mg 1 se debe averiguar la relacion E La AM CER 12 2 a p Para hacer el cálculo numérico se deben espresar las lonjitu- des en metros í los tiempos en segundos; se tiene entónces 2pro- ximadamente a4=Ó00 p 2 Tr p=40.000,000 metros 7'=27,3x24x60xÓ60 segundos Con estos valores númericos se obtiene A 12 2 Ap Es precisamente el valor de g. Al hacer por primera vez este cálculo, Newton habia adop tado, para el radio p dela Tierra, el valor conocido en esa época. El resultado de su cálculo le dió entónces 273 La diferencia entre este valor i el de 2 le pareció demasiado grande para admitir que la atraccion de la Tierra, sobre la Luna, tuviera el mismo oríjen que la pesantez i dejó a un lado la idea erandiosa de la atraccion universal. Dieziseis años mas tarde, Newton supo que Pzcard habia obtenido, con medidas exactas, un valor del radio terrestre mui distinto del conocido hasta en- tónces; volvió a emprender el cálculo i obtuvo, en fin, la verifi- cacion tan deseada. LOS CUERPOS CELESTES PUEDEN SER CONSIDERADOS COMO PUNTOS MATERIALES En el cálculo que hizo Newton para comparar la atraccion de la Tierra sobre la Luna i sobre un cuerpo situado a la super- 324 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ficie misma de la Tierra, se ha supuesto implícitamente que toda. la masa de la Tierra estaba concentrada en su centro. Del mismo modo, hemos considerado hasta ahora, los pla- netas como simples puntos materiales, aunque las dimensiones de estos cuerpos no eran infinitamente pequeñas respecto de su cambio de lugar en el espacio. Demostraremos que la forma es- férica de estos cuerpos i la naturaleza de las acciones que obran entre ellos justifica este modo de hacer. ATRACCIÓN DE UNA ESFERA FORMADA POR CAPAS ESFÉRICAS I HOMOJÉNEAS Consideremos en primer lugar una capa homojénea infinita- mente delgada i (fig. 18) un punto 4 de masa 72 situado en el Fig. 18 interior de esta capa, la atraccion resultante de todos los puntos de la capa sobre el punto 4 es igual a Cero. Sea, en efecto dr el espesor de la capa 1 D la masa de la unidad de volúmen de la materia conte- nida en esta capa, D es la densi- dad. Consideremos en 4 dos conos infinitamente delgados, opuestos en el vértice 4, i sea du el ¿ngulo sólido de este cono; (de es el área de la interseccion de uno de los conos por'una esfera de cen- tro A ide radio 2120.) Los dos conos cortarán, en la capa esfé- rica, dos elementos materiales en Mi M”. Sea a el ángulo de AM con el radio 07, este ángulo será tambien el que hace AM” con OM”. El volúmen del elemento material en M es AS COS Q Su atraccion sobre Á será dirijida de A hácia M, i su intensi- dad será D dr do COS QU E Deir ds E IN 4 ==. M cos ax A/M - MECÁNICA RACIONAL 2215 Del mismo modo, la atraccion de /M' sobre A es dirijida «desde A hácia M' isu intensidad es Da do 2 Dri z += RAS cos ax 4M' F'"=/n CO>s U Some quel luego las atracciones de 1% 1 44" sobre A se hacen equilibrio. Lo mismo sucederá para el con- Junto de todos los conos que tienen su vértice en A, luego la atraccion total de toda la capa esférica so- bre 4 es nula. Fig 19 Supongamos ahora (fig. 19) que el punto 4 esté en el esterior de la capa esférica. Sea OA=ai10M=r el radio de la capa; £ un punto de OA tal que SOL = 72 ia el ángulo 2/70. En el punto 2 consideremos un cono infinitamente delgado de án- gulo sólido de; este cono cortará, en la capa, una masa de materia igual a DS COS U La atraccion de este elemento sobre A será por consiguiente a fm D dr do x BM MÁ x COS a Es bien evidente que la atraccion resultante de la capa en- tera, sobre el punto 4, será dirijida segun 40 í su intensidad será por consiguiente IS MA =D ANCOS a = me D dr 2 326 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por otra parte se tiene Luego y? == 00 A 2 du La suma de los ángulos sólidos de es igual al área de la es- fera de radio uno, luego a 4 7, finalmente pS dr el R=fm Sea u la masa de la capa esférica, se tiene 1 NOR Luego Fm y A Así la capa esférica atrac el punto 4 como si toda su masa estuviera concentrada en el centro de la capa. Este resultado se estiende inmediatamente al caso de una esfera llena, compuesta de capas esféricas homojéneas; cada una atrae un punto esterior como si estuviera concentrada en el centro de la esfera, luego la atraccion total de la esfera sobre un punto esterior es la misma como si la masa total de la es- fera estuviera concentrada en su centro. | El caso estudiado es sensiblemente el caso de los planetas 1 del Sol; por este motivo se puede considerar todos estos cuer- pos como puntos materiales. ECUACIONES JENERALES DEL MOVIMIENTO DE UN PLANETA AL REDEDOR DEL SOL Sean (fig. 20) 712 la masa del planeta considerado i M la del Sol; 112; la masa de uno de los planetas que perturban el movi- MECÁNICA RACIONAL 327 «miento de 72. Consideremos un sistema de ejes rectangulares, fijos en el espa- cio, i sean, res- pecto a este sis- sema, A, Y Z las coordena- eras eel Sol a € las: del planeta 12 1 É;, a los del planeta 2m2;; 7, Sí, 0; las dis- tancias Mae, Min;,mm;. En proyec- cion sobre OX el movimiento de m satisfará a la ecuacion Fig.20 ; 2 É gen o = dd E == Mm E E + 2 fume; aa ES e O, O bien pe a E pm pS, El signo * se estiende a todos los planetas tal como m; que perturban el movimiento de 27. El Sol se mueve igualmente en el espacio i la proyeccion so- bre OX de su movimiento satisface a la ecuacion | (1) ae a XxX € ¡= 2 .. A E + 34M EE O bien 2 A A = fm E És q te Para determinar el movimiento del planeta 72, al rededor del Sol, consideremos un sistema de tres ejes rectangulares para- 328 [MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS lelos al primero i que tiene su oríjen en el centro del Sol. Sean, respecto de este sistema, x, y, 2 las coordenadas de 72 11; Y;25 las de 12; se tendrá evidentemente x=it—X Xi =2; —X Si se restan entónces las ecuaciones (1) i (2) se obtiene 7 = (M4 m) +42 M5 (e rl I, del mismo modo (3) d? y y [YA Y 4 ICO a NE ) d?3z HS 7D 5N -A(M4m) 243 fm > Qu E > o QQ O |» AS Se tiene ademas y2=1424y2 422 rit=xi*4+yi+21” O Despreciamos, en primer Ingar, la accion de los planetas per= turbadores, las ecuaciones (3) se reducirán a las siguientes aaa x an E ; q%- -f(M+4m) Ea Estas indican que, el planeta se mueve como si el Sol estu- - viera fijo i como si el planeta estuviera sometido a una atrac-= cion, dirijida hácia al sol, ide intensidad F(M+m)0m y? é F= 7 4 e 4 MECÁNICA RACIONAL 329 El movimiento así simplificado del planeta es, en resúmen, determinado por las ecuaciones diferenciales (4) que se trata d integrar ahora. INTEGRACION DE LAS ECUACIONES (4) Se deduce de las ecuaciones (4) las siguientes d?z AS ae NE d?*x ES PA E, es DEL EA di? iZ Luego de dy z di E dt E dr dz di Aa Cs dy dx di ASA Cs I en seguida C¡r+C.y+C,¿2=0 Luego el planeta se mueve en un plano que pasa por el Sol. Tomaremos este plano como plano de coordenadas i las ecuaciones (4) se reducirán a dos: hagamos, para abreviar (5) FMi+m)=p Tendremos dix x TRA (6) > | E di? Aza De estas se deducirá como mas arriba dy dx a a 330 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Pongamos ED COS y=rsen O Tendremos d8 2" = (0) 1 E Se ve que las áreas descritas por el radio vector que une el planeta al Sol varian proporcionalmente al tiempo; C se llama por esta razon constante de las dreas; la relacion (7), deducida «de (6), es una primera integral. Se puede obtener otra; en efecto se deduce de (6) 0 de A de dix dy dy 2u ee 2) Sea uv la velocidad del punto, el primer miembro es la deri- vada de 7? 1, en el segundo miembro, se tiene luego 1 AE NE y dr A a TN La integracion es inmediata 1 se tiene a (8) a. ZP es una constante i la integral obtenida es la espresion del teorema de las fuerzas vivas. En resúmen (7) 1 (8) son las ínte- «Srales primeras de (6). | La ecuacion (8) puede escribirse tambien ee dr 2u ( A iaa no e EA : (9) e E Hd) + A e. - MECÁNICA RACIONAL 23 ECUACION DE. LA. TRAYECTORIA Esta resulta de la eliminacion de / entre las ecuaciones (7) 1 (9) se obtiene así E e E 119) HO e 0) y Pl Esta ecuacion es la integral de la siguiente a E e AA IAB de? Ñ E I de esto se deduce (2 (11) a 1+e cos (9—a) Es la ecuacion de una cónica referida a su foco. Como (11) debe ser una consecuencia de (10); los dos constantes e 1 a de- ben satisfacer a (10), por consiguiente se debe tener, al reempla- zar r por su valor pa z E (1 -e)=A4 Sean a 10 los ejes de la cónica, se tiene 2 2 (E 2) E = e p a Sea tambien 7' el tiempo de la revolucion, el valor de Ces 0=2 ab Luego, segun (12) AOS (YO La espresion (4 M+m) varia con el planeta considerado, puesto que su valor es funcion de 22; sin embargo, como 72 es | Jeneralmente insensible delante de la masa Mí del Sol, se podrá TOMO XCIV ES 332 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS considerar /(M+m») como sensiblemente igual a /M, es decir como una constante para todos los planetas; a esta órden de aproximacion, la espresion a? T2 es constante para todos los planetas. Es la tercera lei de Kepler, la cual, como se ve, es solo aproximativa. ESPRESION DE LA VELOCIDAD El valor de 7 que figura en la fórmula (8) es tambien igual E 2 1 o a Se ve que la naturaleza de la cónica depende solo de v i de y ino del ángulo que hacen entre sí estas dos direcciones. a . lueso a s - MOVIMIENTO DEL PLANETA SOBRE SU TRAYECTORIA Las ecuaciones (6) son equivalentes a las dos siguientes p2 — Ma A d0 277 ab a Sea w el ángulo O—a; este ángulo es el que el radio vector del planeta hace con la direccion que va al perzhelzo; zu se llama ; S o 2 Th en astronomía, 4nomalía verdadera. Sea tambien JP = 11m S€ llama movimiento medio del planeta; tendremos entónces a 1—e? (13) E I+ecos 2 du A qe =2 0? /1—e? vaR MECÁNICA RACIONAL 333 Espresamos r en funcion de f, es decir eliminamos w; ten- dremos AAN an /ate? -(a—7?) Pongamos a—r=ae cos u O bien (14) r=a(1—e cos u) Tendremos n dt=(1—ecos 4) du Sea 7 una constante, se deduce de la ecuacion precedente (15) n(t=T)=4u—e senu - El ángulo u se llama axomalía escéntrica. Cuando u=0 el planeta está en perihelio, es una consecuen- cia de (14); en este mismo momento se tiene EST luego 7 es el momento en que el planeta pasa al perihelio. Igualemos ahora los valores (13) i (14) de r, tendremos e 2 EA q cos 4) I +e cos Luego C — (16) COS O a e I—£cos u Esta fórmula da zv cuando se conoce u; como u es definido en funcion del tiempo por la ecuacion (15) se ve que finalmente ri zv son conocidos en funcion de Z. La ecuacion (15) es trascendental í se llama ecuacion de Ke- pler. | Para calcular z4 se trasforma la fórmula (16); se deduce de ella a on UPA Cos 44) 1 —€ COS Y ell COMO c954) I—é COS Y 334 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Luego Y sen Lap > SE. == = === MV I=e cos Y Y as NE an ñ ZU 2 sen. ===) 2 Ie cos u t v80) I+f€ Yu Ne 5 Son las fórmulas usuales del movimiento de los planetas. FUNCION PERTURBATRIZ Consideremos las fórmulas completas (3) i sea una funcion P definida por la relacion (17) PES im. CA Ó; DE Se tiene De manera que las ecuaciones (3) pueden escribirse d?x A a A A y alba (18) de? > —-HMAm) DO DA ANA E a ED MECÁNICA RACIONAL 335 La funcion P se llama funcion perturbatriz. Cuando se des- precia esta funcion se obtienen las ecuaciones (4) que son las del movimiento eliptico. Se concibe que, cn jeneral, el movi- miento de un planeta será sensiblemente elíptico, pues las ma- sas 1; que figuran como coeficientes en la funcion 2, son mui pequeñas respecto a la masa 1 del Sol; por esto es que, en una primera aproximacion, las leyes de Kepler representan mul sensiblemente los movimientos de los planetas. Hemos visto mas arriba que las ecuaciones (4) permiten re- solver completamente el problema del movimiento del planeta. No pasa lo mismo con las ecuaciones (18), su integracion com- pleta es en efecto imposible, de suerte que, en la práctica, se trata solo de obtener soluciones aproximadas. El estudio de la funcion P i la resolucion aproximada de las ecuaciones (18) constituyen el problema fundamental de la mecánica celeste. Consideremos ahora la funcion 1= A Las ecuaciones (18) se trasforman en las siguientes Pr dv MEA A EA AN ea a PER Se ve que la funcion V es el potencial del medio activo hi- potético en el cual se mueve el planeta Esta funcion V satis- face a una ecuacion importante. Se tiene en efecto E = = (Mt) | 5 $ S l IM 4m) da E y Ems / = : 4 | jm | ) d2 V AM) kE a > SS au 330 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS I sumando deV Lo AAA dx? dy? De da? Es la ecuacion de Laplace. : A. OBRECHT (Continuará) Pi ASE EAS a aa de e O OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS 1 METEOROLÓJICAS —<>=— PUBLICADO EN LOS “ANALES DE LA UNIVERSIDAD” EN JULIO DE 1896 MAYO DE 18995.—TEMBLORES Núm. Dia Hora Clase del movimiento Fuerza 6 A.M. Oscilacion EW. suave, mui corto A 7 A: M. Id. mui corto, con ruido. zo 30% P.M. Remezon suave, corto. a 22 A. M, Oscilacion EW. 25 segundos. LLUVIAS, GARÚAS, ROCÍOS 1 HELADAS A STA a 11 A. M. Lluvia OO 22 125 noches Garúas nocturnas 0.21 a enla tarde Garúa 0.06 4 5 1 26 en la noche Heladas 0.12 o 40 O, 7 EL, 2,16, LO, 21028, 24,25, Rocío nocturno 0.35 Eluyía de Mayo. 0. ot 1.36 Pluna antenon 29.78 Sumas hasta el 31 de Mayo... . 3I*"IA SS 338 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS OBSERVATORIO ASTRONÓMICO DE SANTIAGO SECCION DE METEOROLOJÍA ———___ ¡q—— x-—_nm _———_—_———_————_—e —————— AAA o —— > _——— > > — HH | E > — A > AAA —— MAYO DE 1895 7 A. M. [35P. M. |10P.M, | PROMEDIOS [1725 A ML. 1 sumas del mes [Presión média. .. 1 [718.009 |713:43|/71939 1833 3001 S08N MA ma a oa TO — 21.60 mamas A IOG A PELA SO | => 15.86 Barómetro normal reducido a cero Temperatura mMmédia. —.| ¿28814564 -S9r6 9051 5272 1 máxima. AS oO | 20 ON Oro — mM minima 1980 o 7204 4908 — Termómetro normal centíg. Humedadrelativa média| 91.6 | 60.6 | 82.c 67.3 87.0 o " " máxima| roo.o | 389.0 | 100.0 — 100.0 E '" ¡amianto == 73.0 3 |Tension del vapor média| 5.241 . 7.31 6.62 6.70 6.21 A " "n máximaj 7.80] 3.40 7.90 — 8.20 " in minimal Ac50| 5730/53 4200 — 4.80 N > =— “== Ea MS NE -— — I I I E -— 1 — T — Direccion. . .| SE — 4 2 6 23 (veces S — 5 I 6 — observadas) |SW -— 16 I ES — S W — ¿— == ES pes 2 NW —= — iS E > : Calma| 12 I 22 26 13 m. m. m., m m. Velocidad por média 0.01 0,3 A AA 5.0 E máxima] 0,0 | 305.0| 210.0 — 70.0 mínima| 0.0 0.0 O 0.0 Despejada a 8 14 20 Nublada '" : 2 10 2 Cubierta MiS e 9 7 5 Neblina aa: 3 — 2 3 Rocío. : " la a — — E Helada (000 7 > Lluvia o llovizna . 2 2 o Granizo SS Ena ER EE em pestad A = — Promedio nublado . SAO LAO Poe Observado por varios i calculado por Á, Krahnass, OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS I METEOROLÓJICAS 339 LEA zzz TAS 3 S VALORES PROMEDIOS DIARIOS | Oscilaciones diarias Ba E CEA : ES | máx. | min, |Oscilacion| máx, | mín, [Oscilacion| máx, | mín. | média 718.341722.63|714.20| 7.49 [721.19| 715.61| 5.58 | 5.26 | 0.52 | 2.27 — 17 3 — 26 16 — 2 22 — 10%89 | 21%20 | 1%80 | 19%0| 13%70| 7%5| 5%50| 17%| 2% | 11068 máx. 1 mín. — (19110 18 -— 21 5 Ezn 8 25 pS Humedad rela-!! 76.2 | 100 33 67 94 60 34 54 8 29 tiva. =— var 8 = 1 8 = 20 Hyi3| == | Tension del va-|| 6.66 S.4 4.5 3.9 8.0 5-5 25 2.6 0.6 1.54 por. - 23 14 — I 14 — 23 2. E | 10 A.M.a 4 P. M. Dia entero DOLL roporcion alada A —|del mes sacada de la curva máx. | mín. | medio | máx. | mín. | medio -/kilómt, recorrd.| 106.4 7.5 | 43.92 111.2| 15.9| 61.12| 1895 6 dias el días. z 25 — 28 5 — — con mas de 507, 18) por hora 17.40| 1.25, — 4.66 0.66| — => tanto por 100 e E 70-9 —= — |100.0 — : A 2 A | 2 | — 11 dias | El mm, 2522) NO: 1.58 | 4. 0.0 | 2.151 66.8 O MES, dias 11 [|1.415| — Sir — = q ¿l tanto por 100 | — A a CARO Promedio del mes | Moria, garúa i rocío q 1.36 2 red Dias Milímetros 122 —5.02 324 + 4.32 ómetro inscripto Ia 3en29 horas; 3 Aa 427 T 16 a 17 “ 40% Ú +6.63 —Óm 24 + 4.01 +Ó6m 93 +7m 03 )bservado i calculado por A. Krahnass. 92.2 máx. | 718.67 3h 19mP.M.| 8h 33 P. M. [o, m 03 superior al 1% a9P. M.|5.30P. M. a4A.M, | promedio mensual =D Promedio 718.37 | | PROMEDIOS 1 HORAS DE LOS 4 MÍNIMOS I MÁXIMOS DIARIOS E Lor mín. | Lor máx. | 2omín | $ E lo Presiones 718.20 718.90 717 8 | Horas médias ) 4h20m. A. M.[I10h 53 A. M. 3 | Variacion | ohagA.M| 94.M.23P.M MAYORES OSCILACIONES HABIDAS EN 24 HORAS CONSECUTIVAS l6a17 25a26 26a27 28a209 30a 31 —5-19 OSCILACIONES GRANDES EN INTERVALOS RELATIVAMENTE CORTOS 25 + 5.50 28 a 29 en 28% horas +Ó6m 24 294 30 n 31 —5m 54 tense: 1.2 la variabilidad estremada de las horas de las presiones mínimas i máximas; el gran número de oscilaciones grandes en este mes. A. OBRECHT, Director del Observatorio Astronómico. 24 » p , A 4 E e, pe y + | . “de h mi re ó 4 FW a Ie E aa > ici e sia PANA JERE E E A (0 A A 1 A A Es +7] pa Lilo. A. Salino Plaza do! letalro Munteinal, Carllago. : : e 8 S Ed MAYO 1895 ¡ y l NO? 3 o a 0 o e E a A A A O PAD A Ni | E—| | aa a ES : —__—_—_—_——_———— | — : | AMLO ADAS PO RNNDNDO AUT ES =| === ce Za A A A PE Y === == ==. ÁHA 2 222 22. BZ AA A EEE ' a 2 7] MA=== == A AA E == 4 HE 1] == ==> MIL - Notese la completa simetría de las dos curvas, de temperatura i de presion. - a $ y 2 > - cion n española, lámina Boletin de Instruccion Pública. —Consejo de Instruccion P:íblica: Sesiones , 20 i 27 de Julio de 1896. Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas chilenas de las familias « Ponden al tomo VI dela obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (continuaci Últimos dias coloniales en el Alto- Perú, por GABRIEL RENÉ- MORENO, (cor cion). — Compendio historial del descubrimiento, conquista i guerra del Reím discurso tercero i último que trata “De lo que católicamente se debe sentir en | lojta que llaman Judiciarian, compuesto por el capitan don MELCHOR J GUIA, natural de la Villa de Madrid, (conclusion). —LEstudios araucanos tos araucanos referidos por el indio Calvun (Segundo Jara) en dialecto chileno, por RODOLFO LENZ, (continuacion). —Mecánica racional, por A. ! ( (continuacion) — Observaciones astronómicas, por Á. OBRECHT. Sumario del número de Agosto (204 pal iolá Boletin de Instruccion Pública.—Consejo «de Instruccion Pública: Sesiones de de Agosto de 1896. y] Memorias científicas i literarias. — Plantas nuevas rad: de las familia ponden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (con Viajes i estudios en la rejion hidrográfica del rio Puelo, por el doctor S tinuará). —Vuevos trabajos sobre la Historia de España publicados desde 1895, por KONRAD HAEBLER.—L£studios Araucanos VÍ. Cuentos arauca _dos por el indio Calvun (Segundo Jara) en dialecto pehuenche chileno, -—LENZ, (conclusion). — Compendio historial del descubrimiento, conquista £ , iaa! de Chile, discurso tercero 1 21ltimo que trata de lo que católicament se 6 en la Astrolojía que llaman Judiciarian, compuesto por el capitan do FRÉ DEL ÁGUILA, natural de la Villa de Madrid, (continuacion).— Me nal, por A. OBRECHT, (continuacion). — Observaciones astronómicas, por PRECIOS DE SUSCRICION Un año, doce números, $ 10 Un semestre, seis núme IT MPRENTA CE RVANTES 3 CALLE DE LA BANDERA, NÚM. 73. e a E Bani 73. > TS PMEEANTAS NUEVAS CHILENAS DE LAS FAMILIAS | | | 3 y ATA AAA did | d QUE CORRESPONDEN AL TOMO VI DE LA OBRA DE GAY. (Continuacion) 2%VI1I1. Bromus L. (Gay, VI 435) 1. BROMUS SCABER.—Ph. 19 B. perennis, culmo 55-65 cm. alto, leevi; foliis planis, 13% mm. tis culmorum sterilium longe ciliatis, fertilium glabris, scabris; —vaginis scabris; ligula brevi, ovata, lacera; panicula 15 cm. longa, - pauciflora erecta; ramis subbinis in quovis semiverticillo, bifloris, -rigidis; spiculis 20 mm, longis, 4 floris; glumis peracutis, infe- E lore 7 mm., superiore fere 9 mm. ls palea inferiore 9 mm, | Al onga, sericea, apice bifida, carina a medio inde dense pectinato- ciliata; arista 3-4 mm. longa. e ( A TOMO: XCIV 25 3 ÓN 1 342 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS In dumetis preedii meií S. Juan in prov. Valdivia sat rarus. La base del tallo está cubierta de las vainas secas de las hojas caidas; su grosor es de 2 milímetros, 1 muestra tres nudos pur- púreos. Las hojas radicales tienen la lonjitud de 25 centímetros, las tallinas son bastante largas i la última mide todavía 11 cen- tímetros. La ráquis i los ramos de la panoja son escabrosos i purpúreos; los últimos llevan en la mitad superior espiguillas. Las páleas son sedosas, i no se distinguen bien los nervios,— Difiere del Br. Haenkeanus Kunth (Gay, VI. 437) por las vainas lampiñas, las glumas mui puntiagudas, la quilla de la pálea in- ferior mui pectinada, del Br. stamineus Desv. (catharticus Mol.) (Gay, p. 440) por sus hojas angostas, vainas lampiñas, su pálea inferior mui pectinada, del Br. valdivianus Ph. (Linnea XXIX P. 102) por las vainas ásperas, las hojas tallinas lampiñas, etc., del Bv. collinus Ph. Linneza XXIX p. 101 por las vainas áspe- ras 1 la quilla fuertemente pectinada de las páleas. 2. BROMUS ANDINUS.—Ph. Br: culmis 1 m. altís leevibus; foliis vagínisque preeter infimas glaberrimis, foliis planis; lzgula elongata; panicula 25 cm. alta, pauciflora laxa; ramis binis in quovis semiverticillo, a medio inde spiculas paucas acutas gerentibus; pedicellis spicula parum brevioribus, scabriusculis, sensim incrassatis; spiculis usque ad 27 mm. longis 4- 5 fZoris; gluma utraque trinervia, superiore trien- te majore, 11 mm. longa; palea inferiore 13 mm. longa, 7 nervía, margine lato, scarioso, hyalino; arista 5 mm. longa. In Andibus de Chillan c. 1250 m. supra mare invenl. La planta no forma céspedes. La vaina de las hojas ínfimas es densamente pubescente, las superiores son lampiñas; la lá- mina de las hojas inferiores tiene el ancho de 5 milímetros, la lígula la lonjitud de 5 milímetros. Glumas i páleas son mui com- primidas con con quilla aguda. Los semiverticilos de la panoja son mui distantes.—Se diferencia del Henkeanus Kunth, que tiene igualmente la lígula oblonga, por sus espiguillas puntia- gudas, 4-5 floras, del Br. stamiíneus Desv. o catharticus Mol. por su ligula alargada su pálea septemnervia etc. PLANTAS NUEVAS CHILENAS 343 3. BROMUS ARAUCANUS.—Ph. Br. culmo erecto, 1 m. alto, 7alde sulcato; vaginis pzlosts; ligu- la cblonga; foliis planis glabris, leeviusculis; panicula angusta, contracía, ramis 3-4 in quovis semiverticillo setoso-spinulosis; spiculis 19 mm. longis; glumís insequalibus, (inferiore uniner- vía, superiore trinervía, 11 mm. longa); palea inferiore 12 mm. longa, omnino sericeo hirsuta, apice biloba, arista 6 mm. longa. In pratis montium Cordillera de Nahuelbuta Januario 1877 legi, fructum fere maturum ferentem. Las hojas tienen el ancho de 5 milímetros; la lígula mide 5 milímetros, la vaina es revestida de pelos erguidos, blancos, del largo de 2 milímetros.—Esta especie es mui distinta de to- das las otras chilenas por su paja surcada, sus vainas peludas, su panoja contraida i sus páleas sedosas. 4. BROMUS CULMINEUS.—Ph. Br. perennis, ceespitosus, in omnibus partibus (excepta palea) slaber; culmis erectis, 27-40 cm. altis; foliis planis 31%-4.% mm, latis; lígula 2 mm. longa, lacera; panicula 2,8-5,5 cm. longa, erecta, spiculis Ó $ constante, spiculis usque ad.19 mm. longis, valde compressis, 5-6 floris; glumis subx*qualibus acutzs, 2nferzo- re 5 nervia, supertore 7 nervza; palea inferiore 12 mm. longa, 9-11 nervia, in tota superficie sericea, apice biloba; arista brevissima. In cacumine montis cujusdam prope thermas Chillanensis legi. La especie que mas se parece a la nuestra, es el Br. macran- ¿hus Meyen, pero en el Br. culmineus las glumas son puntiagu- ¿das i 5 i 7 nervias, i no obtusas i 3-5 nervias, i la pálea es sedo- sa en toda su superficie, i no solamente "“lateribus ad medium : usque velutino-hirsutan. La pálea inferior es enteramente verde o mas i ménos violada. 5. BROMUS DOLICHOSTACHYS.—Ph. Br. perennis; culmo 55-70 cm. alto; foliis planis, 3 mm. latis, elabris, margine scabris, vaginis glabris, le=evibus; panicula usque 344 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ad 13 cm. longa, (patula vel contracta?); ramís in quovis verti- cillo singulis binisve, paucifloris, cum spiculis in rhachi sessili- bus mixtis; spículis absque aristis 25 mm. longis 5-6 floris; flos- culis distantibus; glumés perangustis subeequalibus, inferiore 9, superiore 1O mm. longis; palea inferiore fere 10 mm. longa, trinervia, margine hyalina, nervis in aristam 3-5 mm. longam terminatis. Duo specimina suppetunt, eheu! absque indicatione loci. Faltan a nuestros ejemplares las pajas estériles, pero la base de las fértiles está rodeada de las vainas de las hojas caidas. El grueso de los tallos es de 3 milímetros. Las hojas tallinas son bastante largas, í la suprema alcanza en uno de los ejemplares la base de la panoja. El aspecto de ésta es mui distinta en los dos ejemplares; en el uno las espiguillas son casi sésiles en la ma- yor parte de los ramos, i al número de unas cuatro; en el otro hai solo una que otra sésil, pero los pedicelos son rara vez mas largos que las espiguillas. Estas son mui lisas, La quilla de las eglumas es aserrada, la de las páleas lisa; los nervios son mui prominentes. 6. BROMUS LEYBOLDTI.—-Ph. Br. O aut Y?, culmo robusto, elato, usque ad apicem vaginato, foliis latissimis et longissimis, cum vaginis leevibus glabrisque; panicula ampla, fere 40 cm. longa, ramis in semiverticillis infe- rioribus quinis, majoribus 13 cm. longis; ultra medium nudis; spi- culis 2-4 floris absque aristis 14 mm. longis; glumis anguste lan- ceolatis, inferiore uninervia 11 mm., superiore trinervia 13 mm. longa, pubescentibus; palea inferiore 13 mm. longa, molliter. villoso-pubescente, 5 nervía, longe bifida, aristam 18 mm. lon- gam e bifurcatione emittente, flosculo ultimo seepe sterili. Habitat in insula Masafuera. Recibí del desgraciado don Federico Leyboldt, solo la parte - superior de la planta que tiene tres hojas; éstas tienen el ancho de 12 milímetros, i la suprema mide todavía 35 centimetros de largo. La vaina de ésta abraza la base de la panoja, que no. está todavía perfectamente desarrollada, i puede ser mui bien que mas tarde la panoja esté distante de la última vaina.—Se PLANTAS NUEVAS CHILENAS 345 aproxima mucho al 57. 7 rznzz, i es talvez solo una variedad mui luxuriante de esta especie variable. Obs. Las especies siguientes europeas han sido recojidas en Chile por don Claudio Gay i dejadas en el herbario, pero yo no las he visto todavía vivas. Bromus scopartus. L. ad S. Antonio 1830. — madritensts. L. ad Bilbao (ahora Constitucion) en 1838. — divaricatus. Rhode, lo mismo. — mollís. L. ad Corral. VII. HORDEACE 4. XXIX. Horáoum L. (Gay, VI. 456). 1. HORDEUM APERTUM.—Ph. H. perenne, ceespitosuim; culmis tenuibus, 45 cm. altis, basi vaginis foliorum emortuorum tectis; foliis herbaceis; 3 mm. latís, ad marginem puberulís, culmorum sterilium 14 cm. lon- gis; vaginis leevissimis glabris; ligula brevissima truncata; spica 7 cm. longa; flosculis spicularum centraliuin patulís, glumis eorum subulatis, apice setaceis trinerviis, -palea inferiore cum arista 18 mm. longa, lanceolata sensim in aristam paleam sub- equantem abeunte; spiculis lateralibus sesszilibus, gluma inte- riore eorum setacea, exteriore subulata trinervia; palea fosculi pedicellata, lanceolata, mutica. Prope Cóoncon haud procul a Valparaiso Octobri 1884 Fride- ricus Philippi invenit. Las glumas de las espiguillas laterales tienen la lonjitud de -13 milímetros sus páleas la de 51%; las glumas de la espiguilla fértil 11 milímetros. —Parecido al 1H. secalínum 1 chilense, pero distinto por las espiguillas fértiles abiertas i no aplicadas con- tra la ráquis, por sus glumas mas anchas i trinervias, por las espiguillas laterales sésiles, por sus hojas mas anchas i mas largas. 346 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 2. HORDEUM BRACHYATHERUM.—Ph. H. perenne, ceespitosum glaberrimum; culmis Óo cm. altis, gracilibus, basi laxe tunicatis; foliis planis 4-5 mm. latis, ligula brevissima; spica ab ultimo folio non multum remota 5-7 cm. longa, 5-6 mm. crassa; rhacheos articulis ciliíatis; glumis omni- : bus e basi setaceis, subeequilongis; spiculis lateralibus sterilibus, bifloris; paleis earum lineari lanceolatis, muticis; palea inferiore floris centralis fertilis ovato-lanceolata, apice 3-5 nervia, in aristam brevissíman, vex 11 mm. longam terminata. Habitat in Andibus de Linares dictis. Las pajas tienen solo el grosor de 3 milímetros, i llevan unas 4 hojas mui verdes, cuya ínfima mide 12-13 centímetros mién- tras la suprema tiene solo 23 milímetros. Las espiguillas tienen 8 milímetros de largo, las glumas 7 milímetros; el pedicelo de las espiguillas estériles tiene 1 milímetro de largo; sus páleas inferiores tienen la misma lonjitud que sus glumas.—Especie mui singular por tener las espiguillas laterales biflores, 1 por la brevedad de la arista de la pálea de la flor fértil. 3. HORDEUM COLEOPHORUM.—Ph. H. annuum, ceespitosum, culmis brevibus, omnino vaginatis; vaginis inflatis; lamina brevi; ligula brevi truncata; spica bre- vissima; fMosculas omnibus pedicellatís, bepaleacezs, egualibus, glu- mis subulatis margine scabris, (non ciliatis), paleam «quanti- bus; palea lanceolata, 1h aristam paleam subrequantem sensim terminata. In arena litorea prope Algarrobo in provincia Santiago Apri- li 1881 legi, in predio Renaico Araucanisz Martio 1887. La flor habia ya pasado i la planta estaba casi enteramente seca. Las pajas tenian solo la altura de 11 centímetros, la vaina suprema la lonjitud de 71% centímetros, la lámina de 2,7 centl- metros; las glumas miden 24 milímetros, las páleas sin la arista 15 milímetros. —Conviene con el A. Berteroanum Desv. (Gay VI, p. 460) por tener todas las glumas iguales i setáceas, la lÍ- gula troncada, la vaina inflada, pero difiere por tener la pálea 3 AS PLANTAS NUEVAS CHILENA 347 de la flor hermafrodita mucho mayor de 15 milímetros—en el H. Berteroanum es solo de 8-9 milímetros—i por tener las flores laterales bipaleáceas. Del MH. maritimum With. se distingue por tener las dos glumas de las flores laterales iguales; en el H- maritimum la gluma interior de los flósculos laterales es “semi- lanceoladan, etc.—Kunth cita un /7. chzlemse Spreng. como sinónimo del 4. marttimumn; ¿seria acaso la especie que acabo de describir? ¿o existe en Chile el verdadero 2H. maritimun? XX. Elymus L. (Gay VI, 463) 1, ELYMUS OREOPHILUS.—Ph. E. culmo 11% m. alto, glaberrimo, apice nudo; vaginis foliis- que glabris, his latis (9 mm.); ligula brevi truncata; spica ultra 14 cm.longa, 7 mm. crassa; spiculis geminis; glumis spicula parum brevioribus, guznguenervtzs, 8 mm. longis, in aristam fere z«quilongam desinentibus; flosculis 3, duobus fertilibus; palea inferiore 10 mm. longa, biloba, sub lente fortiore puberula, apice quinquenervía, nervis tribus in aristam 28 2012. longam excurren- tibus; racheos articulis semzicylindricís, extus fortiter sulcatis, apice truncatis, vix triangularibus. Inveni in nemoríbus subandinis in vía ad thermas Chillanen- ses loco dicto Posada del Valle. He creido al principio, que podría ser una variedad del £. andinus Trin. (Gay VI, p. 464) pero se atribuyen a este hojas angostas con pelos esparcidos, 1 nuestra especie tiene hojas de la anchura de 9 milímetros í mui lampiñas; los artículos de la ráquis no son "obtuse quadrangularesn, las glumas son bien quinquenervías no "utrinervizen, la arista es tan larga como éstas, no “dimidiam glumam « los lóbulos son redondeados. | 3 | En los ejemplares de Juan Fernandez son agudos en ámbos e lados. | 3 PLANTAS NUEVAS CHILENAS 353 Los estipos se hallan cubiertos de pequeñisimas rugosidades, visibles solo con lente, pero un ejemplar de este lugar con esti- pos notablemente paleáceos tiene el estipo mui lampiño, como lo muestra igualmente otro ejemplar, en el cual los lóbulos ba- sales de las pínulas son mas salientes i agudas. 11. Lomaria Prosl. (Gay VI. 479) I. LOMARIA ANDICOLA.—-Ph. L. fronde pectinato-pinnata, lineari-lanceolata, longe petiola- ta; pinnulis omnibus conformibus, secretis, tota basi adnatis, frondis sterilis oblongo-linearíbus, acutis, crenato-serratis, ferti- lis anguste linearibus. Prope thermas chillanenses detexit orn. Aug. Borchers. El rizoma tiene solo el grosor de 4-5 milímetros i es cubierto .de pajitas negras. Las frondes estériles no exceden la altura de 20 centímetros; la tercera parte de su ráquis es desnuda, vestida de pocas pajitas. Las pínulas tienen 16 a 20 milímetros de lar- go ij 5 milímetros de ancho, son escorridas en la ráquis con un borde muí angosto, las inferíores son mas cortas, pero de la mis- ma forma que las demas. Las frondes fértiles son mas largas que las estériles, 1 desnudas en su mitad inferior; las pinulas son distantes entre sí, del largo de 15 milímetros i del ancho de 2 milímetros. y Tiene todo:el porte de la L. blechnoídes, pero se distingue -a primera vista por tener las pínulas infimas de igual forma como las otras. 2. LOMARIA ULIGINOSA PH. VAR. MAGELLANICA. . L. frondibus linearibus, pinnati-partitis, glabrís, carnoso-co- riaceis, siccis valde rugosis: pinnulis frondis sterilis oblongo- ovatis. apice rotundatis, integerrimis, superioribus imbricatis, -baseos sensim brevissimis, distantibus, alternis; fertilis... Lomaria uliginosa.—Ph. Linnaca XXIX. 105 354 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS In Freto Magellanico Decembri 1877 lecta. He visto muchos ejemplares, ninguno tenia una fronde fertil! El rizoma tiene el grosor de 3 milímetros. Las frondes estériles alcanzan a la altura de 22 centímetros, su anchura es de 25 mi- límetros; su ráquis lleva las pínulas a veces desde la base, otras veces desde la mitad de su lonjitud, es negra, lampiña, i profun- damente acanalada entre las pínulas superiores. Cuento 20-30 pínulas, del largo de 12 milímetros i del ancho de 5-6 milíme- tros; las supremas són tan aproximadas, que tienen que poner- se una encima de otra; las inferiores son libres con la base dila- tada 1 mas o ménos confluyentes. 3. LOMARIA ARAUCANA.—Ph. L. caudice horizontali; frondibus sterilibus, confertis, coria- ceis, ambitu linearibus, pinnatis; pinnis confertis, ala angusta petioli cinctis, inferioribus sensim minoríbus et magis distanti- bus; omnibus acutís, subserrulatis, venis semel divisis; fronde fertili longiore, pinnulis peracutis, omnibus stipite brevi fultis. Prope La Cueva in Araucanía legit orn. C. Rahmer Januar. 1887. El tallo tiene el grueso de 4 milímetros i. está cubierto de erandes escamas pardas a mas de las bases de las frondes muertas. Las frondes estériles tienen la lonjitud de 16 centíme- tros incluso el pecíolo de 2 a 4 centímetros de largo; las pínulas nacen bajo angulo recto i estan mui apretadas, las superiores hasta apizarradas, i tienen la anchura de 4% a 5 milímetros. El pecíolo es negro en la base i lleva algunas pajitas.—Se dis- tingue luego de las L. Germaznz, uliginosa, andina i Leyboldíra- na por sus pinas puntiagudas. 111. Pellaca Lk. (Gay, VI. 432) PELLAEA FUMARIIFOLIA.—Ph. P. caespitosa usque ad 22 cm. alta; caudice apice piloso- squamoso; fronde sterili ovata tripinnatim decomposita pinnis PLANTAS NUEVAS CHILENAS 355 pinnuiisque petiolatis, his oblongis profunde emarginatis; laci- niis utrinque 2-3 linearibus acutis, vix petiolo rhachive latiori- bus, (3% mm.) latis; sízpat2bus viridibus, frondem ipsam bis zequantibus; frondis fertilis foliolis sessilibus, oblongis, obtusis, ultra 112 mm. latis; indusio margine lacero-crenato, In Andibus Araucanie loco dicto Nitrito invenit orn. C. Rahmer. En los ejemplares que muestran la punta del tallo se ven 5 a 7 frondes estériles i 2 fértiles. El tallo está cubierto de pelos del largo de 6 milímetros pero la fronde es mui lampiña. Su lámina tiene 51% centímetros de largo, 2.5 centímetros de an- cho; hai de cada lado 6 pinas, que son alternas, i las pínulas de las pinas mayores suelen ser igualmente al número de 6. En la fronde fértil hai el mismo número de pinas, pero las pínulas son en menor número; miden 8 milímetros de largo por 21 de ancho.—¿Sería acaso esta especie la P. decompostta ( Alloso- rus d.) de Sturm (Filices chilens. p. 15)? hallada por Lechler “in rupibus umbrosis terre Pchuenchorum?n Pero la descrip- cion de esta planta dada por Hoocker Species filicum II p. 151 ¡no conviene a la nuestra, puesto que tiene el “stipes. 1 las rá- quis principales negras, las ráquis aladas, etc., etc. 1V Cheilantes Sw. (Gay, VI. 494) CHEILANTHES LEPIDA.—Ph. Ch. caudice fibroso; dense rufo squamoso; stipitibus ceespi- | tosis, nigris, basi squamosis, superius glabris, 414-9 cm. longis; ¡| fronde 3 cm. longa, totidem lata, supra viridi, parce albo-fari- nosa, subtus dense flavo pulverulenta, ovato-cordata, subpen- 'tagona, basi tripinnatipartita, pinna nempe primaria praeter ¡lobulum inferiorem pinnatipartitum lobulis oblongis integris, | tribus ultimis confluentibus; indusio herbaceo, demum, sicut sori ad modum Pteridis confluente. -— Prope Bandurrias (Copiapó) invenit Guill. Geisse. Pequeño helecho de los mas elegantes, que no se puede 356 MEMORIAS CENTÍFICAS 1 LITERARIAS equivocar con ningun otro. La fronde, cuyo perfil es aovada cordiforme casi quincangular, es mui finamente recortada, su cara inferior cubierta de una harina amarilla, pero de un matiz ménos vivo que en el dadiantum sulfureum. V. Notochlaena Br. (Gay, VI. 495) NOTOCHLAENA HYPOLEUCA KUNZE (Gay, VÍ. 495) Esta planta es bastante variable. En los ejemplares recojidos en el valle de Carrizal el estipo es siempre mui corto í peludo, no bastante largo i glabron, como se dice en Gay, i el vello que cubre la fronde es de un blanco de nieve ide un color fulvio en el mismo individuo, siendo blancas las frondes jóvenes 1 ru- E cias las adultas. Por eso creo, que la V. rufa de Presl. (Reliq. Hánk. I p. 19), a lo ménos su var. 6 no es otra cosa que la hypoleuca. VI. Allosorus Bernhardi (Uryptogramme R. Br.) De la misma raiz nacen frondes estériles i fértiles. Los soros (esporotecos en la obra de Gay) son breves u oblongos i lineares, - situados sobre i cerca del ápice de las venas pinadas, cubriendo con el tiempo toda la cara inferior de la fronde. Invólucro con- tinuo, formado del márjen enrollado, membranáceo i dilatado de las pínulas, que se junta casi con el del otro lado, i oculta al principio la fructificacion.—Este jénero instituido por Bern- hardi, pero imperfectamente caracterizado, comprende una sola especie, bastante comun en Europa i Norte-América i aun - segun Hooker, que reune con ella Gymnogranme .Brunoniana del Presl, en el Himalaya, ha sido descubierta ahora en Chile, - ALLOSORUS CRISPUS.—Bernh. A, tener subflaccidus; pinnulis frondium sterilium jam obo- vatis profunde incisis in 2-6 segmentos oblongos, jam ellípti- PLANTAS NUEVAS CHILENAS 357 cis, pinnatifido-serratis, pinnis frondis fertilis 1maturo lineari- oblongis margínibus involucri plus minus revolutis, interdum fere expansis (tunc pinnulze ellípticxe) Hook. Ab ornat. Carolo Stolp in valli Cajon del Baul dicto An- dium unde flumen Lontué originem ducit, Decembri 1882 in- ventus. | Los ejemplares son mui robustos, de la altura de 22 centí- metros; las frondes oblongas aovadas, las pínulas ménos pro- fundamente recortadas que en los ejemplares de este helecho, que poseemos del Piamonte; en las frondes fértiles son acorazo- nadas en la base, lo que no me parece una diferencia suficiente para establecer una nueva especie. VIL. Polypodium L. (Gay, VI. 505) POLYPODIUM SQUAMATUM.—Ph. P. rhizomate repente, paleaceo; frondibus erectis, 2-3 pollica- ribus, pinnatifidis, coriaceís supra viridibus, subtus paleis trian- gularibus dense obtectis; lobis oblongis, obtusiusculis, integerri- mis, aut obscure crenulatis; margine in pagina superiore serie punctorum impressorum insigni; vena unica mediana in quovis lobulo; soris biserialibus, orbicularibus, indusio destitutis; cap- sulis rufis, longe pedicellatis demum totam superficiem occu- pantibus. P. squamatum.—?YPh. Iter. atac. 415. Prope Paposo in regione herbifera 500-1000 p. s. m. inveni. Planta con rizoma rastrero, paleáceo; las frondes derechas miden 5-7.5 centímetros, son pinatifidas, coriáceas, por encima verdes, i por debajo densamente cubiertas de escamas triangu- lares; sus lóbulos son oblongos, algo romos, mui enteros i fina- ioscuramente almenados, su borde muestra por encima una hi- “lera de puntos impresos notable; hai una sola vena mediana en cada lóbulo. Los soros son biseriados i orbiculares, sin indusio. Las cápsulas son rojizas, lareamente pediceladas i ocupan des- pues toda la superficie. TOMO XCIV E 20 358 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS VIIL Phogopteris Fés. (Gay, VI. 506) PHEGOPTERIS? STURMII.—Ph. Ph. tota pubescens; fronde fere orbiculari, fere quater pinna- tipartita, pinnis pinnulisque ovato-oblongis acutis; pinnulis al- ternis; earum segmentis vero oppositis, oblongis ultra medium pinnatifidis, lobulis quadrijugis, late ovatis inciso-dentatis; den- “tibus modo quatuor, apice jam acutis, jam emarginatis, soris... Specimina tria ad ripam fluminis Pilmaiquen haud procul a lacu Puyehue provincie Valdivia legit orn. David Cueto Ja- nuario 1877. Ninguno de estos ejemplares muestra vestijio de fructifica- cion, así es que el jénero es dudoso, pero la especie es mui dis- tinta. La altura de la fronde es de 30 centímetros, pero será algo mayor en ejemplares mejor desarrollados; el ancho es de 21 centímetros. La parte desnuda del estipo ocupa la cuarta parte de la lon- jitud total. Hai de cada lado cinco pinas, sin contar las del ápice, que es ménos i ménos dividido, hasta ser simplemente pinatífido; las pinas inferiores tienen 9 a 12 pinulas de cada lado, que a su vez son ménos i ménos recortadas. El estipo es de color de orin, i sus costillas mas claras, casi de color de paja. IX. Grammitis Sw. (Gay VI. 508) GRAMMITIS ROBUSTA.—Ph. Gr. caudice repente frondes «=quales emittente; frondibus val- de coriaceis, lineari-lanceolatis, utrinque accuminatis, imargine repandis, subtus sparsim furfuraceis; soris magnis, ovato-orbi- cularibus, seque a costa et a margine distantibus. Orn. D. Cueto ad flumen Pilmaiquen invenerat. + PLANTAS NUEVAS CHILENAS 359 El rizoma tiene el grueso de 3 milímetros i está cargado de pepitas. El estipo tiene el grosor de 1 milímetro, 1 es negro en la base i verde mas arriba; en la base es desnudo, despues cu- bierto de pajitas, que caen fácilmente. La fronde tiene 22 cen- tímetros de largo i 18 milímetros de ancho, la parte desnuda del estipo ocupa la cuarta o sesta parte de la lonjitud total. En un individuo, un lado de la fronde es lobulado. Las escamas de la cara inferior son de color de orin en el centro e hiálinas en la circunferencia. El diámetro de los soros llega a 3 milímetros, X. Dicksonla L'Hór. (Gay VI. 522) DICKSONIA ANDINA.—Ph. D. fronde fere 6o cm. alta, lanceolata, fere quadripinnata, lo- bulis frondis tripinnates nempe pinnatifidis et laciniis 2-4 linea- ribus compositis; pinnis angustis, valde acutis, pinnulis ovatis, omnibus valde approximatis; soris in basi laciniarum sitis; in- volucro bilobo; stipite valde paleáceo, rhachide pinnarum pa- leaceo- pilosa. In Andibus provinciz Valdiviz 1. d. cuesta de Lipela inve- nit Januario, 1887 Otto Philippi, prope flumen Manso raram leg. Dr. Reiche, ad flumen Palena Ad. Hirth. La parte desnuda del estipo mide solo 11 centímetros de lar- go; las pajitas tienen en su base la lonjitud de ro milímetros i mas í son muí apretadas; mas arriba son mucho mas pequeñas _1apartadas. Hai de cada lado unas treinta pinas, que son ao- vadas-oblongas obtusas; sus divisiones son pinatipartidas en cuatro i a veces solo en dos lacinias que son lineares, puntia- gudas i apénas del ancho de 34 milímetros.—El helecho, que se halla al pié de los Andes en las provincias de Santiago, Colcha- gua, etc., 1 que tomo por la D. Lambertyana es mucho mas grande, sus pinas mas apartadas, 360 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS XI. Eymenophyllum VW. (Gay VI. 526) 1. H/MENOPHYI.LUM TRICHOCAULON.—Ph. H. fronde ovata, stipitem superante, tripinnata glabra, pin- nis, pinnulis laciniisque dense confertis, plerumque ¿móbricatis, segmentis integerrimis oblongo-linearibus, obtusis; stipite pzlzs negris sat longis dense vestito. Habitat... El rizoma es rastrero, como en las otras especies; el estipo es del largo de 21% centímetros, la fronde del largo de 5 centíme- tros i el ancho de 3%% centimetros. Hai unas diez pinas de cada lado, i casi el mismo número de pínulas en las pinas inferiores. Las pinas i las pínulas son pediceladas, ilas últimas pinatipar- tidas hasta el mismo eje. - Desgraciadamente no hai fructificacion. Hasta ahora se conocian solo dos especies chilenas de Hyme- nopyllum con estipo peludo, 17 Berteroanum, que tiene toda la fronde sedosa, i A. Bridgestz, notable por las lacinias lineares 1 angostas de la fronde. 2. HYMENOPHYLLUM SECUNDUM.— Hook. et Arn. H. "fronde ovato-lanceolata, bipinnatifida, pinnis subflabellato- falcatis subrecurvis; segmentis liínearibus, secundis, dichotomjis, serratis; involucris segmenta brevia axillaria terminantibus, ovato-oblongis, compressiusculis, usque ad medium bivalvibus; valvis integerrimis, basi immersa; rhachide alata, margine in- tegerrimo, stipite tereti non alato.. H. secundum Hook. et Arn. Icon. filic. t. 133, (quod opus - inspicere mihi non licet.) Hook Spec. filic. I p. 100. Habitat in terris Magellanicis, Staaten Island (Menzies), Hermite Island, Cabo de Hornos, (J. D. Hooker), etc. Los ejemplares que nuestro Museo ha recibido de las tierras magallánicas son algo distintos. El rizoma falta a nuestro ejem= A sl ii ¿e “e PLANTAS NUEVAS CHILENAS 361 plar; la fronde mide de largo 3.3 centimetros, las pinas no son medio recurvadas sino simplemente abiertas, i las inferiores constan de 4 a 5 segmentos, uno terminal i 3 o 4 laterales diri- jidos hácia adelante. Los invólucros estan sustentados por un pedicelo axilar bien distinto, i no metidos en la fronde con su parte basal. No me parece, sin embargo, que estas diferencias justificarian el establecimiento de una nueva especie. 3. HYMENOPHYLLUM BIBRATANUM.—J. W. Sturm. H. ufronde stipitata, erecta, flexuosa, rigida, glabra, ovato- —oblonga, tripinatifida; pinnis alternis trapeziformibus, subcauda- tis; pinnulis lanceolatis, pinnatifidis, laciniis linearibus, spinulo- so-dentatis, apice obtusis, emarginatisve, involucris terminalibus, sessilibus, ellipticis, compressis, ad partem tertiam bilabiatis, labíis integerrímis; rhachi alata, apliose -dentata; ble Eereti) superne alato. H. Bibraianum Sturm. Flora 1855, p, 361. Habitat prope Corral. Sigue una descripcion alemana mui detallada. El pecíolo mide 32-50 milímetros, la lonjitud de la fronde varia de 35-115 mi- límetros, su ancho de 38-80 milímetros, hai 8 a 16 pinas, etc. 211. Mortonsia Mart. (Gay VI. 537) MERTENSIA OLIGOCARPA.—-Ph. M. elata, prolifera; ramis dichotome divisis, ad divisiones fo- liatis pinnis linearibus, pinnulis planis, acutiusculis vel obtusis; margine angustissime revolutis; capsulis paucis, 1-5 in qua- vis pinnula; rhachi paleacea, paleis deciduis. M. glaucescens Gay, Bot. VÍ p. 530? non W. Habitat in Chile australi ad Corral, ad flumen Palena. El estipo tiene hasta 1 metro de altura i es biangulado, pero | no lineado; los ramos tienen la lonjitud de 7 a 10 centímetros, | las pínulas 1 centímetro de largo i 2-3 milímetros de ancho; ellas son con frecuencia alternas en el ápice de los ramitos; el 362 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS borde es mui poco enroscado.—Difiere a primera vista de las 1. pedalis, litoral?s, 1 acutifolza por su estipo alto, de la M1. erypto- carpa por su fronde membranácea mas bien que coriácea, mu- cho ménos ríjida, el borde apénas enroscado; de la M. pectinata W. (glaucescens W.) por su fronde, que no es garza por debajo sino simplemente un poco mas pálida que por encima, por las pínulas nunca escotadas en el ápice, i por el escaso número de los esporotecos. La M. pectinata o glaucescens se halla en la India occidental, Méjico, Guatemala i en el Brasil. R. A, PHILIPPI Director del Museo Nacional, FINMN E Desor0s, H QA 19) pe BE 3 ESOO as EE OS S a SI: OS ¿d> o os € anar AAA Ela (aaa DS A GF, dl DON MELCHOR JUFRÉ DEL AGUILA 1 SU LIBRO — + — El Compendio historial del descubrimiento, conquista i guerra del reíno de Chile por el capitan don Melchor Jufré del Águila, impreso en Lima en 1630, era hasta ahora una de las mas pe- regrinas curiosidades de la literatura histórica sobre las cosas de América. La Bibliotheca Hispana de don Nicolas Antonio (Roma, 1672-1696), sapientísima bibliografía de cuanto habian escrito los hijos de España hasta fines del siglo XVII, no men- ciona entre ellos a Jufré del Águila ni a su libro, que induda- _blemente le fueron desconocidos. En 1727, el célebre erudito don Andres González Barcia reimprimia en Madrid el Epftome de la biblioteca oriental ? ocezrdental de don Antonio de Leon Pi- _nelo, completándolo con tan abundantes adiciones, que lo que habia sido materia en la primera edicion (Madrid, 1627), de un pequeño volúmen de 208 pájinas, pasó a formar tres gruesos to- mos a dos columnas, con un total de cerca de mil pajinas. Allí, en un apéndice del tomo II, se halla esta indicación: "Melchor Jufré, Historia de Chile, imp. 4.4 El abate don Juan Ignacio Molina, en su Saggio sulla storia civile del Chili (Bolonia, 1787), en un catálogo de escritores sobre las cosas de nuestro pais, “anotó esta línea: Águila (don Melchior Jofré), Historia de 364 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Chale, imp. 4.n El abate don Felipe Gómez de Vidaurre, en el último libro de su Historia jeográfica, natural i civil del reino de Chile, tratando de la aptitud de los hijos de este pais para el cultivo de las ciencias, dice estas palabras: “Don Melchor Jofré del Águila, escribió otra historia de Chile, sobre cuyo asunto hai muchos manuscritos... Es evidente que ni Barcia, ni Molina, ní Vidaurre vieron jamas un ejemplar del libro que señalan con tanta vaguedad í con tanta inexactitud. Si Vidau- rre hubiera visto siquiera la portada del libro de Jufré del Águi- la, donde éste se llama “natural de la villa de Madrid, no lo habria contado entre los escritores orijinarios de Chile. La primera indicacion exacta que acerca de ese libro se haya dado, se encuentra en las eruditas “notas i adiciones que don Pascual de Gayangos i don Enrique de Vedia pusieron a su esce- lente traduccion de la Historia de la literatura española de Tick- nor (Madrid, 1851-1856). En las pájinas 472-474 del tomo III, se dió una reseña sumaría, pero noticiosa, acerca de Jufré del Águila i de su libro. Aunque de ella aparecia que ésta no era una historia, como se creía, sino un “poema macarrónicou sobre los sucesos de la.conquista de Chile i de las guerras subsiguientes contra los araucanos, seguido de otros dos discursos en malos versos sobre asuntos diferentes, esa noticia avivaba la curiosidad por cono- cer un libro que, escrito en nuestro pais por un hombre que ha- bía servido largos años en esas campañas i en cargos civiles, podia contener algunos datos útiles para el historiador. Sin embargo, parecia imposible procurarse un libro que no se hallaba en el comercio, ni tampoco en alguna biblioteca pública: D. Pascual de Gayangos, autor de la nota bibliográfica publica- da en la traduccion de Ticknor, habia tenido a la vista un ejem- plar del libro de Jufré del Águila, que era de su propiedad; pero ese ejemplar, el único tal vez que existe, habia pasado a manos de un rico negociante de los Estados Unidos, que sin reparar en costos, reunia una preciosa coleccion de libros rarí- simos. Mr. John Carter Brown, éste era su nombre, hijo del munifico fundador de la universidad de Brown (Providence» Rhode-Island), 1 él mismo jeneroso protector de la biblioteca de esa universidad, guardaba aquel libro en su biblioteca parti- cular, una de las mas ricas del mundo en materia de curiosida- DON MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA 1 SU LIBRO 365 des sobre las cosas de América, particularmente en ediciones ori- Jinales de las primeras relaciones de viajes, descubrimientos i conquistas, i en las primitivas producciones de la imprenta en el nuevo mundo (1). La Universidad de Chile, en la imposibilidad absoluta de procurarse un ejemplar de ese rarisimo libro para su biblioteca o para la Biblioteca Nacional de Santiago, resolvió hacer sacar una copia manuscrita, i confió este encargo a la legacion de Chile en Estados Unidos. El libro de Jufré del Águila fué je- nerosamente facilitado por su propietario: el trabajo se ejecutó con todo esmero bajo la inspeccion del señor don Domingo Gana, nuestro representante en Washington; i la Universidad, en posesion de la copia solicitada, resolvió publicarla para salvar del olvido una obra que, si bien de escaso mérito litera- rio, fué escrita en nuestro propio suelo, i tiene algun valor para nuestra historia. Las noticias de carácter personal que se hallan esparcidas en el libro de Jufré del Águila, i los documentos de la época, suministran materiales suficientes para trazar una biografia bastante completa de este escritor. En estas pájinas vamos a dar solo una reseña jeneral, para que preceda a la reimpresion del Compendio historial del descubrimiento, conquista 2 guerra del reino de Chale. Don Melchor Jufré del Águila nació en Madrid en setiem- bre de 1568. Era su padre Cristóbal del Águila, caballero del hábito de Santiago, i tesorero de la órden, 1 su madre doña (1) La preciosa biblioteca particular de Mr. John Carter Brown, está jenerosamente abierta a todos los hombres de" estudio. El célebre biblió- grafo norte americano Mr. Henry Harrisse la utilizó ámpliamente cuando preparaba su Biblictheca Americana vetustissima (New York, 1866), 1 hace especial recomendacion de sus riquezas. Aquella coleccion, calificada por los bibliógrafos de «espiéndida i sin rival en su jénero», es conocida por un interesante ¡esmerado catálogo, utilisimo para la historia americana, que lleva el siguiente titulo: Bib/otheca Americana. A catalogue of books relating to North and South America in the library of John Carter Brown of Provi- dence R. T. With notes by John Russell Bartlett, Providence, 1866, 366 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Juana Jufré, vástago de una familía noble i de cierta fortuna, que poseia un pequeño mayorazgo en la provincia de Ávila. Conforme a una práctica corriente en esos tiempos, don Mel. chor tomó por primer apellido el de su madre, como de mas lustre, i se firmó Jufré del Águila (1). Parece indudable que en su juventud adquirió los conocimientos literarios que podian dar las escuelas españolas de esa época. A la edad de veinte años sentó plaza en el ejército, i fué puesto bajo las órdenes de don Garcia Hurtado de Mendoza, marques de Cañete, que acababa de ser nombrado virreí del Perú. Con éste partió de Cádiz el 15 de marzo de 1589; pero aunque estaba destinado a la guarnicion de Lima, su residencia en esta ciudad fué solo de unos pocos dias. Si bien con don Garcia había salido de España un refuerzo de 7/00 hombres para socorrer al reino de Chile, el virreí los habia hecho regresar a la metrópoli desde Nombre de Dios (en la costa de Tierra Firme) para resguardo de la armada que conducia ese año los tesoros de Indias. En reemplazo de ellos, organizó don Garcia en Panamá ¡en el Perú una columna de doscientos reclutas, que hizo partir del Callao el 25 de diciembre de 1589. Jufré del Águila, enrolado en esa tropa, llegaba a Concepcion el 26 de enero del año siguiente. La situacion del reino de Chile era entónces sumamente aflic- tiva. La guerra contra los araucanos habia tomado vastas pro- porciones, i amenazaba la ruina completa de todos los estable- cimientos que los españoles habian fundado en el sur del territorio. El gobernador don Alonso de Sotomayor, privado del refuerzo de 7/00 buenos soldados españoles que había pedido con tanta instancia, no podia tener la misma confianza en una columna de 200 hombres colectados por la fuerza, en las colo- nias de América, donde se contaban con espanto los horrores i sufrimientos de la guerra de Chile. Sin embargo, en la prima- vera de 1590 reabrió la campaña, obtuvo algunas ventajas so- (1) Los Jufré o Jofré de la villa de Arévalo (provincia de Ávila), se de- cian descendientes de (+odofredo de Bouillon, primer rei cristiano de Jeru- salen, i pretendian que la corrupcion del nombre de éste, habia dado orijen al apellido que ellos llevaban. A A > DON MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA 1 SU LIBRO 367 bre los indios, i fundó el fuerte de San Ildefonso de Arauco; pero estos pequeños triunfos no bastaban para dominar a aque- llos bárbaros, ni para afianzar en esa rejion el dominio español. Jufré del Águila sirvió en esas campañas durante seis años consecutivos bajo el mando de don Alonso de Sotomayor, i de don Martin Oñez de Loyola. Se señaló en varios combates, 1 alcanzó el rango de capitan, pero recibió algunas heridas i sufrió la fractura de una pierna. Por estas causas, se retiró a Santiago, dispuesto talvez a establecerse aquí, donde esperaba hallar el premio de sus servicios, ila concesion de una estancia de tie- rras i un regular repartimiento de indios. Sin embargo, mas tarde, bajo el gobierno de Alonso Garcia Ramon volvió a salir a campaña contra los indios del sur, i sirvió en ella hasta que se trató de poner en planta el sistema llamado de guerra de- fensiva. Entre tanto, Jufré del Águila se habia conquistado una ven- tajosa posicion social en la colonia. Á poco de haber llegado a Chile, contrajo matrimonio con doña Beatriz Galindo de Guz- man i Jufré, nieta del jeneral Juan Jufré, uno de los mas distín- guidos capitanes de la conquista. Muerta ésta a los dos años de casada, don Melchor, despues de doce de viudez, contra- jo segundas nupcias en Concepcion, en 1608, con doña Ma- riana de Vega Sarmiento, señora principal i poseedora de bienes de fortuna. Estos enlaces, el prestijio aristocrático de su nombre, el que le daban sus servicios militares, 1 probablemen- te su cultura intelectual, mui superior, sin duda, a la del mayor número de los hombres entre quienes vivia, le granjearon la amistad i la consideracion de los personajes mas encumbrados de la colonia, gobernadores, oidores, obispos i prelados de las órdenes relijiosas, i le abrieron el camino de los puestos hono- riíficos de la administracion. Jufré del Aguila fué dos veces alcalde ordinario de Santiago, en 1612 1en 1618; i en el desem- peño de este cargo se señaló por varios servicios, entre las cua- “les se cuenta el haber puesto la ciudad i su distrito en estado de defensa contra un plan de agresion que se atribuia a los indios, ensoberbecidos por sus triunfos en toda la rejion austral del territorio, Como todos los militares que habian asistido a la lucha con- 368 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tra los araucanos, i como casi todos los funcionarios civiles de esa época, don Melchor Jufré del Águila, se pronunció franca i resueltamente contra la llamada guerra defensiva. No tenemos para qué esponer aquí aquel utópico proyecto del padre Luis de Valdivia, que se proponía reducir a los indios por medio de misiones; pero si conviene recordar que los resultados de ese ensayo, el desconcierto jeneral que produjo en la administracion de la colonia, i los daños causados por las constantes agresiones de esos bárbaros, a quienes se presentaba como pacificados, vinieron a demostrar ántes de mucho tiempo que Jufré del Águila i los que pensaban como él, estaban en la razon cuando dirijian al rei sus repetidos memoríales para anunciarle los males que de la ejecucion de ese proyecto se iban a orijinar. Podrá supo- nerse con qué satisfaccion asistiria a las grandes fiestas públi- cas que se hicieron en Santiago el 25 de enero de 1626 para celebrar la publicacion de una cédula del rei que ponia término ala llamada guerra defensiva. Jufré del Águila que la habia con- denado de palabra i por escrito, se manifestó siempre, sin em- bargo, mui deferente a los padres jesuitas en otras materias, Vivia entónces en Santiago gozando de todas las ventajas 1 consideraciones de vecino principal i de encomendero acau- dalado. Ademas de la casa que habitaba en la ciudad, en las mejores condiciones de bienestar que en ésta se conocian, Jufré del Águila poseia una estancia en la. Angostura de Paine, va- rios lotes de terreno en el distrito de Colchagua, diez i seis esclavos para su servicio, un número considerable de indios de encomienda, i ganados de todas especies. Tenía tambien una capilla en el convento de Santo Domingo para sepultura de su. familia, i era contado por patrono de algunas cofradías relijio- sas, todo lo cual dejaba ver su ventajosa posicion en la socie- dad colonial. Su testamento, estendido el 8 de diciembre de 1631, es un testimonio de lo que dejamos dicho, i constituye un documento de cierto valor para la historia social i económica de la colonia. Del testimonio de apertura de sus disposiciones testamentarias, aparece que Jufré del Águila falleció en San- tiago en enero de 1637, a la edad de sesenta i nueve años. DON MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA 1 SU LIBRO 369 Retirado del servicio militar activo, dedicado a las aten- ciones administrativas i al cuidado de sus intereses particulares, don Melchor Jufré del Águila halló tiempo en Santiago para consagrarse a la lectura de los pocos libros que podian llegar a sus manos, l1 para empeñarse en trabajos literarios. En 1614, re- presentando al rei en un memorial los inconvenientes de la guerra defensiva, recordaba que los acontecimientos ocurridos en Chile, los servicios prestados aquí al rei por meritorios vasa- llos, i los sacrificios que éstos se habian impuesto sin recibir la correspondiente remuneracion, "estaban oscurecidos, con perpé- tuo olvido, a causa, decia, de no haberse mandado hacer histo- . ría a quien la escriba aqui, que en España tendrá mil defectos por la distancia grande, aunque el cronista sea mas cuidadoso i dilijente que los pasados, pues al fin tendrá muchos imposibles; “3 los que algo ahora aquí i ántes han escrito (Ercilla, Oña, Álva- rez de Toledo) es todo en verso, el que es pocu capaz de historia, pues uno de ellos (seguramente Oña) hizo un gran libro de lo que en historia en dos o tres capítulos se pudiera decir mejor 1 con mas verdad. Para remedio de lo cual, agregaba, suplico a V. M., como uno de ellos (los leales españoles cuyos servicios estaban olvidados), en nombre de todos, se sirva dignarse de mandarse informar de quién en este reino tenga suficiencia para hacer esta historia, i mandarle nombrar por su cronista de él, que aunque sea con poco salario (que se podria pagar del situa- do sin que falte por eso) se tendrá por merced mui grande; que de mi digo que si me cupiese tan dichosa suerte, i V. M. .me lo mandare, me tendría por bien premiado de mis servicios, de que hasta ahora no lo estoi, 1 pienso podria tanto el deseo de acertar a cumplir con tan gran obligacion, que bastaria a suplir cualquiera insuficiencia, demas que por haber trabajado mucho en este pensamiento, tengo algunas disposiciones que facilitarian la empresa para que con toda brevedad se empezase a ver el efecto, i entiendo que dentro de un año podria sacar el primer cuerpo de dos iguales en que hasta hoi se habia de di- 'vidir toda la historia, que no dudo seria de gran servicio de Dios i de V. M... La proposicion de Jufré del Águila no fué atendida en el consejo del rei. Se creia, sin duda, que existiendo desde un si- 370 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS glo atras el cargo de cronista jeneral de Indias, no era conve- niente ni necesario crear cronistas especiales para cada una de las colonias. Por otra parte, entonces mismo (en 1615), se pu- blicaba en Madrid la segunda mitad de la célebre Historza je- neral de los hechos de los castellanos en las islas i tierra firme del mar océano por el cronista Antonio de Herrera, obra monumen- tal por el ordenado caudal de sus notícias sobre la conquista de todos estos paises, que entónces debió creerse con algun fun- damento, una historia inmejorable i definitiva. Debió pensarse en la corte que no sería posible dar mas noticias acerca de la conquista de Chile que las que contiene ese libro. Privado así del apetecido nombramiento de cronista oficial del reino de Chile, Jufré del Águila no desistió, sin embargo, de su intento de escribir la historia de este pais; pero contra lo que decía en su recordada representacion sobre los inconve- nientes de los poemas históricos, adoptó la forma métrica para la composicion de su obra. Lleva ésta por título, como ya di- jimos, Compendio historial del descubrimieuto, conquista ¿ guerra del reino de Chile. Escrito en pobrisimos versos, que no admiten comparacion ni aun con los pasajes ménos cuidados de los otros poetas que escribieron poemas sobre los sucesos de Chile, el de Jufré del Águila está dividido en siete capítulos, en que recorre en forma sumaria, los acontecimientos ocurridos en este pais desde la espedicion de don Diego de Almagro hasta 1628. Supone para ello un diálogo que tienen en Madrid dos milita- res españoles que sin recibir el premio a que se creen merece- dores, han combatido largo tiempo por el rei, el uno en Flan- des i el otro en Chile; i éste último, llamado Provecto, cuenta cuanto sabe o cuanto recuerda sobre la historia de este pais, tan desconocido en España. Los hechos estan referidos en órden cronolójico, muchas veces con fechas de años i hasta de meses i de dias, pero sin encadenamiento claro, con notables vacios i con mui deficiente preparacion. Para los primeros tiempos de la conquista, el autor parece no haber tenido otra fuente de informacion que cl poema de Ercilla que de ordina- rio abrevia en sus rasgos jenerales, i que en ocasiones intenta rectificar; i para los acontecimientos posteriores aprovecha prin- DON MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA ] SU LIBRO 371 cipalmente las noticias tradicionales o sus propios recuerdos. En ese resúmen de escaso valor histórico, en que hai tantas deficiencias, no faltan errores que es fácil descubrir i demostrar; pero hai tambien incidentes que el historiador puede aprove- char, confirmando con ellos la luz que aparece en otros docu- mentos. De todas maneras, la lectura fatigosa de esas pájinas de versos laboriosamente medidos, aunque faltos de armonía i de regularidad métrica, i desprovistos de todo colorido poético, apénas está compensada con el poco fruto que de ella puede sacarse. El libro de Jufré del Águila, publicado con las aprobaciones que era entónces necesario obtener, i con versos en elojio del autor, está ademas precedido de un prólogo, de la dedicatoria al conde de Chinchon, virrei del Perú, i de una carta escrita al autor por el doctor don Luis Merlo de la Fuente, viejo majis- trado español que habia servido en Chile como oidor de la au- diencia de Santiago, 1 unos cuantos meses, en IÓIO, como go- bernador interino del reino. Esa carta, fechada en Lima el 1.2 de mayo de 1630, cuando Merlo de la Fuente contaba setenta idos años, es una relacion histórica de los sucesos de su go- bierno, escrita al correr de la pluma í sin pretensiones literarias, segun sus recuerdos personales, e inspirada por el deseo de justificar su conducta, i de demostrar que su administracion era la mas felíz que hubiera tenido Chile desde muchos años atras. Sin ser precisamente una relacion de una grande impor- tancia, esa carta puede ser útil al historiador, por cuanto con- firma, i en algunos detalles amplía, las noticias consignadas en otros documentos de la época. El poema de Jufré del Águila (si este nombre puede darse a aquella modesta crónica en pobres versos), viene seguido de dos discursos métricos sobre asuntos estraños a la historia de Chile. El primero de ellos, titulado Avzsos prudenciales en materia de gobierno i guerra, es igualmente un dialogo entre aquellos dos militares, en que recuerdan axiomas sacados de escritores anti- suos ¡modernos sobre esos asuntos. Jufré del Águila, como muchos hombres de su tiempo, debia considerar el colmo de la erudicion el poder repetir por escrito o en la conversacion, 172 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS axiomas de esa clase, apropiados al asunto de que se tratara. Por mas que esta parte de ese libro carezca de verdadera impor- tancia, es sin embargo la que tiene mayor mérito literario. Al- gunos de esos axiomas están vertidos en versos, no precisamen- te elegantes, pero sí claros, que encierran concretamente el pen- samiento. Por fin, la última parte, tambien escrita en forma de diálogo entre los mismos interlocutores, trata de la Astrolozía judiciaria; ies la de ménos valor de las tres. "Ha habido alguna voz en este reino i fuera de él, dice Jufré del Águila en el prólogo, de que soi de los que dan demasiada creencia a los pronósticos de la astrolojía, 1 por eso hice este tratado, en que se ve mui claro que no soi de esta secta envanecida, si bien tengo por cordura mui grande el no desestimar los avisos que a veces por impen- sados medios nos envía la divina providencia.n En este discur- so, en que el autor ha querido demostrar sus conocimientos filosóficos i astronómicos, se encuentran algunas referencias a sucesos históricos, 1 se cuenta con abundancia de detalles la sor- presa de Curalaba, que costó la vida al gobernador de Chile don Martin Oñez de Loyola. Todo hace creer que el Compendio historial de Jufré del Águi- la no tuvo en su tiempo una gran circulacion. Su escaso mérito literario esplicaria en cierto modo el olvido en que cayó desde su oríjen, a punto de no hallarlo recordado en otros escritos de la época o inmediatamente posteriores, si no viéramos que otros escritos de ménos valor todavía, estan frecuentemente ci- tados o mencionados por los cronistas. Esta circunstancia, así como la desaparicion casi absoluta del Compendio historial, a punto de no conocerse mas que un solo ejemplar, hallado en Madrid, sin duda uno de los que se enviaron de Lima para el consejo de Indias, í el no haberse encontrado uno solo en estas colonias del rei de España, confirman la creencia de que hubo interes en hacerlo desaparecer. Solo las opiniones emitidas por Jufré del Águila contra el sistema de guerra defensiva implan- tado por los jesuitas, esplicarían este hecho. En el libro que ahora se reimprime ¡en el testamento de Ju. fré del Águila, se ve que éste habia compuesto otro que desti- naba igualmente a la publicidad. "Esa obra no ha llegado hasta DON MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA I SU LIBRO 373 — nosotros; i su pérdida no es mui de sentir, vista la calidad i qui- lates de la que acabamos de examinar, decia don Pascual de Gayangos al terminar la reseña crítica que dió acerca del Com- pendio historial. Si este último se reimprime ahora, débese, no a su valor literario, sino a que contiene algunas noticias utilizables para la historia de Chile. D. BARROS ARANA. TOMO XCIV 27 ES A ¿ S Y ñ el 1 A <<] esese a ES S2%, E EL SERVICIO DE NUESTRAS RELACIONES ESTERIORES DEFECTOS DE SU ORGANIZACION I MEDIOS DE MEJORARLO — 394 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS bien a los hombres, a fin de hacer elecciones convenientes en el personal de sus ajentes en el esterior i de poner en manos inte- lijentes i dignas la salvaguardia de estos intereses tan graves i de este honor tan sensible. La esperiencia adquirida, los servi- cios prestados, la notoriedad del talento, la consideracion per- sonal, son los elementos esenciales de su confianza. Pero no bas- ta que el ministro de negocios estranjeros elija hombres capa- ces para el servicio diplomático; es preciso que su espiritu los anime, que su iniciativa los dirija. A este efecto debe, no solo guiarlos con sus instrucciones en las negociaciones de que estan encargados i velar sus actos por una correspondencia constante: debe tambien mantenerlos al corriente de todo lo que afecte a los intereses del pais. Les enviará copia de los des- pachos importantes de sus colegas, i de tiempo en tiempo resu- mirá la situacion esterior e interior en circulares que pongan a sus ajentes al tanto de la política del gobierno. Apoyándose en estas comunicaciones, éstos pueden entónces sin inconve- niente tomar parte en las conversaciones que se refieran a la materia en cuestion, i recojer así datos preciosos sobre las vistas de diferentes gabinetes; pueden ademas esforzarse por hacer prevalecer en sus conversaciones el pensamiento de su gobier- no;... en fin, los ajentes diplomáticos, recibiendo estas circula- res, ven que no son olvidados; se encuentran animados en sus trabajos de correspondencia, i pueden al mismo tiempo juzgar de la mejor direccion que convenga darles, por el conocimiento que tienen de la política jeneral, como por la manera de com- prenderla. | IV Las necesidades de nuestro servicio de relaciones esteriores son, no hai duda, reducidas i considerablemente inferiores a las de Europa i de los Estados Unidos; por consiguiente, las esperiencias de las naciones mas adelantadas, tienen para Chile el valor de la comprobacion de los elementos esenciales de un buen servicio, i le suministran los medios prácticos, uniforme- mente implantados, para satisfacer ese desideraturm. Dos puntos capitales ofrece a este respecto la observacion: . la preparacion de los hombres i la conservacion de la tradicion EL SERVICIO DE NUESTRAS RELACIONES ESTERIORES 395 política internacional.—Los hombres se preparan teórica i prác- ticamente. Los estudios especiales habilitan para entrar a la carrera; pero una vez en ésta, se aprovechan las aptitudes mer- ced a un procedimiento de seleccion. Por dondequiera, el cono- cimiento personal i directo es la base de la preparacion. Los viajes, el trato de los hombres, las costumbres, las ideas, la re- lijion, la raza; todo cuanto esplica la diversidad de criterio para pensar i obrar; todo cuanto ajita los sentimientos; todo cuanto hace de cada nacion una personalidad; en suma, el conocimien- to sentido i palpado del pais o paises con los que vivimos en comunidad, forma la instruccion objetiva, indispensable, al di- plomático ial hombre de estado. Una biblioteca no enseña como esta escuela práctica; i sin esta escuela no se concebiria en algunas naciones de Europa al hombre político. Los miem- bros de los comunes 1 los lores recorren constantemente el con- tinente europeo, visitan los lugares que interesan a sus miras, toman notas de las aplicaciones que constituyen la esperiencia, i vuelven al Reino Unido con la cabeza llena de hechos i vacia de teorías.—La tradicion política se aviene con el carácter de la lei internacional de suyo dudosa e incierta, la interpreta, i le asegura un imperio fundado en los actos, en el reconocimiento espreso i continuado, que la rodea de una verdadera autoridad, Sin ella, un estado marcha a ciegas, siempre espuesto a las ace- chanzas, a las querellas ia la guerra misma. Ahora bien, ¿qué aplicacion pueden tener las ideas preceden- tes en Chile? En mi sentir una relativamente fácil. El ministe- rio de relaciones esteriores, tan rudamente combatido por la instabilidad ministerial, requiere un órgano que funcione con la contraccion, la competencia i la continuidad que ha menes- ter el servicio diplomático, de modo que las luchas políticas no comprometan jamas su estabilidad. Este órgano no puede ser otro que, o un consejo del ministerio, o dos jefes superiores para las secciones política i comercial, respectivamente. El con- sejo, que podria componerse de tres o mas ex-ministros diplo- lmáticos (uno que hubiera servido en Europa, uno en Norte América, uno en Sud América, o bien dos en Sud-América: uno que hubiera sido ministro en alguna nacion de la costa del 396 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Atlántico í otro en la del Pacifico), de un ministro o del fiscal de la corte suprema de justicia, i de un profesor o ex-profesor de derecho internacional, reuniría en su seno hombres entendi- dos en su especialidad, en posesion de los conocimientos per- sonales requeridos para cualquiera jestion diplomática. Pero,. sea por los defectos de nuestro carácter nacional, sea por los inconvenientes de la consulta del ministro al consejo, me parece preferible la creacion de los jefes para las secciones política i comercial. Naturalmente, si a estos jefes correspondiera el en-- cargo de seguir el sistema político apropiado a las necesidades del pais, de combinar las medidas, aprovechar las circunstan- cias, escojer las vías mas propias para conseguir el éxito, dentro. del cumplimiento por parte del presidente de la república i del ministro de sus atribuciones constitucionales icon su anuencia, es evidente que su eleccion tendría que recaer en ex-ministros diplomáticos de Chile. Los empleos indicados serian como el. término i el premio de la carrera diplomática en el estranjero con la misma renta i consideraciones. En nuestra organizacion ministerial el ramo del comercio figura en el ministerio de ha- cienda; pero se comprende que debería formar parte del de rela- ciones esteriores. Fuera de la estadística 1 las aduanas, los tra- tados i convenciones comerciales, los consulados, etc., son nego- cios que tienen relacion inmediata con la política estranjera, por eso las naciones de Europa i los Estados Unidos, con tener algunas ministerio especial de comercio, poseen una seccion comercial en el ministerio de negocios estranjeros. La gran preocupacion del dia se concentra en la produccion, la distribu- cion i el consumo de las riquezas, i una íi otras dependen de la produccion, de la distribucion i del consumo de las otras nacio-' nes, aparte de la produccion, de la distribucion iconsumo na- cionales. Los cónsules informan ordinariamente sobre la riqueza. del territorio del consulado i los ministros sobre la riqueza je- neral de un pais. El ministerio recibe las informaciones, con- fronta i compara cifras, estudia las convenciones probables,. etc., etc.; solo de esta manera adquiere un estado el conoci- miento del conjunto de los hechos i puede estrechar las rela- ciones comerciales. Por esto creo que el ministerio de relaciones | | | | | o | EL SERVICIO DE NUESTRAS RELACIONES ESTERIORES 397 esteriores deberia tener una seccion comercial, icon ella i la seccion política desempeñadas por hombres esperimentados me parece que Chile tendria el mejor servicio de relaciones esterio- res para sus necesidades. A la buena direccion superior sucede- ria la buena direccion de los ajentes diplomáticos, que es lo que razonablemente se puede desear. GUSTAVO A. HOLLEY, Profesor interino de Derecho Internacional. y ES o A EEN ae Lan 80 e E alos A A 1 TIN E A SAO) ¡LIO di y 3 DNS =uzesS ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ SEGUNDA PARTE Rel nUSVO (Continuacion) CAPÍTULO VIII El Virroi (1808) I La prensa de Buenos Aires luego al punto, presto enseguida la de Lima, propagaron en el interior, al dictado del Arzobispo, los ecos del sorteo público del 3 de Julio. 1 es lo exacto que por entónces comenzó tambien a circular en Chuquisaca, i al parecer ya cundia en todas las provincias, otro impreso de mas alta procedencia i aun mas sujestivo que el referente a aquella fiesta americana. Su publicacion fué un paso político susceptible de fijar en mala parte las miradas del pueblo entero de Chu- quisaca. 400 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Se recordará que Pizarro introdujo al exámen de los Oidores, en la junta del 18, una proclama o manifiesto i un oficio cir- cular del Virrei. Era relativo este reservado pliego (Agosto 17) a la línea de conducta que convenía seguir en las provincias interiores durante los conflictos actuales de la metrópoli. Era referente la proclama o manifiesto (Agosto 15) al paso por Buenos Aires de un ajente bonapartista con pliegos de Napo- leon i del gobierno español, favorables al rei José, para Liniers.. Por el último correo del 23 de Setiembre acababa de llegar impresa en Buenos Aires esta proclama. La carta circular de oficio fué conocida del vulgo poco mas tarde. Vino inserta en las Observaciones sobre los recientes acontecimientos de Mon- tevideo, folleto salido de la imprenta bonaerense a fines de Octubre. Decia el Virrei en su manifiesto: “Del exámen que se ha hecho de todos los pliegos resulta que el Emperador de los Franceses se ha obligado a reconocer la independencia absoluta de la Monarquía española, así como tambien la de todas sus posesiones ultramarinas, sin reservarse ni desmembrar el mas leve ápice de sus dominios; a mantener la unidad de la relijion, las propiedades, leyes í usos con que se asegure en adelante la prosperidad de la nacion; i aunque no estaba enteramente decidida la suerte de la Monarquía, se habian convocado Córtes en Bayona para el 15 de Junio pró- ximo anterior, donde iban reuniéndose los diputados de las cíu- dades, i otras personas de todas las clases del Estado hasta el número de ciento i cincuenta.n Liniers decia que el Emperador de los Franceses miraba a estos pueblos con interes i simpatías, que aplaudia los recientes triunfos del Rio de la Plata, i que dispuesto se hallaba a mandar a estas partes todo ¡énero de socorros. Recomendaba el Virrel ahora mas bien que nunca la union del pueblo con las autori- dades existentes, i la concordia de las autoridades entre sí i en torno de su actual jefe el Virrei, como medios de conservacion» valimiento i defensa comunes en las presentes calamitosas cir- cunstancias. "Sigamos. —decia—uel ejemplo de nuestros ante- pasados en este dichoso suelo, que sabiamente supieron evitar los desastres que aflijieron a España en la guerra de sucesion, ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 401 esperando la suerte de la metrópoli para obedecer a la autori- dad lejítima que ocupó la soberanía. Al mismo tiempo, la proclama hacia entender, que por causa del breve i misterioso paso del emisario bonapartista Sassenay, el pueblo de Buenos Aires, mal influido por murmuradores temerarios, habia llegado a abrigar desconfianzas, pero descon- fianzas infundadisimas, respecto de su leal i ya bien probado jefe i caudillo. Enseguida, no obstante lo dicho acerca de la neutralidad hasta las resultas de la metrópoli, a manera de satisfaccion o justificativo, ordenaba que ya sin mas demora se procediese en la capital a la jura de Fernando VII (1). II Este documento era capaz de suscitar, a lo ménos entre los criollos dirijentes de las provincias altas, el sentimiento receloso del amor a la tierra, casi el alarma, al divisar para el pais el peligro de otra dominacion que la española. Ignórase hoi dia si los ejemplares de este impreso, a Liniers tan funesto dentro de poco en el Rio de La Plata, conforme a los reales acuerdos del 18 i del 23, estaban detenidos en el correo de órden de Pi- zarro. Puede entretanto asegurarse que, desde la última fecha antedicha, su texto o contexto eran conocidos enteramente del Arzobispo i sus intimos, del cabildo metropolitano, i, desde el 17, del vecindario principal de Potosí tan inmediato. Lo cual vale hoi decir que, en las vísperas de la jura de Fernando VII, el (1) Esta proclama consta de un pliego en 4.” de tres pájinas impresas, con el encabezamiento de D. Santiago Liniers ¿ Bremond (i siguen los ti- tulos del Virrey).—Ya no habrá disputas sobre el apellido del ajente bona- partista desde la publicacion del libro, que trayendo solamente unas dos o tres pájinas nuevas de escasisimo interes, para la historia del Rio de La Plata, lleva el pomposo tituio de Vapoleon I* et la fondation de la Républi- que Argentine Jacques de Liniers, compte de Buenos Atres, Vice-roi de La Plata, et le marquis de Sassenay (1808-1810). Par le marquis de Sassenay. Paris, 1892, 12.v0 de 285 pajinas. En su parte mas estensa e importante este libro no hace sino copiar la Historia de Belgrano por Mitre, tomo primero. 402 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS documento no era ya un secreto para todas las jentes superiores de Chuquisaca. Cosa particular fué que en la mañana del 25 de Setiembre, dia mismo de la jura 1 proclamacion, el pueblo ya sabia, en dicha ciudad, lo que de las ocurrencias de la metrópoli el vulgo era apto de entender í de falsear a la vez: que un her- mano de Napoleon disputaba a Fernando VII su trono; que habia guerra en España por esta causa; que el virrei Liniers no esperaba sino un socorro de buques i tropas para entregar el virreinato a sus paisanos los franceses; que por esto se estaba oponiendo a la proclamacion de Fernando VII en Buenos Aires, en Montevideo i en las provincias interiores; que aquí en Chuquisaca no querían hacerle caso í por eso se habia ace- lerado la jura etc. La nube de desconfianzas, ya naturales í ya temerarias, que estas especies debian causar en los altoperuanos, no vino a le- vantarse en forma sombría i tempestosa sino dias mas tarde. Ello acaeció cuando, a la vuelta de la reserva i ocultación of- ciales, se divulgaron impresos los documentos públicos de Bayona, Madrid i Sevilla, con mas las antedichas proclama i circular del Virrei. Fué entónces cuando se rujió con mayor fuerza en el pueblo que Liniers estaba vendzído a su compa- triota el conquistador Napoleon. Hemos de ver la manera eficaz con que los Oidores contribuyeron a fortalecer esta sospecha (1). Baste por el pronto recordar que en la ciudad las especies refe- ridas, i, aun mas, sus aprehensiones resultantes, sirvieron a ma- ravilla a la popularidad de Fernando VII. Este favorable efecto esterior era lo que tanto enfervorizaba a Moxó. El natural desafecto humano al pérfido usurpador violento de ajena corona fué sentido por todas las clases sociales. A este desafecto fué correlativa en los ánimos una simpatía viví- sima en favor del jóven monarca despojado. Esta simpatía hubo de ligarse necesariamente al recelo de caer tambien los altope- (2) ....cSolamente podia eso esperarse de un estranjero que se ha corres- - pondido directamente con el emperador Napoleon, instruyéndole del estado de nuestras colonias en términos de tentar su conocida ambicion.» Visía fiscal secreta de Febrero 6 de 1809, en Chuquisaca, MS. en copia auténtica. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 403 ruanos, junto con otros dominios de dicho monarca, en poder del conquistador estranjero. Hubo de columbrarse en los triun- fos napoleónicos en España algo semejante a un peligro mas o ménos próximo en el Alto Perú. Dentro de pocos dias, las jentes superiores se perderán en barruntos, unos favorables i otros contrarios a la posibilidad de una restauracion borbónica. Mién- tras tanto, las opiniones se uniformaban i se reforzaban mutua- mente, sin distincion entre nativos i europeos, acerca de un punto mui importante. El año anterior nadie habia querido en el pais anglificarse; hoi todo el mundo rechaza el partido de afrancesarse. Hé aquí un sentimiento natural i llano, mui de calidad para descender, a cualquier rumor peligroso, de las clases superiores hasta la ignorante masa del pueblo. ITI Un doctor de la Universidad, a nombre de la Academia Ca- rolina, en ocasion de la pompa del retrato, tradujo con el calor del alma los sentimientos del dia. Apostrofando por la prensa a Murat para que se estremezca, a Napoleon para que tiemble, al contemplar ámbos la formidable fidelidad altoperuana, agrega: "Los americanos, los fieles vasallos de la lejana América, acompañan a su caro Rei en la desgracia que sufre, cubiertos de luto i desolados: en el pais del horror i los delitos, donde le detiene oprimido la injusticia, allí le respetan, allí le aman, allí proclaman su soberania; i menospreciando al sacrilego usur- pador de sus derechos, a quien no temen ni obedecen, de uná- nime concierto reaniman la lealtad en toda la estension de nuestras provincias para jurarle un amor eterno...” (1). Este era el ufano modo de sentir al pensar que con sus armas pretendia Napoleon estender sus miras protectoras de la me- trópoli a la colonia. Entretanto, segun la proclama del 15 de Agosto, el propio jefe de la colonia era el intermediario de in- (1) Testimonio de fidelidad i amor a nuestro monarca augusto Sr. Don Fer- nando VIT... etc. pájinas 11 i 111. 404 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS sinuaciones a este respecto de parte del conquistador. La in- quietud que por esta causa esperimentaron los corazones, segun seria permitido creerlo tocante a los de Chuquisaca, no era de naturaleza tan simple que podamos ahora definirla en sí misma, ¿Cuánto en esta inquietud habia del fiel vasallo i cuánto del neto hijo del suelo? Hoi por hoi todo el mundo lo ignoraba. Acaso no pasaban de veinte en todo el Alto Perú los hombres solitarios que en aquellos dias, sintiendo bien a las claras tan solo el segundo afecto, el del hijo del suelo, hubieran querido que en todo pecho altoperuano él diera golpe de muerte al sen- timiento de vasallaje. La jeneralidad era incapaz de discernir separacion, ní mucho ménos antagonismo, entre dos afectos que habian nacido unidos en el ánimo de todos los hijos del pais. Por eso, sí hoi se divisaba al léjos la posibilidad de nueva invasion conquistadora; si de muí cerca se temía a su respecto una complicidad proditoria, nada traducia mas clara ni mas calurosamente por el pronto aquella solidaridad de sentimien- tos, que la causa del cautivo i despojado monarca legítimo. Fernando VII era la invocacion patriótica, casi un grito mar- cial de todos los ciudadanos amantes de su tierra. La fernan- dína era la única enseña, en las circunstancias, capaz de ligar las voluntades todas de las razas i las castas, la única suscepti- ble de convertir en comun esfuerzo las aspiraciones de la so- ciedad entera amenazada por estraño señorío. 1, como debe fácilmente comprenderse, al són armónico de estos sentimientos tan jenerales como entrañables, la jura de Fernando VII en Chuquisaca tenia que cobrar i cobró entre todas las clases inmenso entusiasmo. | IV Bien así como sucedia en Chuquisaca, ajitaban la capital de Buenos Aires movimientos distintos de opinion, avivados al contacto de las novedades de la metrópoli i peligros consi- guientes de la colonia. Dos eran los mayores i no nada apaci- bles. Parcial el uno, en torno del Virrei, con carácter de oposi- cion política; jeneral el otro, contra la usurpacion bonapartista, ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 405 al impulso de una fiel consecuencia con Fernando VII. 1 en mitad de todo, la inquietud sobre la pérdida de España, inquietud revolvedora de los ánimos, que comenzaba a abrir- se paso en las clases superiores, así de europeos como de criollos, Con toda suerte de precauciones, a fin de alejar hasta la som- bra de una infidencia, el emisario de Napoleon habia sido escu- chado i despedido mas que de prisa (Agosto 13) por el virrei Liniers, asociado para ello de una junta mui respetable de per- sonajes peninsulares, El hecho tenía que ser conocido del pú- blico i lo fué. Las exijencias de la opinion obligaron a Liniers a romper el silencio. Hízolo mediante la proclama que ya sabe- mos, Mas, con todo de haber sido espedida de acuerdo con la Audiencia i el Cabildo, ella i el oficio circular que le era refe- rente, mui léjos de calmar los ánimos, contribuyeron no poco a sembrar la desconfianza en el pueblo. I sucedió acto continuo, que así como habia sido unánime i categórico en el consejo se- creto el rechazo de las pretensiones napoleónicas, uniéronse esta vez públicamente europeos i nativos, en ámbas orillas del Rio de La Plata, al calor de un mismo sentimiento: el de resistir en la colonia la nueva dominacion. "Profundamente divididos —europeos i regnicolas—.por sus tendencias í sus intereses, coincidian tambien en otro punto, que era protestar contra la conquista de España por Napoleon, no someterse a la nueva dinastía impuesta por el conquistador, permanecer fieles al antiguo monarca, i para el efecto no reco- nocer en tal caso mas vínculo legal, entre la metrópoli i sus colonias, que la persona del monarca ausente i destronado, asu- miendo ellos miéntras tanto su soberanía para usarla por sí en las colonias (1)... Pero si este último designio había un instante alentado en el animo de los fidelísimos vasallos, así europeos como criollos, bien pronto el arribo de Goyeneche, rasgando el velo de tristes preocupaciones, indicó a todos llana i fácilmente el camino de someterse acto continuo, sin discrepancia de nadie entre penin- (1) MrrrE, Historia de Belgrano, 4.* ed., t. 1, p. 230. TOMO XCIV 29 406 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS sulares 1 nativos, a la soberanía provisional i gobierno supremo de la junta de Sevilla (1). | “Grande fué el disgusto que ella —la proclama—ucausó en: todos los patriotas contra Liniers i la Audiencia. La idea de no tomar parte en la contienda eminentemente nacional i exitante que se ventilaba en España entre los dos pueblos, i de esperar los hechos consumados para atenerse humildemente a ellos, como en la Guerra de Sucesion, fué verdaderamente desgra- ciada i levantó un grito de reprobacion, del que se aprovecharon los europeos para batir en brecha la reputacion de Liniers, i sublevar el orgullo de los criollos con esa comparacion, de una época de inercia i de postracion con una de gloria i triunfo como la actual. "Ante esta actitud del pais entero, Liniers se encojió, i la (1) Oficios de Liniers i de Goyeneche a Pizarro, de 24 i 25 de Agosto de 1808 respectivamente, que corren a fojas 11 i 6 del Testimonio del Espediente actuado en la Presidencia. MS.—Decreto del Virrei, fecha 24 de Agosto de 1808, para que se guarde, cumpla i mande circularmente guardar i cumplir el despacho sevillano de Goyeneche, decreto corriente a fojas 10 vuelta i 11 del citado Testimonio del Espediente.—Observaciones sobre los recientes acontecimientos de Montevideo, p. 12.—Oficio del Cabildo de Buenos Aires, fecha 26 de Agosto, que solicita erogaciones para ser remitidas al gobierno supremo de Sevilla, MS. orijinal suscrito autográficamente i dirijido al ar- zobispo Moxó. Es el mismo cuyo texto se' imprimió en Buenos Aires in- mediatamente (4.2 de cuatro pájinas en la Imp. de Niños Expósitos) titulado en su encabezamiento Circular del Excelentísimo Cabildo de Buenos- Ayres ú los del Reyno, y ú los Tllmos. Prelados del Vireynato. Su penúltimo aparte comienza: «La ciudad de Buenos-Ayres, que sin antecedentes algu- nos uniformó en todo sus disposiciones con las de la Suprema Junta de Sevilla...» —Asi los cronistas primitivos, como los historiadores modernos rioplatenses, estan contestes en que el sometimiento del Rio de la Plata fué inmediato iunánime a la autoridad soberana de la junta de Sevilla.— La junta de gobierno, formada en Montevideo por la rebelion de Elio, se sometió asimismo sin vacilar, acto continuo del arribo de Goyeneche, 1 envió a Sevilla diputado munido de documentos para justificar su existen cia.—Sacados de la ya rarisima compilacion de Lamas, que se cita aqui al pié de la nota de la pájina 99, véanse los «Documentos relativos al desconoci- miento del virrey Liniers i al establecimiento de la primera junta de go- bierno creada en América en 1808,» reproducidos por Calvo en el tomo l, pájinas 88-115 inclusives de sus Anales Históricos de la América Latina. De estos documentos consta la inmediata unanimidad. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 40% jura de Fernando VII se realizó el dia designado, con tal con- currencia i animacion de parte de todo el pueblo, que fué bien evidente para todos el unánime movimiento de la opinion. El Virrei no se quedó atras, por cierto, en manifestar su lealtad al nuevo soberano lejítimo, i la execracion con que miraba las perfidias i los atentados del usurpadorn (1). V Pero a la vuelta de ciertas analojías esternas, diferencias pro- fundas entre la primera i segunda capital del virreinato. Dife- rencias no solo de ponderacion política i fuerza social, sino tambien de designios en los individuos sobresalientes, de ten- dencias en las parcialidades militantes, de gravitacion positiva en los intereses i jenial impulso del vecindario regnícola. Ade- mas de que, en aquel emporio del Rio de la Plata i de las pro- vincias interiores arjentinas, las recientes victorias han deter- minado en la sociedad, no ménos que en los poderes mismos preconstituidos, una especie de palpitacion democrática, que, no con ser hoi confusa i rudimentaria en sus latidos, es por eso ménos honda ni acierta a perturbar menormente las funciones i el sistema del organismo colonial. Así como en Chuquisaca allí no habia aun patriotas ni realis- tas; mas, por efecto de acontecimientos anteriores, dos bandos rivales, el de los europeos í el de los nativos, ya asomaban cabeza en el escenario político; asomaban en ademan de aprovechar para sus pretensiones respectivas los trastornos de la me- trópoli. Cuando las invasiones inglesas, los europeos españoles habian obtenido que los ciudadanos se armaran por denominaciones nativas. De aquí los tercios de arribeños, gallegos, pardos, cata- lanes etc. El orgullo de raza hizo a los peninsulares mirar como una mengua el juntarse en las filas con los regnícolas, a quienes consideraban en conjunto como chusma de la sociedad colo- nial. Pero cuando unos i otros se contaron en sus cuarteles; 1) Lopez, Introduccion a la Historia de la Revolucion Arjentina, p. 271. ) El ) p 408 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cuando la batalla vino a hacer sentir la pujanza militar de los nativos; cuando la victoria dió a éstos la conciencia i la sober- bía de su virilidad cívica, saltó a erguirse, por despecho en los unos i por rivalidad en los otros, un vivísimo espíritu de cuerpo. Manifestóse desde entónces un cierto compañerismo del suelo, compañerismo mal prevenido contra los poseedores de una su- premacía allí inveterada, pero que había perdido ya toda su rea- lidad imponente. Aquel sentimiento de repulsion que la clase inferior nativa abrigaba contra la clase privilejiada que venza de afuera, que venia a dirijir i a usufructuar el establecimiento co- lonial, dejó de ser como quiera una antipatía suelta i sin cohe- sion entre los individuos, cobró la intensidad i creces de un im- pulso colectivo, se organizó en bando suficientemente caracte- rizado, bando predispuesto contra otro no ménos bien definido asimismo, i que declaraba su antagonismo desdeñoso hasta en el sonido de su nombre. | El bando de los españoles europeos, encabezado por el alcalde de primer voto don Martin Alzaga, hombre resuelto, bienquisto i engreido, habia dado en mirar a Liniers con inquina i desden i como jefe improvisado, estranjero por añadidura, sin títulos va- lederos para rejir la colonia en representacion del rei. La riva- lidad entre Liniers i Alzaga era tan pública como acerba hácia el promedio de 1808. Por eso mismo tambien el bando de los regnícolas, que nunca olvidó que el encumbramiento altísimo del actual virrei habia sido hechura suya despues de la victoria, 1 que contó siempre con las milicias nativas para cualquier evento de las circunstancias, ántes que como a virrei, conside- raba a Liniers como a su jenuino jefe militar i su caudillo, a quien era necesario sostener en el mando a toda costa, pese a quien pese. Por su parte aquél, entendiendo bien que eran su base de poder, habia resistido el desarme de los cuerpos nativos solicitado por los europeos. : Hasta aquí estos dos bandos no eran en rigor sino dos co- rrientes etnolójicas surjidas del fondo de la sociabilidad colo- nial, surjidas durante el sacudimiento de las invasiones ingle- sas, que habian sido efecto del desarme de España por la guerra europea i de su nula accion marítima en la colonia. La rebelion de Elío en Montevideo el 21 de Setiembre de 1808, i la próxi- ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 409 ma intentona de Alzaga en Buenos Aires el 1.2 de Enero de 1809, denotan bien a las claras que esas divisiones, tan animo- sas como fueran, no podían por el pronto abrigar mas intento que el respectivo a la persona de Liniers, o, si se quiere, al go- bierno superior del virreinato, a fin de restablecer en éste el pre- dominio absoluto de los europeos, no ménos que para resistirlo en alivio o ventaja de los vasallos regnicolas. Sino que, a pre- sencia de los desastres mismos de la metrópoli, del consiguiente debilitamiento i aun ruina de la autoridad de ésta en la colonia, urjia en la faccion europea el interes inaplazable, el ánsia apa- sionada, de estar cuanto ántes en posesion del mando del vi- rreinato, a fin de no perder en el conflicto, ántes bien para en- - sanchar, si cabe, su condicion privilejiada i preponderante, con- forme al existente sistema colonial, vI Instancias se habian hecho a la metrópoli para que resguar- dara de nueva invasion inglesa el Rio de la Plata; i, sea ufanía i francesismo solamente, sea interes en conseguir del aliado con- tra ingleses el armamento que de la Corte en yano se obtenia, .es lo cierto que Liniers, pocos dias despues de la Reconquista, habiase cortesanamente dirijido a Napoleon comunicándole las ' peripecias de aquella gran jornada. Al año siguiente, vencedor otra vez de los ingleses en la Defensa, habia de nuevo rendi- do sus laureles con análogo fin al gran capitan del siglo (1). Despues de la proclama del 15 de Agosto, que hiciera pública la oferta de Napoleon de estender tambien al Plata su protec- cion a mano armada, i¡ como tampoco nunca habia su autor he- cho misterio de aquellas comunicaciones oficiales, los enemigos de Liniers, tomando pié del hecho, no ménos que de otros an- tecedentes propios del carácter indeciso i poco avisado del vi- rrei, se echaron a desconfiar de su lealtad ante el vulgo i a hacer (1) MtureE ha ilustrado bien este punto publicando el primero uno de es- tos documentos. Véase su texto en el Apéndice al tomo 1 de la Mistoria de Belerano, 4.* edicion, a las pájinas 507.—MrrkreE, Comprobaciones. Primera Parte, pájinas 212 1 213. 410 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cundir por dondequiera sospechas a cuál mas infundadas i aparentes. Con todo lo cual, ino carecer de tachas su administracion ni sus costumbres, el crédito de Liniers, i si decimos mas bien su popularidad en el Rio de la Plata, destinada estaba sin re- medio a perecer dentro de poco aun entre sus propios soste- nedores; siendo cosa resaltante que los naturales andaban allí mui temerosos por su pais, i eran a tal punto hostiles a la in- fluencia francesa, que todos sin escepcion estarian resueltos a rechazarla con las armas. De suerte que si el bando de los euro- peos, el año 1808, hubiera tenido paciencia i jefes de seso i fle= ma, que no Alzaga i Elío, a poco andar hubiese quedado fuera de la escena Liniers por mano de la metrópoli, con asenti- miento de la opinion pública. Pero sucedió que, en vez de aguardar el logro de ciertas jes- tiones llevadas a la peninsula para perder a Liniers, aquellos dos ambiciosos, puestos de acuerdo juntamente en su política i su saña, no temieron proceder por las vias de hecho contra el majistrado lejítimo, i a trueque de derrocarle echaron en la co- lonia mano del ejemplo revolucionario. Al efecto, i sabedor Alzaga que la parcialidad de peninsulares no podia contrarres- tar en la capital la influencia política i militar de los nativos, buscó i halló punto de apoyo esterno en una plaza fuerte, guar- necida por veteranos españoles, que podía cualquier día pro- nunciarse contra cl Virrei sin peligro alguno. Tal era Montevi- deo. A mayor abundamiento preponderaban allí, sin mínimo contrapeso, los vecinos europeos í otros privilejiados del mono- polio o del contrabando, i gobernaba el brigadier don Francis- co Javier Elío, peninsular impetuoso i bravo, algo fanfarron, i cuya indole desconfiada, al decir de sus coetáneos, anduvo en- tónces aquí o allá, al trasluz de su odio a Liniers, percibiendo traiciones francesas O portuguesas contra la dominacion de España en el Rio de la Plata. La sedicion de Montevideo no es de estas pájinas. Conviene, si, decir de pasada que va a tener resonancia de un estremo al otro del Alto-Perú. Preparando el 1.2 de Enero de Buenos Aires, bien puede decirse que ella tuvo su parte en causar, entre otros efectos de dicha tentativa, el abatimiento allí del bando | E | | E: | | | | | 1 ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ ATI europeo, la disolucion de tres de sus cuerpos militares, el pro- greso avizor del espíritu regnícola en sentido cada vez ménos colonial, esto es, mas conforme al interes patrio de valerse to- dos en grupo contra el monopolio de los privilejiados altane- ros, valerse política i militarmente, siempre en union fiel con la metrópoli bajo Fernando VII o de un gobierno provisional que bien lo representara (1). A la verdad, Liniers quedaba mas cau- dillo que nunca de los criollos i mestizos arjentinos; pero, con eso mismo, mas bien señalado a la desconfianza de la metrópoli, ¡ por ende mayormente propio para poderse obrar dentro de poco, eliminando su persona, una jeneral reaccion absolutista anti-regnicola (2). VII No así mucho las cosas en el Alto-Perú, donde en fines de Se- tiembre, segun ya se dijo, resonaban a la vez, para mayor popula- «ridad de Fernando VII, la jura del rei a quien temian cautivo, i la proclama del Virrei a quien temian traidor. Los atentados de Elío i de Alzaga moverán la audacia oposicionista de los Oido- res contra aquel caudillo de esos nativos, pero tambien contra (1) Mas de un historiador rioplatense moderno ha referido, con festina- cion de 1808, designios 1 planes politicos que, segun la crónica sacada de los documentos por ellos mismos, 1 segun lo que resulta de sus controver- sias unos con otros sobre interpretacion de los hechos, no pertenecen sino a un estado esterno i de los espiritus, a un estado consiguiente a la reaccion «absolutista del promedio de 1809. - (2) Ademas de los cronistas que diremos primitivos, como ser Funes, Moreno, Núñez, Sagui, he leido los escritos de los señores Mitre i López, de nuestros dias, sobre el gran acontecimiento de la revolucion arjentina de 1810, 1 sobre sus antecedentes desde las invasiones inglesas, separacion de Montevideo etc. Es asunto interesantísimo de estudio, i que se presta -como fenómeno sociolójico a muchas consideraciones luminosas. Tambien he compulsado las colecciones impresas de documentos pertinentes. Para los puntos en manera tan somera dichos en el texto, a mas de estudiar las dos obras de donde copio dos lugares importantes, he procurado instruirme en la polémica historiográfica habida estando yo en Buenos Aires el año 1882, 1que consta esencialmente de cuatro amenisimos volúmenes, mui "sustanciales: los dos de Comprobaciones Históricas por Mitre, i los dos por ¿López que se titulan Kefutacion de las «Comprobaciones Históricas.» 412 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS la reaccion anti-americana de los europeos del Plata, i contra cualquiera soberanía peninsular que no fuese la de Fernando VII en persona, Porque, a lo ménos en Chuquisaca, no el descrédi- to i desautorizacion del Virrei, sino la desautorizacion ií el des- crédito de la metrópoli misma, jeneraron con fuerza, desde últimos de Octubre, la tendencia subversiva de los ánimos reg- nicolas superiores; i porque allí la trasformacion era mas bien de las opiniones que de los elementos políticos del gobierno, 1 ella no evolucionaba lenta i vigorosamente en la esfera positiva de los intereses sociales, como sucedió en Buenos Aires, sino mentalmente, o si decimos jurídicamente, en el órden radical de las ideas, con asomos de dicha tendencia en los dias de la jura solemne de don Fernando VII. En efecto, el amagado señorío americano de este monarca es en tales circunstancias, cual si dijéramos un atrayente i comun centro de asamblea, un núcleo de enerjía sociolójica que con- e lomera las razas i las castas en torno i al amor de un caudillo» Por vez primera asoma cabeza, dentro el horizonte de las encer- radas provincias, un principio tal i tan bastante como éste para servir de causa nacional de un estremo al otro del Alto-Perú. Pero es lo cierto que este plebiscito, el postrero de la soñolienta colonia sumisa a lejana metrópoli, no es todavía causa nacional sino en una manera rudimentaria. ¿Cómo es que andando unos pocos meses, ántes que en nín- guna otra colonia americana, el presente voto público va a bas- tardear de su levadura colonial? Fernando VII, objeto hoi de la simpatía mas sincera de todas las jentes en el Alto-Perú» será mañana para muchísimos apénas un nombre vano, una divisa irrisoria para mejor romper con el hábito, avasallar las muchedumbres, i emanciparse de la metrópoli. “Obra a la vez maquiavélica i ambiciosa de los Doctores de Chuquisaca,n han dicho testimonios de oríjen realista confirmados por la tradí- cion constante del pais. | Pero si duda no puede caber hoi sobre que fueron ellos los jeneradores del movimiento, i si esto mismo sirve para esplicar la antelacion de éste, no ménos que la maestría con que fueron ¿envueltos en él los Oidores i otros peninsulares de valimiento so capa de primordiales beneficiados, hai que abribuir a las trope- f ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 413 lías i cadalsos de Goyeneche su parte de impulso en la rapidez» por la ira del paisanaje. En cuanto a lo temprano de la hora, el virrei Abascal cree que inmediatamente despues de las inva- siones inglesas (1). Con precision Cañete cree,—i era testigo «ocular, —que cuando ménos en la última quincena de Octubre Í primeros dias de Noviembre. Comenzaron entónces a escavarse las galerías para minar por sus cimientos las instituciones colo- niales, Í es, de presumir que los primeros trabajos hubieron de ser, sin ir léjos todavía, para conquistarse prosélitos en el gremio mismo de los fidelísimos Doctores (2). VIII Por otro lado, no es ménos efectivo ni ménos conducente que, en círcuntancias de estar ahora puestas de pié las provincias para afirmar su fidelidad al desposeido rei nuevo, el espiritu público de la ciudad letrada, o sea el de sus hombres mas intelectuales, queda colocado desde el dia de la fecha, a virtud del desenvol- vimiento lójico de las ideas, dentro de un periodo evolutivo cuya continuidad será inevitable. Porque, esto es de sentido co- mun, en el ejercicio de su actividad innata obedece el entendi- miento a leyes de induccion i de deduccion forzosas; i la mente (1) Relacion de su gobierno presentada a su sucesor, en el tomo II de los Documentos Históricos del Perú, publicados por Odriozola, pájinas 146 HTA | (2) «Miéntras tanto se acercaba a estas Provincias el sagaz Diputado por Sevilla levantaron, los discolos, un tormentoso nublado de noticias las mas ominosas para revolver al Reino, creyendo erradamente que España seria sojuzgada por Francia, para cuyo caso trataron ya de disponer los ánimos sediciosos a una Revolucion jeneral por el interés de tomar ¡ partir entre si mismos el gobierno del Perú»—(_A/to Perú )—«bajo del titulo especioso de mantener su integridad para el Señor Don Fernando VIT, ocultando las miras secretas que llevaban de proscribir este sagrado nombre luego que, alucinados ya los pueblos de esta lisonjera idea, se entregasen al arbitrio de los caudillos de la rebelion,» Informe de Cañete en el Espediente que con- tiene la instancia del Excmo. Señor Don Ramon de Pizarro sobre que a él le | corresponde, como a Oficial de mayor graduacion, y conforme a la Real Orden de 23 de Octubre de 1806, el mando politico, militar y Presidencia en las actua- les circunstancias. Año de 1814, MS. orijinal, en 18 fojas; f. 10, 414 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de los juristas que hoi rechazan unánimes el anglificarse i el afrancesarse, está, sin ellos mismos advertirlo, espuesta de un momento a otro, está espuesta por estension i analojía de prin-. cipios, miéntras dure la actual guerra de la metrópoli para su propia independencia, a no querer tampoco para su pais propio en adelante ninguna estranjera dominacion. Es otra cosa digna de advertirse que, junto con la actual de- cision contra la soberanía francesa, decision unida al recuerdo del alarma del año anterior contra los ingleses, penetró clara- mente en el intelecto de la plebe de Chuquisaca la idea cívica, por no darle otro nombre, sobre la existencia de ciertos motivos que debian unir en comunidad jeneral esta provincia con las demas del Alto-Perú (1). De suerte que muí en congruencia de la gravitacion de los espíritus superiores hácia la autonomía del gobierno propio, el vecindario entero de la ciudad, con un co- nocimiento ménos rudimentario que el año último de lo jenui- namente patriótico, ya mas adelantado en sus ideas sobre las re- laciones mediantes entre la metrópoli i la colonia, con una con- ciencia ménos material del peligro i por eso mismo mas alta i previsora, entraba estos días a iniciarse con amplitud en el sen: timiento altoperuano sobre la seguridad de la tierra, Un escrito de la libelacion, que por su llaneza de lenguaje 1 su falta completa de citas eruditas, se ve que estuvo destinado a la lectura vulgar, decia en estos mómentos: “I yo digo que la medalla significa que nuestro monarca au- gusto está grabado en la plata pura de nuestros corazones lea- les, 1 que la escarapela es nuestro distintivo patriano a la frente (1) Pudiera citar una variedad de hechos indirectos; pero existen otros de mayor claridad. En propuesta de Octubre 6 de 1808, el maestro armero Gregorio Ayllon se ofrece, sin mayor costo del real erario, a pasar a compo- ner con sus operarios prontamente la fusileria de Oruro, por si conviniere armar a esos mineros en defensa del pais. MS. orijinal.—Pedro Gárate, por sii por otros oficiales de faroleria, pide recomendacion ante ese gobernador para ir a ofrecer en Cochabamba sus servicios en la hechura i compostura de armas blancas 1 de fuego. Chuquisaca, 1808. MS.—Nada mas notable, desde el año anterior, que la presentacion del gremio de carpinteros ofre- -ciéndose a pelear contra los ingleses en los tercios armados que hubierea de levantarse en estas provincias. Véase aqui una de las notas de la pajina 5, MS A nn «E ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 415 de los enemigos de nuestro Rei, que son tambien los nuestros. Ellos pretenden la usurpacion de estos dominios, poseidos lejí- _timamente por él, i¡ cuyas riquezas de minas codician, 1 los que -son nuestra tierra natural, que debemos defender, así como nos- otros somos todos unas plantas numerosísimas con sus raices en toda ella (2). IX Aprovechando el pésimo temple de la atmósfera social res- pecto de Liniers, con ocasion de un negocio que entrañaba im- portancia política, la Audiencia logró dejar malquista desde es- tos dias 1 burlada en su distrito la autoridad del jefe del virrei- nato. Todavía bajo la inquietud de nuevos amagos de Inglaterra en el Kio de la Plata, i mas que todo apremiado por los ahogos crecientes del erario, habia, en el promedio de Julio de este año, dictado Liniers providencia suficientemente asesorada para que, conforme a cierta regulacion jeneral del reparto ya hecha por una junta en Buenos Aires, las ciudades i villas del virreinato se prestaran entre todas a erogar, precisa, pero al mismo tiempo voluntaria i patrióticamente, un mellon cuarenta i dos mil pesos cada año hasta el definitivo ajuste de la paz entre las metrópo- lis. Liniers habia conferido al Cabildo de Buenos Aires el arduo encargo de hacer efectivo el cobro de esta contribucion estraor- naría. Fió al prestijio, de que aquel cuerpo gozaba en todo el virreinato, la posibilidad de obtener del espiritu público este “auxilio por mano de los respectivos cabildos provinciales. Cir- culó órdenes para que los intendentes i los prelados auxiliaran las providencias que estos últimos dictasen a fin de alcanzar el entero i logro del impuesto. Pidió especialmente al metropoli- tano Arzobispo i a los obispos que exhortaran a los párrocos de indios altoperuanos, para que dejasen en las reales cajas hasta la paz aquella parte de sus sínodos que no les fuere necesaria para su subsistencia. De todo acababan de quedar advertidas las autoridades del — Alto-Perú cuando llegaron en Agosto las estraordinarias noti- (2) Ensa ladilla de la escarabeía i la medalla. Chuquisaca, 1898. MS. 416 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cias de Aranjuez, que tanto suspendieron la atencion pública por su naturaleza triste i sus tristes presajios. Mui presto, como se sabe, llegaban tambien las terribles noticias de Bayona, Ma- drid i Sevilla, que a su colmo llevaron, no ya la pena, sino el estupor de las jentes en todo el virreinato. Nadie se acordó en- tónces en Chuquisaca de que cimcuenta mel pesos habian corres- pondido, en el reparto del impuesto patriótico, al distrito del ayuntamiento de La Plata. Pero de resultas de las novedades de la península comenzóse luego a hablar de tentativas france” sas, 1 ya tambien un poco, como luego se verá, de tentativas portuguesas, en estos dominios, Í estos nuevos reclamos teme- rosos sacaron del olvido el cupo de la contribucion. El Virrei 1 el Cabildo de Buenos Aires acababan en el correo de Octubre de encararse, acerca del gran donativo jeneral, a las autoridades civiles i eclesiásticas, i mui ahincadamente a los ayuntamientos altoperuanos. Esta incitativa llegó a Chuquisaca cuando la cobranza de otro donativo, de que se hablará mas adelante, estaba disturban- do a las jentes de iglesia de la arquidiócesis. Porque los pedi- giieños de un lado, i del suyo los vocabularios icaramillos de la ciudad, zainos como siempre estos últimos, i ahora soplando í resoplando entre clérigos, i tal como si fueran todos juntos una manga de polvo arremolinada en la calle para cegar transeuntes ¡ cernirse por puertas i ventanas, habian lanzado del suelo a los tejados una ventolera inclemente de tachas i objeciones i estorbos localistas contra aquella derrama pecuniaria. Provenía esta últi- ma de una iniciativa de Moxó, i la manga era para intimidar a los colectores de Moxó i a Moxó mismo, Todo mueve a creer que uno de los intentos de aquella bocanada fué pasmar en flor los frutos de la política del mitrado, o como otro dijo, convertir la flor en espinas de desconcepton. 1 sean quienes fueren los pro- movedores, es lo cierto que los ministros no podian dejar pasar la ráfaga sin robustecerla con un impulso cualquiera de su au- toridad. Para ello se declararon en abierta oposicion a todo do- nativo. | | Tarea fácil. Bien sabian ellos que, en tales momentos, acaso no habia proyecto mas impopular que imponer una contribucion: cualquiera, por corta que fuese, No tenian mas que levantar la ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 417 vara de justicia a la altura de los bolsillos en ademan improba- torio. Al punto i como a una señal quedarian todos éstos cerra- dos con nudo ciego. Despues no quedaría a los imponedores o ejecutores otro gaje que la odiosidad del intento. El tribunal miéntras tanto podría cosechar a manos llenas las primicias del público agrado. Buena parte de estas menudencias de la jorna- da, que dieron mucho que hablar i que escribir, pasaban ántes o acabaron de realizarse despues de la jura. Xx Tan luego como corrió que a la Presidencia i al Cabildo les habia traido el correo órdenes tocantes al donativo civil, el fiscal Lopez Andreu se dirijió por carta de requerimiento a la primera i al segundo, ¡tambien al rejíio tribunal de Chárcas. Exijia que se le exhibiesen al punto las órdenes que respecti- vamente se les hubieran comunicado por el superior gobierno - para cobrar, a título de donativo patriótico, un nuevo impuesto. o capitacion estraordinaria i anual por indefinido término. Mas que de prisa el Cabildo remitió al tribunal de la Real Audien- cía las credenciales que para reparto i cobro le habilitaban. Con lo que, arrojada de las manos la brasa de fuego, se cruzó de brazos aquel cuerpo sín mas entender en el negocio. El tri- bunal archivó esos pliegos provenientes de la capital; ¡fué en vano que, reconvenido despues para que los devolviese, se dig- nara al respecto obedecer las órdenes del Virrei. Junto con esas | credenciales fué archivando tambien estos apercibimientos, sin jamas darse por advertido de los términos graves con que era instado a la justificacion del proceder. Escusado es advertir que el impuesto de los 50,000 pesos quedó ahogado en jérmen, sin mas trabajo que el ya referido requerimiento i esta pasiva resistencia del tribunal. El monto | de algunos donativos civiles quedó en tesorería un año entero. Posible que esto mismo hubiese pasado en las demas provin- | cias altas. E importa añadir que tambien fué requerido el Ar- | zobispo acerca de su eclesiástica colecta. De resultas él igual- | mente quedó trabado al punto sin remedio. La dilijencia de su 418 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS colecta ya llevaba recorridas unas dos tercias partes de su fra- gosísimo camino. Sino que fué retórica de los Oidores decir, como decian en- tónces, en tono de franco desasosiego, que ellos iban a ver modos de desbaratar estas i otras exaciones, forzadas en esencia i en la ocasion insoportable para estos buenos vasallos. I pin- taban con vivos colores mil circunstancias de estremada penu- ria en estas provincias altas, donde la minería estaba efectiva- mente en plena decadencia, i sin jiro el comercio, ila agricul- tura sin cosechas, i reinaba en suma por dondequiera una gran carestía de recursos. “Pero aun cuando así no fuera:n—añadian los compasivos Oidores--"¿en cuál tiempo se pudiera nunca considerar tole- rable el sacarle 1,000 pesos a una comunidad, a otras de a 500 pesos, a un cura 300 pesos, a otro 400,1 por este tenor a los demas individuos, como lo ha hecho el prelado? Nó, el tribu- nal sabrá buscar remedio a estos i otros desórdenes políticos, aun cuando sea mirado como oficioso opositor de medidas que se consideran sábias i acertadas, 1 aun cuando el Presidente haya de mirar cual un contrario suyo al Acuerdo, i se negare por. esto a abrazar dictámenes obvios i segurosn (1). Desde un principio estimaron ilegal el impuesto de guerra los ministros. Era propio tan solo de las facultades extrasupe- riores que Liniers, decian, estaba hoi arrogándose. Con la jura cobró en la sociedad bulto el negocio sobre el impuesto de gue- rra. Aun mas todavía lo cobró con la gran rogativa pública. Es otra ceremonia platense enormisima de estos dias próximos. La jura i la rogativa: los papeles viejos dicen mucho de ellas. Lo cierto es que allí donde no hai materia física suficiente para (1) Oficio de Octubre 26 ya citado.— Testimonio del espediente que com- prende las ordenes del Superior Gobierno de estas provincias sobre contribucion patriótica. MS. auténtico.—Oficio del Virrei al Presidente en Diciembre 28 de 1808. MS. en testimonio auténtico —Vista fiscal secreta de Febrero 6 ya citada.—Cuaderno que contiene orijinales los obrados i el oficio del virrei Hidalgo de Cisneros de Noviembre to de 1809 a la Audiencia, i que fué consiguiente al envio a Buenos Aires de los donativos que desde Octu- bre de 1808 habian quedado depositados en las Reales Cajas de La Pla- ta. MS. | ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 419 jenerar fuerza de hechos, pero si aptitud para percibir cosas conceptuales, es razon que solemnidades valgan poractos 1 ten- gan en la crónica plaza de acontecimientos. No pasaba lo mismo en Buenos Aires. Allí sí que existia po- der verificador, con su numerosa poblacion, importancia comer- cial progresiva, sociabilidad ménos heterojénea, mayor predo- minio caucáseo en sus clases dirijentes, puñado de políticos ya en interna i esterna labor tras un autonómico gobierno aunque fuera monárquico. Estaban, ademas, encuartelados, armas al brazo, los tercios mestizos i criollos que reconocian al propio Virrei en persona por caudillo. Pero tambien ¡qué conflictos los de este jefe para pagarles! En sus penurias de plata sellada sus ojos se volvian del lado del Alto Perú. Por eso, el primer tem- prano estorbo de los ministros al impuesto, fué ya una agresion política enderezada a Liniers. 1 ello precisamente cuando en torno ¡ encima de este majistrado se trenzaban mui graves com- plicaciones. (1) GABRIEL RENÉ MORENO (Continuará) (1) Acerca del estado politico de la capital en los momentos a que el texto se refiere, pueden leerse con gran provecho los capitulos VI i VII de MITRE Hisioria de Belgrano, 4.2 ed., t. Il; como asimismo los parágrafos XIV ¡ XV de la Introduccion a la Historia de la Revolucion Arjentina (1 vol. 4.9, Buenos Aires, 1881) por D. Vicente Fidel Lopez, i los parágrafos XXXIV ¡ XXXV del tomo II de la /Zistoria de la República Arjentina por el mismo autor. Di era E ai Ca NY ) ODA O NO : SER > PS EA INS a OY E as DR o MECÁNICA RACIONAL — A 0 PRIMERA PARTE DEL PUNTO MATERIATIT CAPÍTULO VII MOVIMIENTO DE UN PUNTO MATERIAL SOMETIDO A LIGAZONES Se dice, en jeneral, que un punto material es sometido a li- gazones cuando su movimiento, en el espacio, no obedece libre- mente a la accion de las fuerzas. Se concibe que el efecto de estas ligazones será equivalente, a cada instante, a la accion de cierta fuerza, llamada fuerza de | Zigazon. Esta será determinada por la condicion que el punto l móvil, sometido a la accion de la fuerza de ligazon ide las fuerzas que obran directamente sobre él, tome un movimiento compatible con la ligazon considerada. Las ligazones pueden espresarse analíticamente por medio | de ciertas ecuaciones de condicion entre las coordenadas del "punto móvil. Las mas sencillas son las que no contienen espli- TOMO CXIV 3o 422 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS citamente el tiempo; el número de éstas debe ser entónces me- nor que tres, puesto que tres ecuaciones, entre las tres coorde-- nadas de un punto, fijan completamente su posicion en el es-- pacio. ) Dos ecuaciones de condicion, en las cuales el tiempo no fi- gura esplícitamente, fijan la trayectoria del punto i una sola in- dica que el punto debe moverse sobre una superficie determi- nada. Estudiaremos estos dos casos. Sean: 71m la masa del punto material; Fla fuerza que, en el momento £, obra directamente sobre él i /F', la fuerza que, en este momento, representa el efecto de las ligazones; x, y, 2 las coordenadas del punto respecto a un sistema fijo de tres ejes rectangulares; X, Y, Z las tres proyecciones de Fi X,] Y Z| las de 4, Las coordenadas del punto deben satisfacer a las ecuaciones «$ | dix UY qa = A+ AX d? (1) m5 =Y4 Yi de M ARA Son tres ecuaciones entre seis incógnitas: las tres coordena- das x, y, 2 i las tres proyecciones X, Y, Z, de la fuerza de ligazon. oa L. Si el punto material debe moverse sobre una curva determt- nada, sus tres coordenadas satisfacen a dos ecuaciones de con-- dicion; éstas, con las ecuaciones (1), forman un sistema de cinco ecuaciones entre seis incógnitas; falta por consiguiente una sola ecuacion para que el problema pueda resolverse. Se admite entónces que la fuerza de ligazon FF, es normal a la curva que debe describir el punto i se obtiene así la sería ecua- cion. II. Sz el punto material debe moverse sobre una superficie de- terminada, sus tres coordenadas satisfacen a una ecuacion de condicion; ésta i las ecuaciones (1) forman entónces un sis- MECÁNICA RACIONAL 423 tema de cuatro ecuaciones entre seis incógnitas; para obtener dos nuevas ecuaciones se admite que la fuerza de ligazon /", es normal a la superficie sobre la cual se mueve el punto; se ve que esta condicion equivale precisamente a dos ecuaciones. En resúmen, en los dos casos, el problema es enteramente de- finido. Por lo demas, las hipótesis hechas, sobre la direccion de la fuerza de ligazon, son conformes con la observacion, cuando se desprecia el rozamiento del punto sobre la curva o la super- ficie. Si un punto material, móvil sobre una curva o una superficie, está sometido solo a la fuerza de ligazon correspondiente, su enerjía cinética queda constante, puesto que la fuerza de ligazon no trabaja durante el movimiento del punto; luego la velocidad del punto queda constante; este resultado es efectivamente: conforme con la observacion. DETERMINACION DE LA FUERZA DE LIGAZON EN ELCASO , DEL MOVIMIENTO SOBRE UNA CURVA Trasformaremos las ecuaciones (1); sea v la velocidad del punto, en el momento £, is el camino recorrido sobre la curva. en el mismo momento; este camino se cuenta desde cierto- punto fijo de la curva; se tiene de de di As DEE a dex dy dx de? as? dt ds Por consiguiente, segun (1) d?x do di 2 AN A , NU E + m a X+AX d?y du dy 2 - - pue (2) an Ad Y + Y, d2z du dz 2 1NV 7 + 18 AN LA 424 > MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Elejimos ahora los ejes de tal manera que OX tenga la di- reccion i el sentido de la velocidad vi O Y la direccion i el sen- tido del vector que une el punto móvil con el centro de curva= tura de la trayectoria. Sea p el radio de curvatura de la trayectoria, se tendrá de, dis. AS ds2 — E E A SN ds? pe dz e d?z Ea Asi TAS A = 0 Luego las fórmulas (2) se reducen a los siguientes dy | mM ¿=X 2 3) y a Y; p OA La primera de estas ecuaciones fija el movimiento del punto sobre su trayectoria. Esta ecuacion. podia escribirse de ante- mano; en efecto, el punto material puede ser considerado como si estuviera libre i sometido a la accion de las fuerzas simul- táneas Fi F'¡; sea a el ángulo de F con la velocidad. La pro- yeccion de la resultante de 1 /F", sobre la tanjente a la tra- yectoría es igual a /' cos a, puesto que /f; es normal a la velocidad; por consiguiente, la fuerza tanjencial tiene por me- dida F cos a ise tiene m E =F COS al Es precisamente la primera de las ecuaciones (3). La fuerza de ligazon /', es enteramente determinada; en - efecto su proyeccion X| sobre la direccion de la tanjente es MECÁNICA RACIONAL 425 nula i las otras dos proyecciones Y, 21 sobre la normal prin- cipal i la binormal son determinadas por las dos últimas ecua- ciones (3). Sea F, la reaccion del punto material sobre la curva, esta es igual i de sentido opuesto a FF, de suerte quesi X, Y, Z, son sus tres proyecciones sobre los ejes considerados mas arriba, se tiene O 2 (4) A NA DETERMINACION DE LA FUERZA DE LIGAZON EN EL CASO DEL MOVIMIENTO SOBRE UNA SUPERFICIE Supondremos ahora que el eje OX sea dirijido, como mas arriba, en la direccion i en el sentido de la velocidad, el eje O Y en el plano tanjente a la superficie í el eje OZ segun la normal en el sentido del vector que une el punto móvil con el centro de curvatura de la seccion normal XOZ. Sea p el radio de cur- vatura de la trayectoria; R el radio de curvatura de la seccion normal XOZ; y el ángulo del plano osculador de la trayectoria con la normal a la superficie, se tiene p=X cos y 1 E =0 X] =0 dz q dez cosy_ 1 426 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ¡q —_—_€5 >_—— Las ecuaciones (2) dan entónces (5) is al Las dos primeras ecuaciones determinan el movimiento del punto i la tercera da el valor de la ligazon, pues las dos compo- nentes 4, , Y, son nulas. Si la componente Y de la fuerza que obra directamente sobre el punto es nula, el ángulo y queda nulo i, por consiguiente, la trayectoria es una /fnea jeodésica de la superficie. Sea todavía /', la reaccion del punto sobre la superficie; las tres componentes, segun los ejes elejidos, serán / IE SÓ (6) : mu ZE a Si el punto se mueve sobre un plano, X es infinito 1 AA PÉNDULO SIMPLE El péndulo simple se compone de un punto material pesado; suspendido a la estremidad de un hilo, cuya otra estremidad es fija. Se supone el hilo inestensible ise desprecia su peso. TEOREMA.