DIN IN Von MINISTERIO DE MARINA DIRECCIÓN GENERAL DE NAVEGACIÓN Y PESCA BOLETIN ve PESCAS Publicado con el concurso del Ins- tituto Español de Oceanografía. Diciembre 1918, Dirección :' FomenNTO, 7. MADRID rd rd A 7 y - Boletin de Pescas - A Publicación mensual ilustrada del Ministerio de Marina con el concurso del Instituto Español de Oceanografía DIRECCIÓN, REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: MADRID—FOMENTO, 7 4 - El sumario comprenderá: Artículos de vulgarización científica. — Artículos e informes relativos a la técnica de la pesca y de las industrias pesqueras (artes y máquinas nuevas, embarcaciones, motores, etc.) — Movimiento na” cional y extranjero. — Estadística. —Previsión, mutualismo y condiciones de vida de los pescadores. — Instituciones de crédito. — Escuelas de pes- ca. — Disposiciones oficiales. — Revista de publicaciones. — Meteorología litoral. . Condiciones de suscripción: Las suscripciones serán por años naturales. En España. O A ct Ol hesétasial aña: A A AN MIE > » » o» Número suelto, T peseta. Anuncios: En páginas especiales de color, bajo la cubierta (como esta pá- eo : gina). . E : 7 Por cada nú- Por seís nú- Enlos doce de 2% : mero meros año y / Una página. ........ . 50 pesetas. 250 pesetas. 500 pesetas. Media página 0 AA 125 » 250 » Un cuarto de página. .... : 15 » (5.0 150.02 Los anunciantes de página entera tendrán derecho a ocho números : gratis de aquel en que se inserte el anuncio, los de media página a cua- tro números y los de un cuarto de página a dos números. CONDICIONES DE PAGO Los pagos serán por trimestres anticipados enviando su importe por giro postal dirigido al Sr. Administrador, Fomento, 7. E Obra 6 J. Murray a Joh Hyort 104 Poe Febrero UN Dice Página 3 k intorne ; > 3 del leptocéfalo desde una longi- del leptocéfal o , d > y ; _tudde85mm. > EAT: « de Zeiss por 1 » 51. .' Anguilas pleteadas E Aaa! ) Me lrenecino Figherei >» 56 En Mallorca no se comen an- En Mallor gilas En la BIBLIOGRAFÍA Ls Obra 5 Danis > 15 Imprenta Ñ ENS) Pappots et Proces... ...Conseils A, 20 - Havundersogelaer » 23 stahes > 26 Hidrobiologia + Bág.: "103 Ari brltladiiRad » 184 Esta reducción » 185 - El 31 de Abril En la BIBLIOGRAFÍA y: Murray. - anc nd Jon. O (Anguilla vulgaris Furt) >» de Hofe 1. Hundbuch La figura 14 está invertida. 7 Boletin de Pescas PUBLICADO POR LA DIRECCIÓN GENERAL DE NAVEGACIÓN Y PESCA MARÍTIMA DEL MINISTERIO DE MARINA, CON EL CONCURSO DEL INSTITUTO ESPAÑOL DE OCEANOGRAFÍA Núm. 28. | MADRID, Diciembre | Año II. —1918. SUMARIO Preparaciones sistemáticas de diatomáceas y breves consideraciones para un trabajo cien- tífico acerca de estos seres.—Sobre dos especies de los géneros Globicephalus y Cepha- loptera. - Publicaciones últimamente recibidas. Preparaciones sistemáticas de diatomáceas y breves consideraciones para un trabajo científico acerca de estos seres I. Nuestra pensión.—IL Breve reseña de las diatomáceas.—!IIl. Manipulaciones prelimi- minares.—IV. Práctica de las preparaciones. Procedimiento del Dr. Caballero.—V. Ma- nipulaciones finales.—VI, Fotomicrografía.—VII. Detalles bibliográficos.—VMI. Apén- dice. I Nuestra pensión En la campaña oceanográfica que durante los meses de Julio, Agosto y Septiembre se verificó en las rías gallegas y costa Norte de España hasta Santander inclusive, estuvimos pensionados por el Ministerio de Instrucción pública y Be- llas Artes para hacer estudios de Biología marina, los cuales, aun siendo de un interés e importancia grandes, tan poco conocidos son de la mayoría de los que se dedican a las Ciencias Naturales en España. Aprovechando nuestra estancia en Vigo, al regreso de Santander, por la proximidad de Pontevedra, nuestro queri- do maestro D. Odón de Buen nos envió a esta población para hacer prácticas de preparaciones sistemáticas de diato- máceas con el Dr. Caballero, catedrático y director del Ins- tituto general y técnico de la capital. E O No creemos necesario una presentación de D. Ernes- to Caballero: cuantos sean aficionados a las Ciencias Na- turales conocerán la labor cientifica del docto catedrático y los originales y maravillosos procedimientos puestos en práctica por él para las preparaciones microscópicas siste- máticas. 11 Breve reseña de las diatomáceas Son éstas, algas, pero no de la forma y tamaño que el vulgo conoce como tales. Forman un grupo algo aislado den- tro del mundo orgánico, mostrando analogías con las Feo- fíceas, entre las cuales se estudian por presentar feoleucitos o plasmitos de color pardo. Es decir, que en ellas el pigmento verde (clorofila) que caracteriza la mayoría de los vegetales, está enmascarado por otro pardo. Microscópicas y numero- sísimas son estas algas. Su tamaño veremos que oscila entre términos relativamente amplios, pues desde 2 micron (milési- ma de milímetro) de longitud que mide el Achkrauthes delica- tula Kg., llega hasta 3 y 4 mm. en el Thalassiostrix longissi- ma Cl. et Grun. Pero la mayoría están comprendidas entre "15 y 300 micrones : más de 5.000 especies se conocen reparti- das en las aguas del mar, en las dulces y, en general, en los sitios donde hay humedad, cubriendo los terrenos y piedras donde se posan de unas costras o capas viscosas de color amarillo-oscuro. Lo particularísimo de estas plantas estriba en la envoltu- ra de su cuerpo. Este está formado de una sola célula con su núcleo, su citoplasma y los referidos feoleucitos, que se encierra en una bella caja de naturaleza silícea formada de dos valvas, con la superficie adornada de esculturas que adoptan dibujos caprichosos y variados. También su forma exterior vería extraordinariamente: puede ser circular (gé- neros Coscinodiscus y Actinocyclus ), elíptica alargada (NVa- — 20 — vicula ), en forma de S como el Pleurosigma, tan conocido como ¿est, triangular (g. Triceratium ), E ch tá (Am- phitetrax ) etc. El caparazón, gracias a su naturaleza silicea, resiste la incineración y la acción de los ácidos fuertes, lo que permite su conservación definitiva, completamente limpio y aislado de su contenido interior. En esta propiedad está la base de los procedimientos técnicos para hacer preparaciones dura- deras y destinarlas a la clasificación. IT Manipulaciones preliminares PRIMER ATAQUE.-——SEGUNDO ATAQUE.—TERCER ATAQUE Consisten en destruir totalmente las substancias orgáni- cas constituyentes del cuerpo de las diatomáceas-y limpiar- las de las impurezas que las acompañen. Para este fin, los materiales que conten- gan diatomáceas, va procedan de las aguas dulces o marinas o de yacimien- tos fósiles, son tratados por ácidos en serie de menor a mayor energía, de des- trucción de las substancias que acompa- ñan al esqueleto silíceo. Por lo tanto, cada material, según su procedencia y DAS Fig. 1 naturaleza de las diatomáceas, requiere : Vaso para el primer lavado una técnica; pero para todos hay el si- guiente procedimiento general, consistente en tres ataques sucesivos por los ácidos, seguidos de varios lavados y de- cantaciones. , Primer ataque.—El material, introducido en un alto vaso de vidrio como el de la fig. 1, se trata por el ácido clor- hídrico diluído hasta notar efervescencia; si con el diluído no la presenta, se las trata por el concentrado, actuando has: 1409. ta que desaparezca aquélla, y se lava repetidas veces con agua limpia y a ser posible, mucho mejor, con agua destila- da o de lluvia, pues usando aguas impuras, al actuar más tarde el ácido sulfúrico podría formar compuestos difíciles de atacar, quedando enmascaradas las diatomáceas. El tiempo que ha de actuar el ácido clorhídrico varía se- gún los materiales, pero, repetimos, siempre ha de esperar- se a que termine la efervescencia. Los lavados han de du- rar, a su vez, mientras no se extinga por completo la acidez. ÁS ÓS ul Abit, Fig. 2 Aparato para el segundo lavado. Segundo ataque. — Este se hace con ácido nítrico hir- viendo, con objeto de destruir la materia orgánica. Al her- vir el ácido, los vapores que se desprenden pueden causar daño al operador y aparatos que existan en el laboratorio ; por ello ésta operación debe hacerse bajo una chimenea que tire bien, pero como ésta no existe en todos los laborato- rios, el Sr. Caballero ha ideado un procedimiento para po- der operar sin peligro alguno. Consiste éste, como indica la fig. 2, en hervir el NO¿H en un matraz cuyo cuello tiene soldado un tubo estrecho. La boca del matraz está cerrada E ÓN a por un tapón de caucho atravesado por un tubo de vidrio que llega casi al fondo, y en su parte superior se ensancha en embudo. Se introduce en el matraz el material de ensa- yo y por el embudo se echa ácido nítrico en cantidad suf- ciente para que lo cubra. El tubo lateral, que parte del cue- llo del matraz, se une por medio de un pequeño trozo de tubo de goma con otro doblado en ángulo recto, que se in- troduce en un vaso que contiene agua con sulfa- to ferroso, el cual absor- be los vapores tomando un color obscuro de coci- miento de café. El tiempo