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CÓRDOBA ) MPRENTA DEL “SECO DE fóRDOBA SS e REGLAMENTO DE LA Academia Nacional de Ciencias, Disposiciones generales ArtTícULO 1.9 La «Academia Nacional de Ciencias» es una corporacion científica sostenida por el Gobierno de la Nacion Argentina, y tiene su asiento en la ciu- dad de Córdoba. ArTicuLo 2,9 El Presidente de la República es el protector nato de la Academia; el Ministro de Instruccion Pública su Presidente Honorario. ARTÍCULO 3.9 Son objetos de la Academia los siguientes: 1.2 Servir de consejo consultivo al Gobierno en los asuntos referentes á las ciencias que culti- va el Instituto. 2.2 Explorar y estudiar el país en todas las ramificaciones de la naturaleza. 3.2 Hacer conocer los resultados de sus explo- raciones y estudios por medio de publicaciones. 4.2 Mantener relaciones de canje con otras sociedades científicas. dep CAPITULO I De los miembros de la Academia ARTICULO 4,9 La Academia se compondrá de miembros acti- vos (los residentes en el país), miembros corres- ponsales (en el extrangero) y de miembros hono- rarios. | ARTÍCULO 5.9 El nombramiento de los miembros de la Aca- demia se hará por el Gobierno á proposición de la Comision Directiva que se establece en el ca- pítulo siguiente. | ArTicuLo 6.9 r _ Todos los miembros tienen derecho á las ven- tajas deferidas por los artículos 19 y 27. CAPITULO II De la Comision Directiva ARTÍCULO 7.9 Los Catedráticos de la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas de la Universidad Mayor de San Cárlos formarán la Comision Directiva de la Academia, siendo atribucion de ella elegir en el carácter de Presidente á alguno de sus miembros ú otra persona de fuera de su seno. ArTiCULO 8.9 La Comision Directiva se Ocupará de todos los asuutos concernientes á la Academia, especialmen- te: 1.2 De las publicaciones. 2.2 De las exploraciones del país. A 3.2 Del canje y demas relaciones con otras sociedades científicas, corporaciones Ó particulares. ARTÍCULO 9.9 Los miembros de la Comision Directiva, á mas de la dotación ordinaria á título de Catedráticos de la Universidad, tendrán un sobresueldo en com- pensacion del recargo de sus tareas. CAPITULO III Del Presidente ArricuLo 10 El Presidente de la Comision Directiva es el representante de la Academia en los asuntos que se relacionan cun ella dentro y fuera de la mis- ma. ArTicuLo 11 A mas de las obligaciones de este funcionario impuestas por otros artículos del Reglamento, le incumbe tambien: 1.2 Trasmitir al Gobierno todos los dictáme- nes o informes que él requiriese de la Academia, de la Comision Directiva Ó de alguno de los miembros de aquella. 2,2 Presentar á la Comision Directiva, en la última sesion de Diciembre, una memoria anual sobre el estado de la Academia, para el conoci- miento de ésta y del Gobierno. 3.2 Arreglar la contabilidad de la Academia pasando ¡mensualmente informe al respecto á la Comision Directiva. 4.2 Intervenir: en la organizacion y arreglo constante del archivo de la Academia, cuidando se lleven en libros separados los acuerdos de aqué- lla, los de la misma Comision, las comunicaciones de. ésta, en copia, los originales de las dirigidas á ella, y las solicitudes particulares. O IA 5.2 Presentar anualmente el presupuesto de la Academia al Ministerio de Instruccion Pública, ArtTicuLo 12 El cargo de Presidente de la Academia durará dos años, pudiendo ser reclegida la misma perso- na cuantas veces se estimare conveniente. CALCULO De las sesiones ARTICULOS La Comision Directiva se reunirá en sesion, cuando ménos, una vez al mes, y no se conside- rará en quórum con la asistencia de ménos de dos tercios del número-de sus miembros. ArTicuLo 14 En los acuerdos hará resolucion la mayoría de uno sobre la mitad de los miembros presentes, y en caso de empate decidirá el Presidente. ArrTicuLo 15 Los acuerdos de la Academia serán autoriza- dos con la firma del Presidente, y refrendados por el Secretario. CAPITULO V De las exploraciones ArricuLo 16 Las exploraciones se harán por los miembros de la Comision Directiva durante las vacaciones de la Universidad. ArrTicuLo 17 La designacion de las localidades para explo- E rarse, será hecha en acuerdo de la Comision Di- rectiva, sin perjuicio de practicarse las excursiones que el Gobierno Nacional determinare. ArrTicuLo 18 Cada explorador remitirá al Ministerio de Ins- truecion Pública, por intermedio del Presidente de la Academia, á mas tardar dentro de tres meses desde su vuelta á Córdoba, un informe de la ope- ración practicada, y cuenta de sus gastos. CAPITULO VI De las publicaciones ArTICULO 19 Cada miembro de la Academia tiene el dere- cho de hacer conocer sus estudios por los órganos de publicacion de aquélla, previa aceptacion de parte de la Comision Directiva. ArtiícuLo 20 Cuando el autor de un trababajo presentado á la Academia para ser publicado, no pertenecie- se á ella, será propuesto al Gobierno en el carác- ter de miembro de la misma, siempre que aquél hubiese merecido la aprobacion de la (Comision Directiva. ARTICULO 21 La Academia publicará: 1.2 Actas. 2.2 Boletin. 3.2 Conferencias y otros trabajos populares. 4. Textos para la enseñanza. ARTÍCULO 22 En las Actas de la Academia de Ciencias se E e AA publicarán los trabajos mas notables y extensos de sus miembros, con sus correspondientes láminas y mapas, y se darán á luz cuando se hubiere reuni- do un suficiente número de materiales, previo acuerdo de la Comision Directiva. ARTICULO 23 El Boletin se publicará por entregas, de mane: ra que Cuatro de ellas formen un volúmen de qui- nientas páginas, mas Ó ménos, y contendrá: 1.2 Las disposiciones oficiales que se relacio- nen con la Universidad Nacional y con la Acade- mia, 2.2 Los informes científicos de sus miembros, y Otros trabajos de análogo carácter. La aparicion de las entregas puede ser Irregu- ar. : ARTICULO 24 Las conferencias y demas trabajos populares po- drán tambien aparacer en épocas indeterminadas Doce de estos folletos lormarán una serie. En caso necesario se anexarán grabados. ARTÍCULO 25 Los textos, con láminas, grabados, óÓ sin ellos, se publicarán oportunamente. ARTÍCULO 26 El formato y demas condiciones de impresion de las publicaciones á que se refieren los anterio- res artículos, se determinarán por acuerdo espe- cial. : ArtTÍcULO 27 Cada miembro tiene derecho á un ejemplar de todas las publicaciones de la Academia. pe O ARTÍCULO 28 Al autor de un trabajo se le entregarán cin- cuenta ejemplares separados del mismo. CAPITULO VII Tesorería—Secretaría—Biblioteca ARTÍCULO 29 Los fondos presupuestados para la Academia se administrarán por el Colector de la Universi- dad; pero su inversion queda á la sola y única disposicion de la Comision Directiva. ArrTicuLO 30 La secretaría y correccion de manuscritos y pruebas de imprenta, estarán á cargo de un em- pleado que nombrará la Comision Directiva. ArTiícuLO 31 Incumbe tambien al Secretario el cuidado in- mediato del archivo, con sujecion á lo dispuesto en el artículo 11, inciso 4.9. ARTÍCULO 32 Las demas obligaciones del Secretario serán determinadas por acuerdo especial. ARTICULO 33 Gozará del sueldo que el presupuesto le asigne. ARTÍCULO 34 Las publicaciones adquiridas por canje, siempre que formen volúmenes enteros, serán depositadas en la Biblioteca de la Universidad Nacional de acuerdo con lo dispuesto en ei artículo 20 del Re- olamento de la Facultad de Ciencias Físico-mate- máticas, ES 2 sai [yy PA CAPITULO VIII Reforma del Reglamento ARTICULO 39 La Comision Directiva podrá reformar este Re- elamento, prévia aprobacion del Gobierno. Departamento de Instruccion Pública. Buenos Aires, Junio 22 de 1878. Apruébase el Reglamento de la Academia Na- cional de Ciencias presentado por el Director de la misma y Rector de la Universidad Mayor de San Cárlos. Comuníquese, publíquese y dése al Registro Nacional. AVELLANEDA. B. LASTRA. Documentos oficiales INESIS: ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina) : Córdoba, Agosto 7 de 1878. Al Sr. Rector de la Universidad Mayor de San Cárlos, Dr. D. Manuel Lucero. Comunico á U. S. que la Academia Nacional de Cien cias ha determinado como dia de tabla para sus sesiones el primer lúnes de cada mes, y que ellas se celebren por ahora en la Universidad Mayor de San Carlos, y su se- cretaria continúe, tambien provisoriamente, en dicho Esta- blecimiento. Dios guarde al Señor Rector. Firmado:—Dr. H. WeYENBERGH. Presidente. PO ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina) Córdoba, Agosto 7 de 1878. Al Sr. Rector de "la Untversidad Mayor de San Cárlos, Dr. D. Manuel Lucero. Me es grato comunicar al Sr. Rector que la Academia Nacional de Ciencias, interesada en la organizacion defi- mtiva de la contabilidad, en lo que á ella concierne, ha acordado, en sesion de 3 del corriente, lo que paso á ex- poner: | 1.2 Prescindir por completo, no ocupándose mas, ni de las sumas que, aplicadas á sus varios objetos, hubiesen entrado para la Academia en colecturia anteriormente al 1. de Julio último, ni de las abonadas á dicho Instituto por la Universidad hasta la misma fecha. Debo advertir que las dotaciones á que aludo son las destinadas á exploraciones cientificas y publicaciones. 2.2 Desde el 1. de Julio próximo pasado percibirá la caja de la Academia las mensualidades que figuran en el Presupuesto vigente para exploraciones cientificas y publi- caciones, á más la mitad de las destinadas al fomento de la secretaria de la Universidad. 3. Tomará á su cargo la mitad de los débitos proce- dentes de impresiones que bubiese mandado hacer hasta ol 30 de Junio del corriente año. Se me ha encargado proponer á U. S. el' arreglo que las referidas disposiciones expresan; pues es el único me- dio para dejar expedito el movimiento interno del Instituto de una manera que: corresponda á las disposiciones del Reglamento orgánico respectivo. Al propio tiempo me permito insinuar á U. S., á nom- bre de la Academia, se sirva manifestar su opinion acerca de si el Presidente de ella suscribirá planillas por separa- do, comprendiendo las mensualidades que se refieren á operaciones cientificas y publicaciones; óÓ si, por no existir todavia un presupuesto aparte, el Sr. Rector continuará incluyendo aquéllas en la planilla general hasta el 1. de Enero próximo, depositándolas en una caja especial, como tambien la mitad de las mensualidades que devengaren desde el 1.? de Julio próximo pasado para el sosten de la secretaria de la Universidad. Espero que, dignándose conferenciar U. S. sobre las particularidades de esta nota con el Decano de la Facultad de Ciencias Fisico-matemáticas de esa Universidad, indica- rá á él, para que lo trasmita á la Academia, su resolucion al respecto. Me es grato ofrecer, con este motivo, al Sr. Rector mi particular distincion y respetos. Dios guarde á U. S. Firmado:—Dr. H. WEYENBERGH. Presidente. N.* 10 ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina) Córdoba, Agosto 7 de 1878. Al Sr. Decano de la Facultad de Ciencias Fisico-matema- ticas de la Universidad Mayor de San Cárlos, Dr. D. Oscar Doeriny. (Esta nota versa sobre el mismo asunto de la anterior). AS MINISTERIO DE JustTICIA, CuLTo E INSTRUCCION PÚBLICA DE La REPÚ- BLICA ARGENTINA. Buenos Aires, Agosto 8 de 1878. B. N.* 301. Al Sr. Rector de la Universidad de Córdoba. Acuso recibo de la nota de Vd. fecha 25 del mes ppdo. en-la que comunica que la Academia de Ciencias existen- te en esa Universidad ha designado al Dr. D. H. Weyen- bergh como su Presidente. Con esta fecha se ha aprobado la designacion propues- ta. Dios guarde á Ud. Firmado— BONIFACIO LASTRA. MINISTERIO DE JUSTICIA, CuLTOo E INSTRUCCION PÚBLICA DE LA REPÚ- BLICA ARGENTINA. -B. 346. Buenos Aires, Setiembre 21 de 1878. Al Sr. Presidente de la Academia de Ciencias. Adjunto á Ud. copia legalizada del decreto fecha de hoy, en el cual se hacen nuevos nombramientos de miembros de esa Academia. Dios guarde á Ud. Firmado— BonirAcio LASTRA. DEPARTAMENTO DE INSTRUCCION PÚBLICA. Buenos Aires, Setiembre 21 de 1878, Atentas las comunicaciones del Presidente de la Acade- mia Nacional de Ciencias proponiendo por resolucion de la A Comision Directiva el nombramiento de las personas que han de integrarla El Presidente de la República— DECRETA: Artículo 1.? Nómbrase para integrar la expresadu Acade- mia en calidad de Miembros Honorarios á los siguientes Señores: Dr. D. Manuel Lucero, Rector de la Universidad Mayor de San Cárlos. Dr. D. J. E. Wappáus, Catedrático en Góttingen. D. Domingo F. Sarmiento. Dr. D. Onésimo Leguizamon. Dr. D. Santiago Cáceres. D. Luis Huergo. Artículo 2.” Nómbrase Miembros Corresponsales á los siguientes Señores: Dr. D. T. Thorel, Catedrático en Upsala. D. P. C. T. Snellen (Roterdan). Artículo 3.” Quedan nombrados Miembros Activos los siguientes Señores: - D. Saile Echegaray. D. Augusto Conil. D. Guillermo White. D. Eduardo Holmberg. D. José M. Torres. Articulo 4. Los Sres. Dres. D. C. Darwin y D. A. Grise- bach, Miembros Corresponsales actualmente, quedan nom- brados en calidad de Miembros Honorartos. Artículo 5.” Comuniquese, publiquese y dése al Registro Nacional. AVELLANEDA. , B. LAsTRA. Es copia— Firmado—Márcos Paz. N.* 30. ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina). Córdoba, Noviembre 6 de 1878. Al Exmo. Sr. Ministro: de Justicia, Culto é Instruccion Pública, Dr. D. Bonifacio Lastra. La salud de mi esposa estando alterada por los calo- ee IE res de este pais, me veo obligado á hacer un viaje á Europa con el fin de llevarla á un clima mas frio, y es por esta razon que pido al Exmo. Gobierno licencia para ausentarme durante las vacaciones universitarias. Antes de marcharme, tengo intencion de presentarme á ese Ministerio para recibir las órdenes que el Gobier- no quisiera darme. A un tiempo comunico al Sr. Ministro que la Comi- sion Directiva, en su sesion de 4 del corriente, ha in- dicado la persona del Sr. Decano de la Facultad de Cien- clas Fisico-matemáticas, Dr. D. Oscar Doering, para ha- cer mis veces durante esa ausencia, y en consecuencia de. esta resolucion, pido al Sr. Ministro se sirva recono- cer á dicho Señor como mi sostituto Ó Presidente inte- rino de este Instituto. Antes de irme, presentaré al Sr. Ministro el informe anual que prescribe el Reglamento. Con tal motivo, me es grato reiterar á V. E. las se- guridades de mi consideracion mas distinguida. Dios guarde á V. E. Firmado:—Dr. H. WeYENBERGH. Presidente. MINISTERIO DE JUSTICIA, CuLTO E INSTRUCCION PÚBLICA DE La ReEpPÚ- BLICA ARGENTINA. Buenos Aires, Noviembre 20 de 1878. C. 585. Al Sr. Presidente de la Academia de Ciencias de Córdo- ba, Dr. D. H. Weyenbergh. Comunico á V. que por decreto de esta fecha, el Go- bierno ha tenido á bien concederle la licencia solicitada en su nota de fecha 6 del corriente, dejando como sustl- tuto en las funciones que V. desempeña al Dr, D. Oscar Dóring. Dios guarde á V. Firmado:—BonNiracio LAsTRA. A pa N.* 613. MINISTERIO DEL INTERIOR. (República Argentina). Buenos Aires, Noviembre 9 de 187?. -Al Ezxmo. Sr. Ministro de Justicia, Culto é Instruccion Pública. La Ley de 18 de Agosto último acuerda á la empresa Pastoriza y Ca. la suma de $ tfts. 6,000 para las obras del pozo artesiano que se está abriendo en la Provincia de Catamarca. Segun los informes del Departamento de Obras Públicas los trabajos ejecutados hasta la fecha son problemáticos; y siendo conveniente encargar la inspec- cion de la localidad y del trabajo ejecutado á una perso- na competente, este Ministerio se ha fijado en el Sr. Pro- fesor de Geología de la Academia de Ciencias Exactas, por lo que tengo el honor de dirigirme á V. E. recabándole se sirva pedirle informes sobre la posibilidad de que exis- tan aguas artesianas en el paraje donde se ejecutan estos trabajos. Dios guarde á V. E. Firmado:—BERNARDO DE ÍIRIGOYEN. MINISTERIO DE INsTRUCCION PÚBLICA. Buenos Aires, Noviembre 13 de 1877. Pase al Director de la Academia de Ciencias de Coór- doba para que recabe del Profesor de Geologia el infor- me que solicita el Ministerio del Interior, y vuelva. (*) Firmado:—J. M, GUTIERREZ. 0 _ (%) En el cuerpo de este volúmen vá el informe relativo del Catedrá- tico de Geología Dr. D. Luis Brackebusch, E a INES O: ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina). Córdoba, Noviembre 16 de 1878. Al. Exmo. Sr. Ministro de Justicia, Culto é Instruccion Pública, Dr. D. Bonifacio Lastra. . Existiendo ahora una separacion completa entre la Uni- versidad Mayor de San Cárlos y este Instituto, hay en el Presupuesto Nacional de gastos que empezará á regir el 1.” de Enero de 1879, un inciso separado para la Acade- mia Nacional de Ciencias, que, por consiguiente, tendrá que formar, desde la fecha indicada, su planilla mensual por separado. Dicha planilla, firmada por el Presidente, deberá ser remitida á la Aduana del Rosario, de conformi- dad á los articulos 10 y 11 del Reglamento aprobado con fecha 22 de Junio último. Como para casos iguales no ha tenido aún este Insti- tuto qué entenderse con la citada Aduana, es muy proba- ble que no quiera admitir las planillas de la Academia si no tiene órden especial para ello; y es la razon por que me permito dirigirme á V. E. pidiéndole se sirva hacer á quien corresponde las indicaciones necesarias para ob- viar las dificultades que, sin ellas, pudieran sobrevenir. Aprovecho esta ocasion para reiterar al Señor Ministro las seguridades de mi mayor consideracion y respeto. Dios guarde á V. E. Firmado:—DRrR. H. WEYENBERGH. Presidente. N.* 45, ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina). Córdoba, Noviembre 26 de 1878. Al Sr. Secretarto de la Academia Nacional de Ciencias, -D. Tobías Garzon. Tengo el gusto de anunciar á U. una noticia satisfacto- ria, y es que el nuevo Presupuesto le asigna como Secre- tario de la Facultad de Ciencias, con la correccion de pruebas, el mismo sueldo de que ántes gozaba eos e empeñar las dos secretarias—de la Academia y de la Fa- cultad. En vista de esto, y considerando el recargo de trabajos que estos dos empleos le ocasionaban, recargo que afecta- ba la salud de U., la Comision Directiva, en su sesion de 22 del corriente, ha acordado aliviar á U. de la secretaria de la Academia, y nombró en su lugar á D. P. Augusto Conil; de modo que, con ménos trabajo, y teniendo que atender solo la secretaría de la Facultad, gozará U. el mismo sueldo que ántes cuando tenia que ocuparse tambien de la de este Instituto, lo que le permitirá á U. atender su salud como es debido. Dios guarde á U. Firmado:—Dr. H. WEYENBERGH. Presidente. N.* 47. ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina) Córdoba, Diciembre 1.” de 1878. Al Exmo. Sr. Ministro de Justicia, Culto é Instruccion Pública; De. 1D. Bonuacio Lastra Cumpliendo con lo ordenado por el articulo 11, inciso 2.” de los estatutos de la Academia Nacional de Ciencias he presentado á la Comision Directiva mi primer Informe anual, cuya copia, segun lo dispuesto en el citado artículo, tengo el honor de remitir á V. E. Dios guarde al Señor Ministro. Firmado:—Dr. H. WEYENBERGH. Presidente. MEMORIA ANUAL DeL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS, Dr. D. H. WEYENBERGH, CORRESPONDIENTE A 1878. N. 20: Córdoba, Diciembre de 1878. A la H. Comiston Directiva de la Academia Nactonal de Ciencias. Presente. Cumpliendo con lo dispuesto por el articulo 11, inciso O 2.”, del Reglamento orgánico de nuestra Academia, me es satisfactorio presentaros por primera vez la Memoria anual del Instituto. Prescindiré de los detalles históricos relati- vos á la época en que éste se hallaba unido á la Universi- dad Nacional. Los estatutos que nos rigen ahora fueron decretados por el Exmo. Gobierno Nacional con fecha 22 de Junio próximo pasado, de modo que, desde ese tiempo, la Academia, ántes intimamente ligada ¡á la Universidad, ha principiado .á funcionar como instituto independiente. Tal consideracion explicará por qué este informe solo abraza el segundo se- mestre del corriente año. La independencia completa dada á aquélla por el nuevo Reglamento, le prometia desde luego una vida mas fructí- fera, y así uno de los primeros progresos ha sido aumentar el número de sus miembros, siendo hasta la fecha los Miembros Honorarios 7, los Corresponsales 8 y los Activos 20, comprendiendo en este último número los que forman el Directorio. Por la muerte del Dr. D. Manuel Lucero hemos sufri- do una sensible pérdida de entre los Miembros Honorarios de la Academia. A la digna memoria de su reformador será consagrada una parte de la primera entrega del «Bo- letin». Las sesiones han tenido lugar con toda regularidad, ha- hiéendose á más celebrado algunas extraordinarias. El proyecto de presupuesto que á su tiempo presenté á la aprobacion del Gobierno, fué aceptado por el P. E. por la Comision ad hoc sin alteración ninguna; pero el H. Senado introdujo en él algunas modificaciones: —1.” en lo tocante á la remuneracion en favor de los miembros de la Comision Directiva, de lo que ha resultado una disposicion que no responde á la mente de los que formulámos ese proyecto, niá lo establecido por el articulo 9.” del Reglamen- to: espero que, en el año entrante, será restablecido el órden normal en este sentido;—2.*, el sueldo del Secretario ha sido puesto en la mitad de lo indicado, por causa de haberse confundido las dos secretarías, de la Facultad y de la Academia, figurando el primer Secretario como Redactor en lugar del segundo, y habiéndose asimismo cambiado los dos sueldos;—3.*% erróneamente han sido puestos en el inciso de la Facultad los fondos destinados á las excursio- nes;—4.*”, las sumas propuestas para la publicacion de las «Actas», de textos y del «Boletin», han quedado refundidas en una sola, de lo que resulta $ fts. 200 «para publicacio- nes», habiéndose borrado los $ fts. 15 «para publicaciones populares»;—5.”, erróneamente tambien figuran en el presu- puesto de la Academia $ fts. 300 «para continuacion del nuevo edificio», lo que pertenece al inciso de la Facultad de Ciencias Fisico-matemáticas. Como en el presupuesto de la última figuran á más $ fts. 80 para publicaciones, que, sin duda, deben entrar en la caja de la Academia, que solo se ocupa de publicaciones, la Comision Directiva pue- de resolver qué debe hacerse en vista de estas confusiones y errores. La ley de Presupuesto no puede sufrir modifica- ciones; pero puede ser que estas cosas se arreglen por un acuerdo especial entre la Facultad de Ciencias Fisico-mate- máticas (es decir la Universidad) y la Academia. La contabilidad ha sido el punto mas dificil de organi- zacion á causa de que, hasta el tiempo en que se sancionó el nuevo Reglamento, ha estado unida la Academia á la Uni- versidad, por lo que no se han llevado por separado los haberes y débitos de ambas. Existian várias deudas proce- dentes de publicaciones, y otras por gastos de exploraciones á favor de algunos de los miembros de aquélla, deudas que, segun el nuevo régimen del Instituto, debian pasar de la cuenta general de la Universidad á la dela Academia, pues á ésta corresponden los dos referidos objetos. La separacion establecida entre la Academia y la Fa- cultad exigia un arreglo definitivo respecto 4 esos débitos, á cuyo fin habia que optar entre uno de estos dos caminos: — primero, podia aquélla tomar á su cargo todas las deudas procedentes de exploraciones y publicaciones hechas du- rante el tiempo que ha estado ligada con la Universidad; pero, en el caso propuesto, debia ésta reembolsar á la caja de la Academia todos los fondos entrados para los referidos obje- tos. La Comision Directiva ha comprendido los cálculos penosos y casi imposibles que resultarian del arreglo indi- cado, y esta consideracion la indujo á elegir el otro cami- no como mas breve, y es el siguiente: —la Academia re- nuncia á favor de la Universidad á todos los fondos que, miéntras estuvo unida con ésta, debió recibir para el sosten de publicaciones y exploraciones; deja asimismo bajo la sola responsabilidad de aquel Establecimiento los débitos que, hasta el 1* de Julio ppdo., se refieren á los dos suso- dichos destinos. Este arreglo, ventajoso para la Universi- dad, pues la suma de las entradas excede á las respectivas salidas, ha sido celebrado con el Sr. Rector, quedando asi terminada la cuestion financiera del Instituto. Los fondos destinados á la Academia que, desde el 1.* de Julio último, deben haber ingresado en colecturia, son $ f. 80 mensuales para el sosten de las publicaciones, é igual suma para las exploraciones, resultando hasta el úl- timo dia del corriente año un total de $ f. 480 para el pri- mer objeto, y otro tanto para el segundo. Por no tener la Academia un inciso aparte en el Presu- puesto vigente, no ha sido posible hasta ahora formar pla- nillas mensuales separadas de la Universidad, ésta ha con- tinuado percibiendo las referidas asignaciones, con cargo, 00- mo es natural, de entregarlas en oportunidad á quien cor- responde. La crisis pecuniaria por que ha atravesado la Universidad en los últimos tiempos, no le ha permitido ha- cer efectivo el reembolso expresado. Ella reconocerá desde luego y abonará al finalizar el año corriente, mediante el o ARES V.2 B.2 y órden de pago firmada por el Sr. Rector, la deuda á favor de la Academia por la cantidad de $ fts. 960. Agregada esta suma á la que ha entrado en caja ($b. 7.50= $ fts. 5. 72) por venta de publicaciones, resulta un activo de $ fts. 965. 72 cts. el 31 de Diciembre del corriente año. Desde el 1.2 de Enero de 1879, la Academia tendrá su inciso separado en el Presupuesto, y sus fondos serán reci- bidos directamente por ella, previa la remision de las res- pectivas planillas mensuales, que serán firmadas por el Pre- sidente ó su reemplazante. Pasaré ahora á hablar de los débitos: son los siguientes: Al establecimiento del Sr. D Guillermo Kraft, en Buenos Aires, por las láminas V, VI, VII y VIII del Mono der las Actas anio tota o sa a MM 15.193 ORO sido Ina da ado o MM ALO A la imprenta del «Eco de Córdoba», por la im- presion de la entrega 1V* del tomo I1* del Boletín $b. 190 A la libreria del Sr. Bouquet, en Córdoba, por li- bros en blanco y otros objetos para la secretaría $b. 88.25 Al-carpintero.D. E. Poerzler, en- Córdoba, por un ao parar dica OCN. yodo o PD. 88 Y otras pequeñas cuentas de secretaría. A pesar de que no conocemos todavia el importe de al- gunas de estas cuentas, se puede decir desde ya dae la su- ma total de las deudas no excederá en mucho á la que te- nemos qué recibir. En cuanto á la secretaria y su archivo, todo se halla arreglado hasta la fecha de conformidad con lo acordado por la Comision Directiva en su sesion de 3 de Agosto último. Paso ahora á la parte principal de mi mensaje anual: los trabajos cientificos de nuestra asociacion. Siguiendo el órden indicado en el art.” 3.2 del Reglamento, trataré su- cesivamente: 1.2 de los informes que le han sido pedidos en su carácter de consejo consultor; 2.2 de las explora- ciones y estudios del pais; 3.2 de sus publicaciones, y 4.9 de sus relaciones con otras academias y sociedades her- manas; no debiendo extrañarse que, por el corto tiempo y el trabajo que ha requerido la instalacion definitiva de la Academia, la reseña de esta parte sea muy concisa. El único informe que, durante los seis referidos meses, nos ha pedido el Exmo. Gobierno Nacional, es sobre el mayor ó menor éxito que podria tener el pozo artesiano de Catamarca. Nuestro colega, Catedrático de Mineralogía en la Universidad, Dr. D. L. Brackebusch, ha hecho la ins- peccion y estudios necesarios y dado su informe, que fué dirigido al Ministerio del Interior. En cuanto al segundo punto, me es grato aprovechar la ocasion para mencionar un estudio importante que se ha llevado á cabo, merced al in“atigable zelo de nuestro cole- ga D. F. Latzina, estudio que tiene una gran trascenden- cia para lo futuro: me refiero al sistema seismométrico. El 09 seismómetro, instrumento construido segun las indicacio- nes de aquél, tiene por objeto descubrir el tiempo, la di- reccion, etc. en que se verifican los temblores de tierra, para llevar de ellos el registro correspondiente; ha sido mandado a los Colegios Nacionales de San Juan, Mendoza, San Luis, Jujuy, la Rioja, Catamarca, Salta y Santiago del Estero. Estas localidades y la de Córdoba, en que se ha es- tablecido tambien el referido registro, constituyen nueve es- taciones seismométricas planteadas en el pais, las cuales están á cargo de los respectivos profesores de fisica, á ex- cepcion de la última—la oficina central—=que se halla bajo la direccion del Sr. D. Francisco Latzina, miembro del Di- rectorio de la Academia. Conjuntamente con el seismómetro, se ha acompañado á dichos profesores un ejemplar impreso de las instrucciones relativas dictadas por aquél. Como no ha ocurrido hasta ahora un caso de observa- cion, me reservo para otra oportunidad el referirme á los resultados de tan importante creacion. Sin duda, dentro de breve tiempo, nos dará ella un exacto conocimiento de los temblores que se produzcan en el territorio de la República, siempre que los profesores” llamados á prestar su concurso en este negocio, apunten y trasmitan fielmente todas sus observaciones segun el plan indicado.— Las circunstancias angustiosas en que se ha encontrado y se encuentra aún la caja de la Academia, nos han obli- gado 4 proceder con la mayor economia posible en las pus blicaciones. De las «Actas» solo se ha dado á luz la 2.* entrega del tomo III.”, conteniendo estudios sobre la mytasts y cuatro láminas, de las cuales tres pertenecen á un articu- lo publicado ya en la entrega anterior. Los autores del artículo sobre mytasis son los Sres. Dr. D. Carlos Lesbini, D. P. A. Conil y Dr. D. H. Weyenbergh. Del «Boletin» se ha impreso la última entrega (4.9) del IT.” tomo; su contenido se compone de los estudios siguien- tes: Determinacion de plantas sanjuaninas por D. S. Eche- garay: Description d'une nouvelle espece de la famille des Distomides, s. Distoma pulcherrimum por el Dr. D. H. We- yenbergh: Dolichotes centralis Wh., una nueva especie de subungulata de Sud-América, por el Dr. D. H. Weyenbergh: Ni Mimallo Curtisea, ni Euclea diagonalis H. S. mais bien Mimallo despecta Walk. por el Dr. D. H. Weyenbergh: Une nouvelle espéce de (Gamase por el Sr. D. P. A. Conil: Description de deux nouvelles especes de lepidopteres Hétéro- ceres, appartenant a la famille des Ltthorides por el Sr. DB.C. TT. Smellen, y a mas algunos documentos ein formes oficiales de tiempo anterior á la fecha que tiene el decreto del nuevo Reglamento. Trabajos populares no se han publicado por falta de re- cursos á nuestra disposicion, y, por la misma razon, no ha sido posible continuar la impresion de los textos. A - Espero que en el año entrante podrémos dar á la pren- sa un regular número de trabajos. Ya que he hablado de las publicaciones, no puedo dejar de llamar la atencion de la Comision Directiva sobre las obras de gran importancia que continúan publicándose por miembros del Instituto, á pesar de que no son costeadas dichas publicaciones con fondos pertenecientes á él. Una de ellas es la «Descripcion Fisica de la República Argentina» por el Dr. D. German Burmeister, en cuyas últimas entregas, publicadas en Buenos Aires, se ocupa el autor de la fauna del pais. Otra es la descripcion de la «Flora Argentina» por el Dr. D. A. Grisebach, y se edita en Alemania. Una segun- da. parte, que trata de la flora setentrional del pais, está ya en prensa, y completará la primera parte, que contiene la flora central, que ha sido publicada en 1874 bajo el ti- tulo de Plantae Lorentztanae. Es la intencion del Sr. D. J. Hieronymus, Catedrático de Botánica en la Universidad y miembro de la Comision Directiva de nuestra Academia, formar, de las publicaciones hechas hasta el presente sobre la flora indígena, una sola obra bajo el titulo de Prodro- mus Florae Argentinae, á cuyo efecto será indispensable pedir oportunamente una subvencion extraordinaria al Ex- mo. Gobierno Nacional. La tercera obra, de no ménos importancia que las an- teriores, y que tambien se basa en estudios y exploraciones hechas en el pais, es la del Dr. D. A. Stelzner, quien, en calidad de miembro de la Academia, practicó en años pa- sados algunos viajes exploratorios, cuyos resultados es el contenido de la obra á que me refiero: en ella ha consig- nado, con la participacion de otros sabios alemanes, sus es- tudios geológicos y paleontológicos bajo el titulo de «Bestrá- ge zur Geologie und Palaeontologie der Argentinischen Republik»: dicha publicacion se hace igualmente en Ale mama. La Academia recibió una nota del Dr. Stelzner, actualmente catedrático en Freiberg, haciendo algunas pro- puestas relativas á la traduccion castellana de su obra, pl- diendo para ello una pequeña subvencion del Gobierno Na- cional. Tengo el pensamiento de hacer en breve á la Co- mision Directiva una indicacion sobre el particular. Debo mencionar finalmente una obra botánica publicada por el miembro de nuestra Academia Dr. D. G. Lorentz, bajo el titulo: «La Vegetacton del Nordeste de la Provin- cia de Entre-Rios», 1878, Buenos Aires, 8. Este nuevo trabajo del célebre botanista ha sido recibido en el mundo cientifico con gran aplauso, como lo demuestran las cri- ticas europeas. El Sr. D. C. Berg, miembro tambien del mismo Insti- tuto, está publicando en Buenos Aires una descripcion sis- temática de los Hemipteros argentinos, y el Sr. D. F. P. Moreno, miembro igualmente de la Academia, ha publica- do algunos folletos y estudios, que, segun el autor, deben a A ser considerados como notas preliminares á su gran obra sobre «El hombre Sud-americano». _Las relaciones de nuestro Instituto han extendido consi- derablemente su esfera de accion. Casi doscientas acade- mias y sociedades cientificas de todas las partes del mundo han sido invitadas por circulares á entrar en corresponden- cia con él, recibiéndose cada dia contestaciones satisfacto- rias y trabajos impresos enviados en canje con nuestras pu- blicaciones. Puedo asegurar desde luego, que la Academia Argentina juega ya un rol algo importante en el movimien- to del mundo cientifico. Una sola mirada en el libro de relaciones existente en el archivo de la secretaria, basta- rá para persuadirse de esta verdad. La Academia Nacional, puede decirse, ha nacido por se- gunda vez. Cuando nacen los fetos de los marsupialios, no son todavía bien formados, y entran, para llegar á mayor desarrollo, en el marsupio de la madre: asi el feto de la Academia ha debido, despues de su nacimiento, entrar de nuevo en el seno de la madre, la Universidad; y asi como mas tarde los fetos de los animales aludidos, saliendo com- pletamente formados del mismo marsupio, nacen por se- gunda vez, asi ahora la Academia, saliendo del seno de la Universidad, celebra su segundo nacimiento, llegando á una vida independiente, que, esperamos, será fértil y du- rable. Contando para esto con vuestra cooperacion: y espe- cialmente con la del Gobierno Nacional, concluyo este pri- mer informe anual. Dios os guarde. Firmado:—Dr. H. WVeYENBERGH. Presidente. Circular dirigida á las sociedades científicas ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. (República Argentina) CORO ba es anida stos iS 70, 2 IT PARRA E A TO A TOS Como Presidente de la Academia Nacional de Ciencias, y por encargo de ella, tengo el honor de dirigirme á esa.... a QUe vd. tan dignamente preside, con el propósito que voy á manifestar. Antes de referirme al objeto principal de esta nota, creo oportuno consignar aqui algunos detalles concernientes á la historia del Instituto. Fundado por el Exmo. Gobierno Nacional el 15 de Di- ciembre de 1873 (época en que era Presidente de la Repú- blica el Br. D. Domingo F. Sarmiento, y Ministro de Instruccion Pública el Dr. MD. Nicolas Avellane- da), tuvo por primer Director al Be. E». German Eur meister, quien, poco despues, elevó á la consideracion de aquél el Reglamento orgánico respectivo, que fué apro- bado el 10 de Enero de 1874. Las circunstancias ocurridas en el curso de algunos años, han demostrado la necesidad de reformar ese Regla- mento y modificar las bases sobre las cuales habia sido es- tablecida la Academia. Ligada ésta á la Universidad Na- cional desde su nacimiento, de una manera que no le per- mitia marchar independientemente, se reconoció desde lue- go la imposibilidad de llenar los altos fines á que está des- tinada. En presencia de estos antecedentes se procuró darle la libertad requerida—la libertad de accion, la única que le podia asegurar una existencia de fecunda labor y de resul- tados positivos para el pais. Mediante la poderosa coope- racion del Dr. MD. Manuel Lucecro, sucesor del By. Burmeister, hemos conqnistado aquélla con el nuevo Reglamento aprobado por decreto superior de 22 de Junio próximo pasado En los cinco años transcurridos desde la fundacion de la Academia, ella ha publicado, á más de algunas series de disertaciones y trabajos populares, y textos para la ense- nanza universitaria, dos tomos de «Actas» en 4.” mayor, con láminas y mapas, y dos del «Boletin» en 8.” Que no haya sido mas productiva, es el resultado de várias circunstancias, en parte provocadas por las dificul- ES .ades arriba aludidas, y en parte por incidentes generales y económicos, en cuya explicacion no seria del caso en- trar. Dados la forma y régimen actuales de nuestra Acade- mia, tenemos la esperanza de poder contribuir mas de lo que hasta ahora nos ha sido dable, al desenvolvimiento de las ciencias en el pais, continuando con mas regularidad nuestras publicaciones y demás trabajos. Para ensanchar así su esfera de accion, le es indispen- sable el apoyo de las sociedades hermanas. Una de sus primeras necesidades es ponerse en relacion con todo el mundo cientifico, y adquirir para su biblioteca, todavía algo reducida, las producciones de aquéllas, ya sea como un obsequio, ó bien en canje con sus publicaciones. Me permito, pues, insinuar á vd. tan legitima aspira- cion manifestada por la Academia Argentina, á fin de que se sirva trasmitir esta insinuación al conocimiento de ese Instituto; y al mismo tiempo cumplo el deber de expresar nuestro íntimo agradecimiento por el interes que algunas sociedades cientificas han tomado en favor de aquélla. Con tal motivo me complazco en saludar al Sr........ ess. COn mi consideración distinetida: Dios guarde á vd. El Presidente Dr. H. WEYENBERGH. IS Lettre adressée aux sociétés scientifiques. IRM CCU RA dea ..... 6.000... 010.%.710.00.0.400.. ... o... .....0. Comme Président de ” Académie Nationale des Sciences, et sur sa recommandation expresse, j'al l'honneur de RE A A EE Ao: ode que vous présidez si dignement, au sujet de ce que je vais vous manifester. Mais, avant de parler de P'objet principal de cette lettre, je Crois opportun de consigner ici quelques détails con- cernant P histoire de 'PInstitut. Fondé par PExcellentissime Gouvernement National le 15 Décembre 1873 (époque ou Mr. le docteur MDormása- que F. Sarmiento était Président de la République, et Mr. le docteur Nicolas Avellaneda était Ministre de PInstruction Publique), il eút pour premier Président Mr. le docteur Germain Burmeister, qui, peu de temps apres, éleva le Reglement organique respectif á la considé- ration du Gouvernement qui l'approuva le 10 Janvier 1874. Les circonstances survenues durant ces quelques années, ont démontré la nécessité de réformer ce reglement et de mo- difier les bases sur lesquelles avait été fondée l'Académie. Réunie, depuis sa naissance, a l''Université Nationale d'une maniére quí ne lui permettaitpas de marcher avec indépen- dance, l'impossibilité de remplir la mission élevée á laquelle elle était destinée, fut bientót reconnue. En présence de ces antécédents on tácha de lui procu- rer la liberté voulue—la liberté d'action, la seule qui pou- vait lui assurer une existence de travail fécond et de ré- sultats positifs pour le pays. Moyennant la puissante coo- pération de Mr. le docteur Mamuel Lucero, successeur du docteur Burmeíster, nous avons conquis cette liber- té avec le nouveau Reglement approuvé par décret supé- rieur du 22 Juin dernier. Pendant les cinq années écoulées depuis sa fondation, lAcadémie a publié, en plus de quelques séries de disser- tations et travaux populaires et de textes pour Penseigne- ment universitaire, deux volumes des «Actes», grand in 4.” avec des planches et des cartes, et deux du «Bulletin» O Si elle r'a pas donné plus de fruits, cela est dú au ré- sultat de diverses circonstances, provoquées en partie par les difficultés auxquelles il a été fait allusion ci-dessus, et en partie par des incidents généraux et économiques dont il n'est pas nécessaire de donner ici Vexplication. La forme et le régime actuels de notre Académie étant donnés, nous avons l'espérance de pouvoir contribuer, plus que jusqu'á présent il ne nous a été donné de le faire, au développement des sciences dans ce pays, en continuant nos publications et nos autres travaux avec plus de régu- larité. Pour agrandir ainsi sa sphére d'action, l'appui des au- tres sociétés de méme nature lui est indispensable. Une de ses premiéres nécessités est de se mettre en relation avec tout le monde scientifique et d'acquérir pour sa bi- bliothéque, peu riche encore, les productions de ces socié- tés, solt gráce á leurs bons offices, soit en échange de ses publications. Je me permets done de vous faire part d'une aspiration s1 legitime manifestée par l'Académie Argentine, afin que vous ayez la bonté de donner connaissance de son désir a Plnstitut que vous présidez, et je remplis en méme temps un devoir en exprimant la profonde reconnaissance dont elle est pénétrée pour P'intérét que plusieurs sociétés scien- tifiques ont bien voulu lui démontrer. Recevez, Monsieur, les assurances de ma considéra- tion distinguée. Le Président de 1*Académie Nationale Argentino Dr. H. WEYENBERGH. El Dr. D. Manuel Lucero MIEMBRO HONORARIO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. Exegit monumentum aere perennus. Hor. La Comision Directiva cumple el triste deber de comu- nicar á los miembros de la Academia existentes en el ex- terior, el fallecimiento del Dr. D. Manuel Lucero, Miem- bro Honorario del Instituto. Este ilustre argentino ha bajado á la tumba rodeado del prestigio de sus conciudadanos: él fué uno de los pa- triotas mas abnegados, preocupado única y exclusivamente en el bien del pais. El pueblo de Córdoba, su patria natal, se conmovió mente con la infausta nueva de su fallecimiento: abia muerto uno de sus mas grandes benefactores. Los intereses de nuestro porvenir estaban vinculados con el nombre de este ciudadano distinguidisimo, cuya existencia laboriosa é inquebrantable la habia dedicado al engrandecimiento de su pais, siendo uno de los mas ar- dientes propagandistas de la reforma universitaria. Su ideal, como Rector de la Universidad Mayor de S. Carlos, era abrir un campo mas vasto á la juventud, creando nue- vas carreras que aseguraran á los pueblos de la Nacion una vida propia é independiente. Si es verdad que hay hombres que, al traves de los tiempos, viven en la memoria de la posteridad, el nombre del Dr. D. Manuel Lucero brillará como una aureola de gloria en los anales de la Academia, y, con el mismo lus- tre, en la historia de los progresos de la Universidad. El fué una de las victimas de la tirania en los tiempos aciagos del Gobierno de Rosas: al suelo de una nacion her- mana, la República de Bolivia, allí fué á comer el pan del destierro. El año 1854, cuando el cielo de la patria sonreia ilumi- nado por el sol de la libertad, se le llamó á ocupar un asiento en el Congreso Argentino. Tambien desempeñó por los años 1856 á 1862, en que caducó el Gobierno del Dr. Derqui, el delicado puesto de Vocal de la Suprema Corte de Justicia Federal, y en ese mismo tiempo, «acompañado del Dr. D. Ramon Ferreira, arregló, en comision del Gobierno Nacional, con los Mi- nistros Frances, Inglés etc., la deuda argentina contraida en el exterior con motivo de los perjuicios ocacionados á los extrangeros durante los años de la guerra civil. Desde 1862 fué Ministro de la Cámara de Justicia del Uruguay, hasta que en 1871 emigró á Buenos Aires indig- nado por el asesinato del General Urquiza. Mas tarde, en 1873, y despues en 1875, el Claustro de la Universidad lo nombró su Rector. Los importantes servicios que prestó á ésta durante los cuatro años que ejerció el Rectorado le hicieron acreedor al voto casi unánime del cuerpo Universitario para el periodo siguien- te. Desempeñó con altura y laboriosidad muy poco comu- nes la mision que.se le confiara, y consiguió por esto, y por su liberalidad é hidalguia para con sus contrarios, captarse las decididas simpatias de todos los que tuvieron la ocasion de reconocer las nobles cualidades personales que lo adornaban. Hizo muchas y notables reformas en el edificio del Es- tablecimiento, hasta elevarlo al rango del primero de Sud- América y hacerlo objeto de admiracion de los que lo vi- sitan. En esa época ejercia tambien, en el carácter de Presi- dente, el mandato de Diputado á la Legislatura de la Pro- vincia. Merced á sus eficaces esfuerzos la Universidad Mayor de San Cárlos cuenta hoy con otro instituto más: la Facul- tad de Medicina. Como Diputado de la Provincia y como Rector, trabajó sin descanso por la fundacion de esta nueva Escuela, con la decidida cooperacion que pidió € impulsó de parte del Gobierno de Córdoba. En 1875, despues de la renuncia del Dr. Burmeister de Director de la Academia de Ciencias, se anexó interina- mente este cargo, por decreto del Superior Gobierno (*), al Rectorado de la Universidad. Desde ese año el Dr. Lucero estuvo al frente de nuestro Instituto, trabajando in- cesantemente por la incorporacion de su personal docente, en el rango de Facultad, al Claustro Universitario, lo que se efectuó por disposicion de 14 de Octubre de 1876 (**). Por ese tiempo combatió con anheloso empeño la pre- tension de muchos, llevada hasta el seno mismo del Parla- (*) BOLETIN DELA ACADEMIA DE CIENCIAS T. 11.9 pág. XXVI. 5) Xd. 1d. id. id. pág. 399. mento, de suprimir la Facultad y Academia de Ciencias. Debido á sus reiteradas notas oficiales y cartas privadas dirigidas sobre el particular al Ministerio de 1. P. y á los congresales, pudo lograr el sostenimiento de estos dos Ins- titutos, que tantos sacrificios cuestan al erario de la Na- cion. Despues emprendió la tarea de constituir definitivamente la Academia, procurándole una organizacion adecuada á los fines de su institucion. Ya en su Memoria Anual correspondiente á 1874 hacia al Sr. Minístro de I. P. las siguientes reflexiones, que re- velaban su conviccion profunda respecto al rol que debia darse á la Facultad y á la Academia de Ciencias en sus relaciones con la Universidad. Decia entónces: «La coexistencia de la Facultad, la Academia y la Uni- versidad, es una especie de monstruo que no admite orga- nizacion regular, y mucho ménos compatible con la insti- tucion fundamental de este Establecimiento.» «La Facultad y la Academia pueden existir espeditamen- te; pero la primera debe integrar la Universidad, y la se- gunda debe estar fuera de ella: una y otra marcharian asi sin dificultad y llenarian su destino respondiendo á los ele- vados propósitos de su creacion.» «Es indispensable que el cuerpo docente de la Facultad esté subordinado al régimen de la Universidad, aunque por sus estatutos en alguna peculiaridad difiera de las otras: sus miembros pueden pertenecer independientemente á una academia literaria ó cientifica, á cuyas prescripciones re- eglametárias se sometan tambien: nada habria de particular ó de raro en esto; pero asi quedaria definido el rol de los profesores en la Facultad como miembros del cuerpo do- cente de la Universidad: sus obligaciones y prerogativas se determinarian á la vez, sin confundirse con las que les concirniesen en la Academia: la autoridad y preeminencias del Rector y del Consejo Universitario, las del Director de la Academia y las de ésta misma se deslindarian sencilla- mente, de manera que no pudieran encontrarse ó chocar en la órbita de su respectivo ejercicio.» «La Facultad de Ciencias Fisico-matemáticas fué creada por sancion del Congreso: debe á este Poder su existencia legitima, con el alto designio manifestado por el Ministe- rio de Instruccion Pública en nota de 14 de Octubre de 1868, dirigida al Dr. D. German Burmeister, comunicándo- le la resolucion adoptada por el Presidente de la Repúbli- ca para llevar á efecto la institucion de la mencionada Fa- cultad, conforme al programa que respecto á su personal se habia acordado con dicho señor Burmeister, á fin de que éste pudiera proceder ya á la cooperacion ofrecida por su parte. (Bolentin de la Academta, entrega 1.8, anexos 1.9 y 2.2) «La nueva forma dada á la Facultad descentralizándola O de la Universidad para convertirla en la Academia proyec- tada, por extender, sin duda, el alcance del aludido designio ue inspiró aquel Instituto, áun no ha recibido sancion del ¿Ongreso: y me permito observarlo, porque debo hacer presente á V. E. que tal innovacion carece todavia del arreglo conveniente para armonizarla con las disposiciones legislativas que rigen hasta ahora la Universidad.» «Autorizado expresamente por el Consejo, someto á la deliberacion del Gobierno estas breves reflexiones, que, por la fidelidad debida á mi cargo, me creeria obligado á expo- ner, aunque á mi palabra le faltase el apoyo de ese respe- table cuerpo.» «En nombre de este sagrado deber, no puedo prescin dir de revelar al Sr. Ministro que, tal cual se halla reglamen- tado bajo su nueva forma el Instituto de Ciencias Fisico- Matemáticas, produce una constante perturbación en el ré- gimen de la Universidad.» «Nunca será, pues, bastantemente encarecida la urgen- cia de hacer cesar ese mal.» (*) El Dr. Lucero tomó mucha parte en la redaccion del Reglamento orgánico que nos rige, el cual se aprobó en Junio de 1878. Este hecho fué uno de los mas grandes triunfos que ha podido obtener nuestra asociación, pues desde entónces data su segunda época, la época de su marcha normal, que marcará en la historia de la Acade- mia la base fundamental de sus futuros progresos. Aprobado el referido estatuto, él presidió por última vez á la Comision Directiva en sesion de 24 de Julio del mismo año (1878), cuyo objeto fué nombrar Presidente efectivo. Tuvo entónces la gloria de ver cumplido su patrióti- co empeño, declarando en aquella sesion constituida la Academia Nacional de Ciencias bajo su nuevo régimen. El Dr. Doering (D. Oscar) agradeció al Rector, á nom- bre de sus colegas, la decidida cooperacion que habia prestado á la Academia de Ciencias; agregó—que durante el tiempo que habia ejercido aquél las funciones de Direc- tor de ella, habian conocido personalmente los grandes méritos que le adornaban y la prudencia con que habia sabido dirigir, en circunstancias criticas, los delicados inte- reses de la asociacion. Coucluido ese acto, se levantaron de sus asientos todos los miembros de la Comision Direc- tiva, y, dirigiéndose «ul que dejaba su puesto de honor sa- tisfecho del triunfo que habia obtenido en favor de las ciencias de su pais, le tendieron su mano amiga como una prueba de los nobles sentimientos de su eterna gratitud. Asi terminó el Dr. Lucero su dificil tarea de Director de la Academia Nacional de Ciencias. Hé aquí lo que, sintetizando en pocas palabras los bene- (*). BOLETIN DE LA ACADEMIA DE CIENCIAS, T. 11.9 págs. X y XI. ficios hechos á nuestra sociedad por el Dr. Lucero, decia el Presidente de ella en su discurso fúnebre pronunciado al depositar los restos mortales: de su antiguo compañero y amigo: «En los tiempos mas difíciles el Dr. Lucero no ha re- husado encargarse de la direccion de un instituto en .com- pleta disolucion, de un instituto que, á causa de sus rela- ciones confusas con la Facultad de Ciencias, estaba para suprimirse. Desde el momento en que el Rector de la Uni- versidad fué nombrado Director de la Academia Nacional, rincipiaba á serenarse su situacion: con la prudencia que a caracterizado todos sus actos, con la energia que es sólo propia de hombres en cuyo carácter la entereza es el elemento dominante, ha conducido á la Academia en el ca- mino de la independencia, separándola de la Facultad de- Ciencias y restableciendo la relacion normal entre los dos institutos.» o En vista de sus reconocidos méritos y de sus importan- tes servicios prestados á la Academia, la Comision Direc- tiva acordó proponerlo á la aprobacion del Gobierno en el carácter de Miembro Honorario. El decreto respectivo se expidió con fecha 21 de Setiembre de 1878. Cuando recien se veia desembarazado de la cruda lucha en que se empeñara para el establecimiento de la Fa- cultad de Medicina, ya germinaba en su cerebro, siem- pre fecundo en proyectos de reformas útiles, la idea de roponer al Gobierno otra creacion más: la de una Escue: a de Ingenieros Civiles. Pero una grave enfermedad, y con ella la muerte, vinieron á frustrar los risueños planes de este anciano patriota á la edad de 64 años: el 23 de Se- tiembre de 1878 la Universidad Mayor de San Cárlos esta- ba de luto: la bandera á media asta, puesta en los edificios públicos de la Provincia, anunciaba que el Dr. D. Manuel Lucero no existía ya: la patria habia perdido á uno de sus ' hombres ilustres. Jóven en su exterior, con su voz sonora y el brio de su elocuencia; jóven por el vuelo y de- nuedo de sus planes ideales, jóven por el entusiasmo que dedicó á la realizacion de éstos, lo único que revelaba al anciano era la prudencia y circunspeccion que acompaña- ban todos sus actos. Su carácter firme, su voluntad inque- brantable, su alma noble, su corazon grande, él en fin, que habia sabido vencer los embates de la fortuna en momen- tos dificiles, no pudo sobreponerse al imperio irresistible de la naturaleza: la muerte habia triunfado; pero el recuerdo de sus virtudes civicas vivirá siempre en la memoria de sus conciudadanos. MIEMBRO $ DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. PRESIDENTES SUCESIVOS _DE LA MISMA. . German Burmeister 1874 (10 Enero) hasta 1875 (2 Julio). Manuel Lucero (interino) 1875 (2 Julio) hasta 1878 (8 de Agosto). H. Weyenbergh 1878 (8 de Agosto). Oscar Doóring (provisorio) 1878 (20 de Noviembre) hasta 1879 (1.” de Junio). MIEMBROS DE LA COMISION DIRECTIVA Dr. D. H. Weyenbergh « Jorge Hieronymus Dr. D. Adolfo Dóring , f .. y Cordoba «. «. Oscar Dóring « « Luis Brackebusch « Francisco Latzina MIEMBROS HONORARIOS Dr. D. German Burmeister (Buenos Aires) « « Manuel Lucero + « « J. E. Wappaeus (Góttingen) « « Domingo 13 Sarmiento Bueno HÁlreS « « Onésimo Leguizamon « « Santiago Cáceres (Córdoba) « « Carlos Darwin (Down, Becienham, Kent) « « A. Grisebach (Góttingen). A MIEMBROS ACTIVOS . Pablo G. Lorentz (Concepcion del Uruguay) H. Weyenbergh (Córdoba) Federico Schickendantz (Pilciao—Catamarca) Francisco J. San Roman (Rioja) Federico W. Seecamp (Concepcion del Uru Je [guay) Francisco P. Moreno Buenos Aires - Cárlos Berg Jorge Hieronymus Adolfo Dóring Oscar Dóring Córdoba Luis Brackebusch Francisco Latzina H. Avé Lallemant (San Luis) Luis A. Huergo (Buenos Aires) Salle Echegaray e P. Augusto Conil | Córdoba Guillermo White J B Aj Eduardo L. Holmberg O José M. Torres (Paraná). MIEMBROS CORRESPONSALES . Rodolfo A. Philippi (Santiago de Chile) Máximo Siewert (Danzig) Alfredo Stelzner (Freiberg) Pelegrino Strobel (Parma) Cristian Augusto Vogler (Aachen) Cárlos Schulz-Sellack (Berlin) T. Thorel (Génova) Pedro C. T. Snellen (Rotterdam). INFORME Del Catedrático de Mineralogía y Geología de la Universi- dad Mayor de San Cárlos, y miembro de la Comision Directiva de la Academia de Ciencias, Dr. D. Luis Brackebusch, SOBRE Pozos ARTESIANOS EN LA PROVINCIA DE fATAMARCA. Córdoba, 9 de Setiembre de 1878. Al Exmo. Sr. Ministro del Interior de la Repúbli- ca Argentina, Dr. D. Saturnino M. Laspiur. Cumplo con el deber de informar á V. E. so- bre el resultado de mis estudios geológicos practi- cados por órden del Superior Gobierno en el Va: lle de Catamarca acerca de la posibilidad de en- contrar pozos artesianos en general, y del sondaje iniciado en aquella localidad por la empresa Pas- toriza y Ca. Antes de entrar al fondo del asunto creo opor- tuno suministrar algunos datos relativos á mi via- je y excursiones exploratorias que emprendí al ob- jeto indicado. Despues de haber salido de Córdoba el 31 de Julio por el tren del Ferro-carril del Norte, llegué al dia siguiente á la Estacion San Pedro, y el 3 del mes ppdo. á la ciudad de Catamarca. Me permito con este motivo llamar la atencion de V. E. sobre el estado deplorable del camino del Totoral, estado parecido á calamidad, y que reclama imperiosamente un pronto remedio. Esta obra. magnífica, una de las mejores que he visto en el país, y que puede compararse, por su sólida construccion, con los grandes caminos de los Al- pes, perdería de su valor extraordinario si no se hiciesen en ella las composturas necesarias. | El dia 4 me dirigí, acompañado de los Sres. Pas- toriza, D. Cárlos Werning (ingeniero y constructor del camino del Totoral) y del administrador del sondaje, Sr. Evans, al lugar donde se habian hecho los trabajos del pozo artesiano. El 5 visité las cercanías de Catamarca por el lado del Norte, cerca de Choya, Aguadita y Calera de Romai; el 6 la falda y pié de la sierra, al Na- ciente de la ciudad, en los territorios próximos á Santa Cruz y Guaicama. El 7 revisé la falda y pié de la Sierra del Ambato, al Poniente de la mis- ma ciudad. Aunque me era fácil formarme una idea, por analogía con otras sierras argentinas que he explorado, de la arquitectura y condiciones geo- lógicas de ésta, no obstante, me pareció indispensa- ble recorrerla en toda sn extension para completar mi juicio acerca de la misma. Me encaminé con tal objeto, el dia 14, á la Piedra Blanca y la Puer- ta, el 15 á Singuil, el 16 al campo de Pucará, y el 17, por la cuesta de los Moyes, á Pilciao. Aquí tuve la ocasion de conocer el precioso inge- nio del Sr. Lafone, y de aprovechar los profundos conocimientos prácticos del $Sr. D. Federico Schi- ckendantz. No hice una visita á las minas de Andalgalá por falta de tiempo. El 20 marché á Pipanaco, y al dia siguiente empecé á subir, por la cuesta de Joyango, la Sier- ra del Ambato. Me vi obligado á hacer noche en aquella cuesta, y recien en a mañana del 22 al- cancé á la cuchilla de la sien ra, que tiene en es- ta parte una altura de tres mil trescientos metros segun el resultado de mis mensuras practicadas allí. El Cerro Manchado, el punto mas elevado de la sierra, y situado dos leguas al Sud, tendrá segun cálculo aproximativo, quinientos á, ochocien- SE RAR tos metros más: así es que aquí lay una eleva- cion como de cuatro mil metros. El mismo dia descendí al otro lado de la su- sodicha sierra, por el lugar denominado La Sole- dad, y arrivé al Viscotal, llegando el 23, por Las Juntas, a Rodeo, de donde reoresé al dia siguien- te, por la Quebrada del Tala y la Estancia de los Padres Franciscanos, á Catamarca. Dejé otra ex- cursion que habia proyectado á Poman y la Cé- bila por lo avanzado del tiempo, y me propuse estudiar aún más la Sierra del Altoó de Ancanti. Por esta razon no volví por el Totoral, sino que tomé la Cuesta del Chiflon ó del Portezuelo, lle- gando el 26 del mismo mes de Agosto á Vilisma- no, y el 27 á la célebre mina de hierro del Sr. Romai, que tanto ha llamado la atencion pública y la del mismo Superior Grobierno. Por desgracia un incidente inesperado ocurrido el dia anterior no me permitió observar esta mina tan minucio samente como deseaba. Sin embargo, puedo decir que los trabajos provisorios que se han practicado en ella hasta ahora, son muy insuficientes para que puedan darnos una idea exacta sobre su ren- tabilidad. De allí me dirigí á la Estacion Frias, y llegué el 29 otra vez á Córdoba. No puedo dejar de mencionar las gratas impre- siones que he recibido en Catamarca por la ama- ble hospitalidad que he encontrado allí, y ante to- do, creo de mi deber manifestar mi íntimo recono- cimiento hácia el Sr. Gobernador D. Mardoqueo Molina por la generosa cooperacion cun que ha fa- cilitado el buen éxito de mi viaje en dicha Provin- Cr — Despues de estos ligeros detalles que dicen re- lación con aquél, paso ahora al objeto que motiva mi informe—al pozo artesiano. El se encuentra al- go mas de una legua al Sud de la ciudad, y á al- gunas cuadras del lecho seco del Rio del Valle, muy cerca del punto donde se reúnen con éste los cauces tambien secos del Rio de Tiorco (ó del y Tala) y del de Paclin. Como hace ya algun tiem- po que los trabajos del pozo en cuestion están sus- pendidos, y los vientos que corren en este paraje siempre con violencia, han removido las masas ex- traidas de la tierra por el sondaje y cubiértolas con arena movediza, y como los administradores del aludido trabajo tampoco han conservado colec- ciones de aquéllas, que son de tanta importan- cia para el estudio de sus condiciones geológicas, no me ha sido posible emprender en el mismo pun- to otra operación que revisar los aparatos, que se hallaban en buen estado, aunque á merced de las vicisitudes atmosféricas —falta que fué remediada inmediatamente. Tambien los aparatos que se encuentran en la ciudad se conservan en buen estado, si se excep- túan ocho tubos, que, de un modo no aclarado hasta ahora, figuran hoy como pilares de un kios- co en la plaza principal! Todos los alrededores y cercanías del pozo son erandes arenales, sin pasto, cubiertos de mimosas, jarilla, €. Pero pozos comunes cavados en este terreno prueban que á una hondura de veinte á treinta metros se da en agua, la que se encuentra tambien á la misma hondura en el referido son- daje, y una agua cristalina y hermosa. Sin em- bargo, este hecho no es un antecedente decisivo de la cuestion que se trata de resolver, es decir, si es posible la existencia en aquellos puntos de pozos artesianos, cuya particularidad consiste en que el agua, obedeciendo á las leyes de la hidros- tática, se levanta sobre la superficie del terreno. Aunque no dudo que el Sr. Ministro conoce muy bien las condiciones bajo las cuales puede efectuarse este fenómeno, creo, no obstante, hace á mi propósito determinar aquí tales casos, pues los estudios geológicos referidos que he practicado, y los resultados obtenidos, se refieren inmediala- mente á ellos. Las condiciones son las siguientes: 1) Una capa inclinada de un material que es permeable respecto del agua y accesible á la en- trada del agua atmosférica y de la procedente de depósitos en la tierra, y que puede consistir: a) de rocas sueltas (arena fina Ó gruesa (grava), guijarros, do): b) de rocas sólidas descompuestas: c) de rocas sólidas porosas: d) de rocas sólidas fraccionadas (llenas de hen- diduras, huecos, saltos, 4). 2) Arriba y abajo de esta capa inclinada per- meable debe encontrarse una ¡impermeable en toda la extension de la primera, como arcilla, pi- zarra, caliza, granito, gneiss y Otras rocas que no se hallen en las condiciones de las mencionadas bajo el número 1. 3) La altura del punto en que se establezca un pozo artesiano, debe estar á un nivel inferior rela- tivamente á las localidades en las cuales terminan las capas impermeables, y á los puntos donde en- tra el agua en la capa permeable. No obstante: a) todo el complexo de capas puede en unos puntos (no en todos) hallarse limitado por una capa impermeable inclinada sobre ellas; y b) si la capa permeable se encontrrase por ejemplo en un valle, y se elevase en las otras di- recciones á la altura expresada en el párrafo 3, sería factible que tuviese una extension longitudi- nal muy considerable, con una caida enteramente insignificante (casi horizontal), y tan insignificante que pueda considerarse el agua como estancada. En este último caso los obstáculos que se oponen al movimiento de ella dentro de la tierra, pueden ser superiores á la fuerza mediante la cual se ele- va el agua por un conducto artificial construido en un lugar oportuno. (Así tambien, bajo circuns- tancias propicias, pueden establecerse pozos arte- sianos á la orilla del mar). Entraré ahora á averiguar cuáles son las rela- ciones geológicas del territorio próximo á la ciudad de Catamarca, y de qué manera existen las con- diciones arriba expresadas, para poder esperar en e A: el éxito de la construccion allí iniciada de un pozo artesiano. El valle de Catamarca está situado entre dos sierras de una altura muy desigual, pero cuya constitucion geológica es idéntica: la Sierra del Am- bato y la del Alto y de Ancasti. Al Norte del pueblo, y entre estas sierras, se encuentran otras mas bajas paralelas á ellas. Unas y Otras están separadas por valles hondos y an- gostos, de los cuales se distinguen el de Paclin, de Piedra Blanca y de La Pucarilla, de Humaya, del Rodeo, del Tala, €. Estas últimas sierras, que principian al Sud del Rio de Singuil, terminan en las cercanías de la Capital de la Provincia sin continuar mas al Sud; miéntras que la del Amba- to sigue en una E como de dieziocho le- guas hácia la Rioja, y la de Ancasti, en una ex- tension de treinta on rumbo al Sud, hasta cerca de las Salinas Grandes. Todas estas sierras se componen de gneiss, con- teniendo á la vez un esqueleto granítico. Dichas capas tienen todas una direccion de Norte á Sud, siendo, sin excepcion, inclinadas al Este. El terreno al Sud de Catamarca, entre las sierras del Ambato y de Ancasti, forma una gran llanura á manera de un valle muy ancho, y se halla cubierto por una capa de tierra, Ó mejor dicho, de arena, no habiendo recibido en su ma- yor parte ningun cultivo, excepto los puntos don- de se han hecho pozos de balde, ó aquellos accesi- bles al riego por las corrientes de los pequeños arroyuelos que caen de las dos referidas sierras. La importancia de encontrar pozos artesianos en este valle está tan fuera de duda, que no creo necesario agregar una sola palabra sobre el par- ticular. El fundamento constitutivo del terreno de que me Ocupo, se forma de las mismas rocas que com- ponen todas las sierras de «aquel paraje (gneiss con granito), siendo prolongacioi de las otras sierras bajas al Norte de Catamarca, con las mismas AS ÓN condiciones geológicas. Su caida es indudablemen- te tambien la misma, es decir, al Este, y en nin- guna parte se hallan indicios de que exista alguna cuenca formada por estas rocas. Recien en el Brasil van á encontrarse nuevamente rocas del mismo género; pero no tengo noticia de si tienen allí la caida sinclinada, lo que al fin tampoco se- ria de importancia en la aplicacion al asunto de quesse tratas si bien es cietto. que efectuar un sondaje en estas rocas será un trabajo completa- mente inútil: primero, porque no hay condiciones ningunas favorables para que se pueda esperar en el descubrimiento allí de capas permeables, pues aquéllas son duras y sólidas, y despues porque su caida uniforme prueba la no existencia de una cuenca; aparte de que los gastos de perforaciones en rocas tan duras como las á que me refiero, serain enormes. | Desde luego, solo pueden encontrarse pozos ar-. tesianos en aquella localidad en las capas sedi- mentarias que llenan el ancho valle al Sud de Catamarca, y por las cuales están cubiertas las rocas egnéissicas y graníticas que constituyen el fundamento del mismo valle. ¿De qué consisten estas capas sedimentarias? En su mayor parte de arena fina; mas abajo, sin du- da, de grava, guijarros, (G—todas capas permeables. El pozo artesiano principiado ya, y cuya perlora- cion se ha hecho hasta una hondura de cuarenta y nueve metros, solo ha dado hasta ahora arenaó tierra arenosa, segun se me ha informado por el empresario y los mismos trabajadores. Pero otros pozos ordinarios cavados en las inmediaciones de este lugar, han dado greda y tosca (arcilla y cal), rocas que pertenecen á la clase de las impermea- bles. Si, siguiendo los sondajes, se encontrase una capa de esta masa, y confinuase ella sin interrup- cion hasta la falda de la sierra y á una altura mas elevada que el lugar donde se han emprendido los trabajos á que vengo aludiendo, y se descubriese otra vez, bajo de esta capa impermeable, una per- a A meable, que tambien continuase hasta la altura mencionada, y bajo de ésta estuviese una otra im- permeable (la cual podria ser el fundamento enéissico Ó egranítico) —entónces seria de mucha probabilidad un buen resultado. Yo he hecho todas las diligencias posibles para averiguar la existencia de tales capas; he encon- trado tambien en la falda de la sierra, y á la al- tura arriba indicada, buenos indicios— capas exce- lentes impermeables de greda, tosca, d4.: pero la inmensa cantidad de arena de que se halla cubier- to el terreno á corta distancia de estos depósitos, no me ha permitido perseguir mis investigaciones practicadas en la superficie del suelo. No obstan- te, existe siempre la posibilidad de que se descu- bran aún dichas capas en las condiciones requeri- das, ántes de llegar al fundamento de los sedimen- tos. : Como solo por un medio de sondajes se puede resolver tal problema, es mi opinion que ellos se continúen, pero únicamente hasta alcanzar al fun- damento mencionado. La hondura en que éste se encuentre es tambien imposible de calcular, pues no hay un solo dato que suministre alguna luz al respecto; si bien el fundamento gnéissico no ha de ser tan hondo que se haga necesaria una erogación muy considerable. Si acaso no diese resultado el sondaje en aque- lla localidad, convendria se practicase en otros lugares situados mas al Sud, y que yo podría de- signar oportunamente despues de hacer un nuevo estudio del terreno. Aun me resta agregar que si llegasen las per- foraciones á dar en piedra, todavía deberian con- tinuarse á una cierta profundidad, pues podria suceder que aquélla fuese solamente un gran ro- dado. Y en efecto, el fondo del sondaje ahora existente se halla sobre una piedra; pero no creo que ésta sea el fundamento, sino tal rodado. Al. gunos metros mas de perforacion van á aclarar el easo. Si la referida piedra fuese efectivamente 2 E dicho fundamento, el trabajo emprendido habrá llegado ya á su término. Concluvo mi informe con la esperanza de que el gran problema que tiene hoy suspendida la atencion del Exmo. Gobierno Nacional, alcanzará el éxito deseado, Ó, en caso desfavorable, que la ciencia y la práctica aprovecharán en Ocasiones análogas los resultados obtenidos en este ensayo. Me es grato aprovechar tan especial oportuni- dad para saludar al Sr. Ministro con mi conside- ración distinguida. Dios guarde á Y. E. Dx. Luis BRACKEBUSCH Catedrático de Mineralózla y Geología en la Univer sidad Mayor de San Cárlos. Estudios Metalúrgicos POR FEDERICO SCHICKENDANT. En el beneficio de metales, sean éstos de co- bre, plomo ú otra especie, ocasiónanse pérdidas, evitables unas, é inevitables otras; merecen el nom- bre de racionales las operaciones que previenen aquéllas, y es tarea del metalurgo reconocer éstas. Trátase ahora de metales que son sulfuros y sultarseniuros de cobre y hierro mezelados con sulfuro de zinc (blenda) y de plomo (galena). Pa- ra conocer la composicion de estos metales, doy á continuacion la análisis hecha el año próximo pasado de la clase llamada aquí «despinte»: Cobre a ad an Carbonato de cobre... AI Hierro. 