PASO ida CAN 1 8 Aa UCA y TO a p E dei sa Ci Ja SONATA cio FUGA DN ce MS A de o a A . SN PEO mana 4 0 E an 8 e JS De O y E PROF. DR. F. BEHN PROF. DR. G. GRANT BOLETIN DE LA SOC. DE BIOLOGIA DE CONCEPCION (CHILE) Filial de. la Societé de Biologie de París Publicación auspiciada por la Universidad de Concepción DIRECTORIO: A DR. E. SOLERVICENS PROF. . DR. C. AE PROF. DR. R. MELO REDACTOR DEL SOI PROF. DR: ERNESTO HERZOG TOMO XXXI A _ANO 1957 Editado en Diciembre de -1957 SUERO roo PAE Ricardi, M.: Fitogeografía de la costa del Departamento de Taltal 3 Ricardi, M. y Torres F.: Plantas vasculares nuevas para Chile 2 bl Ricardi, M. y Marticorena, C.: Estudio palinológico de las Fitolaca- ceas chilenas ... .. A nO E A a Ricardi, M.: Marticorena, C. y Tomás, F.: Nota preliminar sobre mor- fología de los polenes de Tropaeolaceas chilenas ... ... 15 Biel. F.: Cabrera, M. y Chiang. L.: Función secretora gástrica en pacientes con gastrectomía subtotal ... 0.0. 0.0... O] Biel, F.; Werlinger, M.; Aste, G. y Lecannelier, S.: Motilidad esofági- ca normal y en esófago irritable ... .... 27 Biel, F.; Cabrera, R. y Chiang. L.: Acción de la ió al la secreción QASTICA ns: ; 37 Hulot, A.: :Nota preliminar sobre les! elas el estaciones en la Ba- hía de Talcahuano ... .. 45 Israel, J.: Grupos sanguíneos Aso y Moción RH. en le de Pascua 49 Israel, J.: Variaciones en la relación del nervio ciático mayor con el músculo piramidal ... ... .. a a AO Overdick-Erdmann, L.. Terméóstato LS para acuarios Y viveros similares ... ... : S9 -Peña, E. y colaboradores: Contribución l ada electroforético en : papel de las lipoproteínas séricas normales ... ... 63 Moeéena, A.: Morán, A.: Pavesi, L. y colaboradores: ras onde cromatográticos de «amino-ácidos libres y de hidrolizados proteicos en líquidos biológicos ... . 8l Beohn, F.; Johnson, A. y Millie. G.: Expedición EI LiS a jes cor- dilleras del Norte de Chile ...... 0000 A e Nes Wilhelm, O.: Las gallinas de la Isla de Pascua ESTOS EA SÍ Wilhelm, O. y Hulot, A.: Pesca y peces en la Isla de Paid OY Dreifuss, W. y Titow, N.: Acción de levaduras activas sobre el des- : mol dc ASP Ud eno aL dl Bol. Soc. Biol. Concepción (Chile) BOLETIN DE LA SOCIEDAD DE BIOLOGIA CONCEPCION FILIAL DE LA SOCIETE DE BIOLOGIE DE PARIS PUBLICACION AUSPICIADA POR LA UNIVERSIDAD y DE CONCEPCION TOMO XXXII Mods: CONCEPCION INSTITUTO 'DE BOTANICA A Universidad de Concepción , ¿¡mDirector Prof. A. Plister P. Fitogeograñía de la costa del Departamento de Taltal (*) Por Mario Ricardi La flora de la costa del departamento de Taltal es, con justa razón, considerada como una de las mas interesantes del norte de Chile, debido a su pronunciado endemismo, a su Ti- queza en especies y a que ha sido visitada por famosos bota- nicos desde muchos años atras; razones éstas que la colo- can en una situación de privilegio para la comprensión y co- nocimiento. de la flora norteña o desértica del país. Rodulfo A. Philippi, vtajó y exploró estas regiones entre los años 1853-1854, publicando en su célebre obra “Viaje dl de- sierto de Atacama” la descripción de gxan cantidad de plantas colectadas en las vecindades de Taltal, con lo cual despertó el entusiasmo y la inquietud de los botánicos por una zona de gran interés florístico, a la cual, ántes de Philippi, sólo se la conocía vagamente como una región desértica e inhospitalaria. Desde los sacrificados y largos viajes de Philippi, a lomo de mu- la, hasta nuestros días, el norte de Chile, y sus recónditos lu- gares, sigue teniendo su interés original. Es la meta ansiada de los botánicos; las especies colectadas son valiosos ejemplares para los Herbarios. Entre los años 1925-1928 el Dr. Erich Werdermann recorrió y colectó abundante material en esta región y en otras partes del norte del país. Entre los estudios mas detenidos que se han realizado sobre la flora de Taltal y Chañaral, se destacan los del Dr. Ivan M. Johnston de la Universidad de Harvard, USA., quien publicó, en 1929, los resultados de sus viajes y estudios (*) Trabajo patrocinado por el H. Consejo de Investigaciones Científicas de la U. de Concepción, bajo el proyecto intitulado “Investigaciones taxonómicas de la flora de Chile”, , E SMITHSONIAN SUTUTION. MAY 2 6 1958. en su obra titulada “Flora of Northern Chile”, en cuyo primer capítulo se refiere extensa y detenidamente a la flora de la cos- ta del departamento de Taltal y Chañaral. La orografía y topografía del drea en estudio es abrupta. En la sección norte la Cordillera de la Costa presenta un relie- ve macizo. Por detrás de Paposo y de El Rincón, culmina esta Cordillera en la Sierra Vicuña Mackenna, cuyas cimas alcan- zan a más de 3.000 m. sobre el nivel del mar, la cual se acerca de unos 10 a 15 Km. del Océano, sin dar forma desarrollada en el litoral. Los cerros vecinos al mar alcanzan en esta parte una altura promedio de más o menos 1.000 m., elevándose las cum- bres directamente de la «angosta y, cercana planicie costera. De Paposo al sur la Cordillera ofrece un típico aspecto de mon- taña. Cordones bien desarrollados, con tendencia a acuchillar- se, dan el rasgo característico a las formas de relieve. La pla- nicie costera tiene su punto más ancho en las proximidades de Punta Grande, siendo las alturas más prominentes vecinas a los 1.400 m. Al sur de Taltal, hasta cerca de Caldera, la orogra- fa es parecida, salvo que los valles y quebrádas son mas an- chos y frecuentes. El arreísmo deminante en esta región no permite observar ningún curso de agua por débil que sea; tan solo en algunas quebradas es posible encontrar afloramientos o escurrimientos modestos en su porte media o en su vecindad al mar. Un poco al norte de Paposo existe un débil chorrillo en la Quebrada de La Higuera; afloramientos en la Quebrada de Paposo, mas al sur en Cachinalcito y en la: o “de Cascabeles y, a veces, en la de San Ramón. En general, los cauces de las quebradas son secos y llevan agua sólo en los extremadamente raros pe- ríodos de aguaceros copiosos, transformándose en estos casos en verdaderos torrentes de breve, pero destructora vida; especial- mente cuando llueve en el desierto central, como es el caso de las “avenidas” que mas de una vez han arrasado con parte del pueblo de Taltal al precipitarse desde la pampa por la que- brada del mismo nombre. Las precipitaciones son excesivamenie escasas e irregula- res. Su promedio anual en Taltal oscila alrededor de 25 mm. (E. Almeyda). La mayor parte de la lluvia anual es consecuen- cia de un aguacero de pocas horas, más o menos abundante. La temperatura es relativamente baja y homogénea, presentan- do un promedio de 17,7 *C. El mes mas cálido es enero con 21.1 *C; el mas frío, julio con 14,3 21€ (estas temperaturas valen sólo para la faja costera). Con tan escasas y esporádicas precipitaciones, la rica y variada flora de la costa del departamento de Taltal, no podría subsistir ni ser tan abundante y constante si, afortunadamente, no fuera compensada por los efectos de la humedad de las ne- blinas marítimas llamadas “camanchacas”: en base a tan mez- quina lluvia, de lo contrario, debería existir en su lugar un de- CN Ea A “sierto costero con una que otra planta suculenta. La proximi- dad de los altos cerros de la Cordillera de la Costa impide que la évaporación del mar pase al interior y la detiene, cubrién- dose éstos de neblina entre los 300 y 800 m. de altura, la cual: se desplaza lentamente hacia el interior pasando por sobre las cimas que enfrentan el Océano, o se internan por las quebradas. En general, esta camanchaca permanece casi siempre durante días y días envolviendo las laderas y cimas en forma de nubes densas que humedecen el suelo con una fina llovizna, como re- sultado de su condensación. Una abundante vegetación cubre la zona bañada por la neblina, que al mismo tiempo protege a las plantas contra los efectos deshidratadores del sol. En re- sumen, el suelo es mucho más húmedo aquí que en las zonas que dependen exclusivamente de las escasas lluvias. La hume- dad constante en una área y la humedad esporádica en otra, dan lugar a un violento contraste por la asociación de una ilo- ra decididamente mesofítica junto «a otra marcadamente xerofí- tica y mucho menos densa. Las laderas y declives bañados por neblina poseen una vegetación de invierno y primavera par- ticularmente "exuberante y dan lugar a'una zona de definida fertilidad, la cual, vista a distancia, en un día claro, aparece co- mo una marcada “franja verde” que se mira en el mar. Otra característica importante a que da lugar la “franja húmeda” es el elevado número de especies endémicas, muy pocas de las cuales se extienden más alla de sus fronteras. Como causante principal de ¡este endemismo debe tenerse en cuenta el clima desértico que rodea y aisla, a manera de cerco, a las plantas mesofíticas de la- "franja húmeda”. Alrededor del pueblo de Taltal y hacia el sur, los electos de la camanchaca no son ya tan localizados ni tan notables. Las cumbres cercanas al mar son mas bajas y están interrum- pidas por anchas bocas de valles, a consecuencia de lo cual la neblina no queda retenida por mucho tiempo; sus efectos, por lo tanto, no son como mas hacia el norte, lo que hace así posi- ble su desplazamiento al interior. De todos modos la humedad es mucho menor, lo que da a la flora un caracter más marca- damente xerofítico, en desmedro de las especies mesofíticas tan abundantes en la "franja húmeda” de la sección norte. De acuerdo con Johnston, la flora del departamento de Tal- tal habría que ubicarla dentro de la'provincia litoral deserta como una extensión sureña del territorio costanero de los de- siertos y lomas de Weberbauer — que se extiende desde el nor- te del Perú, grado 8, hasta los grados 28-29 lat. S. (Huasco, Co- quimbo) — la cual alcanza en nuestro país su mayor desarro- llo en los departamentos de Taltal y Chanaral. Esta flora, aun- que parecida en aspecto y desarrollo a la sección peruana, di- fiere notablemente de ésta por sus especies distintas, pese gy que muchos de sus géneros son los mismos. Dado el caracter tan particular de esta ilora «y del clima de la región, se puede, con justa razón, tomarla como una forma- Ao % ción especial dentro del territorio costanero de los desiertos y “lomas de la provincia litoral deserta. Esia formación costera de Taltal sería una transformación de la flora desértica debido a la influencia de la neblina costera que bajo los 1.500 m. de al- tura se extiende hacia el interior y va declinando hacia Chana- ral a medida que baja-la Cordillera de la Costa y los valles se hacen más anchos y frecuentes. En los 26* 50' (más o menos a “la altura de Chañaral) desaparece esta formación costera de Taltal y las especies aún representadas en esta zona se confun- den con el matorral desértico central, el cual desde aquí toma contacto con las formaciones de la Cordillera de la Costa hasta terminar la latitud 30% 10', aproximadamente. Lo dicho más arri- ba explicaría la evidente afinidad sureña y, al mismo tiempo, su parecido con la formación de "lomas tipos” de Perú, de la flora costera del departamento de Taltal. Las laderas en que el efecio de las neblinas es más intenso y se aprecia mejor la “franja verde”, se encuentra desde el lí- mite norte del departamento (Aguada Miguel Díaz) hasta un po- co al sur de Paposo (Punta Grande). Tres plantas muy caracte- rísticas se destacan aquí: Cereus spiniborbis Otto, Cereus co- quimbanus (Mol.) Schum, y Euphorbia lactiflua Ph. las que, pese a crecer en la humedad, tienen estructura xerofítica — al igual que los otros arbustos que allí crecen — para poder subsistir en' la época:'seca y sin neblinas de verano. Estas tres especies predominantes crecen esparcidas sobre las laderas o forman pe- queños matorrales junto a las especies arbustivas de Oxalis gi- gantea Barn., Heliotropium philippianum Johnston, Salvia gilliesii Benth., y Proustia tipia Ph. Frecuentemente las plantas nombra- das se encuentran más o menos cubiertas de líquenes llamativos ' y grandes. Bajo estos arbustos mencionados crecen también dos helechos: Polypodium espinosas Weath y Polypodium masafuerae Ph.; este último es frecuente encontrarlo sobre los tallos de los arbustos o sobre 0, cactus. El tapiz herbaceo está formado por pastos tupidos de Gramineas de los géneros Poa, Eragrostis, Elymus, Koeleria, Trisetum, Stipa, y Nasella y especies con flo- res muy hermosas y llamativas de monocotiledóneas de los gé- neros Scilla, Leucocoryne, Cummingia, Zephyra, Hippeastrum, Alstroemeria, Tigridia y Sisyrinchium. Entre las dicotiledóneas herbáceas más notables sobresalen especies de los géneros Ste- aria, Sisymbrium, Astragalus, Adesmia, Linum, Palaua, Malvas- trum, Cryptantha, Verbena, Calceoleria, Solanum, Bahia, Polya- chyrus, Amblyopappus, Centaurea. Como maleza de cubierta muy común se destaca Erodium cicutarium L'Herit ex Aiton. En las partes rocosas de la "franja verde” se «aprecia nítidamente Nicotiana solanifolia Walp., planta leñosa con flores tubulosas amarillo-verdosas y Puya copiapina Ph.; entre estas mismas rocas y piedras sueltas vegeta Peperomia doelli Ph. con vis- tosas hojas suculentas de color verde y rojo; una especie de li- rio, Alstroemeria violacea Ph. con grandes y hermosas flores violadas; Cleome chilensis DC., con flores blancas y largos es- Saa tambres rojizos; varias especies de Oxalis con vistosas ¡lores amarillas, etc. Como ya se dijo, al sur de Paposo la “franja verde” es me- nos apreciable; tan solo cerca de Aguada Grande, la flora asu- me una exuberancia parecida a la de mas al norie. Cerca del pueblo de Taltal, unos pocos cerros detienen la camanchaca, la cual generalmente se va perdiendo hacia el interior; de tal ma- nera 'que la “franja verde” depende de la posición de los cerros con respecto al mar. La vegetación de estas laderas que reci- ben. humedad es más marcadamente xerofítica, característica que aumenta hacia el sur y hacia el interior a medida que la distancia se hace más pronunciada. Cuando las laderas cerca- nas al mar reciben suficiente humedad se mantiene, no obstan- te, la formación de Cereus spinibarbis Otto, Cereus coquimba- nus (Mol) Schúm. y Euphorbia lactiflua Ph. Las plantas de la formación de Taltal que vegetan bajo la faja de neblina son de tipo xerofitico, pues únicamente dispo- nen de la humedad que le proporcionan las escasas e irregula- res precipitaciones. Las vecinas al mar aprovechan también de la humedad del aire y las mas distantes están protegidas de la insolación directa porilas nubes que cubren la “franja verde”. De todos modos las condiciones climatéricas y edafológicas son de tipo desértico. Los arbustos son fuertemente xerofíticos con las hojas angostas y tupidas. Entre los mus característicos y ' abundantes se destacan Heliotropium pyenophyllum Ph., Ophry- osporus triangularis Meyen, Chuquiraga ulicina H. et A. var incana (Ph.) Johnston, con frecuencia «asociados con Encelia camescens Lam., Tetragonia marítima Barn., Nolandceas del gé-. nero Bargemontia y varias especies del género Atriplex. Entre los cactus sobresale Echinocactus'cinereus Ph., especie colum- niforme cubierta de largos y tupidos pelos glaucos. Del' tapiz herbdceo, asociaciones de especies' de los “géneros Adesmia, Calandrinia, Oxalis, y Cristaria, junto a Notholaena mollis Kun- ze, Viola polypoda, Turcz, Loasa tricolor Ker, Loasa chilensis (Gay) Urb. Gymnophyton foliosum: Ph. Eremocharis fruticosa Ph., Chruckshanksia pumila Clos, Argylia radiata (L.) Don, etc. : De Paposo al sur muchas de estas hierbas o plantas perennes se extienden hacia el interior. En las faldas de los cerros veci- nos a Taltal aparecen algunas que tienen su centro de disper- sión en la “franja verde”. En la arena de las playas se observan asociaciones características de las dunas costeras, como ser: Dioscorea fastigiata Gay, Dioscorea cylindrostachya Johnston, Microphyes litoralis Ph., Drymaria cordata (L.), Willd ex R. et 8,, - Cristaria thinophilla Johnston, Cristaria viridiluteola Gay, Sky- tanthus acutus Meyen y Coldenia litoralis Ph, Desde el límite norte de la formación de Taltal hasia Papo- so, al ascender por las laderas de los cerros frente al mar, de- jando atrás el manto de nubes y la “franja verde”, se penetra en una nueva e interesante asociación. La humedad del suelo disminuye rápidamente y a la rica flora dejada unos 100 m. más AV ROS abajo, se sucede una de áridos matorrales formado por Echino- cactus y arbustos bajos. Un ¡poco más arriba esta asociación se hace mas: rala, las plantas son mas robustas, profundamente arraigadas y totalmente xerofíticas. Alrededor de los 1.000 m. y hasta las cimas, el terreno esta desprovisto de toda vegetación y se presenia absolutamente de tipo desértico y practicamente expuesto todo el año al fuerte sol directo; este mismo panorama se repite en las cadenas de cerros situadas hacia el interior. Las especies mas irecuentes de los matorrales mencionados más arriba - sor: Echinocactus cinereus Ph. y otras especies más pe- queñas del viso Bencio, arbustos tales como Ephedra sp., Pa rosela azuiter (40 ducha, Exazurizia multifoliolata (Clos) Johns- ton, Kramenia disicides E 24 A. khrameria iluca Ph, Adesmia diaziana Jebmsión, Blaguncs € wmdulosa (H. et A.) Don, Barge- montia ilosa. (Pix? Jommsion, -Bergemontia sedifolia (Poepp.) Johnston: Apure deceri Pe. Ebuquiraga ulicina H. et A., Ha- plopapaus' desciicula Pa, ala «Algunos de estas: plantas des- cienden hosia he porte supero: de la "franja fértil”, otras apa- recen emula pate > Ese E son de PE Moro oa: les o Parsnmes: 20. AR amy heterogéneas en su distribu- ción. Li Pi hasta Talle! sg mantiene más o menos lo dicho para más al morte gulve que los cerros bajan sus cumbres y las nabo pasen en paco sas al interior, al igual que la hu- medad du ds DS HE gsociaciones no son tan localizadas ni tom memeados. 2 ente por la honda Quebrada'de Tal- tal, la mer, basicmio miemtlada, penetra unos 40 Km. hacia el interior. Los aru na característicos que crecen aquí per- tenecen a los géneros Bfphyllum, Chuquiraga y Eremocharis, en asociación con Balbisia peduncularis (Lindl.) Don, Eymno- phyton foliosum Ph., Heliotropium pycnophyllum Ph., Heliotro- pium, linariaefolium Ph., Bargemontia villosa (Ph.) Johnston, Gu- lierrezia taltalensis Ph. Ophryosporus triangularis Meyen y Gypothamnium pinifolium Ph. El tapiz herbáceo es parecido al de la “franja verde” pero más xerofítico y más pobre en espe- cies e individuos; Alstroemeria graminea Ph. sobresale por sus hermosas y pequeñas flores. Entre especies y variedades son más de 400 las plantas que componen la flora del departamento de Taltal. De este número, “por sobre un tercio. son “plantas endémicas del área estudiada, mas de la mitad de las especies no crecen más all del sur del valle de Copiapó, ni al norte de Tocopilla. Los géneros Wer- dermannia, Domeykoa, Gypothamnium y Oxyphyllum, son en- démicos de la formación de Taltal. EMERSAU AMEN Se hace un estudio fitogeográfico de la región norte de Chile, relacionando esta flora con la de otras áreas, su endemismo, re- —=8> sidencia ecológica de las especies, topografía y clima. Se propo- ne que la región estudiada se llame “Formación costera de Tal- tal”, dentro del territorio costero de los desiertos y lomas de la provincia litoral deserta. SUMMARY A phytogeographical study. of this northern region of Chile, including the relation of its flora with that of other areas, its en- demisms, ecological residence oí species, iopography and climate. lt is proposed that this region showed be called “Coastal for- mation of Taltal” within the coastal territory of the deserts and hills of the desert littoral province. BIBLIOGRAFIA Aimeyda, A. E.— Pluviometría de las zones del desierto etc., E. Universi- . taria, Santiago de Chile. Gay, C.— Historia Física y Política de Chile”. Botánica 1-1V. I Thunot y Cía., París. Francia. 1845-1853. Johnston, 1. M.— Flora of Northern Chile”. Cont. Gray Herb. of Harvard University, Cambridge, Mass. USA. 1929. Philippi, R. A.— Viaje al desierto de Atacama”. Lib. A. Anton. Halle. Sa- jonia. 1860. Roiche, K.— Distribución geográfica de las Compuestas de Chile”. A. Mu- seo Nacional 2* sección entrega 17. 1 Barcelona. Santiago de Chile. 1905. Reiche, K.— "Flora de Chile”. I-VI. L Cervantes. Santiago de Chile. 1905, Reiche, K.— Geografía Botánica de Chile”. L Imp. Universitaria. Santiago de Chile. 1934. Weberbauer, A.—'"El Mundo Vegetal de Los Andes Peruanos”. E. Lumen. Lima. Perú. 1945. “Geografía Económica de Chile”. Corp. Fom. de la Producción. I. Universitaria, Santiago de Chile. 1950. V INSTITUTO DE BOTANICA Universidad de Concepción Director, Prof. A, Pflister P. Plantas vasculares nuevas para Chile L. (*) EOI M. Ricardi y F. Torres En los viajes botánicos efectuados por el personal del Insti- tuto, se ha colectado una serie de plantas no citadas para. nues- tra flora, las cuales daremos a conocer paulatinamente. GRAMINEAE Eriochloa punctata (L.) Desv. ex Hamilt. Prodr Pl nd, Oce. 5. (1825) Milium punctatum L., Syst. Nat. ed. 10.2 (1759) p. 872. Planta perenne, erecta, con cañas numerosas, de 50-100 cm. de alto; hojas amontonadas principalmente en la base, láminas planas comúnmente de 5-10 mm. de ancho, glabras; panojas:*. lormadas por racimos simples colocados a lo largo de un eje principal; racimos numerosos, ascendentes, de 3-5 cm. de largo; los. ejes, raquis y pedicelos, dsperos; espiguillas deprimidas, cortamente pediceladas, de 4-5 mm. de largo, con una dilata- ción claviforme en su base, dispuestas en dos hileras sobre uno de los lados de un raquis estrecho, pubescentes; gluma termi- nada en punta de más o menos lmm. de largo; lemna estéril, un poco más corta que la gluma, hueca; fruto de más o menos la mitad del largo de la gluma (Fig. 1, 1). Planta común de terrenos húmedos o de riberas de Amé- rica cálida. Material estudiado: Prov. de Tarapaca. Valle de Azapa, leg. M. Ricardi 3337. 14-1X-1955, (CONC). (*) Trabajo patrocinado por el H. Consejo da Investigaciones Científicas de la Uni- versidad de Concepción, bajo el proyecto iatitulado “Invertigaciones taxonó- micas de la flora de Chile”. oo Cenchrus myosuroides H. B. K. / Nov Gener SprlSISoS iaS o Planta perenne, rebusta, glauca; cañas erectas, a menudo decumbentes en la base, de 1-1,5 mm. de alto; ramosas en la parte inferior; láminas de 5-10 mm. de ancho; racimos densos, espicitormes, de 10-25 cm. de largo, erectos; invólucro espinoso, unifloreado, de más o menos 5 mm. de ancho; cerdas involu- crales delgadas, unidas únicamente en su base, cubiertas de pe- litos retrorsos, las externas más cortas, las internas tam largas como la espiguilla; espiguillas, de 4-4,5 mm. de largo. (Fig. 1, 2). Crece en terrenos húmedos y arenosos de América tropical. Material estudiado: Prov. de Tarapaca. Arica. Valle de Aza- pa, leg. A. Pfister. 16-1-1950, (CONC). Prov. de Tarapaca. Arica. Valle de Azapa, leg. M. Ricardi 3293. 11-1X-1955 (CONC). Cenchrus echinatus L. SPP (oS)pL0S.O! Planta anual, cañas comprimidas, comúnmente geniculadas, ramosas en la base, de 25-60 cm. de alto; láminas de 3-8 mm. de ancho, pilosas hacia la base de la cara superior; racimos den- sos, espicitormes, de 3-10 cm. de largo; invólucro espinoso, de 4-7 mm. de alto por 5-8 mm. de ancho, pubescentes, formado por numerosas cerdas rígidas y espinosas, las mas externas del- gadas, las internas ensanchadas en la base, soldadas entre sí casi hasta su mitad, con pelos retrorsos; lóbulos del invólucro erectos o encorvados al interior, pero no entrelazados; espigui- llas comúnmente 4 en cada cadillo. (Fig. 1. 3). Planta común de los terrenos aridos de América tropical. Material estudiado: Prov. de Tarapaca. Arica. Valle de Llu- ta, leg. A. Pfister. 18-1-1950. (CONC). Prov. de Tarapaca. Valle de Azapa. Azapa, leg. M. Ricardi 3336, 14-1X-1955 (CONC). Prov. ' de Tarapacá. Quebrada Vitor. Chaca, leg. M. Ricardi 3465. 23- IX-1955 (CONC). Prov. de Tarapaca. Pica, leg. A. Pfister, 11-1- 1950 (CONC). / LEGUMINOSAE Indigofera suffruticosa Mill. Gard. Dict. ed. 8, Ne 2, (1768). Arbusto generalmente de 1-2 m. de alto, tallos angulosos, ramas y tallos densamente blancos estrigosos, igual que la par- te inferior de las hojas, las cuales son, generalmente, glabras cuando viejas; hojas de más o menos 10 cm., con 9-15 foliolos elípticos hasta ovobados, agudos um obtusos y mucronados, co- E os rilentemente de 2 cm. de largo; racimos densos, de 2-5 cm. de largo, mas cortos que las hojas; cáliz apenas de 1,5 mm., estri- goso, dientes más cortos que el tubo, corola rosada-salmón, de 4-45 mm. de largo, pabellón estrigoso, pabellón y quilla amari- llentas, alas anaranjado-brillontes hasta rosadas; estambres dia- delfos, anteras elípticas con el conectivo apiculado; legumbre encorvada, de 1,5-2 cm. de largo, ligeramente torulosa, estrigo- sa, con 3-7 semillas cilíndricas o algo angulosas. (Fig. 2). Especie arbustiva «de América tropical, algunas veces cul- - tivada para la producción de anil. Material estudiado: Prov. de Tarapaca. Valle de Azapa. Azapa, leg. M. Ricardi 3355, 14-14-1955 (CONC). Prov. de Tara- paca. Quebrada Vitor. Chaca, leg. M. Ricardi 3458, 23-1X-1955 (CONC). Ornithopus compressus L. Sp. Pl., (1753) p. 744. ] Planta anual, con ramas numerosas, no o muy ramificados, generalmente de 20-40 cm. de largo; ramas ascendentes hasta erectas, hirsutas; hojas con 5-18 pares de hojuelas de 0,5 cm. de largo cada una, sedoso-pubescentes en ambas caras; estípulas pequeñas, agudas, a menudo poco desarrolladas; inflorescencia umbelada; pedúnculos de 1,2-8 cm. de largo con una hojita pin- nada en el apice, que acompaña a 3-5, flores cortamente pedi- celadas; dientes del cáliz lineales; más cortos que el tubo; coro- la amarillo vivo; estandarte visiblemente mas largo que las alas y la quilla; lomento de 2-3.cm. de largo por 2,9 mm. de ancho, comprimido, pubescente, reticulado, arqueado, rostrado, con 0- 10 artejos poco enangostados; semillas ovaladas, rojizas hasta parduscas. (Fig. 3). Planta cosmopolita de suelos arenosos, de clima oceánico, especialmente en la región mediterránea. Esta especie es muy afín con O. sativus Brot., pero se dife- rencia, especialmente, por su lomento arqueado y rostrado. Material estudiado: Prov. de Cond Concepción. Puente Andalién, leg. €. Yunge, 21-X-1940. (CONC). Prov. de Concepción. San Pedro, leg. Sparre 10002, 24-X-1953. (CONC.) Prov. de Con- cepción. Fundo Batuco. Salto del Laja, leg. €. Hempel, 21-1X-1945. (CONC). Prov. de Arauco. Laraquete. Línea férrea, leg. M. Ri- cardi, 11-111-1950. (CONC). Rhynchosia minima (L.) DC. Prodr. 2, (1825) p. 385. Dolichos minimus L., Sp. Pl. (1753), p. 726. Enredadera baja, tallos volubles, delgudos, de mas o me- nos 1] m. de largo, cilíndricos, estriados, pubérulos-cenicientos JA [E pa hacia el' ápice: hojas trifolioladas, pecíolos de 0,8-2,2. cm. de largo, delgados, pubescentes; foliolos: ovado-romboidales u or- biculares, ligeramente apiculados, enteros, los dos opuestos con pecíolos de más o menos 1 mm. de largo, el terminal de 3-5. mm., los mayores de 3x4 cm. en general, menores, iguales o el me- diano mas grande, pubescentes en ambas caras, glanduloso- punteado y con la nervadura sobresaliente en la cara inferior; racimos alargados, axilares, - con numerosas flores, con el eje principal hasta de 10 cm. de largo, pure flores amarillas coñ pintas rojas o o de 5-8 mm. de largo; caliz entero, de más o menos 3 mm. de largo, pubescente, dientes pequenos, subulados, menores o poco mayores que el tubo calicinal; co- rola pubescente, estandarte ovado u orbicular, auriculado en la base, alas estrechas, quilla curvada en el dpice; ovario densa- mente pubérulo-ceniciento; vainas comprimidas, oblongas, ar- queadas, pubérulas, de 1,5 cm. de largo por 3 mm. de ancho, enongostadas hacia la bkase: semillas negras, elipsoidales, algo emarginadas hacia un lado. (Fig. 4). Planta cosmopolita de las regiones calidas de la tierra. Material estudiado: Prov. de Tarapaca. Valle de Azapa. .Azapa, leg. M. Ricardi 3348, 14-IX-1955. (CONC). RESUMEN En el curso de varias excursiones botánicas efectuadas por los miembros del Instituto, se ha colectado un número de plan- tas no citadas para nuestra flora, como las mencionadas en este trabajo, que deban ser incluídas en el inventario de la flora del país. Se incluyen dibujos originales. (Continuard). SUMMARY In the course of varius botanical excursions undertaken by staff members of the Institute, there have been collected. a num- ber of plants not cited in our flora, such as those we mention in this paper, that they may be, included in the inventary of the flora of the «country. Including original drawings. AURA CER FIGURA 3 ORNITHOPUS COMPRESUS L.: A, vás- tago (x Y); B, inflorescencia (x 2); C, lomento (x 0,75). FIGURA 1 ERIOCHLOA PUNCTATA (L.) Desv. ex Hamiltt A, flor (x 5); B, fragmento de panícula (x Y, 2) CENCHRUS MYOSUROIDES H. B. K: A, espi- guilla (x 212); B, flores (x 212); €, fragmento de racimo (x Ya); 3) CENCHRUS ECHINATUS L.: A, es- a piguilla (x 3); B, flores (x 83). Cn FIGURA 4 RHYNCHOSIA MINIMA (L.) DC:: A, fragmentos de ramas (x Y); B, flor (x 2/29); €. estandar- te (x 21); D, legumbre (x 1). FIGURA 2 INDIGOFERA SUFFRUTICOSA Mill: A, fragmento de rama (x Ya); B, cáliz (x 5); €, alas y estandarte (x.3); D, estamkires (x 3); E, semilla (x 3). Falta 30d INSTITUTO DE BOTANICA Universidad de Concepción Director, Prof. A. Pfister P, Estudio palinológico de las Fitolacáceas chilenas ] Por M. Ricardi y C. Marticorena En nuestro país las Phytolaccaceae estan representadas por los géneros Phytolacca, Ercilla y Anisomeria, los dos últimos son endémicos. Ercilla es monotípico, mientras qué Anisomeria tie- ne dos especies. Phytolacca es un género pentropical, una de cuyas especies, P. bogotensis H.B.K., presenta la interesante ca- racterística de extenderse hasta el sur de Chile. Por su estrecho parentesco, los tres géneros lorman juntos la tribu Euphytolac- ceae dentro de la familia. (4). Según 'Erdtman (2) las características palinológicas de la familia son: Granos 3-colpados (=colporoidados), 4-rupados, 6-po- lirrugados o. poliforados (o con aberturas mas o menos inter- medias entire rugae y foramina), suboblados o subprolados (eje mayor de 25-35 u). Sexina tan gruesa como la nexina o más gruesa. Grabadura L.O. I Phytolacca bogotensis H.B.E. Polen 3-coplado, subprolado, 36x29 u; sexina reticulada, del mismo grueso que la nexina. Fig. 1, A-B. ' Material estudiado: CONC. 2863, 12535, 17052. Ercilla spicata (Bert.) Moq. Polen 3-colpado, prolado-esferoidal, 26x25 u; sexina -Treticu- lada, del mismo grueso que la nexina. Fig. 2, A-B. Material estudiado: CONC. 2239, 2639, 3565, 5669, 6418, 10587, 17054. Anisomeria coriacea D.Don Polen 3-colpado, prolado, 35.5x25 u; sexina reticulada, 1/4 más gruesa que la nexina, en los polos, 113 más gruesa. Fig. 3, A-B. Material estudiado: CONC. 1021, 17053. i a jee Anisomeria littoralis (P. et E.) Mod. Polen 3-colpado, subprolado, 36x27,9 u; sexina reticulada, 113 más gruesa que la nexina, en los polos el doble más gruesa. Fig. 4, A-B. Microfotografías, Fig. 5. Material estudiado: CONC. 6637, 8262, 8592, 12700, 12788, ' 14283, 14384. Para hacer. las preparaciones microscópicas se ha seguido el método acetolítico de Erdtman (2) y para las descripciones de los granos de polen, la terminología de este mismo autor (1-3) y colaboradores (3). El material botánico ha sido clasificado y revisado por el Proí. Sparre. Observaciones: La sigla CONC. significa: Herbario del Ins- tituto de Botánica de la Universidad de Con- cepción, Chile. RESUMEN Se hace-un estudio de los pólenes de Phytolacca bogotensis H. B. K,, Ercilla spicato (Bert.) Moga., Anisomeria coriacea D. Don y Anisomeria littoralis (P. et E) Moqg. Se incluyen palinogramas originales. SUMMARY A study of the pollens of Phytolacca bogotensis H.B.K., Er- cilla spicatae (Bert.) Moc., Amisomeria coriacea D.Don and Aniso- meria littoralis (P. et E.) Moq. Including original palynograms. BIBLIOGRAFIA 1.—Erdtman, G.: An introduction to Pollen Analysis. Chron. Bot. Co., Wal- tham, Mass. USA. 2 —Erdiman, G.: Pollen Morphology and Plant Taxonomy. Angiospermas. Chron. Bot. Co., Almgqvist y Wiksell, Uppsala. (1952 3—Erdtman, G. and Vishnu-Mittre: On Terminology in Pollen and Spo- re Morphology. Pal. Lab, Stockholm, (1957). 4 —Spoarre. B.: Las Phytolaccacege de Chile. Revw. Univ. año XXXIX, N? 1, (1954), p. 159-166, O FIGURA 1 Polen de PHYTOLACCA BOGOTENSIS H. B. K, A, vista ecuatorial (x 1950); B, vista polar. FIGURA 2 (Bert.) (x 2270); A, vista ecuatorial Moqg:: Folen de ERCILLA SPICATA B, vista polar. A FIGURA 3 Polen de ANISOMERIA CORIACEA D. Don: A, vista ecuatorial (x 1970); B, vista polar. A FIGURA 4 Polen de ANISOMERIA LITTORALIS (P. et E.) Moq: A, vista ecuatorial (x 1970); B, vista polar Aa sa lopilato AS AR En SE , 10 il 27 ayu E JAY É E y AN 1 y A o B FIGURA 5 Folen de ANISOMERIA LITTORALIS (P. et E.) Moqgq: A, vista ecuatorial (x 2055); B, vista polar (x 2095). (Microiotogratfías). '3 A pos INSTITUTO DE BOTANICA- Universidad de Concepción Director. Prof. A. Plistor P. A Nota preliminar sobre la morfología de los pólenes de Tropaeolaceae chilenas. Por M. + Ricardi, C. Marticorena y F. Torres. En un trabajo reciente el Prof. Benkt Sparre da a conocer una revisión de las Trópaeolaceae chilenas (Darwiniana, XI, Ne 1, (1955), p. 89-132), según el cual esta familia está repre- sentada en nuestro país por 17 especies del género Tropaeolum. El abundante material botánico de nuestro Herbario (CONC), revisado y clasificado por el Prof. Sparre, nos ha permitido ha- cer un estudio'a fondo de la morfología del polen de los Tropaeo- lum chilenos, del cual damos a conocer ahora una sinopsis. A excepción del Tropaeolum leptoceras Johnston, se ha estudiado la: totalidad de los pólenes, esta. especie parece ser sumamente es- casa y el Prof. Sparre tampoco pudo disponer de material autén- tico o crítico, y la supone un sinónimo de T. rhomboideum Le- moaire emend, Sparre (4). ; Para hacer las preparaciones microscópicas se ha seguido el método acetolítico de Erdtman (2) y para las descripciones de los gramos de polen, la terminología de este mismo autor (1-2) y colaboradores. (3). Del estudio global de la morfología de los pólenes de Tro- - paelum, se destaca un hecho bastante notable, cual es, el que por la forma, el número de colpas y ciertos engrosamientos de la nexina, se pueden dividir las especies en los cuatro grupos siguientes: GRUPO A.—Polen 3-colpado (3-colporado?), oblado-esferoi- dal, triangular, 'angulaperturado. Membrana de las colpas psi- lada o no. Sexina más delgada, del mismo grueso o mas grue- sa que la nexina; reticulada. Grabadura O. L. Fig. 1. Pertenecen al grupo: T. ciliatum R. et P., T. gracile (H. et A.) Sparre, T. incisum (Speg.) Sparre, T. leptophyllum €. Don, T. locseri Sparre, T. myriophyllum (P. et E.) Sparre, T. polyphyllum Cav., T. sessilifolium P. et E. y T. speciosum P. et E. : IO A GRUPO B.—Polen 2-colpado, l-sulcado, heteropolar, bilate- ral, oblado. Sexina del mismo arueso o más delgada que la ne- xina. Nexina engrosada en los extremos de las colpas. Membra- na de las colpas mas o menos psilada. Sexina reticulada. Gra- badura O. L. Fig. 2. Pertenecen al grupo: T. kingii Phil., T. rhomboideum Lemai- re emend. Sparre y probablemente 'T. leptoceras Johnston. 2 GRUPO C.—Polen 2-colpado, oblado o peroblado, compri- mido en los polos, ligeramente bilateral. Sexina del mismo grue- so o más delgada que la nexina, reticulada. Nexina con cuatro. engrosamientos, uno en: cada extremo de las colpas. Grabadu- OM SN Pertenecen al grupo: T. brachyceras H. et A., T. chilense Bert. ex Colla, T. hookerianura Barn. y T. tricolor Sweet. GRUPO .D.—Polen 2-colpado, colpas operculadas, subobla- do, no comprimido en los polos. Sexina mas delgada que la nexina, reticulada. Membrana de las colpas más o menos psi- lada. Nexina sin o en los extremos de las colas, Grabadura O. L. Fig. 4. : Pertenece al grupo: T. azureum Miers. ex Colla. De acuerdo a estos grupos se pone de manifiesto una gran afinidad entre las especies que los integran, no sólo en la mor- fología de los pólenes, sino en el aspecto vegetativo. Las espe- cies del grupo Á son todas robustas, alcanzando el mayor des- arrollo entre los Tropaeolum. El grupo B tiene especies más dé- biles que A, pero no tan graciles come en los grupos € y D. Lo mismo puede afirmarse «cerca del tamaño de las flores, el cual va decreciendo desde A a D. En la clave para las especies que da el Prof. Sparre (4), se aprecia también una notable co- incidencia con respecto a las características de los pólenes de los grupos ya citados. Finalmente es digno de resaltar que Erdtman (2) da como forma típica para las Tropaeolaceae la morfología. correspon- diente al polen de tipo A (la que coincide con las especies T. majus L., T. peregrinus L., y T. tuberosum R. et P., cultivadas en el país), lo que implicaría agregar las formas tipo B, € y D pa- ta completar las características del género Tropaeolum. RESUMEN Se hace un estudio de la morfología de los pólenes de 16 especies de Tropaeolum, según el cual se pueden dividir en cuatro grupos, de acuerdo a la forma del grano de polen, nú- mero de colpas y ciertos engrosamientos de la nexina. Se in- cluyen palinogramas originales. AU (e SUMMARY ¿A study of the morphology of the pollems of 16 species of Tropaeolum, in respect of which they may be divided into four ES with regard to the shape of the pollen'grain, number of. DAA colpi and certain thickenings of the nexine. Including original NA A os BIBLIOGRAFIA 1 —Erdtman, G.—An introduction to Pollen Analysis. Chron. Bot. Co, Wal: tham, Mass. USA., (1943). ; 5 2—Erdtman, G.—Pollen Morphology and Plant ei Angiospermae. 04 : y Chron. Bot. Co., Almavist y Wiksell, Stockholm. - (1952). E 3.—Erdtman, G. ssl Vishnu-Mittre: On Terminology in Pollen and Spore ds Morphology. “Pal. Lab., Stockholm, (1957). ÓN 4. —Sparre, B.—Tropaeolaceae ,chilenses. Darwiniana, XL N? 1, (1955), 89-132, Argentina. 7 CATEDRA DE INTRODUCCION Al ESTUDIO DE LA MEDICINA Director: Prof. Dr. F. Biel Función secretora gástrica en pacientes con yastreciomia subtoial PROA F. Biel, M. Cabrera y L. Chiang. INTRODUCCION Los resultados finales de la gastreciomía dependen del co- nocimiento exacto de la fisiología y fisiopatología del estómago operado y se ha demostrado que un factor importente en el des- arrollo de [complicaciones orgénicas, es la resección gástrica inadecuada ya que uno de los fines de ésta intervención es abolir el maximo de células parietales y por lo tanto reducir la secreción de acido clorhídrico. Se ha observado además que es importante la remoción de la mucosa emtral con el objeto de eliminar el mecanismo de la gastrina (1). La extirpación adecueda más que un concepto anatómico es funcional ye que se ha demostrado que las vardciones de tamano del estómago son mas ostensibles en la mucosa que en la serosa (2) y que hay grandes variaciones de extensión de ella. De esta manera en 222 estómagos seleccionados, el área de la mucosa varió entre 421 y 1536 cm2. El éxito de la opera- ción depende en parte de la capacidad secretora que queda después de la intervención. Para evitar las recidivas de úlceras se debe conseguir la anacidez y ésto se obtiene” únicamente sobrepasando el punto de neutralización proteica de HOLLAN- DER, o sea, pH 4.5 (3). Por encima de este nivel no hay peligro de acción de los fermentos sobre la mucosa. Por el reflujo del contenido intestinal hacia el remanente gástrico a veces es di- fícil estudiar el pH real del estómago., Esto se puede obviar de- terminando la cifra de Uropepsinógeno en la orina, ya que la enzima es secretada directamente en la sangre evitándose su inactivación (4). El propósito de esta comunicación es comparar la imeión secreiora de los Gastrectomizados tipo BILLROTH 1 y 2 y la re- acción de ella con el diagngstico morfológico. A METODICA !) Se analizaron 56 gastrectomizados, los cuales concurrieron al Departamento de Gastroenterología durante el año 1956. A todos ellos se les practicó una Gastrectomía subtotal, determi- nandose sel estudio de la función gástrica mediante pH y dosi- ficación del uropepsinógeno y de acuerdo a las técnicas que se describen a continuación: 1. Jugo Gastrico Se mantuvo a los pacientes 12 hrs. en ayunas antes de co- menzar el examen. Fueron intubados con las sondas REHFUS co- locando la oliva en el remanente gástrico y controlando su ubica ción por medio de la pantalla flivoroscópica. El exifemo proximal de la sonda se conectó a un awarato de succión tipo GOMCO y los pacientes fueron instruidos en el sentido de no deglutir la saliva. / Se inició el examen a las 8 A. M., desechándose la primera muestra correspondiente al jugo gastrico acumulado durante la noche, a continuación se modificó la técnica descrita en otras comunicaciones, (22, 23), recolectando dos muestras, cada una de mecia hora, durante el periodo basal de una hora. A coniúi- nuación se administró s0 mgr. de 3 beta amino etil pirazol (His- talog) por vía intramuscular, continuándose la recolección de muestrás cada 30 minutos hasta completar un lapso de tres ho- ras. a partir del comienzo de'la intubación. Se midió el volumen de cada muestra en ml. La alo li- > fue titulada con NaOH N|50 expresándose en unidades clí- micas y empleandose el reactivo de Toffer como indicador. El pH se determinó medianie un potenciómetro BECKMAN. 2. Urpepsinógeno Se determinó en muestras de orina ea a intervalos de una hora, correspondiendo la primera muestra a la secreción basal, habiéndose eliminado previamente la orina vesical de excreción nocturna. Las dos muestras siguientes fueron post estimulación con Histalog. La determinación de uropepsinógeno se efectuó según la técnica. descrita por WEST (6). El cálculo estadístico se realizó según las indicaciones de LACEY (7): RESULTADOS 1. Relación entre la determinación del uropepsinógeno basal y el pH estimulado. La Figura N* 1 muestra la relación que hay entre las/cifras de Uropepsinógeno y los valores de acido clorhídrico dstermi- OA nados mediante pH. Como se usó únicamente HISTALOG (3 be- ta Aminoetil pirazol) como estimulante de la secreción de «ci- do y como sabemos por trabajos anteriores (5) que éste fármaco no actúa sobre el nivel de Uropepsinógeno, se hizo solamente la comparación entre la cifra basalde enzima y el pH post esti- mulación. En 56 determinaciones practicadas en igual número de gastreciomizados, se constataron las siguientes fluctuaciones. Las cifras de Uropepsinógeno variaron entre O unidadeshora y 43 unidades|hora. El pH a su vez entre 1.15 y 8.90. Figura N? 1. Se apreció correlación significativa entre uno y otros valo- Tes, siendo el coeficiente de correlación igual a:0.757. El valor es significativo a partir de 0.195 a un nivel de probabilidades de 5% y a partir de 0.254 a un nivel de probabilidades de 19%. 2. Correlación entre diagnóstico y cifras de pH post operatorio. La relación que existe entre el diagnóstico y las cifras de acidez post gastrectomía se aprecian en la Tabla N* 1. Les de- tos se refieren al maximo de secreción después de la estimula- ción con HISTALOG. El 409 de los pacientes con úlcera duo- denal mostraron poseer una gran actividad secretora después de la resección gastrica, con cifras de pH que iluctuaron entre 1.1 y 2. El 134% de los enfermos con úlcera gastrica tenían cifras semejantes y en total el 20.69% de los sujetos con esta úl- tima localización ulcerosa poseían un pH inferior a 4. El 609% de los individuos con úlcera duodenal y el 73.4 % de los con úl- cera gastrica demostraron poseer un pH superior a 5.1%. En cambio los enfermos con gastrectomía por carcinoma gástrico no presentaron valores inferiores a pH 6. (Tabla N* 1). 3. Correlación enire el tipo de gastreciomía y los valores de acidez post operatoria. % En la Tabla N* 1 se aprecia esta correlación. El 29.7 % de los enfermos con BILLROTH l.,, presentaron cifras de «acidez por debajo de pH4. El 209% de los BILLROTH HU tuvieron valores por debajó de dicho pH. Hemos tomado este límite ya «que el pH 45 es el "punto de neutralización proteica de HOLLANDER”, o sea, el nivel en que la actividad péptica sé reduce a un míi- nimo. Cualquier cifra por debajo de dicho nivel es potencial- mente peligrosa para el paciente, ya que esta expuesto al des- arrollo de ulceraciones marginales. Curvas de acidez en pacientes aastreciomizados. En la Figura N? 2 se muestran dos curvos típicas de pa- cientes con gastreciomía subtotal y que permite hacer algunas consideraciones que refuerzan lo anteriormente expuesto. Los dos pacientes tenían valores de pH en ayunas sobre 7.0. Al inyec- tarle un fármaco estimulante como es el Histalog, se apreció: : un comportamiento distinto. En los dos hubo producción de aci- PR US do pero en uno la cifra descendió hasta pH 5.3, en cambio en SIN el otro, se observó un descenso a pH2. (Figura N* 2). , DISCUSION En la producción de la úlcera péptica, principalmente de localización duodenal, se tecepta como un hecho la hipersecre- ción de acido clorhídrico y' por lo temio el tratemiento quirúr- gico debe tender a inhibir dicha producción. Estudios experi- mentales han -demostrado que el estómago es estimulado me- diante tres vías: 1) La fase cefalica o neurogénica mediada « través del vago. 2) La fase gastrica con cesprendimiento de gastrina, la cual se produce en el antro pilórico y 3) La fase hor- monal por intermedio del eje hipófisis-suprarrenal-estómago. La insuficiencia de la. resección unido «a la indemnidad de la vía vagal o al predominio de los fenómenos de Stress van a meante- ner la producción de cantidodes excesivas de dcido por rema- nente gastrico. De esta manera en nuestros pacientes observa- mos en la mayoría de ellos cifras de pH que fluctucron entre 1.15. y 1.40. Esto lleva a considerar de primera importancia el estudio de la secreción gastrica. A pesar de que el cirujano considera que ha hecho una buena resección y que siguiendo , los cánones clasicos sostiene que ha extirpado las 314 ó 4/5 par- tes del estómago la capacidad funcional de dicho estómago es un hecho individual. En nuestra experiencia se ha visto que gran porcentaje de los pacientes mantienen cifras de acidez por de- kajo de 4.5. Nos hemos guiado por el criterio de considerar unc: “cifra límite dicho pH ya que a ese nivel deja de actuar la pep- * sina, punto de neutralización proteica de HOLLANDER”. Todo individuo que después de una gastrectomía presenia valores muy bajo de pH, está expuesto a hacer apariciones de úlceras marginales. Otro hecho de importancia que se dezpren- de de nuestras experiencias es la asociación de pH muy «cido con el diagnóstico de úlcera péptica y de preferencia de loca- lización duodenal. El 409% de ellos demostraron poseer, después de la intervención una gran actividad secretora del remanen!e gástrico. Al revés sucede con los paciéntes con carcinoma gás- irico en los cuales el pH se desvía hacia el sector alcalino. Des- de ya podemos deducir la importemcia que tienen estos hallaz- gos para la conducta terapéutica a seguir y poder decidir si se ¿Tealiza la gastrectemía sola o se une a la vagotomía. E Con respecto a cual tipo de Gastrectomía se acompaña de mayor inhibición de la secreción de úcido, tenemos que en los casos de BILLROTH 1 el 29,11% de los enfermos presentaron ci- Íras semejantes. Esta cifra estaría en relación con el tamaño. de la resección. E A Nos pareció de interés relacionar los valores de ucidez ex- presádos en pH con los valores de Uropepsinógeno por varias consideraciones. Es conocido el hecho de que el remanente gas- trico o se vacia rapidamente o retornan fácilmente a él las se- creciones alcalinas del intestino con lo cual se falsean los re- sultados. Por otro lado en nuesiro Laboratorio (5) se ha demos- trado :que existe una correlación estadísticamente significativa entre las cifras de acidez y Uropepsinógeno. En general los pa- cientes que secretan elevada cantidad de acido clorhídrico en ayunas presentan cifras altas de uropepsinógeno. A mayor abun- damiento un procedimiento indirecto de valorizar la función gas- trica tiene la ventaja de ser mas confortable. En nuestra expe- riencia se ha demostrado que, existe correlación significativa en- tre el Urupepsinógeno y los valores de pH de nuestros gastrec- tomizados: por lo general aquellos pacientes con cifras eleva- das de enzima presentaron valores hajos de pH. Resumiendo se puede deducir la importancia que tiene el estudio pre y post operatorio de la secreción gástrica ya que permite por un lado aconsejar al cirujano, de practicar una gas- trectomía “acompañada de vagotomía en casos de individuos hipersecretores y por otro lado proteger a los enfermos gastrec- tomizados y cuya secreción todavía es elevada, Ellos deben ser seguidos en el tiempo con determinaciones frecuentes de se- creción gástrica ya que hemos visto que ella se modifica en al- aunas observaciones, con ascenso del pH a valores alcalinos. En otras permanece con niveles bajo lo cual a favorecer lar aparición de úlceras marginales. Se aconseja el estudio de la excreción de Uropepsinógeno como de utilidad rca parmrár, co- nocer la función gasirica del remanente. CONCLUS! ONES l.. Se emaliza la función gastrica de 06. pacientes trectomía- subtotal, determindmdose el pH de la secreción gds- trica y la excreción de uropepsinógeno. 2. Se recomienda el. estudio post operatorio de la secre- ción gástrica, ya que el 29.7 % de los enfermos con gastroduo- denostomía presentaron cifras de acidez poz debajo de pH4 y el 209% de los pacientes con gastroyeyunostomía se Esociaron a igual condición. 3. Se recomienda igualmente llevar a efecto el estudio pre- operatorio de la: secreción gástrica, porque el 40 9%_de los casos con úlcera duodenal presentaron en el post-operatorio cifras elevadas de acidez. 4. Se aconseja el uso de la determinación de. uropepsi- nógeno como un método fácil y útil de estudiar el estado de la función del remanente adastrico. a PUNO E E Cabrera, Mi Chiang Unidodes de Uropepsinogeneo por hero FIGURA N*1 CORRELACION ENTRE pM ESTIMULADO Y UROPEPSINOGENO BASAL TABLA N*! VARIACIONES DEL pH ESTIMULADO CON MISTALOG DE ACUER- DO AL DIAGNOSTICO Y TIPO DE OPERACION. DIAGNOSTICO THPO DE OPERACION BILROIH BILROTH OPERADO. | 27] aer [2] aa Raras 7jioo|37joa|1s 0052 08 pH CURVAS DE ACIDEZ EN PACIENTES GASTRECTOMIZADOS Pal E 9 = HISTALOG 50 my ERE = y >! 30 60 90 120 150 180 minutos E CATEDRA DE INTRODUCCION AL ESTUDIO DE LA MEDICINA Director; Prof. Dr. F. Biel PEA INSTITUTO DE FARMACOLOGIA Director: Prof. Dr. S. Locannelior Motilidad esofágica normal y en esófago irritable. Po Tr Fructuoso Biel, José Werlinger. Guillermo Aste y Sergio Lecannelier, Las alteraciones motoras del esófago de orden funcional son relativamente irecuentes de aparecer en clínica, ya sea en for- ma aislada c bien asociada a otras disfunciones y entre ellas principalmente al colon irritable (1). Mediante el estudio radio- lógico midiendo el tiempo de transporte esotágico y la respuesta a fármacos de acción colinmérgica hemos podido diferenciar en- ire espasmos del esófago, lo que hemos denominado “esófago irritable” y falla de la relajación de! vestíbulo o “acalasia”” (2). En esta comunicación sólo nos referiremos a la experiencia .que hemos adquirido en “el Departamento de Gastroenterología mediante la inscripción quimográfica de la actividad motora del esófago, tanto en normales como en individuos con síntomas de disfagia y en los cuales se descartó una lesión orgamica. METODICA MATERIAL HUMANO: En los pacientes con esófago irrita- ble, siete acalasias y en individuos normales que sirvieron como control se efectuó estudio quimográfico del esófago, observando* se ademas la influencia de drogas. ESTUDIO QUIMOGRAFICO DEL ESOFAGO: Para este ob- jeto hemos utilizado una sonda gástrica en cuyo extremo distal, AE ye se había colocado un balón de goma de 3 cms. de longitud. Estar sonda se introdujo por la boca y se controló radiológicamente la posición de ella, de tal monera que el balón quedara ubicado en el tercio inferior del esófago. Luego se fijó a la mejilla del pa- ciente con tela «dhesiva. El extremo proximal de la sonda se co- nectó al aparato inscriptor, el que mediante un manómetro de laguae nos permitió medir en forma permanente la presión dentro del sistema. Una vez colocada la sonda en su correcia posición y conectada: al aparato inscriptor se inyectó dire por medio de una jeringa, con el objeto de distender al balón intraesofágico. En todas nuestras experiencias utilizamos una presión de aire igual a 20 cms. de agua. ¡En todos nuestros estudios quimograficos imscribimos pre- viamente la actividad expontánea del esófago durante un pe- ríodo término medio de 30 minutos, período de inscripción que corresponde «a la denominada motilidad basal”. Después de administrada la: droga se continúa el registro durante 30 minu- tos. En todos los enfermos de esófago irritable, el estudio quimo- grafico se efectuó en períodos en que los pacientes presentaban sintomatología clínica. FARMACOS UTILIZADOS: [En todas nuestras experiencias hemos utilizado una serie de farmacos que: se pueden agrupar según su mecanismo y acción en: colinérgicos, anticolinérgicos, simpaticomiméticos y de «acción espasmolítica. Estos farmácos fueron: A. UÚrecolina (Ureiemo del cloruro de betametilcolina) a la do- sis de > mg. por vía subcutanea. B. Probanthine (Betadi-isopropil etilxamteno-6-carboxilato) a la dosis de 30 mg. por vía intramuscular. GC. Sulíato de Atropima A la dosis de 1 mg. por vig intra- muscular. D. Oxidrene (Clorhidrato de desoxiefedrina). A la dosis de 10 mg. intramuscular, E. Clorhidrato de papaverina A la dosis de 80 mg. por vía intramuscular. RES UE AIDIOAS Il NORMALES Como control hemos estudiado quimograficamente el com- portamiento del tercio inferior del esófago en 10 personas nor- males. Este grupo estuvo formado por cuatro hombres (40%) y 6 mujeres (60%) la edad de estas personas fluctuó entre 21 y 47 años. Á todos ellos se les practicó en primer término cquimo- EN O y grafía basal, es decir se obtuvo la inscripción de la actividad motora del esófago en condiciones de ayuno y reposo; a conti- nuación se obtuvo el registro bajo la influencia de drogas. 1. ESTUDIO QUIMOGRAFICO BASAL a) Aspecto general del trazado.—Al observar en conjunto el trazado basal se pudo apreciar que 6 de ellos (609%) presenta- ban un aspecto general de regularidad en los que se refiere a la frecuencia, amplitud y forma de ondas (Fig N? 1, a) en cuatro (409%) el aspecto de la curva fue irregular por la aparición de ondas diferentes en un mismo registro. (Fig. N* 1, b). _En relación a la forma de las endas registradas se observa- ron dos tipos fundamentales de trazados. Trazados con predominio de ondas simples, es decir, de on- das constituídas por un segmento ascendente y otro descenden- te rectilíneos, y trazados con predominio de ondas compues- tas, o sea, ondas caracterizadas por presentar ondas secunda- rias tanto en el segmento ascendente como en el descendente. Este segundo tipo de trazado fue el mos frecuentemente regis- trado. b) Tono:. .Hemos considerado como expresión grafica del tono a la línea basal del trazado. Durante el tiempo en que se obtuvo la quimografía basal no se observaron modificaciones importan- tes de él. c) Frecuencia: La frecuencia de las ondas varió en las dife- rentes personas entre 4 y 7 por minuto. El término medio de la frecuencia de nuestros 10 casos fue de 6 ondas por minuto. d) Amplitud: En la mayoría de los trazados la amplitud de las ondas obtenidas fue uniforme; oscilando entre los diferentes individuos entre 9 y 14 milímetros. El término de la altura de las ondas de las 10 observaciones fue de 12 mm. 2. ESTUDIO GUIMOGRAFICO CON DROGAS A. URECOLINA a) Periodo de latercia: En nuestras observaciones se pudo constatar que la urecolina tuvo un período de latencia medio de 3 minutos a partir de los cuales se observaron modificaciones en el trazado quimografico. b) Aspecto general del trazado: Bajo la acción de la droga se pudo observar cierta regularización, en lo que se refiere a la amplitud de las ondas, de aquellos trazados que en el perío- do basal presentaron ondas de diferentes altura. Las ondas ad- quirieron bajo el influjo de la droga una amplitud uniforme. c) Tono: Se mantuvo sin modificaciones. d) Frecuencia: Se mantuvo inalterable con respecto a los va- lores basales. Ñ Lo e) Amplitud: Osciló en los diferentes trazados entre 5 y 15 ma. El término medio de la amplitud en nuestras 10 observaciones fue de 12 mum, B. PROBANTHINE a) Período de latencia: En nuestros registros apreciamos un período 'de latencia medio en tres minutos. slo) Aspecto general del trazado: En tres registros se pudo cons- tatar la desaparición de las ondas motoras después de la adrai- nistración de, la droga, en el resto se apreció escasa actividad motora. c) Tono: En todos nuestros casos apreciamos una Eución evidente del tono. d) Frecuencia: Se pudo apreciar en todas nuestras observa- ciones una acción manifiesta de la droga. En tres de los traza- dos constatamos la abolición total de la actividad: motora. En el resto de los casos observamos ondas aisladas con una fre- cuencia que osciló en las diferentes personas entre dos y cuatro por minuto. e) Amplitud: Cuando se obtuvo Ecisteo de ondas la ampli- tud varió entre 7 y 11 mm. C. ATROPINA a) Períodos de laiencia: Con este fármaco se apreció un pe- ríodo de latencia medio de cuairo minutos. b) Aspecto general del trazado: Bajo la influencia de la dro- ga se pudo constatar que los trazados se hicieron irregulares por la aparición de ondas de diferente amplitud. Se notó, ade- más, una disminución de la frecuencia de las ondas. c) Tone: Hubo descenso moderado del tono. y 'd) "Frecuencia: En todos nuestros trazados se constató una dis- minución discreta de la amplitud de las ondas con respecto a los registros basales. D. PAPAVERINA a) Periodo de latencia: Con esta droga el período de laten- cia medio fue de 4 minutos. hb) Aspecto general del trazado: En o de nuestros re- gistros se observó variación apreciable en relación al aspecto del basal. c) Tono: Se mantuvo sin modificaciones. d) Frecuencia: En todas nuestras observaciones constatamos una discreta disminución de la frecuencia. Osciló en las dife- rentes personas entre 3 y 6 ondas por minuto con una frecuen- cia media de 4 ondas por minuto. e) Amplitud: Se constató en todos nuestros casos una discre- ta disminución de la amplitud de las ándas, que varió entre 8 y 10 mm. con una amplitud media de 9 mm 2 pe En la figura N* 3 se aprecia el electo de la atropina, pro- banihine y papaverina sobre la motilidad esofágica en perso- nas normales. E OXIDRENE Con esta droga no se apreciaron modificaciones del traza- do (Fig. Ne 2). li ESOFAGO IRRITABLE Se practicó estudio quimografico en 10 enfermos portado- res de esófago irritable. Esie grupo estuvo formado por cuatro pacientes de sexo masculino y seis del femenino. Las edades fluctuaron entre un mínimo de 21 y un mdgximo de 62 años. 1. ESTUDIO QUIMOGRAFICO BASAL a) Aspecto general del trazado: Obserfados en conjunto los! trazados basales se pudo apreciar que la gran mavoría de ellos fue francamente irregular, en lo que se refiere a la forma y urmn- plitud de las ondas. Se registraron ondas de aspecto y altura di- ferentes de un mismo trazado. En todos ellos se puedo constatar un predominio de las ondas compuestas, esto último se cbservó también después de la administración de drogas. b) Tono: En nuestros 10 trazados el tono permaneció sin va- riaciones apreciables durante todo el período de registro basal. c) Frecuencia: La frecuencia de las ondas osciló en los dife- rentes registros entre tres y siete por minuto. El término medio de la frecuencia de las 10 observaciones ¡ue de cinco ondas por minuto. d) Amplitud: En odos los casos la liada de las ondas va- rió ampliamente de un paciente a otro, y también hubo acen- tuadas variaciones entre las diferentes ondas de un mismo tra- zado. 2. ESTUDIO QUIMOGRAFICO CON DROGAS A. URECOLINA a) Período de latencia: Al igual que en los sujetos normales tuvo un términó medio de tres minutos. b) Aspecto general del trazado: Se pudo apreciar que bajo el efecto de la droga el trazado se hizo más regular (Fig. N* 4) debido a que la amplitud de las ondas se tornó mas uniforme. c) Tono: Bajo la occión de la droga no huko modificaciones del tono. d) Frecuencia: En los diferentes trazados la frecuencia varió entre tres y seis ondas por minuto. El término medio de la fre- cuencia de nuestras 10 observaciones fue de cuatro. IN e) Armpiitud: Osciló en los diferentes registros entre 11 Y 15 mm. de altura, el “término medio fue de 13 mm. B. PROBANTHINE A a) Periodo de»latencia: El período de latencia medio de este iarmaco fue de tres minutos. hb). Aspecto general del trazado: En ccho registros se SS la desaparición total de la actividad motora del esófago. En los dos restantes se hizo muy escasa. c) Tono: Bajo la acción de la droga se pudo apreciar en to- "dos los casos una disminución manifiesta del tone. d) Frecuencia: La actividad 'motora fue totalmente abolida en ocho de los diez casos (Fig. N* 5) y se hizo muy escasa en. los dos restantes. En estos últimos se apreciaron endas muy peque- ñas de una frecuencia de tres y cuatro ondas per minuto res- pectivamente. e) Amplitud: En los dos casos en que persistió actividad mo- tora después de la administración del probanthine alcanzó a dos y tres mm. de altura. : C. ATROPINA / a) Periodo de latencia: Fue de cuatro minutos por término medio. S : b) Aspecto general del trazado: Bajo la influencia de la dro- ga se apreció una disminución de la frecuencia y de la ampli- tud de las ondas. A c) Tono: En todos los casos hubo una discreta disminución. d) Frecuencia: En todos los casos la acción de la droga fue evidente. En uno de ellos originó la desaparición de las ondas del trazado, en los casos restantes la frecuencia varió entre uno y cuatro ondas por minuto (Fig. N* 4). e) Amplitud: También hubo una acción evidente de la dro- ga. Disminuyó en todos los casos estudiados. D. PAPAVERINA a) Período de latencia: Fue de cuatro minutos por término medio. hb) Aspecto geneal del trazado: Se pudo apreciar persistencia de la irregularidad basal. c) Tono: El fármaco no produjo variaciones del tono. d) Frecuencia: En todas las observaciones disminuyó mode- radamente, voriando entre dos y cuatro ondas por minuto, con un término medio de tres minutos. e) Amplitud: Disminuyó discretamente en todos los casos. ESO OA PR OR ANT E. OXIDRENE La administración de esta droga no produjo modificaciones _Gpreciables en el trazado quimográfico de los 10 casos de esó- tago irritable estudiados (Fig. N* 3). HI ACALASIA Se exponen a continuación los resultados del estudio qui- mograáfico de nuestros siete pacientes portadores de acalasia del esófago. 1. ESTUDIO QUIMOGRAFICO BASAL a) Aspectho general del trazado: En los siete casos estudia- dos se constataron trazados de aspecto irregular con predomi- nio ae ondas compuestas. b) Tono: En ninguna de nuestras observaciones se eviden- ciaron modificaciones del tono durante el registro basal. c) Frecuencia: La frecuencia de las ondas registradas varió en los diferentes trazados entre cuatro y cinco por minuto. d) Amplitud: Esta fluctuó en los diferentes trazados entre 12 y 18 mm. de altura. El término medio de la amplitud de las on- das de las siste observaciones fue de 15 mm. 2. ESTUDIO QUIMOGRAFICO CON DROGAS A. URECOLINA Con esta droga fueron estudiados los siete casos de acala- sia del esófago. % a) Período de latencia: Se observó un período medio de laten- cia de tres minutos. hb) Aspecto general del trazado: En todos los casos persistió el aspecto irregular del período basal observándose una progre- siva y acentuada elevación del tono y, un aumento marcado de la frecuencia. Finalmente en cuatro pacientes se produjo la ex- pulsión del balón por la boca alrededor de 10 minutos después de inyectada la droga. (Fig. N: 6). c) Tono: Como se ha expresado anteriormente en todos los casos hubo un aumento progresivo e importante del tono' des- pués de la administración del fármaco. / d) Frecuencia: Aumentó en los siete pacientes con relación, a la frecuencia basal, variando en los diferentes individuos en- tre 9 y 11 por minuto. A e) Amplitud: Se mantuvo sin grandes variaciones con respec- to al registro basal. y -B. PROBANTHINE a) Período de latencia: Al igual que en las personas norma- les y en portadores de esófago irritable tuvo un promedio de tres minutos. b) Aspecto general del trazado: Se mantuvo el aspecto irre- gular del irazado con un predominio de ondas compuestas. Se constató ademas la desaparición de las ondas en el trazado de tres pacientes, en tanto que en las otras cuatro se apreció una disminución evidente de la frecuencia. .c) Tono: En todos los casos se apreció una disminución mo- derada del tono. d) Frecuencia: En todos los casos en que mantuvo el regis- tro de ondas ellas sólo aparecieron en forma aislada. C. ATROPINA Con este fármaco no se apreciaron modificaciones con res- “pecto al trazado. basal. D. PAPAVERINA . : E: No alteró el aspecto del trazado basal. E. (OXIDRENE Tampoco se evidenciaron, efectos con esta droga. DISCUSION La inscripción de la motilidad en nuestras observaciones só- lo se ha limitado al tercio inferior del esófago. En individuos sin sintomatología esofágica se observan dos tipos de curvas, las más frecuentes de aspecto regular y de altura uniforme de tal manera que aparece como si el esófago se contrayese al má- ximo. En otro porcentaje apreciable la curva es irregular con ondas de diversa amplitud. Tanto en un grupo como en otro el aspecto es semejante a lo que hemos observado en la inscrip- ción de la motilidad del colon: (3). En los casos de esófago irritable el trazado es por lo ge- neral muy irregular, con predominio franco de ondas compues- tas y de una amplitud muy variable. Sin embargo las caracte- “ rística no son tan fundamentales que permitan diferenciarlas/ de un esófago normal. En cambio en la acalasia se presentan hallazgos importantes ya en el período basal, aprecidándose on- das totalmente irregulares, de muy poca amplitud y con modi- ficaciones del tono, hecho no observado ni en. normales ni en pacientes con esófago irritable. La influencia de fármacos sobre la motilidad esofágica nos permite deducir ciertos hechos de BO V importancia. Con la inyección de un fármaco colinérgico (la ure- colina) se observa una regularización del trazado tanto en los normales con curvas irregulares, como en los pacientes con esó- fago irritable. Al revés, inyectando- substancias anticolinérgicas la motilidad disminuye para, en algunos casos, desaparecer por completo. Los fármacos simpaticomiméticos o espasmolíticos no tienen influencia sobre la actividad motora del cuerpo esofágico. Esto nos lleva a plantear la posibilidad de que el nervio vago comande la actividad de dicho segmento. Mediante el estudio ra- diológico del tiempo de vaciamiento del esófago (4) se ha podido apreciar que en casos de esófago irritable, este es modificado Ía- vorablemente con el empleo de drogas adrenérgicas (Oxidrene) lo cual sería motivado por acción de la droga sobre el vestibu- lo. Por lo tanto se deduce que el simpatico actuaría principal- “mente a nivel del vestíbulo gastroesofdágigo. La motilidad esofdgica en la acalasia es modificada subs- tancialmente por los fármacos de acción colinérgica y anticoli-. nérgica. Los primeros aumentan la actividad del cuerpo no re- lajando el vestíbulo, lo cual provoca la aparición de vómitos y expulsión de la sonda. Esta respuesta hipersensible no se obser- va ni en normales ni en pacientes con esófago irritable, lo que lleva a sustentar de acuerdo a la “ley de las denervaciones de Cannon” que la lesión neurogénica de la acalasia es un déficit o destrucción de los plexos colinérgicos. A mayor abundamien- to el uso de un fármaco anmticolinérgico' (Probanthine) nos ha permitido reproducir experimentalmente en sujetos normales el cuadro de la acalasia (4). La teoría de alteración de los plexos mientéricos en la acalasia recibe soporte con estos resultados que son similares a los obienidos por otros (5), (6). La extirpa- ción del vago en animales lleva «a condiciones similares a las observadas en la acalasia (7), (8). Sin embargo con el tiempo se corrigen los defectos en estos animales, lo cual tiene su ex- plicación, ya que la vagotomía es un procedimiento preganglio- nar interfiriendo en forma menos completa a la motilidad, como. sería el caso si se lestoncisen los plexos en forma directa. Ingelfinger (9) basado en dichás observaciones formula la siguiente hipótesis sobre la patogenia de la acalasia. Por razo- nes desconocidas existiría un daño de los plexos mientéricos co- linérgicos del esófago, como resultado de ellos la motilidad sería inadecuada y las ondas peristalticas insuficientes como para pro- vocar el relajamiento del vestíbulo. Esta hipótesis sería ademas apoyada por lo que sucede al inyectar un farmaco anticolinér- gico. Investigaciones recientes anatómicas han comprobado la existencia de defectos de los plexos mientéricos del esófago (10), (11). De lo anteriormente expuesto se deduce que para estable- cer un buen diagnóstico de las alteraciones del esófago es ne- cesario completar el estudio clínico con otros procedimientos y 'entre ellos la inscripción quimográfica de la motilidad y la res- puesta del órgano a fármacos de acción conocida. Por consi- guiente se recomienda el test de 'urecolina como un método útil para diferenciar acalasia de otras alteraciones esofágicas, / == RESUMEN Y CONCLUSIONES 1. Se inscribe la actividad motora del esófago mediante el mé- todo quimográfico en pacientes con esófago irritable en sie- te acalasias y en individuos sin lesión del esófago. , 2. No se observa una curva típica de motilidad ni en norma- les ni en pacientes con esófago irritable, en cambio los en- fermos de acalasia presentan una.actividad motora SS lar acompañada de alteraciones del tono. 3. Sobre la actividad motora del cuerpo del esótago ejercen una influencia apreciable los fármacos anticolinérgicos (Probanthine); en cambio una droga adrenérgica (Oxiare- ne) no ejerce ninguna influencia. Estos hallazgos hacen su- poner que el nervio vago es el nervio motor del esófago. 4. La urecolina provoca una respuesta exagerada al ser in- yectada a los pacienies con acalasia, hecho que no se observa en otras alteraciones motoras del esófago. Esto per- mite usar dicho fármaco como procedimiento de diagnóstico. BIBLIOGRAFIA 1—-Biel F. C., Lecannelier S.: Aste C., Bellolio E., Chiang J., Passalacqua Munoz J.. Anales Médicos de Concepción. Por publicarse. 2—Aste G. Lecannelier S.. Biel F. C.: Revista Méd. de Chile. 3,—Mattatall C. R.: Acción de Fármocos sobre la motilidad del colon hu- mano, Tesis 1956, Universidad de Concepción. 4 —Muñoz, J.: Alteraciones motoras del esófago. Tesis 1956. Universidad de Concepción. 5—Kramer and Ingelfinger, F. J.: Gastroenterology 19: 242, 1951. 6.—Lorber S. H.. Shay H.: Gastroenterology 28: 687, 1955. 7.—Donald, D. E.: Surgery 31: 251, 1952. 2 —Hwang, H. Essex. H. E.: and Mann, F. C.: Am J. of Phys 149, 429, 1947. 9.—Ingelfinger F. J.: Disordenrs of Esophageal Motor Function, Advances of Internal Medicine. Vol. VIIL. Pág. 11, The Years Publisher, 1956. 10.—Alvarez, W. C.: Gastroenterology, 13: 422, 1949. 11.—Cross, F. S.: Surgery, 31: 647, 1952. FIGURA N*] MOTILIDAD ESOFAGICA BASAL EN NORMALES. o ME SIA EUA UN UNOS) ec Aa 2 ES 1 Minutos S FIGURA N*2 ACCION DE LA URECOLINA Y DEL OXIDRENE SOBRE LA MOTILIDAD ESOFAGICA EN NORMALES | URECOLINA 5mg la AAN A AA dt ae AN) minutos 15 prosa 10 mg A AN a ES Sá 30 FIGURA N%3 ACCIÓN DE LA ATROPINA PROBANTHIME Y PALA Y E RINA S08RE LA MOTILIDAD ESOFAGICA EN NORMALES LATROPINA » mg E pi Hs => 2> minutos 30 3 50 PRO BANTHINE 30 mg / Y) ¡YETI Y MR E PY YAA A ALIAS A PA HN 30 35 s5 / PAPAYERINA 60 mg MAA Ml UNA —AOKÁ A —Á 2 a — __—_————— 55 30 3S FIGURA N*s6 ACCION DE LA URECOLINA Y DEL OXIDRENE SOBRE LA MOTILIDAD DE ESOFAGOS IRRITABLES e COLINA 5 mg rado 00 ei Lleó ATT 10 minutos , MORENA 10 mg St DAMASAMA A MULA AMAN FIGURA N*5 ACCION DE LA ATROPINA Y PROBANTHINE EN ESOFAGO IRRITABLE ys 1m9g EAN NAR AVISA 0 ISBN A AAXÁ minutos 30 35 40 ] PRO-BANTHINE 30 mg 1Ly, III ANI litio 45 65 70 FIGURA N* 6 RESPUESTA TIPICA AL TESI DE LA URECOLINA EN 2 CASOS DE ACALAS/A minutos 25 B | URECOLINA 5 m9 np eb T a 55 2% iS O TABLA N*] PRINCIPALES MODIFICACIONES DEL TRAZADO QUIMOGRAFICO BAJO LA INFLUENCIA DE DROGAS pIaGNOSTICOS] URECOLINA |PROBANTHINE OXIDRENE 1 - Regutorización|1. - Disminución o-|!. - Disminución o- |1 - Disminución | No produjo modi. de la amplitud |centuada del tonus|centuado de la fre.|discreto de la ficaciones de los ondos |2.- Abolición de la |cuencia frecuencia NORMALES actividad motora 3 - Disminución a centuada de lo frecuencia. 1 - Regulorización|1 - Disminución a- |! - Disminución a - [1 - Disminución de lo ampltud de |centuada del tonusicentuado de la moderada de lo las ondas. 2 - Abolición de la |cuenc:a frecuencia actividad motora 3 - Disminución de lo frecuenc:o No produ jo modi- ficaciones ESOFAGOS IRRITABLES == 1 - Aumento ocen-|1 - Disminución tuado del tonus |acentuada de la - Aumento acen] frecuencia tuado de la fre - |2.- Abolición de la cuencia actividad motora - Expulsión del |3.