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DE LA.

ACADEMIA NACIONAL

DE

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EXISTENTE

EN LA UNIVERSIDAD DE CORDOVA

ENTREGA I.

BUENOS AIRES

Imprenta de LA TRIBUNA, Calle Victoria N. 31

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AT HARVARD COLLEGE, CAMBRIDGE, MASS. iFouníie'& ü» ptfbate subscrfptíon, fn 1861.

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BOLETÍN

DE LA

ACADEMIA NACIONAL

DE

CIENCIAS EXACTAS

EXISTENTE

ES LA UNIVERSIDAD DE CORDOVA

TOMO I.

BUENOS AIRES

Imprenta de LA TRIBUNA, Calle Victoria N. 31

18 74

PROEMIO

El Boletín de In. Academia ^Nacional de Cien- cias Exactas en Córdova, tiene por objeto el dar noticia del cultivo de dichas ciencias en nuestra República, y formar un centro para los sainos dedicados á ellas, dispersados en su territorio.

Confiada su redacción por el ilustre Director de la Academia al infrascripto, él ha aceptado este honorífico encargo, no sin temor de la insu- ficiencia de sus facultades para este oñcio ; pero animado por la benévola asistencia del Director, por su promesa de ayudarle en todos los casos problemáticos, el Redactor se pone á su vez, á la disposición de su superior y de los sabios natura- listas y matemáticos del pais, que quieran tomar parte en su progreso científico, invitándoles á confiar al Boletin las noticias de sus estudios para su publicación, dando sobre ellos previa- mente razón al señor Director de la Academia.

Para ser miembro corresponsal de la Academia es suficiente mandar al señor Director una obra escrita en idioma castellana, francés 6 latina, que

-- IV

pruebe claramente las ocupaciones científicas de su autor, obra que se imprimirá en el Boletín en caso que el Exmo. Gobierno acepte la presenta- ción de la persona por el Director. La lista contenida en esta entrega del Boletin comprende ya seis miembros corresponsales liltimamente nombrados por el Superior Gobierno, y una pequeña obra de uno de estos caballeros figura ya en la presente entrega.

Así, apoyado en la benevolencia y el vivo interés científico de la Administración actual de la República, no dudamos que la Academia será de mucha utilidad para el pais ; y descando que pronto se verifique nuestra opinión, damos á luz esta primera entrega, recomendándola al interés del público, del cual esperamos la debida atención que esta clase de publicaciones merecen.

Córdova, Abril 15 de 1874.

Dr. Adolfo Doering.

RESERA HISTÓRICA

sobre la fundación, y progresos de la Academia de Ciencias Exactas en Córdova,

por el Director Científico de la misma.

Al principiar la Administración de su Exce- lencia, el actual Presidente de la República, Dr. I). Domingo Faustino Sarmiento, presentó á él una nota (véase el anexo, numero 1) expresando mis ideas ¡-obre la Instrucción Pública Científica en este pais, y principalmente sobre la necesidad de reformar la Universidad Nacional de San Carlos en Córdova, agregándole una Facultad de Ciencias Matemáticas y lisicascon el doble fin, de formar maestros aptos para enseñar dichas ciencias en los Colegios Nacionales, y reunir en el centro principal de la enseñanza superior un gremio de sabios aptos para estudiar y dar á conocerlas riquezas naturales del pais argentino.

Su Excelencia, el señor Presidente y su Minis- tro de Instrucción Pública en aquella época, Dr. D. Nicolás Avellaneda, aceptaron mi presentación con grandes muestras de aprecio, y el señor Mi- nistro pidió inmediatamente al Honorable Con- greso de la Nación la autorización para proceder

en ese sentido, lo que las Honorables Cámaras han aceptado.

Entonces recibí de su Exc?, el señor Ministro, una nota extendida (veáse el anexo, núm. 2) autorizándome de dejar venir ocho profesores alemanes para la fundación de la Eacultad de Ciencias Exactas en la Universidad de Córdova.

En consecuencia de esta autorización oficial me puse inmediatamente en relación con mis antiguos colegas de la Universidad Real Prusiana de Halle, invitándoles á buscar personas compe- tentes bajo las condiciones en la nota del Ministro indicadas y una vez halladas, hacer que ellas me declaracen su deseo de aceptar los em pieos tal como estaban dotados, entrando asi en corresponden- cia directa conmigo sobre los pormenores del asunto.

Durante largo tiempo fueron inútiles mis exfuerzos ; la novedad del ofrecimiento en mi país natal habia sorprendido muchos jóvenes sabios. Ninguno quiso aceptar desde luego las simples ofertas, reservándose tomar informes y adquirir seguridades á cerca de la efectividad de aquellas, hasta que al fin mis repetidas declara- ciones, refiriéndome á lo que por mi mismo habia pasado, desvanecieron los escrúpulos de alguna que otia persona competente.

De este modo he tenido la satisfacción de poder presentar al señor Ministro por nota fecha 12 de Mayo de 1870 dos candidatos, el

Dr. D. Max Sicwcrt, de la Universidad de Halle para la Química; y el

Dr. D. P. O. Lorentz, de la Universidad de Muenicb para la Botánica.

Esta presentación fué aceptada por el Superior Gobierno de la Nación en fecha 16 de Mayo (véase el anexo, número 3) y los dos caballeros inmediatamente invitados por de tomar pose- cion de sns empleos tan pronto que sea posible.

Al mismo tiempo solicitó del Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, como mi legí- timo superior, permiso para aceptar mi encargo nuevo de Comisario Extraordinario del Exmo Gobierno de la ^Nación para la Eacultad de Cien- cias Exactas en Córdova, habiéndole recibido por nota del señor Ministro de la Provincia fecha 6 de Junio (véase anexo, número 4.)

Los dos nuevos Catedráticos llegaron en breve á Buenos Aires, continuando su viage á Córdova, previa presentación personal hecha por mí, al señor Ministro de Instrucción Pública. El Dr. JSiewert fué el que primero llegó en el mes de- Agosto y en seguida el Dr. Lorentz en eiraes de Octubre de 1870.

Poco antes se me habia presentado un nuevo candidato para el profesorado de Matemáticas, el Dr. D. Gustavo Holzmiller, á quien el señor Minis- tro nombró Catedrático por decreto de 4 de Julio 1S70. Pero las consecuencias de la guerra entre Alemania y Francia, iniciada en ese tiempo,

impidieron á dicho señor hacerse cargo de su empleo.

Habiendo muerto su hermano en esa guerra, su familia se opuso á que el único hijo, que les quedaba, saliera del pais, obligando asi al señor Holzmüler, á renunciar su nombramiento.

En esa misma época con la llegada del Dr. Loreniz, recibí una carta del Dr. D. Alfredo iStelzner, de la Academia Real de Minería de Sajonia, en Ereiberg, proponiéndose para profesor de Mineralogía; y habiéndole presentado en 29 de Octubre de 1870 al señor Ministro de Instruc- ción Púb'ica, se me entregó el decreto en el que se le nombraba Catedrático de Mineralogía con fecha 7 de Noviembre (véase anexo, número 5).

Pero aquel caballero no llegó al pais sino en el mes de Marzo de 1871, continuando su viage directamente de Montevideo á Oórdova, para evi- tar los inconvenientes que causaba en Buenos Aires la fiebre amarilla, reinante entonces en esta ciudad.

Largo tiempo ha pasado sin que me haya sido posible proponer al Superior Gobierno un nuevo profesor ; hasta que al fin se me dirijió el Dr. D. H. Weyerib&rgh de Harlem en Holanda, para optar ala Cátedra Zoología. Viendo las obras científicas recomendables de este señor lo propuse para la indicada cátedra, y el Exmo. Gobierno aceptó mi presentación por decreto de 21 de Noviembre de 1871 ; pero el Dr. Weymbergh no

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La llegado al pais sino en Mayo de 1872 (véase anexo, número 6.)

Con el ingleso de este cuarto profesor el perso- nal de los catedráticos, era sino completo, á lo menos ya considerable, y la fundación de la facul- tad me parecía por entonces bastantemente ase- gurada; pero varias dificultades han em pedid) su 'continuación en aquel satisfactorio estado.

Los catedráticos, no suficientemente versados en el idioma castellano, lian retárdalo mucho el dar principio á sus lerdones, aplicándose mas preferentemente al estudio científico del país, que á la enseñanza de los ramos cientif.cos que cultivan. Alguien han viajado repetidas veces por el Norte y Occidente de la Kepública, sin dar durante los 2 hasta 3 años pasados, lecciones á los estudiantes.

Mucho me aflijió esta conducta poco recomen- dable, « orno también la dificulta! de reunir los catedráticos qne aun faltaban.

Renuncié entonces mi comisariado para la ins- talación de la facultad, soLcitan-io del Exmo. Gobierno que autorizara á los catedráticos pre- sentes, para que se procurasen los colegas que faltaban; y en esa virtud han sido presentados, y aceptados por el Exmo. Gobierno de la .Nación (véase el anexo, núin. 7) el

Dr. D. Carlos 8. JSellacTc para catedrático de física (1) y el

(1) Deede el 11 de Febrero de 1874, el Dr. D. Carlos S. Sellack. está dimitido del empleo de catedrático de física. ( Vóaae aiiexo, mím. 11.)

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Dr. D. Ch. Augusto Vogler para catedrático de matemáticas, entrando el primero en posesión de sn empleo con el principio de 1873 y el segun- do al fin del mismo año.

Como con este aumento, el personal de la fa- cultad se halla actualmente casi completo, el Exm(>. Gobierno de la Nación lia puesto en práctica su antigua idea de cambiar la facultad en Academia Nacional de Oi ncias Exactas, edifi- cando parí esta academia un extenso edificio con el objeto de reunir en ella, como Museo Nacional, todas las aulas y las colecciones principiadas anteriormente.

Invitado por el Ministro de Instrucción Pública Labia hecho ya un plano general del nuevo esta- blecimiento á fines de 1871, v el señor Ministro presentó dicho plano á la aprobación del Hono- rable C ngreso de la Nación durante las sesiones de 1872 y 1873. Habiendo sido aprobada la eje- cución del magnifico edificio, trazado por el Departamento de Ingenieros en conformidad con mis indicaciones, en el año de 1872, su construc- ción se ha principiado en el pasado año de 1873, aunque la aprobación de la organización de la Academia no se verificó e » las sesiones de ese año, al parecer á causa de haber renunciado el Minis- tro de Instrucción Publica, Dr. D. Meólas Avt Ua- neda, del puesto qui habia desempeñado durante cinco años con tanto talento y con tan gran suceso.

Afortunadamente, su sucesor el Dr. D. Juan C. Albarracin, entró decididamente en las ideas y pasos de su predecesor, y en breve tomó en consi- deración la constitución definitiva de la Actdcmia Nacional de Ciencias Exactas, nombrándome el Exmo. Gobierno, por decreto de 15 «le Dicie i»bre de 1875, Director Oientifico de dicha Academia (véase anexo, núm. 8) y autorizándome para for- mular el reglamento que debe regir al nuevo establecimiento.

Ef4e Reglamento ha sido aceptado por el Supe- rior Gobierno y publicado en el Boletín Oficial de la Nación, núm. 855, pág. 78. (véase los anexos, núms. 9 y 10.)

Aprovechando entonce-* la autorización que me da el artículo tercero del Reglainen:o, he nombra- do el :

Dr. D. Adolfo Doering mi substituto déla Aca- demia en Oórdova (véase anexo, núm 12), encar- gándole también de la Redacción del Boletín de la Academia, que se publicaráen entregas trimes- trales, dando á conocer todos los sucesos científicos y oficiales de la Academia al publico interesado.

Para mas informes signen aqui los citados do- cumentos en el anexo adjunto.

Dr. Germán Burmeister.

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ANEXO

délos documentos oficiales á que se aludeenlareseña histórica precedente.

No. 1.

MEMORÁNDUM presentado al señor Presidente de la República antes de tomar posesión de su puesto.

Buenos Aires, Octubre 5 de 1868. Al señor Dr. D. Domingo Faustino Sarmiento. Distinguido señor y amigo :

En el deseo de ser útil al pais donde actualmente resido, disfru- tando de uoa posición honorable y ocupándome seriamente con el estudio científico de sus productos naturales, me permito presentar á Vd. algunas ideas sobre la fundación de un establecimiento necesario en el pais, para adelantar el estudio de las ciencias exactas, que profeso, y facilitar así á los hijos de la Eepública Argentina el examen de sus riquezas naturales con mavor suceso, que el que hasta hoy ha sido posible por la falta de instrucción relativa á este estudio en el pais.

Siendo la instrucciou pública la base de todos los progresos de una nación civdizada, lo que Vd. conoce tan bien como yo, me pare- ce una necesidad urgente, que la Eepública Argentina tenga en su propio suelo un establecimiento científico capaz de educar maes- tros, no solamente para la enseñanza primaria, sino también para los estudios mas avanzados de las altas ciencias.

Maestros, en estas condiciones, no se encuentran fácilmente en el estrangero y aun si se les halla, no son tan útiles y convenientes, para la enseñanza de la juventud, como los de igual capacidad nacidos en el pais.

La juventud siempre juzga con lijereza y generalmente está prevenida coutra sus maestros ; ella los estima tanto mas cuanto que hablan mejor el idioma de ella, y desprecia á los que lo hablan peor que sus discípulos.

Las naciones mas ilustradas de la antigüedad han formado su juicio sobre las otras, del mismo modo ; los Griegos llamaban

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bárbaros á todos los estrangeros, significando con este epíteto, que los creian sus inferiores y enemigos de su nacionalidad

Por esta razón me parece un error el llamar estrangeros para la enseñanza de la juventud, por que los maestros no servirán á causa de que no poseerán la confianza de sus discípulos. Ellos deben ser sus compatriotas, y para educar estos sabios capaces, es necesa- rio fundar en el pais, uu establecimiento para la enseñanza cientí- fica mas elevada.

Un establecimiento de esta clase, es la Universidad. Uníversitas litterarum hanse llamados estos establecimientos que surjieron en el siglo décimo cuarto, porque en ellos se unieron, todos los cono- cimientos científicos existentes hasta entonces; estos estableci- mientos fueron los que levantaron la soci- dad moderna á la a' tura del sentimiento de humanidad, con el cual se tratan en la actualidad las naciones civilizadas, y también son ellas las que presentan y conservan las producciones mas sublimes del genio humano.

Pero no solamente para la enseñanza pública se han fundada Universidades en países civilizados, sino también para adornarlos con estas fundaciones y dar un testimonio de respeto á las cien- cias y á sus cultivadores. Por la veneración á la ciencia prueba una nación su progreso intelectual y su interés para la hu- manidad.

Ocuparse de ella es la ocupación mas hones'a del hombre, y tratarla con negligencia ó desprecio es mostrar su propia ignoran- cia ó la falta de educación espiritual.

A los establecimientos científicos se debe el mismo respeto que á los religiosos, en unos y otros se cultiva la verdadera humanidad, y ambos son los principales garantizadores de la paz y el escudo mas eficaz para defender y resguardar al hombre civilizado.

No existe en la R/jpública Argentina, un establecimiento que responda á esta elevada tarea. La Universidad de San Carlos en Córdova está disposeida de catedráticos para todas las ciencias teóricas y exactas; ni las matemáticas, ni la química, ni los otros ramos de las ciencias físicas pueden estudiarse allí; como tampoco es posibleen ella el estudio de la historia y de las lenguas antiguas, el griego y el latiu con sus ricas literaturas, que han conservado

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aun en la oscuridad de la edad inedia, la civilización entre las na- ciones europeas.

Es este uu defecto muy grande, que debe ser reparado cuanto antes, y para cooperar á la reforma que requiere, con mis débiles conocimientos, me presento á Vd. solicitando la reforma de esta establecimiento, colocándolo sobre bases que est-?n mas en rela- ción con las necesidades modernas, y elevándolo á la altura de una verdadera Universidad.

No doy esta propuesta, con el adjunto plano (*) como vn esta- tuto concluido, es solamente un borrador que tiene la misión de llamar vuestra atención y la de la nueva administración del país que pronto principiara Vd. á dirigir, rogándole se sirva honrarla con su lectura y llamarme para su ejecución, cuando el futuro Gobierno de Vd. crta deber entrar en la realización de las ideas aqui explayadas.

Proponiendo asi mi cooperación á, este fin, no es mi intención pedir al Superior Gobierno Nacional un empleo en el estableci- miento regenerado; no estoy dispuesto á abandonar mi puesto como Director del Museo Púbüco jde Buenos Airer, porque amo este estableciini-mto y dedico á el con el mayor placer todas mis facultades; lo único que ruego a! Superior Gobierno es el oir mi consejo y que rae ocupe estraordinariamente, como comisario cien- tífico, para concurrir á la regeneración de alguaos ramos del nuevo establecimiento, los que se tocan principalmente con mis estudios particulares,

Soy con todo el respeto debido S. S. S.

Germán Burmeister.

(*) Este plano no lo imprimo por contiierarlo innecesario.

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N. 2

Nota del señor Ministro de la Instrucción Pública

Buenos Aires, 14 de Octubre de 1809.

Al señor Dr. D. Germán Burmeister.

El señor Presidente de la Eepubliea pidió al Congreso y obtuvo autorización para hacer venir profesores del estrangero, habiendo entonces manifestado que uno de sus designios era fundar una facultad de ciencias matemáticas y físicas, en la Universidad do Córdova, para que este antiguo establecimiento de educación venga á responder á nuestras necesidades sociales y á los adelantos de las ciencias.

Pensando desde entonces en la ejecución de este proyecto el señor Presidente siempre creyó, que era vd. la persona mas com- petente, á la que podia confiarse su realización, ya por su alto renombre científico, por sus relaciones con las Universidades y los sabios de la Alemania, como por tratarse de las ciencias, á cuyo cultivo ha dedicado Vd. principalmente su vida. Así, apenas obtenida la autorización del Congreso, recibí encargo del señor Presidente, para ponerme de acuerdo con Vd., sobre la venida de los profesores.

Es inútil que yo exponga á Vd. los pormenores de nuestras extensas conferencias, puesto que la presente nota no tiene otro objeto sino el dejar una constancia oficial de las autorizaciones con que ha sido Vd. investido. De este modo, me limitaré á recordar á Vd. que hemos arreglado lo siguiente :

Io Establecimiento de una facultad de ciencias matemáticas y físicas en la Universidad de Córdova.

2o Que esta facultad principiará de ser desempeñada por ocho Profesores, distribuidos del modo siguiente :

Dos Profesores de Matemáticas

Uno de Física

Uno de Química

Uno de Mineralogía y Geología

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Uno de Botánica

Uno de Zoología

Uno de Astronomía.

3o Que los siete Profesores se liarán venir de Alemania, bajo la dirección y encargo de Vd., dejando la cátedra de Astronomía para ser desempeñada por una de las personas que dirijirau en la misma ciudad de Córdova, el Observatorio Astronómico.

