A y z tr ra $ sen A MA és eS CA Na i 1d 3 ANN A AY! MEN AN ONO j MON ' ANN MN MSN CN Mi SANTA IRY AO AAA NA NATURAL y CC OBUENOS AIRES. EL DR.-GERMÁN RURMEISTER PLANO epa o poe a ; Con 31 láminas y 92 figuras en el texto). E PE ALSINA » - Victoria, 1287. a IAE O RE ¿ ANALES DEI MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL DE BUENOS AIRES MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL Director Dr. D. ANGEL GALLARDO Secretario y Bibliotecario D. AGUSTÍN J. PENDOLA Prosecretario D. AGUSTÍN PENDOLA Jefe de la Sección de Zoologia Dr. D. ROBERTO DABBENE Jefe de la Sección de Paleontología y Geología D. CARLOS AMEGHINO Conservador de las colecciones entomológicas D. JUAN BRÉTHES Conservador de las colecciones botánicas ING. AGR. D. LUCIANO HAUMAN-MERCK Naturalista viajero D. ENRIQUE DE CARLES Naturalista viajero D. MARTÍN DOELLO - JURADO Encargado de la Sección de Numismática D. ANÍBAL CARDOSO Primer Preparador y Jefe de Talleres D. SANTIAGO POZZI ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL DE BUENOS AIRES FUNDADOS POR EL DR, GERMÁN BURMEISTER EL AÑO 1864 TOMO XXV (Con 31 láminas y 92 figuras en el texto). BUENOS AIRES Imprenta «ALSINA » — Victoria, 1287, 1914 LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES POR CAYETANO ROVERETO a Ñ 0 ¿susto 400 + ANUAL OU E SUMARIO 1.2 Introducción estratigráfica . 2. Los fósiles del Rionegrense . 3.2 Los fósiles del Valle de Santa María en la provincia de Catamarca, localidad típica del Araucanense . 4. Los fósiles de Monte Hermoso, localidad típica del Her- nmiosense . 5. Los fósiles de Chapalmalán y de Miramar, localidades típicas del Chapalmalense 6. Los fósiles de las Guayquerías de San Carlos en la pro- macade Mendoza. o. o ai. es 7.2 Los fósiles de la Pampa Central . Bibliografía . Indice alfabético de los géneros y especies citados en el texto Explicación de las láminas 1-XXXI . Errata . E Mus $ ls ea LY! LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES POR CAYETANO ROVERETO 1*—INTRODUCCIÓN ESTRATIGRÁFICA EL ARAUCANO DE DOERING Y DE ÁMEGHINO.—Entre las numerosas faunas fósiles del terciario y ecwaternario argentinos, que Florentino Ameghino distinguiera con habilidad magistral, hay cuatro eviden- temente coligadas por un rasgo peculiar de sus caracteres genéricos y específicos que el malogrado paleontólogo reunió con el nombre de Araucano, y correspondientes, según él, al mioceno europeo. El término «araucano» fué propuesto por Doering (31) en 1882 para un piso que considera corresponder al mioceno inferior y re- presentado por margas de detrito voleánico de Santa Cruz y de Chi- -chinal, habiendo las primeras pasado al santacruzeño oligoceno y las otras al rionegrense mioceno; por la parte superior de los asperones osíferos de la Patagonia austral con el Nesodon, Anchi- therium, ete., que ahora se conceptúan también del santacruzeño; por la parte más alta de los estratos que componen la meseta entre el Río Negro y el Río Colorado y que corresponderían al rionegrense, o sea a la parte superior del araucano; y finalmente por los asperones fosilíferos de Santa María de Catamarca con la Corbicula Stelznern, «que actualmente representan al araucano típico. Como bien se nota, esto era un desorden explicable, dada la novedad del estudio, que luego debía adquirir claridad y orden, mediante las investigaciones de los hermanos Ameghino, quienes, mientras tanto, eoleccionaban fósiles y realizaban estudios estratigráficos en lla Patagonia (1), Monte Hermoso (5) y en la provincia de Buenos Aires (2); de modo que siete años después de la publicación de Doe- “ANAL, Mus. Nac. Bs. AS., T. XXV. NOVIEMBRE 12, 1913. 2 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. ring, Florentino Ameghino pudo darnos una nueva clasificación de los terrenos terciarios argentinos, que es la que en sus lineamientos generales existe todavía y puede considerarse definitiva. Pero, aun conservando el término «araucano», Ameghino preci- saba su significado, pues excluía del mismo todas las referencias de los terrenos patagónicos y conceptuaba araucanos típicos los se- dimentos de Catamarca, a los que añadía dos nuevos horizontes, a saber: el hermósico, representado por el clásico yacimiento de Monte Hermoso, y el pehuelche, consistente en la parte inferior del pam- peano de la provincia de Buenos Aires: Araucano con el Plohophorus Ameghinor, Azara A occidentalis. Araucano (mioceno) A , qn Hermósico con el Pachyrucos typicus. según Ameghino, 1889. | Pehuelche (subpampeano) con el Nopachtus coag- mentatus. Años más tarde, los únicos que seguían reuniendo materiales para completar los conocimientos del araucano, eran aún Carlos y Flo- rentino Ameghino. En 1906 éste agregó al araucano el nivel del rio- negrense (18), y distinguió una serie de facies marinas correspon- dientes a las terrestres de toda la serie, facies euyas faunas fueron estudiadas algo después por Iheringe (34). Al propio tiempo, Ameghino separó del araucano el puelchense y lo agregó al superior pampeano; en 1908 (20) el mismo autor dis- tinguió un nuevo horizonte denominado por él chapalmalense, y final- mente, en los últimos tiempos volvió a incluir en el araucano el puel- chense (23). De modo que, el último ordenamiento dado por Ameghi- no acerca del araucano sería el siguiente: Facies terrestre Facies marina Rionegrense. Rionegrense. Y Araucanense. Rosaense. Araucano (mioceno) A S Hermosense. Laziarense. Ameghino, 1910 g A : de x Chapalmalense. : Puelchense. Fairweatherense. Este ordenamiento no fué aceptado ni seguido por ningún otro autor si se exceptua a Ihering. Sin embargo, nadie supo substituirlo con otro mejor. Wilekens (59) refirió a la formación araucana el en- trerriano. Pero estas cuestiones deben ser tratadas sobre la base exelu- siva de los documentos paleontológicos, y con echar una mirada a ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 2 mis cuadros quienquiera se convencerá muy fácilmente de la equi- vocación de Wilekens. Otros atribuyeron los terrenos araucanos al pampeano, y los tuvieron en parte por pliocenos y en parte por cuaternarios, pero aun en este caso los cuadros paleontológicos de- muestran que el pampeano es absolutamente distinto del araucano y más reciente que éste. RIONEGRENSE.—Pertenecen al rionegrense las areniscas azules o erises, muy difundidas, según las investigaciones de Carlos Ameghino, (18) en el norte de la Patagonia, alrededor del golfo de San Antonio, en la península Valdés y en la Patagonia central, allí donde extien- dle sus ramificaciones el valle del Río Chico, y entre éste, la costa y el río Santa Cruz. Roth (49) comprobó su existencia a lo lareo del valle del Río Negro hasta la confluencia del Neuquen econ el Limay, donde yo también tuve la oportunidad de estudiarlas. También pude encontrarlas muy extendidas hacia el Colorado, a trechos recubiertas por el loess pampeano, y a lo largo de la costa atlántica, por encima de la península ¡de San Blas (52). Uno de los nuevos fósiles que deseribo, procede del territorio comprendido entre Conesa y el Río Colorado, y el otro de la margen derecha del Río Negro, poco antes de entrar en los confines del partido de Patagones. Cubren transgre- sivamente ora al santazruzeño, ora al eretáceo, y faltan en la euenca del río de la Plata, y casi son desconocidas sus relaciones estrati- eráficas con el entrerriano, que en la serie de los terrenos argentinos viene intercalado entre el araucano y el santacruzeño. Creo que son en gran parte de origen desértico y las conteptué heterópicas con la parte inferior del loess de la Pampa, o sea con el hermosense. En realidad, su fauna presenta caracteres más antiguos que la de Monte Hermoso, y muchos de sus tipos recuerdan el santacruzeño y el en- trerriano; luego, a no ser que tales caracteres faunísticos sean debi- dos al hecho de que antiguamente se extendiera al sur del Río Colo- rado una provincia zoológica algo diferente de la de la parte mediana de la Pampa, su posición es exactamente la que Ameghino le asignara, esto es, por debajo del hermosense. Ahora, respecto a la cuestión de si ellas constituyen realmente la base de un gruvbo natural correspondiente a un solo período geológico, es decir, si limitan bien el araucano, esto no se puede resolver defini- tivamente aún: pues, si bien es cierto que ellas son transgresivas sobre el santacruzeño, parece que entre éste y ellas se intercalan el entrerriano citado y el magallamano, este último no bien conocido. Cuando se conozcan mejor las relaciones del entrerriano con los terre- nos de la Pampa, quizás pueda solucionarse la cuestión, esto es, sl se le debe o no unir el rionegrense. No es útil, pues, introducir ahora 4 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. modificaciones, que no nos ofrecerían mayor certidumbre que la existente. En un principio, creyó Ameghino que el araucano del norte corres- pondía, hacia eel sur, «al tehuelche (7), nombre éste dado también por Doering a la gran capa de aluviones euijarrosos que cubre gran parte de la Patagonia y a la que Doering atribuyó origen glacial. Esta opinión fué combatida por todos, pero nadie supo subs- tituirla con otra más exacta, aunque no era muy difícil comprobar que el tehuelche tiene su origen en las más antiguas morenas situadas en el límite subandino de la meseta patagónica, y que, por lo tanto, si no es de origen glacial, lo es de fluvioglacial o corresponde a la pri- mera fase interelacial, habiendo también un tehuelche que recubre los altos y bajos terrados, exactamente como en Europa, y que per- tenece a una segunda y tercera fase interglacial; pero esto lo veremos en otra ocasión. Vino la crítica de Wilckens, errónea en gran parte, pero justa en lo referente al tehuelche; y Ameghino, reconociendo su error, aban- donó la vieja denominación por la nueva de rionegrense, que él pro- puso y reforzó con una lista de fósiles, descriptos, pero no reproduci- dos gráficamente por él (18). Por el índice y las figuras de estos fósiles que presentaré más adelante, puede verse que cinco géneros de ellos, aun siendo peculia- res del piso (Epipatriarchus, Caenophilus, Disteiromys, Neonemathe- rum, Epipeltephilus), se relacionan con géneros del santacruzeño. Uno, el Trachytypotherium, es exclusivo del rionegrense y del arau- canense de Catamarca y de la Pampa; otros cinco se asemejan a géneros del entrerriano (Stereotorodon, Megathericulus, Phoenixrau- chenia, Eusigmomys, Simplimus); dos han sido hallados hasta ahora tan sólo en el entrerriano, el Palachoplophorus y el Cardiotherium, y finalmente uno solo, el Eutatus, era conocido solamente de los te- rrenos araucanos y pampeanos. En cuanto a la correspondiente facies marina, ésta ha sido recono- cida por Carlos y Florentino Ameghino en varios puntos de la costa de la Patagonia, intercalada con la arenisca azul, especialmente en Puerto Pirámides y Puerto Madryn (18). Thering, que estudió sus fósiles, dice que por el momento su posición es dudosa, por el hecho de poseer una fauna mista, intermediaria entre las marinas del entrerriano y del araucanense. Pero no hay que olvidar que se han notado solamente diez especies, de las cuales cinco de Ostrea. Dejando a un lado las afirmaciones de quien no ha recorrido la Patagonia, o la visitó tan sólo apresuradamente, es menester citar en cambio la opinión de Roth, quien refirió al plioceno las areniscas del Río Negro (49) y las formaciones marinas cerca de Deseado. y ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 9) consideró que correspondían a su pampeano medio (48,51), represen- tado por las capas de loess compacto, incluyendo el nivel marino de lá Ensenada y de San Pedro; conceptuando, en cambio, mioceno el loess de Monte Hermoso y Mar del Plata, junto con las formaciones marinas de Entre Ríos. Pues bien: en el curso de este trabajo que- dará demostrado que la fauna dde Monte Hermoso difiere dde las de Mar del Plata, donde se hallan dos faunas, a saber, la chapalmalense y la ensenadense, que evidentemente son más recientes; mientras, que refiriéndonos a Ihering, podemos asegurar que las faunas marl- nas de Puerto Deseado, de la Ensenada y San Pedro, teniendo de 13 a 92 0/o de especies vivientes, no pueden ir unidas a las de la arenisca del Río Negro, que hasta hoy no ha dado sino especies extin- guidas. Viceversa, las faunas terrestres de Entre Ríos son mucho más antiguas que las de Monte Hermoso. ARAUCANENSE.—Mientras el rionegrense es el producto de una ae- ción ¡desértica del llano, con remociones locales debidas a cursos de aguas temporarios, el araucanense es el producto de la denuda- ción de la región montuosa andina, y parcialmente también de una acción semúdesértica de la llanura, con los primeros asomos die la producción del loess. La formación típica pertenece a la facies inter- andina, rellenando con un espesor de muchos centenares de metros el valle de Santa María, la cual desde la provincia de Catamarca pasa a las de Tucumán y Salta. Las primeras noticias que acerca de ella tenemos, son de Stelzner (Neu. Jahrb. fúr Min., 1872, pág. 635), quien halló justamente en el valle de Santa María, arenisca fosilífera con conchas de agua dulce, que conceptuó anteriores a las erupciones andesíticas de la región. Las conchas fueron estudiadas por Doering, quien en gran parte las refirió al género viviente Azara, y luego ereyó, como se ha dicho ya, que dicha formación era miocena. Al propio tiempo empezaban a descubrirse los restos de gliptodontes, entre los cuales hubo uno que fué objeto de mención particular por parte de Moreno (46), quien lo denominó Hoplophorus Ameghinor y lo consideró, con razón, de edad prepampeana. Luego, en 1889, apareció el ya citado estudio de Ameghino, y una descripción del mismo, referente a un importante conjunto de fósiles 'asaz interesantes (8), a saber: Typotherium? internum, que después refirió al Trachytypotherúm. Megamys formosus. Tetrastylus montanus. Sphenotherus Zavaletianus. Plohophorus Ameghinor Mor. (Hoplophorus). 6 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. En el mismo año, Moreno, juntamente con Mercerat, agregó a la lista de los fósiles de Catamarca diecisiete especies más (44), de las que Ameghino realizó una revisión crítica (9). Las especies des- eriptas por Moreno y Mercerat son las siguientes: Neuryurus proximus (?). > compressidens (?). Plohophorus Philippú (?). Eutatus prominens. Proeuphractus Scalabrini. Dasypus argentinas. Chlamydotherium minutum (2). - Scelidotherium laevidens (?). > 2 parvulum (2). Megatherium Burmeisteri (?). > Bergi (?). Typotherium Studeri (?) Xotodon cristatus. Macrauchenia Lydelkeri (?). > calceolata (?). Licaphrium intermedium (2). Amphinasua brevirostris (7). Aleunos de estos fósiles fueron figurados y descriptos nueva- mente por Lydekker (36), pero en la obra del paleontólogo inglés no faltan errores, como lo comprobara Ameghino más tarde, y su utilidad es menor que la que teníamos derecho a esperar. El conocimiento del araucanense fué completado por Ameghino en 1905 (18), quien presentó una serie de 32 géneros, que yo he encontrado casi en su totalidad en una colección no determinada existente en el Museo Nacional. Los géneros que faltan en mi lista, que sin embargo comprende 41, son: Pachyrucos (todos los ejemplares que he visto pertenecen en cambio al Tre- macyllus, pero creo que no debe faltar). Hegetotherium (se trata en cambio de un género nuevo Hemihegetotherium, cuyo tipo procede de la parte basal de la serie de las Guayquerías de Mendoza). Eutomodus—tal vez confundido con el Hemihegetotherium. Palaetozodon. Licaphrium ?%—tal vez Brachytherium. Megamys. Steiromys (ó género vecino). Es mi Neosleiromys. Caviodon, confundido probablemente con el Cardiomys. Teridomyops, que es ¿igual al Eumysops del hermosense. Megatherium. (+) Las especies seguidas por un signo de interrogación son las que, no ha- biendo sido nunca figuradas no pude reconocer por la sola descripción. m= ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 1 Además, estableció que fueran sus correspondientes marinos los depósitos del cañadón de Santa Rosa, en la Patagonia meridional, de donde sacó el nombre de rosaense, al que refirió también otros estratos de los alrededores de Deseado. Según los estudios posterio- res de Ihering, se conocen de los primeros, cinco especies de molus- cos, de las que hay cinco vivientes, y de los segundos cuatro especies de las que no hay ninguna viviente. Por lo visto, estos elementos no son aún suficientes para servir de base sólida a la fijación de los caracteres del araucanense marino. | | Y DISTRIBUCIÓN CRONOLÓGICA Sl _lololo|8/|818/8| seis ale l2lalolelel | DE LOS GÉNEROS DEL ARAUCANENSE =|5 399] (3/8 S|Elo| S[8 E H38 53818 215 a 3 9(918|[38 [8/9 | 7 9) MAMMALIA $|al8lo/¡s|S5|=3|8|S8|D|a] S|3|S|:3/94/2/.S]| a S|o[ o) MRE JO[A A lA Al l | | Hiemihegetotherium Dn. gen... .. . A AO A A IA MEA e 1 20, ITUCHYLY POLACA. 1 ta a iy E A O O Em En BSNBELUONO ON a o e us IEMAGIYLENVIIS EZ PR OUEN UAENVUNA Lo a pasen a, ESMOIRACTAUCHENTA.. a a e MAS E ¿a CGARdiIOMYS. A A e == E LS NS E E O O A A O OTE A a do MIE 4 HALCON E: ==|-== ANCONS a e e A ADAC e RAN EN | — Teltrastylus. EE il A A A AE — == == | EE A A = 0 pe INEBSUEITONVYS D. DEM 2 2 e E E Eumysops. DISTRIBUCIÓN CRONOLÓGICA DE LOS GÉNEROS DEL ARAUCANENSE MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. gónico Pata Santacruzeno Rionegrense Araucanense Hermosense Reciente hapalmalense Pampeano sup. Post-pampeano f 1 ) Pampeano inf. Neophanomys n. gen. Amplinasua. . Pachynasua ?. Acrohyaenodon ?. Didelprys. Pronotrotherium. Plesiomegatherúm. Megatherium. Pyramiodontherium n. gen. 5 Sphaenotherus. Scelidodon. Pleurolestodon n. gen. Neotamandua n. gen. Palaeomyrmydon un. gen. Plohophorus. Selerocalyptus. Lomaphorus. Neuryuwrus. Chlamydotherium. Macroeuphractus. Proeuphractus. Butatus. Acantharodeía n. gen. Dasypus. Zaéedyus. Procariama n. gen. Prophororhacos un. gen. 0|1|[16|3 41] REPTILIA —CHELONIA Testudo. 95 £ > 118 ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 9 HERMOSENSE.—La clásica localidad de Monte Hermoso va ligada nada menos que al nombre de Darwin (29), quien la visitó con mo- tivo del viaje del «Beagle» y manifestó que sus capas eran anteriores a la formación pampeana. Le siguió Bravard (27), quien en las ba- rrancas de Monte Hermoso, de arriba abajo, reconoció el actual, el diluviano y el cuaternario (sic). Allá por el año 1887 comenzaron las exploraciones de los Ame- ehino, y al año siguiente Florentino dió un catálogo preliminar de la rica fauna de la localidad (4;, fauna que luego apareció ilustrada en la gran obra de 1889 y que, ya se ha dicho, fué referida al arau- cano, considerado como mioceno. Vinieron luego Steinmann (56) y Wilckens (59), quienes declara- ron que Monte Hermoso es cuaternario, lo cual es un absurdo, puesto: que después de la fauna de Monte Hermoso hay aún, por lo menos, ocho faunas distintas, a saber: Chapalmalense, puelchense, preense- nadense, ensenadense, bonaerense, lujanense, platense, aimarense. Éstas aparecen en mis cuadros comparativos reunidas en cuatro gru- pos, antes de llegar a la fauna viviente. Aun admitiendo que el terre- no pampeano, correspondiente a un grupo natural bien distinto y al que se refieren cinco de estas faunas, sea cuaternario, y esto especial- mente por los restos humanos que allí se encuentran, siempre que- daría una fauna, la chapalmalense, que, como resulta en el cuadro de pág. 15 tienen una serie de géneros que difieren totalmente de los del pampeano. Aun más diferente, por ser más antigua, es la fauna del hermosense, siendo, por lo tanto, indudable que estas dos faunas son más remotas que el cuaternario. Podrá, luego, ser discutible la antigua opinión de Darwin, o la moderna de Scott (54), de Lehmann-Nitsche (35) y también de Steinmann (57), que últimamente abandonó su primitiva suposición, de que Monte Hermoso fuera plioceno (1), pero no, porque es absur- - da, la que lo considera cuaternario. Este error procede de la equivo- cación de considerar como cuaternarios todos los terrenos de la Pam- pa, como si en Europa tuvieran que ser astianos todos los terrenos del Astigiano y parisianos todos los de la cuenca de París. Entre los últimos que, por orden de fecha, mencionaron a Monte Hermoso, está Roth, quien, como ya se ha dicho, creyó que constituía la parte inferior de la formación pampeana y lo refirió al mioceno. Ahora bien, es suficiente consultar la lista de géneros fósiles que vie- ne a continuación, para persuadirse de que la fauna de Monte Her- (1) Queda entendido que siempre me refiero a la parte loéssica y fosilífera. de la barranca de Monte Hermoso y no a las formaciones superiores a ella. 10 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. moso difiere en mucho de la de los estratos medios y superiores de la Pampa (91). El señor de Carles (30) también halló el hermosense con restos de Procuphractus en la Quebrada Seca de la Puna de Jujuy, cubierto por aluviones que a mi juicio pertenecen á la primera fase infragla- cial. Tal vez por este hecho dijo Ameghino que el hermosense ha par- ticipado del plegamiento andino, remontando hasta una altura de 4500 metros, pero esto no lo reputo exacto (25). El hermosense de la Puna ha sido depositado a una altura poco menor que la que tiene actualmente, no ha participado de los pliegues andinos, habiendo tan sólo sufrido desplazamientos originados por un levantamiento epeiro- genético que a lo sumo puede calcularse en algunos cientos de metros a lo largo del relieve montuoso, mientras que al propio tiempo su- cedía una depresión a lo largo del litoral atlántico, por lo cual en Monte Hermoso el hermosense hállase parcial o totalmente bajo el nivel marino. Véase, en efecto, las relaciones altimétricas que pre- senta en las Guayquerías, estudiadas por dde Carles al sur de Mendo- za: hállase cortado enteramente por los surcos profundizados de los cursos de agua que han coordinado su perfil de equilibrio con la Pampa, y por ende con el Atlántico, hasta alcanzar el araucanense inferior. Como los cauces de los ríos de esa región tienen allí una al- tura de cerca de 800 metros, saco la consecuencia de que también la base del hermosense tiene que hallarse más o menos a esa altura; y partiendo de la hipótesis más favorable a la tesis de Ameghino, de que ellos se hayan depositado casi al nivel del mar, resultaría que se han elevado en ochocientos metros. Pero la distancia que mediaba entre el pie de los Andes, donde se depositaron, hasta el mar, era superior a la actual. Admitiendo que la Pampa interpuesta tuviese una pen- diente mínima, de gran estabilidad, como la actual entre Mendoza y Buenos Aires, que es de 0.55 0/00, hay que convenir en que ellos pre- sentaban una altura no menor de quinientos metros, por lo cual su levantamiento sería tan sólo de 300 metros. Trátase además de una formación pedemontana, por hallarse dis- tante del relieve andino, del que ha sido separada por el curso subsi- emiente ide una rama del Tunuyán después del principio del cuaterna- rio, puesto que en su cumbre hay aluviones infraglaciales proceden- tes de los Andes. Ella ha podido, por lo tanto, aleanzar un gran es- pesor que de Carles calcula en 500 metros. A medida que se aleja del relieve andino, parece que el hermosense reduce su potencia y que hasta la interrumpe, pues en la Pampa Central, y a una profundidad relativamente pequeña, 14 a 55 me- tros, hállase el araucanense, que mide así una altura de unos 150 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 11 metros sobre el nivel del mar. Falta el hermosense también en los alrededores de Buenos Aires y a lo largo de la depresión del Plata. En este punto, después de un espesor de 50 a 60 metros de pampeano, sieue el araucanense, que, en consecuencia. hállase situado de 15 a 20 metros bajo el nivel del mar. Con lo expuesto, es fácil comprender que el nivel que debería cons- tituir la base del hermosense, partiendo de una altura de 800 me- tros, viene a hundirse bajo el río de la Plata con una pendiente de 0.85 0/00, mientras que la superficie exterior se inclina en 0.80 0/00. Como facies marina, Ameghino hizo corresponder al hermosense el laziarense, el que, según lhering, tendría el 56 0/o de sus especies extinguido. Es más o menos el porcentaje del plioceno inferior de Italia, pero hay que tener en cuenta que ha sido calculado solamente sobre 23 especies, de las que vivirían aún 11, y por lo tanto no es po- sible todavía establecer una comparación exacta. DISTRIBUCIÓN CRONOLÓGICA DE LOS GÉNEROS DEL HERMOSENSE. MAMMALIA | ntrerriano Hermosense Chapalmalense Pampeano inf. Pampeano sup. Reciente a zl ' Araucanense | Post-pampeano TENIA A A A IN | Pachyrucos. Tremacyllus. LAA A EN 5) Pseudotypotheriun. Xenotherium. Tozxodon. Xotodon. Alitoxodon n. gen. Trigodon. Epitherium. Eoauchenia. Diplasiotherium n. gez. Promacrauchenta. Microtragulus. TORNA A A A E A A = Eocastor n. gen. Myocastor ?. Eumysops. MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. DisTRIBUCIÓN CRONOLÓGICA DE LOS GÉNEROS DEL HERMOSENSE. MAMMALIA Entrerriano Araucanense Chapalmalense Pampeano inf. Pampeano sup. Post-pampeano Reciente Tribodon. Dicoelophorus. Phtoramys. Platacomys. Pithanotomys. Viscaccia. Tetrastylus. Megamys. Palaeocavia. Microcavia. Dolichotis. Caviodon. Protohydrochoerus n. gen. Phugathertum. Argirolagus. Paradidelphys. Hyperdidelphys. Cladodidelphys. Didelphys. Parahyaenodon. Acrohyaenodon. Pachynasuo. Amphicyon. Rathymotherium. Megatherium. Chlamydotherium. Proeuphractus. Dasypus. Eutatus. Macroeuphractus. Scelidodon . Nephotherium ?. Pseudolestodon Lestodon ?. Selerocalyptus. 2 rn ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 13 DISTRIBUCIÓN CRONOLÓGICA DE LOS GÉNEROS DEL HERMOSENSE. MAMMALIA Plohophorus. Nopachtus. Neuryurus. Plaxhaplus. Notocynus. Tetraprothomo. AVES Helerorhea n. gen. Tinamisormis n. gen. Hermosiornis n. gen | | | | | lala | 23 o| IIS ES ESA E o 2815 als|o¡o| 2 a e) Sg|sSs|8a/|8 [«D] Es ra MES (SEA ES SIMS A MA A SI AS, late RÍS|8| Y Ql a all *|3|8| 3] 8] 8| a| 9] S|R4|09|3|3| 3S|O|OD 2 A TIOAAaAA REPTILIA—LACERTILIA Tupinambis CHELONIA Testudo BATRACHIA—ECAUDATA Ceratophrys Esta lista la redacté basándome en las publicaciones de Ameghino referentes a tipos que en su mayor parte existen en el Museo de La Plata y en una colección indeterminada existente en el Museo Nacio- nal de Buenos Aires y debida a los trabajos dde Burmeister y de los Ameghino. Ni en éste ni en los otros cuadros, figuran los géneros siguientes, que Zittel da como característicos del araucano de Monte Hermoso, y ello se debe a los motivos que paso a enumerar: Scelidotherium: pertenece al pampeano inferior. Diodomus: pertenece al entrerriano. Giyptodon: es característico del pampeano. Panochtus: es característico del pampeano. Dasypotherium: es sinónimo de Macroeuphractus. 14 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Tapirus: vive en el área argentina que ocupa actualmente el pampeano superior. Antaodon: es del pampeano. Hippidium: aparece en el pampeano inferior. Zuchenia: existe desde el pampeano inferior. Mastodon: hace su aparición en el puelchense. Trachytherus: es del cretáceo de Patagonia. Canis: aparece por vez primera en el pampeano inferior. CHAPALMALENSE.—El Chapalmalán es un pequeño arroyo situado cerca de la estación balnearia de Mar del Plata, localidad ésta fácil- mente accesible desde Buenos Aires y por lo tanto visitada por los geólogos y naturalistas que querían formarse una idea rápida de la estructura de la Pampa, pues ahí el mar ha cortado altas escarpas muy instructivas. Recientemente, primero Steinmann (56) y luego Lehmann-Nitsche (35), aseveraron que los terrenos aflorantes en Mar del Plata pertenecen todos al pampeano, y que su parte más baja, aun cuando debe ser referida al pampeano inferior (ensenadense de Ameghino), es coetánea con los estratos de Monte Hermoso. Mas ellos se habían basado solamente len el aspecto exterior de las formaciones. sin investigar los caracteres paleontológicos. Esta tarea, empero, la llevó a cabo Ameghino, quien renovando sus indagaciones halló que la parte inferior de la serie loéssica de Mar del Plata, presentaba una fauna aleo más reciente que Monte Hermoso y más antigua que el ensenadense, a la que, por consiguiente, dió el nuevo nombre de «cha- palmalense» (20). Los fósiles de que se sirvió Ameghino para llegar a esta conclusión, fuéronme amablemente comunicados por su hermano Carlos y per- tenecen a la colección privada de los Ameghino, al Museo de La Plata y al de Buenos Aires. Sobre ellos, después de haberlos. estudiado y descripto nuevamente, y siempre respetando los nomina nuda de Flo- rentino Ameghino, he redactado el cuadro siguiente, que arroja con- secuencias muy elaras y precisas: ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS DISTRIBUCIÓN CRONOLÓGICA DE LOS GÉNEROS DEL Tremacyllus. Tozodon. . . Promacrauchenia. Chapalmatherium. Pachyrucos. Plagiolmippus. Listriodon. . Didelphys. Hyaenodonops. ESA Amphieyon ?. Chapaimalania. Reithrodon (Proreithro Proaguti.. Tetrastylus. Viscaccia. Dicoelophorus. Ye SUS FÓSILES. CHAPALMALENSE don Amegh.). Ctenomys (Paractenomys Amegh.). Eucelophorus. Pithanotomys. Hydrochcerus (21 Dolichotis. Palaeocavía. Microcavia. Caviops. Glossctheriam. Eumyloden. Scelidodon. Scelidotherium. Glyptodon. Plohophorus. Selerocalyptus. Palaeohoplophorus. Lomaphcrus. 15 | | [=D] «lala | ni+*|= [en a a a al. ¡sb o = _ 77 57 E E E 2 9 | = ea - 3|o O Ca] A SA ll === E E | 5 pl =S E, = a £ [] de — laa] (2. = +> EA ZA A 5 SS O E Az DO) = [e Sl [a al al A 1 [eb] = nn - al a a! >| +!| qu = (8 = TD = A E y ==, 5 ps S ESA e | E E SS nNlalmnl m rm al mn EIGIHKH|¡O|Q)l|AHi¡Aa|-= | | | | | pl | A | | | ¡ Mas = | | | | | Í | O CA a al | | | == | | | | y | | z | A 0 al | | | | =—= | ÁÚ= | | 1] | | | 1 16 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. | al 2 g | o E (eb) 5 | E Zo Sn DISTRIBUCIÓN CRONOLÓGICA DE LOS GÉNEROS lal E 2 Sl ololA ALE 218 5 5 518 DEL CHAPALMALENSE. (El E n= a Sl S pedia Slal a a L [eb] ¡o ed | — al g ro A] [ESOS E , ¡MS | = [a] | [e) MEN ez DOI AAA AN | | | Neuryurus. | Trachicalyplus. pre Doedicurus. DONE A Macrocuphractus. E Proeuphractus. A O | Eutatus. AACAJUE A A | pjs [EA pa Pontotatus. | | | | | | | | = | | | | - | A 9112/20 412116/17| 7| Las conclusiones que de por sí proyecta el cuadro, no podrían ser más instructivas: en efecto, sobre 41 géneros que componen la fauna de Chapalmalán, hay veinte que son comunes con el hermosense y veintiuno con el pampeano inferior; luego, ella es netamente inter- mediaria entre los dos. Que, además, pertenece más al araucano que al pampeano, resulta del hecho que presenta diez y ocho géneros del araucanense, mientras posee tan sólo diez y seis del pampeano supe- rior. Además, las condiciones estratieráficas demuestran que ella está separada del pampeano por una transgresión especialmente adverti- ble por los efectos de la denudación que ha experimentado su super- ficie, antes que se extendiera sobre ella el ensenadense, en discordan- cia paralela, quedando excluída la base del pampano constituída por las arenas del puelchense, las que en Monte Hermoso recubren en cam- bio directamente el hermosense con exclusión del chapalmalense. Es- tas interrupciones y transgresiones se explican fácilmente, si se piensa que la erosión y la sedimentación eran obra principal de los agentes eólicos, cuya acción es esencialmente discontinua e irregnlar. Por lo que se refiere a las condiciones generales del territorio, po- demos creer que ellas debieron ser más o menos las del hermosense: la producción del loess seguía efectuándose con gran intensidad y la Pampa extendíase mayormente hacia el este a expensas del Atlánti- co. No se conocen ni la facies marima mi la desértica propiamente dicha correspondientes a la loéssica. Probablemente el desierto hallá- ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 17 base al sur o al oeste de la Pampa y estaba en plena expansión, pues en el sucesivo puelchense extendíase desde los Andes hasta el Atlán- tico, desde el Colorado hasta el Pilcomayo, donde quizás fué substi- tuído por la zona laterítica subtropical y tropical. PUuELCHENSE.—Como ya se ha dicho, Ameghino en un principio lo refirió al araucano, uniéndolo luego al pampeano, para volver en los últimos tiempos a su antigua opinión y tenerlo por la cúspide del araucano antes que por la base del pampeano. Trátase de uun estrato de arenas, indudablemente de origen desér- tico dada su extensión. En la provincia de Buenos Aires constituye un nivel acuífero profundo de aguas semisurgentes. Á mi juicio re- presenta el primer estadio de un cielo climatérico nuevo, y por lo tanto el principio de un nuevo período, esto es, del pampaeno, de la misma manera que las formaciones arenáceas del rionegrense fueron el principio del araucano. Su fauna no se conoce completamente, pero nótase en él la prime- ra aparición del género Mastodon y la no menos interesante del Arc- totherium. Como se ha dicho, en Monte Hermoso es transeresivo sobre el her- mosense, mientras que falta en Mar del Plata, entre el chapalmalense y el ensenadense, extendiéndose en cambio ordinariamente y de un modo directo en la Pampa, a lo largo del río de la Plata. LAs GUAYQUERIAS DE SAN CARLOS (PROVINCIA DE MENDOZA).— Pueden ahora aplicarse los resultados del estudio de las localidades típicas de los varios horizontes a una nueva localidad que reciente- mente ha sido señalada por de Carles (30), y que por lo visto repre- senta prevalentemente un período intermediario entre el araucanense y el hermosense. Trátase de una serie de estratos arenáceos que han sido separados de los Andes por la erosión, de la manera a que ya me he referido, resultando así una meseta aislada, que en algunos mapas lleva el nombre erróneo de «Sierra de Tunuyán», profundamente excavada por surcos obsecuentes del río de San Carlos, de modo que todo es un laberinto de estrechas quebradas, cuyas paredes pueden alcanzar en altura hasta unos cientos de metros. La parte inferior de esta formación es un conjunto de areniscas, rojizas en su mayor parte, donde de Carles ha señalado los géneros slguientes: Hegetotherium, cuyo ejemplar es para mí el tipo del nuevo género Hemiheye- 4otherium, abundante en el araucanense. Viscaccia. ANAL. Mus. NaAc. Bs. As., T. XXV. NOVIEMBRE 12, 1913. 2 18 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Megathervm. Scelidodon. Plohophorus. Macrauchenia, más cercano al Promacrauchenia, pero se trata probablemen- te de un género nuevo. Proterotherium; no he podido encontrar este género en el rico material que el señor de Carles ha puesto gentilmente a mi disposición. Imposible sería sacar deducciones seguras si considerásemos aisla- damente este conjunto de fósiles, pues, con excepción del Hemihegeto- therium, todos los demás géneros se hallan ya sea en el araucanense, ya sea en el hermosense; pero teniendo en cuenta que los estratos que los contienen se encuentran en la base de la serie, cuya parte su- perior recuerda realmente Monte Hermoso, puede considerarse, como lo hizo de Carles, que tal conjunto arenáceo basal pertenezca al arau- canense. Superiormente, se sucede otro conjunto de areniscas rojovinosas con pequeñas capas yesosas, limitado a su vez por los aluviones, que de Carles considera del hermosense superior, pero que deben ser más recientes. Este complexo corresponde al hermoseano inferior y a parte del superior de de Carles. Yo, con poca diferencia, ereo que debe ser en parte un horizonte de transición del araucanense al her- mosense, y en parte hermosense típico. En efecto, pertenecen a él veinte géneros conocidos y uno nuevo, de los que catorce son comunes con el araucanense y el hermosense (Tremacyllus, Xotodon, Visca- ccra, Platacomys, Púthanotomys, Dolichotis, Solerocalyptus, Plohopho- rus, Neuryurus, Chlamydotherium, Dasypus, Eutatus, Proeuphrac- tus), dos peculiares del araucanense (Cardiomys y Pronotrotherium) no siendo posible tener en cuenta el Abrocoma, que siendo viviente, debe faltar sólo accidentalmente en el hermosense. Hay también dos que son característicos del hermosense (Typotherium y Pseudotypo- therium), no teniendo en cuenta el Pachyrucos, que tal vez sólo por una casualidad falta en el araucanense típico. De los géneros citados por de Carles faltan en mi lista los signien- ten : j Entelomorphus,—pues se trata en cambio del Typotherium. Spaniomys aff., que corresponde al Eumysops. Eucelophorus aff., con el que hice el nuevo género Palaeoctodon. Proaguti que es otra especie de Eumysops. Coelodon—que debe ser Pronotrotherium. Los aluviones superiores con restos de Sclerocalyptus, a los que suceden eapas de loess, corresponden al tehuelche de Doering. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 19 OTROS YACIMIENTOS ARAUCANOS.—En el hermoso mapa geológico que Stappenheck ha publicado de la Precordillera de San Juan y de Mendoza, (Anales del Ministerio de Agricultura, Secc. Geología, ete., Tomo IV, n. 3, 1910), vese una faja larga y ancha de terrenos neogé- nicos, a lo largo del pie de la precordillera, a los que ha sido dado el nombre de «capas calchaqueñas» y que ocupan también algunas de las depresiones incluídas en las arrugas longitudinales y paralelas del macizo montañoso. En el texto explicativo se dice que tales terrenos descansan sobre el eretáceo y contienen un complexo de conelomera- dos y areniscas rojas O grises, a veces muy arcillosas, y lehm rojizo o amarillento, alternando y pasando, en su parte superior, al estado de capas guijarrosas muy antiguas; que ellos corresponden a varios períodos geológicos, no distinguibles, a los que Bodenbender dió el nombre expresivo de «capas calehaqueñas», por hallarse muy ex- tendidos allí donde vivieron los antiguos calehaquíes en la provincia de Salta y limítrofes. Ahora bien; yo creo que estos estratos, que parecen representar un cielo erosivo completo, que empieza y termina con conglomerados y piedras, corresponden en gran parte al araucano de Ameghino. Ultimamente Bodenbender publicó una monografía apreciable so- bre la geología de la parte meridional de la provincia de La Rioja (Bolet. Acad. Nae. de Ciencias de Córdoba, vol. xix, n. 1, 1911), pero no es posible aceptar el método empleado en este trabajo para la clasificación de los terrenos terciarios, los que en su mayoría vense agrupados bajo la denominación ya citada de «capas calchaqueñas». Este es un nombre demasiado comprensivo, que por su localidad tí- pica, Santa María de Catamarca, en el valle Calehaquí, indicada por Bodenbender, se vuelve sinónimo de araucano; mientras que éste le refiere un complexo que desde el eoceno puede llegar hasta el cuater- nario, por lo que, en vez de usar un nombre nuevo, pudo decir sen- cillamente: capas terciarias. Muchas publicaciones que se refieren a las perforaciones hechas con el fin de buscar aguas profundas, ignoran completamente la sucesión estratigráfica de la Pampa. Por la manera como están redactadas, con la simple indicación de una sucesión de estratos alternados con arci- llas, loess, arenas y similares, sin indicar su edad, para nada sirven; es sensible que datos muy importantes, que serían de verdadera uti- lidad también para la geología aplicada, resulten así malogrados. Hay que persuadirse de que para llegar a comprender la circulación sub- terránea de la Pampa es necesario aplicar el ordenamiento cronoló- gico de Ameghino. Por la insuficiencia de esas publicaciones, pocas localidades de la 20 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Pampa pueden citarse donde el araucano haya sido alcanzado por las perforaciones. En las cercanías de Bernasconi, Pampa Central, a 14 metros de profundidad, hallóse una especie catamarqueña, el Trachytypotherium internum Amegh. Otra localidad no bien deter- minada de la Pampa Central dió el Plohophorus araucanus Amegh.. y finalmente a 51 metros de profundidad se encontró en Toay el Tetrastylus araucanus. El señor de Carles me comunica amablemen- te que ha observado un conjunto araucanense-hermosense igual al de las Guayquerías, con los géneros Xotodon y Sclerocalyptus, a lo largo del río Dulce en la provincia de Santiago del Estero. Ese conjunto se halla recubierto por el postpampeano con abundantes restos de hombre fósil. Creo que debe referirse al araucano el loess arenoso y estratificado que está en la base de los terrenos de la cuenca de Córdoba y que contiene Toxrodon, Dicoelophorus, Lomaphorus, el que hasta ahora ha sido tenido por pampeano. Otra localidad en que se hallaría el araucano fosilífero es Abra Pampa, en la región de la Puna. Sobre unos restos fósiles, que se creyeron procedentes de esta localidad, estableció Roth su género Plesiomegatherium con la especie P. Hans Meyeri Dado que el mis- mo género se encuentra en el araucanense típico con la especie P. Burmeisteri, el yacimiento de Abra Pampa podría atribuirse al mis- mo período; pero se me asegura que allí faltan en absoluto estratos fosilíferos y que el ejemplar de Plesiomegatherium que dicen haber- se hallado ahí, procede en cambio de la base de la formación de Ta- 1ja. En la localidad llamada Negra Muerta, en la Puna de Jujuy. de Carles recogió, como ya lo dije, restos de Proeuphractus, que es un género que desde el santacruzeño llega hasta todo el araucano. Del araucano sin fósiles no es el caso de hablar. CARACTERES DE LA FAUNA ARAUCANA.-—Los caracteres faunísticos del araucano son ofrecidos por un fondo autóctono sudamericano, tan rápidamente evolucionado, que las divisiones cronológicas basadas en el estudio de las faunas sucesivas se refieren solamente a un mo- mento dado de tal evolución, con la agregación de tipos europeos in- migrados, que llegaron a Sud América precisamente durante el* araucanense, con las modificaciones que les produjera su pasaje por el continente africano, y de tipos llegados hacia el fin del período, o sea durante el chapalmalense, pertenecientes a especies norteameri- canas o euroasiáticas pasadas por el continente norteamericano. Puede llamarse fauna autóctona aquella cuyos tipos aparecen en terrenos más antiguos que el araucano y que es el resultado del aisla- ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 21 miento absoluto en que permaneció el continente sudamericano al empezar, cuando menos, del período eretáceo. Tal aislamiento produjo una fauna completamente peculiar del terciario inferior y medio de Sud América, de la misma manera que hoy día tiene una fauna pro- pia el continente australiano. Esa fauna pura también la hubo duran- te el rionegrense, que, según he dicho, puede ser duwdoso que perte- nezca al araucano. Ameghino, siguiendo a lhering, opinó que la América del Sur estaba unida al Africa durante el cretáceo superior : esto será o no verdad, pero no deja de ser indiscutible el hecho de que la fauna era tautóctona en el principio del araucanense, pues ella no había seguramente experimentado ningún influjo extraño en todos los tiempos larguísimos del terciario inferior y medio. Pero en el araucanense encontramos ya un meneuwado y único ejemplar de Acrohyaenodon, u otro género muy afín, un género de roedor Eumy- sops que recuerda el Theridomys siderolithicus de Europa y otros roedores Phtoramys y Platacomys que pueden compararse con el Ctenodactylus y Petromys respectivamente, que viven ahora en el Africa, como Ameghino ha dicho. Es probable que ello sea debido a ese mismo puente guyanosenega- lense que pobló el Mediterráneo americano con formas del Mediterrá- neo europeo. Este hecho es notorio desde hace mucho tiempo. En el hermosense la influencia africanoeuropea se nota aun más: además de los géneros mencionados, hay Acrohyaenodon, Amplhaicyon, Parahyaenodon, que son afines o representan géneros europeos ca- racterísticos del mioceno y géneros aún vivientes en Africa. En el chapalmalense aparece aleún nuevo género de procedencia africanoeuropea, como el £Listriodon, que es del mioceno alemán y austriaco, pero sobre todo aparece el primer Equidae (Plagiohippus), probablemente el primer felino con el mismo género Felis y el primer oso con el Chapalmalania: ello es debido a la unión que mientras tanto habíase establecido entre las dos Américas y que las actuales investigaciones hacen remontar al plioceno. El único resto fósil encontrado hasta ahora en Norte América re- lacionado con las faunas del sur y que podría hacer ereer que esa unión ya existía en el mioceno, sería una falange ungueal descripta por Sinclair, perteneciente a la familia de los Megalonychidae y a la que Ameghino dió el nombre de Sinclarria oregoniana (Anal. Mus. Nac. vol. xxt1, pág. 55) de los Mascall Beds de Oregón, considerados por todos como miocenos. Es realmente poca cosa, sobre todo tratán- dose de un grupo que aparece en el eretáceo, bien representado en el santacruziano y reduciéndose en el araucano al rarísimo Pronotro- therium de Catamarca y de las Guayquerías: luego podría ser una 7 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. supervivencia de la extensión continental cretácea, antes que el pro- ducto de una nueva inmigración. En cambio, son más frecuentes los géneros con afinidades u origen sudamericano en el plioceno del norte. Citaré el Morotherium, lama- do así por Marsh por algunas relaciones con los desdentados y que pertenece al plioceno del Idaho y de la California; el Glyptodon del plioceno de la Florida, Méjico y Tejas; el Chlamydotherium del plioceno de la Florida. Mucho más abundantes fueron las inmieraciones del sur durante el pleistoceno, con el Megatherium, Megalonyx (que tal vez se en- cuentra también en el plioceno), Ereptodon (sinónimo quizás del an- terior), Eumylodon, Sclerocalyptus, Paramylodon, Tomiopsis, Glypto- therium. Al contrario, la masa emigrada a Sud América y procedente del norte, aumentó cuantiosamente durante el pampeano: citaré especial- mente los Suidae, Tapiridae, Cervidae, Cricetidae, Camdae, Musteli- dae, Pelidae y el hombre, los que llegan hasta la época actual mien- tras se extimguen, tras de una breve aparición, los Elephantidae y los Antilopidae. Con esta inmigración, la gran uniformidad y la espe- elalización de las antiguas faunas sudamericanas resultan definitiva- mente alteradas. El carácter más singular que tienen las faunas de los distintos ho- rizoites araucanos, y en general de casi todos los terrenos terciarios ereentinos, es el siguiente: que toda especie se reduce a un solo hori- zonte, por lo cual las comparaciones cronológicas es menester hacerlas exclusivamente con los géneros. Esto comprueba que la transforma- ción de la fauna se realizaba de un modo rapidísimo, y a medida que se estudien más faunas, la especie perderá cada vez más sus con- fines y mostrará una serie de transiciones, que podemos considerar como verdaderas variedades. En efecto, las Guayquerías, que, como ya se ha dicho, representan un paso del araucanense al hermosense, presentan una serie de formas pertenecientes a los géneros Cardiomys, Viscaccia, Plataeomys, Pithanotomys, Dolichotis, Tremacyllus, Seeli- dodon, para no hablar de los muy variables Typotherium, que no se sabe si deben tenerse por una variedad de especie del araucanense o bien del hermosense. Cuando un género transforma sus especies para luego extinguirse, éstas aumentan paulatinamente en sus dimensiones o bien se compli- can las formas de sus dientes. Así, el Tetrastylus, que aparece en el entrerriano con el pequeño T. diffissus, en el araucaniense tiene ya las notables dimensiones del T. montanus, siendo aún más grande en el hermosense con el 7. giganteus y alcanzando dimensiones colosales en el chapalmalense con el 7. gigantissimus: luego se extingue. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 23 Además, a medida que un horizonte va especializando sus géneros, se acentúa su acercamiento al final del período a que pertenece. El hermosense tiene más géneros especiales que el araucanense; el cha- palmalense más que el hermosense. Las distintas formas del araucano han encontrado sucesivamente medios diferentes, lo cual indudablemente ha contribuído a apresu- rar su transformación y a especializarlas: el rionegrense corresponde a un área meridional de desierto arenoso (erg) que al norte tiene correspondencia con un régimen de estepa; sucesivamente, en el araucanense empieza a manifestarse el paisaje loéssico con pequeñas zonas «lesérticas, y por fin en el hermosense hay la gram pampa loéssica que se extiende desde el Río Negro hasta las regiones sub- tropicales, mientras desaparece el gran golfo o mar interior del en- trerriano, y el estuario del Plata queda reducido a mínimas propor- ciones. El clima, sequísimo en el rionegrense, fué seco durante todo el araucanense, algo húmedo en el hermosense, nuevamente seco en el chapalmalense y muy seco en el puelchense. Fué así un cielo de pulsaciones climatéricas, que recuerdan las del Asia central y del Afri- ca meridional. Por lo común, los que tienen un conocimiento superficial de las faunas fósiles sudamericanas, creen que éstas consisten especialmen- te en los colosales desdentados, curiosos fósiles de los que muchos museos de Europa poseen algún esqueleto más o menos bien recons- tituído. Pero este estudio contribuye a demostrar que la cosa es muy diferente, y que aun si consideramos solamente la fauna araucana, se ve que ella es el resultado de múltiples corrientes inmigratorias y que presenta en los varios horizontes no menos de 47 géneros, tér- mino medio, pertenecientes a unas 26 familias divididas en 13 ór- denes. Este gran número de órdenes y familias hace suponer, pen- sando en las condiciones faunísticas actuales, un paulatino empobre- cimiento que se ha producido también en las otras regiones del globo. Los más persistentes son justamente los desdentados, entre los cua- les los Dasypoda representan la única familia que desde los tiempos eretáceos haya continuado existiendo hasta el presente. También los otros tienen una difusión, que si es bastante grande en el tiempo, no va de acuerdo, por una singular excepción, con su difusión en el espacio: los Glyptodontía empiezan en el eretáceo y llegan hasta el cuaternario y lo mismo se puede decir de los Gravigrada; en el arau- cano fueron desdentados asaz notables el Doedicurus, que tenía el ta- maño de un hipopótamo, y el Macroeuphractus, un armadillo que alcanzaba las dimensiones de un tapir. Los roedores eran numerosí- simos, predominando los excavadores sobre los arbóreos, llegando al- 94 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. eunos a dimensiones colosales; el ya recordado Tetrastylus gigantissi- mus del chapalmalense era una vizcacha del tamaño de un buey. Entre los ungulados del araucano tenemos una serie de familias que carecen de representantes vivientes; som curiosos tipoterios, toxodontes, proteroterios, macrauchenias; éstas no tienen nada de común con la Auchenia. De todos ellos, el más corpulento fué el Trigodon, que, como dice Ameghino, era tan grande como el mayor de los rinocerontes, de aspecto extraordinariamente deforme, con una eran protuberancia ósea en el medio de la frente triangular, quizás la base de un cuerno. Contrastaba grandemente con aquél el Micro- tragulus, que era poco más grande que un ratón. Otro tipo curiosísimo de animal fué el Pachyrucos, con su afín Tre- macyllus, ambos munidos en la parte supero-posterior del cráneo de dos grandes cajas temporales, superpuestas a las ordinarias cajas timpánicas. Hay luego prociónidos, hormigueros, didélfidos, que que- dan para caracterizar la fauna actual. Cuando el araucano llegó a su fin, aparecieron los dos mayores enemigos de los desdentados: los felinos y el hombre. A continuación viene un cuadro que se refiere tan sólo a los ma- míferos y que resume en cifras las relaciones de los varios horizontes del araucano con la fauna viviente, con el pampeano, el entrerriano y el santacruzeño. De él se infiere el grande empobrecimiento de la fauna después del santacruzeño, la gradual aparición de los géneros aún vivientes, que envpieza con el entrerriano, y la íntima relación que media entre el chapalmalense, el hermosense y el araucanense. 