0% LAO Óxido hidratado de hierro....... 0.373 CAS ANCORA 2.824 Platano ii cia tr ONES E E le e 0.001 Bismuto y un poco de plomo.... 0.420 E A O OOO ATICO CO ee TA CLAN IAO2 AntiMONIO: +. 0 Ls a ONO OO cido. sulfúrico. ls ADO Carbonato de cal. 06 Id de manganesia...... 0.401 Potasa inunsióo peli arde ta SN Solas ca E 0.249 Gangasoc os ll aaa 6.552 99.872 eo — 47 ca Beneficiar estos melales es imposible sin previa calcinacion, y el modo mas sencillo de efectuar tal procedimiento es el de tuestes al aire libre, de- biendo hallarse el metal en forma de pedazos (col- pa) y éstos del tamaño de un puño mas Ó ménos. La caleinacion nunca es igual ni completa; los contratiempos son mas frecuentes cuando empie- zan á correr los sondas del Nordeste. Las tues- tes de 600 á 1000 quintales de metalcada ura, sue- len- contener, despues de apagadas, un 25 0/0 de metal crudo, Ó mejor dicho, de una capa inferior de sulfuros fundidos por el excesivo calor produ- eido en la calcinacion. Estas capas, despues de desmenuzadas al tamaño conveniente, se calcinan con especial esmero en pequeñas tuestes. Inevitable es, durante estas calcinaciónes, una pérdida de plata por volatilizacion, y de cobre (en forma de sulfato) por disolucion en el agua llovida, siendo de notar que las lluvias son poco frecuentes en estos lugares. Al fundir el metal calcinado, fácil es subir Ó bajar la ley de cobre en el eje (régulo, Stein) mermando óÓ aumentando la cantidad de. metal crudo (por lo comun llampo ó granalla) que se agrega á las cargas. Con una ley de 30 á 40 0/0 de co- bre en el eje, obtiénese una concentracion Casi completa del cobre, plata y oro de la carga, siendo mínimas las pérdidas por escorificacion y volatilizacion. Preferimos, sin embargo, producir Ie conan 00 a 600/01 de cobre, por. las “si- gnientes razones. Un régulo de baja ley absorbe mas hierro que otro v. gr. de 55 0/0 de cobre, lo que impide la suficiente liquefaccion de la escoria y completa separacion de ella del eje, pérdida correspondiente al tiempo y combustible; además, la relativamente mayor cantidad de eje bajo cau- sa un aumento de operaciones: por 25 de una cla- se, se muelen, calcinan, y repasan solamente 35 de la otra, lo que equivale á una diferencia de casi 64 0/0 en gastos y tiempo. Por lo que aca- bo deeir, deberia creerse que mas ventajoso seria hacer subir el eje A un 70 Ó 75 0/0 de cobre. Un régulo tan rico puede, sin gran dificultad, conver- tirse directamente en cobre metálico, y se obvia- rian así las operaciones de calcinar y repasar el producto de la primera fundicion. Pero hay que considerar que la alta ley del eje va acompañada de pérdidas considerables de cobre en forma de silicato; la escoria recargada de óxido de hierro muéstrase mas refractaria y tiene un peso especí- fico tal, que difícilmente se separan de ella los granitos de eje que, al mezclarse óÓ al bogar, que- dan suspendidos en la misma. Podria este defec- to remediarse con cuarzo Ó arena; pero esto seria producir mayor cantidad de escoria, y así mayo- res pérdidas. La duracion en fundir una carga de metal de 28 99, varía, respecto al eje de un 55 0/0 de cobre, de 2 y 4á 3 horas; para un 70 0/0 se em- plean de 5 á 6 horas; en el último caso son bien notables las pérdidas de cobre y plata por volati- lizacion, amen de las de combustibles y tiempo. Con un eje de 70 0/0 como producto de su prime- ra fundicion y su inmediata conversion en cobre, omítese una operacion importantísima: la produe- cion de «bottoms», Ó sea la concentracion del oro en los ejes, y la purificación del cobre de elemen- tos perjudiciales á su maleabilidad, como el arsé- nico y el antimonio, el plomo y el bismuto. Otra fuente de pérdidas inevitables se presenta en la operacion que aquí llaman refinar la con- version del réguio purpúreo en cobre bruto (Roh- kupfer). Las chimeneas se obstruyen gradualmen- te con calaminas compuestas de óxido de cobre y de zine con una pequeña ley de plata; parte de éstos pasa á la atmósfera, como lo indica tambien el hermoso color azul de la llama, y desaparece, miéntras que la parte que se adhiere á los ladri- llos es refundida en los repasos. Tengo el propó- sito de examinar analíticamente una de estas ca- laminas para presentar los resultados al público en el año venidero. La construccion de aparatos de condensación Eta TIO EN de las materias volatilizadas rara vez ha dado re- sultados satisfactorios;. pero tenemos en nuestro horno de calcina un receptáculo para los sublima- dos, sin haber sido su primer objeto otro que el de remover de la chimenea las obstrueciones for- madas por ellos. Este horno de calcina está mo- delado por el que figura en Percy (Metallurgy. vol. I.?, 1.% edic. p. 314), con la diferencia de ser éste una cuarta parte mas pequeño que aquél, y de tener una comunicacion horizontal con la chimenea en lugar de ser inclinada y ascendiente. Dista como 9 pulgadas el plano del horno, del canto superior del puente que separa el cuerpo del horno del hueco de la chimenea, y este mismo hueco continúa hasta el nivel de la cancha; dos puertas falsas permiten retirar de él los sublima- dos que se acumulan. Para producir por año 6,000 quintales de co- bre, hay que calcinar 120 cargas de eje molido, cada una del peso de 50 99, lo que se efectúa en 120 dias; otros 20 á 30 dias se ocupa el horno para la calcinacion de 3,000 99 de llampo pró- ximamente, el cual viene directamente de la mi- na, Ó es producido por el chanqueo y á veces el molimiento de las capas de metal corrido en las calcinas. Caleulo el total del sublimado (Flug- staub) reunido en un año, y retirado de la chime- nea en repetidas Ocasiones, en 50 99. Ne me ha sido posible, á pesar de diligentes revistas en los libros de la materia que se hallan á mi disposicion (entre ellos los «Jahresberichte», desde 1862 hasta 1874 inclusive; una buena parte de los Anales de Liebig, el Manual de Gumelin y várias Obras de Metalurgia de Percy y Kerl), en- contrar noticia alguna sobre análisis cuantifativas de sublimados como el que aquí nos ocupa. So- lamente Genth (*) en su investigacion de los. pro- ductos del Ingenio Friedrichshútte, da á conocer (*) Journal f. prakt. Chemie. 1846, 37. pág. 216, citado tambien y elogiado por Percy, lib. cit. pág, 426. A la composicion cualitativa de un Flugstaub, que, tanto en sus caractéres físicos, como en su compo- sición química, se asemeja al de Pilciao. Sin conocer el método seguido por Genth yo habia adoptado el mismo. Preséntase este sublimado en forma de masas poco coherentes, de un color gris-amarillento, se- parables algunas veces en capas Cubiertas con un polvo de color rosa. Para su análisis he procedido del modo siguien- te: 4 4 6 gramos de la sustancia bien pulverizada se secaron á 115-—120.*, siendo el término medio de la presion atmosférica, en Pileiao, 695 mum. Alcanzado un peso constante, se hirvió un buen rato el polvo en % litro de agua, se filtró en se- guida y lavó con agua hirviente el residuo reco- gido en un filtro previamente pesado. El líquido filtrado, cuando frio, se completó en 1000 C.C., de los Cuales 500 se destinaron á la determinacion de todos los cuerpos, ménos el ácido sulfúrico, pa- ra el que se midieron dos Ó tres cantidades cor- respondientes á 100 C.C. Con los 500 C.C. se pro- cedió de la manera siguiente: precipitación del cobre «€. en el líquido (acidulado con un poco de ácido nítrico) con sulfuro de hidrógeno; separacion del arsénico y antimonio, con sulfuro de sodio; determinacion de aquél en forma de arseniato de magnesia, de éste como sulfuro; separacion del plomo con ácido sulfúrico (método poco exacto en presencia del bismuto, como tendré lugar de de- mostrarlo en otia ocasion); determinacion del bis- muto como óxido, del cobre como sulfuro; al lí quido filtrado de los sulfuros se agrega amoniaco y sulfuro de amonio, y se deja reposar el frasco 24 horas, cubriéndolo con un vaso cerrado en su base por amoniaco; separacion del hierro en for- ma de succinato Ó formiato básico, del zine y el manganeso en la de sulfuros; concentracion del fil- trado, y precipitación de la cal con oxalatu de amónium; evaporación y expulsion de las sales amoniacales; precipitacion de la magnesia con E 2 barita; determinacion de los álcalis como cloruros, y su separacion con celoraro de platino. En la determinacion del ácido sulfúrico se ha observado la mas escrupulosa exactitud. Del re- siduo, debidamente secado y bien mezclado, se tomó una parte para disolverla en ácido hidrocló- rico diluido, añadiéndole un poco de ácido nítrico para evitar la pérdida de azufre en forma de áci- do sulfhídrico, que podria resultar de las partícu- las de metal crudo. No he llevado á cabo la análisis cuantitativa de este residuo, trabajo que me reservo para otra ocasion, no tanto por el interes científico que puede ofrecer, cuanto por no dejar incompleta esta investigacion. Para reconocer si algunos metales se hallaban en el sublimado en estado de óxidos libres, traté una parte del resi- duo con ácido acético: disolviéronse pequeñas can- tidades de cobre, zinc, hierro y ácido sulfúrico d., presentes probablemente como óxidos Ó sales bá- sicos del ácido sulfúrico. El método generalmente observado para ensa- yar por plata y oro, metales y productos cuprí- feros, lo considero defectuoso; desde hace años sigo el que ahora detallo. No me consta que otros químicos observen los mismos procedimientos, ni conozco publicacion alguna al respecto; sin embar- go, no disputo la prioridad: mas bien me felicita- ria si supiese que mi sistema habia sido puesto en práctica y con buenos resultados por otros. Debo prevenir que la cuchara de ensayos, como usada en Freiberg, tiene de capacidad 19 á 21=20 grs. de plomo, y 10 á 11, ó sean 10, 5 grs. del li- targirio que yo empleo. Designo en lo sucesivo la cucharada con la letra C. A. Piritas de hierro pobres en cobre. Calcinacion con sombrero como se estila, hasta la desaparicion del olor á ácido sulfuroso. Cada escorificador contiene 10 grs. de metal. Despues mezcla íntima del contenido de dos escorificadores o con un poco de crémor, 4 C. de litargirio, y, segun la cantidad de hierro presente, 4 hasta 1 C., y áun más, de vidrio molido, tapando todo con un poco de bórax y colocando encima un pedacito de car- bon. Los régulos que se retiran de los crisoles quebrándolos cuando frios, solo algunas veces con- sisten de plomo metálico; y con la clase de ensa- yos que en seguida describo, aparece siempre un eje de plomo, y hé aquí uno de los :distintivos de mi método: evito el uso del nitro para la comple- ta oxidacion de los sulfuros, porque no es facil acertar siempre la suficiente cantidad de él, y principalmente porque resultan pérdidas considera- bles de plata, de la violenta reaccion que á veces se Opera en los crisoles. Régulos, pues, con capa de sulfuros son oxidados en escorificadores des- pues de añadida 1 C. de plomo y la debida can- tidad de bórax. : b. Metales ricos en cobre, blendas y ejes. Com- binacion de la via húmeda con la seca. 10 gramos de la sustancia se disuelven en áci- do nítrico ordinario; pero debe tener éste muy po- co cloro. Para calmar la reaccion y debilitar la influencia del poco ácido 'hidroclórico que pu- diera estar presente, agréganse previamente de 50 á 100 C. C. de agua. Cuando no se trata de usar el líquido para un ensayo de cobre, superfluo es calentarlo hasta la completa purificacion del azu- fre separado. Aumento generalmente con 250 C. C. de agua el líquido, añado algunas gotas de una solucion de sal comun, y expulso con calor el ácido hiponítrico. Despues de un reposo de 12 horas mas Ó ménos, se filtra con esmero y se seca el filtro con su contenido. Siendo el metal cuarzo- so, conviene fundir el residuo en crisol con 3 C. de litargirio y un poco de bórax, y proceder des- pues como lo dejo dicho bajo la letra A; si no se hace esta operacion, pasa el filtro directamente al escorificador y recibe 2 C. de plomo d. UL a Tratándose de metales oxidados, carbonatos, si- licatos ú Óxido de cobre, la misma operacion; al residuo destinado á ser fundido en crisol se agre- ga Crémor. C. Cobre metálico, bottoms. Disuelto en ácido nítrico diluido; el pricipitado filirado despues de 12 horas y fundido con 1 C.de plomo. La cantidad de metal que se toma para ca- da ensayo varia de 10 á 20 ers. Yo habia tratado, en el caso de que me ocupo, cuatro veces 10 grs. de la sustancia con agua hir- viente; formóse con sal solamente una opalisacion de cloruro de plata, la que persistia aún despues de 48 horas. ¿Cómo precipitar la plata? He pasa- do una corriente de ácido sulfídrico al traves del líguido: los sulfuros de cobre, etc., arrastraron todo el cloruro de plata, y con el precipitado se pro- cedió como se indica en C. El residuo de la disolucion acuosa fué secado, y despues de calcinado con un calor de muy baja temperatura, se fundió con 2 C. de plomo etc. El análisis hecho de la parte soluble de un su- blimado recogido el año anterior (1877), dió los siguientes resultados: Parte soluble en agua.... = 41.072 por ciento CIO SUlUriCO..: m0... «.. == 006309. e « A A de E = 16.448 « € Orador de cobre... lo: == ADS a € rotóxido: de hierro... .... == 2.089. « « SOU A A ORI ARE — BRENT: DOCS EN « EMI A Ml E LES LLE « Mame la eto a... ¿o om. 1 100.904... > € ode ZE. amet Eo LL DOO Ss e Acido arsenioso...... ... = OS € 100.687 < € De cloro no habia sino indicios; la plata y la pequeña cantidad de óxido de antimonio no fue- ron determinadas. Considerando el ácido arsenioso como libre, las bases para la formacion de sales neutrales exigen las cantidades de ácido sulfúrico que á continua- cion se expresan: Cali. poo o o OO (OM CIENEO Óxido de cobre... ....... = ADT e « Protóxido de hierro...... == LDSZO. e « SO. aa coleta dde O O « POtasa. . esca. ae O « Masnesia bat iia. ==. Y AO < xido de Zine. 0... LO 4 La diferencia entre el ácido sulfúrico (60.309 por ciento) como determinado por el análisis, y el ácido sulfúrico como calculado (47.185 por ciento), es, pues, un 13.124 por ciento: esta cantidad se ha- lla en combinacion con los álcalis, formando sales, ácidos, bisulfato de sodio y bisulfato de potasio. Este exceso del ácido sulfúrico sobre la candidad preci- sa para la formacion de sales neutrales, referido al total del sublimado, es igual á 5.39 por ciento. El residuo soluble en ácido muriático contenia 14.459 por ciento de peróxido de hierro; podia des- de luego suponerse que parte del ácido sulfúrico derivaba de la descomposicion, al hervirlo con agua, de algun sulfato de protóxido de hierro; pe- ro los experimentos hechos me han demostrado que no sucede tal cosa cuando se efectúa la solu- cion y filtracion en una atmósfera de ácido carbó- nico. Hé aquí los resultados: SUBLIMADO RECOGIDO EN ESTE AÑO (1878). Parte soluble en agua.... = 39,187 por ciento Acido sulfúrico en la mis- Ma ae ES ==. DONDALIe 6 El análisis hecho con el mismo sublimado, pe ro sin concurrir el ácido carbónico, ha conducido al resullado siguiente: Parte soluble en agua. ... = 39.058 por ciento Acido, SUMÚLNICO....:.0.... == DOI « o a aid 15.893 por ciento a UI, € ANA e al ar HERO ze Lo fo GU € ENS A O « SIvIOido de Mterro... 0. ==", 1:990 € € Wadode ne == 12399. € « € VO ee ps 40 « A o == DS « Ácido arsenioso.......... = 0.466 <« « Oxido de antimonio... ... == 0.056 « S AO E € Repitiendo el cálculo de la cantidad de ácido sulfúrico que corresponde á las ba ses para su neu tralizacion, tenemos: AU o. Il . 22.100 por ciento E E 6.551 « « Osa ds OÍ S AMA Nesta o 1.424 « e « protóxido de hierro 2g.1nO. < € OA LO dE AMO O € S « ACODBe... 0. DRAM e € 471.158 « « En este como el anterior análisis se ha consi” derado el hierro como protóxido, quizas errónea- mente; si se presenta como peróxido (cierto es que tiene una pequeña ley de alúmina), y este peró- xido en combinacion con ácido sulfúrico, es natu- ralmente menor el exceso del ácido sulfúrico, que, segun el cálculo que antecede, asciende á 11.650 0/0. : La formacion de los sulfatos ácidos tiene una fácil interpretacion: la ceniza del combustible, arras- trada por la fuerte corriente del aire, atraviesa en el horno una atmósfera cargada de ácido sulfúrico. Esta formacion es análoga á la de los bicarbona- tos alcalinos. Antes de tratar de la aplicacion práctica de esta formacion, volvamos al punto que ha servido de partida para esta investigacion: la discusion de oa algunas de las pérdidas que se presentan en el beneticio de los metales. Hemos visto que la parte de la ceniza (así tra- duzco la palabra Flugstaub para evitar nombrarla en lo sucesivo) soluble en agua, contiene 0.017 0/0 de óxido de plata, lo que corresponde á 0.016 0/0 de plata metalica. Por disolucion en agua y pre- cipitacion con hierro, se obtendrian, á mas del co- 500.016 100 bre, solamente =0.008 quintales, 6 sean 0.8 libras de plata. La parte insoluble de la ce- niza contiene 0.027 0/0 de plata (no tomo en cuen- ta la ínfima ley de oro) ó sea 0.0135 99 de plata en 590 29, de donde resulta un total de plata en la ceniza, de 2.15 libras, cantidad bien insignifican- te comparada econ los 6.000 99 de eje y los 3000 9 9 dei metal de que deriva. Podria «recuperarse esta plata calcinando la ceniza con fuego bajo pa- ra expulsar el ácido arsenioso, y agregando el re- siduo á la fundicion de los metales de cobre; pero dudo si haria cuenta esta Operacion. Los sulfatos ácidos de los álcalis desprenden la mitad de su ácido sulfúrico cuando son fuerte- mente calentados; mis análisis han condncido ó un nuevo método de fabricar este ácido. Abunda en estas regiones el jume, cuya ceniza, segun análisis hecho por el Di. Máx. Siewert, se compone en gran parte de carbonato de sodio. No veo difi- cultad práctica en exponer á la accion de los ga- ses de un horno de calcina la ceniza de jume ú otra planta, y serviria quizá, para esto, un aparato como el que figura en «Kerl, Grundriss der Me- tallhúttenkunde», pág. 201, Ó el de la pág. 352. Es- te último, destinado para la calcinacion de blendas, horno «Hasenclever—Helbig», me parece el mas á propósito; la ceniza de jume, introducida en la cima del plano inclinado, se mueve despacio en direccion contrária á la corriente de los gases, para despues caer fuera del horno, pero no sobre el plan del mismo. He hecho en estos últimos dias el siguiente ensayo: sobre la puente que divide el horno del hueco de la chimenea, he colocado como 12 libras de ceniza de jume y dejádolas expuestas á los gases del horno durante 36 horas. La ceni- za retirada del puente se presentó en masas co- herentes mezcladas con sublimados del horno; al tratarla con agua se separó una jalea de ácido si- lícico; el ácido carbónico habia desaparecido total- mente, y el cloruro de bario revelaba una gran cantidad de sulfatos. Desgraciadamente no puedo en este año analizar la ceniza así transformada: peligraria la vida del que, en el verano de Pilciao, quisiera ocuparse en trabajos analíticos. . Supérfluo será observar que los sulfatos neutra- les que quedarian despues de expulsada la segun- da molécula del ácido sulfúrico, servirian nueva- mente para la conversion en sales ácidas; pero s3 opondria á un continuo uso de aquéllos la circuns- tancia de que, con cada operacion, seria mayor la contaminacion con los sublimados del horno de calcina; aunque al tratar la ceniza con agua, que- daria en el residuo casi todo el ácido arsenioso, y serian disueltos, como lo demuestra el análisis, sulfato de calcio y varios sulfatos metálicos. Entre los procedimientos empleados para la separacion de la plata y el oro, del cobre, consi- dero el mas racional la disolucion en ácido sulfú- rico que se practica en Ocker y otras partes. La importancia de la fabricacion de ácido sulfúrico por el sistema llamado inglés, está fuera de toda duda; pero la del vitriolo de Nordhausen seria á la vez practicable y fácil. Inmensas cantidades de pirita de hierro con pequeña ley de plata y oro, pueden explotarse de estas sierras; los óxidos restantes de la extraccion y destilación serian be- neficiados por via de amalgamacion segun el sis- tema de Krónke. Hé aquí los ensayos de algunas de estas piri- tas: | Cobre 1.4 por ciento iS Mina Esperanza... +. Plata 0.0135 “ “ Oro 20:0005) Sor 8 2 ON a a ¡Cobre 2.45 por ciento 2, Id. 1d. Plata 0.0995 66 66 ¡Cobre 3.3 por ciento 3.2 Socabon San Salvador¡Plata DOI OOO 4.2 Mina Carmelitas..... Aso As Dres ciento | ¡Cobre 7.8 por ciento De Mina Balanza lata O Oro OOO Cobre 3.1 por ciento 6.2 "Mina Bandera 20 Plata 00102 Oro 000017 70 : l Sin cobre. o 0 KO Mina Argentina... o. 0.003 por ciento MA 3 . e SI 20 ole Oso o o Ad dd GIEIIO Cobre 2.86 por ciento Plata DO T7S AS Oro” —0:00066 0 STA ÓL Sy Sin cobre, 10. Mina Gl ande. 600000 “Prada 0.0027 por ciento 11. Mina «Santa Claro He citado la fabricacion del ácido sulfúrico de Nordhausen como una industria posible; tendria- mos además este Otro método: conversion del car- bonato de soda en bisulfato, exponiéndolo, á cier- ta temperatura, á los gases de hornus de calcina; disolucion en agua de las sales ácidas; evapora- cion á seca y aestilacion. Preveo las dificultades que, aquí á lo ménos, se opondrian á semejante Operacion; pero para los fines que tengo en vista, el ácido sulfúrico libre es reemplazado perfecta- mente por el que, combinado, constituye la sal ácida. ¿Queremos extraer la plata y el oro de me- tales de cobre? El procedimiento será el siguien- te: A. Produccion de eje de un 55 0/0 de cobre. B. Calcinacion del mismo despues de bien mo- lido, con la proligidad de convertir toda la carga en sulfatos y óxidos, y conversion de éstos en sul- fatos por medio de una solucion de bisulfatos de álcalis; precipitación de la plata con cobre, y fun- dicion de los residuos y de la plata precipitada con plomo; copelacion de éste. €. Para eliminar el arsénico y antimonio que. forman combinaciones insolubles de plata, conven- dria la produccion de bottoms, y se destinaria en- tónces, para la calcinacion y extraccion, el régulo repasado de un 70—75 0/0 de cobre; los bottoms serian beneficiados con ácido sulfúrico. beneficio de blendas argentiferas. Las especulaciones á que ha conducido el aná- lisis del Fluestaub, han resucitado mi idea conce- bida algunos años há, de beneficiar las blendas de este mineral. Las minas de las Capillitas, espe- cialmente la «Restauradora», encierran grandes cantidades de blendas, que son botadas al des- monte, por ser en alto grado perjadiciales á la fundicion de metales de cobre; pero cor. ellas se botan al mismo tiempo metales en que, si bien predomina la blenda, existen venas de rico metal de cobre. He hecho una larga serie de ensayos de nuestras blendas, de los cuales presento algu- nos. 1.2 Blenda densa, color café... plata = 0.003 p.S 292.“ negra cristalizada. “ PAS A . q 0.0442 “ a o con pirita de hierroycobre 7.5 y cobre gris, gale- : Ma dr plata 0.0895 “ 00 == 5.2 Blenda.. Sd: plata OOPS 6.2 “amarilla con » pirita de cobre.. AE 0.028 “ Hace como dos meses que en el socabon nue- vo de las Capillitas se ha dado al fin con una ve- ta, probablemente la «Restauradora» misma, que, á la par de ricos metales de cobre, contiene. blen das de esta composicion: | 1.2 Blenda amarilla con ta bata = 0.014 p.2 de hierro 20 a: 1d. conpiritasicobre 7.9 S PEO Ens...» Jplata pUOSS € cobre 7.4 a plata 0.101 « Oro 0.0005 « cobre l E Ae Id. id. o 0.877 € Dear 0.032 € Oro 0.00075 « e. A al A COM ale Podemos, sin desviarnos mucho de la realidad, imaginarnos un metal compuesto de la manera siguiente: Blenda. ..100:p. 3) contiene zine .. 33 p.S Piritas €. .. 25 € cobre .. 5 á Galena ... 15 < € Ganeare lOs de £ Plata e AD € Oro cn 2 70:0005 7 El beneficio que propongo es: 1.2 Moler bien (ino el metal. 2.2 Calcinarlo á temperatura baja en car- gas que no excedan de 20 qq. 3.2 Disolver los sulfatos formados en agua O as caliente, con ayuda, si es necesario, de bisulfatos de álcalis. 4.2 Precipitar el cobre (y la plata) con Lierro, y 5.2 Fundir el precipitado y los residuos con metales de cobre. Consideremos lo que sucede al calcinar la blen- da mezclada con los otros metales: manteniendo la temperatura lo mas baja posible, y dándole al ai- re suficiente acceso, conviértanse los sulfuros -en sulfatos, parte de ellos en óxidos. Pirita de cobre por ejemplo, calcinado éste hasta desaparecer el ácido sulfuroso, contiene, segun Plattner (Róst— processe, pág. 87) hasta 20 p.S de ácido sulfúrico, en combinacion con protóxido y peróxido de hier- ro y Óxido de cobre. De los sulfatos el mas per- sistemieten eltealor es el de. Zine, que, en partes, solamente se transforma en subsulfato. Es prudente suponer que, con una regular cal- cinacion, se convierta solamente la mitad de la blenda en sulfato de zinc soluble, y que la otra mitad se halle en la forma de óxido Ó sulfato básico; al tratar la carga áun caliente con agua, disuélvanse los sulfatos, entre ellos los de protóxi- do y peróxido de hierro; pero éstos se descompo- nen prontamente en sulfato básico de peróxido de hierro y ácido sulfúrico, y éste entónces promue- ve la solucion de una parte del óxido y subsulfato de zine. Por la precipitacion del cobre con hierro, re- sulta en consecuencia de la descomposicion que acabo de indicar, nueva cantidad de ácido sulfú- rico disponible. Bastaria para mi objeto reducir á un 5 0/0 la ley de zinc en el residuo, ley que ya no perjudi- ca un posterior beneficio. En caso de resultar mas rico de zinc este residuo, habrá que recurrir á los bisulfatos para alejarlo. Muchos ingenios en Europa se ocupan del tratamiento de metales por via húmeda; los aparatos, maniobras, d., allí adoptados, nos servirian de modelo para el bene- E O ficio indicado. Que la disolucion del sulfato de zinc de la blenda calzinada, no es mera teoría, lo prueba la fabricacion de vitriolo de zinc, que, se- gun Gmelin, se ejecuta en Gaslar. Pilciao, 16 de Noviembre de 1878. FEDERICO SCHICKENDANTZ. APUNTES SOBRE LA FAUNA DE MOLUSCOS DE LA República Argentina Dr.D. ADOLFO DOERING. (CUARTA PARTE.) Gen. BULIMULUS. LkEAcH. Empleamos aquí este término genérico en el sentido y alcance que no ha mucho le ha dado Ed. v. Martens. (*) Los representantes de este género tienen una maxila compuesta de un número limitado (8—16) de gruesas costillas, por lo general sobresalientes en el márgen inferior en forma de sierra. Los dientes de la radula son de configuracion bastante uniforme, y están arreglados en series rectas, esto es, no son verdaderamente quebrados en la parte mediana. ler. Grupo: PERONAEUS. Alb. 1. P. Famatimas Nob. F. rimata, tenuis, fusiformi-turrita, longitudina- liter subconfertim costulata, opaca, albida (inveni- tur raro strigis corneis aliquot subvariegata); spira elongata apice parum attenuata, obtusiuscula; anfr. (*) Binnenmollusken Venezuela's. 4873. p. 21. a ODE 7 convexiusculi: primi lutescentes, sublaevi, ultimus 1,3 longitadinis paululam superans; Ccolumella sim- plex; apertura oblonga, ovalis; perist. simplex, rectum; margine columellari breve reflexum, perfo- rationem semioccultante. Long. 19mm; lat, 6mm,; long. apert. 6-6 ¿mm; lat. 4mm, La maxila (fig. 13) se compone de 12 costillas gruesas y anchas, y muy sobresalientes en forma de sierra en el márgen interior de la maxila. Las dos penúltimas costillas á cada extremo son las mas anchas. Los dientes de la rádula están agrupa- dos en líneas rectas Esta especie fué recogida por el D. STELZNER en la siena de la Rioja, en la cuesta situada en- tre esta ciudad y Chilecito, á una altura de cerca de 2000 metros. 2. P. Calchaquinas Nob. F. rimata, fusiformi turrita, tenuis, irregulariter et confertim rugoso-striata, cornea vel corneo luteola, strigis albidis, levatis, rugosis, irreguiaribus, variega- ta; spira elongata, obtusiuscula; anfr. 8 mediocriter conv exi, primi cornel sublaesi, caeferi variegati, últimos convexus, 113 longitadinis sub asquans; apertura oblongo-ovalis; perist. simplex, acutum rectum, margine columellari reflexo, perforationein semi-occultante Long. 17 —19mm, lat. 6 ¿—7mm, long. apert. 6 $-¿mm; lat. 3 ¿mm. El animal es de un color uniforme, gris gredo- so hasta naranjado; particularmente el extremo posterior del pié es de un color amarillento in- tenso. Los tentáculos som oscuros, pero los rayos laterales del lomo casi invisibles. El pneumofragina es muy consistente, transpa- rente y vítreo. Esta especie se diferencia fácilmente de la an- terior por su color y tamaño. La apertura es re- lativamente mas pequeña, el márgen columelar un poco mas anchamente reflejado hácia afuera; las vueltas mas convexas, etc. El Dr. Hieronymus la recogió en la Sierra de Belen (Catamarca). a a 3. P. montivagus D'Orb. Voy. p. 275. pl. 34, f. 1—3. Pfr. Mon. hel. vis. IL 112 Riberas del Paraná, Prov. de Entre Rios. (D'Orb.). 2.2 Grupo: SCUTALUS Alb. l. $, Oxyiabris Nob. T. rimata, conico-oblonga, subfusiformis, irregu- lariter raguloso- -striata, sublaevigata, opaco-albida; spira oblongo-conica, apice pallide cornea, obtu- siuscula; anfr. 6 modice convexi, ultimus vix 4/9 longitudinis subaequans; columella obsolete plica- tula; apertura subverticalis, ovalis, intus leviter fla- vicans, nitida; perist. simplex, rectam, acutum, margine culumellari reflexo, patente, perforationem semioccualtante. Long. 17-—20mm; lat. 9 —10mm; long. apart. 9-10 ¿mm; lat. 4 ¿--5mn, Se diferencia suficientemente esta especie de las siguientes por su mas pequeño tamaño y su figu- ra prolongada, su peristoma recto, muy cortante y no reflejado. Maxila. La maxila se ensancha algo en sus extremos, y está compuesta de 12—15 costillas irregulares, cada una de ellas dividida frecuente- mente en dos angostas, produciéndose así la va- riabilidad en su número. Las de los dos extremos son las mas anchas y largas. El animal es de una figura recogida; las arru- gas del lomo son relativamente muy gruesas. La parte posterior del pié es, tambien relativamente, angosta, y ostensiblemente encarenada. El color eris-gredoso uniforme; los tentáculos de un mis- mo color pálido, con ojitos negros. La cabeza y la suela, en su márgen, generalmente de un ceo- lor mas oscuro. Esta especie se encuentra en la primera sierra de Córdoba, particularmente en los terrenos calcá- reos, Como en la Calera, San Antonio, Maldonado, Alta. Gracia, en cuyo último lugar fué el primero que la recogió el Sr, D, C. BerG. Vive eos las O e capas de yerbas y arbustillos, asociada general- mente en gran número de ejemplares. 2. S. Peristomatas Nob. T. perforata, ovato-oblonga, subfusiformis, tenius- cula, dense et irregulariter rugoso-striata, sordide albida; spira oblongo conica; sutura saeplus subcre- nulato-marginata; anfr. 6 convexiuscali: primi ru- gulosos-triati, fuscescentes, ultimus spiram superans, antice effusus; coluinella obsolete plicata; apertura subverticalis, ovata, intus flavicans, nitida; perist. simplex, undique expansum, margine basali arcua- to, columellari dilatato, marginibus subapproxima- tis, Callo tenul junetis. Lone. 27 —29mm; lat. 11—13 mm: long. apert. 15—16mm, lat. 9 —10mnm, Differt a Sc. STELZNERI Dohrn: statura minore, oblonga; peristomate undique expanso, marginibus approximatis. Esta especie está aliada á la Sc. Stelzneri : Dohrn; pero se distingue de ésta á primera vista por su menor tamaño, su figura prolongada y su pe- rístomo mas ostensiblemente reflejado hácia afue- ra, como tambien por los extremos de éste apro- ximados entre sí y unidos por medio de una del- gada callosidad. La maxila se conpone de 8—10 costillas. Las dos de los extremos son las mas grandes, y un poco redondeadas en su periferia; todas las inter- medias de un ancho bastante igual. No son muy sobresalientes en el márgen inferior de la maxila; las medianas son obtusas. Esta especie se halla con poca frecuencia en la sierra de Pocho (Quebr. de Yatan, de Mermela etc.). 3. $, Stelzneri Dohrn. T. profunde rimata, vuvato-conica, tenuiscula, dense et irregulariter rugoso-striata, sordide albida, apice minuto, sublaevi; spira conica; anfr. 5—6 mo- dice convexi, ultimus spiram superans; antice effu- sus; Columella profunde et obsolete plicata; aper- tura subverticalis, ovalis, intus albescens, nitida; pp ee peristomium simplex, margine dextro vix expanso, basali dilatato breviter expanso, columellari dila- tato, patente. Long. 23—28, lat. 14—20; ap. long. 13—18, lat. 8—11 mill. (DoHrN). Mal BL =XIL p. 202. 1874. Como ya menciona DoHkRN, esta especie es bas- tante variable respecto á su tamaño. Las de ta- maño mas reducido son de la sierra de Catamat- ca (Jacotula); las mas desarrolladas de la sierra de la Rioja, en una altura de cerca de 2000 me- tros. Vive allí entre las rocas, y suele pegarse tenazmente á sus paredes en tiempo. de seca. Se distingue de la especie anterior por los ca- racteres arriba mencionados. 4. 8. Conispirus Nob. T. perforaía, ovato-conica, solidula, albida, opa- ca, sublaevigata, dense et irregulariter striata; spira perfecte conica, apice obtusa; anfr. 5 planiusculi, ultimus convexior, spiram paululum superans; Cco- lumella obsolete plicata; apertura subverticalis, ovalis, intus pallide fuscescens, nitida; perist. sim- plex, obtusum, brevissime subexpansum, columel- lari subdilatato, expanso. Long. 21—24mm; lat. 13—16 ¿mm; apert. 12— 14mm longa, 8—9mm lata. Var. fasciata. T. fasciis spiralibus obsoletis, in- tereuptis, translucidis, pallide fuscis aliquot subva- riegata. Maxila. Se compone de 12 costillas; las de los extremos son las mayores; todas poco sobresalien- tes en el márgen inferior de la maxila. Los dien- tes de la rádula en series bastante derechas como en los demás tipos de Bulimulus. El Dr. HIERONYMUS recogió esta especie en la sierra de Tucuman. 3er. Grupo: BULIMULUS. Reunimos en esta seccion una serie de espe- e io cies, las que no podemos clasificar, sin convicción respecto á los diversos grupos existentes, en el gé- nero Bulimus. Es indudable que hasta ahora la subdivision de este género es sumamente defectuo- sa, y no se puede proceder con seguridad en el establecimiento de nuevos grupos sin tener disponible un abundante material de especies y datos anatómi- cos. Seguramente la mayor parte de las especies signientes, sobre todo las primeras, habriamos po- dido clasificar en el muy extenso grupo Scutalus, si hubiésemos estado seguros de que la clasifica- cion sistemática gañaria algo con este procedi- miento. Así p. ej. el B. centralis Nob. no está distante, indudablemente, de pertenecer al Sc. albi- cans Bosd. ó al B. albus Riv., y se asemeja tam- bien al S. oxylabris Nob. El Bb. centralis Nob., en escala menor, es el 5. apodemetes con tamaño aumentado, y no puede clasificarse de ninguna manera en el grupo Mormus del género Otosto- mus. Lo mismo puede decirse del 5. Cordilierae Strob., el que, seguramente, no pertenece al géne- ro Otostomwus, siendo mas bien un verdadero re- presentante del género Bulimulus. 1. B. Apodemetes 1D) Orb. D'Or. Voy. p. 279. Pl. 30.f£. 5—8. Pfr. Mon. IL N. 4659. ENDALGO.- Mol. del Ya bacon TioOs BEL, Mat. Mal. p. 26. Maxila. En la maxila hay alguna afinidad con la de B. sporadicus D'Orb. Tiene la forma de her- radura, y en todas partes un ancho casi igual. Se compone de 16 costillas, las que, en su márgen interior, son sobresalientes en forma de sierra. Los dientes de la rádula están arreglados en líneas rectas, como en los demás representantes del género Bulimulus. Estos caractéres de los órganos de la boca ex- plican suficientemente el por qué se ha separado esta especie del grupo MORMUS, (en el género Oros- TOMUS,) en el cual habia sido clasificada por AL- BERS. Se ha propagado mucho en el territorio Argen- O tino (Santa Fe, Entre-Rios, Córdoba, $. Luis, Ca- tamarca, Tucuman, 4.) Se halla abundantemente en los cerros promontorios de las sierras perte- necientes á las referidas provincias, viviendo por lo comun asociada al Odont. daedaleus entre las yerbas y los pequeños arbustos. 2. B. Centralis Vob. T. perforata, ovato-conica, tenuis, sublaevis, vix nitens, opaco albida, strigis pellucide corneis, valde irregularibus plus minusve variegata; spira oblon- go-conica, apice luteo-cornea; anfr. 6 convexiuscu- li, ultimus 3 longitudinis subaequans, non descen- dens; columella subplicatula, apertura oblongo-ova- ta; perist. simplex, acutum, margine dextro reflexo, perforationem semioccultante. Long. 16 —20mm; lat. 9—10mm; apert. 9-10 ¿mm long., 5-6mm lata. Esta especie tiene muchas afinidades con el 5. Apodemetes var. Argentina), y ofrece en miniatura los mismos caractéres y la misma figura, viviendo asociada con él. Pero la concha, aunque es de la mitad del tamaño de la de este último, es relativa- mente mas prolongada y lisa en la superficie. Es probable que haya tambien bastantes analogías con el Bul. albus Brod. y el Bul. Rouaultt Hupé, dos especies que no están en mi poder para compa- rarlas. De la primera se diferencia indudablemen- te por su figura mas prolongada, 4.; de la segun- da por no descender oblícuamente la última vuel- Cee Maxila. Se compone de 13—14 costillas grue- sas, un poco curvadas. Los intermedios son ge- neralmente mucho mas angostos que los de los extremos de la maxila. En el márgen interior las puntas son sobresalientes en forma de sierra. Los dientes de la rádula se hallan en series bastantes rectas. Cerros promontorios de la sierra de Córdoba, cerca del Totoral, Quebrada de Musi, d. 3. B. Monticoia Nob. T. perforata, ovato-conica, tenuis, parum nitida, pellucide cornea vel rufo-cornea (interdum faciis 2) E obsorvicioribus, brunnessentibus, longitudinaliter ornata), striiss confertis, opaco-albidis, ruguloso- elevatis, valde irregularibus, variegata; spira coni- ca, apice acutiuscula; anfr. 6 convexiusculi, primi luteoli, sublaevi, ultimus ventrosior, 3 longitudinis superans; apertura oblongo-ovata; perist. simplex, tenue, acutum; margine dextro regulariter arcuato, columellari reflexo, perforationem semi-occultante. Long. 13—17mm; lat. 7—9mm; ap. 7—9mm longa, 4—5mm lata. Masxila. Tiene una configuracion bastante patr- ticular. Se compone de 8 costillas gruesas, de las cuales las cuatro intermedias son mucho mas an- gostas y acercadas entre sí. Las costillas de los extremos casi de igual ancho que largo. Las pun- tas de las costillas sobresalientes en el márgen in- ferior de la maxila, en forma de gruesos dientes. Los dientes de la -rádula están agrupados en series bastante rectas; son relativamente muy grue- sos y separados entre sí; su número relativamen- te muy diminuto. Esta especie se encuentra en las sierras pro- montorios de la Cordillera, viviendo solo á una altura bastante considerable, hasta el límite de la region glacial, análoga en esto al Bb. mvalis D'Otb., con el cual tiene la mas estricta afinidad respec- to á la configuracion y tamaño de la concha, aun- que se diferencia notablemente, por no ser lisa y lucida como aquélla. El Dr. Stelzner recogió esta especie en la sier- ra de los Granadillos (Catamarca) y en la cuesta de Tocina (sierra de Famatina) á una altura de 3,300—4,000 metros. Una variedad con la concha algo mas áspera y gruesa y de un color mas os- curo, morado-córneo, que halló aquél en la Que- brada de S. Isidro (Mendoza): vivia allí pegada á la plaricie de las piedras. 4. B. Mendozanus (Eudioptus) Strobel. STROB. Mat. per una Mal. p. 23. T. L fig. 4. Parece que esta especie tiene mucha analogía con la anterior y la siguiente. y El Dr. STELZNER no la ha encontrado en su via- je por la sierra de Mendoza, donde $TROBEL la descubrió cerca de Villa Vicencio. 5. B. Tortoramus Nob. T. obteste rimata, conico-oblonga, subfusifor- mis, tenuis, striatula, subdiaphana, nitidiuscula, sub- laevigata, fusco vel luteo-cornea, strigis longitudi- nalibus, opaco-albidis, marmoratis, valde irregula- ribus, confertim ornata; anfr. 7 planiusculi, primi corner vel luteo-cornei, caeteri variegati, ultimus oblongo-ventrosus, 4/9 longitudinis subaequans; co- lumella plicatula; apertura oblongo-ovalis; perist. simplex tenue, acutam, margine basali expansius- culo, columellari breve reflexo. Long. 26—27mm; lat. 10mm; apert. 12mm, longa, 6—6 ¿mm lata. El animal es de un color claro uniforme, ama- rillento sucio, sin manchas ni estrias oscuras, con excepcion de los ojos, que son negros. Tambien la suela es del mismo color—claro uniforme, al- guna vez con un poco de color verduzco. El pié, en su extremo posterior, es redondeado. Aparece generalmente el animal de color claro, á semejan- za del de una jalea, con los intestinos algo trans- parentes detras de la cútis; su figura por lo co- mun oblengo-elíptica, en todas sus partes bas- tante prolongada, principalmente los tentáculos, los que se enangostan hácia la punta; tienen éstos bolillos poco ensanchados. Long. de la suela 28mm, lat. 9mm. Longitud total del cuerpo (con los tentáculos): 30mm; altura 6mm; tentáculos superiores 7mm, Los ejemplares nuevos son de un color mas claro. Maxila. Es de un reducido largo, enangostada un poco en la parte mediana. Se compone de 10—12 costillas gruesas; las intermedias mucho mas angostas que las laterales, alguna vez reuni- das. Todas sobresalen en el márgen inferior en forma de sierra. Esta especie tiene alguna afinidad con el Bb. Cordillerae STROB.: se diferencia, á más que por O IN su mayor tamaño, por su figura ménos pupiforme y algo mas estirada y cónica, las vueltas ménos convexas, y la apertura mas prolongada y un po- co reflejada en la parte basal. La encontré en algunas quebradas húmedas de la sierra de Pocho (Totoras, Yatan, Cerro Salado, 4.) donde yive, en lugares sombríos entre los at- bustos. 6. B. Cordiilerae Strob. T. obtecte perforata, oblongo-turrita (pupoidea), tenuluscula; spira turrita, apice (attenuato) obtu- siusculo, sutura impressa; anfr. 6, modice convexi, primi laeves, nitidi, violacei, fusci aut fulvi, caeteri striis incrementi tenuibus sculpti, subnitiduli, albes- centes radiis longitudinalibus corneis, ultimus non descendens, testae longitudinis tertium superans; apertura vix obliqua, ovalis; peristoma simplex, acutum, marginibus sejunctis, exteriore recto, colu- mellari reflexo, perforationem fere omnino oceul- tante; paries aperturae nitidissima; faux fusca uni- color vel radiata, sicut superficies exterior antfrac- tuum. Long. 14--15mm; lat. 6—7mMm; apertura. 6— mm longa, 4—ómm lata. STROB. STROBEL, Mat. per una Malác. p. 22. T. IL fio. 3. El Dr. STELZNER ha recogido hermosos ejempla- res de esta especie en el mismo lugar donde la descubrió STROBEL. La afinidad de esta especie con algunas de las anteriores, principalmente con la B. monticola Nob,, indica suficientemente que ella no puede compren- derse en el grupo MESEMBRINUS (OTOSTOMUS), como lo hizo STROBEL. No teniendo á mi disposicion sino ejemplares secados, no obtendría buen éxito en la preparacion de la maxila. Pero un pedazo que conseguí de la rádula, me reveló una gran afinidad con 5. monticola. Como en esta especie, los dientes son relativamente muy grandes y poco Numerosos. Su variabilidad parece ser insignificante; la pun- ta es alguna vez muy oscura, otra pálida. La ma- yor parte de mis ejemplares tienen un color algo morado. Sierra de Mendoza (Villa Vicencio y Casa de Piedra) (STROB. STELZN.) 4,2 Grupo: THAUMASTUS 4/0. 1. T. oreades D'OrÚ. D'Or. Voy. p. 270. Pl. 32. fig. 11-—15. Pfr. Mon. Nel. wav. UL. p. 202. Corrientes (Rio de Santa Lucía, 5S. Roque). (D"OrB). 2 T. Fourmiersi D'Orb. Or Voy. p. 211. PL 30. fig. 12-14. Pfr., Mon. hel. viv. II. 196. Corrientes (Rio de Santa Lucía) (D'OrB). 3. E. sporadieus /)'Orb. T. perforata, oblongo-subíusiformis, tenuis, pellu- cida, parum nitens, striatula; albida vel pallide cornea;, spira elongato-conica, acuta; sutura simplex; antr. 7—8, vix convexiusculi, mediocriter accres- centes, ultimus convexus, basi subattenuatus; colu- mella subverticalis, strietiuscula; apertura ovalis, superne acuminata, intus concolor, 3/7—4/9 longitu- dinis aeguans; perist. simplex, rectum, acutum, mar- gine dextro regulariter arcuato, columellari superne dilatato, fornicatim reflexo, perforationem semite- gente. (HIDALGO). Long. 27 ---30mm; lat. 12—-14mm, OE: Voy. Am: mer. pp. 271..Pl. 32. £ 15, HEYNEMANN, Mal. Bl. XV, p. 108. fig. v. 6.—MaArk- TENS, Mal. Bl. XV, p. 179.—HIiDALGO, Mal. del viaje al Pac., p. 120.—STROBEL, Mat. p. Bul. Mon- tevidensis Mon. hl. viv. IL. 202. a. Var. Montevidensis. Pfr. Como ya menciona HipaLGO (*) la variedad típica, la que D'ORBIGNY encontró primero en la República Argentina, es generalmente de un color blanquecino-córneo uni- (*) Mal. del V. al Pac. p. 121. 10 forme (6 alguna vez rojizo pálido), muy raras Oca- siones con algunas oscuras manchitas longitudina- les, casi imperceptibles. En cambio, la diagnósis de Pfeiffer conviene solo con la variedad subtropicalis de Bolivia. Es probablemente por esta razon que el mismo zoólogo citado ha descrito la variedad típica como una nueva especie: Bul. Montevidensis Pfr.: T. albido-opaca, lineis longitudinmalibus crebris, pellucidis, albido corneis strigata, €. Es imposible diferenciar esta variedad de Montevideo de la tí- pica del Rosario, siendo además conformes las dimensiones de ambas, y ofreciendo los ejempla- res frescos de la segunda, generalmente, caracté- res análogos á los de la primera. b. Var. Bonariensis Strob. TY. ventricosior, te- nuior, corneo-albida, inventu raro subvariegata. Long. 25--26mm; lat. 14mm; ap. 12mm longa, 8 ¿mm lata. STROB. Mat: per una Mal. p. 24. Teneo ejemplares de esta variedad, que recogí cerca de Lanus (Buenos Aires), y recibí del Ria- chuelo un hermoso ejemplar de mano del Sr. D. C. BerG. Esta variedad se diferencia de la típi- ca por ser el cuerpo del animal mas recogido y ventricoso, lo que puede fácilmente observarse en los ejemplares crecidos.—(Var. de Buenos Aires.) c. Var. Subtropicalis. T. angustior, fusca vel albida, striois fusco corneis variegata. Var. de Bo- Iivmiatete. DORB: Voy przlz. Soi EI Mo nea UN OO e El animal es de un color uniforme, mas Ó mé- nos oscuro, amarillento-blanquecino. A uno y otro lado del lomo, desde la punta de los tentáculos, hay una faja oscura. El pié es bastante ancho y llano, casi nada encarenado. Las puntas de los tentáculos oscuras, los bolillos curvados un poco hácia el lado. | En la var. Bonariensis, principalmente en los ejemplares mas jóvenes, el animal es de un color mas osenro, particularmente los márgenes de la suela. El manto está cubierto de manchitas y pun- tos Oscuros, transparentes detras de la concha. Una mancha oblonga encima, y otra mas pequeña en forma de cuña al lado, á distancia de 1-—2mm del márgen de la apertura. Toda la superficie del manto de la última vuelta con puntos esparcidos, formando á veces fajitas de corta extension. Tam- bien el manto de las vueltas superiores con man- chas longitudinales, algo irregulares, de manera que la concha con el animal vivo tiene un aspec- to jaspeado. Maxila. He preparado diversos ejemplares de la var. típica del Rosario, y puedo confirmar, en términos generales, las observaciones de Heyne- mann hechas al respecto. (*) Está compuesto este animal de 12 costillas. (Generalmente las cuatro de cada extremo son más anchas que las interme- dias. En el márgen inferior de la maxila las pun- tas sobresalen en forma de sierra. HipbaLGO ha recibido los ejemplares de la expresada especie, de Concordia y del Rosario. Nuestra coleccion es oriunda de este último lugar y del Paraná. En el Rosario, particularmente en cierto territorio de las riberas del Paraná, ella abunda en ejemplares hermosos y bien desarrolla- dos. En los tiempos de lluvia pueden observarse alguna vez sociedades numerosas escondidas entre los arbustos y las yerbas. Algunos ejemplares que recogí en el interior de Corriente3 tienen una cáscara mas tenue y ves- tigios mas bien pronunciados de estrías pintadas, longitudinales, asemejándose por lo tanto, algo más, á la var. indígena de Bolivia, etc., la que ha ser- vido de tipo á la diagnósis de PEEIFFER. Otros ejemplares de una concha mas sólida, coleccionados por el Dr. STELZNER cerca del Para- ná, tienen una figura limneiforme por la dimen- sion algo aumentada de la última vuelta y forma de la apertura. (*) Mal. Bl. XV. p. 108- o E Gen.: OTOSTOMUS Beck. (*) Animal tentaculis gracilibus, subacuminatis; pe- de brevi, subplanato, margine postice arcuato ne- que Ccarinato. Los caractéres determinantes de este género consisten en la construecion particular de la ma- xila y rádula. La primera, á diferencia del géne- ro Bulimulus, es mas blanda, tenue y de un color pálido; no representa un arco de circunferencia regular en forma de herradura con costillas con- formes entre sí, sino que está quebrada, ostentan- do claramente dos extremos simétricos, unidos por un pedazo compuesto é intermedio, y más Ó mé- nos cuneiforme. Observando la maxila en su estado natural, du- rante su preparación para el microscopio, ella ofre- ce en realidad un aspecto como si fuese articula- da en la mitad; y conforme con esta configuracion natural de la maxila, tambien los dientes de la rádula forman series quebradas, primero en la mi- tad de la rádula, y despues otra vez en la mitad de cada lado. ler. Grupo: MESEMBRINUS Alb. 1. Mi. poecilus D'Orb. D'OxB. Voy. Am. Mer. p. 268. Pl. 31. fig. 1-10. Blrs Mon. helsviv. 12200 Alb; Het parido El animal es de un color uniforme, gris blan- quecino Óó verduzco; las puntas de los tentáculos gris oscuro. Los tentáculos inferiores, lo mismo que los superiores, bastante largos y delgados, y algo cónicos. Los superiores de 13mm de largo; los inferiores de 3mm, Longitud del animal en es- tado de accion: 42mm, La suela es bastante corta y ancha; el pié ancho y llano, redondeado en su extremo posterior. El neumofragma es muy tenue, completamente (**) Cf. v. Martens, Binnenmoll. Venezuel. p. 28. o y aa vítreo y brillante. Generalmente se observan en la concha 2-4 películas separadas unas de otras por interválos pequeños, y pegadas parcialmente entre sí. Maxdla. Enangóstase en la parte mediana y en los extremos; 18 costillas (9 á cada lado) for- man las alas laterales. En los ejemplares no com- pletamente desarrollados, el intermedio del cuer- po es perfectamente cuneiforme, sin particiones; en los ejemplares viejos está subdividido en nume- rosas costillas más delgadas, desapareciendo por lo tanto cada vez más su configuracion cuneifor- me, y Ofreciendo la maxila, en su totalidad, 24 y más costillas. Los Dres. D. L. BRACKEBUSCH y D. J. Hirko- NYMUS recogieron ejemplares en abundancia de esta hermosa especie de la var. major de D'Or- BIGNY, en la sierra de Catamarca, donde vivian estos animales en los pencales (Opuntia). 2.2 Grupo: MORMUS Alb. l. E. Papgraceus Mare. | Hel. papgracea Mawe. Linn. syst. tab. tit. f. 7. Bul. lita D'OrB. Voy. Am. Mer. p. 268. Bul. infla- tus, Spix. test. bras. t. 7. fig. 1. Bul. papgraceus Mawe, v. Mart. Mal. Bl. XV. p. 179. Heinemann, MDI p. 110; 119,9. HIDALGO, Mol. v. Pac. p. 108. B. papgraceus M. (Mormus) Alb. v. Mart., Hleliceen, p. 216. Var. major D'ORB. a Corrientes y Misiones. (Rio-Batel, Rio de Santa Lucía, Lago de Hera. (D OkB.) Gen: Stenoggra Shuttl. ler. Grupo: OPEAS A/D. 1 0. Mariensi Otrob. T. subperforata, tenuis, hyalina, nitida, virenti albido-lutea; spira regulariter attenuata, apice-ob- on tuso, sutura profunda; anfr. 7—8 convexiusculi; primus levis, caeteri tenuissime striati, ultimus tes tae longitudinis tertium vix aequans, basi rotundatus; apertura subrhombeo-ovalis, non obliqua; perist. simplex, marginibus callo tenuissimo junctis, mar- gine columellari stricte reflexiusculo, margine ba- sali subcircinato; columella recta, in speciminibus juvenibus subtorta; longitado maxima 20, minima g9mm. STROB. STROB: - Mater. Malaci p 27 Doo! He recibido un ejemplar de esta rara especie por el Dr. D. C. Bex6, quien lo encontró, en la rajadura húmeda de un ceibo, cerca de Buenos Ayres. Gen.: Cionella Jeff». ler. Grupo:: ASICULA Leach. (CAECILIONELLA BoOUurRG.) l. A. pramaca Pf. T. oblonga, pupoidea, subeylindrica, imperforata, solidiuscula, albida, subhyalina, laevigata; spira fu- siforme cylindracea, apice paruam attenuato, obtu- so; sutura profunda, indistincte marginata; anfr. 5 vix convexiusculi, ultimus 3/8 Jongitudinis aequans; columella arcuata, basi anguste truncata; apertura angusta, ovato-oblonga, lanceolato-acuminata; perist. simplex, rectum, acutum, marginibus callo ¡junctis, dextro entrorsum vix subarcuato. Long. 2 1/2 mm; lat, 3/4mm; apert. 4/5 mm. longa, 4/9 mm. lata. A. pygmaea Pfr., Mon. hel. viv. Il. p. 275.(=A. consobrina D'OrB. Pfr. mon. hel, viv. IL. 285=A. Sellowii King. Pfr. Mon. hel. viv. IL. 296.—(?). Se diferencia de la A. a ¿cula Muell de Europa, á más que por su tamaño mucho menor, por su fi- gura en su totalidad ménos cilíndrica, más bien convexa y pupiforme. En cambio, el ápice de la espira, en nuestra especie, es mas grueso ó ancho, las vueltas algo convexas, la sutura no ostensiblemente bordeada. O La apertura es relativamente un poco más larga; la columnilla y el márgen exterior del peristoma es ménos curvado. DIMENSIONES N.* de las vueltas. Longitud. Latitud. Apert.: long. Ap.: lat. a 4 1/2 1,75mm. 0Q,63mm. (,75mm. 0,33mm. b. 9 2,00 « 0,08 « 0,73 « 0,40 « e: 3) 2,15 « 0,70 « 0,80 « 0,45 « des. 3 1/41/3 2,33 « 0,70-75 0,87 « 0,45 « El animal es de un color amarillento blanque- cino resaltante; las partes inferiores y el hígado, color carne. En los ejemplares jóvenes estos colo- res son más pálido-verduzcos. Los tentáculos muy cortos y gruesos, sin ojos. Esta especie se halla bastante propagada en el territorio argentino próximo á la Cordillera. El Dr. STELZNER la recogió en el valle de Jun tas, sierra de Tucuman. En la sierra de Córdo- ba la hallé, en varios lugares, en el valle del Rio Primero, como p. ej. cerca de la Calera. En la sierra de S. Luis, valle de Caufana. Vive en las quebradas húmedas, bajo de las hojas y troncos - podridos, asociada generalmente á la Scolodonta Semper:. Gen: Pupa Drap. Una de las cirsunstancias características del gé- nero PupPa es la escasez de especies en el conti- nente Sud-Americano. Hasta los últimos tiempos no se conocieron mas que 7 representantes. Cua- tro de ellos (P. curta Anton, de Chile: P. miciola D'Orb., del Brasil: P. nodosariía, de Bolivia, y -P. oblonga Pfr., de la Banda Oriental) se asemejan algo, en su configuracion, á los representantes del erupo Pupilla Leach., como tambien á los del gru- po Vertigo. Un exámen anatómico más prolijo de su estructura nos ha de dar en lo sucesivo una base mas firme para su clasificacion. Solo pode- mos decir, miéntras tanto, que las nuevas especies = 20 = de la República Argentina, semejantes en su ta- maño, configuracion y dentadura á los represen- tantes del género Vertigo, no pueden ser clasifica- das en este grupo, por existir en ellas tentáculos inferiores, pues la carencia de éstos es cabalmente uno de los caractéres del mencionado grupo. Las incluirémos por consiguiente, provisoriamente, en el grupo Pupilla Leach, y harémos, para su mejor reconocimiento, una breve revista de todas las Pu- páceas de reducido tamaño que existen en nuestro continente. Il. APERTURA SIMPLEX. 1. P. Paredosi D'OrB. Oblonga, fusca, striata. Anfr. 6. Long. 5mm; lat, 2mm, Bolivia. Perú. 2. P. Limensis PuIL. Oblonga, apice attenuata; alba, striato-costulata. Anfr. 6. Long. 4 ¿mm; lat. 2MIn, ; Perú. TT. APERTURA 1-DENTATA 3. P. infundibuliformis D'ORB. Pyramidalis, co- nica, striata, grisea. Anfr. 6. Long. 2¿4mm- lar. 1 3 mum, Bolivia. III. APERTURA 2-DENTATA VEL PLICATA. 4. P. nodosaria D'OrB. Papoideo-oblonga, lae- vigata. Anfr. 6. Long. 2mm; lat, 2/3mm, Bolivia. IV. APERTURA 3-DENTATA. 5. P. curta Ant. (P. annensis Pfr.). Abbrevia- to-cylindrica, minutim striata. Anfr. 4 4. Long. 2mm, lat. 1 1/5mm, Chile. 6. P. miliola D'OrB. Ovato-conica, cornea, mi- nutim-striata, Anfr. 5, Long. 2mm; lat. 1mm, Argentina. Brasila. Oli Le 1. P. Clessini Nob. Elongata, conico-turrita, mi- nutim striatula, corneo lutea, Anfr. 5 36. Long. 2mm; lat. 0,8mm, | Argentina. V. APERTURA 5B-DENTATA. 8. P. microdonta Nob. Ovato-conica, brevis, sublaevigata. Long. 2mm; lat. 1—1,2mm, "Argentina. 9. P. oblonga Pfr. Cylindraceo-oblonga, nitidula, cornea. Ánfr. 6. Long. 2,5mm;, lat, 1mm, Argentina. Brasil. 10. P. dicrodonta Nob. Ovato-oblonga, laeviga- ta, cornea. Dente bifido in par. apert. "Anfr. 5 3. Lone. 2mm; lat. 0,8—9mm, Argentina. ler. Grupo: PUPILLA Leach. 1. P. oblonga Pfr. T. subperforata, cylindraceo oblonga, tennis, nitidula, pellucida (vix striatula), sublaevigata, cor- neo-lutescens; spira elongata, gradatim attenuata, apice obtusula; sutura simplex, subprofunda; anfr. 6 convexi, lente acerescentes, ultimus antice non des- cendens, bast rotundatos; apertura obliqua, truncato- ovalis, 1/3 longitudinis vix aequans, quinguedenta- ta: dente 1 compresso parietali, 1 columellari, 3 pala- talibus, horum medio distincto, reliquis punctifor- mibus aut inconspiculs; perist. tenue, expansum, margine dextro superne valde eurvato, columellari subdilatato. (HIDALGO). Long. 2,5—2,8mm; lat. 1—1, mm. PEEIFFER, Proc. Zool. Soc. 1852. p. 69. Mon. hel. a ML. p: 536. IV. p. 685.—Marr.- Chemn. Connch. Dal, EP... 20: e. 12. HIDALGO, Mal. d. Viaje al Pac. I. 141. Esta especie se diferencia de las siguientes por su figura prolongada y algo cilíndrica. Parece bastante propagada en el territorio ar- gentino. Encontré este animal por pera vez ] | Ñ qui O NECE en una barranca situada en las riberas del Para- ná, cerca del Rosario, donde, despues de una fuer- te lluvia, caminaba por la pared húmeda, gredosa, de la referida barranca, envuelto completamente cada ejemplar en una capa de greda. Mas tarde hallé esta especie en las sierras de Pocho (Cerro Salado) y en la de S. Luis (Valle de Cautana). HipDALGO la tenia de Montevideo. 2. P. microdonta Nob. 'T. ovato-conica, tenuis nitidula, sublaevigata, fusco cornea; spira conico-Ovata, apice attenuata, obtusissima; anfr. 5 4 convexlusculi, ultimus 1/3 longitudinis subaegquans; apertura semiovalis, quin- quedentata: plica 1 compresa, protracta, Oblique truncata, in par. aperturali, 1 in columella, tertio parvulo basali, quarto distineto in medio marginis dextri, quinto minimo, obsoleto in margine supe- riore; perist. tenue, undique breve expansum, mar- gine dextro superne valde curvato, columellari subdilatato. Long. 2mm; lat. 1,0—1,2mm, Differt a P. oblonga: T. breviore, ovata; anfractibus pa- rum convexis, dente parietali protracto, truncato, etc, La figura mucho más corta y ovalada; las vuel- tas más aplanadas. Distínguese fácilmente esta especie de la anterior. El peristomo es algo más anchamente reflejado. El diente lameliforme en la pared de la apertura es algo prolongado, lle- gando casi á tocar con su extremo el bordo del peristomo. El animal es de un color muy Oscuro, gris-ne- gruzco encima, gris-blanquecino en los lados y en la suela. Las dos fajas del lomo poco ostensibles por la intensidad del colorido general. Los tentá- culos superiores é inferiores son negros en sus puntas. Encontré esta especie, primero en la provincia de Entre-Rios, cerca de la Paz, y en Corrientes en los bosques ribereños del Rio Guayquirazo, vivien - do debajo de los troncos podridos. Ultimamento la recogí en la sierra de San Luis (Bajo de Vélis). 3 P. dierodonta Nob. P, minuta, pupoidea, laevigata, substriatula, ni- tidula, fusco-cornea; spira subcunica, apice altenua- ta, obtusiuscula; anfr. 5 3- 6 convexiusculi, ult. 2/5 longitudinis subaequans; apertura ovalo-rotundata, deniibus 5 (—6) coarctata: primo, in pariete aper- turali, maximo, tortuoso bifido (furcato vel biramoso), ramo dextro snbproducto a margine peristomali; caeteris a margine aperturae remotis: secundo, colu- meilaris, ftorívoso, angulato, introrsum elongato; 3 palatalibus, plicaeformibus; perist. expansum, vix reflexiusculum, albidum, marginibus subapproxima- lis, dextro curvato. Long. 1,8--2,0mm; lat. 0,9mm; apert. 0,7—0,8mm longa. Es fácil distinguir esta especie de todas las de- más por su diente bítido en la pared de la aper- tura. $e compone éste de dos listones paralelos. El uno, superior, es prolongado hácia adelante, to- cando el lugar de la insercion del peristomo; el otro tiene una posicion algo más retirada por de- tras. Los demás dientes de la apertura son de menor tamaño. Esta especie es indudablemente la más propaga- da en el territorio de la sierra de Córdoba, etc. El Dr. STELZNER fué el primero que la recogió en la sierra de Mendoza, cerca de Villa Vicencio, y yo, en todos los lugares apropiados para su vivien- da, en la sierra de Córdoba y San Luis. 4d $, Clessimi Nob. T. subperforata, minuta, oblonga, cylindraceo-co- nica, tenuis, subtile-striatula, nitidula, Inteo-cornea; spira elongata, gracilis, conico-cylindracea, apice obtusiuscula; anf. 96 perconvexi, sensim accres- centes, primi hyalino-cornei, laeves, caeteri luteo- cornei; sutura profunda, lata; apertura truncato se- mi-ovalis, 3-dentata: dente 1 compresso, plicae- formi in pariete aperturali, segundo arcuato, lingul- formi, in columella, tertio profundo in palato; perist. album, tenue, undique expansum, reflexiusculum. Long. 2,0 —2,2mm, lat. 0,8—9mm; apert. 0,7mm, longa, 0,6mm. lata. lr MOS Es muy fácil distinguir esta pequeña especie de las demás por lo delgado y cilíndrico-cónico de su figura, por la pronunciada convexidad de sus vueltas, y por lo hondo y ancho de la sutura. Las estrías de crecimiento son generalmente muy o0s- tensibles. Ejemplares abundantes de esta especie se ha- llan, en los lugares apropiados á su existencia, en la sierra de Córdoba, como por ej. en el valle del Rio Primero, Rio Ceballos, Quebrada de Musi, etc. La he encontrado tambien en la sierra de $. Lnis (Bajo de Vélis.). 5. P. Miliola D'Oró. T. subperforata, ovato-conica, tenuis, nitidula, pellucida, minutissime striatula, luteo-cornea; spira ovato-conica, apice obtusula; sutura profunda; anfr. 5 3 convexi, primi hyalino-cornei, ultimus antice paululum subdepressus; apertura rotundata, 3-den- tata: dente 1 compresso in pariete apberturali, se- egundo plicaeformi, arcuato y columella, tertio pro- fundo in palato; perist. acutum, expansum, refle- xiusculum, marginibus subapproximatis, dextro su- perne arcuato. Long. 2,0—2,2mm; lat. 0,9—1,0mm, Apert. 0,75mm longa, 0,79mm lata. Esta especie se diferencia de la P. microdonta Nob., á más que por la dentadura, por su figura más delgada y cónica, y los anfractos más con- vexos; de la P. Clessimi Nob., por su figura ova- lada y algo más gruesa, las vueltas ménos conve- xas, la apertura más redondeada, etc. Es probable que nuestros ejemplares sean idénticos á los de la especie de D'ORBIGNY, pues éste solo ha tenido á su disposicion ejemplares blanqueados. Mucho ménos abundantes son los ejemplares de esta especie que los de la anterior; los encontré en la sierra de Córdoba, en el valle del Rio Primero, Rio Ceballos, etc., viviendo allí lo mismo que las demás especies mencionadas, debajo y arriba de los troncos podridos, en lugares sombríos y húme- dos. UN NUEVO SULFATO POR EF. SCHIKENDANTZ. A las dos de la tarde del dia 7 de Marzo del presente año, descargó sobre Pilciao una tormenta espantosa. Desde el Fuerte de Andalgalá, distan--: te del Ingenio como 4 leguas, y situado á bastante altura sobre el mismo, pude observar las den- sas nubes que, Cual enormes bolas, parecian venir rodando sobre el campo. En media hora cayeron 1 ¿ pes. de agua inundando todo el territorio de Pileiao y penetrando en las pocas calcinas de me- tal que entónces habia. Cuando á fines de Abril se abrió una de estas, encontróse en su base una masa compacta de una sustancia blanca, que, al principio, tomaba yo por un vitriolo, pero cuyo análisis ha revelado otra com- posicion, la que ahora presento. Agua de cristalización no contenia la sustancia, apénas sí la llamada higroscópica, lo que con la extrema sequedad de este clima no hay que extrañar. Al disolver la sustancia en agua, quedó la solu- cion algo turbia; pero con unas pocas gotas de ácl- do nítrico volvióse clara, asentándose luego un pe- queño residuo de óxido de hierro mezclado con metal crudo y arena. Compónese la parte soluble de la sustancia, de: Ácido sulfúricO........... 51,969 por ciento. a a cd LOLA y. a SIA a US AT .% VE E Milo de-cobre:... o... da de Peróxido de hierro....... 0239 se 100.003 “ E O El ácido sulfúrico preciso para neutralizar las bases, es como sigue: ÁCIDO SULFÚRICO HOtas a oe O 2,022 21,154 sodas: a OZ 16,893 Cal. SO 11.056 Óxid: ol ale cobre ISA 15392 Peróx. de hierro. 0239 + OEUIOSaTa 51.592 Ácido sulfúrico dosado.. MS Haciendo á un lado el sulfato de hierro, queda una combinacion en la cual las bases potosa, so- da, cal y óxido de cobre, se relacionan de la ma- nera siguiente: 5,45: 4,22: 2,76: 0,34. Considerando el óxido de cobre isomorfo con la cal, como efectivamente lo es, pues pertenecen el cobre y el cálcio al grupo magnésico de los metales isomorfos (1), tenemos entre las bases la proporcion muy aproximadamente ida. De donde resulta para el sulfato analizado, la fórmula: 5 (E Sos ) + 4. (Nas SO4 ) + 3 (Caso Cuyo SO ) ANÁLISIS : FÓRMULA Ácido sulfúrico = 52,092 51,755 Rotas a ODO SS 25.398 Soda. . ESAS 13.370 Cal. = 1,157 8,051 Óxido de cobre = 1,345. 1.426 100.000 100,000 (1) Véase «Graham—0Otto», Ir. volúmen, pg. 141, edicion 1863. SES Sobre los sulfatos dobles de los álcalis con cal, encuentro una noticia en los Jahresberichte de Staedel de por el año 1876; pg. 55, extractada de los «Berliuer Berichte», 9. 1358. Segun ella ha producido Fassbender un sulfato de la composi- cion K, So, Ca So + ag. El citado Jahresber. menciona además el estudio de Hannay, publi- cado en «Chem. News, 34, pg. 234, sobre un sulfato idéntico al de Fassbender. Finalmente, la «Revue Scientifique» de 1877, pg. 715, cita el estu- dio hecho por A. Ditte acerca de la accion del sulfato de cal sobre los sulfatos de los álcalis, pero sin dar las fórmulas de las combinaciones obtenidas. Andalgalá, 23 de Diciembre de 1878. BL METAL “PINTA” DE LA MINA «RESTAURADORA»>» POR IIA Entre los metales que le han valido al Sr. D. Samuel A. Lafone Quevedo una medalla de plata en la última Exposicion de Paris, encuéntrase un trozo de un rico metal «Bronce negro», que, en nuestra clasificacion minera, lleva el [nombre de «Pinta». Desígnase así la clase mejor del metal que se explota “de una mina, y llámase «Despinte» aquella que le sigue en ley. «Bronce amarillo» y «Bronce blanco» son otros términos que sirven para clasifi- car los metales en que predomina ó la «Pirita de cobre Ó la de hierro. El metal menudo es llama- do aquí por el nombre quichua «Elampu.>» La «Pinta», de la cual presento el análisis, con- siste de un metal compacto de color gris acerado; las pequeñas grietas que lo atraviesan, hállanse revestidas en su superficie con una fina peluza de «Malaquita». Para determinar éste, así como el sulfato de cobre que contiene el metal, he proce- dido de la manera siguiente: he hervido en agua una cantidad de metal pesada y préviamente se- cada á 120%; en la solucion he determinado A ácido sulfúrico y el cobre, y amionido así 2,145 p.3 de ácido sulfúrico, y 2, 180 p.s de óxido de cobre; el agua que corresponde al sulfato de cobre así dosado es=á 0,482. El resíduo de la solucion acuosa fué tratado con ácido acético diluido. La fórmula de la malaquita es Cuz Co; Hz Ó sea: Cu COz Cu (OH); al secarlo en la temperatu- O ra de 120%, despréndese sin duda una molécula de agua, quedando Cu COz Cu O. Los 8,315 pS de óxido de cobre precipitados de Lea solucion acé- tica, corresponden pues á 10,623 ps de la com- binacion anhidra. e la «Pinta», secada á 1200, Je Cobre... : des « 34210 pS Carbonato de cobre. st 0, 63 e Óxido de cobre.. Las 2,180 € Ácido SUECO... ado one. 2,145 e ¿Sulfato de cobre o a AS. Hierro.. al COLO 32 € NC es 1692 Plomo (5 un poco de Dismuto) 2,546 <« Plata. . OS A 0 E US Oro... tas O D00, € Azufre... o ZO DO. S Arsénico. . MA e ls Y fo Antimonio. . 3 AR A les US ME Carbonato de cal...ooo..... MOOD Id de magnesia. A LO e Residuo insoluble en ácidos.... 3,234 « DOTA Dedúcese de este análisis que la «Pinta» con- siste en su mayor parte de Sulfarseniato de cobre, Enargita, y que contiene 42,646 p3 de cobre me- tálico. Andalgalá, 23 de Diciembre de 1878, 12 NOTICIA PRELIMINAR : SOBRE “BERBERIS FLEXUOSA”. POR J"EDERICO PCHICKENDANTZ «Sancha uva» llaman los paisanos la «Bérbe ris flexuosa», un arbusto que es muy comun en las quebradas y faldas superiores de estas serra- nías. Sus raíces, que á veces llegan á tener el erueso de un brazo, forman desde mucho tiempo un material para teñir la lana de color amarillo, ó su combinacion con sulfato de añil, verde. Hace ya algunos años que habia yo principia- do el estudio de estas raíces, siendo mi primer objeto la determinacion cCuantitava de la «Berbe- rina» contenida en las mismas. Mis trabajos fue- ron interrumpidos por mi traslación á Tucuman; y cuando. despues de un año regresé á mi anti- gua morada, absorbia mi empleo toda mi atencion: recien en este año he podido concluir tan intere- sante investigacion. Digo interesante, porque tan- to la «Berberina» cuanto la «Oxiacantina» que en- cierra la raíz de la «Bérberis» son de aplicacion terapéutica. No he podido separar la «Berberina» en esta- do de pureza al seguir los métodos adoptados por Fleitman, Stentrouse, Perrins, 4.; acompaña á la Berberina hasta en las últimas soluciones, una sus- tancia que se tiñe de morado al agregar ácido ní- trico para la precipitacion del nitrato de berberi- na. Creo haber eliminado dicho cuerpo con el si- guiente tratamiento: Cuezo la raíz con agua, cuelo al traves de un lienzo y caliento la solucion por buen rato con magnesia: se precipita la «Oxiacantina». Al líqui- do liltrado agrego Subacetato de plomo; filtro nue- vamente y evaporo la solucion hasta la consisten- cia de melado. Al agregar alcohol sepárase un precipitado copioso parecido á la combinacion plúmbica y probablemente idéntico á ella. Del filtrado precipito el plomo con sulfuro de hidróge- no, expulso despues éste en el «baño de María» y precipito la «Berberina con ácido nítrico. A Una modificacion de este método intento ensa- yar: precipitar primeramente con subacetato de plomo, evaporar y disolver en alcohol, como arri- ba dejo dicho, destilar Óó evaporar el alcohol, y pr etifitar recien la solucion acuosa con magnesia de. OXTACANTINA.