4o Que el sueldo mensual que Yd. convendrá con los profe- sores, no excederá la cantidad mensual da doscientos pesos fuertes» concediéndoles ademas una pequeña suma para que pueda cada uno costear os gastos de viage.

Después de consignados estos antecedentes, no necesito agre- garle sino que uno de los primordiales objetos de mi primer viage á Cordova, es activar los arreglos y las construcciones para el establecimiento de las nuevas aulas.

Anticipando al Dr. Bunneister mis agradecimientos por el gran servicio que se dispone á prestar al progreso intelectual de la Ee- pública, tengo el honor dj saludarle respetuosamente. Dios guarde al Dr. Burmeisíer.

Firmado— N. Avellaneda.

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N. 3

Buenos Aires, 16 de Marzo de 1870. El Presidente de la República

HA. ACOEDADO T DECEETA

Nombrase Comisario Extraordinario para dirigir e inspecio- nar la Facultad de Cieücias Matemáticas y Físicas en la Univer- sidad de Córdova.

Dr. D. Germán Burmeister.

El Dr. Burmeister, procediendo de acuerdo con los catedráticos nombrados, ó que se nombren en adelante, someterá á la aproba- ción del Ministerio de Instrucción Pública, el plan de estudios, que ha de regir en la mencionada Facultad, como todos los regla- mentos concernientes á su buen régimeu.

2o Nómbrase Catedráticos para la espresada Facultad á los Doctores

D. Max Siewert y D. P. G. Lorentz,

el primero para la Cátedra de Química, con el sueldo de 2c0 pesos" fuertes mensuales y el segundo para la de Botánica con el de 200 pesos fuertes.

3o Dése cuenta de este Decreto al H. Congreso de la Nación en la forma que prescribe la ley citada del 14 de Octubre 1869, sobre los 20 Profesores estrangeros.

Firmado— SARMIENTO

N. Avellaneda»

14 .- N. 4

Resolución del Superior Gobierno de la Provincia sobre el encargo nuevo del Dr. Burmeister.

Buenos Aires, Junio 6 de 1870.

Al señor Director del Museo Público.

En repuesta á su nota fecha 18 del ppdo., por la que solicita autorización de este Gobierno para aceptar el cargo de Comisario Extraordinario del de la Nación para la instalación é inspección de la Facultad Matematico-Fisica en la Universidad de Córdova tengo la satisfacción de comunicar á vd. que, deseando el gobierno por su parte auxiliar la acción del Exm. Gobierno Nacional para la mejora de la Instrucción Pública en tuda la República, ha re- suelto con verdadera satisfacción prestar su asentimiento á fin de que preste vd. á aquel Exm. Gobierno el servicio, que indica la Comisión, de que cuenta en su referida nota.

Dios guarde vd.

Firmado— Antonio E. Malaver

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N. 5

Nombramiento del Profesor D. Alfredo Stelzner.

Buenos Aires, Noviembre 7 de 1870.

Haciendo uso de la autorización qu« confiere la ley de 11 de Setiembre del año ppdo. y en vista de la propuesta elevada por el Dr. Burmeister, Comisario Extraordinario de la Facultad de Ciencias, Matemáticas y Físicas de la Universidad de Cordova.

El Presidente de la República

HA ACORDADO Y DECRETA :

1. Nombrase Profesor de Mineralogía de la Facultad de Cien- cias Matemáticas y Fisicas de la Universidad de Córdova al Dr.

D. Alfredo Stelzner,

2. Comuniqúese á quienes corresponde, publíquese y de'se al

E. N.

Firmado- SARMIENTO

N. Avellaneda.

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N. 6

Nombramiento del Profesor H. Weyenbergh Boletín Oficial de la Nación. Tom. I. pt. 2. No. 229. png. 958.

Buenos Aires, Noviembre 21 de 1871.

Haciendo uso de la autorización que confiere la ley de 11 da Setiembre del año pasado, y en vista de la propuesta elevada por el Dr. Burmeister, Comisario Extraordinario de la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Córdova

El Presidente de la República ha acordado y

DECBETA

Io Nombrase Profesor de Zoología de la Facultad de Ciencias matemáticas y físicas de la Universidad de Córdova á Dr. D. H. Weyenbergh.

2o El Profesor nombrado tomará á su cargo la colección que el Gobierno Nacional compró en años pasados al señor Bravard, que se halla depositada en poder del Dr. Burmeister, á fin de darle con acuerdo de este la aplicación mas ade< uada, tanto para la enseñanza de la Zoulogia, como para el estudio mismo del país en este ramo de su historia natural.

3o Comuniqúese á quienes corresponde, publíquese é insórtese en el Registro Nacional.

Firmado— SARMIENTO

N. Avellaneda.

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No. 7

Nombramiento del Profesor D. Carlos Sellack. (Boletín Oficial de la Nación, III. 1, No. G00. pag. 411).

Buenos Aires, Febrero 28 de 1873.

Debiendo hacerse efectivo en la Academia de Ciencias Mate- máticas y Físicas de Córdova, el aumento que á su cuerpo docente asigna la ley del presupuesto,

El Presidente de la Eepública acuerda y

DECEETA

Io Nómbrase Catedrático de Física para la mencionada Acade- mia al Dr. D. Carlos S. Sellack.

El espresado Profesor devengará su sueldo desde el dia Io de Enero último, por haber practicado los trabajos necesarios para informar al Ministerio de Instrucción Pública sobre el estado actual y las necesidades del Gabinete, de Física.

3o Comuniqúese á quienes corresponda, publíquese é insértese en el Eegistro Nacional.

Firmado— SARMIENTO

N. Avellaneda.

*.

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Nombramiento del Profesor O. A. Vogler

(Boletín Oficial de la Nación, III. 1. No. 647. pag. 791.)

Buenos Aires, Abril 26 de 1873.

No habiéndose provisto todavía el puesto de Profesor de Ma- temáticas de la Academia de Ciencias en Córdova,

El Presidente de la República acuerda y

DECRETA

Io Nómbrase para la mencionada cátedra, al Dr. D. Cristiano Augusto Vogler, actual Profesor de Geodesia é Hidrotécnica de la Academia politécnica de Muenich.

2o El Profesor nombrado devengará el sueldo que le asigna el presupuesto desde que se ponga en marcha para su destino, acordándole para sus gastos de viaje quinientos pesos fuertes, que se imputarán á la partida de sus sueldos por los meses vencidos.

3o Comuniqúese, publíquese y dése al Registro Nacional.

Firmado— SARMIENTO

N. Avellaneda.

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N. 8.

Nombramiento del Dr. Burmeister para Director de la Academia

(Boletín Oficial de la Nación, IV. 2. No. 855. pag. 2259.)

Buenos Aire?, Diciembre 15 de 1873.

En vista de las iuformaciones producidas por el Dr. D. Germán Burmeister en el carácter de Comisario Extraordinario, con que fué investido para el Establecimiento de la Academia de Ciencias Exactas en la Universidad de Córdova, en el deseo de continuar aprovechando los importantes servicios gratuitos que presta á la Nación el Director del Museo Público de Buenos Aires, y mien- tras el Honorable Coügreso dicta la ley orgánica de aquella institución.

El Presidente de la Eepúhlica ha acordado y

DECRETA

Io Confiérese la Dirección Científica de la espresada Academia al Dr. D. Germán Burmeister.

2o El Director nombrado formulará, de acuerdo con el Ministro de Instrucción Pública, los reglamentos y programas que han de regir los estudios, la disciplina y la colocación de grados, para ser sometidos al conocimiento del Honor. Congreso.

3o El mismo Director propondrá al Ministro de Instrucción Pública el modo y forma de dar publicidad, primeramente en el país, los informes, memorias y demás trabajos científicos que los Catedráticos de la Academia deben producir por resultado de las investigaciones y estudios que hagan á costa de la Nación y en pro de las ciencias que respectivamente ensenan y cultivan.

4o Cada Catedrático se entenderá, en cuanto le concierne, con el Director; se dedicará á sus tareas docentes durante los meses que permanecen abiertas las aulas de la Universidad, yten tiempo de vacaciones efectuará las excursiones científicas, que determina el Director, con el asentimiento del Gobierno.

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5o En todo lo conveniente á la conservación y fomento de los Museos, Laboratorios y Gabinetes científicos, los Profesores res- pectivos procederán de acuerdo con el Director, quien propondrá al Ministerio de Instrucción Pública la inversión mas conveniente de las asignaciones que señale la Ley de Presupuesto para estos objetos.

6o Comuniqúese á quienes corresponda, publíquese é insértese en el Eegistro Nacional.

Firmado— SARMIENTO

Juan C. Albarraci»

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No. 9

Reglamento aceptado por el Exmo. Gobierno de la Nación, para regir en la Acad mia de Ciencias Exactas.

Departamento de Instrucción Pública.

Buenos Aires, Enero 10 de 1870.

Visto el reglainenao que para la dirección científica y el perso- nal docente de la Academia de Ciencias Exactas, existente en la Universidad de Córdova, ha presentado el Dr. D. Grerman Bur- meister, en su carácter de Director de la misma Academia; y mientras el Congreso Nacional dicta la ley que ha de regir á esta institución.

El Presidente de la República

ACUERDA Y DECRETA

Art. 1. ° Apruébase el espresado reglamento en todas sus partes y póngase desde luego en vigencia.

Art. 2. ° Imprimase en suficiente número de ejemplares, comuniqúese, publiquese ó insértese en el E. N.

, SARMIENTO. Juan C. Albarraoin.

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REGLAMENTO PARA. LA. DIRECCIÓN CIENTÍFICA Y EL TEESONAL DOCENTE DE LA ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS EXISTENTE EN LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOYA.

SECCIÓN I.

DEL OBJETO Y DE LA DIRECCIÓN CIENTIEICA DE LA INSTITUCIÓN

Art. 1. ° La Academia de Ciencias debe llenar los fines si- guientes :

1. ° Instruir á la juventud en las ciencias exactas y natu- rales, por medio de lecciones y experimentos.

2. ° Formar Profesores que puedan enseñar esas mismas ciencias en los Colegios de la Kepública.

3. ° Explorar y hacer conocer las riquezas naturales del pais, fomentando sus gabiuetes, laboratorios y museos de ciencias, y dando á luz obras científicas, por medio de publicaciones, que se titularán "Actas y Boletin de la Academia Argentina de Ciencias Exactas" y que contendrán las obras, memorias, informes etc, que produzcan los profesores.

Art. 2. ° La Dirección Científica de la Academia tiene por objeto dar á la actividad de cada profesor, las direcciones mas ten- dentes á la realización de los dos diversos fines expresados en el articulo anterior.

Art. 3. ° El Director podrá nombrar con el acuerdo del Mi- nisterio de Instrucción Publica, un substituto suyo en Córdova, cuyas funciones se limitarán á comunicar las ordenes de la Direc- ción á los Catedráticos, y á recibir de estos los programas, notas, informes y demás documentos que deban remitirse al Director.

Art, 4. ° El substituto del Director, tendrá su oficina en la Se- cretaria de la TJniveisidad.

SECCIÓN II.

DE LA ENSEÑANZA

Art. 5. ° Todo Catedrático de la Academia, tiene la obligación de dar una bora de lección diariamente, con excepción de los do-

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mingos y demás dias festivos, durante el curso de la Universidad desde el 1. ° de Marzo hasta el 30 de Noviembre.

Art. 6, ° El Eector de la Universidad formará el horario de las lecciones que han de dar los Profesores de la Academia, y cuidará de que sea observado con la mayor puntualidad.

Art. 7. ° Cada Catedrático presentará al Director de la Acá - demia, en la primera semana del mes de Febrero, ó antes, un pro- grama detallado de las lecciones que ha de dar durante el año escolar.

Art. 8. ° El Director examinará los programas y con las modi- ficaciones que estime convenientes los remitirá al Ministerio, para su aprobación, y los devolverá á los Catedráticos antes del dia en que estos deban principiar sus lecciones.

Art. 9. ° Los Catedráticos que se hallen impedidos de princi- piar ó continuar sus lecciones, deben dar inmediatamente aviso al Director, exponiéndole las causas impedientes.

Art. 10 Las solicitudes ó peticiones de los catedráticos, relati- vas á la enseñanza ó á los instrumentos, aparatos y colecciones que tengan á su inmediato cuidado, pasarán por manos del Directorio» quien la presentará al Ministerio de Instrucción Pública, propo- niendo la resolución que conceptué mas conveniente.

Art. 11 Los Catedráticos deben dar gratuitamente los informes que sobre objetos de su ramo cientifico les pidan los gefes de los diferentes D apartamentos de la Administración Nacional.

Art. 12 Ningún Catedrático puede aceptar empleo accesorio, sin solicitar y obtener previamente la autorización del Gobierno, por conducto del Director de la Academia.

SECCIÓN III

DE LAS OBEaS CIENTÍFICAS

Art. 13 Cada miembro de la Academia tiene la obligación de escribir anualmente, una Memoria cientifica fundada en estudios propios sobre ojetos del pais, para ser publicada por la Academia.

Art. 14 También se publicarán las obras de ese mismo género que sean presentadas por los Ayudantes de los Catedráticos.

Art, 15 Los Catedráticos tienen la obligación de poner en co-

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nocirniento del Director, á principios del arío, los temas de las obras que han de escribir, y el Director se lo dará á todo aquel que no lo eliga por si mismo.

Art. 16 Los Catedráticos deberán entregar los manuscritos á fines de Setiembre, para ser impresos en los meses restantes del ano.

Art. 17 Ningún Catedrático ni Ayudante, podrá publicar en periódicos estrangeros, relaciones de sus estudios sobre objetos del pais, antes de haber sido insertadas en las publicaciones de la Academia.

Art. 18 La redacción general de las publicaciones, estará á cargo del Director de la Academia, y los gastos que ocasionen estas publicaciones, se harán por cuenta del Ministerio de Instrucción Pública.

SECCIÓN IV

DE LOS ESTABLECIMIENTOS CIENTÍFICOS DE LA ACADEMIA

Art. 19 La Academia tiene para el cumplimiento de sus obli- gaciones científicas, los siguientes establecimientos.

1. ° Un Gabinete de Física.

2. ° Un Laboratorio de Química.

3. ° Colecciones.

a de Mineralogía y Geognosia. b de Botánica. c de Zoología.

4. ° Una Biblioteca.

Estos establecimientos estarán respectivamente al cuidado in- mediato de los Profesores de los diferentes ramos científicos, y ba- jo la superintendencia general del Director de la Academia.

Art. 20 Los profesores están obligados á aumentar, conservar y clasificar científicamente los objetos de los diferentes Estableci- mientos; y para este fin, cada profesor recibe la asignación men- sual que le señala el presupuesto, tiene un Ayudante y un sirviente y debe trabajar con ellos en su establecimiento por lo menos, cinco horas de cada dia lectivo.

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Art. 21 El arreglo general de los Establecimientos, sus salones, sus muebles, sus objetos y su modo de administración interna, serán dispuestos según las instrucciones que el Director á los Profesores.

Art. 22 El Director dispondrá los arreglos necesarios para que las colecciones correspondientes á los ramos de Zoología, Botánica y Mineralogía, sean reunidas en un departamento de la Academia bajo el titulo de "Museo Nacional Argentino".

Art. 23 Todo Profesor encargado de un Establecimiento tiene la obligación de recoger en sus excursiones científicas, no solamen- te los objetos de su ramo, sino también los que accidentalmente encuentre de los demás, para remitirlos á los Establecimientos á que correspondan.

Art. 24 Cada Profesor debe formar los inventarios ó catálogos de los objetos del Establecimiento á su cargo.

Art. 25 Sin solicitar y obtener la aprobación del Director, los Profesores no podrán remitir á Establecimientos ó sabios estran- geros, ninguno de los objetos conservados en la Academia ni los recogidos en las excursiones científicas, para obtenor otros en cambio.

Art. 26 Nínguo objeto de ningún . Establecimiento podrá ser trasportado á fuera de la Academia, sin permiso del Director.

Art. 27 Anualmente, en el mes de Enero, cada Profesor pro" pondrá al Director, la inversión que convenga dar á la asignación que el presupuesto le señale para los gastos que demande su ramo científico.

Art. 28 La Biblioteca de la Academia estará al cuidado inme- diato de un bibliotecario, y se abrirá diariamente para los Profe- sores y Estudiantes, durante dos horas en que no estén funcionan- do las cátedras de la Academia.

Art. 29 No deberá hacerse uso de los libros sino en la biblio- teca misma; pero si alguno de los Profesores necesita un libro para usarlo en su establecimiento, podrá tenerlo en su poder diez dias} dejando un recibo al bibliotecario, quien no podrá dar jamás una obra completa de muchos tomos, sino un volumen de ella cada vez.

Art. 30 Para el fomento de la biblioteca, cada Profesor entre-

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gara al bibliotecario treinta pesos fuertes de toda mensualidad, que cobre de la asignación señalada para gastos de su ramo científico.

Art. 31 Cada profesor pedirá la compra de los libros que desee para la biblioteca, inscribiéndolos en un registro que estará siem~ pre expuesto en la misma biblioteca.

Art. 32 El bibliotecario dará, por medio de notas trimestrales al Director, conocimiento detallado de las cantidades de dinero que haya recibido de los Profesores, y de los libros deseados para la biblioteca; y procederá á comprarlos, observando las instrucciones que al efecto estime conveniente darle el Director de la Aca- demia.

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No. 10

Buenos Aires, Enero 17 de 1874*

Permiso del Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires pira aceptar el encargo de Director de la Academia

Al señor Director del Museo Público.

En repuesta á su nota de 22 de Diciembre ppdo. en la que participa que el Exmo. Gobierno Nacional lo ha nombrado Direc- tor Científico de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Córdova, participo á vd. que el P. E. le autoriza para aceptar dicho cargo.

Dios guarde á vd.

Firmado— A. Alcorta

28 t

No. 11

El Dr. D. Carlos S. Sellack vino de Norte America al país en el año 1872, contratado por una sociedad de allí para hacer vistas fotográficas del cielo nocturno para uso del Observatorio Astronó- mico bajo la dirección del Dr. B. A. Gould. En esta tuncion ha sido ocupado hasta el fin del año, cuando fué presentado por los catedráticos Lorentz, Siewert y Stelzner para la cátedra de física en la Universidad de Córdova. El Exmo. Gobierno habia aceptado esta presentación, nombrando al Dr. D. Carlos S. Sellack Catedrático, bajo la condición de cumplir al mismo tiempo sus obligaciones pendientes con el señor Gould. Como el Dr. Sellack no ha hecho caso de esta obligación hasta la fecha de su dimisión, el Exmo. Gobierno se ha visto obligado á dimitirle de su empleo por el De- creto siguiente:

o

(Boletín Oficial de la Nación. Año IV, Tom. 1 pag. 287) Departamento de Instrucción Pública.