—5S%, a un momento dado, la velocidad del punto es contenida en el plano vertical que pasa por el hilo, el movimiento del punto se efectúa indefinidamente en el mismo plano vertical. En efecto, en el momento considerado, la fuerza que obra sobre el punto material es la resultante del peso del punto i de la accion del hilo, luego esta fuerza está contenida en el plano vertical que contiene la velocidad; la velocidad, en el momento MECÁNICA RACIONAL 427 infinitamente próximo, estará, por consiguiente, contenida en el mismo plano i así en seguida. Lo que demuestra el teorema. - De ahí se deduce que si, a un momento dado, la velocidad «del punto material es nula, su movimiento se efectúa forzosa- mente en el plano vertical que, en este momento, pasa por la «direccion del hilo. Tambien se deduce que si, a un momento «dado, el punto móvil se encuentra sobre la vertical del punto «de suspension, el movimiento se efectúa en el plano vertical -que, en este momento, pasa por la direccion de la velocidad. Estudiaremos primero el caso sencillo del movimiento plano. El punto material móvil M (fig. 20) describe entónces una cir- «cunferencia i su movimiento satisface a la ecuacion $ m =P cos a Sea / la lonjitud del péndulo, 0 el ángulo del hilo con la ver- “tical en el momento £, se tiene ¡== (7 0) dE 127 Fig 21 cos a=sen O N 00 d0 A “Luego 2 — ml ES omg sen 6 “O bien TAN d7) de OL 0=0 pS . O A e E Esta ecuacion diferencial espresa O en funcion de * 1, por con- siguiente, define el movimiento del péndulo. Para hacer la inte- enel Ao de. gracion multipliquemos por =7o> 1 Pongamos (8) EE tendremos | el e sen O an 428 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por consiguiente ONE 1 37) —X? cos O=const, 2 di Supongamos que, en el momento inicial, la estremidad del péndulo estaba en 4, sin velocidad inicial, i que 0, es el ángulo Le d0 , z de OA con la vertical; en este momento —7 es nulo i se tiene- di — K? cos 0,=const. Luego Bari =2 K? (cos9—cos Bo) Esta fórmula muestra ya que cos 9 —cos O, debe quedar po-- sitivo; por consiguiente, el péndulo debe oscilar entre la posí- cion inicial OA 1 la posicion simétrica OB; la' velocidad del «punto material es nula en 4, pasa por un máximo en el punto C, situado sobre la vertical del punto de suspension i disminuye: en seguida hácia cero en el punto B. simétrico de 4. De la ecuacion precedente se deduce ahora K dt= po a: A/2 (cos O—cos Oo) I pOr consiguiente Sl (0) Cot io A | , | a/2 (cos O—cos Oo) El segundo miembro es una funcion elíptica. Supongamos que el ángulo 0, sea pequeño i despreciemos- 03, se deberá tambien despreciar 0% que es mas pequeño; en-- tónces se podrá reemplazar 2 (cos 9—cos 6,) por 0.? —0? í se: tendrá 0 de (4) 9 =arc cos — K1+ Const [E A 3 : A/0.2 — 62 A 18 ) o 0 MECÁNICA RACIONAL 429 O bien 0=0, cos (K ++ Const.) Si se cuenta el tiempo desde el momento en que 0=0, la constante de integracion es nula, i se tiene simplemente 0O=0, cos K t La duracion 7' de una oscilacion es el tiempo que emplea el péndulo para pasar de la posicion inicial OA a la posicion si- métrica O5, en la cual 9= — 6,; por consiguiente 7' será deter- minado por la ecuacion —0.=0, cos KT O bien cos KT=-—1 KT=rz7r Si se reemplaza XK por su valor (8) se tiene (10) Lar, | Este resultado es solo aproximado puesto qué hemos despre- ciado 0%. DETERMINACION DEL VALOR EXACTO DE 7. Para calcular el valor exacto de 7, volvemos a la ecuacion (9); si, en el segundo miembro, 6 varia desde Oo hasta cero el valor absoluto de la integral definida será igual a os por con- siguiente 0 KT=2 A Jo ./2(cosO—cos Bo) 430 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Para calcular la integral definida emplearemos un desarrollo en serie, se puede escribir 0. d9 Sea Se tendrá I dr P= A Jia? 1I—1x? sen? 2 2 Para simplificar, pondremos , Do sen! E 2 Entónces 6 E a =(I—ex?) d= 1 - Y ext tos A 1—1? sen? 350 (240 L) > AO EZ Sustituyendo este desarrollo en la integral definida se ob- tiene dl (11) Two 3 IO a O A á DO is. 27 ñ AA o y ya? En el Tratado de Cálculo Infinitesimal (1), se han establecido las fórmulas an dx 5 I— Ln = mi a =(m=1)Lm-2 487, Y 14? (1) Primera parte, páj. 37. MECÁNICA RACIONAL 431 En el caso actual, podremos escribir 2 de VEIA OS paa YA 2% /2n =(24= 1) Jonze Esta última fórmula da finalmente a 2 13 Ho... (20 1) Len = AO 27 Jo 1, como cd Jo= E ARE O SJ I=x 2 se tiene e o Jia? 246...2m 2 -La fórmula (11) se trasforma, entónces, en la siguiente 2 PA [sa (21— 2! ld 2d Os 27 die 1 el valor exacto de 7' es Ta SN / I ñ E Oo 103) 5 4 00 ! T=r, PL [ (2) sen 2 + () sen o +... Se ve que el tiempo de la oscilacion depende del ángulo 0, i aumenta a medida que O. aumenta. : Si se desprecia 6,*, se obtiene la fórmula conocida WA 00? | el ia 432 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS TENSION DEL HILO La tension del hilo es la reaccion del punto material sobre el hilo, su direccion es evidentemente la del hilo; sea /V su magni- tud, contada en el sentido que va desde el punto de suspension hácia el punto material. El valor de /V se deducirá de las fór- mulas (4); en éstas 4, es nulo e Y, es la proyeccion de la re- accion sobre un eje perpendicular a la velocidad; ademas este eje: de proyeccion es dirijido hácia el centro de curvatura de la tra- - yectoría, luego V= — Y, En las mismas formulas (4), Y es la proyeccion de mg sobre el eje considerado mas arriba, luego Y= —mg cos O Por fin, el radio de curvatura p es igual a /, luego mu? NV =mg cos 0 + 7 Se ve que la tension /V va aumentando a medida que el hilo se aproxima de la vertical. PÉNDULO CICLOIDAL El estudio del péndulo simple nos ha mostrado que el tiempo de la oscilacion o de la media oscilacion, es decir, el tiempo que demora el móvil para ir sin velocidad inicial desde 4 hácia C (fig. 21) depende del ángulo 0o, es decir, de la lonjitud del arco AC. Se puede buscar cuál es la forma de la curva plana AC, tal que un punto pesado, móvil sobre esta curva, emplee siempre el mismo tiempo para ir, sin velocidad inicial, desde un punto cualquiera MZ de la curva hácia el punto C. Tomemos como oríjen (fig, 22) el punto Ci sea CX un eje ho- rizontal, situado en el plano de la curva buscada; cuando el MECÁNICA RACIONAL 433 punto móvil habrá venido en cierto punto de ordenada y su ve- locidad será tal que IA) es una consecuencia directa del teorema de la fuerza viva. De aquí se deduce, si s es el arco contado desde el orijen ds => a LEON Luego el tiempo ¿ que demora el móvil para ir desde 4 hasta Ces de =l7, ls y=h 28 (1—J) Sea o) la ecuacion de la curva buscada, tendremos : : E eo $ Nr 228 Jo YN R=Y Pongamos | y=hu Entónces E I $ (hu) J ha du A 22Jo > (12) La integral definida debe ser independiente de /; como los límites no dependen de / se ve que el producto $ Vu) ¡teu debe ser independiente de 4 o, lo que es lo mismo PONY 434 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS debe ser independiente de y, luego se debe tener Pp my =KE K A y I por consiguiente p(n=s=2K y Así la ecuacion de la curva buscada es s=2K y es una cicloide tanjente en C al eje CX (1). Para hacer describir una cicloide al punto material pesado M, se considera una cicloide fija 40B a base horizontal (fig. 22) i | | un hilo inestensi- ble, fijado en el punto de retroce- so +0. el. punto material /1/ es suspendido a la estremidad de es- te hilo, a una dis- tancia de O igual a dos veces el diá- metro del círculo jenerador; este punto describe una cicltoide si, durante el movi- miento, el hilo se apoya siempre sobre la cicloide 40B. Sea, en efecto, Z el punto de contacto del hilo con la cicloi- de i » el radio del círculo jenerador; el arco AO tiene una lonjitud igual a 4», es decir, la misma lonjítud que el hilo, luego . la parte recta EM tiene la misma lonjitud que el arco 4£. (1) Tratado de cálculo infinitesímal. Primera parte, páj. 67 168. MECÁNICA RACIONAL 435 Sea /] el centro del círculo jenerador que pasa por LK i u el ángulo de 4£ con la vertical, se sabe que el arco 4É tiene por lonjitud 4 7 cos (0) Por otra parte, la tanjente en £ a la ci- cloide pasa por el punto /), estremidad del diámetro vertical del círculo jenerador i se tiene, en la figura 22. Así ED es igual a la mitad del arco 4£ o a la mitad de EM. Sea 2” el centro de un círculo, simétfico del primero respecto al punto D, el punto M estará sobre la circunferencia de este círculo i el arco MD es igual a 4D, como se verifica directa- mente sobre la figura. Luego el punto 1 describe una cicloide igual a la primera. La idea del péndulo cicloidal es Aebida a Huygens, pero la dificultad de su construccion no permite usarlo en la práctica. PÉNDULO CÓNICO Cuando la velocidad inicial de la estremidad del péndulo simple tiene una direccion cualquiera, no situada en el plano vertical del hilo, el movimiento del péndulo no se efectúa en un plano vertical i el hilo describe un cono. Consideremos un sistema fijo de tres ejes rectangulares; ele- jimos el oríjen en el punto de suspension del péndulo i el eje OZ vertical i dirijido hácia abajo; sean x, y, 2 las coordenadas de la estremidad móvil, i VV la tension del hilo; se tendrán las siguientes ecuaciones dix 2% mM TA N= A 0 a De, d”z a N: y EME (13) Py) (1) Tratado de cálculo infinitesimal. Primera parte, páj 67 ¡ 68. 436 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Son cuatro ecuaciones entre las cuatro incógnitas x, y, £, /V. De las tres primeras se deducen las siguientes a AA 2 qa de die dy dy de dede DE AE DA APN ? . . . Estas se integran inmediatamente i se tiene dy ESC ar Ca, I o (14) de Y (a 2 a ala La primera de las ecuaciones (14) muestra que la proyeccion, sobre el plano horizontal XO Y, del área descrita por el hilo varia proporcionalmente al tiempo; este resultado podia pre- veerse, puesto que la proyeccion de la fuerza sobre el plano XOY pasa siempre por el punto O. La segunda ecuacion (14) es una consecuencia del teorema de las fuerzas vivas; el primer miembro es, en efecto, igual al cuadrado de la velocidad del móvil. Las dos ecuaciones (14) 1 la ecuacion (13) forman un sistema de tres ecuaciones entre las tres incógnitas x, y, 2. Sean 6 el ángulo del hilo con la vertical i f el ángulo del - plano vertical del hilo con el plano XOZ, se tendrá «+=/(/senÓOcos $ | y=/senO sen y ¿=1lc0s Q I las ecuaciones (14) se trasforman en las siguientes 2 de de 1/2 sen a =(C (15) dl de ) +/2 sen? O (dr) =2n1cos 0+C* MECÁNICA RACIONAL Son dos ecuaciones entre las incógnitas q i 0; la eliminacion de q es evidente i se obtiene finalmente una relacion en la cual 0 se espresa bajo la forma de una funcion elíptica de 2. Cono- ciendo 0 en funcion de /, la primera de las ecuaciones (15) dará el valor de f. En resúmen el problema es resuelto teórica- mente. CONDICION PARA QUE EL PÉNDULO DESCRIBA UN CONO DE REVOLUCION AL REDEDOR DE LA VERTICAL Las ecuaciones (15) muestran que, en este caso, el ángulo ¿$ varia proporcionalmente al tiempo 1 que, por consiguiente, la velocidad del punto material es constante. Esto se puede ave- riguar con las fórmulas (12); hagamos en ellas r=yc0S Q y=r seng ¡ supongamos r 1 z constantes, entónces E dy LO II EA E aa a dy a dp E a dea eS RS aaa ei Llevando estos valores en (12) se obtiene Las dos primeras dan deb DINAR A mm TOMO XCIV 438 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS I la última Luego a g E) SAI cosO Tal es la condicion que debe llenar la velocidad angular a para que el péndulo describa un cono de revolucion. NE El tiempo 7' de una revolucion completa será en este caso. Pe ¿cos O g CASO EN QUE LAS OSCILACIONES SON MUI PEQUEÑAS En este caso, los coordenadas x e y son mui pequeñas, res- pecto a la lonjitud / del péndulo; despreciaremos los cuadrados de las cantidades TP 5; entónces, al mismo órden de aproxi- macion, se deberá considerar ¿ como una constante, igual a £ en efecto o z 0% ¿ a . dE qe La tercera de las ecuaciones (12) da entónces N=mg I las dos primeras MECÁNICA RACIONAL - 439 Sea, como mas arriba, ESE la Las soluciones de las dos ecuaciones diferenciales son r=A cos Kt++B sen Kf y=A' cos K14 B' sen Kt Estas dos ecuaciones dan la proyeccion, sobre el piano hori- zontal XO Y, del movimiento de la estremidad del péndulo. La eliminacion de £ de la siguiente trayectoria (Ay-4'x +(By-Bl0)? =_AB'—BA'Y? Es la ecuacion de una elipse referida a su centro. Las coordenadas x, y vuelven periódicamente a tomar los mismos valores cuando X'f varia de 2 7r, luego si 7' es el tiempo de una oscilacion completa, se tendrá KT=2r7 O bien CAPÍTULO VII DEL MOVIMIENTO RELATIVO. —APLICACION AL MOVIMIENTO DE LOS CUER- POS A LA SUPERFICIE DE LA TIERRA, —PÉNDULO DE FOUCAULT Cuando se refieren las posiciones sucesivas de un punto ma- terial a un sistema de comparacion, móvil en el espacio, el mo- vimiento del punto, respecto a este sistema, se llama movz- miento relativo. Si el sistema de comparacion es animado de una traslación recta i uniforme, las fuerzas, ligadas a este sis- tema, obran sobre el punto, como si el sistema de comparacion 440 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS estuviera fijo en el espacio. Es un resultado de la observacion i lo hemos admitido como principio fundamental. - No pasa lo mismo cuando el sistema de comparacion es ani- mado de un movimiento cualquiera. Para demostrarlo, conside- remos (fig. 23) un _ sistema fijo de tres ejes rectan- gulares O En (1 otro sistema mó- vil CXYZ; sea MM la posicion del punto material, en el momento ¿; É, y, (sus coorde- nadas respecto al sistema fijo i x, y, g sus coordena- das respecto al sistema móvil. Sean tambien, respecto al siste- y ma fijo a, a! a” las . coordenadas del punto C, oríjen del sistema de comparacion móvil; a, a” a los cosenos directores de CX; 8, 8 Bu los de COVA y y alos de CZ. Estas doce cantidades son variables con el tiempo í su variacion define el movimiento de arrastre del sistema de com- paracion. Sean ahora X, Y, Z las proyecciones, sobre los ejes móviles, de la fuerza /" que, en el momento Z, obra sobre el punto //. La proyeccion de FF sobre el eje fijo Oé será Fig. 23 PS aX+BY+yZ Respecto de este eje se tendrá, si m2 es la masa del punto M4 2 (1) m aX +8 Y+yZ - MECÁNICA RACIONAL 441 Ahora | o dé pS da da aB dy y E. DATA +0 E Y di E A z E TIVA a de + 7 + ado > dy d8 . dz id EA d?z A MA a 2 Si, en la ecuacion (1) se reemplaza - S por su valor (2) se obtiene una ecuacion en la cual figuran: las coordenadas relati- vas 1, y, 2; las proyecciones de la fuerza sobre los ejes móviles i las doce cantidades que fijan la posicion del sistema de com- paracion. Se obtendrian dos ecuaciones parecidas, respecto a los dos otros ejes de coordenadas i el conjunto de las tres ecua- ciones permitiria calcular el movimiento relativo del punto. El sistema fijo Oéní se ha eletido arbitrariamente; se puedes por consiguiente, suponer que su posicion se confunde con la del sistema de comparacion, en el momento f; entónces | =1, 6=0, 1=0 Sea tambien de dida a as ds dy aa an Tendremos, segun (1) i (2) i haciendo a=1, B=0, y=0 = aa =XaXc ma O bien d? (4) m4 X acto 442 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Respecto a los otros dos ejes tendríamos las ecuaciones aná- logas d?y Ma Y + Ya + Y (4) a | maz =L+Zar +Zo¿ Los valores de Ya... Lú, Mo, Lose obtendian por media de fórmulas análogas a (3). Estas fórmulas muestran que X,, i A, tienen las dimensio- nes de una fuerza. Sea F,,, la fuerza que tiene por proyeccio- nes Xar, Yars Zar 1 Fe la fuerza que tiene por proyecciales Xo, Yo, Zo la fuerza Fa, se llama fuerza de inercia de arras- tre 1 Fo la fuerza centrifuga compuesta. Segun las ecuaciones (4) el punto material, sometido a la fuerza /f, se mueve, respecto al sistema móvil, como si estu- viera sometido ademas a las dos fuerzas /,, 1 P¿. Estas se llaman, por esta:razon, fuerzas aparentes. Las ecuaciones (3) 1 las análogas, respecto a los otros dos ejes, muestran que las fuerzas aparentes son nulas cuando el sistema de comparacion es animado de una traslacion recta 1 uniforme, lo que debía suceder, en efecto. La fuerza centrífuga compuesta F. es un indicio no depende del movimiento del orífjen móvil (, sino del movimiento de rotacion de los ejes al rededor de €, considerado como fijo. De suerte que si estos ejes conservan una direccion invariable, es decir si el movimiento de arrastre es una traslacion, la fuerza centrifuga compuesta es nula i la fuerza de inercia de arrastre se reduce a d?a » de A TOR d2a' Mo AR AR Mm dt? d?2a" A SS IO 1M de? La fuerza centrifuga compuesta Fes nula tambien segun MECÁNICA RACIONAL 443 (3) cuando el punto M está en equilibrio relativo puesto que en este caso Eo de son nulos E di” dt” di EL MOVIMIENTO DE ARRASTRE ES UNA ROTACION DE VELOCI- DAD ANGULAR CONSTANTE AL REDEDOR DE UN EJE FIJO. Supondremos (fig. 16) que Of sea el eje fijo de rotacion, po- dremos elejir el sistema de comparacion de tal manera que el orijen (sea confundido con Oi CZ con O(, sea entónces e el ángulo que hacen, en el momento £, los planos (08 i ZCX ii «w la velocidad angular constante de rotacion. Tendremos en este caso a=0 a=cosp P==senp y=0 A E COS Y = O a” =0 a" =0 ISO y" = 1 Las derivadas de a, a' a”, a”, 8”, y, y” y” serán nulas para todos los valores de ¿$ 1 se tendrá ademas o sen $ LE =—ucos$ LE — 9 cos y e =—oseng Ea cl Di 4utseng Cot seng TE =—wtcosg Si, como mas arriba, se supone que, en el momento £, los ejes fijos coinciden con los ejes móviles, el ángulo 4 es nulo i se tiene simplemente La pe, db da AL LN dal de ES A d? a d?B IS AS da dB e e ALA OS 444 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Segun esto d SS NANO 5 d. A = 21m 0 O O Las ecuaciones del movimiento relativo son por consiguiente segun (4) MS 0 ay Mz =X +Mw 1+2 Mw 7 d?y de y a 2 pes (5) mz Y +mM w* y-2M0w 7 ad? ml Si el punto material está en equilibrio relativo, las coordena- das x, y, 2 son constantes i las ecuaciones (5) dan O=X +Mw*x Oo= Y +1w*y DEA Sea Y la distancia del punto al eje de rotacion, la fuerza que tiene por proyecciones X, Y, Z es dirijida normalmente desde el punto hácia el eje de rotacion i su intensidad es 12w”7. En su movimiento absoluto, el punto describe entónces una circunferencia de radio 7 con un movimiento uniforme i se ve que, para esto, es necesario que sea sometido a la fuerza 12 w*7 Este resultado podia deducirse de la consideracion de la fuerza centrípeta; en efecto, a cada instante, un punto material móvil puede ser considerado como sometido a dos fuerzas: la ANO e ; mu? . fuerza tanjencial m7 i la fuerza centrípeta ——; la primera es p di nula en el caso considerado i el valor de la segunda es igual precisamente a 1w?r puesto que V=w7 1 p=7. MECÁNICA RACIONAL 445 APLICACION AL MOVIMIENTO DE LOS CUERPOS ENSEA SUPERFICIE DE LA TIERRA Sea (fig. 24) C un punto situado a la superficie de la tierra, en el hemisferio norte, i MZ un punto material. Se refiere la posi- | cion del punto Ma un | sistema de tres ejes rectangulares: CL, di- rijido segun la vertical, hacia el zenit, CY en el meridiano del punto A inacia el sur 1 CX N hácia el oeste. V Como la tierra es un Ñ cuerpo de revolucion, IS la prolongacion de CZ encontrará el eje de ro- tacion de la tierra en un punto C”; en este punto, consideremos otro sistema de tres ejes rectangulares li- gados a la tierra: C'Z' dirijido hácia el polo norte, CA” paralelo a CX ¡ de mismo sen- tido, C' Y” en el meridiano del punto Cen un sentido tal que su orientacion respecto a C'X'sea la misma orientacion de CY respecto a CX. El ángulo CC” Y” sea la latitud A del lugar C: Sean 1, y, 2 las coordenadas de 1 respecto al sistema CA YZ 1 X, Y, Z las proporciones sobre los mismos ejes de la fuerza 7 me tobra directamente sobre 11,4, y, 2 1 AX”, Y," los ele- mentos análogos respecto al sistema ('X*Y'Z*; w la velocidad de rotacion de la tierra. ] Las coordenadas x”, y”, 2” i las proyecciones A”, Y”, Z' satisfa- . Fig. 24 446 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cen a las ecuaciones (5) en los cuales se acentúan las letras; se tiene, por consiguiente, 2 dy 172 qe =X 14 Mw?x "42 1110 E dy , de dr a Y + muw*y =2Mw d?z m E =Z' Sea p la distancia CC”, se tienen las siguientes fórmulas de trasformacion 1=x == y=y'sendA—2'cosA Z=Y'send—Z'cosA ¿==—p+y! cos A+ sen A Z=Y' cosA+2'senA De ahí se deduce / dix dy dz pan 2 4 PESA E E m 7 =X + Mu?1+2 Mw , sen A+ 7 COS ») (6) | m E = Y + mu” senA[ y sen A+ (2+p) cos A]— 2 11w sen S lz 7 — =Z +imw? cos A[ysendA+(2+p)cos A)]—2 12w cos A a La fuerza /" que obra directamente sobre el punto material se puede descomponer en dos: la atraccion F,, ejercitada por la tierra misma sobre el punto, i la fuerza ” que, a la superficie de la tierra, obra sobre el punto. Como la tierra es sensiblemente simétrica al rededor del eje polar, la fuerza Y”, será contenida en el plano meridiano del punto 14, ademas, esta fuerza será la misma que la que obraria sobre un punto de misma masa situado en C, pues la distancia - MC es siempre mui pequeña, respecto a las dimensiones de la MECÁNICA RACIONAL 447 tierra. Sean entónces X,, Za, las componentes de FF", respecto - aCYiczZ,las ecuaciones (6) se escribirán así J dz E z AS dz | | mos =X% ¿+ 20M 242 mul “o son a OS A) É 2 7) m E Y ¿+ Y, +Muo* senA[ysenA+2+p)cos x]=2 mucosx E p | d?z —z =L + Za FMu?cosA[ysend+(2+p)cosA ]—2 a E ba di di DESVIACION DE LA VERTICAL Segun la eleccion misma de los ejes, la aceleracion £ de la gra- vedad, en el lugar C de la tierra, tiene por direccion CZ, de tal manera que un punto material, de masa mm, sometido en C a una fuerza vertical 722, dirijida desde C hácia 4, debe quedar en equilibrio. Las fórmulas (7) deben, por consiguiente, ser satis- fechas cuando se supone en ellas x. y, z constantes i nulos 1 WI Y. =0 Z. =mg: La primera es satisfecha 1 las dos otras dan f O= Y, +mMu* psenAcosA (8) ) l O=M2 +2, + Mw? pcos? A Estas dos ecuaciones definen la atraccion /", de la tierra cuando se conoce g i reciprocamente permiten calcular y cuan- do se conoce F, . Sea eel ángulo agudo que hace F, con CZ; hagamos FP, =m tendremos Y, =-=m Gsen e La ==mb(Cose J, por consiguiente G sene=w” psen A cos A Gcose=2 +w” pcos” A RS ER Mn AA A Ces e > A 448 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Como lo hemos indicado mas arriba, (cap. 11) y es igual a 9,8 mas o ménos, se tiene, por otra parte Zi SONO 2 TT p=40.000,000 metros luego w* p=0",0339 w7p . Am 4 Segun esto, la razon , es igual 279 "as o ménos; es una Ñ pequeña cantidad; si despreciamos su cuadrado, podremos es- cribir simplemente G=£+w?p cos? A 2 w*p e= sen 21 Si la tierra fuera una esfera homojénea la atraccion FF, o la aceleracion correspondiente G pasaria por el centro de esta es- fera ¡sería constante en todos los puntos, la aceleracion efec- tiva de la gravedad seria entónces, en un punto de latitud A, » 2 g=G=w?p cos? 1=G (O =- “Pcos'a) Se ve que el efecto de la rotacion es de disminuir la atraccion ejercitada por la tierra sobre los cuerpos situados en su superfi- cie. Como el valor de s0ñO eso cai se ve que una veloci- G 2 dad de rotacion 17 veces mas grande anularia la atraccion que la tierra ejercita sobre los puntos situados en el ecuador; entón- ces, estos puntos no tendrian peso ninguno en esa rejion. Una velocidad angular mayor todavía haria que en el ecuador los cuerpos se alejarian de la tierra. El ángulo e que hace la direccion de la atraccion con la ver- - tical se llama desviacion de la vertical; esta desviacion es un efecto de la rotacion de la tierra. Segun el valor obtenido mas arriba, MECÁNICA RACIONAL | 449 se ve que e se anula en los polos i en el ecuador, su valor má- ximo corresponde a los puntos de latitud + 45” 1 este valor máximo llega a 6” mas o ménos. La tierra no es una esfera homojénea i su forma es precisa- mente la que hubiera tomado una masa fluida sometida a la ro- E tacion w; esta forma debe ser tal que, en cada punto de la su- perficie líquida, la normal sea dirijida segun la gravedad efectiva £, como se demostrará mas tarde. Así la vertical en un punto tiene misma direccion que la nor- mal a la superficie de la tierra, en este punto, i la atraccion ejer- citada por la tierra en uno de sus puntos es la resultante de una atraccion efectiva FP, i de la fuerza de inercia de arrastre 1Mw” p. La resultante tiene la direccion de la vertical i hace con /F, un ángulo igual a e. DESVIACION DE LOS CUERPOS HÁCIA EL ESTE Si en las ecuaciones (7) se reemplazan Y,, 4, por sus va: lores (8) se obtienen las siguientes ecuaciones Tc ÓN CA | dy dz N mM =X + Mou e420o di sen a daa d2y A dx a Y. + mu? send (y send +2 cos A)— 2 22w sen A E 2 mas =Z ¿ — MEF Mw” cos A(ysenA+2 cos A)— 2 72COS A Hemos visto que «w”p es mui pequeño; a fortzorí las espresio- nes w2x, y, wz serán insensibles, pues x, y, son siempre mui pequeños respecto a p; se escribirá entónces simplemente 2 so ea =X +2 mo Edda sen A PE cos ») di dt ] AE. dx (9) ma == 2 mu sen A > d?z dy Mo Z a GO Saad 450 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Supongamos que el punto material M caiga, sin velocidad inicial, desde cierto punto X7 del eje C-Z; busquemos su trayec- toria. Haremos-en (9) XA. =Vy=Z. =0.- La mtesracionide las ecuaciones así simplificadas dará inmediatamente m2 Mw (y sen A+z cos NÉC (10) A di m E —mgt—2 muzx cos +0, A. OBRECHT. (Continuará) A AA ALS AS E AE AS TA AO AE DA AS TAS TA ES DA SA SA A LS Ey LIS Os Os Os Os Os OO Os Ns LOs Os O LO OO Os Os NO AAA AAA POVOIVVALUIN AIVVLLAIVAVVVANCELVAVCVVEUEOE, VOLCECCCCCCCCCCCCICLULEACELLCCCCOHLCS CLECCCALLCCSOA ACID CAPLIO LLALLALOCACTVCNN CCCVKOCVECCVOLCN: CCCCCCCELECCCCCCCAS AA NN VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION HIDROGRÁFICA DEL RIO PUELO (Continuacion) A ¡00 LA ESPEDICION ESPLORADORA DEL RIO MANSO (Enero-marzo 1896) 1. Navegacion en botes del rio Puelo ¿ Manso infertor.—Contt- nuacion del viaje a pié 1 reconocimientos en las serrantas a án!- bos lados de la Angostura del r20 Manso. (Enero 25 - febrero 18) La comision, compuesta del infrascrito i del naturalista doc- tor don Cárlos Reiche, llegó a Puerto Montt en la madrugada del dia 21 de enero i, hechos los preparativos necesarios, se embarcó cuatro dias despues, con destino a la boca de Re- loncaví. 53 452 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Por falta de otra embarcacion apropiada, nos habíamos visto en la necesidad de arrendar, por un precio excesivo, el vapor Chacao, de propiedad de los señores Oelckers Hermanos, para trasladar el personal i bagaje de la espedicion desde Puerto Montt hasta Ralun, donde ibamos a enganchar la jente i con- seguir los botes necesarios para el viaje. Como los señores Oelc- kers habian dado órdenes terminantes a nuestro piloto i mayor- domo de la espedicion anterior, de no entrar en nuestros servicios por creerlo contrario a los intereses de sus negocios, tuvimos mucho trabajo de encontrar una persona idónea para este car- go, hasta que conseguimos contratar a Bernardo Uribe, vecino de Ralun, quien me habia acompañado, en calidad de piloto, en la esploracion del rio Palena en el verano de 1893 a 94. A mediodia del 26 salimos de Ralun en direccion a los lla- nos de Yate, donde fuimos detenidos un día entero por el mal tiempo, i solo a las 9 A. M. del día 27 pudimos principiar la ascension del rio Puelo. La espedicion se componía, fuera de los dos. espedicionarios i del mayordomo mencionado, de doce hombres, muchos de los cuales me habian servido ya en los viajes al Palena 1 Puelo. Hicimos escala en el puertecito de Las Hualas, donde divi- dimos, como en el viaje anterior, la espedicion en dos partes: una de ellas, bajo la guía del mayordomo, debía trasportar los botes a traves de los grandes rápidos del rio, al paso que la otra, dirijida por nosotros, se trasladó por tierra hasta la orilla de la laguna de La Poza. Ámbas secciones sufrieron mucho retardo, la primera por la escesiva corriente del rio que habia llenado su cauce en un largo período de lluvias; la segunda, por haberse cerrado casi completamente la macheteadura abierta el año pa- sado. Fué necesario romper nuevamente a fuerza de hachas ¡ machetes los espesísimos quilantos i bajar a cabo el bagaje en una cuesta mui parada i resbaladiza, miéntras que caia una llu- via copiosa que hacia imposible cualquier trabajo científico. El dia 1.2 de febrero, habiéndose juntado las dos secciones, bajamos a la orilla de La Poza, para continuar la navegacion en busca de un lugar apropiado para el campamento. Resultó, sin embargo, que el nivel del lago había crecido de una manera sorprendente, así que casi todas las playas estaban inundadas, 1 e er VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 453 XK solo en su estremo SE. fué posible armar la carpa por entre pa- lizadas de árboles amontonados, al borde de un monte impene- trable. Todo el dia siguiente demoramos en este lugar, porque los temporales incesantes prohibian cualquier salida del cam- pamento. Dadas estas circunstancias del tiempo, el pasaje de la carrera del Barraco, emprendido en la mañana del día 3, fué mui tra- bajoso, porque la corriente habia tapado todas las playas, i fué necesario hacer maniobras peligrosas, para subir los botes por medio de una espiga de 200 metros de largo hasta el lago Ta- guatagua, en cuya navegacion proseguimos sin novedad, apo- yados por el fuerte viento del NO. Remontamos, en seguida, el rio Puelo, parte a :remo, parte sirgando los botes, hasta entrar, a las 10 A. M. del día 4, en el rio Manso, destino principal de esta esploracion. Como la parte inferior del rio que proviene del NNE., no presentaba mayores inconvenientes para la navegacion, lo subimos en los botes si. guiendo sus numerosas serpentinas i pasando como media do- cena de rápidos sin accidente alguno. Las condiciones del valle para la subida se empeoraban, sin embargo, repentinamente, pues a las 11 A. M. del dia q nos acercamos a la entrada de la Angostura impenetrable, de donde el rio brota con grandes saltos entre peñascos i largas series de piedras. Un reconocimiento prolijo, practicado desde una peña alta al pié del primer salto mayor, nos dió a conocer que el valle sigue encajonado por un largo trecho, cerrado a uno i otro lado por altos barrancos casi perpendiculares, sin dejar playas en la orilla. Comprobada la absoluta imposibilidad de avanzar por el - camino del rio, la espedicion. se vió obligada a buscar subida i seguir la marcha faldeando uno de los cordones que bordean el cajon. Se elijió para eso la falda al lado derecho (occidental) del rio, por haberse avistado en el alto de este cordon un claro del monte, producido por una quema antigua, de modo que era pro: - bable obtener desde ahí una vista instructiva sobre la continua. cion del valle del rio Manso i sobre la estructura orográfica de los alrededores, Despues de haber buscado un sitio apropiada para el depósi- to delos botes i de una cantidad de víveres para el regreso, TOMO XCIV 9% 454 MEMORIAS CIENTÍFICAS .1 LITERARIAS emprendimos la ascencion de la cuesta larga i en parte de ín- clinacion estraordinaria. Abrimos primero un sendero caracol por el monte vírjen tupidísimo, i alcanzamos despues la rejion de la quema, donde habia que trepar en medic de un ver- dadero caos de palos muertos, diseminados «en todas las di- recciones i tapados por la abundante vejetacion nueva que ha brotado entre ellos. Conseguimos, sin embargo, nuestro fin principal, pues desde un punto prominente de estas alturas fué posible reconocer la continuacion del valle del río Manso hácia arriba. Resultó, ante todo, que el rio desciende por un largo i estre- cho valle del NNE., pero se dejó ver, en su estremo norte, un brusco cambio de la direccion que indicaba que el rio corre en sus partes superiores del E, o ESE. La prolongacion del valle en aquellas rejiones no se podía estudiar, por estar oculta de- tras de los cordones de la márjen izquierda. En el fondo del cajon se veian brillar, de trecho en trecho, los espumosos rápi- dos i cataratas que demostraban la imposibilidad de remontar en botes esta parte del rio. Los cordones que cierran el valle a ám- bos lados tienen faldas suaves i boscosas, pero al acercarse sus bases inferiores hácia el fondo del valle, caen de repente con barrancos peinados al rio. Tambien contamos numerosos zan- jones i profundas quebradas que interrumpen las faldas de los cordones i rematan en el fondo del valle. Bajo estas circunstancias, la continuacion del viaje a pié no ofrecia seguramente muchos atractivos; pero no habia otro re- medio, i despues de haber deliberado largamente todas las even- tualidades, acordamos el siguiente programa: dejar todas las embarcaciones al pié de la cuesta i abrir paso siguiendo la mis- ma falda del cordon que habíamos subido, hasta encontrar una bajada al rio en un punto donde éste se pudiera vadear o pasar por un puente de palos; subir en seguida la falda mui larga i pareja del cordon de la orilla izquierda, pasar su cumbre i bus- car descenso hácia el valle superior del rio Manso, que aun se escondía a nuestras miradas. Entre los muchos inconvenientes que era forzoso afrontar en el camino proyectado, figuraba la cuestion del agua, pues a pesar de que el monte i la capa veje- tal guardan la humedad a manera de esponjas, se puede cami- a VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 455 nar jornadas enteras en esas serranías, sin encontrar una gota de agua corriente que pudiera servir para la bebida. Esto nos sucedió, por ejemplo, en la subida de la misma primera cuesta, i tuvimos que cavar algunos pozos en el terreno fangoso de la altura, que apénas producian la cantidad de agua suficiente pa- ra las necesidades del campamento. Bajamos en seguida la cuesta por el mismo camino, escondi- mos los botes en el monte alto de la ribera junto con un depó- sito de víveres i herramientas, i volvimos a subir con todas las cargas en la mañana del día 8, para proseguir la marcha corres- pondiente al programa. Al salir de la carpa en la madrugada del día 9, fuimos sor- prendidos por el olor particularmente aromático de una huma- zon que llenaba el valle delante de nosotros i cubria con un velo azulado los contornos del horizonte septentrional. Era evidente que el humo provenia de grandes quemas que des- truian las yerbas i arbustos aromáticos, tan abundantes en el monte austral, siendo llevado hasta nosotros por una brisa fresca del E. desde la parte superior del valle del rio Manso. Tuvimos, pues, aquí el primer indicio de haber avanzado jente en este valle hasta una rejion no mui distante de nuestro paradero, ¡ se nos abrió la esperanza de encontrar mas allá terrenos relativa- mente abiertos í accesibles, Las marchas de los dias 8, 9, 10 1 11 fueron favorecidas por las magníficas condiciones del tiempo, así que avanzamos bien, a pesar de los innumerables obstáculos del terreno. Fué un ver- dadero martirio el continuo saltar las palizadas de árboles cai- dos, subir i bajar resbalosas cuestas, i atravesar zanjones mas o ménos profundos en cuyos fondos corrian rápidos torrentes. De estos últimos habia que cruzar dos de dimensiones considera- bles, uno de los cuales está encajonado entre barrancos tan escarpados que solo despues de mucho buscar hallamos un punto donde era posible botarse i bajar las cargas, con auxilio de cabos, a una pequeña playa de la orilla derecha. Para subir la márjen opuesta del zanjon, nos aprovechamos de un de- rrumbe del cerro, aunque las grandes piedras movedizas i de cantos agudos, dispersos en una cuesta de.fuerte inclinacion, molestaban en estremo a los cargadores; i rompimos luego los 456 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS densísimos matorrales de murtas i coligijes que cubren la pro- longacion superior de la falda de la montaña. El 12 de febrero, a mediodía, habiéndonos acercado ya mu- cho al borde de los barrancos que se precipitan al rio, nos bo- tamos por una quebrada de regular pendiente, en partes llena de un espeso quilanto, hasta alcanzar el río Manso en un punto donde las paredes inaccesibles de su ribera derecha se retiran un poco del agua, dando espacio a una corta í angosta playa de enormes peñascos que apénas merece tal denominacion. El aspecto del rio no se diferenciaba en nada del que ofrecia allá donde lo habiamos abandonado; es decir, alternaban trechos de corriente rápida pero uniforme con saltos i remolinos, i aun- que la anchura de su lecho habia disminuido, el caudal de aguas parecia siempre el mismo, ganando en profundidad lo que per- dia en ancho, De todos modos, habia que buscar medios de efectuar el paso del rio en este punto; pero las primeras tenta- tivas salieron mal, hasta que el práctico, despues de un recono- cimiento lijero del valle hácia arriba, descubrió un lugar donde la corriente del rio era bastante suave para permitir un balsco. El ensayo de construir un puente de palos de cedro fracasó, porque los árboles, botados desde la altura del barranco, se troncharon, i en la playa misma no había maderas apropiadas para repetir la operacion. Como ademas la hondura i rapidez de la corriente prohibian de antemano el ensayo de vadear el rio, mandé volver a 5 hombres en busca del bote de lona que habia quedado atras en el campamento del depósito. Calcula- mos que estarian de regreso en dos dias i medio, tiempo que se aprovecharia por el resto de la jente para habilitar el camino desde la playa peñascosa, donde habíamos acampado, hasta el punto del balseo. Fué éste un trabajo absolutamente necesario, porque a pesar de la corta distancia (cerca de 1 kilómetro) se acumulaban pre- cisamente en este trayecto las dificultades del terreno en un grado desesperante. Tuvimos que abrir la senda en el borde de un barranco peligrosísimo a considerable altura sobre el rio 1 descender despues a lo largo de un derrumbe, donde apénas pudo pasar un hombre a cuerpo libre. Para el trasporte de la carga hubo que construir escaleras de árboles hacheados, tapar VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 457 algunos pasajes sobre el precipicio con largas estacas 1 prote- jerlos por una primitiva baranda lateral, de modo que a la vuelta de los mensajeros con el bote, en la tarde del dia 14, apénas estaban concluidos aquellos trabajos. La mañana del día siguiente (15)se ocupó en el balseo, ¡acto continuo principiamos la ascension de la falda del cordon que bordea la márjen izquierda (oriental) de la angostura. Toma- mos en jeneral la direccion al E. N. E., subiendo sin cesar ¡i atra- vesando sucesivamente las distintas zonas de vejetacion (1), características para los correspondientes grados de elevacion sobre el nivel del mar. Pasado el monte alto i tupido con sus innumerables enredaderas, entramos (a unos 900 metros s. m.) en la rejion en la cual aparecen los primeros grupos de raulíes i estensas matas de canelo bajo, i mas arriba (1,280 metros mas o ménos) llegamos a la zona de arbustos formados por raulíes chicos 1 mui enredados, cuya uniformidad es interrumpida de trecho en trecho por pampitas pantanosas, donde el sol ardiente de las últimas semanas habia hecho desaparecer las manchas e nieve. Al salir del impenetrable monte virjen de las rejiones bajas, descubrí poco a poco cordones í cerros elevados que me eran conocidos de espediciones anteriores, como el Monte Tronador i los cordones que bordean el valle del rio Cochamoó; el cerro Castillo i la jigantesca muralla de la cordillera de las Hualas; el Puntiagudo í finalmente, en direccion S. E., el cordon del Serrucho, reconocido en la espedicion al rio Puelo. Pasados en sus estremidades superiores algunos zanjones que bajan al $. 1 5. E. i cuyas aguas van a juntarse mas abajo con el río Puelo, alcanzamos la línea anticlinal del cordon en la tarde del 17, e inmediatamente hicimos el reconocimiento necesario sobre la continuacion de nuestra marcha. Con gran satisfaccion nos convencimos de que la configura-= cion del terreno permitia avanzar, sin obstáculo, en el mismo lomo alto que habíamos ascendido, hácia el norte, destacándose en su prolongacion algunas cumbres que habia que pasar i desde donde se podía estudiar, probablemente, una gran parte del (1) Véase mas detalles en el informe anexo del doctor Reiche, 458 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS valle superior del rio Manso. Mirando atras contemplamos el espléndido panorama de una gran parte del valle del rio Puelo i de todos los cordones que lo cierran hácia el O., S.¡SE., desde el Monte Yate hasta las caprichosas ciudadelas del cor- don de los Castillos. Atravesamos la primera cumbre que fe bautizada Cervo Uribe, 1 establecimos el campamento a su pié septentrional junto a algunas lagunitas, rodeadas de matorrales de raulies que alternan con campos de nieve de poca consideracion. Los pintorescos parajes de estas alturas deben ser un verdadero dorado para los aficionados a la caza, pues abundan aquí los - ciervos (huemules) en los bosquecillos, i las lagunitas i pampas cenagosas son frecuentadas por canqueñes i otras aves acuáti- cas de las cuales vimos algunos ejemplares. Desgraciadamente, nos faltaba el tiempo para dedicarnos a esta clase de distrac- cioncs, pues habíamos entrado precisamente en la rejion propia de nuestros estudios, i fué necesario aprovechar cada momento del precioso dia con cielo despejado, cosa escepcionalmente rara en aquellas latitudes. Miéntras que el señor Reiche se dedicaba a su cosecha de plantas en el cerro Uribe, me adelanté hasta la próxima 1 mas alta cumbre del cordon, la cual se destaca por unos peñascos pelados i prominentes de sus alrededores, así que ofrece una vista dominante hácia todos los lados del horizonte. Desde la altura de este cerro Mirador (1.630 metros), vi por primera vez estendida a mis piés, como en un mapa de «enormes dimensio- nes, toda la depresion del valle del rio Manso, desde la parte inferior hasta sus principios en las lejanas serranías del estremo oriente. Para abarcarlo con la vista en su estension total, fué necesario hacer una vuelta de algo mas de 180 grados, pues en la parte donde el valle se encajona en forma de angostura des- cribe una jigantesca curva desde el SE. i E: hasta el SO., rom- piendo la prolongacion septentrional del cordon, en ca vér- tice estaba mi punto de observacion. Desde luego pude convencerme de que las condiciones de la parte superior del valle donde se veia brillar el rio Manso en varias partes, eran las mas favorables para la continuacion de la marcha, puesto que el terreno era bastante abierto, compues- PU VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 459 to de aluviones planos a ámbas orillas del rio i bordeado por serranías relativamente bajas. Fué ahí donde se levantaban, en diez o doce puntos, densas columnas de humo, i solo cuando el viento sur, afrescando en las horas de la tarde, despejó el hori- zonte, fué posible sacar una vista fotográfica de esta parte del valle. El punto de observacion no podía ser mejor elejido en medio de un grandioso panorama de cordilleras que abarcaba de norte a sur la estension de mas de un grado de latitud, i de este a oeste uno de lonjitud. Tomé visuales a todos los cerros conocidos i prominentes que se destacaban alrededor del hori- zonte, como el Tronador, el Puntiagudo, Cuerno de Diablo, volcan Osorno, Monte Yate, cerro Castillo i varias otras cimas del cordon de las Hualas, el cordon de los Castillos, el Serru- cho ¡algunos picos de forma mui parecida a este último, que coronan la serie de macizos centrales al sur + norte de la depre- sion del rio Manso. 2. Descenso al E. por el valle del rio Seco t continuacion de la marcha en el valle superior del v20 Manso (Febrero 19—26.) Terminados los trabajos de la espedicion en las alturas del cerro Mirador, emprendimos la bajada en direccion hácia los llanos del valle superior, habiendo podido reconocer desde arri- ba una gran parte del camino que ibamos a seguir. Nos trasladamos primero a una cumbre ménos alta, situada en la prolongacion del mismo cordon al norte (Cerro Verde), i elejimos para el descenso el lomo de una cuchilla de regular pendiente, torciendo la direccion de la marcha paulatinamente al E. N. E. De este modo evitamos el pasaje por la angostura del rio Manso, en cuyo fondo indudablemente no era posible caminar. Pasada la cumbre del cerro Verde, la inclinacion de la cuchilla aumenta, en partes, considerablemente, pero las difi- cultades no son insuperables, i conozco en las rejiones del sur cuestas aun mas paradas que se han habilitado para el tráfico de cabalgaduras. En las partes inferiores, la pendiente vuelve a ser mas suave i termina en el fondo del valle de un rio que 460 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS corre al E. con tan poca caida que el hilo de sus aguas, a la sazon escasas por la larga sequía, estaba cortado en varios puntos. En la bajada hacia este valle atravesamos en órden inverso todas las zonas de vejetacion que habiamos distinguido en la subida al otro lado del cordon: desde la rejion de las nieves perpetuas al traves de los arbustos bajos, los canelares i raulíes, hasta el monte alto tupido lleno de coígiies, coligijes i abun- dantes enredaderas. Al llegar a los principios del rio en una altura de 930 metros s. m., estábamos otra vez dentro de un monte virjen, tupidisimo i habia que abrir el sendero paso a paso con hachas i machetes. Mas allá, el rio que por las frecuentes interrupciones de su corriente, por trechos enteramente secos, fué bautizado rzo Seco, nos permitió avanzar con mayor rapidez en sus orillas o en me- dio de su lecho, pues en todas partes habia vados i solo el paso de las barricadas de árboles muertos acumulados a cada paso, exijia continuamente pruebas de ajilidad jimnástica. Delante de nosotros, a la mano derecha, se levantaba un cerro alto con una cima bien característica i barrancos inaccesibles en sus partes superiores, cuya cola se estiende hasta la misma orilla del rio Seco, así que llega a producir una angostura por donde el rio, aumentando de repente su caida, se precipita en ruidosos saltos. Siendo descable dar una denominacion a tan excelente punto de referencia para 'el itinerario, lo bautizamos Cerro del 19 de febrero, por haber caminado todo ese día a lo largo de su pié septentrional. Al acercarnos en seguida a los barrancos que estrechan el lecho del rio Seco en una estension de varios kilómetros, resultó la imposibilidad de caminar en el fondo del valle, por lo cual desviamos, subiendo la falda del ce- rro 19 de febrero, hasta una plataforma algo inclinada i avan- zamos en la altura, retardados por los tupidos matorrales de chauras, desfontainea, etc., cuyos espinos hacian mui doloroso el trabajo de los macheteadores. Nuestra elevacion sobre el ¿halweg del rio Seco era suficiente para permitir una orientacion previa acerca de los terrenos que siguen mas allá de la angostura; i nos vimos agradablemente sorprendidos al descubrir que los cerros que encajonan el rio A > VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 461 Seco a ambos lados, bajan repentinamente al E. hácia una de- presion llana, estendida en direccion norte hasta el mismo rio Manso. Distinguimos en el fondo de ella vastas pampas apa- rentemente pantanosas, del carácter de los llamados Zad:s en el sur de Chile, interrumpidos por coliguales i trechos de monte alto, Se trató entónces de encontrar una bajada hácia aquellos lla- nos i de seguir, si así fuera posible, el curso del riv Seco que vimos precipitarse en grandiosos saltos al E. i que sin duda, a una distancia no mui grande, debia juntarse con el rio Manso, El primer ensayo de buscar la bajada en los cerros al lado iz- quierdo del rio Seco, fracasó, porque la falda termina brusca- mente en barrancos tan altos i abruptos, que solo un hombre a cuerpo libre i aun con peligro de vida habria podido botarse- Volvimos, pues, a la ribera derecha del rio donde establecimos, junto a la primera cascada grande, el campamento (del Salto), 630 metros s. m., 1 repetimos en la mañana del día 21, la tentativa de hallar un descenso practicable hácia los Hadís. Esta vez tu- vimos mejor suerte i despues de una hora de bajada por mato- rrales mui espinosos i enredados, dimos otra vez con el rio Seco que corre aquí suavemente en muchas serpentinas con rumbo norte, acercándose algo a los barrancos inaccesibles de la pared de cerros que bordean los %ad?s en el O. | Es una esperiencia que hemos comprobado mas de una vez en nuestros viajes en el sur, de que en terrenos pantanosos atra- vesados por un rio, el camino mas seguro conduce inmediata- mente en la orilla del agua, donde los mismos aluviones fluvia- les dan el fundamento mas firme a las pisadas. Por consiguien- te, caminamos tambien ahora a lo largo del rio, hasta donde éste principia a torcer al N. O., para juntarse mas abajo con el rio Manso, no mui léjos del punto donde el rio mayor entra en la larga angostura cuyo paso acabábamos de evitar. Como nuestra marcha habia de continuar en direccion al E., - fué necesario abandonar el rio Seco í atravesar el Zadi gran- de i abierto, lo que se efectuó sin novedad, aunque los cargado- res sufrian bastante, hundiéndose a menudo hasta las rodillas en el barro í los huecos llenos de agua. De este modo nos acerca- mos a la pared de cerros que acompaña la depresion que reco- 462 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS rrimos al E., i avanzamos en la orilla de un bonito bosque de cedros, mas allá del cual pasamos una loma boscosa que se des- prende de los cerros de la banda del E. Nuestro propósito fué acampar en la orilla del mismo rio Manso, por no haber agua potable en los ñadis de los alrededores; pero por mas que apu- ráramos la marcha, la oscuridad nos sorprendió mucho ántes de llegar ahí, i tuvimos que armar la carpa en el borde de una pampa cenagosa, sin tener una gota de agua para la comida i el desayuno, Al N. 1 E. de nuestro paradero se estendia un coligual de desesperante tupidez, así que trabajamos en la mañana del dia 22 aun cuatro horas enteras hasta avistar finalmente el rio an- helado que corría con regular velocidad, dividido en dos brazos por una isla grande, cubierta de arbustos i yerbas altas. El día anterior, al pasar la loma ántes mencionada, habíamos oido, de oran distancia, algunos gritos que la jente reconoció desde luego como mujidos de toros; i a medida que nos aproxima- mos al rio, ganamos la certeza de que estaban mui cerca los animales que, con toda probabilidad, debian ser silvestres, por encontrarse en medio de la cordillera despoblada, igualmente léjos de los potreros chilenos como de los arjentinos. En efecto, al salir del bosque en la orilla del rio Manso, descubrimos al lado opuesto del rio, un piño de toros í vacas que jugaban í pe- leaban en la arena i bajo los árboles de la playa abierta. Luego vadeamos el brazo mas próximo del rio, para trasladarnos a la isla, i dimos permiso al mayordomo í a la jente para pasar al otro lado, i si se hubieran convencido de que los animales eran lo- bos, sin marca, de agarrar uno de ellos. Al estudiar la vejeta- cion de la isla, el doctor Reiche encontró una mata de Mu/z- mim, acarreada por la corriente, con lo cual obtuvimos una prueba fehaciente de que el rio Manso superior atraviesa uno de los valles abiertos de la cordillera, al pié occidental de los cordones divisorios, donde abunda, como en el Valle Nuevo 1 en la planicie patagónica, la planta mencionada. En la tarde volvió una parte de la jente, descontenta con el resultado de la caza, porque los animales que efectivamente eran silvestres, se habian arrancado a la montaña; pero se ha- bia comprobado, que el terreno en la ribzra derecha era mucho VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 463 mas abierto, i por eso vadeamos inmediamente el segundo bra- zo del rio, mas caudaloso i mas rápido que el primero (£/ Vado). Apénas habiamos llegado al otro lado, cuando nos vino al encuentro el mayordomo con la agradable noticia de que habia muerto una de las vacas alzadas, por lo cual pudimos proveernos de carne fresca por varios dias. De la piel los hom- bres se cortaron nuevas ojotas, calzado especial que usan los leñadores del sur. El terreno a la ribera derecha del rio Manso ofrecia un as- pecto por demas inusitado en las rejiones centrales i despobla- das de la cordillera austral. Pues caminábamos en un vasto potrero, donde los animales habian abierto senderos fijos en todas las direcciones por el monte i las playas bajas; i la veje- tacion, principalmente en los coligiies menudos i de hojas car- comidas, daba muestras de la obra destructora de los animales, los cuales durante largos años deben haber. impedido su desa- rrollo. Es de notar, sin embargo, que semejantes rastros se encuentran solamente al lado norte del rio, si bien aquí se no- taban hasta mui adentro de la cordillera, i parece probable que los límites naturales de la hacienda hácia el O. están formados solo por los barrancos de la angostura en la parte inaccesible del rio Manso. En direccion al E., el potrero se estiende a lo largo de la ribera. Caminamos día i medio en los senderos de los ani- males que prestaban tanta comodidad i seguian rumbces fijos con tanta regularidad, que parecian abiertos por los mas hábiles macheteadores. Sin embargo, es casi escusado decir que en ninguna parte se descubrian rastros de presencia de jente. De vez en cuando, el sendero cruzaba brazos menores del rio o algunos torrentes que le afluyen del norte, 1 continuaba en las espaciosas islas arenosas, donde se veian en todas partes las cavas de los toros i los lugares donde juegan i luchan por las vacas. Finalmente, el trajin de los animales se perdió definiti- vamente cerca de una angostura del paso, producida por un ramal del rio que se estrella contra las rocas escarpadas de un cerro, bautizado La Bastion por su configuracion particular. Para seguir adelante, tuvimos que construir un puente de ár- boles sobre el brazo del rio, i aunque continuamos despues la marcha por un terreno relativamente abierto i playas anchas 1 464 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS bajas, no volvimos a encontrar ningun sendero de los animales. Siendo, ademas, poco probable que ellos vadean el rio en este punto, i no habiendo encontrado continuacion de sus rastros en un reconocimiento que hicimos en la ribera opuesta, resulta que la hacienda está completamente encerrada en esta parte del valle, sin salida a la costa i sin comunicacion con los potreros del Valle Nuevo que son los próximos hácia el E. Calculamos -el número de los animales en unos 200, i nos formamos la idea, de que tal vez sean el resto de algunas tropas que se han esca- pado de un antiguo potrero indio de la otra banda. A pesar de que la orilla sur del rio Manso parecia ofrecer mejores condiciones para la marcha, por falta de una continua pared de cerros, como aquella que acompaña la ribera opuesta, preferimos quedar en la marjen derecha, hasta que algun im- pedimento mayor nos obligara a vadear de nuevo el rio. Feliz- mente, el terreno seguía tan. abierto, que pudimos avanzar sin inconveniente alguno i con bastante rapidez en la misma orilla hasta la tarde del dia 26, i solo la escursion que emprendí, el dia 27, para practicar un reconocimiento desde uno de los ce- rros situado delante de nosotros, me obligó a pasar al otro lado. Al frente, en la playa sur del rio Manso, se veia rematar una ancha depresion, que aparentemente se prolonga mui léjos há- cia el S. E., i donde se distinguian en varios puntos columnas de humo por el dia ¡altas fogatas por la noche. Hácia el $. E., la depresion que designamos con el nombre de Valle de los Hu- mos, está bordeada por lomajes que terminan en un cerro de unos 450 metros de altura, cubierto de monte quemado, cuya cola septentrional cae, en forma de peñascos no mui altos, a la orilla del rio Manso. Así se produce aquí una pequeña estre- chura que, por lo demas, no ofrece ningun obstáculo para avan- zar en el borde del rio, i por eso dimos al cerro que forma un buen punto de demarcacion, el nombre de cerro de ¿a Angos- tura. Yomando en cuenta los reconocimientos del año anterior, i comparando los itinerarios de las dos espediciones, me con- vencí de que el Valle de los Humos ha de considerarse como ramificacion setentrional del Valle Nuevo, cuya estremidad norte no habiamos alcanzado a divisar en la espedicion al ria A A VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 465 Puelo. Mis reconocimientos posteriores confirmaron esta opi- -nion. La direccion jeneral de nuestra marcha fué al E., con alguna inclinacion al S., en un terreno donde alternan bosquecillos de cedros, maiten, lippia, etc., con coliguales menudos í vastas pampas abiertas, cuyo hábito era idéntico con el de los llanos pastosos del Valle Nuevo i de las lomas bajas antepuestas al boquete divisorio. En partes nos rodeaba una verdadera este- pa, formada de alto pasto de cirron (Festuca), i con frecuencia se encontraban los bultos espinosos de Mulinum en el camino, El conjunto de los cuadros siempre variados del paisaje era por demas atractivo, 1 no vacilo en declarar que el valle superior del rio Manso, amen de su utilidad para fines coloniales i de las comodidades que ofrece para caminos de comunicacion, es uno de los mas hermosos i pintorescos en las cordilleras de Llanquihue. Está cerrado hácia el norte por un alto cordon que visto desde léjos, parece una muralla con numerosas cimas ca- prichosas, pero que a medida que nos acercamos a su pié, se disuelve en un caos de serranías altas i cerros cuyas crestas es- tan coronadas por innumerables picos agudos de forma de agu- jas, con barrancos tan escarpados que solo pequeñas manchas de nieve eterna se pegan en ellas. En medio de las pampas verdes del valle serpentea el caudaloso rio Manso, de aguas cristalinas i caida relativamente suave, interrumpido en su curso por islas i bajos, que sí bien producen rápidos, ofrecen otros tantos vados, a lo ménos en la estacion seca del año. A medida que avanzábamos al E., se aumentaban los indi- cios, de que el terreno habia sido ocupado antiguamente por un potrero de animales, pues se descubrian los rastros de cavas de toros, 1 señales de caminos antiguos, semejantes a los que ha- biamos recorrido. Tambien había indicios de quemas antiguas en algunos troncos de árboles, huesos de animales medio que- mados, etc., así que apénas queda duda de que el valle habia formado en tiempos anteriores, el paradero de indios, de los cuales hoi ya no queda ningun resto en el interior de la cordi- llera. | Al estudiar el panorama que se estendia delante de la espe- dicion en direccion al E., quedamos largo tiempo dudosos acer- 466 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ca de la proveniencia del rio Manso. Hácia el oriente, el ho- rizonte estaba limitado por cordones medianos con lomajes antepuestos, en cuyas faldas se velan numerosas quemas fres- cas i columnas de humo que indicaban grandes incendios del monte. Del norte baja un abra grande, i hacia el S. E., corre una especie de desfiladero entre cerros bajos de forma cónica, mas allá de los cuales sigue un notable ensanchamiento del valle, cuya prolongación debe terminar en los llanos del Valle Nuevo. El largo tiempo de sequía habia hecho refrescar en todas par- tes los incendios del bosque, así que el horizonte oriental esta- ba envuelto en una densa humazon, i apénas se distinguian en el lejano S. E. los contornos de un alto cordon de rocas desnudas, el cual pudo ser identificado con uno de los cordones divisorios avistados en la espedicion anterior desde la subida del boquete. Solo en la tarde del dia 26 nos convencimos de que el río Manso desciende del abra del norte, formando al entrar en el valle ancho que recorríamos, una curva tan brusca, que no se alcanza a divisar la continuacion de su curso, sino desde las alturas inmediatas sobre su ribera. Subimos a la cumbre de un cerrito que marca el codo entre las dos direcciones del rio, i baja- mos despues al E. para entrar en la seccion del valle que corre de norte asur. Con sorpresa vimos que las condiciones del terreno se modifican por algun trecho considerablemente, pues el rio corre aquí en un angosto cajon con. barrancos bastante escar- pados, aunque no faltan algunas playas llanas de poca esten- sion. Despues de haber pasado el barranco con mucha dificul- tad i reconocido desde un punto elevado la continuacion del valle al norte, armamos la carpa en el campamento del Risco (540 m.) para hacer al próximo dia el último reconocimiento jeneral desde uno de los cerros vecinos. | 3. Reconocimiento desde el cerro Quemado ? regreso de la espedicion (Febrero 27 — marzo 8) Elejimos para nuestro propósito la cumbre de un morro alto que se levantaba en frente del campamento al lado izquierdo del rio, de modo que nos tapaba completamente la vista al E, VIAJES I ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 407 miéntras que desde su cima se podía esperar una vista domií- mante sobre la rejion de los orijenes del rio Manso. Lo bautiza- mos cerro Ouemado, por estar cubiertas sus partes superiores esclusivamente de los residuos de monte recien destruido por el incendio. A las 7 A. M. del dia 27 pasé el rio en una balsa lijeramente compuesta para el efecto, acompañado del mayordomo i tres hombres. Trepamos el primer barranco mui parado, de unos 60 metros sobre el nivel del rio, i nos abrimos paso por el monte enredado de raulíes, murtas, ciruelillo, coligual, ralral, etc., que cubre la altiplanicie inclinada, por la'cual subimos sucesiva- mente en direccion al E. hasta llegar al pié del morro propía- mente tal, en unos 900 metros s. m. Siguiendo arriba, la ascen- cion fué dificultada por grandes peñascos desnudos, prominen- tes a manera de farellones, al paso que la vejetacion disminuia notablemente en tupidez. Con frecuencia se encontraban aun matas de Mulznum, pegadas a la roca, i los inevitables coliguales nos acompañaban hasta aquí. Mas arriba entramos en la rejion de las quemas frescas (1,040 m.), cuyo pasaje fué un verdadero martirio por las nubes de ceniza i polvo rojizo que a cada paso nos envolvian. La vejetacion ha sido destruida tan radicalmen- te en estas alturas, que al parecer ni el ojo escudriñador del bo- tánico podria encontrar algun objeto de estudio. Las cañas ne- gras de los coligiites muertos que nos rodeaban, se rompían como si fueran de vidrio, i sus pequeños troncos puntiagudos amenazaban como cuchillos afilados los piés de los viajeros. Fi- nalmente, alas 11 A. M., alcanzamos a la primera cumbre, mar- cada por un grupo de cedros verdes, que milagrosamente se han salvado de la rabia destructora del fuego (1,150 m.). Mirando atras (al O.) se descubrian, durante la subida, suce- sivamente todas las serranías que acompañan el valle superior del rio Manso hasta el lejano cordon del cerro Mirador que ha- bíamos atravesado, como tambien la quebrada del rio Seco al pié del cerro 19 de febrero. Pero lo que mas nos interesaba, fué el panorama que se presentaba en direccion norte, pues se veia con toda claridad que el rio Manso se forma de la con- fluencia en dos brazos mayores, uno de los cuales baja en largas serpentinas del N.N.O., con agua de color azul-verdoso, para 468 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS juntarse mas abajo con otro ramal, de color turbio que viene del E. La reunion de ámbos está situada en un ensanchamiento mayor del valle, poco mas arriba de la parte encajonada, donde estaba nuestro campamento del Rísco, El brazo del norte corre en un valle boscoso, a cuyos dos lados se levantan grandes dlanadas gradualmente hasta el pié de los cordones que lo en- cierran, i la esploracion de su orijen debe ser fácil, siguiendo el camino desde el campamento al norte en cierta elevacion sobre el nivel del rio. Nose veia ningun lago en todo el recinto del paisaje que abarcaba la vista, pero bien puede ser que el brazo mencionado provenga de algun receptáculo de agua que se esconde en la prolongacion del valle (1). Para orientarme mas prolijamente sobre el brazo del E., con- (1) En vano me he esforzado en descubrir, en mis reconocimientos desde el cerro Quemado, ¡aun desde el cerro Mirador, la laguna: Vidal Gormaz, que figura en la «Carta jeneral de la espedicion esploradora del rio Palena» en 41” 30' de latitud i 71” 40" de lonjitud. Fué marcada en ese plano segun una relacion i carta manuscrita, construida por don Francisco Vidal Gor- maz, en vista de las indicaciones de don Roberto Christie sobre su notable viaje en busca del paso de Vuriloche, en 1884, El esplorador Christie habia avanzado en el valle superior del rio Cochamó hasta el orijen de uno de sus esterós tributarios, i pasado un portillo en direccion S, E., habia encontra- do algunos lagos, cuyo mayor, bautizado lago Vidal Gormaz, le parecia de- saguar a uno de los grandes sistemas fluviales de la Patagonia arjentina. Con eso, el señor Christie sufrió tal vez el' mismo error como tantos otros taladores en casos análogos, respecto de la pertenencia hidrográfica de la laguna i su desagúe. A lo ménos, don Oscar de Fischer, que en noviembre de 1893 practicó un reconocimiento de esta rejion desde un cerro elevado al norte del valle del rio Cochamó superior, afirma que «por el sureste, don- de Christie habia buscado el camino en 1884, se divisaban.... unas series de cadenas de gran altura, que luego tomaban rumbo jeneral hácia el sur i sureste,» i cree, por lo tanto, «que el lago Vidal Gormaz.... no desagua a la pampa arjentina, sino al sistema del rio Puelo.» (£/ paso de Vuriloche, Santiago, 1894, páj. 31148). La exactitud de la observacion del señor Fis- cher queda comprobada por nuestro viaje, pues, si la ubicacion de la laguna en el plano corresponde medianamente a la verdad, ella no puede desaguar sino al rio Manso, cuyo sistema hidrográfico sigue inmediatamente al sur i se estiende mas al E. que los orijenes del rio Cochamó i el punto estremo alcanzado por la espedicion de Christie. Lo mas probable me parece que la laguna Vidal es tributaria al brazo del rio Manso que proviene de un abra del NNO., reconocida, como está dicho arriba, desde el cerro Quemado. > -. VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 469 tinué la marcha hasta otra cumbre del mismo cerro, que forma una prominencia marcada en direccion oriental. El aspecto de esta parte del valle fué mui distinto del anterior. El rio ser- pentea en una ancha depresion llena de lomajes bajos, donde todo el monte ha sido devorado por los incendios, cuya activi- dad continuada se dió a conocer en densas columnas de humo en los alrededores de nuestro cerro. Fué posible recorrer con la vista todo el curso del rio hasta el punto donde sale de un boquete del cordon oriental, cuyo conexo con las altas serranías que bordean el brazo del norte, está formado por un poderoso contrafuerte estendido en direc- cion NNO-SSE. Igualmente instructiva fué la vista hacia la parte sur del horizonte. A pesar del velo azulejo con que el humo de las quemas cubria el paisaje, se distinguieron los llanos del Valle Nuevo, dentro de los cuales estan diseminadas largas lomas bajas; i en su estremo meridional sobresalieron las altas crestas nevadas del Pico Alto i del cordon de los Castillos que encierran, como supimos desde las esploraciones del año ante- rior, la cuenca del rio Turbio, afluente del lago Superior, orljen del río Puelo. Con toda claridad se dibujaba en el horizonte del E. un cordon alto de cimas puntiagudas 1 con algunas man- chas de nieve, cuya altura no bajará de 2,000 metros de eleva- cion s. m., atravesado por varios boquetes mayores. Distingui- mos cuatro de ellos con perfecta seguridad: el mas septentrional, de donde sale el brazo mencionado del rio Manso; i tres mas hácia el sur, uno de los cuales lo pude identificar, con mucha probabilidad, con el que habíamos subido el año anterior hasta la loma divisoria. Durante nuestra demora en el cerro, una fuerte brisa del O. refrescaba con vehemencia los incendios del monte en los llanos i colinas vecinas, así que se levantaban en todas partes grandes humazones, que echaron a perder las vistas fotográficas que saqué de la parte mas interesante del panorama. La vejetacion de todas las lomas en los alrededores habia sido destruida sin escepcion, i la capa vejetal se había trasformado en polvo i ce- niza, del cual el viento levantaba frecuentemente grandes masas en forma de torbellinos, semejantes a las trombas de agua que acompañan a veces los ciclones en el mar TOMO XCIV 33 470 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS La premura de tiempo í escasez de los víveres mas necesa- rios, nos impidieron continuar la marcha de la espedicion hasta el boquete del rio Manso i el dzvortzum aguarum continental; pero comprobamos que no habia ningun obstáculo para llegar ahí, rodeando la falda sur del cerro quemado i atravesando el lomaje bajo que se estiende al pié de los cordones divisorios. A la 1 h. 35 m. bajamos en direccion sur por monte recien quemado, cuyo polvo casi nos ahogaba. En vano buscamos una gota de agua en estas alturas áridas, i solo a las 2 h. 30 m. descubrimos un riachuelo, escondido entre los coliguales i tron- cos de raulies quemados que corre al O. para juntarse mas “abajo con el rio Manso. Nuevamente comprobamos la facilidad de una continuacion del viaje hasta la rejion de los orfjenes del Manso, i si no hubiera habido los inconvenientes arriba mencio- nados habríamos trasladado el campamento al pié meridional del cerro Quemado, para seguir desde aquí en línea recta al E. hasta el boquete. Igualmente fácil habria sido dirijirse al S. hasta el rancho de los colonos del Valle Nuevo, visitado en la espedicion anterior, cuya distancia desde nuestro paradero cal- culamos a lo sumo a unas dos jornadas de larga marcha. En resúmen, pudimos ya establecer como un resultado prác- tico e importante de la espedicion el siguiente: Queda compro- bado que las condiciones del valle superior del rio Manso, lo mismo que su continuacion meridional en los llanos del Valle Nuevo, se prestan ventajosamente para el establecimiento de colonias agrícolas ¿ especialmente para la ganadería. Ademas, no sería mut dificil arreglar un camino para el tráfico de animales desde el puerto de Yate en la Boca de Reloncavi por el valle inferior del Puelo í como continuacion por el valle superior del vivo Manso hasta las colonias arjentinas del Nahuelluapi ¿ Chubut. Como quedaba fijado el dia siguiente (28) para emprender el regreso, habíamos acordado que, durante mi subida al cerro Quemado, el campamento se trasladara a una alta i espaciosa playa cerca del codo del rio Manso, i en direccion a ella conti- nuamos, pues, la bajada. En la falda del cerro alternaban lar- gas fajas de monte quemado con pampitas cenagosas i bosque- cillos verdes que principiaban a ser destruidos por el fuego, así que tuvimos que pasar mas de una vez al borde de altas foga- VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO — 471 tas. El fuego se propaga lenta pero seguramente en el monte tupido, i aunque en dias de lluvia parece completamente apa- gado, vuelve a encenderse con tiempo seco i viento fresco. Pero su principal alimento lo encuentra en las pampas abiertas de coiron i otro pasto alto, i creo que a primera ocasion un fuerte viento del E. que sople con bastante constancia, echará a perder todos los ricos pastales i el monte bajo del valle superior del rio Manso hasta mui adentro de la cordillera. A pesar de la falta absoluta de vejetacion fresca, hallamos en la ceniza de las quemas, hasta una altura mui considerable, rastros de huemu- les, de cuya abundancia en el Valle Nuevo ya habiamos en- contrado pruebas el año anterior. Al llegar al codo del rio, donde éste cambia repentinamente su direccion de N. S.al E. O., descubrimos en la playa de la márjen sur señales de una macheteadura recien hecha, como tambien rastros de caballos i perros, con lo cual queda compro- bado que colonos, probablemente los del Valle Nuevo, trajinan hasta el mismo rio Manso, i así se esplica que ya en la espedi- cion anterior pude recojer noticias acerca de este rio (1.) Vadeamos dos brazos del rio, con el agua hasta las rodillas, 1 llegamos al campamento a las 5.30 h. P. M. Despues de algunos preparativos demorosos, partimos a las 8.30 A. M. del dia 28, para volver sobre nuestros pasos al O. A medio día se levantó una brisa fuerte del E., i luego refres- caron los incendios a nuestras espaldas de tal manera, que se produjo un fenómeno verdaderamente estraño en la parte oriental del horizonte. Todo el valle oriental parecia envuelto en una gruesa columna de humo que se levantaba a una altura estraordinaría 1 en formas mui parecidas a la nube arrojada por un volcan en plena erupcion. Sus capas superiores, de color blanco i encrespadas a manera de un inmenso coliflor, subian majestuosamente al cielo azul, miéntras que mas abajo se es- tendian negruzcos nubarrones que reflejaban en parte un es- plendor ígneo como se ve a veces en las humaredas volcánicas, donde relucen las masas líquido-ardientes del interior del crá- ter. Efectivamente este fenómeno que ha sido observado desde (1) Véase cap. L., 4. 472 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Puerto Montt i otros puntos de la costa, habia llamado mucho la atencion de la jente, i la primera pregunta que se nos hizo a la vuelta al puerto, fué por la esplicacion del oríjen de aque- llas inmensas humaredas que todo el mundo habia tomado por señal de la erupcion de algun volcan desconocido. Por lo de- mas, las columnas de humo se dispersaron pronto, i es difícil creer que ellas tengan otro oríjen que el de un aumento rápido e inusitado de las quemas en la rejion de los nacimientos del rio Manso í Puelo. Las marchas de los dias 28 i 29 de febrero fueron largas i pesadas, ante todo por causa del calor sofocante que hizo subir, por ejemplo, a las 2 P. M. del 28, el termómetro en la sombra a 33 centígrados. Al atravesar los riquísimos llanos del valle su- perior con sus praderías 1 bosquecillos hermosos de cedros, rau- líes, ralral, maiten, líppia, etc., notamos otra vez indicios que comprueban el trajin frecuente de leones, zorros i huemules, los cuales al parecer tienen sus senderos fijos al agua i buscan el pasto alto para sus camadas. Pasada la angostura de la Bastion, descubrimos rastros frescos de toros alzados que debian haber seguido nuestros pasos hasta donde les fué posible; i poco ántes de llegar al punto del Vado, nos encontramos con un piño de animales lobos en la playa del rio. Establecimos el campamento en el monte alto de los alrede- dores i descansamos aquí todo el día 1.2 de marzo, ocupándose la jente en correr los animales hasta sus escondrijos mas leja- nos de la cordillera. : Al acernarnos a la ribera del rio Manso para reconocer el vado, notamos que su aspecto habia cambiado por completo. En vez del agua cristalina que ántes permitia ver cada piedra en su lecho, el rio arrastraba ahora un líquido turbio amarillen - to, particular de los rios que provienen del derretimiento de las nieves o que toman su orijen en grandes ventisqueros de la cordillera. Al mismo tiempo su caudal i velocidad habian au- mentado, de modo que no arriesgamos vadearlo. Era tanto mas sorprendente el cambio en las condiciones del rio, cuanto que un día ántes,en el punto donde lo habíamos abandonado mas arriba, su aspecto había sido el mismo como siempre, i no era posible suponer que uno de los pequeños torrentes que le afluyen en el VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 473 trecho intermediario, hubiera trasformado todo el caudal del rio grande. Mas bien nos inclinamos a creer que un derrumbe de uno de los cerros en la rejion de las quemas que acabába- mos de recorrer, haya acarreado al rio materiales tan podero- sos de desgaste i sedimentos, que alcanzaran a entubiarlo por completo i a teñir sus aguas del mismo color rojizo que es par- ticular a las tierras i polvo que cubren aquellos cerros quema- dos. Tal vez se relacionaba con eso una alarmante detonacion que oimos en la tarde del 29, ique nos anunciaba algun de- rrumbe en los cerros vecinos, sín que fuera posible descubrir su lugar. Por lo demas, la perturbacion de las aguas disminuia visiblemente, i cuando volvimos a alcanzar el rio mas abajo, no se notaban ya señales de su hábito modificado. De todos modos sirve esta observacion de advertencia para no fundar conclusiones demasiado seguras acerca del oríjen i carácter de rios sobre su color i la trasparencia de sus aguas. El dia 2 de marzo pasamos el rio en balsa, atravesamos en seguida los Zadis i subimos la cuesta al lado de los grandes saltos del rio Seco, en cuyo valle superior acampamos. Al próximo día continuamos el regreso al O, escalando el alto cordon de los cerros Verde, Mirador i Uribe, donde se notaban en todas partes los efectos de la estraordinaria sequía de las semanas pasadas. En las quebradas de la montaña corrian apénas unos delgadísimos hilos de agua helada, i en la altura habian desaparecido lagunitas enteras i estensos campos de nieve. Estando las condiciones del tiempo escepcionalmente favo- rables a un detenido estudio del magnífico panorama de las cordilleras en nuestros alrededores, demoré largas horas en la cumbre del cerro Mirador, para tomar rumbos a las principales cimas prominentes i completar los bosquejos i levantamientos fotográficos anteriores. Jamas se me ha presentado una vista tan grandiosa í a la vez instructiva sobre la complicada estruc- tura orográfica de las cordilleras de Llanquihue, i una gran parte de la esposicion orográfica que sigue mas abajo, está ba- sada sobre el reconocimiento practicado desde este punto. La bajada al rio Manso, el balseo i la marcha en la falda de los cerros i a traves de los zanjones de la orilla occidental del 474 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —_— valle, se hicieron en 11% jornadas bastante pesadas, i despues de haber levantado el campamento del depósito de los botes i víveres, nos embarcamos en la mañana del día Ó para navegar rio abajo. La escasez de agua nos obligó a abandonar i descar- gar varias veces la embarcacion 1 a arrastrarla sobre las playas pedregosas al borde de los rápidos; i casi en cada correntada que bajamos a remo, el bote dió fuertes golpes contra las pie- dras ocultas en la marejada. Nos sentimos por eso mui alivia- dos, cuando entramos, despues de unas dos horas de navegacion, en el rio Puelo, mas caudaloso i limpio i por lo tanto ménos peligroso para el descenso, que el rio Manso. Continuamos sin demora el viaje hasta el lago Taguatagua, “bajamos la carrera del Barraco, i llegamos a la 1 P. M., al pié de la macheteadura que conduce desde la orilla de la laguna de La Poza al puerto de Las Hualas. A pesar de la lluvia pro- seguimos inmediatamente la marcha, i poco despues de las 4 P. M., toda la espedicion estaba reunida en este último punto, habiendo sufrido el bote algunos percances de consideracion en el pasaje de los grandes rápidos inferiores del rio Puelo. Como el tiempo seguía recalmado i la marea nos favorecia, emplea- mos el resto del dia para bajar el último trecho del rio hasta los llanos de Yate en la Boca de Reloncaví. El regreso a Puerto Montt fué bastante demoroso, a causa del viento í oleaje contrarios, de modo que en 10 horas de con- tinuo bogar no alcanzamos a llegar sino hasta un puerto situa- do cerca de la desembocadura del pequeño rio MMefrz en la costa oriental del golfo de Reloncaví. Dejamos aquí los botes í la carga al cuidado del mayordomo, encargado de continuar la navegacion con viento favorable, 1 tomamos caballos para regresar por el camino de la costa hasta Puerto Montt. Salimos de Metri a las 12 M. del dia 8,i aprovechando la marea baja, cruzamos los estensos arenales i terrenos fangosos del estero de Quellaipe, cubiertos de innumerables ejemplares de quilmahues i poblados de miles de aves acuáticas, como ga- viotas, sarapos, etc. El camino sale en seguida a traves de boni- tas chacras hasta la altura de la loma que cierra la ensenada de Quellaipe al norte, i baja otra vez a la playa por una cuesta resbalosa con barriales que se atraviesan en una especie de VIAJES 1 ESTUDIOS EN LA REJION DEL RIO PUELO 475 puente primitivo de troncos de árboles toscamente hacheados. Mas allá pasamos los llanos cenagosos de la costa de Piedra Azul i nos acercamos al r20 Coyhkuzn, en cuya desembocadura se veian descubiertos por la marea los estensísimos bajos de barro negro (La Placeta) que se estienden hasta mui adentro del golfo, i entre los cuales se pierden las ramificaciones del rio. Nos balseamos al otro lado en canoa, arrastrando los caballos a nado i seguimos ora en la altura de las lomas de la costa, ora en la playa formada de guijarros i trozos de conchas, hasta la ciudad de Puerto Montt, donde llegamos a las 6 P. M. DOCTOR JUAN STEFFEN (Continuará.) Boletin de econ Pública. —Comscjo de Instruccion Pública: Sesi o - Memorias científicas i literarias. — Plantas NUEVAS chilenas de las a Do año, doce súmeros $ 10 de Agosto de 1896. da —Nuevos alas bee la Historia de Eras dos desde 1895, por KONRAD HAEBLER.—Lstudios Araucanos VI. Cuentos ara: caro dos por el indio Calvun (Segundo Jara) en dialecto pehuenche chileno, po: Lenz, (conclusion). —Compendio historial del descubrimiento, conquista ¿ Reino de Chale. Discurso tercero i último que trata de lo que católicamente se « en la Astrolojía que llaman Judiciarian, compuesto por el capitan don : nal, pod A, OBRECHT, (continuacion). — Observaciones astronómicas, po da al iomo VI dE Idabra de Gay, por el doctor R. A a | _—Don Melchor Jufré del Aguila i su libro, por DIEGO BARKOS ARANA. de nuestras relaciones esteriores; A de su oca z veian de A PRECIOS DE SUSCRICION | Las suscriciones empiezan en Enero de cada m7 , a 8 E 098 ¡€ y) 2 5 + JE EL: a TT PATO A AUD A CIBER SAS OS:SScas Y DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS — A El personaje cuyo nombre encabeza estas pájinas perteneció a esa jeneracion de patriotas de 1810 que hicieron la indepen- dencia de Chile. Este solo titulo bastaria para que siempre fuera recordado con gratitud en nuestro pais i para que su retrato fuera colo- cado en la Galería Nacional. Don José María de Rozas prestó ademas otros importantes servicios por los cuales merece el respeto de la posteridad. Aunque los principales hechos de su vida han sido recojidos por nuestros historiadores, he creido útil i justo reunirlos en este opúsculo como una enseñanza i como un ejemplo. A mediados del siglo XVIII vivian en la ciudad de Mendo- za dos hermanos españoles, don Juan i don Fernando Martínez de Rozas. Pertenecian a una honorable familia de la provincia de San- tander, i segun se lee en los documentos de la época, su apelli- do completo era Martínez de Soto ¿ Rozas. El mayor de los dos hermanos mencionados, en una pájina escrita de su puño i letra, ha dejado el recuerdo de todos los h TOMO XCIV 34 E Pu EPR A EA A 478 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS individuos de su familia que mas se habian distinguido hasta entónces. Es un documento curioso e interesante. .Vota.—Dn. Joseph Mrz. de Rozas, conde de Castel Blanco, Dn. Luis Mrz. de Rozas, marques de Villa Monte, i otros cinco hermanos suyos, caballeros del Hábito. ¡Dn. Domingo Ortiz de Rozas, caballero del Hábito de San- tiago, teniente jeneral de los Reales Ejércitos de S. M., Presi- dente, Gobernador, Capitan Jeneral del Reyno de Chile i conde de Poblaciones, casado con doña Ana Ruiz de Briviesca. "Dn. Domingo Alonso de la Torre, tal su sobrino, caballero del Hábito de Calatraba, casado en Buenos Aires con hija de -Dn. Nicolas de la Santana i Dña. Rosa de... "Dn. Domingo Ortiz de Rozas, casado en Buenos Aires, Dn. Cárlos de Rozas, los dos capitanes de infantería de aquel Pre- sidio en donde fué gobernador el Excmo. Sr. conde de Po- blaciones, ¡Dn Bartolomé González de Santayana, su sobrino, gober-. nador que fué de Valparaiso, caballero del Hábito de Santiago. "Todos son parientes inmediatos.—/. Mrz. de Soto ¿ Ro- ¿as (1) Para la mejor intelijencia de estos apuntes, juzgo oportuno recordar que el conde de Poblaciones gobernó a Chile desde el año 1746 hasta el de 1755, i advertir que eran hijos suyos los dos capitanes de infantería del presidio de Buenos Aires a que se refiere don Juan Martínez de Soto í Rozas. El primero de ellos, don Domingo, es el abuelo paterno del tirano arjentino don Juan Manuel de Rozas. Don Juan Martinez de Soto i Rozas casó con doña María Prudencia Correa i Villegas. Estos fueron los padres del célebre revolucionario chileno don Juan Martínez de Rozas, nacido en el año 1759. Don Fernando Martínez de Soto i Rozas contrajo matrimo- nio con doña Catalina de Lima i Melo. (1) £7 Sur, de Concepcion. Número de 25 de agosto de 1893. DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS A79 En este último hogar i en la ciudad de Mendoza nació don José María, a 29 de marzo de 1776. Era, porlo tanto, diecisiete años menor que su primo herma- -no don Juan, i uno i otro habian visto por primera vez la luz en territorio chileno, pues la ciudad de Mendoza, cuna de ám- bos, solo fué segregada de la capitanía jeneral de Chile en 8 de agosto de 1776, fecha de la ereccion del virreinato de Bue- nos Aires. Sirvieron de padrinos en el bautizo de don José María sus tios don Juan Martinez de Soto i Rozas 1 doña María Pruden- cia Correa i Villegas. Los dos primos, a pesar de la diferencia de edad, debian dar ejemplo de estrechisima union en la época mas culminante de su vida, i debian ser los soldados de una misma causa: la inde- pendencia de Chile. Refiere don Miguel Luis Amunátegui, enel tomo primero de La Crónica de 1870, que el patriota chileno don Juan Martínez de Rozas hizo sus estudios de filosofía 1 teolojía en la Universi- dad de Córdoba, i sus estudios de leyes en la Universidad de San Felipe, fundada a principios del siglo XVIII en esta ciu- dad de Santiago. I agrega mas adelante que obtuvo por oposicion en nuestro pais, primero una cátedra de filosofía en el Colejio Carolino, i algunos años despues, la cátedra de leyes del mismo estable- cimiento. En 1787, don Juan Martínez de Rozas dejó la capital por la ciudad de Concepcion, donde permaneció nueve años continuos en desempeño del cargo de teniente asesor letrado de la inten- dencia. Ya sea por consejos de don Juan, ya sea por razones de in- mediacion, el hecho fué que don José María vino a Chile a in- corporarse como alumno en el Colejio Carolino, donde tuvo de condiscipulos en la clase de instítuta a los jóvenes arjentinos don Miguel i don Hipólito Villegas. Don José María de Rozas recibió el grado de bachiller en sa- grados cánones i leyes en la Universidad de San Felipe, en el mes de febrero de 1/94. 430 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Todos los chilenos sabemos que don Hipólito Villegas fué el primer ministro de hacienda de don Bernardo O'Higgins, 1 que su firma se halla al pié del acta de la declaracion de nues- tra independencia. | Hé aquí como se espresaba Villegas de su condiscipulo Ro- zas en una declaracion prestada ante la Audiencia de Chile en 1790, a fin de que este último fuera admitido al ejercicio de la profesion de abogado: Manifestó en esta ocasion "que, a causa de haber sido con- colegas con don José María, i su hermano el licenciado don Miguel de Villegas, en este colejio de San Cárlos, cuando se hallaban estudiando instítuta, conoció a don José María Rozas, de quien, el citado don Hipólito, esperimentó sus buenos ta- lentos i conocimientos en la jurisprudencia; i que, habiendo ambos concluido la instituta, segun le parece, el año de noventa i cuatro, se fueron para Buenos Aires. Mas, como el nominado don José María Rozas se detuviese en Mendoza algun tiem- po, el año siguiente de noventa i cinco se juntaron en el rango de practicantes de la Real Audiencia Pretorial de la citada ciudad de Buenos Aires, lo que le es constante, pues, a mas, a su hermano don Miguel le oyó decir que era mas antiguo en la práctica un año. Asimismo le es constante al declarante que el año de noventa i siete, en que llegó a Buenos Aires, vió al dicho don José María en aquella Audiencia, con su hermano don Miguel, en calidad de practicantes de la casa, como igual- mente asistir al estudio de don Julian de Leiva, abogado de aquella Audiencia; como tambien serle constante a este decla- rante que es hijo el suplicante de don Fernando de Rozas i de doña Catalina de Lima, familias de las principales de Mendoza, i esto, no solo lo sabe por notoriedad, sino tambien por comu- nicacion que tuvo en tres ocasiones que ha estado en aquel lugar. : En el año 1798, don José María de Rozas fué llamado por sus padres a Mendoza, i de esta ciudad volvió a Santiago de Chile. A principios del año siguiente, se presentó a la Audiencia de Santiago con el objeto de recibirse de abogado. DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 481 El tribunal le exijió que comprobara su título de bachiller en sagrados cánones i leyes isus años de práctica forense en Buenos Altres. Certificados estos hechos, el mismo tribunal nombro al doctor don José Ignacio Meneses ia los licenciados don José Antonio Gormaz i don Francisco Antonio Pérez para que le exami- naran. La prueba fué satisfactoria. Despues de pagar el derecho de media anata, el solicitante fué llamado a la sala de la Audiencia. “Santiago, 8 de abril de 1799 En la ciudad de Santiago de Chile, en cuatro dias del mes de abril de mil setecientos noventa i nueve años, los señores presidente, rejente 1 oidores de esta Real Audiencia, estando en acuerdo ordinario de justicia, hicieron comparecer al bachi- ller don José María Rozas a efecto de ser examinado en la práctica de abogado, 1 habiéndosele mandado por dichos seño- res entrar en la Real Sala, puesto en pié en la mesa de los re- latores, hizo relacion del pleito que le fué asignado, i, conclusa, espuso las doctrinas que hacian a favor de una i otra parte, i dió su parecer, respondiendo despues a las preguntas que se le hicieron por los mencionados señores, sobre esplorar la práctica i suficiencia de dicho don José María, i habiendo dado compe- tente satisfaccion a ellas, se le recibió el juramento acostum- brado, ise le dió asiento en los reales estrados a la hora de audiencia pública, por haber hecho constar tener enterado el real derecho de media anata, por la certificacion de la foja an- terior de los ministros de real hacienda de estas cajas, i se le recibió al uso i ejercicio de abogado, conforme a lo mandado por el auto de ocho de marzo de mil setecientos setenta i ocho, 1 mandaron dichos señores, se sentase en el libro de matrícula, i se le diese testimonio integro de este espediente, para que le sirva de título en forma, i así lo proveyeron, mandaron i firma- ron. —González.—Concha. Ante mi, don /osé Jorzje de Ahumada, escribano de cámara. 482 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS En este año de 1790, los parientes de don José María de Rozas habian llegado aquende la cordillera a un alto grado de opulencia 1 de poder. Su primo don Juan Martínez de Rozas habia contraido ma- trimonio en Chile hacia cuatro años con una rica heredera, doña María de las Nieves Urrutia Mendiburui Manzanos, due- ña de la gran hacienda de San Javier. Con el ausilio de tan cuantiosa fortuna i de su robusta inte- lijencia, este ilustre chileno se hallaba destinado en breve plazo a ser uno de los principales fundadores de la patria nueva. Don Ramon Martínez de Rozas, hermano mayor de don Juan, 1 primo tambien, por consiguiente, de don José María, -Ocupaba una situacion mucho mas encumbrada. Juzgo oportuno suministrar algunas noticias intimas sobre éste que fué uno de los personajes mas importantes de la época colonial, no solo por el interes que despiertan los detalles de la sociedad antigua, sino especialmente porque su familia llegó a ser con el tiempo la de don José María de Rozas. Don Ramon Martinez de Rozas era chileno, pues habia na- cido en la ciudad de Mendoza. Como su hermano don Juan, se distinguía por su intelijencia e ilustracion, i, cómo él, habia alcanzado el título de doctor en sagrados cánones i leyes en la Universidad de San Felipe. En tal carácter, figura en los archivos universitarios con oca- sion de un acuerdo solemne que, durante el gobierno del no- veno rector don Manuel José de Salamanca, ia 19 de di- ciembre de 1769, tomaron los doctores para honrar a los que murieran de entre ellos, uobligándose los sacerdotes a decir i los seculares a mandar decir dos misas por el alma de cada doc- tor difunto.. | E En 17099, don Ramon Martinez de Rozas hacia ya mas de catorce años que habia entrado a formar parte de una de las familias mas distinguidas de estos paises, pues habia contraido matrimonio en Mendoza con doña Francisca de Borja Salas, hija de don José Perfecto Salas, fiscal que habia sido de la Au- diencia de Chile, i hermana de don Manuel Salas Corvalan, el . benemérito patriota chileno. | DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 483 No se conservan noticias de si era bella la novia, pero sí de su gran caudal. Consta en un documento escrito en papel sellado que doña Francisca de Borja Salas llevó en dote a su marido la cantidad de cuarenta i aos mil, ciento cincuenta i un pesos, cinco reales i tres cuartillos, parte en dinero 1 parte en alhajas 1 en ropa. Martínez de Rozas, segun lo certifican los notarios de la época, recibió en dinero veinticuatro mil ciento diecinueve pesos seis reales. : Era una suma respetable para aquel tiempo. Muí pocos padres de familia, en Chile o en el Rio de la Plata, habrian podido dar a sus hijas una dote tan crecida. I adviértase que la viuda de don José Perfecto Salas habia quedado al fallecimiento de éste con cinco hijos, dos mujeres 1 tres hombres. El ajuar de la novia se componía de los objetos que siguen: Un par de zarcillos de brillantes, con tres pendientes, engas- tados en plata, con guarda-goznes de oro, 3,000 pesos. Un par de azahares de plata, guarnecidos de diamantes bri- llantes, que servian de polizones (1), 400 pesos. Un par de zarcillos de plata, guarnecidos de diamantes ja- quelados, con diez pendientes, 500 pesos. Un par de zarcillos de tres pendientes, en plata, guarnecidos' de diamantes jaquelados, 300 pesos. Un par de zarcillos en oro, de un pendiente, con cuatro per- las, i las dos de abajo en forma de calabaza, guarnecidos de dia- mantes jaquelados, 1,500 pesos. Un par de azahares de oro, guarnecidos de diamantes tablas, con diez perlas, que servian de polizones, 200 pesos. Un par de azahares de oro, de un pendiente con dos perlas, suarnecidos de diamantes, 100 pesos. : Una sortija con siete diamantes grandes brillantes, i el del medio mayor, 250 pesos. ] (1) Adorno que usaban en la cabeza las señoras chilenas, formado con su propio pelo. AS MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Una sortija de plata ¡oro guarnecida de diamantes brillantes, 200 pesos. Otra de plata i oro, con siete diamantes brillantes jaquela- dos, 80 pesos. Otra de plata i oro, guarnecida de diamantes jaquelados, 80 pesos. j Otra de plata i oro, de cinco diamantes brillantes, go pesos. Otra de plata i oro, de diamantes jaquelados pequeños, 30 pesos. Una gargantilla con ciento sesenta i tres perlas, 2,000 pesos. Un rosario de perlas, con cuentas de venturina í una cruz de oro guarnecida de diamantes jaquelados, 1,400 pesos. Otro engastado en oro, con ciento once perlas, i una cruz de plata i oro, guarnecida de diamantes, 500 pesos. Otro con veinticinco perlas i veintiseis cuentas de filigrana de oro, sin cruz, 500 pesos. Otro de concha, engarzado en oro, 50 pesos. Un rosario de Jerusalen, engastado en oro, con dos perlas medianas í tres grandes, 1 una rosa de diamantes de tres pen- dientes, engastada en oro, 70 pesos. Otro rosario menudo, de Jerusalen, con cuarenta choclos de perlas i tres perlas grandes, dos cuentecitas de oro, un lignum crucis i una cruz de diamantes tablas, 20 pesos. Otro con veinte choclos de perlas í tres perlas grandes, vein- “ tidos cuentas de oro, i una cruz de diamantes tablas ¡ Jaquela- dos, 400 pesos. Un ramo de perlas en oro, 1,200 pesos. Un relicario, con su corona i cadena de oro, guarnecido de diamantes jaquelados í tablas, i con diecinueve perlas, 800 pesos. Una agujita de plata, oro i diamantes, 350 pesos. Un par de hebillas de plata, con treinta i dos diamantes gran- des, 1,600 pesos. Es Dos tembleques con dieciseis perlas de diamantes i topacios, 200 pesos. Dos alfileres de diamantes tablas, 50 pesos. Un reloj con sus dijes, 150 pesos. Un par de polizones, guarnecidos con dos topacios i alrededor - diamantes jaquelados, 100 pesos. DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 485 == Un par de polizones de oro i diamantes jaquelados, 500 pesos. Un par de hebillas de oro, 40 pesos. Un par de zarcillos de topacios, 100 pesos. Un rosario con piezas de oro, 18 pesos. Un dije de reloj en forma de cesta, 20 pesos. Un gancho de reloj, todo de oro, 41 pesos 7 reales, 3 cuar- tillos. Un par de zarcillos de veintidos chispas, engarce de oro i pla- ta, IOO pesos. Mangas de vuelos, con encajes de Barcelona i listonería de terciopelo caña en plata, 114 pesos. Mangas de blondas, con listonería de terciopelo morado pla- ta, 40 pesos. Mangas de encajes, con listonerías de terciopelo rosado pla- Bad I pesos. Mangas con listonería de terciopelo encarnado, con oro, 37 pesos. -— Faldellin (1) de tisú de plata, 150 pesos. Otro de terciopelo, faja de tisú, 50 pesos. Otro de tisú rosado, 100 pesos. Otro de terciopelo verde, 80 pesos. Otro de tisú de plata, onda de oro, 100 pesos. Saya de melanía (2) perla, franja de oro, 100 pesos, Galones de terciopelo para saya, 80 pesos. Saya de melania negra, 80 pesos, Faldellin de rosa, liso, blanco, forrado de felpilla, 80 pesos. Saya de terciopelo negro, 40 pesos. Todas estas partidas sumaban la cantidad de dieciocho mil treinta 1 un pesos, siete reales, tres cuartillos. Puede asegurarse que no hai muchas novias ricas en nuestros dias que aporten un ajuar tan valioso. (1) Faldellin. Falda corta, dice el diccionario de la Academia, que se so- brepone a la que llega a los piés. (2) Problablemente contraccion de media lana. Es decir, tela de seda i lana. Saya, dice el diccionario de la Academia, es la «ropa esterior que vis- ten las mujeres, con pliegues por la parte de arriba, i baja desde la cintura a los piés». 486 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La ropa i alhajas de doña Francisca de Borja Salas habian tenido dos tasadores, el contraste de la ciudad de Lima don Francisco Benítez i don José Puelma. Don Ramon Martínez de Rozas entró en la carrera adminis- trativa a los pocos años de haber contraido matrimonio, llama- do por el presidente de Chile don Ambrosio O'Higgins, en 1788, para que sirviera el cargo de asesor suplente en la visita jeneral del reino practicada por aquel funcionario. | Por fallecimiento del titular, Martínez de Rozas obtuvo en - propiedad este alto empleo algun tiempo despues. O'Higgins habia tenido de asesor, en 1787, en la inten- dencia de Concepcion, a don Juan Martínez de Rozas i habia quedado sumamente complacido de su actividad e intelijencía. No era raro, pues, que al hacerse cargo de la capitanía jene- - ral hubiera querido llamar a su lado al hermano de quien con- servaba tan alto juicio. Nombrado virreíi del Perú, O”Higgins llevó consigo a don Ramon Martínez de Rozas, a mediados de 1796, a fin de que continuara desempeñando en Lima las funciones de asesor. No podria darse una prueba mas convincente de la estima- cion de O'Higgins por Martínez de Rozas. En el curso posterior de su vida debia continuar manifestán- dole iguales sentimientos. Don Ambrosio O'Higgins seguia respecto de su asesor en Chile idéntica conducta a la que habia observado Amati Ju- nient con el suegro de Martínez de Rozas, don José Perfecto Salas, a quien tambien habia llevado al Perú como asesor, des- pues de haber ejercido este cargo en nuestro pais. Existe, sin embargo, una gran diferencia entre uno 1 otro caso. El virrei Amat rompió estrepitosamente con Salas, miéntras O'Higgins debia conservar entrañable afecto a Martínez de Rozas hasta la hora de la muerte. Al retirarse de Chile, don Ramon Martinez de Rozas rejen- taba la cátedra de prima de cánones en la Universidad de San Felipe. (1) (1) Sobre la provision de esta cátedra, léanse los números 1 i II de un in- DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 487 -_Desu enlace con la señora Salas, habia tenido seis hijas, que se llamaron: doña Luisa, que era la primojénita, doña Pabla, doña Ignacia, doña Manuela, doña María i doña Tránsito. Hai antecedentes para afirmar que don Ramon Martínez de Rozas no llevó a sus hijas al Perú. Es probable que en esta fecha hubiera ya enviudado, i juz- gara prudente dejarlas en Chile bajo la proteccion de la familia de Salas. No debia volver a verlas mas, pues las peripecias de la vida le impidieron regresar a su patria, haciéndole morir en tierra estraña. Al partir al Perú dejó amplios poderes, para que le represen- taran en juicio ¡ fuera de él, en primer lugar a su cuñado don Manuel Salas Corvalan, rejidor perpetuo del cabildo de San- tiago; en segundo lugar, a don José Santiago Portales, ministro contador de la tesorería jeneral; i en tercer lugar, a don Juan Manuel Cruz, comerciante de Santiago. Las hijas de don Ramon Martínez de Rozas tuvieron suertes “mul diversas. | Tres de ellas contrajeron matrimonio: doña Luisa con su tio en segundo grado don José María de Rozas; doña Pabla con don José Joaquin Rodríguez Zorrilla, hermano de don José Santiago, que mas tarde debia ser obispo de Chile; i doña Tránsito con don Manuel Larrain Aguirre. Las otras tres murieron solteras. Doña Ignacia profesó en el monasterio de Santa Rosa, 1 doña Manuela debía distinguirse en la revolucion de la inde- pendencía como una ferviente patriota. (2) Se conservan dos cartas, de Lima a Santiago de Chile, diri- Jidas por el asesor del virrei O'Higgins a sus hijas. En una í otra se hallan de manifiesto, tanto el amor que a éstas profesaba su padre, como la estimacion que por ellas sen- tia el virrel. teresante articulo de don Gaspar Toro titulado ZZistoria de un litijio. Revis- ta Sud- America, Santiago, 1873, tomo 2.?, pájinas 775 1 siguientes. (2) Don Vicente Grez ha consagrado algunas pájinas a esta distinguida señora en su libro Las mujeres de la independencia. 488 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Hé aquí la respuesta de don Ramon Martínez de Rozas a su hija Ignacia, cuando le pidió su vénia para entrar a un monas- terio: "Mi adorada hija Ignacia: “Al volver a leer ahora tu carta de 12 de diciembre último, yo la he inundado de nuevo con estas lágrimas que arranca a las veces la ternura, a pesar del gusto í de la razon. Al ver en ella tu resolucion de entrar en el monasterio de monjas Rosas de esa capital, yo no podia ménos que felicitarme. ...ooomommo... ¡Cómo podria yo sin aborrecerte proceder a denegarte el per- miso que para ello me pides! Tú vas a ser feliz en los mismos momentos en que yo quedo sumerjido en los cuidados por la suerte:de tus hermanas do A Intelijenciado este Excmo. señor virrei de tu vocacion, ha dis- puesto se te imponga por su cuenta un capital de 6,000 pesos, para que se te asista con sus réditos por todo el tiempo de tu vida. Esto bastaría a tu cómoda existencia cuando no contares hallar en tu padre nuevos i mayores ausilios, si necesitares. "Corred, pues, hija mia, a tu monasterio como el asilo único contra las incomodidades del mundo. Consagrando allí todo tu sér i existencia a Dios, ruégale por tu padre, que te amará siempre. — Ramon de Rozas.. Esta carta debe de haber sido escrita a principios de 1801. Mui poco tiempo despues, Martínez de Rozas caía de lo alto de sus grandezas. Con fecha 18 de marzo de 1801, falleció en Lima el virrei don Ambrosio O'Higgins. Cuatro dias ántes de morir, habia otorgado el testamento que sigue: “Yo, don Ambrosio O'Higgins, baron de Ballenary, marques de Osorno, virreii capitan jeneral de los reinos del Perú i Chile, declaro ser natural de Irlanda, de padres católicos. Creyendo todo lo que cree nuestra santa madre iglesia, i estando en to- do mi acuerdo i entero juicio, pero actualmente enfermo, 1 te- y DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 489 miendo morir, como es natural, procedo a formar mi testamento ¡última voluntad, en la forma siguiente: “Primeramente, mando mialma a Dios que la creó i redimió con su preciosa sangre, i declaro que quiero morir en el gremio de nuestra santa madre la iglesia católica, apostólica, romana, de quien soi humilde hijo, creyendo como creo todos los arti- culos que ella cree i confiesa. "Ítem. Mando que sean mis albaceas i tenedores de bienes, ejecutores de éste mi testamento, de mancomun e in sólidum, i en un mismo lugar, el señor don José de Gorbea i Vadillo i el padre don Agustin Doría, por la confianza que tengo de su amistad i honradez, a la que me entrego absolutamente, rele- vándolos, si lo tuvieren por conveniente, de inventarios, tasa- ciones i demas dilijencias de testamentarios; a quienes encargo cumplan con las mandas forzosas de la lei. "Ítem. Quiero que el quinto de mis bienes lo distribuyan di- chos mis albaceas, por el bien de mi alma, en misas, limosnas i demas obras de piedad que fuesen de su arbitrio. "Ítem. Mando a mi sobrino don Tomas O'Higgins, capitan de caballería en el reino de Chile, 8,000 pesos. "Ítem. Mando igual cantidad a don Cárlos O'Higgins, her- mano de don Tomas, oficial del rejimiento de Irlanda en España. "Ítem. Perdono a don Demetrio O'Higgins, gobernador de la provincia de Guamanga, por via de legado, lo que he pagado por él i me debe, e importan 7,777 pesos, 7 reales. "Ítem. Mando que a don Bernardo Riquelme, luego que lle- gue de Europa, se le entregue la estancia de las Canteras, exis- tente en la provincia de la Concepcion de Chile, con 3,000 ca- bezas de ganado, de todas edades, para que la haya i tenga, en virtud de esta disposicion, como suya propia, encargándole pro- cure conservarla i perpetuarla en su familia. "Ítem. Mando que a don Tomas O'Higgins, capitan del reji- miento de dragones de Carabaya en el Perú, i actualmente resi- dente en Cádiz, e hijo de mi hermano don Miguel O'Higgins, se le entreguen las tierras de Guímel e isla de Quiriquina, para que las goce como suyas propias. =""Ítem. Mando que si falleciere de esta enfermedad, mis alba- ceas den carta de libertad a todos mis esclavos. 490 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS "Ítem. Mando a doña Luisa. de Rozas, hija mayór de don Ramon de Rozas, 600 pesos, en señal de afecto, í para que me encomiende a Dios. "Ítem. Mando igual cantidad a la madre Ignacia Rozas, reli- jiosa, para que me encomiende a Dios. "Item. Mando al padre frai Juan de Dios 100 pesos, sobre lo que hubiese devengado por su capellanía. “Item. A don José Botarro un mil pesos, a don Manuel Or- tigas 500 pesos, a don José Mendizábal igual cantidad, a don José Tirapegui 100 pesos, a Lorenzo Taraza 200, a don Igna- cio Mendizábal 600 pesos, a don Pedro Botarro 500 pesos, a don Ramon de Rozas, en señal de amistad i cariño, 1,500. Las demas cosas que tenga por bien añadir las comunicaré a mis albaceas, por cuyo dicho se pasará, i en caso de ser alguna cosa contraria a lo escrito aquí, la comunicaré de modo que conste. I, cumplidas que sean mis disposiciones, instruyo por mis universales herederos en el remanente de mis bienes a mis sobrinos don Tomas O'Higgins, capitan del rejimiento de Ca- rabaya en el Perú, residente en Cádiz, a don Tomas O'Higgins, capitan de caballería en el reino de Chile, i a don Cárlos O'Hi- ggins, capitan del rejimiento de Irlanda en España, por igua- les partes. I declaro que ésta es mi voluntad i la que quiero que valga desde ahora para siempre, pues para su mayor fir- meza revoco i anulo todas mis anteriores disposiciones, i las doi por nulas i de ningun valor i efecto; 1, para que así conste, lo firmo en Lima, i marzo catorce de 1801.—kEl marques de Osorno. Despues del amor a su familia, es decir a sus cuatro sobri- nos, i a ese Bernardo Riquelme, que debia ilustrar mucho mas que ellos el apellido O”Higgins, por nadie revelaba el virrei un cariño mas sincero que por don Ramon de Rozas 1 sus hijas. Mui raros son los hombres que faltan a la verdad en la hora de la muerte, cuando llegan a este trance con toda la lucidez de la razon. Un testamento otorgado en las condiciones de salud en que se hallaba el virrei O'Higgins, a cuatro dias de distancia de la DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 491 otra vida, puede considerarse una verdadera confesion ¿nm ex- bremts. Ademas del legado de 600 pesos, dejó a doña Luisa de Ro- zas, hija primojénita de su asesor, un recuerdo de considerable mayor importancia. Tal aparece en esta carta de don Ramon de Rozas. "Mis adoradas hijas: "Escribí a ustedes la noche del dia en que murió el señor virrel. No sé lo que diria entónces, porque la cabeza no podia estar aquel momento para nada. Creía enfermar por resultas de cuarenta dias de afliccion i malas noches; pero, gracias a Dios, no he tenido novedad. "Estoi con mii deseos de saber de ahí, pues en la Mercedes (1) no he tenido carta alguna, ni sé de la Ignacita, 1 si habrá en- trado ya al monasterio. ¡Feliz ella que va a ponerse fuera del riesgo de padecer las mudanzas del mundo í sus descontentos! "Estoi separando los legados que les ha dejado el señor virrel. La cama sola que ha donado a la Luisa vale como 2,000 pesos. Esta es el catre que la ciudad regala a los virreyes a su entra- da. Jamas se acercó a ella ni para dormir la siesta. "¡Paciencia! Ya se acerca el tiempo de que nos veamos para no volver a separarnos. ¡Quiéralo Dios que sea cuanto ántes, i que yo pueda tener el gusto de saber que traen consigo el buen nombre i honor que les corresponde! "No hai tiempo para mas. "Su padre.—R. de Rozas.. Del contesto de esta carta parece deducirse que don Ramon de Rozas pensaba en esta época llamar a sus hijas al Perú. ¿Pudo imajinar acaso que continuaria como asesor del nuevo virrei? Si efectivamente acarició tales proyectos, mui luego debió de comprender que eran irrealizables. Dos años despues resolvió dirijirse a España. (1) Don Ramon de Rozas se refiere a la fragata Mercedes 4092 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Hé aquí su despedida a don Manuel de Salas en el momen- to de partir: + uLima, 22 de enero de 1803 "Adios, mi amado hermano. Dentro de tres horas marcharé al Callao para embarcarme en la Rufina. Cercado de mis ami- sos, escribo estas cuatro líneas, haciendo los esfuerzos para sostener la pluma, que ya considerará Ud. "Quedan aquí con mi poder don Domingec Ramirez i don Manuel del Villar. Separadamente he hecho mi testamento, i =_nombrado por albaceas al mismo Ramirez, al marques de Corpa i don Francisco Javier Echagiie (1). Llevo conmigo a España 43,000 pesos. Quedan en poder de Ramírez 44,500 en plata, ademas de la plata labrada. La compañía de Filipinas del cargo del conde Fuente-González tiene 20,000 pesos a interes; i Ruiz i Fragua 12,000. "Ramírez queda instruido de remitir a Ud. todo aquello que le indique Ud. como necesario, principalmente para Ignacita. "El testamento queda otorgado ante Juan Pio Espinosa. Ud. i Juan (don Juan Martínez de Rozas) son los albaceas per lo que hace a ese reino. Escriba Ud. a éste luego, si no hubiese aun venido de Concepcion. "Mis respetos a mi señora. "No hai valor para mas. "Adios, hermano. | "Suyo.—Ramon de Rozas.. Fuera de las cantidades de dinero que llevaba a la Península ¡ dejaba en el Perú, las cuales sumaban 119,500 pesos, Martí- nez de Rozas era dueño de una estensa propiedad en la pro- vincia de Santiago, la gran hacienda de San Vicente. Esta finca media cuatro mil seiscientas diez i ocho cuadras 1 dos tercios de cuadra, i se hallaba situada en el ángulo que for- man los rios Mapocho i Maipo. (1) Don Domingo Ramirez de Arellano tenia el grado de coronel i era caballero de la órden de Calatrava. Echagúe desempeñaba las funciones de canónigo penitenciario en la Catedral de Lima i las de rector de la Univer- sidad de San Marcos. Ll e ES DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 403 La hacienda de Martínez de Rozas empezaba en Malloco, a “cuatro leguas i media de la capital, i llegaba hásta el Maipo, limitada por las tierras de Peñaflor, Talagante, Aguirre, Lon- guen ¡ Calera. En 1823, San Vicente fué tasado por el injeniero don Luis José de Santa María en ciento doce mil, trescientos ochenta i cuatro pesos, cinco reales i un tercio de real. En nuestros días estos terrenos han subido considerablemen- te de valor, i algunas hijuelas de la antigua hacienda han sido vendidas a razon de mil pesos por cuadra. En conformidad con este aumento, la propiedad de Martínez de Rozas valdria hoi mas de cuatro millones de pesos. En los mismos dias en que hacia sus preparativos de viaje, el ex-asesor del virrei O'Higgins esperimentó las veinte mil molestias que ocasionaban a los individuos sospechosos de he. rejía las averiguaciones i allanamientos ordenados por el tribu- nal de la Inquisicion. Don Ramon de Rozas habia sido denunciado por un oficial de la secretaría de gobierno como lector de libros prohibidos i dueño de pinturas deshonéstas. Se le acusaba, ademas, de que durante ocho años no habia cumplido con el precepto de la confesion. -Unoiotro constituian graves delitos ante el tribunal del Santo Oficio. En los primeros dias de enero de 1803 el tribunal comisionó a frai Francisco Javier Sánchez i al secretario doctor don Ma- riano Narciso de Aragon para que hicieran un prolijo recono- cimiento de la librería de Rozas i estrajeran las obras prohi- - bidas. El resultado de este rejistro fué que el tribunal ordenó a don Ramon de Rozas la entrega inmediata de la Historia filosófica “del abate Raynal El fiscal de la Inquisicion, a quien se pidió tambien informe sobre este asunto, manifestó la conveniencia de que se recono- cieran con cuidado la rinconera, baules i cómodas del dormito- rio de Rozas. Practicado este nuevo rejistro, con fecha de 17 de enero, halló TOMO XCIV 35 4094 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en la rinconera el padre Sánchez un ejemplar de la Fzlosofía de la naturaleza por el baron de Holbach, i aunque don Ramon de Rozas declaró que habia resuelto quemar esta obra, i que por prohibida la mantenia oculta, hubo de entregarla junto con la del abate Raynal. La denuncia del oficial de la secretaría de gobierno, llamado José Sicilia Martínez, habia sido oportunamente enviada al Consejo de Madrid, el cual, en 9 de setiembre de 17099, habia dado órden a la Inquisicion de Lima para que procediera a hacer las averiguaciones necesarias. Esta órden no recibió cumplimiento, tal vez por haber llega- do al virreinato cuando don Ramon de Rozas desempeñaba aun el cargo de asesor i ejercia irresistible influencia en el áni- mo de don Ambrosio O'Higgins. En 6 de julio de 1802, el Consejo de Madrid manifestaba su estrañeza por el desobedecimiento del tribunal peruano i orde- naba perentoriamente que se siguiera la causa contra don Ra- mon de Rozas. En esta ocasion, como se ha visto, la Inquisicion de Lima mandó practicar los reconocimientos mencionados (1). Es probable que don Ramon de Rozas logró justificarse am- pliamente en España, porque no se tienen noticias de que fuera condenado por el Consejo de Madrid. Cuando don Ramon de Rozas emprendió viaje a España, in- vitó a su primo hermano don José María para que le siguiera, ofreciéndole ayuda en la carrera del comercio. Don José María de Rozas aceptó este ofrecimiento de parte de quien se hallaba destinado a ser su suegro mas tarde, i se embarcó para Cádiz. Llegado a esta ciudad, 1 despues de largos meses de vanas espectativas, recibió, en el mes de julio de 1804, de manos de don Nicolas de la Cruz, futuro conde del Maule, i apoderado de don Ramon de Rozas, la cantidad de 7,000 pesos. Durante su permanencia en España, don José María de Ro- (1) Historiazde la inquisicion en Chile, por José Toribio Medina. Santiago, r890. Pájinas 530 a 542. DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 495 zas consiguió incorporarse, despues de rendir la informacion necesaria, entre los abogados del Real Consejo, al cual pertene- cian los mas notables jurisconsultos del reino. No permaneció, sin embargo, mucho tiempo mas en Europa. La epidemia de fiebre amarilla que en 1804 diezmó la po- blacion de Cádiz, i los justos temores de una guerra próxima con Inglaterra, provocada por el rompimiento de la paz de Amiens, le decidieron a volver a Chile. Don Ramon de Rozas continuó en la Península. Su fortuna personal le permitia vivir con desahogo en Madrid, donde tuvo ocasion de ausiliar con dinero a algunos america- nos ilustres. En su libro de caja, aparecen, entre los individuos favoreci- dos por él, los nombres de don Miguel Lastarria i de don José Miguel Carrera. Don Ramon de Rozas murió en España, en 1828, a una edad mui avanzada i en completa demencia. No tomó parte alguna en la causa de la revolucion americana, que con tanto entusiasmo abrazaron su hermano don Juan, su primo don José María i su hija doña Manuela. En el año 1807, de vuelta a Chile, don José María de Rozas, casó con doña Luisa Rozas i Salas, relacionándose así con la distinguida familia de don José Perfecto i don Manuel de Sa- las, 1 llegando a ser a su vez tronco de numerosa prosapia. Tuvo por hijos a don Ramon de Rozas, padre del actual se- nador de la República don Ramon Ricardo Rozas; a doña Do- lores de Rozas, mujer de don Manuel Rodríguez Rozas i ma- dre del ex-ministro de instruccion pública don Joaquin Rodrí- guez Rozas; ia don Luis de Rozas, que fué su hijo menor 1 que tambien ha dejado descendencia, El dia 11 de febrero de 1808 falleció en Santiago el presi- dente don Luis Muñoz de Guzman, i a 22 de abril del mismo año entró a reemplazarle el brigadier don Francisco Antonio Garcia Carrasco, 496 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Basta recordar que don Juan Martínez de Rozas fué el secre- tario privado de este personaje i el individuo de mayor influen- cia política durante los primeros años de la nueva administra- cion, para comprender que don José María de Rozas gozó en esta época de todas las simpatías oficiales. “Obtuvo, en consecuencia, algunos cargos públicos que de- sempeñó cumplidamente.. (1) No abandonó, sin embargo, la carrera del comercio, a la cua: se habia consagrado en la Península por mas de dos años. Así lo atestigua el asesor de Carrasco, don Pedro Diaz Val- des, en una relacion que en parte publica don Diego Barros Arana en el tomo 8.2 desu /zstoría (2), cuando afirma que don José María fué encargado por don Juan Martínez de Rozas de la venta en Lima de las mercaderías que habian correspondido a éste último en el apresamiento de la fragata Ascorpi0n. Muchos años mas tarde, muerto ya don Juan, don José María tuvo que defender a su ilustre deudo en un juicio iniciado ante «la Corte Suprema. "Contesto a la de Ud., escribia a la viuda de don Juan Mar- tínez de Rozas, en 11 de marzo de 1834, que recibí en la ha- cienda, en que me habla de la descabellada solicitud de don Diego Wolleter, demandando civil i criminalmente a los empre- sarios en la presa dela fragata Escorpion, ante la Suprema Cor- te de Justicia, por cuyo tribunal ha sido Ud. citada. Mi procu- rador me ha traido los autos, i espero verme con los demas in- teresados, para convenirnos en contestar por una cuerda todos, o hacerlo cada uno. No tenga Ud. el menor cuidado por este asunto. : En octubre del mismo año, don José María volvia a escribir sobre este pleito a la señora Urrutia i Manzanos: "Entre los papeles del señor don Juan vide unos borradores que hablaban sobre la presa de la fragata Escorpion. Los he sacado, porque pueden conducir para la defensa de este asunto, que sigue con empeño el señor Wolleter. Él podrá incomodar- (1) El Araucano de 17 de setiembre de 1847. Necrolojia de don José Ma- ria de Rozas. (2) Barros ARANA, Historia, tomo 8.%, pájina 74, nota II. DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 497 nos, pero no triunfará. Avisaré a Ud. oportunamente de lo que ocurra con este motivon (1). Desde los primeros movimientos revolucionarios, don José María de Rozas se manifestó partidario decidido de un cambio radical en el sistema de gobierno que rejía en su patria. En 18 de setiembre de 1810 era ya un hombre formado, pues contaba 34 años de edad. La junta gubernativa elejida en aquella fecha, i de la cual formaba parte don Juan Martínez de Rozas, le comisionó para que la hiciera reconocer en la provincia de Concepcion. Don José María gastó gran actividad en ejecutar fielmente las instrucciones de la junta. En algunos de los distritos de la provincia, el terreno estaba hábilmente preparado, merced a la activa propaganda de don Bernardo O'Higgins i de don Juan Martínez de Rozas. A principios de octubre se habia tenido conocimiento en Concepcion de que se habia creado en la capital una junta de gobierno, i el intendente don Luis de Álava habia renunciado el mando. Don José María de Rozas llegó, pues, mui oportunamente, i, con fecha 12 del mismo mes, en un solemne cabildo abierto ce- lebrado en aquella ciudad, hizo reconocer a la junta de Santiago. Asistieron a esta ceremonia el intendente interino, que lo era el asesor don Ignacio Godoi, el obispo Villodres, los miembros del cabildo eclesiástico i los del cabildo secular, los prelados de las relijiones, los jefes militares, los empleados de hacienda, i numerosos 1 respetables vecinos, entre los cuales apareciz en primer lugar el vocal de la junta recientemente creada, don Juan Martínez de Rozas. En segnida don José María se dirijió por escrito al jefe mili- tar-de Valdivia. | Esta plaza se hallaba gobernada por un oficial irlandes lla- (1) A pesar de mis esfuerzos, no he podido conseguir en el revuelto arch1- vo de la Corte Suprema el espediente a que se refiere don José María de Rozas, el cual podria dar mucha luz sobre el apresamiento de la Escorpion, 498 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mado Alejandro Eagar, quien se apresuró a rendir el mas cum- plido homenaje a la junta de Santiago, como consta de las dos notas que siguen: "Al señor doctor don José María de Rozas. "Por el de Ud. de 10 del corriente quedo enterado haberse servido la Excelentísima Junta provisional gubernativa del rei- no constituirle su comisionista, con los poderes necesarios para darla a reconocer, cuya disposicion me ha causado singular re- gocijo, 1 daré el mas exacto í puntual cumplimiento a lo que en él se me previene, como asimismo practicaré las demas dilijen- cias que me advierte el testimonio de la comision que me in- cluye. - “El acto se hará lo mas pronto posible, pues tengo que reunir tropas i la oficialidad, que se halla dispersa en varios puntos distantes que ocupan, i será con la mayor solemnidad que exije materia tan importante. “Dios guarde a Ud. muchos años.—Valdivia, 20 de octubre de 1810.— Alejandro Eagar.. "Al señor doctor don José María de Rozas, comisionista de la Junta Gubernativa del Reino. “El día 31 del mes próximo pasado se juntaron en mi casa- morada los señores del ayuntamiento, ministros de real hacien- da, señor cura vicario, padre prefecto de misiones, oficialidad 1 vecinos de mayor representacion, i prestaron el juramento de obediencia i fidelidad a la Excelentísima Junta instalada en esa capital, con arreglo a la acta celebrada en ella. En seguida, el batallon de infantería, formado en la plaza con sus banderas, prestó igual juramento, con salva triple de artillería i repique de campana, publicándose a continuacion los bandos remitidos, El dia siguiente se celebró misa de gracia, con sermon ajustado al asunto, con igual salva de artillería. Creo que igual dilijencia se habrá practicado en Osorno, de que daré cuenta a su tiempo. Lo que comunico a Ud. en contestacion a su oficio de 10 del pasado, acompañando los respectivos documentos. Dios guarde a Ud. muchos años.—Valdivia, 2 de noviembre de 1810 —Alde- jandro Eagar. DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 4099 La conducta activa i entusiasta de don José María de Rozas le mereció los agradecimientos de la junta de gobierno. "Al señor don José María de Rozas. "El buen desempeño de Ud. en la comision que se le confirió para el reconocimiento del actual gobierno en los partidos del sur e intendencia de Concepcion, se tendrá mui en memoría para distinguir su patriotismo, en todas las ocasiones que ocu- rran proporcionadas a esta satisfaccion que desea la Junta, 1 que asegura la confianza con que tambien debe Ud. hacer pre- sentes los casos que juzgue oportunos a dicha idea, tan justa- mente merecida. “Dios guarde a Ud. muchos años. Santiago i dicienfbre Ó de 1810. “El Conde de la Conquista.—Fernando Márquez de la Plata. —Doctor Juan Martínez de Rozas.—Ignacio de Carrera.—Fran- cisco Javier de Reiína.—fuan Enrique Rosales.—José Gregorio de Argomedo.. Este documento fué la fe de bautismo con que don José Ma- ría de Rozas se inició en la revolucion de la independencia chi- lena. No debia combatir en los campos de batalla contra el despo- tismo español, pero sí debía ayudar a organizar la nueva repú- blica en las asambleas lejislativas i en los tribunales de justicia. Una de las pruebas vivas de que habia llegado a ser insoporta- ble el réjimen tíránico con que España gobernaba a sus colonias de América, puede encontrarse en la actitud resuelta de hom- bres que, como O'Higgins, como don José Antonio Rojas, i como don Juan í don José María de Rozas, gozaban de una alta situacion social. Estos ilustres ciudadanos no vacilaron en sacrificar su fami- lía, su bienestar, su fortuna, en cambio de conseguir para su pa- tría la condicion de pueblo libre. Don José María de Rozas perteneció al Congreso de 1811. El partido de San Fernando le nombró diputado propietario en union de don José María Ugarte Castelblanco. Rozas se afilió desde el primer día en ese grupo de represen- tantes que reconocía por jefe a don Juan Martínez de Rozas i 500 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que deseaba introducir desde luego fundamentales reformas en la administracion del pais. Estos diputados, a quienes mas tarde se ha Nado el nombre moderno de radicales, eran los siguientes: Don Manuel Recabarren, de Coquimbo. ' " José Santos Mascayano, de Aconcagua. " Agustin Vial, de Valparaiso. " José Antonio Ovalle Vivar, de Quillota. " José María de Rozas, de San Fernando. " Juan Estéban Fernández Manzano, de Linares. " Manuel de Salas, de Itata. " Antonio Urrutia Mendiburu, de Chillan. " Pedro Ramon Arriagada, de Chillan. " Juan Pablo Fretes, de Puchacai. " Luis de la Cruz de Rere. " Bernardo O'Higgins, de Los Anjeles. La influencia de don Juan Martínez de Rozas en la forma- cion de este partido avanzado se halla de manifiesto. Con escepcion de Recabárren, de Mascayano, de Vial i de Ovalle, los demas individuos que componian aquel partido po- lítico representaban a la provincia de Concepcion, i cuatro de ellos, don José María de Rozas, Fernández Manzano, Salas, i Urrutia Mendiburu, estaban íntimamente ligados por los lazos del parentesco a la familia de don Juan Martínez de Rozas. Cuando esta vanguardia de patriotas comprendió que la ma- yoría de la asamblea se hallaba resuelta a seguir una conducta en estremo tímida i moderada, acordó retirarse del Congreso 1 lanzar un manifiesto al pais en justificacion de sus actos. Esto sucedió a mediados del mes de agosto. Los doce representantes arriba nombrados empezaron desde entónces a trabajar con actividad por derribar a la nueva junta de gobierno elejida por la asamblea, compuesta de ciudadanos respetables, pero que no poseian las condiciones de carácter i de intelijencia necesarias en tan críticas circunstancias. Don José Miguel Carrera, recientemente llegado de Europa, se puso a la cabeza de los descontentos, 1 en el dia 4 de setiem- DON "JOSÉ MARÍA DE ROZAS > 501 bre, apoyado por el batallon de granaderos i por fuerzas de ar-' tillería, hizo triunfar al partido del doctor Rozas, en el Congre- so í en el pais. En la junta ejecutiva que se nombró en este mismo dia, fué designado como vocal don Juan Martínez de Rozas, Este triunfo dió a don José María una alta situacion en el Congreso. En sesion de 16 de setiembre, se le nombró con don Juan Cerdan, don Joaquin Echeverria i don José Antonio Ovalle, para que informara sobre un proyecto de reglamento de la junta de gobierno presentado por don Cárlos Correa de Saa. En sesion de 4 de octubre, la asamblea le encargó que, en union de don Antonio Urrutia, don Juan de Dios Vial del Rio, don Agustin Vial i don Juan José Echeverría, formara un re- glamento provisional de las facultades del poder ejecutivo. Algunos dias mas tarde, en 19 del mismo mes, fué nombra- do vice-presidentu del Congreso, cargo para el cual se le reeli- jió con fecha 4 de noviembre. En la sesion de 5 de octubre, se le nombró ministro propie- tario del tribunal encargado de conocer en los recursos de se- gunda suplicacion e injusticia notoria, que equivalia a nuestras mcdernas cortes de apelaciones. La victoria alcanzada por los amigos políticos de don Juan Martínez de Rozas se hallaba destinada, sin embargo, a durar por mui corto tiempo. Ese mismo jóven arrogante i atrevido que habia sido el jefe de la revolucion del 4 de setiembre debia disolver el Congreso ¡ quedar como único árbitro del gobierno de su pais. A don José María de Rozas le tocó firmar, en compañía de algunos otros diputados, el acto de disolucion de la asamblea, con fecha 2 de diciembre de 1811. Ademas de los cargos públicos que le confió el Congreso, don José María desempeñaba en esta época las funciones de diputado sustituto del tribunal de minería. 502 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La rivalidad política entre don José Miguel Carrera i don Juan Martínez de Rozas fué tomando los caractéres de una lucha personal. El desenlace no era difícil de prever. Carrera se hallaba en toda la fuerza de la juventud, pues acababa de cumplir 25 años, i la impetuosidad de su carácter i la influencia social de su familia le daban suficiente enerjía para sobreponerse a las dificultades del momento. Martínez de Rozas era un anciano de mas de medio siglo, que habia esperimentado amargos desengaños en su vida, i que, por su misma ilustracion i gran talento, veía peligros donde su competidor solo esperaba triunfos. - El mas prudente cedió el campo al mas audaz. En el mes de julio de 1812, don Juan Martínez de Rozas, sin otra compañía que la de un oficial i algunos servidores, lle- gaba a la hacienda de San Vicente, propiedad de su hermano don Ramon, donde Carrera le obligó a residir hasta que le desterró a Mendoza, en 27 de noviembre del mismo año. El doctor Rozás, como le llamaban sus contemporáneos, no alcanzó a presenciar la reconquista española, pues murió en la ciudad donde habia nacido en el mes de mayo de 1813. Don José María continuó en Chile peleando las batallas de la libertad. En 1.2 de julio de 1813 fué nombrado vocal propictario de la junta protectora de la libertad de imprenta. En 21 de abril del mismo año, la junta de gobierno, com- puesta de don Francisco Antonio Pérez, don José Miguel In- fante i don Agustin Eizaguirre, le habia comisionado para que vijilara la fabricacion de las metrallas i balas destinadas a una escuadrilla nacional, por medio de la cual se proyectaba entor- pecer las operaciones del enemigo. El nombre de don José María de Rozas aparece tambien al pié del reglamento constitucional de marzo de 1814. En adelante, segun ese reglamento, el gobierno quedaria en manos de un solo ciudadano, con el título de director supremo. Para este alto cargo, fué designado el coronel don Francisco - de la Lastra. | DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 503 Los revolucionarios chilenos creian que este nombramiento de un solo jefe daria enerjía i actividad a las operaciones de la guerra. La desastrosa derrota de Rancagua les persuadió de que el pais no tenia suficientes fuerzas para resistir al ejército español. Don José María huyó a Mendoza. Durante la reconquista, su familia fué vijilada de una mane- ra especial por los ajentes del rei, i su casa, situada en la calle de la Catedral, (hoi número 109), rejistrada varias veces por los soldados de San Bruno. Su cuñada doña Manuela Rozas i Salas, que permaneció en Santiago en estos luctuosos años, tenia que valerse de mil es- tratajemas para enviar sus cartas a don José María. Las brillantes victorias de Chacabuco i Maipo, i la elevacion de O'Higgins a la suprema majistratura, significaron para don José María de Rozas la vuelta a la patria, al poder ¡a los ho- nores. En 1817 fué elejido miembro del tribunal del consulado. A 5 de agosto de 1818, su nombre apareció entre los socios de la sociedad Amigos del pazs, que Irisarri habia restablecido con el objeto de fomentar la industria i la agricultura chilenas. En 18 de mayo del mismo año, O'Higgins nombró una comi- sion compuesta de don Manuel de Salas, don Francisco Antonio Pérez, don Joaquin Gandarillas, don José Ignacio Cienfuegos, don José María Villarreal, don Lorenzo José de Villalon i don José María de Rozas, a fin de que redactara un proyecto de constitucion provisional. Aprobada esta constitucion por el pueblo, Rozas quedó ele- jido como uno de los cinco miembros propietarios del Senado, Los otros cuatro eran: el gobernador del obispado de San- tiago, don José Ignacio Cienfuegos; el intendente de Santiago, don Francisco de Borja Fontecilla; el decano del tribunal de apelaciones, don Francisco Antonio Pérez; i el conde de Quinta Alegre, don Juan Agustin Alcalde. La importancia del Senado Conservador creado por la cons- titucion de 1818 no ha venido a comprenderse sino despues de publicadas, en nuestros dias, las actas completas de sus sesiones. 