- Disminución balon por la bocalmoderada del to- nus No produjo mo- :No produjo modi. No produjo modi- dificaciones ficaciones ficaciones ACALASIAS DEL ESOFAGO E) no a Suar RIADA dE M6 US 1, PELSMEAA RAN EE NE ALU Mo EE O dl a CATEDRA DE INTRODUCCION FL ESTUDIO DE LA MEDICINA Director: Prof. Dr. F, Biel Acción de imsulina y reserpina sobre la secreción gástrica. Por Fructuoso Biel, Manuel Cabrera y Luciano Chieng. INTRODUCCION En trabajos anteriores hemos estudiado la acción osfimu- “lante de algunos fármacos sobre la secreción gástrica, demos- trando que un analogo de la Histamina, el 3-beta-amino-etil-pi- rasol o Histalog, posee ventajas sobre aquélla por su mayor po- der secretor y por acompemnarse de escasas molestias secunda- mies (1%, 8): Igualmente hemos demostrado que las determinaciones de Uropepsinógeno basal guardan estrecha correlación con las ci- iras de acidez en ayunas y que por lo tanto es un método có- modo y facil de apreciar el estado de la función gástrica (4, 5). Al elegir pacientes para investigación de hipersecretores, , es aconsejable seleccionar aquellos que son hipo o anasecre- : tores en condiciones basales. En ellos la respuesta es mas signi- ficativa y nos permite valorizar en mejor forma las drogas «a estudiar. En un pequeño porcentaje de ellos se aprecia anaclor- hídria resistente a la Histamina o Histalog, siendo en estos 'ca- sos de utilidad el poder investigar otros fármacos estimulantes. Esta comunicación tiene por objeto presentar nuestra experien- cia con la Insulina y con la Reserpina, alcaloide derivado de la RBauwolfia Serpentina. MATERIAL Y METODO Se estudió 90 observaciones de Jugo Gastrico fraccionado realizadas en pacientes del Policlímico de Gastroenterología del Hospital Clínico Regional de Concepción, durante el año 1956. ER NO 7 pe Cada droga se estudió én tres grupos de pacientes de acuer- do a los valores de la «acidez libre de las muestras basales:. enaclorhídrias, clorhídrias normales e hiperclorhídrias, se consi- deró 20 a 40 unidades como límite entre los dos últimos grupos. “Se mantuvo a los pacientes 12 horas en ayunas antes de comenzar el examen. Fueron intubados con sonda Rehtus, colo- cando la oliva en el fondo menor del estómago y controlando «a la pantalla radiológica su correcta posición. El extremo proxi- mal de la sonda se coniectó a un aparato de succión continua ti- po Gomco y los pacientes fueron instruidos en el sentido de no deglutir la saliva. Se inició el examen a las 8 A. M. SS la primera muestra correspondiente al Jugo ,Gastrico acumulado durante la noche. Se recolectó cuatro muestras de secreción basal a interva- los de 15 minutos, después de'los cuales se extrajo 5 ml. de san- gre venosa en aquellos pacientes en que se utilizó Insulina, con el £n de determinar la glicemia en ayunas antes de la estimula- ción. A continuación se inyectó el/farmaco en estudio y, se pro- longó el examen por y horas mas, recolectandose el Jugo Gér-. trico cada 15 minutos totalizando 24 muestras. En aquellos casos en que se inyectó Insulina se tomó una nueva glicemia a los 45; minutos después de inyectada con el fin de 'constatar la hi- poglicemia; se utilizó sólo aquellos casos que presentaron hipo- glicemias inferiores a 0.9 g. %. Se midió el volumen de cada muestra en ml. La acidez li- bre fue titulada con NaOH NI50, expresándola en unidades clí- nicas y empleandose el Reactivo de Topfer como indicador. Se calculó además el mEq.E.T.. (miliequivalente de excreción to- tal) de ácido clorhídrico libre. El pH se determinó mediante un' potenciómetro Coleman. En todas estas determinaciones se estudió los valores horarios, excepto el pH en el cual se calculó el término medio de las cuatro muestras de cada hora. El Uropeps sinógeno se determinó en muestras de orina to- madas 'a intervalos de” una hora, correspondiendo la primera muestra” a la secreción basal, habiéndose eliminado previamen- te la orina vesical de excreción nocturna. Se usó en la determi- nación de los valores el método de P. West, NEEDS 57 18% JLo Scott (6). y Por un período de 6 horas se estudió los siguientes farma- cos, en grupos de 30 pacientes: Reserpina (Serpasol. Ciba), 1.25 mgs. endovenoso. Insulina (Novo) de acción rápida! 20 unida- des endovenosa. Estas drogas se compararon con un grupo con- trol del mismo número de pacientes, a los cuales no se adminis- tró ninguna droga. El cálculo estadístico se realizó según las indicaciones de Lacey (7), estableciéndose primero la desviación standard de "los resultados, luego la desviación standard de los términos me- dios y por último la diferencia significativa, 1”. En cada caso se EAN O estableció los volores de t, comparando el término medio “basal de cada hora después de la estimulación. RESULTADOS S Se estudió 30 casos con cada droga, comparandolo con un grupo control de igual número a los cuales no se les inyectó nin- gún farmaco. > Se estudió el efecto estimulante de estas drogas en tres grupos -secretores: 1. Anaclorhídrias: Ni la Insulina, ni la Reserpina monifesta- ron acción en el sentido de aumentar el volumen. La acidez li- bre demuestra un aumento de los valores con ambas drogas, con Reserpina se produce un aumento progresivo que es mas manifiesto en las últimas horas. Esta acción «estimulante, se tra- duce en un aumento proporcional a los valores expresados en mEq.E.T. por hora y acompañandose, como es lógico, de un co- rrespondiente descenso en el pH. Los valores de Urupepsinóge- no aumentan sólo en aquellos casos en que se empleó Insulina y este aumento se presente. en la quinta y sexta hora. 2. Normoclorhídrias: Al igual que en el grupo anterior no hay con ninguna droga aumento del volumen. Pero en cambio, se demuestra una franca estimulación de la acidez libre expresada en unidades clínicas, que es mas manifiesta con Reserpina y que se traduce tembién en los valores de HCl en mEx. E. T. por hora, acompañandose de un descenso manifiesto del pH. Sola- mente la Insulina estimula la producción de Uropepsinógeno que al igual que en el grupo anterior se menifiesta. de preterencia en la quinta y sexta hora. 2 3. Hiperclorhídrias: :En este grupo secretor sucede lo mismo que en los dos anteriores, con la única diferencia que la acción estimulante no es tan manifiesta como en los grupos hiposecre- tores. Analizaremos ahora comparativamente la acción de la In- sulina y Reserpina sobre el volumen, acidez libre expresada en unidades clínicas y mEg. E. T. por hora, pH y Uropepsinógeno. l. Acción sobre el volumen: En general con ambas drogas hubo un descenso del volumen, igual que en el grupo control. Sólo se observó un discreto aumento en las anaclorhídrias a la cuarta y quinta hora de inyectada la Reserpina y en las hiper- clorhídrias a la segunda y tercera hora de inyectada la Insulina. 2. Acción sobre la acidez libre en unidades clínicas: Obser- vamos que tento la Insulina como la. Reserpina estimulan en O Qe Do PENiO ta sanilicsta la acidez lib: , Pero que esta estimulación es OR en el grupo de las a que en los otros dos grupos secretores. La Insulina en su curva a través de las seis horas, muestra una doble cúspide en las ana y normoclorhidrias, la primera a la tercera hora y lo segunda a la quinta hora de inyectada la droga. En cambio, le Reserpina demuestra un ascensó progre- sivamente creciente, alconzamdo sus valores más elevados a la sexta hora después de inyectada. Por otra parte, se demuestra el descenso franco experimen- tado por el grupo control a través de las seis horas de obser- vación. 3. Acción sobre la excreción total de ácido clorhídrico por hora: Se demuestra que la Reserpina y la Insulina producen su a efecto en las anaclorhídrias, con variaciones similares al gráfico anterior. 4. Acción sobre el pH: En las hiperclorhídrias, los valores del pH oscilan entre límites muy reducidos de pH 13 a 2.3. En las anaclorhídrias, de pH basales alcalinos, el descenso llega hasta pH4. En las normoclorhídrias, los valores son intermedios. 5. Acción sobre la excreción de Uropepsinógeno: La única droga que aumenta en forma evidente la excreción de Urcpep- sinógeno es la Insulina, cuya acción maxima se observa entre la cuaria y la quinta hora después de administrada. VALORIZACION ESTADISTICA DE LAS DROGAS ESTUDIADAS a) Acción sobre el volumen: En la tabla N* 4 se puede apre- ciar que con ninguna droga se observó aumento significativo del volumen. hb) Acción sobre la «acidez libre: Con el empleo de Reserpina se obtienen mayores cifras significativas que con el de Insulina. c) Acción sobre la excreción total de ácido clorhídrico libre por hora: La Reserpina se demuestra como una droga más podero- sa que la Insulina, en el sentido de producir una mayor libera- ción de acido clorhídrico por el estómago. d) Acción sobre el pH: ¿Ambas drogas producen un descenso evidente del pH, que es estacisticamente significativo, a' través de las seis horas de observación en el grupo de las anaclorhí- drias, en cambio, en las normo e hiperclorhídrias sólo la Reser- pina demostró cifras significativas de descenso de pH, E e) Acción sobre la excreción de Uropepsinógeno: La Insulina es la única droga de las analizadas capaz de influencior en for- ma estadísticamente significativa la excreción de Uropepsinóge- no SINTOMAS SECUNDARIOS: Con reserpina sólo se observó epigastralgia en el 17% de los casos. Con Insulina se observó los siguientes síntomas: epigastral- gia 13 por ciento, cefalea 16 por ciento, flash facial 68 por cien-' A AZ to, sudoración 7/6 por ciento, taquicardia 11 por ciento, lipotimia 12 por ciento, mareo 8l por ciento y shock en el 28 por ciento de los casos, DISCUSION DE RESULTADOS De nuestras observaciones se desprende que, la Insulina es un buen estimulante, cuya acción se prolonga durante cinco o seis horas, con una subida precoz de la acidez entre dos o tres horas después de inyectada la droga y otra elevación tardía que se presenta a la quinta o sexta hora, posteriormente la aci- dez desciende a los' valores basales. Estas dos alzas han sido interpretadas por Porter (8) en experiencias realizadas en mo- nos. La estimulación del hipotálamo anterior provocaría el pri- mer Gascenso, ya que la respuesta es bloqueada exclusivamente por la vagotomía. La estimulación del hipotálamo posterior pro- duce la respuesta tardía y la vía de conducción es la vía hipófi- sis-suprarrenal, siendo bloqueada por la suprarrenalectomía bi- lateral. La hipoglicemia provocada por la inyección de Insulina ejerce un efecto estimulante sobre la secreción gastrica, tanto por el mecanismo vagal como por.el hormonal. La secreción de epinefrina produciría la estimulación del hipotalamo posterior, luego la “elaboración de ACTH y corticoesteroides y por consi- guiente la provocación de la fase extravagal de la secreción (9). El inconveniente que tiene el uso de la Insulina es la apa- rición de síntomas secundarios desagradables provocados por la caída de las cifras de la glucosa sanguínea, que ocasioha el desencadenamiento de ambas fases. La Reserpina estimula igualmente la secreción de acido clor- hídrico, en igual intensidad que las anteriores, con efecto npto- riamenie más tardío, manteniéndose durante mucho mas tiempo, ya que al final de las seis horas de observación todavía la pro- ducción de dcido es intensa. Tiene importancia la acción hiper- secretora de este fármaco, dado su amplio uso en el tratamiento de la hipertensión arterial y en las alteraciones psíquicas. Han aparecido varids comunicaciones que demuestran la aparición: de úlcera péptica durante el tratamiento con esta droga (10, 11, y 12). Schweder y Perry (13), han observado la recurrencia de la úlcera con la provocación de hematemesis y melena en tres pacientes sometidos «a tratamiento con Reserpina. Nosotros he- mos observado la aparición de ulceraciones superficiales múlti- ples en una paciente de 64 años sometida durante un mes a tra- tamiento con Reserpina por una hipertensión arterial. Esta en- ferma presentó una serie de hematemesis las cuales la llevaron a un estado de anemia aguda. En vista de la imposibilidad de detener la hemorragia se le practicó una laparotomía explorado- ra, apreciandose las lesiones descritas amteriormente. El meca- nismo exacto por el cual la Reserpina aumenta la actividad mo- tora y secretora del aparato gastrointestinal es desconocido has- ta la fecha. Existen observaciones que sugieren que la Reserpi- na bloquea los impulsos simpáticos a partir del hipotálamo, des- encadenando por consiguiente un aumento del tonus del para- simpático (14). En perros el efecio ha sido suprimido por la ac- ción de drogas anticolinérgicas (15). En cambio en el hombre la hipersecreción provocada por ella, no es alterada mediante la inyección de Atropina o de Banthine (16). Otros investigadores suponen que la estimulación de la secreción gastrica por la Re- serpina se debe al aumento de la liberación de Histamina por los depósitos celulares (15), o bien, a la acción de la serotoni- «na (17). “La dosificación del Uropepsinógeno es la manera de medir en forma indirecta la función de la célula principal. Se han en- contrado niveles bajos en casos de carcinoma gástrico o de gas- tritis atrófica; valores cercanos a O unidades en pacientes con anemia perniciosa. La unión de anacidez verdadera a cifras de de Uropepsinógeno cercanas a 0 unidad llevan a considerar el concepto de aquilia gástrica. Es aquí necesario contar con una droga capaz de estimular la función de la célula principal y de- limitar los casos de aquilia verdadera. En nuestra experiencia el único fármaco que actúa sobre la excreción de Uropepsinó- geno es la Insulina. Se aprecia un discreto aumento durante las tres primeras horas, pero la estimulación es manifiesta y esta- disticamente significativa entre la- quinta y la sexta hora. De ello podemos concluir que la producción de Uropepsinógeno es- tá en estrecha relación con la estimulación del eje hipófisis-su- prarrenal, Gray y asociados (18), han comprobado que durante el empleo con fines terapéuticos de ACTH y esteroides adrena- les, la secreción se estimula, elevándose su contenido en acido y pepsina, acarreando a veces la reactivación de úlceras pre-exis- . tentes. La vagotomía y la extirpación del antro pilórico, no in- fluencia la respuesta del Uropepsinógeno a la inyección de hor- mono adrenocorticotrófica. Esta hormona no actúa directamente sobre la glándula gastrica sino que por intermedio de los este- roides de la corteza suprarrenal. La inyección de ACTH no mo- difica la secreción gástrica de pacientes con enfermedad de Ad- dison, en cambio la Cortisona o compuestos semejantes a ella producen una respuesta gástrica normal (18). En resumen los estimulantes estarían indicados en aquellos casos de anaclorhídria basal, se refuerza esto con el hecho guiente: el 55 % de nuestras observaciones con .«anaclorhídria+ba-. sal, o sea, 22 pacientes de 40, presentaron dcido clorhídrico ti- tulable después de inyectarse Histamina o Histalog (2). Al es- tudiar las varaciones del pH en los 18 casos restantes que no demostraron presentar ácido clorhídrico titulable, se pudo apre- ciar en 9 de ellos un descenso estadísticamente significativo del pH, o sea que sólo el 7.59% de los pacientes estarían en el gru- po de las anaclorhídrias verdaderas, Este comportamiento frente a los estimulantes demuestra lo raro de observar casos con falta absoluta de reacción de la mu- cosa gastrica. Es en estos casos cutmdo está indicado el uso de Insulina o la Reserpina que como hemos visto tienen una acción estimulante intensa sobre la secreción gastrica. Por acompañar- se de efectos secundarios discretos recomendamos el empleo de Reserpina para estudiar la función de la célula parietal (ácido clorhídrico). La Insulina por ser el único fármaco con acción so- bre la célula principal estaría indicado en aquellas observacio- nes en que es de interés investigar la secreción de pepsina. RESUMEN Y CONCLUSIONES 1. Se estudia la acción de la Insulina. y la Reserpina sobre la secreción gástrica de individuos ana, normo e hipersecreto- res. [50] Se analiza la acción de estas drogas sobre el volumen, uni- dades clínicas de ácido clorhídrico libre, miliequivalente de excreción total horaria de ácido clorhídrico libre, pH y Uro- pepsinógeno. Según nuestra experiencia la Reserpina e Insulina son esti- - mulantes ¿de la secreción gastrica con valores estadística- mente significativos. [e5) pS Se recomiendo la Reserpina como test de funcionalismo de la célula parietal y la Insulina como test de la célula princi- pal. BIBLIOGRAFIA 1—Biel F. C.. Hermansen, 1. P. y Cabrera, M. R.: Acción del 3-beta-amino- etil-pirazol sobre la secreción gástrica. Rev. Méd. de Chile. 81: 385, 1953. 2,—Cabrera M. R., Biel, F. C., Chiang. L. Ch. y Hernández, Q. R.: Acción de fármacos estimulantes de la secreción gástrica. A publicarse en Anales Médicos. Concepción. Chile. y 3.—Hernéndez, Q. R.: Estudio comparativo de fármacos estimulantes de la secreción gástrica. Tesis. Universidad de Concepción. 1956. A. —Biel, F. C., Cabrera, M. R., Chiang, L. Ch. y Lecannelier, R. S.: Valori- zación clínica del Uropepsinógeno como índice de la función gás- trica. Por publicarse en Anales Médicos. Concepción. Chile, E) Tesis. Universidad de Concepción. 1956. 6.—West, P. M., Ellis, F. W., and Scott, B. L.: Simplified method for deter- i mining excretion rate of uropegsin. J. Lab. and Clin. 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A. 147: 1529, 1951. Tabla N*1. ESTIMULACION DE LA SECRECION GASTRICA CON INSULINA Y RESERPINA EN CASOS DE ANACLORHIDRIAS 19 HORA | 2% HORA | 3% HORA | 40 HORA | 50 HORA | 6% HORA DROGAS [casos OR | STrmJos|rmJos|rm]os|rm]os|7m]os|rm]0s $ | conreoL 10 | es [304] 55 [203] 52 | 382[ 50 [242[ 47 [201 [ <0 | 204 3 | reseremna | 10 | 68 [312 | 62 [2711 64 [493| 80 1439 | 91 676| 57 | 386 S | INSULINA 10 | 1 |700| 73 [565 73 [eLo | 73 |5o02| 71 | 517 | 66 | 45.0 N yy [CONTROL Ja Te - TES - - - - 30 ET 8 S| resereina | 10 | - | - | 6-|137|20 |292| 36 |509| 62 | 790 60 |725 <= | INSULINA [| - | - [26 [4w7| 67 [no| 34 | 745| «9 | 661| 24 [425 = [ conreoL CA A A E E] e | aeserema | 10 | - | -[orojo29/0483|1039|0916| 149 |1896| 267|1246 | 183 E | INSULINA 10 | - | - los96| 1.620/2.472| 4.67 [0.583] 2.02 |0.981| 1.56 |0.532| 0.91 | contro. 10] 71] 086] 742] 071] 747| 080] 750] 075| 752] a8r| 760] 072 X | reserva | 10 |748| 0.60| 6.62 | 1.71 | 540| 2.78 | 5.17 | 290 | 456 | 277 | 455 23 | [ rnsuLINa 10 |72s| 0.69] 609| 208 53| 28 | 559| 252| 395| 215] 5.12 | 22 ¿ 2] conraoL 10 [157| 306 [107] 205| 69 | 382] 62 [206] 41 18.4] 40 | 201 38 RESERPINA 10 |R9| 120 | 181 | 129 Los | 103 13.7 | 1758| 10.5 Uns | 96 | 126. SETI 10 [13[10.[129| 991.8] :09[122|11.0|16.2| 10.8 | 162 | 10.2 'ESTIMULACION DE LA SECRECION GASTRICA CON INSULINA. Y RESERPINA EN CASOS DE NORMOCLORHIDRIAS Tabla N*2. 5a 7 1% HORA 29% HORA 39 HORA 4% HORA 5% HORA 6% HORA Sos A l e PES lu rulos [1 m]Jos|rmJos|7m]os|7m]0s. 71m] 0S Y == pl é CONTROL 10 | 169|5925| 98 | 40.2] 102 so2| 100 |.1] 98 | 352] eo [30% S |_RESERPINA 10 152 | 742 124 | 68.5 123 | 655| 129 [ E Unidades Cilnicas. Y M./horo. Acidez Uco. EU 8.832 3283 + g 3 ..3 == i mEd. El TH/horo ES RESEAPIVA IMSIUINA % ES IVSULINA RESERANA 2 CONTROL. PISULINA CONTROL A e E NI A e AE AN E EE] 3 4 5 6 1 2 3 4 5 6 1 2 3 ¿ 3 E HORAS MORAS SIS Gráfico N*2 ESTIMULACION DE LA SECRECION GASTRICA COM INSULINA Y RESERPINA ACCION SOBRE El mEqE.T. ANACLOR HORAS NOR Mm OCLORMIOR/A S HIPERCLORMIDA A $ (Mur 2) ne TERA NS O RESERPIMA ON imsttima SUL IA GA dí SS CO RESERMIA INSULINA NS > CONTRO: 1 o oi l 1 WZ= 557 T, A. m. q DR, __ » 2 1 4 , 0 U 2 , s 3 0 , a , s y 6 UnA MORAS UBA S ESTIMULACION DE LA SECRECION CASTRICA CON INSULINA Y RESERPINA ACCION SOBRE LA ACIDEZ LIERE ANACLORHIDRIAS NORMCCLORHIDRIAS HIPERCLORHIDRIAS Grdfico N*3 ESTIMULACION DE LA SECRECION GASTRICA CON INSULINA Y RESERPINA ACCION SOBRE EL pH. ANACLORHIDRIAS NORMOCLORHIDRIAS HIPERCLORHIDRIAS pH. Unidades. CONTROL Sl INSULINA RESERPINA |' ESTIMULACION DE LA SECRECION GASTRICA CON INSULINA Y RESERPINA ACCION SOBRE El UROPEPSINOGENO. ANACLORHIDRIAS NORMOCLORHIDRIAS MIPERCLORHIDRIAS to y INSULINA $ Ur opapeia bg eno Unldodos / hero e E E t pa CONTROL S - ñ | A A E E E A USA MINO 3 $ ! 2 3 4 J El U 1 2 HORAS HORAS HORAS Gráfico N*5 a Tablo N*4 VALORIZACION ESTADISTICA DE LAS DROGAS [ ANACLORHIDRIAS NORMOCLORHIDRIAS HIPERCLORHI/ORIAS 2 hora|30horo | 42hora[52hora Sahara |20noeo [nora 42 hara |52horo [52 hora |20noro|Pnoro|¿2horo| 52hora[S2hora aa ¡0 8 2580 co 1000| ao] ams [Eso INSULINA p pl k h h h ll 1590| 0. 1.515 3. elg30| Q6I5| 1/00 ¡ES E Je<3] Ti mea] e a 02.200|82./10 | 1.520 jg 2.420| > 120 [92130 92 481 =z 1.025 1185 1.720| 1650 Volumen INSULINA ps RESERPINA 01860|0 2.210| GU | RESERPINA y ú E — INSULINA 1,610101.950| 1355| 0.916| )J.6/0| 1.270 E259| 0. es] 1 15s|$> 4201 0.788| 0.254 l —- y Y T > | RESERPINA o 122019 1660| 1.160| 1.140| 0.45 e 5.000| E | + A O a | INSULINA 1.630|0 2.030/9 1.97 $05 Y 037| 1 639 0 50N l AN RESERPINA | 0.038| 7 a E 1.120 |0 1940] 0.010| 0380| 0.8400 2 o] 0.550|9 2.000 9 significativo ? MUy sgnificotivo $ oltomente significativo Instituto de Biología General Universidad de, Concepción Departamento de Hidrobiología Asistencia técnica de la UNESCO Nota Preliminar sobre los ciclos de estaciones en la Bahía de Talcahuano - Ch 4 Por la heno dee Hulot INTRODUCCION La productividad en peces de la bahía de Telcahueno cons- * tituye una preocupación: de los poderes públicos chilenos. El estudio de los problemas relacionados con la productivi- dad ha sido confiado al Departamento de Hidrobiología de la Universidad de Concepción, con la colaboración de la Asisten- cia Técnica de la UNESCO y de la Armada chilena. - El resumen que se ofrece «a continuación, representa un analisis prelimincr y muy somero de las primeras observaciones realizadas (1). Ellas han sido Jlevadas a cabo con los reducidos medios de que dispone la Universidad, por el momento. Los estudios, iniciados en noviembre del año 1956, deben ser repetidos durante varios ciclos. Las muestras planctónicas deberán ser estudiadas por especialistas. Sólo así se estará en condiciones de emitir un informe más concreto sobre la materia. l. OBJETO DEL ESTUDIO Las finalidades que se persiguen con nuestras observacio- nes consisten en definir los ciclos estacionales de la. vida en el medio acuático marino. Con este objetivo se esta estudiando si- multáneamente en diversos puntos de la zona (uno en la bahía (1) Además, se dispone de un conjunto de observaciones físicas, químicas y planc- tónicas, realizadas por nuestros colaboradores, Sres. Chuecas, Gallardo e Inos- iroza, las que serán publicadas posteriormente con la colaboración del apo Osorio Talall. — 45 — de Talcahuano, el otro en la bahía dé San Vicente y un tercero en la isla Santa: María), las características físicas y químicas del medio y la evolución de las poblaciones planctónicas en el tiempo. 4 2. RESULTADOS a) Variaciones cualitativas en la composición del plancton en la bahía de Talcahuano. En general se pudo constatar la aparición en orden crono-. lógico, de los siguientes géneros. fitoplanctónicos dominantes: 1. Género Chaetoceros. 2. Género Biddulphia. 3. Género Thalassosira. La cantidad de fitoplancton que se encuentra en la bahía en ese período es a veces tan grande que las redes de plancton se extraen completamente colmadas. : Es interesante observar también que existe una relación ne- ta entre la transparencia y el régimen de los vientos. En pri- mavera, con el viento norte, la bahía tiene una transparencia de 1.50 a 2 m. Con viento sur, en la misma época, la transparen- cia puede llegar a magnitudes de 8 a 10 m. La carencia de datos exactos sobre el régimen de los vien- tos no permite en la actualidad interpretar en forma exacta di- chas relaciones. Por último es indispensable señalar que, en la misma esta- ción analizada es cuando se produce la concentración de sar- dinas en la bahía de Talcahuano. bh. Fenómeno de las “aguas coloreadas”. Al término de cada primavera, la parte S. W. de la bahía de Talcahuano se cubre de un agua blanca lechosa. Estas aguas son frías, pobres en oxígeno, pero ricas en sílice y provienen del fondo de la bahía como consecuencia de la acción del viento : Si WE En el año en curso, hemos observado el cese del fenómeno por un brusco:cambio del viento. (de S. W. a N. E). La carencia de medios que permtitirian estudiar las corrien- tes marinas en relación con el régimen de los vientos, no hacen posible definir el problema con la exactitud requerida. 3. HIPOTESIS DE TRABAJO De las observaciones parciales realizadas hasta ahora, pa- rece desprenderse que la bahía de Talcahuano se presenta co- mo un embudo donde se concentran los organismos planctóni- cos del océano adyacente. A Esto. constituiría. una rotación he la ia de planc- ce ton que se encuentra en dicha bahía en primavera y verano, como. también la razón de la gran cantidad de clupeidos.. , SN Por consiguiente, en el futuro, las observaciones serán. cim- DEE - pliadas en tres direcciones: has JOSE: Estudio del régimen de los MiSaiOS, de las corrientes y de al la transparencia. y : s : :l > . y - AS 2. Estudio de la evolución estacional de los tenores en oxígeno, o nítutos, tostates ya silice: li ee Estudio. de la evolución en tiempo y a de las pobla- 5 ciones planctónicas e ictiológicas. E E EAS a ARMADA DE CHILE ESCUELA DE MEDICINA Dirección de Sanidad Naval Universidad de Concepción Hospital Naval (T.) ji CONCEPCION Grupos sanguíneos clásicos y factor Rh. ¡ en la Isla de Pascua (*). Por Jacob lsrael Miles La Isla de Pascua, ubicada en el centro del inmenso Océano Pacífico, ha sido objeto de múltiples estudios y su civilización y raza, continúa siendo un misterio para la ciencia. Producto de esta inquietud, son los ya conocidos trabajos realizados sobre serología en los pascuenses, los cuales se ini- cian en 1932 con el Padre RAHM y se continúan con los de DRAPKIN, en 1934, y los de WILHELM y SANDOVAL, en 1944 y 1956. (Ver cuadro N?. 1). Nuestro estudio comprende 176 determinaciones de Grupos Sanguíneos Clásicos y Factor Rh, que hemos dividido en dos grupos: pascuenses puros, es decir, sin mezcla sanguínea cono- cida y mestizos, en que priman preferentemente la ascendencia chilena continental, inglesa, francesa y tahitiana. Estas determinaciones efectuadas, previa rigurosa selección, tienen, indudablemente, positivo valor antropológico, mas aún, al comprobar los errores y confusiones existentes sobre el pro- blema. La lista con los nombres de los pascuenses puros y sus Tes- pectivos grupos sanguíneos, se adjunta al presente trabajo, ya que como dijimos, existe sobre este punto una anarquía evi- dente. Ello se debe en gran parte a los datos no siempre exac- tos. que proporcionan los nativos, al corto tiempo que permane- cen en la Isla los distintos investigadores y al espíritu de fiesta (*) AGRADECIMIENTOS: Expresamos nuestros agradocimientos por la cooperación prestada en la selección de los nativos puros, a: Rev. Padre Sebastián Englert, Cabo (ENF.) Rafael Haoa, en «y excitación que anima a los nativos ante el arribo del barco, con lo cual por cierto, mo existe el ambiente más propicio para un estudio científico. La población nativa en Ebo en ias de 1956 era de 897 personas, de las cuales 108 son pascuenses puros. Afor- tunadamente, logramos tomar muestras de sangre en la totali- dad de ellos, con excepción de uno que vivía en el Continente. Se determinó en estas muestras, grupos saemguíneos clasicos y factor Rh. Esto, fue posible llevarlo « cabo; gracias a la convi- vencia y amistad que durante un año (1956), tuvimos con los pascuenses. (Ver cuadro N? 2). “El segundo grupo está constituído por 69 individuos, casi todos «adultos, de ambos sexos, y que corresponden a los que hemos designado como pascuenses mestizos. Desgraciadamente no logramos realizar en todos ellos la determinación de Rh, ya que el suero se nos agotó, por ésto, excluíremos del cuadro si- guiente el estudio de este factor. (Ver cuadro N* 3). Tomando ambos grupos en conjunto (Puros y Mestizos), ob- tenemos el número mas alto de determinaciones de grupos san: guíneos efectuado hasta ahora en Pascua. (Ver cuadro N* 4). CONCLUSIONES 1. Se efectúan determinaciones de Grupos Sanguíneos cldsi- cos y Factor'Rh en Isla de Pascua (CHILE). . 2. Se dividen los casos en dos grupos, dtendiendo a la pureza de la raza: Puros y Mestizos. 3. Se determina por primera-vez el factor Rh en la totalidad de los isleños Puros, encontrando un 5.61 9% de Rh negativos. 4. Para los grupos sanguíneos clasicos, muestras determinacio- nes, estan en general de acuerdo a las realizadas por los demas autores, asignándole en nuestra casuística al Grupo A, el porcentaje más alto. 5. En un total de 176 casos, entre Puros y Mestizos, no encon- tramos ninguno perteneciente al Grupo AB, y 6. Se inserta al presente trabajo una lista completa de los nativos. Puros existentes en Isla de Pascua, con sus respec- tivos grupos sanguíneos, factor Rh y edades. BIBLIOGRAFIA 1-—Rakm. P. Gilberto: Observaciones sobre los grupos sanguíneos en la ; Isla de Pascua. Bol. de la Soc. de Biol. de Concepción (Chile). Tomo V y VI, 1981-1932, Pág.. 65, ' US 90 Fu Contribución el estudio. “antropológico. y A de los. pascuenses. Soc: des. Americanistos de París, Jour, n. ser. Vol. 2d Pág. 266-302; 1935. : 2.—Sandoval, L. y Wilhelm, O.:- Corunición preliminar sobre antropo- logía serológica de los pascuenses. Bol. de la Soc, de Biol. de Concepción (Chile). Tomo XX, Pág. 11-15. 1945. A 4 —Englert, P. Sebastián: La tierra de lion Matúa. Imp. Y Ed. Sen Fran- cisco, Padre Las Casas. Chile. 1948. ie 1 5 Wilhelm, O. y Sandoval, L.: 'Genealogías y sero-antropología de los LO) - pascuenses. Bol. de la Soc. de Biol. de Concepción (Chile). To- IEA $e 3 mo XXXI, Pág..119- 139. 1956. a Aa NON AECE O CY 0 0w0w0V»osnNyy (dp) AS 1 (E) Roa A A A o A o CNS AS LAO SS IA A RELACION DE NATIVOS PUROS EXISTENTES EN ISLA DE PASCUA (1956) Nombre Aifiti, María Atán Pakomio, . Mariana Atán Pakomio, Mariana Atán Pakomio, Adán Atán Pakomio, Juan Atán Pakomio, . Susana Atán Pakomio, Angelina Atán Pakomio, Pedro Atán Pakomio, Verónica Chávez (Teave) Manuheuroroa, Daniel Chávez Manuheuroroa, Juan Chávez Manuheuroroa, Felipe Chávez Tepihi, Celia Chávez Tepihi, Gloria Chávez Tepihi, Lidia Chávez Manuheuroroa, Ana Fati Puarakei, Flora Fati Puarakei, José Fati Puarakei, Isaías Haoa Pakomio, Atera Hey Rapu, Sofía Hito, Elena Hito, Pedro Lino Hito, Verónica - Hito, Rubén 26... Hito Atán, María Hito, Ricardo Hito Atán, Regina Hito Atán, Honolinda Hito Atán, Auristela Hito Atán, Isidro Hito Atán, Fernando Hito Tepihi, Ana Huki Kaituoe, Mariana Ika Tetono, Carolina Neru, Merina Niare Araki, Juan Niare Paté, Ana Niare Paté, María Socorro Niare: Paté, Geraldo Niare Paté, Gladys pa Edad Grup. Sang. Fac. Rh 64 anos SOS 50 31 42 45 O-IV O-IV O-IV O-IV - ATI O-IV O-IV O-IV AM A-II A-JI A-JI A-II AI - AI - Az O-IV O-IV O-IV Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh , ÚS A A A O O OU O IO O O O ÁS SO IÓ 1 Y 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 y 1 A A AS Nombre Edad Grup. Sang. Fac.¡Rh 107. 84. Niare Paté, Verónica Niare Paté, Patricio Niare Paté, Catalina Pakomio Angata, Nicolás Pakomio Aifiti, Anania Pakomio Aifiti, Timoteo Pakomio Aifiti, Lidia Pakomio Aifiti, Olga Pakomio, Aifiti, José Pakomio Aifiti, Francisco Pakomio? Lucas Paté Pakomio, Pablo Paté Pakomio, Amelia Paté Pakomio, Margarita Paté Pakomio, Lanura' Paté. Pakomio, José Paté Paoa, Martín Paté Pakomio, Domingo Paté Pakomio, María Engracia Pate Pakomio, Pedro Paté Pakomio, Josefina Paté Paoa, Luis Paté, Marta: Paté Gladys Púa, María Púa, Filomena Ñ Púa, Pedro Roe, Sara Teao Chávez, María eao Chávez, José Antonio Tedo Chávez, Nicolás Segundo Teao Chávez, Juan Bautista Teao Huki, Inés Teao Huki, Horacio Teao Ika, Salomón Teao lka, Magdalena Tego Ika, Laura Teao Ika, Napoleón T. Teao lka, Macario Teao Ika, Juana Teao lka, María E. Teao Ika, Eliseo Teao Ika, Napoleón Segundo Teao lka, Horacio Andrés Tegoo Ika, Nicolás Teao Pakomio, Juan L. 31 ANI A-I AM AM O-IV AI AI AI AMI AI OIV AM O-IV O-IV O-IV O-IV , AA OIV AIM O-IV AI O-IV O-IV AI AN O-IV AN AM A-M AN AN AN A-II AI AN AN AN AN AIM AI A-M AN AM AN AMI AN Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Bh Rh Rh. Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh Rh 87. 88. 89. 90. 91. 92. 93. 94. 95. 96. A 98. gal 100. 101. 102. nOs; 104. 105. 106. 108. Nombre = Tepano Tepano Tepano Tepano Tepano Tepano E Tepano Tepihi Tepihi Tepihi Teao Pakomio, María E. s Ika, María: Magdalena * Ika, Ika, Ika Ika, Ika, Jorge Ruperto , ¡Esteban Tomás Amelia Ika, María Tori, UNS ori, Tori, Guillermo Alberto Isabel Tepihi, Ana Tepihi, María Rosario Veri Veri, Clemente Veri Veri Veri Veri Veri Veri Vaka, Gabriel “Veri Veri Veri Veri Hey, «José B. Veri Veri Pakomio, María A. Rapahango, Victoria Vaka, Mateo Vaka, Miguel Chávez, Catalina Edad Grup.|Sang. Fac. 24 47 40 36 192 45 SO 93 50 s1 45 34 32 25 58 40 37 61 27 23 93 e ASA O-IV A-II AM A-] A-II AIM A-II A-II A-I A-TI AI A-II- O-IV O-IV O-IV O-IV AM A-TI O-IV O-IV En el AAA d AS Eh (- Rh ( ay] [57 E Rh Rh Rh Continen Es) ay SA SR A AS f uu EP ar Lab Rh cusozo ”/ far jo Yo Pape peje fosa | e [anfar] [wo fi] a | po E CO E jes Pe [a | [w|-]- Er] las e [as [ar] | 687 CACA E pres] a Po ue ue ue SEO N=3 EVIDE O COMEN CUCA Dd A A E EEE PEI ' Universidad de Concepción Escuela de Medicina INSTITUTO DE ANATOMIA Prof. E. Solervicens C. Variaciones en las relaciones del nervio ciático mayor con el músculo piramidal. Por Jacob Israel Miles. ; Son desde hoce tiempo conocidas las variaciones due 'pre- senta el nervio ciático mayor (N. ischiadicus) a su salida de la pelvis y en su bifurcación terminal, existiendo sobre este tema varios trabajos y entre ellos, uno realizado por JIRON G. sobre chilenos. En esta: oportunidad nos ocuparemos solamente de las relaciones directas entre el nervio, su salida de la pelvis y el músculo piramidal. Sabemos que el músculo piramidal (M. piriformis) nace en la cara anterior del sacro y después de atravesar el agujero ciático mayor (Foramen ischiadicum majus), al cual obstruye casi por completo, termina inseridándose en el borde superior del trocáanter mayor. Por otro lado, el nervio ciatico mayor, ra- ma terminal del plexo sacro, aparece en la región glútea por debajo del músculo piramidal, constituido por un grueso y único tronco que mas abajo se bifurca en sus dos ramas terminales: los nervios ciatico-popliteos, externo e interno (N. peroneus co- munis y N. Tibialis). (Ver fig. 1). La relación habitual entre músculó y nervio presenta varia- ciones que han sido descritas por diversos autores: Así, según CALORI, el piramidal se halla atravesado por el tronco del cidtico en un 26 %. ROSENMULLER, dice que en los pueblos del Norte, el ner- vio ciático mayor se bifurca muy arriba, mientras que en los ' pueblos Meridionales lo hace cerca del hueco poplíteo. Este! au- E 0 ES, tor nada explica sobre el comportamiento del nervio ciático con el músculo piramidal. De VILHENA H., cita, en sus Observaciones Anatómicas di- ferentes formas de división del músculo piramidal en sus rela- ciones con un tronco úpico o bifturcado del nervio ciatico mayor. LOTH E., en su Antropología de partes blandas, describe la perforación del músculo piramidal por el nervio ciatico como la variación mas corriente de dicho músculo. Para él existen dife- rencias raciales bien evidentes, en especial, entre los negros (7.99%) y los blancos (15.2 9%). THOMSON, en un estudio realizado sobre.138 individuos concluye en las cifras siguientes: 89 9% para el caso clásico, es decir el músculo no: disociado y tronco único del ciditico emer- giendo bajo el piramidal; 12.3% para la poción por una parte del nervio y: 2.29% para la perforación por el nervio en- tero. (Ver fig. 2). En nuestro país, JRON G. ha investigado la bifurcación al- ta del ciático en 200 cadáveres y encuentra: la disposición cla- sica existe en un 389%, el resto (629%), comprende las varia- ciones de división alta del nervio ciático que a menudo se pre- sgentan complicadas por el diferente comportamiento de sus ra- mas terminales frenie al músculo piramidal. Nuestra experiencia consta de 106 observaciones realizadas sobre 53 cadaveres, de los cuales 44 son de sexo masculino y 9 de sexo femenino. Todos son adultos y provenientes de gente humilde de esta región del país. Encontramos Y casos (8,49 9%) de variaciones y 97 casos (91.51%) de tormas habituales. Llama la atención la asimetría de Le variación, generalmen- te unilateral, observando sólo en tres oportunidades una varia- ción bilateral, en dos de las cuales es simétrica. Hemos agrupado nuestras observaciones en forma similar a THOMSON, dividiéndolas en cuatro tipos, uno de ellos no des- crito' por él, y que son los siguientes: GRUPO I: Corresponde a los preparados que hemos deno- minado habituales, es decir, aquellos en que el nervio ciático mayor emerge, ya sea entero o dividido por debajo del múscu- lo piramidal, y de acuerdo con los demás autores es el que se presenta con mayor frecuencia (91.51%) en nuestra casuística. HERE JE En 93 casos (87.73 9%) no observamos división del nervio y en 4 casos (3.77 %) la hubo, apareciendo el nervio dividido in- mediciamente por debajo del músculo piramidal. De estos cua- tro casos, uno de ellos es simétrico, en los otros tres sólo existe al lado izquierdo. En uno de estos últimos se presenta una in- teresante variación del músculo piramidal consistente en la bi- furcación de su tendón de inserción trocantéreo. GRUPO li: Corresponde a los preparados en que el nervio ciático mayor aparece bifurcado y una de sus ramas perfora el músculo piramidal. La división del nervio es generalmente des- igual y el tronco externo es el más delgado y perfora el múscu- lo piramidal dividiéndolo por completo en dos haces. Esta variación aparece en siete disecciones (6.60%): en cinco cadaveres es asimétrica, correspondiendo tres casos al lado de- recho y dos al izquierdo. El caso restante es simétrico y presen- ta el nervio dividido de manera que el haz externo es el más fino; en este caso el músculo piramidal está disociado, no ya en fascículo superior e inferior, sino en uno anterior y otro poste- rior, es decir, está atravesado verticalmente. GRUPO III: Esta constituído por una observación (0.94 9%) en que el nervio ciático se presenta dividido en dos troncos aue atraviesan juntos al músculo piramidal. Este preparado presen- ta también la particularidad de ser el único en que el tronco de bifurcación externo del nervio ciático es más grueso que el interno. GRUPO IV: Esta representado por los casos en que existe bifurcación del nervio ciático y uno de sus troncos (externo) sale junto con el nervio glúteo superior por encima del múscu- lo piramidal ocupando la parte alta del agujero cidtico mayor. Existe en forma unilateral (4 derecha) en un solo preparado (0.94%). El músculo piramidal se presenta entero y sin cambios. (Ver fig. 3). RESUMEN Se exponen las variaciones del nervio ciático mayor a la sar- lida de la pelvis, en sus relaciones con el músculo piramidal, estudiadas en 106 observaciones, o sea, 93 cadaveres disecados. Los resultados han sido agrupados de acuerdo con la cla- sificación de THOMSON, pero nosotros tenemos una variedad descrita en el Grupo IV y que él no menciona. Las variedades son generalmente unilaterales y se presen- tan indistintamente a derecha e izquierda. = E = Archiv. Chil 1 y ; 4 Jirón, G.: Ao “cuadr os. “anatómicos clásicos y Chil, Mort T. VI 1942. | 3 Lota E: Anthropologie “des parties molles. 25- 226. e 408- 4]! de eos le Sulla Mulalases del nervo da ischiadico. Menor NE Sciences dell Instituto di Bologna. Ser. Iv, Vol. IL 1880. 5 —Testut- Latarjet: o Humana: dE e 1139. 1139. reali (ense por. Testut-Latarjet, M7 1929. > Ea > Srupol (05%) Grupo Y (1237) crupo IE (20 Grupo LD. (94.5%) Grepo D. (6.47) o Grupo T.(094%) Grupo TE. (0.94%) : INSTITUTO DE BIOLOGIA Departamento de Hidrobiología Universidad de Concepción Director: Prof. Dr. O. Wilhelm Termostato sencillo para «acuarios y viveros similares. Por Leo Overdick-Erdmann (Con 3 figuras) Para mantener constante la temperatura en un acuario u otro recipiente analogo, se puede utilizar un termostato de facil fabricación, con un mínimo de gastos y con material disponible en cualquier laboratorio (Fig. 1). ; Consta de las siguientes partes: 19). Sistema de calefacción: (Fig. 2) Se compone de una resistencia de cautil de 50 watt, que se encuentra en el interior de un tubo de vidrio (ej.: un tubo de tabletas). Para mantener fija y estable la resistencia dentro del tubo, se rellena este cuidadosamente con asbesto. * Los alambres de la corriente llegan hasta la. resistencia a través de un tubo de unos 10 mm. de diametro; este tubo pre! senta un angulo:recto y se prolonga hacia arriba para permitir la salida del cordón eléctrico del agua. Entre. el cautin y el cor- dón. eléctrico se usa un alambre de cobre de 0,5 mm. de diaáme- tro, aislado por perlas de aislamiento y entre dos sujetadores. Una vez realizado lo anteriormente dicho, se asegura la boca del tubo-con lacre, para evitar la penetración del agua a su in- terior. En caso que el recipiente tuviera una capacidad mayor de 50 litros se debe reemplazar el repuesto de cautil por una re- sistencia mayor. | 1 22) Regulador térmico automático: (Fig. 3, C. D. E.). a) Un tubo de ensayo (A) al que se adapta un corcho perforado por donde: penetre un tubo delgado. El tubo (A) de- 7 ; A sE be quedar dentro del recipiente en forma equidistante del fon- do y de la superficie, ya que si se mantiene muy cerca de la su- perficie el sistema de regulación se desconecta muy pronto, de- bido a que el agua temperada del fondo sube, y de esta mane- ra no se tendría la temperatura de la masa total. b) Un tubo largo (B) de 1 mm. de diámetro que comunica el tubo de ensayo (A) con un depósito que contiene mercurio (ver (c). Casi-al final del tubo se encuentra un alambre de con- tacto (D) de platino o Wolframio, ya que de ser de otro material sería destruído por el mercurio. Este alambre de contacto (D) se coloca de la siguiente ma- nera: se procede a cortar el tubo (B) en su extremo final. Se ca- lientan los dos extremos al rojo y una segunda persona coloca: el alambre en tal forma que su punta permanezca en el interior : del tubo, nuevamente soldado. c) Un depósito (C) que se puede obtener cortando un tubo de ensayo a un largo de unos 2.5 mm. Se introduce en él otro alambre de contacto (E) que se fija con lacre al fondo y en el ¿borde de la boca del depósito. Por medio de un corcho perfora- do se introduce el tubo (B) con el alambre de contacto hasta sumergirlo ligeramente en el mercurio del depósito. Para dejar a punto este sistema se coloca en el depósito (C) aproximadamente 3 ml. de mercurio y el tubo de ensayo (A) se coloca en un balde con agua a 25 ¿€ más o «menos. Se saca ahora el depósito (C) nuevamente. Se deja enfriar el agua del balde hasta 20 *C, momento en el cual el mercurio debe tocar el alambre de contacto dentro del tubo (B). En caso que el me- nisco del mercurio no coincidiera con el alambre de contacto, eso se consigue subiendo o bajando el depósito (C). Una vez que el interruptor esté bien ajustado se fija el sis- tema con lacre. 32) Ubicación e instalación del termostato: El conjunto se coloca en el interior del acuario o recipiente de tal manera que queda en un rincón y a la altura indicada anteriormente; el tubo con el repuesto de cautil conviene recu- - brirlo ligeramente con arena. Uniendo los cables de contacto con los de la corriente eléc- trica, se tendra un perfecto funcionamiento del termostato: RESUMEN Se describe un termostato para agua con un interruptor de mercurio. La construcción es sencilla y sólo, se utilizan' materia- les de que se dispone en todos los laboratorios. A Nc IUSAMMENFASSUNG EOS ccostas fur aldo mit sa Led wird. resaca Die Herstellung ist einfach und die erforderlichen | Materialien sind in jedem Epoca vorhanden. SUMMARY > ' lt is decribed the construction of: a thermonstal for water, NO with automatic regulation of. temperature. The construction is AAN simple and the materials used are available in each laboratory. NN A ID Tueo de dro de 10mm | LA de NáMers Tubos de loblefa, teria> de 0islarmiento Eg. E Tubo Ye 2050y0 SONO ON QuE | mercuro NON Sy vidrio del acwvorso Eto. y (O js O INSTITUTO DE BIOQUIMICA Universidad de Concepción (Chile) Director: Prof. Dr. A. Moena Gómaz , Contribución «al estudio electroforético en pupel de las lipoproteínas séricas normales PONE Eleodoro Peña y Colobordares (6) 1 INTRODUCCION La electroforesis en papel aplicada, nació con Koening y Von Klobusitzky (1), en 1939 y fue llevado a la separación de las pro- teínas del suero, por numerosos investigadores que publicaron: sus resultados en 1950, entre los cuules figuran Durrum, Kraus y Smits, Mac Doñala, Urbin y Williamson, Turra y Enenkel, ade- más de Grassmann y Hanning, según figuron en la excelente monogralía que sobre el tema publicó recientemente Ch. Wun- derly (1). Sabemos que la electroforesis permite la separación de mez- class macromoleculares, atendiendo a la gradiente de potencial eléctrico, la: fuerza iónica y el pH de las soluciones, teniendo ade- mas, influencia el punto isoeléctrico de las proteínas y en conse- cuencia la carga neta de las partículas (2). en un orden bien de- finido, lo que ha permitido un amplio estudio clínicozquímico, de las seroproteínas humanas, y de otros líquidos orgámicos, co- mo líquido céfalo-raquídeo, humor. «acuoso, jugo gadstrico, así como de proteína celular, hemoglobina, proteínas lacticas, fer- mentos. hormonas, vitaminas, pigmentos, lipoproteínas y lipoi- des, glúcidos, mucleótidos, ácido nucleínico, aminoacidos, alca- loides e ¡ones inorgánicos. Especialmente en el terreno de las seroproteínas, la electro- foresis en papel ha repercutido en la practica experimental y. clínica porque supera con mucho «al procedimiento clásico de Tiselius (3) que es una macroeleciroforesis y a la microelecirofo- resis en el aparato del profesor Antweiler (4), que es un proce- (%) R. Massone y L. Gargallo. . dimiento interferométrico compensatorio de luz blanca, «por la economía de instrumental, a la vez que por la rapidez y senci- llez de la técnica, susceptible de montarse en cualquier labora- torio. Sin embargo, estas mismas circunstancias han permitido que se haya entregado prematuramente a la práctica clínica, cayendo en defectos, por falta de standardización de la técnica. Aunque en la actualidad son numerosas las publicaciones en el sentido de indicaciones que tienden a uniformar la metódica, sin que el problema haya sido totalmente resuelto, estamos obli- gados a convencernos de las bondades de la técnica que em- pleamos, a la vez que indicar los valores normales de la región a fin de compararlos con los resultados de casos patológicos, y con resultados de publicaciones foráneas. En este sentido, el Instituto de Ouímica Biológica de la Uni- versidad de Concepción, ha presentado comunicaciones prelimi- nares (5-6) que. dicen relación con la electroforesis en papel de las proteinas de sueros normales y patológicos, empleando el aparato Elphor H, concebido según Grassmann y Hanning (7-8). En la misma «dirección que para las seroproteínas, es que deseamos exponer en este trabajo, las condicionea de metódica que hemos empleado para el estudio de las lipoproteínas sé-' ricas y los resultados obtenidos en un grupo seleccionado de in- dividuos normales, teniendo siempre presente a los autores ci- tados por Wunderly (1) que realizaron las primeras separaciones de lipoproteínas mediante la electroforesis en papel, a saber: Durrum, Paul y Smith, Swahn, Fasoli, Kunkel y Slater, Nikkila. Así mismo, con ánimo de apreciación cuantitiva de. las mi- graciones lipoproteicas, hemos comparado los resultados que nos aporta la electroforesis en papel, determinados por densime- tría, con los líquidos totales obtenidos de los eluídos electrofo- réticos, dosados por metódica química. —H, METODO DE TRABAJO 1. OBTENCION: DE LAS MUESTRAS Para un grupo de nuestra casuística, las muestras de sangre pertenecen a estudiantes universitarios, clínicamente sanos, va- rones, cuya edad fluctúa entre 20 y 28 anos. Para otro grupo, a personal del Instituto, alumnos universitarios y algunos particu- lares, de uno y otro sexo, con edades entre 8 y 99 años, consi- derados normales. Se extrae la sangre venosa, en ayunas, se aprovecha el suero obtenido por coagulación espontánea y lue- go centrifugación, eliminando siempre a aquellos que acusan hemólisis. | E IE 2. TRATAMIENTO DE LAS MUESTRAS En el suero sanguíneo se practican determinaciones de lipi- dos totales. Al mismo tiempo por electroforesis en papel, separa- mos dos bandas: una. de ellas es revelada y en la otra, por elu- ción, obtenemos separadamente dos fracciones y en cada una de ellas practicamos determinaciones de lípidos totales. 3. PROCEDIMIENTO . ELECTROFORETICO Descripción del instrumental y método. Se utiliza para la electroforesis en papel, el aparato de elec- troforesis Elphor H, que consta de una cámara de electroforesis, un densitómetro y un campímetro. Una cinta de papel Whatman N* 1 sirve de vehículo al sue- ro sanguíneo, que empapado de una solución tampón, buffer veronal-acetato pH 8.6 y fuerza iónica 0.1-permite el paso de la corriente de 110 Volts durante un tiempo determinado. La presencia de las fracciones lipoproteícas es revelada me- diante Negro de Sudém, según técnica de Raynaud, D'Eshougues, Pasquet y Di Giovani (9). 3 De cada muestra se obtienen dos electroforegramas, uno de ellos es revelado según técnica, y la valoración cuentitiva rela- tiva de las fracciones lipoproteicas, se hace mediante la lectura de las fracciones teñidas, con un densitómetro Elphor, e inscrip- ción de ellas en un sistema de coordenadas con los que se ob- tiene un diagrama: electroforético, representado por curvas de Gauss que se miden con un campímetro, para calcular, en ca- da diferente área, el porcentaje respectivo de cada fracción (10). La segunda tira, no revelada, sirve. para recortar dos trozos correspondientes a las zonas A y B cuyo trazado a continuación describimos. Denominamos Zona A, el trozo de papel que inclu- ye a la alfa lipoproteína y «que comprende el sector desde el punto medio de separación con la beta fracción, hasta la zona >xtrema tenida por el colorante. Zona B, el sector restante, es decir, desde dicho punto medio hasta un centímetro maás alla del sitio en que se deposita la muestra. Esta precaución es to- mada en razón que comprende a la mancha sudanófila de la beta lipoproteína, más otra de lípidos que no migran, los quilo- micrones, pues duedan absorbidos en el punto de partida del papel Whctman, sin ser trasladados por la corriente eléctrica ni por la corriente electro-osmótica. En la fotografía que incluímos, Figura N* 1, puede apreciar- se el aspecto del lipidograma normal y las zonas denominadas A y B que recortamos y eluímos. MENTA ÍA 4. PROCEDIMIENTO DE ELUCION Los electroforegramas sin tenir sirven para recortar las zo- nas denominadas A y B con el fin de eluírlas. Son reducidas mediantes cortes a tiras muy angostas e introducidas en un tu- bo de ensayo aque contiene 5 ml. de mezcla Bloor (11), se llevan - a Baño María durante 1 minuto agitando con bagueta. El eluído una vez filirado, es trasvasado a una capsula de Petri y nueva- “mente con 9 ml. de mezcla Bloor se repite la operación, recolec- tando el total en la capsula mencionada. Todo el eluído es 1i- naimente evaporado a sequedad al Baño María y el residuo se sicue tratando como si fuera suero sanguíneo. 9. PROCEDIMIENTO QUIMICO Para la determinación de los lípidos totales tanto del suero, como de las fracciones electroforéticus eluídas, empleamos el método de la oxidación sullocrómica, según la técnica de Colin y Polonozski (12). 6. CALCULO ESTADISTICO Seguimos. las instrucciones de Lacey (18). TM. RESULTADOS Los resultados los expondremos según el orden siguiente: A. Determinaciones electroforéticas de las lipoproteínas del : suero sanguíneo normal. B. Determinaciones químicas de lípidos totales eluídos de las zonas lipoproteicas. C. Resultados comparativos de valores liproproteicos densito- métricos y de valores químicos de lípidos totales en eluí- dos, correspondientes a las zonas electroforéticas A y Bo. D.. Resultados comporativos de lípidos totales del suero deter- minados por método químico y de la suma de eluídos de las zonas electroforéticas. A. Determinaciones electroforéticas de las iS del suero sanguíneo normal. A continuación ex «ponemos en tablas, los resultados lipo- proteicos obtenidos de sueros normales, con distintos tiempos de separación. y cantidades de suero, expresados en porcentaje, para las zonas eleciroforéticas A y B. AE AB LA Ne 1 LIPOPROTEINAS SERICAS Tiempo de separación: 14 horas. Suero: 0.08 ml. (30 casos) 0.04 ml. (31 casos) CASOS ZONA A ZONA B ZONA A ZONA B y 31.08 68.96 23.60 76.40 2 24.24 SS 20.00 80.00 S) 16.79 83.26 36.00 64.00 y 4 18.18 81.54 43.00 56.80 S LOS ASAS 23.00 76.50 6 USO 86.02 700 82.10 7 1998 80.41 21.00 79.00 e 22.43 76.89 27.80 72.20 9 132.20 OVAS 36.70 72.30 10 ZO 09 SAO 20.00 80.00 11 16 15 83.84 22.00 78.00 12 20.17 73.82 24.50 SAO 13 ZO 77.24 18.35 81.65 14 SUEZO 68.75 30.10 69.90 15 21.89 78.10 19.65 80.35 16 MSO 80,44 LS OO O 17 18.99 81.01 28.00 71.90 18 20.4] USES 20.00* 80.00 19 ASNO 73.89 SO 82.70 2D 28.78 AA 52070 67.30 21 10.16 89.94 20.00 80.00 22 29.64 74.35 IL YÍS 83.25 23 23.46 76.54 39.00 64.00 24 23.01 76.98 35.60. 64.40 29 ZS 70.27 23.20 76.80 26 29.41 ES 28.75 70:25 27 30.59 69,44 22.00 78.00 28 34.01 65.99 26.00 74.00 29 ZOO 78.45 33.40 66.60 S0 25.00 75.00 20.00 79:20 28.80 71.20 TZ: 23.43 -]- 5.91 + 76.55 -|- 6.25 25.71 -/-6.7 74.55 -|- 6.5 1 1.39 A e Na TABLA LIPOPROTEINAS SERICAS Tiempo de separación: Rea E DN =-0O000 Y00ania O NN T|2 T|¡2 31 casos t 5 horas: ZONA A 24.24 PLY 18.82 23.76 SAO 30.19 Pl cal) 33139 27.06 24.39 39:39 26.96 27.42 -|- 4.36 25.71 -|- 6.7 No 2 Suero: 0.04 ml. (12 casos) 14 horas: Suero: 0:04 mi. (31 casos) Ys 1.23 ZONA B 75.75 LR 81.17 76.92 67.64 69.81 ASNZ 66.66 72.94 75.60 66.66 73.43 72.63 -|- 4,18 74.55 -/- 6.5 Diagramas de gradientes lipoproteicas del guero sanguineo” con tiempo de separación de 14 horas y 6 horas, comparado con un proteinograma de 14 horas. de LIPOPROTEINAS SERICAS ABLA INCAS Tiempo de separación: 14 horas. Suero: 0.08 ml. Expresión por- centual de los resultados, con la nomenclatura de Raynaud (14). CASOS ZONA A Alía Alía ráp. 1 2.48 25.80 2 Il 20.00 A 2.47 12.39 Y7 3.16 14.55 30 2.98 18.10 % Alía lenta Bota ráp. 3.10 31.98 DS 2626 3.31 42.50 1.27 46.96 0.82 40.54 ZONA B Bota lenta Bet. muy lent. 29.09 45.45 SOZÓA 18.78 28:20 ES 4.04 IES OJO) B. Determinaciones químicas de lípidos totales eluídos de las zonas lipoproteicas. TABLA Ne 4 LIPOPROTEINAS SERICAS Valores químicos de lípidos totales eluídos de las fracciones lipoproteicas de las zonas electroforéticas A y B, expresados en mos. por 100 ml. de suero y en porcentajes. CASOS ZONA A ZONA B ZONA KA ZONA B mgs. por 100 ml. / 1 140 340 29.17 70.83 2 140 370 27.45 72.95 3 210 300 41.18 58.82 4 300 420 41.66 58.33 5 200 280 41.66 OSOS 6 170 370 31.48 68.91 7 170 360 32.07 67.92 e 180 360 III 66.66 9 200 310 39.21 60.78 10 190 310 38.00 62.00 11 180 330 35.29 64.70 12 210 380 35.99 64.40 13 200 330 SS 62.26 14 160 360 30.76 69.23 SH 180 ' 310 36.73 63.26 16 180 430 29.50. 70.49 17 210 300 41.17 98.82 18 200 310 39.21 60.78 19 240 280 46.15 53.84 20 190 300 38.77 61.22 21 240 300 44 44 99.99 22 210 302 41.01 58.89 23 194 366 34.64 65.35 24 140 280 SS 66.66 25 AZ 00 300 40.00 60.00 : 26 220 300 42.30 97.80 E 27 AO) 300 40.00 60.00 28 200 310 39.21 60.78 29 180 330 O) 64.70 30 150 370. 28.84 SS T|2 192.8 -|- 31.87 330.3 -|- 39.18 36.84 -/- 486 63.15 -|- 4.86 EE C. Resultedos porcentuales comparativos de valores lipopro- telcos densitométricos y de valores quimicos de lípidos to- tales eluídos, correspondientes a las zonas electroforéticas A y B. P€PR_ PPP. o. % TABLA No 5 LIPOPROTEINAS SERICAS Densitométrico / CASOS ZONA A 1 31.03 2 24.24 3 16.79 4 18.88 5 13.55 6 13.97 7 19.58 8 22.43 9 32.20 10 20.99 11 16.15 12 26.17 13 Zar 14 31.25 15 21.89 16 19.56 17 18.99 18 20.41 19 ZO 20 28.78 21 10.16 e 25.64 23 23.46 24 23.01 25 29.73 26. 29.41 27 SUS -28 34.01 29 21.99 30 25.00 T/2 23.23 -|- 5.91 S.xX 1.03 ZONA B 08.96 73.79 83.26 81,54 87.28 86.02 80.41 76.43 67.79 73.52 83.84 73.82 77.24 68.79 78.10 80.44 81.01 79.59 73.65 71.22 89.84 74.35 76.54 76.98 70.27 70.58 69.44 65.99 78:45 75,00 76.55 -]- 6.25 1.14 Y ZONA A 29:17 27.45 41.18 41.66 41.06 31.48 32,07 33.33 39.21 38.00 35.29 35.59 37.73. 30.76 36.73 29.50 41.17 39.21 46.15 38.77 44.44 41.01 34.64 SA 40.00 42.30 40,00 39.21 35.29 28.84 36.84 -|- 4.86 95 0.888 Eluídos ZONA B 70.83 72.55 58.82. 58.33 58.33 68.51 67.92 66.66 60.78 62.00 64.70 64.40" 62.26 69.23 63.26 ' 70.49 58.82, 60.78 53.84 61.22 55.55 58.89 65.35 66.66 60.00 57.60 60.00 60.78 64.70 71.15 63,15 -l- 4.86 0.088 D. Resultados comparativos de lípidos totales del s suero deter- ma, minados por método químico y de la suma de eluidos de ob : las zonas electroioréticas, expresados en mgs. por 100. mal » de suero. Ñ de | PALIN TABLA NG. eN LIPIDOS TOTALES : cd , As AE ac Ad CASOS SUERO mgs. % -- ELUÍDOS 4 É ¿ 1 510 ES 480 Eo 2 490 510 OA 3 530 510 EA 4 700 720 5 o o lO 7 6 53 y 540 : AN z 560 : 530' OS > 8 560. 540 - Na ' 9 537 510 Pies LO h 530. 500 : DD: 11 | 530 a SO ¡AS 12 PO 585 do ASA 590 aci: ye 13 Sal Sl po ULA 518 o UE Da Ñ tados SA 518 ) SN 490 NUNES lA 600 610 ' PA SEO OA h 18 NUS 510 o: 19 518. ON a AA 20 4 s18 490 IAS O 21 560 540 ds 072) : : 508 4 512 Alí ONE IS NO ARO AN dc EAS 480 : 500 e e 26 500 , A 520 CA ZN ; 510 500 PS e ADOS) 530 510 AU pa 29 504 SO E SO 500 520 E é ES 540 530 o de SL - 536 540 A T/2 531 -|- 43.4 523 -|- 47.6 Y ! LE JN $ IV DISCUSION A. Determinaciones eleciroloréticas de las lipoproteinas del sue- ro sanguineo normal. Xx Nuestra casuística se refiere a grupos seleccionados de in- dividuos considerados normales, con el tipo de alimentación co- rriente en esta región y controlados en ayunas. Previo a la discusión de las tablas y figuras presentadas en el capítulo anterior, queremos insistir en que mantuvimos rigu- rosamente la standardización de la técnica anotada, con el ob- jeto de evitar los defectos criticados por otros autores (14) en cuanto a las condiciones de la muestra, tipo de papel de sopor- te, colocación «del suero, procedimiento, colorante y su prepara- ción, tinción y lectura fotométrica. Discutiremos aparte la “cantidad de suero empleado y el tiempo de separación, ya que presentamos casuística con 14 y con 6 horas de separación, y con 0.08 y 0.04 ml. de suero. En cuento a la interpretación de los diagramas lipoproteícos, tenemos presente los términos de alta y beta lipoproteínas re- comendadas por el Comité de Nomenclatura de Lípidos y Lipo- proteínas de la Sociedad Americana para el estudio de la Ar- terioesclerosis (15), cuando se practica el analisis electroforéti- co, aun cuando se reconoce que en el estado actual no es po- sible una clasificación uniforme de las lipoproteínas, no sólo porque la composición química no es aun definitiva, sino ade- mas, porque de las fracciones mismas, no ha sido posible dife- renciar en forma precisa, los valores como fracciones libres y conjugadas y lo. que es mas, en la Patología debe seguramente influir, no sólo en el aspecto cuantitativo, sino también la posi- bilidad de aparición de nuevos tipos de complejos muy dife- rentes al normal. Pese a lo anotado, nos hemos permitido variar, hablando de 'zonas lipoproteicas A y B, ya que si bien es cierto la zona A calza perfectamente con la zona de la alfa lipoproteí- na, en tanto que la que denominamos zona B, es mas amplia, ya : que comprende la beta lipoproteina mas el sector de lípidos que no migran, seguramente quilimicrones, y que a su vez han re- cibido varias denominaciones, tales como grasas restantes” (16), “trainée”, cola o fracción T (17), o "beta muy lenta” de Raynaud (14), lipoproteína gama (18) o fracción O, de origen (19). No obstante lo cual, para no entrar en subdivisiones discutibles, existe la tendencia a asimilarla al porcentaje de la beta lipo- proteína. En la tabla N* 1, hemos expuesto en porcentaje, para la zo- ma A y B, los resultados lipoproteicos obtenidos en 30. casos nor- males, universitarios varones, con un tiempo de separación de 14 horas y 0.08 ml. de suero, estudiados de acuerdo a la técmni- ca de Reynawd y cols. (9), que hemos seguido fielmente en este 1 crupo; y los resultados obtenidos en 31 casos normales estudia- dos, con un tiempo de separación de 14 horas y 0.04 ml. de suero, que corresponden al grupo de ambos sexos con edades entre 8 y 99 anos. Si mantenemos un tiempo de separación de 14 horas, es con el objeto de que la extensión del diagrama se puede yux- taponer con los diagramas electroforéticos de seroproteínas, y poder así precisar las fracciones que se corresponden, es decir, que la alfa lipoproteína se corresponde con la zona proteica de serina y alobulinas alfa, y la zona lipoproteica B, con la proteína beta y gama, lo cual, si bien ocurre regularmente en los casos normales, podrían no hacerlo en los casos patológicos. Si tomamos, como lo explica Raynaud (9), 0.08 ml. para el lipidograma y 0.01 ml. para el proteinograma, es considerado que la tasa de lipedemia es 12 a 13 veces menor que la protei- nemia y que la intensidad de coloración es proporcional a la masa de sustancias a colorear, sin influir en la totalidad y su- perficie como se demuestra en nuestros diagramas con 0.08 y 0.04 mil. de suero. e El término medio porcentual obtenido para la zona Á es de 23.43 -|- 5.91, que por lo demás lo hemos visto parecido en la ca- suística de Honorato (20). Las cifras anotadas nos dejan conforme si las confrontamos con algunos promedios revisados en la. literatura extranjera y nacional, que citaremos-mas adelante. Para el grupo de 31 casos y de acuerdo a Joyeuse (21), to- mamos menor cantidad de suero, quien lo preconiza, para obte- ner una más uniforme y bien coloreada repartición de la mues- tra, que logra topograficamente una migración igual a la que se obtiene con 0.08 ml. de suero y por lo tento, diagramas su- perponibles con los proteicos y con la ventaja evidente de la mayor facilidad para depositar la muestra. El término medio, en este grupo de individuos normales, para la zona A es de 25.71 -|- 6.7 y el término medio para la zona B, es de 74.55 -|- 6.5. Las cifras anotadas se ajustan perfectamente a las informa- das por otros autores, y aunque la casuística nuestra no está tomada sobre una base muy amplia, los resultados liproteicos no revelan cambios sustanciales por efectos de edad y sexo. En la misma tabla Ne 1, confrontamos los promedios y des- viaciones standard, de los grupos con 30 y 31 casos, al aplicar cálculo estadístico, nos da un valor t de 1.39, que no es signifi- cativo. A En la tabla N? 2, con respecto a las lipoproteínas séricas, con un tiempo de separación de 6 horas y 0.0% ml. de suero, hemos expuesto en porcentaje, los resultados de 12 casos de estudiontes universitarios varones, sanos. . = yal = Se Hemos seguido a Haag (17) para considerar un tiempo de separación de 6 horas, quien estima ópilmo este tiempo, que evita una dispersión demasiado grande del lipidograma, da una coloración de intensidad suficiente y una curva menos acciden- iada a la lectura fotoméirica, con las zonas A y B perfectamen- te separadas, aun al ojo desnudo, que permite dejar de lado las discusiones sobre la subfracción “beta muy lenta”. Por supuesto, que la extensión de la migración, por ser mu- cho menor, impide superponer el proteinograma, que necesita mas horas que el lipidrograma de un mismo suero, lo que-por lo demás tendría relativa importancia en los casos normales. Lo dicho anteriormente parece inobjetable en las figuras N?* 2 y 3, que por sí solas lo demuestran y en la fotografía que ex- ponemos a continuación, representando A'un lipidograma con un tiempo de separación de 14 horas, B un proteinograma con el mismo tiempo de separación y € un lipidograma con un tiem- po de separación de 6 horas. Los 12 casos en comentario, revelan un término medio por- centual de 27.42 -|- 4.36 para la zona A. Para la zona B, tene- mos un término medio de 72.63 -|-4,18. Las cifras amotadas se compararán per fectamente con las de otras casuísticas nacionales y extranjeras, y por su indole hacen “innecesarias una discusión entre las indicaciones de tiempo ds separación y cantidades de suero utilizadas por ellos y por nos- otros. A continuación senalamos algunas cifras promedios de li- poproteínas expresadas en porcentaje que hemos recogido de la hteratura one a nuestra disposición. Alía o zona A Beta o Zona B Joyeuse (21) 27.30 : 70.30 Raynaud y cols. (9) 30,00 70.00 Chapin (22). : 27.00 73.00 Rosemberg (23) 29.70 70.90 Honorato (20) 29.40. 70.30. 4 É Nogotros: 14 horas, 0.08 ml. 23.43 -|- 5.91 76.55 -|- 6.25 (30 casos) 14 horas, 0.04 ml. 25.71 -]- 6.7 * 74.55 -|- 6.5 (31 casos) 8 horas, 0.04 ml. 27.42 -|- 4.36 72.63 -|- 4,18 (12 oasos) Finalmente en la tabla N?* 2, confrontamos los promedios y desviaciones standard del grupo de 12. casos, varones universi- tarios, con los valores correspondientes del grupo de 31 casos normales que revisamos en la tabla N* 1 a los cuales al aplicar cálculo estadístico nos da un valor de't de 1,23, citra que no es significativa. ol a Los comentarios arguidos concluyen que. es preferible usar 0.04 ml. de suero en lugar de 0.08 ml., y que debemos emplear un tiempo de separación de 14 horas, cuando nos interesan los diagramas lipoproteico y proteico; de otro moao basta un tiera- po de separación óptimo de 6 horas. De los 30 casos enumerados en la talla N* 1, hemos entre- sacado sólo a cinco de ellos, justamente los casos N? Ind A y 30, que exponemos en la le N* 3, en los que es sosiale apre- clar densitométricamente subíracciones de acuerdo a la nomen- clatura de Raynaud (14), pero en los que, al establecer los re- sultados planimétricos dan cifras diferentes que no permiten com- paración con los valores anotados por los franceses, Dell entorices dejar de lado esta discutible subdivisión y asimilar las subfracciones a la denominación de zonas A y B. B. Determinaciones químicas de lípidos totales de las zonas li- poproteicas. En la tabla N?* 4, damos en detalle los valores químicos de “ lípidos totales eluídos de las fracciones lipoproteicas de las zo- nas electroforéticas A y B, expresadas en mgs. por 100 ml. de suero y en porcentajes, a la manera expuesta por Mardones (24), que nosotros informamos ahora, en 30 casos de sueros nor- males+de universitarios varones. En la expresión de valores en términos de mgs. por 100 ml de suero, tenemos para la zona A, 192.8 -|- 31.87 y para la zona B, el iérmino medio es de 330.3 -|- 39.18. Los valores así enunciados están muy próximos a los senña- lados por Mardenes quien cita 32-casos de eluídos, las cifras promedios para las zonas A y B, de 195 y 328 mgs. respectiva- mente, para 100-ml. de suero. Ahora si el informe lo hacemos en porcentaje, tenemos para la zona A, un 36.84 -|-- 4.86 y para la zona B, un 63.15 -|- 4.86, comparados con los de Mardones, que son en promedio, de 37.3 y 62.7 respectivamente. C. Resultados comparativos de valores lipoproteicos densitó- métricos y de valores químicos de lípidos totales eluídos, correspondientes a las zonas electroforéticas A y B. En la tabla N2 5, damos en porcentajes, el testudio de las li- poproteínas séricas de las zonas A y B, en un paralelo entre la metódica foto y planimétrica con los de la metódica química en eluídos, tomados de 30 casos de universitarios normales, que consignamos también en la tabla N*.]. Ya hemos discutido en particular las variaciones y prome- dios en las tablas N* 1 y 4. Si ahora enfocamos la comparación en los porcentajes de término medio, nos encontramos, para la zona A con 23.43 -/- 5,91 y 36.84 -|- 4.86 y para la zona B, de 76.55 == 6,.25.y de 63.15 -|- 4.86, con un valor t de 9.5, muy sionificativo. Estas cifras globales, no admiten comparación y menos si analizamos. los casos individualmente, que no sólo presentan gran dispersión, sino que aun no manifiestan paralelismo como ocurre groseramente, por ejemplo en el caso N? 5, que en la zo- na A, tiene por planimetría un 13.55 9% y en el eluido un 41.66 %. Todo ello es facilmente explicable si recordamos que para practicar el dosaje de lípidos totales por la técnica de Colin y Polonovsky (12), se necesita una elución de siete tiras, con mi- gración lipoproteinoforética, 'no reveladas”, que en los casos nuestros, para mayor diferencia, no proceden de una sola cáma- ra del aparato Elphor H, lo cual por diversos efectos físico-quí- micos, puede modificar la migración y topografía de las fractio- nes lipoproteicas, problema que se ahonda cuando hacemos en la tira “no revelada” un corte ciego de acuerdo sólo a una ban- da reveleda. Así las cosas, mo podemos fiarmos de los valores de los eluídos electroforéticos, en los casos normales, mi menos en los patológicos, para confrontar con valores planimétricos que a su vez tienen reparos, sl, como decíamos respecto a la te- sis de Mardones (24), que la colorabilidad proporcional a la con- centración de los lípidos séricos, pretendida por Swahn (25), es discutida por el hecho que no considera que las grasas que no migran con la electroforesis, que quedan retenidas en la línea de partida, denominadas con variados términos, pueden modificar la solublidad de los, colorantes en el resto de los lípi- dosdos que siguen su curso, al quedar modificada la relación de mezcla de los lípidos (16). Ahondando este punto, Schetiler (16), sostiene que la adsorción de las grasas en la fibra de pa- pel no sólo es considerable, sino que estorba, especialmente la desigual adsorción de los diversos componentes de los lípidos. La dificultad podría solucionarse, en parte, si estuviera a nuestro alcance una cámara para varias tiras, o si el método quí- mico para el dosaje de lípidos totales permitiese hacerlo en el eluído de una sola banda “no revelada”. D. ' Resultados comparativos de lípidos totales del suero deter- minados por método químico y de la suma de eluídos, de las zonas eleciroioréticas A y B, expresados en mgs. por 100 ml. de suero. ; En la tabla N?* 6 aprovechamos de comparar los resultados obtenidos y discutidos por Mardones, en el Laboratorio de Quí- mica Biológica de la Universidad de Concepción en 1956, que para la lipemia total de 32: casos normales fue de 331 mgs. por 100 ml. con el resultado de la suma de lípidos totales eluídos de las zonas electroforéticas, que llega a 523 mgs. por 100 ml. de suero. A A ” El interés actual, de volver a citar estos resultados, que no fueron aetallados por Mardones sino que informados en prome- dio, es para demostrar que los valores de cada caso en particu- lar mantienen el estrecho paralelismo que tienen los promedios, lo que habla, indiscutiblemente, en favor de la exactitud cuan- titativa de la elución. ¡== RESUMEN Y CONCLUSIONES Se practica el andlisis electroforético en papel de las lipo- proteínas séricas de individuos normales, separando dos zo- nas que denomiñamos A y B. Se exponen, para 3 grupos de casos, las determinaciones elecrroforéticas de las lipoproteínas séricas con distintos tiem- pos de separeción y suero, obteniendo en los valores porcen- tuales de las zonas A y B, calculados por fotometría y plani- metría, resultados comparables con los informados en la li- teratura bioquímica nacional y extremjera. La aplicación del test de significancia para los promedios y desviaciones stan- danrd. de los 3 grupos de casos de la casuística, dan valores no significativos, por lo cual recomendamos 0.04 mil. de sue- ro y un tiempo mínimo de separación de 6 horas por como- didad de metódica. Se realiza la elución de las fracciones lipídicas de las zonas electroforéticas A y B, dosando los lípidos totales por el pro- cedimiento de oxidación sulfocrómica de Colin y Polonovsky, expresando, los resultados en porcentajes relativos y en mgs. por 100 ml. de suero. Se confrontan los porcentajes individuales y de conjunto de los resultados lipoproteicós planimétricos con los resultados de lípidos totales obtenidos de los eluídos electroforéticos, correspondientes a las zonas A y B, apreciando una discor- dancia significativa, atribuible a la metódica. Se comparan los resultados individuales y de conjunto, de los lípidos totales expresados en mgs. por 100 ml. de suero sanguíneo y de la suma de los eluídos electroforéticos de las zonas A y B, demostrando estrecho paralelismo, lo que habla en favor de la exactitud cuantitativa de la elución. ZUSAMMENFASSUNG Man fuúbrte mittels der Papierelektrophorese die Analyse von Serumlipoproteinen durch, und trennte-dabel zwei. Zonen, die Á und B genannt wurden. Die elektrophoretische Bestimmung mit verschiedener Trennmungszeit und Serummenge, zeigte Prozent- werte fur beide Zonen, die foto-und planometrisch berechnet, 25 fúr Zone A und 75 fúr Zone B erreichten. pan 7 SUMMARY Paperelectrophoresis of serum lipoproteins of normal indivuals was períomed and two zones separated which were called A and B. The electrophoretic determinations with different times “and quientities of serum showed rates for both zones which esti- mated photo and planometricall y, reached 25% lor A and 75% for B. 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Tiempo de separación:14 horas Tiempo de separacion: 6 horas A n= AS Ea e S z 1 o e "5 fi INSTITUTO DE QUIMICA BIOLOGICA - Universidad de Concepción (Chile) Director: Prof. Dr. A. Moena Gómez Investigaciones cromatográficas de Amino-ácides libres y de hidrolzades proteicos en líquidos biológicos. PONE Alberto Moena Gómez, Arsenio Moran, Leopoldo Pavesi y colaboradores (*) INTRODUCCION . Desde hace tres anos, en nuestro Instituto se ha venido apli- cando la técnica cromatográfica, como metódica de trabajo, en la investigación de la composición química, de diversos líquidos biológicos. Los resultados obtenidos, como las metódicas empleadas han sido dadas «a conocer, con todo detalle, en varias tesis de prueba (1, 2, 3, 4, 5) y han significado un aporte a la comproba- ción de la utilidad y eficacia de la cromatografía sobre papel, como también una contribución al estudio de la composición en amino-acidos libres y de las fracciones proteicas de dichos lí- quidos biológicos. En el presente trabajo daremos a conocer en conjunto el resultado de nuestras experiencias, indicando específicamente al- gunas modificaciones a ciertas metódicas clasicas de cromato- grafía, que hemos aplicado y aque hemos estimado de utilidad darlas a conocer, pues ademas de significar simplificación a la técnica recomendada por investigadores exiranjeros, represen- ian la experiencia obtenida por nosotros hasta el momento. (9) H. Krause. R. Massono, R. Sánchez, E. Garcés y R. González. A San - 2 a MATERIAL Y REACTIVOS 1. CAMARAS DE CROMATOGRAFIA - Ademas de las camaras Shandon hemos empleado camaras fabricadas en el Instituto y que pueden considerarse, practica- . mente como de vidrio, ya que en la superficie interior de ellas se ha evitado, en el ajuste de las placas, la presencia de mate- ricles metálicos y resinas. De esta manera se impide la posible 'solubilización de dichos materiales y la posibilidad, por tento, ¡de aparición de monchas de este origen en el papel, lo que es frecuente e induce, lógicamente, al ser revelado el gromatogra- ma a errores de interpretación. a n general, el resto del material empleado (capsulas, pin- zas, etc.) ha sido preferentemente de vidrio. 2. PAPEL FILTRO El papel empleado fue Whatman N* 1. Los ensayos efectua- dos con otro tipo de papel a nuestro alcance, han dado croma- togramas menos satisfíciciorios, ya sea en contenido de impu- rezas o por una velocidad de adsorción no apropiada para los fines perseguidos (6, 7, 2). 