que ha de actuar el ácido nítrico va- ría, pero próximamente es de quince a veinte mi- nutos. Después se añade agua con precaución pa- ra que no se proyecte el contenido del matraz, TS y se le deja en la posición que indica la fig. 3 unas qa horas, con objeto de que - Posición del matraz después del segundo lavado. se deposite en el fondo lo que no fué atacado por el NO¿H. Después se decanta y se lava repetidas veces con agua, hasta que se pierda la reacción ácida. Si aun después del segundo ataque quedaran masas O grumos, antes de someterlo al tercero, se hierven con carbo- nato sódico los sedimentos que no contengan diatomeas delicadas. Tercer ataque —En general los materiales no quedan limpios en las operaciones anteriores, y hay que acudir al ácido sulfúrico concentrado e hirviendo. Se hace esta ope- ración en el matraz anteriormente descrito (fig. 2). Cuando — 404 — la materia orgánica se carboniza se añaden con precaución por el embudo unos cristalitos de clorato potásico, que que- ma el carbón, blanqueando la masa. Los lavados en agua y decantaciones se hacen del mismo modo que los anterio- res, siendo conveniente concluir por dos lavados con agua destilada. Durante los lavados que siguen a cada ataque conviene observar unas gotas al microscopio, para cerciorarse de la marcha de la operación. Lo que queda sin destruir después de todas las anterio- res operaciones, consistente la mayor parte en los esquele- tos de sílice y en algunas arenas y espículas, etc., se conser- va en tubitos de vidrio con alcohol o formol diluido. Pue- den también conservarse en seco, dejando evaporar el agua espontáneamente o con auxilio del calor. El contenido de estos tubos recibe el nombre de lavados y se almacenan cui- dadosamente rotulados con la procedencia y fecha en que se capturó el material diatomítero. IV Práctica de las preparaciones sistemáticas FORMACIÓN DE ALMACENES. — MONTAJE DEFINITIVO DE LAS DIATOMÁCEAS. — DISPOSITIVO DEL DR. CABALLERO. — ACCI- DENTES Entramos ahora en la parte mas delicada de esta técni- ca. Con razón podremos maravillarnos cuando veamos con qué facilidad se manejan cuerpos tan sumamente pequeños que se miden por milésimas de milímetro. Susceptibles por sus variadísimas formas de combinarlos en los adornos y figuras que sugiera el ingenio, y, gracias a sus finas escultu- ras y perfectísimos dibujos, una preparación bien acabada se antoja una incomparable joya microscópica, que engala- — 405 — na la colección del micrógrafo, y a la par proporciona un grato recreo al espíritu. | Antiguamente, antes de hacerse esta «clase de prepacio- nes, para estudiar las diatomáceas de una región, había que hacer un gran número de preparaciones, por la dificultad de reunir muchas especies en una sola. Con este procedimien- to, bajo la laminilla del cubre-objetos pueden colocarse bien en serie lineal, ora formando dibujos artísticos, todas las especies de un lugar determinado. Las de los yacimientos fósiles de Morón están colocadas en cuatro preparaciones. Formación de los almacenes.—Para proceder con orden, dividiremos en dos partes este capítulo : siendo la primera Fig. 4 Porta-almacén. Abel ración PARA la que enuncia el epígrafe. Del tubo rotulado, o lavado, en que tenemos las diatomeas conservadas, se toman unas pequeñas porciones. que se diluyen en una pequeña canti- dad de agua pura, y poniendo a secar varias gotas de esta dilución sobre un porta-objetos, conseguimos tener exten- didas las diatomáceas con las impurezas, en condiciones de poderlas observar al microscopio. Este ha de ser compues- to con unos 80 a 100 diámetros de aumento, e inclinante, en buenas condiciones para trabajar sentado. A su vez, en un microscopio simple colocamos un porta, que tiene grabados en su centro unas casillas cuadradas o rectangulares, donde por medio de un pelo sujeto al extre- mo de un mango, pasamos las diatomáceas; así se forman portas llamados almacenes (fig. 4), porque reunen en sus casillas abundantes formas. 408: El pelo puede ser de nutria, tejón o cerdo, pegado con goma laca en el extremo de una lanceta de alambre, metida dentro de un palito o porta-agujas de disección. La diato- mácea se queda adherida a él al tocarla, y entonces suave- mente la llevamos al porta-almacén que tenemos colocado en el microscopio simple sobre fondo negro. Este manejo del pelo que se hace dificultoso al principio, nosotros llega- mos a conseguirlo en los pocos días que estuvimos en el la- boratorio del Sr. Caballero. Procediendo con orden, iremos colocando las formas en las casillas por grupos salientes de una clasificación adop- tada, de modo que los podamos anotar en un libro registro. Así en la fig. 4, que representa un porta-almacén, se pon- drían números 1, 2, 3, en las filas y letras a, b, c, d, e en las columnas y registraríamos la primera casilla por ejemplo: 1 —-4= Rafideas. En las porciones libres del porta-almacén se pegan dos cartones cuadrangulares, de un espesor suficiente para po- der colocar otro porta-almacén encima sin aplastar las dia- tomáceas, y a la vez sirven de etiqueta para anotar la proce- dencia. Así se colocan los almacenes en pilas dentro de un recinto, seco por medio del ácido sulfúrico, con el fin de impedir el desarrollo de gérmenes vegetales. Montaje definitivo de las diatomáceas.—Es la segunda parte de las cuatro en que dividimos este capítulo. Del por- ta-almacén se pasan las diatomáceas a una laminilla de mica (antes de colocarlas de manera definitiva), a la que se llevan por medio del pelo las formas elegidas para la preparación definitiva. La laminilla de mica, de forma semicircular, de 12 mm. de diámetro y menos de 1/3 de espesor, se pega por medio de una gota de aceite (en sustitución del estora- que que usaba antes el Sr. Caballero), encima de un cuadra- dito de vidrio de unos seis a siete mm. de lado, fijo al cen- gr — 407 — tro de un porta-objetos con bálsamo del Canadá Y y mar- cado con unos rayos en forma de X, que sirven como de plantilla para la colocación ordenada de las especies. El paso del porta-almacén a la laminiila de mica se hace exac- tamente igual que el que antes describimos del porta, con gotas desecadas, al porta-almacén. Una vez en la laminilla de mica los esqueletos silíceos, sólo falta pasarles al sitio donde han de estar definitivamen- te colocadas por orden de clasificación, o adoptando los di- bujos y figuras que se deseen. | Es un cubreobjeto fino, circular, el lugar adonde se tras- ladan las diatomeas, en vez de un porta como se hace en las demás preparaciones microscópicas. Tiene untada una ma- teria donde se o, LEA y fijas, que es gelatina pre- parada por Truand. | Los aparatos y AN siguientes van encami- nados a poner la laminilla de mica y el cubreobjetos en ta- les condiciones que podamos pasar las diatomáceas de una al otro con toda libertad y al abrigo del polvo. Para esto ambas laminillas las posamos sobre un porta (DO mejor aún con silicato sódico, para que no se despegue al calentarlo. (2) La fórmula y procedimiento de preparación son: y Galan de Nelson cosa ido niaton ten des 6 gr. A ES debo e tato damas des 50 gr. Ácido acético cristalizable ....................... 50 gr. ARO O O a Uat ios 8 gr. En un frasero de unos 200 gramos se echa la gelatina juntamente con el agua destilada, dejándola remojar hasta que no absorba más agua ; después se pone el frasco en agua caliente, agitando su contenido hasta la disolución completa de la gelatina, se añade el ácido acético y luego el alcohol, agitando de nuevo; se vuelve a poner el frasco en el agua caliente, a fin de que ad- quiera mayor fluidez la disolución, y se filtra sobre papel blanco, volviendo a colocar en el filtro el primer líquido -filtrado. La gelatina así preparada se conserva en un frasco bien tapado. Después de «algunos meses pierde su propiedad adhesiva. En esta disolución se moja una aguja bien limpia, y se pasa horizontai- mente sobre el cubre-objetos perfectamente limpio y exento de polvo, y luego se abandona a un secado espontáneo, cubriéndolo con una campana. A especial redondo (fig. 5, A), que tiene marcadas con un dia- mante, o aun mejor, por medio de la fotografía, una serie de figuras geométricas que sirven de plantilla para la ordena- ción de las diatomáceas en el cubre, adhiriéndolas por me- dio de dos gotitas de aceite. Este porta especial lo colocamos e los bordes de un vasito de vidrio (fig. 5, B), que se co- loca en el centro de otro, próximamente de su misma altu- ra (C), ancho y pla- no en el fondo. Así queda entre los dos un espacio anu- lar (D). Dispositivo del Sr. Caballero.