1 Reciente 18 | | 2 Post-pampeano 27154 | Cuaternario. 3 Pampeano sup. 25 76 | | | 4 » inf. 16 59 | 5 Chapalmalense |10|14|17|26|43|20/18| 9] 1 Plioceno .... | 6 Hermosense 7|12|15/|19/23 | Y 8 As 1 ES | | | 7 Araucanense 6| 51 6112118123141 1611 | Mioceno..... 8 Entrerriano 3 | | 1 Oligoceno... 9 Santacruzeño 0! | 151 ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 25 Para poner de acuerdo este cuadro con los anteriores, hay que tener ien cuenta que por lo que se refiere a los géneros aún vivientes, tres han sido dados por el entrerriano: Viscaccia, Didelphys, Tatusta, aunque este último es bastante dudoso; el araucanense ha ofrecido los siguientes: Abrocoma, Viscaccia, Dolichotis (con el Ortomyctera), Zaedius, Dasypus, Didelphys; en el hermosense encontróse Myocas- tor?, Viscaccia, Dolachotis, Didelphys, Dasypus, a los que lógicamente hay que agregar los ya recordados Abrocoma y Zaédius; del chapal- mialense vinieron Didelphys, Reithrodon, Viscaccia, Ctenomis, Hy- drochoerus?, Dolichotis, Zaédius, a los que débense añadir el Dasy- pus, Abrocoma, Myocastor de los períodos anteriores. Lia brusca se- paración entre el entrerriano y el araucanense es debida al incom- pleto conocimiento dde la fauma del rionegrense, y lla del chapalma- lense y pampeano a los restos escasos de la interpuesta fauna puel- chense. Al dar el número de los géneros vivientes, me he referido solamen- te a los terrestres, pues son terrestres las faunas fósiles con las que he querido compararlos; pero si se tiene en cuenta que de los 78 gé- neros que resultan del cuadro, hay como veinte representados por los quirópteros, los que no se han conservado en estado fósil, resulta de ello que la fauna actual es más o menos tan rica como la del post- pampeano, pero más pobre que la del pampeano superior. CORRELACIONES DEL ARAUCANO CON EL PLIOCENO DE NORTE AMÉRICA Y EUROPA.—No he de tratar aquí con detención este delicado argu- mento, pues las conclusiones a las que se debe llegar dependen sobre todo de la edad que se atribuya al pampeano inmediatamente supe- rior, asunto que será materia de otro trabajo. Aquí tan sólo deseo re- petir algunos hechos que han sido recordados aislada e incidental- mente en el curso de esta introducción. He dicho en las primeras páginas que el tehuelche más antiguo representa el producto de un primer ciclo glacial del más antiguo cuaternario: ahora, aquél encuéntrase en las Guayquerías de Mendoza por encima de la serie araucana y en la base del pampeano. De ahí la consecuencia que el pampeano es posterior a la primera fase infra- glacial, siendo el araucano más antiguo que ésta. Ahora, todos los caracteres faunísticos, según lo demuestran los cuadros que he re- dactado, prueban que hay íntima conexión y eradual transformación entre los dos horizontes, por lo cual si el pampeano es cuaternario, el araucano tiene forzosamente que ser plioceno. Esta conclusión concuerda también con lo dicho sobre el cambio de elementos faunísticos realizado entre el Norte y el Sur de Amé- rica: los primeros animales de origen meridional en el terciario de 26 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. México, Estados Unidos e islas del Mediterráneo americano, perte- necen todos a géneros afines o iguales a los araucanos y son de edad pliocena. En cambio, en el araucano no existe ningún tipo septen- trional que nos autorice a creer que es más antiguo que el plioceno. De la misma manera, los tipos sudamericanos que se hallan en el cua- ternario del norte, son todos pampeanos y todos cuaternarios, y en su gran parte son también exclusivamente del cuaternario los tipos septentrionales que se encuentran en el pampeano. Con referencia a la facies marina del araucano, aun cuando las investigaciones no son completas, he dicho también que ella ha dado el 56 0/o de especies desaparecidas, siendo este porcentaje el que co- rresponde al del plioceno inferior de Italia. En cuanto al pampeano, Thering (34) ha caleulado que los horizontes superiores del Puerto Militar en Bahía Blanca contienen el 4 % de especies extinguidas y los horizontes inferiores el 8 %. Aun en ese caso, se observa que el primer porcentaje corresponde al del cuaternario superior de Italia y el segundo al del cuaternario inferior. En gran parte de la gran cuenca del Plata la base del araucano es formada por la serie de sedimentos originados por la invasión ma- rina del entrerriano, debiendo agregarse aleunos niveles terrestres, que tienen una fauna cuyos caracteres nos autorizan para conside- rarla como el progenitor directo de la araucana, lo que aun en este caso puede comprobarse por los cuadros de esta introducción. Ahora esto no concordaría ni con la opinión de Ameghino, para quien el entrerriano es, cuando menos, del viigoceno superior, ni con la de Smith Woodward, que lo considera plioeeno. A mi juicio, la verdad está en el término medio, es decir, que el entrerriano corresponde con prevalencia al mioceno. Para establecer esta correlación, el único argumento directo de que dispongo es el siguiente: la fauna marina del entrerriano, tiene de 19 a 21 0/o de especies vivientes, esto es, la misma proporción que el aquitaniano y el helveciano de la provincia miocénica mediterránea. Se sobreentiende que no faltan otras consideraciones favorables ba- sadas en la posición estratigráfica y en los caracteres de la fauna te- rrestre. Ameghino (24), con su acostumbrada ilustración, ha dicho que de los 64 géneros de mamíferos de la formación entrerriana hay sólo dos vivientes, o sea, el 3 0/o. Ahora, haciendo el cáleulo de cuantos gé- neros miocénicos vivieron en Asia, Europa y Norte América, llega- mos a un total de 190 géneros, de los que viven aun 42, esto es, el 22 0/o, por lo cual, no queriendo él admitir que ello dependiera de la manera diferente cómo se había realizado el desenvolvimiento de la ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 27 fauna sudamericana, decía que el entrerriano tenía que ser por lo menos del oligoceno superior. Pero yo ereo que para hallar una ver- dadera correspondencia de cifras, hubiera tenido que remontar mucho más arriba, es decir, al eoceno superior, pero tanta antigiedad es absolutamente insostenible, dados los caracteres de las faunas te- rrestres, y de los moluscos, reptiles, peces, ete. Luego hay que ad- mitir que la fauna del entrerriano estuviera realmente formada por tipos mucho menos persistentes que los de las faunas de la Eurasia, tipos que quizás se hallaron en un estado de evolución retardada y no adaptada a los fuertes cambios climatéricos del plioceno y del cuater- nario. Quizás los tipos de la Eurasia pudieron también resistir ma- yormente la transformación y la extinción, por serles posible realizar inmigraciones en zonas elimatéricas más favorables, y se desplazaban según los períodos. En cambio, en la América meridional la emigra- ción de todos los géneros adaptados a la Pampa templada, fué im- pedida o retrasada por dos impedimentos: por un lado la zona tórrida; por el otro la excesivamente montuosa y seca. Según Ameghino, no hay razón para creer que la sucesión de las faunas se haya efectuado con mayor lentitud o con mayor rapidez en un continente que een otro; pero los hechos demuestran lo contrario, pues es cierto que en Europa, por ejemplo, no se verifica ni la limitación de las especies a un solo horizonte ni la gran diversi- dad de géneros entre un horizonte y otro, ya sea del plioceno o del mioceno, y Ameghino mismo comprobaba que desde el hermosense, según él del mioceno superior, hasta la actualidad, habíanse sucedido por lo menos diez faunas, mientras que en Europa y Norte América había que remontar para tener tal número al mioceno medio cuando menos, y que los géneros de Monte Hermoso han desaparecido en sus cuatro quintas partes, mientras en Europa tal proporción se verifica er. el oligoceno. En general, se puede afirmar que las causas de diversidades regio- nales en la transformación de las especies existen evidentemente cuando los ciclos climatéricos no se desarrollan en todas partes por igual, y cuando los elementos de las faunas son diferentes según los continentes y las partes de ellos. | OSUOLS9UOTH | : | SE, » OSUQUBINVIY AN id Y A ll q E OSUOSOULLO Se ES | = | ll | « osuoeuedero R 1] E Y S P la 9SU9YO]9N J E z [e =i las) pun] D op | A 9SU9PRLUO9sSu5] a B | a H 3 A E o | E E E ¡S) JS ps ISUOOBUO ' dl o osugue fr] E D Pp to] ri 1OJNB [9 UNOS QN SAMOLAV SOIMVA NADHS ONVOLVAUN (ur ousoor[d) OUBONBAY € -_-_——_—--—— —_ mu —__— dns ousoo1r d) oueod ue q LO61 | | SULIOY] UNOS (OU9DOTUL) 9n3s-sed ue q 9.193U/] (ousvor d) 9yms-sedure q 9.9714 (ou9003sto]d) apn3s-sedur q 9.19qO SO061 Y3I0H UNOS uoreuao y sedueg ISUOLS9UOTY ISUQUBINBIY E PR o Y 9SUISOVLIO H o 2 NS == pa pl osuoyeuedey;) SS 9sSuano]ond 9SU9PRUISUI-91] | OSU9PRUISUN] “pu 9SU9PRU9SUO-19 701] | zm ÓN E = 2 = o 0. = >» ISUDADBUO | “Ins osuoue mr] | OTGI OU 39uy und0g AS Aral OLNITNV Nado ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 29 2—LOS FÓSILES DEL RIONEGRENSE «(Procedentes del valle del Río Negro y de varias localidades de la Patagonia). Fam. PROTYPOTHERIIDAE Gen. Epipatriarchus ÁMEGH. 1904. Epipatriarchus Ameghino, Nuevas especies, pág. 13. Epipatriarchus bifidens AMEGH. Pis yz Lam: 1, fig. 4. 1904. Epipatriarchus bifidens Ameghino, Nuevas especies, pág. 13. Fig. 1 y 2. — Epipatriarchus bifidens Amegh. e Rama mandibular iz- quierda y serie dentaria superior derecha, ie, incisivo externo; €, incisivos; e, canino; p, premolares; m, molares. Epipatriarchus innexus ÁMEGH.- 1904. Epipatriarchus innexus Ameghino, Nuevas especies, pág. 16. 2 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fundada en un molar superior incompleto y por lo tanto muy in- cierta. Gen. Caenophlilus ÁMEGH. 1904. Caenophilus Ameghino, Nuevas especies, pág. 16. Caenophilus tripartitus ÁMEGH. Fig. 3 y 4. 1904. Caenophilus tripartitus Ameghino, Nuevas especies, pág. 16. Fig. 3 y 4—Caenophilus tripartitus Amegh. 1/ —Fragmento de la rama mandibular izquierda. Fam. TYPOTHERIIDAE Gen. Trachytypotherium RoTH. 1901. Eutypotherium Roth, en Rev. Museo de La Plata, vol. Xx, pág. 256 (non Haekel, 1895). 1903. Trachytypotherium Roth, en Rev. Museo de La Plata, vol. XI, pág. 156. Trachytypotherium Lehmann-Nitschei RotH. Fig. 5. 1903. Eutypotherium Lehmann-Nitscher Roth, obra cit., pág. 256. 1904. Trachytypotherium Lehmann-Nitschei Roth, Ameghino, Nuevas especies, pág. 21. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 31 0) Loyobbyia Fig. 5.—Trachytypotherium Lehmann-Nitscher Roth, E izquierda. Serie dentaria superior Trachytypotherium superans AÁMEGH. JE 1 A le 1904. Trachytypotherium superans Ameghino, Nuevas especies, pág. 22 Trachytypotherium rectum AÁMEGH. Fig. 6 1904. Trachytypotherium rectum Ameghino, Nuevas especies, pág. 22 Fig. 6. — Trachytypotherium rectum Amegh. Serie dentaria inferior. derecha. 8) MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Trachytypotheriuam disparile AÁMEGH. 1904. Trachytypotheriwm disparile Ameghino, Nuevas especies, pág. 23. Un tercer diente superior aislado poco característico. Trachytypotherium vietum AMEGH. 193] 1904. Trachytypotherium vietum Ameghino, Nuevas especies, pág. 23. Fragmento de un diente superior que es inútil representar. Fam. TOXODONTIDAE Gen. Stereotorodon ÁMEGI. 1904. Stercotocodon Ameghino, Nuevas especies, pág. 31. Stereotoxodon tehuelche AMEGIH. 1 7 1904. Stereotorodon tehuelche Ameghino, Nuevas especies, pág. 31. E, a m4] ya > / o - ó Fig. 7. — Stereotoxodon tehuelche Amegh. Premolar superior 1/1. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 323 Fam. MACRAUCHENIIDAE sen. Phoemrauchenia ÁMEGH. 1904. Phoenixauchenia Ameghino, Nuevas especies, pág. 57. Phoenixauchenia tehuelcha A MEGH. Lám. 1, fig. 2, 2a —] | 1904. Phoenixauchenia tehuelcha Ameghino, Nuevas especies, pág. Fam. CAVIIDAE Gen. Cardiotherium AMEGH. emend. 1883. Cardiotherivum Ameghino, Bol. Acad. Nac. Cien. Córdoba, entr. 3.*, pág. 270-274. Cardiotherium Isseli n. s). Figs. S y 9 La parte anterior de la mandíbula con la región sinfisaria y el fraemento de un incisivo, el primer premolar derecho y el último mo- lar izquierdo. En su forma general, la sínfisis se diferencia notablemente de la del Hydrochoerus viviente, con el que el género fósil tiene al- guna relación: está provista de un surco profundo donde la conjun- ción de las dos ramas tiene comienzo, y es mucho más redondeada y alargada, de manera que la distancia entre el borde del alveolo del incisivo y el del primer premolar es el doble que la observada en el sénero viviente. Ahora bien: estos caracteres no concuerdan total- mente con los que acerca del género Cardiotherium ha dado Ameghi- no, quien dice que aquél tiene una mandíbula igual a la del Hydro- choerus; pero los caracteres del premolar y del molar están en tan estrecha correspondencia que no he creído necesario establecer un cénero nuevo. El incisivo tiene la cara exterior aplanada, granulada y toda fina- mente rayada en sentido perpendicular, la cara lateral exterior con- vexa, la interior plana; en todo recuerda el incisivo de mi nuevo gé- nero Protohydrochoecrus del hermosense. El premolar tiene por el lado exterior tres sureos perpendiculares y cimeo por el interior. De estos, los tres últimos son muy profundos, de manera que el diseño de la corona es muy raro y complicado. El último molar tiene cuatro ANAL. Mus. NAC. Bs. AS., T. XXV. ENERO 15, 1914. E) 34 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. sureos por el lado interior y uno solo por el exterior, pues se compone de una sola lámina continua, que con sus replegamientos da lugar en la superficie de la corona a cinco fajas de esmalte alternadas con cuatro de cemento: las tres últimas fajas de esmalte son dobles, pues están replegadas sobre sí mismas y fuertemente soldadas sin inter- posición de cemento y reunidas por una faja continua, también es- maltada, que forma el lado exterior hasta la segumda lámina de Figs. S y 9.—Cardiotherium Isseli n. sp. Fig. $. Parte anterior de la mandíbula con el cuarto premolar inferior. Fig. 9, Ultimo molar inferior derecho visto por el lado externo y por la corona; A Fig, 8. cemento. Esta ocupa el centro de una arruga, la única abierta hacia el exterior, viniendo luego una arruga final a manera de horquilla abierta hacia el lado interior y también rellena de cemento. Diámetro anteroposterior del incisivo mm. 9 > transversal > > 11 > amt. post. del 4. premolar. 2] > > > último molar 22.5 Distancia entre el alvéolo del incisivo y el del último premolar 14 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 309 El género Cardiothernum hasta hoy ha sido señalado solamente en el entrerriano. Esta nueva especie la dedico al profesor Arturo Issel, de la Universidad de Génova. Localidad: Territorio del Río Negro, Sección VI, A, lote 7, a los 46 m. de profundidad, cavando un pozo. Fam. COENDIDAE Gen. Disteiromys ÁMEGH. 1904. Disteiromys Ameghino, Nuevas especies, pág. 102. Disteiromys graciloides AMEGH. Fig. 10. 1904. Disteiromys graciloides Ameghino, Nuevas especies, pág. 102. Fam. VISCACCIIDAE Gen. Eusigmomys ÁMEGH. 1904. Sigmomys Ameghino, Nuevas especies, pág. 103 (non Thomas 1901). 1906. Eusigmomys Ameghino, Anal. Museo Nacional, vol. xv, pág. 268. Eusigmomys oppositus AMEGH. Fig. 11. 1904. Sigmomys oppositus Ameghino, Nuevas especies, pág. 103. Fig. 10. Fig. 11. Fig. 12. Fig. 10.—Disteiromys graciloides Amegh. Rama mandibular izquierda, 1/3. Fig. 11.—KEusigmomys oppositus Amegh. Diente superior aislado, 1/1. Fig. 12,—Simplimus indivisus Amegh. Diente inferior aislado, 1/1. 36 MUSEO NACIONAL DE BUENOS ATRES. Gen. Simplimus ÁMEGH. 1904. Simplimus Ameghino, Nuevas especies, pág. 104. Simplimus indivisus AMEGH. Fig, 12. 1904. Simplimus indivisus Ameghino, Nuevas especies, pág. 104. Fam. MEGATHERIIDAE Gen. Megathericulus ÁMEGH. 1904. Megathericulus Ameghino, Nuevas especies, pág. 132. Megathericulus patagonicus AMEGH. Dans o La 1904. Megathericulus patagonicus Ameghino, Nuevas especies, pág. 132. Fam. MYLODONTIDAE Gen. Neonematherium ÁMEGH. 1904. Neonematherium Ameghino, Nuevas especies, pág. 133. = Neonematherium flabellatum AMEGH. Fig. 13. y 1904. Neonematherium flabellatum Ameghino, Nuevas especies, pág. 133. Fig. 13.—Neonematherium flabellatum Amegh. Paladar con las series dentarias superiores, 1/1. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 3/ Fam. SCLEROCALYPTIDAE Gen. Palaehoplophorus AMEGH. 1883. Palaehoplophorus Ameghino, Bol. Acad. Cien. Córdoba, vol. v, entrega 3.*, pág. 301. Palaehoplophorus meridionalis AMEGH. o MAME MS 1904. Palaehoplophorus meridionalis Ameghino, Nuevas especies, pág. 137. Fam. PELTEPHILIDAE Gen. Epipeltephilus ÁMEGH. 1904. Epipeltephilus Ameghino, Nuevas especies, pág. 140. Epipeltephilus recurvus AÁMEGH. Lám. IE le 2 28 1904. Epipeltephilus recurvus Ameghino, Nuevas especies, pág. 140. Fam. DASYPIDAE Gen. Eutatus GERV. 2 1867. Eutatus Gervais, Comptes Rendus, vol. LXV, pág. 279-280. Eutatus praecursor nm. sp. Fig. 14 Algunas placas aisladas de los anillos movibles que presentan la ornamentación característica del Kutatus, como asimismo la serie de Fig. 14.—Eutatus praecursor n. sp.: a, placa móvil anterior; b, placa móvil mediana, 3/2. 39 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. los cinco grandes orificios pilíferos del margen posterior. Se trata de una especie de pequeñas dimensiones, en que las placas de los anillos movibles anteriores apenas alcanzan 22 mm. de lareo y 10 de ancho, y las de los anillos movibles medianos 29 mm. de largo y 9 de ancho. En cuanto al espesor medio, medido según el margen poste- rior, el de las primeras es de 6 mm. y el de las segundas 4. Se diferencia poco del E. inornatus Rov., de Monte Hermoso, que sin embargo tiene las placas movibles anteriores de dimensiones y espesor aun menores. Localidad :—Lote VI, cerca de los límites con el partido de Pata- gones (valle del Río Negro). 3.-"—LOS FÓSILES DEL VALLE DE SANTA MARÍA EN LA PROVINCIA DE CATAMARCA (Localidad típica del araucanense) MAMMALIA Fam. HEGETOTHERILDAE Nov. Gen. Hemihegetotherium mihi. Existe el fragmento de un maxilar derecho que ofrece los restos de cinco dientes. Los posteriores, suficientemente conservados, recuerdan por una parte las formas de los molares de Hegetolherium y por la otra los del género Eutomodus de los Toxodontiídac. Su costado es exteriormente casi derecho y vertical, con rayas más O menos pro- nunciadas. Interiormente son semiconvexos y de contorno elíptico, dispuestos transversalmente, de manera que su extremidad anterior Mega por fuera a la extremidad posterior del vecino. La corona es plana y la pequeña capa de esmalte que la defiende es sutil, dando lugar en el margen exterior a una o dos pequeñas prominencias suti- les y puntiagudas. El conocimiento de este género hubiera quedado incompleto, a no poseer el Museo un eráneo bastante bien conservado del araucano de la provincia de Mendoza, el que debe referirse al mismo género del de Catamarca, siendo en efecto una especie muy afín. Sin duda alguna trátase de un erupo que tiene mucha relación con el Hegeto- therium, distineniéndose de éste por los siguientes rasgos caracterís- ticos : ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 39 Un a [as] un + == ==, [epi = Y Y [013 y = == = ESE >= AE DD e E > E + br = A + NS AS E [a] DD o ES [a] + vu a 5 L Mo puente ( al lacrim AS Mo PD EH Fig. 15.—Hemihegetotherium achathaleptum nm. A() MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Cráneo alargado y restringido; en la cara superior se observa que los huesos nasales se prolongan posteriormente sobre los dos lados del eráneo y limitan dos fosas lacrimales muy desarrolladas; el frontal sobresale mucho en la delantera y entre los nasales y cierra con un puente óseo en sus dos lados el término de las fosas lacrimales, por lo cual en la parte superior del cráneo hay dos fosetas perfectamente comprendidas en el frontal, muy curiosas y excepcionales. A lo largo de la sutura mediana hay una cresta prolongada posteriormente hasta una fuerte sagital, que desarrollándose en dos pequeños márgenes Fig. 16.—Hemihegetotheríium achathaleptum Rov. Paladar y dientes superiores, 1/1, parietales, diverge hacia las órbitas. La cara posterior es más o menos igual a la del Hegetothernum. El mastoideo sobresale extraordinaria- mente y muy hacia arriba, ramificándose desde la escama occipital en una apófisis estiloidea muy alargada, la que diverge hacia la del otro costado. Así desviadas, ambas apófisis encierran, pero a distancia, ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 41 los cóndilos. Los timpánicos tienen forma alargada e irregular. La disposición del esfenóides, de los yugulares, de las apófisis zigomáti- cas y de los lacrimales es igual a la del Hegetotherim. El cráneo ha conservado tres molares, cuatro premolares, un canino y el gran incisivo anterior: los premolares y molares se diferencian de los del Hegetotherium, pues por la parte interior son muy convexos y de sección semielíptica, como ya se ha dicho. Existe también un fragmento de rama mandibular, que ereo haya pertenecido al mismo individuo y que conserva tres molares, muy parecidos a los análogos del Hegetotherium, pero se diferencian de éstos porque todos los lóbulos en que se subdividen, menos el úl- Fig. 17.—Hemihegetotheríium achathaleptum Rov. Fragmento de la rama mandibular izquierda, 1/1. timo, tienen entre ellos dimensiones casi iguales, mientras que en el Hegetotherium el lóbulo anterior es decididamente más pequeño que el posterior. Hemihegetotherium achathaleptum, nm. sp. Figs. 15, 16 y 17 Esta especie, de Mendoza, que hasta aquí he deseripto, para esta- blecer el género Hemihegetotherium, la elijo como tipo y la denomino 49 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. H. achathaleptum n. sp. Con esto, podemos pasar a la descripción de las especies que representan el mismo nuevo género en los estratos de Catamarca. Hemihegetotherium robustum n. sp. Fig. 18. Se trata de una mandíbula que, creo, tendría la siguiente fórmula dentaria: 1. O. 7 P3m>3 El primer incisivo es chato, muy inclinado hacia adelante, protegido por un sutil estrato de esmalte recorrido por tres surcos apenas visibles en la cara anterior; de los otros dos quedan sólo las raíces, muy pequeñas y también muy incli- nadas hacia adelante y recostadas una a la otra: canino cónico, pe- pi AY Fago To, Fig, 18—Hemihegetotherium robustum nm. sp., 3/2. E] . £ queño y poco saliente. El primer premolar difiere mucho de los dos sucesivos, pues lo constituye un solo lóbulo, de sección semielíptica e inclinado hacia atrás, mientras que los dos siguientes son divididos en dos lóbulos por un replegamiento del esmalte en el lado exterior. Lo mismo que en los molares, el lóbulo anterior del primero de estos ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 453 dos premolares tiene dimensiones menores que el posterior y se alarga hacia adelante, con la terminación anterior recostada hacia adentro, mientras que en los demás dientes cada parte anterior se apoya en el diente inmediato por el lado de afuera En el último premolar los dos lóbulos son menos diferentes entre ellos, pero aquél difiere de los molares por su mayor diámetro transversal. Téngase presente que los otros géneros afines: Hegetothervum, Pachyrucos y Tremacyllus, tie- nen cuatro premolares, pero no atribuyo a esta diferencia un carácter genérico muy importante, porque se trata de dientes en vía de atro- fiarse y porque en aleunos Hegetotherium de Santa Cruz he observa- do solamente tres premolares. Los molares difieren de los premolares por ser los primeros algo menos amehos y estar divididos en dos lóbulos casi iguales; falta el último molar, del que tan sólo existen vestigios de raíces. Tanto los molares como los premolares tienen hacia el interior una pared unida y ligeramente arqueada, mientras que por fuera presentan un hondo surco perpendicular, debido al replegamiento de la capa de esmalte. Las dos ramas mandibulares presentan un arco muy restringido, al punto de presentarse casi paralelas entre ellas. Son muy espesas y robustas. El tipo se distingue del H. achathaleptum, sobre todo por las di- mensiones. Da ani posts del ler premolar a MA 9.0 > > > IS > A A 8 » > > >». 3er. » ABE: A O S.5 > ansyan dele Ser Prem a e 5 > ant post delle mola A 8.5 > transv. » >» > A A o care Gs Altura de la mandíbula al nivel del 3er. premolar . . . 20 SPECIAL a e 11 Hemihegetotherium gracile nm. sp. Fig. 19. Nueva especie basada en un fragmento de mandíbula que lleva los dos últimos molares, que si bien es tan alta como la del H. robustum, es más sutil, siendo también los dientes ligeramente más pequeños. Altura de la mandííbula al nivel del penúltimo molar . mm. 20 Espesor >» > > > > > > - 8 aan tanto past del. Ulbimo molar”... 1... . ole 10 o = > A A A RA e Ns e UN 44 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fig. 19.—Hemihegetotherium gracile mn. sp. Ultimos dos molares de la rama mandibular izquierda, 3/2. Hemihegetotherium affine n. sp. Fig. 20 Se basa en el fragmento de un maxilar, al que me he referido en la deseripción del género. Tiene más o menos las mismas dimensiones del H. achathaleptum, pero se diferencia por la forma de los molares, que en éste son más alargados y angostos, mientras que en el H. affine son elípticos, aleo más amplios en sentido transversal y más cortos. Fig. 20.—Hemihegetolherium affine n. sp. Maxilar derecho con dos de las muelas persistentes y las tres de reemplazamiento, 5/4. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 45 Se conservan el último premolar y dos molares, y además, por el fragmento de raíz que aun queda, se echa de ver que el segundo pre- molar era bastante más pequeño y menos acanalado exteriormente que el del A. achothaleptum. E en el H. enel H.affine | ¡| achathaleptum | | Mam. transv. del último premolar . . . . . .] mm. 8 | mm. 7.5 » » » primer Me 8 | 13D Largo total del último premolar y de los dos Pmeros molares. a a el 33 36 Gen. Tremacyllus ÁMEGH. 1891. Tremacyllus Ameghino, Rev. Arg. de Hist. Nat., vol. 1, n. 4, pág. 241. Ameghino estableció este género para los Pachyrucos que tienen los premolares superiores e inferiores diferentes de los molares, tanto en la forma como en las dimensiones, habiendo indicado como tipo el P. impressus Amegh., de Monte Hermoso. En la descripción de esta especie, que se halla en Ameghino (Mam. Fós., pág. 433, Lám. XIIL fig. 19-22), se refieren aleunos caracteres, que después del hallazgo de las otras dos especies de Tremacyllus aquí mencionadas, pueden considerarse genéricos. En el maxilar los premolares tienen sección más o menos elíptica, están dispuestos oblicuamente y ofrecen una sola cúspide exterior que remata en punta aguda. En cambio los mo- lares están implantados longitudinalmente y tienen dos cúspides. En la mandíbula estas diferencias se notan algo menos, con exclusión de lo que se refiere al primer premolar, reducido a la forma de una pe- queña astilla, mientras que los otros dos son mucho más pequeños que los molares y casi faltos de cúspide por ser ésta interior. De los carac- teres sumamente singulares del cráneo, citaré las dos impresiones elípticas que se observan en el paladar, naciendo en las hondas y estrechas, aunque muy alargadas, perforaciones incisivas y llegando hasta la altura de las primeras muelas. Por éstas, cualquier paladar de Tremacyllus se distingue a primera vista de uno de Pachyrucos. Fórmula dentaria: 1 0 5 a) Ha A 1 Hasta hoy, este género se conocía como procedente tan sólo de Mon- te Hermoso. 46 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Tremacyllus incipiens nm. sp. Fig. 21 b Cara superior del cráneo más alargada y restringida que en las es- pecies hasta ahora conocidas, debido a la mayor longitud de la parte anterior; paladar muy excavado hacia atrás y angosto. El primer premolar superior tiene sección elíptica, algo dirigido hacia la parte posterior; los demás premolares regularmente aumentados en largo hasta el primer molar, disminuyendo luego el largo nuevamente Fig. 21.—a, Tremacyllus latifrons n. sp. 1/1; b, Tremacyllus incipiens n. sp. 1/1. para los otros molares; cúspide del tercer premolar con dos puntas apenas pronunciadas; ancha barra entre premolares e incisivos. Los dientes de la mandíbula inferior algo más pequeños, especialmente por ser menos largos, con cúspides por el lado exterior muy pronun- giadas; el segundo premolar con dos puntas. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 41 Medidas comparadas con las de las especies de Monte Hermoso: 'T. incipiens 'T. diminutus|T. impressus | | | ' Largo de los 3 premolares sup. ma. SS. |. xm. 6 | mm. — » AS molares, | 11 | 10 | — Diám. transv. del ler molar... . | 3 0) 4 , A A 2.5 1.6 2 Lareo del espacio ocupado por los | g p 1 1 | | entes. 0 A 2h | 15 18 Ancho del paladar entre los segun- | | | GUS Apremolares. . 3... e... | 11 8 Y Ancho del paladar entre los prime- | | ISR OaresS 3 a a 12 10 | - Resulta de esto que el 7. imcipiens se distingue netamente, por las dimensiones, del T. diminutus y se acerca, en cambio, al 7. impressus, el que, empero, tiene un paladar menos excavado y las impresiones an- teriores menos prolongadas hacia la parte posterior y el primer pre- molar de formas peculiares. Tremacyllus latifrons n. sp. 1 Ps Ivi, FAL, ias ee Tiene más o menos las mismas dimensiones y los mismos caracteres dentarios que la especie anterior, salvo que los molares son algo más cilíndricos, pero creo poderla distinguir por ser su cráneo menos alargado, debido a la mayor brevedad de los huesos anteriores y la mayor longitud de los medianos y posteriores, y por lo ampliamente cóneavo de su paladar, sobre el cual los huesos posteriores forman hacia atrás un relieve aplanado. Las fosas del paladar llegan hasta todo el primer diente. urea de Los Premolares ae o. A a MA DD > >» >» molares 12.5 Diám. transv. del ler. molar 3.5 > > » 22 > o 3 Ancho del paladar entre los segundes premolares . 12 > > > > >» primeros molares 14 4d mí) M2 Fis, 22 —Xotodon cristalus Mor. et Mere., 8/7. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 49 Fam. XOTODONTIDAE Gen. Yotodon AMEGH. 1887. Ameghino, Obs. Gen. sobre mamáf. exting. Toxodontes, pág. 53. Xotodon cristatus MOR. et MERC. Fig. 22 Lám. Iv, fig. 3 1891. Xotodon cristatus Moreno et Mercerat, Revista Museo La Plata, vol. 1, pág. 232. 1893. Xotodon catamarcensis Lydekker, An. Museo La Plata, pág. 22, Lám. x, feia lb; Lam. xi, ig. 1, 1.9, 1 b. 1894. Xotodon cristatus Mor. et Merc. Ameghino, Rev. del Jardín Zoológico, vol. 11, n. 7, pág. 193 y sig. De esta especie hay en la colección del Museo Nacional varios crá- neos y algunos fragmentos de mandíbula. La fórmula dentaria es la siguiente: Los incisivos superiores están superpuestos; el exterior es chato y laminiforme; el interior triangular y puntiagudo, casi en forma de colmillo. Después de una amplia barra, se presenta un pequeño ca- nino de sección elíptica, encorvado hacia atrás y aislado. Viene luego un pequeño espacio, tras el cual empieza la serie de los premolares, seguida, sin vacíos intercalados, por la de los molares. El tamaño de los premolares y molares crece gradualmente desde el primero al último. Todos están colocados transversalmente y casi superpuestos. Los premolares son elípticos, deprimidos y encorvados un poco en la parte mediana exterior; no tienen ninguna arruga de esmalte qwe entre en su interior. Los molares, en cambio, tienden a una forma triangular, siendo ampliamente encorvados en la cara exterior, con pliegue de esmalte muy entrante. El último diente es bastante gran- de y con más comba que los otros. Otro ejemplar que conserva en parte los dientes de leche, o recientemente renovados, presenta el cuarto premolar con pliegue interior y el último molar muy acorta- do, el canino apenas saliente en forma de lámina, con el mayor diá- metro puesto lone:tudinalmente. (Ver la figura). Para la descrip- ción del cráneo véase Lydekker, op. cit. ANAL. Mus. Nac, Bs. As., T. XXV. ENERO 15, 1914. 4 30 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas de los ejemplares jóvenes y adultos: Espesor máximo del incisivo exterior . . . . . . . +... . -. Mm, í Ancho de la cara externa del incisivo interior... . . . . 17 Espacio entre el borde alveolar del incisivo interior y el canino 40- 55 Altura dell canino AA MES RIA SNS 9-57 Diámetro 'antpost- del mismo 6- 12 > > > Rs oo o o 20.5 Distancia entre canmo y premolar 9- 12 Diámetro ant. post. del último premolar . . ....... . . +. 26.5 > del mitimo mola e 33- 45 Espacio ocupado por la serie, premolares y molares. . . . . . . 136-145 Fam. PROTEROTHERIIDAE Gen. Proterotherium ÁAMEGH. 1883. Proterotherium Ameghino, Bol. Acad. Cienc. Córdoba, vol. v, n. 3, pág. 291. Proterotherium? simplicidens un. sp. Fig. 23. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 91 He basado esta nueva especie sobre una mandíbula, pero he de manifestar que es bastante difícil establecer exactamente sus refe- rencias genéricas, pues son pocos e inconstantes los rasgos caracterís- ticos que presentan los dientes inferiores de la familia a que pertene- ce. Para salvar dificultades, he hecho algunas comparaciones, espe- cialmente con especies de Proterotherium representados por cráneos con su mandíbula, habiendo encontrado entre éstas la del P. mixtum Amegh. del eoceno de Patagonia, nunca figurada, que corresponde mucho a la presente. Consérvanse la región sinfisaria, tres premola- res y un molar. De estos dientes, el primero (que es el 2.” premolar) tiene cíngulo exterior, el segundo lo tiene apenas pronunciado, fal- tando absolutamente en el tercero y cuarto: en ello difiere totalmente del Brachytherium, el que, por lo que yo he visto, tiene todos los. dientes inferiores provistos de cíngulo exterior. | | MEDIDAS Diám. ant. post. Diám. transyv. | Altura | Dimensiones del 2.0 premo- | | A A A Tr, LE mm. 11 | 5 | 6.5 | » O ES | 1 ñ 8.5 ; ÓN eh] 9 [SUELO | » del 1er molar inf, | 1 | 9.5 | 8 | Gen. Brachytherium AMEGH. 1883. Brachytherium Ameghino, Bol. Acad. Ciene. Córdoba, vol. v. n. 3, pág. 289. Brachytherium Morenoi n. sp. Lam. 11, fio. 2; Lám. 1v, fig. 2 Poseo un cráneo cuya parte de la cara superior se encuentra en muy mal estado, conservándose en cambio bastante bien la inferior. Es de tamaño mediano, forma casi elíptica, con grandes órbitas abiertas lateralmente y es muy estrecho. Tiene cóndilos grandes y salientes en la parte posterior. Sus dientes, suficientemente conserva- dos, se hallan dispuestos en serie continua, separada de los incisivos por ancha barra. Hay tres premolares, faltando uno a consecuencia de una fractura, y dos molares, careciendo del último, por no haber salido aún de su alveolo. Trátase, pues, de un ejemplar joven. da MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Para reconocer el género, me he valido sobre todo del segundo mo- lar, usando, para describirlo, la nomenclatura propuesta por Ameghi- no. Puede decirse que sus dentículos exteriores forman dos cúspides truncadas por una faja inclinada hacia el centro del diente, presen- tando éste un profundo hueco, y sucediendo luego los dentículos me- dianos interiores. Es sumamente característico el hecho de que el den- tículo mediano posterior se acerca tanto al póstero-externo, al punto de formar casi una ¡sola cosa; pero permanecen bien dis- tintas las dos puntas, la posterior exterior muy pronunciada y la del medio «algo menos y situada por encima del surco interlobular in- terior. Ahora bien: esto no sucede realmente en los demás Brachy- therium, pues debido a un pequeño desplazamiento, tal dentículo mediano hállase situado en cambio lateralmente al hueco, en la parte anterior, pero tal diferencia no la considero de tanta importancia como para tener que constituir un nuevo género. Entre los géneros afines, el Proterotherium tiene el dentículo posterior mediano aislado y situado en la parte mediana, donde es alcanzado por el surco in- terlobular: el Licaphrium lo tiene también mediano, pero sin ser al- canzado por este surco; el Diadiaphorus lo presenta adherente al den- tículo posterior exterior; no sé cómo será el del Lophogonodon, pero en éste es grandemente peculiar el primer molar (1). El primer molar no tiene dentículos medianos bien distintos; sólo anteriormente presenta a veces trazas de alguno de ellos; adherido al dentículo exterior tiene también un hueco interlobular y una fosa periférica anterior, ambos poco pronunciados. Esta fosa, en cambio, existe netamente acentuada en el sexto. En el Proterotherium lo mis- mo que en el Licaphrium, el primer molar no se diferencia mucho del segundo. En el cuarto premolar se hallan conservadas aún las dos ecúspides exteriores, el hueco mediano, tres dentículos alineados sobre la cresta interior y dos fosas periféricas. Exteriormente cada diente, menos el primero, presenta tres cos- tillas perpendiculares, siendo mediana una de ellas; a los costados de ésta nótase el leve asomo de otra costillita menor. En todos, y en plenitud de desarrollo, es evidente el cíngulo basal. (1) Ver la importante obra de F. Ameghino, Recherches de morphologie phylogénétique sur les molaires supérieures des ongulés. Anales del Museo Na- cional, 1904, ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 33 ¡argo del espacio ocupado por los 6 molares y premolares mm. 70 Diámtanipostdeltler premolar o 10 > > > DIES > LA MLS > > » E > AS ATI A MA 1225 > > > » ler. molar A IES MO > > > PT > O OA 14.5 A esta especie, o a la anterior, debe probablemente corresponder el Eicaphrium intermedium de Moreno y Mercerat (non Ameghino 2891). Gen. Trachytypotherium RotH Trachytypotherium internum AMEGH. 1891. Typotherium? intermmm Ameghino, Rev. Arg., pág. 92, fig. 19, 20. 1904. Trachytypotherium internum Amegh. Ameghino, Nuevas Especies de Ma- máferos, etc., pág. 24. No existe en la colección que he estudiado. Ameghino opina que al mismo género pueda pertenecer el Typotherium Studeri Mor. et Mere., que también es de Catamarca. Fam. MACRAUCHENIIDAE Gen. Promacrauchenia AMEGH. 1904. Promacrauchenia Ameghino, Nuevas Especies, pág. 38. Promacrauchenia calchaquiorum 1. sp. Tamil La Lo: 21891. Macrauchenia Lydekkeri, Moreno et Mercerat, Revista del Museo de La Plata, vol. 1, pág. 233. 1891. Macrauchenia antigua, Ameghino (non Amegh. 1887) Rev. Arg. de Hist. Natur., vol. 1, pág. 204. 21893. Macrauchenia boliviensis (non Huxley) Lydekker, An. del Museo de La Blata yola pace 1897. Macrauchenia antiqua Amegh. Trouessart p. p. Catalogus, pág. 732. El género Promacrauchenia distinguido por Ameghino, basándose especialmente sobre caracteres peculiares ofrecidos por el cráneo de su Macrauchenta antiqua de Monte Hermoso hállase presente tam- bien en los estratos de Catamarca, estando representado por un cráneo muy hermoso que hace resaltar aún más las formas curiosas de este género. 54 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. El conjunto del cráneo, visto desde la cara superior, es alargado, restringido, casi fusiforme, con este rasgo peculiar: que la porción anterior, redondeada, en ninguna parte es plana, antes bien, algo deprimida para secundar la gran abertura lanciforme de la nariz. El premaxilar es corto y redondeado, limitándose a la parte anterior del hocico; tan sólo una apófisis muy sutil a manera de lámina pro- lóngase por algún trecho entre los maxilares. Tras del mismo, y en la mitad más o menos de la longitud de los maxilares se encuentra la abertura nasal, dirigida, por consiguiente, hacia arriba, como en el Scalabrinitherium, y se prolonga hasta atrás de las órbitas, insinuada en los frontales, y rematando ahí con una prominencia semicir- cular, pero sin la fosa de Macrauchenia. En la cara superior con- tinúan los frontales hasta la mitad de la parte restante del cráneo, y originan lateralmente una doble apófisis orbitaria, que encierra un angosto orificio, y en seguida se refunde en una sola. El yugal origina otra apófisis orbitaria, determinando ambas un círculo abier- to de un lado y hacia abajo, pues, como se verifica en Macrauchenia y Scalabrinitherium, la apófisis del frontal no llega nunca a juntarse con la del yugal ,mientras ésta, empero, se prolonga horizontalmente y hacia atrás, para soldarse con la cigomática del temporal. El parie- tal es bastante corto, porque después de un pequeño trecho le sucede el occipital. En los lados de la región occipital superior se manifiestan dos pequeñas costillas poco prominentes, que son divergentes y se prolongan hasta las órbitas, limitando así, por algún trecho, el fron- tal. La serie dentaria es: .. E | , 1 e c.q P-7 Mm; .. pu dispuesta de manera continua, incisivos y caninos implantados obli- cuamente, premolares ¡y molares longitudinalmente, sobre una mis- ma línea, y correspondiendo casi totalmente a los de Macrauchenia. En mi ejemplar faltan los incisivos y caninos; los premolares cre- cen gradualmente en dimensiones, mientras se complica su estructu- ra. Las fosas periféricas, anterior y posterior, comienzan teniendo la forma de un surco que procede del exterior, pero en el tercer premo- lar ya son cerradas y se convierten en fosas interiores. El cuarto premolar presenta la fosa central con la forma característica de un hoyuelo que se mantiene en los molares. En los verdaderos molares hay cuatro fosas (central, periférica anterior, periférica interior, periférica posterior), siendo las periféricas las que desaparecen con ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 55 el uso. En la P. antigua agrégase a los dos últimos molares y al último premolar una quinta fosa que es antero-interna, pero esta falta en Macrauchemia y Scalabrinitherium. Con todo, no me parece que sea el caso de referirme a este último, pues tal foseta debe desaparecer con el uso. Exteriormente cada diente puede estar o no provisto de cíngulo; sus aristas perpendiculares son muy salientes. No poseo la mandíbula. Largo del espacio ocupado por los molares . . . . . . . . . mm. 89 > > > > SAA TEMO LATE E 86 Dan ant post. del ler: premolar a 22 > > > » 4,2 > E E ia 24 > > > >» ler. molar tt eel E tes. del AMES [eE SEDES 25.5 > > > a > TESTA TER ESA NA * 31.5 Si tLansy. del Pier premolar 31. 2 a as Ba os 15 > > » 42 > ES A O A 21 > > » ler. molar A A O ds 22 > » IS > SS AA ENS a 20 Ancho del paladar entre los primeros premolares . . . . . . . . 40 > modes Ms a e II 60 A psa A A A AAA 420 Ancho máximo del eráneo al nivel del premaxilar . .... .. 55 » » > » » > de las órbitas. . 123 > > » » > » de los cóndilos oc- ASE ARNO TE EEE IO ESE AO 68.5 Distancia mínima entre la abertura nasal y la extremidad del hocico. 160 MinooNdernla mismas a Dertura A E a 176 OCA AAA o a a A 36 Largo de los parietales según la sutura mediana... .. . . 42 La distinguen de la M. antiqua, además de los mencionados carae- teres de sus dientes, las formas del cráneo: en la M. antigua la parte anterior del hocico es menos combada y restringida; la fosa nasal se abre más hacia adelante, siendo más larga y más ancha; la porción posterior del cráneo es más restringida, especialmente en la parte occipital, y las crestas que divergen de este punto, llegan hasta las órbitas. Es probable que una de las dos Macrauchenmias señaladas en Ca- tamarca por Moreno y Mercerat (M. Lydekkeri, M. calceolata) eo- rresponda a la P. calchaquiorum, pero como aquéllas se basan en dientes de la mandíbula, no me ha sido posible reconocerlas. 6 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fam. CAVIIDAE Gen. Cardiomys AÁMEGH. 1885. Cardiomys Ameghino, Bol. de la Acad. de Córdoba, vol. vin, pág. 57. 1885. Procavia Amegh. (non Storr, 17580) íd., pág. 64. 1889. Neoprocavia Amegh., Mamíf. fósil., pág. 235. 1891. Neoprocavia Amegh., Rev. Arg. de Hist. Natur., vol. 1, pág. 247. 1904. Neoprocavia Amegh. Trouessart, Cataloyus, Supplem., pág. 524. Cardiomys Ameghinorum n sp. Fig. 24, a, b. Cara superior del eráneo más aplanada y ancha que la de la ac- tual Dolichotis patachomica, la que tiene las mismas dimensiones, y que conjuntamente con varias especies de Cavia y el Hydrochoerus capybara representa en la actualidad la familia de que forma parte el Cardiomys. En cuanto a los demás caracteres, el cráneo de éste es muy parecido al de Dolichotis, pero en la cara inferior la superficie palatina es más grande y más prolongada hacia atrás, terminando en aleo como areo de estilo árabe, y la serie dentaria ocupa un espacio mucho mayor. De la serie dentaria superior, quedan la raíz del primer molar o premolar, por la que vemos que éste se componía de dos prismas O láminas prismáticas; el segundo y tercer molar también de dos pris- mas; el cuarto molar subdividido en cinco prismas, siendo el último de éstos mucho más pequeño. Cada prisma es de forma triangular aguda, revestido por una sutil capa de esmalte, que exteriormente forma unas arrugas replegadas sobre sí mismas, una para cada pris- ma. Es por eso que en esta parte los dientes de dos prismas tienen tres columnas perpendiculares exteriores y dos interiores. En el úl- timo diente, dado su estado de conservación, no es posible verificar su número. La serie dentaria inferior es completa. correspondiendo a la rama izquierda de la mandíbula: el premolar consta de tres prismas trian- gulares con cinco columnas interiores y tres exteriores, presentándose la lámina anterior tendida hacia adelante; cada uno de los tres mo- lares tiene dos prismas con tres columnas interiores y dos exteriores, por lo cual, aparte la posición invertida de los dientes, los pliegues del esmalte son iguales a los superiores, dando un pronunciado as- pecto de corazón a cada una de las caras superiores de los prismas. La superficie masticatoria, contrariamente a lo observado en la Do- ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES 57 lachotis, no presenta en el medio relieve alguno. El incisivo, de color amarillento, es convexo en la parte mediana de la superficie exterior y redondeado en el lado exterior, que no llega a tener contacto con el otro incisivo. Fig. 24.—Cardiomys Ameghinorum n. sp.: a, rama izquierda de la mandíbula; b, último diente superior derecho; 3/2. Como en las Caviidae vivientes, tiene mandíbula provista de una eresta lateral exterior que tiene su origen bajo el premolar, siendo muy pronunciada y algo doblada sobre sí misma, y prolongándose horizontalmente hasta aplanarse hacia la base de la apófisis arti- cular. 58 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas: Ancho de la "básev del cráneo “ITIPNO IEA EUA IAE? PL ¿mm > » los parietales según la sutura transv. ant. . . . . . . 44 Largo de los parietales según la sutura longt. . . . . ... . . . 40 > y Ma sener dentaria Isapernon o IS 36.5 > del “último molar spero A 14.5 Distancia entre el borde del alveolo del incisivo y el del premolar o as A A odo 30 Largosdel ¡premolar Html 13.5 > dela serio dentaria Mantero do a e 32.5 > delaltimoRmolar eco E iS 9. Esta especie la dedico a los beneméritos hermanos Florentino y Carlos Ameghino. Gen. Dolichotis DeEsM. 