504 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La lectura detenida de las deliberaciones i acuerdos de esta asamblea, manifiesta hasta la evidencia que se hallaba mui léjos de ser una corporacion de aparato; un simple consejo di- rectorial, obediente i sumiso a la autoridad. -Nó. Los magnates que componían el Senado ayudaron con eficacia al gobierno de O'Higgins en la solucion de graves pro- blemas de hacienda, de guerra i de administracion pública, i presentaron una valla inflexible a los atropellos que el director supremo o sus ministros osaron intentar contra sus facultades constitucionales. - El Senado de 1818 sentó en Chile por primera vez las bases de un verdadero gobierno parlamentario. Compuesto de ciudadanos independientes por sus condicio- nes de fortuna ide alta situacion social, los miembros de aque- lla corporacion no conocieron las complacencias indebidas ni los temores serviles, | Si O'Higgins, en vez de cerrar las puertas de este Senado, hubiera seguido sus inspiraciones, de seguro que no se habria visto obligado a abdicar el 28 de enero de 1823. La presidencia del Senado se renovaba cada cuatro meses. A don José María de Rozas le correspondió presidirlo en dos períodos: desde el 22 de febrero de 1820 hasta el 22 de junio del mismo año,i desde el 22 de octubre hasta el 1.2 de diciem- bre de 1821. No alcanzó a terminar el senador Rozas su segundo período presidencial, porque en esta época realizó un viaje de negocios al Perú, aprovechando la independencia que habia alcanzado aquel pais merced a la espedicion libertadora de San Martin. Hé aquí la solicitud de permiso que dirijió al Senado. "Excmo. Senado de la República. "Excmo. señor: "En el conflicto de ocurrir personalmente a negocios de im- portancia, que exijen mi presencia en Lima, me retrae el em- barazo de separarme de un cuerpo que sirvo con honor i com- placencia. Pero las bondades de V. E. hácia mí, me hacen 1 s EN 8 DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 505 esperar que tendrá la benignidad de permitirme pasar a aque- lla capital, donde, en el término de cuatro meses, puedo evitar el grave perjuicio que traerá inevitablemente a mis intereses i familia la falta de un hombre inmediatamente empeñado en sus asuntos. Cualquiera de los señores suplentes desempeñará mejor que yo mis deberes por el tiempo indicado, i aunque puede esperarse de su amor a la patria 1 su jenerosidad que no apetecerán compensativos, con todo, puede V. E. aplicar la parte de sueldo que señala la lei, miéntras dure mi ausencia, al que se designare para llenar mis funciones, en lo que recibiré un nuevo favor, que aumentará, si es posible, mi reconocimiento. —Santiago, octubre 29 de 1821.— José María de Rozas.. En esta fecha, don José María era el verdadero jefe de la fa- milia de su suegro i primo don Ramon Martínez de Rozas, i a su cargo se hallaba la direccion de todos los negocios que este último había dejado en Chile í en el Perú. Don José María necesitaba con urjencía ira Lima para exi- jir el pago de algunos créditos de importancia. El Senado acordó, en sesion de 31 de octubre, autorizarlo “para que se ausentara del pais, siempre que el director supremo no lo juzgara inconveniente. En el año anterior, en sesion de 23 de junio, el mismo Sena- do habia acordado proponer al director O'Higgins una de estas tres personas, con el objeto de que acompañara a San Martin en representacion del gobierno de Chile: don José María de Rozas, don Joaquin de Echeverría o don Luis de la Cruz. O'Higgins habia desatendido la indicacion del Senado, sin duda alguna por razones de respeto i lealtad al jeneral San Martín. | A fines de 1821, la situacion del Perú era completamente distinta. La espedicion libertadora se habia apoderado de Lima i había proclamado la independencia del antiguo virreinato es- pañol. | O'Higgins, no solo concedió a don José María de Rozas el permiso que solicitaba, sino que le confió el desempeño de una - importante comision de gobierno, La pobreza pública i privada en que se hallaba sumido nues- ro pais despues de los grandes sacrificios de dinero que se 506 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS habia visto obligado a hacer para la organizacion del ejército libertador, habia ido aumentando progresivamente. La carne í el trigo alcanzaban un precio fabuloso í se asegu- raba que en los campos los inquilinos morian de hambre. O'Higgins encargó al senador Rozas que reclamara de San Martin la devolucion del capital que le habia dado en présta- mo el vecindario de Santiago. El decreto de nombramiento estaba concebido en estos tér- minos: "Ministerio de Hacienda, en Santiago, 22 de diciembre de 1821. | 1uS, E, el Supremo Director, con fecha 15 del actual, ha te- nido a bien espedir el decreto que copio: "Habiendo pasado con licencia a la capital del Perú el sena- dor don José María de Rozas, en circunstancias de haberse suspendido la mision de un enviado estraordinario cerca de aquel gobierno, encárguesele procure í active ausilios para esta República, en los términos acordados con que se oficia en esta fecha al Excmo. Protector del Perú por el ministerio de rela- ciones esteriores. Se asigna al espresado senador un tres por ciento de lo que por su actividad adquiriese para este Estado. Trascribasele este decreto, con copia certificada de las comu- nicaciones antedichas. Avisese de este encargo al Excmo Pro- tector del Perú, i tómese razon... “Tengo la honra de comunicarlo a US. en cumplimiento i al fin indicado, acompañandole el certificado prevenido. "Dios guarde a US. muchos años. —/osé Antonio Rodríguez. —Al señor senador don José María de Rozas. Ántes de que se presentara la oportunidad del viaje de don José María de Rozas, el gobierno había pensado nombrar en esta comision al mismo ministro de hacienda. Por desgracia, los resultados fueron desconsoladores. El siguiente oficio así lo revela: Ministerio de Hacienda ¿ Guerra.—Santiago, Io de julio de 1822.—He manifestado a S. E. el Supremo Director, la nota de US. de esta fecha, en que acompaña la de 15 de enero úl- timo con que el ministerio de gobierno del Perú contestó a la de US. negándose al pago de lo que se debe a Chile por la es- DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 507 pedicion libertadora. S. E., aunque ve el ningun fruto de sus encargos i comision de US. a este respecto, no puede descono- cer el mérito de US., su celo i actívidad, i que hizo por su parte cuanto era compatible con las circunstancias; i por lo mismo me ordena dé a US., como lo hago con la mayor consideracion, las gracias mas espresivas, comunicándole quedar satisfecho de -cómo procuró llenar su delicada comision. uDios guarde a US. muchos años. —/osé Antonio Rodríguez. —Señor don José María de Rozas, intendente provisto de Co- quimbo.n | Entre don Bernardo O'Higgins i don José María de Rozas existian los mismos lazos de afecto i de amistad que habian unido a don Ramon de Rozas con el virrei del Perú. Era, pues, mui natural que el director supremo de Chile ofre- ciera a don José María, a su vuelta de Lima, un cargo adminis- trativo importante, como la intendencia de Coquimbo, segun aparece en la direccion del oficio que se ha leido, Rozas, sin embargo, nunca llegó á ocupar aquel puesto. En 1o de febrero de 1821, habia sido nombrado sub-oficial de la lejion de mérito. "La nacion espera, le decia O'Higgins al comunicarle este nombramiento, que esta prueba de su estimacion i aprecio esti- mule a US. con mayor eficacia a repetir las acciones loables de virtud i noble patriotismo que le distinguen. Cuando don José María de Rozas regresó a Chile, el Senado habia sido disuelto, i, con fecha 7 de mayo, el gobierno habia decretado la convocacion de una asamblea lejislativa con el nombre de Convencion Preparatoria. Rozas no formó parte de ella, ni tampoco fué elejido miem- bro de la Corte de Representantes, que vino en seguida. Hubo, sin embargo, de concurrir a esta última, en ocasion solemne, juntamente con los ex-senadores don Francisco An- tonio Pérez i don Francisco de Borja Fontecilla, citados por la corporacion a fin de interrogarlos sobre los poderes otorgados a don Antonio José de Irisarri para contratar el empréstito de Lóndres. 508 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS En sesion de 13 de diciembre de 1822, la Corte nombró una comision compuesta de don José Gregorio Argomedo, don Juan de Dios Vial del Rio, don Joaquin Gandarillas, don Joaquin Campino, don Bernardo de Vera, don Manuel de Salas i don José María de Rozas, para que informara sobre si podría res- cindirse el contrato del empréstito. ] El dictámen fué favorable a la rescision; pero, aunque la Corte de Representantes hizo suyo este informe, el empréstito de Lóndres tuvo que ser aprobado, por la necesidad de dar pres- tijio a la palabra de un plenipotenciario de Chile, como lo habia sido Irisarri. Don José María de Rozas se manifestó leal amígo de don Bernardo O'Higgins hasta el último dia de su gobierno. O'Higgins le correspondió como era de esperarlo, i, ántes de partir de Chile, le dejó en señal de cariño su retrato de cuerpo entero pintado al óleo en 1820 por el famoso artista José Jil, (1) i una hermosa cómoda de caoba de su uso particular. La caida de O'Higgins no debió de ser un acontecimiento imprevisto para don José María de Rozas. Quien habia conocido como él, en su sillon de senador, las interioridades de la máquina política, no podía ignorar por cierto los gravísimos errores cometidos desde hacia mucho tiempo atras. Quien formaba parte de la dias directora de la sociedad chi- lena, se hallaba indudablemente mui bien informado de los nu- merosos motivos de queja i de descontento que O'Higgins ha- bia ido sembrando en su administracion. Dos años ántes de la caida, en 2 de mayo de 1821, en union de dos de sus colegas del Senado, don Francisco Antonio Pé- rez i don Francisco de Borja Fontecilla, don José María de “Rozas habia firmado una larga carta al director supremo, en la cual estos tres verdaderos amigos de O'Higgins le señalaban las negras nubes que oscurecian por Pacos lados el horizonte de (1) Este retrato pertenece hoi al señor senador don Anibal Zañartu. tes CA 53 DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 509 la patria, i le daban consejos sobre la mejor manera de resolver las dificultades políticas. O'Higgins oyó con indiferencia estas voces desinteresadas i siguió derecho su camino. (2) Rozas no solo tomó parte en la organizacion política del pais, sino tambien en el restablecimiento de un gran colejio que se hallaba destinado a ser la cuna de los primeros estadistas chi- lenos i a desparramar la ilustracion en todos los ámbitos del territorio, desde Atacama hasta Chiloé. En su puesto de senador, don José María de Rozas contribu- yó poderosamente a la nueva fundacion del Instituto Nacional. Ausilió tambien al Director Supremo en sus proyectos de reforma de la instruccion primarla. El bachiller de la Universidad de San Felipe no consideraba satisfechas sus aspiraciones con la inmensa felicidad de haber hecho a su patria libre e independiente. La queria ademas ilustrada. En el mes de marzo de 1821, O'Higgins le nombró presiden- te del tribunal de educacion pública. Esta corporacion se hallaba investida de facultades análogas a las del actual Consejo de Instruccion, creado por la lei de 1870. Desde tan alto cargo don José María de Rozas se esforzó por mejorar en cuanto era dable, atendidos los recursos de la época, el establecimiento que había sido colocado bajo su tutela. Sa conservan oficios dirijidos por él al gobierno en su carác- ter de presidente del tribunal, en los cuales se manifiesta par- tidario del sistema de Lancáster, o sea de enseñanza mutua. Por aquellos años introdujo este sistema en la escuela ele- mental anexa al Instituto un preceptor ingles, don Antonio Eaton, contratado en Europa por don Antonio José de Irisarri. En el curso posterior de su vida don José María de Rozas continuó dando atencion preferente a la enseñanza del Estado. A 10 de diciembre de 1823, durante el gobierno de Freire, don Mariano de Egaña le nombró miembro de la seccion de lite- (2) Barros ARANA, /istoria Feneral de Chile, tomo 13, pájina 704. TOMO XCIV 36 3 HO MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ratura í artes en la Academia chilena, creada por decreto de aquella fecha. Los otros miembros de la misma seccion eran: da Manuel de Salas, don Antonio José de Irisarri, don Bernardo de Vera, el presbítero don Joaquin Larrain, don Francisco Antonio Pinto, don Mariano de Egaña, don Joaquin Campino i don Isidro Pineda: La lectura de estos nombres está probando que don José María de Rozas era considerado uno de los individuos mas ilustrados de su tiempo. | En 24 de marzo de 1825, el director Freire i su ministro don Francisco Ramon Vicuña nombraron una comision com- - puesta de don Joaquin de Echeverría, don Miguel Zañartu i don José María de Rozas, para que organizara en el convento de Santo Domingo un colejio de segunda enseñanza bajo la direc- cion del injeniero frances don Cárlos Ambrosio Lozier. Por desgracia, este colejio no pudo establecerse, i Lozier fué nombrado profesor 1 mas tarde rector del Instituto Nacional. Rozas figura entre los protectores de aquel distinguido es- tranjero. En 22 de setiembre de 1826, don José María de Rozas vol- vió a ser elejido miembro de la junta o tribunal de educacion, que habia estado suspendido por algun tiempo. Con posterioridad, su nombre aparece entre los miembros su- plentes del mismo tribunal, reorganizado por un reglamento de 1832. Rozas sentia entrañable afecto por el colejio que habia con- tribuido a restablecer. Cuando en 1834 el partido de gobierno propuso en el Con- greso que se separara al Seminario del Instituto Nacional, don José María de Rozas votó en el Senado, con los j¿/opolztas, con- tra esta separacion, porque temía que el Instituto pudiera de- bilitarse, Rozas no se alejó de la política despues de la abdicacion de O'Higgins. Por el contrario, su nombre aparece en varios de los congr sos posteriores a aquel acontecimiento. DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 51 El Congreso Constituyente de 1823 le elijió diputado pro- pietario por Chiloé, comarca que en aquella fecha permanecia aun en poder de los españoles. En 4 de diciembre, la delegacion de los Ánjeles le nombró diputado suplente para el mismo Congreso. Perteneció a la Asamblea de 1825 como diputado propieta- rio por Colchagua. Linares le nombró su representante en la Cámara de Dipu- tados de 1829, i en la de 1831. En este último carácter, formó parte de la Gran Convencion, a la cual se incorporó en 25 de octubre de 1832. Fué elejido senador de la República en 1834. Como miembro de la Convencion, recibió una medalla con- memorativa i este oficio: "Al señor don José María de Rozas. "Santiago, mayo 25 de 1833 - "Al remitir a US., de órden del Presidente de la República, la adjunta medalla, monumento de la reforma de nuestra constitu- cion felizmente llevada a cabo por la Gran Convencion, a cuyos trabajos ha contribuido US., me es grato hacerme órgano del reconocimiento que anima al gobierno, como a la nacion toda, por el cumplimiento de sus votos en la realizacion de esta grande obra, destinada a consolidar la rejeneracion de la patria. la ocupar un lugar distinguido en sus fastos. "Dios guarde a US. (Rúbrica de S. E.) Joaquín Tocornaln Don José María de Rozas abrazó con entusiasmo la causa del partido que triunfó en Lircai. Las guerras civiles le inspiraban horror i queria el estableci- - miento de un gobierno fuerte que las ahuyentara para siempre de Chile. | "Considero a Ud., escribia en abril de 1836 a un caballero residente en el Perú, lleno de zozobras en un pais que se ve ajitado cruelmente por las discordias civiles. ¡Malditas revolu- 512 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ciones!...... ¡Ojalá que no oigamos jamas el nombre de este monstruol.....: ¡Que el que intente renovarlas en nuestro suelo, perezca al momento! i que sea un ejemplo espantoso de la jus- ticia del cielo, como lo ha sido de los delitos mas atroces en la tierra! El gobierno del jeneral Prieto satisfacia completamente las aspiraciones políticas de don José María de Rozas. "Chile, escribia en noviembre de 1837 a una señora chilena que vivia en Lima, se gobierna por una constitucion dictada por sus representantes, elejidos con libertad, Sus bases son bastante liberales. Con todo, no podemos gloriarnos de que gozamos una perfecta tranquilidad. En julio hemos tenido una insurrec- cion del ejército, que se habia acantonado en Quillota para ha- cer la guerra al jeneral Santa Cruz, jefe intruso 1 déspota en el Perú, la cual hubiera traido consecuencias funestas sí el gobier- no no lo evitara con providencias oportunas i vigorosas. Se remediaron prontamente los males que ocasionó este movimien- to; i la espedicion dió la vela el 15 de setiembre, i desembarcó. en Islai el 23, con toda felicidad. El ejército avanzó hasta Are- quipa, donde se encuentra, Es probable se hayan principiado ya las hostilidades, 1 esperamos con ansiedad saber sus resul- tados. "El señor Prieto ha sido reelejido presidente de la Repúbli- ca. En su gobierno se ven mejoras considerables. Se asombra- ria Ud, si viera la metamorfosis que ha esperimentado su pais en pocos años; 1 ya habríamos sido felices si hubiese mas Juicio. Este es de esperar, por los sentimientos de órden que se estan manifestando, i la moral que se mejora con rapidez en las ma- sas de la poblacion. | Esta digna 1 honorable existencia se apagó en 8 de agosto de 1847. | El gobierno tomó la parte que le correspondia en este verda- dero duelo nacional. Hé aquí las cartas que se cambiaron entre el ministro del in- terior í los hijos del ilustre ciudadano que acababa de morir: DON JOSÉ MARÍA DE ROZAS 513 uMaintsterio del Interior.— Santiago, agosto 17 de 1847. "Su Excelencia el Presidente lamenta en el fallecimiento del señor don José María de Rozas la pérdida de uno de los mas distinguidos ciudadanos de nuestra patria, i reconociendo i apreciando el mérito de los importantes, penosos i desintere- sados servicios que le colocaron en esta línea, me ha ordenado diríjir a Uds esta carta, juzgando de su deber, como jefe del Estado, manifestar con ella a los herederos del nombre de tan benemérito patriota el homenaje de respeto que tributa a su memoria. “Al mismo tiempo que tengo la honra de ser el órgano de estos sentimientos me cabe tambien la de espresar los que par- ticularmente me inspira tan triste acontecimiento.—Dios guar- de a Uds.—Manuel Camilo Víal.—A los hijos del finado señor don José María de Rozas». "Santiago, agosto 20 de 1847 uSeñor Ministro: La carta que en 17 del corriente ha tenido V.S. a bien dirijirnos, espresándonos el sentimiento de $. E. el Presidente de la República i el de V. S. por la pérdida de nuestro venerado padre don José María de Rozas, ha excitado profundamente nuestra gratitud; porque nada puede sernos mas lisonjero i consolatorio en nuestra triste situacion que el hon- roso i¡ espontáneo tributo que el gobierno consagra a su me- moria. "Dígnese V. S. elevar a S. E. la espresion del reconocimiento que nos cabe la honra de dirijirle, 1 admitir el que debemos a V. S. por la distincion que nos ha dispensado. "Con sentimientos de la mas respetuosa consideracion, tene- mos el honor de suscribirnos de V. $5. sus mas atentos i $. $. —Ramon de Rozas. —Dolores Rozas de Rodríguez.——Luts de Rozgas—Al señor don Manuel Camilo Vial, ministro de estado en el departamento del interior». Don Andres Bello publicó una estensa necrolojía de don Jo- 514 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS sé María de Rozas en £ld Araucano de 17 de setiembre, vispera del gran dia de la patria, escojiendo probablemente esta fecha para honrar así mejor al revolucionario de 1810. “El señor Rozas, dice Bello, no ha dejado una reputacion ruidosa, porque ni por su carrera ni por su jeníal moderacion se ha hallado en la revolucion en ninguno de esos puestos en que se adquiere grande fama, aunque raras veces se hace la adqui- sicion sin dejar algunos corazones heridos i algunas lágrimas derramadas. Buen padre, buen esposo, buen amigo, buen ciu- dadano i empleado justo, activo, laborioso e intelijente, no ha manchado su carrera con el mas lijero rasgo que pueda excitar censura o resentimiento; i consagrado esclusivamente a hacer el bien en todas las circunstancias de su vida, ha bajado al se- pulcro acompañado del dolor de cuantos le conocieron. Ha trascurrido medio siglo desde el día de su muerte i pue- de hoi asegurarse que la memoría de don José María de Rozas será imperecedera en Chile. Fué uno de los fundadores sn la República 1 del Instituto Nacional. DOMINGO AMUNATEGUI SOLAR ME L CH 2. 0 AADOMEDOIDONE DONADO NDONS a RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR A ———— Hace ya algun tiempo, emprendí la tarea de restaurar el vie- jo poema del Cid, tan maltraido en la única copia que de él se conserva No es del todo desacertado conjeturar que este poema, — compuesto hoi de tres largos Cantares eslabonados entre si, que podríamos denominar, el exztio, la conquista de Valencia 2 las hijas del Cid—haya tenido otra parte referente a las moce- dades de Rodrigo de Vivar, de la cual quedan no pocos restos en la "Crónica Rimada de las cosas de Españan, estraña mez- cla de fragmentos épicos 1 viejos romances populares. Acaso estos Cantares en su orijen fueron breves composicio- nes de carácter épico, ya en pié de romance, ya en alejandrinos de gesta, unos i otros asonantados, que se componían para cantarse a raiz misma de los sucesos en ellos narrados. Estas cantinelas rodando el tiempo, se estendieron, echaron ramas 1 nuevos vástagos 1 flores, hasta constituir los Cantares de que consta el Poema, obra, por tanto, de mui diversos auto- res, inspirados todos en una misma tradición i animados del 516 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mismo espíritu nacional, que ajustaban su obra colectiva a la misma idea ia una misma pauta. Luego venía la refundición comun, el retoque 1 remozamiento uniforme de aquel conjunto, a acabar de darle unidad al estilo, aun cuando a través de ese velo espeso, opacado aún mas por el polvo de los siglos, se al- canza a percibir todavia lijera diferencia entre el lenguaje de los dos primeros Cantares, i no poca entre el fondo poético de estos i el del último. La imitación de los poemas franceses i provenzales de los si- glos XI ¡ XII me parece evidente, por mas que se empeñen en negarla críticos tan eminentes como Amador de los Rios i Menéndez Pelayo, quienes tachan de exajerado al erudito Da- mas- Hinard, que la pone en trasparencia. Que la literatura pro- venzal influyera en Navarra, Aragón i Cataluña desde mui tem- prano es un hecho que nadie se atrevería a negar; l, según creo, no es ménos cierto el que tanto los trovadores provenzales como los troveros del norte, fueran los iniciadores 1 maestros de los primeros poetas castellanos que se ejercitaron en los Cantares de gesta en metro alejandrino. Esta iniciación resalta en diver- sos accidentes de la versificación, algunos antes no notados, como los que ocurren cada vez que se cambia de asonancia. En los poemas franceses como el de la Cruzada contra los Albijenses, de monorrimos mui cuidados, se termina cada uno de éstos con un verso de otra asonancia, destinado a anunciar la que viene en seguida, i, a veces este verso terminal es un heptasilabo. Lo mismo se observa en el Poema del Cid: a veces hai dos, tres 1 aun cuatro versos intercalados, de asonancía diferente de los que anteceden i siguen; es frecuente que el verso terminal de un periodo sea de la misma rima del que viene, o de distinta, 1 aun hai casos en que es un heptasilabo. Por falta de observa- ción se ha creido que esas asonancias aisladas eran irregulari- dades introducidas por los copiantes, ¡así lo dicen hombres emi- nentes como Menendez; pero, si se las compara con los cambios análogos que regularmente ocurren en los poemas franceses, habrá de convenirse en que esas disonancias son en nuestro poema intencionales e imitación directa de los franceses. Hai pruebas de otro jénero que Damas Hinard hace resal- tar con mucha habilidad i erudición para hacer ver el estrecho RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR 517 parentesco existente entre las gestas francesas i las castellanas, siendo aquellas las que a estas sirvieron de modelo. Tal paren- tesco por otra parte, no es estraño entre dos naciones vecinas casi mecidas en la misma cuna, 1 sometidas a idénticas condiciones en su desarrollo social. Sorprende ver la estraña semejanza que hai entre cl castellano i el francés de los primeros siglos litera- rios, i la marcha paralela que ambas lenguas vulgares siguieron en su evolución, al desprenderse de la envoltura latina para sol- tar al aire sus propias alas. Esa misma semejanza es lójico es- perarla en su incipiente desarrollo literario, 1, tanto mas, sí el despertar primero de la una influye en el de la otra. Aparte de la temprana influencia provenzal en Cataluña i Aragón, hasta la mui marcada de Teobaldo conde de Cham- paña i rei de Navarra (1201-1253), es innegable la que ejercie- ron los franceses en la corte de don Alfonso VI, avasallado por esa influencia, que era sustentada por su propia esposa 1 sus yernos, por su favorito el obispo don Bernardo, i por los nume- rosos caballeros ¡monjes ultra-pirenaicos que llenaban su corte i gozaban de su favor. Durante el cerco de Toledo, numerosos barones i caballeros franceses acampaban junto con los españoles, i las largas vela- das del campamento eran amenizadas por el canto de los jugla- res, quienes al son de la rota, la viola o el laúd, salmodiaban sus cantares de gesta en pesados monorrimos alejandrinos. Natural era que al oirlos quisieran los españoles cantar los hechos heroicos de su nación en su propia lengua; pero, al son de la música que oían, i en la misma forma empleada por los aplaudidos troveros franceses. Toledo caía en manos de Alfonso en 1085, i el Cid por ese tiempo era el terror de los imoros í el amparo 1 regocijo de los cristianos. Debieron estos celebrarlo en sus romances popula- res ¡ en los primeros ensayos de gesta hechos a la manera de los troveros. | Esas primicias de la musa de Castilla hoi no se encuentran ni pueden encontrarse, porque no era costumbre fijar los versos por la escritura, sino que cantados por los juglares, iban cre- ciendo 1 trasformándose. Por primera vez al mediar el siglo XIII, don Alfonso el Sabio, tomó algunos trozos de esa poesía 518 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS para disolverlos en la Crónica Jeneral de España, como los in- jenieros ingleses de la India que demuelen las pagodas de Brhama para rellenar caminos. Otro repertorio de estos cantares primitivos i romances, que venian creciendo í remozándose, es la ¡Crónica Rimada,. como dijimos, de la cual hemos podido estraer verdaderos romances viejos, por lo menos anteriores en dos siglos a los mas antiguos que hoi se conocen. Sobre la influencia francesa en España en el último tercio del siglo once, dice Menendez i Pelayo que basta “el hecho capitalísimo del afrancesamiento de la Corte de Alfonso VI, con sus dos yernos borgoñones, i la turba de monjes de Cluny levantados a las primeras cátedras episcopales ia las mas pin- giles abadias de Castilla, de Portugal i de León: bastan indicios tan elocuentes como la reforma monacal; el cambio de rito; el cambio de letra; la invasión del feudalismo franco, no sin san- grienta resistencia de los burgueses; la afluencia de cruzados 1 aventureros transpirenáicos a la conquista de Toledo, a la de Lisboa, a las batallas de Alarcos i de las Navas: basta el recuerdo de todos estos hechos para fijar de un modo aproxi- mado la época en que los cantares épicos franceses penetraron en las rejiones centrales i occidentales de la Península, convir- tiéndose en predilecto solaz de las clases aristocráticas.n Las trazas literarias de esta influencia son varias. El poema francés de Maynete ¡ Galiana fué trasladado al castellano e incorporado como otros, a la Crónica Jeneral. Poco despues se tomaron de aquella lengua el Xabliau de los Tres Reys d'Orient, la Vida de Santa Marta Ejipciaca, i el poema de Alejandro Magno. Todo me induce a creer que al compás de la música france- sa, los castellanos desde fines del siglo XI, debieron cantar la toma de Toledo, i en seguida la de Valencia, i cuanto los gran- des acontecimientos de su propia historia les iban sujiriendo, Í cuanto la leyenda popular les dictaba. De esos jérmenes como de fuente viva, se desarrollaron los poemas narrativos cuyos restos hoi nos quedan, obra de un pue- blo i de una época, i no de un hombre. RESTAURACION DE LA JESTA DEL CID CAMPEADOR 510 / 117! Es un hecho comprobado que estos poemas se cantaban, 1 esa condición a la cual debian adaptarse, sirve para esplicarnos muchas de sus particularidades. Creen los críticos todos, que los versos del Poema del Cid se hicieron sin medida fija, i eso lo atribuyen a la rudeza primitiva del arte en su infancia. Menendez afirma que "el ritmo del poe- ma es vago i flotante, sostenido por séries de asonancias mono- rrimas. En él predomina, agrega, el verso alejandrino, aunque su autor, como los demas poetas del mester- de yoglerza, no fa- blaban por sílabas cuntadas, gran maestría que estaba reservada a los poetas cultos de la edad subsiguiente, a los ingenios del mester de clerezia.n | El ilustre santanderino, que en esto está de acuerdo con to- dos los críticos, conviene en que el Poema del Cid se cantaba, 1 si en eso conviene, ¿cómo concibe que se cantara sin ajustar sus versos a los compases de la música? ÍI sia esos compases for- zosamente tenía que ajustarse el verso, ¿cómo lo concibe sin la medida correspondiente, lo que implica un metro fijo, el alejan- drino, a sylabas cuntadas? Nó: el metro de las canciones de gesta de los troveros fran- ceses es el alejandrino de catorce sílabas, siempre uniforme, i asi fué primitivamente en el poema castellano, bien que inte- rrumpido a veces por tiradas completas de versos mayores, de 1Ó sílabas, como al final del Cantar 1 i del III, o por versos de arte mayor, i aun por endecasilabos a la manera de los trova- dores, empleados en verdaderos cantos de triunfo, como a su tiempo lo haré ver. La versificación del Poema del Cid, es mu- cho mas regular de lo que se imajinan sus aficionados, i les guarda mas de una sorpresa. Los compases de la música a que se amoldó el alejandrino debieron ser sencillos 1 monótonos, 1 hoi pueden deducirse del metro mismo a que cllos dieron forma, así como en los moldes huecos de Pompeya se reproducen las formas de los cuerpos que antes los llenaron. Creo no equivocarme al señalar los compases de esa música 520 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS primitiva 1 las condiciones elementales que llenaba el alejan- drino que a ellos debia ceñirse. Mi Restauracion del Poema del Cid consiste principalmente en haberle devuelto su perdido metro, de manera que los ver- sos, que van desde 5 hasta 29 sílabas en el Códice existente, sean reemplazados por alejandrinos como ántes eran, con es- cepción de los trozos compuestos deliberadamente en otros metros i cantados con otra tonada. Al mismo tiempo he procurado limpiar el texto de las adi- ciones, omisiones, trastrueques i descuidos de todo jénero con que el Per-Abbat del siglo XIII desfiguró el viejo poema, al vaciarlo de su memoria al pergamino donde hoi se encuentra (año de 1307), de manera que se aproxime mas a lo que fué en realidad i se le lea con ménos tropiezos. Mi arte consiste en presentar una restauración que a prime- ra vista haga creer que el Poema no se ha tocado en nada; pero. que cuando se les compare pájina a pájina se vea que la ma- yor parte de sus versos han sido removidos para restaurar la medida, el lenguaje o el sentido. No pocos estudios, hechos con gran trabajo i paciencia como escasez de recursos literarios, me ha impuesto esta res- tauración, llevada á cabo hace dos años, a vrilla del majestuoso Paramá; pero, no sin algun fruto, pues he conseguido avanzar algo en la investigación de la prosodia antigua, de la métrica i de la rítmica, sin mas antecedentes que mi propia observación, Estos conocimientos me han permitido ajustarme mas í mas al orijinal, aceptando ahora muchos versos que antes deseché como defectuosos por no saber leerlos como se leian cuando los compusieron. En descargo de Per-Abbat, ya tan empecata- do, debo decir que muchos de los errores de copia que de ordinario se le atribuyen, nacen de la ignorancia en que hemos vivido sobre la prosodia de aquellos siglos, que suponemos igual a la de hoi, cuando en realidad es tan distinta. Fuera de las diferencias de pronunciación i de acentuación tónica, el uso ántes frecuentísimo del hiato ide la diéresis, 1 hoi casi proscritos; la facilidad 1 gran libertad de contracción» hoi imposible en una lengua ya cristalizada; la supresión de la e muda que hoi leemos, son hechos que constituyen una dife- RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR B2I1 rencia mui notable en la lectura i estimación del verso antiguo. Agreguénse a esto los cortes caprichosos de la cesura primitiva disimulados por la música, la parquedad en la sinalefa, figura de que ahora se abusa, i la diferencia en la diptongación, i se comprenderá que no se puede juzgar del verso antiguo sin el conocimiento de esas diversas circunstancias, por nadie señala- das. La pronunciación misma, que era mul diferente, si no en la medida de los versos influye en su melodía. Todo esto he tenido presente al restaurar el Poema del Cid, obra que he revisado por completo en varias ocasiones, casti- gándola cuidadosamente. La restauración, en la forma que la he llevado a cabo, ántes no habia sido ideada siquiera, como lo hacen ver los tímidos trabajos de Bello ide Damas Hinard, doctísimos varones que se limitaron a la correccion de uno que otro defectillo, sin pen- sar jamas en una refeccion completa de aquel venerable mo- numento de las letras castellanas. Mayor atractivo que los VV2belungen para los jermanos, debie- ra tener el Poema del Cid para los españoles i los que llevan su sangre, i, sin embargo, poquísimos son, aun entre sus litera- tos, los que lo hayan leido siquiera. Su lectura, es cierto, ofrece no pocas dificultades, que es menester ir venciendo a fuerza de constancia; í, por lo mismo, ayudar a vencerlas algun mérito tiene, por pequeño que sea. En España creo que nadie se ha preocupado de dar a conocer su epopeya nacional, poniéndola al alcance de todos como han hecho los franceses con la Ckan- son de Roland, i hacen otros pueblos con los viejos monumen- tos de sus literaturas. Por mi parte, junto con la Restauracion del Poema del Cid daré su traducción al castellano moderno, í, como complemen- to, acompañaré la Crónica Rimada, tambien restaurada i tra- ducida, pués que ella contiene fragmentos notables de las moce- dades de Rodrigo, ya en versos de gesta, resto acaso del primer Cantar del Poema, hoi perdido, que es posible restaurar; ya con romances antiquísimos de 16 sílabas, por lo ménos dos siglos anteriores a los que hoi pasan por los mas viejos. 522 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ITI Con fecha 8 de Setiembre de 1893, escribía desde el Rosario de Santa Fé, al ilustre académico don Eduardo Benot, de Ma- drid, algunas palabras que completan estas noticias i de las cuales quiero dejar constancia. “Volvamos ahora los ojos, le decia, a los viejos tiempos he- róicos de esa España amada, cuando ella arrebataba al Moro desde Toledo hasta Valencia, e fablemos en poridat del cantar de gesta de mio Cid Campeador. Como lo anuncié a usted en mi anterior, acaricio la idea de restituir a su antiguo metro ese venerable poema hoi tan des- figurado, respetando en lo posible sus formas actuales. Sus versos todos fueron primitivamente de 14 sílabas, en esto no me cabe duda, i moldeados a imitación de los versos análo- gos de los troveros franceses, al son de los cuales tuvieron opor- tunidad de acostumbrarse los oidos castellanos desde los dias del cerco de Toledo i su conquista (1085). No obstante, sostengo que el llamado Poema del C2d, por su argumento, por el espiritu que lo anima í por su carácter, es esencial i jenuinamente castellano; i que, si de los troveros i trovadores algo tomó, fué únicamente la 1m2%s7ca, es decir la to- nada con que se acompañaba los cantares franceses de gesta, no sé si al son de la rota o de la viola, del laud o de la vihuela de arco. Quien dice la 724s2ca, dice el metro i rztimo, o sea el verso, que a esa música debía ajustarse, i por añadidura la rima im- perfecta en largas i monótonas tiradas irregulares. Si el Poema se cantaba, como consta que se hacia, sus versos forzosamente tuvieron una medida í una entonacion fija e inva- riable, sujetas a la pauta de la música, o correspondientes a sus compases. Entónces, no es exacto que sus versos hayan sido primitivamente de incierta medida, como quieren los críticos, españoles i estranjeros. Ahora, desfigurados como están, aparecen de medida incierta, a causa de que copiantes infieles nos los trasmitieron a su ma- nera, i porque la escansión a la moderna que de ellos se hace, altera su ritmo i ayuda a estropearlos. Esos versos desfigurados RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR B23 i de todos metros es lo que yo ahora pretendo restaurar, redu- ciéndolos a su medida primitiva i única. Tomo en cuenta al hacerlo que cada uno de ellos se divide en dos hemistiquios de 7 silabas si fuere llano, de Ó si agudo; i de 8 el esdrújulo, caso este último que rara vez ocurre. Partiendo de los compases musicales, que representaré a mi manera, éstos debieron ser asi: A) La A A E dE: (ta-ra—ri) (ta-ra-74 +») | (ta-ra—rí) (ta-ra-rAy +) (Cuando el Cid)-(Campeador) | (ovo Pé)-(ña Cadiel)-la 3 6 3 6 O bien: B) | £ | z / - Se | y 7 | , | z (tin—tín) (tin—tín) (tin—tán)+ | (tin—tín) (tin—tín) (tin—tAn) + Pasán|-do ván|-las sié|-rras | los món|-tes í|-las á|-guas 2 4 6 2 d. 6 Todavia puede combinarse un hemistiquio de la forma A con otro de la B; pero, en todo caso resultarán fijos los números 6; lo que equivale a decir, que, lo constante en el alejandrino anti- guo es la acentuación de la 6.2 sílaba en cada hemistiquio, única regla rítmica a que se ajustó el oido de los troveros i cantores de jesta. Ellos poco sabian de métrica, i se atenían, por tanto, a su oido, ia la música cuya pauta seguian. Sin contar las silabas produ- cian pues, hemistiquios apareados de 7 sílabas cada uno, con acento en la 6.2. Cuando el acento prosódico no coincidía con el compas de la música, aquel se sacrificaba a éste; i, sin duda, el canto daba gran facilidad para la dislocación a Acento pro- sódico. Lo mismo vemos que pasa hoi con las canciones: al adaptar la letra a la música suele haber discordancia entre ambos acentos, i se sacrifica el prosódico en beneficio del rítmi- co, cosa que el canto disimula. Esta circunstancia daba grande edad a la factura del verso antiguo, 1 nos lo hace aparecer lleno de irregularidades, desde 524 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que carece ahora del encanto de la música, su amparadora. Hoi recitamos lo que fué hecho para cantarse. Concebidas así las cosas ve usted que tengo la mitad del ca- mino andado. Quédame todavia la tarea de descifrar la mesco- lanza de hablas que a título de modernizar el lenguaje hicieron los juglares al repetir el poema en diversos lugares i épocas, adaptándolo al gusto de sus oyentes, i, sobre todo'¡la de limpiarlo de las variantes que le plugo introducir a maese Pero Abbat, a imitación de sus predecesores. Eso nada sería si no hubiese algo mas grave, como es, ora el agregado, ora la mutilación de pasajes enteros, lo que ofusca el sentido; la interpolacion de epítetos í frases esplicativas innecesarias; la repetición de versos i las supresiones bárbaras que desfiguran miserablemente tan interesante monumento de las letras castellanas, digno de estu- dio i de veneración. Para que usted, mi amigo ¡ compañero, vea mejor en qué consiste mi trabajo, 1 me diga si debo continuarlo o nó, con la autoridad de su saber i la franqueza que mi amistad merece 1 reclama, le incluyo por separado una muestra que tomo de lo que tengo hecho. Encontrará usted, primero, algunos versos que he compuesto para encabezar la escena mutilada con que se abre lo que hoi tenemos del Poema. En seguida la emoción del Cid al contem- plar su casa desamparada 1 "abvueltan por sus enemigos malos, i su partida hasta llegar a Burgos con su mesnada, son escenas que completo con la ¿xtercalación de algunos versos, por via de ensayo. Por último, vuelvo atrás i en otra muestra, me limito a res- tablecer el metro únicamente, empleando al efecto, lijerísimas variantes, i esto, con el ejercicio que en el versificar tengo ad- quirido, 1 habituado como estoi a la lectura de escritos antiguos, ya poco me cuesta. Le envío como muestra de mi trabajo poco mas de un centenar de los versos así restaurados. No le agrego, mi señor, un cartapacio de comentarios i notas ilustrativas, porque usted no lo necesita. Lea usted estos versos de corrido i le parecerá que nada he tocado, al ménos así lo es- pero, bien que en el acto usted notará ahora un ritmo fijo 1 re- gular, que ántes no habia. Coteje con el viejo poema en seguí- RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR 525 da, iverá cuánto hubo de removerse para llegar al resultado ya dicho. Si usted no tuviera su tiempo tan ocupado, le diria: Siguien- do este mismo camino, haga usted la prueba de sujetar a ritmo i medida una veintena de los versos del viejo Poema, i ya verá por esperiencia propia lo que es la “difícil facilidad» en esta empresa. El códice existente es de 1307; 1 el poema bien puede ser de un siglo ántes, cuando ya habia corrido otro siglo despues de la muerte del Cid, (1099) tiempo suficiente en las condiciones de aquella sociedad para formar i acreditar la parte lejendaría, i época propicia para un cantar heróico destinado acaso a for- tificar la fibra patriótica de los castellanos i levantar su ánimo quebrantado por los avances de la morisma, en vísperas de la - gloriosa batalla de las Navas de Tolosa (1212). Puede ser que en su oríjen este cantar haya sido mas anti- guo, mas breve i mas estrictamente histórico; i que despues se haya ido acrecentando i enriqueciendo con nuevos agregados i episodios, en que ya tuvo mas campo la fantasía, favorecida por la mayor lejanía de los tiempos i por la exuberancia siem- pre floreciente de la tradicion popular. Si así fuese, la obra de diversos poetas i juglares se hallaría ahora incorporada al poema de una manera indestructible, í acaso formando sus mejores pájinas. Pudieran ser de esa natu- raleza el casamiento de las hijas del Cid con los infantes de Ca- rrion; la escena sombría en el Robledo de Corps; el soberbio episodio de las Cortes de Toledo, i el encuentro en el campo de los defensores del agraviado Cid con los Infantes ofensores, que de nada de esto hablan las historias, i todo ello parece parto de la imajinacion popular. Es verdad que lo menciona la Crónica del Campeador; pero, ella es evidentemente sacada del Poema, | Dije a usted que todos los versos del Poema del Cid son ale- jandrinos; pero, es lo cierto que hai unos pocos de arte mayor, otros de once i algunos de 16 silabas, piés de romance como se llamaron ántes, o versetes de viejo rímar, que les decia el Can- ciller Pero López de Ayala. Lo que acabo de apuntar sobre la variedad de metros que POMO XCIV 37 526 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS suelen encontrarse en el poema, no por casualidad o descompo- sicion de otros. sino deliberadamente i por arte, me conduce a señalarle algunas muestras curiosas de agregados, no de aque- llos intelijentes i hermosos que fueron estendiendo i coloreando sus versos primitivos, sino de esos bárbaros i desaliñados, que desaparecerán cuando se lave i restaure el viejo i polvoruso monumento. Esos agregados son de varias manos inespertas i se encuen- tran superpuestos al final de la jesta en grotesco estrambote. El metro cambia, el ritmo se hace mas solemne cuando el poema rueda a su fin. Como el día cuando enciende sus fuegos crepusculares para despedirse de la tierra, así el poema en sus últimos versos viste de púrpura i oro i termina no sin cierta grave majestad sentenciosa, propia del tema elejido i del carác. ter castellano, Audite! "¡Grado al Rey de cielo e tierra | mis fijas vengadas son! Agora las hayan quitas | heredades de Carrión. Las casaré sin vergonza | a qui pese o a qui non.n En pléytos andidieron | los de Navar' e Aragon: Ovieror la su alunta | con Alfonso el de Leon. Fizieron sus casamientos | con donnas Elvira e Sol. Los primeros fueron grandes; | mas aquestos son meiors; Los primeros fueron condes | aquestos príncipes son. A mayor ondra las casa | que lo que primero fó Ved cual ondra agora crece | al que en buen ora nasció Que señoras son sus fijas | de Navarra e de Aragón. FIN Corrieron los años sin duda, i no pocos, hasta que, a guisa de comentario, algun comedido hubo de agregar: Oy los reyes de España | sos parientes son, Todos alcanzan ondra | por el que en buen ora nació. Estos versos, —si lo es el segundo que claudica—son de otra medida, repiten una palabra consonante (nasció), sin necesidad, RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR 927 i nada agregan al concepto de los anteriores, ántes lo debilitan i deslucen en perjuicio del efecto final. La importancia del primero de estos versos pegadizos, está en haber dado orijen a sábias investigaciones históricas para probar que los Reyes de España no emparentaron todos con el Cid sino hasta el año de 1221, i deducir de ahí que el poema no pudo escribirse ántes de esa fecha, como empeñosamente lo sostiene don Andrés Bello. Dentro de la buena lójica eso solo prueba que el verso aquel: "Hoy los reyes de España sus parientes son, no pudo escri- birse ántes de 1221; mas, no así el Poema, que, compuesto án- tes de aquella fecha, pudo recibir el agregado después. Por tanto, si el verso fuese realmente un agregado, como lo creo i es mui posible, la sábia investigacion de don Andrés para fijar la fecha del Poema segun ese "malfadado vierson, sería de todo punto inútil. e inconducente. ¡Paciencia i barajar! amigo mio, que aun mas tenemos. Tras aquellos dos versos de algun noticiero comedido, viene otro pegote de Juglar inesperto, si no de algun copiante sopista, quien así se espresa: Passado es de este sieglo el dia de cinquema De Christus haya perdon. Assi fagamos nos todos ¡ustos e peccadores. ¿Quién es el pasado del siglo, el Cid Campeador o el poeta anónimo que compuso su gesta? El juglar no lo declara, i nos quedaríamos en la duda, sí no supiésemos de antemano que Rodrigo Diez de Vivar, llamado £/ Czd, falleció en Valencia el 29 de Mayo de 1099, día en que cayó aquel año la Pentecostés o Cinqiiesma. Puede que el autor del estrambote haya querido darlo a en- tender en los versos que pone a continuacion de los citados: Estas son las nuevas de Myo Cid el Campeador, En este logar se acaba esta razón. Parece que ya mas no cupiera; pero no es así, Otro ciuda- 528 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS dano de cste mundo, garabateó en seguida cl siguiente dispa- rate: ¿Quién escribió este libro del Dios paraiso, amen? I a renglon seguido pasa a contestarle Pero Abbat, con mas arrogancia que elegancia: Per Abbat le escribió en el mes de maio En era. de mill e CC...XLV annos. Así lo vió i lo reprodujo Sánchez, el dilijente editor de esta - gesta, en 1779; así lo leyó el erudito Damas Hinard i lo re- produjo en su edicion de la Crónica o Leyenda de las moceda- des de Rodrigo i la Gesta del Cid con su versión francesa, pu- blicada en Paris en 1858. Pero, cuando don Florencio Janer rejistró el vetusto códice, poco ántes de 1864, fecha en que lo recimprimió en el tomo 57 de la Biblioteca de Autores Españo- les de Rivadeneyra, ya aquellos versos se habian acrecentado con estos otros: En era de mill e C C.... XLV annos es el romans Hecho: dat nos del vino sí non tenedes dinneros Ca mas podré, que bien vos lo dixteron labtelos. Admiróse Janer de que nadie ántes que él hubiese mencio- nado estas palabras, que ántes nadie vió; ia mí lo que me ad- mira es que nadie haya caido en cuenta de que son simples agregados, ajenos al poema, estos que ahora menciono. Dinneros, si se empleó como aquí, nunca se escribió con do- ble 7. Dinarada; significaba precio, el importe de un dinero; di- nevada, un dineral. | Non le osarien vender al ménos dinarada. (El Cid. v. 64.) La doble f/f de ffecho que se encuentra en el códice, como tambien en //ablar, f/incar, etc.; la £ final de dat, como la hubo en verdat, cibdat, poridat, i que, conservada en Cataluña, se tras- RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR 520 formó en d mui temprano en Castilla; la imitación de los re- mates juglarescos frecuentes en los cantares franceses, proven- zales, italianos i castellanos, evidente en aquello de dat nos «del wéno, que entre tantos otros hace recordar a Berceo: Bien valdrá, com” lo creo, un vaso de bon vino; Todo, en este agregado final, denuncia el propósito delibe- rado de engañar a los incautos, bromeando malamente. A propósito, i para terminar, voi a citarle una de las mil cu- riosidades que tengo alinacenadas para mi estudio sobre los metros t ritmos de las lenguas romances. Nada ménos que en el Gerardo de Rosellón, se encuentra este remate, por el estilo de los que eran tan comunes i vulgares 1 propios nó de los trovadores, pero sí de sus juglares pedigiie- ños. Dice asl: La canson es finida,—totz en soi las, E se chara la tes—qui la diras, Assatz an potz aver— vianda e draps. ¿l en qué está la particularidad, dirá Ud? En esto, mi amigo: Ahí tiene Ud. dodecastlabos compuesto de 7+5, los que he llamado de seguzdella, i de los cuales hablé : a Ud. en mi última carta. Los creíamos movísimos i son bien viejos, como Ud. ve. roca ciao cas o o e A ¿Cuál es la fecha verdadera en que se compuso el Poema del Cid? No lo sé; pues su vejez relativa entre los ¿1cunables caste- llanos se deduce del monorrimo desaliñado i bárbaro que en él se usa, propio tan solo de la versificación incipiente latino-ecle- siástica de los primeros siglos 1 de los primitivos ensayos en las lenguas neo-latinas o vulgares. En la Crónica Riímada de la Cruzada contra los Albijenses atribuida a Guillermo de Tudela, escrita en hermosos alejan- 'drinos, aun cuando compuesta a principios del siglo XIII, el 'monorrimo es culto i artificioso, i así lo es en poetas anteriores. Guillermo Anclicr, al cantar la destruccion de la Navarrería (1276), en que él fué actor, lo hace en idéntico monorrimo re- gular de versos alejandrinos, que siempre rematan en un hepta- 530 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS silabo. Igual es el artificio métrico de la Cancion de Antioquía de Ricardo el Peregrino. á I acaso estas Canciones de jesta se cantaron al són de la mis- ma música épica que el Poema castellano, —mas rudo que ellas, i tal vez su hermano mayor, —pues, como dije, puede suponér- sele escrito poco ántes del triunfo obtenido en las Navas (1212), es decir, como un siglo despues de muerto el héroe que cele. bra, i razones no faltan para hacerlo remontar a la medianía del siglo XII, ¡ acaso ha exitido en jérmen desde los dias mismos del Cid en forma de breves canciones de carácter ÉpicO........o. (0600000000000 .e +2 zo re. n.os 0610000000000. ..Á Tal decia al ilustre Académico con quien he mantenido una interesante correspondencia literaria, i, aun cuando él ha sido mui deferente conmigo, esta vez o no me contestó, o su respues- ta no llegó hasta mí, i así es que ignoro su opinión sobre la muestra que le envié i que a continuación se inserta. Otros sa- bidores me darán su parecer. Sea cual fuere el valor de la restauración que he terminado, siempre será acredora a la induljencia por la novedad del inten- to i la carencia de recursos i elementos auxiliares con que se ha ejecutado un trabajo nada fácil, sin precedentes entre nosotros, sin ningun estímulo í acaso sin lectores, que sn el Nuevo Mun- do no los hai para las cosas viejas. A LA HOJA PERDIDA DEL POEMA DEL CID Í. EL DESTIERRO Compieza «aquí la gesta | de mio Cid Campeador; Oit, que vo cantar-la, | si válame el Criador. Al campo las sus huestes | sacó el Rey don Alffons, -Pora el Andalucia | sus facies endilgó. RESTAURACION DE LA GESTA DEL CIA CAMPEADOR 531 5 Non fué con él mio Cid, | en la cassa fincó, De grande malantia | muy mal adolesció. De los moros d'aquende | el poder assemblos, E entraron-le las tierras | al buen Rey don Alfons. A Gormaz el castiello | ya cercan a sabor, 10 Ca nadi los arranca, | e soverbiados son. Yba ya enforzando | el Cid Campéador: Oyó d'aquesta algara, | sos yentes ayuntó; Por darles arrebata | foesse dellos empós. De mio Cid los moros | avien el grant pavor: 15 De fuyrle encomienzan, | él aguiió a espolón En caga fasta Atienza, | a Fita atras dexó, Passa Guadalfaiara, | a Toledo liegó; Fizo muchos captivos; | priso averes de pro, E des-hy por Castiella | muy rico se tornó. 20 Esto el rey de Toledo | de sus vassals oyó, Dixen le del gran dapno | que del Cid recebió, Quando el rey lo sopo | mucho que le pessó, E envióse querellar | al buen Rey don Alfons. Los Condes mestureros | que con Alfonsso son, 25 Al Cid le buscan mal | con el Rey su señor: Dixen-le:-"Rey Alfonsso, | Ruy Diez quebrantó La vuessa fée e jura | que aviedes, en su pró; Ca él grandes averes | por las parias sacó, Contra el vuestro apazguado | fata Toledo entrós, 3o Matando e astragando | sañudo commo un leon. Et Rey fúe mucho ayrado ¡ contra el Cid Campeador. Ixir de las sus tierras | adiesso le mandó: Que dend en nueve dias | si el regno nol quitó, Que él lo ¡rie catar!... | ¡D'esto plogo a sabor, 35 Mucho a los condes malos; | e, a los otros nón! El Cid Campeador | essora envió privado Por todos sus parientes, | amigos e vasallos: Dixo-les: Don Alfonsso, | forte-mientre ayrado, De todas las sus tierras | ixir mos ha mandado, 40 Dende eri á nuef dias, | amidos o de grado: Mios enmigos han-me | con el Rey mesturado!... "Varones, ¿quáls queredes | segudarme de grado? 532 MEMORIAS CIENTÍFICAS Í LITERARIAS Qui ansy ficiere seya | de Dios galardonado! E los que acá fincardes, | irm'”-e vuestro pagado. 45 Fabló alora Alvar Fañez, | el so amigo e cormano: “Yr-émos, Cid, convusco | por yermos e poblados, Convusco despendremos | las mulas e caballos, E los nuesos averes, | las armas e los paños. Serviremos-vos, Cid, | como leales vassallos, 50 Non vos fallecer-emos | tanto vivos seyamos.n Lo que fabló Alvar Fañez | todos gelo otorgaron. Gradesció myo Cid | quanto fúe razonado, E desy con sos omes | a Bivar ha ad'linado. Il. EL CID CONTEMPLA SUS PALACIOS DE VIVAR Los sus palacios vío | sens gentes, dessolados, 55 Que non querrie vederlos | atail desmanparados; Grand coyta li priso, | e, como leon yrado, De los sos oios mira | forte-mientre lorando. Tornaba la cabeca | e estábalos catando: 60 Vío puertas abiertas | e ucos sin canados, Alcándaras vacias | sin pielles e sin mantos, Varales sin falcones | nin astores mudados; - (Sens lumbre es el fogar; | los canes no han ladrado...) - Sospiró, mio Cid, ca | aví” grandes cuydados: | 65 Ergida ha la cabeca, | e fabló mesurado: "Grado a ti, Señor nuestro, | Padre que estás en alto, ¡Evay, esto me an buelto | myos enemigos malos!»... Hy piensan de aguiiar, | sueltan ya las riendas, (Las lanzas al sol lucen | al aer hate la seña:) 7o De Bivar a la exida | vieron corneia a diestra, En entrando á Burgos | oviéron-la siniestra, Meció mio Cid los ombros, | engraméeó la tiesta: —¡Albricias, Alvar, dixo, | (astrosa la cornela Avémosla en est'ora), | ca echados soms de tierra!n B RESTAURACION core .ne..os 0000000150000 060000000OLLAAOOOAAAAAAAaAAAaAsaaoaaoa0oa0a DU De los sos oios tan | forte-mientre lorando Tornava la cabeca | e estava-los catando, IO 15 20 25 30 RESTAURACIÓN DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR Vío puertas abiertas | e ucos sin cañados, Alcándaras vacias | sin pielles e sin mantos, E sin falcones é | sin adtores mudados. Sospiró myo Cid, ca | mucho aví' grands cuydados. Fabló myo Cid bien | e atán mesurado: "¡Grado a tí, Señor nuestro, | Padre que estás en alto, Evay, esto me an buelto | myos enemigos malos! Hy piensan de aguiiar, | sueltan ya las rriendas; De Bivar a la exida | vieron corneia a diestra, En entrando a Burgos | ovieron-la siniestra. Meció myo Cid los ombros, | engrameó la tiesta: u¡Albricias, Alvar, dixo, | astrosa la corneia Avemos en est' ora, | ca echados soms de tierra! LA ENTRADA A BÚRGOS Myo Cid Rrúy Diaz | ya por Burgos entrava; Sesuenta pendones | lieva en su compaña. Exien-lo veer | mugieres e varons: Burgeses e burgesas | por las finiestras son, Plorando de los oios, | tanto avien el dolor! De las sus bocas todas | dizi'n una rrazon: ¡Díos, que buen vassalo | si oviesse buen Señor! Conbidar-l'y-n de grado, | mas ningun non osava: ¡Del Rrey Alfonsso atanto | temien la grand saña! Ant's de la noch en Burgos | del Rrey entró la carta Con gran recabdo e | fort-mientre seellada: "Que a myo Cid Rruy Diaz | nadi nol” diess” posada. E aquel que gela diesse | sopiess”, vera palabra, Que perdrí los averes, | mas los oi's de la cara. E demas suso aquesto, | los cuerpos e las almas." Mucho grand duelo avien | las yentes christianas, De myo Cid ascóndense, | no!” osan dizir nada. El Campeador esora | ad'linó a su posada, A la puerta liegó-se, | falola bien cerrada, 30. —Este verso pleonástico es evidentemente un agregado de los juglares, 539 534 35 40 45 BO de) 60 65 7O MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Por miedo del Rrey, qué ¡ assí gelos mandava, Que si por fuerca el Cid | la puerta non quebranta, Non gela abriese nadi, | que nadi non lo osara. Los de myo Cid essora | a altas voces claman; Los de dentro tornar-les | non queri'n nin palabra. Aguiió myo Cid, | a la port se liegava, Sacol pié del 'stribera, | fort ferida le dava, Non se abre la puerta | ca bien era cerrada, Una nin' de nuef años | a ojo se parava: 1¡Hia, Cid, que en buen ora | cinxiestes espada. El Rey nos lo ha vedado; | de él anoch entró carta Con grant recabdo é | fortmientre seellada, Abrir non lP'osariemos | nin vos coger por nada; Ca si non, los averes | perdriemos e las casas. Admas nos crebaríen | los oios de la cara. Cid, en el nuestro mal | vos non ganades nada. Faced la via, Cid, | con vos vuestra compaña; Si vos vala el Criador | con sus vertudes sanctas. Esto la niña dixo | e tornós' por su casa Ya lo vey el Cid que | del Rey non aví' gratia. Partió-s de la porta, | por Burgos aguiiava, Legó a Sancta-María, | y luego descavalga, Fincó los sus inóios, | de coracon rogava, La oracion fecha, a lueñ | myo Cid se encaminava. SALE DE BURGOS AL EXILIO Salido es por la puerta, | el Arlancon pasava, Acabo della villa | en la glera posava; Fincada y la tienda | lijego descavalga, ¡Ansy myo Cid, el quen | buen ora cinxó espada, Posó en la glera quando | nol cogi nadi en casa! Canpó derredor dél | una buena compaña, E y posó myo Cid | comm' si fuesse en montaña. Vedada le an conprar | dentro en Burgos la casa: De todas quantas son | las cosas de vianda Non le osari'n vender | ni al menos dinarada. Martin Antolinéz | el burgalés complido; Abástales a todos | e de pan e de vino: Non lo conpra, ca él | se lo avie consigo, 75 80 85 90 95 100 RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR E de todo conducho | bien los ovo bastidos. Pagós' myo Cid e quantos | que van a so servicio. Fabló Antolinéz, | odredes lo que ha dicho: nHia! Cid Campeador, | en buen ora nacido, Esta noche yagamos”, | váymos-nos al matino, Ca acusado seré | de que vos e servido. Del Rey Alffonsso en yra | ío seré metido Si convusco, myo Cid, | escapo sano e bivo, Aun cerca o tarde el rrey | querer-me-ha por amigo; E si non, cuanto dexo | non lo precio un figo. Fabló el buen Campeador | el de la barva ondrada: uMartin Antolinéz ¡ sodes fardida lanca, Si ío bivo, doblar-vos | he la vuesa soldada. Espenso he el oro, | espensa he la plata, Bien todos lo veedes, | io non trayo nada, E huebos me serie | por toda mi compaña! (Ca aver non avemos, | oit, commo se faga;) Amídos ferlo-he | de grado no avrí' nada: Con el vuestro consego | bastir quiero dos archas Finchamos-las d'arena | ca bien serán pesadas, De gualdmesí cobiertas | e bien enclaveadas, Los drapes bien vermeios, | los clavos bien dorados. EL TRATO CON LOS JUDIOS Por Rachel e Vidás | vayádesme privado, Dezildes commo el Rrey | don Alfonsso me a *yrado, Comprar entrando en Burgos | la casa, me vedaron. Traer *l aver non puedo, | ca mucho es pesado, Empeñar-gelos—hé | por lo que fuer guisado. Que de noche lo lieven | non lo vean christianos, Véalo el Criador | con todos los sos sanctos. Lo mas non puedo | é amydos lo fago.n Martin Antolinz | non lo detardava Cavalgó privado | Arlancon cruzava Passó por la villa | al castiello entrava, Por Rachel e Vidas | luego demandava. Hy son Rachel e Vidas, | en una estavan amos, «En su cuenta de averes | de los que avin ganados 535 53b MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Liegó Antolinéz ¡ a guisa de menbrado: "¿O sod's Rachel e Vidas, | los mys amigos caros? 110 Fablar en poridad | fo querri con amos. Nada non lo detardan, | todos tres se apartaron. Diz: “Rachel e Vidás, | amos me dat las manos, Que non me descubrades | a moros nin christianos, - Yo vos faré a tan rricos | que nunqua seads menguados. 115 Oit: el Campeador | por las parias fúe entrado, Grandes averes priso | e mucho sobeianos: Retovo dellos quanto | le cupo, que fúe algo, Por ende vino a aquesto | por que fúe acusado. Amigos, lo veedes | que el rrey lo a ayrado! 120 Dexado ha heredades ¡ e casas e palacios. Echado es de la tierra, | irse-ha exilado! Tiene dos archas plenas | del oro esmerado Non las puede levar, | sinon serye ventado, El Campeador-dexar | las ha en vuestra mano, 125 Vos prestalde de aver | lo que sea a guisado; Prendet las archas e sean en vuestro salvo. Con grand ¡ura meted | y vuesas fées amos Que non las cataredes | en todo aqueste año. v Para darse cuenta cabal de las dificultades que encierra la restauracion de uno de estos poemas primitivos, en que cada verso es un problema, a veces complicadisimo, de lingiiistica i de métri ca, de gramática arcáica i de malicia, no hai como ponerse a la obra i ensayarla. Algunos creen que escosa fácil i hacedera. Entre ellos el no- table literato cubano don Enrique José Varona, quien encuen- tra en la Hoja perdida del Poema del Cid, un aire venerable i sabor arcáico, mas que en el Retrato de Golilla de Iriarte, í la declara merecedora de toda suerte de elojíos; pero, agrega, "no es tan difícil dar aire añejo al lenguaje, sobre todo, cuando se manejan con asiduidad los autores antiguos. Tiene razon Varona: así es. Cuando se conoce el lenguaje antiguo ¡ se tiene larga práctica en el versificar, las dificultades RESTAURACION DE LA GESTa DEL CID CAMPEADOR 537 - se aclaran grandemente, 1 casi desaparecen del todo cuando a eso se agregan las aptitudes del caso, i la costumbre de hacer trabajos de esa naturaleza. Salvar el ancho abismo de un salto puede ser imposible aun para un jigante, ¡ entre tanto el mas leve pajarillo como jugando, lo cruza i lo recruza cuantas veces quiere. Dar en el blanco una i mil veces no es imposible: cues- tión de ojo, de pulso i de práctica. Aquí, como en todo, la dificultad es relativa. Si para álguien es fácil escribir versos como los poetas del siglo XIII, creo que mui pocos escritores habría que se atreviesen a restaurar el Poema del Cid ó la Crónica Rimada de las cosas de España, que he llevado a feliz término, Dios mediante i gracias a mi gran paciencia. | Sólo me resta la parte mas fácil, la de imprimir la obra, i, sin embargo, para mí la mas difícil, tanto casi como la de encon- trar lectores, Procúrese ahora, poner en alejandrinos del siglo XIT, los po- cos versos siguientes tomados del códice orijinario, i entónces se verá prácticamente lo que es la udifícil facilidad de estos trabajos: Dice el orijinal: Rrachel e Vidas seyen-se conseiando: "Nos huebos auemos en toda de ganar. algo, Bien lo sabemos que el algo gaño. 125 Quando a tierra de moros entro, que grant auer saco, Non duerme sin sospecha qui auer trae monedado, Estas archas prendamos las amas, En logar las matamos que non sean ventadas. Mas dezid nos del Cid, de que sera pagado. 130 O que ganancia nos dara por todo aqueste año? Rrespuso Martin Antolinez aguisa de menbrado: "Myo Cid querra lo que ssea aguisado: Pedir uos a poco por dexar so auer en saluo. Acogen sele omnes de todas partes meguados, 135 A menester seys cientos marcos.n Dixo Rrachel e Vidas; dar gelos de grado.n 538 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS "Ya vedes que entra la noch, el Cid es presurado, Huebos auemos que nos dedes los marchos.: Dixo Rrachel e Vidas: non se faze assi el mercado, 140 Si non primero prendiendo e despues dando. Dixo Martin Antolinez: yo desso me pago. Amos todos tred al Campeador contado, E nos uos aiudaremos, que assi es aguisado, Por aduzir las archas e meter las en uuestro saluo, 145 Que non lo sepan moros nin christianos. Dixo Rrachel e Vidas: nos desto nos pagamos. Las archas aduchas prendet seyes cientos marcos. Restaurar estos versos no será para todos empresa fácil i hacedera: componerlos sin esta armazon, como se comprende, es un punto mas difícil, diga lo que quiera el señor Varona, quien seguramente no ha puesto su injenio a prueba. No pensó por cierto, de la misma manera que él, don Lean- dro Fernandez de Moratin, cuando despues de ensayar sus fuer- zas en las coplas antiguas de arte mayor que dirijió al Príncipe de la Paz, escribia guisa de nota: "Baste asegurar que es un esfuerzo mut d2fícal, una obra escrita en el lenguaje que hablaron en Castilla nuestros abuelos, cuatro siglos hace, en la cual no sclo las palabras, sino las fra- ses, el jiro poético, la versificacion i las ideas, han de suponer la antigúiedad que el autor quiso darla. ' Sobre la dificultad de imitar el lenguaje de otra época. Ama- dor de los Rios ha dado su parecer. Impugnando a los que niegan que el Centon epistolar sea del Bachiller Fernan Gomez de Cibdarreal, dice, que esos han olvidado la enseñanza que resulta de cuantas imitaciones se han hecho de la antigua len- gua castellana, en prosa i en verso, 1, sin temor de ser contra- dicho agrega: "En ninguno de estos remedos hai zuxm2dad de estilo ¿de lenguaje perteneciendo frases i palabras a mui diver- sos autores, imitados al par, i aun a diferentes siglos. I esto no puede ménos de sér asi... Como nadie piensa sino en el len- guaje de su época, que es el que habla, resulta la insuperable dificultad de formar un estilo que pueda tenerse por adecuado i propio de otros hombres í otros tiempos. RESTAURACION DE LA GESTA DEL CID CAMPEADOR 539 Prueben, pues, (los impugnadores del Centon) que Gil Gon- zalez D'ávila, o el Conde de la Roca, hicieron con la profun- didad, tino i claridad que se habian menester, estos estudios i ensayos, o que tuvieron el prevalezzo, por nadie gozado, hasta ahora, de adivinar el estilo de otros siglos ¿ otros hombres.. E. DE LA BARRA, De la Real Academia Española; Santiago, Octubre de 1896. 9 LL PLL LLL a Ll se LLLLALLLLLOL ¡Sas=aseses= pla ! += == SAS uz [taa El DOS ANIMALES NUEVOS DE LA FAUNA CHILENA —Q>=—— 1. CARCHARIAS AETHIOPS Ph. Cuando describí en estos Anales tomo XCIIT (1896) p. 375 una nueva especie de escualo o tiburon, no creí que pocos me- ses despues llegaría al Museo otra especie del mismo jénero Carcharias. La he denominado Carcharias «ethiops, i la des- cripcion siguiente será suficiente para distinguirla de todas las otras especies chilenas del mismo jénero. C. niger, levis, in dorso transverse et dense rugoso; abdomi- me in medio albo; dorsali anteriore rotundata. Lonjitud total 2." 10. Distancia entre la punta del hocico i el ojo 0.20. " " 1 8 la boca 0.18. " " " " i la primera abertura branquíial 0.50. 0 í í Í i la primera aleta dor- sal 1.00. Lonjitud de la raiz de la primera aleta dorsal 0.21. Altura de esta aleta 0.22. Distancia entre la primera i la segunda aleta dorsal 0.62. TOMO XCIV | 38 542 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Lonjitud de la segunda dorsal 0.10. Altitud de la misma 0.08. Lonjitud del ramo superior de la aleta caudal o.7o. " “ Inferior 5 " "EP OSO: Distancia entre la punta del hocico i la aleta pectoral 0.55. Lonjítud de la raiz de la aleta pectoral 0.13. Altura de la aleta pectoral 0.58. Distancia entre la aleta pectoral i ventral 0.64. " ON " ventral i anal 0.30. Altura de la aleta anal 0.09. Lonjitud del estilete 0.10. Circunferencia del cuerpo 0.92. Distancia entre los ojos 0.23. Este pez tiene el tamaño i la forma robusta del Carcharias robustus, del cual se distingue a primera vista por ser casi ente- ramente negro i tener solo una faja mui angosta blanca en la línea mediana del vientre. La piel es lisa i muestra en toda la línea mediana del dorso arrugas trasversales i mui apretadas. La primera aleta dorsal es redondeada en la punta, carácter que lo distingue a primera vista del Carcharzas Puge (Anales de la Universidad LXXI, lám. 1, fig. 2), que es igualmente negro i mui esbelto. El C. graczlis, del mismo tomo de los Anales, lám. 2. fig. 1., es mui diferente por el hocico mucho mas angos- to, por las aletas pectorales notablemente mas cortas í tiene ademas toda la mitad inferior del cuerpo blanco. Este pez fué pescado en el puerto de Coquimbo, lo compró un vecino de aquella localidad para sacarle las mandíbulas, que no quiso ceder al Museo. El señor Manuel Ferrada compró 1 obsequió al Museo la piel. Es de sentir que por la circunstan- cia arriba espresada no pueda decir nada sobre los dientes, 2. CANIS (PSEUDALOPEX) 1LYCOIDES Ph. Lobo del monte. C. magnus, griseus in fuscum vergens, supra nigro-irroratus, lateribus ventreque vix pallidioribus; artubus rufescentibus;cauda crassa, basi supra apiceque rufa; auribus brevzusculis postice rufis. DOS ANIMALES NUEVOS DE LA FAUNA CHILENA 543 Habitat in insulis Tierra del Fuego dictis, Chilenses /obo del monte vocant. Lonjitud de las orejas. . . . SI 0.082 Distancia entre sus bordes anteriores . . . 0.09 » » el borde anterior de la oreja 1 el amoulo posterior dellojO.: 21.0 0,081 Distancia del ángulo anterior del ojo al hocico. 0.094 Lonjitud de la nariz a la raiz de la cola. . . . 1.03 » » » ala base de la oreja. . . 0.20 » » cola hasta la punta de los pelos. 0.37 atentas espaldas. o e e 0.47 del tarso. a A A OLE2/7 » CARDO ca OS 0.21 La lonjitud es a la altura como Ioo: 45.63. Esta especie es la mas grande de todas las zorras de la punta de Sudamérica, i mui poco inferior en tamaño al lobo europeo, puesto que la lonjitud de este último supera la del C. lycozdes solo en o.10. La especie sudamericana que se le aproxima mas por su tamaño es el C. antarctícus de las islas Malvinas, cuya lonjitud es 0.915, que se diferencia esencialmente de todas las demas zorras sudamericanas por tener la punta de la cola ente- ramente blanca. El pelaje de nuestro animal es mui tupido, su color jeneral es un griz que tira a pardo i es salpicado de negro en el dorso; la frente i el occiput son cubiertos del mismo pelo grosero aun- que mas corto en el dorso; los pelos de la frente i del dorso tie- nen la punta negra, i estos últimos miden hasta 0.05. El hocico es cubierto de pelos finos apretados casi de color orin, los labios son blanquizcos, la barba es de color orin, como lo es, pero mas vivo el lado esterior de la oreja; el vientre es un poco mas amari- llento i mas claro que los lados. Los miembros desde el codo i el talon para abajo son de color orin. La cola es poblada de pelos mui largos i mui tupidos, así que parece mui gruesa; es del mismo color del cuerpo, con la línea média, una mancha lateral cerca de la base i la punta negras, con una zona rojiza ante el negro de la punta. Tenemos dos ejemplares en el Museo. Comparándolo con el Canis magellanicus hai que observar primero que la figura je- 544 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS neral que Waterhouse da de este animal es bastante distinta, su color jeneral es mucho mas gris, siendo el del magellanicus mas bien de un pardo rojizo; el color de la garganta i del pecho es gris, miéntras en el C. magellanicus es blanco, etc. Aun los cráneos muestran diferencias sensibles. Es mi intencion de publicar en los Anales del Museo un trabajo mas estenso sobre las zorras de la punta de Sudaméri- ca, i me permito dar desde luego algunas observaciones jenera- les sobre estos animales en primer lugar, porque en mi edad no puedo bien cumplir con el precepto de Horacio, de dejar “madurar un trabajo nueve años ántes de darle a la luz, i en se- gundo lugar porque podria ser que los renglones siguientes in- duzcan a uno u otro de los lectores a ayudarme mandándome cueros con su respectivo cráneo de los zorros de su residencia. Se han publicado de esta rejion las especies siguientes, que enumeraré en órden de la fecha de su publicacion: 1. Canis culpeus Mol. 1782. 2. — antarcticus penn. 1793. 3. — Asgarae Pring Waied. 1826. 4... — magellanicus Gray. 1836. 5. — griseus Gray. 1837. 6. — fulvipes Martin. 1837. 7... — fulvicaudus Lund. 1841 O 1843. var. chilensis Gray. 1868. -—»kH:*+Y= gracilis Burm. 1861. go. — entrerianus Burm. 1861. 90 a los cuales se ha de agregar ahora el €, /ycoides. Disponiendo estas especies en órden segun su tamaño si- guen así: E C. lycordes lonjitud del cuerpo. . 1.03. im ANLAYCÍTCUS 01 MI O — MAgellanicus € e al 070) — Azare segun Waterhouse . . 0.70. — entrerianus seg. Burmeister. . 0.62. — fulvipes í yn CU DOOT DOS ANIMALES NUEVOS DE LA FAUNA CHILENA 545 Marsezs ses. Burmeister . . . 0.01. — gracilis " A OD ER Las dimensiones del C. Culpeus 1 C. fulvicandus no puedo indicar por faltarme las obras respectivas. ] Canis Culbeus.—Waterhouse i los que le han copiado consi- deran que el culpeu de Chile es idéntico con el C. magellani- cus. Á primera vista parece poco verosímil, que el mismo aní- mal habite la provincia de Copiapó, de donde Darwin llevó un ejemplar a Lóndres, rejion árida donde llueve una vez en el año, donde no hai traza de bosques, i el Estrecho de Magalla- nes donde las lluvias son frecuentes i donde-——en la parte occi- dental —el monte i la turba descienden hasta la orilla del mar, pero considerando que la parte oriental del Estrecho participa de la naturaleza de las pampas de Patagonia i que el capitan King ha traido probablemente las zorras que han servido a Gray para el establecimiento de su C. magellantcus de esta parte oriental del Estrecho, no hai dificultad de admitir, que el cul- peu se encuentra en esta vasta estension. Mas hai otra dificul- tad. La figura que Waterhouse da del C. magellanicus en el voyage of the Beagle no se parece al culpeu. Para resolver esta dificultad necesito ejemplares de Magallanes con su cráneo. Nuestro Museo posee tres ejemplares del culpeu de la pro- vincia de Santiago iuno de Magallanes imperfecto. En el Museo de Buenos Aires existen dos, uno de la Patagonia austral, el otro de Despoblado (Salta). ¡9 Canis antarcticus.—Esta especie tan fácil de distinguir i que habita únicamente las islas Malvinas falta en el Museo de Bue- nos Aires i en el nuestro. III - Canis entrerianus.—Especie dudosa. Burmeister si bien lo describe en su Reise durch die Laplatastaaten, no lo mencio- na en la "Description physique de la République Argentinen, 546 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS El señor Lynch Arribálzaga me dijo, que cuando habia estu- diado las zorras de la provincia Entrerios no habia encontrado en el cráneo de ellas diferencias con el cráneo del C. 4zarg. IV Canis gracilis Burm.—Yenemos dos ejemplares de la pro- vincia de Santiago i uno de Mendoza; son algo mas grandes que el individuo medido por Burmeister; el museo de Buenos Aires posee uno. y Canis Aszare.—Esta especie parece faltar enteramente en Chile; a lo ménos nuestro museo no posee ninguna. Se habia clasificado al principio como tal el Canis gracilos. vI Canis griseus.—Hemos obtenido últimamente de Magallanes dos ejemplares, pero carecen de cráneo. Es singular que Ger- vais se haya olvidado de mencionar esta especie en la zoolojía de Gay. VII Canis fulvicaudus. —Esta especie ha sido descrita por el se- ñor Lund en idioma danes. No poseemos su libro i si lo pose- yésemos no nos serviria, porque no entendemos este idioma. Gray pretende que una variedad de esta especie ha sido hallada en Chiloé, lo que es difícil creer. VITI Canis fulvipes.—Poseemos cuatro ejemplares de la provincia de Valdivia. El museo de Buenos Aires no posee esta especie. Santiago, Octubre de 1896. DOCTOR R. A. PHILIPPI. TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA ——= pd — Entre las personas dedicadas a los estudios pedagójicos ha- brá pocas (me parece) que no hayan notado un cambio que del uno al otro confin del mundo culto se viene operando en ei arte de la enseñanza: el cambio de los procedimientos deductivos por los inductivos. Hasta una época relativamente reciente era cánon inviolable de la pedagojía que toda obra didáctica empezara por una defl- nicion, i que por una definicion empezara la enseñanza de cada dia. Autor que osaba alterar esta pauta se esponia al peligro de que sus obras se repudiaran por inadecuadas para la enseñanza, i profesor que no la respetaba quedaba condenado a presenciar el dia de la prueba el rechazo inexorable de sus alumnos. Fórmese una coleccion de manuales antiguos; complétesela con los textos didácticos que todavía se siguen en aquellas es- cuelas que permanecen fieles a las tradiciones de la pedagojía clásica, i se notará que todos ellos estan compuestos con arreglo al procedimiento deductivo. Como quiera que la filosofía domi- 548 MEMORÍAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nante ponía un principio absoluto en la base de cada órden de conocimientos, el arte pedagójico no hacia mas que acomodarse al criterio comun poniendo una jeneralizacion en la base de toda enseñanza. e pe ES Ahora bien, enseñar así las cosas es invertir en la enseñanza el método que se sigue en las investigaciones. Ningun inves- tigador empieza por definir los asuntos que se propone estu- diar, i lójicamente no puede definirlos bien sino aquel que de antemano los ha estudiado a fondo. Ántes que bases de la ciencia, las definiciones son su coronamiento; son conclusiones de laboriosa investigacion mas bien que pr2xncapzos del estudio; i de consiguiente, no se las debe emplear como nociones jene- radoras del saber, sino que se las debe mirar como la suma última de los conocimientos. Esto esplica por qué las definicio- nes solo se vienen a comprender una vez que se han estudiado las cosas definidas. La ineficacia de las definiciones para dar idea cabal de las cosas resalta particularmente en las ciencias nuevas del órden social; por causa de la complejidad de los fenómenos sociales, complejidad que permite estudiarlos en una ciencia bajo el respecto político, en otra bajo el respecto jurídico, en otras bajo los respectos moral, económico, etc.; los campos no estan bien delimitados; las doctrinas se encuentran en estado de simples hipótesis, i las nociones mas positivas se resienten todavia de confusion ivaguedad. En esta rejion del saber humano, las definiciones solo han servido hasta hoi para dejar terrenos pro- pios fuera de las lindes i terrenos ajenos dentro de ellas. No sucede lo mismo en el campo de las ciencias inferiores, Cultivadas de siglos atras por investigadores celosos de su pro- piedad, su delimitacion recíproca está mui adelantada, i son mui restrinjidos los trechos de terreno que unas i otras se díspu- tan. En estas rejiones, los conocimientos han alcanzado un estado de tal precision que sin dificultad se los puede reducir a fórmulas i definiciones, mas nó para convertirlas en pr2nczp20s del estudio sino pará facilitar la asimilacion de la ciencia, redu- ciendo sus conclustones a su mas simple espresion. Estas diferencias de grado en el desarrollo de unas i otras ciencias imponen cierta diversidad en los procedimientos ini- TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 549 _Ciales de la enseñanza de éstas i aquéllas. Cuando se anuncia la apertura de una clase de aritmética o de física o de biolojía, el profesor sabe mui bien qué es lo que debe enseñar, i los alumnos tienen alguna nocion mas o ménos empirica, de lo que deben estudiar. En estos órdenes no se precisa empezar la en- señanza por una delimitacion del campo, si bien conviene ha- cerlo así para establecer las relaciones de vecindad e interde- pendencia de cada rama del saber. Mas, cuando se anuncia la enseñanza de la ciencia política, o del derecho político, o del derecho constitucional, o del derecho público, etc., es indispen- sable prefijar a los principios del curso las materias i los límites jenerales de la asignatura respectiva porque los autores suelen designar con unos mismos nombres cosas mui diferentes, o de- finir una ciencia en términos anfibolójicos que podrian aplicarse mejor a otra. Es lo que pasa con la ciencía de la administracion pública. Se la ha definido de tantas i de tan diversas maneras que la variedad i multiplicidad de las definiciones bastan por sí solas a manifestar cuánta es la indeterminacion del derecho admi- nistrativo, cuánta la necesidad de empezar fijando los límites de este campo de estudio. En muchos, en muchísimos tratados se nota que no caben dentro de los términos de la definicion inicial, todas las materias que se estudian subsiguientemente; i no son pocos los autores que enredados en fórmulas subjetivas sujieren un concepto de la administracion a los comienzos, cuando la definen, i otro mui diferente en seguida, cuando es- tudian í esponen sus caractéres. Para evitar contradicciones semejantes, es indispensable cam- biar de rumbo. En conformidad con los dictados de la peda- sojía contemporánea, debemos esplorar el campo ántes de fijar sus límites, debemos averiguar lo que es la administracion ántes de intentar definirla. Si no nos proponemos inventar una ciencia metafísica sino conocer una ciencia positiva, lo razonable es seguir en la enseñanza el mismo camino que se sigue en las investigaciones pasando de la observacion a la jeneralizacion, de lo concreto a lo abstracto, de los hechos a las inducciones, 1 del estudio a la definicion. En otros términos, solo estudiando previamente la naturaleza de la administracion, podemos po- B50 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nernos en grado de definirla por medio de una fórmula breve i comprensiva, que resuma todos nuestros conocimientos. Jl Mas, cuando se pretende determinar lo que es la administra- cion, se tropieza a los principios con una grave dificultad, la de que por causa de la novedad de las ciencias políticas, no se ha conseguido todavía fijar el sentido peculiar de esta palabra; vulgar 1 científicamente se la dan mui diferentes acepciones; 1 ora se espresa con ella una cosa, ora otra diversíisima. Abusando de la docilidad con que las voces indecisas se so- meten a nuestros caprichos, empleamos promiscuamente la pa- labra Administracion, ora en sentido subjetivo, como sinónima de personal administrativo, ora en sentido objetivo, como sinó- nima de ramo administrativo. Las mismas ciencías políticas, a quienes incumbe en primer lugar el deber de fijar el uso lejítimo de los términos especiales, cometen el abuso denunciado, dando a la voz aludida las mas diferentes acepciones. Unas veces la emplean en el sentido restricto que tiene en el órden privado, en el sentido de jestion de intereses, o sea, guar- da, cuidado i fomento de bienes, rentas o institutos. En este sentido, se dice Administracion de aduanas, de ferrocarriles, de hospitales, etc. En el mismo sentido se la usa cuando se la contrapone a gobierno; por ejemplo, cuando la Constitucion declara que (art. 72), "al Presidente de la República está con- fiada la administracion í gobierno del Estado. Otras veces se emplea la voz Administracion como sinónima de gobierno. Por ejemplo, cuando se dice la Administracion Montt, la Administracion Pérez, se quiere decir el gobzerno Montt, el gobierno Pérez. En este sentido se la contrapone a justicia, Í se dice que ciertos asuntos particulares se pueden fallar o ad- mivistrativa o judicialmente en lugar de decir que se pueden resolver o bien por el gobierno, de propio motu, o bien por los tribunales, a instancia de parte. Por último, se da a esta palabra el sentido mas amplio de servicio cuando se dice: Admeénistracion de justicia, de correos, de hijiene, de policía, etc., por decir: servicio de tal o cual ramo, TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 551 ¿Cuál de estas acepciones es la que debe prevalecer en la ciencia del Derecho Administrativo? Hé aquí la primera cuestion que debemos resolver para po- nernos en grado de averiguar lo que es la Administracion pú- blica. Segun sea que demos a la palabra uno u otro sentido, ampliamos o restrinjimos el campo del estudio. Si dirijimos la pregunta a los publicistas, las contestaciones ponen de manifiesto la mayor disconformidad. Ateniéndonos nada mas que a las definiciones de la ciencia, podemos distribuirlas en tres escuelas, cada una de las cuales se caracteriza por su propension a emplear la voz Adiminzstra- cion en una de las acepciones que dejamos enunciadas, o sea en la de jestion que la dan los mas de los autores franceses, o en la de gobierno, que la atribuyen los mas de los autores españo- les e italianos, o en la de servicio, que prevalece en las obras de procedencia jermánica. No se tome a mal que trascribamos aquí las definiciones de algunos de los mas ilustres represen- tantes de las tres escuelas, Solo así podremos poner de relieve las diferencias características que distinguen los tres conceptos capitales del Derecho Administrativo. Entre muchos otros publicistas de mas mérito científico, elejiremos a Batbie para averiguar qué es lo que la escuela francesa entiende por administracion pública, i justificaremos nuestra eleccion con solo observar que desde el aparecimiento de la primera edicion de su obra (1860), los mas de los autores se han adherido a la definicion por él formulada. Batbie observa que hai ciertos intereses jenerales cuya jes- tion está encomendada al poder público; pero que de ordinario el gobierno la delega en ajentes subordinados, i si a veces re- tiene en sus manos la competencia, por lo comun se desemba- raza de los detalles encomendándolos a las autoridades secun- darias. En esto es, (concluye), en lo que consiste la administra- cion, i se llama Derecho Administrativo la reunion de leyes positivas que reglan la accion administrativa. (1). (1) BATBIE, Zraité de Droit public et adminsitratif, t. 11, $ 7. SERRIGNY, Droit public, t. 1, páj. 132. ABELLA, Derecho administrativo, t. 1, páj. 100 a 101. ORLANDO, Principit di Diritto amministrativo, $ 65. 552 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Definiciones mui semejantes en el fondo traen Macarel, Serrigny, Abella, Orlando i en todas ellas se repite la idea fundamental, que la jestion de los intereses públicos está en- comendada a funcionarios especiales por delegacion del gobier- no. Á estos autores debemos principalmente la idea de que administrar no es en manera alguna ejercer un poder público Administrar es en el derecho político lo mismo que en el órden privado cuidar bienes, dirijir institutos, guardar o colocar capitales, Mas, si no ampliamos un tanto el sentido vulgar de la voz administracion, dejamos fuera de ella muchas materias de im portancia que universalmente se reputan materias administra- tivas i que no encuentran cabida en otras ramas de la actividad del Estado. En especial quedarian fuera de la administracion ciertos ser- vicios como el de medicatura pública, el de vacunacion, el de hijiene, etc., que no suponen jestion de bienes, de capitales o institutos. Si en el órden privado se emplea la voz adwintstra- cion no mas que en este sentido restricto, es porque los parti- culares no tienen en calidad de tales otras cosas que adminis- trar. En su mas ámplia esfera de accion, encargado como está de suplir las deficiencias de la iniciativa individual, el Estado tiene que prestar otros servicios administrativos cuya necesidad ' no se hace sentir en el órden privado sino cuando se trata de grandes empresas industriales, las cuales, para prosperar, han de darse una organizacion semi-política. IT La segunda escuela de publicistas emplea la voz administra- cion en un sentido mas ámplio; pero en cambio comete el error apénas escusable de confundirla con el gobierno. De cierto no ignoran los publicistas que en España, i en Francia, i en todas las naciones, la jestion de los intereses pú- blicos ha estado a cargo, hasta los últimos tiempos, de los fun- cionarios propiamente políticos. Por causa del grado embriona- rio en que se encuentra el desarrollo del Estado, unos mismos órganos han desempeñado funciones administrativas i funcio- EA E IS A TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 553 nes gubernativas. Particularmente en Chile, los gobernadores i los intendentes manejaron la administracion local hasta que las últimas leyes de organizacion municipal (de 1887 i 1891), les quitaron las atribuciones de carácter administrativo i les redu- _jeron a su papel peculiar de funcionarios esclusivamente políf- ticos. | | Por nuestra parte, creemos que el gobernar es funcion dife- rente de administrar, i que de consiguiente, no se habla con propiedad cuando se dice que el Derecho administrativo com- prenda las reglas de la organizacion i el funcionamiento del Poder Ejecutivo. En su organizacion i en sus funciones, el Po- der Ejecutivo está sujeto al Derecho constitucional ¡a unas pocas leyes complementarias que, por su carácter esencialmente político, no forman parte Jel Derecho administrativo (1). Solo el hecho jeneral enunciado mas arriba, a saber, que en todos los Estados las funciones administrativas han sido desempeña- das por funcionarios políticos, puede esplicar la comun acepta- cion de una doctrina, con trazas de científica, que confunde la administracion i el gobierno. Cuando el biólogo se propone determinar las funciones vita- les de un animal, no empieza por estudiar el embrion, cuyos órganos mal diseñados prestan servicios promiscuos. Lo que hace, es estudiar cuerpos adultos, en los cuales cada órgano presta un solo servicio i las funciones estan perfectamente di- versificadas. : En la vida política sucede lo mismo que en la vida animal. La acumulacion de las funciones administrativas ide las guber- nativas en manos de una sola autoridad no significa que sean una misma cosa la administracion i el gobierno. Lo único que significa es que por no haber llegado a su completo desarrollo, el Estado desempeña con unos mismos órganos funciones mui diversas, | Durante siglos, a contar desde los fines de la Edad Media, las funciones Judiciales fueron desempeñadas en los principales pueblos de Europa por ajentes de la corona; i aun cuando toda- (1) ORLANDO, pPrincipii di Diritto Ammintstrativo $ 65. 554 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS vía hai autores que bajo la impresion de los acontecimientos his- tóricos tienen a la justicia en el grado de simple rama del Go- bierno, ello es que al presente la ciencia enseña que el Poder Ejecutivo i el poder judicial son órganos diferentes del Estado. Análoga distincion debemos establecer entre la administracion i el gobierno. Cuando se vacuna, cuando se enseña, cuando se salubrifican las poblaciones, cuando se cuidan las bibliotecas, cuando se construyen cloacas, cuando se reciben ahorros en las cajas pos- tales etc., etc. no se puede decir que se gobierna. Tampoco se puede decir en buen romance que los empleados encargados de tales servicios sean ajentes del Poder Ejecutivo. Aun cuando la hijiene i la vacunacion 1 las bibliotecas i las cajas postales se establecen en cumplimiento de leyes especiales, es alterar el sentido de las palabras decir que desempeña una funcion pro- pia del Poder Ejecutivo quien presta uno u otro de estos ser- vicios. Lo que en esos casos hace el Estado es pura i simple. mente administrar. Segun lo demostraremos mas adelante, la administracion esta difundida por casi todos los órganos del Estado, bien así como la actividad lo está por casi todos los órganos del cuerpo hu- mano. No solo administran aquellos órganos especiales como las tesorerías, las aduanas, los correos, etc. que se suponen miem- bros del Poder Ejecutivo. Tambien desempeñan funciones ad- ministrativas, los tribunales, las cámaras lejislativas, el ejército, etc., etc. Por consiguiente, es no tener idea cabal de la amplitud en que se ejerce la accion administrativa el sostener que son una misma cosa la administracion í el gobierno. IV ¿Qué diferencia hai, pues, entre administrar i gobernar? Hé , . . . . aquí una cuestion que notables publicistas han planteado i que la ciencia no ha resuelto todavía. "Administrar (dice Laferriére) es atender a la aplicacion dia- ria de las leyes, 1 velar por las relaciones de los ciudadanos con la administracion central o local, i de las várias adminis. traciones entre sí. Gohermar es proveer a las necesidades de la TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 555 “sociedad política entera, velar por la observancia de la Consti- tucion, por el funcionamiento de los grandes poderes públicos, por las relaciones del Estado con las naciones estranjeras i por la seguridad interior i esterior.n (1). “La funcion del Poder Ejecutivo (enseña Di Bernardo), con- siste en gobernar i administrar. El gobierno comprende el alto comando en la ejecucion de las leyes positivas i la supervijilan- cia de todas las ramas del servicio público. La administracion es la actuacion de las leyes i de las disposiciones reglamenta- rias en cada caso i en las relaciones particulares de la vida in- terna i esterna del Estado. (2) En sentir de Ducrocq, el Poder Ejecutivo consta de tres ra- mas, cuales son: el gobierno, la administracion i la justicia. El gobierno es aquella rama del Poder Ejecutivo que está encar- gada de dirijir a la nacion por las vias de su desarrollo interior ¡ de sus relaciones esteriores; la administracion es su comple- mento ísu accion vital. Macarel ha dicho con razon: él es la cabeza i ella el brazo de la sociedad. (3) Tomadas en conjunto, las distinciones que preceden de- jan ver que una cosa es administrar i otra gobernar; pero nin- guna de ellas determina la diferencia característica que média entre lo uno i lo otro. La enumeracion de las funciones admi- nistrativas ide las funciones políticas puede servir para definir- las; pero no se la puede aceptar en reemplazo de las respectivas definiciones; i un símil nos manifiesta la semejanza que la cosa que estudiamos tiene con otra cosa análoga; pero no nos sujie- re nocion alguna sobre la naturaleza de la una o de la otra. Bertoliní es de dictámen que, en jeneral, la distincion carac- terística de las funciones del Estado solo tiene una importancia formal i escolástica, sin trascendencia en la vida política (4). (1) Ducroco, Cours de Droit Administratif $ 2483218 34. (2) Di BERNARDO, La pública Amministrazione e la Sociologia, t. YI, páj. 533. (3) LAFERRIERE, Zratté de la Fuvidiction Administrative. t. 1, 1 lib. IV, (cap II, pájs. 37.) (4) BERTOLINI Saggi di scienza e divitto della pública Amministrazione,t, 1; páj. 53. 556 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Gravísimo error: la distincion aludida sirve no solo para fijar el yumbo que el desarrollo orgánico del Estado lleva, sino tam- bien para prevenir conflictos, siempre posibles cuando no se deslindan bien las órbitas de accion de los funcionarios públi- cos. Si los publicistas franceses han establecido la distincion de las funciones administrativas i de las funciones políticas, no lo han hecho por el interes especulativo de enseñar una verdad abstracta sin efectos sociales, sino por la necesidad de distin- guir entre los actos del poder público los de administracion i jos de gobierno, o sea los que se pueden invalidar por medio de recursos judiciales, i los que no se pueden revisar ní por la justicia administrativa ni por la justicia ordinaria. (1) Pues bien, las distinciones antitéticas que dejamos trascritas son de tal vaguedad que en muchos casos, a ningun tribunal servirán de guía para determinar si procede o nó un recurso entablado contra tal o cual acto de un funcionario. En un notable estudio de reciente fecha, Brémond concluye que las dificultades con que se tropieza para distinguir los ac- tos políticos i los administrativos provienen del errado empeño en que los publicistas estan comprometidos, cual es, el de esta- blecer una distincion que tenga efectos positivos entre cosas que por naturaleza pertenecen a una misma especie. Cuando estas distinciones se examinan a fondo (observa), se nota que se reducen a clasificar como actos de gobierno a los mas im- portantes del Poder Ejecutivo, i a los ménos importantes como actos de administracion. De consiguiente, no se fundan ellas en alguna diferencia real que medie entre unos i otros, pues la importancia de todo acto público se deriva ménos de su natu- raleza que de las circunstancias en que se lo ejecuta. (2) (1) LAFERRIERE, Zratlé de la Juridiction Aministrative, t, 11 lib. IV, cap. IL. (2) Revue du Droit public et de la Science politique t. 1 de 1896, pájina 45. En esta misma revista, número 2 de 1896, acaba de aparecer bajo el rubro de La funcion administrativa del Estado un notable articulo del señor don Adolfo Posada. En aquel estudio, el ilustre profesor de Oviedo espone sus- tancialmente la misma teoria que venimos desarrollando. Las coincidencias entre ámbos trabajos son tantas i tan singulares, que no parece sino que - uno de los autores hubiera tenido a la vista la obra del otro. Entre tanto, es la verdad que el estudio del señor Posada, publicado en el número Co- TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 557 A En nuestro sentir, no es la falta de fundamento objetivo lo que dificulta la distincion; es que se ha intentado caracterizar aque- llos dos grandes órganos del Estado con prescindencia de las “funciones respectivas. No vemos cómo se podria fijar los carac- téres que distinguen de la administracion el gobierno si no se «determinan previamente la naturaleza i la finalidad de las fun- ciones políticas i de las administrativas. En el estudio del or- ganismo político hai que proceder como en el del organismo humano. Si un profesor de biolojía distinguiera el corazon del higado enseñando que el primero de estos órganos es mas im- portante que el segundo; ¿quién creería que semejante enseñan - za daria alguna luz a los alumnos? Absolutamente nadie. Pero si enseñara que el corazon sirve para distribuir la sangre en todo el organismo, i el higado para rociar de bilis los alimentos, entónces los alumnos adquiririan una nocion científica fundada en la diversa naturaleza de las funciones de uno i otro órgano. Procediendo de una manera análoga en la determinacion de nuestro problema, creemos que se debe renunciar al intento de caracterizar cualquiera órgano del Estado, independientemen- te de las funciones que cada uno desempeña. De hecho, es tarea de poco momento distinguir en la actividad del Estado las funciones lejislativas, las judiciales, las militares, las docentes» las políticas, las administrativas etc.; 1, por el contrario, sola- mente los doctos mui versados en la ciencia del derecho públi- co pueden discernir con relativo acierto los órganos que las desempeñan. La doctrina caduca de la separacion de los poderes segun la cual el Estado seria un cuerpo inorgánico, compuesto de partes inconexas, pretendió vincular cada funcion a un órgano espe- cial e independiente; pero, en la realidad, todas las instituciones públicas estan ligadas por una trabazon orgánica indisoluble, i rrespondiente al bimestre de Marzo i Abril, solo llegó a Chile en el mes de Junio, cuando hacía dos meses que yo habia remitido el mio a La Admi- mistracion, de Madrid, idos años que venia esponiendo esta teoría en mi cátedra. Señalo el hecho, ménos para defenderme contra la acusacion de haberme apropiado doctrinas ajenas, que para hacer notar una nueva coin- cidencia en las investigaciones cientificas. TOMO XCIV 39 558 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS los mas de los funcionarios superiores ejercen atribuciones de varia naturaleza. En comprobacion, descompongamos analiticamente la acti- vidad fisiolójica de cualquiera de las instituciones públicas; es- tudiemos, verbigracia, el ejército. ¿Qué vemos en esta institu- cion? Vemos que, ademas de “sus funciones peculiares, cuales son, las militares, ella ejerce funciones judiciales por medio de sus tribunales, funciones políticas cuando se declara una parte del pais en estado de asamblea, funciones lejislativas cuando conquista i ocupa un territorio estranjero i la impone leyes 1 tributos. Se querrá sostener que un ejército que hace todo esto está mal organizado? - Ahí está el poder judicial. Ademas de sus funciones peculia- res cuales son las de la justicia, las Cortes superiores ejercen fa- cultades inspectivas sobre los jueces, sobre los abogados, sobre los notarios i demas empleados auxiliares; i facultades polí- ticas en cuanto cooperan a la conservacion del órden público i en cuanto admiten recursos contra los actos ilícitos de los go- bernantes. ¿Quiere decir esto que se entrometen en cosas que no son de su incumbencia í que se las debe despojar de las fa- cultades estrañas a la judicatura? Por último, ahí está el poder político: ademas de sus funcio- nes peculiares, cuales son las que miran a la conservacion i al desarrollo del órden, él ejerce funciones judiciales cuando falla. los espedientes de montepio, de retiro i de jubilacion, i funcio- nes lejislativas cuando ejerce las prerrogativas de la iniciativa, del veto i de la sancion, i cuando toma parte en las discusiones parlamentarias. ¿Acaso hai álguien que en nombre de la cien- cia condene esta promiscuidad de facultades? Lo repetimos: es sentar una nocion mui errónea el decir que: cada funcion del Estado está localizada de una manera pri- vativa en un órgano especial i único. El Estado es, bajo mu- chos respectos, un organismo cuyos miembros estan ligados entre sí i se afectan reciprocamente formando un consensus. No se le tome como un agregado de partes inconexas seme- jante a un mineral. Sujeto a la lei de un desarrollo indefinido, aun en la forma mas perfecta que ha alcanzado, semeja un TEORÍA JENERAL DE La ADMINISTRACION PÚBLICA 559 simple embrion, cuyos órganos mal caracterizados desempe- ñan funciones en gran parte promiscuas; i dado el carácter orgánico de su constitucion, no es presumible que las insti- tuciones que lo componen adquieran algun dia vida propia para actuar independientemente unas de otras. Segun lo ob- serva Bertolini, la unidad, la armonía, i de consiguiente, la pron- titud de la accion del Estado quedarian comprometidas si se estableciera una separacion mui ríjida entre las diferentes au- toridades (1). Se puede establecer en la ciencia del derecho público la distincion de las funciones políticas, lejislativas, ju- diciales, administrativas, etc., para los efectos de determinar el carácter predominante de cada institucion i la tendencia es- pontánea de su desarrollo. Pero de hecho es imposible consti- tuir el Estado en forma que a la distincion de funciones co- rresponda una absoluta separacion í una perfecta especializa- cion de los Órganos. Debemos, entónces, resolvernos a repudiar las consecuen- cias que en la determinacion de las funciones administrativas podría ocasionar la doctrina metafísica de la separacion de los poderes. Inspirados por ella, nos inclinamos a creer que en todo Estado bien constituido cada institucion debe actuar indepen- dientemente, que ninguna puede encargarse de ejercer atribu- ciones estrañas a su naturaleza i que cada órgano debe ser un cuerpo verdadero dotado de vida propia. Mas, un órden seme- jante no existe en rejion alguna de la tierra i tampoco puede existir, pues los llamados cuerpos del Estado son simples miem- bros de un organismo. "Tomada en un sentido absoluto (dice Franqueville), la separacion de los poderes es una quimera que, si existiese, constituiria en cada Estado tres soberanías inde- pendientes, es decir, la lucha 1 aun la anarquía. Aunque sepa- rados, los tres poderes conspiran a un fin comun, son órganos esenciales del cuerpo político, i desempeñando cada uno su fun- cion peculiar, contribuye a mantener la vida. (2) (1) BERTOLIMI, Saggt, etc., t. I, pájina 54. (2) FRANQUEVILLE, Le Systeme judiciatre de la Grande Bretagne, t. 1, páj 9.—HOLTZENDOREF, La Politique, S 46. 560 MEMORIAS CIENTÍFICAS J LITERARIAS V Renovemos ahora nuestro empeño para distinguir la admi- nistracion del gobierno; i, en conformidad con la doctrina que dejamos espuesta, no nos curemos, por lo pronto, de clasificar los órganos politicos o administrativos, sino de caracterizar las funciones de uno i otro órden. A este propósito, observaremos primeramente que entre los actos de los funcionarios públicos se distinguen aquellos que mandan, prohiben o permiten; que dan, quitan o declaran dere- chos; que organizan las instituciones de la sociedad o del Es- tado; que imponen gravámenes obligatorios al Fisco o a los ciu- dadanos, etc. Son actos de autoridad que suponen el ejercicio de una parte de la soberanía. Ni vulgar ni científicamente se les puede confundir con los actos de Administracion. Dictar le- yes es lejislar, espedir decretos es gobernar, declarar derechos es juzgar, dar autenticidad a las escrituras privadas es autori- zar. Nada de eso es administrar. Mas, hai otros actos que el empleado público ejecuta a la manera de un simple mandatario particular, sin necesidad de que sele invista de autoridad. En esta clase se cuentan los ac- tos de jestion de rentas, de institutos, de servicios; la provision, la compra i la venta de materiales 1 bastimentos para el ejér- cito o para los demas menesteres del Fisco; la jerencia de los ferrocarriles, de los correos, de los telégrafos, de los hospitales; la conservacion i construccion de los caminos i demas obras públicas; el cuidado del órden económico de los establecimien- tos i de las instituciones del Estado; la percepcion, la custodia i la inversion de los caudales de la nacion; etc., etc. Todo esto es pura administracion. Nadie puede decir con propiedad que cuando un empleado está haciendo esto, está gobernando, lejis- lando o fallando. Estas someras observaciones nos alumbran el camino para proseguir nuestros esclarecimientos sobre la naturaleza de la administracion pública sin peligro de caer en el error de con- fundirla con el Poder Ejecutivo. El Poder Ejecutivo, denominacion poco feliz con que se suele | | | | TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 561 distinguir al Gobierno, es aquella institucion que en el Estado se encarga de cumplir los fines políticos, de conservar el órden ide impulsar el progreso, ejerciendo de propia autoridad una parte de la soberanía como se lo permitan las circunstancias sociales i en conformidad con un ideal que debe cambiar a la par de las corrientes dominantes de opinion. Al Gobierno es a quien corresponde fijar en cada momento el rumbo del Estado. El es principalmente quien imprime a la República carácter liberal, radical o conservador en cada momento de su existen- cia. La característica del Poder Ejecutivo son el impulso i el mando. Todos sus actos son decretos. Las órdenes de allana- miento, los nombramientos, las licencias, las destituciones de empleados públicos, las visitas de inspeccion, la espedicion de reglamentos e instrucciones, son actos de gobierno porque son actos de autoridad; i todo acto de iniciativa es igualmente acto político porque fija un rumbo a la conducta del Estado. Por el ejercicio de la potestad reglamentaria, que en sustancia no es mas que el desempeño de la funcion política, el Poder Ejecu- tivo enjendra derecho administrativo, pero no administra. (1) Mui otros son los caractéres distintivos de la funcion adminis- trativa. Esencialmente, la Administracion no ejerce autoridad, ¡ de consiguiente, no es poder. Es simple jestion de intereses, guarda de institutos, prestacion de servicios. Los empleados públicos que corren con las aduanas, con las tesorerías, con los hospitales nc invisten carácter alguno que les distinga de los empleados particulares de los bancos, de los almacenes, de las sociedades anónimas. Donde hai ejercicio de funciones admi- nistrativas, el empleado no manda sino que sirve. A ménos de alterar profundamente el sentido usual de las palabras, no se puede decir que ejercen potestad los empleados que estan a cargo de la contabilidad fiscal, o de la hijiene pública, o del trasporte ferroviario. La potestad no interviene en la Adminis- (1) VivIEN trae observaciones mui atinadas sobre el carácter del Poder: Ejecutivo, en sus Estudios Administrativos, t. 1, tit. 1, cap. IV. Es ésta una obra que a pesar de su antigua fecha (1852) no merece el olvido en que la han dejado publicaciones mas recientes. Véase tambien BLUNTSCHLI, Droit Public général, lib. TI, cap. XI. 562 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS tracion sino en el carácter de una fuerza estraña que da o sus- pende el impulso, que organiza o suprime el servicio, que pro- vee de recursos i garantiza el desempeño de la tarea. En otros términos, el Gobierno decreta la inversion, i la ad- ministracion efectúa el pago; el Gobierno manda ejecutar la obra, i la administracion la construye; el Gobierno dispone la celebracion del ccntrato, 1 la Administracion lo firma; el Go- bierno nombra los empleados, i la administracion los ocupa; el Gobierno reglamenta los servicios, i la Administracion los de- sempeña; i por último, miéntras la Administracion sirve, el Go- bierno la supervijila, la dirije, la impulsa, la organiza. De ordinario toda tarea administrativa empieza por un acto que la autoriza, que la decreta, que la reglamenta; esto es, por un acto político. Es tarea administrativa la construccion de un hospital; pero es acto politico su fundacion. Es tarea adminis- trativa la jestion de una empresa ferroviaria; pero el Estado ejecuta un acto político cuando se resuelve a construir ferroca- rriles. Es tarea administrativa el cuidado de las cajas de ahorro; pero el Estado ejecuta un acto político cuando las instituye: Cuando se ha aprendido a distinguir las funciones adminis- trativas de las políticas, no hai peligro alguno de que la traba- zon orgánica entre los miembros del Estado induzca en el error de confundir la Administracion con el Gobierno. Así como nadie sostiene que el Gobierno sea una institucion militar porque dis- pone de las fuerzas de mar i tierra, ni que sea una institucion policiaria porque manda la policía, ni que sea una institucion docente porque dirije la enseñanza, así tampoco se puede decir que sea una institucion administrativa porque organiza, regla- menta, supervijila los varios servicios de la Administracion pú- blica. ¿Quién confunde en un organismo superior la actividad intelectual directriz con la actividad física subordinada? La distincion aludida nos sirve igualmente para caracterizar de una manera científica a ciertos funcionarios de naturaleza ambigua. En este caso se encuentran especialmente aquellos que por estar colocados a la cabeza de la Administracion, ejer- cen verdaderas facultades de Gobierno; acumulacion de funcio- nes que, en parte, no se puede evitar; pero que se debe tener Y presente para prevenir desaciertos. TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 563 Es sabido que en algunos Estados los cargos subalternos de la Administracion se proveen por órden de antigúiedad o de mérito; i al arbitrio de los ministerios, las direcciones superio- res. La razon de esta aparente anomalía es que miéntras los empleados subalternos estan armados de atribuciones esclusi- vamente administrativas, sin influencia apreciable en la mar- cha jeneral del Estado, los superiores son verdaderos funciona- rios políticos en cuanto mandan a un numeroso personal de ajentes, le imparten instrucciones, decretan suspensiones, otor- gan licencias, imponen multas, etc. Esta acumulacion de funciones no es peculiaridad de la Ad- ministracion. Segun lo hemos observado mas arriba, las del Estado no estan completamente localizadas en los órganos es- peciales. Fuera del Congreso hai autoridades que ejercen atri- 'buciones lejislativas; i fuera de los tribunales. hai autoridades que ejercen atribuciones judiciales. De la misma manera, hai en la República funcionarios que, sin ser gobernantes, ejercen atribuciones políticas. VI En último término, la distincion de las funciones admiínis- trativas i de las politicas mos sirve para determinar la ampli- tud que alcanzan las ramificaciones de la administracion pú- blica. Pasa en este órden lo mismo que en los demas del Estado: solo en parte estan vinculadas las funciones administrativas a órganos esclusivamente administrativos. En lo restante, la ac- tividad administrativa es funcion comun de casi todas las ins- tituciones del cuerpo político a la manera que la actividad físi- ca es funcion comun de casi todos los órganos del cuerpo humano. Administran las Cámaras lejislativas por medio de sus em- pleados i de sus comisiones de policía, i administran los tribu- nales en cuanto atienden a la custodia de sus archivos, a la conservacion de sus bibliotecas i al aseo de sus palacios. Las comisarías i las ambulaneias del ejército son servicios administrativos, i en los establecimientos de enseñanza se dis- 564 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tinguen netamente la funcion docente i la funcion administra- tiva, aun en aquellos casos en que ámbas son desempeñadas. por un solo órgano. Con la misma claridad se discierne en la lei del matrimonio: la parte correspondiente al órden adininistrativo, o sea el con- junto de disposiciones que organizan la institucion de los ofi- ciales fedantes, i la parte correspondiente al órden civil, o sea. el conjunto de disposiciones que fijan las condiciones del con- trato, sus solemnidades, sus efectos, etc. En una palabra, la administracion interviene en todos los órdenes jurídicos i políticos. A ella corresponde dar facilidades para el funcionamiento de todos los poderes del Estado. Ella es la que les procura casa, luz, aseo, estrados, comodidad, pro- visiones. Ninguna institucion puede prescindir de su auxilio a no seren sociedades atrasadas, donde la justicia se administra a la intemperic, la enseñanza se da debajo de un árbol, í el Gobierno, sin archivos i con un personal diminuto, se instala en la choza del principe o del cacique. Mas, el que la administracion tenga injerencia en todas las instituciones del Estado no es circunstancia que autorice a confundirla con ellas mismas; error en que incurren insignes publicistas de la escuela jermánica. Stein, Meyer, Stengel i otros enseñan efectivamente que la Administracion pública comprende todas las instituciones del Estado, salvo la lejislatura. En conformidad con sus doctrinas, se la debe considerar dividida en cinco ramas diferentes, a saber: 1.2 la Administracion de los negocios esteriores; 2.2 la de los negocios interiores; 3.2 la de la justicia; 4.2 la de la fuerza pública, i 5.* la de las finanzas (1). Si al enseñar estas doctrinas quisieran ellas indicar que los funcionarios diplomáticos, los políticos, los judiciales i los mií- litares ejercen, ademas de las funciones propias de sus respecti- vos cargos, alguna de carácter administrativo, la escuela jer- mánica no tropezaria por este lado con resistencias de alguna (1) STrE1N, Handouch der Verwaltunslehre, páj. 54.—MEYER, La Adminis- racion, trad. por PosADa, pájs. 85 1 $7.—BERTOLINI, Saggi di Sciencia e Diritto de la publica Amministrazione, t. 1, páj. 49, nota. TEORÍA JENERAL DE LA ADMINISTRACION PÚBLICA 565 gravedad; pero si con esto quieren decir que la diplomacia, i el Gobierno, i la justicia, i la milicia son ramas de la administra- cion, entónces dan a esta palabra el sentido jeneralísimo de servicio; 1 dejan pendiente el problema porque no determinan cuál es aquella parte de la actividad pública que supone auto- ridad, cuál aquella que se reduce a una simple jestion. Desgraciadamente es este error el que los publicistas jermá- nicos parecen sostener. Como lo observa Meyer, “el concepto de la Administracion no se ha desenvuelto en Alemania abs- tractamente, sino mas bien en virtud de un proceso histórico; esto es, siguiendo esencialmente la organizacion de las funcio- nes de la autoridad (1)... En otros términos, hubo un tiempo en que el poder político era a la vez gobierno, diplomacia, ejército, policía, justicia 1 administracion; i por lo mismo, sus ajentes, eran a la vez, go- bernadores, jetes militares, prefectos de policía, jueces i admi- nistradores públicos. Bajo un réjimen de tan absoluta promis- cuidad, no se distinguian las funciones unas de otras, i se confundia la actividad administrativa con los otros órdenes de la actividad del Estado. Mas tarde empezaron a diversificarse estas funciones; las civiles se distinguieron de las militares; se emancipó la justicia; se instituyeron funcionarios especiales de hacienda. Siguiendo en la historia la jénesis de las instituciones públicas, el Estado aparece como un organismo que se desarrolla i perfecciona di- señando de dia en dia mas i mejor sus miembros. Pues bien, al notar esta diversificación de tantos órganos, hecha para localizar funciones várias que ántes estuvieron a cargo de uno solo, los publicistas jermánicos han creido que era la administracion la que se dividia ¡ subdividia en ramas 1 sub- ramas. ¡Profundo error! Lo que realmente ha sucedido, es que el Estado ha instituido órganos especiales para desempeñar funciones que, a pesar de no tener carácter político, estaban confiados al gobierno. Si en los grados inferiores de confusion de ll atribuciones (1) MEYER. La Administracion, trad. por POSADA, páj. 86. 566 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS no se distinguen el mando civil ¡ el mando militar, la aplica- cion jeneral o política de las leyes i su aplicacion particular o judicial, la administracion i el gobierno; en los grados superio- res de diversificacion a que el Estado ha llegado en las nacio- nes cultas, las várias funciones se pueden clasificar fácilmente sin incurrir en yerros de trascendencia. Miéntras no se altere el sentido jenuino de la voz Adminis- tración, miéntras se la emplee para significar jestion de carác- ter permanente que se cumple sin intermedio de la autoridad, no se puede decir con propiedad que un diplomático, que un Juez, i que un militar administran cuando el primero negocia un tratado, cuando el que sigue dicta una sentencia i cuando el último manda las evoluciones de un rejimiento. La analojía entre el organismo político i el organismo ani- mal acaba de esclarecer la doctrina que hemos espuesto. Así como el tacto se distingue del oido en la oreja, del olfato en la nariz, del gusto en el paladar; así se distingue la funcion admi- nistrativa de la funcion política cn el gobierno, de la funcion judicial en los tribunales, de la funcion docente en los liceos, de la funcion militar en el ejército, etc. En:suma, la Administracion es una de las muchas funcio- nes orgánicas del Estado, una de las muchas que han estado acumuladas en manos del gobierno; 1 aun cuando todas las instituciones públicas tienen algo que administrar, no es lícito confundirla con ellas. | VALENTíN LETELIER, Profesor de Derecho Administrativo en la Universidad Nacional de Chile. | | PS da í DO o a COMPENDIO HISTORIAL DEL DESCUBRIMIENTO, CONQUISTA I GUERRA DEL REINO DE CHILE El capitan don MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA, Natural de la villa de Madrid — SA TABLA DE LOS GOBERNADORES QUE DESDE EL DESCUBRIMIENTO DE CHILE HAN GOBERNADO SU GUERRA El adelantado don Diego de Almagro. Aunque fué el prime- ro descubridor de la Provincia de Chile, como parece de lo re- ferido en el capítulo 1 del Compendio historial de aquella gue- rra, no se le da el nombre de Gobernador, por causa de haberse - vuelto o al Pirú para gobernar la parte dél de que el Em- perador, N, S., le habia hecho merced. D. Pedro de Vaidivia, fué el primer de los Cobommtres conquistadores i pobladores de Chile. Francisco de Villagra, fué el Gobernador sigundo. 568 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS D. García Hurtado de Mendoza, tercero Gobernador. Francisco de Villagra, segundo gobierno, cuarto Gobernador. Pedro de Villagra, quinto Gobernador. Rodrigo de Quiroga, primero gobierno, seste Gobernador. La nueva primera Real Audiencia de Chile, sétimo Gobierno. Presidente dotor Melchor Bravo de Saravia, otavo Gober- nador. Rodrigo de Quiroga, segundo gobierno, nono Gobernador Martin Ruiz de Gamboa, décimo Gobernador. D. Alonso de Sotomayor, undécimo Gobernador. Martin García de Loyola, duodécimo Gobernador. Licenciado Pedro de Vizcarra, décimo tercio Gobernador. D. Francisco de Quiñones, décimo cuarto Gobernador. Alonso García Ramon, primero gobierno, décimo quinto Go- bernador. Alonso de Ribera, primero gobierno, décimo sesto Gober- nador. ) Alonso García Ramon, segundo gobierno, décimo sétimo Go- bernador. Oidor dotor Luis Merlo de la Fuente, décimo otavo Gober- nador Juan Jara Quemada, décimo nono Gobernador. Alonso de Ribera, segundo gobierno, vijésimo Gobernador. Oidor licenciado Hernando Talaverano, vijésimo primo Go- bernador. pe D. Lope de Ulloa, vijésimo segundo Gobernador. Oidor D. Cristóbal de la Cerda, vijésimo tercio Gobernador. D. Pedro Osores de Ulloa, vijésimo cuarto Gobernador. D. Francisco de Álava i Norueña, vijésimo quinto Gober- nador. D. Luis Fernández de Córdoba i Arce, vijésimo sesto Gober- nador. TABLA DE LOS AUTORES VISTOS ICITADOS EN LOS TRES DISCURSOS QUE CONTIENE ESTE LIBRO N Agustin (San) Albateguin Actas de los Apóstoles | Alberto Magno - Abicio (Juan Bautista) Albumasar COMPENDIO HISTORIAL Alciato (Pedro) Alonso el sabio Ambrosio (San) Anselmo (San) _Antistenes Antonino (San) Apiano Arcila (Alonso) Aristóteles Artasades Averroes Avila Baldo Basilio (San) Beda (el Venerable) - Belancio Belorofonte (?) Bernardo (San) Bion Boecio Buenaventura (San) a Cardenal Cameracense Casiano : Casiodoro Caton Ciceron Claudiano Cleóbulo Conon Crisóstomo (San) D Damaceno (San) David, rei profeta Diójenes - Dion Dionisio Areopajita | E Erasmo Escoto Estadio (Juan) Eudecio Eurípides Febrecio Filon Galeno Gregorio (San) H Heliodoro Herrera (Antonio) Hernio Hiparco (Nicéforo) Homero I Isaac, maestre Isaías, profeta Isidoro (San) J Jenofonte Jerardo Jeremias, profeta Jerónimo (San) Job, profeta Josefo Julio César Jurisconsulto Justino Justo Lipsio Juvenal 569 570 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Lactancio Laercio Lampridio López de Mendoza (Íñigo) Lope de Vega Lucano Luciano E -Marco Aurelio Mariana Mateo (San) Medina (Fr. Miguel de) Milesio Moisés, profeta Monteregio Mucenas Muciano O Y Ovidio 1 Pablo (San) Periandro Petronio Pico de la Mirándola - Pietra Santa (Fr. Miguel de) Píndaro Platon Plauto Plinio Plutarco - Polidoro ' Posidonio . Propercio | Q 3 Quintiliano ss Rufino S Sacro Bosco Salomon, rei sabio Salustio Solon Solonino Stobeo Suetonio Tranquilo Suidas gl Tácito Tales Milesio Teopompo Terencio Thevit Tolomeo Tomas (Santo) Tucídides “Y , Valerio Máximo Vejecio Virjilio Vivaldo (Ludovico) Volucio COMPENDIO HISTORIAL 571 APENDICE l PARTIDA DEL PRIMER MATRIMONIO DE DON MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA (Parroquia del Sagrario. Libro 3.2 de bautismos i matrimonios; hoja 158 v., part. 19) En primero de mayo de 1590, habiendo precedido lo dis- puesto por el Concilio de Trento, 1 no habiendo impedimento ninguno, con licencia de Juan Varas, Provisor; i con licencia de mi, Francisco de Ochandiano, veló el matrimonio el Licenciado don Melchor Calderon, (habiéndolos desposado el susodicho, un mes ha), de don Melchor Jufré del Aguila con doña Beatriz de Guzman. Fueron sus padrinos: Ramiro Andres de Saravia 1 doña Isabel de Cáceres, su mujer. Fucron testigos: Francisco Nuñez, sacristan, 1 Francisco de Tapia. —Francisco de Ochan- diano, ¿0 EPRESENTACION PARA QUE NO SE SUBA EL PRECIO DEL REMATE DE LOS OFICIOS DE CORREJIDOR [ DE ALFEREZ REAL, HECHA A LA REAL AUDIENCIA A NOMBRE DEL CA- BILDO I VECINDARIO DE SANTIAGO, POR EL ALCALDE DON MELCHOR JUFRE DEL AGUILA, EN 15 DE ENERO DE 1612 (1). (Vol. 479 del fondo Real Audiencia de la Biblioteca Nacional) Mui poderoso señor: El capitan don Melchor Jufré del Águila, vuestro alcalde or- dinario desta ciudad, cabeza deste Reino, en nombre della i dél, i en aquella vía i forma que de derecho mejor lugar haya, pa- rezco ante V. A., i digo que: Habiéndose mandado por V. A. vender los oficios del regi- miento i alferazgo real desta ciudad, apercibiendo en que se rematarían en los mayores ponedores, los más de los vecinos 1 (1) Esta representacion i el testamento siguiente están limpiamente es- critos de puño i letra de su autor.—-M. 572 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS moradores desta ciudad lo sentimos con estremo, hallándonos imposibilitados de poler comprarlos (mayormente en compe- tencia de hombres ricos della) por haber gastado nuestras ha- ciendas en vuestro real servicio, siguiéndole muchos años a nuestra costa, unos treinta, otros veinte, 1 los que ménos, ocho o diez años; i por haber servido a vuestra real corona cón em- préstitos de mucha hacienda para el dicho ministerio, de lo cual tenemos libranzas 1 testimonios de vuestros gobernadores, que nos están por pagar en mucha cantidad; la cual, sí se nos pa- gara, pudiéramos con ella poner i pujar los dichos oficios en mucha más cantidad de la que los mayores ponedores los han puesto. I visto que a las posturas de los dichos oficios, por la dicha necesidad, no salían personas de las que por eleccion bien mi- rada suelen andar en ellos, acordamos que el capitan don Fran- cisco Rodríguez de Ovalle, nuestro procurador, pareciese ante V. A., suplicando se sirviese de no admitir a las dichas postu- ras, personas que no fuesen mui cabalmente idóneas para el dicho ministerio, así en calidades como en suficiencia, el cual lo hizo. I demas desta suplicacion, ofreció siete vecinos feuda- tarios que pusieron los dichos siete oficios en tres mil pataco- nes, que es lo más que sigun lo referido, se pudieron alargar a dar por ellos. | I porque a la dicha peticion 1 postura V. A. no se ha dig- nado de responder, pareciéndonos que pudo parecer inconve- niente que todos los propuestos fuesen feudatarios, yo ofrezco otros siete en nombre de los ciudadanos, que son: el capitan don Bernardino de Quiroga, el capitan don Juan Ruiz de Leon, el capitan Diego de Ulloa, el capitan Salas, actual rejidor, Bar- tolomé de Escobar, Pedro del Castillo, i yo, que en nombre de todos, i obligándome al cumplimiento por todos, ofrezco la mesma postura que hizo nuestro procurador jeneral, en la mes- ma cantidad, para que V. A., por eleccion o por suertes, de to- dos catorce, elija siete. I asimesmo ofrezco con que V. A. mande que no se admita postura de quien no haya sido regidor, que daré de los catorce nombrados o de otros que hayan sido del dicho rejimiento, personas siete que den por los dichos rejimientos a seiscientos COMPENDIO HISTORIAL 5 PLÁ patacones; 1 por el alferazgo mil, con que se servirá a S. M. con poco ménos que lo que al presente están puestos. I supuesto, como se debe suponer, que la principal intencion de S. M. en mandar vender los dichos oficios, es que las repú- blicas con los rejidores perpetuos sean mas bien gobernadas; i en esta tierra (por cuyo aumento gasta de su real hacienda cada un año más d> trescientos mil patacones), no se puede ni debe entender que quiera por dos o tres mil patacones, que son tan poco aumento de hacienda, entristecer i aflijir tantos i tan lea- les vasallos, como, a causa de no poder entrar en los dichos ofi- cios, quedarán privados de ellos para siempre, i puestos en ser gobernados por personas de menos servicios que ellos; princi- palmente habiendo procedido la dicha imposibilidad del dicho vuestro real servicio i empréstitos fechos para él; la cual razon, en esta sola república, es i corre singularmente, sin que en otra alguna, donde los dichos oficios se han vendido, se haya ale- gado o podido alegar; por lo cual i por lo demás del derecho que es o puede ser en nuestro favor en manera a que he aquí por alegado i espreso, | A V. A. suplico se sirva admitir la dicha postura; o mandar que no se rematen los dichos oficios, sino en personas de las que otra vez han entrado en el tal rejimiento por eleccion; o " cuando esto lugar no haya, sobreseer el dicho remate hasta que S. M. sea informado del estado de esta causa, o por lo menos vuestro visorei del Pirú; i pido justicia i merced. DoN MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA. ITI TESTAMENTO DE DON MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA (Vol. 129 del fondo Rej2stros de Escribanos de la Biblioteca Nacional) DILIJENCIAS PARA ABRIR EL TESTAMENTO En la ciudad de Santiago de Chile, en doce dias del mes de enero de mil í seiscientos i treinta i siete años, ante el jeneral don Fernando Bravo de Naveda, Correjidor i justicia mayor TOMO XCIV 40 574 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de esta ciudad, i lugar teniente de capitan jeneral en ella, pa- reció el padre frai Pedro de Salvatierra, de Santo Domingo, vecino morador en esta dicha ciudad, i dijo que, por cuanto el capitan don Melchor Jufré del Águila es muerto i pasado de esta presente vida, i dejó su testamento cerrado, i entiende que en él le deja por su albacea; i para que se cumpla su voluntad pidió a Su Md. mande que con las solemnidades del derecho, constando por fé de su muerte, se abra, lea i publique, 1 se: le den los testimonios i traslados que pidiere en manera que hagan fé. 1 pidió justicia. Vista por Su Md., mando que se reciba informacion con los testigos instrumentales de este testamento, los que pudieren - ser habidos, de cómo hizo i otorgó el dicho capitan don Mel- chor Jufré del Águila su testamento, que es el que presenta, debajo del cual murió, i que yo, el presente, escribano, ponga por fé de la muerte; i esto fecho proveerá justicia.—PFernando bravo de Naveda.—Ante mi, Pedro Diaz de Zuazola, Escriba- no público ¡ real, En la ciudad de Santiago, luego incontinenti, en el dicho mes, dia i año dichos, el dicho padre macstro frai Pedro de Salvatierra, de la órden de Santo Domingo, presentó por testi- go al alférez Domingo Juarez, del cual fué recibido juramento por Dios i la cruz, en forma de derecho, i prometió de decir ver- dad de lo que supiere ile fuere preguntado. 