—La traslación se verifi- ca mediante un dis- positivo adoptado al microscopio. Cual- quier microscopio puede servir, con tal de que posea tubo SS | : (0) estirable, platina NAAA y) JA con movimientos O a rectangulares, y cu- Fig. 5 yo tubo pueda girar o o io ideal. Las modifica- ciones que hay que introducir son las siguientes: «Una arandela metálica EE” (fig. 5), bordeada de una galería circular y taladrada en su centro, se fija entre el cono y el (1 Ernesto Caballero: «Técnica de las preparaciones microscópicas siste- máticas». Anal. de la Soc. Esp. de Hist. Nat., T. XXVI, 1897. bey E objetivo del microscopio con el borde hacia abajo, para lo cual basta destornillar dicho objetivo, con cuya propia ros- ca queda oprimida la arandela. Esta lleva, además, en su parte superior, una abertura F, en la que se fija por medio de un tornillo de presión un alambre de cobre, en cuyo ex- tremo se halla montado un pelo sujeto con barniz. Asegurado el pelo con esta armadura, se procede a enfo- car la punta del mismo, con el tubo del microscopio a medio estirar. Esta operación es muy fácil, pues gracias a la flex1- bilidad del alambre que le sirve de sostén, podemos, do- blando o estirando éste, llegar a conseguir a los pocos tan- teos que la punta del pelo aparezca bien definida en el cen- tro del campo.» | Ahora, teniendo enfocadas las diatomáceas de la lami- nilla de mica, buscamos la forma que deseamos trasladar, y moviendo el vaso con las manos, hacemos que quede hacia el centro del campo del microscopio. Se estira entonces el tubo del microscopio de modo que se enfoque la punta del pelo, y con el tornillo micrométrico se hace descender nue- vamente hasta que la punta del pelo toca la diatomácea, la cual queda adherida. Si no sucede esto de primera inten- ción, se mueve el vaso acercando la diatomea al pelo, y a la par moviendo el tornillo micrométrico se hace que aquel se introduzca por debajo de la forma, y a los pocos tanteos llega a conseguirse; ordinariamente no ofrece dificultad. Cuando está prendida ya, se sube todo el sistema óptico, y, moviendo con la maño el vaso, se hace coincidir el cubre- objetos con el centro del campo; entonces, descendiendo con cuidado el tubo, se coloca la diatomácea en el sitio con- venido y que marca el porta-objetos plantilla. Las diatomeas resbalan bien en el cubre, gracias a un líquido que debemos untar en él, después de colocarle en el porta-objetos espe- cial, llamado X por el Sr. Caballero, que lo hace mezclando IO cc. de petróleo, 1 cc. de gasolina y 4 gotas de vaselina liquida. No hay más que subir el tubo, buscar otra diatomácea — 410 — en la laminilla de mica, depositarla nuevamente en el cubre, y así sucesivamente, hasta ordenar completamente todas las formas. Estas pueden colocarse en filas, estrellas, rosáceas, etcétera, ya siguiendo una clasificación, auxiliándose de los movimientos rectangulares, más lentos de la platina, de modo que aparezca siempre que el pelo empuja a modo de dedo por el lado derecho del campo del microscopio, en las preparaciones en filas; en las otras puede hacerse girar el tubo alrededor de su eje, para orientar el pelo según con- venga. | Accidentes —Pueden suceder algunos accidentes. En- tre ellos, romperse una forma. En previsión de esto, se tiene preparada otra lámina de mica, o el almacén de donde pro- ceden las formas. Se desmonta el vaso de la platina, colo- cándolo en la del microscopio simple, poniendo a resguar- do del polvo las diatomeas colocadas en el cubre por medio de un semicírculo de cristal que tapa el medio vaso que las contiene. Por medio de un pelo se trasladan del almacén a la lámina de mica las formas que se perdieron o rompieron, y se vuelve a colocar el vaso en la platina del microscopio del dispositivo Caballero, para continuar el trabajo. Los restos de la forma rota se hacen resbalar con el pelo hasta el borde de la preparación, pues aunque queden en él definitivamente, se han de ocultar luego con el fileteado. y Manipulaciones finales FIJACIÓN DE LAS DIATOMÁCEAS EN EL CUBRE.—PASO POR LA SERIE DE GASOLINAS.—MONTAJE EN ESTORAQUE.—CERRADO Y FILETEADO DE LA PREPARACIÓN. — OTROS PROCEDIMIENTOS. : ACCIDENTES Fijación de las diatomaceas en el cubre.—Ya tenemos colocadas en el orden deseado todas las formas, y necesita- mos proceder a cerrar la preparación, sin que se altere el — 411 — orden en lo más mínimo, y con todas las garantías de limpi- dez y buena visión microscópica. Para esto separamos con cuidado el vaso del microsco- pio, teniendo presente su gran peso, por contener mercurio, y lo colocamos sobre la mesa, tapando el vasito central con una campanita de vidrio, a la que se le ha echado el vaho, de modo que, posada sobre el mercurio, se origine una Cá- mara húmeda (fig. 6). Por medio de la humedad se consigue que se reblandezca la gelatina del cubre-objetos, lo cual se logra en pocos minutos. Entonces se vuelve a llevar a la pla- tina del microscopio el vaso-soporte, tapándolo con la cam- panita de la galería metálica. En poco tiempo, quince a vein- te minutos, si el ambiente no está muy húmedo, la gelatina se seca, aprisionando sobre sí las dia- tomeas de tal modo que, si las empuja- mos con el pelo, éste se dobla sin arrastrarlas. Esta experiencia nos ase- A / . Fig. 6 gurará sí la buena ia Aaa fijación está con- seguida. S1 se movieran las formas, habría que colocarlas nuevamente en la cámara húmeda y dejarlas secar más tiem- po que la vez primera. Paso por la serie de gasolinas.—Las operaciones poste- riores tienen por fin dejar el cubre totalmente limpio de partículas extrañas, del aceite y líquido X y de la humedad que pueda conservar, para montarlas en un medio de refri- gerancia conveniente sobre un porta y terminar por el file- teado y rotulado. El cubreobjetos con las diatomáceas ya fijas tiene que pasarse por una serie de líquidos limpiadores. Para ello hay que cogerlo entre unas pinzas especiales, que lo mantienen prendido y meterlo en una serie de frascos conteniendo los O líquidos. El procedimiento práctico es el siguiente : El vaso soporte se coloca sobre la mesa de trabajo; se desmonta el porta-objetos especial, colocándolo sobre un plano limpio (una lámina de vidrio) y con. un palito de madera, para que no raye (puede servir un palillo de dientes), se empuja el cubre con sumo cuidado, haciéndole resbalar en la gota de aceite en que está posado sobre la lámina de vidrio, y apoyado en el borde del porta-objetos especial. Es primor- dial que no haya adherencia alguna entre el cubre y los objetos en que se apoya. Entonces se coge con unas pinzas que merced a una anillita pueden permanecer cerradas, y cuya anillita ha de tener un botón o señal que indique cual es la superficie del cubre que lleva las diatomáceas. Las pin- zas a su vez están fijas a un tapón de corcho que cierra la abertura pequeña de un tubo de vidrio cuya forma es la de un tronco de cono. La abertura mayor ha de ajustarse al cue- llo de un frasco que contiene gasolina o (más tarde explica- remos este signo), de modo que el cubre quede sumergido en ella. Allí se tiene unos minutos, limpiándose del líquido X y del aceite que arrastraba. Después se lleva a un frasco que en el fondo tiene virutas de cera que absorben la gasolina. Transcurridos unos minutos, y para desecarlo bien, se intro- duce en un frasco con ácido sulfúrico de 66” B. para some- terlo a la acción de sus vapores, teniendo la precaución de que el cubre no alcance nunca el contacto con el líquido. Ex- puesto a estos vapores se deja unas horas. S | En este intervalo, podemos guardar en sus estantes cuantos objetos utilizamos, disponiéndolos para servir otra vez. Estos son el mercurio del vaso, guardándolo en su frasco ; los almacenes, bajo la campana en un recinto dese- cado por el ácido sulfúrico ; los microscopios, dentro de sus cajas o cubiertos con la campana ; los pelos, limpiándo- los en un pincel, etc., y entre el paso del cubre por los liqui- dos limpiadores y el cerrado de la preparación, evitar con todo esmero cualquier intromisión de la más leve partícula de polvo, que si se adhiriera al cubre entre las diatomáceas SÓN AA A MO — quedaría definitivamente como un estigma en lo futuro para el preparador. Del ácido sulfúrico se pasa a la gasolina 1, gasolina 2, gasolina 3, gasolina 4, y por último al benzol, que hace el efecto de facilitar la futura penetración del estoraque, de quien es disolvente, introduciéndose en los más pequeños intersticios de las valvas diatomíiferas, evitando la forma- ción de burbujas de aire. Montaje en estoraque.