1889. Orthomyctera Ameghino, p. p., Mam. Fós., pág. 218, 1889, Ameghino distinguió el género Orthomyctera para referir a él parte de las especies que a mi parecer corresponden al Dolichotis, por lo cual esa distinción no me parece muy fundada. Deberían ser sus caracteres distintivos la forma posterior del último diente su- perior, que en su parte posterior, en lugar de un tercer prisma sepa- rado por una arruga doblada sobre sí misma, presentaría una pro- longación apenas excavada donde tendría que existir el pliegue. Lo mismo pasaría con el primer diente inferior, que en lugar del tercer prisma anterior, estaría provisto de una prolongación del segundo prisma con leve comba en la parte exterior. Pero he comprobado en los Dolichotis vivientes que esta comba es más o menos acentuada, y que en aleunos casos la forma verificada en el Orthomyctera tam- bién se presenta en el tipo del género Dolichotis que es la D. pa- tachonica. Dolichotis andina »n. sp. Fig. 25 Notabilísima especie que, juntamente con la D. prisca que a con- tinuación describo, constituye la más antigua representación del gé- nero Dolichotis. Se distingue del tipo viviente Dolichotis patachonica por los carac- teres siguientes: dimensiones bastante más pequeñas, cráneo algo más ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 59 menguado en la parte posterior, con la escama del occipital menos avanzada hacia la parte anterior, aunque también se remonta sobre la cara superior formando una breve cresta aplanada, mediana. Nin- guna diferencia notable en los parietales y frontales, ni en la parte posterior de los huesos nasales y maxilares. El resto del cráneo no está bien conservado. La región timpánica y temporal parecen tam bién de estructura igual a la de la especie viviente. Fig. 25. — Dolichotis andina nm. sp.: a, serie dentaria superior; b, serie dentaria inferior; 3/1 Los dientes superiores presentan la consabida disposición de hilera algo arqueada e inclinada hacia el exterior. Nada presentan de par- ticular, con excepción del último diente, cuyo último prisma se pre- senta de aspecto falciforme, siendo éste más o menos pronunciada, se- eún los ejemplares. También los incisivos son iguales. La mandíbula presenta la cresta mediana característica, que llega hasta debajo del segundo diente, siendo muy prominente y bien doblada hacia arriba. La serie dentaria es derecha. El prisma anterior del primer diente también se prolonga hacia adelante, siendo pronunciada- mente falciforme. Medidas: Largo méximo de los parietales soldados en un solo hueso . mun. 20 Ancho > » >» > > IN > , 23 Largo de la sutura mediana de los frontales . . . ... . . . 20 > Serie dental sUpeio S 12-14 iarorndel último molan 0 a a 3. 5-4 60 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Largo del. penúltimo. molar sio Los o A e 3-3.5- ¡ATEO CA 3-3. Largo de la, sere dentaria infernor*. 2.2 1. ta ers 13.5 > A dale, da 3 > $e penúltimo moclar 1 UI O A 3.5 ¡Amcho del último dicte ES E E 2.5 Alto ide la mandíbula bajo el premolar a S Doiichotis prisca nm. sp. Lám. Iv, fig. 4 Sus dimensiones son notablemente más grandes que las anteriores, motivo por el cual se acerca más a las especies vivientes. El cráneo, en su parte posterior, posee una bien distinta cresta sagital, a cuyo lado el temporal está más deprimido que en la D. patachonica, y dis- tinguiéndose totalmente por ello de la D. andina. Entre los timpáni- ecos se halla interpuesto un ancho esfenóides, pero no tan ancho como el del tipo viviente. El meato auditivo es relativamente más pequeño, siendo de una amplitud igual a la de la D. andina. Dimensiones del cráneo: Largo” máximo: dell parietal! 7 5 LIA MA > de la sutura mediana de los frontales . . . . . . . . . 36.5 > » » serie de los molares Superiores . . . . ..... 21.5 Distancia entre el alveolo del incisivo y el del ler. molar . .-. 22 aroorpdelúltimo molar o tl a lr algiao La 7 O O e A A A o E OO O 4 > ea aaa o A A A a 31 Fam. EOCARDIIDAE Nov, Gen. Neophanomys mihi. Neophanomys biplicatus n. sp. Fig. 26. Se trata del fragmento de la rama izquierda de una pequeña man- díbula, que conserva un pequeño trozo del incisivo y tres molares. El incisivo es derecho y aplanado en la parte interior, siendo en cambio semielíptico en la exterior lateral, chato en la externa ante- rior, mientras que una pequeñísima arista se halla al límite exterior del mismo. El primer molar o premolar preséntase después de corto ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 61 espacio dividido en dos lóbulos por una arruga que se ahonda por el lado exterior: el lóbulo anterior es cilindroide. El segundo molar es cuadrilongo, con levísima depresión mediana por el lado interno, Fig. 26. Neophanomys bi- plicatus n. gen. et n. Sp. Rama man- dibular izquier- da, 5/1. Danos delle la A A a IAS, > del 2. molar > A > Diám. transversal del ler. molar > del 2.2 molar > 0 > Alto de la mandíbula al nivel del ler. molar y una fuerte arruga que se dobla casi hasta la mitad del diente exteriormente, de manera que cada diente hállase incompletamente dividido en dos ló- bulos casi iguales, presentándose el anterior algo más dirigido hacia fuera que el posterior. Lo mismo puede decirse del tercer molar, cuyas dimensiones han venido acrecentándose eradualmente. Al ni- vel del segundo molar, la mandíbula presenta en su medio exterior el principio de una cresta hori- zontal,. Todos estos caracteres hacen pensar en el género Phanomys del santacruzeño (Ameghino, Form. se- diment, pág. 420), del que sólo se conocen los dien- tes superiores y lo hacen colocar entre las Hocar- didae. 9 a Yu DD? + D Ba a Fam. OCTODONTIDAE Gen. Phtoramys ÁMEGH. 1887. Phtoramys Ameghino, Apuntes Mamáf. de Monte Hermoso, pág. 4. Phtoramys pulcher n. sp. Fig: 27. Dos fragmentos de mandíbula, de la rama derecha el uno, y de la izquierda el otro. Lo mismo que en la única especie que hasta ahora se conocía, Phtoramys homogenidens Amegh. de Monte Hermoso, cada diente se compone de una sola columna, de forma aproxima- damente cuadrangular y situada según una línea levemente encor- 62 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. vada, con la parte cóncava hacia el exterior y transversalmente a la línea misma. Todo esto lo separa netamente del Ctenomys, el único género viviente con el que tal vez podría intentarse una comparación. El esmalte reviste todo el diente en su derredor, penetrando en su interior con dos pliegues opuestos, poco profun- dos, por lo cual el nso hace desaparecer poco a poco el relieve que ellos han producido, hasta que la su- perficie masticatoria queda del todo uniforme. Mas antes de llegar a tal estado, quedan aún dos o tres pequeños trechos del pliegue aislados y parecidos a hoyuelos minúsculos, situados en el medio del diente. Por ser el desgaste más fuerte cuanto más Fig. 27. interiores son los dientes, resulta que el premolar ordinariamente es de corona sencilla, presentando Phtoramys pulcher . n. sp. Rama man- el primer molar un hoyuelo; dos el segundo, o un dipulas, 9/1 hoyuelo y un pliegue entero; y los dos pliegues opuestos el tercero. Medidas: Alto de la mandíbula al nivel .del premolar . ... .. . . . mm. 8 > A > » > >» último molar Largo de la serie dentaria (molares y premolar). a > del ler. premolar Ancho del mismo Largo del 3er, molar . 0 t9 N yy 0 1d] Ancho del mismo Gen. Platacomys ÁMEGH. 1881. Platacomys Ameghino, La Antigiiedad del Hombre en el Plata, vol. u pág. 306. > Platacomys elongatus 1. sp. Fig. 28. Varios fragmentos de mandíbula y los maxilares suficientemente conservados. Cráneo cuya cara superior es muy aplanada y tendida hacia ade- lante casi sin encorvarse; premaxilares también alargados y poco encorvados, en el espacio entre los incisivos y los premolares. Dien- tes de forma característica muy parecidos a los del tipo del género P. scindens de Monte Hermoso, que también es la única especie cono- ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 63 eida hasta ahora. (La mejor figura en la obra de Ameghino, Formal. sédiment., pág. 414, fig. 294). En los maxilares todos los dientes son de forma casi igual, con excepción del último, que en su parte poste- rior es algo angosto y redondeado, y sin perjuicio de las dimensiones, las que por lo que se refiere a los dos primeros molares son iguales, pero las del premolar son algo menores y decididamente más peque- ñas las del último molar. Fig. 28.—Plataeomys elongatus n. sp. a, serie dentaria superior; b, serie dentaria inferior, 3/1. Mandíbula robusta y llena, cuyo premolar es más pequeño que los otros dientes, siendo su parte anterior redondeada y angosta. Algo más pequeño es el último molar, también muy inclinado hacia ade- lante y más aplastado que los otros. El P. scindens se distingue del tipo presente por ser su mandíbula de forma menos robusta, más aplanada, y algo más alargada en la parte anterior. Medidas: Alto de la mandibula” bajo el premolar 2... 0... 0. 9 AA > » » último molar 7 Largo de la serie dentaria inf. (menos el incisivo) 9 > del premolar inferior 2 > > último molar inferior 2.5 64 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Distancia entre el borde del alveolo de los incisivos y los premo- laresuisupenores. a E A Ep 12 Largo del premolar superior 2.5 > » último molar superior 270 > de la serie dentaria superior 8.5 Plataeomys brevis n. sp. Fig. 29. Se distingue del tipo precedente porque tiene el cráneo algo más corto y más arqueado hacia adelante; porque los dientes superiores se van reduciendo paulatinamente, pero de modo sensible, desde ade- lante hacia atrás, por lo cual el premolar es mucho más grande que el último molar. Este último, además, es más pequeño que el del P. elongatus, y termina redondeado y angosto. La lámina de esmalte tiene un desarrollo aun más irregular, siendo así que las divisiones elípticas resultantes sobre la corona tienen márgenes al parecer re- Fig, 29.—Plataeomys brevis n. sp.: a, serie dentaria superior; b, serie dentaria inferior; 3/1. torcidos, que además son muy deprimidos, con excepción del último diente. El incisivo tiene color amarillo anaranjado, y es liso y apla- nado, mientras que en el tipo del género tiene realmente una super- ficie exterior muy convexa. El género viviente que sobre la misma área más recuerda el fósil, es el Aconaemys Amegh. (Schizodon Waterh.), el que, sin embargo, se relaciona más estrechamente que con el Plalaeomys, con el Pitha- notomys, que es otro género de Monte Hermoso. Medidas: Distancia entre el incisivo y el premolar sup. . ....-.-.. mm 135 Dargonde a ¡serie dentaralsopo o e ale OEI, TAS 11.5 Acro del ¡premolar Spot ES e E AA 2 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 6% Ancho del último molar sup. Alto de la mandíbula bajo el premolar > bajo el último molar Largo de la serie dentaria inf. Ancho del premolar inf. > » último molar inf. Plataeomys innominatus un. sp. Fig. 30. Poseo de esta especie tan sólo fragmentos de mandíbula. Difiere del P. elongatus en la forma de los lóbulos en que se dividen los dientes, pues son de estructura más regular, con los pliegues opuestos situados sobre la misma línea, por lo cual más se acerca al género Pithanotomys. Se distingue, empero, de éste por la forma del pre- molar, pues éste tiene los pliegues laterales apenas pronunciados o ausentes casi del todo, y por consi- ewente una superficie masticatoria sin los pliegues de esmalte y ahuecada por el uso. Con este carácter podríase constituir un género aparte, si hubiese observado ejemplares que tienen las láminas trans- Platacomys inno- versales incipientes y el diente con tendencia a la minatus nm. sp. Ra- : 'orma usual. mamandibular, 3/1. LA La mandíbula es muy robusta y la rama artieu- lar nace debajo de los dos primeros molares, algo más adelante de lo que se observa en el P. elongatus. Medidas: Largo de la serie dentaria inf. Diám. tramsv. del premolar > > >» último molar : Alto de la mandíbula bajo el premolar A > » » 2. molar A > » » último molar Gen. Abrocoma WATERH. mm. 9.5 Este género fué descubierto en las montañas de Chile por Darwin, durante el viaje de la Beagle y deseripto por Waterhouse, que dis- tinguió dos especies. Hasta ahora no se conocía especie fósil alguna, siendo por ello muy interesante comprobar que existía casi sobre la misma área desde el plioceno (1). (1) Waterhouse en Zoology of the Voyage of Beagle, p. IL, pág. 83 y sig. Lám. xxxIn, fig. 1, Lám. XXxIv, fig. 22-23, ANAL. Mus. Nac, Bs. AS., T. Xxv. ENERO 22, 1914, (11 66 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Abrocoma antigua »n. sp. Fig. 31. Es sabido que un carácter sumamente típico de Abrocoma es la forma de los molares de la mandíbula totalmente diferentes de los maxilares, y además de forma muy peculiar. Como dice Water- house en su diagnóstico del género, los primeros se hallan divididos en tres partes triangulares de ángulos agudos, teniendo la parte an- terior la forma de una flecha y siendo en cambio las otras ovaladas con una pronunciada arruga doblada en cada lado. Es fácil reconocer la especie fósil precisamente por su mandíbula, pero en cambio no es fácil distinguir los maxilares que le corresponden, porque como se encuentran casi siempre aislados, es difícil distineuirlos de los del Plataeomys y Pithanotomys. Basándome sobre los caracteres de la especie viviente, he relacio- nado con el tipo Abrocoma (1) unos maxilares cuyos molares son casi iguales a los del Pithanotomys, pero con esta diferencia: que los pliegues laterales en el medio de los dientes son aleo más abiertos y Fig. 31.—Abrocoma antigua am. sp.: 4, b, muelas inferiores; c, muelas g ] , superiores, 3/1 su superficie esmaltada concuerda en ambos lados, o casi, con el mis- mo medio del diente; que la parte anterior de cada diente se presenta adelante cóncava y atrás en forma de corazón, mientras que la parte posterior es casi derecha adelante y cóncava atrás. El último diente difiere de los otros por una continuación posterior a manera de lóbu- lo restringido, el que, sin embargo, no puedo representar de manera exacta, por su mal estado de conservación. (1) Para la figura de los dientes superiores, véase Waterhouse, Nat. Hist. Mammalia, vol. 11, Pl, vir, fig. 1, 1848. e ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANXOS Y SUS FÓSILES. 67 Medidas: Marsomderlamsenetdentania superior Ma. 185 Diáw. ant.-post del premolar superior : 3 ¡Alto de la mandíbula al nivel del premolar ........... - 9 Marcomde nta sere dentaria: inferior... A A a ZAS Distancia entre el borde del alveolo del incisivo y el premolar in- ferior A e 8.5 Ra odelpremolar* mberorl SDE 2 de AA IAE 3.5 Gen. Eumysops ÁMEGH. 1888. Eumysops Ameghino, Lista de los Mam. Fós. de Monte Hermoso, pág. 5. 1906. Therydomyops- Ameghino, Anales Museo Nacional, Ser. 111. Tom. VIH, pág. 417 y 483. Fué Ameghino quien en el citado año 1906 dijo que los estratos araucanos de Catamarca poseían un Therydomyops, que creo perte- nece a las formas que a continuación se hallan descriptas y que refiero al género Eumysops, del cual hablo tratando de Monte Her- moso. Las especies de Catamarca, representadas por trozos de mandí- bula, tienen todos los molares alineados rectamente y muy inclinados hacia el interior. Cada cual tiene un fuerte pliegue exterior que llega casi hasta el cuello del diente e intercalado entre dos prominencias angulosas. Por el lado interior los pliegues afectan solamente el borde de la corona y son tres. Incisivos concordantes entre ellos y por con- siguiente aplanados en el costado lateral interior. El lado exterior de la mandíbula tiene un ensanche horizontal que se origina bajo el primer diente. Por las diferentes dimensiones, se distineuen las es- pecies siguientes: Eumysops ponderosus n. sp. , 29 Fig. 32. im at post: del ler molar, boto dra ra a TIP at 0 as y OD 3 > > > ES » 4 > transv. del ler. molar 5 > > O > SEO 3.0 Alto de la mandíbula al nivel del 2.2 molar S Eumysops intermedius n. sp. Fig. 34, Diámeiror ant. Pposto dell ler molar Id o A 2.5 > > > ES > PA AA e 2.9 > E OIE MA A E E 2 > > » 2,2 > A a TN O 1.5 Alto de la mandíbula al nivel del primer molar 7 68 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Eumysops parvulus n. sp. Fig. 33. Diámetro ant. post: del premolar 1. ci es A 2.5 > > > » ler. molar 179 > > > ES > 2 > transv. del premolar 105 > > » ler. molar AD > > O > : 2 5 Alto de la mandíbula al nivel del premolar Fig. 32.—Eumysops ponderosus nm. sp.; Jer. y 2.” molar inferior, 5/1. 33.—Eumysops parvulus n. sp.; premolar, ler. y 2. molar inferior, 5/1. 34. Eumysops intermedius m. sp.; ler. y 2.2 molar inferior, 5/1. Fam. VISCACCIIDAE Gen. Tetrastylus AÁMEGH. 1886. Tetrastylus Ameghino, Bol. Acad. Cienc. Córdoba, vol. 1x, pág. 46. Género que comprende vizcachas gigantescas, cuyos dientes infe- riores son restringidos adelante y ensanchados hacia atrás, compuestos de cuatro láminas revestidas de esmalte y fuertemente unidas entre sí: incisivos cuya cara anterior es plana y uniformemente lisa. A mi parecer, se les podrían atribuir también estos otros caracteres genéricos: lateralmente los dientes presentan columnas derechas y pronunciadas, habiendo en los dientes de la mandíbula tres para el exterior y cuatro para el interior, y esto debido a que las dos pri- meras láminas del lado exterior se reunen en una sola antes de llegar al margen. En cambio en los maxilares se ven tres columnas interiores y cuatro exteriores, presentando el último diente las dos ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 69 láminas posteriores enlazadas, de modo que originan en la superfi- cie del diente una figura particular como en el vecino género Me. gamys. Tanto las láminas superiores como las inferiores tienen lige- ra ondulación o comba, y entre ellas no se interponen depósitos de cemento. En la gran obra de Ameghino (pág. 189 y sig.) se verán las dife- rencias que este género presenta con los similares Megamys Laurill. y Neoepiblema Amegh. Tetrastylus intermedius n. sp. Breadman ondo la, ib te: Cráneo alargado y restringido; parte superior aplanada y la pos- terior casi truncada verticalmente. Los parietales no están soldados Fig. 35.—Tetrastylus intermedius n. sp. Serie dentaria superior e inferior, 2/1. en un solo hueso y bien visible es la sutura que intercede entre ellos, Cada cual tiene una cresta que se aparta de la sutura mediana, pro- loneándose hacia adelante hasta la apófisis eleomátiza, para divergir TO MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. nuevamente hacia atrás siguiendo la sutura con el temporal y dando lugar a un esbozo de cresta sagital. Tras la cresta parietal hay una fuerte depresión que interesa también al temporal, siendo éste muy reducido, mientras el timpánico está bien desarrollado. Los parietales terminan anteriormente en una línea sinuosa ligeramente convexa cerca de la sutura mediana, cóncava luego y nuevamente convexa cerca de la sutura con la apófisis cigomática del temporal. En cam- bio, la vizcacha viviente tiene una sutura derecha y las crestas del tem- poral se continúan en la sutura entre el frontal y la apófisis cigo- mática; tiene una eresta sagital más o menos pronunciada y los parietales forman un solo hueso. El arco del paladar llega hasta un punto que corresponde a la mitad del último diente. La cara inferior del cráneo presenta característica la serie denta- ria, constituída como en todas las vizcachas, por un incisivo y cuatro molares por cada parte: el espacio que media entre incisivos y molares, es, en relación, con las dimensiones del cráneo no muy grande, menor que el de las vizcachas vivientes; ello es especialmente debido a que el inframaxilar es aleo más corto. Faltan los incisivos y hay solamen- te tres molares izquierdos y cuatro derechos: forman una serie dere- cha o casi derecha y están fijados verticalmente. El primer diente es restringido adelante y ensanchado hacia atrás, el segundo y tercero son casi rectangulares y el último es elíptico. La sínfisis de los inframaxilares, da lugar a una cresta que asoma entre los incisivos. La mandíbula es robusta y espesa. Los incisivos ampliamente ar- queados, prolónganse hasta trás de los molares, y más allá de la sín- fisis, dan lugar en cada rama y hacia el interior, a un relieve cua- drangular, que posteriormente se atenúa en forma convexa hasta la rama articular, mientras que en su comienzo, entre él y la sínfisis, hay una cresta arqueada muy pronunciada, de que carecen las ver- daderas vizcachas. Las ramas mandibulares son derechas, pero su rama posterior está muy doblada hacia dentro, alargada y achatada por una cresta secundaria que se agrega por el lado interior. En conjunto esto cons- tituye un carácter muy interesante, que considerado desde el punto de vista filogenético, nos conduce al campo de los marsupiales. Entre el último diente y la articulación, el espacio es corto, uniforme y ro- busto, con un agujero situado en la mitad, entre el último diente y la extremidad de la articulación. Falta por lo tanto la aleta puntiaguda que en las vizcachas arranca del punto que se halla al nivel del úl- timo molar y llega disminuyendo hasta la articulación, limitando un hondo surco por la parte exterior. A los dos tercios de altura de la mandíbula y bajo el primer molar, obsérvase un pequeño orificio. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. “71 En la parte donde están los dientes, la mandíbula es ancha y apla- nada, especialmente hacia la parte posterior: los incisivos son per- fectamente lisos, con el esmalte de color ligeramente ceniciento; los molares están situados en una hilera derecha y algo inclinada hacia dentro. De éstos, los dos medianos son casi rectangulares y los dos extremos atenuados, el primero hacia adelante y el último posterior- miente terminando también este en forma completamente convexa, y con láminas de estructura igual a la de los demás. Más adelante veremos en qué se diferencia esta especie del T. gi- ganteus, del T, gigantissimus y del T. araucanus, que también perte- necen al araucano. Medidas: Largo máximo del temporal según la sutura mediana . . . . . mm. 42 > del frontal E 52 Nistancia entre los «cóndilos occipitales 20212 2.0. 0013 od 14 > entre las extremidades de los temporales 58 Largo del espacio ocupado por la serie de los molares sup... . 38 Diám. ant.-post. del ler. molar o premolar g > > A o E E O E o 8.5 > > AA 9.5 > > AS o RS NS 10.5 Distancia entre el ler. molar sup. y el incisivo... ..... 47 Alto de la mandíbula al nivel del último molar 32.0 » del ler. molar A a o a 37 Largo del espacio ocupado por la serie de molares inf... . . . 36 Diám. ant.-post. del ler. molar o premolar . . ... ... . . 9 > > IS o ro 8.5 > > IO 9.5 > > AO A CN 9 Distancia entre el ler. molar inf. y el incisivo . . ...... 30 Tetrastylus montanus AMEGH. 1891. Tetrastylus montanus Ameghino, Rev. Argent. de Hist. Natural, vol. 1 pág. 94, fig. 21-23, Ameghino estableció esta especie basándose en un fragmento de parte sinfisaria de la rama izquierda de la mandíbula, llevando sólo una parte del incisivo. Es muy oportuno, por lo tanto, completar su conocimiento con el fragmento, también mandibular, que yo poseo y que corresponde a la parte mediana de la rama derecha. Lleva tres molares. Trátase de una especie gigantesca, el doble que el T. diffissus, que es la especie mayor hallada en las capas del Paraná y casi una ter- cera parte más grande que el 7. ¿ntermedius, que acabo de describir. 79 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas: Alto de la mandíbula al nivel. del ler. molar... kia A. 47.0 Espesor al nivel del 2,2 molar... .. . . ... +... 2.2: 18 Diám, “amí.-post, del 2.* molar ==. cp > eee 2 13 > > y ESO » ETE EL AE IA 2 13 > > MES » A A e ES A ARE: 1 Diám, ¿tranev. máxamo del ea ola E A 1 > > > OS » AS ss E 11 > > > » 4,0 > A ld is 5lal En el ejemplar deseripto, vése asomar, trás el último molar, la extremidad posterior del incisivo. Tetrastylus ? atrophiatus 1. sp. Fig. 36. Son dos fraementos de mandíbula que presentan todos los carac- teres de la especie anterior, pero que tiene dimensions algo más redu- Pig. 36.—Telrastylus ? atrophiatus n. sp. Vragmento de la rama derecha de la mandíbula, 2/1. cidas, hallándose el último diente en estado de atrofia, es decir, que es más restringido y muy inclinado hacia adelante, si bien alcanza la ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. misma altura que los demás. De las cuatro láminas que lo constitu- yen, la primera es reducidísima, presentando en la superficie masti- catoria un pequeño contorno elíptico. El margen anterior lo forma conjuntamente con una parte de la segunda lámina. La última, aun- que de igual estructura es de dimensiones mucho más pequeñas. La atrofia de los últimos dientes de la mandíbula se nota en muchos géneros de roedores americanos, que, empero, pertenecen todos a otras familias. Ahora, yo no sabría decir si este rasgo puede ser motivo suficiente para constituir un género nuevo, pues podría ser un hecho teratológico individual. El punto podrá ser dilucidado cuando se posean partes de esta especie más completas e importantes. Medidas: 'Ato, de la mandíbula, al mivel del ler. molar . ......-... Mm 25 INS euro micansya dele ler molar A. Ss 6.5 > > ADO MES EN A E A A A 4.5 > ant-postaidellilters molar ia. Ls ea S > > es > 6 Gen. Viscaccia SCHINZ. Viscaccia pretrichodactyla n. sp. Lám., 11, fig. 4 Por sus carácteres genéricos corresponde en un todo a la vizcacha viviente, la que, junto con la langosta, constituye una de las plagas de la agricultura argentina. Como especie, se caracteriza sobre todo por las dimensiones. En el tipo fósil, la cresta sagital es aleo más corta, la apófisis pos- terior del inframaxilar se dirige algo más atrás de la sutura poste- rior de las nasales que algunos ejemplares de la especie viviente que poseo; pero en otros de estos ejemplares repítense las mismas varia- ciones. Na pretricho- V. trichodac- MEDIDAS dactyla | tyla | Largo de los parietales según la sutura mediana. | mm 28 mm 34.50 Mile los frontaleseauads ng sl roba ae 2 40 Largo de la serie de molares sup... . . . . .117.50-19.50] 27 | Diám. ant.-post. del último molar sup. . . . . +! 8 | 10 trans eransy. del” premolar SUP... . . .000. - 6 | 8.50 | e Prerolas mb o e a de bd ss 6.50 | 10 14 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Viscaccia angulata n. sp. Lám. IL, fig. 3. Establezeo esta nueva especie sobre un fragmento del maxilar su- perior, que sin embargo tiene completa la serie dentaria. Las dimen- siones son, más o menos, las de la especie anterior, aunque su dife- renciación es indudable, porque se basa en un carácter muy impor- tante. Ameghino mismo lo comprobó en la V. incisa de Monte Her- moso, que desciende sin duda de la especie de Catamarca, esto es, en la forma del palatal, que tanto en la vizcacha viviente como en la V. pretrichodactyla, permanece unido por una sutura saliente situada a poca profundidad de la superficie masticatoria de los dientes y que se extiende hasta el nivel de la primera lámina del último molar. Hay que notar, empero, que empezando por este último, entran a formar parte de ella las extremas apófisis del palatino. En cambio, la V. ¿ncisa y la V. angulata presentan las dos ramas maxilares que se reunen tan sólo hasta el nivel del primer diente, no interviniendo el palatino en la formación del paladar, y entre las dos series dentarias se interpone un hueco restringido y de pa- redes perpendiculares. A su vez la V. incisa se distingue de la V. angulata por tener di- mensiones mucho mayores y por otros caracteres, de los que Ame- ehino nos da una buena descripción. (Ameghino, Mamiferos fóst- les, pág. 183). Medidas del cráneo: Largo de. la “serie «dentaria... «0h: eel Ela al 1 1107 AS Dám. trans del ler emolar o do dE 5 > amb.-post, del 49% molar o... d' Distancia entre los dos primeros molares opuestos medida exterior- a A A A A A E 12.5 Distancia entre los dos últimos molares opuestos medida exterior- AA A A o AA | 19 Viscaccia insolita n. sp. Lám. 11, fig. 5. Pertenece al erupo de la Y. angulata, de la que se distingue es- pecialmente por sus dimensiones, las que corresponden al término medio entre las de la Y. angulata y las de la V. pretrichodactyla. Poseo de ella un cráneo entero bastante bien conservado. La cara superior tiene la cresta sagital muy breve y de ella se desprenden dos crestas mucho más divergentes que en la Y. pretrichodactyla, pues la región parietal es bastante más corta y las crestas tienen que reco- ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. “15 rrerla a lo largo de sus flancos hasta el frontal. De manera peculiar terminan posteriormente las nasales, esto es, con margen convexo y no puntiagudo, siendo además muy reducido su largo. El lacrimal hállase casi enteramente sobre la cara superior, mientras que en las especies vivientes está sobre los flancos de ella. Ninguna diferencia notable presenta el parietal: la región palatal está excavada aún más hondamente que en la V. angulata: la distancia entre las dos series dentarias es por delante muy notable: el primer molar va precedido por una zona convexa, a la que en la V. angulata corres- ponde una depresión. Tal vez pudiera considerársele como el tipo de un género nuevo, al que deberían referirse las vizcachas de paladar excavado. Medidas: LIA MERO COEN A IS A AS Largo máximo de las nasales 29 o A A a > MAA 25 2 A Ao a o ata o 23 Distancia entre el incisivo y el primer molar... .... ... 23 Espacio ocupado por la serie de los molares . . ...... .. . . . 18 Distancia entre los dos primeros molares opuestos medida exterior- MOM o a Pa e o A o 14.5 Distancia emtre los dos últimos molares opuestos medida exterior- EMS 0 A a A e A E A A O 23 Diámetro transversal del ler. molar. 5.5 Fam. COENDIDAE Nov. Gen. Neosteiromys mihi. Neosteiromys bombifrons, n. sp. Figs. 37, 38, 39 Este nuevo género se basa en un cráneo, en una rama de mandí- bula y aleunos dientes aislados. Los caracteres peculiares los ofrece la serie dentaria. El cráneo, en gran parte reducido a molde, es alargado y restrin- gido, caracterizado por la prominencia arqueada y saliente que ofrece su parte antero-superior, casi como en el cuandú viviente (Coéndus prehensilis), De las partes óseas, se conserva la superior y super-posterior de la caja craneana. Los parietales presentan dos características crestas que se desprenden de la sutura mediana, pro- longándose a manera de horquilla, o mejor dicho, de lira, lo mismo 76 MUSEO NACIONAL DE BUENOS ATRES. que en el cuandú, aunque algo más hacia atrás. La región occipital, las cajas timpánicas, el esfenoides presentan iguales caracteres que el de SS G > r > : AN 1 PE FS e r GO 4 EN , Ss 7 y I/ éY Y Y 1 Al v J 4 PEE h Fig. 37. — Perfil longitudinal del cráneo del Neosteiromys bombifrons um. gen. et n. sp. (a), comparado con el Coendus prehensilis, (b) 1/2. género aún viviente no lejos de Catamarca. (El ejemplar de que me valgo para la comparación procede de Bolivia). o) Fig. 38.—Neosteiromys bombifrons. Paladar, 3/ Lo mismo puede decirse en euanto a la conformación del infra- maxilar que en la cara inferior abarca casi todo el espacio entre =] m] ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. incisivos y molares. Casi en contacto con la sutura entre el infra- maxilar y el maxilar, nacen las ramificaciones orbitarias y a con- tinuación tiene comienzo inmediato la serie de los molares. Son cua- tro dientes por cada lado, conservándose a la izquierda el primero y el segundo y a la derecha el segundo y el tercero. Aun a primera A A Fig. 39.—Neosteiromys bombifrons. Rama mandibular izquierda, 3/2. vista se echa de ver que son muy característicos. Tienen forma cú- bica, pero con ángulos tan redondeados que parecen cilíndricos, es- tán implantados de manera contigua y ligeramente inclinados hacia el exterior en dos series derechas sólo un poco divergentes hacia la parte posterior. Su corona tiene el borde aleo mellado en su par- 18 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. te interior, pero con el uso este rasgo desaparece y la superficie masticatoria se presenta ornada por pequeñas aristas de relieve acordonado, dispuestas de modo curioso y debidas a láminas de esmalte soldadas entre sí, las que por acá y por allá dejan entrever alguna pequeña foseta comprendida en su malla. Más particularmente el premolar superior es cilíndrico, con una leve mella de la corona en la parte que tiene contacto con el diente inmediato, al que corresponde un fuerte cordoncito, esto es, un pliegue de porte irregular, y otro más pequeño, del tamaño de una cabeza de alfiler. El primer molar es más complicado; su borde es entero, con dos pliegues mayores adelante y tres hacia atrás, siendo el íltimo retorcido sobre sí mismo. En el segundo una fuerte arruga ataca el borde en la mitad del diente, por el lado interior, prolon- gándose luego con desviación hacia adelante. Tras de ella existen dos más pequeñas. Los incisivos son ampliamente convexos y lisos en su cara exte- rior, algo divergentes a la salida de los alveolos. Su esmalte es de color rojo anaranjado, un poco más obseuro que el del cuandú: el radio de su arco de desarrollo es acortado, por lo cual se dirigen solamente hasta debajo del segundo diente. La mandíbula conserva tres dientes, a contar del segundo, que se hallan cubiertos por un estrato de esmalte, especialmente por el lado exterior, donde hay un fuerte pliegue mediano, pero no muy profunda, que jleza hasta el centro del diente, en situación algo obliena frente al conjunto del mismo. El resto de la superficie mas- ticatoria está exornado por dos pliegues transversales, de los cuales el anterior es bífido. En el último la ramificación accesoria de la bifurcación no existe, Un insignificante esbozo de pliegue se halla también en la parte interior de cada diente. Entre los fósiles este nuevo género se acerca al Steiromys Amegh. del que son conocidas varias especies ilustradas por Ameghino y Seott, todas pertenecientes a terrenos más antiguos, (desde el pata- eoniaco inferior al santacruceño) por lo cual aquél constituye el eslabón entre el Steiromys y los vivientes Coendus y Erethizon de la América tropical. El señor Carlos Ameghino tuvo la amabilidad de comunicarme el tipo del género Steiromys (S. detentus Amegh. del santacruzeño), perteneciente a su colección privada: se distingue del Neosteromys por su cráneo alargado y superiormente chato, con la eminencia an- terior apenas iniciada; por sus molares provistos sin excepción de un fuerte pliegue por el lado interior que se acentúa paulatinamente y ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 79 se desplaza hacia atrás, yendo del primero al último diente; por otro pliegue exterior, del que carece en absoluto el Veosteirromys, que se interna en el diente en dirección a la arruga interior. Las di- ferencias entre los dientes de las mandíbulas son menores, pues fal- ta en ambos géneros el pliegue interior. Sin embargo obsérvase que la doblez anterior del Steiromys no es bífida, habiendo en cambio tres arrugas bien diferenciadas. Además el último diente de éste es aleo más pequeño. Medidas: Largo máximo del cráneo . . . . . A. IAN A Distancia entre el margen del alveolo de des incisivos y El de los PECAR II 45 Ancho de la base del cráneo tz 35 Alto de la mandíbula al nivel del ler. molar 33 Diámetro ant.-post. del Ter. molar inferior . --.. ..... 2. S > > A A A ad a As Y > » IS A O CS o CA 9 Diámetro transversal del Len molar tenor a ae S > > EA id E A 9 > > A E 8 Diámetro ant.-post. del ¡pre=molar superior... 2... 2... S > > >» ler. molar 7 > > E > AA S Diámetro transversal del pre-molar superior . . ....... S > > >» Jer, molar S > > ». 20 > IR A A E 8.5 Fam. PROCYONIDAE Gen. Amphinasua Mor. er Merc. 1890. Amphinasua Moreno y Mercerat, Revista Museo de La Plata, vol. 1. , pág. 235. Fórmula dentaria como la del Vasua actual. ES 1d 4-4 DE, Jin 0) a : M. == 10) A A Ineisivo exterior superior mucho más grande que los otros dos, sin diastema que lo separe de éstos; caninos cónicos, no comprimidos ni irregularmente angulosos; primer premolar superior mucho más grande que el de los coatís vivientes; serie entera encorvada casi 80 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. como la de los Canidae, con los cuales le relacionan también la for- ma bien distinta del ferino entre los molares y la corona marcada- mente triangular de los últimos dientes. Se ha querido ver cierta afinidad de este género con el Nasua, quizás por la forma general del cráneo de la especie típica A. brevi- rostris y por su cresta occipital; pero me parece que sus caracteres dentarios la acercan más al Procyon (tengo entre manos el cráneo del Procyon cancrivorus), que tiene en efecto el incisivo exterior más desarrollado y adherido a los otros y la disposición de la serie dentaria mucho más arqueada que la del Vasua, si bien no tanto como la del Amphinasua, carece de espacio entre el canino y el pri- mer premolar y entre éste y el que le sigue y tiene el maxilar menos restringido, siendo por lo mismo el área palatina transversalmente más amplia. Se distingue del Cyonasua Amegh. de las arenas de Paraná, del que se conoce solamente la mandíbula inferior izquierda, por la for- ma del canino regularmente cónica, por el segundo pre-molar de cúspide más aguda y sencilla y sin tubérculos: tal nos lo indica, por lo menos, un fragmento de mandíbula de Cyonasua existente en el Museo Nacional, que es el tipo del género Oligobunis de Burmeister. Asimismo, se diferencia del Pachynasua Amegh. (fig. 67) de Mon- tc Hermoso, del que reproduzco el ejemplar típico particularmente en la forma del canino y del último molar, por ser la parte delantera de la mandíbula muy arqueada hacia el exterior y pór tener una región sinfisaria muy amplia. Amphinasua brevirostris, Mor. Er MEkc. 1891. Amphinasua brevirostris Moreno et Mercerat, Revista Museo de La Plata, vol. 1. Lám. 1x, pág. 235. 1891. Cyonasua argentina Amegh. (non. 1885) Ameghino, Revista Argentina de Hist. Natur. vol. 1, pág. 204, fig. 76. 1894. Cyonasua argentina Amegh. 1891, Lydekker, On Two Argentine extinct Carnivores, An. Museo de La Plata, vol. 111, art. 3, Lám. 1, fig. 1. 1897. Cyonasua argentina Amegh. 'Trouessart p. p. Catalogus Mammalium, pág. 250, y Supplementum 1905, pág. 185. 1906. Amphinasua brevirostris Mor. et Merc. Ameghino, Les Formations sédi- mentaires, pág. 395, fig. 259, El tipo de esta especie ha sido descripto bastante bien por Moreno y Mercerat y reproducido después por Lydekker, por lo cual muy poco me queda que agregar. El ejemplar que he estudiado consiste en un cráneo alargado ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 81 y restringido, provisto de alta cresta sagital, que, al nivel de la su- tura mediana de los parietales, se prolonga sin interrupción sobre los frontales, dividida en dos partes arqueadas, muy saliente hasta por encima de las órbitas. Esta particularidad la poseen también los Nasua vivientes, especialmente los ejemplares adultos; pero falta, entre los otros géneros americanos de Proeyonidae, en el Bassoriscus, apenas se nota en el Procyon, y existe en el Bassormieyon y en el Potos, dividida desde el occipucio, aunque poco pronunciada (1). La mandíbula inferior, también conservada, tiene igual número de dientes que la superior. El incisivo lateral se halla adherido al ca- nino; éste es erande, ampliamente cónico y arqueado. El primer pre- molar, que no se conserva, debió ser de pequeñas dimensiones, pues el espacio que media entre el canino y el segundo pre-molar es muy reducido. El segundo y tercer pre-molar son muy semejantes a los superiores, con tubérculos más pronunciados y fijados longitudinal- mente. En cambio, el último pre-molar y los dos molares son total- mente diferentes: el pre-molar mucho más pequeño, alargado, elíp- tico, con una sola cúspide y tres pequeños tubérculos, uno anterior y dos posteriores; los molares son también elípticos, alargados más bien que triangulares, con las cúspides exteriores algo más altas que las interiores. No he podido proporcionarme maxilares inferiores de prociónidos vivientes cuyos dientes no estuvieran gastados, pero opino que, en conjunto las diferencias entre éstos y los de los fósi- les no debían ser muy notables. Me ha parecido que el cuarto pre- molar es el más diferente, más redondo y cónico en el Procyon e inversamente más alargado en el Nasua. Es de advertir que los ejemplares están deformados por las com- presiones de la ganga que los contenía. Amphinasua longirostris n. sj. Lám. vit, fig. 5, 5a, 5b Como se vea primera vista en la lámina, esta especie es muy diferente de la anterior, por su cráneo que es casi una cuarta parte más largo, más restringido y más alto. Es de advertir que las com- presiones sufridas por el fósil han exagerado algo quizás estos ca- racteres diferenciales. La especie se nos presenta netamente distinta (1) Ver Elliot D., Columbian: Mus. Zool. Ser, 1904, vol Iv, p. IL, pág. 482 y sig., fig. 88-92. ANAL. Mus. Nac. Bs. As., T. XXV. ENERO 22, 1914, 6 Sd. MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. si consideramos la manera como su cresta sagital se prolonga hacia adelante; en efecto ella se ramifica en dos pequeñas crestas mucho menos divergentes que en el A. brevirostris. El área palatina es más restringida y la serie de los pre-molares y molares más larga, pero un poco menos arqueada (51 mm. en el A. longirostris, 43 mm. en el A. brevirostris). Los dientes están muy gastados reconociéndose todavía que los pre-molares tienen más acen- tuadas las partes tuberculares y que el tercer pre-molar, especial- mente, tiene en la base de su eúspide dos tubérculos posteriores muy pronunciados. La mandíbula inferior ahonda estas diferencias: sus dientes son, en conjunto, más largos y altos, si bien toda la serie no se alarga mucho. El hueso mandibular es poco espeso. Debajo del último mo- lar empieza la fosa masetérica, poco profunda y sin agujero en su fondo anterior, como en el Pachynasua y en los marsupiales. El cón- dilo, de pequeño diámetro transversal y rematando interiormente en una callosidad, queda a la altura de los dientes. : z A. brevi- > . a Medidas : A. longirostris N. rufa rOstris Largo de la mandíbula hasta la ramifica- A AA 7 A A DO mm. 71 mm. 66 Diámetro mayor de la base del canino. . 8 15 de forma di- Alto de la mandibula al nivel del último ferente A A 17 20 22 Alto de la mandibula al nivel del segun- A A A A 18 25-26 19 Largo del espacio ocupado por los dien- Distribución tes partiendo de la base del canino. . 48 52 diferente De los dientes, falta el primer premolar. Los otros, en conjunto, se diferencian de la especie anterior por tener las cúspides menos afiladas. por ser las formas de los premolares más sencillas y con tubéreulos apenas promunciados. Los molares son casi idénticos. Gen. Pachynasua ÁMEGH. 1904. Pachynasua Ameghino, Nuevas Especies, pág. 119. Pachynasua ? robusta n. sp. Lam. vu, fig. 6, 6a Tengo un fragmento mal conservado de la parte anterior de una mandíbula, que presenta un carácter bien pronunciado y peculiar, . ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 83 a mi parecer, del Pachynasua. Me refiero a la curvatura en sentido exterior de la rama mandibular para dar lugar a una región sinfisaria muy amplia superiormente y a una sínfisis muy robusta. Obsérvanse tres incisivos contiguos junto con el canino, del que se ve la base muy amplia y casi redonda. Los otros tres dientes restantes, aunque mal conservados, patentizan algunas diferencias con el Pachynasua clausa, tipo del género, si bien no las tengo por diferencias genéri- cas. Aquí la mandíbula es más robusta y alta que la de la mayor de las especies de Amphinasua, pero los dientes son más pequeños, especialmente por ser menos altos tanto en éste como en el Pachyna- sua, fijados longitudinalmente y semejantes sobre todo a los del Amphinasua. El segundo premolar es elíptico y alargado y roto en el cuello. El tercero, poco alto, tiene cúspide y carece de tubérculos. El cuarto tiene dos tubérculos posteriores muy pequeños, apareja- dos y distribuídos transversalmente: entre ellos se interpone un diastemia, lo mismo que en la especie típica. Medidas: Alto de la mandíbula al mivel del 3er. pre-molar . ... ... . mm. 22.2 Diámetro ant-.post. del 2. pre-molar E CU... E 6.5 > > » 3er. > e A A 8 > > » 42 > E 95 Diametro, de. la basgudel cannot al de A o 11.5 Espesor máximo de la parte delantera de la mandíbula entre la Sins el cuello C O A A 13.5 Fam. HYAENODONTIDAE Gen. Acrohyaenodon AÁMEGH. 1904. Acrohyaenodon Ameghino, Nuevas Especies, pág. 118. Acrohyaenodon ? acutidens 1. sp. Fig. 40 Se trata de un solo diente, del último molar de la rama izquierda de la mandíbula, al que le falta parte de la cúspide anterior. Me limitaré, por lo tanto, a señalar su estrecho parentesco con el género Acrohyaenodon Amegh. (Nuevas Especies, pág. 118) de Monte Hermoso, del que pude tener el ejemplar típico, mediante la genti- leza del señor Carlos Ameghino. Como en este. ejemplar, se compone 84 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. de tres cúspides, pero la posterior está mucho menos desarrollada, de modo que sobresale poco sobre el margen alveolar. La mediana, en cambio, es más robusta, con superficie exterior más redondeada, y Fig. 40.—4Acrohyaenodon? acutidens m. sp. Ultimo molar de la rama mandibular izquierda, a) visto por el lado externo, b) por el interno; 3/2. tiene una punta recta, no ¿inclinada hacia atrás. En nuestro ejem- plar la separación entre la cúspide mediana y la anterior es más lionda, resultando por lo tanto más amplia la cavidad encerrada entre las dos. Medidas: Diámetro ant-post. de 1 “COTODA .. . . .. . ==...» MM Diámetro máximo transversal . . . . . o TUS EIA 6 Atordeda eáispide- mediana. 100 15 AE 13 ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 8) No he omitido de compararlo también con los géneros de la misma familia y de los afines de terreno más antiguo, o sea del santacru- zeño y he hallado que el que entre ellos más se le acerca es el Pro- thylacynus (ver Sinclair, Princeton Exped., vol. Iv, p. 362). Fam. DIDELPHYIDAE Gen. Didelphys L. Didelphys cfr. biforata AMEGH. 1904. Didelphys biforata Ameghino, Nuevas Especies de Mamíferos, etc., pág. 112. El único ejemplar que representa al género Didelphys, es un fraemento de mandíbula derecha que conserva aún los dos últimos molares, aunque éstos no están muy enteros, por el mucho desgaste. En vista de estas condiciones, no me parece útil darle nueva deno- minación, y me limitaré a señalar su mucha semejanza con la Di- delphys biforata deseripta, pero no figurada, por Ameghino, pro- cedente de Monte Hermoso y cuyo tipo se conserva en el Museo Na- cional. Se diferencia sobre todo de este último, porque tanto los dientes como el hueso mandibular son un poco menos robustos. La articulación mandibular inferior debe ser aleo más alargada. y la cresta lateral originada posteriormente por la rama inferior, nace un poco más hacia atrás, de manera más repentina y con más relieve. Los dientes, al parecer, debieron ser del mismo ancho que en la D. biforata, aunque un poco menos altos, tanto en su cúspide mediana como en su talón posterior. Fam. MEGALONYCHIDAE Gen. Pronothrotherium AMEGH. 1907. Pronothrotherivum Ameghino, Rev. do Museu Paulista, vol. vir, pág. 117. Pronothrotherium typicum ÁAMEGH. Fig. 41, 42, 43 1907. Pronothrotheríwm typicum Ameghino Rev. do Museu Paulista, vol. VIL, pág. 117, fig. .22. La denominación Pronothrotherium fué usada incidentalmente por Ameghino para señalar un género intermedio entre el Xyopho- 86 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. rus del santacruzeño y el Nothropus del pampeano. Obra en mi po- der el ejemplar típico, que es un maxilar, al que puedo agregar la mandíbula y varios dientes sueltos. Visto desde la cara inferior, el maxilar presenta conservado en su delantera un breve trozo de la sutura con el pre-maxilar y se ve que ésta presentábase derecha en el medio del paladar, situada bastante distante de los dos primeros dientes caniniformes y aislados. En esto difiere netamente de Hapalops, Hyperleptus y Eucholocops, Fig. 41. — Pronothrotherium typicum Amegh.: cn, caniniforme, m, premolares y molares; s, sutura con el premaxilar; 1/1. cuya serie dentaria comienza muy cerca de la terminación anterior del maxilar, y la sutura con el pre-maxilar forma un hundimiento arqueado. Los caniniformes se presentan como dos pequeñas astas cilíndri- cas, levemente inclinadas en su parte fija hacia adelante, faltando la parte saliente que debió estar torcida hacia atrás. Dos surcos palatinos procedentes del pre-maxilar, se alzan hasta su nivel. Entre ellos y los molares media un ancho espacio. De los molares se con- BOVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 87 servan tres, más o menos idénticos de formas, rectangulares, con ángulos redondeados. El primero es en todo su contorno ligeramente convexo; el segundo lo es anterior y exteriormente, siendo al propio tiempo cóncavo posterior e interiormente; el tercero es sólo convexo exteriormente y cóncavo en los demás lados. Fig. 42.—Pronothrotherium typicum Amegh. Mandíbula inferior vista de abajo, 1/1. El Analcimorphus, que tiene mucha semejanza con éste por su cráneo alargado, presenta en cambio los dientes semielípticos, y el primero y el último molar difieren de los dos del medio: estos últi- mos son iguales entre ellos. También el Planops tiene dientes elípti- cos. (1). (1) Para la ilustración y descripción de este grupo, ver Scott, obra citada, vol. v, pág. 179 y sig. 88 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. En la cara superior hay parcialmente conservados los huesos na- sales, que terminan más hacia atrás que en el Planops, esto es, más o menos como en el Hapalops. Fig. 43.—Pronothrotherium typicum Amegh. Mandíbula inferior vista de arriba, 1/1. La mandíbula en euestión es muy semejante a las del género Ha- palops. del que se halla increíble cantidad de especies sobre todo en el santacruzeño. En éste, el último de los tres molares difiere en algo de los dos anteriores, pues posteriormente está mucho más redon- deado. Las convexidades de aquellos son más acentuadas por el lado interior anterior y por el exterior. El caniniforme es más cilíndrico. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 839 Medidas |. Cráneo Mandibula Distancia entre el caniniforme superior y la sutu- PA A A mm. 24 mm. Distancia del caniniforme al primer molar... .| 38M 15 Diám, ant-post. del ler. diente . . . O 7 trans veridel ler mete MES 11 MItantpost del 200 diente) O y 10 ras y del Zo diente a a ol 15 12 Espacio ocupado por los molares de la mandíbula. | 36 Nov. Gen. Pyramiodontherium mihi. Pyramiodontherium dubium n. sp. Fig. 44 Es un maxilar derecho, que presenta conservada sólo la serie de sus cinco dientes, colocados en línea recta, y separados entre ellos por espacios casi iguales. Los cuatro dientes anteriores tienen forma de E SN) 4 L fa SON ¡MV AIASA ANA, AN ESA US, A 1) 150) y O 0, y ANTE TGF va Fig, 44.