1 siéndole mostra- do un testamento cerrado que parece haber otorgado el capitan don Melchor Jufré del Águila, dijo que este testigo sabe que el capitan don Melchor Jufré del Águila es muerto ¡ pasado de esta presente vida, porque lo ha visto muerto en la cuadra de su casa; i que hizo i otorgó este testamento que le ha sido mostrado, porque este testigo lo vido otorgar i firmar, i fué uno de los testigos instrumentales al otorgamiento de dicho testa- mento, i es suya la firma que le ha sido mostrada; el cual dií- cho testamento pasó ante Miguel de Miranda Escobar, escri- bano público que fué de esta ciudad, el .cual sabe que fué fiel, legal i de confianza, i que a los autos i escrituras que ante el susodicho han pasado, se les ha dado entera fé 1 crédito en juicio i fuera de él; ique esto es la verdad socargo de su jura- mento, en que se afirmó i ratificó. 1 declaró ser de edad de COMPENDIO HISTORIAL 375 setenta 1 siete años, 1 lo firmó con Su Md.—Dor Fernando Bravo de Naveia.—Domingo Juarez.—Ante mi, Pedro Diaz de Zuazola, Escribano público 1 real, En Santiago, luego incontinent:, en el dicho dia, mes i año dicho, el dicho frai Pedro de Salvatierra presentó por testigo a Gregorio Paez, morador en esta dicha ciudad, del cual fué recibido juramento por Dios i la cruz en forma de derecho, socargo del cual prometió decir verdad. | siéndole mostrado un testamento cerrado, dijo que este testigo sabe que el capitan don Melchor Jufré del Águila es pasado de esta presente vida porque le ha visto. muerto 1 amortajado en la cuadra de su casa; i que vido que hizo i otorgó su testamento cerrado, que es el que le ha sido mostraco, que pasó ante Miguel de Miranda, escribano público que fué de esta ciudad; í este testigo se halló al otorgamiento del dicho testamento; i fué uno de los testi- gos instrumentales, ¡reconoce por suya la firma que está al otorgamiento del dicho testamento; i el dicho escribano ante quien pasó el dicho testamento, fué legal 1 de confianza, ia los autos i demas escrituras que ante el susodicho han pasado, se les ha dado entera fé i crédito en juicio i fuera; i que esto que ha dicho i declarado es la verdad, socargo de su jura- mento, en que se afirmó i ratificó. Que es de edad de treinta 1 siete años, poco mas o ménos, i lo firmó juntamente con Su Md. — Don Fernando Bravo de Naveda.— Gregorto Paez.—AÁnte mi, Pedro Diaz de Zuazola, Escribano público i real. Luego incontinenti, yo Pedro Díaz de Zuazola, escribano pú- blico del número de esta ciudad de Santiago de Chile, sus tér- minos i jurisdicción por el Rei N. $S., en cumplimiento de lo proveido por Su Md. del dicho señor Correjidor, entré en la cuadra del capitan don Melchor Jufré del Águila, al cual vide muerto, al parecer, i amortajado con el hábito del glorioso Santo Domingo, en un ataud encima de una mesa; í para que de ello conste, dí el presente en la ciudad de Santiago de Chile en doce días del mes de enero de mil seiscientos treinta 1 siete años. Testigos: el capitán Francisco Rodríguez de Ovalle, i el capitan don Agustin Briceño, ¡el alférez Domingo Juarez, pre- sentes; 1 en fé de ello lo signé 1 firmé en testimonio de verdad. —-—Pedro Diaz de Zuazola, Escribano público i real. 576 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS I luego incontinenti, en el dicho dia, mes i año dichos, Su Md. del dicho señor Correjidor, de pedimento del mui reveren- -do padre maestro frai Pedro de Salvatierra, de la órden del señor Santo Domingo, mandó que se abra i que se publique el dicho testamento, el cual yo, el dicho escribano, vide que estaba cerrado, cosido 1 con dieziseis sellos sobre lacre sellado, sin sospecha alguna; i con un cuchillo corté los hilos, i le abrí, i publiqué, que dice asi: TESTAMENTO In Dei Nomine. Amen. Sepan cuantos esta carta de testamento i mi última voluntad vieren, como yo, el capitan don Melchor Jufré del Aguila, veci- no morador desta ciudad de Santiago del Reino de Chile, hijo lejítimo de Cristóbal del Aguila, caballero del hábito de San- tiago i fiscal de los caballeros por el Rei, N. S., en su real Con- sejo de las Ordenes, que reside en su corte, i tesorero jeneral de las medias annatas de las dichas órdenes, actuales hoi de la real casa; i de doña Juana Jufré, su lejítima mujer. Hallándome en todo mi entero juicio, cual plugo al Divino Señor dármele; i en entera salud del cuerpo, i en edad de se- sentá i tres años, ménos setenta i un días; estando de partida para ir a mis estancias de los Promocaes, en ocho de diciembre del año de 1631, temiéndome de la muerte, que es cosa natural 1 forzosa, i mas continjente en los de la dicha edad; confesando, como ante todas cosas confieso, que creo:i tengo i confieso como católico i fiel cristiano todo lo que contienen todos los catorce artículos de la fé, i todo lo que tiene 1 cree la Santa Ma- dre Iglesia Católica Apostólica Romana, en cuya fé í creencia protesto querer vivir i morir; i protestando, como protesto, que si ántes de mi muerte o estando cercano a ella o nó, yo dirijie- re algunas palabras por deliracion de calentura, o por otro ac- cidente, que se puedan tomar en mal sentido contra esta dicha protestacion, se entienda estoi fuera de mi juicio, i no ser dicho con entero entendimiento. I debajo de la dicha protestacion, en que me afirmo i ratifico ahora i para siempre jamas, otorgo éste mi testamento en for= COMPENDIO HISTORIAL 577 - ma, escrito de mi mano, i que irá firmado de mi nombre, í sus- crito de escribano real, público i del número de esta ciudad de Santiago, donde le escribo ¡ otorgo. En el cual primeramente mando mi alma a Dios, N. S.,-Pa- dre, Hijo i Espíritu Santo, un solo Dios verdadero, que la creó, ¡el dicho Hijo i Verbo Divino, Jesucristo N. S., la redimió por su sangre i pasion, cuya misericordia imploro para su salvacion. I mando el cuerpo a la tierra, de que fué formado; i señalo. por su sepultura la capilla que tengo en el convento del señor Santo Domingo de esta ciudad; 1 mando que sí mi muerte fue- re, lo que Dios no quiera, adelante de mi estancia de la Angos- tura, luego que muera, sea traido a la dicha mi estancia, en cuya capilla, en un ataud de las mejores tablas que se pudiere hacer sea depositado en la iglesia de la dicha capilla, donde el padre Francisco Gómez de Ruiseñada, cura de aquel distrito, o el que lo fuere, diga la misa de cuerpo presente, i el dicho dia los mas sacerdotes que ser pudiere; despachando a esta ciudad a la li- jera para que se abra í vea este mi testamento; i los señores mis albaceas hagan decir en el dia del entierro las mas misas que ser puedan por mi ánima, repartidas en todos los conventos, 1 en los dias del novenario i en el de las honras, hasta en canti- dad de doscientas; dando la cuarta, que son cincuenta, a que las reparta el señor Obispo; las ciento, a todos los conventos de frailes; i las otras cincuenta, a los mas pobres sacerdotes que se hallaren en la ciudad, repartiendo éstas al arbitrio de mis alba- ceas conformes de acuerdo, de manera que se digan, pudiendo ser en los dias desde la muerte hasta las honras del novenario. ] sí mí muerte, como a Dios lo suplico, fuere en esta ciudad, desde luego sea mi entierro en la dicha mi capilla, i se digan las dichas doscientas misas en el entierro i novenario i primeras honras, contándose en este número la de cuerpo presente i to- das las de aquellos dias. I pido í suplico a mis albaceas que en el fausto funeral se tenga la mayor moderacion que ser puede, atento a que tengo deudas i censos e hijos que remediar, i no dejo dinero adinera- do, i Dios admitirá mi voluntad por ofrenda; i así ni se convide el cabildo eclesiástico, ni de cada convento mas de dos sacer- dotes i clérigos. Los que se convidaren sean los mas pobres, a 578 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS quienes se les dé luego su limosna de sus misas i acompaña- miento, como es uso 1 costumbre; 1 lo mismo se haga i no otra cosa en el cabo de año. Item. Mando que dentro del año despues de mi muerte, mis albaceas pongan una' capellanía en la dicha mi capilla, de can- tidad de cuatrocientos patacones de principal, por la renta de los cuales consientan se diga cada año, día del señor San José (cuya advocacion tiene la dicha capilla) una misa cantada, que ofrendará siempre el patron della; que se señalará perpétua en la dicha escritura de la capellanía de la manera que ha de su- ceder a mi hijo don Melchor del Aguila Sarmiento, que es el que ahora lo ha de ser, i siempre sucederle quien por línea rec- ta heredare i sucediere, faltando los demas sucesores de mis hijos, como en la dicha escritura se especificará. l encargo a doña Mariana de Veya Sarmiento, mi lejítima mujer, 1 a todos mis hijos e hijas que, sigun el posible con que se hallaren en sus testamentos, siempre vayan aumentando esta capellanía, que yo, por las causas referidas, no la pongo ahora mayor. [tem. Mando a los padres de la Compañía de Jesus, de quie- nes he recibido siempre grandes i paternales beneficios espiri- tuales, i sé 1 confio me dirán muchas misas (que en vida me las decian siempre) doscientos patacones en dos años pagados, i les pido perdon de tan corta manda, que me limitan las causas di- chas tanto por ser tales. | Item. Declaro que yo fuí casado, en haz i en faz de la Santa Madre Iglesia, con doña Beatriz Galindo de Guzman, mi pri- mera mujer, hija lejítima de don Diego Galindo de Guzman i de doña María Jufré, hija primojénita del jeneral Juan Jufré i de doña Constanza de Meneses, su lejítima mujer. De cuyo ma- trimonio tuve una hija llamada doña Ana Jufré, que murió niña, i un hijo llamado don Cristóbal del Águila, que envié a España a herencias, así mias como de la dicha doña Beatriz de Guzman, su madre. Í aunque a la partida le hicimos contratos que constan por las escrituras de sus convenios, 1 nos dimos poderes jenerales, he tenido cartas suyas en que se queja de no haber entrado en la posesion del vínculo de Arévalo, que me dejó mi señora doña María Jufré, mi tia, por una ciáusula que la susodicha hizo por via de codicilo, en que mandó que, mién- COMPENDIO HISTORIAL 579 tras yo fuese o mis hijos, gozasen el dicho vínculo los hijos de mi hermano don Juan; íiaunque me dice que de la demas ha- cienda que me dejó la dicha mi tia en poder de mi tia doña Beatriz Jufré, que en carta suya (que se hallará en mis papeles) confiesa le dejó la dicha mi tia doña Beatriz en Avila, estando casada con un caballero llamado Vela Nuñez, que todas aque- llas preseas i alhajas eran mías, i dice que despues no se las dejó; digo que se debe saber como esto fué, i por qué no las sacó por pleito; i si se perdieron por su omision i culpa. Í asimismo mi sobrino don Alonso me escribió que el vínculo le ofreció que miéntras yo vivia, le partiesen; i no vino en ello, de que resul- tó no gozarle hasta que yo me muera, sigun dice que podria pasar de otra manera. I aunque las casas de mi abuelo 1 otra herencia que le renuncié, de mi tio Alonso Blazques, que tenia en la villa de Fontiveros, dice que no fué nada, no sé lo que en esto hai, i se debe saber para que en conciencia haya cada uno lo que fuere suyo. Í demas de esto, cuando se partió, llevó, « lo que me quiero acordar, de mi hacienda, que entónces era bien poca, como mil pesos de oro, salvo error de cuenta, que se pue- de averiguar por papeles antiguos; i mas un mil patacones que mi señora doña Catalina de Vega i Salazar, mi suegra i suya, le dió para el camino, remitiéndole lo que le habia dado del dote que le prometió, ademas de todo lo cual yo le envié seis- cientos ducados de libranza por poder de don Alonso del Pozo i Silva, que se los debía al doctor Bernardo del Pozo, el mayo- razgo de los Galvez, ¡1 eran de capellantía, 1 se los trasgresó a su hermano el chanciller; i aunque yo no ofrecí de pagar mas de los doscientos adelantados, i que los demas, si él no me enviase algo de lo procedido, como no lo envió, los pagase el dicho mi hijo, porque me significa pobreza, i porque no le molesten con esta cobranza, yo se los he ido pagando a él todos, i tengo ya pagado mas de la mitad, como se verá en mi libro; i sin eso tomó otros no sé si cuatrocientos ducados del padre frai Martin de Pérez. Hago testigo a Dios que no supe ni entendí ni dí para ello consentimiento, aunque él dió a entender que si i de ello me resultó harto dañe, por lo cual no los he querido a él pagar. I aunque de la cobranza que me dejó, para que cobrase del pleito grande de los bienes del jeneral Juan Jufré i doña 580 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Constanza de Meneses, no he podido cobrar un real, ni acabarle,. por haber tomado, contra justicia, razon 1 derecho i cargo de su conciencia, el señor Fiscal el proceso mas há de dos años, i no: habérselo podido yo sacar, aunque se le ha mandado por la Audiencia diversas veces, que no ha querido obedecer; i así tengo gastado en este pleito mas de trescientos o cuatrocientos pata- cones, a lo que pienso, en letrado, procurador, costas, etc., 1 no he sacado cosa de él; con todo eso, por descargo de mi concien- cia, digo que le dejo su derecho a salvo para que, por justicia, se vea si de mi hacienda se le debe algo, que dudo por todo lo referido; i que si entendiera eran cien pesos, le mandará dar doblados, o de la cantidad que fuera. Pero por haberme yo ca- sado sigunda vez tan pobre i con tan poca hacienda; i lo que tenia haber sido el dicho valor de los indios 1 estancias o poco mas, i estos todos ser bienes castrenses, i de ellos haber llevado la parte que he dicho llevó i hallo há gozado, no juzgo que de lo de acá le toca parte alguna; i así por no quitarlo a los hijos del sigundo matrimonio, no lo declaro. Solo digo i mando que,. acabado el dicho pleito, de lo que se cobrare de él, se quiten i paguen las costas que se debieren al secretario Bartolomé Mal- donado, descontando lo que se hallará en un libro de cuentas mio le he dado, i dando mas al capitan Pedro Sigura, cincuenta. patacones; i a Andrés de Barahona, treinta; siguiendo la dicha causa como han quedado conmigo hasta la cobranza; i de lo. demas, quitando seiscientos patacones de lo que yo he gastado,. ia contar lo que pagué a Alonso del Pozo, lo demas se le re- mita a su cuenta | riesgo, con persona sigura; que entiendo se- rán cerca de dos mil patacones. I asimismo le dejo heredero absoluto de lo que resultase de los libros que le he enviado í de su impresion, siempre encar- gándole, como le encargo, que siempre envíe acá algunos cuer- pos, para la honra mia 1 gloria de Dios principalmente, i honor de sus hermanos, a quienes favorecen, i a sus sucesores. Será. obra de cristiano i caballero. I advierto que éste mi testamento se saque luego que yo- muera ¡ se le envíe por duplicado, para que goze del vínculo: luego desde el dia de mi muerte, de la cual ha de llevar testi- .monio. COMPENDIO HISTORIAL 581 I deben estar advertidos los demas mis herederos de guar- dar este mi testamento, i procurar saber ahora i en años ade- lante de si vive o muere su hermano, i qué hijos deja, porque si bien el vínculo de los Guzmanes, que heredó de su madre, correrá por sus deudos si faltasen sus sucesores; este vínculo mio, si muriese sin ellos, o sus hijos sin tenerlos, siempre le heredarán Melchorico i los suyos; Catalinica i los suyos, o Ma- riquita i los suyos, o Anita i los suyos. 1 en esto de vínculos, como es cosa tan durable, se pierden muchas herencias por des- cuidarse de ellas, para lo cual convendrá siempre guardar este mi testamento que tanto lo aclara todo; con que descargo mi conciencia. ltem. Declaro que. despues de haber estado como doce años poco mas o ménos viudo, despues de muerta doña Mariana Jufré (1) mí primera mujer, madre del dicho don Cristóbal, se pu- blicaron por hijas mias i de Isabel Quijada, mujer soltera, dos muchachas, la una llamada doña Jerónima, que nació en vida .de la dicha doña Beatriz de Guzman, i asi a esta no la he dado nada por no ser natural; i aunque la dí para su compañía a la señora doña María de Aguirre, que me prometió remediarla, no lo ha hecho; ni yo, aunque lo he deseado ¡ deseo, he podido. Declárola por mi hija, ¡encargo a todos mis albaceas, principal- mente a doña Mariana de Vega Sarmiento, mi mujer, procuren su remedio, 1 a sus hermanos la ayuden voluntariamente con lo que pudieren i para este efecto la favorezcan como a hermana. La otra se llama doña Juana Jufré de la Palma; caséla con Juan Gonzalez Moreno, mercader; dila lo que parece por la carta de dote que está en mis papeles. Declárola por mi hija natural. Encargo a sus hermanos ayudarla en lo que pudieren. Otra moza se publicó por mi hija, i habiéndose casado con un sar jento Pardo, enviudó, i trata de casarse con Juan de Amaro, sastre; i por haberse criado en mi casa, le dí trescientos pata- cones que heredó de sus bienes un niño que le quedó de Pardo, que vive; hálos malbaratado el dicho Juan de Amaro. Declaro que no era mi hija. Otro muchacho mestizo llamado Lázaro, (1) Hai un error evidente en ese nombre, pero está correjido tres lineas mas abajo.—M. 582 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que llevó a España don Cristobal, mi hijo, declárolo por mi hijo. Otro, que hoi vive i está en Chile, llamado Francisco del Aguila, se ha tenido siempre por hijo mio, i por las malas obras que me ha hecho, he sospechado no lo es. Déjole en su buena fama. Otra moza, dicen, anda en el ejército, que publica es hija mía, no lo es, ni es posible, a lo que en todo mi saber i entender abarco. Item. Declaro que habrá veintitres años, poco mas o ménos, casé en la ciudad de la Concepcion con doña Mariana de Ve- ga Sarmiento, de sigundo matrimonio, hija lejítima del capitan Roman de Vega, vecino de aquella ciudad, difunto, i de doña Catalina de Zalazar, que entónces vivia i ahora es muerta; con la cual se me dió en dote lo que aparecerá por su carta por mí otorgada entónces; en que por descargo de mi conciencia, 1 para no perjudicar derecho alguno, que no es mi voluntad sino seguir justicia, declaro que algunas cosas de las del dicho dote, se las habia yo llevado i dado, como un capotillo de terciopelo negro de Castilla, bordado de canutillo de oro i vueltas de tela de oro; i un escritorio, i algunas otras cosas que valian mas de seiscientos patacones; i sobre ésto la prometí dos mil pataco- nes de arras, que no cabian en la parte jurídica de mi hacien- da, ni con la mitad ménos; i mas, una chacra que allí se dice me dieron en Talcahuano, no la recibí, ni bastan los papeles de ella; 1 está tasada en mas de mil patacones. Así que para hacer las particiones, así del dote como de.los ganaciales, se ha de quitar esto del dote, sigun cristiandad i buena cuenta, para acertar. Ítem. Declaro que en el tiempo que me casé, fuera de los ya- naconas, que eran mi principal caudal, i la estancia de la An- gostura, en que no habia viña, ni casa, ni tenería, ni nada edifi- cado; en negros, ganado, alhajas, plata i otras cosas, valdria mi hacienda, a mi parecer, come seis mil patacones poco mas o ménos; i esto es, valáme a lo que me puedo acordar, que no puede ser puntual. I lo mas habia resultado de la cobranza que hice del jeneral don Luis, de la escritura que sus padres debian de dote a su madre de don Cristóbal, que es de lo que hizo donacion i dejacion a la partida por la de España, si es bien - verdad que existia ésta en pié respecto de los yanaconas que lo COMPENDIO HISTORIAL 583 beneficiaban, que eran mios como hasta hoi son, i de la estan- cia que es buena, i todo el aumento hasta hoi ha procedido por bienes gananciales de lo mismo. I viniendo a hacer balance hoi i numeracion de lo que dejo por mis bienes, lo siguiente: Priúmeramente. Estas casas de mi morada que, si- gun el aprecio comun de las posesiones, me parece que valdrán hoi siete mil patacones, porque tienen en poco sitio mucho edificado, i mui costoso lo mas de ello, como las puertas de la calle í el cuarto | principal, reja, i entablado todo, que ha costado mu- PAD ecccso a do A ro ia 7,000 Ítem. La estancia de la Angostura con la viña, molino, tenería, casa, 1 todo lo plantado, con una legua 1 mas de largo que, sigun sienten muchos, ia mí me parece por otras ventas que he visto, vale mas pelocho+mil patacones, otros dicen diez e. .ciovicno.... 3,000 Ítem. Otra estancia que tengo allí cerca, que tuve vendida a doña Bernardina de Castañeda, que aun- que es poca tierra, habia ya quien diese seiscientos- O MESOSIDOT Ella. dora cas ESA Ea E AT 600 Ítem. La estancia de Fontiveros con la casa de teja e iglesia, con todos sus adherentes, capilla, ornamen- tos, dos carretas, bueyes seis, reja, azadones, hachas i otras herramientas suyas, 1 lo plantado, que vale mas de tres mil patacones, desde la punta de Roman 1 Fontiveros, el viejo, i la raya adentro de un cerco.. 3,000 ltem. Otras tierras que tengo i estancia de mas de legua i media de largo, aunque de poco ancho, pero toda buena tierra de engorda en el Hato Gran- de de las Vacas, desde él hasta la punta de Nanca- gua; vale mil i quinientos patacones solo el suelo, es lo mas de regadío, aunque no está sacada acequia... 1,500 Item. Tengo otros muchos pedazos de tierras de demasías entre el rio de Tinguiririca i el rio Claro de Malloa, así en el contorno de Reguelemo; como en la Isla que está junto a la estancia vieja de don Juan de Zúñiga; como en otras partes hácia Taguatagua 584 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS ¡ Malloa, i abajo hácia las Puntas; como otro pedazo junto a la estancia de los Toledos, junto al estero - de Codegua; como hácia el Parral; como junto a la estancia que vendí junto a Tenoa Juan Martin; como junto a Lontué, entre los dos esteros; i la anti- gua de don Diego de Guzman, como se ve por mis papeles ¡ títulos que dejo; iaunque pueden valer mucho mas, las avalio en solo novecientos pataco- nes por estar en confunso í proindiviso, con que son Mas. Dejo por' mis bienes dieziseis esclavos que son los siguientes: primeramente un negro ladino llamado Jacinto, casado con una indía de casa, libre, que tiene dos mulatillas, una de diez í otra de ocho años, que por esta circunstancia, 1 ser de razon, que puede ser mayordomo de una hacienda, vale seis- cientos patacones 1 mas..... Dl A PAI ae e des Ítem. Otro negro, Sebastian, que es albañil i ca- rretero, que acabado de comprar sin saber estos ofi- cios, me daba el capitan don Francisco Venegas por él, seiscientos; vale setecientos patacones..... SL ; Ítem, Otro negro ladino, zapatero i carretero, mozo, casado con una mui buena negra, ladina, lla- mada María, mui buen servicio; valen entre ambos mul bien miltidoseientos pataconest a En Ítem. Otro negro carretero, ladino, casado con una negra, moza, cocinera, i paridera, que tienen un hijo de casi dos años, i ella está preñada; valen mui bien un mil i doscientos patacones las tres piezas.......... Ítem. Otro mozo, negro, carretero, medio ladino, fuerte, soltero, vale mui bien quinientos patacones... Item. Otro negro, Frasquillo, que compré en al- moneda de un mercader, es ladino, de casta de los Rios; costóme como en ello se ve, de contado, cuatro- cientos i cuarenta, póngolo en cuatrocientos i cin- cuenta patacOneS.....oooonooonocncncancancnonananasanananans o Ítem. Otro negro, muchacho de dieziocho años, paje mio, llamado Jorjillo, ladino, en otro tanto...... Item. Una negra ladina, el servicio de toda la casa, 900 600 700: 1,200 1,200 500 450 450 COMPENDIO HISTORIAL llamada Mariquilla Ladina, despen sera, la cual tiene un mulatillo de como cinco años, llamado Juanillo, el cual dejo i quiero que desde hoi sea libre, por cau- sas que me mueven, con que sea obligado a servir a doña Mariana de Vega Sarmiento, mi lejitima mu- jer, hasta que tenga edad de veinticinco años, i des- pues goce de libertad entera, pudiéndose ir donde quisiere; i encargo a la susodicha le haga enseñar a leer i escribir para que sea mayordomo de las carre- tas que van a la mar (1) o si tuviese mas capacidad, de una estancia; ia su madre i éste su servicio, taso El TOMEMOS A Item. Otra negra, llamada Polonia, ladina, i tiene un mulatillo tambien llamado Juanillo, medio tuerto de un ojo, vale con su hijo quinientos i cincuenta AE a emlla ala oaloia aos aelelejes alle nlolelsiaila a een aso Ttem,. Otra negra Analora, dias 1 costurera i la- brandera, que vale mui bien seiscientos patacones... 1tern. Otra negra que ahora está en la estancia sir- viendo la casa, que costó i vale cuatrocientos i cin- CUCNÉÍ A o coooooccorcoorooo.. Ud ooOS E nao yO cUooso so bubNOS Hai en la dicha estancia otro negro mui viejo lla- mado Antonagor; doile libertad desde hoi porque muera contento, i se lo diré así en yendo a la estan- cia; i si se quiere venir, le daré libertad, 1 así no saco aquí nada por su valor; i si allí estuviere, mandaré le den de comer í vestir toda su vida. Ttem. Dejo por mis bienes un mil vacas, ántes mas que ménos, que tengo en los dos hatos de Tinguiri- rica, que están mansas i corraleras, chicas i grandes, machos i hembras, que valen, a 20 reales, dos mil i IUÍMEntOS A A A I declaro por mis bienes como un mil i quinientas cabezas de cabrío que tengo hoi, sin las compradas en las deudas que me deben diferentes personas, es (1) Que van al puerto de Valparaiso.—/M. 585 500 550 600 450 2,500 586 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS chico, poco, i macho como -el tercio, i las demas de vientre; valdrán un mil i seiscientos patacones........ Ttem. Declaro por mis bienes como tres mil cabe- zas de ovejuno que tengo, en la Angostura como mil doscientas, 1 en Fontiveros como mil ochocientas; de las cuales tengo dadas este agosto que viene, cuatrocientas a Francisco de Toledo Arbildo, con mas trescientas crias de marzo adelante, que las ten- go suyas en arrendamiento, ise cumple entónces. De manera que hoi son mias dos mil seiscientas, poco mas o ménos, en que entran en este número las crias de este año, que serán como setecientas, a macho i hembra; i hago valdrá este ganado como un mil: ¿cien Pataconesacoo aa iio ic A /tewm. Declaro por mis bienes como cincuenta bue- yes que he de tener entre ámbas estancias, aunque faltan cuatro o cinco que a veces parecen, a veces no tasolos enicuatrocientos cl Item. Tengo esta noche rodaderas 1 aderezadas once carretas, en que hai nuevas cuatro; valdrán como cuatrocientos patacones Con SUS YyUYOS....oomo.. Ttem. Declaro hai en la Angostura unas yeguas que andan medio perdidas 1 con poco cuidado vie- nen al corral; que éstas i una mula de doña Maria- na, buena, i unos caballos de poco valor que tengo, todo hago valdrá ciento i cincuenta patacones....... Ttem. Declaro que tengo en la Angostura un fon- do que vale ciento cincuenta patacones, 1 en azado- nes, hachas, herramientas i otros muebles de herra- mientas (que la vasija entra toda en la bodega) hago valdrá esto todo trescientos pesos, con las herramien- taside tenera ecosas olmidadas o Ítem. Tengo en la Angostura, i declaro por mis bienes, un ornamento, i frontal de la iglesia, imájenes; que todo entero vale mas de ciento i cincuenta pata- COMES Io ese e aivoleslato juice ne cal nasa ss Ítem. Tengo allí como cincuenta pataguas i algu- na madera poca, i aquí en casa otra poca; con lo que 1,600 1,100 400 400 150 300 150 COMPENDIO HISTORIAL 587 ahora traen, valdrá en todo ciento 1 cincuenta pata- DADES A O SS a A EA Item. Tengo i declaro por mis bienes como ciento cincuenta botijas de vino que hai en ser en la bode- de la Angostura, que valen trescientos patacones.... Ítem. Tengo i declaro por mis bienes mas de seis- cientos patacones que me deben buenas ditas en el TEO. E o A A o Ítem. Declaro por mis bienes como un mil pata- cones de ropa de Castilla que tengo aquí 1 en los Pro- mocaes, en una tienda que allí tengo, i dejé en ella encerradas algunas COSaS....oooomo--... LE RO : Ítem. Declaro por mis bienes la dicha tienda, que aldSclIEntos PESOS; PONDO. crroccos descacoraoc ascos Ítem. Declaro por mis bienes dos pares de tapia- les, uno aquí en poder del alguacil mayor, a quien lo presté; 1 otro bueno en Fontiveros, con sus recaudos, arenal tcmecuenta patacones...ióditeveconcoraccdons Ítem. Declaro por mis bienes cien botijas i mas para grasa, que ahora llevo; i mas de sesenta de vino que hai aquí i hai en Fontiveros; i como setenta ba- danas, i unos cueros de zuelas (pienso son doce) en- teros, que tiene mios Pero Vasquez en el Puerto (1) 1 otros en la estancia; que todo esto valdrá ciento i clcuentaspatacones pocó mas O MENOS. ..c000ami es Item. Declaro por mis bienes como ciento i treinta marcos de plata dorada i llana que tendré en casa, poco mas o ménos en toda la que hai, que porque no pude ahora verla en particular, podria ser mucho mas; ¡ me parece valdrán un mil patacones.......o..». Item. Declaro en joyas de oro, en una cadena que tiene doscientos i ocho pesos de oro, i en un rosario engastado de oro, i otras joyas de oro de doña Ma- ríana 1 las niñas, fuera de sortijas, mas de un mil pa- CAICOMES A a nRAVLe. eo esononcn.eo. oso... opencoc... oo (1) De Valparaiso.—/M. 150 300 600 1,000 IOO 50 150 1,000 588 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ítem. Declaro tengo una sortija que vale a la tasa de un buen platero, mas de trescientos patacones; i otra de un diamante i un rubí, empeñada de doña Florencia, en doce patacones; i otras tiene doña Ma- riana, como seis o siete, valdrán todas las dichas. ... Ítem. Declaro por mis bienes como doscientos pa- tacones en plata, con que al presente me hallo, poco mas; con cincuenta que tiene el mayordomo de la Angostura, que ha hecho allí del vino............. 55 ee Tte. Declaro por mis bienes una tapicería medio vieja que está de ordinario colgada en mi cuadra, 1 tres paños mas, que me costaron todos doscientos patacones, pongo ciento 1 cincuenta ooo Ítem. Declaro por mis bienes una cuja i cama de bronce neto, con goteras de terciopelo, que costó doscientos cincuenta patacones; pongo valdrá hoi con su sobrecama i otra colcha de seda que compré, ciento cincuenta. esse sides ae Ítem. Declaro por mis bienes cinco láminas i un Cristo de bronce, i otra de San Juan, de bronce, sin otra del padre Villoldo, guarnecida de plata; i de- claro que el dicho padre don Felipe, tiene empe- ñadas en mi poder tres prendas i esta lámina, en once patacones; un platoncillo en diecinueve, una sortija en ocho. Mando que si yo muriere sin que las saque, se le den por otras tantas misas la sortija i lámina, que son diecinueve; i desempeñe la fuente- cilla en los otros diecinueve; i las mias dichas i Cris- to, taso en setenta pataconesS......oooosoacorsrococcroscs. so Ítem. Declaro por mis bienes los aderezos de co- cina, cuatro peroles, sartenes, 1 ollas de cobre, i ba- cias grandes, i muchas bateas redondas í artesas de Chiloé, i demas. Aquesto valdrá mas de ciento i cín- cuenta patacones aros oe o Ítem. Declaro por mis bienes unos morillos de bronce que me costaron ciento doce patacones; va- len mas de ciento cincuenta; pongo CieN...ooocooooo... Ítem. Declaro por mis bienes algunas deudas que 300 200 150 70 150 100 COMPENDIO HISTORIAL -me deben en esta ciudad: como el Cabildo, de las varas, noventa i cinco patacones; doña Aldonza, cua- renta 1 tres, sus bienes; don Francisco de Gaete, so- bre prendas dos, una basquiña i un cojin de tercio- pelo, cincuenta; i otras menores; Alonso del Pozo, treinta; que todas se hallarán en mi líbro de fojas coloradas mediano, a fojas de él 26; que todas mon- tarán mas de doscientos patacon8S...oscoono coomocccanono Item. Declaro por mis bienes una alfombra de es- trado nueva, que costó trescientos patacones; i cua- tro cojines que costaron setenta. Pongo por esto qui- LEE A Ítem. Otra alfombra fina, mediana, de iglesia; i otros cojines, dos razonables; alfombras de casa, he- chas; sobrecamas dos, hechas en casa; i otras cosas de este jénero; que valen mas de doscientos pesos... Ttem. Declaro por bienes de esta hacienda todos los vestidos de doña Mariana, que valen mas de mil i doscientos patacones, sacando el que usa, fino; los demas todos pongo en mil; valen mucho mas......... Ítem. Todos los vestidos antiguos i modernos de las cajas, así de las niñas como mios, aunque en los mios no hai cosa de consideracion; todo, cuando se inventarie, se verá vale mas de ochocientos pata- DOES... c.0 caco da Arocioboe dodtale Item. Declaro por mis bienes todos los cuadros e imajenes i lienzos de los Apóstoles i cuadros de San- tos, que inventariados í avaluados se hallará valen mee trescientos patacanesS sea oooomaloneninaver no ao Ítem. Declaro por mis bienes todas las sillas, me- sas i bufetes, bancos i escaños de aqui i de la estan- cla, i mesa de trucos, i otras cuatro cujas, que valen mas de doscientos patacones largoS.....ooommmoo e.onoooosa Ítem. Declaro por mis bienes una silla de camino mía, jerónima; otra de montar borrenés; otra jineta con tres jaeces, uno negro, otro carmesí, otro de monte; que avaluado todo valdrá doscientos pataco- nes, con frenos, espuelas i todos sus adherentes. ..... TOMO XCIV 41 589 200 500 200 1,000 800 300 200 200 590 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Item. Declaro por mis bienes dos escritorios bue- nos, uno mio i otro de doña Mariana, sin otro escri- torillo mío de camino, i todas las cajas i cofres i bau- les de casa; que inventariado esto i tasado vale mas destrescientospataconestaraosi o ltem. Declaro por mis bienes una lanza í adarga, una estoquera buena de macho ¡ hembra, i cuatro arcabuces, en que entra una escopeta larga buena, i otra corta de rastrillo; que todo vale mas de tres- cientos patacones, see PAVO o Ls a Tte. Declaro por mis bienes dos romanas, i otras hachas i azadones siete que aquí hai, i dos rejas de cubo, sin las de las estancias, que con herramientas de albañil i menudencias de casa, como prisiones de negros, valdrá esto mas de cien patacones.... ........ Item. Declaro por mis bienes dos toldos, uno ES jerga, nuevo, i otro de algodon, viejo; un pabellon de algodon, bueno; uno de seda, razonable; otro de lana, razonable; i otro viejo; que todos valdrán ciento 1 cincuenta pataconesi rien saclinoale o clat E N 1temm. Declaro por mis bienes cinco o seis tinajas breadas, de vino, vacias, que hai en casa; i como diez piedras de sal que hai en la despensa, i menudencias que se olvidan, que inventariadas valdrán mas de doscientos. patacones ros tana E Sid Jtem. Declaro por mis bienes como ochenta cuer- pos de libros que tengo en la alacena ií prestados i en la estancia de Bedoya en la tienda; i tres mas de los mios que tengo en casa de Andres de Góngora; paréceme valdrán todos como ciento í cincuenta pa- tacones»... ... os olores sello el Item. Declaro por mis bienes lo que me debe del pleito grande don Cristóbal, 1, como he declarado, he de cobrar de lo que se sacare, seiscientos patacones . Ttem. Declaro por mis bienes dos molinos de pan- gue, uno en la Angostura, bueno; otro en Tinguiri- rica, ruin; valen ciento i cincuenta patacones í mas.. Tte. Me ha costado la capilla de Santo Domin- 300 300 100 150 200 150 600 150 A COMPENDIO HISTORIAL 59I go, suelo, edificio, retablo, cuadros i lámparas, mas de dos mil patacones, i tengo pagado al que pára los artesones. Mando se haga i se renueve el enlucido i encalado ahora lo mas presto que ser pueda ........ 2,000 46,020 De manera que esto es lo que se me acuerda, i sí algo se me ha olvidado, encargo a los señores mis albaceas que lo inventa- ríen tambien. Esto hasta aquí suma i monta como se ve en la plana pasa- da, cuarenta i seis mil 1 veinte patacones, que dejo por mis bienes. T aunque esto habia declarado ántes, iva aquí por haberse olvidado en su lugar, declaro que de este sigundo matrimonio, hemos tenido i procreado muchos hijos e hijas, la dicha doña Mariana de Vega Sarmiento i yo, en veintitres años que hasta hoi hemos sido casados; los cuales, aunque han muértose dos, los declaro por nuestros hijos lejítimos; i principalmente a los que son vivos, que son: el varon don Melchor del Aguila Sar- miento, de edad de diecisiete años, poco mas o ménos, a quien declaro por mi hijo lejítimo, i primer heredero sucesor del feudo de los indios yanaconas que tengo (1). I a doña Catalina del Águila i Salazar, mi hija mayor, que es de edad de dieziocho años, poco mas, a quien dejo mejorada (1) He aqui la partida de casamiento de don Melchor Jufré del Águila 1 Sarmiento, tomada del archivo de la Parroquia del Sagrario de San- tiago: «Al capitan D. Melchor Jufré del Águila desposó el padre rector (sota- cura), del órden de San Francisco, con D.* Beatriz de la Barrera; y el Dr. Aranguez, canónigo de esta catedral, los veló en ella, siendo padrinos el capitan D. Gaspar de la Barrera y D.* María de Ibacache, en veinte y tres de noviembre de mil seis y cientos y cuarenta y tres años.— Fuan Ascencio de Fuentes.» (Libro 2.2 de bautismos 1 matrimonios, páj. 184.) Debemos este documento, asi como el I. del Apéndice, a D. Juan Enrique O'Ryan, joven investigador a quien nos complacemos en manifestar nues- tro agradecimiento por éste i otros servicios con que ha cooperado a nues- tros trabajos.—M. 592 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en tercio i quinto; digo en el tercio de mi parte, i en el rema- nente del quinto si muriere yo sin casarla; pero si la casare ántes de morirme, se entienda haber cumplido con su mejora en el dote que la diere icon toda su porcion i lejítima. l esta me- jora la hago porque Melchorico queda con lo mejor, pues le - quedan los indios. A Mariquita la muestran mas amor sus tios; ¡ésta (doña Catalina) por ser la mayor, í de tanta virtud, ha. menester ser ayudada por no ser tan hermosa, i así la declaro por mi hija lejitima, 1 como a tal, por mi heredera en la parte de su lejítima, i mas en el tercio de mejora de mi parte i toda mi hacienda, i en el remanente del quinto de mi alma. I a doña María Jufré, mi hija, declaro por tal mi heredera en su parte. Il a doña Ana de Vega Sarmiento declaro por mi hija lejíti- ma i última heredera en su parte. I porque no hai herencia hasta pagar todas las deudas i cen- sos que están impuestos sobre estas haciendas; Primeramente declaro que los indios tienen sobre estas casas mil pesos de oro a censo, de los cuales han corrido desde que se impuso, novecientos poco mas, i yo he pagado, como se ve en las cartas de pago de ello, mas de ochocientos i sesenta, de suerte que hasta este setiembre pasado, solo debo de corridos cuarenta i cuatro patacones i medio. Al Convento de Nuestra Señora de las Mercedes debo de censo principal un mil i doscientos patacones í de corridos solo de este octubre pasado acá de este año, porque pago cada año dia dado. | Ítem. Debo a los frailes de San Francisco como cuatrocien- tos i cuarenta O treinta patacones; ide corridos me ajusté por noviembre de este año i pagué en casa de Andres de Garali, como se verá en su libro. Al Convento de las señoras monjas de San Agustin, debo de principal de censo cuatrocientos patacones que cumplen año de los corridos ahora por Navidad, i monta veinte patacones que les pagaré en dos aras que me piden, de cuatro que tengo so- bradas, consagradas, i las dejo en poder del alférez Juárez para vender 1 para esto. COMPENDIO HISTORIAL 593 De manera que todos los principales de censos que tengo sobre mis haciendas son tres mil i ochocientos 1 cuarenta, i debo de corridos como noventa, que hacen Al señor Obispo de préstamo que me hizo en pla- ta, debo mas ha de un año un mil patacones; si yo no se los pagaré ántes que muera, mando se paguen de lo mejor i mas bien parado de mis bienes......... Despues de ésta la mayor deuda que tengo, es al capitan Andres de Garai, de ropa que ogaño he saca- do de su tienda, con contrato que me ha de tomar toda mi matanza de sebo 1 cordobanes, a como va- liere todo; i pagándose de lo que le debiere, me ha de dar lo demas en plata para hacer otros pagos co- mo la dita del señor Obispo; paréceme le deberé has- ta esta mi partida como novecientos patacones poco mas o ménos, en que entran setenta 1 tantos en que me alcanzó de la cuenta del año pasado. En todo me remito a su libro i quiero sea creido por él, que Nilda COM ÉSTE. moaococnorsecaronadcescoronenanos Mas. Debo al alférez Andres de Góngora como doscientos patacones, poco mas, que da la cuenta fir- mada de mí, cerca de la postrer partida, que despues sólo está una resma de papel i un candadillo; i él tiene tres libros de los mios a vender i uno que llevó el comisario, que le ha de pagar si es justo; i me de- be cuatro varas costaneras que valian un peso....... Ítem. Debo al capitan Zavala de un cintillo, cien patacones, que le compré para Melchorico, i de cien- to treinta que libré por su crédito al Provisor en la tienda que vendió, i de otras partidillas, todo como doscientos í sesenta, poco mas O MÉNOS....ocorooooom.. Ítem. Debo a Blas Pinto de Escobar como ciento cincuenta patacones o poco mas, como parecerá por su cuenta, a que me remito, en que trató el chanci- as cime había de dar ruan a diez realési.c.... conos. Ttem. Debo al capitan Gonzalo Ferreira en el re- súmen de la cuenta de Quezada, ciento i treinta i dos pataconesS r.mcocanonccocanocnoraoconaonsrncaaroscaocaranacanon $ 3,900 1,000 900 200 260 150 132 594 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ltem. Debo al capitan Miguel de Oñate de resto como cuarenta; tengo dos o tres recibos suyos para eldescuento desetenta quee debia 40 6,582 Así es que suman estas deudas i censos, como se ve en la plana pasada, seis mil i quinientos i ochenta i dos patacones; pero porque en los bienes que declaro se me han olvidado mu- chas cosas, que iré añidiendo aquí, vuelvo a poner aquí que montarán cuarenta 1 seis mal 2 veinte batacones. Ítem. Declaro por mis bienes todas las cosas ¡ cu- riosidades que tiene hechas doña Catalina, mi hija, para su dote i ajuar, que las he yo costeado de lien- zo ruan de cofre í otro ruan e hilo, i valen con la hechura mas de trescientos patacones.... pics 554 300 Ítem. Declaro por mis bienes toda la ropa blanca de mi casa, mia i de mis hijos, i ropa de camas i de mesa, que valen mas de doscientos patacones, como severa inventanada qe: ada pa A 200 Ítem. Declaro por mis bienes tres o cuatro cinti- llos de oro que tiene Melchorico, que uno solo costó cien patacones; isus vestidos 1 preseguelas; que todo vale como trescientos pataconesti.. e. ecu t a a 300 Item. Declaro por mis bienes dos sillones de mujer i unos guadamecies, que se olvidaron en la despensa; Valen nissan ley does ler CTRA 100 Item. Declaro el dicho capotillo bordado del dote, A A NEO. sc auocone 150 Ítem. Declaro por mis bienes dos espejos dorados i una silla de mano, que se olvidaron, i sobremesas; valen cien “patacones. 0. ceo caccin creeo ca ON 100 ' Ítem. Declaro por mis bienes dos espadas, una do- rada, buena, i otra negra, de mi cinto, cuya hoja es bonísima; i pongo 1 taso por ellas ciento cincuenta patacones, que la dorada costo cien... uses 150 COMPENDIO HISTORIAL 595 Que todo esto junto con lo demas, suma i monta cuarcnta i siete mil i trescientos 1 veinte patacones. I porque quiero acabar este testamento, i se deben de ha- ber olvidado otras muchas cosillas que despues se pueden acordar, digo: que las que se me acordaren despues de cerrado, iré poniendo por cuenta aparte en el dicho libro mio, mediano de fojas coloradas de cuentas, a fojas de él 23, donde vistas, se añadirán al inventario si fueren cosas de valor. I para cumplir este mi testamento como en él se contiene, declaro i nombro por mis albaceas a doña Mariana de Vega Sarmiento, mi lejítima mujer; i al mui reverendo padre maestro frai Pedro de Salvatiera; i al señor doctor Jerónimo de Salva- tierra, provisor i vicario jeneral de este Obispado; 1 al señor ar- cediano don Francisco de Vega Sarmiento, mi cuñado; i al se- ñor capitan don Miguel de Quiroz, asimismo mi hermano, a quienes suplico lo acepten i encaminen el mejor acierto en todo su efecto, como mas convenga al descargo de mi conciencia. I me parece que no se haga almoneda, salvo de algunas cosas que les parecieren no necesarias, i serlo para hacer algun dine- ro para las pagas i funeral; que es mi voluntad que juntos tres de sus mercedes, entrando siempre en los tres la dicha doña Mariana, amplien este mi testamento en lo que pareciere ha- berse olvidado i convenir, i cumplan las mandas que aquí irán declaradas del quinto. Primeramente. Mando que a cada indio de los que me han servido, se le dé i pague una pieza de ropa de la tierra; 1 a las mujeres, una. manta de mujer; 1a las chinas de seis años arriba, una chiquita; i a los giieñecillos de seis años arriba, una cami- seta; li a cada indio una fanega de trigo; i que a los cuatro ofi- ciales Juan Gueolú í Juan Colf, i Poconar, i Julian, se les den a dos fanegas;i se les pida por amor de Dios me perdonen lo mas que les debiere, que no me atrevo a juzgar lo que es. Ítem. A mis cuatro hijos, por regalo i memoria mia, les man- do: a Melchorico, el anillo anular que yo traía del jacinto; i a Catalínica, el retrato del Santo Solano que yo-traía conmigo, con sus reliquias 1 bolsa; ia Mariquita, el relicario de ébano que yo trala conmigo; ia Anita, un niño Jesus, que asimismo yo trala; 1 a doña Mariana de Vega, mi mujer, mando el rosario en 596 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que yo rezaba, que es la presea de mas estima que dejo, por- que sé cierto que fué bendito en manos del Santo Pio V., por su mesma santidad, quien concedía a todas sus cuentas, escep- to los paternostes, que no son de este rosario, todas las indul- jencias concedidas a las cuentas de la Emperatriz, que son in- finitas; 1 los paternostes están en el rosario de oro que traerá por mi memoría la dicha doña Mariana, mi mujer, miéntras vi- viere, siendo servida, al cuello. Ítem. Mando a Bartola, moza de casa, por lo que ha servido, de mas de lo que se le ha dado, un vestido al arbitrio de doña Mariana, mi mujer. | Ítem. Declaro que dejo en poder de mi hijo don Melchor, tres libros de mano, encuadernados en pergamino dorado, que son los que hacen enteramente todo el libro que compuse del Coloquio sentencioso de provecho : gusto. Mándole que de ningu- na manera los preste a nadie sín licencia i mandato de su ma- dre, i ese sea uno, i cobrado aquel, otro; i nó dos diferentes ni juntos a una ni a diferentes personas. I que otro cuerpo entero que dejo del mesmo, de letra de Ba- rahona, se envie a España a mi hijo don Cristóbal del Aguila Guzman, en sabiendo por carta suya si recibió uno, el que llevó el padre frai Juan de Aranguez; i aunque diga le recibió, se le envie este encuadernado en un tomo; o si dijere o se supiere se pe I si habiéndolo enviado el que yo envié í éste, se supiere se perdieron, o que han pasado seis años sin haberse impreso, le queda este postrero a mi hijo don Melchor, i la facultad i po-. der de poderle imprimir, revocando, como revoco, la dada al di- cho don Cristóbal del Aguila, mi hijo, por su omision; i lo mes- mo digo del libro que de él saqué, e imprimí en Lima. Ilo mesmo digo del libro pequeño que ahora compuse e intitulé: Cotejo Racional, que envio ahora con el secretario Sebastian de Silva al dicho mi hijo don Cristóbal, que si se perdiere, se le envie otro traslado; pero que si primero le quísiere imprimir en Lima mi hijo don Melchor, el que primero le imprimiere sea señor de él para siempre. 1 de todos mis papeles de curiosida- des, hago manda al dicho don Melchor, mi hijo. COMPENDIO HISTORIAL 5097 Ítem. Revoco todos los otros testamentos hasta aquí hechos ántes de éste, i quiero que éste solo valga i los demas nó. Ítem. Declaro que yo ha cuatro años i casi ocho meses que he sido tutor de los menores de Baltasar Calderon, difunto, de que tengo librada cuenta i razon, debe i ha de haber en mi es- critorio por el cual como en él se ve hoi día, alcanzo en dinero a los dichos menores por haber pagado al capellan, que es el señor doctor Jerónimo de Salvatierra, mas de seiscientos pata- cones de su capellanía, i a otras personas lo que allí se ve; ¡esto es no habiendo cobrado, como no he cobrado, un real ni mas de la estancia de Peucudame, que aunque se ha publicado ha- berme pagado el capitan Fuenzalida, hasta ahora no me ha he- cho dicho la dicha paga al (roto) mi tampoco les he hecho cargo de la décima de casi dos mil patacones que les he beneficiado. Mando que de toda la dicha cantidad, si yo muriere sin dar es- tas cuentas, no se les haga cargo, sino de la medía décima, que es la veintiuna parte, que es bien merecida por lo que he tra- bajado en su administracion mas que en mis cosas, por si acaso por omisiones o descuidos se les ha deteriorado algo, con que me parece saneo mi conciencia. 1 declaro que al canónigo Ca- margo tengo dadas en confianza doce varas de ruan, sin estar puestas en la escritura, a cuenta de lo que se debe de censo a la escritura de la iglesia. Con que no me acordando de otra cosa al presente, cierro este mi testamento en nueve dias de diciembre de mil i seiscientos £ treinta 3 un años, remitiendo todos los olvidos a la dicha me- moria que de ellos haré en el libro dicho mio de cuentas, pe- queño, de fojas coloradas, a fojas 28 i de allí adelante, donde despacio declararé todos los olvidos; estando firmadas de mi nombre í escritas de mi letra, quiero que valgan como si aquí estuvieran, con que le cierro í firmo de mi nombre este dia, mes 1 año dicho arriba. DoN MELCHOR JUFRÉ DEL AGUILA I leido i publicado el dicho testamento, Su Md. del dicho se- ñor Correjidor, mandó que se guarde i cumpla como en él se contiene, i que se les dé a los albaceas i herederos los traslados 598 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que de él pidieren, en los cuales en este Rejistro desde luego interpone su autoridad i decreto judicial en forma para su mas validacion. 1 lo firmó siendo testigos el capitan don Francisco Rodríguez de Ovalle i el capitan don Agustin Briceño i Do- mingo Juarez 1 otras muchas personas presentes.—Don Fernan- do Bravo de Naveda.— Ante mi: Pedro Diaz de Zuazola, Escri- bano público 1 real. EAANCIR z = DS NE > ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ SEGUNDA PARTE Roi nUVO (Continuacion) GAP ETULO, IX JURA DE FERNANDO VII (1808) I Verificóse el 25 de Setiembre en Chuquisaca la jura o sea proclamacion solemne de Fernando VII. Verificóse la cabal- gata del rei nuevo denominada "paseo del real estandarte.n Todo conforme a antigua costumbre, mas hoi con la peculia- ridad de haber sido esta jura i este paseo los últimos de su especie verificados en la ciudad. El señorío principal i las cor- poraciones se habian aprestado para la cabalgata con tal acti- vidad, que en vez de salir aquélla cuatro dias despues, como era de uso para el debido apercibimiento, rompió de la plaza 600 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS mayor la tarde misma de la jura en inmenso í brillantísimo tropel (1). | El arzobispo Moxó tuvo la dicha incomparable de con- templar desde los balcones de su palacio, anteojo en mano, el lucimiento, jentío i entusiasmo de la proclamacion. Lloraba allí de placer, lloraba como un niño. No le engañaban, no, sus ojos: los nativos amaban ardientemente a su rei i señor don Fer- nando VII. No ignoraba Moxó el temor que habian insinuado los minis- tros con respecto a los naturales en estos peligrosos dias de prueba. Quizá tambien él mismo no habia esperado tanto del pueblo. El hecho es que durante la fiesta trataba con inquietud de leer en todos los semblantes. En el unánime entusiasmo de los mestizos i criollos de la capita! él leyó sílaba tras silaba “fidelidad, genuina fidelidad española, fidelidad a su adorado Fernando, el rei i señor lejítimo de España e Indias. La esplosion aquí de su gratitud infinita rayó en el delirio. Aquel popular entusiasmo i aquesta inter- pretacion excesiva, aliviándole al punto de un gran peso, levan- taron su fantasía a esas alturas del patriotismo en que no hat diferencia entre dominadores i colonos. Fué entónces cuando corrió desalada su alma por España 1 Francia para que la dije ran presto de su dueño. Quería asegurarle cuánto le aman acá tambien, i que morirán por él estos remotísimos colonos de ultramar, morirán antes que someterse a otra dominacion. Dos dias despues refiría desde el púlpito lo que habia visto 1 sentido en aquellos instantes inolvidables í dulcísimos, instan- tes que con tanta amargura le sirvieron a la vuelta de pocos meses para comparar los tiempos i los tiempos. Nadie sino él (1) Zestimonio de la Real Cédula, Real Despacho ¿ obrados de obedecimiento en La Plata. . etc. MS.. ya citado.—Testimonio del auto del Tribunal de 20 de Setiembre de 1808 a consecuencia de la representacion del Cabildo de esta ciudad. sobre las dificultades que ofrecia la situacion personal del Alférez Real para la proclamacion del señor don Fernando VII. MS.—Testimonio del auto del Tribunal de 23 de Setiembre de 1808 cou motivo de la representacion del Cabildo Secular referente a otra del Aflévez Real. MS.—Certificacion del escri- bano de Cámara sobre la asistencia del Tribunal a la proclamacion de don Fer- nando VIT en 1808. MS, | y ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 601 | ha podido dar cabal testimonio acerca de aquellos sublimes trasportes. "Os veia, dice, arrebatados a todos por el noble entusiasmo de la lealtad: rejistraba vuestros semblantes, i en todos, en todos desde el jefe hasta el último ciudadano, distinguia las señales ménos equívocas de la acendrada fidelidad española, Mi corazon palpitaba, se encendia, no cabia dentro del pecho: jevantaba los ojos al cielo, i pedia a Dios que os colmase de bendiciones i premiase tanta virtud; i cada vez que oia repe- tirse por toda la plaza los alborozados gritos de ¡ lV2va Fer- nando! semejantes en su violencia a las olas del mar, no era dueño de mí mismo, os lo confieso, ni podía reprimir los dulces delirios de una pasion sin límites. Mi imajinacion atravesaba en un instante toda la anchura del océano, i corria unas veces desde Madrid hasta las fronteras de la Monarquía, i otras desde el pie de los Pirineos hasta las infaustas riberas del Ródano i del Sena; buscando por todas partes al objeto de nuestro tierno afecto, queriendo referirle lo mucho que le aman i desean todos sus vasallos, no solo los de España, sino tambien los de estas remotísimas colonias, i queriendo referirle cómo todos a una hemos jurado morir primero que reconocer otro rei i señorn (1). El jóven prelado, conforme a su conplexion delicada i algo valetudinaria (2), era tímido i pusilánime cuando no estaba im- pulsado por los arranques de su corazon, vehementísimo cual pocos en la fuerza de sus afectos. Acaso en la cumbre del pre- sente trasporte se retempló su espiritu para poner por obra la determinacion que habia tomado el dia anterior, determinacion que tanto iba a irritar a los Oidores i a trascender al espíritu público (1) Discurso que pronunció el Iltino. señor doctor don Benito Maria de Moxó 1 de Francoli, Arzobispo de la Plata, el dia 27 de Setiembre de 1808, ya citado. (2) «El señor Moxó no podia montar a caballo sin sufrir mucha molestia por la desvencijadura de que padecia. La mayor parte de sus viajes los hacia por eso a pié. Digolo a propósito de la fuga del 26 de Mayo.» TABOoR- Ga, en sus Anotaciones marjinales al Relato de doña Martina Lazcano i del prebendado don Fuan C. Flores. 602 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 11 Rebosando de satisfaccion e inmediatamente despues de la ceremonia de la jura, convocó Moxó en el salon del museo del palacio arzobispal al clero llano de la ciudad (1). Los indivi- duos de este concurso estaban todos, por razon de su ministe- rio, en contacto influente i privilejiado con la raza indíjena de los campos i con la casta mestiza de la ciudad i los pueblos. Presentóse con ademanes i tono patéticos el prelado. Empezó su alocucion en esta manera: "Nuestro adorado monarca i toda la real familía están mui léjos de la frontera española en poder de un falso amigo i pérfido aliado. La patria exhausta i bañada en la sangre de sus hijos pide a voces que la socorramos desde tan larga distancia... I pintó en seguida los peninsulares corrien- do a las armas como un solo hombre, i peleando furiosos como leones en todos los ámbitos del patrio suelo contra los ejércitos franceses. Exhortó despues al concurso a que contribuyera con un continjente copioso al donativo pecuniario, donativo que por las autoridades públicas se proyectaba mandar a España, en auxilio así del despojado monarca como de sus heróicos de- fensores i defensores de su suelo los peninsulares. Pero Moxó no dijo nada de la junta de Sevilla ni de su representante Go- yeneche: | Promovióse luego al punto entre los presentes una suscricion (1) Podria calcularse este concurso en unos 100 presbiteros seglares. Su totalidad se descompondria del modo que sigue: Sin contar el clero re- gular ni capitular, no eran ménos de 70 los presbiteros radicados en Chu- quisaca, ya en ejercicio eventual del ministerio o ya afectos a algun empleo o beneficio. De ordinario los clérigos transeuntes (entre simples presbiteros provincianos solicitantes i párrocos venidos o citados o coadjutorados) eran mas o ménos 20. No faltaban de asiento entónces unos JO curas en retiro O descanso absoluto, que gozando del dulce clima i de pocos o mu- chos ahorros parroquiales, habitaban casa propia chica o grande en Chuqui- saca. Aspiracion de.todo cura aquel tiempo era adquirir casa en la ciudad metropolitana. En toda manzana de ésta, segun ha podido notarse hasta hace 40 años, habia por lo ménos cuatro casas de curas. Debo estas infor- maciones al anciano doctor Manuel Quintela en 1871. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN El. ALTO-PERÚ 603 a cuota fija, quedó acordado el proseguir la colecta entre los ausentes, nombráronse recaudadores para la ciudad i para la arquidiócesis, i todo ofreció allí el aspecto de la espontaneidad mas patriótica. Hubiérase dicho que las erogaciones eran una respuesta elocuente de los bolsillos a los gritos de la relijion i del buen ejemplo de los españoles. Entre los presentes no habia talvez uno solo que no temiese como una calamidad personal el incurrir en un leve enojo del prelado. No se dejó sentir ni el rumor de una protesta (1). Uno se esplica hoi esta unanimidad esterna no ménos que la mental resistencia con que los clérigos se dejaban sacudir los bolsillos. Las marciales alarmas de Moxó en 1807 tuvieron en los ánimos una eficacia particularísima. Convirtieron el incons- ciente apego instintivo a la tierra en sentimiento de indepen- dencia respecto del estranjero invasor. Este resultado no era un puro efecto oratorio debido al que supo sentir bien i trasmitir mejor la pasion del alma. ¿No estaban a las puertas los ingle- ses? Se habian ya apoderado de la capital del virreinato. Ma- nifestaron allí sin rebozo que codiciaban los mercados alto- peruanos; que venian tras las onzas de oro sellado i pesos fuertes de Potosí. Ahora el caso era mui diferente. Peligro habia, pero remoto. Tema para cavilar, que no motivo para ponerse en mo- vimiento. Aunque sumisos 1 fieles a la dominacion española, amando a la metrópoli mas quizá que cual se pudiera a una afortunadisima madrastra, es lo cierto que los altoperuanos no se sentian actualmente ni invadidos, ni detentados, ni despoja- dos etc. por la soldadesca del pérfido Bonaparte. I al percibir los clérigos que a título semejante el prelado metia mano a sus bolsillos, hubieron de esperimentar todos, i fueron junto con eso dueños de disimular, una impresion mui desagra- dable (2). (1) Moxó, Segunda parte de las obras patrióticas, paj. 25.—Testimonto de la Real provision de ruego i encargo despachada por el Tribunal con fecha 26 de Setiembre de 1808, i dirijida al M. R. Arzobispo sobre la órden que verbalmente dió éste al clero convocado al efecto de que reconociera a la junta formada en Sevilla, MS.—Oficio reservado de Octubre 26 de 1808 de la Audiencia a Liniers, MS.—Vista fiscal secreta de Febrero 6 de 1809, MS. (2) Espediente sobre donativos eclesiásticos; MS. orijinal, fs. 37 1 42. 604 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS TI Nuevo motivo de complacencia para Moxó, la junta del clero llano. El semblante de estos naturales, ni mas ni ménos que el de los peninsulares i rarísimos criollos privilejiados del coro, ¿no era seña inequívoca de una sincera fidelidad a toda prueba? Moxó rio aprendió nunca a leer en caras altoperuanas. Demas de que ilusion constante suya en 1808, a presencia de la usurpacion estranjera de España, fué la de sustituir su corazon español al americano. Así lo entendía sinceramente observando las cosas desde el fondo de su alma. Mas de una vez se le oyó decir que estos i aquellos vasallos suspiraban pecho con pecho i pelearán brazo con brazo por su señor natu- ral don Fernando VII. Estuvo invariablemente persuadido de que con sus medios oratorios i litúrjicos lograba identificar en punto de patriotismo estos naturales a su persona.¡A la persona de Moxó, el corazon mas ardientemente español de la monarquía! Sus trasportes entrañables le hicieron olvidar que en el órden de la naturaleza no eran un mismo impulso, no graduaban mo- tivos iguales a la voluntad, de un lado las simpatías de paren- tesco i adhesion habitual, i de otro lado el grito que dicen de la sangre por la sangre en unas mismas carnes. En eso que pasaba a España i a Fernando VII con Napoleon, en eso, estos súbditos de América no leian a cuatro mil leguas lo que le- yendo estaban los peninsulares; no se sentian como los espa- ñoles de Europa heridos en el cuerpo i en lo íntimo del alma. Ello no tenía remedio en lo humano. Pero Moxó creyó siempre que promovía acá la causa de su pais i de su reí peninsular- mente. Se persuadia de obtener que los nacidos en el Alto-Perú amasen i odiasen, por razon de la independencia i dinastía es- pañolas, ni mas ni ménos que odiaban i amaban los nacidos en España (1). Ya hemos visto que los Oidores pensaban de una manera mul diferente. Creian.que subversivas tendencias egoistas de aban- (1) Véanse particularmente, en la Segunda Parte delas Obras Patrióti- cas, las pájinas 82, 83, 84 1 87. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 605 «dono i separacion de la madre patria, despertadas en los ánimos “al estrépito del actual desquiciamiento de la península, serian “un modo de sentir mas o ménos jeneral, tan pronto como estos vasallos tuvieran certidumbre sobre la impotencia o debilidad de España contra las armas francesas. El efecto secreto que causó -en el clero la espectativa sola de las erogaciones de guerra co- «menzaba a dar razon a los Oidores. IV No corrieron muchas horas sin que estos ministros supieran lo que había pasado i mas de lo que habia pasado en las asam- “bleas del clero. Era lo principal que cl Arzobispo no tomó allí a lo serio los reales acuerdos sobre sijilo i sobre no hacer nove. «dad. A esta norma política de las circunstancias Moxó habia “opuesto la publicidad 1 el alarma, primeramente entre los pe- ninsulares del capítulo, 1 ahora despues 1 con visible intento en- “tre los nativos del clero liano. Los Oidores habian considerado inútil comunicar política- mente con el Arzobispo. Se habian negado el 18 al deseo ma- nifestado por éste de concurrir a la junta preliminar, que no “indudablemente a la formulacion misma ni signatura del real acuerdo. Habian con este desaire cerrado su puerta a un con- “venio patriótico, mui apetecible hoi día entre dignatarios tan “altos 1 poderosos. Ahora no podian quejarse de que a Moxó no le constaran los términos secretos de los reales acuerdos del 18 “¡del 23. Ahí tenían que el prelado, sin salir de su esfera, ántes «bien requerido en ella a la accion temporal por autoridades irre- cusables, habia echado al suelo de un puntapié la estraña má- «quina defensiva del callar i no innovar. Sin tener ápice que responder los ministros sobre este punto, -se dieron con eso a contradecir públicamente ia improbar por lo bajo a Moxó. Mediante lo primero consiguieron perturbar “gran espacio la opinion sobre los sucesos de España. Con lo se- gundo arrojaron hueso que mondar i que roer a los vocabularios 1 caramillos. ¿No andaban éstos siempre necesitados de estam- bres para sus urdideras, de raicillas que machacar en sus des- “tilatorios? Ahí los tenian de sobra con las especies vagas, que TOMO XCIV 42 606 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de oidas i por tercera o cuarta boca, les llegaban como crítica. hecha por los ministros contra el Arzobispo. | Entre amigos europeos del señorío, i quizá tambien de la no- bleza criolla, asunto de esa crítica, usando tono de reserva, eran la oratoria 1 liturjia políticas del Arzobispo. Censuraban por perjudicial el empeño de Moxó en formar espiritu público en la colonia sobre las estraordinarias ocurrencias de la metrópoli. Inculpábanle de estar vulgarizando dicho espíritu en una ma- nera suscitadora de los egoismos innatos del sér humano, i lo que es peor, sin tomar en cuenta en el terreno la vitalidad de dos enerjias orijinarias mui temibles para el caso: la índole de estos naturales i la espectacion interesada de los doctores. Ménos que a celo patriótico, el temerario proceder del mitrado era debido, segun los de toga, al vano prurito de ostentar conocimientos políticos. Mui luego ante el Virrei i mas tarde ante el gobierno exis- tente a la sazon en España, la Audiencia alegó hechos i razones. i produjo documentos en defensa de lo que ella denominaba el sistema político del tribunal en el Alto Perú durante los conflic- tos de la metrópoli.” Con tal motivo insinuó que la indole de los hijos del pais i la espectacion de sus doctores, dos circunstacias de lugar, habian agravado la culpa en aquel cuasi-delito de Moxó el año 1808. (1). (1) Como lo publiqué en vida de don Andres Lamas para tributarle de- bidamente mi gratitud (Revista de Artesi Letras, de Santiago, año 1886, t.. VI, p. 691), el ilustre americanista me obsequió en Buenos Aires el año 1879 un espediente orijinal, de 111 fojas manuscritas 1 38 pájinas impresas, que él estimaba, 1 con razon, como gran piedra de cimiento para el edificio historiográfico de la revolucion hispano-americana. Está encabezado por un oficio orijinal de la Audiencia al gobierno de España e Indias (la Junta Central entónces), oficio que lleva esta suma comprensiva de todo el espe- diente: «La Real Audiencia de Charcas informa con documentos sobre el recojo de papeles seductivos que ha esparcido en su distrito la Corte del Brasil.» De estos autos son en particular pertinentes, a lo dicho en los nú- meros III, IV, V, VI 1 VII de este capitulo, el oficio reservado de la Audien- cia al Virrei en Octubre 26 de 1808, i la vista fiscal secreta de Febrero 6 de 1809. Esta pieza, la postrera del espediente, analiza i resume los 23 docu- mentos o cuerpos de documentos de que dicho espediente consta. A AR ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL AL1O-PERÚ 607 A la vuelta de pocos meses los hechos demostraron que la última circunstancia agravante, la espectacion de los doctores, estaba en los actuales momentos hábilmente bien discernida. Estábalo tanto, que, a la vuelta asimismo de pocos meses, de- berá ser tambien por eso circunstancia agravante de la conducta de los Oidores. V "El sistema de la Audiencia, el sistema del Presidente... Así se comenzaba entre algunos a decir desde la última junta del clero. Al otro dia las horas corrian ardientes para los hombres de uno i de otro sistema. Pero nada se traslucia aun sobre la viveza del antagonismo en el público. Ningun hijo del pais tomaba parte en la controversia. Los doctores Esteban Agus- tin Gascon i Manuel Antonio Castro, ya quizá desde este tiem- po consejeros de Pizarro, eran abajeños, o sea de las provincias interiores arjentinas. Su secretario de cartas era Cañete. Du- rante las ausencias a Potosí de este paraguayo célebre, Castro fué siempre su reemplazante en este empleo confidencial. Otro iniciado quizá, el doctor Vicente Rodriguez Romano, asesor de la presidencia i junto con eso vocabulario al servicio del tribu- nal, no era asimismo del Alto-Perú. No hai para qué decir que el principal iniciado, o sea mas bien jefe de uno de los sistemas, era el Arzobispo. En poniendo un pié afuera de su palacio o de la magnifica barbacana de piedra roja de la Catedral, ya podria acaso de- searse O temerse cualquiera cosa de la timidez de Moxó en los caminos del mundo. Pero adentro de'esos recintos, mucho cui- dado; porque hará sentir con enerjía toda la fuerza de su auto- ridad i de su elocuencia. I es el caso que la puerta privativa del clero, calle de San Pedro, en el palacio arzobispal, estaba hoi dia probablemente cerrada (1). A la docena de visitantes, de (6) Sanalberto abrió mas quiza por humildad i caridad que por celo esta puerta, la cual tambien podia comunicar a las dependencias interiores de la Catedral i al Seminario. Por ella cualquier clérigo podia a toda hora del dia 1 de la noche entrar hasta el aposento del prelado. De aqui el dicho de aquel santo hombre: «En su vida privada el sueño i la vijilia de un obispo deben 608 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS mandaderos i pedigúeños, que solicitaron al Arzobispo por la puerta principal, tal vez se les despedía por los familiares, segun la fórmula de uso en el caso, con estas palabras inexorables: Su Reverendisima ha subzdo.n Queria esto decir que estaba escusado para todo el mundo en los altos del edificio. Es fama que de allí, esto es, de las soledades de la biblioteca i del museo, han sa- lido gallardos no pocos escritos de Moxó dignos hoi de recor- darse. Lo que podemos afirmar asertivamente es, que el Arzo- bispo en su retiro daba, estos instantes, la última mano a su famoso discurso sobre la jura de Fernando VII. Tales pormenores no son perdidos para la crónica del dar i recibir de este dia. En la Casa de Piedra no se ignoró que algo se preparaba cestos momentos en el Palacio Arzobispal, algo seguramente contra el sistema del callar 1 no innovar. Después de la vista de las causas los ministros quedaron en la sala de acuerdos confiriendo sobre la manera de poner atajo a Moxó. Ya no se trataba de que cada cual siguiera por su lado mur- murando en dispersion. Era coyuntura para tomar una medida pronta en ejercicio de la autoridad de la Audiencia. Cuando menos debía dejarse constancia, para mas tarde, de que Moxó “se hubo entrometido a deliberar políticamente sobre la necesi- dad de un subsidio pecuniario de guerra. Era conveniente que apareciera el tribunal velando en todo tiempo 1 precaviendo resultas temibles a la quietud pública i a la union con la me- trópoli. Tiene su injenio lo que ahora i siempre entendió la Audien- cia por divulgacion del abatimiento de España, divulgacion en- tre los espiritus inquietos -de esta cavilosa colonia, espíritus influidos probablemente de hoi mas por los mui listos i solapa- dísimos doctores de Chuquisaca. Fué en este día sin duda cuan- estar a la vista no solo de sus domésticos sino de cualquiera que entre i salga.» Un presbitero guardaba la puerta con cargo de decirle misa 1 ayu- darla al Arzobispo. Para el desempeño de este oficio se sucedian semalmen- te, con el estipendio de 3 pesos diarios, todos los ordenados a titulo de es- cusadores residentes en la ciudad. Moxó dejó abierta dicha puerta algun tiempo, a lo que parece. En el archivo de la Audiencia hai un espediente sobre cobro de pesos al albacea de espolios de Sanalberto por razon de aquel servicio en el palacio. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 609 Es do los ministros hubieron de uniformar su parecer sobre este: fundamento de su oposicionista sistema. Es mui de creer que se esplicaron con vehemencia antes de resolverse a dar el pri- mer paso en el terreno de una franca intromision política, Esta. vez su lenguaje entre sí i con el Presidente acerca de la indole altoperuana deberia subrayarse. Saber interesa cómo argumen- taban hoi sobre dicha indole peligrosa los majistrados conser- vadores de España; cómo argumentaban contra Moxó por te- merario los que ocho meses mas tarde, en la plenitud de ese abatimiento de la metrópoli, encabezaron un motin en la capi- tal del Alto Perú. VI Decian los ministros que si Moxó no consideraba posible mantener mas tiempo ocuitos los desastres de la madre patria, no debia cuando ménos empeñarse en persuadir su certidumbre i su horror a los altoperuanos. Si con la jura de Fernando VII, verificada sin sombra de contradiccion en la capital i de seguro a estas horas tambien en las provincias, está ya alcanzado lo mas esencial al interes de la metrópoli en la colonia, ¿a qué objeto: útil es conducente esta autorizada publicidad i este lujo de consternacion sobre ocurrencias tan funestas? ¿Por qué estar: inculcando sobre ese abatimiento del poder de España con providencias compasivas 1 actos misericordicsos? ¿Cual la ur- jencia inaplazable que en este momento obligue a desgarrar, ante esta inquieta colonia de razas 1 de castas, el secular manto- de prestijio con que en ella se presentó siempre revestida la autoridad de los jefes i de las leyes? ¡Las erogaciones! Moxó las impone para que todos entiendan luego al punto que la actual guerra de España será acá un: constante amago a los bolsillos. Moxó las impone aquí para. : que los sometidos de este suelo ausilien a los que por la inde- pendencia del suyo pelean allá contra estranjero sometimiento.. Pero no ve que-en el mejor de los catecismos posibles está: así enseñando a estos pueblos, —los cuales nos llaman chapeto- nes para señalarnos como señores o amos venidos de fuera, — - que hai para los nativos de cualquier pais una causa que obliga. a guerra santa, ¡ es la guerra por la independencia del suelo. 610 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS patrio. Sacando a resaltar estas aprehensiones i estas analojías por asociacion de ideas, ¿piensa Moxó cautelar en horas de pe- ligro la fidelidad de estos vasallos, remover lo que sea parte en desapartarlos hoi de la metrópoli? Pero lo que mas saca de quicio a los Oidores es que, contra el aplazamiento ya acordado con el Presidente, i anticipándose en esto a cualquiera iniciativa del gobierno civil, el metropoli- tano se haya atrevido a revelar los documentos referentes a la junta de Sevilla ia su comisionado. Lo que en ellos provoca una esplosion de enojo es que haya hecho reconocer de por sí el pretendido poder soberano de dicha junta; que se haya pues- to a deliberar con el clero sobre la manera mas positiva de pres- tarla obediencia. I lo fué mui eficazmente el suministrarla aque- llos subsidios pecuniarios que necesita. Acerca de este último respecto hai que reconocer a los voca- bularios i caramillos su parte de labor i de cizaña. Por diversos conductos llegó a noticias del tribunal, que el Arzobispo habia ordenado estrechamente a los clérigos que exhortaran a dicha obediencia desde el púlpito i el confesonario en toda la arqui- diócesis, i que dieran presto aviso si alguien sentia lo contrario aunque fuese seglar. Esto les pareció ya intolerable. Convoca- ron los ministros a real acuerdo al Presidente. VII Llegó esta invitacion en los momentos en que Pizarro, a la vuelta de escrúpulos i temores de toda especie, levantaba un tanto su espiritu anonadado por la oposicion sistemática de los Oidores. Algunos de sus consejeros se habian esforzado por persuadirle que esclamase ante el Virrei de la conformidad pres- tada a los votos consultivos del 18 i del 23. Habíanle otros pe-- dido con insistencia que pusiese de hecho en ejecucion la órden circular de aquel jefe al reconocimiento de la .¡unta de Sevilla referente. Pizarro no quiso nunca consentir en esto último, que ciertamente hubiera equivalido a poner sello oficial a la division reinante; pero acababa de dar órden a su secretario para que estendiese una protesta secreta, i que fuera en los "términos ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ ÓrI [II OA e eo e e ee eee ooo decididos i resueltos de su corazon de cristiano, de buen español ide fiel servidor del lejítimo manarca.n Ya hemos visto que la inspiracion primera í los deseos cons- tantes del anciano habian sido cumplir la órden circular i ajus- tar su conducta a las miras políticas de la superioridad. Vimos «que retrocediendo ante la obstinada consulta de los Oidores habia firmado en dos ocasiones contra sus sentimientos el real acuerdo. Con ello habia querido guardar la armonía, ahora mas «que nunca prescrita por el patriotismo a autoridades tan altas. Habia temido con sobrado fundamento que una discordia entre ellas sobre punto tan esencial fuese por el pueblo percibida. Conviene ahora saber que, despues de entónces, sus sentimien- tos de fiel vasallo i de mandatario obediente a la superioridad «quitaron con reproches reiterados la paz a su conciencia. Pero Hhabía sobrevenido en esto la jura de Fernando VII. Ensanchóse «de resultas su alma con el espectáculo del entusiasmo jeneral. Quedó penetrado de confianza por la decision que el pueblo “entero habia manifestado en aquel acto ea favor del nuevo mo- narca. Cobró a la postre entereza. Por eso no quiso acudir hoi al llamamiento de los Oidores sin dejar ántes firmado, en una mui reservada esclamacion de oficio ante el Virrei, esto que «sigue: "Yo juro ante V. E. í ante el mundo entero, que mi voto será “siempre el voto de toda la Nacion, reunida i lejítimamente re- presentada como lo está en la Suprema Junta de Gobierno de Sevilla. Nada omitiré de cuanto la Superioridad de V. E. me “ordene, o yo considere necesario, en órden a reintegrar los de- rechos de nuestro augusto soberano, de la monarquía i digni- «dad de la Nacion.... Como es fácil comprenderlo, por la fuerza de las circunstan- «clas el gobierno de la metrópoli, cualquiera que fuese, tenia en la actualidad que ejercer, a nombre de Fernando VII, la suma «del poder absoluto en España e Indias. La superioridad misma del virreinato estaba ya usando de facultades estraordinarias en fuerza de las circunstancias. Pizarro en esta ocasion manifestó a Liniers que estaba pronto a ejecutar todo cuanto la junta de Sevilla o él quisieren comunicarle con carácter politico. Pidió- le que para este linaje de órdenes se dirijiese el Virrei directa 612 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS i esclusivamente a la presidencia. Estimaba que de esta ma-- nera, i1 sin esponerse ya a demoras, dudas ni embarazos, di-- chas órdenes recibirian en la provincia de La Plata el mas pun- tual cumplimiento. La conservacion del trono a Fernando VII i la conservacion de estas provincias a dicho trono, eran para él la lei suprema i la suprema razon de toda lei miéntras durasen» los actuales conflictos de la madre patria (1). Precisamente en estos mismos momentos los Oidores madu- raban la gravísima resolucion que pocos dias despues significa- ron en forma categórica a Liniers. La conservacion del trono- a Fernando VII í la conservacion de estas provincias a dicho trono, serán en estas críticas circunstancias el norte que no- desamparará el tribunal hasta el último momento (2). GABRIEL RENÉ-MORENO (Continuará) (1) Oficio muj reservado de Pizarro a Liniers de 26 de Setiembre de- 1808, MS. orijimal existente en el Archivo Jeneral de Buenos Aires. (2) Ademas de las piezas citadas ántes, particularmente el oficio reser-- vado de Octubre 26 i la vista fiscal secreta de Febrero 6, véase, para este-- capitulo, el mérito que arroja el Testimonio del espediente actuado en la Prest-- dencia, MS. ya citado en la pájina 185. EOI ASA ese DA ENS II (Ok le EPT Tb 00 DA he Pesas ESTUDIOS SOBRE LA FLORA DE LAS ISLAS DE JUAN FERNÁNDEZ POR EL DOCTOR: : _ DON FEDERICO JOHOW —- HB >2—— RESEÑA BIBLIOGRÁFICA A fines de 1891 se organizó, bajo la proteccion del gobierno. chileno, una comision científica encargada de esplorar el archi- piélago volcánico de Juan Fernández. Estaba compuesta de don Cárlos Schónlein, profesor de fisiolojía de nuestra escuela de- medicina i naturalista mui distinguido, encargado de los estu-- dios zoolójicos; de don Juan Schulze, profesor de química de la universidad de Chile, que debia estudiar la jeolojía i la mine- ralojía de esas islas, ¡ de don Federico Yohow, profesor de cien-- cias naturales del instituto pedagójico i del instituto nacional,. encargado de los trabajos de botánica Aunque la espedicion iba provista de buenos aparatos fotográficos, llevaba como dibujan- te, especialmente para los objetos de historia natural, a don Bernardo Kriissel, naturalista i artista de mérito. Los trabajos de aquella comision debian abarcar toda la jeo- grafía física i toda la historia natural de las tres islas que for- man el archipiélago de Juan Fernández. 614 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Los espedicionarios salieron de Valparaiso el 21 de diciem- bre de 1891 en el pequeño escampavía /Huesnul, recorrieron el archipiélago durante mas de un mes, i estuvieron de vuelta en aquel puerto el 8 de febrero de 1892. Aunque habian recojido una considerable cantidad de materiales i de observaciones para la obra que se les habia encomendado, toda ella era insuficiente para dar cima a tal trabajo, i los tres esploradores se proponian volver a las islas a continuar sus estudios. Desgraciadamente, este proyecto no pudo realizarse en todas sus partes. El profesor Schónlein tuvo que regresar a Europa por motivos de salud; i al presente dirije una seccion del insti- tuto zoolójico de Nápoles. El profesor don Juan Schulze falle- ció dolorosamente el 24 de noviembre de 1892, víctima, como se sabe, de su amor a la ciencia. Solo don Federico Yohow quedó en actitud de adelantar sus trabajos, i de terminar la la- boriosa i estensa tarea de que se habia hecho cargo. , Hizo en efecto dos nuevos viajes a Juan Fernández durante los inviernos de 1892 1 1895, que le permitieron ensanchar sus colecciones de objetos de historia natural, i enriquecer sus inves- tigaciones con un considerable número de observaciones nuevas para la ciencia. En estos viajes tuvo diversos compañeros, uno de los cuales fué don Juan Sóhrens, el distinguido i esperi- mentado director del jardin botánico de Santiago. En su es- ploracion de 1895, el señor Vohow llevó consigo a cuatro de sus discipulos de ciencias naturales del instituto pedagójico, para iniciarlos en los trabajos de observacion directa de la na- turaleza; i estos colaboradores le fueron útiles en la recoleccion de materia'es para su gran trabajo. El señor Yohow, que ya habia dado a luz en los ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE algunas notas sobre el resultado de aquellas esploraciones, ha publicado recientemente con el modesto título de Estudios sobre la flora de las islas de Juan Fernández, una obra capital sobre la materia, que honra tanto al autor como al pais que tiene a su servicio trabajadores tan intelijentes, tan ilustrados i tan laboriosos, para la esploracion científica de su suelo. La obra del señor Yohow forma un volúmen de 300 pájinas, esmeradamente impresas, i acompañadas de 18 láminas, de dos ESTUDIOS SOBRE LA FLORA 615 mapas, i de varios grabados intercalados en el texto. El primor de esas láminas, hermosísimos fotograbados de vistas directas tomadas por la fotografía, o de buenos dibujos hechos a mano, corresponde al mérito i al objeto de la obra. Las islas de Juan Fernández habian sido visitadas en diver- sos tiempos por numerosos viajeros. Muchos de ellos escribie- ron relaciones mas o ménos valiosas de sus viajes, que, aparte de las singulares aventuras del marinero ingles Alejandro Sel- kirk (oríjen de la famosa novela Robinson Crusoe), dieron gran notoriedad a ese archipiélago Algunos de esos viajeros eran: naturalistas de cierto mérito; i en sus escritos habian acumula- «do buen número de noticias sobre la jeografía física i la historia natural de Juan Fernández. Nos bastaría recordar entre ellos al botánico italiano Bertero, muerto desgraciadamente en un - naufrajio cuando comenzaba a ilustrar la ciencia con trabajos de gran valor, al doctor don Rodulfo A. Phillippi, el ilustre di- rector del museo nacional de Santiago, i al viajero ingles H. N. Moseley, naturalista de la fragata (hallenger, que en la espedi- - cion cientifica de ésta, recojió un estenso caudal de noticias so- ¡bre la flora de aquellas islas. El señor Yohow conocia todos o casi Eds esos estudios. Con el título de Historia botánica de Juan Fernández, los ha pasado en instructiva revista en 30 pájinas de su libro, completadas con una bibliografía metódica de cuanto se ha escrito sobre el par- ticular. No queriendo apropiarse las observaciones de otros autores, el señor Yohow señala las de cada uno de ellos, las completa en sus detalles, las rectifica cuando esto es necesario, i en todo caso establece la filiacion de esos trabajos. Pero aparte de esta tarea de ordenacion i de rectificacion, la labor verdaderamente orijinal del libro del señor Yohow es mui crecida. Divide la flora de Juan Fernández en jéneros, i éstos en es- pecies, describiendo científicamente cada una de ellas, i seña- lando sus analojías con las producciones de la flora exótica, el lugar donde crece cada una en aquellas islas, i todos los acci- dentes que pueden interesar al botánico. El señor Yohow ha hecho bajo el título modesto, como ya hemos dicho, de Estu- dios sobre la flora de Juan Fernández, la verdadera flora de ese 616 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS archipiélago, de tal suerte que será mui difícil que nuevos ob- servadores puedan agregar un continjente apreciable, al valio- sísimo material reunido en su libro, Sin que nos sea posible detenernos en el análisis de esta sec- cion de la obra de que tratamos, debemos recordar aquí que el señor Yohow ha podido describir el sándalo de Juan Fernández (Santalum fernandezianum ), teniendo a la vista un ejemplar vivo descubierto por él, cuando los naturalistas creian que esta planta habia desaparecido completamente hace muchos años.. La enumeracion descriptiva de las plantas que crecen espon- táneamente en Juan Fernández, ocupa la mayor parte del libro del señor Yohow. Esta parte puede ser la mas útil para los bo- tánicos que estudian la estadística de la flora del globo; pero, para otro órden de hombres de estudio, la seccion mas intere- sante es la que el autor titula Análisis evolutivo de la flora de Juan Fernández 1 la Descripcion de las formaciones vejetales Guiado por las luces de la biolojía moderna, que el señor Yo- how parece conocer perfectamente, ha podido entrar en el te- rreno misterioso del oríjen de la vida orgánica en aquellas islas, señalando con rara sagacidad el punto de partida de las plan- tas i animales que poblaban esas islas, las causas de su esten- sion O limitacion a lugares determinados, 1 de su trasformismo,. modificacion o division en nuevas especies. De todas maneras, si el autor ha podido llegar en algunos puntos a conclusiones. que pueden considerarse definitivas, en otros no se obtendran soluciones de esa clase hasta que los reinos orgánicos de ese: archipiélago no hayan sido sometidos a un exámen comparati- vo con los organismos actuales o fósiles de las islas mas cerca- nas a él. Esto no impide que recomendemos empeñosamente la. lectura de esta parte de la obra del señor Yohow, señalando que escrita con esa claridad que solo saben usar los que conocen perfectamente la materia que tratan, no impone fatiga ni un grande esfuerzo intelectual al que quiera estudiar esta clase de- cuestiones, aun sin poseer una gran preparacion cientifica. Hai además enel libro del señor Yohow noticias sobre las. plantas 1 sobre los animales introducidos voluntaria o involun- _tariamente por el hombre en Juan Fernández. Se encuentra tambien una lísta de las aves e insectos indíjenas de esas islas, di ESTUDIOS SOBRE LA FLORA 617 dispuesta por el distinguido naturalista don Edwin Reed, i una reseña mui interesante, pero desgraciadamente mui rápida, de las condiciones jeográficas i jeolójicas del archipiélago, escrita por don Roberto Póhlmann, jeólogo distinguido, que lo ha vi- sitado en los últimos años, i que espera visitarlo de nuevo para describirlo mas prolijamente bajo este aspecto. Estas notas, asi como un informe pasado al gobierno sobre las necesidades de las islas de Juan Fernández para favorecer en e'las la coloniza- cion 1 el cultivo industrial, completan el libro del señor Yohow. Despues de este breve análisis de la obra que motiva estas líneas, nos es grato reconocer que el profesorado chileno, fiel a las tradiciones de los Bellos, de los Domeykos, de los Philippis 1 de otros maestros distinguidos, continúa la tarea de la propa- gacion de las luces i del reconocimiento de nuestro pais por medio de escritos de un alto valor científico. El libro del señor Yohow no es mas que uno de esos escritos, a cuyo lado seria menester enumerar otres que son dignos de una estimacion análoga, los utilísimos trabajos de esploracion en la Patagonia occidental de don Juan Steffen, la monografía jeográfico física de la Tierra del Fuego por don Jerman Wieghardt, que se halla en prensa, los estudios sobre la lengua indíjena de Chile por don Rodolfo Lenz, las discusiones filolójicas de don Federico Hansen, complementarias de los grandes trabajos de don An- dres Bello sobre el idioma castellano, etc., etc. Todos estos es- critos son un titulo de honor para nuestro profesorado; i si no nos es dado analizarlos todos, debemos al ménos recordarlos, ¡ enviar nuestras sinceras felicitaciones al distinguido autor de los Estudios sobre la flora de Juan Fernández por el buen desempe- ño de la tarea a que ha consagrado mas de cuatro años de cons- tante labor, sin desatender por ello los demas deberes del pro- fesorado. DB. A ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE Pájina 16. Núm. 13 17. " 19 mon. 1.10 Mn 22 var Cc.) 21. 1 24. 22. " I 23. 1" I 25. 1 2 4 29. 5. familia 33. Nota 37. Núm. 15 30. 1 13 9 72. Observación ——= oo —— (Conclusion) FE DE ERRATAS Dice —_maritima fueguinos tribolas pratewsis orbiculaZzs de igual largo gue individuos débiles... etc. m óvalos signanse ilivifolia paroiflora Cymasplera autarctica tarritopsis Léase maritimzs fueguinzs trilobuladas pratezsis orbicularzs de igual largo de ... UNOS Cuantos, CM yA óvulos siganse “ailicifolia parviflora Cymatoptera antarctica turritopsis 6 7 34. -87. go. “103. 12 /2E 120. 20 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Pájina A Núm... 16 ” 13 Núm. 6 En la clave analítica: Núm. 27 (Arabis macloy.) (Cleome) 182. “109 3. 200. 2d 2 are 124 Te -249. Observacion Núm. 15 AI 16 (Clave) Núm. 19 (Nota al pié de la pájina) Núm. 13 2 ae Es 2050 308: Núm. 1 ” I (Nota al pié de la -—pájina) Dice Léase arnottiazum arnottiazum estiledones cotiledones T.cq Jacq Valp. Walp. 10 tenuirostris debe estar al lado de 11 B 2 a. Gill Gill Tuss Juss Sépalos 44 pétalos, Sépalos 4, pétalos 4 Cerastum Cerastzum palastris palzstris escariforme escamiforme PycnophyZum - Pycnophy//um Óvulos 2:0 Ovulos 2— 0 Pentaacaena Pentacaena Sandt Sundti heterophy/a heterophy//a Dimagonum : Dizemagonum Mas. Mus. Guil. Gl. Tahrbucher Jahrbzícher E=:=2*=: FET PLA PO =2 A PAL AA PA =SSSESES SES SEIS S SES SEIS ESOS SS pS APÉNDICES I ENMENDACIONES —> > p> p> > > > . ceratocarpun Hook. 218. grevilleanum Hook. 217. p PPP . bilobata Juss. 7. . chilensis Gay 8. Commnersoniana Rich. 7. decapetala L. 7. helleborifolia DC. 7. hepaticaefolia Hook. 6. Hudsoniana Rich. 7. lantigera Barn. 6. major Ph. 8, multifida Pois. 7. rigida Barn. 5. sanguinea Pursh. 7. sphenophylla Poepp. 7. NODA 239. fernandeziana St. 239. Garckel Bak. 218. hastata Cav.: 233. hirsuta Ph. 2109. . Ochsenii Ph. 218. . populifolia Ph. 239. . Strictiflora St. 239. . triangularis DC. 239. 628 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS A. triloba Cav. 239. A. serpylloides Naud. 192. ANTHOBRYUM 169. A. stenocarpa Ph. 20r. A. aretioírdes Ph. 170. A. tenella Ph. 200. A. tetragonum Ph. 169. A. teretifolia Ph. 198. Aphanostemma St. Hil. 14. ARGEMONE 44. ARABIS 121. A. grandiflora Sw. 44. A. drabaeformís Schl. 126. A. Hunnemanni Otto 44. A. macloviana Hook. 122. A. mexicana L. 44. A. tarapacana Ph. 73. A. ochroleuca Sw. 44. ARENARIA I90. : A. rosea Hook. 44. . andicola Gill. 192. A. vulgaris Sp. 44. . angolensis Ph. 202. ARISTOTELIA 267. apruca bh 20 . araucana Ph. 203. Berteroana Ph. 201. Borchersi Ph. 199. brachyphylla Ph. 193. A. glabra Miers. 267. A. glandulosa R. et Pav. 267. A. maquí L'Herit. 267. ARMORACIA 124. A. valdiviana Ph. 124. caespitosa Ph. 193. coquimbensis Ph. 198. denticulata Ph. 199. depauperata Ph. 200. . fasciculata Ph. 197. Jfastigiata 192. floribunda Naud. 197. fruticosa Ph. 199. grandis Pers. 203. Larrañage Ph. 202. . lignosa Ph. 198. media L. 207. microphylla Ph. 193. minuta Naud. 190. multicaulis Ph. 193. . Oligantha Ph. 199. oligosperina Naud. 193. . palustrís Naud. 192. paradoxa Bartl. 196. patagonica Ph. 192. Pissisi Ph. 200. . pleurantha 191. polyantha Ph. 202. Rengifoi Ph. 200. rivularis Ph. 191. . rubra L. 196 197. . serpyllifolia L. 191. AAA BALBISIA 294. B. argentea Pr. 294 AZARA 129 B. Sp . alpina Poepp. 133 Bergi Ph. 134. . Berteriana St. 132. ¡Or Cali Oo . Brownezxe Ph. 132. . celastrina Don. 134. chiloensis Hook. 134. dentata R. et P. 132. dubia St 1353 fernandeziana Gay 134. Gilliesié Hook. 131. hirtella Mig. 135. integrifolía R. et P. 112. . ¿intermedia Gay 134. . danceolata Hook. 133. LechlenaharStr32. Lilen Bert. 131. microphylla Hook. 131. pycnophylla Ph. 132. serrata R. et P, 133. sparsiflora St. 134. subandina Ph. 133. tomentosa St. 134. umbellata Ph. 133. . Valdívíae Lechl. 134. microphylla (Ph.) 294. B. peduncularis Don. 294. ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE 629 B. verticillata Cav. 294. Ballardia platensis Camb. 203. Barnéoudia 8. Berberidáceas 20. BERBERIDOPSIS 29 B. corallina Hook. 30 BERBERIS 30. . actinacantha Mart. 41. . bidentata Lechl. 36. . brachyacaniha Ph. 42. . brachybotrya Gay 37. . brevifolia Ph. 42. buxifolia Lam. 38. . chilensis Gill. 37. . Colletioides Lechl. 38. congestiflora Gay 33. crispa Gay 41. cuneata DC. 41. Darwin? Hook. 36. . diffusa Gay 38. ompetrifolía Lam. 40. ferox Gay 38. florida Ph. 40. . fragrans Ph. 38. . grevilleana Gill. 41. Grasebachi Lechl: 39 . heterophylla "Tuss, 40. . horrida Gay 42. . Hicifolia Bert. 37. . Ulicifolía Forst. 36. iernmis- Pers: 30. . lagenaria Poir. 36. md e e ES ES ES ES dd Ed by E O O pS 0 BS pu pu bo bd ba ba be e Y (A! > ES e! an] > N a . andicola Gay 24 . appendiculata Pers 24. de Ranco St. 24. . . Qionezfolía Hook. 25. . holophylla Legb. 25. . limbata Sch. 25. . multicapsularis Sol. 25. . paradoxa Sol. 24. ME: sagittata Cav. 25. Caparidáceas 126. ueno ielelciole MN CabseLLA 11o. O y y) a do Y Y bl yo bd e o corymbosa Hook. et Arn. 34. . glomerata Hook. et Arn. 34. . linearifolia Ph. 39. ORO EN:3 7: . masginata Gay 42. . microphy!la Forst. 38. . montana Gay 39. . mutabilis Ph. 40. . paniculata Ph. 35. VES UGRA ENS . polymorpha Ph. 35. . polypetala Ph. 43. , revoluta Sm. 40. . rotundifolia Poepp. 34. -. . serratodentata Lecpl. 35. . tricuspidata Sm. 40. . trigona Kze. 36. , umbellata As B. valdiviana Ph. 34. Biscu:ella 51. BOQUILA 28. B. trifoliata Dene. 28. BRASSICA 83. Jantarctica Mol. 122. campestris L. 33. . macloviana Inos. 122. nigra K. 83. apa LL. 83. BRAYA 122. B. pusilla A. Gray 122. BRIDGESIA 275. B. ¿ncisaefolia Bert. 275. BRYOPsIS 206. B. andicola R. 206. BULNESIA 347. B. chilensis Gay 347. db bu yo C. buzsa pastoris L. 110. CARDAMINE 89. . ajjints Hook. 102. . alsophtla Ph. 98. . andicola Ph. 95. andina Ph. 102. antiscorbutica Banks. too. . bracteata Ph. go. cespitosa Ph. 99. . calbucana Ph. 101. . chenepodifolia Pers. 92, 356. . chilensis DC. 94. OOO CRONO A O O A E COS 630 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS . Cognata St. 07. colchaguensís Barn. 125. cordata Barn. 94. decumbens Barn. 107. deserticola Ph. 124. Jfernandeziana Joh. 92. 356. Havescens Ph. 97. geraniifolia DC. 104 glactalis DC. 102. songylodes BhO:105: granulata Ph. 97. hirsuta Hook. 100. hirsuta L. 99. hispidula Ph. go. holophylla Ph. 93. integrifolia Ph. 93. intermedia St. 97. Kriuússeltt Joh. 96. Lechleriana St. 124. litoralis Ph. 102. macrostachya Ph. 96. magellanica Ph. roo. marginata Ph. 103. micropetala Ph. 97. monticola Ph. 94. nana Barn. 94. nasturtivoides Bert. 99. nemophila Ph. 98. nivalis Gill. 103. ovata Ph. 93. Palenze Ph. 1or. . pentaphylla Ph. 98. peteroana Ph. 101. pratensis L. roo. pusilla Ph. 99. ramosissíma St. 96. rentformis Ph. 06. rostrata Gris. 93. Soehrensi Ph. 100. Solisi Ph. 94. séricta Ph. 102. strictula St. 103. tenutrostrís Hook. 98. tridens Ph. 9S.. triphylla Ph. 1o2. . tuberosa DC. 97. valdiviana Ph. 94. . vartabilis Ph. gs. . Volckmanntí Ph. 101. C. vulgaris Ph. roo. Cariofiláceas 173- Casalea 18, CERASTIUM 181. . andinum Ph. 183. . arvense L. 184. . Ceespitosum Gill. 183. . cardiopetalum Naud. 182. . chilense Bartl. 183. corymbosum Ph. 185. Diazi Ph. 184. glomeratam Thuill. 183. magellanicum Ph. 184. montanum Naud. 184. . montioides Naud. 1€4. '. nervosum Naud. 184. E: pauciflorum Ph. 185. C. strictum L. 184. C. triviale Lnk. 183. C. racemosum Bartl. 182. C. vuleatum L. 183. Chimocarpus = Tropaeolum. Cissarobryum = Viviania. CISSUST277 C. deficiens Hook 278. C. striata Bert. 278. C. striata R. etP. 277. C. violacea Meyen 277. Cistáceas 135. CLEOME 126. C. chulensis DIENTE Cogylia 28. COLOBANTHUS 187. . aretioides Gill. 189. . Benthamianus Fenzl. 187. bBillardierí Fenzl. 188. crassifolius Walp. 188. Lechlen Raras: lycopodiotdes Gris. 189. Meizent Ph. 189. : muscoides Hook. 188. . guitensis Bartl. 180. . saginoides Bartl. 188 . subulatus Hook. 187. Coriariáceas 352. CORIARIA 352. C. ruscifolia E. 352. Cornus chilensis 267. CORONOPUS 66. ACOSO MATAS DOROPOASANANA ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE C. australis Hook. 67. C. pinnatifidus Gártn. 67. CORRIGIOLA 207. C. latifolia Gay 208. C. litoralis L. 208. CC. propingua Gay 208. C. squamosa Hook. 208. C. telephifolia Pour. 208. 'CRAMBE 84. C. filaformis Jaqu. 34. (CREMOLOBUS 51. Werriensis DC. 51. C. linearifolius Hook. 51. CRINODENDRUM 266. C. Hookerianum Gay 266. C. patagua Mol. 256. CRISTARIA 240. . andicola Gay 246. . argyhaefolía Ph. 259. aspera Gay 258. . australis Ph. 256. betonicaefolía Pers. 247. bipinnata Ph. 262. bipinnatifida Ph. 262. Borchersi Ph. 247. carrizalensís Ph. 264. concinna Ph. 263. eyanea Ph. 252. dissecta Hook. 260. divaricata Ph. 251. diversifolia Ph. 249. elegans Gay 254. eriantha Hook. 256. Jflexuosa Ph. 257. joltosa Ph. 247. geraniifolia Pr. 262. glabra Ph. 256. glabrata Ph. 257. . ¿glaucophylla Car. 261. glandulosa Ph. 255. . gracilis Ph. 250. . grandidentata Ph. 248. . Heenkeana Pr. 264. ADASAADAAAAADARÉARAÓNDANANO DECAPTERA 60. D. trifzda Turcz. 60. cordatorotundifolía Gay 246. DD APO ANARIANADANANADARARANANANANAAAARANA 631 . heterophylla Hook. 243. . heterophylla Ph. 240. O TRS TEE 52 . hispida Poepp. 260. hispida Ph. 258. . humilis Ph. 260. Jare Ph. 248. inconspicua Ph. 254. insularis Ph. 257. integerrima Ph. 246. . intermedia Gay 253. lata Turcz. 245. lobulata Ph. 248. loaseefolia Ph. 254. Moline Gay 251. multifida Cav. 259. multiflora Gay 256. . Obtusiloba Turcz. 259. ovallea Ph. 260. oxyptera Ph. 245. . pannosa Ph. 201. . parvula Ph. 240. patens Bl 252: pilosa Ph. 259. pinnata Ph. 263. pinnatijida Hook. 265. ranunculifolia Ph. 251. . rotundifolía Ph. 250. Sade Ph. 255. . saniculzefolia Ph. 253. . sessilifolia “lurcz. 245. setosa Ph. 247. Spinole Ph. 247. Sundio En. 265: . trichocaula Ph. 258. . trifida Ph. 240. Urmenete Ph. 263. . virgata Gay 250. . vtridiluteola Gay 262. Cruciferas 47. Cruckshanksia cistiflora Hook. 204. Cymatoptera = Mennonvillea. DENTARIA 104. D. gerantifolía R. 104. 632 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS DESCURAINIA 117. . brachycarpa Pr. 118. . canescenis Pr. 120. Cumingiana Pr. 120. depressa Pr. 118. . erodufolia Pr. 1109. . glaucescens Pr. 120. .minutiflora Pr. 118. . rubescens Pr. 118. . Sophia Webb. 119. SErICia DINEMAGONUM 271. D. albicaule Ph. 272. D. Bridgesianum Juss. 272. D. Gayanum Juss. 271. D. maculizerum Ph. 272. DINEMANDRA 272. D. g/aberrima Juss 273. D ramostissima Ph. 273. D. sírigosa Ph. 273. D. subapiera Ph. 274. DIPLOTAXIS 32. D. chilensis Barn. S2. D. vernalis Ph. 82. : Dispeltophorus 53. Ditoca = Scleranthus. DoDONAEA 276. D. viscosa E. 277. Dolichos funarius Mol. 28. DRABA 110. D. andina Ph. 114. D., araucana Ph. 113. D. ceespitosa Mol. 113. Sella Slals Elxocarpáceas 265. Elatináceas 212. ELATINE 213. E. chilensis Naud. 213. E. tr2andra Schk. 213. ERODIUM 287. E. Botrys Bertol. 288. E. ceicutarzusm Lam. 288. E. malachoídes Willd. 288. E. moschatum Willd. 288. Erysimum maclovianum Gay 122. . cauquenensis Ph. 114. . Chillanensis Ph. 114. . Davilae Ph. 112. depilis Ph. 126. . Gulliesíd Hook. 112. . ¿mbricatifolia Barn. 115. incana Hook. 113. Leyboldí Ph. 115. magellanica Lam. 113. patagonica Ph. 114. pusilla Ph. 153. rosulata Ph. 113. Saffordi Ph. 113. Schonleíni M. 112. . stenophylla Leyb. 115. stolonifera Barn. 112. suffruticosa Barn. 116. tenuís Barn. 116. RIMYS 26, . Chilensis DC. 26. . confertifolia Ph. 27. . fernandeziana Steud. 27.. . paniculata St. 26. . punctata Lam. 26. . Winterí Forst. 26. Droseráceas 162. DROSERA 162. D, unifdora Willd. 162. Drudea = Colobanthus 189, 207. DRYMARIA 203. D. apetala Bartl. 204. D. grandylora Bartl. 205. D. paposana Ph. 205. Sl le lolo tela ls iele >si lolis Sole alo: E, pusillum Gill. 122. E. tuberosum Domb. 97. EscHsCHOLTZIA 44. E. californica Cham. 44. Eucrifiáceas 267. EuckRYPHIA 268. E. cordifolía Cav. 208. E, elandulosa Poepp. 268. E. pinnatifolia Gay 268. EUDEMA 122. E, ¿hlaspiforme Ph. 123. ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE FAGONIA 345. F. aspera Gay 346. E. chilensis Hook. 345. EF. subaphylla Ph. 345. Fagus glandulosa Poepp. 268. Flacourtiáceas 120. Frankeniáceas 1609. FRANKENIA 170, DE” aspera Ph. 172. F. berteriana Gay 173. EF. campestris Sch. 173. ch lersís Pr. 171. Galvezia = Pitavia. Geraniáceas 278. GERANIUM 279. acame Willd. 28r: . andinum Ph. 285. . apricum Ph. 286. . arenicola St. 288. berterianum Colla 285. cespitosum Ph. 286. . carolinianum IL. 282. . Ciliatum Ph. 286. . columbinum L. 283. . commutatun St. 284. . COrecore St. 284. . dissectum L. 283. E jalax' St. 287. G. hispidum Ph. 286. doOSOVRAÉDIDAOO 56. intermedium Bert. 287. HAMADRYAS 22. MD Pb. 23. H. maxdllanica Lam. 22. H. tomentosa DC. 23. Etriobata Lam. 22. HELIAN1HEMUM 136. MH. hirsutissiomum Pr. 136. H. spartioídes Pr. 136. —Heterocarpus =Cardamine. MN TÍEXAPTERA 56. Y JH. cicatricosa Ph. 59- hi Sii d 633 NOnaLla Gay 107 E. . florida Ph. 172. . glabrata Ph. 171. micrantha Gay 172. . nicoletiana Gay 172. Vidal Els a pee UMARIA 45. . agraria Lag. 45. . Capreolata Lightf 45. media loisl. 45. 357: . officinalis L. 45. . Vatllantiz Loisl. 46. G. magellantcum Hook. 284. G. molle L. 283. G. Moore? Ph. 281. CAOCISCcnn ao: G. patagonicum Hook. 283. G. pusillum L. 282. G. Robertianum L. 280. G. rotundifolium L. 282. G. sessiliflorum Cav. 281. G. squamosum Ph. 285. G. submolle St. 285. Gonoptera = Bulnesia. Guayacum = Porliera, Guindilia= Valenzuelia. Guttiferas 269. GYPSOPHILA 178. G. chilensis Ph. 178. H. Constitutionis Ph. 57. E CANA H. frizida Ph. 60. H. /Jussieut Barn. 58. H. linearis Barn. 59. H. Ztoralis Barn. 59. H. pinnatifida Gill. 57. EL. pusilla Ph. 59. H. scapigera Ph. 57. H. spathulata Gill. 59. H. tridentata Ph. 58. 634 H. violacea Ph. 58. H. vzrens Ph. 60. HUTCHINSIA 109. H. reticulata Gris. 109. HYPERICUM 269. lONIDIUM 137. 1. chamaedryfolíusm Pr. 138. 1. paruiflorum Vent. 138. Lactoridáceas 28. LACTORIS 27. L. fernandeziana Ph. 27. _Lardizabaláceas 28. LARDIZABALA 28. L. biternata DC. 28. . discolor R. et P. 28. . Infuscata M. 28. . silvicola M. 28. - tiifoliatak. et 02.23: culpes (ea LARREA 347. L. divaricata Cav. 348. L, nítida Cav. 348. Ledocarpum 294. . argenteum Pr. 294. . Chilense Desf. 294. . Ccistidorum Meyen 294. . microphyllum Ph. 294. . pedunculare Lindl. 294. Reynoldsii Hook. 285. EPIDIUM ÓL. . angustissimum Ph. 64. araucanum Ph. 65. . bipinnatifidum Desv. 65. bonariense L. 64. brevicaule Barn. 65. chilense Kze. 63. Cumingianum Fisch. 63. curicoanum Ph. 65. lanatum Baro. 116, 124. myrianthum Ph. 66. . racemosum (Gris. 66. . Rahmeri Ph. 63. AA : triternata R. et Pav. 28,20. MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS qxrRI>5kK- > - == H. chilense Gay. 270. H. dichotomum Ph. 270. H. muscoides Ph. 270. H. perforatum L. 269. Hyperum Pr. 295. IsartIsS 82. I. tinctoría L. 82. L. Rezchez Ph. 64. L. ruderale 1. 66. L. spathulatum Ph. 62. L. spicatum Desv. 63. L, suffruticosum Ph. 64. L. tenuifolium Ph. 65. L. tenuissimum St. 65. Lepigonum = Tissa. Lináceas 340. LINUM 341. . aquilinum Mol. 342, 343- . Cáaamissonts Sch. 342. , Cchironioides Griseb. 343. . Cumirgli Lodd. 343. Macraez Benth. 343. . Macreel Hook. 342. . Merulahuen Domb. 341. . montanum Frez. 343. . Obtusifolium Ph. 342. . Oligophyllum Hook. 343. . Oligophyllum Willd. 342. L. paposanum Ph. 342. LL. perenne aos L. ramosissimum Gay 342. L. selagímozdes Lam. 341. LLAGUNOA 276. L. ¿g/andulosa Walp. 276. Loefflingia = Acanthonychia. Lyallia andicola Ph. 206. Lychnis chilensis Naud. 177. L. graminea Mol. 176. L. magellanica Spr. 176. L. terminalis Naud. 177. Ei ec oa A A ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE Magnoliáceas 26. Malpighiáceas 270. MALVA 224. M. antofagastana Ph. 233. . asterocarpa St. 223. Belloa Gay 232. Berteroniana St. 221. caroliniana L. 223. chilensis A. Mr. 226. cognata St. 226. cordistipula St, 226. decumbens Willd. 223. diminutiva Ph. 233. erecta Don. 223. erlocarpa DC. 223. eriocarpa Don. 223. erodiifolia Pr. 236. geranioides Hook. 224. humilis Gill. 233. encana Presl. 225. lieta Ph: 232. limensis Hook. 231. liocarpa Phil. 227. macropoda St. 223. Matthewsil “Purzc. 231. neglecta Wallr. 226. micaeensis All. 227. obtusifolia Walp. 227. obtusiloba Hook. 221. . parvifliora L.. 226. peruviana L. 231. plumosa Pr. 230. . polyantha St. 232. . prostrata Cav. 223. prostrata St. Hil. 223. purpurata Lindl. 232. Reichei Ph. 238. reptans St. EH. 223. rotundifolza L. 226. sulvestris L. 226. simpliciuscula St. 226. subacaulis Ph. 234. . Sulphurea Gill. 238. . Tarapacana Ph. 233. . tenella Cav. 225. SRP ASAS ASS SSA SS SSA ESSE SS ZEESEERERZEZ ZE ZE ZE Z peduncularís Hook. 225. 635 IV M. tenuifolia Hook. 232. Niumticiola Eb Kit 23- M. vulgaris Fr. 226. Malváceas 213. MALVASTRUM 228. M. Alberti (Ph.) 231. M. antofagastanum (Ph.) 233. . auricomum Ph. 235. DEMORAS GS za . campanidatum Nich. 232. . clandestinum (Ph.) 234. . compactum A. Gr. 236. . diminutivum (Ph.) 233. . erodiifolium (Pr.) 236. mile GI 23 a. . megalorrhizum (Ph.) 236. parviflorum Ph. 235. peruvianum A. Gr. 231. plumosum A. Gr. 230. . tugosum Ph. 235. . stipulare Ph. 235. . sulphureum Gris. 238.. . tarapacanum (Ph.) 233. M. tenurfolium Baker 232. Martiniera = Wendtia. MATHEWSIA 104. M. angustifolia Ph. 1o5. M. auziculata Ph. 105. M 7olr0osa Hook. 106. M. ¿íncana Ph. 105. M. /acimiata Ph. 105. M. linearifolia 'Turcz. 105. MELANDRYUM 176. M. andicola Gill. 178. M. chilense Naud. 177. M. cucubalozdes Fenzt. 177. M. magellanicum Fenzt. 176. M. plutonicum Naud. 177. M. terminale Naud. 177. MENNONVILLEA 52. M. angustifolia Pr. 53. M. aptera Ph. 55. M. Jfalcata R. 55. M. jfalifolía Fisch. 53. M. fdexuosa Ph. 54. pediculariaefolium A. Gr. 234. 636 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS . Gayt Ph. 54. VIVIENNE . Orbiculata Ph. 54. . parviflora Ph. 55. parvula EM 55: . pinnatifida Barn. 53. dai trifida St. 53: . robustula St. 53. via taaa MICROPHYES 205. _M. lanuginosus Ph. 205. M. ¿itoralís Ph. 205. Mniarum = Scleranthus. - MODIOLA 223. Ss ===. 22 M. carolinmiana Don. 223. NASTURTIUM 85. N. anethifolium Ph. 78. N. bonariense DC. 86. INACIO N. deserticola Ph. 88. N, fJaccidum Cham. 88. N, hastatum Ph. 125. N. ¿mpatiens Cham. 125. N. macrorrhizum St. 88. Ocymum salinum Mol. 170. "ONURIS 123. O. graminifolia Ph. 123. Orbignya = Llagunoa. Oxalidáceas 302. ¿OMS OS. ODEr Ranas ETSAS aderocaulos Ph. 315. atacamensis R. 318. alfalfalís Ph. 329. alsinoides Walp. 316. andicoda Gill. 328. . antucensis Ph. 315. . araucana R. 338. . arbuscula Barn. 316. AOS DOS DS 0 . adenophylla Gill. 310. . autumnalis St. Hil. 338. ML. ierecta-Lesp 222: M. geranioides W. 223. M. macropoda St. 223. M. multifida Mnch. 223. M. prostrata St. H. 223. M..reptans SES M. urticifolia Don. 223. Modiolastrum = Modiola. 224. MONNINA 163. M. angustifolia DC. 164. M. linearifolia R. et Pav. 164. M. plerocarpa R. et Pav. 164. M.. relusa Er. 164: MYCsURUS 23. M. apetalus Gay 23. M. aristatus Benth. 23. . micranthum Ph. 88. . officinale R. Br. 87. . palustre DC. 86. . patens Ph. 87. . radicans Walp. 87. . stifolium Ph. 88. . stenophylum Ph. 86. . turfosum Konze. 87. ZALLAZAZ arenaria Bert. 338. . articulata Sav. 338. aureoflava St. 336. berteroana Barn. 327. Borcherst Ph. 332. Borchersi Ph. 320. breana Ph. 337. brevicaulis St, 314. brevis Ph. 323. Brideesti Bert. 312. bryordes Ph 335. Bustillostiz Ph. 310. bulborastanum Ph. 337. CACA ANS carnosa Mol. 321. . chaetocalyx Ph. 315. DOPPOPOSPSPLLVLLVVO . biglandulosa Steud. 340. ESLUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE DOODOOSVOOVVOONAO APPO III III ILLINOIS . clandestina Ph. 326. . compacta Gill. 335. . coquimbana Ph. 318. corniculata L. 336. corniculata L. var. a. 336. Cumingí Hook. 321. Darapsky1 Ph. 320. delicatula Ph. 339. dichotomiflora Steud. 340. dumetorum Barn. 316. . enneaphylla Cav. 311. eremobia Ph. 324. eriorrhiza Zucc. 338. erythororrhiza Gill 333. exigua Ph. 334. falconiana St. 327. floribunda Lindl. 323. Flúhmannt Ph. 331. . fruticula Pb. 317. Gaudichaudi Barn. 312. Gayana Ph. 333. gemínata Hook. 324. geniculata Knowl. 338. etgantea Barn. 323. Giltiesid Ph. 331. glomerata Hook. 313. glutinosa Ph. 318. oyrorrhiza Bert. 336. hapalconidea Barn. 326. tarapacana Ph. 323. Hirthi Phil. 325. holosericea Ph. 334. . hypsophila 331. illapelina Ph. 339. . incana Ph. 334. Tnesttae Ph. 325. lacíntata Cav. 311. Landbeckz Ph. 332. laxa Hook. 314. leptocaulos Ph. 331. . leucophylla Ph. 328. . lineata Gill. 3209. . lobata Sims. 338. . Macrorrhiza Gill. 376. macropus Ph. 325. magellanica Forst. 339. . magellanica Bot. Reg. 321. . Martiíma Barn. 312. . megalorrhiza Jacq. 321. TOMO XCIV DOOOOOPOVOOIIPAVOP PPP IIA ILLINOIS . micrantha Bert. 316. . microphylla Kth. 336. . microphylla Ph. 324. . modesta Ph. 336. muscotdes Ph. 335. ornata Ph. 321. .ornthopus Ph. 313. Ottonis Kl. 338. . ovalleana Ph, 322. . pachyphylla Ph. 330. . pantculata R. 319. . paposana Ph. 321. parvifolia DC. 336. parvula Ph. 334. Fear Rh 334: penicillata Ph. 333. FPeraltez Ph. 329. perdicaria Bert. 338. platycaulis St. 316. platypila Pn. 333. polvantha Walp. 325. prorepens Ph. 337. puberula Ph. 315. pubescens Bert. 314. pumila Ph. 332. pygmaea Ph. 316. racimosa Sar. 323. reticulata St. 321, rosea Jacq. 323. San Romani 315. spodiophylla Walp. 326. squamata Zucc, 320. squamoso-radicosa St. 311. squarrosa Barn. 317. strictula Steud. 339. subacaudis Gill. 328. subcarnosa Kl. 322. succulenta Barn. 320. tenera Lindl. 338. tenera Ph. 320. thyrsoidea R. 310. torcana Ph. 327. toríuosa Lindl. 313. trichocalyx Ph. 318. . trichocalyx St. 325. tuberosa Sav. 34.0. tubistipula St. 323. . Valdiviensis Barn. 314. . vinagrillo St. 316. 44 637 638 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS O. violacea L. 340. O. virgosa Mol. 323. PALAVA 215. | P. dissecta Benth. 216. P. malvaefolía Cav. 216. P. modesta (Ph.) 215. P. moschata Cav. 215. Papaveráceas 43. PARONYCHIA 209. P. andina Ph. 210. P. appressa Ph. 210. P. arbuscula Gay 211. Prcrdensis iD (C2cor P. microphylla Ph. 210. Bsemutica Eheio: P. coquimbensis Gay 210. P. ramosissima DC. 211. P. subandina Ph. 210. Peliinia = Eucryphia. Pentacena = Acanthonychia. Perreymondia = Schizopetalum. Phyllanthophora = Malvastrun. PINTOA 346. P. chilensis Gay 347. PITAVIA 351. P, punctata Mol. 352. PLAGIANTHUS 237. Quillaja petiolaris Don 131. Ranunculáceas 4. RANUNCULUS 8. . aberrans Ph. 16. . andínus Ph. 20. . aptifolius Pers. 14. ¡aquatilis IL. 11. Berteroanus Ph. 17. . Oiternatus Sm. 12. . bolivianus Ph. 16. . Dbonariensis Poir 15. . chilensis DC. 17. DITA DE O. virgosa Sav. 323. O. sonata Liebm. 313. P, puichellus A. Gr. 237. Poligaláceas 163. POLYCARPUM 204. P. tetraphyllum L. 205. POLYGALA 164. . andicola Ph. 168, fragilis Kze. 357. . gntdioides Wilid. 168. Nez DESIO7 oxyantha Ph. 167. parvula Ph. 167. patagonica Ph. 166. pratensis Ph. 168. salastana Gay 165. . Solierií Gay 166. . spinescens Gil 168. 357. stricta Gay 166. subandina Ph. 167. . thesiotdes Wild. 167. PORLIERa 346. P. hygrometricaR. et P. 346. Psychrophila = Caltha. PYCNOPHYLLUM 206. P. lanatum Ph. 207. P. molle Rem. 206. TUE UU UU UU o a R. chillanensis Ph. 20. R. colliguensis St. 22. 356. R. cymbalaria DC. 13. R. clatus Stage R, erodiifolius Gay 19. R. exilis Ph: : R. fagelliformiís Sm. 15. R. fuegínus Ph. 17. R. Gilliesii St. 19. R. glandulifer Poepp. zo. R. heterophyllus Sm. 15. ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE . humilis Coll. 15. . hydrocotyle Domb. 15. E ltoralis Ph. 12. longavinus Ph. 28. magellanicus Com. 19. marittimus Ph. 16. microcarpus Pr. 16. minutiflorus Bert. 18. . minutus Gay 13. miser Ph. 18. monanthos Ph. 14. Montícanus Ph. 12. muricatus L. 21. obtusatus Poepp. 15. obtusilobus Ph. 13. orbicularis St. 21. pantothrix DC. 11. parviflorus DC. 21. . patagonicus Poepp. 19. . peduncularis Sm. 17. R. pilosus Ber. 17. R. polypetalus Gill. 19. R. pozoaefoltus Barn. 21. 73 70 73 0 a a ARPA SAGINA 185. . apetala L. 185. . Chilensis Naud. 186. . crassifolia D'Urv. 188. magellanica Wild. 189. pachyrrhiza Ph. 186. . procumbens Y. 185. . Quitensis DC. 186. . quitensis HBK. 1809. . subulata D'Urv. 187. . Urbica Ph. 136. . valdiviana Ph. 186. Sapindáceas 274. Sassia perdicaria Mol. 338. S. tinctoria Mol. 338. - SCHIZOPETALUM 106. 5. bipinnatifidum Ph. 107. S. biseriatum Ph. 108. S. Brogntartí Barn. 108, S. Gayanum Barn. 107. S. maritimum Barn. 107. S. rupestre Barn. 109. Heenkeana Naud. 186, 188. E q DRA . pratensis Ph. Lo. PROA Chus at 221) 3150: ZEDOAS MA: 10: . Saftordi Ph. 20. Savatierí Fr. 17. . saxifrageefolius St. 18. semiverticillatus Ph. 21. ¿[SErICa ns: Ot. 2124 135/0: . sienopelalus Hook. 13. . talquinus Ph. 20. . trisepalus Gill. 15. . trullifolius Hook. 14. . untflorus Ph. 16. . valaivianus Ph. 18. RAPHANUS 84. R. s2/vestris L,. 84. Rapistrum =Crambe. Rixea azurea Morr, 3or. Rutáceas 350. RUTA 350. R. bracteosa DC. 350. S. San Romani Ph. 108. S. tenuifolium Ph. 107. S. viride Ph. 109. | S. Walker? Hook. 107. SCLERANTHUS 212. S. biflorus Hook. 212. . tridentatus H. B. K. 13. 639 Selaginelia rupestris Lechl. 206. Senebiera = Coronopus. SIDIARZ2 7 . acerifolia Garck. 218. . Clandestina Ph. 234. . compacta Gay 236. . Concinna Ph. 215. . hederacea Torr. 238. . heterophylla Cav. 253. megalorrhiza Ph. 236. modesta Ph. 215. erche o ((ENNZ2 33 . sulphurea A. Gr. 238. . vitifolia Cav. 217. SILENE 175. S. andicola Gill. 178. S. corymbosa R. 358. nn vn nn Y Y YN Y Y S. 5. S. S. 640 ' g¿allica L. 175. glomerata Naud. 175. nubigena Ph. 178. plutonica Naud. 177. Sinapis nigra L. 83. SISYMBRIUM Óo. 00M nn . amplextcaule Ph. . andinum Ph. 77. Arnottianum Gill. 77. . Berteroanum Ph. 79. . brachycarpum Ph. 118. . Ceespitosum Ph. 81. canescens Nutt. 120. carnosulum Ph. 78. consanguineum Ph. 75. corymbosum Ph. 73. Cumingianum Fisch. 120. depressum Ph. 118. . dianthoides Ph. 80. elegantulum Ph. 120. . fastigiatum Pl. 81. floridum Ph. 119. . foliosum Ph. 78. . frutescens Gill. 73. . fruticosum Ph. 357. Gayanum Barn. 77. . glaciale Forst. 202. glaucescens Pn. 120. . hispidum Ph. 80. . imbricatifolium W. 115. . ¿ntricatisimum Ph. 75. . lacintatum Ph. 79. Larrañage Ph. 79. . latifolium Ph. 77 . deptocarpum Hook. 73. . linifolium Ph. 74. . litorale Ph. 76. . macrophyllum Barn. 119. . macrostachyum Ph. 76. . minutiflorum Ph. 118. . niveum Ph. 81. . offiacinale Scop. 72. * . parvifolium Ph. 81. pectinatum R. 70. . petraeum Ph. 81. . pimpinellifolium Barn. 120. . pinnatum Barn. 72. . polyphyllum Ph. 75. , rubescens Ph, 118. nn nn nu Y un Y Y MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS . sagittatum Hook. 76. . Simpsont Ph. 78. Sophia L. 119. . stenophyllum Gill. 78. . Strictum Ph. 117. tarapacanum Ph. 74. . tenuissimum Ph. 121. . tuberosum Lag. 97. . umbelliferum Ph. 118. Volckmanni Ph. 74. Solea parviflora Spr. 138. SPERGULA 193. S. arvensis L. 194. Spergularia = Tissa. 3 S. confertiflora St, 197. villosa Fenzl. 197. SPHARALCEA 2109. DN ts Berteroana Ph. 221. S. capitata Ph. 220. S. capituliflora Ph. 223. S. chilensis Ph. 221. S. choapina Ph. 22t. S. circinnata Ph. 221. S. collina Ph. 221. S. coquimbana Ph. 221. S. floribunda Ph. 221. S. Gayana Ph. 221. S. glabrata Ph. 222, S. grandifolra Ph. 221. S. obtusifolia Ph. 221. S. = S S S S S S S S S S S obtusiloba Gay 221. . peteroana Ph. 220. . pulchella Ph. 222. . rupestris Ph. 221. . sessiliflora Ph. 222. . valparidisea Ph. 221. . velutina Pr. 221. . Vidali Ph. 221. . viridis Ph. 221. E . abortiva Naud. 181. . axtllaris Ph. 179. . cuspidata Willd. 180. . lanceolata Poir. 181. . medía Sm. 180. S S S. S S ELLARIA 179. rotundifolía Poir. 181. . stenopelata Ph. 179. tichophyllum bryoides Ph. 206. ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA FLORA DE CHILE 641 Tarasa = Malvastrum. THLASPI 67. T. andicola Hook. 68. T. bonarense Poir. 64. T. commutatum R. 60. T. corymbosum. Mol. 63. iiexzle Ph. 60: T. glaucophyllum Barn. 68. Wtoracile Ph. 68, T. magellanicum Comm. 68. -T. pinnatifidum Poir. 64. TI=SA 194. T. angolensis (Ph.) 202. ioprico (Ph.) 201. T araucana (Ph.) 203. T. Borchersí (Ph.) 199. T. coquimoensis (Ph.) 198, T. Jenticulata (Ph.) 199. T. depauperata (Ph.) 200. T. fasciculata (Ph.) 197. T. Zoribunda (Naud.) 197. T. fruticosa (Ph.) 199. T. g/andulosa (Lieb.) 196. T. Zarrañage (Ph.) 202. T. Z¿ígnosa (Ph.) 198. ieireda (L.) 201. T. paradoxa (Bart.) 196. rss (Ph.) 200. T. platensis (Camb.) 203. T. polyantha (Ph.) 202. T. polyphylla (Ph.) 197. T. rubra (L.) 196. T. stenocarpa (Ph.) 201. T. teretifolía (Ph.) 198. TRIBULUS 3409. T. lanuginosus 1. 349. VALENZUELIA 274. V. trinervis Ber. 275. VIOLA 138. V. acanthophylla Leyb. 156. V. atzoon R. 157. V. angustifolia Ph. 154. V. araucana Ph. 148. Tricuspidaria = Crinodendrum. Tropeoláceas 295. TROPAOLUM 295. Ya 2222422222399 3992929999993 . albiflorum Lem. 299. . azureum Paxt. 301. . brachyceras Hook. 300. . Buchenaui Ph. 3o1. . Chilense Bert. 298. . ciliatum R. et P. 297. . coccineum Miers. 298. elegans Don. 298. floribundum Turez. 299. Hookerianum Barn. 298. . Incrassatum St. 298. KMmentbh sor Lechieri St. 298. lepidum Ph. 302. . leptophyllum Won 2909. . Iinearifolium St. 302. . minimum Miers 300. nubigenum Ph. 300. . oxalianthum Morr. 3oo. polyphyllum Cav. 299. . prostratum Miers 299. . Reicheanum Buch. 359. , thomboideum Lem. 300. . sessilifolium Poepp. 297. speciosum Poepp. 298. . tenellum Don. 300. . tenuirostre St. 298. . tricolor Lind!. 298. . venosum Ph. 297. . vlolaeftorum Dietr. 301. TURRITIS 121. T: DA y Wo y a 0% 0 y q A O =p AÑ Pa CN : IU! “» i Ro f o y Y! INDICE III — di —Á Las pájinas de este tomo corresponden a los tomos, entre- gas 1 pájinas de los Anales de la Universidad de Chile como se espresa a continuacion: Páj. 4-46 corresponden al tomo 88, Noviembre 1894, páj. 58-100. MEA] 127 " 129-173 m7 205 " 265-140 1 340-353 1" 354-379 " " go, Enero 1895, páj. 77-157. " 9o, Junio 1895, páj. 879-923. " 91, Setiembre 1395, paj. 321-413. " 93, Mayo 1896, páj. 557-632. " 93, Junio 1896, páj. 838-852. " 95, Octubre 1896, páj. 619-644. FIN DEL PRIMER TOMO — CÍNS ARS EAS e (Premios oo y 1000 para sa mo nsngezznznzn>s FACULTAD DE TEOLOJ ÍA: (Bienio de 1895 1 1896) "Idea histórica de la enseñanza dada en Chile. ¿por el clero secular 1 og durante la e) | cion española. ( | 3 FACULTAD DE MEDICINA 1 FARMACIA (Bienio de 1896 i 1897) : "Condiciones científicas de los mataderos 1 ser- 3 vicios anexos, en relacion con la a ra —FACUL 00 LoS cos ALS "Estudio sobre el recurso de casacion . cod (Las composiciones deberan - de a la Secretaría ántes del 10 de eo de 1897)... ] FACULTAD DE FILOSOFÍA 1 HUNAMIDADES nHistoria de alguna provincia o ciudad. Chile, desde su oríjen hasta la época actual. (Las composiciones deberán a a 1 Secretaría ántes del IO de Marzo. de a FACULTAD 0 OIENCIAS PICAS l MacEÍnAAS (Bienio de 1896 i 1S97) 500 ¡Monografía de los ferrocarriles de Chile bajo e un to de vista técnico 1 o A | TOMOS XCII-XCV, —AÑO 54.: - SUMARIO a lit erarias EN Mercurio de Chile. por DomaNGo, NE mpaña a este número corresponde al artículo del señor dios ala Tejion sel rio Puelos, pa en números Par la debida cool en E reparto de los | ANALES, se ruega a los señores suscritores que ha= yan cambiado de domicilio, tengan a bien avisarlo por escrito a la IMPRENTA CERVANTES. | 3] o = ¿ Ma Sumario del número de Setiembre (136 pájinas.) Memorias científicas i literarias. —Plantas nuevas ¿hilenas de las familias que corres- Ponden al tomo VI de la obra de Gay, por el doctor R. A. PHILIPPI, (continuacion). —Don Melchor Jufré del Águila i su libro, por DreGo BARROS ARANA.—£l servicio de nuestras relaciones esteriores; defectos de su organizacion i¿ medios de mejorarlo, por 0 Gustavo A. HoLLEvY.—Ultimos días coloniales en el Alto- Perú, por GABRIEL - RENÉ-MORENO, (continuacion). —Mecánica racional, por A. OBRECHT. —Viajes 1 a estudios en la rejion hidrográfica del rio Puelo, por JUAN STEFFEN, (continuacion). Sumario del número de Octubre (188 pájinas.) Boletin de Instruccion Pública. —Consejo de Instruccion P.íblica: Sesiones del 5,1208 19 ¿ 26 de Octubre de 1896. > : Memorias científicas i literarias. —Don José Marta de Rozas, por DOMINGO AMUNÁ- TEGUI SOLAR. — Restauracion de la Gesta del Cid Campeador, e E. DE LA BARRA. —LDos animales nuevos de la fauna chilena, por el doctor R. A. PHILIPP1.— Zeoría jeneral de la administracion pública, por VALENTIN LETELIER.—Compendio histori del descubrimiento, conquista i guerra del Reino de Chile, compuesto por el capitan d MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA, natural de la Villa de Madrid, (continuacion). Últimos días coloniales en el Alto- Perú, por GABRIEL RENÉ- -MORENO, (continuacion). Estudios sobre la flora de las islas de Juan Fernández por el doctor don Federico - 7okow, por D. B. A.—Estudios críticos sobre la Hora de Chile, pa el doctor eS b REICHE, (fin del primer cl E PRECIOS DE SUSCRICION | Un año, doce números, $ 10. Un semestro, selg números, | Las suscriciones empiezan en Enero de cada año. IMPRENTA CERVANTES | 18,482.—IMP. CERVANTES; Bandera 73. | | | ] j I ' EL «MERCURIO DE CHILE> —B— Mercurio de Chile. Periodico historico -cientifico-economico-literario, N. 1.2 Luce bcet populus, somnos expellat, et imbras! (sic) (Entre filetes) In- fluya en la felicidad de los pueblos iluminandolos, despertándolos, desen- gañandolos! Santiago: Imprenta Nacional. Año de 1822. Biblioteca del Instituto Nacional. 4. de E72X95. Pájinas: 212 +cuatro+3+213 a 2284229 a 236+237 a 494. Entre las pájinas 44 1 45 del ejemplar hai agregada una hoja. suelta de 204 X 150. Está rotulada «Voticias de Lima», 1 contiene un decreto del go- bierno peruano en que se anuncia que San Martin, despues de la entre- vista de Guayaquil, reasumirá el protectorado el dia 22 de agosto de 1822. Dicha hoja sirve de suplemento al número 2 del Mercurio. Las pájinas 3211322 salieron sin numeración. La pájina 390 está en blanco. | Números: 1a 10+un «Postillon al Mercurio. Despues del N. 1o»-+un «Alcanze al Postillon del Mercurio»; 11+un «Postillon al Mercurio» +un «Alcance al Mercurio Ñ. 3.%»; 12 a 25. El «Alcance al Mercurio N. 3.% debe entenderse que es al número II; a este número corresponde por su fecha 1 por su pajinacion. Los números 2, 9, lo 1 15 son de 24 pájinas; los números 11, 12, 13, 16, 20, 23, 24 1 25 sacaron 16 pájinas. Los demas tienen 20. Los-primeros 8 números salieron sin fecha. El número y se publicó el 23 de agosto de 1822; 1 se dieron a luz en :823 los números comprendidos desde el 18, que salió el 2 de enero, hasta el último, que apareció en abril 21. TOMO XCIV 45 646 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS El siguiente decreto, que hoi se publica por primera vez, es la fe de nacimiento del Mercurio de Chele: "Santiago, abril 27 de 1822. "No siendo suficiente un bibliotecario para que, con la breve- dad apetecida, se arregle la Biblioteca Nacional, en términos que pueda servir para la ilustracion de cuantos quieran ocurrir a instruirse de sus Obras, se nombra de segundo bibliotecario para este importante objeto al padre don Camilo Henríquez, esperándose de su patriotismo, aplicacion i vastos conocimien- tos lo desempeñará a satisfaccion del público. Se le señalan quinientos pesos anuales por esta comision, que saldrán de los mil pesos asignados al primer bibliotecario, quedando, por con- siguiente, éste con los quinientos restantes. Se le encarga tam- bien la edicion de la Gaceta Ministerial, i la formacion de un periódico sobre la estadística del pais, que dará a la luz pública cada ocho, o cada quince dias, segun regule conveniente, i con proporcion a los materiales que se le suministren i pueda ad- quirir por su dilijencia.—Por ámbos encargos gozará del sueldo de mil pesos al año, a mas de los quinientos arriba espresados, que se le pagarán por la tesorería nacional, empezando a co- rrerle ámbas asignaciones desde el primero de mayo próximo venidero. Trascribasele este decreto para que le sirva de título Tómese razon. O'HIGGINS Echeverrian Hacia dos meses que Camilo Henríquez habia vuelto a Chile. El estado de pobreza en que vivia en Buenos Aires no le habria permitido regresar a su patria; pero O'Higgins, director supremo de la República, i don Manuel de Salas le proporcio- naron los recursos necesarios para el viaje. Salas le mandó 500 pesos que habia reunido por medio de una suscricion popular, i O'Higgins 400 pesos de fondos del Estado. Una vez llegado a Santiago, el gobierno, en el decreto que acaba de leerse, le dió una ocupacion que correspondía a las -- 5 EL "MERCURIO DE CHILEn 647 dotes de su espiritu i, al mismo tiempo, le permitia llenar las necesidades de su vida. Con fecha 5 de agosto de 1818, un decreto firmado por O'Higgins e Irisarri habia conferido a don Manuel de Salas la comision de formar una biblioteca pública, sobre la base de los libros de la Universidad de San Felipe. Don Miguel Luis Amunátegui refiere minuciosamente en el tomo tercero de su biografía de Salas cuánta actividad desplegó este benemérito patriota para enriquecer la naciente biblioteca 1 ponerla en estado de servir a los amantes de la instruccion. En primer lugar, solicitó del gobierno la entrega de los libros e instrumentos de matemáticas que habian llegado al pais en los trasportes españoles convoyados por la fragata María Isabel. En seguida, consiguió que algunos individuos particulares le obsequiaran libros para la biblioteca. El mas valioso de estos donativos fué el de don Diego An- tonio Barros, padre del distinguido historiador Barros Arana. Por último, el mismo obsequió su propia librería, compuesta de mas de mil volúmenes. La llegada de Camilo Henríquez i sú nombramiento de se- gundo bibliotecario debian dar a don Manuel de Salas un uti- lísimo ausiliar para la empresa que habia tomado a su cargo. Desgraciadamente, los sucesos políticos posteriores 1 la caida de O'Higgins paralizaron la obra comenzada. La Biblioteca Nacional hubo de: ser restablecida en el go- bierno del jeneral Freire, a 19 de julio de 1823. Algunos dias despues, era elejido protector de ella don Ma- nuel de Salas, bibliotecario primero Camilo Henríquez i biblio- tecario segundo don Miguel de la Barra. En el decreto de 27 de abril de 1822, el gobierno, como se ha visto, confió al fraile de la Buena Muerte la direccion de la Gaceta Ministerial. Este periódico prestaba los mismos servicios que el Diario Oficial 1 el Boletin de Leyes en nuestros dias. 648 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Hasta entónces, la publicacion de la Gaceta habia estado en- cargada a don Bernardo de Vera. | La importancia del decreto de 27 de abril no consiste, sin embargo, en este cambio de personas, sino en la creacion de un nuevo periódico cuyo principal objeto debia ser la estadís- tica de Chile. El pensamiento del gobierno i¡ de Camilo Henríquez se halla perfectamente esplicado en las dos notas que siguen, que tam- bien por primera vez se dan ahora a luz: "Señor ministro de estado i del despacho universal de hacienda: “Para exornar un periódico que de suprema órden se va a publicar sobre la estadística del pais, tengo el honor de encar- gar a US. se sirva pedir a todas las oficinas de hacienda una razon circunstanciada de los individuos que las forman, de sus atribuciones, de todo lo que, en razon de ellas, han trabajado en el presente año hasta la fecha, i de lo demas peculiar de cada una que pueda servir para llenar este importante objeto. Conforme las vaya recibiendo, US. se servirá remitirmelas. Como el señor gobernador intendente ejerce tambien la judica- tura de alta policía, se le ha pedido por este departamento la razon respectiva a ámbos ramos. “En cuanto a las oficinas de hacienda de las provincias, será preciso que US. las pida por los correos ordinarios, con encargo de que las remitan con la posible brevedad. uDios guarde a US. muchos años. "Ministerio de estado i mayo 6 de 1822. Joaquín de Echeverria. w Señor ministro de estado en los departamentos de hacienda 2 guerra. "Para que en el Mercurio se continúen los artículos relativos a la estadística del pais, se necesita tener un conocimiento de las materias siguientes: "Los ingresos i gastos del erario en un quinquenio. EL "MERCURIO DE CHILEN | 640 “Lo que ha amonedado la Casa de Moneda 1 sus gastos en cinco años. "Los cobres que ha producido Coquimbo en cinco años. "El monto de las importaciones marítimas, i las importa- ciones; como tambien el de las estracciones e internaciones por cordillera en el mismo tiempo. "El número de los hospitales de esta capital, el de sus camas i enfermos existentes, el de sus empleados, con espresion de sus clases i sueldos; los gastos de cada hospital desde principios de enero hasta la fecha; cuántos enfermos han entrado, cuán- tos se han curado i cuántos han muerto en la misma época, "El estado de la casa de espósitos, el número de éstos en la actualidad, los que se han recibido i criado, cuántos han muer- to en cinco años, sus gastos en el mismo tiempo, i cuáles son los fondos de este establecimiento, "De suprema órden, tengo el honor de encargar a US. se sir- va espedir las providencias convenientes para que, a la mayor brevedad, se me pasen estas noticias, i que en lo sucesivo sean mensuales en cuanto a la casa de espósitos i hospitales. “Dios guarde a US. muchos años. "Ministerio de estado, mayo 18 de 1822. Joaquin de Echeverrian En este último oficio, el ministro Echeverría incurrió en el error de pedir a su colega de gabinete los datos relativos a to- dos los hospitales de Santiago i a la casa de espósitos, siendo así que de estos establecimientos solo el hospital militar depen- día del ministerio desempeñado por don José Antonio Rodrí- guez. Esta confusion de atribuciones quedó perfectamente aclarada en un decreto posterior, suscrito por O'Higgins i Rodríguez, El dia del nacimiento de un personaje ilustre debe recordar- se en su biografía, siempre que ello sea posible, con toda pre- cision. El mismo deber obliga a quien escribe la historia de un pe- riódico importante. 