—Nosotros daremos los detalles prácticos del montaje en estoraque que, por su índice de re- fracción y por la facilidad de su manejo, es preferido. Y «Para preparar este medio, se toma el mejor estoraque del comercio y se deseca perfectamente al baño de vapor. Después se disuelve en una mezcla de partes iguales de bencina cristalizable y alcohol absoluto, se filtra la disolu- ción y se evapora hasta sequedad en el baño maría. Se redi- suelve el residuo de la evaporación en bencina cristalizable exponiendo la disolución al sol en un frasco bien tapado, hasta que al cabo de algunos días deposite un sedimento granuloso, que debe ser separado por una cuidadosa decan- tación, guardando el líquido claro, que ha de tener la con- sistencia de un jarabe no espeso, en un frasquito de capu- chón, en cuyo interior se coloca una varilla de vidrio.» Sacado del benzol, y antes que éste se evapore, se co- loca el cubre, con las diatomáceas hacia arriba, en un porta que tiene pegado en el centro el cuadradito de vidrio ya des- crito e inmediatamente se pone encima de las formas una o dos gotas de la disolución de estoraque. Se trasladan sobre el porta, según las tenemos coloca- das, a un exicator, consistente en una vasija que contiene una capsulita con ácido sulfúrico y a su alrededor virutas de cerá, hasta que se evapore espontáneamente el disolven- te, durante unas horas, pues esto es mejor que calentar para abreviar. El porta-objetos se coloca en unas varillas de (1 Del folleto citado. — 414 — alambre formando un puente sobre la abertura de la vasija. Tapado directamente con una campana pequeña, y todo el conjunto por una mayor, se dejan alrededor de veinticuatro horas (pueden reducirse a doce), transcurridas las cuales se observa la preparación al microscopio para ver si se ha di- fundido bien el estoraque sobre las valvas. Cerrado y fileteado de la preparación.—Cuando las for- mas están tan empapadas que aparecen limpias y sin ningu- na burbuja, se procede al cerrado de la preparación, opera- ción tan delicada que el menor descuido inutilizaria todos nuestros trabajos. Para cerrar la preparación se empieza por elegir un porta- objetos ordinario y limpiarlo a la perfección, pasándolo, por fin, por la llama de una lamparilla de alcohol, para que quede bien seco. El cubre-objetos ha de adherírsele en su mismo centro. Muy fácilmente podemos marcar éste, em- pleando el tornito, que nos servirá después para filetear. Es simplemente una plataforma metálica circular, con el borde áspero por un asurcado, que gira sobre un eje vertical que le sirve de sustento en su parte central. Está provisto de unas alidadas que sujetan el porta entre dos salientes perpendicu- lares los cuales le obligan a tener su centro en el eje de giro. Colocamos aquí el porta, y marcamos el centro con un pun- to de tinta. Ya no hay más que pegar el cubre-objetos en este porta, para lo cual se saca del exicator por el porta-objetos que lo sostiene, dejándolo sobre la lámina de vidrio, y asimismo se va con el porta centrado, calentado a la llama, a tocar en el borde del cubre sobre el estoraque, de modo que éste no se adhiera de pronto y por el centro, pues podría aprisionar bur- bujas de aire, sino lentamente, apoyándole sobre un borde y dejándole caer hasta que quede adherido totalmente. A fin de que quede bien horizontal se calienta a la llama, pasan- do el porta rápidamente sobre ella. Este calentamiento rápi- do tiene el inconveniente de que durante él pueden formarse burbujas, muy difíciles de hacer desaparecer, lo que se evita e Pa — 418 — haciéndolo más lento y uniforme en una platina calentadora. El punto de tinta que queda debajo del porta nos indica có- modamente el lugar que debe ocupar el centro del cubre, el cual, estando caliente el estoraque, puede moverse empu- jándole con un palito hasta que se coloque exactamente. Se deja secar al aire libre, se quita con un bisturí usado o un cortaplumas el exceso de estoraque que quede en los bordes y se filetea con barniz japonés negro, del comercio. El fileteado, como advierte el Sr. Caballero, aparte de su elegancia, proteye la disolución del estoraque por el acei- te de cedro, cuando se observe con objetivos de inmersión «homogénea. Una vez seco el barniz, se termina la preparación con un cuidadoso rotulado. Nota.—ALl tratar de los lavados del cubre-objetos se usa- ron diferentes clases de gasolina: O, 1, 2, 3, 4. En realidad no es más que una, pero se la numera para seguir siempre el mismo orden ; de este modo, al cabo de cierto tiempo, se tienen gasolinas de diverso grado de pureza. La gasolina o, por ser la que recibe primeramente el cubre, tendrá más 1m- purezas que la gasolina 1, ésta más que la 2, y así sucestva- mente hasta la núm. 4, que es la más limpia. Otros procedimientos —Un medio que permite ver más detalles por su mayor poder refringente, es el monobromu- ro de naftalina. Por ser líquido, para usarlo se necesitan por- ta-objetos con celdilla, que también puede confeccionar el ' diatomista. También las preparaciones pueden montarse en seco. Para ello, después de la permanencia del cubre gelatinado con las diatomáceas ordenadas y fijas, limpias en las gasoli- nas y perfectamente desecadas, se queman en un soporte donde el cubre se pone al rojo. Después se montan en un porta que tiene una celdilla de betún de Judea, construída de antemano. Accidentes —Puede suceder que, una vez montada la preparación, no haya quedado bien, y sea necesario desmon- > 418 == tarla. Para esto se calienta hasta fundir el estoraque, y se Jespega el cubre por medio de unas pinzas especiales. De éstas se toma con otras pinzas hechas con cuerda de reloj; dichas pinzas están preparadas de modo que sostengan el cubre horizontalmente oprimido en los extremos de un diá- metro, fijas a un corcho y colocadas igualmente que las usa- das para la limpieza en las gasolinas. Asi se consigue que el cubre ofrezca toda la superficie libremente a la acción del alcohol, y luego de benzol que disuelve el estoraque, pudién- dose ya separarle y montarle nuevamente. Respecto del centrado exacto del cubre en el porta, ano: tamos que se hace calentando y moviéndolo con un palito., Esto tiene el inconveniente de que, si se trata de diatomá- ceas algo voluminosas, al arrastrar el cubre pueden despe- garse. Para evitar esto, el Sr. Caballero pega tres pedacitos pequeñísimos de cola de pescado en los tres vértices de un triángulo inscrito en el cubre. Gracias a estos tres pies el cubre-objetos queda a mayor altura que las diatomeas sobre el porta, y ya puede empujarse el cubre sin peligro de des- pegarlas. El estoraque se descompone en presencia de la luz. VI Fotomicrografía ÚTILES.— PRÁCTICA DE LA MICROFOTOGRAFÍA Como complemento de un trabajo descriptive de las dia- tomáceas de una región, es de suma utilidad la fotogra- fía de las preparaciones. Y tal perfección se alcanza hoy con los procedimientos modernos y adecuados, que un ser deli- cado, de esculturas tan complicadas como es el esqueleto si- líceo de una diatomácea, ofreciendo detalles en distintos pla- nos, se logra fotografiar y ampliar, mostrándose en la posi- tiva como en el campo del microscopio. — 417 — Nosotros vimos maravillas fotográficas inéditas hechas por el Sr. Caballero. Presenciamos la práctica de una foto- grafía hecha por él, y no podemos menos de mostrar nuestra admiración, por la rapidez y facilidad del procedimiento. Utiles.—Los aparatos empleados son sencillamente una cámara fotográfica o fuelle que se adapta al tubo del micros- copio, y una lámpara de iluminación especial. Es indispensable un tubo ancho en el microscopio, para el caso en que se hagan fotografías sin ocular. Son indispensables también los objetivos apocromáti- cos, trabajando con luz ordinaria. Puede, sin embargo, em- plearse un objetivo ordinario con luz monocromática (azul). Para grandes aumentos se emplean objetivos apocromáticos en inmersión homogénea. Los oculares, compensadores. La iluminación buena se hace con una lámpara Nernst. | El fuelle puede colocarse o bien verticalmente, enchufa- do en el tubo del microscopio, también vertical, o bien en posición horizontal con el tubo del microscopio horizontal. Esta última disposición es muy cómoda para el buen en- focado. La exposición depende de la luz o del aumento; en la fotografía que vimos hacer, fué de cinco minutos : pero, a ve- ces, dura veinte o treinta ; con luz monocromática las expos1- ciones son más largas. Las placas empleadas y de mejor resultado son las de lactato de plata Guilleminot lentas, pues las rápidas tienen gruesas granulaciones que impiden ver los finos detalles. El mejor revelador es el metol-hidroquinona, un poco di- luído en agua, y para positivas, el papel contraste lumiére es el más aceptable, sustituyéndoie bien el papel al bromuro. Práctica de la fotografía.