—Pyramiodontheríum dubium nm. gen. et n. sp. Maxilar derecho; ud, última muela; 1/1. 90 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. pirámide con base cuadrangular. Las caras están algo deprimidas en su medio, especialmente por el lado exterior. Los ángulos son redon- deados. El diámetro mayor está situado transversalmente a la mandí- bula. La corona, de forma puntiaguda, se ha conservado cónica, por ser el ejemplar muy joven. La serie va menguando en altura de ade- ante hacia atrás, pero del primer diente existe sólo la raíz. El último diente, algo arrimado al penúltimo, tiene forma propia, es mucho más pequeño, cilíndrico y casi cónico, con la cara posterior honda- mente surcada. : Mám. ¡PERS Medidas Di ADO Diám. transv ant-post. Segundo diente. -- A 00 e? A | mm. 12 | mm. 14 Tercer diente: A o rd E 10 12 Cuarto diente. UA AE A A ql 11 Quinto diente. Hr o 0 O E E BN 71.5 Como dejo dicho, estos dientes ofrecen una forma especial, pues no han sido gastados aún por el uso, el que probablemente, aplanan- do sus puntas, los reducirá como los del Pronothrotherium o como los de los Megatheriidac. Pero es característica la distribución de los dientes, que recuerda la del Neoracanthus Amegh., por lo cual se le puede situar entre éste y el Ocnopus Lund de las cavernas del Bra- sil. Pam. MEGATHERIIDAE Gen. Plesiomegathertum RotH. 1911. Plesiomegatherium Roth, Rev. Museo de La Plata, vol. xvHtr, pág. 7-21, Plesiomegatherium Burmeisteri Mor. Er MERC. sp. 1891. Megatherium Burmeisteri, Moreno et Mercerat, Rev. Museo de La Plata, vol, E, pág. 229. 1894. Megatherium Gaudryi non Mor. Lydekker, p. p., An. Museo de La Plata, t. UL, pág. 76. Roth estableció recientemente este nuevo género sobre unos restos procedentes de Abra Pampa y otros de Catamarca, ya estudiados por Lydekker. En las colecciones que yo he estudiado, he hallado un solo diente aislado y mal conservado, que no sé si pertenece al Plesiome- gatherimn o al Megatherium, siéndome por ello imposible formarme una idea acerca de la legitimidad del nuevo género. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 91 Fam. MYLODONTIDAE Gen. Scelidodon AMEGH. 1881. Scelidodon Ameghino, La antigiiedad del hombre en el Plata, vol. 1t, pág. 307. Scelidodon Almagroi 1. sp. Lám. 11, fig. 5 Trátase del fragmento de un maxilar superior derecho, bastante bien caracterizado aunque joven. En su serie dentaria, el primer diente disminuye en amplitud de adelante hacia atrás, y su parte in- terior-anterior ofrece una leve depresión vertical, seguida por otra más acentuada por el lado interno mediano; el segundo diente es marcadamente triangular y bien pronunciado por el lado interior; el tercero y el cuarto son elípticos y situados más oblicuamente que los anteriores, careciendo de surco por el lado interno, siendo ambos de dimensiones iguales, pero más grandes que los anteriores; el quinto y último es el más pequeño de todos, con un profundo surco exterior y otro interior, de modo que su parte posterior adquiere la forma de un lóbulo. Dedico la especie al primer europeo que atravesara los montes de Catamarca, el aventurero español Diego de Almagro. He cotejado sus medidas con las del S. Pendolai y del S. patrius de Monte Hermoso. Medidas del maxilar derecho ¡5. Almagroi | S. Pendolai | S. patrius Diám. ant-pos. del 1.0 diente . ... | mm. 9.5| mm. 14.5] mm. 19 » » A A 11.5 16.5 20 » » » 3,0 » RAE 12 | 16 20 » > A a O 10.5 14 15 A DO al A 9 10.5 11 Largo del espacio ocupado por los BIICO dIEntES y. 2. 49 65 78 Moreno y Miercerat describieron dos especies de Catamarca, a saber: S. laevidens y $. ? parvulum. El primero es de dimensiones mucho mayores; en cuanto al segundo, basado en huesos de las ar ticulaciones, no me ha sido posible reconocerlo. 92 MUSEO NACIONAL DE BUENOS ATRES. Gen. Sphenotherus AMEGH. 1891. Sphenotherus Ameghino, Rev. Argent. de Hist. Natur., vol. 1, pág. 95. Sphenotherus Zavaletianus ÁMEGH. 1891. Sphenotherus Zavalelianus Ameghino, Rev. Arg. Hist. Nat., pág. 95, fig. 24, 25. 1898. Sphenotherus Zavaletianus Amegh. Ameghino, Segundo Censo, pág. 209, fig. 73. 2s un curioso animal. cuyo género, aparecido en los estratos de Paraná, (S. paranensis Amegh.) se extingue en el araucano. No está representado en la colección que yo he estudiado. Véanse, por lo tanto, las figuras y la descripción hechas por Ameghino. Nov. Gen. Pleurolestodon mihi. He establecido este nuevo género sobre el fragmento de un cráneo que presenta los caracteres dentarios del Pseudolestodon, pero que difiere de éste en la forma general y especialmente en la de la man- díbula. El Pseudolestodon es como el Mylodon, esto es, tiene una región sinfisaria transversalmente muy amplia, a manera de pala, con un margen terminal derecho y alargado en dirección perfecta- mente transversal a las ramas mandiíbulares, que, por este hecho, distan mucho una de otra y son casi paralelas. Además su cráneo, en relación a su longitud, es muy angosto. En cambio, el Pleurolesto- don tiene el cráneo más acortado y amplio y su mandíbula en nada se asemeja a una pala, y sí al pico de una jarra, restringido en su parte mediana y algo ampliado en la parte superior, con márgenes adelgazados y sínfisis saliente, casi a manera de eresta, por lo cual recuerda los tipos más antiguos, o sea los del santacruzeño. Los dientes están revestidos de dentina escamosa y rellenados de vaso- dentina. Su piel tenía huesecillos como la de Mylodon. Pleurolestodon acutidens 1. sp. Fig. 45, 46; Lám. 0, fig. 1, la Esta especie, que debe ser considerada como el tipo del género, se basa en un cráneo casi entero, con sa mandíbula; pero los caracte- res específicos los ofrece su serie dentaria, compuesta, como la del Pseudolestodon, de cineo dientes, que, quizás, puedan ser un canino, tres pre-molares y un molar. El canino está levemente encorvado ROVERETO: LOS ESTRATOS ES 543) Ú IGN AN by NO S y) ÁS SN 3 SS ¿€ A dr: Fig. 45.—Pleurclestodon acutidens n. gen. et n. sp. Serie dentaria de la rama 1/1 izquierda de la mandíbula.—Fig. 46. Maxilar izquierdo; , 94 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. hacia atrás, es derecho, no sale hacia afuera, es triangular con ángu- los atenuados y está cortado en punta aguda por una superficie transversal posterior, originada por el uso. El primer premolar es elíptico, se halla situado algo hacia el interior de la parte posterior y está forjado en punta en el medio de la corona por dos superficies de desgaste transversales e inclinadas en sentido opuesto. El segundo y tercero son triangulares, con la base situada por el lado interior y profundamente excavada, dando, por ello, origen a dos columnas laterales. El molar es algo más largo que los anteriores, con dos ex- cavaciones, una interior y la otra exterior, resultando la primera aleo posterior a la segunda. Ambas dividen el diente en dos lóbulos, de los cuales el anterior es un prisma que dirige su vértice hacia el exterior, y el posterior un cilindroide desviado en cambio hacia el. Interior. De los cuatro dientes inferiores, se conservan el canino, el primero de los dos pre-molares y el molar. El canino, casi triangular, está cortado diagonalmente en las dos partes opuestas y la cara anterior que de ello resulta, es muy breve, mientras que la posterior se ex- tiende casi hasta la base del diente. El pre-molar es triangular, y tiene su base hacia adelante y también una fuerte depresión en el medio de su flanco interior. El molar, que recuerda el del Mylodon, es muy alargado con fuerte depresión mediana, y tiene dos eo- lumnas interiores y dos amplias convexidades exteriores, pero de éstas el Mylodon tiene tres. La apófisis orbitaria nace arriba del tercer diente; el aparato or- bitario es igual al del Pseudolestodon. Medidas: Amplitud máxima del paladar entre los. dos caninos . . . . . . mm. 71 > a at A, A A 44 Diámetro ant.-posterior del canino superior... ....... 20 > > >: pre=molar superior... . 1. 50 30 > > 120 ppe-molar superior . .... 1% 24 > > ai pre=smolar Superior . 0... mA 22 > > A A IN RS, 29.5 > transversal" del “cAnmimo (SUperior . . ...... .. 19 > > » ler, pre-molar superior (mínimo) . . . 16 > > >» 20 > > > Pa 20 » > > 3er. » > > MT 24.5 > > ¿rotar (IO A e 9 Espacio ocupado por los cinco dientes superiores . . . .... 147 Distancia interior entre los dos caninos inferiores . . . . . .. 61 > > > > >» molares inferiores 56 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 95 Diámetro ant-posterior del canino (en la base) . . .. .... 28.0 > > » ler. pre-molar inferior (según la eo- rona) E e ME : 25 Diámetro ant-posterior del molar (según la corona)... ... 47.5 > transversal del canino inferior (em la base)... . 21 > > >» ler. pre-molar inferior (mínimo) . . 16.5 > > molan co (A y) Espacio ocupado por los cuatro dientes inferiores . . . . . . . 31 Aoc nlamandibular almivel del molar A S4 Pleurolestodon avitus n. sp. Fig. 47 Un buen fragmento del cráneo, al que va unida la serie dentaria: el caniniforme tiene forma de colmillo; es triangular, elíptico y más saliente que los otros, como también encorvado hacia atrás, Fig. 47.—Plewrolestodon avitus n. gen. et n. sp. Maxilar y serie dentaria superior izquierda, 1/.. gastado transversalmente y ¿on la superficie gastada oblicua al diente; el espacio entre éste y el subsiguiente pre-molar es igual al que me- dia entre los restantes, con excepción de los dos últimos, pues son contiguos. El segundo diente es elíptico, está encorvado hacia atrás, derecho por el lado interior y algo encorvado por el exterior y tam- 96 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. bién gastado el punto de formar dos puntas en el medio de la corona. El tercero y cuarto son de sección marcadamente triangular con el lado más breve por la parte interior y replegada hacia el medio del diente; tienen áneulos redondeados. El último diente, o sea el mo- lar. está dividido en dos lóbulos, el anterior mucho más grande que el posterior, irregularmente cilíndricos; el anterior algo desviado ha- cia afuera, el posterior hacia adentro. Area palatina muy restringida y más bien anteriormente que posteriormente. El resto del cráneo no está conservado. Medidas: Ancho del paladar entre los “dos primeros dientes . . . . . . . mm. 65 > entre LOSA A A e e ie 36 Espacio ocupado por la serie dentaria . . . ....- . . +. + 123 Diámetro máximo deliter diente... 1 yA ts > ant-posterior, del APA AS A e 28.5 > aímáimoostranSyersal dele as e ae? 15 > > A A o AA o de A 18.5 > A 27 > deliler: Mobulo del Amo. e A 17 > YA > > » o o 10 Pleurolestodon macrodon 1. sp. Lám. 1v, fig. 1 Tiene mucha afinidad con el precedente, pero los dientes superio- res son de dimensiones más grandes. El primero se inclina hacia atrás, hasta tocar casi el segundo, siendo regularmente elíptico y con fuerte desgaste transversal a la manera del Mylodon, y no en punta, como sucede con el P. acutidens. El espacio entre los dos dientes anteriores es bastante reducido; los dos últimos son contiguos. El segundo diente casi no tiene curva hacia atrás; es semielíptico, levemente combado en su cara interior v ampliamente convexo en la exterior. La parte mediana está más eastada que las extremidades. Tampoco es puntiagudo. El tercer dien- te es de sección triangular, pero menos regular que el de la especie anterior. La cara exterior-posterior se presenta derecha o ligera- mente curva: la exterior-anterior algo convexa. El lóbulo posterior tiene origen en el hundimiento de las caras y está un poco más des- arrollado que en el anterior. La base de la apófisis orbitaria hállase situada sobre el tercero y cuarto diente; luego, más adelante que la del P. acutidens, ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 97 Medidas: ¡espacio ocupado por los bres dientes. a a a a 9 PAINE io sano Posterior delo A a 20 > > RA 32 > MIRAS yersal dela a II IA 23 Fam. MYRMECOPHAGIDAE Ameghino (Nuevas Especies, ete., pág. 127 y sig.) fué hasta la fecha el único que hallara en la Argentina restos fósiles de astrágalos y caleaneos, pertenecientes a osos hormigueros, sobre los que esta- bleció los géneros Protamandua y Promyrmephagus. Es por lo tan- to muy interesante señalar entre los fósiles de Catamarca dos erá- neos de la misma familia, que a mi parecer representan dos géneros diferentes y nuevos (1). Por lo que se sabe, trátase de una familia que siempre fué exclu- siva de la América meridional, pero que ahora se hizo extensiva también a la Central. Subdivídese en los géneros vivientes: Myrme- cophaga L., Tamandua Gray, Cyclopes Gray. El estudio de los erá- neos de estos tres géneros nos da los siguientes caracteres diferen ciales, que también pueden servir para el estudio de los fósiles : Myrmecophaga.—Cráneo muy largo y delegado (el ejemplar más erande que he visto, procedente del Paraguay, medía 39 emts. de largo y 7 de aneho máximo, al nivel de los parietales); frontales muy prolongados hacia adelante e interpuestos entre los nasales; sutura entre frontales y parietales derecha sobre la cara superior del cráneo: palatino casi llano, con poco relieve en los márgenes laterales; timpánico redondeado, soldado con el esfenoides, el que va prosiguiendo el relieve de los márgenes del palatino; región pa- latina continua sobre toda la cara inferior y sobre todo el mismo plano. Tamandua.—Huesos nasales y maxilares mucho menos desarrolla- dos; el frontal no se introduce entre los nasales, con los que forma una sutura con relieves y hundimientos alternados, pero no muy pronunciados. Sutura con los parietales derecha o encorvada, estan- do la parte cóncava abierta hacia adelante; palatino con débiles re- (1) Hallazgos de osos hormigueros fósiles débense a Lund, quien se re- firió a ellos repetidamente bajo los nombres Myrmecophaga jubata L., M. te- tradactyla L., M. gigantea n. sp. (Lund, Blik Bras. Dyreverden, pág. 20, 1840 (etcétera). ANAL. Mus. Nac. Bs. As., T. XXV. ENERO 22, 1914. 7 98 - MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. lieves en los márgenes laterales; esfenoides achatado; caja timpánica de muy poco relieve, casi elíptica. Ciyclopes—Cráneo aun más acortado y relativamente más ancho hacia atrás; sutura del frontal con los huesos anteriores pertfecta- mente derecha y transversal; sutura del mismo con los parietales, angulosa y con vértice dirigido muy hacia atrás; depresión entre el palatino y el esfenoides, este último limitado por fuertes relieves laterales paralelos. Sobre la base de estas diferencias, considero a una de las formas fósiles, que yo denomino Veotamandua, antepasada de Tamandua. En cuanto a la otra, me parece que algunos de sus caracteres se relacionan con los del Cyclopes (syn. Myrmidon Wagl.) y otros con los del Mymercophaga, y la denomino Palacomyrmidon. Estos distin- gos genéricos están aún más ¿justificados si se tiene en cuenta que las diferencias esqueléticas que median entre los tres géneros vi- vientes son menores que las observadas entre los dos fósiles. Nov. Gen. Neolamandua mihi. Neotamandua conspicua 5. sp. Fig. 48 Los caracteres específicos son, por ahora, iguales a los genéricos Consérvase tan sólo la parte posterior del cráneo, que presenta la consabida forma de huso, como en todos los hormigueros. En la cara superior, regularmente convexa, son bien visibles las suturas entre parietal y frontal, y entre frontal y supra-occipital, correspondien- do en un todo por lo que toca a su desarrollo a las homólogas de los famandua vivientes. Pero los parietales son en proporción algo más alargados. También la cara posterior es casi idéntica a la del Tamandua: la placa occipital, después de haberse dirigido larga- mente sobre la cara superior, da lugar a una notable protuberancia vecipital, acompañada por una cresta que desciende hacia el agu- jero occipital. Los cóndilos son pequeños y salientes, interponién- dose debajo de ellos un canal que probablemente presentaría unos agujeros como en los vivientes, después de lo cual vénse el mastoi- deo y el bulbo del meato auditivo, pertenecientes en parte a la cara inferior, donde se observa sólo esta peculiaridad, que el esfenoides, que en el Tamandua se detiene ante el agujero ovalado, en el fósil prolóngase hacia adelante, lo mismo que el parietal, por haberse soldado con el palatino, y tiene la forma de un escudo chato. algo engrosado donde tiene contacto con el bulbo auditivo. El tem- 99 FOSI Y SUS RAUCANXCS 4 EN TOS Y) 31 VERE 10) 1 EIA 1 “opaornbzr o las :os uo» *9 £qeiodmoy pop s dosvd pedido eur toquzold +od £peyoried + odr “3D £ - DAIGIPpn 0383:0 [9p 01m WU *) + oprou “DUL + 09PLOJSRUU "ue E peyuolg / “UL DIAS 100 DAPUPUD)OD V 100 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. poral, como en los vivientes, da lugar a una apófisis cigomática bre- ve, parecida a una punta saliente muy característica. Ella es so- hrepasada, en su parte anterior por el esfeno-palatino. Neotaman- | mo 3 Tamandua | A | daga tetradactyla | Largo de los parietales según la sutura mediana «| mm. 30 mm. 21.5 Ancho del cráneo entre las dos apófisis cigomáticas| 45 43 Largo máximo de la escama occipital en la cara | supetíar delierameoo E bado 155 15.5 Ancho máximo de la cara ER a ns 40 | 48 Largo según la sutura mediana del odas pa- | to AA e a e ral 31.5 44 Cuando el cráneo se alarga en los vivientes, ello es debido a la edad, lo que especialmente se nota en los frontales, y por lo tanto en el palatino. Luego el alargamiento observado en los parietales del Neotamandua debe ser tenido por un carácter diferencial muy im- portante. Nov. Gen. Palacomyrmidon mihi. Palaeomyrmidon incomtus 5». sp. Fig, 49 Los caracteres específicos son provisoriamente también genéricos. Cráneo alargado, a manera de huso, como el del Tamandua, si bien algo modificado por la presión de la ganga. Nasales breves y trian- eulares, entre los que se introduce probablemente con larga punta el frontal, diferenciándose por lo tanto su forma de la de los géne- ros vivientes. Maxilar también breve y alto, recordando el del Tamandua. Lacrimal grande y elíptico; frontal con orificio supra- orbitario muy cerca del lacrimal, simple como en el Tamandua, pero situado algo más adelante. Las formas del supra-occipital son las características de la familia, y hay además una notable protuberan- cia occipital aislada, de la que se desprende una cresta perpendicu- lar a la cara posterior y llega hasta alcanzar la incisión occipital. La sutura del supra-oecipital no aleanza este punto, como sucede en los géneros vivientes, sino que se prolonga a lo largo de los cóndilos, casi paralela al margen superior de la región occipital. Pero los ca- racteres principales consisten en las formas de la cara inferior: los cóndilos son muy salientes y robustos, aislados por un profundo canal ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓsILEs. 101 condiloideo, mediando una apófisis basal bastante amplia, que sube hasta soldarse con la eaja auditiva, quedando entre éstas un surco 17 AO Fig. 49. —Palacomyrmidon incomtus u. gen. et 1. sp. 1/1: ap. apófisis del pa- latino; at. apófisis zigomática del temporal; ab. apófisis basilar; asf. alisfénoide; bsf. basisfénoide; c. cóndilos occipitales; cc. canal condi- loideo; es. esocipital; f. foramen auditivo; fa. foseta articular: fo. foramen suprarbitario; fr. frontal; fc. foramen condiloideo; fi. fora- men e incisión occipital; ft. foramen intertemporal; 1. lacrimal; m. maxilar; £. nasal; p. parietal; po. protuberancia occipital; pt. pteri- goide; pl. palatino; soc. supraoccipital; f. temporal; 1%. timpánico; 1/1, 102 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. acentuado.. La cresta así formada continúa hacia adelante, con las alas muy desarrolladas del basi-esfenoides, a las que siguen las del pterigoides. Resultan de todo esto dos relieves óseos, opuestos, de su- perficie bastante amplia para todo el basi-esfenoides y una parte del pterigoides, con un surco mediano que interesa solamente al pri- mero. Estos relieves óseos encierran un profundo canal mediano, que ez continuación directa de la cavidad palatina. Hacia delante, allí donde las crestas se adelgazan, recúbrenlas apófisis muy restringl- das y alargadas, que creo han de ser del palatino, el que en su ma- yor parte falta y está deformado. Todo ello recuerda un poco la estructura del Cyclopes y. si se quiere, algo también la de los Manis africanos. El ojo del cóndilo fué sin duda pequeño, y estuvo escon- dido bajo el margen del mismo. Existe un agujero muy amplio sobre el meato auditivo, donde el temporal tiene contacto con el parietal. El temporal es alargado y restringido, teniendo una apófisis cigo- mática más desarrollada que la de los géneros vivientes, vertical- mente deprimida, econ profunda fosa articular por el lado interior. El ali-esfenoides insinúase hacia la cara superior, entre el frontal y el temporal, quedando totalmente fuera de las crestas palatinas. Ni la parte inferior del maxilar, ni el palatino, están conservados. Medidas: Largo: total AL CIAMeOn PY 2. ar o a... ¿90 AS OS > entre la extremidad de la protuberancia occi- pias sururaMlambdoide 24. 18.5 Largo del parietal según la sutura mediana, entre la sutura. lamdoide y la coronal > del frontal según la sutura mediana hasta la extremidad de la apófisis anterior... . .-. 30.5 > de las nasales según la sutura nasal... . 15 Ancho máximo al nivel del supra-oecipital 35 > > s > > parietal temporal 5 > y > > A e O 3) > > > >» de los lacrimales 20 Ancho mínimo entre los arcos orbitarios. . . . . . . 25 Fam. SCLEROCALYPTIDAE Gen. Plohophorus AMEGH. 1887. Plohophorus Ameghino, Apuntes preliminares sobre Mamíf. de Monte Hermoso, pág. 17. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 103 Plohophorus Ameghinoi Mor. 1882. Hoplophorus Ameghini, Moreno, Patagonia, resto de un continente, etc., pág. 26. 1889. Plohophorus Ameghini, Ameghino, Mam. fós., pág. S25, Lám. LV, fig. 3, 5, 8 y 9; Lám. LXuL fig. 3 y 4; Lám. LxIx, fig. 19 y 20; Lám. Lxxxur, fig. 5 y 6. 1891. Plohophorus Philippii, Mer. et Merec., Rev. Museo de La Plata., vol. 1, IS pág. 225. Gen. Lomaphorus ÁMEGH. 1889. Lomaphorus Ameghino, Mam. Fós., pág. S10. Lomaphorus corallinus 1. sy. Lám. vi, fig. 1,1 a Fragmentos de la coraza con placas que ofrecen la ornamentación característica y que tienen figuras ora cuadrangulares, ora penta- gonales, ora exagonales, todas de pequeñas dimensiones. Lareo máximo de un lado 12 mm., diámetro máximo 20 mm., es- pesor máximo 8 mm. Cada placa tiene ornamentación a manera de cordón circular mediano. de bastante relieve, con zona central casi lisa. El resto se presenta todo finamente arrugado y esponjoso. En la parte dorsal mediana la figura central se vuelve elíptica y las placas son casi rectangulares. Gen. Selerocalyptus ÁMEGH. 1838. Hoplophorus, Lund. in Overs, K. Danske Vidensk Selsk. Forhandl., pág. 11 (non Oplophorus Edw., 1837, Crust.; non Hoplophora Perty, 1830 Orth.; non Germ. 1833, Hem., non Koek 1835, Arachn., etc.). 1891. Selerocalyptus Ameghino, Rev. Argent. de Hist. Natur., vol. I, pág. 251. Sclerocalyptus planus n. sp. Lám. vil, fig. 2 Por irse despuntando los ángulos, las placas que empiezan siendo rectangulares. se tornan variadamente poligonales. La ornaimenta- ción consiste en una fieura central, chata y lisa, redondeada, cir- cundada por una sola hilera de pequeñas plaquitas arrugadas, de fieura poligonal, muy irregulares y variables en sus dimensiones. Son casi siempre nueve. Cada placa está partida y forma con la 104 MUSEO NACIONAL DE BUENOS ATRES. placa inmediata una figura poligonal completa. El diámetro má- ximo de la figura central de cada placa mide más o menos 15 mm. El espesor es de 12 a 15 mm. Fam. DOEDICURIDAE Gen. Neuryurus ÁMEGH. 1889. Neuryurus Ameghino, Actas Acad. Nac. Ciencias de Córdoba, vol. VI, pág. 840-844, Neuryurus solidus n. sp. Lám. 1, fig. 6 Trátase de unas placas aisladas de regulares dimensiones, carae- terizadas por el consabido aspecto esponjoso y numerosas pequeñas perforaciones acompañadas por fosetas y relieves irregulares redu- cidos. Hay una placa rectangular lateral extrema, que, si bien rota. se echa de ver que debió tener dimensiones notables (más de 35 mm. de ancho y alrededor de 80 de largo); hay otra de la parte mediana redondeada, poligonal, cuyo diámetro máximo es de 51 mm. y el es- pesor, más bien reducido, de 11 mm. término medio. En esta parte mediana las perforaciones se hallan desparramadas, mientras que las de la lateral están en parte agrupadas, especialmente en el medio, como en Doedicurus. Todas las fosetas están repartidas irregular- mente. De este género existen va dos especies de Catamarca descrip- tas por Moreno y Mercerat, a saber: N. compressidens y N. proxt- mus. basadas sobre restos del cráneo, pero no me ha sido posible re- conocerlas. Fam. CHLAMYDOTHERIIDAE Gen. Chlamydotherium LuNxp 1838. Chlamydotherium Lund, Overs. K. Danske Vidensk. ete., pág. 11, 1938, Chlamydotherium, minutum MOR. ET MERC. LIM VIAS aa o De 1891. Chlamydotherium minutum, Moreno et Mercerat, ob. cit., pág. 228. 1893. Chlamydotherium minutum, Mor. et Merc. Lydekker, ob. cit., pág. 54 Lám. XXXII, fig. 1-3. 1898. Chlamydotherium intermedium Amegh. (non 1887) Ameghino, Segundo Censo, vol. 1, pág. 217. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 105 Refiriéndose a esta especie, Moreno y Mercerat describieron un maxilar inferior y Lydekker figuró aleunas placas que tienen sus correspondientes ejemplares en la colección de que dispongo. Se dis- tingue peculiarmente este género por tener sus placas achatadas, casi sin ornamentación, con una serie de agujeros redondos en su cara superior, alrededor del margen. Ameghino refirió esta especie a su Ch. ¿ntermedium de Monte Hermoso, que más adelante fieuro por vez primera, el que, sin em- bargo, tiene placas más robustas y grandes. Fam. DASYPIDAE Gen. Eutatus GErv. 1867. Eutatus Gervais, Compt. Rend. vol. LXV, pág. 279. Eutatus prominens MOR. Er MERC. Lám. vin, fig. 5,5 a, 5 b 1891. Eutatus prominens Moreno et Mercerat, ob. cit. 1893. Eutatus Sealabrinú (non Mor. et Mere.) Lydekker, ob. cit. pág. 60, Lám. A 6, Si bien muy frecuente en los estratos de Catamarca, fué mal in- terpretado por Lvdekker. El tipo de Moreno y Mercerat de E. Scala- brimú, como se ha dicho, es un Proeuphractus, que tiene la costilla me- diana de las placas movibles algo oblicua, mientras que el Eutatus prominens tiene la costilla mediana perfectamente perpendicular y los característicos orificios pilíferos situados sobre el lado inferior de cada placa. Gen. Macroeuphractus ÁMEGH. 1887. Macroeuphractus Ameghino, Apuntes preliminares, pág. 19. Macroeuphractus Morenoi Lyp. Lám. vr, fia. 1 -1e. pao] 1893. Dasypus Morenoi Lydekker, ob. eit., pág. 58, Lám. $, 9, 9 Trátase de una especie que tiene las placas más pequeñas que las del tipo del género (M. retusus Amegh. de Monte Hermoso), pues sobrepasan poco la mitad de las dimensiones de éste, sin pre- 106 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. sentar, mpero, el mismo dibujo, pues en las placas fijas puede de- cirse que éste relativamente tiene más relieve. En el catálogo de Trouessart, quizás por comunicación de Ame- ghino, esta especie figura como sinónimo de Procuphractus Scala- brinii, pero ello es debido seguramente a que la poca claridad de la fig. 9 no permite ver las incisiones transversales laterales de la fi- gura mediana, las que excluyen se trate del Procuphractus. Gen. Procuphractus ÁMEGH. 1886. Proeuphractus Ameghino, Bol. Acad. Nac. Córdoba, vol. 1x, pág. 208, Este género, establecido por Ameghino en 1886, abarca, según este autor, especies que tienen dimensiones iguales a las pertenecientes al género extinguido Kutatus, que a su vez es de un tercio mayor que el actual Dasypus sexrcintus L. Aquellos presentan la figura orna- mental de cada placa móvil formada por un relieve mediano alar- gado oblicuamente y prominente, acompañado en sus costados por otro relieve totalmente uniforme, sin incisiones transversales y con los orificios pilíferos en los márgenes laterales y nunca en el fondo de los surcos situados en el medio de la placa. Lydekker creyó necesario suprimir este género (obra citada, pág. 55) y lo tuvo por sinónimo de Dasypus, pero es evidente que el des- aparecido Procuphractus, hirsuto de pelos en sentido longitudinal antes que transversal. con su coraza enteramente diferente de la de los Dasypus vivientes, debía constituir, siquiera por su aspecto ex- terior, un tipo bien distinto. Es un hecho que su esqueleto poco di- fiere del Dasypus, como, por otra parte, poco difieren entre ellos, desde el punto de vista de sus caracteres esqueléticos, los diversos géneros vivientes de la familia. Pero, con todo, no deja de represen- tar un grupo que Ameghino distineuiera con su genio y cuya su- presión sienificaría un retroceso. Proeuphractus Scalabrinii Mor. Er Merc. Lám. VI, fig. 4, 4a, 4b; Lám. vIrr, fig. 4 1891. Proeuphractus Scalabrini Mor. et Merc. Rev. Museo de La Plata, vol. 1, pág. 226 (non Lydekker, 1893). 1898. Proeuphractus Scalabrini Ameghino, Segundo Censo, etc., pág. 218. Hasta ahora conocíanse tan sólo aleunas placas de la coraza. En la colección del Museo Nacional hay un cráneo casi entero, cuyas ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 107 dimensiones són un cuarto mayores que las del Dasypus (Ei- phractus) villosus, con el que lo he confrontado, para reconocer mejor sus caracteres. Cráneo largo y delgado especialmente al nivel de la parte poste- rior del frontal, en la región orbitaria; cara superior hinchada y no aplanada en su parte mediana. La pequeña costilla supra-orbitaria del frontal muy pronunciada. Parietales cuyas impresiones y agu- jeros son muy marcados, pero escasos en número. Temporales, maxila- res, nasales, infra-maxilares de la cara inferior como los del D. villo- Sus. Imposible reconocer con certeza el número de dientes superiores, pero creo que deben ser diez; seguramente no son menos de nueve y muy robustos: el primero implantado en el infra-maxilar, los otros en maxilar, el último acompañado posteriormente por un relieve de la mandíbula, de mayor volumen y altura que los del medio, que son imnenores en las dos extremidades (en los ejemplares de Dasypus adul- tos son menores sólo los anteriores) corona cortada por dos planos inclinados en sentido opuesto y transversales a la serie dentaria, con punta a los dos extremos laterales, En el tipo del género los dientes serían nueve, pero no ereo que ello pueda constituir una diferencia genérica. La mandíbula no se conserva completa; es muy alargada y derecha; los dientes mayores se hallan en el medio; la rama articular, con fosa masetérica ¡poco profunda, está inclinada hacia atrás y no verti- calmente. Medidas reste actas D. villosus Scalabrinii Largo total del cráneo . . . . . . mm. 160 máso menos mm. 113 » + máximo-del frontal... . 65 » dl 54 Ancho . » > » E PTA 47,5 43.5 Alto máximo de los maxilares... . 28.5 22 Largo de la serie dentaria superior Te 1.5 Diámetro transversal de los dientes SUperires mayores... dde liz 6 5 Alto de la mandibula al nivel del pentitimio diente. . ... 0...“ 20.5 14 Proeuphractus villosissimus n. sp. Lám. vin, fig. 2 Está suficientemente conservado, teniendo aún la sugestiva forma de un armadillo que se ha arrollado para reposar: se hallan presentes 308 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. nueve hileras de placas movibles medianas y ocho de placas fijas pos- teriores, además del revestimiento óseo de la cola. Como en el Procuphractus, cada placa movible presenta tres pequeñas costillas siendo la mediana la que tiene más relieve y estando ligeramente des- viada hacia un lado en su parte más exterior. En los Procuphractus típicos esta desviación es más evidente y la costilla mediana tiene más relieve. Los orificios pilíferos hállanse todos alrededor de los már- genes ya laterales ya inferiores, poco visibles en la cara superior, pequeños y equidistantes; no existen nunca en los surcos ni en otras partes medianas de las placas, las que aproximadamente tienen un largo de 17 a 20 mm. y un ancho de 9 a 12. Las placas fijas presentan todo alrededor de la cara exterior unos pequeños polígonos irregula- res, separados por incisiones que la cireundan; aquélla adquiere más relieve a medida que se acerca al margen posterior. Tiene de 13 a 15 mm. de largo yv 8 a 10 de ancho. La cola estuvo cubierta de es- camas simples e imbricadas. Nov. Gen. Acantharodería mihi. Acantharodeia spicata n. sp. Fig. 50 Es el fragmento de la rama izquierda de la mandíbula de un in- dividuo muy joven, que, sin embargo, me permite establecer un nuevo género, pues tiene dientes muy peculiares. Estos son cinco, Fig. 50.—Acantharodeia spicota n. gen. et n. sp. Rama izquierda de la mandí- bula inferior; ud. última muela; 3/2. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 109 estando el último aun por desarrollarse, pues apenas se le ve en su alveolo. Son de tamaño decreciente de adelante hacia atrás, como en el Peltephilus y como en los varios Dasypodidae si se empieza desde la mitad de la mandíbula, como en el fragmento fósil. Son equidistantes, pero no contiguos, estando el último recostado sobre la rama mandibular ascendente, lo mismo que en todos los géneros de la familia. Empezando debajo del penúltimo diente y siguiendo ha- cia adelante, en la parte interior y cerca del margen inferior, hay un sureo profundo, que tuve oportunidad de hallar en el fósil Ma- croeuphractus y en el Cabasus viviente. Exteriormente la mandíbula es muy convexa y en conjunto debió ser muy alargada y derecha. Los dientes, absolutamente únicos por su forma, son puntiagudos, con el lado interior aplanado y el exterior convexo. La punta es levemente curva, de modo que vienen a la memoria las espinas de ciertas rosas. La raíz es grande, fuerte y sencilla, como la de todos los desdentados. El lado de la punta super-posterior es el que se iba desgastando, bajo la acción de los dientes superiores. Medidas: Diámetro ant-post. del ler. diente (entre los conservados) . . . . mm. 6 > > A > AVE OA A O > > >» 3er. > E MEA EA 4.5 Alto del 1.* 4 > AS > > A AI AA A A AN a > dela mandíbula al nivel del 42 diente .. -.... .. - 14.5 Gen. Dasypus L. (s. str.) Dasypus argentinus Mor. Er Merc. DLám. vu, fio. 3 Pr Í 1891. Dasypus argentinus Moreno et Mercerat, ob. cit. pág. 227. 5 1893. Dasypus argentinus Mor. et Mere., Lydekker, ob. cit., pág. 59, vol. 111, Lám, XXXII., fig. 4 y 5 (gen. Dasypus s. lat.). 1898. Zaédyus argentinus Mor. et Merc., Ameghino, Segundo Censo, ete., vol. 1, A! ”a a 9710 Territorio, pág. 219. Tengo un cráneo bastante bien conservado, que lleva unida la mandíbula, por lo cual presumo que ha de pertenecer realmente al género Dasypus, quedando excluido totalmente el Zaédyus, si bien se le acerca por la ornamentación de la coraza; pero es fácil observar que el primer diente es sostenido por el pre-maxilar, mientras en el Zaédyus está situado en el maxilar. 110 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. El eráneo es triangular y chato, con frontal muy amplio, aunque no muy dirigido hacia adelante; y con parietal cuadrangular lleno de perforaciones en los dos costados: es en conjunto la forma general del Dasypus villosus. También igual a la de éste es la forma de la re- gión occipital, pero en +1 fósil es mucho más alta y también algo más ancha, si bien el largo total de su cráneo es menor. La foseta: del paladar se abre muy atrás y no tiene margen replegado. Tiene nueve dientes pequeños y muy aproximados unos a otros. La mandíbula es más corta, pero más espesa, más derecha y un poco más alta. Cerca del margen inferior interno, existe y bien distinguible un sureo que comienza debajo de los dientes medianos. El último diente no está tan recostado a la rama articular como en el D. vllosus. En el D. vi- : Ñ ps llosus Medidas En el fósil Ñ | (ejemplar completamente desarrollado Largo total del cráneo . . E O ARPA mm. 81 de las nasales según le sutura mediana , 26 26.5 An A e e AN 29 Sl a A AA 17.5 19.5 AMENA A 02 38 > parietal 20.5 31 Alto de la región Oetipital 4 ds iia 24 18.5 Ancho máximo de la misma 5 43 5 Largo de la serie dentaria, .-. : e AO 32 41 Alto de la mandibula al nivel de pal diente 12 10 AVES Nov. Fam. HERMOSIORNIDAE mihi. Nov. Gen. Procartama mih1. Procariama simplex 5». sj. Ria bs Lam: 15 o. 0177 Existen los restos de dos individuos. Uno de ellos presenta bas- tante bien conservados el areo pélvico, un húmero y algunos huesos de las articulaciones posteriores; el otro está representado por un rado, una ulna y especialmente por un interesante coracoides de- ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FóÓsILEs. 111 recho. El areo pélvico empieza anteriormente con la última vértebra dorsal, la que está soldada con la primera erural. Esa vértebra dor- sal está desprovista de apófisis, lo que constituye un carácter dis- tintivo muy importante de los Hermostormidac; las restantes vérte- bras sacras y erurales están totalmente soldadas unas a otras. de modo «que es imposible establecer su número si no las miramos desde la cara Inferior. ln la última dorsal se observa también una super- ficie articular preaxial, como en las vértebras heterocélicas, y un ca- nal espinal de sección elíptica, en vez de redonda. La fosa ilíaca anterior es muy poco profunda, pues en conjunto el hueso es del- gado, y una cresta dorsal arqueada ¡yy saliente se prolonea hasta por encima del acetábulo, ofreciendo poco antes de terminar una pe- queña ampliación de forma romboidal, a la que llamo «escudo ilía- co», ampliación que, más o menos extensa, se encuentra también en los Phororhacidac. El acetábulo está situado debajo de la termina- ción de la eresta dorsal ilíaca y antes de una eresta transversal de la plataforma dorsal posterior, que lateralmente viene a correspon- der al anti-trocánter. El orificio isquiático es alargado-elíptico y com- prendido enteramente por el ileon y el isquion osificados; muv bre- ve y pequeño debió ser el púbis. Característica es la plataforma dor- sal posterior: muy aplanada, alargada según los márgenes laterales paralelos, en una serie de perforaciones ilíacas, pequeñas y elípticas, paralelas a la prolongación espinal y situadas entre ellas á distancias jguales. Tales perforaciones, entre los géneros del orden de los Stereornithes, han sido señaladas solamente én los Pelecyornis. En conjunto este arco pélvico recuerda mucho el del Cariama, una de las más sinenlares aves vivientes actualmente en Sud América: pero se diferencia de éste especialmente por la manera como a la eresta dorsal ilíaca sucede la transversal y por la forma acanalada de la cara inferior-posterior. El húmero tiene las formas caracterís- ticas de la familia de los Phororhacidac y “de los Cariamadae, espe- clalmente en la parte posterior externa; pero en la parte anterior, también externa, parece que había mucha diferencia, puesto que no existe “osa mediana y sí una superficie casi totalmente llana, de fi- gura triangular, con un tubérculo posterior al vértice en substitución de la cresta lateral. El fémur está mal conservado, y como siempre, ofrece pocas características. Falta la tibia-tarso. El tarso-metatarso tiene las mismas formas que el del Pelecyornis y del Cariama, pero en proporciones más reducidas, si se tiene .en cuenta el poder del arco pélvico. Es anteriormente muy alargado, más que la extremi- dad posterior; tubéreulo inter-condiloideo muy desarrollado, fosas ql MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. laterales poco profundas, hipotarso siempre muy característico, por estar constituído por dos fuertes tubéreulos salientes de dimensiones jeuales, separados por un canal único del músculo flexor profundo, por lo cual corresponde más al del Cariama, que a cualquiera otro de los Phororhacidac. En cuanto a las trocleas terminales, la interior es mucho más breve que la exterior, y tiene un apéndice posterior muy desarrollado. También desarrollado, aunque en grado menor, Pig. 51.—Caracoides del Procariama simplex n. gen. et n. sp.: A, cara interna; B, cara externa; C, extremidad superior vista de arriba; a, parte ante- rior; ac, acrocoracoide; dao, articulación con el húmero; af. articulación con la horquilla; ep, canal procoracoideo; e, parte externa; fg, foseta gle- noidea; 1, parte interna; p, parte posterior; pc, proceso procoracoide; 3/2. está el apéndice de la exterior. En conjunto esta región articular inferior se va ampliando gradualmente, como sucede en todos los Phororhacidae y Cariamaida: El coracoides tiene formas bastante peculiares, que hacen entrar este género en el grupo de los Hermosiornis, descriptos en el capí- ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 113 tulo que trata de la fauna de Monte Hermoso; consérvase de él sola- mente la parte superior, donde un bien desarrollado proceso proco- racoideo, mucho más alargado hacia abajo y más robusto que el del Cariama, se une al cuerpo principal del hueso y va cireunseribiendo en su comienzo un espacio, que en el Hermostormis está enteramente encerrado, debido a que la extremidad del proceso retorciéndose so- bre sí misma se suelda con la cara anterior del coracoides, mientras que en el caso presente parece que estaba abierto por la parte ante- rior, como en el Cariama (1) donde el procoracoides, retorciéndose hacia la unión con la horquilla, la articulación de ésta se interpone entre aquél y la extremidad del coracoides. La superficie articular con el húmero, es como en los Hermosiornis, muy grande, pero es menos visible la horquilla que considero gelenoidea, situada entre aquélla y el hueco determinado por el proceso procoracoideo, cerca del acrocoracoideo, que falta. La cara posterior no es convexa, como la de Cariama y Hermostornis, simo aplanada y más bien cóncava en su trecho inferior. La ulna es algo más pequeña que la del Hermosior. nis, si bien los huesos de las articulaciones posteriores llegan apenas a la mitad del largo de los de este género, lo cual demuestra que el Procariama debió tener alas relativamente mucho más desarrolladas. Los caracteres genéricos por el momento son los siguientes : Ultima vértebra dorsal sin apófisis; perforaciones en dos se- ries paralelas en la plataforma dorsal ilíaca, que es llana y carece de cresta espinal; cresta ilíaca anterior bastante pronunciada; es- cudo ilíaco pequeño y decididamente anterior al acetábulo; hipotarso simple, con único canal muscular; proceso procoracoideo especial muy desarrollado como en el Hermosiornis. Tratáse indudablemente de un antecesor de los Cariamidae vi- vientes, que por otra parte, dadas sus relaciones con el Pelecyornis, nos induce la creer que este podría ser el antecesor común de los Cariama, y no el Phororhacos, como podría creerse. Medidas: Arco pélvico Ma onde acota bulo a dd ds mms! 21 Ancho transversal mínimo entre los agujeros acetabulares . . . 40) Largo mínimo de la parte pre-acetabular partiendo del margen exterior de la impresión articular de la vértebra dorsal . ... 78 Ancho mínimo transversal entre los agujeros isquiáticos . . . . 34 ago máximo del agujero isquiático +... -. 0.0... des, 39 (1) Para mayor claridad, en la figura que lo reconstruye, aparece como si estuviera totalmente cerrado. NAT. MUS. Nac. BS. ÁS., T. XXV. ENERO 26, 1914. 8 114 > MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Tarso-metatarso Ancho máximo de la extremidad ¡amterior 1. 2... 30 > del hueso a los 65 mm. de la extremidad superior del tu- hérculo antercondilodeo A 14 ¡Ancho dela tetrenidad poseo 23 > dela troclea mediana A: 12 > dela lateral amero OASIS AN 9 Diámetro del húmero a los 70 mm. de la extremidad de la articula- CIÓN AMLO A e es ls ES E 14 Ancho máximo de la articulación del mismo... .... 2... 31 > > 2 > inferior de la tibia-tarso . . . 28 > de la articulación superior de la ulna . ........ + 21 > dela articulación AMTerlon e ds e A 15 > de la articulación superior del coracoides . . . . -. +. 30 Fam. PHORORHACIDAE Nov. Gen. Prophororhacus miha. Prophororhacus incertus 5. sp. DO O, No poseo más que la extremidad distal del tarso-metatarso y algu: nas falanges, semejantes a los huesos correspondientes del Phororha- cos, pero provistos de caracteres propios, visibles especialmente en el fraemento de tarsometatarso, muy deprimido, con una curvatura pre-troclear de la cara posterior bien manifiesta, mientras la cara anterior se presenta muy convexa. La troclea mediana, poderosa y erande, prolonga su relieve muy hacia atrás de las trocleas laterales, terminando gradualmente, sin notable adelgazamiento de sus márge- nes laterales. La segunda troclea o exterior es mucho más pequeña, de menor espesor transversal y está provista de un apéndice pos- terior no tan pronunciado como en el Phororhacos. La cuarta tro- elea está rota, pero se echa de ver que tenía dimensiones reducl- das. Bien ahuecadas se presentan las superficies laterales de la troclea mediana y las interiores de las laterales Medidas: Diámetro máximo de la -troclea mediana . ..... 2.2. % 2. mal > le “la «troclea. lateral “exterior ii 13 Largo total de la segunda falange del tercer dedo . . ..... 30 > de la tertera Talanse Tr a e 34 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 115 REPTILIA - CHELONIA Fam. TESTUDIDAE Gen. Testudo L. Testudo Gallardoi 1. sp. Lám. vi, fig. 6; Lám. x, fig. 1 Tortuga gigante, muy alta con relación a su largo, pero muy mal conservada, y en parte reconstruda idealmente por los pre- paradores del Museo, ¡por lo cual no son del todo bien visibles ni las líneas de separación de sus placas, mi la cantidad y la forma de éstas. Se caracteriza por el hecho que cada una de sus placas verte- brales y costales, como asimismo muchas de las marginales, tienen su- perficie convexa o gibosa, correspondiendo la parte más prominente de cada gibosidad a la sutura de dos placas contiguas. Las placas vertebrales aleanzan el máximum de gibosidad, y entre ellas las medianas de las cinco chapas en que fué subdividido el tegumen- to exterior. En el punto más alto del escudo se encuentra la giba ma- yor, de forma casi cónica, que tiene a sus dos costados, en el sentido loneitudinal, dos gibas menores y menguantes. Una eibosidad algo menor existe también en correspondencia con cada chapa de las placas costales y abarca varias de las más ampliamente convexas y menos salientes, esto es, enatro para cada lado. También las medianas de la fila de las marginales presentan cua- tro eibosidades. La placa anal está inflada y cae verticalmente, aunque su mar- gen se halla muy replegado hacia el interior; las dos placas mar- einales que le siguen inmediatamente a cada lado, se dirigen en cam- bio hacia el exterior, formando cada cual un lóbulo bien saliente, por lo sual la caudal queda muy adentro, y a su nivel hay como una fosa profunda sobre la superficie exterior del escudo. Muy patente el surco que rodea el escudo, correspondiente a la sutura entre marginales y costales; nada hay visible de la parte nucal. El plastrón, bastante bien conservado y característico, no pre- senta diferencia notable aleuna con el de los Testudos más cono- eidos. Los huesos del epi-plastrón constituyen una porción bien prominente y restringida a los lados, provista de fuerte callo in- terior y algo encorvada hacia abajo. Se le puede comparar con la Testudo tabulata viviente en el 116 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Brasil, la que sin embargo tiene formas totalmente diferentes, pues sus gibosidades apenas se notan, y además es muy alargada y res- tringida. Su placa anal difiere en un todo de la fósil, pues sobre- sale más de las marginales laterales. Las placas marginales están relativamente mucho más bajas y las costales son más trapezol- dales. Medidas: Largo mediano; del “plastióm >. aia de ea MC ¡Ancho máiamoidelmismor EOS ES A E 64 Largo máximo del escudo, en plano, más 0 Menos . .. . . . . 98 Alto máximo del mismo, medido en uno de sus flancos . . . . . . 65 > de la extremidad de la placa caudal hasta el vértice de la gi- ¡PEI E OI A do q 0 86 Ancho de la placa anal según el margen exterior . . . . . . . . 22 ATOM OM A A A E ES 22.50 Ancho de una placa costal mediana (la mayor de la serie) de fi- CUELA Mecano e a alo Rd 13 4."—LOS FOSILES DE MONTE HERMOSO (Localidad típica del Hermosense) MAMMALIA Fam. PROTYPOTHERIIDAE Gen. Protypotherium ÁMEGH. 1882. Protypothertum Ameghino, Bol. Inst. Geogr. Argentino, t. 11, p. 223, 1885. Protypotherium Ameghino, Bol. Acad. N. Cienc. Córdoba, t. 11, p. 79. Protypotherium obstructum AMEGH. 1889. Protypotheriuwm obstructum Ameghino, Mam. Fós., pág. 479, Lám. XIV, is. 19; Especie basada solamente en un pre-molar inferior, que yo no he visto; el género también merecería un examen. Fam. HEGETOTHERIIDAE Gen. Pachyrucos AÁMEGH. 1885. Pachyrucos Ameghino, Bol. Acad. Nac. Cienc. Córdoba, vol. VII, entrega 1.2, pág. 160. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 117 Pachyrucos typicus AÁMEGH. 1889. Pachyrucos typicus Ameghino, Mam. Fós., pág. 428, 918, Lám. XII, fig. 1-14. 1894. Id. íd. Ameghino, Rev. del Jardín Zoológico, pág. 203. 1894. Id. íd. Amegh., Lydekker, Study of Extinct Ungulates, pág. 4-6, Lám. I fig. 1-2, 1904. Id. íd. Ameghino, Rev. del Jardín Zoológico, pág. 203. , Pachyrucos ictus AÁMEGH. 1889. Pachyrucos ictus Ameghino, Mam. Fós., pág. 431, Lám. xt fig. 17-18. Gen. Tremacyllus ÁMEGH. Tremacyllus impressus ÁMEGH. sp. 1889. Pachyrucos impressus Ameghino, Mam. Fós., pág. 433, Lám. xt, fig. 19-22, Tremacyllus diminutus AMEGH. sp. 1889. Pachyrucos diminutus Ameghino, Mam. Fós., pág. 434, Lám. xur, fig. 23-24. Fig. 53.