650 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Hasta hoi los bibliógrafos no habian podido indicar la fecha exacta del primer número del Mercurio de Chele. Las dos notas del ministro Echeverría que acaban de leerse, permiten asegurar que el Mercurzo nació entre el 6i el 18 de mayo de 1822. | El último número lleva la fecha de 21 de abril de 1823. El Mercurio de Chele vivió, pues, un año completo. La Aurora de Chele habia vivido un año i dos meses. A pesar de su corta existencia, estos dos periódicos, escritos en mal papel, impresos con tipos ordinarios, i redactados en un lenguaje incorrecto, fueron dos poderosos arietes, el uno con- tra el despotismo español í el otro contra la dictadura de O'Higgins. | El Mercurzo de Chale era, sin embargo, un periódico oficial, que se publicaba por la imprenta del gobierno, i cuyo redactor, como se ha leido, gozaba sueldo del erario. Camilo Henríquez hizo una tentativa séria para conseguir que el Mercurzo llevara vida libre e independiente i fuera sos- tenido por sus lectores. En la última pájina del número 3.2 se leia este aviso: uSuscricion a este periódaco. Algunos señores, i entre ellos estranjeros respetables, desean- do alentar su publicacion, han instado por que se abra suscri- cion a él. Teniendo en consideracion lo caro del papel, la mano de obra i el estado de la imprenta, la proponemos en los tér- minos siguientes. La suscricion se hará por tomos. Cada tomo constará de 25 números i cada uno de éstos será de estension indefinida, nunca menor de dos pliegos. Precio, 7 pesos ade- lantados. De la imprenta se remitirán los números, luego que salgan, a los suscritores. Los que quieran suscribirse lo avisa- rán a la imprenta, ise les enviará el correspondiente recibo. En Valparaiso se recibirán las suscriciones en la tienda de don José Antonio Martínez. Esta sonda arrojada al mar de la opinion pública resultó in- fructuosa, EL "MERCURIO DE CHILE» 651 En nuestro pais i en aquella época las necesidades intelec- tuales se satisfacian con mui escaso alimento. Las suscriciones al Mercurío se contaron con los dedos de la mano. j Para dar mayor circulacion a los interesantes artículos pu- blicados por Camilo Henríquez, el gobierno tuvo necesidad de acudir en su ausilio. "Santiago, 27 de junio de 1822 "Siendo el honor del pais i conveniente a su ilustracion el que contiene el nuevo periódico Mercurzo de Chile, para cuyos costos 1 gastos no sufragan las pocas suscriciones, la tesorería jeneral pagará treinta ejemplares, i otros tantos del Cosimopo- lzta, a que debe suscribirse el ministro de estado en el depar- tamento de gobierno, por el tiempo que dure la Convencion Preparatoria, para que los mande repartir entre los diputados. I se oficiará por el mismo a los intendentes i gobernadores, in- vitándoles para que, por sí i por los demas jueces í jefes de ofi. cinas en sus respectivas provincias, se coadyuve con suscricio- nes; haciéndose igual invitacion a los tribunales i jefes de esta capital. Comuniquese al ministro en el departamento de hacien- da 1 guerra. O'HIGGINS. Echeverría. Con fecha 10 de agosto, el ministro de hacienda se suscri- bió a cinco ejemplares del Mercurzo. El Cosmopolita, al cual tambien se referia en su decreto el ministro de gobierno, fué un periódico redactado por el coronel don Santiago Blayer, i del cual solo aparecieron 16 números. El decreto de 27 de abril de 1822 habia encargado a Camilo Henríquez “la formacion de un periódico sobre la estadística del pais... Este asunto era, segun el espíritu i la letra del decreto, el fin primordial de la nueva publicacion, 652 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La Gaceta Ministerial daba cabida a los documentos oficia” les mas importantes. El Mercurio de Chale estaba destinado a coadyuvar a la obra del gobierno, presentándole un cuadro de los principales pro- ductos del pais, de sus importaciones i esportaciones, de los gas- tos i entradas públicas, i de las casas de beneficencia i oficinas administrativas. En el prospecto del periódico, Camilo Henríquez acentuó este objeto del Mercurzo en términos que no dejaron lugar a duda. "Como ni la administracion, escribía, pudiera marchar con acierto, ni pueden calcularse, pesarse, aumentarse, desenvol- verse los medios 1 principios de prosperidad que tiene el pais, sin conocer su estadística ella ha de formar uno de los artículos principales de este periódico. uS. E, el supremo director, agregaba mas adelante, es el que manifiesta mas empeño en que se ponga por la primera vez la mano en la estadística del pais. Ella es una selva enmarañada que no ha tocado hasta ahcra la mano del hombre. Esta es una de las providencias que le hacen mas honor. S. E. quiere que se abra ante sus ojos el vasto campo que tienen que correr sus trabajos administrativos, ¡que se reduzca a sus elementos la inmensa esfera de accion i actividad que le demarcan la acu- mulada sabiduría i progresiva esperiencia de los siglos i de las naciones. Quiere que le presentemos el gran inventario del pais; el cuadro de sus necesidades; el estado de lo que existe 1 de lo que debe existir; el indice de lo que debe restablecerse, crearse, destruirse, modificarse, organizarse. Quiere, en fin, saber, con la mayor aproximacion posible, en qué grado se hallan los ajentes e instrumentos de la produccion i las fuentes de la pros- peridad. Era pedir mucho i prometer mas. En este sentido, el Mercurzo de Chile fracasó por completo. El plan. de investigaciones estadísticas trazado por Camilo Henríquez en el número 2.* del periódico, quedó sin realizarse. Fué uno de tantos proyectos frustrados, producto de la ima- jinacion de un pueblo jóven, que no sabia apreciar aun las difi- cultades del gobierno. EL "MERCURIO DE CHILÉn 653 El artículo del lZercurzo mas interesante en noticias estadiís- ticas, fué uno remitido de Valparaiso, con fecha 20 de mayo de 1822. Se intitulaba asi: Lijera vista comparativa de lo que fué la ciudad 1 puerto de Valparaiso en los oscuros tiempos colontales, 2 de lo que ya es a los primeros destellos de la libertad. Ocupaba seis pajinas del número 2.0 Hai antecedentes para asegurar que era su autor el jeneral Centeno, entónces gobernador de Valparaiso. Los guarismos sobre el aumento progresivo de la poblacion i del comercio de aquel puerto, hoi uno de los primeros del Pacifico, encerraban verdadera importancia histórica. En el número 3.2 del Mercurío apareció un cuadro del Insti- tuto Nacional, con especificacion de sus empleados, cátedras, alumnos, entradas i gastos. En este mismo periódico se leia el número de cadáveres se- pultados en el Cementerio durante el mes de abril. En el número 4.9, se daba la mortalidad del mes de mayo, con distincion de los párvulos i de los adultos hombres i mujeres: En el número 5.% habia un párrafo destinado al hospital mi- litar, con indicacion de sus camas, enfermos í gastos, en los meses de febrero, marzo, abril i mayo. En el mismo número, se indicaban los bautismos i matrimo- nios celebrados desde el 1.2 de enero hasta el 31 de mayo en las parroquias de la Catedral, Santa Ana, San Lázaro i San Isidro. En el número 6.2, Camilo Henríquez insertó un corto artículo sobre el Cementerio de Santiago, en el cual daba a conocer los gastos del establecimiento. En el número 7.*, figuraba un cuadro de los bautismos i matrimonios celebrados en el mes de junio en las cuatro parro- quias nombradas ántes. En el número 11, aparecian dos cuadros, uno de los bautis- mos i matrimonios de la parroquia de la Cañadilla desde el 1.9 de enero hasta el 1.2 de agosto, i otro de las causas civiles i criminales despachadas por la Cámara de Justicia desde el 7 de enero hasta el 3 de agosto. En el número 14, se daba la mortalidad del mes de agosto, 654 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS con distincion de parvulos i adultos hombres i mujeres. Se daba tambien el número de bautismos i matrimonios del mismo mes en las parroquias de la Catedral, Santa Ana, San Lázaro i San Isidro. En el número 15, se leia el número de bautismos i matri- monios de las cuatro parroquias mencionadas durante el mes de setiembre, i los guarismos totales de la mortalidad en setiem- bre 1 octubre. Esto era todo. Inútil tarea se impondria el investigador que buscara en el Mercurio de Chile otros datos estadísticos sobre nuestro pais. Se hace necesario confesar, a la vista de tan pobre resultado, que tales guarismos no llevaron sino poco o ningun ausilio a los hombres de gobierno. Si el Mercurzo, en conformidad al decreto que lo fundó, no hubiera tenido otra seccion mas importante que la de su esta- distica, habria sido preferible que nunca apareciera a la luz pública. | La seccion literaria tampoco merece elojios. Ella se reduce a una medía docena de composiciones en verso, escritas por los dos puetas de la revolucion, el fraile de la Buena Muerte i el autor de la cancion nacional. Como una muestra de los talentos poéticos de Camilo Henrí- quez, voi a trascribir el brindis que pronunció en un banquete de alta significacion politica. En el número 4.2 del Mercurzo se leia esta interesante re- lacion: ! "El supremo director dió un convite mui agradable al vice- almirante lord Cochrane. La popularidad í llaneza de estos señores, i de toda la amable” familia del director, hacian que los convidados creyesen hallarse en el seno de sus propias fa- milias. S. E. brindó por los bravos que, despues de tantos hechos memorables i gloriosos, vuelven a su patria coronados de lau- reles. El lord brindó por el padre de la patria, por el virtuoso 1 valiente pueblo araucano, i por la representacion nacionals madre de la libertad. Los demas señores brindaron a su vez EL "MERCURIO DE CHILEn 655 recordando las varias hazañas de este gran marino, campeon de la libertad. Uno dijo as: «El que de Homero los talentos tenga «atrévase a cantar los inmortales. «Que vivan en la historia de los siglos «consagrados al silencioso asombro.» Cochrane habia llegado del Perú profundamente enemistado con San Martin. O'Higgins, sin embargo, habia creido de su deber recibirlo con todas las manifestaciones de entusiasmo i de aprecio que se debian a tan leal servidor de Chile. Le habia hospedado en el palacio de gobierno, i en 15 de junio de 1822 habia dado en su honor el banquete a que habia asistido Camilo Henríquez. Siete meses despues, en 18 de enero de 1823, Cochrane se despedía de Chile embarcándose en el puerto de Quintero con rumbo al Brasil, por cuya independencia iba a combatir heroi- camente. Don Bernardo de Vera i Pintado brindó tambien en verso, como lo habia hecho su compañero Henríquez, en un banquete que don Bernardo O'Higgins ofreció a sus amigos en el dia de San Bernardo, que era al mismo tiempo el de su cumpleaños, o sea el 20 de agosto. Hé aquí la composicion: «Darte, señor, los dias Cuando tu ilustre espada A la patria adorada Dió tantos de placer, tantos de gloria, Es un empeño vano, Que tu mérito excelso i soberano Un lugar se ha ganado ya en la historia Que pasa de la vida. Os es reconocida Ya la posteridad; I si una pluma a tu elojio faltara, Su eterna voz seguramente alzara La misma libertad.» 656 MEMÓRIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARÍAS Nadie, de seguro, Jjuzgaría severo al crítico que afirmara que en estos renglones la poesía brillaba por su ausencia. En ellos, habia lisonja i había ritmo, pero nó inspiracion lírica. Vera i Pintado colaboró tambien en el Mercurzo con artículos en prosa. En los números 16 i 17 publicó dos estensos remitidos, o mas bien discursos, tendentes a manifestar que los temblores de tie- rra no eran signos de la cólera divina sino efectos de causas naturales, 1 que se dejaban sentir en diversas rejiones del globo. En el segundo de estos artículos, protestó con enerjía contra las procesiones de disciplinantes i de aspados que recorrieron las calles de Santiago despues del terremoto de la noche del 19 de noviembre de 1822, Estos discursos de don Bernardo de Vera, i el apoyo que en el mismo MZercurzo les prestó Camilo Henríquez, provocaron una ardiente polémica relijiosa en la prensa. Por lo demas, nuestros historiadores nacionales han referido que O” Higgins recibió graves censuras del clero i de las perso- nas devotas por haber ordenado que se suspendieran aquellas procesiones. Hubo otros dos colaboradores del Mercurzo que merecen ser recordados. Uno de ellos fué el comerciante español don Felipe Castillo Albo, quien, con motivo del terremoto de 19 de noviembre, publicó en el número 16 un cuadro de observaciones meteoro- lójicas, tomadas desde el día 19 hasta el 27 del mismo mes. Castillo Albo habia dado a la estampa observaciones de la misma especie en la Aurora de Chile, i debia suministrarlas, en forma mas ordenada, al Mercurio Chileno de don José Joaquin de Mora. El otro colaborador a que me he referido fué don Manuel de Salas ¡ Corvalan. Hé aquí la nómina de los artículos que se deben a la pluma de Salas: 1. Del hospicto.—Esta institucion habia sido fundada en 1803, EL "MERCURIO DE CHILEn 687 bajo el gobierno de Muñoz de Guzman, i habia sido instalada en la calle de la Maestranza, en una antigua casa perteneciente a los jesuitas. Para el fomento del hospicio, habian hecho considerables li- mosnas el obispo de Santiago don Francisco José de Maran, quien había contribuido con 4,000 pesos; don Pedro Balmaceda, cuya donacion habia subido a la cantidad de 2,000; el conde de la Conquista, don Mateo de Toro Zambrano; í el conde de Quinta Alegre, don Juan Agustin Alcalde, El establecimiento habia sido organizado a imitacion de la Casa de Huérfanos que el marques de Montepio, don Juan Nico- las Aguirre, fundo en el siglo XVIIT en el centro de la ciudad, 1 que era hospicio, asilo de arrepentidas i casa de espósitos, al mismo tiempo. El hospicio fundado por Muñoz de Guzman admitió indivi- duos de uno í otro sexo, los cuales llegaron al número de 150 en los primeros meses. Este número aumentó hasta 400, entre hombres, mujeres i niños, cuando se establecieron telares i manufacturas de diver- sas clases. El alma del hospicio había sido don Manuel de Salas, el cual fué su organizador i director; el jefe de los talleres, un suizo que respondía al nombre de Santiago Heitz (1). La guerra de la revolucion destruyó este hermoso plantel. Despues de Rancagua, Osorio lo convirtió en cuartel de soldados. Despues de Chacabuco, los patriotas destinaron el edificio al mismo objeto. | Al fin de mui poco tiempo, sin embargo, el gobierno compren- dió la conveniencia de restablecer aquel asilo. Así lo manifiesta el decreto que sigue: "Santiago, junio 4 de 1817. "Siendo de suma necesidad el establecer un hospicio de mu- jeres que sirva de correccion i ocupacion al sexo débil, que, (1) El prolijo investigador don Justo Abel Rosales ha dado noticias mui Curiosas i completas sobre Heitz en su libro Za Cañadilla de Santiago. 658 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS por falta de recursos, se abandona regularmente a excesos de- masiado perjudiciales a la sociedad, se encarga su organizacion a don Martin Calvo de Encalada, en atencion a su talento i vastos conocimientos en la materia. Pásesele oficio por el minis- terio, previniéndole que, para poner en planta esta obra intere- santc, ocurra primero a tratar conmigo lo que convenga.— Quintana. Estos buenos propósitos quedaron escritos en el papel. Debia tocar a O'Higgins ia don Manuel de Salas la honra de volver a fundar el hospicio de 1803. Con fecha 5 de setiembre de 1821 se dictó un decreto por el - cual se nombraba a don Juan de Dios Vial del Rio, a don Fran- cisco Ruiz Taglc, a don Manuel de Salas, a don Santiago Heitz, ia don Juan Agustin Alcalde, para que presentaran al gobierno un plan de restablecimiento de aquella benéfica institucion. El decreto por el cual se fundó por segunda vez el hospicio fué firmado por O'Higgins 1 Rodríguez en 8 de marzo de 1822 En él, se nombró director a don Santiago Heitz, quien se obligó a mantener 400 asilados, en cambio de las entradas i del local que el gobierno debia suministrarle. El objeto del articulo publicado por don Manuel de Salas en el Mercurio fué sin duda el de conmover a las personas caritati- vas, i conseguir, como en 1803, algunas limosnas de dinero. 2. Sobre la isla de Juan Fernández.—Salas, que habia sido de los desterrados a Juan Fernández durante la reconquista española, describe la isla de Mas-a-tierra con detalles mui exac- tos 1 pintorescos. Por lo demas, combate la idea de volver a fundar en ella un presidio. Demuestra con guarismos que un presidio en Juan Fernández exije gastos mucho mas considerables que una penitenciaria en el continente, i manifiesta por propia esperiencia que la soledad de las islas, en vez de correjir a los hombres, les exaspera i les induce a la maldad. Esta opinion tan sensata fué confirmada por los hechos en todas sus partes cuando posteriormente se destinó a aquel ob- jetola isla de Mas-a-tierra. Don Benjamin Vicuña Mackenna ha referido, con brillante EL MERCURIO DE CHILE 659 estilo, en la obra que publicó en 1883, la historia completa de los crímenes i sublevaciones de que ha sido teatro el presidio de Juan Fernández. De acuerdo con los principales viajeros e industriales que han visitado la isla de Mas-a-tierra, Vicuña Mackenna indica la con- veniencia de que se la consagre a estacion balnearía ide pes- quería. La suavidad del clima i la temperatura elevada de las aguas que bañan aquellas costas, dan a las islas de Juan Fernández condiciones hijiénicas mui parecidas a las de las islas de Made- ra, a donde acuden centenares de enfermos en todo el curso del año. Desde otro punto de vista, la pesca de la langosta, que en los alrededores de Juan Fernández se propaga con asombrosa fe- cundidad, podria constituir, i ya lo es, una base permanente de negocio i de industria. En cuanto a la vejetacion de estas islas, los naturalistas de- searian que el gobierno prohibiera en ellas la corta de árboles i que fueran conservadas a la manera de un gran parque nacio- nal, destinándolas asi al cultivo desinteresado de la ciencia. 3. Sobre la moneda de cobre.—En este artículo, don Manuel de Salas pone de manifiesto la urjente necesidad de que se acu- ñe moneda de vellon, a fin de facilitar las transacciones menudas. 4. El camino de la cordillera.—Salas se refiere al paso de Us- pallata, el cual habia sido arreglado en la colonia, durante el gobierno de don Ambrosio O'Higgins. Este notable gobernante había construido casas de refujio para los viajeros, i habia compuesto algunos trechos peligrosos del camino. Don Manuel de Salas pide que se complete esta obra, dando mayores garantias de seguridad para atravesar la cordillera. El ilustre filántropo no se imajinaba, por cierto, que llegaria un día en que las mulas cederían el camino a las locomotoras. 5. Reformas en la enseñanza pública.—Salas se lamenta de que el Instituto Nacional solo prepare, como los establecimientos de instruccion de la colonia, clérigos i abogados. Por mas que los busquemos, esclama, no hallaremos al esta- dista, al economista, al marino, al jeneral, al lejislador. 660 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS “Hasta ahora, agrega, nuestro Instituto Nacional no nos promete por su plan de enseñanza uno solo de esos hombres que necesitamos. Sí de la supresion de cátedras inútiles se es- tableciera un fondo que, aumentando la dotacion de las que de- ben propagar esa clase de conocimientos, estimulase a los sabios de otras naciones a venir a gustar el placer de enriquecer la nuestra, o mas bien crearla con sus luces; si el gobierno desti- nara siquiera mil pesos anuales para enviar a Europa por libros, segun las notas de los que son aplicados í tienen una esperien- cia literaria, encargando muchos ejemplares de cada obra, para que el subrante de las que colocase en la biblioteca pública le - reembolsase ese pequeño costo con injentes ganancias; si anti- cipase al efecto sus relaciones, suscribiéndose a todos los perió- dicos de los pueblos cultos, ya que carece de ajentes que cum- plan estos encargos; sí se inventasen premios ciertos, i de bas- tante estímulo, para la literatura, ella progresaria rápidamente» i por un paño de blanda luz vendria a enjugar las lágrimas que nos arranca el humo de los antiguos errores i del sistema tene- broso en que nos envolvia la forma misma del gobierno a que perteneciamos. A la fecha en que don Manuel de Salas estampaba estas ver- dades, 11 de abril de 1823, el curso de humanidades del Insti- tuto se componia de las cátedras que siguen: Latin, filosofía, ingles, frances, literatura, dibujo, física, mate- máticas. Tales asignaturas habrian sido suficientes para suministrar una base sólida a las carreras profesionales indicadas por Salas. Por desgracia, los maestros no habian seguido los adelantos de la ciencia. Don Juan Egaña daba lecciones de retórica, miéntras el pres- bítero Bezanilla esplicaba los fenómenos de la física, í la clase de matemáticas puras corría a cargo del presbítero Puente. Basta recordar a estos tres honorables catedráticos para com- prender por qué los alumnos del Instituto Nacional no apren- dian ni matemáticas, ni física, ni literatura. Igual esplicacion podría darse de los escasos resultados que obtenia el presbítero don José Santiago Íñiguez en su clase de economía política. -EL UMERCURIO DE CBILEnN 661 Salas termina su artículo del MMercurzo haciendo notar la falta de tres establecimientos indispensables en un pueblo culto: una escuela naval, una academia militar i una escuela de me- dicina, Las censuras dirijidas contra la enseñanza por el anciano patriota produjeron honda conmocion en la sociedad 1 en el gobierno, Fué como el tañido de una campana de alarma. En vano Camilo Henríquez, en el mismo número del lZerca- reo, hizo seguir el artículo de Salas de una réplica vigorosa, La tésis que en esta ocasion sostuvo el redactor de la Aurora, se hallaba contenido en este párrafo: | "Parece, decía, que nuestro ilustre amigo espera que salgan hombres públicos de nuestro colejio llamado Instituto. No sa- lieron los grandes hombres del polvo de las escuelas. En ellas, solo se adquieren los primeros elementos de las ciencias; se contrae el hábito de la atencion; i las ciencias exactas princi- palmente comunican el espíritu de análisis i de investigacion, i parece que hacen la intelijencia mas sagaz i profunda. Una lectura útil i dilatada, en que se sigue el consejo de Plinio non multa legere, sed multum;, el trato con hombres ilustrados; 1 la residencia en pueblos cultos, observando, oyendo i estudiando; todo esto es lo que forma hombres públicos». Camilo Henríquez citaba en su disertacion el ejemplo de la sociedad de Buenos Aires, en que él habia residido por varios años, i donde descollaban ciudadanos de la distincion de un Rivadavia. A pesar de estos argumentos, que, no puede ménos de reco- nocerse, tenian un gran fondo de verdad, la opinion pública dió la razon a don Manuel de Salas. I, felizmente, las palabras de nuestro ministro perpétuo de instruccion ide beneficencia cayeron en buena tierra i fructi- ficaron. En el mismo mes de abril de 1823, en que Salas dió a luz sus observaciones, don Mariano Egaña, ministro del jeneral Freire, presentó al Senado un proyecto de reforma del Instituto Nacional. A fines del año se fundó la segunda Academia Militar i se '"'OMO XCIV 46 662 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS nombró director de ella al injeniero español don Santiago Ba- llarna. En 1825, Egaña, enviado a Europa como ministro de Chile en Lóndres, con la debida autorizacion del gobierno, contrató a dos distinguidos profesores para el Instituto: Gorbea, de mate- máticas, i Passaman, de medicina. En este mismo año Lozier empezó a dar entre nosotros sus lecciones de matemáticas. | Cuando ahora se lee el artículo de don Manuel de Salas causa estrañeza que tan pobre literatura produjera tan benéficos 're- - sultados; pero es la verdad que para comprender bien este fe- nómeno se hace preciso trasladarse con el pensamiento a la sociedad chilena de entónces i recordar que Salas desempeñaba en ella las funciones de un verdadero patriarca, estimado por los hombres, amado de los niños i de las mujeres i venerado por todos. Su palabra era escuchada siempre con respeto. La seccion mas importante del lMercurzo de Chile era la sec- cion política. Por ella, el MMercurzo merece vivir eternamente en la memoria de los chilenos. Se engañaria mucho, sin embargo, el individuo que creyera encontrar en el periódico de Camilo Henríquez editoriales pa- recidos a los de los diarios modernos. Mui léjos de eso. Rara vez dió a luz un artículo en que manifestara francamen- te su opinion sobre los sucesos políticos del dia. Durante la administracion de O”Higgins, no se lee en el Mercurio ningun editorial de esta clase. A lo mas, Henríquez se permitia elojiar los actos del go- bierno. Así en el número 1.2 se lee este párrafo: "Ocupada en proyectos de guerra superiores a sus recursos; estendiendo su vista cuidadora a todo el continente colombiano, (nuestra patria) apénas ha tenido tiempo de pensar en sus me- joras interiores. Sin embargo, no han sido olvidadas. Sus insti- tuciones de misericordia estan en buen estado. Los hospitales EL !"MERCURIO DE CHILE n 663 estan confiados a manos excelentes. La casa de espósitos i la cárcel pública han recibido mejoras considerables». I sigue una larga enumeracion de los beneficios que se debian al gobierno de O'Higgins. Esto no significaba absolutamente que Camilo Henríquez aceptara en todas sus partes la conducta política del vencedor de Chacabuco. Por el contrario, han referido sus biógrafos que Henríquez, a su vuelta del Rio de la Plata, aconsejó a O”Higgins que cam- biara de rumbo i convocara al pueblo a elecciones para una gran asamblea nacional. La verdad era que el redactor del Mercurzo no podia espre- sarse con libertad, primero, porque él mismo revestia carácter oficial, i segundo, porque, aunque su periódico hubiera sido in- dependiente, O'Higgins no habria permitido la publicacion de censuras a su gobierno. : Así, en el número 19, Camilo Henríquez se limitó a trascribir. la renuncia del ministro Rodríguez ií el decreto por el cual fué aceptada. Este importantísimo suceso habria dado tema en nuestros dias, no a uno, sino a un centenar de editoriales. El desprestijio que rodeaba a don José Antonio Rodriguez Aldea ha llegado vivo hasta nosotros. En la historia política de Chile no se conoce un personaje mas unanimemente censurado. A su Influencia malsana atribuyen algunos de nuestros prin- cipales historiadores la mayor parte de los errores cometidos por O'Higgins en los últimos meses de su gobierno, i la estre- pitosa abdicacion que fué consecuencia de aquellas faltas. Pues bien, Camilo Henríquez, que se hallaba entre los ad- versarios políticos de Rodríguez, no,tuvo la suficiente libertad para juzgarle en el Mercurzo. Adviértase, por lo demas, que el número 19 llevaba la fecha de 18 de enero de 1823, cuando faltaban solamente diez dias para que O'Higgins fuera derribado de su solio. El Mercurzo de Chzle observó entónces una conducta pareci- da a la de su homónimo el Mercurzo de Francia, que en la ma- yor parte de su existencia no se Ocupó en asuntos políticos. 664 MEMORIAS CIENTÍFICAS J] LITERARIAS Es fama que los cortesanos en los gobiernos absolutos de Asia emplean a menudo la fábula iel apólogo cuando necesi- tan dar a conocer a sus reyes alguna verdad, Camilo Henriquez se valió tambien de medios indirectos para manifestar sus opiniones políticas durante la dictadura de O'Higgins. Esta forma de proceder correspondía perfectamente a la de- bilidad de su carácter. El redactor del lercurzo espresaba en su periódico todo lo que queria decir, o bien bajo el disfraz de analizar una obra im- portante, o bien con el pretesto de anunciar a sus lectores noticias estranjeras, de Europa o América. Entre estas noticias de otros paises, las que llegaban de Buenos Aires ocupaban lugar preferente en el l/ercurio, Estractos de sesiones lejislativas, artículos del 47gos i de otros periódicos de allende la cordillera, proyectos de lei, como el de una reforma eclesiástica, eran presentados de modelo a los go- bernantes de nuestro pais. Camilo Henríquez se habia formado una idea ventajosísima del progreso político isocial de Buenos Aires, ¡ repetidas veces, de palabra í por escrito, en la prensa i en cartas privadas, ma- nifestó la conviccion de que en el Riode la Plata se hallaba el faro que debia iluminarnos en nuestra marcha de pueblo libre. El Mercurzo publicaba tambien a menudo noticias de la Pe- nínsula, como los cambios de gabinete i las discusiones de las Cortes sobre la guerra americana. Méjico, Brasil, Perú i Colombia daban asimismo fecundo tema a Camilo Henríquez para ilustrar a sus compatriotas, Las reformas liberales realizadas en el estranjero le ofrecian siempre oportunidad de pedirlas para Chile, La lei de anmistía dictada en Buenos Aires trajo de este mo- do por consecuencia una lei de igual carácter concedida por O'Higgins. Desde el primer número del Zercurzo, Camilo Henríquez em- pezó a recomendar los libros que juzgaba mas adecuados para el estudio del réjimen constitucional, EL ¡MERCURIO DE CHILEn 665 La primera obra que presentó a sus lectores habia sido escri- ta por el abate De Pradt í se intitulaba La Europai la América despues del Congreso de Atx-la-Chapelle. | De Pradt era un eclesiástico frances que, despues de haberse manifestado realista i adversario de la revolucion, fué partidario de Napoleon 1. Posteriormente habia escrito numerosos volúmenes, i habia llegado a ser uno de los autores mas fecundos de su tiempo. La mayor parte de sus obras trataban de derecho constitu- cional. Los críticos se hallan conformes en calificarlo de escritor me- diocre; pero la circunstancia de haberse ccupado en muchos de sus libros en la revolucion americana, le dieron gran nombradía ante las nuevas naciones de oríjen español. Tal fué el autor cuya lectura aconsejó Cámilo Henríquez en el Mercurio. El análisis de la obra de De Pradt publicado por el periodista *' chileno empezaba con estas palabras, que pertenecian sin duda al escritor frances: "El órden constitucional avanza en medio de dempasaden querer detener su impetuosidad fuera un vano esfuerzo.n Se comprende que, cualesquiera que sean los errores del autor mencionado, sus obras constituian una- fuente de inagotable enseñanza para estos paises que empezaban a ser libres. No hai, pues, sino motivos de aplauso por la eleccion que de él hizo Camilo Henríquez. Las opiniones de De Pradt son citadas en varios de los nú- meros del Mercurzo. Otros dos autores favoritos de Henríquez fueron Jeremias Bentham i el convencional Daunou. A la Táctica de las asambleas lejislativas del primero consagró un artículo especial en el número 2. del periódico. El redactor del Mercurzo juzgaba urjente que los chilenos se instruyeran en las prácticas parlamentarias, porque consideraba indispensable para el buen gobierno del pais la pronta convo- cacion de un congreso nacional. La Táctica de Bentham debia servir de cartilla a los futuros diputados de Chile. 666 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Camilo Henríquez elojió tambien sín reservas el Ensayo sobre las garantias individuales de Daunou. | Se esplica perfectamente este entusiasmo del fraile de la Buena Muerte por aquel publicista. En primer lugar, su obra encerraba las mas puras doctrinas liberales, i en seguida, la condicion misma de Daunou, que ha- bia abandonado durante la revolucion su carácter eclesiástico» le acercaba de una manera estraordinaria al escritor chileno. En el Mercurzo.se lee ademas un interesante resúmen de la obra del conde Alejandro Laborde intitulada Del espiritu de asociacion. Estas enseñanzas que Henriquez publicaba en las columnas de un periódico no podian ménos de quitar la venda con que habia cubierto los ojos de sus compatriotas el glorioso soldado que gobernaba a Chile. Las teorías constitucionales de Daunou i del abate De Pradt, las prácticas parlamentarias recomendadas por Bentham, no ha- llaban entónces aplicacion en nuestro país. Los lectores del Mercurzo debian de preguntarse a menudo la razon de este fenómeno. El periódico de Camilo Henríquez era una verdadera cáte- dra de derecho constitucional i administrativo, 1 de economía política. Hé aquí una nómina de los aricnlos que a estas materias se refieren i que no han sido ántes citados: Número 2.» —Teoría de los empréstitos. Distincion entre los empréstitos vútiles 1 los ruinosos. (Del Censor de Madrid.) Vimero 3—Observaciones jenerales sobre lejeslacion. (Estrac- tadas de Daunou, Destutt de Tracy i Bentham.)—De la morta- lidad en Santiago. En este segundo atticalo se llama la atencion a los altos guarismos que representa la mortalidad en las ciudades de Chile ¡ se pide la creacion de un consejo de hijiene. Esta institucion fué establecida por el gobierno con fecha 30 de julio de 1822, bajo el nombre de Junta Suprema de Sanidad. Número 4.—Del sistema constitucional en Alemanza.(Estrac- to de un libro europeo.) —Canal de Maipo. A a _EL 'MERCURIO DE CHILEn 667 Al discurrir sobre las constituciones políticas de los reinos alemanes, Henriquez estampa las frases que siguen: u¿De qué servirá que se prometan a los pueblos las liberta- des del pensamiento i de la persona, el derecho libre de elec- cion, la separacion de los poderes i la responsabilidad de los ministros, si despues se hacen ilusorios tan grandes beneficios con leyes de escepcion, con decretos reales sobre materias le- Jislativas 1 con perversas instituciones orgánicas? Esto es añadir al dolor del pueblo por verse oprimido la indignacion por ser engañado." En el mismo número se da noticia de las diversas fases que habia presentado la obra del canal de Maipo. Ideado por los jesuitas, con el objeto de regar sus grandes haciendas, delíneado mas tarde por cuenta del cabildo de San- tiago, este benéfico canal, que fertilizaba miles de'cuadras, solo habia podido terminarse durante el gobierno de O'Higgins. Henríquez aplaude en su artículo el proyecto de sacar un nuevo canal del mismo río. Número 50—Orijen ¿ progresos del sistema representativo (Estractos de un libro europeo.) Número 6—De las tribunas nacionales (Noticias tomadas de diarios europeos.) —Del espiritu público. (1Idem.) —Observacio- nes interesantes en órden a la estirpacion de los partidos. (1dem.) Camilo Henríquez insiste en proclamar los beneficios de la libertad de la prensa, recomienda la publicidad de los debates - lejislativos i condena el espiritu apasionado de las facciones po- líticas. Número 10.—¿Qué es el pueblo en los gobiernos representate- vos? (Espíritu de un periódico célebre.) Vúmero 11.—Del crédito público.—¿Qué es el pueblo en los go- biernos representativos? (Conclusion.) En un A/cance a este número del Mercurzo, publicado en el mismo dia 18 de setiembre de 1822, dió a luz Camilo Henrí- quez un hermoso artículo, el cual era como un: desahogo de lo mas íntimo de su alma. El viejo patriota dirijia su mirada escrutadora a la sociedad colonial i comparaba lo que ella habia sido con lo que habia llegado a ser. 668 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS No se consideraba, sin embargo, satisfecho. Reclamaba en este dia solemne libertades i mas libertades. El artículo encerraba ademas un gran valor histórico, pues daba noticias exactas sobre la evolucion que habia seguido la idea revolucionaria. "¿Qué comparacion, esclamaba, entre nuestro estado actual i el del año de 1810? ¿Quién que hubiese conocido entónces el estado de nuestra pericia, de nuestro poder i de nuestros me- dios, habria podido persuadirse de los obstáculos que ¡bamos a vencer, de los triunfos que teníamos que conseguir, i que estaba reservado a nosotros llevar la libertad a nuestros hermanos mas - allá del mar, i derrocar por mar i tierra aquel coloso de tres centurias, que con un pié en el Perú i otro en el Pacífico man- tenia la opresion i el terror en todos los puntos de este vasto continente? Pasemos ahora al estado que tenian la opinion i las ideas en nuestro pais en aquel año. Era tan triste, que la revolucion tuvo que hacerse i continuar por cuatro años funda- da en nuestra fidelidad a Fernando VII. La palabra indepen- dencia habria sido entónces un escándalo para los pueblos. Aun la mayor parte de los patriotas mas instruidos que dirijian la revolucion i que se burlaban de la superchería del nombre de Fernando, apenas tenian ellos mismos mas plan, ni sus miras se estendian a mas que a sacudir el odioso yugo colonial. La voz patriotismo no ha significado por mucho tiempo otra cosa mas que aborrecer a los españoles 1 sú humillante dominacion. Pero en el día, todos, hasta los de las últimas clases, conocen : ya sus derechos ií la necesidad de una mejora social. No quieren depender de la casualidad, ni de caprichos, ni tener que esperar su destino del talento o bondad de algunos hombres. Todos desean í aspiran por leyes i garantías que aseguren su libertad i felicidad.» Estas frases, escritas 1 publicadas en plena dictadura, traen al espíritu el recuerdo de la valiente pluma de Quirino Lemachez. Número 12.—Definicion del crédito, (Continuacion.) Numero 13.— Condiciones necesarias para adquirir ? conservar el crédito. (Continuacion.) Numero 15—Empréstito con reembolso sucesivo. (Continua- cion.) EL "MERCURIO DE CHILÉn | 669 Vúmero 17. —Crédito público. (Continuacion.) Número 18.— Crédito público. (Continuacion.) El primer artículo del Mercurío que merece el nombre de editorial es aquel que sc lee en el número 20 sobre la abdica- cion de O'Higgins. En él, Camilo Henríquez juzgaba que los hechos realizados en el día 28 de enero de 1823, habian sido tan honrosos para el pueblo chileno como para su primer mandatario. En este mismo número empezó a publicar un interesante es: tudio, que, con el titulo de Política, trataba de las mas altas cuestiones de derecho constitucional. "¿Qué es gobierno representativo?n, "Del poder ejecutivon, Base de la representacion nacional, "De la lei fundamental», "Del poder municipal, fueron los temas que Camilo HenrÍ- quez desenvolvió en los últimos números de su periódico. El lector ménos perspicaz no puede sino advertir, recorriendo las pajinas del Mercurio que, despues de la abdicacion del 28 de enero, su redactor se sintió mas libre, i habló con mayor franqueza, en nombre propio, sobre los sucesos del dia. Podrían citarse muchas pájinas en apoyo de este aserto. Léase, verbigracia, el artículo Seguridad individual, con que concluye el número 20. Camilo Henríquez no consideraba justificada ninguna res- triccion a la libertad de imprenta. Esta era para él, sin duda alguna, la libertad mas querida. En el número 21 anunciaba de este modo el nacimiento de un periódico: "Ha salido el número 1.2 de un nuevo periódico titulado 77- ¿on Republicano. Si los editores pueden cumplir su promesa, para lo que convendrá que no se conozcan sus nombres, será éste el primer papel libre i mas útil que aparece en el pais. En- tónces tendrá la gloria de haber establecido en él la libertad de 670 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS la prensa, lo que solo se hace prácticamente. Parece que juzga mui bien sobre los reglamentos de la libertad de imprenta, co- nocidos con el título hipócrita de protectores. Esta libertad, garante i baluarte de todas las otras, solo existe verdaderamen- te en Estados Unidos i en Inglaterra, donde no hai juntas pro- tectoras de la libertad de la prensa. El Tizonm Republicano alcanzó a contar 17 números i se ha- llaba redactado por don José Santiago Muñoz Bezanilla, El Mercurio de Chile apareció por última vez, como ya lo he - recordado, en el dia 21 de abril de 1823. Camilo Henríquez se despidió de sus lectores con un intere- sante artículo en el cual manifestaba la necesidad de las con- tribuciones i la utilidad de los empréstitos. Las causas de la muerte del Mercurzo deben de encontrar- se en las condiciones persoñales de su redactor. Henríquez estaba ya herido por la enfermedad de que iba a morir dos años mas tarde, ¡ probablemente no se sentia con fuer- zas para desempeñar la abrumadora tarea que impone la prensa. Por lo demas, con fecha 15 de abril, se le habia elejido secre- tario del Senado Conservador. El ilustre periodista consagró una grande actividad a estas nuevas funciones. Si se hubiera de juzgar la obra de Henríquez en la prensa desde el punto de vista literario, deberia necesariamente conve- nirse en que sus versos i su prosa no merecian sino el modesto nombre de ensayos, que él mismo dió en alguna ocasion a sus trabajos. Pero las reglas de la retórica pierden mucho de su importan- cia delante de las producciones de un escritor político. El principal mérito de un gran periodista reside, no en la forma elegante 1 castiza de su diccion, sino en la profundidad de su pensamiento i en la influencia ejercida por su palabra. En este sentido, Camilo Henriquez fué un notable escritor, porque contribuyó de los primeros a la independencia de Chile. EL "MERCURIO DE CHILEn 671 La Aurora difundió en nuestro pais el alba de la libertad. Camilo Henríquez tambien de los primeros enseñó a sus compatriotas la verdadera teoría del gobierno constitucional. El Mercurio fué el heraldo de las garantias individuales, fun- dadas en esas grandes tribunas que se llaman Diario i Con- greso. ¿Qué ciudadano, decidme, ha prestado servicios mas valiosos a su patria? Camilo Henríquez tiene iguales, no superiores. DOMINGO AMUNÁTEGUI SOLAR q L » o eS , ecel Ñ 5 1 y 5 7 y í y po En 1 Ñ Ñ » ea z TES ¡0% A y A A E PASA nd ae 9 A 19 z dl: 1 y === E E MOE STE 2 ERA CO ORO y == 0! TOO SÁZEDEDIA ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ SEGUNDA PARTE moi nUSVO (Continuacion) CAPÍTULO X REAL PROVISION PARA MOXÓ I Un dia de estos mismos los Oidores escribieron de Pizarro al Virrei, como para que llegaran a oidos del gobierno español, estas desdeñosas palabras: "Sus años, sus muchos años, le tie- nen ya constituido en una debilidad de fuerzas, i de luces, que las pocas con que Dios le'dotó, estan ya casi del todo apagadas. Pero de diversos incidentes de esta contienda aparece, sin jé- nero de duda en 1808, que la presencia del anciano les obligaba a la moderacion i al respeto. Era lo mismo que con ascen- diente aun mayor acontecia por su lado a Pizarro. Su ánimo i sus determinaciones flaqueaban cuando se veia frente a frente de estos cinco hombres, tan en alto constituidos, de palabra tan hábil, de voluntad tan inflexible i audaz. s LO 674 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Presentóse Pizarro en la sala de acuerdos. Su tranquilidad era como para aplacar la vehemencia de espíritus mui mal pre- venidos. El solo aspecto del anciano alejó de esta nueva entre- vista todo apasionamiento. Los Oidores espusieron: que a su noticia habia llegado una órden del Arzobispo de obedecimiento a la sevillana i su emi- sario; que para cerciorarse de la efectividad de dicha órden i hacerla derogar en tiempo, caso de resultar cierta, vienen en pedirle que trate .sobre el particular con el Arzobispo, i le re- presente los graves perjuicios que resultarian de semejante me- dida atentatoria. Pizarro contestó que, a su entender, el prelado se habia ceñido en la junta del clero a dar obsecuentemente curso a encargos del superior gobierno i a ruegos del cabildo de la capital. Esta concisa respuesta fué ocasion para que los ministros reiteraran con mayor enerjía ¡ acentuaran aun mas, si cabe, las razones que, a su juicio, militaban para abstenerse de reconocer representacion soberana o suprema potestad a la junta de Se- villa. Las reflexiones eran todas tendentes a sostener la política de no hacer novedad en nada, de esperar noticias mas positivas, de inquirir ántes algo sobre el modo de pensar del Virrei del Perú, de no darse por mui advertidos ni mucho ménos por mal impresionados de la situacion de España etc. Resúmen: soste- nerse con firmeza en los reales acuerdos del 18 i del 23. Vimos lo que importaban: ni mas ni ménos una desobediencia anár- quica a la autoridad del Virrei. Acaso notaron la consternacion que el espiritu subversivo de la Audiencia hubo de causar al Presidente. Temieron quizá que éste, llegado el momento, les dejara solos i recibiese como re- presentante sevillano a Goyeneche. Pudieron tal vez pensar de veras en influir decisivamente en el ánimo del anciano. Lo cierto es que los ministros volvieron nuevamente con ímpetu contra la sevillana i su emisario. Ya tenian visto que ella ¡ él comenzaban a ser reconocidos dentro de la ciudad, i que presto lo serian inevitablemente en todas las provincias altas. No ig- noraban que Goyeneche estaria próximo a salir de Buenos Aires o que ya venía en camino para Chuquisaca. En la ocasion fué por todo esto mui significativa la insistencia. Bien anun ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN El ALTO-PERÚ 675 ciaba para en adelante, no ya meros votos negativos, sino un rechazo directo de parte del tribunal. II Los Oidores, entre otras cosas ménos significativas, dijeron lo que va a verse: ! "Persuádase el señor Presidente: la junta de Sevilla, consti- tuida por un pueblo en revolucion, no será reconocida como soberana por los demas del Estado; sus disposiciones sobre guerra a Francia i sobre armisticio con Inglaterra, radicalmente nulas, en cuanto sean conformes al interes de España tiempo llegará, si fuere necesario, en que sean revalidadas i solemniza- das por otro poder distinto, mejor investido, cuyo advenimien- to debemos dar por seguro i debemos aguardar para mui luego, en tanto que ganamos días a efecto de esplorar la disposicion de estas provincias. "La circunstancia misma de haber dicha junta valídose de un ajente particular i secreto para comunicarse con los jefes 1 autoridades del virreinato, a fin de instruirles de palabra acerca de lo ocurrido, i el hecho de haber autorizado ampliamente a este ajente para recojer caudales sin tasa ni caucion, estan de- mostrando que, o bien la de Sevilla no se compone de los su- jetos que dicen los impresos traidos por el ajente, o bien que la tal junta no existe en realidad de verdad, siendo una de tantas patrañas forjadas con siniestros fines. "Levantada en masa a estas horas la nacion, cual se dice, es claro que se debe considerar ya libre a Madrid de la ocupacion estranjera; i en tal caso ha debido de haber reasumido el Con- sejo de Castilla toda su vitalidad i la plenitud de sus facultades constitucionales, i ha podido sustituir al Rei. I aun cuando este no fuera así, a mérito de la debilidad que la junta de Sevilla atribuye a dicho Consejo, es seguro que ya a estas horas se ha “debido de haber formado una junta suprema de la nacion con arreglo a las leyes, i a ésta sí que tendremos que obedecer todos sin recurrir a escomuniones ni a otros medios coercitivos opues- tos a una sana política. Cuando esto decian por cálculo los Oidores de Chuquisaca, 676 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS quedaba constituida en España la Junta Central por impoten- cia i disolucion insubsanables de la de Sevilla. Cuando colma- ban con su desconfianza invencible a Goyeneche, este aventu- rero audaz, con ocasion de los sucesos públicosi por obra de intrigas descubiertas solo mas tarde, habia engañado i engañaba a cuantos tuvieron i tenian que ver con él en la metrópoli í en el Rio de la Plata. Ignoraban los ministros que el ajente de la junta sevillana por Fernando VII, Goyeneche, habia tenido a la vez connivencias con Murat para venir en servicio de José Bonaparte a estas provincias. Ignoraban que traía pliegos se- ductivos de doña Carlota del Brasil, infanta de España; pliegos mandados recabar por él secretamente a Rio de Janeiro, infanta que pretendia suplantar a su hermano Fernando VII en estos dominios. Las sujestiones del rejente Boeto eran el nervio de los actos de la Audiencia. La política de ésta hallaba en la palabra de López Andreu su mas firme sosten. Por eso fué este último quien desenvolvió, en los consejos secretos de aquellos dias, el concepto que los ministros tenian sobre la índole altoperuana como peligro en las circunstancias. En otro capítulo trataremos de esplicar lo que ellos entendian por este peligro, bien así como su modo de ver sobre la espectacion de los doctores, especta- cion que era en su sentir la otra circunstancia agravante del culpable sistema de Moxó. Por el pronto quede constancia de que en la presente junta, casi con tanto ahinco como en la próxima del 8 de Octubre, se hizo valer por los Oidores el pe- ligro sobre la índole altoperuana. No ha sido dificil restablecer casi textualmente las palabras del fiscal en esta ocasion. Dijo así mas o ménos: ¡108 “La índole de estos naturales es mui susceptible de variedad de impresiones. Estas impresiones las fragua la malicia o suspi- cacia de ellos mismos. I ello con ocasion de mucho menores novedades que las actuales. Cualquiera alteracion del ordinario tenor del gobierno haria parar mientes a los gobernados. La mudanza de arriba daria márjen abajo a cavilaciones. Recelosí- E y E . e , z ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 677 simos son de todo lo de fuera; dados son a creer temerariamente de los demas; la fantasma de la ajena hipocresía les asedia ha- ciéndoles vislumbrar por dondequiera escondidos intentos. ¿No podria suceder que hoi aquella jenial malicia, aquella inexorable suspicacia, se alarmara i alarmase al inmenso vulgo inferior con la especie, no nada estravagante, de que el estranjero que ha quitado al Rei su trono i su reino quiere hacerse dueño tambien de estas posesiones? l al advertir la novedad referente a la impro- visada junta soberana, al saber de la venida de su emisario aquí, ¿no dirían que aquella usurpacion pensaban consumarla en la tierra altoperuana mediante ciertos manejos i en conni- vencia con las autoridades? "Las aprehensiones del vulgo suelen disiparse por la persua- siva de las clases ilustradas. Esto pasa en otros paises. En el Alto-Perú es imposible que pase. En caso tal, los criollos, aun- que nativos, no se harian oir en sentido contrario de la apre- hension comun ni por los indios ni por los mestizos. Siendo en estas poblaciones incoherentes i aun contrarios los sentimientos de su variedad de castas, desconfiarian del consejo criollo estos inferiores i por el pronto no atenderian sino a su preocupacion. De nada valdrian tampoco contra esta turbulencia las amones- taciones de las razas criolla i peninsular juntas, si es que logra- sen uniformar sus miras deponiendo para el caso sus recíprocas antipatías. Antes bien, el recelo de las inferiores sería mayor en viéndolas ligadas. Al observar en los jefes cualquier paso estraño, como el inusitado í mui inquietante que el tribunal viene combatiendo, los mestizos podrian decir, i acaso tambien los indios, que existe una confederacion de los superiores con- tra los inferiores en provecho de cualquier jefe o soberano pre- potente. “En tanto que tomamos toda suerte de precauciones i que prevenimos cualesquier riesgos, ¿cuál debe ser nuestra politica, nuestra ostensible conducta ante estos colonos? La de una im- perturbable indiferencia i seguridad respecto de lo que en Es- paña pasa. Nada en el virreinato mas sólidamente organizado que el Alto-Perú. ¿Por qué no aguardar quietos e inalterables aquí las resultas de la contienda europea i la indefectible restau- racion de la dinastia? No de otra manera se procedió durante la TOMO XCIV 47 678 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS guerra de sucesion el siglo pasado. Asimismo tambien lo acon- sejaba en un principio el señor Virrei en el documento público que todos conocemos. (1). ¡I es el propio Virrei quien encabeza ahora la ventolera de la novelería, quien da la señal de los pro- cederes inusitados i sin precedente alguno en la colonía, quien prescribe afuera de las leyes un cierto gobierno a quien obede- cer i un tal soberano a quien someterse! Viniendo despues al objeto principal de la entrevista, el fiscal dijo: que habian llamado al señor Presidente para pedirle que tra- tara de sosegar a Moxó, máxime en estos momentos en que con su intrusion indebida acababa de cometer un atentado; que, pres- tándose a este oficio apaciguador en obsequio dela causa de la madre patria, tratase Pizarro de hacer notar a Moxó lo que a éste en su obsecacion no se le alcanzaba; i es, que lo que obtie- ne con su propaganda consiste, ni mas ni ménos, en hacer que las jentes de la colonia vayan meditando mas i mas sobre el partido que les conviene adoptar con ocasion de las ocurrencias de la metrópoli. El Presidente respondió que las noticias eran ciertas i noto- rios los hechos; que, impuesto de los procedimientos del prela- do, nada encontraba en ellos de incorrecto ni de agraviante a la autoridad temporal, ni mucho ménos de peligroso a la quietud de estas provincias; que, satisfecho en un todo de la rectitud i ardiente celo patriótico del Arzobispo, declinaba el honor de entender con él para hacerle observaciones sobre su conducta; que, no concurriendo igual conformidad por la parte del acuer- do, nada mas natural sino que fuera éste quien se dirijiese a aquél por carta de oficio, sí le placia. l sin aguardar mas razo- nes Pizarro se retiró. (2) Inmediatamente despues los ministros entraron en acuerdo i celebraban el que luego hemos de ver. Afuera repiques jenera- les i fuegos artificiales solemnizan las vísperas de una gran fes- tividad relijiosa. (1) Véanse aqui las pájinas 179 i 219. (2) Lo que pasó en esta conferencia consta del oficio reservado de Octubre 26 de la Audiencia al Virrei, i de la vista fiscal secreta de Febrero 6; una otra pieza ya citadas, ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 670 IV Faltaba a la proclamacion el complemento necesario en Chu- quisaca de todo acto oficial importante ide toda festividad civica: la misa de gracias. Nada mas solemne que las que se celebraban en la metropolitana con asistencia de las autoridades i corporaciones públicas. Las misas de la Reconquista i de la Defensa en 1807 dan una idea de esta otra ceremonia de 1808. Pero entónces vimos solamente la pompa teatral del espectá- culo. En este i otros escenarios de la ciudad figuraba como protagonista un personaje de esta crónica, un personaje colec- tivo el mas caracterizado del Alto Perú. Tenia nombre propio con mayúscula: se llamaba Asistencia. Formábalo el concurso resultante de hallarse congregados aparatosamente, es decir, en traje de ceremonia i en órden jerárquico, los individuos de las diversas secciones del servicio público i-de las instituciones civiles i relijiosas del pais. Es lo particular que en Chuquisaca tenian puesto i cirio en la Asistencia hasta los frailes, los colejiales i los pendolistas i alguaciles de los tribunales. ¿Quién de grado renunció allá en ninguna ocasion el honor insigne de formar en la Asistencia? De repente todo el mundo se detiene en la calle, se descubre, se inclina: ¡silencio! pasa la Asistencia. En la catedral verjas de bronce separaban de las laterales la nave del centro, i a ésta tenian entrada solamente los individuos de la Asistencia. Ujie- res del servicio indicaban en caso de duda los asientos. De la designacion de los ujieres podia apelarse al maestro de cere- monias. Las querellas de despojo eran resueltas allí mismo breve i sumariamente por el ministro semanero (*%). El 27 de Setiembre, en la pontifical misa para la proclama- cion de Fernando VII, estaban presentes la Real Audiencia (*) En 1875 existia aun todavia la Asistencia; pero adverti que algunos señores del vecindario sonreian al verla gravemente pasar, al besamanos, con sus plumajes, entorchados, medallas al cuello, bastones de borlas i otras insignias. 1, en efecto, la solemnidad de todos estos ociosos, cuyo semblan- te denotaba que iban mui penetrados de la importancia i trascendencia del acto, mucho tenia de cómico, 630 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS con Pizarro a la cabeza, los empleados todos de la administra- cion, el coro de los canónigos, el ayuntamiento. Casi todos los individuos de estos cuerpos eran europeos. Entre los asistentes nativos figuraban la nobleza i vecinos principales de la ciudad (en su mayoría criollos), el Real Claustro (en cuyas filas no se veian entónces como hoi tantos doctores indo-blancos), las cuatro comunidades relijiosas 1 el clero llano (con gran variedad de sangres unas i otro), la juventud altoperuana de la Aca- demia Carolina i.de los colejios de San Juan Bautista i de San Cristóbal (1). Revestido de gran pontifical el Arzobispo leyó en el presbi- terio, ántes de los oficios, su político discurso sobre la cautivi- dad de Fernando VII, usurpacion napoleónica del borbónico trono de España e Indias, alzamiento jeneral de la península contra sus opresores i en favor del lejítimo monarca. Dejando en esta última parte el tono patético, el orador invocó marcial- mente al Dios de las batallas, proclamó a los fieles súbditos para que acudieran con el acero í los fusiles por su rei contra el intruso, declaró la guerra a Francia i un armisticio con Ingla- terra siguiendo en esto a la junta de Sevilla, i nombró diferen- tes veces a Napoleon con los mas denigrantes calificativos. En esta declaratoria el prelado se anticipó algunas semanas al gobierno. Sus contrarios, con tal motivo, le apellidaron en documentos públicos “rei de armas disfrazado con báculo i sa- gradas vestiduras de concordia i de mansedumbre. V Como decia poco mas tarde un papel de la polémica (2), Moxó "clavó este día al toro bravio la garrocha.n Los minis- tros no olvidaron el escosor de esta herida. ¿No acababan de exijir a Pizarro que sosegase al Arzobispo en su empeño de (1) Así a los académicos de la Carolina como a los alumnos de. San - Juan Bautista 1 de San Cristóbal concurrentes a las aulas públicas i jene- rales de la Universidad, aulas abiertas a prima 1 a visperas en el claustro de esta última sito en la plaza mayor, se les nombraba estudiantes untverstía- rios. Eran esternos todos los académicos. (2) Proscriptores, MS. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 681 propalar el desquiciamiento de la metrópoli? Pues hé aquí que el Arzobispo hacia pública la certidumbre oficial que ya se tenia sobre aquel desastre. No contento con haber burlado ante el capítulo i ante el clero llano la política de los Oidores sobre el omiso e indiferente dejar pasar, venia ahora a hacer de ella irrision, es decir, a burlarla ruidosamente a presencia de los Oidores mismos. No cabe duda que el móvil mas íntimo de Moxoó fué su ardiente patriotismo. Así i todo, podia aquí ha- berle dado suelta sin traspasar la línea de lo conveniente. “La espectacion de los doctores, habían dicho los ministros; i debe reconocerse que, en efecto, el alerta de aquéllos era para el caso un peligro. : ¿Qué duda pudo caber ya a nadie sobre la caida de esa misma dinastía, que se venía hoi a exaltar de derecho i no de hecho en la persona, no se diga persona, en solo el nombre de un degra- dado prisionero? 1, como para confirmar lo triste i deleznable de la ficcion, parte fué mui ahincada del discurso el demostrar los títulos que Fernando de Borbon, suplantado hoi por José Bo- naparte, tiene al trono de sus mayores i al señorío de estas In- dias (*). Si bien el intento del orador, en la parte de la demostracion jurídica, fué dirijirse principalmente al real claustro ia la ju- ventud estudiosa que le escuchaban en la catedral, sus palabras estaban en lo jeneral destinadas a la publicidad entre el vulgo; 1, con efecto, vasta i copiosa la tuvieron en el Alto-Perú por medío de la imprenta de Buenos Aires. En esto se fundaban los Oidores cuando decian que a true- que de ostentar conocimientos políticos e injerirse en asuntos diplomáticos de gabinetes, el ilustrísimo i reverendísimo pe- dante no advierte el peligro que ofrece el hablar de semejan- tes materias a una multitud destituida ordinariamente de no- (*) Discurso... con motivo de la sovemne accion de gracias... por la exal- tacion de Fernando VII, ya citado en la pájina 218.—Acerca de la cautividad O prision de todos los miembros de la familia real en Francia, Fernando VII incluso, prevalecieron dudas i opiniones largo tiempo, como queda dicho en otro lugar; no asi sobre la caida de la dinastía borbónica, que se dió por un hecho desde hoi, hecho definitivo segun unos, revocable segun otros. 682 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS ciones exactas sobre estos puntos, i que, oyendo a su pastor disertar en un estilo que a primera vista indica ser disputable el derecho de nuestro amado soberano al trono, tiene mas mo- tivo de vacilar que de afirmarse en su constante fidelidad (1) VI El Arzobispo Sanalberto hacia que se enseñase en las escue- las de la arquidiócesis: “¿Quién despues de Dios? ¡El Rei! (2) Hoi toca enseñar que el rei actual, el rei de hecho, es un intru- so usurpador. Ante el escojidisimo jentio que llenaba la catedral, Moxó, como dirijiéndose hácia los escaños del gremio universitario, dijo: "El pueblo español, señores, delega a una sola familia un poder que su interes le impide ejercer por sí mismo. Estipuló para las jeneraciones venideras, 1, por un pacto libre 1 meditado, confia la felicidad de sus últimos nietos a los últimos descen- dientes de aquella familia.n Sobre esta basa rodó la brillante demostracion que este día hizo el Arzobispo sobre los derechos de Fernando de Borbon al trono de España i señorío de las Indias. Los ministros hallaron, sin duda ninguna, que tampoco era adecuada esta manera de razonar, hablándose con doctores como los de Chuquisaca. Hubieron de decir que era cruda de puro es- pañola. Aquellos criollos podian alegar que ellos por su parte, ni sus antecesores, habian estipulado nada, ni delegado a nadie la facultad de estipular algo de ninguna especie, en favor de la familia Borbon. I como esos mismos doctores estudiaban de me- moría la Suma de santo Tomas, bien podria suceder que algu- nos la entendiesen bien, i con motivo del argumento de Moxó compararan entre cátedra i cátedra, entre la soberanía inaliena- ble del pueblo, i la lei feudal del señorio perpetuo por privilejio (1) Vista fiscal secreta de Febrero 6. (2) «2? ¿Quién es superior al Rey?—7P?. Solo Dios en lo civil y tempo- ral de su Reyno,--P. ¿El Rey está sujeto al Pueblor—2Z?. Nó; que esto seria estar sujeta la cabeza á los pies.» Catecismo Rejio, edicion de 1793 en Madrid, pajina 76. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 633 hereditario. Porque, sí bien es cierto que los «loctores de 1780 habian reprobado, por contrario al derecho divino í al humano, el levantamiento indijenal de ese año contra la dominacion es- pañola, no es ménos cierto que esos doctores estudiaban entón- ces la Suma ántes que existieran sus dos mas luminosos comen- tadores: la revolucion francesa i la democracia norteamericana. Pudieron haber agregado algo mas los ministros, siguiendo, conforme al método histórico, el supuesto aquel sobre el primi- tivo pacto dinástico. Siglos atras, primitivamente asimismo, habia existido en este suelo patrio una estipulacion análoga. Ella habia confiado la felicidad de los nietos postreros de la raza nacional a los últimos descendientes del emperador Manco Capac. Andando los tiem- pos, esta dinastía fué destronada de hecho por España, en la persona del emperador Atahualpa, a título de conquista del se- ñorio; destronada ni mas ni ménos que actualmente lo es por Francia la dinastía borbónica en la persona de Fernando VII, Que ha habido perfidia en Bayona? Perfidia 1 mas negra la hubo tambien en Cajamarca. "Ojo por ojo i diente por diente,» dicen de la justicia de Dios las sagradas escrituras. En verdad, una retaliacion tan cabalmente consumada por el que llamare- mos aquí derecho de jentes de la historia, no es como para dejar a firme el borbónico señorío de estas Indias, aplicando para le- jitimar cste señorío, conforme al método histórico, la doctrina del primitivo pacto dinástico. Documentos públicos antes de un año mostrarán que este argumento, argumento de analojía, si en realidad de verdad no hubo de ocurrirse al raciocinio de los Oidores, no distaba estos instantes nada de venir a la mente de los doctores del Alto- ecu(E). VII Los valerosós serviciós con quese señaló cuando las invasio- nes inglesas daban al cabildo de Buenos Aires prestijio i auto- (*) Véanse los términos de la proclama de los revolucionarios de La Paz el 26 de Julio de 1809, pájinas 16 1 17 de las Memorias Históricas de la Revo- lucion Politica Jel 16 de Julio... La Paz, 1840, 4.? de III i 45 pájinas. 684 MEMORÍAS CIENTÍFICAS 1 LITERARÍAS ridad moral en las provincias altas. En aquella ocasion se dirijia a estos prelados i ayuntamientos por motivos relacionados con la causa pública. En la presente hízolo tambien: así mediante una circular, que clamaba por donativos voluntarios para venir en socorro de la madre patria despojada i sojuzgada. Este oficio (Agosto 26) propagó en el Alto-Perú la noticia de la formacion de la junta de Sevilla, 1 la certidumbre sobre los tristísimos antecedentes que la habian servido de fundamen- to. Comenzaba de esta manera: “La España, esa madre ilustre, de quien hemos recibido el sér, á quien por su grandeza, nobleza y generosidad han respe- tado y aplaudido las demás naciones, y cuio nombre solo ha si- do el baluarte inexpugnable contra los tiros de la emulacion y la envidia; hoy se mira ultrajada y perseguida por un tirano ambicioso y déspota...n (*) El arzobispo dedicó con tal motivo al cabildo bonaerense la impresion tipográfica del discurso que acababa de pronunciar en la catedral. Al dirijirle este tributo de su admiracion i sim- patías, le decia: "V. E. presidido por su digniísimo Xefe es sin duda acreedor á otros infinitamente maiores. Toda la América del Sur debe amar y respetar á V. E. como á su libertador. Lo que la Suprema Junta de Sevilla ha hecho en la península, lo ha executado V, E. en estas remotas colonias. [ para que bien se conozcan el temple bélico con que el pre- lado mortificó aquel día a los Oidores, i los heroismos i triunfos que Goyeneche refería para neutralizar el mal efecto de los ac- tos de Bayona, hé aquí algunos párrafos mas de la dedicatoria arquiepiscopal: “Las riberas del Guadalquivir y las del Rio de la Plata han sido para los Americanos y Españoles la señal de reunion, que acaba de salvar la patria de la mas inminente ruina. En ambas se han levantado casi á un mismo tiempo el estandarte de nuestro adorado Rey D. Fernando VII, yse ha jurado el cas- tigo de nuestros pérfidos opresores. Este grito de fidelidad y. venganza ha resonado con espantosa celeridad en todas las (*) Circular del Excelentísimo Cabildo de Buenos Aires a los del Reino...etc. citada en la nota de la pájina 225. 4 > ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-=PERÚ 685 provincias de la Monarquía. Los españoles se han echado al instante sobre las tropas enemigas, y las han derrotado y hecho pedazos con la fiereza propia de unos leones ofendidos y pro- vocados. "Quiera Dios continuarnos su omnipotente proteccion y con- cedernos una cempleta victoria! Entonces, bañados en sangre y cubiertos con el polvo de las batallas, estableceremos un alto y glorioso trofeo en las cimas de los Andes y de los Pirineos; y á su sombra disfrutaremos, junto con nuestro amabilísimo y des- graciado joven, de las dulzuras de una paz honrosa y digna de nuestro valor. (*) Como va luego a verse, la bravura de Moxó modera un tanto suimpetuosidad cuando a él se le enfrenta personalmente el enemigo, va0d! Sin prestarse a acordar cosa ninguna, Pizarro se habia sepa- rado de los Oidores la vispera de la misa de gracias. Éstos ha- bian entónces entrado en acuerdo por sí solos. Segun el criterio que ya les conocemos, la órden conminatoria de obedecimiento a la sevillana i el recaudo inmediato de un subsidio de guerra, subsidio para el mas pronto obedecer por la parte del clero a la junta, eran un atentado cometido por el Arzobispo contra los cánones 1 las leyes; eran un paso positivamente capaz de turbar la quietud pública i mal comprometer la union de estas provincias con la metrópoli. En su mérito, órden i recaudo de- berán suspenderse caso de ser efectivos. El tribunal queria saber luego al punto si eran ciertos. i Así que, cuando el 27 salió Moxó a pontificar i proclamar la guerra en la catedral, acababa de quedar listo contra él en la Audiencia un pliego terrible a traves de sus fórmulas forenses. Debia Moxó hallarle a su vuelta al palacio. Ese pliego contenia una real provision. El Arzobispo era en ella intimado para in- formar, a la brevedad posible, sobre la verdad i motivo de cier- (*) Discurso sobre la exaltación etc . pájs. 3 14. 686 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS tas órdenes conminatorias, que, segun noticias del tribunal, habia aquél dado al clero tocantes a la junta de Sevilla. Al paso i medida que la querella se enconaba, mayor alcance político iba cobrando la oposicion del tribunal. La necesidad de guardar sijilo entre estos colonos sobre los desastres de la metrópoli era, si bien se mira, una arma solamente contra los asertos i demostraciones públicas de Pizarro i de Moxó. La junta i su emisario significaban algo mas. El reconocimiento de aquélla i de éste era para los Oidores un punto estratéjico de combate, punto desde donde su malquerencia podía herir con un mismo golpe a la vez a Liniers, a Pizarro, a Moxó i a Go- yeneche. El prelado negó categóricamente el hecho, lo negó en tér- minos enérjicos i conmovidos. Como se ve, este es uno de los incidentes curiosos de la discordia. Moxó habia hecho recono- cer efectivamente a la junta ¡a su emisario; había de todas veras procedido acto continuo a recaudar subsidios de guerra (1). Tenemos dicho lo bastante sobre los antecedentes persona- les del Arzobispo. Don Benito María Moxó i de Francoly no era uno de tantos mitrados, con que el favoritismo cortesano de la.metrópoli dotaba a estas iglesias de América, Dignísima- _mente sentado estaba en la silla de Villarroel i de Sanalberto. Era un sacerdote ilustre por su ciencia i su literatura. Citale Godoy en sus Memorias como uno de los nombramientos hon- rosos de su administracion. Correspondíase epistolarmente con los virreyes de Méjico, de Lima i de Buenos Aires, con algunos consejeros de Indias i con dos de los ministros de Cárlos IV. La infanta doña Carlota se dignaba escribirle de su puño. Era de noble cuna. Sus virtudes cristianas no fueron siempre parte en hacerle olvidar este último título de valimiento. Todo esto sabian los enemigos del Arzobispo. Veian que acababa éste de negar ante un alto tribunal de justicia un he- (1) Testimonio de la Real provision de ruego 1 encargo, despachada por el Tri- bunal con fecha de 26 de Setiembre i dirigida al M. R, Arzobispo de esta cit- dad. MS., autorizado por el secretario Sanchez de Velasco—Respuesta del M. R. Arzobispo a la Real provision de 26 de Setiembre. MS., en copia certi- ficada por el oidor Ballesteros. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 687 cho cierto i ciertísimo. No sin razon se lisonjearon de haber descubierto en este paso un tristisimo ejemplo de falsedad ruí- dosa. El silencio del Arzobispo sobre el punto era en aquellos dias tomado por vergiienza. Cuando en Marzo de 1809 el tri- bunal elevaba a la Junta Central de España e Indias informe con documentos sobre estos disturbios, hubo de retener siete meses mas el espediente por llenar en él cierto vacio angosto 1 profundo: el del comprobante de la cobarde mentira. Con el comprobante se intentaba tiznar la frente de Moxó. Obtúvolo, por fin, cuando la Audiencia era gobernadora con la suma del poder político i militar; obtúvolo con misterio por mano del dean de la catedral i del secretario del cabildo metropolitano El Arzobispo murió ignorando este alevoso concierto encaml- nado a mancillar su honor (*%). ¿Qué habia de efectivo en este estraño asunto? Algo senci- llísimo. Sí delito hubiera, hé aquí que en dos hojas de papel tendríamos hoi el cuerpo del delito i el comprobante del delito. IX En la parte principal la respuesta que en 28 de Setiembre dió Moxó a la real provision dice asi, i en esto consistía el que entónces se llamó un delito de falsedad: "Confieso á V. A. que me he quedado atónito al ver el insigne atrevimiento y sacrilega osadía con que se ha intentado sor- prehender la desvelada justificacion de ese Superior Tribunal. Es falso que yo haya mandado á mi clero, bajo pena de escomu- nion mayor, que obedezca á la Suprema Junta de Sevilla. No he dado ni pensado dar semejante órden. Este hubiera sido un error político de que me parece no soy capaz. Hubiera sido tambien apartarse abiertamente del espiritu de los sagrados cánones. De modo que, si por un exceso de zelo, ó por una momentánea distraccion, me hubiera ocurrido semejante pen- - samiento, no es creible que ni mis medianas luces, ni el tierno (*) El espediente de los disturbios no pasó de Buenos Aires, i ahi se ha conservado largos años en una biblioteca particular. Hoi está en poder del que esto escribe, Es el mismo que me obsequió don Andres Lamas ¡ al que * se ha hecho referencia en otra nota. 688 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS amor y profundo respeto que profeso á las santas leyes de la Iglesia, me hubieran permitido efectuarlo. "Sé, gracias á Dios, los límites que dividen al Sacerdocio del Imperio; y no solo no quiero en manera alguna traspasarlos, sino que deseo con todo el afecto de mi corazon que estas dos Potes- tades se amen, se estrechen y se den mútuamente la mano y concurran ámbas de comun acuerdo á sostener y salvar la pa- tria, particularmente en las críticas circunstancias en que al pre- sente nos hallamos. “Soy el primer Prelado y el primer sacerdote de este Virrei- nato. Mi sagrado carácter y mi alta dignidad me obligan á obrar con la mayor circunspeccion y prudencia, "Esta última virtud, tan recomendada en el Evangelio, fué la que me inspiró la idea de llamar á mi clero el dia veinticinco del corriente. Ella fué la que puso en mis labios las palabras de dulzura y caridad, con que les descubrí las actuales necesidades de la Patria, para que la socorriesen con donativos de numera- rio, cada uno segun sus facultades, y ofreciesen diariamente votos, sacrificiós y gemidos por su gloría y prosperidad. Ella fué finalmente la que me dictó los paternales y saludables consejos ¡ preceptos que les dí á todos en comun, á los doctos y á los ig- norantes, á los ancianos y álos jóvenes; amonestándoles y man- dándoles, que ahora mas que nunca se portasen como buenos y modestos ciudadanos, prestando á todos sus hermanos el exemplo de un zelo puro y de un arreglado y constante patrio- tismo; que no soltasen las riendas á una inquieta curiosidad de enterarse de los acontecimientos del día; que no quisiesen pasar en las conversaciones y tertulias por filósofos y Políticos, cuya ambicion podría acarrearles gravisimos inconvenientes; que persuadiesen siempre la concordia, la union y la sencilla y exacta obediencia: sobre todo, que con sú conducta enseñasen á los de- mas á respetar todas las autoridades legítimas, ya fuesen ecle- siásticas ya civiles; pues ámbas reconocen un mismo orígen, ámbas manan de una misma fuente, que es la divina autoridad del Supremo Criador y J.egislador de todos los hombres (*). (*) Respuesta del M. R. Arzobispo a la Real provision del Tribunal fecha 26 de Setiembre. MS , en copia certificada por Ballesteros. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO'PERÚ 689 Dióse con esta esplicacion el fiscal por satisfecho í dispuso la Audiencia que se pasase a otra cosa. No obstante, cuando dias mas tarde denunciaba ésta al Virrei, entre otros, aquel paso del Arzobispo, por considerarle atentatorio en sí mismo i ademas contrario a los intereses de la metrópoli, sostenia que podria en su caso comprobar que la órden al clero fué cierta, mal que pe- sara a la negativa solemne del prelado, “I a vista de esta con- testacion,n—decia el tribunal al Virrei—u¿creería alguno que fuera cierta la órden que dió al clero? Parece que nó, i V. E. será el primero que no la crea. Pues, sin embargo, la órden fué cierta... ¡así se hará constar hasta la evidencia siempre que conven- gan (ET). X Este caso llegó por fin en Octubre de 1809 con la certifica- cion de una acta eclesiástica de 24 de Setiembre de 1808. En su parte principal esta irrecusable pieza confirma el hecho. Por e acta resulta que en la junta de que se trata, Moxó, bajo pena de escomunion reservadisima, mandó reconocer a la junta de Sevilla ¡a su emisario, prohibiendo a la vez, bajo igual pena, que ninguno excitase dudas sobre la autoridad o lejitimidad de di- cha junta. (2) Todo lo que había pasado en dicha reunion bajo la punta del cayado pastoral de Moxó era temporalísimo. Fué puramente político por cualquier lado que se le mire: sea que esta vez el sacerdocio hubiese traspasado a sabiendas los límites que le di- viden del imperio, sea que en el caso ámbas potestades se hu- biesen dado la mano para concurrir juntos a salvar la patria. Pero esto había pasado a puerta cerrada en el seno del capi- tulo metropolitano; no en una asamblea pública del clero con- eregado al efecto, como reza la pregunta de la real provision. Lo que Moxó estaba llamado a referir debía ser "segun i como (1) Oficio reservado de la Audiencia al Virrei fecha 26 de Octubre.—MS. (2) Testimonio de la Acta Capitular del Cabildo Eclesiástico Metropolitano, que instruye de las prevenciones hechas por el M.R. Arzobispo acerca de la re- Presentacion i autoridad de la Junta de Sevilla. MS., certificado por el secre- tario capitular doctor Juan de Dios Balanza. 690 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en el auto del tribunal se contiene i se declara. Es la propia fórmula de la real provision. Pues bien: es lo exacto que Moxó no dió órden verbalmente al clero, bajo de la pena terrible de esco- munton mayor a sé mismo reservada, para que dicho clero obede- ciese a la Junta Suprema que se decia hallarse formada en la ciu- dad de Sevilla. La habia dado al cabildo metropolitano; hecho mui distinto. Los enemigos de Moxó no cuidaron quizá de ad- vertir la congruencia precisa de dicha respuesta con la letra de la interpelacion. Lo cierto es que siguieron creyendo una de dos cosas: o que deveras el Arzobispo habia mentido, o que era fá.- cil imbuirlo así de mala fé a la Junta Central. La distincion mental que se trazó Moxó para decir el noi ca- llar el sz, conforme a los términos categóricos i literales de la real carta, fué canónica i teolójicamente admirable i oportuna. El peligro, el susto, cualquiera cosa semejante al miedo, hizo en este trance a aquél tanto o mas hábil abogado que sus conten- dores del tribunal de Chárcas. Cuando sintió que venian a asaltarle escondió listo tras un recoveco el fruto del cercado ajeno, i con sus manos limpias apareció en la encrucijada a chas- quear, en ademan inocente, a aquellos guardadores malos. (*; Detras de todo hai en esta escaramuza álguien mas, álguien que reclama de la crónica una parte del merecimiento. La pres- teza del asalto, el primor de la defensa, los meses largos hasta conseguir el comprobante, la alevosía del dean i el secretario, nada ni nadie en este entrevero podrá desconocer la eficacia de los vocabularios, caramillos 1 pedigieños, quienes habian em- pujado i dejaban mal seguro el brazo de la Audiencia. GABRIEL RENÉ-MORENO (Continuará) (**) Justificativos de lo dicho en este capitulo, ademas de los documentos ya citados, son los dos que siguen:—Oficio de Moxó a Liniers fecha 26 de Setiembre, MS. orijinal en el Archivo Jeneral de Buenos Aires.—Circular del Cabildo de Buenos Aires fecha 26 de Agosto de 1808 sobre socorros a la madre patria, MS. orijinal dirijido a Moxó, impreso poco despues 1 ya citado en la nota de la páj. 225. gesest29s sn : 30 e0e == FRA EE ' >= al E ERE s sel: 2809028 «$ Es se90% SE E Pesiono S ESTUDIOS ARAUCANOS VII a Cuentos araucanos Il CUENTOS MÍTICOS SUMARIO: 1. La novia del muerto.—2. El viejo Latrapai.—3. Las apuestas.--4. Los dos perritos. —5. Las trasformaciones.—6. La hija del Cherruve.—7. Huenchumir, el hijo del oso, INTRODUCCION Los sietes cuentos araucanos que siguen, debidos todos a Calvun i apuntados una parte por mi i la otra por el señor Chiappa, todos contienen elementos míticos. Lo que sabemos de la mitolojía de los mapuches i de sus creencias relijiosas es mui poco o, al ménos, mul incierto. Pero el tiempo no ha llega- do todavía para hacer una esposicion crítica de los datos que se encuentran en los cronistas de las guerras de Arauco. Será "necesario ántes recojer todo lo que todavía vive en la memoria del pueblo mismo, para tener así una base segura desde la cual se puedan apreciar debidamente las noticias dadas por autores de tiermpos pasados. Los cuentos publicados en las pájinas que 692 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS siguen son materiales que servirán para estos fines. Todo lo de- seable, ya lo podemos asegurar, no se sabrá nunca. Pues los araucanos ya a principios del siglo XVII a consecuencias de la . conquista que habia traido los metales, las plantas de cultivo, los animales domésticos de la vieja Europa—para no hablar de los productos industriales-—estaban tan profundamente altera- dos en todo su modo de ser, que nunca llegaremos a establecer la completa verdad sobre su estado primitivo de cultura material e intelectual. Es característico que los indios ni siquiera recuer- dan los nombres de su planta de cultivo mau i de su animal doméstico zveke, que ámbos han desaparecido i han llegado a ser problemas para la indagacion científica de nuestros días (1). Los cuentos que siguen ofrecen pocos rasgos que no perte- nezcan con toda seguridad a tiempos recientes, Solo el cuento 2 (el viejo Latrapai) contiene elementos que podrian en teoría ser anteriores a la invasion española. En el “hijo del oso. (número 7) ya pueden palparse con toda claridad influencias de la /zze- ratura popular europea. Si lo he colocado en este estudio, i no en el próximo que versará solo sobre materiales debidos a los españoles, es porque aparece el famoso Cherruve, el monstruo que desempeña un papel tan importante en los cuentos 3 a 6, aunque me parece fuera de duda que el Cherruve del cuento 7 no es mas que el famoso dragon de la mitolojía indojermánica, que devasta la tierra hasta que lo vence el héroe con fuerza so- brenatural cuyo nombre i linaje, sea Herácles, Beowulf, Sieg- fried o Huenchumir, hacen poco al caso. Ademas lo fantástico de las aventuras del hijo del oso parece recordar los cuentos de "Mil 1 una noches. “La novía del muerto. (número 1), por mas que recuerde el mito famoso que ha encontrado una espresion tan poética en la célebre balada Leonoren del poeta aleman Bi» ger, por lo ménos es completamente araucanizada, 1 bien puede ser orijinal. Casi todos los cuentos son visiblemente de oríjen pehuenche de la pampa arjentina. En algunos, sobre todo en la segunda mitad del cuento de las apuestas (número 3) el elemento míti- co no tiene ninguna importancia. (1) Véase Febres s. v. magu 1 hueque. ESTUDIOS ARAUCANOS VII 693 No entraré por ahora en mas detalles; como en los cuentos de animales (Estudio VI) me limito a presentar los materiales a los folkloristas i etnólogos. Los títulos de los cuentos dados por Calvun, como se verá, se refieren casi siempre solo al principio de cada cuento; he añadi- do por esto otros mios mas característicos. En las notas me limito a lo que me parece indispensable. Mas de una forma i frase todavía me es difícil en su análisis, pero en la idea de la traduccion no habrá errores fuera de aquellos pa- sajes que indico directamente como dudosos, 1. La novía 1. EPEU KIÑE L'A KUREYEUWARKEI MONEN DOMO EQU 1. Feimeu l'arkei kiñe went'u, úñamnerkei (1). Feimeu ñi iiñam alkukeeyu ñi lan. 2. Lralu rinalnerkei (2); lanam- tukulelnerkei ñi kaweAu is't'okom; istokom ñi niel tokulelnerkei, ñi chi4a,ñisipuela, ñi kuchiLu, t'úpúe, ñi fúinrúni tukulelnerkel. 3. Feimeu yav mari anta l:alu amurkei ñi iñamyekeelchi d'omo- meu. Feimeu puwarkei pu tavia ñi úiñam-meu. Puwlu, feimeu uL:ai, pinekeimin, pinerkel. —Koila-dunu-nu-am ve? pirkei; vente koilaam che, pirkei. 4. Feimeu kudurkei kiñe púchi kampu enu; kudulu mavolaateu tovichi púchi kampu. "Femkeeli, kompañ, pirkei; mo- tte kut'ankolei ñi kadin, pirkel. del muerto 1. CUENTO [DE] UN MUERTO [QUE] SE CASÓ CON UNA MUJER VIVA I. Entónces murió un hombre, estuvo amancebado. Entónces su querida oyó que habia muerto. 2. Muerto, fué enterrado; le ma- taron sus caballos todos; todos sus bienes le pusieron, su silla, sus es- puelas, su cuchillo, chicote, su lanza de colihue le pusieron. 3. Entónces mas de diez dias estando muerto fué donde la mu- jer que era su manceba. Entónces llegó al ancchecer en casa de su querida. Al llegar él, entónces "Murió, se dice de tí (=te dicen muerto)n se le dijo. —No es mentira acaso esto? di- jo; tanto miente la jente, dijo. 4. Entónces durmió con un mu- chachito; durmiendo queria abra- zarlo ese muchachito. "¡No me hagas esto, compañero, dijo, mui enfermo está mi costa- do, dijo. (1) El araucano distingue perfectamente entre la esposa legal (Z2ure) 1 la querida (usñam). (2) Sobre las costumbres araucanas que se seguian al entierro, véase el capitulo IX de los Aborijenes de Chile por don José Toribio Medina, páji- na 256 1 siguientes. TOMO XCIV 48 694 Feimu femkununerkel. 5. All'ú pun kom umautulu che, feimeu puwoarkei ñi iñam-meu. —Kopan, pirkei; fecha kuivi d'unuyeneyu. Kiñe iña kureyeu- wayu, pirkei; tavachi pun amoayu, pirkel. 6.—Fei iirkemai, pirkei tovichi domo. Koom elelnei mi chia; chumnechi nentuaimi kai? piner- kei. —Inché kizu kimniegan ñi nen- tutoael, pirkei tavichi went'u. 7.—Fei úrkemai; chidautune, amoayu! pirkei toveichi domo. Feimeu chi4auturkei, kiñe kim- laayu rume toveichi pú che, Feimeu "rupan chiZautun», pi- paturkei taveichi domo-meu. Fei- meu amurkeinu. 8. Pachi tieu-ple zv2ravpurkei; veimeu úlkaturkei: 1nKasvú-kalvui mapu tayu ru- meam», pirkel. 9. Feimeu kagenturkevui tavel- chi.domo. —Chem-meu úlkatuyekapaimi am? pinérkei taveichi l:la wentu. —Kuivi ke che vemkevui tañi yenieyam domo kureneyam, pirkel tovichi went'u. - 10. Feimeu cheu ñi rúnalne- mum feimeu puwarkei. Feimeu povorkei (7) taveichi domo. II. Feimeu epuentun-meu ¡amoan. pirkel toveichi nen ñawe. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Entónces así fué dejado (3). 5. Mas tarde, cuando dormia toda la jente, entónces llegó donde su manceba. — Vengo, dijo; desde mucho tiempo se habla de nosotros dos. En el acto nos casaremos, dijo; esta noche nos iremos, dijo (4). 6.—Está bien así, dijo esa mu- jer. Toda está dejada [adentro] tu silla; ¿cómo la sacarás, pues? se le dijo. —Yo solo tendré sabido cómo la sacaré, dijo ese hombre. 7.—Está bien así; ¡ensilla, vámo- nos! dijo esa mujer. Entónces ensilló su [caballo], no lo supo ni uno [de] todos esos hombres. Entónces “acabo de ensillarn, vino a decir aesa mujer. Entónces se encaminaron. 8. Un poco mas allá galopeó; entónces cantó: “Azul, azul está (5) la tierra adonde los dos vamosn, dijo. 9. Entónces tenía sospecha (6) esa mujer. —¿Por qué te llevas cantando? se le dijo a ese (hombre) muerto. —Los antiguos siempre harian así cuando se llevaban una mujer para casarse, dijo ese hombre. IO. Entónces donde [estaba] su tumba allí llegaron. Entónces se volvió /oca esa mujer. 11. Entónces dos dias mas tar- de uirén dijo ese dueño (=padre) (3) Este párrafo es estraño. Talvez se trata de una alusion a que el cuer- po del muerto no es completo. El muchacho no lo debe notar, para que no se descubra el secreto. (4? El casamiento del araucano necesita dos actos, primero el robo de la - mujer 1 en seguida el pago del precio que el novio debe dar al padre. (5) Es decir «está mui léjos»; compárese la espresion alemana ¿n blauer Feyne (en azul lejanía). (9) Ej ALA. (7) Povo significa tonto. No seria imposible que fuera la palabra castella- na «bobo». ESTUDIOS ARAUCANOS VIl 695 Feimeu amurkel, puwarkei tovei- chi nen vottam-meu. 12.—Kopan, chum!epun ñl ña- we, tukulnen ruka-meu, pipurkel. Feimeu: - Chem vottoam nien? pirkel toveichi ficha went'u. —Nierkelaimi am? pinerkei. Feimeu:—Kuivi yav mari anta- meu lai ñi vottam em! pirkei ta- veichi went'u. 13. Feimeu amurkeinan eltun- meu. Feimeu penepurkei taveichi d'omo pora-kaweAu-lelu taveichi lra kaweu-meu. Feimeu namano- manerkel. I4. Feimeu yenemeturkei, akul- neturkei ñi mapu-meu. Feimeu marichi wimlai, piam; pu ruka nie- nevui, piam; marichi malelai, piam. 15. Feimeu "kiñe ina nidayavin taveichi domon, pirkeil. Feimeu nisanei, piam, toveichi domo. Fei- meu lanamtukunei, piam, taveichi la went'u-meu. 2. El viejo 2. EPEU LATAPAI (1) FATTA 1. Feimeu niei, piam, eppu ña- we Lat'apai fotta. 1: Ked “auelnean!. pi, piam. «Wúlan ñi eppu ñawen, pi, piam. 2. Feimeu eppu chokam niel, piam. "Ked'auelaeneu ñi eppu chokam; feimeu kureyehmayaeneu de la hija. Entónces caminó, ll: gó en casa de ese dueño (=padre) del hijo. 12.—Vengo [para ver] cómo está mi hija, si está puesta en la casa, dijo. Entónces: —¿Qué hijo tengo yo? dijo ese viejo are -—¿Acaso no tienes? se le dijo. Entónces:—Hace tiempo, mas de diez dias, murió mi hijo, oh! dijo ese hombre. 13. Entónces fueron ellos al ci- menterio, Entónces vieron a esa mujer montada en ese caballo muerto. Por ahí estaba llorando, llorando. 14. Entónces se la llevaron, la hicieron llegarasu tierra. Entónces diez veces (=nunca) no se acos- tumbró, dicen; en la casa fué rete- nida, dicen; diez veces no quedó, dicen. 15. Entónces en el acto com- praré a esa mujern, dijo (3). En- tónces fué comprada, dicen, esa mujer. Entónces fué puesta a la muerte, dicen, [sobre la tumba] de es (hombre) muerto. Latrapai 2. CUENTO DEL VIEJO LATRAPAI 1. Entónces tuvo, dicen, dos hijas el viejo Latrapai. "¡Se me hará trabajo!n dijo, dicen. “Ven- deré (2) mis dos hijas, dijo, dicen. 2. Entónces dos sobrinos tuvo, dicen. Me trabajarán mis dos so- brinos; por eso se me casarán con (8) El padre del novio paga el precio de la mujer al padre de la novia, asi pasa ella a ser su propiedad, como deberia ser la de su hijo. El alma del muerto no habia podido estar tranquila hasta que se sacrificara la mujer, 1 le siguiera en la tumba como sus demas bienes. (1) Calvun no supo ninguna esplicacion para este nombre. El Latrapal era un «monstruo» de la pampa. El señor Chiappa cree haber oido de otra fuente el nombre Za?'ipaz, lo que significaria «salió el muerto» o como sus- tantivo «el aborto». (2) Es decir, las casaré; el pago deberia ser el trabajo de los yernos. 696 ñi eppu ñawe,n pirkei Lat'apai fotta. 3. Feimeu amurkei taveichi epu peñuen (3); kiñe, piam, Kónkal, (4) pinei, kanelu Padíu pinel, piam. Feimeu puinu, piam. (Re akucha nei ñi anúpuam enu (5))- E 4. Feimeu: "Kodauelmuan, epu vocham; eluayin ñawe,n pineinu, piam, taveichi epu went'u. Feimeu «Yan pinu, piam. — Chem kadauayu? pinu, piam. —Kat'3lmoan ñi 'emyen aliwen pi, piam, Lat'apai fotta. 5. Feimeu elukunuyeneinu epu weza ke toki. Feimeu Kiñe ke rú- pun-meu t'antulmoan ñi aliwen,n pineinu, plam. 6. Feimeu amuinu, piam; pe- nelnepuinu taveichi pacha (6) ke aliwen. Feimeu t'antul-pualu enu kiñe-rúppu-fem-puinu. piam; fei- meu wat'ofemi, piam, taveichi toki ñi elunen enu. 7. Feimeu: wat'oi yu toki, pipa- tuinu, piam. Kiñe ina kizu yu toki- meu kadauayu, pinu, piam. Feimeu: fei úrkemas, pi, piam, Lat'apail fotta. 8. Feimeu kiñe fotcha koyam- meu puinu, piam. Feimeu: tava- meu mat'úmayu toki, pinu, piam, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mis dos hijas, dijo el viejo La- trapal. | 3. Entónces anduvieron esos dos hermanos; el uno, dicen, Cón- quel se llamó, el otro Pedíu se llamó, dicen. Entónces llegaron los dos, dicen. (Todo con agujas fué el asiento de los dos). 4. Entónces: trabajadme, [ mis] dos hijos; os daré [mis] hijas,n se les dijo, dicen, a esos dos hom- bres. Entónces Buenon dijeron, di- cen. —¿Qué trabajaremos? dijeron, dicen. —Cortadme mis viejos robles, dijo, dicen, el viejo Latrapal. 5. Entónces les fueron entre- gadas dos malas hachas. Entónces: “Siempre de un golpe volteadme mis robles, se les dijo, dicen. 6. Entónces anduvieron, dicen; les fueron mostrados esos altos robles. Entónces [cuando] iban a voltear [los árboles] siempre de un golpe así lo hicieron, dicen; entón- ces se quebraron así, dicen, esas hachas que les habian sido dadas. 7. Entónces: se quebraron nues- tras hachas, vinieron a decir, di- cen. Luego con nuestras propias hachas trabajaremos, dijeron, di- cen. Entónces: así está bien, dijo, dicen, el viejo Latrapali. 8. Entónces a un alto roble lle- garon, dicen. Entónces: acá llama- remos hachas, dijeron, dicen, esos (3) peñuen (cp. E. peñihuen ) es una especie de colectivo como el aleman «Gebriúder». (4) Konkal: segun Calvun significa «el gruñido». No supo esplicar el nom- bre del segundo. (5) Esta frase parece completamente fuera de lugar. Habrá que borrarla. Un jiro semejante se encuentra en el «cuento de los tres hermanos» de Calvun. (6) Pacha cp. 111 155, 216. - ESTUDIOS ARAUCANOS VII taveichi epu went'u. Feimeu pora- kintu-kunuinu, piam. 9. "Naqpaokelene mai, pitan (7) tok:! Naqpaokelene mai, pisan toki!" pinu, piam. "F3renemuyu nanechen; nak3- melmu-pa yu epu toki, re kiñe ke rúpu-mu matten t'amtulu,. pinu, piam. Feimeu fotcha wenu aléupz piam, taveichi pi/an toki. 10. "NaqpaokeZéne mai, pi/an toki!. Naqpaokeléne mai, pidan toki! Feimeu alliin ranin wenu /'adez- pipat, piam, pidan toki. "Forenemuyu nanechen, naka- melmupa yu toki! pinu, piam, vel- chi epu went'u. 11. Ka matúminu, piam: "NaqpaokeZere mai, pisan toki! NaqpackeZene mai, pidan toki! pinu, piam. Feimeu pachi mapu Paleupaz, piam, piáan toki. "Foarenemuyu nanechen; nako- melmu-pa yu toki!" piinu, piam. 12. "NaqpaokeZene mai, pidan toki! Nagpaokesene mai, piZan toki!n piinu, piam. Feimeu naqpai, piam, pidan toki; Haleufempat, piam, to- veichi koyam-meu. Feimeu nagpai, piam, mapu-meu. 13. Feimeu ka ke núfemiyu, piam, taveichi epu toki, Padiu enu Konkol. 697 dos hombres. Entónces se pusie- ron a mirar hácia arriba, dicen. 9. '"Bájate pues, hacha del true- no! Bájate pues, hacha del trueno! dijeron, dicen. "Favorézcanos dios; haga bajár- senos nuestras dos hachas, que siempre de un solo golpe voltean [los árboles]11, dijeron, dicen. En- tónces mui arriba soraron, dicen, esas hachas del trueno. 10. '"¡Bájate pues, hacha del trueno! Bájate pues, hacha del trueno!n Entónces mui a media altura sonaron, dicen, las hachas del trueno. "Favorézcanos dios, haga bajár- senos nuestras hachas! dijeron, dicen, esos dos hombres. 11. Otra [vez] llamaron, dicen: "¡Bájate pues, hacha del trueno! Bájate pues, hacha del trueno!n dijeron, dicen. Entónces a poca distancia sonaron, dicen, las ha- chas del trueno. "Favorézcanos dios; haga bajár- senos nuestras hachas, dijeron, dicen. 12. Bájate pues, hacha del true- no! Bájate pues, hacha del trueño! dijeron, dicen. Entónces se baja- ron, dicen, las hachas del trueno; así sonaron, dicen, en ese roble. Entónces se bajaron, dicen, a la tierra. 13. Entónces cada uno así aga- rró. dicen, esas dos ha: has, Cón- quel con Pediu. (7) Pifan. FEBRES: «Pillañ, pillan, aman al diablo, o a una causa supe- rior que dicen hacer los truenos, rayos, relampagos i reventazones de vol- canes, 1 a estos mismos efectos tambien llaman pzaz». Tambien segun Otros autores (Véase MEDINA, los Aboríirenes de Cnile, páj. 234) Pillan es el trueno, relámpago i en jeneral el fuego como fuerza de la naturaleza, que fué considerado como una especie de deidad. Es mui probable que el hacha haya sido un atributo del dios del trueno entre los araucanos como en otra parte. 698 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Feimeu amuinu, piam, kat'ú-ali- wen-alu enu. Feimeu puwinu, plam; kat'úpui, piam, aliwen enu. 14. Kiñe-ke-rúpu-kunu-fem puli- nu, piam; tanvemi, piam, aliwen. Feimeu is''okom aliwen t'antuinu, piam; re-kiñe-ke-rúppu-kunuinu, piam, kiñe ke aliwen. 15. Feimeu kom deumainu, plam. — Feimeu kureyeinu, piam, tavichi eppu entu (8). -—J6. “Deu kureyeñmamun tañi ñawe nafalmoan ñi temyen Jlofo (9) toron, pi, pilam, Latapal fotta. Yan , pinu, plam, toveichi epu went'u. 1/7. Feimeu yeneinu, piam, ta- veichi lofo toro-meu. Puúlneinu, piam. Feimeu z2fapuína, piam. K%o0om lanampui taveichi lofo toro enu, piam. Feimeu kopatuinu piam, ñi ruka meu. 18. Ka alltun-meu 'nofalaeneu ñi choike ka ñi luan," pi, piam, Lat'apai fotta. Feimeu yan pinu, piam; ka yeneinu lowan-meu, choi- ke-meu taveichi epu ent'u. 19. Yei, piam, núrú; puinan (11), piam, taveichi lowan-meu ka t2- veichi choike-meu. Entónces fueron, dicen, a cortar robles viejos ellos. Entónces llega- ron, dicen; cortaron, dicen los ro- bles viejos ellos. 14. De un solo golpe lo hicie- ron siempre así, dicen; cayeron así, dicen, los robles. Entónces toditos los robles voltearon, dicen; bien de un solo golpe lo hicieron, dicen, siempre un roble viejo. 15. Entónces concluyeron todo, dicen. Entónces se casaron, esos dos hombres. 16. "Ya que se casaron con mis hijas me cazarán mis viejos toros salvajesu, dijo, dicen, el viejo La- trapal. "Buenon, dijeron, dicen, esos dos hombres. 17. Entónces fueron llevados, dicen, donde esos toros salvajes. Llegaron (10), dicen. Entónces al- canzaron a cazar, dicen. Todos los mataron esos toros salvajes ellos dos, dicen. En se- guida volvieron, dicen, a su casa. 18. Otro rato mas tarde me cazarán mis avestruces i¡ mis hua- nacos», dijo, dicen, el viejo Latra- pai. Entónces "buenon dijeron, dicen; otra vez fueron llevados donde los .huanacos, donde los avestruces esos dos hombres. 19. Llevó, dicen, el zorro; lle- garon, dicen, donde esos huanacos i donde esos avestruces. dicen, (8) epu entu, epuwentu, epu went'u representan diferentes grados de la fusion entre u-w-e. La w, y, y aparecen i desaparecen segun la mayor o menor claridad del que habla i no hace diferencia si estos sonidos interme- diarios (glides) aparecen o no en la palabra aislada. (9) /ofo parece ser la palabra castellana /cbo que se usa en Chile i la Ar- jentina como adjetivo en el significado de arisco, lijero, hablando del animal no domesticado. (10) Literalmente, «fueron hechos llegar»—fou/ncna. (11) Miéntras que en lo anterior se emplea el dual (p22u, yeneínu), ahora se pasa al plural (puinan ) porque con el zorro ya son tres. ESTUDIOS ARAUCANOS VII Feimeu núrú, piam, lepum-ka- weAu-yekomei (12). -20.—Komei mi kaweAu ka, ni- Tú, pinekei, piam. —Komel tañi - piam. Feimeu puwlu enon, inantukui, piam, choike núrú; kiñe dilai ru- “me, plam. Feimeu koapatui, piam, elkunumevi kaweLu, pikei, núri; toveichi epu went'u. 21. Feimeu akutui, piam, La- Capai fottá-mu. —Elkunumevimi taveichi epu went'u? pinei, piam, — Elkunumeviñ, pi, piam. 22. Feimeu epuentun-meu wer- kúnei, piam. "Akupetulai ñi epu «chedkui? pi, piam, La'tapai fotta. "Pemevine akutun enun, pinei, piam, nur. 23. Feimeu amuil, piam, núril. Puwi, piam, taveichi epu domo- "meu. —Akutui (13) mu epu votta? pi- puvi, piam, taveichi domo, —Akulai, pi, piam. 24. Feimeu amutui, piam; puw- tul, piam, Lat'apai votta-meu nirú. -— “MAkurkelainun, piputui, piam. 25. Ka pichi allviin-meu ka wer- kúnei, piam. Ka amui, piam, núrú. — Akutui tamu votta? pipui, piam. - —Akulai, pi, piam, taveichi epu domo. A (12) lepum kawetu- -ye- ko-1me-1 699 Entónces el zorro, dicen, corrió como un caballo lijero. 20.— Bueno es tu caballo, zorro, se le dijo, dicen. —Bueno es mi caballo, dijo, dicen. Entónces llegando ellos, persi- guió, dicen, avestruces el zorro; a ninguno alcanzó, dicen. Entónces se vino, dicen, el zorro; fué a de- jarlos [allá] a esos dos hombres. 21. Entónces llegó, dicen, don- de el viejo Latrapai. —¿Los dejaste allí a esos dos hombres? le fué dicho, dicen. —Los dejé allí, dijo, dicen. 22. Entónces dos dias despues fué mandado, dicen. "¿Todavía no han llegado mis dos yernos? dijo, dicen, el viejo Latrapal. "Véa ver si han llegado los dos, se le dijo, dicen, al zorro. 23. Entónces se fué, dicen, el ZOrro. Llegó, dicen, donde esas dos mujeres. —¿Llegaron vuestros dos marl- dos? fué a decirles a esas mujeres. —No llegaron, dijeron, dicen. 24. Entónces volvió a ir, dicen; volvió a llegar, dicen, donde el viejo Latrapai el zorro. "Parece que no han llegado", dijo, dicen.. 25. Otro poco rato despues, otra vez fué mandado, dicen. Otra vez se fué, dicen, el zorro. —¿Llegaron vuestros maridos? dijo, dicen. —No llegaron, dijeron, dicen, esas dos mujeres. ; lepumn, E. lepuúmn es el derivado factitivo de lev «lijero», de consiguiente significa apresurar a otro, hacerlo correr. yekoame es, como Febrés, Arte número 189, analiza—ye-kuu-me llevar-mano- ir, lo que equivale a «ir haciendo». La traduccion literal seria, pues, «el zorro fué apresurando su caballo». Por la espresion compárese VI 1, 2. (13) La diferencia entre ¿own o puwon 1 akcun puede espresarse en caste- llano por «ir llegando» i «venir llegando», o «llegar de acá por allá» i «lle- gar de allá por acá». 700 26. Veimeu wúñopai, piam, nú- rú; ka puwtui Lat'apai votta-meu. — Akulai, pi, piam. —Feimeu kiñe ina lanamavimi toveichi epu domo, ñi cpu ñawe, pinei, piam, núrú. 27. Feimeu werkúel núrú kon- Vouv“alui (14), piam. —Kiñe ina lanoameve taveichi epu domo, pinei, piam. —Kuinton, pi, piam. — Amukane, ñochi-lekaqaimi, pinel, plam. - 28. Feimeu amui, piam. Tieu- ple úlkatupui, piam, núru: 1 Kúliu-kúsiu-ko'lewél tañi na- [ mán, wérkuúpeetéu Lat'apai vo'ttá. Ku4iu-ku4iu-kolewei tañi namún, werkúpeetéu Latapai va'ttán (15), pi, piam, núrú. 29. Veimeu poui, piam, taveichi epu domo-meu. Feimeu lanampu- vi, plam; múr lanampuvi, piam ta- veichi epu domo. Kopukunuyevi, plam. 30. Alliin-meu akutui, piam, toveichi epu*ent'u. Kopu-kopui, piam, taveichi epu domo. Akuttullu toveichi epu ent'u: "umau-umau-kolerkeinu epu we- MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 26. Entónces se volvió, dicen, el zorro; otra vez llegó donde el viejo Latrapai, —No llegaron, dijo, dicen. —Entónces en el acto matarás a esas dos mujeres, mis dos hijas, fué dicho, dicen, al zorro. 27. Entónces siendo mandado: el zorro se finjió cojo, dicen. —En el acto vé a matar a esas dos mujeres, le fué dicho, dicen. —Estoi cojo, dijo, dicen. —Véte no mas, despacio irás,. se le dijo, dicen. 28. Entónces se fué, dicen. Por allá se puso a cantar, dicen, el ZOrrO: "Como huso, como huso está. [mi pié, mensajero lo manda el viejo La- | trapai. Como huso, como huso está mi [pié, mensajero lo manda el viejo La- [ trapain,, dijo, dicen, el zorro. 29. Entónces llegó, dicen, don- de esas dos mujeres. Entónces las. mató, dicen; igualmente las mató, dicen, a esas dos mujeres. Boca abajo las dejó, dicen. 30. Un rato mas tarde llegaron,. dicen, esos dos hombres. Boca abajo, dicen, estaban esas dos mu- jeres. Llegando esos dos hombres: udurmiendo, durmiendo parecen. (14) kanto-u-valui compárese VI 4, 14 laofaloeími, laofalurket. (15) Los acentos indican el ritmo con que Calvun cantó estos versos, o: mas bien los declamó con entonacion aguda de la voz. ku4iu cp. E. «culiu llaman en Angol al huso de hilar». La comparacion del pié cojo con el huso que sube i baja al revolverlo con los dedos hilando, es gráfica.—No hai en araucano ninguna palabra que como el «como» del castellano indica la comparacion. El indio dice directamente «mi pié es un huso, yo soi un ca- ballo (véase arriba número 20)» etc. ESTUDIOS ARAUCANOS VII dañma!, pipatui, piam, kiñe wen- vu. 31. Feimeu wimanakamfempa- tavi, piam, ñi kure. Feimeu neno- molai rume, piam, tovichi domo. Feimeu paila rulpavi, piam, ñi kure. Veimeu ula kimvi, piam, lale ñi kure. 32. Veimeu nomautupatuinu, piam. Veimeu ukiñe ina Pipayayun piinu, piam. Allbún-meu tipainu, piam. “T'"ewa, weda Lat'apal vatta kiñe ina layal, pinu, piam. 33. Allún-meu penel, nurú. Feimeu reqnenel, pian,, núrú. piam, Feimeu '"chemnorume monela- ai; meli (16) t'ipantuai punn, pinu, plam. Feimeu chalalinu, piam, pun (17). 34. Feimeu t'apumuvui, piam, is''okom úñom: piámaiken, ñam- ku, kanin, kolenkolen, rakiñi, rawwil- ma, kono, maikoño 1s''ofid úñúm tapumuful, piam. 35. Feimeu "kiñe ina eluayiñ ñawen, pinel, piam, Padiwenu Konkal. Feimeu yan, pinu, piam. Allríin—=meu, piam, 'anakunuinu, piam. 36. Wane koni, piam, ñamku ñi ñawe. "Toyeu- ple Pipape, weda ipakarwav'“e!n pinei, piam. Ka allin-meu koni, piam, ka- nin ñi ñawe. «“Tiyeu-ple t'ipape, 7O1 estar las dos malditas [ mujeres], dijo, dicen, [cada] uno (hombre). 31. Entónces así se pusieron a azotarlas, dicen, a las mujeres. En- tónces nose movieron nada, dicen, esas mujeres. Entónces de espalda la volvió [cada uno] a su mujer. Entónces despues la conoció, di- cen, muerta su mujer. 32. Entónces principiaron a llorar, dicen. Entónces nen el acto saldremos los dos dijeron, dicen. Un rato despues salieron, dicen. "El perro, el malvado viejo Latra- pai morirá en el acto, dijeron, dicen. 33. Un rato despues fué visto, dicen, el zorro. Entónces fué cautivado, dicen, el zorro, Entónces “nada quedará vivo; cuatro años será nochen, dijeron, dicen. Entónces pusieron en una olla, dicen, la noche. 34. Entónces se juntaban, dicen, todos los pájaros: golondrinas, águilas, jotes, peucos, bandurrias, cachañas, torcazas, tórtolas, toditos los pájaros se juntaban, dicen. 35. Entónces uen el acto [os] daremos [nuestras ] hijas, fué di- cho, dicen, a Pedíu 1 Cónquel. Entónces "bueno. dijeron los dos, dicen. Un rato despues, dicen, se echa- ron al suelo los dos, dicen. 36. Primero entró, dicen, la hija del águila. ¡Por alla sal, mal co- medor de zapos!n le fué dicho, di- cen. Otro rato despues entró, dicen, la hija del jote. «¡Por allá sal, mal (16) Cuatro es el número sagrado del araucano. Todas las invocaciones etc. se hacen cuatro veces; en los cuentos europeos, siempre se trata de tres o siete. (17) Evidentemente se trata de un antiguo mito. Esperariamos mas bien que se encerrara el dia, el sol (ant) para que haya noche eterna. 702 weda núimmuneyen (18), pinei, piam. 37. Ka pachi allún-meu koni, piam, pimaiken ñi ñawe. "Fei Pokiviyu tayu kure Pokivi- yun, pinu, piam, taveichi epu wen- vu. 38. Feimeu lonko-ple witalei, plam. Sine naqpane (19)n, pinei, piam; nor-ple witakunupuli, piam. "Sine parapatunen, pinei, piam; lonko-ple wit'aleputui, piam. "Fente pachíchi úñúm tenin, pinei, piam. 39. Feimeu is't'okom úñúm k“ontofeyu, piam. Kiñe ayúlal rume. "Kiñe ina meli tipantuai pun», piinu, plam Puni, piam; wún'welai, piam. 40. Feimeu fentepun weñankei- non (21), piam. Feimeu szto eli, piam, nanen. Veimeu "Kiñe ina inche pu poa- t'a mula t'ipayañi lef. Feimeu tUa- pevale ñi mula útúnakimai ñi cha- La pun», pi, piam, silo. 41. Feimeu cheu ñi amulemum Padiuenu Konkal, pu pat'a mula lef 'ipavemi, piam, silo. Veimeu win t'ipafemi, piam. Lat'apai vatta entíin lai, piam. Feimeu wún'23n-meu, feimeu monel, piam, qúñim. (18) cp. F. numun 1 neyun. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS resuello hediendo!n le fué dicho, dicen. | 37. Otro poco rato despues en- tro, dicen, la hija de la golondrina. "Esa la consideramos, nuestra mujer la consideramos, dijeron, dicen, esos dos hombres. 38. Entónces cerca de la cabe- za quedó parada, dicen. Mas cerca bájaten, le fué dicho, dicen; por detras (20) fué a ponerse, di— cen. !!Mas cerca ven a subir, le fué dicho, dicen; cerca de la cabe- za volvió a quedar parada, dicen. "Pan chiquito es el pajarito, le fué dicho, dicen. 39. Entónces toditos los pájaros se les acercaron, dicen. Ninguno les gustó. “En el acto cuatro años será noche, dijeron los dos, dicen. Anocheció, dicen; no amaneció mas, dicen. 40. Entónces tanto desearon [ la luz del dia], dicen. Entónces la perdiz inventó, dicen, un ardid. Entónces "En el acto saldré [con toda ] mi lijereza debajo de : la barriga de la mula (22). Entón- ces despertando yo su mula, bota- rá la olla de la noche, dijo, dicen, la perdiz. 41. Entónces donde andaban Pediu i Cónquel, debajo de la ba- rriga de la mula lijero salió así, dicen, la perdiz. Entónces salió así el alba, dicen. El viejo Latrapai murió de ham- bre (23), dicen. Entónces por el amanecer, por eso vivieron, dicen, los pájaros. (19) Sipe nagpane probablemente=dime de din alcanzar en distancia F.; «acércate». (20) nor segun Febres significa «derecho». Calvun tradujo «por detras», (21) F. hueñamcún tener deseo de ver algo que se quiere. (22) Como se ve mas abajo se trata de una mula de Cónquel i Pediu, que asustada por la perdiz debe voltear i quebrar asi la olla de greda en la cual está encerrada la noche. (23) Es decir, se habia muerto miéntras tanto, durante la oscuridad. — ESTUDIOS ARAUCANOS VII 42. Feimeu namainu, piam, ta- veichiepu ent'u. 1 4zwvunedayu (24). pinu, pilam. Feimeu namainu, piam. Peeyu, piam, choike yenu. 43.— Chumimuam puen (25), epu ela went'u pineimu, piam. —-L'ai mai yu kure yem, pinu, plam. —Iñché úlkatulmupachi,a puen pi, piam, choike. «Katan-yu choi- ke, Paft'af-uin (26) choike» pimo- an, pi, piam, choike. 44. Feimeu fei pinei, piam. Kiñe rúnan-meu waÁApai (27), plam, pu- rui, piam. «T'av'av-uún choike, katan—yu choike» pinel, piam. Fen't'epun kamelkai ñi purun, Feimeu t'ipapai, piam, epu kuse. 45. Feimeu "Fei pimuchi, puen», pi, piam, choike. Ka vel pinei, piam. «Katan-yu choike, t'avt'av-uún' choike», pinei, piam; mekel, piam, ñil purun. 46. Feimeu alltiin-meu tipapai piam, epu úicha domo; kiñe kin- pole t'aumanei, piam.. —PFei tava mu kure, puen, pi- neinu, piam, Konkol-enu Padiu. 47. Veimeu ¿e7'o-pel'o-tuinu (28) piam. (24) No puedo analizar la palabra. 71903 42. Entónces lloraron, dicen, esos dos hombres. “Estamos tris- des (2) dijeron, dicen. Entónces lloraron, dicen. Los vió, dicen, el avestruz a los dos. 43.—¿Cómo estáis, amigos, dos pobres hombres os dicen, [dijo], dicen. —Murieron nuestras mujeres, oh! dijeron, dicen. —Cantadme a mí, oh amigos, dijo, dicen, el avestruz. «Nariz agujereada avestruz, boca taravilla avestruz» me direis, dijo, dicen, el avestruz. 44. Entónces fué llamado [con] esos [nombres], dicen. En un ho- yo se dió vuelta, dicen, bailó, di- cen. «Boca taravilla avestruz, na- riz agujereada avestruz», le fué di- cho, dicen. Tanto hizo bien su baile. Entónces salieron, dicen, dos viejas. 45. Entónces "Llamadme así, amigos, dijo, dicen, el avestruz. Otravez le dijeron así, dicen. «Na- riz agujereada avestruz, boca tara- villa avestruz», le fué dicho, dicen; continuó, dicen, su baile. 46. Entónces un rato despues salieron, dicen, dos hermosas mu- jeres; [cada] una en un lado era tuerta, dicen. — Estas [ son ] vuestras mujeres, amigos, les fué dicho, dicen, a Cón- quel i Pediu. 47. Entónces se guzmaron los dos, dicen. Calvun tradujo «se arrepintieron». Será derivado de av, como F. avcún, aviun aflijirse de pena. (25) Puen o apuen se usa dirijiendo la palabra a varios, como net, nat O anet, anat, para con una persona. (26) cp. E. thavthavcun dar latidos, como el pulso. fav significa junto, juntarse (27) cp. F. hualln rodear. El baile del avestruz debe ser un mito de la pampa arjentina. (28) La e de pelo era mui abierta, cp. F. pelon la luz o ver. 704 Fei Pokiviñ, pinu, piam. Feimeu tsvei epu kuse fel, piam, eleltueyu ñl ne taveichi epu cha domo. Feimeu kame ne netuinu, piam. Feimeu kure-yetui ñi kure— yenu. Feimeu allun-meu kame went'u hetuinu, plam. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —AsíÍ lo juzgo, dijeron los dos, dicen. Entónces esas dos viejas así, dicen, les dejaron puestos sus ojos a esas dos hermosas mujeres. En- tónces buenos ojos tuvieron las dos, dicen. Entónces se casaron con sus mujeres. Entónces un rato despues volvieron a ser hombres felices, dicen. 3. Las apuestas 3. EPEU KIÑE CHERUVE 1. Veimeu molerkei epu púchi mapuche. Veimeu “amuan deqiñ- meun (1) pirkei taveichi wunen. Amui, piam; u“amullu x2v'ayam pi, pilam. 2. Veimeu puwi, piam; pepul, piam, lowan, /egkattupuz, piam; mottewe pepui, piam, lowan, chol- ke. Molei, piam, kiñe t'ewa (2). 3. Veimeu parapui, piam, de- qiñ-meu; wechunpui, piam, we- chupullu (3), piam. 4. Veimeu doi dumiñklelu-meu 'ellankunui ñi mula, piam. Veimeu leq konpui, piam, to- 3. CUENTO [DE] UN CHERRUVE. I. Entónces hubo dos indieci- tos. Entónces uiré al volcan: dijo ese primero. Se fué, dicen; [estoi] yendo a cazarn dijo, dicen. 2. Entónces llegó, dicen; alcan- zó a ver, dicen, huanacos, ¿oleó,, dicen; muchos alcanzó a ver, dicen,. huanacos, avestruces. Hubo, dicen, un perro. 3. Entónces subió, dicen, al vol- can; llegó a la cumbre, dicen, lle- gando a la cumbre, dicen. 4. Entónces donde hacia mas oscuro, clavó las espuelas a su mu- la, dicen. Entónces derechito entró, dicen, 3. Este cuento fué apuntado por el señor Chiappa sin traduccion. Yo mis- mo lo he revisado leyéndolo a Calvun i apuntando la traduccion de los pasa- jes que no habia comprendido. Limito en adelante las notas lingiisticas a lo mas indispensable. (1) degiñ (E. dehuiñ) significa el Il en jeneral la cordillera alta, miéntras mawida (mahuida) significa los cerros ménos altos i ménos es- carpados. (2) l'ewa el perro. Algunos zoólogos todavía dudan que el perro haya exis- tido en el sur de América ántes de la conquista. Por mi parte creo, como el señor Medina, que los araucanos han conocido este animal i lo han domesti- cado desde antiguo. El solo hecho de tener un nombre propio en la lengua del pais me lo. prueba. Todos los animales importados tienen solamente nombres españoles. (3) Interesante fórmula para espresar con mucha énfasis la accion del verbo. Se repite amenudo en estos trozos. ESTUDIOS ARAUCANOS VII Je veichi Cheruve (4) ñi ruka-meu. Wilniñ-ruka-meu wis't'akonvem- pul, piam. 5. Veimeu Cheruve fñi kona £adkotueyu, piam. ¿Chumael kuon- paimi?n pinei, piam. Veimeu uMú- chal akuai Cheruve; amutune! Akutule Cheruve, lanampatuai- meun, pineil, piam. 6. Veimeu Aadkúi, piam, tavel- chi piichi mapuche. "Inche, chem- meu lanamáneu?. Wit'akonklepuiCheruve ñiruka- meu, piam. 7. Malei, piam, Cheruve ni t'e— wa, Waka fent'enkei, piam. Veimeu waloñmanei ñi t'ewa pútchi mapu- che, piam, rume mannelaj, piam. "T'ipatune velyikachen, pinei, piam. 8. Molei eppu qúácha domo, uvisa-kechi tarilei, piam, iloael Cheruve. Eppe eppe ranianta puwi, piam, Cheruve. 9.—Amutune! kappatui Cheru- ve, matcha lanamnepaimi, piam, pinel, piam, tavichi púchi mapu- che. Veimeu:—Wapo anda ta Che- ruve? pi, piam. —Wapo, ilocheve; machai pene- a la casa de ese Cherruve. En la puerta de la casa así se quedó pa- rado, dicen. 5. Entónces el mozo del Che- rruve se enojó, dicen. "¿Por qué vienes a entrar?n le fué dicho [ al indio ]. En seguida "Luego llegará el Cherruve; ¡camina! Cuando lle- gue el Cherruve, irá a matarten, le fué dicho, dicen. 6. Entónces se enojó, dicen, ese indiecito. "A mi, ¿por qué me va a matarin Quedóse parado en la casa del Cherruve, dicen. 7. Estuvo, dicen, el perro del Cherruve, [como una] vaca tan grande fué, dicen. Entónces fué peleado con el perro del indiecito, dicen, no le fué ganado, dicen. ¡Sal luego, le fué dicho, dicen. 8. Estuvieron dos bonitas muje- res, como ovejas estuvieron ama- rradas, dicen, para que comiera car- ne el Cherruve. Casi, casi a medio dia llegó, dicen, el Cherruve. 9.—Camina! viene el Cherruve, luego serás matado, dicen, le fué dicho, dicen, a ese indiecito. Entónces:— ¿[ Es] tan guapo el Cherruve? dijo, dicen. —Guapo [i] comedor de hom- (4) Cherruve. FEBRES cheruvoc errata por cheruvoe «el cometa i las exhala- ciones encendidas que se ven de noche». VALDIVIA cheurvue «la cometa o aire encendido». HAVESTADT cheurvoe cometa (699); exhalationes igneae, quae quandoque videntur noctu (559). El Cherruve es evidentemente una personificación de la fuerza del fuego, como el P://an; probablemente el re- lámpago o el fuego de los volcanes reflejado en las nubes (Wetterleuchten). Veremos en los cuentos varios rasgos caracteristicos de este «mónstruo», sobre cuya figura i forma Calvun no sabia nada de particular. Vive en una casa cerca del volcan; bota fuego por la boca i hace ruido (trueno) lanzando cabezas humanas. Cuando se sienta en un peñasco se remece la tierra.— No recuerdo que MEDINA mencione esta «deidad» de los araucanos. En los cuentos aparecen muchos individuos de esta especie. Matado el uno apare- ce otro; son comparables a los diablos de nuestros cuentos, a veces parece que hai uno no mas, a veces sale una lejion. 706 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS patulmi lanamneimi, pinei, piam. 10. Veimeu koppatui, piam, Cheruve, eppe eppe puwtullu. Vei- meu Jaulauputuz lonko che, piam, Cheruve. Veimeu vlev-wilev-femi, piam; qulalei ni wún putui, piam, Che- ruve. II. Veimeu pitchi mapuche “Yavúlluaimi, pútchi t'ewa! qún- natuaimily pivi, piam, ñi Uewa. Eppe puwtullu t'ellankunufémi, piam, ñi mula; 4av/f'avfeve, piam, Cheruve; nalinu, piam. 12. Veimeu uyavúlune!ln pivi, piam, ñi pútchi t'ewa. Veimeu la- namvi, piam, Cheruve; lanamvilu nentupatuvi tavichi eppu quácha domo; kappaltuvi, piam, ruka meu; akutul, piam, akultulu. 13.—Kiñe ina: kureyeuayu, pl, piam, taveichi eppu qii4cha domo. —Pilan; puwtuaimu mu chau, mu ñuke, pinel, piam. Veimeu:—Pilaiyu, piam (5). * 14. Veimeu ka amui, piam, pitchi mapuche, ka prai, piam, deqiñ-meu núv'“aalu Veimeu inaltu vustcha lil uma- ñi, plam. Veimeu inantukupayu, piam, Cheruve. I5. Veimeu pepaqeyu, plam, pepaeteu wWaichevfemmelnepali, bres [es]; luego que seas visto, eres matado, le fué dicho, dicen. I0. Entónces vino, dicen, el Cherruve, casi, casi llegando. En- tónces hizo mucho ruido lanzando cabezas de hombres, dicen, el Chacruvesas Entónces relampagueó así, di- cen; abierta su boca llegó, dicen, el Cherruve. II, Entónces el indiecito “Te animarás perrito! morderás!n le di- jo, dicen, a su perro. Casi llegando le clavó las espuelas, dicen, a su mula; /opeó de golpe, dicen, al Cherruve; pelearon los dos, dicen. 12. Entónces !.anímate!n le di- jo, dicen, a su perrito. Entónces lo mató, dicen, al Cherruve; des— pues de matarlo fué a sacar esas dos bonitas mujeres; las hizo venir, dicen, asu casa; las hizo llegar, dicen, llegando. 13.—En el acto nos casaremos, dijeron, dicen, esas dos bonitas mujeres. —No quiero; llegareis [a casa de] vuestro padre i vuestra madre, les fué dicho, dicen. Entónces:—No queremos, di- jeron, * 14. Entónces otra vez fué, di- cen, él indiecito; otra vez subió, dicen, al volcan para cazar. Entónces a la orilla de un alto peñasco durmió, dicen. Entónces le siguió [otro ], dicen, Cherruve. I5. Entónces lo vino a ver, di- cen, [cuando] lo encontró así fué (5) Aqui termina un episodio, aunque, como se vé, no hai ninguna con- | clusion satisfactoria. Evidentemente en la memoria de Calvun 1 probable- | mente en la memoria de todos sus compatriotas, se confunden muchos di- | ferentes «cuentos del Cherruve». La existencia de las dos niñas bonitas | aqui no tiene ninguna importancia. En otros cuentos veremos rasgos seme- jantes de las niñas cautivas en poder de Cherruve, i allá con mayor razon. |. ESTUDIOS ARAUCANOS VII piam, taveichi lil. Veimeu minche konklei, plam, eppuerntu ñamlu, piam. 16. Veimeu inaeyu tañi peñi; kapra kawelunei pútchi mapuche. Amui, piam, amullu. Veimeu kiñe fuatta lil-meu .""Tava-meu umañchi, pi, piam. Veimeu umañpul, umañpulu; kappatueyu kiñe Cheruve, kappa- lu pevi, piam. 17. Veimeu "yavúluaimi, wel- chayayu», plvi, piam, ñi puitchi Vewa. Akui, piam, taveichi Cheru- ve;anúpai, piam, wente lil, piam. Veimeu núqúnfemi, piam, tovel- chi lil. | 18. Veimeu wit'anentupai, piam, ñi espada, paratufemvi, piam, ta- veichi Cheruve. Veimeu aLfúlvi; aÁfúlvilu nagpai mapu-mu, únatu- kotteyenel. Veimeu reqhenel, piam, tavei- chi Cheruve; ramtukadununel, piam. 19. —Chew elmaen ñipeñi? pinel piam; velyikachi peleltuaen ñi pe- ñi, pinei, plam. Veimeu:—Kiñe ina waichivalmi mapu, kura, pinel, piam, pútchi mapuche. —Pilan! Inche chem-mu wai- chev“an? pi, piam, taveichi púitchi mapuche. Eimi waichevaimi; wal- -Chevnolmi lanamaeyu, pinei, piam, taveichi Cheruve. 20. Veimeu waichev' taveichi kura waichev'lu. Kiñe vútcha kura lev wit'at'ipafémi, piam, taveichi pútchi mapuche. Ka tieu-ple wi- —Patlipafemi ñi mula; ka waichevi, piam, toveichi kura wit'at'ipafemi ñi pútchi t'ewa. 21. Veimeu niútamkawinu, plam: —Chumtuv'úimi, lanamne- 197 volteado, dicen, ese peñasco. En— tónces debajo estuvo enterrado, dicen, dos dias siendo perdido, dicen. 16. Entónces le siguió su her- mano; en una cabra montó a caba- llo el indiecito. Fué, dicen, caminando. Entón- ces sobre un gran peñasco !Por acá quiero dormir, dijo, dicen. Entónces fué a dormir, durmien- do; le vino [cerca] un Cheruve, viniendo lo vió, dicen. 17. Entónces te animarás, pe- learemos los dos, le dijo, dicen, a su perrito. Llegó, dicen, ese Che- rruve; se sentó, dicen, sobre el peñasco, dicen. Entónces así hizo temblar, dicen, ese peñasco. 18. Entónces desenvainó, dicen, su espada, así se subió, dicen, ha- cia ese Cherruve. Entónces lo hi- rió; hiriéndolo lo echó a tierra, se dieron mordizcones. Entónces fué cautivado, dicen, ese Cherruve; fué interrogado, di- cen. 19.—¿Dónde dejaste a mi her- mano? le fué dicho, dicen; luego me mostrarás mi hermano, le fué dicho, dicen. Entónces:—En el acto darás vuelta a la tierra, a las piedras, se dijo, dicen, al indiecito. —No quiero! Yo ¿por qué les daré vuelta? dijo, dicen, ese indie- cito. Tú darás vuelta, si no le das vuelta te mataré, fué dicho, dicen, a ese Cherruve. 20. Entónces dió vuelta a esas piedras, dando vuelta. [Debajo de] una gran piedra lijero así se levan- tó de un salto, dicen, ese indiecito. Mas por allá se levantó así de un salto su mula; otra vez dió vuelta, dicen, [debajo de] esa piedra li- jero así salió de un salto su perrito. 21. Entónces conversaron los dos, dicen:—¿Cómo te sucedió que 708 vúimi? pinei, piam, taveichi pútchi mapuche. —Npnenkaeneu; veimeu lanem- veneu, pi, piam, taveichi pútchi mapuche. Veimeu taveichi Cheruve: —Amutuné! pivi, piam (6). * 22. Veimeu koppatuinu, piam, ñi ruka-meu; akutuinu ñi ruka- meu, plam. Veimeu feleweinu, piam; noái piitchi mapuche: "Ñú- wa inché, lanamkevin Cheruven, pl, piam. Veimeu veyentunnelainu, piam. 23. Veimeu kiñe qúlmen (7): uDeuma ñiwarkeimi, nentuñma- - payaen ñi rali, ñi pattu 1-mum (2), kudeayu., pinei, piam. Veimeu:—Ya, pl, piam, tavei- chi mapuche; kisu ranuan. Chum- tekunuyaen? Weweli chumaen ru- me, lanamaen rume, k"onayali kuonayaen, pi, piam, pútchi ma- puche. 24.—Chumte valelúimi? pinei, piam, pútchi mapuche. —Eimi pien, pinel, piam, tavei- chi qúlmen. — Waranka peso kunuyaeyu, pinei, piam, taveichi pútchi ma- puche. —Ya, pi, plam. 25. Tapúmnei pu wúlmen ñi kudean ela t'avia. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS fuiste matado? fué dicho, dicen, a ese indiecito. —Me embaucó, por eso me mató, dijo, dicen, ese indiecito. Entónces a ese Cherruve: — ¡Canina! le dijo, dicen. * 22. Entónces volvieron los dos, dicen, a su casa; llegaron los dos a su casa, dicen. Entónces se que- daron asi ahí, dicen; se embriagó el indiecito: Valiente [soi] yo, maté al Cherruven, dijo, dicen. Entónces no les creyeron a los dos, dicen. 23. Entónces un caballero: Ya [concedo que] pareces valiente, vas a quitarme mi plato, miéntras todavía coma, [esto] jugaremos, le fué dicho, dicen. Entónces: --Bueno, dijo, dicen, ese indio; yo mismo me pondré en juego. ¿Cuánto me pones (=ava- lúas). Si me ganas me harás cual- quiera cosa, me matarás [si quie- res], si me quieres como mozo, me tomarás como mozo, dijo, di- cen, el indiecito. 24.—¿En cuánto te avalúas? le fué dicho, dicen al indiecito. —Dilo tú, le fué dicho, dicen, a ese caballero. —En mil pesos te pondré, fué dicho, dicen, a ese indiecito. — Bueno, dijo, dicen. 25. Fueron juntados los caba- lleros para su apuesta a medio anochecer. (6) Aquí termina otro episodio. El cuento que sigue, un cuento de apuestas ya no tiene nada que ver con el Cherruve. Podria principiarse con cualquiera otra hazaña. (7) qúlmen se suele traducir por «cacique». Pero no espresa ninguna dig- nidad o autoridad de mando, como /oxzko «la cabeza, el jefe», sino se aplica a cualquier indio rico. _ ESTUDIOS ARAUCANOS VII _—Nentupayan, pettu yilmi iael nentuhmapayaeyu, pinel, plam, toveichi qúlmen. —Ya, pi, piam, toveichi qiilmen. 26. Veimeu t'ipai, piam, kom anta pútchi mapuche; kintui, piam, filu. Ela t'avia koppai, piam, pút- chi mapuche. Pettu yilu, piam, taveichi qulmen, //untukufempai, piam, ñ1 filu. 27. Veimeu pei, piam, taveichi qúlmen: —Tovel filu! pi, piam;wit'at'ipai piam, lanam-filu-alu. Welu kon- fempai, piam, púitchi mapuche; yefempal is't'okom rali. Veimeu amutui, piam, pútchi mapuche. Wún- -ple "weueyun pivi, piam, taveichi qúlmen. Veimeu elunel ñi waranka peso. * -28.—Ka kudeayu; nentuñmapa- yaen ñl netantu, pi, plam, toveichi qúlmen. —Ya, pi, piam, toveichi púitchi mapuche. Ka kudeinu eppu waranka peso. "Tayí pun umagklelmi nentuñ- mapayaeyu tami netantu”, pinel, plam, toveichi qiilmen. 29. Veimeu ka k"om anto Cipai piam, taveichi pútchi mapuche; kintui zani. Umaqtulu taveichi qúi- men, chokov ruka—meu útúvtuku- —kurufempal, piam, ñi zani. Veimeu perkiúfempai, piam, to— veichi zani; lev wit'at'ipai toveichi qúlmen; apopai, piam, perkún zani. : ula 30. Veimeu lev t'ipai, TOMO XCIV piam, 709 —Yo sacaré, miéntras todavía comas, la comida te voi a sacar, fué dicho, dicen, a ese caballero. — Bueno, dijo, dicen, ese caba- lero. 26. Entónces salió, dicen, todo el dia el indiecito; buscó, dicen, culebras. A medio anochecer vino, dicen, el indiecito. [Cuando esta- ba] todavía comiendo, dicen, ese caballero, así vino a desparramazr, dicen, las culebras. 27. Entónces vió, dicen, ese caballero: —¡Allá [vienen] culebras! dijo, - dicen, se levantó de un salto, dicen, para matar culebras. En cambio así vino a entrar, dicen, el indiecito; vino a llevarse todo el plato. En seguida sé marchó, dicen, el indiecito. En la mañana yo te[ la ] ganén le dijo, dicen, a ese caballe- ro. Entónces le fueron dados sus mil pesos. * 28.—Otra vez jugaremos; me vas a quitar mi cama, dijo, dicen, ese caballero. —Bueno, dijo, dicen, ese in- diecito. Otra vez apostaron dos mil pe- sos. | "Esta noche cuando estés dur— miendo voi a quitarte tu cama, le fué dicho, dicen, a ese caballero. 29. Entónces otra vez todo el dia salió, dicen, ese indiecito; bus- có chingues. Durmiendo ese caba- llero, en la culata de la casa así dejó botados, dicen, sus chingues. Entónces así fueron a peerse, dicen, esos chingues; lijero se le- vantó de un salto ese caballero; lleno estaba, dicen, de los pedos de los chingues. 30. Entónces lijero salió, dicen, 49 710 wekun; welu konfempai, piam, pútchi mapuche. Veimeu kom yefempal notantu, piam, taveichi pútchi mapuche. Wun-ple "weueyun pivi, piam, taveichi qúlmen. Elunei ñi eppu waranka peso, * 3I.—Ka kudeayu; nentuñma- payaen ñichilan-kawelu chi/alelu. Pettu inarume nielnen, wit'aniela— -eneu kiñe kona. Kudeayu meli waranka peso, pinei, piam, pútchi mapuche. —Fei úrkemai, pi, piam, pútchi mapuche. Veichi-ula, piam, allú niel inka, piam. "EZa Pavia nentupayan». 32. Veimeu kom anta tipai, piam, púitchi mapuche. Deumai, piam, kiñe mamok-kaweáu. Ea Vavia akui, piam. Veimeu zwventeA? ruka-meu wit'apal, piam, pútchi mapuche. X?xakorfemi ñi mamoA-kaweAu, piam. 33. Veimeu pettu yl, piam, to— veichi qúlmen. Inarume-kaweáAu- lelu: "Yipane kai puútchinn, pinel, piam. | Veimeu pútchi mapuche welu nentufempai chi4an kaweáu, piam, welu wit'akunupai, piam, ñi ma- maÁ kaweAu. Chumlei taveichi kaweAu wit'a- lelu, vemkunufempai ñi mamaÁ kaweAu. Veimeu wiravklen t'ipal, piam, pútchi mapuche. 34. — Chemplalei, pl, piam, ta- veichi úlmen. Veimeu t'ipafemi, piam, tavel- chi inarume-kaweAu-lelu. —Tiyeu amul, pi, piam; inavi- chi, pi, piam. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS afuera; en cambio entró así, dicen el indiecito. Entónces toda se lle- vó así la cama, dicen, a ese caba- TO En la mañana ute [la] ganén le dijo, dicen, a ese caballero. Le fueron dados sus dos mil pesos, * 31.—Otra vez jugaremos; me quitarás mi caballo ensillado. To- davía un cuidador estoi teniéndole, tendré puesto de pié a un mozo. Jugaremos cuatro mil pesos, se dijo, dicen, al indiecito. — Así está bien, dijo, dicen, el indiecito. Despues de eso, dicen, tuvo mucha ayuda [el caballero], dicen. "A medio anochecer lo quitaré. .: 32. Entónces todo el dia salió, dicen, el indiecito. Hizo, dicen, un caballo de madera. A medio anochecer llegó, dicen. Entónces detras de la casa se paró, dicen, el indiecito. Se sonó así su caballo de madera, dicen. 33. Entónces todavía comió, dicen, ese caballero. Al cuidador de caballos: "Ven a comer tambien un poco: le fué dicho, dicen. Entónces el indiecito en cambio así vino a sacar el caballo ensilla- do, dicen, en cambio dejó parado, dicen, su caballo de madera. Como estuvo ese caballo parado, así vino a dejar su caballo de ma- dera. Entónces salió galopeando, di- cen, el indiecito. 34.—Está frotando [alguien], dijo, dicen, ese caballero. Entónces así salió, dicen, ese cuidador de caballos (siendo). —Allá se fué, dijo, dicen; quie- ro seguirle, dijo, dicen. ESTUDIOS ARAUCANOS VII Veimeu:— Amune velyikachi, pinel, piam. 35. Veimeu porakawelu-allu potí wupafem:, piam. Veimeu: uMamaá úrk<,." pl, plam, taveichi inarume kaweLu lelu. Veimeu pútchi mapuche yetuil ñi ruka-meu, piam, taveichi kawe- Lu (8). | 36. Win-ple kappai, piam, pút- chi mapuche, akultui toveichi ka- weLu. "Weueyuu, pivi, piam, ta- veichi úlmen. Veimeu elunei, piam, hi weu. 37. Veimeu:—Ka kudeayu, pinei, piam, pútchi mapuche; pura =Wwaranka peso ranayu, pinel, piam, pútchi mapuche (9). —Ya, pi, piam. —pNonomelaen kiñe kapun ka— weAu, pihei, piam, pútchi mapuche. —Y a, pi, piam, pútchi mapuche. 38. Veimeu pu Vavia niikunuvi toveichi kaweAu, piam. —Wiúle ela naq anta £an:inmar- /u-yawai, pinel, piam, pútchi mapu- che. Veimeu:—Ya, pl, piam. 39. Veimeu pu liwen pratu- kaweAui, piam, pútchi mapuche. Veimeu ela rani anto kaminantu- yawui, piam, taveichi kaweáu. 40. Veimeu ka weunei, piam, 7 TT Entónces:—Camina luego, le fué dicho, dicen. 5. Entónces [cuando iba] a subir al caballo se dió vuelta así patas para arriba, dicen. Entón- ces: !!Madera de veras, dijo, dicen, ese cuidador de ceballos. - Entónces el indiecito llevó a su casa, dicen, ese caballo. -36. En la mañana vino, dicen, el indiecito, trajo ese caballo. “Te [la ] ganén, le dijo, dicen, a ese ca- ballero. Entónces le dieron, dicen, su apuesta. 37. Entónces: —Otra vez juga- remos, le fué dicho, dicen, al 11- diecito; ocho mil pesos pondremos en juego, le fué dicho, dicen, al indiecito. —Bueno, dijo, dicen. —Me amansarás un cabailo ca- pado, le fué dicho, dicen, al indie- cito. —Bueno, dijo, dicen, el indie- cito. | 38. Entónces en la noche aga- rró ese caballo, dicen. —Mañrana a medio bajar el dia andará al paso, se le dijo, dicen, al indiecito. Entónces: — Bueno, dijo, dicen. 39. Entónces por la mañana subió a caballo, dicen, el indiecito. Entónces apénas a medio dia an- duvo al paso, dicen, ese caballo. 40. Entónces otra vez fué ven- (8) Parece que la relacion no es completa. El caballero a la primera sos- pecha solo deberia mandar al mozo para informarse sobre la causa del ruido 1 éste se deberia contentar viendo el caballo de madera en la oscuridad 1 to- mándolo por el animal vivo. (9) Esta última apuesta carece de toda gracia, no podrá fácilmente ser del mismo autor popular que inventó las chistosas apuestas anteriores. 212 toveichi qúlmen. Fentepun wesañ- mautul, piam, toveichi úlmen. Veimeu welukame went'u netui, piam, taveichi pútchi mapuche. 41. Veimeu taveichi qúlmen: uKiñe ina lanamavin», pl, piam. Veimeu kiñe kame ruka niei, plam, pútchi mapuche. Veimeu yúuwiñmanei, piam, ñl ruka pit- chi mapuche. Veimeu wak4pa-kot'almanei ta- veichi ruka. Veimcu lai, piam, pútchi: ma- puche. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS cido, dicen, ese caballero. Tan po- bre volvió a ser, dicen, ese caba- llero. Entónces en cambio rico hom- bre se volvió, dicen, ese indiecito. 41. Entónces ese caballero: En el acto lo matarén, dijo, dicen. Entónces una buena casa tuvo, dicen, el indiecito. Entónces fué untada con grasa, dicen, la casa del indiecito, Entónces fué rodeada de fuego esa casa. Entónces murió, dicen, el indie- cito. 4. Los dos perritos 4. EPEU EPPU PUÚTCHI T!EWA I. Veimeu molerkei eppu lam- nenwen; tvichi puútchi mapuche, tvichi pútchi domo.: Fúotcha do- moi, piam; tvichi pútchi mapuche pú'itchi, piam. 2. Veimeu akui, piam, kiñe Cheruv*e ina kudualu tvichi domo- meu; velmeu iiñamnel, piam. Veimeu tvichi pútchi mapuche útal-uvisa-kei, plam. 3. Veimeu kiñe vúotcha went'u pefí, piam, rani lelfin. Yeniel, piam, eppu piútchi t'ewa. Veimeu fente pun ayufí, piam, tvichi púit- chi 'ewa. E 4.—Ulaafuimi tewa? Maonna kame piútchi t'ewa nieimi, pi, piam, pútchi mapuche. —Eluayu, kuom eluan mi uvisa, pinei, piam, pútchi mapuche. —Vei piavin ñi lamnen. Uule rupatulayaimi? pifí, piam, tveichi víúcha mapuche.. —VUiile rani anto rupatuan, pl, plam, tvichi fúuecha went'u. —pNisayan mi pitchi tewa, pinei, piam, tvichi fúuechá mapu- che. 4. CUENTO DE LOS DOS PERRITOS 1. Entónces hubo dos herma- nos; ése un indiecito, ésa una mu- jercita. Grande fué la mujer, dicen; ese indiecito chico, dicen. 2. Entónces llegó, dicen, un Cherruve para dormir con esa mu- jer; entónces se amancebó, dicen. Entónces ese indiecito fué pas- tor de ovejas, dicen. 3. Entónces vió a un hombre viejo, dicen, en medio del campo. Traia, dicen, dos perritos. Entón- ces tanto le gustaron, dicen, esos dos perritos. 