—A la luz de una lámpara eléc- trica, si es de noche, o a la luz del día, iluminando el micros- copio, se observa la preparación que se desea fotografiar, de modo que se vean todos sus detalles. Hizo falta colocar un ocular de poco aumento (núm. 2 L.eitz) con objetivo apo- cromático de ocho mm. para que la preparación de diatomá- e ceas, que era un collar doble, se viese por completo. Así se trasladó al microscopio debajo del fuelle, que es la cámara obscura, y se iluminó con la lámpara Nernst. La lámpara Nernst, que da una luz muy viva, es un fila- mento de óxidos de tierras raras, que hace falta calentar (a la llama de una lámpara de alcohol) para que se ponga incan- descente por la corriente eléctrica. Así 11uminado, se enchu- fa la cámara obscura o fuelle en el dispositivo, que lleva el ocular del microscopio para tal efecto, y la imagen de la preparación se proyecta en la pantalla de cristal deslustra- do, donde se estudia el aumento que conviene. S1 hay poco aumento se alarga el fuelle, y como la imagen se proyecta más lejos aparece mayor, o bien, se coloca un ocular de más aumento. Siendo de tamaño conveniente la imagen, se sustituye el cristal deslustrado que oficia de pantalla por otro cristal transparente. Entonces se interpone un cristal azul en la luz de la lámpara Nernst, y sobre la pantalla se mira con una lente el detalle que presenta la imagen, a la par que con el tornillo micrométrico se precisa bien el enfoque. Estando bien el enfocado, se sustituye el cristal -pantalla transparente por el chássis que contiene la placa, el cual ajusta perfectamente. Para que la luz actúe un tiempo pre- ciso sobre la placa fotográfica, se oculta la lámpara Nernst tapándola con un cartón obscuro, de modo que no lleguen los rayos al microscopio, se saca la tapadera de la placa fo- tográfica, y teniendo un cronómetro en la mano, se restablece la iluminación del microscopio en el momento que empieza a funcionar aquel. Sin hacer movimientos bruscos en el piso del local, estuvo cinco minutos expuesta a la acción de la luz. Pasados éstos, se interrumpió nuevamente la iluminación, se cerró el chássis con su tapadera y, sacándolo todo entero, ya estamos en disposición de revelar. Pasamos al cuarto obscuro, adecuado al efecto, con las paredes pintadas de rojo y una luz roja y otra blanca. A la luz roja se sacó la placa y se introdujo en una cubeta que te- — 419 — nía revelador metol-hidroquinona disuelto en un poco de agua. Poco a poco fué apareciendo en la placa azulada-blan- quecina un circulo negro del campo del microscopio, y en él las imágenes del collar de diatomeas. Mientras tanto el aparato fotográfico queda montado en condiciones de repetir la fotografía si ésta se malogra, principalmente porque el cálculo hecho para la exposición haya sido erróneo. En menos de una hora puede, como se ve, hacerse una fotografía y revelarla. La casa Leitz (Wetzlas) publicó un folleto titulado 7'éc- nica fotográfica e instrucciones para el manejo de aparatos microfotográficos, donde se da toda clase de detalles prácti- cos. Puede adquirirse en francés de la casa M. M. Eco- git € C.”, Boulevard St. Michel 36, París. Detalles bibliográficos AUTORES ESPAÑOLES.—AUTORES EXTRANJEROS Para clasificar las diatomáceas se encaminan las prepa raciones sistemáticas. Los caracteres se basan en los detalles del esqueleto siliceo. La clasificación más usada, que se atie- ne a la presencia del 7afe, hace de ellas tres tribus : Rafideas,. Pseudo-rafideas y Crypto-rafideas. En las primeras existe rafe ; en las segundas hay rafe, al menos en una valva, y ca- recen de él por completo las terceras. Las obras que hemos consultado son de los últimos años del siglo pasado y prin- cipios del presente. La más moderna, de Azpeitia Moros, es del año 1911. AUTORES ESPAÑOLES 1884-1885.—AÁLFREDO TRUAN Y LuArD: «Ensayo sobre la sinópsis de las diatomáceas de Asturias». Anales de la — 420 — Soc. Esp. de Hist. Nat. T. XIII. Madrid. 1.* parte: año 1884. 2.* parte : año 1885. En este trabajo se da un apunte de los términos con que se designan las partes del esqueleto silíceo, biología de las diatomáceas, su recolección y modo de tratar los sedi- mentos diatomiferos para hacer preparaciones destinadas a la clasificación, por el hábil manejo del pelo, y si Móller con su procedimiento secreto, colocaba hasta 1.600 especies en una sola preparación, el autor había logrado reunir 100 con suma facilidad. Su procedimiento para la preparación del cubre-objetos es el que usa como mejor el Sr. Caballero. Describe unas doscientas especies de diatomáceas de Astu- rias, reuniendo siete láminas con 187 dibujos hechos y lito- orafiados por él, de modo universalmente admirado. Es muy útil al principiante. 1894.—D. JosÉ SEcALL : «Diatomáceas de San Lorenzo del Escorial». 1.* parte. Este trabajo es un pequeño folleto que consta de la descripción de unas cuarenta y nueve espe- cies y algunas variedades. 1897.—ERNESTO CABALLERO : «Técnica de las prepara- ciones microscópicas sistemáticas». Anales de la Soc. Espa- ñola de Hist. Nat. T. XXVI. Este trabajo lo recomendamos especialmente porque se describe en él el procedimiento original del autor para hacer «preparaciones microscópicas sistemáticas de las diatomáceas, que pueden rivalizar con las de Móller hechas con un proce- dimiento secreto. Ya en el prefacio se hace constar que no está publicado el procedimiento con afán de notoriedad, sino solamente para mostrárselo a sus amigos, con un desinterés tan grande que es causa de la admiración y respeto que se le ' tiene en el alto mundo científico. Contiene este trabajo dos partes: en la primera se dan detalles sumamente prácticos del tratamiento de los materia- les. En la segunda se describe el procedimiento, con la ayu- da de un esquema (que hemos copiado en estos apuntes), y un fotograbado del microscopio con el dispositivo adoptado. Eo RE Todos los útiles están descritos de tal modo que este trabajo queda convertido en una guía práctica de laboratorio. Al final hay dos bonitas figuras : una de ellas representa una pre- paración montada en monobromuro de naftalina con 116 for- mas de la ría de Pontevedra, hecha en cuatro horas; la otra, una figura artística de Pleurosigmas montadas en seco. 1897.—MIGUEL CALA Y SÁNCHEZ : «Geología del térmi- no de Morón y descripción de su yacimiento diatomífero». Prólogo de D. Salvador Calderón. Anales de la Soc. Espa- ñola de Hist. Nat. T. XXVI. Hace una detallada descripción geológica, otra del yaci- miento diatomifero y de los organismos contenidos en la moronita, y en un apéndice da algunas instrucciones sobre | la preparación y fotografía de las diatomáceas. Incluye tres láminas con 18 fotografías. | NOTO Tr. AZPEITIA Moros: «La diatomología española en los comienzos del siglo xx». | Es la obra más extensa que hemos visto sobre las diato- máceas de España. Consta de una introducción y cinco ca- pítulos. En la introducción se desarrollan conceptos genera- les sobre las diatomáceas, con noticias curiosas del uso y aplicaciones que se hacen de ellas. Los capítulos tratan : 1." Revisión de libros que citan alguna especie o yacimientos en España. 2. Estudio de 331 figuras de diatomáceas de Morón recolectadas. montadas y fotografiadas por D. Er- nesto Caballero. 3.2 Yacimientos de rocas diatomiferas de España, la mayor parte nuevos, muchos descubiertos por el autor. 4.” Especies nuevas o poco conocidas. 5.” Lista gene- ral de las especies indigenas citadas por autores españoles y extranjeros, a la par que las de la colección del autor, sien- do en resumen un total de mas de mil formas. En el final se da un índice bibliográfico de libros 1evisados, en el que figu- ran 62. Termina con XII láminas representando varias es- pecies. Es una obra española moderna de orientación general. El autor es uno de los pocos diatomólogos que trabajan en 482 nuestra patria, dedicándose en esta obra preferentemente a los yacimientos fósiles. AUTORES EXTRANJEROS 1853. —WILLIAM SMITH: «A Synopsis of the British- Diatomace. London. In two volumes (Sinopsis de las dia- tomáceas británicas. En dos volúmenes). Está agotado. Vol. I. Este libro ha sido muy apreciado entre los espe- cialistas, muchos de los cuales han seguido la clasificación en él expuesta. La introducción comprende VIII secciones en que se desarrollan temas muy interesantes sobre la natu. raleza, estructura exterior e interior, vida y costumbres de las diatomáceas, terminando por la terminología y clasifica- ción, e instrucciones pare Sn coleccionamiento y conserva- ción. Siguen varios capítulos, entre ellos uno dedicado al aná- lisis de los géneros o clave para su distinción, continuando con la descripción de Benpros y especies, y 31 láminas con varios dibujos. ; Vol. 11.—1856. Añade la descripción de las especies encontradas desde la publicación del Vol. 1. La introduc- ción abarca cuatro secciones, entre ellas, una trata de la re- producción y otra de la distribución y usos de estas algas. En un capitulo se continúa la descripción de los géneros, terminando con 30 láminas, con dibujos de las especies des- eritas, y cinco en las que figuran fases de la conjugación de algunas especies. Es una obra útil para la clasificación por medio de sus claves y descripciones, ayudadas con sus láminas, de las especies de nuestra flora. 1880.—J. Brun: «Diatomees des Alpes et du Jura». Geneve. 1880-81.—VaAN HEURCK: «Snopsisdes Diatomées de Belgique». Anvers. EN 1888.—PELLETAN: «Les Diatomees». París. — 423 — 1890.—-TEMPERE: «Le Diatomiste». Es un periódico, o revista de diatomáceas, que comenzó a publicarse en 1890. 1891.—VaAn HEURCK: «Le microscope». 1894.—WoLLE (Francis): «Diatomacex of Noth Ame- rica». Es útil en la clasificación por sus numerosas figuras. 1899.