Buenos Aires, Febrero II de 1874.

No habiendo cumplido el Dr. D. Carlos S. Sellack, las instruc- ciones que se le dieron, cuando se le nombró Profesor de Física de la Facultad de Ciencias y habiendo desentendido las reiteradas órdenes del Ministerio de Instrucción Pública, para que se pre- sentase en el Observatorio Nacional á continuar los trabajos fotográficos, que ha dejado pendiente con perjuicio de las publica- ciones científicas, que debe hacer el Director del Establecimiento.

El Presidente de la República

DECRETA

Artículo 1? Queda separado el Dr. D. Carlos S. Sellack del puesto de Profesor de Física de la Academia de Ciencias.

Artículo 2? Comuniqúese, publíquese y dése al Eegistro Na- cional.

Firmado— SARMIENTO.

Juan O, Albarracin,

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No. 12. Directorio de la Academia de Ciencias Exactas.

Buenos Aires, Enero 14 de 1874. Al Substituto del Director de la Academia, Dr. D. Adolfo Doering.

Habiendo sido aceptado por el Exmo. Gobierno el Eeglamento para la Academia de Ciencias Exactas en Córdova, autorizándome para nombrar un Substituto, residente en aquella ciudad, nombro por esta mi nota á vd. con las funciones siguientes :

Io Tiene vd. la obligación de estar presente diariamente en la Secretaría de la Universidad de las once hasta la una, previa presentación al señor Rector y arreglo conveniente con él, para aceptar las comunicaciones délos Catedráticos de la Academia y comnnicarles mis notas y las resoluciones del Exmo. Gobierno.

2o Todas estas notas, las recibidas como las remitidas á los catedráticos, deben ser inventariadas en un libro á proposito según número corriente, notando de cada una la fecha y el sumario del contenido.

3o Las notas y las comunicaciones á los catedráticos deben ser marcadas, como esta mi nota, arriba al lado izquierdo, con el sello del Directorio ; cuyo sello comunico á vd. bajo la condición de no dejarlo pasar jamás en manos agenas.

4o Cartas, documentos y folletos, que quiera vd. comunicarme por el correo, deben ser marcados también en el exterior con el mismo sello, para pasar libre del pago de correo, como también las mias á vd.

5o No tiene vd. la libertad de hacer ningún acto oficial, sin ser autorizado por mi y haber recibido mi aprobación en caso de proponerme vd. tal acto.

6o Al fin recomiendo á vd. la urbanidad la mas exacta en todos sus negocios oficiales con las personas respectivas, y principal- mente con las de la Universidad.

Dios guarde á vd.

Dr. Germán Burmeister.

so- IKPOEME

sobre la actividad de los miembros de la Academia,

respecto á las lecciones dadas

y á las obras científicas, publicadas en el año de 1878.

I. Por el Director Df. D. Germán Bnrmeister.

Sus publicaciones científicas en el año pasado son las siguientes :

Anales del Museo Público de Buenos Aires, etc. Entrega XI, 4 to.

Uebersiclit der Glyptodonten ; en Wiegmanns ArcMv, fortg v. Troscbel. Tom. 38; pág. 250, sig.

Studien an Megatberium aniericanum Mül- ler's ArcMv, fortg. v. Beicliart u. Du Bois Bey- niond.

On the Guamul ; en el periódico ingles : Nature, Torn. IX, pág. 82.

Laruellicornia Argentina, no. 1. Coprophaga. Stettiner en tom. Zeitg, Tom. 34, pág. 403, sig.

Description des clienilles des Horplionides. Bevue et Magasin de Zoologie. Tom. 36, pág. 17.

lotices sur les cranes et l'industrie des Jndiens de la pampa avant kla conquéte. Oompte renda du congrés internationale anthropologique etc. 0. sess. á Bruxelles, pág. 342, sig.

Iguales noticias en lengua alemana en la: Zeit- schr. f. Etbnologie. Tom. IV. Sitzungsber. pag. 196, 3.

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II. Por el Substituto del Director Dr. D. Adolfo Do e ring.

Este caballero lia sido desde el año de 1872 hasta Octubre de 1873 Ayudante de Química, trabajando al lado del Dr. Siewert en el labora- torio químico de la Academia, hasta que ha sido dimitido por solicitación de sus colegas de este empleo. Pero su laboriosidad le ha recomendado al Director, dándole el empleo que ahora ocupa,

Sus publicaciones científicas son las siguientes :

Estudios sobre la proporción química y física del terreno en la formación de la pampa. Ana- les de Agricultura, Tom. 1, pág. 143, sig.

Ueber die Mollusken Eauna der Argenti- nischen Eepublik; enMenckes Zeitschf. Malaco- zoologie.

III. Por el catedrático de Química,

Dr. D. Max Siewert.

Este catedrático ha dado lecciones de Química y exercicios prácticos en el laboratorio durante el curso de la Academia, desde Marzo hasta Noviembre, con regularidad.

Obras científicas no ha publicado, sino un corto ensayo industrial sobre la fábrica de papel en los Anales de Agricultura, Tom. I, pág. 191, sig.

IV. Por el Catedrático de Botánica Dr. D. P. Ge. Lorentz.

El Dr. Lorentz no ha dado hasta Marzo del año de 1874 ninguna lección en los cursos de la

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Universidad y de la Academia, aunque lia sido presente en el país desde Octubre de 1870 ; via- jando por el Norte de la Kepública y la frontera de Bolivia, para hacer colecciones botánicas, sin publicar tampoco nada sobre sus resultados cien- tificos ; ocupándose en sus informes al Ministerio de la Instrucción Pública, publicados de tiempo en tiempo en diferentes diarios, mas con sus pro- pios acontecimientos, que con los datos de sus estudios botánicos.

Ofendido por la reprobación verbal del Direc- tor de la Academia á diferentes personas sobre esta conducta, poco satisfactoria para cumplir con el primer deber del catedrático, de dar lecciones á los jóvenes estudiantes, el Di. Lorentzha publi- cado en el Eco de Córdova algunos artículos llenos de insultos y calumnias contra el Director, diri- giéndolos también el Exmo, Gobierno, y ha repetido estos insultos en el Discurso Inaugural de sus lecciones del 10 de Marzo de 1874, ante los estudiantes y otros auditores, en un modo tan ofensivo, que el Exmo. Gobierno se lia visto obligado, á decretar la dimisión del Dr. Lorentz de su cargo de catedrático de botánica en la Academia. (*)

V. Por el Catedrátio de Mineralogía Dr. ~D. Alfredo Stelzner

Viajando en el año 1872 y al principio de 1873

(*) Véase el anexo No. 13, al fin de este informe.

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por la parte occidental de la Kepública, para estudiar la constitución geognostica de esta región hasta hoy poco conocida, el catedrático no ha principiado sus lecciones antes de Mayo del año pasado, continuando en el curso de la Mineralogía hasta fin de Noviembre.

A consecuencia de estos viages el Dr. Stelzner ha publicado en los Anales de Agricultura, tomo I, pág. 123 sig. sus: "Comunicaciones sobre la "geología y minería de la Kepública Argentina" que dan un sumario de sus observaciones; ocu- pándose el autor actualmente con la redacción mas extensa del mismo tema, que ya ha sido pre- sentado como principiada por los mapas y cortes geológicos, enviados al Ministerio de la Instruc- ción Pública.

Algunas noticias de sus resultados se leen también en el Jahrbuch der Mineralogie etc., de 1873. Heidelberg, 8vo.

VI Por el Catedrático de Zoología Dr. £>. H. Weyenbergli

Este Catedrático no ha principiado en el año pasado sus lecciones en la Academia, dando su discurso inaugural el 15 de Octubre de 1873 y explicando en él la tarea de la Zoologia. Pero el autor ha sido muy laborioso en estudiar los objetos naturales del pais, publicando muchos informes sobre Sericultura, Apicultura y Insec- tos dañinos á la Agricultura en los Anales do Agricultura, tomo I, pág. 69, 77, 93, etc., etc.

3,

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Sus publicaciones en periódicos estrangeros son también numerosas; nombramos las siguien- tes, pero sin indicación de los periódico?, que las contienen, porque el autor no ba dado aviso de ellos. De metamorpbose van JEJuclia diagonális H.

Schf. con lámina. Metamorpbose van Grapholitha Hoffmani

Weyenb. con lámina. Een snel entwickelingsproces, con lámina. Over psorospermien en bare beteekenis ais

ziekteo virgank . Iets over den neusbeer (Nasua socialis Neuw). En nederlander in den vremde. Brieven uit

Zud- America (no. 1-8.) Note on tbe Lepidopterous-Fauna of tbe isle

of St. Yincent. Bañáis Arcliippus Leo", und seine Parasiten;

con lámina. Hypostovms plecostomus Val. Mómoire ana-

tomique pour servir á l'bistoire naturelle

des Loricaires; con 6 láminas. Bydragen tot de Kennis van bet Visscben-

geslacbt Poecilia, con 2 láminas. Note sur le développement d'une espoce de

Nepa de l'Amerique méridionale, con

láminas. Over de baring der Poecilien. Al fin el Dr. WeyenbcrgJi ba fundado en el pais una Sociedad entomológica, que se propone, como lo dice el artículo 1. ° del Reglamento,

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continuar los estudios principiados en años ante- riores por el Director de la Academia. Ura invitación para dicha fundación lia publicado el autor en los Anales de Agricultura, Toni. I. pág, 192.

Anexo No. 13.

Departamento de Instrucción Pública.

Buenos Aires, Marzo 16 de 1874.

Vista la nota del Dr. D. P. G. Lorentz de 21 de Pobrero ppdo., en que cuenta de sus exploraciones científicas como Profesor de la Academia de Ciencias Exactas, y considerando que los tér- minos de esta nota, á mas de ser impropios de un documento oficial, son ofensivos á la dignidad de un superior, á quien debe acatamiento en el ejercicio de las funciones que le han sido enco- mendadas; teniendo en vista ademas la propuesta del Director de la Academia,

El Poder Ejecutivo resuelve y

DECEETA

Queda separado el Dr. D. P. Gr. Lorentz de la Cátedra de Botá- nica, que desempeña en la Facultad de Ciencias de Córdova.

Nómbrase para llenar la vacante al señor D. Jorge Hieronymus con el sueldo que le asigna el Presupuesto.

Firmado— SARMIENTO

Juan C. Albarraoin.

36 III

SCOLIAE AEGEKTINAE

Quelques notices sur les especes ele 1' anclen, genre Scolia, vivant dans le territoire du Rio de la Plata, par Mr. Hermann Burmeister

II y a vingt ans que j'ai publié un essai sur l'organisation, l'arrangement systématique et les différences spécifiques de l'ancien genre Scolia Pabr. dans les Ménioires de la Société d'hist. natur. de Halle, Torne I, quatriérne trim. (1854. 4to.)

Dans ce temps, ou j'avais distingué 64 espéces qui rn'étaient connues, je n'avais pas vu ni exa- miné aucune espéce du terrain de notre Républi- que Argentine; aussi les différents auteurs, qui ont disserté sur les Scoliae de l'Amérique niéri- dionale, n'ont pas mentionné aucune espece Ar- gentine, jusqu'au rnonient les deux savants modérnes, M. M. H. de Saussuee et I. Sichel, ont publié en 1864, en langue latine, leur:

Cátalo g us specierum generis /Scolia, etc. etc. Pa* ris et Geneve, 8vo.

Dans cet ouvrage spécial, qui ne veut donner, cornme dit le titre, qu'un catalogue des especes connues, figurent liuit especes de Montevideo (8c. jucunda, 136 8c. vidua, 138 8c. liy aliña, 219— 8c. Servilla, 221— Se. Lueasia, 222— Se.

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miitanda, 233 /Se. fossor, 240 Se, Gerstaeckcri, 243); mais aucune, d'une autre partie du terrain du Rio de la Plata, sauf une de Paraguay, (#c. Talpa, 241). II me semble alors convenable, d'examiner ees huit espoces, sous le point de vue de leur propagation sur tout le terrain argentin, en donnant mes propres observations sur celles-ci, que j'ai trouvées dans ce pays, pendant mon sójour de 15 ans.

Sans entrer en discussion sur les diffórences de notre point de vue, concernant la nomencla- ture et l'arrangement systématique; discussion stérile et inutile, parce qu'il est impossible de reunir jamáis les regards des différents auteurs, qui croient tous él re en possession de la vraie métbode pbilosopbique, je m'accommode á la con- séquence des especes, aceptée par les deux auteurs modernes deja cites, mentionant ici seulement, qu'ils divisent l'ancien genre JScolia en trois, nomines: Liacos, Scolia et Mis. Les vraies 8co- liac sont les especes, qui n'ont pas la derniére cellule (no. 9) de mon exposition antérieure ; les Mis ont cette cellule, a la fin du troisiéme rang longitudinal des cellules discoidales. Ohacun de ees deux genres est divisé en deux groupes, d'aprés Tabsence ou présence de la troisiéme petite cellule du deuxiéme rang longitudinal des cellules discoidales (les cubitales), que j'avais signaló par le numero buit (8). Chez les vraies JScoliae, les auteurs nomment les especes ayant cette buitiéme cellule Triscolia et celles qui ne

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l'ont pas Discolia; dans leur genre Elis, le pre- mier groupe est nominé d'aprés lámeme méthode Trielis, et le second Diclis.

Leur genre JScolia correspond au deuxeme et an quatriéme des groupes fondés par moi dans mon arrangement antérieur, et le genre Elis au troisiéme uni au deuxieme sous-groupe de mon premier groupe. Sur le premier sous-groupe de mon premier groupe, les auteurs ont fon leur sous-genre Triliacos du genre Liacos, renfermant les espéces dont la neuviéme cellule est présente, et qui s'unit non pas directement avec la sixiéme discoidale (ou deuxieme cubitale), mais indirecte- ment par une petite branche séparée, sortant en avant de la nervure periphérique de la neuviéme cellule assez petite.

Regardant avec soin ees différences du numero et de la figure des cellules de la nervure des alies, je n'ai pas trouvé aucune influence sur la forme genérale des Insectes; les espéces du genre Scólia ont toutes la méme configuration genérale et tous les caracteres génériques des organes extérieurs de leur corps comme celles du genre EMs, et prou- vent par cette uniformité, qu'elles appartiennent á un seul genre naturel, que je conserve, comme auparavant, sous le nom de JScolia, admettant les genres et sous-genres cites des auteurs nomines, seulement comme groupes subordonnés. Mais pour faciliter la vue genérale des espéces, on peut admettre les noms proposés par les auteurs, pour les divisions et subdivisions du genre,

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Beaucoup plus remarquable est la différence des deux sexes entre eux, différence qui se présen- te toujours, cliez les males, par la grandeur inoindre de la tete, la gracilité du corps entier et des organes externes. J'ai expliqué dans mon essai principalement cette différence, comme un carácter e particulisr, non pas seulemcnt du genre Scolia, niais de la famille des Hymcnopteres en general, á laquelle apartient le genre. On peut diviser les especes du genre Scolia, d'aprés cela, en deux groupes principaux: dans l'un la différen- ce sexuelle est relaUve, se bornant á la grandeur, les niales et les fenielles ayaut la meine couleur et les nieines dessins; dans l'autre groupe cette dif- férence est positive, les niales différent aussi des femelles par la couleur et leurs dessins.

Quoique les auteurs cites ne veuillent pas admettre cette différence sexuelle comme carac- tére principal, ils ont accepté ce méme carac- tére pour diviser leurs sous-genres, donnant par cette application la preuve de la valeur du carac- tére en question.

Pour le monograpbe d'un terrain pas ricbe et bien circonscrit, comme laRépublique Argentine, cette métbode de classer les especes du groupe Elis est la plus conven able par sa grande importance spécifique, et c'estpourquoijepréfére, classer ici mes especes d'aprés cette métbode.

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Genre^ Scolia.

División premiére. Iliacos.

De ce groupe, il n'en existe aucune espéce dans l'Amé- rique.

División deuxiéme. Scolia. De la subdivisión Triscolia on n'en trouve aucune espe- ce dans l'Amérique méridionale; il reste alors le groupe Discolia, comme représentant, chez nous, des vrais Scoliae. J'ai trouve, jusqn'á present, une seule espéce du méme groupe, dans la Képublique Argentine, c'est la:

1. Scolia Tufiventris Fabr. S. Piez 245.37 Burm. Sjst Uebers. 33.49, Note.— Saussube} et Sichel, Catal. 136.142. Var. thorace abdomineque guttis flavis: So. jucunda, Sauss et Siohel 136.141.

J'ai cliassé cette espéce au Paraná et á Tucuman, et je l'ai méme regué derniérement de Córdova. Elle est noire, l'abdonien rouge, générahnent sans taches; mais ayant aussi deux taches jaunes, rondes, a chacun du deuxiénie, troi- siéme et quatriéme anneaux.

Plus raremement on trouve des indi vid us avec des peti- tes taches jaunes sur le thorax. Les ailes sont noires, au reflet bleu.

Les M. M. de Saussure et Sichel ont separé les indivi- clus ayant des taches jaunes spécifiquement des autres sans taches. Je ne trouve aucune différence dans la sculpture du thorax, il est fortement ponctué aux cotes, presque lisse au milieu du mesothorax; mais le metathorax a les points enfoncés plus petits et plus rapprochús les uns des autres.

La coloration est tres variable; quelques uns des indivi- dus sont presque entiérernent rouge-brun; les pieds et l'ab- domen plus clairs, comme aussi le metathorax, principale- ment aux cotes; quelques autres ont la tete, le thorax et les

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pieds noirs. Les femelles surtout ont les taches Jaimes de l'abdomen, mais mes males n'en ont aucune. Les indivi- dus de la République Argentino ne snrpassent pas un pou- ce (22 mili.) de longueur, les Brésiliens sont plus grands (26—27 millim.)

Annotation. M. de Saussuee a décrit sous le ñora de Scolia (Discolia) vidua une espece de Montevideo, appar- tenant a ce groupe, au corps noir, hérissé de poils gris et noirs, ayant le dessus du deuxiéme et troisieme anneaux de l'abdomen jaune, et les ailes presqne bruñes; de 19 mil- lim. de longueur. Cette espece m'est imconnue. L'indi- vidu étant un mále. Voyez Stett. entom. Zeit. 1859.176 et Catal. etc. pag. 138 No. 145.

División troisieme. Elis.

Aussi, de la subdivisión Trielis, on n'en trouve aucune espece dans l'Amérique méridionale; toutes sont de l'An- cien-Monde. Alors restent pour l'Amérique seulement les Dielip, qui forment deux groupes.

Premier groupe. Les deux sexes sont relativement difterents, c'est á diré, sans différence de couleurs et de dessins.