—Tremacyllus intermedius nm. sp. Cara superior del eráneo, 7/5. ¿ 1 I : 118 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Tremacyllus intermedius ». sp. Fig. 53 Cráneo de figura casi rectangular, por la fuerte prominencia de los mastoideos posteriores igual a la de los apéndices cigomáticos; cajas de resonancia enormes, separadas por un profundo surco de la región del parietal y muy salientes, tanto superiormente como posteriormente. Sobre la parte post-inferior de las mismas se ex- tiende el occipital en lámina sutil, interponiéndose entre ellas para luego juntarse eon la cresta del temporal. Las impresiones incisi- vas llegan hasta todo el primer pre-molar. Sus dimensiones lo ha- cen distinguirse totalmente del 7, diminutus, acercándose en cam- hio al 7. impressus, del que se distingue por los rasgos que acabo de mencionar. Medidas: Laroo total Tel CrMeO a e a os e eS BUIN ¿Ameho mínimo delo A E 16 Distancia entre el orificio y la protuberancia occipital... .. 14 Ancho máximo de la parte posterior del cráneo . . . . . . . . 33 Espacio ocupado por la hilera dentaria superior . . .c.. +. . 19 Distancia mínima interior entre los dos primeros pre-molares . . 9.5 > entre los dos UILIMos molares 11.5 > entre el primer pre-molar y el incisivo . . .. . . . 6 Espacio ocupado por la hilera dentaria inferior... ... . + 19 Alto de la mandíbula al nivel del 3er. pre-molar. . .... . . 10 Fam. TYPOTHERIIDAE Gen. Typotheriim Brav. 1857. Typotherium Bravard, Compt. Rend. París, vol. XLIV, pág. 961. Typotherium insigne AMEGH. Lám. Xy, “10, 2; Lim. xvi, 19 1 1889. Typotherium insigne Ameghino, Mam. Fós., pág. 417. 1905. > > > Anal. del Museo Nac., vol. XII, pág. 61, fig. 2, pág. 17, fig. 14. 1894. Typotherium insigne Ameghino, Rev. Jardín Zoológico, pág. 209. El cráneo de esta especie no ha sido aún figurado. El ejem- plar de que dispongo no está muy bien conservado, especialmente ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FósILES. 119 en su cara posterior, cuyas formas son muy variables según la es- pecie. Son características sus dimensiones, más o menos las que indicara Ameghino. Son especialmente dignas de mención las si- guientes: Largo del espacio ocupado por los molares superiores . . . . . mm. 103 > > > > AAA A o e e 94 Distancia interior entre los dos primeros pre-molares sup... . 45 Marco Royal del craneo a OS a 300 Typotherium maendrum ÁmMEGH. A oa la 1889. Typotherium maendrum Ameghino, p. p. Mam. Fós., pág. 419, 917,lám. XVIHr, fig. 3-4; Lám. XIX, fig. 3-4. He distinguido estos otros caracteres: las crestas oceipitales for- man una línea recta perpendicular a la sagital, y donde se encuentra la protuberancia occipital va dirigida hacia abajo. La región oecipi- tal está poco excavada. El orificio occipital, amplio y elíptico, tie- ne los cóndilos situados muy oblicuamente. Su distancia mínima de la cara superior del cráneo es de 47 mm. Para Mercerat (Rev. Museo La Plata, vol. 11, pág. 76, 1891) esta especie es sinónimo del 7. cristalum del pampeano, opinión insos- tenible, por las diferencias que existen, y que Ameghino señalara, entre los tipos del pampeano y los del hermosense. Medidas: Largo del espacio ocupado por los molares superiores . . . ... mm. 87 Distancia mínima interior entre los dos primeros pre-molares su- periores E 21 ME A O 250 Typotherium pseudopachygnathum AÁmMrGH. Lám. xIx, fig. 2 1889. Typotherium pachygnathum Gerv. et Amegh, p. p. Aueghino, Mam. Fós., pág. 419-420, Lám. xIx, fig. 1. 1904. Pypotherium pseudopachygnathum Ameghino, Nuevas Especies, pág. 26. La cara superior del cráneo es relativamente más restringida que la de la especie anterior, si bien mucho más larga. Las crestas de las apófisis del temporal son más replegadas hacia el medio del eráneo y se acercan más a la cresta sagital, la que también es más alta y tiene más relieve. La parte posterior está muy excavada, las 120 “MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. crestas occipitales tienen curvatura hacia fuera, según su longi- tud. No está conservado el agujero ocerpital. En cuanto a los demás caracteres, consúltese a Ameghino, op. ctf. Typotherium extensvm n. sp. IU di Se diferencia del 7. maendrum especialmente por las formas de su región occipital, aunque tiene más o menos las mismas dimen- siones que aquel. Las crestas de la región occipital no son dere- chas, sino levemente encorvadas, en lo cual se asemejan mucho a las del anterior y no existe protuberancia allí donde se encuentran en el medio del eráneo. La región comprendida entre ellas y el orificio occipital es más alta y no está tan excavada. El orificio mismo sería elíptico, de no prolongarse hacia arriba, adquiriendo un contorno peculiar. En el punto de conjunción del parietal y el frontal hay mucho más amplitud; las órbitas son más sólidas y salientes sobre todo adelante; la superficie palatina es más amplia; la región comprendida entre incisivos y molares es más amplia y chata; la superficie exterior de los incisivos no es rayada. Nada peculiar ofrecen los demás dientes. Medidas características: Aro total dAeUCranaeo e. e e os di a RSS Espacio ocupado por Jos cinco dientes superiores ST Distancia interior entre los dos primeros pre-molares 53) > » > > A a DD » entre el orificio occipital y la cara superior del cráneo . 45 Ancho. mino de 1ós parletades —. . 2 Ea e e A 43 Distancia entre el borde del alveolo del incisivo y el del Jer, pre- ES A A E E A e 39 Diámetro ant-posterior del Jer. pre-molar .... ... . .... 10. 14 > > DI > IA O A ON 20 > > NE AA A 24 > > AU > A A AS o 25 > > > > e rad O IS 23 > delos y inciaos A ET a 29 Typotherium strictum ». sp. Lám. XvIi, fig. 2; Lám. xv, fig. 1 Esta especie es bastante más chica que el T. extensum y el T. maendrum, pero es más grande que el 7. exiguum. La forma de su orificio occipital es más o menos la del 7. extensum pero hay menos separación entre los cóndilos, siendo más angosta la superficie ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 12] occipital. Además ésta es sobresaliente hacia abajo y está poco excavada en su parte superior. Está provista de protuberancias; las apófisis estiloides son más derechas y robustas; las crestas occi- pitales están muy encorvadas; la parte anterior de los parietales es relativamente más amplia que la del 7. extensum; los incisivos están levemente rayados exteriormente y su pliegue interior está poco acentuado; el ¡primero y segundo pre=molar tienden a ser re- dondos, mientras las otras especies los tienen elípticos; el area pala- tina es muy excavada; el orificio incisivo tiene una prolongación que llega a interesar la sutura del maxilar. Las medidas más características son: IRC A o a 220) Distancia entre el alveolo del incisivo y el del primer pre-molar 29 > interior entre los dos pre-molares primeros... . . 25 > > > timos moles 47 Espacio ocupado por la serie de los molares superiores... . . 80.5 Diámetro amt=-posternior del “ler. pre=smolar . .... 1... 0... 13 > > » 2,0 > a 16 > > A AS E AI A 21.5 > > a > IR RIE SILO: TENES JE 23 > > > ¡Ser. > TA CA 21.0 '¡AUtO entre! el tomficio occipital y la cresta sagital... . 0... 38.5 Largo de los parietales según la sutura mediana... ..... 57 ECO A 36.5 Marco deMoserrontalesd A A ALS ITA 60 > demos traseros il sE Rie ire SS Typotherium exiguum AÁMEGH. 1889. Typotherium exiguum Ameghino, Mam. Fós.. pág. 420, Lám. XIX, fig. 6. ? Typotheriam robustum AMEGH. 1905. Typotherium robustum Ameghino, Anales del Museo Nacional, vol. XI, pág. 17, fig. 15. Basado solamente en las formas excepcionales de un astrágalo; quizás se trate de una de las especies anteriores. Gen. Pseudotypotherium ÁMEGH. 1904. Pseudotypotherium Ameghino, Nuevas Especies, pág. 19. Pseudotypotherium, pulchrum A MEGH. Lám. x, fig. 7 1904. Pseudotypotherium pulchrum, Ameghino, Nuevas Especies, pág. 19. 122 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Gen. Xenothertum 1904. Xenotheriuw Ameghino, Nuevas Especies, pág. 24. Xenotheriaum immersum, ÁMEGH. 1904. Xenotherium immersum, Ameghino, Nuevas Especies, pág. 24-25. Fúndase tan sólo en un incisivo que no he podido procurarme. Fam. TOXODONTIDAE Gen. Toxrodon OWEN 1837. Torodon, Owen, Proc. Geol. Soc. London, vol. 11, n. 51, pág. 541-542, Toxodon excavatus n. sp. Lám. x, fig. 6 Trátase de una mandíbula que ha sido desgastada por las olas que azotan la barranca de Monte Hermoso, por lo cual se halla en mal estado de conservación. Sin embargo, hay aleunos dientes “u- periores, de los que está bien conservado el quinto de la izquierda. Es peculiar una cresta sutil y realzada correspondiente a la cara exterior inferior de la sínfisis mandibular. Tal cresta, que no existe en los Torodon del pampeano, hállase en cambio en el Xotodon, el que empero la tiene más abajo, esto es, allí donde la sínfisis tiene una forma totalmente peculiar. Medidas: Dartor de da SIDASIS e aer a a AOS Espacio ocupado por los dientes (molares y pre-molares) . . . 230 Diámetro ant-posterior del 5. diente sup. izquierdo... . .. 2: > WAnsyersal del, MUBMmO. aa 2 ld 42.5 Alto de la mandíbula bajo el último molar . ......... 129 Moreno había dado ya un nombre a los restos de Torodon halla- dos en Monte Hermoso, llamándoles F. gigantens, que ha quedado como nomen nudum:; pero, aparte este hecho, mi especie no es ab- solutamente gigantesca y por lo tanto no puede corresponder a la de Moreno. Ameghino refirió el 7. giganteus a su T. ensenadensis, y Mercerat le agregó el T. elongatus Roth, pero son errores, pues estas dos especies tienen un solo tipo que procede del puerto de La Plata, o sea de terrenos mucho más recientes y que no tienen especies co- munes con el hermosense. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 123 Gen. Xotodon AÁMEGH. Xotodon prominens AMEGH. Lám. XIL fig. 1,1 a 1889. Xotodon prominens Ameghino, Mam. Fós. pág. 407, 998. 1903. Xotodon foricurvatus mon Ameghino, Lydekker, p. p. Anales Museo de La Plata, vol. 11, pág. 21-22, Lám. x1, fig. 2, 2a, 2b, (non 1, 1a, 1b) (1). De esta especie posee el Museo Nacional un cráneo casi entero, si bien muy deformado y de dimensiones alteradas. Faltan los mola- res. Se parece mucho al de la especie de Catamarca, del que se dis- tingue por tener más amplia la superficie occipital, por una abertura sinfisaria muy ensanchada y por una fuerte cresta a lo largo de la sínfisis por el lado interior. Dimensiones de los dientes superiores (para los inferiores véase Ameghino): Nastema entre Canino y 3er. INCISIVO 21. ope. rs 2. MM... 0 Drámetroantposterior delicanmno E o e de 6.5 Diastema entre canino y ler. pre-molar $ Diámetro ant-posterior del ler. pre=-molar “ . ....... -. 19.5 > > NAS > 22 > > > 3er. > ME A 25 > > 4 > 30 > ransyersaldelRd OE IMA o a e ES Xotodon Ambrosettii 1. sp MámixxL, fes 1 Lo separo del anterior, en vista de sus dimensiones algo menores, especialmente el largo de la mandíbula y los dientes. La sínfisis tie- ne origen debajo del penúltimo pre-molar, siendo forzosamente muy breve. Media poco espacio entre el canino y el pre-molar; media al- go más entre los dos primeros pre-molares; casi nulo es el espacio entre el último pre-molar y el primer molar. Medidas: 5 Diastema entre el canmimo y ¡el der: pre=molar . o. ss Ma > cutre clero RE MO o e 6 (1) Lydekker no da en su texto la explicación de las figuras. Tn la explica- ción de la Pl. xr hace corresponder al X. foricurvatus la fig. 1, la, 1b, que representan en cambio al X. catamarcensis, y no dice a qué corresponden las figs. 2, 2a y 2b, que verdaderamente son las que reproducen al X,. foricur- vatus de Monte Hermoso. 124 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Diánietro ant-posterior del 2.2 pre-molar ....... . . . . . . mm, 14 > > » Jer. > e 13 > > y: Lera Mola es o ptes ds 23 > > > 2 > 23 > > LL AA Me 30 Alto de la mandíbula al nivel del 3er. pre-molar . .... . . . 72 Nov. Gen. Alitorodon mihi. Alitoxodon vetustus n. sj. Fig. 54 No puedo relacionar con el Torodon una mandíbula en estado aún semi-juvenil, que se caracteriza especialmente por el hecho que des- pués de la columna y el replegamiento anteriores de cada molar persistente, el lado exterior del diente, en vez de plano y derecho, es ampliamente convexo, y su convexidad se acentúa de adelante hacia atrás, por lo cual en su parte exterior-posterior cada diente resulta redondeado. En cada lado los dos primeros incisivos son ya definitivos, mien- tras el tercero es aún el de leche y lo mismo que éste son los dos úl- timos pre-molares. Los intermedios son aún los de la primera denti- ción, pero el segundo pre-molar está a punto de cambiarse. El primer pre-molar, que no ha sido substituído, debe considerarse caduco. De ahí la siguiente fórmula dentaria, que es igual a la del Torodon: Dientes de leche Di - De - Dp - Dm - Ed DS Dientes adultos E A A 5 1 3 3 Los incisivos, lo mismo que los de Zorodon y Xotodon, están co- locados con inclinación hacia adelante, superpuestos en parte y cu- biertos de esmalte aun en su cara interior; ello quizás es debido a que son jóvenes. El tercer incisivo, siendo el de deche, es igual a los otros dos: cambiándose asumiría probablemente la forma de colmillo piramidal a base triangular. Entre el incisivo y el canino, entre éste y el primer pre-molar y entre el primero y segundo pre- molar media ancho espacio; luego la serie continúa ininterrumpida. Hay un orificio mentoniano bajo el tercer pre-molar, es decir. más adelante que en el Zorodon. Lo mismo que en el Zorodon del pam- peano, faltan crestas y protuberancias a lo largo de la sínfisis, pero, como he dicho ya, se trata de un ejemplar joven. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANCS Y SUS FÓSILES. 195 E 5) izquierd ¡UN pi andibul tama mi ; -dma l=) Pig. 54.—Alitorodon vetustus n. gen, et 1. sp. 1 126 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas: Diámetro ant-posterior del ler. imciSivo . . . .. . . . . . .« . mm. 18.5 > > A AN A a MON 18 > > » 3er. > (OMC E Es 12.5 Diastema entre el canino y el Jer. IMEÍSIVO -. 2... . . 2. 20 > > > > » » ler. pre-molar caduco... .. 6.5 > > > ler, pre- mola ei 2 6 Diámetro ant-posterior del 2. pre-molar (joven)... . . . . 18 > > » 3er. > > O 24 > > y. Herntmola Lo e 21 > » 512% A a A 26.5 > > » 3er. > A A O 24 Alto de la mandíbula al nivel del 4.” pre-molar . . .... . . . 59.5 Largo de la sínfisis tomado sobre la cara exterior... . . . . 116 Fam. HAPLODONTIDA E Gen. Trigodon AMEGH. (Fara la sinonimia del género, véase Ameghino, Anales del Museo Nacional, vol. XVI, pág. 49, 1907). Trigodon Gaudryi AÁMEGH. Lám. XI, fig. 2; Lám; xIv, fig. 2 1889. Trigodon Gaudryi Ameghino, Mam. Fós., pág. 400, 916, 994, Lám. XvIr, fig. 6. 1891. Eutrigonodon Gaudryi Ameghino, Rev. Argentina de Hist. Natur., vol. I, pág. 240. 1907. Trigodon (Gaudryi Ameghino, Anales del Museo Nacional, vol, XVI, pág. 50-51, fig. 1-6 y 21. En estos Anales y en la fecha mencionada, ya fué descripto y re- presentado el cráneo de este toxodon, ¡que Ameghino creía provisto de cuernos y que es uno de los más hermosos e interesantes ejempla- res del Museo Nacional. Nada, pues, tengo que agregar a la magis- tral deseripción de Ameghino. Trigodon minor LYDEKK. sp. 1893. Eutrigonodon minor Lydekker, Anales del Museo de La Plata, vol, pág. 21, Lám. vnr, fig. 2. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 12 Fam. PROTEROTHERIIDAE Gen. Epithertum ÁMEGH. 1889. Epitherium Ameghino, Lista Especies Monte Hermoso, pág. 15. Epitherium laternarium AMEGH. ama to. La 1889. Epitherium laternarium Ameghino, Mam. Fós., pág. 569, Lám. XXXIv, fig. 1-10, 14, 17. 1904. Epitherium laternarivm Ameghino, Morph. Phylogénétique, pág. 485, fig. 630. Un cráneo de esta especie hallado últimamente en Monte Hermo- so en estado de conservación bastante satisfactorio me permite com- pletar su conocimiento. Pertenece a un individuo ya bastante viejo, y tiene una figura que en conjunto se relaciona algo con la del Brachytherium, si bien el largo total del cráneo es algo mayor. Los dos grandes incisivos son a manera de colmillos laterales, tienen fi- eura triangular y están colocados transversalmente, de modo que la cara que debería ser anterior, hállase casi de costado, mirando la del incisivo opuesto. El orificio incisivo es amplio, limitándole a los lados dos realees especiales en forma de aristas que se prolon- gan hasta quedar frente a los primeros «pre-molares. El orificio orbitario es lateral y superior a los dos últimos molares. Ll hueco nasal de la cara superior empieza entre los dos grandes inci- sivos, continuándose hasta por encima del segundo premolar. Los caracteres dentarios han sido establecidos por Ameghino, quien po- seyó un ejemplar joven. En el que yo tengo, el uso ha borrado gran parte de los caracteres. El primer pre-molar presenta trazas de haber tenido dos fosetas interiores, una posterior y otra anterior. El se- gundo pre-molar tiene aún dos pequeñas fosetas anteriores. El ter- cero y el cuarto, lo mismo que el primero, tienen una foseta central casi triangular. El segundo molar tiene una gran foseta central y otra mediana posterior; el último un surco que divide el diente en dos partes. Medidas: Momo bllidel Ccrameo . . es rn a O a y Mia 1290 CHO RLasimnor del anismos Pas ae e a 90 Marcorusible ide Los ÁMCISIVOS 2 0. o a a 18 Distancia mínima entre ineisivos y pre-molares . . ... . .. 30 128 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Largo del espacio ocupado por los molares . . . . . . . . . . mm. 93 Diámetro ant=-posterior! del Teri premolar a 10 > > AS > IS, AS O RA 10 > > >» 3er. > A a a 12 > > >» 149 > AA 13 > > A Lemoa Te A o e 14 > > y 2 > AS, PR 16 > > » 3er. > A E RS 12 Gen. Eoauchenia AmMEGH. 1887. Eoauchenia Ameghino, Apuntes Mamáf. Monte Hermoso, pág. 16. Eoauchenia primitiva AMEGH. Lám. xI, fig. 2, 2a 1859. Eoauchenia primitiva Ameghino, Mam. Fós. pág. 598. 1904. > > > Morphol. Phylogénétique, pág. 486, fig. 631. Poseo un maxilar derecho con la región orbitaria, los pre-molares y un fragmento de molar, que es el ejemplar típico figurado por Ameghino. Otro ejemplar, encontrado ha poco, representa la parte anterior del cráneo y está bastante bien conservado. Los nasales, ampliamente encorvados, avanzan en los frontales después de la su- tura de éstos con los maxilares que están a los lados. Un doble sureo a manera de X hállase en el medio de la cara superior, interesando la extremidad posterior de los nasales y frontales hasta la mitad de la órbita. Otro surco, pero menos acentuado que el del Epithertum, se encuentra en el medio de la frente. Las órbitas son amplias, re- dondas, laterales, pero un poco oblicuas respecto a los huesos del cráneo y están abiertas perpendicularmente. Después de ellas, el erá- neo se restringe mucho. El paladar es ancho y chato, y del mismo largo tanto anterior como posterior. En conjunto el cráneo era re- lativamente bastante más corto que el de Epitherium, de Brachythe- rim. y de otros géneros afines. La parte antero-superior estaba muy pendiente hacia adelante, al punto de formar con la serie denta- ria un ángulo de 457. Las siguientes dimensiones corresponden a un ejemplar joven: ellas varían según el mayor o menor desgaste de los dientes: Diámetro ant-posterior del ler. pre-molar . . . ... .. . . . . mm, S « > >» 2,2 > ao O, AUDE A 9 > > » Jer. » 5 > > > 42 » O II A A 13 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 129 Diametro transversal delle premolar 00) > > A > 8 > > » 3er. > E E E NE. 11.5 Largo del espacio ocupado por la serie dentaria del ejemplar adulto. 12 Nov. Gen. Diplasiotherium aha. Diplasiotherium robustum n. sp. Fig. 55 Me baso especialmente en la rama izquierda de una mandíbula que aún conserva tres pre-molares y dos molares, los que por sus grandes dimensiones difieren totalmente de los otros proteroterídeos de Mon- te Hermoso. Dientes muy desgastados, con cíngulo basal exterior e interior lo mismo que el del Proterotheríum y con cuatro raíces distintas. 11 segundo pre-molar (el primero entre los conservados) es de forma muy asimétrica; exteriormente su lóbulo anterior es algo convexo; el posterior aplanado; del cíngulo sube una cresta para limitarlo anterior y posteriormente. Por el lado interno hay un fuerte hundi- miento en el lóbulo anterior transversal al mismo, y otro menor oblicuo. reducido casi a un pliegue cerrado en el posterior. Los restan- tes pre-molares y molares difieren poco unos de otros; están bipar- tidos netamente en dos lóbulos que exteriormente son muy convexos, siendo el anterior un poco más pequeño que el posterior. Los divide un hondo surco que llega como una arruga hasta la mitad del dien- te. En la parte interior hay un replegamiento que corresponde a cada convexidad exterior; hay, así, dos con una pared intercalada de perfil ampliamente curvo o derecho. El último molar es menos lareo que los anteriores; el pliegue mediano exterior llega casi a tener contacto con la pared interior, y en el hueco posterior de la parte también posterior hay un dentículo que nace en el medio de la pared del diente y forma así como una punta realzada y redonda aleo más baja que la última cúspide o columna. Este tubérculo exis- te también en el Licaphrium y en el Proterothertum, pero se le ob- serva únicamente cuando los individuos son jóvenes. En su conjunto este género recuerda mucho el Diadiaphorus, el que empero no está provisto del tubéreulo que acabo de mencionar. ANAL. MUS. Nac. Bs. AS., T. XXY. ENERO 27, 1914. 10] 130 MUSEO NACIONAL DE BUENOS ATRES. Fig. 55.—Diplasiothertum robustum n. gen. et 1. sp. Rama izquierda de la man- díbula vista de arriba y de la parte externa; último molar inferior derecho visto de la misma manera; 4/3. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 13 Medidas Diámetro | Diámetro z ant-post. | transversal pre molan IMLerior 1 ll... cisco mm. 185 mm. 11 ger » » AO 14 40 » » 23 15 ler molar 20 15 2,0 > 25 16 3er > > 25 15 Fam. MACRAUCHENIIDAE Gen. Promacrauchenia Promacrauchenia antiqua AMrEGH. Do ani diosa ia 1889. Macrauchenia antiqua Ameghino, Mam. Fós., páz. 530. Lám. XxvIL, fig. 1. 1904. Promacrauchenia antiqua Ameghino, Nuevas Especies, pág. 58. 1904. > » > Morph. Phylogénétique, pág. 565- 567. Un hermoso cráneo que representa muy bien el tipo de Proma- erauchema y al que se refirió Ameghino para establecer su nuevo sSénero. Fam. TRAGULIDAE Gen. Microtragulus AÁMEGH. 1904. Microtragulus Ameghino, Nuevas Especies, pág. 76. Microtragulus argentinus AMEGH. 1904. Mierotragulus argentinus Ameghino, Nuevas Especies, pág. 76. 1906. > > > Form. Sédiment. pág. 344, fig. 177. Se trata de una de esas sorpresas que suele proporcionarnos el territorio argentino: un artiodáctilo no más grande que una rata. Su metatarsiano, esto es, el caño debido a la fusión de los dos meta- tarsianos medianos, tiene 27 mm. de largo y en su parte mediana más delgada, sólo 2 mm. de ancho. 132 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fam. HYSTRICIDAE Gen. Proatherura AMEGH. 1904. Proatherura Ameghino, Form. Sédiment, pág. 413. Proatherura formosa ÁMEGH. 1906. Proatherura formosa Ameghino, Form. Sédiment, pág. 413, fig. 290. Fam. MYOCASTORIDAE Gen. Myocastor KERR. Myocastor diligens AMrEGH. sp. 1889. Myopotamus diligens Ameghino, Mam. Fós., pág. 135, Lám. x, fig. 26, 27. La figura citada representa realmente un Myocastor, «in schedis»; pero resulta que Ameghino aplicó el nombre Myocastor diligens al género y especie siguientes; luego las citas referentes al Myocastor hechas por Ameghino resultan, cuando menos, dudosas. Nov. Gen. [somyopoltamus miha. Isomyopotamus affinis n. sp. Fig. 56 Así denomino yo el Myocastor diligens Amegh. «in schedis», el que, sin embargo, es el tipo de un género nuevo, muy fácil de conocer por los siguientes caracteres: Las raíces de los dientes son muy cortas. Los dientes inferiores presentan por la parte lateral exterior y en sua medio una como leve lesión que interesa la corona. En el tercer molar y casi en su parte posterior hay como un asomo de segunda lesión. Estas prolónganse muy poco sobre las paredes de los dientes, mientras que en el Myo- castor las raíces son muy alargadas y en la mitad de los dientes in- feriores hay un hondo surco perpendicular que divide dos columnas muy salientes, y en el tercer molar hay el asomo de una tercera co- lumna. Las dimensiones de los varios dientes varían muy poco entre ellas; únicamente el tercero es algo más erande que el segundo; en cambio, por lo que hace al Myocastor, estos son casi el doble más lar- gos que los dos primeros. Los pliegues de la corona son tres, sitos 0 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCAXOS Y SUS FÓSILES. 133 transversalmente al diente y a la mandíbula, lo cual recuerda el cu- rioso Coclogenys paca. Los pliegues del Myocastor, que están coloca- os oblicuamente, son más numerosos y complicados. De mis obsei- vaciones he sacado en limpio que la mandíbula era de forma pe- euliar en su flanco exterior, esto es, que una cresta muy robusta y realzada empezaba debajo del tercer diente, dando superiormente lugar a una fosa e inferiormente a un surco limitado por el ala misma de la cresta. Poseo también entera la serie dentaria superior. La cara exterior del incisivo es muy convexa; lateralmente, y precisamente allí don- de no tiene contacto con el diente inmediato, ofrece un cordoncito realzado. Los molares son casi redondos, habiendo el uso destruído el pliegue entrante del exterior. Su altura crece desde el anterior al Fig. 56.—Isomyopotamus affinis n. gen. et n. sp. Muelas de la rama derecha de la mandíbula y serie superior derecha; 2/1 tercero. El primero es pequeño, redondeado, y en el medio de su corona tiene tres pequeños pliegues, de los cuales uno es entrante del lado interior y transversal y otro lo es del lado exterior y obli cuo. El tercero tiene tres pliegues por el lado interior y uno por el exterior. Los otros tienen los mismos pliegues que el tercero, pero más desarrollados. El último conserva la lesión procedente del plie- gue del lado interior. Estos dientes superiores difieren totalmente de los del Myocastor: recuerdan en cambio los de Dasyprocta Aza- rae, en la que, sin embargo, el primer diente superior tiene tres plie- gues y cuatro fosetas y un pliegue de más los restantes, además de dos lesiones exteriores que tiene el último: un pliegue de más tienen también los dientes de la mandíbula. . 134 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas: Espacio ocupado por la bilera supenor E a AS Diámetro ant-posterior del ler. molar o pre-molar superior . . . 3.5 > > ES > 4 > > DES 4.5 > > A A A AR e 5 Diámetro transversal del ler. molar o pre-molar superior . 4.5 > > AS > 5.5 > > > 3er. >» 3.5 > > » 40 A e a ES 5.5 Espacio cenpado por la hilera INtenor . . . <= . 2. 12 21.5 Diámetro ant-posterior del ler. molar o pre-molar inferior . . . . 5 > > AS A a dl RR 4.5 > > CL A E RES 6 > > » 40 a AR A EN 6 > transversal del Jer, molar o pre-molar inferior 3 > > > AS > 4.5 > > » 3er, > 5 > > EAS > IS 5 Atto, de la. mandíbula al myel del 2: molan 16 Gen. Kumysops AÁMEGH., Eumysops plicatus AMEGH. Fig. : ” í 0] 1889. Eumysops plicatus Ameghino, Mam. Fós., pág. 143, Lám. vi, fig. 11. Véase Ameghino en cuanto a la serie dentaria superior. En la co- lección del Museo Nacional existe también un fragmento de esta especie, correspondiente a la rama izquierda de la mandíbula con / Fig. 57. —Eumysops plicatus Amegh. Serie dentaria ¡inferior izquierda de ejem- plar viejo y serie dentaria inferor derecha de ejemplar ¡joven (falta el último diente) 3/1. tres molares, faltando el último. El primer molar, o pre-molar, alar. gado y restringido, tiene la corona más amplia que el cuello, por lo cual, al desgastarse, mengua su longitud; como los demás dientes, ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 135 tiene un pliegue exterior sobre el flanco del diente, pero poco visible, que se introduce en la corona en forma cerrada. Otro pliegue menor existe en el lado interior. Los otros dos dientes tienen dos fuertes columnas exteriores angulosas y ligeramente deprimidas por el lado posterior, cerca del vértice del ángulo saliente, motivo porque la lá- mina de esmalte tiene un perfil ondulado característico. Existen tam- bién dos pliegues internos, siendo más visible el posterior, pues el anterior, debido al uso. se transforma antes que el otro en una simple foseta. Medidas: INEámetro ant-posterior del Teri molar... o. a A. 30 > > ZAS > 3 > > » per. > 4 > transversal del ler. molar PIO > > ADA > 3 > > » 3er. > 0 Eumysops laeviplicatus AMEGH. Fig. 58 1889. Eumuysops laeviplicatus Ameghino, Mam. Fós., pág. 144, Lám. vi, fig. 12. ES De esta especie también puedo completar la descripción, por ha- berse hallado últimamente un fragmento de la mandíbula con los cuatro molares completos. El último de éstos constituye el caso nota- Fig. 58.—Eumysops laeviplicatus Amegh. Serie dentaria inferior izquie”- das 9/1. bilísimo de ser atrofiado, siendo esto probablemente un carácter genérico. Por lo demás, poco se diferencia en realidad de la especie anterior, salvo que el perfil de la capa de esmalte se presenta más ondulado todavía. 136 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas: Espacio ocupado por la hilera dentaria inferior... .. . . . mm. 15 Diámetro ant-posterior del Jer, molar o pre-molar 4 > » > 20 > DO > > » 3er, > 4 > > > es da > 3 > transversal del ler. molar 2.5 > > LE > 3 > > » Jer. > 3 > > AS » 2.5 Eumysops robustus AMEGH. 1889. Humysops robustus Ameghino, Mam. Fós., pág. 114, Lám. vi, fig. 153. Gen. Tribodon AMEGH. Tribodon clemens AMEGH. 1889. Tribodon clemens Ameghino, Mam. Fós. pág. 142. Basado sobre la mitad de una mandíbula que debe existir en el Museo de La Plata. 1889. 1889. 1903. 1889. 1889, Fam. OCTODONTIDAE Gen. Dicoelophorus AMEGH. Dicoelophorus latidens Grkv. Er ÁMEGH. Dicoclophorus latidens Gerv. et Amegh. Ameghino, Mám. Fós. pág. 157 Lám. vi, fig. 25-29, Lám. vn, fig. 1. Dicoelophorus simplex AmMEGH. Dicoelophorus simpler Ameghino, Mam. Fós., pág. 158, Lám., vit, fig. 2-: )) Dicoclophorus simpler Ameghino, Los Diprotodontes, pág. 136, fig. 58. Dicoelophorus celsus AMEGH. Dicoclophorus celsus Ameghino, Mam. Fós.., pág. 159, Lám. vr fig. 30. Dicoelophorus priscus Ow. sp. Dicoclophorus priscus Owen sp. Ameghino, Mam. Fós., pág. 159, Lám. vn, fig. 4, 5. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 137 sen. Phtoramys ÁMEGH. Phtoramys homogenidens AMEGH. 1889. Phtoramys homogenidens Ameghino, Mam. Fós., pág. 160, 903, Lám. VII, AS RS: sen. Platacomys AÁMEGH. Plataeomys scindens AMEGH. 1859. Platacomys scindens Ameghino, Mam. Fós., pág. 161, Lám. vir, fis. 9 y 10. 1906. Plataeomys scindens Ameghino, Form. Sédiment. pág. 414, fig. 244. Gen. Pithanotomys AMEGH. Pithanotomys columnaris AMEGH. =p Ja 1889. Pithanotomys columnaris Ameghino, Mam. Fós., pág. 162, Lám. vir, 11-13. Pithanotomys similis AMEGH. 15889. Pithanotomys siímilis Ameghino, Mam. Fós., pág. 164, Lám. vor, fig. 14, 15. Pithanotomys intermedius AMEGH. 1889. Pithanotomys intermedius Ameghino, Mam. Fós. pág. 164. Pithanotomys macer AMEGH. 1889. Pithanotomys macer Ameghino, Mam. Fós. Lám. vin, fig. 16, 17. Fam. VISCACCIIDAE Gen. Viscaccia SCHINZ Viscaccia incisa AMEGH. sp. 1889. Lagostomus incisus Ameghino, Mam. Fós.., pág. 182, Lám. 1x, fig. 22. Viscaccia spicata AMEGH. sp. 1889. Lagostomus spicatus Ameghino, Mam. Fós., pág. 184, Lám. 1x, fig. 9, 15, da MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Gen. Tetrastylus ÁMEGH. Tetrastylus giganteus ÁMEGH. Lam. xs paga Hip: 1906. Tetrastylus giganteus, Ameghino, Nuevas Especies, p. 105-106. Gen. Megamys D'"ORB. ET LAURILL. 1842. Megamys D”Orbigny et Laurillard in D*Orbigny, Voy. Amérique Mérid., vol. 111, part. 4.*, Paléont. pág. 110, 112. Megamys formosus AÁMEGH. 1889. Megamys formosus Ameghino, Mam. Fós., pág. 207, Lám. Xx, fig. 1. Fam. CAVIIDAE Gen. Palacocavía ÁAMEGH. 1889. Palaecocavio Ameghino, Act. Acad. Nac. Cienc. Córdoba, vol. VI, pág. 231, Palaeocavia impar AMEGH. 1889. Palacocavia impar Ameghino, Mam. Fós., pág. 231. Lám. xu, fig. 4, 6. Palaeocavia avita AMEGH. 1889. Palaeocavía avíta Ameghino, Mam. Fós., pág. 232, Lám. Xu, fig. 7. Gen. Microcavia GERV. ET ÁMEGH. 1880. Microcavía Gervais et Ameghino, Mam. Fos. Amérique du Sud, pág. 50. Microcavia prona AÁMEGH. 15589. Microcravia prona Ameghino, Mam. Fós., pág. 230, Lám. Xu, fig. 13, 14. Gen. Dolichotis Desm. Dolichotis rigens AMEGH. sp. 1559. Ortomyctera rigens Ameghino, Mam. Fós., pág. 218, Lám. xt, fig. 6, 7. Dolichotis vaga AÁMEGH. sp. 1859. Ortomuctera vaga Ameghino, Mam. Fós. pág. 221, tab. XIL. fig. 1. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 139 Dolichotis lacunosa ÁMEGH. sp. 1889. Ortomyctera lacunosa Ameghino, Mam. Fós., pág. 220, Lám. xt, fig. 5. Gen. Caviodon AMEun. 1885. Caviodon Ameghino, Bol. Acad. Cienc. Coraoba, vol. VIH, n. 1, pág. 65. 1888. Diocartherium Ameghino, Lista Mam. Monte Hermoso, pág. 10. Caviodon australis AMEGH. sp. Fig. 67 1889. Diocartheriwm «auwstrale Ameghino, Mam. Fós., pág. 250, Lám. XIL, fig. 25 26. =.), 4 1889. Caviodon obtritus Ameghino, Mam. Fós., pág. 2558, Lám. xt, fig. 27-29. Fig. 59.—Caviodon australis Amegh. sp. Serie dentaria superior izquierda 2/1. Ameehino estableció el género Diocarlherium sobre la base de los dos primeros dientes aislados del maxilar y el género Caviodon sobre el último del maxilar y algunos de la mandíbula. Pero, al hallarme en posesión de mejores ejemplares, he podido convencerme que los dos géneros deben ser reunidos, pues el Cawodon ha sido fieurado por dientes aislados de Diocartherium. El primer diente superior corresponde en un todo a la deseripeión que del D. australe hizo Ameghino. El segundo y tercero son iguales 140 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. entre ellos y difieren del primero por estar compuestos de dos pris- mas de igual forma y por ser de hase más restringida: ésta, a su vez, presenta en el medio de cada prisma un pliegue poco entrante, siendo el del prisma anterior algo más largo que el del prisma posterior. Por lo tanto, cada diente tiene dos columnas interiores y dos exte- riores. Notable el último diente compuesto de cineo prismas trian- egulares algo más pequeños, ¡por ser más angostos que los anteriores, menos el último que es mueho más reducido y de sección redondeada; cada uno de éstos tiene su pliegue basal. Resultan de ello seis co- lumnas interiores y seis exteriores, porque el último prisma de la parte exterior no forma columna a parte: éste es el diente tenido por característico de Caviodon. Entre los dos primeros dientes anteriores el paladar es estre- chísimo, recordando por ello al Cardiomys; luego se amplía de manera arqueada, con dos fosetas incisivas que llegan hasta el tercer diente. Al otro lado la fosa palatina lega hasta la mitad del último diente y tiene un margen arqueado. Medidas: Diámetro ant-posterior del Ter. molar superior... . . . . . Mm. S > > AS > Ms 6.5 > > > 3er. > E RS EL 8 > > » 4" > a e 16 > transversal del Ter. molar superior . Ú > > > 2 > A a A 6 > » > SOL. PM e a 6 > » E AA AA A A 6.5 Gen. Phugatherium AMEGM. 1887. Phugatherium Ameghino, Apuntes Mam. Monte Hermoso, pág. 6. Phugatherium cataclisticum, AMEGHINO, 1889. Phugatherium cataclisticum Ameghino, Mam. Fós. pág. 242. Gen. Nov. Protohydrochocrus mihi. 1889. Hidrochoerus mom Brisson, Ameghino, p. p., Mam. Fós., pág. 255. Es un nuevo género que se distingue del Hiydrochoerus por los siguientes caracteres reconocidos por el estudio de las dos especies que se describen a continuación : Incisivos no bi-lobulados, sin sureo longitudinal exterior y más 0 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 141 menos estriados. Por el lado interior están totalmente adheridos al inmediato, resultando por lo mismo completamente aplanados. Hay un pequeño surco relleno de cemento en el esmalte al margen, entre la cara exterior y la lateral. Sobre esta última el esmalte forma una faja bastante amplia, mientras que el conjunto es convexo y más angosto por el lado interior. Largo muy grande, llegando a sobrepa- sar el segundo diente. Pre-molares y molares inferiores no muy diferentes de los de Hydrochocrus. ll seeundo molar tiene cuatro columnas exteriores en lugar de cinco, porque las dos capas media- nas van formando un ánenlo abierto por el lado interior. No es cono- cido hasta ahora el número de las columnas exteriores del último. De la serie superior no se conocen los dos primeros dientes. El ter- cero se compone de dos pliegues angulares como el de Hydrochoecrus. El cuarto distínguese por mayor número de láminas, de modo que son diez y siete las columnas interiores en vez de las trece que hay en los Hydrochoerus vivientes. ln cuanto a las láminas de la parte exterior todas se presentan replegadas hasta casi la mitad del dien- te, mientras que en Hydrochocrus hállase replegada sólo la primera. Protohydrochoerus perturbidus AMEGH. sp. Figs. 60 (A, B), y 61. 1589. Hydrochoerus perturbidus Ameghino, Mam. Fós. pág. 255, tab. xt, Pl. 24. El incisivo es el ya descripto. El primer molar inferior, en lugar de tres pliegues angulares como los del carpincho viviente, presenta en los dos posteriores una estructura más complicada, a saber: el primer pliegue anterior de la parte interior, pero más acentuada- mente por la exterior, está doblado hacia atrás, dando así lugar a una terminación convexa. Sigue un apéndice del primer pliegue an- enular tan retorcido que viene a encontrarse en posición loneitudinal. A continuación hay dos pliegues más abiertos sobre el interior. El segundo molar inferior consta de dos pliegues angulares también abiertos sobre el interior y de una lámina posterior replegada sobre sí misma con abertura hacia el exterior. El tercero y último están rotos y por lo tanto son incompletos y la parte conservada no ofrece particularidad aleuna. En la hilera dentaria superior es notabilísimo el último molar: en el medio del diente, como antes se ha dicho, hay diez y siete láminas de esmalte alternadas con las capas de cemento. Las tres primeras pertenecen a una sola replegada tres veces sobre sí misma; la última lámina de este pliegue anterior, como asimismo las siguientes hasta la 142 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. 0 Fig. 60. rama mandibular derecha, 3/2; B, último molar superior derecho, 3/2. ¿A y B, Protohydrochoerus perturbidus, AMEGH. sp.; A, muelas de la C, Protohydrochoerus Rothi, m. sp.; muelas de la rama mandibular iz- quierda, 2/1. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 143 octava inclusive, presentan en su lado exterior un hundimiento del esmalte, relleno de cemento, hasta una tercera parte de su ancho. En las restantes tal hundimiento apenas se ve, de modo que, mientras Fig. 61.—Protohydrochoerus perturbidus Amegh. sp. Ineisivo; 2/3. las columnas del lado interior son diez y siete, inmeluyendo la última situada sobre el eje mediano del diente, exteriormente llegan a veintisiete, resultando la décima euarta y las restantes posteriores bastante delgadas. Diám Diám. Medidas ná transvers. ant-post. | máximo | Incisivo inferior derecho A mn io mn [esmnolarkmnternor e A AA Y NITO 30 11 ler molar EN AA a sele aq 35 25 | 13 2,0 » A o re 0. ksa | O TE ler molar superior (o 2.0 pre-molar) ...... to | 11 2,0 » » ta TA A AI US AS) ger » ) o A IA E RAE 6.5 20 Digno es de notarse que entre los ejemplares de Hydrochoerus actual que he podido examinar y que pertenecen al Museo Nacional de Buenos Aires, hay dos que se apartan del tipo común, represen- tando uno de ellos una nueva especie y el otro una variedad cuando menos. La que yo considero una nueva especie, procede del Uruguay v difiere del común HA. capybara Erx. o H. hydrochoerus L., tanto por las dimensiones (alrededor de una séptima parte más grande) como por varios caracteres, principalmente por el que sigue: el ma- 144 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. xilar del HA. capybara, visto en las caras laterales del cráneo, se va extendiendo mucho hacia adelante con un margen convexo, redu- ciéndose bastante a consecuencia de ello las dimensiones del infra- maxilar; el maxilar del individuo del Uruguay, en cambio, termina a los lados del cráneo, según un plano inclinado sito más abajo del margen convexo del anterior, por lo cual, mientras las extremidades posteriores del infra-maxilar del A. capybara se insinúan bajo forma de lámina sutil entre los nasales y maxilares para alcanzar el frontal, en la especie del Uruguay llegan también hasta el frontal, pero se extienden mucho más sobre los flancos. También los dientes presentan aleuna pequeña diferencia, ésta sobre todo: que en el pri- mero y segundo diente superior el hundimiento del lado exterior de la lámina del segundo pliegue angular termina subdividiéndose en dos puntas en el cráneo de la especie del Uruguay, mientras que en la especie típica es simplemente puntiagudo. En el primer diente inferior y especialmente en el espacio entre la tercera y cuarta lámi- na del lado interior, lo mismo que en el segundo diente, el último pliegue angular está dividido del restante por un sutil estrato de es- malte. Más hondo es el pliegue del último lóbulo del tercer diente también inferior. De acuerdo, pues, con Carlos Ameghino, quien también ha reconocido este caso, establezco una nueva especie que denomino H. uruguayensis Amegh. et Rov., la que por sus dimensio- nes representa el roedor viviente más grande. Procedente del territorio de Misiones. también existe en el Museo Nacional otro eráneo de Hydrochocrus (H. capybara L. var. Dabbe- nel, nov, var.) de dimensiones intermediarias entre la especie del Uruguay y la de la Pampa Central y meridional, que yo tengo por tipo del género. Se distingue, sobre todo, por sus incisivos superiores, que, además de bi-lobulados y de estar provistos de surco mediano bastante hondo, presentan también pequeñas aristas paralelas a éste, más o menos tres para cada lado, estando las del lóbulo interior más arrimadas y acentuadas que las del lóbulo exterior. Creo que se tra- ta de una variedad, que dedico al zoólogo del Museo, doctor Roberto Dabbene. Protohydrochoerus Rothi ». sp. Fig. 60, C. Tres dientes aislados, que creo fueron el segundo, tercero y cuarto y que considero pertenecientes a la rama izquierda de la mandíbula. Al supuesto segundo le falta probablemente una lámina anterior. Las restantes recuerdan por su aspecto las correspondientes de la especie ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 145 típica, pero exteriormente se sueldan en una lámina continuada, menos la última, y así tenemos por ese lado una gran columna pro- vista de dos pequeñas aristas distanciadas que corresponden a los lugares de soldadura. Del lado interior cada lámina forma una co- -lumna distinta. El tercer diente tiene cinco columnas interiores y cuatro exteriores, porque las del pliegue angular mediano se hallan exteriormente soldadas una con otra, como en el tipo del género. El pliegue de la última lámina es muy angosto y breve. El cuarto diente tiene cinco columnas interiores y solamente dos exteriores, pues la primera lámina está doblada sobre sí misma y por lo tanto dupli- cada por el lado interior. Las otras tres están exteriormente casi soldadas entre ellas y forman una sola columna, donde hay visibles dos pequeños surcos casi cerrados, rellenados de cemento. Por sus dimensiones se acerca al H. cataclisticum. : Diám. Diám. Medidas ant-post. trausvers, SERIO diente mien o. O mia. 0D Tercer » E A E 10 7 Cuarto » » Ma O O E 10.5 6.5 | Dedico la especie al meritorio director de la sección paleontolós:- ca del Museo de La Plata, prof. S. Roth. Fam. ARGYROLAGIDAE Gen. Argyrolagus AÁMEGH. 1904. Argyrolagus Ameghino, Nuevas Especies, pág. 106. Argyrolagus Palmeri AMEGH. 1904. Argyrolagus Palmeri Ameghino, Nuevas Especies, pág. 106. 1906. > > > Form. Sédiment. pág. 368, fig. 221. Fam. DIDELPHYIDAE Gen. Hyperdidelphys AmeEGH, 1904. Hyperdidelphys Ameghino, Nuev. Esp. pág. 113. Hyperdidelphys acutidens AMEGH. 1904. Hyperdidelphis acutidens Ameghino, Nuev. Espec. pág. 113. ANAL. Mus. Nac. Bs. AS., T. XXV. ENERO 27, 1914. 10 146 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Gen. Paradidelphys AMEGH. 1904. Paradidelphys Ameghino, Nuev. Esp. pág. 114. Paradidelphys nodosa AMEGH. Fig. 62 1904. Paradidelphys nodosa Ameghino, Nuev. Esp. pág. 114. Fig. 62.—Paradidelphys nodosa Amegh. Rama derecha de la mandíbula: 2/1. Es un interesante género que quizás se relacione más con el Chi- ronectes que con el Didelphys. Gen. Cladodidelphys AÁMEGH. 1904. Cladodidelphys Ameghino, Nuev. Esp. pág. 115. Cladodidelphys crucialis AMEGH. Fig. 63 1904. Cladodidelphys erucialis, Ameghino, Nuev. Esp. pág. 115. Cladodidelphys parvula un. sp. Fig. 64 Un fragmento mal conservado de la parte izquierda del maxilar, que se distingue de la especie anterior únicamente por sus dimensio- nes, las que son notablemente más pequeñas, sobre todo si se tiene en cuenta que el tipo del género se basa en un ejemplar joven, mientras que la especie presente tiene por base un adulto. Además, puede ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 147 verse que el tercer pre-molar, aun teniendo la forma típica, está poco desarrollado, con un cono menos truncado y un cíngulo en la base de la corona apenas acentuado. Los molares relativamente son más chicos, pero sus demás caracteres no se perciben por estar muy Fig. 63.—Cladodidelphys crucialis Amegh. Maxilar superior derecho, 2/1. Fig. 64.—Ciadodidelphys parvula um. sp. Maxilar superior izquierdo 2/l. eastados. Es relativamente más pequeño el orificio preorbitario, tan característico por su amplitud considerada en relación con el tam> ño del animal. 148 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas 'C, crucialis C. parvula Largo del espacio ocupado por la serie dentaria desde el margen posterior del alveolo del canino al tercer molar inclusive 0 2 o. mm: 30 ma. 2 Diámetro ant-post. del 3er, pre-molar. ...... 4.5 4 » » » Ter, molar. | 5 4.5 » » 2,0 » E | 6 Ss B 5 > » » 3er, » E | A Dd.) 65 Diámetro oblicuo del 1er, molar . | vo | 6.5 y PA 3) | S y = » 3er | O] SS 1904. 1904. 1904. 1989. 1889. Didelphys Didelphys Didelphys Didelphys Didelphys Gen. Didelphys L. Didelphys abrupta AMEGH. Lám. x, fig. 5 abrupta Ameghino, Nuev. Esp. pág. 112. Didelphys biforata AMEGH. Lám. x, fig. 3 biforata Ameghino, Nuev. Esp. pág. 112-115. Didelphys perplana AMEGH. perplana Ameghino, Nuev. Esp. pág. 113. Didelphys inexpectata AMEGH. Lám. x, fig. 4 inexpectata Ameghino, Mam. Fós., pág. 279, P). 1, fig. 2. Didelphys triforata AMEGH. triforata Ameghino, Mam. Fós., pág. 280, Pl, xt, fig. 37, 38. Didelphys tracheia n. sp. Fig. 65 La especie más pequeña de Didelphys hallada hasta la fecha en Monte Hermoso: conserva un canino muy largo y arqueado, tres pequeñísimos incisivos y la serie de los molares. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 149 Medidas: Largo del espacio ocupado por los seis dientes inferiores, par- mendordelabasendelcanmMo a e e A 2 Diámetro ant-posterior del ler. pre-molar . .......... 2.5 > > 2 > e O + Diámetro ant-posterior del 3er, pre-molar 2.5 > transversal del ler. pre-molar 1 > > A > A a A e E 1 > > >» 3er. > 1 > ant-posterior del Jer. molar 35) > > AZ A A 4 » > » 3er. > 4 > transversalidel eramos 2 > > AS > Ms VA ¿e We 2.9 > > 1 a A A EA A 2.5 » Fig. 65.—Didelphys tracheia nm. sp. Parte del paladar y de la rama derecha de la mandíbula; 2/1. Fam. HYAENODONTIDAE Gen. Parahyaenodon AÁMEGH. 1904. Parahyaenodon Ameghino, Nuev. Esp. pág. 117. Parahyaenodon argentinus ÁMEGH. Lám. XI, fig. 4-45 1904. Parahyaenodon argentinus Ameghino, Nuev. Esp. pág 117, 118. 150 MUSEO NACIONAL DE BUENCS AIRES. Gen. Acrohyacnodon ÁMEGH. 1904. Acrohyaenodon Ameghino, Nuer. Esp., pág. 118. Acrohyaenodon pungens ÁMEGH. Fig. 66 1904. Acrohyaenodon pungens Ameghino, Nuer. Esp. pág. 118, ] pun; g P. 1 ; ) 0 Pig. 66—Acrohyaenodon fungens Amegh., 3/2. Fam. PROCYONIDAE Gen: Pachiynasua ÁMEGI. 1904. Puehynasua Ameghino, Nuev. Esp. pág. 119. Pachynasua clausa ÁMEGH. Fi: y 5" 67 1904. Pachynasua clausa Ameghino, Nuerv. Esp. pág. 119, Fam. CANIDAE Gen. Amphicyon Lart. Amphicyon argentinus AÁMEGH. 1313) La 1904, Amphicion argentinus Ameghino, Nuev. Esp. pág. 1 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 151 Fig. 67.—Pachynasua clausa Amegh,, 3/4. ? Fam. RATHYMOTHERIDAE ? Gen. Rathymotherium AMEGH. 1904. Rathymothervum Ameghino, Nuev. Esp. pág. 126. Rathymotherium perfectum AMEGH. Dino aa 1904. Rathymotherium perfectum Ameghino, Nuev. Esp. pág. 126. Basado solamente en un astragalo. Fam. MEGATHERIIDAE Gen. Megatherium Cuv. Megatherium Gaudryi Mor. Lám. x, fig. 8, 8a 1888. Megatherium Gaudryi Moreno, Bol. Museo de La Plata, pág. 12. 152 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. 1889. Megatherium antiquum Ameghino, pp. Mam. Fós. pág. 671. 1911. Megathertum Gaudryi Mor., Roth, Rev. Museo de La Plata, vol. XvIr, pág. 10. . Fam. MYLODONTIDAE Gen. Seelidodon AMEGH. Scelidodon patrius AÁMEGH. 8891. Scelidodon patrius Ameghino, Mam. Fós., pág. 726, Lám. XLIr, fig. 3, Lám. XLIV, fig. 1-3, Scelidodon Pendolai n. sp. Lám. xIx, fig. 1, la Se caracterizaría por sus dimensiones mucho más pequeñas que las del S. patrius; pero como se trata de individuo joven, he atri- buído más importancia a aleunas diferencias que presentan los mo- lares. El primero anterior es alargado-elíptico, colocado en posición casi longitudinal, con una depresión perpendicular bastante leve por la parte interior, en substitución del hundimiento basal de los siguien- tes que tienen forma triangular. El segundo tiene dimensiones más grandes que el primero y los siguientes disminuyen paulatinamente hasta el último, que es mucho más pequeño, menor aun que el primero. Por su forma, el segundo, tercero y cuarto diente se asemejan, pues son triangulares, con el lado más largo dispuesto oblicuamente por la parte postero-exterior, y de forma ampliamente convexa; por la parte interior está en cambio el lado más corto, que viene a resultar longitudinal y con la depresión mediana mencio- nada. Por la parte anterior el tercer lado está colocado casi trans- versalmente, algo desviado hacia adelante, y es ampliamente cón- cavo. El quinto y último diente es también triangular, casi equilá- tero, y puesto de modo que su base es exterior y el vértice opuesto a ella se halla situado sobre la línea interior de la hilera dentaria. Medidas: Diámetro ant-posterior del Jer. diente . . . .... ... . . mm. 14,5 > > > 27 » E EA RAS AA 16.5 » > > 3er. > A A E 16 > > s 40 > ds el A A 14 > > IS > O O LA AA A 10.5 Diámetro. transversal del Ler. diente... 