—-H. Van Heurck: «Traite des Diatoméees». An- vers. | Editada a expensas del autor, con un número limitado de ejemplares, destinados a los compradores conocidos de antemano. Contiene nociones sobre la estructura, la vida, la.reco- lección, el cultivo y la preparación de las diatomáceas. La descripción y figura de todos los géneros conocidos, así como de las especies encontradas en el Mar del Norte y comarcas circundantes, ilustrada con cerca de dos mil figuras. Es una obra magistral. Indica una extensa bibliografía. 1897-1908.—M. M. H. er M. PEracaLLo: «Diatomees marines de France». Editée por M. J. Tempére. Microgra- phe-editeur a Grez-Sur Loing. Es una obra buena para clasificar. Apéndice LISTA DE MATERIAL El material imprescindible para hacer preparaciones mi- croscópicas sistemáticas es el siguiente : Arandela metálica bordeada de una galería circu- lar y taladrada en su centro, con un tornillo de presión. Alambre de cobre con un pelo adherido a su ex- tremo. Microscopio compuesto inclinante. —- 424 — Platina de movimientos CA Microscopio simple. Porta-objetos almacenes. Porta-objetos especial (plantilla). Láminas de mica. Vaso ancho soporte y vasito pequeño central. Exicator. Pinzas especiales. Estoraque con caja metálica para encerrarlo a la oscuridad. Mercurio. Gasolinas. Pelos de nutria, tejón o cerdo. El material restante existe comunmente en todos los la- boratorios micrográficos. LISTA DE GÉNEROS DE GALICIA Nosotros en el poco tiempo que estuvimos con el Sr. Ca- ballero, y gracias a un trabajo intenso, pudimos montar cinco preparaciones con los principales géneros de diatomáceas marinas de Galicia. He aquí una lista, sin orden JA de clasificación, de los géneros con cuyas diversas especies confeccionamos las preparaciones : 3 Coscinodiscus (dos especies). Cyclotella (una especie). Actinoptichus (dos especies). Auliscus (dos idem). Chaetoceros (dos idem). Navicula (cinco idem). Pleurosigma (tres idem). Surirella (tres idem). Biddulphia (dos idem). Amphitetrax (dos idem). 00 / Í — 425 — Triceratium (dos idem). Cimbella (una ídem). Grammatophora (una idem). Terminamos estas notas haciendo público nuestro agra- decimiento hacia el Sr. Caballero por el interés que por nos- otros se tomó, y de quien no hacemos elogios, pues todos ellos serían pálido reflejo de la realidad. Especialista en la materia como Van Heurck decía en 1905, aludiendo a las preparaciones de D. Ernesto Caballero, que podían rivali- zar con las mejores de Móller y Weisflog. También quedamos muy reconocidos a nuestro querido maestro y Director del /rstituto Español de Oceanografía, D. Odón de Buen, pues gracias a él estuvimos pensionados por el Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes. MicueL PÉREZ ALvVAro DE MIRANDA Frústulas de Diatomáceas caprichosamente ordenadas por el profesor Caballero, claro ejemplo de la delicadeza y precisión de su trabajo Praparación y microfotografía de E. Caballero. PAS TE AR RAN *0.19/188) “YT 9p SB81J8.13070/0.1 JUL A U0IDe.1Bd91 q Ese NO AE Diatomáceas preparadas por nosotros siguiendo el procedimiento descrito Microfotografía E. Caballero, A O — 491 —= Sobre dos especies de los géneros Globicephalus y Cephaloptera CABLE P E ASE US, MELAS (APARECIDO EN LAS COSTAS DE MÁLAGA) Es el Globicephalus Melas, vulgarmente llamado Ne- gro, tanto en las regiones del mar glacial del Norte, donde tiene su verdadera patria, como en estas costas españolas en las que aparece por una rara casualidad, el delfínido más fre- cuente y dispersado según Scoresby. Este mamífero, cuyo campo de dispersión es bastante grande, llegando a veces hasta la latitud del Estrecho de Gibraltar, apareció en los primeros días del mes de Octubre del año que corremos, en las proximidades de la playa del Rincón de la Victoria. Debía estar próximo a morir, cuando los barcos pesque- ros de vela sin esfuerzo alguno, echándole unas cuerdas, con- siguieron remolcarlo a tierra. Los pescadores daban la explicación de su aparición por este litoral, a la corriente de la Mancha, que le arrastró hasta meterlo en el Estrecho. Esta explicación es factible (si bien, como digo antes, se cita esta especie en la latitud de Gibral- tar), sólo que la corriente que en un caso debió conducir al Negro sería sin duda la del Gulf Stream y quizá al pasar por el Estrecho la corriente del mismo arrastró dicho animal Mediterráneo adentro. Un cambio tan brusco de temperatura y salinidad como el que existe entre el Atlántico y el Mediterráneo, unido probablemente a la falta de alimento ; fundada esta opinión en no haberse encontrado en su estómago residuo de animal — 428 — alguno, ni siquiera de moluscos que son los que más utilizan para satisfacer esta necesidad fisiológica, añadiendo aun más a todo esto su edad avanzada, dado el tamaño que tenía, son razones en pro para suponer que había perdido el animal sus fuerzas y fué arrastrado a la costa por el oleaje. Conducido a un almacén obscuro, donde se expuso al pú- blico, allí pude tomar los caracteres a groso modo, pues cuan- do fué llevado a la playa lo destrozaron para sacarle la gra- sa, antes de la hora fijada para haber hecho una fotografía. El ejemplar, que era macho, medía cerca de seis metros de largo, de cuerpo fusiforme algo comprimido, la piel des- nuda y de color negro. La cabeza globosa, con la boca relati- vamente pequeña, presentando 26 dientes en cada mandibu- la, fuertes, de forma cónica, pero gastados, lo que indican, unido al tamaño del animal, que no era nada joven. Estos dientes estaban bastante distanciados los unos de los otros e inclinados hacia fuera. Los ojos pequeños y situados muy cerca y encima del ángulo de la boca. El orificio de las fosas nasales en forma de media luna. Las aletas pectorales en forma de hoz. Una aleta dorsal en la primera mitad del cuer- po y algo relegada hacia atrás. La caudal deprimida y ahor- quillada. En fin, todos los caracteres del Globicephalus Melas. La carne es comestible dentro de las veinticuatro horas, pues más tarde produce vómitos. Es muy grasosa, y se cita el caso en los habitantes de las islas Feroe, que cuando la comen por espacio de quince días, el cabello, la cara y las manos parecen untadas de grasa. Estos animales no suelen atacar al hombre, al contrario, les huye, fundándose en ello su caza, que consiste sólo en ir acorralándolos hasta conducirlos a la playa, donde quedan varados y alli se les mata. Generalmente, ellos mismos éncallan y se da el caso de estar la hembra en los últimos estertores de la agonía y sin embargo se preocupa de los hijos. ARE AAA EL pe CEPHALOPTERA EDENTULA BRUÚUNN (APARECIDO EN LAS COSTAS DE MARRUECOS) El día 14 de Agosto del presente año, una barca palan- grera, pescando a unas veinte millas de las costas de Melilla, en aguas de las Islas Chafarinas, a ocho brazas de profun- didad, al recoger el palangre, que como es sabido se abando- na próximamente hasta cinco o seis horas en el fondo del mar, entre los varios peces recogidos, apareció uno para los pesca- dores de esta región completamente desconocido, llamándo- les la atención su forma rara y tamaño. Fué enviado a esta capital y vendido a un particular, que utilizó su carne como comestible en el mercado, y hubiese pasado desapercibido para nosotros a no ser por D. Eduardo Millán Perea, anti- guo propietario de barcas pesqueras, que ha regalado una porción de especies a esta Estación Biológica, el cual se entrevistó con el nuevo dueño de dicho animal y consiguió la cesión de la cola y la cabeza, que inmediatamente envió a este centro científico. A simple vista, y con sólo esta última parte del animal, se saca en deducción con toda claridad que esta especie per- tenece al género Cephaloptera especie edentula de Brinn, llamada vulgarmente vaca marina, diablo de mar o manta, pez sumamente raro y que vive a gran profundidad, siendo una casualidad haya sido cogido a tan poca agua. Parece natural que el haber aparecido tan cerca de la costa sea debido a encontrarse perdido y quizá en los confi- nes de su vida, puesto que teniendo un tamaño tan enorme para un arte tan relativamente poco sólido, no rompió el pa- langre ni hizo el menor destrozo, subiendo a la superficie ya muerto. La cabeza (figs. 1 y 2), que es deprimida (de 0,42 metros de ancho, tomando esta medida de ojo a ojo, puesto que son laterales y marcan los puntos más distanciados del trozo que uunIg 2/yuspsa +19 do]ey da) — 431 — tenemos), tiene un color azul obscuro dorsalmente, que des- aparece rápidamente en sus partes laterales y anterior, pa- sando al blanco, que ocupa toda la región ventral. Lo mis- mo ocurre con las aletas cefálicas, que son de un azul aun más fuerte, casi negro, en su parte convexa, pues están abar- (Fig. La) Cabeza de Cephaloptera, vista dorsalmente. quilladas, y blanco en la cóncava. Estas aletas cefálicas, pectorales, que se prolongan en lóbulos como orejuelas o cuernos, por lo que se les ha llamado también a estos anima- les murciélagos marinos, alcanzan 0,29 metros de longitud en este ejemplar. A juzgar por las dimensiones de la cabeza y de la