3. SOLVENTES - Al estudiar la composición de las proteínas constituyentes de numerosos líquidos biológicos (1, 2, 4, 5), nos han sido es- pecialmente útiles los solventes universales a base de fenol sa- turado de agua y butanol acético saturado de agua, dejando el uso de solventes especiales para investigaciones específica- mente intencionadas que no constituyeron el propósito central de este trabajo. Sin embargo, muchos de ellos-son de gron utilidad en la separación de amino-acidos, que con los solventes amte- riores daban manchas de RÍ muy cercanos y de difícil indivi- , dualización. Se detallan a ena a) Fenol tamponado a pH 2: La solución madre de fenol se satura con un tampón a kase de cloruro de potasio, y ácido clorhídrico (1,3). b) Butanol a pH 12: Saturamos el alcohol con un tampón formado por fosfato bisódico e hidróxido de sodio (9), que re- emplaza al ácido acético glacial y al agua de nuestro reactivo habitual. e : c) Solución amílica de piridina: Para prepararla. se em- plean cantidades iguales de piridina y alcohol amílico y la mez- cla se satura en agua destilada (6). : d) Acetona: Solución de acetona al 609% en agua desti- orto ios ; o MEA O Na e) Metacresol fenol: Es un solvente muy útil en la técnica bidimensional, Dos partes de metacresol y una de fenol se mez- clan y se tamponan con acido bórico e hidróxido de sodio para obtener un pH de 8,3 (9). 4. REACTIVOS a) Solución de ninhidrina: Recomendamos el empleo de: una solución al 0.19% en butanol saturado de agua al que se agregarán en el momento de usarlo, unas gotas de dcido acé- tico a fin de dejar un pH cercano a 5 con lo cual se alcanza un máximo de sensibilidad (1). b) Fijador: Solución alcohólica nítrica de nitrato de a preparado según Kawevan (10). c) Reactivo de Ehrlich: ¡Se preparó según Cramer (11, 12). d) Acido sulfanílico diazotado: (9). METODO DE TRABAJO OBTENCION DE LA MUESTRA Sangre: Las muestras pertenecían a individuos clínicamen- te sanos. empleando suero obtenido por coagulación espontánea. Líquido céfalo raquídeo: Las muestras fueron obtenidas de pacientes del Hospital Clínico Regional de Concepción, sin con- sideración, dé sexo: ni. edad y ensayando preferencialmente aquellos con informes químico, coloidal y citológico normales. Leche humana: Obtenida de pacientes normales entre el tercero y décimo día de puerperio. Sero-albúmina: Se separó del suero empleando la metódi- dica química con metanol (5) y la técnica electroforética, sir- viéndonos del aparato Elphor H. IDENTIFICACION DE LOS AMINO-ACIDOS Al exponer nuestros resultados siempre lo hemos hecho en forma comparativa, esto es, aplicamos a la muestra en estudio la técnica de Macheboeui (13), con la cual obtenemos resul- tados ampliamente satisfactorios y luego, aplicando nuestra me- tódica, comparamos resultados pios los exámenes por duplicado en cada muestra. TECNICA POR COAGULACION Para evitar el tratamiento de Macheboeuf en la identifica- ción de amino-ácidos libres, que exige ún tratamiento largo, hemos ensayado: el desarrollo de una técnica propia, basada en la coagulación previa de las proteínas por el calor. Se vierten 2 ml. de suero en una ampolla de inyectable de-10' ml, de ca- pacidad, se agita. durante 49 segundos al baño María hirviente ¡al cabo de los cuales ge deja enfriar y se trata con 10' mil. de ace- lona mas 10 gotas de ácido clorhídrico 10 N, triturando con una bagueta a fin de disgregar la masa de proteinas coaguladas. Se agita y se filtra después de un reposo de 10 minutos a 4? C. Este traternmiento se replie dos veces a fin de asegurarnos que se ha extraído la totalidad de los «amino-«cidos libres. El filtrado total se concentra hasta 0.2 ml. a una temperatura no superior a 702 C. : En las condiciones dadas la acetona extrae sensiblemente el total de los amino-acidos libres dentro de 10 minutos. Sólo pora trabajos cuantitativos es recomendable dejarla «dctuar por mas tiempo. Cuando en los líquidos biológicos nos proponíamos 'estu-: diar las fracciones proteicas y no los amino-acidos libres, la Íracción proteica coagulada por el calor era separada por cen- trifugación. El sobrenadante era desechado y el coágulo tratado con 7 ml de ácido clorhídrico al 209% viv, empleando. una am- polla de vidrio inyectable. Se sella la ampolla al mechero y se deja hidrolizar a 120 € durante 12 horas a la estufa. En la. figura N?-1 presentamos los cromatogramas de una misma muestra de suero, que fue sometida a hidrólisis, a diver- sos períodos. Tremscurrido el período de hidrólisis, se deja enfriar y el contenido se filira. Este filtrado se concentra a sequedad al. va- cío y a una temperatura no superior a 70% €. Se extraen las sales a los líquidos, agregundo al residuo seco 10 mil. de aceto- na y 5 gotas de acido clorhídrico 10 N; posteriormente se albeam- dona media hora en le nevera y se filtra; si queda en el ma- traz un residuo de apanenacia oleosa, se extrae agregando go-. tas de acido clorhídrico 10_N y se vierte en el filtro. El filtrado cetónico se concentra a una temperatura de 70? E haciendo circular una corriente de aire, para Jo cual puede apro- vecharse la succión hecha por la maquina de vacío y así se con- sigue amrastrar el exceso = dicido clorhídrico. Finalmente se di- suelve el residuo en 0.2 ml. de agua bidestilada, con el fin de. asegurar una concentración útil de los amino-acidos «a: detectar. * ANALISIS CROMATOGRAFICO Ea todos nuestros trabajos usamos la cromatografía ascen- dente, tanto en emalisis mono como bidimensionales. Las muestras se depositan “sobre una banda de papel de 12 cm. de ancho por 60 cm. de largo, en cantidad de 0.01 ml. :me- . diante pmpetas calibradas. De la misma muestra se colocan 5 Ó. 6 marcas dejando entre ellas. un espacio de 2 a 3 cm. de tal ma- nera que al final del trabajo es posible recortar columnas se- paradas de cada una de ellas y someterlas a diversas .otras técnicas, ; Una vez practicadas estas operaciones preliminares se lleva la banda de papel « la cámara y su extremo inferior se deja en contacte con el solvente, por espacio de 14 a 16 horas. La tem- peratura exterior se controla «con termostato, de manera que “las oscilaciones maximas fluctúan entre 19 y 22? € (7,11). Como hay varios emino-aácidos cuyos: Rf coinciden, lo que se traduce en menchas superpuestas, para identificarlos en forma segura, es necesario ensayar cromatografía bidimensional. Es posible ' ejecultarla:, sirviéndonos de las franjas no reveladas, en ellas eluímos empleemdo acetona clorhídrica al 159% y concentranda el seluido, se aplica la técnica bidimensional. En la figura N? 2 presentamos los cromatogramas de sero- albúmino, después de haber separado por electroforesis dicha iracción y sometida a hidrólisis acidar. Por otra parte, para la identificación de las manchas, de cualquier cromatograma, aplicamos sistemas de Rf, de trazado- res testigos, y de recarga de la muestra, con amino-acidos pu- ros, ademas de recurrir en muchos casos a reacciones especiti- cas que nos confirman, sin lugar «a error, la presencia de un amino-aácido determinado. Hacemos notar todavía, que. al apli- car la técnica bidimensional, es indispensable aumentar la cam- tidad de muestra y empleamos 0.02 ml. (1,7). - Cuando hemos tenido interés por: conocer los amino-dcidos constituyentes de una fracción proteica determinada, la aislamos gor metódicas químicas y controlamos su pureza sirviéndonos de la técnica electroforética. En otras ocasiones, las fracciones ham sido aisladas por electroforesis doble,, se revela un electrofore- grama y en el duplicado, se ensaya la técnica de elución y pos- teriormente la hidrólisis acida (5). RESULTADOS DE LOS AMINO-ACIDOS LIBRES EN EL SUERO SANGUINEO En su determinación se aplicó la técnica de Macheboeuf (13) y paralelamente ensayamos la desproteimización por el ca- lor (8). , El número de casos estudiados fue de 50, y correspondían a sueros de individuos sanos. Los solventes empleados: fenol saturado de agua (11,2) y butanol acético (18). Como contro- les en la identificación de las manchas, se aplicó la técnica de recarga y de trazadores (7,13), sirviéndonos de tamino-acidos pro-analisis Merck. En el cuadro siguiente hemos resumido los resultados obte- nidos. En columnas aparte, se indica el número de: veces que sobre 50 casos se identificó un determinado amino-acido, con la técnica de Macheboeuf y la de coagulación calórica.. A Bu CUADRO. Nil Estudio” comparativo de los: amino-acidos libres del suero sanguineo identificados con las técnicas de Macheboeut (18) y de coagulación. y Número de sueros estudiados: 50. Machebocuí Coagulación Alanina - 48 50 3 Glicocola 44 42 Serina 43 : 46 Leucinas 43 38 Fenil alanina 40 32 Glutámico OS) 38 Lisina : ; SS 38 Cistina 35 1384 Triptofíano 34 32 Aspartico $3 37 Arginina SY ; 39 Treonina IS Z 29 Metionina 31 37 Valina Sil 38 Histidina 29 37 Tirosina 02 32 Asparragina ' 14 19 Prolina A 3 302 Hidroxiprolina 3 2 v Como puede apreciarse de los resultados expuestos, la ri- queza de amino-ácidos libres del suero sanguíneo, en orden de- creciente, se inicia con la alanina y alicocola para terminar con prolina e hidroxiprolina. Comparativamente con la técnica por «coagulación hay notable coincidencia de valores entre ambas técnicas; sin embargo, la nueva técnica acusa mayor frecuencia en tirosina, arginina, histidina y valina, hecho que no debe des- preciarse, si nos atenemos al caracter de indispensable de los .ires últimos acidos. “La explicación de la menor frecuencia que acusan con la técnica de Macheboeulí, ciertos aimino-ácidos, podría tener su explicación por el tratamiento previo del suero con alcohol, que podría provocar pérdida de ellos por la adsorción a las proteí- nas precipitadas por cilcohol etílico (14). Comparando nuestros resultados con otros autores extran- Jeros tenemos que en general coinciden, con Crumpler (15), Boulanger (16) y Alexander (17). Si alguna diferencia debe ha- cerse notar, sería que Crumpler no cita las leucinas y con res- pecio a Alexander, quien identilica en an escuso número de observaciones cistina y metionina. DE LOS AMINO- ACIDOS IDENTIFICADOS EN EL HIDROLIZADO DE PROTEINAS SANGUINEAS TOTALES Eo 30 ensayos, sobre: sueros de slds sanos. El sue- ro sanguíneo fue coagulado por el calor y el co4gulo lavado con acetona «clorhídrica (3) para eliminar los «amino-acidos libres y e continuación fue triturado y sometido a hidrólisis dcida em- pleando dcido clorhídrico al 20% y a 1202 € durante 12 horas. Posteriormente se filtra y el filirado se concentra al vacío, el residuo se lava con acetona clorhídrica para eliminar las sales y las fracciones lipídicas y finalmente el filtrado: cetónico es con- centrado al vacio y redisuelto en agua bidestilador (3). El estudio cromatográfico fue bidimensional empleando bu- tanol acético y fenol (3). En el cuadro siguiente, presentamos el resumen de nuestras observaciones. 2 CU ADIRION Ne Z Macheboeuf Coagulación Histidina 30 , Ze) Alanina SON S0 Tirosina 30' 28 Prolina ' 30 30 Glicocola 30 29 'Treonina 29 29 Glutámico 29 30 Serina Y das) SUN Aspártico ZO SOS Fenil alanina 29 29 Leucinas 0030 : 29 Metiotina 22 2 Cistina NI 21 Asparragina 18 ; 20 Cisteina 14 20 -Valina 11 ALA Lisina 19. cas Arginina NN 4 4 Como puede apreciarse, los resultados obtenidos por des- proteinización calórica, son sensiblemente iguales a los obteni- . dos con' la técnica de Macheboeuf (3), como lo demuestra el he- cho que con ambas técnicas: glicocola, clanina, histidina, prol- na y leucinas, fueron identificados en los 30 casos y en 29 ob- servaciones: aspártico, serina, glutámico, treonina y-fenil alani- na. Solamente se aprecia diferencia respecto a lisina y metioni- na; la lisina es identificada 19 veces por la técnica clasica y sola- a L se identificó 22 veces con la técnica de Mucheboeuf y 27 veces con la nuestra, hechos que por el momento no estamos en con- diciones de explicar, mente 13 veces con la modificada y por el contrario metionina En cuanto «a detalles técnicos, en esta nueva etapa, comen- laremos que tiene enormes ventajas, el practicar varios croma- togramas de cada. muestra, desarrollar solamente uno, y basa- dos en el resultado del cromatograma revelado, recortar en los otros las framjas correspondientes, eluírlas y someterlas a nueva hidrólisis para evitar la presencia de péptidos, que pueden apa- recer, si la hidrólisis inicial no ha sido total, péptidos que 'al ser revelado el cromatograma, pueden presentar manchas de Rf semejantes a algunos amino=-acidos. Todavía hacemos notar, las ventajas en ciertos casos del tratamiento previo del papel; temponado o tratado con diferen- tes: sustancias como óxido de calcio, etc. y que Gonzdlez deta- lla especificamente en su trabajo (3), cuando se quieren sepa- rar amino-ácidos de Rf muy próximos. DE LOS AMINO-ACIDOS IDENTIFICADOS EN LA FRACCIÓN SERO-ALBUMINA La identificación de amino-acidos, obtenidos por tratamien- to hidrolítico de la sero-albúmina fue la tercera etapa de nuestro trabajo. En los 30 sueros problemas: la separación de la fracción sero-albúmina, se efectuó aplicando la metódica química con metanol (5) y la técnica electroforética empleando el aparato Elphor. H. La metódica química fue a su vez controlada por elec- troforesis (5). Los amino-acidos identificados en la totalidad de nuestra casuística fueron: histidina, arginina, serina, treonina, alaninar, tirosina, prolina, metionina, fenil alanina, leucinas. Dada. la limitación de espacio, hemos estimado cónvenien- te resumir nuesiros resultados comparando con los obtenidos por. otros autores, resumen que presentamos en el cuadro siguiente. CUADRO Neva Cuadro comparativo de los amino-ácidos identificados por P. M. Re, (18) Wuhrmann y Wunderly (19) y Melville (20) y nos- otros, en la fracción sero-albúmina. P, M. Re Wubrmann Nuestros “lunderiy Melville resultados Glutamico Glutamico Glutámico Aspártico Aspártico Aspartico Fenil: álanina Fenil alanina Fenil alanina Fenil alemina Triptófano Triptófamo O Tirrosina: Tirosina Tirosina Trosina Prolina Prolina Prolina' Prolina Cistina Cistina Cistina Ciao Leucinos Leucinas Leucinas Leucinas Alanina Alanina E Alenina Glicina Glicina Arginina Arginina Arginina Arginina Lisina Lisina Lisina Histidina Histidina Histidina Histidina Metionina Metionina Metiotiner * Treonina : Treonina Treonina Serina Serina Serina | Serina Valina y Como puede comprobarse, los resultados son semejantes a los de otros autores, salvo que no nos fue posible identificar Gci- do glutámico y aspartico que Re (18), Wuhrmann (19) y Mel- ville (20) encuentran. El triptófano no fue identificado tampoco y en ello coincidimos con la información de Wunderly. En general, debemos hacer presente que la información bi- bliografica, sobre este fema, no es solamente escasa pará la sero-albúmina, sino que incompleta, pues muchos eos pu- Fiicados sobre su composición se refieren a uno o dos amino- acidos determinados. Además, como comenta Garcés (5) el mayor número de ami- no-ácidos identificados por otros investigadores extranjeros, no es de difícil explicación, si se considera que la cantidad de mues- tras que o en las metódicas químicas, que ellos usaron, es de l a 5 ml. de suero y en cambio en la metódica cromato- gráfica es de 0,1 a 0.4 ml. solamente, y al no ser, en estas con- diciones, identificado un amino-ácido, ello puede deberse a fal- ta de sensibilidad del revelador empleado y no a verdadera au- sencia de él. DE LOS AMINO-ACIDOS LIBRES IDENTIFICADOS EN EL LIQUIDO CEFALO RAQUIDEO Dicho estudio se practicó en 80 muestras empleando como solventes fenol y butanol acético. En cuanto «a la metódica en especial que Massone (2) detalla cuidadosamente, estimamos de interés hacer resaltar, que la cantidad de muestras empleada fue de 4 ml. y la desproteinización se efectuó con alcohol; pos- teriormente se centrifuga y el sobrenadante se evapora al vacío y el residuo se redisuelve en 0.2 mil. de agua destilada. En el cuadro siguiente se resumen los resultados de nuestras 80 observaciones, indicando para cada amino-ácido el número de veces que fue identificado en el total de nuestra casuística. A O Gea CUADRO Ne q Cistina 11 A. Aspaártico 7 Lisina , 2 Serina a 18 Histidina 6 Glutámico (52 Glicina 0) Alanina 53 Tirosina 9 Triptófano 5 Valina S Metionina S) Leucinas 13 Fenil alanina ZAS) Como 'puede apreciarse los amino-ácidos identificados son los mismos que se revelaron en el suero sanguíneo, pero debe- mos hacer resaltar el hecho, que la' intensidad de las manchas fue en general notablemente más débil, lo que debe interpre- tarse como una menor concentración, pese a que se tomaron las maximas precauciones para evitar pérdidas de ellos duran- te el tratamiento, y lo que es mas, pese a que la cantidad de muestra original fue de 4 ml. DE LOS AMINO-ACIDOS LIBRES Y DEL HIDROLIZADO PRÓTEICO DE LA LECHE HUMANA Es otro de los ensayos cromatograficos desarrollados en este Instituto. Fue practicado en 45 muestras de leche humana de pacientes que se encontraban entre el tercero y décimo día de puerperio. 3 : Debemos agregar que además de las investigaciones de amino-ácidos, Sanchez (4) completó el estudio con las determi- naciones de proteinas totales y glúcidos sobre la misma casuís- tica, estudio complementario. que no es comentado en el presen- te trabajo, pero que puede ser consultado en la tesis de Sanchez (4). : i Los solventes empleados son los mismos que aplica Krause (1), Mgssone (2), Gonzalez (3) y Garcés (5) y la solución fija- dora fue nitrato de cobre en solución alcohólica-nítrica (10). En el cuadro siguiente ,se resumen nuestras observaciones en relación con los amino-ácidos identificados sobre 45 muestras, como. amino-acidos libres y del hidrolizado de proteínas totales en la leche. pg CUADRO INP A. Acidos Libres Del Hidrolizado Alanina ) 33 23 Glicocola 25 ZN Serina 28 - 12 Leucinas 32 23 Fenil alanina 17 HS Glutámico. 31 21 Lisina 17 9 Cistina 21 20 Triptófano 18 15 Aspartico 37 23 Arginina NS) 9 Ñ Treonina No se investigó No se investigó Metionina - 34 23 Valina 34 23 Histidina : 17 9 Tirosina 23 129 Asparragina 23 21 Prolina =- 13 Hidroxiprolina = — Debemos dejar establecido, que el número de muestras ana- lizadas en el caso de los amino-acidos libres fue de 45, en cam- bio-en el hidrolizado sólo se analizaron 24 muestras distintas. Del cuadro anterior podemos comentar que los amino-ácidos del hidrolizado fueron los mismos que identificamos como amino- acidos libres, pero que el índice de frecuencia de ellos es mayor en el hidrolizado, que como amino-acidos libres. Todavía pode- mos agregar, que en cuento a la intensidad de las manchas és- tá es mucho mayor en el hidrolizado, lo que debe estimarse co- mo debido a una mayor concentración. Por último, otro hecho que resalta es el que se refiere a que ciertos amino-ácidos in- dispensables como 'arginina, lisina e histidina acusan en ambas condiciones un indice de frecuencia similar; en cambio la proli- na, sólo pudo ser identificada en el hidrolizado, hecho que me- rece citarse ya que Kossel (21) sostiene la notable importancia de dicho amino-ácido como centro genético:de la síntesis de la molécula proteica. : De la expresión resumida que hemos hecho. de nuestros” en- sayos, podemos comentar, que en general en los diversos líqui- . dos biológicos que hemos estudiado, se encuentran los mismos amino-ácidos, y que solamente se aprecia menor frecuencia de algunos frente a otros, pero que por tratarse de un ensayo cua- litafivo y mo cuantitativo es posible aceptar, que la no identifi- cación de algunos de ellos en ciertas determinaciones puede de- berse a que se encontrarícn en una concentración interior al límite de sensibilidad de los reveladores empleados. 2 pa $ CONCLUSIONES Se demuestra la utilidad y ventaja que la técnica cromato- grafica presenta en la investigación de amino-acidos libres en lícuidos biológicos, como también en hidrolizado de proteínas to- tales o fracciones proteicas de ellos. En la determinación de ami- no-acidos libres, se aplica la técnica calórica en el proceso de desproteinización con resultados sensiblemente iguales a lós que se obtienen con la técnica de Macheboeuf. El empleo de traza- dores y recarga, en la investigación de amino-acidos libres ase- gurán y facilitan la identificación de ellos. CON CU SIONES. The use and adventage of chromatography'in research of free amino-acids in biological fluids and hydrolisis of total pro- teins and their fractions, 1s reported. For determining free amino- arcids the heat technique was used by means of desproteinization and thus almost identical results were obtained as with the me- thod oí Macheboeuíf. The use of tracers and de ensures and facilitates their identification. SCHLUSSFOLGERUNGEN Wir berichien úber die Anwendung und Vorteile der chroma- tographischen Technik zur Untersuchung freier Amino-Sauren in biologischen Flússigkeiten und auch in den Abbauprodukten der Hydrolyse der Gesamtproteine oder deren Einzelfraktionen. Zur “Bestimmung der frelien AminosGuren wurde die Warmetechnik zur Protein-trennung «gebraucht und es wurden anáhernd die gleichen Ergebnisse erhalten wie mit der Macheboeuf'schen Tech- nik. Zur sicheren und leichteren Identifizierung der freien Ami- nosáuren wurden Kontrollauftragungen gemacht. BIBLIOGRAFIA 1.—Krause, W. H.: Contribución al estudio cromatográfico de la amino- acidemia normal. Tesis Universidad de Concepción, (1954). 2;—Massone, Sch. R.: Contribución al estudio. cromategráfico de los ami- no-ácidos del líquido céfalo raquídeo. Tesis Universidad de Con cepción, (1954). S 2.—González, BR. R.: Contribución al estudio crómatográfico del hidroli- : zado proteico sanguíneo. 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En Noviembre de 1943, las eones visitaron los. valles y las altas cordilleras del Departamento de Arica, lle- gando hasta los lugares de Alcérreca, Tahapacá, Putre, Pari- / . 4 y . .- nacota y Lago Cotacotani. Entre otras cosas, tenían la intención de descorrer el velo que estaba envolviendo todo lo relaciona- do con la vida y costumbres de la tagua gigante (FULICA GlI- GANTEA Eydoux et Souleyet), y de esiablecer por primera vez, ' que la nidificación -de la tan conocida gaviota garuma (LARUS MODESTUS Tschudi) se realiza efectivamente en grandes colo- nias en pleno desierto salitrero. La reseña de este segundo via- - je puede encontrarse en el tomo Xxr (ano 1944) del mismo Bo- letín. ) É ONO AcA me En los dos viajes otro de los objetivos principales fue tratar de encontrar a la parna chica (PHOENICOPARRUS JAMES] Sclater), un fíiamenco pequeño que, descubierto originalmerite en 1850 cerca del Volcan Isluga en el Departamento de Pisagua, pero descrito sólo en el año 1886, había desaparecido de la vis- ta de los hombres de ciencia, llegando a pensarse que la espe- cle podría haberse extinguido. Estos anhelos quedaron sin sa tisfacerse, pues la Parina chica mo apareció por ninguna parte y no se logró obtener la menor imdicación de su posible sobre- vivencia, : : El deseo latente de resolver esta socia unido al estimu- lo que significaba la lectura de la monografía recién publica- da, de Robert P. Allen titulada: "The Flamingos; their Life Histo- ry and Survival”, dio por resultado la organización en Enero del presente ño, de una nueva expedición: a. las altas condilleras “del Norte. Esla vez estaba integrada por el Dr. Francisco Behn, ornitólogo de la Universidad de Concepción, su esposa Erika Theune de Behn, especialista en taxidermia, el señor Altredo W. Johnson que había participado en las dos expediciones anterio- res, su hijo Bryan Jolhnson, experto en la atención de vehículos motorizados, ambos de Santiago y el Ingeniero Agrónomo y na- turalista de Vallenar, senor Guillermo-R. Millie. ITINERARIO DEL VIAJE Partimos de Vallenar (Prow. de Atacama)) con todos nues- lros aperos el 15 de Enero en una camioneta y acampamos la: os noche al pie de la cuesta de Paposo, a 93 Kms. al Nor- ie de Taltal. La segunda noche pasamos en Anioliao asia y en la ad del tercer día llegamos a nuestra primera base de opera- ciones, la ciudad de Calama, situada a 2.268 metros de. al- tura en le cordillera de Antofagasta. El día 18, salimos de Calama en dirección (al Scler de As- cotén (altura. 3.960! metros, Lat. 21980, S., Long. 68% 20 W.); acampendo en sus orillas en un sitio cercamo «a las borateras de Sobollar. (Fig. 7). Alí permanecimos estudiando les aves del E y de sus alrededores, incluso Salar de San Martín, hasta el 21. En la tarde de ese día bajamos hasta la estación de Sém Pedro, para de allí subir al campamento de Inacalini (Alt 4.045 metros) en la frontera con Bolivia, lugar donde, temto el ferro- carril de Antofagasta a Bolivia, como el Mineral de Chuquica- mata, tienen obras de captación de aguas. mte la concordancia de informaciones recibidas en el sentido de que la Laguna Co- lorada (Lat. 229 357 S., Long. 672 W.), situada en: Bolivia a pocos kilómetros de la frontera chilena, constituiria el centro de la dis- iribución y un sitio de acción de grandes bandadas de tla- mencos, resolvimos hacer un esfuerzo especial para llegar. a es- te lug jar, a pesar de no contar aún con los permisos de ingreso solicitados al Gobierio del país vecino. Cruzamos la frontera por el paso de Siloli a más o menos 5.000 meiros y bajamos a la laguna indicada, donde al comprobar la presencia de flamen- cos en gran número, resolvimos regresar al campamento de Ina- caliri y volver al día siguiente con nuestras carpas y con todos los elementos necesarios para emprender los estudios proyecta- dos. Tres días de intenso trabajo en esta laguna dieron los re- sultados tan satisfactorios que comentaremos más adelemte. (Fi- gura 6): De nuevo en, el campamento de Inacaliri y en tierra chile- na, el día 26 de Enero seguimos hacia San Pedro de Atacama por un camino yaretero que, bordeando la frontera, pasa por los geiseres del Tatio (alt. 4.320 mits.). De San Pedro de Atacama salimos al día siguiente y, reco- rriendo la orilla oriental del Salar, del mismo nombre, llegamos a unos 100 Kms. mas al Sur, al villorrio de Peine, otrora centro de caza de la chinchilla. En el Salar frente «a este pueblo, según observaciones de Fidel Jeldes, anidan los flamencos. De Peine regresamos «al pequeño oasis frutero de Toconao donde tuvimos la gran sorpresa de encontrar anidando al zorzal cuyano (TUR- DUS CHIGUANCO ANTHRACINUS Burmeister) que se había creído sólo visitante ocasional en Chile. El día 28, partimos de San Pedro de Atacama, acompañados del R. P. Lepaige en de- manda de la Laguna Verde, situada al Noroeste del Volcán Lin- concabur, en territorio boliviano. Llegamos a la frontera en el portezuelo de Chaxas a 4.470 metros, donde termina el camino yaretero. A unos 7 Kms. de distancia y bastante mas abajo di- visamos la laguna, pero ante las amenazas de una tempestad eléctrica, con lluvia que empezaba a desencadenarse, optamos por abandonar la empresa y volver a Calama. Desde Calama seguimos él día 30 en viaje directo a lquique. Allí nos entrevistamos con las autoridades militares, de Carabi- neros y de Vialidad y después de despedir a nuestro compañero, Bryan Johnson, que tuvo que regresar a Santiago, partimos en demanda de un campamento que la Dirección de Caminos tie- ne en Pampa Lirima, a 126 Kms. al interior del pueblo de Huo- ra y a 4.200 metros de altura. Este campamento queda aproxi- madamente 15 Kms. al Norte del río Collacagua, donde se había llegado en una expedición anterior a la Laguna Huasco. Des- graciadamente, el ingeniero del campamento y gran parte del personal se encontraban ausentes en Bolivia, lo que nos privó de usar un vehículo tipo Jeep que se nos había prometido para llegar hasia Collecagua. Hicimos al día siguiente una tentativa en nuestra camioneta, pero tuvimos que darnos por vencidos cuando faltaban unos tres a cuatro kilómeiros. Teníamos ya la: «quebrada del río a la vista, cuando la ausencia de todo cami- no y las fuertes pendientes hicieron imposible seguir adelante. Luego se desencadenó una furiosa tempestad eléctrica, que nos obligó a regresar inmediatamente. mes: Acampamos esa noche, en una quebrada a pocos kilóme- tros de la gran cuesta de Pachica y la moche siguiente en otra quebrada cercana a los Altos de Camiña en el departamento de Pisagua. En la tarde del 4 de Febrero, después de vencer grandes dificultades, por el pésimo estado del camino y sus cuestas muy empinadas, llegamos al Retén de Carabineros del Tranque de Caritaya (alt. 3.600 metros), situado a unos 113 Kms. al Noreste del cruce del camino longitudinal a Arica con la quebrada de Tana, Al día siguiente, mientras los esposos Behn, se dedicaban a Tecorrer y coleccionar en la zona de Caritaya, especialmente a lo largo de la quebrada de desague del Tranque, dende logra- ron capturar dos ejemplares del Aguilucho: Cordillerano del Norte, BUTEO POECILOCHROUS Gurney, una nueva especie para Chile y un macho joven del Pato corta-corrientes (MERGA- NETTA LEUCOGENIS TURNERI, Sclater et Salvin), los Sres Johnson y Millie, siguieron en mula hasta el Salar de Surire, si- tuado a 47 Kms. ai Noreste y a una altura de 4.800 metros, a lin de estudiar un lugar de enlace, indispensable de conocer, para completar los estudios de distribución de flamengqos y demas aves cordillerenas. Al igual que en Caritaya los carabineros del Retén Chilcaya nos.recibieron muy amablemente y nos propor- cionaron todos las facilidades y ayuda a su alcance. Reunidos nuevamente en Caritaya, el día 8 de Febrero, apro- vechamos el siguiente y parte del subsiguiente para estudiar las aves que habitaban el tranque mismo. Así visitamos una gran colonia de Blemquillos del Norte, (PODICEPS OCCIPITALIS JU- NINENSIS Berlepsch y Siolzmann) y unas taguas que, inespe- radamente y contra todo lo que se había supuesto hasta. ahora, resultaron ser de la especie FULICA CORNUTA, Bonaparte. Ade- mas, cazamos entremedio de las algas donde anidaban los Blan- quillos a un pequeno visitante ocasional de verano el STEGA- NOPUS TRICOLOR, Vieillot y en los faldeos próximos al tranque, encontramos por primera vez nido del Canastero chico del Nor- le, ASTHENES MODESTA MODESTA Eyton con dos huevos. La noche del día 10 de Febrero la +pasamos en quebrada Tana (alt. 900 mts.), y la siguiente en la Oficina Salitrera Hum- berstone; la subsiguiente en Antofagasta; la del día 13 en un sitio cercano a Chañaral, llamado “Las Bombas”, donde tuvimos la suerte de capturar dos ejemplares del muy escaso Picatlor de Atacama, RHODOPIS VESPER ATACAMENSIS Leybold. El 14 . de Febrero estuvimos nuevamente de regreso en Vallenar. En el curso de cinco semanas habíamos recorrido poco mas de 5.000 Kms., la mayor parte en camioneta, alrededor de 1.000 - Kms. en vehículo militar con tracción a cuatro ruedas y unos 150 Kms. en lomo de mula. Durante este recorrido observamos una serie de especies o sub-especies de aves, incluso un buen número que vive exclusivamente a gran altura, y que pasare- mos a enumerar mas adelante. — 98 — : AGRADECIMIENTOS Si el éxito de nuestro viaje ha superado todas nuestras es- peranzas, esto se debió en gran parte a las facilidades propor- cionadas por el Ejército y por los funcionarios del Mineral de Chuquicamata, en la zona de Antofagasta, y. por el Cuerpo de Carabineros, en la Provincia de Tarapaca. Vayan, pues, nues- tros más sinceros agradecimientos al señor General en Jefe del Ejército, don Luis Vidal Vargas y su personal, en especial al Ma- yor don Tulio Espinoza Palma, del Regimiento de Calama. De igual modo compromete nuestra gratitud el señor General en Jefe de Carabineros, don Jorge Ardiles Galdames y su personal, especialmente el de los Retenes de Caritaya, Chilcaya y Pica. Vayan también nuestros agradecimientos al- señor William E. Rudolph, Ingeniero Jefe del Mineral de Chuquicamata, y al señor Bertie Humberstone, de Iquique, cuyos atinados consejos y entusiasta y activa cooperación, nos han sido de gran valor. Así mismo agradecemos al Sr. Jete de la Sección Aves del Mu- seo Nacional de Historia Natural, Dr. R. A. Philippi B., el haber colaborado tan gentilmente en la identificación de varias aves recolectadas. Agradecemos igualmente a las autoridades de la Universidad de Concepción el haber colaborado en la organiza- ción de la expedición y el haber contribuído posteriormente con sus laboratorios al estudio de material recolectado, ante todo «a los profesores Avelino León, André Hulot, Aníbal Pinto y Mario Ricardi y al personal a su cargo. : Y, finalmente, agradecemos toda otra colaboración que nos hon brindado numerosas personas, especialmente en los lugares visitados. E Ca AAA Ste z == = Pp E R e AS Pe) A Y 39. na 6) 2? cota gl 'ysotacotón, / Z [Putre ay E O / ARICA ' L E y «Y ESS alos de SURIRE Caritay ax) 4 Eo PISAGUA ye y N S alar de > OIPASA aSalsor de € o 1QUIQ Rio Loa A MARTIN de 5464 ¡Salar de, ==> Ca SA yASCOTAN : = Estación Z ezo de Sitoti TOCOPI Al Pedro 22 = fi ú El = Ch quicamata ) LA - COLORADA la Le - bh Toconao NA Salar de ' (E ATACAMA l ea > ¡ $Peine de ape up 8 , 2h , 1 Flamencos 4 Eugores fracuentodos m me FRontaros : j € Sitios de nidificación === Cominos recorridas == 100 — LISTA DE AVES OBSERVADAS Fam. RHEIDAE — AVESTRUCES SUDAMERICANOS 1. Pterocnemia pennata tarapacensis Chubb. Surí o Avestruz del Norte. Ñ Hemos visto aos ejemplares en la región de la Laguna Co- lorada (Bolivia) y un total de 34, que incluye una bandada de 15 ejemplores, en los alrededores del Salar de Surire. Por lo de- más, andaban en general en grupos de 3 a 4, compuestos, a juzgar por la diferencia de tamaño, por un macho y dos a tres hembras. Era interesomte observar, como pretendían esconderse, agachandose simplemente, pero estirando el largo cuello a ma- nera de telescopio de un sulbmorino. En los parajes cordillera- nos sobre 4.000 mts. es ave algo común, sin ser abundante. Son cazados de vez en cuando, pero afortunadamente la falta de armas y de tiros, impide a los nativos de la región perseguir- los en forma intensa. Fam. TINAMIDAE — PERDICES SUDAMERICANAS 2. Tinamotis pentlandii Vigors. í Perdiz de la Puna o Kiula. Mar Cali a a paso dstsilol Zoco Vimos varios grupitos entre el campamento de Inacaliri, Paso de Siloli y la Laguna Colorada; generalmente andaban de “a tres, algunos con polluelos. Además eran algo cahundantes en “el Salar de Surire, donde dejaban oir todas las mañanas el me- lodioso canto coa que los miembros de las bandadas se comu- nican entre sí, mientras buscan su alimento, consistente ante to- do en brotes frescos de las champas de vegetación, -según pu- dimos constatar por examen del contenido gástrico y del buche de los ejemplares capturados. Á juzgar por nuestras observacio- nes, esta especie no baja de los 4.000 mts. de altura. Debido « 'su oran mimetismo es difícil ubicar los ejemplares y, cuando es- tos se ven acosados, se aplastan contra el suelo o corren a es- conderse. Recurren al vuelo, que es corto y recto, sólo en última — 101 — insiancia, pues se cansan con facilidad y después solo dificul- tosamente pueden elevarse de nuevo. Es por ello que los indí- genas de la región afirman que es posible capturarlos vivos con las manos. Fam. PODICEPIDAE — HUALAS. Y POLLOLLOS 3. Podideps occipitalis juninensis Berlepsch y Stolzmann. Chulyumpi o Blanquillo del Norte. Mat. col. 2 m. ad. — Tranque Caritaya. 10-11-57. En la laguna formada por el Trangue de Caritaya era ésta por mucho, el ave más abundante y en el extremo Este donde había vegetación acuática apropiada, encontramos una gran colonia de nidificación compuesta de por lo menos 400 parejas. (Fig. 11). Los nidos, en todo similares,a los del Blanquillo co- mún, estaban ubicados en grupos irregulares, a veces tocándo- se unos a otros y otras veces a cieria distancia. A la fecha de nuestra visita todos tenían huevos, la gran mayoría dos, algu- nos uno solo y solamente uno, tres. El estado de incubación va- riaba entre huevos recién puestos y algunos muy empollados, pero no logramos observar ningún pichón lo que indica que la postura se efectúa muy tardíamente. Los Blanquillos se mostraban muy mansos y sólo salían de los nidos cuando nuestro bote de goma se les acercaba a me- nos de unos dos a tres metros. Ántes de emprender la fuga ta- paban apresuradamente los huevos con las mismas algas que usaban para la construcción del nido. Entre tanto y aún al en- contrarse ya lejos conversaban ininterrumpidamente entre sí en un tono agudo pero a la vez melodioso. Aprovechamos la oportunidad para tomar una detallada do- cumentación fotográfica. Ha sido, por lo demás, el Tranque Ca- ritaya la única parte donde vimos este interesante y simpático zambullidor. Fam. PUFFINIDAE — PETRELES Y FARDELAS 4. Pachyptila desolata Gmelin. Petrel-Paloma antartico. Mat. col. 1 ejemplar momificado encontrado en la Playa de Paposo (Taltal). :16-1-57.. q En la playa de Paposo, a 53 kms. al Norte de Tatal, recogi- mos un ejemplar desecado, pero perfectamente reconocible de este pequeño Petrel de mares antarticos, había también otro ejemplar en muy malas condiciones: de conservación. Ejemplares muertos o moribundos de este Petrel, tan cono- cido a los cazadores de ballenas, han sido encontrados en las, playas de Mallín, Lota y Penco, pero este hallazgo extiende el alcance ocasional en aguas de la corriente de Humboldt, con- siderablemente más al norte. — 102 — NUS Fam. PHALACROCORACIDAE — LILES Y GUANAYES 9. Phalacrocorax olivaceus Humboldt. Cormorán negro o Pato yeco. En Paposo hubo un solo ejemplar en el mar y unos seis en el Tranque de Caritaya; en el'resto de la cordillera no lo. vimos. Fam. ARDEIDAE — GARZAS Y HUAIRAVOS 6. Nycticorax nyticorax tayazu-guira Vieillot. Huairavo del Norte. j Vimos un ejemplar en la costa de Paposo que probablemen- te pertenecía a la raza nortina, otro en la costa entre Tocopilla y Antofagasta, unos pocos en el Salar de Ascotán y dos parejas en el Tranque de Caritaya. Como se sabe, esta raza, más pálida del Huairavo, se en- cuenira,dae Antofugasta al Norte, tanto en la costa como en las altas cordilleras del interior. Fam. THRESKIORNITHIDAE — BANDURRIAS 7. Theristicus caudatus: melanopis Gmelin. Bandurria común. Mat. col. 1 h. ad. Paposo (Taltal), 16-1-57. En Paposo cazamos uno de varios ejemplares, que andaban a orillas del' mar, para saber a cual raza pertenecian, confir- maándose nuestra presunción que se trataba de la Beandurria común, cuya zona de distribución se extiende así hasta el Sur de la provincia de Antofagasta. Fam. PHOENICOPTERIDAE -— FLAMENCOS Y PARINAS 8. Phoenicopterus chilensis Molina. Flamenco común. 9. Phoenicoparrus andinus Philippi. Parina grande. ¿ Mat. col.: 1 kh. ad. y tres polluelos. Laguna Colorada (Boli- via), 22-1-57 y un ejemplar juvenil en Salar Surire, 56-11-57, 10. Phoenicoparrus jamesi Sclater. Parina chica. Mat. col.: 1 h. ad. Laguna Colorada (Bolivia), 22-157. Como dijimos en los parrafos de introducción a este infor- me, el objeto principal de nuestro viaje fue encontrar a la Pa- rina chica. PHOENICOPARRUS JAMESI Sclater, y hasta donde fuera” posible, estudiar sus costumbres y distribución; sin des- cuidar, por supuesto, el estudio de las otras dos especies de flamencos sudamericanos, PHOENICOPARRUS ANDINUS Philip- a EL pi y PHOENICOPTERUS CHILENSIS Molina, sobre cuyo régimen de vida aungue mejor conocido, faltam aún muchos anteceden- tes de importeamcia. 4 En estos propósitos havimos éxito más alla de lo que espe- rábamos, pues no sólo ubicamos y obtuvimos un ejemplar de la: Parina chica, sino que la encontramos anidando en pequeño número en compania de grandes bandadas de las otras dos es- pecies. Logramos además, obtener documentación fotográfica y tomar huevos y muestras de agua y barro en que los flamen- cos comen. Además mediante un recorrido sistemático de las lagunas y salares de las altas cordilleras desde el sur de la pro- vincia de Antofagasta hasta el departamento de Arica, logramos lormarnos una idea bastante exacta de la distribución geografi- ca de las tres especies, por lo menos, en lo que se refiere a te- rritorio chileno. DISTRIBUCION GEOGRAFICA Las tres especies de Flamencos sudamericanos habitan los salores y ciertas lagunas desde el extremo sur del Salar de Ata- cama (Lat. 232 45' S. Long. 682 15' W.) hasta el lago Parinacota (en Aymard: laguna de los Flamencos) (Lat. 182 15' S. Long. 692 19" W.) en la coraillera de Arica, pero sus sitios de reproducción estarían limitados al Salar de Atacama frente a los pueblos de Peine y Socaire), a algunas lagunillas de la cordillera al Este de dicho Salar, posiblemente el Salar de Ascotan( aunque no logramos probarlo y es bien posible que la reenudación de las obras de extracción de bórax haya interferido con la postura en este lugar), al Salar de Coposa, laguna de Huasco, laguna de Parinacota (del Dep. de Pisagua) y al Salar de Surire. (*). En ninguno de estos lugares pasa corrientemente la pobla- ción total de unos tres mil ejemplares y de estos todos son PHOE- NICOPTERUS CHILENSIS o PHOENICOPARRUS ANDINUS, a ex- cepción de una minoría sumamente pequeña de PHOENICOPA- RRUS JAMESI, que en ningún caso ¡pasaría del 6 a 8%. De las dos especies más grandes predomina PH. CHILENSIS en el sec- tor sur (cordillera de Antofagasta), viéndose reemplazado por PH. ANDIUS cada vez en mayor proporción, a medida que se avam- za hacia el Norte. Aunque se han observado Parinas, a sólo 2.500 metros de altura en el Salar de Atacama (Jeldes y nosotros) y a unas pocas a 3.600 metros en el tranque de Caritaya, no hay Note: Debe tenerse presente, sin embargo, que estos datos de nidificución se Lo: fioren a flamencos en general y que la mayoría de la gente no sabe distin- guir u PH. JAMESI de los oiros. Aparte de Laguna Coloreda, nosotros vimos algunos ejemplares de PH. JAMESI solamente en los Salares de Ascotún y Surire, y hasta ahora su nidificación ha sido comprobada únicamente Sn la laguna citada. — 104 — duda que el grueso de la población vive a alturas entre 4.000 y 5.000 metros. En cuanto al Salar de Atacama, un residente muy antiguo del pueblecito de Peine, frente al cual estas aves anidan en co- lenias, nos aseguró que las parinas llegaban en bandadas, vo- lando principalmente de noche, hacia fines de Noviembre, que ponian en Diciembre, sacaban sus crías en Enero y se iban en Febrero o Marzo, quedando sólo unos pocos durante el Invier- no. Dijo, también, que casi todos tienen “canillas amarillas'” (PH. ANDINUS), que en algunos años la población subía hasta unos 5.000 y en otros bajaba a cero, que la “Parina de canillas oscu- ras” (PH. CHILENSIS), se veía principalmente en las lagunillas de la cordillera y que en éstas había visto muy a lo lejos otra Parina de “canillas rojas” (Presumiblemente PH. JAMESI). No cabe ninguna duda que la población de Flamencos es mayor en el altiplano boliviano, limítrofe con Chile, que en nues- tro territorio; como también que el centro de su zona de distri- bución en el sector sur (cordillera de Antofagasta esta en la Laguna Colorada (Lat. 222 15' S. Long. 672 45" W.) Alt. 4.500 metros). (Fig. 1) SE CAPTURA UN EJEMPLAR DE PH. JAMESI Fue en esta laguna que capturamos con fecha 22 de Ene- ro, un ejemplar de PH. JAMESI, una hembra adulta, el único de esta especie en una bandada mixia de una treintena de Flamen- cos (Fig. 2). Se veía algo más chico que los demas y más blan- quecino en el dorso, pero no podíamos estar seguros de su iden- tificación hasta meternos a la laguna y recogerlo. Sólo entonces, de inmediato nos llamaron la atención las patas color ladrillo oscuro en lugar de amarillo como las de PH. ANDINUS y color cuerno de PH. CHILENSIS. La lamina que figura en Pag. 113, del 22 tomo de las "Aves de Chile”, aunque muy buena como ilus- trativa del “habitat” de las Parinas o Flamencos andinos, esta equivocada al mostrar a PH. JAMESI con patas amarillas. SE UBICAN Y “VISITAN COLONIAS DE NIDIFICACION Al día siguiente con la ayuda de un guía indígena (indio quechua), logramos acercarnos a una gran colonia de nidifica- ción, situada entremedio de manchas de fango salino en el in- terior de una gran isla de sal, ubicada en el centro de la lagu- na. Para llegar a las inmediaciones de esta colonia tuvimos que ' caminar penosamente casi dos kilómetros por aguas muy salo- bres, de poca profundidad, llevando «a remolque el bote con nuestro equipo. Nos hundíamos a cada paso al ceder ante nues- tro peso la capa de sal endurecida que formaba una especie de iondo íalso al lago. Enseguida hubo que atravesar varios cien- tos de metros de sal dura, entremezclada con franjas de fango semilíquido en que nos hundiamos hasta la cintura, para final- mente quedar frente a un verdadero paraíso de flemencos, una — 105 — colonia que estimábamos en alrededor de 4.000 aves. La mayo- ía de ellos estaba de pie, algunos centenares echados sobre sys nidos y otros caminando por los brazos de agua libre de las cercanías. Al vernos aparecer tan de cerca casi todos alzaron el vuelo y llenaron el cielo con sus lindos tintes rosados. Pero lue- go volvieron, brindáandonos la oportunidad de observarlos.en detalle y determinar que la gran mayoría era PH. CHILENSIS y PH. ANDINUS, en proporciones más o menos iguales. Entre ellos había sólo uno que otro PH. JAMESI. Una estrecha franja de fango,' aparentemente sin fondo, nos separaba aún de los nidos; su existencia y la amenaza de una tempestad eléctrica que se iba acercando. rapidamente, determinaron nuestro regreso a tie- rra firme con la intención de volver llevando. hasta allá el bote para así salvar el último obstáculo que se nos había presentado. Temprano, en la mañana siguiente, nos pusimos en movi- miento, pero ante la noticia de que de amanecida indigenas ha- bían comenzado «a sacar los huevos de la colonia visitada por nosotros optamos dirigirnos a otro lugar de nidificación que co- nocía nuestro guía. El acceso dá esta otra colonia, aunque no tan lejos de las riberas del lago, resultó igualmente difícil. El fam- go se presentaba cada vez mas hondo y espeso, dificultando terriblemente el avance a pie y haciendo al mismo tiempo im- posible el empleo adecuado del bote. Así tuvimos que avanzar lentamente apoyados en el bote de goma que arrastrabamos al lado nuestro. Por la altura en que hubo que hacer esto, resul- ió un esfuerzo poco menos que sobrehumano. Después de numerosos descamsos, finalmente logramos lle- gar totalmente embarrados y con las piernas sangrantes por cor- taduras de las costras de sal (Fig. 5), a esta otra colonia que se componía de unas 3.000 aves. Se presentaba ella en general en condiciones similares a la visitada el día anterior. Comproba- mos de nuevo que las tres especies anidan juntas y entremez- cladas sin separación o segregación de ninguna clase. ; Fue ésto, otro problema que debíamos afrontar, pues antes de retirar los huevos o tomar fotografías era indispensable iden- tificar a los dueños de cada nido. Para tal cosa no hubo más remedio que esperor que volvieran y se echara uno de ellos. Esto demandó bastante tiempo lo que significó la renuncia de ca- zar ejemplares, pero en cambio nos permitió identificar con se- guridad, por medio de buenos prismaticos, 18 nidos de PH. JA- MESI, 14 de PH. CHILENSIS y 13 de PH. ANDINUS. Todos te- nían sólo un huevo el que por lo demás, resultó estar ligeramen- te incubado. Aparentemente no había mas nidos de PH. JAMESI que los 18 identificados, por cuanto el guía recogió al final unos 500 huevos más, los que en su totalidad pertenecían a las otras dos especies en proporciones más o menos iguales. Posterior- mente supimos que de la otra colonia se habian retirado ese mismo día unos 800 a 1.000 huevos de igual número de nidos, insistiendo el guía y otros indígenas interrogados, que jamás habían visto más que un solo huevo en cada nido, — 106 — i Las dimensiones de los 45 huevos recogidos por nosotros son las siguientes: De E A Ph andinmus | 13 DS 268: 053 Ph chilensis 192-032]37—062 1121+024/|22+044 170+012 |32+0.60 DAS [943034 535+046 Ph andimus Ph chilensis Estas medidas y coeficientes demuestran que los huevos de PH JAMESI son casi uniformemente más chicos en ambas di- Imensiones que los de los otros dos flamencos, y que los de PH. CHILENSIS, aunque apreciablemente más largos que los de PH. ANDINUS, son, sin embargo, casi siempre más angostos. Los nidos eran simples montículos de barro de mas o menos 10 cms. de alto por 45 a 50 cms. de diámetro en la base y unos -28 a 30 cms. en la parte más alta. Estaban ubicados por lo ge- neral, a unos 60. a 80 cms. de distancia los unos de los otros, siendo imposible distinguir por forma, tamaño o material de construcción entre los nidos de una y otra especie, los cuales, como ya se ha dicho se encontraban entremezclados (Fig. 3 y 4). Era bien interesante observar la forma curiosa en que los Fla- mencos se echaban en sus nidos; caminaban hacia ellos, se pa- raban luego sobre el nido y en seguida abrían cada vez mas las patas, hasta de repente dejarse caer sobre el montículo y aco- modarse sobre el huevo. Así quedaban con las patas debajo del cuerpo y las “canillas” sobresalientes hacia atrás hasta casi la altura de la. rodilla. z IDENTIFICACION mecoaía de baratas con ellos. en el terreno, resulta tán - cil distinguir a PH. ANDINUS de PH. CHILENSIS, aún sin ver las patas, por el negro tan intenso de las primarias del primero y su "cuello vinoso. PH. CHILENSIS se ven en general más rosado, es- pecialmente en el dorso, pero én tamaño parecen iguales. Dis- tinguir a PH. JAMESI de lejos es difícil, pues a distancia no se aprecia bien su menor tamaño y aunque se ve mucho más blanco que PH. CHILENSIS es facil confundirlo con ejemplares — 107 — inmaduros de PH. ANDINUS como efectivamente pasó a nosotros. Sin embargo, al podérsele acercar, se distingue inmediatamente de las otras dos especies por su: pico mas pequeño y especial- mente por el color de las patas que son ladrillo oscuro en lugar del amarillo de PH. ANDINUS o del córneo de PH. CHILENSIS. Nuestro guía distinguía muy bien a las tres especies, lla- mondolas respectivamente, TOCOCO (PH. ANDINUS), GUAICHE- TE (PH. CHILENSIS) y CHURURO (PH. JAMESD. Nos decía, ade- más, que a veces se vela una cuarta clase que.se llamaba JE- TETE y que se le conocía por sus cubiertas alares mas blancas y la ausencia de rosado en el cuello. Sin embargo, nos inclina- mos a creer que se trata, no de otra especie, sino de ejempla- Tes inmaduros de PH. ANDINUS, que como ya explicamos, a dis- tancia se parecen mucho a adultos de PH. JAMESI, sobre todo cuando la profundidad del agua no permite distinguir la altura ni el color de las patas. Ñ Posteriormente, teniendo ejemplares en mano ya no hay di- ficultad ninguna para distinguir entre sí a las tres especies; en especial los picos, tanto por su forma, como por su tamano y co- lorido, son completamente distintos en las tres especies. AÁde- más, las patas amarillas y bastante más largas de PH. ANDI- NUS frente al color rojo, de las relativamente cortas, de PH. JA- MESI, constituyen otras diferencias morfológicas bien groseras. Cabe, sin embargo, agregar que, observando tranquilamen- le con anteojos los PH. JAMESI característicos, mientras camina- ban por las aguas y los fangos en busca de alimentos, repetidas veces pudimos observar, que los dcompañaba un ejemplar mas grande y de color rojizo más intenso, que aún intentaba pisar- los, y que nos pareció corresponder a un PH. ANDINUS especial- mente interesado en su pequeño primo hermano. Posteriormen- te, y teniendo presente que nuestro ejemplar capturado relativa- mente púlido resultó ser una hembra, pensamos que tales acom- pañantes más grandes y más coloridos, bien pudieran ser machos de la misma especie. Nuevos estudios a base de mas material tendrán que aclarar este interesañte problema de un posible di- morfismo sexual en la 'parina chica. ALIMENTACION En varias ocasiones observamos a los Flamencos y Pa- rinas comiendo, es decir, recorriendo el fondo de la laguna con la cabeza y parte del cuello sumergidos en el agua. Realizan durante esta actividad movimientos de arrastre en dirección hacia sus patas. Registrados los sitios en que lo habian hecho se nota en ellos dibujos caprichosos en forma de S o de doble S, constituídos por pequenos canalitos de unos 3 cms. de ancho por más o menos uno de profundidad entre los cuales se nota las impresiones de dedos y membranas natatorias. Estudiando el contenido gástrico de los tres ejemplares capturados que he- “mos fijado en formalina al 10 por ciento, sólo logramos compro- bar la existencia de esqueletos silísicos de más de una veintena — 108 — de diferentes especies de diatómeas, entremezclados con gran centidad de crena. Estas mismas diatómeas se encontraban tam- bién en muestras de fango que llevamos fijados en la misma , torma. Dada la existencia de una hilera de finos ganchitos en los bordes de la-lengua, es de suponer que las parinas ingieran ade- más organismos algo mayores, por ejemplo, pequeños crustá- ceos y moluscos que, por la relativa: escasez del material estu- diado no logramos encontrar en las muestras traídas. En todo caso si efectivamente se alimentan en parte de organismos se- _mejamtes, estos no podrán tener un diametro mayor que el de una arveja, pues, por su misma estructura, el pico de la parina sólo puede ser abierto como medio centímetro. Por lo demás los dibujos caprichosos en el barro más arriba: descritos, los vimos también en inmediata vecindad de los nidos, lo que nuestro guía indígena afirmaba que «se debe a que los Flamencos suelen ali- mentarse desde el mismo nido sin abandonarlo. Cabe también dejar constemcia que hemos llevado muestras de agua de la Laguna Colorada para examen químico. Una muesira tomada el 26 de Enero a las 9 de la mañana tenía una tempertura de 12? C. y un PH. entre 8 y 9. Su examen practica- do en el Laboratorio de Química Analítica y Bromatología de la Escuela de Farmacia de la Universidad de Concepción (Direc- ¿tor Prof. Aníbal Pinto Alvarez) ha dado el siguiente resultado: Cloruro de Seca (CIN)... 0. LS aj aa lio) Sulfato de Sodio (SO*Na?. 10.042) ... .. ... 21.41 gr, por litro Sulfato. de Magnesio (SOtMg. 7 OH?%) ... 2.85 gr. por litro Silicato de Sodio y Aluminio A Blearboratoide ano A OA SER OR INTO: Boraio de Sodio Estas mismos sales cristalizan en los bordes y gran parte del fondo de la laguna, como bien puede apreciarse en la foto (Fig. 2). El examen químico de una muestra practicado en el mismo laboratorio dio el siguiente resultado: ¡Sulicio le saña (SON a e OSA Clonuno. de. Socia (CINE). a a SO e EAS a A A a ZO ON Resinas AU a SONO Indicios despreciables de otras «substancias ... ... 0.50% ORIGENES DEL TINTE ROSADO A todo ésto, cabe agregar que, las aguas de la Laguna Co- lorada tienen, sobre todo en sus regiones centrales y cuando hay calma absoluta, un tinte francamente rojo ladrillo muy bien demostrable en nuestras fotos en colores. Esta particularidad indudablemente ha motivado el nombre de la laguna, el cual se debe a ésto y no a la presencia de grandes bandadas de — 109 — Flamencos rojizos como se había informado anteriormente. De ' acuerdo con el examen químico del agua y de las sales, el tin- te indicado podría estar en relación con la presencia de sales de fierro (óxidos y cloruros). Pero estudiando al microscopio muestras de agua fangosa de tinción especialmente intensa, es lácil observar que se debe a un sinnúmero de microscópicos elementos esféricos anaranjados que según datos proporciona- dos por el Instituto de Botánica de la Universidad de Concep- ción, corresponden a algas cianofíceas unicelulares del aa Aphanocapsa, ricas en pigmento de ficoeritrina:- : No nos parece aventurado pensar que el colorante que tan originalmente tiñe las aguas de la laguna visitada, entre tam- bién en la composición de los lipopigmentos, tan singularmente rojizos, del tejido adiposo de los Flamencos que hemos captu- rado. Estos mismos pigmentos tinmen también la yema de los huevos, no sólo de los Flamencos, sino también de los de las gallinas de la región, según pudimos ver en algunos que nos había vendido una familia indígena. Ouizós aún el color rojizo del plumaje de los Flamencos, sea formado a base de la misma ficoeritrina. MOVIMIENTOS MIGRATORIOS ESTACIONALES Nuestra impresión de la Laguna Colorada no sería comple- ta sin referirnos a otro punto que consideramos sumamente in- teresante. En el Noroeste de ella, desembocan múltiples fuentes termales, bastante caudalosas que afloran a pocos metros de su ribera. Controlada día y noche la temperatura de. una de ellas, durante toda nuestra estadía, era constante de 22? €. Tam- poco variaba'su PH. que se mantenia entre D y 6 (Nótese el gren contraste con el agua de la laguna, PH. 8 a 9). El “examen químico de una muestra de esta: agua arrojó lo/ siguiente: Cloniros mMexp ea Nao OA /S gn Ponto Nitro a a de ITMCICIOS AOS A CICIOS Niro a OC SUM AS Eos E e AO E Cationes OS A NO os ia UNEN Ta OA Ely? Estos hechos, junto con afirmaciones de nuestro guía indí- gena en sentido E que las zonas de la laguna donde desem- bocan estas fuentes no se congelan nurica y de que ahí se agru- pan las Parinas cuando en pleno Invierno todo lo demas esta :ongelado, nos parece explicar muy bien porqué estas aves no tienen necesidad de emigrar hacia la costa como lo hacen, por lo menos más al Sur, sus parientes los Flamencos comunes. Pre- cisamente la existencia de fuentes termáles que también las en- contramos en los Salares de Ascotán y Surire y que segura- mente existen en igual forma en otros salares de la zona de dis- tribución de las parinas, permite una vida sedentaria durante O todo el año, característica ecológica sumamente original y, a nuestro saber, única para animales dotados de team buenos me- dios de movilización. He aquí, entonces la razón porqué las Pa- rinas no se mueven fuera de su reducido y singular área de dis- tribución. , ; Queda por explicar por qué estas dos especies de Parinas tienen una zona de distribución restringida al tridmgulo formado por las altas cordilleras y altiplanicies de Bolivia occidental, ex- tremo sur del Perú, norte de Chile y noroeste de Argentina, mien- tras su pariente tan cercano el PH. CHILENSIS, a la par de con- vivir y anidar en intimidad con ellas, se dispersa sobre una zo- na muy extensa, de tal manera que se le encuentra en el cor- dón andino desde el lago Junin, en el Perú hasta Magallanes y aún emigra a la costa del Pacifico de Chile Central, costa del Atlantico de Argentina, Isla de Tierra del Fuego y hasta las Islas Malvinas. ' Naturalmente otra hipótesis sería que la parie de la pobla- ción total de PH. CHILENSIS que vive en intimidad con las Pa- rinas andinas, lo hace durante todo el año y que los ejempla- Tes que se ven en las costas del Ailántico, Tierra del Fuego, etc., proceden de otros lugares donde la falta de aguas termales no permite su permanencia durante los meses de Invierno. CONSERVACION DE LAS ESPECIES De paso hemos dicho que a indígenas de la región de la Laguna Colorada los vimos juntar centenares de huevos. Efec- tivamente, así lo hacen. Los acomodan enseguida sobre cueros y los arrastran hacia la orilla de la laguna fangosa; ahí los em- balan en cajones con pasto seco y, según nos informaba nues- tro guía, los llevan a lomo de burro y de llamas hasta los pue- - blos.mdás cercanos donde los venden como alimento apreciado. Nos contó también que él mismo pertenecía a una familia que todos los veranos se establecía en las orillas de la laguna para dedicarse a este negocio. Cada diez a quince días durante más o menos tres meses (Diciembre a Febrero) recogen los huevos de las colonias cuyo acceso bien conocen. Con santa paciencia las aves repetidas veces reponen el huevo perdido y se rebajan a la calidad de gallinas domésticas. Según sabemos por Jeldes (Aves de Chile. Tomo IL, Pag. 114) y por datos recogidos de ve- cinos de Peine y Toconao, en Chile también son aprovechados los huevos de los Flamencos como alimento apetecido, eso sí que, según nos aseguraron, sólo una vez al año se realiza en el Salar de Atacama este acto de vandalismo. Como se trata de una costumbre seguramente ya muy antigua y no hay por otra parte indicios de que la población de Flamencos haya dis- minuído en los lugares estudiados por nosotros, creemos que afortunadamente nuestros Flamencos no se encuentran en peli- gro, inminente de extinción. Son, por lo demas, dáves muy rece- losas y que saben guardar distancia al cazador, lo que no les —= 111 — es difícil por su gran estatura y por el caracter eminentemente plano del terreno en que viven: Ademas, los indígenas que habitan la cordillera de la fron- tera chileno-boliviana son reducidos en número, sumamente po- bres y carecen de armas adecuadas. para atacar estas aves. Fe- lizmente tampoco hay, por el momento, ningún peligro que sus Nervios sean destrozados por la pasada de aviones «a chorro, como ha ocurrido con el Flamenco norteamericano en las islas del Mar Caribe. Fam. ANATIDAE — CISNES, GANSOS Y PATOS 11... Chloephaga melanoptera Eyton. Gueyata o Piuquén. Vimos unos pocos en el Salar de Ascótán, otros pocos en la Laguna Colorada y unas 30 parejos, varias de ellas acompa- hadas de pollos, en el Salar de Surire. Es ave residente que al igual que el Avestruz y la Perdiz de la Puna, rara vez baja ES los 4.000 metros. 12. Anas specularioides Ménégaux. | Pato cordillerano del Norte. Mat. col: ls ad. y 1h. ad. Tranque de o 6-11-57. Este es por mucho el pate mas abundante en las cordille- ras del Norte. Lo vimos en todas partes. En pequeños islotes del Salar de Ascotán, encontramos dos nidos, uno con 6 huevos muy empollados y otro. con cinco relativamente frescos; estos últimos fueron conservados. Este pato es el mismo que se encuenira en las cordilleras de Sanilago. De Talca al sur es reemplazado por la raza ANAS SPECULARIOIDES CRISTATA. 13. Anas Flavirostris oxypierum Meyen. Pato jergón chico del Norte. Mat. col.: 1. h. ad. Vegas de Inacaliri, 21-l257. 3'm. ad y l h. ad. Tranque de Caritaya, entre el 6 y 7-11-97. . Después de la especie precedente éste es el pato mas co- mún en las regiones estudiadas. Lo vimos en Ascotán, en las vegas de Inacaliri, en “El Tatio”, en un riachuelo a 14 km.s al Norte de San Pedro de Atacama, trangue. de Cariteya, camino de Caritaya a Chilcaya y en el Salar de Surire. La ausencia de pa- rejas con pollos hacía suponer que la época de la reproducción kabía terminado hace tiempo. 14. Merganetta leucogenis turnéri Sciater et Salvin. Chulyumpi o pato cortacorrientes del Norte. Mat. col.: 1 m. juv. Desagúe del trangue de Caritaya, 7-I1-57. En la quebrada del desagúe del tranque de Caritaya obser- vamos dos parejas de este pato. Cazamos un macho para tener A asegurada la identificación, ya que la única observación ante- rior en territorio chileno corresponde a un ejemplar visto por uno de nosotros en la quebrada de Taipicagua, cordillera de Arica, en Noviembre de 1253. Aunque no encontramos nido, ni vimos patitos, la presencia de dos parejas y las costumbres se- "dentarias de los patos de este género, hacen presumir que ani- da en el país. El ejemplar cazado sirve también de nueva confir- mación que la raza que se encuentra en las cordilleras de Arica es la del Perú y no M. L. FARLEFFI o M. L. BERLEPSCHI que se conocen de los Andes de Bolivia y del Noroeste de Argentina, respectivamente. Su plumaje no es tan hermoso como el de M. - ARMATA que habita los ríos correntosos del resto de Chile des- de Atacama hasta Tierra del Fuego y resalta por su caracter eminentemente decorativo. Fam. CATHARTIDAE — BUITRES DEL NUEVO MUNDO 15. Vultur gryphus Linnaeus. Cóndor. Vimos dos ejemplares revoloteando a gran altura sobre Pa- poso, costa de Taltal, dos por el camino entre Caritaya y Chil- caya y dos más en la región del Salar de Surire. 16. Cathartes aura jota Molina. + Gallinazo. Algunos ejemplares fueron vistos en Paposo, en la zona de las costas de' Antofagasta e Iquique, en algunas oficinas sali- treras y en la región de Calama. 17. Coragyps atratus Lichtenstein. Jote. Lo vimos sólo en los alrededores de Vallenar y Copiapó. Fam. ACCIPITRIDAE — AGUILAS, AGUILUCHOS. VARIS, ETC. 18. Buteo polyosoma polyosoma. Ouoy et Gaimard Aguilucho Común. : Mat. col. 1 m. ad. melónico. Entre Copiapó y Pueblo Hun- dido, 15-157. y Cazamos un ejemplar que recién se había enredado en los alambres de la postación telegráfica del ferrocarril longitudinal. Era de fase completamente oscura, sin blanco en el pecho. 19. Buteo poecilochrous Gurney. Aguilucho Cordillerano del Norte. Mat. col. 1 m. ad. y 1 h. ad. Caritaya, 6-11-57. . Fuera de dos ejemplares cazados se vieron tres mas, llaman- do la atención su gran tamaño. Al ser comparados por el Dr. — 118 — R. A. Philippi B., con una larga serie de pieles de BUTEO PO- LYOSOMA POLYOSOMA se pudo comprobar que son notable- mente más grandes. En efecto, el ala del macho mide 436 mix comparado con un promedio del 367 mm. de los machos de B. - POLYOSOMA POLYOSOMA y el de la hembra 477 mm. com- parado con sólo 400 mm. de polyosoma. En su plumaje, en cambio, son idénticos a ejemplares típicos del Aguilucho Co- mún de Chile de fase clara, exceptuando únicamente el dorso cel macho que es de un gris más oscuro e igual al macho de B. POLYOSOMA EXSUL de la isla Masafuera. Es la primera vez que se capturan ejemplares de este Agui- lucho en territorio chileno. Se le conoce como residente de las ciltas cordilleras del Noroeste de Argentina, Perú, Ecuador y Oeste de Colombia donde convive con el AÁguilucho común, BUTEO POLYOSOMA POLYOSOMA. Sin embargo, mientrus es- te último se encuentra tanto en las cordilleras como en tierras bajas y región de la costa, prolongando su distribución hasta el extremo sur del Continente y aún a la isla de Tierra del Fue- go, esta especie se limita a alturas superiores a 3.000 metros. Por la extraordinaria similitud de su plumaje sería de pre- sumir que estos dos Aguiluchos fueran subespecies, de una misma especie, BUTEO POLYOSOMA, pero, como conviven en una extensión de territorio tam inmenso, esto no es posible y cabe entonces escoger entre, considerar a estos ejemplares co- mo mutantes de gran tamaño de B. POLYOSOMA o, reconocer su calidad de especie distinta. Consultadas las mas altas auto- ridades en la materia, los doctores Stresemann y Wetmore, son de opinión que se trata de una especie distinta. Los ejemplares cazados en Caritaya tenían los organos se- xuales muy desarrollados, lo que hace virtualmente seguro que este Aguilucho anida en Chile. Fam. FALCONIDAE — HALCONES, TIUQUES, ETC. 20. Falco Peregrinus (subsp?). Halcón Peregrino. 1 A la salida de Iquique un ejemplar de FALCO PEREGRI- NUS pasó volando sobre nuestras cabezas pero no fue posible Geterminar si era raza norteamericana o la residente en Chile. 21. Falco fusco-coerulescens fusco-coerulescens Vieillot. Halcón Perdiguero. En el viaje de regreso vimos una pareja en la zona de la costa un poco al norte de Los Vilos. USE ElCO sparverius peruvianus Cory. Cernícalo del Norte. En la postación del ferrocarril cerca de Huara (Prov. de Ta- rapaca) había uno que tratamos de cazar sin éxito. Ademas, vi- = 114 — mos una pareja que se acercó al Retén de Carabineros de Chil- caya. Esta última observación comprueba que este cernícalo vive no sólo en los valles de la costa y cordillera intermedia; sino también en la región de la puna, puesto que Chilcaya esta a 4.800 metros de altura sobre el mar. 23. Phalcoboenus megalopierus Meyen. Tiuque Cordilierano. Mientras andábamos en mulá por los faldeos que bordean el Salar de Surire, un ejemplar pasó cerca sobre nuestras ca- bezas. No lo vimos en ninguna otra parte. 24. Polyborus plancus plancus Milier. Traro. Algunos ejemplares tueron observados en Paposo al Norte de Taltal. Fam. RALLIDAE — TAGUAS, PIDENES, ETC. 259. Fulica americana peruviana Morrison. Tagua del Norte. En una lagunilla del Salar de Ascotán había una bandada de unos 12 a 15 taguas de esta especie, y un trabajador de las borateras de Cebollar nos mostró uno que tenía en cautividad. En las Vegas de Inacaliri también vimos varios ejemplares. En el Salar de Surire había uno en un pozo de aguas termales cu- ya temperatura pasaba de 302 C. En general pudimos constatar que el habitat especializado apetecido y frecuentado por los flamencos no es apropiado pa- ra taguas, probablemente por falta de algas de que acostum- bran a alimentarse. En 1943, uno de nosotros había encontrado nidos de esta es- pecie en el punto de confluencia de los ríos loa y San Salvador a sólo mil metros sobre el nivel del mar, un hecho del cual se omitió dejar constancia en el informe respectivo (Tomo XXII del Boletín del Museo Nacional de Historia Natural). 26. Fulica cornuta Bonaparte. - Tagua Cornuta. Mat. col, 1] h. ad. Tranque de Caritaya, 18-11-57. Aunque la buscamos afanosamente, no encontramos a es- ta tagua en el Salar de Ascotán, ni tampoco la vimos en la La- guna Colorada. A la Laguna Verde que queda al Noroeste del Volcán Lincancabur a poco mas de 4.000 metros de altura, tam- “bién en territorio boliviano, no logramos llegar personalmente, pero por referencias del Rvdo. Padre Lepaige, y por ejemplares a medio preparar y medio momificar que éste nos ha mostrado, — 115 — no cabe duda que hay ejemplares en una pequeña laguna que colinda con dicha Laguna Verde. Una de las grandes sorpresas de nuestro viaje fue luego encontrarla anidando en el Tranque o Laguna de Caritaya a 3.600 metros de altura en el departamento de Arica a solo poco menos de 100 kms. de la Laguna Cotacotani en línea recta, don- de en 1943, uno de nosotros (A. Johnson), encontró un centro de nidificación de la Tagua Gigante FULICA GIGANTEA. El 10 de Febrero descubrimos tres nidos de la Tagua Cornuta en el ex- tremo sud-este del Tranque, en inmediata vecindad de la colo- nia de Blanquillos del Norte. De estos nidos dos estaban vacíos pero el otro tenía cuatro huevos poco incubados. Cazamos uno de una docena de ejemplares que vimos'en la laguna y que re- sultó ser una hembra en plumaje nupcial con los “cachos” ca- racterísticos de la especie bien desarrollados. Este hallazgo destruye el concepto que se tenía que la Ta- gua Cornuta habitaba sólo la zona de. la puna de Atacama y Antofagasta y que más al Norte era reemplazada por su pa- tiente cercano la Tagua Gigante. Comprobada su anidación a poco menos de 100 kms. la una de la otra, es probable que am- bas vivan en un mismo territorio en el extremo norte de la dis- tribución de FULICA CORNUTA. Si FULICA GIGANTEA alconza a penetrar al Sur de la provincia de Tarapaca y hasta qué la- titud, es cosa que queda por aclarar. Fam. HAEMATOPODIDAE — PILPILENES U OSTREROS 27. -Haemotopus ater Vieillot et Oudart. Pilpilen Negro. Hemos podido observar varios ejemplares en las partes ro- cosas de la costa de Antofagasta, lquique y Paposo. En una ro- ca de este último lugar, había una bandada den una decena de ejemplares. Fam. CHARADRIDAE — CHORLOS. QUELTEGUES, VUELVE- PIEDRAS, ETC. 28. Charadrius alexandrinus occidentalis Cabanis. Chorlo Nevado. Había algunos ejemplares en partes arenosas de la costa de Paposo y en las playas que quedan al sur de Antofagasta. 29. Charadrius alticola Bere pech et ie E Chorlo de la Puna. Mat..col.: 1 m. y 1 h. ad. Ascotám, 19-1-57 y 1h. ad. Caritaya, y-11257. Es indudablemente una de las aves más abundantes de la región de la frontera chileno-boliviana. Hemos encontrado nu- merosos ejemplares a orillas de'las lagunas de todos los salares — 116 — visitados. A veces andaban solos o en parejas pero generalmen- te vimos pequeñas bandadas. Capturamos una pareja en el Sa- lar de Ascotán y una hembra adulta en Caritaya. En los tres ejemplares las glándulas sexuales se encontraban en reposo. Fam. SCOLOPACIDAE — BECASINAS, PITOTOYES Y PLAYEROS 30. Erolia bairdii Coues. Playero de Baird. Mat. col.: 1h. ad. Inacaliri, 21-157. Acompañando a menudo al Chorlo de la Puna lo hemos . encontrado en los Salares de Ascotán y de Surire, en Laguna Colorada y en el Tranque de Caritaya. Una hembra adulta con oyario en reposo fue capturada a orillas del río San Pedro en el lugar denominado Vegas de Inacaliri. 31. Tringa melanoleuca Gmelin. Pitotoy Grande. Ejemplores aislados hemos observado en los Salares de As- cotán y Surire y a orillas de la Laguna Colorada. En el tranque de Caritaya era en cambio más abundante, había en el extre- mo sud-este varias bandadas de 6 a 10 ejemplares bastante mansos que tan solo a una distancia de unos 7 metros levanta- ban vuelo emitiendo sus gritos corcicterísticos. Fam. RECURVIROSTRIDAE — PERRITOS Y CAITIS 32. Recurvirostra andinua Philippi et Landbeck. ; Caití. : Mat. Col.: 1 m. ad y 1 h. ad. Caritaya » y 9-I1-57. En el Tranque de Caritaya a lo largo de la orilla pantano- sa de su extremo sud-este encontramos una bandada de cinco de estas aves elegantísimas por su plumaje blanco y negro tan limpio y nítido, sus patas largas y su pico largo y delgado cuya finísima punta se encurva pronunciadamente hacia arriba. Cap- turamos una pareja con gónadas en reposo. Y su contenido gas- trico estaba formado por arena y piedrecitas. Un número mucho mayor de ejemplares había a orillas de la Laguna Colorada, en el Salar de Surire y también en el de Ascotan, donde nos en- contramos con una bandada de alrededor de veinte. Fam. PHALAROPODIDAE — FALAROPOS O POLLITOS DE MAR 39% Steganopus tricolor Vieillot. Pollito de Mar de Wilson. En la mañana del día en que emprendimos el viaje de re- greso del Tranque de Caritaya y al cruzarlo de vuelta con la nidada de FULICA CORNUTA, de la cual informamos más = 117 — arriba, nos encontramos en el medio del Tranque con un ais- lado ejemplar de una avecita gris blanquecina que picoteaba en las algas a diestra y siniestra. Como no logramos identificar la con anteojos, la cazamos. Resultó ser un macho de STEGA- NOPUS TRICOLOR. A nuestro saber no ha sido observado hasta el momento, tan lejos de la costa y a una altura superior a los 3.500 m. Sabemos que en sus migraciones anuales, desde el Ca- nada y EE. UU. hacia el Sur, llega regularmente a la desembo- cadura del río Lluta, donde ha sido observado y capturado por varios de nosotros. Sahbemos también que ejemplares aislados logran llegar por la costa del Pacífico también algo más al Sur, por lo menos hasia Caleta Vitor, pero jamás lo hemos visto en la alta cordillera. Fam. THINOCORIDAE — PERDICITAS 34. Thinocorus rumicivorus: cuneicauda Peale. Perdicita del Norte. Mat. col.: 1 m. ad. cerca de Huara, 12-11-57. La Perdicita del Norte 'es el reemplazante de la raza típica . que habita a lo largo de todo Chile, desde Atacama hasta Tie- rra del Fuego. Se distingue por su plumaje algo más pdlido y su tamaño un poco más pequeño. Nos encontramos con una bandada de unos siete ejemplares a algunos metros del camino longitudinal, un poco al Norte del pueblo de Huara. Picoteaban en el suelo entre los escasos arbustos medio secos que en esa región suelen encontrarse en pleno desierto. Logramos copturar un macho adulto con gónadas en reposo. Al dispararle, los de- más ejemplares volaron lejos. 