2. Scolia peregrina Lep. Hym. III 534.1— Bukm. Syst. Uebers. 22.19— Saussuke et Sichel, Catal. 217.232 Scolia atraía, Külg, Webee et Mohk. Beitr. I 21. 1.

J'ai cliassé, cette gi ande espece ton te noire, avec des ailes donnant une reflexión bleue, á Córdova, á Santiago del Estero et á Tucumao; elle n'est pas rare, au moins les femelles. Le mále ressemble beaucoup á la femelle, mais il est plus gréle et plus velu sur l'abdomen.

Nos individus ont le milieu du mésonotum, du scutellum et du postscutellum lisse; seulement les cotes fortement ponctués. Cette observation me fait croire, que les espé- ces: El. regina et El. nigra de Saussuke, Catal. pag. 218

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No. 233 et 234, ne sont autre cliose que varietés de la Scolia peregrina.

3. Scolia hyalina, Lep. Hym. III 497. 1.— Bürm. Syt. Uebers. 23. 21. Saussure et Sichel, Oatal. 219. 236.

Espéce que ne se trouve pas dans l'intérieur de la Répu- blique Argentine; appartenant au Paraguay, Corrientes et la Képublique de 1' Uruguay.

Un peu pluspetite que la precedente, toute noire, l'abdo- men sans lustre au-dessus, sauf la moitié postérieure; tliorax trés-fortement ponctué, bicarené au milieu; les ailes tout limpides avec la nervure noire; la deuxiéme cellule radiale (No. 2) trés-allongée, plus longue que généralement-

Les individus, que j'ai cbassés á Rio de Janeiro, ont les ailes d'un clair limpide; elles ont la seconde cellule radiale plus longue que toutes les autres espéces, dont les ailes sont d'un jaune brun ou noir. Males avec une bordure jaune interrompue du deuxiéme et troisiéme anneaux de 1' abdo- men, comme les décrit M. de Saussure, je n'en ai pas vu-

4. Scolia Servittii, Güeein Voy. d. 1. Coquille, II. 250, pl. 8. fig. 8— Sauss. et Sichel Catal. 221. 23 í.

Var. Scolia Lucasia, Sauss. ibid. 222. 38.

Nous avons dans notre collection le mále de Córdova, envoyé par le Professeur Weyenbergb, et la femelle de Bolivia (Santa Cruz de la Sierra), mais non pas de Patago- nie; patrie qui me semble douteuse, parce que je ne con- nais aucun insecte vivant en meme temps en Bolivie et en Patagonie.

Le mále a les ailes limpides á la base et d'un brun obscur á l'autre moitié, la femelle montre seulement une raie bru- ñe tout prés du cóté antérieur, son corps est noir; elle a l'abdomen velu au-dessus, le mále l'a luisant, avec une bor-

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dure finé, janee, interrompue au milicu ou manquant ton t, sur le deuxieme et troisiéme anneanx.

5. Scolia Gerstaeckeri Sauss. Ann. d. 1. Soc. ent. de

France 1858. 244. 60.— Cata!, pag. 243. 258.

Je no connais pas cette espece, qui habite la Répúbliquc de rUrngaay; elle est toute noire, velue de poils d'un gris- blane, formant sur les bordures des anneanx de l'abdomen de longnes franges. Ailes ferruginenses. Long 26 millim.

Deuxieme groupe —Les deux sexes montrent nne difíe- rence positive, de couleurs et de dessins.

A. Males ayant des taches jaunes sur l'abdomen, íemel- les non.

6. Scolia cÍ7ieraria.

Mis cineraria Sichel Catal. et 225, 241 bis. pl. 2. íig. 13 et 13— App. pag. 301.

Espece remarquable de Montevideo, inconnuepour moi; je ne l'ai jamáis recontrée dans le territoire de la Républi- que Argentine.

Les deux sexes sont noirs au fond, mais velus de longs poils gris. Lei males ont une tache jaune aux premier et deuxieme anneaux de l'abdomen, et une bordure jaune aux troisiéme et quatriéme. La femelle est sans taches, l'ab- domen saus lustre au-dessus; le thorax avec une pelure d'un gris-jaune plus courte et plus épaisse. Long. 30-35 millim.

7. Scolia mutanda. Sauss.

Catalog. etc. 233. 248 pl. 2. fíg. 15— App. pag. 303. Mas: margine segmentorum abdominis 2, 3 et 4

albis, alis limpidis. Femina: tota nigra, alis ferruginosis.

Espece pas rare á Buenos Aires, mais moins común, ne que la suivante; je l'ai regué aussi de Córdova.

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Figure genérale saris particularités, rnais le mále un peu plus gréle que celui de lasuivante espéce, et la femelle plus grosse. Les deux sexes noirs au fond, avec des poils éga- lement noirs purs, plus courts et deprimes au corps; celuici fortement ponctué, le milieu du dos lisse.

Le mále a géuéralement une petite tache jaune-blanch- átre ovale sur le premier anneau de l'abdomen, une bordu- re étroite de la mérae couleur au deuxiéme, au troisiéme et quelquefois aussi au quatrióme; mais s'il manque la tache du premier anneau, aussi il manque toujours la bordure du quatriéme. La femelle est toute noire, sans taches, le deuxiéme et troisiéme anneaux au-dessus sans lustre, de l'apparence du velours. Les ailes des males complétement limpíeles, la nervure' jaune-brunne; des femelles ferrugineuses, la bordure antérieure plus foncée et quelquefois la moitié termínale un peu plus obscure. Chez les males la cellule derniére discoidale (la neuviéme) est souvent divisée par une branche transversale en deux, et cette méme cellule est toujours tres etroite et rétrécie au milieu chez les deux sexes.

Annotation. Mr. de Saussure a uni, á tort, une femelle, qu'il avait décrite sous le ñora á\Elis variegata (Ann. d. 1. Soc. entom. d. France, 1858. 239. 53. pl. 5. fig. 5) á cette espéce. La véritable femelle ressemble beaucoup á la JScolia hyalina (no. 3.), sauf la couleur des ailes et la lon- gueur de la seconde cellule cubitale, plus grande chez la Scolia hyalina que chez la Se. mutanda.

B. Mále et femelle avec des taches et bordures jaunes des anneaux de l'abdomen.

8. Scolia talpa Saussure.

Ann. d. 1. Soc. ent. d. France, 185S. 241. 56.— Catal. etc. 241. 255.

L'espéce la plus commune de toutes de notre pays; on la trouve réguliérement chaqué année, méme dans les rúes

45 -

de Buenos Aires; je l'ai recu aussi de Patagonie et chassée dans la Képublique de l'Uruguay, iríais pas dans l'interieur du territoire Argén tin.

Les denx sexes sont noirs au iond, mais hérissés avec des poils longs, gris, assez donx, et les ailes d'un clair límpide, avec la cote antérieur jaime, principalement cliez la femelle. Tete et thorax sont sans taches; l'abdomen du mále a sur le deuxiume et troisieme anneaux une bordure jaune s'agumentant á chaqué cóté et formant une tache triangulaire; le quatriéme annean a une bordure fine, au milieu un peu échancrée, et quelqnefois les trois bordures sont interrompues au milieu. La femelle est plus lourde que le mále, également luisante sur 1' abdomen, avec deux taches rondes, pas grandes, jaunes sur le deuxiéme et troi- sieme anneaux, une á chaqué cóté, bien distantes et ne touchant pas la bordure herisée de lougs poils gris. Long 25-30 millim.

Anjstotation Mr. de Saussuee a déciit de Montevideo une espéce, appertenant á ce groupe, qu'il nomme: Elis fossor (Catal. 240, 254.). Je l'ai chassé aussi une fois á Buenos Aires, mais ne connaissant pas le mále, je m' absti- ens de la décrire. Je la crois identique á Y Elis variegata Fabe.

C. Le mále avec des taches jaunes, la femelle avec des rouges sur l'abdomen.

9 /Scolia terrestris. Saussuee.

Aun. d. 1. Soc. entom. de Fr. 1858. 240. 54— Catal etc. 235 No. 250.

Cette espéce ressemble beaucoup á la Scolia dorsata du Brésil, et se distingue principalement par la pelure noire du corps de la femelle, et par la couleur plus claire des ailes; elle n'est pas rare, je l'ai chassé a Paraná, á Mercedes de la Kepúblique de l'Uruguay, á Córdova; aussi un mále de Bolivie se trouve dans notre collection.

46

Le mále est noir, velu avec des poils longs et gris; il ales ailes d'un clair limpide, quelquefois un peu brunátres á la cote antérieure. Le premier anneau de l'abdomen a tantot une tache jarme, tantót non; le deuxiéme atoujours deux taches grandes, trés-souvent unies dans une seule, qui cou- vre tout l'anneau; le troisieme a une bordurejaune et fine. La femelle est plus noire, avec une pelure de la méme cou- leur, l'abdomen en reflexión soyeuse, portan t deux grandes taches transverses, oranges au deuxiéme et troisieme anne- aux. Les ailes sont ferrugineuses, avec un lustre violet. Long 22 26 millim.

'o

10 Scolia co?isularís, Nobis.

Nigra, nigro-pilosa; abdomine guttis quatuor maris sulphureis, feminae aurantiacis; alis ferruginosis, violaceo-micantibus. Long. 20-22 millim.

Cette espéce, je l'ai trouvée assez rarement, dans différen- tes parties du territoire du Kio de la Plata ; á Mercedes de la République de l'Uruguay, dans FEntre-Rios á Paraná et á Tucuman. Elle a une configuration un peu plus forte que la precedente, quoiqu'elle ne soit pas plus grande. Principalement le mále se distingue de celui de la derniére espéce, par une tete et un thorax plus gros. Le corps est noir, fortement ponctué a la tete et au thorax, aussi comme les pattes, assez velus; mais les poils sont courts et deprimes- L'abdomen, luisant chez le mále, soyeux chez la femelle, a cjuatre grandes taches rondes sur le deuxiéme et troisieme anneaux, jaunes chez le mále et oranges chez la femelle, qui sont separées entre elles par une ligne longitudinale tres fine sur chaqué anneau. Les ailes des males sont assez claires; mais celles des femelles sont ferrugineuses, un peu plus jaunes á la bordure antérieure et plus obscure sur la moitié terminale.

Annotation. II est possible que Y Mis mriegata de

- 47 -

Sauss. (Ann. d. 1. Soc. ent. de Fr. de 1858. 239. 53 pl. 5. fig. 5) appartient á la remelle de notre Scolia consularis; mais aucun de mes exemplaire n'a pas les deux taches oranges, du second anneau abdominal, unies en une seule transversalc. Aussi la figure citée est plus grande que aucune des femelles qui sont á ma disposition.

48 IV

APUNTAMIENTOS

sobróla Fauna de Moluscos de la República Argentina por el Dr. 33. A d o 1 f o D o e r i n g .

El territorio de la República Argentina, ape- sar de su gran extensión de mas de 45,000 leguas cuadradas, forma principalmente una planicie poco inclinada del Oeste al Este, sin producir en su superficie una vegetación densa de grandes selvas umbrosas, que son por su humedad natural la localidad mas favorable al desarrollo y creci- miento de los animales blandos y viscosos, conoci- dos bajo el título de Moluscos. Mientras que las partes tropicales de Sud- América, con sus inmen- sos bosques primitivos al rededor de los muchos rios caudalosos, abundan en la producción de mo- luscos terrestres y fluviales,probando bien por esta riqueza su verdadero carácter tropical, se dismi- nuye ya rápidamente la exuberancia de diferentes especies de estos animales en la zona extratropical templada de nuestro continente, hasta que en la zona fria del Sud se pierden casi completamente. Así sucede, que el número de los moluscos vivientes, conocidos del territorio argentino hasta los últimos tiempos, no asciende á mas de 85 especies, que mencionan los autores científicos anteriores. Actualmente tiene el Museo Na- cional en Oórdova mas 6 menos 100 especies, y con las que se conservan en el Museo Público de

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Buenos Aires, el número de todas ascenderá probablemente á 115; las cuales juntas con las descriptas por D'Oübigny y Strobel, pero no recogidas por nosotros de nuevo, darán un número completo de 130 especies conocidas de la Repú- blica Argentina, hasta Patagones y el Estrecho de Magallanes. Si se supone, lo que debe presu- mirse con razón, que no todas las especies de moluscos de nuestro pais ya son conocidas, se calcula con probabilidad bien fundada, que el número de ellas no ascenderá á mas de 200 dife- rentes especies en el territorio argentino. Este número sería de todo modo pequeño, si lo com- paramos con el número de un territorio de la misma extensión en el hemisferio del Norte de nuestro globo.

Las causas de este fenómeno quizá son mas complicadas, que lo que puede imaginarse bajo un punto de vista superficial. Pero es indudable, que principalmente la falta de suficiente riqueza de precipitados acuosos forma el mas importante motor de dicho fenómeno. Depende también de la misma caúsala escasez de selvas umbrosas, como de grandes praderas en nuestro país, que son en todas partes del mundo las verdaderas habitaciones de los moluscos.

Sin entrar aquí mas en el examen difícil de las causas fundamentales, que podrían haber deter- minado las diferencias en la configuración de las especies de moluscos existentes en la superficie

de ese territorio, damos al principio la lista de

4,

50

los moluscos terrestres y fluviales del país, en cuanto lian sido recogidos y descritos por autores anteriores, y adjuntamos á esta lista las descrip- ciones mas extendidas de algunos de ellos ó de especies nuevas, hasta hoy desconocidas : princi- piando nuestras observaciones con las especies del grupo JSucdnea y sus aliados.

Lista

de los Moluscos terrestres y fluviales, recogidos en el territorio del Rio de la Plata y de la República Argentina.

La obra principal pasa el estudio de los Moluscos Argen- tinos es el viage de D'Orbigny, publicado en París bajo el título :

Voy age dans üAmérique méridionale, etc , etc., exécuté jpendant les années 1826-33, ^/"Alcide D'Orbigny. Mo. La tercera parte del tomo quinto se ocupa de los Mo- luscos recogidos en este viage, de cuyos animales el autor describe 787 especies diferentes, el mayor número también figuradas en las 85 láminas, que acompañan dicho tomo. Entre las 787 especies, descritas en la obra, son 78 reco- gidas en el territorio argentino. Antes el autor Labia dado una synopsis de las especies terrestres y fluviales en el Magasin de Zoologie de Guerest del año 1S35, niirn. 61. Después el Dr. Burmeister lia significado una y otra espe- cie nueva en su viage por la República, titulada :

Jteise durch die La Plata Staaten. 2 T. Halle, 1860-61 8vo. Al fin el Dr. D. Pelegrino Strobel, antes catedrático de la Universidad de Buenos Aires, ha publicado un lo-

51

lleto, describiendo dos especies nuevas de Moluscos, reco- gidas por él durante sus viages por la República, bajo el título :

Alcune note di Malacólogia Argentina, extracto de

los Atti delta Societa italiana di scienze natural*.

Vol. IX, entreg. 3. Milano, 186S, 8vo.

Algunas anotaciones y descripciones de una y otra

especie nueva de los países del Rio de la Plata, se hallan

esparcidos en diferentes periódicos del ramo, como en los

" Malacozoologischen Blaettem de L. Pfeiffer y otros."

I. GASTROPODA. A Pulmón ata.

a Terrestria.

1. Vaginulus solea D'Orb., 1. l.pag. 22, pl. 21, fig. 1-4. En los contornos de Buenos Aires, debajo de tablas y pedazos de palos, hallándose tranqui- lamente, durante el dia ; también en Buenos Aires mismo, de los pozos, de donde sale el ani- mal durante la noche.

2. Vaginulus pa?*anensis,RvRN.. Reise, I. 494, II. 21. Cerca del Paraná y de Santa-Fé, abajo de piedras y ladrillos. (*)

De figura oblonga angosta, 2 pulgadas de largo y 4 líneas de ancha, bastante convexa, con las márgenes late- rales agudas; separadas del cuerpo como lista muy an- gosta plana. Superficie dorsal finamente granulada, cu- bierta de viscosidad clara, diáfana, que da al animal un aspecto resplendente, como de raso ; de color pardo -ne- grizo, mezclado con algunos puntitos amarillos entre los granitos mas finos, mas órnenos pronunciados, produciendo

(*) No estando descripta esta especie hasta ahora, damos acá la des- cripción, según las notas nianuscriptas del autor.

52

una vista marmoriada del lomo, compuesta de granos pardos y amarillos, poco mas grandes que los otros, y parcidos regularmente entre ellos. La cabeza, saliendo de afuera de la capa del escudo dorsal descrito, es blanquiza, formando una trompa corta, dividida en la superficie por surcos finos longitudinales, pero bien pronunciados, en muchos lobubos convexos, entre los cuales los siete de la superficie dorsal son mas anchos y mas altos que los nueve de la superficie ventral. En el centro de estos lóbulos se la boca, cubierta de un labio superior, fin amenté eren ulado y de dos lóbulos casi circulados hacia abajo. Al lado ex- terno de esta cabeza salen, atrás de los lóbulos, dos tentá- culos pequeños de figura de verrugas subeónicas obtusas, y encima de ellos, peco mas al interior, casi del vértice de la cabeza, dos otros cuernos mas altos, retráctiles y de íigura de majadero, cada uno con un ojo pequeño negro en su punta engrosada. Estos cuernos cou negros y no pardos, como las dos verrugas y la superficie del vértice. Todos estos órganos pueden retirarse con la cabeza, bajo el capucho anterior del escudo dorsal. La superficie plana ventral del animal se forma por una suela angosta blanca en el medio, apenas mas ancha que la tercera parte de la super- ficie, y dos ribetes pardos negrizos del escudo dorsal, casi de la mis'na anchura, separados de la suela por un plie- gue fino pero profundo, en cuyo pliegue se halla al lado derecho del animal la apertura genital, y al fin del cuerpo la boca para la respiración.

3 Vaginulus bonnaerensis, Stkobel, 1. 1. núm. 2. Buenos Aires *

4. Omalonyx unguis Fek., D'Orb., 1. 1. 228, pl. 22, fíg. 1-7.

Corrientes, Entre-Eios, Eosario.

5. Succinea meridionalis, D'Orb., 1. 1. 711. Antes 8. oblonga, Drai\, ibid. 231.

53 -

S. Burmeisteri, Ñor.. Malacol. Bl. Tom. XXI, p. 50, pL III, fíg. 15-19. En los mismos lugares.

6. Ildix láctea, Mull. D'Orb., 1. I 238.

Copiosa en los contornos de Buenas Aires y Ro- sario, pero introducida por frailes, para comida de cuaresma .

7. Ilel. Tranqaelleonis Grat. Pfeiff. Zeitsclir. f. Malacozol. 1850 p. 13.

Ilel. monographa Bürm. Reis. etc. II pág. 77. Sierra de Córdoba. El cuerpo del animal tiene un color pardo.