—Al hervir con Bensina el preci- pitado formado con magnesia, disuélvase la Oxia- —cantina, y puede ser obienida por destilación del ménstruo. en forma de un polvo blanco, que á la luz del dia, toma luego un tinte amarillento. Eva- porándose lentamente la solucion, sepáranse Crista- litos transparentes del álcali. El mismo se disuelve fácilmente en éter; al sa- cudir esta solucion con agua, coge ésta la tinta quedando el éter incoloro. Evaporando gradual- mente el éter, cristaliza la «Oxiacantina» en gru- pos mainelóneos. Me impongo de Husemann, Die Pflanzenstofle, 1871, pg. 254, que Wacker atribuye á la Oxiacan- tina la composicion € HEN 0; la fórmula de la sal 32 23 doble de platino seria pues, € A NOSE Om ot Cl Ed la que demanda 18, 91 ojo de platino: la cin cion qne he obtenido con la base como separada de la Bencina por evaporación, ha dado 18,77 0/0 de platino. EL Acipo. Al suspender en agua el precipitado producido por el subacetato de plomo, y pasar al traves del líquido una corriente de sulfuro de hi- drógeno, descompónese la sal plúmbica. O Al evaporar la solucion obtiénense cristales prismáticos de un ácido cuyas sales son solubles en agua, y de la cual pueden ser precipitadas con alcohol. Poco solubles son las combinaciones con barita y plomo. Andalgalá, 24 de Diciembre de 1878. DESCRIPTION D'UN —NOUVEAD GENRE El D'UNE NOUVELLE ESPECE DE LA FAMILLE DES NOCTUÉLITES, PROVENANT DE LA RÉPUBLIQUE ARGENTINE, PAR Mr. P. €. T. Snellen. Quoique je ne posséde qu'un seul exemplaire de llespéce que je vais décrire et sur laquelle je fonde un nouveau genre, je n'hésite pas á en pu- blier la description; d'abord parce que lP'individu est frais et bien conservé et ensuite parce que les caracteres distinctifs abondent. Il me paraítrait presque inutile de faire la remarque que je vai pas trouvé une description de l'insecte dans les ouvra- ges publiés, si je ne devais pas faire une excep- tion pour les compilations de feu Mr. WALKER. Je wal pas pris la peine de consulter ce fatras; quol- que je me sois assez souvent fatigué aá le faire pour mes publications antérieures, mais je, crois bien faire de m'en abstenir dorénavant et de les passer entiérement sous silence. Les ouvrages de MiLL, GUÉNEE, (Noctuélites, dans les. Suites á Buf fon), BLANCHARD (dans louviage sur le Chili, de Gay) ni ceux de FELDER (Novara Reise) ou les nombreux écrits des Lépidoptérologistes de 1'Amé- rique Septentrionale, ne contiennent rien d'appro- Chant. : Tout entomologiste qui s'oceupe de la systéma- tique des Noctuélites, méme des autres faunes que celle de l'Europe et des pays limitrophes, est tenu OA d'étudier Pexcellent ouvrage de feu LEDERER: «Die Noctuinen Enropa's» Wien 1857, et de comparer ses nouveaux genres, sl en posséde, avec ceux qui sont caractérisés dans ce travail consciencieux. En déterminant ma nouvelle espéce á Vaide de la table analytique des genres qui se trouve dans cet ouvrage, je constate. 1.2 Que les yeux sont nus et non ciliés. 2.2 Que le front porte une corne tronquée dont la forme rappelle celle des cornes de la gi- raffe. 3.2 Que les tibias des qualre pattes postérieu- res sont munies de fortes épines. D'habitus du papillon est d'ailleurs tout á fait celui d'une Leucanide; le thorax arrondi, revétu de poils, la couleur jaune paille. striée longitudi- nalement de noir sur les ailes antérieures, les ailes inférieures blanches, la téte forte et enfin la char- pente solide et un peu ramassée du corps, éloi- enent Pidée d'une affinité avec le genre Heliothais qui possede aussi les trois caractéres cités, mais qui appartient aux Noctuélites héliophiles et nous indi- . quent les genres 56—64 de LEDERER, provenant de la décomposition des anciens genres Nonagria et Leucama de TREITSCHKE, comme le voisinage dans lequel le nouveau genre doit étre placé. Je crois que sa méeilleure place est tout á cóté du genre 58 Mycteroplus Herr. Sch. dont il se distingue au pre- mier coup d'oeil par la vestiture du thorax, qui chez le dernier est courte, fine et comme tondue, relevée postérieurement en bourrelef; puis par les tibias inermes. : METECIA nov. gen. Yeux nu iliés, moyens. mmates «¿ Yeux nus, non ciliés, moyens. Stemmates assez erands. Téte forte, retiré un peu dans le thorax, portant un peu au dessous des antennes une forte et courte corne obtuse, prolongement chitineux du front. Cette corne n'est pas enliérement cachée par les poils dont: la téte est revétue. Visage á peu pres carré, un peu plus étroit que les yeux (Fig. a. b). 'Trompe forte, roulée en. spirale. - Palpes courts, un peu gréles, presque horizontaux, revé- tus de poils rudes et un peu clair-semés; leur lar- geur environ la moitié de celle des yeux (Fig. a). Antennes de longueur ordinaire (2/3 de celle des ailes antérieures), filiformes, fortes, á articles courts, cernés, un peu globuleux, ef munies des deux có- tés d'une assez forte ciliation (Fig. ec). T'article basal ordinaire. Collier assez grand, semicirculai- re, revétu de lones poils redressés. Thorax fort, arrondi-carré, couvert de longs poils lisses et les ptérygodes paraissant par lá assez grandes. Point de crétes _Ailes antérieures allongées, leur bord antérieur droit, Papex arrondi; le bord postérieur a environ la moitié de la longueur du bord antérieur, est un peu oblique, réguliérement courbé. Bord intérieur avec une faible courbe dans sa moitié basale. Al- les postérieures décrivant le quart d'une ellipse, á bord postérieur réguliérement arrondi. Le dessin des ailes antérieures consiste en quelques rales noires sur un fond clair. Pas de trace des taches ni des lignes ordinaires. Ailes antérieures avec une cellule accessoire de laquelle les nervules 6, 7 + 8€et 9 prennent nais- sance. La nervule 5 des ailes postérieures bien plus faible que les 3,4 et 6,7 qui emergent a la place ordinaire de la cellule médiane. La nervu- lation est donc la normale des Noctuélites trifides ordinaires (genres adena, Agrotis, Leucama Tik- DERER). Les paltes antérieures manquent á notre exem- ple. Les autres sont fortes, de longueur ordinaire, velues, excepté sur les tarses, a ergots ordinaires, leurs tibias munis de fortes épines, les tarses aussi épineux mais plus faiblement. Abdomen ne dépassant pas les ailez postérien- res, fort, carené, sans crétes, un peu obtus, á touf- fe anale insignifiante. Poitrine velue. M. cornifrons m. nov. spec. Pl. I. fig. a—d. Un mále de 33 millim. d'envergure. Palpes grisátres, á poils ochracé pále. Anten- nes d'un brun Clair. Téte, thorax et ailes anté- rieures d'un jaune d'ocre pále, le dos marqué de deux fines raies longitudinales noires. Les ailes antérieures nous offrent une raie longitudinale noire qui part de la base, transverse, en s'élargis- sant un pen, la cellule médiane et se continue, en se délayant quelque peu á travers la cellule 5 pour aboutir au bord postérieur. Sur ce bord se trou- vent en outre, dans les cellules 1 hb, 2-4 et 6-3, de courtes stries noirátres s'amincissant plus ou moins en forme de coins vers la base, aucune vattelenant celle de leurs cellules. Frange de la méme couleur que les ailes, á bout noirátre. Sous la cellule médiane se trouve encore une fine raie noire qui ne dépasse. pas la moitié de la cellule 1 b, mais qui se continue par quelques atomes noirs jusqu'á la strie noirátre quise trouve au bout de la cellule. (Fig. d). Ailes inférieures blanches, de part et d'autre. Abdomen d'un blond plus pále que le dos du thorax, á poils blanchátres á la base. Le dessous des ailes antérieures est d'un blane sale, semé, sur la moitié antérieure, décailles noi- res, les nervules restant claires. Je dois cette espéce intéressante á la bonté de Mule Professeur Dr. “H. Weyenbergh. E'individu a été pris á Cordova. Description Vane noubelle espece Y Agrotis, DECOUVERTE DANS LA REPUBLIQUE ARGENTINE; PAR Mir. P. C. T. Snellen. A. PSEUDOPLECTA M. NOV. Spec. Un mále trés-frais et bien conservé de 33 mm. Cette nouvelle espéce a les ailes antérieures brunes avec une raie costale claire et les taches placées sur une liture noire dans la cellule média- ne, tandisque les ailes inférieures sont d'un blanc pur. Elle ressemble done beaucoup á une espéce bien connue de l'Europe, Agrotis plecta Linn. Les antennes sont filiformes, un peu crénelées, plus visiblement que chez A. plecta; de plus, elles portent une ciliation fine et courte comme chez le mále de cette derniére espéce. Elles sontd'un brun clar grisátre. Palpes ascendants, Particle basal jaunátre avec une raie brune, les deux suivants du méme brun clair grisátre quí colore les antennes. Téte, collier, épaulettes et dos du thorax d'un jaune de bois, mélé sur la téte de poils foncés qui sont, de méme qu'une bordure du collier, encore colorés en brun grisátre. De plus, une fine ligne médiane du collier et une trés fine bordure des épaulettes ou ptérygodes sont noires. Les ailes antérieures sont allongées; leur bord intérieur est long de 14 112, le bord postérieur de 6 112, le bord inférieur de 12 mm. La couleur du fond est le brun grisátre, terne et plus foncé que celui des palpes; de plus, il est mélé de pe poo tre dans les espaces basal et terminal qui sont assez nettement indiqués par les lignes ordinaires tres-fines, d'un jaune de bois et bordeés de quel- ques écailles noires. Raie costale claire, partant de la base, s'étendantjusqu' á la nervure sous-Cos- tale, atteignant presque la deuxiéme ligne (la cou- dée) et rappelant un peu, par la forme, comme chez Plecta, un petit éclat de bois. Sa couleur qui est le méme jaune brunátre clair que celui du dos, et un peu strié, vient augmenter la ressemblan- ce. Tout contre le bord antérieur, cette rale est obscurcie des trois lignes (la demi-ligne, l'extra-ba- silaire et la coudée). Raie basilaire horizontale noire, efilée, voilant une tache claviforme, étroite, mais ne sétendant pasau dela, et séparée, par la moitié basale de la nervure médiane qui est jau- ne, d'une seconde liture Ou rale noire dans la cel- lule médiane effilée en sens contraire vers la base de Paile. Cette raie porte Porbiculaire et la réni- forme qui sont petites, de forme ordinaire et un peu plus foncées que la raie costale. Ligne sub- terminale fine, colorée comme les autres lignes et aussi peu distincte; elle porte de petits traits effilés noirátres. Pas d'ombre médiane ni de points ter minanx, Frange d'un jaune brunátre, obscurci par plusieurs lignes ondulées, foncées. Pres de lapex on voit sur la cóte trois points clairs, trés-fins. Ailes inférieures, de part et d'autres, d'un blane nacré pur, salis seulement en dessus, vers le haut de la ligne terminale, de quelques écailles grises. Abdomen dun «blanc jaunátre sale, avec des poils blanes á la base. Dessous des ailes antérien- res Uan blanc grisátre, semé d'écailles grises sur la moitié antérieure avec la cóte «claive, jaunátre. Pattes colorées extérienrement en bran grisátre, intérieurement de méme que la poitrine d'un jaune brunátre sale. “Pibias médians et postérieurs épi- neux, les antérieurs portant une rangée intérieure compléte d'épines et extérieurement, en ayant trois ou quatre vers le bout, précisément comme chez Plecta. 90 E Cette espéce se distingue done de la Plecta et de la Leucogaster par la couleur des ailes anté- rieures qui est le brun-chocolat avec les franges plus claires pour la deuxiéme espéce. La raie costale claire, chez ces deux espéces, est colorée en blanc-rougeátre; moins striée, mais un peu plus semée d'écailles d'un brun rouge. En outre, la con- leur des ailes antérieures a chez elles un lustre saliné qui manque chez la Pseudoplecta, tandis que cette espéce a les ailes postérieures d'un blanc nacré qui n'est que lustré et moins pur chez les especes d'Europe. | Enfin, leurs palpes sont extérieurement d'un brun tres-foncé avec le troisieme article d'un blane- rougeátre; le collier est clair et le thorax brun- foncé. Mk. GUENÉE décrit une Noctua ochrogaster (Noctuélites L, p. 542), provenant de l'Amérique Septentrionale et resemblant aussi á la Plecta. Je ne la connais que par sa description, laquelle se distingue principalement, de la Plecta par la couleur du fond des ailes antérieures qui est plus pále, par les taches qui sont plus grandes et par Pombre subterminale qui est noirátre, distine- te. De plus, il mentionne des pomts terminaux foncés sur les ailes inférieures. Chez la Plecta, de méme que chez la Leucogaster et la Pseudoplecta on trouve une fine ligne subterminale. Mv. Guenée dit que le collier est chez Ochro- gaster d'un blanc ochracé mais ne dit rien du res- te du thorax. J'en déduis qu'il est brun comme chez Plecta. Cette espdce a été trouvée á Cordova par Mer. WEYENBERGH. j ICHENES, COLLECTI IN REPUBLICA ARGENTINA A PROFESSORIBUS LOoRENTZ ET HIERONYMUS, determinati et descripti a Doct. A, de KREMPELHUBER, Monacensi, PRAEFATIO. Lichenes postea ennmerati et deseripti collecti sunt praeter multas alias plantas novas et raras partim a Doctore et Professore LoRENTZ, partim a HIERONYMUS Cordovae, in itineribus et excursioni- bus botanicis, ab his viris celeberrimis in regioni- bus variis confoederationis Argentinae annis 1872 — 1874 peractis, mihique determinationis causa commu- nicati sunt. Ingens territoriam foederationis Argentinae, in- ter lat. 20—55% et long. 5b1---73% (Greenw.) situm- ltaque per maximam partem ad regiones subtropi, cas pertinens, complectitur partim declivitates Orien- tales, in summo calvas, subtus vero per partem a silvis densis obtectas, quae ab excelsis cacuminibus jugisque montium massalium, sub nomine «Andes Chilenses» satis notorum, passim descendunt usque ad planitiem, partim vero regiones illas, per maxi- mam partem planas, vel montanas quae, nunc a sil- vis, nunc a graminibus (s. d. Pampas), praesertim vero a regionibus s. d. Monte omnino obtectae et ad flumina Ta Plata, Paraguay, Parana, Uruguay, Colorado, Negro sitae a pedibus Andium usque ad oras maris Atlantici se extendunt. (1) (1) Bonam expositionem regionum OS in republica Argentina pror venientium dedit Prof. Lorentz in opusculo: «Vegetations-Verhiáltnisse de- Argentinischen Republik-» Buenos Aires. 1876. kl. 89, pp. 67. Mit 2 pflan: zengeographischen kolorirten no — 101 — Sunt autem hae terrae et regiones tales, qua- rum vegetatio lichenosa hucusque omnino erat lenota itaque maxime fuit pro scientia, lichenolo- gica exoptatum et gratam, quod LORENTZ et Hir- RONYMUS etiam huic vegetationi in itineribus labo- rosis ab lis peractis rationeim habuerunt. Debet his viris gratia optima scientiae. Praecipue vero fuerunt regiones Sierra de Tu- cuman, Ciénega (vallis alta inter 7000'”—8000, porro variae regiones montanae et alpinae Andium, deni- que plagae circum Cordovam et Oran, ubi lichenes plurimi, postea enumerati, erant colleeti. Collectio continet in sunmma 110 species, inter quas 25 no- vas; plurimi sunt lichenes superiores, majores, foliacei et fruticulosi, praesertim Parmeliacei et Usneacei, quibus hae regiones, saltem quoad numerum speci- minum, evidenter abundant, non multi lichenes mi- nores, inferiores corticolae, pauci lichenes saxico- lae, quí postremi autem, ut seripsit D. LoRENTZ, 1bi etiam copiose proveniunt. In generali lichenum flora in his regionibus vi- detur magis uniformis quam polymorpha. Excel- lant praecipue Parmeliarum species tum quoad specierum numerum, quum quoad magnitudinem formositatemque speciminum, nec non Usneae non- nullae. Lichenes novis ex gr. Parmelia Lorentz Krph. Parm. Argentina Krph. et al. sunt species bene distinctae, etiam Usnea Hieronymi Krph. est spe- cies optima noya, notabilis, verosimiliter nusquam nisi in Andibus Americae australis iterum inve- nienda. Nusquam Usnea anyulata Ach. tam copiose tam- que large fructifera lecta sit, nisi in silvis monta- nis vel alpinis harum 1egionam a Doctore LORENTZ. Specimina magnifica fructifera Parmeliae latisst- mae Fée, P. perforatae et al. ab eodem et H1iERO- NYMO reportata sunt. Notable quoque sit, quod D. LORENTZ in Andi- bus altis nnnc denique iterum detexit et collegit Parmeliam congruentem Ach. veram, lichenem, ex — 102 — temporibus celeb. PERSOONT hucusque non inven- tum, Itaque rarissimum. Deest fere in herbariis omnibus. Inter lichenes collectos inferiores crustaceos elu- cent praecipue specimina egregia et numerosa Le- canorae Domingensis (Pers.) Ach.. itaque haec col- lectio, quamvis non larga, nihilominas praebet ini- tia prima basimque bonam Lichenographiae futu- rae Argentinae. Utinam placeat illis viris doctis, jam tantopere de cognitione meliore reram botanicarum in. terris confoederationis Argentinae meritis, ut lichenes in his regionibus provenientes ulterius colligant et sic nova adducant additamenta ad illa, ab 1is quoad lichenes jam comparata, inprimis vero, ut lichenes eliam inferiores, crustaceos, corticolas et saxicolas respiciant, id est, quod iis valde recommendare ve- limus. MONACHIT, mense Septembri 1878. Auctor. 1. Leptogium Menziesii Mont. Nyl. Syn. meth. poo: Ad cortices arborum inter muscos, Rio seco prope Oran. Specimina multa madore denigrata sunt. 2. Leptoguim tremelloides Fr. Ad cortices, large fructiferum. 3. Leptogium phyllocarpum (Pers.) Nyl. Syn: meth. p. 130. | Ad cortices. 4. Clodonia aggregata Eschw.; Nyl. Syn. meth pao: | Yacone prope Salta, ad terram inter muscos 5. Cladonia silvatica Hofím. Ad terram, non frequens. 6. Cladonia squamosa Hofím. Ad terran. 7. Cladonia antilopaea v. pulverulenta (Del.); Ce- nomyce antilopaea v. pulverulenta Del.; in Decand. Botanic. gallic. tom. Il. p. 626; Clad. fimbriata v antilopaea (Del.) Nyl. ] 105 = Ad terram inter muscos. Videtur nobis bona species, a formis Clad. fimbriatae separanda. Specima haecce Argentina congruunt omni- no cum archetypo Delisiano. 8. Cladonia ceratophylla (Sw.) Eschw.; Nyl. Syn. melo lolL. Ad terram in eilvis, sterilis. Specimen uni- cam in collectione adest. 9. Stereocaulon albicans Th. Fries Monogr. Ste- LEO PI 00. Ad saxa, sterilis. 0. Stereocaulon myriocarpum b. Orizabae Th. Fries Monograph. Stereoc. p. 34. Ciénega, ad terram in silvis alpinis. 1. Stereocaulon ramulosum (Sw.) Ach.; Th. Fries Monogr. Stereoc, p. 24. Ad saxa in silvis alpinis, frequens, Rio seco prope Oran, Ciénega, Rio negro inter Oran et 5. Andrés etc. Usnea barbata Fr. f. florida Er. Ad arbores, frequens. f. strigosa Acl. Cum priore, frequens. f. glaucescens. Apotheciorum disco glauco.—Cum typo, non f. hrta Fr. Cum typo. 13. Usnea Hieronym Krph. sp. Planta, caespitem densum e multis specimini- bus singulis compositam efformans. Speciminis sin- euli thallus erectus (alt circ. 6—8-centim.),. cine- reo-virens vel virescens, ramoso-virgatus, stipites (tami primarii) ramulique teretes striato-aut papil loso-vel verruculoso-scabrida (papillis et striis al- bidis), subtus versus solum subnudi, nigricantes, crebre flbrillosi, fibrillis plus minus longis, scabri- dis, adscendentibus (non horizontalibus!): apothecia terminalia, lat. usque ad 1 centimet., pelti-aut seu- telliformia, horizontalia, disco pallido, margine re- raro. SV ceptaculari fibrilloso ciliato, fibrillis liongis, excipulo subtus tenuiter nervoso vel scrobiculato; sporae, 8 nae, ellipsoideae, simplices, hyalinae, long. 0,009 —011, erass. 0,006—007 mm. Color albissimus medullae denudatae nee hydr. Kalic., nec hypochl. calc., nee jodo mutatur. Prope Oran, in Sierra Tucuman (Vallis alta), inter 7000'—8000, Cienega, Cuesta de Pinos,ad ru- pes. Var. adusta Krph. Fibrilli versus apices plus minus nigricantes, quasi adusti, caetera ut in typo. Ad rupes cum typo. Speciem hanec insignem dedicatam volumus ce- leber. Professori Hieronymus, investigatori de flora Argentina bene merito comitique fideli Doctoris Lorentz. Cel. Joh. Miller (Genevensis) credit, Usn. ES ronymi nosteram ad eam speciem pertinere, quae celeb. Taylor in Hook. Jouen. Bot. 1847 p, 192 sab nomine «Usnea denstrostra Tayl.» (lichen nobis pla- ne ignotus) descripta est. Sed diagnosis hujus spe- ciel ibi data tantum por parte in Usn. Hierony:- mi nostram quadrat, itaque adhue valde in dubio haeremus, an judiciaom illum Múállerianam (in ar- chetypo non visum) vere sit justam. Non prius an- tem, nisi archetgpo Usneae densirostrae Tayl. viso de specie nostra dijuaicemus. 14. Usnea angulata Ach. Nyl. Syn. meth. p. 272. Prope las Cañas in provincia Catamarca, ad arbo- res, frequens in silvis torridis, sed raro fructifera. Specimina a Doct. Lorentz lecta omnia large fructifera, pulcherrima! Medulla denudata hydrate Kalico rubescit. f. ferruginea Krph. Color thalli totius ferruginens. Nescimus, an specimina haecce colorata in statu naturali inventa sunt, anne specimina collecta typica serius madore ferruginee sint colorata. 15. Alectoria bicolor (Ehrh.) Nyl. Syn, meth. p. 279. Ad saxa, in Andibus, sterilis. 16. Ramalina Ekloní Spr. Ramal. Yemensis (Ach.?) Nyl. Recog, monogr. Ramal. p. 46. — 105 — Ad arbores, prope Oran et in silvis Andium, copiose ad cactos prope urbem Concepcion del Uruguay, frequens. Dubitamus, quin Ram. Liklom Spreng. Syst. ve- get. 4; supplem. p. 328 eadem res sit, ac Ramal. Yemensis Ach. Lich. univ. p. 602: Syn. pag. 296. Specimina ab lichenologis (etiam a cel. Nylandero) sub nomine Ramal. Llloni Spr. divulgata minime quadrant in descriptionem, ab Achario de Je mal. Yemense sua datam. (1) 17. Ramalina fraxinea (L.) Ach.; Nyl. Recog. monogr. Ramal. p. 36. Ad arbores, Sierra de Tucuman, frequens. 18. Ramalima asperula Krphb. in Verhandl. der. k. k. zool. bot. Gresellsch. in Wien. Jahre. 1876. pag. 441. Ad rámos ramulosque arborum, passim. 19. Peltigera polydactyla Hofím. Yacone prope Salta, ad terram inter muscos. var. dolichorhiza Nyl. Syn. meth. p. 327. Ad basim arborum a muscis obductam, et ad terram inter muscos. 20. Sticta Gaudichaudi Del. Monogr. Stict. p. 80; Nyl. Syn. meth. p. 345; Stictina quercizans v. Gaudichauda Nyl. Consp. syn. Stict. p. 5. Corticola, inter Oran et San Andrés. 21. Sticta HKunthi Hook. Nyl. Syn. meth. p. 342. Corticola (Unicum!), Rio negro, inter Oran et San Andrés. 22. Sticta aurata Ach.; Del. Monogr. $tict. p. 49; Nyl. Syn. piel p. 361. (1) R. Yemensts. «Laeiniis elongatis linearibus angustis subsimplicibus utrimque laeviuscu- lis; apotheciis minutis subsessilibus marginalibus, disco plano albissimo pruinoso». «Habitat ad ramos fruticum in Yemen Arabiae. Forskahl.» Descr. Pul- chra et tenella varietas (sc. Ramal. fraxineae) nec, ut videtur, propria spe- cies. E fixura communi egrediuntur laciniae plures plerumque simplices lineares vix supra unciam longae, 1-2 lincas latae, versus apicem attenua- «tae, non ita rugosae vel lacunosae ut in vulgari (Ram. fraxinea). Apo- thecia minutula in omni thalli margine subsessilia et rarissime in 1ipsa pagina laciniarum occurrentia, disco plano albo veluti glaucescentia quadam pruinoso, margine elevato glabro integerrimo pallido cincta» Ach. Lich, univ. p. 602. 14 =.100 == Corticola. Specimina pulchra, interdam fructifera. 23. Sticta quercizans Ach.; Nyl. Syn. meibh. p. Corticola, in silvis prope Oran. var. Peruviana Del. Monogr. Stict. p. 88. Corticola, ibidem. 24. Sticta damaecornis Ach.; Nyl. Syn. meth. p. var sinuosa Berso IN yl ce: Corticola. 25. Sticta Ambavillaria (Bory) Del. Monogr. Suet- p. 16. fab. 67 e. 21 (con banal Ni oye meth. ». 346. Corticola, large fructifera. Specimina fortuito (verisimiliter aqua marina) madefacta, colorem assumserunt obscurum, immo nigricantem. 205 meli. BONE (UE ACNE EUA e var. allophyla Krphb. Ad truncos et ramos arborun, frequens et ple- rumque large fructifera, differens a typo recepta- culo apotheeii firmiore non soredioso-dissoluto, mar- ginibus loboram thalli non sorediato-limbatis, su- perficie thalli plus minus ruguloso et inaequali, a punetis sorediosis albis pseudoc) phelloideis fre- quenfissime adspersa. (Huc pertinet verisimiliter Parmelia subaeguans Nyl. Lich. Capens. in Linnean Soc. Jovirnal 1876, vol. XV., planta, secundum no- tas diagnosticas ab auctore datas, ut species nova vix agnoscenda). | Medulla denudata hypochlorite calcico rubescit, sed non in ombibus speciminibus. Sporae ellipsoi- deae. hyalinae, long. 0,018—019, crass. 0,009— O Forsan species propria. 27.—Parmelña taractica Krph. sp n.; Parmela congruens Ach. Nyl. olim in litt. ad Krempelh. Thallus stramineus, membranaceus, versiformis, irregulariter vel orbiculariter dilatatus, subtus fus- — 107 — sescens, rhizinis brevibus consitus, laciniae planae, sinuato-pinnatifidae, imbricatae, marginibus crenatis, hine inde protensae, multipartitae deinqne angustae et convexae et implexae; apothecia sparsa, sessilia, primum clausa, dein urceolato-scutellata, margine integro, disco fisco aut hepalico; sporae 8nae, mi- nutae, ellipsoideae, simplices, hyalinae, long. 0,008, crass. 0,006 mmm.; paraphyses breves, firmae, grumo- sae, non bene conspicuae, capitulis fuscescentibus. Medulla thalli denudata hydrate Kalico ex au- rantiaco rubescit. Regiones alpinae Andium, ad terram, inter gra- mina. ; Sine dubio species bona, non commutanda cum . Parmelia congruente Ach., quacum similitudo adest tantum exigua. 28. Parmelia leucopis Krph. sp. n. Thallus albicans, membranaceus, irregulari- ter sinuatolaciniatus et dilatatus, lat. circ. 6 mm., superficie eximie rugulosa, subtus fuscus vel fus- cescens, fibrillosus, apothecia numerosa, sparsa, aut hinc inde conferta, primum clausa, dein urceo- lato-scutellata, plerumque convoluta vel flexuosa, disco hepatico, excipulo striato-ruguloso, margine involuto, tenuilter crenulato; sporae octonae, ellip- soideae. hyalinae, endosporio, a limbo latiusenlo cincto, majusculae, long. 0,019—022, crass. 0,013— Mim Color medullae denudatae nec bydr. Kalic. noc hypochl. calc. multatur. Ad cortices (Unicum! in collectione Lorent- Ziana.) Species, thallo suo albicante et eximie ru- g0s0, sporis majoribus et apotheciis convolutis, dein excipulo apothecii extus tenuiter striato-ruguloso ab affinibus non difficile distinguenda. —Ulterius in- quirenda. 29. Parmelia Uruguensis Krph. sp. n., P. Cor- dovana Krph. olim. Thallus frondosus, membranaceus, cineras- cens, opacus, minor (lat. circ. 1—2 pollicaris), si- 1081 nuato-lobatus, loboram marginibus crenato-incisis, undulatis, adscendentibus, saepe sorediatis, subtus tenuiter subreticulato-rugulosus, versus ambitum plerumque pallidus, nudus, versus centrum nigrum vel fusco-nigrum et ibi marginesque thalli passim setulis aut fibrillis brevibus atris laxe consiti; apo- thecia dispersa, excipulo protracto, subvedicellato, infundibuliformia vel cupularia mediocria, disco he- patico, medio pertuso, margine excipali setulis ni- gris ciliato et saepe inflexo; sporae 8 nae, ellipsoi- deae, simplices, hyalinae, long. 0,009—010, crass. 0,006—007 mm.; hymenium valde angustum. Ad ramos ramulosque arborum et virgulto- rum circa urbes Cordovam et Concepcion, frequens. Species Parmeliae hypotropae Nyl. Syn. melth. p. 378 similis, a qua thallo monnihil crassiore, ci- nereo (non albido), margine crenato-inciso (non crenato-dentato), undulato, supra opaco, subtus fi- brillis nigris brevibus laxe dispositis, consito, tan- dem ractione chemica differt. Nam in P. Urugensi nostra color medullae (al- bissimae) nec hydrate Kalico, nee hypochlorite cal- cico mutatur, in 2. hypotropa Nyl. autem medulla denudata hydrate Kalico ex aurantiaco rubescit. Fibrillae (rhizinae) illae, thallam Parm. Cordov. subtus laxe passim vestientes (indumentum densum non formantes) saepe furcatae. 30. Parmelia latissima Fée Ess. Supplem. p. 119, tab. 38, fig. 4 (non Nylander). Thallus membranaceus, albidus vel albo-glau- cescens, Opacus, orbiculariter expansus, amplissi- mus (diam. usque ad 20 Centimet.), superficie un- dulata et plicata (raro laevi), ambitu grosse inciso- lobatus, lobis latioribus rotundatis, marginibus am- ple et obtuss crenatis, subtus per maximam partem niger, glaber vel asper, tantam hinc inde rhizinis brevibus et obsoletis consitus, versus ambitum vero limbo angusto omnino nudo, badio, (castaneo), sub- nitido; apothecia plerumque pedunculata, ampla (lat. usque ad 2,5 centimet.), saepe margine inte- gro involuto (ita, ut apothecium convolutum appa: — 109 — reat), disco fusco-rufo vel fusco, raro explanato, excipulum laeve vel non nihil rugulosam; sporae 8 nae, magnae, (in speciminibus his Argentinis) long. 0,026—030, crass. 0,014—016 mm., hyalinae, simplices, episporio (endosporium fere aequaliter latum cingente) amplo. Thalli superficies hydrate Kalico luteo-virens. Ciénega, Rio negro, inter Oran et S. Andrés, ad troncos arborum, ubia Doct. LoRENTZ specimina egregia et numerosa (etiam nonmnnulla large fructi- tera) lecta sunt. Species ab affini Parmelia glaberrima Krph. magnitudino insigeni thalli (1) et apotheciorum, in- primis vero reactione chemica diflerens. Itaque affirmare liceat, animadversionem D. Ny- landeri in Flora 1875, p. 448, Parmeliam glaberr:- mam Krph. eandem rem esse ac Parmelia latissi- ma Fée et Parmelia saccatilobam Tayl. propiam, sistere speciem non probatum esse, plane volun- taria videtur, eamgque refutamus. Differentiae inter Parmeliam latissimam, P. gla- berrimam et. P. saccatilobam á D. Nylander, qui ju- diciom suum de his speciebus pluries mutavit, hu- cusque diagnosibus, notis firmis et essentialibus fun- datis, nondum satis illustratae sunt. Nemo adhue vidit, thallam Parmeliae latissimae Fée verae hydrate Kalico rubescere, quod vero constanter observavimus in thallo Parmeliac glaber- rimae Krph. lichenis, celeberrimo Nylandero, ut vi- detur, alle non satis noti. var subrugata Nyl. Excipulo apothecioram plicato aut interdum exi- mie rugoso, immo clathrato-scrobiculoso. Cum typo. var. commeculata Krph. Loborum marginibus corniculose vel vario mo- do fissa; apothecia ut in var. subrugata. [11] Nihilo minus haec species forsan ncn adtingat diametrummaximum apud Parmelias hucusque notum; nam mensi sumus olim in sylvis germani- cis ad truncos grandes fagi specimina Parmeliae pertatae a diametro usque ad 1112 pedes lata. — 110 — Varietas corniculata Krph. Parmeliae perforatae Ach. est analoga forma. Caeterum historiae naturali Parmeliarum adhue multa adhaerent dubiosa, praesertim quoad species, temporibus novissimis ut novae propositas, ef quidem, ut putamus, ex ea causa, quod auctores recentiores saepe de his novis dederunt diagnoses nimis breves et incompletas (immo nonnuanquam tantum nomiña) et ad recognitionem certam harum plantarum, quoad formam thalli apotheciorumque, ut notam cst, variabilium, non semper sufficientes, quod valet etiam quoad alia genera lichenum inpri- mis exoticorum. Hoc autem non mirum; nam talis diagnosis saepe tantum in unico specimine idque non semper bono, fundata est, respicit ltaque sae- pe solum formam illam, quam auctor, habuit ante oculos, non vero complexum formarum totum spe- ciel; quae Omnia pendent etiam a nisu infinito ho- dierum auctoruam, tam multas species novas, quam possibile sit, detegendi et describendi. At illa tam multa jam delecta recte construere, in commodum scientiae acurate describere, saepissime videntur uegligere. Et hoc certe non ex usu scientiae. Nam chaos ingens jam jam creatum est in li- chenographia, ingens accumulatio inordinata specie- rum novaruam, non raro tantam notis levibus et du- bilis inter se distinctarum. Augetur synonymia lichenam periculoso modo, quia auctores plerumque neszligunt perscrutare, an lichen ab iis ut novus descriptus, non ab alio liche- nologo jam denominatus et descriptus sit. Quae omnia absterrentia botanicis omnibus, stu- dio lichenologico non speciatim inhaerentibus, tae- diosa et fatigantia lichenologis veris.— 31. Parmelia versiformis Krph. sp. n. Thallus sordide albidus, membranaceus, Opacus, irregulariter laciniatus et dilatatus, superficie inae- quali et asperula, lat. circ. 5-8 cenfimet., subtus fuscescens, rhizinis brevibus parce consitus, laciniis thalli rotundatis, inciso-crenatis, saepe flexuosis et complicatis; apothecia numerosa, sparsa aut hinc in- — 111 — de conferta, primum clausa, dein dilatata, plerum- que eximie flexuosa et complicata, disco hepatico, excipulo insigne rugoso, margine integro; sporae 8 nae, ellipsoideae, hyalinae, long. 0,017 —019, crass. 0,011—013 mm., endosporium ab episporio latius- culo (fere ut in sporis Parm. latissimae Fée) cinc- tam; medulla thalli denudata hydrate Kalico in- tense et constanter rubescit; Ad cortices. Sine dubio species bona, praesertim apotheciis flexuosis et convolutis, sicut et thallo irregulariter laciniato ab congeneribus differens. Superficies thal- li interdam passim excrescentiis minutis, foliola parva inciso-crenata sistentibus, obtecta. Parmelia Argentima Krph. sp. n. Thallus membranaceus, subcartilagineus, pallido- testaceus, minor (lat. circ. 4—6 centim.), irregulari- ter dilatatus, vario modo incisolobatus, lobis irre- gularibus, versiformibus, raro planis, plerumque complicatis et imbricatis, marginibus crenatis vel inciso-erenatis, atro-ciliatis, supra passim rugulo- sus, sublus versus mediam nigricans vel atrofuseus, rhizinis brevibus parce consitus, versus ambitum pallidus vel pallidolutescens, nudus et tenuifer ru- gulosus; apothecia infundibuliformia, plerumque marginalia aut submarginalia, mediocria (lat. circ. 0,5—3 mm.), excipuli tubo extus nonnihil corruga- to, marginibus inflexis, integris vel crenatis, nudis aut saepe—ut loborum margines—longe atrociliatis, disco oscuro-fusco vel fusco; sporae 8 nae, oblon- gae, simplices, hyaiinae, long. 0,019 —022, crass. 0,010 —013 mm. Color albus medullae denudatae nec hydra- te Kalico nec hypochlorite calcico mutatur. Ad cortices, ut videtur, frequens, praesertim ad . ramos ramulosque, et plerumque large fructifera. Affinis Parmelvae crimitae Ach., a qua differt co- lore alio thalli et forma alia apotheciorum, sporis minoribus etc. Lobi thalli hinc inde margiuibus crispis, albo-so- rediatis. 33. Parmedia Lorente Krph. sp. n. Thallus membranaceus, substrato adpresus, su- pra versus ambitum cinereus, versus medium obs- curior (fere atrocinereus), mediocris, lat. circ. 4-6 centim., suborbienlariter dilatatus, submonopyllas, tantum versus ambitum inciso lobatus, loboruam mar- oinibus crenatis, lobulis approximatis, subimbricatis, superficie thalli opaca tota rugulosa, undulata et ubique a punetis vel serobiculis cyphelloideis, albis, minutis, rotundis aut oblongis valde numerosis con- sita, subtus thallus fuscescens, rhizinis brevibus plus minus dense consitus; apothecia primum urceolato- seutellata, excipuli margine integro vel subintegro (interdum etiam sphinetrino-crenato, dein cupulifor- mia vel peltata, disco hepatico dilatato, subplano, integro aut inciso et fiexuoso, margine thallodeo te- nui aut subnullo cincto; sporae octonae, ellipsoi- deae, simplices; hyalinae, long. 0,012—015, crass. 0,008—010 mm. Ad cortices et verisimiliter etiam ad rupes. Statio non indicata est. Apothecia majora (lat. circ. 1—-2 centim.), ple- rumque, numerosa, dispersa vel versus thalli me- dium agoregata aut approximata. Est species insienis e stirpe Parmeliae saxatilis, punetis et serobiculis albis, a quibus tota rugulosa thalli superficies est consita, statim dignoscenda. Denominavimus hune lichenem notabilem in ho- norem memoriamque celeberrimi Doctoris P. G. Lorentz, investigatoris indefessi Florae Argentinae. var. lobulata Krph. Thallus fere totus lobulatus, lobulis sinuato-inci- sis, undulatis et imbricaltis. Cum typo. (1) (1) Occasione data hic etiam alía species affinis, nondum descripta, ex India orientali (Himalaya) memoretur. Parmelia aptata Kxrph. Thallus foliaceus, plus minus orbiculariter expansus (lat. cire. 5-7 cen- tim.), versus ambitum (non profunde) inciso-lobatus, lobis rotundatis Juargi: nibus obtuse crenulatis, substrato[saxo) adpressus, supra cinereus vel sordide albidus, superficie tota plicata et rugosa, Opaca, passim squamulosa, squamu- Tis aut foliolis imbricatis, aut minute isidioidea. aut soredifera, aut denique (Sed hoc raro) punctis albis minutis leprosis consita, in generali valde inaequali — 113 — 34. Parmelia Kamtschadalis (Ach.) Eschw; Nyl. Sim methep. 397: Ad truncos arborum, saepe inter muscos, fre- quens et copiose fructifera. Laciniae thalli subtus plerumque canaliculatae, frequentius convolutae, subfistulosae, marginibus ni- egro-fibrillosis. 35. Parmelia cetrata Ach. Ny]l. Ad cortices, large fructifera. 36. Parmehia perforata Ach. Ad cortices arborum in silvistropicis apud Oran et litoruam Boliviensium; ad Rio negro inter Oran et 5. Andaro, frequens et pleraumque copiose frue- tifera; apothecia interdum usque ad 4 centimetr. lata. var. cormculata Krph. Cum typo. 37. Parmelia Nilgerrhensis Nyl. in Flora 1869, pr2091; Arnold lích.*Jur. et Germ. exs. Nro. 136. b. Ad cortices, fructifera. Sporae ellipsoideae; epis- porio latiusculo, hyalinae, long. 0,024—026, crass. MIS OL ma. Superficies thalli et medulla denutata hydrate Kalico flavescit. Margo thalli plus minus nigroci- liatus. Species, ab auctore meo judicio non satis dis- tincte determinata, nobis adhue dubia. Caeterum specimina Argentina bene quadrant in specimina ab amico Arnoldio 1. e. edita et a Nylandero probata. et aspera, intus albissimus, subtus nigricans, rhizinis concolorlbus brevibus obtectus, versus ambitum interdum nudus, spadiceus; apothecia dispersa, mediocria lla. circ. 15—2,0 mm.], sessilia, urceolato-scutellata, disco fusco a margine thallino turgidulo, inflexo, obsolete crenulato et saepe albo-lepro- so, cincto; sporae 8 naee, ellipsvideae, vel ovoideae, hyalinae, simpllces, long. 0,011, cras. 0,005—006 mm.; paraphyses conglutinatae, non bene con spicuase. N. W. Himalaya, Koteurh. ad vupes, leg. Doct. Seoliczka. Zona nuda versus ambitum in pagina inferiore thalli saepe deeste au- tantum obsoleta apparet. Apothecia in plerisque speciminibus rara, in non nullis copiosa. Color medullae thalli denudatae albissimus nec hydr. Kalico nec hypo- chl. cale. mutatur. Pertinet haec species insignis ad stirpem Parmeliae saxatilis et P. Bor- rerí et affinis est Parmeliae Lorente Krph., a qua notis supra datis satis * superque diversa est.— 15 — 114 — 38. Parmelia perlata Ach. Ad cortices, non frequens. 39 Parmelia olivetorum (Ach.) Nyl. Ciénega, ad ramos ramulosque arborum, non frequens. Medulla denudata hypochlorite calcico rubescit. 40. Parmelta congruens Ach. Lich. univ. p. 491; Nyl. Syn. meth. p. 392; O. Swartz. Lich. Ame- ricani, p. 5, tab. IV (icon optimal). Ad truncos arborum, Sierra Tucuman, inter 7000”-—8000. Hic lichen Argentinus sistit veram Parmeliam congruentem Acb. et. Swartz, plantam rarissimanm, ex temporibus celeb. D. Swartzil tantum 1873 a celeb. Doctore LORENTZIO in Andibus Argentinis iterum repertum. Specimina (pauca) Argentina in iconem citatam SWARTZIANAM ad assem quadrant. Sporae 8 nae, hyalinae), (1) ellipsoideae vel fere globosae, long. 0,0083—009, crass. 0,005 —007 min.; paraphyses con- olutinafae, Indistinctae, superficies thalli hydrate Kalico laete prasina; sed color medullae denuda- tae nec hydrate Kalico, nec hypochlorite calcico mutfatur. 41. Parmelia caperata Ach. Ad cortices, non raro fractifera; ad cactos pro- pe Concepcion del Uruguay, large fructifera. 42. Physcia candelaria (Ach. Pr=p-) NAS y ne meth. p. 412. Ad ramos ramulosque prope urbem Concepcion del Uruguay, fructifera. 43. Physcia fibrosa (Fries) Nyl. Syn. meth. p. 413; Parmelia fibrosa Fr. 5. O. V. p. 284. [1] A licheno!logis nonnullis in terminolosia lichenum inter alia super- flua vel vitiosa etiam verbum «incolor» [gerim. ungefárbt, farolos, angl. co- lourless] introductum est [«hypotheciaum incolor» «sporae incolores»], quod- utnos quidan eredimas, plane corrizgeadam sit. Nam hoc verbum «incolor» in lingua latina est alienigenum ejusqus sensus ibi reste verb» «decolor» vel «hyalinus» exprimitur, itaque in diagnosibue lichenum meliuus eb rectius ver” bum «ineolor» verbo «hyalinus» substituendum esse censemus. Caeterum desigznatio «hypothecium incolor» certe non legitima sit; hypo. thecium in lichenum apotbeciis semper udanihil coloratam est, albidum, album etc., nuuquaim autem colore quupiam oimnino careas, ut ex. gr. aér, aqua pura.— — 115 — Ad ramos ramulosque arborum, non infrequens. 44. Physcia chrysopthalma DC. Ad ramos ramulosque, passim frequens, prae- sertim in vicissitudine urbis Concepeion del Ur:u- gnay, etiam ad caclos. 45. Physcia setosa (Ach.) Nyl. Syn. meth. p. 429. Ad ramos arborum, sterilis (unienm! in coll. Lo- reniz). 46. Physcia crispa. (Pers.), Nyl. Syn. meth. p. 495. Ad ramos ramulosque arborum, prope Oran et alibi, copiose. Species variabilis. 47. Physcia flavicans DC., Nyl. Syn. meth. p. ADO 1 Ad arbores, prope Oran et alibi, copiose et lar- ge fructifera. 48. Physcia speciosa Fr. var. hypoleuca (Ach.) Nyl. Syn. meth. p. 417; Physcia Casaretiiana De Not.!! Ad cortices. Forma cinerascens (Nyl. 1. c. —verisimiliter). Thallo magis quam in lypo. depresso-applanato eciliato, cinerascente vel ailbido. Ad cactos prope Concepcion del Uruguay. 49. Physcia leucomela (Mich.) Nyl. Syn. meth. p. 414. Ad cortices, frequens et non raro fructifera. 50. Physcia exilis Mieh.; Physcia flavicans v. ext- lis Nyl. Syn. meth. p. 407. Ad ramos ramulosque arborum, frequens. Pro bona specie habemus hunc lichenem. 51. Physcia barbifera Nyl. Syn. meth, p. 416. Ad ramos ramulosque arborum. 52. Physcia endochrysea (Hampe herb,) Krph.; Pha yscia obscura v. endochrysea Hampe. : Cotticola. Thallus intus croceus vel croveo-flavus; pos long. 0,014—015- crass. 0,010—011 mm. 53. Physcia obscura (Ehrh.) var. combinata Krph. —= 6 Thalli laciniis omnino connatis, solum ambitu nonnihil visibilibus, erustam Continuam, majorem, squamuloso-rugosam, obscuro-cineream, determina- tam efformantibus; apothecia numerosa, Ccaeterum haec sicut et sporae ut in typo. Ad corticem. 54. Gyrophora Delisez (Despr.); Umbilicaria cy- lindrica var. Delisei (Despr.) Nyl. Prodr. Licl. camas ale Ad saxa, in Andibus (Unicuml!). 55. Gyrophora murina (Ach.) DC. Nyl. Prodr. Lich. Scand. p. 116; Umbilicaria grisea Hoffin. Deutschl. Flor. p. 111. Ad rupes, et saxa, Sierra de Tucuman, apud Ciénegam. specimina pulchra! : 56. Pyxine sor edrata Mick Ad cortices. 57. Pyxine Meissnerr Tuckerm. Proceed. of the Am. Acad. of. sc. and arts. 1860, p. 400; Nyl. Lich. EXO pz Ad cortices. Sporae long. 0,015—019, crass. 0,006 mm., oli- 'aceae. (In Pyxine Cocoés (Sws.) sporae long. 0,012—013, crass, 0,004—005 mm.) Thallus in Pyxme Meissneri intus non constan ter sulphureus, sed interdum etiam albus, sicut in P. cocoés (Sw.) Contra thallus in Pyxine Cocoés in- terdum etiam intus sulphureus vel lutescens, quam- vis raro, itaque differencia essentialis inter has am- bas species praesertim in sporis quaerenda sit. 58. Placodium callopismum (Ach. Syn. p. 184 sub Lecanora) Ny]l. Ad rupes calcareas, raro. 59. Lecanora aurantiaca (Liehtf.) Nyl, f. flavovirescens Hoftm. et diffractum Mass. Ad rupes, frequens.— (fragmentum!) 60. Lecanora millegrana Tayl. in Hook. Journ. Bot. 1847, p. 159; Nyl. Prodr. Lich. Nov. Gran. 2. p. 64, sub Lecidea. Ad cortices, optime ola 61. Lecanora fusco-nigrescens (Nyl.) Krphb.; Le- — 117 — canora millegrana f. fusconigrescens Nyl. in Prodr. ich. Nov. Gran. 2. p.- 64. Phallus cinerascens, crustaceus; continuus, tenui- ter rugulosus, effusus (saepe leviter a substrato se resolvens); apothecia sessilia, numerosa, juvenilia minuta, disco planiusculo pallido-rosaceo-fusca, pal- lido-marginata, adulta mediocria (diam. 0,6—0.7 mm.), disco atrofusco, fusconigrescente vel nigro, plus minus convexo, nitido aut Opaco, a margine proprio fuscescente, sat tenul integro, saepe plane evanido, cincto, intus alba. Sporae 8 nae, acicula- res, rectae vel nonnihil flexae, septatae, long. 0,055 —066, crass. 0,002—003 mm. Paraphyses conspicuae, dense aggregatae, immo conglutinatae. Hypothecium alcum. Ad ramos ramulosque arborum. Lichen, meo sensu, propriam speciem sistens, non varietatem vel formam Lec. maillegranae, cui autem valde affinis. 62. Lecanora pumcea Ach. Syn. p. 174. Corticola. 63. Lecanora pallescens (L.) Ach. Ad cortices et saxa prope Oran. 64. Lecanora glaucodea Nyl. in Flora 1864, p. 619. Ad saxa, in regionibus alpinis. 65. Lecanora subfasca Ach. Lich. Scand. var. colocarpa Ach. Lich. Univ. p. 393, Synops. pi ich: Scanad. pp. 160: Ad cortices et saxa. Forsan species propria! var. distans (Pers.) Corticola, ad cactos. 66. Lecanora xanthaspis Krph. sp. n. Thallus crustaceus. sordide albidus, rugulosus; erustam minorem, ambitu linea tenui nigra deter- minátam efformans; apothecia dispersa, passim approximata, disco luteo vel internam fusco-luteo, plano, margine thallino, integro et persistente cinc- to; sporae 83 nae, ellipsoideae, hyalinae, 3-locula- res, loculis rotundatis invicem tubulo centrali tenui conjunctis, long. 0,026, crass. 0,010—011 mm.; pa- — 118 — raphyses graciles, nonnihil flexuosae, dense agore- gatae; hymeninm et hypothecium lutescentia. Margo thallinus apothecii ad latus interius etiam lutescens. | Ad ramulos arboris cujuspiam. Species bona, disco luteo apothecioram inter omnes congeneres facile dignoscenda. 67. Lecanora hypomelaena Krph. sp. n.- Thallas crustaceus, albidus vel sordide albus, tenuis, irregulariter effusus, rugulosus; apothecia dispersa, sessilia, mediocria (lat. circ. 0,7 mm.) pri- mum disco plano fusco nigricante, margine thalli- no tenui, integro cincto, dein convexo et margine subevanido, itaque faciem locideinam prae se fe- renlia. Sporae 8 nae, ellipsoideae, hyaliniae, sim- plices, long. 0,012—014, erass. 0,005 —006 min.; hy- EA atrum vel atrofuscum; hymenium palli- um. Ad corlices. Affinis est prae alliis Lecideae hypomelae Nyl. et tantum ab ca apotheciis lecanorinis, sporis mi- noribus et alio colore apotheciorum differens; for- san solum varietas hujus speciei. 68. Lecanora badia Ach. var. biatorima Krph. Apothecia conferta, thallam fere totum oblitte- rantia, intus alba, disco convexo, atrofusco, immar- ginato; paraphyses conglutinatae, difficile conspi- cuae; sporae desunt. Ciénega, in regione alpina Andium, ad saxa. 69. Lecanora Domingensis (Pers.) Ach. $Syn. p. 336; Lecanora acervulata Raddi; Parmelia gyrosa (Spro Mont a. Thallo flavo. b. Thallo cinerascente. Ambae formae ad corticem arboris .Acaciae Ce- bil prope Oran, frequenter et optime evolntae. Sporae 3—8 nae in asco, 6—8 loculares. 710. Lecanora lividofusca Krph sp. n. Thallus sordide albidus vel glaucescenti-cinereus, egranulosus, effusus; apothecia dispersa, sessilia, me- ELO diocria (lat. cire. 1,2 mm.), disco livido vel lurido, plano aut convexulo, margine thallino tenni crenu- lato cincto; hypol 'hecium Tfascun, paraphyses gra- ciles, conglutinatae sed conspicuae; sporae 8 nae, ellipsoidae vel fusiformi-ellipsoidae, simplices, hya- linae, long. 0.013—014, crass. 0,006—007 mm. Corticola (Unicum!). Species affinis Lecanorae flavovirenti Fée Ess. p. 115, tab. XXIX fig. 3. a, ab hac aliisque confi- nibus colore thalli, praesertim vero hypothecio fus- co diversa. 11. Urceolaria bispora Krph. spec. n. a terricola. Thallus albido-cinerascens, tartareus crassiuscu- las, verrucoso-areolatus vel areolato-rimosus, conti- nuus, determinatus; apothecia numerosa, disco urceo- lato immerso atro, pleramque cinereo-pruinoso, mar- negi thallino tureidulo flexuoso et interdum eliam margine proprio tenui interiore, saepe vero obsoleto, cincto; sporae binae in asco, ellipsoideae, olivaceae vel obsenro-smaragdulae, septatomurali-divisae, long. 0,022—033, crass. 0,016—018 mm.; paraphyses fila- res, bene conspienae, capitulis fuscescentibus. Ad terram sabulosam. b. saxicola. Thallus cinereo-rufescens, apotheciis typo mino- ribus, disco concavo nigricante, nudo, margine, thal- lino recedente, propio magis manifesto, sporae ut in £ypo. Similis quoad formam externam Aspiciliae cime- reorufescenti. Cienega, in regione aipina, ad saxa dura (Uni- cum!). Species haecce (praesertim forma a. terricola, Urceolaria seruposae (L.) terricolae, sed sporis bi- nis, constanter in ascis praesentibus, harumque for- ma, nonnihil alia (in Urceol. bispora sporae sunt ellipsoideae, in Urc. seruposa oboyatae vel fere ob- verse pyriformes) differe videtur.— 12 Urceolaria scruposa Ach. var. dhacapsis Ach. == 140 = - Ad terram nudam. 713. Pertusaria verrucosa (Fée); Trypothelium ver- rucosum Fée Ess. p. 66; tab. XVIII fle. 3. Ad cortices. 74. Pertusaria decussata Krphb. sp. n. Thallus parvus cinerascens vel albidus, tenuis aut tenuissimus, continuus, linea nigricante irregu- lariter cinctus, plerumque specimina plura confluen- tia, corticem obtegentia, itaque thallam unicum a lineolis nigricantibus irregulariter decussatum effor- mantia; apothecia sat parva, unum vel 2-3 in protuberantiis thallinis (lat. vix 0,6 -0,7 mm.), pa- rum prominulis inclusa, numerosa, agoresgata vel gregatim disposita, rarius dispersa, ostiolis punc- tiformibus nigricantibus, haud prominulis; sporae 2 nae in thecis, long. 0,66--0,77, crass. 0,28—0,30 mm. Ad corticem laevigatam ramoruam, non raro. Species parvula, sed jam apotheciis numerosis minutis nigro-ocellatis et tlhallo lineolis nigris an- gustis irregulariter decussato conspicua. Pert. the- tocarpoides Nyl., praesertim vero P. albidella Nyl. videntur affines. 715. Pertusaria chiodectonowles Fée Ess. p. 67, tab. XIX fig. 7 sub Trypethelio; Supplem. p. 73 sub Pertusaria. Ad corticem arborum (Cebil) in silvis prope Oran. Sporae 2 in asco, incolores, forma solita in ge- nere, long. 0,074—077, crass. 0,0283—030 mm. 76. Pertusaria melanostoma Krph. sp. n. Thallus lacteus, tenuissimus, inaequalitates sub- strati continue sed irregulariter obducens, determi- natus; apothecia numerosa, porinoidea, sc. verrucas hemisphaericas vel mamumillosas, thallo concolores, prominulas (lat. circ. 1,8-—1,4 mm.) efformantia; hae verrucae plerumgque monopyrenae, ostiolis 1—4 minutissimis, atromarginatis vel prominentiis levi- bus minutis, rotundis, nigris, integris aut perforatis in vertice instructae; sporae 4—38, solitae generis. hyalinae, quoad magnitudinem valde variantes, long. 0,048—072, crass. 0,019 —050. — 121 — Ad cortices. Species thallo lacteo et verrucis porinoideis con- coloribus, apice punctis atris (maculaeformibus) aut prominentiis rotundis, minutis, nigris ornatis, satis distincta videtur. 717. Coenogonium interplexum Nyl. Observ. sur les Coenog. p. 92. Corticola, sterilis (Unicum!). Filamenta thalli crass. 0,013—014 mm., striata et nodosa. Determinatio ob apoth. defic. non owmnino certal 718. Lecidea (buellia) lactea Koerb. Syst. p. 183; Buellia italica v. lactea Mass. Sched. crit. p. 163, ctalie exs. N. 301. | Ad rupes micaceas non infrequens. 79. Lecidea myriocarpa (Decand.). Sporae olivaceae, oblongae, long. 0,011—013, crass. 0,06—07 mun.; apothecia valde minuta, diam. == 0,5 mim, Ad ramos ramulosque. 80. Lecidea russula Ach. meth. p. 161, Syn. p 40 (non Fée). Ad cortices. 81. Lecidea modesta Krph.in E. Warming, Sym- bol. ad flor. Bras. Lichenes, p. 387. Corticola. Thallus hydrate Kalico intense rubescif. 82. Lecidea icterica (Montag.) in Ann. se. nat. ome ser: 2. tom. 2. p. 313. (sep. p. 6). Ad terram nudam a (Unicum)). 83. Lecidea (Biatora) maculans Krph. sp. n. Thallus sordide umbrinus vel fuligineus, macu- lam mediocrem, tenuem, irregulariter dilatatam, sed distinctam et valde evidentem in cortice effor- mans; apothecia dispersa, atra, valde minuta (vix 0,6—0,7 mm. lat.) sessilia, immarginata aut obsole-, te marginata, convexa, intus nigricantia; sporae 8 nae, ellpsoideae, olivaceae, biloculares, medio 1 septatae, long. 0,018—020; crass. 0,006—008 mm.; paraphyses gracillimae, discretae, flexuosae, capi- tulis fuscis. Ad cortices. 16 => Affinis Lecid. chalybeiae Borr., differens ab hoc praesertim sporis majoribus et colore thalli. 84. Lecidea (biatora) silvana Koerb. Syst. Lich. Germ. p. 200. Ad ramos ramulosque prope urbem Concepcion del Uruguay. (Unicum in coll!) 85. Lecidea russeola Krph. sp. n. Thallus sordide glaucescens, minute granulosus subleprosus, continuus, determinatus; apothecia dis- persa, numerosa, sessilia (lat. cire. 0,5—1,0 mm.), atrosanguinea, vel nigro-rufa, disco plano aut con- vexulo, a margine proprio tenui (in junioribus mar-- gine leviter pallescente,) interdum evanido cineto; hypotheciuam rafum; sporae 4—6, aciculares, rectae, pluries septatac, long. 0,0509 —066, crass. 0,002—003 mm; paraphyses gracillimae, dense stipatae, et conglutinatae, sed conspicnae. Ad cortices. Apothecia quoad maenitudinem inaequalia, nu- merosa, plana fere adpressa. Affinis Lecideae spa- diceae Tuckerm., a qua differt apotheciis majoribus, intensius coloratis, alia indole et colore thalli; affi- nis etiam £Lecideae fusco-rubellae Ach., forma alia apotheciórum et thalli recedenti; forsan etiam afíi nis Lecideae vestitae (Mont.) Nyl., quae species ve- ro e descriptionibas nubilosis et vacillantibus a Montagne et Nylander ad eam datis non certe dig- noscenda est. Forsan haec dubia species nil est, nisi varietas Lecideae spadiceae vel. L. fusco-rubellae. 86. Lecidea fusco cervina Kuvph. sp. n. Thallus crustaceus fusecus vel fuscescens, ftenuis, leviter rugulosus, irregulariter dilatatus sed ambitu linea angusta nigra limitatus, apothecia numerosa, _medioecria (lat. cire. 1,2 mm.), atra sessilia, disco plano, nudo, juniora leviter cinereo-aut glauco-prul- nosa, margine tenul proprio, integro et persistente eincto; sporae Snae, fusiformes, hyalinae 10—14-sep- tatae, long. 0,043 —045, crass. 0,004—006 mm:.; hy- menium fuscum, hypothecuin atrofuscum, paraphy- ses fuscae, breves, firmulae, — 185 = Ad cortices. Species colore fusco thalli insignis, affinis Lect deae coniochlorae Mont. et v. d. B. et Lecideae prem: neae Ach., a priore colore thalli et margine apo- thecii non granulosa, a postrema etiam colore thalli et sporarum forma satis diversa. 87. Lecidea crocina Krempelh. sp. n. Thallas crustaceus, cinerascens, tenuis, rugulo- sus, maculam minorem (lat. circ. 20--25 mm.). irre- cularem, determinatam, inter alios lichenes effor- mans; apothecia numerosa, minora (diam. circ. 1,0 mun.), sessilia, disco rufo, plano, margine proprio, eroceo, crassiusculo, integro et persisteute, cincto; sporae Snae hyalinae, ellipsoideae, intus utroque apice loculuam et interdum tubulam tenue jungentem ofíerentes, long. 0,017—018, crass. 0,006--007 num.; paraphyses gracillimae, conglutinatae, sed conspi- cuae; hypothecium albidum vel pallido-lutescens. Ad cortices (ut videtur raro). Apothecia hujus speciei illis Lecideae leucoxan- thae (Spr.) similia, sed minora. 88. Lecidea alutacea Krph. sp. n. Thallas pallido-lutescens, tenuiter alutacens, con- tinuus, ambitu lnea gracili atra emctus; apothecia minora (lat. cire. 1,0 mm.), pallido carnea aut cor- neo-fuscescentia aut carneo-fusca, sessilia, dispersa, plana et tenuiter marginata, margine- vulgo palli- diore, aut convexula ef margine subevanido, nuda; sporae 8 nac aciculares, rectae vel parum flexae, pluries septatae, long. 0,039—061, crass. 0,003 mm; paraphyses non discretae; hypothecium pallido-car- neum vel pallidum. Ad ceortices, in consortio Lecideae millegranae ai Afíinis Lecideae milleygranae (Tayl.), sed diffe- rens colore thalli alutacei laeviuseuli, a linea gra- cili atra cineti, sporis brevioribus ete. Et Lecidea vestita (sensa Nyland.) comparanda sit. var. rufa Krph. Apotheciis fuscis vel rufis, plerumque planis, evidenttus marginalis. | $ — 124 — Ad ramos arborum. 89. Lecidea ferruginea (Huds.). var. cinereofusca (Acl.). | Corticola, socia Lecan. subfuscae v. coillocarpae Ach. et Lecideae maculantis Krph. (Unicum)). Sporae 8 nae, incolores, long. 0,013—014, crass. 0,006—007 mm. (placodinae). 90. Graphis Achari Fée Ess. p. 39; tab. X. fig. 4. Ad corlices. 91. Grapins tenella Aclh. Corticola, prope Oran. 92. Graphais obuncula Krph. sp. n. Thallus albidus vel sordide albidus, tenuis, am- bitu a limbo latiusculo fusco-nigricante cinctus; apo- thecia lirellaeformia, numerosa, lirellae prominulae, tumidulae (crass. circ. 0,8—1,0 mm.), simplices, bre- ves ellipticae vel elongatae, sublanceolatae, (long. 3,0—4,0 mm.), nonnihil flexae, anfractuosae et re- duncae, (non furcatae). a thallo omnino obductae huieque concolores, epithecio rlmiformi et margini- bus (labiis) plerumque tenuissime striatulis, excipulo fuscidulo vel albido (non atro); sporae 4—8 nae, ellipsoideae vel fusiformi-ellipsoideae, hyalinae, mu- raliformes, long. 0,097 —060, erass. 0,.015=017 mm. Ad ramos ramulosque arborum et fructicetorum, plagas minores in cortice inter alios licheues obdu- cens. Species facie Graphidis frumentariac Fée. 93. Graphis striatula (Ach.), Opegr. rimulosa Mont. Syll. p. 349. Ad cottices. 94. Graphis componems Nyl. Prodr. Lich. Nov. Guanape 192: Ad ramos arborum. Monospora, spora oblonga, hyalina, murali-divi- sa, long. 0,066—070, crass. 0,017—019 mum. DLabia (margines) Jirellarum, tenuiter thallino- obducta semel vel bis striatula. 95. Graphis (Fissurima) gracillima Krph. sp. n. Thallus sordide albidus, tenuis, continuus, rugu- — 125 — losos, Oopacus, ubique ab apotheciis, fissuras gracil- limas, elongatas, leviter thallodice marginatas et vario modo flexuosas et ramosas, partim etiam anastomosantes efformantibus. bersulcatus, epitle- cio fissurinarum obscuro vel vix visibiliz monospo- ra, spora muraliformis, ellipsoidea, hyalina, long. 0,070—0,80, crass. 0.015—025 mm. Ad cortices. Species fissurinis numerosis, eximie gracilibus, thallam undique obtegentibus ab affinibus distin: guenda. 96. Graphis caesioprumosa (Fée) in Bullet. sec. RS TS: p. 30; (sub Platygramma); Krempelhuber in Flora 1876, pag. 417. Ad cortices. Sporae 1—3 in asco, fusiformi-ellipsoideae, mu- raliformes, primo hyalinae, dein fuscescentes, tan- dem obscuro-olivaceae, corrugatae et deformes, long. 0,090—0,100, erass. 0,019 —021 mm. Paraphy- ses filares, granulis immixtis multis, itaque hyme- nium filare-eranulosum. 97. Arthonia adspersa [Mont.], Krph; Ustalia adspersa Mont. in Ann. scienc. natur. Bot XVIIL p. 278. Ad cortices. 98. Opegrapha comma Ach. Ad cortices. 99. Opegrapha heterocarpa Fée Ess. p. 29; tab. NAS tor 2. | Tabaeccal, ad corticem cedri. Sporae 6—8 nae, aciculares, incolores, long. 0,044-—050, crass. 0,003—005 imm., 10-12 et ultra septatae, - Apothecia in his speciminibus Argentinis a typo tantum nonnihil majoribus diversa. 100. Glyphis confluens Mont. Lich. Guyanens. Cent. HL p. 81. ln silvis litoralibus juxta flumen Gualguaychu, ad ramos arborum. Sporae 8 nae, oblongo-fusiformes, 8—10-locula- res loculis uniseriatis, hyalinae, long. 0,033 —-—038, crass. 0,007— 009 mm,— == 10 101. Chiodecton rubrocinctum |Ehrbg.] Nyl. Ad cortices, Rio negro inter Oran et S. Andrés, sierile. 102. Endocarpon pusillum [Hedwig st. erypt. IL. 56] Selaer. ln, p. 233 Ad rupes. 103. Verrucaria fetivica Krph. im Rabenh. jun. Lichenes Mexicani, Hedwigia 1876, Ad cortices [Unicum!]. 104. Verrucaria (Porima) nucula [Ach.] Nyl. Exp. syn pyrenocarp. p. 40 Corticola [Unicum!|. 105. Verrucaria (Pyrenula) basilica Krph. sp.n . Thallus ochroleuecus, granulato-colliculosus, con- tiguus, laevis, crustam erassiasculam, determinatam, rotundalam vel oblongam [diam. cire. 2 centim.] ambitu interdum linea atrofusca cinctam in cortice efiormans; apotbecia verrucas thallinas subhemis: phaerico-prominulas et versum mediam thalli confer- tas, apice umbilicatas nigro-ostiolatas sistentia, pe- rithecia atra, integra, verlite in collam breve, ostio- lum verrucae oblurans . protensa circumcludentia, ltaque ostiola ampliuscula verrucarum nigricantia; sporae 4—8, fusiformes aut oblongo-fusiformes, ple- rumque curvulae, magnae, long. 0,110—120, crass. 0,013—017 mun., hyalinae 18 —20-loculosae, loculis [sporoblastis] uniseriatis, (maturae) angulosis et in sporis omnino maturis trabeculis gracillimis inter se separatis, quod in sporis junioribus non visibile. Ad ramos arboram prope urbem Concepcion del Uruguay. Species ex insignibus generis Pyrenulae, ¡jam extus thallo suo granulato-colliculoso, determinate dilatato, valdo evidens. 106. Verrucaria (Pyrenula) pyrenuloides [Mont.] Nyl. Exp. syn. Pyrenoc. p. 44; Pyrenula pachychei- la Tuckerm. Gen. lich. p. 274. Ad cortices. Sporae 1—8 nae in asco, fusiformi-ellipsoideae, long. 0,033—055, erass. 0,017—022 mm., prymo-hya- linae, 10 series transversas [in quavis serie 1—4 lo- 04 — culi] offerens, serias muraliformes, pallido-olivaceae, vetustae obscuro-olivaceae, deformes; paraphysee eracillimae flexuosae, bene conspicuae. 107. Verrucaria (Pyrenula) mastophora) Ny]l. Syn. Lich. Nov. Caled. p. 88; Expos. Lich. Nov. Caled. p. 52; Lichenogr. Nov. Granat. 4. p. 75. Corticola, Rio seco prope Oran, Ciénega. 108. Verrucaria (Pyrenula) vermcosa Krph. sp. n. Thallus pallide olivaceus, fenuissimus, Opacus, inaequalitates substrati continue obducens, irregula- riter dilatatas; perithecia atra, minuta, crebra, 1n verrucis thalli convexis, supra superficiem parum prominentibus, innata, ostiolo minutissimo, vix visil- bili, incolore aut nigricante, instructa; sporae fusi- formi-ellipsoideae, olivaceae, 1-septatae, loculorum apicibus utrinque obtuse acuminatis (scilic. extre- mis utringque in cuspidem brevem obtusum protrac- lis), long. 0,035 —039, crass. 0,011—014 min., para- physes longae, gracillimae, flexuosae. Ad cortices. Species jam propria sporaram forma interna acongeneribus satis distincta. 109. Verrucaria (Pyremula) thelocarpordes Krph. sp. N. Thallus albidus, tenuissimus, leviter rugulosus, indeterminatus; apothecia valde minuta, approxi- mata, globosa vel subglobosa, sessilia, nigricantia, sed a thallo omnino tenuiter obducta, apice poro punectiformi nigricante instructa, monospora, spora erandis, oblongo-*fusiformis, hyalina, muraliformis, lona. 0110187, crass. 0022033 mm.; paraphy- ses numerosae, longae, gracillimae, flexuosae et nonnihil intricatae, Ooptime conspicuae. Rio seco, inter Oran et St. Andrés. Ad cortices. Species lepida, quoad faciem externam Thelo- carpon byssoideo Krph. valde similis, sed apothe- cia majora; haec globulos minutos (vix 0,5 mm. latos), apice poro nigricante signatos sistentia, pe. rithecio tenuissimo nigricante, a thallo leviter suf- fuso, intus albida. 98 == 110. Verrucaria (Pyrenula) subducta Nyl. Prodr- Flor Gram 2 pe lalo: Sporae ellipsoideae vel ovoideo-ellipsoideae, 4- loculares, obscuro-olivaceae, tandem corrugatae, deformes, long. 0,086—088, crass. 0,018—020 mun. Similis Verrucariae mtidae (Schrad.) et ab hac praesertim sporis majoribus earumque forma oOvol- deo-ellipsoidea diversa. Thallus in speciminibus Argentinicis lutescens. LISTA DE LAS ACADEMIAS, SOCIEDADES Y INSTITUTOS CON QUE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS AMSTERDAM. 66 qe 174 BATAVIA. 66 BERGAMO. BERLIN. 66 c6 66 BLÉZIERS. TIENE RELACIONES. (1) Koninkl. Akad. der wetenschap- pen, Kon. Zool. Genootsch. «Natura artis magistra». Nederl. Geograph. Genootschap. Natuur-genees-en heelkundig ge- nootschap. Natuurk. genootsch voor Neer- land's Indie. Lands plantentuin te Buitenzorg. Ateneo di leltre, scienze ed arti. Kón. Acad. der Wissenschaften. Berliner - deutscher entomolog. Verein. a der naturforsch. Freun- en Allgem. deutsche Ornithologische Gesellsch. Deutsche geologische Gesellschaft. Gesellschaft fir Erdkunde. Deutsche chemische Gesellschaft. Physikaliche Gesellschaft. Gesellsch. f. Etlmologie, Anthro- pologie und Urgeschichte. Société d'étude des Sciences na- turelles. (1) La publicacion de esta lista tiene el doble objeto de hacer conocer el rol de nuestra Academia en el mundo científico, y de invitar á las So- ciedades que no se encuentran en esta lista, á comunicar sus direcciones al Secretario de la Comision Directiva, en Córdoba.—El Secretario dela Acade- mia, P. A. Coni 17 BISTRIDZAS BoGoTAÁ. BOLOGNA. BONN. BosToN. (UNAS) BREMEN. BrooKLYN. (U. $.) BRUXELLES. Co 66 BUDAPESTH. BUENOS AIRES. 66 66 66 66 CHERBOURG. CHRISTIANIA. CHUR. CÓRDOBA. — 130 — Hóhere Gewerbeschule (in Sie- benbirgen). Sociedad de Granada. Academia delle scienze dell'Ins- tituto. | Niederrheinische Gesellsch. f. Na- tur-und Heilkunde. Society Of natural Sciences. Entomological Club «Psyche». Naturwissenschaftl. Verein. Entomological Society. Académie royale des Sciences. Société entomologique belge. Musée d'histoire naturel. Ungrisches National Museum. Sociedad Rural Argentina. Biblioteca Pública. Museo Público. Departamento de ingenieros na- cionales. Departamento Nacional de Agri- cultura. Ministerio de Instruccion Pública de la Nacion. Sociedad Científica Argentina. Círculo Médico Argentino. Asociacion Médica Bonaerense. Directorio de correos y telégra- fos nacionales. Ministerio de Gobierno de la Pro- vincia. ; Société Nationale d'histoire natu- relle. Kon. Viddensk. Akad. Naturforsch. Gesellschaft biúndens. Sociedad Zoulógica Argentina. naturalistas de Neo Grau- * Los nombres de las ciudades son escritos en el idioma del país res- pectivo, -CÓRDOBA:* DANZIG. DORPAT. DRESDEN. ¿66 c6 EDINBURG. FRLANGEN. FIRENZE. ca Observatorio Astronómico y Me- teorológico. Naturtorsch Gesellschaft. Naturforsch. Gesellschaft. Ki" K. Leop. Carol. deutsche Acad. f. Naturforscher. Gesellschaft f. Naturk; l£sis. Verein fíir Erdkunde. Royal Academy. Physikalisch-medicinische Gesell- sehaft. Societa Toscana di secienze natu- rall. PRANKFURT. (a. M.) Senkenbergisch naturforschen- SHE FREIBURG, es GENÉVE GÉNOVA. GÓRLYIZ. (GOTTINGEN. Gráz. GREIFESWALD. HAARLEM. 66 HALLE. — HAMBURG. HANNOVER. Haya. ISLAND. (U. $.) JENA. de Gesellschaft. Thiergarten; Zoologische Gesell- schatt. Physikalischer Verein. Deutsche malaco-zoulogische (e- sellschaft. Naturforschende Gesellschaft. Société de physique et d”histoire naturelle. Museo cívico di storia naturali. Natarforschende. Gesellschaft. K Gesellsch. der Naturwissensch. Academischer naturwissensch. Verein. Naturwissenschaftl Verein Neu. Vorpommerens und Rúgens. Teyler's Stichting. - Holland. maatsch. d. wetenschap- pen. Naturforschende Gesellschaft. Zoologischer Garten. Naturhistorische Gesellschaft. Nederl. maatsch. der geneesk. (THE LONG) Entomological Socie- E Medicinisch. Naturwissenschaft. Gesellsch. s JENA. KIEL. KJOBENHAVN. KONIGSBERG. LAUSANNE LEIDEN. 66 66 e6 LEIPZIG. 66 LiéGE 66 IDO LISBOA. LONDON. 66 66 Louis. sT. (U LiNEBURG. LyYonN. MADRID. 66 MAGDEBURG. MARBURG. MÉJicO. 66 — 132 — Grossherzogl. sáchs. Gresellsch. fir Mineralogie, Geologie und Petre- factenkunde. Naturwissensch. Verein fúr Schles- wig—Holstein. Kon. viddensh. Akad. Pysikalisch-Oekonomische Gesell- schaft. Suciété vaudoise des Sciences na- turelles. Nederl. dierk. Vereeniging. Nederl. entom. Vereeniging. Zootomisch laboratorium. sRyks museum v. nat. hist. Naturforschende Gesellschaft. Koónigl. sáchs. Gesellsch. d. Wis- senschaften. Société royale des sciences. Société géologique belge. Société des sciences. la science. Academia real di Ciencias da Portugal. Royal Society of Sciences. R. Entomological Society. R. Zoological Society. R. Geographical Society. Linnean Society. R. Chemical Society. R. Anthropological Society. * . 5.) Peabody Academy. Naturwissenschaft. Verein. Association lyonaise des amis de Academia real de Ciencias. Sociedad española de historia na- tural. Naturwissensch. Verein. Gesellschaft fiir die gesammten. Naturwissensch. Academia Nacional. Museo Nacional. MÉJICA. 66 MELBOURNE. MeTz. MIDDELBURG. MILANO Moscou. MúNCcHEN. 66 (SE NÉVERS. New York. 66 PARIS. (6 66 6 EG PETERSBURGO. 66 PHILADELPHIA. REGENSBURG. 66 Rio DE JANEIRO. 66 Roma. 66 ROTTERDAM. SANTIAGO STETTIN STOCKHOLM STRASBURG Os Ministerio de fomento de la Re- pública. Sociedad científica (?). Royal Uniyersity. Naturwissenschaft. Gesellschaft. Zeeuwsch natuurk. Genootschap. Reggio Instituto Lombardo. Société impériale des naturalistes. Entomol. Gesellschaft. Kón. Bayr. Akademie der Wis- senschalften. Geographische Gesellsch. Société univers. des sciences, -lettres, el arts. Lyceum of natural history. Entomological Society of Ontario. Société Zoologique de France. Académie francalse. societé francaise d'anthropologie et etlinographie. Nouvelle société Indo-chinoise. Museés du jardin de plantes. Académie impériale des Sciences. Société entomologique de la Rus- sie. Academy of Sciences. ZLoologischer mineralogische Ver- ein. Kónig, Bayrisch botanische Gesell- schaft. Academia imperial da Brasil. Museo público. Academia di Scienzes Academia di nuovi Lyncel. Bataafsch Genootschap der proef- ondervindel. wysbegeerte. Universidad y Museo de Chile. Entomologischer Verein. Konel. Akademia af Skandinavia. Naturwissenschaftliche Gesell - schaft, - SYDNEY TORINO TRIEST UpPSALA. UTRECHT 66 VENEZIA. WASHINGTON. WIEN. 6 Cu WIESBADEN. WiRZBURG. ZiiRICH. — 134 — Victoria University. Acad. royale. Société Adriatique d”histoire na- turelle. Konigel. Gesellskab der Vedenskab. Natuurkundig Genootschap. Meteorologisch instituut. Ateneo Veneto. Smithsonian Institution. Kaiserl. Kón. Akademie der Wis- senschaften. K. K. Zoologisch-botanische Ge- sellschaft. Oesterreichische Meteorologie. Verein zur Verbreitung naturwis- senschaftlicher Kenntnisse. Nassauischer Verein fúr Natur- kunde. Chemisches Laboratorium. Physicalisch-medicinische Gesell- schaft. Société helvétique des naturelles, Gesellschaft fíúr sciences EA MINAS Ctbhreedlere/ SMADEL AAA A A AA A O A, CONTENIDO DE ESTA ENTREGA PÁJINAS Reglamento orgánico de la Academia.......... Documentos oficiales.......... daa eo 11 Memoria anual del Presidente............ Poe 18 Cónculanes. 1. aaa alta a ao, AO 20 Necrología del miembro honorario Dr. D. Ma- nuel. ncero a a e 29 Listo: de LOS: Mienbro sais UN ES 34 | Dr. Luis BrackeBuscó. Informe sobre pozos | artesianos en la provincia de Catamarca..... 37 F. ScHickeNDANTZ. Estudios metalúrgicos...... 46 | Dr. A. DórinG. Apuntes sobre la fauna de mo- 3 luscos de la República Argentina (cuarta continuacion ba e el 63 ] F. ScHICkKENDANTZ. Unnuevo sulfato.......... : 85 F. ScHiCkeNDANTZ. El metal «Pinta» de la mina j «Restauradora».......... a la E 88 F. ScHICKENDANTZ, Noticia preliminar sobre «Derberis Hexuos a a UA 90 P. C. T. SueLteN. Description «d'un nouveau genre et une nouvelle espéce de la famille des Noctuélites, de la République Argentine.. 93 P. C. T. SneLLEN. Description d'une nouvelle espéce d'Agrotís, de la république Argentine. 97 Dr. A. De KREMPELHUBER. Lichenes collecti in republica Argentina, a professoribus Lorentz et Hieronymus, determinati et descripti...... 