35. Thinocorus rumicivorus bolivianus Lowe. Perdicita Boliviana. Mat. col: 1 h. ad. Caritaya, 5-11-57. El día 5 de Febrero, al regreso de una de nuestras múltiples excursiones alrededor del Tranque de Caritaya, nos encontramos con una pareja de. perdicitas que, en forma característica para la especie, corrían rapidamente con la cabeza agachada por entre las piedros de un pequeño sendero. Ante el interés de com- pletar nuestra colección con ejemplares de la raza nortina (TH. R. CUNEICAUDA) de la perdicita chilena, capturamos la hembra. Estudiada, posteriormente, por el Dr. A. Philippi, en el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago, resultó no tratarse de la subespecie que nosotros habíamos pensado encontrar, si- no que de la subespecie boliviana que, por lo menos en la re- gión del Tranque de Caritaya, cruza la frontera chilena, y que se distingue por sus alas más largas, su color leonado claro con leve tinte rosado y su tamaño aprecialblemente mayor que el de TH. R. CUNEICAUDA. El ovario se encontraba en reposo; pero — 118 — A A E / es muy probable que esta subespecie, encontrada por primera vez en territorio chileno, también anide en nuestro país. 36. Thinocorus orbignyanus ingae Tschudi Cojón del Norte. Mat. col: 2 m. ad. de Pampa Lirima, 1*-11257. - Esta subespecie nortina del Cojón común, conocida también con el nombre de Puco-Puco por el grito tan» característico que emite, la hemos encontrado en casi toda la alta cordillera de la provincia de Tarapaca, donde existe un poco de humedad y de vegetación. En Pampa Lirima capturamos dos machos adultos con génadas en reposo. Siempre vimos al Puco-Puco en forma de parejas aisladas, sin poder decir que en ninguna parte sea verdaderamente abundante. Fam. LARIDAE — GAVIOTAS Y GAVIOTINES 37. Larus dominicanus Lichtenstein. Gaviota Dominicanc. Esta gaviota común a lo largo de todo el país la hemos ob- servado en la costa de Paposo, Antofagasta e Iquique. 38. Larus modestus Tschudi. Gaviota Garuma. Era, indudablemente, la gaviota más abundante que hemos observado a lo largo de todos los sectores de la costa de las pro- vincias de Antofagasta y Tarapacá en que nos hemos detenido o por donde nos llevaba nuestro camino. Á menudo vimos ban- dadas de varios cientos de ejemplares reposando en la súper- ficie del mar o recorriendo las playas. 39. Larus serranus Tschudi. Gaviota Andina. Nos hemos encontrado con esta preciosa gaviota cordille- rana en los salares de Ascotán y de Surire, en la Laguna Colo- rada y en el Tranque de Caritaya. Su grito chillón tan caracte- rístico nos revelaba de inmediato su presencia. Sin embargo, en ninguno de estos lugares era abundante; a lo sumo había una o dos parejas aque, al parecer, no estaban anidando. Fam. COLUMBIDAE — PALOMAS, TORCAZAS Y TORTOLAS 40. Zenaida asiatica meloda Todd Paloma de Alas Blancas. En pleno camino longitudinal entre Huara y Zapiga, vimos una bandada de unos 20 ejemplares de esta característica pa- loma de los valles y oasis de la provincia de Tarapaca. Estaba — 119 — picoteando en pleno camino, seguramente en busca de granos de trigo y de otros cereales que suelen caer de la carga de los camiones. A nuestra pasada levantó vuelo, dejándose caer a unos 100 m. de distancia del camino, para, una vez alejado nues- tro vehículo, volver al lugar primitivo y seguir su faena. Tam- bién en la quebrada de Tana logramos observar varios ejem- plares al recorrer parte de ella en la madrugada del día 11 de Febrero. 41.. Metriopelia Aymara Knip et Prévost. Tortolita Cordillerana. Mat. col.: 1h. ad. de “El Tatio”, 27-1-57, 1 m. y 1 h. ad.:cerea de Caritaya, 4-11-57.., - Había bandadas de hasta unos 20 a 30 ejemplares en los alrededores de nuestro campamento entre “El Tatio'” y San Pe- dro de Atacama y a menudo vimos grupos mas pequeños a lo largo de todos los caminos recorridos en la cordillera de las provincias de Antofagasta y Tarapaca. Especialmente en las ve- cindades del Tranque de Caritaya y aún en la región del Salar de Surire era una de las aves mas abundantes. 42. Gymnopelia ceciliae gymnops Chubb. Tortolita Boliviana. Mat. col: 2 m. y 1 h. ad. Caritaya entre el 5 y 8-I1-57. Nos encontramos con esta otra tortolita habitante de las al- tas cordilleras de la provincia de Tarapaca y de los países li- míitrofes en los alrededores inmediatos del Retén de Carabine- ros de Caritaya. Su tamaño y colorido general son muy simila- res a los de METRIOPELIA AYMARA, pero de inmediato llama la atención su vuelo muy rapido, relativamente bajo y «acom-. pañado de un característico zumbido que basta haberlo escu- chado una vez para no volver a olvidarlo. Con anteojos o. me- jor con ejemplares en mano es facil distinguir esta especie por el jaspeado blanquecino de las partes superiores, lo que la distin- gue de todas las otras tortolitas que habitan el país. Por lo de- mas, sólo hemos observado la tortolita boliviana en el camino de Caritaya a Chilcaya hasta el Salar Surire. En general, no era muy abundante y andaba en parejas en la época de nuestra vi- sita (comienzo de Febrero). Las gónadas de los ejemplares cap- turados no presentaban aumento notable. SS . FAM. PSITTACIDAE — LOROS 43. Psilopsiagon aurifrons orbignesius Souancé. Perico Cordillerano del Norte. Mat. col.: 2 h. ad. Salar de Ascotán, 20-1-57 e Inacaliri, 21-257. Hemos visto varias: bandaditas de unos cinco a diez ejem- plares en la quebrada de captación de agua para la estación ¿ :— 120 — ed Cebollar del Salar de Ascotán. Otros cuantos ejemplares había en los alrededores del campamento de Inacaliri. Dos hembras que se lograron capturar tenían ovarios en reposo. FAM. TROCHILLIDAE — PICAFLORES 44. Patagona gigas gigas Vieillot. Picaflor Grande. Hemos observado un Picaflor Grande en Paposo que nos pareció corresponder a la raza sureña. Para aclarar bien el asun- to, sería necesario capturar ejemplares, lo que a nuestro saber nadie ha hecho ten aquella zona, que también pudiera ser abar- cada por P. G. PERUVIANA Boudard. 45. Oreotrochilus estella Lafresnaye et D'Orgigny. Picaflor Cordillerano del Norte. Mat. col.: 1 m. ad. Salar de Ascotan, 20-1-57 y una pareja Caritaya, 6-I1-57. Es el representante nortino del Picaflor Cordillerano de nues- tro país. Hemos observado numerosos ejemplares tanto en la quebrada de captación de Agua para la estación de "El Cebo- llar” (Salar de Ascotám) como en la quebrada de desagiúe del Tranque de Caritaya, es decir, a alturas que fluctúan entre 3.500 y 4.000. metros. Tenemos la impresión que prefiere las quebra- das angostas y dotadas de agua. Es ahí donde encuentra fuera del néctar de las flores, también los sitios que prefiere para la construcción de sus nidos, es decir, riscos más o menos vertica- les con pequeñas salientes debajo de los cuales puede pegarlo a la pared en forma bien protegida. Encontramos un nido en la quebrada de Cebollar a unos dos metros de altura con dos hue- vos blancos el 20 de Enero; es el que aparece en la Fig. N* 8. 46. Rhodopis vesper atacamensis Leybold. Picaflor de Atacama. Mat. col.: 2 m. ad. Las Bombas (entre Chañaral y Taltal), 14-11-57. En el lugar denominado "Las Bombas” un sitio en que atlo- ra un poco de agua a orillas del camino longitudinal de Chanña= ral a Taltal y donde existe algo de vegetación, nos hemos en- contrado en nuestro viaje de vuelta con varios ejemplares del Picaflor de Atacama. Capturamos dos machos para asegurar. la identificación. Ambos tenían gónadas en reposo. Es facil dis- tinguir este Picaflor de la raza típica R. VESPER VESPER por ser motablemente más pequeno. Hasta el momento sólo se le cono- cía del valle de Copiapó; nuestro hallazgo demuestra que su zona de distribución no es tan restringida como se pensaba, por lo menos alcanza bastante al Norte de Copiapó. Su nido es has- ta la fecha desconocido, siendo probable que no ofrezca carac- terísticas distintas al de la raza típica R. VESPER VESPER. “— 121 — Fam. FURNARIDAE — CHURRETES, MINEROS. BANDURBILLAS 47. Cinclodes nigro-fumosus nigro-fumosus Lafresnaye et D'Or- bigny. - Churrete Costeño. d Se le encuentra en toda la costa de Chile desde Arica has- ta Valdivia. En Paposo, vimos varios ejemplares y otros tantos ' en la costa de Antofagasta, Tocopilla e Iquique. 48. Cinclodes fuscus albiventris Philippi et Landes Churrete Cordillerano del Norte. Mat. col.: 1 m. Caritaya, 4-11-57. Es ave relativamente abundante en todas partes donde hay agua en la cordillera de Antofagasta y Tarapacá. Lo vimos en la Laguna Colorada, en el Salar de Surire y en las riberas del Tranque de Caritaya. Un ejemplar capturado en este último lu- gar el 4 de Febrero, tenía gónadas en reposo. 49. Cinclodes atacamensis atacamensis Philippi. Churrete de Alas Blancas. Mat. col.: 1h. de Salar de Ascotán. 20-1-57; 1h. de “El Ta- tio”, 27-1-57. Indudablemente 'el Churrete de Alas Blancas es el Cinclode más hermoso que tenemos en Chile y es al mismo tiempo un ave abundante y característica para las regiones húmedas de la Cordillera: de Antofagasta y Tarapaca. Su grito fuerte y la franja blanca de las alas tan llamativa durante el vuelo permi- te reconocerlo de inmediato y sin lugar a dudas. Lo hemos vis- to en todos los lugares visitados. Ambos ejemplares captura- dos en Enero tenían ovarios en reposo. 50. Geositta punensis Dabbene. Minero de la Puna. Mat. col: 1 m. Quebrada de Cebollar (Salar de. Ascotém), 20-57. Este Minero, que es uno de los más pequeños y “menos vis- tosos de nuestro país, vive en la alta cordillera de las Provincias de Tarapaca, Antofagasta y extremo norte de Atacama. Lo en- contramos en abundancia en el Salar de Surire y ejemplares aislados en Caritaya, y alrededores del Salar de Ascotán. Un macho colectado' en este último lugar tenía gónadas en reposo. 51. Geositta marítima Lafresnaye et D'Orbigny. " Minero Chico. Es la especie más pequeña del género Geositta que tene- mos en Chile. En el terreno es facil distinguirla, no sólo por esto, sino también por su color gris algo oscuro, diferente del tinte más bien café de las demás especies de este género. Hemos visto va- — 122 — rios ejemplares en medio del camino entre Copiapó y Pueblo Hundido. Hemos tratado de capturarlos pero sin éxito, pues una vez sentandose al lado del camino, no es fácil distinguir esta avecita entre medio de las piedras y bajo los efectos de la luz intensa del sol que día a día brilla incansablemente sobre el de- sierto que constituye su habitat. También dificulta su captura el hecho de levantar vuelo a buena distancia y al parecer con mu- cho mas facilidad que las otras Geosittas que a menudo prefie- ren correr largos trechos antes de emprender la fuga por aire. 52. Geositta rufipennis fasciata Philippi et Landbeck. Minero Cordillerano. Mat. col.: 1 m. Paposo, 16-1-57. Con gran sorpresa, vimos y capturamos un ejemplar de este Minero que bien lo conocemos de la Cordillera de las provin- “cias centrales y «aún sureñas hasta la región del Volcan Lanin, a la entrada de la quebrada de Paposo, es decir, en la costa a unos 50 kms. al Norte de Taltal. Es a nuestro saber la prime- ra vez que la presencia de esta ave es constatada en la provin- cia de Antofagasta. Hasta elymomento se estimaba que el límite norte de su distribución geográfica lo constituye la provincia de Atacama, donde también ha sido observado en la costa. 53. Upucerthia dumetaria hallinani Chapman. Bandurrilla del Norte. Mat. col.: 1 h. San Pedro de Atacama. 27-1-97. En el camino entre "El Tatio”” y San Pedro de Atacama cap- turamos una Bandurrilla que indudablemente pertenece a la es- pecie U. DUMETARIA. Por su colorido francamente más palido en comparación con ejemplares de la cordillera de las provin- cias centrales habrá. que identificarlo como subespecie HALLI- NANI Chapman. 54. Ochetorhynchus ruficaudus montanus o et Lafres- naye. Bandurrilla de la Puna. Mat. col: 1 h. Salar de Ascotán, 20-1-57; 2 m. cerca de Ca- ritaya, 4-11-57. Esta Bandurriila, hasta hace poco conocida bajo el nombre de UPUCERTHIA RUFICAUDA Meyen y que de acuerdo con es- tudios recientes debe denominarse én la forma arriba expuesta, la hemos observado con frecuencia en múltiples partes de la Cordillera de Antofagasta y Tarapaca. A diferencia de las otras Bandurrillas tene un pico mucho más corto y casi recto. Ademas, sus costumbres son bastante distintas, impresiona a primera vis- ta más bien como un Tococo (SCELORCHILUS ALBICOLLIS ATA- CAMAE Hellmayr). Aparece repentinamente sobre la punta de una roca y, al divisar al observador, rápidamente corre en di- rección a otra piedra sobresaliente, para seguir haciendo lo mismo, en cuanto nos volvemos a asomar. Hemos visto muchos — 123 — ejemplares ya sea aislados o bien en parejas, en general des- - de el mismo vehículo en que viajabamos. Siempre se encontra- ban a alturas superiores a los 3.000 m. y en terrenos rocosos provistos de un poco de vegetación. Los 3 ejemplares captura- dos tenían gónadas en reposo. / 39.. Asthenes modesta modesta Eyton. Canastero Chico del Norte. Mat. col.: 1 ad. sin sexo. Inacaliri, 26-1-57; 1 m. Pampa Li- rima 19-11-57; 3 m. Caritaya 4 y 9-I157. En casi todos los lugares superiores a los 3:500 m. de las Provincias de Antofagasta y Tarapaca logramos ver aislados ejemplares de este Canastero. En los alrededores del Tranque de Caritaya era ave relativamente abundante. El 9 de Febrero, pa- “sando por una loma suave, cubierta de piedras grandes y de pequeños arbustos, bruscamente salió debajo de éstos y a pocos centímetros de nuestros pies, un ejemplar de este pequeño Ca- nastero. Lo capturamos de inmediato y explorando el lugar de donde había salido, logramos ubicar un nido al fondo de una cueva de unos 40 cms. de largo que se metía debajo de una pie- dra. La entrada estaba oculta detrás de un pequeño arbusto como bien puede apreciarse en la Fig. 12 y en el nido construí- do con palitos y pasto seco en forma de tasa había 2 huevos blancos de 194x154 y de 20,3x16,3 mm., respectivamente. Damos esta descripción por tratarse, a nuestro saber, de la primera vez que se encuentra un nido de ASTHENES MODESTA MODESTA y por ser este nido, muy distinto del de las demás «especies del género ASTHENES que viven en Chile, en especial del de su raza surena, A. MODESTA AUSTRALIS Hellmayr.' En efecto, todas las demás especies construyen alrededor del nido propiamente tal una especie de canasto cilíndrico protector, a menudo muy espinoso, que ha dado origen al nombre de “Ca- nastero” con que vulgarmente se designa a todos los represen- tantes del género. 56. Leptasthenura aegithaloides grisescens Hellmayr. Tijeral” del Norte. Mat. col.: 1 ad. sin sexo, Las Bombas, 14-Il- 57. Capturamos un ejemplar de esta raza nortina: del Tijeral co- mún, en el lugar denominado “Las Bombas”, un oasis en minia- tura por donde pasa el camino de Chañaral a Taltal en el mis- mo lugar donde el mismo día capturamos los dos machos de RHODOPIS VESPER ATACAMENSIS, mos arriba indicados. 57. Leptasthenura aegithaloides berlepschi Hartert. : Tijeral Cordillerano del Norte. Mat. col: 1 m. Inacaliri, 21-1-57. Es el representante del Tijeral común en las altas cordille- ras de las Provincias del Norte. El 21 de Enero, capturamos un A AS — 124 — macho en Inacaliri (Prov. de Antofagasta) a poco mas de 4.000 m. de altura. Sus gónadas estaban en reposo. 58. Leptasthenura striata Philippi et Landbeck. Tijeral Listado. Mat. col.: 1 ej. sin sexo, cerca de Pampa Lirima. 3-11-57... Capturamos un ejemplar de este Tijeral facilmente identifi- cable por su plumaje listado, en el camino a Pampa Lirima a unos 3.000“metros de altura. Nos llamó la atención por su grito mucho mas fuerte y chillón que el de los Tijerales comunes. Ha sido éste, por lo demás, el único ejemplar que hemos visto en todo nuestro viaje. Fam. TYRANNIDAE — CAZAMOSCAS 59. Agriornis montana maritima Lafresnaye et D'Orbigny. Mero del Norte. Mat. col: 1 m. ad. Toconao, 27-157; 2 h. ad. Caritaya 4 y 8- EST Hemos encontrado ejemplares aislados de esta subespecie nortina del Mero Cordillerano en Toconao y en los alrededores del Tranque de Caritaya. Según informaciones de Carabineros de este último lugar, una pareja de esta especie había anidado en las ruinas del campamento junto al Retén y que poco antes de nuestra llegada, es decir, a fines de LES, se habian volado los es ielos: 60. Muscisaxicola ilavinucha Lairesnaye. Dormilona Fraile. Mat. col: 1 h. ad. Pampa Lirima, 2-I1-97. Capturamos una hembra en Pampa Lirima a. unos 3.800 1m. de altura. También hemos visto esta Dormilona a orillas de la Laguna Colorada y en el Salar de Surire. En ambas partes se trataba de ejemplares muy escasos y que andaban solos. 61. Muscisaxicola rufivertex pallidiceps Hellmayr. Dormilona de Nuca Rojiza del Norte. Mat. col.: 2 h. Caritaya 8 y 9-I1-57. Observamos unos pocos ejemplares en los alrededores del Tranque de Caritaya y del Salar de Surire. Dos hembras captu- radas a comienzos de Febrero en Caritaya tenian ovarios en reposo. Los ejemplares vistosen Surire bien pueden en parte co- rresponder también a M. JUNINENSIS Taczanowski. No lo pudi- mos establecer con seguiridad por no disponer de tiempo sufi- ciente para capturar ejemplares. AS 62. Lessonia ruía oreas Sclater y Salvin. Colegial del Norte. Mat. col: 1 m. juv. Vegas de Inacaliri, 21-1:57. Hemos visto el Colegial del Norte en el Salar de Ascotán, Laguna Colorada, Salar de Surire y Vegas de Inacaliri. Siempre era bastante abundante en los alrededores del agua. Del último lugar citade, trajimos un macho juvenil. 63. Elaenia modesta Tschuadi. Fio Fio Peruano. Mat. col: 1 h. Quebrada. Tiliviche, 11-11-57. Vimos esta ave en abundancia en las quebradas de Tana, y Tiliviche, cuando las atravesamos a la altura del camino longi- tudinal a mediados de Febrero. ; Fam.i HIRUNDINIDAE: — GOLONDRINAS 64. BHirundo rustica erythorogaster Boddaert. . s Golondrina Bermeja. Mat. col: 2 h. Quillagua, 12-11-57. Al cruzar el río Loa a la altura de Ouillagua el 12 de Fe- brero, hemos visto volar « escasa altura sobre el agua, numero- sos ejemplares de esta Golondrina. lban y volvían en busca de insectos y sólo de vez en cuando se paraban en un alambre ten- dido de uno al otro lado de la quebrada. Capturamos dos hem- bras, ambas con plumaje muy gastedo. Cabe agregar aqui que en la Quebrada de Tana hemos po- dido observar también otras golondrinas, probablemente PYGO- CHELIDON CYANOLEUCA PATAGONICA Lairesnaye et D'Or- bigny. Por volar muy alto mo logramos identificarla con seguri- dad. También había golondrinas en el Salar de Surire. Alla tu- vimos la impresión que pudiera tratarse de PETROCHELIDON ANDECOLA ANDECOLA Lafresnaye et D'Orbigny. Por no dis- poner de tiempo para capiuror ejemplares, no nos fue posible confirmor muestra sospecha. Fam. TROGLODYTIDAE — CHERCANES 55. Troglodvies musculus atacamensis Hellmayr. Chercán de Atacama. Mat. col: 1 m. Paposo, 16-1-97. Observamos varios ejemplares de este representante norti- no del Chercám común en la costa de Paposo a unos 0 kms. al norte de Taltal. Para identificarlo con seguridad capturamos un ejemplar que resultó ser un macho con gónadas en reposo. = 126 — A E A NS A AA] ES, Fam. TURDIDAE — ZORZALES 66. Turdus chiguanco anthracinus Burmeister. Zorzal Cuyano. Mat. 'col.: 3 m. ad. Toconcao, 27-1-57. Con gran sorpresa descubrimosc en plena plaza de San Pe- dro de Atacama un ejemplar de esta Aa que hasta el mo- mento era cons as visitante ocasional en Chile, por haberse capturado uno que otro ejemplar extraviado en Santiago y Cu- ricó. Posteriormente lo vimos en abundancia en los huertos de Toconao. Alla llaman a este Zorzal “Lachi-Rachi” y nos afirman que es'ave residente durante todo el año. Recorriendo uno de los huertos, logramos descubrir encima de unos ciruelos, a va- rios metros sobre el suelo, dos nidos, construídos en forma de grandes platos con pasto, musgo e higos secos, pero sin barro. Uno tenía dos y el otro tres huevos de color de fondo de un ver- de algo más pálido que el de los del Zorzal común. Sus medidas son las siguientes: 5 (315-328 322+076|170=05 53+167 [Ancho 5 220-230 | 250,20 | Que +O44 19 +052 Con este hallazgo, al Zorzal cuyano hay que catalogarlo como residente en Chile que anida por lo menos en la región de los oasis del Salar de Atacama. Fam. PLOCEIDAE — GORRIONES 67. Paser domesticus domesticus Linnaeus. Gorrión. Abundan en los jardines de Antofagasta, Iquique y mas al interior en las Oficinas Salitreras de Victoria y Humberstone. Ñ Fam. FRINGILLIDAE — FRINGILINOS . 68. Xenospingus concolor Lafresnaye et D'Orbigny. Fringilo Apizarrado. Mat. col: 1 juv. Quebrada de Tana, 11-11-57. Este pequeño iringilo que, por su cola bastante larga y pico relativamente delgado, parece pertenecer a otra familia, lo he- mos observado en abundancia en la quebrada de Tana a unos — 127 — 900 metros de altura. Como es su costumbre se mantenía semi- oculto en los matorrales mas tupidos y sólo su conto tan des- afinado revelaba su presencia. El 11 de Febrero, capturamos un ejemplar que resultó ser juvenil, por lo que es de suponer que anida unos dos a tres meses antes. 69. Phrygilus atriceps Laíresnaye et D'Orbigny. ' Fringilo Cordillerano del Norte. Mat. col.: 1 m. ad. y 1 h. juv. Inacaliri, 26 y 27-11-57. Hemos visto varios ejemplares de este precioso Fringilo en Inacaliri en los alrededores del campamento de la estación de captación de agua para Chuquicamata, a poco mas de 4.000 metros de altura. 70. —Phrygilus plebejus plebejus Tschudi. Fringilo Plebeyo. Mat., col: 1 m. y 1 h. Caritaya 8-11-57. Este pequeno Fringilo muy poco vistoso lo hemos observa do en abundancia en los alrededores del Tranque de Caritaya. 71... Phrygilus dorsalis Cabanis. Fringilo de Espalda Castaña. / Mat. col: 1 ad. sin sexo. Laguna Colorada, 253-1257. De este Fringilo considerado como muy escaso, sólo logra- mos ver y capturar un único ejemplar a orillas de la Laguna Cp- lorada, es decir, en territorio boliviano « pocos kilómetros de la frontera chilena. Según Hellmayr vive en la alta Cordillera de Antofagasta, donde ha sido encontrado en 1924, por la ex- pedición del Museo de Chicago, en 'Silala, Antofagasta”. Pro- bablemente debe decir '“Siloli”” que es el nombre del paso que queda entre Inacalirni y la Laguna Colorada, es decir, muy cer- ca del sitio de captura del ejemplar nuestro. Por lo demás, na- da de nuevo podemos agregar a lo poco que se sabe de esta avecita que a primera vista se parece mucho a una Diuca co- mún y que sólo al verle la espalda se distingue de inmediato. 72. Phrygilus fruticeli fruticeti Kittlitz.. Fringilo Yal. Mat. col: 1 m. ad. “El Tatio””, 27-157. Nos hemos encontrado con numerosos ejemplares a lo largo del camino de “El Tatio” a San Pedro de Atacama. Su compor- tamiento general no ofrecia nada de particular frente al de ejemplares conocidos de otras partes del país. Sólo nos ha lla- mado la atención que el tinte negro de los machos era bastan- te más acentuado, lo que pudimos comprobar comparando el ejemplar capturado con pieles provenientes de las provincias centrales. z — 128 — 73. Zenotrichia capensis antofugastae Chapman. Chincol del Norte. Mat. col: 1 ad. sin sexo. Ouebrada de Tana, 11-11257. Esta raza nortina del Chincol Común la hemos visto en abundancia en Calama, Antofagasta e Iquique. Un ejemplar cap- turado en la quebrada de Tama resultó pertenecer a la misma sub-especie. 74. Spinus atratus Lafresnaye et D'Orbigny. Jilguero Cordillerano Negro. Mat. col: 1 m. Salar de Ascotán, 20-1-57. ¡ Es un Jilguerito que donde existe, no puede pasar desaper- cibido. Su plumaje tan oscuro lo hace aparecer como punto ne- gro dentre del paisaje, donde por lo demas le agrada posarse en algún lugar vistoso, no raras veces cercano a un charco o chorrillo de agua. Lo hemos observado en regular cantidad en los Salares de Ascotán y de Surire y en los alrededores de la Laguna Colorada y del Tranque de Caritavya. 75. Sicalis olivascens chloris Tschudi. Chirigúe Peruano. Mat. col.: 1 ad. sin sexo cerca de Pampa Lirima. 11157; 2 mada Cartaya, /le97: Era abundante en los alrededores del Retén de Carabineros de Caritaya, «andando, en general, en bandadas. Otros grupos de hasta una treintena de ejemplares los hemos visto a orillas del camino de Huara a Pampa Lirima a 3.200 m. de alturá. Pa- ra su identificación exacta capturamos ejemplares en ambos lu- gares. Sus gónadas se encontraban en reposo. También hemos visto Chizigúes en la región de Inacaliri, teniendo la impresión de que se trataba de SICALIS UROPYGIALIS UROPYGIALIS La- fresnaye et D'Orbigny. No lo podemos afirmar con más segurl- dad por no haber logrado capturar ejemplares. RESUMEN Se exponen los resultados de una expedición ornitológica realizada: en los meses de Enero y Febrero de 1957, a la cua Cordillera de la frontera chileno-boliviana. Durante esta expedición ha sido observado un total de 75 diferentes especies de aves y se ha recolectado 100 ejemplares en forma de pieles para museo. Con especial interés se ha estudiado los. macs que ha- bitan los grandes salares de la región visitada, siendo posible comprobar que la Parina Chica (PHOENICOPARRUS JAMESI SCLATER), que no se había vuelto a ver desde comienzos del presente siglo, aún existe. Se logró descubrir, por primera vez, — 129 — sus nidos y huevos y precisar detalles acerca de su distribución «geográfica, alimentación 'y comportamiento en general. Ademas, se encontró por primera vez en Chile, BUTEO POF- CILOCHROUS y THINOCORUS RUMICIVORUS BOLIVIANUS,; se logró establecer que TURDUS CHIGUANCO ANTHRACINUS es «ve residente en nuestro país, se halló por primera vez un nido | de ASTHENES MODESTA MODESTA y ha sido posible aportar novedades acerca de la distribución geográfica de una serie de aves hasta el momento poco conocidas en este sentido. Entre ellas cabe citar, especialmente a FULICA CORNUTA, THERISTI- CUS CAUDATUS MELANOPIS, STEGANOPUS TRICOLOR, GEO- SITTA RUFIPENNIS FASCIATA y PACHYPTILA' DESOLATA. SUMMA E Mes This report relers to an ornithological expedition which was made to the high cordilleras of the Chilean-Bolivion border du- ring the months of January and February 1957. 73 different species or subspecies of birds were observed, approximately 100 skins prepared and about the same number ot eggs collected. The expedition was interested primatily in the study of An- dean Flamingos and was successtul not only in rediscovering PHOENICOPARRUS JAMESI after an interval of more than 50 “years, but also in finding and photographing its hitherto unk- nown nests and eggs. In addition a considerable amount of new information was obtained in regard to the geographic distribu- tion of the three species of South American Flamingos and se- veral facts of special ecological interest and: significance esta- blished with ihe help of chemical analysis of water and salts sam- ples and examination under the microscope of mud and stomac contents. Specimens of BUTEO POECILOCHROUS and THINOCORUS RUMICIVORUS BOLIVIANUS were obtained for the first time in Chilean 'territory, 'TURDUS CHIGUANCO ANTHRACINUS was proved to be a breeding species, contrary to all previous infor- «mation, while the néest and eags ol ASTHENES MODESTA- MO- DESTA were found for the. first time. In. addition additional data of importance was obtained with regard to the geographic dis- tribution of, among others, FULICA CORNUTA, STEGANOPUS : TRICOLOR, THERISTICUS CAUDATUS MELANOPIS, PACHYPTI- LA DESOLATA and GEOSITTA RUFIPENNIS FASCIATA. ZUSAMMENF ASSUNG Es wird ueber eine ornithologische Expedition in die: Hoch- kordillere der Chilenisch-Boliviomischen Grenze berichtet, die in den Monaten Januar und Februar 1957 stattgefunden hat. AO a Es wurden 75 verschiedene Vogelarten beobachtet, rund 100 Baelge praepariert und insgesamt etwa eben so viel Eier gesam- melt. Mit besonderem Interesse widmete sich die Expedition der Beobachtung der Andenflemingos, So war es moeglich PHOE- NICOPARRUS JAMESI, nach ueber 50 Jahren, wieder aufzufin- den und seine bisher unbekannten Nester und Eier zu entdecken. Gleichzeitig* wurden Beitraege zur Kenntnis der geographischen Verbreitung der in Chile vorkommenden 3 Flamingoarten gesam- melt und oekologisch interessante Einzelheiten festgestellt. Letz- tere wurden durch chemische Untersuchungen von Salz und Was- 'serproben, sowie durch mikroskopische Betrachtung von Schlamm und Mageninhalt vervollstaendigt. 7 Ferner gelang es erstmalig das Vorkommen von -BUTEO POECILOCROUS und von THINOCORUS RUMICIVORUS BOLI- VIANUS in Chile festzustellen; TURDUS CHIGUANCO ANTHRA- CINUS als einheimischen auch im Lande bruetenden Vogel zu erkennen; Nest und Eier von ASTHENES MODESTA MODESTA erstmalig zu finden und verschiedene neue Daten betrefís geo- graphischer Verbreitung verschiedener Vogelarten zu. sammeln. Unter diesen verdienen besondere Erwaehnung: FULICA COR- NUTA, THERISTICUS CAUDATUS MELANOPIS, STEGANOPUS TRICOLOR, GEOSITTA RUFIPENNIS FASCIATA und PACHYP- TILA DESOLATA. BIBLIOGRAFIA Allen, R. P.: The Flamingos: their Life History and Survival. Research Re-: port N* 5 of the National-Audubon Society. New York. 1956. Behn. F.: Notas ornitológicas de. un” Viaje a la Laguna del Maule. Bol. Sos" Biol, Concepción. (Chile). T. XVII 1944. Goedall, J. D.: Johnson, A. W. y Philippi B.. R. A.: Las Aves de Chile, su co- nocimiento y sus costumbres. Buenos Aires, 1946 y 1951. Hellmayr, Ch. E.: The Birds of Chile. Publication 308. Zoological. Series. Vol. XIX. Field Museum of Natural History. Chicago. U. S: A. 1932, Philippi B., KR. A.: Notas sobre Aves Observadas en la Provincia de Tara- pacá. Boletin del Museo Nacional de Historia o Tomo XIX. Santiago de Chile. 1941. y Philippi B., R. A.: Johnson, A. W. y Goodall. J. D.: Expedición Ornitológica al Nonte de Chile. Boletín del Museo Nacional de Historia Na tural. Tomo XXI!l, Santiago de Chile, 1944, x — 131 — ILUSTRACIONES E FIGURA 1 Panorama de la Laguna Colorada (Bolivia) desde la ribera donde brotan las fuentes termales. FIGURA 2 Volviendo de la captura del Phoenicoparrus jamesi. Laguna Colorada (Bo- livia) 22-1-57). (Nótese el acantilado de sal blanca en el borde de la Laguna). FIGURA 3 Nidos de flamencos. Laguna Colorada (Bolivia) Enero 1997. FIGURA 4 Nido.de PHOENICOPARRUS JAMESI Sclater. En la mano un huevo de PHOENICOPARRUS ANDINUS. Phillippi. Otro nido de PH. ANDINUS. arri- ba a la derecha. Laguna Colorada (Bolivia). 24-1-97. FIGURA 5 Salar fangoso de la Laguna Colorada (Bolivia). Regresando con huevos de PHOENICOPARRUS Jamesi, de PHOENICOPARRUS Andinus y de PHOENICOPTERUS Chilensis. FIGURA 6 Campamento « orillas de la Laguna Colorada (Bolivia). 4.500 m. 23 a 26 de Enero de 1957. ] aLidO SUMAS AURA Salar de Ascotán con Volcán Oyahue. Campamento a 3.800 m. Nido de OREOTROCHILUS estella Lairesnaye et D'Orbigny. Quebrada de Cebollar (Salar de Ascotán). 4.100 m. 20 de enero de 1957). (Contenía dos huevos frescos). CARE SES FIGURA 11 Nidos de PODICEPS OCCIPITALIS JUNINENSIS en el Tranque Carataya. 9-I1-57. 3.600 rn. FIGURA 12 Entrada al nido de ASTHENES CARITAYA. 9-11-57. 3.600 m. ra, INSTITUTO DE BIOLOGIA Concepción, (Chile) S. A. — Cas. 301 Dir. Prof. Dr. O. E. Wilhelm Universidad de Concepción Las gallinas de la Isia de Pascua. (NOTA GENETICA PRELIMINAR) Por Ottmar E. Wilhelm. Entre los problemas de la Zoogeogratfía de nuestras aves do- mésticas en relación con la etno y arqueología, para establecer la procedencia de los antiguos habitantes de la isla de Pascua y dilucidar el enigma (aún no descifrado) de la migración de la vieja cultura pascuense, el estudio genético acerca del origen y evolución de sus inseparables gallinas que les acompañaron hatsa llegar a esta isla solitaria del Pacífico, ha despertado gran interés. (RUNA (5) Vol. VI, 1-2, 1951; Pags. 210 y 235). Metraux (, Pag. 43), dice: "La hipótesis de que los pascuen- ses provienen de Mangareva presenta dos dificultades. En pri- mer lugar los pascuenses no podían traer sus gallinas de Man- gareva, porque allí no las hay”, y por otra parte se sostiene el origen asiático de la gallina pascuense como de la Sud America- na. Ñ Tanto mayor es la importancia y trascedencia de este tema, por cuanto estas aves domésticas, figuran consteontemente en los antiguos ritos y costumbres de esta vieja cultura. No nos debe extrañar entonces que la avicultura haya sido en la isla de Pas- cua antiguamente próspera y floreciente, como veremos más adelante. Cuando desembarcó en la isla de Pascua el Rey Hotu Ma- tua con sus súbditos (siglo ?) (1), en la bahía de Anakena, para colonizar “TE PITO O TE HENUA” (ombligo o centro de la tierra), traían ademas de las semillas y plantas, sus aves do- mésticas, gallos (MOATOA) y gallinas (UHA). De su ciudado y crianza hablan todavía los numerosos gallineros, los “HARE MOA” o casa de gallinas, construidas de piedras cuidadosamen- te dispuestas para una cámara central totalmente cubierta y con una sola puerta cuadrangular de entrada (Fig. 1). — 133 — Cuando la isla fue descubierta por el Almirante holandés Jacobo Roggeween el 5 de Abril de 1724 y bautizada Isla de Pascua, por tratarse del dícwde Pascua de Resurrección, se cons- tató la existencia 'en esta isla, de una gran cantidad de galli- nas. El comandante de la tropa de desembarco, el alemán Car- . los Federico Behrens, el primero que puso pie en la isla y del cual data el informe mas antiguo, o sea, del primer contacto europeo con el isleno, dice respecto a este iema, lo siguiente: "Sus regalos consistían en higos indianos, nueces, caña de azú- car, raices y gallinas”, y mas adelante prosigue: "Como ellos velan que nuestras intenciones era tratarlos como ámigos, nos trajeron mas tarde, otras 00 gallinas vivas. Estas gallinas se parecen (ahneln”) a las europeas”. No eran por consiguien- tes iguales o idénticas. En 1934, cuendo tuve oportunidad de visitar la Isla de Pas- » cua, por primera vez, justamente cuando trabajaba en dicha is- la la Comisión franco-belga con el etnólogo Alfred Metraux y el arqueólogo Henri Lavachery, recorrimos con ellos y mi viejo y buen amigo pascuense Juan Tepano, los diferentes lugares don- de vivían los antiguos pascuenses, especialmente en el Norte y Noroeste de la isla donde existen todavía numerosos "HARE MOA” muy bien conservados. También en las cuevas habitadas por los antiguos pascuenses se encuentran todavía pequenos compartimentos como nichos que servían para guardar las ga- llinas cluecas y controlar su procreación. En el idioma pascuense existe una terminología muy minu- ciosa y bien específica en lo concerniente a la avicultura. Ade- más de las designaciones para el gallo — MOATOA, y la galli- na — UHA; se especifica el pollito — MOA RIKI RIKl — o MOA MOHANGA y el pollo — MOA TONGA,; la cresta — REREPE; las plumas — HURO HURO; plumas largas de la cola — VAE-. BO; las demás plumas de la cola — PINGEI; plumitas finas de variados colores — POUKURA o KURA. Cada uno de los dedos de la pata tiene nombre ente El dedo posterior se llama REKE,; los tres de adelante de izquier- da a derecha o mejor de fuera hacia adentro — HOKE, POU y KAUHANGA. En el reke o alguno de los otros tres dedos en el lado izquierdo o derecho, hacian y hacen todavía las marcas propias del dueño, mordiéndolos con los dientes y fracturando el hueso. Este procedimiento de marcar se denomina "NANAN- GI REKE”. También en términos figurados se dice cuando un hombre pedía una niña como esposa de su hijo y si se la en- tregaban se decía: He nanangi y te reke o te poki o te tahi tana- ta, que significa: (el marca el "reke” y reconoce como propia a la hija de otro hombre). En las ceremonias religiosas, nupciales (*) La traducción: de este informe que hemos hecho del original alemán se ha pu- blicado en. la Revista de Marina, Tomo XLIX, Nr. 464, 1935. Págs. 3 - 7. Bi- bliografía (3). — 134 — y festivas, las gallinas jugaban un papel importante. En todas las fiestas en general, llamadas "KORO”, no faltaba la gallina , en una u otra forma. En el vestuario festivo se usaban sus plu- Ñ mas para. adornar la corona que llevaba en la cabeza los ARI KIS y personajes. Largas tiras de plumas se usaban para las faldas de las mujeres, como asimismo para guirnaldas y ramos de plumas vistosas de diferentes colores. Las cintas o diademas (HA* U-MINGO) que se llevaban en la cabeza estaban adornadas de plumas cortas de gallina. Se elegían los colores de acuerdo con las circunstancias, ya el blanco y el negro; el amarillo con. blanco y el amarillo ba- rrecido. Este último tipo parece haber sido el más cotizado, pues ' lo hemos visto en los HA U-MINGO 1, en la colección de Thom- sen ,en el Museo de Washington, dependiente de la Smitsonian Institution, como asimismo en los antiguos ejemplares que se encuentran en el Museo de Historia Natural en Santiago de Chile. Este tipo barreado en café, que incluso se mantiene hasta hoy día en los ramos de plumas, nos ha llamado mucho la aten- ción. ¿El barreado en blanco y negro o amarillo lo llaman KIRI- KIRIMIRO y es un caracter muy típico para la primitiva gallina pascuense. : Entre las fiestas antiguas figura "GNO GNORO MOA”, o sea, la fiesta del pollo”, llamada también "KORO TUHA MOA”, o sea, “la fiesta de repartición de pollos”. Esta fiesta era: gene- ralmente en honor de los suegros. El yerno tenía que juntar en- tre sus parientes y relaciones no menos de 300 pollos, según cuenta la tradición. : A estes pollos aportados por los contribuyentes se les lla- maba “"MOA KARA” que significa "Ave de Ala” y se les ama- rraba en una lienza en una larga fila entre dos estacas bien se- paradas en ángulo recto de las del yerno y se repartían por el suegro, no a su antojo, sino conforme a reglas sociales bien es- tablecidas. El consumo de las gallinas en los curantos era gran- de. Muchísimos hechos interesantes podrían citarse, aque hablan de los rituales para la gallina en las diferentes ceremonias de los antiguos pascuenses, como asimismo en sus leyendas, en sus poesías y en su rico folklore. Un típico proverbio pascuense dice: "Moa toke he tagnata, o, he moa toke te tagnata”, que quiere decir, “como un pollo robado es el hombre”. El significado de este proverbio es, según el padre Sebastián Englert, (Nr. 1, Pag. 84) "breve e insegura es la vida del hombre en la tierra, así como la de un pollo, hoy robado que quizá, mañana ya va al curanto”. La preocupación constante por esta ave en una isla tan ais- lada, ha dado a través de siglos un caracter típico a estas ga- llinas pascuenses. Son pequeñas, buenas ponedoras, puenas madres, de un polimorfismo fenotípico bien balanceado. Entre estos caracteres fenotípicos están la cresta (REREPE) simple o — 135 — carnosa o en rocetas pequenas (REREPE NUKU NUKU); a veces la falta de cola (UHA PINGHE! HUTI - HUTI); la falta de plumas en el cuello (G65NANVERO PACA); la frecuencia del carácter trintre, y la presencia de aretes (GNAU). Sobre todo este últi- mo cardicter recuerda con una similitud extraordinaria el de nuestra gallina Araucana (Gallus inauris) (4). Los aretes, que muchas veces se extiende por debajo de la garganta (ENAU). Desde 1954 estamos criando esta gallina pascuense pura, con los mismos procedimientos de cruzamientos retrógrados que usamos para la gallina araucana. Hemos podido comprobar has- ta ahora la existencia de los caracteres mencionados, que son también frecuentes en la gallina araucana, a excepción del pig- mento azul o verdoso del huevo. En las gallinas pascuenses la cáscara del huevo es generalmente de color café muy claro o cremoso. Los resultados genéticos como asimismo los de aglutinación y cromatografía se darán a conocer oportunamente. RESUMEN Se citan algunos antecedentes Zoogeográficos de esta ave doméstica en relación con los estudios etno y arqueológicos acerca de la procedencia de la antigua cultura pascuense. Se destaca la importemcia, el cuidado y conocimiento de la gallina en los rituales, costumbres y folklores de los isleños. “Se describen las características propias y fenotípicos de es- tas gallinas, que se han sometido a una investigación genética. RESUME Les antecédents Zoogeogrphique de cet oiseaux domestique en relation avec les études ethnographigues et archeologigues relatifs ci origine de l'antique culture de l'ile de Paque. Líimportance, le join et la connassance de la poule dans le rituel, coutume et folklore des insularres est signatu. Les caracteristiqgues propres et phenotypiques de ces poules, soumises a. une investigation génétique sont décrites. SUMMARY Some Zoogeographical antecedents of this fowl relating. to ethnological and archeological studies of the origin of the ancient culture of Easter Island are quoted. The importance, care and cognition ot hen in the rituals, custome and folklore are stocd out. Peculior and phenotipic characteristics of these hens which have been subjected to genetic investigation are described. — 136 — ZUSAMMENFASSUNG y In Bezug auf die etno-und archaologischen Studien bestreffs der Herkunft der alten Osterinselkultur werden einige zoogeo- graphische Angaben dieses Huhnes zitiert. Die Bedeutung, Pílege und Kenntnis dieser Hihner bei den Ritualen, Gewohnheiten und Folklore der Insulaner, wird hervor- gehoben. Die Charaktereigenschaften dieser Húhner und ihre Phaeno- typen, die einer genetischen Forschung unterworfen sind, werden beschrieben. BIBLIOGRAFIA 1—Englert, Padre Sebastián: La Tierra de HOTU MATUA. Imprenta y Editorial “San Francisco”. Padre Las Casas (Chile), 1948. 2.—METRAUX, Alfred: Ethnology of Easter Island. Bernice P. Bishop. Mu- seum Bulletin. 160. Honolulu, Hawai, Published by the Museum, 1940. 3.—Wilhelm, O. E.: Isla de Pascua. Revista de Marina (Imprenta de la Armada). Tomo LI, Nr. 464, Enero-Febrero 1935. Págs. 1 a 21. 4—Wilhelm, O. E.: Contribución a la Genética de la Gallina Araucana. 1* Comunicación. Boletin de la Sociedad de Biología de Concep- ción (Chile). Tomo XXVII Págs. 119 a 127. Año 1953. 5.—Runa: Archivo para las Ciencias del Hombre. Instituto de Antropolo- gía, Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires. 1953/54. Volumen VI 1/2. Pág. 210. La Gallina Americana Pre- colombina. Págs. 235. Las gallinas de huevos azules. Pág. 236. I. Imbelloni. — 137 — Universidad de Concepción INSTITUTO OE BIOLOGIA Concepción. (Chile) S. A. — Cas. 301 Dir. Prof. Dr. O. E. Wiihslm Pesca y peces de la Isla de Pascua. (Notas ictiológicas de Chile) Por Otimar E. Wilhelm y André L. Hulot. Durante 5 viajes realizados a la Isla de Pascua (Wilhelm, 1934, 44, 54, 56) se ha reunido entre el numeroso material cien- tífico para el Instituto de Biología General de la Universidad de* Concepción, también una colección de peces de dicha Isla. En esta Sociedad de Biología, en su sesión del 28 de Abril de 1954, ya habiamos presentado algunos ejemplares y antece- dentes sobre la “Pesca y peces de la Isla de Pascua”, pero, en el último viaje (Enero de 1956) nos fue posible ampliar esta co- lección, tomar algunas fotografías en colores de otras especies de peces y complementar algunos datos, lo que nos permite ha- cer hoy una comunicación previa acerca de este tema en forma general, dejando para otras publicaciones los aspectos especia- lizados correspondientes. La cireunstancia de contar actualmente el Dpto. de Hidro- biología de nuestro Instituto con la ayuda de la Asistencia Téc- nica de UNESCO pora Biología Marina del Ing. Mr. André L. Hulot, ha hecho posible la clasificación provisoria y ordenación de este material para esta publicación preliminar e iniciar las “Notas Ictiológicas de Chile”, : : En esta primera publicación, hemos incluído resumidamen- te algunos antecedentes históricos acerca de la pesca en dicha Isla, por cuento, en nuestra colección existe también un intere- sante y valioso material arqueológico inédito (anzuelos de pie- dra (Fig. 1 y 2) y de huesos humanos (Fig. 3)., y de númerosos (*) [Comunicación presentada a la Sociedad de Biología de Concepción (Chile), en su sesión del 28 de Abril de 1954, complementada por A. Hulot, para su publicación en el Boletín de la Sociedad de Biología. Ñ — 139 — hechos) que guardan una íntima relación con este problema y que estimamos servirán para orientar, precisar y esclarecer mu- chos aspectos biológicos, en su oportunidad. En esta exposición general seguimos, por esta razón, el si- guiente orden: 1) “Antecedentes históricos y geográficos de la pesca en la Isla de Pascua. Antiguas emborcaciones e implementos de pesca (redes, an- zuelos) y técnicas pesqueras. 2) Zonas y fondos de pesca en la costa de la Isla y mares ad- yacentes; los 17 HAKANONONGA para la ubicación de la . procedencia de los peces. 3) Resumen de las especies descritas hasta la presente fecha. 4) Lista taxonómica provisoria del material de la Colección Wil- helm, Instituto de Biología General, Universidad de Concep- ción, bajo el punto de vista sistemático. 9) Bibliografía. 1) ANTECEDENTES HISTORICOS Y GEOGRAFICOS: El pro- blema de la pesca en la lejana Isla de Pascua ha tenido una importancia extraordinaria para el sustento delos habitantes de la antigua cultura pascuense. Esta pequeña isla aislada en el inmenso Oeéano Pacífico, se ha designado como la "isla más aislada del mundo”, pues dista 2.040 millas de nuestra costa chilena, y a otras tantas, de las islas más cercanas de la Polinesia, ubicada a 27? 8' 24” de latitud Sur y a los 110% 45' 50” de longitud - Oeste. Como lo in- dica uno de sus nombres primitivos de "TEPITO O TE+HENUA”, representaba pare los antiguos pascuenses el ombligo del Mun- do. Es incuestionablemente un punto céntrico en el Pacífico Sur, único y por consiguiente de un extraordinario valor científico para los estudios de la Biología Marina y Oceanografía en es- ta vastísima región del Pacífico Sur. Ademas presenta esta isla una meseta, la "Meseta del Alabatros” que se extiende hasta la isla de Sala y Gómez, lo, que nos explica la abundancia y variedades. de peces y mariscos en estas islas. : De esta abundancia de peces en la Isla de Pascua ya habla- ban las leyendas y la tradición, antes de que el Rey HOTU MA- TU'A desembarcara en esta isla (Siglo 7). La tradición. ha conservado el cuento de "AU MAKA” e “IRA”, en que el pri- mero exvlamó: “hay una isla con dirección al sol naciente. ld vosotros a ver la isla donde ira a vivir el Rey HOTU MATU'A. Se fueron siete mozos”... "vinieron desde Hiva en una embar- cación”... a explorar previamente la isla. Continúa el relato se- gún la traducción del Padre Sebastián Englert (**) Pag. 23-25. “Llegaron y atracaron en HANGA TEPOU” (una playa de Vi- napú) región Sur de la Isla y la recorrieron hacia el Poike y ba- hía TAHAROA y enseguida a HANGA O HONU, (actual LAPE- ROUSE). “Sintieron hambre, se lanzaron al mar. Cogieron los — 140 — peces apretandolos entre las piernas; hubo abundancia de pes- cado, Pusieron el nombre: "pesca entremuslos”. Trajeron leña de mako', hicieron fuego, colocaron: los peces encima de piedras y los cocieron. Los siete comieron y aquedaron satisfechos”. Cuando el Rey HOTU MATU'A y sus súbditos colonizaron la “isla, trajeron numerosas variedades de semillas, tubérculos y plantas y cdemaás gallinas, en dos grandes embarcaciones. 'Cul- tivaron la tierra y multiplicaron sus aves domésticas. La tierra fue parcelacda y con el aumento progresivo de la población, la agricultura, la pesca y la avieultura se hicieron cada vez mas intensivos, como lo demuestran los relatos y descripciones que hicieron los primeros naveguntes, (desde Roggeween, quien des-. cubrió la isla el 59-11-1722) y los que después visitaron la isla en el siglo XVIII. La pesca en la Isla de Pascua era un arte fundamental en la antigua cultura pascuense para asegurar la alimentción de una población relativamente numerosa en una superficie no ma- yor de 17 kms2. Según los informes de Jacobo Roggeween y Carl Friedrich, Behrens (1), en 1722 se estimaba la población en alrededor de 20.000 habitantes lo que nos parece muy exagera- do; según J. Cook (3), Reinhold y George Forster en 1774 se calculaba en alrededor de 14.000 y en 1786 por La Perouse (6), en cerca de 12.000. Estas cifras, que deben interpretarse con mucha reserva, aún cuando fueren excesivos en sus aprecia- ciones, coimtiden por lo menos todos en una población nume- rosa por sobre 10.000 habitentes para una isla relativamente tam pequeña. Como dice el Padre Sebastian Englert (4): “es de su- noner que entre unos cinco mil habitontes, el número de pesca- dores de alta mar no haya sido menor de doscientos” y “este es un cálculo prudente”. r EMBARCACIONES PESQUERAS: La pesca se hacía incluso en alta mar para el ATUN por los “"TAGNATA TERE VAKA” (hombres aque manejan el bote). La tradición cuenta que había dos clases de embarcaciones (VAKA); los "VAKA POEPOE” de gran tamaño er forma de lanchones y los "VAKA AMA” en for- ma de botes. "Los primeros, no han sido descritos por los nave- gantes arriba mencionados”, “deben haberse construído muy ra- Tas veces por falia de material”, dice el Padre S. Englert. "“Que- da solamente ex la tradición, el recuerdo de que algunos hom- bres, como Poié que usaban VAKA POEPOEÉ para hacer viajes a MOTU MOTHIRO HIVA (islote de Salas y Gómez a casi 300 millas de le Isla de Pascua) y su forma ha quedado inmortali- zada en los sieie AHU POEPOE que se levantan en distintos pun- tos de la cosia””. Sin embargo la existencia de los VAKA POE- POE figuran desde la llegada de las dos grandes embarcacio- nes de más de 30 metros de largo en que llegó HOTU MATU'A y también los describe J. Cook (3). En cambio, las pequeñas embarcaciones siempre han esta- do en uso. y en gran cantidad, desde la visita de Roggeween en. — 141 — 1722 hasta el final de la era antigua de la vieja cultura pascuen- se a mediados del siglo XIX. VAKAB AMA (Piraguas): Entre las pequeñas embarcaciones pesqueras se conocian los “VAKA AMA” con un balancín en una borda, generalmente a estribor pura poder alzar la red a babor. (Véase Fig. 17 de Stefens Chauvet (2). "Piraguas de la Isla de Pascua, dibujada por Blandela en el Atlas de La Pe- rouse). REDES: Entre los antiguos informes de las redes de pesca de Pascua vale mencionar el de A. V. Chamisso, del año 1816, - quien ha calificado como Redes primorosas” las que él y sus compañeros de viaje de la “Rurick” habían adquirido por true- que. Hay un hermoso ejemplar en el Museo de Historia Natural en Santiago. Las redes se hacian de la fibra de la corteza del árbol HAU- HAU y sus irenzados y hechuras eran fimísimos y perfectos. Las lienzas de pescar “HAU-HI” de diferente grosor se hacían de la misma fibra de HAUHAU y también de MAHUTE o de BORAEU (Utocarpia,. Las redes se llamaban "KUPENA” y las había de diferentes formas y tamaños de sus mallas. Sy Las de malla finísima: “"KUPENA KOREVA”; las de pequeña: "KUPENA ATURBE” y malla más grande: "KUPENA MAITO”. Con respecto a su forma, las redes pequeñas en forma. de embudo para pescar peces pequeños en la costa, se llaman “"KUPENA HURA”, las de forma de cesto y más largas para pes- car andando o nadando 'KUPENA TUKUTUK”. Las: grandes en forma de embudo para pescar la carnada para los ATUNES, "KUPENA [ATURE” y las redes largas verticales para cercar y arrollar (VIRI) los cardúmenes y para pescar en las bahías, “"KUPENA VIRI”. ANZUELOS: Como los antiguos isleños no ienian metales, tallaban los anzuelos en piedra y en huesos, principalmente hu- mamos. Estos anzuelos se distinguían por sus diferentes tamaños y formas, Los pequeños para peces chicos se llamaban “ROU* (Fig. 3, Nr. 9), que son los más frecuentes y se preparaban de huesos humanos. Los más grandes 'MANGAT” más abiertos pa- ra pescar grandes peces de alta mar los había de piedra puli-' da "MANGALKAHI" (Fig. 1 y 2) (KAHI significa Atún), eran los anzuelos de piedra para loa pesca del Atún y también en forma de anzuelos compuestos "MANGHAI IVI TANGNATA” de hue- "sos humemos (Fig. 3, Nr. 1). En las antiguas habitaciones y especialmente en los tum- bas se encontraron "MANGAI” de piedra pulida. La piedra du- ra (diorita) tableada se perforaba primero y enseguida se ta- llaba el anzuelo con un pulimento perfecto, insuperable. Son verdaderas joyas de la cultura lítica que han sido elogiadas co- mo las mejores. del mundo. AA Stephen-Chauvet (2), quien ha estudiado muy minuciosa- mente estos anzuelos de piedra pulimentada y que incluso com- pró a James Brander un ejemplar auténtico (Fig. 70, de su Libro) del propio legado de Bramder, quien estuvo muchos años antes de 1875 en la Isla, dice: "Sea como fuere, los anzuelos de piedra pulimentada eran ciertamente ya muy raros en la época arcaica (en los tiempos de los primeros pascuenses) porque por las di- ficultades de su fabricación y por el mucho tiempo. que ella exi- gía, tenian tal valor material que sólo los grandes jefes podían poseerlos”. "Y por lo cual fueron puestos en las tumbas de esos jefes (reservadas a cada uno de ellos, en los "Ahu” consagra- dos)". Pero también es posible que, como en el caso del doble an- zuelo de piedra pulimentada de Pascua de la colección de Young (Fig. 69, Chauvet), estos objetos útiles en un comienzo y cada vez mas estilizados hayan pasado a ser joyas decorativas como ya lo había demostrado para los anzuelos A. €. Haddon en su libro “Evolution in Art”, Walter Scott Edt.. London, 1895. Además llama la'atención en algunos ejemplares la curva muy cerrada y la punta en el mismo plano de todo el anzuelo, lo que técnicamente pora la pesca es muy paradojal. No habla- mos aquí de los anzuelos de piedra falsificados que, desde lue- go, no son tallados en diorita, sino en piedras mucho más blan- das, pero muy bien pulimentadas e incluso con pátina admira- ble gue preparan artísticamente los pascuenses para los inge- nuos coleccionistas y expedicionarios. En lo que a los antiguos auténticos ejemplares se refiere, dice Chauvet, (2): "En nuestros días, estos anzuelos de piedra pulida son todavía mucho mas raros que en los tiempos de los primeros pascuenses, hasta el punto de que recientemente no se les hallaba sino en cuatro (*) colecciones: 1* un ejemplar, un po- co grosero, recogido por Thomson; 2* el ejemplar del American Museum of Natural: History; 32 aquéllos en fin, de las coleccio- nes de Young y Fuller (estos últimos casi todos recojidos y ven- didos por Brander, que estuvo en la Isla de Pascua durante mu- chos años come socio del ex-capitán de marina mercante Du- trou-Bourmnier, y que aprovechó para buscar yy recoger todos los objetos antiguos, con intención de venderlos a los museos y los coleccionistas). “En su hermoso libro sobre los anzuelos del Pacífico, H. G. Beasley, después de haber señalado que los amzuelos de piedra pulimentada de la Isla de Pascua tienen una esplendidez como forma y como pulimento, que prueba a qué perfección nabían llevado: los antiguos pascuenses la técnica de la piedra, ha re- presentado, como prototipo, un ejemplar muy hermoso, por lo demás, de la colección Fuller; y sobre todo concluye, “Es aca- so el más alto summun del arte del tallador de piedra que se (') No se incluye nuestra colección (WILHELM) que hasta esta publicación había permanecido inédita. DE haya podido encontrar en parte alguna del mundo; es de una simetría y de un acabado de los mas perfectos, y dehe repre- sentar muchas semomas de trabajo paciente”. (Véase Figs. 1 y 2). A. Metraux de la Misión Franco-Belga quien nos mostró en la Isla de Pascua, en 1934, su colección (todos fragmentos), ha estudiado también la colección del Bishop Museo en Honolulo (5 ejemplares) y dedica en su libro (7), un extenso capítulo a estos anzuelos y dice: "Los emzuelos de piedra de la Isla de Pas- cua no tienen paralelos en otras partes de Polinesia, con la úni- ca excepción de la isla de Pitcairn. Un anzuelo de piedra del Mu- seo de Otago (D. 34.1006, Nueva Zelandia, se dice que se encon- tró en Pitcairn, aunque no se ha encontrado ningún otro anzue- lo o fragmento de piedra. Este amzuelo es tam similar a los mo- dernos anzuelos de piedra de Pascua que existen dudas sobre su origen)”. : De los "MANGHAI” de hueso existen dos clases, hay pe- queños mas cerrados de una sola pieza llamados “PIRO” (Fig. 3, Nrs. 6 a 9) y de dos, piezas llamados "MANGHAI IVI”. Estos últimos (véase Fig. 3, Nr. 1 de nuestra colección) están formc- dos de una piedra curva con su gancho llamado “MOTA” (ojo) y la otra recta en forma de un pie "VA'E”, ambos ajustan en “su parte inferior por una ramura vertical y presentan además una ranura transversal donde se les ata firmemente. ZONAS DE PESCA: Desde la antigiedad y mantenidos por tradición hasta hoy día (Englert (4), se distinguen en la isla, diversas zonas y londos de pesca. Estas zonas que comprenden la costa y el mar adyacente son las siguientes: - 1) HAKARANGA,; 2) RUA;, 3) HANGA; 4) TOKA; 5) HAKAKAI- NA y 6) HAKANONONGA. 1) HAKARANGA: Son los puntos en la misma costa donde se pescan pequeños peces con redes y anzuelos pequeños (ROU). 2) RUA: Son las pequeñas ensenadas y pozos en la costa has- ta los cuales llegan incluso peces mas grandes como el NANUE. 3) HANGA: Significa bahía, ensenada o caleta, donde se pes- ca con redes de cerco (Kupenga viri), los cardúámenes de NA- NUE, MAITO, PO' OPO, MAHAKI, etc. 4) TOKA: Son las zonas a poca distancia de la costa hasta una distancia de 100 mts. más o menos donde se pesca el NA- NUE, PUA, MAHAKI y otros. 5) HAKAKAINA: Son las zonas que se extienden más afuera de los TOKA y donde se pesca en botes y anzuelos los tiburo- nes PO OPO'O, KOKIRI, y a veces también los ATUNES y TO- REMO, con redes de pesca, aquí igualmente se pescan los ATU- RE que sirven de carnada para la pesca del A.TUN. 016) HAKANONONGA: Quedan ya aproximadamente a una mi- lla y más aún, donde se pescam los grandes peces: ATUN, -TO- — 144 — REMO, PEZ ESPADA, RAPAHANGO, NIUHI, KANAKANA, MA- HIMAHI. También se encuentran aquí algunos peces pequeños como KOREVA. : : De estos HAKANONONGA se encuentran alrededor de la isla, 17 con los nombres y características propias. En el mapa edjunto (Fig. N* 4) se indican las ubicaciones de estos fondos pesqueros y vientos reinantes, (Sur y Sureste). 0% O O AE a 9) 40) [TE AKUR ENGA I>:PASCUA! | E (0; TE HAD ReUTy ¿M) GVARI ¡TEPITOOTEHENUA. O a E a z ON OTE 2 (42: TAHAROA -] RAPA Nui IO MANATUA o -OMIGGANS 00 et: ES o TIN A E . IG 1 di TE "UTO ' MAITEA Xp y Ps 1 E CROGENEEN TON Fi 2 om MORET Ss Up: ri S A8: | TE HATE HATE ) O He OTuu OR01TO (a <Á VA py hs o Ls 7 MANGA POUKURA 46 TENUA MINE RIMA ROA! TE HINA A A mx: Mad. M- a ES ee “0 Esun. l Ml TEPIRO E A FIGURA 4: Mapa de la Isla de Pascua, con ubicación de los fondos de pesca de los 17 HAKANONOGNA: En la Costa Oeste: 1. TE PIRO; 2. TE NUA; 3. TE PURA; 4. TE HATE HATE; 5. TE UTO; 6. TE. MATA o HOTU; 7. PUNGA EHU; 8. En la Costa Norte: 9. TE HAUGNUTU; 10. TE AKUREGNA; 11. TAHAROA; 13. MAHATUA; En el Este: 14, TAPAROI. En la Costa Norte: 9. TE HAUGNUTU; 10. TE AKUREGNA; 11. OVAHI; 12. TAHAROA; 13. MAHATUA; También están numerados de 1 a 27 la ubicación en la costa de la isla, las construccicnes de piedra llamadas “TUPA”, de «cuerdo con el inven- tario del Padre Sebastián Englert y que según la tradición han tenido relación con la pesca: Tas Ellos son: desde el Sur oeste, por la costa occidental hacia el Norte: 1) TE PIRO, frente a los islotes Motu KAU KAU, Motu, ITI y Motu NUI donde la pesca era muy abundante. Téngase presente que en estos islotes anidan las aves sagradas (MANU- TARA). 2) TE NUA; 3) TE PURA; 4) TE HATEHATE, 5) TE UTO; 6) TE MATA o HOTU; 7) TE PUNGA-EHU y 8) Uno frente a VAI MATA. En la costa Norte: 9) TE HAU NGUTU; 10) TE AKUREN- GA; 11) AVAHI, 12) TAHAROA; 13) MAHATUA. En el Este: 14) TE TAPA ROI. En la costa Sur: 15) OTU'U; 16) TE NUAHINE Rl- MA ROA;.17) TE HINA. En el mapa, Fig. 4, se indica además la ubicación de los 'Tupas” con la numeración 1 a 27 según el inventario de Englert (4). DIFERENTES TECNICAS DE PESCA: Antes de citar los di- ferentes métodos usados por:los antiguos y actuales habitantes debemos dejar constancia que por su tradiciónal competencia deportiva acudatica, los pascuenses son los más excelentes y perfectos nadadores de la Polinesia. Atrapan los peces con la memo, zambullen como el hombre rana para sacar langostas. Su inteligencia y habilidad manual son proverbidles. Actual- mente pescan los peces pequeños con arpón. Cada manera de pescar tiene su nombre propio como indi- ca Englert (4), (Pag. 263). LAS “TUPA”. En la costa de la isla se encuentran desde, los antiguos tiempos unas construcciones primitivas de piedra en forma de torres hasta de 3 metros y mas de alto, general- mente circulares o cuadrangulares típicos llamados '“TUPA” (Fig. 5) y que servían de atalayas. (Routledge (10), Pág. 218; Metraux (7), Pag. 189, “Turtle Watchtowers”) y que desde la altura de estas torres se observaban tortugas y los cardúme- nes de pescados. Podrían servir también estas torres como pun- tos de demarcación y referencia «a los pescadores. Englert (4), Pag. 237, dice: "Se me ha dicho, que, según algunos hombres viejos, los “Tupa” servían, en la noche, de abrigo a los pesca- dores”. En efecto, esta «arquitectura primitiva es notable, pues, "a cierta altura las piedras más anchas sobresalen de tal mane- ra del muro que llegan a formar una cúpula y techo interior que prótege perfectamente contra la lluvia y las goteras”. (Nó- tese la ubicación de estas “Tupa”, Nrs. 1 a 27, en las bahías (HANGA) frente a los fondos pesqueros (HAKANONONGA), (Fig. 4). PECES DE LA ISLA DE PASCUA Interesantísimos son los nombres vernáculos de los peces de la isla de Pascua. Englert (4), páginas 254/55, da una lista de 8l nombres diferentes. Nosotros tenemos además una lista - inédita del Prof. Lorenzo Baeza, de 82 nombres. Hasta la pre- ¡sente fecha son estas dos listas y nuestros apuntes los mas com- — 146 — NS pletos que se han logrado reunir. Por cierto en estos nombres, algunos corresponden a la misma especie. Así por ejemplo, en ciertos casos se refiere al color como en el caso de KOTEA MEA = rojo; KOTEA URI — negro; o variaciones que pueden deberse al dimorfismo sexual, edad, período de celo, etc., etc. Otras veces se refiere al tamano o al sabor. Así por ejem- plo, “"PUA” es el "NANUE” pequeño, de carne blanca y sabrosa, mientras que el "NANUE” (hotu o para) es el grande y de car- ne dura. El “PO'OPO'O” tiene cuatro nombres diferentes duran- te su crecimiento. Cuando nuevo y pequeño se llama “NAU MATA HAURU”, un poco mas grande se llama “NAU”, de regu- lar tamaño "“PO'OPO'O” y muy largo “PET”. Las anguilas “"KOREHA” se distinguen por su cles y cbr: en "KOREHA HAOKO”; “KOREHA MINGO”; "KOREHA PUHI”; “"KOREHA TAPATEA”; "KOREHA TOKOTOKO ARI”. Sólo después de un detallado estudio biológico y taxonó- mico, podrán evaluarse debidamente estos nombres verndácu- los, que por su significado pueden tener muchas veces un va- lor extraordinerio para la investigación científica. Mientras tam- to, publicamos sólo la lista provisoria de 8l ejemplares colec- cionados (por O. E. Wilhelm) que existe en nuestro Instituto y ordenados con las indicaciones (por A. L. Hulot) de los datos preliminares que aparecen en el cuadro adjunto. ; : AE ae E 0.1 021 zm EX : 0Z1-| JA SA Do. :007. '007 | 09m | 00% | TE | Lv | a 9 OST “091 | Le De “ee “ee pe ze “De ze “le “08 “6 “pe. 'D Sp |'pe 'le “De “ze '1e '68 “601 “991 SEBA > DeZ| “d e 10% 'N er 607 “061 '“d ev 022 “01Z| “a sy 962 | 00S '0ve 'Dlv | 061 “081 ¡O Ep | 061 'SZ1 '00Z 'd Sy | D€€ “08€ O 08y H 9 | 0L1 [no a "96]0D óéN | "INIA NI ODUYT NN 2 30M QQ —= (9 e SN SS SS SS | | | | | HOJON | Lay snppuuour | (pA J9 “Ang snjpuelp | | (119 SNyyubiopur da) | ds Duo dAyonI | | (¿Boy snosn] 39) | ¿ds sniysiyyuboy | | | S10UDAN |¡SINMPPDY J9 [PPpuSy 'Ppunqonur DUYNy | S19ny | (apadaop7 snjpriospji] 19) “ds snausodnibg. (¡PA 39 “Ang snumpid 39)! sysuduAp | | ds snyojsAyrog | 2101] ds pDpmnjoxg | exoDH Dyeloy| XDIOY¡OUUIAL) SADYDH | | "[due[e óN| 1D6]nA a | (1u0zuDy snyotospyrun 0) (PA $9 'Ang sniejdounAo 30) ds sninjisdio | ds sinoBug | SIIDIASA | o10n95 | l NOINdIONOD 30 UYVOISEIAINO “HNTIIETIAA “UA NOIDIOTIOD YI 30 YWOMDSYd 34d YiSI YI 34 SiQadd 30d VIHOSIAOYd Y.LSTI | | S | snquespuog | AVOIMINIOVAOd | (SSHQUIO 19) | IVAITALOYAOTIZHO ds SNyY,Uuboprg | IYMHALNYVOYIEd IVCINVHUEIS IVAITANA IVUITINA “ds snquesojop, IVAIHINIDOTOH IVITINON IVATIN LOTA IVUINIVENA | snydumqiod4y | IVYAIHINVEYINIH IVALLIODOXA| XOSSIQUO9S IVUIIDOSAHINODS Ivaravaona DI[PWD — 148 — 'pI61 'OBDYUDS “"PNOSPZ SP PIS[ P] SP DUND] P[ SP Orpniss [OD UQIMMQUPLOD :SajUdMI] “J “e “gI6T WOPuoT '90S [007 JO '9014 'SPUDIS]| Ul9ISDJ 19 Sajueng “4 “1g Aq spbu seysi jo uonos]poo y :uNBay “1 “D=Z "(Zopubulay uDri jO XIO03SIH [PIMIDN PlSqspoxs Ul) “PUD[S] 194SDg JO S9yYSY SY] :IDU[DIH [Ppuey—'1 ITIISIDOIY VIAYUDOITELAE 08 1031 OL = 1d D er a Oe 1 | “1 Sy po | 1 TUN ¡SHUSP2Y jo [[Ppuexy ISA sdo][e11o) | IVYAITITHIO '-H €y S5S | I pond sl | | ds puojsony IVOIAYIAISIA| | ¡OEA 0zp| T [PA0dDy SAM | Pasate 49) | => uev doy :D9L “0pg “081 “061 € PIDIDIOL SAL. | ds uoporg | IWAILNOGOYIAL| =' :g ey 01Z | 1 D]D-DADH | [qyppusy apuyosod | UIODISO | | NA E 0.1 “061 “061 “061; P | (SNYIUDIDUON 19) ; IVAILSITY A, oy 08z | 1 aueja] | I (SNUUIABIUISH 30) : “a sp | 091 'D87 | z Nyong | (ddng »buBSksorqun. 19) “ds DUIOSD]DU, S N ep Oi cele | ¡dl OST “041 7 | | | 021 ZII | VEN AAA DON E (Say isowuon; y9)| ds sAquuoriqoT | IYalNayT E ARES A 1 THAL | : | (Ou]syO 39) | IYAILLNOCOLIVHO 'D Sy NN E | | | | _—_———-——_—_—_—_ _ —_——— :d910) éN "NA NI ODHYI ¡sIdefo sN | 1DB]na exquon SI1DId483 | 010095 DI[IWD y PA AAA AA A A 5 RESUMEN En esta comunicación preliminar se citan los antecedentes : históricos. geográficos y bibliográficos de la pesca en la is- la; embarcaciones e implementos de pesca; amzuelos de pie- dra y'de huesos humanos; diferentes tipos de Meses y ltéc- nicas pesqueras. . Se describen e indican en un mapa los diferentes fondos de "pesca — HAKANONONGA — para establecer la proceden- cia de las diferentes especies de peces. Se ubican, asimis- mo, en la cosia las "TUPA” de los pescadores. Se hacen algunas breves consideraciones acerca de la lista de nombres vernaculos de los peces conocidos en la isla. Se comunica en un cuadro sinóptico la lista taxonómica provisoria de 8l ejemplares que forman la actual colección de peces de Pascua, existente en el Instituto de Biología de la Universidad de Concepción. RESUME Dans cette communication: préliminairé sont cités les anté- cédents historiques, géographiques et bibliographiques de la. péche dans 1'lle; embarcations; instruments de péche; hamecons de pierre ei d'os humains; différents types de filets et techniques de péche. A Les différents lieux de péche sont indique sur la carte, pour établir la provenance des différents espéces de poissons. De méme sont localisés sur la carte les TUPA (postes de observations) des pécheurs. Quelques bréves considérations, sur la liste de noms ver- naculaires. sont établies. “Une liste taxonomique provisoire des 8l exemplaires de la colecction de poissons de l'lle de Páques de l'Institut de Bio- logie de la Université de Conception est incluse. SUMMARY In this preliminary paper the historical, geographical and bibliographical data of fishing in the island; boats and fis- hing equipment; stone hooks and of human bones; different types of neis and fishing techniques are 'summond. The different fishing areas are described, and indicated in a map, to establish the origin of the different kinds of fishes. Likewise on the coasts of the island the fishermens '"TUPAS” are placed. — 150 — e e IS EN 3. ¡Some brief considerations as to the list of native names of 7 ihe fishes known in the island are stated. - 4. In a synoptic table a temporary texonomic list of 8l speci- mens which constitute the actual colection of fishes of Easter Island, which actually exist at the Institute of Gene- ral Biology, of the University of Concepción are stated. ZUZAMMENFASSUNG l. In dieser vorlaufigen Mitteilung werden die historischen, geographischen und bibliographischen Angaben des Fisch- fanges auf der Insel, die Fahrzeuge und Angelgerate; die aus Stein und menschlichen Knochen angefertigten Angeln; verschiedene Arten von Netzen “und Fischereitechniken, zi- tiert. Es werden die verschiedenen Fischfangzonen auf einer Land- karte angegeben und beschrieben, um den Ursprung der verschiedenen Fischgattungen festzustellen. Ebenfalls wer- den an der Kiuste die Beobachtungsstande “TUPA” der Fi- scher festgestellt. : Es werden einige kurze Betrachiungen betrefís der Liste der einheimischen Namen der «quí der Insel -bekannten Fische gemacht. 4. Die aus 8l Exemplaren bestehende Sammlung der Fische Concepción wird provisorisch auf einer Uebersichtstabelle der Osterinsel des Biologischen Institutes de Universitat zu geordnet. N [95] BIBLIOGRAFIA 1—Behrens, Carl Fr.: Der wohlversuchte Súd-Lander: Ausfuhrliche Reise- Beschreibung um die Welt. . . Nebst einer acuraten' Carte der ganzen Welt, und andern Kupffern entworten von Carl Fr. Beh- , rens; Joh. George Monath; Leipzig, 1739. 2.—Chauvet-Stephen.—L'ile de Paques et ses mysteres. Paris, 1936. La Isla de Pascua y sus Misterios. Empresa Editora Zig-Zag 1946, Santiago de Chile. > 3.—Cook, Captain James: A voyage towards the South Pole, and Round the World, Performed in His Majestys Ship the Resolution and Adventure, in the Years 1772, 17732, 1774 and 1775. Written by James Cook, Commander of the Resolution. London, 1777. 4. —Englert, Padre Sebastián: La Tierra de Hotu Matua. Imprenta y Edi- torial “San Francisco”, Padre Las Casas (Chile), 1948. 5.—Fuentes, Francisco: Contribución al Estudio de la Fauna de la Isla de Pascua. Boletín del Museo Nacional de Chile 1914. Imprenta Universitaria. — 151 — 6.—La Pérouse, Francois Galaup: Voyage de La Pérouse autour du Mon- de (1785-1788). Publié conforméngt us Décret :du 22 avril 1791, et rédige par M. L. A. Milet-Maurau, Géneral de Brigade dans le Corps du Génie. Paris (1797). English Translation, London, 1798). "Voyage aux iles de la mer du Sud”. B. N. S. 2 (3-15 y 16). ? 7.—Metraux, Alfred: Ethnology of Easter Island. Bernice P. Bishop. Mu- seum Bulletin. 160. , Honolulo, Hawai, Published by the Museum 1940. 8.—Regan, C. T.: A Collection of fishes made by F. Fuentes at Eastern Island Proc. of Zool. Soc. London, 1911. 9.—Rendall, Hialmar: The Fishes of. Easter Island in Skottsberg C. Na- tural History of Juan Fernandez. 10.—Routledge. C. S. The Mystery of Easter Island, London, 1919. — 152 — FIGURA 1. (Anzuelos de piedra). ” MANGAI MAEA (anzuelos de piedra), llamados también MANGAI KAHI, (KAHI indica Atún o Tuna fish) para la pesca del ATUN. 1) fragmento pulido correspondiente a la punta y 2) fase de elaboración inicial en una piedra horadada. Estos anzuelos de piedra fueron después reemplazados por los MANGAI IVI TANGNATA. La hechura y el pulimento de estos MANGA de piedra son de perfección insuperable y han merecido el gran elogio de hombres de ciencia. Beasley dice: "Es acaso el más alto sum- mum del arte del tallado de piedra que se haya podido encontrar en par- te alguna del mundo”. ES] FIGURA 2. Antiguos anzuelos de piedra MANGAI MAEA. Rama vertical (fragmento con su retención pura la lienza elaborada de fibras de BORAE U (arbusto textil — Uto- carpia) que también servía para tejer redes, asimismo servía pa- ra tejer redes, asimismo servía para ello el HAUHAU o MAHUTE. Piedra horodada (obsequiada por mi amigo pascuense Federico Riroroko en enero de 1954 y que corresponde a la fase inicial de elaboración de un anzuelo de piedra (la piedra es dolerita). Reconstitución de un MANGAI MAEA por dos fragmentos (uno en- contrudo cerca de Hanpiko y la punta encontrada en septiembre de 1934, por el Dr. Wilhelm y su amigo Juan Tepano, cerca de Anakena cuando visitó en su campamento a la Comisión franco- belga METRAUX-LAVACHERY, IX. 1934 Colección: O. E. Wilhelm m ¡5 FIGIRA 3. Anzuclos de huesos "MANGAI - IVI - TANGNATA” de huesos humar piezas: el VA E) pie recto con ranura en el extremo infe- rior en la que asienta la rama curva (MATA) ojo Anzuelo tallado en madera Anmzuelos de hueso "ROU” (de una solo pieza) Fase de elaboración de un anzuelo "ROU” en la lámina an- terior de tibia humana Diferentes anzuelos pequeños, de huesos, llamados "ROU”. Los MANGAI de hueso de una sola pieza pero más pequeno y de forma redondeada y más cerrada se llama '“PIKO” Colección: O. E. Wilhelm Instituto de Biología General Universidad de Concepción LABORATORIO DE INDUSTRIAS AGRARIAS Y MICROBIOLOGIA INDUSTRIAL Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas Universidad de Concepción Acción de la levadura. activa sobre el crecimiento de las plantas. W. Dreifuss S. (*) Nina T. de Tschischow GENERALIDADES No nos ha sido posible encontrar algunas citas bibliogra- ficas sobre la importancia bioquímica de la levadura activa, co- mo substancia de crecimiento para las plantas. En cuanto a la acción de los extractos de levadura, es decir, las células auto- lizadas (destruídas por la temperatura), fue estudiada a. fondo por varios «autores, con la finalidad anterior. Así se estudió su acción sobre las semillas, (Lundegárdh, 1943), la inducción de tumores (Kehr, 1955), el crecimiento de los tubos de polen (War- nock, 1956), la inhibición de la floración (Haupt, 1954), etc., lle- gándose a la conclusión de que los extractos de levadura no prometerán mucho éxito en las aplicaciones agrícolas (Lunde- gárdh, 1943). Sea cual fuera el método de aplicación de la levadura ac- tiva, su efecto principal consiste en un desarrollo intenso del sistema radicular de las plantas (Fig. 7). Es sabido que en este sentido la acción de las auxinas es muy débil. En cambio no se conoce esa propiedad en el acido gibberelico (**). Esto pa- rece sorprendente y nos sugiere que contrariamente a lo que se venía suponiendo (Boysen-Jensen, seg, Pohl, 1954), el mecanis- mo de la regulación del crecimiento de los vástagos y de las * raíces difiere en algunos aspectos. (%) Jefe del Laboratorio de Ind. Agrarias y Microb. Ind. Esc. Ing. Química. (**) “Aún cuando hace unos 30 anos que se conoce el sorprendente efecto que “ uno de los productos metabólicos del hongo Gibberella fijikuroi tiene sobre “ el desarrollo de las plantas, sólo en fecha reciente se ha entrado en su “ minuciosa investigación, aclarando los principales' efectos sobre el crecimien- “Y to de las plantas” (Brian, 1957). MIE La mayoría de las substancias reguladoras de crecimiento, como las auxinas, de las cuales las mas conocidas son el acido 3-indolacético (presente en el extracto de levadura) y el acido gibkerélico, se caracterizan fundamentalmente por la promoción del crecimiento en extensión del tejido del tallo (Audus, 1955; Brian, 1957). Ñ Para la levadura activa puede considerarse el efecto ante- rior como secundario, es decir, como consecuencia del intenso desarrollo de la raíz. Un ejemplo pueden dar las semillas de cebada tratadas con levadura activa en polvo (Fig. 10), que cultivadas en vasos con solución Knopp, mostraron en los pri- meros días un mayor desarrollo de las raíces y una depresión del crecimiento de los brotes «aéreos, en comparación con el testigo. Estos brotes igualaron en crecimiento a los testigos en tres semanas, manteniéndose el mayor desarrollo de.las raíces. Por lo general, las plantas tratadas no acusan un alarga- miento excesivo de los vastagos. Tienen sus tallos mas robus- tos y muestran un aumento de la superficie de las hojas (Fig. 7). Generalmente las plantas tratadas tienen un color verde más intenso que los testigos. Ensayos hechos con betarraga sacarina, a principios de es- te año, en el Fundo Andalién de la Universidad de Concepción, mostraron una acción favorable en el desarrollo de los tubércu- los, y de las plantas en general (Fig. 11), lo que hace factible la aplicación de la levadura activa en la agricultura. MATERIAL Y METODOS EMPLEADOS La levadura usada en el presente ensayo, se eligió por ex- perimentos comparativos de la acción de distintas levaduras activas, nacionales o importadas (Collico, Golondrina, Lefersa y Fleischmann), todas del tipo Saccharomyces, sobre la germi- nación de cebada. Se indica aquí el efecto comparativo entre la levadura Fleischmann y Collico (Fig. 2). La levadura Fleischmann es una levadura seca activa, fa- cilitada por la International Standard Brand Inc., New York y la levadura Collico es fresca, prensada, del comercio. En la Tabla N2 1, se dan sus respectivas composiciones. TABLA N* 1 auscoas Proteínas Cenizas Humedad [Sar A NO ES IS Base seca Collico fresca 68.41% | 6.25% | 36.80% 475% Fleischman OA 5.85% | 39.00% | 4.85% La levadura Fleischmann mostró una mayor potencia y uni- formidad en su acción. En el ensayo anterior se aplicó la substancia activa (tal como viene) en suspensión acuosa, en concentraciones que va- riaban de 0.05% a 2.0%. Durante los experimentos, las célu- las de levadura permanecían vivas, integfas, en la suspensión, en presencia de la semilla tratada. Las semillas ensayadas fueron: 'Betarraga sacarina (1AN- SA, Los Angeles); Cebada Heils-Heine (semilla genética. Soc. 