6.5 ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 153 IFAMELLO ans vers aldea diente 01. E TEO A LO S > > A AO SE A e S > > A» a 7 > > DS > E A A E 6 BSTacIio noO cUupado poros anEo dME 65 Fam. SCLEROCALYPTIDAE Gen. Sclerocalyptus AMEGH. Sclerocalyptus lineatus AMEGH. 1889. Hoplophorus lineatus Ameghino, Mam. Fós., pág. S09, Lám. xL1X, fig. - 4 Dy Y Gen. Plohophorus AÁMEGH. Plohophorus cuneiformis AMEGH. Lám. XXI, fig. 4 1894. Plohophorus cuneiformis Ameghino, Nuev. Esp. pág. 138. 6 Plohophorus figuratus A MEGH. Lán:. XXI, fig. 2 1889. Plohophorus figuratus Ameghino, Mam. Fós., pág. S24, Lám. LV, fig. 3, 5, 8, 9; Lám. LXIn, fig. 3, 4. Plohophorus coronatus n. sp. DADAS ASS Un tubo caudal perfectamente conservado de 56 centímetros de largo y cuyo diámetro basal, medido verticalmente, mide 12 centí- metros. Hacia adelante se presenta algo achatado en sentido verti- cal; posteriormente, en cambio, es algo aplanado en sentido hori- zontal, enccrvándose en ese punto un poco hacia arriba. Por la ornamentación observada en su cara superior se acerca mucho al P'. figuratus, del que empero se distingue netamente por mediar entre la segunda y tercera hilera de placas mayores una faja o coro- Na, que en su parte inferior se compone de tres filas de plaquetas y a los lados de dos. Estas plaquetas son iguales a las que se intercalan entre las placas mayores. En lo que queda del tubo, las placas ma- 154 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. vores se presentan con un poco de realce en la región mediana longitudinal, redondas en las tres primeras hileras y luego elíp- ticas y alargadas según el eje mayor de la cola. Todo su contorno está rodeado de plaquetas, de las que hay alrededor de 10 en la parte anterior y 8 en la posterior. Las dos grandes placas termi- nales posteriores no difieren de las del P. figuratus, pero de costado y precisamente sobre los flancos de la cola las acompaña una placa elíptica relativamente más grande que la que le corresponde en la especie ya conocida. Una de las figuras de Lydekker representando el P. figuratus (Lám. VII, fig. 1) corresponde totalmente a la especie presente. Gen. Nopachlus ÁMEGH. 1888. Nopachtus Ameghino, Diáonosis Mam. Nuevos, pág. 16. g 4 : po Nopachtus coagmentatus ÁMEGH. 1589. Nopachtus coagmentatus Ameghino, Mam. Fós., pág. 829, Lám. Lv, fig. Le Fan. DOEDICURIDAE Gen. Neuryurus GERV. ET ÁMEGH. Neuryurus antiquus AMEGH. 1859, Neuryurus antiquus Ameghino, Mam. Fós., pás. 842-843, Lám. LXIT, fig. 6, . ] ”» , = >” 7; Lám. LXin, fig. 1, 2. Gen. Plarhaplus AÁMEGH. 1584. Plaxhapltus Ameghino, Bol. Ac. Córdoba, tom. VI, pág. 199. Plaxhaplus antiquus AMEGH. 1889. Plarhaplus antiquus Ameghino, Mam. Fós., pág. S50-S51, Lám. LVI fig. 4, Lám. LXXXVIr, fig. 1-3: ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 155 Fam. CHLAMYDOTHERIIDAE Gen. Chlamydotheriúm LuNnp emend. Chlamydotherium intermedium ÁMEGH. 1889. Chlamydotherium intermedium Ameghino, Mam. Fós. pág. 858. Fam. DASYPIDAE Gen. Procuphractus ÁMEGH. emend. Proeuphractus recens ÁMEGH. Lám. Xul fig. 1-1e. 1889. Procuphractus recens Ameghino, Mam. Fós., pág. S70, Láni, LXIX, fig. 12-14. De esta especie, conocida hasta la fecha tan sólo por sus placas, tengo la parte anterior del cráneo, la rama derecha de la mandíbula, un húmero y algunas vértebras. El cráneo difiere poco del de los Dasypus vivientes. Cada parte tiene nueve dientes: el primero está situado sobre el pre-maxilar y los demás sobre el maxilar. Ellos van aumentando paulatinamente sus dimensiones, yendo del primero al sexto, y van disminuyéndolas levemente después de éste hasta lle- gar al último. Este es bastante pequeño y con el hueso maxilar puesto de relieve contra aquél en su parte posterior. La corona de cada diente está cortada por dos planos transversales e inclinados en sentido opuesto. Están además distanciados uno de otro de una manera uniforme, salvo el primero, que se encuentra algo despla- zado hacia adelante. La mandíbula tiene diez dientes, los tres pri- meros muy pequeños, los otros de más cuerpo y mayores dimensio- nes. El último está recostado sobre la rama mandibular ascendente en su parte interior. Apenas se nota el surco que hay debajo de los dientes mayores cerca del margen inferior interior de la mandí- bula. Medidas: Largo del espacio ocupado por los dientes superiores. . . . . . . . mm, 44 Diámetro máximo ant-post. de los dientes superiores. . . . . . . 5 156 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Largo del espacio ocupado por los dientes inferiores. . . . . . . mm. 45.5 Alto de la mandíbula al nivel del penúltimo diente. . ...... 11 A > delsextodiente e as as 11.5 Gen. Dasypus L. Dasypus laevisculptus nm. sp. Un fragmento de la caparazón, compuesto de varias hileras de placas movibles, las que tienen dimensiones bastante pequeñas, (7 a 8 mm. de largo y 5 a 6 de ancho) con un relieve alargado y elíptico mediano, rodeado por relieves menores, separados por pe- queños surcos que proceden de los medianos. Serie de cinco orifi- cios bin evidenciados sobre el margen posterior, habiendo otros apenas visibles en los sureos medianos. Gen. Eutaltus GERV. Eutatus prepampeus AMEGH. Lám. Xv, fig. 4, 4a. 1904. Eutatus prepampeus Ameghino, Nuev. Especies, pág. 180. Eutatus inornatus n. sp. DAMA o aa ro O RO Lo he confrontado con el conocido Eutatus Seguim Gerv., tipo del género. Es un cráneo muy bien conservado, de dimensiones algo más reducidas que la especie que acabo de mencionar. Su parte anterior se presenta alargada, tubular y ligeramente arqueada, también allí donde sostiene la serie dentaria. El pre-maxilar, muy desarrollado, sostiene los nasales que se dirigen hacia adelante. Bien distintas las aberturas incisivas, formando en conjunto un surco lanceolado. El palatino, que empieza junto al penúltimo diente, tiene su fosa prolongada hasta el frente del último. Hay un surco a lo largo de la sutura de los frontales y a sus costados dos prominencias de poco relieve. La apófisis basilar es muy breve; las crestas mastoideas presentan una ondulación pronunciada, en cuya parte más cóncava hállase la protuberancia occipital. Faltan las crestas parietales; existe un pequeño relieve, pero a lo largo de la sutura con el tem- poral. Los dientes se presentan en serie derecha, algo distanciados ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 157 uno de otro. Los mayores están en el medio y los demás van dis- minuyendo hacia las extremidades. Tienen sección elíptica y es- tán un poco menos redondeados por el lado interior. Tienen una protuberancia en el centro de la corona. Son nueve y están desgastados según dos planos inclinados opuestos. Las placas que le atribuyo, de otro individuo, pertenecen a las filas anteriores; son chatas y carecen de ornamentación o la tienen apenas visible, recordando la del E. Seguim. Bien visible la serie de sus orificios inferiores. Largo 20 mm., ancho 7 mm., espesor del mar- gen posterior, 4 mm. De esta especie también el Museo Nacional posee la mandíbula y la parte anterior del cráneo, pero de otro individuo. En la mandí- bula hay diez dientes: los dos primeros son mucho más pequeños que los otros. La porción del craneo es muy interesante porque conserva parte del escudo cefálico. Trátase de pequeñas placas imbricadas en el medio e yustapuestas a los lados, que recuerdan las de la actual Tatusia (Muletia) hybrida Desm., con la diferencia de que todas aparecen finamente eranuladas. Medidas: model CraBo o a a a a ma 123 > de las nasales según la sutura mediana... ....... 2.0 ae los*trontales, aproximadamente. 45 Amero mamo della cara posterior A 3 A AA A: 41 Largo máximo del maxilar visto inferiormente. ....... .. 42 y CO A 15 2 dela seo Ear A O 45.5 Distancia netre el primer diente y la sutura del premaxilar. . .-. 4 Distancia interior entre los dos primeros dientes Sup... ..... 10 > entremos dos UI A ENE Ind 15 Largo del espacio ocupado por los dientes inferiores... . . . .. 4s Alto de la mandíbula en correspondencia con el primer diente CA A si als a uo 7-5 ANO cl penaltim o Ie a UI E 12 COn alRante-pentltimo OT li Is a IE 14.5 Gen. Macrocuphractus AÁMEGH. Macroeuphractus retusus AMEGHINO AA AO E Ana o las 1889. Macroeuphractus retusus Ameghino, Mam. Fós. pás. ST71. 1908. Macroeuphractus retusus Ameghino, Anales Museo Nae. vol. XVI, pág. 52, fig. 36. 158 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. He figurado una placa movible que mide 60 mm. de largo por 25 de ancho, y una serie de placas fijas que llegan hasta 35 mm. de lurgo y 26 de ancho. He figurado también la reconstrucción del armazón óseo de una pata. INCERTAE SEDIS Gen. Tetraprolthomo AMEGH. 1907. Tetraprothomo Ameghino (mon 1884). Anales del Museo Nacional, vol. XVI, pág. 105 y siguientes. Tetraprothomo argentinus ÁMEGH. 1907. Tetraprothomo argentinus Ameghino, Anales del Museo Nacional, vol, XVI, pág. 107 y siguientes, con muchas figuras en el texto. Se basa en un fémur no completamente conservado y en una vértebra cervical humana o de especie humana análoga a la actual, (que no puede guardar relación alguna con el fémur, en vista de la desproporción que se nota en las dimensiones. Luego es preciso limitarnos a considerar como tipo del género y de la especie el fémur, que es el primero que se halla deseripto, pero que a mi juicio carece de los caracteres indispensables para que se le pueda tener, como lo creyó Ameghino, por antecesor del hombre. El aspecto general es el de un fémur de mamífero, acortado y retorcido de izquierda a derecha, por lo cual la línea áspera se halla toda desviada hacia el exterior a partir del tercer medio. El cóndilo interior de la articulación inferior se prolonga más hacia adelante que el exterior, siendo el caso totalmente contrario a lo que se observa en el hombre, por lo cual el hueso situado en posi- ción vrtical vase inclinando hacia el interior por el lado opuesto a aquél hacia el cual se dirige el retorcimiento de la línea áspera. El plano poplíteo es bastante convexo. El tubérculo super-econdi- loideo exterior y el interior están fuertemente desarrollados, lo cual es indicio de poderosa musculatura. Singularísima es la troclea ro- tular, muy alargada y cuyo desarrollo se verifica en el mismo sen- tido del alargamiento del hueso. Limítanla crestas muy poco diver- gentes, pero muy salientes y bastante delgadas, prolongándose és- tas inferiormente hasta resultar más salientes que los cóndilos. Superiormente no son convergentes. Muy acentuada la foseta ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 159 super-rotular, lo mismo que la impresión de la inserción del liga- mento lateral interior. Falta en gran parte la cabeza articular superior: el trocánter menor está muy desarrollado; la rama me- diana superior de la línea áspera y el tubérculo respectivo están poco acentuados. Todos estos son caracteres que distancian enormemente este fósil del hombre y también de los monos. En su conjunto, a pesar de muchos caracteres propios, tiene el aspecto de un fémur de carnt- voro, especialmente de un felino o de un perro. Pero como los carnívoros no existen easi en el hermosense, es probable que haya pertenecido a un ereodonte, del que los restos de dentaduras ha- llados en el hermosense han señalado varios géneros y especies, pero hasta hoy no se conocen de ellos los huesos mayores. Aún no teniendo en cuenta este hecho, aquél no puede ser colocado en el arbol genealógico del hombre, como descendiente del Homunculus pa- tagomicus, como lo hizo Ameghino, pues el Homunculus es un verda- dero mono, econ caracteres modernos realmente extraordinarios y por lo tanto mucho más evolucionado que el fémur de Monte Hermoso, el que es tan distinto del fémur del hombre o del Homunculus como puede serlo el de un perro o de un tigre. sen. Notocynus MERCERAT ? 1891. Notocynus Mercerat, Rev. Museo de La Plata, vol. 11, pásx. SO. Notocynus hermosicus MERC ? 1891. Notocinus hermosicus Mercerat, Revista Museo de La Plata, vol. 511, pág. = 80-81. Como un ereodonte lo consideró Mercerat en su deseripción, pero ésta es insuficiente, tanto que Ameghino aseguró tratarse de un Didelphyidae. Luego sería menester disponer del tipo, perteneciente al Museo de La Plata, para saber a qué atenernos. 160 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. AVES (1) Fam. RHEIDAE Nov. Gen. Heterorhea mihi. Heterorhea Dabbenei n. sp. Lám. xxv, fig. 1 Un tarso-metatarso, cuya extremidad posterior está bien con- servada, recordando en su conjunto el hueso homólogo de las Rhca vivientes. pero diferenciándose del mismo por los caracteres siguientes: Dimensiones algo mayores; troclea mediana relativamente más desarrollada, ya sea porque efectivamente es más larga, ya sea porque las troeleas laterales no son mucho más grandes que las de las Rhea. Antes bien, la interior de éstas es mueho más pequeña que la de la Rhea americana. Estas trocleas laterales, además, se en- cuentran algo más desviadas hacia atrás, por lo cual vistas por la cara anterior, resultan mucho más bajas que la mediana, siendo sus fosetas laterales no mucho más grandes, redondeadas y pro- fundas; la cara anterior del cuerpo del hueso tiene un surco bien mareado y profundo, limitado por crestas longitudinales muy pro- nunciadas, siendo la exterior mucho menor que la interior. , . Heterorhea Rhea Medidas comparativas : E Dabbenel americana Diám. máx. de la troclea interior . ... . . . mm. 15 | mm. 18 de la troclea mediada... Lon. 25 22 dela exterior A 16 16 Largo de la protuberancia de la troclea mediana, 14 | 10 Ancho de la región articular a la altura de la | Ancho máximo del hueso a los 95 cms. de la ex- 107) perforación intertradear a A 43 | 35 Ñ - A | tremidad de la troclea mediana ........ 20 | (1) En este catálogo no figura el género Protorhea con la especie Protorhea Azarac Mor. et Merc. porque se basa en un hueso de guanaco mal conservado, según aseveró Ameghino y según pude comprobarlo en el Museo de La Plata. Tampoco figura el Dryornis pampeanus Mor. et Merc. (An. Museo de La Plata, BOVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 16] Fam. TINAMIDAE Nov. Gen. Tinamisornmis mihi. El orden de los Tinamaformes, exelusivo de la América central y meridional, lo componen alrededor de nueve géneros, que com- prenden aves euyo aspecto exterior y cuyas costumbres hacen pensar al profano en las perdices de Europa, y en efecto es éste el nombre con que vulgarmente se las menciona; pero osteológica- mente constituyen un erupo que es el eslabón entre los Rheiformes y Galliformes, y que resulta anómalo por algunos de sus carac- teres, entre ellos por tener el vómer unido a los huesos del pala- dar. Su proceso pro-coracoideo es rudimentario; la incisión isquiática está muy desarrollada; el hipotarso es simple; el ester- nón característico. Es un hecho muy importante el haber encontrado el tipo fósil y representado por formas, que, si bien puedon ser especies de varior géneros, por el momento es preferible en- elobarlas como correspondiendo a uno solo, al que he dado el nombre de Tinamaisormis. A continuación va la deseripción de dos es- pecies, a saber: T. parvulus, es más pequeño de todos los Tinamida: vivientes en la Argentina, y 7. intermedius, que tienen casi las dimen- siones de la mayor especie viviente. En el cuadro que sigue se com- paran las dos especies fósiles con la Nothuwra maculosa (var. migro- guttata Salv.) y con el Rhynchotus rufescens, que son el más chico y el más grande, respectivamente, de los tinámidos del territorio argentino. Asaz interesantes son las conelusiones a que se arriba por el conocimiento evolutivo de este orden de caracteres tan anticuados. Resulta que en la especie fósil el ala estaba más des- arrollada, mientras la articulación posterior se presentaba más corta, por lo cual los géneros vivientes se habrían modificado, perdiendo casi del todo la costumbre de volar, para transformarse en cursores, caso éste diametralmente opuesto a las ideas ge- nerales que se tienen sobre la evolución de las aves. pág. 59, vol. 1, Lám. xvr, fig. 1-2), del que no he pedido hallar el tipo, pero que no debe ser relacionado con el Phororhacos, como lo hace Ameghino, ni tampoco con el Hermosiornas. ANAL. Mus. Nac. Bs. As., T. XxvV. Enero 29, 1914. 1 162 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. | parvulus 'maculosa | rufescens | intermedius | y Largo total del húmero. mm. 47 a. 45 mm. 65 mm. 64 | » del tarso-metatarso. | 31 97 | 55) 31 del coracoideo . . . 25 28 390 = | del metacarpo . . . | 26 25 36 e: Tinamisornis parvulus n. sp. Lám. XXv, fig. 3-3e. El coracoideo, observado desde la cara anterior, presenta formas muy sencillas, teniendo superiormente y hacia afuera un pequeño tubérculo que tenía por objeto realizar su articulación con el hú- mero. El acro-coracoideo es muy saliente y está doblado hacia el interior para dar lugar a la articulación con la horqueta. La línea inter-museular, que procede de izquierda a derecha, está poco acentuada. En la cara posterior existe una amplia superficie de articulación con el omóplato. Todo esto concuerda perfectamente con lo que se observa en el RKhynchotus. El húmero, por sus carac- teres articulares y generales corresponde a Rhynchotus y a Nolhu- ra, pero su prolongación es débil como la del último. El tarso- metatarso, corto y robusto, es característico por la forma de sus trocleas muy desarrolladas y de un tejido óseo que las hace seme- jantes a callosidades. Creo que entre las aves vivientes en la Ar- centina este hecho se verifica tan acentuadamente sólo en el Ehaynchotus, pues en el Nothura casi no se le observa, si bien el conjunto del hueso es en éste más largo y débil. No hay diferen- clas de importancia en el metacarpo, a no ser las de las dimen- siOnes. Tinamisornis intermedius 5. sp. Lám. Xxv, fig. 2-2d. Establezeo esta especie sobre un húmero, si bien en la misma caja hay también un tarso-metatarso cuyas dimensiones corres- ponden a las de la especie anteriormente deseripta, por lo cual es el caso de prescindir ahora de él. El húmero, de dimensiones notablemente mayores que las de Nolthura y que casi alcanzan las del Rhynchotus, es robusto, te- ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 163 niendo regiones articulares muy amplias y un puente óseo por encima del orificio neumático muy desarrollado y saliente. Quizá pertenezcan también a la misma especie los restos de otro indivi- duo, representados por trozos de una tibia y la parte anterior de la región pre-acetabular del hueso ilíaco. Este corresponde en un todo al del Rhynchotus, pero la tibia tiene caracteres propios, porque, aún existiendo la misma debilidad del hueso, la superficie de sus articulaciones superior e inferior se presenta muy desarrollada. a Tinamisornis | Rynchotus Pibia . OE h intermedius? | rufescens ¡ Largo máximo de la articulación sup... mm. 17 | mm. 16 CLA MECO A e de: SON 105 Diámetro máximo del hueso a los 30 mm. | | de la articulación o O DS, Fam. HERMOSIORNIDAL mibhi. Nov. Gen. Hermosiornis mihi. 18589. Mesembriornis Moreno p. p. Breve Reseña, pág. 29. 15889. Palacociconia Moreno p. p. Breve Reseña, ete.; pág. 30. 1594. Phororhacos Ameghino, p. p. Bol. Inst. geog. Arg. pág. 507. 1599. Phororhacos Amegh. Bowdler Sharpe p. p. List. Genera a. Spec. Birds, vol. 1, pág. 182. El tipo del género Mesembriormis es el Mesembriornis Studeri Mor. et Mere. basado en fragmentos de huesos que deben haber pertene- cido al Phororhacos, y así lo creyó Ameghino, pero la tercera especie deseripta, 4. Milne-Edwarst, según he podido comprobar valiéndome de la amabilidad del prof. Roth, director de la sección paleontológica del Museo de La Plata, donde consérvanse los tipos de Moreno y Mercerat, nada tiene que ver econ el Phororhacos, como he de de- mostrar. En cambio, debe ser considerado como tipo de un nuevo género. al que no es posible dar. por motivos sinonímicos, nineuno de los muchos nombres que ya existen. En efecto, he comprobado también que el Palacocicoma, en su especie típica, P. eristata, no es medio ITermosiornis Pampeano ? | Actual Cariama Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC. sp. Fig. 68; Láms. XXI y XXIV. 1891. Mesembriornis Milne-Edwardsi Moreno et Mercerat, Anales del Museo de La Plata, vol. 1, pág. 22 y 51, Lám. xu1, fig. 1-6, Lám. xvi, fig. 3: 1898. Phororhacos Milne-Edwardsi Mor. et Merc. Ameghino, Segundo -Censo Nac. vol. 1, pág, 234. De esta especie el Museo Nacional posee gran parte del esque Jeto, inclusive la tibia-tarso, la que en el Museo de La Plata he confrontando con la típica que sirvió de base a Moreno y Mercerat para establecer su especie; luego no hay duda alguna sobre el punto. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 165 Coracoides. Es el hueso de formas más excepcionales de todo el squeleto, Es igual más o menos al de la especie de Catamarca y debe ser considerado como característico de la nueva familia de los Her- mostornidae, pues en su conjunto no puede compararse con ninguno de los coracaoides que me son conocidos. El que voy describiendo Fig. 68.—Coracoides derecho de Hermosiornis Milne-Edwardsi. Mor. et Mere, Sp) Le es el derecho. En su extremidad superior el acro-coracoideo no existe, debido a alguna fractura y en su delantera la parte interior tiene un agujero o anillo, limitado por un proceso óseo pro-coracol- deo muy desarrollado, el que, en cierto trecho, va unido al cuerpo del coracoideo, separándose lueeo en forma de espátula. Pero no nos es dado saber cómo terminaría, por hallarse cercenado debido a una fractura. Por la parte exterior y posteriormente al acro- eoracoideo, existe una foseta que debe eorresponder «a la fos: 166 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. slenoidea y que forma parte casi de la superficie articular con el húmero, la que se halla a su lado. Falta, por desgaste, la impresión articular o de sutura con el omoplato, a no ser que la unión con éste esté representada por un surco que hay a lo largo del margen lateral del hueso, inmediatamente debajo de la articulación hu- meral y que ocuparía por consiguiente una posición excepcional, La cara posterior del hueso es en su conjunto muy convexa y en su parte mediana, empezando frente al aislamiento del proceso pro-coracoideo, hay un surco quizá en reemplazo de lo que ordi- nariamente es la línea inter-muscular. En la cara anterior hay el eran sureo originado por la continuación del anillo pro-coracoideo y que puede considerarse como un canal pro-coracoideo. Sobre el verdadero coracoideo hay dos crestas inter-musculares, distancia- das una de otra, presentándose una bien arqueada cerca de la articulación humeral y la otra alargada y oblicua, prolongándose por largo trecho desde la sutura anterior del pro-ecoracoideo hasta alcanzar el margen lateral exterior. He hallado el anillo pro-cora- coracoideo en el Megalestrir, pero mucho menos desarrollado y también he comprobado que existe en algunos pinguinos, como por ejemplo los Aptenodytes, pero cerrado superiormente y situado de la superficie artienlar humeral, por lo cual resulta interior la- teral antes que anterior. En los Cariama, como antes he dicho. está abierto en dirección a la parte anterior y limitado tan sólo a la región articular superior. El sureo de la cara anterior en nin- guna otra ave se presenta tan alargado como en el caso presente. Lo hay también en el Megalestrix, pero mucho corto. Medidas: J)iámetro máximo ant-post. inmediatamente debajo de la articu- A A A Diámetro transversal ant-post. inmediatabente debajo de la articu- lación del Eso o e a A E ARA 33 Diámetro transversal del procoracoideo: -. - . 0. o... e 14 > perpendicular de la articulación humeral . . ..... 14 Arco pélvico y vértebras —Como es natural, está constituído por el pubis, del isquio y del íleon, estando soldados con éste la última vértebra dorsal, las lumbares, y las sacras y faltando las uro-sa- eras. La vértebra dorsal está soldada, pero es distinta: su apófisis espinosa está muy desarrollada. Sobre ella no se extiende la ex- pansión ósea del fíleon, pues ésta se dirige en cambio, hacia adelante hasta tocar su extremidad superior. En cambio, las demás ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 167 vértebras nombradas están comprendidas por el íleon, que forma sobre ellas algo así como un techo: en las RKhea, por ejemplo, tambiéa la última vértebra dorsal está bajo este techo. También en las lum- bares y sacras obsérvase el gran desarrollo de la apófisis espinosa, por lo cual el fleon forma una cresta pre-acetabular grande y alta, acortada, bien diferente por cierto de la del Phororhacos típico. Por encima del acetábulo, sobre el filo de dicha eresta, hay una peque- Mísima ampliación a manera de escudo, que existe también, aún: más pequeña, en el Procariama de Catamarca. Trás el acetábulo está la cresta transversal alta y muy saliente, que resulta posterior a dicho escudo dorsal. Debajo del acetábulo está el orificio del ob- turador formado por el pubis reducidísimo muy característico y posteriormente a éste, algo más arriba, empieza el orificio isquiá- tico. Falta totalmente la parte posterior del arco, que, por lo poco que de ella ha quedado, parece que tenía un dorso anguloso, y no chato como el del Phororhacos, Cariama y Procariama. Medidas: Alto de la vértebra dorsal soldada al hueso ilíaco sin calcular ANO ANOS da a o O Largo total de la columna de las vértebras sacras y lum- bares hasta el borde anterior del acetábulo. . . . . ... . 98 Mao o delorticio del ODLUTAdOr= ro tos ap terna deis ea, et 3 Alto máximo del agujero isquiático en su parte anterior... . . 41 amero máximo: del. acetabulos ..o o ira 48 CON del escudo dora e A 27 Largo de la cresta transversal (de un lado solo). . .-. - 63 Largo mínimo del espacio entre la cresta transversal y la pila de la vértebra dorsal, del lado de la cara anterior de ésta. . 250 Altura máxima de la región pre-acetabular. . . . . . . . -. . 121 La última vértebra dorsal, que es la primera de las soldadas, presenta un carácter muy interesante, esto es, está provista de una apófisis, de la que caracen los Cariamidae y todos los Cursores vi- vientes, como asímismo los Dinornis y otras aves gigantescas. Es, empero, como en los Cursores, heterocela, carácter extendido natn- ralmente a toda la serie. Después de ésta, se conservan otras cinco vértebras dorsales. En la cuarta, última de ellas, la hipo-apófisis ad- quiere su máximo desarrollo bajo forma de lámina sencilla y a sus costados, en la cara superior de la vértebra, empiezan a manifestarse, una para cada lado, otras dos apófisis que se van desarrollando 168 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. paulatinamente hasta la sexta (contando desde el fin) y continuán- dose probablemente en las otras no conservadas. Este carácter ya lo había señalado Ameghino refiriéndose al género Pelecyornis, pero falta en el Phororhacos. La apófisis espinosa va disminuyendo rá- pídamente en altura desde la última para atrás durante seis vérte- bras. Se conservan también la epistrófea, el atlas y las cuatro pri- meras cervicales. El atlas tiene dimensiones muy grandes, pero no presenta ningún rasgo característico: sus apófisis superiores están muy desarrolladas. El orificio de articulación central es redondo y está muy bien desarrollado lo mismo que su expansión inferior. La epistrófea tiene todas sus apófisis macizas y breves. Nada pecu- liar hay en las primeras cervicales, que se parecen a las de las Kheas, pero en la cuarta y anteriormente a las post-zigo-apófisis hay un agujero por el lado de la apófisis dorsal, separado del margen por un fuerte proceso óseo. En cambio, en la Rhea hay una lesión margi- nal cerrada incompletamente por prominencias óseas puntiagudas y opuestas. Ala. sores: consérvase casi toda el ala izquierda. Poseo la parte posterior El ala tenía dimensiones muy reducidas como la de los Cour- de los dos húmeros y la anterior del izquierdo. La extremidad infe- rior, vista desde la cara interior, presenta una fosa supra-troclear hbraquial muy acentuada. Las trocleas ulnaria y radial están muy bien desarrolladas, pero el hueco que media entre ellas no es muy hondo. En la cara exterior preséntase bien desarrollado el epicón- dilo mediano y muy poco en cambio el lateral, lo mismo que el pro- ceso supra-condiloideo, también lateral. La extremidad superior o anterior tiene caracteres muy peculiares: por el lado de la cara interior, una foseta bien visible y casi circular substituye el surco transversal. Muy profunda es la fosa mediana. En lugar de la cresta lateral o superior, hay un tubéreulo muy saliente, al que se le puede llamar tubérculo exterior, siendo éste un carácter muy importante que existe también en los Cariamidae, en los Ralliformes y en los Pelecaniformes. El hueco inter-articular de la cara exterior es am- plio y bastante profundo. El tubérculo mediano y la cabeza artiecu- lar son más salientes que el tubérculo lateral. El orificio neumático es elíptico, de márgenes robustos, mientras el ángulo dorsal se pre- senta atenuado. Medidas: Diámetro máximo ant-post. de la región articular anterior . . . mm. 39 > ant-post. al nivel del tubérculo exterior... .... 25 ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 169 Diámetro transversal al nivel del tubéreulo exterior . . . . . . . mm. 20 > máximo a los 65 mm. de la cabeza articular 17 > > ant-post. de la región articular posterior 2) > transversal entre el epicóndilo mediano y la troclea ra- dial PS A A A, ER 23 Diámetro máximo a los 65 mm. de la extremidad posterior... 16 La articulación anterior de la ulna presenta bien visibles y dis- tintas las dos superficies articulares para recibir las trocleas del húmero: debajo de ellas, y en la parte mediana, existe la excavación poco acentuada donde se articula la cabeza del radio. La cabeza opuesta de la misma ulna presenta por la parte anterior una super- ficie de articulación muy amplia, bien extendida hacia adelante, que tenía por fin recibir el radio-earpo, el cual tenía que estar bastante desarrollado. El metacarpo tiene un fuerte tubérculo en la región mediana de la cabeza articular anterior visto desde la cara exterior. Notabilísima por su desarrollo y por su configuración espatuliforme es la primera falange, que recuerda un poco la de los pinguinos. También es interesante la segunda, con una cabeza articular muy amplia respecto a sus dimensiones. Las proporciones de estos hue- sos, relativamente a las dimensiones del húmero, son más o menos las mismas que se observan en el ala de los Cursores vivientes. Articulación posterior.—El fémur es robusto y corto, con cabeza articular prominente casi sólo de costado. por lo cual la extremidad anterior del hueso es casi aplanada. Muy fuertes son las impresic- nes de los músculos íleon e isquio-femorales; menos fuerte la del obturador. Parte mediana del hueso cilindróidea. Línea áspera poco desarrollada. Cóndilo interno posterior mucho más breve que el ex- terior, el que además presenta una profunda biceps-crucis a la que sigue una faceta fibular a manera de sureo profundo. La fosa po- plítea es de profundidad no excepcional, limitada por el realce bien acentuado del cóndilo interior prolongado hasta el cóndilo exterior de una mabera acentuadamente diagonal: esto recuerda el Phoro- rhacos. Medidas: ¡AO O UI E a a de e a E E MT DA > máximo transversal de la región articular anterior... 12 > > > » >» > > posterior... 14 Diámetro máximo del hueso a los 105 - mm. de la cabeza artieu- MA LC A AD IU E ACA ES IR IA 3 170 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. ¿mn la tibia-tarso, las crestas derecha e izquierda de la apófisis rotular anterior son muy salientes hacia adelante y hacia arriba y bien separadas entre ellas. La impresión de la inserción de la fíbula, esta última se conserva en el Museo de La Plata—llega hasta los dos tercios del hueso. Maleolo distal o cóndilo inferior interno más pequeño que el externo, si se le mira desde adelante y un poco des- viado hacia afuera; pero está más desarrollado en la dirección de adelante hacia atrás. Hueco inter-maleolar profundo, aunque no muy angosto. La fosa pre-condiloidea es muy profunda y está cu- bierta por un robusto puente óseo muy oblícuo con relación al eje loneitudinal de la tibia, como se observa en el Phororhacos. Tubér- culo bien desarrollado inferiormente a este puente, y otro tubérculo pero menos pronunciado, inmediatamente superior al cóndilo exter- no. El cuerpo del hueso tiene anteriormente sección triangular, quedando la hase del triáneuio por la parte interior. Posteriormente se presenta elíptico y deprimido. Medidas: Darro oral E ASADA AID AE: LL 18 DA PEO > máximo de, La ¡artieulación:, anterior. lis tiomia se 1 Pele 82 > » » >» > a O 52 Diámetro máximo del hueso a los 180 mm. de la extremidad posterior 35 Caracterízase el tarso-metatarso por su longitud, igual más o me- nos a la de la tibia-tarso y por la región del hipo-tarso, que es bas- tante prominente en su conjunto, componiéndose de tres crestas separadas por sureos poco pronunciados (el del lado interior es casi llano y la cresta más saliente es la exterior), por lo cual corresponde al tipo de los hipotarsos simples, Tanto el surco peroneo como el canal para el músculo flexor no están muy acentuados. El conjunto del hueso tiende a una forma cuadrangular, provista de dos surcos opuestos, siendo el de la cara exterior menos profundo que el de la interior. La exóstosis está muy desarrollada. La extremidad posterior se va aplanando para ramificarse en las tres trocleas. De éstas se conservan la mediana y la anterior, que no son ni muy am- phas ni muy divergentes. La mediana tiene formas casi simétricas y sólo presenta una leve mengua por el lado interior, Es pequeña y ocupa posición perpen- dicular. El orificio inter-troclear ábrese a breve distancia de la ramificación de estas dos trocleas. Todo esto corresponde totalmente a lo que se observa en el Phororhacos. 2ZOVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 171 Medidas: Largo “total del hueso YE Ancho máximo de la región articular superior Diámetro máximo del cuerpo del hueso a los 175 mm. de la ex- tremidad anterior Largo de la troclea mediana > DS > lateral intericr Diámetro de la troclea mediana > » >» » lateral interior De las falanges del pie consérvanse: una primera falange del mm. 360 60 dedo mediano o tercero; otras falanges de los dedos laterales o sea del se- gundo y cuarto, cuya forma corresponde a la del Phororhacos: es interesante una pequeña falange, quizás del cuarto dedo, con una uña adherida, estrecha y arqueada, de dimensiones muy reducidas, más pequeñas que las correspondientes de una lihca. Medidas: Largo total de la 1.* falange del 3er. dedo > de la 3.* falange (tal vez del 4.” dedo) > total de la uña (tal vez del 4.” dedo) Ancho de la extremidad anterior de la 1.* falange del 3er. dedo Alto de la misma Ancho de la extremidad posterior de la 1.* falange del 3er. Alto de la misma mm. En resumen puede asegurarse que la articulación posterior le Hermosiornis es más o menos igual a la de los Carmamidae y de los Phororhacidac. Pero el nuevo género se distingue por el coracoides y las diferencias observadas en el arco pélvico. Hermosiornis australis Mor. sp. 1899. Palaeociconia australis, Moreno, Breve Reseña, pág. 1891. Palaeociconia australis, Moreno et Mercerat, Anales Museo de La Plata, vol. 1, Lám. 11, fig. 2. 1894. Phororhacos australis Mor. Ameghino, Bolet. Inst. Geogr. Argent., pág. 207, vol. XV. Especie basada en un tarso-metatarso, cuyas formas correspon- den en un todo al homólogo de Hermostornis Milne-Edwards1, siendo 172 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. empero más reducidas. No puede ser un ejemplar joven, pues su orificio inter-troclear hállase ubicado algo más superiormente que en el H. Mine-Edwardsi. Consérvase en el Museo de La Plata. Fam. FALCONIDAE? Gen. Foctopterus Mor. er MERC. Foetopterus ambiguus Mor. Er MERC. 1891. Foetopterus ambiguus Moreno et Mercerat, Anales Museo de La Plata, vol. 1, pág. 66, Lám. XvItI, fig. 6. REPTILIA — LACERTILIA Fam. TENDAE Gen. Tupinambis Daup. Tupinambis preteguixin n. sp. Lám. xxv, fig. 4, 4a, 5-5d. Hállanse con frecuencia los restos de un voluminoso lagarto, que en su conjunto corresponde al Tupinambis teguixin, la más grande y común de las especies actualmente vivientes en la Argentina; pero por sus dimensiones recuerda además una especie argentina más rara y pequeña, esto es, el T. rufescens. - Comparando con las dos especies vivientes, tenemos por resultado cue los rasgos característicos de la fósil son los siguientes: Cabeza algo acortada como la del T. feguirin, con una longitud craneana sólo en algunos milímetros mayor a la del 7. rufescens, aunque la totalidad de su cuerpo es mucho más larga que la de aquél; maxilar acortado, y alto, provisto de una serie de orificios dentarios equidi-- tantes como los del T. rufescens; el lacrimal tiene sureos muy pro- nunciados, mientras el jugal tiene uno en el medio de la expansión anterior, del que carecen las especies vivientes; la parte anterior del hocico probablemente más angosta que la del 7. rufescens, el que a su vez la presenta aún más reducida que el T. feguirin; serie dentaria superior mal conservada; dientecitos pre-maxilares peque- ñísimos, equidistantes, encorvados. casi uncinados; los dientes maxi- ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 173 lares anteriores, en número de ocho, son puntiagudos y encorvados, los posteriores, en número de cinco más o menos, son cónicos y con punta ampliamente convexa, todo lo cual se observa asimismo en el T. teguixin, mientras que en el 7. rufescens los dientes maxilares anteriores son menos puntiagudos y no tienen comba; el espacio ocu- pado por todos los dientes maxilares es relativamente más reducido que en las especies vivientes; las ramas de la mandíbula preséntanse levemente arqueadas adelante y hacia el exterior, mientras que posteriormente lo son hacia el interior, y lo mismo puede de- eirse de la serie dentaria: esta combadura no existe en el 7. rufes- cens y la serie dentaria es en cambio más derecha, y en cuanto a sus dientes, los situados en el primer tercio anterior están muy inelina- dos hacia el exterior y son casi uncinados, lo cual corresponde a lo que se observa en el 7. teguixim: el número de dientes es en el tipo fósil de 16, de los que 5 son pequeños y cortos, 4 más largos y menos encorvados, si bien todavía puntiagudos y 7 siones menguantes de adelante hacia atrás. como se verifica en todas sin punta y de dimen- las especies del género. La deseripción se refiere a dos individuos, uno de ellos adulto y representado por la mandíbula y el parietal; el otro joven, repre- sentado por otros huesos del cráneo, una parte de la columna verte- bral y una de las patas delanteras. ON qe! AE ls sal IS as E a n= dp Partes medidas NAS 50 E D a | a q a] an : SA A (1) Largo del cráneo entre la extremidad anterior del | pre-maxilar y el cóndilo occipital . . ...... — 1102700101 | e | (2) Largo total del animal . ...... e o 1.05, 0.96] (3) Distancia mínima entre el orificio taco y la | extremidad anterior del pre-maxilar . . ... . | 39 44 42 y Espacio ocupado por los dientes maxilares ¡EESS 45 43 (5): Largo mediano del parietal . ... . . nd | SA AO TS -! - | a (6) Espacio ocupado por los dientes e a | 46.550 46 (7) Alto de la mandibula en correspondencia con el | O TN A EN A A 19.5- 18 (1) y (2) Ejemplares actuales de la provincia de Buenos Aires. (3) Ejemplar actual y ejemplar fósil joven. (4), (5), (6) y (7) Ejemplares actuales y ejemplar fósil típico. 174 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Tupinambis prerufescens 2. sp. Lám. Xxv, fig. 6 y 9. Hemos visto que el anterior recuerda el 7. teguirin, aún teniendo dimensiones más reducidas; el presente, en cambio, tiene muchos puntos de contacto con el T. rufescens, si bien comparándosele con éste, se nota que tiene dimensiones más pequeñas. Se conservan va- rias partes del esqueleto, siendo sobre todo característica la mandí- bula, la que es derecha y está poco arqueada conservando los tres últimos dientes anteriores, puntiagudos y sin curvadura, pues si la tienen apenas si se la nota: son pequeños, lo mismo que todos los demás. Medidas: Largo del espacio ocupado por los dientes mandibulares. . . . . mm. 43 > de la mandíbula al nivel del último diente. . . . . ... 13 > AC EEOREMO. ¿RO ENT ANA EP) TS ESA 31 Tupinambis brevirostris n. sp. Lám. Xxv, fig. S y 11. Difiere de la especie anterior por su mandíbula que tiene una longitud mínima, mientras se conserva muy alta, especialmente en su parte posterior, donde termina la serie dentaria, por lo cual lleva a tener casi la altura de la del Z. preteguirin, siendo, empero, más baja que la del 7. prerufescens. Los dientes están dispuestos como los del 7. preteguirin, pero su número debió ser menor. Consérvanse actualmente cuatro pequeños dientes anteriores uneinados. Hállanse colamente en número de tres, y a veces de cuatro, los dientes unei- nados medianos y mayores y en número igual los dientes cónicos posteriores. Se encuentra también la serie de los dientes maxilares, la que ereo es igual a la del 7. preteguirin, pero el hueso maxilar es plano en lugar de ser ampliamente convexo, siendo menos amplio en la región del paladar. Por esta razón el hocico de la especie debi5 ser generalmente angosto, si bien no muy alargado. Medidas: Espacio ocupado por los dientes mandibulares, más o menos. . . mm. 36 Alto de la mandíbula al nivel del último diente... . . . . . 16 ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 175 Espacio ocupado por los dientes maxilares. mm. 53 Amplitud del maxilar en la región palatina al nivel del primer diente. Tupinambis multidentatus 1. sp. Lám. xxv, fig. 7 y 10. Es la especie que más se diferencia de las que actualmente viven en la Argentina: su rasgo más característico es que tiene veinte dientes mandibulares por cada parte, en lugar de diez y seis, muy acerecados y más pequeños que de costumbre. Por ello, aunque la mandíbula tiene las mismas dimensiones que la del 7. preteguicin, su serie dentaria ocupa un espacio de 47 mm., es decir más o menos jeual al de aquel, no obstante tener cuatro dientes de más. Los dos primeros son tuberculares y están bastante desarrollados. El tercero y los siguientes hasta el séptimo son puntiagudos y algo uncinados, con dimensiones menguantes desde el tercero hasta el quinto. Estas vuelven a acrecentarse hasta el undécimo, que es el cuarto de seis dientes cónicos, altos y angostos, pero no puntiagudos. Entre el duodécimo y el décimoquinto la serie dentaria no está bien conser- vada. Los cinco últimos, es decir desde el décimosexto al vigésimo, son pequeños tuberculares, disminuyendo sus dimensiones de ade- lante hacia atrás. Toda la serie está dispuesta sobre una línea muy ondulada, con dos concavidades, una anterior abierta hacia adentro. y Otra posterior abierta hacia fuera. Consérvanse también algunos dientes superiores, tan pequeños como los inferiores, cónicos y altos, y un parietal, cuya forma corresponde a la de los Tupinambis vi- vientes, si bien un poco más corto y anteriormente más amplio. Medidas rufescens preteguixin multidentatus 'T. teguixin mm 7 Parietal: largo mediano . . . . .' mm. 23 ¡mm. 21 mm. 15 ' mm. 17 » amcho máximo anterior , 27 | 11 - 20 » » minimo posterior. 13 13.5 14 14 176 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. CHELONIA Fam. TESTUDIDAE Gen. Testudo L. Testudo praestans n. sp. Figs. 69 y 70 Consérvase la mitad del escudo y del plastrón cortados al medio y en sentido longitudinal, de un individuo de grandes dimensiones. El escudo es ovalado, muy inflado y convexo, algo más largo ade- lante que atrás. Tiene una primera gran placa nuecal romboidal, cuya altura corresponde a las marginales y costales. A ella suceden, en la misma línea longitudinal, y hasta la super-caudal, quizás nueve placas vertebrales, de las que la tercera y la quinta, y tam- bién la séptima, aunque tal vez en grado algo menor, debieron ser un poco gibosas. Tal gibosidad sigue manifestándose levemente a los lados sobre las correspondientes costales. Se ve, por lo tanto, que es muy diferente de la 7. Gallardo de Catamarca y semejante, en cambio a la T. tabulata viviente en el Brasil. El imperfecto estado de conservación del fósil no nos permite decir mucho acerca de los caracteres menores de estas placas vertebrales. Las placas costales son ocho en cada lado: de éstas la tercera y la séptima son más pequeñas pero más angostas. La de mayor tamaño es la cuarta, si bien la primera es también grande. Todo ello corresponde a lo aue se observa en la viviente 7. argentina, cuya costal más grande es sin embargo la primera. Un surco profundo que rodea toda la capara- zÓn, separa las costales de las marginales, las que deben ser diez en cada lado. Las dos primeras y las tres últimas limitan las aber- turas, mientras las otras prolónganse hasta abajo, inelinándose sobre la cara inferior del plastrón, que se presenta más adentro y más abajo que la de la 7, argentina; no es visible en el dibujo que repre- senta la caparazón vista de costado. Estas placas marginales asó- manse horizontalmente alrededor de la abertura anterior, originando Junto con la nucal una como franja de tres lóbulos en cada lado. fr) j¡rón; ent. entroplastrón; «ip. xifioplastrón; 1/3. IP DEN A xiph. Y ES, ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 177 y como consecuencia de ello, hay tres lóbulos más alrededor de la abertura posterior. La super-caudal debió dividirse en dos partes, a saber: una pequeña y superior al sureo que media entre marginales y costales. y la otra grande inferior a aquél, descendiendo perpen- dicularmente a manera de cuchara plana de idéntico modo que en la T. argentina, y no como en la 7. Gallardo, ni como en la 7. tabula- ta, pues en éstas tal cuchara es más angosta y está encorvada hacia dentro. Los nueve huesos del plastrón tienen las mismas formas y relaciones que se observan en el género Testudo: la sutura mediana. después de haber unido los dos huesos del hipo-plastrón, se prolonga en cierto trecho aún en el ento-plastrón, como si éste también hu- hiera estado dividido en dos partes. El hipo-plastrón presenta dos cordonecitos de conjunción anterior de las placas externas muy juntos. La sutura del hyo-plastrón con el hiypo-plastrón, corresponde exactamente al medio del plastrón y a la sutura entre la quinta y sexta marginales. El xifioplastrón es relativamente mucho más pequeño que el de la 7. argentina y de forma totalmente diferente, pues la sutura con el hipo-plastrón, situada muy posteriorment», tiene un desarrollo arqueado, mientras en la 7. argentina es casi rectilínea y situada más adelante. Medidas: MERO nano delescudo A e a a ds 5067 ema: 95 Alto > > id cd a a laa to jo 57 Largo del plastrón según la sutura longitudinal. AS 14 Ancho del mismo según la sutura mediana transv. (calculado). . as Largo del epi-plastrón según la sutura longitudinal... . ... 1.0 2 MO o A ME EOS ES CH mo plastos, AS SAA A ALAS 22.6 A Aa A 201. >» del xifo-plastrón. e a 6.5 » dela 2.* placa costal, según la sutura con las marginales. 10.8 A > >» > > AS > , 5.0 O ENS > > > > Dv dó > y 12.5 A > > > > NS > : 8.2 > ES > > > > > > > . 10.0 > >» >» 4% » marginal según la sutura con las costales. 12.2 A > > > > > > A 10.3 > A > > > > > > a 12.0 Y > > > > > > 2 E 10.3 ANAL. Mus. Nac. Bs. AS., T. XXVv. ENERO 29, 1914. 12 178 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. BATRACHIA — ECAUDATA Fam. CYSTIGNATHIDAE Gen. Ceratophrys WED. Ceratophrys prisca AÁMEGH. Lám. Xxt, fig. 3-3e. 1899. Ceratophrys prisca Ameghino, Suplemento «a la Sinopsis Geológico-Palcon- iológ. Segundo Censo Nacional, pág. 10. Según Ameghino, sería parecida a la C. ornata viviente en el mis- mo lugar, difiriendo, empero, de esta por las dimensiones algo más pequeñas y por una escultura granulosa en la superficie exterior de los huesos del craneo más acentuada. lenoro en qué colección se encuentra el tipo de Ameghino. pero en la del Museo se conservan cuatro hermosísimos cráneos de Ue- ratophrys, todos de dimensiones diferentes, mayores, iguales y me- nores que las de C. ornata. Podría hacerse corresponder al tipo de Ameghino el ejemplar más pequeño, aunque creo que este carácter de las dimensiones carece de todo valor, pues está subordinado a la edad del animal. ; Los cuatro ejemplares tienen todos una granulación uniforme, aque corresponde a la indicada por Ameghino. Difieren, sin embargo, vno de otro en los caracteres secundarios, que pueden constituir varie- dades basadas especialmente en la forma de los cóndilos occipitales y del apéndice posterior del escamoso o timpánico, rasgo característico de los Ceratophrys y que se encuentra a los dos lados de la región condiloidea occipital, y se compone superiormente de una saliencia de la escamosa reforzada inferiormente por una expansión del occi- pital. Ahora bien, esta saliencia en la €. ornata viviente desarróllase casi horizontalmente. siendo lisa su superficie superior, mientras que en los fósiles es más o menos derecha y con un relieve costiforme en la parte mediana también superior. Además el espacio lateral- maxilar es cuadrado; el jugal es de contornos algo variables; tam- poco son fijos el diámetro de las órbitas, la amplitud transversal del a ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 179 etmoides parietal y el desarrollo de los cóndilos, por lo cual esta- blezeco las siguientes variedades : Plesiolipo de la especie: dimensiones más pequeñas que las de la C. ornata, con costilla mediana levemente marcada; región etmoí- dea-parietal adelgazada; subeóndilos occipitales laterales bien mar- cados pero menos salientes que los del tipo viviente. Var. sub-cornuta. Dimensiones poco superiores a las del plesiotipo oy iguales a las de la especie viviente, expansión escamosa muy derecha y terminando en punta casí aguda; órbitas amplias; sub- cóndilos bien salientes; bien determinado el sureo inferior a los cóndilos mayores; hueco lateral casi triangular. Var. intermedia.