cola, leptócerca,, que mide 2 metros, proporcionalmente la enver- gadura debía llegar a 3,45 metros, calculando los pescado- res el peso del animal en cinco arrobas. Presenta en la base — 432 — de la cola este ejemplar un aguijón venenoso, que no es de carácter fijo, pues otros carecen de él. La boca, que es terminal, aunque algo infera, mide 0,25. metros de largo por 0,013 de ancho y presenta una cinta de 0,173 metros por 0,008, de aspecto cartilagíneo, sobre cada una de las mandíbulas, que parecen como pegadas a seme- (Fig. 2.9) Cabeza de Cephaloptera, vista ventralmente. janza de parches, bastando tirar de un extremo para levan- tarlas, sin dificultad ni gran esfuerzo, quedando separadas de las mandíbulas por completo sin que sufran deterioro alguno. | En «mbas cintas, que son iguales, y me permito conside- rarlas a manera de encías, se encuentran insertos multitud de dientecitos calizos de diminuto tamaño, no llegan a medio milímetro de espesor, colocados con no mucha regularidad — 433 — en unas diez filas. Ahora bien, fijándose a simple vista, se distinguen dos formas de dientes : unos colocados en la par- te superior, correspondiendo a la parte externa de la boca, que ocupan las ocho o nueve primeras filas y otros en la in- ferior, que forman las dos o tres filas restantes. Estudiados estos dientes al microscopio con poco aumen- “to, aparecen los primeros con una forma cilindrácea (fig. 3) ligeramente escotados posteriormente, formando una conca- vidad dirigida hacia el tubo digestivo. Los segundos pre- sentan la misma escotadura (fig. 4), pero mucho más pronun- ciada, extendiéndose no sólo anteriormente, sino también en todo su alrededor, dando lugar a un estrechamiento y por ende a una especie de cuello. Ambas clases de dientes son supra-posteriormente acunimados, pero en los superiores . a a a O (5.4) E (63) esta punta ya es roma por efecto del uso. En resumen, los dientes superiores son los más viejos, que van siendo susti- tuídos por los inferiores, que son los nuevos, los cuales por efecto del uso se desgastan y van perdiendo su forma primi- tiva. Es decir, que estos peces son, como todos los de su gru- po, difñiodontos. Á pesar del tamaño, que pasa de lo corriente, estos batoi- deos, como consecuencia de una dentición tan pequeña, su alimentación es muy modesta ; hasta ahora sólo se han encon- trado en su estómago moluscos, no habiendo podido compro - bar este detalle por haber destrozado al animal antes de haber tenido conocimiento el que suscribe, de su aparición. Sin embargo, hay quien dice que el cephaloptera cuando en- cuentra un náufrago lo envuelve con sus grandes aletas, de aquí el nombre de manta. Antonio BECERRA Y HERRATIZ, Doctor de Ciencias Naturales Ayudante del Laboratorio de Málaga — 435 — Publicaciones últimamente recibidas ComPres RenDus DE L'AcADÉMIE DES SciencieS. —París. Tomo 164. Núme- ros 1 a 26, de 1 de Julio a 23 de Diciembre de 1918. En el número 2, de 8 de Julio, aparecen trabajos de Q. MasJorana, sobre velocidad de la luz; de L. GenriL acerca de la geología andaluza; y con el tí- tulo de La disjontion des fonctions nerveuse et musculaire, a l'épogue de l'automatisme latent chez les embryons de Sélaciens, publica una nota P. WintrEBERT. Sobre un nuevo método de destrucción rápida de las materias orgánicas, por PauL Durer (número 3, de 3 de Julio). DourviLLÉ pone en duda que los foraminíferos sean siempre unicelulares (número 4, 22 Julio). En el mismo número 4 de esta revista, dan a conocer J. RenarD y PauL Ga” RRIGON dos trabajos, que tratan de los puertos profundos de las costas oceá- nicas francesas y de la Mancha, y de los movimientos generales de la at- mósfera. De Juan LecenNDRE, Biologie de /'Eleotris gobioides, especie de agua dulce, que estudia con cuidado, y sobre la cual en el número 6, de 5 de Agosto, aparece de BouLeNGER la nota: Qu'est-ce que /'Eleotris gobioides de M. Le- gendre?, poniendo en duda que se trate de tal especie. M. Verzar, Mesure de la temperature dans les sondages a grande pro” fondeur (número 5, 29 de Julio). Louis GenrTIL continúa en el número 8 (19 de Agosto) sus trabajos, sobre geología de la España meridional. Del número 9 (26 de Agosto) son los trabajos, de M. Aur1c, Yur le calcul de l'energie acumulée dans le soleil lors de sa formation par contraccion, y de M. GaLirre Recherches sur la resistance á la chaleur des éléments vivants existants normalment dans les tissus végétaux et animaux. El número 10 (2 de Setiembre) encierra, entre otros, los trabajos siguientes: F. Dienerr, acerca de la dosificación de los nitritos. Henry Huserr, Sur l'influence de la nature lithologique des formations 1elativement á la répartition des eaux superficielles et subterraines au nord du fleuve Sénégal. Louis GenriL, sobre la geología de Andalucía. LecornTRE, sobre yacimientos fosilíferos de Marruecos occidental. En el nú- mero siguiente publica otro trabajo de geología de la misma zona africana. De GueBnHaro es una nota sobre la ferrisfera (número 11, 9 de Setiembre). Da a conocer Ch. Dererer un ensayo sobre coordinación cronológica de los tiempos cuaternarios en el número 12 (16 de Septiembre). El número 13, que aparece con la fecha 23 de Setiembre, contiene un tra» bajo de E. Fournier a propósito del Critérium des formes de carénes favora- , — 436 — bles aux plus grandes vitesses y otro sobre la acción del clima marino sobre la floración del Asphodelus lutens, firmado por Lucien DanIEL. ——AbRIEN Guésmab dedica algunas páginas a la protosfera o capa primitiva de escorias de M: H. Douvillé (número 14, de 30 de Setiembre). A. Veronner, sobre el límite y la extensión de la atmósfera, y P. GeorGE=- vircH, acerca de la generación asexual de la Padína pavonia Lamour (número 15, 7 de Octubre). Como contribución al conocimiento científico de la navegación, E. Four” NIER, en el Comptes Rendus que lleva el número 16 y fecha 14 de Octubre, escribe sobre las Expressions genérales de la resistance de l'eau á la trasla- tion des carénes et leurs enseignements. Del número 18 (28 de Octubre), tomamos nota de los trabajos: J. GuiLLaume, acerca de observaciones llevadas a cabo en el observatorio de Lión sobre el sol. A. VERONNEr, límite y composición de la atmósfera terrestre, auroras bo- reales, etc. Ch. LaLLemanb, Los puertos profundos sobre las costas del Mediterráneo. J. Gravier, Sur les Actínies des grandes profondeurs de /' Atlantique pro” venant des croisieres de la Princesse-Alice y sur quelques traits de la biolo- gie de ces animaux. Destacamos del número 19 (4 de Noviembre): A. Nopon, Orage électro- magnétique. ; A. VeronnNerT y L. GenriL publican sobre la constitución del sol y acerca de la geología comparada de la España meridional y Marruecos (número 20, 11 de Noviembre). - E. BeLor, Sobre las leyes de densidad interna en las teorías del sol (núme- ro 21, 18 de Noviembre). BourGeoIs, Sobre un método de determinación de la velocidad y dirección de los vientos, mediante sondaje por el sonido; y J. De ScHokALskY, tra” tando de la exploración hidrográfica de las costas de Siberia en 1918, por el Ministerio de la Marina, publican en el número 22, de 25 de Noviembre. Nos interesa especialmente el trabajo presentado por Louis RouLe, que titula Sur l'état des Saumons reproducteurs pendant leur migration de ponte dans les eaux douces de nótre pays. En el mismo número 24 de los Comptes Rendus (9 de Diciembre) se publica: Fases parasitarias iniciales de Xeno- coeloma brumpti; Copépodo parásito de Polycirrus arenivorus, de CAULLERY y MesniL. Ch. Dérerer, Ensayo de coordinación cronológica de los tiempos cuater- narios; y CH. J. Gravier, Sur /'adaptation du pied au milien ambiant chez les Actinies des grands fonds sous-mariíns (número 25, 16 de Diciembre). Finalmente, en el número 26, aparecido con fecha 23 de Diciembre, se en cierran los trabajos siguientes: sobre astronomía, de GuiLLaume y de E. Be» Lor; sobre geología de la isla de Gomera, del catedrático de Mineralogía Des- criptiva en la Universidad de Madrid FernánDez Navarro; sobre morfogenia de la rada de Brest, por A. Vacher; y por P. Pruvosr, acerca de los peces del terreno hullero del norte de Francia. BuLLerin pu Museum NarionaL DHisroirRE NaTureLLeE. —Año 1919. Nú- meros 2 a 6.