'Nac. de Agricultura); Maíz (semilla genética Plan Chillan); Ar- veja, procedencia comercial. Los métodos de tratamiento fueron los siguientes: le Cultivo de la semilla sobre papel filtro o arena de cuarzo. En este caso sólo se podían trabajar en concentraciones hasta 19%, debido a infecciones que se hacían inevitables en suspensiones de mayor concentración. Esto es evidente, por ser ese medio altamente favorable al desarrollo de las bacterias que acompañan a las semillas. En la mayoría de los casos, la semilla permanecía durante su germinación (hasta 6 días) a una temperatura de 20 a 222 C. Después del tratamiento se trasplantaron a tierra algunos ejemplares. 22 Mantención de la semilla en la suspensión activa por tiempo variado (2, 3, 5 Ó 7 horas) antes de sembrarla. 32 Agitación de la semilla en la solución activa por un tiempo variable (de 5 a 60 minutos). La agitación se hizo en movi- miento horizontal de 50 ciclos por minuto. Al concluir el tra- tamiento, las semillas estaban impregnadas por la solución de levadura. En este caso una vez eliminado el exceso de solución adherida, se plantaba la semilla en el tiempo mas corio, en tierra. 42 Tratamiento de la semilla con polvo de levadura activa. En este caso se trabajaba con polvo de levadura de 100 mesh, agitando con un movimiento bascular, durante tiempo va- riable (varios minutos hasta una hora). 52 Tratamiento por riego con suspensión activa de concentra- ción variable, después, de un mes de crecimiento normal de la planta. OBSERVACIONES Las observaciones hechas con la cebada en germinación sobre arena de cuarzo humedecida por las suspensiones de le- vadura activa mostraron, al tercer día de su crecimiento, un mayor desarrollo de los brotes déreos y raíces en suspensión de levadura de 0.2%, que los testigos. Este efecto disminuyó al aumentar las concentraciones hasta llegar a una franca de- presión en suspensiones al 1%. Observaciones al quinto y sexto — 159 — día revelaron que la actividad favorable se mantenía para la concentración de 0.2 %; que para concentraciones de 0.4 y 0.6 % se notaba una marcada disminución, llegando a un segundo maximo de actividad para concentraciones de 0.89% (Fig. 1). 120 110 Testigo a A . O. . 6.3 1,0 1 onc. 1 á 0.2 O.l 0.6 D.B 1,0 Comc. 111 FIGURA - 1 Acción de la levadura activa sobre el crecimiento de los brotes, las raíces y el peso seco de plantulas de cebada (*). Las plántulas tratadas con suspenciones de 0.8% y 1% presentan un aspecto singular, las raíces aparecen muy largas, delgadas y carecen de pelos radicales. Es probable que la le- vadura impida su desarrollo. El peso seco de las plantas cultivadas durante 5 a 6 días, en suspensiones activas, tiene su mínimo para una concentra- ción de 0.69%, produciéndose un aumento - para mayores con- centraciones (Fig. 1). Este fenómeno se confirmó al utilizar el (*) Ordenada: Longitud y peso seco de las plantas tratadas en % del testigo. Abcissa: Concentraciones de la levadura. Curva 1. Peso seco de las plantulas cultivadas durante 6 días en suspensiones de levadura. (60 plantas por cada determinación). Curva 11: Longitud de los brotes cultivados con las concentraciones indicadas de levadura. Resumen de 3, 4, 5 y 6 días de desarrollo. (Total de 250 plantas). Curva ll: Lo misme pero referente «al desarrollo de las raíces. — 156 — tratamiento con remojo de la semilla durante 2, 5 y 7 horas, en concentraciones de levadura activa de 0.2; 0.6; 0.8; 1.0; 1.29%. Después del tratamiento las semillas se cultivaron en vasos. con * solución Knopp (Fig. 3). Después de 20 días de crecimiento se observó un desarrollo mas intenso de las raíces en comparación con el testigo. Solamente la concentración de 0.6% mostró nue- vamente una depresión de las plantas. Comparando la cebada tratada con 0.2; 0.6 y 0.8%, du- rante 2, 5 y 7 horas, se observó que las plantas tratadas con 0.2 y 0.8%, durante 2 y y horas, respectivamente, mostraron un desarrollo mayor de sus raices. Para el caso de la suspensión de 0.6%, el maximo desarrollo se encontró a las 7 horas (Fig. AO): Las arvejas puestas a germinar durante dos días en sus- pensión de levadura y cultivadas luego en maceteros con tie- rra, mostraron los tallos más robustos y la superficie de sus ho- jas fue de mayor tamaño (Fig. 7). Este último efecto es muy ra- ro en dicotiledóneas. Las hojas de las plantas tratadas parecían más compactas y de un color verde mas intenso. A menudo semejante crecimiento de los vástagos, va acom- “pañado de un incremento del peso seco y de una acumulación de materia seca en la planta. Parece que la causa de este au- mento fuera el resultado secundario del aumento del área de la hoja, como superficie fotosintetizante. En la Tabla N* 2 se dan los datos de las superficies de las hojas, su peso seco y la materia seca agumulada por unidad de superficie. ( Tabla Ne 2 MATERIA SECA SUPERFICIE PESO SECO ACUMULADA cem2 mgr mgr/cm2 | testigo | E E O 6.043 111 179% 0.31 6.43+%0.87 981 %181 152% 020 489% 0.98 961 + 308 195 E 0.32 504% 065 10.30 + 190 194 E 0,24 Para estas determinaciones se tomaron 20 hojas nuevas de las mismas partes de la planta por cada tratamiento. En comparación con el testigo, hemos podido observar una extensión de la superficie de las hojas para las concentraciones 0.2, 0.6, y 1.0%. En cuanto a su peso seco por unidad de su- perficie, notamos una disminución para 0.2% y valores uni- formes para 0.6 y 1.0%. De los experimentos por agitación de la semilla en solución activa, sólo informaremos sobre maíz y arveja. El tiempo óp- timo es.20 minutos. — 157 — Ai e Las plantas de maíz mostraron el mismo desarrollo inten- so de sus brotes y raíces (Fig. 8). En las plantas de arvejas se comprobó la mayor acumulación de materia seca (Fig. 9). Las semillas de arvejas tratadas con soluciones de dis- tintas concentraciones fueron plantadas en maceteros. Después de 30 días se trasplantaron al terreno. En este lapso, el resultado del tratamiento fue poco visible. Después de 45 días, se obser- vó un mayor desarrollo en las plantas tratadas con suspensión al 0.2 y 0.8%, que al 0.4 y 0.6%. Resultados semejantes se ob- iuvieron al determinar el peso seco de 10 ejemplares de cada tipo de tratamiento, lo que se indica en la Tabla N? 3. Tabla Ne 3 Solamente se determi-* nó el peso de los vas- Testigo. mgr 6417 Y 1613 tagos por la imposi- . [9.407 Sana dee bilidad de recuperar 0.6 “Zo 0 61/83 = 189/ .897 00 l intacta la totalidad de IS TIO las raíces. , Aquí volvió a repetirse la misma observación de dos má- ximos, registrados en los otros tipos de tratamiento con. levadu- ra activa. Es muy probable que el máximo 0.2% (1) y el máximo 0.8% (II), sean función de substancias distintas y la disminución aparente de la actividad en 0.4 y 0.6%, sea con- secuencia de una adición de las acciones negativa y positiva 1 y Il, cuyas curvas deben tener una configuración diferente. Es- lo explicaría el peso inferior al testigo de las plantas tratadas con suspensión del 0.4 y 0.6%. El efecto de las substancias no es uniforme. La extensión de la superficie de las hojas de arvejas tratadas y el índice de acumulación de materia seca por unidad de superfiice no es proporcional al aumento de la suspensión activa de 0.2 a 0.6 y a 10% (Tabla N* 2). Sin embargo, la cantidad de materia acumulada seca en las hojas de las plantas tratadas con sus- pensión de 0.6% fue a pesar de su menor superficie, igual a la que acumularon las hojas tratadas con la suspensión de 1.0%. Todos estos hechos tienden a confirmar nuestra hipótesis. La aplicación de fitohormonas en polvo a las patillas es conocida en agricultura. (Mitchell, 1950). Se ensayaron algunos tratamientos de semilla de cebada y betarraga con levadura seca activa. Ensayos similares con «porotos y trébol fallaron por la no adherencia del polvo de le- vadura a la semilla. En el tratamiento seco, tanto, la humedad de la semilla co- mo la de la levadura desempeña un papel importante. En el caso particular del ensayo, la humedad de la levadura era 8.31% y la de la semilla era la humedad ambiente (cebada 9.21% y betarraga 12.30%). IES Se pudo constatar que el tiempo de tratamiento no tiene importancia. La cantidad adherida durante 30 minutos de trata- miento (0.0127 grs.lor. de semilla), era mayor que la observada después de 60 minutos (0.0101 grs.[gr. de semilla), (Fig. 10). Estos resultados fueron confirmados por repetidos ensayos. Variando la humedad de la levadura cambiaba la cantidad adherida, siendo maxima para la humedad ambiente (8.31 %). La levadura secada a peso constante prácticamente no se ad- hirió a la semilla (0.0002 grs.[gr. semilla de betarraga). Al usar una misma levadura para distintos tratamientos se nota un aumento de su humedad, como se desprende de la Ta- bla Ne 4. 4 ' TABLA Nr? 4 Humedad inicial Humedad después Humedad después 12 tratamiento 22 “tratamiento 8,31% 12,78% 16.90% Este aumento de la humedad viene acompañado lógica- mente por una disminución del peso de la semilla tratada. Así: semilla de betarraga tratada con una levadura de segundo uso, disminuía su peso en 0.5 grs. por 100 grs. de semilla. TRABAJO EN CAMPO EXPERIMENTAL En la última temporáda se realizaron una serie de estudios agrícolas en gran escala en el Fundo Andalién de la Universi- dad de Concepción. El terreno fue preparado en forma normal con un abono N. P. K. Ca. Se sembró en Diciembre de 1956, distribuyendo el experimento en 300. lotes de 5 m2. Después de un mes de germinación, las plantas fueron regadas con sus- pensión .de levadura activa en distintas concentraciones. La mitad de los lotes fueron tratados por segunda vez después de un segundo mes de crecimiento. No pudo observarse dife- rencia entre las plantas tratadas por una o por dos veces. Ejemplares cosechados en Marzo de 1957 (Fig. 11) habían llegado al pleno desarrollo después de ires meses de crecimien- to. Las plantas tratadas alcanzaron su tamaño normal para la cosecha en el 609% del tiempo normal. Su contenido en azúcar llegó a 14.6% que disminvyó a 12.29% después de haber per- manecido por otro mes mas en la tierra. — 159 — CONCLUSIONES El presente trabajo ha permitido llegar a las siguientes con- clusiones. clusiones: 1... La levadura activa tiene una acción estimulante sobre el sistema radical y en consecuencia en 1 el crecimiento de los vastagos. 2. Es una sustencia de crecimiento de acción prolongada, cu- yo efecio se hace más visible con el correr del tiempo. En forma de 'suspensión acuosa, la acción de la levadura activa no es uniforme. Al aumentar su concentración mues- tra dos maximos visibles en 0.2 y 0.8% a 1.0%. ($) 4. Las plantás de arvejas tratadas mostraron una. mayor acu- mulación de materia seca. Ss. Su aplicación a la agricultura resulta factible y promisoria, como ha sido comprobado con betarraga sacarina. CONCLUSIONS At present, the status of this research project, allows to reach to the following conclusions: l.. Active yeast has a iS action over the root system and consequently over the development of the sprouts. 2. Itis a growth stimulant of prolonged action, whose effect: will be more visible as time passes. The action of active yeast, as: aquous suspension, is not uniform. When its concentration increases, 1t shows two ma- ximum at 0:2 and 0.8 = 1.09%. [40 4. Tieatea peas showed a major acecumulation of dry matter. As tested with sugar beets, this treatment is feasible and promissory, as an agricultural aid. en AGRADECIMIENTOS Los autores desean expresar sus agradecimientos al Conse- jo de Rectores de Chile, por la ayuda financiera que está pres- lando a la presente investigación. BIBLIOGRAFIA 1.—Audus. L: "Growth substánces and plant developmeat”' ENDEAVOUR 14 (56) 205-211 (1955). 2—Boysen-Jensen, cit. por Pohl, K.: '25 Jahre Wuchsstofíorschung” _NA- TURWISS. 41 (17) 392-400; 41 (18) 414-420 (1954). — 160 — , P. W., Grove, LF: “El ácido Gibberélico” ENDEOVOUR 16 (63) a SA UE NES ¡ po 4 —Haupt W.: “Die stoffliche Beeinflussung der Blútenbildung bei Pisum AA: sal Die Wirkung der Stitehstoffernashrung”. BER. DEUTSCH BOT: GESELLSCH. 67 (2) 75-83 (1954). y ' 5.—Kehr, Ax “Tumor induction on Nicotiana species by use of coconut milk and yeast extract”. SCIENCE 121 (3155) 869-70 (1955). 6.—Lundegaerdh. H.: “Uber Wachsfumsstimulierung durch Heterauxin, Ane-u rin (Vit B 1) und Hefeextrakt'. AKAD. HANDL. OCH. TIDSKR. : (Stockholm) 82, 114-15 (1934. RE ' ' $ a - 7. —Mitchell, J.. Marth, P.: “Fitohormonas”. Aguilar S. A. Madrid (1950). xa Sn, AS ES as FIGURA 2 Cebada germinada con: a) levadura Fleischmann; b) levadura Collico. (edad: cinco días). FIGURA 3 Cebada de 20 días, tratada con sus- pensión de levadura por dos horas. (I) Testigo. Concentrac. 0.2; 0.6; 0:8; 10) 57 1092. FIGURA 4 Cebada de 20 días, tratada con sus- pensión de 0,2%, durante 25 y 7 horas. (1) Testigo. ns en A FIGURA 5 Cebada de 20 días tratada con suspensión 0.6% durante 25 y 7 hrs. (I) Testigo. FIGURA 6 Cebada de 20 días tratada con suspensión de 0:8/% durante 2,55 y 7 hrs. (I) Testigo. FIGURA 7 Arveja de 90 días; (tratamiento por 48 horas). . FIGURA 8 Suspensión 0.2% (ID); 1.0% (II), Testigo (1). Maíz 40 días. Testigo (1); planta tratada (II). O ES E Me 0 My pS FIGURA 9 Arveja 75 días. (Trat clagitación 20 min.). Testigo. 0:29, (1); 0.4% (HI); 0.6% (IV); 0.8% (V). | FIGURA 10 Cebada de 20 días. Tratada con polvo de leva- dura. Testigo (I); tratamiento durante 30 min. (cantidad de lev. adher. 0.0127 grlgr. de sem.) (II); trat. durante 1 hr. (0.0101 gr|gr. de sem.) (II). FIGURA 11 Betarraga sacarina 90 días. Planta tratada por riego testigos. DO Ea | Ricardi, M.: Fitogeografía de la costa del Departamento de Taltal Ricardi, M. y Torres F.: Plantas vasculares nuevas para Chile Ricardi, M. y Marticorena, C.: Estudio palinológico de las Fitolaca- ceas chilenas ; Pág. Ricardi, M.; Marticorena, C. y Torres, F.: Nota preliminar sobre mor- fología de los polenes de Tropaeolaceas chilenas Biel, F.; Cabrera, M. y Chiang, L.: Función secretora gástrica en pacientes con gastrectomía subtotal 15 21 Biel, F.: Werlinger, M.; Aste, G. y Lecannelier, S.: Motilidad esofági- : ca normal y en esófago irritable Biel, F.: Cabrera, R. y Chiang, L.: Acción de la Insulina sobre la secreción gástrica Hulot, A.: Nota preliminar sobre los ciclos de estaciones en la Ba- hía de Talcahuano Israel, J.: Grupos sanguíneos clásicos y factor RH en Isla de Pascua Israel, J.: Variaciones en la relación del nervio ciático mayor con el músculo piramidal Overdick-Erdmann, L.: Terméstato sencillo para acuarios y viveros ( similares... Peña, E y colaboradores: Contribución al estudio electroforético en papel de las lipoproteínas séricas normales Moena, A.; Morán, A.; Pavesi, L. y colaboradores: Investigaciones cromatográficos de amino-ácidos- libres y de hidrolizados proteicos en líquidos biológicos Bohn, F.; Johnson, A. y Millie, G.: Expedición ornitológica a las cor- dilleras del Norte de Chile ... Wilhelm, O.: Las gallinas de la Isla de Pascua ... Wilhelm, O. y Hulot, A.: Pesca y peces en la Isla de Pascua Dreifuss, W. y Titow, N.: Acción de levaduras activas sobre el des- arrollo de las plantas ... 27 37 45 49 S9 : 59 63 151 ESTE BOLETIN SE TERMINO DE ¡MPRIMIR EN, LOS TALLERES DE LA IMPRENTA UNIVERSIDAD DE CONCEPCION EL 10 DE FEBRERO DE 1958 P A : "Deseamos. establ ecer We a to ERA exchan with all. similar. Reviews. 07: Wir A anESnEn ent Aaa cd Y . allen áhnlichen Zé itschiften. Prol. ¿Dr Carlos. Henckel. Cee (ct TOMO XXXII DICIEMBRE AÑO 1958 TN SOCIEDAD DE BIOLOGIA CONCEPCIÓN -CHILE- FILIAL DE LA SOCIETE DE BIOLOGIE DE PARIS INDICE Wilhelm, O. E.: Historia de la Sociedad de Biología de Concepción. Treinta años OS de labor complid a 3 Hulot, L. A.: Ensayo acerca de ÑE Or- ganización de las Investigaciones Biológicas. (Historia Natural) .. 11 Done a Reforma de los Estatutos aprobados . 19 9 5 TRABAJOS ORIGINALES: UNIVERSIDAD DE EAS de Bidder en Ga ps CONCEPCION OS cephalus Gayi . Ricardi, M.: ETE Sie y To- rres, F.: Detección de saponinas en Angiospermae chilenas . ... 29 Ricardi, M. y Torres, F.: Plantas vas- culares nuevas pea Chile. II Parte 95 Ricardi, M.: La presencia del género Stangea en Chile .. ... .. 103 De Buen, F.: Investigaciones SistenaS ticas y biológicas sobre la mer- ZA Es E e AU A LO, Wilhelm. O. E.: Pseudophyllidaes (Di- phyllobotrium y Diplogonoporus) en Chile ... 125 Altamirano, M.: NES Eto del Organo Eléctrico de los Gyanotidas a o 131 CRONICA: Anexo.—Hallazgos científicos en Chile Bullock, D.: La Agricultura de los Ma- puches en tiempos Pre-Hispánicos 141 Mueller, G.: Los pos del Valle de Calabozos .. .. 155 06m S) 0 1959 Resumen de las Actas de Sesiones del OEA o oo E o ES: LIBRARY BOL. SOC. BIOL. CONCEPCION (CHILE) BOLETIN DE LA SOCIEDAD DE BIOLOGÍA DE CONCEPCION FILIAL DE LA SOCIETE Dz BIOLOGIE DE PARIS PUBLICACION AUSPICIADA POR LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCION DIRECTORIO: Prof. Dr. OTTMAR WILHELM Prof. Dr. CARLOS HENCKEL PRESIDENTE BIBLIOTECARIO Prof. Dr. SERGIO LECANNELIER Prof. Dr. GUILLERMO BEDDINGS VICEPRESIDENTE "TESORERO Prof. Sr. MARIO RICARDI Señor LODOMIRO MARTICORENA SECRETARIO PRO-SECRETARIO TOMO XXXII AÑO 1953 SUMARIO Wilhelm, O. E.: Historia de la Sociedad de Biologís de Concepción. Treinta años ininterrumpidos de labor cumplido NS: Hulot, L. A.: Ensayo acerca de la Organización de las eones iones Bio- lógicas. (Historia Natural) Relorma de los Estatutos aprobados TRABAJOS ORIGINALES: Wilheim, O. E. y Lazcano de Vivaidi, E: El Organo de Bidder en o cephalus Gayi , ; A , Ricardi, M.; Marticorena; Silva y Torres. F: Detección da saponinas en An giospermae chilenas e de RE EA Ricardi, M. y Torres, F.: Plantas solares nuevas para “Chile. ll Parte Ricardi, M.: La presencia del género Stangaea en Chile NS De Buen, F.: Investigaciones sistemáticas y biológicas sobre la merluza Wilhelm, O. E.: Pseudophyllidaes (Diphyllobotrium y Diplogonopurus) en Chile Altamirano, M: a características eel e Eléctrico de ES ee notidae CRONICA: Anexo.— Hallazgos científicos en Chile Bullock, D.: La Agricultura de los Mapuches en tiempos Pre-Hispánicos . Mueller, G.: Los Petrogrifos del Valle de Calabozos Resumen de las Actas de Sesiones del año 1958 BOL. SOC. BIOL. CONCEPCION (CHILE) 11 19 21 29 95 103 107 125 131 141 155 163 Historia de la Sociedad de Biología de Concepción (Fundada el 30 de Abril de 1927) + Por el Prof. Dr. Ottmar Wilhelm En una tarde de otoño, de mediados de Abril de 1927, cuan- do los cielos aparecian más profundos e invitaba a la meditación, cuando después de iniciadas las labores universitarias todo se dispo- nía para programar una nueva jornada académica, un grupo de pro- fesores comentábamos la necesidad de formar en Concepción una Sociedad o un Centro científico que reuniese a los hombres que se interesaban por el estudio y la investigación de las ciencias biológi- cas. En la nueva Ciudad Universitaria y en particular con la organi- “zación de las cátedras de las ramas de ciencias básicas en la nueva Facultad de Medicina, existía una intensa inquietud científica y el deseo de cambiar ideas, plantear problemas y recibir sugerencias para orientar y encauzar los trabajos de investigación, darlos a cono- cer, discutirlos y fomentar el desarrollo y conocimiento de las ciencias. Fue así como el 16 de Abril de dicho año, se hizo una reunión preliminar para concretar estas ideas y estos anhelos que flotaban en el ambiente de esta joven Universidad y que contaba entonces sólo con las Escuela de Química Industrial, Farmacia, Odontología y los dos primeros años del curso de Medicina. Personalmente y por escrito, citamos a todos los profesores de las Cátedras de Ciencias Naturales de todas estas Escuelas. En esta primera reunión preliminar, a la que asistieron sólo los Profesores Sal- vador Gálvez, Alejandro Lipschútz, Ernesto Mahuzier, Carlos Oliver Schneider y Ottmar Wilhelm, se acordó redactar los Estatutos de una Sociedad de Biología y hacerlos revisar por el Abogado Don Tomás Mora para el caso de que esta Sociedad solicitara alguna vez per- sonería jurídica. (*) Discurso pronunciado el 30 de Abril de 1958, por el Presidente de la Sociedad de Bio- logía de Concepción Prof. Dr. Ottmar E. Wilhelm, en el auditorio del Instituto de Bio- logía de la Universidad, con motivo de celebrarse los 30 años de labor cumplida de esta Seciedad. REL Después de estos preparativos, se citó a la 1* Reunión Oficial para el 30 de Abril de 1927 y se suscribió el Acta de Fundación de la Sociedad de Biología de Concepción — Chile, en una sesión espe- cialmente destinada para este fin, en el antiguo local de la Escuela de Medicina de la Universidad de Concepción en calle O'Higgins 850, en la sala de sesiones de la Facultad de Ciencias (única Facul- tad que existía entonces y que reunía a todo el profesorado de la Universidad), y a la que asistieron los Profesores Salvador Gálvez, Guillermo Grant, Alejandro Lipschiútz, Ernesto Mahuzier, Carlos Oliver, Alcibíades Santa Cruz y Ottmar Wilhelm. El Acta de Fundación dice: ' Concepción a 30 de Abril de 1927. Los Profesores universitarios, cuyas firmas aparecen en este docu- ' mento, después de haber sido convocados a una reunión prelimi- nar, declararon que es su expresa voluntad, fundar en Concepción ' la Sociedad de Biología de Concepción (Chile) y se comprometen "a trabajar tesonera y entusiastamente para fomentar la investiga- ción en los diferentes ramos de la Ciencia Biológica y de la Medi- cina Experimental”. Firman a continuación los 7 profesores mencionados. El original de este documento aparece en la primera página del antiguo Libro de Actas y encabeza junto con los Estatutos de la Sociedad, el primer Núm. del Boletín de la Sociedad de Biología de Concepción —- Chile, que se publicó en Diciembre de 1927. En dicho Boletín se publicaban antiguamente, junio con los trabajos originales presentados, las discusiones en los resúmenes de las Actas de las sesiones de nuestra Sociedad, lo que permite seguir paso a paso detalladamente sus actividades en un comienzo. Al re- visar el viejo libro de Áctas, podemos comprobar con qué entusiasmo y cariño se abocó un grupo relativamente tan reducido de hombres a dar vida e intensa actividad a esta nueva Sociedad científica, que ha cumplido 30 años de labor ininterrumpida. El primer Directorio provisorio de la Sociedad fue el siguiente: Presidente Prof. Dr. Alejandro Lipschútz Secretario “ % Ottmar Wilhelm Tesorero Ernesto Mahuzier Alcibíades Santa Cruz, y Guillermo Grant. Directores (es decir, los entonces Profesores de Fisiología, Biología General, Quí- mica, Botánica e Histología, respectivamente). Se imprimió un pequeño folleto con los Estatutos que se re- partió prolusamente entre el profesorado de la Universidad, los Médi- cos, Dentistas, Farmacéuticos, Veterinarios, Agricultores y Profesores de Ciencias Naturales de los Liceos. El Diario “El Sur” publicaba en sus columnas las reseñas ge- nerales de las interesantes Sesiones celebradas e informaba amplia- e mente acerca de estas actividades, facilitando nuestra labor organi- zatoria inicial. Entonces, como «ahora, los diarios "El Sur” y "La Pa- tria”” cmunciaban la fecha y:tabla de sesiones e invitaban a todas las personas que tengan interés en asistir a las sesiones de esta So- ciedad. En un inspirado Discurso inaugural, pronunciado por el Prof. Lipschútz el 30 de Abril de 1927, citaba textualmente el Artículo 2* de los Estatutos. “La Sociedad tiene por objeto fomentar la investiga- ción en las diferentes ramas de las Ciencias Biológicas y de la Me- dicina Experimental, como asimismo la divulgación de los conocimien- tos biológicos. Son muchos los intelectuales que por su profesión es- tán ligados a la Biología” y subrayaba la importancia que tenían los conocimientos de esta ciencia en la cultura general y en el progreso de las profesiones y actividades humana que tenían por base la Bio- logía. Con su típico acento extrangero decía: “Llegamos por el es- fuerzo intelectual en las Ciencias Biológicas a identificarnos con la Naturaleza, y llegamos a sufrir un sentimiento de unidad con todo lo que pasa, con todo lo que pasó y con todo lo que vasará en la Na- turaleza infinita, en la Naturaleza eterna”. Y más adelante proseguía — "Me parece que las Ciencias Biológicas y las Ciencios en general, son uno de los medios que po- see el ser humano para sobrepasar los límites de su vida egoísta in- dividual, para unirse con la nación, con la sociedad humeana y al fin con la Naturaleza y la Eternidad”. Esas frases tomaban un aspecto religioso tras el catedrático de pelo blamco y larga barba canosat. Un público numeroso de profesores y alumnos se congrega- ban en cada sesión, mientras se exponían los trabajos acerca de te- mas de Zoología, de Botánica, Biología General, de Fisiología, de En- docrinología experimental, de Nutrición, de Silvicultura, Piscicultura, de Antropología, de Química Biológica, Parasitología, de Anatomía Patológica, de Farmacología, etc. En amena heterogeneidad, se trataban y disentían problemas de los temas más diversos, y siempre nacía una indicación oportuna y una sugerencia útil. Presidieron la Sociedad sucesivamente durante los períodos que se indican, los Profesores: Dr. A. Lipschutz desde IV 1927 a Il 1928 Dr. O. Wilhelm de III 1928 a IV 1932 Dr. C. Oliver E IV 1932 a III 1938 Dr. O. Wilhelm de Il 1938 a IV 1945 Dr. C. Oliver eN IV 1945 a IV 1948 Dr. F. Behn dd IV 1948 a XII 1957 y actualmente Dr. O. Wilhelm $ XI 1957 a XII 1958 Como Vicepresidente se han desempeñado respectivamente los Profs. Dr. A. Santa Cruz, S. Gálvez, H. Kallas, C. Oliver, E. Solervicens, y actualmente el Dr. S. Lecannelier. Actuaron como Secretarios los Drs. O. Wilhelm, K. Henckel, E. Benavides, B. Gunther, R. Melo, y actualmente M. Ricardi. PES AE Como Tesoreros los Profs. E. Mahuzier, G, Grant, y actual- mente el Dr. G. Beddings. Como Bibliotecario, desde que se organizó y sigue hasta la presente fecha, el Prof. K. Henckel, quien tiene a su cargo la distri- bución de los Boletines y el Canje. Gracias a su ordenada y perse- verante labor, la Sociedad cuenta actualmente con una valiosisima Biblioteca. Redactores del Boletín.— En un comienzo, la Comisión estaba formada por los Profs. A. Lipschútz, O. Wilhelm, C. Oliver y E. Ma- huzier; más tarde por los Profs. E. Herzog y O. Wilhelm, pero desde 1944 hasta la fecha sólo por el Prof. E. Herzog, quien ha tenido la labor más difícil. Gracias a este perseverante y abnegado trabajo, de todas las personas mencionadas, que han actuado durante los diferentes períodos en la directiva, llevendo esta inmensa responsobilidad, se ha mantenido la continuidad de la labor durante más de 30 años de esta Sociedad científica. Todos ellos han velado con celo y constan- cia para que esta llama incipiente de labor científica biológica, no se extinquiera. Es por esto que en nombre del actual Directorio, queremos dejar constancia de nuestros sentimientos más profundos de gratitud para todos aquellos que han contribuido a dar vida a esta Sociedad con sus valiosos aportes. Y dl mismo tiempo rendimos un homenaje sentido y emocio- nado de recuerdo, a todos los hombres que ya se han ido para siem- pre y en particular a los que fueron miembros del Directorio como los recordudos Profs. Dr. Alcibíades Santa Cruz, Carlos Oliver Schnei- der, Helmuth Kallas y Ernesto Mahuzier. Como asimismo a todos aque- llos que en otras oportunidades nos acompañaban en la sesiones, y que nos dejaron como recuerdo imperecedero, sus trabajos, frutos de sus inquietudes y acariciados amnelos, impresos en “uestro Boletín. Deseo subrayar en esta oportunidad, el valor que repre- senta pora la posteridad la publicidad ininterrumpida del “Boletín de la Sociedad de Biología”, que cuenta ya hasta la fecha con XXXII Tomos, que han permitido imprimir una serie de interesantes e im- portantes trabajos originales, y que al ser distribuídos a los más di- versos Centros Científicos de todos los continentes, ha contribuído al mejor conocimiento de las actividades científicas de la Universidad de Concepción en el extranjero. Largo sería pretender hacer un re- lato de los valiosos trabajos que encierran las páginas de esos 32 Tomos, que reunidos en 5 volúmenes con sus respectivos índices de materias y de autores, forman ya, una colección apreciable en la li- teratura científica chilena y aún sudamericana. Largo sería también, sólo mencionar la lista de las demás actividades en que ha participado la Sociedad de Biología de Con- cepción en el transcurso de estos tres decenios, en Congresos, Jor- nadas Científicas, Actos Académicos y tantas otras oportunidades en que se solicitaba su cooperación y participación en reuniones con- PO E juntas con la Facultad de Medicina, la Sociedad Médica y otros or- ganismos afines. Durante los primeros años los temas de Biología Médica y Medicina Experimental ocuparon preferentemente la atención de sus actividades y eclipsaron en parte los trabajos de Biología pura, de Zoología, Botánica y Biología General, por la orientación antropo- céntrica de las propias actividades universitorias y también por cuan- ito la comprensión por estas últimas investigaciones como asimismo el número de personas y los medios que se dedicaban a las acti- vidades científicas puras en la Universidad, eran relativamente res- tringidos. Sin embargo nos complace dejar constancia, que propor- cionalmente se ha realizado en esa época una valiosa e intensa labor, gracias al interés y el entusiasmo que existía entonces por la inves- tigación científica. En el transcurso de los años, a medida que se completaba la Facultad de Medicina, se inclinaba el número de los trabajos y los temas presentados y publicados, cada vez más hacia los campos de la medicina experimental. Aún, cuando aparecen algunos importan- tes trabajos netamente biológicos, deseamos, de «acuerdo con lo acordado por el actual Directorio, darle a la Sociedad de Biología desde ahora en adelante una orientación más naturalística, es decir, de promover preferentemente el interés por los estudios de la natu- raleza in situ e in vitro y en particular de las investigaciones regio- nales propios de esta zona austral del país. Existe en este sentido un vastísimo campo, de acción, espe- cialmente en el reino de las riquezas naturales renovables; en la protección de la naturaleza y su explotación racional; pero es nece- sario que estas investigaciones se realicen en el campo mismo y no sólo en los laboratorios con concepciones teóricas. Es necesario in- sistir en el “field worker”, en la necesidad imperiosa de tomar con- tacto persistente con la naturaleza y disponer de los medios de tra- bajo para poder realizar esta clase de investigaciones. Las actividades de la Sociedad de Biología de Concepción están íntimamente ligadas a las investigaciones universitarias en es- tos campos de la Biología. Nuestra Sociedad constituye un valioso complemento y representa un organismo de enlace entre las labores estrictamente universitarias y el libre aporte y acceso de hombres de ciencia, y también de funcionarios que por la naturaleza e índole de sus trabajos encuentran en esta Sociedad la posibilidad más apro- piada y desinteresada de actuar. El cultivo de las ciencias naturales, no sólo crea cultura sino también riqueza y bienestar, y por consiguiente, estabilidad econó- mica y sccial. El progreso espiritual y material en esta fértil y pró- diga región austral del país, está íntimamente ligada al conocimiento de los problemas existentes y sólo la inquietud científica por interme- dio de la investigación, o sea, la búsqueda de la verdad, permitirá encontrar las soluciones más adecuadas y verdaderas. En este sentido, las relaciones científicas de nuestra Socie- dad con las actividades universitarias, especialmente con los centros pe de investigaciones biológicas, ante el programa de "reorganización de la enseñanza e investigación de las ciencias básicas”, presentado por el Dr. Rudolph P. Atcon, Experto de la UNESCO, que nos honra con su presencia en esta sesión, recibirá la Universidad de Concep- ción un nuevo impulso de extraordinarias proyecciones. Su informe preliminar, publicado en el Boletín Iniormativo de la Universidad, N* 3 del 15 de Noviembre del año pasado y aprobado por todos los or- ganismos Directivos, representa incuestionablemente la más valiosa renovación, no sólo por el plan de integración racional que en él se señala, sino por cuanto contempla la planificación de las ciencias básicas, que representan a las Ciencias Naturales en los Institutos Universitarios (a saber: de Matemática, Física, Química y Biología) gue proporcionarán los fundamentos de una sólida organización cien- tífica para el futuro desarrollo de estas disciplinas en esta Universidad. Estamos seguros que esta nueva y trascendente etapa uni- versitaria, especialmente en lo que se refiere al futuro del Instituto de Biología, influirá también poderosamente en el desarrollo crecien- te y promisor de esta Sociedad de Biología. Es por esta razón, que en nombre del Directorio'de la Socie- dad de Biología de Concepción expresé al Dr. Rudolph Atcon nues- tros más cordiales sentimientos de admiración y aprecio junto con formularle los mejores augurios por la pronta realidad de su impor- tante y trascendental programa de reestructuración universitaria. Por otra parte hemos creído oportuno, al reiniciar este año las reuniones la Sociedad de Biologia, solicitar al Ing. Dr. André Hulot, Experto de UNESCO en Biología Marina, una contribución acerca de la Organización racional de las Investigaciones Biológicas, en que nos trazará a grandes rasgos un esquema de interconexión de las diferentes disciplinas de las Ciencias Naturales. Esta planifica- ción procede, justamente de un conocido y distinguido “field worker” con dilatada experiencia de trabajos realizados en el terreno, duran- te 7 años. en el Congo Belga donde ha estudiado los lagos y ríos y participando en expediciones oceamográticas y de Biología Marina en el Atlántico Sur. Su formación universitaria de Ingeniero Agrónomo, le permite relacionar las investigaciones científicas con los aspectos de la realidad socio-económica, fundamentos básicos del progreso de un país. Vamos a escuchar a continuación su disertación para con- memorar dignamente esta tarde, este 30 de Abril de 1258, los 30 años de actividad cumplidos de nuestra Sociedad. Hasta aquí 30 años de labor cumplida sin interrupción. “30 años quien diría...” Mientras esta tarde la naturaleza viste su traje otoñal con el follaje amarillo cobrizo de los árboles de hoja caduca frente el incon- tenible impulso rítmico de las eternas renovaciones estacionales, nos disponemos ahora para cumplir con una nueva etapa de trabajo. Ante la premura del tiempo, no me resta sino pedir excusas por esta breve y por consiguiente incompleta y fragmentaria reseña sinóptica de la Historia de nuestra Sociedad. Obligadamente han quedado por esta razón muchísimas omisiones de nombres, de traba- jos y esfuerzos, dignos de mejor elogio. Pero aquí están los libros de EE Actas y los 32 Tomos de nuestro Boletín, que quedan como testimonio imperecedero. A todos los que han contribuído a dar vida a esta So- ciedad, y a cada uno en particular, corresponden nuestras expresio- nes de reconocimiento y gratitud. Hay que saber valorar lo que sig- nifica crear, donde no había nada, y realizar trabajos científicos ori- ginales, con medios precarios y en un ambiente a veces de incom- prensión. Deseo agradecer en particular a las Autoridades Universi- tarias, que siempre nos han ayudado y que también hoy nos honran con su presencia, y bajo cuyo patrocinio se publica el Boletín. Ahí están los trabajos realizados y el esfuerzo de sus autores, que no pasarán al olvido, porque servirán con su material acumulado para estimular a las generaciones venideras, que pueden recojer ya algu- nos frutos de las inquietudes del espíritu, y eso que sólo estamos to- davía en el comienzo de un sendero probablemente, y ojalá, sin fin. También nosotros aquí reunidos con una mirada hacia el pasado y otra hacia el futuro, renovamos nuestra fe y esperanza, for- mulando los mejores augurios por una nueva, próspera y fructífera jornada de trabajo, en los campos de la Biología y en las investiga- ciones biológicas de esta Universidad. Como reza nuestro lema: “Sin verdad y esfuerzo no hay progreso”; y como canta el poeta en nues- tro himno universitario: “Como se nos brinda la naturaleza así nos entrega la Universidad los frutos del Arte — que son de belleza y los de la Ciencia -— que son de verdad”. CONCEPCION, 30 de Abril de 1958 Di UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Instituto de Biología Director Prof. Ottmar Wilhelm Ensayo acerca de la Organización de las Investigaciones Biológicas. (Historia Natural) Prol André Hulot Ingeniero Agrónomo Asistente Técnico UNESCO La organización de la investigación científica es cada día de mayor actualidad en el mundo. Diez años de actividad continuada en investigaciones hidro- biológicas en Europa, en Africa Central y en Chile —zona de Con- cepción—, nos han inducido a meditar sobre algunas de las relacio- nes existentes entre los diversos tipos de investigaciones biológicas. Hasta hoy, en Chile, las investigaciones biológicas han teni- do por objeto principal, los aspectos antropocéntricos como por ejem- plo la Medicina, la Farmacia, etc. Por otra parte, la civilización industrial del siglo XX, de fun- damento esencialmente tecnológico, ha colocado a las investigaciones físicas y químicas en un lugar preponderante. La preocupación actual de los círculos cientificos es el volver a colocar a las ciencias de la naturaleza al nivel de los otros grupos. Esta preocupación responde a una razón imperiosa: El desarrollo de las actividades humanas y de la técnica, ha conducido a la subestimación de las precauciones que es preciso te- ner cuando se trata de explotar los recursos naturales. El decrecimiento en la productividad de las tierras, la erosión, la sobre-explotación de los bancos de pesca y la acción de las aguas residuales, son parte de los problemas que se ham dejado atrás al dirigirse la atención humana hacia las investigaciones tecnológicas. Sin embargo, de la solución de aquellos problemas depende la supervivencia alimenticia de la humanidad, por no decir la única posibilidad de sobrevivir que tiene el ser humano. 1.—GENERALIDADES. sin agua, no hay vida. En último término, puede decirse que el hombre, para vivir, necesita explotar directa o indirectamente el medio acuático, sea éste como vector de su propio metabolismo, o lo considerado como vector del metabolismo de los vegetales y anima- les que le sirven de alimento. El medio acuático explotable (fase líquida) se presenta al hombre en dos distintas formas: 1) En forma masiva.— (Agua en tres dimensiones). Como esteros, lagos, estanques, mares, etc., en que las plan- tas y animales viven dentro del substrato acuático; y 2) En forma pelicularia.— (Agua en dos dimensiones) (*). Como el agua del suelo en que las plantas viven sobre el medio y los animales directamente de las plantas. Desde el punto de vista humano, el medio acuático puede clasificarse en dos categorías: 12 Medio Controlalle.— En este caso, por ejemplo, el agri- cultor sabe que ha sembrado N Kgs. de granos en su hectárea de tie- rra, conoce también después de la cosecha que su extensión de tie- rra le rindió N Kgs. de granos. El piscicultor, a su vez, sabe que poblando su estanque con 100 carpas y puede mensurar posteriormente el peso y número de carpas que el estangue rindió al momento de desaguarlo, transcu- rrido un año. 22 Medio no controlable.— El mar, un lago, la selva ecua- torial son medios no controlables. Aquí, es imposible, o prácticamente imposible calcular el número de árboles y de peces que existen en el inventario inicial, y el número de árboles y de peces que arroja el inventario final. Frente a la acción humana, el medio incontrolable puede presentarse en forma limitada o ilimitada; ejemplos: un lago es un medo incontrolable limitado, y el mar lo es ilimitado. La noción de limitación del medio incontrolable es sumamen- te importante porque, por ejemplo un lago —medio limitado— es mucho más vulnerable a la acción humana de explotación o pertur- bación por aguas servidas que el mar —medio ilimitado—. La producción biótica del medio acuático es la resultante de las siguientes transformaciones: Elementos Minerales | disueltos en el agua Transformación vegetal A (Fase fotosintética o de elaboración) de Transformación animal : (Fase de degradación) (*) La tercera dimensión debe desestimarse por ser infinitamente pequeña NEAR Los sistemas de explotación del medio acuático pueden sis- tematizarse en la forma siguiente: Agua pelicularia Agua masiva Fase fotosintética.— y Hidropóni a pónica Medio controlable: Agricultura (Cultivo en solución nutritiva) Recolección en la selva AS Medio no controlable: e e alga: Zootecnia terrestre (Avicultura, Bovinotecnia, etc.) Fase degradación.— Piscicultura Medio controlable: ERE ME Pesca y Caza Caza: (Halieutica y Medio no controlable: (Cynegética) Cynegética) El estudio de las leyes de la explotación racional del medio acuático peliculario está comprendido dentro de la Agronomía. El estudio de las leyes de la explotación racional del medio acuático masivo podría denominarse Hidronomía. Las leyes de explotación racional aplicables a los dos medios se basan en los siguientes conocimientos: 1) Inventario de los recursos naturales, vegetales y animales en tiempo y espacio. (Localización geográfica y cronológica). 2) Determinación de los límites de estabilidad de los recursos naturales, en relación con la explotación humana (renovación natural y artificial). El establecimiento de estas leyes constituye el objeto de la investigación en ciencias naturales, en su más amplia acepción. lí. —PRINCIPIOS POR LOS QUE DEBE REGIRSE LA ORGANIZACION DE INVESTIGACIONES EN CIENCIAS NATURALES. Mucho se ha discutido sobre las diferencias que existen en- tre la ciencia pura, la ciencia aplicada y la aplicación de los resulta- dos de ambas. Se pretende por algunos, haciendo uso de poderosas O razones, que la ciencia aplicada es un '“sub-producto” de la ciencia pura; para otros, haciendo uso de argumentos también muy podero- sos, afirman que es la ciencia aplicada, la que gesta la investigación pura. Como las dos posiciones son perfectamente defensibles, nos- otros creemos que, más bien, deben considerarse ambas como recí- procas. Cualquiera que sea la posición que se adopte, deberá ase- gurarse primordialmente: a) la libertad de acción del investigador o de la entidad «a que él pertenece; y b) la independencia financiera necesaria para solventar el mínimum vital de la investigación. Estos requerimientos deben cumplirse en forma a por- que, en primer lugar, aunque el comienzo de una investigación es determinable, no es posible saber cuándo estará terminada, porque una investigación de cualquiera indole no se termina jamás. Se puede decir, además, que la investigación es una activi- dad onerosa, considerada desde el punto de vista contable. Pero de- be en realidad, considerarse como inversiones de VALORES ESPIRI- TUALES y MATERIALES que rendirán su fruto a corto o a largo plazo. II.—SUGERENCIAS PARA LA ORGANIZACION DE LAS INVESTIGA- CIONES BIOLOGICAS. La finalidad última de la investigación biológica, es saber qué es la vida. El objeto de esta breve exposición, no es discutir aquella finalidad, sino de ver en qué forma se puede contribuir a ella. El mecanismo del conocimiento biológico comprende dos eta- pas bien marcadas: le La acumulación de observaciones (hechos de la natura- leza); y 22 La interpretación de aquellas observaciones (hipótesis de trabajo, teorías, leyes, etc). La acumulación de observaciones, así como su interpretación, deben ser publicadas con el fin de permitir que otros investigadores tomen conocimiento de ellas y de posibilitar en esta forma, el pro- greso de las ciencias. Hemos dicho, anteriormente, que la producción biótica, se origina de la interacción de cuatro grupos de factores: El factor luz-calor. A mineral. vegetal. animal. Para mayor comodidad en el método, la organización de es- tas investigaciones puede fraccionarse paralelamente en función de dichos factores. Para cada uno de los casos, la acumulación e interpretación de las observaciones forma cuatro grandes grupos de disciplina que son el fundamento de las ciencias naturales. Ellas son: 12 El grupo climatológico.— Este grupo estudia las condi- ciones meteorológicas de la capa atmosférica, colonizada por la vida animal y vegetal. a) Los archivos, o acervo de hechos, están constituidos por el conjunto de gráficos procedentes de los registros de las estaciones meteorológicas. : Imaginémosnos un diagrama de la temperatura diurna-noc- turna de la ciudad de Concepción. Este diagrama, como toda mensu- ra humana, está plagado de errores de observación. Dichos errores seguramente irán disminuyendo a medida que se vayan perfeccio- nando los instrumentos correspondientes. En realidad, los diagramas y registros de temperatura diurna y nocturna de Concepción, durante la serie que corre del 1? de Enero de 1958, será, en el año 1988, el único documento de valor acerca de lo ocurrido desde el punto de vista de la temperatura en Enero de 1958 en la ciudad de Concepción. Este archivo meteorológico constituye el patrimonio climato- lógico del lugar. b) La interpretación de los archivos meteorológicos expre- sados en las respectivas cartas, conducen a los pronósticos climato- lógicos para ser usados en biología general. (Ecología, agricultura, pesca, etc.). 25 El grupo edafo-hidrolégico.— (Agua pelicularia y en ma- sa). Este grupo estudia la capa superficial del globo terrestre poblado por vegetales y animales, además sirve de enlace entre la geología (estudio de las capas inertes) y la biología (estudio de las capas vi- vientes). a) Los Archivos.— Los archivos, en este caso, son las mues- tras de sondaje y las muestras de agua. Ahora bien, como es imposi- ble conservar indefinidamente la totalidad de las muestras, los ar- chivos estarán constituídos por los respectivos informes de análisis. b) La interpretación de los archivos edafo-hidrológicos ex- presados en los correspondientes mapas conducen, después de super- ponerlos a las cartas climatológicas, al pronóstico de aptitud produc- tiva de los suelos y aguas, y con ellos se está en situación de con- feccionar las cartas botánicas y zoológicas. 32 El grupo botánico.— Este grupo estudia los transformado- res y el proceso de transformación fotosintética. a) Los archivos, en este caso, son de dos tipos: 1) Colecciones muertas (*) (herbarios), colecciones vivas en (*) La poleontologia trata de reconstituir los hechos del pasado geológico; liene también sus aichivos (fósiles) y sus interpretaciones quedan obligadomente a posteriori. seen] E ip su estado natural (parques nacionales), en estado artificial (jardines botánicos, terrestres o acuáticos, invernaderos). 2) La completación de observaciones sobre la fisiología, etología, genética, etc., o en términos generales el "comportamiento de los vegetales”. ' hb) La interpretación de los archivos botánicos relacionados con los archivos de los grupos anteriores, en último término, conduce a la confección de la carta ecosociológica vegetal, en tiempo y espa- cio. 40 El grupo zoológico.— Este grupo estudia los transforma- dores y el proceso de transtormaciones de degradación. a) Los archivos son de dos tipos: 1) Las colecciones muertas (*) (museo de comparación), las colecciones vivas en estado natural (parques nacionales terrestres O acuáticos) o colecciones vivas en ambientes artificiales (jardín zooló- gico y acuarios). 2) Las recopilaciones de observaciones sobre la fisiología, la etología, la genética, etc., o en términos generales, el “comporta- miento de los animales”. b) La interpretación de los archivos zoológicos comparados con todos los archivos de los grupos anteriores, posibilitan a su vez, la confección de la carta ecosociológica animal, en tiempo y espacio. En términos de organización, los archivos, que están consti- tuídos por colecciones, sea que lo estén por documentos, constituyen lo que se puede denominar “Patrimonio”. El “patrimonio” es frecuentemente de carácter local, es decir, estú relacionado con los acontecimientos del lugar geográfico, donde so ha acumulado. El patrimonio es, en cierta forma, la herencia científica de que dispondrán las generaciones humanas futuras. Su constitución, lo mismo que su conservación y complemen- tación meticulosa, es el deber permanente de todos los naturalistas. En nuestro criterio, allí es donde debe empezar la verdadera craamización de las investigaciones científicas en el ámbito de las ciencias naturales. En el caso preciso de la zona de Concepción, el patrimonio zonal ha sufrido graves perjuicios: la obra de E. Reed y de sus su- cesores fue desiruída casi totalmente por el terremoto del año 1939. Posteriormente, otras preocupaciones de solución urgente, ocuparon la «atención de los poderes públicos. (%) Paieontología. A Ed Actualmente se presenta una oportunidad muy favorable para reconstituir dicho patrimonio en la Universidad, aprovechando la reorganización de los institutos centrales propuesta en el Plan Atcon (*). IV.—RECOMENDACIONES. El esquema adjunto no requiere de mayores comentarios. INSTITUTO DE BIOLOGIA GENERAL GRUPO DEL PATRIMONIO | Gr. -Climatológico Gr. Edato-hidrológico GRUPO INTERPRETATIV O (Centro de Investigaciones Biológicas) Gr. Zoológico GRUPO AGRONOMICO GRUPO HIDRONOMICO No obstante, es necesario decir que las actividades relacio- nadas con el patrimonio, deben conducirse por una disciplina rígida y casi estática. (*) Ref.: Universidad de Concepción. Boletín Informativo. Año 1. Now. 15 - Nov. 3. 1957, e A En la organización regida por tal disciplina se trata de juntar, conservar y describir para el porvenir los documentos (recolecciones, observaciones, registros, etc.) del pasado y del presente. El grupo de actividades relacionadas con la interpretación de los hechos que podrícam constituir un centro de investigaciones biológicas debe ser organizado de manera más elástica y dinámica, y debe ser así, pues hay que tener presente que generalmente, los planes y programas de investigación deben ser modificados según los requerimientos que determina el progreso de la investigación. Desde el punto de vista de la organización administrativa, es necesario recomendar la configuración de una estructura especial pa- ra el trabajo en el terreno, diferente de aquella que comprende el trabajo en laboratorio. l En el caso de Concepción, es de necesidad absoluta que la prioridad en la organización de las investigaciones se de a la con- fección de catálogos botánicos y zoológicos, primer paso del cono- cimiento biológico. La afirmación anterior no es otra cosa, sino la aplicación de la sentencia de Linneo, quien dijo: “Si nescis nomina, perit et cog- nitio rerum”: "Si tú ignoras los nombres, pierdes hasta el conocimiento de las cosas”. RESUMEN En este trabajo el autor hace un ensayo de síntesis en la organización de loas investigaciones en Ciencias Naturales puras y aplicadas, y hace algunas sugerencias para la zona de Concepción. SUMMARY In this paper, the autnor try to establish a synthetic concept of organisation in natural sciences investigation and make any sug- gestion for Concepción area. RESUME Dans ce travail, llauteur tente un essai de synthése en orga- nisation des recherches en sciences naturelles, pures et appliquées, et emet quelques suggestions pour la zone de Concepcion. ZUSAMMENFASSUNG In dieser Arbeit macht der Verfasser einen Versuch die Or- ganisotion der Naturwissenschaftlichen Forschungen zu syntetisieren, und macht gleichzeitig einige Vorschlage fur den Raum von Concep- cion, o Reforma de los Estatutos de la Sociedad de Biología de Concepción (Chile) (*) TITULO 1 Art. 1.—No se modiíica. Art. 2.—Esta Sociedad tiene por objeto fomentar las investigaciones biológicas y propender al desarrollo y divulgación del pen- samiento original. Art. 3.—El encabezamiento no se modifica. a) No se modifica. b) Editar una revista científica con el nombre de Boletín de la Sociedad de Biología de Concepción, publicación patrocina- nada por la Universidad de Concepción. c) La formación y constante actualización de una biblioteca. d) Mantener. relaciones con sociedades congéneres nacionales y extranjeras. e) Dar conferencias de extensión biológica por intermedio de sus miembros o de científicos chilenos o extranjeros invita- cos para esie efecto; organizar y participar en todos los torneos científicos que digan relación con la Biología. f) Mantener una sostenida campaña en pro de la investigación, conocimiento y divulgación de las ciencias biológicas y na- turales autóctonas, y velar por la protección de la naturaleza. TITULO II Art. 4.—Habrá tres clases de socios: Activos, Honorarios y Corres- pondientes. a) Serán socios activos todas las persenas que cumplan con las disposiciones del artículo 5 del Título II de estos estatutos. b) Eliminar “en Chile y en la América Latina” y cambiar “cien- cia biológica” por “ciencias biológicas”. Art. 5-—Toda persona que desee ingresar a la Sociedad deberá ele- var una solicitud al Directorio, firmada por un socio activo (*) Estudiado y propuesto por el Directorio y aprobado por la Asamblea de socios de 1958. O Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. Art. y acompañada de su Curriculum. El Directorio, en primera instancia, aprobará o rechazará, por simple mayoría, esta solicitud. El ingreso definitivo se votará en asamblea ordi- naria, luego que el candidato haya presentado y expuesto a la misma un trabajo original. Un miembro de la Sociedad que desee retirarse de ella..., etc., no se modifica. TITULO III 6.-—Agregar... un prosecretario. 7.—No se modifica. 8.—Cambiar: “tres” por “cuatro”. 9.—Cambiar: “dos” por "cuatro" y “cinco” por “seis”. TITULO IV 10 y 11.—No se modifica. 12.—En la letra e), cambiar: “tres” por “cinco”. 13.-—No se modifica. 14.—Eliminar la letra c. 15, 16 y 17.—No se modifican. TITULO V 18.-—-Las sesiones serán de dos clases: ordinarias y extraordina- rias. Las ordinarias serán mensuales y su fecha la fijará el Directorio en su primera sesión constitutiva; las extraordi- narias cuando sean convocadas por el Presidente o en con- formidad con la letra e del Art. 12 del Título IV. TITULO VI 19.-—Habrá dos clases de cuotas: de incorporación y anuales. El monto de las mismas será fijado por el Directorio en su primera sesión constitutiva. TITULO VII 20.—La Sociedad editará su Boletín por lo menos una vez al año y estará a cargo del Directorio. 21.—Eliminar las letras b y c. 22.—Agregar a continuación: “y haber sido recibidas dentro del plazo de recepción que éste fije”. 23.—Agregar a continuación: "Todo socio o persona que publi- que un trabajo en el Boleiín recibirá gratuitamente 100 apar- tados del mismo”. TITULO VIH 24, 25 y 26.—No se modifican. 27 —Cambiar: "Escuela de Medicina” por “Instituto Central de Biología”. 0 UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Instituto Central de Biología Dpto. de Biología General Director Prof. Ottmar Wilhelm El Organo de Bidder en Cakptocephalus Gayi (Primera nota Preliminar) * Bloir Ottmar Wilhelm E. y Elsa Lazcano de Vivaldi En los BUFONIDAE:: machos se encuentra como órgano cons- tante entre el testículo y el cuerpo adiposo un pequeño nódulo que tiene el aspecto de un ovario rudimentario que se conoce como ór- gano de Bidder. En las hembras de esta familia y sus respectivas especies (con excepción de Bufo vulgaris) este órgano desaparece totalmente en el animal adulto. El desarrollo embrional de esta formación ha si- do estudiada por primera vez por v. Wittich; la Valette St. George y Nussbaum y más detallodamente por Knappe y King, quienes han po- dido demostrar, que el órgano de Bidder, aparece separada y nítida- mente en los renacuojos de los 15 a los 18 días. Este último autor describe que la parte anterior de la cresta genital, que contiene 5 a 8 grandes células germinales primordiales prolifera más rápidamente, mientras la parte mediana y posterior de la que se desarrolla el tes- tículo o el ovario no cuenta nunca más que 3 de estas células germi- nales. De la parte anterior más intensamente desarrollada, se forma el Organo de Bidder a expensas de las células germinales primarias y pequeñas células peritoneales. Su origen es por consiguiente a ex- pensas del tejido germinal y su desarrollo:es más rápido y su tama- ño más notorio antes que pueda distinguirse el carácter diferencial del sexo en las propias gónadas de los embriones de estos Anuros. Las proliferaciones de tejido germinal son en un comienzo por mitosis, tento para el órgano de Bidder como para las glándulas se- xuales. En el desarrollo embrional del órgano de Bidder, después de las últimas mitosis, las células germinales toman la forma y el carác- ter de oocitos y se encuentran frecuentemente formando nidos celula- res rodeados per aplanadas células peritoneales, muy semejantes a los oocitos del ovario, hasta el estado de sinapsis. Durante la meta- morfosis, el cuerpo de Bidder y el testículo están: claramente separa- dos en los machos, mientras en la hembra comunica el lúmen del ór- (*) Trabajo presentado a la Sociedad de Biología de Concepción, en su sesión del 9 de Mayo de 1958. A gano de Bidder con el ovario y desaparece en los animales adultos (sólo persiste en la hembra de Bufo vulgaris). Mientras los oocitos en el ovario siguen sus procesos cito-ge- néticos y evolutivos hacia la maduración y evolución, en el órgano de Bidder los oocitos después de su multiplicación involucionan y degeneran. La acción funcional del órgano de Bidder es incretórica y se- gún Harms y numerosos otros autores, es por sí solo capaz de mante- ner en el macho como en la hembra, los caracteres sexuales. A este respecto es interesante recordar que el órgano de Bidder carece de interstitium (Cgnew). Los oocitos proceden del tejido germinal y su secreción interna la reciben las células de la granulosa que la vierten a la sangre, lo mismo que las células intersticiales para actuar sobre los caracteres sexuales secundarios. Las células granulosas del ór- gano de Bidder, serían por consiguiente funcionalmente homólogas a las células intersticiales del testículo y a las células de luteína del ovario. / La Anatomía y Fisiología comparada del órgano de Bidder en los Anfibios, Ánuros, es por consiguiente uno de los argumentos más interesantes para dilucidar su evolución filogenética y el meca- nismo de la diferenciación sexual. En los Bufonidae: machos, donde la bisexualidad es menos perfecta, por la circunstancia de disponer el macho en forma cons- - tante el órgano de Bidder como un ovario en miniatura, explica el hermafroditismo e intersexualidad en estos Anuros. Aún cuando en circunstancias normales, este órgano no da huevos maduros y su desarrollo está inhibido por las hormonas se- xuales de la gónada masculina, basta en cambio extirpar los testícu- los, para que el órgano de Bidder, se transforme en un ovario fun- cional, cuyos huevos son fecundables (Harms y Ponse). En los Cystignathidae:, no existe el órgano de Bidder en el macho, ni mucho menos en la hembra, según sostienen todos los au- tores. Por consiguiente, la no existencia o falta de desarrollo del ór- gano de Bidder sería una característica propia para esta familia y especies y por consiguiente en Calyptocephalus Gayi. Sin emkargo, ya en 1953, he encontrado en uno de los ma- chos de Galyptocephalus Gayi, procedente de los alrededores de Con- cepción, durante el mes de Diciembre, un órgano de Bidder típico. (Véase microfotografía Ne 1). Este hallazgo nos ha planteado una serie de interrogantes, por lo cual hemos iniciado en nuestro Instituto desde entonces un estudio sistemático del ciclo sexual y del órgano de Bidder en los anu- ros chilenos. El objeto de esta comunicación preliminar es sólo dar cuen- ta de que en nuestro material, hemos encontrado en Calyptocephalus Gayi machos recogidos en los alrededodes de Concepción el órgano de Bidder típico hasta la presente fecha en tres casos. (Véase micro- fotografías). O En la inmensa mayoría de los machos de Calyptocephalus Gayi no existe, o por lo menos, no se ha logrado observar el órgano de Bidderen un riguroso y minucioso control microscópico de cortes seriados totales realizados en alrededor de 50 machos durante las más diversas épocas del año. ( En nuestros protocolos se lleva el registro de fecha, proce- dencia, peso y dimensiones del animal, como asimismo mediciones y peso tanto del testículo como de la franja adiposa. Las preparaciones microscópicas abarcan todo el polo supe- rior del testículo y todo el pedúnculo de dicha franja. Este dbundante material microscópico recogido durante to- dos los meses de varios años, nos permite controlar la gámeto-génesis en esta especie para relacionar las variaciones con que puede apare- cer el órgano de Bidder, en relación con las estaciones y el ciclo se- xual y las variaciones geográficas y ambientales. La relativamente escasa frecuencia de la aparición del ór- gano de Bidder en Calyptocephalus Gayi, no permite todavía adelam- tar nada al respecto. Una vez que hayamos encontrado un mayor número de es- tos casos para encuadrar estos interesantes hallazgos en las varia- ciones cíclicas mencionadas, podremos establecer y dilucidar la sig- nificación de este órgano en esta especie de tanto interés para las investigaciones experimentales en el campo de la fisiología comparada. RESUMEN Se hace una síntesis del origen embrional y significado mor- fológico y funcional del órgano de Bidder. Acerca de su constante presencia en los machos de los Bu- fonidae: y su ausencia en los machos de los Cystigriathidae ,, comu- nican los autores el hallazgo fortuito del órgano de Bidder en Calyp- tocephalus Gayi. Dum y Bib. Se acompañan tres microfotografías). Su escasa aparición esporádica y sus variaciones están con- troladas por cortes seriados que comprenden el polo superior del tes- tículo para la gametogénesis y todo el pedículo de la franja adiposa, para la investigación del órgano de Bidder, durante todas las épocas cel año. RESUME Ce travail résume l'origine embryonnaire et la signification mocrphologique et fonctionnelle de l'organe de Bidder. En ce qui concerne la constance de sa présence chez les Bu- fonidae máles et de son absence chez les Cystignathidae, les auteurs signalent la présence fortuite de cet organe chez Calyptocephalus Gayi Dum, et Bib. (trois microphotographies annexées). : La présence sporadique et les variations de l'organe sont con- trolées par des séries de coupes effectuée tout au long de l'anée. FIGURA 1 Microfotografía del órgano de Bidder de Calitocephalus Gayi, macho; abajo el polo superior del testículo (aumento menor). OIEA FIGURA 2 Organo de Bidder, oocitos y células de la granulosa (aumento mediano). O SE FIGURA 3 Organo de Bidder; oocitos con sus núcleos y nucléolos (aumento mayor). Microfotografías originales Ces coupes comprennent le pole supérieur du testicule pour l'étude de la gamétogénese et tout le pédicule de la frange adipeuse pour la recherche de l'organe de Bidder. SUMMAR Y A synthesis of the embrional, and mortological origin, and the functional significance of Bidder's organ is done. y With regards to its constant presence in the male of Bufoni- dae, and its absence in the male of Cystignathidae, the authors have found Bidder's organ in CGalyptocephalus Gayi Dum, and Bib. (3 pho- tomicrooraphs are presented). Its limited apparitions and variations are controlled by means of sections in series that include the superior pole of the testicule for the gametogénesis of the hole pedicule of the fat body in search of Bidder's organ during all the year round. ZUSAMMENFASSUNG Es wird die Entwicklung sowie die morphologische und funk- tionelle Bedeutung des Bidder'schen Organes erortert. Betrefiz seines konstanten Vorkommens im mánnlichen Gesch- lecht der Bufeniaen und seines Fehlens bei Cystignathiden, teilen die Verfasser die zuffallige Bestatigung des Bidder'schen Organes bei Ca- lylocephalus Gayi, Dum. u. Bid. mit (3 Mikrophotographien sind bei- gefuat). : Das seltene Auftreten und die betreffenden Variationen dieses Organs bei Calyptocephalus, ist durch Serienschnitte des oberen Teiles des Hodens auf Gametogenese und des gesamten Hodenstieles des Fettkórpers zur Suche des Bidder'schen Organes wahrend der vers- chiedenen Johreszeiten kontrolliert. BIBLIOGRAFIA 1] —Bidder, F.—Archiv. f Anat. Physiol. u. wiss. Medicin 1852. 2.—Harms, F. W., Kórper und Keimzellen.—Monographien aus dem gesamt-gebiet- der Phpsiologie der Plazen und der Tiere. F. Springer. Berlin 1926. (2 tomos). Pág. 196-213. 3—Houssay, B. A.: L. Ginsti; F. M. Lascano-González.—Hypophysen transplanta- tion und sexuelle Reizung bei der Króte, Rev. Soc. Argent., Biol. V. 397-418. 4. —Ponse K.—¡'Organe de Bidder et le determinisme des caracteres sexueles se- cundaires chez le crapaud (Bufo vulgaris). These, Faculté des Sciences. Université de Geneve. 1924. L'évolution de l'organe de Bidder et la se- xualité chez le Crapaud .Rev. Suisse. Zool. 34. p. 217-20. 5 —Witchi, E.