—Dimensiones mucho más grandes que las del tipo viviente; expansión escamosa menos saliente pero siempre en punta; cóndilos occipitales muy grandes, bajos y ovoidales; región etmordea-parietal amplia. Var. gigantea.—Grandes dimenstones; saliencia escamosa muy desarrollada, terminando en punta aguda y derechas; espacios laterales reducidos y ovoidales; región etmoidea-parietal muy adelgazada, lo mismo que las órbitas; cóndilos occipitales pequeños. Muchos de estos caracteres variables se reproducen en las espe: cies vivientes, y en gran parte son debidos a la edad del animal. Es notable que el apéndice escamoso en la €. ornata, al contrario de lo que he observado en los ejemplares fósiles, es más derecho en los individuos jóvenes que en los viejos. | | | 2 E | 2 e] E Le] E l= 2 | a, zz o 3 A | += 3 3 | TE Dd Maz] £ | Dimensiones en mm. ES E A ds D z PE EE Dd A A O E | IS A > > AA O Ancho total posterior del cráneo entre los dos cóndilos del cuadrado jugal, más ó menos. . »0 54 0 7 Largo del espacio ocupado por los dientes del. is Ai Mba ere do llas AOL O A E 30 32 Largo del maxilar hasta el cuadrado jugal. . .| — | 40 ¡ 48 | 51 ameszo de lastorbitas boa e AA de ES 13 Distancia minima entre el orificio orbitario y la | extremidad de la expansión escamosa. . . . 1 15 17 22 1,22 Diámetro máximo del hueco maxilar-escamoso. | DA li 2d 20 Ancho mínimo del parietal entre las órbitas . | Y A a E AE NO E 180 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. 5.“—LOS FÓSILES DE CHAPALMALÁN Y DE MIRAMAR. (Localidades típicas del chapalmalense) Fam. HEGETOTHERIIDAE Gen. Pachyrucos ÁMEGH. Pachyrucos chapalmalensis AMEGH. Lám. Xxvn, fig. 4-4c, 6-6a. 1908. Pachyrucos chapalmalensis Ameghino, Reg. litoral M. del Plata, Anales Museo Nac., t. XVI, pág. 422. 1908. Pachyrucos maximus Ameghino, ibid., pág. 422. Del tipo P. chapalmalensis existe un fragmento de cráneo y varias mandíbulas; del P. marimus también un fragmento de cráneo y al- eunos huesos largos. Creo que no es el caso de considerarlos por se- parado, pues el cráneo del P. chapalmalensis difiere del P. maximus solamente por las dimensiones que son levemente mayores, por lo cual los reuno en una sola especie. P. chapalma- Variedad Medidas LS ; lensis, tipo maxima Ancho anterior del cráneo... .... 0. .:. O SA 16.5 | » mediano » » E NI 25 | 21 argo de la hilera dentaria superior... ..... 2d 25 » del maxilar según la misma serie . .... 34 | 31 Diámetro ant-post. del ler, diente superior, . . 3.5 | 3 » » » 2,0-6,0 » cu » | 4.5 transv, del l,er diente superior » Ll 2.5 | 2.5 3er, » » E 3 | 3 y 160 » pros Lem Espacio ocupado por la hilera dentaria inf, . . 26.5 | 26 Alto de la mandibula al nivel del 3er. diente . . 14 15 15 Los huesos largos de la variedad maxima difieren de los del P. typicus de Monte Hermoso, porque son una tercera parte más largos. El fémur mide 65 mm. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 181 Pachyrucos miramarensis ÁMEGH. ? 1908. Pachyrucos nuiramarensis Ameghino, op. cif., pág. 422. Huesos largos más cortos que los de la variedad precedente: lar- so del fémur mm. 60. Puede ser que pertenezcan a la especie si- guiente Pachyrucos brusquitaensis AMEGH. 1908. Pachyrucos brusquitaensis Ameghino, op. cit., pág. 422, Caracterízale el segundo diente inferior, que es tri-lobulado, esto es, provisto de una segunda depresión vertical, la que origina una columna restringida en la parte posterior y exterior del diente: probablemente se trata todavía de una variedad del P. chapalma- tensis. Medidas: Marsordenlamtilera deta teo Ma. 25 Aito sde la mandíbula al Ñmiyvel del 3er. molar... ....... 1875 Diametro antposterior del ler: Molar... o... 2.5 > > > 2,0 > : 310 > » » 6,0 E IN A A TS A O a e 6 > transversal del Jer. molar. 2) Pachyrucos marplatensis AMEGH. Lám. XXVIL, fig. 5, 5 a, 5 b. 1908. Pachyrucos marplatensis Ameghino, op. cit., pág. 422. Es la especie más pequeña del chapalmalense y la que más se diferencia de la deseripta al principio: el húmero es más robusto que el del P. chapalmalensis var. maxima, aun teniendo igual lon- gitud; el cráneo es aneho y corto, muy diferente del de esta varie- dad, que en cambio es angosto, especialmente adelante; el frontal tiene poca depresión, antes bien es convexo en su parte posterior; la mandíbula recuerda la del P. brusquitaensis y en el primer pre-molar hasta hay asomos de la bi-Jobulación posterio». 182 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas: Láarso máxmno del Amero. >. meo. >. male E rd A OA Ancho de la articulación superior del MisMO0. . . . .. . . +. 17 >" ¡de La Interior. A A A 18 Earsosdel brota o E 29 Ancho, anterior del mismos da AA, A PE 20 A AI O A O A 20 > posterior (inclusive las apófisis laterales) . . . . . . . . + 3U Y UN A O o 14 Espacio entre el incisivo y el primer pre-molar superior . . . . . 7 > ocupado por la hilera dentaria superior... ... . . . 23 Diámetro ant-post. del ler. diente . 3.5 > > > 40 > ¿id 4. 7 > >» 6,0 > A E AA: 4 » transversal » ler. >» 2.5 > > » 40 EC AE CAERAS SIA NE 3 > > » 6,0 AA O + Alto de la mandíbula debajo del 3er. diente . . ..... . + 3 Diámetro ant-posterior del ler. diente. . . . .. ..... ... 2 > > >» Jer. > + > > » 6,0 > 5.5 > transversal > "Ten. > 10 > > » 2.0 ps 2.5 Gen. Fremacyllus AÁMEGH. Tremacyllus chapalmalensis AME£GH. as », 1908, Tremacyllus chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 422, Género muy variable, cuyas numerosas especies no son, según las probabilidades, sino variedades de unas pocas. La actual se distin- gue del 7. impressus de Monte Hermoso por su superficie parietal- frontal, convexa antes que aplanada y por el mayor desarrollo del parietal que, siguiendo la sutura mediana, mide 17.5 mm. de largo, siendo que en la especie de Monte Hermoso mide sólo 13.5 mm.; pero en conjunto el parietal y el frontal de ambas especies tienen jeual longitud, puesto que el frontal de 7. chapalmalensis es más corto. Su cresta sagital está muy desarrollada y a los lados la acom- paña una depresión. Los dientes también son de forma más simple por tratarse de un individuo muy viejo. Las impresiones incisias apenas alcanzan la altura del primer diente, siendo por lo mismo muy cortas. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 183 Medidas: Largo del espacio ocupado por los dientes superiores. Diámetro ant-posterior del ler. diente superior. > > » 4>o > > RAE > > » 6,0 y último diente superior. > transversal del ler. diente superior. > > » 4/0 > > > > » 6,0 > > Tremacyllus novus ÁMEGH. 1908. Tremacyllus novus Ameghino, op. cit., pág. 422. hu DRNA [No] mm, [59] Dimensiones iguales a las del T. impressus y del T. intermedius de Monte Hermoso, pero los dientes son algo más grandes. Existe un paladar y algunos huesos largos. Las impresiones incisivas lle gan hasta frente al segundo diente. Medidas: Espacio ocupado por la serie de dientes superiores. Diámetro ant-posterior del ler. > » » 4.o > > » 6,0 > transversal » ler. > > » 40 > > > O:0 Fam. Gen. Toxodon OWEN Toxodon ? chapalmalensis AMEGH. 1908. Toxrodon chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 422. diente superior. > > TOXODONTIDAE > > > > mms 19 SS bw to ar Se trata de la mandíbula de un individuo joven y muy mal con- servada. Creo por lo tanto que no es oportuno figurarla. Tal vez sirva sólo para establecer la presencia del género Toxodon. 184 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fam. MACRAUCHENIIDAE Gen. Promacrauchenia AÁMEGH. Promacrauchenia ? chapalmalense AMEGH. Lám. xxvi, fig. 2. 1908. Promacauchenia chapalmalense Ameghino, op. cit., pág. 422. Trátase también en este caso de un fragmento de mandíbula mal conservado y poco característico. Sus dimensiones parecen algo más grandes que las de la P. antiqua; pero podría ser que se tratara de una Macrauchenia. Hay también una rótula, que es la que figuro. Fam. PROTEROTHERIIDAE Gen. Chapalmatherium AÁMEGH. 1908. Chapalmatherium Ameghino, op. cit., pág. 423. Chapalmatherium novum AMEGH. Lám. xxIx, fig. 5. 1908. Chapalmatherium novum Ameghino, op. cit., pág. 423. Fam. EQUIDALE Gen. Plagiohippus ÁMEGH. 1908. Plagiolippus Ameghino, op. cit., pág. 423. Plagiohippus chapalmalensis AMEGH. Lám. xxvun, fig. 7. 1908. Plagiohippus chapalmalensis, Amegh., op. cit., pág. 423, ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 185 Fam. SUIDAE Gen. Listriodon MEYER. Listriodon chapalmalensis AMEGH. 1908. Listriodon chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 423. No me ha sido posible dar con el ejemplar de este interesantísimo fósil. Fam. DIDELPHYIDAE Gen. Didelphys L. Didelphys chapalmalensis AMEGH. 1908. Didelphys chapalmalensis Ameghino, op. cit. pág. 423. Tampoco de este fósil he podido hallar el ejemplar. Fam. HYAENODONTIDAE Gen. Hyaenodonops AMEGH. 1908. Hyaenodonops Ameghino, op. cit., pág. 424. Hyaenodonops chapalmalensis AMEGH. Fig. 71. 1908. Hyaenodonops chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 423. Fig. 71.—Hyaenodonops chapalmalensis Amegh. Ultima muela inferior izquierda, a. cara externa, b. cara interna, 2/1. 186 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fam. FELIDAE Gen. Felis L. Felis propuma AÁMEGH. 1904. Felis propuma Ameghino, Nuevas Especies, pág. 123. 1908. Felis proplatensis Ameghino, Reg. lit., loc. cit., pág. 423 (non Amegh. 1904). Afirma Ameghino que Felis proplatensis, considerada como procedente del pampeano inferior de Mar del Plata, debe ser con toda probabilidad originaria del chapalmalense; pero ello no es más que un lapsus calami, porque no es F', proplatemsis la que pro- cede de Mar del Plata, sino F. propuma. Trátase de una especie por demás interesante, aunque está basada en un ejemplar ¡joven que se parece algo a los Creodonta. Véase, por otra parte, la magis- tral descripción de Ameghino. Fam. CANIDAE Gen. Amphicyon Larr. Amphicyon sp. 1908. Amphicyon Ameghino, op. cit., pág. 423. No he podido hallarlo. Fam. URSIDAE Gen. Chapalmalania AÁMEGH. 1908. Chapalmalania Ameghino, op. cit., pág. 424. Chapalmalania orthognatha AMEGH. Lám. xxv1I, fig. 1 1908. Chapalmalania ortognatha, Ameghino, op. cit., pág. 424. Ameghino dice que los seis incisivos superiores se hallan en la misma línea transversal de los caninos; pero se trata de un ejem- ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 187 plar deformado, incompleto y quizás mal restaurado; por lo tanto es dudoso el nuevo género y su especie mal precisada, aunque in- teresantísima fuera de toda duda. Fam. CRICETIDAE Gen. Reithrodon WATERH. 1908. Proretthrodon Ameghino, op. cit., pág. 424. Reithrodon chapalmalense AMEGH. sp. Mig.72, 1908. Prorethrodon chapalmalense Ameghino, 0p. cit., pág. 424. 1908. Proreithrodon incipiens Ameghino, ibid. Ameghino estableció el género Proreithrodon, diciendo que ha- bía que separarlo del Reithrodon viviente por ser sus incisivos más sencillos y describió dos especies diferenciadas también entre ellas por variaciones en los inci- sivos. Creo que se refería a diversidad en las ranuras que se encuentran en la cara exterior de los incisivos, pero el estudio de ejemplares de especies vivientes me ha convencido de que las ranuras de esos dientes son muy variables, razón por la cual creo que no pueden eonstituir un carácter específico y menos aun genérico. El rasgo peculiar de la especie fósil estriba en el notable desarrollo de sus dientes superio- res: el primer molar es decididamente el más robusto, igual al segundo, pero más grande que el tercero. El espacio ocupado por la hilera dentaria es proporcionalmente más grande «que el de las especies vivientes, y debido a ello el Fig. 72. — Reithro- E Md el lens maxilar resulta más alargado en su parte pos- Amegh. sp.. Serie terior, dentaria superior derecha, 3/1. Medidas: Espacio oeupado por la hilera dentaria superior. . . . . . . . . . Mmm, 9 Diámetro ant-posterior del ler. molar. ( S > > » 2,0 > 188 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Diámetro ant-posterior del 3er. > HE IRON > transversal > er: > ET URA AR E d 2 > > >» 2.0 > A E 2 > > » 3er, > AS A E A EE 2 Distancia entre el borde del alvéolo del incisivo y el del ler. molar. 15 Fam. DASYPROCTIDAE Gen. Proaguti ÁMEGH. 1908. Proaguti Ameghino, 0p. cit., pág. 424. Proaguti chapalmalensis AMEGH. iS Lords ] Fig. 73. 1908. Proaguti chapalmalensis Ameghino, op. cif., pág. 424. Trátase de una rama mandibular y un fragmento del maxilar con las series completas de los dientes superiores e inferiores. El incisivo inferior es transversalmente poco amplio y muy convexo en sus caras lateral-exterior y anterior. El pre-molar es triangular con la base más angosta en su parte posterior. En su lado externo tiene una leve depresión mediana. En el mismo sitio y un poco hacia atrás tiene una fo-eta ercular mediana bien distinta y otra menor, El primer molar tiene exte- riormente un pliegue que en la pa- red del diente resulta poco visible, pero que se distingue bien sobre la ne y des EA DA > 7 . 4 SA Fig. 73.—Proaguti chapalmalen corona del mismo. Aquí hay también sis Amegh, Muelas de la rama : > - ON A dos fosetas por el lado interior, cer- izquierda de la mandíbula y se- E = : nat ca del margen y equidistantes. El rie dentaria superior izquier- : , da; 3/1 segundo y tercer molar tienen un fuerte pliegue exterior que los di- vide en dos lóbulos, los que originan exteriormente dos columnas ver- ticales de ángulos agudos e interiormente dos pliegues más. Estos for- man en la corona una como leve lesión y desaparecen con el uso, To- ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 189 dos estos pliegues son más o menos perfectamente transversales, Serie superior compuesta de un pre-molar cilíndrico, y a esta forma tien- den también los molares, si bien están provistos de un fuerte plie- gue interior. Este primer diente tiene dos fosetas comprendidas en el centro de su corona cireular. El primer molar tiene hasta la mitad de su altura un esbozo de pliegue vertical, siendo además visibles en su eorona un pliegue interior alargado y dos fosetas circulares. El segundo molar tiene un notable pliegue vertical interior desvia- do hacia la parte anterior y por lo tanto diagonal respecto del plano de la corona, y además tres pliegues por el lado exterior completa- mente transversales. El último molar, más pequeño que el penúl- timo, se presenta redondeado en su parte posterior con pliegues lenales a los de aquél. Una mandíbula aislada del género Proaguti, podría ser atribuída al Eumysops, cuyos dientes superiores, sin embargo, son del todo diferentes, especialmente el primero que se parece a los que le si- guen. Podríase también atribuir al /somyopotamus, por la nota- ble semejanza de la dentadura superior, pero la inferior es dife- rentfísima, teniendo tres plieenes interiores en lugar de dos. e , ON A Medidas A A E Es IS A A Largo del espacio ocupado por la hilera den- | | | | taria superior. TS mm. 13 | ZO Diám. ant-post. del premolar superior 3 2.5 | del ler, molar superior 3 | TE 318 ao] E E abr A Espacio ocupado por la hilera dentaria in- | | ferior LN A a INTO LE, 4 5 | 65 IS Espacio entre el premolar y el incisivo .-. Sl 1075 3 Alto de la mandíbula bajo el premolar . . 9 | | el 035 Diám. ant-post. del premolar inferior .. 3 | [E » del ler, molar inferior SS E 3.9108 (a o: | IA » el dl 4 13.5 4.5135 Beda : O A Proaguti cavioides AMEGH. 1908. Proaguti cavioides Ameghino, op. cit., pág. 424. El último diente inferior es muy ancho y aleo más largo que el de la especie típica, tiene forma rectangular, pues su lóbulo pos- 190 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. terior, limitado por el último pliegue interior y el único exterior, está muy desarrollado y sigue una dirección menos diagonal. La serie dentaria superior poco difiere de la del tipo del género. Proaguti gracilis AmMEGH. 1908. Proaguti gracilis Ameghino, 0p. cil., pág. 424. > > complicatus Ameghino, 0p. cil., pág. 424. El último diente inferior se parece al del tipo, pero los pliegues son entrantes de un modo perfectamente transversal. Su último ló- bulo, o posterior, es mucho menos ancho que el anterior, y más en- trado externa e internamente. El P. complicatus se basa sólo en el seeundo y tercer diente inferior, que a mi ¿juicio corresponden en un todo a los homólogos del P. gracilas. Proaguti intermixtus ÁAMEGH. 1908. Proaguti intermixtus Ameghino, op. cit., pág. 424. Los dientes inferiores tienen forma redondeada, pero carecen de la lesión en el lado interior y presentan apenas visible sólo en la parte de arriba, hacia la corona, la correspondiente al lado exterior. Falta sobre todo la lesión posterior del lado interno del último dien- te inferior. Fam. VISCACCIIDAE Gen. Tetrastylus AÁMEGH. Tetrastylus gigantisimus AMmrEGH. Lám. XXVI, fig. 3 1908. Tetrastylus gigantisimus Ameghino, op. cit., pág. 424, Una mandíbula que se caracteriza por tener las dimensiones máxi- mas de todas las especies del género, y también por varias particu- laridades merecedoras de mención. La sínfisis tiene extraordinaria longitud, y la región que le corresponde forma superiormente un plano ancho y chato. El ángulo de abertura de la mandíbula es bastante angosto. por lo enal las dos series de dientes corren casi ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 191 paralelamente. Los incisivos son bastante grandes, con curvaturas de gran radio, por lo cual llegan hasta más allá del último molar. Tienen la cara exterior completamente aplanada, revestida de es- malte amarillo ligeramente anaranjado. Son de sección triangular, pero se hallan dispuestos de manera que en conjunto constituyen un triángulo casi equilátero. Los otros dientes se inclinan hacia adentro y hacia adelante, algo distanciados unos de otros, si bien esto no se ve del todo bien, pues el fósil ha sido en parte restaurado. Por lo demás, son muy parecidos a los del T. ¿mtermedius de Cata- marca. Me sospecho que el primero y el segundo molar de la parte izquierda pertenecen en realidad a la serie superior, habiendo sido colocados fuera de su lugar por aleún preparador inexperto. Medidas: Marcorden la Sins... AS O a o A: AO Espesor máximo transversal de la Misma ........... : 15 Distancia entre el borde del alveolo del incisivo y el del pre- los 92 Diámetro transversal máximo de los ineCisivos . . . . . . . . . . 27.5 O Ma e A A 28 amero ant postemorkdelpre molar A 15 > > Aer mola II AT. Al SAS E 14 > > AZ a A A RS 1s > > e A A RA ES 20 > transyversalidel pre Mol E 10 > > A E A A O ON 12 > > NS > AA e ds ande e 15 > > SCI A E SA SN Ts 14 Bspacionocopadospor toda la seme o 79 Gen. Viscaccia SCHINZ Viscaccia compressidens AMEGH Fig. 74 (2) 1908. Viscaccia compressidens Ameghino, op. cit., pág. 424. Cráneo aplanado y ancho; paladar amplio, aplanado y muy poco profundo; dientes superiores muy largos, con dos columnas interio- res sobre un mismo plano; lóbulo posterior del último molar bas- tante ensanchado; dientes inferiores con las dos láminas anteriores bien separadas del lado externo. 192 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Viscaccia indefinita AMEGH. Fig. 74 (1) 1908. Viscaccia indefinita Ameghino, op. cit., pág. 424. Sus dimensiones son más o menos las del tipo anterior, pero su paladar es más profundo, aunque sigue siendo amplio. Los dientes superiores son menos anchos, aunque relativamente de diáme- tro transversal mayor. La lámina posterior del último diente tiene forma de lóbulo saliente y angosto. Tiene afinidad con la V. spicata de Monte Hermoso. Viscaccia definita AMEGH. 1908. Viscaccia definita Ameghino, op. cit. pág. 424. Viscaccia chapalmalense AMEGH. 191 1908. Viscaccia chapalmalense Ameghino, op cil., pág. 425. Paladar muy profundo. El último diente superior tiene las tres columnas situadas del lado interior sobre el mismo plano. Viscaccia euplasia AMEGH. Fig. 74 (4); Lám. xxviI, fig. 5, 5a. 1908. Viscaccia euplasia Ameghino, 0p. cit., pág. 425. Parecida a la anterior por las formas y dimensiones, podría creer- 9900 Fig. 74.—Ultimo molar superior de: 1. Viscaccia indefinita, Amegh.; 2. Y. com- presidens, Amegh.; 3. Y. loberiaense Amegh.; 4. Y. euplasia, Amegh., 3/2. se que se trata de su forma joven. Pero su último molar superior tiene una columna interior mediana muy saliente, cuyo último ló- bulo es casi redondeado y se halla más adentro que las dos partes opuestas. porque mucho menos amplio transversalmente. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 193 Viscaccia arquata AMEGH. 1908. Viscaccia arcuata, Ameghino, op. Cit., pág. 425. Frontal largo, ancho y aplanado; dientes superiores pequeños, cuadrangulares y estrechos; penúltima lámina del último molar su- perior muy saliente por el lado interno; la última angosta y tra- pezoidal. Viscaccia loberiaense AMEGH. Fig. 74 (3) 1908. Viscaccia loberiaense Ameghino, op. cit., pág. 425. Parece una forma joven de la V. euplasia, pero tiene el cráneo más ancho (consecuencia del notable desarrollo del parietal), mientras su frontal en el medio del cráneo, es 5 mm. más corto que el de V. euplasia,. AU | SA a E Dimensiones | us 2 E E e | 3 | EZ comparadas de las anteriores especies 2 2 ot EEE az o variedades de vizcachas. eE S po E | 13% > E E Largo total del cráneo. . . . . . . mm. |72 18 Ancho máximo del frontal . . . . 20 |21 [121.5 28 Largo de los nasales según la sutura mediana .... ad > ZAS (5 | Largo del Frontal. A O cia 26.529 |31 31.5 » máximo del parietal . ..... 124 123 |94 | | 26.5 Distancia entre el borde alveolar del | incisivo y el del premolar superior 20 24 | Espacio ocupado por la hilera supe- | A EIA OT 24 124.5 Distancia minima ateribe ho IES | premolares superiores... . MO SO IS O O Distancia entre los dos últimos ola RS 9.511 |11 14.5117.5 Diámetro ant-post. del premolar 3.5 4 3.5| 9d. » del último molar. IA ES IO 8.5 9 Diámetro transv. medio . O A 7 7 Alto de la mandibula al nivel del di | | DOTA | e A e] 18 Distancia entre el honda Alec del | | | incisivo y el del premolar inferior. | 15.5117.5 | 21.5 Diámetro ant-post. del premolar | 3 4 5 » del último molar. | O E) » transv. del premolar., . | 7 8 » del último molar. ] | 8.51 9.5 10.5 Espacio ocupado por la hilera on | ¡21 |23 25 ANAL. Mus. Nac. Bs. As,, T. XXV. ENERO 29, 1914. 1 194 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fam. OCTODONTIDAE Gen. Dicoelophorus AÁMEGH. Dicoelophorus maximus AMEGH. Lám. xxvI, fig. 6a, 6b 1908. Dicoelophorus maximus Ameghino, op. cit., pág. 425. Ejemplares típicos: parte de un maxilar y parte de una mandí- bula; el rasgo más notable son sus grandes dimensiones. El primer diente superior se inclina mucho hacia atrás, tiene curva a manera de arco y es de tamaño bastante más grande que los restantes. Éstos, en relación a su diámetro ant-post., resultan muy aplanados, espr- cialmente el último, que además está muy encorvado. La mandíbula es más bien corta, debido a que la región sinfisaria tiene una cur- vatura hacia la parte superior cuyo radio es asaz breve, por lo eval la distancia entre el incisivo y el pre-molar no es muy grande, re- sultando casi igual a la de especies más pequeñas, como por ejem- plo el D. chapalmalensis. En los dientes inferiores no se nota ningún carácter peculiar, a no ser la mayor acentuación del pliegue interior y de sus márgenes, pero esto está relacionado con sus dimensiones. En otra colección hay un cráneo bastante bien conservado, que ofre- ce más o menos idénticos caracteres a los del Ctenomys viviente, Tiene la cara superior más aplanada y más amplia, especialmente entre las órbitas, en cuyo punto frontal está limitado por una zona pre- orbitaria acentuada. El parietal, cuya sutura mediana casi ha de- saparecido en la parte posterior, presenta allí dos costillas divergen- tes, que arrancan de los dos lados de la protuberancia occipital, y exteriormente a ellas el cráneo está muy deprimido. La foseta del paladar se prolonga mucho hacia adelante, hasta el primer molar. En los Dicoelophorus de Monte Hermoso alcanza su mayor longitud llegando hasta frente al penúltimo, y en los Ctenomys hasta la mitad del último no atrofiado. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 195 Dientes superiores Medidas fio] 20 Zo (dio sz | | | et ab posty a a a a 6.118, [6 | 6 » transv. medio . | 2 | 2 | 2 | 1.8 Espacio ocupado por los cuatro dientes . . ........ . . mm. 195 Dientes inferiores A — 10 | 2o | 3.0 | 4.o o ant posta 1 A DO II A o 5 6 o E O AI (6 2 ZA E Espacio ocupado por los cuatro dientes . . . . MT o Distancia desde el alveolo del incisivo al del pre- io E 15 Alto de la mandibula bajo el 3er. molar ........... 12.5 Dicoelophorus chapalmalensis AMEGH. Lám. XXv1, fig. 7, Ta. 1908. Dicoelophorus chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 425 Dicoelophorus intermedius AMEGH. (an var. D. chapalmalensis?) 1908. Dicoelophorus intermedius Ameghino, op. cit., pág. 425. Mandíbula mucho más baja que la del D. maximus, pero con dientes cuyas dimensiones son más o menos las mismas. Dicoelophorus parcus AÁMEGH. 1908. Dicoelophorus parcus Ameghino, op. cil., pág. 425. Serie dentaria superior disminuyendo de adelante hacia atrás, de modo que el último diente es mucho más pequeño que el primero. Mandíbula poco diferenciada, difícil de distinguir de la del D. cha- palmalensis. 196 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Dicoelophorus parcissimus AMEGH. 1908. Dicoelophorus parcissimus Ameghino, op. cit., pág. 425. Es la especie más pequeña; en consecuencia su carácter principal es el de sus dimensiones. Los dientes inferiores son cortos compa- rados con su espesor. El pliegue del lado interior regularmente pro- nunciado. Dicoelophorus angulatus AMEGH. (an var. D. chapalmalensis?) 1908. Dicoelophorus angulatus Ameghino, op. Cit., pág. 425. Los dientes tienen la arista perpendicular interior bien distinta y aislada también por la parte delantera, especialmente el último. Dicoelophorus simplicidens AMEGH. (an var. D. chapalmalensis?) 1908. Dicoelophorus simplicidens Ameghino, op. cit., pág. 425. Dientes inferiores, cuya arista perpendicular interior tiene poco realce, especialmente adelante. Cuadro comparativo de las medidas de las varias especies o variedades de Dicociophorus del Chapalmalense ¿| 4/|38251]| 2 1835103158 48/42/1931 2 1/29/55 (88 dd = 0 AMS 2 45 18: dota a la Alto de la mandibula | | frente al premolar , mm. | 14 AA 11 11.5 Espacio ocupado por la | | | hilera inferior... | 18 15 1118. ] = 115511 0 Diám. ant-post del pre- | | | | | molar inferior... LA El Ae 35| 45] 5 Diám. del 1er. molar in- | | | ferior . AS 5,61 405 5.1 45]| 3.5 5 5 Diám. del 2.0 molar in- | rat IN 5.5 5 5 4.5 3,2 5 5 Diám. del 3er, molar in- | | ferior . | 6 4.5 5 — — 5 — ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 197 Gen. Ctenomys BLAINV. 1908. Paractenomys Ameghino, op. cit., pág. 425. Ctenomys chapalmalensis AMEGH. sp. Fig. 75 1908. Paractenomys chapalmalensis Ameghino, op. Cit., pág. 425, Un cráneo con la serie dentaria completa y una rama mandibular sobre la que basó Ameghino el nuevo género Paractenomys, porque, Fig. 75. — Ctenomys chapalm alensis Amegh. sp. Serie dentaria superior derecha; 3/1. según él afirma, reune caracteres de Ctenomys y de Dicoelophorus. Pero a mi ¿uicio, corres- ponde totalmente a los Ctenomys vivientes. Los dientes superiores disminuyen paulatinamente desde adelante hacia atrás hasta el tercero in- clusive. El cuarto está atrofiado. Ahora bien, todo ello se verifica también en el Ctenomys, el que sólo tiene dientes de diámetro anterior-pos- terior más largo, pero este rasgo puede conside- rarse como específico. Lo mismo digo de otras pequeñas diferencias que presenta la especie fósil en sus dientes comparados con los del C. brasiliensis viviente. Me refiero, por ejemplo, a la leve divergencia de las dos series dentarias superiores, que el Ctenomys tiene paralelas. Los tres primeros dien- tes inferiores tienen dimensiones iguales entre ellos. El cuarto no existe, pero su alveolo nos demuestra que estaba atrofiado. No he vbservado ningún carácter distintivo de importancia en los huesos del cráneo, el que, por otra parte, está mal conservado. Medidas: Largo total del cráneo . A A mm. 49 Espacio ocupado por la hilera dentaria SUperior 0. a - 10 Distancia entre los dos primeros dientes superiores E Po riormente 4 Diámetro ant-post. del ota? APC e A OA 4 198 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Diámetro ant-post. del ler. molar superior . . . . . . ... mm 4 > > AA > > 3 > > > 3er. > > al > > >» pre-molar inf. 3.5 > > > ler, molar inf. 4 > > AS > A A 3.5 Distancia entre el incisivo y el pre-molar inferior . 9 Gen Eucoelophorus AÁMEGH. 1908. Eucelophorus Ameghino, op. cit., pág. 425. Eucoelophorus chapaimalensis AMEGH. Fig. 76 1908. Eucelophorus chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 425. A primera vista, este género, que se basa en la rama derecha de una mandíbula, puede ser confundido con un Dicoelophorus de Fig. 76.—Eucoelophorus chapalmalensis Amegh. Rama derecha de la mandí- bula, 3/2. dientes algo anormales; pero tiene de peculiar la forma de la man- díbula, la que más que a otras, se parece a la del Ctenomys viviente, ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 199 de modo que puede considerarse como una forma de transición entre éste y el Dicoelophorus. En efecto, la rama inferior está muy des- viada hacia el exterior y resulta por lo tanto muy encorvada, para poder volver sobre el eje de la rama mandibular. El cóndilo está más atrás que en el Ctenomys, pero no tanto como en el Dicoelo- phorus. Además, lo mismo que en el Ctenomys, la parte inferior de la mandíbula presenta, allí donde empieza la región sinfisaria, unas como tumefacciones debidas a la base del primer molar. Los dientes son menguantes de adelante hacia atrás, de igual modo que los su- periores del Ctenomys, pero el último, aunque es el más pequeño, no está nada atrofiado. Los dos primeros están implantados muy tras- versalmente; muy poco el tercero y nada el cuarto. Tienen forma elíptica alargada, con una depresión mediana lateral interior, los dos primeros. Los dos restantes son elípticos, pero la depresión es muy poco visible. El incisivo tiene una cara exterior completamente chata y llega posteriormente hasta la base del cóndilo mandibular, describiendo una curvatura cuyo radio es igual al del Ctenomys, siendo más largo que el del Dicoelophorus. Medidas: ¡1 Distancia entre el incisivo y el pre-molar inferior . . . . . . . mm. Alto de la mandíbula al nivel del pre-molar . e Distancia entre la extremidad del cóndilo y el 3er. molar . Diámetro ant-post. del pre-molar inferior > > >» ler, molar inferior > > ZAS > > > > EA > pu (d1] hu 0 0 +-> qa tb» Gen. Pithanotomys AMEGH. Pithanotomys chapalmalensis AMEGH. 1908. Pithanotomys chapalmalensis Ameghino, op. cif., pág. 425. Se funda en una rama mandibular derecha. Es algo más pequeño que el P. columnaris de Monte Hermoso, pero es más robusto: sus dientes, de proporciones relativamente más reducidas, tienen lóbu- los muy separados. La impresión masetérica es pequeña y lisa, sin arrugas. La superficie inferior de la sínfisis es muy amplia, llana al medio y terminada lateralmente por una protuberancia descen- dente muy acentuada. 200 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Pithanotomys orthorhynchus AMEGH. 1908. Pithanotomys orthorhynchus Ameghino, op. cit., pág. 425. Basada en las ramas mandibulares de dos individuos. Es aún más robusta que la anterior, si bien un poco más pequeña y corta. Sin embargo, los dientes son algo más grandes o iguales, con lóbulos de sección romboidal o casi, antes que elípticos; incisivo reducido; sínfisis mandibular muy corta; inter-maxilar muy corto y amplio, con cara exterior completamente llana. El último molar tiene el lóbulo posterior muy reducido. Ocupa el sitio intermedio entre el P. columnaris y el P. similis, con probabilidades de descen- der de este último. | | A | 3 (e) 5 EZ a a Medidas SO TQ che > 5 a A a E Largo del espacio que ocupa la serie inferior. . . mm. 16 16 | Alto de la mandibula frente al premolar. . . . 16 | 15.5 Diámetro ant-post. del premolar inferior. . .... 3.5 3.5 | Diámetro del ler. molar inferior. ..... +. 3.5 | 9.5 » O » A AE 4 4 » » Ber» » a NE | 3.5 3.8 Diám. transv. del pre-molar inf. (lóbulo posterior) 2.5 2.5 » » > ¿er molar IBM ' 3.5 » » » 20» » TEO 3 3 > > » 3er, » PS 2.5 z | Fam. CAVIIDAE Gen. Dolichotis DEsm. Dolichotis minuscula AMEGH. Fig. 77 1908. Dolichotis minuscula Ameghino, op. cit., pág. 425. Medidas: Diámetro ant-posterior del pre-molar inferior. . . . +... . . - mm. 3.5 > > » ler. molar >» 3 > > > > Ye E AE 3 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 201 Diámetro máximo transv. del pre-molar inferior . . . . . . . . . mm. 2.5 > > > ler molar Paterno A 3 > > > EAS > > 3 A y Alto de la mandíbula al nivel del pre:molar . . . . . y 8 Distancia mínima entre el borde alveolar del incisivo y el del pre- O A o ies a e S Dolichotis loberiaense AMEGH. sp. Fig. 78 1908. Orthomyctera loboriaense Ameghino, op. cit., pág. 425. Fig. 77.—Dolichotis minuscula Amegh. Serie dentaria de la rama izquierda Fig. 78.—Dolichotis loberiaense Amegh. sp. Rama de la mandíbula izquierda de la mandíbula y maxilar superior dere- 3/1. cho, 2/1. Intermedia entre la D. rigens y la D. lacunosa de Monte Hermoso. Dientes superiores con lóbulos muy encorvados hacia atrás. Medidas: Espacio ocupado por la hilera dentaria superior... . . . . mm 16 > > > » inferior ] SS | 1 Diámetro ant-post. del pre-molar superior > > > > Cor. A OS 4 202 MUSE) NACIONAL DE BUENOS AIRES. Diámetro ant-post. del último molar superior. . ..... .. aaa is > > > > > Inferior. > transversal del pre-molar superior > > > > inferior > > >» último molar superior . > > > > >» inferior . Dolichotis chapalmalense AMEGH. sp. Lám. XXVI, fig. 4, 4a 1908. Orthomyctera chapalmalense Amegh., op. cit., pág. 425. Du 00 a a Especie grande que trae a la memoria la D. patachomica viviente. Dientes muy robustos, con excepción de los incisivos. Cráneo redon- deado, fusiforme. Fosa del paladar estrecha. Cajas auditivas bien desarrolladas. Región occipital angosta. Medidas de la mandíbula: Espacio ocupado por la hilera dentaria inferior . . . . . . . . mm, 28 Alto de la mandíbula al nivel del último molar . . . . o 21 Espacio entre el borde del alveolo del incisivo y del pre- pelan Ses 28 Diámetro ant-post. del pre-molar. 6.5 > > » último molar 7 Diámetro transversal del pre-molar. . ............. 5.5 > del último molar. 5.5 Medidas del cráneo: Espacio ocupado por la hilera dentaria. . . . . a e Il] Diámetro 'ant-post. del pre molar. oo a a o 6. > > > último molar. . .. SES 10 Diámetro máximo transversal del pre-molar (lóbulo extras > 5. > > > » último molar (lóbulo mediano). 5. Espacio interior entre los pre-molares. . ...... . o 2. » > entre "los mltmos molares rn O 18 Largo. de los bhuesos masalos: 20 lla AM see IA 55 $. dal Ad. A A ta E O a E ONO A 45 Ancho mínimo del frontal. . . . . OS O 30 Largo del parietal y apófisis pebipital. A E a ESE a ES 41 Largostotaladel Crimea a A AS A 128 Ancho máximo del mismo inclusive los arcos cigomáticos. . . . . 69 au No he hallado el ejemplar de la Orthomyctera perfecta AÁMEGH. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 203 Gen. Palaeocavia AMEGH. Palaeocavia chapalmalense AMEGH. Fig. 79 1908. Palaeocavia chapalmalense Ameghino, op. cit., pág. 425. Fig. 79.—Palaeocavia chapalmalense Fig. 80.—Microcavia chapalmalense Amegh. Rama izquierda de la man- Amegh, Rama derecha de la mandí- díbula, 2/1. bula, 2/1. Gen. Microcavía GERV. et AÁMEGH. Microcavia chapalmalense AMEGH. Fig. 80 1908. Microcavia chapalmalense Ameghino, op. cit., pág. 425. Gen. Caviops AMEGH. 1908. Caviops Ameghino, op. cit., pág. 426. Todos los dientes superiores tienen dos lóbulos con sección lanceo- lada, y punta hacia la parte interior. Los reune una especie de tabi- 204 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. que pequeño y corto, colocado muy cerca de la base inferior. El lóbulo anterior del pre-molar tiene el diámetro transversal mucho menor que el posterior. No se conoce el último molar superior y los dientes inferiores. Caviops chapalmalensis AMEGH. Fig. 81 1908. Caviops chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 426. Dientes de pequeñas dimensiones; lóbulos del pre-molar muy res- tringidos longitudinalmente, lo mismo que los del primer molar; los Fig. 81.—Caviops chapalmalensis Amegh. Parte de la dentadura superior, 2/1. del segundo molar tienen base más larga y su punta interior está más evidentemente desviada hacia la parte posterior. Medidas: Diámietro ant-post. del pre-molar superior . . . .. . . . . . mm, 2 > > > ler, molar superior 2.8 > > A > > 3 transversal del pre-molar superior 2.5 > > > ler. molar superior 3 > > HZ > > 3 ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 205 Caviops duplicatus AMEGH. 1908. Caviops duplicatus Ameghino, op. cil., pág. 426. Trátase de especie incierta, por estar basada tan sólo en un pre-molar superior, Se distinguiría por sus dimensiones mucho ma- yores, puesto que el diámetro antero-posterior del diente mencionado es de 4 mm., y lo mismo mide el transversal que ha sido tomado sobre el segundo lóbulo. Fam. MYLODONTIDAE Gen. Glossotherium OWEN. 1840. Glossotherivm Owen, Zool. Voy. Beagle, 1, Foss. Mamm. pág. 51 Glossotherium sp. AMEGH. 1908. Glossotherium sp. Ameghino. op. cift., pág. 426. Gen. Scelidodon AMEGH. Scelidodon Rothi AMEGH. 1908. Scelidodon Rothi, Ameghino, op. cit., pág. 426. Gen. Scelidotherrnum OWEN. 1840. Scelidotheriwm Owen. Obra citada, pág. 73. Scelidotherium chapalmalense AMEGH. Lám. XXvI, fig. 8 1908. Scelidotherium chapalmalense Ameghino. op. cit., pág. 426. Gen. Eumylodon ÁMEGH. 1904. Eumylodon Ameghino, Nuevas Especies, pág. 136. 206 1908. 1839. 1908. 1908 1908. 1908 1908. MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Eumylodon sp. Eumylodon sp. Ameghino, op. cit., pág. 426. Fam. GLYPTODONTIDAE, Gen. Glyptodon OWEN. Glyptodon Owen, 1839, An. Se. Nat. 2.* serie, Lám. xIL, pág. 159. Glyptodon chapalmalensis AMEGH. Lám. xxvIL, fig. 1. Glyptodon chapalmalensis Ameghino, op. citl., pág. 426. Fam. SCLEROCALYPTIDAE Gen. Plohophorus ÁMEGH. Plohophorus sp. . Plohophorus sp. Ameghino, 0p. cit., pág. 426. Gen. Sclerocalyptus AMEGH. Sclerocalyptus chapalmalensis AMEGH. : 0: aos dl, 1 E lo 1908. Doedicurus chapalmalensis Ameghino, op. cit., pág. 426. Fam. DASYPIDAE Gen. Macroeuphractus AÁMEGH. Macroeuphractus Outesi AMEGH. Lám. xXvniI, fig. 3,3a,3b,3 € 1908. Macroeuphractus Outesi Ameghino, op. cit., pág. 427. 207 208 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Grandes placas movibles, dorsales y laterales. Las primeras tienen relieve exornado tan poco visible, que a primera vista se parecen a placas de Chlamydotherium. Dos placas movibles dorsales tienen respectivamente 46 y 52 mm. de alto por 36 y 30 de ancho, con un espesor que varía de 8 a 10 mm. Las placas laterales son poli- conales y pueden alcanzar un espesor de 12 mm. En resumen, si se le compara con el M. retusus de Monte Hermoso, tenemos ma- yores dimensiones y una ornamentación apenas visible: ello auncia la extinción del género. Gen. Proeuphractus ÁMEGH. Proeuphractus chapalmalensis AMEGH. Lám. XXVI, fig. 3 1908. Proeuphractus chapalmalensis, Ameghino, op. cit., pág. 427. Por sus dimensiones, recuerda el P. Scalibrinvi de Catamarca, pero difiere de éste porque el relieve mediano desviado hacia la derecha, que señala el rasgo principal del género, tiene terminación pun- tiaguda y avanza sobre el margen posterior, sin interrumpir con ello la serie de agujeros pilíferos. Las dimensiones de las placas exis- tentes, medidas sobre la parte descubierta y visible, varían entre 12 y 15 mm. de ancho por 18 y 29 de largo. Gen. Eutatus GERvV. Eutatus sp. ÁMEGH. 1908. Eutatus sp. Ameghino, op. cCit., pág. 427, Un fragmento de placa, cuya descripción es innecesaria, recuer- da la especie de Monte Hermoso Eutatus recens. Gen. Zaédyus ÁMEGH. 1889. Zaédyus Ameghino, Act. Acad. Nac. Cienc. en Córdoba, vol. vi, pág. 867. ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 209 Zaédyus chapalmalensis AMEGH. Pig. S?2, 1908. Zaédyus chapalimalensis Ameghino, Op. cit., pág. 427. Una sola placa, exornada por una figura central triangular y apla- nada, con orificios pilíferos en los surcos laterales y con alta y doble serie regular de orificios al medio de la figura ornamental, en el senti- do de su longitud. La parte, muy reducida. que queda a los lados de ella, tiene también relieve, y está surcada irregularmente por arrugas y depresiones transversales. Dimensiones de la placa: Ancho 14 mm., largo 43 mm., espesor 4 mm. Fig. 82. — Za€4dyus Tie, S3.—Pontotatus chapalmalensis Amegh ehapalm alensis Placas movibles de la coraza, 1/1. Amegh. Placa de coraza, 3/2. Gen. Pontotatus AÁMEGH. 1908. Poniotaíus Ameghino, op. ctt., pág. 427. Pontotatus chapalmalensis AMEGH. Fig. 83. 1908. Pontotatus chapalmalensis Ameghino, 0p. cif., pág. 427. Algunas placas movibles de la última fila soldadas con la primera serie de las fijas, formando todas y en conjunto nn dibujo orna- ANAL. Mus. Nac. Bs. As., T. XXV. ENERO 29, 1914 14 210 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. mental muy interesante. En la parte anterior y en el medio de cada parte correspondiente a las placas propiamente movibles, hay un pe- queño surco que sirve de límite a una figura piriforme, cuya superfi- cie presenta leves rayaduras, y también hay agujeros pilíferos en tal surco. Por debajo. y en la parte constituída por la placa fija, hay otro relieve ornamental a manera de festón colgante, provisto de un eran agujero en la parte media superior y limitado por un sureo con algunos agujeros pilíferos. De aquí se ramifican pequeños surcos menores transversales que llegan hasta los márgenes de la placa. Ésta termina inferiormente en punta mediana no muy sa- liente, para poder articularse con las placas fijas poligonales de la segunda fila. La cara inferior está provista de otros agujeros, por lo común agrupados al medio de cada parte de la placa, en número cue varía de cuatro a seis, pero que no corresponden a los de la cara exterior. Largo máximo de cada placa 41 mm., ancho 16 mm., espesor 5 mm. 6.-—LOS FÓSILES DE LAS GUAYQUERÍAS DE SAN CARLOS EN LA PROVINCIA DE MENDOZA A.) Del Araucanense Hemihegetotherium achathaleptum »u. gen. et n. sp. Véase el capítulo tercero (pág. 41), donde el ejemplar de las Guayquerías está descripto como tipo del género Hemihegetothe- ram. Viscaccia pretrichodactyla Rov. (an var. ?) Es un poco más pequeña que la especie de Catamarca. El primer diente de la mandíbula es más pequeño que los siguientes. Éstos se equivalen más o menos en dimensiones, mientras que en el tipo van disminuyendo paulatinamente de adelante hacia atrás. Pero estas diferencias pueden ser originadas por la edad del animal. Megatherium rectidens n. sp. Dám, xxx, fig. 1, 1,9 Cráneo euyos caracteres genéricos corresponden suficientemente al M. americanum, tipo del género, pero no conozco sus diferencias ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 211 con el M. Gaudryí de Monte Hermoso, pues no lo he visto. Limítome, por lo tanto, a confrontar los dientes. El más grande del M. recti- dens tiene un diámetro antero-posterior de 35 mm., mientras el tipo de Monte Hermoso tiene 32.5 mm. En cambio, Catamarca nos da dientes de Megatherióm con un diámetro ant-posterior igual al del M. rectidens, pero con un diámetro transversal mayor, por lo cual, en comparación, los dientes del M. rectidens serían de eran espesor respecto al diámetro transversal. El cráneo es largo y angosto. Cada eresta occipital describe un arco convergente, continuándose luego ininterrumpida «yy separada de las demás hasta atenuarse sobre la sutura del frontal con el maxilar. Del centro del agujero occipital sale una fuerte cresta que se prolonga hasta la protuberancia occipital Entre ésta y las cres- tas de la cara superior hay una foseta para cada lado. Medidas: Maroto tal del craneo a ios pal ar ls DA 490 E Distancia entre el agujero y la protuberancia occipital. . . . ... 95 EA O ICAO a oro 149 Largo total de las dos espátulas del adds. o ran 310 Atomdellmaxilar al nivel del er: diente. ooo a a 106 Espacio ocupado por la. serte dentarias 175 Diametro tant .posterlor del ler diente. oo 21 > > A E 3 > > SOL ds A ATA 38 > > A 9) > > EAS IN ARAS AAA 18 > transversal >» ler > 26 > > De DER AS EN IIS A A de: 41 > > CIA E A e O 39 > O > 34 > > A o E is e dd 24.5 Diastema entre cada dieute (término medio)... .... 6 Varo tada mad E 510 Mode ltarausmaral nivel del dente o e 152 > el taa alcavel callao dices po ato earo o ee 103 Diámetro transversal del Um e 28.5 > ant-posterior del último diente: . o... . +... Sí Proterotherium sp. Existe una parte del cráneo y de los huesos largos, pero se hallan en mal estado de conservación. La mandíbula entera, con arco muy angosto, tiene dientes profundamente desgastados y rotos en muchas O MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. partes. Puedo, con todo, dar las siguientes dimensiones, que com- prueban la existencia de una especie nueva, la que podrá ser defini- tivamente establecida por nuevos ejemplares. Medidas: Alto de la mandíbula bajo el último diente . . . . . . . . . . mm, 28 Espacio ocupado por la serie dentaria a contar del 2.” incisivo .-. 98 Diámetro ant-posterior del penúltimo molar . 13 > > >» últuro' molar > Beni A E EN de 48 Largo del espacio oeupado por la serie dentaria inferior... . 17.5 > totalidel cráneo; aproximadamente. e 300 MUSEO NACIONAL DE BUENOS ATRES. 214 B.) Del horizonte de transición entre el Araucanense y el Hermosense ; del Hermosense típico Pachyrucos sy. Unos fragmentos del paladar y algunos dientes que no permiten nua más completa determinación. Tiene semejanzas con E P. typr cus de Monte Hermoso. Medidas: Espacio abarcado por los 3 pre-molares inferiores . . . . . mm. 11 Diámetro ant-posterior del ler. pre-molar inferior S 3 > > AZ > > AL de e + > > » 3er. > > A o EA: 4-5 » ler. molar inferior RS 4.5-5.0 »] > Tremacyllus subdiminutus n. sp. (an var. TZ. diminutus?) Fig. S4 Perforaciones incisivas prolongadas hasta frente de la mitad del pri- (-) como en el 7. diminutus de Monte Hermoso, pero mer pre-molar, siendo las dimensiones mayorez que las de éste. Serie dentaria superior - - - - ¡Ne ..a.o, o í ' Parte izquierda del paladar, 2/1 . Sp. Pig. s4—Tremacyllus subdiminutus a bien arqueada. Paladar amplio y poco cóncavo. En Catamarca está latifrons Rov. de dimensiones aun más gran- representado por el 7. des. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 215 Medidas: Largo del espacio ocupado por los dientes superiores. . . . . mm. 18.5 Diámetro ant-posterior «del Jer. pre-molar superior... .... 2 > > ZAS > > At A 2.0 > > >» 3er. > > RS 3 > > » ler. molar > 4 > > DO > > 4 > > » 3er. > > E 50) Distancia mínima entre la impresión palatina y el ler. pre-molar. 3 Typotherium subinsigne n. sp. Lám,. XXXI, fig. 2 Paladar amplio, levemente cóncavo, limitado por una serie denta- tia muy aproximada en la parte delantera y muy distanciada poste- riormente, más que en el 7. insigne de Monte Hermoso. La parte ante- rior de los molares superiores no está muy desviada hacia el exterior; lo está menos que en el 7. ¿msigne, y luego la impresión mediana exte- rior está menos pronunciada. Cara superior del cráneo aplanada; cres- tas laterales supeditadas al conjunto orbitario y a la misma altura de la cresta mediana del parietal; apófisis cigomática del temporal encorvada sobre sí misma. de manera que su flanco exterior lateral pertenece casi a la cara superior; apófisis orbitaria prolongada hori- zontalmente hasta eolocarse sobre la cieomática. Todo esto se verl- fica también en el 7. pseudopachygnathum, pero las dimensiones de las dos especies son muy diferentes. Estrechamiento entre frontal y temporal no muy pronunciado. Las crestas occeipitales asoman algo sobre la superficie occipital, la que es poco entrante. Falta casi la protuberancia occipital y el orificio occipital es redondeado, con cóndilos bien desarrollados diagonales al mismo según su diámetro MÁXIMO. Medidas características: Largo del espacio ocupado por la serie dentaria superior . . . . mm. 100.5 Diámetro ant-post. del ler, pre-molar superior 15 > > NA > > A SAA 21 > > era > > A ES 22.5 > > ter molar supero A : 24 > > EOS > > A O IR 26.5 Distancia interior entre los dos primeros pre-molares . . . . . .' 32 > > > >» » últimos > AA ode dE 60 > > > el orificio y la protuberancia occipital CA CAS UE SS RT 61.5 Ancho. mínimo de los parietales (en la sutura con los frontales) . 42.5 216 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fig. 85.—Pseudotypotherium Carlesi n. sp. Rama izquierda de la mandíbula. 1/1. Otras especies dife- rentes de Typotheriu:n existen en la colección hecha por De Carles, pero su estado de conser- vación no permite dar una determinación acer- tada. Una de ellas tiene semejanzas con el 7. strictum de Monte Her- mMO30. Psendotypotherium Carlesi ». sr Fig. 85. Muy importante es el hallazgo de otra especie de este género, que Axue- ehino distingwiera en los últimos tiempos, basán- dose en un ejemplar trunco de Monte Hermo- so. Hay un solo carácter que realmente lo distin- gue del Typotherium y que puede constituir na- da más que un caso tera- tológico; o sea que el diente supernumerario, corresponda al lóbulo an- terior del primer pre- molar inferior de un Pypotherium, separado accidentalmente de la parte restante del diente. Difiere de la especie tipo del género, P. pul- chrum, por las dimen- siones y por alguros ca- racteres dentarios. El surco perpendicular ex- ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 217 terior del primer pre-molar se presenta menos acentuado y el diente ofrece una sección horizontal elíptica en vez de semi-trian- vgular. El pre-molar siguiente y todos los dientes restantes, aun te- niendo en cuenta su largo mayor, son mucho más anchos, esto es, su diámetro transversal es relativamente mayor que en P. pulchrum. Toda la serie está colocada en forma apretada y las extremidades anteriores y posteriores de Jos dientes son más transversales y me- nos redondeadas: el segundo y tercer premolar están dispuestos algo transversalmente. El último molar tiene el lóbulo posterior ligeramente excavado por la parte mediana posterior interna. Los incisivos, también conservados, se inclinan mucho hacia adelante y su cara exterior es lisa, sin ranuras. La sínfisis es, como en la especie fípica, mueho más corta que la del Typotherium. Medidas: Largo de la sínfisis A O nm, 18.5 Nlto de la mandíbula al nivel del primer pre-molar ...... . 