100 Lista de las Academias, Sociedades cientificas, Institutos, etc., con que la Academia nacto- nal tiene relaciones... ooo... PR 129 E BOLETIN e DE LA | ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS] DE LA REPUBLICA ARGENTINA. TOMO IHILI. ENTREGA 2 y EN, IN (cd 2 eN 2 1 ¿$ E Ea 2) Negar 0 CORDOBA, JMPRENTA DEL «Eco DE FÓRDOBA» 1819. INFORME Del Catedrático de Mineralogía, Dr. D. Luis Brackebusch sobre la marcha del Museo Mineralógico existente en la Universidad Nacional/ de Córdoba, desde el año 1575 hasta 1878, y su estado actual. El presente informe es el primero que duran- te el tiempo transcurrido desde que me hice car- go del Museo Mineralógico hasta hoy, tengo el honor de publicar oficialmente: así se explicará por qué, al tratar sobre varios asuntos, me haya extendido algo más de lo que se acostumbra re- gularmente en esta clase de trabajos. Por otra parte, mi antecesor el Dr. D. Alfredo - Stelzner, fundador del referido Museo, no ha publicado nunca, sesun creo informe oficial relativo á di- cho instituto, excepto una lista del inventario, á la cual he de referirme en el curso de esta expo- siCiOn. | | El día de la fundacion del Museo debe con- siderarse el 6 de Abril de 1871, fecha en que el Sr. Stelzner colocó provisoriamente en arma- rios inadecuados, en una pieza con puertas y ventanas pequeñas, y que ántes habia servido de habitacion á los estudiantes internos del Cole- glo Nacional de Monserrat (aunque ella pertene- cia al cuepo del edificio de la Universidad) la cantidad de 625 muestras de minerales, 406 de rocas, y 18 fósiles, comprados todos en Paris. Minerales del territorio Argentino no figuraban aún entónces en el Museo recientemente abierto; pero el zelo científico de su fundador no permitió que continuará por mucho tiempo este vacío: sus vastas excursiones por várias provincias de la República le dieron ocasion suficiente de coleccio- nar una serie de preciosas muestras de minera- les, rocas y fósiles. No retiró tampoco su aten- cion de las riquezas del extrangero, de modo que 18 — 136 — al tiempo de su partida de este país, es decir, á principios del mes de Mayo de 1874, la coleccion extrangera formada principalmente en Freiberg (Sajonia) contaba ya 1347 muestras de minerales, 618 de rocas y 240 de fósiles. A más de esto, el Dr. Stelzner se habia ocupado con mucho esmero en la fabricacion de preparados microscópicos, cuya coleccion, cuando dejó el Museo, consistia en 90 ejemplares de muestras del pais y 15 del extrangero. Para la colocacion de estas colecciones servian seis armarios, Cada uno con treinta y dos gave- tas, sobre los cuales estaban á la vista vidrieras destinadas á exponer una parte de aquéllas. El lugar donde fueron colocados dichos armarios eran dos cuartos, de siete varas de largo cada uno por seis de ancho, con una ventana muy chica cada cuarto, que no daba ni la cuarta parte de la luz necesaria para el estudio y el efecto que debian producir á la vista las colecciones, con una puerta tan baja que un hombre de estatura mediana tenia que inclinarse para poder en- trar. Aunque el uno era contiguo al otro, no habia entre ellos una puerta de comunicacion. Estas mismas piezas servian tambien para guar- dar los aparatos y la biblioteca del Museo; esta- ban además destinadas á los trabajos diarios del Profesor, siendo una de ellas aula á la vez. Ban- cas para los estudiantes no eran en aquel tiempo de estricta necesidad, pues para los pocos que se dedicaban al estudio de la nueva asignatura, las cuatro sillas existentes en la reparticion aludida fueron suficientes. Los aparatos cuya lista trans- cribo mas abajo, y cuyo aumento hasta la fecha ha sido muy insignificante, por la falta completa de recursos, bastaban para los estudios generales de los objetos mineralógicos, estando, por acuer- do entre los profesores, el Laboratorio Químico á disposicion del Catedrático de Mineralogía.—Tam- bien contaba el Museo con varios instrumentos indispensables para las observaciones en los via- jes científicos. (La lista de ellos, que tampoco se = en ha aumentado considerablemente desde aquella época, adjunto tambien en copia). La biblioteca mineralógica consistia de 82 obras particulares y 8 periódicos científicos (en parte completos, como «Neues Jahrbuch fuer Mineralo- gie» y la «Zeitschrift fuer Erdkunde»). Para la conservacion de estos libros y de los aparatos servian dos armarios-vidrieras. Fuera de 6 me- sas y los utensilios necesarios de limpieza, escri- tura, €., habia tambien una carpa y dos petacas para los viajes exploratorios, y á más el modelo de una mina fabricado en Freiberg. En tal estado de insuficiencia, aunque todo ordenado de una manera que revelaba la delica- deza y los trabajos sérios de mi antecesor, recibí en el mes de Marzo de 18715 el Museo Mineraló- g1co. El primer año de ejercicio en mi nuevo em- pleo, no hubo gran cambio en el estado descrito del instituto; pero la incapacidad del local se ha- cia sentir cada dia más; y como la conclusion del edificio que se construye para la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas (ántes denominada Academia de Ciencias Exactas) parecia retardar- se ad calendas graecas, se hizo necesario procu- rar una localidad mas espaciosa para el museo y aula de mineralogía. Jn efecto, propuse al Dr. D. Manuel Lucero, Rector entónces de la Univer- sidad, cambiar un claustro oscuro, contiguo á las referidas piezas, y que no tenia ningun destino, en un gran salon que sirviera ventajosamente para el Museo,—proposicion que fué aceptada y puesta en ejecucion. Durante mi primer viaje exploratorio, que hi- ce en las provincias de Córdoba y San Luis, y que me proporcionó un gran número de nue- vos objetos para el Museo, fué concluida la obra, y se colocaron al mismo tiempo nuevas puertas y ventanas, más grandes y decentes que las que anteriormente habia, en los dos su- sodichos cuartos, como igualmente una puerta de comunicacion entre ellos. El nuevo salon de 20 — 138 — varas de largo por 4 de ancho, aunque insufi- ciente por el mucho espacio que sustraian á la colocacion de los armarios 4 ventanas grandes y dos puertas de comunicacion con las galerías del edificio, sirvió desde entónees de museo; y como por la cantidad de nuevos objetos adquiridos, los armarios existentes no eran bastantes, se cons- truyeron, por órden del Sr. Rector, otros cuatro de la misma clase que los seis primeros, cada uno con treinta y dos gavetas, y con una vidrie- ra superpuesta sobre ellos. Mas tarde el Dr. Lu- cero proveyó este departamento de otros dos ar- marios-vidrieras altos, para exponer la coleccion de minerales de esta República. Además, fué comprado un gran armario-vidriera para depo- sitar y exponer la coleccion de fósiles; y despues de transportada la biblioteca mineralógica á la de la Universidad, quedaron disponibles tambien á la colocacion de minerales los dos armarios, vidrieras arriba mencionados. Para el adorno de las paredes del Museo ser- vian vários cuadros representando objetos con- cernientes al ramo; habiendo yo regalado á aquél unos mapas geológicos trabajados en lino (de Dechen, mapa de la Europa central; id de Ale- mania; Bachmann, de la Suiza, etc.) Fué com- prado además el gran mapa geológico de Mar- cOu. Uno de los cuartos que formaron ántes el Museo, fué en seguida cambiado en aula, com- prándose una araña destinada á cursos noctur- nos. La otra pieza quedó entónces disponible para mis estudios y el prácticum de los estudian- tes. Su mobiliario fué aumentado con dos mesas redondas, un lavatorio y un escritorio. Tambien se puso en ella una estufa, y se iniciaron traba- jos tendentes á dejar un pequeño plantel de labo- ratorio químico, á fin de dar á nuestro instituto, en lo futuro, mas independencia del Laboratorio de la Universidad,—lo cual me suministró la oca- sion de practicar ensayos ménos complicados en el mismo instituto. — 139 — Es de esperar que no tardará mucho tiempo la conclusion del nuevo edificio destinado para la Facultad; recien en él será posible exponer de un modo adecuado las riquezas de nuestras coleccio- nes, en parte amontonadas todavía en cajones cerrados, sustraidas así dá la mirada de los obser- vadores.—Pero hay otra necesidad urgente, que puede ser atendida desde ya: la falta de pintura en los armarios, mesas, ete.: sin gran gasto se podria efectuar un cambio completo en dicha re- particion, que daria decencia y mejor vista á es- tos muebles y á todo el Museo. Así como el espacio y mobiliario de este de- partamento se ha aumentado no poeo en los últi- mos años, tambien las colecciones de minerales, rocas y fósiles no han aumentado ménos. Mis viajes por várias provincias me han suminis- trado un espléndido material, aunque consiste entisu mayor parte, de minerales y rocas. (*) De fósiles de la República Argentina tenemos que apuntar pocas novedades, consistiendo éstas casi únicamente en varios restos de mastodon- tes (una coleccion de huesos de un mastodonte encontrado en la sierra alta, Pampa de San Luis, fué comprada al Sr. D. José Culton, re- sidente en Cruz del Eje), gliptodontes etc., y en lantas fósiles de un nuevo punto—el Bajo de élis, aunque, segun parece, indeterminables res- pecto á su especie y edad. Por la lista de las muestras de minerales ar- gentinos, que acompaño á este informe, se verá que ellas se han aumentado en 590 ejemplares, habiendo ahora un total de 1114; que las rocas argentinas han aumentado en 640 ejemplares, contando al presente con 1135 clasificadas. Se ha aumentado la coleccion de preparados microscópicos de minerales y rocas argentinas (+) Las colecciones hechas en el mes de Agosto en la provincia de Ca- tamarca, no están todavía incluidas en el Museo; ellas figurarán recien en el informe siguiente, E 0 en 31 ejemplares, procedentes de la fábrica de Voist y Hochgesang en Goettingen, contando ac- tualmente 121 preparados. La coleccion de minerales extrangeros se ha aumentado tambien no poco, principalmente con la compra (al precio de 600 $b.) de una série de minerales preciosos y nada comunes, que hice en la casa del Sr. Dr. Schuchardt, de Goerlitz (Ale- mania). Otras colecciones fueron compradas oca- sionalmente, y varios ejemplares regalados por amigos del instituto: así es que hay ahora un aumento de 475 muestras, ascendiendo el núme- ro total á 1822 ejemplares. La coleccion de fósiles extrangeros era la más insignificante del Museo: habia solamente, como he dicho más arriba, 240 ejemplares; hoy se com- pone de 1000 muestras próximamente, divididas, segun su edad, en las épocas siguientes *): silúricas. . A An devónicas. . Adoos Piola dde RON formacion carbonífera ARI 50 A O A O JULASICaSs Ma O 120 ECO Po SOS DY 140 ES nO o eee Tai O) cretáceas: neocomio, gault... 150 « Cénomanio, turonio, se- nonio. ; O e 070) terciárias y posterciarias. . 70 La coleccion de preparados microscópicos de minerales y rocas extrangeras, que componia án- tes el reducido número de 15 muestras, cuenta ahora 100 ejemplares. Lia coleccion de rocas extrangeras no se ha aumentado considerablemente: una lista de las variedades existentes en el Museo va al fin de mi Informe. (*) La lista detallada de estos fósiles presentaré en otra oportunidad: -— 141 — Entre otras nuevas adquisiciones, debo men- cionar una bonita coleccion de imitaciones de los 15 diamantes mas célebres del mundo, y otrá de imitaciones de piedras preciosas, compradas las dos al Sr. Dr. Schuchardt.—Una coleccion de imitaciones de mármoles (de cromolitografía) fué regalada al Museo por el Dr. D. R. Linaro; otra de mármoles europeos (15 muestras) fué compra- da por el Sr. Dr. D. Manuel Lucero al Sr. de Kock (precio 60 $b). Como es necesario que las riquezas del país se hagan conocer tambien en el extrangero, -no he dejado de mandar várias colecciones á mu- seos europeos, como por ejemplo, 4 Berlin, Pa- ris, Goettingen, Claustahl, Hildesheim 4., espe- rando en canje colecciones de Europa, que au- mentarán considerablemente, y sin costo alguno, las que existen en nuestro Museo.—Actualmente cuenta éste tambien con un gran número de mi- nerales y rocas por duplicado, que deben servir á los objetos del canje, pero cuya pluralidad de una misma especie no ha sido apreciada en la determinacion de las cifras que hemos apuntado. Un verdadero testimonio del valor de las co- lecciones existentes en esta seccion, es el diplóma con que fueron premiadas las muestras que, en número de 50 ejemplares, se remitieron á la Ex- posicion de Filadelfia, como igualmente la meda- lla de plata que ha merecido una colección de 600 muestras, poco ménos, enviada á la última Exposicion de Paris. (Estas fueron al mismo tiempo destinadas, en calidad de obsequio, al Jar- din de plantas de aquella ciudad. Omito hablar aquí sobre los resultados positi- vos de mis viajes exploratorios practicados en el país, reservándome para otra ocasion, en que presentwé un informe especial contraido á este exclusivo objeto.— Antes de terminar voy á permitirme añadir unas pocas palabras sobre el estado económico del Museo. -- 142 — Como los fondos destinados al fomento de los institutos científicos no se han puesto, bajo el Rectorado del Dr. Lucero, á la exclusiva disposi- cion de los Catedráticos respectivos, no me ha si- do posible efectuar por mí mismo el pago corres- pondiente al aumento del m > biliario ahora exis- tente en la reparticion 4 mi cargo. lenoro, por esta razon, el detalle de los objetos que habrán sido abonados directamente por aquél. Ha habido una suma especialmente acordada por el Superior Gobierno al fomento de los mu- seos de la Universidad. Hecha la division cor- respondiente, el Museo Mineralógico contaba con una parte de cerca de 700 $b, de la cual 500 fue- ron aplicados á una deuda á favor de D, Pedro Gartland, residente en esta ciudad, quien habia prestado al referido departamento una suma de 650 $b para la compra de várias colecciones y muebles. Hl Museo Mineralógico quedó puess, adeudando aún al Sr. Gartland un saldo de 150 $b.—El Sr. D. Jorge Hieronymus, Catedrático de Botánica de la Facultad, hizo una entreza de 200 $b al Sr. Dr. Schuchardt de Grosrlitz, en pago de las coleceiones compradas á esa casa, quedando todavía á favor de este señor un saldo de 435 $b. Los gastos de flete etc., qua ocasionó el tras- porte de estos objetos, ascendieron á 71 $b. 83 centavos, abonables á los Sres. Hermann y Du- derstadt en Buenos Aires.—Finalmente, hice ve- nir, de acuerdo con el Sr. Rector y Director en- tónces de la Academia de Ciencias Exactas, Dr. D. Manuel Lucero, una cantidad de libros que importaban 239 $f oro=(330 $b) de la librería de los Sres. Jacobson y C*%., como igualmente un E val.r de 40 $b 40 centavos, tambien en ibros, por la agencia del Sr. Kurth, y cuyo pago no se ha efectuado aún. El departamento alulido debe entónces, segun mi conocimiento: AS atando a O LD) -A la Librería de Jacobson y C*%..... 330 A ARE A 40 40 — 143 — Al DO ai $ 435 A los Sres. Hermann y Duderstadt. . 11 83 $ 1027 23 Concluyo este informe con la conviccion de que el Museo Mineralógico de la Universidad Ma- yor de S. Cárlos, si continúa como hasta ahora, y no carece de la proteccion del Superior Gobier- no, alcanzará dentro de poco tiempo un nombre importante en la América del Sud. Dr. Luis BRACKEBUSCH. 19 Anexo T. Lista de las especies de minerales que figuran en el Museo Mineralógico de la Universidad Mayor de San Cárlos. (CLASIFICACIÓN SEGUN NAUMANN) 1.—Óxidos de metaloides. Muestras extrangeras Muestras de la República Argentina Acido DOTICO ie 9 e Opa 21 6 Cuarzo y sus variedades 150 74 Trudimitas pecas ed 1 B.— Tierras, Muorídos y cloridos de metales li= vianos. Corundoreica A == Dia spore ot e. ba a = BLU a Me eo on 3 -= EsSparo o Aa 0 3 Ytrocerita.. o E | — Salem ao 10 20 A E Saa Eos, AS US — a a iS == Toutes soe po sos ol — HEN. —Oxisales de metales livianos. a) HIDRITADAS. 1. Boratos. Atincar. , a O — Hidroborocalcita... EA: — 2. Fosfatos Pest 1 — Dar o ICO — — 145 — Extrangeras DELE A E AAN ad! PATO A 6 3. Sulfatos O caco adn ana MES. o coaco aiajo A AA A A E | ES 3 eramohoa lla... nooo. 12 Alumbres 4. E 1 AUN IN 5 .. . 0: 6 e 0600 00. 0 9. >) 0 le e A A A A EAN A 30 VA A EEES coc... . 2. 9 E A | 2. Boratos. TLC O 3. Fosfatos. Xenotima, Wiserina...... 2 A | CT A | LAO O AO LS, 4. Fluoridos. 4 1 ADRIOMA s RacuolMa o... ..os 5. Carbonatos. ME Nstrometanita...... cn. 0 AT O 30 Calcita, caliza, mármoles ec... A 00 Dolomia, brunespato. E O Magnesita República Argentina ls IET Eso — 146 — 1V.—9xisales de metales pesados. a) ANHÍDRICAS 1. Carbonatos. Extrangeras República Argentina Mesina net Nal E O o ie O) 10 Kodrocrosita sos Sl) 4 Smithsonita.. e as, o Cerusita...... ARO 21 2. Sulfocar bonatos. | Leadhillita. . RI — Lanarkista. . o Al — Caledonia el. == a ID E A 2 4, Cromatos. roca po AS E. — Vauquelinita. . el 5. Antimontatos. Nado ria id al — 6. Molibdatos. Wiultenita ae Ade 2 2 7. Wolframatos. EStOL ata A gal SCHEclita e ra Eo) Wolframita.. A) Cuproscheelita........... 2 8. Vanadatos. Descarta — Mana Al — Puquerta 4 9. Arsentatos. A o eden Mimetisita:*** Campilita. . 10. Fosfatos. Piromorfita.. A Tp dd ad id: | 10 | —ANA A 19) Rh DNoO co | — 147 — Extrangeras República Argentina Nomacita, turnertta...s..... 9.7 =— b) HIDRATADAS E o Malaquita .. 12 96 Azurita.. AN Eo 8 Auricalcita ete. A o pa TAN 2 HE Wrano calcita... ccoo ol == Voglita. . JE —= Liebigita.... 1 — Esmeralda de níquel... 1 — 2. Boralos. TS A MAI | — 3. Fosfatos. Mari — ECN A | 2 LA O — METCOMCIA aaa. 1 — UA o. a o — OSO caca... so... cos... 2 — DEE... e... se 1 — A | — A en 9 — TACO A — MSMO CECI... oo omo 1 — 4. Arsentatos. EME e 2 =— OEA 1 am NAIIRLIS. la... .. LA 5 Mranospiaita. 2... 1 == MECOMMIA 1 — A | —= Minenita. o... lo. % — MA e 2 —= A O | a Farmacosiderita.......: 1 => corola... ón... B =- AA 1 — 148 — Extrangeras República Argentina Eritrina... e... . 0. 0»0..r . ... 4 ARTE KE 1 —= Parmacola- ed = 5. Vanadatos. Volbortita.... uoica 6. Sulfatos. | Ona nnitas a o Il. — E A AO 1 9 Lettsomitar oa SL — Drochantita — 3 Vitriolo de cobre....::... 3 q A UNE E ¿ 4 IMD de 3 Morano Os storahs Roemerita Copiapita ... ....o. e... o. o. . pe... . E) Jl 2 Coqui bit a ql 1 2 C) HIDRATADAS AMORFAS. 1. Sulfatos. Diadocita la — V. Geolitas. a) HIDRATADAS CRISTALINAS Hidro talud 2 — Talco esteatita sd. del: 4 Metarta. cet taió e aa. ES Dastila.oc macia Pl — Ser pena. a NO 8 A e E NAL — Risotto ego — JE E A E a Ol == Pito des 4 Caca cora 5 Recto laca oa 1 — Okeni a o e ll — APOMltA a a O -— Prenita Loa oooO OOOO 9) a Gismondina. Comptonita, Brevicita .. Escolecita. . Milarita.... Ele enel... ac... E. AMAN A A A Laumontita. INE OMIIA LALA. os MPSS. 2. o DES emanada... Epistilbita. . Brewsterita. REMOTA. 7... MDatoMas= <<... Zeagonita. . o Natrolita.... DA o E Racolilas... 0.0. có ile. Ghabasita.. Camelias... ... .. . .0. . 06 00 . . 0 — 149 — Extrangeras .. 0.0. 0.0 0... . . 0. e... . . ... . . . b) HiDRATADAS Espuma de Mar. ....... Saponita... Kerolitazi.. Pimelita.... ID. E. Litomarga.. Alofana.... Noseana.... Halynas-.. Lapis lazuli 0.0.0. 0.0060... ..0.0£. Haloisita:-*-** Cc) ANHÍDRICAS. Sodallai... YY -1RARDDNAA Ae] A A Y ON ln a HA OA República Argentina AA O AMORFAS. NDA a pu pa AH DY DNNR>HA Microsomita...... Can Neta... o. o oo leo doe Daya e Cavolnita e POL e da Lencitas a .. . . . Dipyr .. Espodumena... Petalita, castor. Ortoclasa O a Mierolina.. Sanidina.. Albita, per di e Oligoclasa .. Dacarita e Labradores ss ds , a A E : ¡AMOR SAUS E Cenlenta aan Mella. asian NAECO MA e Meionita . .. Matta lla e aa en Ps capolta LOA e Wolastonta Clintonita . Monticelita . Humita, condr adi , a Fibr olita. . Distena. . Cimastolta io. oo o Amdalustta. oa MOPACIO.. cameo Dante eocal de ollo. Leucotama aaa Melmotana ca. Berilo, esmeralda. ....... e. . . . .. .....4 — 150 — Extrangeras HS DO GUA A AA Y A Da A Os UNO NO Y A ULA a A UU A St lA SBS Aca 0 República Argentina — 151 — Extrangeras República Argentina HAEO AO E | Es A A J És IA 1 2 UCI rs il -— AROMA A leas 9) -= IN AACOMES. So oo Z — Ep a 1 — Vi. —_Anfoterolitas, a) ANHÍDRICAS. CORCHO o 3 Crisolita, olivina.. 5 Espinela. . 6 Axinita. IS Tur lina, “chorlo o 20 Hal TM 1 Granate y sus variedades 36 MESUNI MA. endo 9 EA A y Fado iS Oritaralamta. o... A do IOMA oa eno a LIDO. a A AO A Ur O. A Asbesto. . Pa DD DIN HA A gua NA OL NN a hu um ¡sos eco loe Sl Sos ro SO a TI Antofilita.. Mn edsomita.. ie Augita y sus variedades 2 3) Schefferita.. E CU Mita MESA AN e ORDER ECO A Broncita... 20 — 152 — Extrangeras República Argentina Hipersthiena ae Diada dae Maó. ode otuto o A O Hu clsilaso. cu. bo le Marsaradita. oe Epi Para ona ASOMAN | RH a Aa OA 0nN Ac b) HIDRATADAS CRISTALINAS. O O e el > Murat tol a ee l' -— Eloritas ame pa ao (el Z Tabersita:. cepo al: —Ñ Penna... pas ego. QS ¿E A O sr ol 1 EE Prascolta a a racaati cies AE pts ¡A O A o EE Meer 2 su Carola e a O E ATOMIC. tds ee ii AR == c) HIDRATADAS AMORFAS. Jabonde montana 1 ez Litomarga ferruginosa.. 1 =—- Balam a el — CEM. sua — WMiarra: TORO. . sueo oboe 2 ce ViI.—Metalolítas a) HIDRATATAS AMORFAS. Cobrersilicatador a 5 Non tr omita LA vall sol == Cloro e Y — EUpoxa Ra a odo eel Bean ateos Rede — — 153 — b) HIDRATADAS CRISTALINAS. Extrangeras República Argentina Cronmstedita...... iros malla 00... omita cOrancita. o... mo... WES SMORa mas... ..ocless rana. ¿des CEM A AN IOMA e LO ME A RA Calama... RR o Ll NDA Y A AD y A ALE — OO. oa ea il —= EROS. oo es 1 — OOIMA coi o es 8 =— SAI ad 1 — EDT O | — ea | =- CUELA: mo ao il — A as 2 == EDO CIO: o... is ll — MA 1 == AO is o 2 e VERE. Tantaloiídes. AO IOIAOS. Me rantalla...c.osani) 2 A | — Tantaltta "> 2 NODOS: Columbia... des. DEA RA ercusQuila.....o.. ¿comes A A SOCIO ooo o CO AA IS o a 2 yA any a 154 —Extrangeras República Argentina IN a A O AL E W.oebleritar dao ol IMAROOS: : Vinos do lea A o id ed EM A (Uam a e de PELO ws ka e oa Poleras Se Mosan dto A pd pl pd pd Dj EX.—Óxidos, cloruros etc. de metales pesados. A) CLORUROS ETC. 1. Fluorurus. FltoOcerta As al: — 2. Cloruros. Atacamita... e 2 Cloruro de cobre A O — Atelina . OS > ep | — Fosgenita . A A 1 == Matlocita e al — Conta tal E l —- Eta COL 8 3. Bromuros. Embolta a cdas 3 d. 4. Yoduros. Moduro de splata a 3 B) Uxipos a) HIDRATADOS. 1. De hierro. Goetita.. A o eZ — Lepidoorokita.. O O 2 E Eimonitarelc dd da 45 Turgita.- Decana E E 2. De manganesa. iS sais AE A = Varvicita.. A Es 1 — — 155 — Extrangeras República Argentina EBstomelana. ci... INSI its cali 2 — 3. De urano. Qiere de-urano..<..li.. 1 == 4. De antímonto. A A 3 b) ANHÍDRICAS. 1. De antimonio. Malentimita. o. ....ie SENAEMontila. osados 2. De bismuto. Qerer des bismuto. cc... 1 = 3 De urano. INES GULADa. es 4 — ADE 2ine. DEMQUICA e. 3 3 5 De cobre. UA A 8 4 8 1 id | NCAA AAA MEA ados ón 6. De titano. ] EN A 4 OO cc a — IO: > A A 7. De estaño. amar od. so LO — 8. De manganesa. Hs manita... as ..y 2 A A E 2 1 A A | OMA. is — 9 De hterro. Hierro olijisto, rojo, mi- cáceo etc.. Pe 40 20 Hierro tilanado. . Ad: 35 € magnético... To, p Franclinita.. A a — Hierro cromado. . o ÓN a — Tar 1 — — 156 — X.—Metales mativos Extrangeras República Argentina Hierro meteórico, aeroli- o E cio 6 => Plata o ola reee aaa a (Ms muridio.. n.d eaeto 0 dal: pp dos. o a A Oro nativo. O 30 IM) Ma > 000 topo oe 4 29 Amalgama de plata...... 2 — AZOQue MAuvos il — Plomo e oil: — Cobre A A o E O) 6 Bismuto “to a 4. — AMPMOMO e 2 =— Arsen-antimonio........ 2 — AEFSEULO MALOS O O — Telurio « 1 ¿de Xxi1.—Galenas. 1. Telururos. SUVs Up dOa. il Ada Nagia gia iaa e ola od = Tetradimitarete. 2 — 2. Selenturos. | Lerbachita dond acia E LOTO. e oo aia e yy — Claustala 2 2 3. Sulfuros. Calentar: e ES) D4 GEO0TLOMMtO as io == Meneshimta. 1 — Bola Al — Eleteromorilta. macs Ra — Samesomita ca npo o al 2 Ela mt. no 1 = AAN A E AL — A O dá Bertran ae al! 1 Dutrenoystas. 0... slo. 1 — — 157 — Extrangeras República Argentina A A — EIA ea ooo. Cajoiaianaa Te 1 => DOLIDO came dos O En ERA O — 21 A 4 Siro te cobre... muito. 11 25 Istromeyerita. ele... 3 SA E) — AR A o O | 3) relslebentla.....o 9.2... 2 — Dial 1 2 Emplecidan.. coc... 1 — US ds 4. —: Molitdemta.... di... 0 — xi. Piritas. Pietarantimomaliitónos 1 — Dobpreecis o... «2... 10 40 « a mercurial.. 3 — APIS ArradO...oloo. 4 12 IA A A Y) 16 Dome... Doc. 9 — LESA AS | — alme... o... . 3 — Misarque la... 122000 LO 6 Donato 1 — IE | 1 MEA 1 — Mart NR E 2 tata hierro... ..2:2D 40 Cobalto lustroso........ Al — € Sale tad 4 = ui teseral.... 05. 1 — MESA A 1 — A 1 — iammelsbergita.. ..... 1 = O E ¿— IU BOJO. +0. .0io cc 6 1 TIMO nia... % =— DquElSianz, +... ,.. 1 — = as = Xi, Blendas. Extrangeras República Argentina Covent. ts de a Aa Maa o 3 = Hauenta oc coa aos 1 — Blendai cal Ds odo a O 20 Grenockita ar o el — Antonio OJO A — O E A = Xantocona.. 1 -— Rittingerita.. Ek : 1 — Rosicler claro y oscuro... 11 8 Cinabrio. A Y -— Rejelsar=a l =- (roplatentor to a — xIivV. Metaloides. AUTE Selenios al —- AZULES MALIVOS Sa ia 6 Diamante 1 — LALO LA e AA CORO 4 XxV. Antracidos. ATACÓ es 8 — O A A A A 1 8 Canelcoala ap — ETEmito Pina O AO 4 A A A 1 — Azabache... 2 — Disodila... 1 — Turba... 3 3 Boghead coal.. 1 — Ambar.. E 9) = Atala. a ARS 8 PAUL A aa AOL. 1 JAM a caótica 1 — 1 Abt e e — 159 — Extrangeras República Argentina EN EI LLO. O | — LSO A AMIA A 1 — Mali == 21. Anexo Il Lista de las colecciones de rocas existentes en el Museo Mineralógico de la Universidad Mayor de San Cárlos. Extrangeras República Argentina ramito a be 92 Pegmatita, turmalinita.. 9 101 Pórfido cuarcifero.. DO 103 Piedra depends 7 — SIEM Teee. a O — POBLE lo DE 4 DIO o dd do NEO 32 AÑADA rs A O 3 A sd US — MelatrOl io o A O ? Diabas a ode A, — A e TOS ls OZ — Gabbro. . 7 12 Traquita, y tobas traquí- ticas. ES EI 10) 176 Liparita.. O 2 3 Eedra Om a 7 Jl Eerltaes a ars due tar O — Oblitas NO 1 Fonolita.. o EOL — Andesita.. O 8 Basaltos y doleritas. . 48 30 Otros productos volcáni- CO aia o AO == Cree cea — Eclogita.. AA SOS -- Granatita ete. in PU Ames oo da E aos 28 136 Granulta to lio — Ola a AO 10 Cipol a te sas set ossliO — AMES CAS ta ds 107 35 Conglomerados. e oO 36 Serpentina. ...... O -— Cuarcita, lidita ete... 12 0 — 161 — Caliza e ranuda. ejes e O COMIC ICI sia adn ets eS anfibólico. . Arcillas.. E Caliza, tosca ete... Almendrillas. . : Rocas silúricas y devóni- cas. a CS A RA A A A A eras. MASCUS ae triásicas, reticas.... JULIO AS CLCTACCAS: od ea MECA Tias... A MOdernnas. Extrangeras República Argentina 43 LE, 20 10 10 O) 30 24 10 17 85 l 10 11 24 19 — 5 pei 21 26 23 12 13 — 26 510) 15 10 Anexo ITI. Inventario de los instrumentos, muebles y demás útiles pertenecientes al museo mineralógico de la Universidad Mayor de San Cárlos. Ano 1838. 1 goniómetro de reflexion de Linglce. 1 goniómetro de contacto. 17 modelos de cristales, hechos de alambre. 130 6 « « de madera. 3 colecciones de modelos de cristales, cada una de 60 modelos. 1 aparato de polarizacion de Norenberg, con 17 preparados. | 2 tenazas de Turmalina (una descompuesta). 1 microscópio con el aparato de polarización (de a 1 aparato completo para ensayos con el so- plete, segun Plattner, con balanza. 1 coleccion de minerales para ensayos con el soplete. Varios lentes. 3 Cajitas con la escala demostrativa de la du- reza. 1 lámpara de Berzelius. 2 lámparas de aguardiente. 1 lámpara de minas. Varios aparatos químicos. Varios martillos, escoplos, cuchillos, tenazas ete. Aparatos, carbones, frasquitos, copelas etc., para ensayos con el soplete. i instrumento de nivelacion. 3 termómetros (uno descompuesto). 1 aneroid de Negretti y Zambo. 1 « de Goldschmidt. 1 anteojo de larga vista. 1 carpa. 2 petacas de viaje. — 163 — Objetos de limpieza: baldes, palas ete. 1 araña. . 1 modelo de una mina. 1 máquina para preparaciones microscópicas. Muebles 10 armarios con 32 gavetas cada uno. 10. cajones vidrieras correspondientes á estos armarios. 5 armarios-vidrieras. 8 mesas. 4 sillas. 1 escritorio. 1 estufa. 2 estantes para colocar frascos etc. 1 pizarra. 2 bancas para los estudiantes. 1 lavatorio. 1 cajon-vidriera para ensayos químicos. Resúmen de las colecciones. Extrang. Rep. Argen. Minerales....... lada emuestras: a LLO: 608 « OM o a 0071000 « Preparados microscópicos. . 121 100 e 2640 3580 a Suma total: seis mil doscientas verinte muestras, fuera de un gran número de ejemplares por du- plicado, que se destinan á los objetos del canje. LA HIPOMANINA. UN NUEVO PRINCIPIO CRISTALIZADO EN EL <«CHUSCHO» NEREMDERGIA HIPPONANICA Miers. POR SAILE ECHEGARAY. * Conocidos son en toda la República Argenta! na, donde abunda una Solanácea (la NVrerea her- gía hippomanica) vulgarmente llamada «chuscho», los grandes estragos que esta planta hace en los ganados caballar y lanar, particularmente en la primavera, cuando los pastos empiezan á brotar en los campos. La investigacion química de dicha planta ofre- cia resultados interesantes para la ciencia: por esto me propuse hacer su estudio buscando el principio venenoso hasta ahora completamente desconocido. Despues de largas y penosas investigaciones, conseguí extra.rlo en una forma completamente pura y cristalizada. Hice el estudio de sus pro- piedades físicas y químicas, como igualmente el de su composicion atómica, obteniendo por resul- tado que dicho principio no era ninguno de los venenosos que se conocen en los diferentes gé- neros de la familia. Mis tareas fueron corona- [] Tésis presentada á la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas de la Universidad Nacional para optar al grado de Doctor en dichas ciencias: es- puedo practicado bajo la direccion del Catedrático del ramo Dr. D. Adolfo Óring. Publicamos con tanto más gusto en el órgano de nuestra Academia esta produccion, cuanto que, á más del interes que ella ofrece, ha sido presenta- da con motivo de la primera promocion al Doctorado ocurrida en dicha Facultad, o das con mejores resultados que los que yo es- peraba, puesto que me presentaban un nuevo. cuer- po orgánico venenoso, completamente desconoci- do por la ciencia, cabiéndome la satisfaccion de darlo á conocer al mundo científico bajo el nom- bre hipomanina. La planta llamada en la ciencia Nierember- gía híppomanica pertenece á la familia de las Solanáceas, una de las más ricas en principios venenosos. Esta especie fué encontrada por pri- mera vez entre las provincias de San -Luis y Córdoba, describiéndola en seguida Miers (*), quien atribuye á ella principios muy venenosos para los caballos, noticia adquirida por la simple re- lacion de los gauchos, sin haber entrado á cdsmostrarlo por ninguna observacion científica. Por '9 que se ve, hace ya algun tiempo ha sido conocida esta propiedad en dicha planta, y sin embargo, hasta ahora nadie la habia sujetado á la mirada escudriñadora de la ciencia; pero esto no es de extrañar teniendo en vista que la alu- dida especie solo se puede considerar como indí- gena de la República Argentina, pues no se en- cuentra mencionada en la Flora Brasiliensis ni en la Historia de Chile, que son las publicacio- nes botánicas más importantes de nuestros paí- ses vecinos. En la Flora Brasiliensis (*) se describe una especie del mismo género Nierembergía graveo- lens Hil., mencionándose al mismo tiempo una publicacion del Sr. St. Hilaire sobre un caso de envenenamiento producido por la miel elaborada por la avispa llamada vulgarmente «Lechegua- na». (*) Encontramos además en la Química Orgáni- ca del Sr. Vázquez (*) el hecho de que el mismo (ES) Trav. Chile. 2. 532. Miers- Illustr. v. I. pág, 92. n. 5. (*) Flora Brasiliensis Fase. VI. pág. 178. n. 3 (*) Las dos especies de Polistres jucunda y P. rufiventris se conocen con el nombre vulgar de «Lecheguana». [*] Elementos de Química Orgánica. v. IT. pág. 212. — 166 — Sr. St. Hilaire estuvo á punto de perecer de re- sultas de haber tomado en el Brasil miel elabo- rada por dicha avispa y procedente de otra es- pecie de vegetal del mismo género. La obra cl- tada de St. Hilaire en la Flora Brasiliensis, no me ha sido posible encontrar, por cuya razon nada puedo decir sobre la analogía de los sínto- mas que presenta el envenenamiento aludido con los que ofrece el del chusco; pero es muy proba- ble que sean los mismos, teniendo en vista que las dos especies pertenecen á una misma familia y un mismo género. . La Nierembergía hippomanica se encuentra en abundancia en las cercanías de Córdoba, princi- palmente en los alrededores, circunstancia que facilitó mucho mis estudios, pues tenia necesidad de echar mano de una gran cantidad de esta planta por encontrarse en ella el nuevo cuerpo en pequeñas proporciones. He empleado de cin- co á seis quintales de la planta á fin de obtener la hipomanina en la cantidad necesaria para efectuar las investigaciones que á continuacion expreso, las cuales, sin embargo, no deben con- siderarse aún terminadas. En su preparacion siempre se utilizó la planta entera, es decir, ho- jas, tallo y raíces, por lo que no puedo indicar todavía en qué parte de ella se encuentran las mayores cantidades de la hipomanina. Esta es una planta pequeña, que se encuentra diseminada en ciertos lugares pastosos, exten- diéndose á lo largo de la superficie del terreno, arrojando varios ramos ramificados rectos y le- ñosos de cuatro á seis pulgadas de alto, cubier- tos con una pelusa unida. Las hojas tienen cuatro líneas de largo; tres de ancho son linea- les y espatuladas, cubiertas por un denso pelo. Los pedúnculos tienen una línea; el cáliz dos; el tubo de la corola de tres á cuatro, con un an- cho borde acampanulado, de cinco líneas de diá- tota, y su color es blanco, teñido de violado claro. — 167 — Los troperos y hacendados saben distinguir fá- cilmente esta especie, áun durante el tiempo en que recien empieza á brotar, y segun dicen, es en- tónces cuando los animales la comen, producién- doles en seguida los efectos que hemos indicado No es extraño que en esta época excite nuestra planta el apetito de los animales, pues siendo ella entre los vegetales la primera en brotar, ofrece para ellos un atractivo especial (es de un color verde pronunciado), no teniendo además un olor desagradable como se nota generalmente en las Solanáceas. Segun mi opinion, cuando la plan- ta está completamente desarrollada y llena de flores, es muy poco venenosa; es por esto, proba- blemente, que se ha creido que en la época de su florecimiento los animales no la comen, por que n> sienten entónces los efectos que más tar- de produce. z ae mi estulio he observado que mién- tras más pequeñas son las plantas, mejor resul.- tado he obtenido respecto á la cantidad que cuan- do se encuentran en estado de largar la flor. Despues de la eflorescencia, ya no se hallan sino cantidades pequeñísimas, y alguna vez uno que otro cristal de la hipomanina, trasformándose en otras sustancias que no son nocivas, PREPARACION DE LA HIPOMANINA. _Los métodos que pueden emplearse para su preparacion son varios; pero todos ellos ofre- cen dificultades de alguna consideracion, porque demandan mucho tiempo, durante el cual el cuer- po sufre inevitablemente una descomposición par cial, no pudiendo, por esta causa, recogerse sino pequeñas cantidades del referido veneno. Me ocuparé solamente de los dos métodos que me han dado mejor resultado: uno de ellos es el que se emplea ordinariamente para la prepara- cion de los cuerpos de semejante naturaleza, y 22 — 168 — el cual, sin embargo, no es el que me ha dado resultados más satisfactorios. Este método consiste en disolver en un exceso de agua caliente todos los cuerpos orgánicos que sean solubles en ella, separar eu seguida por reactivos químicos, como el subacetato de plom.» etc., los abundantes cuerpos que se precipitan por ellos y que acompañan á la sustancia prin- cipal, obteniendo de esta manera la última sus- tancia ya citada en - un estado de purificacion mucho mayor. Entrando en detalles, indicaré que este proce- dimiento, en el caso actual, ha presentado gra- ves inconvenientes, razon por la que he buscado un camino más fácil y sencillo que me diera á la vez un resultado más ventajoso, tanto para obtener mayor cantidad, como para que este tra- bajo no fuera muy oneroso á nuestro escaso la- boratorio, que, sin exagerar, podria decirse que carece actualmente hasta de los útiles más indis pensables para trabajos de este género. Como ya lo he indicado, para extraer el cuer- po en cuestion de la Nierembergia hippomanica, se hace un cocimiento de la planta seca y des- menuzada de modo que dure por lo ménos ocho horas en una cantidad de agua de un volúmen diez veces mayor. teniendo siempre cuidado de reemplazar un tanto el agua evaporada, á fin de que la sustancia permanezca en disolucion á medida que se vaya extrayendo de la planta. Despues de haber tenido en ebullicion este cocimiento por el tiempo indicado, se le decanta y deja por algun tiempo en reposo para que se asienten las pequeñas partíc ulas de epidérmis y fibras de la planta que han sido separadas de los tallos: sin lo que nos seria muy difícil conti- nuar nuestro procedimiento, pues aquéllas tienen siempre tendencias 4 adherirse á las paredes de los filtros, impidiendo así las filtraciones rápidas, que son tan necesarias á medida que el líquido se va concentrando. Habiendo procedido de esta — 169 — manera, se decanta y se filtra á fin de separar ya una parte de la materia extraña, pero tenien- do siempre cuidado de que el líquido se encuen- tre bien caliente para que la filtracion marche con rapidez. El líquido filtrado tiene un color amarillento, un poco oscuro, que proviene de la existencia simultánea de diferentes materias colorantes, prin- cipalmente de un gran número de ácidos oOrgá- nicos, que se encuentran tambien en nuestra plan- ta, y de los cuales harémos abstracción por aho- ra. Además de estos ácidos, se hallan en la di- solucion la hipomanina y las materias azucara- das y gomosas que son tan comunes en todas las plantas de esta clase. De la disolucion se separa primeramente una eran parte delos ácidos orgánicos por el subacetato de plomo, que forma compuestos insolubles en el agua, quedando la hipomanina y demás materias en disolucion. Hecha la separacion por filtracion del precipitado plúmbico formado, se calienta un poco el líquido filtrado y se hace pasar por él una corriente de ácido sulfhídrico hasta que esté separado completamente el exceso de la sal de plomo del reactivo en disolucion: se calienta has- ta la ebullicion y se filtra rápidamente para que no se cristalice la hipomanina. Separado el plomo del reactivo empleado, se calienta el líquido por algun tiempo hasta que haya desaparecido completamente el ácido sulfhí- drico en exceso, y en seguida se evapora en el baño de agua hasta la sequedad. | En la masa seca obtenida no se pueden ob servar los cristales del nuevo cuerpo, porque se hallan cubiertos por la materia gomosa y azu- carada, con que forman todos ellos una masa compacta. Ahora, para separar unos de otros estos cuerpos, se trata por el alcohol hirviendo, que disuelve la hipomanina y las materias colo- rantes y azucaradas, quedando insoluble una eran cantidad de materias gomosas etc: se fil- == tra, y el filtrado se calienta nuevamente con car- bon animal, que absorbe casi completamente la materia colorante, quedando, despues de fil- trado el líquido, casi incoloro, y á más, de la hipomanina, no contiene sino algunas otras ma- terias secundárias. En este estado se pueden se- parar con facilidad las materias extrañas eva- porando esta disolucion alcohólica á la sequedad en el baño de María y dis>lviendo la masa ob- tenida, por el agua fria, la cual disuelve toda la materia extraña y solo una pequeña parte de la hipomanina. Tal fué el procedimiento que me sirvió para descubrir este cuerpo; pero me he visto obligado á abandonarlo por ser tan largo y tener tantas filtraciones, que una gran parte del cuerpo se pierde durante el procedimiento, y por las des- composiciones parciales que sufre por su difí- cil solubilidad, pues se cristaliza en los líquidos cuando las filtraciones no son rápidas, como lo he consignado anteriormente. | El método que con mis investigaciones he conseguido formar, es el que me ha dado mejor resultado y por el que he preparado toda la can- tidad del nuevo cuerpo requerida para el estudio. ls mucho más ventajoso, por cuanto no demora tanto tiempo como el anterior, evitando así las descomposiciones de la sustancia, ó, si las hay, son inapreciables. | Para ello se concentra hasta la consistencia siruposa el líquido filtrado que se obtuvo por el cocimiento de la planta, y en seguida se deja en- friar por espacio de doce horas hasta que se cris- talice toda la hipomanina. Pasado este tiempo, se puede ver que todo el sirupo está lleno de cristales en forma de agujas. Durante la concentracion, y cuando el líquido ha llegado á reducirse á una décima parte, mas ó ménos, puede notarse que, aun estando en ebu- llicion, siempre que ésta no es muy rápida, se cubre de una película formada casi en su mayor — 171 — parte de cristales del nuevo cuerpo, y parece que éstos no se disuelven aunque se les rompa y. mez- cle con el líquido muy caliente. El líquido, que al principio tenia un color cla- ro, se pone más oscuro á medida que se va con- centrando, y cuando llega al estado de sirupo, su color es el de caramelo quemado. El olor que despide cuando está concretándose, es muy seme- jante al que se siente en los establecimientos de viña cuando se concentran los mostos para hacer el arrope. Del sirupo obtenido por la concentracion del líquido, pueden separarse los cristales de la hipomanina agregándole agua fria hasta que se forme un líquido ménos concentrado y es- peso, pero que se pueda filtrar por un lienzo fi- no. Como los cristales de la hipomanina son muy poco solubles en el agua, quedan en el filtro, miéntras que las otras sustancias, como los áci- dos, sustancias gomosas, azucaradas y colorantes, ete., que son muy solubles, salen en el líquido filtrado. En el filtro resulta una sustancia gris blanca, que se compone en su mayor parte de cristales en forma de agujas. En este estado pueden separar muy fácilmente la hipomanina de las otras materias orgánicas que la acompañan: para lo cual se trata la masa gris obtenida en el filtro, con el alcohol caliente, y se la deja por veinte minutos en el baño de agua; filtrándola en seguida rápidamente, se concentra el filtrado en el mismo baño hasta que la disolucion quede reducida á una cuarta parte más ú ménos, y en este estado se la deja cristalizar. El arcohol que se utilizó para disolver la ma- sa gris que se encontraba en el filtro, se puede notar que toma un color oscuro bastante consi- derable, y que éste se aumenta á medida que se concentra el líquido, razon por la cual los crista- les tambien son teñidos y aparecen de color gris; pero si se los lava con alcohol frio, se ponen — 112 — cada vez mas blancos, pues se disuelve la mate- ria colorante. Hasta aquí la hipomanina no se encuentra completamente libre de las otras materias Orgá- nicas, pues en el microscopio aparecen ¿unto con los cristales otros cuerpos amorfos mezcla- dos con ellos, y tambien los mismos cristales están tenidos de amarillo debiendo ser completa- mente blancos, por lo que es necesario purilicar- los. Para esto se disuelven nuevamente en al. cohol concentrado, y cuando han desaparecido, se agrega á la solucion carbon animal y se tie- ne en ebullicion en el baño de agua por un buen rato para que el carbon descolore sulficientemen- te la disolucion absorbiendo la materia coloran- te. Una vez conseguido que el líquido alcohóli- co esté completamente incoloro, se lo filtra, siem- pre con rapidez, y se lo deja cristalizar despues de haberlo concentrado un poco. Se separan los cristales por filtracion y se secan en el baño de alre á una temperatura que no exceda de 115.9 PROPIEDADES Y REACCIONES DE LA HIPOMANINA. La hipomanina es un cuerpo liviano y com- pletamente blanco; se disuelve bien en el alco- hol frio, y excesivamente cuando está caliente. Al enfriarse esta disolucion, cristaliza en prismas monoclínicos bastante inrregulares, que muy di- fícilmente dejan ver el sistema á que pertenecen. La solubilidad en el alcohol absoluto no pa- rece depender de la temperatura en que la so- lucion se efectúa, puesto que una solucion satu- rada al punto de la ebullicion, no cristaliza cuando se abandona á la temperatura ordinaria Es poco soluble en el agua fria, más en la caliente, pues para disolver una parte de este cuerpo en agua á la temperatura ordinaria, se emplean 1,500, miéntras que para disolver esta misma cantidad con el agua caliente se necesitan 200. Es soluble tambien en el cloroformo, el éter — 1713 — ó el alcohol amílico, cristalizándose en agujas cuando estos disolventes se evaporan ó enfrian. La cristalizacion obtenida en las disoluciones acuosas, se presenta en forma de agujas brillan- tes, tan finas, que es imposible poder clasificar el sistema á que pertenecen; pero parece indudable que son iguales á las que se obtienen en el al. cohol, pues cuando esta disolucion no está muy concentrada, puede notarse la misma forma. Tam- bien se cristaliza por evaporación lenta del agua, cuando se pone la solucion debajo de la campa- na sobre el ácido sulfúrico, y se ve que se se paran los cristales en agujas muy finas, forman- do una especie de nata que flota encima del agua, y tambien otra que se pega al rededor del vaso. Cuando se calienta en un crisol sobre la lámpa- ra, se funde primeramente en un líquido oscuro ántes de entrar en descomposicion. La disolu- cion acuosa no tiene reaccion alguna en los pa- peles reactivos -á la temperatura ordinaria; pero cuando se hace hervir por algun tiempo con la tintura de tornasol, ésta se enrojece muy deébil- mente, sin duda por la descomposición parcial que la hipomanina sufre por el agua á una alta temperatura, desdoblándose en glucosa y ácido hipománico. Dicha sustancia es inodora y su sabor ligera- mente amargo. El ácido nítrico fumante la disuelve instantá- neamente tomando la disolucion en el primer momento un color azul intenso, pero despues de dos horas se cambia éste en morado, y finalmen- te concluye por formarse un precipitado del mis- mo color, que se pega á las paredes del vaso, miéntras el líquido de encima es claro é incolo- ro. Tal reactivo es sumamente sensible, y no se necesita sino la mas pequeña partícula de la hi- pomanina para producir esta hermosa reaccion. El ácido nítrico concentrado disuelve la hipo- manina con un color verde; pero muy pronta cambia éste en azul muy intenso. $i se caliento A la solucion, el colorazul desaparece cambiándose en el de azafran, y despues de una hora se pre- cipita un cuerpo rojo. El ácido nítrico diluido, de un peso específico de 1,2, no disuelve esta sustancia á la temperatura ordinaria, pero sí en la caliente, tomando en este caso un color rojo naranjado, y despues de dos horas, más óÓ ménos, se precipita el mismo cuer- po que se ha obtenido en el ácido nítrico concen- trado. El ácido sulfúrico concentrado produce su reaccion, á la temperatura ordinaria, muy lenta- mente, enturbiando el líquido; pero si éste se ca- lienta, se activa dicha reaccion produciendo un líquido muy turbio por ci-rta precipitacion ama- rilla sucia. La hipomanina reduce, aunque muy lentamen- te, el nitrato de plata cuando se la calienta por algun tiempo con esta sal. La potasa cáustica muy concentrada la disuel- ve con un líquido amarillo rojizo; pero calentada esta disolucion se descolora un poco, dando un olor de almendras amargas y un precipitado blanco. Cuando la potasa es diluida, tambien la disuelve con este color; pero calentada, no se des- colora ni se precipita. La solucion de Fehling (cuprica alcalina), ca- lentada con una disolucion de esta sustancia, se tiñe un poco de verde; é hirviéndola por mucho tiempo, no reduce sino mínimas cantidades de la sal cúprica. Los carbonatos alcalinos descomponen esta sustancia en solucion, produciendo un líquido amarillo rojizo completamente claro. il sesquicloruro de fierro produce, en disolu- ciones acuosas de este cuerpo, un color morado muy intenso (reaccion sensible). NATURALEZA QUÍMICA DE LA HIPOMANINA. Tratándose de una Solanácea como lo es la — 115 — Nierembergía hippomanica, y ofreciendo el cuerpo encontrado en ella mucha semejanza con la so- lanina, mi primera idea fué reconocer si verda- deramente era ésta misma. Pero las diferentes reacciones características de la solanina, como v. g. con el alcohol amílico 4., dieron una reaccion completamente distinta; pues la hipomanina cCris- taliza en este disolvente, miéntras que la solanina, disolviéndose, forma una jalea bastante consis- tente, diferencia que vino á convencerme de que no podia ser este cuerpo. Por esta y otras reac- ciones con los ácidos inorgánicos, supuse podia ser un nuevo alcaloide que tuviera mucha seme- janza con el ya citado, y tanto más cuanto se trataba de un cuerpo nitrogenifero, como se vió por el análisis elemental, habiendo dado, por otra parte, este mismo cuerpo, por el tratamien- to con los ácidos, cristales diferentes de los de la materia primitiva. Creí entónces que eran di- chos cristales la sal correspondiente de un al- caloide, miéntras que, como se vió mas tarde, con- sistian de ácido hipománico, producto del des- doblamiento de la hipomanina. Tambien se vió en seguida que los reactivos generales y característicos de los alcaloides dieron resultados negativos, pues ninguno de ellos reaccionaba en este sentido. En la suposicion de que este cuerpo fuera un alcaloide, procedí á formar, para determinar su peso molecular, la sal doble, que todos los alca- loides Ó derivados del amonio forman con el clo- ruro de platino. Con este objeto se disolvió una cierta cantidad de la sustancia en agua acidula- da por el ácido clorhídrico, y se agregó el biclo- ruro de platino. No se formó precipitado alguno; pero pareció cambiar el líquido un poquito de color, poniéndose más oscuro. Se evaporó: en seguida en el baño de agua, observándose que, ántes de evaporarse todo el líquido, las paredes de la cápsula se cubrian de una sustancia ne- gra, que no era otra cosa que el cloruro de pla- . 23 — 176 — tino reducido, y al mismo tiempo se veia en el líquido un precipitado flocoso, más ó ménos blan- co, que, ni áun con un fuerte aumento en el microscopio, daba la más mínima indicación de contener cristales. Más tarde se reconoció que este precipitado consistia únicamente de ácido hipománico producl- do por el desdoblamiento de la hipomanina, mién- tras que la glucosa formada simultáneamente, ha- bia dado lugar á la reduccion de la sal de platino. La masa obtenida por evaporación en el ba- ño de agua, tenia un color negro, y no dejaba ver sino uno que otro cristal del cloruro de pla- tino no reducido por la sustancia orgánica, mién- tras los cristales de ésta habian desaparecido por completo. Disolví la masa en agua caliente; se separó el platino reducido, y evaporé nuevamen- te para descubrir si- por esta segunda evapora- cion obtenia aleun cristal de la sal que pudiera haberse formado; habiendo resultado ser inútil este procedimiento: el nuevo cuerpo no existia en forma alguna, habiéndose todo él descompuesto, durante el procedimiento, por el cloruro de plati- no empleado, dando por resultado de esta inves- tigacion la imposibilidad de la preparacion de esta sal de la manera indicada, en razon de. que el nuevo cuerpo reducia la sal de platino. Reaccionando sobre este cuerpo con los otros reactivos que caracterizan los alcaloides, se oOb- servó lo siguiente: Se hizo una solucion cálida de esta sustancia y se le agregó el reactivo de Nessler. Por el mo- mento no se notó coloración ni reaccion alguna, pero muy luego se tiñnó de amarillo intenso, y despues de dos horas apareció un depósito en el fondo de la probeta de un precipitado negruzco, indudablemente el producto de una descomposl- cion, miéntras el líquido conservaba el color amarillo naranjado, característico de las disolu- ciones alcalinas del ácido hipománico, como fué reconocido más tarde. — 117 — La solucion neutra Ó ácida del yoduro de po- taslo y mercurio no produce reaccion alguna en la solucion de esta sustancia. Los otros reactivos especiales para los alca loides en general, como el ácido tánico, pícrico, fosfomolibdénico y metawolfrámico, «., tampoco dieron resultados satisfactorios, por lo que pudié- ramos considerar este cuerpo como alcaloide. Una vez demostrado por estas reacciones que el cuerpo encontrado no era alcaloide, entré en otras investigaciones para reconocer definitiva- mente la naturaleza química de la hipomanina. La suposicion que primeramente debia de tener- se presente era: que la hipomanina habia de ser uno de aquellos principios cristalizados bien co- nocidos con el nombre de glucosidos. Para seguir las investigaciones, se disolvió una porcion de la sustancia en agua acidulada con el ácido sulfúrico, se calentó por algun tiem- po y se examinó el filtrado neutralizado con la solucion de Fehling, sin que se pudiera ver una reaccion bien pronunciada. Solamente pudo notarse que el líquido se ha- bia teñido un poquito de verde con la formacion de vestigios insignificantes del subóxido de co- bre. Esta reaccion, poco determinada, me hizo du- dar por algunos instantes de la naturaleza glu- cosida de la hipomanina. Más tarde conocí mi error, que provenia de no haber calentado un su- ficiente tiempo la disolucion ácida; pues tenien- do ésta eu el baño de agua por poco tiempo, ca- si es imposible ver la reaccion, de manera que, para considerar como realizado el desdoblamien- to de la hipomanina, es necesario calentar por dos dias la solucion ácida en el baño de agua. Se calentó en seguida la disolucion de la hi- pomanina en una cápsula de porcelana, y le agregué un poco de tintura de tornasol, obser- vándose que, despues que ésta estaba caliente, principiaba muy paulatinamente una reaccion — 118 — ácida. Aunque esta reaccion era tan débil, dió á suponer, sin embargo, alguna naturaleza ácida de la hipomanina. (Más tarde se vió que esta reaccion no era la de la sustancia, sino que ha- bia sido únicamente producida por la descom- posicion de ella por el agua á una alta tempera- tura). En la suposicion de que el nuevo cuerpo fue- ra un ácido, traté de combinarlo con algunas bases para formar sales y estudiar sus propieda- des con el objeto de llegar á determinar su peso molecular. Probé si podia preparar alguna sal con las bases alcalinas; pero ellas descomponian este cuer- po en sus disoluciones alcohólicas y acuosas, cuando se calentaban ó concentraban, tinéndose de un color amarillo intenso. En seguida hice una disolucion alcohólica re- gularmente concentrada de la hipomanina; y cuando estuvo completamente fria, le agregué un exceso de una solucion alcohólica amoniacal, y la evaporé á la temperatura ordinaria bajo la campana neumática. Al mezclar los dos líqui dos á la temperatura ordinaria, no se notó en ellos una descomposicion, pues no se coloraron de aquel amarillo pronunciado que se observaba en las disoluciones de la hipomanina con la po- tasa Ó soda cáustica, pero sí cuand» se calenta- ban. | Al evaporar á la temperatura ordinaria la so- lucion de la hipomanina en el líquido alcohólico amoniacal á un cierto punto de concentracion, cuando en el líquido se observaba aún un fuerte exceso de amoniaco, se principiaron á formar gru- pos de pequeños cristales encima del líquido y en las paredes del vaso. Pero examinando estos cristales en el microscopio, se pudo reconocer al instante la identidad de ellos con los de la ma-- teria primitiva, la hipomanina, probando tambien otros reactivos la no existencia de una sal amonia- cal. Una vez concluida la evaporacion, el residuo O, eE no consistia más que de hipomanina, teñida un poco oscuro, por la existencia, sin duda, de al. una cantidad insignificante de un producto de escomposicion. Estas experiencias nos demostraron con mu- cha evidencia que la hipomarnina por sí misma realmente no se combinaba con las bases, pero que en cambio todas ellas la descomponian con la mayor facilidad, probablemente, como se podia deducir, con la formacion de un ácido especial, que daba sales de un color intenso amarillo con las bases. De estas investigaciones resultó que el cuerpo no era un ácido como yo me lo supu- se, puesto que carecia por completo de la propie- dad principal que los caracteriza. Despues de esto, recordé qua en las investi- gaciones hechas para reconocer la naturaleza elucosida de la hipomanina, s lo habia tenido en vista que estas sustancias, al desdoblarse, produ- cen una clase de azúcar que reduce la disolu cion cúprica, siendo que algunas de ellas tambien producen por este desdoblamiento una otra clase de azúcar que se encuentra en diferentes condi- ciones, como p.ej. la de no tener reaccion alguna en la disolucion cúprica. Procedí, como era na- tural, á hacer nuevas investigaciones más funda- mentales á este respecto, con la esperanza de al. canzar resultados más satisfactorios. Dos ó tres gramos de la sustancia algo impu- ra, los traté con una mezcla de uno y medio gra. mos de ácido sulfúrico y veinte de agua. Puse la mezcla en un frasco y la calenté por doce horas en el baño de agua. Cuando ya estab fria, encon- tré depositado en el fondo del frasco una masa completamente cubierta por una capa de cristales muy diferentes á los anteriormente empleados, pues eran brillantes, tenian un color amarillo cla- ro, así como tambien eran más grandes y esta- ban agrupados en forma de ramos. Pero la sus- tancia que se encontraba en el fondo del frasco y que estaba cubierta por la capa de estos nuevos — 180 — cristales, consistia en su mayor parte, todavía, de la sustancia primitiva, Ó sea de la hipomanina no ata- cada aún por el ácido, pero mezclada con partículas extrañas, probablemente procedentes de la impu- reza del material empleado. Se agregó nueva por- cion de agua, porqne ésta se habia evaporado en parte. Se calentó nuevamente fuera del baño de agua todo el contenido del frasco, y se observó que casi todos los cristales finos de. la hipoma- nina se habian disuelto, miéntras que los otros cristales nuevamente formados no se disolvian, ni con la agregacion de un exceso de agua: de lo que se deducia fácilmente que el nuevo cuerpo formado era muy diferente de la hipomanina, por cuanto se disolvia muy poco en el líquido ácido. Separé por filtracion la parte insoluble de la so- luble cuando el líquido estaba muy caliente. En el líquido filtrado, una vez que se habia enfriado, se formaron los eristales de la sustan- cia primitiva, la hipomanina, miéntras en el fil- tro se encontraban los cristales diferentes del nue- vo Cuerpo que se habian formado. Mezclé nue- vamente esta separacion y la calenté en el baño por dos dias más. Observé el líquido, cuando se calentaba, se enturbiaba, y que gradualmente se formaba la misma masa compuesta de los cristales mencionados del nuevo cuerpo, agrupa- dos en forma de ramos. Pasado este tiempo, se vió que solo vestigios insignificantes de la nueva sustancia precipitada se disolvian en el líquido madre, aunque éste se calentara. Toda la hipoma- nina habia sido descompuesta, comprobándose esto no por la circunstancia de que en el líquido filtrado volvian á formarse las agujas largas y finas que caracterizan la hipomanina no atacada por la ac- cion del ácido. Separados loz nuevos cristales formados, del líquido ácido, los lavé con agua hasta que no daban reaccion ácida, y fueron secados en el ba- ño de aire. El filtrado 6 líquido separado se mezcló con — 181 — mayor cantidad de agua para hacerlo ménos con- centrado, y sele agregó carbonato de bario hasta la completa separacion del ácido sulfúrico; se ca- lentó y se filtró. El filtrado se evaporó en el ba- ño de agua, obteniéndose por esta evaporación una sustancia siruposa, que desprendia un olor que recuerda en algo al del caramelo, y un sabor azucarado, aunque relativamente poco dulce. Se disolvió una pequeña cantidad de este sirupo en agua, y agregándole la solucion cúprica alcalina (solucion de Fehling), y calentado el líquido, se vió al momento una fuerte reduccion de la sal de cobre, que provenia de la existencia de alguna elucosa, la cual, en una reaccion ántes practica- da, no se encontró. Este último resultado nos demostró con toda evidencia que la hipomanina es un verdadero eglucosido, pero que su desdoblamiento por el ácido sulfúrico diluido hirviente se efectúa suma- mente despacio, resultando de aquí el error co- metido anteriormente cuando en otra Ocasion no encontré el azúcar por la disolucion cúprica al- calina, pues no se habia continuado el suficiente tiempo la accion del ácido diluido, de manera que no se habia alcanzado á desdoblar la hipo- manina cuando se reaccionó con la solucion cú- prica. PRODUCTOS DEL DESDOBLAMIENTO DE LA HIPOMANINA. Para hacer más prolijamente el estudio de los productos que se forman por el desdoblamiento de la hipomanina, se empleó casi todo el resto (como cinco gramos de los cristales completamen- te blancos y purilicados) que se encontraba toda- vía en mi poder. Se trataron como tres dias por el ácido sul- fúrico diluido en el baño deagua, y durante este tiempo pudieron notarse en general las mismas observaciones ántes moncionadas. La cantidad del líquido ácido empleado no era — 182 — suficiente para disolver al momento, toda la hipo- manina; pero á medida que se descomponia la cantidad disuelta, se separaban los cristales ca- racterísticos del nuevo cuerpo, y el líquido ácido reaccionaba sobre nuevas proporciones del gluco- sido, hasta concluir con el completo desdoblamien- to de toda la sustancia empleada. Es muy fácil demostrar la conclusion del referi- do procedimiento, es decir, el desdoblamiento comple- tos por el ácido, de la hipomanina, teniendo pre- sentes estas observaciones. Despues de haber hecho reaccionar el ácido por dos dias con la sustancias, y cuando toda ella se ha enfria- do, se ve si por el enfriamiento se han formado ó nó cristales de la hipomanina: si esto no suce- de, puede darse seguramente por terminado el procedimiento. Como los cristales de la hipomani- na son muy solubles en el líquido cálido, no pueden verse sino despues que éste se enfria, ues entónces recien se precipita por su poca so- ubilidad, miéntras que los otros cristales del pro- ducto de desdoblamiento siempre aparecen inso- lubles en el líquido madre, frio ó cálido. Despues de concluido el procedimiento, se se- paran los cristales formados por filtración, laván- dolos en seguida con agua hasta que el líquido ue se filira no dé reaccion ácida. El líquido obtenido se trató por el carbonato de bario para separar de él completamente el ácido sulfúrico, se filtró el sulfato de bario for- mado y el líquido se evaporó en el baño de agua. La clase de glucosa así obtenida se presentó en forma de sirupo espeso, de color amarillento y de un sabor relativamente no muy dulce y de olor carameláceo. Fué disuelta en el alcohol y evapo- rada á la temperatura ordinaria sobre el ácido sulfúrico. Pero todos los esfuerzos para crista- lizarla fueron inútiles, pues no dieron resulta- dos. Esta propiedad es análcga á otras clases de elucosa obtenidas por la descomposicion de glu- — 183 —- cosidos, tales como la Rutina, Rotinina, Quinovi- na ., diferenciándose del azúcar de la Solanina, y la cual es idéntica con la destrosa. En las demás reacciones esta giucosa se asemeja á la destrosa; reduce la solucion cúprica y produce con el hi- drato de calcio un glucosato bastante soluble. La solucion de éste es de un color intenso na- ranjado, por la existencia de pequeñas cantida- des de ácido hipománico, ó más bien, de su sal cál- ciCa. - | Un estudio más prolijo de las propiedades químicas y físicas de esta glucosa debe dar en adelante un conocimiento más exacto de ella. Su sabor muy débilmente azucarado y otras propie- dades, hacen suponer que no se trata de la ver- dadera destrosa. Más probable seria aún la su- posicion de la existencia de una especie de levu- losa, la cual, como es conocido, por la accion prolongada del ácido sulfúrico diluido paulatina- mente, se transforma en el ácido levulínico *, el que, á su vez, forma una especie de sirupo, perdien- do así, gradualmente, la levulosa su sabor azu- carado. | Conocida es tambien la circunstancia de que algunos glucosidos, como v. gr.la Saponina, por su desdoblamiento, no dan una verdadera especie de azúcar, sino más bien cuerpos amorfos de la serie de la destrina ó de la goma; pero la fácil solubilidad de nuestra materia azucarada en el alcohol excluye la suposicion de un procedimien- to análogo respecto á la hipomanina. Volvamos á la investigacion de los cristales del nuevo cuerpo formado por el desdoblamien- to de la hipomanina. Considerando que ésta tiene aún alguna se- mejanza con la solanina, la que, como se cono- ce, es un alcaloide de naturaleza glucosidea, y dando orígen por su desdoblamiento á la for- macion de nuevos alcaloides de una variedad “ Grote u. Tollcus, Ber, der Deutsch. chem. Ges. VII. p. E É Y — 184 — más pronunciada, se procedió á examinar si los cristales del nuevo cuerpo formados por el des- doblamiento de la hipomanina, podian ser el sul- fato de un alcaloide recien formado. Pero la com- pleta ausencia en ellos del ácido sulfúrico y to- das las demás reacciones, demostraron bien pron- to que no se trataba de un alcaloide, sino de un verdadero ácido, el que, con las bases enérgicas, formaba sales de un color amarillo intenso. Designemos este cuerpo con el nombre de áci- do hipománico. Sin embargo de que no nos ha sido posible estudiarlo completamente, indicarémos algunas de sus reacciones. Si él pertenece á los amido-ácidos de la se- rie aromática, ó si una parte de su nitrógeno es- tá soldado como derivado del cianógeno, 4., no se puede determinar todavía, y esperamos hacer su estudio en adelante. El ácido hipománico obtenido por la descom- posicion de la hipomanina, se presenta en agu- jas brillantes de un color amarillento gredoso. Es muy poco soluble en el agua y ácido sulfú- rico diluido, muy fácilmente en el alcohol. Calen- tado en una probeta, se funde en un líquido ro- jizo, ántes de descomponerse. Mediante un procedimiento análogo al que se emplea con la hipomanina, se disuelve al instan- te en el acido nítrico fumante, dando un color azul de añil intenso. Poco tiempo despues este color se cambia en violeta, y pasada una hora, en rojo de sangre. Esta raccion es muy hermosa y sumamente sensible. El ácido nítrico diluido á la temperatura or- dinaria no reacciona sensiblemente; pero calen- tado el ácido hipománico, se transforma en una masa resinosa rojiza. | El ácido sulfúrico concentrado la disuelve con un color verde sucio. El ácido clorhídrico consgentrado no produce reaccion determinada. Cuando se lo calienta y — 185 — se le agrega un cristal de clorato de potasa, se transforma en una masa resinosa amarillenta ro- jiza, que flota encima del líquido, y la cual, por la accion prolongada del cloro, se descolora nuevamente. La solucion de potasa cáustica concentrada la disuelve con un color amarillo rojizo muy in- tenso. Hirviendo esta solucion, se descolora un poco, observándose al mismo tiempo un precipi- tado flocoso. Las soluciones alcalinas más di- luidas conservan su color amarillo rojizo inten- so; y si se les agrega un ácido, se precipita nue- vamente. el ácido hipománico en forma de un precipitado amarillento gredoso. Los únicos productos de desdoblamiento de la hipomanina por el ácido sulfúrico diluido, pare- cen ser la glocusa y el ácido hipománico, como lo demuestran los siguientes experimentos. Se calentaron durante dos dias 0,5 de gramos de la hipomanina con el ácido sulfúrico diluido. Cuando toda la hipomanina habia sido ata- cada por el ácido, se filtró para separar el ácido formado, y selavaron los cristales hasta que el agua empleada no producia reaccion ácida. Jos 0,5 de eramos de la sustancia dieron 0,213 de gramos del ácido hipománico. El líquido filtrado se dilu- yó hasta 400 CC.; 10 CC. de la solucion cúprica de Fehling igual 4 0,50 de gramos de glucosá, necesitaron 34,2 CC. de esta solucion azucarada, lo que correspondia á un contenido de 0,2924 de elucosa para los 0,5 de gramos de la hipoma- nina empleada. COoMPOSICION ELEMENTAL DE LA HIPOMANINA. Para la determinacion del carbono é hidróge- no, se empleó el método generalmente utilizado en las sustancias de este género: combustion por medio del óxido de cobre y del oxígeno gaseoso con las modificaciones que se acostumbran para los cuerpos nitrogeníferos. — 186 — Despues de algunas dificultades y ensayos preliminares con otros cuerpos de composicion conocida, nos cercioramos de que cl aparato se encontraba en condiciones de funcionar con exac- titud y constancia, y se procedió al análisis de la hipomanina empleando cada vez de 0,9—0.8 de gramos de esta sustancia. La escasez de materia nome permitió verificar una gran série de análisis; pero los que se hicie- ron están muy conformes entre sí. El resultado obtenido de tres combustiones practicadas con mucho esmero, fué el siguiente: a Carbono==96, 29 p.