—Publican, entre otros que no mencionaremos al no referirse a trabajos relacionados con nuestro fin, Louws GERMAIN, sobre la fauna malaco- — 437 — lógica del África ecuatorial (Boletines 2 y 3); En. Lamy, tratando de moluscos del Mar Rojo (Boletines 2, 3 y 6); J. be Morcan, Consideraciones generales sobre los Megatiridos, su origen y crecimiento; G. Lériwe, Procedimientos tricromos; Sranistas Meunieur, discutiendo un trabajo de AbrieN GuÉBHAD; y MarceL Baunquin, Descubrimiento de una variedad de Lernceenicus Sardi- noe M. B., intermedio entre el tipo y la variedad moniliformis. BoLLerino Mereorico MensieE R. Isrirruro Iprocrarico del mes s de Marzo de 1917, publicado en Génova. The GeocrarmicaL Review, espléndida revista publicada en Nueva York con abundante ilustración. Entre los trabajos que aparecen en los números de Setiembre, Octubre y Noviembre de 1918, destacamos los que siguen: MorteN P. PorsiLD, On Savssats a crowding of artic amimals at holes in the sea ice. Mark Jerrerson, Zhe real temperatures throughout North and South America. C. A. Corron, The outline of new Zealand. ViLHJÁLMUR STEFÁNSSON, The activités of the canadian artic expedition fron October 710970, to Abril, 1978. MÉMOIRES PUBLIES PAR LA SocIeTÉ PORTUGAISE DES SCIENCES NATURELLES: SERIE ZooLocique. - En el número 3 publica el incansable investigador A. GanDoLFI HoryoLp un trabajo acerca de las anguilas titulado: Quelques observations sur la montée a Lisbonne, acompañadas de fotografías y figuras. BuLLErIN DE LA SOCIETÉ PORTUGAISE DES SCIENCES NATURELLES: MacaLnaes RamaLno, Sur les corpus birefringents de l'organe interrena: de la Torpille (Note preliminaire), y del mismo autor Note sur le pancreas intra-hepático et sur les cellules hepátigues de Orthagoriscus mola. BoLerín De La Real SocieDaD Española De Hisroria Natura. - Diciem- bre 1918. Gómez LLueca publica una lista de especies de peces fósiles entre los cuales se encuentra un Miliobátido nuevo para España. Isérica.—1918. Números 249 a 257 de 26 de Octubre a 21 de Diciembre. En la crónica general del número 249: Efecto de las variaciones de corto período en la radiación solar sobre la atmósfera terrestre. Trata en el número 250 de la manera de preservar las maderas sumergidas en el mar del ataque de un molusco, llamado Zeredo, según experimentos realizados en San Francisco bajo las indicaciones de Lockvoop. ' Hace mención (número 251) de un trabajo de JousBen en el que da a co» nocer la rigueza extraordinaria del estrecho de Mesina en formas abisales, cap” turadas en muy escasa profundidad. BoLerín orFIcIaL De La Lia Marítima EspañoLa.—Año xvm. Número 110, de Septiembre. — Octubre 1918. En-Sesión celebrada el 13 de Octubre de 1918, y en vista de la moción presentada por el Sr. Comrre, se acordó enviar representación al Congreso Nacional de Pesca Marítima. — 438 — Trata, además, de diferentes cuestiones relacionadas principalmente con la navegación. InForMAcióN: Revista guincenal órgano oficial de la Cámara de Comercio de Bilbao.—De 15 de Julio a 30 de Septiembre de 1918. Da a conocer el mercado de carbones al que dedica interesantes esta- dísticas. Menciona la reunión celebrada en Bilbao como preparatoria para el séptimo Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias que se celebrará en aquella ciudad. En el número de 14 de Septiembre añade las personas y entidades que serán encargadas de su organización. Acompañados de un corto preámbulo enumera los cursillos y conferencias celebradas en Oñate. Copia la R. O. en que figura el reglamento del Congreso Nacional de Pesca Marítima celebrado. Revisra De Marina.—Octubre 1918. BoLerín NavaL. —Bilbao, Octubre y Noviembre de 1918. BoLeríN DE La CÁMARA OFICIAL DE Comercio, ÍnpusTrRIA Y NaveGación. —Pal- ma de Mallorca. —Año xx (30 de Noviembre de 1918, número 338). BoLerín De La SocieDaD GeoGrÁrica. —Revista de Geografía Colonial y mercantil. - Tomo xv, números 8, 9 y 10. ENTE DE LAS MATERIAS DE ESTE TOMO (1918) Sección TÉcnIcCA: Páginas Algunas observaciones a la anguila en Mallorca, por A. Gandolfi O IR la Sd ao lacolenidóa lea al TS Ra lee a 0 e 1 MARES abisales, por Rafael de Buen... coco coa ana 81 Algunas medidas de las angulas de Santander, por A. Gandolfi Hor» A AAA A SO POSE EA O 153 Estudio de los fondos del Mibraico: por Rafael de Buen........... 193 Algunas escamas anormales de las anguilas, por A. Gandolfi Hornyold. 207 Experiencias sobre la formación de la pseudo-aleta caudal en la Angu- ca EandoleHornyold. cocine e e rd 263 Los góbidos de la Península Ibérica y Baleares (nota II y apéndice), por A A A A 291 Preparaciones sistemáticas de diatomáceas y breves consideraciones para un trabajo científico acerca de estos seres, por Álvaro de Mi- AAN A A AN A PA 399 Sobre dos especies de los géneros Globicephalus y Cephaloptera, por EAS A RS UE AA A 427 SECCIÓN SOCIAL: Pósito para pescadores: Reglamento de dos de sus Secciones, por Al- A EA A EA RS O A CO 117 Proyecto de organización de los pescadores libres para fines sociales.. 235 Sección OFICIAL: A A 65 as 1 PERRO AI Il A A AR LAé Extracto de diferentes Reales Órdenes...:..c.o.o.ooooooooo commons 135 A ARS AS RR A E 227 INFORMACIÓN GENERAL: SA acota. o lee a a e aa 139 Raconcha=perla em Méjico... edo a 140 afección ala pesca en Inglaterra....... oso carro ocrara a 141 NACION LS PLOVINCIAS. 0 cir a oleo apa A 141 Acuario de la Sociedad de Oceanografía de Guipúzcoa... .....oo.ooo.o. 141 E ELO o a oa o ea cal e 142 arma en Galicia... coo a o a e da a ele os 142 A LIN CA A ION 142 — 440 — Páginas Cursos para 1918 en el Instituto Oceanográfico de París.............. 144 Las algas como alimento de los caballos......)..0ooooooororroro. o... 144 Estados larvariqs de una esponja... 2.4100 ias a alles a 145 Los arrecifes actuales y los de pasadas edades. ........0ooooomo.o 2... 146 Utilización industrial de las algas. a a a 146 Conferencias sobre oceanografía y problemas pesqueros...... PEN y 213 Campaña en pro de las Escuelas de Pesca...........oooooooooooo.o... 221 Notas para creación de las Escuelas de Pesca.............«o..oooo... 223 PósItos pescadores... 4. po ts sole 0 000 ne eee se ae Aloe a ie 229 Estadística de Pesca de Vizcaya........ E a o ea Le da ai PEN 230 Organización de los pescadores en Badalona........+..0oooocoocoommo. - 230 Congreso Nacional de Pesca. che eses dolls o e elo ere eE 269 En pro del Congreso Nacional de Pesca Marítima.............<...... 277 Comisión oceanográfica Argentina... merlo a ea Naldo a a 0 ale e a 287 Las pesquerías en las colonias Írancesas........0oooooooroccocro o 288 Estudios Sobre alFasi diversa taa A e PTA 0 ES MY JU A, 289 Los /Foraminiteras an tte ie e ap e 00 AMS A id ICA 289 El Instituto de Oceanografía industrial en ParíS..............o...o... 280 - Congreso Nacional de Pesca Marítima celebrado en Madrid del 17 al 22 de Noviembrer ia ds hee ae: os else Ae INE 347 Publicaciones ultimamente! Técibidas... 0 hata ios. a da de ol ble 149 Lara A A A le a alo 233 Lar 08 do e e OMA eN ie A e IA A A E DE A A AR e O A 435 Índice de materias de.este told... 0ncep adn UN 439 0 As ue an 07 00 MY hy Y de VAIO ' wen . ¿ eN DA | ciones sde la Inspección de Pescas o pe Boletin de Es: E dos d Año PIIMETO.. c.croco rc rc 5 pesetas. Año pro A O NO O A 10 ; Mo Obón DE Buen. —Trabajos españoles de Oceanografía 0, COMOMCO AMOS o a RA AS aa e ds 1 NE FERNANDO DE Busn.—La cigala o aBeRt (Nenkreps): PA CON ABÚTAS ¿00040 0 IA O O e 1 Opón pe Buen. —Trabajos españoles de Oceanografía (11), CON Cao AS e Valeordo delilaida de ao e 1 FERNANDO DE Buen. —Escualos de fondo y su pesca en San SEASON: CON IQULAS lia e a iaa I RaraeL De Buen.—Peces eléctricos, con figuras......... A! ALFREDO SaraLeGuI.—Pósitos para pescadores .......... I d -——J, THouLer.—Enseñanza práctica de la A en co lastEscuelas de Pescar Tau on adams loas UE e! ; ALFREDO SARALEGUI. —Proyecto de construcción y mejora - de embarcaciones barataS.................. E I -« RAFAEL DE Buen.—Peces poco comunes de nuestras cos” ; A A IN I Opón pe Buen.—La Oceanografía en Italia, con figuras.. 1 ñ FERNANDO DE Buen. —Peces poco comunes de nuestras cos- ei as EOI A A A A I ' ALFREDO SaraLeEGuI. —El alcoholismo entre los pescadores ES Pepro M. Carpona.—Contra el uso de explosivos en la e an IRA NR AAA E RAE FERNANDO DE Buen.—El pez espada, con figuras ......... ALFREDO SARaLEGuI.—Instrucción del pescador .......... J. Thouer.—Muestras de fondos marinos en placas...... Antronio Irrews.—Trabajos químico-analíticos realizados en TOTO en las rías gallegas, con gráficas....... Pl: De Repacción. - El próximo Congreso internacional dé A O A A I Opón pe Buen. — Instrucciones para el estudio de las aguas A A A 1 ALFREDO SaraLeGuI. —Pósitos para pescadores: regla” mento provisional; reglamento especial de la Sección EOS NMEOS 40d bos Tano ae dada de a 1 FerNaNDo DE Buen.—Los góbidos de la Península Ibérica ME ESUCUnO, con. AULAS la. o mia eo ada 1 CoroneL SoreLa.—La formación de los pescadores en la TES a A NOR CO E ARA A A AO Y 1 ALFONSO GANDOLFI HornyoLD. — PIO observaciones o o] A ps ola y sus primeras campañas (66 páginas, un mapa A en colores, dos láminas, 19 figuras y 16 gráficas). AS A Memoria Il. ERNBARE DE Buen.—Estudio. batilitológico de la. | ; y ; Bahía de Palma, con un mapa de la distribución de los. : Sa EN sedimentos (134 páginas, dos id en colores y 18. Dei 5 O A O MA aida A OA Se 15. - Memoria II. AE ÍA HERNÁNDEZ. — lacras A a, químicas de la campaña del Balboa Dor el Mediterráneo. Ar (56 páginas, 34 figuras)... O IN a Memoria IV.—RaraEL De Bue do de los fondos Mae O . A AA rínos recogidos en la campaña del Balboa Dor er Me- DS! 0 diterráneo (64 páginas). . rar ee IT