—Studies of sex differenciation and sex determination in Amphibious. your of Exp. Zool. 52. Págs. 237-254, 267-280. o E UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Instituto Central de Biología Dpto. de Botánica Dir. Prof. A. Pfister Detección de saponinas en Angiospermae chilenas (*) AO M. Ricardi, C. Marticorena, M. Silva y F. Torres INTRODUCCION Las saponinas, como es sabido, son glucósidos que se en- cuentran con cierta frecuencia en diversos órganos de ciertas plantas y que se caracterizan por su propiedad de formar espuma en solución - GCcuosa y por su acción fisiológica de producir la hemolisis de los glóbulos rojos, dejando: en libertad la hemoglobina. Esta «acción es muy intensa y se manifiesta aun en scluciones muy diluídas; así se ha demostrado que al agregar una parte de digitonina a 168.000 partes de sangre desfibrinada en suero fisiológico, la genina aumen- ta la permeabilidad de la membrana de los eritrocitos, dejando pasar las moléculas de hemoglobina, produciendo finalmente la disolución total de las mismas. Este proceso hemolítico es general para todas las saponinas y se produce porque la genina se combina con el co- lesterol de la membrana celular. A este respecio se ha demostrado experimentalmente que la adición de colesterol a una solución de saponina bloquea la actividad hemolítica de ésta, por formación de un complejo colesterol-saponina, sin actividad hemolítica ulterior. La espuma, la acción hemolítica y su acción tóxica sobre los peces han sido propiedades bien aprovechadas para valorar cuanti- tativamente estos glucósidos saponínicos. Químicamente son sustancias terciarias, de peso molecular elevado, neutras o ligeramente ácidas. Por hidrólisis dan monosacá- ridos como glucosa, galactosa, arabinosa, metileentiosas, etc., y una sapogenina. Esta sapogenina puede ser de dos tipos: derivados tri- terpénicos como el ácido quillájico de la Quillaja saponaria Mol. y derivados del ciclopentanoperhidrofenantreno o saponinas esteroides, como la diosgenina que se encuentra en varias especies de Dioscorea. De estos dos grupos de saponinas, el que tiene mayor interés actualmente es el grupo de las saponinas esteroides, las cuales pre- (*) Trabajo patrocinado por el H. Consejo de Invesligaciores Científicas de la Universidad de Concepción, bajo ei proyecto titulado “INVESTIGACIONES TAXONOMICAS DE LA FLORA DE CHILE”. RU OHC CH Ho de (ea) 1 HC a HO HC CH Diosgenina Acido quillájico ocupan profundamente a los investigadores, pues ellas son sustan- cias precursoras de los complejos núcleos químicos de ciertas hormo- nas sexuales y corticales. Esta similitud química ha abierto la posi- bilidad de emplear ciertas saponinas esteroides en la síntesis de hor- monas sexuales y corticales, y lo que es más importante, ha dade lugar a una búsqueda intensa de especies vegetales saponínicas. De cquí el interés del presente trabajo, en el cual se han detectado sa- poninas en Angiospermas chilenas con el fin de facilitar futuras inves- tigaciones, dando a los fitoquímicos una lista de plantas con sapo- ninas positivas y negativas, en las cuales se ha evidenciado por la técnica gelatina-glóbulos rojos la presencia o ausencia de saponinas en los diferentes órganos vegetales. El trabajo de investigar poste- riormente saponinas esteroides se verá «así enormemente facilitado por el hecho de poseer ya el investigador una lista de un gran nú- mero de plantas que han o no acusado la presencia de saponinas, GENERALIDADES En el presente trabajo, se ha investigado cualitativamente las saponinas, conforme al método hemolítico gelatina-glóbulos ro- jos, según la técnica de Luft, modificada" por Fischer y otros inves- tivadores posteriores (1-2-3-5). Personalmente hemos comprobado que la hemolisis de los glóbulos rojos es igualmente intensa en suero fi- siológico neutro que a pH ajustado a 6, 7.4 y 8, por lo cual se ha trabajado a pH neutro y se han reemplazado los glóbulos rojos de cordero por sangre humana, pues no se observó ninguna diferencia cuantitativa en cuanto a magnitud de la reacción hemolizante en los casos positivos. METODICA l ml. de suspensión de glóbulos rojos en suero fisiológico- gelatina extendido sobre portaobjetos, se deja solidificar a tempera- tura ambiente, y sobre éstos se van incluyendo los cortes de los di- ferentes Órganos de la especie a investigar, previamente humedecidos con suero fisiológico neutro; se cubren con otro portaobjetos que tam- bién lleva una película gelatina-glóbulos rojos; las preparaciones se dejan reposar en un lugar fresco y los resultados se leen por trans- parencia 12 horas después. Para controlar la intensidad de la hemo- EE Uan lisis, es conveniente examinar las placas una hora después de pre- paradas y marcar aquellas en que ya se observe un halo incoloro — indicador de la hemolisis — alrededor del corte, dato que debe tenerse en cuenta al hacer la lectura final. Igualmente es aconsejable tratar en lo posible de que los cortes tengan un diámetro standard para todos los casos, pues ello facilita la apreciación del halo hemo- lítico alrededor de los mismos. A este respecto hemos establecido una escala de apreciación de hemolisis en la forma siguiente: Halo hemolítico de más o menos 1 mm. —= 1 (débil) = + E - : AE 2 mm. = 2 (regular) = >- -l- E . $ E 3 mm. —= 3 (fuerte) = +- -|- -/- a ? E E 4 mm. = 4 (muy intenso) = -|- -|- -|- -/> En investigaciones similares a la nuestra se ha empleado el signo + pera indicar la intensidad hemolítica, con una escala de una a cuctro cruces, la que es pertectamente equivalente al sistema numérico empleado en e! presente trabajo. Razones de espacio hacen aconsejable esta determinación. Las plantas se han agrupado en dos categorías: 1) aquellas en que la totalidad de sus órganos o en algunos de ellos han dado hemolisis positiva; y 2) las totalmente negativas (“Especies con hemo- lisis negativa”). En el primer grupo, lógicamente, se ha empleado la escala de valores ya descrita, dejando el signo Ú para indicar el órgano negativo. En el segundo grupo se ha marcado con el signo x el órgano investigado negativo. Para indicar los diferentes órganos vegetales, se han emplea- do las siguientes abreviaturas: AN => olía 8 = laulos 1 = cello EN ="escapo == ojal COR [e = nO) La parte experimental ha comprendido la detección de sa- poninas en los diferentes órganos de Angiospermas chilenas e intro- ducidas, sistemáticamente bien conocidas y de distribución geográfica más o menos amplia y de importancia en la cubierta herbácea. El número de especies, agrupadas en familias, se resume en el cuadro siguiente: Familia Positivas Negativas Total Acanthaceae Aextoxicacegae Aizoaceae Alismaceae Amaranthaceae Amaryllidaceae Anacardiaceae Apocynaceae ES OnNo*-ooocoo ==> NO Dc == N NO0mnnnNn o mn == Familia Positivas Negativas Total Araliaceae 1 2 Aristolochiaceae 0 2 2 Asclepiadaceae 12 13 Balanophoraceae 0 1 el Berberidaceae 1 11 22 Bignoniaceae 5 2 7 Borraginaceae 4 56 60 Bromeliaceae 3 12 15 Burmanniaceae 0 1 Cactaceae 0 1 1 Calyceraceae 4, Y 11 Campanulaceae 3 15 18 Capparidaceae 0 2 2 Caryophyllaceae 34 18 52 Celastraceae 0) 4 4 Centrolepidaceae 0 1 A Chenopodiaceae 7 8 25 Compositae 130 483 613 Convolvulaceae 8 8 16 Cornaceae 3 1 4 Crassulaceae 0 Y 7 Cruciferae 4 73 77 Cucurbitaceae 1 0 1 Cunoniaceae 0 2 2 Cyperaceae ] 82 83 Desfontainaceae 0 1 1 Dioscoreaceae 11 11 22 Dipsacaceae 0) 1 1 Elaeocarpacece 0 S 3 Ericaceae 0 14 14 Eucryphiaceae 0 2 2 Euphorbiaceae 0 32 32 Fagaceae 0 8 8 Placourtiaceae 0) 11 11 Gentianaceae 0 7 7 Geraniaceae 0 23 28 Gesneriaceae 2 1 3 Gomortegaceae 0 1 1 Goodeniaceae 0 1 1 Gramineae 10 241 251 Halorrhagaceae 0 8 8 Hydrocharitoacege 0 2 2 Hydrophyllaceae 1 6 7 Hypericaceae 0 2 2 Icacinaceae 1 0 1 Tridaceae 6 17 23 Juncaceae 1 27 28 Labiatae 1 28 29 Lactoridaceae 0 1 ] Lardizabalaceae 2 0 2 Lauraceae 0 3 3 Leguminosae 33 198 231 Lilaeaceae 0 1 20 Liliaceae 18 14 32 Linaceae 0 4 4 Loasaceae 0 41 4] Loganiaceae 0 3 q Loranthaceae 3 4 Ye Lythraceae 0 4 4 | Familia Positivas Negativas Total Malesherbiacsas 0 6 6 Malpighiaceae 2 3 S Malvaceae 0 Sy 37 Monimiaceae 0 3 3 Myricaceae Ú 1 1 Myrtaceae 1 40 41 Myzodendraceae 0 Y 7 Nolanaceae 2 IS 17 Nyctaginaceae 0 8 8 Onagraceae 1 36 37 Orchidaceae 40 20 60 Orobanchaceae 0 1 1 Oxalidaceae Y) 23 30 Palmae 0 2 2 Papaveraceae 0 3 3 Phytolaccaceae S 0 S Piperaceae 0 4 4 Plantaginaceae 0 18 18 Plumbaginaceae 2 7 9 Polemoniaceae 4 1 S Polygalaceae 6 3 9 Polygonaceae 8 20 28 Pontederiaceae 0 1 1 Portulacaceae 31 S 36 Potamogetonaceae 0 9 9 Primulaceae 11 0 11 Proteaceae 1 S 6 Rafflesiaceae 0 1 1 Ranunculaceae 9 21 30 Restionaceae 0 1 1 Rhamnaceae 5 13 18 Rosaceae S 31 36 Rubiaceae 2 30 32 Salicaceae 0 1 Santalaceae 3 S 6 Sapindaceae 3 0 3 Saxifragaceae Y 34 41 Scheuchzeriaceae 0 3 3 Scroghulariaceae 14 95 109 Solanaceae 50 31 81 Stylidiaceue 0 1 1 Thymelaeaceae 0 3 3 Tropaeolaceae 0 15 15 Typhaceae 0 1 1 Umbelliferae 27 65 92 Urticaceae 3 7 10 Valerianaceae 0 31 31 Verbenaceae 6 25 31 Violaceae 11 19 30 Winteraceae 4 0 4 Zygophyllaceae 7 1 > 8 Totales: 609 2.285 2.894 El material botánico fue retirado del Herbario del Instituto de Botánica de la Universidad de Concepción (CONC); las especies han sido determinadas, en su gran mayoría, por conocidos especia- listas. En los archivos del Instituto se guarda el número de registro de cada una de las especies citadas. MONOCOTYLEDONEAE Fam. TYPHACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Typha angustifolia L. Fam. POTAMOGETONACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Potamogeton berteroanus Phil e linguatus Hagstr. lucens L. pectinatus L. reniacoensis Sparre strictus Phil. Ruppia maritima L. filifolia (Phil.) Skottsb. Zannichellia palustris L. Fam. SCHEUCHZERIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Tetroncium magellanicum Willd. Triglochin palustre L. se striatum R. et P. Fam. LILAEACEAE Especies con hermolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Liliaea scilloides (Poir.) Haum. Fam. ALISMACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Alisma plantago-aquatica L Sagittaria chilensis Cham. et Schl. Fam. HYDROCHARITACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Elodea potamogeton (Bert.) Espinoza Hydromystria stolonifera G. F. W. Mey. Fam. GRAMINEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Agrostis exasperata Trin. var. : purpurascens O. Kuntze magellanica Lam. Arrhenatherum elatius (L.) Presl. var. E bulbosum (Willd.) Spenner Avena hirsuta Moench. Sk sativa L. Calamagrostis viridi-flavens (Poir.) Steud. Cynosurus cristatus L. Deschampsia flexuosa (L.) Trin. o ES ml [oy mo A R»=R=Rroo AAA AAA AAA 0ONOonNo Fr Es Fr ooor- Deyeuxia vulcanica Phil. Poa pratensis L. Especies con hemolisis negativa: Agrostis alba L. se arvensis Phil. buchtienii Hack. campestris Phil. castellana Boiss. et Rent. clausa Phil. exasperata Trin. koeleriodes Desv. leptotricha Desv. nemoralis Phil. palustris Huds. sesquiflora Desv. speeiana Mez. > tenuis Sibth. umbellata Colla E vidali Phil violacea Phil. Aira caryophylla L. “ elegans Willd. ex Gaud. praecox L. vestita Steud. Alopecurus antarcticus Vahl. E heleochloides Hack. Amphibromus scabrivalvis (Trin.) Swallen Ammophila arenaria (L.) Link. Andropogon scoparius Michx. Anthoxanthum odoratum L. Apera interrupta (L.) Beauv. Aristida adscensionis L.. A longiseta Steud. pallens Cav. Arundo donox L. Avena barbata Brot. Briza berteroniana Steud. “—brizoides (Lam.) O. Kuntze maxima L. minor L. stricta (Hook. et Arn.) Steud. subaristata Lam. triloba Nees et Esemb. Bromus catharticus Vahl. de fernandezianus (Ph.) Skottsb. hordaceus L. inermis Leyss. macranthos Desv. mollis L. racemosus L. rigidus Roth A sebadilla Steud. stamineus Desv. tectorum L. trinii Desv. Cenchrus echinatus L. e myosuroides HBK. Chloris distichophylla Lag. Chusquea argentina Parodi si culeou Desv. do A semiverticillata (Forsk.) C. Christ. Organos: Organos: A RS AAA AAA II II IO > MARA RAR RR RR RAR RR RR RN o A A AAA II F Fr 0 0 F Fr sE x x x 52 x $20 5% x Xx Xx x x x x x x Xx x Xx x x x Xx x 52 Xx x x x Xx Xx x x x x Xx 9 9% x x x Xx x x x x x x Xx X Xx Xx XxX x ES x Xx Chusquea Chusquea Cortaderio 2” cumingii Nees fernandeziana Phil. macrostachya Phil. nigricans Phil. palenae Phil. parviflora Phil. quila Kth. argentea (Nees) Stapf pilosa (D'Urv.) Hack. rudiuscula Stapf. selloana (Schult.) Aschers. Cynodon dactylon (L.) Pers. Cynosurus echinatus L. Dactylis glomerata L. Danthonia "” andina Phil. araucana Phil. aureofulva Desv. chilensis Desv. collina Phil. picta Nees et Meyen virescens Desv. Deschampsia atropurpurea (Wahl.) Scheele ” berteroana (Kunth) Trin. caespitosa (L.) Beauv. danthonoides (Trin.) Munro et Benth. elegantula (Steud.) Parodi elongata (Hook.) Munro kingii (Hook. f.) Desv. Digitaria sanguinalis (L.) Scop. E tridactyla Kth. Distichlis scoparia Arech. spicata (L.) Greene ” Q"” tenuifolia Phil. thalassica (Kth.) Desv. Echinochla crusgalli (L.) Beauv. Eleusine tristachya (Lam.) Lam. Elymus ambiguus Vasey et Scribn. andinus Trin. antarcticus Hook. Í gayanus Desv. rigescens Trin. 7) Eragrostis arenarius L. lugens Nees peruviana (Jacq.) Trin. polytricha Nees pilosa (L.) Beauv. virescens Presl. Eriochloa punctata (L.) Desv. ex Hamilt. Festuca acanthophylla Desv. arundinacea Schreb. australis Nees davilae Phil. erecta D'Urv. gracillina Hook f. ovina L. pallescens (St-Yves) Parodi purpurascens Banks et Soland ex Hook. f. pirogea Speg. scabriuscula Phil. Gastridium -lendigerum (L.) Gaud. A AA AA A CES AAA AA AAA AS II O E II! RARA AAA AAA Hi MR RR RR ESEX Xx Xx Xx x Xx Xx x Xx x Xx Xx Xx x Xx Xx Xx Xx Xx Xx Xx Xx Xx Xx Xx x Xx x Xx Xx Xx Xx AX x Xx Xx Xx Xx Xx x x Xx Xx Xx Xx Xx Xx x x pd Xx x x x Xx Xx xXx Xx Gastridium ventricosum (Gouan.) Schinz et Thell. Glyceria fluitans (L.) R. Br. Gymnachne jaffuelii Parodi Gymnothrix chilensis Desv. Hierochloe antarctica (Labill.) R. Br. E redolens (Vahl.) Roem. et Schult. de utriculata (R. et P.) Kth. Holcus lanatus L. Hordeum brachyatherum Phil. berteroanum Desv. chilense Brong. Haum. E comosum Pres]. E jubatum. L. leporinum Link. marinum Huds. murinum L. pubiflorum Hook. f. Haum. Imperata brassiliensis Trin. Ea cylindrica (L.) Beauv. Koeleria phleoides (Vill.) Pers. Lagurus ovatus L. Leptochloa uninervia (Presl.) Hitch. et Chase. Lolium loliaceum (Bory et Chaub.) Hand-Mazz sl multiflorum Lam. perenne L. Megalachne berteroniana Steud. Melica laxiflora Cav. E paulseni Phil. paecilantha Desv. violacea Cav. Monerma cylindrica (Willd.) Coss. et D. Dur. Muhlenbergia asperifolia (Ness et Mey.) Parodi Nassella chilensis (Trin. et Rupr.) Desv. exserta Phil. 2 lahitii Parodi longearistata Phil. pungens Desv. ramosa Desv. Panicum capillare L. urvilleanum Kth. Parapholis incurva (L.) C. E. Hubb. Paspalum dasypleurum Kunze ex Desv. po dilatatum Poir. $ distichum L. AS vaginatum Swartz. Phalaris arundinacea L. se canariensis L. Phleum alpinum L. Ss commutatum Gaud. pratense L. Phragmites communis Trin. teclas bicolor (Vahl.) Desv. E bicolor (Vahl.) Desv. var. minor (Speg.) Parodi montevidense (Spreng.) Parodi panicoides (Lam.) Desv. ” YE chilense Brong. var. pseudosecalinum secalinum Sch. var. andicola (Griseb.) tuberosa L. var. stenoptera (Hack.) Hitch. Organos: III +) > Am” >” >=” OS A AAA AAA AAA > =>” III | AAA As AAA AA AA AA AAA AAA AAA AA AAA AA AA AA AA >? NR AA AAA A A A O >” F Fr x x x x x x Xx x x x x x Xx x x x x x x x x x x x x 53 Xx x x 505 Ex x x x x x x x x x x x Xx x SS SR x x x x x x 5% x x 52 Xx x Piptochaetium stipoides (Trin. ei Rupr.) Hack. Poa acrochaeta Hack. annua L. berningeri Pilger bonariensis (Lam.) Kth chilensis Trin. dialystostachya Phil. fuegiana (Hook. f) Hack. holciformis Pres]. “ julieti Phil. “*- lanuginosa Poir. lanigera Nees nemoralis L. obvallata Steud. palustris L. spicaeformis (Steud.) Haum. et Parodi trivialis L. vulcanica Phil. Polypogon australis Brong. chonoticus Hook. f interruptus HBK. ña lutosus (Poir.) Hitch. e monspeliensis (L.) Desf. semiverticillatus (Forsk.) Hoover. Puccinellia glaucescens (Phil.) Parodi. : laxa (Pilger) Parodi parvula Hitch. Relchela panicoides Steud. Secale cereale L. Setaria geniculata (Lam.) Beauv. verticillata (L.) Beauv. Sorghum vulgare Pers. Spartina densiflora Brong. Sporobolus indicus (L.) R. Br. poiretii (Roem. et Schult.) Hitch. Stenotaphrum secundatum (Walt.) Kuntze Stipo amphicarpa Phil. barbinodis Phil. brachychaeta Gord. breviculmis Hitch. duriuscula Phil. frigida Phil. “ — hirtifolia Hitch. “-— laevissima (Phil) Speg. laxa Desv. neesiana Trin. et Rupr. plumosa Trin. poeppigiana Trin. et Rupr. speciosa Trin. et Rupr. tenuiflora Phil. tortuosa Desv. trichocaulos Phil. venusta Phil. Trisetobromus hirtus (Trin.) Nevski Trisetum lasiolepis Desv. laxiflorum Phil. monticola Phil. spicatum (L.) Richt. variabilis Desv. Triticum sativum L. Vulvia dartonensis (L.) Gola ” ” “ CE NO gipt Organos: ESE ES Es >=” AAA AAA AA AAA AAA AAA ES] TEE EII | A E AAA AAA AAA AAA ARA E] AAA AAA AAA ENEX > IA] ASA ES II A > Vulpia eriolepis (Desv.) Blom. “ — megalura (Nutt.) Rydb. 23 myuros (L.) Gmel. Zea mays L. Fam. CYPERACEAE Especies con hemolisis positiva Heleocharis melanostachys (D'Urv.) C. B. Clarke Especies con hemolisis negativa: Bulbostylis juncoides (Vahl.) Kuek. var. po lorentzii (Boeck.) Kuek. Carex acutata Boott. * — aemotorrhyncha Desv. var. “ — corralensis (Phil.) Kuek. “* andina Phil. “* — antucensis Kunze “ — aphylla Boott. “— banksii Boott. “ berteroniana Steud. “-— bonariensis Desf. var. "— trachycystis (Griesb.) Kuek. “ — bracteosa Kunze ”— brongniartii Kunze canescens L. " — canescens L. var. robustior Blytt. “ darwinii Boott. excelsa Poepp. fuscula D'Urv. “ fuscula D'Urv. var. distenta (Kunze) Kuek. fuscula D'Urv. var. pseudoextensa Kuek. gayana Desv. . gayana Desv. var. densa Kuek. '" gayana Desv. var. taurina (Phil.) Kuek. laetus Pres]. macloviana D'Urv. Kuek. magellanica Lam. molinae Phil. “ Qederi Retz. var. cataractae (R. Br.) Kuek. paleata Boott. “ — phalaroides Kth. “* pseudocyperus L. var. haenkeana (Presl.) Kuek. "—riparia Curt. var. chilensis (Brong.) Kuek. “" —setifolia Kuntze var. pungens (Boeck.) Kuek. subantarctica Speg. " trichodes Steud. var. lateriflora Phil. urvillei Brong. Carpha paniculata Phil. Cladium scirpoides (Steud.) B. et H. Í. Cyperus eragrostis Lam. £” Kuek. graminicus Kth. Cyperus laetus Kth. subsp. oostachyus 2 (Nees) Kuek var. concepctionensis 7 (Steud.) Kuek 4 microcephalus HBK. var. typicus Buch. Si reflexus Vahl. O macloviana D'Urv. var. thermarum (Phil.) eragrostis Lam. var. compactus (Desv.) Organos: Organos: Organos: E IN AAA AA AA AAA A ES AAA AAA AA AA II e] a 0] NH >” AAA AAA AS A AAA AAA AAA A] F Fr x » AAA > A AAA Xx x Xx x XxX Xx x ES Xx Xx XxX XxX X eS 26 Xx x Ex Xx Xx Xx XxX Xx Xx XxX XxX Xx Cyperus reflexus Vahl. var. fraternus (Kth.) Kuntze xanthostachys Steud. Heleocharis albibracteata Nees. ee bonariensis Nees lechieri Boeck. d macrostachya Britt. de maculosa (Vahl.) R. Br. ” 2” maculosa (Vahl.) R. Br. Subsp. suscopurpurea (Steud.) Kuek. melanocephala Desv. pachycarpa Desv. palustris (L.) R. Br. striatula Desv. vicentina Phil. Isolepis albescens Gay nigricans Kth. Oreobolus obtusangulus Gaud. Schoenus andinus (Phil.) Pfeiffer Scirpus americanus Pers. 7) Q“ americanus Pers. var. longebracteatus Osten et Barros americanus Pers. var. pungens (Vahl.) Osten et Barros f. cordilleranus Kuek et Barros asper Pres]. badius Presl. californicus (Meyen) Steud. cernuus Vanl. cernus Vahl. var. pygmea Kth. chilensis Nees innundatus Poir. nigricans Spreng. nodosus Rottb. riparius Presl. riparius Presl. var. tereticulmis (Steud) Clarke Uncinia brevicaulis (Thou.) Kth. var. E macloviana (Gaud.) Clarke douglasii Boott. erinacea (Cav.) Pers. macrophylla Steud. negeri Kuek. phleoides (Cav.) Pers. Clarke tenuis Poepp. Fam. PALMAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Juania australis Dr. Jubaea chilensis (HBK.) Johnst. Fam. RESTIONACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Leptocarpus chilensis (Gay) Mast. phleoides (Cav.) Pers. var. nux-nigra Fam. CENTROLEPIDACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Gaimardia australis Gaud. A NL Organos: Organos: Organos: Organos: R T HPFEPFr 52 2 x iaa ae x NS x O So x Xx Ex x x x Xx 92 E URI UA x A 97 $3 sE x 0 se aa x OS x se 58 x LR x x x x x x x x x x x 505% x 73 AR OS x x SS x Xx x x x STE Te SE x x x O e 58 55% xi x x 52 US SN AA x x Xx Xx x x x x 5% x x Xx E 5% x Xx No hubo R THPFPFr Sesa 5% EX No hubo ETE Er AAA AO No hubo R THÁ6HPFFr E E Fam. BROMELIACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Greigia landbeckii Phil. Hesperogreigia berteroi (Skottsb.) Skottsb. Rhodostachys carneus (Beer) Mez. Especies con hemolisis negativa: Organos: Fasciculoria bicolor (R. et P.) Mez. A sphacelata (R. et P.) Regel Ochagavía chamissonis (Mez.) Sm. et Looser Y elegans Phil. Puya alpestris Poepp. “chilensis Mol. coerulea Lindl. venusta Phil. violacea (Brong.) Mez. Tillandsia usneoides L. propinqua Gay 0" 7) “ Fam. PONTEDERIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Eichornia crassipes (Mart.) Solms. et Laub. Fam. JUNCACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Marsippospermum philippii (Buch.) Haum. Especies con hemolisis negativa: Organos: luncus acutus L. e acuius L. var. effusus Buch. ñ balticus Willd. bufonius L. capiliaceus Lam. chilensis Gay cyperoides Lah. deserticola Phil. dombeyanus Gay efílusus L. filiformis L. imbricatus Lah. imbricatus Lah. var. chamissonis (Kth.) Buch. microcephalus H. B. K. microcephalus H. B. K. var. floribundus (HBK.) (Kunth) planifolius R. Br. procerus Mey. scheuchzerioides Gaud. stipulatus Nees et Mey. Luzula alopecurus Desv. EE campestris (L.) DC. var. tristachya (Desv.) Buch. chilensis Nees et Mey. Sl leiboldii Buch. E racemosa Desv. Marsippospermum grandiflorum (L. f) Hook. Oxychloe andina Phil. de clandestina (Phil.) Haum. 7 Fam. LILIACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Astelia pumila Banks et Sol. — A A EE Ea > AAA AA AAA AA AAA AAA R B T 3 A AAA E] 4 RXNMNqo7n AAA AAA HEJEx 0.0 0 > 1 H F Fr x x x ES x x 52 Se 5 se 5% os e 23 sa x hubo H F Fr 52 5% H F Fr 0.0 2 H F Fr x x ARICA x ES $2 20 Ea x 58 x x x x A: x x x x x x x x se 5 5 x 50% x x x x x Xx x x x Xx x Xx x x x x 50 7252 5d 58 H F Fr NL Organos: Bottionea thysanothoides Colla Brodiaea bivalvis (Lindl.) Engl. Y porrifolia (Poepp.) Engl. violacea (Kunth) Engl. Convalaria majalis L. Gilliesia monophylla Reiche var. pardopurpurea Reiche Herreria stellata R. et P. Lapageria rosea R. et P. Leucocoryne angustipetala Gay ds ixioides Lindl. Nothoscordum andinum (Poepp.) Kunth gramineum (Sims.) Beauv. fragans (Vent.) Kunth Pasithea coerulea (R. et P.) D. Don Philesia buxifolia Lam. Tristagma australe Neger ex Dusen nivale Poepp. et Endl. Especies con hemolisis negativa: Organos: Ancrumia cuspidata Harv. Allium roseum L. Asparagus officinalis L. Fortunatia biflora (R. et P.) Macbr. Gilliesia graminea Lindl. monophylla Reiche Leucocoryne alliacea Lindl. Luzuriaga erecta Kunth marginata (Gaertn.) Benth. et H. f. radicans (Lindl.) Kunth. Miersia chilensis Lindl. Nothoscordum gramineum (Sims.) Beauv. var. flavencens Kunth. sellowianun Kunth. Scilla chloroleuca (Lindl.) Kunth Fam. AMARYLLIDACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Alstroemeria haemantha R. et P. ligtu L. patagonica Phil. pelegrina L. pulchra Sims. revoluta R. et P. spathulata Pres]. violacea Phil. Bomarea salsilla (L.) Herb. Conanthera simsii Sweet. ; trimaculata Don. Hippeastrum añañuca Phil. Hippeastrum bicolor (R. et P.) Baker e chilense (R. et P.) Baker phycelloides (Herb.) Baker Leontochir ovallei Phil. Especies con hemolisis negativa: Organos: Alstroemeria aurantiaca Don graminea Phil. Conanthera bifolia R. et P. ze campanulata Don Hippeastrum advenum (Ker-G.) Herp. TAE = ON*>Or => 0 0u- Oo ocoow Se) on oo AAA? 0c00o0o00o0oo-00r E o.- > SOS) (127 00000 O00O0mm NOOO» A A A SN E OOO) ES ES TT 2000-00000000000HA > N=NOo- Mm II IAN IS > OoO0O0rrerrOrrror-rnuroo-mT II | E Fr 6] nm =“NN-OoDN ROO Fr Hippeastrum roseum (Herb.) Baker Tecophilaea violaeflora Bert. ex Colla andicolo (Poepp.) Baker andersoni (Herb.) Baker elegans Don ” 7 Fam. DIOSCOREACEAE Especies con hemolisis positiva: Dioscorea acutifolia Phil. besseriana Kunth brachybotrya Poepp. bridgesii Griseb. iastigiata Gay helicifolia Kunth humifusa Poepp. humilis Bert. ex Colla nana Poepp. pencana Phil. stenocolpus Phil. 7) 7) Especies con hemolisis negativa: Dioscorea andina Phil. arenaria Kunth auriculata Poepp. bryonaefolia Poepp. cissophylla Phil. e litoralis Phil. nervosa Phil. z pedicellata Phil. reticulata Gay saxatilis Poepp. Epipetrum humile (Bert.) Phil. Fam. IRIDACEAE Especies con hemolisis positiva: Sisyrinchium junceum T. Mey. Solenomelus pedunculatus (Gill.) Diels sisyrinchium (Griseb.) Pax. Symphyostemon lyckholmii Dus. Tigridia philippiana Johnston Tritonia crocosmiaefolia (Hont.) Bak. Especies con hemolisis negativa: Calydorea speciosa Herb. Chamaelum andinum (Phil.) Benth Herbertia pulchella Sweet. Libertia coerulescens Kth. chilensis (Mol.) Gunckel elegans Poepp. formosa Grah. ixioides (Forst.) Spreng. e sessiliflora (Poepp.) Skottsb. id tricocca Phil. Sisyrinchium chilense Hook. cuspidatum Poepp. ES graminifolium Linal. e iridifolium H. B. K. ll striatum Sm. : Symphyostemon biflorus (Thun.) Dus. Tapeinia pumila (Forst.) Diels m7) OE, Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: AAA AA AAA AA ARAS See] RERRROO II II | == MM oooooomn > EIA Lo e III III II S-NO-00o0oroHnN II UE IL II > 200000H x ER: E 528% F Fr AL 0 . 100 1 1 F Fr Xx aX x x se ES x se x 9% x F Fr 0 2 0 2 10) 0 0.4 F Fr xX x E E PEER 525% EX XX ES AX EX: x 52% E sex Ez 5 Fam. BURMANNIACEAE Especies con hemolisis positiva: Arachnitis uniflora Phil. Especies con hemolisis negativa: Fam. ORCHIDACEAE Especies con hemolisis positiva: Asarca acutiflora Poepp. et Endl. araucana Phil. cardioglossa Reiche feuilleana Krzl. leucantha Poepp. et Enal. lutea Pers. Bipinnulo volkmannii Krzl. Chloraea alpina Poepp. aurantiaca Lindl. bicallosa Krzl. calopogon Phil. campestris Poepp. chlorosticta Phil. crispa Lindl. cuneata Lindl. cylindrostachya Poep. disoides Lindl. grandiflora Poepp. heteroglossa Rchb. hemichloris Krzl. hookeriana Speg. et Krzl. incisa Poepb. lechleri Lindl. leontoglossa Speg. et Krzl. lindleyi Poepp. lineata Krzl. longipeta Lindl. lutea (Willd.) Schl. magellanica Hook. f. modesta Krzl. multiflora Lindl. nudilabia Poepp. philippii Rchb. f. piquichen Lindl. reflexa Phil. reicheana Krzl. speciosa Poepp. stenantha Krzl. ulanthoides Lindl. virescens Linadl. Especies con hemolisis negativa: Asarca glandulifera Poepp. odoratissima P. et E. Bipinnula fimbriata (Poepp.) Johnst. plumosa Linal. Chloraea alaris Lindl. chrysanta Poepp. cristata Lindl. fonckii Phil. galeata Linal. kruegeri Krzl. leptopetala Reiche multiflora Lindl. pogonata Phil. DUE pesan Organos: Organos: Organos: O*0w00 orooorronoor—NvoNnNoooco0ooo0o0-- O 00kx- 0/4] or=oroo » 2» oooooorrorooooorroorro0000000oNOoOoDoONN-—-O0- ma AAA sE ROTA E 2 4 0 No hubo R oooornNyyvoroo=rronun==onr--NOoo0oONO--N--O0O0NmM A | AAA pas AA Organos: Chloraea pseudocampestris Krzl. y semitensis Krzl. volucris Lindl. % viridiilora Poepp. Codonorchis tetraphylla (Poepp. et Endl.) L. O. Wms. Habenaria paucifolia Lindl. Spiranthes diuretica Lindl. ” DICOTYLEDONEAE Fam. PIPERACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Peperomia berteroana Mig % coquimbensis Skottsb fernandeziana Mig. margaritifera Hook. Fam. SALICACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Salix humboldtiana Willd. Fam. MYRICACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Myrica pavonis DC Fam. FAGACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Nothofagus antarctica (Forst.) Oerst. E betuloides (Mirb.) Oerst. E dombeyi (Mirb.) Oerst. A glauca (Phil.) Krasser nitida (Phi!) Krasser obliqua (Mirb.) Oerst. procera (Poepp. et End.) Oerst. pumilio (Poepp. et End.) Krasser Fam. URTICACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Parietaria debilis Forst. var. fernandeziana (Steud.) Skottsb Pilea elegans Rich. *——elliptica Hook. fil. Especies con hemolisis negativa: Organos: Boehmeria excelsa (Bert ex Steud.) Wedd. Parietaria debilis Forst. Urtica dioica L. echinata Benth. magellanica Poir. magellanica Poir. var. mollis " (Steud.) Wedd. “——urens L. Fam. PROTEACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Embothrium coccineum Forst. 7) EA R T x x x CS SES 23 EA No R T 57 SE podes Ex No R T x No R T 5% No R T x x x x x x x Xx R T 0 0 ZO) ETE x SE se 5% x 5% Xx se OS R T 0 H F Fr 5% 2 EX X X X ES A 8 ER 987158 hubo H F Fr 57 x 57 7 x hubo H F Fr A hubo H F Fr SSL SR hubo H F Fr 7 EE x x 52 5% x x ES x x x x H F Fr (aj (0) 2 0.0 H F Fr 50 sE x x 7 x A E sE x x ES x H F Fr 0 2 Especies con hemolisis negativa: Guevina avellana Mol. Lomatia dentata (R. et P.) R. Br. , ferruginea (Cav.) R. Br. hirsuta (Lam.) Diels Orites myrtoidea (Poepp. et End.) Benth. :et Hook. Fam. SANTALACEAE Especies con hemolisis positiva: Quinchamalium carnosum Phil. gracile Brogn. majus Brogn. Especies con hemolisis positiva: Arjona pusilla Hook. fil. tuberosa Cav. Myoschilos oblonga R. et P. Fam. MYZODENDRACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Myzodendron brachystachyum DC. gayanum van Thiegh linearifolium DC. linearifolium DC. var. contractum Skottsb. oblonguifolium DC. punctulatum Banks et Sol. quadrifolium DC. Fam. LORANTHACEAE Especies con hemolisis positiva: Eremolepis punctulata Griseb. Phrygilanthus heterophyllus (R. et P.) Eichl. verticillatus (R. et P.) Eichl. Especies con hemolisis negativa: Lepidoceras kingii Hook. fil. Phrygilanthus aphyllus (Miers.) Eichl. mutabilis (Poepp. et End.) Eichl. tetrandrus (R. et P.) Eichl. Fam. ARISTOLOCHIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Aristolochia pearcei Phil. chilensis Miers Fam. RAFFLESIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Pilostyles berterii Guill. Fam. BALANOPHORACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Juelia subterranea Aspl. Fam. POLYGONACEAE Especies con hemolisis positiva: Chorizanthe commissuralis Remy Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: R T HPFPFr aa 53 0 SE 53% 228 RR 0 e 0 R THAO6PFEF OO. 1 OO) LO Qe R T HPFPF a OS Oe e 508 3% No hubo IS > 0 Xx Xx x Xx 33% x 50 x xXx Xx 507 5% Xx 598 R THÁ6HPFEFr PEA (12 1 ORIO R T HFFr IR x x IS SES SR No hubo R T HFFr SO ES ER No hubo R T HEFPFr A No hubo R T HPFPFr x Xx Chorizanthe deserticola Phil. macraei Benth. vaginata Benith. virgata Benth. Rumex acetocella L. Polygonum convolvulus L. Sa hydropiperoides Mchx. "” Especies con hemolisis negativa: Chorizanthe alabrescens Benth. paniculata Benth. ramosissima Benth. Lastarriaea chilensis Remy Muehlenbeckia chilensis Meisn. " “£ Polygonum aviculare L. lapathifolium L. maritimum L. orientale L. persicaria L. sanguinaria Remy Rumex acetosa L. conglomeratus Murr. cuneifolius Cam. cuneifolius Cam. var. maricola Reiche maricola Remy pulcher L. sanguineus L. romasa Remy Fam. CHENOPODIACEAE Especies con hemolisis positiva: Atriplex semibaccata R. Br. Chenopodium macrospermum Hook. fil. murale L. multifidum L. Obione axillaris (Phil.) Ulbr. zi mucronata (Phnil.) Ulbr. Salicornia fructicosa L. 7) Especies con hemolisis negativa: Beta vulgaris L. var. Chenopodium album L. ambrosoides L. andicola (Phil.) Reiche chilense Schrad. hircinum Schrad. paniculatum Hook. patagonicum Phil. quinoa Willd. santae-clarae Johow Obione atacamensis (Phil.) Ulbr. Ñ auxillaris (Phil.) Ulbr. de chilensis (Colla) Ulbr. E deserticola (Phil.) Ulbr. is madariagae (Phil.) Ulbr. iS taltalensis (Phil.) Ulbr. Suaeda divaricata Moqg. Salsola kali L. ==>) — hastulata (Sm.) Standl. ex Macbr. Organos: Organos: Organos: Organos: E IS | o | HA O A A O II SMS => 00 Hg II II +] Oruw F Fr 2 1 2 2 EZ, 0.0 F Fr x x x x x x 52 x 26 x x x x x x x F Fr 0 2 1 3 1 F Fr 5 53 x x x x x x ya 52 GX x x x Xx Fam. AMARANTHACEAE Especies con hemolisis positiva: Alternanthera halimifolia (Lam.) Standl. Amaranthus blitum L. deflexus L. oleraceus L. Especies con hemolisis negativa: Alternanthera junciflora (Remy) Johnst. Fam. NYCTAGINACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Allionia incarnata L. Boerhaavia acuta (Phil.) Heim. : caribea Jacq. discolor H. B. K. Mirabilis cordifolia (Choisy) Heim. elegans (Choisy) Heim. ovata (R. et P.) Heim. prostrata (R. et P.) Heim. 2 Fam. PHYTOLACCACEAE Especies con hemolisis positiva: Anisomeria coriaceae D. Don littoralis (Poepp. et End.) Ercilla “spicata (Bert.) Mod. Phytolacca bogotensis H. B. K. dioica L. Especies con hemolisis negativa: Fam. AIZOACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Mesembryanthemum cristallinum L. aequilaterale Haw. Tetragonia copiapina Phil. expansa Ait macrocarpa Phil. maritima Barn. tenella Johnst. trigona Phil Fam. PORTULACACEAE Especies con hemolisis positiva: Calandrinia affinis Gill. et Arn. arenaria Cham. canescens Phil. capitata Hook. et Arn. cistiflora Gill. et Arn. compacta Barn. compressa Schrad. cumingii Hook. et Arn. cymosa Phil. demissa Phil. denticulata Gill. ferruginea Barn. floribunda Phil. gayana Barn. alaucopurpurea Reiche ” O DES Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: ASAS »] >” =o->dad NO*0tr?>raeor Han -—-—>ay xo RRS 0-0 AAA 200000wOo0-—oO—r—N-0 " HOonvuow mE mmm 200400000 -000000O0Hm == MToouo mM o” II o) RENO o om > ¡SCAR Fr Fr Calandrinia glomerata Phil. grandiflora Lindl. grandiílora Lindl. var. discolor Schrad. litoralis Phil. longiscapa Barn. picta Gill. et Arn. picila Gill. et Arn. var. frigida (Barn.) Reiche ramosissima H. et A. salsoloides Barn. spicata Phil. tenuifolia Phil. thyrsoidea Reiche Calandriniopsis sericea (H. et A.) Franz. sericea (H. et A.) Franz var. phalacra Phil. Monocosmia monandra (R. et P.) Boill. Philippiamra celosioides (Phil.) O.K. Especies con hemolisis negativa: Philippiamra amarantoides (Phil.) O. K. fastigiata (Phil.) Pax et Hoffm. pachyphylla (Phil.) O. K. Portulaca oleraceae L. philippii Johnst. Fam. CARYOPHYLLACEAE Especies con hemolisis positiva: Agrostemma githago L. Arenaria andicola Gill. ex H. et A. palustris Naud. serpylloides Naud. Cardionema ramosissima (Weinm.) Nels. et Macbr. Colobanthus crassifolius Hook. f. subulatus (D'Urv.) Hook. f. Corrigiola latifolia Gay propinqua Gay squamosa H. et A. telephiifolia Pourr. Lychnis floscuculi L. Melandriumn andicola (Gill. et H. et. A.) Rohrb. chilense (Naud.) Reiche magellanicum (Spr.) Fenzl. Microphyes lanuginosus Phil. Minucrtia acutifolia (Fenzl.) Mattf. Paronychia chilensis DC. chilensis DC. var. mutico (Phil.) Reiche microphylla Phil. Polycarpon tetraphyllun L. Pycnophyllum bryoides (Phil.) Rohrb. molle Remy Saponaria officinalis L. Silene cucubalus Wibel. Spergula arvensis L. Spergularia cerviana (Cham. et Schl.) G. Don confertifolia Steud. cremnophila Johnston depauperata (Gay) Rohrb. floribunda (Gay) Rohrb. stenocarpa (Phil.) Johnston Organos: Organos: Organos: ES 3 El esoo SAS Es] ON-—+-DN*»>OMn E O0O00r0o0ro Ea —Á oooo o AN RRA»RH oorroooorouo ou OrNnor ONOO0OON——*RNOoOOo00D PASA CIO INICIO CISCO ocoo-—H o Or *roOo0oN=—=rroooo- Nro pm RE ONO-0OOoOon Nuoom — 24 »A»»xMToourororooar- Oorovor=-oooror—o- Nan ma > OO» O0OOoN- aw Fr Spergularia villosa (Pers.) Camb. Tunica prolifera (L.) Scop. Especies con hemolisis negativa: Cerastium arvense L. cardiopetalum Naud. montioides Gay vulgatum L. Lychnis coronaria (L.) Desr. Microphyes robustus Ricardi robustus Ricardi var. pallidus Ricardi Reicheella andicola (Phil.) Pax Sagina apetala L. Scleranthus annus L. ES biflorus (Forst.) Hook. f. Silene gallica L. Spergularia media (L.) Pres]. pycnantha Rossbach. rubra (L.) J. et C. Presl. Stellaria cuspidata Willd. de media (L.) Vill. stenopetala Phil. ' Fam. RANUNCULACEAE Especies con hemolisis positiva: Anemone decapestala Ard. multifida Poir. Barneouaia major Phil. Caltha appendiculata Pers. sagittata Cav. Clematis campestris St. Hil. Hamadryas kingii Hook. Í. Ranunculus apiifolius Pers. trichophyllus Chaix. Especies con hemolisis negativa: Anemone antucensis Poepp. le hepaticifolia Hook. rigida Gay Caltha dioneifolia Hook. f. Myosurus apetalus Gay patagonicus Speg. Ranunculus acaulis Banks et Sol. ex DC. aquatilis L. bonariensis Poir. var. trisepalus (Gill ex H. et A.) Lourt. flagelliformis Smith. fuegianus Speg. hydrophilus Gauad. minutiflorus Bert. ex Phil. muricatus L. peduncularis Sm. peduncularis Sm. var. erodiifolius a (Gay) Reiche 2 repens L. semiverticillatus Phil. sericocephalus Hook. f. trullifolius Hook. f. uniflorus Phil. ex Reiche Organos: Organos: Organos: Organos: A AAA VOoONoHdxd II o | AAA Nor r-»-] l= (28) A AAA AAA AA A at III Is | LA II o] RR 0O-N-=ouoda o II Ass AO = -oom | AAA mm mn mí Fr Fr Fr Pam. LARDIZABALACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: R THPFEr Boquilla trifoliata DC. SRA AOS Lardizabalo biternata Dcne. ANS SN Z, Especies con hemolisis negativa: No hubo Fam. BERBERIDACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: ENEE Berberis aciinacantha Mart. 0-0: 3 brachybodria Gay OO buxifolia Lam. 0 (1). 11 chilensis Gill. 0. 0-1 empetrifolia Lam. (8) (0) 11 florida Phil. 0 grevilleana Gill. lalo A heterophylla Juss. (0) q ilicifolia Forst. 1 A E linearifolia Phil. 0-1 di microphylla Forst. 0 0 Especies con hemolisis negativa: Orgiinos: R TH FrFr Berberis brachyacantha Phil. ex Reiche FAA 5 chilensis Gill. var. ferox (Gay) Reiche ES congestiflora Gay 79 corymbosa H. et A sE ES darwinii Hook. XA negeriana Tisc. $2 2 ES pearcei Phil. AE rotundifolia Pcepp. IS serrato-dentata-Lechler EZ x trigona Kunze E ER eS trigona Kunze var. longifolia Reiche x ES Fam. LACTORIDACEAE Especies con herolisis positiva: No hubo Especies con hemolisis negativa: Organos: R TOHIEF Fr Lactoris fernandeziana Phil. A A Fam. GOMORTEGACEAE Especies con hemolisis positiva: No hubo Especies con hemolisis negativa: Organos: RICO Er Gomoterga keule (Mol.) Johnst. E 38 Fam. WINTERACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: R TOHEFFr Drymis confertifolia Phil. 1 o1:0-3 y winteri Forst. ZOO winteri Forst. var. andina A. C. Smith 2 0-0 winteri Forst. var. chilensis (DC) Gay 1 Especies con hemolisis negativa: No hubo Far. MONIMIACEAE Especies con hemolisis positiva: No hubo Especies con hemolisis negativa: Organos: ROPTAPEIES Er Laurelia sempervirens (R. et P.) Tul. AA philippiana Looser 53 E x Peumus boldus Mol. ES e Fam. LAURACEAE Especies con hemolisis positiva: No hubo Especies con hemolisis negativa: Organos: RAT AE Er Beilschmiedia miersii (Gay) Kosterm E EE PO EA Cryptocarya rubra (Mol.) Skeels Persea lingue Nees Fam. PAPAVERACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Argemone mexicana L. Eschscholtzia colifornica Cham. Fumaria officinalis L. Fam. CAPPARIDACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Cleome chilensis DC. chilensis var. pubescens DC. Fam. CRUCIFERAE Especies con hemolisis positiva: Brassica campestris L. Hexaptera pinnatifida G. et H. Lepidium philippianum (O. K.) Thell. Thlapsi gracile Phil. Especies con hemolisis negativa: Barbarea praecox R. Br. Brassica napus L. be nigra (L.) Koch oleracea L. rapa L. Capsella bursa-pastoris (L.) Medik. Cardamine chilensis DC. ” chilensis DC. var. nana O. Schul. cordata Barn. flaccida Ch. et Sch. flaccida Ch. et Sch. var. alsophylla (Phil.) Johns. flavescens Phil. garaventae O. Schul. glacialis (Forst.) DC. hirsuta L. hirsuta L. var. magellanica Phil. macrostachya Phil. nivalis Gill. ex H. et A. nasturtioides Bert petiolata Phil. stricta Phil. tenuirostris H. et A. tuberosa DC. variabilis Phil. vulgaris Phil. ” Coronopus didymus (L.) Sm. Descurainia canescens (Nutt.) Prantl. vulgaris Phil. var. morginata (Phil.) R. ” cumingiana (F. et M.) Prantl. cumingiana (F. et M.) Prantl. var. tenuissima (Phil.) Reiche glaucescens (Phil.) Prantl. minutiflora (Phil) Prantl. rubescens (Phil.) Prantl. Draba gilliesii H. et A. Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: ES o» III, IAE) A) > > -O00NA II E | AAA AAA AAA AAA o a xo ma == 00H II a >! AAA AAA AAA A o Pe >» mo II A | II IA > A Fr Fr m nm -= H E Draba gilliesii H. et A. var. rosulata (Phil.) R. Erophila verna (L.) Bess. Hexaptera cuneata G. et H. E jussieana Barn. Lepidium auriculatum Regel et Koern. bipinnatifidum Desv. (Phil.) Reiche bonariense L. chilense Kunze johnstonii Hitch. spathulatum Phil. spicatum Desv. Lobularia maritima Desv. Mathewsia foliosa H. et A. incana Phil. nivea (Phil. O. Schul. Menónvillea arachnoidea O. Schul. falcata Reiche filifolia Fisch. et Meyen linearis DC. linearis DC. var. trifida (Steud.) Phil. orbiculata Phil. parviflora Phil. var. aptera (Phil.) Johnst. parvula Phil. Nasturtium officinale R. Br. Raphanus raphanistrum L. e sativus L. Rapistrum rugosum (L.) All. Schizopetalum bipinnatifidum Phil. gayanum Barn. Ñ viride Phil. de walkeri Hook. Sisymbrium austriacum Jacq. irio L. Je litorale Phil. ' officinale (L.) Scop. orientale L. philippianum Johnst. Werdermannia anethifolia (Phil.) Johns. Fam. CRASSULACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Crassula closiana (Gay) Reiche erecta (Hook. et Arn.) Berger moschata Forst. e ovallei (Phil.) Reiche je peduncularis (Sm.) Schonl. E paludosa (Schldl.) Reiche solierii (Gay) Meigen ” Fam. SAXIFRAGACEAE Especies con hemolisis positiva: Hydrangea integerrima (H. et A.) Engler Ribes punctatum R. et P. “ — trilobum Meyen valdivianum Phil. 7) — 08 == bipinnatifidum Desv. var. tenuifolium Organos: Organos: Organos: NES II > E] A AA EE AA AAA AAA AAA AAA » xx o onoorT II IIA e] AA AA AAA A AAA e II mms a SISSI o" > A AAA AA mo - AAA AAA AAA EE > A AAA? AR par] AAA Fr Fr Organos: RATES Saxifraga pavonii Don. 50-38-11 Tetilla hydrocotylifolie DC. OSADO Valdivia gayana Remy var. robusta Gunckel 2.0.0. 0-0 Especies con hemolisis negativa: Organos: R T HEFr hrysosplenium vaidivicum Hook. xx Escallonia alpina Poepp. ex DC. NOS sE angustifolia Presl. ES angustifolia Presl. var. coquimbensis 2 3% 5 (Remy) Acevedo et Kausel bractecta Phil. Pano: calcottiae H. et A. A 2d gayana Acevedo et Kausel 5 5 glabrata Phil. A illinita Presl. PR illinita Presl. var. stenopetala IS: (Kunze) Acevedo et Kausel leucantha Remy PS AS ta myrtoidea Bert. ex DC. NE pulverulenta (R. et P.) Pers. 232 ES pulverulenta (R. et P.) Pers. OS var. glabra Engler $ revoluta (R. et P.) Pers APEC de rosea Griseb. se ez a rubra (R. et P.) Pers. do SS rubra (R. et P.) Pers. var. glutinosa AS Phil.) Reiche rubra (R. et P.) var. OS macrantra (H. et A.) Reiche d% serrata J. E. Smith AO Xx skosttsbergii Acevedo et Kausel O ee virgata (R. et P.) Pers. A Francoa sonchifolia Cav. e RR Lepuropetalum spathulatum (Muhl.) Ell. 00 ES ge SR Ribes cucullatum Hook. et Arn. E cucullatum Hook. et Arn. var. EX nebularum (Phil.) Reiche “- mageilanicum Poir. E Se Se nemorosum Phil. 20752, $8 ovallei Phil. 1852 38 parviflorum Phil. AS sublobatum Phil. 22 22 Saxitraga albowiana F. Kurtz 29 dee ;E cordilleranum Presl. IS Valdivia gayana Remy AO Fam. CUNONIACEAE Especies con hemolisis positiva: No hubo Especies con hemolisis negativa: Organos: R TOHPFPFr Caldcluvia paniculata (Cav.) Don. AO Weinmannia trichosperma Cav. Ae Fam. ROSACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: R THOHPFF Acaena tenera Albolff. LADA OE Geum parviflorum Comm. 00-000 Potentilla anserina L. ZA 0-0 Quillaja saponaria Mol. 4 4 Sanguisorba minor Scop. 10 0-0):.11 — 54 — Especies con hemolisis negativa: Acaena argentea R. et P. adscengens Vahl. closiana Gay cuneata Hook. et Arn. krausei Phil. laevigata Ait. leptacantha Phil. macrocephala Poepp. multifida Hook. f. ovalifolia R. et P. pearcei Phil. pinnatifido R. et. P. pumila Vahl. splendens Hook. et Arn. di trifida R. et P. Alchemilla arvensis (L.) Scop. Pragaria chiloensis (L.) Ehrh. indica Anar. Geum chiloense Balb. Kageneckia angustifolia Don crataegoides Don oblonga R. et P. Margyricarpus setosus R. et P. : digynus (Bitter) Skotts. pinnatus (Lam.) O. K. Rosa canina L. Rubus radicans Cav. ulmifolius Schott. f. Tetraglochin acanthocarpum (Speg.) Speg. alatum (Gill. ex H. et A.) O. Ktze. cristatum (Britt) Rothm. Fam. LEGUMINOSAE Especies con hemolisis positiva: Acacia armata R. Br. “caven (Mol.) Mol. dealbata Link. melanoxylon R. Br. Adesmia lanata Hook. montana Phil. parvifolia Phil. vesicaria Bert. villanuevae Phil. Albizzia lophantha (Vent.) Benth. Anarthrophyllum cumingii (H. et A.) Benth. elegans (Gill) Benth. gayanum (A. Gray) Jackson Astragalus amatus Clos coquimbensis (H. et A.) Reiche curvicaulis (Clos) Reiche darumbium (Bert.) Clos domeykoanus (Phil.) Reiche pehuenches Nieder. vesiculosus Clos Caesalpinia tinctoria (HBK.) Benth. Cassia campanae Phil. confusa Phil. Medicago hispida Gaert. hispida Gaert. var. denticulata (Wild.) Urb. A Organos: Organos: CISCO, II A A | 0 00*0-0O0NDN-=40o o0o0HÉ T0O0ONOoRr II II II III IA >) RSO-NO-—-O0OoNA 000" -"rP00005D000o0c E | E] A AAA S00O0N-—-O--0000O00O0ORNOODOr rom m H PA AA AAA —NUuUO [95] =0NO0O0OooooOo Medicago arabica. (L.) Huds. 7) lupulina L. orbicularis (L.) All. minima (L.) Grufb. sativa L Melilotus altissimus Thuill. Trigonella monspeliaco L. Vicia heterophylla Phil. Especies con hemolisis negativa: Organos: Acacia cultriformis Cunn. longifolia (Andr.) Willd. retinoides Schl. verticillata ((L'Her.) Willd. Adesmia araucana Phil. angustifolia H. et A. arborea Bert. argentea Meyen atacamensis Phil arvensis Phil. axillaris Phil. balsamica Bert. ap. Colla berteroi Phil. boronoides Hook. brachystemom Phil. calycosa Phil. campestris (Rendle) Row. canescens (Gray) Benth. capitellata (Clos) Hauman cinerea Clos cinerea Clos var. dichotoma Clos closii Phil. compacta Phil. concinna Phil. crassicaulis Phil. cremopnaylla Phil. darapskyana Phil. decumbes Phil. denticulata Clos divaricata Phil. elata Clos elegans Clos emarginata Clos eremophylla Phil. filifolia Clos fuentesii Grand. glutinosa H. et A. gracilis Meyen hystrix Phil. insconspicua Phil. intrincata Phil. laxa Clos leiocarpa H. et A. leiocarpa H. ei A. elata (Clos) Reiche leucopogon Phil. longipes Phil. longiseta DC. lotoides Hook. f. loudonia H. et A. melanocaulos Phil. meyeniana Phil. Organos: II III | Oo»=»orerd SAA O R0O0-=—a RN-0O0r--md II a AAA AAA ayu + Adesmia microcalyx Phil. microphylla H. et A. monosperma Clos mucronata H. et A. oresigena Phil. palenae Phil. papposa (Lag.) DC. parviflora Clos phylloidea Clos polyphylla Phil. propinqgua Clos prostrata Clos . pulchra Phil. pusilla Phil. radicifolia Clos rahmeri Phil. ramosissima Phil. retusa Griseb. smithiae DC. smithiae DC. var. misera Phil. salicornioides Speg. sessiliflora Phil. spinosissima Meyen subterranea Clos tenella H. et A. tenuicaulis Phil. trijuga Gill. ap. H. et A. uspallatensis Gill. ap. H. et A. vallis-puchrae Phil. ap. Reiche venosa Phil. viscida Bert. Anorthrophyllum desideratum (DC.) Benth rigidum (Gill.) Benth. Astragalus amatus Clos arequipensis Vogel berterii Colla chamissonis (Vogel) Reiche cruckshanksii (H. et A.) Griseb. edmontonei (H. et A.) Robinson germaini Phil. paposanus Johnston patagonicus (Phil.) Speg. pissisi (Phil.) Jolinston Caesalpinia angulicaulis Clos aphylla Phil. brevifolia (Clos) Benth. gilliesii Wall. ex Hook. ss spinosa (Mol.) O.K. Calliandra chilensis Benth. Cassia acuta Meyen arnottiana Gill. et H. closiana Phil. coquimbensis Vogel Cassia corymbosa Lam. E cumingii H. et A. foliosa Phil. eremobia Phil. frondosa Ait. misera Phil. obtusa Clos stipuleacea Ait. ” eE Organos: A ES A EII II II | > A SI E IE E E | II A | E a AAA AA AAA AA AAA AA AAA y A > Cassia tomentosa Lam. d urmenetae Phil. tarapacana Phil. Crotalaria picensis Phil. Dalea azurea (Phil.) Reiche Dolichos lignosus L. " Errazurizia multifoliata (Clos) Johnston Galega officinalis L. Geoffrea decorticans (H. et A.) Burk. Glycyrrhiza astragalina Gill. ex H. et A. Hofímannseggia andina Miers falcaria Cav. gracilis H. et A. Hosackia subpinnata (Lag.) T. et G. Indigofera suffruticosa Mill. Krameria cistoidea H. et A. he iluca Phil. Lathynus cabrerianus Burk. crassipes Gill. ap. H. et A. debilis Clos hookeri Don japonicus Willd. macropus Gill. ex H. et A. magellanicus Lam. maritimus Big. nervosus Lam. odoratus L. pubescens Clos subandinus Phil. Lotus corniculatus L. uliginosus Schk. Lupinus orboreus Sims ón microcarpus Sims oreophyllus Phil. Melilotus indicus (L.) All. Ornithopus compressus Ll Prosopis alba Gris. chilensis (Mol.) Stuntz. strombulifera (Lam.) Benth. tamarugo Phil. Psoralea glandulosa L. Rhynchosia minima (L.) DC. Robinia pseudoacacia L. Sophora macrocarpa Sm. tetraptera Ait. 5% toromiro (Phil.) Skottsb. Spartium junceum L. Trifolium arvense L. campestre Schr. depauperatum Desv. filiforme L. glomeratum L. incarnatum L. megalanthum Hook. microdon H. et A. physanthum H. et A. pratense L. repens L. spadiceum L. stipitatum Clos " ” 7) ” — 58 > AA AA AA II E A O A E EII E EI II A | ARA AAA AAA II E O AAA pa > AAA Trifolium suffocatum L. vernum Phil. Ulex europaeus L. Vicia acerosa Clos andina Phil. apiculata Phil. benghalensis L. bijuga Gill. graminea Sims. hirsuta Koch. inconspicua Phil. kingii Hook. £ leyboldi Phil. lineorifolia H. et A. macraei H. et A. magellanica Hook £ magnifolia Clos micrantha H. et A. mucronata Clos nigricans H. et A. patagonicum Hook. f sativa L. speciosa Phil. valdiviana Phil. vicina Clos villosa Roth. Fam. OXALIDACEAE Especies con hemolisis positiva: Oxalis articulata Sav. bridgesii Bert. ex Colla bustillosii Phil. coquimbana Phil. geminata H. et A. hyosophila Phil. peraltae Phil. Especies con hemolisis negativa: Oxalis adenophylla Gill. 7) ” atacamensis Reiche aureoflava Steud. borchersi Phil. caesia Phil. carnosa Mol. clandestina Phil. corniculata L. dumetorum Barn. enneaphylla Cav. erythorrhiza Gill. ex H. et A. gigantea Barn. illapelina Phil. incana Phil. laciniata Cav. laxa H. et A. lobata Sims. micrantha Bert. parvifolia DC. pumila Phil. rosea Jacq. spodiophylla Walp. valdiviensis Barn. e O . Organos: Organos: Organos: ES II 222» Yy ovooroosy PA A A A AAA a! II EE | ONONDNDNDNA AAA AAA AAA AAA AAA L RR RAR RR NOR Oo > AA AAA NAAA AA AAA AAA sm Mm o-=o- A Hi H ES E hd te LA Fam. GERANIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Balbisia microphylla (Phil) Reiche peduncularis (Lindl.) Don s stitechkinii Ricardi Erodium botrys (Cav.) Bert. E cicutarium (L.) L'Herit malachoides (L.) Willd. moschatum (L.) L'Herit Geranium berterianum Colla columbinum L. core-core Steud. dissectum L. magellanicum Hook. Í. patagonicum Hook. Í robertianum L. sessiliflorum Cav. Vivi ania crenata (Hook.) Don elegans (Kunze) Meigen macrophylla (Phil.) Reiche rosea (Hook.) Klotz rosea (Hook. Klotz var marifolia (Cav.) Reiche tenuicaulis Barn. z viridis Phil. Wendtia gracilis Meyen ” Fam. TROPAEOLACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa Organos: Tropaeolum azureum Miers ex Colla brachyceras H. et A. ciliatum R. et P. chilense Bert. ex Colla hookerianum Barn. incisum (Speg.) Sparre kingii Phil. looserii Sparre microphyllum Poepp. et Enadl. myriophyllum (Poepp. et Endl.) Sparre polyphyllum Cav. rhomboideum Lemaire emend. Sparre sessilifolium Poepp. et Endl. speciosum Poepp. et Enal. tricolor Sweet. Fam. LINACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Linum chamissonis Schiede macraei Benth. selaginoides Lam. usitatissimum L. Fam. ZYGOPHYLLACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Bulnesia chilensis Gay Fagonia chilensis Gay chilensis H. et A. var. aspera (Gay) Johnston ee, [Ny an A AAA => AMARA O] AA oe a ES ON» hubo H F Fr ER EX x xXx 0 x Xx Se 2 5% X $8 ER AE x x 50 ER SR 52 2 $00 5 $87 5% x Xx 52 2 x NOS $9. 09% 50 70% XxX Ox x 53 52 hubo H F Fr 52052 Xx x x xXx x x AS SS x x se Se. XxX XxX X Sa ES po Eee SR SE 735 E Xx x 58 58 hubo H F Fr se Se e 5% x xXx A H F Fr ORO) (0) 2 2 8 Fagonia subaphylla Phil. Larrea nitida Cav. Pintoa chilensis Gay Porliera hygrometrica R. et P. Especies con hemolisis negativa: Tribulus lanuginosus Phil. Fam. MALPIGHIACEAE Especies con hemolisis positiva: Dinemagonum gayanum Juss. bridgesianum Juss. Especies con hemolisis negativa: Dinemagonuin maculigerum Phil. Dinemandra ericoides Juss. re glaberrima Juss. Fam. POLYGALACEAE Especies con hemolisis positiva: Monnina linearifolia R. et P. Polygala pratensis Phil. só salaciana Goy strictla Gay subandina Phil. de thesioides Willd. 7) Especies con hemolisis negativa: Monnina angustifolia DC. e pterocarpa R. et P. Polygala gnidioides Willd. . Fam. EUPHORBIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Adenopeltis colliguaya Bert. Avellanita bustillosi Phil. Chiropetalum berterianum Schl. canescens Phil. tricuspidatum (Lam.) Juss. Colliguaya dombeyana Juss. integerrima Gill. et Hook. odorifera Mol. A salicifolia Gill. et Hook. Croton chilensis Muell. Arg. Dysopsis glechomoides (Rich.) Muell. Arg. ES hirsuta (Muell. Arg.) Skottsb. Euphorbic andina Phil. collina Phil. engelmanni Boiss. falcata L. germaini Phil. helioscopia L. hirta L. subsp. procumbens (Boiss.) Croiz lactiflua Phil. lathyris L. meyeniana Klotzsch. Ia Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: > pe E AS | om EOS; | SH SooNuo yy 2 o EE | > ES] o*-ooHa CIR ocoo-on Ha II E» AAA AAA AAA ds A AAA AAA AAA > ASS Euphorbia ovalifolia Engelm. di ovalleana Phil. peplus L. platyphyllos L. porphyrantha Phil. portulacoides Spreng pulcherrima Willd. serpens Knth. thinophila Phil. Ricinus communis L. Fam. ANACARDIACEAE Especies con hemolisis positiva: Schinus montanus (Phil.) Engl. polygamus (Cav.) Cabr. Especies con hemolisis negativa: Haplorhus peruvianus Engl. Lithraea caustica (Mol.) Hock. et Arn. Schinus crenatus (Phil) Engl. latifolius (Gill.) Engl. latifolius (Gill) Engl. var. tomentosus Fenzl. molle L. molle L. var. areira (L.) DC. pearcei Engl polygemus (Cav.) Cabr. f. australis Cabr. polygamus (Cav.) Cabr. £ crenatus (Phil.) Cabr. polygamus (Cav.) Cabr. f. parviflorus (March.) Cabr. Fam. CELASTRACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Maytenus boaria Mol. Nx mogellanica (Lam.) Hook. chubutensis (Speg.) Lourt. O"Donell et Sleumer disticha (Hook. f.) Urb. Fam. ICACINACEAE Especies con hemolisis positiva: Villaresia mucronata R. et P. Especies con hemolisis negativa: Fam. AEXTOXICACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Aextoxicon punctatum R. et P. Fam. SAPINDACEAE Especies con hemolisis positiva: Bridgesia incisaefolia Bert. Llagunoa glandulosa (H. et A.) Walp. Valenzuelia trinervis Bert. Especies con hemolisis negativa: Fam. RHAMNACEAE Especies con hemolisis positiva: Colletia spinosa Lam. Organos: RAEE XP OSOS 812858 2 AX DE 582 SR E RI OS x A Organos: REFTAE SEE (72 (0) OAAOREZ Organos: R T HEPFrFr OE eras OS RS NOS E SR A AS 12 272 8 A A: O No hubo Organos: RESTARANMES bo 72 52 de ES A AA Organos: R THO6PFEFr OZ OI No hubo No hubo Organos: R T HPFF: Cas Organos: R THÁó6PFEFr ZA. Sd. 1 STA EOZ No hubo Organos: R THOóPFF: ORO A Colletia spinosa Lam. var. valdiviana (Phil.) Escal. Discaria crenata (Clos) Regel var. discolor (Hook.) Escal. prostata (Miers) Reiche Trevoa trinervis Miers Especies con hemolisis negativa: Colletia ferox Gill. ex Hook. + hystrix Clos spartioides Bert. ex Colla Discaria articulata Miers crenata (Clos) Regel 7) " crenata (Clos) Regel var. integrifolia (Speg.) Suess. trinervis (Gill. ex Hook.) Reiche Retamilla ephedra (Vent.) Brong. 2 stricta H. et A. Rhamnus diffusus Clos Talguenea quinquenervia (Gill ex Hook). Johnst. Trevoa spinifer (Clos) Escal. Fam. ELAEOCAPACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Aristotelia chilensis (Mol.) Stuniz. Crinodendron hookerianum Gay patagua Mol. Fam. MALVACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Anoda hastata Cav. Corynabutilon bicolor (Phil.) Kearn. ceratocarpus (H. et A.) Kearn. hirsutum (Phil.) Kearn. viride (Phil.) Kearn. vitifolium (Cav.) Kearn. Cristaria andicola Gay argylicefolia Phil. cordatorotundifolia Gay dissecta Hook. diversifolia Phil. flexuosa Phil. foliosa Phil. glandulosa Phil. alaucophylla Cav. intermedia Gay integerrima Phil. cxyptera Phil. pannosa Phil. viridilutecla Gay var. geranifolia (Presl.) Reiche Lavatera assurgentifolia Kellogg. sí thuringiaca L. Malacothamnus chilensis (Gay) Krap. Malva nicaeensis All. sylvestris L. Malv astrum auricomum Phil. tenuifolium Baker 7) EN OS crenata (Clos) Regel var. dumosa Suess. Organos; Organos: Organos: Organos: AAA A AAA AE As AAA xo A RR RR Add a A AAA ES Al 2 1 Oj 0-0 EJES x x x 5853 52032 58 x x x x x 58 x hubo HF 5257 so Sa 53 ES hubo HF ES 2533 x ER q se PS 52 $2 sE se EX Ss sE 5% xXx XX XX SE 38 se 52 x OS o sE SE 2 Ze 72) 5% 52-32 ES sE mn - AAA AA IIS Organos: Modiola caroliniana (L.) Don Sida hederacea T. et G. var. sulphurea (Gill. ex Hook. et Arn.) Baker Sphaeralcea obtusifolia Don sessiliflora Phil. pe velutina Presl. Tarassa humilis (Gill. ex Hook.) Krap. var. subacaulis (Phil.) Krap. E operculata (Cav.) Krap. rahmeri Phil. terapacana (Phil.) Krap. Urocarpidium peruvianum (L.) Krap. Fam. EUCRYPHIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Eucryphia cordifolia Cav. glutinosa (Poepp. et Endl.) Focke Fam. HYPERICACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Hypericum chilense Gay perforatum L. Fam. VIOLACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Hybanthus parviflorus (Mutt. ex L. f.) Baill. var chamaedrifolius (Presl.) Sparre Viola aizocn Reiche atropurpurea Leyb. buchtienii Gand. “ chillanoensis Phil. domeykoana Gay frigida Phil. lanifera Becker litoralis Phil odorata L. truncata Meyen Especies con hemolisis negativa: Organos: Viola arvensis Murr. asterias H. et A. capillaris Pers. cotyledon Ging. fluehmannii Phil huidobrii Gay maculata Cav. magellanica Forst. philippii Leyb. polypoda Turcz portalesia Gay “ — pusilla H. et A. ” reichei Skottsb. rosulata P. et E. rubella Cav. rudolphi Sparre taltalensis Becker > D OrrDvrerne=rnar EE EY >> AAA AA AAA H NNNNN-O0OOo0NNOo ar! >>” ¡HEN 50 ERES $238 S2 53 Xx xXx 50 38 se 2 eE OR x x OS SS hubo H F Fr 505% 50 SR hubo H F Fr SE 5% ES H F Fr 0-10 DSZ. 0.0 0.0 00-00) (0/21 2 01 02 2 20 0-08 17l H F Fr se 32 se 5% 352 Xx xXx AA ES eo 52052 se 5 50 ES E 52 38 EZ XX O SAS A 0 ES Viola tridentata Menz. vulcanica Gill. Fam. FLACOURTIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Azara alpina Poepp. et Endl. bergii F. Phil. celastrina Don dentata R. et P. fernandeziona Gay integrifolia R. et P. integrifolia R. et P. var. brownea (Phil.) Reicne lanceolata Hook. f. microphylla Hook. f. petiolaris (Don) I. M. Johnst. serrata R. et P. 7) 7 Fam. MALESHERBIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Malesherbia fasciculata Don. Ñ humilis Don linearifolia Poir. lirana Gay paniculata Don propinqua Gay "” 7) Fam. LOASACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Cajophora coronata Hook. et Arn. e dissecta (H. et A.) Urb. et Gilg. espigneria (Gay) Urb. et Gilg. prietea (Gay) Urb. et Gilg. rahmeri Phil. silvestris (Poepp.) Urb. et Gilg. silvestris (Poepp.) Urb. et Gilg. var. mitis (Phil) Urb. et Gilg. superba Phil. Loasa acanthifolia Desr. “ —acaulis (Phil.) Urb. et Gilg. acerifolia Domb. artemisiifolia Poepp. ex Urb. et Gulg. aphanantha Urb. et Gilg. chilensis (Gay) Urb. et Gilg. elongata H. et Arn. filicifolia Poepp. fruticosa (Phil.) Urb. et Gilg. gayana Urb. et Gilg. lateritia Gilg. ex Arn. martini Phil. micrantha Poepp. nana Phil. pallida Gilg. paradoxa Urb. et Gilg. patagonica Urb. et Gilg. poeppigiana Urb. et Gilg. sclareifolia Juss. 2” ao PE Organos: Organos: Organos: Organos: IIA > II | AA No Rmx na EI | E Dl AA AA AAA AAA HA A ES hubo H F Fr a: 20058 2 0% 525% x Xx se e $258 x 5% 50 50058 28% hubo EEx 52 502 52 52 EX 238 58 SS hubo H F Fr se 58 AE AX 5252 A 52 ZE $3 5% CEA qe E OS 730 sz se se 53 22 52 E 535% 52 52 035% oe AX 520 de NS 52 5% A 2 03% EXE sE E Loasa sclareifolia Juss. var. brachycarpa Urb. et Gilg. sigmoidea Urb. et Gilg. tricolor Ker. tricolor Ker. var. genuina Urb. et Gilg. tricolor Ker. var. placei (Lindl.) Urb. et Gilg. tricolor Ker. var. prostrata (Gill) Urb. et Gilg. triloba Domb. ex Juss urmenetae Phil. Mentzelia albescens Griseb. chilensis Gay chilensis Gay var. atacamensis (Phil.) Urb. et Gilg. ignea Urb. et Gilg. Scyphanthus elegans D. Don E stenocarpus (Poepp.) Urb. et Gilg. Fam. CACTACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Maihuenia poeppigii (Otto) Phil. % Fam, TRYMELAEACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Drapetes muscosus Lam. Ovidia andina (P. et E.) Meissn. pillopillo (Gay) Meissn. Fam. LYTHRACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Lythrum hyssopifolia L. Pleurophora polyandra H. et A. ye pungens Don pusilla H. et A. Fam. MYRTACEAE Especies con hemolisis positiva: Myrceugenella langerfeldtii Kaus. Especies con hemolisis negativa: Amomyrtus luma (Mol.) Leg. et Kaus. de luma (Mol.) Legr. et Kaus. var. pilosa Kaus meli (Phil) Legr. et Kaus. Legrandia concinna (Phil.) Kaus Myrceugenia bernathii Kaus. pa chrysocarpa (Berg.) Kaus. correaefolia (H. et A.) Berg. diemii Kaus, distoma (Berg.) Kaus. exsuca (DC.) Berg exsuca (DC.) Berg. var. bridgesii (H. et A.) Kaus. leptospermoides (DC.) Kaus malvillana Kaus. nannophylla (Burr.) Kaus. multiflora (H. et A.) Kaus. S obtusa (DC.) Berg lanceolata (Juss. ex Duham.) Kaus. Organos; Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: AAA AAA H IES 2 AAN AAA SE] AAA H F Fr 58 5% ES Ea ER A: ADA Ea ES 535% 203 ES e ESE 0% 52 22 53-38 hubo H F Fr x hubo H F Fr AICA LOS 590% hubo H F Fr 920 Sa 58152 $3 13% 58 sa H F Fr 0-70, 2 H F Fr 52% 503% SR 5038 x RSE SE 58 E 52 se 52 3% AA x x 580. SR TE as $238 52 se 5% Myrceugenia ovata (H. et A.) Berg. parvifolia (DC.) Kaus. pe pinifolia (F. Phil.) Kaus. ss planipes (H. et A.) Berg. y ruía (Colla) Skottsb. de valientei Kaus. Myrceugenella adwanoterii Kaus. apiculata (DC.) Kaus. apiculata (DC.) Kaus. var. nahuelhuapensis Kaus. chequer (Mol.) Kaus. gayana (Barn.) Kaus. grandjotii Kaus. grossei Kaus. Myrteola barneoudii Berg. leucomyrtillus (Griseb.) Reiche nummularia (Poir.) Berg. Reichea coquimbensis (Barn.) Kaus. Temu cruckshanksii (H. et A.) Berg. divaricatum Berg. Tepualia stipularis (H. et A.) Griseb. Ugni candollei (Barn.) Berg. “ — molinae Turcz “ — selkirkii (H. et A.) Berg. 7) Fam. ONAGRACEAE Especies con hemolisis positiva: Oenothera stricta Ledeb. ex Link Especies con hemolisis negativa: Boisduvali a cencinna (Don) Spach. subulata (R. et P.) Raimann tocornalii Gay Epilobium australe Poepp. et Hausskn. australe Poepp. et Hausskn. var. andinum (Phil.) Sam. australe Poepp. et Hausskn. var. interruptum Sam. chilensis Hausskn. "” conjugens Skottsb. denticulatum R. et P. glaucum Phil. magellanicum Phil. et Hausskn. nivale Meyen pauciflorum Phil. puberulum H. et A. valdiviense Hausskn. Fuchsia lycioides Anar. magellanica Lam. Gayophythum humile Juss. micranthum (Presl.) H. et A. Godetia tenella(Cav.) Steud. tenella (Cav.) Steud. var. dasycarpa (Phil.) Munz. tenuifolia (Cav.) Spach. Jussiaea repens (Cav.) Spach. Oenothera acaulis Cav. affinis Cambess. campylocalyx Koch. et Bouché contorta Doug]l. ” 7 A chilensis Hausskn. var. macrum Hausskn. Organos: IES E II E IN IL | AAA AAA AAA AA AA PA AAA AAA SAA Ed ES E o [ae] Edad Ed hal E la] = Hu > PA AA AA AAA AAA SAA F Fr x x 52 52 NS 58 A Xx Se 3% EZ x x x Xx E x x x x x ES x 58 28 F Fr 0 F Fr x x x Xx 5 AAA AAA Ex] Xx Xx pS XxX Xx X X Xx Xx Xx Xx XxX XxX Organos: Oenothera contorta Dougl. var. divaricata (Gay) Munz. contorta Dougl. var. epilobioides (Green.) Munz coquimbensis Gay dentata Cav. dentata Cav. var. campestris (Green) Jepson mollissima L. rosea Ait. verrucosa Johnst. Fam. HALORRHAGACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Gunnera bracteata Steud. st chilensis Lam. magellanica Lam. peltata Phil. Hippuris vulgaris L. Myriophyllum elatinoides Gaud. proserpinocoides Gilb. verticillatum L. 7) Fam. UMBELLIFERAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Ammi visnaga Lam. Apium ammi Urb. Asteriscium chilense Cham. et Schl. Azorella apoda Gray filamentosa Lam. incisa (Griseb.) Wedd. madreporica Clos tricuspidata Cav. trifoliolata Clos Bowlesia tenera Spreng]l. Diposis bulbocastanum DC. Eryngium inaccessum Skottsb. pseudojunceum Clos pulchellum Phil. Gymnophyton flexuosum Clos foliosum Phil. Hydrocotyle chamaemorus Cham. et Schl. poeppigii DC. hirta R. Br. ex A. Rich. ranunculoides L. f. umbellata L. Laretia acaulis Hook. Sanicula crassicaulis Poepp. graveolens DC. Especies con hemolisis negativa: Organos: Apium angustilobum Phil. australe Thou. flexuosum (Phil.) Reiche graveolens L. laciniatum (DC.) Drude Pa panul (DC.) Reiche Asteriscium chilense Cham. et Sch. e pozoides Clos na vidali Phil. E No ps or—a ¡OFAORZ EU OR O0O0ON*=O0O0Oo0oOo0n0— >> > ma e NOoooÉ ARANA ROO ARFAIOOINON OOOO Amma A AAA E OVVTONArRAWWODORAÁKDOSO-ODONOORA o” F Fr $253 ses 535 x x x x AZ o F Fr 52 x x Xx x x F Fr 0 (0:18) O 22 0.0 0.0 00 2092, 0 3 LA. 0 0 0 0.0 0.0 1 0-0 Nos] 150 AS 2000 0 Ol F Fr x x x x x Xx x ox IZ Organos: Asteriscium haematocarpum Clos var. chlorocarpum (Phil.) Reiche Azorella caespitosa Cav. diapensiodes Gray fuegiana Speg. lycopodioides Gaud. spinosa (R. et P.) Pers. Bolax gummifera (Lam.) Spreng. Bowlesia dichotoma Poepp. ex DC. digitata Phil. elata Clos elegans Clos incana Phil. integerrima Turcz. tripartita Clos tripartita Clos. var. axilliflora. (Phil.) Reiche tropaeolifolia Gill. ex Hook. et Arn. tropaeolifolia Gill. ex Hook. et Arn. var. cirrosa (Phil.) Reiche Bustillosia chilensis Clos Chderefolium anthriscus (L.) Schinz. et Thell. Centella asiatica (L.) Urb. Conium maculatum L. Coriandrum sativum L. Crantzia lineata Nutt. Daucus australis Poepp. ex DC. carota L. pusillus Mich. Domeykoo oppositifolia Phil. Eremocharis fruticosa Phil. Eryngium bupleuroides H. et A. cardosii Clos' coquimbanum Phil. ex Urb. depressum H. et A. humifusum Clos paniculatum Cav. et Domb. polyrrhizum Clos pseudojunceum Clos rostratum Cav. sarcophyllurm H. et A. Foeniculum vulgare Mill. í5 vulgare Mill. var. capillaceum (Gilib.) Holmboe Gymnophyton flexuosum Clos polycephalum Clos robustum Clos Hydrocotyle marchantioides Clos Laretia compacta (Phil.) Reiche Levisticum officinale Koch Lilaeopsis sinuata A. W. Ait. Mulinum crassifolium Phil. patagonicum Speg. spinosum Pers. spinosum Pers. var. laxa Phil. spinosum Pers. var. ulicinum (Gill) Reiche Osmorrhiza chilensis (Mol.) Const. depauperata Phil. 4 glabrata Phil. Pozoa coriacea Lag. 7) 1 A AQ RIE Er RES POL ES 02 A ES dE OE x O AS CR AO UA AO EA HE ES NS: A A LIS MEA COR O GA E AR IX: CIA O AO O ES ee Sa qe 8 A O O A E Ad A OS 25 TS SR RO RO OO AD o oa Mosa SA ES A ERA KO E IST A AX A E O A AIN ESSE SR O E x se 52 x PS XA X SS ES x AS o SS eS qa RS AX 297 x ER 0 a OS MEA 5 A A Pozoa hydrocotylifolia Field. et Gard. Scandix pecten-veneris L. Torilis nodosa Gaertn. Fam. CORNACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Griselinia racemosa (Phil) Taub. ruscifolia (Clos) Taub. ES scandens (R. et P.) Taub. Especies con hemolisis negativa: Organos: Griselinia jodinifolia (Griseb.) Taub. Fam. ERICACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Calluna vulgaris (L.) Salisb. Gaultheria minima (Phil.) Sand. Gaultheria phillyreifolia (Pers.) Sleumer rengifoana Phil. tenuifolia (Phil.) Sleumer Pernettya angustifolia Lindl. sd buxifolia Phil. furiens (H. et A.) Klotz. mucronata (L. f) Gaud. ex Spreng]l. mucronata (L. f) Gaud. ex Sprengl. var. microphylla (Phil.) Reiche myrtilloides (P. et E.) Zucc. pumila (L. f.) H. pumila (L: f) H. var. leucocarpa (DC.) Kaus. rigida (Bert.) DC. Fam. PRIMULACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Anagallis alternifolia Cav. mE alternifolia Cav. var. angustifolia Phil arvensis L. Lysimachia chilensis (Griseb.) Knth. Pelletiera verna St. Hilaire Primula elatior Hill. Ñ farinosa L. Ssp. magellanica (Hook. f.) Smith et Forrest Samolus latifolius Dub. repens Pers spathulatus (Cav.) Duby valerandi L. " 7) Especies con hemolisis negativa: Fam. PLUMBAGINACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Armeria eloganta (Hoffm.) Koch var. andina Poepp. elozenta (Hoffm.) Koch var. macloviana (Cham.) Reiche Especies con hemolisis negativa: Organos: Armeria eloganta (Hofím.) Koch eloganta (Hofím.) Koch f. bella (Alboff.) Skottsb. OA Organos: LISA SE NS (53) > A oe A > ES] DHANAAN HS Nm 2 o HF 70 Se So SR 50 EME 2 2 3 HF x hubo HF 015% 50 78 OA 500 ER 30 se x ox XX 505 ER OS solos AO e 53% XX HF ZA (0) Z0ES, 4 0 01 4 0 40 SA] SO) SS) 4 4 4 4 hubo HF 1.0 0.0 HF Se 8 qe 52 Fr ONO O) Fr Armeria eloganta (Hoftm.) Koch var. chilensis (Boiss.) Skottsb. maritima (Mill.) Willd Limonium guaicuru (Mill.) OK. plumosum (Phil.) Kuntz Plumbago coerulea HBK. Fam. LOGANIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Buddleia gayana Benth. le globosa Lam. voriabilis Hemsl. "” Fam. DESFONTAINEACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Desfontainea spinosa R. et P. var. hookerii (Dun.) Reiche Fam. GENTIANACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Centaurium cachanlahuen (Mol.) Robinson ad minus de Gars Gentiana magellanica Gaud. pearcei Phil. prostrata Haenk. 7) Microcala quadrangularis (Lam.) Griseb. Fam. APOCYNACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Elytropus chilensis (A. DC.) Muell. Skytanthus acutus Meyen Fam. ASCLEPIADACEAE Especies con hemolisis positiva: Tweedia obliquifolia (Colla) Malme Especies con hemolisis negativa: Asclepias curassavica L. Astephanus geminiflorus Dene. Cynanchum boerhaviifolium H. et A. lancifolium H. et A. mucronatum (Dene.) Reiche nummulariifolium H. et A. A pachyphyllum (Dene.) K. Sch. % viride (Phil.) Reiche Diplolepis menziesii (Dcne.) Schult. Tweedia brevipes (Phil.) Malme e confertiflora (Dcne.) Malme hookeri (Dcne.) Malme Fam. CONVOLVULACEAE Especies con hemolisis positiva: Calystegia sepium R. Br. var. americana (Sims.) Kitagawa Convolvulus arvensis L. dá chilensis Pers. A prostrata Haenk. var. americana Engelm. Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: RAT OS x x NEO x No RSE x x x No R T 0 No R T se Su 5e 52 70 EX 50 s20 37 No E x R T 0 E x x 52 x Xx x x 5 1 AAA RA O a NS oa aa AAC | > SH = AAN” Fr > >” mo mM A II Mo) Pr Convolvulus demissus Choisy Cressa truxillensis H. B. Kth. Dichondra repens Forst. repens Forst. var. holosericea O'Done!l Evolvulus sericeus Sw. var. sericeus O'Donell Especies con hemolisis negativa: Calystegia sepium (L.) R. Br. var. sepium O'Donell soldanella (L.) R. et Schult. Convolvulus chilensis Pers. Convolvulus hermanniae L'Herit Cuscuta micrantha Choisy Dichondra repens Forst. var. holosericea O'Donell repens Forst. var. repens O'Donell repens Forst. var. sericea Choisy Fam. POLEMONIACEAE Especies con hemolisis positiva: Collomia biflora (R. et P.) Brand. Gilia gracilis (Dougl. ex Hook.) Hook. “ laciniata R. et P. var. erecta (Hieron) Brand. Navarretia involucrata R. et P. Especies con hemolisis negativa: Gilia crassifolia Benth. Fam. HYDROPHYLLACEAE Especies con hemolisis positiva: Phacelia Írigida (Phil.) Reiche Especies con hemolisis negativa: Nama strictum Phil. Phacelia brachyautha Benth ds circinata Jacq. cumingii (Benth.) A. Gray cumingii (Benth.) A. Gray var. pusilla (Phil) Reiche magellanica (Lam.) Coville "” ” Fam. BORRAGINACEAE Especies con hemolisis positiva: Cryptantha chaetocalyx (Phil.) Johnst. mE hispida (Phil.) Reiche spathulata (Phil.) Reiche Heliotropium inconspicuum Reiche Especies con hemolisis negativa: Amsinckia hispida (R. et P.) Johnst. Borago officinalis L. Cordia decandra H. et A. Cryptantha alyssoides (DC.) Reiche ; aprica (Phil.) Reiche calycina (Phil.) Reiche de dimorpha (Phil.) Reiche re dolichophylla (Phil.) Reiche filaginea (Phil.) Reiche gayi Johnst. mí e) Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: EE — E SISSI > II E | ooo00o0- II O or | Own ES] a ES la] 2582 ln] AAA E ocoo-m II | OS al Fr Fr Cryptantha globulitera (Clos) Reiche glomerata Lehm. gnaphalioides (DC.) Reiche kingii (Phil.) Reiche linearis (Colla) Greene parviflora (Phil.) Reiche spathulata (Phil.) Reiche volkmanni (Phil.) Johnst. Cynoglossum creticum Mill. paniculatum H. et A. Echium plantagineum L. E vulgare L. Heliotropium corymbosum (Miers) Reiche chenopodiaceum Clos curassavicum L. floridum (DC.) Clos glutinosum Phil. hispidulum (Miers) Reiche y kingii (Phil.) Reiche linariaefolium Phil. longistylum Phil. myosotifolium (Miers) Reiche paronychioides DC. philippianum Johnst. pycnophyllum Phil. Heliotropium stenophyllum H. et A. E taltalense (Phil.) Johnst. Lithospermum officinalis L. Myosotis antarctica Hook. f. Jo laxa Lehm. scorpioides L. Pectocarya dimorpha (Johnst.) gracilis (R. et P.) Johnst. lateriflora (Lam.) DC. "” 0” 7 "0 Asia calandrinioides (Phil.) Johnst. collinus (Phil.) Johnst. corymbosus (R. et P.) Johnst. fulvus (H. et A.) o gemaini (Phil.) Johnst. oppositifoluis (Phil.) Johnst. polycaulis (Phil.) Johnst. procumbes (Colla) Gray pulchellus (Phil.) Johnst. tinctorius (R. et P.) Gray uliginosus (Phil.) Johnst. Selkirkia berterii (Colla) Hemsl. "” Fam. VERBENACEAE Especies con hemolisis positiva: Diostea cinerascens (Schau.) Mold. Verbena araucana Phil. atacamensis Reiche berterii (Meisn.) Schau. laciniata (L.) Briq. lavandulaefolia Phil. Especies con hemolisis negativa: Acantholippia deserticola (Phil.) Mold. trifida (Gay) Mold. Aloysia triphylla (L'Herit) Britton ki salviaefolia (H. et A.) Mold. A E Organos: Organos: Organos: A AAA A II AAA AAA A II! ARA xNH O EI II HmD ONVoNNoHA A A AA O AS, II SS SS | e II II SAA AAA > eos? E EII (SS) par] A e Ea Castelia cuneaio-ovata Cav. Diostea juncea (Gill. et Hook.) Miers Phyla nodiflora (L.) Greene E nodiflora (L.) Greene var. reptems (HBK) Mold. Lampaya medicinalis Phil. Raphitharmnus spinosus (Juss.) Mold. venustus (Pnil.) Robinson Verbena bryoides Phil. corymbosa R. et P. eS hispida R. et P. E litoralis HBK. officinalis L porrigens Phil. selaginoides Kunth ex Walp. scoparia Giil. et Hook. seriphioides Gill. et Hook. selaginoides K. et W. spathulata Gill. et Hook. sulphurea Don trifurcata Phil. uniflora Phil. Fam. LABIATAE Especies con hemolisis positiva: Stachys pannosa Phil. Especies con hemolisis negativa: Johowia fernandezia (Colla) Epl. et Loos. Lamiun amplexicaule L. Lepechinia chamaedryoides (Balb.) Epl. salviae (Lindl.) Epl. subhastata (Benth.) Epl. Marrubium vulgare L. Mentha officinalis L. Mentha aquatica L. a pulegium L. Prunella vulgaris L. Salvia tubiflora Sm. paposana Phil. Satureja darwinii (Benth.) Briq. gilliesii (Grah.) Brig. multiflora (R. et P.) Brig. Scutellario nummulariifolia Hook. Í. ss racemosa Pers. Stachys albicaulis Lindl. eremicola Epl. grandidentata Lindl. gilliesii Benth. litoralis Phil. macraei Benth. philippiana Vatke sericea Cav. truncata Kunze ex Benth. Teucrium bicolor Smith. nudicaule Hook. “ Fam. NOLANACEAE Especies con hemolisis positiva: Alona coelestis Lindl. Nolana elegans (Phil.) Reiche Organos: Organos: Organos: Organos: od Rom 5H AAA AAA IE 2) bd dd od od od AAA AAA BO II e eS AAA AAA ARA AA As wo a RRA A AAA AAA = Mm II AS | = wm ES Fr Especies con hemolisis negativa: Alona filifolia (H. et A.) Johnst. rostrata Lindl. Nolana albescens (Phil.) Johnst acuminata Miers crassulifolia Poepp divaricata (Lindl.) Johnst. haplocaryoides (Gaud.) Johnst. incana (Phil.) Johnst. leptophylla (Miers) Johnst. mollis (Phil.) Johnst. paradoxa Lindl. peruviana (Gaud.) Johnst. rupicola Gaud. sedifolia Poepp. villosa (Phil.) Johnst. Fam. SOLANACEAE Especies con hemolisis positiva: Cacabus flavus Johnst. Cestrum parqui L'Herit Combera paradoxa Sandw. Dunalia lycioides Miers Fabiano barriosi Phil. bryoides Phil. denudata Miers deserticola Reiche viscosa H. et A. Hyoscyamus niger L. Jaborosa caulescens Gill. et Hook. magellanica (Griseb.) Phil. volkmannii (Phil.) Reiche Lycopersicon glandulosum C. H. Mul. hirsutum Humb. et Bonpl. peruvianum (L.) Mill. peruvianum (L.) Mill. var. dentatum Dun. Nicotiana acuminata (Grah.) Hook. acuminata (Grah.) Hook. var. acuminata Goodsp. acuminata (Grah.) Hook. var. multiflora (Phil.) Reiche cordifolia Phil. corymbosa Remy corymbosa Remy var. corymbosa Goodsp. glauca Grah. miersii Remy var. miersii Goodsp. ds solanifolia Walp. Salpiglosis chilensis (Clos) Wettst. parviflora Phil. sinuata R. et P. spinescens Clos. Solanum argenteum Dun. brachyantherum Phil. chenopodioides Lam. cyrtopodium Dun. elaeagnifolium Cav etuberosum Lindl. maglia Schltd. maritimum Meyen nigrum L. Organos: Organos: Nh II ar! o0oo0o0oo-r—rs 453 02 N-= 0 MS KCSICINOO Il fa) NO*-0-=-NO0-000-N- mE Ny» Ono SO NO0OO0woo F AAA Lag] NOoou r HS 04m NO — N-00NuNN-=00 Fr Ou-= NN N Na 00-00 On 0 NN=N 00 Solanum palustre Poepp ex Walp. pinnatum Cav. pyrrhocarpum Phil. remyanum Phil. sitiens Johnst. tuberosum L. radicans L. f. rancoguense Dun. weaddellii Phil. Trechonaetes laciniata Miers Vestia lycioides Willd. Especies con hemolisis negativa: Cacabus integrifolius Phil. Datura stramonium L. Fabiana imbricata R. et P. Grobowskia glauca (Phil.) Johnst. Latua pubiflora (Griseb.) Phil. Lycium chilense Bert. fragosum Miers minutifolium Remy Nicotiana miersii Remy miersii Remy var. lychnioides (Remy) Goodsp. pauciflora Remy Nierembergia repens R. et P. Phrodus bridgesii Miers Schizanthus alpestris Poepp. gracilis Clos grahami Gill. da hookeri Gill. integrifolius Phil. lacteus Phil. laetus Phil. litoralis Phil. pinnatus R. et P. Solanum congestiflorum Dun. congestiflorum Dun. var. syringifolium (Kth. et Bouché) Reiche crispum R. et P. gayanum Remy heterantherum Witasek. krauseanum Phil. puberulum Phil. tomatillo Remy valdiviense Dun. Fam. SCROPHULARIACEAE Especies con hemolisis positiva: Calceolaria alba R. et P. ambigua Phil. glutinosa Meigen lanceolata Cav. Calceolaria mimuloides Clos sE paposana Phil. polifolia Hook. Digitalis purpurea L. la ferruginea L. Herpestis monnieria H. B. K. Limosella tenuifolia Nutt. Mimulus luteus L ” " Organos: Organos: Organos: (52 NON-=NNR=o0oo-— A II | A AAA II II NO-O0Noooo—r o» Vr WOONR-—-O-DNAa II > AAA a or oo0nN-0000-DNaA Num WO0O0D0OoO-NDNHÉRAa A | II A AAA 0o0o0o0o-r—-Noo-Nm Fr Or-.-— Organos: Mimulus parviflorus Lindl. Verbascum thapsiforme Schrad. Especies con hemolisis negativa: Organos: Alonsoa insicifolia R. et P. Bartschia chilensis Benih. Calceolaria abscondita Witasek. aconcagúina Phil. andina Benth. arachnoidea Groah. biflora Lam. biflora Lam. var. obtusifolia (Kunze et Walp.) Clos campanae Phil. cana Cav. cavonillesii Phil. corymbosa R. et P. crassifolia Phil. crenatiflora Cav. dentata R. et P. filicaulis Clos foliosa Phil. glabrata Phil. galandulifera Witusek. glandulosa Poepp. hypericina Poepp. ex DC. integrifolia Murr. lanceolata Cav. var acutifolia (Wit.) Reiche lanceolata Cav. var. pusilla (Wit.) Reiche latifolia Benth. lepida Phil. montana Cav. nudicaulis Benth. paralia Cav. petiolaris Cav. picta Phil. pubescens Phil. purpurea Grah. quadriradiata Phil. racemosa Cav. recta Witasek rugosa Hook. scabiosifolia Sims. segethi Phil. sessilis R. et P. tenella Poepp. tenera Phil. thyrsiflora Grah. thyrsiflora Grah. var. alliacea Phil. valdiviana Phil. volckmannii Phil. uniflora Lam. w.lliamsi Phil. Cymbalaria murcalis G. M. Sch. Euphrasia antarciica Benth. aurea F. Phil. flavicans Ph:! chrysantha Phil. meiantha Clos A ==. — DE A or! E E AS Es] dd dd AAA A AAA AAA AAA En AAA AAA AAA E] Dd A A AAA AA A F Fr 0 1 F Fr x x OS Xx 20 E Xx x sos 32 x NX Xx x x 52% EX x x x AS 28 x E x x E x x x EX x AA AAA AAA Euphrasia muscosa Phil. ma philippii Wettst. trifida Poepp. Gerardia linarioides Cham. et Schl. Gratiola peruviana L. peruviana L. var. uliginosa (Phil.) Reiche Herpestis flagellaris Cham. et Schl. Jovellana punctata R. et P. violacea (Cav.) Don Limosella aquatica L. Linaria canadensis (L.) Dun. vulgaris (L.) Mill. Melosperma andicola Gill. Mimulus acutidens Reiche bridgesii Clos cupreus Regel depressus Phil. silvaticus Phil. Monttea chilensis Gay Orthocarpus australis Benth. Ourisia alpina Poepp. et Enadl. breviflora Benth. et Hook. breviflora Benth. et H. var uniflora (Phil.) Reiche coccinea Pers. fragans Phil. microphylla Poepp. et Endl. poeppigii Benith. polyantha Poepp. et Endl. racemosa Clos ruelloides (L. f.) Gaert. Stemodia chilensis Benth. Verbascum virgaturm Stokes Veronica acinifolia L. anagallis L. arvensis L. chamaedrys L. elliptica Forst. peregrina L. persica Poir. salicifolia Forst. serpyllifolia L. Fam. BIGNONIACEAE Especies con hemolisis positiva: Argylia huidobriana Clos viridis Phil. Campsidium valdivianum (Phil.) Skottsb. Eccremocarpus scaber R. et P. Stenolobium sambucifolium (H. B. K.) Sims. Especies con hemolisis negativa: Argylia geronioides DC. radiata (L.) Don Fam. OROBANCHACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Orobanche chilensis (Phil.) G. Beck A ale Organos: Organos: Organos: Organos: R TOHÁ>—u EFE: AAA SR PESE SR ES O NS SE A O AR do 020 SE o o E A 52092 AAA EZ SS ES $0 RSE IR DO E OS Os. SR OS ISS ES: OS O era OS O a e EN: O oda o eS Ss Ola Xx 0 SO ER E SL ISR EZ SE E: E 50 ae IS SIR IRE AA XA R THEFrFr 0-10 -0 OO. 1 OOO E DO: 1-0 0-0-0 2 R T HPFrr Po Loa ETS a No hubo RACE z 7357 Fam. GESNERIACEAE Especies con hemolisis positiva: Mitraria coccinea Cav. Sarmienta repens R. et P. Especies con hemolisis negativa: Asteranthera ovata (Cav.) Hanst. Fam. ACANTHACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Stenandrium dulce Nees Fam. PLANTAGINACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Litorella australis Griseb. Plantago barbata Forst. ho brasiliensis Sims. var. gayana (Dene.) Pilger candollei Rap. coronopus L. fernandezia Bert. z grandiflora Meyen E hispidula R. et P. pe hispidula R. et P. var. tumida (Link.) Pilger hirtella H. B. Kth. juncoides Lam. lanceolata L litorea Phil. major L. rancaguae Steud. sericea R. et P. truncata Cham. virginica L. Fam. RUBIACEAE Especies con hemolisis positiva: Cruckshanksia pumila Clos Nertera arnottiana (Walp.) Robinson Especies con hemolisis nega'iva: Coprosma hookeri (G. Don) Oliver. A pyrifolia (H. et A.) Skottsb. Cruckshanksia macrantha Phil. Za glacialis Poepp. et Endl. hymenodon H. et A. monttiana Clos palmae Clos Galium andinum Phil. : antarcticum Hook. f. aparine L. brevifolium Phil. chamissonis H. et A. chilense (Mol.) Endl. chonoense Hook. f. cotinoides Cham. et Schl. difíusum Clos O Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: R 4 46) ES II II (SO Es) => Oy ES] aos E ARAS II | AA AAA AAA H F Fr 0-3 4 4 H F Fr ES hubo H F Fr 30 e hubo H F Fr A eS dE XX 220 E Xx ES: ES da E SE se EA E 78 ES EX A ES: E SS H F Fr 0-01 0-0 H F Fr ARA x AX 52 sE Sa XA ss 5% 53 SE SE OS soda E XA A UE SR XX Organos: Golium eriocarpum Bartl. je fueganium Hook. f. hypnoides Clos mage!llanicum Hook. f. murale All. ovalleanum Phil. suffruticosum H. et A. trichocarpum DC. valdivianum Phil. Nertera granadensis (Mutis ex L. f) Drude Oldenlandia thesiifolia K. Schum. Relbunium hypocarpium (L.) Hemsl. se richardianum (Gill. ex H. et A.) Hicken Sherardia arvensis L. Fam. ARALIACEAE Especies con hemolisis positiva: Organos: Pseudopanax laetevirens (Gay) Seem. Especies con hemolisis negativa: Organos: Pseudopanax valdiviensis (Gay) Seem. Fam. VALERIANACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Plectritis samolifolia (DC.) Hoeck. Siangea paulae Graebn. Valeriana araucana Phil. d bustillosii Phil. columboria Phil. crassicaulis Phil. floribunda Phil. foncki Phil. gilliesii (H. et A.) Stuckert et Brid. glauca Poepp. graciliceps Clos grandifolia Phil. hebecarpa Clos hyalinorrhiza R. et P. integrifolia Phil. lapathifolia Vahl. laxiflora DC. lutescens Phil. magellanica Homb. et Jacq. magna Clos nivalis Wedad. obtusifolia DC. papilla DC. philippiona Briq. polemoniitolia Phil. pubescens Phil. sanguisorbifolia Cav. simplex Clos A urbani Phil. E vaga Clos verticillata Clos virescens Clos Fam. DIPSACACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Organos: Dipsacus fullonum L. Ios) EA E 1120 15 15% AS Sa as IEA EZ AS AIR XI R A reta E Ca AE PO ASES OS T H F Fr 2 2 TOPES se No hubo TEMES AI XA oa x Aaa AA IZ 3 e O A AS AA XX =E ER INE IL a E ae SS x Oe x 7 ón Xx SS OS Peg Se NE eg OR XA DRA se x EZ Xx A No hubo TH PFtEr AR Fam. CUCURBITACEAE Especies con hemolisis positiva: Sicyos bryoniaefolius Moris. Especies con hemolisis negativa: Fam. CAMPANULACEAE Especies con hemolisis positiva: > Lobelia polyphylla H. et A. var. coquimbana Vatke tupa L. var. mucronata (Vatke) Reiche Wahlenbergia linarioides A. DC. Especies con hemolisis negativa: Downingia pusilla (Don) Torr. Hypsela reniformis (H. B. K.) Presi. Lobelia anceps L. f. axilliflora (Phil.) Reiche ovata (Phil.) Reiche polyphylla H. et A. salicifolia Sweet. tupa L. Pratia longiflora Hook. f. repens Gaud. Specularia bitlora (R. et P.) Fisch. et Mey. Wahlenbergia fernandeziana (A. DC.) Skottsb. masafuerae (Phil.) Skottsb. Fam. GOODENIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negotiva: Selliera radicans Cav. Fam. STYLIDIACEAE Especies con hemolisis positiva: Especies con hemolisis negativa: Donatia fascicularis Forst. Fam. CALYCERACEAE Especies con hemolisis positiva: Boopis graminea Phil. Gamocarpha dentata Phil. Moschopsis monocephala (Phil.) Reiche Nastanthus agglomeratus Miers Especies con hemolisis negativa: Calycera eryngioides Remy de leucanthema (Poepp.) Reiche sessiliflora Phil. squarrosa Miers Gamocarpha poeppigii DC. poeppigil DC. var. angustifolia (Phil.) Reiche Noastanthus spathulatus (Phil.) Miers. Fam. COMPOSITAE Especies con hemolisis positiva: Aster albus (Phil.) Reiche erectus (Remy) Reiche eriophorus (Remy) Reiche grabrifolius (DC) Reiche haplopappus (Remy) O. K. leucopappus (Remy) Reiche squamatus (Spreng.) Hieron " — vahlii (Gaud.) H. et A. var. tenuitolius (Phil.) Cabr. 7) IR Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: Organos: EE E EY ES ROO0ONYJy E! AAA AAA AAA 2 o Cl ORETIADA y A IE E [99] H F Fr 24-04 hubo H F Fr lO 0 20 0) EEE: XX A SES de E EE SS NS AA a se SE sE E AO AA se 5% hubo H F Fr ses hubo H F Fr 520 E F Fr 1 Il 0-10 IA! H F Fr sa 5 se 58 IS 32% se se 3% $88 H F Fr 3 2 4 2 SAA 4 4 4 0 AS OO 0.0 Baccharis bezanilleana Remy 7) bezanilleana Remy var. solisi (Phil.) Reiche concava (R. et P.) Pers. confertifolia Colla darwinii H. et A. elaeoides Remy feuillei DC. glutinosa Pers. jucea Desf. lycioides Remy macraei H. et A. magellanica Pers. marginalis DC. marginalis DC. var. araucana (Phil.) Heer. ex Reiche marginalis DC. var. coerulescens Heer. ex Reiche marginalis DC. var. linitolia (R. et P.) Heer. ex Reiche marginalis DC. var. longipes (DC.) Heer. ex Reiche microphylla HBK. var. incarum Wedd. nivalis Sch. Bip. paniculata DC. patagonica H. et A. patagonica H. et A. var. palenae (Phil.) Reiche pedicellata DC. petiolata DC. petiolata DC. var. rotundifolia Phil pingraea DC. rhomboidalis Remy rhomboidalis Remy var. nemorosa (Phil.) Heer. ex Reiche rosmarinifolia H. et A. sagittalis DC. salicifolia (R. et P.) Pers. santelices Phil. sphaerocephala H. et A. tola Phil. umbelliformis DC. Chaetanthera chilensis (Willd.) DC. glabrata (DC.) Meigen moenchioides Less. renifolial Remy) Cabr. spathulifolia Cabr. splendens (Remy) Rob. tenella Less. villosa D. Don Chiliotrichium rosmarini olium Less. Coniza chilensis Spreng. lateralis Phil. Diplostephium meyeni ( Erigeron fruticosus DC. Grindelia glutinosa (Ca Sch. Bip.) Wedd. v.) Dun. tarapacana Phil. Gutierrezia espinosae Acevedo Haplopappus arbutioide s Remy bellidifolius Phil. PO Organos: oroo=o0o00o00 > DNA OA NIRRDOAWAVO CAS AS He Ha Ha 0) H> AE RRO-RTDR»=R»RBRDNDNONOO-?