4. [¿No me] venderías tus pe- rros? Mui bonitos perritos tienes, dijo, dicen, el indiecito. —Te los daré, dame todas tus ovejas, se dijo, dicen, al indiecito. — Así le diré a mi hermana. ¿Ma- ñana no volverás a pasar? le dijo. dicen, a ese viejo indio. —Mañana a medio dia volveré a pasar, dijo, dicen, ese viejo (hombre). | —Compraré tus perritos, se dijo, dicen, a ese viejo indio. ESTUDIOS ARAUCANOS Vil -5. Veimeu akutui, piam, ni la- mnen-meu. Vel pi:—Patui, piam, tiyeu kiñe vúcha wentu; eppu yauli púitchi ke 'ewa, fentéppun kome púitchi ke 'ewa. «Eluan uvi- sa, veimeu eluayu tewa», pieneu mai tvichi viicha went'u, ñaña, pifí, plam, lamnan. —Chem duam yefimi ta tveichi Vewa? pinei, piam, púitchi mapu- che. Veimeu: — Nidayu motten, pi, piam, tveichi púitchi mapuche. . Umañ-meu t'ipai, piam, lel- vátin-meu. Rani anta pefí, piam, tvichi fuetcha went'u. Veimeu ni- Kal tvichi eppu pútchi t'ewa, ka kiñe talka. Eluael (1) tvichi púitchi ke 'e- wa, vel pinel, piam, púitchi mapu- che:«Tvachi púitchi t'ewa Waiwén pinei, kanelu Vim pinel. Chumnealmi rume, lanamneal- mi, mott'imfemafimi pútchi t'e- Wa». 7. Kappatui, piam, ruka-meu; akutui, piam. Akuli ñi eppu pútchi 'ewa, ñi Palka. Feimeu ramtunei, plam: —Ta mi uvisa kai? pinei, piam. —Vilún; ni/an púitchi ke te- wa, ka t'alka, pi, piam, pútchi ma. puche. —Manna povto neimi, Wwedañ- manen! pinel, puche. 8. Veimeu fentepun Ladkúi, piam, tveichi domo. Veimeu lan- amvali, piam, ñi lamnen Cheruve- meu. Pútchi allún-meu kut'anfalowi, piam; veimeu "Lanomelaeyun pinel, piam, tveichi domo. Veimeu piam, púitchi ma-. 113 5. Entónces llegó, dicen, donde su hermana. Así dijo: —Vino, di- cen, por allá un hombre viejo; dos perritos trala, ¡tan bonitos los pe- rritos! «Dame las ovejas, entónces te daré los perros», me dijo pues ese hombre viejo, hermanita, dijo, dicen, a la hermana. ——¿Para qué llevas (=quieres) ahí esos perros? le dijeron, dicen, al indiecito. Entónces:—Compremos no mas, dijo, dicen, ese indiecito. 6. Despues de dormir salió, di- cen, al campo. A medio dia vió, dicen, a ese hombre viejo. Entón- ces compró esos dos perritos i un rifle. Cuando le dieron esos perritos, así le dijeron, dicen, al indiecito: «Este perrito se llama Sur, el otro se llama /Vorte. Cualquier cosa que te suceda, que te quieran matar, así llamarás a los perritos». 7. Vino, dicen, a su casa. llegó, dicen. Trajo sus dos perritos 1 su rifle. Entónces fué preguntado, di- CEMIN: —dl tus ovejas? le dijeron, di- cen. —Vendí; compré perritos 1 un rifle, dijo, dicen, el indiecito. —Mui tonto eres, malhaya! le dijeron, dicen, al indiecito. 8. Entónces tanto se enojó, di- cen, esa mujer. Entónces procuró matarlo, dicen, su hermana por el Cherruve. Poco tiempo despues se finjió enferma, dicen; entónces “Te lo matarén se dijo, dicen, a esa mu- 0 (1) Las A tabcas desde aqui hasta el fin del número 6, las habia inter- calado Calvun solo despues del peana número. Evidentemente lué una equivócacion. 714 kut'anfaloulu kut'an'i, piam, tovel- chi domo (2). 9. Werkenei, piam, pS ma- puche. "Yelmen lawen parás (3), pra- tulelmeaen» pinei, piam, pútchi mapuche. Veimeu amul, plam; paratupul, piam, parás. Veimeu akui, piam, Cheruve. Kvonpetakatukuhmanei ñi eppu púitchi tewa, ka ñi Valka. 10. Veimeu amui, plam, Che- ruve lanamafilu tvichi pútchi ma- puche. Veimeu pepufí, mapuche. — Lanamaeyu, wedañma, pipufí, piam, tveichi pútchi mapuche. —Feyúrke mai, deu lanamorke- yaen; nifatukununmuchi mai, pi, piam, pútchi mapuche. piam, tveichi TI Simea nagpal, plam, ñi porás-meu. Veimeu mot'limnei ñi tewa: "Waiwen! Núm!n pi, plam. Veimeu levkalenpui, piam, ñi pútchi tewa; núfempuvi, piam, tveichi Cheruve. Unatutiefi, piam, tveichi Cheruve; lanampui, piam, Cheruve tvichi eppu pútchi t'ewa. 12. Kappatui, piam, ruka-meu. —Chemdunu nierken ta tva? pifí, piam, ñi lamnen; lanomvalken am? pivi, plam, ñi lamnen. Veimeu: - Chummael ulimi ta- mi uvisa? pinei, plam, púitchi ma- puche. Veimeu 4adkui, ina CPipayann, pi, mapuche. plam, "Kiñe plam, pútchi MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS jer. Entónces finjiéndose enferma se enfermó, dicen, esa mujer. 9. Se mandó, dicen, al indie- cito. "Tráigame como remedio peras, subirás a bajármelasn, se dijo, di- cen, al indiecito. Entónces se fué, dicen; dicen, al peral. Entónces llegó, dicen, el Che- rruve. Se hizo entrar en una caja sus dos perritos, 1 su rifle. 10. Entónces se fué, dicen, el Cherruve para matar a ese indie- cito. Entónces lo vió, dicen, a ese indio. —Yo te mataré, malhaya, le di- jo, dicen, a ese indiecito. — Así es pues; ya parece que me matarás; déjame hacer la in- vocacion pues, dijo, dicen. II. Entónces bajó, dicen, de su peral. En seguida fueron llamados sus perros: “Sur! Norte!n dijo, dicen. Entónces a prisallegaron, dicen, sus perritos; así lo agarraron, di- cen, a ese Cherruve. Acertaron a matarlo, dicen, a ese Cherruve; mataron, dicen, a ese Cherruve esos dos perritos. 12 Volvió, dicen, a su casa. —¿Qué cosa tengo aquí? le dijo, dicen, a su hermana; procuras ma- tarme acaso? le dijo, dicen, a su hermana. Entonces: — Para qué vendiste tus ovejas? se dijo, dicen, al indie- cito. Entónces se enojó, dicen, En el acto saldré, dijo, dicen, el in- diecito. subió, (2) Segun la creencia de los mapuches toda enfermedad es causada por algun enemigo. Aqui la mujer se finje enferma ¡ dice a su querido que su enfermedad proviene de su hermano. (3) parás, el castellann «peras» Las palabras que significan frutas etc. jeneralmente han sido aceptadas en plural, cp. uvas, awas (habas) etc. -_ ESTUDIOS ARAUCANOS VII 715 a 13. Veimeu t'ipai, plam; amul, piam, kadautualu kiñe iilmen-meu. Amullu pepufí, piam, kiñe pútchi mallen; t'it'anklei, piam, tvichi pút- chi mallen. —Marimari! pipufí, piam, tvei- chi pútchi ma!llen. Chumpeimi, tiVank!leimi? pipufí, piam. —Ulaeteu reugle lonko niechi Cheruve-meu ñi chau, ñi pattoko- am (4), pi, piam, tveichi pútchi mallen. 14. Feimeu: —Matchai lanama- eleimi, pi, piam, pútchi mapuche. Dakelpufí, piam, tveichi patchi mallen:—Kureyewalliu ínchu, in- che lanamelaeyu tvichi reuqle lon- ko Cheruve, pl, piam, patchi ma- puche. 15.—Tanamelan wúné! pi, piam, tveichi patchi mallen. Matchai eppe rani anta akualu tveichi reqle lonko Cheruve, pi, piam, tveichi patchi mallen. Veimeu núma-númanel, piam, tveichi patchi mallen ¡loaeteu Che- ruve. 16. Veimeu t'anakunupui, piam, patchi mapuche; umauqtupul, plam. Eppe rani anta kappai, piam, tvi- chi reqle lonko Cheruve. Veimeu "Y afuluaimu!» pifi, piam, ñi eppu patchi 'ewa patchi mapuche. Veimeu kame eluvui tvichi eppu patchi t'ewa. Feimeu núnei, piam, tvichi reqle lonko Cheruve; lan- 3Mvi, piam, tvichi Cheruve (5). Veimeu lanoamlu wi'ui ula leuvi. 13. Entónces salió, dicen; fué, dicen, a trabajar donde un caba- llero. Caminando vió, dicen, a una mujercita; desnuda estaba, di- cen, esa mujercita. —Buenos dias! le dijo, dicen, a esa mujercita. ¿Cómo te sucede que estás desnuda? le dijo, dicen. — Me vendió a un Cherruveque tiene siete cabezas mi padre, para tener agua que beber, dijo, dicen, esa mujercita. 14. Entónces: —Luego te lo ma- taré, dijo, dicen, el indiecito. Concertó, dicen, con la mujer- cita: —Si nos casamos los dos, yo te mataré ese Cherruve de siete cabezas, dijo, dicen, el indiecito. I5. — Mátamelo primero! dijo, dicen, esa mujercita. Luego casi a medio dia va a liegar ese Cherruve de siete cabezas, dijo, dicen, esa mujercita. Entónces llorrando, llorando estuvo, dicen, esa mujercita por- que la comería el Cherruve. 16. Entónces se echó al suelo, dicen, el indiecito; pasó a dormir, dicen, Casi a medio dia vino, dicen, ese Cherruve de siete cabezas. Entónces uanimaos los dos!n les dijo, dicen, a sus dos perritos el indiecito. Entónces se dejaron ( =compor- taron) bien esos dos perritos. Jin- tónces fué agarrado, dicen, ese Cherruve de siete cabezas; lo ma- taron a ese Cherruve (5). Entón- ces habiéndolo matado corrió des- pues el rio. (4) El Cherruve de siete cabezas ha retenido el agua, ha secado los rios de la pampa. Para que el agua vuelva a correr se le ha ofrecido una virjen. Se trata evidentemente de un mito con sacrificios humanos. (5) Aqui se ha olvidado mencionar que el indio corta al Cherruve las siete lenguas i se las lleva en un pañuelo. 716 1/7. Veimeu:—Lai mai ñi ñawe, pi, piam, tvichi qúlmen. Veimeu allún-meu amutui, piam, tvichi potchi mallen. Puwtui, piam, ñl chau-meu. 18. Veimeu werkefí, piam, kiñe tapayu mamsa4Atumealu. Veimeu pepufí, piam, tveichi la Cheruve, allú mapu pefilu. -—— Veimeu, piam, naqui ñi kareta- meu: witfanakamúi, piam, ñi toki. Veimeu ñochi kontufí, piam, tveichi Cheruve lalelu; veimeu a- waunakúimfempui, piam, tveichi Cheruve. 19. Veimeu “lanaman» pi, piam, kom kat'inentuñmaví, piam, ñi lonko. Veimeu kareta-mu yetul, piam, tvichi regle lonko. Veimeu puwel- ui, piam, tveichi qulmen-meu. 20. — Lanamfin regle lonko Che- ruve, piputul, plam, penelputui, piam, regle lonko, — Féula£echi, fústcham! pinel, plam; kiñe ina kureyaimi ñawe, pinei, plam, tveichi tapayu. Veimeu lanamti, piam, ketchu ku4in tveichi qulmen ñi yagel tvei- chi tapayu. 21. Veimeu pútchi allún-meu puwt¡, piam, patchi mapuche; pou- li, piam, ñi eppu patchi t'ewa; elka- niel, piam, reqle kewún Cheruve. 22. Veimeu anún-nakúmene- pui, piam, ñl yaqel tvichi tapayu. 17. Entónces:—Murió pues mi hija, dijo, dicen, ese caballero (6). Entónces algun tiempo despues volvió, dicen, esa mujercita. Llegó, donde su padre. 18. Entónces, mandó, dicen, a un negro (7) para cortar leña. En- tónces alcanzó a ver aese Cherru- ve muerto, viéndolo de mucha distancia. Entónces, dicen, bajó de su ca- rreta; tomó abajo, dicen, su hacha. Entónces despacio se le acercó, dicen, a ese Cherruve muerto; en seguida le dió así un golpe, dicen, a ese Cherruve. 19. Entónces [lo] maté. dijo, dicen; todas le quitó cortando, di- cen, sus cabezas. Entónces en la carreta llevó, dicen, esas siete cabezas. En se- guida las hizo llegar, dicen, donde ese caballero. 20.—Yo maté al Cherruve de sie- te cabezas, pasó a decir, dicen; mostró, dicen, las siete cabezas. —Esto sí que está bien, hijitol se le dijo, dicen; en el acto te ca- sarás con mi hija, se le dijo,. dicen, a ese negro.' Entónces mató, dicen, cinco animales ese caballero para que comlera ese negro. 21. Entónces, poco tiempo des- pues, llegó, dicen, el indiecito; hizo llegar, dicen, sus dos perritos; es- condidas tuvo, dicen, las siete len- guas del Cherruve. 22. Entónces le fué servida, di- cen, su comida a ese negro. (6) El padre de la niña que debia ser sacrificada al Cherruve para que corriera el agua. (7) Los negros que aparecen varias veces en los cuentos de Calvun, son una prueba mas para su orijen arjentino (pehuenche), o europeo; pues en Chile, sobre todo en el sur no hai casi ningun negro. ESTUDÍOS ARAUCANOS VII Feimeu nAmuné eimi, Núm! ut'ulkunufemmeaimi iael tveichi tapayur. "Chemchei?n pi, piam, fentepun yewei, piam, tveichi tapayu. 23. Ka koappalelnei, piam, ñi iyaqel tveichi tapayu. Feimeu: Eimi amune, Waiwen! núneaimi, pifí, pilam, ñi pútchi Pewa. Veimeu kuonpui, piam, tveichi potchi t'ewa;útunakamfemelnepui, plam, wenté luku tveichi tapayu. 24. Feimeu núfemfí, piam, tvel- chi patchi 'ewa. Veimeu kuonfem- pui, piam, patchi mapuche. —Inche ñi potchi t'ewa, pi, piam, patchi mapuche. Veimeu ramtu-dunupul: —Chemdunu molei t'awleiman? pipui, piam, patchi mapuche. 25.—Tayí lanomui reqle lonko niechi Cheruve tvachi tapayu; vei- meu eluvin ñawe, pl, piam, tvel- chi qúlmen. —Rúf lanamvi? inche lanam- nolu t'okivin, pi, piam, patchi ma- puche. Veimeu:—Z2%f lanam'i, pi, piam, tvichi qúlmen. 26.—Inche lanamnolu t'okefin, pi, piam, potchi mapuche; feyúrke, deuma lanomorkei, pi, piam, pat- chi mapuche. —Lanom'; akultui reqle lonko Cheruve; veimeu mupiltufin, pir- kei, tveichi qúlmen. 27. Veimeu:—Lanomlai; inche lanóman, pi, piam, pútchi mapu- Che. Veimeu: Kuom nentuñmavi- -NÉ kewin tveichi Cheruve. Veimeu kiñe patchi pañu-meu kutúnkiauli, piam, ñi kewiin Che- Tuve, velmeu nentufempai, piam, hi kewiin Cheruve. -28. Feyúrke, malli-kewiún-4efi- 117 Entónces "Anda tú, Norte? le vas a botar la comida a ese negro... "Qué cosa es esto?n dijo, dicen; tanto se avergonzó, dicen, ese ne- gro. 23. Otra vez le fué traida, dicen, su comida a ese negro. Entónces: "Anda tú, Sur! serás agarrado," le dijo, dicen, a su pe- rrito. Entónces se acercó, dicen, ese perrito; fué dejado así botado, | la comida] dicen, sobre las rodillas de ese negro. 24. Entónces así lo agarró, di- cen, a ese perrito. Entónces así se acercó, dicen, el indiecito. —Mio es el perrito, dijo, dicen, el indiecito. Entónces pasó a preguntas: —Qué cosa hai [ por qué ] estais reunidos? fué a decir, dicen, el in- diecito. 25. Hoi mató al Cherruve que tiene siete cabezas este negro; por esto le doi mi hija, dijo, dicen, ese caballero. — De veras mató? yo creo que no lo mató, dijo, dicen, el indiecito. Entónces: —De veras mató dijo, dicen, ese caballero. 26.—Yo- creo que nolo mató, dijo, dicen, el indiecito; así está, ya parece que lo mató, dijo, dicen, el indiecito. —Mató; trajo las siete cabezas del Cherruve; por eso se lo creo, dijo, ese caballero. 27. Entónces: —No [lo] mató; yo [lo] maté, dijo, dicen, el indie- cito. Entónces: Todas sácame las lenguas de ese Cherruve. Entónces en un pañuelito trajo atadas, dicen, las lenguas del Che- rruve; entónces así sacó, dicen, las lenguas del Cherruve. 28. — Está bien, tentadles las 718 man tvichi lonko, pi, piam, patchi mapuche. Veimeu kuom tvichi lonko ma- llúkewúnfui tveichi qúimen. Pela kiñe kewún rume tvichi qulmen. Feimeu patchi mapuche kuom penelí ñi kewún Cheruve. 29. Veimeu t'ipapai, piam, tvel- chi patchi mallen; pepavi, piam, tvichi patchi mapuche. Fót! pi, piam, tvichi patchi ma- ilen; tvachi potchi, mapuche mo- neleeneu, pi, piam, tveichi patchi domo. -30. Feimeu kurenechi tapayu, ut”ipatuné!n pinei, plam. Feimeu welu anúkuonpui pútchi mapuche. Feimeu:— Kureyeuayu inchu! tva monelenmeu, chau! pivi, piam, ñi chau tveichi pútehi domo. —Kiñe ina kureyeuaimu mai, pi, plam, tveichi qúimen. Veimeu kureyeuinu, piam, kure- yeulu enu. Veimeu molepui, piam, patchi mapuche. 31. Veimeu ñi lamnen: “Amuan ñi lamnen-meu kiñe inau, pi, piam, tvichi pútchi mapuche ñi lamnen. Veimeu amuli, piam, ñi lamnen- meu ñi úiñam Cheruve kat'i-wili, piam. Veimeu, piam, yel; puwi, piam, ñi lamnen-meu. 32. Veimeu puútchi mapuche kame went'u netul, piam. —Koappan mai, lamnen; kuñú- vaÁ inche, kisulen; feimeu keppan kiñe ina kelfupuavin chem kadau- mu rume, pipul, piam, tveichi domo. 33.— Feyúrke mai, pi, piam, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS lenguas a esas cabezas, dijo, dicen, el indiecito. Entónces en todas las cabezas tentaba las lenguas ese caballero. No vió ni una lengua ese caba- llero. Entónces el indiecito mostró todas las lenguas del Cherruve. 29. Entónces salió, dicen, esa mujercita; vino a ver, dicen, a ese indiecito. Por Dios! dijo, dicen, esa mu- jercita; este indiecito me salvó la vida, dijo, dicen, esa mujercita. 30. Entónces al negro que que ria casarse, !isal!n le dijeron, dicen. Entónces en cambio entró a sen- tarse el indiecito. Entónces:—Casémonos los dos! éste me salvó la vida, padre! dijo, dicen, a su padre esa mujercita. —En el acto os casareis pues, dijo, dicen, ese caballero. Entónces se casaron los dos, dicen, casándose los dos. Entónces se quedó, dicen, el indiecito. 3 31. Entónces su hermana: “Iré donde mi hermano en el acto,n dijo, dicen, la hermana del indie- cito. Entónces fué, dicen, donde su hermano la manceba del Cherru- ve cortándale las uñas, dicen. En- tónces, dicen, [se las ] llevó; llegó, dicen, donde su hermano. 32. Entónces el indiecito fué hombre rico, dicen. —Vengo pues, hermano; pobre [soi] yo, sola estoi; por eso vengo, en el acto vol a ayudarle en algun trabajo cualquiera, dijo, dicen, esa mujer. 33.—+Está bien así, dijo, dicen, ESTUDIOS ARAUCANOS VII patchi mapuche: Inche chem pia- veyu? pl, piam, patchi mapuche. Puwi, piam, ñi lamnen-meu tvi- chi domo; eppuentu puwlu tvichi wili Cheruve netantu-meu kuduam tvichi patchi mapuche, witlapra- kunuyelfi, piam, tvichi wili Che- ruve. Veimeu lai, piam, potchi mapu- che. Kapor Vipatui, plam, tveichi do- mo. 34. Feimeu fentépun weñankui, piam, tveichi qúlmen. Veimeu urúnalavin mai ñi chedkúi, yemn, pi, piam, tveichi qúlmen. 35. Vcimeu ñi eppu pútchi te- wa 1velchi patchi mapuche fente- pun númai, piam. Feimeu rúnalel la pútchi mapuche, amuli, piam, ñl rúnan-meu tvichi eppu potchi t'e- wa; runatupui, piam, feimeu fam entunemekei, plam. 36. Feimeu tvichi qiilmen: "Ka- £i, chummai chí? pifí, piam, tvichi patchi t'ewa, piam. Veimeu femkununei, piam, rú- natuinu, piam. Kuom nentutui tvichi pellé. Veimeu kintuñmavi ni wili ñi lanameteu; anún-pram- i, plam, ñti la yenu; kintuñmavi, piam, ñi wili; foro-meu úna-nen- tutul, piam. 37. Feimeu monetui, plam, ñi patchi mapuche yenu. Monetui, piam, fentepun kame went'u nel, piam, potchi mapuche. Fei ñi duam wit'ui kuó, pirkei tañi eppeu pu mapuche. (Continuará) 719 el indiecito: ¿Qué te diré yo? dijo, dicen, el indiecito. Llegó, dicen, donde su hermano esa mujer; dos dias [despues de] ilegada esas uñas del Cherruve en la cama para dormir ese indie- cito, las colocó levantadas derecho para arriba, dicen, esas uñas del Cherrúve. Entónces murió, dicen, el diecito. Inmediatamente salió, dicen, esa mujer. 34. Entónces tanto lo sintió, dicen, ese caballero. Entónces nenterraré, pues, a mi pobre yer- non, dijo, dicen, ese caballero. 35. Entónces los dos perritos de ese indiecito lloraron tanto, dicen. Entónces, enterrado el in- diecito muerto, fueron, dicen, a su entierro esos dos perritos; desen- terraron, dicen, entónces así efec- tivamente fueron a sacarlo, dicen. 36. Entónces ese caballero: uDejadlo! para qué será eso? les dijo, dicen, a esos perritos, dicen. Entónces así fué hecho, dicen, desenterraron los dos, dicen. Toda esa tierrra la sacaron. En seguida le buscaron sus uñas que lo habian muerto; sentado lo enderezaron, dicen, a su muerto ellos dos; le buscaron, dicen, sus uñas; con los dientes mordiendo volvieron a sacarlas, dicen. 37. Entónces volvió a la vida, dicen, tan rico hombre fué, dicen, el indiecito. Por esta causa corre el agua, di- cen en su cuento los hombres de la tierra ( =l0s indios). RODOLFO LENZ ; +2 == so [e 5 LE E E z - DEZA APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE —B— MONOGRAFÍA DE LOS LISTRODERITOS (Continuacion) SECCION Y.2 De las seís especies de esta última seccion, las cinco primeras que no tengo representadas por ménos de 88 ejemplares, me habian costado ya largas horas de un exámen detenido i minu- cioso, sin que pudiese conseguir hacerme una opinion definitiva sobre su valor; pues, la semejanza desesperante de esos anima- litos entre sí, i la frecuencia con la cual los mas de sus caracté- res van modificándose gradualmente de un individuo a otro, me habian hecho entrever una segunda edícion de nuestros CARA- BUS; i, como para ellos, veia en esta circunstancia la incesante actividad de la naturaleza en modificar hoi lo que hizo ayer, con el fin de tener siempre sus obras en armonía con las modifica- ciones del medio. Yo quedaba en la mayor incertidumbre respecto a estos in- 722 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS sectos, cuando, guiado por unas recientes observaciones, se me ocurrió estudiar el pene de todos los machos en mi poder; entón- ces la luz se hizó en las tinieblas que me rodeaban, i mis dudas desaparecieron Habiendo reparado que este órgano es de una constancia de formas absoluta para cada especie, lo utilizé luego para confirmar separaciones específicas que hasta entónces nin- gun carácter serio habia justificado; i vine a ver que, para cada una, otros caractéres poco aparentes 1 poco importantes, pero constantes, venian en apoyo de aquél. En la clave analítica siguiente es solamente de estos últimos que me he valido; i, si no he hecho comparecer la forma de los penes, ha sido porque este carácter deja en la oscuridad en cuanto a las hembras; i tambien porque esta constatacion, casi siempre imposible sin disección, puede, en manos inespertas, causar con demasiada frecuencia la destruccion del ejemplar. Repartiré las seis especies de esta seccion en dos agrupacio- nes caracterizadas: La primera, por un escapo delgado que presenta en su ápice una dilatacion algo brusca; la cual ocupa, a lo mas, el último tercio de la lonjitud, i, a lo ménos su último quinto; i por unos ojos elípticos i trasversales. | La segunda, por un escapo que aumenta gradualmente de anchura de la base al ápice; i por unos ojos redondos. 1.2 aprupacion a Escapo que alcanza solamente al borde anterior del ojo, o lo pasa levemente.. HISPIDUS aa Escapo que alcanza a lo ménos al medio del ojo. b Escamas de los elitros membranosas i sin estrias: c Intervalos 2,4 6Ó de las estrías de los elitros con gruesos tubérculos ovala- dos, desde ántes del medio.............. VWERRUCOSUS cc Intervalos 2, 4, Ó de las estrías de los eli- | APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 723 tros con pequeños tubérculos redondos sulammenteeb su tercio apicalio... cc... DUBIUS bb Escamas de los elitros fina pero visible- mente estiradas. d Dorso de los elitros con surcos puntea- dos i los intervalos levemente con- yesos desiguales a. jocoso O OBRINUS dd Dorso de los elitros con hileras de pun- tos alargados sin surcos ni estrías; in- alos taplanadose side cooeccn ios ¡ERIGIDUS Para evitar las repeticiones, voi a indicar los numerosos carac- téres que estas cinco especies tienen en comun. La forma de estos insectos es brevemente oblonga, pues ellos figuran entre ios LISTRODERES mas cortos i mas convexos. Su matiz es un negro de pez mas o ménos castaño. Los estragos producidos en la vestidura de los insectos, con motivo de la frotacion sufrida durante un largo viaje, son a me- nudo mui grandes cuando éstos han sido trasportados /zbres en el alcohol: caso frecuente con los que provienen de Magallanes. Por eso, la mayor parte de los ejemplares de esta procedencia, que tengo en manos, están arruinados de tal manera, que, en cuanto a la presencia, la abundancia o la disposicion de las esca- mas i de las cerdas, digo, no lo que veo, sino lo que los ménos maltratados me permiten suponer. : Pues, la vestidura consiste en escamas redondeadas, que son mas Oo ménos abundantes sobre los elitros incluso los epipleuros, el protórax, la frente, el rostro, i a veces los lados de la parte inferior del cuerpo; i, tambien, en cerdas erizadas ¡ cilíndricas que son esparcidas sobre los elitros, el protórax i el rostro. Estas últimas parecen formadas de un manojo de fibras, que muchas veces se desagregan en su ápice, el cual es mas o ménos trun- cado. Sobre las patas, estas mismas cerdas ocupan con preferen- cía la cara interna de las tibias; las de la cara esterna son pun- tiagudas i¡ mas largas, sobre todo las del ápice; de esta última forma, tendidas i dirijidas hácia afuera, son las de los tarsos por encima; por debajo, son tiesas i tendidas en el sentido de la lon- 724 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS jitud sobre los dos primeros artículos; sobre el 3. pasan gra- dualmente de mas finas a esponjosas segun las especies, pero tan paulatinamente que no he podido utilizar este carácter para diferenciarlas; sobre los dos primeros segmentos abdominales se notan unas cerditas cortas, ralas i tendidas, que nacen del borde posterior de los puntos, i nó de su centro. La cabeza, como asimismo el rostro, lleva alvéolos o celdas irregulares i poco profundas. Este último está separado de la frente por una depresion mui poco notable, i lleva tres quillas, a menudo perdidas entre las rugosidades o bajo las escamas; es con exepcion, mas robusto i mas corto en las £; su forma cons- tante es recta, con los costados converjentes de la base hasta frente a las pterijias; las cuales son poco saledizas i presentan la anchura de la base. La placa nasal es completamente borrada, con excepcion de la pieza anterior (labro), que es apénas sinuada en el medio. La antebarba i la barba son pequeñas de igual anchura i cua- drangulares. | La escroba es la parte que exije mas atencion, porque en ella está el carácter que separa estos insectos del jénero PURANIUS que sigue. La carena superior se dirije encima del ojo, í, con frecuencia, presenta una leve flexion hácia abajo ántes de alcan- zarlo; en cuanto a la inferior, es curva desde su base, i, dirijién- dose hácia la parte inferior del rostro, desaparece mas o ménos en la mitad de su lonjitud. Pero el espacio entre este punto i el ojo no puede de ninguna manera, ser considerado como parte de la escroba, por ser, no liso i glabro, sino rugoso, punteado 1 pubescente como lo demas del rostro. Las antenas son siempre rojizas i delgadas, con el escapo bruscamente dilatado en su ápice; los artículos del funículo son cónicos, i el 7<.2 mucho mas angosto que la porra. Es bastante difícil apreciar la forma del protórax, pero se puede decir que, en jeneral, los costados, paralelos en su medio, se arquean hácia la base, i forman con ella una curva en la cual desaparecen mas o ménos los angulos. El dorso es mas o mé- nos desigual, deprimido i aun surcado lonjitudinalmente en el medio; está cubierto de gruesos puntos, o alvéolos, mui apre- tados, il a veces confluentes, cuyos intervalos forman entónces APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 725 arrugas flexuosas, o aun figuran tuberculillos. Sus costados son en jeneral combados, pero no presentan rodetes que los separen de los epipleuros. El lóbulo ocular es apénas visible, sin em- bargo la parte anterior del prosternon presenta una escotadura ancha, pero poco profunda; pues la distancia de su fondo a las ancas queda igual a la anchura de estas últimas. El escudo es insignificante i no lleva nunca escamas. Los elitros, siempre cortos, presentan en comun una notable escotadura en su base; sus costados, paralelos en el medio, pre- sentan cerca de aquélla un corto truncamiento recto i mui obli- cuo, que, al encontrarse con la estremidad de la escotadura ba- silar, forma un ángulo algo agudo i dirijido adelante, en el cual veo el ángulo humeral. El dorso es redondeado lateralmente sin ninguna apariencia de carena epipleural. Su parte en de- clive ocupa mas de la mitad de la lonjitud de la sutura, j es mas o ménos perpendicular al eje del cuerpo en su estremidad. Creo necesario repetir aquí, que la lonjitud, indicada para los elitros, es la de una línea imajinaria horizontal, que princi- pía en la base del escudo, i termina en su encuentro con otra línea que le es perpendicular i tanjente al ángulo apical. La lonjitud tomada siguiendo la curva sutural es mucho mayor; pero, por la dificultad que hai de medirla exactamente de esta manera, solamente la entenderé medida así para espreser aproximadamente el declive apical. El abdómen tiene sus dos primeros segmentos abultados; la salida intercoxal es recta en su ápice, desapareciendo a veces completamente el pequeño diente central tan constante en las otras especies. La primera sutura es mui a menudo borrada completamente, a lo ménos en su parte central; las tres otras son anchas i mui enterradas, resultando los segmentos 314 mui cortos en su parte superior i como prismáticos; lo que permite ala estremidad del abdómen doblarse, 'hasta poner el 5.* seg- mento perpendicular a los dos primeros. Estos últimos llevan puntos casí siempre mui gruesos, i mas o ménos apartados; pero desaparecen de los otros segmentos, i son reemplazados por finas rugosidades i puntos mas pequeños. Las tibias son rectas, i su borde apical externo está ribetea- do por una franja de largas espinillas dispuestas a modo de TOMO XCIV o 726 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS peineta. El artículo 4 de los tarsos es, a lo ménos, tan largos como los tres primeros juntos. | El pene es, como en el £. obscurus de la seccion precedente, córneo en sus contornos 1 membranoso en su parte interna. El oviducto es coriáceo o subcórneo en su estremidad, i está terminado por dos apéndices palpiformes cilíndricos 3 a 4 veces tan largos como anchos, i provisto de finas cerditas en la base i en el ápice. 57. L. HISPIDUS. m2/2z. Ovato-oblongus, brunneo-piceus; squamis griseis, rotundatis, foliaceo- membranacets, plus minusve rugatis, haud striatis vestilus; setisque elon- gatis, erectis, cylindricts et apice truncatis hirsutus. Capite grosse areolato, setis validis fulvis apressisque parce tecto; rostro fere parallelo, apud ma- res fere duplo longiore quam lato, apud feminas breviore; supra areolato et longitrorsum tricarinato; scapo aptce abrupte Jilatato, oculi marginem anticum attingente, aut vix superante. Prothorace transverso, antice abrupte coarctato; lateribus in medio subparallelis postice cum basí arcua- lis; dorso subconvexo, dense rugose puncitato apice late depresso, et sepins in medio longitrorsum leviter canaliculato. Elytris basí leviter emargt- natis; apice vix urticaliter declivt; humeris vix porrectis; dorso grosse punctato-striato, interstitiis 2,4,Ó elevatis, postice parum distincite tuber- culatis, Abdomine laxe pubescente; segmentis duobus primis punctis mazg- nis parum dense impressis, interstitits rugís punctisque minutis notatis; in utroque sexu segmento 2 sequentibus duobus junctis longiore. 3, long, 3, 29; lat. 1, 56— Q, long. 3.20; lat. 1,90. Los carácteres esenciales de esta especie son: Escamas membranosas, mui delgadas, redondas, no estriadas pero mas o ménos arrugadas. Escapo que alcanza solamente al borde anterior del ojo, o lo pasa apénas. | Elitros con estrías punteadas bien visibles ¡sus intervalos convexos, sobre todo 2,4,6, que llevan en su mitad apical algu- nos tuberculillos poco notables. Los dos primeros segmentos abdominales con gruesos pun- tos que dejan entre sí un espacio en jeneral mayor que su diá- metro. ) APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 727 Pene con sus costados paralelos, i bruscamente encojido en su extremidad apical i terminado por un pequeño lobulito re- dondeado. (Lám. V, fig. 2.2 : pene - aum. 20 diam.). A esto agregaré: Esta especie es la mas pequeña de la seccion, i proviene de Magallánes, donde no parece escasa. Las escamas son cenicientas, é imbricadas sobre los elitros. Las cerdas erizadas son largas, i abundantes aun en el rostro. Cabeza cubierta de celdas poco profundas, desiguales, i sem- bradas de gruesas cerdas rubias mui tendidas. En un ¿,laanchura (0, 33) del rostro da el 53% de la lonji- tud (o, 62); miéntras que, en una $, aquélla (o, 37) da el 64 % de la última (o, 58); encima, está cubierto de gruesas celdas como las de la cabeza i de escamas. La dilatacion del escapo ocupa un poco mas de su cuarto apical; i, en un ¿, su lonjitud da el 70% de la del funículo; el art. 2 de éste hace los 0,74 del 1; 1 los dos juntos, los 0,90 de 3-7; todos son cónicos 1 ninguno trasversal; la lonjitud de la porra hace poco mas de dos veces su anchura, i da los 0,31 del todo. (Lám. V, fig. 2? : antena de I—-Aum. 0 di4m.) El protórax parece variar un poco, mas bien segun los indi- viduos que segun los sexos; pues, en ámbos, hai ejemplares en que mide una lonjitud de 0,96 por una mayor anchura de 1,12; 1, en otros, una lonjitud de 0,95 por una mayor anchura de 1,20; lo que da el 86% para el primer caso, i el 79/ para el segundo. Es notablemente contraido en su parte apical; sus costados son casi paralelos en el medio, 1 se arquean hácia la base, para for- mar con ella una curva que deja borrados los ángulos posterio- res; el dorso lleva adelante una profunda iancha depresion tras- versal angulosa hácia atras; está leve 1 lonjitudinalmente aca- nalado en el medio i combado lateralmente; su superficie está acribillada de gruesos puntos mas o ménos confluyentes, cuyos intervalos levantados la hacen parecer como tuberculosa. (Lás.. V, fig. 2.2: protórax de J—ÁAum. 10 diám.) Los elitros ven sus proporciones acompañar las del protórax en sus variaciones: así, una lonjitud de 2.30 puede dar una an- chura de 1.90, i esta misma lonjitud una anchura de 1.56; esto, sin que la forma mas angosta corresponda siempre a un ¿. Su 728 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS base es poco escotada, ila estremidad de su parte en declive está, muchas veces, apénas perpendicular al eje del cuerpo; el angulo humeral sale apénas hácia adelante. Metasternon con una lonjitud (0,20) que hace el 13/ de su anchura (1.52). j La lonjitud de los segmentos abdominales es como sigue: en un 4, 0,40—0,33—0,II—0,I1—0,33; en una f, 0,50—0,46—-o0, LI --O,TI—0,31. Resulta que los segmentos 3 i 4 juntos son siem- pre mas cortos que el 2; pero, en un ¿, hacen el 66/;ien una ?, solamente el 48/. En aquel sexo, la salida intercoxal es apénas deprimida. Los intervalos de los gruesos puntos de los dos pri- meros segmentos, son tan luego lisos como cubiertos de finas arrugas trasversales, i llevan ademas puntitos de donde nacen cerditas echadas, i aun se divisan algunas escamas en los indi- viduos mejor conservados. 58. L. VERRUCOSUS. 2m2%z. Ovato oblongus, | piceus; squamis rotundatis pallidis, membranaceís, haud sitriatis dense vestitus, setisque cylindracels, apice seplus truncatis laxe hirsutus. Capite grosse punctato, vertice setis rufulis arcuatis, acutis, valde apressis, el squamis minutis apice plumossis ornato; rostro parum longiore quam lato, supra inordinate areolato, carinis duabus vel tribus aliguando distinctis, sepius oblitteratis, notatis. Antennis rufulis; scapo in Y aut Y apicali abrupte inflato, oculi medium attingente, sepins superante. Prothorace dorso convexo, punclis demsís haud confluentibus impresso; lateríbus parallelis, in Y antico obliquis; bast arquato, cum- angulis obtusis. Elytris apice verticaliter declivibus, basi emarginatis; la- teríbus parallelis; humeris acutis, antice porrectis; dorso stris angustis sertatím dense punctulatis notato, intervallis 2, 4, Ó, costiformibus, in di- midio postico tuberculis magnis ovatis, plus minusve elevatis ornatis. Ab- dominis segmentis duobus primis punctis, soepius parvulis, parum dense Impressis. Long. 3,90 lat. 1,55. Esta especie tiene por caractéres esenciales: Escapo que alcanza, a lo ménos, en la mitad del ojo. Escamas membranosas, no estriadas i figurando finas pelícu- las redondas. APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 729 Estrías de los elitros finas i con puntitos pequeños apretados; los intervalos 2, 4, 6, son elevados, i llevan, a veces desde su base, pero a lo ménos en sus 2% apicales, de 3 a 5 tubérculos ovalados i notablemente salientes, En ámbos sexos, el segmento 2 del abdómen es de 40/ mas largo que 3, 4 juntos. Pene atenuado de la base a la estremidad: ésta, en forma de triángulo angosto con el ápice romo. (Lám. V, fig. 3* : pene —Aum, 20 diám.) A lo que agregaré: Esta especie proviene de Magallanes. La cabeza lleva cerdas rubias puntiagudas i mui tendidas, mezcladas con unas escamitas cortas i muí pequeñas, cuya es- tremidad está finamente rajada; de modo a imitar una plu- milla, El rostro no presenta diferencias sexuales; su anchura (0,40) da en un ejemplar de cada sexo los 0,71 de la lonjitud (0,56). Antenas iguales en ámbos sexos; el escapo está bruscamente hinchado en el YX o Y apical; su lonjitud (0,62) da el 63 / del funículo; los artículos de este último son todos cónicos i angos- tos; pues, la anchura del 7? presenta apénas el 42/ de la de la porra; el art. 2 presenta los 0,61 del 1, 1 3-7 los 0,80 de aquellos juntos; la lonjitud de la porra es doble de su anchura, í da los 0,30 del todo. (Lám. V, fig. 3. antena de $—Aum. 10 diám). El protórax de una $ da una lonjitud de 1.20 por una mayor anchura de 1.40; los costados son paralelos en sus 2% posterio- res, ¡ oblicuos en el anterior; la base es argueada con los ángu- los obtusos; el dorso es convexo, a veces con una impresion lonjitudinal mui poco aparente; está cubierto de puntos apreta- dos que, por ser menores que en las especies anteriores, no son confluyentes. (Lám. V. fig. 3.2: protórax de Y—ÁAum. 10 diím.) Los elitros de.una £ miden 2,60 de lonjitud por una anchura de 2,10; las de un £ 2,10 por 1,60. La parte declive es perpen- dicular al eje del cuerpo en su última mitad; el dorso lleva unas estrías finas i poco aparentes, marcadas de puntitos numerosos l apretados, cuyos intervalos figuran unos pliegues angostos; los intervalos 3,5 de las estrías presentan, a menudo, tambien al- gunos tubérculos, pero solamente en la parte posterior. 730 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Los dos primeros segmentos del abdómen llevan una puntua- cion en jeneral pequeña i apartada; el 59 es convexo. La lonji- tud de cada uno es como sigue: en un 4, 0,66—0,41—0,12—0,12 —o0,38; en una Y, 0,60—0,54—0,15—0,15—0,36. Es notable que, en los 4 de esta especie, el segmento 2 tenga, con 3,4 juntos, las mismas proporciones que en las f. 59. L. DUBIUS. 722/%2z. Ovato-oblengus, piceus; squamis »otundatis, pallidis, membranacets, haud striatis dense vestitus, setisque cylindraceis, apice sepius truncatis laxe hirsutus, Capite inordinate areolato; rostro vix % longiore quam lato, supra inordinate areolato, carinisque duabus vel tribus plus mi- nusve distinctis, aut oblitteratis notato. Antennis rufulis; scapo in aut E apicali abrupte inflato oculi dimidium saopius leviter superante. Prothorace lato, apice abrupte leviter constricto; lateribus in medio subparallelís, postice arcuatis; basí arcuata, angulis nullis; dorso punctis grossts, plus minusve confluentibus dense impresso, in medio depresso et longitrorsum tenutter sulcato. Elytris apice verticaliter declivibus; dorso siriis latis, punctis minutis seriatis dense impressis, notato; intervallis 2, 4, Ó subelevatis et tuberculis rotundatis minutis que 2-4 in dimidio api- cali armatis. Abdominis segmentis duobus primis grosse et dense puncta- tis. Apud mares, segmento 2.2 seguentibus duobus junctís longitudine equalt; segmento 5.0 apice leviter rotudatim impresso. Apud feminas, segmento 2.2 sequentibus duobus junctis fere duplo longtore; 5.2 apice fovea ovali transversa magna impresso. Long. 4,00; lat. 2,10. Los caractéres esenciales de esta especie son: Escapo bruscamente dilatado solamente en su 1, o a lo mas su 1, apical; i alcanzando a lo ménos al medio del ojo. Escamas sin estrías, membranosas, i a modo de películas redondas. (Lám. IV; escama del dorso de los elitros—Aum. 200 did). ' Protórax ancho, deprimido en el medio i con un leve surco: lonjitudinal. (Lám. V, fig. 4.2; protórax de I—Aum. 10 didm). Estrías de los elitros bien marcados, i con puntos pequeños l apretados; los intervalos 2, 4, 6 con 2 a 4 pequeños tubérculos en su parte apical. APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 731 Abdómen con los segmentos 1, 2 marcados de gruesos pun- tos apretados. En el 2, el 2.2 iguala 3, 4 juntos, i el 5.2 lleva una pequeña impresion foreiforme en su ápice. En la $, el 2.9 es casi dos veces tan largo como 3,4 juntos, 1 el 5.2 lleva en su ápice una notable depresion ovalada i trasversal. Pene un poco mas ancho en el medio que en sus dos extre- midades. En el extremo ápice está brusca i levemente contrali- do, de modo a formar un corto i ancho lóbulo truncado perpen- dicularmente al eje. (Lám. V, fig. 4%; pene—Aum. 20 diám.). A lo cual agregaré: Hallé este insecto por el mes de Setiembre, en las inmedia- ciones de Coquimbo, donde no parece abundante; pero tengo tambien una £ que proviene de Aculco. La cabeza lleva en su vértice unas pocas cerditas rubias ten- didas, i escamas, no a modo de plumillas, sino amorfas, arru- gadas i metidas en los alvéolos. El rostro es un poco mas macizo en las hembras. Las me- didas siguientes, que son las de dos ¿ íi de dos $, dan el valor de esta diferencia; i, al mismo tiempo, viene en apoyo de lo que he dicho varias veces: que, si aquéllas varian con el tamaño de cada ejemplar, las proporciones que indican quedan nota- blemente las mismas. Anchura Lonjitud Proporcion $ 046 0,75 e O A 0,79 60 Y, O; 50 0,75 66 Y, "” 01[W45 0,62 66 Ye Las antenas son un poco mas cortas en las 2. En los ¿, el escapo tiene una lonjitud que da el 77 Y de la del funículo; el art. 2 de este da el 61 / del 1;i 3-7 el 87 / de aquellos jun- tos; la porra es 2 1% veces tan larga como ancha, i da el 31 YZ del funículo entero. El protórax de un ¿ tiene una lonjitud de 1,30 por una mayor anchura de 1,60; es ancho, sobre todo en este sexo, i levemente contraido cerca de su ápice; los costados son paralelos en el 732 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS medio, pero se arquean luego, i¡ se juntan con la base para formar casi un medio circulo, sin ángulos posteriores aparentes; el dorso está cubierto de gruesos puntos, o alvéolos, en parte confluyentes; el medio está deprimido i marcado de un angosto i vago surco lonjitudinal. | Los elitros de un Y presentan una anchura de 2,10 por una lonjitud de 2,60; en una 2, esta proporcion varia poco, de modo que aquélla queda entre el 77 i el 82 / de la última. Es de notar que en esta especie, a lo ménos en los d, la distancia de los ángulos humerales entre sí es mas o ménos igual a la an- chura del protórax. En la parte en declive, el cuarto apical de de la lonjitud es perpendicular al eje del cuerpo; los intervalos de las estrías son algo aplanados, pero los r, 3, 5 llevan tambien a veces, uno o dos tuberculillos en su mitad apical. En los dos primeros segmentos abdominales, los puntos tie- nen sus intervalos menores que su diámetro i finamente rugosos; el 5.0 es finamente punteado í rugoso; i 3, 4 llevan una hilera trasversal de puntos apretados en su parte vertical posterior. En un ¿, la lonjitud' de los segmentos es: 0,70 — 0, 40—0,20—0,20— 0,44; 1 la salida intercoxal es apénas cóncava. En una Q es:0,80— 0,60—0.1I6—0,16—o0,40; i el medio del segmento 1.2 es mui con- vexo. 60. L. SOBRINUS. m2hz. Ovato-oblongus, nigro-piceus; squamis pallidis membranaceis tenuiter striolatis setisque cylindraceis erectis vestitus. Capite rostroque areolatis; hoc, apud mares fere duplo longiore quam lato, apud feminas multo bre- vtore; supra parum distincte tricarinato; antenmis rubris, scapo ocult dimidium superante. Prothorace parum transverso; lateribus antice obli- que arcuatis, in medio parallelis; basí valde rotundata, angulis nullis; dorso dense grosseque punctato-rugato, ad latera inflato. Elytris, late- ribus in medio parallelis, antice oblique subtruncatis; basé emarginatis; humeris acutis antice porrectis; apice obligue declivi; dorso sulcis latis, parum profundis, grosse punctatis impresso; intervallis convexts, 2, 4, Ó subelevatis et postice tuberculis paucis vix conspicuis ornatis. Abdominis segmentis 1, 2 punctis irregularibus parum dense cribratis; 3-5 parce rugatis; apud mares, segmento 1. ín medio fortiter excavato, 2. seguen- APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 733 tibus duobus junctis vix longiore, 5.2 apice in medio leviter depresso; apud Jfeminas, segmento 1.2 convexo, 2.2 sequentibus duobus junctis fere duplo JOngiore, 5.0 cONVEXO. Long. 4.20; lat. 1,090. Los caractéres esenciales de esta especie son: Escapo que pasa al medio del ojo. Escamas membranosas finamente estriadas. (Lám. V, fig.58 : escama de los elitros—Aum. 200 didm.) Elitros con la parte declive casi oblicua en su estremidad; los surcos anchos i poco profundos, con gruesos puntos mediana- mente apretados, los intervalos convexos, parte apical de 2, 4, 6 con verruguillas apénas visibles. ) $, con el primer segmento abdominal fuertemente ahuecado en el medio. Pzne, con los costados paralelos, i el ápice bruscamente enco- jido para formar una angosta punta roma (Lám. V, fig. 5%: pene —Aum. 20 diám.) A lo cual agregaré: Los varios ejemplares de esta especie, que tengo a la vista, provienen todos de Magallanes, donde no parecen escasos. Las escamas son mas pequeñas sobre el protórax. Las cerdas son rubias, mas o ménos arqueadas i oblicuas sobre los elitros, dende alcanzan a 0,17 de lonjitud, oscuras i erizadas sobre el protórax i el rostro; pero faltan por completo en la cabeza i en los segmentos esternales, donde están reemplazadas por cerditas escamiformes rubias i mui tendidas. El rostro varía notablemente segun el sexo. En un ejemplar la latitud (0,41) representa el 54/ de la lonjitud (0,75); mién- tras que, en un ejemplar £, aquella (0,41) da el 74/ de la última (Lám. Y, fig. 5% : rostro de 3; fig. 5% : rostro de K—Aum. 20 diám.) Las antenas varian tambien segun el sexo; pero el escapo, en ambos, sobrepasa notablemente al medio del ojo sin alcanzar nunca al borde posterior. En un d, el escapo mide 0,79 i da el 64./, del funículo. El art. 2.2 de éste da los 0,61 del 19; i 3-7, que son cónicos, los 0,81 de aquellos juntos; la porra es 21% veces tan larga como ancha, i da el 29/ del funículo entero. (Lám. V, 134 MEMORIAS CIENTÍFICAS I- LITERARIAS fis. 5%: antena de ¿3—Aum. 40 diám.) En una f el escapo mide solamente 0,54, 1 da el 677, del funículo; el art. 2. de éste da los 0,57 del 19;i 3-7, que son casi globulosos, son iguales a aquellos juntos; la porra es poco mas de dos veces tan larga como ancha, i su lonjitud da el 31í de la del funículo entero. (Lám. V, fig. 5%: antena de ? —Aum. 40 diám.) El protórax de una £ da una lonjitud de 1,25 por una mayor anchura de 1,45; los costados son levemente arqueados en el Y anterior, paralelos en el medio, i despues forman con la base una curva regular que no deja percibir los ángulos posteriores; dorso cargado de gruesos puntos mui apretados i a menudo confluyen- tes, de tal manera que sus intervalos forman arrugas vermicula- das, en medio de las cuales los puntos no pueden ya distinguirse; en los lados está hinchado de modo a formar en el medio una depresion lonjitudinal mas o ménos aparente. (Lám. V, fig. 5?: protórax de una $ —-Aum. TO didm.) Los elitros presentan, en un d, una anchura de 1,90 por una lonjitud de 2,80; i el declive posterior forma una línea curva levemente oblicua con el eje del cuerpo; los intervalos de los puntos de las estrías son medio aplanados i poco mas o ménos tan anchos como ellos. Metasternon con una lonjitud (0,24) que da el 14/ de la an- chura (1,75). ; Los segmentos abdominales 1,2 llevan puntos mui variables: a veces son gruesos i agrupados irregularmente, otras son me- dianos i apartados; en jeneral sus intervalos son desiguales i mas o ménos marcados de puntitos menores; los 3-5 son finamente rugosos. En el d, la lonjitud de los segmentos es: 0,60—0,34— 0,12—0,18—0,48; el 52 lleva en el medio de su ápice una pequeña depresion circular. En las Y, la lonjitud es: 0,50—0,40—0,10— O0,16—0,36; los dos primeros son convexos en el medio, el 5% en su totalidad. 61. L. FRIGIDUS. m:1hz Ovato-oblongus, piceo-fumosus; squamts rotundatis et tenuiter striolatas vestitus, setisque cylindricis apice truncatis hirsutus, Capite dense areo- APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 735 lato, setis apressis, squamiformibus, apice dilatatis ornato. Rostro squa- moso, fere duplo longiore quam lato, supra grosse areolato et angusie tricarinato. Antennis fulvis, scapo oculi dimidium attingente aut leviter superante. Prothorace parum transverso; dorso depresso, dense grosseque punciato-rugato; lateribus in medio subparallelis, antice posticeque arcua- tis, basí truncato. Elytris apice verticalibus, bast emarginatis; humerts acutis antice porrectis; lateribus in medio parallelís; dorso haud aut víx distincie striato, punetis subquadratis, seriatis impresso; intervallis pla- natis; sed 2, 4, Ó elevatis, postice tuberculis duobus vel tribus rotundatts, squamis pallidis dense lectís, ornatis. Abdomine segmentis duobus primis punclis grossis inordinate impressis, intervallis inoequalibus et adsperse punctulatis. ¿ long. 4,00; lat. 2,20. Esta especie tiene por caractéres esenciales: Escapo que alcanza a lo ménos al medio del ojo. Escamas redondas 1 estriadas. * Elítros con la parte en declive perpendicular al eje del cuerpo en su mitad apical; dorso con hileras de puntos casi cuadrados, sin surcos ni estrias evidentes; intervalos aplanados, con escep- cion de 2,4,6 que son costiformes, i llevan dos o tres tubérculos redondos i cargados de escamas pálidas. Pene grande; sus costados son paralelos desde la base hasta su sétima parte apical; de allí converjen i forman un triángulo, cuyos lados son flexuosos i el ápice romo.(Lám. V, fig.6? : pene —Aum. 20 diám.) A esto agregaré: Esta especie proviene de la provincia de Valdivia, i es mui afine del L. sobrínus; pero se distingue de ella por los puntos siguientes: Su tamaño es mayor. Las cerdas escamiformas de la cabeza son dilatadas en su ápice. | El rostro es un poco mas robusto; en el Í,es casi recto i su punto de union con la frente es poco marcado; miéntras que, en la 2, es notablemente arqueado i separado de la frente por una depresion angulosa bien visible. En cuanto a sus proporciones, varian poco segun el sexo; pues, en un d, la anchura da el 587, de la lonjitud (0,48; 0,83); ilos 61 en una 2 (0,54; 0,88); las 736 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS quillas son mas manifiestas; la escroba es idéntica, con escepcion de la carena superior que con frecuencia no alcanza al ojo. Las antenas son iguales en ámbos sexos, i sus artículos presentan las formas í las proporciones de las del £. sobr2nus J; con escepcion del art. 2 del funículo que da solamente del 53 al 55/ del 1; i de 3-7 que son casi iguales a aquellos juntos, El protórax, en un J, presenta una lonjitud de 1,45 por una mayor anchura de 1,70; su dorso es deprimido; sus escamas son oscuras, con escepcion de unas pocas que son pálidas i forman de cada lado una veta lonjitudinal poco notable; su base está truncada en el medio. (Lám. V, Fig. 6.2: protórax del I—Aum 10 did.) Elitros de un Í con una anchura de 2,20 por una lonjitud de 3.90; el dorso está cubierto de pequeñas desigualdades mui. irregulares 1 mas o ménos abundantes; los puntos en séries son poco apretados, cuadrados, o un poco alargados; unos tubércu- los se ven tambien a menudo sobre los intervalos 3, 5, pero en cantidad menor; las escamas son oscuras, poco abundantes 1 mui tendidas; con escepcion de las de los tubérculos, que son tastáceas, algo levantadas i como amontonadas. El abdómen tiene los segmentos 1, 2 cubiertos de gruesos puntos medianamente apretados; cuyos intervalos son, a lo mé- nos, tan anchos como su diametro; el 5.0 es convexo, i su pun- tuacion está apretada i mui desigual. En un 2 los segmentos miden: 0,80—0,40,—0,18—0,18—0,60; i la salida intercoxal está deprimida o un poco cóncava. En una $ estas lonjitudes son: 0,90 —0,60—0,20—0,50: el primer segmento es, en jeneral, mui convexo en su parte central i con un leve hundimiento circular en medio de la primera sutura; pero no hai regla fija: pues, so- bre 14 9, veo 3 en las cuales todo esto ha desaparecido, í otras dos cuya salida intercoxal es tan cóncava como en los ¿. 2." AGRUPACION Por ahora esta agrupacion comprende una sola especie mui afine del £. sguamirostris de la seccion anterior; del cual no habria sido separada, si yo no hubiese tomado los tubérculos APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 137 de los elitros por base del arreglo sistemático de los insectos de este jénero. 62 L. INAQUALIS +22hz, 9 Breviter oblongus, subconvexus piceo-brunneus; squamis aurato-cervints subrotundatis, profundeque siriatis omnino dense vestilus; setisque paucts et parvis oblique hirsulus, Capite globoso, grosse punctato; fronte convexa; rostro robusto, Y3 lomgiore quam lato, rotundato, in medio contricto, su- pra haud carinato; plerygtis exsertis; serobe brevi; antennis robustas, villo- sis, scapo ad apicem gradatim inflato, oculi marginem posticum fere at- tingente. Prothorace apice et basi rectís; lateribus arcuatis; dorso convexo. Elytris basí utringue leviter emarginatis; humertis quadratis late rotun- datis; lateribus parallelis; apice verticaliter declivs; dorsostriato-functato, intervallis deplanatis, tuberculis latis, rotundalis, vix elevatis inordina- le ornatis. Apud feminas, abdemine segmentis 3, 4juncits segmentum 2 equantibus. Long. 4.30; lat. 2.20. Esta especie proviene de la parte andina del norte de la Araucanía, donde la hallé bajo palos podridos por el mes de Diciembre; pero desgraciadamente los seis ejemplares que traje son todos hembras. Tiene la forma í la coloracion de las especies anteriores, pero las escamas cubren todo el insecto; son de un leonado dorado algo trapeziformes o mui brevemente elípticas: es decir que la lonjitud pasa la anchura del 20/; llevan de 8 a Io fuertes es- trías, i son imbricadas sobre los elitros, sobre todo en los epi- pleuros, aisladas sobre la cabeza, el rostro, i sobre todo el protó- rax, mas ralas aun i mezcladas con una pubescencía tiesa en la parte inferior del cuerpo ilos muslos. En cuanto a las cerdas de la parte superior son rubias, pequeñas, arqueadas i oblicuas; pero, con escepcion de unas pocas mui tendidas, han desapare- cido del rostro ide la cabeza, i son sumamente cortas en el pro- tórax. La cabeza i el rostro llevan puntos medianos i-poco apreta- dos. Aquélla es globulosa i la frente combada ,con los ojos grandes i redondos. El último presenta nna anchura de (0,43) que da el 66% de la lonjitud (0,65), es redondeado i contraido en el medio, pero su anchura en este punto es igual a la distan- A MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS que separa los ojos en la frente; encima es arqueado en el sen- tido de la lonjitud, sin quilla, 1 separado de la frente por una profunda depresion angulosa: Pterijias saledizas, i del 16% mas anchas que el rostro en su base: esta, medida, como siempre, en su primer punto de contacto con los ojos. Placa nasal borrada» pero su borde anterior (labro) es bien visible i notablemente bilobulado. Antebarba pequeña, contraida en el medio de su lonjitud; su anchura anteriorrepresenta la mitad de la anchura anterior de la barba, la cual figura un medio círculo con la par- te recta adelante, Escrobas mui cortas, con la carena superior luego borrada; la inferior es mas larga i dirijida bajo la base del rostro. (Lám. V. fig. 7 2:rostro de —Aum. 20 diám.) Antenas fuertes i velludas; el escapo da el 65/ del funículo, es gradual i medianamente dilatado dela base al ápice, i al- canza apénas al borde posterior del ojo; los artículos del funí- culo son todos cónicos i ninguno es trasversal; el 2 da el 55/ del r, i estos juntos el 82/ de 3-7; la anchura de este último presenta los 0.70 de la de la porra; esta última tiene sus artí- culos bien marcados, su lonjitud iguala 2) veces su anchura i da los 0,33 del todo. (Lám. V, fig. 7.2 antena de $—Aum. 40 diám.) Protórax con una lonjitud de 1,30 por una mayor anchura de 1,60. Esta se encuentra, mas o ménos, en el medio, por es- tar los costados casi regularmente arqueados; la base i el ápice son rectos, los ángulos posteriores son bien visibles, obtusos i romos; dorso convexo, sin desigualdades icon los rodetes late- rales poco manifiestos. Lóbulo ocular apénas visible, a pesar de una profunda escotadura del prosternon, siendo la distancia del fondo de esta escotadura a las ancas inferior a la mitad de la anchura de estas últimas. Escudo triangular con solamente unas 4 O 5 escamas redon- deadas. | Los elitros de un ejemplar presentan una lonjitud de 2,90 por una anchura de 2,20; los costados son paralelos en sus 3 basilares, i la base de cada una está levemente escotada; los ángulos humerales son cuadrados, pero anchamente redondea- dos; dorso con la línea sutural regularmente arqueada en los 3 apicales, i la estremidad perpendicular al eje del cuerpo, sus costados no ofrecen costas epipleurales; su superficie está mar- APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 739 cada de estrías punteadas, cuyos intervalos son aplanados; pero llevan todos de 2 a 3 tubérculos de su misma anchura, redondos i mui poco salientes, que, por ser dispuestos irregularmente, hacen los elitros desiguales. La lonjitud (0,29) del metasternon da el 18/ de la anchura (1,60). Es de notar que esta proporcion es la misma que en el L. squamtrostris, i que es de un 5// mayor que en las cinco es- pecies de la primera agrupacion. Los segmentos abdominales presentan las lonjitudes siguien- tes: 0,75 —0,40—0,20—0,20—0,40, 1 llevan puntos medianos i dispersos; la salida intercoxal tiene su estremidad notablemen- te arqueada con un pequeño tubérculo en el medio. La 1.2 su- tura es mui marcada. Es de notar que, en este sexo, el segmen- to 2 no es mayor que 3,4 juntos. Las tibias son rectas con la pubescencia algo tendida i mas abundante en el ápice; la de bajo los tarsos es tendida en los dos primeros artículos, algo pasada i esponjosa en el 3.%, el 4.9 es mas corto que 1,3 juntos. Oviducto coriáceo, casi córneo, largo, angosto, i provisto en su ápice de dos apéndices palpiformes pequeños, oblongos, le- vemente cerdosos i dos veces tan largos como anchos. La obra de Gay contiene 23 especies de LISTRODERES, el ca- tálogo del profesor Philippi 30, i las descritas en el presente trabajo alcanzan a 62. En este último figuran solamente 5 de las primeras; pero no hai duda que las que no he podido reco- nocer con las descripciones oscuras, incompletas o inexactas que las acompañan, han de ser numerosas. No pretendo haber tenido enteramente razon, cuando me determiné a no separar jenéricamente una tan crecida cantidad de especies; pues, es evidente que lo que no hize llegará a ser fatalmente necesario, con el descubrimiento de las especies que se ocultan aun en las florestas chilenas. Pero he querido protes- tar contra la corriente que lleva a los entomólogos hácia un aumento descomedido de jéneros, mas propio a estorbar el es- tudio de la entomolojía que a facilitarlo. 740 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Sea cual fuere, lo primero que se me presentó, como resul- tado de esta resolucion, fué la necesidad de agrupar metódica- mente estas especies. No podía, para eso, valerme de dos carácteres; porque esto me esponía a encontrar especies con uno de una agrupacion, Í otro de otra. Era preciso, pues, un carácter único, i que sufriese bastante modificaciones para que todas las especies fuesen al.- canzadas por alguna de ellas. Habiéndome parecido que los tubérculos de los elitros, por su cantidad, sus formas, sus dispo- siciones i aún su desaparicion, daban el que respondía a las ne- cesidades del caso, lo elejí. Pero, al hacerme el esclavo de una analojía, era evidente que me seria preciso sacrificar todas las otras; i, por consguiente, que este areglo, como todos los nacidos en iguales condiciones, iba a ser completamente artificial. Resulta de esto que, cuando un entomólogo amigo de los jéneros nuevos creera oportuno aumentar, a costa de los LISTRODERES, el número de los que existen ya, no solamente hallará en cada seccion elementos sufi- cientes para la “creacion de uno, ó a veces de dos, sino que se verá en la obligacion de consultar analojías que he tenido que desechar; sea para dar a alguna especie aberrante el verdadero lugar que le conviene; sea para extraer de tal ó cual seccion es- pecies separadas con motivo de los tubérculos, pero que analo- Jías mas sérlas le aconsejaran reunir. Para el primer caso, me refiero principalmente a los L£. per- : costatus, brevicollas, loevigatus, etc. Para el segundo, al obscurus, que la ausencia de tubérculos me ha hecho colocar en la 6.2 seccion, miéntras que numerosos caractéres lo llevan en la 1.2 agrupacion de la 7.2; al sguamairos- trísial ¿noequalis, que un carácter proporcionado por los tu- bérculos ha separado, pero que otras analojías reunen; etc. ADDENDA Bajo el nombre de Listroderes horridus, doi a continucion la descripcion de un curculionido bastante orijinal, que el Doctor e . . . . don Vicente Izquierdo acaba de obsequiar al Museo Nacional, APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 74 1 como hallado en la provincia de Valdivia. Lo he dejado provi- sionalmente en el tal jénero; pues, me parece figurar en los a que me refiero en la pajina anterior, para los cuales habrá tal vez que crear jéneros nuevos. Ademas, a pesar de un notable aspecto chzleno, debo decir— para resguardar mi responsabilidad por el caso posible en que este insecto fuese exótico—que ha sido mandado de Valdivia al doctor Izquierdo por un naturalista, cuya especialidad pa- rece ser la de hallar con frecuencia en dicha rejion coléopteros de Europa, del Brasil, etc.; los cuales van despues a enriquecer las colecciones de los entomólogos chilenos, como rare- zas nacionales. El Museo conserva, como curiosidad, algunas de estas rarezas. 63. L. HORRIDUS f£, m2zhz. Breviter oblongus, latus, crassus, cinereo-piceus, setis oblongis squamt- formibus aurato-griseis omnino vestitus. Captle rostroque dense rugosulis et aurato-setoso-squamosis;, hoc fere duplo lomgiore quam lato, antice su- blatiore, supra planato et obtuse tricarimato, antennts gracilibus; scapo apice abrupte inflato, oculi marginem postuum fere attingente; funtcul articulis duobus primis longitudine equalibus. Prothorace parum trans- verso, subeloboso, supra inoequaliter tuberculato et in medio longttrorsum depresso. Elyiris sulquadratis, tuberculis numerosts tncequalibus inordi- nate armatis el in YA postico bicormutis, basi profunde emarginatis; late- ribus obtuse carinatis, antice oblique truncatis et in Y postico dente magno armatis, epipleuris latis: humeris subacutis antice porrectis; dorso in %y antice elevato, ad bastím declivi et postice arcuato; sutura de- pressa. Abdomine tenuissíme alutaceo, haud punctato; segmento 2 sequen- tibus duobus junctis longiiudine oeequali, 5.0 longitrorsum ímpresso. Tibtis rectis et cylindricis. Tarsis articulis 3 primis subtus dense velutino-spon- giosis. Long. 7,00; lat. 3,50. Esta especie, de la cual conozco solamente un ejemplar, que es hembra, ha de figurar en la 7.2 seccion de los LISTRODERESs; miéntras no se separe de este jénero. : El insecto de aspecto bizarro que la representa, es ancho, es- peso, brevemente oblongo, de un ceniciento negruzco, i cubier- to por todas partes de pequeñas escamas rubias, a modo de cer- TOMO XCIV 51 742 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1] LITERARIAS das deprimidas oblongas i puntiagudas; son levemente ar- queadas i medianamente apretadas; su anchura da los 0,35 de su lonjitud. La cabeza i el rostro llevan unas rugosidades sumamente fi- nas i apretadas; pero ocultadas por las cerdas escamiformas» que son, aquí, de un- rubio dorado i un poco mas abundantes que en otras partes. El último está separado de la frente por una depresion mui visible; su lonjitud (1, 32) es casi doble de su menor anchura (0, 70), la cual se encuentra en el medio; en las pterijias, ésta (O, 96) es algo superior a la de la base (o, 84); encima parece deprimido; porque, de las tres quillas que lleva, la central es delgada, i las laterales gruesas i tan salientes co- mo ella. Placa nasal en triángulo curvílineo, casi aplanada, puntea- da, saliente, i separada del rostro por un canal arqueado 1 profundo; la pieza anterior es bilobulada. Antebarba pequeña. Barba un poco mayor, i en forma de trapecio con la parte ancha adelante. Las escrobas estan abiertas adelante; la carena superior está borrada ántes del medio del rostro, la inferior es poco mas larga i dirijida por debajo. 'Antenas delgadas; el escapo alcanza casi al borde posterior del ojo, se hincha gradualmente a modo de porra solo despues de los ?/, basilares, i su lonjitud (1,40) representa los 0,68 de la (2,07) del funículo. Por la primera vez, en los LISTRODERES que estudiamos, los artículos 1,2 del funículo son de igual lonjitud; la de ellos dos, juntos, alcanza apénas a igualar la de 3-7; gra- dualmente, estos últimos se acortan 1 se ensanchan, pero sin lle- gar a ser trasversales. La porra es 2% veces tan larga cemo ancha, i da solamente los 0,26 del todo. (Lam. V., fig. $" : antena —Aun. 20 didm.) El protórax presenta una lonjitud de 2.00 por una mayor an- chura de 2,30, la cual se encuentra en el medio; es casi globu- loso, con los costados arqueados, 1 la base truncada con sus án- gulos obtusos; encima presenta finas asperezas, i tubérculos irre- gulares que lo hacen desigual; en el medio lleva una depresion lonjitudinal ancha i poco notable; los lóbulos oculares son gran- des i cubren una parte de los ojos. APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 743 El escudo está bien visible, triangular, i cubierto de una fina pubescencia tendida i blanquecina. Los elitros ofrecen una lonjitud de 4,70 por una anchura de 3,80, tienen una forma manifiestamente cuadrada, i estan cu- biertos de numerosos tubérculos mui desiguales i colocados mui irregularmente; ademas llevan en su Il posterior dos cortos cuernos arqueados, que son dirijidos hácia atras, anchos en su base que no alcanza a la sutura i converjentes en sus estremi- dades. La base de los elitros es fuertemente escotada; sus cos- tados son obtusamente angulosos a modo de carena epipleural; ésta presenta cerca de la base un truncamiento mui oblicuo, cuya estremidad anterior forma el ángulo humeral, el cual está dirijido hácia adelante; miéntras que la posterior está marcada por un grueso tubérculo lateral; atras de este, se ven otros desi- guales i sin simetría, hasta llegar al cuarto posterior, que está marcado por un tubérculo mayor que los otros, ia modo de diente dirijido hácia afuera; los ángulos escutelares llevan un pequeño tubérculo, pero los mayores estan amontonados en el 1, anterior; de lo cual resulta, que esta parte del dorso es la mas elevada, que está en declive hácia la base, i que forma una línea regularmente encorvada hasta el ápice. La sutura está de- primida; lo que hace parecer cada elitro convexo lonjitudinal- mente. Con motivo de los tubérculos, las estrías i sus puntos han desaparecido por completo, coh escepcion de la parte anal ¡ del canto epipleural, donde se divisan vagamente. Esta última es notable por su anchura. (Lám, V, fig. 82 ¿ 8? : elitros e protó- rax vistos de encima ? de lado.—Aum. 5 diam.) El episternon metatorácico iel epímero mesotorácico son los del grupo. En cuanto al metatórax su lonjitud (0,50) da los 0,17 de su anchura (3.00). El abdómen no presenta puntuacion, pero, sí, una finísima oranulacion mui apretada, con las cerdas escamiformas mas finas sobre el 5% segmento. La lonjitud de los segmentos es: 1,00 —0,70 — 0,36—0,34 - 1,06. La 1.2 sutura es casi borrada, le- vemente convexa hácia atras, i mareada en su medio de una ancha depresion triangular; la cual provoca en el segmento 1.9 un grueso rodete anguloso. La salida intercoxal es de una an- chura notable; pues, mide 1,24 en la mitad de su lonjitud, mién- 744 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS tras que la anchura trasversal de la cavidad cotiloidea contigua es solo de 1.00; su estremidad es recta i apénas lobulada cn el medio; los segmentos 3,4 son aplanados, i el 5. presenta una depresion lonjitudinal triangular, con la parte ancha en el ápice. Las ancas posteriores son cortas; pues, su anchura (0,60) da los 3/, de su lonjitud (1,00). Las tibias son casi rectas i cilín- dricas, sin dilatacion apical, 1 su vestidura consiste en cortas cerdas tendidas. El último artículo de los tarsos no alcanza a la lonjitud de los tres primeros juntos; i éstos llevan por debajo una pubescencia mui corta, mui apretada, enderezada i cortada parejo como terciopelo, sin mezcla de cerdas tendidas. La estremidad del oviducto es ancha, mui corta, i provista únicamente en su estremidad de dos placas coriáceas í semicir- culares. No parece pues que el oviducto salga del cuerpo para depositar los huevos: los cuales son gruesos i redondos. 23. L. ATTENUATUS, mizhz Esta especie, que, en las descripciones anteriores, es la última de la 3.? seccion, fué, asi que lo dije, descrita sobre dos ejem- plares $ que provenian de Valdivia; pero, hace poco tiempo, habiéndonos llegado de Chiloé muchos ejemplares de ámbos sexos, doi a continuacion los caractéres que presenta el macho. Su forma es un poco mas estirada que la de las y. Los seg- mentos abdominales presentan las lonjitudes siguientes: 0,90 — 0,50—0,30,—0,30—0,80. Es decir que, en ámbos sexos, se notan las mismas proporciones. En cuanto al ancho surco lonjitudinal, que, en la descripcion de esta especie, se indica para las hem- bras, es un carácter que no tiene el valor que le habia atribuido en un principio. Cierto es que, cada vez que este surco está bien marcado, el cjemplar es 2, iquees d cada vez que el segmento está perfectamente convexo 1 liso; pero suele borrarse mas o ménos, de modo que en muchas de aquéllas su existencia es —./ dudosa; miéntras que en varios de los últimos se nota una abo- lladura superficial que deja en la incertidumbre. La depresion cóncava del medio de los dos primeros segmentos es tambien propia de los <, miéntras que la convexidad lo es de las 9; pero» APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 745 ¡igualmente aquí, este carácter pierde mucho de su valor por lo mas i lo ménos de su evidencia. En cuanto al pene, su forma es mas o ménos igual con la del Lugens. Gen. PURANIUS. 212242. Presento, con el nombre de PURANIUS (1), un jénero nuevo establecido para tres especies mui homojéneas descritas a con- tinuacion; a pesar de haber, en un principio, vacilado mucho para dejarlas en el jénero LISTRODERES. Presentan todos los caractéres de este último, con escepcion de la escroba, cuya importancia anormal modifica en algo la forma del ojo; i esto me ha parecido una razon suficiente para no aumentar, con estas especies, el número ya tan grande de las que he dejado en este jénero. Como lo tengo dicho, el jénero PURANIUS presenta todos los caractéres de los LISTRODERES sobre todo de los de la y.a seccion, con los cuales tiene una gran semejanza de forma í de facies; pero, miéntras la carena inferior de la escroba es parale- la con la superior en el principio i acaba arqueándose hácia abajo, como es de regla jeneral, esta última se dirije casi en línea recta sobre el medio del ojo, o su 3 superior, lo alcanza, i provoca en su borde anterior, desde allí hasta abajo, un leve truncamiento que hace evidentemente triangular su mitad infe- rior. En cuanto al espacio comprendido entre las dos carenas 1 el ojo, es liso, brillante, sin puntuacion ni vestidura, manifes- tando claramente que pertenece en su totalidad a la escroba. Las tres especies comprendidas entre este jénero tienen» ademas, los caractéres siguientes: Cuerpo brevemente oblongo, convexo i cubierto de escamas, como asimismo de cortas cerdas oblicuas, o en el “ápice i poco abundantes. Cabeza rugosa, en su mayor parte metida en el protórax. (1) Puran: último gran cacique de los Pehuenches, muerto en 1891. 746 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Rostro sin variaciones sexuales apreciables, separado de la frente por una depresion bien visible, pero poco notable. Es cilíndrico, isu mayor anchura, que está en la base, es poco su- perior a la de las pterijias; la menor está en el medio, ¡ representa mas o ménos los 2 de la lonjitud; encima no lleva quilla. La placa nasal está borrada, pero la parte anterior (/abro) es bien visible i bilobulada. Antebarba i barba pequeñas i esta última cuadrada, ni mas angosta ni mas larga que aquélla. Antenas un poco rojizas, con un escapo que no pasa al borde anterior del ojo. En los 4, los últimos artículos del funículo son - obcónicos 1 oblongos como los precedentes, pero, en las Y, se hacen globulosos i algo trasversales; sin embargo, la anchura del 7.0 no es nunca superior a la mitad de la de la porra. Esta es, cuanto mas, dos veces tan larga como ancha, i da, mas o mé- nos, los 3, de la lonjitud total del funículo; es velluda, i sus ar- tículos son bien marcados. Protórax bruscamente encojido cerca del ápice, con los cos- tados paralelos en el medio i arqueados posteriormente como asimismo la base, cuyos ángulos son casi borrados. Lóbulos oculares bien marcados i cubriendo en parte los ojos. Escudo mui pequeño. Elitros sin quilla epipleural. Abdómen con la salida intercoxal. pequeña 1 brevemente ojival. Tarsos pequeños, con los tres primeros artículos juntos mas o ménos tan largos como el 4.2 Su vestidura, por debajo, con- siste en pelos mas o ménos largos, lanudos í tupidos, pero nunca cortados a modo de cepillo. Pene enteramente córneo. La clave analítica siguiente hará reconocer fácilmente cada una de las tres especies comprendidas hasta ahora en este jénero. A Escamas de los elitros oblongo-lanceo- ladas, separadas entre Sl.....oocoro... ¡AUSTRALIS Bb FEscamas de los elitros ovaladas o re- dondas, e imbricadas. APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 747 a Escamas de los elitros con los bordes E Sra cdo adiós bd TUBEROSUS aa Escamas de los elitros con los bordes RT E RA O A IN4QUALIS 1. P. AUSTRALIS. 2m22/%z. Vigro-piceus, nitidulus. Prothorace, capite rostroque setis pallidis, cylindraceís, transversim apressis, tectís. Elytris squamis pallidis oblon- go-lanceolatis, vix triplo longioribus quam latis, aprice sepe laceratis, laxe ornatis. Rostro supra irregulariter areolato. Prothoraee dorso inequalt, grosse rugoso-punctato, in medio breviter longitrorsum carimato. Elytris basi in medio emarginata; lateribus parallelis;, angulo humerali recto, apice rotundato; dorso granulis minutis laxe adspersis el punctis magnts seriatis notato; intervallis 2,4,0 tuberculis majoribus oblongis densegue sguamosis ornatis. Abdomíine, in utroque sexu, segmentibus duobus primis dense grossegue foveolatis, et segmento 2 sequentibus duobus junctis lon- gitudine equals. Pedibus setis elongatis cylindricis hirsutis. Long 4,20; lat, 2,00. Esta especie, que nos fué al principio traida de Magallanes, se encuentra tambien en Chiloé; pero parece escasa en ámbos lugares. El cuerpo es de un negro de pez i algo brillante. La cabeza está cubierta, como asimismo el rostro, de unas cerdas cilíndricas i tendidas. Este último lleva encima arrugas que forman grandes celdas irregulares. (Lám. V, fig.ga2g*: rostro visto de frente ¿ de lado.—Aum. 135 dián.) Antenas con el escapo hinchado gradualmente solo en su mitad apical; su lonjitud (0,58) da los 2 de la del funículo. La lonjitud del artículo 2 de este último da los +2, de la del 1; i la de estos dos juntos supera del 8,/0 la de 3-7. Estos pasan gradualmente de obcónicos a globulosos, en las £, sin aumentar casi de anchura; i la del 7.2 da solamente los 0,47 de la de la porra. Esta no alcanza a ser dos veces tan larga como ancha. Protórax con el dorso desigual, deprimido trasversalmente adelante, i lonjitudinalmente, entre la parte central que lleva 748 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS una quilla acortada atras i adelante, i los costados que forman un rodete entre él i los epipleuros; su superficie está cubierta con una puntuacion gruesa confluente í rugosa, un poco ocul- tada por una cerdas pálidas cilíndricas, cuya lonjitud represen- ta de 4 a 6 veces la anchura, i que son muí tendidas, pero esto trasversalmente. El de una f presenta una lonjitud de 1,20 por una mayor anchura de 1,44. (Lám. V, fig. 9. : protórax.— Aum. 10 didám.) Los elitros presentan una lonjitud de 2,70 por una anchura de 2,04 en un ejemplar de este mismo sexo. Tienen su base recta, i solamente un poco escotada en el espacio comprendido entre las terceras hileras de puntos; los costados son paralelos hasta la base, resultando los ángulos humerales rectos aunque redondeados. El dorso presenta unos pequeños granos lisos, medianamente tupidos, del borde anterior de cada uno de los cuales nace una escama, i adeimas unos gruesos puntos dis- puestos en series lonjitudinales, pero sin estrías apreciables, cuyos intervalos 2, 4,6,1a veces 5, llevan unos pocos tubérculos oblongos i achatados. Aquellas escamas son pálidas, oblongo- lanceoladas, ia menudo laceradas en su ápice; su lonjitud no alcanza a igualar tres veces su anchura (£); son poco abundan- tes, i siempre separadas unas de otras de modo a dejar ver el brillo del fondo; esto con escepcion de los tubérculos, donde son algo mayores i contiguas. La línea dorsal está arqueada en los 2 basilares; i el % apical forma un declive levemente oblicuo, o casí perpendicular al eje del cuerpo. El metasternon tiene una lonjitud (0,20) que da los 0,11 de la anchura (1,80). Abdómen, en ámbos sexos, finamente rugoso 1 con gruesos puntos a modo de alvéolos redondos mas o ménos apretados, 1 con unas cerditas rubias, cilíndricas i tendidas, que nacen del borde posterior de los puntos. En un 4, la lonjitud de los segmentos es: 6,60—0,30—0,15= 0,1 5-0,40. | El segmento 1 es cóncavo en el medio, con su línea sutural Casi recta; el 5 es convexo. En una £, la lonjitud de los segmentos es: 0,Ó0—0,40—0,20 —0,20—0,40, La primera sutura es casi completamente borrada PP ma APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 749 en el medio, i el 5.* segmento ofrece una gran depresion ovalada i cast lisa. Las patas estan erizadas de unos pocos pelos tiesos i cilín- dricos, de una lonjitud a lo ménos igual a la anchura de las tibias. Pene corto, atenuado en sus 2 apicales, 1 terminado por tres lóbulos alargados: los laterales angostos ií el del medio grande mas saliente i ovalado. (Lám. V, fig. 9.* : pene— Aum. 30 diim.) Oviducto terminado por dos apéndices palpiformes largos 1 bi-articulados, provistos de un mechon de cerdas en su punto de union í en su ápice, pero solamente en el lado esterno. Hue- vos en óvalo alargado (Lám. V, fig. 9% : estremidad del oviduc- to— Aum. 20 diám:.) 2. P. TUBEROSUS. m2%z. Vigro-piceus, haud nitidus. Rostro prothoraceque dense squamosts; squamis pallide cinereis, subtriangularibus, in lobulos acutissimos pro- funde divisis; hoc subinequali, haud carinato. Elytris basi esarginala, lateribus ad basím sozpius oblique truncatis; humeris acutis; dorso squamts _suvobatis imbricatis, lateribus acute laceratis, supra lineis paucis obscuris oblique pictis, dense vestito, et punctis sertatis notato, interstitits tuberculis nonnullis rotundatis depressisque ad apicem ornatis. Abdomints segmenti- bus duobus primis grosse densegue foveolatis; segmento 2 sequentibus duo- bus junctis in utroque sexu longlore. Long. 3,50; lat, 1,52. Hasta ahora, he encontrado esta especie escasamente, i solo en la provincia de Coquimbo. Su matiz es oscuro, como el de la anterior especie, pero los tegumentos no presentan el mismo brillo. Escamas abundantes, de una forma irregularmente triangular, i con los bordes pro- fundamente rajados de modo a formar divisiones angostas i agudísimas, cubren el rostro i el protórax. (Lám. V, fig. 10% : escamas del rostro 1 protórax— Aum. 200 diám) Aquél presenta en un d una menor anchura de 0,33 por una lonjitud de 0,58; i, en una $, una menor anchura de 0,38 por 750 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS una lonjitud de 0,66, lo que enrámbos casos da una proporcion de $55 | El último lleva por debajo dos surcos rectos anchos í poco profundos, dispuestos a modo de V, cuyas estremidades poste- riores se unen en su base, miéntras que las anteriores se dirijen sobre la de las mandíbulas í terminan de cada lado del cuadro bucal. La constatacion de este carácter no deja de presentar al- gunas dificultades, por estar colocado en un punto de difícil ac- ceso para el ojo del observador. (Lám. V, fig. 10.2: parte inferior del rostro— Aum. 37 didm.) La carena superior de la escroba es mui recta i dirijida casi -hácia el borde superior del ojo; 1 la inferior, recta tambien, está dirijida sobre el borde inferior, pero sin alcanzarlo; en lugar de estar, como en la especie anterior, arqueada hácia abajo. Antena con un escapo cuya lonjitud (0,54) da los 4, de la del funículo (0,77): el artículo 2 de éste-prescata loe dela ellos juntos pasan de los ¿%5 a 3-7. La anchura de este último hace los ,£%, de la de la porra. Esta es dos veces tan larga como ancha, i su lonjitud da los -3), del todo. (Lám. Y, fig. 10? : an- tena— Aum. 50 didm.) La lonjitud i la mayor anchura del protórax son 0,90 con 1,10 en un 4, i 1,0,8 con 0,36 en una q. El dorso es levemente convexo i desigual; pues su base, un poco levantada frente al escudo i deprimida de cada lado, parece como lobulada en el medio. e La lonjitud ila anchura de los elitros son 2,10 con 1,52 en un d,12,60 con 1,96 en una d. Á veces la anchura mayor se encuentra en el medio, i los costados son levemente converjen- tes hácia la base, con ésta anchamente escotada; pero esta forma no es mui constante, pues un truncamiento basilar mui oblicuo, que hace el ángulo humeral agudo 1 dirijido hácia adelante, se modifica gradualmente hasta desaparecer; i, entónces, este último es recto con su ápice redondeado. Parte en declive del Y/ apical perpendicular al eje del cuerpo, o aun oblicua hácia la base en su estremidad. Dorso con hileras de gruesos puntos medio ocul- tados bajo las escamas; intervalos con tubérculos achatados, o mas bien desigualdades redondas dispuestas irregularmente, so- bre todo en la mitad apical de todos ellos. Las escamas son APUNTES SOBRE LOS INSECTOS DE CHILE 751 triangulares o redondeadas con sus bordes finamente rajados, i llevan encima tres o cuatro costas oscuras, oblicuas, a veces in- jertadas unas sobre otras, 1 casi siempre terminadas por una larga punta fina i membranosa. (L4m. V, fig. 10* : escama de los elitros — Aum. 200 diám.) Las cerdas flajeliformes, que son cortas 1 un poco oblicuas so- bre el cuerpo, son mas largas i mas erizadas sobre los muslos i las tibias, 1 se trasforman en largos pelitos en la parte interna de estos últimos. El tercer artículo de los tarsos es profunda- mente bilobulado, con los lóbulos angostos. La lonjitud de los segmentos abdominales es de 0,40—0,40 —0,14—0,12—0,32 en un 4; i de: 0,50—0,40—0,15—0,I5—0,36 en una $. La puntuacion de los dos primeros es mui gruesa, a modo de alvéolos, i¡ mui apretada; la de los segmentos 3,4 con- siste en una sola hilera de 10 a 12 puntos; la del 5.2 es menor. En el 4, este último lleva a veces una pequeña impresion redon- da 1 poco profunda a modo de hoyito; en las $ es convexa, con una impresion lisa i poco aparente. Pene levemente angostado del medio al ápice; éste es brus- camente contraido para terminar en un lóbulo triangular i romo. Mari V. fig. 10": pene— Aum, 30 diám.) 3. P. INZQUALIS. 122/z. P. tuberoso simillimus. Elytrorum squamts rotundatis integrisque dif- Jert. Long. 4,10; lat. 2,T0. Esta especie, que encontré en abundancia debajo de palos húmedos en las selvas de la hoya del Bio-Bio, fué hallada tam- bien, pero escasamente, en las quebradas de las serranías de Aculeo. Es mui vecina del ¿uberosus, pero se distingue fácilmente de ella por la forma de las escamas i por la del pene. Las escamas del rostro, del protórax, i mui a menudo tam- bien de los tubérculos de los elitros, son desparramadas sin ór- den, de un rubio dorado, brevemente lanceoladas i mui conve- 732 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS xas, con el ápice agudo i a menudo rajado; su anchura (0,037) hace mas o ménos los 2 de su lonjitud (0,062). Las de la cabeza son del mismo matiz, pero mucho mas alargadas i cilíndricas. En cuanto a las de los elitros, son mui pegadas a los tegumen- tos, redondeadas, con los bordes enteros, i marcadas encima por 4 a 5 anchas costas rectas, oscuras i paralelas entre sí. (Lám. V, fig. 11? : escama de los elítros — Aum. 200 diám.) El pene presenta la misma forma í las mismas proporciones que el del australis, pero termina con tres lobulillos iguales en- tre sí i dispuestos sobre una misma línea trasversal. (Lám. V, fig. I1?: pene— Aum. 30 diám.) Ademas, en ámbos sexos, la lonjitud del artículo 2 del fu- nículo da entre los 21 los 2 del 1; el 7.0 es tan largo como ancho en el 4; orbicular í trasversal en la f: dando la lonjitud los £ de la anchura. El protórax, que en una £ presenta una lonjitud de 1,26 por una mayor anchura de 1,50, es mas regularmente convexo. Los elítros, que en un ejemplar de este mismo sexo presen- tan una lonjitud de 2,80 por una anchura de 2,10, i una lonjitud de 1,26 por una anchura de 1,90 en un J, tienen su base casi recta, con los costados en jeneral paralelos hasta esta última, 1 los ángulos humerales rectos con el ápice redondeado. Dorso con estrías punteadas, mas o ménos interrumpidas por los tu- bérculos: éstos son achatados i su disposicion parece indepen- diente de los intervalos; pues, si son solitarios en la parte basi- lar, figuran jeneralmente en la apical unos rodetes irregulares trasversales, levemente oblicuos de fuera para adentro, i de atras para adelante. La declividad apical acaba perpendicular aleje delcuerpo: Las lonjitudes de los segmentos abdominales en un ¿ son: 0,50— 0,44—0,16—0,16—0,40;i presentan las mismas propor- ciones en una f. Los puntos son grandes i profundos, como en la precedente especie; pero, con mui pocas escepciones, los in- tervalos son aplanados, i no forman una reticulacion. P. GERMAIN FIN DE LA PRIMERA PARTE A nr a Seas=s===s=s> E=SS=AG| [El | EOCCOCCLUadO El a IA ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACIÓN LEONESA —e— En las comarcas intermedias entre Castilla ¡ Galicia, se usa- ban en tiempos antiguos los dialectos asturiano i leonés. Estos eran parecidos entre sí i fluctuaban entre castellano 1 gallego. Los estudios que se han hecho sobre los dialectos de otros paises han probado que, por regla jeneral, no hai límites jeo- gráficos precisos i claros entre las hablas populares. Por lo tanto, es verosímil que desde tiempos tempranos hubo un tránsito in- sensible entre el castellano í el gallego, mezclándose las parti- cularidades de las dos lenguas en Asturias i Leon. Mui posible es tambien que ahí se formaran desde un principio ciertas par- ticularidades que distinguian el lenguaje de estas rejiones tanto del castellano como del gallego, Sin embargo, los dialectos asturiano 1 leonés no son verdade: ros términos medios entre las lenguas vecinas, sino que deben ser clasificados de dialectos castellanos, por participar de las principales particularidades de la lengua de Castilla, usando los diptongos castellanos we i 7e, absteniéndose de los diptongos por- tugueses ez i ox, empleando la ch segun la costumbre castellana, no suprimiendo la / ni la x entre dos vocales, etc, 754 MEMORIaAs CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Debe llamar nuestra atencion el hecho de que los asturianos i leoneses aplicaban algunas particularidades del castellano de una manera viciosa í vacilante. Esto se nota particularmente en el uso de los diptongos we 1 2e, los que en documentos proce- dentes de Asturias 1 Leon, sin regla fija i razonable, a veces se ponen donde no deben estar, i¡ a veces no se emplean donde son necesarios. Por este motivo, creo que el castellano ha avanzado hácia el oeste, quitando las tierras de Oviedo, Leon, Zamora, Salamanca, etc. a un dialecto semejante al gallego, i he soste- nido en otra parte (Estudios sobre la conjugacion aragonesa) que el leonés es castellano trasformado en boca de los habitan- tes de Leon, cuyo idioma primitivo fué el gallego. Consideradas intrínsecamente, parecen análogas las condi- ciones de los dialectos aragones i leonés. El aragones era una subdivision del castellano que contenía elementos catalanes, i el leonés era una subdivision del castellano que contenia elemen - tos gallegos. Pero los elementos estraños que encierra el arago- nes se conocen fácilmente como tales, no habiendo influido esencialmente en el carácter del idioma: al contrario, la infuen- cia gallega no se limita a fenómenos superficiales sino que entra en el organismo mismo del idioma. Entre los dialectos asturiano i leonés, no hai diferencias fun- damentales. En jeneral, se puede decir que el asturiano tiene un carácter mas arcaico i se aparta mas del castellano. En cuanto a la conjugacion, es digno de ser notado que los asturianos solian decir meteo, vendeo, prometeo, tevo, sevo, fo, fomos, fostes, Joron, for, fora, fosse 1 los leoneses metzo, vendio, prometio, tovo, sovo, fu, fumos, Justes, furon, fur, fura, fusse. Es verdad que se encuentran escepcionalmente algunas de las formas señaladas como asturianas en Leon í algunas de las formas leonesas en Asturias, pero siempre pueden ayudar para definir si jun docu- mento es leonés o asturiano. El dialecto leonés se dividia en varios subdialectos. En algu- nos documentos aparecen las formas vzoron, salzoron, etc. Don * Tomas Antonio Sanchez ha sostenido en las noticias prelimi. nares del Libro de Alexandre que éstas se usaban todavía en su tiempo en la tierra de Salamanca i se cree, por este motivo, que eran particulares del dialecto salmantino. Parece que el ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 755 dialecto de Valladolid era un término medio entre leonés í cas- tellano. | Sobre el dialecto leonés ha publicado un escelente trabajo el señor Gessner (Das Leonesische, Berlin 1867). No he podido consultar el artículo del señor Morel-Fatio, Recherches sur le libro de Alexandre, Romania 1875. El presente trabajo se funda en los documentos siguientes: Sah. Fueros que el abad de Sahagun i otros señores dieron a Vi- llavicencio en el año de 1221 (Zomas Muñoz i Romero, Colec- cion de fueros municipales ¿cartas pueblas. Tomo I, Madrid, 1847, dá]. 178). JE, Testo castellano del concilio de Leon. (/b2dem, paz. 73). Coy. Testo castellano del concilio de Coyanza. /bidem, paz. 213). M. A. Carta partida por la cual el obispo don Munio Álvarez releva a los vecinos de cuatro pueblos vasallos de su iglesia de la obli- gacion de repasar i mantener el castillo de Castrotierra. Año 1242. (España sagrada. Tomo 36, paz. CLIV). ME El Constituciones del obispo don Martin Fernandez. Año 1267. (España sagrada. Tomo 36, páj. 229). Parece que el dialecto de esta escritura contiene elementos asturianos (verdeo, meteo, conucido, estevo ), 750 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS MESE. El Otras constituciones del mismo obispo. Año 1288. (España sagrada. Tomo 30, paz, 249). M.ESST1H Testamento del mismo obispo. Año 1288. (España sagrada. Tomo 30, paz. CLVIIL). ES: Carta de la encomienda que dió el obispo don Sancho a Al- var Perez. Año 1368. (España sagrada. Tomo 39, paz. 238). Este documunto escrito en presencia de Gonzalo Gil, notario público del rei en la iglesía de Leon, es leonés, pero contiene muchas formas castellanas. a! Constituciones que mestre Johan cardinal de Sabina i legado en España hizo en Valladolid. Año 1228. (España sagrada. Tomo 36, páj. 216). We. al - Carta de hermandad que los concejos del reino de Leon i de Galicia hicieron en las cortes celebradas en Valladolid. Año 1293. (España sagrada. Tomo 36, páz. CLXIT). Los documentos V. 1 i V. II prueban que el dialecto de Va- lladolid tenia el medio entre leonés i castellano. sl El consejo de Toro i Ruiz Fernandez, su alcalde 1 juez, esta- blecen varios capitulos relativos al gobierno, seguridad i defen- sa de la villa i del rei. Año 1275. (Memorial histórico español, ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 757 coleccion de documentos, opúsculos ¿ antigiiedades que publica la Real Academia de la Historia. Tomo I, paz. 306). Abad! Carta de hermandad de los reinos de Leon i Galicia, mandan- do a los concejos de Galicia amparen i defiendan a las personas i propiedades del convento de S. Vicente de Monforte. Año 1283. ( Memorial histórico español. Tomo II, paz. 102). Esta escritura i la anterior son testimonios del dialecto de la provincia de Zamora, pero contienen pocos elementos leoneses, prevaleciendo las formas castellanas (1). mMeñes documentos WE. E. 1. IT. IFL, E.S. V.1. 11, E. 1. 11, cito solamente algunas formas escojíidas, no anotando las que coinciden con el uso castellano. Ba. Variantes del códice de la Biblioteca Real, que anota la Real Academia Española en la edicion del Fuero Juzgo. Sobre los manuscritos del Fuero Juzgo en castellano que tu- vieron presentes los editores, me he formado la siguiente opi- nion: Se sabe que ese código tuvo autoridad cabalmente en Leon. En la introduccion de la edicion (páj. XLID), se cita un pasaje de Pedro Lopez de Ayala en su crónica del rei don Pe- dro, donde se dice: E llámase en Toledo castellano todo aquel que es de tierra del señorio del rey de Castilla do no se juzga por el Libro Juzgo. El rei don Sancho ordenó en Valladolid en el año de 1293 que juzgasen por el Libro Juego de Leon. Se halla el término L2bro de Leon en el códice de Campománes i el códice de la Biblioteca Real 3 pone la nota: Aquí se acaba el Libro Julgo de Leon etc. Parece, ademas, que la version se hizo por el códice latino llamado ZLegzonensís propio del cabildo de San Isidro de la ciudad de Leon (p. XL.) Por lo tanto, es vero- simil que el dialecto de la traduccion orijinal fué el leonés. Asi (1) Parece que el dialecto de Estremadura era parecido al leonés, véase Memorial histórico español, tomo [, núm. LXXXIT ¡ CXIV, TOMO XCIV 52 758 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS se esplica que se hallan en todos los manuscritos algunos leo- nismos. Así se esplica que en todos los manuscritos se emplea el infinitivo fazer: esta forma es castellana, aunque se usaba mas en el lenguaje antiguo la forma Jer; los amanuenses que tradujeron el testo leonés al castellano conservaron la forma Jazer por encontrarla en el orijinal. (1) El testo leonés se ha conservado particularmente en tres manuscritos de la Biblioteca Real (B. R. 1, B. R. 2, B. R. 3,) El códice de Campománes, el sesto códice del Escorial i el códice de Bexar son los principales representantes de otra ver- sion que a mi modo de ver era asturiana (Camp., Esc. 6, Bex.) Conservan una version castellana los códices de Toledo, el segundo códice de Malpica i el primero del Escorial (Toled., Malp. 2, Esc. 1.) En otros códices se confunden los dialectos. Sobre el testo del códice de Murcia trataré mas adelante. En el presente trabajo, cito solamente las lecciones de los tres códices de la Biblioteca Real. Las lecciones de los códices asturianos las reservo para un estudio sobre la conjugacion as- turiana. Sería de desear que se hicieran del Fuero Juzgo una edicion castellana, otra leonesa i otra asturiana. Bb. Variantes del códice de la Biblioteca Real 2 que anota la Real Academia Española en la edicion del: Fuero Juzgo. NE Variantes del códice de la Biblioteca Real 3 que anota la Real Academia Española en la edicion del Fuero Juzgo. Al. El libro de Alexandre. (Edicion de Janer. Biblioteca de auto- res españoles de Rivadeneira. Tomo 57.) í1) La forma fer se halla 6, 5, 12 en el códice de Murcia: ahi se escribe fer, porque el orijinal no tenia esa palabra, siendo el testo correcto sí er sennor lo quisiere matar (utrum interficere eu dominus elus voluerit.) ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACIÓN LEONESA 759 El orijinal de esta poesía fué castellano. Un copista, que tal vez fué Juan Lorenzo Segura de Astorga, véase la última es- trofa, lo tradujo al leonés, conservando, sin embargo, muchas formas castellanas. Otro copista, no se sabe si era anterior o posterior, introdujo formas salmantinas. Por lo tanto, hai que distinguir: 4) elementos castellanos que vienen del orijinal castellano; 5) elementos leoneses que tal vez eran propios del dialecto de Astorga (1); c) elementos salman- tinos. (AN Cartas de Alejandro, que se leen al fin del poema. Este es el único documento, en el cual se halla el dialecto salmantino puro. Sacr. Las coplas 1—250 del Sacrificio de la.misa de Berceo contie- nen muchas formas introducidas por un copista salmantino; véase la segunda nota de mi artículo sobre la conjugacion del Apolonio. Tambien en el testo del Apolonio, hai elementos salmantinos. Murc. Formas leonesas del códice de Murcia del Fuero Juzgo. El dialecto del códice de Murcia, que ha servido de base para la edicion de la Academia, es castellano, pero tiene algunas for- mas leonesas. Parece que éstas proceden en parte del orijinal leonés de la traduccion, en parte han sido introducidas por un copista salmantino (pudioron, fizzoron, prometioron.) El dialecto leonés ha influido en la formacion del castellano moderno. Doi a continuacion una lista de formas verbales mo- dernas que vienen de la influencia leonesa: (1) La escritura de Astorga que se halla en la España sagrada, Tomo 16, páj. 492, no es leonesa sino castellana copiada por un amanuense de nacio- nalidad gallega, »60 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS CASTELLANO ANTIGUO LEONÉS CASTELLANO MODERNO avies avías, avies habras aviemios AvVÍAmOos, AVIEMOS habiamos aviedes aviades, aviedes habriades avien avian, avien habian pidia pedra pedia dizia dizia, dezta decia durmia dormia dormia brayo lrayo, trazo, traygo tratgo Jeches Jfazedes haceis Jer, far, fazer fazer hacer vevir vevlr, viver, vivir VIVIY escreutr eSCrevlr, escriver escribir so, esto, do, vo soy, so, esto, do, vo sot, estot, dot, voi vayamos VAYAmos, VAMOS, VAMOS VAYAamos, vamos ameste amaste, ameste amaste metiemos meliemos, metimos metimos pidiemos pedimos, pediemos pedimos metiestes metiestes, metistes metistels pidiestes pedistes, pediestes pedisteis LovO lovo, tuvo luvo I.-—LA FORMACION DEL PRESENTE TI DE LAS FORMAS DERIVADAS DEL PRESENTE Li. —Primera conjugacion Presente amo amas ama amamos amades aman Presente de subjuntivo ame ames ame amentos amedes amen y Imperativo ama amat, amad, amade Imperfecto amava amavas amava Amavamos amavades amavan Jerundio amando Infinitivo amar ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 761 EJEMPLOS Presente Sing. 1 ruego C. Al. 1, Sing. 2 mandas Al. 343, Sing. 3 labra Coy. 10, Plur. 1 mandamos L. 1, Plur. 3 tardades Al. 229, Plur. 3 pecan Coy. 4. Subjuntivo Sing. 1 sague Al. 109, Sing. 2 pares Al. 1541, Sing. 3 deíxe L. 11, Plur. 1 envsenos V. 2, Plur. 2 dloredes C. A. 2, Plur, 3 saquen Sah. Imperativo Sing. 2 J/exa Al. 1515, Plur. 2 guardat Al. 1503, alegrad C. Al. 1. ] Imperfecto Sing. 2 cuedavas Al. 443, Sing. 3 mandava C. Al. 1, Plur. 1 estavamos Al. 905, Plur. 3 guardavan Al. 1235. Participio de presente Zameante Al. 818, andantes Al. 1248. Jerundio tornando C. Al. 1. Infinitivo embargar L. 2. NOTAS Una sola vez se halla el infinitivo personal que se usa en portugues: for mataren Al. 1742. La forma versítfico Al. 38 fué esdrújula en el orijinal castella- no. Formas irregulares son cuentar Al. 88, pensa Al. 367, etc. EL VERBO estar Presente Imperativo esto esta estas esta : estat, estad, estade estamos estades Imperfecto estan estava Presente de subjuntivo Jerundio estía estrias, esties estando estia, estie estiamos, estiemos tica estiades, estiedos estian, estien estar 762 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS EJEMPLOS Presente Sing. Testo. E. 15: SiS. 2 4905 AAO7. Smera esta Al. 1168, Plur. 1 estamos Al. 1514, Plur. 2 estades Al. 1566, Blur 3 estan 1306. Subjuntivo Sing. 3 estía Coy. 6, Plur. 3 estían L. 3. Imperfecto Plur. 1 estavamos Al. 905, Plur. 3 estaban Ba Die j Jerundio estando Sah. Infinitivo estar M. F. l. NOTAS El subjuntivo estza procede de la analojía de sza; véase so i compárese dar. La conjugacion de los subjuntivos sza, estza, día es igual a la conjugacion de los imperfectos de segunda i tercera conjugacion. Probablemente se empleaba tambien el subjuntivo castellano esté, estés, esté, etc., pero faltan ejemplos. En el códice de Malpica 1 del Fuero Juzgo 6, 5, 7 se lee el imperfecto estevban 1 puede ser que tambien esta forma sea leonesa. EL VERBO day Presente Imperativo do | de das dat, dad, dade da : Imperfecto damos dades dava dan Jerundio dando Infnitivo dar Subjuntivo dia | de, dey dias, dies des, deys dia, die de, dey diamos, diemos demos, deymos diades, diedes dedes, deydes dian, dien den, deyn ha ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 763 EJEMPLOS Mresentersine. 1 do AL 123, Sing. 2 das Al. 358, Sing. 3 da Os Plar. 1 daros MM. E: M1, Plur. 2 dades Al. 293, Plur. 3 dan Al. 2148. Sibantivo Sine. 2 des Al. 65, Sing. 3 día L. 4. 23, M. E. I, are 24. 25 M. EF. TE Ba.2, 2,8, Bc. 2, 5, 160, dé a 5. AÑ 500, dey Bb.4,3,3. 5, 4,2, Bc.4,3,3:5,4, ala demos Al. 1062, Plur. 3 din L. 8.21, M. F. 1. 11, dien o ME 1. 77 Be. 2, 3, 4, den 'Sah., M.F.-1. TL VI, MEAO2. dezm V. 1. nperativo' Sing. 2 de Al. 109, Plur. 2 dat Al. 1993, dade eZ. Imperfecto Sing. 3 dava Al. 100, plur. 3 «daban V. 11, davan E 531. Jerundio dando M. A. Infinitivo dar L. 12. NOTA El subjuntivo dra viene de la analojía de estzn; se usaba ade- mas cl subjuntivo castellano. Estrañas son las formas dey 1 dez. Puede ser que dey venga de la analojía de sey, ey, amey, darey (se: sey=de: dey.) B.— Segunda conjugacion Presente Imperativo meto mete metes metet, meted, metede mete Imperfecto mebentos metedes metía meten metias, mettes metia, metie Presente de subjuntivo : E melva mos, metemos meta metiades, metiedos metas metian, metien meta , Jerundio melamos metades metiendo metan Infinitivo meter 764 MEMORIAS CIENTÍFICAS J LITERARIAS EJEMPLOS Presente Sing. 1 guzero C. Al. 1, Sing. 2 contendes Al. 1508, Sing. 3 deve L. 37, quier M. F. 1, Plur. 1 rendemos M. A., Plur. 2 devedes CE. Al. 1, Plur. 3 guieren C. Al 1. Subjuntivo Sing. 1 quiera Al. 2247, Sing. 2 metas Al. 50, Sing. 3 pierda L. 7, Plur. 1 queramos Al, 1238, Plur. 2 perdades Al. 330, Plur. 3 pierdan Sah. Imperativo Sing. 2 entiende Al, 1108, Plur. 2 prendet C. Al 1. Imperfecto SMg:1 sabía E. ALT. SiS acres aida, Sing. 3 quería Ba. 2, 1, 16, devíe Ba, 1, 1,9, Phur, 1 deviemos Al. TISI, haviamos NL. E. TL, Plur. 2-sabrae Ea 2 ls devían Ba. 2, 1,24, devien Ba. 4, 2, 13. Jerundio queriendo L. 38, (querendo Murc. 3, 6, 2.) Infinitivo verder Sah. NOTAS Son irregulares las formas metudes Al. 2274 i quereis Al, 1448. Nótense las siguientes formas: defienda L. 19, defendan Ba. 4, 2, 15, vende Ba. 5, 4, vsenda L. 25, rrenda L. 19; pertenez L. 47, establescemos Coy. 1, fallezca Coy. 3, perecir Al. 707, con- nesco Al. 38 (véase mi artículo sobre la conjugación del Apo: lonio), connosco Ál. 1013, conocen Ba. 5, 1, 5 (1). Sobre la conjugacion del imperfecto castellano, he tratado en varios artículos. En leonés, vienen las terminaciones zas, tamos, lades, tan de la influencia gallega. Parece que se usaban mas las terminaciones Zas, 1a, zan que es, ze, zen, pero prevalecian wenos 1 2edes. las terminaciones tamos, lades no se hallan en el Alexandre i en otras partes se encuentran mui pocos ejemplos (querriamos YT. TI.) EL VERBO poder Presente Sing: 1 puedo Al. 34, Sing. 2 puedes Al. 1408, podes A!. -2317, Sing. 3 puede Ba. 2, 2, pued Al. 320, pode Bb. 4, 2, 18, (1) Puede ser que el verbo conescer sea propio del dialecto salmantino, ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 765 Plur. 1 podemos M. F. 1, Plur. 2 podedes Al. 43, Plur. 3 pueden Ba. 5, 1, 6, poden Bb. 4, 5, 4. abtivo Sing. 1 pueda Al. 988, Sing. ao Al. 37, po- das Al. 1408, Sing. 3 pueda Sah. poda Ba., 2, 2, 9, Plur. 1 foda- mos V. IL, Plur. 2 podades Al. 225, Plur. 3 puedan L. 30, podan Al. 1688. impertecto sing, 1 podía C. Al. 1, Sing. 3 podie Al. 1234, pudia Ba. 8, 3, 3, Plur. 3 podien Al. 1348. Jerundio podiendo V. 1. Infinitivo poder Al. 50 (sust.) NOTA Se distingue la conjugacion leonesa de este verbo de la cas- tellana en las formas pode, poda, etc. que no se hallan en caste- llano. EL VERBO valer Presente Sing. 3 val L. 16, Plur. 3 valen Al. 1405. Subjuntivo Sing. 2 valas Al. 988, Sing. 3 vala Sah., balga DERaNA 7, Plur. 1 valamos Al. 1568. - Imperativo Sing. 2 val Al. 1524. Infinito valer Al. 1560. EL VERBO caler nesetite sing. 3 cal Al, 72. Subjuntivo Sing. 3 cala Al, 140, ¿ncala Al. 1963 EL VERBO soler Presente Sing. 1 suelgo Al. 372, Sing. 2 sueles Al. 2044, Sing. 3 suel Bc. 2, 5, 18, sol Al. 1706, Plur. 1 solemos Al. 2226, Plur. 2 soledes Al. 1207 blur. 2 selena AOL. Imperfecto Sing. 3 solía M. F. 1, solie Al. 1019, Plur. 3 solían V. Il, solier V. 11. 766 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS EL VERBO /oller Presente Sing. 3 tuelle Al. 1168, tueye L. 2, tuege Al. 1771, tole Bb. 4, 2, 14, Plur. 3 tuellen Al. 1659, tollen Murc. 5, 1, 5. Subjuntivo Sing. 3 tueya L. 41, Plur. 1 Zoyamos Bc. 2, 1. 7, Plur. 3 tuelgan Ba. 6, 5, 13, tolgan Bb. 6, 5, 13. Imperfecto Sing. 3 tol/ze Al. 391, Plur. togzen Al. 956. Jerundio tollzendo Al. 710. Infinitivo toller Ba. 2, 1, 26, toyer Bc. 2, 1, 1. EL VERBO fazer Presente Sing. 3 taune Al, 268. Imperfecto Plur. 3 Zannzan Al. 1306. Infinitivo tanner Al. 1394. EL VERBO dezer Presente Imperat1yo tengo, tiengo ten, tien tienes lenet, tened, tenede tien, tiene Imperfecto tenemos ; tenedes tenia tienen Jerundio Presente de subjuntivo tenien 7 tenga, tienga Infinitivo tener EJEMPLOS Presente Sing. 1 tengo Al. 286, tiengo Al. 915, Sing. 2 tienes Al. 47, tenes Al. 108, Sing. 3 tien Al. 258, tzene Al. 257, ten Al. 1472, Plur. 1 tenemos Al. 685, temos Al. 407 (esta forma se halla una sola vez), Plur. 2 Zfenedes Al. 231 Blur enen 19 Subjuntivo Sing. 2 tengas Ba. 4, 2, 14, tenga Coy. 3, tienga Sah., Coy. 1, Plur. 1 tengamos T. 1, Plur. 2 tengades E. $S., Blur 3 tengan Coy. 2, tiengan Ba. 10, 3, 4. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 767 Imperativo Sing. 2 tien Al. 758. Imperfecto Sing. 3 tenía Ba. 2, 1, 24, tente Bb. 2, 1, 24, Plur. 3 tenten Al. 1236. Infinitivo tener M. F. 1. NOTAS Las formas tiengo, tienga, teengan vienen del uso erróneo del diptongo. Las mismas se encuentran en aragones, pero ahí pro- ceden de la analojía de sienta, sintamos. En el códice de Murcia del Fuero Juzgo se leen las formas IZ 122 2,8, etc. ¿ímien 5, 1, 4,22n2emo 5, 0,6. Parece que en el dialecto salmantino se usaba el verbo /ex+r, véase Linzo Murc. 10, 2, 6, tenir Apol. 99, tenzrteyes Apol. 490 i compárese metir Murc. Ó, 4 (1). EL VERBO foner Presente Sing. 1 pongo Al. 2471, Sing. 3 Pone Ál. 917, pon. 7 Plur. 3 antepueñen Bc. 3, 1,4. . - Subjuntivo Sing. 3 ponga V. I, Plur. 3 pongan Sah. Imperfecto Sing. 3 ponze Al. 388, Plur. 3 ponten Al. 1064. Jerundio ponzendo V. 1. Infinitivo poner M. E. II. EL VERBO veer Presente Imperativo veo VEY, Ve vees veet, veed, veede vee Imperfecto VEEMOS veedes veya ( =veía) veen Jerundio Subjuntivo veyendo vea Infinitivo veer (1) La forma tenir se halla tambien en el estracto de los fueros dados en Setiembre del año de 1238 por el Consejo de Jaca que publica Muñoz, Colec- cion de Fueros Municipales, páj. 245 nota. 768 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS EJEMPLOS Presente Sing. 1 veo Al. 1528, Sing. 2 vees Al. 1407, Sing. 3 vee al 2187, ve Ba. LD UA eo nrOS AL 1654, Plur. 2 vee- des €. Al 2; Blur. 3 veen Al FIJO: Subjuntivo Plur, 1 veamos Al. 2305, Plur. 3 vean V. 1. Imperfecto Sing. 1 veya Al. 905, Sing. 3 veya Al. 177, veye Al. 1256, Plur. 3 veyen Al. 1255. Jerundio veyerndo Ba. 6, 5. Infinitivo veer V. II. EL VERBO seer Presente Imperativo seo Sey, se sees seet, seed, seede see Imperfecto Seemnos seedes seya ( =seía) seen Jerundio Subjuntivo seyendo Sea Infinitivo Seer EJEMPLOS Presente Sing. 1 seo Al. 2470, Plur. 2 seedes Al. 2458, Plur. 3 seen Al. 1384. ] Subjuntivo Sing. 2 seas Al. 51, Sing. 3 sea Sah., seya Murc. IO, 1, 17, Plur. 1 seamos M. F. Il, Plur. 2 seades Al. 219, Plur. 3 sean Coy. 2. Imperativo Sing. 2 se Al. 69, Plur. 2 see? Al. 219. Imperfecto Plur. 3 seyan Al, 182, seyen Al. 315. Jerundio seyendo V. 11. Infinitivo seer M. F. 1, ser Sah. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 769 NOTAS El subjuntivo sza pertenece al verbo so. Las formas sedza Al. 30, sedie Al. 183, sedien Al. 181 son cas- tellanas. EL VERBO creer - Presente Sing. 1 creo Al. 1286, Plur. 1 creemos Al. 748, Plur. 2 creedes Al. 1959, Plur. 3 creen Al. 1809. Subjuntivo Plur. 2 creades Ál. 219. Imperativo Plur. 2 cree? Al. 102. Imperfecto Sing. 3 creye Al. 1521. Infinitivo creer Al. 1371. EL VERBO /lraer Presente Imperativo brago, trayo, traygo trae traes traet, traed, traede trae Imperfecto traemos traedes traya (=traia) traen Jerundio Subjuntivo trayendo traga, traya, trayga Infnitivo traer EJEMPLOS Presente Sing. 1 trago Al. 2032, Sing. 2 traes Al. 2031, Sing. 3 trae Ba. 2, 2, 5, Plur. 1 traemos Al. 1674, Plur. 2 traedes Al. 850, Plur. 3 traen Ál. 493. Subjuntivo Sing. 2 maltrayas Al. 1671, Sing. 3 traga M. F. l, traya Sah., Plur. 1 ftragamos Al. 1146, Plur. 3 tragan L. 28, Coy. 3, Ba. 2, 3, 1, trazan V. 1, traygan L. 28. Imperfecto Sing. 3 traya Al. 32, traye Al. 482, Plur. 3 trayen xl. 42. 770 MEMORIJAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Jerundio maltrayendo Al. 201. Infinitivo traer L. 45, traher Ba. 2, 3, 6. EL VERBO caer Presente. Sing. 3 cae Ba:lI2, 3, 7, Pluniicacmos ALSTOSa: BUT 3 caco: Subjuntivo Sing. 2 cayas Al. 1676, Sing. 3 caya V. II, Plur. 3 cayan Al. 1061. Imperfecto Sing. 3 caye Al. 502, Plur. 3 cayen Al. 478. Infinitivo caer Al. 1569. EL VERBO saber Presente Imperativo Se, Sey sabe sabes sabet, sabed, sabede sabe Imperfecto sabemos sabedes sabía saben Jerundio Subjuntivo sabiendo saba, sepa Infinitivo saber EJEMPLOS Presente Sing. 1 se Al. 36, sey Al. 2001, (compáresc ey), Sing. 2 sabes Al, 1541, Sing. 3 sabe Bb. 4. 4, 2, Plur. 1 sabemos Al. 1284, Plur. 2 sabedes Al. 1328, Plur. 3 saben V. I. Subjuntivo Sing. 2 sepas Al. 56, Sing. 3 saba M. F. 1, Ba. 3, 6, 2, sepa M. F. I, Plur. 2 sabades Al. 1566, sepades Al. 1448, Plur. 3 savar.Coy. 5, MEL Bart TOM panal Imperativo sadet C. Al. 1. | Imperfecto Sing. 1 sabra C. Al. 1, Sing. 3 sabza Ba. 5, LON sabie Bb. 5, 5, 3, Plur. 2 sabzedes C. Al. 2, Plur. 3 sabian Al. 553, | sabien Al. 1345. Jerundio sabiendo M. E. L. Infinitivo saber M, F. 1, ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 771 NOTAS En la primera persona del singular de presente, vacila el Iconés entre la forma portuguesa sey 1 la castellana se. La forma saba no se halla ni en portugues ni en castellano. EL VERBO caber Presente Sing. 3 cabe Al. 1469, Plur. 1 cabermos Al. 1768. Imperfecto Plur. 3 cabzen Al. 182. Infinitivo caber Al. 1266, EL VERBO aver Presente Imperativo e, ey (ey, e) as, Aves avet, aved, avede a, ave Imperfecto avemnos, entos avedes, edes | avia an, aven Jerundio Subjuntivo aviendo aya, ava (1) Infinitivo aver EJEMPLOS Mresente sine, 1 e Al. 38, ey Al. 1411, Sing. 2 as Al. 1386, ' mea Al 1270, Plur. 1 avemos Al. 189, hentos Al. 1183, Plur. pnedes Al. 1440, Plur. 3 an L. Maubjuntivo Sing. 1 aya Al. 1501, Sing. 2 ayas Al. 52, avas Al. 368 (compárese avan Fuero de Oviedo 39), Sing. 3 aya Coy. 3, Plur. 2 ayades Al. 1495, Plur. 3 ayan L. 2. Imperativo Plur. 2 aved Al. 1449. Imperfecto Sing. 1 avze C. Al. 2, Sing. 2 avzas Al. 36, Sing. 3 avia Ba. 4, 2, 8, auze El 1240, avz Al. 1007, Plur. 1 2abzamos (1) La forma yebe L. 10 pertenece al verbo levar, 772 MEMORIAS CIENTÍFICAS J LITERARIAS M. F. III, avzemos Al. 2483, Plur. 3 havian M. A., avien Ba. Dd MO: Infinitivo aver M. F. l, NOTAS La forma avze C. A, 2 es uno de los pocos ejemplos de la ter- minacion ze en primera persona de singular. He recojido algu- nos en mi artículo sobre la formacion del imperfecto, pero en una nota de mi artículo sobre la conjugacion del Apolonio he manifestado la opinion de que los pocos ejemplos que presenta el testo de Berceo son errores de los copistas. Puede ser que el dialecto salmantino haya confundido las terminaciones de la primera í tercera persona. La forma aví Al. 1007 noes error. No creo que venga de avté, pero opino que puede proceder de avía; tal vez sea lícito alejar las formas bables av?s, avín ( =avtas, avtan). Otros ejem- plos de la apócope son nord? Berceo S. Dom. 337, avzní Berceo S. Dom: 85 (1) El subjuntivo ava se puede comparar con saba. «Las formas emos, edes no se hallan en el Poema del Cid, en las poesías de Berceo i en el Apolonio. Con la forma ey se puede comparar sey i la primera persona del singular del pretérito de primera conjugacion i del futuro. EL VERSO yazer Presente Sing. 1 yago Al. 1411, Sing. 3 yaz M. F. 1, Al. 2080, az Al. 1300, Plur. 1 yazesmos M. E. III, Plur. 3 yacen Ba. 4, 2,20 Subjuntivo Plur. 1 agamos Al. 1469. Imperfecto Sing. 3 yacia M. EF. l, zazte Al, 669, Plur. 1 azze- mos Al. 1144, Plur. 3 zazian Al. 101. Jerundio azzendo Al. 745. Infinitivo yazer Al. 2091. (Las formas bables avis, avin vienen probablemente de la analojia de avi. | ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA ai NOTA La consonante y se suprime frecuentemente en el dialecto del Alexandre. Nótese el subjuntivo acgamos (yagamos port., yagamos cast.) EL VERBO p/azer Eresente Sing. 3 Pplaz Al7293. Subjuntivo Sing. 3 plaga Ba. 12, 1, 1, plega Al. 547. Imperfecto Sing. 3 plazza Al. 2371, plasze Al. 1268. Infinitivo p/azer Al. 3 (sust.) Nótese el subjuntivo plaga (praza port., plega cast.) EL VERBO d2zer Presente Imperativo digo di , dizet, dezit, dizit, etc. dizes z Z Imperfecto diz, dize Bl dizemos, dezímos, dizímos dizia, desta dizedes, dezides, dizides Jerundio | dizen diztendo, deziendo Subjunti vo Infinitivo diga dizer, deztr, dizir EJEMPLOS Presente Sing. 1 digo Al. 1545, Sing. 2 dízes Al. 1505, Sing. 3 aia Al. 1252, Plur. 1 dicemos M. E. L., dízemos Murc. 5, 1,4, T. IL, decimus Ba. 5, 3, 1,dezimos Al. 2117, Plur. 2 dízedes Al. 1575 Plor. 3 dicen Coy. 7. Subjuntivo Sing. 1 diga Al. 2358, Sing. 2 digas Al. 2031, Sing. 3 diga Al. 140, Plur. 1 digamos Al. 1334, Plur. 2 digades Ál. 1448, Plur. 3 digan M. F. l. Imperativo Sing. 2 dí Al. 55, Plur. 2 dezzd Al. 1061. Imperfecto Sing. 3 dezia Al. 24, C. Al. 1, dezíe Al. 1346, dice Bb. 5, 5, 3, Plur. 3 decian Ba. 5, 1, 5, dezzen Al. 12609. TOMO XCIV 53 174 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Jerundio deztendo Al. 2193. Infinitivo adicer M. F. IL, dízer Bb. 2, 4, 2, Murc. 8, 3, 3, Al. 1837, contradizer L. 47, Al. 1464, deztr (la edicion tiene deszr) V. M;'Ba. 2,4, 2, Al 1238, dicir. Murciós A PENE Ec AS 1281. NOTA Este verbo es d¿zer en portugues i dezzr en castellano. En leonés prevalece d¿zer pero se usa tambien dezzr. Por combina- cion de las dos formas se ha orijinado d¿zzr. EL VERBO aduzer Presente Sing. 1. adugo Al. 349. Subjuntivo Plur. 3 adugan L. 2. Imperfecto Sing. 3 aduzze Al. 287. Jerundio aduztendo Al. 718. Infinitivo aduzer Al. 765, aduzzr Al. 1907. Este verbo es aduzer en portugues i aduzir, adozir en caste- llano. Varios otros verbos que vacilan en leonés entre la segun- da i tercera conjugacion (víver, parter, etc.) pondré en los pá- rrafos que corresponden a esta última. EL VERBO 2120/71eY Presente Sing. 3 muerre Ba. 2, 3, 8, Al. 1503, morre Ba. 4, 2, 3, Al. 2155, Plur. 3 muerren Al. 2251. | Subjuntivo Sing. 3 muerra Ba. 3, 1, 5, morramos Al. 1505. Imperfecto Plur. 3 »morrien Al. 1000. Infinitivo morrer Al. 62. (1) El verbo morrer es portugues, se encuentra en leonés: tam- bien el verbo castellano 110rtr. (1) Morrer consuena con aparecer, fazer, poder: parece que esta estrofa la añadió el redactor leonés. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 175 C.—Tercera conjugacion Presente Imperativo fiero | fere feres Jerit, ferid, feride Jfiere : Imperfecto Jerimos feria Jerides ón eria, ferte Jeren Jeríamos, feriemos Presente de subjuntivo Je riades, fe a edes Jerian, ferien A Jerundio hera Jeriendo amos e > Infinitivo rades Jfieran ferir NOTA Se diferencia la tercera conjugacion leonesa de la castellana por vacilar algunos verbos entre la tercera i segunda i por em- plearse ménos en leonés las vocales suavizadas: feria, feriendo .leon., j¿rza, firiendo cast. EL VERBO partir Presente Sing. 3 parte Al. 118. Subjuntivo Plur. 3 partan L. 5. Imperfecto Sing. 3 partía Al. 76, Plur. 3 partien Al. 1267. Infinitivo parter Al. 1019 (partir Fuero Juzgo 2, códice de Campománes.) Verhos parecidos Jerundio abriendo Al, 848. Infinitivo padir Al. 1509, 'sallir Al. 2064, combater Al. 1056, changer (=plañtir) Al. 1615. 776 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS EL VERBO salz7r Presente Sino 3 salas Subjuntivo Sing. 2. salgas Al, 2062, Sing. 3 salga Ba. 12, 2, 11, sala Al. 140. | Infinitivo sadzr Al. 1257. EL VERBO vevzr Presente y Imperatiyo VIVO VIVE VIVES vevtt, vivet, vivit, etc. VIVE Imperfecto VEVÍMOS, VLVEMOS, VIVIMOS vivia, vevia vevides, vivedes, vivides Jerundio VIVEN viviendo, veviendo Subjuntivo Infinitivo VIVA VEVIF, VIVEY, VIVES EJEMPLOS Presente Sing. 1 b62vo Al. 605, Sing. 3 víve Al. 1470, Plur. 1 bevimos Al. 1768, Plur. 2 vívides Al. g00, Plur 3 viven Al. 47. Subjuntivo Sing. 1 viva Al, 2064, Sing. 2 vivas Al. 748, viva Al. 104, Plur. 1 v2vamos Al. 1462, Plur. 3.0:Vva4 bario 24 Imperfecto Sing. 3 vzvia M. F. IL, Plur. 1 vevzemos Al. 2126, Plur. 3 vzvzan M. F. 1. | Infinitivo vevir Bb. 4, 2, 18, M. F. II, Al. 2073, viver Bc. 4» 2 O, O OSO, ur lo JO JE NOTA Este verbo se parece al verbo dzzer: se confundió el verbo portugues v¿ver i el castellano vevzr 1 se formó, ademas, por combinacion de los dos el verbo vzvzz. ESTUDIOS SOBRE La CONJUGACION LEONESA 777 Vorhos parecidos Presente Sing. 1 reczbo E. $S., Sing. 2 ryes Al. 453, Sing. 3 fo- sie Coy. 9 (de posezr, comparese posya, parece que hai que es- cribir fosza), Plur. 1 conguírimos Al. 1156. - Subjuntivo Sing. 3 reciba Coy. 2, posya L. 2, yrea L. 25 (de erguzr), Plur. 3 reciban Sah., pesquiran L. 19. Imperfecto Sing. 3 recebza Ba. 5, 4, 20, erguza Al. 2337, Plur. 3 recibien Ba. 3, 5, 3- Jerundio riyendo Al. 551, reyendo Al. 1687. Infinitivo recebzr M. F. IL, recibir M. F. 1, corquerir Al. 15, conquirir Al. 1478, pesquerir Ba. 9, 1, pesquirizr Bc. 2, 4, 3, escre- vir Ba. 2, 1, 23, escriver Murc. 7, 5, 9, escrever Al. 705, encher Al. 765, premer Al. 2434, rier Al. 1990, erger Ál. 512. EL VERBO seguzr Presente Imperativo sigo siegue siegues segutt, seguid, segutde siegue Imperfecto Seguimos seguta segutdes Jerundio sieguen segutendo Subjuntivo Infinitivo siga Segulr EJEMPLOS Presente Sing. 3 segue Murc. 2, 1, 3, Plur. 3 szeguen Al. 1162 Subjuntivo Plur, 2 sigades Al. 926. | Imperfecto Plur. 3 perssegulen Al. 541. Infinitivo seguzr C. Al. 1. NOTA Este verbo ha pasado en castellano a la analojía de los ver- bos vevir, escrevir, reir, etc. La conjugacion leonesa es mas an- 778 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS tigua en esta parte que la castellana ¡ ayuda para la recons- truccion del sistema primitivo del verbo castellano. Verbos parecidos Presente Plur. 3 mzeden Al, 1635, preden Al. 2183. Imperfecto Sing. 3 pedía Al. 1347. En castellano se decia meaden, piden; compárese sierven (cast. sirven ), viesten (cast. vzsien). EL VERBO servzr Presente Imperativo SÍFVO, SIErvo sierve Sierves servid, servil, seruzde slerve y Imperfecto SEYVÍMOS servides servia sierven Jerundio Subjuntivo : sirviendo sirva, sterva Infinitivo servir EJEMPLOS Presente Plur. 3 szerven Al. 1162. Subjuntivo Sing. 3 szrva Sah., sierva V. I, Plur. 3 szervan Murer 5 3 2 sezvas o. as | Jerundio sirbzendo L. 11. Infinitivo servzr V. 1. EL VERBO vestir Presente Plur. 3 viesten Al. 1333, Berceo Sacr. 31. Imperfecto Plur. 3 vestzan Al. 1831, vestien Al. 540. Infinitivo vestir Al 82. EL VERBO /er27 El cuadro de conjugacion está arriba como modelo de la ter- cera conjugacion. » ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA ' 779 EJEMPLOS Presente Plur. 2 referzdes Al. 900. Subjuntivo Plur. 1 f¿ramos Al. 903, Plur. 2 fzrades Al. 926 (1). Mita pertecto sins. 3 Jerte Al. 1237, Pltr. 3 ferzan Ál, 2010, ferien Al. 1269. Imperativo Plur. 2 ferz£ Al. 198 Jerundio ferzendo Al. 666. Infinitivo ferzr Sah. EL VERBO mentir Presente Sing. 1 miento Al. 1545, Sing. 2 mientes Ál, 1370. Imperfecto Sing. 3 »mentze Al. 357. Infinitivo mentir Al. 1343. EL VERBO sentir Presente Sing. 3 siente Al. 2312, Plur. 3 sienten Al. 623. Subjuntivo Plur. 1 comsentamos Murc. 12, 2, 14, Elur 2) com- sintades Y. 11, Plur. 3 conszentan Sah. Imperfecto Plur. 3 sentían Al. 1590. EL VERBO ¿x2r Presente Sing. 3 yex Al. 1166, Plur. 3 yexen Al. 1065, exen Al, 1163. Imperativo Sing. 2 yx Al. 1108. Imperfecto Sing. 3 exze Al. 1247, exe Al. 139 (2), Plur. 3 exzen BA. 125. Infinitivo exzr Al. 1247. (1) Las formas fiera 1 fieran se leen en el Fuero de Oviedo. (2) Exé es igual a exié: la ¿se pudo suprimir, porque precedia la conso- mante prepalatal w. Esta forma prueba que el acento cargaba sobre la e. 780 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS EL VERBO costrestr Presente Plur. 3. constrinnmen Ba. O, 2, 5. Subjuntivo Sing. 3 constrenga Ba. 2, 1, 16, (Estudios ortográ- ficos sobre la Astronomía del rei D. Alfonso X, $ 11, 2). Infinitivo constrennir Ba. 2, 1, 28, constringir Bc. 2, 1, 30, costrener Bb. 7, 2, 9. EL VERBO ceñzr Subjuntivo Sing. 2 cingas Al. 738. Participio cinzentes Al. 1370. Infinitivo cinnztr Al. 78. Verbos parecidos Infinitivo fiñtr L. 37, renner Al. 2280 EL VERBO venir Presente Imperativo . VENLO, VIENLO ven, vien VIENES ventt, venid, ventde vien, viene ; Imperfecto vVENÍMOS : venides venia vienen Jerundio Subjuntivo ventendo venga, vienga Infnitivo | ventr EJEMPLOS Presente Sing. 1 vengo Al. 348, Sing. 2 vzenes Al 1217, Sing. 3 vien Ba. 2, 2, 4, viene Al. 347, ven Bb. 5, 1, 2 Plur. 2 venides Al. 900, Plur. 3 vzenen Ba. 4, 2, 10. Subjuntivo Sing. 2 vzengas Al. 570, Sing. 3 venga L. 20, M. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 781 A, M.F. III, V. IL, Al. 1466, vienga (compárese tienga) Ba. 2, Io Blur. a vengar L.28, M. E. A, V.. €. Al: 1, vzen- gan L. 29. Imperfecto Sing. 3 verza Al. 31, venze Al. 1429, Plur. 3 ve- nian Al. 129, venzen Al. 1264. Infinitivo vex1r Sah. EL VERBO morir Presente Plur. 1 morzmos Al. 1838. Subjuntivo Sing. 3 muera Al. 2064. Imperfecto Sing. 3 morze Al, 1242, Plur, 3 morzan Al. 1436, morien Al, 1597. Infinitivo morir Al. 63, C. Al. 2. La forma mozramos Al. 473 viene del verbo portugues 210¿rer. EL VERBO doymiyr Presente Sing. 3 duerme Al. 1816. Imperfecto Sing. 3 dermiíe Al. 1089. Infinitivo dormir Al. 1369. EL VERBO sofrir Presente Imperfecto sufro, suefro, sofro sofria sufres, suefres, sofres sufre, suefre, sofre Jerundio SOfrimos, sofremos sofrides, sofredes sufriendo, sofriendo sufren, suefren, sofren Inínitivo Subiuntivo o sofrir, sofrer sufra, suefra, sofra EJEMPLOS Presente Sing. 2 suefres Al. 289, Sing. 3 sufre Al. 2176, sue- Jre Al. 1567, Plur. 1 sofrímos Al. 1771, sofremos Bc. 2, 1, 8, Plur. Sisuefren Al. 2249, sofren Bb. 3, 5, 5. 782 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Subjuntivo:Sing.: 3.sufralBa 12, 21 7 “sor Nate. 121,5 Plur. 1 suframos Al. 1514, soframos Bb. 12, 2, 14. Jerundio sufriendo Al. 1101. Infinitivo sofrzr M. F. II, Al. 1277, sofrer Al. 2128. NOTA Se confunden en el dialecto leonés el verbo portugues sofrer i el castellano sofrir. Las formas suefro, suefres, etc. vienen pro- bablemente del verbo sofrer. La forma nueze que se halla en el Apolonio 511 procede tal vez de influencia del copista salmaa- tino i la forma cuemplan de la Astronomía de Alfonso X 3, 164, 49 puede ser leonesa. EL VERBO complir Presente Sing. 3 cumple Al. 1168. Subjuntivo Sing. 3 cumpla V. IL, Ba. 3, 2, compla Murc. 3, 2. Infinitivo complir E. S., V. TLC: AEL, cumplirla Este verbo es complzr en castellano i comprir en portugues; compárese compriere Al. 5. EL VERBO cobrir Presente Sing. 3 encubre Ba. 9, 1, 19, C. Al. 2, encuebre Fuero Juzgo 7, 2, 18, códice del Escorial 3, Plur. 3 encubren Ba. 12, A: | Subjuntivo Sing. 3 encubra Ba. 3, 4, 11, encuebra Fuero Juz- go 3, 4, 11 códice del Escorial 5, descobra Bb. 2, 5, 18, encruba Murc. 3, 4, 11, Plur. 3 descubran M. F. L Imperativo Sing. 2 encuebre Al. 1515. Imperfecto Sing. 3 encobrza Ba. 9, 1, 17, Plur. 3 cobrian Al. 1736, cobrien Al 827. Infinitivo encobr2r Al. 13609, encrubir Murc. 3, 4, LL. EL VERBO 20217 Presente Plur. 3 nuezen Al. 1324. Infinitivo rozzr Al. 1312. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACIÓN LEONESA 783 EL VERBO sob27r Imperfecto Plur. 3 sobzer Al. 1384. Infinitivo sobzr Al, 754. EL VERBO recodir Presente Sing. 3 recude Al. 1665. Subjuntivo Sing. 3 recuda Sah. Imperfecto Plur. 3 recodien Al. 531. Infinitivo recodir Ba. 8, 3, 15. EL VERBO sacudir Jerundio sacudiendo Al. 709. EL VERBO /luzzr Imperfecto Sing. 3 Juzze Al. 340. Infinitivo luztr Al. 277. EL VERBO unguzr Subjuntivo Plur. 3 zr2gan M. F. l. Infinitivo uxguzr M. F. 1. EL VERBO Joyr Presente Plur. 3 fuen Ba. 2, 1, 6. Subjuntivo Plur. 1 fuyamos Al. 61 Blur an a. Jerundio fuyendo Al. 906, foyendo Al. 523. Infinitivo fuyr Al. 694, foyr Al. 1501. 784 Presente OYO, 02C0 Oyes Oye Oymos oydes oyen Subjuntivo oya, 0zca MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS EL VERBO 0y7 Imperativo oy oyt, oyd, oyae Imperfecto * oya( =0a) Jerundio oyendo Infinitivo 0yr EJEMPLOS Presente Plur. 1 oymos Al. 259. Subjuntivo Sing. 2 ayas Al. 1507, oscas Al. 396, Sing. 3 oya: Ba. 2, 2, 8, Plur. 2 ozcades Al. 742, Plur::3 oyan Al. 101, 02caw% Bc. 2, 1, 11, oggan tienen otros códices del Fuero Juzgo. Imperativo Plur. 2 oy? Al. 1566, C. Al. 2. Imperfecto Plur. 3 oyen Al. 1396. Infinitivo oyr Al. 1343. Presente fago Jazes Jjaz, faze Jazemos fazedes Jfazen Subjuntivo faga D.—Conjugacion irregular EL VERBO /azer Imperativo faz Jfazet, fazed, fazede Imperfecto Jfazia Jerundio Jfaziendo Infinitivo fazer ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 785 EJEMPLOS Presente Sing. 1 fago Al. 683, Sing. 2 fazes Ál. 51, Sing. 3 faz M2 fjaze A1.236, Plur. 1 facemos M. A., Plur. 2 facedes M. A., MS AL 1682, Plur. 3 fazen L.28. Subjuntivo Sing. 1 faga E. S., Sing. 2 hagas Al. 55, Sing. 3 Jfaga L.o, Plur. 1 fagamos Ál. 1061, Plur. 2 fagades Al. 1569, Plur. 3 fagan Coy. 5. Imperativo Sing. 2 /az Al. 1510. pertecto Sme. 3 /azía Al. 2052, fazie Al. 1285, Plur. 3 Jfazian Al. 2009, fazien Al. 1248. Jerundio faciendo Sah., facendo Sah. Maiimtvo acer Sah., E. 14, M. A., M. E. 1, fazer M. EF. 1II, Ba. 1, 1, 5, /er Ba. 9, 1, 21 (esta forma se halla una sola vez). NOTA Se distingue la conjugacion leonesa de la castellana en la se- gunda persona del plural de presente (feches cast., fazedes leon.) i en el infinitivo (7er, far, fazer cast., fazer leon.) EL VERBO y7 Presente Imperativo vO Ve, VEY vas yt, yd, yde va, Vay, vaye Imperfecto ymos ydes | ua (Ea!) van Jerundio Subjuntivo yendo vaya, vaa Infinitivo yr EJEMPLOS Presente oral Cial SNS 2 145 /A. 1407, Ames ya Al. 1651, €. AL. 2, vay Al. 1468, vaye Ba. 8, 1, 9, 786 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Plur. 1 ym2os Ál. 232, Plur. 2 pdes Al. 2480, Plur. 3 van M. F. IL, Al. 964, C. Al. 1. | Subjuntivo Sing. 2 vayas Al. 1410, Sing. 3 vaya L. 11, Coy. 5, M. FE. HI, Ba. 2,11, 2, Plur. t- vayamos V. 11, AL” 1469, “vaamos Al 1252, vamos Al. 1061, Plur. 2 vayades Al. 1582, Plur. 3 vayan Coy. €, :M. F. Il, V. IL Al. 1174, vazan Sah., bayan L. 17. Imperativo Sing. 2 ve Al. 1386, Plur. 2 yde Al. 1449. Imperfecto Sing. 3 y0a Al. 1241, za Ba. 6, 5, 13, Plur. 3 ybar LN ' | Jerundio yendo Al. 239. Infinitivo yr L. 11. NOTA Se usa en leonés el subjuntivo castellano vaya i el subjunti- vo portugues vaa; compárese vaa Fuero de Aviles 19, Fuero de Oviedo 3. EL VERBO so Presente ' Imperfecto SO, SOY, SO€ era, yera "EYES, eS, YES eras, yeras eS e uye era, yera SOMOS eramos, yeramos sodes erades, yerades son eran, yeran Subjuntivo sía Sías, stes sía, sie Siamos, siemos siades, siedes stan, sien : EJEMPLOS Presente Sing: 1.50 Al 44% soy Al 1542 e AAN Sing. 2 eres Al. 1508, es Astronomía de Alfonso X, véase mi Su- plemento a la conjugacion de Berceo, yes Al. 37, Sing. 3 es M. E. MV. IL Ba, 2, 5,18, Al. 2, € Al! 1, 4e Nice do 2 COS 4, WEE. ToBa 2, 1,13, PlurTsomosNl. ARMAS CEMIS des AI ISZO, PUC. 3 SOME "Coy. 12 VENA CARA ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 787 ==) Subjuntivo Sing. 3 sza M. F. l, sie V. II, Plur. 3 sien V. IL. ipertecto sing. 1 eraC. Al. 1, Sing. 2 eras ¡Al 1OLO (error Ae copista, hai.que escribir: eres), Sing. 3. era Bb. 9, 2,3, Al. sera MEE: 1, M. E. 11, Al. 300, Plur. 3 eran V. 11, Al. 1235. NOTAS La forma soy es analójica; el modelo fué ey. En el Alexandre se usa mas soe: esta forma se distingue solamente por la orto- grafía. Las bases de las formas yes, ye, yera, yeramos fueron las por- tuguesas: los leoneses las castellanizaron por uso erróneo del diptongo. De igual procedencia esla conjuncion ye. El subjuntivo sza se conservó en leonés; en castellano i en portugues ha sido reemplazado por el subjunt:vo del verbo seer, que se usa tambien en leonés. Se conjuga como los imperfec- tos de segunda i tercera conjugacion, véase estía i día. II-—LA FORMACIÓN DEL PRETERITO I DE LAS FORMAS DERIVADAS DEL PRETÉRITO A.—Primera conjugacion Pretérito Futuro hipotético ame, amey amar, amare amaste, ameste amares amo amar, amare amamos, amemos amarmos amastes, amestes amardes amaron amaren Pluscuamperfecto Pretérito de subjuntivo amara amas, amasse amaras amasses amara amas, amasse AMAramos amassemos amavrades amassedes amassen amaran 788 MEMORIAS CIENTÍFI/CAS 1 LITERARIAS EJEMPLOS Pretérito Sing. 1 dexe Al. 1530, punme C. Al. 1,falsey Al. 1543, criey Al. 1533, Sing. 2 mostraste Al. 47, creeste Al. 36, Sing. 3 tomo L. 45, «amo Ba. 5, 7, 6, envío C. Al. 1, Plur. 1 ayuntamos (ayuntamonos) L, tomamos V. 1l, comencamos Al. 259, guarde- mos Ba. 12, 2, 1 (1), mandemos VW. 1l, passemos Al. 1673 (com- párese 1147. 1682.,2422), Plus. 2 0ndrastes ado, jallastesio; Al. 2, cuídestes Al. 1695 (compárese 2120. 2122), Plur. 3 acos- tumpnaron L. 12, ganaron Bc. 4. 2, 17, l2diaron Al. o. Pluscuamperfecto Sing. 1 sornnara Al. 904, Sing. 3 forciara as Te Futuro hipotético Sing. 2 otorgares Al. 345, Sing. 3 atentar L. 4, znxare Sah., Plur. 1 alcanzarmos V. 1l, pecarmos Al. 4, Plur. 2 falardes Sah., gutardes Al. 2321, Plur. 3 preciaren Sah. Subjuntivo Sing. 2 mandasses Ál. 751, Sing. 3 duras Al. 396, folgasse Al. 91, Plur. 3 demandassen C. Al. 2. NOTAS En la primera i segunda persona del singular de pretérito alternan las formas amey, amaste de procedencia gallega con las castellanas ame, ameste. Las formas amemos, amestes, que se usan ménos que amamos, amastes, vienen de la analojía de ameste. El antiguo castellano vacila entre amaremos, amaredes i amar- mos, amardes: parece que en leonés se usan solamente las últi- mas formas. B.—Sogunda conjueacion Pretérito Futuro hipotético meti metier, metiere, metir, metire metieste, metiste E melieres, metires metio metier, metiere, metir, metire metiemos, metimos meliermos, metirmos metiestes, mettstes metierdes, metirdes metieron, metiíron, (metioron) metieren, metiren (1) Contrastemos Fuero Juzgo 12, 2, 13, códice del Escorial 1, es presente de subjuntivo; mandemos Fuero Juzgo 2, 1, 12, códice del Escorial 1, puede ser un error motivado por la forma regnassemos que precede. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 789 Pluscuamperfecto Pretérito de Subjuntivo metiera, metira meties, metiesse, metis, metisse metieras, metiras meltesses, mettsses metiera, metira meties, metiesse, metis, metisse MEÍEramos, mebiramos meblessemos, melissemnos metierades, metirades metiessedes, metissedes metieran, meliran metiessen, metissen EJEMPLOS Pretérito Sing. 1 corosci Al. 1014, Sing. 2 metieste Ál. 1487, bolviste Al. 1508, Sing. 3 perdio L. 19, Ba. 2, 3, 3, vencio V. II, entendio Al. 1240 (2), Plur. 1 obedeciermos Al. 1282, establecimos L., perdimos Al. 687, Plur. 2 vencistes Al. 2122, Plur. 3 comieron AL 163, cayeron Al. 457, cuiron (=ccjerom) Ba. 8, 3, 5, metiron Al. 392, cayron Al. 605, perdioron Al. 687, conecioron Al. 594, cayoron Al. 1445, prometioron Murc. 3, 1, 3. Pluscuamperfecto Sing. 2 devieras Ál. 1155, Sing. 3 «Jeviera PESA 23 AL. .1270, devera Bb. 3,4, 23. perdera Murc. 7, 3, 1, prometira Bb. 5, 5, 8, Murc. 3, 1, 2, valira Al. 514, plur. 3 obe- decieran Al. 763. Futuro hipotético Sing. 2 entendieres Al. 69, vengires Al. 72, Sme. 3 mecier Ba.