= Elidróseno— rap b. « 6, 02 p.S e 6 UDS Cc. 6 DONADAS S IA Para la determinacion del nitrógeno se pre- sentaron muchos inconvenientes, á causa de la escasez de aparatos exactos, indispensables para esta clase de ensayos, y de los que nuestro la- boratorio carece todavía. Los empleados fueron hechos provisoriamente, y desde luego no se po- dia tratar sino de un análisis aproximado. Es indudable, por este motivo, que el ensayo volumé- trico del nitrógeno dió un resultado mucho ma- yor que el que produjo la determinacion segun el método de Varrentrap y Will: lo que quizá de- pende de la formacion de cianuros, que solo áuna alta temperatura continuada, y únicamente en presencia de un gran exceso de hidratos alcali- nos, se descomponen completamente. j El análisis volumétrico, prolijamente ejecuta- do en cuanto era posible, dió por resultado 2,84 p.2 denitrógeno, resultado que se acercaba mucho á la fórmula obtenida para la determinacion del carbono é hidrógeno. La fórmula empírica más conforme á los re- sultados del análisis, es la que se deduce inmedia- tamente de ellos por el cálculo atómico, corres- pondiendo á Hipomanina= C1Hs.N 20». — 187 — Esta fórmula corresponde á CALCULADO ENCONTRADO (medio proporcional) C47=56,29 p.S 56,29 p.S BS (0 NS NO AS M3. AS LO0000 S1 la fórmula empírica que antecede corespon- de realmente al peso molecular de la hipomani- na, debe esto comprobarse en adelante por me- dio de un estudio prolijo del ácido hipománico y demás productos de desdoblamiento de ella. DESCRIPTION D'UNE PUCE GIGANTESQUE, Pulex erossivenatris. m. PAR Dr. H. WEYENBERGH. La puce que je vais décrire dans les pages suivantes habite sur Vanimal quí dans ce pays porte le nom de «Quiriquincho» et que la science dé- signe sous celui de Dasypus minutus Desm. Au premier abord il est presque impossible de recon- naltre que ce parasite est une puce, á moins qu'on n'observe premiérement le mále, quia da- vantage lhabitus ordinaire du genre Pulex, ou Dien les deux sexes alar olpc copula- tion. Je possédais un animal vivant de Jlespéce mammifére que je viens de citer et en le prenant un jour dans les mains, je remarquai á son ven- tre des appendices qu'au premier moment, á cau- se de leur position casuellement trés symétrique, je pris pour les tétines, mais presqu'au méme instant jjen vis un á un endroit ou de tels or- ganes ne peuvent se trouver, et les observant alors avec plus d'attention ¿je reconnus que cétaient des parasites qui avalent un corps vo- lumineux et une t3te assez petite. Examinant alors le tatou plus a mon alse, je trouval bientót sur lui des puces máles d'une forme reguliére et plus tard aussi de ces puces en-copulation avec le parasite trouvé premitrement, de sorte quil ne put me rester le moindre doute sur la nature de ces parasites; avec une loupe on re- connait immédiatement ces animaux, malgré leur forme extraordinaire, pour des puces femelles. La manitre de vivre des deux sexes est bien — 189 — différente. La cuirasse osseuse du tatou est cau- se quon ne trouve les parasites que sur la par- tie ventrale, dans les régions inguinales, les ais selles et le cou. Le mále marche tres vite et se dirige d'une maniére tres habile entre les poils ou soies; quant aux femelles je les ai toujours trouvées immobiles et fixées avec la trompe dans la peau, et il coútait de les en arracher; elles étaient á peu pres accrochées de la méme ma- niére que les ixodes ou tiques. Les máles cher- chent les femelles, et ces derniéres restent fixées, méme pendant lacte de la copulation; l union des deux sexes est. tellement forte quwils ne se sépa- rent pas dans l'esprit de vin. C'est le mále que je vais décrire le premier. Les individus les plus grands ont 3,25 Mll», lesAplus petits mont. que 290 Mile. - mais la pre- miére mesure est la plus commune. La téte est gréle et assez prolongée, le corps tres ventru. La ligne dorsale est onduleuse, la tete et l'extrémité postérieure se trouvant diri- oées dans le móme sens, tandis que le dos pré- sente una élévation réguliére sur le milieu: c'est á dire quil est un peu voúté; de lá résulte que le dos n'est pas concave comme chez les máles de presque toutes les autres espéces de puces, mais quil est au contraire plus ou moins con- vexe. La couleur, est brun-marron d'une teinte un peu plus feoncée sur le dos que sur la téte et la partie postérieure. Les yeux sont arrondis et assez grands, un peu plats ou comprimés en avant; la courbe de la voúte de la téte est tres régulitre, surtout vers lPoc- ciput; sur le fronf, la ligne descend perpendicu- lairement jusqu'au bord inférieur de la téte, avec lequel il forme un rectangle. Depuis le labrum, la ligne du bord inférieur de la téte se conti- nue en ligne droite dans la direction du bord inférieur du thorax, d'ou il résulte qu'il semble que l'insecte a le cou allongé et plat á la surfa- ce inférieure, cette derniére est complétement 'pa- — 190 — ralléle á la surface supérieure, sur laquelle TPoe- ciput s'étend aussi en ligne droite jusquáa la nu- e: Comme je viens de le dire, lanimal, gráce á cette conformation, parait posséder un cou tres allongé, qui semble étre la continuation directe de la téte, ayant les deux réunis 116 environ de la longueur totale du corps. Je sucoir est fort et a pres de 0,752m de longueur, dans toute son étendue sa grosseur est uniforme, la pointe ob- tuse et sa face antérieure revétues de petits poils implantés en direction de la pointe. Les palpes maxillaives composés de quatre articles ne sont presque pas velus, seulement aux articulations apparaissent quelques petits poils; les articles sont presque tous de méme longueur, quoique, pour dire vrai, l'article basal semble un peu plus court que les autres. Les antennes ont la méme forme décrite plus bas pour la femelle, mais elles sont cependant moins robustes. Les pattes antérieures sont relativement lon- gues, la hanche est courte, a une paire de petits poils, etest visible seulement par la dissection; le trochanter est large et fort avec des poils raides sur sa surface externe, taudis que le fémur est court et gréle en méme temps. Le tibia est beaucoup plus fort et large, quoi- quil ne le soit pas autant que le trochanter;, il présente en plus quatre fortes dents ou épines á son bord externe (antérieur); ces tibias ont une forme plate, comprimée sur le cóté et ils sont ornés de quelques poils raides. A la face posté- rieure un poil épineux se trouve implanté, s'étend au dessus de larticulation et sur tout le pre- mier article tarsal; un poil égal ou épine s'étend ésalement á la face antérieure, sur toute larti- culation de la hanche et fémur. Les quatre premiers articles tarsaux sont de longueur égale, presque aussi lones que larges! ils sont légerement velus et seul le quatriéme présente sur sa face interne une paire d'épines OL longues et dures. Le cinquieme article tarsal a une longueur de plus du double que celle des autres, il présente á la facaz interne une paire de poils durs, est un peu courbé á son extrémité et á sa face antérieure seulement apparraissent des polls fins et courts; cet article se termine par deux eriffes fortes et courbées. Les pattes médianes ne sont pas aussi fortes que les antérieures ni que les postérieures, quol- que les trochanters le soient encore assez, et por- tent quelques poils durs et courts; les fémurs sont gréles ainsi que les tibias; ces derniers sont relati- vement plus velus que les autres, et on peut sur- tout en dire autant des tarses qui ont des poils assez forts; les quatre premiers articles de ces tarses ressemblent plus ou moins á ceux de la premiére paire de pattes, mais ils sont un peu plus allongés, ce qui est surtout distinct pour le dernier article, lequel est aussi terminé par deux crochets forts et recourbés. | - Les rudim nts des alles sont excessivement petits. Le mésothorax et principalement le méta- thorax se trouvent étre plus grands que le pro- thorax. Sur la face dorsale de ce dernier, sur celle du métathorax et sur chacun des segments abdo- minaux on apercoit une paire de poils durs, le corps est du reste assez glabre et luisant et il présente seulement par ci par lá des poils suaves et courts; sur le troisieme segment posté- rieur ces poils sont un peu plus forts. Ja par- tie postérieure du corps est un peu relevée et on volt en louvrant qu'elle est bifurquée. Sur le front se trouve situé un poil dur et sur le prothorax, á la partie dorsale, en existent trois á quatre dont la longueur s'augmente á me- sure quils se trouvent plus rapprochés de Jlex- trémité postérieure. Femelle. Comme je lai déjá indiqué, la fe- melle a une forme tres différente de celle du má- le, elle est beaucoup plus volumineuse eta un corps tres blanc et mou. 25 — 192 — Les antennes sont relativement fortes; le der nier article a plus de trois fois la longueur des autres réunis, il est beaucoup plus gros et plus ou moins prismatique, finement annelés et tronqué, presque sans diminution de volume; les deux au- tres articles sont fortement collés lun a lautre. Le yeux sont assez grands et de forme conve xe. Lá téte a beaucoup de ressemblance á celle du mále quant á sa forme générale, mais elle résente en outre sur la partie antérieure et á la ld inférieure un appendice membraneux. Les palpes sont un peu plus longs que chez le mále ei se composent aussi de quatre articles qui ont chacun une paire de poils fins sur la face su- périeure. Le prothorax est un peu plus convexe á la surface dorsale que celui du mále, le méso- thorax est étroit et le métathorax est plus grand et plus convexe vers sa partie ventrale. Sur le dos du dernier on voit deux poils forts. Les rudiments des ailes sont tres réduits. Les segments abdominaux sont blanes et moux, á lexception des écussons brun-clair du ventre et du dos. Ces écussons sont si étroits que les bords ne se touchent pas, et laissent au contral- re une ceinture blanche et molle entre chaeun dV'eux, et ils sont si courts que, sur chaque seg- ment, celui du dos et celui du ventre n'occupent á eux deux quenviron la moitié de la circonfé- rence du corps. L'insecte en entier a de 6 á 6 12m, de longueur, lorsquil est le plus déve- loppé possible, et sur cette longueur lPabdomen n'occupe que quatre á quatre et demi millimetres. Le segment terminal est entiérement brun et pres- que aussi foncé que la téte. Comme je viens de le dire, labdomen est tres gros tant au dos qu'au ventre, et á lendroit le plus volumineux, c'est-á-dire vers le quatriéme segment ventral, son diamétre arrive 43»m, Tout lensemble, comme forme, ressembleainsi á un grain d'orge perlé. Sur la face dorsale de chaque seg- ment de labdomen se trouve une paire de soles; E A sauf ces soles le reste de labdomen est comple- tement nu, máme á son extrémité. Les pattes sont beaucoup plus faibles que celles du mále; on reconnait les mémes formes dans lun et l'autre sexe, mais toutes sont rela- tivement plus gréles sans: dents ou épines et sans ces irrégularités dans la forme que nous avons trouvées chez les máles; les poils qui cou- vrent'ces parties sont aussi assez faibles. Les fémurs et les hanches n'en possedent méme pres- que pas, les tibias en ont, mais ils sont fins et seulement sur le cóté interne des tarses on en apercoit une série qui correspond a peu prés a celle de- ces parties dans les máles. Les cro- chets sont presque aussi forts que ceux de l'au- tre sexe. Aprés que cette description avalt été préparée pour la presse, jen al trouvé une autre espece analogue: je la décrirai plus tard, et peut étre en formeral-je un nouveau genre. Córdoba, 1878. SOBRE UN CASO DR “STRUMA CISTICA”: DEL TIMO, OBSERVADO EN FERYPS RUFPS JLL. UNA CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LA CLINICA ZOOLOGICA, POR EL Dr. D. H. Weyenbergh. Las enfermedades de la glándula llamada el «timo» (Thymus) son bastante raras, como se puede comprender fácilmente si se considera que este órgano tiene una existencia temporal y llega á su mayor desarrollo durante el último período de la vida fetal, ó poco despues del nacimiento, y, así, en cada uno de estos dos casos ántes de la pubertad, mudándose las células linfóideas que lo constituyen, en células grasosas, y reduciéndo- se despues considerablemente hasta quedar luego convertido en un órgano completamente rudi- mentario, sin funciones ya, y tan pequeño, que en el estado adulto del individuo apénas se lo puede observar, 6 desapareciendo por completo. Resulta pues, que el órgano aludido es de po- ca importancia en la edad adulta, que su impor- tancia fisiológica se limita á la vida fetal. Sa- bemos que tanto más importante es un órgano cuanto más susceptible es de alteraciones morbo- sas, porque la misma complicacion en la estruc- tura de los órganos más importantes da lugar á más anomalías: ésta es una regla que observa- mos en todas partes, áun en las máquinas que ha producido la invencion humana: es fuera de duda que se descompone más fácilmente un reloj que una Campana, etc. 4 Í | | ' — 193 — Sin embargo, tambien el timo puede alterarse y ocasionar muy fácilmente la muerte del indivi- duo. Es de importancia desde luego no descui- dar este órgano en nuestro estudio patológico, y en tal sentido las páginas siguientes pueden. ser de aleuna utilidad, á pesar de que no tratan del hom- bre, sino de un animal salvaje.—Una de las cien- cias más nuevas, más modernas, es por cierto la CLívica ZooLóGIicA, es decir, la ciencia que se Ocu- pa de las enfermedades de los animales salvajes, la cual no debe confundirse con la que trata de las enfermedades de los animales domésticos, habiendo sido cultivada ya esta última desde hace muchos si- elos bajo el nombre de ARTE VETERINARIA. Esta es un ramo accesorio de la medicina; la primera, al contrario, mas bien una parte de la zoología, ó me- jor dicho, es una de las puentes de comunicacion entre la medicina y la zoología. Los fines del ¡ARTE VETERINARIA y de la Crní- NICA ZOOLÓGICA tambien son diferentes: la primera tiene por objeto final el curar los animales enfer mos, de que no puede ocuparse li segunda, por causas muy comprensibles; su objeto principal es el estudio de la anatomía patológica comparada. La clínica zoológica ha difundido ya sus lu- ces sobre várias enfermedades humanas, y sues- tudio comparado gana cada dia más importancia y significación. *) Antes de tratar del caso que va á ocuparnos, me parece conveniente recordar en pocas pala- bras á mis lectores la estructura del órgano en cuestion, la glándula timo. El Thymus es un órgano compuesto de dos mitades, en forma de glándula, situado detras de la primera parte (manubrium) del hueso pec- toral Ó esternon: ocupa la parte superior del me- diastino anterior y la parte inferior del cuello, ) *) He tratado detalladamente sobre la “importancia de la Clínica zooló- gica para el estudio de la medicina en un artículo publicado en Nede»- landsch tydschrift voor Geneeslunde. Amsterdam 1871 (Periódico de la asocia cion médica de los.Paises-bajos). — 196 — estando cubierto por los dos músculos que lla- mamos el sterno-hyoídeus y sternothyreoídeus. En el tiempo de su mayor desarrollo, él está fijado en- cima del pericardio, encima de los grandes vasos que salen del corazon, especialmente en la vena subclavicular izquierda; se extiende abajo hasta el diafragma, y arriba hasta la glándula tiriói- dea. En este estado se reconoce mejor su es- tructura interna, que es la siguiente: sus dos mi- tades no están fuertemente unidas, y se conocen ejemplos, en algunos vertebrados inferiores, de existir ellas separadas; siempre presentan en la parte mediana superior un surco que abraza la tráquea. No hay una abertura externa :pa- ra conducir afuera sus productos: es solamente lo que llamamos una glándula vascular ó fal- sa, cuya funcion ignoramos todavía. Su inte- rior consta de muchas vejigas ó bolsillas, que, por compresion recíproca, tienen una forma más Ó ménos poliédrica, constituyendo varios lóvulos; la pared de las vejigas, que son muy pequeñas, es homogénea, finamente granulada, y muy delga- da, miéntras que el contenido es un líquido con mucho epitelio nuclear en suspension, mezclado de células epiteliales pavimentosas, lo que da á todo el líquido un color gris 6 plomo. Parece que muchas veces las vejigas centrales de un ló- vulo. se confunden entre sí dando orígen á cavida- des centrales llenadas con el mismo líquido; pe- ro esta union ó fusion de las vejigas no parece ser una alteracion morbosa, sino únicamente una casualidad sin importancia. Antes algunos ana- tomistas han cometido el error de confundir el líquido aludido con el humor ó pus, á causa de su color; pero ahora sabemos ya que éste es el color normal del líquido del timo. Ca- da vejija está rodeada de algunos vasos san- guiniferos en forma de asas, y la red capi lar de este órgano es muy elegante. Los ló- vulos (acíni) con cavidad interna, están, sin em- bargo, siempre en comunicacion con una Ca, — 197 — vidad interna y general, más ó ménos en forma de un canal ó tubo. En la edad adulta se hallan en el interior los corpúsculos concéntri- cos descritos por HassaL (células endotelias mo- dificadas, de las venas?). Enc ntramos el timo en casi todos los animales vertebrados, y empezan- do por los pájaros, ya lo vemos separado en dos mitades. En los Cyclóstomos su posicion está fija- da en la parte posterior de la cavidad agallar; los Teleósteos la tienen contra la pared posterior de la misma cavidad, como sucede, con algunas pequeñas diferencias, en los Plagióstomos. En lbs reptiles (dipnoas) el timo se observa, detras del ángulo de la quijada inferior, cubierto sola- mente por la cútis; miéntras que en los demás anfibios se encuentra más por detras y más en el interior del cuello, 6 sobre la arteria carótis. La posicion atras del manubrio esternal (praester- num), es la de los pájaros y mamíferos. *) Como ya dejo dicho, el timo llega á su ma- yor desarrollo durante la vida fetal, 6, en otros animales, en el primer tiempo despues del naci- miento, desapareciendo entónces poco á poco, aleuna vez por completo, miéntras que en otros queda existiendo como un pequeño rudimento. Kn el hombre p ej., se presenta en el tercer mes de la vida fetal, aumentando su volúmen hasta el fin del primero y segundo año; despues va disminuyendo, y á la edad de diez á doce años casi ya no se lo ve. En la mayor parte de los mamiferos desaparece por completo, y mucho más * Véase para los detalles de la estructura. su funcion fisiológica, etc. GEGENBAUR: Vergleichende Anatomie. p. 780.—HvyrtL. Handb. d. Anat. p. 591 —VFunckx* Physiologie. p. 120. LeypriG. Unters. an Fische und Rept. p. 26, 61 —TURNER. Transact. Edinb. Roy. Soc. XXIT. IL.—WacNErR's Handworterb. der Physiol..IV p, 107— Ecxur. Ic. Taf. VI.—KoLLIKÉER. Mikr. Anat. 11 2. p. 327.-— o: AS p. 463, 487.—SIMON, a physiolog. essay on the Thimus. Lon- on 1844. Ha sido confundido ántes este órgano con la glándula de invernacion de algunos mamíferos que duermen durante el invierno, murciégalos, marmotas, herisones, etc. Esta glándula, miéntras tanto, no cs más que un depósito de alimentos para el tiempo que el animal pasa durmiendo; es distinta del timo, . órgano que además se encuentra en estos mismos animales.:; Véase tambien Ecker, en: Wagner's Handworterbuch der Physiologie. IV, p. 121.—HrirzeL u. Frey Zeitschr. f. wissensch. Zool. XII. p. 165, — 198 — pronto despues del nacimiento, lo cual se nota igualmente en los pájaros rapaces; en los demás pájaros y en los reptiles su reduccion anda más despacio, dejando generalmente al fin un peque- ño rudimento. Esto último se observa tambien en los peces. Queda bastante desarrollado durante la vida en muchos Cetáceos y Pinipedios. En los animales del tipo invertebrado no ha sido encontrado hasta ahora un timo. Ya se ha escrito mucho sobre la estructura y la funcion de este Órgano problemático; pero, á pesar de que conocemos ya ahora la primera muy bien en sus más pequeños detalles, la expli- cacion fisiológica por la cual se pretende ver en él un órgano para la renovacion de la sangre y un depósito de materia nutritiva, no pasa de ser una hipótesis. La única enfermedad del timo que se ha ob- servado hasta ahora en el hombre, es la inflama- cion sifilítica en las criaturas atacadas de sífilis hereditaria. En esta enfermedad el interior del órgano se convierte en pus sifilítica de un color amarillo-verdoso. Sucede generalmente que tales párvulos mueren, no solo por causa de esta en- fermedad, sino tambien porque todosu organismo en general se halla en tan mal estado que la vida en ellos es imposible. En los animales conocemos tres enfermedades del timo, hasta ahora descubiertas solamente en carnívoros de las familias Felinae, Ursinae y Cani- nae. Estas enfermedades han sido descritas ba: jo el nombre de Struma, Struma eystica y Dege- neratio colloídea. Más tarde tratarémos de los casos observados *) y los compararémos con el que nos ocupa, y el cual, como verémos, es un caso de la segunda enfermedad citada. * Véase CrIsP. en: Proc. Zool. Soc. London. 1864 p. 158. SCcHoPFF: Zool. Garten. VILL p, 109. DIEISERING Dresdener ISE 1867 p. 21. HILGENDORE und PauLickt: Virchow's Archiv. T. 48 p. 170. HILGENDORE. Zool. Garten, 1871 p. 25- ScamIipDT. Zool XKlinik I. 2. PAZO” | | ' | | ] | | | | — 199 — Sin mas, principiaré ahora con la descripcion detallada del caso que ha sido observado en la especie de la familia Cervina (Orden Ruminantia), llamada en la ciencia Cervus rufus. Il. *) Recibí el nuevo animal de la edad de seis dias, sano, pero débil y ilaco, aunque aplicándo- le una mamadera, que consistia de una botella con chupon de goma, y dándole tres veces por dia, y á tiempo, leche tibia de vaca, un poco adeleazada con agua, se notó que ya en dos dias se habia acostumbrado á esta nueva manera de mamar: tomaba el alimento con mucho apetito, y al tercer dia reconocia la botella áun á la dis- tancia. : Por su vivacidad y apego, pronto llegó á ser el favorito de la casa; y cuando quince dias des- pues, más ó ménos, nos fué traido otro animal de la misma especie, se notó una diferencia conside- rable entre ellos en tamaño y salud. Este segundo individuo era muy flaco y débil, ¿un más de lo que habia sido el otro; pero observando con el segundo el mismo método de criar que habiamos tenido para con el primero, notámos tambien en él un mejeramiento que se hacia visible cada dia. Un amigo nuestro, con la intencion de em- prender viaje á Europa, habia hecho esta adqui- sicion para llevarla consigo, y nos encargó la crianza del animal hasta su salida. Cuando, despues de ocho dias, se puso aquél en viaje, la salud general del animalito habia mejorado tan- to, que no habia gran peligro en exponerlo al “) Descripciones y notieias sobre este animal: se encuentran en: Azara Quadr. I. 51. N. [6?] 8 (Guazu pita) —ILLIGER Abh. d. Berl. Akad. phil. math. Cl. 1811 p. 108—GoLbrus Schreber's Saugeth. V. 1130—Wacxer Schreber's Saugeth Suppl- IV. 388. 286—ReNGrrR Saugeth v. Paraguay 356.— Desmirrsr Mammif. 415 —Wikeo N. Wiro Bertr.I [. 517. 3. 25—Tschunr Fau- na Peruyiana. 239. 1—Burmerster. System. Ucbers. Thiere Brasil. I 316. £8-= Liomresstery Darstellung neuer Saugeth, ete. Taf. 20—PucHeron Monogr. des cerfs. ete. [Archiv. d. Muscel. VI 471. 1—SxmibT [Geoff] An: Knyd IV. 146. V. 800 (C. Simplieicornis) —MARrCGRAF. H v. Brasil. 235 |Cuguacu-été) (Trad. Trance 1. 82]—Burmerster Reise d. La Plata Straten T p 519 Nom- bres vulgares son: en el Brasil «veado mateiro», en la República Argentina, «Gama montes», «cabra montes» [macho], «sacha-cabra» [macho.] «corsuela» (hembra). : 26 00 viaje y al cambio de temperatura, á pesar de que llegaria á Europa á entradas de invierno. El nuestro, entre tanto, continuaba creciendo mucho y engordando, y pronto principió á pasear en el patio. y á comer algunas flores, especialmente claveles y clavelinas; pocos dias despues ya entra- ba á la quinta y se detenia allí comiendo las 1lo- res silvestres y la alfalfa durante todo el dia, entrando solamente en la casa á horas de reci- bir la leche, ó en tiempo lluvioso, y durante el fuerte sol del mediodía. A las horas indicadas venia á pedir la leche, siguiéndonos por toda la casa; y tan luego como observaba la bote- lla, saltaba sobre el sofá, lamia la cara de su protector y le acariciaba como en prueba de su gratitud. Cuando por causa de lluvia ó calor excesivo, entraba en la casa, se ponia ordinaria- mente en un rincon, detras de un armario, Ó ba- jo de la cama; eligiendo los mismos lugares ó el sofá para dormir durante toda la noche, despues de habernos eatretenido con sus brincos, saltos y caprichos. | Una cosa que jamas habíamos observado en el segundo individuo, era—que muchas veces, to- mando la leche, principiaba á toser, alguna vez tan fuertemente, que se vela forzado á dejar la botella: lo que, en los primeros meses, atribula á ul exceso de gula. Despues de algun tiem- po pude notar que tambien tosia sin existir pa- ra ello una causa directa, lo que entónces atri- bula á un resfrío, porque, como se observa en estos animales, en su juventud son muy sensibles; pero poco á poco el referido síntoma iba desapa- reciendo, aunque al mismo tiempo principiaba á enflaquacerse gradualmente.. Para dar la anamnests tan completa cuanto es posible, he creido conveniente detallar todas las particularidades aparentemente insignificantes que dejo consignadas. Poco á poco el animal fué perdiendo la predi- leccion que tenia por la leche, prefiriendo sobre — 201 — ésta la alfalfa, las hojas de vid y el pan; á las doce ya no tomaba ese alimento, y pronto lo de- jó tambien en la noche; solamente tomaba una corta cantidad por la mañana, pero no mas que la mitad de la que ántes solia beber á esa hora. Sin embargo, como comia bastante, el enflaqueci- miento no se pronunciaba rápidamente. En este tiempo apercibímos que habia mucho aire en el intestino, cuyo movimiento de una y otra parte, particularmente del estómago, daba orígen á ventosidades (borborygmi) fuertes, espe- cialmente en la noche. La tos era ménos fre- cuente, pero mas fuerte y acompañada de an- eustia (dispnoea asthma), levantándose el ani- mal á cada ataque y no acostándose ántes de haber pasado. Lia defecacion era regular, aun- que periódicamente los excrementos un poco duros, y entónces con una ligera friccion en la region anal ó sacral: apretándose el animal, no se haci1 esperar la salida de las materias fecales. De tiempo en tiempo pareció tener flatos en la garganta, que se manifestaban por las eructacio- nes (ructus), despidiendo en ellas por la boca, un olor fétido semejante al del queso sumamente podrido. Como, á excepcion de la flacura del animal, el estado general era satisfactorio, creí que poco á poco todo se restablecería de nuevo, hasta que dos dias ántes de su muerte, teniendo entónces casi dos meses de edad, el enflaquecimiento au- mentó considerablemente, y la debilidad general del animalito se hizo ostensible por la vacilacion de las patas. Supuse entóncesque se habia des- arrollado en él una enfermedad del intestino ó hernia, ocasionada por sus brincos terribles; pe- ro la diseccion no ha manifestado ninguna alte- racion morbosa en dicho órgano. Como la leche habia ocasionado algunas veces un ataque de tos, que casi le producia la muerte, y parecia ademas despues, no gustar, de este líquido, lo dejámos por completo, con la conviccion de que los ali- — 202 —- mentos sólidos que tomaba, contenian bastante sustancia nutritiva para un animal de su tama- ño. La última noche comió todavía unas veinte hojas de vid, y despues de haber paseado un po- co en el patio y la quinta, durmió toda la noche en el sofá. En la mañana salió, como de cos- tumbre, tan pronto como se abrió la puerta, para pacer alfalfa, y se. puso en el sol. A las nueve lo llamé, y levantó, como siempre, in- mediatamente la cabeza fuera de la alfalfa; pero como no repitiese el llamamiento, se quedó echa- du. A las doce no venia á buscar la sombra en la casa; mas como ya varias veces habia notado en los últimos dias que el animal buscaba á esa hora la sombra de un árbol ó de las hojas gran- des de un zapallar, creí entónees que así lo ha- bria hecho. Como en la tarde, contra su costum- bre, no se presentase todavía en la casa, lo lla- mé: no pareció tampoco: buscándolo, lo en- contré en la alfalfa bajo de un árbol: acercán- dome, percibí que habia muerto; todo rastro de una lucha mortal faltaba en la alfalfa, de lo cual resultaba que la muerte habia venido repentina ó imperceptiblemente durante el sueño. ? Lo que dejo referido basta para dar una idea general de la historia mórbt; seguiré comunican- do los resultados de la diseccion ó autopsia. El exterior del cadáver no ofrecia nada de particular; el vientre no estaba hinchado; todo el cuerpo muy flaco. En el pecho distinguí unas pulgas (de una nueva especie, que llamo Pulex parviceps m.) cuya descripcion daré en otra opor- tunidad. Porlo demás no he encontrado epizoos, ni tampoco entózoos. La cútis, los músculos y huesos se hallaban todos en estado normal, si se exceptúa la magrura y sequedad general de los mIsmos. El estómago grande, pero sano, y el conte- nido, de consistencia regular, constaba principal- mente de hojas de vid y alfalfa suficientemente digestidas ya. Un ovillo de pelos, tal como se vé A — 203 — en el estómago de muchos rumiantes, p. ej., en la vaca, tenia tambien nuestro ciervo, pero toda- vía muy flojo, y por esta razon ocupando un eran espacio, pudiendo llamarse más bien una masa de pelos que un ovillo. Como el animal recien estaba mudando el pelo, y se sacaba con la lengua los pelos sueltos, es claro que los que se encontraron en el estómago, hacia pocos dias que se hallaban allí. —(Por esta muda de pelo, el color, que primeramente fué pardo-oscuro ó cas- tano en el dorso y los lados, se puso despues mucho más claro, hasta amarillo, miéntras que las manchas blancas llegaban á ser casi invisi- bles por la circunstancia de que aquél se habia convertido en un color claro). Las tripas, el omen- to y el recto no habian sufrido la mas leve al- teracion, si se exceptúan las venas, que estaban un poco hinchadas, y el recto muy lleno; las de- más tripas regularmente llenadas de una masa muy normal, Los pulmones encontré, sí, hiperémicos, pero sin tubérculos ú otras anomalías; el higado y el bazo, como tambien los riñones, la vejiga urina- ria, que estaba medio llena de orina, y los ót- ganos genitales, tambien en estado normal: era macho. El corazon me pareció un poco grande, pero, por lo demás, normal; el pericardio en to- das sus partes muy grueso, por causa de la hi- pertrofia inflamatoria, especialmente en el lado sobre el cual tenia el timo. - El cerebro parecia haber estado poco ántes de la muerte en un estado de congestion. Las venas del diafragma se hallaban muy hin- —Chadas, y casi todas las venas en general presen- taban más 6 ménos la misma particularidad, es- pecialmente las del cuello, V. jugularts, etc. -La.muda de dientes todavía no habia princi- piado á efectuarse, pero ya estaba para princi- plar. La traquea esta a inalterable en su parte superior, pero inflamada en su parte inferior, es- pecialmente muy colorada y sanguínea en la par. — 204 — te abrazada por el timo, no solamente en el ex- terior, sino tambien la membrana mucosa del interior; entre dos de los anillos cartilaginosos de esta parte habia una perforacion; el pus del interior del timo habia perforado la pared del mismo órgano en este punto, y la inflamacion que debe haber precedido á la verforacion, habia ocasionado adhesiones entre las partes que se tocaban de la membrana externa de la traquea y del timo entre sí; perforando despues igualmente la traquea entre los anillos ya citados (en dos puntos), se habian formado pequeños canales, pudiéndose hacer entrar un estilete desde el in- terior de la traquea al interior del timo, y habién- dose depositado esta materia arriba del lugar donde la traquea se bifurca en los dos bron- quios. El órzano enfermo se demostró ser particu- larmente el timo, que describiré por esta razon detalladamente. Su forma era esfero-triangular, con la punta dirigida oblícuamente por detras en direccion al hueso pectoral; la base del triángulo tenia casi 5 centím., y la línea que es perpendicular á la base, más de 8 centím. En el exterior se podia ver aún muy bien la union de las dos mitades, siendo la izquierda un poco más grande que la derecha. Al lado exterior habia adhesiones fuertes á los extremos pectorales de las costillas superiores derechas, y al márgen derecho del hueso pectoral; tambien en el lado posterior (6 interior) habia estas fuertes adhesiones con el pericardio, que ya arriba he mencionado. El interior del órgano habia degenerado mu- cho, presentando várias concavidades con humor. Más Ó ménos en el centro se ve una cavidad interiormente revestida de una membrana, que, á primera vista, se asemeja á una membrana tendinosa, siendo lo que se llama en general la «pared guistal lisa» («glatte Uystenwand» de los alemanes); esta pared se hallaba cubierta de una — 2059 — materia purulenta, sanguínea y pegante; perosin; que hubiese en la cavidad misma mucho pus como ésta era muy chata, no habia espacio para esto, Ó tal vez ya se habi1 evacuado; por lo de- más, su forma era irregular (mas ó ménos poli- gonal) con la mís grande dimension (tranversal) de 3 centím. De aquí más hácia la base se ve una caver- na más ó menos esférica, extendiéndose en los dos ládos, y llenada de pus blanco y denso; una cavidad semejante, pero todavía no completamen- te llena de pus, presentando en consecuencia, par- cialmente, el carácter de un tubérculo, se ve en la punta del esfero triangulo; este último no tiene más de 0,75 centím. de diámetro, miéntras que el anterior no alcanza sino á 31. Habia comunicacion entre las cavernas mencionadas, por medio de canales ó aberturas muy pequeñas, reconociéndose, no obstante, por hallarse llenas y por sus paredes gruesas. Todas éstas eran vibles solamente cuando se abria el órgano. Ya ántes de abrirlo habia llamado mi aten- cion una parte hinchada en forma de vejiga, si- tuada en el márgen de la misma base, muy gran- de y presentando una fluctuación muy distinta. Abriéndola, se vela que era una Caverna con pa- redes delgadas, mas ó ménos de 2 centímetros de diametro, llena de pus blanco y denso, con una masa elástica y bastante dura en el centro; en el fonlo el pus era mas sanguíneo; al lado de esta vejiga con pus se encontraba otra semejan- te, pero mucho mas pequeña, presentando, por lo demas, las mismas particularidades y estando las dos en comunicacion entre sí por medio de una pequeña abertura. A mas, la mitad izquierda del órgano presen- taba separadamente una caverna muy grande, que ocupaba toda la parte basal, y estaba llena de un pus algo mas líquido que el de la vejiga anteriormente mencionada; esta caverna se raml- — 206 — ficaba en forma de estrella, por medio de tres apéndices ciegos y anchos, uno por debajo y los otros dos por los lados. Tambien allí se observó una especie de núcleo mas resistente en el cen- tro. | ] Por estos detalles se ve que casi todo el ór- gano se habia destruido por la supuracion, ha- biendo quedado - salvado de ésta solamente una pequeñísima parte, la que, sin embargo, se pre- sentaba como en estado de endurecimiento y par- cialmente en inflamacion. Al exterior casi todo el órgano tenia un color azul-venoso. Como ya dejo dicho, habia comunicaciones en- tre la cavidad de la supuracion central y la tra- uea, habiendo así podido entrar el pus en ella. odo el humor tenia el olor fuerte de queso po- drido que ya he mencionado hablando de las eructaciones que de tiempo en tiempo se habian observado en el animal: desde luego, congcida la circunstancia de que habia comunicacion directa entre la traquea y el órgano enfermo, se explica fácilmente el olor de las eructaciones, que no era otra cosa que las exhalaciones del mismo pus. Voy á explicar ahora en pocas palabras los síntomas de la enfermedad y la muerte que he- mos podido deducir de las observaciones anató- mico-patológicas suministradas por la diseccion. Los ataques de tos y dysproeu se explican su- cientemente—primero por la aumentacion del timo, que comprimia la traquea, compresion que se hacia sentir naturalmente más cuando pasa'a por el esófago la corriente de leche, pues entón- ces la presion de la traquea se efectuaba por dos lados. Otra de las causas de tos ha sido la 1n- flamacion de la traquea misma, ántes que se efec- tuase la perforacion por el pus; una vez estable- cida la comunicacion entre el timo supurante y la traquea, la entrada del pus en ésta ocasionó otra vez más la dyspnoea y los fuertes ataques de tos. Se comprende así fácilmente por qué el animal ya no queria tomar la leche, pues el pa- — 207 — so de ella por el esófago le ocasionaba angustia, efecto que no le producian los vegetales que to- -_maba en cantidad diminuta. El enflaquecimiento y la debilidad general vie- nen á explicarse tambien por la gran supuracion que iba consumiendo la mayor parte de las fuer- zas del animal. Los borborygmtí no estaban por cierto en re- lacion directa con la enfermedad. En cuanto á la causa inmediata de la muerte, con que terminó el procedimiento patológico, me parece haber sido una sofocacion producida por la entrada de una cantidad considerable de pus en la traquea: la congestion en el cerebro y la hinchazon Ó estado hiperémico de las venas, me parece indicarlo así tambien: el cuerpo, tan dé- bil ya, no pudo resistir más de unos momentos á la asfixia. El asthma thymicum, en consecuencia de la aumentacion del volúmen del timo, era el síntoma secundario durante la vida; pero compli- cado el ataque deesta enfermedad con la entrada del pus en la traquea, ocasionó una muerte re- pentina. El asthma thymicum es tambien, en los pár- vulos con inflamacion sifilítica del timo, uno de los primeros síntomas de esta enfermedad, y el cirujano ingles ALLAN BURNS se propuso extirpar el órgano tan pronto como este síntoma se pre- sentase; pero tal operacion no me parece reco- mendable. He examinado en el microscopio la materia enferma del órzano, lo que me ha dado los re- sultados siguientes: En las paredes de las quistas he encontrado elementos fibro-plásticos y una materia medio só- lida, incolora, un poco trasparente, con especiali- dad enel lado de la parte endurecida. El mismo pus era en general de la consistencia qe llama- mos «pus flegmonoso», y la cantidad de las leu- cositas sin núcleo aparecia mucho mas conside- rable que la de las con núcleo, no presentando, 27 — 208 — por lo demás, el pus ningun carácter especial. Las masas mas consistentes en los centros de las cavernas parecian contener muchas fibrillas elás- ticas que no sé determinar con mas certidumbre. El estudio microscópico habria podido dar resul- tados más interesantes si hubiese cido posible examinar el material en la misma noche de la muerte; pero tuve que hacerlo en la mañana sl- guiente, cuando por causa del calor excesivo del verano, el animal estaba ya poniéndose en estado de descomposicion. Coucluiré estas ligeras noticias pasando una revista general sobre los casos descritos de las enfermalales del timo arriba mencionadas, y confrontándolos con el caso de que me ocupo. Voy á excluir del presente estudio comparati- vo el Estruma sifilítico de los párvulos, por ser en ellos ésta una enfermedad de carácter especial, que no presenta bastantes puntos de relacion con las demas enfermedades del mismo órgano. Struma (estruma), en general, quiere decir au- mentación, degeneracion de volúmen, atascamien- to, infarto Ó atasco; y estruma del timo no debe confundirse con la mucho ménos rara aumenta- cion de la glándula tirioídea, tan conocida bajo el nombre de «papera» Ó «lamparon» (struma ve- rum) (Kropf). No creo necesario agregar que en nuestro Ca- so no puede haber cuestion de degeneracion co- loídea * (la tercera enfermedad citada), como de- muestra claramente la autopsia, y así excluirémos tambien de la comparacion esta enfermedad, ocu: pándonos solamente de las otras dos, que son el Estruma comun, sencillo ó sanguinoso (struma) y el Estruma quístico (struma cystica). La primera ha sido observada en leones afri- canos (Felís leo L.) nuevos, nacidos en jardines * Degeneracion coloídea Ó cancer colloide eg una especie de cáncer eu que, sin indamacion de los tejidos vecinos, un órgano se muda patológica mante en una masa gelatinosa como la cola. Elementos coloídeos no se han encontrado en les quistas de nuestro animal. — 209 — zoológicos, y en Procyon canerivorus Desm, vul- armente conocido con el nombre de oso lava- ero. ) - El primer caso nos comunicó Crisp. (*) Los tres leoncillos, nacidos de dos madres en el mis- mo dia en el jardin zoológico de Lóndres, tenian ya al nacer el timo tan aumentado, que era veinte veces mas grande que su tamaño normal. Murieron los tres en el nacimiento, por causa, segun la opinion de Crispr, de la presion que el óreano aumentado ejerció, durante el parto, en el nerous recurrens (?) Por lo demas, no se notaron en estos animales anomalías de es- tructura en el órgano referido, ni presentaron, cuando muertos, otros síntomas de enfermedad. Aleunos meses ántes de la muerte de nuestro animal se habia observado lo mismo, pero la au- mentacion del volúmen era ménos considera- ble. Vemos por consiguiente aquí una enferme- dad durante la vida fetal, en que no se ha nota- dodegeneracion del órgano, excepto la aumenta cion de volúmen, y por esta razon es posible que, si se hubiera efectuado el parto, los órganos habrian restablecido poco á poco su volúmen nor- mal sin perjuicio de log animales. Un otro caso de la misma enfermedad ocurrido en otro animal de la misma especie en el jardin zoo- lógico de Dresden nos comunica ScHoPFF. (**) La aumentacioón principió á presentarse á la edad de siete meses, durante la dentición, que se operaba di- ficultosamente, y llegó á tener el tamaño de la cabe- za del mismo animal, ocasionando grandes dificulta- des en la respiracion. Tan pronto como hubo pasa- do la denticion, el timo principió á reducirse hasta llegar á su tamaño normal y restablecerse por completo. El caso observado en Procyon lotor ha sido * CrispP. 1. e Proc. Zool. Soc. Lond. 1864. ** ScHopFr. l. e. Proc. Zool. Soc. Lond. 1864- O anunciado al mundo científico por LEISERING (*) Ya durante largo tiempo el animal presentaba au- mentaciones considerables en la garganta, ya creciendo periódicamente, Ó ya disminuyendo un tanto, y vice-versa, hasta que la hinchazon, au- mentando mucho, ocasionó la muerte de aquél La diseccion demostró que las dos mitades del timo se hallaban todavía separadas, la izquierda del tamaño de un puño de hombre, la derecha una cuarta parte más grande. En la parte in- terior média entre las dos mitades, y cubrien- do la traquea, se vió un tumor en forma de hue- vo de gallina, y, á manera de un istmo, en co- municacion con la mitad izquierda. Las venas del órgano estaban muy dilatadas, de tal modo, que la única Causa de la aumentacion de volú- men del timo era la- dilatacion de todas las ve- nas del órgano llenas de sangre coagulada, y líquida en parte, infiltráíndose la misma sustan- cia en todo el órgano y en algunas de sus ca- vidades. Las paredes de éstas eran lisas; otras se hallaban revestidas de masas de fibrina más Ó ménos gruesas, que presentaban parcialmente una degeneración grasosa. No era posible reco- nocer la estructura normal de lo demás del ór- gano; otras formaciones patológicas especiales, fuera de las citadas, tampoco se han podido en- contrar. La causa mediata de la muerte del ani- mal no ha sido indicada por LeErseERING: proba- blemente ha sido la sofocacion producida por la presion sobre la traquea. Se ha creido ver la causa de esta enfermedad en el clima de Euro- pa, poco favorable á estos animales. Basta por ahora lo expuesto para reconocer que la enfermedad de Cervus rufus, con las de- generaciones de los tejidos y la difusion del pus en el interior del órgano, es de una naturaleza muy distinta de los casos aquí citados. La otra enfermedad (Struma eystica) observa- * LEISERING. C. Dresdener veterinár bericht 1867. — 211 — da en un corsac adulto (Canis corsac L.) ha sido estudiada y publicada por HILGENDORFE y Pau- LicKI *). En este caso la enfermedad del timo era solamente parcial en Ja mitad izquierda, quedando completamente sana la derecha. Las dos mitades estaban completamente separadas. El tamaño de la mitad enferma era de 2 centí- metros de largo y uno de ancho, de un color pardo-rojo, presentándose en la superficie varios puntos amarillentos, del tamaño de alverjas, un poco trasparentes y fluctuantes. Abriéndo el ór- sano se veia en el interior una cavidad ó quista erande y várias pequeñas, las que se observa- ban fluctuantes en la superficie; la mayor ocu- paba, ella sola, casi una tercera parte del ór- sano. El contenido de estas quistas era un lí- quído purulento, amarillo y turbio (pus), y la pared de las concavidades era bastante lisa; por lo demás el cadáver no presentó anomalías, fue- ra de algunos pocitos con márgen negro en la superficie de los riñones, y una lombriz (Asca- rís) de 4 centímetros en el estómago. En la Clínica Zoológica de ScuMIDT. (Dr. M. Sehmidt. Zoologische Klinik) se encuentra men- cionado otro caso, igual al anterior, observado en un leon (Felís leo L.) jóven, del jardin Zoo- lógico de Breslau, y que curaba aquél sacán- dole el pus por puncion aplicada al órgano. No existen más detalles sobre este caso. Ahora, confrontando la última enfermedad con el caso que nos ocupa de Cervus rufus, especial- mente en cuanto á los resultados de la autopsia, es evidente que ha sido un caso muy definido de Síruma cystica, pero en el que la aumenta- cion de volúmen del timo no se hizo casi osten- sible en el exterior, extendiéndose solamente por el lado interno y produciendo así mismo mayor presion en la traquea. La falta de aumentacion visible en el exterior fué causa de que no supu- *) HILGENDORF und PauLrcKi, 1. e. Virchow's Archiv. XLVITI. ma — 212 — siese existía la enfermedad en el timo, ántes de que la diseccion viniese á manifestarlo. Si hubiese tenido idea de la enfermedad no hubiera sido muy difícil hacer una puncion con un «trocar», arriba del manubrio del esternon, para sacar el pus, ó áun para inyectar alguna materia astringente (vino, yodio ó tanina, etc.); pero la falta de conocimiento de la naturaleza de un mal hace siempre imposible toda cura. (*) Conocer las enfermedades es el primer paso para curarlas: debe pues, hacerse un estudio com- parativo de ellas en todo el reino organizado, á fin de llegar así al conocimiento de las leyes que las rigen. E) Sin embargo, y á pesar de ser difícil tal tratamiento, me parece pre- ferible á la extirpacion del órgano, tan peligroso para la vida, propuesta por ALLAN BURNS para casos análogos. DESCRIPCIONES DE NUEVOS GUSANOS POR EL Dr. D. H. Weyenbergh. Lumbricus matutinus m. El lóbulo cefal es bastante delgado, y se presenta, visto de la cavi- dad bocal, conservado en aguardiente, en la forma abajo descrita. La forma general del cuerpo es delgada y larga; el color se parece un poco al de carne, pero es muy pálido. El clitellum es muy desarrollado, ocupando desde el 24.2 hasta 32.2 anillo y íun más. Las setas están dispuestas en pares y en cuatro filas, en el vientre, que pa- rece hallarse provisto como de cuatro carenas, lo que da á este gusano un lugar en el grupo de Lumbricus tetraedrus Saw, al cual correspon- de tambien en su hábito general y forma del ló- bulo cefal. Este lóbulo cefal es corto, cónico, con una base encorvada en línea ondulosa, y - con una punta bastante aguda. : En el 15.2 y 16.2 segmento se ve una peque- ña hinchazon al lado ventral, debido, segun pa- rece, á los órganos genitales. El número total de anillos es cerca de 130. La parte posterior del cuerpo se presenta, como en L£. tetraedrus Say, muchas veces cuadrada. Ya el número de los anillos indica que son angostos, si se toma en consideracion que el gu- sano tiene, en estado vivo, 7 centímetros de lar- g0, y que, por consiguiente, hay 18 y 19 anillos en cada centímetro. En estado de extension el ancho mayor es 2 milímetros; los extremos del cuerpo, especialmen- te el anterior, son muy agudos; en otras partes el ancho es de 1,75 milím. Los objetos que han estado algun tiempo en aguardiente no miden — 214 — más de 3,5 centim., y entónces el ancho es un poco mayor. La diferencia con £. tetraedrus es, á más de la pequeña diferencia en el lóbulo cefal y el ma- yor largo de esta especie europea, el gran nú- mero de anillos y la posicion de la silla (6 elc- tellum), y me parece que ésta es la misma dife- rencia con las otras especies de este grupo del género Lumbricus L., pues éstas, por lo general, no tienen más de 60 á 80 segmentos, y en el 21.2 hasta el 25.2 está el clitellum. Despues de haber llovido en la noche, se ven estos gusanos en la madrugada encima de la tierra: lo he observado en Córdoba. Lumbricus argentinus m. La forma del lóbu- lo cefal es sencilla, sin tubérculo. La fisura ge- nital se halla en el 15.2 segmento. El clitel- -lum en el 30.2 hasta el 37.2, y áun más allá. El número total de los segmentos del cuerpo es cerca de 170. Las setas cómo en la espe: cie anterior. La forma general del cuerpo tam- bien es más Ó ménos como en la anterior; pero los extremos son ménos puntiagudos, y el con- junto del cuerpo más grande y más grueso. El color es amarillo, un poco pardo, y en algunos individuos amarillo-cinéreo sucio. El individuo mas grande que tengo, es, en aguardiente, Casi de nueve centímetros de largo y más ó ménos de 6um de grosor; pero la mayor parte son más pequeños; de manera que tambien en esta espe- cie los anillos son bastante angostos. Si mal no recuerdo, estos animales, cuando vivos, se extienden, al arrastrarse, mucho, y son entónces más largos: el más largo mide entón- ces quizas 1,5 décim., en cuyo caso, naturalmen- te, el cuerpo es más delgado, y los extremos un poco más puntiagudos, quedando siempre, sin embargo, la parte posterior más obtusa que la anterior. En Córdoba, Buenos Aires y Santa Fé esta especie es muy comun, — 215 — Como hemos observado ya, la cútis de várias especies europeas presenta claramente el fenóme- no que llamamos «iridisacion»; en las especies de este país no lo he observado jamas. Lumbricus dissidens m. La boca que está pre- cisamente en el extremo anterior, se halla rodea- da de los dos lábios, que forman una abertura más ó ménos en forma de fisura; cada labio pre- senta en el medio una pequeña hinchazon, casi en forma de un tubérculo: la del labio superior es un poco más grande que la del inferior. El clitellu:nn ocupa cuatro segmentos, es decir, desde el 15.2 hasta el 13.2, de los cuales los tres primeros son anchos, y el último mucho más angosto. El número total de los segmentos es + 110. He encontrado seis filas de setas pues- tas en posicion regular al rededor del cuerpo. Los extremos de éste no son muy puntiagudos, especialmente el extremo posterior. La forma ge- neral es cilíndrica. El tamaño es de 7,5 centím.; en alcohol de 5,5 centímetros; el mayor ancho, delante del clitel- lum, 4mm. A pesar de que por esta descripcion se ve que hay alguna diferencia entre estos Ca- ractéres y los del género en general, no encuentro la necesidad de forimar por esta razon un nuevo género. El color es, en alcohol, ceniciento, tirando un poco al amarillo; el clitellum pardo-colorado. En la provincia de Córdoba he encontrado es- ta especie en lugares húmedos, debajo de las pie- dras, etc. Lumbricus corduvensis m. El lóbulo bocal es pequeño y poco elevado; las setas están en cua- tro filas, y el clitellum se encuentra en los seg- mentos 18 á 22 (6 17 á 21) (?). El número total de segmentos es cerca de 125, son angostos. Los extremos del cuerpo bastante obtusos. El cuer- po bastante grueso y relativamente corto (por lo ménos en aguardiente); largo 5 centímetros, 28 o con un ancho de 4 mm.; quizas es en estado vi- vo de 8 á 9 centím. El color es amarillo, un poco pardo (en alcohol). Le encontré en Cór- doba. Gordíus acridiorum m. Esta especie ha sido descrita sucintamente por mí en el «Informe anual» del Inspector General de Zoología agrícola correspondiente al año 1875», habiendo sido pu- blicado dicho trabajo en el Informe anual del De- partamento Nacional de Agricultura de la Repú- blica Argentina, del año 1875. Buenos Aires 1875.—p. 451—480 (con láminas litogr.). La des- cripcion aludida se encuentra allí en la p. 466; la figura en la Lám. Il fig. 14. Esta figura es muy mal hecha. Talvez es la misma especie que ya ha sido mencionada por el Dr. D. EscmricuT en For- handl. Skand. Naturf. fjerde Moede Christianita. 1847. TT. IL. p. 369, en el artículo intitulado «Grosse Filarie aus einer Mexicanischen Locus- ta, etc. etc.» (*) La boca es circular y relativamente ancha, puesta en el extremo anterior y rodeada de un anillo quitinoso, sin papillas; abriéndola se ve que la faringe es de un color mas ó ménos blanco. La parte cefal un poco hinchada, sin tener forma de tubérculo. El extremo caudal bastante pun- tiagudo. El color es de sepia, oscuro. Mayor grosor 1,23 m., y mayor largo casi 5 decím. Pero este tamaño no llega á tener el animal durante el tiempo de su vida parásita en la lan- gosta, sino despues de haberla dejado. El Dr. D. P. G. LoreNTzZ me escribe de Concepcion, re- firiéndose á esta especie, que, habiendo sacado un individuo del cuerpo de una langosta, y con servádolo en una pequeña botella con agua, y restos vegetales, en poco tiempo el animal tenia un decím. de largo, y, continuando viviendo, al- (*) Cf. Isis de OkEN. 1848. VII. p. 536, — 217 — canzó despues de algunas semanas hasta. 4 de- cim. En el cuerpo de la langosta el color es pardo oscuro y lustroso. Esta especiz vive en Córdoba y en casi toda la República Argentina, especialmente en los años en que se presentan grandes mangas de langostas (Aecridium paranense Burm.), en las cua- les viven durante una parte de su vida. Gordíus tenuis m. Una especie negra, lustro- sa, que en el estado adulto, cuando se la encuen- tra aquí (en Córdoba), no rara vez en acequias, tiene la boca obliterada, y la parte cefal no au- mentada. Todo el cuerpo es muy delgado, casi del grosor de un pelo de crin de caballo. El cuer- po no es siempre completamente cilíndrico, sino más ó ménos chato en alcohol (?) El ejemplar del tamaño mayor que tengo es de 19 centím. Encontré un individuo blanco de 7“ á 8 decím. en Mantis precartu L.; creo que es la forma ju- venil de esta especie. Gordíus dubíius m. En cuanto á la forma del cuerpo, el grosor, el extremo cefal y la boca obliterada, esta espeele se asemeja á la anterior; pero no encontré ejemplares más ó ménos Cha- Los. El color es pardo-amarillento-claro, alguna vez, durante la vida, un poco tirante al color de na- ranja (no en alcohol). Conozco individuos de 3 decím. Sin embargo de que en el primer tiempo creí que esta especie era la misma que la an- terior (siendo amarillo el color que tienen estos gusanos durante la época parasítica de su vida, cuando viven en insectos, y llegando á ser oscu- ro cuando viven libremente), más tarde noté que no podia ser así: en primer lugar, porque la boca obliterada parecia indicar una edad adul- ta, y en segundo lugar, porque de la especie anterior no he encontrado jamas individuos de más de 2 decím. de largo, siendo, por otra parte, cuando han llegado á este tamaño, siempre ne- ale gros, y por consiguiente maduros ó adultos, y viviendo entónces libremente. Aun suponiendo que Gordíus tenuís pueda lle- gar tambien al tamaño de Gordius dubtus, debe- ria ser ya, en este caso, el color. (de un animal de 3 decím.) completamente negro, pues al tama- ño de 2 decím. ya se observa el referido color en dicha especie. Creo que esta consideracion basta para distin- guir estas dos especies como diferentes. He recogido estos gusanos en las acequias de esta ciudad y en la sierra. No puedo dejar de mencionar aquí, á propó- sito de estas especies de Gordíus, la general preo- cupacion que reina aquí entre la gente del cam- po, donde todos conocen los animales aludidos. Se cree que son crines de caballo, que, habiendo caido en las acequias Ó arroyos, principiaron á fermentar por la humedad, y llegaron al fin á recibir una vida animal. Es difícil convencerlos de este error, y várlas veces he visto terminar la conversacion sobre el asunto con un experimento poniendo un pelo blanco y otro negro en una botella con agua bien cerrada, con la intencion de mostrarme, des- pues de algunos dias, el hecho que rehusaba re, CONOCE; .... ...... naturalmente, el experimento fracazó y el campecino se dió entónces por con- vencido. 1878. NIEDERLEINIA JUNIPEROIDES EL REPRESENTANTE DE UN NUEVO GENERO DE LA FAMILIA DE LAS FRANHENIAÁCEAS DESCRITO Por JJ. Hieronymus. I. DIAGNÓSsIS. Flores in dichotomiis ramulorum solitaríi, sessi- les, cymam formantes, regulares didici vel poli- cami; extant tantummodo s specimina fem. Calyx eamosepalus tubulosus persistens lobis 5D induplicato- valvatis. Petala totidem hypogyna, libera, Intescentia. _ Staminodia 6 hypogyna, antheris abortivis monothecis indehiscentivus, theca uniloculari, gra- nulis polinicis maturitatem haud assequutis, sub. abortivis. Ovarium liberum, sessile 1-loculare placenta 1-parietalis. Stylus filiformis apice in ramos 3. divisus, ra- mis stigmatosis. Ovula 4-6 in placenta 2-seriata funiculis lon- glusculis ascendentibus supra deplexis appensa, subanatropa micropyle supera. Capsula (v. caryopsis?) monosperma, calyce persistente inclusa. Semina ovoidea, hilo subterminali raphe li- near hinc percursa. Testa crustacea. | Embryo in albumine farinoso axilis, rectus, —- 220 — ovoideus; radicula yuxta hilum cotyledonibus connatis brevior. Frutex pumilus ramosissimus, ramis decum- bentibus, ramulis ascendentibus. Folia decussata parva, subprismatica, exsti- pulata, connata, dorso canaliculata, (canale su- pra simplice, infra in ramos 2 fisso), stomatibus immersis exavato- punctata, cavis Calcarels. Habitat in litoribus stagnorum salsorum «Nar- raco» Patagoniae, a flumine «Rio Colorado» ad septentriones versus sitorum. Il. Descripcion. El interesante vegetal, cuya breve diagnósis en lengua latina antecede, pertenece á las Fran- keniáceas, pequeña familia de plantas dicotiledó- neas representada segun las opiniones de G. Bentham y J. D. Hooker (Gen. plant. v. L p. 140) por el único género Frankenta (Lin. Gen. n. 445) en que estos autores reunen los géneros Hypericopsts (Boiss. Diagn. ser. 1, VI, 25) y Beat- sonia (Roxb. in Beats. Tracts, D. €. Prod. I 350). He dado á nuestra planta el nombre genérico de NViederleínta en honor del jóven que ha colec- cionado esta especie y formado parte, hace poco tiempo, de la expedicion del ilustre Greneral Roca al desierto de Patagones. He añadido la deno- minación específica «juniperoides» por asemejar- se la referida especie en hábito, y á primera vis- ta, con algunas del género Juniperus. Ella forma una estrecha alianza con la Beat- sonia portulacifolía Beats., planta indígena en la isla de Santa Helena y que crece en las rocas pertenecientes á las costas del mar en dicha is- lA Se distingue nuestra planta, como la Beatso- nta portulacifolia Beats., de todas las otras que pertenecen á los géneros Frankenta y Hypertcop- sis, por su tallo lenoso y su gineceo. Las Fran- kenias ostentan generalmente 2 4.3 carpidios, de los que se compone el pistilo; la Mypericopsts — 221 — persica Jaub. et Spach 36 4. El estilete termi- na en aquéllas en 2 ú 3, en ésta en 3 Ó 4 ramos estigmatosos, encontrándose igual cantidad de placentas parietales en el ovario unilocular. La Beatsonia tiene, segun Bentham y Hooker, un gineceo dimero, compuesto de dos carpidios. La Niederleíinta ¡untperoides tiene un gineceo que, por el número de ramos estigmatosos del estilete, parece ser trimero, es decir, compuesto de 3 carpidios; no obstante, habiendo examinado algu- nos ovarios, no he podido encontrar mas que una sola placenta en cada uno, en la cual se encuen- tran 4 ó 6 óvulos subanatropos, colgados de sus respectivos funículos doblados y largos, forman aquellos dos series. En las otras Frankeniáceas (bien entendido que se haya examinada escrupu losamente cada una de las especies) se encuen- tran los óvulos colgados de funículos igualmente largos, pero no doblados, en unas tambien suba- natropos, en otras anfitropos. En la Viederlei- nía juniperoides solo un óvulo se desenvuelve para transformase en semilla, la que, madura, Mena casi todo el hueco del ovario; los otros qui- zá ni participan de la fecundacion, ó si sucede, que el tubo políneo entra en sus micropilas, estos óvulos se marchitan y arrugan, suprimidos por el que, fecundado primeramente, se desenvuelve para la semilla. Esta última tiene una colocacion contrária á la de las semillas de las otras Frankniáceas. Habiéndose doblado hácia abajo el funículo ántes ascendiente, y siendo anatropo el óvulo, queda la mieropila, con el hilo (hilum) á su lado, en diree- cion hácia arriba, de modo que el embrion está recto y puesto en el eje de la semilla y rodeado por el endospermo (ó albúmen); tiene una radícu- la súpera, y los cotiledones se hallan tendidos en direccion contraria, esto es, hácia abajo. La diferencia mas importante entre el nuevo género de que me ocupo y los demas, consiste en que la planta, 0 es dióica ó polígama. La coleccion trai- — 222 — da por los Sres. Dr. D. P. G. Lorentz y D. G. Niederlein, de Patagones, no contiene sino unos pocos ramos del arbustito femenino; es indudable no obstante, que deben existir arbustos que pro- ducen solamente flores masculinas; quizas hay tambien individuos que tienen flores hermafrodi- tas, Ó estas dos clases de flores se encuentran en una misma planta. Las flores femeninas, que son las únicas qua se conocen hasta ahora en esta especie, mues- tran estaminodios, ó mejor dicho, estambres ru- dimentarios que en filamentos aplanados de for- ma de cinta, más anchos en su base que en la punta, llevan cada uno una antera rudimentaria y abortiva, la cual consiste de una sola teca, y ésta de un solo lóculo. Los granos de pólen que se encuentran en este último son igualmente ru- dimentarios y abortivos: de su estado de crude- za y paralización proviene el que, permanecien- do la teca bien cerrada, no dé lugar á la salida de los granos polínicos. Realizada la fecunda- cion, los estaminodios se marchitan. No hallánd se en nuestros ejemplares otras flores masculinas ya desiloradas, es pues eviden- te que deben existir otros individuos de la mis- ma especie en los que ellas se encuentren. Los estaminodios están dispuestos en dos ver- ticilos alternantes, cada uno compuesto de tres: miembros. Esta posicion es muy visible, aunque el verticilo exterior, cuyos estaminodios son un poquito mas cortos que los del interior, tienen su inserción Casi en la misma zona del eje floral, lo cual depende de que los filamentos del verti- cilo externo tapan con sus bordes los del ver- ticilo interno. ¿ Quedan pues confirmadas las opiniones del célebre botánico Eichler sobre la posicion de los estambres del género Frankentía (Blúthendiagram- me, vol. IL p. 240) y rechazada la teoría de Pa- yer (Urganogenie, pág. 189) segun la cual el an- droceo se compone de un verticilo alternipetal — 223 — de 5 estambres y de un sexto estambre, único resto de un verticilo epipetal. Probado que la flor de las Frankeniáceas es trimera en el an- droceo y en el gineceo, resulta, en consecuencia, fundada la suposicion que atribuye algunas ati- nidades á esta familia con las Hypericáceas. El cáliz de nuestra planta es gamofilo, es de- cir, se forma, como el de las especies de Fran- kenia, de 5D sépalos; este cáliz es persistente y subsiste aún, en el tiempo en que el fruto está: ya maduro, en la forma de un tubo de consisten- cia relativamente dura y de color bruno-oscuro. La corola es igualmente ¿-mera, ó lo que es igual, se compone de 5 pétalos libres unguicula- dos y semejantes á los de las Frankenias, con la única excepcion de que les faltan las protu- berancias ligulares en la cara superior, y las que, en aquéllas, cooperan á la formacion de la para- corola. Los bordes de la parte inferior de la lámina de cada pétalo, y en donde dicha parte está li- mitada por la uñuela ó uña, se encuentran le- vantados en la cara superior del pétalo. Sola- mente las unas Ó uñuelas, es decir, las partes inferiores de los pétalos, sou persistentes; la lá- mina se rasga ú pliega generalmente, y se arru- ga envolviendo el estigma, que, junto con las láminas de los pétalos, sobresale en la flor en- cima del cáliz; en el fruto maduro” las láminas de los pétalos, como tambien el estilete con el estigma, se hallan comunmente cortadas. La construccion morfológica de la Vrederlernía Juntperoídes muestra algunas diferencias con la de la Frankenta pulver aulenta, Único represen- tante de la familia que hasta ahora ha sido exa- minado y de serito morfológicamente por HKich- era e. pas. 299) y. EL Wydler (Zur Morpholo- gle, hauptsáchlich der dichotomen Bliithenstánde; in Jahrbúcher fúr wissenschaftl. Botanik, heraus- gegeben von N. Pringsheim vol. XI. p. 318). “En primer lugar, nuestra planta no tiene de- 2) 00d bajo de cada flor terminal un seudo-verticilo de 4 hojas, sino que, segun se ve claramente, el par de hojas estériles que se encuentran puestas inmediatamente debajo de la flor, tienen sus in- serciones en una zona mas alta que el otro par que las antecede, y cuyas hojas llevan en sus sobacos, cada una, un brote. Estos brotes axilares pueden, despues de ha- ber formado dos pares de hojas, concluir á su vez en flor terminal, ó transformarse (y esto su- cede principalmente al fin del período de vegeta- cion) en brotes de innovacion. Las ramificaciones más viejas del sistema de ramificación de nuestra planta están combadas y estiradas, tapadas por la tierra fangosa y mu- chas veces inundada, ó encima de- ella, levan- tándose solamente los ramitos más nuevos, los cuales continúan el sistema de ramificacion en direccion vertical. La planta tiene por esto, y más por la forma de las hojas y el arreglo del follaje, mucha semejanza, en su hábito, con ciertas Coníferas indígenas de sierras ó países de una moderada temperatura, v. gr. con el Juniperus nana y otras plantas del mismo género, y repre- senta como un diminutivo de éstas, es decir, más pequeña es en todas sus partes. Los ramos de innovacion formados al fin del otoño continúan en el primer período de la época del crecimiento, produciendo una cantidad indeterminada de pares de hojas cruzadas. Generalmente solo en el sobaco de una hoja, cada par, y con preferencia en el de la hoja más expuesta á las influencias del aire libre y de la luz, y más elevada en el tallo encorvado, pro- duce una nueva generacion de ramificaciones de innovacion, las que no parecen poder alcanzar en el año de su nacimiento á terminar en flor, pero sí en el segundo, despues de la formacion —como ya mencioné—de una indeterminada can- tidad de hojas y brotes axilares. El par de hojas algo bracteiformes y reduci- — 22 — das que antecede á la flor terminal, es siempre estéril, esto es, no se forman brotes axilares en sus sobacos; pero al contrario, las dos hojas del penúltimo par ostentan siempre brotes axilares, de los que uno (no está determinado cual) se des- envuelve generalmente con más vigor. Jl pun- to de vegetacion de estos brotes del penúltimo par de hojas produce, ántes de concluir en flor terminal, dos pares de hojas cruzadas, de los que el primero está puesto transversalmente, es de- cir, formando ángulo recto con la mediana de la hoja de apoyo, y es fértil, teniendo brotes en sus sobacos. El segundo par es estéril. De este mo- do sigue ramificándose la inflorescencia diqua- sial ó se transforma el diquasio despues de algun tiempo en simpodio, quedando uno de los ramos parado en estado jóven, ó ni se forma en el so- baco de la una hoja. Al fin del period» de ve- getacion sustituyen á los ramos floríferos, como ya mencioné, ramos de innovacion, que no al- canzan su desenvolvimiento definitivo en el mis- mo ano. Las hojas son en general, todas, de la misma forma; solo las del último par que anteceden á cada flor terminal, son algo reducidas y brac- teiformes y más cortas que las de todos los otros pares, alcanzando su largo á algo más de la mitad del de éstas. Todas las hojas son pris- máticas; la parte superior tiene en su dorso un canal, que corre desde la punta hácia abajo en direccion de la mediana de la hoja. A la altura del medio de la hoja, ó en su cercanía, se divide este canal en dos ramos, que toman una direc- cion paralela á los bordes, concluyendo en la al- tura Ó zona de la vaina, es decir, de la parte inferior en donde principian á unirse los bordes de las hojas opuestas unas á otras. El fondo del canal bifurcado está cubierto de pelos en forma de conos prolongados, que son simples protuberancias de las células epidermá- ticas. — 226 — De interes científico son los estomas sumerg i dos en la epidérmis de las hojas y que aparecen visibles, con lentes de poco aumento, como pun- tos pequeños. La antesala, ó lo que es lo mis- mo, el hueco en cuyo fondo se encuentran estos estomas, se halla siempre lleno de una masa eranulosa, compuesta principalmente de muy pe- queños cristales confusos y drusos (grupos de cristales) de carbonato de calcio. Son pues estos órganos análogos á los que se encuentran en ciertas especies de Saxifraga y. gr., S. retusa, opposttifolia, caesta y aliadas. (N. De Bary, Vergleichende Anatomie der Vegeta- tions-organe. p. 57 y 113). No encontrándose en la Nrederleínta ¡untperoídes Otros estomas que los sumergidos en los pequeños huecos de la epi- dérmis, deben pues éstos tener el doble fin—pri- mero, de servir como conductos de comunicacion del aire, en el interior del cuerpo del vegetal, con el aire libre de la atmósfera, es decir, facilitar la asimilacion, la traspiracion y la respiracion; y segundo, de segregar agua, especialmente en el tiempo en que el suelo está húmedo, y con tal líquido librar á la planta de la cantidad su- perabundante de la cal introducida con la misma agua en el cuerpo de la planta, y que se deposi- ta, cristalizándose, en la antesala de los estomas. La epidérmis de las hojas es relativamente muy firme; las membranas celulares del lado de afuera son muy gruesas (solo las partes de la epidérmis que cubren el fondo del canal forman una excepcion) y están dotadas de una cutícula bien desenvuelta y visible, reticulada al lado 1n- terior por varillas sobresalientes en las demar- caciones que señalan los límites de las células epidermáticas. Un hacecillo mediano, relativamente grueso, y que se distingue por una crecida cantidad de elementos mecánicos (?) (fibras 6 hebras) situa- dos en la parte del flema (phloéma), traspasa la hoja á lo largo. De allí se separan á diferente | | | | — 221 — zona otros hacecillos más delgados y que pare- cen terminar en las inmediaciones de los esto- mas calcáreos. El número de estas ramificaciones del hace- cillo mediano no está determinado. En cortes transversales he encontrado de ellas 3 á4á 5 de cada lado del susodicho hacecillo; á veces están re lucidas á pocos elementos mecánicos. (?) Tan- to el hacecillo mediano como sus ramos se ha- llan enteramente rodeados por el tejido funda- mental mesofilo de la hoja de color verde, y no sobresalen los hacecillos, en forma de nervios Ó venas, de las caras en las hojas. El mesofilo se encuentra en dos formas. La una se compone de células, cuyo mayor diámetro sobrepasa al ancho 2 á 4 veces, y están arregladas en la posicion de palizadas ra- dicales, formando una capa simple Ó á veces do- ble, bajo de la epidérmis. Unicamente las partes de la hoja que eonsti- tuyen su fondo carecen de esta capa. Los espacios intercelulares son, en la misma capa, pequenos. La otra parte del mesofilo llena todo el resto del espacio que queda entre la epidérmis del fondo, los hacecillos y la capa paliza diforme. Las células de esta parte son poliédricas, irregu- lares, y dejan relativamente grandes espacios en- tre sí, más ó ménos del mismo tamaño que el de las células. El tallo de los brotes nuevos tiene una forma prismático-cuadrada;, no obstante, por medio de una formacion interna de periderma, se pierde pronto la forma prismática, y en los ramos vie- jos aparece el tallo cilíndrico. Los entrenudos que separan los pares de las hojas cruzadas, son generalmente muy cortos; algunas veces, sin em- bargo, se encuentran en brotes nuevos vigorosos, desenvueltos al largo de 3 milímetros, ó sea, una longitud más ó ménos igual que la de las hojas mayores. DB La anatomía del tallo ofrece una estructura idéntica á la del mayor número de Dicotiledó- neas. No entro por esta razon aquí en una des- cripcion especial de dicho miembro. Descúbrese en el punto de vegetacion del ta- llo, como igualmente en el de las hojas nuevas, un meristema primogénito separado en dermato- gena y un tejido interior que no demuestra una separacion ostensible entre periblema y pleroma. Poco puedo decir acerca de la raíz de la plan- ta, pues no la he hallado desenvuelta en los ejemplares que están á mi disposicion. No Obs- tante, el estudio que he hecho del embrion casi maduro en la semilla, indica que la radícula se transforma en raíz primaria (6 palar), cuyo pun- to de vegetacion crece de un modo semejante al del primer tipo dicotyledóneo: se encuentra pues, como en éste, un grupo meriotemático al vértice separado en tres capas: una, la más su- perficial, forma la esponjilla, y la nueva epidér- mis ejerce entónces las funciones de caliptroge- na y dermatogena; el segundo piso de meritema primogénito se compone, como el primero, sola- mente de una capa de células, y da orígen á la corteza primaria de la raíz. Al fin encontramos como tercer piso, y más interno, formado únicamente por pocas células, las iniciales del pleroma, ó sea, del tejido que se trasforma en cilindro fibrovascular. EXPLICACION DE LAS FIGURAS Lamina. LE. Fic. 1. Diagrama de la Flor. Demuestra la disposicion de sus órganos. e==cáliz, cuyos sépa- los están unidos al sexo-tubo; p=pétalos libres, los cuales forman la corola; est=estaminodios; est.