8. Ilel. monographa, Burm. 1. 1. Nob.

Próximo aliada á la especie precedente pero mas grande, mas angosto umbicada y por todo bien diferenciada de la anterior; el cuerpo del animal es de color de naranja. Sierra de Catamarca.

9. Sel. cuyana Strob. 1. 1. núm. 1. Sierra de Mendoza

10. ITel. costellata D'Orb. 1. 1. 252; pl. 26. fig. 6-9. Buenos Aires, Montevideo

11. Ilel. Paraguayana Pfeiff, Symb. [I, p. 93. H. elevata D'Orb. [nec Say] D'Orb. Voy. 1. 1. 254, pl. 28, f. 5-8. Montevideo

12. Reí. heliaea D'Orb. 1. 1. 254, t. 26, f. 1-5. Misiones de Corrientes

13. Ilel. hylophila D'Orb. Voy. 1. 253, t. 28, f. 13-16. Entre-Rios, Corrientes

14. Bulimus oblongus Mull. [Verm. II. 1. 86. n. 248.] Turbo haemostomus Gmel. p. 3597.

B. oblongus var D'Orb. 1. 1. 297, pl. 37, f. 1. Borns oblongus Múll. var crassa. v. Martens, llelicen. p. 191. Tucuman, Corrientes, Córdova. El caracol mas grande de los moluscos terrestres del país.

15. Bul. mccleus Sow., D'Orb. 1. 1. 302.

54

B. lutescens Ejng., Zoo!. Journ. V. 340. Bahía Blanca, Patagones y Montevideo

16. Bul. ereades, D'Orb. 1. 1. 270. pl. 32, f. 11-15. Corrientes

17. Bul. sporadicns D'Orb., 1. 1. 271. pl. 32, í. 12-15. Buenos Aires, Corrientes

18. Bul. apódemeles D'Orb. Voy. 1. 1. San Lorenzo, Cordera, Cataraarca

10. Bul. montevidensis, Pfeiff. Proc. Zool. Soc.

1S46. p. 33. Montevideo, Buenos Aires 20 Bul. pajyyraceus, Mawe [1823] Lin. syst. tab.

tit, í. 7.

B. lita Fer. D'Orb., Voy. pag. 268. Corrientes.

21. Bul. Foumiersi, D'Orb. 1. 1. 273, pl. 30 f. 12-14. Corrientes, Paraná, Santa-Fé.

22. Bul. montivagus D'Orb. 1. 1. 275. pl. 34. fíg. 1-3. Entre-Kios [Caballo-cuatia]

23. Bul, Guaraní D'Orb., 1. 1. 318. pl. 41, bis. fíg. 1. Corrientes [Las Misiones]

24. Bul. Alvarezii D'Orb., 1. 1. 319. Entre-Kios [Feliciano]

25. Bul.patago?iicus [Pupa] D'Orb. Synops p. 22. Pupa Sowerbiana var. D'Orb., 1. 1. pl. 41 bis. f. 17-18. Bul. dentatus B. Pfeiff. Monograpb. ílelic. viv. II. 87. Patagones

26. Bul. Daedalus, Desbates en Ferus. bistor. II. 217. num. 19, pl. 162, f. 23-24. Córdova, Cata- marca.

b Fluvial ¿a.

27. CMlina teMielcha, D'Orb., 1.1. 336. pl. 43. fíg. 6-7. Patagones. Bio Negro, cerca San Xavier.

28. CMlina 2melcha, D'Orb. 1. 1. 336. pl. 43. fig. 8-12. Patagones. Rio Negro, mas cerca á la boca.

29. CMlina Parchajyi, D'Orb., 1. L 33S pl. 43 fíg.

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3-4. Patagones. Arroyos de la Sierra Ventana.

30. CMJina fluminea, D'Orb. 1.1. 337 pl. 43. fig. 19-20. Copiosa en el Rio de la Plata cerca de Buenos Aires.

31. Planorbis per egrinus^ D'Orb. 1. 1. 348. pl. 44. fig. 13-16. Montevideo, Buenos Aires, Patago- nes, Entre-Rios y Corrientes.

32. Planorbis heloicus, D'Orb. 1.1. 349. pl. 40. fig. 9-12. Montevideo, en las lagunillas al pié del Cerro.

33. Planorbis anatinus, D'Orb. 1. 1. 351. pl. 45. í. 17-20. Entre-Rios

34. Planorbis tenagophilus, D'Orb. 1. 1. 347 pl. 44 í. 9-12. Corrientes.

35. Ancylus concentricus. D'Orb. 1. 1. 354. pl. 42. fig. 18-21. Montevideo, Buenos Aires, Corrientes

B Pectinibranchia. a AmpMlÁa.

36. Ceratodes cornu arietis Linn, D'Orb. 1. 1. 368. pl. 48 fig. 7-9. Corrientes, Paraná, Rosario

37. Amptdlaria neritoides, D'Orb. 1. 1. 368. pl.

49. fig. 1-2. Rio Uruguay; isla de los dos herma- nos.

38. Ampullaria scalaris, D'Orb. 1. 1. 369. pl.

50. fig. 1-2. Paraná, Corrientes, Rosario.

S9. Ampullaria canalicidata, D'Orb. 371 pl.

50. fig. 4-6. Buenos Aires, Monte video, ¿Rosario, Paraná, Corrientes y en todas las lagunas de

Entre-Rios. También fósil en el terreno alu- viano antiguo de la época actual. 4W. Ampullaria i?isularum, D'Orb. 1. 1. 374. pl.

51. fig. 1-2. Copiosamente en el Rio Paraná, (Rosario, Paraná.)

56

41. Ampullaría australis, D'Orb. 1. 1. 375. pl. 51. fig. 3-4. Laguna de los contornos de la Sierra Tandil, provincia de Buenos Aires.

42. Ampulloídea Platee, D'Okb. 1. 1. 379. pl. 49. fig. 3-6. Costa del Rio de la Plata; [Ensenada, Boca] y del Rio Salado de Santa-Fé.

b. Líttorínoídea.

43. Paludestrina peristomata, D'Okb. 1. 1. 382 263. pl. 47. fig. 1-3. Corrientes

44. P alud estriña lapidum, D'Okb. 1. 1. 382. 264. pl. 47. íig. 4-8. Buenos Aires, Corrientes

45. Pahidestrma piscium, D'Orb. 1. 1. 385.no. 265. pl 47. fig. 17-21. Buenos Aires [Rio Lujan.] Hemos sacado del estómago de un pato muchí- simos individuos de esta especie.

46. Paludestrína Par chappi, D'Okb. 1. 1. 385. no. 266.pl. 48. fig. 1-3. Provincia de Buenos Aires al Sud [Rio Salado]. También fósil en el terreno aluviabo antiguo déla época actual.

47. Paludestrína australis, D'Orb. 1. 1. 384. no.

267. pl. 48. fig. 4-6. Patagones, [Babia Blanca.]

48. Paludestrína charruana, D'Orb. 1. 1. 384. n.

268. pl. 75. fig. 1-2. Montevideo.

49. Paludestrína Isahellana, D'Orb. 1. 1. 3S5. no.

269. pl. 75. fig. 4-6. Montevideo.

50. Paludestrína Petitiana, D'Orb. 1. 1. 387. no. 277. pl. 75. fig. 19-21. Rio Paraná, cerca de San Pedro.

II. CORMOPODA ó LAMELLIBRANCÍIIA.

51. Óyelas paranensis, D'Orb. 1. 1. 567, no. 6 12. pl. 83. fig. 25-27.

52. Óyelas variegata, D'Orb. 1. 1. 567, no. 613, pl.

- 57

82. fig. 14-16. var. C. limosa D'Obb. ibid. Duc- hos Aires

53. Cydas Argentina. D'Orb. 1. 1. 568, no. 914. pl.

83. fíg. 7-5. Montevideo

54. Cyclas ptdchetta, D'Orb. 1. 1. 568. no. 615. pl. 83, fig. 8-10. Buenos Aires, Maldonado.

55. Azara labiata, D'Orb., 1. 1. 573. no. 624. pl. 82. fía 22-23. Boca del Eio de la Plata, desde Montevideo hasta Buenos Aires. Copiosa tosil en los depósitos antiguos del terreno aluvial, for- mando grandes capas cerca Belgrano, Puente Chico y en otras localidades.

56. Indina trapezoidalis, D'Orb. 1. 1. 596. no. 660. Paraná, Corrientes.

57. Castalia ambigua, La.m. D'Orb. 1. 1. 598. no. 662.— Antes C. innata D'Orb. pl. 72 fig. 4-10. Corrientes, Entre-Kios, [Eio Uruguay.]

58. Myeetopus siliquosus, Spix., D'Orb. 1. 1. 601. no. 665. pl. 67. Corrientes.

59. Unió par anensis, Lea, D'Orb, 1. 1. 602. no. 667. Paraná, Corientes.

60. Unió Solisianus, D'Orb. 1.1. 604. no. 668. pl. 69. fig. 1-3. Buenos Aires

61. Unió variabilis, Wood, D'Orb. 1. 1. 604. no. 669. fig. 1-3.— TJn. Matonianus, D'Orb. antes 1. 1. Buenos Aires

62. Unió delodontes, Lam. D'Orb. 1. 1. 605, no. 67.1. Montevideo, Buenos Aires, Paraná, Corrientes

63. Unió charruanus, D'Orb. 1. 1. 606. no. 672. pl. 71. fig. 8-14. Maldonado, Montevideo, Kio Urugua}7.

64. Unió rhuacoicus, D'Orb. 1. 1. 606. no. 673. pl. 69. fig. 4-5. Arroyo de Maldonado y Eio Cañe Ion grande.

58

65. Unió Guaranianus, D'Orb. 1. 1. 608. no. 676. pl. 69. fig, 10-12. Corrientes

66. linio psammoicus, D'Orb. 1. 1. 608. no. 677. pl. 71. fig. 4-7. Corrientes, Paraná, Santa-Fé.

67. Unió Burroughianus, Lea., D'Orb. 1. 1. 609. no: 678. Montevideo, Buenos Aires, Paraná y Comentes

68. Unió paraUelepipedon, Lea., D'Orb. 1. 1. 609. no. 679. Buenos Aires, Paraná, Corrientes y Rio Uruguay.

69. Unió patagónicas, D'Orb. 1. 1. 610. no. 6S0. pl. 70. fig. 4. Eio Negro,

70. Monocondylaea paraguayana, D'Orb. 1. 1. 612., no. 684. pl. 70. fig. 8-10. Paraná, Itaty, Corrientes

71. Monocondylaea minuana, D'Orb., 1. 1. 012. no. 684. pl. 70. fig. 8-10. Eio Canelón grande.

72. Monocondylaea Parchappi, D'Orb., 1. 1. 613. no 685. pl. 65 fig. 1-3. Paraná, Itaty, Corrientes

73. Monocondylaea corrientma, D'Orb. 1. 1. 613. no. 686. pl. 68. fig. S-10. Corrientes

74. Monocondylaea fossiculif era, D'Orb. 1.1.614. no. 6SS. pl. 50. fig, 5-7. Corrientes cerca de Iri- bú cu a.

75. Anodonta Sitiónos, D'Orb. 1. 1. 615. no. 689. pl 74. fig. 4-6 y pl. 80. fig. 1-4. Var. A. Ferrarisi, D'Orb. En el Rio de la Plata y Paraná, desde Buenos Aires hasta Corrientes; también en el Arroyo Canelón grande.

76. Anodonta tenébricosa, Lea, D'Orb. 1. 1. 616, no. 690. Arroyos de la Banda Oriental y en el Rio de la Plata cerca Buenos Aires.

77. Anodonta membranacea,M.kT. D'Orb. 1.1. 616. no. 691. pl. 70. fig. 11. Var. A. lato-marginata. En las mismas aguas ; una de las especies mas copiosas.

59

78. Anodonta soleniforniis, D'Orb. 1, 1. 617. do. 69. pl. 74. fig. 1-3. En las aguas de la Provincia do Corrientes.

79. Anodonta trígona, Snx, D'orb. 1. 1. 618. no. 694. En las mismas aguas.

SO. Anodonta trapeziana, Spix, D'orb. 1. 1. 619. no. 695. Var. Anodon rotundum Spix. En las mis- mas aguas.

81. Anodonta limosa, D'Orb. 1. 1. 619. no. 696. pl. 79. fie;. 1-3. Lagunas centrales de la Provincia de Corrientes.

82. Anodonta lucida, D'Orb. 1. 1. 620. no. 697. pl. 79. fig. 4-6. En el arroyo Canelón Grande de la Banda Oriental.

83. Anodonta puelchana, D'Orb. 1. 1. 620. no. 69S. pl. 79. fig. 7-9. En el Kio Salado y Kio Negro de Patagones.

84. Anodonta exótica, Lam. D'Orb. 1. 1. 621. no. 699.

Anodon anserinus Spix, 29. 3, de media edad.

radiatus Spix, 31. 6, jovencita.

giganteus Spix,27. 1, individuo adulto.

Casi en todas las aguas de la Banda Oriental, de Entre-Pios y de Corrientes. 85. Byssodonta Paranensis, D'Orb. 1. 1. 622. no. 700. pl. 84. fig. 21-25.

Rio Paraná, cerca de Iribucoa, provincia de Corrientes.

60 1. Omalonys iiuguis Fer

"Testa ovali, depressa unguieuliformi, tenui, subundu- lata, diaphana, succinea, spira milla ; apertura patilla, columella lsevigata. [ D'Okb. Voyag. dans V Amériquc mér. V. 3. 229.]

La concha se asemeja á la forma de una chinela ovala, deprimida, hemisférica ; bastante convexa á un lado ; tenue y transparente, verde ambarina ; en el exterior poco lucida y mucho en el interior, con pliegues diminutos é irregulares, excéntricos, formados por el crecimiento gra- dual de la concha. La espira rudimental, formando una corcovita obtusa, retorcida, poco dilatada sobre el polo de atrás de la concha, considerada horizontalmente, sobre- saliendo un poco lateralmente. La apertura es amplia, ovalada v su embocadura en forma de ángulo. La orilla de la apertura es recta, aguda, continuada y soluda ; la columela poco inclinada, bastante gruesa y sobresaliente, encarnadina ó íuscada ; la sutura en forma de un garaba- tito. La orla exterior de la apertura, en el punto donde tiene el animal la apertura de aliento, ofrece una pequeña ondulación.

Dimensiones de lo, concha'

CONCHA

S APER

TURA

Altura

Longitud

Latitud

Altura

Longitud

a 7.00 mm.

4.75 mm.

210 mm.

6.35 mm.

4.50 mm.

h 7.75 "

5.00 "

2.40 "

7.00 "

4.60 "

c 9.20 "

5.80 "

3.20 "

1 S.35 "

5.50 "

¿11.35 "

7.50 "

4.00 "

10.00 "

7.15 "

e 11.50 "

7.50 "

4.00 "

10.40 "

7.25 "

f 11.75 "

8.00 '•

4.35 "

10.50 "

7.40 "

g 11.75 "

7.75 '•

4.25 "

10.75 "

7.35 «

h 12.50 "

8.25 "

4.50 «

11.50 "

7.85 «

61

Animal— En comparación con la apertura muy am- pliada, como dos ó tres veces mas grande que la concha convexa; el pié muy grande hacia adelante y redondeado, atrás enangostado en forma de lanceta. La parte superior del animal, de un color gris negro, formado por numerosas manchas y puntos generalmente ordenados en una serie de líneas longitudinales. Delante y atrás de la concha, de parte á parte, hay una raya longitudinal, bastante ancha, que naCe del pié de los tentáculos, formada por un oscuro y espeso grupo de manchitas, terminando adelante en una raya mas angosta del lado externo de los tentáculos. La concha está depositada sobre el medio del lomo, un poco hacia atrás, al rededor del borde, cubierta hasta medio milímetro por la orla de la capa. Esta es maculada y pin- tada adelante por 5 hasta 6 fajas oscuras, transparentes dentro de la concha, convergentes hacia atrás y bajo la cima de la concha, perdiéndose gradualmente á la vista. La apertura de aliento está casi en el medio, entre la ca- beza y la punta del pió, en una posición en que está casi á la orilla de la concha. La parte anterior ó delantera del cuerpo y los tentáculos, bastante largos, son parecidas com- pletamente á las formas análogas del genus Succinea Los movimientos del animal son muy vivos.

La m axil] a repite las formas del género Succinea, con un apéndice rayado.

Órganos sexuales El penino, cerca del medio, es grueso en forma de clavo, prolongado por un apéndice en forma de látigo. El principio de éste está plegado en forma de nudo, la parte final arrollada espiralmente y el punto, en que termina bajo la inserción del "vas deferens," una veruga gruesa.

El "vas deferens"con un apéndice grande oval y semi- convexo de glándulas, está provisto en su lado plano é interno, de un canal hondo, adonde se halla depositado el "vas deferens." El conducto comunal de las glándulas

62

hermaíroditas es oscuro, arrollado espiralinente y o-rüeso como en Succinea. La glándula de albúmina, muy gruesa y doblada.

Encontré esta especie en el territorio de los bañados de las costas bajas del Paraná, cerca del Kosario. El animal vive sobre el suelo húmedo y cobijado por pequeñas yer- bas, ya en las orillas de esas lagunas, ó sobre las isletas de céspedes depositadas ó flotantes en aquellos esteros. Es raro que abandone el suelo húmedo para vivir sobre las plantas, y nunca sube sobre ellas, sino unos cuantos centí- metros arriba del suelo.

Supuesto, que el nivel del agua en aquellos esteros co- municados con el Paraná, se muda con el cambio del tiempo, como el nivel de aquel rio, el animal se preci- sado á cambiar el lugar de su residencia. Durante mi pri- mera residencia en el Rosario, en Octubre de 1872, tiempo que el agua del Paraná estaba creciendo, no me pudo sorprender el hallar tantos individuos de esta especie en medio de los esteros, flotando perezosos en el agua, ó ar- rastrándose sobre los despojos de las plantas,llevados sobre la superficie de aquellos.

El animal, durante el tiempo seco, en que el agua de las lagunas disminuye, va cada vez mas en seguimiento de la orilla, á medida que ella estrecha sus límites, buscando abrigo y amparándose en el suelo húmedo. Indudable- mente se había declarado en derrota en el territorio inun- dado de agua, en los tiempos en que subió el nivel del Paraná ; y no pudo volver hacia atrás en el mismo grado que las aguas del rio trasladaron su orilla rápidamente. El animal en este estado de alejamiento, busca un asilo sobre las isletas, ó sobre las sustancias vegetales que flotan en esas lagunas.