41 E o > » >» LL A IS 48.5 Diámetro jantoposte «del Ver premolan Mt 6 > > IZ > E O O 9 > > > e ada paa la mane. o aloe 15 > > ES > A e O E 14.5 > > » Meri. Y A A RE E ON - 20.5 > transversal máximo del ler. pre-molar mf. ... .. 5 > > > ES > > o PONES 5 > > > >» Ter. molar (3 en la figura). 9 > > > A RT S > ps » ROLES > o O 1.0 Espacio ocupado por la serie íntegra, medido desde las coronas . . 10 Dedico la especie al meritorio naturalista viajero del Museo Na- cional señor Enrique de Carles. Xotodon major n. sp. Fig. 86; Lám, xXx, fig. 2, Tiene mayores dimensiones que las especies de Catamarca y Monte Hermoso, distinguiéndose además de éstas por caracteres de menor importancia ofrecidos por los huesos del cráneo y los dientes. La parte supero-posterior del cráneo tiene más o menos los carac- teres de la especie de Catamarca; su región temporal aun más angosta y aplanada, rematando superiormente en una cres- ta muy alta y que se prolonga hasta alcanzar el frontal. Este es chato, con tendencia a la convexidad como en las otras especies y Fig. 86.— Rama bula, MUSEO Ñ El t e Xx a 3 Y ha 2 WS IN Xotudon derecha 1/5 / ). 01(2) p105) p 216) p3tz) NACIONAL DE BUENOS ATRES. |-pue) dle major la n. 5p. mandí- ofrece tres crestas, a saber: dos latera- les, continuadas en un pequeño trecho a partir de la temporal, y otra mediana en continuación directa de la sagital posterior. Las crestas occeipitales sobr-- salen mucho hacia atrás, por lo cual sobre el orificio occipital se produce una concavidad que en las otras especies pa- rece menos profunda. En el resto del cráneo, todo deformado por las com- presiones, no hay otros rasgos que lo diferencian del Xotodon de Catamarca. Es difícil establecer los caracteres dif>- renciales de los dientes, pues estos mo- difican sus dimensiones según la edad y su estado de desgaste; sin embargo puede asegurarse que, en relación a su longitud y comparados con los de las otras especies, son muy comprimidos. Medidas: Largo total del eráneo. . . . . . . mm. 490 Espacio entre el incisivo exterior- posterior y el primer pre-molar. 72 Largo de la cresta temporal occipital 98 Distancia entre el orificio y la pro- tuberancia occipital. o E 134.5 Espacio abarcado por los pre-mola- de 167 Diámetro ant-posterior del ler. pre- molar superior... AE 10 Diámetro ant-posterior del 2.” pre molar superior. ls 24.5 Diámetro ant-posterior del 3er, pre- molar superior. A A Y 20D Diámetro ant-posterior del 4.* pre- molar *Buperior. NA E 27 Diámetro ant-posterior del ler, níu- AA O AS 39 Diámetro ant-posterior del 2.” mo- lar Buperior Ao dias o E 46,5 Diámetro ant-posterior del 3er. mo- AF SUParior. ¿AI E 49 Diámetro transversal máximo del lex, molar. SUperiora 12,5 ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. Diámetro transversal máximo del 2. molar superior > > > A > Eumysops serridens 1. sp. Fig. 8S8. nm. 249 Por sus dimensiones está situado entre el E. ponderosus y el E. intermedius de Catamarca y por consiguiente es más pequeño que todas las especies de Monte Hermoso. Medidas: Álto de la mandíbula debajo del 2. diente ma 160) Diámetro ant.post. del ler. molar 2.6 > A A > 2 >» - transversal mediano 2.5 Fig. S7.—Eumysops parvidens n. Fig. SS.—Eumysops serridens n. sp. Muelas de la rama derecha sp. Muelas de la rama derecha de la mandíbula; 4/1. de la mandíbula; 4/1. Eumysops parvidens n. sp. Fig. 87. a pl . £ -= ] PA E Es la especie más pequeña del género. Medidas: Diámetro ant-post. del pre-molar mm. 1.5 > > » ler. molar 2 > >» AS > 17.8 Diámetro transversal mediano 1.6 Cardiomys Ameghinorum Rov. var. latidens Difiere del Cardiomys Ameghinorum de Catamarca, que he des- eripto, porque tiene dimensiones algo mayores y también por algu- nos caracteres secundarios de la mandíbula y de los dientes. 220 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. La cresta exterior longitudinal, situada en el medio de las ramas mandibulares, si la comparamos con la correspondiente del tipo, ve- mos que es menos robusta y que está replegada hacia arriba. En cuanto a la parte de mandíbula comprendida entre incisivos y mo- lares es mucho más robusta, aunque la sínfisis es quizás más corta y menos ahuecada superiormente. Los dientes son de forma idéntica, pero el espacio que ocupa su serie entre las dos extremidades de las columnas exteriores, mide 30 mm., mientras en la forma de Cata- marca mide 28, y cada diente, es, término medio, un milímetro más largo y uno más ancho. Además el lóbulo anterior del primer molar se dirige menos hacia adelante y está redondeado, faltando casi la depresión perpendicular del lado exterior. Viscaccia sp. Varios fragmentos de una especie, que al parecer difiere de la encontrada en la base de la serie. Abrocoma antiqua Rov. Fig. 89, Un solo fragmento de mandíbula, que no permite decir si nos ha- Fig. 89.—Abrocoma antiqua um. sp. Muelas de la rama izquierda de la nian- díbula, 4/1. llamos en presencia de una variedad. Fuera de toda duda, perte- nece a la misma especie. Plataeomys elongatus Rov. Corresponde en un todo al tipo. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 221 Plataeomys elongatus Rov. var. mendocina. Tiene las mismas dimensiones aproximadamente, o quizás leve- mente menores. El lóbulo anterior del primer diente inferior so- bresale algo más; está redondeado y tiene una ligera desviación ha- cia el exterior. Pithanotomys columnaris AMEGH. var. mendocina. Aunque tiene iguales dimensiones que el tipo de Monte Hermoso, difiere en los surcos laterales y perpendiculares que son un poco menos protundos y amplios, y por el lóbulo anterior del primer molar inferior, que es un poco menos triangular. Palaeoctodon simplicidens n. gen. et n. sp. Fig. 90. Un fragmento de pequeña mandíbula con serie dentaria completa, que se distingue netamente de los géneros afines por la forma cilindroidea de sus muelas. Cada una de estas presenta en su parte interior el asomo de una pequeña depresión perpendicular, la que existe también en forma leve en la cintura esmaltoidea de la corona, cuyas partes están completamente constituídas por: cemento. También por el lado ex- terior hay un asomo aún más débil de pliegue entrante. El premolar es casi elíptico y está situa- do longitudinalmente; el segundo tiende a ser tra- pezoidal y se halla transversalmente; el tercero es Fig 90.—Palaeoc- cilíndrico; el cuarto es transversal y casi trian- todon simplici- dens, n. gen, et. O e , z : NE n. sp. Serie de Los incisivos tienen sección triangular equilátera, la rama dere- con la cara exterior “anterior aplanada. Trátase de de. e una simplificación del género Eucelophorus y del antecesor, a mi juicio, del Octodon, que aun vive en la misma área; aun más, recuerda de un modo especial el tipo del género O. degus Molina, el que empero tiene pliegues opuestos más visibles. gular, con el lado más amplio hacia atrás. 222 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Medidas: Espacio ocupado por la hilera dentaria inferior... . . . . . MM, 9 Diámetro antero-posterior del pre-molar 2.5 > > » ler. molar 5 > > O > 2.5 > > » 3er. > O E 2 > > » medio transversal 2 Alto de la mandíbula debajo del ler. molar 7 Dolichotis prisca Rov. var. mendocina. No poseo de ella sino unos fragmentos de mandíbula, por lo cual no será posible su descripción sino cuando se encuentren las otras pat- tes del cráneo. Es aleo más pequeña que el tipo. Pronothrotherium subtypicum n. sp. plo. “9L: Un fragmento de mandíbula que conserva el último diente. Pue- de diferenciarse del P. fypicum de Catamarca por tener un orificio Fig. 91.—Pronothrotherium subtypicum u. sp. Fragmento de mandíbula; 3/2. dentario en la parte superior de la mandíbula frente a la parte posterior del último diente, mientras en el P. typicum tal agujero ROVERETO: LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 223 se halla mucho más atrás. El alto de la mandíbula al nivel del último diente es en el P. subtypicum de 35 mm. y en el P. typicum de 37 mm. Además, el diente conservado del P. subtypicum tiene un diámetro ant-posterior de 10 mm. y transversal de 13 mm., mientras el P. typicum mide 9.5 mm. y 11 mm. respectivamente. Sclerocalyptus sp. Fragmentos aislados de la coraza y de los anillos caudales. Plohophorus sp. Placas aisladas de la coraza poco características. Neuryurus gigantens 5. sp. Lám,. XXXI, fig. 3 Placas cuyas dimensiones y espesor son superiores a las de las especies conocidas. En lo demás son semejantes a la especie de Monte Hermoso. Orificios y fosetas están muy esparcidos. Medidas: Diámetro máximo de las placas cuadrangulares . .. . . . . . . mm. 65 > > » >» > ¡os 65 spesormedio delas ¿nusmas ts A 21 Chlamydotherium subintermedium. n. sp. Lám. XXXI, fig. 4, 4 a, 4 b - Placas más pequeñas que las del Ch. intermedium de Monte Her moso y más grandes que las del Ch. minutum de Catamarca: el surco que sirve de límite a su figura central es más hondo y visible que el de las especies mencionadas. Su espesor es igual al de las placas del Ch. intermedium y se apartan, por lo tanto, de las del Ch. minutum que son mucho menos espesas. Dasypus sp. Fragmentos de placas, que no considero conveniente presentar como base de una nueva especie. Eutatus fibularis n. sp. Por sus dimensiones ocupa el lugar intermedio entre el E. pre- pampeus y el E. inornatus, ambos de Monte Hermoso; pero se acer- 224 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. ca más a este último por los demás caracteres. Es un cráneo que se halla en pésimo estado de conservación, y para determinarlo me baso especialmente en la rama izquierda de la mandíbula, la que presenta formas características. Está muy erguida y adelgazada en su parte anterior formando así una especie de pico en la región de le sínfisis. Partes mediana y posterior muy abultadas. Surco bas- tante acentuado en la parte interior, cerca del margen inferior. Son visibles sus diez alveolos, que conservan parte de los dien- tes y abarcan un espacio de 65 nm. Proeuphractus minor 5. sp. Lám. XXVII, fig. 2 Consérvase el lado derecho de la coraza, el que presenta parte de la última fila de las placas fijas anteriores y partes de todas las ocho filas de las placas movibles medianas, como asimismo de todas las ocho filas de placas fijas posteriores. Las placas movibles, que em- piezan teniendo un largo visible de 15 mm. en las primeras filas, llegan a tener 19 mm. en las posteriores. De igual modo, empezando con ancho de 7 mm., llegan hasta 10. Su ornamen- tación consiste en un relieve mediano bastante sa- p liente, desviado en su parte inferior. Los orificios pilíferos se hallan todos alrededor del margen de las placas y en los surcos medianos, 71." —1LOS FÓSILES DE LA PAMPA CENTRAL Tetrastylus araucanus AMEGH. Mig. 92. 1904. Tetrastylus araucanus Ameghino, Nuevas Especies pág. 104. Plohophorus araucanus ÁMEGH. Fig. 92, — Tetra- stylus araucanus Lám. XXXI, fig. ¿de Amegh. Serie dentaria supe- rior izquierda; 1904. Plohophorus araucanus Ameghino, Nuevas Especies, 3/2. pág. 139. (5) 13. 14, 15. 16, DE 18. On ANAL. Mus. Nac. Bs. AS. T. XXV, FEBRERO 12, 1914. 1 . AMEGHINO CARLOS. . AMEGHINO FLORENTINO. BIBLIOGRAFÍA Exploraciones geológicas en la Patagoma, Boletín del Instituto Geográfico Argentino, tom. XI, pág. 1-46, 1890, La Formación pampeana. París-Buenos Aires, 1880, Nuevos restos de mamíferos fósiles oligocenos, Bol. Acad. 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LE pos : db B ” » re MN d br ... 3! ha M Ñ 6 MÍ ZN LA A A : + 4 MA 2 Se RA dt MES Ñ par dde sl A EA AAA na y a + | Te 14 il 4 Ñ ' > e « y ' 4 LE a be 24 í P “A p q p ' A á h y in . a > " ta -, 14 a p TN y y PE e 4 f Ñ ea e y b 15 MT - 4 vosNÑ ú ú > y z E 7 b . mn LY . y e 4 d 1 ( 1] + y 0 y TÁ ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES CITADOS EN EL TEXTO A Abrocoma 7, 18, 25, 65, 66, 220. abrupta (Didelphys) 148. Acantharodeia 8, 108-109. achathaleptum (Hemihegetothe- rium) 39-42, 210. Aconaemys 64. Acrohyaenodon 7, 12, 21, 83-85, 150. acutidens (Acrohyaenodon) 83-85. acutidens (Hyperdidelphys) 145. acutidens (Pleurolestodon) 92-94, 96. affine (Hemihegetotherium) 44, affinis (Isomyopotamus) 132-134. Alitoxodon 11, 124 - 126. Almagroi (Scelidodon) 91. ambiguus (Foetopterus) 172. Ambrosettii (Xotodon) 123. Ameghinoi (Hoplophorus) 5, 108. Ameghinoi (Plohophorus) 2, 103. Ameghinorum (Cardiomys) 56-58, 219 - 220. americana (Rhea) 160. americanum (Megatherium) 210. Amphinasua 6, 8, 79-82, 83. Amphieyon 12, 15, 21, 150, 186. Analcimorphus 87. Anchitherium 1. andina (Dolichotis) 58, 60. angulata (Viscaccia) 74. angulatus (Dicoelophorus) 196. Antaodon 14. antiqua (Abrocoma) 66, 220. antiqua (Maerauchenia) 53, 55, 131. antiqua (Promacrauchenia) 131,184. 212, antiquum (Megatherium) 152. antiquus (Neuryurus) 154. antiquus (Plaxhaplus) 154. Aptenodytes 166. araucanus (Plohophorus) 20, 224. araucanus (Tetrastylus) 20, 71, 224. Arctotherium 17. argentina (Cyonasua) 80. argentina (Testudo) 176, 177. argentinus (Amphieyon) 150. argentinus (Dasypus) 6, 109. argentinus (Microtragalus) 131. argentinus (Parahyaenodon) 149. argentinus (Tetraprothomo) 158. 159. argentinus (Zaédyus) 109. Argyrolagus 12, 145. arquata (Viscaccia) 193. atrophiatus (Tetrastylus) 72. Auchenia 14, 24. australe (Diocartherium) 139. australis (Caviodon) 139 - 140. australis (Hermosiornis) 171. australis (Palaeociconia) 171. australis (Phororhacos) 171. avita (Palaeocavia) 138. avitus (Pleurolestodon) 95. Azara 2. Azarae (Dasyprocta) 133. Azarae (Protorhea) 160. B Bassoricyon 81. Bassoriscus 81. Bergi (Megatherium) 6. bifidens (Epipatriarchus) 29. biforata? (Didelphys) 85, 148. 230 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. biforata (Didelphys) 85. biplicatus (Neophanomys) 60. boliviensis (Macrauchenia) 53. bombifrons (Neosteiromys) 75-79. Brachytherium 6, 7, 51, 127, 128. brasiliensis (Ctenomys) 197. brevirostris (Amphinasua) 6, 80. brevirostris (Tupinambis) 174. brevis (Plataeomys) 64. brusquitaensis (Pachyrucos) 181. Burmeisteri (Megatherium) 6, 90. Burmeisteri (Plesiomegatherium) 20, 90. Cabasus 109. Caenophilus 4, 30. calceolata (Macrauchenia) 6, 55. calchaquiorum (Promacrauchenia) 53 - 55, 212, 213. canerivorus (Procyon) SO. Canis 14. capybara (Hydrochaoerus) 56, 143. Cardiomys 6, 7, 18, 22, 56-58, 140 219 - 220. Cardiotherium 4, 33. Cariama 111, 112, 113, 164, 166, 167. Carlesi (Pseudotypotherium) 216- 217. cataclisticum (Phugatherium) 140. catamarcensis (Xotodon) 49, 123. Cavia 56. Caviodon 6, 12, 139 - 140. cavioides (Proaguti) 189 - 190. Caviops 15, 203 - 205. celsus (Dicoelophorus) 136. Ceratophrys 13, 178-179. Chapalmalania 15, 21, 186, chapalmalense (Dolichotis) 202. chapalmalense (Mierocavia) 203. chapalmalense (Palaeocavia) 203. chapalmalense (Promacrauchenia) 184, chapalmalense (Scelidotherium) 205. chapalmalense (Viscaccia) 192. chapalmalensis (Caviops) 204. chapalma/ensis (Ctenomys) 197. chapalmalensis (Dicoelophorus) 195, 196. chapalmalensis (Didelphys) 185, chapalmalensis (Doedicurus) 207. chapalmalensis (Eucoeelophorus) 198 - 199. chapalmalensis (Glyptodon) 206. chapalmalensis (Hyaenodonops) 185. chapalmalensis (Listriodon) 185. chapalmalensis (Lomaphorus) 206. chapalmalensis (Neuryurus) 207. chapalmalensis (Paechyrucos) 180. chapalmalensis (¡Palaehoplophorus) 206. chapallmalensis (Paractenomys) 197. chapalmalensis (Pithanotomys) 199- 200. chapalmalensis (Plagiohippus) 184. chapalmalensis (Pontotatus) 209 - 210. chapalmalensis (Proaguti) 188-189. chapalmalensis (Proeuphractus) 208. chapalmalensis (Proreithrodon) 187. chapalmalensis (Reithrodon) 187. chapalmalensis (Selerocalyptus) 206. chapalmalensis (Toxodon) 183. chapalmalensis (Trachycalyptus) 207. chapalmalensis (Tremacyllus) 182, chapalmalensis (Zaédyus) 209, Chapalmatherium 15, 184. Chironectes 146. Chlamydotherium 6, 8, 12, 18, 22, 104 - 105, 155, 208, 223. Cladodidelphys 12, 146 - 148. clausa (Pachynasua) 83, 150, 151. clemens (Tribodon) 136. Coelodon 18. Coelogenys 133. Coéndus 75, 76, 78. columnaris (Pithanotomys) 137, 199, 200, 221. complicatus (Proaguti) 189, 190. compressidens (Neuryurus) 6, 104. compressidens (Viscaccia) 191. conspicua (Neotamandua) 98-100. corallinus (Lomaphorus) 103. Corbicula 1. coronatus (Plohophorus) 153. ecrassus (Neuryurus) 207. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 231 eristata (Promacrauchenia) 212-213. eristatum (Typotherium) 119. eristatus (Xotodon) 6, 48, 49. erucialis (Cladodidelphys) 146. Ctenodactylus 21. Ctenomys 15, 25, 62, 194, 197, 198, 199. cuneiformis (Plohophorus) 153. Cyelopes 97, 98, 102. Cyonasua 80. D Dabbenei (Heterorhea) 160. Dabbenei (Hydrochoerus capybara, var.) 144. Dasypotherium 13. Dasyprocta 133. Dasypus 6, 8, 12, 18, 25, 105, 106, 107, 109-110, 155, 156, 223. definita (Viscaccia) 192. detentús (Steiromys) 78. Diadiaphorus 52, 129. D'coelophorus 12, 15, 20, 136, 194 - 16197, 198, 199. Didelphys 8, 12, 15, 25, 85, 146, 148- 149, 185. diffisus (Tetrastylus) 22, 71. diligens (Myocastor) 132, diminutus (Tremaecyllus) 47, 117, 214. Dinornis 167. Diocartherium 139. Diodomus 13. Diplasiotherium 11, 129-131. disparile (Trachytypotherium) 32. Disteiromys 4, 35. Doed'curus 16, 23, 104, 207. Dolichotis 7, 12, 15, 18, 22, 25, 56, 58, 60, 138 - 139, 200 - 202, 222. Dryornis 160, 164. dubium (Pyramiodontherium) 89. duplicatus (Caviops) 205. E elongatus (Plataeomys) 62, 220, 221, elongatus (Toxodon) 122. ensenadensis (Toxodon) 122, Entelomorphus 18. Eoauchenia 11, 128. Eocastor 11. Epipatriarchus 4, 29. Epipeltephilus 4, 37. Epitherium 11, 127, 128. Ereptodon 22. Erethizon 78. Eucholocops 86. Eucoelophorus 15, 18, 198 - 199, 221, Eumylodon 15, 22, 205, 206. Eumysops 6, 7, 11, 18, 21, 67 - 68, 134 - 136, 189, 219. euplasia (Viscaccia) 192, Eusigmomys 4, 35. Eutatus 4, 6, 8, 12-16, 18, 37 - 38, 105, 106, 156, 208, 223 - 224, Eutomodus 6, 38. Eutrigonodon 126. Eutypotherium 30. excavatus (Toxodon) 122. exiguum (Typotherium) 120, 121, extensum (Typotherium) 120. 13 Felis 15, 21, 186. fibularis (Eutatus) 223 - 224. figuratus (Plohophorus) 153. flabellatum (Neonematherium) 36, Foetopterus 172. foricurvatus (Xotodon) 123. formosa (Proatherura) 132. formosus (Megamys) 5, 138. G Gallardoi (Testudo) 115, 176, 177. Gaudryi (Megatherium) 90, 151, 211. Gaudryi (Trigodon) 126. gigantea (Myrmecophaga) 97. giganteus (Neuryurus) 223. giganteus (Tetrastylus) 22, 71, 138. giganteus (Toxodon) 122. giganteus (Neuryurus) 223. gigantisstmus (Tetrastylus) 22, 24, L, 190: Glossotherium 15, 205. Glyptodon 13, 15, 22, 206. Glyptotherium 22, 232 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. gracile (Hemihegetotherium) 43. gracilis (Proaguti) 190, gracillimus (Scelidodon) 213. graciloides (Disteiromys) 35. H Hans - Meyeri (Plesiomegatherium) 20. Hapalops 86, 88. Hegetotherium 6, 17, 38, 40, 41, 43. Hemihegetotherium 6, 7, 17, 18, 38 - 45, 210. hermosicus (Notocynus) 159. Hermosiornis 13, 112, 113, 160, 163 - 172. Heterorhea 13, 160. Hippidium 14. homogenidens (Phtoramys) 61, 137. Homunculus 159. Hoplophorus 5, 103, 153. Hyaenodonops 15, 185. hybrida (Tatusia) 157. Hydrochoerus 15, 25, 33, 56, 140, 141, 143 - 144. Hyperdidelphys 12, 145, Hyperleptus 86. ictus (Pachyrucos) 117. impar (Palaeocavia) 138. impressus (Pachyrucos) 45, 117. impressus (Tremacyllus) 45, 117 183. incertus (Prophororhacus) 114. ineipiens (Proreithrodon) 187. incipiens (Tremacyllus) 46. ineisa (Viscaccia) 74, 137. incisus (Lagostomus) 137. incomtus (Palaeomyrmidon) 100 - 102. indefinita (Viscaccia) 192. indivisus (Simplimus) 35, 36. inexpectata (Didelphys) 148. immersum (Xenotherium) 122. innexus (Epipatriarchus) 29. innominatus (Plataeomys) 65. inornatus (Eutatus) 38, 156-157, 223. insigne (Typotherium) 118, 215. insolita (Viscaccia) 74. intermedium (Chlamydotherium) 104, 105, 155, 223. intermedium (Licaphrium) 6, 53. intermedius (Dicoelophorus) 195. intermedius (Eumysops) 67, 219. intermedius (Pithanotomys) 137. intermedius (Tinamisornis) 162. intermedius (Tremaecyllus) 117 -118, 183. intermedius (Tetrastylus) 69, 71, 191. intermixtus (Proaguti) 190. internaum (Trachytypotherium) 5, 20, 53. Isomyopotamus 132-134, 189, Isseli (Cardiotherium) 33-30. J jubata (Myrmecophaga) 975 L laevidens (Scelidodon) 91. laevidens (Scelidotherium) 6. laeviplicatus (Eumysops) 135. laeviseulptus (Dasypus) 156. lacunosa (Dolichotis) 139. lacunosa (Orthomytera) 139. Lagostomus 137. laternarium (Epitherium) 127. latidens (Dicoelophorus) 136, 201. latifrons (Tremacyllus) 47, 214. Lehmann - Nitschei (Eutypothe- rium) 30. Lehmann - Nitschei (Trachytypothe- rium) 30, Lestodon 12. Licaphrium 6, 52-53, 129, lineatus (Selerocalyptus) 153. Listriodon 15, 21, 185, loberiaense (Dolichotis) 201 - 202, loberiaense (Viscaccia) 193. Lomaphorus 8, 15, 20, 103, 206. longirostris (Amphinasua) 81. Lophogonodon 52. Lydekkeri (Macrauchenia) 6, 53, 9). ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 233 M macer (Pithanotomys) 137. Macrauchenia 6, 18, 53-55, 131, 184, 213. macrodon (Pleurolestodon) 96. Macroeuphractus 8, 12, 13, 16, 23, 105 - 106, 109, 157, 207 - 208. maculosa (Nothura) 161, 162. maendrum (Typotherium) 119. major (Xotodon) 217-218, Manis 102. marplatensis (Pachyrucos) 181. Mastodon 14, 17. maximus (Dicoelophorus) 194. maximus (Pachyrucos) 180. Megalestrix 166. Megalonyx 22. Megamys 5, 6, 7, 12, 69, 138. Megathericulus 4, 36. Megatherium 6, 8, 12, 18, 22, 151, 152, 210-211. meridionalis (Palaehoplophorus) 37. Mesembriornis 163, 164. Muacrocayia 2 lo 87 203. Microtragalus 11, 24, 131. Milne - Edwardsi (Hermosiornis) 164 - 171. Milne - Edwardsi 164. Milne - Edwardsi (Phororhacos) 164. minor (Proeuphractus) 224, minor (Trigodon) 126. minuscula (Dolichotis) 200 - 201. minutum (Chlamydotherium) 6, 104, 223. (Mesembriornis) miramarens's (Pachyrucos) 181. mixtum (Proterotherium) 51. montanus (Tetrastylus) 5, 22, 71. Morenoi (Brachytherium) 51. Morenoi (Dasypus) 105. Morenoi (Macroeuphractus) 105. Morotherium 22, Muletia 157. mw tidentatus ((Tupinambis) 175. Mylodon 92, 94, 96. Myocastor 11, 25, 132, 133. Myopotamus 132, Myrmecophaga 97, 98. Myrmidon 98. N Nasua 79, 80, 81. Neoepiblema 69. Neonematherium 4, 36. Neophanomys 8, 60, Neoprocavia 56. Neoracauthus 90. Neosteiromys 6, 7, 75-79. Neotamandua 8, 98 - 100. Nephotherium 12. Nesodon 1. Neuryurus 6, 8, 13, 16, 18, 104, 154, 207, 223. nodosa (Paradidelphys) 146. Nopachtus 2, 13, 154. Nothropus 86. Nothura 161, 162. Notoeynus 13, 159. novum (Chapalmaletherium) 184. novus (Tremacy!llus) 183. 0) obstructum (Protypotherium) 116. obtritus (Caviodon) 139. occidentalis (Azara) 2. Ocnopus 90. Octodon 221. Oligobunis 80. oppositus (Eusigmomys) 35. oregoniana (Sinclairia) 21. ornata (Ceratophrys) 178, 179. orthognatha (Chapalmalania) 186. Orthomyctera 25, 58, 138, 139, 201, 202. orthorhynechus (Pithanotomys) 200. Ostrea 2. Outesi (Macroeuphractus) 207 - 208. dz paca (Coelogenys) 133. pachygnathum (Typotherium) 119. Pachynasua 8, 12, 18, 80, 82, - 83, 150, 151. Pachyrucos 2, 6, 11, 15, 24, 43, 45, 116 - 117, 180 - 182, 214. 234 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Palaehoplophorus 4, 15, 37, 206. Palaeocavia 12, 15, 138, 203. Palaeociconia 163, 171. Palaeoctodon 18, 221 - 222, Palaeomyrmidon 8, 100-102, Palaeotoxodon 6, 7. Palmeri (Argyrolagus) 145. pampeanus (Dryornis) 160. Panochtus 13. Paractenomys 15, 197. Paradidelphys 12, 146. Parahyaenodon 12, 21, 146. Paramylodon 22, paranensis (Sphenotherus) 92. parcissimus (Dicoelophorus) 196. parcus (Dicoelophorus) 195. parvidens (Eumysops) 219. parvula (Cladodidelphys) 146 - 147. parvulum (Scelidotherium) 6. parvulum (Scelidodon) 91. parvulus (Eumysops) 68. parvulus (Tinamisornis) 162. patachonica (Dolichotis) 56, 58, 60, 202. patagonicus (Megathericulus) 36. patrius (Scelidodon) 91, 152, 213. Pelecyornis 111, 113, 164, 168. Peltephilus 109. Pendolai (Scelidodon) 91, 152. perfectum (Rathymotherium) 151. perplana (Didelphys) 148. perturbidus (Hydrochoerus) 141. perturbidus (Protohydrochoerus) 141 - 143. Petromys 21. Phanomys 6l. Philippii (Plohophorus) 6, 103. Phoenixauchenia 4, 33. Phororhacos 113, 114, 161, 163, 164, 167, 168, 169, 170. Phtoramys 7, 12, 21, 61, 137. Phugatherium 12, 140. Pithanotomys 7, 12, 15, 18, 22, 64, 65, 66, 137, 199-200, 221. Plagiohippus 15, 21, 184. Planops 87, 88. planus (Sclerocalyptus) 103. Plataeomys 7, 12, 18, 21, 22, 62 - 65, 66, 137, 220 - 221. Plaxhaplus 13, 154. Plesiomegatherium 8, 20, 90. Pleurolestodon 8, 92 - 97. plicatus (Eumysops) 134. Plohophorus 2, 5, 6, 8, 13, 15, 18, 20, 102, 103, 153 - 154, 206, 223, 224. ponderosus (Eumysops) 67, 219. Pontotatus 16, 209 - 210. Potos 81. praecursor (Eutatus) 37. praestans (Testudo) 176 - 177. prehensilis (Coéndus) 75, 76. prepampeus (Eutatus) 156, 223. prerufescens (Tupinambis) 173. prerufescens (Tupinambis) 172-173. pretrichodactyla (Viscaccia) 73, 210. primitiva (Eoauchenia) 128. prisca (Ceratophrys) 178-179. prisca (Dolichotis) 58, 60, 222, priscus (Dicoelophorus) 136, Proaguti 15, 18, 188 - 190. Proatherura 11, 132. Procariama 8, 110-114, 164, 167. Procavia 56. Procyon 80, 81. Proeuphractus 6, 8, 10, 12, 16, 18, 20, 105, 106-108, 155, 208, 224, Promacrauchenia 7, 11, 15, 18, 53 - 5,5 131, 184, 212 -.213. prominens (Eutatus) 6, 105. prom'nens (Xotodon) 123, Promyrmephagus 97. prona (Miecrocavia) 138. Pronothrotherium 8, 18, 21, 85-89, 222 - 223. Prophororhacus 8, 114, 164. proplatensis (Felis) 186. propuma (Felis) 186. Proreithrodon 15, 187. Protamandua 97. Proterotherium 7, 18, 50, 52, 129, 211 - 212. Prothylacynus 85. Protohydrochoerus 12, 33, 140 - 145. Protorhea 160. Protypotherium 11, 116. proximus (Neuryurus) 6, 104. Pseudolestodon 12, 92, 94. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 235 Pseudotypotherium 11, 18, 121, 216- 217. pseudopachygnathum rium) 119, 215. pulcher (Phtoramys) 6l. pulchrum (Pseudotypotherium) 121, 216, 217. pungens (Acrohyaenodon) 150. Pyramiodontherium 8, 89. (Typothe- R Rathymotherium 12, 151. recens (Proeuphractus) 155. rectidens (Megatherium) 210-211. rectum (Trachytypotherium) 31. recurvus (Epipeltephilus) 37. Reithrodon 25, 187. retusus (Macroeuphractus) 105, 157, 208. Rhea 160, 167, 168, 171. Rhynchotus 161, 162, 163. rigens (Dolichotis) 138, 201. rigens (Orthomyctera) 138. robusta (Pachynasua) 82. robustum (Diplasiotherium) 129-131. robustum (Eumysops) 136. robustum (Hemihegetotherium) 42. robustum (Typotherium) 121. Rothi (Protohydrochoerus) 142, 144. Rothi (Scelidodon) 205. rufescens (Rhynchotus) 161, 162, 163. rufescens (Tupinambis) 172, 173, 175. S Scalabrinii (Eutatus) 105. Sealabrinii (Proeuphractus) 6, 106 - 107, 208. Sealabrinitherium 54, 55, 213. Scelidodon 8, 12, 15, 18, 22, 91, 152, 205, 213. Scelidotherium 6, 13, 15, 205. Sehizodon 64. scindens (Plataeomys) 63, 137. Selerocalyptus 8, 12, 15, 18, 20, 22, 103, 153, 206, 223. Seguini (Eutatus) 156, 157. serridens (Eumysops) 219. sexcinctus (Dasypus) 106. siderolithicus (Theridomys) 21. Sigmomys 35. similis (Pithanotomys) 136. simplex (Dicoelophorus) 136. simplex (Procariama) 110-114. simplicidens (Dicoelophorus) 196. simplicidens (Palaeoctodon) 221- 222. simplicidens (Proterotherium) 50. Simplimus 4, 35, 36. Sincelairia 21. solidus (Neuryurus) 104, Spaniomys 18. Sphenotherus 5, 8, 92, spicata (Acantharodeia) 108. spicata (Viscaccia) 137. spicatus (Lagostomus) 137. Steiromys 6, 78, 79. Stelzneri (Corbicula) 1 Stereotoxodon 4, 32, strictum (Typotherium) 120, 216. Studeri (Typotherium) 6, 53. subdiminutus (Tremacyllus) 214 - 215. subinsigne (Typotherium) 215 - 216. subintermedium (Chlamydotherium) 223. subtypicum (Pronothrotherium) 222- 203 superans (Trachytypotherium) 531. is tabulata (Testudo) 115, 176, 177. Tamandua 97, 98, 100. Tapirus 14. Tatusia 25, 157. teguixin (Tupinambis) 172, 173, 175. tehueleha (Phoenixauchenia) 53. tehuelche (Stereotoxodon) 32. Testudo 8, 13, 115, 176 - 177. tetradactyla (Myrmecophaga) 97. Tetraprothomo 13, 158-159. Tetrastylus 5, 7, 12, 15, 20, 22, 24, 68 - 73, 138, 190-191, 224. Theridomyops 6, 67. Theridomys 21. 236 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Tinamisornis 13, 161-163. Tomiopsis 22. Toxodon 11, 15, 20, 122, 124, 183. tracheia (Didelphys) 148 - 149. Trachyealyptus 16, 207. Trachytherus 14. Trachytypotherium 4, 5, 7, 20, 30, 132 03: Tremaecyllus 6, 7, 11, 15, 18, 22, 24, 43, 45-47, 117-118, 182.--183, 214 - 215. Tribodon 12, 136. trichodactyla (Viscaccia) 73. triforata (Didelphys) 148. Trigodon 11, 24, 126. tripartitus (Caenophilus) 30. Tupinambis 13, 172-175. typicum (Pronothrotherium) $5-89, 222, 223. typicus (Pachyrueos) 2, 117, 214. Typotherium 5, 6, 11, 18, 22, -53, 118 - 121, 215 - 216, 217. U uruguayensis (Hydrochoerus) 144, v vaga (Dolichotis) 138. vaga (Orthomyctera) 138. vetustus (Alitoxodon) 124-126. vietum (Trachytypotherium) 32. villosus (Dasypus) 107, 109. villosissimus (Proeuphractus) 107 - 108. Viscaccia 1, 12, 10, 17 18 2 713 - 75, 137, 191 - 193, 210, 220. Xx Xenotherium 11, 122. Xotodon 6, 7, 11, 18, 20, 48-49, 123 - 124, 217.- 218. VA Zaédyus 8, 16, 25, 109, 208 - 209. zavaletianus (Sphenotherus) 5, 92. Fig. » » Fig. EXPLICACION DE LAS LAMINAS FOSILES DEL RIONEGRENSE LÁMINA I . 1. —Trachytypotherium superans ÁMEGH.; cráneo visto de arriba; 12/¡3; pág. 31. 1.2—Trachytypotherium superans AMEGH.; cráneo visto de abajo; 12/;3; pág. 33. 2. —Phoenixauchemia tehuelcha AMEGH.; metatarsianos medio y cuarto (parte distal); 1/1; pág. 33. 2.2—Phoenixauchenia tehuelcha AMEGH.; astrágalo; 1/1; pág. 33. 3. —Megathericulus patagonicus AMEGH.; astrágalo; 7/5; pág. 36. FOSILES DEL RIONEGRENSE (Figs. 1-4) Y DEL ARAUCANENSE (Figs. 5-6) LÁMINA II 1. —Megathericulus patagonicus AMEGH.; astrágalo; 1/1; pág. 36. 1.a—Megathericulus patagonicus AMEGH.; paladar; 3/4; pág. 36. 2. —Eprpeltephilus recurvus AMEGH.; fragmento de la mandíbula 1/;; pág. 37. 2.2—Epipeltephilus recurvus AMEGH.; parte supero-posterior del cráneo; 1/1 pág. 37. 3. —Palaehoplophorus meridionalis AMEGH.; tubo caudal; 7/11; pág. 37. 4. —Epipatriarchus bifidens AMEGH.; mandíbula; 12/7; (en la lámina dice, por error, 12/7); pág. 29. : 5. —Scelidodon Almagroi n. sp.; fragmento de un maxilar superior dere- cho; 1/1; pág. 91. 6. —Neuryurus solidus n. sp.; placas; 1/1; pág. 104. FOSILES DEL ARAUCANENSE LÁMINA III 1. —Pleurolestodon acutidens n. gen. et n. sp.; cráneo visto de lado; 1/3; pág. 92. 238 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fig. 1.2—Pleurolestodon acutidens, visto de frente; 1/»; pág. 92. » 2. —Brachytheriuwm Morenoi n. sp.; cara inferior del cráneo; 12/13; pág. 51. » 3. —Viscaccia angulata n. sp.; paladar; 1/1; pág. 74. » 4, —Viscaccia pretrichodactyla n. sp.; paladar; 1/1; pág. 73. » 5. —Viscaccia insolita n. sp.; cara inferior del cráneo; 1/1; pág. 74. LÁMINA IV Fig. 1.—Pleurolestodon macrodon n. sp.; cara externa del maxilar derecho; 1/1; pág. 96. » 2.—Brachytherium Morenoi nm. sp.; cráneo visto de lado; 12/13; pág. 51. » 3.—Xotodon cristatus MOR. et MERC.; cara inferior del cráneo; 3/;; pág. 49. > 4.—Dolichotis prisca n. sp.; cara inferior del cráneo; 1/1; pág. 60. LÁMINA V Fig. 1.—Promacrauchenia calchaquiorum n. sp.; cráneo visto de la cara supe- rior; 1/3; pág. 58. » la, —Promacrauchenia calchaquiorum n. sp.; cráneo visto de la cara infe- rior; 1/3; pág. 53. » 1b.—Promacrauchenia calchaquiorum un. sp.; cráneo visto de lado; 1/3; pág. 53. LÁMINA VI Fig. 1. —Tetrastylus intermedius n. sp.; cráneo y mandíbula vistos de lado; 1/1; pág. 69. » 1. a—Tetrastylus intermedins n. sp.; mandibula vista de abajo; 5/5; pág. 69. » 1,b—Tetrastylus intermedius m. sp.; mandibula vista de arriba; 5/6 pág. 69, » 1,c—Tetrastylus intermedius mn. sp.; cráneo visto de abajo; 5/4; pág. 69. » 2. —Tremacyllus latifrons n. sp.; cráneo visto de lado; 2/1; pág. 47. LÁMINA VII Fig. 1. —Lomaphorus corallinus n. sp.; placas; 1/1; pág. 103. » 1.a—Lomaphorus corallinus n. sp.; placas; 1/1; pág. 103. » 2. —Sclerocalyptus planus nm. sp.; placas; 3/5; pág. 103. » 3. —Chlamydotherium minutum Mor. et MERo.; placas; 1/1; pág. 104. » da » » » » pág. 104. » 3.b— » » » » pág. 104. » O » » » » pág. 104. Fig. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 239 4. —Proeuphractus Scalabrinú MOR. et MERC.; placas; 1/1; pág. 106. 4. a— » » » » pág. 106. 4. bh— » » » » pág. 106. 5. —Amphinasua longirostris n. sp.; cráneo visto de lado; 7/9; pág. 81. 5. a —Amphinasua longirostris n. sp.; mandibula; 7/9; pág. 81. 5. b—Amphinasua longirostris n. sp.; cráneo visto de la cara superior; 7/6; pág. 8l. 6. —Pachynasua? robusta n. sp.; fragmento de la parte anterior de la mandibula, visto de lado; 7/9; pág. 82. 6. a —Pachynasua? robusta n. sp.; el mismo, visto de arriba; 7/9; pág. 82. LÁMINA VIII 1. —Macroeuphractus Morenoi Lyb.; placas; 1/1; pág. 105. 1 0= » » > » 105. 1.b— » » » » 105. o= » » » » 105. 1.d— » » » » 105. le » » > » 105. 2. —Proeuphractus villosissimus n. sp.; coraza; 7/3; pág. 107. 3. —Dasypus argentimis Mor. et MERC; cráneo visto de abajo; 1/1; pág. 109. 4. —Proeuphractus Scalabrini Mor. et MERC.; cráneo visto de abajo; 12/13; pág. 106. 5. —KEutatus prominens MOR. et MERC.; placas; 1/1; pág. 105. 9. a— » » » » » 105. 5.b— » » » » » 105. 6. —Testudo Gallardoi nm. sp.; vista de la parte posterior; aproximada- mente 2/9; (en la lámina dice, por error, 7/9); pág. 115. LÁMINA IX 1. —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; femur derecho con la extremi- dad superior; 10/11; pág. 110. 2. —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; extremidad inferior del tarso- metatarso izquierdo; 10 11; pág. 110. 2. a —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; extremidad inferior del tarso- metatarso derecho; 10/11; pág. 110. 3. —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; arco pélvico visto de lado; 9/11; pág. 110. : 3. a —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; arco pélvico visto de arriba; 13/15 pág. 110. 4. —Procariama simplex n. gen, et n. sp.; húmero derecho visto de la cara externa; 10/11; pág. 110. 5. —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; cara posterior de la extremi- dad superior del tarso-metatarso derecho; 10/11; pág. 110. » MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. 6. —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; articulación posterior de la ulna derecha; 10/11; pág. 110. 7. —Procariama simplex n. gen. et n. sp.; cara interior de la articulación exterior del radio derecho; 10/11; pág. 110. 7. a—Procariama simplex n. gen. et n. sp.; cara interior de la articulación posterior del radio derecho; 10/11; pág. 110. FOSILES DEL ARAUCANENSE (Figs. 1 y 2) Y DEL HERMOSENSE (Figs. 3-8) LÁMINA X g. 1. —Testudo Gallardoi n. sp.; vista de lado; 2/11; pág. 115. 2. —Prophororhacus incertus n. gen. et n. sp.; extremidad distal del tarso- metatarso; 1/1; pág. 114. 2. a —Prophororhacus incertus n. gen. et n. sp.; falange; 1/1; pág. 114. 2. b— » > » falange; 1); pág. 114. 2. c— » » » falange; 1/1; pág. 114. 3. —Didelphys biforata AMEGH.; rama derecha de la mandibula; 1/,; pág. 1438. 4. —Didelphys inexpectata AMEGH.; fragmento de la rama mandibular izquierda; 1/,; pág. 148. 5. —Didelphys abrupta AMEGH.; rama izquierd: de la mandibula; 1/1; pág. 148 6. —Touxodon excavatus n. sp.; mandibula vista de la cara inferior; 1/9; pág. 122. 7. —Pseudotypotherium pulchrum AMEGH.; rama izquierda de la mandí- bula; 1/1; pág. 121. 8. —Megatherium Gaudryi MOR.; muela; 1/1; pág. 151. == » » » » » 151. FOSILES DEL HERMOSENSE LÁMINA XI . 1. —Epitherium laternarium AMEGH.; cara inferior del cráneo; 10/y1; pág. 127. 1. a—Epitherium laternarium AMEGH.; cráneo visto de lado; 1/1; pág. 127. 2. —Eoauchenia primitiva AMEGH.; cara inferior del cráneo; 1/1; pág. 128. 2. a—Eoauchenia primitiva AMEGH.; cráneo visto de lado; 1/,; pág. 128. 3. —Rathymotherium perfectum AMEGH.; astrágalo izquierdo; 1/,; pág. 151. 3. a— » » » hueso del carpo?; 1/1; pág. 151. 4. —Parahyaenodon argentinus AMEGH.; astrágalo del pié posterior; 1/y; pág. 149. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 241 Fig. 4. a—Parahyaenodon argentinus AMEGH.; escafoide; 1/1; pág. 149. » 4 b=— > » » falange; 1/1; pág. 149. A » » » falange; 1/1; pág. 149. O E » » » canino; 1/1; pág. 149. A » » » calcáneo; 1/1; pág. 149. De E > » > falange; 1/1; pág. 149. » 4g— » » » primer premolar; 1/1; pág. 149. E » » > falange; 1/1; pág. 149. » 4 i— » » » falange; 1/1; pág. 149 LÁMINA XII Fig. 1. —Xotodon prominens ÁMEGH.; cara superior del cráneo; 3/;; pág. 123. » l1.a—Xotodom prominens AMEGH.; lado izquierdo del cráneo y de la man- dibula, 3/5; pág. 123. » 2. —Macroeuphractus retusus AMEGH.; placas fijas; 1/1; pág. 157. » 4 == » » » » movibles M4; pág. 157. » 2.b— » » » » » » » 157, A a e= » » » » » » » 157. LÁMINA XIIL Fig. 1. —Proeuphractus recens AMEGH.; fémur; 1/1; pág. 155. » 1,a—Proeuphractus recens AMEGH.; rama derecha de la mandíbula; 1/,; pág. 155. » 1.b—Proeuphractus recens AMEGH.; placas movibles; 1,1; pág. 155. » 1.c—Proeuphractus recens AÁMEGH.; paladar; 1/,; pág. 155. » 2. —Trigodon Gaudryi AMEGH.; cráneo y mandibula; 1/4; (en la lámina dice, por error, 2/4); pág. 126. » 38. —Promacrauchenia antiqua AMEGH.; rama derecha de la mandibula; 2/3; pág. 131. LÁMINA XIV Fig. 1. —Promacrauchenia antiqua ÁMEGH.; cara superior del cráneo; 1/3; pá- gina 131. » 1.a—Promacrauchenia antiqua AMEGH.; cara inferior del cráneo; 1/3; pá- gina 131. 2. —Trigodon Gaudryi AMEGH.; cara inferior del cráneo; 1/3; (en la lámi- na dice, por error, 1/3); pág. 126. ANAL. Mus. Nac. Bs. As. T. XXV, FEBRERO 12, 1914, 16 242 Fig. Fig. Fig. Fig. Fig. MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. LÁMINA XV 1. —Typotherium strictum n. sp.; cráneo visto de lado; 3/4; pág. 120. 2. —Typotherium insigne AMEGH.; mandíbula 3/4; pág. 118. 3. —Eutatus inornatus n. sp.; cara inferior del cráneo; 1/1; pág. 156. 3. a —Butatus inornatus n. sp.; mandibula; 1/1; pág. 156. 3.b—Eutatus inornatus n. sp.; fragmento de la parte antero-superior del cráneo; 1/1; pág. 156. 4. —Eutatus prepampeus AÁMEGH.; rama derecha de la mandíbula; 1/1; pá- gina 156. 4. a —Eutatus prepampeus AMEGH.; astrágalo; 1/1; pág. 156. LÁMINA XVI 1. —Typotherium maendrum AMEGH.; cara superior del cráneo; 1/5; pá- gina 119, 1. a —Typotherium maendrum ÁMEGH.; cara inferior del cráneo; 4/5; pá- gina 119. LÁMINA XVII 1.—Typotherium insigne AMEGH.; cráneo; 2/3; pág. 118. 2.—Typotherium strictum n. sp.; cráneo; 3/4; pág. 120. LÁMINA XVIIT 1. —Typotherium extensum n. sp.; cara inferior del cráneo; 1/5; pág. 120. 1. a—Typotherium extensum n. sp.; cara superior del cráneo; 4/;; pág. 120 LÁMINA XIX 1. —Scelidodon Pendolai n. sp.; cara inferior del cráneo; 3/4; pág. 152. 1. a —Scelidodon Pendolai n. sp.; cara superior del cráneo; 3/4; pág. 152. 2. —Typotherium pseudopachygnathum AMEGH.; cara superior del cráneo; 3/43 pág. 119. LÁMINA XX . 1. —Tetrastylus giganteus AMEGH.; cara superior del cráneo; 2/3; pág. 138, 1. a—Tetrastylus giganteus AMEGH.; cara inferior del cráneo; 2/3; pág. 138. 1.b—Tetrastylus giganteus AMEGH.; cráneo visto de lado; 4/5; pág. 138. » Fig. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 243 LÁMINA XXI . 1.—Xotodon Ambrosettíi n. sp.; rama izquierda de la mandibula; 9/11; pá- gina 123, 2.—Plohophorus figuwratus AmeGH.; tubo caudal; 1/3; pág. 153. 3.—Plohophorus coronatus nm. sp.; tubo caudal; 1/9; pág. 153. 4.—Plohophorus cuneiformis AMEGH.; tubo caudal; 1/2; pág. 153. LÁMINA XXII . 1. —Macroeuphractus retusus ÁMEGH.; placas fijas; 2/33 pág. 157. 1. a —Macroeuphractus retusus AMEGH.; pié posterior derecho; 14/¡5; pági- na 157. 2. —LEutatus inornatus n. sp. placas fijas; 1/1; pág. 156. 3. —Ceratophrys prisca ÁMEGH.; cráneo; 1/1; pág. 178. 3. a —Ceratophrys prisca ÁMEGH., var. intermedia; 1/1; pág. 178, 3.b—Ceratophrys prisca ÁAMEGH., var. subcornuta; 1/1; pág. 178. 3. c—Ceratophrys prisca ÁMEGH., var. gigantea; 1/1; pas. 178. LÁMINA XXIIT . 1.—Hermosiornis Milne-Edwardsí Mor. et MERC.; arco pélvico visto del lado izquierdo; 2/3; pág. 164. 2.—Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MErc.; atlas; 1/1; pág. 164. 3.—Hermosiornis Milne- Edwardsi Mor. et MERO.; epistrofeo; 1/1; pág. 164. 4.—Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; primera ysegunda vértebra dorsales; 1/1; pág. 164. 5.—Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; tercera Ó cuarta vérte- bra dorsal; 1/1; pág. 164, 6.—Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; fragmento del esternón; 1/1; pág. 164. 7.-—Hermosiormiss Milne-Edwardsi MOR. et MEROC.; primera falange del de- do mediano; 1/1; pág. 164. 8. —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor et MERC.; falange de un dedo la- teral; 1/1; pág. 164. 9.—Hermosiornis Milne-Edwardsi MOR. et MERC.; falange de un dedo lateral; 1/1; pág. 164. 10. —Hermosiornis Milne- Edwardsi Mor. et MERO,; falange ungueal; 1/1; pá- gina 164, LÁMINA XXIV 1. —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERO.; tibia-tarso izquierdo; 1); pág. 164. 244 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fig. 2. —Hermosiornis Milne- Edwardsí Mor. et MERC.: tarso-metatarso 1z- quierdo; 1/3; pág. 164. 3. —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MeRC.; húmero izquierdo, cara interna de la articulación posterior; 1/1; pág. 164. 4. —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; id. del húmero de- recho; 1/1; pág. 164. 5. —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; cara interna de la ar- ticulación posterior del radio izquierdo; 1/1; pág. 164. 5. a —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; id. de la articulación anterior 1/1; pág. 164. .b-—Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; articulación anterior de la ulna izquierda; 1/1; pág. 164. 6. ——Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MeERrc.; articulación posterior de la ulna izquierda; 1/1; pág 164. 7. —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; apéndice intercostal;; Vx; pág. 154. Si 8. —Hermosiornis Milne- Edwardsi Mor. et MERC.; primera falange del ala izquierda; 1/1; pág. 164. 9. —Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; articulación anterior del radio izquierdo; 1 1; pág. 164. 10. —Hermosiornis Milne-Edwardsi MOR. et MERC.; articulación anterior del metacarpo izquierdo; 1/1; pág. 164. 10. a—Hermosiornis Milne- Edwardsi Mor. et MERC.; articulación posterior; 1/13 pág. 164. 11. -—Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MERC.; fémur derecho visto de la cara anterior; 1216; pág. 164. 11. a —Hermosiornis Milne- Edwardsi Mor. et MERC.; fémur izquierdo visto de la cara posterior; 12/15; pág. 164. 12, -—Hermosiornis Milne-Edwardsi Mor. et MErC.; segunda falange del ala izquierda; 1/1; pág. 164. LÁMINA XXV Fig. 1. —Heterorhea Dabbenei n. gen. et n. sp.; tarsometatarso; 1/1; pág. 160. » 2. —Tinamisornis intermedius n. gen. et n. sp.; (tipo) húmero; 1/1; pág. 162, 2. a— » » » (tipo complementario). pelvis; 1/1; pág. 162. 2.b—Tinamisornis intermedius n. gen. et n. sp.; tibia-tarso; 1/1; pág. 162. 2. c— » » » articulación interior del precedente; 1/1; pág. 162. 2.d—Tinamisornis intermedius n. gen. et n. sp.; (tipo?) tarsometatarso; 1/y; pág. 162. 3. —Tinamisornis parvulus n. gen. et n. sp.; húmero; 1/1; pág. 162. 3. a— » » » » Ccoracoides; 1/1; pág. 162. 3.b— » » » » metacarpo; 1/1; pág. 162, 3. c— » » » » tarsometatarso; 1/1; pág. 162. Fig. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 245 . 4. —Tupinambis preteguixin n. sp.; (adulto); mandibula; 1/1; pág. 172. 4. a— » » » » parietal y otros huesos; de la parte mediana del cráneo; 1/1; pág. 172. 5. —Tupinambis preteguixin n. sp.; (joven); vértebras vistas de la cara inferior; 1/1; pág. 172. .a—Tupinambis preteguixin n. sp.; (joven); parte anterior del cráneo; (maxilar etc.); 1/1; pág. 172. 5.b—Tupinambis preteguizin m. sp.; (joven); paladar, etc.; 1/1; pág. 172. Ot E » » » » mandibula; 1/1; pág. 172. 5.d— » » » » falanges y uñas de uno de los pies; 1/1; pág. 172. 6. —Tupinambis prerufescens n. sp.; frontal; 1/1; pág. 174. 7. —Tupinambis multidentatus n. sp.; parietal; 1/1; pág. 175. 8. —Tupinambis brevirostris n. sp.; maxilar izquierdo; 1/1; pág. 174. 9. —Tupinambis prerufescens n. sp.; (v. fig. 6) rama izquierda de la man- dibula; 1/1; pág. 174. 10. —Tupinambis multidentatus n. sp.; (v. fig. 7) rama izquierda de la mandíbula; 1/1; pág. 175. 11. —Tupinambis brevirostris n. sp.; (v. fig. 81% rama derecha de la man- dibula; 1/1; pág. 174. LÁMINA XXVI 1. —Chapalmalania orthognatha AMEGH.; canino e incisivos; 1/1; pág. 186. 2. —Promacrauchenia chapalmalense AMEGH.; rótula; 1/1; pág. 184. —Tetrastylus gigantissimus ÁMEGH.; mandibula; 5/7; pág. 190. 4. —Dolichotis chapalmalense AMEGH.; cara inferior del cráneo; 1/,; pá- gina 202. 4. a— » » » mandíbula; 1/1; pág. 202. 5. —Visceacia euplasia AMEGH.; cráneo; 1/,; pág. 192. 5. a— » » » mandibula; 1/1; pág. 192. 6. —(Cráneo de Pachyr:cos, figurado aqui por error en lugar del de Di- coelophurus maximus). 6. a—Dicoelophorus maximus AMEGH.; mandibula; 1/,; pág. 194. 6.b— » » » cráneo visto de abajo; 1/1; pág. 194. 7. —Dicoelephorus chamalpalensis AMEGH.; cráneo; 1/1; pág. 195. 7. a— » » » mandíbula; 1/,; pág. 195. 8. —Scelidotherium chapalmalense AMEGH.; rama derecha de la mandibu- la; 1/1; pág. 205. LÁMINA XXVII 1. —Glyptodon chapalmalensis AMEGH.; 2/3; pág. 206. —Trachycalyptus chapalmalensis AMEGH.; 3/4; pág. 207. 246 MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES. Fig. 3. —Proeuphractus chapalmalensis AMEGH.; placas movibles laterales; 1/1; pág. 208. » 4. —Pachyrucos chapalmalensis AMEGH.; tibia-peroné; 1/1; pág. 180. > Co » » » fémur; 1; pág. 180. E » » » fémur; 1/1; pág. 180. » 4 c— >» » > radio; 111; pág. 180. > 5 —Pachyrucos marplatensis AMEGH.; húmero; 1/1; pág. 181. a » » » fémur; 1/1; pág. 181. INTO » » húmero 1/1; pág. 181. » 6, —Pachyrucos chapalmalensis var. maxima AMEGH.; fémur; 1/1; pág. 180. » 6.a— » » » » tibia-peroné; 1/1; pá- gina 180. » 7. —Plagiohippus chapalmalensis Amegh.; metacarpiano medio; 7/g; pá- gina 184. FOSILES DEL CHAPALMALENSE (Figs. 3-3c) Y DE LAS GUAYQUERIAS (Figs. 1, la, 2 LÁMINA XXVIII Fig. 1. —Scelidodon gracillimus n. sp.; cráneo visto de lado; aproximadamente 2/3; (en la lámina dice, por error, 11/13); pág. 2153. » l,a— » » » mandibula; 1/1; pág. 213. 2. —Proeuphractus minor nm. sp.; parte de la coraza; 2/3; pág. 224. » 3, —Macroeuphractus Outesi AMEGH.; placa movible dorsal; 1/1; pág. 207. » 3.a » » » » >» lateral; » pag. 207. >» e ba - » » > » » » » pág. 207. » 3.0— » » » » » dorsal » pág. 207. FOSILES DEL CHAPALMALENSE (Figs. 1, 2, 3 y 5) Y DE LAS GUAYQUERIAS (Fig. 4) LÁMINA XXIX Fig. 1 Doedicurus chapalmalensis AMEGH.; placas aisladas; 1/1; pág. 207. » E » » > » » » pág. 207. » ib » » » » » » pág. 207. » 2, —Sclerocalyptus chapalmalensis AMEGH.; placas; 1/1; pág. 206. 3. —Neuryurus chapalmalensis AMEGH.; placas; 1/1; pág. 207. 4. —Promacrauchenia cristata m. sp.; parte posterior del cráneo vista de lado; 3/4; pág. 212. 4. a —Promacrauchenia cristata nm. sp.; mandíbula; 3/4; pág. 212. - 5. —Chapalmatherium novum, AMEGH.; astrágalo; 1/1; pág. 184. Fig. ROVERETO : LOS ESTRATOS ARAUCANOS Y SUS FÓSILES. 247 FOSILES DE LAS GUAYQUERIAS LÁMINA XXX 1. —Megatherium rectidens n. sp.; cráneo visto de lado; 1/3; pág. 210. l. a— » » » » visto de la cara inferior; 2/;; pá- gina 210. 2. —Xotodon major n. sp.; cráneo visto de lado; 2/;; pág. 217. FOSILES DE LAS GUAYQUERIAS (Figs. 2 - 4) Y DE LA PAMPA CENTRAL (Fig. 1) LÁMINA XXXI 1. —Plohophorus araucanus AMEGH.; tubo caudal; 1/1; pág. 224. 2. —Typotherium subinsigne n. sp.; cráneo; 5/7; pág. 215. 3. —Neuryurus giganteus n. sp.; placas; 1/1; pág. 223. 4. -—Chlamydotherium subintermedium n. sp.; placas; 1/1; pág. 228. 4d. a— » » » » » pág. 223. 4.b— » » » » > pág. 223. E PES h A SF NÓ PES A a : A pu M3 dd de 241 haa 8 Va, o an y q E poe ¿io mo, » ón 0 UN ' q Pio OA BLE a nio keherh ed rd A o o) 2 ¿O SU ar El NR Ñ : A] p1 nl . | ' Id, | a sa y Y añ IF A a el Ad esylon mE $ ¡8 PRES . » - e Ed 5 s » = nr h Ad y AURA í Arts ” AARÓN De de y AE VALLAS ME Y > . Ú - ¿e h ; 4 if y! q 4 HUY A WI TEO AGRA q AS de MIG Ñ v o ' Ñ nj Mo es gy 8 ! Ayu] j j d m ax PAYA, ADS A e Mm 7 0 « cbr rd ole dl sh ñ hs vb a a y me ie + X Í 3 página línea 6. 37 6. 42 de 18 S. 8 8. 12 8. 16 12. 15 MI 3 We E AE) 21. . . penúltima. O 5 6 Sy 10: O 9 Gu e A y 14 MOS. 13 OS 23) y 029 EI 2 MN tima IU Ele: 66 VAIS 24 MO 22 Láminas I-XXXI: y f y a h 7 ' Y 4 U mA h y . 4 5 / yr j q A y Ñ O A $ bl y ! y a pe 1 y 4 de A ' A a. 5 A A q di 4 4 a 0 A k > mn! p MON 7 ” e já > 4 ñ ES Ñ Ú v . y o dd ' y ' Ñ . , ' le a 4, y > Ea ' : d 2 Á ; AA 2 j - +? - Y Año, EA LAT . , £ / Ñ Si A $ : A y a JA , e > Y Po i , ' ó ' * y Ñ , f 1 AS ; ; 3 »4 4 by ñ une IN e , ; SY í Ñ MS Tercera Serie, T. XXV, Lám. XXV ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE BUENOS AIRES , £ == Y q 3 R | LI FÓSILES DEL HERMOSENSE ANALES DEL MUSEO NAGIONAL DE BUENOS ÁIRES Tercera Serie. T. XXV. Lám XXVI To GALEOLANI £ FERRARIO = MILAN FÓSILES DEL CHAPALMALENSE ANALES DEL Musgo NACIONAL DE BUENOS AIRES FOT POZZI A ROVERETO FÓSILES DEL CHAPALMALENSE Tercera Serie, T. XXV, Lám. XXVII XXVII XXV, Lám. Museo NACIONAL DE BUENOS AIRES ANALES DEL LAS GUAYQUERIAS DE y CHAPALMALENSE DEL FOSILES Tercera Serie, T. XXV, Lám. FOT, POZZ1 FÓSILES DEL CHAPALMALENSE Y DE LAS GUAYQUERÍAS A A ÁNALES DEL MUSEO NAGIONAL DE BUENOS AIRES Tercera Serie, T. XXV, Lám. XXX FÓSILES DE LAS GUAYOQUERIAS FOT, POZZI, ELIOT. CALZOLARI 4 FERRARIO - MILANO ANALES DEL MUSEO NAGIONAL DE BUENOS AIRES FÓSILES DE LAS GUAYQUERÍAS Y DE LA PAMPA CENTRAI Tercera Serie, T. XXV, - MILAMO » NE ME WIR New York Botanical Garden Libra