=los cortos estaminodios del primer verticilo trimero; est. 2==los mas largos del segundo cir- culo; o—ovario, en que falta la indicacion de la placenta, no pudiéndose estudiar la posicion de — 229 — ésta exactamente con el material de que hemos podido disponer. Fic. 2 Diagrama de una inflorescencia parcial; e=eje primario; h.=hoja de apoyo de la inflores- cencia parcial; h 1=las hojas fértiles del primer par, en cuyos sobacos están puestos los brotes axilares (de los que el eje se halla marcado con a) que pueden trasformarse en flor ó en brote de innovacion; h 2=segundo par de hojas (estéri- les) que rodea la flor (f.), en cuyo diagrama no está indicada la posicion de los estaminodios ni la del pistilo y ovario. Fic. 3 Imágen del hábito de una ramificación cuyo eje primario termina en una flor (y en es- tado de desflorescencia, habiéndose perdido los pétalos y el estigma). Los brotes de innovacion se hallan en los so- bacos del penúltimo par de hojas que antecede á la flor. Aumento 11 1 Fiée: 4 a y b contornos de las imágenes de dos cortes transversales de la hoja; 4 a=—imágen de la parte superior en donde el canal e es simple; est=estomas, 4 b=corte de la parte encima de la vaina: aumento 92 1 Fic. 9 Un pétalo aumentado 14 1 _ Fria. 6 Genéceo rodeado por cuatro estamino- dios: el ovario está abierto y se ven 4 óvulos anátropos colgados en los funículos doblados. Aumento 14. 1 Fra. 7. Corte transversal del ovario para de- mostrar la única placenta. Aumento 14 Ed Fic. 8 Un óvulo con el funículo. Aumento 43 1 — 230 — Fria. 9 Corte mediano de un fruto casi maduro y de la semilla: se ve en ella la colocacion del embrion: ] Aumento 14. 1 Fic. 10. Imágen de un gajo; tamaño natural. ALGUNAS AULTAS SAMEUDUELAS 9 CHANCACAS DE LA FAMILIA GNATHOBDELLIA Y REVISTA DE ESTA FAMILIA POR EL Dr. D. H. WEYENBERGH, Cuando agrupamos, con HartiscG * el órden de las Hirubisipa (synm. Discophora, Suctoria, Bdellodes, Bdellidea, ete,) en nneve familias, re- sulta la clasificacion de sus géneros en el ór- den siguiente: Fam. L.%. GuatmoBDELLIA (syn. Hirudinea). Los doce géneros que la componen se encuentran citados abajo. ' Fam. 11.% Crersivra. Género: Clepsine Say. (syn. Glossobdella Blv., Glossiphonia Johnst.) Fam. 1M1.* TlenraroboeLLIa. Géneros: [ehthyob- della. M. T. (syn. Piscicola Blv., Haemocharis Sav.) Pontobdella Leach. [syn. Albione Savl]. Haementeria Fil. Ophibdella v. Bened. Fam. IV.S BraANcHiOBDELLIA. Géneros: Cysto- branchus Trosch. Calliobdella v Bened. Hemibdella vBened. Branchellion Sav. [syn. [? Branchiob dellion Rud]. Oxobranchus Quatref. Phyllobran- chus Girard. | “* Leerboele der dierkunde TIT. 1. A p. 452-—665.—Con poca diferencia CLAUS sigue la misma clasificacion en su texto. 80 == Fam. V.*% HererobBmELLIA. Género: Heterob- della y Bened. Fam. VIS Cenrrorrera. Géneros: Acanthob- della. Gr., Centropygus Gr. Fam. VIL.* AsracoBnELLIA. Géneros: Asta- cobdella Val. (syn. Branchiobdella Od. Microbdel- la Blainv]. Temnocephala Gay. Fam. VIII. 3 HistrIiOBDELLIA. Géneros: His- irtobdella Val. Saccobdella v Bened. Myzostoma. Leach. [La clasificacion de este último es muy dudosa]. Fam. IX.S MarLacobDELLIA. Géneros: Mala cobdella Blv. Gyrocotyle Dies. [syn. Amphiptyches Wagn.] La primera familia: GNATHOBDELLIA, €s, sin du- da, la mas rica en especies, y se caracteriza por las siguientes particularidades que la distinguen de las demás: La boca está provista de tres láminas maxi- lares, muchas veces con dientes microscópicos, Ó bien, de pliegues longitudinales; cuatro óÓ cinco pliegues cutáneos en cada segmento. Delante de la boca se encuentra una ventosa anelada, en forma de cuchara, representando el labio superior; en proporcion á la ventosa pos- terior ó verdadera, la anterior es muy pequeña y está separada por un enlazamiento. El ano se encuentra arriba del márgen de la ventosá posterior. * El número de los pliegues cutáneos es ordinariamente 95 á 96. Los doce géneros de esta familia, en su ma- yor parte tambien citados por HartIine6, son los siguientes. A cada género he agregado los prin- cipales caractéres y las especies que me son co: nocidas. | Géneros de la familia GNATHOBDELLIA: “*) Por el carácter diagnóstico que nos presta la posicion del ano, el gé- nero Centropygus, clasificado por varios zoólogos en esta familia, llega á encontrarse fuera de ella, formando, al contrario, con el género Acanthob della, la VIS. familia arriba citada. + A 1 Híirudo. L. * El labio superior ó ventosa en forma de cuchara, se compone ordinariamen- te de cuatro pliegues cutáneos. En cada uno de los tres primeros pliegues del cuerpo está un par de ojos, un otro par en el quinto, y otro más en el octavo pliegue cutáneo. La abertura genital masculina se encuentra entre el pliegue 24.2 y A la teniaina emre el 292 y 530: 2... Las quijadas córneo-quitinosas presentan dientes fi- nos en una doble fila. En el estómago se obser- van once pares de apéndices ciegos, cuyo último es muy alargado. El cuerpo es un poco chato, especialmente al lado ventral. Este género es el que ha sido estudiado más que los otros. [Syn. Sanguisuga Sav)]. Especies: HH. mediernalís L. [syn. sanguisorba L. sanguisuga L. venaesector Braun.): var: ofici- nalis L. [63 variedades sin nombre. **], En Eu- ropa.—Esta sanquijuela empleada en la medici- na, es la que mejor ha sido estudiada en cuanto á su estructura anatómica, manera de vivir, mul- tiplicacion, etc. La literatura sobre esta especie, su cultura y su aplicacion, forma una pequeña biblioteca. ***. 4H. interrupta M. T. Algeria—H. mysomelas. Vir. Senegambia—/A. granulosa Sav. Bourbon—A. javanica Wahlb. Java—H. sínica Blv. China.— A. tagalla Hook. Sumatra — HA. albo- punctata Wahlb. Suecia—H. cylindrica Gay. Chi- le=H. maculosa Gr. Singapur - H. tessellata Gay. Chile—4AM. australis Bes. Sidney [syn. H. quinque- striata Schm).—H. tristriata Schm. Sidney [?] —4H. septemstriata Gr. Cabo de Buena Esperanza.— H. capensíis Gr. Cabo de Buena Esperanza. 2. Haemopts Sav. El márgen del cuerpo es *) Liyro ha distinguido solamente este género Hirudo; los demas han sido denominados despues de su muerte. E) Me parece que estas variedades sin nombre por lo general no tie- nen más valor científico que como diferencias individuales; en un número igual de individuos de cualquiera otra especie animal, DIeEsiNG hubiera podido encontrar probablemente un número igual de variedades, adoptando de antemano cierta forma como tipo. IN ase peje Carus Bibliotheca Zoologica T. J. p. 399—393, etc. — 294 — ménos aserrado y más ó ménos distintamente bor- dado. Los dientes de las quijadas son ménos (fi- nos y están puestos en una sola fila y en un número de treinta. Los ojos como en el género anterior. Especies. A. vorac M. T. Europa y el Norte de Africa.—H. ceylanica Hook. Ceylan—(Puede ser que esta última especie pertenezca al género anterior.) 3. Chronobdella Gr. Los cinco pares de ojos están; enylos. ple aus SSA Las quijadas llevan 67 (?) dientes finos. Eserecrie. €. limbata Gr. Sidney.—Puede ser ue pertenezca tam len áeste género Hir. tagal- la Hook (Meyen) y Haem. ceylanica Hook.) 4. Aulacostomum M.'T. La forma del cuerpo es un poco más cilindrica, periforme en estado contraido. Los pliegues á la parte anterior no pueden Ó casi no pueden distinguirse en el már- gen del cuerpo, que jamás lleva bordo. Una so- la fila de dientes obtusos y relativamente grue- sos se ve en las quijadas. Los apéndices ciegos en el estómago son muy pequeños, y la tripa an- cha. Los ojos están puestos como en el género Htrudo. EsPEcIE. 4. gulo M. T. Europa. 5. Bdella Sav. El labio superior profundamen- te cóncavo; no hay dientes en los pliegues ma xilares, que, por lo demas, son bien desarrollados, mas ó menos quitinosos. No hay mas de cuatro pares de ojos, faltando el que en /Hírudo es el último. (Syn. Limnatus M. T.) Especies. B. nilotica dav. Egipto—B. aequi- noctialis Pet. Isla de Madagascar. 6 Nephelis Sav. La forma del cuerpo es mas chata, y en el márgen los pliegues cutáneos son por lo general indistintos.. Cuatro pares de ojos. la abertura genital masculina se encuentra en- tre el pliegue cutáneo 31.2 y ell 32.9 "la. fem nina entre el 34.2 y 35.2—(No puedo asegurar entretanto si estos caracteres son extensibles á todas las especies). has quijadas son simples — 1 pliegues longitudinales en la cavidad bocal. Dien- tes faltan. (Syn. Helluo. Ok). Eseectes. N. vulgarís M. T. Europa [Syn. Hir. octoculata L.]—NV. elongata Gr. 2.—N. quadrili- neata (rr. Nicobar. 1. Trocheta Dutr. Los pliegues maxilares son desarmados, pero ménos blandos que en el gé- nero anterior. El cuerpo es angosto y delgado. Cuatro pares de ojos. (Syn. Trochetia Lam., Greob- della. Blw.p. p.) ESPECIES nO Conozco. 8. Oryptychus Gr. La forma del cuerpo es chata y delgada; la boca desarmada. EspPECcIES nO CONOZCO. 9. Ltostomum Wagl. La boca desarmada. No conozco el género. SPECIES NO CONOZCO. 10 Blennobdella Gray La boca casi sin plie- gues y muy ancha. Ojos faltan. EspPEcIiÉ B. depressa Gray. Chile. * 11. Pinacobdella Dies. La boca totalmente sin pliegues y tambien los ojos faltan. HsPECIES NO CON'ZCO. 12. Typhlobdella Dies. Sin pliegues en la bo- ca, que es pequeña y sin ojos. (No veo la dife- rencia entre los dos últimos géneros, á no ser que consista en que el primero tiene la boca an cha y el segundo pequeño.) EspeciE 7. Kovatst Dies. Ungria. Es pues de esta familia que tengo que descri- bir algunas pocas nuevas especies de la Repú- blica Argentina, les cuales, eutretanto, no todas caben en los géneros citados: asi es que he te- nido que formar algunos nuevos, esperando que no coincidan los mios con los géneros que, se- gun dejo dicho, uo conozco, lo que efectivamente, “ La mayor parte de las descripciones y figuras de lus sanguijuelas en la obra de GtaY son insuficientes. tomando en consideracion la patria de aquéllas, seria muy casual. Principio con la descripcion de las especies que corresponden con uno de los géneros arriba citados. Es el género NVephelis Sav, que parece muy bien representado en nuestro país. NWephelis argentina m. Las quijadas se presen- tan como pliegues muy rudimentarios, Casi imper- ceptibles, sín dientes. Los cuatro pares de ojos tienen la posicion ordinaria en este género. El ano se encuentra en el dorso, á poca distancia del márgen superior de la ventosa posterior. La abertura genital masculina está entre el 24.2 y 25.2 pliegue cutáneo completo, al lado ventral, contando los pliegues desde el labio inferior, y cinco pliegues más hácia atras se encuentra la abertura genital femenina. El color es gris-oscu- ro. El largo, en ejemplares conservados en aguar- diente, 5. 5. Centim.; vivos y en estado de esti- zamiento, el mayor tamaño 7. centím. lia forma es Chata y delgada; el ancho un poco más de 6 milímetros. La forma general es la de una lan- ceta, adelgazándose hácia la parte cefal. La ven- tosa es oval, bastante plana y tiene en diámetro transversal 3 milím., longitudinal 2. Viven en las acequias de los alrededores de la ciudad de Cór- doba, y son bastante comunes. Algunos ejemplares tienen los márgenes del cuerpo un poco más claros que los demás en los cuales estas partes son más oscuras; los he llama- do var. marginata m. En un individuo encontré el órgano copula- torio saliente de la abertura genital anterior. Su forma era la de una punta de alfiler bastante obtusa, y la base un poco más gruesa; el largo era 2 114 milím. Nephelís ctnerea. m. Esta especie se asemeja mucho á la anterior; pero su color es cenizo, con el dorso un poco más oscuro que el vientre. La posicion de las aberturas genitales y del ano, el — 231 — tamaño y la forma, son como en la anterior, En varios individuos parece que se ve una indica- cion de líneas longitudinales en el dorso. En un individuo el órgano copulatorio salió de la abertura genital anterior, y se demostró mucho más corto que en la especie anterior, más grueso y ménos puntiagudo; no tenia más de medio milímetro de largo, y entre la punta y la base no habia diferencia de grosor. En acequias en Córdoba. Nephelís símilis m. Una espacie que, en cuan- to á su colorido, se asemeja algo á la des- crita más adelante bajo el nombre de Schlege- lía nephelvídes, aunque las líneas son más claras; pero despues de haber puesto cl individuo en aguardiente, para poder describirlo con más des- canso, dichas líneas desaparecieron. Respecto al número de ellas hay tambien en cada lado una méuos. (?) El esófago no lleva quijadas, sino plie- gues longitudinales fuertes. Los ojos son confor- mes al carácter típico de este género. Despues de haber estado en aguardiente, esta especie se asemeja mucho, respecto á la forma y el color, á N. cinerea; es solamente un poco más oscura, y la forma ensanchada al fin de la primera cuar- ta parte del cuerpo se asemeja más á Schlegelta. La abertura genital masculina se encuentra en- tre el pliegue 23.2 y 24.2; la femenina entre el a y 90.2. EY número; de pliegues cutáneos completos, desde el labio inferior, es 88 (ú 89). El mayor tamaño, en estado vivo y extendido. es de 1 decímetro, y en aguardiente no más que 8 centímetros. Los poros segmentales eran, duran- te la vida, muy distintos, mucho más que en las especies anteriores. Fl mayor ancho 3 milíme- tros. Tambien esta especie vive en acequias en los alrededores de Córdoba. Nephelís picta m. Una especie grande y linda, muy periforme en el estado de contracción, bas- tante chata cuando se estira, y entónces se adel- oO gaza mucho; por la parte anterior adquiere una forma de lanceta, con una gran ventosa posterior. Los ojos son los mismos que se observan comun- mente en este género, pero sumamente pequeños. La boca lleva quijadas cónicas en forma de pa- pillas; son estas quijadas quitinosas, pero no se distinguen dientes en ellas. Por el dorso se ex- tiende una línea mediana de color amarillo, y á cada lado de ellas, en distancias regulares y pa- ralelas, dos iguales. Un bordo muy amarillo, ó mas bien, de color de naranja, adorna el márgen del cuerpo. La distancia transversal entre la línea lateral 6 marginal que acabo de mencionar, y la otra lateral situada más arriba, es un poco ma- yor que entre las demás líneas longitudinales eutre sí. La línea mediana es en la punta cefal muy clara y amarilla; pero en la ventosa poste- rior estas líneas longitudinales no continúan. El color general del cuerpo es un negro leonado, que tira al color olivo; la superficie ventral gris- leonado. Completamente extendido el animal mide 12 centím. con 1, 3 centím. de ancho en la parte mas guesa del cuerpo: en estado de contracción com- pleta, el ancho no pasa de 2. 5 cent. Abertura ge- nital masculina en el pliegue 27. En ejemplares que han estado algun tiempo en aguardiente, se apercibe un pequeño enlazamiento en la primera cuarta parte del cuerpo; pero ignoro si esto mis- mo se nota en los vivos. Esta especie se encuentra tambien en acequias al rededor de Córdoba; pero es más rara. Nephelís corduensís m. Es tambien bastante periforme en estado contraido (vivo). Las quija- das tienen la forma de tres papillas más ó ménos córneo-quitinosas. La abertura genital masculi- na-en el pliegue 27.2 Elcano se encuentra corta distancia delante del márgen superior de la ventosa posterior. El color es negro-verde, y muy verde especialmente en los márgenes del cuer- po. — 239 — No he polido ver los ojos (?). * He perdido la medida del animal vivo; áun en azuardiente mi- de más ó ménos (hay alguna diferencia segun los amdividuos) 2,9. centím. ancho .“S a 9 mi- lím.: es pues excusado decir que esta especie es bastante ancha. Vive en bañados, pantanos y acequias en los alrededores de Córdoba. Nephelis subolivea m. Esta especie tiene ls quijadas inarmadas, pero bien visibles. La ven- tosa posterior es relativamente pequeña, y los pliegues cutáneos muy flnos. il color general es, durante la vida (no ya en aguardiente), un negro azul que tira algo al verde olivo. En el medio del dorso se observa una línea longitudinal amarillenta, y en el már- gen del cuerpo otra semejante, un poco más cla- ra; ambas son finas. El lado ventral tiene un color más gris. Eu algunos individuos se ve, á pesar de que es siempre poco clara, á poca dis- tancia de la referida línea mediana. en cada lado, una línea longiludinal muy fina, alguna vez in- terrumpida. El lado ventral presenta tres care- nas, de las cuales la média es siempre bien visi- ble. En individuos pequeños (no adultos?) los pliegues cutáneos son muy finos, y áun desapa- recen por completo cuando han estado aquéllos algun tiempo en aguardiente, en cuyo caso se preseutan comple tamente lisos. La forma general. es la de lanceta, con una parte cefal no muy acuda. Los individuos más grandes son, en aguar- diente, casi de 3 y 112 centím. delargo, con 7. mi- lím. de ancho; vivos, un poco más largos y mé- nos anchos. No son raros en las acequias de las us de esta ciudad. ] | “Cualquiera que conozca las dificultades que ofrece el buscar y descu- brir los ojos de las sanguijuelas que han estado: algun tiempo en aguar- diente, estará de aeuerdo con el catedrático Dr GkruB*e cuando dice—que es mejor, en esta parte, poner una irterrogacion (?), que dar por verdades cier tas lo que no pas de ser meras suposiciones, —erredando y confundiendo así más y más el estudio de los autores futuros. 31 — 240 — Determinaré ahora á continuacion algunas especies que no he podido clasificar en los géne- ros que conozco, formando así con ellas otros nuevos. Schlegelíia m. Las quijadas inarmadas y en forma de pequeños pliegues rudimentarios y pa- piliformes;, el ano delante del márgen superior de la ventosa posterior. La abertura genital masculina en el 27,9 pliegue cutáneo completo (contando desde el lá- bio inferior); la femenina, de la misma manera, en el 28.2; estas aberturas no son circulares, como se nota ordinariamente, sino en forma de fisuras. Supongo que los ojos son como en Ve- phelis: no he podido distinguirlos bien, con ex- cepcion del par que corresponde al tercero de Nephelis y que he visto claramente. Me refiero de nuevo sobre el particular á la nota contenida en la página anterior. Dedico este nuevo género al Néstor de los zoólogos de mi patria, el Catedrático Dr. D. H. Schlegel, director del museo nacional de Leiden. Schlegelia nepheloídes m. Los pliegues cutá- neos son muy distinguibles en el márgen del cuerpo, cuyo márgen parece por ellos aserrado. La parte anterior del cuerpo es un poco más an- cha que lo demás; pero la parte cefal bastante puntiaguda. El labio superior es formado por la punta del cuerpo y dos pliegues más, de manera que el cuarto pliegue se extiende al rededor de todo el cuerpo, y forma el labio inferior; el quinto es muy angosto, y todos los demás iguales entre sí, á diferencia solamente de los anteriores, que son un poco más angostos en el lado ventral. La ventosa posterior es circular, muy enlazada, con un diámetro de 3 milímetros. El largo del animal, en aguardiente, es 5,5 centím.; su forma chata, pero no tanto como es regla en las especies de Vephelís aquí descritas. El lado ventral es de color gris oscuro. — 241 — El lado dorsal es gris, un poco cinéreo, y presenta líneas longitudinales en el órden si- guiente. En el medio del dorso se ve una línea angosta, más ó ménos cinérea, que llamaré línea mediana; al lado, es decir, á muy pequeña dis- tancia de esta línea, se halla otra, negra y ancha; despues sigue de igual modo, por el lado del már- gen del cuerpo, una línea angosta gris, despues otra angosta negra, despues una gris, despues otra negra muy fina: á esta última sigue entón- ces una gris más ancha, y despues, ya en el la- do del cuerpo, otra negra un poco más ancha. Más al márgen se ve todavía una línea gris amarillenta, á la que sigue, en el límite entre el lado dorsal y el ventral, una línea negra de mayor ancho. En la parte cefal estas líneas no llegan á distinguirse; solamentc la línea mediana puede verse hasta la punta cefal, donde llega á ser un poco más clara. Por la falta de quijadas armadas se aleja esta especie de los géneros Hirudo, Chtono- bdella, Haemopsis y Aulacostomum; y la posi- cion característica y extraordinaria de las aber- turas genitales, y su forma de fisura, la ale- ja demasiado del género Vephelís, para clasi- ficarla como perteneciente á él, áun en el supues- to de que los ojos, en núm-ro y posicion, corres- pondiesen á dicho género. Pero la forma gene- ral del animal es diferente de las otras especies descritas de Vephelís, las que tienen siempre el cuerpo de un ancho regular, sin aumentacion de la primera cuarta parte. El labio superior cón- cavo de Bdella falta á nuestra especie, como tambien los fuertes pliegues maxilares, que solo son rudimentarios y más ó ménos en forma de papillas; ni la posicion de las aberturas genita- les corresponde á este género. En el género Tro- cheta el cuerpo es, segun la descripcion, angos- to y delgado, lo que tampoco puede decirse de nuestra especie; sobre las aberturas genitales de Trocheta no he encontrado apunte ninguno; pero de ello pende la cuestion, si se quiere conside - - 242 — rar la posicion de dichas aberiuras como de bas- tante valor para constituir un earácter genérico óÓ específico. Mi opialo1 es que se puede hacer lo primero, pero sizm)'e en combinacion con otro caractéres, cm» p. ej. la forma general, etc. Sabiendo, como dejo expresado, que los ojos no faltan en nuestra especie, por completo, no puede ser ella clasificada en los géneros Blennob- dalla, Pinacobdella, ni Tyhlobdella. Oz yptyeh is y Liostomaum no me son bastante- mente conocidos para pronunciar fallo alguno con referencia á ellos. He encontrado esta especie en un arroyo pan- tanoso, en la sierra de Córdoba, cerca de la villa denominada Cruz-del-Eje. Cyclobdella m. A este género faltan las qui- jadas, y áun los pliegues de la boca no se dis- tinguen. La parte cefal es muy aguda, y cinco pares de ojos están puestos en los pliegues cutá- neos siguientes 1.3, 20, O AO dd ano se encuentra en el dorso, á poca distancia del márgen superior de la ventosa posterior, que es circular y bastante plana. Si hubiera dientes en las quijadas de esta es- pecie, no habria obstáculo en clasificar la que se describe en seguida, en el enero Hirudo Hae- mopts. Cyelobdella glabra m. El color es gris-oscuro; la abertura genital masculina está entre los plie- gues cutáneos completos 26.2 y 27.2, contando desde el labio inf=rior; la femenina entre los 299. y 30,2. El mayor tamaño es. de 8 a O contime siendo el animal, en este estado de estiramiento? muy delgado, en alcoholno tiene más de 6 centím. de largo; y el mayor ancho es de 6 milím., siendo la forma, en este último caso, muy chata. Los pliegues cutáneos casi no se distinguen, especial- mente en el lado dorsal. a AE en acequias en los alrededores de Cór- oba cad li — 243 — Hybobdella m. Este género se caracteriza por sus dos ojos bastante grandes en el medio del márgen anterior de la punta, cefal, puestos muy cerca el uno del otro. Los pliegues bocales ca- recen de dientes y sou poco fuertes; en el dorso se ven cinco filas de tubérculos. Hybobdella Doringí m. La boca es grande y circular, cooperando con el movimiento de los lá- bios á la formacion de una ventosa bastante erande, pero algo menor que la posterior. Esta última está rodeada de un enlazamiento fuerte, y delante de su márgen superior, en el dorso, se encuentra el ano. | -El color es verde olivo, oscuro en el medio, y más Claro en los márgenes En estado de estira- miento tiene 6 á Y centím. de largo, y contraido (vivo) es muy periforme. La punta cefal bastante obtusa. En aguardiente el animal se contrae de un modo algo distinto de las otras especies mencio- nadas, es decir, el lado ventral llega á ser cón- cavo, por causa de que los bordos laterales se doblan un poco por este lado, loque parece oca- sionado por la direccion un poco modificada de algeunos músculos cutáneos. De las cinco filas d> tubérculos situados en el dorso, una está en la línea mediana, en cada pliegue un tubérculo. Las otras dos filas de cada lado se encuentran á distancias casi regulares la una de la otra y del márgen del cuerpo. En la primera fila que sigue lateralmente á la mediana, los tubérculos están puestos de tal manera, que siempre siguen dos pliegues cutáneos cada uno con un tubérculo, miéntras que entre cada dos de estos pliegues hay uno sin tubérculo. Así es que en esta fila los tubérculos forman efectiva- mente una fila, pero interrumpida en cada tercer pliegue. La tercera fila es, en parte, doble, muy irregular, y los tubérculos mismos son más pe: queños; tampoco se nota en la fila anterior una regularidad exacta, pues en un pliegue se halla — 244 — el tubérculo alguna vez más arriba ó más abajo que en el otro, ó son dichos tubérculos desigua- les en tamaño. Algunos de éstos son más ó mé- nos angulares. Por lo general llegan á ser po- co á poco más pequeños en la primera tercera parte del cuerpo, desapareciendo á la simple vis- ta en la parte cefal. En el lado dorsal hay en cada pliegue cutá- neo una indicacion de un pliegue transversal rudimentario. Sobre los órganos genitales no puedo decir nada. Mi colega Dr. D. A. DórivG encontró esta es- pecie en la ribera de un arroyo, debajo de una piedra, en la Quebrada de Nieva (sierra de Po- cho, parte de la sierra de Córdoba). Yo la en- contré en una acequia cerca de esta ciudad. H, flavolineata m. La boca grande y circu- lar, y el labio superior poco sobresaliente: así es que se encuentra casi al extremo anterior del cuerpo. Los pliegues bocales presentan papillas muy finas, que casi se confunden con dientes. (?) El ano está en el dorso, delante del márgen superior de la ventosa posterior, que es grande y de forma regular. El vientre es gris cinéreo; el dorso de un co- lor verde hermoso, con cinco líneas longitudina- les amarillentas y un poco onduladas: la media- na es la más fina. Hay además otra línea, pero más ancha, en el márgen del cuerpo. La que precede á la última es alguna vez doble: en este caso la más exterior es muy fina. Sobre los ojos y órganos genitales no he apuntado nada. Vive aquí en pequeños arroyos y acequias. Tengo en mi poder aleunos individuos más de las especies de esta familia; pero he creido conveniente no publicar todavía su descripcion, hasta que tenga mayor número de ejemplares, y más frescos, 4 mi disposicion. j Córdoba, 1877. COMPOSICION QUÍMICA DE ALGUNAS MUESTRAS DE AGUA POTABLE DE LA CIUDAD DE LA RIOJA, ENVIADAS POR EL EXMO, GOBIERNO DE ESA PROVINCIA. (Análisis químicos hechos por el Sr. D. Julio Mendez, practicante en el . Laboratorio químico de la Universidad de Córdoba ). 1. PUERTA DE LA QUEBRADA. Sales inorgánicas obtenidas por evaporación de 1 ro OOOO CA de agua). * Sulfato de potasio... . 0.0310 grm. Cloruro « « 0.0208 « Cloruro « sodio...... 0.0416 « Silicato « é 0.1017 « Carbonato de « 0.0314 « Disueltos en el « de calcio... 0.1011 « fugua en estado de « de magnesio 0.0013 « )bicarbonatos. 0.3289 grm. El contenido de materias pr es muy insignificante. 2. COCHANGASTA. Sulfato de potasio...... 0.0572 grm. Cloruro « « 0.0176 « « « sodio 0.0117 « Silicato « « 0 1026 « Carbonato de « 0.0305 « A « GCalcio.... 0.0761 « e « magnesio 0.0413 « 0.3370 grm. %) La cantidad enviada de cada muestra no ha sido suficiente para hacer un análisis muy prolijo; habiendo sido necesario prescindir por esta razon de la determinacion cualitativa de las materias orgánicas, cto. — 246 — Contenido de materias orgánicas 0.0400 grm., aproximadamente. 3. ACEQUIA DEL MEDIO. Sulfato de potasio...... 0.0283 grm Cloruro « « 0.0208 « « « sodio 0.0529 « Silicato « 4 0.0469- « Carbonato de « 0.0473 « « CAC OA K « magnesio.. 0.0221. « 0.3319 erm. Materias orgánicas considerables cerca de 0.15 grm. por litro. Por esto el agua en cuestion no se puede recomendar como potable. 4. Pozo. (PLAzA PRINCIPAL). Sulfato de potasio.. 0.0588 Cloruro « c 0.0346 NS « sodio0..... 0.0420 Silicato « « 0.0512 Carbonato de « 0.0129) Combinados en parte por Carbonato de calcio hos ácidos orgánicos (hu: minico, ett.) Precxistentes y Ma nes OA 0.3256 grm. Materias orgánicas sumamente considerables, más de 0,2000 grm. por litro. La insignificante cantidad de la muestra re- mitida no permite hacer una determinacion más exacta de sus caractéres. Pero esta agua como potable se debe rechazar completamente, en el supuesto de que exista un manantial perpétuo para la entrada de estas materias Orgánicas en aquel pozo. D. ÁLJIVE. (CIUDAD). Sulfato de potasio..... 0.0953 Cloruro « « | 0.0241 — 247 — Cloruro de sodio 0.0553 Silicato « a 0.0214 Carbonato de « 0.0547 e descalcio.... 0:L012 « de magnesio. 0.0513 0.3633 El contenido de materias orgánicas es insig- nificante. 6. ACEQUIA DE ABAJO. Sulfato de potasio...... 0.0817 grm. 6 RUSO IO. tenio 0.0062 « Cloruro « a 0.0692 « Silicato- « « 0.0213 « Carbonato de « 0.0664 « « Era Calcio. y magnesio. ........... 0.1045 « 0.3493 « El contenido de materias orgánicas no es im- portante. Laboratorio químico de la Universidad de Córdoba, Julio de 1877 Dr. ADOLFO DOERING. Tucuman, Abril 16 de 1878. Señor catedrático de química de la Academta de Ciencias Exactas de Córdoba, Dr. D. Adolfo Doertny. Muy SEÑOR MIO: Habiendo recibido órden del Exmo. Gobierno Nacional para hacer -los estudios necesarios en esta ciudad con objeto de proveerla de aguas po- tables, y siéndome muy necesario conocer con exactitud la calidad del agua que se trata de con- ducir, me tomo la libertad de dirigirme a Vd. —248 — rogándole quiera hacer el análisis químico de la muestra de agua que envío á Vd. en una bo- tella. Esta agua proviene de vertientes y ha sido ex- traida de un pozo hecho exprofeso con el objeto de averiguar la cantidad y clase de ella. Las capas de tierra eutre las que aparecen las vertientes son de arcilla compacta; estas ver- tientes se encuentran á dos metros de profundi- dad, notándose que á medida que se profundiza, brota el agua copiosamente, á tal punto, de no poderse desaguar con una bomba de regular ca- pacidad. El agua aparece á una temperatura bastante baja, así que es de presumir venga de algun manantial subterráneo. | No pudiendo continuar los estudios ántes de conocer el resultado del análisis, es para mí de mucha importancia conocer el resultado lo más pronto posible, por cuyo motivo ruego á Vd. quiera verificar el análisis tan pronto como se lo. permitan sus ocupaciones y comunicarme el resultado á esta oficina. Esperando que por ser esta molestia que doy á Vd. en servicio de la Nacion, no se negará dá prestar su cooperacion, á fin de poder obtener da- tos precisos y fidedignos respecto á la calidad del agua— Con este motivo, me es grato saludar á Vd. con mi mayor consideracion. FEDERICO STAVELINT. Ingeniero Jefe de la 4. % Seccion. Córdoba, Mayo 15 1878. Sr. D. Federico Stavélint, Ingeniero Jefe de la ASAS CCCION. Tucuman. Tengo el gusto de acusar recibo de una nota de Vd. fecha 16 del mes ppdo., acompañando una — 249 — muestra de agua potable perteneciente á un pozo situado al pié de la sierra de Tucuman, cerca de Yerba Buena, y me permito comunicarle el re- sultado del análisis químico hecho sobre ella. . El agua remitida es de aspecto y sabor favo- rable, completamente incolora é inodora. Tiene en suspension una pequeña cantidad de un ligero precipitado compuesto de carbonato de cal, sesquióxido de hierro, etc. | por 1000 a. Cantidad del precipitado flotante: 0.0105 grm. b. Materias fijas disueltas: LA c. Contenido total de ácido carbónico: 0.4270 « El análisis de las materias disueltas dió el siguiente resultado: : por 1000 CC. por 1000 CC. Carbonato de so- AO 0:9094 2110. / 0.5029 grm. Carbonato de cal- Correspond. á % A a O.0993. < A Carbonato de MmAagnesto...... 0.0459 « 0.0683 « Silicato de sodío.. 0.0792 « Cloruro de sodío.. 0.0268 « | « « potasto 0.0202 « Sulfato de potasío 0.0653 « Alúmina y hter- Oo. VOSTIgiOs INCIAO SS ÚCICO. -. 0.0200. e Rerlida tete... 0.0089 e A: Como se ve por este análisis, la referida agua potable debe clasificarse entre las aciduladas alca- tinas, y por lo tanto, es semejante en su compo- sicion á las dos conocidas de la provincia de Salta, una de Paraíso y otra del Rosario de la frontera, analizadas por el Dr. Siewert, * Apesar de su contenido predominante de bi- carbonato de soda, no hay que decir, bajo el * Véase «La Repúbl. Argentina», por Ricardo Napp, pág. 256 y sig'tes — 250 — punto de vista higiénico, nada en contra de di- cha agua como potable, miéntras que para las aplicaciones culinarias, de limpieza y demás usos domésticos, puede recomendarse al público tucu- mano y considerarse como inmejorable. Miéntras tanto, para ciertas aplicaciones in- dustriales, como p. ej. la curtimbre, la fabrica- cion de cerveza, etc., su uso seria poco apropia- do, debizndo preferirse en tales casos el agua del rio. —Creyendo haber concluido con esto el propósi- to significado en la apreciable nota de Vd., me es agradable esta oportunidad para reiterarle mi amistosa consideracion. Dios guarde á Vd. Dr. ApoLrO DOERING. INFORME SODAE LA MARCIA DEL MUSEO JINERALOGICO DE LA. UNIVERSIDAD NACIONAL EXISTENTE EN CORDOBA. Año 1879. Los progresos que el Museo Mineralógico ha hecho en el año 1879 se limitan, esta vez, sola- mente al aumento de las colecciones del país, lo que se explica por la circunstancia de que su director no ha tenido disponible ninguno de los fondos destinados al fomento del referido Museo, de manera que ni para la compra de nuevas co- lecciones, ni para la aumentacion del mobiliario, se han podido hacer gastos algunos; y la exposi- cion del material existente, que, por el aumento de las colecciones del país, ofrece siempre más dificultades, ha tenido que acomodarse á las con- diciones modestas del mobiliario insuficiente á este destino. No obstante, los progresos que el Museo ha hecho con relacion á las colecciones del país son bastantes considerables. Así como en años anteriores, tambien en las vacaciones últimas he practicado largas excursio- nes para el estudio geológico del país y la co- leccion de un nuevo material científico, ya fuese éste en el ramo de la mineralogía, ya en el de la geología. Por la misma causa de carencia absoluta de fondos disponibles al objeto, dichos viajes se han practicado únicamente en la provincia de Córdo- ba y sus vecindades, pero en los puntos mas in- teresantes, especialmente en los Departamentos — 252 — que descuellan por su riqueza en minas. Así, todas las minas de la Provincia tienen hoy su representacion de muestras en el Museo. Entre estas minas hay algunas que el año próximo pa- sado nos han suministrado una serie de noveda- des muy interesantes. Estudiando la del Guaico, tuve la satisfaccion de encontrar allí, despues de muchas investiga- ciones á este propósito, varios criaderos, suma- mente importantes, de vanadinatos, plomo, y es- ecialmente la deseloízíta, mineral raro del cual ace 30 años se extraviaron unos ejemplares en Europa, y el mismo que habia sido descrito allí por Damour, sin que hasta el presente se haya conocido la localidad de su yacimiento. El ha- llazjo contemporáneo de grandes cantidades de varios cloruros de plomo, tan escasos en la na- turaleza (cumo fosgentta, matlockita etec., en par- te muy bien cristalizadas) hizo todavía más im- portante este descubrimiento. Una linda serie de estos minerales adorna ahora nuestro Museo, ha.- biéndose remitido otra de muestras elegidas al Dr. Rammelsberg, residente en Berlin, para que hiciese de éstas un estudio más explícito que el que permitian las condiciones desfavorables aquí. Interesante fué, entre otros, tambien, el des- cubrimiento de una mina de wolfram que se ha- lla cerca de Chaquinchuna, conteniendo la cupros- chellita: su yacimiento ha sido en balde buscado hasta ahora por mi antecesor y por mí mismo. Fué, ademas, interesante la averiguacion de la existencia de várias minas que suministran lin- dos ejemplares de arseniatos de plomo (como la de Santa Cruz, cerca de Guasapampa), de linarita y brochantita (como la del Rosario, cerca de San Márcos). Tambien el número de las localidades de pegmatttas, con inclusion del beridlo, triplita, columbtía, apatita, cuarzo rosado, turmalina, ete., fué aumentado considerablemente, y muestras de todos estos incorporadas al Museo. En una mi- na de antimontta (cerca de la Higuera, al S. de -- 203 — Soto), fué descubierta por mí la estíblita en ma- sas considerables; en varios puntos encontré nue- vos depósitos de minerales de manganesa (piro- lusita, psilomelana etc.). Podria continuar así enumerando los resulta- dos de mis viajes practicados en el verano últi- mo; pero c»mo me reservo para tratar de ellos mas minuciosamente dentro de breve tiempo en una obra especial que versará sobre mis viajes en general por este país, me limitaré ahora á estas pocas indicaciones. El número de muestras de minerales de la República ha sido aumentado (incluyendo las colecciones hechas en la provin- cia de Catamarca en Agosto de 1878) con 566 ejemplares, cuyo detalle se dará al fin de este informe; de manera, que la coleccion de minera- les del país ha alcanzado ya á 1700 muestras (fuera de las muchas duplicadas y que se han destinado al canje). La coleccion de rocas ha sido enriquecida por representantes de los Departamentos de Anejos Norte, Punilla, Ischilin, Cruz del Eje, Minas, Po- cho, San Alberto, Totoral, Tulumba, Rio Seco y Sobremonte, que fueron visitados por mí en las últimas vacaciones. El Sr. D. Eduardo Aguirre, de Buenos Aires, tuvo la fineza de mandarnos una coleccion de rocas (granito, caliza, dolomia) procedentes de la Sierra Baya al 5S. de aquella ciudad, y fué incorporada al museo. Finalmente, de un iuteres y un valor especial son las colec- ciones de rocas recogidas por los Sres. Lorentz, Doering (D. Adolfo), y Niederlein en la expedi- cion al Rio Negro bajo la direccion del Sr. Ge- neral D. Julio Roca, consistiendo ellas de muchos ejemplares de arenisca, granito, toscas, rodados andinos (pórfidos, traquita, piedra pómez etc.) y otros á cuyo estudio me he comprometido con el mayor gusto. Contando todas estas adquisiciones, é incluyendo las rocas recogidas por mí el año ppdo. en la provincia de Catamarca, resulta un aumento de 454 ejemplares, cuyos detalles se dan mas abajo. La coleccion de rocas de la Rep. — 204 — Argent. asciende, desde luego, al presente, á 1589 ejemplares. La de los fósiles del país ha conquistado en el año corriente las mas brillantes adquisiciones por la remision de los petrefactos coleccionados por el Dr. D. Alfredo Stelzner (con la contribu- cion de los Dres. Lorentz y Hieronymus), durante su residencia en esta República, por las provin- cias de Mendoza, San Juan, la kioja, Salta y Jujuy. Como no existian, ni existen todavía en nuestra Universidad, ni la literatura suficiente, ni los objetos de comparacion necesarios para poder determinar dichos fósiles, el Dr. Stelzner habia llevado éstos 4 su país y entregádolos á los Sres. Dres. Kayser, Geinitz y Gottsche, á quienes rogó los determinasen y describiesen, trabajos de que estos caballeros se encargaron con gran empeño. Los resultados de dichos estu- dios se han publicado en el segundo tomo de los «Beitraege zur (Geologie und Palaeontologie der Argentin. Republ. Cassel. 1876.» editado por el mismo Dr. Stelzner, constando el libro de 100 páginas de texto, en un formato de 4.2 mayor, y acompañado de 15 hermosas láminas, que com- prenden el número considerable de 214 dibujos trabajados con excelente esmero. Despues de la conclusion de- la obra aludida, el Dr. Stelzner ha tenido la delicadeza de remitir á este museo las colecciones de su referencia, y cuyos ejem- plares representan los originales de aquellos di- bujos. Esta adquisicion, de valor tan cxtraordi- nario para la ciencia en general, y especialmente para la geología sud-americana, será siempre uno de los mas preciosos tesoros de uuestro museo. Al fin del presente informe sigue la lista de es- tos fósiles (340 ejemplares), con cuya incorpora- cion la coleccion de fósiles argentinos deposita- dos en el museo ha alcanzado á 590 ejempla- res. La suma total de las muestras de minerales, rocas, fósiles etc. que se encuentran en esta re- — 255 — particion (fuera del gran número de duplicados que se reservan al canje), es 7580 ejemplares, los que se detallan de la manera siguiente: Rep. Arg. Extrang. Minerales tico 1700 1822 muestr. (So totes ias +11 1089 698 « SES O aten caos 1 DO LODOS Preparados microscópicos... 121 100 « 4000 3980 « El material considerable con que, como se ve, cuenta ya nuestro jóven instituto, me sugirió la idea de publicar una corta descripcion de las es- jecies minerales de la República Argentina en os Anales de la Sociedad Científica Argentina, trabajo que apareció tambien separadamente en una edicion especial, Aunque, por los motivos indicados en la introduccion á aquella obra, es ella todavía muy incompleta, no obstante, servi- ria para el porvenir como la base de los estudios mineralógicos de este país. | - Un otro trabajo con que estoy ocupado hace ya algunos años, y que se relaciona íntimamen- te con el museo bajo mi direccion, espero termi- nar en el año próximo: es un mapa geológico del sistema central de las sierras argentinas, es- pecialmente de las de Córdoba y San Luis. Esta obra está ya concluida en su mayor par- te, faltando solamente ciertas completaciones que pienso llevar á cabo en las vacaciones siguientes. Como para un mapa geológico se necesita un fundamento topográfico exacto, y este plan, con. referencia á los parajes en cuestion, no existe aún en manera alguna, siendo los mapas cono- cidos hasta ahora muy inexactos é insuficientes), ha debido comprender mi trabajo, al mismo tiem- po, la composicion de un plan topográfico del terreno aludido, para cuya confeccion no me han servido solamente mis numerosas observaciones trigonométicas, sino tambien los datos que me — 256 — ofrecieron—primeramente las observaciones hechas por el Observaforio Nacional sobre la posicion astronómica de varios lugares, como Córdoba, Villa María, Rio Cuarto, Villa de Mercedes, San Luis etc; despues los planos de los ferro-carriles Central Argentino, Andino, y Central Norte; y finalmente, el material muy considerable con que cuenta el Departamento Topográfico de esta ciu- dad, y cuyo uso me fué permitido por Su Exce- lencia el Sr. Gobernador Dr. D. Antonio del Vi- so y el Sr. Presidente de dicho Departamento, Dr. D. Santos Núñez, con una fineza que me obliga á expresar en esta ocasion mi mas Ín- timo reconocimiento. lia edicion geológica del mapa mencionado dará tambien una revista com- pleta de las posiciones de las minas que se en- cuentran en el territorio, é irá acompañada de un texto, que expondrá minuciosamente todos mis estudios practicados con relacion á la geología y minería de las referidas provincias. Concluyendo este informe, daré en seguida los detalles sobre el aumento de las colecciones del Museo Mineralógico: Il. AUMENTO DE LA COLECCION MINERALÓGICA EN EL AÑO 1879 Opalo 3 muestras Cuarzo ete | 46 « Cloruro de sodio 4 Yeso 8 « Apatita + < Calcita etc 6 € Cerusita iO « Wolfram 14 4 Cuproscheelita 1) < Descloizita 60 « Vanadinita 10 « Mimetisita 4. « Triplita 4 « Malaquita 20 « Azurita ] 6 « — 2901 — Linarita 13 muestras Brochantita « Caolina 4 « Ortoclasa 10 « Oligoclasa 3 « Berilo 13 « Turmalina 45 < Granate 10 € Vesuviana 2 € Epidota 1 « Antfibol 10 « Actinolita Ze « Mica 4 « Cobre silicatado 2 € Columbita 10 € Fosgenita 20 < Matlockita 710) « Yoduro de plata 3 e Limonita 10 « Psilomelana 9 « Estiblita 5 « Valentinita 2 < - Hierro magnético 17 c Galena - D6 « Antimonita € Sulfuro de cobre | 8 « Pirita « « Ze « Pirita arsenical 2 « «e de hierro 8 € Blenda 17 « Ulla : 4 € Suma 566 muestras TI. AUMENTO DE LA COLECCION DE ROCAS EN EL AÑO 1879. Granito 70 muestras Pegmatito | 14 « Pórtido 40 € Diorita 15 « K Traquita | 38 — 258 — Pómez 1 muestras Basalto 2 « gnels 50 c dolomita 1 € areniscas 45 « conglomerados 14 < cuarcita 14 « caliza granuda | 30 « micacita 20 « pizarra 10 « esquisto talcoso etc 10 « € anfibólico 15 « tosca 60 » Suma 454 muestras III. Lista DE LOS FÓSILES COLECCIONADOS EN LA RkE- PÚBLICA ÁRGENTINA POR EL Dr. D. A. STELZNER Y OTROS, DETERMINADOS EN EUROPA POR LOs DrEs. Kayser, GEINITZ Y (GOTTSCHE, Y REMITIDOS Á ESTE MUSEO. (Originales para las láminas en las «Beitrae- ge zur Geologie und Palaeontologie der Argentin. Republ.» Tomo II. Cassel. 1878.) A. Fósiles primordiales y stlúricos. (DETERMINADOS POR EL Dx. D. E. Kayser) 1. De Salta y Jajay (coleccionados por los Sres. Dres. Lorentz y Hieronymus). Aenostus Tilcuyensis n. sp. Agnostus sp. Olenus argentinus n. sp. «Sp: Arionellus Hyollithus Orthis Saltensis n. sp. « lenticularis Wahl (>) SpA Lingula sp. Obulus sp. ejemp. DOA RCA RA A ACA OA RH NN Oia DH O DO y 4 209 = A A E OMT 2. De Talacastra (Prov. de San Juan. Ogygia sp. Monticulipora argentina nm. Sp. Orthoceras sp. Lituites sp. Maclurea Avellanedae n. sp. « Sarmienti 1. sp. e sp. e Stelzneri Ophileta sp. | Orthis calligramma Dalm. « Obtusa Pand. Strophonema Talacastrensis n. sp. Leptaena sericea Sow. Lingula sp. Spongia 3. De la Quebrada de la Laja (Prov. de San Juan.) | Bathyurus Lajensis n. sp. 1 Arethusina argentina n. sp. 1 Trilobites 1 4. De la Quebrada de Juan Pobre (P San Juan). rov. de Bathyurus Darwinii n. sp. 1 ce Orbienyanus n. sp. 2 « Sp. 8 Orthisina adscendens Pand. 4 5. Del Tontal (Prov. de San Juan). Orthis sp. 1 6. Del Guaco (Prov. de San Juan). Ophileta sp. | z Leperditia 1 Leptaena Stelzneri n. sp. 1 Orthis sp. 2 Crinoides 1 1. Del Potrero de los Angulos (Provincia de la Rioja). Asaphus sp. il Ogygia Corndensis Murch.? Ze Ampyx sp. 1 Bellerophon bilobatus Sow. 1 Orthis calligramma Dalm. 30 | — 260 — - Orthis vespertilio Sow. a < — disparilis Conr. 15 Orthisina adscendens Pand. 2 Suma 139 B. Fósiles Réticos. 1. de Mendoza (Agua de la Zorra, Challao, etc. Agua Salada, Punto de la Laja). (determinados por el Dr. D. H. B. Geinitz). Seminotus Mendozaensis mM. Sp. 4 ejempl. Estheria Mangaliensis Jones Hymenophyllites Mendozaensis 1. sp. Pecopteris tenuis Schouw, Ganoide (escamas) Helecho (tronco) Cicadea (eje) réficas: 2. de los Mareyes (Prov. de-San Juan). Thinfeldia crassinervis n. sp. « tenuinervis n. sp. Taeniopteris Mareyesiaca 2. sp. Xylomites Zamitae Goepp. Pachypteris Stelzneriana n. sp. - Chondrites Mareyesiacus n. sp. Baiera taeniata Tr Braun Pterophyllum Oeynhausianum Goepp? ÉS sp. Sphenlepsis rhaetica n. sp. cicadea 3 de las Escaleras, (Famatina, Prov. de 1 pH Y) hn 00 2 PR 0) A 00 A a UA oO y Rioja). Odopteris Argentinica n. sp. 1 Palissya Brauni Endl. 9 Pterophyllum 1 Ganoilde? (diente) 1 Hymenophyllites sp. Gein. 2 Suma 56 C. Fósiles Jurásicos (Oolito Inferior, Kelloway). determinados por el Dr. D. C. Gottsche. 1. del Puente del Inca (Prov. de Mendoza). Gryphaca Calicola Quenst. ; S sp. 1 — 261 — Arca Gabrieli Pecten sp. 2. del Espinacito (Prov. de San Juan). Astarte Andium n. sp. « Clandestina n. sp. « excavata Sow. « Cf. gregaria Phil. Belemnites Cerithium sp. Cosmoceras Réslovi Thioll. Ctenoceras pectiniforme Schloth Cucullaea sparsicosta n. sp. Greslya cf. peregrina Phill. « Cf. Santiagensis Huppé Harpoceras andium n. sp. « proximum Dn. sp. « aff. Sowerby Mill. « Stelzneri n sp. « aff. variable d'Orb. « Zitteli n. sp. « sp. Hinnites sp. Isocardia cordata Buckm. Leda striatissima nm. Sp. Lima cf. duplicata Sow. Lucina dosiniaeformis n. sp. « Goliath n. sp. « Intumescens n. sp. « laevis n. sp. « plana Zitt Lytoceras Eudesianum d'orb. « Treucisci var. Opp. Mactromyva sp. Modiola imbricata Sow Nautilus sp. Nerinea Stelzneri n. sp. Opis exotica n. sp. Pecten laminatus Sow. « pumilus Lk =p lado ya abbreviata od « fidicula Sow. O) RON a a a O A A A A O A JUIA yy A mn Y DY ID ID 0 O ID DO A a a A OD A O a — 262 — Phylloceras neogaeum n. sp. « sp. Placunopsis sp. Pleuromya jurassi Ag. « sp. Problematicum Pseudomonotis costata Sow. « Muensteri Brown « substriata: Zilt Rhynchonella Andium 1. sp. eS Sp. Simoceras antipodum n. sp. « sp. Stephanoceras multiforme n. sp. « Sauzel d'Orb. < singulare n. sp. « submicrostoma n. sp. Terebratula perovalis Sow. Trigonia Lycetti n. sp: «. praelonga 1. sp. :Tectaugularis 1. esp: « signata Ag « ¡Stelzneri n. sp. a Sp. Venus peregrina n. sp. Suma D. Fósiles terciarias. de Sta: María ec.) Prov. de Catamarca. fósiles indeterminados Suma total Cordoba Diciembre 1879. E SIS O 142 3 -— _—_— 340 ejempl. Luis Brackebusch. Catedrático de Mineralogia y Geologia, dos en la entrega anterior de p. 47 línea 35, - ERRORES En los articulos del p. 48 p. 49 p. 50 p. 56 p. 60 Pp. 362 pi Sí p. 90 ¡Ue pesa! nas 51 y 33. « « 16, Sr D. F. ScHicKkENDANTZ publica- este Boletín, se encuentran algunos errores Gipográficos que nos apresuramos á corregir. al debe ser: de 28,99 « « 28 quintales. su « « la ejes « « MIsmos refinar « EEUU, 30,99 « « 59 quintales 3)00,99 « « 3300 quintales 90,99 « « 50 quintales amonitum « « amonio (),012599 —« « 0,0135 qq. 33,99 « « 50 quintales 60) 99 «- « 60009 ya. 90 « MIN ales 0,877 « OO Gaslar « « Goslar Staedel de « « STAEDLER su « « en Stentrouse « « Stenhouse C ] « « Cl Un pequeño espacio entre las líneas 17 y 18 de las pági- Pon > ÉL DD, CARLOS. SOMULE SELLACK MIEMBRO CORRESPONSAL DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS Nos ha llegado la triste noticia de que el miembro corresponsal de la Academia, Dr. D. C. Schulz Sellack, que residia en Berlin, ha muerto á fines del mes de Mayo del año corriente (1879). El Dr. Schulz habia llegado de Estados Uni- dos á este país, á la edad de un poco mas de treinta años, en 1871, en calidad de Ayudante en el Observatorio Astronómico, y el Gobierno Na- cional, reconociendo sus méritos científicos, le nombró en el año 1873 Catedrático de Física en la Universidad de Córdoba. Así el Dr, Sel- lack fué uno de los fundadores de la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas y de la Academia Nacional de Ciencias, quedando su nombre uni- do para siempre á la historia de los dos insti- tutos. El Dr. Schulz Sellack era discípulo de los bien conocidos sábios de la Universidad de Ber- lin, los Dres. Dove y Magnus, y ya inmediata- mente despues de su promocion al grado de Dr., drincipia a á fuucionar en la Universidad de cala como ayudante de física y docente priva- do del ramo, hasta que fué llamado al nuevo mundo, En la lucha por la libertad de la ciencia * en Véaxse para los detalles este «Boletin» Tomo I. p. 5, 17, 28, 96, 506 etc. — 265 — 1874 el Dr. Schulz Sellack fué el primero que sa- erificó su posicion social á sus ideas a tes y se retiró á Europa, de donde, en los años siguientes, hizo algunos viajes á Norte-América y Australia, volviendo despues á Berlin para ocuparse en el seno de su familia con algunas publicaciones científicas. De sus publicaciones basta citar: Sobre el punto de ebullicion del ácido sulfúrico anhidrato— Sobre la teoría de las placas senstbles expuestas al sol—-Sobre la teoría de la fotografía y de las es- trellas en particular —Combinaciones del ácido sul- fúrico anhidrato—Sobre las sales del ácido sulfú- rico, etc. —(Estos escritos, en aleman, han sido pu- blicados en: «Chemische Zeitschrift», «Poggendorf's Annalen», y «Vogel's photographische Mitthei- lungen», en que dió á luz várias otras noticias y artículos) —Resultados de la fotografía de estrellas en el Observatorio de la Untversidad de Córdoba (publicado en inglés, en Estados Unidos: «Silli- mann's Journal») —Fotogramas sueltos de cuerpos celestes—Discurso inaugural de la Cátedra de Fií- sica en la Universidad Nacional de Córdoba, 1873. —La luna y fotogramas de la luna— La Fábrica de extracto de carne de Liebig en Fray-bentos y excursion á la Banda Ortental—(Los dos últimos en «La Plata —Monatschrift», en aleman).—Una Academia de Ciencias en Sud América (en ale- man). Berlin. 1874, y otros mas. (Que el mundo científico ha sabido apreciar los trabajos del Dr. Sellack, demuestran las ho- noríficas menciones de ellos que en contramos en libros tan apreciados como: STEIN Das Licht un Dienste wissenschajilicher Forschung, MúLLER- PouvmLer Handbuch der Physik (Ed. 1879); Vo- GEL Lehrbuch der Photographte, y en periódicos, como: «Chem. Central-Blatt» 1872, (p. 195) «Pho- togr. Archiv.» XIII, (p. 203), «Silliman's Journal» 3, IV p. 475-485 (por el Dr. D, B, A, Gould, su gefe entónces). El Gobierno Nacional reconoció los méritos del Dr. Sellack, nombrándole miembro cor- — 266 — responsal de la corporacion científica oficial y mas alta del país, la Academia Nacional, con fecha 21 de Setiembre de 1378, nombramiento que le fué sumamente agradable por la ocasion que le ofreció de cooperar con sus colégas al bien del instituto de que ántes formaba parte activa. Su patria tambien ha reconocido sus méritos, como demuestra el nombramiento de miembro activo de la Sociedad de Física de Ber- lin. Desgraciadamente su cooperacion con nosotros ha sido de poca duracion, pues ha terminado su existencia y la de sus deudos mas próximos á la vez, por una coincidencia fatal, medio año mas Ó ménos despues del nombramiento aludi- do. | | Los que han conocido al Dr. Schulz Sellack personalmente, han reconocido la lealtad y hon- radez de su carácter—al buen amigo, al hombre científico sério, y como tal respetarán siempre su memoria. — 261 — Algunos acuerdos de la Acade- mia Por autorizacion del Sr. Presidente pongo á continuacion aleunos acuerdos de la Comision Directiva, en la forma concisa en que se encuen- tran copiados de las actas en el libro de acuer- dos. * Para la buena inteligencia de algunas no- tas publicadas en las páginas siguientes, es ne- cesario conocer los acuerdos que las han motiva- do, y es por esta razon que damos á luz los que son de interés público. El Secretario de la Academia Nacional de Ciencias. PA GOR. «ACTAS DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS» —Para la venta se fija el precio de 6 $f. el tomo (p. 45. Libro I actas de sesiones)—No se venden entregas sueltas (p. 30 id. id.). «ArcHIivo» antiguo de la Academia y de la Facultad del tiempo en que fueran unidas, para el archivo de la Universidad (p. 8. L. I. act. ses.) «BOLETIN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIEN- crias» —Para la venta se fija, por el tomo, el precio de $f. 4; 6 1 $£ por cada entrega (p. 40 Libro L act. ses.). «MIEMBROS» —Se acuerda que al proponer al. gun miembro á la aprobacion del Gobierno, debe acompañarse á la nota la indicacion de los méri- tos y publicaciones que lo hacen merecer esta distincion (p. 62 L. I. act. ses.). Se fija para los «Activos» el número de cua- renta, no quedando comprendidos en este número los miembros de la Comision Directiva (p. 66 L. E Act. ses.) No puede ser admitida como tal en la misma sesion en que ha sido propuesta una persona, de- — 268 — biendo hacerse la votacion en la sesion siguiente Po A Sesa «PUBLICACIONES DE LA ÁCADEMIA»—5Se acordó podian recibirlas las personas que, sin pertene- cer á ella, le hubiesen prestado servicios (p. 28 Ei Ac ses): «PROPUESTAS PARA NOMBRAMIENTOS DE MIEM- Bros» deberán mandarse al Gobierno en notas se- paradas (p. 66 L. act. ses.). «TexTo BOTÁNICO» (con láminas); se fija su pre- cio de venta en 12 reales bol. (p. 40 LL. T Act. ses.). r Avíso. En los órganos de la Academia no se publican artículos anónimos ni seudónimos, con excepcion aparente de toda la parte oficial, cuya redaccion y composicion incumbe al Secretario. O DOCUMBNTOS N.” 63 ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS Córdoba, Enero 31 de 1879. Al Exmo, Sr. Ministro de Guerra y Marina de la Nacion, General D. Julio Roca. Teniendo conocimiento de la gran expedicion proyectada para asegurar las fronteras, me dirijo d v. E. á nombre de la Academia, con el pro- pósito de hacer presente 4 V. E. cuan interesante seria para la ciencia y provechoso para el país, si fuese posible formar colecciones Zzoológicas, botánicas y mineralógicas de los objetos nuevos que indudablemente deben encontrarse en esas regiones desconocidas que, por primera vez, van á explorar las columnas expedicionarias. Para el tiempo de las vacacion=s, los miem- bros de la Academia tienen su itinerario trazado, y, debiendo empezar nuevamente en Marzo los cursos de la Universidad, con todo sentimiento no podrán formar parte de la expresada expedicion, pues, á pesar del interes que tendrian en acom- «pañarla, seguros de los buenos resultados que se obtendrian, ningúno de ellos se atreve á pedir li- «cencia al Sr. Ministro de Instruccion Pública. Si no hubiere :nconvenientes para qne fueren coleccionados los objetos raros que se encuentren, NE se sirviera hacer indicaciones al respec to á los Gefes de dicha expedicion. con ello se haria un gran servicio al país como tambien á la ciencia, enriqueciendo los Museos Nacionales y dando á conocer especimenes de animales, plantas Ó minerales que, tal vez, solo en la Pam- pa pueda encontarse. : Con tal motivo tengo el honor de ofrecer al — 210 — Sr. Ministro las seguridades de mi mas alta con- sideracion y respeto. Dios guarde á V. E. Firmado: Oscar DOERING. Presidente sostituto. NN. 49 * MINISTERIO DE GUERRA Y MARINA Buenos Aires, Febrero 6 de 1879 Al Sr. Presidente de la Academia Nacional de Ciencias en Córdoba. Se ha: recibido su nota de fecha 31 de Enero ppdo. En contestacion comunico 4 Vd. qu: ha sido pasada á la Comandancia General de Armas para que, teniendo en cuenta las indicaciones de esa Corporacion, dicte las órdenes convenientes para la realizacion de los propósitos que se men- cionan en la nota á que contesto. Dios guarde á Vd. Firmado: JuLio S. ROGA. NOS937 ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS Córdoba, Julio 22 de 1879. Al Eamo. Sr. Ministro de Justicia, Culto é Ins- truccion Pública, Dr. D. Bonifacto Lastra. Tengo el honor de comunicar á V. E. los “ A esta nota siguió la invitacion de tomar parte en la Expedicion, por arta particular á uno de los miembros. — 211 — Acuerdos que, á proposicion de su Presidente, ha tomado la Comision Directiva en su penúltima sesion. 1.2 Que los Miembros Activos no podrán ser mas de cuarenta, no quedando comprendidos en este número los que forman parte de la Comision Directiva. 2.2 Que, al proponer una persona para miem- bro de la Academia, el proponente tendrá que hacer mencion de los méritos que tiene esta per- sona para merecer tal distincion, los mismos que se comunicarán al Gobierno en caso fuesen con- siderados suficientes por la Comision Directiva. 3.2 Que los Miembros Honorarios residentes en el país, serán nombrados por la Comision Di- rectiva. 4,2 Que ningun candidato podrá ser admitido para miembro de la Academia en la misma se- sion en la que haya sido propuesto, debiendo re- solverse en la sesion siguiente sobre su admision Ó rechazo, para que 1 s miembros de la Comision Directiva puedan tomar los informes que necesi- tan para poder votar con conciencia. En su última sesion la Comision Directiva, en virtud de la facultad que le concede el art. 35 del Reglamento, ha resuelto proponer al Superior Gobierno: 1.2 Que se agregue al final del artículo 20 de dicho Reglamento. las siguientes palabras: «y que hubiese una vacante». 22 Que se retormen los artículos 4.9 y 5.9, como sigue: «Artículo 4. 2—La Academia se com- pondrá de miembros activos (residentes en el país), cuyo número no podrá pasar de cuarenta; miem- bros corresponsales (en el extrangero), y de miem- bros honorarios». —«Art. 5.2 El nombramiento de los miembros se hará por el Gobierno á pro: posicion de la Comision Directiva, la que, por sí sola, nombrará los miembros honorarios residen- tes en el país. ¡ Siendo estas reformas el resultado de los acuerdos precitados, espero que el Superior to- 30 — 212 — bierno les dará su aprobacion y, en seguida, re- ciba su aceptacion, la Comision Directiva tendrá el honor de presentar algunas personas para com- pletar el cuerpo académico. Me es grato aprovechar la ocasion para salu- dar al Sr. Ministro con mi mas alta considera- cion y respeto. Dios guarde á V. E. Firmado—Dr. H. WEYENBERGH. Presidente. IND MINISTERIO DE J. C. E INSTRUCCION PÚBLICA DE LA REPÚBLICA AR- GENTINA. : Buenos Aires, Agosto 5 de 1879. Al Sr. Presidente de la Academia Nactonal de Ciencias —Córdoba. En contestacion á su nota de 22 de Julio ppdo., en la que comunice las modificaciones introduci- das por acuerdo de la Comision Directiva al Re- glamento de esa Academia, manifiesto 4 Vd. que por resolucion de fecha 5 del corriente mes han sido aprobadas dichas reformas. Dios guarde á Vd. Firmado—BonNIirAcio LASTRA. N.* 98. ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS. Cordoba, Agosto 14 de 1879. : Al Ezxmo. Sr. Ministro de Justicia, Culto é Ins- truecion Pública, Dr. D. Bonifacio Lastra. Despues de largos y penosos viajes emprendi- — 213 — dos para estudiar la geología del país, el Dr. D. Alfredo Stelzner, en el año 1874, dejó la Repú- blica Argentina para ir á hacerse cargo de la cá- tedra de geología de Freiberg, donde lo llamaba el Gobierno de su pátria. Antes de su marcha, el Gobierno Argentino exijió de él el compromiso de publicar en Alemania el resultado de sus es- tudios, publicacion que debia hacerse en una for- ma adecuada y por cuenta de la Nacion. Ll Dr. Stelzner ha cumplido su promesa, y su obra so- bre la geología y la paleontología de la Repúbli- ca Argentina, á la que han cooperado los sabios de Alemania más competentes en estos ramos, acaba de ser presentada al público científico en la forma de un magnífico tomo en 4.2 con 15 láminas litografiadas. Teniendo conocimiento de que el Gobierno Na- cional ha recibido algunos ejemplares de esta obra, me ha parecido superfluo entrar en mas detalles sobre ella. Terminada la publicacion de la edicion alema- na, debe empezarse la de la edicion española, que ocupará un tomo entero de las Actas de la Academia Nacional y cuya version hará el Dr. Brackebusch que, con todo gusto, se ha ofrecido para este irabajo. La Academia tiene motivos para sentirse li- sonjeada al verse encargada de una tarea tan importante y, cuando apénas cuenta algunos años de existencia, estar llamada á publicar un trabajo de tan alto valor científico por ser uno de sus miembros el autor de dicha obra que, en su totalidad, está basada sobre los estudios que ha practicado en el pais. Es muy probable que los fondos entregados para la edicion alemana, no han alcanzado á- cubrir los gastos, pero sin embargo se ha dado á luz, habiendo ofrecido el Dr. Stelzner de abo- nar con sus recursos particulares, la cantidad que faltare; al mismo debemos una gran ventaja para la edicion castellana, pues tuvo la prevision de hacer conservar, al litógrafo que hizo las lá- OA a minas, todas las piedras preparadas; así es que, en vez de tener que hacer componer nuevamente láminas costosas, se nos ofrece tirar con las mis- mas piedras, el total de ejemplares que necesita la edicion española (500), á un precio sumamente barato, siempre que las encarguemos antes de concluirse el presente año.—tffuince son las lámií- nas que acompañan cada ejemplar y, por consi- guiente, el número que precisamos es de 19 x< 500 Ó 71500 que, pasado dicho término y limpidas las piedras, costarían cuatro veces mas que el precio á que pucden obtenerse ahora. Por módico que sea este precio, no son suli cientes para pagarlo los pocos fondos que posee la Acad «mia, pues con ellos solo podrá cubrir los gastos de impresion de la parte descriptiva; la Academia precisa que el Superior Gobierno le acuerde una subvención de $f. 800., por lo me- nos, para poder realizar la publicacion de que tratamos. Lua importancia de este trabajo, comparada con la pequena suma que pedimos al Tesoro Nacio- nal, me da la esperanza que no es vano que me dirijo al Exmo. Gobierno Nacional, solicitán- dole la espresada cantidad de $F. 800 como subvencion extraordinaria para la edicion caste- llana de la mencionada obra del Dr. Stelzner so- bre la geología y paleontologia de la República Argentina, solicitud que hago por encargo de la Comision Directiva de la Academia, cuya reputa- cion en el mundo científico, se encuentra muy ligada á la publicacion aludida. Conociendo el interés que el Gobierno actual tiene para las ciencias y, teniendo á la vista tan- tas pruebas de que nunca ha dejado de hacer todo lo posible para el adelanto de aquellas en el país, la Comision Directiva se dirije nueva- mente, y con entera confianza á V. E., persuadi- da de que en este asunto se servirá prestarle to da su valiosa cooperación, para que pueda pu- blicarse el tomo Il de las «Actas» y que estas no queden incompletas. — 25 — Me es grato aprovechar la ocasion, para sa- ludar al Sr. Ministro con mi mas alta considera- cion y respeto. Dios guarde á V. E. Firmado—Dr. H. WEYENBERGH. Presidente. N:* 99 ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS Córdoba, Agosto 21 de 1879. Al Sr. Roctor de la Universidad mayor de San Carlos Dr. DD. Alejo E. Gueman. Existiendo un arreglo entre el Rector de la Universidad y la Academia, en virtud del cual éste debe percibír desde Julio inclusive del año año próximo pasado, fecha en que se dictó por el Gobierno Nacional el nuevo Reglamento del Instttuto, todas las mensualidades que el Presu- puesto le asigna para los objetos que á ella con- ciernen, y no habiendo recibido desde esa fecha mas que la suma de ochenta y ocho pesos, veinte y cinco centavos bolítvtanos importe de una cuen: ta abonada por colecturía á D. Cárlos Bouquet Roldan, adjunto á V. E. la cuenta general cor- respondiente al año ppdo., á fin de que se sirva poner en ella su V.2 B.2, y poderla presentar asi al colector para que éste efectúe oOportuna- mente la entrega de la cantidad de ochocientos setenta y ocho pesos, quince centavos bolívtanos que en dicha cuenta se espresa (al tipo de 8 518 rls. por peso fuerte). Aprovecho esta ocasion para iniciar el arreglo de un otro asunto de Colecturía, permitiéndome proponerlo á la aprobacion del Sr. Rector. Por un error existente en el Presupuesto del año actual, la Academia percibe cada mes tres — 216 — cientos pesos fuertes (los destinados al nuevo edi- ficio de la Facultad), cuyo objeto no es de su pertinencia, sino de la Universidad. De la misma manera ésta, tambien por un motivo análogo, recibe mensualmente cien pesos fuertes para ex- cursiones, y ochenta para publicaciones, objetos que, por cierto, son del resorte de la Academia. De los fondos asignados al edificio han sido en- tregados regularmente por la Academia á la Uni- versidad las sumas correspondientes á los meses de Enero, Febrero, Marzo y Abril últimos; mien- tras que de los de la Academia existentes en la caja de la Universidad, ésta no ha restituido na- da hasta hoy, de lo que resulta un saldo de mil doscientos setenta pesos á favor de nuestro instl- tuto, correspondiente á las mensualidades desde Enero hasta Julio inclusive. Desde el mes de Mayo no se ha efectuado por la Academia la entrega de la mensualidad referi- da de trescientos pesos fuertes destinados al edifi- cio de la Facultad: hay pues, una deuda, aun pen- diente, por parte de la Academia, á favor de la Universidad, de novecientos pesos fuertes. Pero deduciendo esta cantidad de la de mil doscientos sesenta pesos, queda todavia á favor de la Aca- demia un exceso de TRESCIENTOS SESENTA PESOS FUERTES; de manera que, siguiendo el procedi- miento de amortizacion á que me he referido, observado por el Presidente de. la Academia, recien en la recaudacion de los fondos corres- pondientes á Setiembre próximo, quedará conclui- da la chancelacion de la deuda espresada. Pidiendo á V. $. se sirva aceptar este último arreglo, me es grato ofrecer al Sr. Rector las se- guridades de mi consideracion mas distinguide. Firmado—Dr. H. WEYENBERGH. Presidente. — 211 — N.' 106. * UNIVERSIDAD NACIONAL. Córdoba, 6 de Octubre de 1879. Al Sr. Presidente de la Academia Nacional de Ciencias, Dr. D. H. Weyenbergh.—Presente. Comunico 4 Vd. que el Concejo Superior, en sesion de 22 de Setiembre ppdo. acordó entregar en adelante y mensualmente al Decano de la Fa- cultad de Ciencias físico-matemáticas, las parti- das destinadas por el Presupuesto para explora- ciones y publicaciones científicas; y una vez que se reciban del Exmo. Gobierno Nacional los fon- dos votados para amortizar la deuda del Banco Provincial y las demas contraidas en beneficio de la Universidad durante el rectorado del Dr. Lucero, reembolsar al referido Decano las mis- mas partidas correspondientes á los meses trans- curridos desde Enero hasta Setiembre de este mismo año. Saludo á Vd. afectosamente. Dios guarde al Sr. Presidente. Firmado—ALEJO C. GUZMAN. Rector. J. Diaz Rodriguez. Secretario general. N.