Observado de lejos, tiene alguna semejanza con una limaza; la Conchita bastante pequeña en comparación con la corpulencia del animal jaleoso y asegurada sobre la

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parte superior en el medio del lomo, aparece casi como un órgano completamente inepto y sin utilidad ; y tal supo- sición se puede comprobar haciendo notar, que el animal se baila bajo las circunstancias favorables de una resi- dencia impregnada de humedad suficiente, para llevar sus principales necesidades, conducentes el aire al desarrollo de su actividad pulmonar.

Pero no poco sorprendente es la metamorfosis que se efectúa en él, estando espuesto durante unos dias al aire seco. El animal, antes muy ágil y reptil muy veloz, se reduce por efecto de la salida del aire pulmonar y de pér- dida de humedad, á casi una tercera parte de su volumen anterior ; y observado de arriba no es visible mas que la concha con los tentáculos semiretractados y apenas sobresa- lientes. A consecuencia de la poca actividad de la respira- ción, la facultad del movimiento se reduce casi completa- mente. En este estado el animal parece tan diferente en su exterior, del estado normal, que se puede dudar si se tiene á la vista especies diferentes, si no se ha tenido conoci- miento del procedimiento de esta metamorfosis. El animal busca guarida durante la falta de agua, ó al declararse un tiempo de seca, en las cavidades del suelo, en las locali- dades de su vecindad, cobijadas y sombreadas por plantas, cavando con el pié en la arcilla pampeana hasta tocar con ella la concha, pues el terreno reserva siempre cierto grado de humedad. Guardada de este modo por la concha la parte superior de su cuerpo contra el influjo del aire seco, el animal se halla en un estado de soñolencie, esperando el momento favorable en que una abundante lluvia, ó el aumento del agua en el rio, traiga nuevamente la posibilidad ó condiciones suficientes á desplegar su actividad vital.

No me ocuparía de estos fenómenos característicos del sistema de vida de estos animales, sino creyese conve- niente hacer algunas reflexiones sobre ellos, considerados

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en relación ó combinación con las apariciones en general de la familia de las Succineas.

Los representantes de la íamilia de Snccinoideos se pueden considerar, respecto á la forma de sus conchas, como una escala de escalones mas ó menos continuados. Las alas finales hacia la una dirección, forman los represen- tantes de la Succinea oblonga Drap., con una espira desar- rollada y amplia y una apertura regular ; las alas finales hacia la otra dirección, forman las especies del gemís Orna- lonyx D'Oeb., dotado de una apertura amplísima y una espiral rudimental.

Al principio de mis estudios científicos, se me ha pre- sentado la ocasión de dirijir mi vista á la conexión entre la formación déla concha, en las proporciones de la ampli- tud de su espiral y de su apertura, con respecto á la vida y la residencia local del animal del genero Succinea en sus representantes europeos [ Untersuchungen ueber die Bedeutung und chemische Co?nj)osition der Pulmonaten Schaale. Gcettingen, 1872, 8.] Poco tiempo después enca- minando por las costas del Rio Paraná, me era reser- vada la satisfacción de hallar en las primeros moluscos que se me presentaron, una contestación á mis declara- ciones anteriores.

Al ver, que la concha de los pulmonatos terrestres tiene para el animal una importancia grave, como medio de abrigo contra el influjo del aire seco, que los mortifica en casos de períodos largos de tiempo, no estaba distante de deducir que todos aquellos pulmonatos, que tuviesen una concha desarrollada desfavorablemente en el sentido alu- dido, no podrian tener la posibilidad de vivir en locali- dades que caen periódicamente bajo la acción de la seca.

En el Omalonyx ahora, la concha asegurada al lomo del animal durante su estancia en una localidad húmeda favo- rable á su actividad vital, parece como un adherente subal- terno é inconducente del cuerpo, mientras que gran parte

G5

de los representantes de Succinóideos y otros Pulmonatos, pueden encojerse completamente en el interior de su concha, después de la exhalación del aire de sos pulmones, cerrándose al mismo tiempo la apertura de esta, por medio de una membrana transparente y hecha por evaporación del animal. En el genero Omalonyx no se halla esta circun- stancia. Aunque no obstante, el animal, durante el tiempo seco, se reduce por falta del aire pulmonar y del agua, á la tercera parte de su volumen anterior, él no se puede retraer en su concha; siempre muestra la margen de su pié, conservando aun en este estado el mismo perfil oval del cuerpo, que es sobresaliente al rededor déla apertura de la concha con la parte externa.

En tales circunstancias la orilla del pié, ánte3 muy enflautada por la absorción del agua, tiene numerosos pliegues y un distinto color naranjado. Ahora cuando el animal con el auxilio de su pié se hunde un poco en el terreno húmedo, hacia la orilla de su concha, se defiende por esto de la enjugacion ; mientras que la concha de enci- ma sirve hacia arriba como cubierta del cuerpo, contra la influencia del aire secante.

La concha, bajo las circunstancias normales de la activi- dad vital, asegurada sobre el lomo del animal en una postura horizontal, cambia entre estos procedimientos, su posicion.de una manera visible. En el lado del cuerpo del animal, donde su pulmón, que ocupa todo el interior de su concha, alcanze mayor extensión, vésc bajar aquella concha mas ostensivamente, durante la expiración del aire pulmo- nar, que en la otra porción del cuerpo ; y la concha recibe así una dirección inclinada.

El animal, en este estado reducido de su actividad vital, es comparable fiisiológicamente con un representante de Suc- cineaó Ilélix encojido en su concha, con la diferencia do que el tránsito de un estado al otro, es menos rápido y menos pendiente de sa arbitrio, y producido mas gradual-

5

66- mente por provocación externa, que por pérdida gradual del agua en las partes musculosas del cuerpo y del pié ; pro- cedimiento que parece indicar, por la rizacion del pié, el estado de vida reducida del animal.

Encontraríamos así en el género Omalonyx un exemplo en que lo principal de la facultad de defenderse contra el influjo del aire secante, se funda menos sobre la forma y amplitud de su concha, pero si principalmente en la facultad de absorver por las partes musculosas una provi- sión relativamente considerable de agua, para la consuin- cion á la entrada de un tiempo seco.

Se entonces en el género Omalomjx una especie de pulmonatos que está acostumbrada como ninguna otra, á localidades liúmedas, y que igualmente no se halla en otras localidades cerca del Paraná, sino en medio de los territorios de estos bañados, cerca del rio; viviendo en ellos ceñida de agua y de un aire saturado con los vapores acuosos. Nunca se halla el animal en regiones distantes del rio. Luego que durante un bajo nivel del rio ha desa- parecido el agua de los esteros, reserva siempre el terreno gredoso, generalmente cubierto con plantas, por atracción, una cierta cantidad de humedad, que es suficiente á con- servarla vida del animal, hasta entraren un nuevo período de crecimiento él nivel de las aguas del Paraná. Después el animal absorve gradualmente una cantidad de agna en su cuerpo, é igualmente se estiende su actividad vital. Así el animal vuelve, también del mismo modo, al estado en que se hallaba antes.

Envié estos apuntamientos sobre el modo especial de la vida del Omalonyx, á la redacción de un periódico cien- tífico en Alemania [ Maldkozool. Blaetter ] antes de que hubiese venido á mis manos la obra de D'Okbigny sobre su viage á la América Meridional. Me han sido muy satisfac- torias las observaciones, que D'Okbtgny ha hecho sobre este

- G7 -

animal (*), adémasele ver que mis propias son compleja- mente conformes con ellas.

lie aquí lo que el dice :

"Elle est, sans doute, un des plus aquatiques du génre, car elle ne se trouve que pres des eaux sur les tiges des plantes inondées ou méme flotantes ; et nous nous soinmes, assuré l'experience, que le manque d'eau lui fait perdre, immédiatcment, sa ferce locomotive et la vie. La marche en est rapide."

Después délos conocimientos referidos sobre el modo de vivir, que posibilita y hace muy fácil el arrollamiento del animal hacia localidades lejanas, debe ser muy probable la suposición, de que él se encontrará en todos los lugares de las costas del Paraná. Al contrario, es muy improbable hallarle en las partes arenosas de las costas de ese rio, que en su superficie decaen muy pronto, durante un tiempo seco, en el estado sin a<ma.

El animal ha sido obsevardo hasta ahora en las siguien- tes regiones de las costas del Paraná : Corrientes [D'Ok- bigny], Buenos Aires [D'Orbigny] y Eosario [Dóring.]

2. ©íiialossyx patera, Nob.

Testa ovalís, depressissiraa, unguiculiformis, tenuis, corneo-luteo-fusca ; apertura máxima, perfecte ovalis, superne arcuatim angulata, intus submargaritacea. Colu- mella subrecta, leniter incrassata, dentata, lútea. Pe- ristoma acutum, paulo inflexum; marginibus acutis, callo junitis, solutis. Spira milla.

Long, 11.5 mm. Lat. 7 muí. Alt, 3.5 mm. Ap. 10.75 mm. longa, 6.6 mm. lata.

(*) El animal que describe D'Orbigny como Omalonyx unguis Fer., es idéntico al que hemos observado. El retrato hecho por D'Orbigny, representa el animal en el estado de su mas grande amplitud y actividad vital ; pero debemos establecer que la pintura parece ser hecha de me- moria. La parte anterior dal cuerpo, la cabeza con sus tentáculos, no restituye á un representante del genus Succinca; ,sino que se asemeja irua bien á una especie de Vaginuluz,

68

Concha La concha es casi completamente ovalada, muy deprimida, poco convexa, de color caramelo, con una lijera mancha rosada, poco transparente, lucida y en el interior poco nacarada. La apertura es completamente de la misma figura, apenas con un ángulo obtuso hacia atrás, La orilla de la apertura es unida, aguda, con una pequeña in- flexión gradual hacia ei interior déla concha. La columela es poco espesa, sobresaliendo casi en forma de un diente; su color con una lijera mancha fusca. La espira sobre el polo de atrás de la concha es pequeñísima, ofreciendo á la vista la figura ele una jibita obtusa ; pero no sobresaliendo al lado, como en el Omalonyx unguis Fer., considerada vertical- mente. La sutura corresponde á la forma de un garabatito corvado. En el borde exterior de la apertura, en el punto donde tiene el animal la apertura de aliento, se halla una ondulación pequeña, pero ostensible.

Animal El animal en su color es semejante al Omalo- nyx unguís Fer, pero mucho mas limpio, con numerosos puntos obtusos y muy finos, que, como en el Omalonyx un- guis,se agrupan en forma de dos rayas angostas á los lados del lomo del animal. La capa es de color amarillo cla- ro, y no tiene las fajas como la especie anterior.

Tanto por el colorido del cuerpo del animal, como tam- bién por la forma de la concha, distingüese suficientemente esta especie de la anterior ; y tanto, que es difícil de con- fundirlas. Sin embargo, entre el Omalonyx se hallan indivi- duos, que por lo poco distinguible de la convexidad de la concha, y por la jibita mas diminuta del polo de atrás de la misma, acércanse á esta especie. Pero siempre es fácil distinguir nuestra especie de la otra, por el borde exterior de la concha, con su inflexión gradual hacia el interior de la apertura, y el animal por la falta de las fajas sobre la capa debajo de la concha.

De menos consideración parece la diferencia en los pocos ejemplares que descubrí, respecto al grandor mas

69

pequeño de su cuerpo, cu comparación con la concha ; porque, como hemos dicho, en el Omalonyx miquis Fek., el volumen del cuerpo del animal está sujeta á un gran cambio, por causa délas circunstancias húmedas de su resi- dencia ; debiendo determinarse en lo sucesivo, por otras observaciones, si esta diferencia es característica de esta especie. 3. SucciiMMi BMerMioiíalis D'Obbigny, Voy. 1. 1. 711.

Testa oblongo ovata tenui fusculenta vel luteocornea, diaphana, irregularitcr rugoso-substriata. Spira acuta, anfractibus 3-4 valde convexis, celeriter accressentibus ; apertura oblicua, rotundato-ovata, superne vix arcuata. Sutura lata, profunda.

Long. 12 mm. lat. 7.25 mm. Long. aperturao 8 mm. lat. 5.3 mm.

Succinea oblonga, Dkap. D'Oiibigny Voy. 1. 1. 231. Succ. JBurmeisteri, ISTobis. 1. 1.

La concha La concha es ovada, aguda, un poco ven- trudo, transparente, de color lúteo corneo, á menudo bastante rugosa y poco lucida. Los anfractos son bastante convexos y bastante crecientes; el álticao poco mas ventrudo. La espi- ra es aguda ; la apertura redonda, ovalada ; el borde ex- terno del labio de poca apariencia, y unido con el bordo externo de la apertura. El pneumofragma es tenue, crista- lino, elástico y pegajoso.

Animal El animal es de una forma recojida ; durante su marcha casi 1 4 mas largo que su concha, limpio ; toda la parte superior del cuerpo cubierta por numerosas maculitas y puntos obtusos de figura irregular, que en parte se agrupan en forma ele rayas longitudinales. Sobre la línea del medio del cuerpo de adelante, desde la margen de la concha, hacia el espacio entre los tentáculos y hasta la margen de los labios, hay una angosta raya negra. Los tentáculos son limpios y un poco oscuros hacia arriba. Una angosta raya negra continua, desde el punto, á lo largo de

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los tentáculos y sobre el lomo, hacia la margen ele la concha. La capa del cuerpo, transparente dentro de la concha, está pintada con 1012 fajas oscuras convergentes, que van enangostándose hacia atrás, produciendo un golpe de vista muy característico del animal durante su actividad vital. Las fajas al laclo déla columela tienen siempre una curva mas ó menos distinta, correspondiente á la curva de la espira de la concha. El borde anterior de la concha está cubierto hasta ¿ mm. con la orilla endoblada de la capa. Los primeras espirales de la concha del animal vivo son regularmente de color oscuro, poi causa de las partes oscu- ras del cuerpo, transparentes dentro de la concha.

Los individuos jóvenes son siempre mas limpios, y el colorido regularmente menos claro y ostensible.

Órganos sexuales— El penino es en su principio un poco ovalado, después sigue una porción llana y una espesu- ra bastante robusta. Iláeia el fin sigue prolongándose hasta terminar en un doblez ; pero su "prolongación es pequeña en comparaciun con la dol Omalonyx. El apéndice de las glándulas del "'vas deferens" bastante pequeño.

Esta especie caracterizada suficientemente por la con- vexidad de la espira y por el color claro y distinto del cuerpo del animal, tuvo la suerte de ser considerada al principio por D'Orbigny, igualmente que las especies que determinaremos luego, idéntica con la Succinea ob- longa Drap. de Europa; porque su concha no le ofreció muchos puntos característicos para la distinción, como todos los representantes del género Succinea, y porque la formo exterior de ella tenía alguna semejanza con la Suc- cinea oblonga Drap.

Este error do D'Orbigny, aunque fué después rectificado por él mismo pág. 711. de su obra, llamando entonces á la especie sud-americana : Succinea oneridionalis, se ha repe- tido en casi todas las obras científicas, con la observación, que la Suceinea oblonga Drap., está esparcida sobre el

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Viejo y el Nuevo Mundo; porque en todo el continente de América hay especies parecidas y semejantes á la grupa de Suc. oblonga Dbap. Pero mas tarde, con el auxilio do ob- servaciones nuevas mas exactas, lia resultado, que bajo la forma Succinea oblonga Deap. se ocultan diferentes espe- cies de ese género; y ahora también, después de mis obser- vaciones hechas anteriormente, se sabe bien que dicha especie del Rio de la Plata es bastante diferente, para que en lo futuro no haya dificultad en distinguirla fácilmente de sus aliadas. Yo mismo, habiéndola recogido al principio de mi llegada al país, la he distinguido pronto de la Suc- cinea oblonga, describiéndola bajo el título de S. Bur- oneisterí en los Malacolog. Ulaettern, antes de haber con- sultado la obra de D'Oebigny, que no poseía entonces.

Encontré la especie en las barrancas del Paraná y en las costas bajas del Rosario. Cerca de 60 pasos del pueblo, al frente del rio, se halla en aquella localidad la rápida pared de la ribera, que tiene en algunas partes surcos hondos, formados por los torrentes de lluvia y cubiertos de bosque- cilios y yerbas ; en cuyas entradas no faltan algunes luga- res de sombra.

Después de una fuerte lluvia encontré también el animal en número considerable, en una de aquellas tapias gredo- sas; arrastrándose bajo el suelo, sobre las malezas ; ó en algunos puntos déla pared, acompañados de una especie de Pivpa, es decir de Pupa minutíssima. Inmediato á una gran cantidad de individuos adultos, se encontraban mu- cho menos crecidos. Todos estos ejemplares estaban cubiertos con un baño de greda, la cual no dejaba duda sobre la elección de su escondrijo durante el tiempo seco. Habría asi en esta especie, como en la siguiente, acostum- brada á las mismas localidades, una circunstancia análoga en el modo de vivir, con la parecida S. oblonga Deap. en Europa ; y mi opinión sobre la correlación entre la forma de la concha y el modo de vivir del animal

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en el genero Succinea, tendría una nueva calificación.

La convexidad y la espira corta y aguda de la concha de esta especie la caracteriza y la distingue muy bien de las otras de este país. Principalmente en el animal vivo la convexidad de la concha parece muy sobresaliente hacia afuera.

En los ejemplares ele esta especie, coleccionados por el Dr. Stelzner en la provincia de San Luis, la concha es mas límpida y unpooo mas suelta, también la apertura poco mas oblicuada. Estos ejemplares tienen un carácter de cierto modo análogo con los ejemplares de la especie siguiente, coleccionados en la misma localidad. Pero esta similitud se halla solamente en Jos ejemplares mas grandes y viejos, mientras que los individuos pequeños bien se dife- rencian. Estos tenían el misma bailo de greda como los del Rosario. El ejemplar mas grande tenía las siquientes dimensiones :

CONCHA

APERTURA

Longitud

Latitud

Altura

Latitud

12.5 mm.

7.0 7nm.

8.0 mm.

5.5 mm.

De todos los representantes del genero Succinea, esta especie parece la mas esparcida. D'Obbigny la encontró en todas las localidades de las riveras del Paraná, y el Museo Nacional tiene ejemplares de Buenos Aires, Rosario, Sierra de Córdoba, San Luis y del Rio Guayquiraro en el Sud de la Provincia de Corrientes.