-8, 4, 14, vzviere (del verbo vever) L. 17, lA Sab. perdir Ba: 2, 3, O, nacir Al. 2471, creyre Al. 2040, Plur. 1 metzermos M. F. 11, Plur. 2 comiérdes Al. 1582, Plur. 3 testiquieren Sah., nascieren Ba. 9, 1, 16, movieren Al. 73, catren Sal” nasciren Ba. 12, 2, 10. Subjuntivo Sing. 1 perdiesse Al. 2091, Sing. 2 entendiesses Al. 360, Sing. 3 bevzes Al. 1125, 1moviese Ál. 111, vencesse Bc. 5, Mta?s NA, vencise Ba. 5,4, 21, velisse Al. 1301, Plur. 3 moviessen Al. 715, movissen Al. 2025. NOTAS Estos pretéritos vacilan en leonés entre la segunda ¡ tercera conjugacion. E Las formas perdioron, vencioron, mettoron, etc., procedentes (2) Las formas meteo, vendeo M. E. 1 son probablemente asturianas. TOMO XCIV 54 790 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de la analojía de perdio, vencio, metio, etc. (meti: metiron = metio: mettoron ) son salmantinas. | Doi a continuacion un cuadro comparativo de las termina- ciones de los pretéritos de segunda i tercera conjugacion i de los pretéritos fuertes en antiguo castellano, antiguo portugues asturiano 1 leonés. CASTELLANO A Lt ¿ste 20 Lemos testes 1eron 1er0, 1ere 1esse La e de la segunda conjugacion portuguesa es e cerrada. La e final de las terminaciones zere, 2re, 2e5se, 255e se puede suprimir en castellano, asturiano i leonés. ; ¿ste 20 Lemos sestes ¿eron tera Jero, tere 1esSse , ¿ esti eo emos estes ero era er esse 2 ¿sti 10 EMOS Istes ¿ro? ra 19 asse PORTUGUES Segunda conjugacion Pretérito ; teste, ¿ste eo 1EMOS 1estes 1eron Pluscuamperfecto 1era Futuro hipotético 1ere ubjuntivo 1esse Tercera conjugacion Pretérito > ¿ste 10 ¿MOS ¿stes ¿ron Pluscuamperfecto 11a Futuro hipotético tre Subjuntivo esse ASTURIANO LEONÉ ; seste, iste 10 1e7mos, ÚNoOS sestes, ístes 1eron, iron tera, ira tere, ire Lesse, 15se Z ¿ste, teste 10 ÍMOS, Lemos astes, testes Iron, te»cn tra, tera 1re, iere -5Se, 1esse ESTUDIOS SOBRE 1A CONJUGACIÓN LFONESA 761 Pretéritos fuertes Pretérito E 2. e e 1ste esti seste, iste seste, ¿ste 0 e, (0) 0 0 1emos Emos 1emos Lemos vestes estes 1estes vestes 1eron ero ieron 1eron Pluscuamperfecto sera era vera iera Futuro hipctético 1e90, tere AAA 1ere Lere Subjuntivo esse esse 1esse esse La e de los pretéritos fuertes es e abierta en portugues. 0.—Tercera conjugacion Pretérito Futuro hipotético pedi pedir, pedire, pedier, podiere pediste, pedieste pedires, pedieres pedio pedir, pedire, pedier, pediere pedimos, pediemos pedirmos, pediermos pedistes, pedrestes pedirdes, pedierdes pediron, pedieron, (pedioron) pediren, pedieren Pluscuamperfecto Pretérito de subjuntivo pedira, pediera pedis, pedisse, pedies, pediesse pediras, pedieras pedisses, pediesses pedira, pediera pedis, pedisse, pedies, pediesse pediramos, pedieramos pedissemos, pediessemos pedirades, pedierades pedissedes, pediessedes pediran, pedieran pedissen, pediessen EJEMPLOS Pretérito Sing. 1 pedz Al. 916, ov Al. 94, Sing. 2 pediste Al. 1760, moriste Al. 1623, Sing. 3 recebio Ba. 2, 2, 8, morio NL, Blur. 2. servístes Al. 2122, oystes Al. 336, oyestes ZA, Plur. 3: partiron Ba. 10, 1, 17, Murc. 8, 5, 2, Al. 403, Jeriron Bc. 6, 5, 12, partieron Ba. 8, 5, 2, oyeron L. 19, exteron Al 433, ferioron Al. 508, destruyoron Al. 715, 792 -—[MEMGRIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Pluscuamperfecto Sing. 3 fer2ra Ba. 6, 4, 10, Al. 1826, ferzera recerca Futuro hipotético Sing. 1 ferzere Al. 926, Sing. 2 destruyeres Ál. 210, Sing. 3 ferír Sah., morir L. 19, morier Ba. 2, 3, 8, sen- tiere Bc. 1, 2, 6, Plur. 1 recebirmos V. 11, destroyrmos Al. 1693, Plur. 3 partíren M. F. L., pedieren Sah. Subjuntivo Sing. 2 morisses Al. 1530, Sing. 3 vevis Ba. 7, 2, lO, cobrís. Al. 92, fueses Al. 1025, Plurt sa/2ssem ASIS, oyessen Al. 715. NOTAS La conjuga ion leonesa de estos pretéritos se distingue de la castellana no solo por vacilar entre las terminaciones portu- -guesas i castellanas sino tambien por la invariabilidad de la vocal radical. Nótese la forma /fuzu (tercera persona del singular de pre- térito) Ba. 9, 2, 5. Los pretéritos terminados en 2orox son sal- mantinos. : D.—Proteritos que en latin terminan en ul Pretérito Futuro hipotético Ove ovier, oviere, (avier, aviere) ovieste, ouiste ovteres, (avieres) 0vO outer, oviere, (avier, avtere) OVIEIMOS OVÍErmos, (avtermos) oviestes ovierdes, (avierdes) ovieron, (ovioron) ovteren, (avieren) Pluscuamperfecto Pretérito de subjuntiyo oviera OUÍES, OVLESSe oOVÍeras OVÍESSES oviera OUIES, OVIESSE OVIEFAMOS OVIESSemos ovierades ovtessedes ovieran OVIESsen EL PRETÉRITO 0ve Pretérito Sing. 1 ove C. Al. t, Sing. 2 ovzeste Al. 1487, ovzste Al. 1620, Sing. 3 ovo Sah., Plur. 1 ovzemmos V. 11, Plur. 2 ovzestes Al. 34, Plur. 3 obzeron L. 17, ovzoron Al, 1263, C. Al. 1, PLE ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACIÓN LEONESA 793 Pluscuamperfecto Sing. 2 ovieras Al, 546, Sing. 3 ovzera Al. 1274, Plur, 3 ovieran Al. 2004. Futuro hipotético Sing. 1 oviere Al. 102, Sing. 2 ovieres Al, Mie yieres Astronomia -de Alfonso: X 2, 208; 33, SiNg, 3 ovier Sah., over Sah., avzer Astronomía de Alfonso X 3, 131, 14 (compárese aver Fuero de Aviles 16, Fuero de Oviedo 24), Plur. 1 ovierimos V. 1l, Plur. 2 ovterdes C. Al. 2, Plur. 3 ovzeren Sah., avzerez Sah. Subjuntivo Sing. 1 4uviese Al. 8397, Sing. 2 ovzesses Al. 1758, Sing. 3 ovtes Al. 284, oviesse C. Al. 2, Plur. 3 ovzessen Al. 1396. EL PRETÉRITO Sove teo sine. 3.5000 Al. 1273, suo Ali 1872, Sacr. 178, Plur, 2 soyzestes Al. 170, Plur. 3 sovieron Al. 582. Futuro hipotético Sing. 1 soviere Al. 102, Sing. 2 sovieres Al. 862, Sing. 3 sovzer Sah. Subjuntivo Plur. 3 sovzessen Al. 405. NOTA Por encontrarse suvo en el Sacrificio de la Misa, parece que esta forma era propia del dialecto salmantino, compárese l1vo. Parece que en estas formas se diferenciaban los dialectos de la manera siguiente: Castellano Portugues Asturiano Leonés Salmantino Ssove seu! Seve Sove SUve tove teu teve tove tuve El pretérito sove corresponde al verbo seez. EL PRETÉRITO £ove Meteclror stas. 3 tov0 Ba. 5, 2, 6, Al. 1261, ¿tuvo NV. LI, NA al. 376, Zovzo' WNurc. 5, 2, 6. (fémio Wurc. “10, 2, 6; compárese Z2nze), Plur. 1 toviemos Al. 922, Plur. 2 mantoviestes 'Al. 1695, Plur. 3 ¿uvzoron Al. 1134, mantovioron-Al. 716, man- tuvieron Sacr. 215 (1). (1) La variante levieron Fuero Juzgo 5, 1, 5 será del códice de Campo- mánes 1 no de Ba. 194 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Pluscuampe:fecto Sing. 3 toviera Ba. 5, 1, 5. Futuro hipotético Sing. 2 tovzeres Al. 55, Sing. 3 tover Sah., tobier L. 2, tubiere Y. 1, Plur. 3 tovieren Sah., V. 1. Subjuntivo Sing. 2 toviesses Al. 880, tuvisses Al. 42, Sing. 3 tovies Al. 231, Plur. 3 tovzessen Al. 715. NOTA Parece que las formas que tienen 4 son particulares de los subdialectos australes del leonés: tuvzoror tiene la terminacion salmantina zoron; mantuvieron se halla en la parte del Sacri- ficio de la Misa de Berceo que contiene elementos salmantinos; tuvo se lee en una escritura de Valladolid i /ubzere en una escri- tura procedente de Toro. Nótese, ademas, la forma tuvisses que tiene la misma x i la forma tovzo del códice de Murcia. EL PRETÉRITO yogue Pretérito Sing. 3 yogo Al. 839. Subjuntivo Sing. 3 zogutes Al. 2094, zogutesse Al. 1757. EL PRETÉRITO fplogo Pretérito Sing. 3 plogo Al. 1372, progo AL. 1913. Futuro hipotético Sing. 3 plogwier L. 40. Subjuntivo Sing. 3 progutesse Al. 2088. | EL PRETÉRITO ¿rogue Pretérito Sing. 3 trogo Al. 282, Plur. 1 trogyemos Al. 1288, Plur. 3 troguzoron Al. 1425. Futuro hipotético Sing. 3 trogzer V. 11, trogeere M. E. 1, ¿ro- gieren M. F. L. Subjuntivo Sing. 3 troguzes Al. 95. EL PRETÉRITO sobe Pretérito Sing. 1 sepe Al. 88, Sing. 3 sobo Ba. 4,4, 2, Al. 1188, sopo Al. 102, €. Al. 1, Plur. 3 sobzeron Ál. 376, sopioron Al. 577, sobioron Al. 1420. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 795 Pluscuamperfecto Sing. 3 sopzera Al. 1036. Futuro hipotético Sing. 2 sobzeres Astronomía de Alfonso X 2,200, 6, Sing. 3 sobzer Ba. 2, 1, 10, T. I, Astronomía de Alfonso X pisas, sobzere WN. TL, sopzer N. 1; Plur. 3 sobíreren Ba. 9, 1,21, sopieren V. 1. Subjuntivo Sing. 1 sopzesse Al. 271, Sing. 3 sopies Al. 1089, Alter sopzessedes Al. 238, C. Al. 1, Plur. 3 sopiessen Al. 16. Parece que se usaban en leonés los pretéritos sobe 1 sope, pre- valeciendo el último en los subdialectos austra!es, EL PRETÉRITO cope Subjuntivo Plur. 3 copzressen Al. 692. EL PRETÉRITO pude Pretérito Pluscuamperfecto pude, pud podiera, pudiera podieste, podiste, pudieste, pudiste pu do Futuro hipotético podiemos, pudtemos podier, pudier podiestes, pudiestes podieron, pudizron, (podioron) Subjuntivo podiesse, pudtiesse EJEMPLOS Pretérito Sing. 1 pude Al. 1110, pud Al, 1106, Sing. 2 podieste Al. 1620, podiste Al. 454, Sing. 3 pudo Al. 1238, Plur. 1 podiemos Al. 1144, Plur. 2 poriestes Al. 1343, Plur. 3 podieron Al. 98, po- dioron Al. 676, pudioron Murc. 2, 5, 11. Pluscuamperfecto Sing. 3 podrera Al. 124, Plur. 3 podieran EL. SOL. Futuro hipotético Sing. 2 podieres Al. Ót, pudieres Al. 55, Es podíer Sal., M. E. 1l; E. S., V. IL Ba. 2, 2, 1, fudrer Mía rere Bb. 3, 1, 11, Plur. £ podrermos Al. 1280, Plur. 2 podierdes C. Al. 1, Plur. 3 podieren Sah., L. 19, M. F. L M. F. MINS V. 11 pudieren L. 24. Subjuntivo Sing. 3 podzes Al. 1311, podiese Ba. 2, 1, 4, pudies SOS. pudiese L. 5, Plur. 1 podiessemos Al. 1251, Plur. 3 po- diessen Al. 676, pudiesen Al, 387. 796 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS EL PRETÉRITO puse Pretérito Sing. 3 puso M. F. L,repuso Al. 120 (1), Plur. 1 posze- mos Ba. 6, 5, 16, Plur. 3 poszeron Al. 131, pusieron Al. 296, posto- ron Al. 899, pustoron Al. 713. Futuro hipotético aposzer Ba. 2, 1, 7, Plur. 3 poszteren Sah., MAL E E Subjuntivo Sing. 2 pustesses Al. 291, Sing. 3 postesse Al. 1391, Plur. 3 posiessen Al. 220. EL PRETÉRITO andide, andode Pretérito Sing. 3 andido Ba. 6, 1, 2, Al. 316, Plur. 3 andodzo0ron 2 DIG E: Subjuntivo Plur. 3 andodiesen Ba. 8, 1, 4. Se halla, ademas, un pretérito de primera conjugacion: anda- ron Al. 1605 (compárese ando Fuero Juzgo 6, 1, 2, códice de Campománes.) EL PRETÉRITO estide Pretérito Simg..3.estedo Ba. 9,1, 4, Al CO Pestiedo Al 540: La forma estiedo viene de stetuzf, compárese vieno; la ¿2 de estido es analójica. EL PRETÉRITO estove . Pretérito Plur. 3 estovieron Coy. Futuro hipotético Sing. 3 estobier L. 42, estovier M: ¡EA Plur. 3 estovieren M. E. 1, V. IL Subjuntivo Sing. 3 estovzes Al. 1362. EL PRETÉRITO estode Pretérito Sing. 3 estudo Ba. 9, 1, 4, Al. 2067, Plur. 3 estodie= ron Al. 260. (1) Respuso Al. 44 del verbo responder (respondio Al. 1531) viene de la analojía de repaso. ¡ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 797 Pluscuamperfecto Sing. 3 estodiera Al. 1613. Futuro hipotético Plur. 3 estodireren Ba. 8, 3, 3. Subjuntivo Sing. 3 estodzes Astronomía de Alfonso X 2, 22, 5, estodiesse Al. 2141. La forma estode es combinacion de estide i estove (formado por la analojía del pretérito ove) La forma estude tiene la 1 por analojía de pude. La forma esteve es asturiana; estevo se encuen- fsen M, E. L EL PRETÉRITO vine Pretérito Pluscuamperfecto vine, vin ventera, ventra venteste, ventste VIeno, VINO, VEenoO Futuro hipotético VENÍEMIOS, VENÍMOS Venter, ventr ventestes, ventsles venteron, ventron, (ventoron) Subjuntivo VEntesse, ventsse EJEMPLOS reterito/Sins. F uz Al. 1530, Sing. 3 vzex10 Bc. 2, 2, 4, Al. 1437, Mareo WI E. 11, vivo Al. O44, €. Al. .2, venóo Al. 777, Plur. 1 veniemos Al. 652, Plur. 3 venieron Al. 268, ventoron Al. aa E. Al 1. Pluscuamperfecto Sing. 3 venzera Al. 1196. Futuro hipotético Sing. 3 vexzer Sah., M. F, [, Ba. 2, 2, 4, Al. 60, Murc. 6, 5, 13, ventr Ba. 2, 1, 5 (compárese venir Fuero de Aviles 35, ventront Fuero Juzgo 12, códice de Campomá- mes), Blur. 3 venzeren M. F. IL, V. I, V. IL Ba. 2, 1, 2, vínieren ME LM. E. TIL Subjuntivo Sing. 3 venzesse C. Al. 1, Plur. 3 ventessen Al. 1090. NOTAS Este pretérito que en otros trabajos he clasificado de preté- rito fuerte lo traslado acá por motivo de la forma portuguesa véo que viene de venuzf; véase Cornu en el Manual de filolojía romance I, páj. 802. 798 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS La forma clásica latina fué ven? Parece que las formas leo- nesas proceden en parte de vexzuz, en parte de vení i en parte de verizv?. Apartándome de la opinion que he manifestado en mi articu- lo sobre la conjugación de Berceo, creo que ovo, plogo, pudo, etc son formas analójicas: las fonéticas serian avo, plago, puedo etc. (=habuzt, placutt, potuzt). Por lo tanto, parece que la forma vieno=veuutt es fonética: veno es combinacion de venuzt 1 vent i vino tiene la ¿ por analojía de otras formas. EL PRETÉRITO quzse Pretérito Pluscuamperfecto quis questera, quisiera questeste, quesiste, quisieste, quisiste qu iso : Futuro hipotético Questemos, quistemios quester, quister questestes, quistestes questeron, quisieron, (quisioron) SO junto questesse, quistesse EJEMPLOS Pretérito Sing. ques Al. 904, SINS. 3 M0 BC A2 2 AR 1 quessiemos Al. 1339, Plur. 2 questestes Al. 1695, Plur. 3 quzsze- son Bai? 102 guistorom Al 377 Pluscuamperfecto Sing. 2 quisieras Al. 1488, Sing. 3 questera Al. 991, Plur. 3 guesteran Al. 525. Futuro hipotético Sing 1 quisier Al. 361, Sing. 2 quisteres Al. 1408, Sing. 3 quester Sah., Ba. 2, 2, 4, Al. 1475, quister Sah., Coy. 4, Al. 1330, Plur. 2 questerdes Al. 1449, Plur. 3 questeren Sah. Subjuntivo Sing. 2 questesses Al. 291, Sing. 3 questese V. 2, guistese L. 48, Coy.. 2, Plur. 1 gusstessemos Al. 609. NOTA Las formas leonesas proceden en parte de guaesu?, en parte de qguaesí. Hai formas asturianas (questr Fuero de Aviles 6) que vienen de guaestuz. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 799 EL PRETÉRITO prese Pretérito Sing. 3 priso Al. 1341, preso Al. 1874, Plur. 1 pre- siemos Al. 022, Plur. 3 presteron Al. 269, pristeron Al. 303, pre- sioron Al. 1698, preistoron Al. 087. Pluscuamperfecto Sing. 3 prestera Al. 521. Futuro hipotético Sing. 1 prestere Al. 102, Plur. 3 priseren Ba 3, 4, 3. Subjuntivo Sing. 3 prestesse Al. 262, prisies Al. 751, Plur. 1 apressiemos Al, 2126, Plur. 3 prestessen Al. 15109, pristessen Al 1400, NOTA Parece que la conjugacion leonesa de este pretérito tiene por base las formas latinas vulgares prensuz i prensi. E.—Protéritos fuertes EIN BRE TERIEOS: 7107 Pretérito Pluscuamperfecto Juy fura, fuera, fora Juste, fueste EL, fue, fo, Jo), Joe Futuro hipotético fumos, fuemos, fuimos Jur, fuer, for Justes, fuestes furon, fueron Subjuntivo fusse, fuesse, fosse EJEMPLOS yetérito Sins: 1/12 M. E. TIL, fuy Al. 1011, (fue Al. 357), Sins. 2 Juste Al. 1621, fueste Al. 546, Sing. 3 fu L. 19, Coy. 3, RS O Al. 958, /ue L.15, M..E. l, M. E. IL E.S., V. TI Ns, €, AL 1, fo Al. 1728, foy Murc. 10, 1, 13, foe M. E. 1, Plur. 1 fummos Al. 1492. fuemos Al 1286, fuémos V. 11, Plur. 2 fustes Al 2459, C. Al. 1, fuestes Al. 1695, Plur. 3 furon Ba, IN al 1555, Sacr. 193, fueron Coy. 13, M. F. III, V. L 322. 800 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Pluscuamperfecto Sing. 3 fura Al. 1612, fuera Al. 300, fora Al. 778, Plur. 3 furan Al. 1863, fuer.:n Al. 310. Futuro hipotético Sing. 1 fuere Al. 926, Sing. 2 fures Al. 2308, fueres Al. 52, Sing. 3 ¡uriSal LL: 2 GCoraMEIANE FP. IV. 1T:Ba. 2; 1716) A). 1725/67 Cy Ie fuere Ba. 3,4, 11: Al: 1325, /0r Sah. Mo PRI 10, Plur. 1 furmos Al. 1675, fuermos V. 11, Plur. 2 furdes Al. 1582, Plur. 3 furern Sah, L. 1, M. A., M. F. L Al. 2178, fueren Coya. MA MAA Subjuntivo Sing. 1 fusse Al. 1009, fues Al. 1682, fuesse Al. 342, Sing. 2 fusses Al. 1616, fuesses Al. 736, Sing. 3 fus L. 15, “AL 5770, fusse Bb. 3,5, 1, AL LOTO, ACA e ER Juese Coy. 3, MoE* 1. fuesse AGS. OA 1 fussemos Al. 1837, fuesemos V. Il, fuessemos Al. 631, Plur. 3 Jusen M. A., fussen Al. 1910, fuessen Al. 1264, fosen V. 1. NOTAS En la conjugacion de este pretérito, hai notable diferencia entre Leon i Asturias, siendo las formas usuales las siguientes: ASTURIANAS LEONESAS Pretérito Joy Juy Juste ; Juste, fueste Jo, foe fu, fue Jomos Jfumos, Juemos Jostes Justes, fuestes Joron furon, fueron Pluscuam perfecto Jora fura, fuera E - Futuro hipotético jor fur, fuer Subjuntivo Josse' fusse, fuesse La u de las formas fu, fumos, fustes, furon, fura, fur, fusse viene de la analojía de fuy i fuste. Las formas foy i foe proce- den de la analojía de soy i soe (so: soy=fo : foy). A dexieron, dixieron, (dexioron, díxio- ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEÓNESA g8o1 EL/ PRETÉRITO f/z Pretérito Pluscuamperfecto fiz, fize Jeziera, fiztera Jezteste, feziste, fizteste, fiziste Jfiz0, Jezo Futuro hipotético Jeziemos, fiztemos, (fezimos) y Jezter, fizter Jezteste, jizteste, (fezistes) Jezieron, fizieron, (feztoron, fizioron) Subjuntivo Jeztesse, fiztesse EJEMPLOS Me rento sine. 1/62 Al. 1533, C. Al. 1,J22e T. TI, Sing. 2.fe- ae alo 142 Jeziste Al. 1018, Sing, 3 /230 L. 24, Coy. 113, M. IM ba 2,2, 10, Al. 1230, €. Al... 1, /fez0. Al: 701, Plur. 1 /eczemos Coy., fezzemos (la edicion tiene feszermos ) V. 1I, Jeziemos Al. 550, feg211os M. F. 111, Plur. 2 Ffezzestes Al. 1695, Mes Ss: Plur. 3 Jezteron Coy. 13, M. F. TIT (la edicion tiene J¿so, festeron, etc ), fsteron Coy. 13, fizzoron Murc. 2, 5, 14. Pluscuamperfecto Sing. 3.fezzera Ba. 8, 1, 5, Al.'681, Murc., M2 NO Jesera Bc. 3, 4, 1. | Futuro hipotético Sing. 2 fezieres Al. 1927, Sing. 3 festes Salhiyjerer LL. 10, fazter M. E..1., Plur. 3 festeren N. 11. Subjuntivo Sing. 2 /ezzesses Al. 291, Sing. 3 fecies Ba. 8, 1, 5) Plur. 1 fezzesermos V. TI, Plur. 3 fezeessen Al. 1477, fezessen Al. 428. EL PRETÉRITO d1xe Pretérito Pluscuamperfecto dixe dextera, díxiera dexieste, dextste, dixteste, díxiste dixo Futuro hipotético dexiemos, dixtemos, (diíximos) dexter, dixier dextestes, dixiestes Subjuntivo ron, dexiron) dextesse, dÍxtessse EJEMPLOS Pretérito Sing, 1 dixe Al. 413, díx¿ Al. 742, Sing. 2 dixieste Al. 754, Sing. 3 díxo L. 19, Plur. 1 dexiemos Ba. 6, 4, 3, dixiemos 302 MEMORIas CIENTIÍFICAS | LITERARIAS Ba. 9, 1,.0, dextmos Murc. 9, 1,6, Plur 2-07 2estes Al 126, m0 3 dexteron Al. 665, dextoron Al. 748, dirioron Al. 1147,C. Al. 1, Murc. 2, 4, 1, díxoron Apolonio 475, d¿x2zron Al. 473. Pluscuamperfecto Sing. 3 dexzera Bc. 2, 5. 11, Plur. 3 digze- rat NM TE ! Futuro hipotético Sing. 2 dixzeres Ál. 44, Sing. 3 dexter Ba. 2,1, 7. dixter L. 11, Plur. 3 derteyen Daz dieran ai 2D Subjuntivo Sing. 2 díxzesses Al. 2328, Sing. 3 dexztes Al. 904, dixies Al. 775, Plur. 1 dixtessemos Al. 1930. NOTA Las formas dexteron, dexter, dextes, etc. vienen de la analojía de fezteron, fezier, festes. EL PRETÉRITO aduxe Pretérito Sing. 3 aduxo Al. 156, Futuro hipotético Sing. 3 adoxzer Ba. 8, 4, 14. EL PRETÉRITO destruxe Subjuntivo Plur. 3 destruxiessen Al. 379. EL PRETÉRITO fuxe Pretérito Plur. 3 fuxzoron Murc. 2,4, 10. Ordinariamente, el pretérito de fuyr es de tercera conjugacion en leonés. EL PRETÉRITO lroxe Pretérito Sing. 3 troxo Al. 1341; Plur. 3 troxzeron Al. 425. Pluscuamperfecto Sing. 3 ¿roxtera Al. 777. Futuro hipotético Sing. 3 troxzer L. 32, Al. 924. La forma frasco Al. 1213 es castellana (1). Zroxre es combi-- nacion de traxe i trogue. Puede ser que las formas £rogier V. II, (1) Son castellanas las formas vísco Al. 1392, visquieron Al. 186, visquiera Al. 195, nasco Al. 673: los pretéritos leoneses son regulares de segunda (vivi, naci) o tercera (vevi) conjugacion. ESTUDIOS SOBRE Ly CONJUGACION LEONESA 903 Á—___——— troeiere, trogieren M. F. | pertenezcan a froxe, comparese de- gieran M. F. 1. EL PRETÉRITO 7n2se Pretérito Sing. 3 m2so Al. 1377. EL PRETÉRITO remase Pretérito Sing. 3.remaso Al. 1780. EL PRETÉRITO ví Pretérito Pluscuamperfecto , vira, (viera) de Futuro hipotéti viste, (vieste) uro hipotético ero vir, (vter) vimos, (vtemos) Jo - - Subjuntivo vistes, (viestes) viron, (vieron, vioron) vISSe, (vtesse) EJEMPLOS prerento sing. 1 vz Al. 136, Sing. 2 veste Al. 2368, Sing. 3 250) Plur. 1 02405 Murc. 5; 1, 5, Plur. 2 vzstes Al. 44, € Al. 2, Plur. 3 vzron L. 19, Al. 1825, vzoron Al. 173. Pluscuamperfecto Sing. 3 vira Al. 1979, viera Al. 1106, Plur. 3 viran Al. 999, vieran Al. 721. Futuro hipotético Sing. 2 vzeres Al, 55, Plur. 2 vírdes Al. Bao eElur 3 v27en Sah., Coy. 7, M. E. TUL' vzerez M. E. 11, 73. i Subjuntivo Sing. 3 vzesse Al. 614. NOTAS El leonés ha conservado la conjugacion primitiva, miéntras que en castellano este verbo ha pasado a la analojía de dz. El orijinal castellano del Alexandre tenia las formas caste- llanas con d intermedia: vidieron Al. 1892 (vioron), vidieres Al. 1109 (uieres), vidiesse Al. 896 (vzesse), vidiessen Al. 698 (vlessen ), etc. 304. MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS EL PRETÉRITO dz Pretérito Pluscuamperfecto y diera di E die ste, diste Futuro hipotético dio dier diemos a . 1 diestes E EN dieron, (dioron) diesse EJEMPLOS Pretérito Sing. 1 di AL 2271; 58: 2 desea As. desde 454, sing, 3 dío Coy. 2;M. E. L “AL 1281 LU demos 2, 1,5, amos Mute. 2, 1, 12, Plur, 2.0709 O US OS ron Ba. 4, 2,0, Al. 84, di0ron Al. 1236, E. Al Pluscuamperfecto Sing. 1 diera Al, 1617, Sing. 2 dieras Al. -1488, Plur. 1 dieramos Al. 1694. Futuro hipotético Sing. 3 dier Ba. 4, 2, 20, Al. 64, dere Bb. 2, 5, 11; Plur. 1 diermos Ba: 10, 1, S, Plur=3d1eremo an Me Subjuntivo Sing: 3 dresse Al TA705 0 HAS essa Esla: NOTA No sé si d20 es d:0 o dío en leonés. En' castellano antiguo el acento cargaba sobre la o: no he encontrado dío en ninguna parte. En cambio, vzo lleva el acento sobre la 7 en el Poema del Cid, Berceo i Apolonio; vió se halla en la Vida de Santa María Ejipciaca. [11.—LA FORMACIÓN DEL FUTURO El futuro i el pospretérito se forman por composicion del in- finitivo con el verbo auxiliar aver. Los dos elementos pueden ser separados por pronombres: darlemos M. F. I, dzzertey Al. 1837. En casos escepcionales, se anticipa el verbo auxiliar: %a mostrar Ba. 2, 2, 5. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 805 Conjugacion del futuro i pospretórito Futuro Pospretérito IAE 20) serey Al 2466 seria Al. 1546 Señas UN LS TI yrias Al. 1759, series Al. 736 sera Al. 1462 sería Al. 26, serie Al. 1275 seremos Al. 1157 quersiamos YT. TI, seriemos Al. 1363 seredes Al. 1286 (seriades ), veriedes Al. 238 seran Al, 1409 serian Al. 193, serien Al. 158 Primera conjueacion Dexare Al. 25, pechara M. EF. l, darzan Ba. 2, 4, 11, etc. Segunda conjugacion a) Futuros i pospretéritos sincopados: Aura Ba. 2, 1, 17, Al. 3, aprendra Al. 3,bevuras Al. 862, cadra (de caer) Al. 1512, carrza (de caer) Al. 81, contendra Al. 2105, devrie Al. 617, defendra Al, 628, entendran Al. 69, metras Al. 123, podra Ba. 4, 2, 18, porne Al. 2283, querria Al. 1, sabre Ál. ra Ba 2,3, 7, terne Al. 5, terría Al. 42, tolrey Al. 701, tolrrie Al. 1714, toldrie Al, 1073, valdras Al, 51, valrría Al. 62, veras Al. 72, yaría (de yazer) Al. 2004. 6) Futuros i pospretéritos no sincopados: Avera Ba. 3, 2,7, caera Al. 674, comerian Al. 100, creeremos Ba. 12, 2, 1, despendera Ba. 5, 2, 4, entendería Al. 2025, morse- deres Al 492, naceran Al. 1858, perderun M. E. 1, romperien AL 930, sofrerían Bc. 3, 5, 3, veere Al. 24, venceremos Ba. 12, Al. 1283. Torcera conjugacion a) Futuros i pospretéritos sincopados: _Conquerra Al. 13, diria Al. 1500, endre (puede ser error del copista; tal vez hai que escribir ennadre) Al. 925, faldras 358, Jferran Al. 61, morra Al. 620, mentrie Al. 775, pedree Al. 1126, recibremos Al. 2062, repentremos Al. 685, saldrien Al. 1370, sz- TOMO XCIV SS 306 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS gremos Al. 2131, vzvre Al. 41, vernan M. A., vernien Al. 900, verria Al. 2287, vendran Al. 72. | b) Futuros i pospretéritos no sincopados: Destroyran Al. 1689, exzrzen Al. 697, ferírze Al. 2066, men- tiriemos Al. 10930, moririe C. Al, 1, partíremos Al. 2485, oyra Al. 1218, sentzrza Al. 1323, sofriíremos Ba. 12, 2, 14. Verbos irregularos Yre Al. 25, faran Al. 69, fazre (la edicion de Janer tiene fare) O TE NOTA Parece que en jeneral los futuros í pospretéritos no sincopa- dos se usaban mas en leonés que en antiguo castellano. IV.—LA FORMACION DEL PARTICIPIO Participios de primera conjugacion Demandada Sah., blasmado L. 40, cambiado Al. S, etc. Participios de segunda conjugacion terminados en ido Vencido L. 19, Coy. 10, conoscido L. 21 (1), aducido L. 37 (de aduzer), adozidos Al. 79, tuyda (de toller) Ba. 10, 1, 18, Zo- vido M. F. 1 (de tener), sabida Al. 335, etc. Participios de segunda conjugacion terminados en udo Tenudos L. 20, conozuda M. A., rendudas Ba. 5, 5, leuda YT. 11, metudo Al. 614, perdudos Al. 906, sabuda Al. 22, abatudo Al- 05, temudo Al, 116, entendudo Al. 614, percebudo Al. 982, atre- vudo Al. 595, estrevudo Al. 833, vencudo Al. 833. (2) La forma conucida M. F. 1. es asturiana. ESTUDIOS SOBRE LA CONJUGACION LEONESA 807 Participios de tercera conjugacion Merecabzdos 12. 19, Jerido L. 41, elegidos L. 18, eleydo M. A., elzido Ál. 2473, exido Al. 78, etc. Participios fuertes a) Participios terminados en cho: Aducha Ai. 702, bendicho Al. 1040 (beneyto Al. 1430 1 mal- ditos Al. 510 son adjetivos), cocho Al. 98, cuechas Ba. 12, 2, 16, aro NETAS Al. 122, dicha L.o, Ba. 2, 1, 28 (una sola vez se halla dzto Al. 1464), escoyecho Coy. 3, escolecho Ba. 2, 1, 13, electas Mestima exije elechas) Al. 1006, fecho Sah., Al. 36, fechos LL. 1, maltrecho Al. 465. NOTA Hai notable diferencia entre los dialectos en el participio del verbo dezzr: Portugues Asturiano Leonés Castellano Aragones dito decho, dicho dicho dicho dito 6) Participios terminados en lo: Abiertas Coy. 3, conquista Al. 298, cobrertas Ba. 12, 2, 1, cinta or escrapto. 1. 2, escrito 1A1..0030, muerto Coy. 5, Al. 12409, muerta 1. 19, mosto Bb. 5, 2, 4, Al. 732, puesta L. 29, Al. 1292, posta Sah., posto Al. 2088, quita Al. 1680, questa Ál, 200, rotas 1227, revuelto Al. 528, sueltos M. E. 11, suelto Al, 791, vzsto Al. 160 (veydo Al. 1127), buelto Al. 585. c) Participios terminados en so: Presa 1. 20, preso Al. 97, prisa Al. 1044, repiso Ál. 190, sus- pensos V. 1. d) Participios terminados en do: - Dada L. 19, ydo Al. 1261, nado Al. 1242, (nacido Al. 183). FEDERICO HANSSEN AO e A Y Mu US Ji PE le 5 ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ SEGUNDA PARTE bei nuevo (Continuacion) CAPÍTULO XI Los altoperuanos i sus doctores (1808) La real provision para Moxó tenia que ser conocida del pú- blico, i lo fué. Confirmó entre el vulgo la idea mui valida so- bre la inquina con que los ministros miraban al prelado. Pero las jentes no vieron con curiosidad en aquel amago sino lo que interesar podia a los bolsillos. La Real Audiencia velaba con celo a fin de que Moxó moderase sus ganas exactoras, su afan de sacar dinero que remitir a la península para la guerra. Tema la real provision fecundo para los vocabularios í los TOMO XCIV o o? 810 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS caramillos, esta vez auxiliados por los pedigieños, gremio res- petable, mui cercenado en sus intereses por la colecta, i en je- neral por toda suerte de contribuciones de carácter estraordi- nario. Queria el Arzobispo acudir con dineros a una junta de sobierno que los señores ministros miraban como una patra- ña de invencion francesa o inglesa. El dinero estaba destinado, averia vista, a evaporarse ántes de llegar a España. Demas de -que, como tambien lo aseguraban por todas partes dichos seño- res ministros, no eran ciertos ni la abdicacion de Fernando VII, ni el entronizamiento de José Bonaparte, ni siquiera que el Rei hubiese ido a Bayona, ni mucho ménos que S. M. estuviera ahora preso en poder de Napoleon. Han ido a Bayona, eso sí, Cárlos IV i la reina María Luisa, monarcas cesantes, allí rete- nidos i que ya se tratará de redimir en otra ocasion (1). Estas especies, esparciendo con todos sus decires i credulida- des la atencion del público, iban en favor de algo importante: el sijilo sobre el disentimiento entre el Presidente i el tribunal. Probable es que algunos vasallos mui observadores tuvieran acerca de esta division sospechas. En todo caso serian ellas sin clara noticia sobre los puntos cardinales de la discordia. Ignora- ban quizá que los consistorios i sermones de Moxó habian burlado ya una vez cierta porfía política del tribunal: la refe- rente al reconocimiento de la junta sevillana. Lo que de segu- ro nadie barruntaba, i fué lo mas picante del caso, es que el sistema de los ministros consistia en ocultar a toda costa a los altoperuanos los males de la metrópoli. Así que, en esta co- yuntura, una demostracion pública que acreditara plena cer- tidumbre sobre el cautiverio del Rei i entronizamiento de Bo- | naparte, una de esas pompas con significado mui a los alcan- ces hasta del indio i que tan a maravilla sabia disponer Moxd, tendria el sabor de una segunda burla, ignorada del vulgo, que paladearian solos i a solas los ministros del tribunal. Porque, a la verdad, pasado el susto de la real provision, ¿qué pudiera ya retraer al Arzobispo de dar en este sentido un paso (1) Espediente sobre donativos eclesiásticos. MS. orijinal.—Espectáculo de la Verdad. MS., S LXXVII!l.—Vista fiscal secreta de 6 de Febrero de 180y. MS. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ SII dentro de la órbita de sus atribuciones? En lo que al «no ínno- var respecta, ¿no estaba ya resuelto a hacer lo que habrá de hacer cuando se presente en Chuquisaca el emisario de Sevi- lla? Pues bien: en cuanto al 'callarn, todo mueve a creer que Moxó dijo al concluir Setiembre: clamaré a grito herido hagan lo que hicieren estos Oidores. Así es que otra vuelta la division que entre las autoridades secretamente reinaba, otra vuelta saltó a la calle a hacer lo posible por delatarse a sí propia. II El 1.2 de Octubre amaneció fijado en todas las parroquias un edicto arzobispal. Prescribia oraciones i rogativas en la metro- politana i en todas las iglesias de la ciudad i de la arquidióce- sis. Eran motivo las urjentes necesidades de la patria. Las preces habian de proseguirse sin descanso hasta ver restablecido a Fernando VI! en el trono de sus mayores. Como este resulta- do no podría alcanzarse en las circunstancias sino por la mano condolida de Dios Omnipotente, el prelado queria que, entre sus diocesanos, la relijion contrajese lo mas fervoroso de sus sa- grados ritos a la consecucion de esa merced, merced de vida o muerte para la patria. Los ministros del santuario ofrecerán día- riamente sacrificios para aplacar la divina justicia; las castas esposas del Cordero sin mancilla unirán, a estos votos, el suave arrullo de sus virjinales jemidos; todos a una desde el 2 de Oc- tubre levantarán con fervor sus oraciones, las levantarán para atraer sobre la abatida España una benigna mirada del Eterno Padre (1). | | Este edicto fué comunicado a los pueblos de la arquidiócesis por todos los conductos habidos a mano. Durante diez dias re- cibió su mas puntual cumplimiento dentro de la ciudad. Reci- biólo sucesivamente, comenzando por la Catedral, en los diez templos de mayor categoría icon gran ceremonial de misa “rogativa cantada ¿ntra claustra. A la vez, i mediante misas letanías rezadas, recibíalo simultáneamente en todas las iglesias 1 Í (1) Edicto de 1.” de Octubre de 1808, Segunda Parte de las Obras Patrió. Úllicas, Pp. 27. 812 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS i capillas inferiores abiertas al culto cuotidiano. Mañana i tarde, toques de plegarias en los veinte campanarios. En los monaste- rios i beaterios de mujeres hubo, ademas, novenas i ejercicios penitenciales. De acuerdo con el Presidente trató el Arzobispo de poner digno remate a todo con una solemnísima procesion jeneral de rogativa. Desplegar quiere en este acto público de relijion un ahinco deprecatorio verdaderamente estraordinario. Ello debía ser así, tanto para mayor edificacion duradera del pueblo, cuanto para mas empeñar la divina misericordia. ¡En la calle todos los fieles sin excepcion ese día formando en la rogativa! Hasta los indios i las indias suburbanos i circunvecinos concurrirán en parcialidades alineadas. Instruidos por los curas respectivos, irán cantando en su idioma elejías deprecatorias. Dijose a este propósito que el prelado mismo se comedía a componer los versos O letras de esos cantos. Tambien se dijo que en ellos se clamaba por la vuelta de Fernando VII al trono i que se execraba la pérfida usurpacion de Bonaparte (1). Todo lo que se había rezado i comulgado en Chuquisaca con motivo de las invasiones inglesas del Rio de la Plata, enorme como era, no tuvo entónces nada igual ni comparable en nin- guna otra ciudad del virreinato. Moxó dice públicamente que todo ese fervor seria ya poco ante el que debia emplearse en pro de la madre patria entrada i desposeida. Declara en todas partes su resolucion de poner, hoi mas bien que nunca, su pie- dad sacerdotal isu autoridad diocesana al servicio de ese fin santo. / A Cumple observar que el Arzobispo, si cual siempre con fer- vor del alma, estos momentos confesó que procedia con estré- pito adrede. Nada mas injenuo que sus esplicaciones sobre el ahínco i magnificencia de sus clamores. Nada por eso ménos “oculto en esta vez que su espiritu de llevar el contra a los mi- (1) Edicto de 1. de Octubre de 1808, arriba citado.—Oficio reservado de la Audiencia al Virrey, fecha 26 de Octubre de 1808. WS. en copia cer- tificada por el oidor Ballesteros. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 813 nistros. En sus palabras mas notorias de estos dias hubo algo para que lo tuvieran bien entendido aquellos señores. _—Por mi carácter divino, —decia,—soi padre de esta tierra patria i pastor confidente de mis ovejas. Cuando el pais está atribulado de penas, cuando una gran borrasca amenaza al re- baño, yo tengo mis medios para conjurar el mal i devolver el bien perdido. Mis medios son las ceremonias esteriores de la reli- jion. A juicio de Diderot mismo, causan ellas un efecto maravi- lloso en el pueblo. Otro de mis medios es la predicacion o per- suasiva, la que, de ánimos ya estremecidos por las ceremonias, sabe arrancar lágrimas, ayunos, oraciones i penitencias. Pues bien: la enerjía i eficacia que tienen estas súplicas adoloridas para aplacar la celeste cólera, hecho es evidentísimo hasta para los jentiles, i confesado por Homero i Virjilio. Si no me dejan manejar mis armas portentosas; si alguien intenta impedir que, cual otro Moises, suba al monte santo a levantar al cielo las manos miéntras el pueblo pelea con los enemigos, ¿para qué sirvo yo entónces,qué va interin a ser de la patria i de mi rebaño? Y déjenme en tal caso, como al profeta, morir de pena i de dolor, —¿Quién,—agregaba,—habia de ser el osado que detener in- tentara estos impulsos de mi celo i patriotismo? Eso seria sos- tener que la Providencia no tiene su parte eficiente en la con- servacion de las sociedades humanas; eso seria negar la eficacia incomparable de la oracion en comun, i el poder de los jemidos 1 de las lágrimas para aplacar la ira de Dios. Y esas blasfemias a la faz de un obispo, que pone su mayor gloria i consuelo en ser un humilde i reconocido capellan de María Santísima? De un devoto que puede sacar comprobantes personales íntimos, a cual más positivos, de no haber él recurrido en vano a la mise- ricordia de esta compasiva Señora?—(1). | (1) Moxoó, Coleccion de va, tos papeles velativos a los sucesos de Bueños Átres, Lima, 1808; págs. 30, 46, 151 y siguientes. —Moxó, Segunda Parte de las Obras doctrinales; págs. 39, 46, 74 y 75.—Consultado desde Santiago de Chile por su sobrina doña Dolores acerca de su matrimonio con el marques de Larrain, Moxó la dice que ante todo se acoja bajo la sombra de la Virjen, lenseguida resuelva la cosa sin miedo; «porque una larguisima y constante experiencia me ha convencido, de que nadie jamás implorá el amparo de aquella Señora, y queda desconsolado.» Carta de Abril 26 de 1808 eñ el Re: 814 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS IA — ¿Quién habia de ser el osado? decia el Arzobispo. Uno habia que instaba a fin de impedir que el ferviente capellan de la Vir- Jen desplegase en la ocasion sus impulsos patrióticos: el fiscal López Andreu. Como no es difícil presumirlo, desde que el 1.* de Octubre aparecieron los edictos para las rogativas privadas i la pública, los Oidores, despues del acuerdo de justicia, quedaban en la cámara confiriendo sobre aquel particular. Allí se acercaba aquel puntilloso i vehementísimo ministro a recordar a sus cole- gas, algo tímido uno de ellos o pacato, lo que en los consejos i con- sultas del tribunal se venia repitiendo desde dos meses ántes (1): Que: la acefalía del trono en la península i la napoleónica usurpacion entrañaban necesariamente riesgos inmediatos en esta colonia: que el riesgo principal consistia en que estos crio- llos, mirando por la seguridad de su tierra los mas, 1 unos pocos so pretesto de mirar por esa seguridad, tratarian en el Alto- Perú de formar, bien así como lo han hecho las provincias penin- sulares, gobierno propio de junta hasta las resultas de la guerra i restauracion de la dinastia: que una vez colocada la tierra en esta coyuntura tentadora 1 mul sujestiva de toda suerte de aspi- raciones, el vinculo colonial acabaria por relajarse así en el hecho como en los ánimos: que los doctores, ganosos de ocupar los empleos i dignidades del pais, serian los mas impacientes en llevar las cosas hasta producir la separacion absoluta de la me- trópoli: que nadie tanto como el Arzobispo estaba preparando las cosas, dale que dale, para tamaña estremidad, i que por eso era de todo punto urjentísimo el detenerleten su temeraria ta- rea vocinglera (2). jistro Copiador. MS.—Paréceme que en las pájinas to i siguientes de la Pública y Solemnisima Rogativa, es donde el fervor de la devocion de Moxó por la Virjen llega a su grado mas subido de fe i de ternura. (1) Ménos de motu propio que movido por sus compañeros, el oidor don Jo- se de la Iglesia entraba en la oposicion sobre la politica que deberia seguirse. (2) Aqui i en todo lo relativo á este capitulo no me aparto de lo que re-- sulta del oficio reservado de Octubre 26, de la vista secreta de Febrero 6, del Espediente actuado en la Presidencia sobre el reconocimiento de Goye- neche, del Espediente sobre donativos eclesiásticos, del Espectáculo de la Verdad, de otros manuscritos orijinales i de los impresos mas citados aquí de Moxo. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 815 IV Como se ve, el fiscal volvia a su idea sobre la divulgacion del abatimiento de España ante los espiritus inquietos de esta cavilosa colonia, espíritus probablemente influidos desde hoi mas por los mui listos i solapadisimos doctores de Chuquisaca. El peligro de la índole altoperuana, el peligro de la ambicion de los doctores: tales eran, segun López Andreu, las dos circuns- tancias de carácter local que mas gravemente culpaban el cuasi- delito de la vocinglería de Moxó. I López Andreu, ignorante aún de los graves sucesos de la Banda Oriental, ya teme en el Alto.Perú la formacion del gobierno de junta. ¡Junta! ¡junta como en España!: habian los facciosos grita- do al formar la suya en Montevideo. A mas de la desconfianza que, despues de la venida de Sassenay i proclama del 15 de Agosto, hubieron de inspirar a todos la persona i política de Liniers, habian impulsado el ardor de los juntistas dos rivalida- des concordes en aquella localidad esos momentos: la rivalidad del vecindario con Buenos Aires, la rivalidad de Elío con Liniers. Hicieron gobierno; i este gobierno de peninsulares sectarios del réjimen colonial, gobierno separado de la dependencia polí- cade Buenos Aires por espíritu anárquico i peculiar provincia- lismo, resistia estos dias (Octubre 2) una real provision de la Audiencia Pretorial, provision que mandaba a esa junta disol- verse inmediatamente por sediciosa 1 subversiva del órden pú- blico en el virreinato. Pero ¿qué mucho si de paso por ahi el emisario de Sevilla había estimulado entre esos vecinos la for- macion de junta? (1) La (1) «Este pueblo siempre susceptible de las ideas altas, magnificas 1 nobles fué animado por don José Manuel Goyeneche para la creacion de aquella —(/a junta), 1 se esplicó en términos enérjicos ¡ ponderativos de su utilidad, que atribuia a ellas la tal convalecencia de la Peninsula, pro- metiendo un éxito triunfante i glorioso; no sabiendo qué fatal constelacion trastornó su sensorio comun para omitir en esa Capital un paso tan prome- tido, premeditado 1 de peculiar encargo. Asi resulta de la informacion que se acompaña comio comprobante de esta notoria, pública i constante co- nexion.» Representacion de la Junta a la Audiencia en copia remitida por Elio a Moxo. MS. 816 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS No era, no, una junta semejante, ultra realista i reaccionaria, muda i veloz en la disolucion al primer mandato de la metró- poli, la que evitar quisiera el fiscal de Chárcas en el vasto dis- trito de la Audiencia. Sea formada soberanamente como en los comicios tumultuarios de la península, sea por maniobra de la propia autoridad local i para mayor prepotencia de su abso- lutista jefe como en la junta de Montevideo, un supremo go- bierno aparte acaso seria en tales condiciones agradable a Lo- pez Andreu, caso de ser acá hacedero el que los Oidores fueran solo los individuos componentes de la junta. Pero el fiscal, a lo que parece, entendia que en las presentes circuns- tancias, dadas la indole altoperuana i la ambicion de los doc- tores, cualquier interino gobierno estraordinario, con 'depen- dencia de otro poder soberano en la metrópoli que no fuera idénticamente la persona misma de Fernando VII, seria en el Alto- Perú apénas un trámite para llegar a la definitiva constí- tucion autonómica del gobierno propio. Como se ha visto, algo más el fiscal entendia; i esen lo que el Presidente estimó que, en tales apreciaciones, andaba dicho fiscal tocado de suspicacia i cavilosidad temerarias. Enten- dia que en esta colonia, a causa de aquella índole nacional i de aquesta doctoral ambicion, el sometimiento impuesto por mano de autoridad, el sometimiento a cualquiera soberanía española contraria por su oríjen popular a las leyes constitu- cionales de la monarquia, sería una novedad alarmante entre es- tos pucblos, ocasionada a poner en riesgo. inminente su union con la metrópoli. I se nota al punto que por este camino el sis- tema oposicionista de la Real Audiencia, el sistema del "ca- llar i no innovar, venía a tener por paradero, cual queda dicho en otro capitulo, aquella neutralidad de la proclama de Liniers, neutralidad de estos vasallos en la lucha entre España i Napo- leon, hasta cuando cl momento llegue de someterse a aquel que por el triunfo resultare soberano definitivo de la metrópoli. y Los ministros decian la "ambicion. o aspiraciones de los doctores; pero, bien pensado, estaba eu su mente la idea de la "condiccion: de esos criollos bajo el réjimen colonial, ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 817 Para comprender bien lo que dicha circunstancia significaba, baste ahora considerar que los doctores, tanto o más bien pre- parados que los peninsulares venidos al goce de todos los ofi- cios, beneficios i honores de administracion, de iglesia (1) i de majistratura, se veían escluidos todos sistemáticamente de es- tos destinos i mui en particular de los bien rentados. Vivian como parias en su propio pais. Unos pocos se dedicaban al ejercicio de la abogacía (2). Donde esto mas convenía era en Chuquisaca, i ello sin embargo para padecer vejámenes de par- te de los Oidores. Los mas pasaban su tiempo en esta ciudad ¡en las de provincia mano sobre mano, 1, segun testimonio vulgar, discutiéndolo i revolviéndolo todo. Otros, con malogro lastimoso de sus estudios i desmedro de la gran consideracion social que a un doctor seguia a todas partes, buscaban su vida en las minas o en el comercio o en los trabajos rurales (3). Solo unos cuantos doctores de espiritu superior, tan reserva- dos como dispersos en la actualidad, tenian ideas sobre un go- bierno propio en la colonia enteramente aparte de España. 1 de estos pocos no se sabe si todos aceptaban como medio mas o ménos cercano la revolucion a mano armada. El gremio de (1) Con escepcion de las doctrinas o curatos de campo o aldeas indije- nales pobres, 1 que estaban a cargo de criollos o mestizos salidos de los semi- narios diocesanos. Una que otra canonjía solia darse por ascenso, a fuerza de empeños en Madrid, a algun criollo hijo de europeo, clérigo «dinerado Ó aventajadisimo o de larga carrera. (2) Habia dos grados mayores, la licznciatura i el doctorado, este ión de puro honor y con derechos de colacion subidisimos. La inmensa mayo- ría se graduaba de licenciado solamente, titulo que habilitaba para la ma- jistratura i para el ejercicio de la abogacía. El pueblo llamaba a unos ia otros «doctores.» (3) Queja, por tanta injusticia, se hizo oir en 1811 a nombre del gremio, bien que la voz del enérjico doctor quedó al punto ahogada en su garganta. Véase el Discurso sobre la preferencia que deben tener los americanos en los empleos de América. Prevenido en el año de 1811. Por el D. D. Mariano Ale- jo Alvarez, abogado de la Audiencia de Chárcas, para su incorporacion en el Ilustre Colejio de Abogados de Lima Al ir a pronunciarlo no se sabe de órden de quién sele impidió por el Decano, y sin oirlo se mandó que se archivara. Li- ma: 1820. En la Imprenta de Ruiz, a cargo de D. Manuel Peña (4.2 de 26 pájinas).. ¡ 318 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS los doctores, al igual de los demas vasallos de estas provincias, era sinceramente adicto a la metrópoli. Con ser ellos las per- sonas mas intelectuales del pais, es seguro, sinembargo, que a ninguno se le ocurria no ser partidario del rei lejitimo. Así los ministros como el prelado daban en 1808 testimonio de este hecho por demas notorio. Pero de lo que llevamos referido resulta que disentian en la manera de estimar esta decision patriótica. Moxó creía que era absoluta, neta fidelidad española, incontrastable ¡ de pura lei; los ministros, a contar desde los actuales dias de la invasion francesa, sospecharon constante- mente o dijeron que desconfaban de la consecuencia de los doctores con la metrópoli. ¿Qué motivos tenian para no contar o decir que no contaban con la fidelidad de los letrados en las actuales circunstancias? ¿Era ésta solo una fantasma de peligro con que mejor cohones- tar la oposicion política del tribunal.? Es lo cierto que los Oidores raciocinaban tan solamente. Si hubicran tenido otros fundamentos mas positivos, los hubieran hecho valer en la documentacion secreta de sus cargos i descar- gos. Por medio de ésta es como podemos inferir su compren- sion de las cosas ccloniales, no ménos que la idea que por espe- riencia se figuraban del doctorazo i del doctorcito altoperuanos. I ciertamente, su desconfianza se basó en un concepto tan exacto como perspicaz. Si hoi nos parece dicho concepto obvio en estremo, es porque juzgamos de él despues de su confirmacion por los hechos. | vI I no es que les atribuyamos el don semiprofético de ciertos estadistas que saben leer lo porvenir en la pájina del dia. Los ministros tenian por seguro que del gremio de los doctores po- dría salir en las actuales circunstancias un proselitismo altoper- nano en favor del gobierno propio. Pero no sabian mas. No se | imajinaron el modo cómo los noveles políticos iban próxima- mente a ensayarse en el servicio de su patria. ¿De dónde sos- pechar, que, por su modo peculiarisimo de servira la causa emancipadora, los letrados de Chuquisaca iban mas tarde a ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 3819 merecer, entre denigrativa i admirativamente, el sobrenombre de doctores de dos caras? En efecto, la Audiencia no pudo a mediados de 1808 calcu- lar que iban aquéllos a hacer terrible obra revolucionaria tras de las esquinas de las calles, dentro el zaguan de los majistra- dos peninsulares, cortejando alternativamente a realistas i a patriotas vencedores, i todo esto sublevando a la vez al pueblo hasta lograr sentarse ellos por fin a mesa puesta en la Asamblea Deliberante; ahora sí mas patriotas que lo habia sido con su sangre el paisanaje altoperuano, i que lo habia sido a pecho des- cubierto el ilustre Murillo, i que Arce, i que Padilla, 1 que Lan- za, 1 que Ribero, 1 que Camargo, i que Mercado, que no eran por cierto doctores. Sino que los ministros habian palpado dia- riamente la maestría con que los doctores, flor de familias adine- radas o linajudas o bienquistas, manejaban las dos armas te- mibles de aquella tierra, el disimulo í la simulacion, nervios constitutivos de la duplicidad altoperuana; i junto con esto los ministros recelaban ¿ia ver por qué no? del doctorado mismo, de ese instituto no ménos razonador que desocupado, que siem- pre habilitó a sus individuos en la sociedad colonial para en- tender i consultar i dirijir, 1 cuyos titulares mas de una ocasion habían mostrado engreidísimo espíritu de cuerpo. Bien sabido es que el que nos ocupa era entónces un institu- to académino í forense políticamente inofensivo. Los doctores, sin embargo, constituian una clase social pública, culminante ¡ si decimos predilecta del Alto-Perú. Formaban un gremio apto como el que mas para sentir descontento del réjimen colonial, no ménos que para concebir aspiraciones a una reforma en el gobierno de su pais. 1 lo concreto de la desconfianza i prevision de los ministros consistió en que los doctores,—a lo ménos el medio centenar que moraba en Chuquisaca, —habian de ser, en mitad de los trastornos tan profundos de la metrópoli, atalaya i faro, sosten i guia, para las provincias que componian el distrito de la Audiencia de Chárcas: que habian de ser necesa- riamente mui listos en penetrarse de la actual debilidad de Es- paña, sobre todo para lo que sea no acertar ésta a defender con- tra estraños sus remotos dominios de América: que este pronto convencimiento habia de servirles de razon o de pretesto para 320 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS sujerir, durante el conflicto, partidos o resoluciones con que poder medrar ellos en la colonia halagando los intereses popu- lares. VII La otra circunstancia agravante, intimamente relacionada con la anterior, era la indole de los naturales. En otros lugares de esta crónica hemos contado algo sobre dicha indole (1); mas parece que, al referirse los Oidores a ella contra Moxó, tomaban en cuenta otra faz distinta del carácter nacional. Decian al respecto que los éxtasis, quebrantos, hu- rras, jemidos, alertas, hosannas, letanías, tedéums, deprofundiís kiries etc., de la oratoria i liturjía con que el Arzobispo tra- taba de imprimir en los ánimos la idea del cautiverio del Rei i de toda la'real familia, con mas la del triste estado de la metrópoli por causa de la usurpacion estranjera, tenian la vir- tud de obrar perniciosisimamente sobre los repliegues mas in- timos de la índole altoperuana. Esto requiere esplicacion, si como sostenian los Oidores, esos impulsos, una vez suscitados por aquellos medios del Arzobispo, habian de llevar los ánimos nativos a un apartamiento de la metrópoli. Curioso tema de estudio sería el de las inclinaciones, —de ca- lidad mestiza casi todas,—que no obstante el escasísimo con- tacto de sus jentes respectivas, manifestaban tener en comun las cuatro colectividades provinciales. Tan singularizadamente constituian un carácter en los aborijenes, que, conforme a lo que allí se observa aun en nuestros dias, ni la cultura del espíritu, ni el trato social, quitaban al individuo ápice de sus predispo- siciones i tendencias regnícolas. El jenio de la Sierra no deje- neraba, no, ántes acendraba su orijinaria calidad, en Chuquisa- ca. Lo de hoi i lo de ayer i lo de siempre allí entre todos los de allí i de las otras partes. I para acentuar mas pintorescamente el carácter, sucedía que medio a medio de la masa jeneral, al modo de una granada que rajó la propia fuerza del fruto, cuatro sentimientos provincia- listas rejionales asomaban su cabeza chata, su vista miope i su (1) Prim. Part., cap. 5%, $8 1V y V; Seg. Part., cap. 1.9.,.$ TIT, ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 821 tos expectorante, del uno al otro confin. Asomábanse sin jamas buscarse, ni fundirse, ni empinarse refundidos para nada, cuánto mas para algo ménos mezquino que lo que alentaba puntilloso en el respectivo horizonte lugareño. Ántes al contrario, cada cual, desde su acantonamiento, estorbaba que el calor circulante de la nacionalidad etnolójica subiese, en el termómetro del pa- triotismo colonial, ni un grado mas del grado consabido, de aquel que siempre estuvo marcando por dondequiera provin- cialismo neto 1 montaraz. Compréndase, segun esto, que no podrá haber aquí en el na- rrador suficiencia sino para declarar, a veces para entrever apé- nas, la mente de los ministros sobre la indole altoperuana. VIII Hai de mui cierto que los naturales del Alto-Perú amaban su escarpada i escondida tierra con amor esclusivo i escluyente. Miraban con antipatía todo lo de fuera en viéndole adentro, señaladamente si hombres i cosas de fuera se presentaban allí, no de paso, sino a alentar junto con los naturales bajo del sol. Vivian en su encerramiento tan entrañablemente aferrados de su atraso, que hubieran espulsado a puntapies al Progreso sí entrara en persona de carne 1 huesos a visitarles. Su estre- chez de ideas rayaba en lo increible no ménos por lo ufana que por lo suspicaz. El caluroso errar o mentir del uno en elojio del pais, conglomerado abultadamente con el de éste i del otro, co- braba a solas tierras adentro proporciones absurdas por falta de contradictorios cotejos esteriores, Algunos ejemplos. A cada nada abismaban al forastero, ya con la literatura in- mortal del padre Calancha i de Leon Pinelo i del licenciado Matienzo, creyendo que los dos últimos habian nacido allá; ya con el cerro de Potosi que era un pasmo, segun todas las len- guas vivas de Europa, cuando dicen en comun "vale un Potosí; “ya con el agua.de cierta vertiente de La Paz que el rei de Es- paña anhelaba paladear para saber lo que es delicia ántes de morir; ya con las 80000 almas de Oruro i las 200000 de Potosi í con los 80000 fuertes anuales de renta del arzobispo metro- politano. Las cinco esmeraldas de Cortes i un tercio de las pie- 3822 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS dras preciosas, pero las mas preciosas en circulacion sobre la tie- rra, estan engastadas en la áurea estatua maciza de N. S. de Guadalupe en Chuquisaca. Un doctor cholo sostenia en 1793, con citas de Horacio i Ciceron 1 de cierto cuaderno cancionero de Ayopaya, que el quichua era idioma mas. literariamente es- presivo que el latin. Del otro lado de la frontera debian los altoperuanos temerlo todo en punto de maquinaciones i asechanzas. Pensaban que el universo mundo vivia celoso de la hermosura sin igual del Alto- Perú. Tenian por seguro que el jénero humano se mordia de codicia las uñas por las minas arjentiferas de Chucuito, Oruro, Aullagas, Lipez etc. etc. Todo esto sentido con injenuidad quisquillosa 1 dicho con vertical aplomo. Pero ni los criollos, raza verdaderamente superior, projenie de pura sangre española, ya nativa o ya europea, estaban ex- centos de éstas i otras preocupaciones vulgares de la tierra. En el cerebro de cada hijo del pais brotaban raigales todas i ena- nas bajo las caricias del aire ambiente confinado en la respec- tiva comarca. Entre estos nativos, territorialmente condenados al roce de la vida lenta codo con codo ¡a puerta cerrada, el mutuo recelo i la desconfianza cran roedores habituales de la imajinacion. El disimulo pasaba por cautela; la simulacion, por estratajema del derecho de defensa; la duplicidad era arma de precision usada con igual maestria por villanos i señores. Cual se ve en indivi- duos dentro de los manicomios, la plebe de algunas villas i ciudades solia enfermar ¡quién creyera! de la manía de las per- secuciones. Toda ella o a veces una parcialidad daba en el tema de considerarse traicionada, o como ellos todavía dicen vendida, en pro de rivales o contrarios no existentes, obra del antojo, o en realidad sin saña alguna. Il como en esta casta híbrida la ab- yeccion del indio persiste transformada en poquedad de espiritu i la altivez española dejenerada en turbulencia, aquel estado patolójico de los cerebros fué siempre causa de amotinamien- tos, divisiones o partidos durante la Colonia. Porque advertir conviene que pueblo alguno igualó jamas a los altoperuanos en la facultad de odiar por mera aprehension,. No era fácil tampoco que otro pueblo les igualara en la pujanza ULTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 823 de idolatrar a una persona por ciego proselitismo. En el Alto- Perú colonial casos ha habido de muchedumbres tan fanáticas, que alzaron sobre sus cabezas a caudillos convertidos en verdaderos fetiches. Estatura de caudillo adquirió siempre en- tre ellos, entre los mestizos particularmente, cualquier ambi- cioso discolo que supiera encarnar en su carácter, no con mas fiereza sino con mayor mezquindad, los sentimientos que son allí propios de una vulgar mesnada o bandería. I es el caso que los ministros pensaban que en esta heterojé- nea sociabilidad las divisiones reinantes,—divisiones, sea dicho ahora de paso, admirablemente fomentadas por el réjimen colo- nial, —cesarian como por ensalmo, para convertirse en union de todos, al punto mismo que el amor al suelo, comun a las razas 1 a las castas, recibiese de fuera algun motivo de alarma o de amenaza. APIO LEONI La gran rogativa (1808) Por el tenor que se ha dicho en el capitulo antecedente, o bien con otra manera aproximada o semejante, hubieron los ministros de discurrir en sus consejos a principios de Octubre, ello miéntras en los templos se rezaban letanías de misericordia por los desastres de España, se hacian los últimos preparativos para la gran rogativa cantada por las calles, i comenzaba en la ciudad la divulgacion parlera de una buena parte de las sor- prendentes noticias de Bayona, Madrid 1 Sevilla. Como a la sazon no se veia que se dispusiera nada por parte de ámbas autoridades, el Presidente i el Arzobispo, para solemnizar el ya mui próximo natalicio del Rei, 1 ello con ocasion de la tristeza en que se debía mantener al pueblo por la rogativa, tomaron pié los Oidores para conferir gravemente sobre este acto reli- 324 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Jioso i sobre la omision de aquella festividad. Buscaban modo de estorbar la rogativa i promever en su lugar una fiesta cívica. Llamaron (Octubre 8) a real acuerdo al Presidente. Venia a coadyuvar a este intento del tribunal el estado de la opinion en Chuquisaca. Setiembre, para los consejos a puerta cerrada entre los magnates españoles; primera quincena de Oc- tubre, para el libre movimiento de los ánimos superiores hácia la certeza sobre el estado de la madre patria; la segunda -quin- cena será para la. divulgacion de la certeza en todas sus partes | para su consecuente inquietud en el vecindario. Respecto a la cautividad de Fernando VII, de los reyes pa- - dres i de los infantes en Francia, ya no podia a los primeros del mes caber duda entre las jentes principales. Moxó se propon- drá imprimir presto en el ánimo popular la certidumbre sobre este hecho. Así por algunos ejemplares de la proclama del Virrei como por otras informaciones fidedignas de la capital, corríase que un poderoso partido español estaba sosteniendo por las ar- mas, en alianza con los ejércitos de Napoleon, a José Bonapar- te como rei de España e Indias. Decíase que a mediados de Junio debieron de haberse celebrado cortes españolas para san- cionar la mudanza de dinastía, a cuyo efecto ya iban reunién- dose en Bayona los diputados hasta el número de ciento cin- cuenta personas a la salida del correo. No se hablaba de otra cosa que de estas enormes novedades, así en el gremio univer- sitario 1 en el forense, como entre toda clase de personas enten- didas i observadoras. La libelacion anónima comenzaba a dar en la flor de tomar cartas en este linaje de asuntos. Ademas, cundia el descontento por causa del donativo eclesiástico (1). Pasquines circulaban; entre ellos uno en que, reclamándose al pueblo, a nombre del clero oprimido, el auxilio que le habia ofrecido, se concluía con estas palabras: ¡ Viva, viva la libertad! Entre todos los opinantes era principio inconcuso la fidelidad a Fernando VII. Pero esta decision unánime de los espiritus no era parte en estorbar el rumor de que dicho principe estaba ya muerto. No faltaban quienes consideraran como probabilitísimo el triunfo de los franceses i afrancesados en la península. (1) Proscriptores. MS.—Ensaladilla de la Escarapeta i la Medalla. MS. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 825 Lo cierto es que algunos doctores, aun no muchos a lo que parece, i todavía sin la cautela usada mas tarde, celebraron jun- tas para discutir sobre el partido que en las circunstancias con- vendria tomar en la colonia. Una pieza mui autorizada de la documentacion secreta afirma este hecho por demas significati- vo. Lo que no consta de los documentos, pero parece despren- derse de ellos, es que solapados ajitadores comenzaban a influir en la plebe hasta el punto de interesarla en las cuestiones del dia (1). II En su entrevista con Pizarro los Oidores culparon a éste ¡a Moxó de la ajitacion incipiente de Chuquisaca. A su Juicio, las ocurrencias referidas tenian por causa los asertos de dichos se- ñores, señaladamente las demostraciones públicas de Moxó. Hi- cieron valer en su apoyo un cúmulo de especies agravantes, todas sin mas bases de certeza que el decir de los vocabularios i caramillos. Desconocieron que la sensacion, causada en los animos por las novedades de España, tenía su oríjen esencial en la evidencia creciente de la realidad misma. No hai duda, el espiritu alerta i reflexivo con que la jente superior contempla- ba los sucesos era un grave peligro. Los Oidores sostuvieron que desvaneciendo en lo posible «las impresiones se esquivaria (1) Los Oidores escribieron al Virrei reservadamente entre otras cosas lo que sigue: «Estando en acuerdo de justicia el dia 8 del corriente hizo presente el señor Fiscal, que con el motivo de estar persuadido el pueblo, por las demostraciones 1 asertos públicos del señor Presidente 1 M, R. Ar- zobispo, de que nuestro soberano el señor don Fernando VII se hallaba preso por el emperador de los franceses, i ya tal vez muerto con la demás familia Real, se le habia asegurado por personas de carácter que ya se ha- cian juntas, i que en ellas se trataba de tomar partido en estas circunstan- clas, con otras especies sumamente graves i peligrosas. Este punto llamó toda la atencion del acuerdo; ¡tratándose sobre la certeza de estas noticias, se hizo mérito de otras ménos atendibles que ya se habian esparcido, i so- bre todo de varios pasquines, 1 entre ellos uno que pudo haber a la mano el señor Rejente i el que entregó luego al señor Presidente, en el que «el clero oprimido (asi se espresa) pedia al pueblo el auxilio que le habia pro- metido,» i concluia con estas palabras: c¡Viva, viva la libertad!» Oficio de 26 de Octubre, MS. ya citado. TOMO XCIV 57 826 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS dicho peligro. Repitieron lo jeneral de otras veces: que nada se adelantaba con estar persuadiendo al pueblo la certidumbre de las terribles novedades; que, ántes al contrario, era de suma im- portancia el que a lo ménos las dudasen; que lo primero már- jen daba a que los doctores nativos formasen proyectos 1 reso- luciones que nunca se forman estando en duda; que por lo segundo se conseguía ganar tiempo para tomar medidas opor- tunas i tendentes a evitar mayores males. Contrayéndose enseguida al asunto especial de la entrevista, espresaron los Oidores que nada consideran tan perjudicial como la rogativa pública: vendria a representar con colores de agonía, en este lugar tan visible del Alto-Perú, la caida de Espa- ña i de su gobierno bajo la conquista estranjera; vendria a sig- nificar de un modo ya indudable, ante las numerosas jentes de todas partes que aquí acuden, la prision del Rei í el estable- cimiento de otra dinastía. ¿Para qué, por estos desastres, jemir en la manera propia de una de esas ruinas sin vuelta que ha- cen clamar a los cielos a grito herido? ¿No era mas político execrarlos varonilmente con vítores i trompetas marciales pro- pias del levantamiento jeneral de España contra sus opresores? Opinan, en vista de la sensacion í peligros del momento, por que el Presidente i el Arzobispo se contenten con las rogativas privadas que se estan haciendo, i porque se deje, si cupiere, para trance verdaderamente estremo 1 último, la rogativa de mi- sericordia por las calles. En cuanto al natalicio del Rei, esperan los ministros que será celebrado debidamente con demostraciones solemnes de regoci- jo. Agregan que así se lo advierten en manera espresa a S. E. Pizarro dijo que estuviesen tranquilos Sus Señorías acerca de esto último. En dicho dia habrá, como de costumbre, Asis- tencia, misa de gracias, besamano con arengas, luminarias, toros i retreta. Respecto de la rogativa espuso que ella tenia su oríjen en una determinacion lejítima de la autoridad diocesana, la cual conceptúa esa plegaria jeneral i solemniísima como mui saluda- ble temporal i espiritualmente. Añadió que la Presidencia habia con altas miras deferido a esos motivos. Asociando, en efecto, la relijion al sentimiento que las calamidades de España cau- san, se obtendrá que la no desmentida fidelidad de estos va- ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 827 sallos se retemple, i aun mas, cobre una enerjía capaz de aho- gar, en caso necesario, cualesquiera sujestiones subversivas de dentro o de fuera. Mui resueltamente dijo, ademas: que las deplorables noticias de la monarquía no podian a estas horas revocarse a duda; que son notorías a todo el mundo; que vano i sospechado proceder sería ya el intento de callarlas o desmentirlas. Con calor replicaron los ministros que el Arzobispo era quien adrede se empeñaba en propalar esas noticias, i¡ que la Presi- dencia, léjos de detenerle en' esta pendiente aciaga, se dejaba conducir tras ella con riesgo de la causa de la metrópoli en es- tos dominios. 1 dijo entónces uno de los ministros: »V. E. tie- ne mandado, con voto consultivo del acuerdo, que en nada se haga novedad, i debe V. E. proceder con arreglo a esta dis- posicion, sin ir contra ella como lo está haciendo... A lo que Pizarro repuso: “Si entónces me conformé con ei voto consul- tivo, ha sido meramente por guardar con Vuestras Señorías la armonía que tanto me tiene recomendada el señor Virrel; pero ha llegado el caso inevitable de seguir otra norma de conducta con respecto a las novedades de España, i así se lo tengo bien significado a dicho señor Excelentísimo» (1). HI Los ministros no estaban acostumbrados a escuchar en Piza- rro estos modos de decir terminantes. Parece que despues de su esclamacion de Setiembre 26, acto secreto que ellos ignoraban aún, él se sintió mas tranquilo i seguro en sus procedimientos. Lo indudable es que la terquedad de los ministros no fué esta vez tan grande que digamos. Desenvolvicron estensamente sus modos de ver acerca de la indole altoperuana i aspiraciones de los doctores. Tras breves razones de una i de otra parte sobre la rogativa, quedó acordado, como medio conciliato- rlo de pareceres, que la rogativa se hiciera como el prelado (1) Oficio ya citado, fecha 26, de la Audiencia al Virrei. 1/8.—Vista fis- cal secreta de Febrero 6 de 1808, MS. en copia auténtica. — Espectáculo de la verdad. MS., $ LXXIX., 828 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS lo tenia dispuesto, pero manifestando al pueblo que ella se diri- jia en jeneral al bien del Estado. | La partida habia sido ganada por Moxó, i bien se cuidará éste de proclamar que era la rogativa por las inauditas calami- dades de España (1). Esta escaramuza a la vez de avance i retirada tiene su espli- cacion. Ciertamente, la vara de autoridad que los Oidores empuña- ban era de madera durísima. Ni la carcoma invisible, ni los roedores de estrado 1 corrillo, eran capaces de causarla mella. - Pero la Audiencia estaba ahora empeñada en una grave oposi- cion, i no podia serla indiferente una ojeriza social. Como debe suponerse, el mundo relijioso de la ciudad estos momentos se afanaba de piés ilengua con ocasion de la gran rogativa. Habia necesariamente de recibir mui mal la oposicion de los Oidores. Estos vinieron a preverlo tan solo cuando advertian la actitud resuelta de Pizarro. Entónces conocieron que se ha- bian colocado infructuosamente en pésimo punto de vista. Por eso cedieron. Estaban en Chuquisaca, metrópoli eclesiástica del virreinato, afamada por su espiritu relijioso. Los vocabularios i los caramillos, nunca mas sublimes que cuando asumieron tono moralizante, iban de seguro a mostrar a las jentes un grave es- pectáculo: a los ministros del tribunal discurriendo por la pen- diente de la incredulidad, escarbando contra la eficacia santa de las deprecatorias preces públicas en comun (2). Bien lo comprendió así Moxó. Obra maestra de partes i de conjunto era la que, para ser exhibida en el escenario social, estaba de tiempo atras preparando pese a quien pese. Sus dis- posiciones tendian a causar con el despliegue de la rogativa efectos sensacionales duraderos en todas las clases. Fué uno de sus ahincos el hacer por donde llamar la atencion hasta de los indios sobre las calamidades de España. Pero no todo era tra- moya en esta vasta labor previa. A guisa de estratéjico estaba apercibiéndose para el desquite en la ceremonia i con la cere- (1) Véanse, en Segunda Parte de las Obras patrióticas, las pájinas 42, 43 153. (2) «....¿No los vimos darla de filósofos políticos a la moda de Francia por solo oponerse a la rogativa grande?» Proscriptores. MS. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 829 monia. Queria aprovechar en ella contra sus adversarios el tre- cho vulnerable que el proceder de éstos acababa de dejar al descubierto. El va a punzar a su gusto en esta parte enferma con la punta de su cayado pastoral. 107 El 12 de Octubre fué enteramente consagrado al culto divi- no. A la verdad, no sabemos por qué habia de ser perdida para la crónica, en este año, la cuenta fidedigna del gran acto relijioso de ese dia. Moxó en él tuvo la gloria de presentar en fila mui cerca de 300 clérigos. No ménos de 244 eran presbite- ros. Todos cirio en mano, entonando en coro por el Rei cauti- vo la gran letanía gregoriana de todos los santos. Es esta la cúspide hasta donde subieron i desde donde descendieron los esplendores del culto relijioso en Chuquisaca (1). Por la mañana, solemne misa pontificial en la iglesia metro- politana con asistencia del Presidente, ayuntamiento, semina- ristas, comunidades relijiosas etc. Ningun oidor se halló pre- sente. El Arzobispo pronunció una homilia para exhortar a to- dos sus diocesanos a que, con el mayor fervor, rogaran a Dios (1) La cuenta de presbiteros es de una aproximacion parecida a la exac- titud, segun los datos seguros que se citaron en el $ III del cap. 2.* de la Primera Parte, i en el $ II del cap. 9. de esta Segunda Parte. La totalidad de 244 presbiteros se descompone del modo que sigue: CANO a A AN ai 18 Mirasticoadjutorados O. llamados... .cooooocanoocodesae AS O Ciro Mano ec A 100 fanes de ue le da o e A 106 o a 0.000 ».<. 0. 00000 27006 15 r.9.o.0.... e... 244 Entre los franciscanos he incluido a los 12 relijiosos presbiteros de la reco- leta de Santa Ana. En un impreso de 1830 veo que desde principios del siglo estuvo poco ménos que cerrada esta casa por falta de padres. La afir- —macion está contradicha, con respecto a 1808 ¡ 1809, categóricamente por el MS orijinal en 6 fojas, que lleva por titulo Obrados sobre limosna anual de azeyte y vino a los conventos de San Francisco y Santa Recoleccion, de esta Ciudad, vencida y cumplida en Julio de 1809 Gobierno Intendencia de La Plata. 830 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS i a los patronos tutelares de España por el Rei, la real familia i la patria. Invitó a que asistieran a la procesion de rogativa que con el mismo fin habia determinado se hiciera aquella mis- ma tarde. Despues de lo cual 1 sin mas tregua, como si la cosa fuera negada o dudada por álguien, el discurso se contrajo principalmente a demostrar, con ejemplos, autoridades, i racio- cinios varios, la conveniencia i eficacia de las solemnes depre- caciones en comun por causa de alguna calamidad o temor público. Dijo que, aun cuando fuese reprobado por cierta filo- sofía del siglo, este uso eminentemente católico debia conser- - varse i cultivarse sin miramientos al respeto humano (T). - Apénas sonaron las 3 de la tarde en el reló de la gran torre metropolitana, una lejion como de doscientos niños se presen- tó en la plaza mayor i la dió vuelta caminando lentamente, cual sí avisar quisieran a los vecinos que la hora era llegada de salir todos de sus casas i acudir al templo. Iban los niños en dos hileras con aire de recojimiento, las manos. cruzadas en el pecho, fijos los ojos al suelo. Les precedia una alta cruz 1 les seguian en cuerpo sus maestros, rezando a voces con ellos el rosario i las letanlas. Acto continuo de llegar esta procesion a la Catedral cruzan la plaza otras dos procesiones semejantes. Eran los feligreses de las dos parroquias suburbanas de indios, San Sebastian i San Lázaro. Al reves de como suelen acudir de sus campos a la iglesia en tropel i por pelotones, hoi aparecen los indios for- mados, con tal órden i compostura tanta, que, en sentir de un cronista i testigo presencial, bien pudieron hoi ellos servir en esta parte de ejemplo a los criollos i peninsulares de la ciudad. Ve- nian con el poncho puesto 1 tendido el cabello, que entre ellos son signos de luto ¡ tristeza. Algunas madres conducian a sus pequeñuelos, ¡éstos llevaban puestas coronas de verde espino: El cura ocupaba el centro de cada feligresía llevando una alta i pesada cruz rústica. El viejo relato que seguimos se cura de advertir que la pro- (1) Homilia que pronunció el Illimo. señor doctor don Benito Maria de Moxos... el dia 2 de Octubre de 1808 ... etc. (Buenos Aires, 1809, 4.” de 28 pájs.); pájs. 3 i siguientes hasta la 7, i ademas la páj 26. ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 831 cesion de los niños penitentes produjo un efecto: hacer que los vecinos de ámbos sexos saliesen asus puertas 1 ventanas a ver pasar a los penitentes. Respecto de las feligrestas refiere algo mas importante. Dice que estas dos procesiones causaron patética impresion a los vecinos, que acuden corriendo de to- das las calles a contemplar el desfile; porque, al venir muchos de estos indios desde léjos, sin ser festivo el día i abandonan - do sus faenas, se hizo indudable que no habian sido forzados ni compelidos sino únicamente atraidos por la voz del pastor (1). Recíbelos éste en el patio principal de su palacio. Al verle descender por la escalera, los indios corren a echarse a sus piés para besárselos una i mil veces. Bien enseñados por sus curas, manifiestan que toman parte en la rogativa, pues tambien ellos sienten sobre el pecho el peso de las calamidades públicas. Pi- diéndole a voces que bendiga a todos, 1 no sabiendo cómo de- mostrarle su cariño, pónense a cantarle el catecismo quichua las mujeres i los hombres a recitarlo con acalorado afecto. Así el prelado como las personas que le acompañaban con- templaron largo rato esta escena estraña, que tenia mucho de algazara o algarabía, cuando en el reló de la catedral sonaron las 4, hora fijada para la procesion (2). y Acompañado de los indios 1 de todos los curas del partido de Yamparácz, venidos a la ciudad para este único intento, el Arzobispo llegó al atrio de la metropolitana. i allí es recibido por los colejios, las comunidades i el capítulo. Así en el templo como en el atrio estaba congregado un inmenso jentío. Pocos minutos despues, i miéntras el prelado se revestia de pontifi- cal, entró el ayuntamiento con su jefe a la cabeza, esto es, el gobernador intendente de la provincia Pizarro. Los días antecedentes los calores habian sido sofocantes. Esta tarde, cubierto entre nubes rotas i débiles, con luz escasa (1) Ibid., pájs. 17, 18 1 19. (2) Ibid., páj. 20. 832 MEMORÍAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS i templados rayos, el sol alumbra con tristeza la escena, i da lugar a que sin molestia de nadie se verifique la procesion. Esta quedó ordenada de la manera siguiente en dos hileras que abrían calle: Niños dec las escuelas; Parroquías indijenales así rurales como ales; Artesanos; ena doctores i vecinos criollos i europeos que qui- sierom Concurrir;. Colejio real o Azul que en andas llevaba la imájen del ín- clito rei San Fernando el III; Las cuatro comunidades de regulares, o sean los dominicos, los franciscanos, los agustinos i los mercedarios; El seminario conciliar de San Cristóbal, que en andas lleva- ba la imájen de la Concepcion; El clero metropolitano en número de cien presbíteros reves- tidos de sobrepelliz, precedidos del provisor i del tribunal ecle- siástico; El colejio de párrocos, compuesto de veinte curas de la ar- .quidiócesis, estola al cuello, i entre los cuales se distinguian cuatro venerables ancianos, encorvados por la edad i el minis- terio parroquial; En el estremo de las dos largas hileras, mas allá de un coro de músicos i cantores, entre los miembros del capítulo metro- politano, que van arrastrando cauda negra, se descubre bajo de palio al prelado que con ámbas manos lleva la custodia. Detras del palio seguian el Presidente, el ayuntamiento, al- gunos altos empleados de la administracion e individuos per- tenccientes a la nobleza altoperuana, k El acompañamiento de pueblo era tan grande, que, segun el dicho del fiel cronista que ha conservado la memoria de esta célebre procesion, nunca se habia visto una igual en la ciudad así por su número como por su recojímiento. A intervalos.los cánticos deprecatorios cesaban, reinaba pro- fundo silencio, turbado apénas por el tañido lúgubre de las campanas. Moxó llegó a la Catedral arrobado de emocion, traspasado por los sentimientos patéticos i piadosos de la fiesta. Estaba ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 833 ufano de su obra, seguro de que seria fructífera temporal ¡ es- piritualmente. "A pénas el sol. —dice—se escondió detras de estos elevados cerros, nos volvimos todos a nuestras casas embebecidos en esta dulce confianza. En cuanto a mí, aseguro que aquella no- che no pude pensar en otra cosa. Me parecia que Dios protejia ya visiblemente a nuestra patria, i que al contrario abandonaba a nuestro alevoso rival: me parecia que una negra nube se iba formando sobre la orgullosa Francia, i que ya estaba por abrir- se i descargar sobre la misma el horrible rayo, que habia de abrasarla i volverla cenizan (1). VI Hemos visto que dos lejiones de indios campesinos de greña suelta 1 poncho calado, atravesando aquella tarde la plaza, fue- ron a formar algarabía en el palacio ántes de la procesion. Es- tas jentes rústicas, estrañamente asociadas a la ceremonia polí- tico-relijiosa de los criollos i mestizos urbanos, inspiraron a Moxó reflexiones, que presto echó a circular en la prensa de Lima i de Buenos Aires para edificacion de ámbos virreinatos. La verdad es que estaba encantado de esta parte de su obra. Sí habian acudido arreados por sus curas, era, según su entender, porque estaban esos indios patrióticamente condolidos de la suerte del Rei i de la metrópoli. Decia con este motivo: "Me consta que estas dos desaliñadas procesiones proporcio- naron abundante materia para una sublime meditacion a las almas sensibles, que estan acostumbradas a aprovecharse de cualquier oportuno incidente para elevarse a discurrir sobre la inefable grandeza i divina eficacia del Evanjelio. "¡Oh! estos groseros salvajes; estos hombres de un corazon tan singular, primitivos pobladores de la América, tan poco co- nocidos i tan dignos de ser observados por los filósofos mas perspicaces; estos melancólicos solitarios, apasionados morado- res de los yermos, que buscan con tanto esmero las sombras (1) Moxó, Homilia ya citada, páj. 20 e inmediatas siguientes.—Moxó, Segunda Parte de las Obras patrióticas, desde la paj. 55 a la 78 inclusive, 834 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS de los cerros, o los ocultos rincones de las quebradas í valles ménos frecuentados, para colocar en ellos sus pobres cabañas, se presentaban en medio del mas numeroso concurso que ha visto esta capital, sin ser compelidos ni forzados, ántes bien, atraidos únicamente del deseo de obedecer a la simple i cariño- sa insinuación de su Prelado. "¡Oh! unos individuos que viven a tres mil leguas de Es- paña, abandonan en un dia que no era de fiesta sus tareas rústicas, para correr hombres i mujeres, viejos i jóvenes, a reu- nirse con los cultos españoles, i ofrecer a Dios mui ardientes votos ijemidos por la felicidad de nuestra Monarquía! ¡Oh! unos vasallos que no han visto jamas la Corte, ni conocen o tie- nen esperanza de conocer jamas a nuestro Soberano, pasean espontáneamente las calles i plazas en traje de penitentes, 1 llenan el aire de humildes ruegos i súplicas, para que Dios llene de bendiciones al jóven i desgraciado Monarca! ¡Oh! unos pas- tores, unos labradores medio desnudos, acostumbrados a man- tenerse tranquilos en la quietud de las pampas con la mayor estrechez i frugalidad; acostumbrados a regar día í noche nues- tros campos con el copioso sudor de su frente, sin tomar de ellos otra cosa que el escaso i necesario sustento, se conmueven, se aflijen tanto con la aprehension de una guerra que podria privarnos a nosotros de nuestras delicias i comodidades! "¡En unas almas, pues, al parecer, tan estúpidas, ha prendido la llama del entusiasmo! En unos pechos tan toscos anida aquel delicado 1 ardiente amor de la relijion i de la patria, que entre las naciones civilizadas forma i ha formado en todos tiempos los verdaderos héroes. "¿Quién, pregunto, era capaz de detenerse por un solo mo- mento en estas i otras iguales reflexiones sin enternecerse? l ¿quién hubiera podido reprimir las lágrimas, al ver cómo todos estos humildes sinceros salvajes se entraban con filial confianza en el palacio arzobispal, llenaban todo el patio interior, i espe- raban, como ellos decian, la dicha de presentarse al amado pa- dre, que ocupa en la tierra el lugar de Jesucristo? Al ver cómo, así que el Prelado bajó al mencionado patio, todos a porfía se le echaron a los piés, se los besaron una i mil veces, manifes- tándole que tomaban una parte mui viva en las calamidades ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 835 públicas, pidiéndole que bendijese a sus mujeres e hijos, i te- niendo a gran fortuna el haberlo logrado?n (1) VII Fué motivo de escándalo, que tratándose de un acto jeneral de relijion por el bien de la patria ¡- del soberano, no hubiese concurrido a dignificar la rogativa con su- presencia el tribunal de la Real Audiencia. Los ministros, que ni por fórmula de mera etiqueta habian sido invitados, sintieron pique por ello i se dieron sin disimulo a inculpar a Moxó. Decian que la homilía, por entre frases místicas, equivalentes a una profa- nacion, fué toda ella una invectiva irónica para pintar como es- piritus fuertes a los ministros; advertian que contra toda liturjia la rogativa habia revestido igual o mayor solemnidad que el Corpus (2); estimaban que estuvo derechamente encaminada la fiesta a poner de realce la ausencia del tribunal, a fin de dejar a éste en punto odioso de vista ante el pueblo i el soberano; alegaban que, aunque por razones graves se habian opuesto a la rogativa, hubiéranse no obstante apresurado a concurrir a ella una vez puesta por obra como se puso. Otras cosas mas dijeron los Oidores en los renglones ¡en el sentido de los documentos secretos. Dijeron que ahora, mas bien que nunca, se echaba de ver que Moxó era incapaz de comprender lo que está patente a los ojos, patente con toda la evidencia que al hecho prestan la historia de la conquista i la jeografía social de la monarquía. La metrópoli 1 su colonia no “atraviesan hoi idéntica situacion política, ni esperimentan unos mismos azares en realidad de verdad. Por esto, i por que sus respectivos intereses pudieran discrepar, contradecirse i chocar en cualquier momento de las actuales circunstancias de España, cuyos desastres bien pudiera querer esquivar a sus carnes la (1) Moxó, /Zomilia ya citada, pájinas 39 i 20.—Moxó0, Segunda Parte de was Obras patrióticas, pájinas 62, 63, 64 165. (2) Moxo contestó a este reparo e hizo que en la cátedra de cánones de la Universidad un profesor contestara tambien. Puede verse el técnico des- cargo en la Segunda Parte de las Obras patrióticas, páj. 45. 836 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1. LITERARIAS colonia, es política el no adelgazar mas i mas, con tiranteces de - compasion i de bolsillo, ciertos trechos del lazo de union, ni mu= > cho ménos estar forcejando para que dé de sí hasta que se suelte dicho lazo por el flaco altoperuano del alarma í novelería (1): Esta variante en la manera de argúlr por el «callar. 1 el no innovar, muestra, cuando ménos, que no fué exacto Moxó cuando el año último decia: "A esta Audiencia le faltan las lu- ces de una política fina i superior a las nociones comunesn (2). Estos dos adversarios, la Audiencia 1 el Arzobispo, no cesaron nunca de tacharse reciprocamente de inhábiles en política. Hai de cierto que uno ¡otro lo fueron en definitiva el año 1808. Esto no obstante, especulaciones se producen a estas horas en Chuquisaca con motivo de la actual controversia, que, por su precocidad, bien denotan altura i trasparencia atmosférica en dicho sitio mediterráneo de observacion. Tambien es lo cierto que aquellos señores devanaban esta vez sus mentales hilos, o lo que sean, bajo la impresion de ciertos trasportes de la arzobispal homilía. Hace esta pieza pen- sar en cierto consejo que para circunstancias ordinarias habia recibido su autor. Con cuánta mayor razon para circunstancias estraordinarias. El obispo Lasanta ya habia advertido al prela- do, que, para los grandes, era ciencia árdua el tenerse bien i an- dar con tiento en la Ciudad de los Doctores (3). l es el caso que, como fueran las circunstancias mui graves, los ministros percibian, conforme a una serena filosofía moral, que, no sin algun perjuicio, la hoguera de aquella alma tenia por fuerza que dejar apagada en la mente toda claridad de pru-: dencía. A lo ménos, ésta parece ser hoi la interpretacion de unas palabras sobre el patético oratorio de Moxó estos dias, palabras que un papel de la polémica atribuyó á López Andreu: Éste decia que la exaltacion del patriotismo de Moxó corria parejas con el frenesí de Orlando en sus amores (4). Lo pro- (1) Oficio reservado de Octubre 26.—Vista fiscal secreta de Febrero 6. (2) Regist. Cof., páj. 95; en carta al virrey del Perú, aqui citada en la pajas E (3) Véase aqui Segunda Parte, cap. 1.2 $ VIL (4) <..Que a dónde iria a parar con su persuasiva exajerada, 1 que era ud Rolando con desatinos sin compostura.» Proscriptores. MS. cd Vo A | | Po ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 837 bado es que dicho ministro decia que este predicador político “era un niño terrible. A esta locucion moderna equivale el haber afirmado entónces, como lo hizo el fiscal poco mas tarde en un grave escrito informativo, que el M. R. Arzobispo, con sus actos i dichos inconsiderados, mal comprometía estos momentos en estas partes la tranquilidad pública, i que la comprometia tan mal, que interesaba notablemente al buen servicio del Rei la traslacion de este insensato a otra diócesis, i no de esta Améri- ca, sino de allá de la Peninsula, adonde no hiciera daño a la causa de la metrópoli en sus colonias (1). Pero Moxó se tenía a sí mismo en el concepto de un consu- mado político; preciábase de ser un diplomático al tenor de esos que de puro sutiles se pierden de vista (2). Va ahora a verse por qué los Oidores, al presentir cualquier engaño político en las exajeraciones de la oratoria de Moxó, estaban bajo la impresion mui natural de ciertos lugares vivisi- mamente candorosos de la homilía. VIII En este asunto de la rogativa, no ménos que en otros de sus actos o discurscs, Moxó insistia pensando que todos estos co- “lonos habian de seguirle hasta el heroismo de dar vida i cau- dal por la idolatrada España. Objeto permanente de jenufle- =xiones, nada raro es que sintiera que todos sentían al igual de lo que él sentía. De aquí no le sacaba nadie. Todos, peninsula- res i americanos, van a empuñar las armas para vengar a la madre patria. Unidos como un solo hombre contra los france- ses, los esfuerzos de los peninsulares i americanos reunidos des- baratarán los insensatos proyectos del pérfido conquistador. "La llama de la guerran—decia—"va a brillar en la cima de los Andes lo mismo que en la de los Pirineos. No decia mal sobre la guerra. Muchos han sido los desvaríos en que cayó la mente exaltada de Moxó durante sus insomnios de estos dias; pero, indudablemente, su delirio no tocó nunca en (1) Vista secreta de Febrero 6. MS. (2) Véase aqui en Segunda Parte, cap. 4.2, $ HT. 838 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS el estremo de imajinarse que aquí entre sus propios diocesanos, entre sus oyentes de Chuquisaca, estaban los temerarios que iban luego a dar la señal de la insurreccion, la consigna para que los americanos se lanzaran acá contra los peninsulares, miéntras allá en España contra estos mismos se lanzaban los franceses. Pero el orador era incontenible al dirijirsec a jentes, como és- tas, perspicaces en demasía. Por un lado entendia que todos los de aquí sabrian morir por la independencia de los de allá; i por otro lado no entendió que perdia como orador el dominio de su auditorio, auditório de colonos, hacienda sentir, cual lo hacia, que una patria es la península i otra patria mui distinta es la tierra americana. Porque, con entrañables i aun domésticos acen- tos, esclamaba un dia ante un auditorio inmenso: "¡Oh patria, que eres ahora el objeto de todos mis des- velos i cuidados! Pueda yo ver cuanto ántes abatidos a tus piés esos fieros i crueles jenerales, que no contando con tu inestin- suible valor, 1 hollando el derecho sagrado de jentes, han me- tido fuego a tus fértiles campiñas, 1 han derramado bárbara- mente la sangre de tus hijos. ¡O queridos paisanos mios! Sereis vengados. Desde aquí oigo el marcial ruido de las huestes es- pañolas que marchan al combate. Haremos todos nosotros los mayores esfuerzos. Todos clamaremos venganza al cielo, como la clamaba en otro tiempo la sangre de Abel. En otro de sus trasportes no volvió en sí el orador sino para esclamar bañado en llanto ante la compasion o lástima de sus oyentes: uMas... ¿qué digo, feligreses mios? Escusad los delirios de una imajinacion en estremo acalorada. La venerable imájen de la patria está todo el dia presente a mis ojos. La misma vuelve a ponerse delante de mí alma así que un sueño, no dulce ni tranquilo sino amargo e inquieto, me ha cerrado en la noche Jos ojos. Mis amigos... mis condiscípulos... los dulces compa- ñeros de mi infancia... mis respetables maestros... tres herma- nas vírjenes... dos sobrinas igualmente vírjenes i consagradas al servicio del Señor... la divina pila en que fuí bautizado... la ejemplar congregacion que me crió a sus maternales pechos Í me enseñó los primeros rudimentos de la virtud i de las cien- ÚLTIMOS DIAS COLONIALES EN EL ALTO-PERÚ 839 cias... los solitarios sepulcros en que descansan años hace las cenizas de mis virtuosos padres i abuelos... ¡Dios misericordio- so! ¡Dios omnipotente! Socorred a mi patria tan digna de ser atendida: sostened a mis paisanos que pelean por una causa tan santa! ...No puedo proseguir, feligreses mios!....1 (1). . Pocos dias despues, con una impaciencia que rayaba en enojo, el tribunal informó al Virrei: "Por los hechos que quedan re- feridos, comprenderá V. E. la disposicion, 1 el fruto que puede sacarse, del Prelado en estas críticas circunstancias, en las que solo puede contar V. E. con el Tribunal para la conservacion de estas Provincias al Rei Fernando Séptimo (2). GABRIEL RENÉ-MORENO (Continuard) (1) Segunda Parte de las Obras patrióticas, pájs. 42, 43, 44 187. (2) Oficio reservado de Octubre 26. MS. | € E ¿ 1 | | EOS - | | i Í A z Ed ] , S A | E A ¡ y | ES = | o E Y | . y E : A e E 1 ; . Ja EOS Z FOSIW 27 ROA <> Zl na e a ADENTRA ESTUDIOS ARAUCANOS VII —bhH— Cuentos araucanos ll CUENTOS MÍTICOS (Conclusion) 5. Las trasformaciones (1) 5. EPPEU KIÑE PÚCHI MAPUCHE 1. Veimeu molerkei kiñe po- chi mapuche, fentépun kame wen- Vu ñi vottom. Veimea "T'ipayann, pi, plam, tveichi pachi mapuche. Veimeu t'ipai, piam, nentui fen- tepun kame kawelu, istt'okom ñi wesakelu; amui, piam, amullu. 2. Veimeu tafí kiñe ficha wen- Yu, fentepun Vewa nel, piam. T'a— vila dunuinu, piam. —Cheu kónaimi? pivi, plam, tvichi ficha went'u. 5. CUENTO DE UN INDIECITO. 1. Entónces hubo un indiecito, hijo de un hombre mui rico, Entónces "Saldré:, dijo, dicen, ese indiecito. Entónces salió, dicen, sacó un caballo mui bueno i toda su ropa; se fué, dicen, caminando. 2. Entónces encontró a un hom- bre viejo, [que] era mui pobre, dicen. Encontrándolo conversaron los dos, dicen. —«¿A dónde vas (entrarás)? le di- jo, dicen, a ese viejo. (1) Arreglado por mi con ayuda de Calvun, aprovechando apuntes del señor Chiappa. TOMO XCIV 58 842 — Amoan, kadautuan cheukin, pi, piam, tvichi fuchá went'u. Eimi kai, cheu konaimi? pinei, plam, pachi mapuche. 3.—Inche cheukún kedautuan kai, pi, piam, tveichi pachi mapu- che. ; Eluaeyu kaweAu, wesakelu, pl- nel, piam, tveichi vúucha went'u, eimi eluyaen mi wesakelu, pinel, piam, tveichi viicha wenu. — Ya, pi, plam. 4. Veimu kom elunei, piam, we- sakelu. Namuntu amul, piam, tvei- chi pachi mapuche: 5. Veimeu tiyeu— ple pepui, piam,is'Yovi kuAin t'awlelu. Úñiim molei, piam, tinre, 'apial, núri, zan, koZeAa, kolenkalen. Veimeu Lúkavui, piam, ñi kon- puyael; velmeu kuonpul, piam. 6.—Cheu konaimi? pinei, piam. -—Tieu—ple, kadautuan, pi, piam, pachi mapuche. —Fei úrke mai, pinel, piam, kapa-huwanekeimi am?pinel, piam, púchi mapuche. —Koapa-—ñuwanekefulmai, pi, piam. 7.— Inche eluayu lawen, pinel. piam; chumten t'awlen tveichi ku- Ain, quñum kuom uli, piam, lawen enan. 8. ¡Chumnealmi rume, lana- mafin» pinelmi chumten went'u rume, úlmen 2z/yudefe/-meu chum- ten pataka che rume, lanamlaa- feimeu. Chummanume (2) pilmi, fem- mailmi; epu lev kaweAu-—tupe ñi rinkiún pilmi, femmaimi; koleka netuan pilmi, femmalmi;eppu wis”- t'anche konchi pu mapu pilmi, (2) =Chuman rume. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS — Iré, trabajaré en alguna parte, dijo, dicen, ese viejo, 1 tú ¿a dón- de vas? se dijo, dicen, al indiecito. 3.—Yo trabajaré tambien en al- guna parte, dijo, dicen, ese indie- cito, Te daré caballo, [i] ropa, se dijo, dicen, a ese viejo, tú me da- rás tu ropa, se dijo, dicen a ese viejo. —Bueno, dijo, dicen. 4. Entónces le fué dada toda la ropa, dicen. A pié caminó, dicen, ese indiecito. 5. Entónces por allá vió, dicen, toditos los animales reunidos. Pá- jaros hubo, dicen, tigres, leones, zorros, Chingues, hormigas, peucos. Entónces tenia miedo, dicen, de acercarse; entónces se acercó, di- cen. 6.—«¿A dónde vas? le fué dicho, dicen. —Por allá, trabajaré, dijo, dicen, el indiecito. —Está bien, pues, le dijeron, dicen, ¿quieres ser mui valiente? le dijeron, dicen a ese indiecito. -—Quisiera ser valiente, dijo, dicen. 7.—Yo te daré hierbas, le dije- ron, dicen; cuantos estaban juntos [de ] esos animales i pájaros, todos le dieron, dicen, hierbas ellos. 8. ¡Cualquiera cosa que te su- ceda, que te digan, yo lo matarén cualquier número de hombres, que le quieran perder (?) cuantos quie- ra centenares de ricos, no te ma- tarán ellos. : Cualquiera cosa que quieras, asÍ la harás; que quieras saltar como dos caballos lijeros, así lo harás; que digas seré una hormigan, así lo serás;que ula altura de dos hom- ESTUDIOS ARAUCANOS VII femmaimi; pinei, piam, pachi ma- puche. 9. Veimeu rumei, piam, doi tieu—ple. Fei, pi, piam: "T'9vía-meu ko- ela netuchin, pi, piam. Veimeu kokeáa netul. Ka pachi tieu— —ple: "Tev“a-meu epu lev kawelutupe ñi rinkúnn, pi, piam. Femi, piam. 10. Feimeu poarai, piam, degiñ- meu; velmeu wechupuli, piam; we- chupullu (3%) pepui, piam, ruka Cheruve. Puwi, piam, kuonpualu ruka- meu. Feimeu wúlnin ruka-meu molei, piam, kiñe went'u; feimeu dunupufí, piam: 11. — Nielaimi kodau, chau? pifí, piam, toveichi went'u. —Nielai kadau; amutuné! Mochai akule Cheruve, lanam- paafeimeu, pinei, piam, tveichi pa- chi mapuche. 12. Veimeu pemel, piam, fente- pun kame ke domo. Veimeu wuñomei, wúñomelu kopatui, plam, zvarta-meu. Aku- tul, piam, akutullu. 13. "T'ya-meu fentepun kame pachi qúñúim nechin, pi, plam. Veimeu femnel, piam. Femnelu akui, piam, went'u— tukenochi domo—meu. Anmúpai, piam,inav “uelruka-meu. Penei, piam; fentepun ayúnel, piam. 14.— Yelmu mechi eppu kona ñi núlpayaeteu tov“achi pachi qú- ñim, pi, piam, tveichi domo. 843 bres quiero entrar en la tierran, así lo harás; [esto] dijeron, dicen, al indiecito. 9. Entónces pasó, dicen, mas por allá. Así dijo, dicen: Por aquí quie- ro ser hormiga, dijo, dicen. _Entónces se hizo hormiga (3). Otro poco mas allá: “Por aquí como dos lijeros caballos [ quiero] saltar, dijo, dicen. Así hizo, dicen. 10. Entónces subió, dicen, al volcan; entónces llegó a la cumbre, dicen; llegando a la cumbre vió, dicen, la casa del Cherruve, Llegó, dicen, para acercarse a la casa. Entónces en la puerta de la casa estuvo, dicen, un hombre; entónces le habló, dicen. 11.—¿No tienes trabajo, padre? le dijo, diczn, a ese hombre. —No hai trabajo; véte! Luego que venga el Cherruve, te iria a matar, le dijeron, dicen, a ese indiecito. 12. Entónces mui bonita mujer. Entónces volvió, volviendo se vino, dicen, a una c/udad. nAEES: dicen, llegando. 13. Por aquí quiero ser un mui bonito pajariton, dijo, dicen. En- tónces así lo fué, dicen. Siéndolo llegó, dicen, donde [una ] niña que no habia conocido hombre. Fué a sentarse cerquita de la casa. Fué visto, dicen; tanto fué querido (tanto le gustó) dicen. 14.—Anda a buscarme dos mo- zOSs para que vengan a pillarme ese pajarito, dijo, dicen, esa mujer. vió, dicen, una (3) El indio aqui hace solamente ensayos, para ver si es efectiva la fuer- za de las hierbas. (3 E) Aquí como en varios pasajes semejantes puede ponerse la puntua- cion ántes o despues del participio en /w segun se prefiere subordinacion bajo el verbo que precede o el que sigue. 844 Veimeu amui, piam, kiñe kona yemealu eppu went'u. I5. "Kisu kontulevichi, pin, piam, taveichi domo. Núpui, piam; fentepun ñomnei, plam, taveichi pachi qúñuúm. Veimeu tukulnei, piam, pu ruka, pu petaka tukunel, piam. 16. Veimeu punlu kudui, piam, tveichi domo; umautul, piam, umautulu. : "D'ipachánin, pi, piam; "koLeZa netuchi»n, pi, plam; femnetul, plam. 17. T'ipalu pu petaka ¡che netuchin pi, piam; chenetui, plam; pepuv' tvichi domo. Veimeu tepéi, piam; tepelu uIñei tvía?n pi, plam; wit'ai, piam, quyúmpai kot'al, piam, tv“eichi domo. Quyumpalu ka'al "kokela netuchin pi, piam, tveichi púchi mapuche. 18. Veimeu ka kudutui, piam, tveichi domo—che. Ka púchi allin-meu uka che netuchin pi, piam, púchi mapuche; ka kuonpui, piam, inakudualu. Veimeu tepei, plam, tveichi domo che; t'epellu wirarúi, piam, tveichi domoche: "Tv*a che!n pi, piam. 19. Veimeu kopatunel, piam; ka3patuel penelai tevichi che, piam. Veimeu rakidoam'i, piam: "Chem chein pi, piam; "púchi qú- ñúm Lav'“el», pi, piam; núlal, plam, ñi petaka. Veimeu molekai, piam, tv“eichi púchi quñúm. 20. Veimeu "ka kuonpale dun- uafin ulan pi, piam, teveichi do- moche. Ka púchi allúun-meu umaugqtulu, ka kuonpai, piam, taveichi puchi MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Entónces fué, dicen, un mozo a buscar dos hombres. 15. "Quiero acercármele solar, dijo, dicen, esa mujer. Lo agarró, dicen; tan manso fué, dicen, ese pajarito. Entónces fué puesto, dicen, en la casa, en una caja fué puesto, dicen. 16. Entónces en la noche se acostó, dicen, esa mujer, durmió, dicen, durmiendo. ¿Quiero salir,n dijo, dicen; uhor- miga quiero ser, dijo, dicen; así lo fué, dicen. 17. Saliendo de la caja "quiero ser hombre:, dijo, dicen; se volvió hombre; vió a esa mujer. Entónces despertó, dicen; des- pertando "Quién [está] aquí?n dijo, dicen; se levantó, dicen; fué a encender fuego, dicen, esa mu- jer. Cuando fué a encender el fue- go "hormiga quiero sern, dijo, di- cen, ese indiecito. 18. Entór.ces otra vez se acostó, dicen, esa mujer. Otro ratito despues "otra vez quiero ser hombre dijo, dicen, el indiecito; otra vez se acercó, dicen, para dormir con ella. Entónces despertó, dicen, esa mujer; despertando gritó, dicen, esa mujer: “Aquí [hai] jente!n dijo, dicen. 19. Entónces se vino dicen; viniendo la jente no fué visto ese hombre, dicen. Entónces reflexionó, dicen: "¿Qué será esto?n dijo, dicen; uel pajarito serian dijo, dicen; abrió, dicen, su caja. Entónces estuvo, dicen, ese pajarito. 20. Entónces si otra vez se acerca, le hablaré despues», dijo, dicen, esa mujer. Otro ratito despues [cuando es- tuvo | durmiendo ella, otra vez se ESTUDIOS ARAUCANOS VIl mapuche. Feichi ula kame dunufl, plam; nút'amkawinu, piam. 21.—Iñei anta eimi? pinei, piam, púchi mapuche. —Inche enoanchi tayí núupeen na? pinei, piam, tvichi domoche. —Chem úrke anta eimi? pineli, piam, púchi mapuche, núnechen eimi am? pinel, piam, púchi ma- puche. 22.—Re che ka 1á inche, pi, plam. Veimeu kudúntukunei, piam, veimeu úñamyeuinu, piam; wún- mainu, piam, wún-ple kintuulu- mu, piam. 23.—Pemen kiñe domo, piam, deqiñ—meu, fei femnel, piam, te- veichi domo. Eimi no ma na mole- pukeimi deqiñ—-meu? pifi, piam, teveichi domoche. —Inche no. Kuiv'i yemapaeneu (3? ) ñi kiñe lamnen Cheruvé, pi, piam, tvichi domoche. 24. Feimeu 4adkúi, piam, púchi mapuche. / —Inche yelmetuayu, pi, piam, púchi mapuche. Veimeu amui, piam, deqiñ-meu: "Tv*“a-meu okuor?7 netuchin, pi, piam, púchi mapuche. Femnetui, piam. 25. Pouwi, piam, deqiñ-meu; che neputui, piam, púchi mapuche, Pouwi, piam, Cheruv'e ñi ruka— meu. Wuúlnin ruka-meu wit'alei, piam, Cheruve ñi kuona. Pouwi, piam, púchi mapuche; puwlu ramtupui, piam, kadau. 345 acercó, dicen, ese Indiecito. En- tónces luego le habló bien, dicen; conversaron los dos, dicen. 21.—¿Quién eres? le fué dicho, dicen, al indiecito. —No soi yo el que endenántes agarraste? fué dicho, dicen, a esa mujer. —¿Qué [eres] en verdad tú? le fué dicho, dicen, al indiecito; ¿Dios acaso [eres] tú? se dijo, di- cen, al indiecito. 22.—Verdadero hombre soi yo, dijo, dicen. Entónces se acostó con ella, dicen; entónces se amancebaron, dicen; amanecieron, dicen, en la mañana mirándose los dos, dicen. 23.—Yo vi a una mujer, dicen, en el volcan, bien igual así fué, di- cen, esa mujer. ¿Acaso (no) has estado tú en el volcan? le dijo, di- cen, a esa mujer. —Yo no. Antes se me llevó una hermana mia el Cherruve, dijo, dicen, esa mujer. 24. Entónces se enojó, dicen, el indiecito. —Yo vola traértela, dijo, dicen, el indiecito. Entónces fué, dicen, al volcan: "Por aquí quiero ser un peuco (4)u dijo, dicen, el indiecito. Así fué uno, dicen. 25. Llegó, dicen, al volcan; se volvió hombre, dicen, el indiecito. Llegó, dicen, a la casa del Che- rruve. En la puerta de la casa estuvo de pié, dicen, el mozo del Che- rruve. Llegó, dicen, el indiecito. Llegando preguntó, dicen, por trabajo. (3b ) Probablemente hai que leer yeñmapaenen. (4) Una especie de ¿uteo, 846 26.—Tv“a-meu nielai kodau? pipul, piam, púchi mapuche. —Nielai chem kadau no rume, pi, piam, tveichi Cheruv'é ñi kuo- na. : Aadkúil, piam. 27.—Chem-—meu 4adkútuen, pi- nel, piam. —Chummael kuonpaimi tv“a- meu, lanamafeyu muchai, pinel, piam, púchi mapuche. 28. Veimeu 4adkirkei kai. —Ya, matuké lanammen, pi - tvichi Cheruve ñi kuona; lev kon- tupuwi, plam. Veimeu chúnarapufi; veimeu lanampui, piam, púchi mapuche. 29. Umauklei, piam, Cheruve. Ka kuontupufi, piam, ka lanam- pufí, piam. 30. Veimeu yemetufi tvichi do- mo. Pilafui, piam, kopayalu tfeichi domo. Aadkúi, pilam, púuchi mapuche. —Michai lanamaeyu, amunual- mi, pinei, piam, tveichi domo. 31. Veimeu kapai, piam, fauple tipapalu. "Tfa-mu tinre netuchi», pi, piam, púchi mapuche. Tinre netul, piam. Veimeu:—Pora -kaweluyaen, pinel, piam, tvichi domo. Veimeu para kawelui; kopatui- nu, piam. —Kome núukleaimi, pinei, plam, tveichi domo. Femklei, plam. 32 Veimen akutumnus plan; eppe eppe akutulu, che netuchin, pi, piam. Che netui, piam. MEMORIAS CINNIÍFICAS 1 LITERARIAS 26. —¿No hai trabajo por aquí? fué a decir, dicen el indiecito. —NOo hai ningun trabajo, dijo, dicen, ese mozo del Cherruve. Se enojó, dicen. 27.—¿Por qué te enojas conmi-, go? se le dijo, dicen. — ¿Para qué vienes acá? te mata- ria luego, se le dijo, dicen, al in diecito. 28. Entónces parece que se enojó tambien. —Bueno, lijerito mátame, dijo el mozo de ese Cherruve; lijero se acercó, dicen (5). Entónces le dió una puñalada, 1 enseguida lo mató, dicen, el in- diecito. 209. Estaba durmiendo, dicen, el Cherruve. Tambien se le acercó, dicen, i lo mató, dicen [ el indiecito]. 30. Entónces fué a llevarse a esa mujer. No queria, dicen, venir esa mujer. Se enojó, dicen, el indiecito. — Luego te mataré, si no quieres ir, se le dijo, dicen, a esa mujer. 31. Entónces vino, dicen, por acá para partir. "Aquí quiero ser tigren, dijo, dicen, el indiecito. Se volvió tigre, dicen. Entónces:—Móntame como un caballo, se le dijo, dicen, a esa mu- jer. Entónces montó a caballo; se vinieron los dos, dicen. —Bien te agarrarás! se le dijo, dicen, a esa mujer. Así lo hizo, dicen. 32. Entónces llegaron los dos, dicen, casi, casi llegando quiero ser hombre, dijo, dicen. Se vol- vió hombre, dicen, (s) Aqui hai una falta. Debe leerse lanomon o lanoman «yo mataré», O mejor pífi O pinei dijo al mozo del Cherruve. Serian entónces palabras del indio. 1 “ESTUDIOS ARAUCANOS VII Veimeu pun malu kudúi, piam, tveichi eppu domo enu. Veimeu ranintulnei, piam, púchi mapuche. Veimeu felei, piam. * 33. (6) "Ka Vipayann, pl, piam. : Er a Veimeu tipal, piam, tipallu; amui, piam, ka kame went'u—meu. Pouwi, piam, tofeichi kame went'u—-meu. 34.—Koadau nielai? pipul, piam. Veimeu elunei, piam, kada, inarume—kuAinagel. Kuoni, piam, kuonlu. 35.—Tukukelaaimi inaltu laf- ken, pinei, piam; afui ñi kuÁin, pi, piam, tvichi kame went'u. Veimeu, piam, tukukai fentepun kame inarume, piam. 36. Púchi allin-meu tipapal, piam, Cheruv'é lanam-ku4in-allu. Veimeu lanampai, piam, kolla kuÁin. 37. “Toav'a-meu kuokuorí notu- chin, pi, plam, púchi mapuche. Veimeu fem netui, piam. Witanentupai, piam, ni kuchi- Lu; lef kontupufí teveichi Cheruvé, Veimeu lanomfí, piam. 38. Pichi allún meu amuli, piam, tfeichi kame wentu. Veimeu puwi, plam. —Chummael fau tukulpaimi ku£in, pinei, piam, púchi mapu- ele. Veimeu pepui, piam, ñi la ku- Ain, £adkiúpul, piam. 39. Veimeu:—Chumianv'e? pl, - plam, púchi mapuche. 347 Entónces en la noche durmió, dicen, con esas dos mujeres. En- tónces en medio fué puesto, dicen, el indiecito. Entónces así quedó, dicen, * 33. "Otra vez partirén, dijo, di- cen. Entónces salió, dicen, saliendo; fué, dicen, donde otro hombre riCO. Llegó, dicen, donde ese hombre rico, 34.—¿No hai trabajo? dijo, di- cen. Entónces le dieron, dicen, tra- bajo de cuidador de animales. Entró, dicen, entrando. 35.—No me lo pondrás a la orilla del mar, le fué dicho, dicen; se acababa mi ganado, dijo, dicen, ese hombre rico. Entónces, dicen, los echaba [co- mo] mui buen cuidador, dicen. 36. Poco rato despues salió, dicen, el Cherruve para matar ani- males. Entónces mató, dicen, tres ani- males. 37. "Aquí quiero ser peucon, di- jo, dicen, el indiecito. Entónces se volvió uno, dicen. Sacó, dicen, su cuchillo, lijero se le acercó a ese Cherruve. Entónces lo mató, dicen. 38. Poco rato despues se enca- minó, dicen, ese hombre rico. Entónces llegó, dicen. ¿Para qué echbaste acá el ga- nado? fué dicho, dicen, al indie- Eto: Entónces vió, dicen, sus anima- les muertos; se enojó, dicen. 39. Entónces: —¿Qué ¡importa esto? dijo, dicen, el indiecito. (6) La continuacion no tiene relacion directa con lo anterior. 848 — Lai tami lanam-kuLin—keeteu, pinei, piam, tveichi kame went'n; deu pefi la Cheruv'e, piam. 40.—Feulasechi, vocham, pifi, plam, púchi mapuche. Tukulfiyu pu lafken, pi, piam, tavichi kame went'u. Veimeu tukulnel, piam, la Che- ruvé. Veimeu monemetui, piam. 41. Pichi allin-meu t'ipapali, piam, ka. e Veimeu femnetui, piam, ka la- -namfi, piam, tveichi Cheruve. Feil- chiula 'anakunufi, piam, Veimeu féntepun zakini (8), piam, púchi mapuche. 42. —Kiñe ina kureyeaimi ñawe, pinei, piam. Pilai, piam, pticht mapuche: —-Kome went'u neli, mai, kure- yenmaafeyu mi ñawe, pinei, piam, tvíchi kame went'u. —Kureyaimi matten, piam. Pilai, piam, púchi mapuche. 43. Veimeu elunei, piam, chi- an kaweLAu, féntepun tutelu. T'- patui, piam, amutul, piam (9). pinei, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —-Murió el que te mataba los animales, se dijo, dicen, a ese hom- hre rico; ya vió al Cherruve muer- to, dicen. 40.—Ahora sí que está bien, hijito, le dijo, dicen, al indiecito. Echémoslo al mar, dijo, dicen, ese hombre rico. Entónces fué echado [al mar], dicen, el Cherruve muerto. Entón- ces volvió a la vida, dicen. 41. Poco rato despues salió, di- cen, otra vez. Entónces así le sucedió, (62) dicen; otra vez mató, dicen, a ese Cherruve. HEntónces despues lo dejó botado, dicen (7). Entónces tanto fué apreciado, dicen, el indiecito. 42.—En el acto te casarás con mi hija, le fué dicho, dicen. No quiso, dicen, el indiecito. —Si fuera hombre rico, pues, me casaria con tu hija, fué dicho, dicen, a ese hombre rico. —Te casarás no mas, le fué di- cho, dicen. No quiso, dicen, el indiecito. 43. Entónces le fué dado, dicen, un caballo ensillado, tan bonito. Salió, dicen, caminó, dicen. * AS Feimeu ka tieu—-ple 'afi ka kiñe Vewa nelu went'u. Veimeu elufí kuom chian kaweAu. Entónces mas por allá encontró a otro hombre mui pobre. Entón- ces le dió todo su caballo ensilla- do. (62) Puede tambien entenderse «otra vez se trasformó así.» es decir, en un peuco. (7) Como se ve, aqui aparece el Cherruve como monstruo marino, que se resuscita cuando lo echan al agua. (8) No estoi seguro si se trata de daqueln o raguin de Febrés; o acaso son en el fondo una misma palabra las dos, como weda, wera, 1uesa. (9) Aqui otra vez principia el cuento primitivo. Evidentemente Calvun no supo una conclusion conveniente para el cuento; la que se da aqui es mui forzada. No se ve razon porque volviera el indio otra vez a la cordille- ra. I no es natural que el Cherruve lo mate de léjos a balazos; pues éste es, segun Calvun, el malhechor, aunque no aparezca sú nombre. ESTUDIOS ARAUCANOS VII 44. Veimeu "amuan deqiñ- -mMeun, pi, plam. Veimeu ka amui, plam; pouwi, piam, dequiñ-meu;ka penei, piam, púchi allú mapu. Veimeu t'alkatunei, piam. Vel- meu kaLinel, piam. Veimeu ka4ial lai, piam, púchi mapuche. 949 44. Entónces uiré al volcan», dijo, dicen. Entónces otra vez fué, dicen; llegó, dicen, al volcan; otra vez fué visto, dicen, de un poco léjos. Entónces le fué tirado un bala- zo, dicen. Entónces fué herido, dicen. Entónces herido murió, di- cen, el indiecito. 6. La hija del Cherruve 6. EPEU KIÑE MAPUCHE PARALU DEQIÑ-MEU (1) TE ipal, piam, kiñe púchi ma- puche; parai, piam, d'eqiñ-meu. Wechui, piam, d'eqiñ—-meu; pe- pui ruka Cheruve, piam. 2. Veimeu konpui puwlu, piam: —Chumpeimi, tva-meuúu kon-- paimi? pinel, piam. | —Kintu-kadau-pen, pi, piam. —Tova-mu nielai ta koadau? Tava Cheruve ñi ruka, pinei, piam, púchi mapuche. — Nielayam kadau Cheruve? pi, piam, púuchi mapuche. —Akukotulai, niel dau, pinel, piam. chamal ka. 3. Veimeu allún-meu akutui, piam, Cheruve. Penepatui, piam, púchi mapuche. —Chumpeimi, fau molepaimi? pinepai, piam, piúchi mapuche. — Kintu-kadau-pevun, pi, piam, púchi mapuche. —Fey úrke mai, eloeyu (2) ka-- dau inche, pi, piam, Cheruve. 4. Veimeu zañue-mu inarumel, ( ( 1) 2) =cluaeyu. 6. CUENTO DE UN INDIO QUE SUBIÓ AL VOLCAN miisalio dicen; un subió, dicen, al volcan. Llegó a la cumbre, dicen, en el volcan; vió la casa del Cherruve, dicen. 2. Entónces llegando se acercó, dicen: —¿Cómo estás, que vienes acá? le dijeron, dicen. —+Estoi buscando bo: dijo, dicen. — Por acá no hai trabajo! Esta es la casa del Cherruve, le dije- ron, dicen, al indiecito. —No tiene acaso trabajo el Cherruve? dijo, dicen, el indiecito. —Ya va a venir despues; quién sabe si tiene trabajo, le dijeron, dicen. Entónces un rato despues llegó, dicen, el Cherruve. Fué avis: tado, dicen, el indiecito. —¿Cómo estás, que acá vienes a estar? se le dijo, dicen, al indie: cito. —Queria buscar trabajo, dijo, dicen, el indiecito, —Está bien así, te daré trabajo yo, dijo, dicen, el Cherruve. 4. Entónces entre los chan- indiecito; Apuntado por el señor Chiappa, correjido 1 traducido por mi, 850 piam. Allúin=meu úñamneñma- vi (3) ñawe, piam, Cheruve. Veimeu kimnei, piam,ñi úñam- yen. —Kiñe ina kiñe fotta mapu wa deumalaen. Wille motten akuan (4) karú-wa-tuam! pi, piam, Cheruve. 5. Veimeu weñankei, piam, pú- chi mapuche. Pepueyu, piam, ñi uñam: — Umautuaimi: “Kiñe fotta ma- pu wa, kiñe ke ankoleweain, pial- -mi, pinei, piam, púchi mapuche. 6. Veimeu umautualu, vei pi, piam. Allún-meu t'epel, piam; rani wa, piam, t'analei. Veimeu amutul, piam, Cheruve- meu, —Dewii, piputui, plam. Veimeu kappai, piam, Cheruve; pepai ñi wa; yepai, piam, meli wa puwaltui, piam, ñi ruka-meu. —Fót! manna komme kadawar- ken! pi, piam, Cheruve. 7. Veimu velei, piam, púchi mapuche. —Deu kureyeñmayaeneu ñi ñawe, pl, piam, Cheruve. Deuma- laeneu kiñe rúnan ko, is *P'oviA úuñúm meleai, pi, piam, Cheruve. 8. Weñankei, piam, púchi ma- vuche. Pepueyu, piam, ñi uñam. — Umautuaimi. “Is'toviá kage, moleai pif'al, moleai torokiñ, che- zwvakat, is*t'oviá kaqe moleaiu (5), (3) Talvez hai que leer úiñamnicimavi; MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS chos fué cuidador, dicen. Tiempo despues se amancebó con la hija, dicen, del Cherruve. Entónces se supo, dicen, que tenla manceba. | —En el acto me hará un gran campo de maiz. Mañana no mas llegaré a comer choclos verdes! di- jo, dicen, el Cherruve. 5. Entónces fué triste, dicen, el indiecito. Lo vió, dicen, su man- ceba: —Dormirás: "Un gran campo de maiz, algunos [choclos] ya es- tarán secosn dirás, (4%) fué dicho, dicen, al indiezito. 6. Entónces cuando queria dor. mir, esto dijo, dicen. Tiempo des- pues despertó, dicen; en medio del maiz, dicen, estaba acostado. Entónces se encaminó, dicen, hacia el Cherruve. —Ya está, fué a decir, dicen. Entónces vino, dicen, el Che- rruve; vino a ver su malz, vino a llevar, dicen, cuatro choclos, los hizo llegar, a a Su Casa. —Caiamba! mui bien me traba- ja, parece, dijo, dicen, el Cherruve. 7. Entónces así estuvo, dicen, el indiecito. —Ya se me casará con mi hija, dijo, dicen, el Cherruve. Me hará un pozo de agua, todos los pája- ros estarán [en él], dijo, dicen, el Cherruve. 8. Fué triste, dicen, el indiecito. Lo vió, dicen, su manceba. —Dormirás: “Todos los patos, habrá prtrales, habrá toroquiñes, cheruacayes, todos los patos habrán, orij. ¿ñam niel mavi iñawe. (4) En el orijinal está aleuai con la traduccion «vendré». Debe ser equi- vocacion. (42%) Es decir, pedirás. No se dice a quien debe pedirlo. (s) pital. torolciñ (o torolein ?) 1 chewakai son diferentes aves acuáticas de la Arjentina; no sé cómo se llaman en castellano. _ESTUDIOS ARAUCANOS V!I 851 piaimi, pinel, piam, púchi mapu-: che. 9. Veimeu vel pi, plam, umau- tui, piam. Allún-meu't'epei, piam, púchi mapuche. Ist'ovid kage, piam, molei tveichi púchi m2ayzr- meu (6). Veimeu kappatui, piam, púchi mapuche Cheruve-meu. — Deuman! piputui, piam, Che- ruve-meu. 10. Veimeu amui, piam, Che- ruve; pepui, piam, ñimayin; is"Po- vi kaqe, malei, piam. Xa ke ume- ñe (7) dunun tveichl kaqe, piam. —Fót! pi, piam, Cheruve; chum- kunui deumai: múchal? pi, plam, Cheruve. Manna kame núnechen eleyu tvachi púchi mapuche, pi, plam, Cheruve, 11. Veimeu allún-meu: —Kiñe ina t'ipayayu, pl, piam, Cheruve ñi ñawe; yeñmayaviyu zañue kawelu hi chau, kiñe ke lewa-tulu ñi 'ekan, pi, piam, Che- ruve ñi ñawe. 12. Veimeu t'ipainu, piam. Ka ke kaweu kat'i-wur-kunu-yeñ- mavi. Kiñe, piam, parai pichi ma- puche, Cheruve ñi ñawe ka kiñe, plam. Amuinu, piam, kiñe vútcha wa- ria- mapuche- meu. 13. Veimeu inai, piam, Cheruve ñi kure. Veimeu allú-mapulunu, wúño- kintumu, piam. Amuléi, piam, Cheruve ñi kure; peinu, piam. e dirás, le fué dicho, dicen, al indie- cito. 9. Entónces eso dijo, dicen, [cuando] fué a dormir. Un rato despues se despertó, dicen, el diecito. Toditos los patos, dicen, hubo en esa pequeña /agunma. _Entónces vino, dicen, el indie- cito hácia el Cherruve. —Ya lo hice! fué a decir, dicen, donde el Cherruve. 10. Entónces se encaminó, di- cen,- el Cherruve; vió, dicen, su laguna; toditos los patos hubo, di- cen. Zodos hablaban de distinto modo esos patos, dicen. —Caramba! dijo, dicen, el Che- rruve. ¿Cómo lo hizo, que lo con- cluyó tan pronto? dijo, dicen, el Cherruve. Un mui buen Dios crió a este indiecito, dijo, dicen, el Cherruve. II. Entónces tiempo despues: —En el acto saldremos, dijo, dicen, la hija del Cherruve. Nos llevaremos el caballo chancho de mi padre, que siempre una legua hace con su tranco, dijo, dicen, la hija del Cherruve. 12. Entónces salieron, dicen. Los demas caballos los dejó con los zervios cortados. Uno, dicen, montó el indiecito, la hija del Cherruve el otro, dicen. Se encaminaron, dicen, hácia una gran ciudad de indios. 13. Entónces siguió, dicen, la mujer de ese Cherruve.' Entónces estando a mucha dis- tancia, miraron por atras los dos, dicen. Caminando fué, dicen, la mujer del Cherruve; la vieron, di- cent (6) Est. Ar. V, 234 el señor Chiappa ha escrito la misma palabra martin; no sé cual de las dos formas es la correcta. (7) Talvez hai que leer ka he rume fed dunun=siempre de otro modo fueron en el habla. No comprendo las palabras del orijinal i dejo la traduc- cion de Calvun. La r de 7ume se p.onuncia a veces mul débilmente. 852 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS A —__——F——— o O E A IE Allúun-=meu: "Tova-mu molepe kiñe vútta “ukur (8)u pi, plam, tveichi Cheruve ñi ñawe. Femi, piam. Rupakai, plam, kure Cheruve. 14. Ka wuño-kintuinu, plam; pevinu: wPva-meu molepe kiñe fotta d'“eqiñ. pinu. Rumekai, piam, kure Cheruve. I5. Ka tieu-pole wúño-kintulnu, piam; penei, piam, Cheruve fñi kure. Epe d'ineinu, piam, tveichi kurewen. —Chumayu na tva? pinu piam. —Inche kage nean, pl, piam, taveichi domo; eimi /ela neaimi; inche-meu wente meu qúikaleaimi, pinel, piam, púchi mapuche. 16. Veimeu femi; piam; rani lavken weyelkeavui, plam. Veimeu rumel, piam, kure Cheruve. Wuú- ñoméi, piam, pemenolu kure Che- ruve. Veimeu che netuinu, piam; yehmanetuinu (9) kaweAu enu. Veimeu namuntu k93ppai, piam, warla mapuche-meu. 17. Akuinu, pilam, waria mapu- che-meu. Veimeu molepainu, piam. Allún-meu werkei, piam, Che- ruve; yenepatui, pilam, púchi ma- puche ñi kure. Kisu lewetui, piam, púchi mapuche. Elarpui, piam, venten plata tveichi domo; “vel, piam, niei púchi mapuche; fent:e- pun vatta 72fu nel, piam, púchi mapuche. CO IE ME Un rato despues: Por acá debe estar una gran xebliman, dijo, di- cen, la hija de ese Cherruve. Así fué, dicen. Vino a pasar [sin embargo], dicen, la mujer del Cherruve, I4. Otra vez miraron por atras, dicen; la vieron: uPor acá debe haher un gran volcan», dijeron. Fué a pasar [sin embargo ], di- cen, la mujer del Cherruve. 15. Mas por allá miraron por atras, dicen; fué vista, dicen, la mujer del Cherruve. Casi fueron alcanzados, dicen, esos novios. —¿Qué haremos ahora? dijeron, dicen. — Yo seré pato, dijo, dicen, esa mujer; tu serás una vela; sobre mí por encima estarás encendida, se dijo, dicen, al indiecito. 16. Entónces así fué, dicen, en medio de! lago estaria nadando, dicen. Entónces pasó, dicen, la mujer del Cherruve. Se volvió, di- cen, no viéndo[los] la mujer del Cherruve. Entónces se volvieron hombres, dicen; les fueron lleva- dos los caballos (2). Entónces a pié vinieron, dicen, a la ciudad de los indios. 17. Llegaron, dicen, a la ciudad de los indios. Entónces vinieron a quedarse, dicen. Tiempo despues mandó, dicen el Cherruve; le fué robada, dicen, al indiecito su mujer. Solo se que: dó, dicen, el indiecito. Parece que le dejó, dicen, muchísima plata esa mujer; esa, dicen, la tuvo el indie- cito; tan mui 7zco fué, dicen, el in- diecito. (9) Orijinal 4eiñ manctuinu sin traduccion intelijible. “ESTUDIOS ARAUCANOS VII 853 7. El hijo del oso Y. EPEU KIÑE FUCHA KIÑE KUSE YEAU KUREYEULU (1) 1. Kureyeuarkeinu; ya4orkeinu, kiñe nerkei ñi ya enu, kiñe ma- puche domo. Miichai motten t'e- morkei ti púchi domo. 2. Vei chi, piam, molei is't'oviA ku£in: molei, piam, osse (2) úwe mapu, piam, molei tveichi ficha yenu. Kuse nielai, piam, chem che no rume. | Fiott:a paral, piam, ñi koñi tvei- chi kuse; achawaA úol'paapelu ñi - achawaÁ úol'pai, piam. 3. Tavkiúntui (3), piam, kiñe ke uvisa enu; niei achawaá tvichi fo— chá mapuche. Yepai, piam, uvisa; yetui, piam, ñi ruka-meu. Puwtui, piam, ñi ruka-meu; nie- lai, piam, ñi kure; nielai, piam, ñi ñawe; kisulei, piam, ñi ruka, 4. Veimeu wúñomei, piam, nú- mai, piam, wesa facha went'u. Feimeu ilofmaeyu, plam, osse ñi kure; kureñmaeyu, piam, osse ñi ñawe; pu mapu tukuilmanel (4). 5. Veimeu, piam; koñi niei tvi- chi domo; koñilkayu osse. Pachi allúwei, plat, tveichi piuchi kampu, osse ñi yal. 6. Kiñe focha kura-meu min- che leían, piam; púchi allúwei, Y. CUENTO DE UN VIEJO QUE SE CASO CON UNA VIEJA I. Se casaron los dos; enjendra ron, uno fué el hijo de los dos, una mujer india. Luego mucho creció esa mujercita. 2. En ese tiempo, dicen, hubo todos los animales: hubo, dicen, osos [en la] tierra despoblada, di- cen, estuvo este viejo con ellos. La vieja no tuvo, dicen, ninguna jente. Grande creció, dicen, la hija de esa vieja; gallinas vendiendo fué a vender sus gallinas, dicen. Trocó, dicen,algunas ovejas con ellas; tuvo gallinas ese viejo indio. Trajo, dicen, ovejas; las llevó, di- cen, a su Casa. Llegó, dicen, a su casa; no es- tuvo, dicen, su mujer; no estuvo, dicen, su hija; sola estuvo, dicen, su casa. 4. Entónces volvió, dicen, lloró, dicen, el pobre viejo (hombre). Entónces se la habia comido, di- cen, el oso a su mujer; se le habia casado, dicen, el oso con su hija; tierra adentro entraron. 5. Entónces, dicen, tuvo un ni- ño esa mujer; la habia empreñado el oso. Grandecito ya creció, dicen, ese muchachito, el hijo del oso, 6. En una grande piedra debajo estuvieron, dicen; grandecito ya (1) Apuntado por el señor Chippa, correjido ¡traducido por mi. (2) Si no me equivoco no hai osos ni en Chile ni en la Arjentina; en Bolivia si; pero aqui se tratará del animal vulgar europeo llevado por doma- dores vagabundos a los pueblos de Sud América tanto como a las aldeas de España. El hecho de haberse formado una palabra especial en mapuche, prueba que el animal es bien conocido. (3) Orij. Pavleintui con la nota «campio»; cp. Febres ¿havcuun «el con- trato de permuta». Literalmente significa «juntar manos». (4) Quizas tukuñmanel. 854 piam, tveichi púchi kampu. T'ipar- kei, piam, mapu—meu; fam param- pai, piam, tveichi kura, tipakei, piam. 7.—Fót! pikei, piam, went'e mapu manna koamme mapu toki- viñ, papai, pikei, plam, ñi ñuke. —Moanna kame mapu; mollei úñúm, is''oviá úñúm mollei. PiA- maiken pinei kiñe puúchi úñúm, doi kamei púchi úñúm, pikeeyu, plam, ñi ñuke. ? 8. —Púchi alliweli tippatoayu, papai, pikei, piam, ñi ñuke tveichi púchi went'u. Allún-meu, piam, lemíf tveichi kura kiñe kuú-meu, piam. Vam porampavi tveichi fútcha kura. 9. Veimeu t'ipai, piam; koppai waria mapuche-meu. Moalei, piam, kiñe fútcha lonko. Feimeu, piam, akui. Veimeu malepul, piam. Kappai, piara, osse; went'uili, piam, osse; epe apúmvi, piam, tveichi pu mapuche. 10. Veimeu tveichi púichi ke went'u aukantukeyu, piam, ka ke púichi ke kampu; .t'ewan pikeyu, piam; Aadkúkelal, piam. Aia púl- chi ke kampu moatonkoteieyu, (4) plam, rúni-meu. Veimeu, piam, Xadkiúi; lanamvi púichi ke mapuche. 11. Veimeu t'arinei, plam; 'a— riel kom kat'ikotievi, piam, 4azu; afkúntun (5) paresunei, plam, tl- ppat'ippane, piam. kuom Veimeu afelnei (6), piam; deu- (4) Orijinal moa1'ornketiteyu. . dicen; no se enojó, dicen, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS estuvo, dicen, ese muchachito Salió, dicen, a la tierra, así levan- tó, dicen, esa piedra, [i] salió, dicen. 7. — Caramba! dijo, dicen, la tie- rra de arriba, la juzgo mui bonita tierra, mamita, dijo, dicen, a su madre. —-Mui bonita tierra; hai pájaros, toditos los pájaros hal. Golondrina se llama un pajarito, [ éste ] es mas bonito pajarito, le dijo, dicen, su madre. 8. —Cuando esté un poco mas grande saldremos, mamita, dijo, dicen, a su madre ese hombrecito. Tiempo despues, dicen, pudo [levantar] esa piedra con una ma- no, dicen. Así fué a levantar esa piedra grande. Entónces salió, dicen, vino a una ciudad india. Hubo, dicen, un viejo jefe (ca- cique). Entónces, dicen, llegó. Entón- ces estuvo, dicen. Vino, dicen, el oso; se embraveció, dicen, el oso; casi esterminó, dicen, a esos hom- bres de la tierra. 10. Entónces a ese hombrecito lo embromaron, dicen, otros mu- chachitos; "“perron lo llamaron, Nueve muchachitos lo apalearon tenaz- mente, dicen, con un colibue. Entónces, dicen, se enojó; todos los mató a los indiecitos. 11. Entónces fué amarrado; [cuando ] amarrado todos siempre cortó, dicen, los lazos; al fin fué apresado, dicen; siempre se salia, dicen. _Entónces fué dejado solo, dicen; (s) El orijinal dice afkentun con la traduccion «muchas veces», podria ser una composicion como afke-entun=1interminable, sin fin. Pero me pare- ce mas probable leer ayleintun, cp E. avcuntu lo último. (6) El orijinal dice afelniez «lo dejaron». “ESTUDIOS ARAUCANOS VII mainei, piam, kiñe fúcha es'pada fent'e pun fanelu. 12. Veimen kappal, piam, osse, wit'apai, piam. Yemei, piam, ñl es'pada piúchi went'u, nail, piam, osse yenu, l'anamvi, piam, ñi chau. Feimeu 'tipayan», pl, plam; uinamapuam. (7), pi, piam; fente- pun newen niel, piam. 13. Veimeu t'ipai, piam, tippa- lu, alli mapu puwlu, pepuvi, piam, kiñe went'u. Yeniei, piam, V'alka, chadi, ñi es'pada; vei, piam, yeniei; pepuvi, piam, tveichi wen: ('u, niel piam, kiñe fottia mama; mottakei, piam, tveichi went'u. 14.—Marimari, vo'ái! pipuvi, piam, tveichi went'u. —Marimári! pi, plam, tveichi went'u. ; —Chem dunu-meu fent'e ne- wentu dunuen, anel? pi, piam, tvel- chi piichi went'u. 15.—Chumpeimi miauimi piru mapu? pinei, piam, púchi went'u. —Chumpelan, pi, went''u. Moanna wapo nerkeimi, nai, nerkei tvichi went'u. —Chum vemlaavun (9) ñúwa? pi, piam, tveichi went'u. 16.— Deuma ñúiwarkeimi; kude- yu iñei ñi doi yu útliv'ael tveichi mamaÁ, pinei, piam, tveichi wen- e. —Ya, pi, plam, tveichi wentu. piam, pachi pi- —Chuchi doi iitivlu, weuai; 855 fué concluida (= fabricada), dicen, una espada grande tan pesada. 12 Entónces vino, dicen, el oso, se paró, dicen Fué a tomar, dicen, su espada el hombrecito, peleó, dicen, con el oso, mató, dicen, a su padre. En seguida, saldré dijo, di- cen; «correré tierrasn, dijo, dicen, tanta fuerza tuvo, dicen. 13. Entónces salió, dicen, sa- liendo, léjos llegando, vió, dicen, a un hombre. Llevaba [el chico], dicen, un rifle, sal 1 su espada; eso, dicen, llevaba; vió, dicen, a ese hombre, [que ] tuvo, dicen, ungran palo; [derecho como un] cuer- no lo tuvo, dicen, ese hombre. 14.—Buenos dias, taita! le dijo, dicen, a ese hombre. —i¡Buenos dias! dijo, dicen, ese hombre. —¿Por qué me hablas con tanta fuerza, amigo? dijo, dicen, ese hombrecito. 15.—¿Qué andas buscando (8) en el pais de los gusanos? fué di- cho, dicen, al hombrecito. —No busco nada, dijo, dicen, el hombrecito. Mui guapo pareces ser, amigo, se dijo a ese hombre. —¿Por qué no seria así valiente? dijo, dicen, ese hombre. 16.—Ya [veo que] eres valien- te; juguemos cuál de nosotros dos tira mas léjos ese palo, fué dicho, dicen, a ese hombre. — Bueno, dijo, dicen, ese hom- bre. —Quien tira mas léjos, ganará; (7) La m final de ¿na-mapuam será una asimilacion casual a la fp que sigue; debera leerse inamapuan; o se debe traducir «para correr. ..» (8) Literalmente: ¿Cómo eres o pareces tú, andas haciendo testacion «No soi (parezco) de alguna manera». Los pronombres verbales no se pueden traducir literalmente. (91 Cp. VI 7, 2. 856 doi úttúvnolu, vei ñi konayenen, pi, piam, tveichi, pachi went'u. Wenchumir pinel, piam, tfachi púuichi wen'u. 17. Veimeu kudeinu, piam;une útuvii, (10), piam, tveichi wentu. Allin mapulei, piam, /o/en fúcha koyam. Veimeu Wenchumir núpuli, piam, tvichi koyam kai; doi fúcha ka mapu út'uví 1, piam. 18. Veimeu weui, piam, Wen- chumir, reqne núpuí, piam, tveichi - motta-koyam-ke-chi wentu. Veimeu amuinu, piam; tieu-pole pepui, piam, ka kiñe went'u, ke- llú payunel, piam. Pettu zvzimkel-tukulu (11) fit- cha ke koiwei pu leuvú, plam. 19. — Marimanl, pi, piam, Wen- chumir. : —Marimári! pi, piam, tveichi kellú payu went'u. —Monna Ladkoleimi, nei! pi, piam, Wenchumir, | —Chum vemlaavun wapo ta in- ché te, nei? pi, piam, tveichi kellú payu went'u. 20.—Waporkeimi; lonkotu- yu! (13) pi, piam, Wenchumir. Chuchi t'antuel fei ñi konayenen, pi, piam, Wenchumir. —Y a, pi, piam, kellú payu wen- Pu. Lonkotuinu; Yantunel, piam, kellú payun went'u. Reqnenerpui, pliam; kúla yewel ula, piam, Wen- chumir. 10) Orijinal 32 ev fed dos veces. (to) Orij MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS el que no tira mas, ese [será] mo- zO, dijo, dicen, ese hombrecito. Huenchumir se llamó, dicen, este hombrecito. 17. Entónces jugaron, dicen; primero tiró, dicen, ese hombre; A mucha distancia estuvo ( =cayó), dicen, el gran roble extero (2). En seguida Huenchumir tam- bien agarró, dicen, ese roble; a mucha mayor distancia tiró, dicen. 18. Entónces ganó, dicen, Huenchumir, cautivo tomó, dicen, a ese hombre con el roble como cuerno. ) Entónces se encaminaron, di- cen; por allá vió, dicen, a otro hombre [que] tenia barba colo- rada, dicen. Estaba arrojando grandes coi- hues (12) al rio, dicen. 19.—Buenos dias, dijo, dicen, Huenchumrr. —i¡Buenos dias! dijo, dicen, ese hombre de barba colorada. —Mui enojado estás, amigo! dijo, dicen, Huenchumir. —¿Cómo no habria de ser gua- po yo, amigo? dijo, dicen, ese hombre de barba colorada. 20.—Se ve que eres guapo, lu- chemos! dijo, dicen, Huenchumir. Cual[ queda] derribado ése [ debe] ser mozo, dijo, dicen, Huenchu- mir. — Bueno, dijo, dicen, el hombre de barba colorada. Lucharon, fué derribado, dicen, el hombre de barba colorada. Pa- só a ser cautivo, dicen; tres llevó despues, dicen, Huenchumir (14). (11) Talvez relacionado con F. ú%ncoln clavar palos gruesos en el suelo. (12) corrue (Fagus Dombeyi) uno de los árboles mas grandes del sur de Chile. (13) Literalmente: andar a la greña, chil. vulg. tirarse las mechas. (14) Es decir, incluyendo a Huenchumir mismo. ESTUDIOS ARAUCANOS VII 21. Veimeu alli mapu, plam, puinan. _— Eimi deuma-yal-koleaimai, pinei, piam, tveichi a kelu went'u. T'ipai, piam, t'alkatu-úñúm-alu A enu payun kelú. Deu- , piam, yael motta-koyam-ve al u. Kappa umaui, plam;umau- tul, plam. 22. Velmeu puwii, piam, kiñe púchi tapayu; ipui, piam, tveichi yael. Pettu lu, tPepei, piam, tveichi wentu. — Chumpeimi, weda tapayu, pinei, piam, tveichi tapayu; tíewa regke (15) molerkeimi tami weda tapayupen (152), pirkei tvichi wen- vu. —Chum vemlayavun, núñelu inché, pi, piam, tvichi tapayu. 23. Veimeu nalinu, piam, tvi- chi went'u enu; tveichi tapayu epe l'ranamfui, piam, tveichi went'u; kuom ¡-manei, piam, lael, 24. Veimeu alliin-meu akutui, piam, Wenchumir enu. —Epe lanampaveneu kiñe ta- payu; fenttepun newen niei (16), pi, piam, tveichi went'u. — Motte 4Aekanteneimi (17), anel; inché wúle malean, pi, piam, 'kellú payun wentu. 25. Wuún-pale t'ipai, plam, Wen- chumir enu núvayalu úñúm. Kellú payun mólei, plam; deumal, piam, lael. (152) Orijinal eze72. TOMO XCIV negro Casi mataba, 857 21. Entónces mui léjos, dicen, llegaron. — Tú estarás preparando la co- mida, se dijo, dicen, a ese hombre con el roble como cuerno, Salió, dicen, a cazar aves Huen- chumir, i con él el barba colorada. Preparó, dicen, la comida el hom- bre: con el roble como cuerno. Quiso dormir, dicen; se durmió, dicen. 22. Entónces llegó, dicen, un negro chico; pasó a comer, dicen, esa comida. Todavía comiendo él, despertó, dicen, ese hombre. —¿Qué haces ahí, negro malo, se dijo, dicen, a ese negro; a un verdadero perro te pareces con tu [cara de] negro malvado, dijo ese hombre. —¿Cómo no habría de hacer si, si tengo hambre yo, dijo, di- cen, ese negro, 23. Entónces pelearon los dos, dicen, ese hombre con el otro; ese dicen, a ese hombre; toda se comió, dicen, la comida. 24. Entónces un rato despues llegó, dicen, Huenchumir con el otro, —Casi venia a matarme un ne- gro; tanta fuerza tiene, dijo, dicen, ese hombre. — Mui cobarde eres, amigo; yo mañana quedaré, dijo, dicen, el hombre de harha colorada, 25. Al alba salió, dicen, Huen- chumir con el otro a cazar pájaros. Barba colorada se quedó, dicen; preparó, dicen, la comida. (15) Creo que .a q de regke es supérfiva. (16) Talvez aquí como en muchas otras partes donde lo he correjido tá- ¡Citamente, hai que leer %2e% por riel, cp. $ 12, 30, etc. | (17) Sekante (segun FEBRES el bazo), ¡llecan (F) miedo estarán en corre- lacion. La traduccion «cobarde» se debe a Calvun. 