-OD0ONO O» DNO-> SH 2 N-orsOo0o*»>0N€ NY NON VNO-OODN OO*+O*=-BABNOinnN F fr 2 0 1 1 0 2 0 ] 4 3 0 3 0.0 da 0 2 4 4 3 3 40 1 3 4 2 0.0 2 0 1 2 2 0.0 2 0 1 3 3 0 0 4 0 0 01 0.4 4 a 0 0.0 4 4 SANZ, 1 AO 0 Haplopappus brevirradiatus Reiche. bustillosianus Remy canescens (Phil.) Reiche chrysanthemifolius (Less.) DC deserticolus Phil. diplopappus Remy glutinosus Cass. hirtellus Phil. macrocephalus (Less.) DC. marginalis Phil. multifolius Reiche pectinatus Phil. prunelloides (Less.) DC. pulchellus DC. reicheanus Hall. rigidus Phil. scaposus Remy scrobiculatus (Nees) DC. stolpi Phil. taeda Reiche uncinatus Phil. Helenium atacamense Cabr. Hieracium antarcticum D'Urv. var. 7) myosotifolium (Sch. Bip.) Sleumer Hypochoeris thrincioides (Remy) Reiche Eg enophoRa hirsuta Less. nudicaulis (Comm.) Dusen Lepidophyllum cupressiforme (Lam.) Cass. Leptocarpha rivularis DC. Leuceria salina (Remy) Reiche Madia chilensis (Nutt.) Reiche Mutisia subulata R. et P. subulata R. et P. var. gracilis (Meyen) Walp Nardophyllum pá (Lam.) Cabr. Osteospermum moniliferum L. Parastrephia lucida (Meyen) Cabr. phylicaeformis (Meyen) Cabr. Perezia atacamensis (Phil.) Reiche diversifolia Meyen lactucoides Less. di megalantha Speg. Polyachyrus fuscus Meyen et Walp. Senecio adenophyllus Meyen et Walp. adenotrichius DC. alloeophyllus O. Hoffm. almeidae Phil. arnicoides H. et A. argyreus Phil. bahioides H. et A. buglossus Phil. candidans DC. crithamoides H. et A. _ eriophyton Remy gnidioides Phil. graveolens Wedd. illinitus Phil. johnstonianus Cabr. looseri Cabr. oreinus Cabr. Organos: Rhrn oo Sos HOR? OO 012 000'*>00 NONOO0N -—ro OCOON+=>+»> OO Oo Ssssse esoo. SS Soy see. a y RODORODN E No NRoor 0NO0:/00/0:/010:>0 0 oo ecoea: O000O0O*0O0 (24D 0? 0NrA2? ODIA SO PeEOENiN?20CO SHA OAOCIOICSSICICICIO oo DO Hs oo Senecio patagonicus H. et A. var. lobatifolius (Hombr. et Jacq.) Cabr. vaginaefolius Sch. Bip. viscosissimus Colla Siegesbeckia orientalis L. Solidago microglossa DC. Sonchus asper (L.) Hill. Tagetes minuta L. Taraxacum fernandezianum Dahlst. $ magellanicum Comm. ex Sch. Bip. Verbesina enceloides Benth. et Hook. Werneria glaberrima Phil. Especies con hemolisis negativa: Achillea millefolium L. Adenocaulon chilense Less. Ambiyopappus pusillus H. et A. Anthemis arvensis L. cotula L. Antennaria chilensis Remy var. magellanica Sch. Bip. Aphyllociadus denticulatus(Remy) Cabr. al denticulatus (Remy) Cabr. var. calvus (Phil.) Cabr. Arctium lappa L. Es minus (Hill.) Bernh. Artemisia copa Phil. Aster bellidiastum Nees. et Walp. “ gayanus DC. vahlii (Gaud.) H. et A. Baccharis racemosa DC. racemosa var. compacta (H. et A.) Heer. Bahia ambrosioides Lag. Bidens chilensis DC. ; chrysanthemoides Mchx. montaubani Phil. pilosa L. Blennosperma chilensis Less. Brachyandra macrogyne Phil. Carduus pycenocephalus L. ¡ñ tenuiflorus Curt. Carthamus lanatus L. Centauren atacamensis (Reiche) Johnst. E bulbosa H. et A. chilensis H. et A. flocosa H. et A. melitensis L. montana L. Centaurodendron dracaenoides Johow Centipedia elatinoides (Lees.) Benth. et Hook Cephalophora aromatica Schrad. Chaetenthera acerosa (Remy) Benth. et Hook. % apiculata (Remy) Meigen yo chilensis (Wild.) DC. var. % argentea (Phil.) Cabr. chilensis (Willd.) DC. var. involucrata (Phil.) Cabr. ciliata R. et P. elegans Phil. euphrasioides (DC.) Meigen de flabelleata D. Don m7) LEONEL Organos: Organos: .- II) ”H o0OoONOo00o0o0oNOoooo II] ES CI O AAA? ARA AA AAA AAA H F Fr 0-10 1-0 1 0-02 Ol AZ Ol OOO OO 10 0.0.0 0/11 0-40) 1 H F Fr x Xx eS a 20 ES 233 53 x A AAA AAA AAA AO 22m? Organos: Chaetanthera glandolusa Remy gnaphalioides (Remy) Johnst, incana Poepp. lanata (Phil.) Johnst. 4 limbata (D. Don) Less. y linearis Poepp linearis Poepp. var. albiflora Phil. linearis Poepp. var. taltalensis Johnston lycopodioides (Remy) Cabr. microphylla (Cass.) H. et A. pulvinata (Phil.) Haum. pusilla (D. Don) H. et A. serrata R. et P. sphaeroidalis (Reiche) Hick. Chaptalia exscapa (Pers.) Baker var. chilensis (DC.) Burkart Chersodoma candida Phil. Chevreulia lanceolata Remy hs stolonifera Cass. Chiliophyllum fuegianum O'Hoffm. Chrysanthemum coronarium L. leucantaemum L. parthenium (L.) Bernh. vulgare (L.) Bernh. Chuquiraga acicularis Don. kuschelii Acevedo oppositifolia Don ulicina H. et A. Cichorium intybus L. Cirsium lanceolatum (L.) Hill. Coniza bonariensis (L.) Crong. Coreopsis suaveolens Sherff. Cotula australis Hook. £ coronopifolia L. minima (L. f) Sweet. scariosa (Cass.) Franchet Crepis capillaris (L.) Wallr. “y yesicaria L. ssp. taraxacifolia (Thuill.) Thell. Cynara cardunculus L. Dendroseris litoralis Skottsberg a macrophylla Don Doniophyton anomalum (Don) Kurtz Encelia canescens Lam. canescens Lam. var. lanuginosa Johnst. canescens Lam. var. parvifolia (HBK.) Ball canescens Lam. var. tomentosa (Walp.) Ball. Erechtites leptantha (Phil.) Cabr. Eriachaenium magellanicum Sch. Bip. Erigeron andicola DC. andinus Phil. berterianum DC. bilbaoanus (Remy) Cabr. bonariensis L. brevicaulis Phil. Si flabellifolius Cabr. ds hirtellus DC. E karvinskianum DC. larrainianus (Remy) Cabr. 7) "” 7) ) 7 AAA AAA AAA II | AAA AAA OO e E AAA ES A AAA Ea | AAA AAA A AAA AA PA AAA A AAA AAA AA PA AA AAA AAA AAA > E > AAA m H Organos: Erigeron linifoluis Willd. myosotis Pers. othonaefolius H. et A. philippii Sch. Bip. remyanus Wedad. silvaticus Phil. spiculosus H. et A. Eupatorium glechonophyllum Less. salvia Colla Facelis apiculata Coss. retusa (Lam.) Sch. Bip. var. chilensis (F. et M.) Baker Filago gallica L. Flaveria contrayerba Pers. Flotovia diacanthoides Less. excelsa DC. Flourensia atacamensis (Phil.) Reiche corymbosa DC. corymbosa DC. var. araucana (Phil). Reiche corymbosa DC. var. lanceolata (Meyen) Reiche thurifera (Mol.) DC. Franseria bipinnatifida Nutt. ño meyeniana Sch. Bip. Galinsoga parviflora Cav. Gnaphalium affine D'Urv. aldunateoides Remy cheiranthifolium Lam. cheiranthifolium Lam. var. andicola (Phil.) Reiche Gnaphalium cheiranthifolium Lam. var. citrinum (H. et A.) Reiche coquimbense Phil. depilatum Phil. fastigiatum Phil. gayanum Remy alandulosum Meyen heterophyllum Phil. heterotrichum Phil. lacteum Meyen et Walp. longifolium Phil. montevidense Spreng. sí monticola Phil. ex Reiche moelleri Phil. se nivali Phil. Xx purpureum L. ES purpureum L. var. americanum (Mill) Klatt. purpureum L. var. chamissonic DC. purpureum L. var. chonoticum Hook. f. ramosum Phil. robustum Phil. da serpyllifolium Remy Ce spiciforme Sch. Bip. ve stachydifolium Lam. stachydifolium Lam. var. sphacelatum HBK. suffruticosum Phil. ullophyllum H. et A. villarroelii Phil. ” "” 7) >» % ty A” ES AAA >” AH Es] II a ES III IE A AAA IA +] PA AAA AAA IS] E] A” A AAA ES] AAA E III E > PA AAA ES E] mu m H SAA AA AAA AAA o» > AAA? em X Gnaphalium viravira Mol. Gochnatia fascicularis D. Don se rigida D. Don tarapacana Phil. Guiierrezia copiapina Phil. E paniculata DC. Gypothamnium pinifolium Phil. Haplopappus araucanus Phil. FA baylahuen Remy Hedypnois cretica Willd. Helenium borchersi (Phil.) Cabr. Po gracile (Phil.) Cabr. longiaristatum Cabr. urmenetae (Phil) Cabr. Hieracium antarcticum D'Urv. chilense Less. glaucifolium Poepp. patagonicum Hook. f. Hypochoeris acaulis (Remy) Reiche $ andina Griseb. apargioides (Less.) H. et A. arenaria Gaud. “ “ "” ve chondrilloides (A. Gray) Cabr. chrysantha Poepp. ex DC. glabra L. . hookerii Phil. 5 humilis (Phil.) Reiche e laciniosa Phil. lessingii (Sch. Bip.) Reiche microphylla (Remy) Reiche minima Desf. odorata Benth. et Hook. radicata L. scorzonerae F. V. Muell. spathulata (Remy) Reiche stenocephala (A. Gray) O. K. tenerifolia (Remy) Reiche tenuifolia Griseb. Jungia revoluta (Don) Re:iche Lactuca scariola L. Lapsana communis L. Lasthenia obtusifolia Cass. Lepidophyllum cupressiforme (Lam.) Cass. Leuceria acanthoides Don. E achilleifolia H. et A. (Phil.) Reiche candidissima Gill. et Don canescens (Phil.) Reiche cerberoana Remy chillanensis Phil. ex Reiche eriochlaena Remy floribunda DC. Y foliosa Phil. garciana Remy gayana (Remy) Reiche . glabrata (Phil.) Reiche glacialis DC. barrosiana (Remy) Reiche var. tenerifolia Organos: AAA AA AA AA | A q AAA e AAA AA A AAA ES] x e AA < AAA HA ARAS A o rs Eo ETA AA AAA AAA ES AAA AAA AAA AAA ES 4 AAA AAA | Ps A AAA A IAS a NI AAA NES] 1 ES) Fr Leuceria glandulosa Don gossypina H. et A. hahnii Franchet landleckii (Phil.) Reiche lithospermifolia (DC.) Reiche magna Phil. menana Remy microcephala Reiche e modesta (Phil.) Reiche Je nutans (Remy) Reiche oligocephala Remy paniculata Kunze ex Less. peduncularis Remy purpurea H. et A. scrobiculata Gill et Don senecioides H. et A. sonchifolia Turcz tenuis Less. thermarum (Phil.) Reiche Lucilia eriophora Remy he frigida (Poepp.) Reiche Macrachaenium gracile Hook. f. Madia sativa Mol. Matricaria chamomilla L. $ discoidea DC. Micropsis nana DC. Microseris pygmaea Don Moscharia pinnotifida R. et P. Mutisia acerosa Poepp. ex Less. alba Phil. berteriana Poepp. et Endl. brachyantha Phil. decurrens Cav. decurrens Cav. var. andina Phil. ilicifolia Cav. involucrata Phil. involucrata Phil. var. consobrina Phil. linariaefolia Remy linearifolia Cav. oligodon Poepp. et Enal. philippii R. E. Fr. retusa Remy retusa Remy var. glaberrima Phil. sinuata Cav. spinosa R. et P. taraxacifolia Less. Nardophyllum obtusifolium H. et A. lanatum (Meyen) Cabr. Nassauvia abreviata (H. et A.) Reiche acerosa Wedd. aculeata Poepp. et Endl. argentea Phil. cumingii H. et A. de darwinii (H. et A.) Reiche És dentata Griseb. a diazii (Phil.) Reiche ds digitata Wedd. alomerata Wedad. lagascae (H. et A.) Houysmon magellanica Gmel. oligocephala Wedd. ”) ” AE O OA Organos: II IET IO, JA JE PES) > AAA E II II AAA II A | A > AAA II A AS A | IN AAA >” as 5 A AAA ES Organos: Nassauvia pumila Poepp. et Endl. pumila Poepp. et Endl. var. norderskjoeldii (H. Hoffm.) Reiche pungens Phil. ramosissima DC. remyana Wedd. revoluta Don spinosa (Remy) Reiche Ophryosporus foliolosus (DC.) Reiche triangularis Meyen Oxyphy!llum ulicinum Phil. Pachylaena atriplicifolia Don Parastrephia lepidophylla (Wedd.) Cabr. quadrangularis (Meyen) Cabr. Perezia capito (Phil.) Phil. doniana Less. linearis Less. linearis Less. var. humilis (Phil). Reiche lyrata Wedo. magellanica (L. f) Lag. multicapitata Wedd. nutans Less. pediculoridifolia Less. pilifera H. et A. pinnata (Phil.) Reiche poeppigii Less. prenanthoides Less. recurvata (Vahl.) Less. vd triceps (Phil.) Reiche viscosa Less. Perityle chilensis (Regel et Koern.) Johnst. y discoidea (Phil.) Johnst. emoryi Torr. var. 'elata (Phil.) Johnst. pusilla (Phil.) Johnst. Phoenicoseris berteriona (Dcne.) Skottsb. pinnata (Bert. et Dcne.) Skottsb. Picris echioides L. Picrosia longifolia Don Pluchea chingoyo DC. Podanthus mitiqui Lindl. mitiqui Lindl. var. subintegerrima DC. ovatifolius Lag. Polyachyrus fuscus Meyen et Walp. var. roseus (Phil.) Reiche glabratus Phil. niveus DC. poeppigii Kunze ex Less. poeppigii Kunze ex Less. var. litoralis Phil. san-romani Phil. virgatus Johnston Proustia bessharaides Don cinerea Phil. glandulosa DC. olivillo Phil. pungens Poepp. ex Less. pyrifolia Lag. tipia Phil. Psila boliviensis (Wedd.) Cabr. Psilocarpus globuliferus (Bert.) Nutt. 7) "” ” ” O ONE III AA AAA ES A AAA > > ES AAA >” II AAA AAA AAA AAA AAA AAA AAA AAA AS A II IE AAA AAA AAA AAA A AAN AAA AS A AAA E E > Psilocarpus globuliferus (Bert.) Nutt. var. minima Cabr. Rea micrantha Bert. et Dcne. pruinata (Johow) Skottsb. Rhetinodendron berterii (Dcne.) Hemsl. Robinsonia evenia Phil gayana Dene. gracilis Dcne. thurifera Dene. Schkuria isopappa Benth. Senecio acanthifolius Homb. et Jacq. adenophyllus Meyen et Walp algens Wedad. aristianus Remy arnottii Hook. f. aspericaulis Remy baccharidifolius DC. brachylobus Phil. breviscapus DC. bridgesii H. et A. brunonianus H. et A. cachinalensis Phil. calocephalus Poepp. chañaralensis Phil. chilensis Less. chilensis Less. var. argophyllus (Phil.) Cabr. clarioneaeiolius Remy coquimbensis Phil. coronopodiphyllus Remy ctenophyllus Phil. cumingii H. et A. cumingii H. et A. var. bracteosus (Remy) Cabr. cuneatus Hook. f. cymosus Remy darwinii H. et A. _depressus H. et A. donianus H. et A. erraticus Bertol erucaeformis Remy tarinifer H. et A. filaginoides DC. fistulosus Poepp. ex Less. fransici Phil. gilliesii H. et A. glaber Less. glaber Less. var. pratensis (Phil.) Cabr. glabratus H. et A. gnidioides Phil. var. gilvus (Phil.) Cabr. gunckelii Cabr. haenkei. DC. hakeaetfolius Bert. ex DC. hakeaefolius Bert. ex DC. var. vidali (Phil.) Reiche hickenii Haum. hieracium Remy hirtus Cabr. hollermayeri Cabr. jacobeaeformis Remy julietii Phil. a Organos: RIA A AAA H AAA As AAA AA AAA AA AAA A AAA AAA fas] AAA AAA A AAA ES IS AAA AAA AAA AAA AAA ESEX x E 52 3 E sea 50 E 520% 03 93 sel SE Xx 5352 x 50 x x xXx ox 5% x se x AX 50 5% $8 5% EZ x A x 9% 52 sE 2 E 58 SE so x 53 x x Xx $3 5 x xXx 50 52 x 520 33 x se 92 ER 5 AX 925 Xx Xx ses x Xx Senecio kingii Hook. f lastarrianus Remy leucomallus A. Gary. var. incisus A. Gray leucophyton Phil. leucus Phil. linariaefolius Poepp. ex DC. linariaefolius Poepp. ex DC. var. aclonetus (Phil.) Cabr. lorentziella Hicken magellanicus H. et A. maulinus Reiche microphyllus Phil. microtis Phil. mikanioides Otto miser Hook. f. multicaulis Poepp. murinus Phil. murorum Remy neaei DC. nigrescens H. et A. otites Kunze ex DC. pachyphyllos Remy patagonicus H. et A. patagonicus H. et A. var. alyssoides (Sch. Bip.) Cabr. patagonicus H. et A. var. andersonii (Hook. f.) Cabr. paucidentatus DC. pentaphyllus Phil. philippi Sch. Bip. phlippicus Regel et Koern. phylicaefolius Poepp. ex DC. phylloleptus Cuatr. pilquensis Buek. planiflorus Kunze ex Cabr. poeppigii H. et A. polygaloides Phil. polyphyllus Kunze ex DC. portalesianus Remy prenanthifolius Phil. proteus Remy renjifoanus Phil. rhameri Phil. rosmarinus Phil. var. ascotanensis (Phil.) Cabr. santelicis Phil. sericeonitens Speg. sinuatilobus DC. skottsbergii Cabr. smithii DC. spinosus DC. subdiscoideus Sch. Bip. ex Wedd. sylvaticus L. tricuspidatus H. et A. tricuspidatus H. et A. var. dentatus (Sch. Bip.) Cabr. trifurcatus (Forst.) Less. triodon Phil. tristis Phil. troncosii Phil. viridis Phil. O X Sos > AAA AS > II II E PA AAA AAA AAA AAA AAA AAA AAA II >] AAA AAA AAA > AA ES II AAA AAA ES SAS | A AAA II IC A Es] AAA AA AAA AAA AAA AAA AAA > RR XA EE > AAA > ES Senecio vulgaris L. 58 xerophilus Phil yegua (Golla) Cabr. zosteraefolius H. et A. Silybum marianum (L.) Gaertn. Soliva sessilis R. et P. Sonchus oleraceus L. Stevia hyssopifolia Phil. pinifolia Phil. Strongyloma axillare DC. Tagetes multiflora H. B. K. Taraxacum jaevigatum (Willd.) DC. officinale Web. "” Tessaria absinthioides (H. et A.) DC. Tragopogon porrifolius L. Trichocline aurea (Don) Reiche 3 caulescens Phil. Triptilion achilleae DC. pe benaventil Remy Triptilion berteroi Phil. E capillatum DC. capillatum DC. var. andinum (Phil.) Reiche cordifolium Log. gibbosum Remy. spinosum R. et P. Trixis cacaloides Don Troximon chilense (Less.) A. Gray poeppigii (DC.) Reiche pumilum (DC.) Reiche Verbesina saubinetia Klatt. Wedelia glauca (Ort.) Hoffm Werneria ciliolata A. Gray denticulata Blake paposa Phil. pygmaea Gill ex H. et A weddelii Phil. Xanthium orientale L. spinosum L. Yunquea tenzii Skottsb. "“ REA O poa Organos: >= > II II II CE A RAAANAS ES AAA II | As AAA A AAA SO e II O AO F Fr x 00% AS x X Xx Xx IE 2S Xx 50 x Xx x Xx 53 2 x $2) TE Xx x 52 7% x aa x 53 Xx 55 x ox Xx CE x Xx se Se Xx x 50 x x x Xx Xx CONCLUSIONES 1. Las plantas investigadas alcanzan a un número de 2.894, de las cuales 609 acusaron reacción hemolítica positiva en alguno de sus Órganos y 2.885 reacción negativa. De las 609 plantas positivas, 197 corresponden a Monocotiledóneas y 302 a Dicotiledóneas. El mayor interés fitoquímico reside en las plantas Monocotiledóneas debido a su alto contenido en saponi- nas esteroides. Por lo que se sabe hasta la fecha, la gran mayoría de las Dicotiledóneas contienen seponinas triterpenoides, de utili- dad como detergentes, pero no para obtener derivados pentano- fenontrénicos. 3. Entre las familias con más especies saponínicas sobresalen Ama- ryllidaceae, Caryophyllaceae, Compositae, Dioscoreaceae, Lilia- ceae, Orchidaceae, Phytolaccaceae, Portulacaceae, Primulaceae. Solanaceae, Zygophyllaceae. 4. Consideramos gue este trabajo será una valios“ uyuda para fu- turas investigaciones fitoquímicas, pues proporciona al investiga- dor una lista bastante completa de plantas que le ahorrará los ensayos preliminares. (59) NOTA: Pese a los deseos de abarcar todas las Angiospermas chile- nas en el presente trabajo, ello no fue posible; dificultades tales como falta de estudios sistemáticos a fondo o críticos de muchos grupos, imposibilidad de reunir más material bo- tánico, clasificaciones dudosas de muchas especies, etc., nos lo impidieron. En adendas futuras esperamos dar satistacción a nuestros propósitos originales. RESUMEN En este trabajo se da el resultado de la detección de saponi- nas de 2.694 Angiospermas chilenas por el método hemolítico gelati- na-sangre. Para cada especie se detectó, en general, saponinas en la raíz, tallo, hoja, flor, fruto y semilla. 609 especies acusaron reacción hemolítica positiva, de las cuales 107 corresponden a Monocotiledó- neas y 5902 a Dicotiledóneas. ZUSAMMENFASSUNG In dieser Arbeit wird das Ergebnis der Untersuchug auf Sa- ponine mitels der Blutgelatinemethode in 2.894 Spezies der chilenis- cher Angiospermae mitgeteilt. Bei jedem Vertreter wurde gewoehnlich der Saponingehalt in der Wurzel, Stamm, Blatt, Bluete, Frucht und Samen geprueft. 609 Nummern ergaben eine positive Reaktion von denen 107 der Gruppe der Monocotylen gehoeren und 502 den Dico- tylen. a SUMMARY This paper sets forth results in the detection by the haemoly- tic gelatin-blood method of saponines in 2.894 Chilean Angiosperms. Each species was subjected to root, stem, leaf, flower, fruit and seed saponine detection. 609 species showed a positive haemolyiic reaction, of whicn 107 were Monocotyledonsae and 502 Dicotyledoneae. RESUME Ce travail rend compte de la détection des saponines chez 2.894 Angiospermes chiliennes par la methode d'hemolyse sur milieu gélatine-sang. Pour chaque espece, en général les saponines ont eté recherchées dans la racine, la tige, la feuille, la fleur, le fruit et la graine. 509 especes — 107 Monocotylées et 502 Dicotylées — accuse- rent une réaction hémolitique positive. BIBLIOGRAFIA .—Fieser, L. and Fieser, M.: Natural products related to phenanthrene. 3* Edición. Reinhola Publishing Corporation. 2.—Giral, F. y Rojhan, C. A.: Productos Químicos y Farmacéuticos. Vol. IM. Edi- ciones Atlante, S. A. 1946. 3.—Jaretzky, R. y Lindner, W.: Schwierigkeiten bein Saponinnachweiss. Arch. Pharmaz. 45. 1939. 4 —Peach and Tracey: Moderne Methoden der Pflanzenanalyse. Vol. III Springer Verlan. 1956. 5.—Pfister, A.: Saponinas en la Flora chilena. Bol. Soc. Ch. Quím. Vol. Il, N?* 1-2. Concepción. 1950. 6.—Vargas, L.: Investigación de saponinas en plantas chilenas. Tesis. Univ. de Concepción. Esc. de Quím. y Farm. 1944, 7—Wall, Monroe E.: Detection and estimation of steroidal sapogenins in plants tissue. An. Chem. 24 : 1337. 1952. 8.—Youngken, H.: Tratado de Farmacognosia. Ed. Atlante. 1951. 9.—Zapata, M.: Investigación de saponinas en plantas chilenas. Tesis. Univ. de Concep. Esc. de Química y Farmacia RD UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Insituto Central de Biología Dpto. de Botánica Director Prof. A. Pfister P. lantas vasculares nuevas para Chile II (*) Por M. Ricardi y F. Torres E Continuando con esta publicación damos a conocer y espe- cies endémicas de los alios Ándes de Perú, Bolivia o Argentina, aun no coleciadas ni citadas como integrantes de nuestra flora alto andina. COMPOSITAE Luciliopsis argentina Cabr. Cabrera, Darwiniana. 9 (1) : 41-42. Fig. 1 (1949). Hierba dioica, perenne, pigmea, musciforme, con rizomas fi- liformes y tallos rastreros, radicantes, muy ramificados, glabros, de 0,5 mm. de grosor, hojosos en la parte superior, formando céspedes más o menos densos de 0, 5 cm. de altura. Hojas opuestas, decusadas, sésiles y connatas en la base, oblongo-espatuladas, obtusas en el ápice, enteras, glabras en la parte inferior y media, con pelos lanosos largos en la parte superior, de 3-5 mm. de longitud, por 1-1,5 mm. de anchura, las superiores muy amontonadas. Capítulos masculinos solitarios en el ápice de las ramitas, sésiles y semiocultos entre las hojas. Invólucro acampanado de 4 mim. de altura; bracteas involu- crales 8-10, los exteriores ovadas, cortas; las interiores lanceoladas, todas con la parte central coriácea y ancho margen hialino. Flores 5, hermafroditas (pero masculinas por esterilidad del gineceo), con co- rola tubulosa pentadentada en el ápice, de 3,5 mm. de largo. Anteras sagitadas en la base. Estilo cortamente bifurcado, con ramas redon- deadas en el ápice. Áquenio (al parecer estéril) cilíndrico, glabro. Papus formado por una serie de cerdas blancas unidas en la base, de la misma longitud que la corola. Capítulos femeninos con invólu- cro cilíndrico de 5 mm. de altura. Flores 8, con corola tubuloso-fili- forme de 4,5 mm. de largo, 3-4 dentadas en el ápice. Papus de 5 (*) Trabajo patrocinado por el H. Consejo de Investigaciones Científicas de la Universidad de Concepción, bajo el proyecto titulado “INVESTIGACIONES TAXONOMICAS DE LA FLORA DE CHILE”. 7 OEA mm., blanco, con cerdas unidas en la base. Aquenios cilíndricos, gla- bros, de 0,8 mm. de largo. (Fig. 1). WWW FIGURA 1 LUCILIOPSIS ARGENTINA Cabr.: a, planta masculina (x 2); b, antera (x 20); c, capítulo (x 5); d, flor masculina (x 10); Dib. P. Millar. Luciliopsis Wedd. (Chl. And. 1 : 159-160. 1855) es un género de las Inuleqae nuevo para Chile, se extiende desde los altos páramos del Ecuador hasta las montañas de la Puna Argentina. Material estudiado: Prov. de Tarapacá. Dpto. de Arica. Agu.ts Calientes, Tacora, leg. M. Ricardi 3583, 4600 m. 17-I1X-1955. (CONC). Det. A. L. Cabrera. Mniodes andina A. Gray Gray, Benth. et Hook. f, Gen. 2 : 301 (1873). Hierba perenne, en cojines densos, ramas apretadas, blan- co-sericeas en el ápice, pardo-rojizos y escamosas hacia la base; de O 4-6 cm. de alto, raíces numerosas, lineares, sinuosas. Hojas peque- ñas, imbricadas, retusas, casi truncadas, conescentes en ambas caras. Capítulos solitarios, sésiles, terminales, escamas del invólucro linea- res, obtusas; pelos del vilano claviformes en el extremo; aquenios glabros, lisos. (Fig. 2). II INR 25 Xx FIGURA 2 MNIODES ANDINA A.Gray: a, planta (x 1); b, parte superior de una ra- ma (x 4); c, hoja (x 8); d, flor (x 8). Dib. P. Millar. Mniodes A. Gray. es un género de las Inuleae nuevo para Chile, típico de los altos Andes del sur del Perú. Material estudiado: Prov. de Tarapacá. Dpto. de Arica. Aguas Calientes, Volcán Tacora, 4600 m. leg. M. Ricardi. 33759. 17-1X-1955. (CONC). Det. A. L. Cabrera. Senecio phyllolepius Cuaitr. Cuatrecasas, Collect. Bot. Barcel. 3 : 272 (1953). Sufrutice ramoso hasta de 1 m. de alto, ramas estriadas, glan- duloso-pubescentes, glabras en la parte inferior. Hojas alternas, sési- les, angostamente lineares, con el ápice agudo, margen entero o con == NONE 1-4 dientes angostos, agudos, granduloso-pubescentes en ambas ca- ras, planas o algo revolutas, con el nervio medio algo sobresaliente en la cara inferior, de 1-4 cm. de largo x 1 mm. de ancho. Las ra- mas nuevas estériles muy hojosas, con hojas más grandes (de 5 cm. de largo x 1,5 mm. de grueso), enteras o remotamente pinadas, pí- nulas angostísimas hasta de 2,5 mm. de largo. Capítulos discoideos, FIGURA 3 SENECIO PHYLLOLEPTUS Cuatr.: a, rama en flor (x 1); b, hoja (x 2); c, capítulo (x 3); d, flor (x 4). Dib. P. Millar. EE Ojal a pedunculeados, dispuestos en corimbos paucifloros en-el extremo de las ramas. Pedicelos de 5-30 mm. de largo. finamente glanduloso-pu- bescentes, con bracteolas esparcidas, lineares, agudas. Calículo de 3-03 bracteolas subfiliformes, verdosas, agudas, pubescentes en el dorso, de 4-5 mm. de largo x 0,3-0,5 mm. de ancho. Invólucro tu- buloso-campanulado de 13 brácteas herbáceas, lineares, agudas, an- gostamente membranosas en el margen, glanduloso-hirsutas por fue- ra, de 6,9-8 mm. de largo x 1-15 mm. de ancho. Flores 30-36, hermafroditas, corolas amarillas, glabras de 6-6,5 mm. de largo. Aquenios pubescentes, papus blanco, pelos caedizos. (Fig. 3). S. phylloleptus Cuatr, ha sido descrito para los altos Andes del sur del Perú. FIGURA 4 SENECIO SPINOSUS DC.: a, rama en flor (x 1); b, capítulo (x 4): Dib. P. Millar. O Material estudiado: Prov. de Tarapacá. Dpto. de Arica. Que- brada antes de Puquios, 3700 m. leg. M. Ricardi. 3364. 16-IX-1955. (CONC). Det. A. L. Cabrera; Prov. de Tarapacá. Dpto. de Arica. Pu- quios, 3800 m. leg. M. Ricardi. 3413. 20-1-1955. (CONC). Det. A. L. Cabrera. Senecio spinosus DC. De Candolle, Prodomus. 6 : 420 (1837). Arbusto leñoso, bajo, de 20-30 cm. de altura, intrincado-ra- moso, espinudo. Ramas viejas pardo-amarillentas, flexuosos, cicatri- cosas, desnudas, glabras; ramas nuevas con un ligero velo arac- noideo, amarillo-rojizas, divaricadas, terminadas en numerosas espi- nas dicótomas. Hojas escasas linecir-oblongas, enteras o dentadas, fasciculadas, de 5 mm. de largo, glabras en el ápice, canescentes hacia la base, revolutas en el margen. Capítulos sésiles en el ápice de: braquiblastos hojosos muy cortos. Invólucro acampanado, de 8-9 mm. de alto; bracteolas del calículo numerosas, cortas, lanosas, brác- teas involucrales alrededor de 10. Flores isomorfas, hermafroditas, tu- bulosas. Ramitas del estilo iruncadas en el ápice, donde llevan una coronita de pelos. Aquenios sericeo-pubescentes. (Fig. 4). 5. spinosus DC., es un arbusto endémico de los altos Andes de Perú y Bolivia. Tiene cierio parecido a ciertas Adesmias espinudals. Material estudiado: Prov. de Tarapacá. Dpto. de Arica. Aguas Calientes, Tacora, 4600 m. leg. M. Ricardi. 3389. 17-IX-1955. (CONC); Prov. de Tarapacá. Dpto. de Arica. Villa Industrial, 4400 m. leg. M. Ricardi. 3394. 18-1X-1955. (CONC). Werneria ciliolata A, Gray A. Gray, Proc. Am. Acad. 5: 140 (1801). Hierba cespitosa, muy ramosa, depresa, glabérrima, ramas de 4-12 cm. de largo, densamente cubiertas de hojas imbricadas; ho: jas linear-triangulares, sésiles, canaliculoadas, ligeramente apiculadces, espinulosa-cilioladas en el margen. Capítulos sésiles; invólucro cim- dráceo, pluricostado, 8-fido; lóbulos triangulado-lanceolados, obtusos. subescoriáceos, con costillas bien mearcadas; lígulas pocas y cortas; ramas del estilo truncadas, cortamente apiculadas o romas, aquenios galabros. (Fig. 5). W. ciliolata A. Gray, es una especie endémica de los altos Andes del sur de Perú. Material estudiado: Prov. de Tarapacó. Dpto. de Arica. Aguas Calientes, Volcán Tacora, 4600 mm. leg. M. Ricardi. 3377. 17-IX-1955. (CONC); Prov. de Tarapacá. Dpto. de Arica. Aguas Calientes, Volcán Tacora, 5200 m. leg. M. Ricardi. 3405, 19-IX-1955. (CONC). Det. A. L. Cabrera. y — 100: = FIGURA 5 WERNERIA CILIOLATA A. Gray.: a, planta (x 1); b, capítulo (x 2); c, flor (x 3). Dib. P. Millar. RESUMEN En la segunda parte de este trabajo damos a conocer cinco especies de COMPOSITAE nuevas para la flora de Chile, colectadas en la región alto andina de la provincia de Tarapacá: Luciliopsis ar- gentina Cabr., Mnisodes andina Á. Gray, Senecio phvlloleptus Cuatr., Senecio spinosus DC., y Werneria ciliolata A. Gray. Dichas especies estaban descritas como endémicas de los altos Andes de Perú, Bolivia y Argentina. Se incluyen dibujos originales. (Continuará). ZUSAMMENFASSUNG In diesem zweiten Teil der Arbeit werden fuenf neue Arten fuer Chile der Familie der COMPOSITAE erwaehnt; gesammelt wur- den dieselben im hochandinen Gebiet der Provinz Tarapacá: Luciliopsis argentina Cabr., Mniones andina A. Gray, Senecio phylloleptus Cuatr., == 1011-= Senecio spinosus DC., und Werneria ciliolata A. Gray. Der Beschrei- bung sind Zeichanungen derselben beigefuegt. SUMMARY In ihe second part of this paper five species of COMPOSITAE new to the Chilean flora are made known, gathered in the higher Andean region of the province of Tarapacá: Luciliopsis argentina Cabr., Mniodes andina A. Gray, Senecio phylloleptus Cuatr., Senecio spinosus DC., and Werneria ciliolata A. Gray. The said species had been described as endemic of the higher Andes of Peru, Bolivia and Argentina. Original plates are included. (To be continued). RESUME Dans la seconde partié de ce travail nuos montrons l'existence de 5 especes nouvelles de COMPOSITAE pour la flore chilienne re- coltées dans la region des hautes Andes de la Province de Tarapacá. Il s'agit de: Luciliopsis argentina Cabr., Mniones andina A. Gray. Se- necio phylloleptus Cuatr., Senecio spinosus DC., et Werneria ciliolata A. Gray. Ces speces ont eté descrites comme endemique des hautes Andes Peruviennes, Boliviennes et d'Argentine. Des dessins originaux sont inclus. — 102 — UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Instituto Central de Botánica Dpto. de Botánica Director Prof. A. Pfister P. La presencia del género Stangea en Chile (*) Por M. Ricardi $. STANGEA Graebn Graebner, Bot. Jahrb. 37 : 448-449, 1906. Macbride, Flora of Perú, Field Mus. Nat. Hist. Publ. Bot. 13 (VI-2) : 316, 1937. Borsini, Gen. Sp. Plant. Arg. 2 : 359, 1944. Descr. orig.: Herbae caespitosae subacaules, perennes. Radix plerumque crassa, rarius rhizoma repens. Folia dense rosulata, oblon- ga vel lineari-oblonga, kasi cuneata, sessilia vel parva, petiolata ob- tusa vel acuta. Inflorescentia sessilis, dense capitata, plana, bracteis numerosis foliis similibus instructa. Broctedae plerumque cuneatae vel cuneato-obovatae, floribus sub-aequilongae, nervo mediano et apice incrassatae. Bracteolae oblongae vel lanceolatae scariosae. Flores sae- pe polygami, papposi. Corolla tubo cylindrico apice (4+- o —) infundibu- liformi limbo 5-partito, laciniae rotundatae parvae. Stamina tubo in- serta, filamentis nullis amtheris linearibus. Stylus tubo inclusus (an sem- per?) stimate claviformi instructus. Fructus glaber compositiformis, subcompressus, ecarinatus. Pappus 6-radicatus (an semper?) dense et longe lanatus. Especie tipo: Stangea henrici Graebn., de Perú. Este género de las Valerianáceas comprende seis especies de la alta cordillera de Perú (5) y Argentina (1), algunas de ellas muy semejantes entre sí. Se caracterizan por ser hemicriptófitos subarrose- tados con las inílorescencias ocultas entre las hojas superiores, las corolas tubuloso-infundibuliformes y carnosas, tres estambres sésiles o subsésiles con las anteras sagitadas. STANGEA PAULAE Graebn Graebner, Bot. Jahrb..37 : 450, 1905. Macbride, Flora of Perú, Field Mus. Nat. Hist. Pub. Bot. 13 (VI-2) : 317, 1937. (*) Trabajo patrocinado por el H. Consejo de Investigaciones Científicas de la Universidad de Concepción, bajo el proyecto intituiado ''Investigaciones taxonómicas de la flora de Chile”. — 103 — Descr. orig.: Planta laxe caespitosa, radice incrassata lignosa, stolonibus incrassatis. Folia fere rosulata, laxe aggregata, obovata vel oblongo-oboveta ca. 1-1,5 cm. longa, obtusiuscula vel obtusa, carnosa, sensim in petiolum interdum (--3 cm) elongatum angustata. Inflores- centia sessilis vel breviter pedunculata, capitata, fere globosa. Bracteae exteriores obovatae, valde appresde, interiores cuneato-obovatae, api- ce incrassatae subenerves. Flores roseo-albidi. Corollae tubus sensim dilatatus, apice cupuliformis, laciniae rotundatae. Antherde lineares in parte cupuliformi sessiles, vel brevissime filamentosae. Stylus apice subincrassatus. Fructus papposus. (Fig. 1). FIGURA 1 STANGEA PAULAE Graebn: A: Planta entera (x 1); B: Flor (x 5); C: Flor abierta (x 6). Dib. P. Millar. Distribución geográfica: Siangea paulae Graebn. fue descrita como especie endémica de Prov. de Sandía, Ananca, entre los 4.700- 4.500 m. s. n. m., donde crece entre piedras y fisuras de rocas. Esta misma especie peruana, ha sido colectada por primera vez en Chile, en las faldas del Volcán Tacora, a 5.200 m. s. n.-m., bajo piedras y casi totalmente cubierta por arena fina. — 104 — Material estudiado: Chile. Prov. de Tarapacá, Dpto. de Arica, Aguas Calientes, Volcán Tacora, 5.200 m., leg. M. Ricardi 3.406, 19-1IX- 1955. Obs. bajo piedras, terreno arenoso, flores blancas. (CONC). RESUMEN En esta comunicación se da a conocer Stangea paulae Graebn.. género y especie de las Valerianaceue no citado antes como integran- te de la flora chilena altoandina. Se incluye un dibujo original. ZUSAMMENFASSUNG In dieser Mitteilung wird die Stangea paulae Graebn., eine Gattung und Spezies der Valerianaceae der noerdlichen Hochanden beschrieben die bisher nicht fuer Chile genannt wurde. Eine Zeichnung derselben wird beigefuegt. SUMMARY This paper describes Stangea paulae Graebn., a genus and species of the Valerianacede hitherto not described among the flora of the higher Chilean Andes. An original plate is included. RESUME Ce travail signale l'existence de Stangea paulae Graebn., nou- veau genre et spece de Valerianaceae pour la flore chilienne des hau- tes Andes Un dessin' original est inclus. E UNIVERSIDAD DE CHILE Investigaciones sistemáticas y biológicas sobre la merluza Por Fernando de Buen (Universidad de Chile) El conocimiento de la pescada o merluza de Chile está en sus comienzos. Tenemos noción limitada a cortas fechas de ciertos acontecimientos de su vida, pero el ciclo total, desde la liberación de los huevos pelágicos hasta la muerte, por diversos factores, no lo co- nocemos. Y es perentorio si deseamos aprovechar al máximo esa ri- quezo oceánica, cuya: extracción aumenta al pasar de los años, con el empleo de medios de captura cada vez más intensivos y la buena cotización en los mercados de los subproductos logrados de esos peces. Si consultamos las estadísticas oficiales es patente la des- carga en los puertos pesqueros de un volumen creciente de pescada, debiendo tenerlo muy en cuenta al pretender fomentar esa riqueza, y no olvidar las posibilidades de que se presenten los fenómenos que acarrea la sobrepesca; si el éxito de la fecundación, como lo definía- mos en escrito reciente (F. de Buen, 1957) no puede compensar o superar la matenza pesquera y la mortandad natural. Por el momento no tenemos elementos de juicio suficientes para calcular matemáticamente los factores influyentes en la prospe- ridad o aecadencia de la pesca, pero conocemos algunos rasgos ge- nerales de la biología de la pescada, que pueden senalarnos caminos a la investigación. Esta nota tiene esas pretensiones, dar cuenta de lo conocido, a título informativo y como modesto avance al conoci- miento. Disponemos de algunos datos, ciertamente modestos, de Del- fín (1903), Oliver Schneider (1943) y Fuenzalida (1950). Los más com- pletos se encuentran en la información proporcionada a FAO por el Dr. Eric. M. Poulsen (FAO 1952-1953), como resultado de las explora- ciones a bordo del "Molex IV” (Diciembre 1951) en la bahía de Con- — 107 — cepción; en el “Christa” en la zona comprendida entre Papudo y Llico (Enero 1952); en el mismo barco pesquero y también a bordo del “Feuerland” frente a Valparaíso (Enero-Febrero 1952) y entre Talca- huano y Puerto Montt, otra vez en el “Molex IV” (Febrero-Marzo 1952). Algunos datos pude añadir sobre la pescada (FAO 1957), dando preferencia entonces al estudio de los Escómbridos y Engraú- lidos, no comprendidos en el informe de Poulsen. Más tarde contra- tado por el Gobierno de Chile, se realizaron, bajo mi dirección, ob- servaciones sobre la especie a que nos referimos, que fueron publi- cadas (F. de Buen 1954) y en la actualidad, lc Comisión Nacional de la Merluza, que tengo el honor de presidir, con más deseos que me- dios, viene reuniendo el mayor número posible de datos para contri- buir al conocimiento de la pescada. Se recogió material, en estudio, en la zona de Coquimbo, y se reanudó desde principios de Enero la biometría de ejemplares capturados en la zona de Valparaíso y lu- gares próximos. En la Estación de Biología Marina el Dr. Walter Fischer reune material para el estudio del desarrollo ontogenético de la merluza y el Prof. Nibaldo Bahamonde tiene diversas observacio- nes sobre el contenido gástrico de la misma especie. Para conocer la sistemática del género Merluccius deben con- sultarse, preferentemente, los trabajos de Norman (1937), Ginsburg (1954) y Cadenat (1952). I—EL GENERO “MERLUCCIUS” EN EL MUNDO Según Norman el género Merluccius estaría constituido por siete especies, repartidas en: Europa, incluído el Mediterráneo y el noroeste de Africa (M. merluccius); Brosil a Estrecho de Magallanes (M. hubbsi); aguas de California (M. productus): Chile y Perú (M. gayi): Atlántico estadounidense (M. biliniaris): Sudáfrica (M. capensis); Nue- va Zelandia y Estrecho de Magallanes (M, australis). De aceptar el criterio de Cadenat, a lo largo de la costa del Oeste de Africa se intercalarían dos nuevas especies. Existiria en el Norte M. merluccius con dos subespecies: una mediterránea (M. m. miediterraneus) y otra atlántica (M. m. ailanticus); esta última subes- pecie se extendería hasta las costas de Mauritania. Seguirían, entre Cabo Cautín y Cabo Verde M. senegalensis, en el Congo M. polli y del Sur de Angola a Natal, la ya conocida M. capensis. Se han multiplicado también las especies americanas con Ginsburg, quien considera existentes en la vertiente atlántica: M. biliniaris frente a Canadá y Estados Unidos, M. albidus en aguas es- tadounidenses, M. magnocolus del Golfo de México y M. hubbsi de Argentina; en la vertiente del Océano Pacífico: M. productus de Ca- nadá y Estudos Unidos; M. angustimanus extendida desde el Sur de California a Panamá; M. gayi con dos subespecies, y M, polylepis del Sur de Chile. De acuerdo con los autores más modernos, el género Merluc- cius estaría constituido por las siguientes especies y subespecies, se- riadas de Norte a Sur: A tinental de Río Grande do Sul, Uruguay y Argentina, Europa y Africa M. M, AR Es frente M. América ( 6. il 8. M. IVA América (frente ( 0 l.. INTE 13. 4 Nueva Zelandia 5. M. (frente Atlántico) polli. capensis. Atlántico) bilinioris., . albidus. magnocolus. hubbsi. del Océano Pacífico) . productus. . angustimanus. gayi peruanus. . gayi gayi. . polylepis. australis. . merluccius mediterraneus. . merluccius atlanticus. . senegalenis. 1.—PESCADAS Y MERLUZAS EN CHILE Los autores han considerado la existencia de dos especies: el M, gayi y el M. australis. suponiendo en esie último caso, que la es- pecie neozelandesa era idéntica a la existente en las costas del Sur de Chile. Se ha pensado también, que M. hubbsi, de la planicie con- legaría por el. Sur a las costas chilenas. De aceptar el criterio de Ginsburg no exis- tiríd en estas aguas el M. australis, substitiyéndolo una nueva especie llamada M. polylepis, y la población de M. gayi constituiría la sub- especie típica. Ginsburg compara las dos poblaciones de merluza y destaca sus diferencias, preferentemente referidas al número de branquispinas y radios de las aletas. Algunas de estas características las dio a co- nocer Poulsen y más recientemente las amotamos nosotros durante el viaje 1 Coquimbo. Resumiremos los datos conocidos sobre algunas característi- cas de la pescada. (Cuadros 1 a V). CUADRO 1 Frecuencia del número de branquispines en la rama superior del primer arco branquial (M. gayi gayi) Número de branquispinas 3 4 5 6 Casburo 1 8 18 3 Coquimbo (F. de Buen) = 14 20 3 Total 1 22 38 6 109 CUADRO II Frecuencia del número de branquispinas en la rama inferior del primer arco branquial (M. gayi gayi) Número de branquispinas 14 15 16 17 18 19 Valpo.-Papudo (Poulsen) . 3 10 12 2 = = Corral (Poulsen) ASS = — 1 2 =— — Coquimbo (F. de Buen) 7 11 12 6 1 = Ginsburg OS 1 9 9 6 3 2 Total 11 39 34 16 4 2 CUADRO Il Frecuencia del número de bronquispinas en todo el primer cerco branquial (M. gayi gayi) Número de branquispinas 13 19 20 21 22 23 24 25 ¡EMSEUI A 1 4 9 6 4 3 2 1 Coguimbo (F. de Buen) 4 8 Y 13 3 2 ES == Total 5 12 16 19 7 5 2 1 CUADRO IV Frecuencia del número de radios de la segunda dorsal (M. gayi gayi) Número de radios 37 33 39 40 41 42 Ginsburg SEE Eje 1 2 5 2 3 1 Coquimbo (F. de Buen) . 2 19 15 9 1 = Total 3 12 20 11 4 1 CUADRO V Frecuencia del número de radios de lo anal (M. gayi gayi) Número de radios 36 37 38 39 40 41 42 Cinshurg y A — = = 6 7 1 1 Coquimbo (F. de Buen) . 1 1 8 E) 9 9 =- Total 1 1 8 15 16 10 1 Los datos resumidos hacen pensar en la existencia, en aguas de Chile, de una sola población formada por la subespecie M. gayi gayi, sin presencia de razas locales; sólo se vislumbran diferencias al comparar los datos de Ginsburg con los nuestros en cuanto al nú- mero de radios de la anal, pero es de tener en cuenta que, el autor norteamericano mencionado, proporciona datos de conjunto para di- versos lugares de Chile. O Con lo que acabamos de exponer, podríamos diferenciar las formas de Merluccius existentes en aguas chilenas, utilizando la clave siguiente: — Con 18 a 25 branquispinas en el primer arco branquial, 14 a 19 en la rama inferior del mismo.. 37 «a 42 radios en la se- gunda dorsal, 15 a 17 en la pectoral y 36 a 42 en la anal... Pescada. Merluccius gayi gayi (Guichenot), 1848. — Con 9 a 11 branquispinas en el primer arco branquial, 10 a 11 en la rama inferior del mismo. 43 a 45 radios en la se- gunda anal... Merluza. Merluccius polylepis (Ginsburg), 1954. De las especies geográficamente próximas se distinguirían M. polylepis de M. hubbsi, al tener esta última 37 a 40 radios en la segunda dorsal y 138 a 144 series transversales de escamas cruzando la línea longitudinal (en M. polylepis 182 a 186 series transversales). M. gayi gayi de M. gayi peruanus, por tener la forma peruana 36 a 39 radios en la anal y 36 a 40 en la segunda dorsal. LA PESCADA DE CHILE (Merluccius gayi gayi) Delimitada la población, nos interesa disponer de un medio de trabajo que permita formar grupos de edad; más tarde conside- raremos separadamente los sexos. La edad puede conocerse por dos procedimientos principales: mediante la lectura de escamas o de for- maciones calcificadas y aprovechando la fluctuación de tamaños para destacar máximos sucesivos, que suelen enmascararse en los últimos años de vida de la especie. Es poco preciso el detalle que nos pro- porciona Fuenzalida, apreciando sobre las escamas uno o dos años de edad sobre pescadas de 30-40 centímetros. Utilizando los dos métodos, la observación directa de los oto- litos, siguiendo técnicas conocidas, y calculando valores en las grá- ficas de variación en el tamaño de los ejemplares, Poulsen nos pro- porciona valores aceptables en términos generales. Será conveniente multiplicar las cbservaciones directas para der mayor precisión a las cifras y conocer su oscilación hacia las más pequenas y más grandes en cada grupo de edad. El mismo Poulsen supone que el crecimiento no es uniforme a todo lo largo de la zona donde vive la pescada. CUADRO VI Tamaño medio de las pescadas, en centímetros, según Poulsen Edades Estadísticamente Otolitos I 16 19.4 I 27 ZAS 1004 38 40.0 IV 47 44.4 — 111 — Distribución Geográfica Según Poulsen la pescada se extendería desde la latitud de Coquimbo hacia el Sur, a lo menos hasta Corral. Pero esta zona de invasión debe ampliarse en vista de que Ginsburg ha identificado « M. gayi gayi desde Chañaral hasta Puerto Montt. Según los datos estadísticos, donde más se pesca es algo al Sur de San Antonio (Pichilemu) y Talcahuceno. Sería, por tanto, la zona óptima de la pescada. Las capturas por unidad de esfuerzo pue- den oclararnos esta afirmación. No parece conveniente señalar la limitación geográfica antes indicada; más bien hay que aceptar una zona óptima oscilante según las fechas y de acuerdo con los años. Veamos, por ejemplo, (Cuadro VIl que en Valparaíso se hicieron muy buenas pescas de Agosto a Octubre de 1953, con merma importante en Noviembre del mismo año. En esa misma región en Enero y Febrero la baja es muy sensible. CUADRO VII Pescadas por hora de arrastre, dadas en cajas aproximadamente de a 25 Kg. de peso a) De los datos publicados por Poulsen: San Antonio-Papudo Enero 1952 pros dE AN SOlEo 9.5 Pichilemu-Talcahuano Diciembre 2 SES EnSro MI IZ LS 2d: Marzo 1952 .. l A a ENS kb) De F. de Buen (1954): Valparaíso Agosto 1953 . ASAS Septiembrenl9 II ALO Al Octubre 1953 AA id E O AO Noviembre 1953... ... .. Ce) c) F. de Buen: Valparaíso Enero 1958 Primera quincena A A pa E 4.4 Segunda quincena .. ... .. e 15.8 Febrero 1958 E 6.3 Distribución Batimétrica La distribución de la pescada en profundidad tiene especial interés para Chile, cuya planicie continental es más bien angosta. Determinadas especies de Merluccius tienden a aproximarse a los abismos a medida que envejecen; pero en estas aguas no acontece lo propio. El área explotada por los barcos arrastreros queda abarcada entre los 60 y 130 metros, visitando preferentemente el área compren- dida entre los 90 y 120 metros. = 112 — El arrastre en zonas no frecuentadas por los pescadores per- mitió a Poulsen delimitar la zona de invasión de la pescada en los 30 metros como mínimo, considerando que la frontera profunda se hallaría en los 150 metros, con posibilidades de llegar a mayor hondura. El límite hacia tierra firme está bien señalado con los datos de que se dispone, pescas realizadas por Poulsen a 25 y 30 metros de hondura en la zona de San Antonio-Papudo no dio un solo ejemplar de pesca- da y se obtuvo únicamente una caja o sea aproximadamente 25 Kg. en el arrastre realizado a profundidad de 18 metros en el área Pichile- mu-Talcahucano. Es lógico que Poulsen señalara la posibilidad de que la pes- cada pueda vivir a mayor hondura de los 150 metros, teniendo en cuen- ta que el límite de sus exploraciones fue precisamente esa profundidad y seguramente estaba influído por la biología de la merluza europea, cuya especie bucea hasta zonas preabismales, cuando tiene buen nú- mero Cde años de vida. La presencia de la pescada en áreas de mayor profundidad de los 150 metros parece que debemos descartarla. En la actualidad se han empoleado redes de arrastre en lugares más profundos, sin obtener a nuestro conocimiento pescadas; por otra parte, las mismcs pescas de Poulsen delatan una franca disminución en el rendimiento en 145- 150 meiros, procurando como mínimo dos cajas y como máximo 17. Con los conocimientos que actualmente disponemos la repar- tición batimétrica de la pescada puede precisarse entre los 30 metros como mínimo y los 200 como máximo, o sea, a partir de la isobata de los 30 metros en toda la extensión de la planicie continental. Siendo el área más frecuentada la comprendida entre 50 y 130 metros. Fase Juvenil Huevos y larvas pelágicas en la pescada chilena nos son des- conocidos por el momento, será necesario esperar la publicación de los resultados de las investigaciones que viene realizando el Dr. Walter Fischer en la Estación de Biología Marina de Montemar. El lugar bien delimitado de la reunión de machos y hembras maduros, sea sobre el fondo o a media agua, en una u otra zona de la plonicie continental no lo conocemos. Pero es de presumir que se delimita a las áreas donde encontramos los ejemplares adultos en ple- na madurez. Los más pequeños ejemplares capturados durante las inves- tigaciones de FAO medían 6 centímetros de longitud total, y Poulsen asegura que obtuvo pescadas de 6 a 16 centímetros únicamente en profundidades mayores de 90 metros. En nuestras pescas en la zona de Concepción logramos en la boca de la bahía un 76.8% de ejemplares entre 31-45 centímetros y fuera de la Bahía 46.4% de 21-30 y 38.2% de 36-45. En el área de Concepción, en Julio de 1953, según los datos acabados de aportar, se distribuían los ejemplares próximamente de ll y IM años por fuera de la Bahía, entrando en ella únicamente la' — 113 — clase IM. Ello implica un escalamiento de clases de edad a la inversa de lo que se observa en el Merluccius europeo; en la especie chilena las pescadas son más pequenas a medida de la mayor hondura que se encuentran dentro de la planicie continental. Nosotros observamos la clase HI más cerca a la tierra firme que la clase 1l y el único lance en que Poulsen obtuvo ejemplares de 6 a 10 cm. (Clase 1) fue frente a Valparaiso a 140-150 metros de profundidad. La clase de edad 1 no activa sus gonadas, la época es trófica, de crecimiento «activo, continuada en los comienzos del segundo año de vida hasta comenzar la maduración de las gonadas. La clase ll es la que inicia la reproducción. Epocas de Puesta Según Delfin (1903) la pescada debe desovar 2 veces al año, señalando como límites de la primera postura Octubre-Noviembre y de la segunda Abril-Mayo. Poulsen da fecha similares, de puesta má- xima en Noviembre y Diciembre y otra época menos intensiva abar- cada entre Abril y Mayo. Recopilando datos (cuadro VII) nos damos cuenta, dentro de los límites de las observaciones, que la pescada pone antes del mes de Agosto, en esas fechas de 1953 fueron numerosos los machos y las hembras en puesta frente a Valparaíso; el término de la reproducción viene a encontrarse finalizando Enero. Pero esas fechas parecen varia- bles según los años y la zona geográfica. Se observa un adelanto en la maduración de los machos, a lo menos al comenzar la temporada de puesta, con tendencia al equi- librio entre los dos sexos al proseguir la reproducción. En otolitos de pescada observados por nosotros en la Estación de Biología Marina de Montemar, se descubría el crecimiento variable en amplitud sobre la zona central o sea hasia la primera señal de in- vernaje. Ello permite considerar la existencia de grupos precoces y tar- díos en la reproducción que son de tener en cuenta al calcular edades. Faltan datos estadísticos para asegurar la puesta secundaria de la pescada en la época Abril-Mayo, señalada por Delfín y poste- riormente por Poulsen. Acaso la duración de la época nupcial deba extenderse a 9 meses, comenzando en Julio y terminando en Marzo del ciño siguiente, con variaciones según el sexo y en ambos al pasar los años, acaso de acuerdo con cambios en las condiciones oceanográficas. Es precisamente en el momento de la concentración de pesca- das cuando se realizan industrialmente las mayores capturas. Hay por tanto una relación entre los rendimientos pesqueros y la puesta. Po- demos servirnos de los datos resumidos de la estadística oficial corres- pondientes a los años 1945 a 1951 dados en toneladas: Valparaíso, con meses promedio de más de 500 toneladas de Agosto a Noviembre. San Antonio, con meses promedio de más de 1.000 toneladas de Agosto a Abril; Talcahuano, con meses promedio de más de 900 toneladas, de Diciembre a Abril. = 114: Se observa una pesca similar en Valparaíso y San Antonio, con abundancias un mes más cortas en el primer puerto. Los datos co- rrespondientes a Talcahuano nos señalan características diferentes que convendrá investigar, por si correspondiera a condiciones de clima oceánico diferentes o a la existencia de una población con reacciones distintas a las variaciones del medio. CUADRO VII Porcentaje de machos y hembras en total madurez El porcentaje está calculado sobre todos los estadios (I-VI) en F. de Buen, únicamente en las fases Ill a VII en Poulsen. Machos Hembras ; Enero 1952. Poulsen Valparaíso ... .. IS 43 E 017% (UE Vo son odios. Ae 419% 0% San Antonio .. e e IE 6% Pichilemu-Llico ... a 1% 6% SABRAS BLE Valparaiso LL 20% Febrero 1958. F. de Buen Valparaíso... ... : qe LS 370 Marzo 1952. Poulsen. Bahía de Concepción ..-.. Sy DS Valparaíso . 2 14%, : 17 4 Agosto ¡ESSE SABLE Valparaiso 40.3% 66.6%, Septiembre 1653 1 co Buen Velasco... pol apo es 95.6%, 59.79, Octubre 1953. E. de Buen. Valparaíso... ... . 92.0% 28.0%, Noviembre 1953. E. de Buen. Valparaíso ........ ; 94% 63.3% dle Noviembre-Diciembre 1951. Poulsen. Valparaíso ... ... .. e 249, 60% Variaciones Según el Sexo La talla en los últimos momentos de la maduración sexual, a partir de los estadios IV y V, no sufre al parecer, importantes cambios, pero la total maduración la logran ca menores tamaños los machos que las hembras (cuadro IX). Poulsen afirma, que a los dos años de edad han madurado la mitad de los machos y ninguna hembra y a los 3 años todos los de ambos sexos. — 115 — CUADRO IX Los más pequeños ejemplares de pescada, en las últimas etapas del ciclo sexual y durante la. maduración Grupos de maduración sexual TV —V VI Poulsen. Valparaíso 1952 Machos 29 cm. 25 cm. Hembras 34 cm. 40 cm. F. de Buen. Valparaíso 1953 Machos 28 cm. 2 EI Hembras 35 cm 36 cm. Formando los grupos, uno que abarca las pescadas de los es- tadios I-—I1 y otro agrupando los estadios HNI-—VI, con ejemplares que se preparan para desovar (estadios HHI-—V), que están desovando (es- tadio VI) o acaban de desovar (estadio VII), publica Poulsen datos es- tadísticos, que resumidos (cuadro X) no lleva a igual conclusión; los machos maduran a menor talla que las hembras. CUADRO X Tallas de la pescada inmadura, durante la maduración, en la puesta y poco después de ella (resumido de los Cuadros V y VI de Poulsen) Límites de la talla en centímetros Inmaduros (I — IN Maduros (il — VI) Valparaiso—Papudo Machos O 2. 15 = 32 25 — 52 Hembras .. 16 — 37 31 — 61 Concepción Machos ... , 32 -— 40 35: = 91 Hembras ... A 3047. == (0% Intensidad de la Puesta Pesando los dos ovarios de una hembra y separando una pe- queño porción para contar el número de huevos existentes en ella Del- fín (1903) calculó: Longitud del ejempla Número de huevos 45 cm. 276.836 62 cm. 428.446 87 cm. 659.743 Si volvemos a consultar el cuadro VIII y seleccionamos la zona de Valparaíso, la mejor estudiada, se observa para los machos una mayor concentración de ejemplares maduros en los meses de Septiem- bre a Noviembre, en cambio las hembras abarcan fechas más amplias (Agosto a Diciembre) sin presentarse en grandes proporciones como en = MOR el sexo contrario, y sufriendo durante su estancia en la zona de puesta cambios sucesivos. Es de suponer por lo dicho que los machos madu- ros llegan en masa a la región de puesta, mientras las hembras apa- recen en grupos separados por el tiempo. Alimentación y Migraciones.—Según Delfín (1903) las pesca- das, en los meses de Enero y Febrero, varan en la mayor parie de la costa, persiguiendo sardinas (Clupea) y anchovetas (Engraulis), y sien- do acosadas por sierras (Thyrsites) y bonitos (Sarda). Oliver (1943) achaca la ribazón a un fenómeno similar, trófico, mencionando las mismas especies antes citadas, devoradorcis y devoradas, con la lógi- ca exclusión de los bonitos. Igual criterio mantiene Fuenzalida (1950). Como señaló el Dr. Wilhelm ocasionalmente las pescadas pue- den enseñarse perseguidas por las jibias (Dosidicus gigas) produciendo fuertes varazones y como resultante de ellas grande mortandad. La concentración que realiza anualmente la pescada adulta y es objeto de pesca tiene otro origen; la reunión de machos y hembras es genética; deben cumplir el acto sexual en un medio oceánico apro- piado para las necesidades del momento. No sabemos si al llegar a la total madurez deja de comer, acaso no, porque acude a los espineles cebados, pero en los estómagos abiertos y observados por Poulsen, sin indicar el estado sexual de los peces amalizados, encontró preleren- temente peces (anchoas, sardinas y merluzas, larvas y peces pequeños no identificados) y también crustáceos (langostinos, mísidos y eufau- siáceos). La pescada al parecer realiza migraciones verticales cotidia- nas, ello justifica la diversa alimeniación, de fondo y procedente de entre las aguas. Oliver (1943) afirma que en la noche nada entre dos aguas y en el fondo durante el día. Mencionan esta migración vertical Pouisen y De Buen. Proponíamos la investigación de estos movimientos utilizando el ecosonda, para señalar en las 24 horas del día las suce- sivas posiciones de los cardúmenes, realizando pescas a los niveles de su presencia para estimar la causa de la migración vertical, fueran de origen trófico, bajo la influencia de la luz o por un acto sexual, eligien- do en este último caso la noche y zonas de media agua para liberar el contenido maduro de sus gonadas. Señalábamos otros movimientos sobre la planicie continental en sentido del largo de la costa (F. de Buen 1956), acudiendo las for- mas juveniles principalmente hacia el sector Sur de su zona de inva- sión, después a todas las partes visitadas por los pesqueros, a fin de realizar la puesta, y los adultos más viejos dirigiéndose preferentemen- te al sector Norte. Esta supuesta repartición se haría escalonadamente, más cerca de la costa los reproductores, más lejos los jóvenes en co- mienzo del primer ciclo sexual y en áreas más profundas los jóvenes con gonadas inactivas. La talla de la Pescada.—Según Delfin (1903) la pescada llega a medir 85-20 cm. de longitud. De acuerdo con Fuenzalida (1950) exis- te la siguiente relación entre el tamaño y el peso: 1 kilogramo 44 cm. E 2 kilógramos Cofert 3 kilógramos 70' cm. Aa El mismo Fuenzalida (1950) senala que los machos son meno- res (39-40 cm.) que las hembras (38-42 cm.). Poulsen considera tres grupos de edad destacados en las grá- ficas representativas de tallas y señala diferencias en las varias regio- nes exploradas. Esas variaciones son para nosotros poco siicalves y no nos atrevemos a interpretarlos como características diversas de serie de poblaciones escalonadas a lo largo de la costa chilena, más bien, pueden suponerse producto de mezclas, no uniformes, de grupos de pescadas producto de puestas precoces o tardías. De todos modos logramos con las informaciones de Poulsen una visión estática de con- junto; en su figura 9 (FAO 1952) en la zona de Quintero (Enero 1952) había marcado dominio de la clase Il (supuestamente de dos años), irenie «U Valparaiso y Quintero (Enero 1952) se destacaban claramente tres clases, la primera de 12-24 cm., la segunda en 28-30 cm., la tercera en 37-38 cm.; en el área comprendida enire Pichilemu y Llico la clase II, en 38 cm., próximamente, es la dominante, y frente a Concepción vuelve el dominio de la clase ll con máximo de ejemplares en los 33 cm., confundiéndose las clases Ill en adelante. Con pocos datos, algunos obtenidos solamente en sus rasgos generales, intentaremos considerar variaciones en la talla de la pes- cada, comenzaremos por el Norte de su zona de invasión y seguiremos hacia el Sur de ella. En Coquimbo (FAO 1957), desde Marzo de 1952 a Enero de 1953 (gráfico 1), en Enero, Marzo, Abril, Mayo y Junio domina la clase 36-40 cm. (próximamente III de edad), en Julio y Agosto aparecen ejem- plares de mayor edad, hasta la diera de 61-65 cms., dominando en Septiembre las pescadas de 30-35 (entre Il y Il de edad), para presen- tarse nuevamente los viejos en Noviembre, con 10% de la clase 46-50, y entrar en el dominio, modesto primero (40% en Diciembre y Enero) y amplio al comenzar el ciclo de investigaciones (62% en Marzo), de la clase 36-40 cm. Los estudios de Coquimbo acaso no sean especialmente re- presentativos de la población, ello debido a los métodos selectivos de la pesca. De Valparaíso tenemos más elementos de juicio, esta vez a base de pescas realizadas con red de arrastre, se refieren a los meses de Agosto a Noviembre de 1953 (F. de Buen 1954), a los más recientes de la Comisión Nacional de la Merluza de Enero y Febrero de 1958 y a las observaciones de Poulsen entre Valparaíso y Papudo (Enero 1952). En Enero de 1952 (gráfico 2) se definen tres clases de tamaño, la clase 16-20, la 26-30 y la 36-40. Pero consultando las estadísticas de 1958 en el mismo mes (gráfico 3) hemos de convencernos que sufre variantes según los años. En Enero de 1958 domina la clase 26-30 y en Febrero del mismo año (como en Enero de 1952) aparecen discri- minadas las clases 16-20, 26-30 y 30-40. Sin apartarnos de la zona de Valparaíso, entre Agosto y No- viembre de 1953 (gráfico 4) hay tendencia, en los machos y especial- mente en las hembras, al aumento de la clase 41-45, sin que se pierda el dominio constante de la clase 36-40. Ea Machos y hembras mantienen en Enero de 1952 una cierta si- militud en la abundancia de las tres clases dominantes (gráfico 2), pe- ro en Agosto a Noviembre de 1953, al pasar los sucesivos meses, la disminución proporcional de la clase 36-40 en los machos, coincide con el aumento de la clase 41-45 en las hembras. No es de extranar este fenómeno porque estas últimas concurren a la reproducción a más edad que los machos. Con los datos de que disponemos de la zona de Concepción (FAO 1957), que comprenden de Marzo a Junio de 1952 se observa en Marzo el dominio de la clase 36-40, en Mayo aparece la clase 25-30, que se afianza en Junio (gráfico 5). BIBLIOGRAFIA Buen, Fernando de 1954: Contribuciecnes a la ictiología. X. La pescada (Merluccius gayi) en la zo- na de Valparaiso (Chile) en los meses de Agosto a Noviembre de 1953 y algunas consideraciones sobre su biología. Rev. Chilena Hist. Nat., año LIV, núm. 7, pp. 73—93. 1957: Declinación de las poblaciones amimales en aguas del litoral, preferente- mente moluscos y peces. Invest. Zool. chilenas. Vol. IV, pp. 33—56, 3 figs. Cadenat, J. 1952: Note au sujet des merlus de la región du Dakar. lourn. Conseil Perm. inter. explor. mer. XVIII. 2, pp. 230—-233. “Delfín, Federico T. 1903: Contribución a la ictiología chilena. Rev. Chilena Hist. Nat., año VII, pp. 268273, fig. 7. FAO. 1952: Informe al Gobierno de Chile sobre investigaciones biológicas acerca de los peces alimenticios de Chile, con referencia especial a la Merluza. In- forme FAO/ETAP N?* 45, 78 pp., 12 figs., 9 fotos. 1953: Recursos pesqueros marítimos de Chile. Bol. Pesca FAO, vol. 6, núm. 5, pp. 222225, figs. 4. 1957: Informe al Gobierno de Chile sobre biología pesquera, basado en los tra- bajos del Dr. Fernando de Buen, Biólogo pesquero. 43 pp., 5 gráf., 6 fotos. Fuenzalida Villegas, Humberto. 1950: El mar y sus recursos. 76 pp., figs. 53—61. Geografía Económica de Chile. Tomo Il. Corporación Fomento Producción. Ginsburg G., Isaac. 1954: Whitting on the coost of American Continents. Fishery Bull. 96, vol. 56. Fish Wildlife Ser., pp. 187—208, 2 figs. Norman, J. R, 1937: Coost fishes. Part. 2. The ratagonian region. Discovery Reports. Vol. XVI, 150 pp. 5 láms., 76 figs. Oliver Schneider, Carlos. 1943: Catálogo de los peces marinos del litoral de Concepción y Arauco. Bol. Soc. Biol. Concepción. Tomo XVII, pp. 75—126, 24 figs. =- 119 — RESUMEN El autor considera que pueden distinguirse dos especies del género Merluccius en las aguas chilenas: M. gayi gayi (Guichenot) y M. polylepis (Ginsburg). Diferentes consideraciones establecidas en lo que se refiere al crecimiento de la merluza, distribución geográfica, batimetría, épo- ca de postura, dimorfismo sexual, porcentaje de sexos, regímenes alimenticios y migraciones. El trabajo está ilustrado con 5 gráficos. SUMMARY The author considere that it would be possible to distinguish two species of genus merluccius in chilean waters: M. gayi gayi (Gui- chenot) and M. polylepis (Ginsburg). Different considerations are established concerning the growth of merluccius, the geographical distribution, bathymetry, date of bre- eding time, sexual dimorphism, sexual rate, stomach content, and migration. This work is illustroted with 5 graphics. RESUME L'ateur considere qu'il pourrait étre distingué, dans les eaux chiliennes, deux especes du genre Merluccius: M. gayi gayi (Guiche- not) et M. polylepis (Ginsburg). Diverses considération sont établies relativemente á la crois- sance de la merluche sa distribution géographique, bathymetrique, époque de ponte, dimorphisme sexuel, proportion des sexes, régime alimentaire, migrations. Le travail est illustre par 5 tableaux-graphiques. O GRAFICO 1 Porcentajes de la talla, en centímetros, de la pesca- da de Coquimbo, en Mar- MARZO 1952 zo-Septiembre y Noviem- bre-Diciembre de 1952 y en Enero de 1953 (FAO ABRIL 1952 1957). Coquimbo Escala para todos los meses. — 60% — 30% — 40% — 30% — 20% POS JULIO 1952 0% MAYO 1952 JUNIO 1952 AGOSTO 1952 SEPTIEMBRE 1952 NOVIEMBRE 1952 DICIEMBRE 1952 ENERO 1953 ¿»e 30-35 36-40 “l-4sS 46:50 51-55 56-60 665 66-70 A 7100 Valparaiso —Papudo Enero 1952 15 dez20 21225 26:30 3135 38:40 £4IiZus 48:50 51255 56-60 € GRAFICO 2 Talla en centímetros, de la pescada de Valparaíso-Papudo (Enero 1952). Se- parados los machos de las hembras. (FAO 1952). Valparaiso 1958 ÓN r 7 —— r r —- A a 15 16-20 21-25 2630 3-35 36-40 41-45 46-50 51-55 S6-57 GRAFICO 3 Variación de la talla, en centímetros, Valparaíso Enero-Febrero de 1958 (De la Comisión Nacional de la Merluza). A 600 — 500 — £00 — Valparaiso 1953 300 — 200 400 E0)= 400 — 300 — ó Septiembre 200 100 500 — 400 — : g 300 — Octubre 200 100 -> .o.- 300 — 200 — g 100 22-25 26-30 31-35 36-40 4+I-45 46-50 51-55 GRAFICO 4 Variación de la talla, en centímetros, de la pescada de Valparaíso, sepa- radamente los machos de las hembras. Agosto a Noviembre de 1953. De los datos de F. de Buen (1954). 123 = Marzo — 3 Abril 50— Mayo 70— CONCEPCION o 1952 Junio 5 > 25-30 31-35 36-40 41-45 46-50 GRAFICO 5 Porcentajes de las longitudes totales, en centímetros, observados en Tal- cahuono desde Marzo hasta Junio de 1952 (FAO 1957) -— 124 — UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Instituto Central de Biología Dir. Prof. Dr. Ottmar Wilhem Pseudophyllidea (Diphyllobotrium y Diplogonoporus) en Chile (*) Pro Ottmar Wilhelm El Orden PSEUDOPHYLLIDEA Carus 1863 comprende los Ces- todes de cuerpo segmentado y cabeza provista de botrias. La super familia típica de este orden ha side denominada, por esta razón, Bothriocephaloidea Braun 1903, con su Familia Diphyllobothriadae Lúhe 1910. El Género Dihpyllobotrium Cobbold 1858, debe distinguirse del Subgénero Spirometra (Lúhe 1899), por la diferencia que existe en la forma del aparato sexual. El orden de los Pseudophyllidea com- prende además el género Diplogonoporus Loennberg 1892, caracteri- zado por la presencia de dos aparatos y poros genitales en cada seg- mento. En Chile, hemos encontrado los representantes de estos dos géneros. Ya en 1919 al practicar en el Laboratorio del Prof. Dr. Juan Noé la autopsia de 103 perros, con el fin de establecer la frecuencia de Cestodes y en particular de la tenia Echinococus (1), hemos en- contrado por primera vez en Chile en una perra perdiguera que procedía de la región de los lagos de la provincia de Valdivia (Lago Riñihue, Panguipulli y Calafquén) un ejemplar de Diphyllobotrium latus. De este hallazgo se dejó constancia en nuestra Parasitología Helmintos de 1920 (2) página 47. En 1949 el Prof. Dr. Kurt Wolffhugel en su trabajo titulado “¿Es autóctono el Diphyllobotrium en Chile?” publicado en el Boletín de esta Sociedad de Biología (3) hace referencia de este primer caso encontrado por nosotros. (*) Trabajo leído en la Soc. de Biología de Concepción en la sesión del 14 de Octubre de 1958. (1) Wilhelm: “La Equinococosis en Santiago de Chile”. Anales de Zoología Aplicada (Agrícola, Médica, Veterinaria). (Dir. Prof. Dr. C. Porter). Santiago de Chile. Año 1920. Tomo VII. Págs. 35 a 40. (2) Wilhelm: “Parasitología” (Tomo ll, Helmintos). Imprenta Universitaria Santiago. Santiago de Chile. 1922. Pág. 47. (3) Wolffhúgel: ''¿Es autóctono SÉ Diphyllobotrium en Chile?'”". Bol. Soc. de Biol. de Concepción, Chile 24 : 85-89. 