4. Succinea labiosa PniLirr. Var. S. cornea, Nobis.

"Testa parva, oblonga tenui, longitudinaliter striatula, diaphana cornea, lútea ; spira acuta bisquintam partera

- 73 -

totius longitudinis occupante, anfratibus 3 % convenís; apertura augusta, ovata, superne rotundata ; columella vix arcuata, labio valde distincto. Long.* 4 lin. lat. 2 ^ lin. ; Apertura 2 -} lin. longa, -J lin. lata." Philippi, viage al Desierto de Atacama, pag. 164, núm. 50, lam. VII. fig. 7. Concha La concha es oblonga, muy poco ventruda, trasparente, de color cornea, bastante bien cubierta con surguitos pequeños é irregulares, un poco espléndida, con 3-4 anfractos regularmente convexos. La sutura regular- mente profunda ;ia espiral muy suelta. La apertura es oblonga, ovalada, redondeada debajo y bastante angosta ; mas larga en proporción que la espiral de S. Hosarinensis Non, y mas angosta que la de S. meridionális. El borde exterior de la apertura es arriba poco curvo, continuando hacia abajo sin encorvadura amplia. El labio sobre el bulto de la columella en el interior de la apertura, se distingue bien, pero y en muchos ejemplares es tan angosto, que no toca al pumo de la inserción del borde exterior de la aper- tura; sino que corre hacia el interior de la concha, como un labio separado [ lo que es visible también en la figura cita- da de Philippi.]

D

i m e n s i o n e s

CON

Longitud

CHA

Latitud

APEE

TUKA

Latitud

Longitud

7.00 mm.

4.00 mm.

4.50 mm.

2.75 mm.

9.65 "

5.25 "

6.35 "

3.65 "

10.50 "

5.50 "

6.50 "

3.75 "

11.00 "

6.00 "

7.35 "

4.50 "

11.00 "

6.00 "

7.00 "

4.25 "

11.00 "

6.00 "

7.25 "

4.35 "

12.35 "

6.50 "

7.75 "

4.75 "

12,50 "

6.50 "

8.00 "

5.00 "

74 -

Animal no conocido —No sin alguna duda he aceptado la especie presente en mi lista, bajo el nombre designado. Sin embargo, la observación de Philippi, respecto á la presencia de un labio distinguido sobre el bulto de la coiu- mela, como también la diagnosis de aquel autor, se acomo- da á los ejemplares del pais, con excepción del tamaño que es difei'ente y mas largo en estos que él dado en la descrip- ción de dicho autor. Sin embargo me veo en el caso de ma- nifestar que debo reservarla definición final de esta especie para lo futuro; porque la determinación de una espe- cie de Succinea, basada únicamente en el carácter de la concha, siempre resta problemática, y puede dar oca- sión á los mas grandes errores, si no hay otros reme- dios para su reconocimiento.

Los caracteres de la concha en el genero Succinea son tan poco diferentes, que no se tendrá conocimiento claro en ese caos de formas entre ellas, y principalmente de las parecidas de S. oblonga Dr., antes que se haya puesto mas atención sobre los caracteres externos y anatómicos de los respectivos animales.

Yo he visto claramente, cuales grandes son las esperanzas que pueden abrigarse sobre esta atención, por la compara- ción de los animales de las especies vecinas de S. meridionalis D'Orb. y S. Bosarinensis Nob. En cuanto á la especie presente, comparada con la & labiosa Philippii, ó también con la S. Chiloensis clol mismo autor, puede ser difícil de definirla de otro modo, que por la c unparacion de las formas respectivas, ó después de un conocimiento exacto de los vivos animales de cada una.

Por desgracia no pude conseguir hasta ahora animales de esta especie. Al principio estaba inclinado á conside- rarla como una variación de la S. meridionalis, como parece ha creído D'Orbigny, por lial^pr tenido también en su poder esta especie. Pero debo considerar la actual cómo una especie distintaa

75

porque se diferencian los respectivos ejemplares jóvenes

de ella y de S. morídionaüs, hasta de un modo mas visible

que los viejos, por la forma general y la apertura mas

angosta ;

La especie indicada ha sido coleccionada por el Dr. Stelzner, en la provincia de San Luis,entre el Rio Salado

y Loreto, acompañada du la anterior.

5. Succiiaea Rosariucsisis Nobis.

Testa oblonga, luteo-cornea, diaphana; spira acuta, snbporreeta , anfractibus 3-4 convexis ; sutura incisa, an- gusta ; apertura liqua, angusta, oblongo-ovata, intus obso- leto labiata. Peristoma superne uncinatum. Long. 11.5. mm. lat. 6 mm. Ap. 6 ^ mm. alt. 4 £ mm. lata.

Concha La erncha es un poco sólida, oblonga, bastante suelta, de color limpio acaramelado, transparente, con sur- quitos bastante distinguidos ; poco lucida. Los anfractos son moderados, convexos. La apertura es oblonga, ovada, en el interior un poco nacarada ; el labio de la vuelta de la columela muy poco distinguido, tocando su borde la inser- ción de la orilla exterior de la apertura. El borde externo de la apertura, en el punto de su inserción, torcido en forma de un garabatito pequeño, correspondiente con la pequeña y muy angosta hendidura acanalada, de la sutura.

Animal El animal es mas suelto que el de S. meri- dionalis; limpio, sin manchitasó colorido oscuro, las puntas de los tentáculos y una raya longitudidal angosta en cada lado, desde el fondo de los tentáculos hacia la margen de la concha, son mas negros. La capa no tiene manchitas ni fajas, es transparente y limpia dentro de la concha.

Órganos sexuales El penino, hacia su punto, es grueso en forma de pera. Apenas existe un apéndice de prolon- gación. El apéndice de glándulas del "vas deferens" es pequeño y tiene una forma ovada.

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Encontró esta especie, muy bien distinguible de las demás, en las mismas localidades que la de S. meridio- nalis, sobre las barrancas en las riberas del Paraná abajo del Rosario. El animal vive debajo de los matorrales, entre el íbllage del suelo. Parece ser muclio mas raro que la otra especie, habiendo bailado yo solo algunos ejempla- res. El colorido del animal indica un modo de vivir mas en oscuro. Las diferencias entre estas dos especies son tan mar- cadas, que no es posible confundirlas. La forma es mucho mas suelta y estirada; el colorido claro del animal, y las diferencias en las formas anatómicas del cuerpo, juntas con los caracteres distinguidos de la concha, son mas que suficientes para caracterizar esta especie. La encorvacion de la margen exterior de la concha, en forma de un garabatito pequeño en el punto de su inserción, y la sutura muy distinguida por su pequeña excavación acanalada, son los caracteres mas visibles ; y por las mismas circunstan- cias diferencia muy bien esta especie, de la anterior y siguiente.

Entre tocias las otras Succineas, la especie presente podría ser la mas aproximada á la Sucoinea oblonga; de cuya especie yo tengo en este momento para la comparación algunos ejemplares de Kandern, en Badia. La forma de la apertura es muy semejante, pero la tercedura del borde de la apertura y el canalito de la sutura, son menos distin- guidos ; en fin la apertura es menos oblicua que la de S. meridionalis.

6. Succinea porrecta, Nocís

Testa elongata, eleganter porrecta, tenui, cornea, hyalina etnitente, substriata, intus nítida; spira elongata, anfractibus 3 ^ subconvexis ; apertura vix obliqua, au- gusta, oblongo-ovata, subtus rotundata ; columella por- recta, parum arcuata. Long. 11.5 mm. Apertura 7.5 mm. longa, 4.7 mm. lata.

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Conoiia La concha es oblonga, muy estirada, casi am- plia y cristalina, con surquitos muy regulares y elegan- tes. El exterior es algo espléndido ; el interior mucho. Los anfractos son moderadamente convexos. La apertura es poco oblicua, oblonga, ovada, creciendo hacia abajo, de regular amplitud y redondez. El labio sobre el bulto de la columela es distinguido, angosto y suelto, tocando apenas la inserción de la orilla exterior de la apertura. El borde exterior de la concha, arriba poco redondeado, y corriendo hacia atrás sin curva ostensible.

Esta hevmosa especie podría ser considerada como mas aproximada á la S. comea, por la forma suelta de la con- cha y apertura ; pero debe diferenciarse á primera vista, por su formas elegantes y mucho mas estiradas, y por la apertura relativamente mas amplia y mucho menos obli- cua. Con la Succinea meridionalis y Rosarinensis, no podría ser confundida fácilmente. La especie fué coleccio- nada por el Dr. Stelzner en la Sierra de Tucuman, en el valle de Juntas, como á 1020 metros de altura.

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Y.

N ombr.ainiento

de

Miembros Corresponsales ele la Academia

Para aumentar el gremio de la Academia y extender su actividad sobre toda la República Argentina, el Director lia propuesto al Exmo. Gobierno nombrar Miembros Corresponsales de la Academia con la obligación de entrar con ella en relación científica, comunicándola sus estudios y recibiendo las publicaciones de la Academia.

El Exmo. Gobierno ba aceptado esta propuesta y ha nombrado los seis caballeros presentados en la nota del Director, con fecha del decreto ad- junto.

Dai sobre este asunto :

Damos en seguida los dos documentos oficiales

No. 1 Presentación del Director de la Academia

Directorio de la Aca- demia de Ciencias Exactas,

Buenos Aires, Marzo 30 de 1874.

Al señor Ministro de Instrucción Pública, Dr. D. Juan C. Albarracin.

Es una costumbre general, que las Academias científicas nombren personas competentes del país, que no son Miem- bros Activos de ellas, para Miembros Corresponsales, invi-

- 79

tándolos á entrar en relación con la Academia, recibiendo de ella sus publicaciones científicas y obligándolos también á dar á la Academia sus obras científicas, sea para la publicación ó sea para tomarlas en consideración.

Me permito, proponer á V. E. la recepción del mismo uso también en la Academia de Ciencias Exactas en Córdova, nombrando para Miembros Corresponsales,, con el fin de entrar con la Academia en contacto científico, las personas siguientes :

1. D. Federico Schiclcendante, Director del ingenio de

Minas de Pilciao en la provincia de Catamarca.

2. D. Francisco J. San Román, Director del Depar-

tamento de Minería en el Colegio Nacional de Catamarca.

3. Dr. D. F. W. /Seecampj Profesor del Colegio Nacio-

nal de la Concepción del Uruguay.

4. D. Juan J. J. Kyle, Profesor del Colegio Nacional

de Buenos Aires.

5. D. Francisco P. Moreno, natural de Buenos Aires.

6. D. Carlos Berg, Inspector del Museo Público de

Buenos Aires.

Conozco diclios seis caballeros personalmente y sé, que son personas científicamente laboriosas y de mucho interés para ser útil al pais ; y por esta razón les recomiendo á Y. E. de nombrarlos Miembros Corresponsales de la Aca- demia Nacional en Córdova.

Dios guarde á Y. E. muchos años.

Firmado— Dr. Germán Burmeister.

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No. 2 Contestación del señor Ministro

Ministerio de Ins- trucción Pública, etc.

Buenos Aires, Abril 14 de 1874.

Al señor Director de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Dr. D. Germán JBurmeister.

Me es grato comunicar i usted, en contestación á su nota de fecha 30 de Marzo ppdo., que se lia hecho el nom- bramiento de Miembros Corresponsales de la Academia Nacional de Ciencias Exactas por el decreto, que en copia legalizada acompaño. (*)

Con este motivo reitero á usted, las seguridades de mi distinguido aprecio.

Firmado— Juan C. Albarracin.

(*) El decreto, conforme con la proposición del Director, se ha publi- cado en el Boletín Oficial de la Nación, Año IV, pt. I.— encargando al Director para comunicar su nombramiento á cada uno de los miembros designados.

81 ~

VI.

El bicho de cesto, por D. Carlos Berg,

Bajo esto título ó el de bicho canasto, conocen los argen- tinos un gusano que se encuentra casi en todos los arboles de la República, atado á los ramitos y hojas, figurando un cartucho pequeño de 2-3 pulgadas de largo, tejido con restos de ramitos unidos entre si por los hilos de seda, que produce el animal, el que vive en el interior del cartucho, saliendo de tiempo en tiempo, con su cabeza y sus patas anteriores de la porción anterior mas ancha y abierta del cartucho, para caminar, comer y atarse tranquilamente en los lugares donde quiere descanzar de sus movimientos.

ISÍo siéndole obligatorio el comer solamente una planta particular, como muchos otros guzanos de mariposas, que están concretados á una comida fija, sin tocar otras plantas, el bicho de cesto come casi tocias, y con una voracidad que muestra pronto al ojo de los transeúntes las devastaciones producidas por millones de estos bichos.

Hay años, en los cuales ninguna hoja se ve en los alamos y sauces de nuestros campos ; y si no existen los bichos en tanta abundancia, á lo menos hay siempre algunas docenas en cada árbol, y aun en los arbustillos menores como en las yerbas bajas del suelo se ven muchísimos de estos anima- les dañosos. Destruyen con estas devastaciones muchos árboles, que al fin se secan por la pérdida de sus hojas y ramitos nuevos, necesarios como órganos de respiración para la integridad de la vida de cada organismo vegetal ; y si no les matan, deformen á lo menos la hermosura délas plantas y cambian la verdura fresca de nuestros paseos y jardines en un aspecto triste y ofensivo á la vista de los propietarios y personas, que desean obtener de estos esta- blecimientos su placer y su recreo.— Principalmente los

6.

82

estrangeros recien llegados á Buenos Aires esperimentan una mala impresión, cuando ven los árboles colgados con miles de estos cartuchos feos ; y muchas de las personas recien venidas están dispuestas á creer en la negligencia de la población rural, que permite el aumento excesivo de estos animales, sin pensar, que la destrucción de estos millones de bichos de cesto no es una cosa tan fácil como se imaginan.

Ningún animal, ni pájaro alguno como estos bichos, que están muy bien asegurados contra todos los ataques en su seguro canastillo, y aun la mauo del hombre tiene dificul- tad para sacarlos, porque se atan muy firmemente á los ramos por medio de su tejido. Al fin el trabajo del hombre es el único remedio, que puede aplicarse contra estos ani- malitos dañosos; aunqne no todos son tan sedentarios

durante toda la vida, como los gusanos, que se transfor- man en mariposas.

Sabemos, que las mariposas son por lo general anima-

litos con alas, que vuelan libremente en el aire, sacando la

miel de las flores para su alimento. Pero en el bicho de

cesto, solamente el macho se cambia en mariposa voladora;

la hembra nunca está prevista de alas y jamas abandona su

canasto y por este modo de vivir es posible disminuir el

número de estos bichos, si los propietarios los sacan de sus

árboles, destruyendo en los cartuchos de las hembras no

solamente á ellas, sino también muchísimos huevos que

deponen allí las hembras. Como de estos huevos no salen

1 s gusanitos antes déla primavera siguiente, y los canastos

llenos de ellos están atados á los ramos secos de los árboles

durante el invierno, es preciso cortarlos en esta estación,

y quemarlos con los ramitos. Muchos de los canastos, llenos

de huevos, caen también al suelo, sacudidos por los

vientos fuertes que en el invierno reinan en nuestra zona,

y es una gran negligencia, dejarlos en el suelo, hasta la

primavera en que salen los gusanitos ; mucho mejor sería

recojerlos y quemarlos también, para destruir asi algunos

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millones. A este trabajo pueden dedicarse fácilmente niños v viejos, que no tengan otra ocupación, porque la obra es fácil y cada uno conoce los canastos, que son muy visible3 por su tamaño y su figura particular. He reconocido por cálculo exacto, que cada hembra depone 3,000 huevos mas ó menos, y como los canastos de las hembras son mayores en tamaño, que los de los machos, es fácil distinguirlos. Con mil de estos canastos de hembras, quemados en el invierno, se matan pues tres millones de gusanitos ; y reco- ger esa cantidad es obra de algunas horas, tal es el número de bichos en nuestros alrededores. Las personas que pongan en práctica este remedio para limpiar su jardín, pronto verán el resultado, y si no matan jamás todos, á lo menos disminuirán mucho el número de los bichos de cesto en sus propidades particulares.

Tomando en consideración el bicho de cesto como ob- jeto científico, que es el principal para nosotros, debemos advertir en primer lugar al lector, que ya es conocido y bien descripto desde hace cerca de cincuenta años. En 1826 un sabio ingles, Mr. Lan,sdown Guilding, vecino de Honduras, publicó en los : Transactions of the Linnean Society of London, Tom. XV.pag. 371-377, la descripción del bicho de cesto bajo el título de Oiketicus Kirhii, expli- cando su organización y modo de vivir en las láminas VI y VII de dicho tomo [The natural history of Oiketicus, á new and singular genus of L&pidoptera.~\ Pero esta des- cripción, escondida en un periódico caro y poco conocido por esta razón entre los sabios, se habia olvidado tanto, que en los años mas modernos otros dos sabios han dado de nuevo figuras y descripciones del mismo animal bajo otros nombres. El primero de los dos, Dr. II erricii Schaeffer de Ratisbona, publicó en su : Sammlung neuer exotiscltev Sehmetterlinge en 1854, en la figura 519, una nueva figura del macho bajo el título de Oiketicus ful gurator de Bahía, y 17 años mas tarde describió el profesor Zeller el canasto de

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un individuo muy grande, recibido de Pernaníbuco, en la Stettiner entomol. Zeitung del año 1851, pag. 49, lam. 2. con el nuevo apelativo Psyche [Oiketicus] gigantea, sin conocer mas que el cadáver bastante seco de la hembra, encontrado en el mismo canasto. Pero pronto el autor reconoció su error, describiendo el animal bajo un nuevo título, y rectiñcó su apelativo en la pag. 80 del mismo periódico. Contemporáneamente con la figura del macho de Herrich Schaeffer el sabio entomologista ingles J. O. Westwood publicaba de nuevo en les Proceedings of the Zoolog. Society of London de 1854, tomo 22, pag. 219. lám. 34. f. 2. la antena y la ala del macho, según un ejemplar auténtico del British Iluseum, recibido ante- riormente del mismo Láistsdown G-uilding.

Por todas estas comunicaciones científicas el animal es muy bien conocido ahora según su figura y sus órganos externos, pero su modo de vivir ha sido observado sola- mente por el primer autor, que lo describió, y para per- feccionar esta parte de su historia natural hemos creído útil, dar estas nuevas noticias mas completas. (*)

Antes hablaremos un poco de la colocación sistemática del animal entre las mariposas (Lqpidqptera) ó Insectos con cuatro alas cubiertas de escamas pequeñas microscópicas, pintadas generalmente con muy vivos colores. Pertenece el bicho de cesto ó canastillo al grupo que entre ellos se llama : Mariposas de noche ó Bombyces, conocidas por su gran habilidad para hacer tejidos de hilos de seda. Hay en este grupo una pequeña sección, llamada Psychidae, que se diferencia principalmente de las otras por su modo de vivir en canastillos, tejidos por los gusanos con diferentes objetos pequeños de las plantas, en las cuales viven, y

(*) Algunas noticias de su modo de vivir ha dado también un sabio Porteño, Dr. D. M. Esteves Sagui, en la li:vista de Buenos Aires, Tooi. VI, pág. 294.