59 858 Deumalu puwi, piam, tapayu. —Inche kai iael, anal, pipui, piam. —T'ewa reqke moaleimi tami weda tapayu-nen (18), pinei, piam, tapayu. 26. Veimeu pichi elnei (19), piam, lael; apumii, piam, tapayu. —Ka púchilen, anel, pi, piam. —Pilan, pinel, piam, tvichi ta- payu. Veimu nalinu, piam; epe l'an- omkununei kelú payun; inanei, piam, ñi lael. 27. Kappatuil, piam, Wenchu- mir enu. Akutuinu, piam; puchilewel, plam, tveichi iael; vel ipatuinu, piam. — Inché wúlé molean, wimku- nuweil (20) tveiche weda tapayu, pi, piam, Wenchumir. 28. Ka umañ-mu malei, piam, Wenchumir. Epe rani anta puwl, piam, tapayu; deumaniel, piam, lael Wenchumir. —Inche kai iaal! (21) pipul, piam, tapayu. —Pilan! pi, piam, Wenchumir. Veimeu:—Chem-mu pilaimi? pi, piam, tapayu; naleyu mal, pi, piam, tveichi tapayu. 29. Vcimeu nalinu, piam, allúñ- ma (22) nalinu, piam. Veimeu ko- ppatui, piam, kelú payu enu; me- (18) Orijinal: ener. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Preparándola llegó, dicen, el negro. | —Yo tambien [quiero] comer, amigo, dijo, dicen. — A un verdadero perro te pa- reces con tn [cara de] negro mal- vado, se dijo, dicen, al negro. 26. Entónces un poco le fué dejado a comer; lo acabó, dicen, el negro. : —Dame otro poco, amigo, dijo, dicen. —No quiero, se dijo, dicen, a ese negro. Entónces pelearon, dicen; casi fué dejado muerto barba colorada; fué continuada, dicen, la comida [del negro]. 27. Vino, dicen, Huenchumir con el otro. Llegaron los dos, dicen; poco mas quedó, dicen, de esa comida; eso lo comieron los dos, dicen. —Yo mañana quedaré; ya está acostumbrado ese negro malo, di- jo, dicen, Huenchumir. 28. Despues de otro dormir se quedó, dicen, Huenchumir. Hácia medio dia llegó, dicen, el negro; tuvo preparada, dicen, .la comida, Huenchumir. -_—Yo tambien [quiero] comer! fué a decir, dicen, el negro. —No quiero! dijo, dicen, Huen- chumir. Entónces:—¿Por qué no quie- res? dijo, dicen, el negro; quiero pe- lear contigo pues, dijo, dicen, ese negro. 29. Entónces pelearon, dicen; buen rato pelearon, dicen. Entón- ces vino, dicen, barba colorada (19) Orijinal 2éxei «le dió». elnei=fué dejado, elunei=fué dado. (20) Cp. E. huimn. Orijinal winkunuuel «ya está hecho a venir». (21) Asimilacion por 7ael; tambien se pronuncia yal, cp. $ 21. (22) Orijinal: alliin ma. ESTUDIOS ARAUCANOS VII kei, piam, ñi nalon (23) Wenchu- mir enu tapayu. Wed'“amekel, piam, tapayu, es'- pada-meu, monekai, piam, tapayu. 30. Feimu lev maui (24*) piam, tapayu. Inaeyu, piam, Wenchumir; kon- putui, piam, kiñe lolo-meu tveichi tapayu. Veimeu kappatui (25) Wenchumir. —Foót! Moanna newen nel tvel- chi weda tapayu, pi, piam, Wen- chumir. Kiñe ina inaaviló, pi, piam, Wenchumir. 31. Veimeu werkei, piam, kiñe kona Wenchumir kiñe lonko-meu. "Elluaenneu mari-eupu t'olke wa- kan pi, pam Wenchumrtr. Veimo elunei, piam, Wenchu- mir mari eupu Valke waka. azul- nan, piam, Wenchumir enon. moallenmun 32. Tveichi matta-koyam-kechi went'u palttúntukunei, piam, tvei- chi lolo-meu kontumun (26) ta- payu. Veimeu alli koni, piam; Luka- mel, plam, tveichi went'u. Veimeu nenomeli, piam, ñi azu, wit'ane- tul, piam; Pipapatul, piam. 33.—Malei mai che, re v*uún- rúni niei; pettu aukantul, pi, piam, tveichi went'u. —Fey úrke mai, pi, piam, Wen- chumir. — Eimi kone, pinel, piam, kelú payun went'u. 859 con el otro; siempre iba, dicen, su pelear Huenchumir con el negro. Mal anduvo, dicen, el negro, con la espada, [sin embargo] que- dó vivo, dicen, el negro (24). 30. Entónces lijero salió, dicen, el negro. Le siguió, dicen, Huenchumir; fué a entrar, dicen, en una cueva ese negro. Entónces vino a su paradero Huenchumir. —Caramba! Mucha fuerza tiene este negro malo, dijo, dicen, Huenchumir. En el acto le segui- ré, dijo, dicen, Huenchumir. 31. Entónces mandó, dicen, un mozo, Huenchumir donde un ca- cique. "Me dará doce cueros de vacan, dijo, dicen, Huenchumir. Entónces fueron dados, dicen, a Huenchumir, doce cueros de va- ca. Hicieron lazos, dicen, Huen- chumir con los otros. 32. Ese hombre con el roble como cuerno fué puesto colgado, dicen, en esa cueva donde habia entrado el negro. Entónces mucho entró, dicen; tuvo miedo, dicen, ese hombre. Entónces movió, dicen, su lazo, fué tirado [para arriba ], dicen; volvió al salir, dicen, 33.-— Hal pues jente, toda tiene lanzas; están jugando, dijo, dicen, ese hombre. —Está bien pues, dijo, dicen, Huenchunmrtr. — Entra tú, fué dicho, dicen, al hombre de barba colorada. (23) Orijinal: %i ¿nalen «estaban peleando»; podria entenderse %1 ¿nalen «su estar siguiendo sc. la pelea». Fl significado es seguramente «continua- ban todavia peleando». (24) Calvun tradujo: Lo despedazaban con la espada ¡ siempre quedaba VIVO. (242) La palabra del orijinal podria tambien leerse manrz. (25) Talvez hai que leer 122/e122207. (26) Talvez hai que leer kontumum; el orijinal trae 712247. 860 34. Veimeu koni, piam. Allú konlu nenameli, piam, ñi Aazu. Veimeu wit'anetul, piam, tveichi kelú payun went'u. Ka vel pikai, piam: —Moalei fent'en che re rúni niei, pi, piam, kelú payun went'u. 35. Feimu tukutui Wenchumir; yel, piam, ñi es'pada, t'alka; koni piam, tvichi lolo-meu. Nielai, piam, che; re koilatuinu tveichi epu went'u kelú payun enu. 36. Veimeu koni, piam, púchi Wenchumir. Kom avkoni, piam, tveichi Aazu; eAapui cheu ñi mole- mun (27) tapayu; puwi (28), piam Wenchuxmur. 37. Veimeu umagkolei tapayu, piam; pepui Wenchumir. Veimeu inaltu kiñe kamme v'“úicha ruka- mu, plam, veimeu lanampui, piam, tveichi tapayu Wenchumir. Kon- pul, plam, wúlnin ruka-meu; pepul, piam, kiñe kamme domo. 38.—Ai! chumpeimi miauimi tva-meu? pinel, piam, Wenchumir. —Yepapeyu, pi, pam, Wenchu- mir. —Tfa-meu malei inarumekeeteu kiñe tapayu; vei lanamfilmi (29) yetuyaeln, pi, piam, tveichi kamme domo. —A! povo! ltauyel (2) (30) tami tapayu, pi, piam, Wenchumrtr. 39. Ka wúlnin-mu konpui, piam; pepai, piam, ka kiñe d'oi kamme domo. —Ai! fót! Chumael konpaimi tfa-meu? pinel, piam, Wenchumnr. (27) Como nota 25. (28) Orijinal: puivz. (29) Orijinal: lanem fáme. (30) Orijinal: /awi des. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 34. Entónces entró, dicen. [ Ha- biendo] entrado mucho movió, dicen, su lazo. Entónces fué tira- do para arriba, dicen, ese hombre de barba colorada. Otra vez dijo eso tambien, dicen: —-Hai muchísimos hombres, to- dos con lanzas, dijo, dicen, el hom- bre con barba colorada. 35. Entónces se arregló Huen- chumir; llevó, dicen, su espada [1] rifle; entró, dicen, en esa cueva. No hubc, dicen, jente; todo lo mintieron esos dos hombres, el barba colorada i el otro. 36. HEntónces entró, dicen, Huenckumircito. Todo completa- mente entró, dicen, ese lazo; apé- nas alcanzó donde el paradero del negro; llegó, dicen, Huenchumir. 37. Entónces estuvo durmiendo el negro, dicen; pasó a ver[lo] Huenchumir. Entónces a la orilla de una bonita casa grande, dicen, por allí mató, dicen, a ese negro Huenchumir. Entró, dicen, en la puerta de la casa; vió, dicen, a una bonita mujer. 38.—Ah! qué andas buscando por acá? se dijo, dicen, a Huen- chumir. '—Vinea llevarte, dijo, dicen, Huenchumir. —Por acá hai un negro [que] me está cuidando; a ese si lo ma- tas, te me llevarás, dijo, dicen, esa honita mujer. —Ah! tonta! ya murió tu negro, dijo, dicen, Huenchumir. 39. Por otra puerta entró, di- cen; vino a ver, dicen, a otra mu- jer.mas bonita. —Ah, caramba! Por qué viniste' acá? se dijo, dicen, a Huenchumir, - ESTUDIOS Tfa-meu molei kiñe fúcha tinre, inarumenieeteu, pi, piam, tveichi _komme domo. 40.—Chummaoppe rume, chum- te wapo mappe rume (31), inche ltanamavin; amutuayu inche ñi mapu-meu, pi, piam, Wenchumir. 41. Veimeu koppai, piam, kiñe fucha tinre, t'avkunuví, piam. Mat- chal matten lanamfí tveichi tinre Wenchumir. 42. Veimeu peputuvi tveichi kamme domo Wenchumir. Ka rumeli, piam, ka wúlnin ruka-meu. Puwi, piam, pepul, piam, doi kam- me domo, d'oi kamme úAcha do- mo. | 43.—Ai, f0t! Chumpeimi kon- paimi tfa-meu? pinei, piam, Wen- chumir. —Yepapeyu, pivi, piam, tveichi kamme domo. —I'anamvilmi kiñe fucha vilu, yetuyael, pi, piam, tv“achi domo. —Wapo nei, tveichi vílu am? pi, piam, Wenchumir. - —Fenteepun wapo, nalael-meu, wenulitu het (32), pi, Eras tveichi domo. Veviidielmeu vei mi lanameteu, pi, piam, tveichi kamme domo. 44. Veimeu 4ekai (33), plam, púchi Wenchumir. Epe rani anta akui, piam, tvel- chi fúchá filu. — Ai, fót! pi, piam, tveichi filu, manna númúl piru mapu, pi, piam. Wenchumir elkaukolei, piam. Feimu konputui ñi ruka-mu tfeichi teha vil. 45.—Chem miaui pei tva-mu? piputui, piam, tveichi fecha vilu. ARAUCANOS VII S6Or Aquí hai un gran tigre, [que] me está vijilando, dijo, dicen, esa bo- nita mujer. 40.—Como quiera que sea, por guapo que sea, yo lo mataré; nos encaminaremos a mi pais, dijo, di- cen, Huenchumir. 41. Entónces vino, dicen, un gran tigre, le fué al encuentro, dicen. Mui lueguito matd a ese tigre Huenchumir. 42. Entónces pasó a ver a esa bonita mujer Huenchumir. Otra vez fué a pasar, dicen, por otra puerta de la casa. Llegó, dicen, pa- só a ver, dicen, a una mujer mas bonita, mas bonita jóven mujer. 43. —Ah, caramba! ¿Cómo es que vienes a entrar por acá? fué dicho, dicen, a Huenchumir. —Vine a llevarte, le dijo, dicen, a esa bonita mujer. —Si matas una culebra grande, me llevarás, dijo, dicen, esta mujer. —¿Es guapa esa culebra? dijo, dicen, Huenchumrir. —Tan guapa! al pelearsele se encarama, dijo, dicen, esa mujer. Cuando se envosque en tí ésa, te matará, dijo, dicen, esa bonita mujer 44. Entónces tuvo miedo, dicen, —Huenchumircito. Hácia medio dia llegó, dicen, esa culebra grande. — Ah, caramba! dijo. dicen, esa culebra, mucho olor a gusano tie- ne la tierra (332), dijo, dicen. Huenchumir estuvo escondido, dicen. Entónces entró en su casa esa culebra grande. 45. ¿Qué cosa anda por acá? pa- só a decir, dicen, esa gran culebra. (31) Literalmente: Que este como quiera. que esté cuan guapo quiera. (32) No entiendo la doble u de esta forma wernu=arriba. Talvez una u es refleja: wenulu-u-ked «por encima—se—[pone] siempre». (33) En el orijinal está la traduccion «se enojó». (33%) Quizas hai que traducir: mucho huele la tierra del gusano, 862 —Miaui pelai chem no rume, pi, piam, tvachi kamme domo. Veimeu konputui, piam, tveichi focha vílu, umaugtuputul, piam. Umaugkolelu rúppú náakomfem- puvi, piam, tveichi fúcha vilu Wen- chumir. Veimeu lanamii, piam. 46. Veimeu kappatui, piam, ñi Aazu-meu; 'apeltukukunuvi, piam, tveichi domo, nenameli ñi Aazu. Feimu wit'ai, piam, kelú pa- yun. : Veimeu nentunepai tveichi kam- - me domo, une pepuel kelú payun enu. Welu muntukawi tveichi domo- meu. —Femkilmu, inaloppal kai ñi lamnen, pi, piam, tveichi kamme domo, 47. Veimeu ka tukuléi, piam, fazu; ka tapeltukukunui, piam, doi inanechi peel Wenchumir. Ka wit'ai, piam, kelú payun. T”ipapai, piam, tveichi kamme domo. Veimeu kureyei, piam, kelú pa- yu. —Ka inaloppai ñi lamnen, pi, piam, tveichi kamme domo. 48. Feimeu ka tukulé:, piam, ñi £azu enu kelú payun enu; ka ta- peltukukunui, piam, Wenchumir. 49. Doi kamme domo kiñe oro kochiJu, piam, niei, ¡ñei rume ñi n=ntupenoel; Wenchumir motten ñíi nentupel. Vei, piam, kopalle (2) kuchi4u tfeichi kamme domo: - Kat'úntu- kulelnepelayaimi azu, pinei, piam, Wenchumir. 50. T”apeltukukunui kiñe fecha kura, piam, Wenchumir. Ranin wit'ael tveichi Lazu kat'tintukulel- nel, piam, Wernchumir., MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS —Nada anda, dijo, dicen, esta bonita mujer. Entónces entró, dicen, esa cu- lebra grande, pasó a dormir, dicen. Cuando estuvo durmiendo así le dió un golpe, dicen, a esa cule- bra grande Huenchumir. Entónces [la] mató, dicen. 46. Entónces se vino, dicen, a su lazo, amarró en él, dicen, a esa mujer, movió su lazo. Entónces tiró para arriba, dicen, barba colorada. Entónces fué desatada esa boni- ta mujer, la primera vista, por bar- ba colorada i el otro. Mutuamente se arrebataron esa mujer. — No hagais esto, viene a seguir tambien mi hermana, dijo, dicen, esa bonita mujer. 47. Entónces otra vez descol- garon, dicen, el lazo; otra vez amarró, dicen, la mas siguiente (=segunda) vista, Huenchumir. Otra vez tiró, dicen, barba colo- rada. Salió, dicen, esa bonita mujer. Entónces la tomó como mujer, dicen, barba colorada, —Otra hermana mia viene a se- guir, dijo, dicen, esa bonita mujer. 48. Entónces otra vez descol- garon, dicen, su lazo los dos, bar- ba colorada i el otro; otra vez amarró, dicen, Huenchumir. 49. La mas bonita mujer tuvo un cuchillo de oro, dicen, [que] nadie le podia quitar; Huenchu- mir solo se lo podia quitar. Esa, dicen, [que] trajo el cuchi- llo, esa bonita mujer: —¿No irán a cortarte el lazo? se dijo, dicen, a Huenchumtr. 50. Amarró una gran piedra, dicen, Huenchumir. Medio tirado ese lazo se lo cortaron, dicen, a Huenchumir. ESTUDIOS ARAUCANOS VII 51. Veimeu ponwi (33*) mapu lewetui, piam. Veimeu amuli, piam; ka mapu-meu ponw: Wenchumir. Puwi, piam, kiñe lonko kovke- che-meu (34). . 52. Veimeu' kadautupui, plam; inarume uvisa-pui, piam. Kiñe Cheruve (35) epe apume- yu, piam, tveichi kovke-che; fey-enu nali, piam, tveichi Cheruve yenu Wenchumir. 53. Kat'in (36) entu-kiñe pilun- vi tveichi Cheruve, piam, Wenchu- mir. Núi, piam, tveichi pilun Wen- chumir. Amutui, piam, ñi mapu-mu tvel- chi Cheruve; puwtui, piam, ñi ma- pu-mu. 54. Feimeu ka ke Cheruve ná- leyu, piam; útuivtunei fotcha ke chomado-kot'al-meu. Veimeu wúñomei, piam, Che- ruve; akui, piam, cheu nalkemu (37) Wenchumir enu. 55. Veimeu ñamku nel, piam, tveichi Cheruve. Umaugkoalei, piam, Wenchumir; fent'epun t'ewa nei, piam, weñan- kekei, piam; númakei, piam, Wen chumir; t'ipa-pat'arúi, piam, Wen- chumir. 56. Veimeu tveichi ñamko Che- ruve zuzukeneleyu, piam. Veimeu wit'at'ipai, piam. —Chem chei, pi, piam, Wen- chumir. Adkintulewei, piam. (33%) Mejor talvez puñuz cd. E. puñ. 863 51. Entónces dentro de la tie- rra quedó, dicen. Entónces fué, dicen, a otro pais entró Huenchu- mir. Llegó, dicen, donde un cacique de los hombres del pan. 52. Entónces fué a trabajar, dicen; se hizo cuidador de ovejas, dicen. Un Cheruve casi esterminó, di- cen, a esos hombres del pan; con ese peleó, dicen, con ese Cherru- ve Huenchumir. 53. Le cortó una oreja a ese Cberruve, dicen, Huenchumir. Re- cojió, dicen, esa oreja Huenchu- mir. Fué, dicen, a su pais ese Che- rruve; llegó, dicen, en su pais. 54. Entónces los otros Cherru- ves pelearon con él, dicen; le fue- ron arrojados grandes /¿izomes de fuego. Entónces fué a volver, dicen, el Cherruve; llegó, dicen, donde habia peleado con Huenchumir. 55. Entónces se volvió águlla, dicen, ese Cherruve. Estuvo durmiendo, dicen, Huen- chumir; tan pobre fué, dicen; siem- pre estuvo triste, dicen; lloró, di- cen, Huenchumir; piojoso fué, di- cen, Huenchumir. 56. Entónces ese Cherruve águila le s2/06, dicen. Entónces se levantó, dicen. —¿Qué hal? dijo, dicen, Huen- chumir. Quedó aguaitando, dicen. - (34) Probablemente «hombres del tamaño de un pan»; pues segun es- plicacion son enanos, pigmeos. Como se ve aqui viven en un pais subte- rráneo. (35) Si el cuento es de orijen europeo, el Cherruve ha tomado el lugar del famoso dragon que devasta el pais en los cuentos europeos. (36) Orijinal 2o£on; o se tratará de EF. cúthun atar? (37) Orijinal: ¿nal komu «adonde peleó». Talvez: ñalremuin. 864 —Ap! Wenchumir, pi, tveichi Cheruve. Adkintudawei (38), piam, is'Po- kuom-poale; prakintuniewevi, piam, tveichi ñamko. Dunulaeyu, piam; 'anakunutul, piam. 57.—Ap, Wenchumir! pi, piam, tveichi Cheruve. Feimu ka prakintui, piam: plam, —D'“unulpeen am, púitchi ñam- ko? pi, piam, Wenchumir. Dununetulal, piam. 58.-—Ap, Wenchumir! chemu anta fentte weñankoleim+? pi, piam, tveichi Cheruve. — Amutuavel ñi mapu-—meu, anel ñamko, pl, piam, Wenchumir. Veimeu notlamkavuinu, piam, Cheruve yenu (39). 59. Tveichi Cheruve ñamko netul, piam: —Wulle epe rani anta puwal- tuaimi uvisa; inche kurú alka nean, pi, plam, tveichi Cheruve. Veimeu vamutuann piavimi tveichi lonko, pi, piam, tveichi Cheruve. —Ya, pi, piam, Wenchumir. 60. Veimeu epe rani ante pu- waltui, piam, ñl uvisa. —Amutuan, pi, piam, Wenchu- mir. —Fey-úr'ke mai, votctham;chem yetuaimi? chem kulin? pi, piam, tveichi lonko; waká kam (40) ka- welu? pinel, plam, A Encun. Ó1. —Yelayan, pi, piam;kiñe uvi- sa eluyaen, pi, piam, Wenchumir. —Ya, pinel, piam. Veimeu elunei, Piam, kiñe kurú alka uvisa. (38) Orijinal: adhintui yawet. (39) Orijinal ye, MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS — Hola, Huenchumir, dijo, di- cen, ese Cherruve. Quedó aguaitando, dicen, a to- dos los lados; arriba ya la habia visto, dicen, a esa águila. No le habló, dicen; volvió a echarse en el suelo; dicen. 57.—Hola, Huenchumir! dijo, ese Cherruve. Entónces otra vez miró hácia arriba, dicen: ¿Acaso me hablas dijo, dicen, Huenchumir. No le fué hablado, dicen. 58- —Hola, Huenchumir! ¿por qué estás tan triste? dijo, dicen, ese Cherruve. —| Quisiera] ir a mi pais, amiga águila, dijo, dicen, Huenchumir. Entónces conversaron los dos, dicen, el Cherruve 1 el otro. 59. Ese Cherruve que fué águi- la, dicen: —Mañana hácia medio dia trae- rás tus ovejas; yo seré carnero ne- gro, dijo, dicen, ese Cherruve. En- seguida, ¡me irén, dirás a ese ca- cique, dijo, dicen, ese Cherruve. —Bueno, dijo, dicen, Huenchu- mir. 60. Entónces hácia medio dia trajo, dicen, sus ovejas. —Me 1ré, dijo, dicen, chumtr. : —Está bien, pues, hijito, ¿qué te llevarás? algun animal? dijo, di- cen, ese cacique; una vaca o un caballo? se dijo, dicen, a Huen- chumir. 61.—No llevaré, una oveja dáme, Huenchumir. —Bueno, le dijeron, dicen. Entónces le dieron, dicen, un macho negro de oveja. aguilita? Huen- dijo, dijo, dicen; dicen, (40) Orijinal £au o kan, deberá leerse Lam, ESTUDIOS ARAUCANOS VII 62. Veimeu unstamkaeyun, [pi], piam, ñi (41) kuri alka uvi- sa. — Yetuaeyu inché; puwaltuan (42) mapu—meu. —Elutuañi (43) pilun, pi, piam, púichi kuri alka uvisa. —Y a, pi, piam, Wenchumir. 63. Veimeu tveichi kurú alka uvisa Cheruve: — Pranian (43%) pi, piam; kamme núkoleaimi inche- meu, pi, piam, tveichi Cheruve. Veimeu amuinu, plam. Puwoa!l— netui ñi mapu-meu Wenchumir. 64. Veimeu pepui, piam, ñi kure (44) Wenchumir. Kiñe tapa- yu eppe nentuniei, piam, tveichi oro kuchiAu. Kimnelai, piam, Wen- chumir. Veimeu puwlu matten nentufe- mi, piam, tveichi kuchi4u Wen- chumir. 65.—Ai, fot! tfa ñi fittial pi, piam, tveichi kamme domo. Veimeu kureyeutuinu, piam. Cheruve elunetui ñi pilun. Amu- ul, plam, ñi mapu—-meu Cheruve. Veimeu kamme puwtui ula, piam, Cheruve. Femnechi femmtú;¡, piam, Wen- chumir. (14D Orijinal ntet, pi falta. 865 . 62. Entónces !conversemosn dijo, dicen, su carnero negro. —Te llevaré yo, te haré llegar a la tierra (= patria). —Me darás mi oreja, dijo, di- cen, el carnerito negro. —Bueno, dijo, dicen Huenchu- mir. 63 BEntónces ese Cherruve [trasformado en] carnero negro: —Sube, dijo, dicen; bien te aga- rrarás en mi, dijo, dicen, ese Che- rruve. Entónces se encaminaron, di- cen. Fué traido a su pais Huen- chumir. 64. Entónces vió, dicen, a su mujer Huenchumir. Un negro casi le tuvo quitado, dicen, ese cuchi- lio de oro. No fué conocido, dicen, Huenchumir. Entónces llegando solamente así le quitó, dicen, ese cuchilllo Huenchumir, 65. Ai, por Dios! aquí está mi marido! dijo, dicen, esa bonita mujer. Entónces se casaron los dos, dicen. Al Cherruve le devolvieron su oreja. Se encaminó, dicen, a su pais el Cherruve. Entónces bien dicen, el Cherruve. De tal manera lo hizo, dicen, Huenchumnr. llegó despues, RoDoLrFo LENZ (42) Orijinal fuweltuai «llegarás»; puede leerse: puwtuaimt llegarás, pu- walluaeyu te llevare* puwaltual solo significa el hará llegar. (43 )=elutaen ñi. (43?) Quizas prancan. (4) El cuento es algo incompleto, porque no se sabe como la tercera mujer ha vuelto al mundo, cuando los otros cortaron el lazo en que Huen- SS chumir iba a hacerla subir. = O. Z SY NASA INTA 1] Cen. Y a (E Y) e IES 2 _ IMEI S a ¡Galatea hi ajajajaja, cananea eeeaS ES 30 2 zos AS PS os -. fl asa ale ales Z OS DO MECÁNICA RACIONAL — + — PRIMERA PARTE DEL PUNTO MATERIAL (Continuacion) Sea /h la distancia CH; en el momento t=0, los primeros miembros de las ecuaciones (10) son nulos i se tiene x=0, y=0, 2=h; luego 0O=2 Mwhk cos A+C, Os o= 0. Por consiguiente mE => Mw Y SENA—2 Mw (A—2) cos A d 1 += — 2 Mw x sen A de M—= —mgl—2 M0 x COSA di 868 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Sustituimos estos valores en las ecuaciones (9): ¡ desprecia- mos «w?, tendremos = — 2 Mw gÉcos A Eucao HO I ¿=h—— ef? Z E Asi, el punto, en su caida, se mueve en el plano ZOX ¡1 en- cuentra el plano horizontal XOY en el punto de coordenadas Se ve que el punto de caida se encuentra al este del punto € que es el pié de la vertical del punto Z7. A Freiberg, por 51% de latitud norte, se ha hecho la espe- riencia de dejar caer un cuerpo desde una altura de 158,5; se ha observado una deviacion de 0,0283 hácia el este; la fór- mula obtenida mas arriba da, como desviacion, 0”, 0276. La concordancia, como se ve, es mui suficiente. PÉNDULO DE FOUCAULT - Consideremos un péndulo simple de lonjitud / cuya estremi.- dad fija coincide con C; la estremidad móvil será un punto ma- terial, sometido a la gravedad ia la tension V del hilo; el mo- MECÁNICA RACIONAL 869 vimiento de este punto satisfará a las ecuaciones (9) en las cuales X =N5 E. Y Ls =-=N + Para mas simplicidad, supondremos las oscilaciones de poca 2 2 amplitud i despreciaremos las cantidades 5) le ; con , este órden de aproximacion, se deberá considerar ¿ como una constante igual a /, puesto que z es igual a Las derivadas de z serán tambien iguales a cero; las ecuacio- nes (9) darán por consiguiente dex A MV 2 sen A ARS y dx m 7 =-N 7 —2 Mu => sen A di 0= —N —mg-—2 Mw =>3COS A E : 3 Despreciaremos tambien los productos de iS > por w, en- tónces si, en las dos primeras ecuaciones, se reemplaza NV por su valor deducida de la tercera, se obtendrá simplemente dx dy A (11) 77 A o IA d?y dx E qa? (0) go enA A O 870 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Estas dos ecuaciones dan el movimiento de la proyeccion, en el plano XOY, de la extremidad del péndulo; designaremos esta proyeccion por 15. El punto // se mueve, respecto del sistema XOY, como un punto material, de masa unidad, i sometido a dos fuerzas: una normal a la velocidad y e igual a 2 w v sen A, la otra dirijida segun el radio vector 7 e igual a y Y. Consideremos en el plano XO Y dos ejes O£, On, animados respecto de los primeros de una rotacion de velocidad angular constante w =—wsen A; para obtener el movimiento de 7, respecto del sistema móvil, aplicaremos las fórmulas (5); sean XA”, Y' las proyecciones sobre Og, Oy de las fuerzas que obran sobre el punto considerado, se tendrá d E / 12 , dy a (12 d?y , 12 d de = Y +w?7-2 E Determinemos X”, Y”: sea v” la velocidad relativa de M res- pecto del sistema £On; v” difiere de y de una cantidad del ór- den de w, luego la fuerza 2 w v sen a puede reemplazarse por 2 4 1 sen w 0=2w' i sus dos proyecciones sobre Ow i Oy son , Ay , dé O Por otra parte, las proyecciones de la fuerza - Y son—5 E 1, luego MECÁNICA RACIONAL 871 Substituimos en (12) i despreciamos w? tendremos simple- mente dae NA dt? / (E OR E ad Sea todavía S _Rz2 7 K Las soluciones de las dos ecuaciones diferenciales son é£=A cos Kt4+ B sen Kf n=A'cos Kt+ B' sen Kf Para determinar las constantes supondremos que, en el mo- mento ¿=0, el punto estaba situado sobre el eje Of, a la dis- tancia 7, del oríjen, i en reposo absoluto; su velocidad relativa era entónces normal al radio vector e igual a Yow sen A Segun esto, se debe tener, en el momento ¿=0 De ahí se deduce Á="70 B=0 Pi y Yow sen A A'=0 Bb a Luego E=r,cos Kt sen y = A sen Xf 372 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS Estas ecuaciones representan una elipse referida a sus ejes; ) - wsena; K ademas el punto é, y describe esta elipse en un tiempo 7 tal que : las lonjitudes de estos ejes son respectivamente 7, i7, KT=2r7r O bien T== ==, En resúmen, la estremidad del péndulo describe sensible- mente una elipse que jira en su plano, con una velocidad angu- lar igual a—-w sen A, es decir, en el sentido este-suroeste para los puntos del hemisferio norte i en el sentido i inverso para los del hemisferio sur. Estos resultados han sido verificados por primera vez por Foucault en su célebre esperiencia del Panteon. Hace pocos - años, en 1889, se hizo una esperiencia análoga en el salon de la Universidad de Santiago, con un péndulo de 20 metros de largo. | La amplitud 7, de la oscilacion inicial era igual a 1 metro; se obtiene entónces wsen A e a osea, | Emo 1057 De tal manera que la elipse móvil tenia sus ejes respectiva- mente iguales a 1” i0"M,057; era prácticamente una recta; el péndulo parecia oscilar en un plano; este plano debia jirar al rededor de la vertical con una velocidad angular w sen A= 0,000.0402, es decir, debia dar una vuelta entera en 43 horas, 26 minutos o bien describir un ángulo de 8” 17' en una hora i en el sentido oeste-sur-este. Estos resultados se averiguaron durante las primeras horas del movimiento. MECÁNICA RACIONAL 873 SEGUNDA PARTE DE LOS SISTEMAS MATERIAS CAPÍTULO 1 TEOREMAS FUNDAMENTALES Un sistema material es la reunion de una infinidad de puntos materzales. Esta definicion se estiende a todos los cuerpos de naturaleza: sólidos, líquidos i gases 1 no depende de la ma- nera como estan constituidos estos cuerpos. Los mismos átomos que la química supone indivisibles son cuerpos de dimensiones estremadamente pequeñas pero finitas i se pueden considerar tambien como la reunion de una infini- dad de puntos materiales. - Cuando un sistema material se mueve en el espacio, los pun- materíales que lo constituyen no obedecen directamente a la accion de las impulsiones que obran sobre el sistema, porque el movimiento de cada punto es constantemente alterado por la presencia de los puntos vecinos, como si estos puntos estuvie- ran, a cada instante, sometidos a acciones recíprocas. De ahi la necesidad de distinguir dos clases de acciones: las acciones este- riores que emanan de causas esteriorcs al sistema, i las acciones anteriores que se desarrollan entre los puntos mismos que cons- tituyen el sistema. No tenemos ningun dato sobre la intensidad 1 la direccion de las impulsiones elementales que representan, a cada instante, las acciones interiores; sin embargo debemos admitir que estas impulsiones satisfacen al principio de la igualdad de la accion i de la reaccion; es decir que, a cada una de ellas, corresponde otra simultánea, igual i de sentido contrario, situada sobre la misma línea de accion. Estos grupos de dos impulsiones simultáneas son caracteri- zados por las dos propiedades siguientes: 1.2 La suma de sus proyecciones sobre un eje cualquiera es nula; TOMO XCIV 60 874 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS 2.2 La suma de sus momentos respecto a un eje cualquiera es tambien nula. ¡ La primera propiedad espresa que las dos impulsiones son iguales, paralelas i de sentido opuesto 1 la segunda que están situadas sobre la misma línea de accion. Estas son, por consi- guiente, las únicas propiedades independientes de la intensidad i direccion propia de cada una de las impulsiones interiores. Sean 271 la masa de uno de los puntos 1 del sistema, v su velocidad en el momento ¿i v+dv su velocidad en el momento t+dt; Fdt la impulsion elemental que las acciones esteriores imprimen a este “punto, durante el tiempo d£; f; di la impul- sion elemental que, durante el mismo tiempo, el punto MV recibe de Otro punto del mismo sistema; designemos respectivamente, con los simbolos Pti Mt, la proyeccion i el momento de un vector, tendremos Pitm(vydo)=Pt mu+P* FUMA ZP + fi di Mim(v+do)=M! mu+ Mt: Fdt+X Mi fi de Sumemos las ecuaciones análogas, referentes a todos los puntos del sistema: en los segundos miembros de estas sumas las impulsiones fi didesaparecerán, segun lo que se ha estable- cido mas arriba. Quedará por consiguiente P:m(v+dv)=2P! mu+2 P! Fat NM:im(v+do)=2 M: mu+2 M! Fat Las espresiones Y Pt mvi 2 M! mv son funciones del tiempo ti cuando £ se cambia en ¿+df, estas espresiones se cambian en NP:'m (v+do)i Mi: m (v+dv), ademas, en los segundos miembros, se podrá sacar dí fuera del signo 2; podremos escri- bir por consiguiente DADA VA LIO => PER di 5 aX M: mu 5 =2 MES MECÁNICA RACIONAL 875 Estas ecuaciones son comunes a todos los sistemas materia- les porque, en ellas, no figuran las fuerzas interiores; ademas el eje fijo de las proyecciones i de los momentos tiene una direccion arbitraria. Si el movimiento del sistema se reficre a tres ejes de coor- denadas rectangulares, cada una de las ecuaciones (1) da tres ecuaciones, referentes a los tres ejes de coordenadas; designe- mos por. un índice las proyecciones i los momentos que se re- fieren a cada uno de los ejes; tendremos DRA A AMERO ; dE Pymu ; DA , (2) 7 =D de a a M, F E t E Sp Lit Ep Son sezs ecuaciones, comunes a todos los sistemas materia- les. Estas ecuaciones no bastan, en jeneral, para determinar el movimiento del sistema; son solo seis relaciones a las cuales deben satisfacer todos los sistemas materiales. COSA EN QUE LAS FUERZAS ESTERIORES SON NULAS O SE HACEN EQUILIBRIO Se dice que un sistema de fuerzas está en equilibrio o que las fuerzas que obran sobre un sistema material se hacen equilibrio cuando, respecto de un eje cualquiera, la suma de las proyec- ciones i la suma de los momentos de las fuerzas son respecti. vamente nulas. Así, por ejemplo, las fuerzas que, en un momento cualquiera, corresponden a las acciones interiores se hacen equilibrio. Si las fuerzas esteriores son nulas o sí estas fuerzas se hacen equilibrio, los segundos miembros de las ecuaciones (1) son nulos í se obtiene 5) NY Pt mu=Const. NY Mt mvu=Const. 876 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Llamemos sistemas de vectores equivalentes los sistemas de vectores tales que, respecto de un eje cualquiera, la suma de las proyecciones de los vectores de cada sistema i la suma de sus momentos, sean respectivamente iguales, podremos decir: Zu- rante el movimiento de un sistema material, abandonado a sí més- mo, o sometido a fuerzas esteriores en equilibrio, el sistema de vectores que, a cada momento, representa las cantidades de movi- miento de todos los puntos, queda siempre equivalente a sé mismo, DE LAS PERCUSIONES.—SIGNIFICACION DE LAS CONSTANTES QUÉ FIGURAN EN LAS FÓRMULAS (3) Se llama jeneralmente percusion una impulsion de gran inten- sidad que obra durante un tiempo mui pequeño. La percusion, como la impulsion, tiene por medida la cantidad de movímien- to que toma un punto material sometido, en el reposo, a la per- cusion considerada. Teóricamente se supone que el tiempo durante el cual obra la percusion tiende hácia cero a medida que la intensidad o la fuerza de la percusion tiende hácia el infinito, de tal manera que la percusion es una impulsion elemental de fuerza infinita. Consideremos, en primer lugar, un punto material de masa 712, sometido a una percusion. Sea Af el intervalo infinitamente pequeño de tiempo durante el cual obra esta percusion; Af puede subdividirse en elementos d£, infinitamente pequeños res- pecto de Af, luego el efecto de la percusion, durante el tiempo Af, puede calcularse de la misma mancra como el efecto de cualquiera otra fuerza contínua. Sea Yo la velocidad del punto en el momento Zo en que la percusion principia a obrar; consideremos un sistema de com- paracion animado de una traslacion recta i uniforme de veloci- dad vo; en el momento inicial Zo, el punto material está en reposo relativo, respecto del sistema de comparacion adoptado 1 el efecto de la percusion sobre el punto, en reposo relativo, es el - mismo como si el punto estuviera en reposo absoluto. Si algu- nas fuerzas finitas obran sobre el punto, junto con la percusion, el efecto de estas fuerzas, durante el tiempo Af, será de dar al punto una velocidad relativa del órden de Af i un cambio de MECÁNICA RACIONAL 877 lugar relativo del órden de Az?, luego el efecto de estas fuerzas, durante el tiempo Af, puede despreciarse. Pi Sean, a un momento £ comprendido entre toi to + Al, x, y, 2 las coordenadas del punto material, respecto del sistema de comparacion adoptado i X, Y, Z las proyecciones de la fuerza - de percusion; se tiene Luego dx? 1M aX di [, como la velocidad relativa es nula en el momento fo, dx íE ma) es Xdt Lo Sea 20 la velocidad relativa del punto en el momento fo+ Af 1 710, la proyeccion de ww sobre OX, se tendrá Lo + Af M VW -| Xdt Lo Consideremos una curva plana, cuyas ordenadas son los va- lores de X' 1 las abcisas los tiempos; la integral definida repre- “senta el área comprendida entre la curva, el eje de los tiempos ¡las ordenadas correspondientes a las abcisas foi fo+ Af; se comprende que, si las ordenadas X tienden hácia el infinito a medida que A/ tiende hácia cero, el área considerada podrá tener cierto límite finito; sea /, este límite, tendremos I del mismo modo 878 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Sea / un vector cuyas proyecciones son 7, , fy, T, ; las ecua- ciones obtenidas muestran que este vector / es igual, en mag- nitud, direccion i sentido a 12 2. Sea finalmente v la velocidad del punto material cuando la percusion ha cesado de obrar, se tendrá U= VO + Y O bien MU =M VO + MUWV=MVO+L Así la cantidád de movimiento del punto, despues le la per- cusion, es la resultante jeométrica de su cantidad de movímien- to inicial ide la cantidad de movimiento que mide la percusion. El punto material no se mueve durante la percusion. Sea» en efecto, Ar el incremento de x durante el tiempo Af se tiene lo+ At IN? = e Lo di -La velocidad relativa del punto queda finita, durante el inter- valo de tiempo Af, i varía desde cero hasta z0; luego la integral definida representa el área comprendida entre una curva, cuyas ordenadas son finitas, i dos ordenadas correspondientes a las abcisas to i fo+ Af; esta área es pues del órden de Az. En resúmen, una percusion cambia bruscamente la velocidad de un punto. Consideremos ahora un sistema material al reposo i supon- gamos que, a cierto momento inicial fo, los puntos del sistema o algunos de ellos reciban percusiones; estas percusiones forma- rán un sistema de vectores i su medida será precisamente el sis- tema de las cantidades de movimiento de los puntos en el mo- mento Z,. Sí, en seguida, ninguna fuerza esterior obra sobre el sistema, el sistema de los vectores formado con las cantidades de movimiento de todos los puntos queda siempre equivalente a sí mismo i, por consiguiente tambien, siempre equivalente al sistema de las percusiones iniciales. De ahí se deduce que ¿os constantes que figuran en las fórmulas (3) representan respectivas MECÁNICA RACIONAL 879 mente, la suma de las proyecciones ¿ la suma de los momentos de las percusiones in2ctales. CONSECUENCIA IMPORTANTE Si, a cierto momento f, se da, a cada punto de un sistema en movimiento, una percusion igual i de sentido contrario a la cantidad de movimiento que posee, el sistema volverá al reposo; pero, en jeneral, este reposo será solo i2stantáneo porque, des- pues de estas percusiones, las acciones interiores obrarán sobre los puntos del sistema. Sea lo que fuera, el segundo sistema de percusiones es equivalente al sistema de ¡as cantidades de mo- vimiento, tomadas en sentido contrario; luego tambien, si no hai fuerzas esteriores, este sistema de percusion es equivalente al sistema de las percusiones iniciales, tomadas tambien en sen- tido contrario. En otros términos, el sistuma de las percusiones que da su 1m0- vimiento inicial a un sistema material z el sistema de las percu- siones que pueden reponer, a un momento cualquiera, el sistema material en el reposo se hacen siempre equelibrzo, cuando no obran fuerzas esteriores. El movimiento que toma el sistema material, despues de haber sido repuesto en el reposo instantáneo, o bien el movi- miento que toma un sistema material sometido, desde el reposo, a percusiones que se hacen equilibrio, satisface entónces a las relaciones SY Ptmu=0 NY Mt mvu=0 Estas mismas ecuaciones son satisfechas cuando un sistema material cs sometido desde el reposo a fuerzas finitas en equi- librio. TEOREMA DE LAS ÁREAS Unamos todos los puntos de un sistema material a un punto IO; los radios vectores describirán ciertas áreas; sea OX un eje que pasa por el punto O 1 2 un plano perpendicular a OA; 3880 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS da” la proyeccion, sobre el plano P, del área que describe, du- rante el tiempo d£, el radio vector de un punto de masa 2%, se tendrá 7 da di (E M, mu=2 mm Luego, para todos los puntos del sistema / A El da YM, mu=2 2 m qn Supongamos que la suma de los momentos de las fuerzas esteriores respecto a OX sea nula; el primer miembro de la ecuacion precedente será constante luego tambien da Y mm 7 =( O bien Y ma =Ct+C Asi, en el caso considerado, la suma de los producios de la masa de cada punto por la proyeccion, sobre el plano P, del área que describe su radio vector, varia proporcionalmente al tiempo: Si las fuerzas esteriores son nulas o si ellas se hacen equili- _brio, la misma propiedad se verificará cualquiera que sea a 3 orientacion del plano P. : | Supongamos que las áreas descritas por los radios vectores se cuentan desde las posiciones que ocupan estos radios vecto- res en cierto momento inicial Z,, podremos escribir ma! =C(t—£,) Si en el momento inicial fo el sistema estaba en reposo i si en seguida las fuerzas que obran se hacen constantemente equi- | librio, la suma de los momentos de las cantidades de movií- miento es nula, luego (es igual a cero i se tiene 2 Ma =0 MECÁNICA RACIONAL 881 Esta fórmula es característica del movimiento que toma un cuerpo cualquiera, sometido, desde el reposo, a sus acciones in- teriores i a acciones esteriores que se hacen equilibrio. Supongamos en este caso que, en dos momentos 7, 1 £,, el cuerpo vuelve a tomar la misma forma, las dos posiciones del cuerpo serán jeneralmente distintas; en efecto, para que estas dos posiciones esten confundidas es necesario que la suma de las proyecciones, sobre un plano cualquiera, de las áreas descri- tas por los diferentes puntes durante el intervalo f,—f,, sea rigorosamente igual a cero, lo que no sucede en jeneral. TEOREMA DE LAS FUERZAS VIVAS Cuando un punto material es sometido a una fuerza /, el medio aumento de su fuerza viva o el aumento de su enerjía cinética es igual al trabajo correspondiente de la fuerza 7, de tal manera que, si 72 es la masa del punto, v, i v sus velocida- des en los momentos Z,i1fi Cf el trabajo de la fuerza f du- rante el tiempo ¿—£,, se tiene I I — mu =— mu. = Of 2 2 En el caso de un sistema material, la fuerza f que obra sobre un punto cualquiera M del sistema es la resultante de cierta fuerza esterior FP 1 de las fuerzas interiores que representan las acciones de los demas puntos del sistema sobre M. Sea, por ejemplo, f; dé la impulsion elemental que representa la accion, sobre M, del otro punto /V del sistema, tendremos Of= GF+Y2 GF; Bajo el signo 2 se consideran todas las acciones interiores que obran sobre el punto considerado MM. Asi, para un punto cualquiera del sistema, se tiene I I We muy? o = ¡OPEL 882 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Cada punto dará una ecuacion análoga i la suma de todas ellas será (4) -- >) mu? =- 2 MV? =Y GFFIA Cf; Es la espresion analítica del teorema de las fuerzas vivas: el primer miembro es el aumento de la enerjía cinética total del sistema durante cierto tiempo; este aumento es igual a la suma de los trabajos de las fuerzas esteriores, i de las fuerzas interio- res, durante el mismo intervalo de tiempo. - Las fuerzas esteriores emanan siempre, sea de un medio activo, sea de cuerpos esteriores al sistema i dotados de cierta enerjía potencial, el trabajo de estas fuerzas es, por consi- guiente, igual a la cantidad de enerjía potencial esterior que ha sido gastada; del mismo modo, las fuerzas interiores emanan del sistema mismo i su trabajo es igual al gasto de cierta can- tidad de enerjía potencial interior. El teorema de las fuerzas vivas puede por consiguiente, espresarse de la manera siguiente: el aumento de la enerjta cinética de un sistema material, durante cierto intervalo de tiempo, es ¿igual a la suma de los gastos de la enerjía potencial esterior i de la enerjía potencial interior. En otros términos, la suma de la enevjía cinética del sistema, de la enerjta potencial esterior 1 de la enerjzta potencial interior, queda constante durante el movimiento del sistema. ENERJÍA INTERIOR La variacion de la enerjía interior de un sistema puede cal- cularse en funcion de las fuerzas interiores i de la variacion de las distancias respectivas de los puntos del sistema. | Sean (fig. 1), 17 1 V las posiciones de dos puntos del sistema en el momento £, y su distancia; 11”, VW” las posiciones de los mismos puntos en el momento ¿+ df, 7 +dr su distancia; f; di las impulsiones elementales simultáneas que, en el tiempo d£, representan la accion de M7 sobre Vi la reaccion de /V sobre M; ds,, ds, los cambios de lugar 1117 1 VV'; a,, a, los ángu- 3 MECÁNICA RACIONAL 383 los que cada cambio de lugar hace con la direccion de la im: pulsion correspondiente. Proyectemios el polígo- no MM” NN sobre la di- Fig.1. reccion MV i desprecie- mos los infinitamente pe- 2 N queños de órden superior a LN de e a dt, tendremos e Co : A r=ds, COS a, +r+dr+ds, ccs a, O bien ds, COS a, +4s, COS a, = —dr Multipliquemos los dos miembros por /,, tendremos fi As, cosa, +f¡ ds, CO0sa.=—f; dr El primer miembro es precisamente el trabajo elemental del par de fuerzas interiores f;¡ luego, para el conjunto de todos los pares, ZE E == A - En el segundo miembro, cada par de fuerzas interiores simul- táneas es representado por un solo término. Sean », i 7 los va- lores de la distancia (MM /V en dos momentos £iZ,, se tendrá tambien (5) A 27 dy Yo CONSECUENCIAS DE LA FÓRMULA (5) Consideremos un cuerpo Zeórzco en el cual las distancias res- pectivas de los diferentes puntos se conservan rigorosamente in- variables; este cuerpo hipotético se llama sd/2do ¿nvarzable. Para este sólido, la suma de los trabajos de las fuerzas interiores es rigorosamente nula ¡el medio aumento de la fuerza viva total es 884 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS e RE E A igual a la suma correspondiente de los trabajos de las fuerzas esteriores; ademas, la fuerza viva queda rigorosamente constante cuando las fuerzas esteriores son nulas. Estudiaremos mas ade- lante las propiedades del movimiento de estos sólidos teóricos. Consideremos ahora un sistema formado de varios cuerpos, sustraidos a toda accion esterior i susceptibles solo de chocar unos con los otros; admitamos que, a distancia, los diferentes cuerpos que constituyen el sistema no tienen ninguna accion sensible unos sobre otros i que el choque produzca una defor- macion de los cuerpos en contacto, deformacion seguida despues del choque, de otra deformacion en sentido contrario que repo- ne los cuerpos en su forma primitiva. Los cuerpos considerados se llaman cuerpos elásticos. La deformacion producida por el choque corresponde a cierto trabajo de las fuerzas interiores i la deformacion en sentido contrario corresponde a un trabajo igual i de signo contrario, de tal manera que, despues del cho- que, la suma total de los trabajos de las fuerzas interiores es nula. La fuerza viva total del sistema queda por consiguiente constante. Para que las deformaciones iguales i del sentido contrario co- rrespondan a trabajos iguales i de signo contrario, es necesa- rio que la fuerza f, que obra entre dos puntos, a distancia + uno del otro, sea una funcion de r que terga un solo valor para cada valor de +. La observacion muestra que los cuerpos elásticos de la natu- raleza satisfacen sensiblemente a esta condicion. CAPÍTULO Il SISTEMAS DE VECTORES EQUIVALENTES Este capítulo es puramente jeométrico, pero sus conclusiones se aplican a todos los problemas de la mecánica en los cuales figuran vectores como cantidades de movimiento, impulsiones o fuerzas. Definicion.—Dos sistemas de vectores son equivalentes cuan- MECÁNICA RACIONAL 885 do la suma de las proyecciones i la suma de los momentos de los vectores son respectivamente iguales, en uno i otro sistema, cualquiera que sea el eje de proyeccion o el eje de los momentos. La equivalencia de que se trata en esta definicion es una equivalencia jeométrica; hai un caso, sin embargo, en que la equi- valencia jeométrica es tambien mecánica: es el caso del sólido invariable; se demostrará en efecto mas tarde que dos sistemas de impulsiones o dos sistemas de fuerzas representados por siste- mas de vectores equivalentes producen el mismo efecto sobre un sólido invariable. Cuando la suma de las proyecciones i la suma de los mo- mentos de los vectores de un sistema respecto a un eje cual- quiera son nulos, se dice que el sistema de vectores está en equilibrio, Se trata tambien aquí de un equilibrio jeométrico. Un sistema de vectores queda equivalente a sí mismo cuando se trasladan los vectores sobre su línea de accion o cuando se reemplazan vectores concurrentes por su resultante jeométrica o cuando se agregan pares de vectores iguales dos a dos, de sen- tido opuesto i situados sobre la misma línea de accion; todas estas trasformaciones i agregaciones dejan en efecto invariable la suma total de las proyecciones i la suma total de los momen- tos de los vectores del sistema. Hai una infinidad de sistemas equivalentes a un sistema dado de vectores; sin embargo, entre todos ellos, habrá uno mas sen- cillo que los demas. La composicion de los vectores tiene por objeto determinar el sistema mas sencillo equivalente a un sis- tema dado. Estableceremos en primer lugar las propiedades de los pares, TEORÍA DE LOS PARES Un par de vectores o simplemente un par es el sistema for- mado por dos vectores iguales, paralelos i de sentido opuesto. La distancia de las dos líneas de accion se llama brazo de pa- lanca del par. Se entiende respectivamente por proyeccion de un par i mo- - mento de un par, la suma de las proyecciones i la suma de los momentos de los dos vectores que constituyen el par. 886 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS TEOREMA 1.—La proyeccion de un par sobre un ye cualquiera es agual a cero. En efecto, las proyecciones de los dos vectores que forman el par son iguales i de signo contrario, la suma es por consi- guiente nula. TEOREMA 11.—£/ momento de un par, respecto a un eje cual- quiera, tiene la misma medida que la proyeccion, sobre un plano perpendicular al eje, del dvea del paralelógramo construido sobre los dos vectores del par. : Sea (fig. 2) OX' el eje de los momentos i 2 un plano perpen- dicular a: OX; F la lonji- tud comun de los vecto- res que forman el par dado, éste se representa con el simbolo 4 —F; sea tambien f la proyec- cion de F/ sobre el plano P, la proyeccion del par F — F sobre este plano será el par f—/. En el plano ?P, trace- mos la recta OCD, per- pendicular sobre los dos vectores paralelos /. El. momento del vector F, cuyo punto de aplicacion está en 5, tiene por me--. dida el producto ODxf; su signo es positivo si un observador, colocado segun O.X, ve el sentido del vector en el sentido posi- tivo; es lo que supondremos aquí. El momento del vector £, aplicado en 4, tiene por medida el producto JFXOC ii su signo es negativo, segun la figura i la convencion hecha sobre el sentido positivo; luego | Mi FZE=FXODfXOCPUE El producto /x CD es precisamente la medida del paraleló- gramo construido sobre los dos vectores fi su área es la pro- E MECÁNICA RACIONAL 887 yeccion, sobre el plano P, del área del paralelógramo construido sobre los dos vectores del par —F. Lo que demuestra el teo- rema, EJE DE UN PAR Tracemos, por el punto O, un vector O£, perpendicular al plano del par F—?', démosle una lonjitud igual a la medida del área del paralelógramo 4—F i un sentido tal que un ob- servador, colocado sobre el plano del par, sus piés en el centro del paralelógramo i su cabeza en el sentido del vector OZ vea el sentido de los vectores /" en el sentido pones eltejenOl se llama eje del par F—F. Sea a el ángulo del plano F— con el plano P 1 A el área del paralelógramo /F"— FF, se tiene segun el teorema anterior M; (P=F)=A cos a Por construccion, 4 tiene la misma medida que O£ i el án- gulo de O£ con OX' es igual a a; sea por consiguiente E, la proyeccion de O£ sobre OX' se tiene Á cos a=£, luego MAPP=E, Así el momento de un par respecto a un eje cualquiera OX es igual a la proyeccion del eje del par sobre OL. La propiedad es evidentemente jeneral i se aplica a un eje de momentos cualquiera; ademas el punto de aplicacion del vector O£ es completamente arbitrario. TEOREMA 111.—7odos los pares de un mismo eje son sistemas equivalentes. En efecto, segun el teorema I, la suma de las proyecciones de los vectores de cada uno de los pares es igual a cero, cual- quiera que sea el eje de proyeccion i, segun la definicion del eje de un par, los momentos de todos los pares, respecto a un eje cualquiera, son iguales a la proyeccion de su eje comun sobre ¡el eje de los momentos. Así las condiciones necesarias para la equivalencia de los sistemas de vectores son satisfechas. 888 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Notaremos que los pares del mismo eje pueden estar situa- dos en un mismo plano o en planos paralelos; la orientacion 1 la distancia de los vectores son indeterminados; solo el área del paralelógramo, construido sobre los dos vectores de cada par, debe tener la misma medida que el eje comun. Notaremos tambien que, cuando el eje de un par tiene su punto de aplicacion sobre uno de los vectores, el eje del par se confunde con el eje del otro vector. TEOREMA IV.—£l sistema formado por un número cualquiera de pares es equialente a un par único cuyo eje es la resultante jeo- métrica de los ejes de los pares componentes. 1.2 La suma de las proyecciones de todos los vectores del sistema considerado, sobre un eje cualquiera, es igual a cero, si el sistema equivalente mas sencillo fuera un vector único, su proyeccion sobre un eje cualquiera sería igual a cero i el vector mismo tendría que ser nulo; su momento respecto a un eje cual- quiera seria tambien nulo; por otra parte, la suma de los mo- mentos de los pares componentes, respecto a un eje cualquiera, es igual a la suma de las proyecciones. de los ejes de estos pares i esta suma no es nula en jeneral, luego el sistema mas sencillo equivalente al sistema de los pares será jeneralmente un par. 2.0 Sean €,, €,».....£, los ejes de los pares componentes i E el eje del par equivalente o resultante; el momento de este par resultante, respecto a un eje cualquiera, OX por ejemplo, debe ser igual a la suma de los momentos de los pares componentes, respecto a OX. Pero el momento de un par, respecto a OX, tiene por medida la proyeccion del eje del par sobre OX; luego debemos tener P ESP AP en Ademas esta relacion queda la misma cualquiera que sea la direccion del eje OX considerado; luego se debe tener E=tl Fe Ron. Pel Lo que demuestra el teorema. MECÁNICA RACIONAL 889 COMPOSICION DE UN SISTEMA CUALQUIERA DE VECTORES Sea S un sistema cualquiera de vectores; por un punto fijo i arbitrario O, tracemos un primer grupo de vectores, respecti- vamente iguales en magnitud, direccion i sentido, a los vecto- res del sistema S i un segundo grupo de vectores respectiva- mente iguales a los primeros 1 de sentido opuesto. El sistema S, al cual se han agregado estos dos grupos de vectores, queda evidentemente equivalente a sí mismo, puesto que, respecto a un eje cualquiera, la suma de las proyecciones ¡la suma de los momentos de los vectores agregados son Igua- les a cero. El primer grupo de vectores, cuyo punto de aplicacion comun es el punto O, puede reemplazarse por su resultante jeométrica KK; ahora, los vectores del segundo grupo i los del sistema S ' forman un número igual de pares i éstos son equivalentes a un | par único cuyo eje G es la resultante jeométrica de los ejes de los pares componentes. En resúmen, el sistema S es equivalente a un vector Kia un par de eje G. El punto O se llama centro de reduccion, el vector KR es la resultante de traslacion í el eje G el eje del par resultante. NOTA.- Como el por resultante es definido solo por su eje, se puede siempre suponer que uno de los dos vectores de este par tiene su punto de aplicaeion en el centro de reduccion; este vector 1 la resultante de traslación R pueden entónces reem- plazarse por su resultante jeómetrico, luego un sistema cual- quiera de vectores es siempre equivalente a dos vectores. Cálculo de R i G Para calcular RX 1 G se considera, en el centro de reduccion O, un sistema de tres ejes rectangulares OX, OY, OZ i se espresa que el sistema S es equivalente al sistema (%, G). | Sea FF uno de los vectores del sistema 5, la proyeccion de / sobre OX es P,, Fi la proyeccion del sistema (X, G) se reduce a la proyeccion de RX es decir /?,, puesto que la suma de las TOMO XCIV 61 890 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS proyecciones de los dos vectores del par G es igual a cero; ten- dremos por consiguiente » = 3 PF = E PF = PF u 0d Pm | (1) | N El vector X, E en O, es así completamente determi- nado. | Pasemos a los momentos; el eje del par formado por el vec- tor Fi otro vector—+", aplicado en O, se confunde con el eje del vector Fiel momento del par F—F, respecto a OX, es simplemente el momento del vector FF, respecto del mismo eje, de manera que la suma de los momentos de todos los pares componentes respecto a OX es Y M; F; por otra parte, el mo- mento del sistema (X, (GF) respecto a OX' se reduce al momento del par de eje G, puesto que X? pasa por el punto O; el momento del par es igual'a la proyeccion E, del eje E sobre OX, luego tenemos las fórmulas G.=»NMÍF (2) Gr= 218 E CG, = MEE Propiedades ¡jeómetrias de los ejes R 1 G La manera como se obtiene la resultante de traslacion X muestra que ésta queda constante en magnitud, direccion i sen- tido, cualquiera que sea la posicion del centro de reduccion; esto mismo se averigua por medio de las fórmulas (1); en efecto si los ejes se trasladan paralelamente a si mismo, las proyeccio- nes de los vectores no cambian i por consiguiente las tres pro=. yecciones KR, Ry, R, quedan invariables. No sucede lo mismo con el eje G, puesto que el momento de un vector cualquiera cambia cuando el eje de los momentos se traslada paralela-. mente a si mismo. . a e a e EAS E MECÁNICA RACIONAL S91 Determinaremos cómo varía el eje Gen los diferentes cen- tros de reduccion. 1.2 En todos los centros de reduccion, situados sobre una misma paralela a la resultante de traslacion, el eje del far resultante es constante en magnitud, direccion ¿ sentido, Sean, en efecto, X la resultante de traslacion, Gi G” los ejes del par resultante en dos centros de reduccion A i 5, situados sobre una recta paralela a X. Consideremos un eje 4X que pasa por el punto A; como los dos sistemos (KR, GH) i(K G”) son equivalentes al sistema dado, la suma de sus momentos respecto a AX deben ser iguales: los momentos de X son nulos, juego las proyecciones de Gi G” sobre 4X' deben ser iguales, Pero AX tiene una direccion cualquiera, luego Gi GC” son igua- les en magnitud, direccion i sentido. 2.2 La proyeccion del eje E del par resultante sobre la direccion de la resultante de traslacion R es constante. | Sean, en efecto, Gi G! los ejes del par resultante en dos cen- tros de reduccion cualquiera, R la resultante de traslacion; los momentos de los dos sistemas (XP, GF), (K, G”) respecto a un eje, paralelo a X*, deben ser iguales; pero los momentos de RX son nulos, luego las proyecciones de Gi G” sobre XK son iguales, EJE CENTRAL DE UN SISTEMA DE VECTORES Sea, en un centro de reduccion 4, (fig. 3), KR la resultante de traslacion, i G el eje del par resultante de un sistema S de vec- tores, O el ángulo de estas dos rectas; consideremos una recta AO perpendicular al plano AAG. En todos los centros de re- ¡_duccíion, situados sobre 40, el eje del par resultante es perpen- ¡| dicular a esta recta; en efecto, sea en otro punto 4”, G” el eje del par resultante; los dos sistemas (RG)i(XG”) son equivalen- tes, luego sus momentos respecto de 40 son iguales, pero el momento del sistema (X, G), respecto a 40, es nulo, luego | tambien el momento del sistema (RG”) respecto al mismo eje ¡debe ser nulo: el momento de X es igual a cero, luego la pro- ¡_yeccion de G” sobre 40 debe ser nula; en resúmen G” es per- | pendicular sobre 40, 892 MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS Sea 0* el ángulo de G* con RX; escribamos que los momentos de los dos sistemas (KR, G) 1 (LK, G”) respecto a una perpendi- cular 4” Bb” al plano RAO, son iguales: el momento del sistema (R, lo es G' sen 0' i cl momento del sistema (R E) es G sen O=RxA'4A luego se debe tener G”' sen 0'=G sen O-RxXAA! Por otra parte, las proyecciones de Gi G? sobre la direccion de XE son iguales, luego “cos 0 =6G cos O La primera ecuacion muestra que habrá siempre un punto de la recta 40 i uno solo para el cual G”* sen 0 sea nulo; su- j t -MECANICA RACIONAL 893 pongamos que el punto O de la figura (3) satisface a esta con- dicion; el punto O será determinado por la relacion GsenO0-RxAO0O=0 O bien ) ] | A, Gsenó En el punto O de la recta 44” los ejes Gi R tienen entón- ces la misma direccion OC; luego, en todos los centros de re- duccion situados sobre OC, los dos ejes Ri E tendrán tambien la misma direccion. TEOREMA.—£En un sistema dado S de vectores no puede haber sino una sola recta que tenga la propiedad de la recta OC. En efecto, si hubiera otra O'C” ésta seria paralela a la primera puesto que las dos son paralelas a XP; ademas los momentos de los dos sistemas equivalentes (XP, GF), respecto a un eje cual- quiera OX perpendicular a OC, deben ser iguales; pero el mo- mento del sistema (XX, G), aplicado en un punto de OC, es igual ¡a Cero, luego el momento de otro sistema (R GF) aplicado en un punto de O'C' debe ser nulo: el momento del par es nulo, puesto ¡que G tiene la misma direccion que OC ies por consiguiente || perpendicular a OX, luego el momento de X debe ser nulo, esto no puede suceder sino cuando O'(” encuentra todos los ejes OX perpendiculares a OC, es decir solo cuando 0O'C” se con funda con OC. La recta OC se llama eje central del sistema S. Así, en cada | sistema de vectores, existe un eje central i en todos los centros de reduccion, situados sobre este eje, el eje del par resultante tiene la misma direccion que la resultante de traslacion. NoTA.—Si en un centro de reduccion cualquiera 4 la resul. "tante de traslacion fuera nula, el ángulo 0 sería indeterminado en este punto i el valor de 40 dado por la fórmula (3) seria "tambien indeterminado. En este caso el sistema de vectores es equivalente a un par único, ise sabe, en efecto, que el eje de este par único no cambia, cualquiera que sea su punto de apli- cacion, 804 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS DETERMINACION DEL EJE DEL PAR RESULTANTE EN UN CENTRO DE REDUCCION CUALQUIERA Sea (fig. 3) OC el eje central del sistema, R la resultante de traslacion i Go el eje del par resultante, en un punto cualquiera del eje central. Se quiere determinar el eje G en un punto cual. quiera 4; sea AO=x la distancia del punto al eje central; el eje G será perpendicular a 40 ise tendrá segun las fórmulas establecidas mas arriba G cos 0=Go G sen O=XRx Para obtener gráficamente la posicion del eje G, se tomara, sobre 04, una lonjitud O/7 igual a la unidad i se trazará una recta HF perpendicular al plano COH; se tomará HF=R ise unirá el punto O al punto /. Se traza entónces en A una para- lela a FF hasta su punto de encuentro B con OF, la lonjitud - AB es igual a Rroa G sen 0; sea por otra parte BC=Go, la recta AG será el eje G en el centro de reduccion 4. | Como el eje central OC es único, los valores de G i 0 quedan los mismos en todos los centros de reduccion situados sobre un cilindro de revolucion de eje OC, | Caso particular Si el eje Go es al a cero se tiene en un punto cualquiera G cos 0=0 G sen 0=Rx Luego, el ángulo 0 es recto en todos los centros de reduccion $ Es el caso en que el sistema de vectores considerados es fl: equivalente a una resultante de traslacion única, ON La recíproca es evidente. Si 0 es recto, en un centro de reduc- | cion cualquiera, se tiene Go=Ó, luego el sistema se reduce A | una resultante de traslacion única situada sobre el eje central; f* _ MECÁNICA RACIONAL 895 ademas en todos los demas centros de reduccion el ángulo 0 es recto. Estas propiedades se pueden establecer tambien directamente. TEOREMA.—La situacion del eje central no cambia cuando se multiplican las lonjitudes de todos los vectores del sistema por un mismo coeficiente. Sea, en efecto, O un centro de reduccion cualquiera, Ri G la resultante de traslacion i el eje del par resultante en este punto i K el coeficiente con el cual se multiplican las lonjitudes de todos los vectores del sistema. Despues de esta multiplicacion, la nueva resultante de traslacion tendrá evidentemente la mis- ma direccion i el mismo sentido que X i su lonjitud será XR; por otra parte, el eje de cada uno de los pares componentes conservará la misma direccion í el mismo sentido, i su lonjitud será multiplicada por XK, luego el eje del par resultante será KG i tendrá la misma direccion i el mismo sentido que G. De ahí se deduce que en un centro de reduccion cualquiera, la resul- tante de traslacion i el eje del par resultante conservan una direccion invariable ique su lonjitud es multiplicada por el coe- ficiente X; la manera como se obtiene el eje central muestra entónces que este último conserva una situacion invariable. CASO DE UN SISTEMA DE VECTORES PARALELOS La resultante de traslacion XP? de un tal sistema es evidente- mente paralela a la direccion comun de los vectores i su mag- nitud es igual a la suma aljebráica de las magnitudes de los vectores componentes; por otra parte, la suma de los momentos de todos los vectores respecto a un eje paralelo a XP es igual a cero, luego la proyeccion del eje G del par resultante sobre ZÉ es nula; esto significa que en todos los centros de reduccion el eje es perpendicular a XK i que, por consiguiente, el sistema de todos los vectores es equivalente a un vector único, situado sobre el eje central del sistema. - Si la resultante de traslacion RX fuera nula, el sistema seria equivalente a un par único, cuyo eje seria perpendicular a la direccion comun de los vectores. 806 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARÍAS Si se hacen jivar todos los vectores del sistema, al rededor de su punto de aplicacion, de tal manera que en seguida esten para- lelos a otra direccion, el nuevo eje central corta el primero. Sea, en efecto, (fig. 4) ' uno 467, 4 £ de los vectores i 4B el eje cen- 4, tral del sistema; el conjunto de e los vectores Fes equivalente a AA un vector situado sobre 45. Se Malo puede de una infinidad de ma- neras descomponer 4 en dos . componentes £,, F, tales que C FF, tenga la misma lonjitud que F, hagamos la misma descom- posicion con los demas vectores del sistema; el conjunto de los ¿Nx vectores /", formará un sistema ¿de vectores paralelos i su eje E E central será una recta tal como Mbs paralelamai. or un punto MV de .4B tracemos una recta MX paralela a F,; respecto a este eje se tendrá se E Y ME FPS YM PEA MA La suma de los momentos de Fes igual al momento del vector único equivalente a los vectores /; como este vector está situado sobre 4B se tiene Y Mit F=0 Por otra otra parte, los vectores FF, son paralelos a MX, luego MO queda por consiguiente $ Mt F,=0 Los vectores /", son equivalentes a un vector único situado sobre 4, 5,; luego el momento de este vector único respecto a MECÁNICA RACIONAL 897 MX es nulo, lo que indica que -1, B, encuentra MX en cierto punto /V. El punto 1% ha sido elejido arbitrariamente sobre 456, luego A, B,1i AB estan situados en un mismo plano í se cortan en un punto C. Hagamos otra descomposicion del vector F' de tal manera que la nueva componente /”, esté en un plano distinto de ACA, el nuevo eje central deberá cortar AB i A, LB, luego pasará tambien por el punto C; de ahí se deduce inmediatamente que todos los ejes centrales pasaran por el punto C; este se llama centro del sistema de vectores paralelos. El centro Cno cambia cuando se multiplican las lonjitudes de todos los vectores por un mismo coeficiente, puesto que esta modificacion no cambia la situacion del eje central correspon- diente. En resúmen, la situacion del centro de un sistema de vectores paralelos, no depende ni de la orientacion comun de los vectores, n2 de las magnitudes absolutas de ellos, sino de la situacion de los puntos de aplicacion 1 de las magnitudes relativas de los vectores: CENTRO DE GRAVEDAD Supongamos un sistema material sometido a la accion de la pesantez; a un momento dado. £, cada punto del sistema recibe durante el tiempo d£, una impulsion vertical 2 dt, siendo 72 la masa del punto i 2 la aceleracion de la pesantez. El conjunto de estas impulsiones es un sistema de vectores paralelos i de mismo sentido. Su centro se llama centro de gravedad del sis- tema. i Como se puede reducir o amplificar proporcionalimente las magnitudes de todos los vectores i cambiar su comun direccion sin cambiar la situacion del centro del sistema, se podrá decir tambien: el centro de gravedad de un sistema material es el centro de un sistema de vectores paralelos, aplicados en los diferentes puntos del sistema material; todos los vectores tienen el mismo ¡sentido i la lonjitud de cada uno de ellos tiene la misma medida que la masa del punto material al cual está aplicado. Esta definicion permite calcular fácilmente las coordenadas 398 MEMORIAS CIENTÍFICAS J LITERARIAS del centro de gravedad de un sistema material; consideremos en efecto un sistema de tres ejes rectangulares i sean x, y, z las coordenadas de un punto del sistema; 72 su masa; É, m, € las coordenadas del centro de gravedad i M la masa total. Para obtener £aplicaremos, a cada punto, un vector, de misma direc- cion i mismo sentido que O Y, i de lonjitud igual a la medida de la masa 7m del punto de aplicacion. La suma de los momentos, respecto a OZ, de los vectores componentes es igual a 2 mx i el momento del vector resul- tante, respecto al mismo eje es 1/,£ Igualando estas dos espre- siones se obtiene el valor de É Análogas consideraciones dan -los valores de y i C; finalmente se obtienen las fórmulas si- guientes ME=2mx (4) Mi=3E my M¿=2mM2 CAPÍTULO II PROPRIEDADES JENERALES DEL MOVIMIENTO DE LOS SISTE- MAS MATERIALES En las seis ecuaciones jenerales comunes a todos los sistemas materiales, figuran solo las sumas de las proyecciones 1 las su- mas de los momentos de las cantidades de movimiento i de las fuerzas esteriores; estas sumas definen precisamente, en cada uno de los sistemas de vectores, el sistema mas sencillo equiva- lente. Sean Ri G la resultante de traslacion i el eje del par resultante del sistema de las cantidades de movimiento; r 1 2 los elementos correspondientes del sistema de las fuerzas este- riores; si el centro de reduccion es el oríjen de las coordenadas i, si se distinguen con un índice las proyecciones de los vecto- res sobre los ejes se tiene Y P.mu=R ; SPlF=7, NMimv=G, MESE MECÁNICA RACIONAL 899 Se obtienen fórmulas análogas respecto de los otros ejes i las seis ecuaciones jenerales se trasforman en los siguientes aRs_, E | e MaS de dG Ea) da E ACASO Ps qanS* Segun esto, sz se considera la estremidad del vector R como un punto movtl, la velocidad de este punto es zgual a la resultante de traslacion vr de las fuerzas esteriores; del mismo modo, la estre- midad del eje G del par vresultaute de las cantidades de movt- miento tiene una velocidad 2gual al eje g del par resultante de las fuerzas esteriores. | Hai otra interpretacion mui importante de las seis ecuacio- nes jenerales i ésta se deduce de la consideracion del centro de gravedad. Estableceremos, en primer lugar, algunos teoremas. TEOREMA l.—La resultante de traslacion R de las cantidades de movimiento representa la cantidad de movimiento del centro de gravedad en el cual se supone concentrada la masa de todo el sistema material. En efecto, sean É n, €, las coordenadas del centro de grave- dad, se deduce de las fórmulas (4) del capítulo anterior. dé dx M ¿22M | dy _ dy dy _ dí Sea z4 la velocidad del centro de gravedad, los tres primeros miembros son las proyecciones de Mzwv sobre los tres ejes i los segundos son las proyecciones de X*; luego X es igual en mag- nitud, direccion i sentido a Mov, Lo que demuestra el teorema, 909 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS TEOREMA IL.—Si se refieren las posiciones de los puntos del sistema material a un sistema de comparacion animado de una traslación igual al movimiento del centro de gravedad, el sistema de vectores formado con las cantidades de movimiento relativas es equivalente a un par úntco. Sean, en efecto, 1”, y”, g' las coordenadas de uno de los pun- tos, respecto del sistema móvil, v” su velocidad relativa iv su velocidad absoluta en el espacio; x, y, z sus coordenadas, res- pecto de un sistema de coordenadas fijo; como y es la resultante jeométrica de v'i de la velocidad 24 del centro de gravedad se tendra, al proyectar sobre OX da de E di OA Sea 1m la masa del punto considerado, se tendrá tambien dE E e 1 ES 8 di E di Sumemos las ecuaciones análogas para todos los puntos dcl sistema, tendremos Em Em e SEA Pero, según (2), el primer miembro es igual a M E luego Se obtendria de la misma manera , dy Y mi AE dz 2 mM = 0 Los primeros miembros representan las proyecciones de la resultante de traslacion del sistema de vectores 22”, luego esta yo MECÁNICA RACIONAL gol resultante de traslación es nula ¡ el sistema de estos vectores es equivalente a un par único. Se deduce de estos teoremas que, a un momento cualquiera, el sistema de yectores formado con las cantidades de movi- miento absolutas de todos los puntos de un sistema material es equivalente: 1.2 a un vector X?, aplicado en el centro de grave- dad, e igual a la cantidad de movimiento W/wv de este punto; 2.2 a un par equivalente al sistema de las cantidades de movi» miento relativas al rededor del centro de gravedad. Como el vector R es igual a Mí su direccion es a cada mo- mento tanjente a la trayectoria del centro de gravedad. MOVIMIENTO DEL CENTRO DE GRAVEDAD En las fórmulas (2) se pueden reemplazar los segundos miem- bros por X,, Ry, KE, ; si se derivan de nuevo estas ecuacio- nes, se obtendrá, segun (1) EL RO EA d?y y dR, df? dí y de dR, A E e Estas ecuaciones espresan que el centro de gravedad se muere como un punto material, de masa M igual a la masa total del sistema, ¿ sometido a una fuerza igual a la resultante de trasta- cion r de las fuerzas esteriores, Segun esto, si las fuerzas esteriores son nulas o se hacen equilibrio o son equivalentes a un par único, el centro de gra- vedad tiene 'in movimiento recto i uniforme. Las fuerzas interiores no intervienen en estas fórmulas, luego ellas no tienen ningun efecto sobre el movimiento del centro de gravedad. Supongamos, por ejemplo, que el centro de gra- vedad de un sistema material está en reposo i que las fuerzas esteriores son nulas o en equilibrio o equivalentes a un par único, el centro de gravedad permanecerá indefinidamente en 902 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS reposo, cualesquiera que sean las fuerzas interiores que se desa- rrollen en el sistema. MOVIMIENTO DEL SISTEMA AL REDEDOR DE SU CENTRO DE GRAVEDAD Sean fig. (5) C” 1 C' dos posiciones infinitamente próximas del centro de gravedad de un sistema material, en los momentos £9.9 d | | | se La | Ao Y | e RL Ea LE WA a YA respecto al eje OX se tiene la fórmula ¿it4+ dt; R'iRlos vectores que repre- sentan, en estos mo- mentos, la cantidad de movimiento del centro de gravedad (R i R' son tanjen- tester ala trayectoria 4B' del centro de grave- dad); G 1 (los ejes de los pares equiva- lentes a las cantida- des de movimiento relativas en los mis- mos momentos. Consideremos un sistema de tres ejes fijos en el espacio; NM; m(w+do)—2M; mv=2 MM F dt Apliquemos esta fórmula, tendremos Mi m(v+du0)=G", + MR NM; mv=G6, + MR Luego EC. —-Gi+ MER'—MiR=E M5 Pdt MECÁNICA RACIONAL 903 Como la posicion de los ejes fijos es completamente arbitra- ria podemos suponer que ellos coinciden con la posicion, en el momento /, de un sistema de comparacion, móvil con el centro de gravedad, i cuyo orijen está en este punto. En este caso, M + R es igual a ceroi M, R' es infinitamente pequeño de se- gundo órden, puesto que este momento es del mismo órden que la distancia del punto Ca la tanjente en C”. La fórmula anterior se reduce entónces a la siguiente A 2 IM Ide O bien ES AUS ID Respecto de los tres ejes se obtendrán fórmulas análogas; finalmente se tendrá dE ANS dG (3) AE y ] AG EN di Té? Estas fórmulas son idénticas a las fórmulas (1). Sin embargo en (3), los momentos £, £y, £, de las fuerzas esteriores se refieren a tres ejes rectangulares, de direccion invariable i que pasan por el centro de gravedad. En resúmen, cuando se refiere el movimiento de un sistema material a un sistema de comparacion, animado de una traslacion igual al movimiento del centro de gravedad, la estremidad del eje G del par resultante de las cantidades de movimiento relat?- vas, tiene una velocidad relativa igual al eje g del par resultante de las fuerzas esteriores, el centro de reduccion de estas fuerzas es entónces a cada instante el centro de gravedad del sistema móvil. Las tres ecuaciones en las cuales intervienen los momentos se llaman jeneralmente ecuaciones de rotacion; ellas conservan la misma forma cuando el movimiento del sistema material se 904 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS refiere a un sistema de comparacion fijo en el espacio o móvil con el centro de gravedad; en el primer caso, se dice que el mo- vimiento del sistema se efectúa al rededor de un punto fijo i, en el segundo caso, al rededor del centro de gravedad. Como se ve, la teoría i las propiedades jenerales de estos dos movi- mientos serán idénticas puesto que las ecuaciones correspon- dientes tienen exactamente la misma forma, TEOREMA DE LAS ÁREAS Sea (fig. 6) OX un eje cualquiera i 2 un plano perpendicular a OX; el punto O es indiferentemente un punto fijo en el espa- cio o el centro de gravedad de un sistema material. Unamos todos los puntos del sistema ma- terial con el punto O, los radios vectores describirán ciertas áreas durante el movimiento del sistema; proyectemos estas áreas sobre el plano P, tendre- mos, para todos los puntos del sistema : da E == A 22M, mu=2 23m 7 Sea, en el punto O, G el eje del par resultante de las cantida- des de movimiento i O el ángulo de G con OX, se tendrá >) Mi mv=Gcos O Luego Zoe Ml o =(G cos O A un mismo momento £, el primer miembro de esta ecuacion - será máxima si el plano 2 es perpendicular a OG, por esta ra- zon, esta última posicion del plano P se llama plano del máximo de las áreas. | Consideremos especialmente el caso en que el eje GE queda MECÁNICA RACIONAL 905 constante, es el caso, en que las fuerzas esteriores son equiva- lentes a una resultante de traslacion única que pasa por el punto O, o bien el caso en que las fuerzas esteriores se hacen equilibrio; se tiene entónces 2 »Nma=Gtcos O + Cons. Así la suma de los productos de la masa de cada punto, por la proyeccion, sobre el plano P, del área que describe su radio vector, varia proporcionalmente al tiempo; en este caso, el plano del máximo de las áreas permanece en una direccion invaria- ble; es el p/ano invarzable de Laplace. La constante de integracion puede suponerse nula si las áreas se cuentan desde las posiciones que ocupan los radios vectores en el momento ¿=0. Si, en el momento inicial, el eje G es igual a cero, la fórmula anterior se reduce a NY ma=0 Así la suma de los productos de la masa de cada punto por la proyeccion, sobre un plano fijo cualquiera, del área que des- cribe su radio vector, queda siempre igual a cero. Un cuerpo vivo, en reposo, abandonado a sé mismo en el espa- cio, puede tomar espontámente un movimiento de rotacion al rede- dor de su centro de gravedad inmóvil sin que intervengan acciones esteviores. Un cuerpo vivo en reposo es un sistema material, dotado de cierta cantidad de enerjía potencial interior i capaz de trasfor- Mar, por sí mismo, una parte de esta enerjía potencial en ener- jía cinética interior. Si un cuerpo vivo en reposo opera esta trasformacion de enerjía, ciertos puntos del sistema se mueven respecto de los demas i estos movimientos se efectúan de tal manera que el centro de gravedad permanezca invariable i de tal manera tambien que la suma de las proyecciones, sobre un plano cualquiera, de los productos de la masa de cada punto ¡por el área que describe su radio vector, quede nula. La forma del cuerpo será variable durante estos movimientos, ¡pero podemos suponer que en dos momentos £, i £, el cuerpo TOMO XCIV 62 go6 MEMORIAS CIENTÍFICAS J LITERARIAS vuelve a tomar la misma forma; entónces las dos posiciones co- rrespondientes del cuerpo serán jeneralmente distintas, es decir, que el cuerpo mismo habrá tenido un movimiento de rotacion. Para demostrarlo, examinaremos un caso sencillo: sea (fig. 7) S un sistema material, O su centro de gravedad i M uno de sus ñÑ 0 puntos de masa y. A a cierto momento £, el punto M4 toma cierto movimiento, respecto | de los demas puntos de | S i sale de la posicion Mo para volver a la misma posicion en otro momento £,;en los dos momentos £, i£, el sis- tema S ha vuelto a to- mar la misma forma i, respecto de este siste- | ma, el punto MV ha des- crito cierta curva cerra- da C, en un sentido de- terminado. | | Contemos las áreas que describen los ra- dios vectores desde la posicion que tienen es- k tos radios vectores en el momento 7,, i sea, a cierto momento £, A el área descrita, en proyeccion sobre un plano fijo, por el radio vector del punto M4, + i a el área descrita, en proyeccion sobre el mismo plano por el radio vector de uno de los demas puntos del sistema; tendre- | 1i0s a cada momento | (4) pA+2ma=0 En el momento inicial £, las áreas A ia son nulas por hipó- | tesis; supongamos ahora que, en el momento £,, el sistema S MECÁNICA RACIONAL 907 haya vuelto a ccupar su posicion primitiva, se tendria entónces 2 ma=0 i por consiguiente tambien ANO Pero el área A noes nula puesto que el radio vector del punto M ha descrito durante el intervalo £,—f, el área de la curva cerrada C, luego es imposible que el sistema S no haya jirado al rededor del punto O i en un sentido tal que la condicion (4) sea satisfecha. | TEOREMA DE LAS FUERZAS VIVAS EN EL MOVIMIENTO RELA- TIVO DE UN SISTEMA AL REDEDOR DE SU CENTRO DE GRA- VEDAD. Hemos establecido, en el capítulo 1, la fórmula (5). [Emr-LEmvt=2 GF+E2 7, Trataremos de trasformar esta fórmula i avaluar el aumento de la fuerza viva en el movimiento relativo del sistema al rede- dor de su centro de gravedad. Sea, como mas arriba, vw la velocidad del centro de gravedad en el momento /, se tiene v=W +w Luego : v1?=vW?+w24+2 weos (v, w) I tambien | 2Zmvu?=2 m0? + M wv+2w mv cos (v, 1) Se sabe que el sistema de los vectores 221? es equivalente a un par único, luego la suma de las proyecciones dé estos vec- tores sobre la direccion de la velocidad zw es igual a cero i la fórmula anterior se reduce a la siguiente (6) —Emv?=E mv 2 + M wz 908 . MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Del mismo modo, en el momento inicial 2 MUY)? = > muy? + Mw? Luego la fórmula (5) se trasforma en la siguiente E 72 ! 12 I o ñ Ñ (7) 7 2mo 3 24mU0 + Mu LoS AI El trabajo elemental de cada fuerza esterior // se refiere aquí al cambio de lugar absoluto del punto en el espacio; proyecte- mos las velocidades v, 24 iv de un punto sobre la direccion de la fuerza FF que obra en este punto, tendremos v cos (F, y) =v' cos (F, v') + vw cos (4, w) Moultipliquemos esta relacion por F df, obtendremos la si- guiente Foudtcos (,v)=Fv! dí cos (F,0') + Fw dicos (F, w) El primer miembro es el trabajo elemental de la fuerza 4 para el cambio de lugar absoluto v dí del punto, es el que figura en las fórmulas (5) i (7); en el segundo miembro, el primer tér- mino es el trabajo elemental de la fuerza FF para el cambio de lugar relativo v” dt del punto; designemos este último por d G” F, tendremos | d GF=d 6" F+Fwdtcos(F, w) [, para todos los puntos del sistema 2d. 6 F=d CG F+rwat2F cos (E, w) Integremos entre dos momentos Zo i £, tendremos ¿ 2 OF=2 o r+| wdt Y F cos (4, w) Lo MECÁNICA RACIONAL. 909 Sea r la resultante de traslacion de las fuerzas esterlores, se tiene 2 Fcos(/, w)=r cos (7, 10) I tambien É E | | wdtXY Ecos(F, w)=| wdtrcos (+, w) lo Lo El centro de gravedad se mueve como un punto material de masa MY i sometido a la fuerza r, luego É I I | ww di», cos (r, w)=M w*--M WwW,? Lo En resúmen EE S G F4+M ¿y? -M a? Llevemos este valor en la ecuacion (7), ésta se reducirá a la siguiente E ¿Emu? Ema? =2 O LEN O Esta ecuacion tiene exactamente la misma forma como (5); por consiguiente, el teorema de las fuerzas vivas se aplica de la misma manera cuando se vefiere la posicion del sistema materias a un sistema de comparacion fijo en el espacio o aun sistema de comparacion antmado de una traslacion igual al movimiento del centro de gravedad. APLICACION AL SÓLIDO INVARIABLE El sólido invariable es por definicion un sistema material en el cual las distancias respectivas de los diferentes puntos per- ¡ mancecen invariables. Segun esta definicion, sezs ecuaciones, entre 910 MEMORIAS CIENTÍFICAS I LITERARIAS las coordenadas de los puntos de un sólido ¿nvarzabie, bastan para fijar completamente su situacion en el espacio. En efecto, la posicion de un sólido está determinada cuando se conoce la posicion de tres de sus puntos, no situados en línea recta; estos tres puntos son definidos por nueve coordenadas 1, entre ellas, existen tres relaciones que espresan que las distan- cias recíprocas de los tres puntos quedan invariables, luego sezs condiciones serán necesarias i suficientes para determinar com- pletamente la posicion de los tres puntos 1 por consiguente tambien la de todo el sólido. .Se han establécido precisamente seis ecuaciones fundamen- - tales, comunes a todos los sistemas materiales; estas seis ecua- ciones se aplican tambien al sólido invariable í bastan para fijar completamente su posicion a cada momento. Como, en estas ecuaciones, las fuerzas esteriores figuran solo por los elementos que definen el sistema equivalente mas sen- cillo, se ve que dos sistemas de fuerzas esteriores, representados por sistemas de vectores equivalentes, producen el mismo efecto sobre el sólido invariable. Así, para estudiar el efecto de un. sistema cualquiera de fuer-' zas sobre el sólido invariable, se podrá siempre reemplazar este sistema por otro equivalente. Un sistema de fuerzas en equili- brio no producirá ningun efecto sobre este sólido i si el sólido está en reposo a cierto momento inicial, el sistema de fuerzas en equilibrio lo dejará en reposo. En resúmen, las seis ecuaciones fundamentales se aplican directamente al sólido invariable i bastan para determinar com- pletamente su movimiento, lo que no sucede con los demas sis- temas materiales, | A. OBRECHT (Continuará) Sell ele nar | 000000339393 ¡=== Se2S2S5252=2S+= al Tal 099110931303 Y 19909 [sa [APO == *pSeosisesese=s| AN] A rr iritriti SOBRE EL HIATO EN LA ANTIGUA VERSIFICACION CASTELLANA —Q—— La tésis que me he propuesto defender por el presente traba- jo no sorprenderá a los romanistas. Al contrario, creo que, para la mayor parte de ellos, no diré una novedad. Sin embargo, mi artículo no podrá ser inútil, pues seguramente esta tésis todavía no está aceptada jeneralmente entre las personas que toman interes por la filolojía castellana. El hecho que pienso probar es el siguiente: | La primitiva versificacion castellana, que aparece en el Poema del Cid, en las obras de Gonzalo ¿en otros monumentos de poesta arcárca, admitía el hiato sin restriccion ninguna ¿no permitía con- traer la vocal final de una palabra con la inicial de otra. Esa con- traccion, que llamamos sinalefa, la introdujeron por primera vez llos que imitaron a los trovadores lemosines i portugueses. Citaré una vez mas un célebre pasaje que se lee en el Prohe- mio e carta quel Marques de Santillana envio al Condestable de | Portugal con las obras suyas (Viñaza, Biblioteca histórica de ¡la filolojía castellana, páj. 391). El párrafo XIV de esa carta es- l crita en 1449 dice lo que sigue: “Entre nosotros usose primera- 912 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS mente el metro en assaz formas: asy como El libro de Alixandre, Los votos del Pavon, e aun el libro del Archypreste de Hita. Aun desta guissa escrívio Pero Lopez de Ayala el viejo un libro que fico de las Maneras del Palacio e lamaronlo Rímos. E despues Jallaron esta arte que mayor se llama, e el arte comun, creo, que en los reynos de Gallicia e Portugal, donde non es de dubdar que el exercicio destas scitencias mas que en ningunas otras regiones e provincias de España se acostumbro, en tanto grado, que non ha mucho tiempo qualesquier decidores e trovadores destas partes, agora fuessen castellanos, andaluces o de la Estremadura, todas sus obras compontan en lengua gallega o portuguesa. E aun destos es cierto rescevimos los nombres del arte asy como: maestria mayor e menor, encadenados, lexapren e mansobren. Uno de los puntos en que se diferenciaba el arte de los anti- guos del de los modernos, segun distingue el marques, es el uso del hiato i de la sinalefa. Para los primeros, valen las reglas que siguen: 1) Se admite el hiato. 2) No se usa la sinalefa. 3) Se pueden suprimir vocales finales por apócope (com en lugar de como, etc.); se pueden suprimir vocales iniciales por aféresis (star en lugar de estar, etc.); se emplean ciertas con- tracciones (quera en lugar de gue era, etc.); pero no se usa la sinalefa. La presente cuestion no se puede resolver como un problema aljebráico. Para dejar la tésis definitivamente establecida, seria necesario una revision crítica de toda la poesía arcáica castella- na. Por ahora, no puedo hacer mas que escojer algunos trozos de antiguos poetas, enmendar su testo en cuanto sea posible, i probar que no hai necesidad de acudir a la sinalefa para dar a los versos el número de sílabas que les corresponde. He elejido para este efecto trozos de las poesías que siguen: POEMA DEL CID El testo del poema se lee pésimamente adulterado en el único manuscrito que lo conserva. Sobre la forma primi- SOBRE EL HIATO 913 tiva del metro, las opiniones de los filólogos están mui divi- didas (1). | Yo hago el ensayo de restablecer versos de catorce sílabas o sea alejandrinos, sabiendo que una restitucion completa i satis- factoria es imposible i tratando de dar solamente una imájen hipotética 1 aproximada de la versificacion del orijinal. Los versos que empleo tienen dos hemistiquios. Cada uno de éstos tiene siete sílabas, si la última palabra es grave; seis, si la última palabra es aguda, i ocho, si la última palabra es esdrú- jula. La rima es asonante (2). Una série de versos que terminan (1) No he podido consultar el trabajo del señor Cornu titulado ZLtudes sur le poéme du Cid. (Etudes romanes dedises 4 Gaston Paris, páj. 419). El señor Gaston Paris relata en la Romania, 1893, páj. 153, lo siguiente: «Le savant professeur de Prague, aprées avoir eu sur ce sujet d'autres opinions, est maintenant convaincu que le Poema del Cid a été composé par son auteur en vers de romances, et que les innombrables hémistiches qui ne rentrent pas dans cette formule ont été altérés par la mauvaise mémoire des récita- teurs ou la négligence des copistes. Pour le prouver, il emploie un moyen tres imgénieux, qui consiste á examiner un tres grand nombre d'hémisti- ches contenant des noms propres, etc.» He aprovechado algunas de las correcciones recomendadas por los seño- res Andres Bello en su edicion del poema i Eduardo de la Barra (Restaura- cion de la Gesta del Cid Campeador, publicada en estos ANALES). (2) En el poema del Cid, no consuena la e comun con los diptongos ¿e 1 ue, no consuenan tampoco estos diptongos entre si, pero consuena el diptongo.ue con la vocal o. No se debe creer que el diptongo ue era o en el dialecto del poeta, pues consuenan tambien las palabras Bermuez (= Bermu- dez), nues (=nuves), cinguesma, i hasta el apellido Xímenez, cuya e tendria un carácter especial por efecto de la 22, En las poesías de Gonzalo, no consuena ordinariamente la e comun con los diptongos ¿ei we, no consuenan tampoco los diptongos entre si, i no consuena ve con o Sin embargo, puede ser que algunas veces consuene e - con ¿es véase mi articulo sobre la pronunciacion del diptongo /e en la época de Gonzalo de Berceo. En el poema del Conde Fernan González, no consuena la e comun con los diptongos ¿e i ue, pero consuenan los diptongos entre si; véase mi ar- ticulo sobre la ortografía de la Astronomia del rey Alfonso X $ 96-10. Parece, por lo tanto, que en el castellano antiguo, habia tres variedades de la vocal e: | la e comun, que probablemente era cerrada; la e del diptongo ¿e, que probablemente era abierta; la e del diptongo «e, que probablemente era un término medio entre e 10, 914 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS en una misma ríma se llama tirada. El número de los versos que constituyen una tirada es variable. Primera tirada EL CID VE SU CASTILLO SAQUEADO POR SUS ENEMIGOS (Falta el principio) De los sos oilos tan fuertemientre llorando Tornava la cabecga e stavalos catando: Vio puertas abiertas e ucos sin cañados, Alcandaras vazias sin pielles e sin mantos, 5 E sin falcones e sin adtores mudados. Sospiro Mio Cid, avie grandes cuydados. Fablava Mio Cid bien e tan mesurado: " Grado a ti, señor Padre, que stas en alto: Aquesto me han buelto mis enemigos malos. NOoTAS.—Las lecciones del manuscrito, que tomo de la edi- cion de Vollmóller, las señalo con una M. Me aparto de la orto- grafía del manuscrito escribiendo la 4 vocal x, la 4 consonante v, i poniendo c en lugar de £ delante de e, z. 1 lorando M.—No me atrevo a correjir la cesura viciosa, véanse los versos 5, 24, 36, 41, 43, 57, 58, 67, 71.—2 e estaua M, véase que stas 8.—3 vio es de dos silabas.—6 myo ¿id M.—ca mucho aute grandes cuydados M.—y7 fablo M.—8 que estas M. 9 esto M.—myos M. Sogunda tirada EJ. CID SE DIRIJE A BURGOS 10 Piensan de aguiiar: alli sueltan las riendas. Ovieron la corneia a la exida diestra, E entrando a Burgos ovieronla siniestra. Mecio el Cid los ombros, engrameo la tiesta: " Albricia, Albar Fanez, echado so de tierra.» NoTAS.—10 alli piensan M.—rriendas M.—11 a la exida de biuar ouieron la corneía diestra M.—13 myo ¿dd M.—engrameó SOBRE El. HIATO : 9I5 de la Barra, e engrameo M.—14 albarffanez M.—ca echados so- mos M. : Torcora tirada EL CID ENTRA EN BURGOS 15 Mio Cid Ruy Diaz pora Burgos entro, 16 Llevo en su conpaña sessaenta pendones, 16 Exieron lo veer mugeres e varones: 17 Burgeses e burgesas por las feniestras son, Plorando de los oios, tant avien el dolor. De las sus bocas todos dizien una razon: 20 1 Dios, que buen vassalo, si ovies buen señor. 1: NOTAS.—15 1myo cid rruy diaz por burgos entraua M.—16 en su conpaña LX pendones leuaua M.—exien lo ver M.-—17 finies- tras M.—son Bello, sor puestos M.—18 tanto M.—19 dizzan M. —-rrazon M.—20 Parece que en este verso Dios es de dos síla- bas, aunque en otros del mismo poema es de una sola. —ouzesse M. Cuarta tirada LOS BURGUESES NO DAN POSADA AL CID Conbidarlien de grado, mas nade non osava: El ree don Alfons tant avie la grand saña. Ante la noch en Burgos de el entro su carta Con grand recabdo e fuertement seellada: 25 Que al Cid Ruy Diaz no le diessen posada, E el que gela diesse sopies vera palabra, Que perdrie los averes e oios de la cara, E aun ademas el cuerpo e el alma. Grande duelo avien las yentes christianas; 30 Ascondense del Cid, nol osan dezir nada. 31 El Cid adelino, llego a su posada. 35 Mio Cid e los suyos a altas voces llaman, Los de dentro non les querien tornar palabra Aguiio Mio Cid, a la puerta llegava, Saco el pie del stribo, una feridal dava, Non se abre la puerta, ca bien era cerrada. 916 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 40 Un niña de nuef años a oio se parava: "Campeador, en buen ora cinxiestes spada. El rey lo a vedado, anoch entro su carta Con grant recabdo e fuertement seellada: Abrir non osariemos, nin vos coger por nada, 45 Que perdriemos averes e oios de las caras E aun ademas los cuerpos e las almas. Cid, en el nuestro mal vos non ganades nada. El Criador vos vala con sus vertudes santas. Esto la niña dixo e tornos a su Casa. 50 Ya lo vee el Cid: del ree non a gracia. Partiose de la puerta, por Burgos aguliava. Llego a San Maria, luego descavalgava, Finco los sus ynoios, de coracon rogava. La oracion fecha, apriessa cavalgava. 55 Salio pora la puerta, e Arlancon pasava. Cabo de essa villa en la glera posava. Finco la tienda e luego descavalgava. Mio Cid, el quen buen ora cinxo espada, Posava en la glera, quand nol cogien en casa, 60 E derredor de el una buena conpaña. Assi poso el Cid, com si fues en montaña. Vedada lan la coripra dentro Burgos la casa De todas essas cosas quantas son de vianda: Nol osarien vender al menos dinarada. NoTAs.—21 conbidar le yen M.—mas ninguno non osaua M. —22 el rrey don alfonsso M.—tanto M.—23 antes de la noche M.—del M.—24 rrecabdo M.—fuertemientre M.—seellada de la Barra, sellada M. - 25 que a myo cid rruy diaz que nadi nol dies- sen posada M.—26 e aquel M.—sopiesse M.—27 perderie M.— e mas los ozos M.—28 e aun demas los cuerpos e las almas M.— Parece que esta frase hace alusion a una de las fórmulas de execracion que se usaban en los documentos de aquel tiempo; véase, por ejemplo, el privilejio otorgado por Alfonso VII a los vecinos de Burgos en 1124 (Muñoz, Fueros Municipales, páj. 266): :.S? vero aliquis hoc meum factum dirumpere attentave- rit, quisquis fuertt, sit excommunicatus et cum luda traditore, et Datan et Abiron, quos terra yivos absorvutt, in inferno damnatus.a SOBRE EL HIAFO 917 —29 Parece que chr2stianas es de cuatro silabas: se podria escri. bir essas yentes christtanas.— 30 de imyo cid M.—ca nol osan M.— 31 el campeador adelino a su posada M.—He suprimido los ver- sos 32-34 por creerlos espurios o gravemente deformados. En el manuscrito se lee: 4s2 commo lego a la puerta falola bien cerra- da por miedo del rrey alfonsso que assi lo auzen parado que si non la quebrantas por fuerca que non géla abriese nadin—35 los de myo cid a altas uoces laman M.—-37 se legaua M.—38 del estri- bera M.—40 una niña M.—41 ya campeador M.-—espada M.—42 el rrey lo ha uedado M.: se podria escribir el ree l'a —anoch del etro su carta M.—a43 fuerte mientre M.—seellada de la Barra, sellada M.—44 non uos osartemos abrir nin coger por nada Ml, abrir non lP'osariemos nin vos coger por nada de la Barra.—aA5 si non perderiemos los aueres elas casas M.—46 e demas los otos de las caras M.—48 mas el criador M: Criador es de tres síila- bas.—con todas sus M.—49 pora su casa M.—50 que del rrey non aute gracta M.--51 partos M.—aguzjaua M.—52 dego M. —santa maría M.—descaualga M.—353 los sus de la Barra, los M.- yñoros M.—54 da oracion fecha luego caualgaua M. Parece que oracion es de cuatro silabas; se podria escribir fecha la ora- cion.—55 por M.—e Arlancon pasaua Bello, e en arlancon posaua M.—56 cabo essa uzlla M.—57 fincaua M.—58 myo gd rruy díaz el que en buen hora cgínxo espada M.—59 poso M.—quando nol coge nadi en casa M.—60 Falta e en M.—del M.—61 myo gd M. =-commo si fuesse M.—62 uedada lan conpra M.—dentro en M. —63 de todas cosas M.—vianda debe ser de tres sílabas M.--64 non de M. - Quinta tirada MARTIN ANTOLINEZ OFRECE Al CID SUS SERVICIOS 65 Martino Antolinez, el Burgales complido, - Al Cid e a los suyos abastales de vino— Non lo conpra, ca el selo avie consigo, — De todo el conducho bien los ovo bastidos. Pagos el Cid e todos que van a so servicio, 70 Martino Antolinez, odredes lo que dixo: "Campeador, en buen ora fuestes nacido. 918 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Esta noche yagamos, vayamonos matino. Acusado sere de que vos e servido, En grant yra del ree Alfons sere metido: 75 Si con vusco escapo e so sano e bivo, Aun cerca o tarde quererma por amigo; E si non, quanto dexo no lo precio un figo.n NOTAS.—Ó635 martín M, véase don lMartimo 185. 187.—66 a myo ¿id M.—de ban e de uzno M.—68 todo conducho M.—69 pagos myo gd el campeador e todos los otros que uan a so encer- uzgto M.—70 fablo martin atolinez M: la supresion del verbo es necesaria en muchos versos parecidos del poema.—a dicho M.—-71 ya campeador M.—72 noch M.—ygamos e uaymos nos al matino M.—73 ca acusado sere M.—de lo que M.—he M.— 74 en yra del rrey alffonsso yo sere metido M.—75 e so falta en M.—o biuo M.—el rrey querer me ha por amigo M.—77 e sí non de la Barra, sí non M. LIBRO DE ALEXANDRE Los versos del Libro de Alexandre son los mismos alejan- drinos que he empleado en la reconstruccion del Poema del Cid; pero no se encuentran las cesuras viciosas. Las estrofas constan de cuatro versos que terminan en una misma rima consonante. El dialecto del autor era el castellano i no se distinguía del lenguaje de Gonzalo. Varios copistas han introducido formas - leonesas i salamanquesas; véase Baist, Zestschrift fir romant- sche Pheilologie IV, páj. 586. (1) Tengo a la vista la edicion de Janer. De esa tomo las lec- - ciones del códice del duque de Osuna, las que señalo con | una O. | 1 Sennores, si quisieredes mi servicio prender, Querriavos de grado servir de mi menster: Deve de lo que sabe omne largo seer, Si non, podrie de culpa o de reto caer. (1) Compárese mi articulo sobre la conjugacion leonesa. SOBRE EL HIATO 919 2 Menster trayo fermoso, non es de ¡oglaria, Menster es sin peccado, ca es de clerezia, Fablar curso rimado por la quaderna via A sillavas contadas, ca es grant maestria. 3 Qui oyr lo quisier, a todo mi creer, Avra de mi solaz, en cabo grant plazer, Aprendra bonas gestas que sepa retraer, Averlo an por ello muchos a connoscer. 4 Non vos quiero grant prologo, nin grandes nuevas fer, Luego a la materia me vos quiero coger. El Criador nos lexe bien apressos seer; Si en aquel pecaremos, el nos denne valer. 5 Quiero leer un livro de un ree pagano : Que fue de grant esfuerco, de coracon locano, Conquisto tod el mundo, metiolo so su mano, Terne, si lo cumpliero, que so bon escrivano, 6 Del princep Alexandre que fue ree de Grecia, Que fue franc e ardit e de grant sapiencia, Vencio Poro e Dario, dos reys de grant potencia, Nunca connoscio omne su par en la sufrencia. 7 El infant Alexandre luego en su ninnez Comenco demonstrar que serie de grant prez: Nunca quiso mamar lech de mugier rafez, Si non fue de linage o de grant gentilez.. -8 Grandes signos cuntieron, quand est infant nascio, El ayre fue canbiado, el sol escureció, Todol mar fue irado, la tierra tremecio, Por poco que el mundo todo non perecio. 9 Otros signos cuntieron que son plus generales, Cayeron de las nuves muchas piedras punnales; Aun cuntieron otros, mayores o atales, Lidiaron tod un dia dos aguilas cabdales. 920 - [MEMORIAS CIENTÍFICAS l LITERARIAS 10 En tierra de Egipto, en letra fue entrado, Fablo un corderuelo que era rezient nado, Pario una gallina un culuevro yrado, Era por Alexandre tod esto demonstrado. - 11 Aun avino al en el su nacimiento, Fijos de altos condes nacieron mas de ciento, Fueron pora servirlo todos de bon taliento, En escrito yaz esto, sepades, non vos miento. NOTAS. -- 1, 1 se quisterdes O. —mio O.—1, 2 mio O.—I, 4 se -O.—rieto O.—2, 1 menster O.—trago O.—2, 2 mester O.—sen O.—2, 3 per O.—2, 4 cuntadas O.—3, 1 mio Oi=sojas O.—4, 1 nen grandes nouas fazer O.—4, 4 pecarmosO.—5, 1 de vn rey noble pagano O.—5, 2 esiforcio OD.—5, 3 mettol O. —5, 4 se do compriere que soe O.—6, 1 princepe O.—rey O.—6, 2 sabencia O: la pala- bra sapiencia es de cuatro silabas.—6, 3 Hai que leer Dárzo.— 7, 1 2nfant O.—7, 2 a demonstrar O.—7, 3 leche O.—rrafez O. —7, 4 se O. —8, IT contiron O.—guando O.—9, 1 contioron O.— 9, 2 cayoron OD.—9, 3 aun contiron otros que son maores o tales O.—9, 4 un dia todo dos aguillas O.—10, 1 Jue entredado O. —10, 2 resiente O,—10, 3 colouro O.—11, 1 auzeno O.—nage- miento O.—11, 2 nagioron O. POESÍAS DE GONZALO La versificacion de Gonzalo de Berceo es igual a la del Li- bro de Alexandre. Señalo con S las lecciones de la edicion de Janer, que es re- produccion de la de Sánchez, i con H las variantes del códice de la Real Academia de la Historia (Salazar H 18), que anota Janer al pié de la pájina. VIDA DE SANTO DOMINGO DE SILOS 1 En el nomne del Padre, que fizo toda cosa, E de don Jesuchristo, fijo de la Gloriosa, E del Spiritu Sancto, que egual dellos posa, De un confesor sancto quiero fer una prosa. SOBRE EL HIATO 921 2 Quiero fer una prosa en romanz paladino, En qual suele el pueblo fablar a su vecino, Ca non so tan letrado por fer otro latino, Bien valdra, commo creo, un vaso de bon vino. 3 Quiero que lo sepades luego de la primera, * Cuya es la ystoria, metervos en carrera: Es de Sancto Domingo, toda bien verdadera, El que dicen de Silos, que salva la frontera. 4 En el nomne de Dios, que nombramos primero, Suyo sea el precio, yo sere su obrero, Galardon del lacerio yo en el lo espero Que por poco servicio da galardon larguero. 5 Sennor Sancto Domingo, dizlo la escriptura, Natural fue de Cannas, non de bassa natura, Lealmente fue fecho a toda derechura, De todo muy derecho, sin nulla depresura. 6 Parientes ovo buenos, del Criador amigos, Que siguien los ensiemplos de los padres antigos. Bien sabien escusarse de ganar enemigos: "Bien les vinie en mientes de los buenos castigos. » 7 Iluhan avie por nomne el su padre ondrado, Del linage de Mannas un omne sennalado, Amador de derecho, de seso acabado, Non falsarie su dicho por aver monedado. 8 El nomne de la madre decir non lo sabria. Commo non fue escripto non lo devinaria, Mas valale el nomne Dios e Santa Maria. Prosigamos el curso, tengamos nuestra via. 9 La cepa era buena, empriso buen sarmiento, Non fue com una canna, la que torna el viento, Ca luego assi priso, commo de buen cimiento, De oir vanidades non le prendie taliento. TOMO XCIV 63 922 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 10 Sirvie a los parientes de tola voluntat, Mostraba contra ellos toda humilidat, Traie, maguer ninnuelo, tan grant simplicidat, Que se maravillaba toda la vecindat. 11 De risos, nin de ¡juegos avie poco cuidado, A los que lo usaban avieles poco grado; Maguer de pocos dias, era muy mesurado, De grandes e de chicos era mucho amado. 12 Traie en contra tierra los oios bien premidos, Por non catar follias, tenielos bien nodridos; Los labros de la boca tenielos bien cennidos, Por non decir follias, nin dichos corrompidos. 13 El pan que entre dia le daban los parientes Non lo querie el todo meter entre los dientes, Partielo con los mozos que avie connocientes: Era mozo complido, de mannas convinientes. 14 Creo yo una cosa, e se bien ques verdat, Que lo yba guiando el Rey de Maiestat, Ca face tales cosas la su benignidat, Que a la bestia muda dava razonidat. NOoTA.—1, 2.3 La edicion tiene: el de don Jhesuchristo i et del Spiritu Sancto.— 2, 1 roman S, romaz H.—2, 4 commo yo creo H.—6, 4 La edicion tiene verte.—7, 1 por he añadido yo. —nombre H.—7, 2 mannas H, Manns S: ¿Habria que escribir de linage de mannas?—8, 1 nomne he escrito yo, en lugar de nombre.—8, 2 non lo H, nonl S.—8, 3 vayala S, aya H.—o0, 1 | empriso he escrito en lugar de emprendi0.—9, 2 com una canna he escrito en lugar de commo canna.-—la que H, que la S.—9, 3 príso he escrito en lugar de prendz0.—címiento S, fierro H.— 1O, 1 séruze he escrito en lugar de servze.—humilidat he escrito - en lugar de hkumildat.—12, 2. 3 He escrito temie, en lugar de tenia.—12, 3 cenidos tiene la edicion.—13, 1 los parientes le” da- $1 ban H.—13, 4 complido he escrito, en lugar de comprido.—14, 1 He escrito creoi gues en lugar de creyo i que es.—14, 2 ganando y | S.—14, 4 He escrito dava, en lugar de da: el 'pocta hace alu- | sion al asno de Balaam. a SOBRE EL HIATO 923 LIBRE DE APOLONIO (1) La versificacion es la misma que usa Gonzalo. Señalo con una E las variantes de la edicion de Janer, que es reproduccion de códice del Escorial III K 4. La ortografía del manuscrito es la que se usaba en Aragon. $ 1 En el nombre de Dios e de Santa Maria, Si ellos me guiassen, estudiar querria Conponer hun romance de nueva maestria Del ree Apolonio e de su cortesia: 2 El ree Apolonio de Tiro natural, Que por las aventuras visto grant tenporal, Commo perdio la fija e la muger capdal, Commo las cobro amas, cá les fue muy leal. 3 En el ree Antioco vos quiero comencar Que poblo Antiochia, el puerto de la mar. De el su nombre mismo fizola titolar: Si estonz fuesse muerto, nol deviera pesar. 4 Muriose la muger con qui casado era, Dexole huna fija genta de grant manera: Nol sabien en el mundo de beltat companyera, Nol sabien en el cuerpo sennyal reprendedera. 5 Muchos fijos de reys la vinieron pedir, Mas non pudo en ella ninguno avenir: Ovo en est comedio tal cosa ha contir Ques para en conceio verguenca de decir. (1) Mi amigo Rodolfo Lenz me comunica que ¿bre debe corresponder al nominativo latino /iber, miéntras que Jibro es el acusativo /ibrum. La ter- minacion latina er se convierte €n Ye: siempre=semper, entre=inter, sobre= super, (Alexandre= Alexander? ). Sin embargo, puede ser que la forma libre venga de la influencia provenzal. 924 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 6 El pecado que nunca en paz suele seer, Tanto pudo el Malo bolver e rebolver, Que fico ha Antiocho en ella entender Tanto que se querie por su amor perder. NOTAS.—I1,2 estudiar debe ser de cuatro silabas.—1,4 del buen rey E.—2,1 rey E.—2,4 leyal E.—3,1 rey E.—3,2 en el puerto E.—3,3 del E.—3,4 estonge E.—4,1 ca murtosele E.—a, 3. 4 sabian E,—5,1 reyes E.—5,2 abentr E.—5,3 este E.—6,1 seyer E.—6,4 querza E.:. VIDA DE SAN MARIA EGIPCIANA Esta poesía se lee en el mismo códice que contiene el Libre de Apolonio. Pero su autor es distinto: nótese, por ejemplo, que la tercera persona del singular del pretérito del verbo veer es vto en el dialecto del Libre de Apolonio, i vzó en la vida de Santa María Ejipciaca; en la primera obra no consuenan ze i e, en la segunda se admiten rimas de esta clase. Los versos que terminan en rima aguda, tienen ocho sila- bas; los versos que terminan en palabras graves son de nueve sílabas. Consuenan, por regla jeneral, dos versos vecinos; pero a veces una misma rima se continúa por cuatro o seis versos. La poesía es una imitacion de los fablzaux franceses i tiene un carácter alegre. Oyt, varones, mi razon En que non ha ssi verdat non: Escuchatla de coracon, Si ayades de Dios perdon. 5 Toda es ffecha de verdat, - Non a y ren de falssedat. Essos que a Dios amaran Esta parabla oyran: Essos que de Dios non an cura ro Esta parabla les es dura. De voluntat la oyran Essos que a Dios amaran: Essos que a Dios amaran Gran gualardon end recibran. SOBRE EL HIATO 925 15 Si escuchardes la parabla, Mas vos valdra que huna fabla. De huna duenya he oyda E quiero vos comptar la vida, De San Maria Egipciana 20 Que ffue huna duenya locana E de su cuerpo muy locana, Quand era manceba e nana. Beltad le dio nuestro Sennyor, Que fue fermosa pecador. 25 Mas la mercet del Criador Despues le fizo grant amor. Esto ssepa tod pecador, - Que ffuer culpado del Sennyor: Non es pecado tan punible, 3o Ni. tan grande, ni tan orrible, Que non le faga Dios perdon Por rezo ho por conffession: Quien se repint de coracon, Luego le faze Dios perdon. 35 Mas los que prenden penitenca Bien ssen guarden de descreenca: El que descree del Sennyor, Non puet aver la ssu amor. Pecado non es criatura, 40 Es vicio que vien de natura. El Cielo non crio pecado, Mager en todos es sentado: En todos omnes es sentado; Mal aya el nuestro pecado. 45 En todos omnes ha ostales, Esfuercalos fer todos males; Qua non es algun homne nado Que tan bien sea castigado, Tant non puet sseer castigado, 50 Que non faga algun pecado, Los omnes que a Dios sirvieron Mucho pecaron o fallieron: Non sse deven maravillar De algun omne, ssi pecar, 926 : MEMORIAS CIENTIFICAS I LITERARIAS 55 Mas daquell es grant maravella Que ssiempre duerme, nunqua vela, Quien en pecados duerme fuerte, Non despierta fasta la muerte. Quand cativo de muert sse ssiente, 60 Essa ora sse arrepiente: Pues que ell omne quier morir, Tarde sse puede repentir. Segunt dize Sant Agostin, Non es buena aqueixa fin; 65 Que pues que a la muerte vien, Ya nin puede fer mal nin bien. Quando ell omne yaze muerto, Nin puede fer drecho nin tuerto: Entonz dexa la malveztat, 70 Quando ya non ha potestat; Si mas durasse la su vida, Mas farie aun de nemiga. NOTAS.—1 huna razon E.—3 escuchat de coracon E.—3 to- dos aquellos que E.—8 estas palabras escucharan E.—o e los que E. —10 esta palabrá mucho les es dura E.—11 bien sse que de E.— 12 aquellos que E.— 14 ende E.—15 sz escuchavredes esta palabra E. —17 que auedes oyda E.—18 quiero uos comptar toda ssu uida E. —19 de santa maria egapciaqua E.—20 muy locana E.—22 quan- do E.—ninya E.—24 porque fue E.— 27 todo E.—28 ffuere E.— del criador E.—29.30 que non es pecado tan grande ni tan orrible E.—31 que non le faga di0s non le faga perdon E.—.32 por penz- tencia ho por conffesston E.—33 repínte E.—35 mas no tiene E.— 37 qua el que descreye del criador E.—38 puede E.— 38 el pecado E. —40 mas es vicio E.—viene E.—41 dios del cielo E.—42 mager que, es en todos homnes assentado E.--43 es asentado E.—A4 malo nuestro pecado E.—45 priso ostales E.—46 esforcalos E.—de fer E.—47 null homue E.—48 a tan E.—seya E.—49 tanto non puede sseyer castigado E.—51 los apostoles que E.—52 o mucho fallie- ron E.—53 que non E.—deuten E.—54 ssil veyen pecar E.—56 e nunqua vela E.—57 sus pecados E.—tan fuerte E.—58 Jfasta gue muere E.—59 quando el catiuo de muerte sse ssiente E.—61 EN pues que ell omne se quiere morir E.—62 ya repentir E.—Ó64 ya | SOBRE EL HIATO | 927 non es E.—65 vtene E.—66 ya no tiene E.—bzene E.—67 ell - ombmne no tiene E.—Ó68 facer E.—derecho E.—69 estonge E.—70 ya non tiene E.—71 /a no tiene E.—72 enemiga E. LIBRE DE LOS REYS DORIENT Esta poesía se halla en el mismo códice, tiene la misma ver- sificacion i parece ser del mismo autor que la anterior. Pues mucho oyestes contar De tres reys que fueron buscar A Jesuchristo, quera nado, Una estrella los guiando; E de la grande maravilla Que les avino en la villa De Erodes el traydor, Enemigo del Criador. Entraron pora su cibdat 10 Por saber si sabie verdat, En qual logar podrien ffallar Al Senyor que hivan buscar; Que ellos nada non sabien, Si el lo querie mal ho bien. 15 E quando con ell estudieron, El estrella nunqua la vieron. Erodes oyo el mandado Mucho alegre e pagado; Ca ffizo senblant quel plazia, 20 Mas nunqua vio tan negro dia. Dixo que de que fuera nado Nunqua oyera tal mandado: wHitlo buscar, sse que devedes, Venit aqui, mostrarmeledes: En qual logar el se ffallar, Yo lo yre a adorar... : Los reys sallien de la cibdat E catavan a toda part, E vieron la santa estrella. go Tan reluziente e tan bella; Que nunqua dellos se partio un 2 un 928 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS Ffasta que dentro los metio, Do la gloriosa madre era Del rey del ciele e la tierra. 35 Entraron los reys omildosos E fincaron los sus ynoios; Offrecieron, gozo por mira, . S Oro e enciensso e mirra, NOTAS.—1 muchas vezes E.—2 de los tres reyes E.—uzintieron E.—3 2hesuchristo E.—que era E. - 5 et de la grant E.—7 do erodes era el traydor E.— 9 entraron los reyes por betlem la ceb- dat E.—10 por sáber herodes se sabía verdat E.—11 podrían E. . —12 aquell senyor E.—14 evodes sí lo querie ma ho bien E.—16 e el estrella E.—17 quando erodes E.—18 mucho fue alegre E. —19 e /f2z0 E.—senblante E.—22 tan negro mandado E.—24 mostrarmelo edes E.—25 lo podredes fallar E.—26 yre adorar E.—27 reyes E.—sallen E.—28 catan E.—29 la su estrella E.— 30 luziente E.—31 de dellos E.—33 madre no tiene E.—34 el rey E.—e de la tierra E.—35 mucho omildosos E.—36 los ynotos E.—37. 38 e houzeron gozo por mara, offrecieron oro e enciensso e mirra E. MISTERIO DE LOS REYS MAGOS Esta poesía la ha publicado don José Amador de los Rios en su Historia crítica de la Literatura Española, tomo Ill, pá- jina 658. No tengo la edicion de Lidforss i me mandaron de Europa un ejemplar del trabajo de Martin Hartmann (Uber das altspanische Dreikónigsspiel, Leipzig 1879) que tiene sola- mente la introduccion ino tiene la poesía misma. Sin embargo Hartmann cita en páj. 24 los 19 primeros versos, i los 1O pri- meros se hallan, ademas, en los facsímiles de códices castella- nos i aljamiados al fin del tercer tomo de la obra del señor de los Rios. Los versos son, a mi parecer, de ocho silabas, si la rima es aguda, i de nueve, si la rima es grave. El dialecto es castellano. El copista, que era catalan i no poseia el idioma castellano, lo ha deformado en muchas partes» escribiendo ¿impo en lugar de ¿empo, bine en lugar de bzen, SOBRE EL HIATO 929 fure en lugar de fuer, pudet en lugar de puef, etc. Algunos filó- logos han creido que la poesía presentaba un dialecto especial que han llamado el antiguo dialecto de Toledo. Las lecciones del códice de la Biblioteca Toledana las desig- no con-la letra T. Dios Criador ¡qual maravella! No se qual es aquesta strella. _ Agor primas la e veida, Poco tiempo a ques nacida. 5 Nacido es el Criador, Que es de las gentes sennor. Non es verdad, non se que digo, Todo esto non val un figo. Otra noch me lo catare; ro Si es verdad, bien lo sabre. Bien es verdad lo que yo digo, En todo, todo lo prosigo. Non puet seer otra sennal; Aquesto es, e non es al, 15 Por vero Dios nacido es “De fembra en aqueste mes De diciembre: alla ire, O que fuer, aorallo e, Por Dios de todos lo terne. NOTAs.—1 marauela V.—2 achesta strela T.—3 agora T.— | 4 timpo T.-—que es Y.—6 senior T.—8 uale T.—uno T.—o moc- te 10 uertad T.—bine V.—11 bine T.—uertad T.—i0 T.— 12 en todo en todo Y. —prosigo de la Barra (Libertad Electoral ¡ XI, núm. 3,037), prohto Y.—13 non pudet V.—14 ¿non es al T. | —15 nacido es dios por ver T.—16 in acheste mes T.— 17 de de- | cembre T.—ala T.—18 fure T.—aoralo T, POESÍAS DE JUAN RUIZ, ARCIPRESTE DE HITA ¡Las ediciones de Sánchez i de Janer se fundan en el códice | de Salamanca, de cuya copia se sirvió Sánchez. Por desgracia, 930 [MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS el testo que ofrece ese manuscrito es tan incorrecto que no se podria probar que Juan Ruiz, conforme al uso de los poetas an- tiguos, admitia el hiato, si Janer no hubiera reproducido dos trozos de sus poesías, segun se hallan en el códice de la Real Academia Española, llamado de Gayoso. En las poesías de Juan Ruiz i López de Ayala, ya se nota la influencia de los trovadores. Por lo tanto, podría ser que se en- contraran en ellas algunos ejemplos de la sinalefa. Pero mién- tras que no existen ediciones críticas, lo único que se puede afirmar con seguridad es que estos poetas no tenian ninguna aversion contra el hiato. Señalo las lecciones del códice de Salamanca, o sea las de Sánchez, con la letra A, i con B las del códice de Gayoso. Los versos del primer trozo son de catorce sílabas; los de las cánti- gas de los escolares son de ocho, si la última palabra es grave i de siete, si la última es aguda. AQUI DIZE DE COMO EL ACIPRESTE ROGO A DIOS QUE LE DIESSE GRACIA, QUE PODIESSE FAZER ESTE LIBRO 1 Dios Padre, e Dios Fijo, e Dios Spiritu Santo: El que nacio de virgen, esfuerzo nos de tanto, Que siempre lo loemos en prosa e en canto, Sea de nuestras almas cobertura e manto. El que fizo el cielo, la tierra e el mar, El me done su gracia, me quiera alumbrar, Que pueda de cantares un librete rimar, Que los que lo oyeren, puedan solaz tomar. 3 Tu, Señor e Dios mio, que el omne crieste, Enforma e ayuda a un tu acipreste, | Que pueda fer un libro de buen amor aqueste, Que los cuerpos alegre e a las almas preste. - 4 Si queredes, sennores, oir un buen solaz, Escuchad el romance, sosegadvos en paz, Non vos dira mentira en cuanto en el yaz, Ca por todo el mundo se usa e se faz. SOBRE EL HIATO 931 5 E porque mejor sea de todos escuchado, Fablarvos ha por trobas e por cuento rimado: Es un dézir fermoso e saber sin pecado, Razon mas plazentera, fablar mas apostado. 6 Non tengades ques libro de necio devaneo, Nin creades ques chufa algo que en el leo, Ca segund buen dinero yaze en vil correo, Ansi en feo libro yaze saber non feo. 7 El axenus de fuera mas negro que caldera Es de dentro muy blanco, mas que la pennavera, Blanca farina yaze so negra cobertera, Azucar dulce blanco yaz en vil cannavera. 8 So la espina yaze la noble rosa flor, En fea letra yaze saber de gran doctor; Como so mala capa yaze buen bebedor, Ansi so mal tabardo yaze el buen amor. 9 Porque de todo bien es comienzo e raiz La virgen San Maria, por end yo Juan Ruiz, Acipreste de Fita, della primero fiz Cantar de los sus gozos siete que ansi diz. NorTas.--La edicion pone a menudo s en lugar de 2: proba- blemente los editores no sabian distinguir las dos letras que se | parecen en muchos manuscritos.—1,1 A omite la conjuncion e | en ambas partes. —1,2 de la vergen Á B.—1, 3. 4 e A B.—2, 1 et que fico A B.—et el mar A, et la mar B.,—2, 2 el me de la su gracia B.—e me quiera A B.—2, 3 de sus cantares B.—lLibro B. —3, 1 sennor dios A.—-homen A, omen B.-—formeste B.—3, 2 a mi el tu acipreste ÁA.---3, 3 fazer un libro A, fazer l¿bro B.—-3, 4 e las almas B.—4, 3 dire A B.—4, 4 et A B.—5, 1 el porque mejor de todos sea escuchado A, porque sea de todos mijor escu- hado B.—5,2 he A B.—e cuento A.—5, 4 fablar mas apuesto BESO TT 207 cuides B.--que es A.—necto de A.—S, 2 nin tenga- des por chufa B.—que es AB.—6, 3en1 B.-6, 4 yaze B, esta A.— 7, 1 es xemus B.—mas negro es Á, negro mas B.—7, 3 yaze B, 932 : MEMORIAS CIENTIFICAS 1 LITERARIAS esta A.—7, 4 azucar negro e blanco A.—yaze B, esta A.—8, 1 sobre la espina A.—yaze B, esta A.-—la rosa noble flor B.—S, 2 yaze B, esta A.—saber Á, arte B.—$8, 3 so la mala capa B.—8, 4 so el mal tabardo A.—yaze B, esta A.—el buen B, buen A.— 9, 1 et porque A.—todo el bien B.—o, 2 santa maria A B.—ende A.—rotz A. : CÁNTIGA DE LOS ESCOLARES 1624 Sennores, al escolar Que vos viene demandar, “ Dat limosna o racion; Fare por vos oracion Que Dios vos de salvacion: Queret por Dios a mi dar 1625 El bien que por Dios fezierdes E la limosna que dierdes, Quando dest mundo salierdes, Esto vos ha ayudar. 1626 Quando a Dios dierdes cuenta De los algos, de la renta, Escusarvos ha dafruenta El limosna por el far. 1627 Por una racion que dedes, Vos ciento de Dios tomedes, En paraiso entredes: Ansi lo quiera mandar. 1628 Catad que el bien fazer Nunca se ha de perder, Podervos ha estorcer Del infierno mal lugar. NOTAS.—1624, 1 dat al escolar A B,—2 que vos A, que B.— viene B, bien A.—de demandar B.—3 et racion B.—a4 et fare B. —6 quered A,—1625, 2 el la limosna B, la limosna A.—que por el dierdes A, que a mi dierdes B.--3 deste A B.—ha B, habra A, SOBRE EL HIATO 933 —de ayudar A B.—1626, 1 dieredes B.--2 et de la renta A B. —3 de afruenta A B.—4 la limosna, en lugar de el limosna A B. —et por Dios far B.—1627, 1 razton A.—-que me dedes B.—3 et en A.—4 asi B.—quiera el A.—- 1628 Esta estrofa falta en B. OTRA CÁNTIGA DE LOS ESCOLARES 1629 Sennores vos dat a nos Escolares pobres dos: El sennor de paraiso, Christus que tanto nos quiso, Que por nos la muerte priso, Mataronlo judios (1) 1630 Murio el nuestro Sennor Por ser nuestro salvador: Datnos por el su amor, Si el salve todos nos. 1631 Acordatvos de su storia, Dat por Dios en su memoria, Si el vos de la su gloria: Datnos limosna por Dios. 1632 Agora quanto vivredes, Por su amor siempre dedes: Con esto escaparedes Del infierno e su tos. NOTAS.—Las dos cántigas son una sola en la edicion i pro- ¡bablemente tambien en los manuscritos.—1629 Los dos prime- ros versos faltan en A.—4 a christianos tanto quiso B.—5 la muerte B, muerte A.—6 jodz0s A, los judios B.—1630, 1 el falta pen A B.—3 dadnos A.—si A, así B.—a todos A B.—nmos A, vos B.—1631, 1 estoría A B.—2 dad A.—3 si A, así B.—Ja su A, isuB.—4 datnos B, dad A.—1632 Esta estrofa falta en B.—1 en quanto vivierdes A.—3 et con esto A.—4 e de su tos A. (1) La rima judios, Dios se halla en Berceo, Duelo 178. 934 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS POESÍAS DE LÓPEZ DE AYALA En el cancionero de Baena (núm. 517), se halla una poesía, cuyo título es este: Pregunta muy sotil e muy letradamente fun- dada que ordeno el dicho Ferran Sanchez Calavera, la qual pre- gunta fizo el generalmente a Pero Lopez de Ayala el viejo e a otros muchos grandes sabios letrados deste rreygno que le rrespondieron a ella, segunt que delante en este libro es contenído. A continua- cion (núm. 518), se lee la respuesta de Pero López de Ayala compuesta en versos de arte mayor segun el estilo provenzal Es consiguiente que en esta poesía, el poeta admita el hiato, Wolf (Historia de las literaturas castellana i portuguesa por Fernando Wolf, traduccion del aleman por Miguel de Unamu- no, con notas i adiciones por M. Menéndez í Pelayo, páj. 172) llama la atencion hácia la última octava, importante para la his- toria de la métrica: Dexado este estilo assy comencado, Quiero vos, amigo, de mi confesar Que quand (1) vuestro escrypto me fue presentado, Leyera un libro do fuera fallar Versetes algunos de antigo rrymar, De los quales luego mucho me pague, E sy son rrudos, a vos rogare Que con pacencia vos plegua escuchar. Estos versetes de antigo rrymar han sido, por desgracia, tan maltratados por el copista, que no son a propósito para servir de ejemplo del arte antiguo. Pero, en cambio, presento dos tro- zos del Rimado de Palacio, obra del mismo poeta, compuestos el primero en alejandrinos, el segundo en versos de ocho sila- bas, que probarán que López de Ayala, en esta poesía, no evi- taba el hiato, | (1) La edicion tiene guardo. SOBRE EL HIATO 935 EL CUARTO MANDAMIENTO 31 Onrrar a nuestros padres en el quarto contiene, El que asi lo faze, tu gracia le mantiene, Las onrras deste mundo e todo bien le viene, Si ventura avemos, pasar no lo conviene. 32 Cierto, Sennor, peque en el por mal ventura, Ca nunca los onrre ni tome dende cura, Como servir debia, por la mi grant locura, Que agora mi alma siente mucha tristura. 33 Mi padre e mi madre, Sennor, me engendraron, En la luz deste mundo ellos me aportaron, Con muy grandes cuydados chiquillo me criaron, Despues en los sus bienes ricament me dotaron. 34 Siempre les fiz enojos e les fuy mal mandado, Pequenna reverencia les tove, mal pecado, Con lagrimas lo lloro, ca so muy manzellado: Merced, Sennor, demando, seame perdonado. 35 Sennor, merced te pido, que ayas piedad De mi alma mesquina, e la mi grant maldat. Venza en tu juizio tu noble caridat, Ca mucho mal meresco e mucha crueldat. NoTas.—Las lecciones del códice, cuyo testo repite la edi- cion, las designo con la letra P.—32,1 por mi ventura P.—32,4 porque agora P.—33,3 con grandes cuydados P.—34,4 e seame perdonado P.—35,2 e a la mi grant maldat P. CÁNTIGA 830 Sennora, strella luziente Que todo el mundo guia, Guia este tu serviente Que su alma en ti fia. MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 831 A canela bien oliente Eres, duenna, conparada, De la tierra del oriente Es olor muy apreciado. A ti faz clamor la gente En sus cuytas todavia, Quien por pecador se siente Llamando Santa Maria. Sennora, strella luziente Que todo el mundo guia, Guia este tu serviente Que su alma en ti fia. 832 Al cedro en la altura Te conpara Salomon, Eguala tu fermosura Al cipres del mont Sion. Palma fresca en verdura, Fermosa, de grant valia, Oliva la Escriptura Te llama, Sennora mia. Sennora, strella luziente Que todo el mundo guia, Guia este tu serviente Que su alma en ti fia. 833 De la mar eres estrella, Del cielo puerta lunbrosa, Despues del parto donzella, De Dios Padre fija, sposa. Tu amansast la querella Que por Eva nos venia, E el mal que fizo ella Por ti ovo mejoria. Sennora, strella luziente Que todo el mundo guia, Guia este tu serviente Que su alma en ti fia. SOBRE EL HIATO 937 NOTAS.—830,1 s£trella P, véase el Misterio de los Reys Ma- gos 2 1 compárese sposa 833,4: se podria escribir tambien Juerzna, estrella: véase 831,2.- 830,2 a todo P: hai que suprimir la pre- posicion, véase 833,10.— 830,3 a este P.—831,2 eres sennora com- parada P.—831,9 estrella P.—831,10 a todo P.—831,11 a este P. — 832,4 monte P.—832,6 fermosa e de grant valía P.—832,9 es- trella P.—832,10 a este P.—832,11 a todo P.—833,4 esposa P.— 833,5 amansaste P.—833,6 a nos venia P.—833,9 estrella P.— 833,10. Este verso es correcto en la edicion, pues falta la pre- posicion a.—833,11 a este P. REVELACIÓN DE UN HERMITANNO De esta poesia, compuesta en versos de arte mayor que ad- miten la sinalefa, cito dos estrofas, porque indican la fecha en que fué escrita (era de 1420=año de 1382). 1 Despues de la prima la ora pasada, En el mes de enero la noche primera, En quatrocientos e beynte durante la hera, Estando acostado alla en mi posada, Non pude dormir essa trasnochada, A la mannana un suenno me bino, - Veredes, sennores, lo que me abino Mientra pasaua el alumbrada. En un balle fondo, escuro, apartado, Espeso de xaras, sonne que andava Buscando salida e non la fallava, Tope con un omne que yacia fynado, Holia muy mal, ca estaba fynchado, Los ojos quebrados, la faz denegrida, La boca abierta, la barba cayda, De gusanos e moscas muy acompannado (1). N (1) Algunos versos son defectuosos. TOMO XCIV 64 938 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS POEMA DE ALFONSO ONCENO Esta poesía ocupa un lugar particular en la literatura caste- llana. Acertadamente dice doña Carolina Michaelis de Vascon- cellos (en el Manual de filolojía de Gróber II, páj. 204) que el autor fué leonés i conocedor de la poesía portuguesa. El emplea el idioma castellano pero se puede decir que compone mental- mente sus versos en portugues i los traduce al castellano. Tam- bien en cuanto a la versificacion, sus versos son un término medio, admitiendo el hiato i admitiendo al mismo tiempo la sinalefa. Las lecciones de la edicion de Janer, que se funda en un có- dice de la bibliotéca del Escorial, las señalo con una D. Los versos son de ocho sílabas, si la última palabra es grave i de siete, si la última palabra es aguda. El dialecto del poeta contiene muchos elementos leoneses. 53 Los infantes muertos son Que defendian la tierra; En Castiella e en Leon Se levanto muy grant guerra. 54 Los navarros grand plazer Tovieron syn toda falla, Ayuntose gran poder Bien guisado de batalla. 55 Dexieron esta razon: "Mucho nos deve plazer: Toda Castiella e Leon Estan para se perder. 56 Todos estan mal andantes E grandes guerras avian; Ya muertos sson los infantes Que a Castiella defendian,. SOBRE EL HIATO 939 57 El rey su defendedor Chico le tienen acar, Non tienen rey nin sennor Que los pueda anparar. 58 Castellanos tienen tierras En que derecho avemos, Por matanzas e por guerras A Navarra las tornemos.n 59 En aquesto acordaron Navarros e su conpanna, Con muy gran poder entraron Por tierras de la montanna. 60 Menazando, castellanos Que todos serian muertos, Sopieronlos lepuscanos, E tomaronse los puertos. 61 Contra los de la montanna Todos fueron ayuntados, Assaz poca de conpanna E todos apeonados. 62 Dios les dio aquel dia Grant seso e grant saber De una nueva maestria Que luego fueron fazer. 63 Las calderas que tenian Con sogas las bien ataron, De piedras las bien enchian E del monte las echaron. 64 Por donde una ladera Yva bien commo varones, Dieron en la delantera ' Do estaban los pendones. 940 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS 65 Los cavallos se espantaron Que tener non los podian, Contra la caga tornaron Que los franceses trayan. 4 66 Los de la caga cuydaron Que algunos los seguian, Las rriendas todos tornaron -. Contra Navarra foyan. 67 Decien los de la montanna Lepuscanos, poca gente, En los navarros con sanna Ferian tan bravamente, 68 Levaron los arrancados E callavan e ferian, De asconetas e de dardos Muy grandes golpes ffazian. 69 En alcance los levaron Muy gran tierra de andadura, Desta lide escaparon Navarros con amargura 7o El caudiello escapo Con muy poca de conpanna E bien nueve mill dexo Muertos por esa montanna. NOTAS. 53,1 ya los infantes D.—54, 1 plaser D.—54, 4 gut- sados D.—55, 1 rason D —=55, 2 plaser D.—37,2 chiquillo le tie- nen agar D —58, 3 por muertes e por guerras D.—60, 1 amena- sando los castellanos.—60, 3 sopiteronlo D.—60, 4 e tomarongelos puertos D.—61, 1 con los D.—63, 3. 4 assas poca conpanna todos apeonados D.— 62, 1 Dios es de dos silabas.—62, 2 grant seso e saber D.—62, 4 faser D.—63, 2. 3 He agregado bien.—64, 1. 2 SOBRE EL HIATO 94I por donde yua una ladera bien commo varones D.—67, 1. 2 de- cieron de la montanna D; la forma regular sería deczan, pero pa- rece que el poeta empleaba tambien la terminacion 2en.—67, 4 ferian brauamente D.—68, 4 ffastan D.—69, 3 ld D.—70, 2 pocá conpanna D.—70, 3 e dexo bien nueue mill D. NOTA En mis Estudios sobre la conjugacion leonesa, hai que leer páj. 754, lín. 13 estrínsecamente, páj. 772, lín. 15 alegar. FEDERICO HANSSEN =P 13 alada RN fe IIS eS yA SA OO) NACIDAS NS JN ÍNDICE DEL TOMO XCIV APUNTES sobre los insectos de Chile, por P. Germain, páj. 721. ComePENDIO Historial del Descubrimiento, conquista i guerra del Reino de Chile, por Melchor Jufré del Águila, pájs. 63, 263 1 567. Don José María DE Rozas, por Domingo Amunátegui Solar, páj. 477- : Don MELCHOR JUFRÉ DEL ÁGUILA i su libro, por Diego Barros Arana, páj. 363. Dos ANIMALES nuevos de la fauna chilena, por R. A. Philippi, páj. 541. EL “MERCURIO DE CHILE», por Domingo Amunátegui Solar, páj. 645. EL SERVICIO de nuestras relaciones esteriores; defectos de su organi- zacion i medios de mejorarlo, por Gustavo A. Holley, paj. 375. EsTUDIOS araucanos, por Rodolfo Lenz, pájs. 95, 245, Ó91 1 841. EsTUDIOS críticos sobre la flora de Chile, por el doctor Cárlos Reiche, páj. Óto. EsrTubIos sobre la conjugacion leonesa, por Federico Hanssen, pá). 153: "ESTUDIOS sobre la flora de las islas de Juan Fernández, por el doctor Federico Johown. Reseña bibliográfica, por D. B. A., páj. 613. MEcÁNiICA racional, por Alberto Obrecht, pájs. 121,303, 421 i 867. Nuevos trabajos sobre la historia de España, por Konrad Haebler, páj 229. TOMO XCIV 65 AAN A 946 MEMORIAS CIENTÍFICAS 1 LITERARIAS OBSERVACIONES astronómicas ¡1 meteorolójicas, por Alberto Obrecht, pájs. 151 1 337. PLANTAS nuevas chilenas, por R. A. Philippi, pájs. 5, 155 1 341. RESTAURACION de la Gesta del Cid Campeador, por Eduardo de la Barra, páj. 515. SOBRE el hiato en la antigua versificacion castellana, por Federico Hanssen, páj. 911 TrEorÍa jeneral de la administracion pública, por Valentin Letelier, Páj. 547. ULrimMOS dias coloniales en el Alto Perú, por Gabriel René Moreno, pájs. 35, 399, 590, 673 1 899. VIAJES 1 estudios en la rejion hidrográfica del rio Puelo, pl el doctor Juan Steffen, pájs. 181 1 451. , 3 'Cárro Valle superior Carro a Volean Osorzo Monta Tronador Portéraalo Barros Arana Cerro d ic Quemado — del Rio Manso 19 de Febrero . Condón del Serrucho Panorama de las cordilleras de Llanquihue, visto desde el cerro Mirador (entre NO,, N., E. 1 SE.) Eno A ir ÓN y hi irc y EEN — AS LOS E (rio cai E pan ala a _——— FACULTAD DE TEOLOJÍA (Bienio de 1895 í 1896) "Idea histórica de la enseñanza dada en Chile por el clero secular 1 regular durante la domina- cion española. | FACULTAD DE MEDICINA 1 FARMACIA (Bienio de 1896 i 1897) “Condiciones científicas de los mataderos i ser- vicios anexos, en relacion con la AE sa: FACULTAD DE LETS | CEIC PLÍnCAS ME tado sobre el recurso de casacion. (Las composiciones deberán presentarse ala Secretaría ántes del 10 de Marzo de san) FACULTAD DE FILOSOFÍA IIUMANIDADES ¡Historia de alguna provincia O ciudad de 3 Chile, desde su oríjen hasta la época actual. 3 (Las composiciones deberán presentarse a la Secretaría ántes del 10 de Marzo de a FACULTAD DE CIENCIAS FÍSICAS KATENÁnAS (Bienio de 1896 i 1897) "Monografía de los ferrocarriles de Chile bajo. el pun to de vista técnico 1 o | E AN LAI E =— act 2 ROT A KCTO APARTAR ES : : A 2d Ea 3 Le md. Mr A uo A de — Pa