* 106, ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS Córdoba, Agosto 29 de 1879. Al Ezmo. Sr. Ministro de Justicia, Culto é Ins- truccion Pública, Dr. D. Bonifacio Lastra. La Comision Directiva de la Academia Na- * Parece bastante publicar de las notas cambiadas ia primera y última, — 278 — cional de Ciencias ha resuelto, en su sesion de 4 del actual, proponer al Exmo. Gobierno Nacio- nal como Miembros de dicha Academi1 á los si- guientes Señores: Para miembros corresponsales: Dr. D. Alfonso Stúbel, de Dresden. « « H. Reiss, de Dresden. « lenacio Domeyko, de Santiago de Chile. « Cárlos Lesbin1, de Marseille. « « A. de Krempelhúber, de Munich. « H. B. Geinitz, de Breslau. « M. Kayser, de Berlin. « « C. Gottsche, de Munich. Para miembros activos: Dr. D. Benjamin A. Gould, de Córdoba, < « Engelberto Gutermann, de Córdoba. « Ricardo Napp, de Buenos Aires. De conformidad con los respectivos acuerdos de la Comision y las modilicaciones introducidas en el Reglamento, por resolucion y Decreto de 5 del actual, esta proposicion vá acompañada de las recomendaciones especiales (*) para cada uno de los miembros propuestos. No es pues necesario entrar en mas detalles sobre los méritos científicos de las personas alu- didas, y basta recordar al Exmo. Gobierno el gran interés que tiene la Academia en la cooperacion de sábios europeos, tanto mas que los auxilios literarios que tenemos á nuestra disposicion, es- tán muy lejos de ser suficientes para los nuevos estudios que hay que hacer. Con tal motivo, tengo el honor de saludar al Sr. Ministro, con mi consideracion mas distin- suida. Dios guarde á V. E. Firmado:—Dr. H. WEkEYENBRGH. Presidente. * Por discrecion no se publican estas recomendaciones, — 219 — NS 109. MINISTERIO DE J. C. E INsTRUCCION PÚBLICA DE LA REPÚBLICA ÁAR- GENTINA. Buenos Aires, 13 de Setiembre de 1879. ALS” Presidenies de da Academia Nacional de Cienctas—Córdoba. Comunico á Vd. que por resolucion de esta fecha se ha aprobado la propuesta que para miem- bros corresponsales y activos de esa Academia, ha presentado, por su intermedio, en nota fecha 29 de Agosto ppdo. la Comision Directiva de la misma. Lo que pongo á su conocimiento á fin de que Vd. se sirva comunicar estos nombramientos. Dios guarde á Vd. Firmado—V. pe La PLAza. Ministro Int. MENSAGE ANUAL DEL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS CORRESPONDIENTE A 1879. Córdoba, Diciembre de 1879. A la H. Comiston Directiva de la Academia Na- cional de Ciencias. | Presente. Cuando, por segunda vez, vengo á presenta- ros el Informe anual de nuestro Instituto, cum- pliendo con el art. 11 del Reglamento, lo haga con tanto mas gusto que el estado general puede considerarse como bastante satisfactorio. La vil- da independiente de la Academia principia ya á dar sus frutos, á pesar de que las circunstan- cias del pais y del tesoro continuan siendo pe- nosas, especialmente para un instituto que está recien restableciéndose de una grave enferme- dad. Estamos en buen camino y marchamos; cada año que trascurre vé fortificarse las fuerzas del Instituto y aun que algunas veces todavía se ata- ca ála Academia, podemos consolarnos con las alabras del gran poeta aleman «das Bellen der Hindo beweiset dass wir reiten» (el ladrillo de los perros demuestra que adelantamos). La Aca- demia Nacional goza de las mayores simpatias del actual Gobierno, las pruebas las tenemos en las manos, y asi no pueden tampoco faltarnos las simpatias de la parte mas ilustrada de la Nacion. Mí viaje á Europa me ha demostrado que en los mayores centros científicos del mundo, como — 281 — ser Lóndres, Paris, Bruselas, Amsterdam, etc., es con gran interés que se están fijando en nues- tros trabajos y en nuestros esfuerzos. | Durante este viaje, nuestro apreciable cólega el Dr. D. Oscar Dóring, me ha sostituido en la presidencia y, durante ese tiempo, el proyecto de resupuesto fué presentado al Exmo. (Gobierno. eseraciadamente no ha sido posible hacer cor- rejir los errores que se encuentran en la partida que corresponde á la Academia, y que he seña- lado ya en mi memoria anterior; asl es que te- nemos que continuar bajo las mismas condicio: nes, pero con la fundada esperanza de que será posible remediarlos en el presupuesto, cuyo pro- yecto presentarémos el año eutrante. En pocas palabras indicaré aquí una vez mas estos errores: 1: los sueldos de los miembros de la Comi- sion Directiva, que, segun el art. 9 del Estatuto, deben ser iguales al del Presidente. 2.2 el sueldo del Secretario, que tambien de- be correr con la correccion de pruebas, debe ser de $f. 100. 3. los fondos para las excursiones deben pasar del presupuesto de la Facultad al de la Academia. 4.2 los fondos para publicar el «Boletin» deben igualmente pasar de dicho presupuesto al de la Academia. Bb. deben ser especificados los fondos desti- nados para cada publicacion, y no ser presu- puestados en una sola partida. En cuanto á los fondos para continuar la construccion del edificio de la Facultad, el error que antes existia, es el único que ha sido corre- gido en el presupuesto para 1880. Despues de tocar con muchas dificultades, la contabilidad se arregló definitivamente en la for- ma siguiente: El Ill. Claustro universitario re- solvió no restituir los fondos académicos entra- dos en su caja durante el año 1878, pero sí los del año 1879, y, desde el mes de Setiembre últi- — 282 — mo, estamos recibiendo con regularidad los $£ 100, para excursiones y los $£. 8), para publica- cion del «Boletin.» Las mismas partidas corres- pondientes á los meses de nero ¿ Setiembre, nos serán reembolsados tan pronto que lo per- mita el estado de la caja de la Universidad que- dando ésta, miéntras tanto, deudora de la Aca- demia por la suma de $£ 1440. La planilla Académica ha sido pagada con exactitud en la forma siguiente: Inciso 11. Institutos Cientificos. (Minist. C. 3. é L; P;) Item. 2. Academia Nacional de Ciencias. Sueldo del Presidenterí ds aus O O Y Id del Secretariado ROA a 00 Para, publicaciónes ura ato ja AA 00) kara gastoside Oca. A: 10 Para continuar los trabajos en el Pda 300 habiendo sido siempre la última partida entre- gada á la Comision del Edificio de la Facultad de Ciencias Físico-matemáticas. Para daros una idea del estado actual de la caja, bastan los da- tos siguientes sobre el servicio interno. ENTRADAS Para publicaciones (Actas, textos, etc), 12 AT A A $f. 2400 Gastos de Secretaria á $f 10 mensuales.. 120 Id de publicacion del Boletin (reembol- so por la Universidad, Setiembre á Enero):4' meses ás His SOL 320 Gastos para excursiones y exploraciones, solo los 4 mismos meses reembolsados pordla Umversidad Ap 400 $f. 3240 ó sean $b. 3483 SS SALIDAS 1 Ordenanza á $b. 5 durante 12 me- dd oda pb. 60 Pagado al Sr. Kraft, por las actas.... 828 03 deta Eribuna, por las mismas. ... 410 alco por=el Bolelli... 0. 930 Gastos en Secretaria, telezramas, fran- queos, gastos pequeños, etC.......... 191 84 $b. 2024 89 Resulta hasta el 1.2 de Enero de 1880. Entradas $f. 3240 Ó sea $b. 3433. Salidas. de OO SO: (En las entradas está comprendida la suma de 360 $f. que para los meses Noviembre y Di- ciembre, la Universidad reembolsará á la Acade- mia despues de las vacaciones.) A las salidas debe agregarse que no ha sido pagado todavia la entrega 2 del 'P. III del Boletin que se calcula á mas ó menos 300 gb. y la lá- mina II á 90 $b. A mas hay una cuenta del Sr. Schulz de mas ó menos 140 $b.; asi que porlo mas habrá en Ca- ja un activo real de 400 á 500 $b, para man- dará Europa al Sr. Fischer, litógrafo en Casel. Las sesiones han tenido lugar con toda regu laripad y, gracias á la exactitud del Sr. Secreta- rio, D. P. A. Conil, la secretaria y su archivo se hallan arreglada hasta la fecha, como está al al- cance de la (Gromision reconocerlo con una sola ojeada en los libros. Los estatutos han sido algo modificados. El número de los miembros ha sido au- mentado con el nombramiento de varias per- sonas que pueden ser de gran utilidad para el Instituto, siendo el total ahora: 8 Miembros Honorarios, 16 Corresponsales y 23 Activos, lle- gando así á 47 el número total de miembros. Por la muerte del Sr. Dr. D. A. Grisebach, catedrático en Góttingen, hemos sufrido una sen- sible pérdida entre los Miembros Honorarios de — 284 — la Academia; á la memoria de este célebre bota- nista que, con sus valiosas publicaciones, contri- buyó tanto al conocimiento de la Flora argenti- na, se consagrará una parte de la próxima en trega del «Boletin.» Otra pérdida sensible nos ha ocasionado la muerte del Miembro corresponsal, Dr. D. GC. Schulz Sellack de Berlin. una necro. logía de este bien conocido físico se ha publica- do ya en la última entrega del mismo órgano de nuestro Instituto. Paso ahora á la parte principal de la esfera de accion de la Academia, los trabajos científi- cos de sus miembros, y trataré sucesivamente: 1.2 de los informes que le han sido pedidos en su carácter de Consejo Consultor. -2.9 de las ex- ploraciones y estudios del pais, —3.9 de sus pu- blicaciones, y 4.2 de sus relaciones con otras Academias y Sociedades hermanas. Los informes pedidos (no incluyendo los in- formes anuales, etc.) han sido solamente los cin- co siguientes: (véase el Boletin. T. fHL ó los diarios de la localidad respectiva). «Sobre agua potable de la Rioja, ¡nforme al (Gobierno de esa Provincia por el Dr. D. Adolfo Dóring;— «Sobre agua potable de Tucuman,» al Ingeniero Nacional residente en esa y por órden del (o- bierno Nacional, por el D, D. A. Doóring; «sobre el libro de Minería del Sr. Alberdi», al Gobierno de la Provincia de Córdoba, por el Dr. D. Luis Brackebusch; «sobre las minas de carbon de pie- dra del Rio Blanco» al Gobierno de la Pro- vincia de Mendoza, por el Dr. D. Luis Bracke- busch; un «informe médico-legal,» al Gobierno de la provincia «de Córdoba, por el Dr. DD. HE Weyenberglh. Por las circunstancias arriba recordadas, las complicaciones financieras con la Universidad, ha faltado el dinero necesario para excursiones y esploraciones, asi que solamente algunos Señores han hecho pequeños viajes por su propia cuenta, or ejemplo los Sres. Dres. D. L. Brackebusch, b. J. Hierónymus y D. A. Doóring, de los cuales, — 285 — por consiguiente, no se ha elevado informes, á pesar de que el provecho para los respectivos museos no ha dejado de ser bastante importante. El Dr. Hierónymus ha colejido nuevos datos ara la Flora argentina y el Dr. Brackebusch a conseguido nuevos detalles para la gran obra que le ocupa desde mucho tiempo—el mapa geo- lógico y topográfico de la Provincia de Córdoba, el que será ejecutado en una escala mas grande que la de los que, hasta ahora, se han hecho en este “pais; segun se espera, este mapa podrá con- cluirse en un año poco mas óÓ menos. Cuando el Ex-Ministro de la Guerra, General D. Julio A. Roca, estuvo para emprender su he- róica expedicion al Rio Negro, el Exmo. Gobier- no Nacional, á indicacion del mismo General, resolvió hacerlo acompañar por una comision científica, con el fin de explorar al mismo tiem- po en este sentido al desierto, y dirijiéndose á la Academia Nacional; dicha comision fué formada de su seno, á saber: los Miembros activos Dr. DABoG. Lorentz como Gefe, y Dr. D. Adolfo Dóring, encargado el primero de la historia y y descripcion general del viaje, como tambien de la parte botánica y geológica; el segundo era para la parte zoológica; el ayudante del Dr. Lo- rentz fué el Sr. D. J. Niederlein, asistente bo- tánico de la Universidad Nacional, y el ayudan- tedel Dr. Dóring ha sido el Sr. D. F. Schulz, preparador-conservador del Museo zoológico de de la misma Universidad; tenian además dos or- denanzas á su disposicion. Cuando hemos tenido el gusto de tener de vuelta entre nosotros á los dos sábios viajeros, hemos podido convencernos de los grandes resul- tados Científicos de este viaje, y no es preciso deciros que es con un interés marcado que el mundo científico espera la publicacion de los es- tudios respectivos que están prontos ya en su mayor parte y serán dados á luz en un informe dirigido al General Roca. El año próximo ve- nidero, estos mismos trabajos se publicarán tam- — 286 — bien en nuestro «Boletin» y formarán por lo mé- nos un tomo entero de esta publicacion; estarán acompañados de varias láminas. Para nuestra Academia, esta exploracion del desierto ha sido un acontecimiento de trascen- dental importancia, y de ella tendré que tratar nuevamente y mas detailamente en mi próxima Memoria anual. Otra excursion exploratoria de no menor im- portancia, es la que nuestro miembro activo, Dr. D. F. P. Moreno, está haciendo actualmente al Sud de Patagonia y en la Tierra de Fuego; no tenemos todavía noticias del audaz viajero, pero abrimos la esperanza que conseguirá realizar sus intentos y que volverá ileso y con importantes cosechas científicas. En cuanto 4 los estudios seismométricas del Sr. D. F. Latzina, tengo que mencionar un solo caso de temblor que tuvo lugar en Mendoza, y sobre el cual nuestro cólega ha publicado el ar- tículo que queda citado en su lugar. Tratando de las publicaciones de los miem- bros de nuestro Instituto, tengo que clasificarlas en dos clases, —1. las publicadas por cuenta de la Academia y 2.2 las, cuya publicacion no ha sido hecha por cuenta de ella. En el «Boletín», á mas de la parte oticial, en- contramos los siguientes estudios: Del Dr. D. L. Brackebusch. Informe sobre pozos artesianos en la provincia de Catamarca. « 6 a Informe del museo mine- ralógico, de 1875 á 1878. « « « 1d 1d de 1879. Del Sr. D. F. Sehickendantz. Estudios meta- lúrgicos. € « « Un nuevo sulfato. « « « El metal «Pinta» . « « e Noticia preliminar sobre Berberís flexuosa. Del Dr. D. A. Doering. Apuntes sobre la fauna de moluscos de la República Argentina. Del Dr. D, S. Echegaray. «La Hipomanina», — 287 — un nuevo principio cristalizado en el chuscho, (Nierenbergia hippomantea.) DES +oD:P..C. T. Snellen. Poeiptond: un nouveau genre et d'une nouvelle espéece de la Famille des Noctuélites, provenant de la Répu- blique Argentine. « « « Description d'une nouvelle espece d'Agrotis découverte dans la République Argentine. Del Dr. D. A. de Krempelhúber. Lichenes collecti in Republica Argentina a professoribus Lorentz et Hieronymus. Del Sr. D. Jorge Hieronymus. Niederleinia Juniperoídes, el representante de un nuevo género de la Famila de las Frankeniaceas. Del Dr. D. H. Weyenbergh. Description d'une puce gigantesque, Pulex grossiventris. « e « Sobre un Caso de «struma eystica» del Timo, observado en Cervus rufus. « e á Descripciones de nuevos gusanos. « c « Algunas especies nuevas de sanguijuelas ó choncacas de la Familia Gna- thbdellia, y revista de esta familia. La falta de fondos nos ha impedido publicar mas, y si del Texto de Zoología del Dr. H. Weyenbergh ha podido publicarse el tercer tomo (las láminas), es únicamente por que el Gobierno Nacional ha tenido é bien dar para este fin una subvencion extraordinaria. Con un Presupuesto como él que tenemos actualmente, nada puede hacerse, tanto ménos que este año hemos tenido que pagar todas las deudas contraidas el año an- terjor, por no haber tenido ántes una partida se- parada en el presupuesto, y por haber quedado en la Caja de la Universidad todos los fondos anteriores ul 1. de Enero de 1879, votados con este destino. Para llamar la atencion del Exmo. Gobierno en la gran falta que nos hacen fondos mas abun- dantes, bastará citar las obras que se encuentran 37 — 288 — listas para la prensa y que podrán ser publica- das, tan pronto mejore el estado actual de la ca- a:—: Dos artículos del Sr. Conil para las «Actas». -Un artículo del Sr. Hieronymus, ¡que vá á formar un tomo entero de las «Actas». Prodomus Florae Argentinae, una composicion de todas las publicaciones del Dr. Grisebach, que llenará todo un tomo de las «Actas». Contribuciones. á la Geologia y Paleontologia del pais del Dr. Stelzner, c. s., que formará igual- mente otro tomo completo de las «Actas». Informe sobre la exploracion al Rio Negro, por los Doect. D. P:.(G Lorentz y D. ¿Ac Doeria que necesitará un tomo entero del «Boletin». Compendio de Mineralogia, texto para los es- tudiantes, por el Dr. Brackebusch. - Texto de Zoologia T. Il, del Dr. Weyenbergh (T. IT y II! han sido publicados ya). Tratado de poligonometria plana, para los es- tudiantes, porel Dr. Latzina. Principios de histologia, compendio para sus estudiantes, por el Dr. Weyenbergh. Tenemos ademas varios artículos destinados para el «Boletin», los que serán publicados en la próxima entrega, p. ex: Breve historia de los pasos de Venus por el sol, con una introduccion cosmográfica del Dr. Latzina.—y. 0. m. Todas estas obras se encuentran ya en Se- cretaria, y á esta enumeración, no es por cierto necesario agregar una sola palabra para hacer comprender la necesidad de un presupuesto que nos proporcione mas recursos para esta clase de gastos; sobre esta necesidad, llamaré especial- mente ta-atencion del Exmo. Sr. Ministro, al re- mitirle cópia de esta memoria anual. | Continuaré ahora citando las demás publica- ciones de los miembros del Instituto, es decir, las de segunda clase, ó sean las que no ha cos- teado la caja académica. : Me cabe el honor de citar aquí, en primer lugar, — 289 — un trabajo colosal que no honra ménos á su autor que á la Academia, de cuyos Miembros Activos ha- ce parte: me refiero á la «Uranometría Argentina» del Dr. D. B. A. GouLD. Despues de haber publi- cado varios informes anuales, etc., el Dr. Gould ha principiado, el año pasado, sus publicaciones mas voluminosas, dando á luz el primer to- mo de los «Anales de Meteorolojía,» y este año ha seguido su obra principal «Uranometría Ar- gentina,» la que acompaña un magnífico Atlas. Trabajos de tan alto interés científico se publi- can muy pocos en cada siglo, y en la América del Sud es ciertamente el primero de esta clase; es una pirámida que la energía y la ciencia de su autor han eregido en el pais y que perpetua- rá su nombre. En segundo lugar, debo mencionar la impor- tante obra de nuestro finado Miembro Honorario, Dr. D. A. GriseEBACH, «Symbolae ad Floram Ar- gentinam,» que es como segunda parte de la obra «Plantae Lorentzianae» publicada en 1874. Ha sido el canto de cisne del célebre botanista que ha hecho tanto por el conocimiento de la Flora del país. Nuestro cólega, Dr. D. A. STELZNER, continúa la publicacion de sus Beltráge zur Geologíe und Paleontologie der Argentinischen Republik; la última entrega de la parte paleontológica, con- teniendo los estudios del Dr. Grottsche (comple- tando los anteriores de Geinitz y Kayser), ha sido publicada ya, y, dentro de poco, la parte geológica ha de seguir, quedando entonces com- pleta dicha obra, que tambien puede considerar- se como un monumento en la exploracion de estos paises. Las láminas para la edicion caste- llana ya están para llegar. El Dr. D. GERMAN BURMEISTER continúa con su conocida asiduidad, la Deseripcion Física de la República Argentina, y además ha pnblicado en periódicos europeos varios artículos sobre la fauna del país, de los cuales, por no tenerlos to- dos á la vista, solo cito los siguientes; — 290 — «Neue Beobachtungen an Doedícurus giganteus. «Ueber Conurus hilaris. «Briefliche Mitrheilungen ber Zool gie (Coleop- tera.) «Nachtráge zu dem Aufsatze iúber Longicornia Argentina. «Die patagonischen Arten der Ce Cylin- drorlunus, El Dr. D. P. 6. LoreNnTzZ actualmente, y como ya dejo dicho, ocupado con su informe sobre la expedicion al Rio Negro ha publicado este ano. «Ein Ausflug in die Cordilleren. El importante libro sobre «La Patagonia Aus- tral» de nuestro cólega el Dr. D. F. P. MorExNO, anunciado ya en mi memoria anterior, ha visto la. luz, «y su contenido ha satistecho las exa; geradas esperanzas del mundo científico. Hs una obra que en su género no honra ménos á nues- tro instituto que la «Uranometría». El bien conocido estadístico, D. R. T. Sr. Narp, ha continuado publicando con toda regularidad su interesante periódico «El Economista», y su ya- fundada reputacion ha aumentado aun enel bien ejecutado «Cuadro general del Comercio ex- terior durante el año de 1878»; una sola ojeada sobre estas columnas basta para reconocer su exactitud y alto interés científico. El 5x. D. F.Larziva ha publicado en varios pe- riódicos del pais, los artículos siguientes: «Sobre el futuro tránsito de Venus por el dis- co del sol. «Sobre seismometria (arriba citado.) «Consideraciones generales sobre la Estadís- tica de la Provincia de Buenos Aires (3 artícu- los.) «Sobre la posibilidad de la descendencia del genero humano de una sola pareja, estalística- mente considerado. «Representación gráfica y analítica de Ala números de la Estadística Italiana. «Contribuciones á la Estadística médica. O «Una cuestion de mínima que resuelven las avejas en la construccion da sus celdas. PIS] D- € Brce6 ha dado a luz la conti- nuacion de su «Descripcion de los Hemipteros argentinos. «Beltráge zu den Lepidopteren Patagoniens. «El género Streblota y las Notodontinas de la República Argentina. «Sobre la vida de las abejas.. El Sr. De. D. T. Troretr, ha publicado varios estulios sobre alacranes del pais en su libro: «Etudes scorplologiques, y ademas «Notes on the spiders of the «polares» -Expedi- tion. . «Studi sui ragni malesi é papuanli. El De. D. C. Darwix, nuestro Miembro Hono- rario, cuyos estudios llaman la atencion del mun- do entero, ha hecho aparecer la segunda edicion de su «Descent of Man, a selection in relation to sex» y, Sketeh of the life of Erasmus Darwin, wtth a stidy of his scientific works. l Dr. D. O. LeGuizamon—«La instruccion pública de la República Argentina. 1879 (dedica- da á la Academia.) El Dr. D. A. Warragus. «Varias críticas y re- vistas en Góttinger gelehrte Nachrichten. El Dz. D. M. Siewerr.—eF ettbestimmungs-me- thode durch Aether. El Sr. D. J. Kyre.—«El petroleo de la Provin- de Jujuy. «El guano de la Patagonia. El Dr. D. A. C. VosrLerR—«Anleitung zum Ent- werfen graphischer Tafeln. «Beltráge zu den Erfahrungen úber Naudet' sche Aneroide. El Sr.D.P. C. T. SseLLEN—<«Lepidoptera van Celebes. El Dr. D. R. A. PuinirpPr- «Carcharodon gigas, eine neue Art aus der Tertiarformation Chile's. «Ueber die Versteinerungen der Tertiárforma- tion Chile's. «Ueber einige neue Chilenische Thiere. A El Dr. D. H. WeYessBer6H ha publicado igual- mente varios artículos en distintos periódicos, pero esta lista no repitaré aquí porque se en- cuentra ya publicada en su informe anual del a (Véase Periódico Zoológico “TP. 100 o Sr. D. E. L. HoLmBERG—«Sobre las es- pecies del género Bombus halladas en la Repú- blica Argentina. El Sx. Dr. D. L. BrackeBuscHu ha dado en los Anales de la Soc. Cientif. (VIl y VIID las «es- pecies minerales de la República Argentina. «Informe sobre el libro de Mineria del Sr. Alberdi.» «Informe sobre las minas de Carbon de Piedra del Rio Blanco, prov. de Mendoza.» Dr. D. E. Kaxser «Die Fauna der álteste De- von. Ablagerungen des Harzes (Mit Atlas). Tengo la conviccion que deben habérseme es- capado varios otros trabajos científicos de nues- tros Miembros; pero por lo demás abrigo el te- mor de haber abusado ya de su paciencia con la enumeración de tan larga lista. En todo caso, Sres. basta lo arriba mencio- nado para convenceros de que la Academia Na- cional de Ciencias, no obstante sus circunstan- clas críticas, no ha tenido todavía un año mas fértil, mas abundante en frutos científicos que el año.que está para concluirse. | Efectivamente, si nos fijamos en la lista de las Sociedades con queestamos en relaciones y en en las obras recibidas, sea como regalo sea en canje, debemos reconocer que el mundo científico no mira con indiferencia nuestros humildes es- fuerzos. Desde el 8 de Agosto del año pasado, fecha en que me recibí de la Presidencia, hemos recl- bido mas de 300 números * de publicaciones; como % «Números» digo, por que son apuntados en el libro en el órden que entran en secretaria, sean entregas, sueltos ó libros. — 203 — todas las publicaciones recibidas son entregadas á la biblioteca de la Universidad Nacional, no es necesario llamar la atencion en el gran pro- vecho, que por este lado el pais recibe directa-- mente de la Academia. Desde la enunciada fecha, han entrado en Se- cretaria 125 notas y comunicaciones, miéntras que han sido despachadas mas de 135, no com- prendiendo en este último número las publica- ciones distribuidas ni circulares. Continuando en este camino no abrigo la me- nor duda de que la Academia llenará debida- mente al rol científico que le corresponde. Formando votos para que así suceda, conclu- yo mi mensage anual. Dios os guarde. Firmado— Dr. H. Weyenbergh. Presidente, N.” 142, ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS (REPÚBLICA ARGENTINA) Córdoba, 10'de Enero de 1880. Al Exmo. Señor Ministro de Justicia, Culto é Instruecion Pública Dr. D. M. Goyena. Cumpliendo con lo: ordenado por el art. 11, inciso 2.2 de los estatutos de la Academia, he presentado á la Comision Directiva mi Informe Anual, cuya cópia impresa, segun lo dispuesto en el citado artículo, tengo el honor de remitir á V. E. pidiendo su inserción en la Memoria Anual, del Departamento á su cargo. Me permito llamar especialmente la atencion — 294 — del Sr. Ministro sobre lo que digo respecto de las publicaciones de la Academia y su presu- puesto enla pág. 2 y 8 de este Informe, esperando que el Sr. Ministro nos prestará su poderosa in- fluencia para remediar estos inconvenientes. Agrego la cuenta de gastos correspondientes al año ppdo, en duplicado. Dios guarde al Sr. Ministro. Firmado—Dr. Weyenbergh. Presidente. MODIFICACIONES DEL REGLAMENTO DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CIENCIAS — Art. 1.2 «La Academia Nacional de Ciencias» es una corporacion científica sostenida por el Gobierno de la Nacion Argentina, y la Direccion tiene su asiento en la Ciudad de Córdoba. Art. 4.2 La Academia se compondrá de miem- bros activos (residentes en el pais), cuyo número no podrá pasar de cuarenta, miembros correspon- sales (en el estrangero) y de miembros honora- rios. Art. 5.2 El nombramiento de los miembros se hará por el Gobierno á proposicion de la Co- mision directiva, la que por si sola, nombrará los miembros honorarios residentes en el pals. Art. 11. Inciso 4-2 Interviene en la organ1- zacion y arreglo constante del archivo de la Academia, cuidando se lleven en libros separa- dos los acuerdos de la comision Directiva, las comunicaciones de ésta, en cópia, los originales de las dirigidas á ella, las solicitudes particula- res. etc. Art. 20 Cuando el autor de un trabajo pre- sentado á la Academia para ser publicado, no períeneciese á ella, será propuesto al Gobierno en el carácter de miembro de la misma, siempre que aquel hubiese merecido la aprobacion de la Comision Directiva y que hubiese una vacante. * Cf. Este Boletin T. III. p. 3. etc. p. 270 y 272 (se incluye la corrección de algunos errores.) y SN E. CONTENIDO proa a o ia ate ll Del Dr. D.-S. EcHeGaRAY. La o un nuevo principio cristalizado en el chuscho (Nierenbergia poomarica Mier A A o OS DRAE WEYENBERGH,. Description une puce gi- cantes quel ulez qross ye enbrisi ON 188 Dr. D. H. WeyexmeroH. Sobre un caso de «struma cystica» del Timo, observado en Cervus rufus. Una contribucion al estudio de la clinica zoológica 194 Dr. D. H. WeYeNnBERGH. Descripciones de nuevos QUS ADOS hear Mae les e AO IE 213 D. J. HIERONYMUS. Niederleinia juniperoides, el re- presentante de un nuevo género de la familia de [ás VIO MrONnTacO Sos letales la o o ONO SS Dr. D. H. WeEYEeNBERGH. Algunas huevas sangul- juelas 6 choncacas de la familia Gnathobdellia y reyistarde estada TOS 231 Dr. D. A. Doerixc. Informes sobre la «COMPosicion quimica de algunas muestras de agua as de las ciudades de la Rioja y de Tucuman. 945 Dr. D. L. Brackemuscn. Informe del musco “mine- Pájinas Dr. D. L. BrackeBUSCcH. Informe sobre el Museo Mineralógico de la Universidad Nacional, de 1875 E ralógico de la Universidad Nacional, año 1879.... 251 Necrologia del Dr. DCi Sehuls Sellack, miembro corresponsal del Instituto....... Ce E e A a q! CUERNOS DAS A aa ios OSO o Aci DOCUNVENTO SOCIE Sie io side MAS EOS A O Memoria anual del Pi esidente, "sobre LO ¡Modificaciones del Reglamento... ....o..oo... 200 . .....oos DE LA + ACADEMIA NACIONAL CIENCIAS or BOLETIN ed | DE LA República Argentina CORDOBA JMPREN DE EL Fco | TOMO Ill ENTREGA IV MANUEL LUCERO, R SAS UITOGRAFIA DE-GUILLERMO KRAFT,RECONQUISTA 92.B NOUVEADI GAS DE MNTASIS OBSERVES DANS LA PROVINCE DE CORDOVA (République Argentine) ET DANS LA REPUBLIQUE DE VENEZUELA P. Auguste Conil. Lorsque, lan passé, je décrivis l' insecte parfait (1) dont les larves produisent la Myrasis dans ce pays, Je ne pensais pas devoir m' occuper de nouveau, et surtout aussi promptement, de cette maladie terrible, ne me doutant pas qu elle fat aus- si générale quelle parait létre, 4 en juger par lez faits quí se sont produits Vété dernier. Cing Cas de Myiasis sontarrivés á ma connais sanee, eb combien «d' autres se serontproduits sans que j'en ale été informé, soitque la maladie v'alt pas été reconnue, ou que le domicile du patient, trop éloignédes voies de communication, n'alt pas permis a la nouvelle de se faire jour et de ren trer dans le domaine public. J'ienore compléte- A A Voir ies Actas de la «Acadomia Nacional de Ciencias» T, III. p. 69 : 38 — 291 — ment les faits relatifs á trois des cas dont je viens de parler, ne les connaissant que par oui-di- re; quant aux deuxautres, le premier a eu un ré- sultat fatal et Pautre a terminé par une guérison radicale. Je vais principalement m' occuper de ces derniers, m'étant trouvé a méme de pouvoir suivre pas á pas la marche de la maladie, d'en voir les progres effrayants par leur rapidité et d'en étudier toutes les phases, car la malade se trouvait dans la maison contigué á celle que j'ha- bite á Córdova et un simple mur nous séparait; yal done pudécrire et figurer exactement les lar- ves, causes de la maladie, ainsi que lesnymphes, en ayant en de tous les ágeset eun nombre assez considérable á ma disposition. La Calliphora anthropophaga Conil a malheu: reusement recommencé a donner signe d'existence par les accidents habituels qui se déclarent aprés son passage, et, en venant se loger si pres de moi, elle m'apermis de compléter mes observations de Vannée derniére et de pouvoir offrir au public des données plus súres et plus détaillées sur ce diptére et ses diverses métamorphoses, aiusi que de nou- veaux détails sur la maladie qu'il occasiomne. CAS DE MYTASTS E La maison située á cóté de la mienne est occu- pée par Mr. Auguste Ortiz dont la famille habite «le Totoral» village situé á 20 lieues au nord de Cordova, tout pres de la ligne du chemin de fer quí relie cette ville á celle de Tucuman. Une de ses soeurs, Josefa Ortiz, ágée de 18 ans, tombe malade et ressent des douleurs tellement aigués qu elle se décide a consulter un médecin qui, apres avolr luterrogé et examiné la malade, la déclare — 298 --- atteinte d'une angíne et la soigne pour cette affec- tion. Malgré tous les remédes administrés, loin de cesser, les douleurs augmentent au contraire d'in- tens:ité et la mére, justement alarmée par létat dela jeune malade qui empire de jour en jour, écrit á son fils pour qu'il consulte un autre prati- cien a Cordova. Il sadressa immédiatement au docteur Lesbini á qui il donna, touchant la maladie, les détails con- ternus dans la lettre quil venalit de recevoir: Le dimanche, 5 Janvier 1879, Josefa Ortiz commenca á se plaindre de démangeaisons insupportables dans la narine droite, et elle eútce méme jour plusieurs saignements de nez; les jours suivants elle avait éprouvé de violentes douleurs á la fa- ce, ála nuque era la gore; ce dernier symptó- me frappe le médecin qui lui préte ses soins et, lui faisant croire á une angíne, lui fait par consé- quent falre fausse route. Au récit des douleurs quéprouve la malade, le docteur Lesbini reconnait les mémes indices et tous les symptómes qu'il a observés chez Ramona Marchand, soignée el guérie par lui un an aupa- ravant. L'analogie des douleurs ressenties par les deux, ne lui laisse aucun doute que la maladie ne soit produite par la présence delarves dans les fosses nasales et les sinus frontaux, et il ordonne en conséquence de faire par les narines des injec- tions avec un décocté de basilic et une solution Vacide salicylique; il conseille aussi d'amener im- médiatement la malade á Cordova, afin quw'elle soit plus á portée des remédes et des soins fa- cultatits. Le mardi, 14 Janvier, le palais est perforé et deux larves, accompaguées de matiéres, sortent par la bouche. Ayant flairé un rameau de ba- silic, 80 larves assez développées séchappent de la narine droite de la malade. Les douleurs de- viennent de plus en plus violentes et Auguste Or- tiz, étant averti, part pour «e Totoral.» Arrivé dans sa famille, l'état de sa saeur lui OS parait si grave quil se résouta lemmener avec lui en ville. Il rend compte dans tous ses détails de la consultation que lui a donnée ledocteur Lesbi- ni, et que, d'apres lopimion de ce dernier, la maladie de Josefa serait produite par des larves qui, a Vétat d“ceufs, auraient été déposées dans son nez par une mouche.—Les parents, malgré les 32 lar- ves expulsées, ne peuvent croire á une pareille assertion, leur paraissant chose impossible que les vers quil ont vus puissent provenir d'une mou- che; ils ne peuvent pas comprendre quune rela- tion quelconque puisse exister entre celle-ci et les larves, et ils doutent d'autant plus que la mala- de affirme quaucune mouche ne s'est introduite dans son nez. Frappée cependant de ce qu' elle entend dire, Elisa, une des sosurs ae la malade et plur jeune qu' elle, raconte qu. une mouche lui est entrée Vavant-veille dans la narine droite, eb, comme dans la soirée elle éprouve les mémes symptómes que la maladie de Josefa a présentés á son début, la famille commence a se persuader que le doc- teur Lesbini pourrait bien avoir raison. Le départ est résolu, et il est aussi decidé qu il seffectuera par le premier convoi et qu' Bilisa. fera partie du voyage, décision á laquelle celle-ci doit indubitablement la vie. Le samedi, 18 Janvier, á midi et 10 minutes, la malade prend le chemin defer; á la station de «Jesus Maria» elle descend de wagon et se prome- ne un moment, il est une heure et demie; le train touche a la station «General Paz» ádeux heures cinquante, et déja létat de Josefa est tellement empiré que sa famille, plongée dans la plus gran- de inquiétude, craint qu'elle ne puisse arriver vi- vante á sa destination; átrois heures, lorsque le convol se remet en marche, la malade est privée de ses sens eb, peu aprés avolr laissé la station «General Paz,» elle meurt dans les bras desa meé- re désolée. Le cadavre, transporté chez le frere, est -— 300 — aussitót examiné par le docteur Lesbini et deux de ses confréres appelés immédiatement; le premier désirait faire lVautopsie, mails la famille sy est formellement opposée.—Le lendemain, di- manche 19 Janvier, Josefa Ortiz était portée á sa derniére demeure. Le diagnostic du docteur Lesbini se trouve amplement confirmé par la chúte des larves tom- bées dela bouche et des fosses nasales de la ma- lade, ainsi que par la perforation du palais; il est donc hors de dvute que Josefa a succombé a la maladie dont nous nous occupons, la lMyrasts, et que sa mort a été occasionnée par les larves de la Caltiphora anthropophaga Conil, qui auront probablement pénetré dans le cerveau ou dans les poumons. IT. Le mercredi 15 Janvier, Elisa Ortiz ágée de 15 ans, et sour de Josefa alors tres malade, se trouvait au «Totoral» étendue sur son lit etoccu- pée a lire; c'était l'heure de ¿a siesta,- la chaleur était suffocante et lisa, á demi assoupie, était dans cet état qui n'est plus la veille mais n'est pas encore le sommeil, lorsqu'elle sentit une cho- se quí siutroduisalt dans sa narine droite. Elle se leve immédiatement et, ayant sous la main une poudre sternutatoire, elle en aspire une ou deux pintées a plusieurs reprises; dans un des éternuments provoqués par cette poudre est reje- tée une mouche, dorée dit-elle, qui wavait dá rester dans la narine indiquée qu'une et demie á deux minutes tout au plus. Elle ne fit d'abord aucun cas de cette circons- tauce, ne supposant pas quil pát en résulter pour elle aucune conséquence fácheuse et étaut bien éloignée de se douter que le diptere en question venalt de déposer sa progéniture dans sa fosse nasale, -toute une population quí' devait bientót lui occasionner des souffrances atroces. — 301 — Le vendredi 17, vers midi, entendant raconter par son frere Auguste ce que le docteur Lesbini opinait sur la cause de la maladie de sa sazur, Elisa se souvient de ce qui lui estsurvenu lavant- veille et elle en fait part á su famille. Le soir méme, elle a des éternuments fréquents, des épis- taxis, et elle commence á éprouver de légéres dou- leurs á la gorge, dans le conduit auditif et au cóté droit de la face. A la vue des symptómes quí se déclarent, les- quels sont analogues a ceux qua présentés á son début la maladie de Josefa, on fait aspirer á Eli- sa du décocté de basilic contenant une solution dacide salicylique, remede presciit pour la seur par le docteur Lesbini, ces aspirations, quoique plusieurs fois répétées, ne donnent cepeudant au- cun résultat. Malgré cela, mais seulement comme m sure de précaution, le voyage d'Elisa pour Cor- dova est résolu par la famille inquiéte qui décide qu elle accompaguera sa sosur, afin de pouvoir la laire solgner dans le cas ou ello se verrait attein- te de la méme affection que celle- ci. C'est dans la solrée du samedi 13, que le docteur Lesbini exa- mine la jenne malade pour la premiére fois; son opi- nion est qwelle est egalement atteinte de Myiasis et, par la narine, il lui fait personnellement des injections de chloroforme et d'essence de thérében- tine étendus par moitié d'eau. Aucune larve ne parait'á la suite de ces injections, maís malgré la semi-espérance que lui laisse ce résultat négatif et quoique n'ajoutant pas encore foiá la réa- lité du diagnostic donné, la famille est dans la plus grande désolation, car elle reconnait par: faltement que, produite ou don par une mouche, la maladie d'Elisa est la méme que celle qui vient d'emporter sa sour au tombeau, et elle craint que pour cette enfant comme pour lautre elle n'entraine la mort. Le dimanche 19, la malade se plaint beaucoup» les douleurs sont déja vives et la céphalalgie de: vient de plus en plus aigué; le docteur Lesbini — 302 —— lui ayant fait dans la matinée des injections ana- logues á celles de la veille, de petites masses blan- chátres sont eutralnées par le liquide; ces amas blanchátres ressemblent á des larves en embrion. Vers 3 heures de lapres-midi, une injection avec du chloroforme améne une larve vivante; reméede qui est ensuite répété plusieurs fols sans autre résultat. A 9 heures du soir. de nouvelles injections avec un décocté de basilic sont admi- nistrées et 50 larves tombent par la narine. Le plus grand nombre de ces larves sont pri- vées de vie, mais pourtant 20, qui se trouvailent vivantes sont recueillies dans un verre et mesont remises immédiatement; car, instruit du désir que Javais de pouvoir poursuivre mes observations de lannée précédente et sachant d'ailleurs que le doc- teur Lesbini et moi étions d'accord á ce sujet, le frere de la jeune Elisa mavait promis de faire réunir avec soin et de m'envoyer toutes les lar- ves qui sortiralent en vie, promesse quil a tenue serupuleusement pendant toute laduréedela ma- ladie. | Aussitót en possesion de ces larves je me- sural la plus développée de toutes qui avait 5 millimetres de longueur. Les jours suivants les douleurs augmentent encore d'intensité; les injections sont régulidrement répétées 3 fois chaque 24 heures et, jusqwau ¡jeu- di 23, des larves eu plus ou moins grand nombre tombent de la narine droite d Elisa. Ce jour lá, les douleurs devienuentsi infolérables et les injections la font tellement souffrir, que la jeune patiente pousse des cris terribles et supplie qwon la lais- se mourir plutót que de la tourmenter ainsi. Le vendredi 24, de la fosse nasale s'échappent 2 larves plus développées que toutes celles obte- nues jusqwá ce jour; la malade wWaccuse que de légéres doulenrs du cóté droit, vers la région fron- tale, et malgré cela 2 autres larves vivantes ej excessivement développées sortent pendant la nuit, Cest á cette date que je vis silopérer les — 308 — premiéres transformations parmi les larves dont je prenais soin, et, des le soir, j'avais déja cinq nymphes en mon pouvoir. Samedi 25. La malade n'éprouve aucune dou- leur et se sent parfaitement bien; a la suite d'n- jections faites avec une solution d'acide salicyli- que, elle éternue souvent mais ne rend que des masses de détritus blanchátres qui ne peuvent étre que des lambeaux de la membrane pitultal- re déchiquetée par les mandibnules des larves. Dans la nuit, une dernitre lave, arrivée au ma- ximum de sa croissance etqui cherchait probable- ment la terre pour s'y interuer et opérer sa méta- tE tombe encore de la narine de notre ma- ade. Dimanche 26, la patiente Waccuse aucune dou - leur et, depuis lors, tout symptóme «le maladie a disparu; les injections ont cependant été sulvies peudant quelques jour, non seulement pour le cas o4 quelque larve serait restée dans: la fosse nasale ou les sinus frontaux, mails aussi pour al- der a la cicatrisation des parties lésées. Elisa Ortiz se trouve á présent radicalement guérie et rien chez elle, sl uv'était sa maigreur, ne donnerait á connaltre qwelle vient de passer par une épreuve aussi terrible. Il n'est dailleurs pas étonnant que la maladie qui nous occupe n'alt pas laissé de traces posté- rieures chez notre sujet, car les seuls symptómes extérieurs quelle ait présentés sont: une légére tuméfaction du nez, de Varcade sourciliére et de la joue, les éternuments, l'épistaxis et l'écoule- ment par la fosse nasale droite d'un mucus salr- guino - purulent d” une od. ur infecte. Blisa Ortiz est retournée au Totoral, se pro- mettant bien á Pavenir de prendre toutes les pré- cautions nécessaires, afin de ne plus se trouver de nouveau dans un pareil état. EDUCATION DES LARTES Comme je Pai dit plus haut, dans la nuit du 19 Janvier 150 larves furent amenées par les in- “Jections faites par le docteur Lesbini á Elisa Or- tiz; la plupart de ces larves étaient mortes (pro- bablement celles qui s'étaient trouvées plus en con- tact avec le chloroforme et lacide salicylique), vingt cepenudant se trouvalent encore en vie et me furent apportées; elles me parurent un peu tristes et se ressentaient évidemment de leffet des remd- des administrés á la jeune malade. Aussitót que jeus ces larves en mon pouvoir, je mempressai de me procurer de la viande fral- che et de les placer dessus avec le plus grand soin; les ayant mesurées, je trouvai qu'elles avaient déja de 34 5 millimétres de longueur, quoiquwil nyeát que 4 jours etquelques heuresque les csufs d'ou elles étaient sorties avaieut été déposés par la mouche. Je changeais tous les jours la viande qui leur sevvalb de páture, opération qui n'était pas des plus agréables, á cause de lodeur infecte qui s'en exhalait. Aussitót que les larves se trouvaient sur le morceau de viande fraiche, elles commencaient á ramper en tous sens comme pyur reconnaitre les lieux, puis une fois cette reconnaissance termi- née et lendroit qui leur convenait choisi, elles se mettaient immédiatement a louvrage et ne tar- daient pas á pénétrer á lintévciear de la viande et á disparaitre complétement, gráce á l'acharne- ment quelles y mettaient et aux crochets mandi- bulaires dont est armée leur extrémité cép halique. Ces larves sécretent en abondance une es pece de liqueur visqueuse et verdátre qui empéche la viau- de de se sécher, mais qui en méme temps háte sa putréfaction d'une facon étonnante, a tel a que, o au bout de 24 heures elle était complétement pu- trefiée par Paction chimique de cette liqueur et ella exhalait une odeur nauséabonde horrible; malgré cela j'étais obligé de la disséquer avec le plus grand soin pour, sans les blesser, extraire les lar- ves des galeries qwelles s'étaient creusées dans son intérieur, eb je les transportais ensuite délica- tement sur le morceau frais quí leur était destiné. Régulierement toutes les 24 heures yai fait cette opération, cralgnant que l'humidité des matiéres organiques en a«écomposition ne leur fút préjudi- ciable; chaque: jour aussi ¡je notais chez elles la méme voracité insatiable, une augmentation de vo- lume, et une vivacité qui me faisalt augurer un heureux résultat pour ma nouvelle expérience. Le23Janvier, je remarquai quau lieu de dispa- raitre comme d'habitudé en s'internantdans le nou: veau moiceau de viande sur lequel ¡e venais de les mettre, quelques-unes d'entre elles s'en séparcrent et se mirent á ramper autour avec nonchalance; celles-ci paraissalent inquiétes, leur alure était lourde, paresseuse; elles revenalent vers le morceau de viande et sen éloignaient tour á tour; ces re- marques me firent présumer que J'heure de [eur premiére métamorphose approchait. Les ayant ob- servées de nouveauá la nuit, je les apercus blot- ties sous la viande, immobiles, comme paralisées et entourées d'une matiéere visqueuse de couleur jaune, assez semblable (saúf la couleur) á celle dont j'ai déjá parlé, mais quí était cependant plus gluante que cette derniére; cela me confirma dans mon opinion, que la métamorphose était sur le point de: s'opérer, Le lendemain 24, mes prévisions se trouvérent, réalisées, car 5 larves étaient transformées en pupes; je détachai celles-c1, ayant bien soin de ne pas les écraser, etje les mis dans un bucal á part, aux parois duquel elles adhérerent immédiatement eráce á la liqueur ou matiére dont il a déja été question, eb je continual ensuite á soligner comme par le passé les autres larves. — 306 — C'est le 25 a la nuit, que me fut remise la der- niétre larve tombée de la fosse nasale d'Elisa; cette larve était plus développée qu'aucune de celles que je possédais, son corps était plus adipeux, ce qui me prouva que le régime auquel je les avais sou- mises ne leur convenailt pas autant que celui que leur avait procuré Pinstinct du diptére auquel elles devalent l'existence; cette dernitre larve était d'ail A comme les autres avec lesquelles je la mis, - le point de se métamorphoser, ce quil était tacile de reconnaitre á ses alures, et démontrait que le plus ou moins de croissance obtenue selon un milieu plus ou moins bien approprié áaleur or- ganisation, ninfiue pas sur l'époque de leur chan- gement d' état, et ne retarde ni mMavance l'heure ou il doit sopérer. Le 25, neuf nouvelles transformations ayant eu lieu, les unes sous la viande ef qelques autres dans Pintérie eur, il ne me resta plus de larves, en ayant tué moi-méme 3 pour les étudier et en faire la figure. j Le moyen que J'employai pour faire mourir ces derniéres, fut le suivant: je les mis dans un tube quee remplis Valcool á 332 et que je bouchai ensuite hermétiquement. Désirantme rendre compte du temps quí serait nécessaire pour que la vie les abandonnát dans de telles conditions, je remar- qual Plheure ou elles furent mises (ans le tube; je wapplaudis avoir eu lidée de faire cette ex- périence lorsque ¡je vis le résultat qwelle me don: na, résultat qui me surprit extrémement et auquel j'étais loin de m'attendre, car il ne fallat pas moins de 1 heure 35 a 1 h. 40 minutes pour les faire mou- tir, temps pendant lequel elles ne. cesserent de se contracter en tous sens. Ce fait constaté me démonira la al que Pou doit rencontrer pour oter á ces larves une vie si tenace; J'en parlai au docteur Lesbini et nous résolúmes 'alors de faire tout notre. possible pour obtenir une nouvelle génération des mouches qui allaient sortir des coques. Si nous avions la chan- — 301 — ce de réussir et si ces ceufs arrivaientá éclore, les larves ne nous manqueraient pas pour expérimen- ter sur elles divers remédes, ce qui nous permet- trait de reconnaitre d'un .facon certaine lesquels sont plus efficaces etsusceptibles de produire l'effet le plus prompt. Nous désirions ardemment pouvoir nous livrer 4 cette étude que nous considérions comme trés importante, car les liquides injectés ne ponvant sé- journer que tres peu de temps dans les fosses na- sales, les remédes que Pon applique ont d'autant plus besovin d'étre bien choisis pour produire le plus ra- pidement possible lVeffet que l'on se propose d'obte- nie et pour donner un résultat satisfaisant. Pour arriver au butque nous nous proposions, le docteur Lesbini fit construire une espéce de ca- ve en forme de garde—manger quí avait On.2 60 de base sur 0%, 80 de hauteur; un des cótés latéraux était formé par une porte vitrée á deux battants, les 3 autres cótés et la partie supérieure étaient fermés par une fine toile ac Aussitót eonstruit, il menvoya cet appareil dont, aprés exa- men, je ne jugeai pas prudent de me servir dans Vétat ou ¿l se trouvait, car, la porte devant nécessai- rementétre ouverte une ou deux fois par jour, il était tres facile á quelque mouche de s'échapper par une semblable ouverture, etje ne voulais pas m'ex- poser á laisser en liberté un diptere dont la pro- pagatioón aurait pu causer la mort á unequantité de victimes, peut-étre méme á quelque personne de ma famille. Il fallait done trouver un moyen d'éviter ce péril quí me permitdutiliser l'appareil en question et de faire Pexpérience projetée; aprés y avoir réfléchi, je m,arrét.l au suivant qui obviait á tout inconvé- nient: Je clouai un tule tout autour du cóté la- téral ou se trouvait la porte, tule qui, tres plissé sur ses bords, formait une poche assez grande pour permettre de lP'ouvrir; au fond decette pocheje pra: tiquai une fente qui se fermaif au moyen d'une coulisse. Organisé de cette facon, il était facile, — 308 — sans qu' aucune des captives pút prendre la clef des champs, d'introduire dans l'appareil ou d'en sortir ce que l'on voudrait, pourvu qué on eút le soin de vouvrir la porte que lorsque la main, une fois passée par la fente, auraiteu la coulisse bien ajus- téeau poignet. Nous n'avons malheureusement pas pu réussir á obtenir de larves, les mouches ne s'étant pas posées sur la viande que j'avais disposée á cet effet, pendant les 24 á 48 heures qu'elles sont res- tées vivantes. Une fois cependant j'ai cru á la réussite, car je fus témoin d'un exemple de la réu- nion des deux sexes, mais mon espoir fut décu et les csufs n'ont pas été déposés, la femelle n'ayant probablement- pas été fécondée. N'ayant jamais vu aucune de nos calliphores anthropophages s'ap- procher de la viande, j'ai été porté a croire qu'elles ne recherchentles maliéres organiques, que lorsque le moment est venu pour elles de déposer leur pro- géniture dans un milieu propreá son développement, milieu que leur infernalinstinctleur fait trouver pour le malheur de l'individu qw'elles choisissent pour dépositaire, confiance qui, pour honorable qu'elle solt, n'est pas á envier. J'ai donné un exemplaire de la Calliphore an- thropophage á Elisa Ortiz, qui m'a promis de voir au Totoral si ce diptere y est aussi commun que je suis porté á le supposer, et, dans ce cas, de tácher de nous en procurer quelques exemplaires vivants, ce qui nous permettrait de recommencer nos expériences dans des conditions bien meilleures. Résumant les données qui précedent, il résulte quiun auf de Calliphore anthropophage Conil, dé- posé le 15 Janvier dans une fosse nasale d'Elisa Ortiz, était éclos et avait déjáa, 4 jours et 1/2aprées, une longueur de 5 m/m; que cette larve avait atteint toute sa croissance et s'est métamorphosée en nymphe 8 jours et 1/2 apreés la ponte de l'ceuf, et que 11 jours ont été suffissants á la nymphe pour parfaire ses formes et opérer sa transformation en insecte parfait; ce qui nous fait en tout 19 jours — 309 — 1/2 pour le cicle de ces diverses métamorpho- ses. Sed A présent, si lon considere la quantité d'ceufs que chaque femelle du diptere qui nous occupe est sus ceptible de déposer a chaque ponte, on sera éton- né du petit nombre de cas de myiase quí relativement se produisent, méme tenant en compte que beau- coup de cas ne peuvent pas étre constatés par la science et restent par conséquent jgnorés. (1) Si malgré sa prodigieuse fécondité elle ne se mul- tiplie pas davantage, il está croire que la Calli- phore anthropophage a quelque ennemi qui arréte une multiplication qui serait si pernicieuse a no- tre espece (2); cest ce que probablement lavenir nous apprendra, du moinsje l'espére, car je me pro- pose, si cela nvYest possible, de poursuivre l'été pr chain mes observations sur ce diptére et sut- tout de faire des observations biologiques. DESCRIPTION DES LARvES La plus développée des larves que j/al eues en mon pouvoir est naturellement celle que j'al figu- rée; elle avait. 16 m/m de longueur lors de son plus grand développement; au moment oú les au- tres allaient opérer leur premiere transformation, leur longueur variait entre 10 et 15 m/m, tandis qw'elles avaient de 2 4 3 1/2 m/m de lárgeur, di mension maxima qui, au repos, se trouve constam- ment siluée vers le 4? segment postérieur. (1) Cescas doivent étre de beaucoup les plus nombreux, car ce sont ceux quí se produizent dans les campagnes ou les Calliphores do “vent étre plus abondantes et on les pers»mnes intelligantes manguent pour reconnaítre la cause de la mala«ie. (2) 1l est probable que sa larvo vit aussi sur quelque animal, penut-étre méme de quelqu'autre manitre- OS Ces larves sont atractosomes et leur corps est composé de 12 segments; lorsqu'il estbien étendu son extrémité postérieure est tronquée tandis que Pantérieure ou extrémité céphalique est conique et atténuée, le 9? segment se trouvant alors le plus renflé. La progression, qui estassezrapide, se pro- dultchez nos larves par un mouvement de reptation qu'ellesopérentde la mauiéere suivante: s'appuyantsur les épines des segments postérieurs, elles allongent leur corps le plus possible, puis, saccrochant avec leurs mandibules, elles contractent l'un apres l'au- tre tous leurs segments, en commencant par les antérieurs, évolutions qu'ellesrecommencentde nou- veau et a Paide desquelles elles avancent tres vite; leur forme change naturellement pendant ces di- verses manosuvres, mails lorsqu'elles ne les exécu- tent pas elles sont fusiformes, Comme celles des autres diptéres qui appartie- nent a ce genre, ces larves sont apodes; elles ont une couleur blafarde mais un peu flavescente lorsqwelles sont á jeun; repues, elles prennent une teinte rose carminé qui sétend sur toute la surface du corps, exceptant cependant une bande latérale qui, de chaque cóté, conserve la couleur in- diquée plus haut pour celles quí n'ont pas pris d'ali- ments; cette couleur rose doit indubitablement provenir de la nourritnre contenue dans le tube digestif qui apparait par transparence á travers le derme. Le ler segment antérieur est peu développé et le troncon céphalique ne montre pas d'organes des seus; ce dernier est armé de deux máchoires di- vergeantes, écailleuses, ankyroides, dont la pointe est dirigée vers le bas, et qui sont d'un beau noir luisant. Ces crochets mandibulaires, trés algus ser- ventá ces larves pour hacker et déchiquetter les ma- tigres organiques dont ils se nourrissent, alusi que d'organes de locumotion, comme je Pai dit ci-des- sus en décrivant leur marche. Cette extrémité an- térieure ou céphalique parait effilée, par moments, lorsque les crochets sont projeiés a l'extérieur, — 311 — et elle est au contraire capitellée lorsque ceux-ci sont rentrés; situées au dessus de l'ouverture buec- cale, les mandibules se voient alors par transpa- rence comme une ligne noire sur la partie média- ne des deux premiers anneaux antérieurs. Au dessus de ces máchoires existent deux ex- crolissances mastoides, destinées sans doute á les protéger, et sur l'espace semi-lunaire qui les sépa- re se notent deux petits appendices qui sont com- posés de deux articles visibles et qui, par leur for- me, rappellent les palpes des diptéres. (1) Au des- sous de ces appendices, prend naissance une dé- pression sulsiforme dans laqueile se trouve située lPouverture buccale qui est deltoide, et au fond de la cavité de laquelle s'lapercoit une masse hémi- sphéroidale dont je v'ai pu découvrir la mission, mais que je soupconne étre l'haustellum de notre larve. Sur chaque cóté du deuxiéme segment et prés de son extrémité postérieure se trouve un stigmate ou orifice extérieur de la trachée, autour duquel existe un bourrelet échinulé destiné á lerecouvrir. A ses deux extrémités, chaque anneau est garni de séries croniformes ou annulaires de petits ma- melons cuspidés et disposés réguliérement; généra- llement quadrisériés, ils sont tristiques entre le 2.* etle 3.* segments, et seulement bisériés entre le 1r et le 2: ; les couronnes érinacées formées par ces mamelons se bifurquent sur la face abdominale lorsque les muscles sont tendus et, recouverts par le derme, ils disparaissent totalement ou en partie quant au contraire la larve contracte ses muscles, - L'extrémité postérieure du corps, vue par la face dorsale, apparait quelquefois arrondie lorsque le dernier segment se trouve recouvert par l'anté- rieur, selon la position de la larve, mais ce segment terminal est réellement tronqué; á son extrémité se trouvre située louverture de l'appareil anal, bor- [1] Je suis portó A croire que ces appendices remplissont le méme office que lea palpys des insectez. : — 312 — dée de 2 renflements, et au dessus de laquelle se font remarquer deux appendices mastoides, dont chaqgue sommet est percé d'une ouverture qui est Porilice des deux trachées postérieures, lesquelles, sur le tergum, se volent par transparence comme deux lignes divergeantes noires qui sont visibles jusquá la base du pénultieme segment, lorsque la larve est allongée, et jusqu'a l'extrémité postérieu- re du septieme quand son corps est ramassé. Les épines qui garnissent les mamelons des couronnes et dont il a été question ci-dessus, ser- vent comme je l'ai dejá dit d'organes de locomo tion a ces larves auxquelles elles permettent d'opé- rer la progression en avant avec rapidité, mais, se trouvant toutes dirigées vers lVextrémité pos- térieure du corps, elles sont un obstacle presque Iinsurmontable pour le recul qu'elles ne peuvent opérer quavec de grandes difficultés quand elles out de lespace, et quí leur devient impossible lorsque Pespace est limité. Pour plus de soins que j'ai apportés dans mes remarques, jen'al pu observer aucune mue chez ces larves; elles n'abandonnent pas leur peau pour opérer leur métamorphose, l'époque arrivée, car le derme se durcit et forme une enveloppe so- lide al'abri de laquelle la nymphe va se transformer. DESCRIPTION DE LA PUPE. Comme il a été dit dans le chapitre précédent, le derme de la larve se contracte et se solidifie par la dessiccation, il devient corné ou plutót écail- leux et forme la pupe qui, lorsqu'elle est nou- velle, est d'un blond clair dont la teinte fonce de plus en plus jusqu' á arriver au brun marron foncé. Leur forme n'est pas toujours constante quoique pourtant elle differe peu; il arrive quel- 40 — 313 — quefois que Pextrémité antérieure est un peu plus aigué que la postérieure, mais en général elle est au contraire plus obtuse; cependant, la forme la plus ordinaire est subovoide, ce quí fait que la coque ressemble á un tonnelef. A lextrémité antérieure on peut encore recon- naitre les traces des máchoires ou crochets mand1- bulaires de la larve, ainsi quune rimule qui indi- que la situation de Pouverture buccale qui Pa for- mée en se desséchant; á lextrémité anale restent évalement visibles les organes quwy possédait la larve, mais le tout est desséché, racorni et en som- me assez peu distinct. La pupe rest composée que de 10 segmenls qui sont faciles á distinguer, gráce aux séries d' épines disposées en couronnes qui ont été décri- tes; mais celles-ci ont également bien changé d' aspect, car les mamelons qui lessupportaient ont completement disparu en se desséchant, et ils ont été remplacés par de petites pyramides á base triangulaire, lesquelles sont d'une teinte plus fon- cée que celle du reste de la pupe et on peut mé- me dire presque nolre. Les 2 segments antérieurs de la larve, y com- pris le troncon céphalique, se trouvent supprimés par la dessiccation et n'en forment plus qu'un avec le 32 segment, ce quí réduit á 10 le nombre to- tal de ceux de la pupe. La nymphe ne reste emprisonnée que onze jours, temps suffisant pour qw'elle perfectionne ses for- mes, que tous ses organes soient compléetement transformés et qu'elle en sorte insecte parfait; ce der- nier, le moment venu, parvient a se délivrer en faisant force avec la téte sur la paroi intérieure de lextrémité antérieure de la coque qui, se sé- parant vers la base du 3“ segment, saute géné- ralement comme une calotte ou, comme cela arri- ve quelquefois, elle se partage longitudinalement, suivant une ligne médiane en deux parties qui, en se séparant, restent cependant soudées au trone par un seul point qui fait alors office de char- — 314 — niére; dans les deux cas, le passage pour la Cal. liphore anthropophage se trouve libre. DESCRIPTION DE L'INSECTE PARFAIT. Dans la description détaillée que j'ai déjá don- née de ce diptere dans les «Actas de la Academia Nacional de Ciencias» (T. III, Ent. IM), je Pai dé- signé sous le nom de Calliphora anthropophaga, a cause des maux quil cause á l' homme lorsqu'il est encore á lPétat de larve. le diptére qui nous occupe appartient bien au genre Calliphora établi par Rosiseau- Desvorny (Essat sur les Myodatres), ou a la division du genre primitif Musca de MeyGEN qu'il a indiquée par lesslelires B. a. (MeleeEN, —Beseh. d. Europ. 2weift. I[nsect. N. p. 60), ou elle prend place á cóté des espéces vomitoría, L. et érythrocephala, Meig. _D'apres RosBineau—Desvotby, le genre Callipho- ra appartient á la famille des Caliptérées, divi- sion des Coprobtes ovípares, tribu «des Muscides, section des Cérulées; ce genre a été adopté par MacquarT (Suites á Buffon, Dipteres, t. IL, p. 261) qui le place dans la division des Brachocéres, sub- division des Dichcetes, famille des A thériceres, tri- bu des Muscides, section des Créophiles, sous—tri- bu des Muscies; la Calliphora anthropophaga peut étre placée entre son NS 2, C. vomíitoria, et le NO 3, C. fulorbarbts. La diagnose du genre Calliphore peut s'expri- mer ainsi: Muscidarum genus. Caput globosum nec antice nec transverse productum. Pedibus me- diocribus. Seta antennarum ad apicem usque plu- mosa. Thorazx latis radts longitudinalibus ornatus. NVervus alarum discoidalíis angulatus versus apt- cem, Epistoma projectum. Palpt ferrugined, — 319 — Ayant déja, dans les Actas citées, décrit la Cal- liphore anthropophage, je nen donneralici qu'une description sommaire: —Sa taille est un peu plus développée que celle de la mouche commune (Mus- ca dom>stica, L.), et elle est á peu pres égale dans les deux sexes, quí présentent d'ailleurs les mémes caracteres généraux.—Les différences les plus sen- sibles, quí se font remarquer entre eux, sont les suivantes: la forme de la téte distincte, le thorax du mále plus long et son abdomen plus court que las mémes parties du corps de la femelle, et en- fin son aspezt plus trapu que celui qwWoftre cette derniére. La téte est assez volumineuse eb elle est plus large que longue; la couleur générale de la face est dun jaune qui varie depuis le jaune paille (sur les joues) au jaune doré, conleur qui devient de plus en plus franche, á mesure que les soies se trouvent implantées sur une partie plus rap- procthée de liextrémité inférieure de: la téte. lies yeux á facettes sont dictyodes, mordorés, et cha- que cornée est composée de 1333 cornéules.—Trois ocelles circulaires, noirs et luisants, se trouvent situés surle vertex, disposés comme d'habitude en triangle; la tache du vertex est «d'un. noir mat, couleur qui la fait ressortir sur celle de la bande frontale quí est d'un bran ardent. Les antennes sont fauves; leur premier article est tres court, le deuxiéme est ordinaire. et le dernier, environ 4 fvis eb 1/t plus lonz que celui—ci, est en forme de palette et 1l supporte un style plumeux couleur marron. Le premier et le dernier article de la trompe sont fauves et le deuxiéme est d'un beau noir quisant. Le thorax est scutiforme et d'un beau vert métallin avec des reflets bleus sur le prothorax et le mésothorax qui le font souvent paraitre de cette dernitre couleur; trois bandes longitu- dinales, fuligineuses eb presque paralleles, s'éten- dent sur tonte la longueur du prothorax etdu mé- IG sothorax, divisant ces parties en 7 zones á peu pres égales, le métathorax, sans bande ni tache, est également couleur vert metallique. La par- tie antérieure du prothorax est plus étroite que la téte, ce quí contribue á donner á l'insecte qui nous occupe, laspect robuste dont j'ai dejá parlé plus haut. La partie médiane du tergum décrit une ligne courbe. Les ailes, transparentes et incolores, sont ce- pendant un peu enfumées á leur base. leurs ner- vures et leurs cellules se distinguant parfaitement dans la figure que j'ai donnée, (1) me dispensent d'en répéterici la do:scription. Au repos, ces orga- nes du vol se croisent de telle facon que les extré- mités de leurs nervures intermédiaires arrivent presqus a sejoindre; dans cette position, les ailettes se trouvent relevées, doublées et plaquées lPune contre Pautre. L'abdomen est sessile et, ainsi que le thorax, d'une belle teinte vert métallin qui a les mémes rellets bleus signalés pour les deux parties anté- rieures de ce dernier; il est composé de 4 seg- mens dot le dermber est ul péu incuiné el a Léxtremité duquel se trouve louverture génitale qui laisse apercevolir l'extrémité de Poviscapte des femelles, et donne issue chez le mále á un pénis qui est apparent. Les pattes sont médiocres, velues, garnies d'épl- nes, et leur couleur est fauve mélanien. Les cuillerons sont ordinaires, opaques, et d'un blanc un peu plombé avec une bordure d'un blanc mat. Les balanciers blanes et arspergiliformes sont completement recouverts par les cuillerons; leur volume est ordinaire. Le corps de la Calliphora anthropophaga est pilifere et garni d'épines sur les flancs ainsi que sur les bords transversaux des différentes parties du thorax et des segments de l'abdomen. 1 Voir «Actas de la Ac. de Cienc.« oí se trouve la description détaillé A La diaguose, que je donne ci-dessous, résunme les principaux caracteres généraux et particuliers quí distinguent ce diptere et permettront de le re- connaítre au premier abord: DiacsosIs: Calliphora, thorace eceruleo, nítido, antice subucttato; capiie subferrugineo; epistoma- tis carínts breotler vibrissatis ferrugineis; orbita oculorum factalí flavida; barba fulva; alarum an- gulo nero discoidalis acutissimo, ejusdem nervt parte apicale undulata; squamis albicantibus. Comme je Pai déjá dit dans ma premiére des- cription, je ne connais que.cinq espéces qui pen- vent étre confondues avec notre anthropoplase cordovals, et ce sont: Calliphora vomitoría |. (d' Europe), C. erythrocephala L. (ézalement d'Eu- rope), €. annulíipes Ph. (de PAmérique méridiona- le), €, fulvíipes Macq. et C. infesta Ph. (originai- res les deux du Chili). Dans le tableau suivant, je donne les caracteres aistinctifs de trois de ces espéces, afin de convaincre Monsieur Hexrt Lynch ArriBALZAGA qui, dans une bienveillante critique, pubilée dans les «Anales de la Sociedad Científica Argentina» T. VII, p. 253, manifeste la croyance que l'espéce á laquelle jJ'al donné le nom de C. anthropophaga, a déja été décrite. Comme lui, je feral abstraction des deux espéces originaires d'Europe et ne vals m'occuper que des espéces trouvées sur le sol américain. ANTEROPOFEAGA Conil INPESTA Ph PULVIPES Macq. * Cyanescens; cyanescens; cyaneseens; facie barbaque fulvis, an [facie antennisgue rufo 3 á tennis ferrugineis; fulvls, facie absque ni facie antennisque ful tora albido; vis; * Gay: Historia física de Chile, Paris, 1866, — 318 — ANTEROPOPHASA Conil INFESTA Ph | PULVIPES Macq. ¡thorace cyaneo, albido thorace coeruleo, nírido,| thorace nigro, trivittr: Ss vittato; trivittato; te; abiomine aeneo, víridi; labdomine virid', aeneo; ¡abdomine violaceo coe- | ruleo; , AE pedibus nigris, femorl- pedibus nigris; pedibus omnino nigris,| bus mediis et posticis tibiis piceis; rufis; squamis albicantibas. ¡squamis nigris squamis albicantibus. Long. 3 112 á 4 lignes. |Long. 4 112 lignes. Long. 4 lignes. Mais c'est surtout lespece nommé¿e €. monle- vidensis, décrite par Breor, que Me. LywcH croif étre identique á la nótre. Je dois d'abord manifester que les genres de RONDANI ne peuvent étre considérés que comme des sous genres, et que, n'étant pas partisan d'aug- menter pour les classifications et, surtout sans néces- sité, la quantité déja assez considérable des noms, je me refuse á les accepter. Je ne reconnais done que le genre Calliphora et le conserve seul, d'ac- cord en cela avec les grands maltres SCHINER €f GERSTAECKER qui, en plus d'une circonstance, ont donné leur opinion sur les sous-genres de |RoN- DANI. Je renvoie les lecteurs aux Ouvrages de ces célébrités, afin de ne pas avoir á m'étendre da- vantage sur cette question. (1) Nous limitant aux espéces sud-américaines Cl- tées par Mr. Lywcn, celles avec lesquelles pourralt étre confondue la C. anthropophaga, sont les sul- PHIiLIPP1I dit: «le reflet blanc que d'autres esptcos de ce genre présen «tent sur le thorax, est dans ¿nfesta presque invisible, raison pour laquelle «j'ai préféré dire dans la diagnose «nigro trivittato» au lieu de «albo vitriato.» Il ajoute enrore que le style plumeux [arista] des antennes est noir, que la corselet présente la iméme couleur que l'abdomen qnoique tirant un peu sur le brun. et que le front est noír avec des baandes rouge brun. [PHILIpP- Pl, GIEBEL'S zcrtschr f d ges. Naturw, 1361, T. 17. p. 513). —Tout ce qui est dit ci dezsus est loin de se rapporter á la C. anthropophacge. 1 Je suis du reste parfaitement d'accord avec Mr. LYyxcH, en ce qu'une Calliphora ne doit, dans ausun cas. étre confondue »vec une Lucitia, et vice versa. Ce sont deux genres aussi différents que Bos et Ovís. — 319 — vantes: C, infesta Ph., fulvipes Macq., annulipes Ph., macellaría Fab.. tantarta Hfg., et montevidensts BlY. Quant á moi, en diptérologie, je considere SCHINER comme une autorité bien plus éminente que GERSTACKER, et admets avec lui que macellaría est un nom qui comprend plusieurs especes; si lon veut le conserver, on doit alors se référer seulement á la variété C. de WienemMANwNw, d'oú il résultera: €. macellarta, Wied. 6. tantaría Hto: D'apres la derniére indication de SCHINER (dans «Novara Reise»), je me suis convaincu que annu- lipes Ph., n'est autre que fuloípes Macq , et qu'elle est aussi la var. b de macellaria Wied., (malgré que la différence qui existe entre les deux mots anlgricantibus» et «albicantibus», est que lun est précisément le contraire de Pautre!) Mais peu im- porte! —nfesta Ph est en tous cas une espéce bien distincte, et 1l en est de méme de €. montevidensis Big., apropos de laquelle, comme espéce différente, ne peut étre soulevé un débat sérieux, Des considérations qui précedent et de mes études détaillées 1l résulterait que nous avions jusqu'á présent dans l'Amérique méridionale, non trols, mais bien quatre espéces de Calliphora qui out beaucoup d'affinités entre elles et qui vecasion- nent la «mylasis»; ce sont: 12. €. macellartaWied. —Brésil. Syn. €. macellaría Wied. var. c. Ca teamoao ado: (Conme macellaria; je ne reconn+s que cette seule var. c.) 2. C. fulvipes Macq.—Chili et R. Argentine. Syn. C. macellaría Wied., var, b. C. annulipes Pl. (C'est la méme espece que BLANCHARD, KRoN- DANI, OCHINER €b GERSTACKER nomment également fulotpes.) 3. E. infesta Ph.—Chili. 4. €. montevidensís Big.