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también por la grande diferencia de los dos sexos, siendo únicamente el macho una verdadera mariposa con alas, y la hembra un bicho sin alas, mas parecido á un gusano corto grueso y desnudo, que á una mariposa verdadera. La historia natural de este grupo de Psychidae tiene muchas dificultades, y como se encuentran miembros de dicho grupo en casi todas partes de la tierra, su historia ya está muy bien estudiada. Remitimos al lector á las observacio- nes del señor D. Otto IIoffmán en la: Berliner entomól. Z> itschrift, VI. pag. 1. sig. (1860.8) y á la Mbnographie des Psyóhides de Mr. Bruand danslos: Mem. de la Soe. d'Mmul. du Doubsde 1853.

Nosotros hemos estudiado los bichos de cesto, tan sor- prendente para un extrangero recien llegado, desde nuestra llegada en el país, el Mayo de 1873, y hemos obtenido por nuestros estudios algunas datas nuevas, observando de tiempo en tiempo su modo de "vivir, que comu- nicamos ahora extensamente al público, que sin duda tomará mucho interés en este animalito, cuya fama es malí- sima entre nosotros.

Al principio de Setiembre, se encuentran generalmente á las hembras muertas y secas en sus cartuchos, y atrás del cuerpo arrugado muchos huevos vivos amarillos y peque- ños, lié contado dos veces el número de huevos contenidos en el cartucho, y lié recogido de uno 3.010 y del otro 2.869, lo que prueba, que el número medio será de 2,935 huevos en cada uno, acercándose casi, como hemos dicho antes, á 3,000 en el cartucho femenino. Desde mediados del mes, cuando principian los dias algo mas calientes, los gusa- nitos salen de los huevos, abandonando el cartucho de su madre no desnudos, sino ya cubiertos con un cartucho pe- queño y fino, tejido con los restos de la lana fina, que cubre el cuerpo de su madre, principalmente en la porción posterior. Como no es difícil en la clase de comida, agarra el animalito las hojas finas de las plantas mas vecinas y

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come con tanta rapidez, que se aumenta casi á los ojos del observador el tamaño de su cuerpo. Durante esta época busca el gusanito de tiempo en tiempo algunos objetos secos y pequeños de sus contornos, como ser partes de ramitos, para unirlos con la porción anterior abierta de su cartuclio, aumentando de este modo su extensión. Al principio toma siempre el animal objetos muy pequeños, pero poco á poco, cuando se aumenta su tamaño, también se aumentan los objetos adheridos á su canasto, cortando entonces de los ramitos secos de los alrededores partes correspondientes á su extensión, para unirlas por medio de su tejido á su cesto. El autor inglés Lansdowjst Guilding figura estos pedazos de ramitos, unidos al canastillo, en colocación vertical, lo que nunca he visto en los nuestros; todos los que lié exami- nado, han tenido los pedazos de los ramitos colocados hori- zontalmente, y de este mismo modo los figura el autor alemán Zellee en su gran cartucho. La longitud de estos pedazos es diferente, según la colocación en el canasto ; los de la porción media son generalmente los mayores, pero es raro ver mas grandes que media pulgada ó 7 líneas [13-14 m)«,],como lo dice también Zellee. No cuadra igual- mente su observación del espesor de los pedazos con los mios, diciendo que tienen dos hasta tres líneas de grueso ; no he visto jamas ramitos tan gruesos en nuestros canastos, superándolos mas gruesos á penas 1-1-J líneas, ó 3 mm.

También el tamaño general del canasto es diferente, porque nunca he visto mas largos de 4 pulgadas [10 e. mX y el tamaño general es de 3 pulgadas [7 o. m.~] en los de las hembras, y 2 pulgadas [5 e. m.~\ los de los machos. Estos canastos nunca están tan artificialmente construidos como los de las hembras, y principalmente no son tan bien cu- biertos con el tejido de seda, que tapa también en los car- tuchos femeninos la superficie externa del canasto con los ramitos contenidos en ella. Con esta cubierta externa del tejido, el gusano ya principia de la construcción del car-

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tuclio, pero no es muy exacto confeccionada, reservan dose la renovación hasta el fin de sn vida como gusano, antes de cambiarse en crisálida; en cuyo momento el animal cubre todo el cartucho al lado exterior con una nueva capa de tejido de seda pardo-blanquizo, cerrando también enton- ces la apertura grande anterior del cartucho, con la cual el gusano ata el canasto á un ramo mas fuerte. Es un error de Zeller, el creer que el animal ata su cartucho con la extremidad mas delgada, que es la posterior; el canasto está siempre atado con su punta mas ancha y gruesa, que es la anterior, durante la vida del animal. Pero como cambia el gusano su colocación en el interior del canasto al lado opuesto, cuando quiere entrar en el estado de crisá- lida, tiene asi su cabeza en el estremo mas delgado del canasto y la punta posterior del cuerpo, con el ano, en el mas grueso, donde estaba antes la cabeza.

La otra extremidad mas delgada del canasto está también abierta, y permanece siempre en este estado, aunque nada sale por ella, ni aun los excrementos del gusano, que siem- pre son arrojados por el mismo conducto, de donde sale la cabeza; solamente el macho entra, para la copulación de la hembra, con la parte posterior de su cuerpo por esta aper- tura posterior bastante angosta.

Es bien conocido que los gusanos de las mariposas cam- bian tres y hasta cuatro veces su cuero externo, durante la vida; rompiendo el antiguo en el medio del lomo y salien- do por ese punto el animal con el nuevo y c;n tamaño un poco mayor que el que tenia anteriormente. JSTo se exa3- tamente, cuantas veces el gusano de cesto cambie su cuero, pero he observado bien, que esta operación dura cada vez de dos á tres dias. El gusano ata entonces su canasto á un ramito y permanece tranquilo en el interior, hasta que la operación concluye, arrojando el cuero viejo por la apertura anterior mas grande del canasto y nunca por la posterior, que es bastante chica, para no dejar pasar el

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cuero arrugado viejo. He visto regularmente salir de esta apertm a anterior los excrementos y el cuero viejo, pero nunca por la posterior, como lo dice D. Otto Hoffman de los gusanos de Psyohidae en Europa.

La unión del o-usano con su canasto es doble; una se forma por los ocho pies medios de su cuerpo, que tienen principalmente la ocupación de sostener atado el canasto, y la otra por un cordón tejido con algunos filos de seda, que se ata al vientre del gusano entre el anillo séptimo y octavo de su cuerpo, y también en dirección opuesta al canasto. El gusano usa los tres pares de grandes patas anteriores para caminar, saliendo con ellas afuera de la apertura del canasto y arrastrándolo con la parte posterior del cuerpo con pasos reiterados, permaneciendo por un momento tranquilo con las patas anteriores. Este modo de caminar, no es lijero, sino bastante despacio.

Desde el fin de Enero basta principios de Febrero, el gusano es adulto. Su color principal es entonces verde- pardo, amarillo-oscuro, principalmente en la juventud. La cabeza es apenas mas oscuro que el lomo, pero poco mas azul que verde, y marmoreada con manchas amarillas, ne- gras y blancas, ó fajas de los mismos colores, y puede alejarse en el anillo del cuerpo, que sigue, cubierta con algunos pelos finos mas cortos que los que son dispersos, de 2-3 mm. largos, sobre el cuerpo. Los tres primeros anillos del cuerpo están cubiertos, como la cabeza, con cuero duro, corneo, y d e igual color; el primero es mas ancho que los otros dos, y el segundo poco colorado á los costados. Los otros anillos atrás del tercero (4-12) están cubiertos con un cuero muy fino, teniendo un color poco mas oscuro, en el medio del lomo, y están plegados transversalmente á los lados. Alli están las aperturas respiratorias, llamadas estigmas, de color rojo ó ñuco amarillo, con contornos ele- vados, prolongados hacia abajo, formando á cada lado un rodete longitudinal sobre todo el cuerpo. Las patas de

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los tres primeros anillos son muy fuertes, principalmente el Begundo y tercer par, y de color pardo, con manchas blan- quizas; las del primer par son bastante cortas (3. m/m. de largo)} las del segundo y tercero tienen 7-8 mm. de largo é son iguales entre si, no siendo mas largo el tercero que el se- gundo, como lo dice el señor Zeller. Las otras patas cortas del medio del cuerpo y del fin son un poco esten- didas, y de color algo mas claro que el fondo del cuerpo, con garabatos pequeños pero agudos, al fin ; el último es mas oscuro, y la tapa del ano, encima del último par de patas, es casi negra; teniendo la superficie con lustre, como la cabeza y los tres primeros anillos. Todo el cuerpo del animal mide 2 \ hasta 3 cm. ó 1 ■$• 1 £ pulgada; pero los gusanos femeninos son siempre mas gruesos y mas robustos que los de! macho.

Los gusanos adultos no buscan un lugar especial para atar su cesto, sino que se colocan en cada objeto vecino, sea un ramito ó una oja, y aun los palos y las paredes de los cercos y casas están cnbiertos con cartuchos atados. Siempre se atan, como ya hemos dicho, con la porción mas gruesa del cartucho, que es la anterior, y nunca con la mas angosta ó posterior ; y la posición del cartucho es la pen- diente ; el estremo angosto hacia abajo y el grueso hacia arriba. Pero el gusano cambia su colocación en el interior del canasto inmediatamente después de haberse atado y cerrado la punta gruesa del cartucho ; volviendo su extre- midad posterior hacia el principio grueso del canasto y su extremidad anterior con la cabeza hasta el extremo angosto del mismo. En esta posición se transforma el gusano en cri- sálida, sacando su cuerpo nuevo del cuero viejo del gusano en la dirección regular, desde la cabeza hasta el ano, y en la misma posición permanece también la hembra en el interior del canasto, durante el último período de su vida como insecto perfecto. También sale de su encierro el macho volador por la parte angosta del canasto,

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La crisálida del niacho es completamente diferente por su figura de la de la hembra; pero como esta diferencia está ya bien explicada por los autores anteriores, Lansdown Gdtlding y Zellek, no quiero ocuparme aquí con una nue- va descripción; lo único que me parece digno de repetir es, que la crisálida mas angosta y pequeña del macho, sale con la mitad de su cuerpo afuera de la apertura del estremo an- angosto del canasto, después de haberse roto la cascara, para dejar salir la mariposa, mientras que la de la hembra queda en el interior de] canasto, cubierta con su cascara vieja, sin moverse de su lugar fijo.

Después de cinco hasta seis semanas de tranquilidad en el estado de crisálida sale la mariposa perfecta. Los machos con alas salen al ponerse del sol, mas ó menos temprano, arrojando del canasto la mitad déla cascara de la crisálida, y vuelan pronto en los contornos para buscar hembras aun no fecundadas; pero las hembras abren solamente la cascara de la crisálida sobte la cabeza y permanecen con su cuerpo en el interior de su antiguo cuero. Como en todas las Psychi- dae la cascara de la cabeza de la crisálida se divide por dos rasgaduras en tres partes triangulares, dos de cuyas partes corresponden al cráneo y una á la porción de la boca.

Los machos tienen una anchura entre las alas abiertas de 35 ñwn. Sus alas son de color fusco bastante claro, con una mancha negra en el medio de las alas superiores y dos manchas blanquiscas al lado externo de la negra. Esta man- cha negra ocupa la celdilla media; en el lado externo de ella cada ala está casi desprovista de las escamas pequeñas, y estos puntos son por consiguiente transparentes ó casi blan- cos. También la porción terminal de la ala supesior tiene muy pocas escamas. Las astas (anteimae) son negras, la mi- tad basal bien peinada á cada lado, y la punta está solamen- te dentada á los dos lados. La cabeza, el tórax y el vientre son fuscos, cubiertos de largos pelos muy densos ; lo mismo que en las patas. La figura del macho, que ha dado Lans-

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down Guilding es bastante mala, muy oscura y casi negra, y por este defecto ha sido imposible conocer el animal ; muy buena al contrario es la del macha, dada por IIerricii- Scuaeffer (1. 1. fig. 519), con excepción de la mancha central negra de las alas superiores, que no es bastante oscura, y el vientre anormalmente estendido. Solamente en el acto de la copulación se estiende el vientre de esa manera y aun mas, cuando la copulación es perfecta.

La hembra no tiene alas, como ya liemos dicho, y de nin- gnn modo se parece á otra mariposa. Su cuerpo es de figu- ra oval alargada, generalmente de 25 mm de largo, y casi 10 muí de ancho en el medio. La cabeza y los tres primeros anillos del cuerpo son poco mas amarillo-oscuro?, y todo el resto del cuerpo amarillo claro. Estas cuatro partes tienen una superficie luciente, y la otra porción del cuerpo no tiene lustre. En la cabeza se pronuncian bien los ojos bas- tante pequeños, sobresalientes y de figura elíptica; en lugar de las astas (antennae) se ven dos hendiduras pequeñas oblongas y los órganos de la boca faltan casi completamen- te. Los tres primeros anillos del cuerpo tienen dos patas muy cortas cada uno, de figura de una verruga poco eleva- da, con una punta cónica mas sobresaliente, y lo indicación de una pequeña articulación en ella antes del último ter- cio. Las figuras, que Lansdown-Güilding de las patas, no son exactas, y mejores son las de Zeller. El resto del cuerpo de la hembra es muy blanda y completamente des- nuda, con excepción de los tres últimos anillos, que están cubiertos de pelos finos de seda amarilla. Ya he dicho, que la hembra no sale de la cascara de la crisálida, sino que queda en ella como un chiquito envuelto en su pañales.

Foco tiempo después de haber abandonado la crisálida, los machos vuelan en la vecindad del lugar de su naci- miento, para buscar una hembra no fecuntada, en su ca- nasto. Habiéndola encontrado el macho, se posa sobre el canasto generalmente del lado inferior, que no está colocado

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completamente perpendicular, sino algo inclinado á uno y otro lado, agarrándose con sus patas á la porción angosta del cesto y buscando de entrar en ella con su vientre encor- vado Inicia arriba, perforando la punta del canasto con la tenaza fuerte que contiene los órganos genitales. liara vez entra con prontitud la punta del vientre, porque estando mas ó menos cerrado el canasto por hilos de seda vieja, mezclados entre por el movimiento perpetuo del gusano en el estado jovenil de la vicia; el maclio cambia repetidas veces ele posición y busca la entrada por diferentes lados, hasta que al fin sus perpetuas operaciones con la tenaza terminal de su vientre abren la punta del canasto. Entonces entra en. su interior no solo con la punta del vientre, sino también con toda la porción posterior de su cuerpo, hasta el tórax, buscando los órganos sexuales de la hembra, que se hallan bastante distantes, por la colocación inversa del animal en sn canasto, teniendo la hembra la cabeza en el lado angosto, por donde entra el macho, y su extremidad posterior con el ano y los dichos órganos al estremo grueso opuesto. Es por consiguiente nn largo camino el que la punta del vientre del macho debe recorrer para cumplir con su deseo ; pero consígnelo al fin, en verdad, como prueba la tranquilidad perfecta del animal mientras se halla en el estado de la copulación. Nada puede distraerle en este acto, y aun tocado por el observador, moviéndole de un lado al otro, no se aflije pomada en esa operación, que dura gene- ralmente mas de una hora.

La cuestión de mas grande interés es la de saber, como el macho alcanza los genitales de la hembra, aunque ella está encerrada todavía en la antigua cascara de la crisálida, con todo su vientre y aun con el tórax. Muchos autores, que observaron la historia natural de las Psychidm en Europa, han creído, que la hembra cambia de nuevo su colocación en el interior del canasto, volviendo la cabeza al lado grueso del mismo y la extremidad posterior del cuerpo

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al laclo angosto; pero es un error á lo menos en nuestra es- pecie. ITeinos muerto instantáneamente por medio del clo- roformo los dos animales durante el acto de la copulación } y liemos observado, que la cabeza permanece en su coloca- ción lija atrás de la parte angosta y abierta del canasto, y la extremidad del vientre en el extremo ancho. Sacando en- tonces los dos individuos muertos juntos todavia hemos ob- servado lo que sigue :

El macho, después de haber perforado la punta del canas- to con su tenaza, entra también con esta misma en la casca- ra abierta de la crisálida, sobre la hembra, por la rasgadura transversal, que separa la porción Je la boca del animal de los dos lóbulos de la cascara sobre el cráneo, y estendiéndose milagrosamente la punta muy delgada de su vientre, situa- da detrás de la tenaza, marcha esta parte del macho sobre el pecho y el vientre de la hembra hasta la extremidad de su cuerpo, siempre tapada por la cascara de la crisálida feme- nina y ajustado seguramente por ella en su camino hasta los órganos sexuales de la hembra. Esta participa también activamente de la copulación, volviendo la punta fina y expansiva del vientre hacia adelante, prendida entonces por la tenaza terminal del macho y sostenida en unión fija, cuando el macho mete en la apertura genital su verga larga cubierta con muchísimas espinas finas, como le pinta bien Lansdown Güilding (fig. 2). En este estado quedan jun- tos, como ya he diche, los dos individuos mas de una hora.

La cuestión es saber si un macho se junta con diferentes hembras, como en el caso de los Psychidae de Europa, se- gún la observación de Hoffman. Es posible esto también en nuestro bíeho canasto, porque el macho, que he matado después de haber estado una hora en el acto de la copula- ción, ha tenido, anatómicamente examinado, aun muchísi- mos espermatozoides en sus órganos internos. Estos corpús- culos moleculares de la esperma viril son de figura de

98 Suplemento al anexo núm. 11, pág. 28

De paso últimamente por Buenos Aires el señor profesor B. A. Gould, Director del Observatorio Astronómico en Córdova, he mostrado á él los pliegos ya imprimidos del .Boletin, para se impusiera de su contenido, y viendo el anexo no. 11, me ha dicho, que los datos sobre la contrata- ción del señor D. C. SellacTc no son exactos, y me ha escrito la carta^sig diente, para corregir estas noticias, avisándome que su informe, imprimido en el Boletín Oficial de la Nación, Año IV. pt. 1. no. 8S3. pág. 302, los pormeno- res de este asunto.

Buenos Aires, Abril 22 de 1874.

D¡\ Burmeister.

My dear Sir:

At your request y take the liberty of adding a few words of correction to the accouut given by you of the relations, whieh Dr. Sellad- held toward me.

It is a mistake that this person vas sent to me by any society whatever. My eudeovors to obtain a liberal subscription for this purpose having failed of fall success. Y requested my fricud, Mr. Rotherford in New York, to engage a photographer as my prívate assistant, and to cause him to be inatructed in the astronomical applications of his art.

The photographer engaged was the person alludedto, who has been knowa iu this country under de ñame of Sellad: His expenses of every kind, transportación, materials, apparatns, salary and subsistance were depayed by me and by me alone ; and the theory of his having been sent by an American Society to the work, for whieh I paid him, and which he did not perfora), was bis own invention and withont foundation in truth.

Very respectfully

Your friend and servant

B, A. Gould.

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DE ERRORES TIPOGRÁFICOS

Pag. 8. fila 16 de arriba léase: mayor en lugar de mavor

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