1949. — 1259 -— Wolffhúgel da cuenta que en 109 autopsias de mamíferos practicadas en el Valle de Cayetué en la costa del Lago Todos los Santos y región de la selva valdiviana para estudiar la fauna hel- mintológica, había encontrado entre los Cestodes: 16 Diphyllobotrium adultos y 28 formas larvales (sparganum). Wotfflhúgel encontró Diphy- llobotrium (Spirometra) descipiens (Dies y su sparganum). Estos Di- phyllobotrium (Spirometra) son igual como Spirometra descipiens, dos nuevas especies para la fauna chilena. Respecto al Diphyllobotrium latum, Wolffhugel sostiene que no es originario de Sudamérica, sino de Eurasia y Africa. Morfoló- gicamente es fácil diferenciar el Género Diphyllobotrium del subgé- nero Spirometra. El primero tiene un útero en forma de roseta, y el segundo tiene las ansas uterinas espirales, según demostró ya Luhe en 1899. Como ya se habían descrito tres especies diferentes de Di- phyllobothridaes en nuestro país, es indispensable poner cuidado en la determinación sistemática de los hallazgos comunicados desde esa fecha en adelante; pues en la literatura médica y en la revisión de los peces para estudios epidemiológicos, tedos estos casos figuran en un sólo rubro como Diphyllobotrium latus. Nosotros hemos encon- trado ulteriormente el Diphyllobotrium latus tanto en el perro como en el hombre (4) (5) y estamos estudiando actualmente estos pará- sitos en los peces. En el hombre ha sido estudiado por Neghme y sus colaboradores. Con respecto al otro Género de los Pseudophyllideos: el Gé- nero Diplegonoporus Loennberg 1892, hemos encontrado hasta la fe- cha dos ejemplares: uno en el hombre (un marinero del Hospital Na- val de Talcahuano) y el otro en un perro. Desgraciadamente en ambos casos falta la cabeza (también en el caso de Diplogonoporus grandi descrito por Blanchard 1894 íalta la cabeza). Los Diplogonoporus son Pseudophyllidaes que pre- sentan en cada uno de sus segmentos dos órganos sexuales y dos poros genitales. Existen diferentes especies de Diplogonoporus que parasitan el intestino del hombre y de diferentes animales carnívoros. Las formas descritas en la especie humana corresponden al Diplogonoporus grandi Blanchard, 1894, y el D. Brauni, León 1907. En el único ejemplar encontrado en el hombre, estudiado por Blanchora, falta la cabeza y el cuello. Los huevos son operculados con una cáscara café espesa y miden 60 micrones de largo por 50 de ancho. Es un parásito habitual de los Pinnipedes (focas, lobos de mar, otarias) y también de los Cetáceos. Ha sido encontrado en el hombre en el Javón por Nikamura cerca de Nagasaki en personas que viven a orillas del mar y que se alimentan de peces no sometidos a la cocción. (4) Wilhelm: “La Difilobotriasis en el Sur de Chile”. Trabajo presentado a las VI Jornadas Médicas del Sur celebradas en Concepción (Chile) en sesión del 6 de Diciembre de 1955. Publicado en Anales Médicos de Concepción (Chile). Vol. XIII, Noos 1 y 2, Junio de 1956. Págs. 42-43. (5) Wilhelm, Schiappacasse y Kretzschmar: ''Difilobotriasis en Concepción”. Trabajo presentado a la Soc. Médica de Concepción el 13 de Septiembre de 1957. Publi- cado en Anales Médicos de Concepción (Chile). Vol. XIV, N.os 1 y 2, Junio de 1957. Págs. 37-38. — 126 — El ciclo evolutivo es todavía desconocido; pero parece que la forma larval vive en los peces y la forma adulta en los mamíferos marinos. Nosotros hemos encontrado entre el material expulsado por vermífugos de un hombre adulto (marino) varios trozos de estrobila que suman alrededor de 2 metros y que corresponden a un Diplogo- noporus. Las proglotidas son muy cortas, de 1,5 a 2 mm. y el ancho de 5 a 6 mm. (Véase microfotogratfío). Desgraciadamente no se ha encontrado el scolex. Las glándulas sexuales en doble hilera dejan reconocer con toda claridad sus detalles. De un estudio comparativo de las caracteristicas de este ejemplar con los de D. grandi y D. brauni, estimamos que se trata de una especie probablemente diferente y desconocida aun. Estamos estudiando actualmente los parásitos de los peces y mamiferos marinos, pero como la comprobación de los respectivos ciclos evclutivos requiere mucho tiempo, demos sólo cuenta de estos hecnos en carácter de nota preliminar. RESUMEN Se deja constancia que del orden de los Pseudophyllidea se encuentran en Chile Diphyllobotrium y Diplogonoporus. Que Diphy- llobotrium latum D. ha sido encontrado ya desde 1919 (Wilhelm) en el perro y después frecuentemente en el hombre en el Sur del país. Que además se ha encontrado en diferentes mamíferos en los lagos y ríos del Sur de Chile Spirometra descipiens Dies y su Sparganum (Wolfthiugel, 1949). Existe, por consiguiente, varias es- _pecies diferentes de Diphyllobothridaes en Chile. También se ha encontrado Diplogonoporus en el perro y en un caso humano (Wilhelm). Se publican fotografías de las proglotidas. RESUME Les Pseudophyllidea rencontrés au Chili appartiemment aux genres Diphyllobotrium et Diplogonoporus. La presence de Diphyllobotrium latum D. a été signalée chez le chien des 1919 (Wilhelm). Depuis elle a été frequemment signalée chez l' homme dans le Sud du pays. En outre Spirometra descipiens Dies et son sparganum (Wolff húgel, 1949) out été rencontré chez divers mamiferes de la region des lacs et rivieres du Sud du Chili. Le genre Diplogonoporus a été rencontré aussi chez le chien et chez ll homme (Wilhelm, un cas). ? Ainsi done il existe diverses especes de Diphyllobothridae in Chili. SUMMARY lt is evident that of the Pseudophyllidea class. Diphyllobotrium, and Diplogonoporus, have existed in Chile. That Diphyllobotrium latum — 127 -— D. has been found since 1919 (Wilhelm) in dogs, and later frequently in man in the southern part of the country. That Spirometra descipien Dies and its Sparganum (Wolff- húgel, 1949) have also been found in different mammalians in the lakes, and rivers of the South of Chile. There exist several different kinds of Diphyllobothridaes in Chile. Diplogonoporus in dogs, and in one humon being, have also been found (Wilhelm). Fotomicrographs of the proglottids are enclosed. ZUSAMMENFASSUNG Es wird festgestellt dass von der Ordnung der Pseudophy- llidae in Chile, Diphyllobothridae und Diplogonoporidae vorkommen. Diphyllobotrium D. wurde schon 1919 (Wilhelm) beim Hunde gefunden und spater ziemlich háufig in der Bevólkerung des Súdens des Landes bestatigt. Ausserdem fand man bei verschiedenen Saugern der Seen und Flisse des Súdens des Landes, Spirometra descipiens Dies und sein Sparganum (Wolffhugel, 1949). Es steht fest dass verschiedene Spezies von Diphyllobothridae in Chile vorkommen. Auch Diplogonoporus wurde bei Hunde und in einem Falle bei Menschen (Wilhelm) gefunden. (S. Microphotographie der Pro- alottide). BIBLIOGRAFIA 1—Faiguenbaum, J. y Donckaster, R.: 'Consideraciones clínicas y epidemiológi- cas en relación con dos nuevos casos de Difilobotriasis humana”. Bol. Chileno de Parasit. Vol. X. Enero-Marzo de 1955, N* 1, Pág. 15. 2—Neghme, A., Donckaster, R. y Silva, R.: 'Diphyllobothrium latum en Chile, primer caso autóctono en el hombre”. Rev. Méd. de Chile. 78: 410; 1950. 3.—Neghme, A., Bertin, V., Tagle, J.. Silva, R., y Artigas J.: '“Diphyllobothryum latum en Chile”. Bol. Inform. Parasit. Chilenas. Vol. V. Abril-Junio de 1950. N* 2, Págs. 16-17. 4-—Neghme, A., Bertin, V.. Donckaster, R., Silva, R., Artigas, J.. Bunster, A., Mu- ñoz, F.. Faúndez, A. y Basso, B.: 'Diphyllobotrium latum en Chile III” Bol. Inform. Parasit. Chilenas. Vol. V. Octubre-Diciembre de 1950. N* 4, Pág. 42; “Difilobotriasis en Chile”. Bol. Inform. Parasit. Chilenas. Vol. VI. Julio-Septiembre de 1951. N* 3, Pág. 35. 5—Neghme, A. y Beriin, V.: '“Diphyllobothrium latum en Chile IV. Estado actual de las investigaciones epidemiológicas”. Rev. Chilena de Hig. 13, 8-11. 1951. “Difilobotriasis en Chile” Editorial. Bol. Inform. Parasit. Chilenas. Vol. VI. Julio-Septiembre de 1951. N* 3, Pág. 35. 6.-—Wilhelm, O. E.: “Parasitología” (Tomo Il, Helmintos). Imprenta Universitaria. Santiago de Chile. 1922. Pág. 47. O 7.—Wilhelm, O. E.: "La Difilobotriasis en el Sur de Chile”. Trabajo presentado a las VI Jornadas Médicas del Sur celebradas en Concepción (Chile) en sesión del 6 de Diciembre de 1955. Publicado en Anales Médicos de Con- cepción (Chile). Vol. XIII. N.os 1 y 2. Junio de 1956. Págs. 42-43. 8.—Wilhelm, O. E., Schiappacasse, E. y Kretzschmar, E.: 'Difilobotriasis en Con- cepción (Chile). Vol: XIV. N.os 1 y 2. Junio de 1957. Págs. 37-38. 9.—Wolffhiigel, Kurt: “¿Es autóctono el Diphyllobothrium en Chile?”. Bol. Soc. Biol. Concepción (Chile). 24 : 85-89. 1949. e FIGURA 1 Microfotografía de un segmento de estrobila del Diplogonopo- rus citado que se ha encontrado en un hombre. Obsérvese los poros genitales a ambos lados de cada pro- glótida. Tinción Hematoxilina — Van Giesson. FIGURA 2 Microfotografía de un segmento de estrobila del Diplogonopo- rus encontrado en un perro. Poro genital doble en cada segmento; el reborde inferior de cada proglótida sobresale con respecto a la siguiente. Microfotografías originales — 130. UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Escuela de Medicina Dpto. de Fisiología Algunas características del Organo Eléctrico de los Gymnotidae Pos Mario Altamirano Departamento de Fisiología Universidad de Concepción La actividad de las células nerviosas y musculares determina potenciales eléctricos que en relación al tamaño de las células, que es del orden de micrones, pueden alcanzar magnitudes apreciables, 0.1 volt o más. En la mayoria de los animales, dicha actividad no causa des- plazamientos importantes de cargas eléctricas, pues las diferencias de potencial se compensan al originarse descrdenadamente tanto en el tiempo como en el espacio. Sin embargo, la naturaleza no podía dejar de utilizar, aungue fuese a manera de ensayo, tal obvia fuente de energías. Así, entre las innumerables formas vivientes, algunos cnimales han desarrollado tejidos en los cuales una rígida organi- zcición espacial y funcional de células semejantes a las fibras muscu- lares permite sumar los potenciales de cada elemento, alcanzándose descargas eléctricas de 700 o más Volts (Electrophorus electricus) y 20 o más Amperes (Torpedo occidentalis). Es obvio que órganos de este tipo, sólo pueden tener utilidad en animales acuáticos; en ani- males terrestres la resistencia del medio externo, o sea, el aire, es tan grande, que se necesitarian miles de Volts para determinar des- cargas de alguna magnitud. Las variedades de peces que poseen órganos eléctricos es grande; en esta ocasión describiremos sumariamente las característi- cas del órgano en algunos miembros de la familia Gymnotidae y en especial del Electrophorus electricus o anguila eléctrica. Estos peces habitan los ríos y lagunas de la parte norte de Sudamérica, espe- cialmente en las cuencas del Amazonas y del Orinoco. En los dife- rentes peces los órgamos eléctricos tienen tamaño, forma y hasta, posiblemente, funciones diversas, pero todos ellos están constituidos e por un elemento básico ilustrado esquemáticamente en la Fig. 1: la electroplaca. Cada electroplaca o célula eléctrica está contenida en una estructura fibrosa, resistente de forma rectamgular, que semeja una caja de zapatos (Fig. 1 F). En algunos órganos casi todo el es- pacio interior de los compartimentos está ocupado por la electroplaca, en otras ésta ocupa sólo una pequeña parte (Fig 1 E). El resto de ca- da compartimento está constituído por un material mucoídeo, rico en clicoproteínas y ácido condro-itinosulíúrico (1); es por lo tanto, una substancia semejante a la gelatina de Wharton del cordón umbilical. En órganos o regiones de un órgano eléctrico que están sujetas a desplazamientos mecánicos, este mucoide puede llegar a ocupar cer- ca de los nueve décimos del volumen total del compartimento. Por ejemplo, en la parte posterior de la anguila eléctrica, (órgano de Sachs, ver más adelante) región que sufre flexiones laterales, pues con ella la anguila dirige sus desplazamientos en el agua, existe gran centidad de este material. En la parte anterior del órgano de este mismo pez (órgano principal), región rígida y poco flexible, que sirve a modo de proa para cortar el agua, la electroplaca ocupa todo el compartimento. Por lo tanto, este mucoide, al igual que el cordón umbilicol, parece tener una función mecánica, protectiva, permitiendo que la compresión y descompresión causada por los movimientos, no altere la forma y posición relativas de las electroplacas, que son muy frágiles (1). La célula, esto es, la electroplaca, puede describirse como un plano con una cora anterior y otra posterior, ya que su grosor medio no sobrepasa 50 a 60 micrones (Fig. 1 E). En el pez entero, su aposición una tras otra semeja verdaderas pilas de monedas reciam- gulares. En el caso de la anguila eléctrica, una cara, la anterior, está, caracterizada por grandes digitaciones que pueden tener 300 o más micrones de largo (Fig. 1 B); la cara opuesta, casi lisa al ser obser- vada con pequeños aumentos, muestra con «aumentos mayores, la presencia de muy pequenas digitaciones. Esta última cara se halla cubierta por los nervios que provienen de la médula espinal (Fig. 1 C). Al menos en la anguila eléctrica cada placa se halla inervada por lo menos por 3 o 4 axones de origen diverso (2), los que se ra- mifican extensamente sobre esta cara, formando repetidas sinapsis. La cara de las grandes digitaciones está totalmente desprovista de inervación (3) (4). Las células son de tipo sincicial, con múltiples nú- cleos (Fig. 1D) que se hallan directamente bajo la membrana celular. Es posible visualizar, además, mitoconarioas, vesículas variadas, etc. Recientemente estas células han sido observadas por medio del mi- croscopio electrónico (9) comprobándose en general las descripciones hechas con microscopios de luz. No ha sido posible encontrar dife- rencias entre la membrana inervada y la no inervada «a pesar del gran poder de resolución del microscopio electrónico. Las sinapsis son muy simples y se encuentran cada 5 a 10 micrones; el terminal nervioso desnudo toca o entra en contacto con una área muy pequeña de la membrana de la electroplaca; ésta última no presenta formacio- nes especificas como en el caso de la placa neuromuscular. La ter- minación nerviosa se halla cargada de pequeñas vesículas y mito- Le OLE condrias al igual que las descritas en terminaciones nerviosas de anfibios y mamiferos. Numerosos estudios embriológicos han demostrado que la electroplaca de la mayoría de los peces eléctricos proviene de la transformación de células musculares estriadas embrionarias en célu- las eléctricas (3). En esta ocasión nos referiremos en especial a la publicación de U. DAHLGREN (6) sobre Gymnarchos niloticus, un teleosteo eléctrico africano, quien ha mostrado en claras figuras la formación de células simciciales multinucleares a partir de células embrionarias musculares; el desplazamiento y desaparición paulatina de las miofibrillas estriadas y finalmente la organización espacial de esios nuevos elementos celulores en series longitudinales. La fisiología de las electroplacas ha sido clarificada por es- tudios efectuados principalmente en el Instituto de Biofísica de Río de Janeiro (7) y en la Universidad de Columbia en Nueva York. En este último lugar se trabajó con células aisladas las cuales al ser sumer- gidas en soluciones salinas, pudieron mantener su vitalidad por va- rias horas (8) (9). Numerosas propiedades fisiológicas celulares fueron estudiadas mediante microelectrodos de vidrio del tipo descrito por Ling y Gerad introducidos en el interior de la célula. Se determinó el potencial de reposo cuyo valor medio oscila alrededor de 8l mV (Fig. 2); este potencial es igual medido a través de la membrana inervada o de la no inervada (7) (8) (9). Este hecho fue previamente deducido de experimentos efectuados con electrodos externos, pues si hubiese habido diferencia existiría una corriente de reposo a través de la célula, lo cual no ocurre. La electroplaca puede ser estimulada direciamente por corrientes eléctricas dando origen a un potencial de acción que alcanza. gran amplitud, más o menos 194 mV, y dura cerca de 4 mseg. (7) (9) (Fig. 2); éste puede propagarse a lo largo de la célula con una velocidad variable entre 1/2 a 2 metros por segun- do (7) (8). En la literatura previa al año 1950 se aceptaba que la electroplaca era sólo una placa neuromuscular. El hecho que pre- sente potenciales de acción propagados, nos indica su naturaleza de célula efectora; por lo tanto, y en acuerdo con los estudios embrio- lógicos, debe ser considerada como una célula muscular estriada modificada. El potencial propagado no presenta potenciales retar- dados negativos o positivos. Una observación de gran interés consiste en que sólo la cara inervada puede ser activada (4) (7) (8). La mem- brana no inervada es inexcitable eléctricamente y hasta el momento no se han observado en ella ondas eléctricas con las características de un potencial de acción. No existen razones para suponer que la membrana no sea funcionalmente equipotencial en la célula embrio- naria. Así es necesario postular una diferenciación posterior; o bien parle de la membrana desarrolla mecanismos que la hacen estimu- lable o bien un área primitivamente excitable pierde esta propiedad. En todo caso, el hecho que sólo un lado de la electroplaca cambie de polaridad, permite que durante la actividad el lado inervado sea negativo con respecto a la cara opuesta en un valor cercano a los 150 mV. En el órgano completo las electroplacas se alinean en serie y descargan más o menos simultáneamente, de modo que los poten- e a ciales de electroplacas sucesivas se suman (Fig. 3). En la anguila eléctrica el órgano se compone más o menos de 6.000 elementos en serie (2) por lo cual es posible obtener potenciales de 600 o más volts entre los extremos del pez. Durante las descargas, el extremo caudal del animal se hace negativo con respecto a la cabeza debido a que la membrana celular inervada es la posterior. En el pez entero, las electroplacas descargan al ser excitadas por impulsos nerviosos que se originan en grandes células colocadas al centro de la médula espinal. Si la electroplaca es una célula muscu- lar modificada, la sinapsis nervioplaco debería funcionar en forma se- mejante a la de un músculo. En efecto, ésto ocurre. La estimulación nerviosa determina pequeños potenciales post-sinápticos locales que despolarizan la membrana inervada; una vez alcanzado el umbral se produce un potencial de acción (Fig. 2) (4) (8). Como las sinapsis son muchas, existe una sumación espacial de potenciales sinápticos al igual que en las células del sistema nervioso central; un número más o me- nos grande de terminales nerviosos deben ser excitados simultáneamen- te para causar una respuesta celular. Un solo potencial de placa genera una corriente demasiado pequeña para estimular la membrana celular vecina a la sinapsis (Fig. 2). Al igual que la fibra muscular o nerviosa el potencial de ac- ción está. determinado por la existencia de una gradiente de concen- tración de sodio a través de la membrana (7); el potencial de reposo está relacionado con una gradiente de potasio (7) (10). La acetilcolina y substancios similares despolarizan la electroplaca (11) (12) y al igual «que en el músculo, el curare bloquea la transmisión sináptica (12) (13) (14). Resumiendo, también la Farmacología y Fisiología de la electro- placa son similares a las de un músculo estriado. Como ya fue mencionado, los órganos eléctricos de los dife- rentes peces se forman por la ayposición lineal de elementos como el descrito más arriba. La anguila eléctrica (Electrophorus electricus) po- see los Órgamos eléctricos más desarrollados. Una anguila adulta mide algo más de 1 mt.; en el Zoo de Bronx han tenido anguilas que median 2 o más mts. de longitud y que pesaban cerca de 20 Kg. Como es po- sible observar en la Fig. 4, el cuerpo propiamente dicho y los órganos más importantes, se encuentran en el décimo anterior del pez; el resto está formado por órganos eléctricos, y algunas masas musculares. Ma- croscópicamente se han descrito tres órganos eléctricos (2), 1) el órgano principal Fig. 4 A; 2) el órgano de Sachs, Fig. 4 B y 3) el llamado ór- cano de Hunter, Fig. 4 C. La Fig. 9 muestra una sección del pez a la altura del órgano principal. A cada lado de la columna vertebral apa- recen cinco husos musculares; por debajo de ella se extiende la vejiga natatoria y más abajo el órgano eléctrico, bilateral y simétrico, que abarca aquí el 50% o más del área de sección que se extiende desde la línea media hasta la piel; en una anguila adulta, una electroplaca puede medir 3 a 4 cms. de longitud. Bajo el órgano principal y sepa- rado de éste por dos pequeñas masas musculares, se observa en la Fig. 5 el órgano de Hunter. En el érgano principal las células son muy delgadas y se hallan comprimidas unas con otras; existen hasta 200 por cm. lineal. A medida que el órgano se extiende hacia atrás, el — 134 — número de placas por cm. decrece, y en el llamado órgano de Sachs existen no más de 8 a 10 por cm. (2) (3). De este modo, cuando des- carga el órgano principal, se puede medir gradientes de voltaje del orden de 16 a 20 Volt (14) por cm., no sobrepasando éstas, en el ór- gano de Sachs, 3 Volt (14). Por supuesto estas últimas mediciones eléc- tricas se efectúen con electrodos aplicados sobre la piel o por medio de aguias introducidas al interior del órgano en peces mantenidos en el aire. Si se corta circuita por medio de un alambre la cola con la cabeza de la anguila, es posible medir corrientes de hasta 1 Ampére. La descarga de la anguila eléctrica es voluntaria, y por lo tanto, controlada por estructuras encefálicas. Los axones de estas cé- lulas hacen sinapsis con las grandes células piriformes medulares ya mencionadas (3). Cada una de estas células da origen a un solo axón que rápidamente se bifurca e inerva partes correspondientes de cada órgano. De este modo, electroplacas colocadas en el órgano derecho reciben inervación de las mismas células que las correspondientes del órgano izquierdo. Así la descarga es simultánea en ambos lados. Pero la anguila ha debido resolver problemas aun más complejos. La má- xima eficiencia se obtenaría si todo el órgano descargase simultánea- mente. El potencial de acción, o sea la descarga, no dura más de 4 a 3 mseg. a 22? C. La anguila mide lmt. y más; siendo un poiquilotermo, la velocidad de conducción nerviosa máxima es de más o menos 30 mts./seg., de manera que el estímulo originado en el encéfalo llega a ler parte inicial del órgano cerca de 30 mseg. antes que al extremo dis- tal. En la literatura antigua se suponían velocidades de conducción me- dular de 1.200 a 2.000 por segundo para explicar la aparente simulta- neidad en la descarga del órgano eléctrico. Velocidades de esta mag- nitud nunca han sido comprobadas. En realidad el pez sincroniza la descarga del órgamo por varios mecanismos cuyo principio básico con- siste en retardar la llegada del estímulo a las electroplacas más ante- riores. Por ejemplo, el retardo nuclear es más largo en las neuronas medulares que inervan la parte anterior del órgano que en las poste- riores. Además, en el órgano principal, sólo el segundo o tercer estí- mulo nervioso activa las electroplacas; en el órgano de Sachs un solo estímulo puede originar el potencial de acción (15). A pesar de estos mecanismos compensatorios la porte anterior del órgano principal des- carga por lo general 2 a 3 mseg. antes que la posterior. Las descargas de este Órgano se producen en rápidos ráfagas; al comenzar una serie, las descargas se suceden entre 4 a 6 mseg., de manera que general- mente se obtienen shocks en los cuales todo el órgano descarga casi simultáneamente (2). El animal se fatiga con rapidez y luego de un número variable de descargas, éstas no se producen o alcanzan escasa magnitud. Este hecho es conocido por los indios de los llanos del Ori- noco; cuando quieren cazar anguilas en una ciénaga o laguna peque- ña, primero hacen pasar por ella animales, cuyos movimientos excitam a las anguilas que descargan repetidas veces. Después de un rato pueden ser tomadas a mano desnuda sin consecuencias desagrada- bles o peligrosas. La finalidad de los órganos eléctricos parecería evidente. Es obvio que la descarga del órgano principal tiene por objeto matar la 2 Epa presa, o por lo menos, dejarla semi conciente. Esto adquiere especial importancia si se recuerda que las anguilas tienen escasa agudeza visual. Desde temprana edad se les opacifica el cristalino lo cual se ha sugerido es producido por las propias descargas. Pero hay más... Christopher Coates (18) ha observado que anguilas nadando libremente en un estanque, producen con cierta regularidad descar- gas rítmicas de pequeña magnitud, las que se originarían en los ór- ganos de Sachs o de Hunter. Dicko autor, ha sugerido que estas des- cargas serían utilizadas por el pez para localizar obstáculos o la presa misma (18). Corroborando esta hipótesis otros gimnotos de pequeño tamaño presentan descargas rítmicas constantes, de tan pequeña mag- nitud que su valor defensivo u ofensivo debe ser casi nulo. Se han publicado registros obtenidos de tres variedades diversas, Eigenmannia virescens, Gymnorhamphichthys hypostomus y Gymnotus carapo. En estos casos las descargas no son voluntarias, aunque el marca paso es encefálico, pues cambios de la temperatura cefálica alteran la fre- cuencia de descarga. Lo mismo ocurre cuando el animal es excitado por diferentes medios. Se ha sugerido entonces, que las descargas rít- micas en alguna forma sirven al pez para orientarse en el agua. Esto supone que el pez debe poseer órganos que le permitan distinguir pe- quenñísimas alteraciones de los campos eléctricos determinados por las propias descargas; en tanto estos órganos no sean descubiertos, lo anterior no pasa de excitante especulación. En los peces recién men- cionados los órganos eléctricos se encuentran en la base de la mem- brana ondulatoria ventral y parecieran corresponder al órgano de Hun- ter del Electrophorus electricus. En resumen, el gran tamaño de las electroplacas, lo que per- mite variadas manipulaciones experimentales con ellas, sus similarida- des fisiológicas con músculos estriados y nervios, el que sean estruc- turas organizadas para producir electricidad, el hecho que parte de la r.embrana sea excitable y parte i¡nexcitable, los problemas planteados respecto a receptores de alteraciones del campo eléctrico, etc., etc., per- miten afirmar que este material o sea los peces eléctricos tienen un gran valor en estudios de fisiología general y aplicada. SUMARIO Se describen en forma resumida las principales características anatómicas y fisiológicas de los órganos eléctricos de la anguila eléc- trica (Electrophorus electricus (Linneus). SUMMARY The principal anatomic and physiological characteristics of the electric organs of the electric eel, Electrophorus electricus (Linneus) are described briefly. REFERENCIAS 1 -—Couceiro, R. y R. Freire: Etude histochimique du conjonctif chez l'électropho- rus electricus. An Acad. Bras. Ciencias. 23 : 443, 1951. — Se 2 —Altamirano, M; Ch. Coates; H. Grundfest y D. Nachmansohn: The response cn [op] 10. 11 13 14 15). 16. 17. 18. to indirect and direct stimulation of electrophorus electricus. J. Gen. Physiol. .—Biedermann, W: Electro-Physiology London Mac Millan and Co. 1892 2 Vols. .—Couceiro, A. M. Akerman: Sur quelques aspects du tissu électrique de 1'Elec- trophorus electricus (Linnaeus) An. Acad. Bras. Ciencias 20 : 383, 1948. .—Luft, N: Comunicación personal. .—Dahlgren, V.: Origin of the electric tissue of Gymnarchus Niloticus. Carnegie Institute of Washington Pub. N* 183 Tortugas Lab. 6 : 159, 1914. .—Keynes, R. D. y H. Martins-Ferrera: Membrane potentials in the electroplates of the electric eel. J. Physiol. 119 : 315, 1953. .—Altamirano, M.; Ch. Coates y H. Grundfest: Mechanisms of the electroplax oí electric eel. J. Cell and Comp. 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Entre A y B se exita un nervio intercostal con intensidad creciente: a medida que más fibras son estimuladas se produce un potencial post-sináptico mayor, el cual en D de- termina un potencial de acción. La latencia de este es menor desde D a F porque se aumenta aun más la intensidad del estímulo nervioso. Calibra- ción: 100 mV y 1 msed. SE FIGURA 3 Esquema de la polaridad eléctrica de las membranas de tres electroplacas en diferentes estados fisiológicos.— A: Reposo. B: Durante la descarga eléctrica. c A (e B FIGURA 4 Esquema de una anguila eléctrica.— A: Organo principal. B: Organo de Sachs. C: Organo de Hunter. Tomado de (16). FIGURA 5 Sección transversal esquemática de una anguila eléctrica a nivel del ór- gano principal. E Del Museo "DILLMAN S. BULLOCK”” de la Escuela Agrícola de “El Vergel” de Angol Director: D. S. Bullock La Agricultura de los Mapuches en tiempos Pre-Hispánicos Bici D. $. Bullock Antes de entrar a considerar la agricultura de los Mapuches en tiempos pre-hispánicos, es necesario considerar y tomar bien en cuenta las condiciones de vida de todos los nativos de Chile en esos tiempos lejanos y primitivos. Primero, no debemos olvidar que cuando se descubrió Amé- rica, el único animal de todo trabajo, en toda la América, era el hom- bre. Es cierto que en el altiplano de las regiones del Imperio Incaico la llama era usada como animal de carga, pero su uso era suma- mente limitado. Eso quiere decir, que toda la agricultura en la Améri- ca dependía del trabajo humano. Todo era trabajo a mano. Este sólo hecho limitó la posibilidad de la producción agrícola en general a cultivos en pequena escala. Otro factor que también tenía una influencia grande en la producción agrícola, era el modo de vivir de la gente y el gobierno que tenían. Los Mapuches en general vivían en completa libertad de acción. Cada familia era una unidad independiente y solamente se unían para protección común, y a veces para sus trabajos. Nadie dictaba o dirigía sus actividades en contra de la voluntad de ellos. Por el contrario, los habitantes en el Perú y México tenían un gobierno central poderoso que dirigía todas sus actividades, aun las familiares y las ocupaciones de la gente. Esta condición dio por re- sultado el desarrollo de una agricultura mucho más intensiva, y en escala algo grande, en todas las regiones de riego artificial. Entre los Mapuches cada familia o grupo obraba indepen- dientemente, produciendo lo que era más conveniente por las condi- ciones de su propio terreno y región. Es probable sí, que había mu- chas veces comunidad de intereses y todos se unían para hacer los trabajos agrícolas juntos. AE Para poder desarrollar una agricultura es necesario una re- sidencia más o menos permanente. Los pueblos nómades que se de- dican a la ganadería y que dependen de sus amimales para su vida generalmente no pueden tener una agricultura importante porque se precisa cambiar de residencia para el pastoreo de sus animales. La misma cosa pasa con los pueblos que dependen de la pesca y caza para su sostén principal. Es probable que los Mapuches, a la llegada de los españo- les, tenían sus residencias más o menos permanentes y dependían para su sostén principal de los productos de la agricultura. Refiriéndose a los pueblos de la región del Pacífico y su mo- do de vivir, Lattham hace las siguientes observaciones: “En todos los países occidentales de América del Sur, desde Panamá hesta la isla de Chiloé, la mayor parte de las tribus o na- ciones que los habitaban eran agricultores y todos, con más o menos perfección, empleaban casi idénticos sistemas agrícolas y la misma clase de herramientas”. La prevaración de la tierra para cualquiera siembra consis- tíci en general en tres operaciones. La primera era para aflojar y mover la tierra lo más profundo posible dejándola en terrones a veces bastante grandes, y muchas veces dada vuelta, pero ésto parece que no se consideraba esencial. Este trabajo se hacía con “barretas”, he- rramientas que todos los cronistas las llamaban “arados” La O operación consistía en dar vuelta la tierra, y ésto se hacia con palas. Casi todos los cronistas mencionan estas palas, pero son pocos los que dan una descripción de ellas. El tipo usado comúnmente en Chile se halla bien descrito por Núñez de Pineda y Bascuñán, quien no solamente las vio usar, sino que también trabajó con elias durante su cautiverio entre los araucanos. Dice que después de remover la tierra con tridentes que él llama arados, “entran las palas que ellos llaman “hueullos” y con estas van echando a una y otra parte la tierra... y de aquella suerte se cava la tierra munida y hacen los camellones en que las mujeres van sembrando” (1). La tercera operación consistía en moler la tierra dejándola en condición de hacer los camellones y recibir la semilla. El resumen de estas operaciones, dado por Latcham dice asi: "Detrás de los barreteros iban los hombres armados con palas, con que daban vuelta los terrones y removían el suelo que no habían alcan- zado a aflojar los primeros. En seguida iban otros, a menudo muje- res, con mazas o cuchillones con que desmenuzaban los terrones. Cuando había necesidad, se repetían estas operaciones, cruzando la tierra en sentido opuesto... En seguida, se rastreaba el suelo con rastras espinuda:s, tiradas por cinco o seis hombres, para emparejar la tierra. Hecho ésto, se trabajaba nuevamente con las palas o aza- dones para formar los camellones dejando los surcos necesarios para el riego cuando eran terrenos que se podían regar” (2). (1) 1.— Págs. 313-314. (2) 1.— Págs. 306-307. 142 — HERRAMIENTAS Y UTILES DE LABRANZA Refiriéndose a las herramientas y útiles de labranza usados por los nativos, Latcham, dice así: “Los únicos instrumentos de labranza del suelo que conocían eran de palo, de piedra, o en algunos casos excepcionales de cobre o de bronce... A pesar de sus pobres y, al parecer, inadecuadas herramientas, los resultados obtenidos por los naturales, y sus proftun- dos conocimientos agrícolas, asombraron a los españoles, quienes no solamente no podían mejorar los sistemas; sino. por otra parte apren- dieron muchos detalles que hasta entonces ignoraron”. “Las herramientas que utilizaban en sus faenas agrícolas eran pocas y sencillas. En gran parte consistían de palos agusados de diferentes tamaños; mazas, también de palo, a veces con cabeza de piedra; cuchillones de madera y solamente en el caso de sus palas, exigían alguna habilidad en su fabricación” (3). BARRETAS.— La barreta o chuzo con que se rompía el suelo era de una madera dura como la luma o el temu, o alguna otra ma- dera, siempre que fuera dura y pesada. Estas barretas variaban en su largo según la estatura y fuerza de la persona que la empleaba. A veces tenía la punta simplemente aguzada pero más a menudo la tenía en forma de cincel. Esta última forma era más apropiada y efi- ciente para el trabajo al cual era destinada. Es muy posible que muchas de estas barretas tuvieran piedras horadadas en su parte superior. “Núñez de Pineda y Bascuñán, quien quedó prisionero du- rante algún tiempo entre los araucanos, en la relación que hace de su cautiverio, menciona otra clase de barreta en forma de tridente, a la cual, para darle mayor peso, los indios colocaban en su extremo superior una piedra perforada. Dice Bascuñán: “los iridentes son a modo de tenedor de una madera pesada y fuerte, y en el cabo arriba le ponen una piedra agujereada al propósito, para que tenga más peso, y con este van levantando la tierra para arriba, hincando fuer- temente aquellas puntas en el suelo, y cargondo a una parte las manos y el cuerpo, arrancan pedazos de tierra muy grandes, con raíces y yerbas y tras de estos entran las palas que ellos llaman hueullos” (4). PALAS.— "En todos los poíses occidentales de la América del Sur, después de haber roto la tierra con la barreta, la daban vuel- ta con una especie de pala de madera o de piedra. La pala tenía una forma general que no cambiaba mucho de un lugar a otro. El tipo usado en Chile se halla bien descrito por Núñez de Pineda y Bascu- CA entran las palas que ellos llaman Hueullos... son a la se- mejanza de una palas de horno de dos varas de largo, tan anchas de arriba como de abajo, y en remate de su parte superior, como co- ) 1 Págs. 204 y 306. ) 1.— Págs. 307-308. sa de una tercia, disminuído y redondo para poder abarcarle con una mano y con la otra de la asa que en medio tenía para el efec- to; y de aquella suerte se cava la tierra muñida y hacen los came- llones en que las mujeres van sembrando”. Para la fabricación de las palas en el sur de Chile se usaba la luma y otra mirtácea” (5). 1,20 m. Yiooden spades from PD Comunterio de dos Antiguos. 1,10 FIGURA 1 Palas de madera del "Cementerio de los Antiguos” del valle del Río Loxa, uros 3 o 4 kilómetros al norte de Lazana 1/10 tamaño. CUCHILLONES.— “Detrás de los hombres que daban vuelta la tierra con sus palas venían los que desmenuzaban los terrones de- jados por aquellos. Con mucha frecuencia esta tarea era desempeña- da por mujeres o aun niños. La herramienta más frecuente para esta Ídena era un cuchillón de madera firme, cuyo mango generalmente formaba ángulo obtuso con la hoja o parte contundente. La madera (5) 1.— Págs. 313-314. 123 FIGURA 2 Palas. Dos de madera, A y B; una con punta de piedra, C; y una con punta de cobre, D y E, procedentes de Chiu-Chiu al noreste de Calama. 1/12 tamaño. más usada para esto, en el sur de Chile, era la luma. El tamaño del cuchillón variaba con la edad y las fuerzas de la persona que la usaba; pero lo común medía 40 a 50 centímetros de largo y era pe- sodo hacia la punta. El mango era redondeado para poder tomar bien en la mano con un botón o borde levantado en la extremidad para evitar que se resbalara. La hoja era más delgada pero a la vez más ancha, tenía la forma de un cuchillo carnicero y un filo algo cortante”. “El cuchillón de palo se usaba en Llanquihue y Chiloé hasta hace pocos años, y todavía su uso no ha desaparecido totalmente. En aquellas regiones se llamaba hualato y muchos escritores han ha- blado de él. Claudio Gay, al describirlo, dice que los hombres rom- pen la tierra con sus lumas y “las mujeres o los chicos reducen (los terrones) a pequeños fragmentos con la hualata, instrumento termi- nado por una parte ancha plana en forma de media luna, que se sa- ca también de la luma o de otro mirto llamado meli”. Maldonado en sus estudios sobre Chiloé hablando sobre los cuchillones dice, “era una especie de azadón de madera dura, usado para destrozar terrones y para trazar surcos”. — 145 — “En general los cuchillones hallados en la sepulturas chile- nas, tienen una forma y tamaño semejantes a los hallados en las de los países de más al norte. Algunos más pequeños, que se han encontrado por todas partes donde se ha usado este instrumento, deben haber sido em- pleados por los niños, porque sabemos que ellos también se ocupa- ban en la faena de romper los terrones. Siendo un objeto bastante manual, no cake duda que con ocasión se usaba para otros fines, pero es indudable que su principal papel era para la tarea que he- mos indicado” (0). 127 FIGURA 3 Cuchillones de madera de Chiu-Chiu al noreste de Calama. 1/6 tamano. MAZAS.— "En muchas vartes del aniiguo Imperio de los In- cas, como también con toda probabilidad en el sur de Chile, además de los cuchillones o a veces en lugar de ellos, los naturales emplea- ban para romper los terrones, mazas con cabeza de piedra. Con fre- cuencia, la piedra usada para estos instrumentos era perforada, otras veces se empleaba una pledra redondeada que se fijaba a un asta con correas. Esta última clase era más común gue la primera”. “Las piedras horadadas se encuentran en todas las regiones agrícolas del centro y sur de Chile; pero no hay constancia de los usos que pueden haber tenido si exceptuamos el empleo de peso para sus tridentes de que nos habla Bascuñán y a que hemos referido más atrás” (7). Soy de opinión de que estas piedras, tan abundantes er muchas partes, eran instrumentos agrícolas de uso casi universal paro reducir a polvo los terrones. Son artefactos de sumo interés, es- pecialmente por los usos que pueden haber tenido. Esta materia la trataremos en un trabajo especial más tarde. — 146 — AZADONES.— "Otra herramienta usada para despedazar te- rrones y champas de raíces entrelazadas, como también para hacer camellones, era una especie de azadón. Estos azadones eran de tres tipos en general. El primero era hecho de un palo duro encorvado en su punta ancha, a manera de formar casi un ángulo recto con el asta o mango. Se dejaba la punta ancha con un filo cortante para que pudiera penetrar en el suelo”. Otro tipo era el que se usaba cuando no era posible encon- trar madera de la forma necesaria para hacer el primero. Entonces se usaba una punta postiza de madera dura. Usaban puntas hechas de chonta en las regiones donde era obienible y por este motivo se dic el nombre de chonta a la punta. Otro tipo de azadón era el que se usaba con cabeza de una piedra esquistoza. “La cabeza de piedra laminada tenía un ancho de fluctuaba entre 20 y 25 centímetros y generalmente mucho menos. Lotcham dice que había examinado varias de diferentes partes de Chile y que todas tenían en su parte superior una lengueta de 5 o 6 centímetros de ancho por 8 a 10 de alto” (8). PALOS PARA PLANTAR.— "Las principales siembras, como maíz, papas, camotes, etc., se hacia en camellones. No se derramaba la semilla con la excepción de la de los cereales menores, como quingua, mango, teca, y otros porecidos, sino se plantaba en hoyos hechos para el efecto con palas cortas y puntiagudas”. Los Mapuches los llamaban '“pithón”. Es el insttumento que nosotros usamos para plantar hoy día y lo llamamos “calla”. "Palos semejantes y sin duda destinados al mismo objeto, se han hallado en los:antiguos cementerios de los diaguitas y atacame- ños. Se hacía un hoyo con este palo en el camellón en el cual se co- lecaba la semilla y en seguida se echaba un poco de tierra con el pie, pisúándola después para que quedara bien tapada en el hoyo” (e) Vásquez, en "Voces de Mi Tierra”, hablando de la calla dice que "la calla la empleaban los campesinos, especialmente los pasto- res para extraer de la tierra el relbún, plantita cuya raíz da un bonito tinte rojo, muy usado en la coloración con que adornan las mantas; el guanqui. el lagui, la púa, el ngao, y otros tubérculos y bulbos que usaban como alimentos”. “Recuerdo haber visto (hace cuarenta años más o menos) en tiempo de invierno después de mala cosecha a aquellas gentes ocu- padas en sacar guanquis y grandes extensiones de tierra levantadas para esta operación. Todo esto se hacía a punta de calla” (10). En el norte de Chile, como también en la Argentina, dende el clima es seco. instrumentos de esta naturaleza no son raros en colecciones. Aquí en el sur son sumamente raros porque todos se pu- dren. Tengo solamente un instrumento de esta naturaleza hallado en (8) 1.— Págs. 326-327. (9) 1.— Págs. 329,330. 10) ( 1.— Pág. 311. — 147 — 120 FIGURA 4 Callas de madera: A, con punta de piedra; B, con los dos extremos pun- tiagudos; y €, con un extremo puntiagudo solamente. Procedentes de Chiu- Chiu. 1/5 tamaño. la región de Angol. Fue encontrado en una urna funeraria de los Kofkeche el día 6 de Enero de 1954 en El Vergel, y es de hueso. Tiene 15 cms. de largo y es puntiagudo. Fue hallado en una urna con los huesos de un niño de 7 a 8 años de edad. El hueso fue estudiado por el Dr. Guillermo Mann del Museo Nacional, quien lo identificó como la tibia de una llama.Es de creer que los Mapuches tenían todas es- tas herramientas, las que han desaparecido por el clima húmedo. FIGURA 5 Callas de hueso de tibia de llama de Angol. N? 2587 del Museo Dillman S. Bullock, Angol, Chile. 1/2 tamaño. Otra cosa interesante en cuanto «a herramientas es de dos fotografías orginales de dos mazas halladas con sus astas. Una de ellas se encuentra en el Museo de Chicago, Illinois, de los EE. UU. de A. La otra está en el Museo de Gotnenburg, en Suecia. Ambas fueron halladas cerca de Calama, en la provincia de Antofagasta. Las dos tienen las piedras casi del mismo tamaño y forma. La de Chicago tiene el mango de 96 centímetros de largo, pero la otra AS es solamente de 47 centímetros, casi la mitad de la anterior. No sa- bemos si son herramientas agrícolas o armas de batalla. La de Chica- go tiene la piedra de basalto, bien pulida y todo el margen bien afi- ledo. La otra es más tosca y la piedra muestra en su filo los resultados de golpes y está algo gastada. Ambas piedras están sujetastal asta por un pedazo de cuero angosto. La parte del asta, ocupada por la piedra y el cuero, está ccriada algo piana en un lado. El cuero, más o menos en su centro, pasa de tres o cuatro vueltas al asta en la punta corta de ella: en- tonces las dos puntas pasan por el agujero de la piedra en el lado planeado del asta y después de varias vueltas en el asta las dos puntas quedan bien aseguradas. “Las herramientas que hemos descrito eran las más impor- tantes de las usadas en tiempos prehistóricos y aun mucho después er sus faenas agrícolas por los indígenas de Chile. Puede ser que localmente hayan empleado otras, pero en todo caso serían modifi- caciones de las mencionadas. Con tales instrumentos sencillos, nues- tros indios en Chile labraban sus campos y hacían sus siembras, y sus productos servían como base de alimentación de una población bastante grande” (11). FIGURA 6 Mcza con la cabeza de piedra perforada. 1/4 tamaño. Foto del Museo de Gothenburg, Suecia. ¿Artículo N?* 42.4.102 del Museo. SIEMBRAS Una de las cosas de más interés e importancia al tratar de la agricultura de un pueblo es las distintas siembras que ellos tienen. Es notable que en casi toda la América de clima y suelo apropiado para su producción, la siembra principal era el maíz. Se sembraba desde el sur de la Isla de Chiloé en Chile hasta las riberas del río San Lorenzo de Canadá. Esta planta en todas sus formas y variedades era la base de la alimentación de la mayor parte de todos los pue- blos nativos en toda esta vasta región. El maíz es una planta propia de las regiones algo cálidas a lo menos en el verano. No resiste ninguna helada en ningún período (11) 1.— Pág. 330. O de su desarrollo. Sin embargo no hay ninguna otra planta cultivada con tantas variedades y que fue cultivada sobre un área tan extensa y bajo condiciones tan variadas. Crece desde el mar hasta 3.800 metros de altura en las regiones tropicales. En las regiones templa- das, de verano corto, hay variedades que crecen bien y dan grano maduro en menos de cien días. Son variedades chicas, apenas de un metro de altura y con las mazorcas chicas pero madura en la región todos los años. Esta gran variación natural en la planta fue la razón principal de su distribución tan general en la América. Los cronistas nos informan que se cultivaba el maíz hasta en el sur de Chiloé. Hoy día no se halla en las regiones tan austra- les. Dudan de la veracidad de los cronistas. Creo que la razón sen- cilla porque no se halla en esos lugores hoy dia es porque no se dedican «a cultivarlo. Las variedades antiguas se han perdido y como el rendimiento es pequeño, no es económico el producirlo. Es más fácil y barato importar los choclos para el consumo. En los valles de la cordillera, en lugares aislados, hasta el día de hoy se puede hallar maíz cultivado en pequeña escala para el consumo de la familia. Hace varios años en la región de Curacau- tín, pero más adentro en la cordillera, en compañía de unos técnicos del Ministerio de Agricultura de los Estados Unidos, hallamos maíz al lado del río y cosechado ya en el mes de Marzo. Alejándose 300 me- tros del río, a las tierras poco más altas, caían heladas todos los meses del año. Tenían variedades especiales del valle y creo que son restos que esta gente ha conservado desde tiempos muy antiguos. Además de esto, casi cada valle tenía sus propias variedades, las que son algo diferentes en algunos caracteres de las de otros valles. El nombre mapuche del maíz es “HUA”. Tenemos todavía en Chile un tipo de maíz que llamamos "CURAGUA”, o sea, “cura hua” que quiere decir maíz como piedra. Otra siembra de importancia era la QUINOA (Chenepodium quinoa). Tal vez después del maíz era la planta más cultivada en la América del Sur. La semilla es chica y era usada siempre cocida y hecha mote. En los últimos cincuenta años el uso de esta planta ha disminuido mucho, pero en la alta cordillera es una siembra aun usada por los mapuches. Otros ires plantas cultivadas por los Mapuches, según los historiadores, eran el MADI, el MANGO y la TECA. Hoy día ninguna de ellas es reconocida como una planta de importancia. El MADI (Madia sativa, Mol.) es la planta que llamamos Melosa y es común en muchas partes en los potreros para talaje. Fue cultivada princi- palmente por el aceite que producía. Hoy día no es cultivada en ninguna parte. El MANGO era un cereal llamado por algunos centeno y por otros avena. Gay en su “Historia de Chile” la llama (Bromus mango) pero hoy día no sabemos con seguridad la planta a que se refiere. La TECA es otra planta cultivada por los mapuches que ha quedado en el misterio, sin que hasta hoy haya sido posible identifi- carla. Fébres dice THUCA, centeno. Nájera dice que es como avena, y Molina dice: la TUCA que es una especie de cebada. Es de lamentar que se haya perdido la identidad de estas plantas, pero no es de extrañarse cuando uno toma en cuenta los hiechos de la historia. Los españoles traían semillas y plantas que re- emplazaban estas siembras de los mapuches y eran de mucho mejor calidad. Es muy natural y completamente humano de dejar lo inferior y guardar lo: mejor. Lo inferior se perdió y aún su nombre no se conoce hoy (12). ; Otra siembra imporiante para los mapuches era la papa (Solanum tuberosum). Latcham, dice refiriéndose a la papa: “En la época de la conquista se cultivaba innumerables variedades de papas en tedos los países bañados por el Pacífico desde Quito hasta los ar- chipiélagos en el sur de Chile”. Las papas cultivadas eran derivadas principalmente de tres especies de pavos silvestres: Solanum tuberosum, Solanum montanum y Solanum maglia. Según Latcham, había un sinnúmero de variedades de cada una con nombre distinto. Gay, da los nombres de cinco; Maldonado, agrega 31 diferentes y Cañas Pinochet, trae cinco nombres más. Mu- chos son nombres locales que ahora han desaparecido, y muchos, sin duda son sinónimos. Quiere decir que habría un sinnúmero de varie- dades, lo que es una de las pruebas más evidentes de la antiguedad de su cultivo en la región. Había de todos colores, formas y tamaños. Hasta el día de hoy tenemos algunas variedades que conservan nombres completamente indígenas. Dos de ellos son la papa PEHUEN- CHE y la papa QUILA. Latcham, dice: "Los Araucanos conservaban sus papas en hoyos cavados en el suelo y el depósito se cubría con un techo de juncos para que no penetrara la humedad. En las regiones cordille- ranas también las dejaban expuestas a las heladas antes de guar- darlas. En esta forma las llamabon CHID y después de secarlas IVUL. El nombre mapuche de lo papa es PONI. No les importaba mciyor- mente de que en los depósitos se comenzaran a fermentar o aun po- drirse, porque en esta forma las comían también llamándolas VUÑA- POÑI” (183). Era en el sur del país, en las provincias de Llanquihue y Chiloé donde la papa era de primera importancia, porque era en aquellas regiones donde se daba mejor y, precisamente en estas mismas regiones, las otras siembras no producían bien. Otra siembra que no dejaba de ser importante era los porotos o frejoles. Phaseolus vulgaris era la especie más divulgada y más co- mún. Sin embargo, el Pallar (Phaseolus pallar) fue muy usado espe- cialmente entre las gentes de mayores comodidades. El padre Cobo hablando de este vegetal dice, que los ma- yores y mejores eran los pallares que se guardaban secos y se comían verdes. Los porotos (Purutus) son tenidos por los más groseros y de crdinario no los comen, sino los indios y gente de servicio (14). (12) 1.— Págs. 148-163. (13) 1.—Págs. 163-175, (14) 1.— Pág. 207. Pedro de Valdivia, al dor cuenta al soberano de su descu- brimiento y conquista dice que era “abundosa de todos los manteni- mientos que siembran los indios para su sustentación, así como maíz, papas, quinoa, madi, ají y frejoles”. Aquí, Pedro de Valdivia, menciona otro producto cuyo cul- tivo era muy común en todas partes, el AJI (Capsicum annum). En ese tiempo se conocía una serie de diferentes tipos y variedades, y las que ahora son reconocidas como representando a varias especies. Zapallos, también eran cultivados por los indios antes de la conquista. “Se conocía en todos los países bañados por el Pacífico desde Colombia hasta Chile meridional, como también en el norte de Argentina; pero al parecer, era en Chile donde su cultivo era más extendido”. Los cronistas casi todos hablan de ellos y muy especial- mente de su gran tamaño. Á veces los llamaban zapallos, otras veces Calabazas y en otras ocasiones Melones de la tierra. Acosta, dice: "Pues las calabazas de los Indios es otra mons- truosidad de su grandeza y vicio con que crían; especialmente las que son propias de la tierra, que allá llaman Zapallos, críamse como los melones, cómenlas cocidas o guisadas, crudas no se pueden” (15). Siendo una planta cuyo fruto fue posible guardar durante el invierno, era de gran imporiancia en su alimentación. Calabazas también fueron cultivadas en Chile pre-colombia- no, pero no sabemos con seguridad hasta qué punto al sur se exten- dió su cultivo. Eran muy comunes en Calama y otros puntos en la provin- cia de Antofagasta. Su uso era principalmente como utensilios de casa para guardar ají molido y otras cosas por el estilo. ANIMALES DOMESTICOS Los animales domésticos de los Mapuches eran muy pocos, pero al mismo tiempo no dejaban de ser importante para ellos en el estado de su desarrollo. Al perro ellos lo llamaban THEGUA, y la Ícrma usada hoy día es TREGUA. Los perros domésticos existían en toda la América, desde Alaska y Groenlandia hasta Tierra del Fuego, cuando los europeos llegaron después del primer viaje de Colón en 1492. Todos son descendientes de esvecies salvajes de animales del género CANIS de las diferentes regiones. El animal más importante en la vida de los mapuches anti- guos era, sin duda, el HUEQUE que después los españoles llamaban CHILI-HUEQUE. Era una variedad de alpaca del Perú y sin duda te- nía el mismo origen de la Llama y Alpaca. Todos estos animales se cerivaban por la selección en tiempos muy remotos de los Guanacos y la Vicuña. No se conocen Llamas, Alpacas y Hueques en estado salvaje en ninguna parte. Estos animales son el resultado de siglos de crianza, selección, y tal vez cruzamientos de diferentes tipos en su ' mejoramiento. Según los cronistas, el Hueque, era animal abun- x_AáÓAá<<«AA>aáTwá—mX20> (15) 1.— Págs. 199-200. — 152 — dante en toda la región de los mapuches. Formaba parte de sus. ri- quezas. Se criaban por su lana para hacer sus ropas y también para carne de consumo. Otro animal que ellos tenían era la Llama. Aunque muy po- co sabemos precisamente acerca de su número, sin embargo existian en todas estas partes de Chile en tiempos pre-colombianos. Es muy posible que estos animales de carga formaban un elemento muy im- portante en la vida de aquellos tiempos. Cuando consideramos la dependencia de los mapuches para su sostén diario en los productos naturales de esta región, especial- mente los piñones, y la necesidad de tramsportarlos a distancias lar- gas, lo Llema se convertía en un animal de importancia en la econo- mío diaria de los nativos. Otro animal doméstico eran las gallinas que los Mapuches tenían a la llegada de los españoles. No sabemos con seguridad su crigen, pero de su existencia aquí no hay duda. Las gallinas de huevos azules, aunque no muy grandes, son buenas ponedoras y seguramente contribuían un buen aporte a la vida diaria de los ma- puches. En resumen, podemos decir que la Agricultura de los Mapu- ches a la llegada de los españoles era primitiva; el trabajo era todo a mano con herramientas principalmente de madera. Sus siembras consistícn en maíz, quínoa, madi, mango, teca, papas, porotos, za- pallos, calabazas, ají, y tal vez algunas más. Tenían como animales domésticos el perro, el hueque, la llama y gallinas. Todos estos elementos reunidos con los frutos silvestres, plan- tas con roíces y tubérculos comestibles, plantas con hojas comestibles que hoy día nosotros. no conocemos y no hacemos caso, daba a esta gente una alimentación y modo de vivir muy superior a la de muchas partes de nuestro continente. RESUMEN Este es un bosquejo de la información que tenemos de la agricultura de los Mapuches a la llegada de los españoles a Chile; basándose en la información dada por los primeros historiadores, co- mo también en las excavaciones arqueológicas. Relata los sistemas de agricultura y los métodos de cultivar el suelo, dando algunos detalles de las herramientas usadas. Da también una lista de las plantas cultivadas para el con- sumo humano. Los animales domésticos a la llegada de los europeos eran el perro, la llama, el chilihueque y las gallinas domésticas. Estos animales, junto con las siembras, frutos y plantas silvestres comesti- bles, daban a los Mapuches una alimentación adecuada para sus necesidades diarias. SUMMARY This is a summary of the information we have conserning the agriculture of the Mapuches on the arrival of the Spaniards in Chile. lt is based on information furnished by the early historians as well as archeaological material. lt gives the «agricultural practices and methods of cultivating the soil as well as details concerning some of their tools. There is a list of the principal plants cultivated for human consumption. The domestic animals included the dog, the llama, the chillhueque (a kind of small alpaca) and bkarnyard fowl. These ani- mals and the variety of cultivated crops they had together with na- tive fruiis and edible plants gave the Mapuches plenty of food for their daily needs. RESUME Nous résumons ici les informations que nous possédons sur l'agriculture practiquée par les Indiens Mapuches au moment de l'arrivée des Espagnols. Ces informations ont pour base les textes des premiers historiens et aussi les fouilles archéologiques. Les systemes et méthodes d'agriculture, quelques détails sur l'outillage, les plants cultivées et sylvestres et les animaux domestique utilisés courament pour l'alimentation humaine sont indiqués. Ces animaux étaient, au moment de l'arrivés des Espagnols, le chien, le llama, la chilihueque et les poules domestiques. Ces animaux joints aux graines, fruits et plantes sylvestres comestibles assuraient au Mapuche une alimentation réguliere. ZUSAMMENFASSUNG Fussend auf den Informationen der ersten Historiker, wie auch den archaologischen Ausgrabungen, geben wir einen Ueberblick úber die Landwirtschaft der Mapuches zur Zeit aer Ankunft der Spanier in Chile. Behandelt werden die landwirtschaftlichen Systeme und Kultur- metnoden des Bodens, wie auch einige Details betrefís der dabei ver- wandten Geráte. In einer Liste werden die fúr den menschlichen Genuss kulti- vierten Pflanzen aufgefuhrt. An Haustieren fanden die Europaer bei ihrer Ankunft vor: Hunde, Llamas, Chilihueques und das Huhn. Diese Tiere, in Verbindung mit den Aussaaten, den essbaren wildwachsenden Pflanzen und Frúchten, formten eine angebrachte táagliche Ernáhrung der Mapuchen. BIBLIOGRAFIA 1.—Latcham, 1936: "La agricultura precolombiana en Chile y los países vecinos”. Universidad de Chile. Santiago. 2-—Latcham, 1922: “Los animales domésticos de la América Precolombiana”. Pu- blicaciones del Museo de Etnología y Antropología. Santiago, Chile. 3.—Stig Rydén, 1922: "Contribuciones a la Arqueología de la región del Río Loa”. Gothenburg Ethnographic Museum. Gothenburg, Suecia. UNIVERSIDAD DE CONCEPCION Laboratorio de Geología Los Petrogrifos del Valle de Calabozos Prov. de Linares, Chile Por George Mueller El sitio en que se encuentran los Petrogrifos está situado a unos 60 Kms. al Oriente-Sur Oriente de la ciudad de Linares, en el Valle de Calabozos, tributario occidental del río Melado, el que a su vez es el principal afluente sur del río Maule, en la zona cordillerana. El autor de este artículo, fue a esa región en un viaje a lomo de mula, acompañado por su esposa y ayudante señora May Cat- herine de Mueller en una exploración geológica organizada por el Sr. Intendente de la provincia, don Curt Moller, a una zona cercana de dicho lugar. Numerosos testimonios, de los dueños de los fundos vecinos, despertaron poderosamente nuestro interés por el sitio arqueológico. Desgraciadamente, sólo tuvimos ocasión de hacer una corta visita de unas dos horas apremiados por el tiempo, que se presentó con carac- teres muy inestables, lo que hacía poco segura una permanencia más prolongada en esa zona cordillerana. en la época de nuestra expedi- ción, realizada a comienzos de Abril de 1958. Esperamos, sin embargo, que se pueda realizar otra expedición organizada con otros interesa- dos, para poder así realizar estudios más detallados de este intere- santísimo y quizás único sitio de Petrogrifos. El Valle de Calabozos, entre los 1400 y 1800 metros s. n. m. contiene numerosas corrientes de Lavas Andesíticas y Porfiríticas que contienen numerosas inclusiones (xenolitas) de otras rocas. Estas la- vas, muy duras y resistentes están interestratificadas con rocas más blandas (Tobas o cenizas volcánicas, etc.), constituyendo la “Forma- ción Porfirítica” del Mesozoico. Durante la última edad glacial de la Tierra, hace aproxima- damente unos 20.000 años atrás, los hielos de un ventisquero, carga- dos con piedras y arenas, se deslizaban valle abajo, puliendo, en su camino, las lavas más resistentes. Como resultado de esa acción abrasiva, el valle presenta unas diez plataformas curvadas y casi ho- rizontales, de abrasión alacial en las lavas. Parece que esta hermosa y espectacular configuración geo- lógica, muy rara en el mundo con tam perfecto desarrollo, atrajo la atención de las tribus indígenas que habitaban en esa región inspi- rándolos para hacer un monumento. Las plataformas de abrasión glacial antes mencionadas, es- tán llenas de Dibujos. El color rojizo-cafté de las rocas pulidas y oxi- dadas, en la que se encuentran las figuras de color amarillo-blanquiz- co dan la impresión de enormes alfombras de rocas de hasta unos 100 metros de largo por 25 metros de ancho. El total mínimo, de unos 5.000 dibujos en esas rocas pulidas, parece constituir un monumento arqueológico que posiblemente, es único, en América del Sur, en su tipo y tamaño. Los dibujos mismos están hechos, por los dos métodos si- guientes: A.—Por medio de puntitos, trazados golpeando la roca, pro- bablemente con una piedra aguda, angular y filuda. (Ver la “flor” en ¡REIS B.-—Por medio de rayas, lo que representa la mayoría de los dibujos también trazados con rocas angulares. Hasta ahora, no encontramos en el sitio ninguna herramien- ta que pudiese haber sido usada para hacer los dibujos; y aunque buscamos por los alrededores por si hallúbamos algunas piedras que mostrasen en sus esquinas desgaste atribuibles al hipotético uso en el dibujo de los petrogrifos, resultaron vanos nuestros esfuerzos, tal vez por el corto tiempo de que dispusimos para ello. Sin embargo, parece muy probable que el método haya sido el indicado antes, pues las experiencias hechas en el terreno mismo, nos mostraron que un rajo de 20 cm. de largo y 1 mm. de profundidad (promedio de las rayas de los petrogrifos) es fácilmente imitable, ra- yando la roca repetidas veces sobre el mismo trazo durante unos diez minutos, con una piedra. El motivo de los grabados se subdivide en los siguientes gru- ros: 1.—-Trozos en zig-zag o curvas, en el grupo de dos o más líneas pa- ralelas, que parecen servir sólo para fines decorativos. (Fig. 1, 2 y 19). 2.—Dibujos de flores, figuras humanas, imágenes, siluetas de los árboles de la localidad, víboras, etc., todos intensamene estili- zZados BIZ ad j 3.—Dibujos de huellas (Fig. 4). De patas de aves y animales. 4.— Fotografías pediloscópicas'”” grabados evidentemente de un pie puesto sobre la roca. En la Fig. 4 aparece un grupo de grabados de esos pies, pertenecientes tal vez a una familia. 9.—Dibujos que parecen carecer de valor decorativo y que más bien serían como dibujos ilustrativos de los comienzos de algún simbo- lismo. En un lado del monumento encontramos varias series de tales símbolos más o menos alineados. (Fig. 3). Tales símbolos, por su disposición podrían quizás constituir una escritura encipiente, en en su primera fase de desarrollo. Se nota en estos Petrogrifos, una ausencia total de símbolos incaicós (sol, luna, flechas, etc.) y de toda clase de dibujos de herra- mientas, indicando quizás una antiguedad muy grande para el monu- — 156 — mento (algunos dibujos de flechas, evidentemente, fueron hechos en una edad muy posterior como lo indica el color fresco de los rajos). Como no encontramos en el sitio carbón de madera u otras materias orgánicas, una determinación de la edad por el método de “radio- carbono” (carbono 14) es imposible. Se presenta la posibilidad de un método muy tentativo y cualitativo de la estimación de la edad; algunas piedras tienen es- trías olaciales causadas hace unos 20.000 años atrás por la fricción de piedras incluídas en el hielo del ventisquero (Fig. 4), y el grado de meteorización de las rocas bajo estas estrías puede ser compara- da, por métodos microscópicos con la producida bajo los rayos he- chos por el hombre prehistórico. Por otra parte, el método puede dar algunas informaciones poco más exactas en relación de las edades relativas de petrogrifos de diferentes partes de Chile y Argentina; tomando en cuenta cada vez que el grado y espesor del desgaste y meteorización de las rocas dependen no sólo del tiempo, sino también, y en alto grado de factores tales como la humedad del clima, las temperaturas máximas y el tipo de roca. Muy buenos resúmenes de la literatura de Petrogrifos encontrados en Argentina han sido dados por Schobinger J., (1956) y Menghin, O. F. A. (1957) junto con traba:- jos originales de estos autores. Grabados encontrados en el Valle de Calabozos parece que son muy similares, a veces, hasta en pequeños detalles, con aquellos que se han encontrado en piedras erráticas redondeadas en la pro- vincia de Neuquén, República Argentina, y que los autores llaman Petrogritos de “estilo paralelo”. La zona en cuestión fue la patria de los Pehuenches, una tribu de cazadores muy primitiva y culturalmen- ie emparentada con los Tehuenches, a las que los autores mencio- nados les atribuyen una edad entre 3.000 y 4.000 años por los petro- grifos encontrados en el lado argentino. BIBLIOGRAFIA 1—Schbinger, Juan: “El Arte Rupestre de la Provincia del Ncuquén”. Anales de Arqueología y Etnología. (Mendoza, Argentina). Tomo XII. 1956. Págs. 126-139. 2—Menghin F. A., Osvaldo: “Los Estilos del Arte Rupestre de Patagonia”. Acta Prehistórica, (Buenos Aires). 1957. Págs. 68-71. RESUMEN Extensos petrogrifos se encuentran en el Valle Andino de Ca- labozos, a unas 40 millas (60 km.) al E-SE de la ciudad de Linares. Chile Central. Un total de más de 5.000 dibujos son rayados o pun- ieados en las rocas, evidentemente con la ayuda de piedras sueltas cengulares, sobre conjunto de alrededor de 10 hermosas plataformas pulidas por glaciales, medianamente curvadas, pero casi horizontaies, de sobre 10 metros de largo por 25 metros de ancho, de lavas cn- desíticas muy duras (ligeramente porfiríticas con numerosas xenolitas, — 157 — y de edad posiblemente Mesozoica); estriadas a lo largo de la suave pendiente del valle, entre alturas de 1.400-1.800 metros, a unos 1.800 metros por debajo del presente nivel de glaciación. Los motivos son: 12 Líneas onduladas paralelas en zig-zag o curvas. 22 Figuras estilizadas de: hombres o flores o siluetas de árboles de la localidad. 32 Huellas de patas de pájaros y de pequeños animales. : do Trazados de pies, (raramente manos) generalmente en grupos, los que semejan ser fotografías pediloscópicas” fcimiliares. 5? Símbolos de poco valor decorativo, a menudo ordenados en lí- neas, representando posiblemente, el estado inicial de una em- brionaria escritura. (Ver Figs 1 a 4). La carencia absoluta de restos carbonizados (y la de todo otro instrumento, etc.) nos impidió hasta ahora hacer una determina- ción de edad por C-14; pero la ausencia de todo motivo incásico, ade- más del considerable grado de meteorización de la roca debajo de las rayas aún cuando se las compara con las estriaciones de la última época glacial más altamente meteorizadas, posiblemente de unos 20. mil años atrás; todo indica una considerable antiguedad. Grupos de similares motivos descritos por Schobinger J., (1956) y Menghin, O. F. A., (1957) de la vecina provincia de Neuquén, Argentina, son atri- buídos a tribus Pehuenches que habitaron el distrito en ambos lados de los Andes, comprendido entre los años 2.000 A. €. y 1.700 D. C., produciéndose su gradual intermezclamiento con la roza Araucana. ABSTRACT The extensive petroglyphs are situated in the Calabozos Val- ley, some 40 miies to the E-SE of Linares Town, Central Chile. A total of at least 5.000 designs ore scratched or dotted, evidenitly with the help oí loose angular stones, into a set of about 10 beautiful mildly curved but close-to-horizontal, up to 100 yds. long and 25 yds. broad glacially polished platforms of very tough «andesitic lava (slightly porphyritic with numerous xenolites, and of possibly Mezozoic age), stretched along the lowest slopes of the valley, between altitudes of 4 500 and 5.500 ft, some 6.000 ft. beneath present glaciation level. The motives are: 1) Parallel zig-zag or curved, wavy lines. 2) Stylized human figures, or flowers, silhoueties of local trees, etc. 3) Bird and small camimal footprints. 4) Tracings of feet, (rarely hands), usually in. groups, which seem to be family 'fotographs”. Symbols of little decorative value, sometimes arranged in lines, representing perhaps the initial stages of an embryonic writing. (See Figs. 1-4). Lack of any carbonized remains (and indeed of any other instruments, etc..) prevented us so far from a C-14 age determination, but the absence of any incaic motives, further the considerable degree oí weathering of rock beneath the scratches, even when compared with the, of course, considerably more weathered glacial striations datina from the last Glacial Epoch, possibly 20.000 years ago (Fig. 4). all indicate a great antiquity. Groups of similar motives described — 158 — by Schobinger J., (1956) and Menghin, O. F. A., (1957) from the ad- joining Neuquen Province of Argentine, cre attributed to the Pehuen- che tribe, who inhabited the district on both sides of the Andes, be- tween the broad range of time of 2.000 B. C., to 1.700 A. D.; their oradual mergence into the Araucanian race. — 159 — FIGURA 1 Aspecto general de parte de una de las plataformas de lava andesítica con «abrosión glacial y petrogrifos. FIGURA 2 Peirogrifos de estilo de líneas paralelas y un hombre estilizado. NOTA: El dibujo de la flecha (arriba izquierda) evidentemente es más reciente que los demás, como lo indica su color más clero Os FIGURA 3 Símbolos ordenados en líneas, una flor medio terminada y huella (de ¿un mono?). FIGURA A la izquierda: grupo de huellas de pies (de ¿una familia?), y víbora. A la derecha: estrías glaciales. NOTA: También se ven inclusiones de rocas más claras dentro de la lava. — 161 — Memoria correspondiente al año 1958 de la Sociedad de Biología de Concepción (Chile) Entre las actividades de la Sociedad de Biología de Concep- ción durante el año 1958 se desarrolaron Y sesiones regulares de trabajo con muy buena asistencia. De estas nueve reuniones plena- rias, seis fueron Sesiones Ordinarias y tres Extraordinarias. Además se realizaron numerosas sesiones de Directorio. Las fechas y Tablas de las sesiones plenarias fueron las siguientes: 1) Primera Sesión Extraordinaria: 26 de Marzo de 1958. En el mes de Marzo nos visitó el Prof. Dr. Wilhelm Goetsch, quien dictó una conferencia en el Salón de Honor de la Universidad acerca del “Factor «T»”. Después de esta conferencia el Dr. Goetsch fue nombrado Miembro Honorario de la Sociedad en atención a los méritos de su labor de investigaciones zoológicas realizadas en Chile y de sus publicaciones de Zoo-Geografía Chilena en nuestro Boletín. 2) Primera Sesión Ordinaria: 11 de Abril de 1958. Tabla: 1) “Reseña histórica de la Sociedad de Biología”, por el Prof. Dr. O. Wilhelm. 2) "Ensayo sobre una organización de las Investigaciones Biológicas”, por el Dr. A. Hulot. En esta misma sesión se invitó a los socios a participar en las Primeras Jornadas Hidronómicas, a celebrarse en Concepción en- tre el 12 y 15 de Junio próximo pasado. 3) Segunda Sesión Ordinaria: 9 de Mayo de 1958. Tabla: 1) "El Matorral desértico central del Norte de Chile”, por el Prof. Mario Ricardi. Con diapositivos en colores. 2) "Las especies chilenas del género Microphyes”, por M. Ricardi. 3) "El órgano de Bidder en Galyptocephalus gayi”, por el Dr. O. Wilhelm y señora Elsa Lazcano de Vivaldi. — 163 — El Directorio presentó a la Asamblea la Reforma de los Es- tatutos de la Sociedad; se acordó repartir las indicaciones mimeogra- fiadas a todos los socios para su conocimiento y su respectiva dis- cusión en las sesiones próximas. 4) Tercera Sesión Ordinaria: 7 de Junio de 1958, Esta sesión tuvo por objeto rendir un homenaje a Carlos Darwin, per cumplirse un siglo desde la aparición de su obra "El Origen de las Especies”. La Sociedad tuvo como invitados especiales al Dr. Biviane Osorio-Tatall y Dr. Fernando de Buen, quienes fueron nombrados Miembros Honorarios. El Dr. Osorio-Tafall dictó su con- ierencia “Darwin y el Origen de las Especies”, por falta de tiempo se dejó pendiente el trabajo del Prof. Wilhelm, "La estada y obra de Darwin en Chile”. 5) Cuarta Sesión Ordinaria: 7 de Agosto de 1958. Tabla: 11) La Bulica cormuta o llegue comuda, por el Dr +Erane cisco Behn. Con diapositivos en colores. 2) “Estudio Paleohistológico de dos momias atacamenas”, por el Dr. Guillermo Flores. También con proyecciones. 6) Quinta Sesión Ordinaria: 14 de Octubre de 1958. Tabla: 1) “Organos Eléctricos en peces americamos”, por el Dr. Mario Altamirano. 2) "Pseudophyloides en Chile”, por el Dr. Ottmar Wilhelm. 3) “Los Petrogrifos del Valle de Calabozos”, por el Dr. George Mueller. 7) Segunda Sesión Extraordinaria: 21 de Octubre de 1958. Tabla: 1) Selección de Trabajos para el Tomo XXXIII del Boletín. Se tomaron los acuerdos para presentar los trabajos origina- les. para su publicación en el orden cronológico de su presentación. El Prof. Luis Bardisa presentó cuatro trabajos sobre “Mecanismo de la acción analgésica de diversos fármacos” que no se habían leído en las sesiones. 8) Tercera Sesión Extraordinaria: 27 de Octubre de 1958. En esta sesión, el Prof. Adolfo Meyer-Abich, dictó su confe- rencia sobre '“Causalidad Biológica” y fue nombrado Miembro Ho- norario por sus actividades docentes y científicas en Chile y sus pu- blicaciones en el Boletín de la Sociedad de Biología de Concepción. — 164 — 9) Sexia Sesión Ordinaria: 29 de Diciembre de 1958. Sesión de clausura del año académico y presentación de la Memoria anual por el Directorio a la Asamblea. Sesiones de Directorio. 1) Con fecha 3 de Junio, el Prof. Dr. E. Herzog, presentó su renuncio indeclinoble al cargo de Redactor del Boletín, por exceso de obligaciones en su cátedra. Se acordó que el cargo vacante lo des- empeñara una Comisión de Redacción formada por el Presidente, Secretario y Bibliotecario. 2) La cuota anual de la Sociedad fue fijada en $ 1.000.— 3) Además, se aprobó la afiliación a la Asociación Latino Americana de Ciencias Fisiológicas y nombrar representante de la Sociedad amte este organismo al señor Vicepresidente, Dr. Sergio Le- cannelier R., en atención a su próximo viaje a Buenos Aires. Relorma de los Estatutos. Aprobada la Reforma de los Estatutos, que se presentó a la Asamblea, se recomendó su publicación en el Tomo XXXIII del Boletín. Boletín de la Sociedad. Se acordó solicitar del H. Directorio de la Universidad de Concepción que auspicia la publicación del Boletín, aumentar el ti- raje para ampliar el Canje Internacional. Además, se acordó reunir los Temos por Volúmenes con sus respectivos índices de materias y de autores. CLODOMIRO MARTICORENA OTTMAR E. WILHELM Pro-Secretario Presidente 29 de Diciembre de 1958. — 165 — ESTE BRONTPERIIEN SE TERMINO DE ¡IMPRIMIR EN LOS TALLERES DE LA IMPRENTA UNIVERSIDAD DE CONCEPCION EL 15 DE JULIO DE 1959 de A Ares a dS IAN ANNA de NON ANY 0 SI AN PARTS AAN RATE y (0 YA CAN AI y ENS ML a e vato! ALU ATAN ye AN Na MESA e 100 A A TO DANA Ha nani PURA) ALEA: OA: ] RON ASC ENSERIO SNIGIA ANO JN AID CISNE ETS AAN dae pol INEA notes r ic AIRE EI CESEN AA MALL PA PE TAO E A A A MN WR 80 SE se uN EAS SMITHSONIAN IN: AENA RIIRRONS CAYO TITU! 1 UN 39088 01221 1959 ACTA A ÓN OTI AA TO NAAA No MAL ALOE A EeA cal VA Et VINE ( MAS OO aces ars ter NO dev AA NO AS e Ide EVI ALO ee NARA) DE ESO SA Meal in 4 ANAYA Ah a: RAS " MALA A IAACTO ee Un COS EA ATA Ur a o AA e en ALA IEA N Penn Y A NS MERO) MINA OTAN al NA Eta 4 AUN LO NULA as LONA ERE AN ARANA eS aos AAN JOA LN MONA DAL A OOOO ANTE ") DS VOI Da SS lA A AN INTEIONT y NA AS UGAS A laa Alcira aa A ao A E ACUDA IMAN ADE Cala Ie AA A Pot oe A SETENTA i no G OO LAA: No AA CONO CONEA A $ A RAN: AAA ae An SI Ane ' p INDICES NL dae e Ate EAN A 4 AO cana , A tac volN ALEA EIA INTA NACI Pr cade A ICON ESMAS ANO LIA DANOS EEE de MA ñ ñ ARRE Arne eto ON POPE ñ MN ñ : GA sip á Ñ OA po s Mo A ua ne bien cid $ » (ae E ñ Pd : Ae acnasI3A TAN LAGO jon 00 Meca ns > e e N ñ A AOS ATAR DA Goa MENO O 5 E : ANDA 108 Dnlacnas Adrián MAN e ' ed IN ANI ACA di ASS 1 Lale ee a TUNE 400 9 Bras AU di DEN ERES MSN OU gal de LACA o aba Y IO AA ADD p Ae MONA SALDO MIDI A Y ; Ñ blur: AI Si NN JOIN Mere dd nad pa 0 NO ñ Ñ CONO! 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