—Uruguay. Vient á présent le tour de la derniére question ta €. montevidensis est-elle identique á la C. — 320 — anthropophaga, ou bien cette derniere doit-elle étre considérée comme une cinquieme espéce ana- logue? N' ayant pas a ma disposition les Ann. de la Soc. Ent. de France, je remercie Mr. Lyxcn, pour Vamabilité avec laquelle il a bien voulu me faire connaitre la diagnose que Bigcor a donnée de la C. montevídensis, diagnose que, dans le tebleau suivant, je mets en regard de celle de la C. an- thropophaga. €, MONTEVIDENSIS C. ANTHROPOPHAGA | Aenva; Cyanescens, antennis fulvis (male), pallide fuscislantennis ferrugincis; (fem.) et basi fulvis; fronte grisea, vitta fulva, facie sor-|facie burbaque fulvis. Capite sub- dide albida in medio fulva, genis| ferrugineo, orbita oculorum faciali testacels; flavida; Ore tantum macrochaetis murieto; Jepistomatis carinis breviter vibrissa- tig ferruginels; thorace vividi. albido prunoso, vittis|[thorace corruleo niiido; antice sub- quatuor. latis nigris; vittato; abdomine ejusdem coloris, segmento |abdomine aeneo, viridi; 12 nigro, linea intermedia obscura, incisuris obscure Coeruleis; vedibus castaneis, femoribus anticis|pedibus nigris («fauve v élanien»). extrinsecus parum aenescentibus. : ¡Long. Om. 006. Long. Om. 008 á Om 009. A/A Je n'ajoute pas d'autres caracteres a ce tableau, parce que ceux des autres parties paralssent étre á peu pres égaux dans les deux espéces; je feral seulement remarquer les particularités sul- vantes:—chez montevidensis, la couleur générale parait étre plus vert métallique, au lieu qu'elle est plus bleu métallique chez anthropophaga, les antennes de cefte derniére paraissent étre plus foncées que celles de la premiére espece; nous ne 41 — 321 — rencontrons pas chez montevídensis la bande or- bitale plus claire, comme elle l'est effectivement chez anthropophaga; le thorax alnsi que lab- domen de cette dernitre sont verts avec des re- flets bleus qui la font souvent paraitre entiéere- ment de cette couleur á la simple vue, aussi ai: je douté plusieurs fois de la véritable teinte de- cas parties, jusquía ce que Jl'examen minutieux que Jen at fait sous le microscope m'a donné Passurance que je cherchais; la montevidensis va pas ces reflets sur son thorax, qui est franche- ment vert, tandis que sou abdomen est bleuátre; ces partíes sont donc d'une méme couleur dans anthropophaga au lieu quelles ont une teinte dif- férente ehez montevidensis; les pattes de cette der- niére sont dun brun rougeátre qui est encore un peu métallique sur les- fémurs antérieurs, pendant quanthropophaga a les pattes noires, ou du moins dun gris excessivement foncé; enfin, pour ter- miner, li longueur du corps est bien différente dans les deux especes, montevidensis Wayant que 6 millimétres, el anthropophaga en ayaut 8 el mé- me 9. Il me semble que ce qui a été dit ci—dessus est suffisant pour faire reconnaitre C. anthropo- phaga Comil, pour une espéce véritable, quí est alors la cinquiéme de ce groupe d'espéeces alliées que nous rencontrons occasionnant la «mylasis» dans lAmérique du Sud. Mais uous ¡nous sommes déja étendus plus que de raison sur des dénominations et des sub- tilités systématiques! la science moderne heureu- sement ue fait plas autant de cas des noms, que lPon en falsait encore il ny a de cela qu'un demi- siécle, lorsqu'on appelait «zoologue» qui que ce. solf quí, a premiére vue, savait reconnaitre 10000 animaux (plusils étaient petits, d'autant plus de mé- ritel) eb citer leurs noms latins; celuil qui, a cette époque, arrivalt a en connaitre 100,000, étalt alors egratifió du titre de «zoologue célebre» Tempora mutantur!l—aujourd'hui. on peut parfaitement de- CES venir un célebre zoologue, sans connaitreun seul animal de la facon indiquée! C'est pour cela qiu'apres avoir remercié Mr. LyncH de loffre amicale qu'il me fait et que je regréte de ne pouvoir accepter á cause de la dis- tance qui nous sépare, que je termineral en ci- tant quelques nouveaux faits surla myiase, les quels sont arrivés á ma connaisance. CAS OBSERTES A CARACAS Dans une lettre, en date du 20 Octobre de 1'. année quí vient de s'écouler, Mr. le docteur AÁx- TON ErxstT, de Carácas (Rép. de Venezuela,) don- re communication á Mr. le docteur H. Weyrewx- BERGH de trois cas de myiase quece dernier m'au- torise a publier; profitant de la permission, jem'em- presse de traduire les passages qui ont. rapport á la maladie qui nous occupe, sans rien changer aux descriptions que fait le Dr. Erwst des trois cas dont 1l est question. I. Lia “environ dix ans, que mon: ami. le docteur Jean Cuello, de cette ville, me donna huit larves quil avait sorties des fosses nasales d'un horloger allemand, individu adonné á l'ivres- se et de coutumes peu hygiéniques. Je mis a l' instant ces larves dans une petite boite dont le fond contenait une cape d'environ 0". 06 de ter- re, dans laquelle elles s'introduisirent immédiate- ment. Environ quinze jours apres, je trouval dans la boite six diptéres vivants que je pris pour la Musca vomitoría L., et, encore aujourd'hul, méme aprés avolr vu les descriptions comparatives de Mr. P. A. ConIL, je ne puis changer d'opinion, iS pour peu que celle-ci vaille, considérant que mes connaissances entomologiques ne sont que trés générales —(probablement C, macellarta Wied.?) * Je duis ajouter que le docteur Cuello fit tomber ces larves au moyen d'insuftlations de calomel. Le patient habitait Carácas depuis longtemps, et il avait presque constamment souffert d'un ca- tarrhe nasal. 10L. L'an passé, un jeune francais, employé d' une maison de commerce de cette capitale, s' adressa au docteur P. Medina, mon collégue de l'Université de Carácas comme professeur de pa- thologie générale, sollicitant son secours scientifi- que pour une grosse tumeur dont il était affecté au cóté gauche de TPocciput. Comme ce jeune homme habitait chez mon beau-frére, j'avais eu occasion de le voir etd'examiner la partie mala- de, cette partie formait une protubérance ovale de six centimétres de longueur sur pres de qua- tre de largeur; la peau cédait avec élasticité á la pression du doigt. Le docteur Medina déclara tout de suite que cétait un cas de «gusanera» mot par lequel le peuple désigne ici les différentes formes de Myia- sis. La tumeur étant ouverte, il en sortit comme 200 larves, d'aprées ' le médecin cité; je ne les vis malheureusement pas, parce que la famil- le du jeune homme les détruisit sur le champ, et le docteur Melina, d'ailleurs, ne crut pas que ce cas pouvait offrir un intérét zoologique quel- conque. La blessure fut guérie par des lotions de pé- trole. JE Au commencement de cette année, me trou- vant dans une des plantations qui sont situées “* Note de l'auteur. — 324 — sur les bords de la riviére Tuy, je resseutis une douleur tres forte ála nuque, et, comme en méme temps se formalt une tumeur, je crus que c'était un nouveau cas d'authrax, indisposition dont j'ai eu á souffrir plusieurs fois. Aprés trois jours de souffrances, un des ouvriers de l'établissement me dit qu'il me guérirait tout de suite: á cet effet, il cueillit une feuille fraiche de tabac, il la fit chauffer sur des braises et me lappliqua en- suite fortement sur la partie postérieure du cou. Le jour suivant, il revint pour examiner mon état, et, en sortant la feuille, il trouva dessous une larve d'insecte qui était morte et queje con- serve encore; cest indubitablement la larve d'un diptere qui, par leffet de l'alcool dans lequel il se trouve, s'est tellement ratatinée quil seralt impossible de la décrire. (*) Dans le Vénézuela,il y a des endroits ou cet insecte est commun; cependant, je n'al jamais eu occasion ni de le voir, ni d'étre témoin d'un au- tre cas de l'invasion de sa larve. Lá s'arréte le récit du Dr. Ernst. Ces trois cas m'ont paru d'autant plus intéres- sants, quíils ont été observés par un naturaliste “aussi connu que Mr. le docteur Awton ÉERrNsrT, dont la parole ne peut d'aucune facon étre mise en doute, comme cela arrive si souvent, lorsque le témoin oculaire, quoique de trés. bonne foi d'ailleurs, n'est pas habitué a observer. Je profite de cette occasion pour ajouter a la liste bibliographique du Dr. H. WeYenBERGH cel- le de quelques ouvrages dont Jai eu connalssance depuis sa publication: 1 Probablement une espice du genre Rogenhoferia N. de 1'A. Appendice A LA LISTE BIBLIOGRAPHIQUE DU Dr. WEYENBERGH (Act. de la Acad. Nac. de Ciencias Argentina T. lII, ent S oO) J. PorTCHINSKY. Matériaux pour les maladies pro- duites parles larves de mouches en Rus- sie—5!, Pétersbourg. 1878. (en russe). J. M. JorGE. Sobre myiasis. (Calliphora macellaria) (An. Círe. Méd. Arg.) —Buenos Aires. 1878. Cu. Lessir, H. WeyenBerGH Et P. Ave. CoxiL. Etu- des sur la Myiasis (Calliphora anthropopha- ga, Comil). (Actas. dl. Ao, Nac. TU Cienc: Arg.) Buenos Aires. 1879. avec 1 pl. n. Bicot. Calliphora montevídensis (Ann. Soc. ent. Fr.) E. Lyxcu. AriBAtzaGa. Calliphora anthropopha- ga Conil, Nota crítica. (Anales de la Soc. Cient, Arg Es VIUL p. 203,9) SCHINER. Calliphora fulvipes Macq. (Novara Exp., Zool. Th., II, 309,48). WikEDEMAN. Musca macellaría Fab. (Auss. Zwelifl. Ins., T. Il, p. 405,36). Cordova, Juillet 1879. ADDENDAÁ Nous avons eu la satisfaction de voir notre opinion sur la Lucília homintvorax Coquerel, par- tagée par une autorité aussi respectable que cel- le de Mr. P. MécxniN, qui, dans la premiere par- tie de son magnifique Ouvrage que nous venons de recevoir, «Les Parasites et les maladies para- sitalres chez l'homme et les animaux domesti- ques» p. 28 eb 29, (1) dit que Cest avec raison que nous regardons comme appartenant au gen- re Calliphora, et non au genre Lucilía, ce dipte- re parasite qui cause la mort de tant de person- nes á Cayenne, en déposant ses ceufs dans le nez et la bouche de l'homme. Cette opinion a été émise par nous dans une note de notre premier mémoire sur la Calliphora anthropophaga présenté a lAcadémie nationale des Sciences de la République Argentine, nte dans laquelle nous disions:—Je suis porté á crol- re que la Luecilia de Mr. CH. COQUEREL appartient plutót au genre Calliphora, car en la décrivant il dit «de chaque cóté du corselet et dans son mi- «dieu une bande (transversale?) d'un noir bleu, la «médiane plus étroite que les latérales, etc.»; trans- versale doit avoir été mis pour longitudinale, car, ou lerreur existe, ou 1l ne peut y avoir de ban- des latérales. Le genre Lucía n'a pas de ban- des longitudinales (ni transversales) et le genre Calliphora au contraire en possede; en tout cas, Vespece décrite par Mr. COQquerEL est différente de la mienne, lors méme qu'elle ferait aussi par- tie du genre Calliphora. ; ler Septembre 1880. PAC 1 Paris, 1880. G. Masson éditeur, SERTUN PATAGONICUN Ó Determinaciones y descripciones de plantas fanerógamas y criptogamas vasculares recogidas por el Dr. D. Cár- los Berg en las costas de Pata 3onia., POR G. HIERONYMUS. La coleccion de vegetales cuyas descripciones y determinaciones se presentan al público cientili- co del ramo de botánica en las siguientes pájl- nas, ha sido hecha en los meses Setiembre, Octu- bre, Noviembre y Diciembre del año 1874 en un viaje que practicó por las costas de Patagonia el Dr. D. Cárlos Berg, Catedrático de Zoología en la Universidad de Buenos Aires, Profesor de His- toria Natural del Colegio Nacional de la misma ciudad y miembro de nuestra Academia. Los resultados zoológicos de dicho viaje han sido ya publicados en parte por el mismo señor, miéntras que la coleccion de plantas ha quedado todavía indeterminada. Esta última fue entrega- da al Museo Botánico de la Universidad Nacio- nal de Córdoba en el año 1875. Sin embargo la falta, en nuestra Biblioteca, de una literatura su- ficiente y en el Museo del material de compara.- cion necesario, es decir, de las colecciones ante- riores hechas en los mismos parajes, ha obligado al autor de la siguiente publicación á retardar és- ta hasta ahora. Quizás habria sido mejor esperar todavía al gun tiempo más, por faltar aun tantos medios necesarios para acabar trabajos de esta clase y para evitar especialmente la fabricacion de sinó- — 328 — nimas, es decir evitar el proponer especies ya án- tes descritas, bajo otros nombres nuevos y car- gar así inútilmente la literatura poniendo trabas al progreso de la ciencia. Habia tambien resuel. to ántes retardar la publicacion de la coleccion del St. Dr. D. €. Berg, para unirla despues con una publicacion más extensa sobre otras colec- ciones de plantas, principalmente las hechas en mi último viaje á la provincia de la Rioja y las de otros botánicos eu Otras partes de la Re- pública Argentina y de cuyas determinaciones y clasificaciones estoy todavía ocupado. No obs- tante, mirando el alto interés que de dia en dia no solo en este país, sino tambien en el es- trangero se desenvuelve en todo lo que tiene referencia inmediata con la tierra incógnita de la Patagonia, y por la conquista recien reall- zada en la expedicion del ilustre General Roca al Rio Negro, como igualmente por haberse abier- to ahora este vasto territorio á la civilizacion y cultura, he resuelto no postergar por mas tiempo la publicacion de mis estudios sobre la colec- cion mencionada. El General Roca ha sido acompañado, en su expedicion militar, de una comision científica compuesta en parte de miembros de nuestra Áca- demia, los que han podido aprovechar Jos resil. tados de esta expedicion militar para aumentar sus estudios sobre los productos de aquel país. Así el Pr. D. P. G. Lorentz con su ayudante el Sr. G. Niederlein tuvieron la ocasion, no ha mucho, de explorar la flora, especialmente del interior de la Patagonia en las cercanías del Rio Cos0- rado y Rio Negro y al pié de las Cordilleras desde” los afluentes del último, al Norte hasta Men doza, territorios donde hasta ahora no habia pi- sado. ningun botánico. - Pronto aparecerán las publicaciones sobre los Ae iantes resultados de esta exploracion, -Es especialmente por esto que me apresuro á hacer la mia en lo. quese rellere a las coleccio: 2 Do — 329 — ves botánicas recogidas por el Dr. D. C. Berg en las costas de Patagonia, á fin de ofrecer por mi parte en tiempo oportuno una pequeña contribu- cion al conocimiento de la vegetacion de este pais tan poco explorado. : El Dr. Berg * ha visitado principalmente las cercanías de la Bahía San Blas, la boca del Rio Negro y su valle hasta acerca de 20 leguas más arriba de la boca, particularmente los alrededo- res de Cármen de Patagones y la boca del Rio Santa Cruz. En las cercanías del último ha coleccionado 64 especies, todas las otras pertene- cen á la flora del districto fluvial del Rio Negro. El número total asciende á 176 diversas espe- cies. De estas ha sido posible determinar 151, entre las que se encuentran algunas pocas que son todavía algo dudosas, 23 han quedado sin la determinacion de la especie ó del género por fal- ta de material necesario, como son flores y fru- tas. Aunque los ejemplares de muchas otras es- pecies que han sido depositadas en el museo y que ha coleccionado el Dr. Berg, tienen el mis- mo defecto, no obstante me ha sido posible de- terminarlas definitivamente mediante la compara- cion con ejemplares mas perfectos que ya exis- tian en la coleccion de dicho instituto y que fue- ron coleccionadas en otros puntos de la República. De las especies de la coleccion del Dr. Berg pertenecen á las familias de las CARRO Especies in- : d 5 En número total Especies de- z determina- terminadas termina das - _—_ Sinantéreas (6 Compues- | So a ll O e DE Leguminosas (14 Papi- | | lionaceas determinadas | | 1 indeterm; 4 Cesalpi- | “Una descripciou de su viaje se halla cn Petermann, Geographische Mittheilungen 1875 XXI. p. 364, etc. y en la Revue Scientifique 1876 N.? 51 p. 591-595, — 330 — niaceas y 2 Mimóseas) Gramíneas DASAr Quenopodeas.. .. Unuetetas. 0 as Verbenáceas, Solaneas y Umbelíferas á cada fa- A Cariofileas, Ranunculá- ceas á cada familia.. Geraniáceas ..... MNACLAS ccoo eo o MO RDIACEAS Ada ide. Gnetáceas, Labiadas, Li: liáceas y Polemoniá- gedista cada una. .... OSCE oro Asclepiadeas, Berberí- deas, Boragíneas, Cipe- ráceas, Escrofulariá- ceas, Onagráceas, Zi- gofileas á cada una... Amarantáceas, Calice- reas, Caparideas, Con- volvuláceas, Gunuerá- ceas, Hidroleáceas, Jun. ceas, Loaseas, Nictagí- neas, Orquideas, Plan- tagineas, Papaveráceas Plumbagineas, Polypo- diáceas, Primuláceas' Ramneas, Rubiáceas, Salviniáceas, Santalá.- ceas, Terebintáceas y Urticáceas ácada una.. e... . .. .. ... . e... .. . Se vé que las familias , a OS : Especies de- Especies in En número terminadas Jetermina- total das 20 1 21 14 3 | 17 2 6 8 6 6 Dora al 6 5 5 4 1 5 3 9 5 2 4 3 3 A 1 3 2 2 1 ep de las Sinantéreas es- — 331 — tá representada por el mayor número de espe- cies. Entónces siguen en órden descendiente las Leguminosas y Gramas con números relativa- mente altos de representantes en comparacion con las demás familias. En lo siguiente doy las determinaciones de la coleccion mencionada usando, como es costumbre, la lengua latina para las descripciones de nuevas especies y variedades y para las notas suple- mentarias á descripciones anteriores, limitando el uso de la lengua castellana á las noticias que se encontraron (en aleman) en las etiquetas del Dr. Bere, y á otras heterogéneas. RANUNCULACIAS 1. Anemone decapetala (L. mant. 79) var. trilo- bata (Jass.ano, mus. “pu A Negro, mas abajo y más arriba de Cármen de Patagones. Florece en Setiembre. | 2. Anemone sphenophylla (Poepp. Frag. syst. pl. Chil. Diss). No .s rara en las. orillas del Rio Santa Cruz frente á la Isla de Pavon, en lu- gares húmedos. Florece en Octubre 3. a o (58 (Smith in Rees eyel. . 49)? Queda alguna duda sobre la determi- nacion de esta planta, no encontrándose en la coleccion frutas y estando á mi disposicion únicamente la corta descripcion en el Prodro- mus de De Caudolle IT. p. 41 NO. 132. Se halla mas abajo de la Isla de Pavon, en la orilla del Rio de Santa Cruz, en terreno muy húmedo y á veces inundado, y en las cerci nías de la Bahia de San Blas. En Octubre y Noviembre tiene flores. A 4. Ranuneulus murtcatus (L. sp. 780) | En las cercanías de la Bahía San Blas; en - Noviembre con flores, -- | 5. Myosuras apetalus (Gay, hist. Chil, bot. 1 p. 31 atl, t. 1 £ 1.) sepalis uni-vel trinerviis! 10. — 332 — Debajo de arbustos en los bajos del Rio San- ta Cruz 12 leguas mas arriba de la boca. Florece en Octubre. BERBERIDEAS Berberts heter ophyita (Juss. in Poir. dict. 8 p. 622 DC. syst. 2 p. 16. Hook.exot. fl. t. 14) Nombre vulgar: ealafati. En abundancia en las orillas del Rio San- ta Cruz. E Es o de 44 6 piés de altura en los valles, en las lomas de ménos. Las bayas puestas en aguardiente ofrecen una bebida que emborracha. En el mes de Octubre tiene flores. Berberís empetrifolia (Lam. ill, t. 253 f. 4) Rara en la orilla septentrional del Río Santa Cruz, á distancia de dos leguas de la Isla de Pavon. Principia á florecer en el mes de Octubre. PAPAVERACIAS . FPumaría officinalis (1. sp. 984) Muy comun en terreno cultivado y sus cer- canías en las orillas del Rio Negro cerca de Cármen de Patagones. En Setiembre hasta Diciembre con flores y frutos. GRUCIFERAS Sisymbrium canescens Sn gen. am. 2. p. 68) Nombre vulgar: Mastuer: En abundancia y con recuentia en las cer- canías del Rio Negro y de la Bahía San Blas. Principia á florecer en el mes de Setiembre. Sisymbrium filifoltum (Gaudich. Voy. Freic. AS deser, ap. Gay, hist. Chil. bot. v. WIP 29 .N:90:8;) : En los pendientes de las barrancas y en las dl. 333 — pampas de bajo nivél en las cercanías del Rio Santa Cruz, en algunas partes en abad. cla; florece cn los” meses de Octubre y No viembre. Sisymbrium officinale (Scop. carn. 2. 26. )syn. Erisímum officinale A lin las cercanías de Bahia San Blas y en las de las antiguas poblaciones situadas cerca “de las Salinas en las márgenes del Rio Santa Cruz. En Octubre y 2 Noviembre con flores y frutos no maduros. . Erucastrum obtusangulum (Rehb. fl. exc. p. 693) syu. Sisymbrium obtusangulum (Schleich. pl. exs. DC: sust. 2.468). Nombre vulgar: Mastuerzo; algunos ejempla- res en la cuchilla pedregosa cerca de la Me- seta, márgenes del Rio Negro. En el mes de Setiembre con flores. 13. Vesicarta montevidensis (Eichl. in Fl. bras. 14. 15. fase. 0). Praza tano a a) ln las lomas y en el llano de las cercanías del Rio Negro; en algunas partes en abun- dancia. Principia á florecer en el mes de Setiembre. Lepidtum pubescens (Desv. journ. bot 3 p. 165 et 180). Se halla en las inmediaciones de la Bahía San Blas; y en el suelo húmedo de las orillas del Rio Negro cerca de Cár- men de Patagones, cubriendo ú veces trechos extensos. Coleccionado en el mes de Noviem- bre, ya con frutos. CAPARIDEA. Atamisquea emarginata (Miers in Trans. Linú. Soc. XXI. 1. tf. 1. trav. chil. 11 p. 529.) Tiene el nombre vulgar: Mata negra, y €s arbusto de 15 piés de altura. Rio Negro, cer- ca de Meseta. Poco abundante. Ejemplares sin flor y fruto coleccionados en el mes de Setiembre. | 16. Ez. 18. — 334 — CARTOFILEAS Colobanthus polyenemoides (Hieron. n. sp.) C. ex affinitate C. cherlertoidis (Hook. f11.) “Herba perennis, dense caespitosa, caulibus (3-4 mm. longis) perpluribus ramosissimis, Polycnemo majori (Al. Br.) habitu similis. Folia opposita imbricata basi marginibus membranaceis connata breviter subulato- li- nearia 49 mm. longa glabra apice submu- cronato pilifera, flavo-virescentia exstipula- ta uninervia (nervo inconspicuo). Flores axillares minimisubsessiles bibracteati (brac- cteis foliis simillimis.) Calix persistens Cc. 4 mm. longus lobis ovatis acutis mucrona- tis. Stamina stylique inclusi. Capsulae val- vae cum sepalis alternae membranaceae sublrispermae. Semina subreniformi- angu- lata latere compressa testa vitellina mem- branacea terete, nitida. se encuentra en las cercanías del Rio Santa Cruz en abundancia; como igualmente en los bajos y barrancas del mismo rio. El ejem- plar de la coleccion ha sido recolectado en la Isla de Pavon en el mes de Octubre, con flo- ves y frutos (del año anterior?). | Stellaria media (Vil. delph. 3. 615). La forma genuina muy comun en los terre- nos cultivados de las inmediaciones del Rio Negro, en el mes de Setiembre, con flores y frutas. Una variedad (apetala stylis 3, sta- minibus 3, sepalis extus pubescentibus!) en las cercanías de la boca del Rio Negro, á veces tapando el suelo (especialmente médanos) en mucha abundancia. En Octubre con flores y frutas. Cerastium arvense (L. sp. ed. H. 638.) En algunas partes, en lcs bajos del Rio de Santa Cr uz, en abundancia y con flor en el mes de Octubre, 1 — 33D — Spergularia grandis (Cambess. in St. Hil. Fl. bras. merid. p. 123) syn. Spergula grandis (Pers 'ench. Ep. 522, Polr. diet. 7. p. 309.4 ee: naría grandis (H. B. K. gen. et-sp. 6 p. 30 in adnot.) Eu algunas localidades próximas al Cármen de Patagones, en las orillas del Rio Negro == ""com Mores y frutas en eli mes de Nomembre: 20. Herntaria hirsuta (L. sp. 317.) | En terreno estéril y sin otra vegetacion, abun- — dante en las lomas de las inmediaciones del Rio Negro, en el mes de Noviembre, con flo- res y frutas. ANARANTACIAS, . Euxolus viridis (Moquin ia DC. Prod. XILL Dip 219:) En abundancia y con frecuencia cerca de Cármen de Patagones; florece en Diciembre. UUENOPODIACEAS. Suaeda dicaricata (Moq. Chenop. enum. p. 123 Núm. 3) Se halla este arbusto, de la altura de 9 plés, en abundancia en la orilla meridional del Rio Negro, en terreno salado. En el mes de Se- tiembre con flores. Salicornia peruviana (Kth. in Humb et Bon- plónov: gen meb spee. Am.s2 py 199) A veces en las cercanías del Cármen de Pa- tagones á la sombra de arbustos, en Setiem- bre sin fiores ni frutas. NIGTAGINTAS, Trieyela spinosa (Clav. an. de cienc. nat. 5 p. 63 t. 40.) syn. Bougaínvillea patagonica. ... ex icone Riocreux in A. D'Orbigny. Voy. Am. mér, Atlas bot. t. 8. 4 le En las cercanías del Rio Negro no es rara, formando arbustos «e 44.5 piés de altura; florece en los meses de Noviembre y Diciembre. NALVACÍAS, . Malva nicacensis (All. fl. pedem. 2 p. 40.) En abundancia en -las orillas del Rio Negro y otros puntos del campo limítrofe. En el mes de Setiembre con flores y frutos. . Malvastrum sulfureum (Gr. symb. ad fl. arg. p. 43. Núm. 229) syn. Malva sulfurea (Gill in Hook. Bot. Misc. II! pág. 140) a) foliis subtus albo-nitentibus leproso-squa- maltis. b) foliis subtus pube stellata incano-pulve- rulentís. En suelo firme en las cercanías del Rio Ne- gro; en abundancia en algunos puntos v. gr, en Cármen de Patagones y Meseta. Los in- dios suelen comer la raiz y fabricar de ella una especie de harina. Coleccionada sin flo- res ni frutos en los meses de Setiembre y Noviembre. Malvastrum linoíde (Hieron. n. sp.) M. herbaceum annuum caule cylindrico sim- plici erecto ¿circiter 114 metr. alto) glabrius- culo v. basi parce piloso (pilis simplicibus stellatisque) foliato. Folia inferiora parce pi- losa c. 3 cm. longa (peciolo laminam su: baequante) pinnatisecta pinnis 3-4 jugis li- nearibus obtusiusculis subbidentatis c. 1 mam. latis usque ad 4 112 cm. longa; superiora olabriuscula pinnatisecta 2-3 juga v. trifida laciniis angustioribus obtusis vix 1 mm. latis, suprema breviora bracteaeformia 1n- tegra linearia. Stipulae 2 mm. longae vix 112 mm. latae lineari—subulatae lhierbaceae virides vel subpurpurascentes persistentes. Flores in axillis foliorum supremorum soli- tarii pedunculati (pedunculis 33 112 cm. edo 20. 2): — 331 -- longis) ebracteolati. Calix usque ad medium 5—lfidus 3 mm. longus glaberrimus viridis laciniis obtusiusculis. Petalae 6-6 112 mm. longae'b mm latae ovatae claro-violaceae. Stamina circiter 20. Styli summo vertice truncato-stigmatosi 10-12. Carpella totidem unisperma, indehiscentia reticulato—venosa pellucida membranacea dorso in alas gemi: nas angustas (vix 118 mm. latas) membra- naceas scariosas producta apice submutica. Semen subreniforme ascendens fuscun. Han sido hallados de esta especie nueva solo dos ejemplares en la loma de la márgen s8e- tentrional del Rio Negro, más abajo de Cár- men de Patagones, en el mes de Noviembre con flor yfrutas. EUPORBIACLAS. Euphorbia portulacoídes (Spr. syst. 3 p. 190). En las cercanías de las lagunas saladas, en la Isla de Pavon y en otras partes de Pata- sonia; á veces en abundancia. En el ntes de Octubre con flores. Eunhorbía patagonica (Hieron. n. sp.) 1d Ipecacuanha ex alffinitate E. portulacoidis (Spr.) glabra glauca caulibus e radice plu- ribus ascendentibns vel prostratis. Folia subcarnosa glauca sub-integra; caulina in- feriora sparsa sessilia subsemi-amplexicau- lia oblonga obtusa circiter 2 1/2 cm. lon- ya 7--8 mm. lata, folia superiora floralia ovata basi cordato—amplexicaulia 2 112 cm. longa vix 1 1/2 lata obtusa. Inflores- centia e radiis ternis approximatis pluries dichotoma. Involucra longiuscule pedun- culata (pedunculis 83-10 mm longis) gla: bra lobis membranaceis irregulariter la: cerato—dentatis subtruncatis, glandulis 4-b transverse oblongis 13/4 mm. latis 3/4 mu. longis integris v. margine subundu— 30. 31. 33. — 338 — latis obsolete punctato-depressis viridibus. Capsula pedicellata (immatura profunde trisulca) vix caliculata; styli basi breviter connati apice bilobi incrassato stigmatosi Se halla en las cercanías de la Bahia San Blas y principia á florecer en el mes de No- viembre. RAMNEAS Condalía lineata (A. Gray, Un. St, expl. exp. p. 215.) | Tiene el nombre vulgar: Piquillin. ail. bot. t. 10.) En terreno húmedo, á veces inundado, 2 á 3 leguas mas arriba de la boca del Rio Ne- gro. Florece en Diciembre. PLANTAGINTA 99. Plantago patagontca (Jacq. coll. sup. p. 35.) No es rara en las cercanías de la boca del Rio Negro, florece en los meses de Noviem- bre y Diciembre. PLUMBAGINEA 100. a ia andina (Poepp. in DC. Prod. v XI pp: 682 N.S 29.) En la abrcon setentrional de la boca del Rio Santa Cruz raras veces. En Octubre con flores y frutos. PRIMULACEA 101. Samolus spathulatus (DC. prodr. v. VIIL p. 714. n. 10.) Eu las pendientes de las barrancas de la banda setentrional del Rio Santa Cruz más arriba de Beagle Bluff, en un determinado punto, en abundancia. Están coleccionadas - (enel mes de Octubre) solo las rosetas, sin flo- res, pero con los escapos fructíferos del ve- rano anterior. ASCLEPIADEAS 102 Arauja fusca (Gr. Symb. ad fl. arg. p. 239 N. 9 1419). | En la orilla setentrional de la boca del Rio Santa Cruz. Tiene un olor fuerte. Coleccio- nada con flores s frutos en el mes de 0Oc- tubre. — 363 — 103. Philibertia Gilliesí (Hook. et Arn. Journ. of bot. (1834) I p. 290.) Syn. Sarcostema Gates (Desne 1 DC: BrolNIApaole N2 34.), Zosima vtolacea (Phil. (1879) in Amal.. Univ. Oh. 39. 187 IN SAS Enuredadera én cercos y arbustos abundan- te. La corola de las flores tiene un color pá- lido amarillo de azufre. con venas morado- violetas en la parte interior. Principia á tlo- recer en el mes de Noviembre. ESCROFULARIACEAS. 104. Caleeolariía Bergí (Hieron. n. sp.) Kucalceolaria scaposa ex affinitat> C. po- lyrrhízae (Cav.), Darwint (Benth.) etc. Herba minute glanduloso-pubescens cauli- bus pluribus caespitosa. Folia subradica- lia caulibus brevibus subtus glanduloso-pu- bescentia supra subglabriuscula subrhom- boideo-lanceolata subobtusa integra vix ob- solete crenulata. Pedunculi scapiformes us- que ad 10 em. longi minute glandulosi 2—4-flor1, pedicellis minute glandulosis 12 mm. longis vel minoribus, bracteis mini- mis oblongis 1 mm. longis, minute glan- dulosis Flores in amhesi suberecti. Calix circiter 6 mm. longus ad medium vel paulo profundius 4-partitus minute elandulosus, lobis ovatis subobtusis. Co- rolla lutea. Labium superius calicem sub- aequans, inferiús circiter 15 mm. longum dependen obovatum basi contractum ul. tra medium apertum intus lateribus ex- tusque dorso maculis minimis purpurels adspersum. Antherarúum loculi ovati. Differt ab affini- bus €. polyrrhiza, Darwtnit et lanceolata foliis pedunculis etc. glanduliferis, a C. nana et Fothergille scapibus plurifloris. Se halla en abundancia en las pendientes — 364 — de las barrancas y en los bajos del Rio Santa Cruz; principia á florecer en el mes de Octubre. 105. Monttea aphylla (Benth. et Hook. Gen. II 2 p. 946 N.S 60) | Syn. Oxyeladus aphyllus (Miers in Trans. Linn. Soc. XXI. 146 t. 18.) Arbusto de la altura de 5 piés; se le encuen- tra de trecho en trecho en las lomas, en las cercanías del Rio Negro, formando bosques no poco extensos. Los ejemplares son re- colectados en el mes de Setiembre con flo- res, en las cercanías de Meseta. SOLANACEAS, 106. Lyetum longiflorum (Phil. an. Un. Chil. 21 (1362) p. 403. N.S 91.) Tiene el nombre vulgar: Reventa perro. Es arbusto de una altura hasta de 4 pies en las orillas del Rio Negro, especialmente en la meridional, donde se le encuentra en abun- dancia. Las flores son de un color sucio 6 verduzco-amarlllento. Los ejemplares hán si- do recolectados en Setiembre con flores. 107. Lyecum patagonteum (Miers, Mlustr. II p. 1D Le Es) Tiene el nombre vulgar: Matorro moro; es arbusto de 4 4 5 piés de altura; en abun- dancia y con frecuencia en las orillas del Rio Negro y en otros puntos del territorio del mismo nombre. Florece en los meses de Setiembre hasta Diciembre. Las flores son moradas, con márgen blanco, ó blancas con estrias moradas. Las bayas son rojas, ova- ladas, de gusto Gáulce. La semilla amarl- lenta. 108. Lycium tenuispinosum (Miers, lllustr. II p. INS os” ta dí 1) | En las cercanías del Rio Negro, en abundan- — 369 — cia; arbusto de una altura de 4—5 piés. Tie- ne flores en Setiembre. 109. Jaborosa Bergí (Hieron. n. sp.) 3. herbacea prostrata ramiticata, caulibus plurimis subrepentibus subascendentibusve parce pubescentibus vix ramosis, radice descendente subfusiforme hic illic fibrosa. Folia gemina vel terna pinnatiloba in pe- tiolum anguste alatum pubescentem decur- rentia lobis basi latis subangustatisve ¡rre- gularibus sinuato-dentatis, dentibus submu- eronulatis, sinubus interdum (marginibus revolutis) subundulatis, nervis pubescenti- bus subcrassiuscula. Plores solitarii bini v. terni in axilla cu- jusque folii, longiuscule pedunculati; pe dunculis petiolis brevioribus pubescentibus, fructiferis subdeflexis, bracteatis, bracteis longis foliorum petiolos subaequantibus li- neari-spathulatis denticulitis vel irregula.- riter denticulato-lobulatis. Calix floriger circiter 3 mm. longus sub lanuginoso-pubescens usque ad medium 5- fidus, laciniis triangularibus denticulatis vel sublobulato-denticulatis, fructifer auctus (fructas adhuc immaturi circiter 7-8 mm. longus) lana decidua subglabrescens. Co- rolla subvirescens extus in nerviis pubes- cens intus fauce parce lanuginosa circiter Sa ca Ona MUDO OA lobis subpuberulis 2-2 112 mm longis sub- ovatis acutiusculis. Stamina supra medium tubo aftixa inclusa, antheris oblongis. Sty- las tubum corollae subaequans. Stigma sub- globoso capitatum apice vix fransversim sulcatum. Semina subangululato reniformia rugosa nigra. Se halla esta nueva especie en el Cerro Pe- llado 4 4 5 leguas al Sud-Oeste de Cármen de Patagones. Hay en la coleccion un ejem- plar crecido en suelo fértil, con hojas mayo:- res (más 6 menos de 7 cm. de largo por 2 — 366 — de ancho) entre nudos entre los pares ó ternas alargados ¡hasta 10 cm.); los otros crecidos, segun parece, en terreno ménos fértil, con ramos, poco desenvueltos y solamente florí- feros, alcanzando únicamente el largo de 10 em., cuyos internudios más largos apénas llegan á 3 cm., éigual largo las hojas, y del ancho de 1 cm. JHKn estos últimos son los lóbulos de las hojas, eu su base, á veces al- go más angostas, miéntras que en los pri- meros ejemplares son del mismo ancho en su base que más arriba - Florece y recibe las primeras frutas en el mes de Setiembre. Esta especie es muy aliada y en el hábito se asemeja á las especies colocadas por Miers en el género Dorystigma (Lonchestig- ma Dunal). Sin embargo, no se encuentra en ella el carácter principal que ha motiva- do la separacion del género Dorystigma del Jaborosa, teniendo el estigma globoso y no oblongo. Esta forma del estigma, el hábi- to, y el acrecimiento del cáliz de la fruta, que se encuentra en nuestra especie, como igualmente en la J. eríspa (Syn. Lonchestig- ma ertspum (Dunal) y Dorystigma ertspum (Miers)), acercan el género Jaborosa al Tre- chonaetes y será quízá necesario reunir las especies de los dos en un mismo género. 110. Solanum elaeagnifolium (Cav. icon. 3 p. Za 269 1.2439: descript: p: 115”) En las cercanías de Cármen de Patagones y Meseta: no muy abundante. | i CONVOLVULA CTA. 111. Convolovulus arvensís (l.. sp. 218.) forma foliis pubescentibus ovato-hastalis apice rotundatis subemarginatisve, usque adZ2 2 cm. longiss.vix.2 cm. latis; auri- culis obtusis petiolo 1—1 1¡2 cm. longis pedunculis 1—2-floris. — 0 A veces en terrenos cultivados en las orillas del Rio Negro, cerca del Cármen de Patago- nes. Principia á florecer en el mes de No- viembre. POLEMONTACEAS, 112, Collomía gracilís (Dougl. in Benth. Bot. reg. s. n. 1622 et DC. Prod. IX, 308.) forma genuina | En los valles de las cercanías del Rio San- ta Cruz, á la sombra de los arbustos de Berberis. | Principia á florecer en el mes de Octubre. 113. Gilia arcuata (Hieron. nm. sp.) Bugilia annua glanduloso- -sublanato-pubes- cens ex affinitate G. lacíntatae (KR. et P.) Caulis basi simplex arcuate ascendens par- ce foliosus 5-7 cm longus. Folia impari- pinnatifida 3-5 juga, laciniis integris lan- ceolatis subacutis mucronulatis (mucrone interdum violaceo) maxima caulina ad-3 cin. longa (incl. petiolo laminam aequante) vix 6 mm. lata, radicalia minora. Inflorescentia cymosa circiter 3 6-flora, ramis patentibus, pedunculis ebracteatis vel 1—2-bracteatis, bracteis simplicibus vel pinnatifidis. Calix subcampanulatus viridis (interstitiis hand pellucidis) 5 fidus, tubo floriferi 2 mm. longo, laciniis 2 1/2 mm longis vix 1 1¡2 latis lanceolato-ovatis, post anthesin auctus tubo fructiferi 3 112 mm. longo aciniis 3-4 mm. longis basi 2 mm. latis. Corolla albida (?) calicem haud exce- dens, tubo 1 12 mm. longo, laciniis denti- culatis aequilongis. Stamina 2/8 min. infra incisuras limbi inserta. Ovaril loculi 3- -ovulati. La planta se encuentra en abundancia en los bajos y en el valle del Rio Santa Cruz y tiene un olor como mezclado de cebolla — 368 — y moschus; ha sido coleccionada en el mes de Octubre con flores y frutos. 114. Gília erecta (Hieron. 1. sp.) Fugilia annua ex affinitate prioris et G. lacíntatae (KR. et P.) Caulis simplex 10-15 em. altus erectus foliosus glandulosus. Fo- lia glandulosa impari —pinnatifida 4—5-ju- ga, lacintis integris vel inciso - bi—trifidis vel uni—bidentatis anguste linearibus car- nosulis patentis vel rhachi approxima- tis, siccís in-vel recurvatis acutis mucro- natis (mucrone violaceo). Folia caulinia alterna internodiis longiora vel breviora, radicalia majora 3—4 cm. longa vix 1 cm. lata subopposita approximata vaginantia saeplus violaceo-maculata. Cymae irre- gulariter 3—6-florae terminales vel latera- les axillares. Pedunculi ebracteati vel uni- bracteati. Calix glandulosus subcampanu- latus 5 fidus, tubo 3 mm. longo, dentibus vix 2 mm. longis apice marginibusque subviolaceis, costis viridibus, interstitiis pel- lncidis. Corolla glabra violacea 5 mm. longa, tubo 3 3 mm. longo, laciniis subo- vatis 14 mm. longis 1 mm. latis. Sta- mina 113 mm infra incisuras laciniarum inserta. Ovarii loculi 5-ovulati. Se encuentra en los médanos de la boca del Rio Negro; con flor en el mes de Octubre. HIDROLEACEA 115. Phacelia artemisioides (Gr. Pl. Lor. p. 182 NES 694.) En las cercanías de la Bahia San Blas y en las orillas del Rio Negro á veces. Principia á florecer en el mes de Setiembre. — 369 — BORAGINEAS 116. Amsinekia angustifolia (Lehm. Del. sem. h. Hamb. 1832) forma genuina et. var. pseudolycopsiordes Gay, Hist. Chil. Bot. IV. p. 473.) En las cercanías de la Bahía San Blas, en las orillas del Rio Santa Cruz y en las lo- mas de la márgen setentrional del Rio Ne- gro. La variedad en terreno fértil en las orillas del Rio Negro. Florece desde Setiembre hasta Noviembre. 117. Pectocarga: chilensis (DEJAS: Po lmnen- Fis (DO. Prod: 1.91 5p: AE200)- Canoalo ss um lineare' (Ruiz et-Paw. ELE Re ru p06) ex descr. et icon. (ap. Gay, hist. Chil. bot. Vip 430 reta DES 2 A la sombra de arbustos, en una loma cer- ca de Meseta, y en las orillas del Riv Ne- ero cerca de Cármen de Patagones. Prin- cipia á florecer en el mes de Setiembre y tiene frutos maduros en Noviembre. LABIADAS 118. Mentha prpercta (L. sp. 805)? var. foliis ovato-oblongis vel subrotunda- tis obtusis obsolete crenato - serratis gla- bris. Tengo alguna duda de silos ejemplares trai- dos por el Dr. Berg pertenecen á la espe: cie mencionada; no obstante, con ménos ra- zon pertenecerán á la M. aquatica L. var glabrata (Benth.) (syn. M. eraía (Ebrh>) por la forma de sus hojas. Se halla á ve: ces en las orillas y lagunitas vecinas del Rio Negro, y la llaman yerba mota, nom- bre que comunmente tiene la variedad men. cionala de la M. aquatica (L.) Los ejem- — 310 — plares han sido recolectados en el mes de Setiembre, no teniendo flores ni frutos. 119 Mentha rotundifolia (L. sp. p. 825.) En terrenos cultivados de las orillas de la parte inferior del Rio Negro, con frecuencia tapando á veces trechos extensos. Los ejem- plares son coleccionados en el mes de Se- tiembre, sin flores ni frutos. 120 Mieromería (Xenopoma) Darwinii (Benth. MD Ca Brods XI pp 222 N'S:43) En abundancia y con frecuencia en las cer- canías del Rio Santa Cruz; arbusto de olor agradable. Tiene flores en Octubre. VERDENACIAS pra jolvolosa (Phil. An. Un. Chil. 35 MO OZ NS US. Arbusto. En el campo inculto de las cer- canías del Rio Negro, con frecuencia, pero no en abundancia. Florece en Noviembre. Se llama con el nombre vulgar: Tomillo, y tie- ne un olor fuerte como el de las especies del : género Mentha. 122. Verbena seriphioides (Gill. et Hook. in Bot. Misc 10 p. 164 NS... 11.) var. lanigera: foliis minutis intus lanugi- nosis. Es arbusto pequeño de 13 á 14 cm. de altu' ra, y se halla en campo inculto en las cer” canías del Rio sauta Cruz, con preferencia en los bajos, á veces tapando trechos ex- tensos. El ejemplar no tiene ni flor ui fruto, y hasido recogido en el mes de Octubre. > Verbena Lorentzií (Niederlein mscr. n. sp.) Verbenaca ex affinitate V. asperae (Gill. et Hook.) fruticosa circiter 231 metr. alta patentiramea ramulis j¡uventute qua- drangularibus hirtellis denique subcylin- dricis cinereo-flavescentibus substriolativ nodosis (foliorum ramulorumque abbrevi-s — 31 — torum cicatricibus tuberculiformibus). Fo- lia decussata uninervia integra linearia vel ovato-oblonga obtusiuscula vel suba- cuta utrinque scabriuscula (pilis rigidulis basi incrassatis) in petiolum brevem atte- nuata vel subsessilia marginibus revolutis crassiusculis—1 1¡4—cm. lata 1 1¡2—4 mm. longa. Spicae multiflorae laxe imbricatae 11126 cm. longae. Bracteae sessiles sub- rhomboideo Ovatae, acutiusculae mucrona- tae 4—5 mm. longae 2 mm. latae utrinque hirtae marginibusque ciliatae calice bre- viores. Calix sub anthesin plicatulus, post anthesin inflatus fissus extus subhirtello- pubescens intus glaber tubo 6 mm. longo dentivus 4 subaequalibus triangularibus acutiusculis vel subacuminatis mucronu- latis circiter 314 mm. longis circiter 1 114 mm. basi latis, quinto postico rudimenta- rio minimo subulato. Corolla aurantiaca, tubo 1 cm. longo gracili erecto vel subre- curvo superne subampliato limbo 5-parti- to, laciniis 1112 cm. longis 1 cm. latis la- to-oblongis apice basique obtusis extus parce hirtellis. Pructus in pyrenas 4 ala- tas oblongas 6 mm. longas 3 mm. latas submarginatas extus glabras intus strio- lato-punctatas secedens. Siccando tota n1- egrescit. Se halla esta especie en las cercanías del Rio Negro y del Rio Santa Cruz. Florece en el mes de Setiembre y tiene frutos en No- viembre: ha llaman: Matorro moro. 124. Verbena sulphurea (Sweet, brit. fl. gard. ser 2, 34. 221 ex descr. ap. echale mn! Prod Aa o MANO Appendicibus antherarum obscure-auran- tiacis (nec violaceis!) obovoideis clavatis stipitatis antheram longiuscule superanti- bus exsertis. En mi opinion nuestra especie no es dife- — 312 — rente de la que se halla en territorios estéri- les en las costas del Océano Pacífico del Perú y Chile, aunque se atribuyen á ésta apéndices violáceos en las dos anteras su- periores. Florece en Noviembre y parece ha- llarse en toda la Patagonia, segun dice el Dr. Berg, quien la ha encontrado desde Cármen de Patagones hasta Santa Cruz. El Sr. Córdova trajo algunos ejemplares - de las cercanías de la Bahía San Blas. 125. Verbena Berterí (J, C. Schauer in DC. Prod. DO ANS 108.) Differt a Verb. sulphurea. (Sweet) appen- dicibus antherarum applanatis, truncato- | capitatis antheras apice paulo superemínen- tibus vix vel paulo exsertis aurantiaco- tlavescentibus. Se halla esta planta en el mes de Setiem- bre con flores en las lomas de las cerca- nías del Rio Negro; pero segun parece, no en los llanos limítrofes. GNETACHAS 126. Ephedra frustillata (Miers contr. p. 174 £. (Ob: Los a no tienen ni flor ni fruto; y no contando con ningun ejemplar auténtico para efectuar la comparacion, no me es posible decir con absoluta seguridad si per-: tenecen á la especie mencionada, lo cual es muy verosímil. En las orillas del Rio Santa Cruz y en la Isla de los Leones. Co- leccionados en el mes de Octubre. 127. A ochreata (Miers Contr, II. p. 169 En Tiene el nombre vulgar: Fruta de bicho 6 fruta de quiriquincho. Se halla en abundan- cia y con frecuencia en el campo de Pata- gones. La fruta se come, y tiene, segnn dicen, un gusto agradable. los ejemplares — 313 — son recolectados en Setiembre y Noviembre y tienen ftores masculinas. 128 Ephedra Tweediana (Fisch. C. A. Mey. Mem. Aicad. Betrop. v. 99-t.095 Miers, Como: apa isos) Arbusto de 4 piés de altura y medio-enreda- dero que se trepa á otros arbustos. Se ha- lla en las orillas del Rio Negro, dos leguas más arriba de la embocadura. Ejemplares con flores femeninas recolectados en el mes de Noviembre. GRAMINEAS 129. Hordeum murinum (LL. sp. 126). En las cercanías de Cármen de Patagones en eran abundancia, á veces tapando trechos extensos, que tienen la vista de centenales ó trigales; florece en Noviembre. 130. Hordeum pusillum (Nuúlt. Gen. L. 87. ex daterm. Grisebachi. Symb.adfl. arg. p at NS Silo) En las cercanías de Cármen de Patagones, en mucha abundancia y más en el Riu Ne gro; alcanza en suelo arenoso solo una al- tura de 7-14 cm.; en terreno mas fértil cre- ce hasta: 30 cm, y florece en el mes de No- viembre. En mi opinion nuestra especie, que es comun en la República Argentina, difie- re de la especie mencionada; no obstante, por falta de ejemplares norte americanos, no puedo efectuar la comprobacion. 131. Bromus brevís. (Nees, mscr. sub. Cerato- chloa ap. Steudel, Syn. Plant. Glum. Í. p. 326 N.S 108.) Muy abundante en el campo inculto, en las cercanias del Rio Negro, á inmediaciones de Cármen de Patagones y de la Bahía San Blas; en Noviembre con flor. 132. Festuca muralis (Kth. in Humb. et Bonpl, — 314 — nov. gen. 7. t. 691. et Plant. aeq.1. p. 396. syn. pl. aeq. L 218. ex descr. ap. Gay. Mst*Chl+ bot. p. 425. N.2 8.) En algunas partes cerca de Cármen de Pa- tagones, en terreno arenoso, con la especie que se describe en seguida; florece en el mes de Octubre. 133. Festuca ertolepís (Desvaux in Gay, hist. CnibotaVIp. 2428: N:/20D.) var. naña (Hieron. n. v.) culmis 37 cm. altis, foliis 11122 cm. lon- gis, panicula spiciformi 1—11¡2 cm. longa. En algunas partes, en el campo inculto, cer- ca de Cármen de Patagones, especialmente en suelo arenoso, con la especie anterior y otras gramas; florece en Noviembre. 134. Poa lanigera (Nees, Agr. bras. 491) Muy comun en las cercanías del Rio Negro, formando céspedes á veces de 2-3 piés de al- tura. Los ejemplares han sido coleccionados cerca de Meseta. Con flor en el mes de Se- tiembre. | laSRoa- bonariensis - (Kth. Gram. 1 115 ex descr. ap. Gay, hist ChilBot. VI p- 413.) En las cercanías del Rio Negro, á inmedia ciones de Cármen de Patagones, en abundan- cia. Florece en Setiembre y Octubre. En la coleccion del Dr. Berg se hallan solo ejem- plares masculinos. 136. Poa Bergít (Hieron. n sp;) Dioicopoa ex affinitate Poae alopecure (Kth.) et P. controversae (Steud.) robusta, culmis 12 metr. altis laevibus basi radicantibus- Folia culmos superantia, vaginis 20-25 cm. longis circiter 7 mm. latis laevibus, lami- nis 3345 cm. longis inmediate supra va- ginam convolutis glaucis rigidis acutis pungentibus basi circiter 4 mm. latis dor- so glabris intus dense papillosis, ligula elongata hyalina plerumque fissa vel la- cera circiter 1 cm, longa. Panicula spi- — 31D — caeformis compressa interrupta in speci- mine 12 cm. longa radiis binis (vel solitario dá basi diviso ?) alternis culmo adpressis pedicellatis plurispiculatis, inferioris paris majore circiter 4 cm. longo, minore 2 cm. longo. Spiculae femineae ovatae 6-—17-flo- rae pedicellatae circiter 1 12 cm. longae 6 mm. latae. Glumae lanceolatae 8-9 mm. longae circiter 3 mm. latae acutae floscu- los inferiores haud superant, subcarinatae dorso in nervo mediano scabriusculae mar- gine minute ciliatae membranaceae “-ner- viae (nervis duobus marginalibus ceteris tenuioribus brevioribusque). Paleae inferio- res 7-9-nerviae Janceolato—ovatae acutae (foru:n inferiorum Y mm. -longae 2 mm. latae) subcarinatae parte inferiore dorsi in nervo mediano marginibusque minute ciliatae basi lana floccose candida cinctae (pilis flexuosis paleam longitudine superan- tibus) Paleae superiores binerviae (nervis marglinalibus) apice bidentatae margini- bus superioris partis ciliatae Inferioris la natae subpellucidae membranaceae (florum inferiorun 5 mm. longae 1 1¡4 latae). Lo- diculi minuti truncati. Spiculae masculi- SN Se encuentra á veces en el campo, princi- palmente en la arena de los médanos, en las cercanías de la boca del Rio Negro, y florece en Diciembre. En la coleccion se halla solamente un ejem- plar femenino. 137. Melica papilionacea (L. sec. descr. ap. Nees Agrost. bras. p. 484 ex Grisebaoh, Pl. Lor. p. 209 N. 20170.) var. vtolacea (Hieron. nm. v.) Culmi 114 m. alti glabri. Foliorum vagi- nae striatae scabriusculae 9 cm. longae vel breviores marginibus hyalinae. Lami- nae 3-4 cm. longae striatae scabrae ligu- — 316 — la lacera hyalina elongata. Panicula ra- cemosa contracta seennda rhachi scabrius- cula. Spiculae pedunculatae (pedunculis pubescentibus) biflorae flore altero fertili, altero sterili, rarius subtriflorae floribus duobus superioribus sterilibus. Glumae (steriles) membranaceae basi violaceo— maculatae apice marginibusque hyalinae, inferior 6 mm. longa 5 mm. lata subova- to-rotundata obtusa 6—7 nervia apice ob- solete denticulata, superior 5 mm. longa 2 mm lata obovata, agutiuscula 3—4 ner- «via. Palea inferior (gluma, fertilis) floris fertilis subcoriacea apice hyalina violas- censve 11- 1l3-nervia striata nervis me- dils dorso submuricalis, lateratibus longe ciliatis. Palea superior scariosa bicarl- nata apice bidenticulata marginibus- co- riaceis minute ciliata. Palea unica florum sterilium turbinata apice truncata striola- ta nervis dorso minutissime muricatis. Dr abere. ha encontrado esta planta en un solo punto, en la márgen del Kio Negro, mas arriba de Cármen de Patasones; en Noviembre con flor. 138. Koeleríia Bergu (Hieron. nm. sp.) K. culmis circiter 1/2 metr. altis glabris teretibus substriatis. Foliorum vaginae cir- eler 11-16 cm. longae medio circiter 7 112 mm. latae striatae intus glabrae ex- tus pubescentes molles pilis reversis, la- minae 10—14 cm. longae acutae juxta vaginam circiter 34 mm. latae utrinque pubescentes striatae margine ciliatae. Li- gula 1 112 mm. longa apice iruncala pi- loso—lacera. Panicula 3—9 em. longa erec- ta densa spicaeformis, basi interrupta lo- bata lobis adpressis. Rhachis ramuli spi- carumque pedicelli pubescentes. Radil abbreviati subterni, superiores a basi sp1- culati. Spiculae biflorae floribus fertilibus- 48 — 3NM — Glumae acutae glabrae margine membra- naceae apice interdum subviolascentes, in- ferior 5 mm. longa 3¡4 mm. lata lineari- lanceolata uninervia superior 6 mm. lon- ga 1 112 mm. lata lanceolata trinervia. Palea inferior subtrinervia glumae supe- riori similis 5 mm. longa 1 1¡4 mm. lata Palea superior binervia hyalina apice 2— 4- denticulata. Antherae 2 1(2 mm. longae. Se halla en algunas partes en las cerca: mas del kilo” Negros En Diciembre RcoOn flores. 139. Polypogon monspeliensís (Dest. Atl. 1.66.) veces, en el campo, cerca Cármen de alagones, principalmente debajo de arbus- tos; en el mes de Noviembre, con flor. 140. Diachyrium arundinacerm o Plant. Lor p. 2090325 SL 12 ON) En los médanos y lugares arenosos estéri- les en la boca del “kio. Nezto mento tras partes. Florece en Noviembre y Diciembre. 141. Stipa Neaecí (Nees in Steudel Synop. plant. Glúm. TL. p. 126. N:? 33) Sy. PS e llo (Phil Am. Umy. Chico ASA OS N.2 236 ex descriptione.) En las cercanías del Rio Negro, principal- mente entre y debajo de au bustos, pero no muy abundante. En el mes de e Noviembre con flores. 142. Panteum patagonteum (Hieron. n. sp.) Virgaria perennis ex affinitate P. chloro- leuet (Griseb.) basi ramosa glauco-albens culmis ascendentibus 1¡2-—3]4 metr. altis basi distiche foliosis duris. Nodi glabrius- cali vel villosi, internodia glabriuscula vel parce lanuginoso-pilosa. Vaginae fo liorum extus plus minus dense et longe velutino-pilosae pilis reversis striato- ner- vosae intus glabriusculae circiter 10-19 cm. longae 1 cm. basi latae subconvolu- tae; laminae 25—55 cm. longae circiter 4-5 mm. basi latae glabriusculae vel parce — 318 — velutino-pilosae lineari-acuminatae stria- to-nervosae margine teretes nec scabrae. Ligula dense villosa. Panicula patens ramis subtriquetris striatis alternis so- litariis axi communi subcanaliculata bre- vioribus racemiformibus, inferioribus di- visis, partialibus internodium superan- tibus. Spiculae velutino-villosae gemina- tim vel ternatim subsecundae erectae, al- tera longius pedicellata pedicello piilo- so subaequilonga vel brevior. (Grlumae steriles 3 ovatae acutiusculae dorso plus minus lanuginoso-pilosae nervis viridibus striatae membranaceae albidaz vel sub- purpurascentes. Gluma intima 5 -1-ner- via 5 mm. longa 3 mm. lata, gluma me- dia 13-nervia 7 mm. longa 5 mm. lata, eluma superior 7—9-nervia 5 mm. longa 3112 lata flore neutro mutico lodiculis 2 coriaceis. Gluma fertilis (palea inferior) coriacea 7-nervia laevis albida ovata sub- obtusiuscula 4 mm. longa circiter 3 112 mm. lata. Palea (superior) membranacea 2-nervia glabriuscula vel parce pilosa ovata. Lodiculi 2 coriaceo-carnosae sub- bilobae vel subtrilobae truncatae. En abundancia y con frecuencia en los mé- danos de la boca del Rio Negro y de la cos- ta del Océano Atlántico. Florece en el mes de Diciembre. CIPERACIAS, 143. Seírpus brevís. (1 Urv. Malouin. 29) Syn. Isolepis pygmaea (Kth En. I p. 191. pro parte, conf. Symb. ad fl. Arg. p. 313. N.9 2042. var. a) sanguinea (Desv. in Gay, hist. Chil. Dora Vips SO =N.5 2.) En algunos parajes cenagososen las orillas del Rio Neero, más arriba de su desembo- cadura. En el mes de Diciembre con flores. — 319 — 144. Serrpus chilensis (Nees et Meyen in Linnaea IX =p. 293. Nov. Act: ac. Cur. AMASa Al 15D. 93 el Cp Meyen peral Gris. Sy mb. ad Alaro po 12 NASA 0300 En la Isla de Pavon y en otras partes ce- nagosas de las margenes del Rio Santa Cruz, en abundancia y con frecuencia. Flo- rece en Octubre. JUNOGAS 145. Juncus filiformis (Lin sp. L 465). En la Isla de Pavon y en otros puntos cenágosos de las orillas del Rio Santa Cruz, en abundancia y con frecueucia. Florece en Octubre, | LILIA CHAS 146. Triteleria uniflora (Lindl. in Bot. Reg. fol. 1203 eb t. 19215) Sym Milano (Graham in Jameson Ed. Phil. dec. 1832. Hook an Bot. Mas. 3921 exleScr a Kuntar Eaun A Ao NON En las pendientes de las barrancas de las orillas del Rio Negro y Santa Cruz. Flo- rece en Setiembre y Octubre. Las flores son blanquecinas, en su base violado - verdes, y en la mediana de cada pétalo, adentro (en la cara superior) con estria verdosa; afuera (en la cara inferior) con estria ancha y violada. 147. Allíuin striatum (Jacq. coll. suppl. 51. Je. 2 14. 1366 ex Guiseb. ym. POZAS SU S2S) En las cercanías de la Bahia San Blas y del Rio Negro. En Noviembre con flores y frutos, 148. Allcum euosmon (Link et: Otto, Je. 1. 15 t. 8, en Griseb. Symb. ad flor. arg. p. 320. INS Us Lope — 380 — En las cercanías de la Bahía San Blas y del Rio Negro. En Noviembre con flores. ORQUIDEA 149. Chloraja Bergíd (Hieron. n. sp.) Chl. (in specimine) nniflora scapo circi- ter 15 cm. alto bracteato. Bracteae (6) va- ¿ginantes lanceolatae acutae marginibus apice involutae membranaceae reticulato -parallelinerviae 4-4 114 cm. longae 6 mm. latae. Folia...... . .Sepala lanceola- ta acuta reticulato-parallelinervia, pos- ticam 2 12 cm. longum 5 mm. latun, la- teralia 2 112 cm. longa 4 mm. lata. La. bellum rhomboideum basi supra dense piloso-maculatum medio 1n mediana in- crassata striatulum glabrum apice mar- ginibus laceris setoso-ciliatis (ciliis 5 mm. longis) par faciem papillis glandulaefor- mibus cristatum. Petala lateralia ovato- lanceolata acuta circiter 2 cm. longa 6 1¡2 mm. lata reticulato-venosa. Gynoste- gium basi incurvatum clavatum 13 mm. Jongum. Como me falta suficiente literatura para la determinacion delas Orquideas, especial- mente la obra de Lindley: Genera et species : Orchid., no puedo asegurar si la especie des- erita representa verdaderamente una forma hasta ahora desconocida en la ciencia. El Dr. Berg ha traido esta linda planta de Cár- men de Patagones. RIZOCARPEA 150. Azolla filicularis (Lam.) var. rabra (Strassburger, Ueber, Azolla p. ans A rubra a. Br. Brod. p. 161.) En abundancia en agua estancada ó poco corriente, en las orillas del Rio Negro, 16á = de. == 17 lesuas mas arriba de su boca y en las cercanías del Potrero Cerrado. FILICES 151. Lomaría magellanica (Desvaux, ex descr. ap. Gay istChtl bo ips Un En las orillas del Rio Santa Cruz, frente á la Isla de Pavon, en abundancia. El ejem- plar no tiene hojas fructíferas y está colec- cionado en el mes de Octubre, Estas son las plantas que me ha sido po- sible determinar hasta la fecha, con más ó mé- nos seguridad, ó las que he reconocido como especies nuevas. Pongo á continuación la lista de las que han quelado sin determinarse definitivamente y de las que, por el momento, no puedo juzgar; unas porque carecen de flores y frutos, y otras por que me falta la literatura y el material de comparacion necesarios. No se dá aquí una descripcion detaliada de estas especies, de las que, sin duda, una parte son hasta ahora des- conocidas en la ciencia; añadiendo solo las no- ticias que el Dr. Berg ha hecho en sus etique- tas, y reservándome el tratar de ellas en otra ocasion. QLEVOPODIEAS 152. An noví Generis? En el Rio Negro, especialmente en las cer- canías de Cármen de Patagones, en terreno inculto y en terreno cultivado, en abundan- cia. En Noviembre con frutos no maduros. 153. Obione sp? En abundancia en terreno salado de las cercanías del Rio Negro. Es arbusto de una altura de 4 piés y tiene el nombre vulgar: —= e == Matorro blanco. Los ejemplares (recolecta- dos en Setíembre) no tienen ni flores ni fru- tos. El Dr. Berg me escribe que los de su coleccion los tienen y que será descrita la especie con nombre nuevo por el Sr. Cár- los Spegazzini en los Anales de la Socie- dad Científica. 154 Obione sy? En abundancia en el Rio Santa Cruz, es- pecialmente en la Isla de los Leones. En Uctubre sin flores ni frutos. 155 Obrone sp? En la Isla de los Leones enel Kio de San- ta Cruz en abundancia; en Octubre sin flo- 10 MAUI 156 Obrione sp? En el campo inculto del Rio Negro, casi siempre en las cercanías de terrenos culti- vados; en Setiembre y Noviembre sin flo- ves DUO 197. Salicornta Gaudichaudiana (Moq. Chen. Gem p:. 115 n. 4)? En la Isla de lus Leones eu el Rio Santa Cruz en abundancia Crece hasta á una al: tura de un pié y medio. Los ejemplares recolectados en Octubre no tienen ni flor os Dr DP. Lorentz. que ba traido mejores ejemplares fructíferos de la misma especie, de su viaje al Rio Ne- gro la considera como nueva especie dife- rente de la S. Gaudichaudiana (Moq.) WALVACEAS. 158. Sphaeraleca sp. Raro en la orilla del Rio Negro cerca del Cármen de Patagones, etc. En Noviembre con flores. 159. Sphaeralcea sp. ? ex affinitate prioris, sed carpidiis unispermis (an biovulatis ?). En abundancia en terreno arenoso y fértil en el Rio Negro y cerca de la Bahía San Blas; eun Noviembre con flores y frutos no maduros. PUPRORBIA CITAS 160. Fuphorbia sp. Los tallos suprateráneos generalmente de color purpúreo; los subterráneos blancos rastrean y son del largo de 1—2 piés; las hojas carnosas. En los médanos de la em- bocadura del Rio Negro; en Setiembre sin flores ni frutos. 161. Euphorbia sp. En las orillas del Rio Negro cerca del Cár- men de Patagones; en Setiembre sin flores ni frutos. GERANTAGEA 162. Geranium sp. En abundancia en los médanos del Rio Negro. La raíz palar tiene forma de huso, á veces del grosor de 2 pulgadas, y de 5 de largo. En Setiembre sin flores ni fru- Los. LEGUMINOSA 163 Astragalus sp. ? | En las onmllas del Rio” Santa LU Sino res ni frufos en el mes de Octubre. ROSA CÍA 164. Acuena sp. En abundancia sen las barrancas del Rio Santa Cruz, recolectada en el mes de Oc- tubre sin flores ni frutos. e UMBELIFERA 165. Mulirum sp. a la boca del Rio Santa Cruz, en Qetu- bre, sin flores ni frutos. SINANTERTAS 166. Chuquiruga (Dontophytum) sp. ? En una parte de las pendientes, al Novte del Rio Negro, mas arriba del Cármen de "atagones; jeualmente en anta Ciz. CON restos de frutos en el mes de Setiembre. JN En la boca del Rio Santa Cruz: Mount Ex- trance en Octubre con restos de frutos. 168. 2? En las orilllas y en el campo inculto de las cercanías del Rio Negro, en Setiem- bre, sin flores mi frutos. 169. 2?, En abundancia en el campo inculto de las cercanías del Rio Santa Cruz. En Octubre, con botones de flores. 170. Senecio s|»? En abundancia en la Isla de los Leones en el Rio Santa Cruz, en Octubre, sin flores ni frutos. Es arbusto con hojas e LUINNOSas. 171. Seneccio sp? Arbusto de un pié de altura, con hojas carnosas, en el campo inculto del Rio de Santa Cruz, en Octubre, sin flores ni fru- tos. SOLA NEA 172. An generis novi? - Entre las dos lagunas saladas, en el cam- “po inculto, cerca de la Isla de Pavon, en el Rio Santa ¿Cruz rara. En QHetubre sin flores ni frutos. : 49 — 385 — VERBENACIA US, Verbena spp. ex _affinitate va ns (Gall. et Hook ): =h En abundancia en Los bajos: del Rio Santa Cruz; arbusto de la altura de 3 piés, muy ramificado y leñnoso; en Octubre sin flores ni frutos. ERAMIERAS 174. Poa. sp? En el campo. inculto de las cercanías del Rio Negro en: abundancia y con frecuen. cia. En el mes de Noviembre con inflore cencias desflorecidas. 175: Loa" sp.? En las cimas de las lomas de la orilla se- ventrional del Rio Negro. En Setiembre con botones de flores. MAS tp. Grama característica y casi Única, pero no muy abundante en las cercanías del Rio Santa Cruz. En Octubre con inflorescen- cias viejas, de las que las o ya se hahian caido. Concluyo esta obrita con el deseo de que el Dr. Berg, que ya goza de fantos méritos científicos en Zoología, y en quien se re- conoce al más hábil explorador de la Fau na de la República Argentina, siga contri- buyendo tambien á la exploracion de la Flora; dándole al mismo tiempo las gra- cias por haber prestado tan importante. co- laboracioón al aumento de las colecciones del Museo botánico de la Universidad Na- cional. Córdoba, Setiembre de 1880. . E; (2. HirroxYmus. ELTUDES SUR. LFACRIDIUM PARANENSE BURM, SES VARIÉTES ET PLUSIEURS INSECTES QUÍ LE DETRUISENT PAR P. Auguste Conil. Invasions dans llancien continent. Dés la plus haute antiquité, les hommes ont appris á leurs dépens á connaitre la tribu des 4eridides, et se sont forcément. occupés d'elle. Ces Orthoptéres s'abatlant par légions immenses sur les cultures, ravageant tout sur leur passage et changeant en misére, souvent méme en famine horrible, les plus belles espé- rances de récoltes, ont dá de tous temps frap- per les Imaginations des cultivateurs dont ils etaient le fléau, et étre mis par lui au premier rang de ses plus cruels ennemis. A ces époques lointaines oú chaque pays devait se saffire á lui-méme,—ne pouvant, fau- te de voies de communications et surtout de _moyens de transport rapides, se procnrer dans les autres contrées, et les importer, les arti- —- 386 — cles d'alimentation qui venaientá lui manquer, —lorsqu'il était envahi par les nuées de cri- quets, sés habitants ne voyaient en perspecti- ve que la faim et la mort que ce terrible jin- secte leur apportalt sur ses ailes. C'est pour cela que nous voyons les auleurs anciens falre si souvent mention des A eridiens dans leurs Ouvrages et, sous le nom de «sat- terelles», citer leurs ravages, les maux quíils ont occasionnés et, parfois méme, rendre comp- te des mesures prises par les gouvernements ponr tácher de délivrer les contrées d'un pa: reil fléau, ou du moins d'en amoindrir les effets. Une foule de passages de la Bible nous appren- nent combien étalt redoutée l'arrivée des eri- quets, et nous prouvent qu'ils étaient déja Vob- jet des poursuites des populations menacées: le ch. X de lExode se - trouve- presque . enfiére- ment occupé parla description de la huitiéme plaie que, a un signe de Moisk, Dieu fit peser sur PEgypte, ou «/ ne demeura aucune verdi- re aux arbres ní aux herbes des champs», tout ayant été dévoré par les Acridiens, qui furent ensulte jetés dans la mer Rouge par un vent d'Quest tres violent. Le Lévitique per- met aux Hébreux Vemployer les «sauterelles» comme aliment. L'Ancien Testament revient souvent sur la fécondité prodigleuse de cet in- secte ef, gráce a deux comparaisons qui s'y trouvent insérées, 1l nous met au courant des moyens par lesquels on táchait de s'en débar- '“asser: d'abord en secouant les arbres ou elles s'étalent posées en quantité, afin de les taire envoler ou tomber,—puis en les réunissant en erands tas Y et les enterrant dans de profonds fossés creusés dans ce but. AnrISTOTE décrit ces insectes dans un de ses VUVrages. - ED): Probablement á l état-de larves ou de nymphes, PLINE L'ANCIEN nous raconte-que dans ile de Lemnos (aujourd hui Lemno ou Staliméne, elle fait partie du vilayet des iles de l'Archi- pel), chaque habitant devalt présenter anx ma- eistrats un tribut annuel d'une mesnre déter- minee de: «saulerelles» mortes;—que dans plu- sieurs contrées et notamment dans la Cyrénai- que (aujourd'hui plateau de Barkah ou Dejebel Akhdar, dans la province de Tripoli), une loi enjoignait aux habitants de faire trois fois par an la guerre á ces animaux nuisibles: á létat d'ceufs, ¡ors de l'éclosion de ceux-ci, et lorsque les adultes envahissaient le pays; tout indivi. du quí wobéissait pas á cette loi était consi- déré comme déserteur, et tralté comme tel. | SANT JÉROME se montre terrifié desdégáts faits parles criquets dont il fut témoin oculaire en Syrie. MouFFET rapporte quien Pan 591, les récol- tes d'ltalie furent détruites par les Acrídiens, ce quí produisit une famine terrible qui occa- siona la mort de 30.000 personnes á Venise. Une quantité d'historiens ou de naturalis- tes nous ont conservé le souvenir des princi: pales migrations de criquets qui ont eu licu dans lancien continent: Jean THURNMAKER, MÉ- ZERAY, OrEsIus, VirkEY, JACKSON, BARROW, LkE- VAILLANT, eb bien d'autres quil serait trop long de citer. C'est par eux que nous savons: que la campagne de Capoue (ancienne Campa- nia felix, aujourd'hui Terre de Labour, uux environs de Naples) fut compléetement dévas- tée en lan 170 avant Jésus Christ; le méme fait eut lieu pour lPltalie el le midide la Gau- le en Pan 181 de notre ére, ainsi que pour la Bohéme en 852, les Gaules en 885, l'Espagne en 1040, la Hongrie en 1542, la Russie, la l.i- thuanie et la Pologne en 1600 et 1690, la Va- lachie et la Moldavie en 1747 et 1748, une grande partie de l'Europe en 1749 et entre autres la Bessarabie ou les criquets arrivérent -— 388 — cen si grand nombre, précisément lorsque Char- les XÍl, rol de Suede, traversait ce pays avec ses troupes, lors de la retraite qu'il effectua apres la bataille de Pultawa qu'il venait de perdre, qw'assalllie par cetteautre armée d'un nouveau genre, celle de Charles XII fut obli- -gée de suspendre sa marche, parce que ces in- sectes, poussés par un vent vivlent, aveuglaient liltéralement les chevaux et les hommes qu'ils frappaient au visage comme des grélons, fait qui se trouve relaté dans les 'Prans. phil. de la Soc. Roy. de Londres. En 1755, le Portugal fut désolé par ces mé- mes insectes, et, en 1780, ce fut le tour de la Transylvanie, ou des régiments entiers furent employés á les réunir et 1500 personnes soccu- perent a les écraser, les enterrer ou les bráler, sans que leur nombre en parut diminué le moins du monde; lamnée suivaute, elles firent de nouveau apparition dans ce malheureux pays et le peuple, levé en masse, fut obligé de leur falte une guerre acharnée. Celte méme année le Maroc subit une disette terrible par le fait des criquets, qui, neufans plus tard, dé- vasterent une partie de la Cafrerie; dans ces deux páys, les habitants se virent alors réduits á se nourrir de racines. Barrow raconte qwen 1797 ces Orthopteéres, dans le sud de l'Afrique, couvrirent le sol sur une éiendne de 2 milles carrées et, quaprés avoir été entrainés dans la mer; 1ls furent re- jetés sur le rivage, oú ils formérent un bane de 50 milles de longueur et de 3 á 4 pieds de hauteur, et que Podeur qui s'exhalait de ces corps putréfiés arrivait a plus de 150 milles de distance. La Grece a eu á souffrir tres souvent de ces insectes, dont les invasións se sont conti: nuellement succédéees en Orient, dans l'lnde, la Chine, et Afrique septentrionale; en Algé- 0 — 389 — rie on n'a pas encore perdu le souvenir de cel- les de 1845 et 1866. : La France méme a été souvent le théátre de leurs méfaits: selon Mézeray, lVannée 1613 en amena des nuées innombrables dans les environs d'Arles on 1500 arpents de blé furent détruits, et ou il ne resta pas trace de vérdu- re apres leur séjour. dans ces parages; Ccelte ville et Marseille votentchaque année des fonds destinés a faire la guerre aux criquets et. par lá amoindrir les effets de ce fléau. C'est ain- si quen 1613 eiles firent détruire 244,000. livres d'oeufs Ul et 24400 livres de larves, et qu'en 1815 on réunit 90.00) kilogrammes d'ceeufs qui fuúrent présentés aux autorités de ces villes, quí, dans cette circonstance, dépensérent: 25000 frances la premiére, et 20000 la saconde; le prix ordinalre que recolvent ceux qui s'occu- pent de cette récolte est f 0.50 cts. pour cha- que kilogramme d'oeufs et-f. 0.25 cts. pour un poids égal de criquets. Le fait qui se lit dans un mémoire adressé par le docteur Guyon á l'Institut de France, mérite d'étre cité; il y est dit quien 1845, tous les végétaux de la plaine de Sebdou (ville si- tuée sur la Tafna, prov. d'Oran), furent dévo- rés par nos Acrídiens dans l'espace de 4 heu- res, et cependant cette plaine a 30 kilométres de longueur sur 12 á 15 de largeur. Quelles preuves plus éloquentesqueles chif- fres qui précedent de la fécondité et de la vo- racité de ces insectes? La terreur qwá VlVarrivée des criquets ressentaient «les populations, n'était pas due uniquement á la crainte de la famine, car á cette crainte venait se joindre la peur des épi- démies qui sedéclaraient quelquefois et qui dé- cimaient des contrées 'entiéres, lorsque les nuées, jetées á la mer par le vent, venaient s'a- (0) On caleule que 13,700 ceufs pesen: environ une livre, 00007 masser sur les cótes; les miasmes, dégagés de cette quantité de cadavres échauffés par le so: leil, engendraient promptement la peste, dont les victimes, selon Saint Augustin, arrivirent une fois au chiffre exorbitant de 809.090 dans le royaume de Numidie et les pays avoisi- nants. | De pareils desastres font facilement com- —¿prendre que les esprits ignorants considéras- sent larrivée des criquets comme un chátiment céleste, aussi n'ost-on que má liocrement étonné lorsque Figuier nous dit que, au moyenáge, les exorcismes étailent cimbloyés pour en pré- server ou débarrasser les pays quí en éflalent atteints. Ce moyen est encore quelquefois mis en usage de nos jours car, depuis 1873, nous lVavons vu mettre en pratique par deux évé- ques de Córdoba qui, avec les cérémonies re- ligieuses indiquées par les rituels de l'liglise, ont fait des «conjurations» pour délivrer le pays des criquets quí l'infestaient. Ce remede Ma pas eu précisément Pefiicacité qwon était en droit V'altendre de la pompe avec laquelle 1l était administré, puisque depuis lors, les Acri- diens n'ont pas manqué une seule année de cau- ser de sérieux dommages aux cultivateurs de la province, dans laquelle ils ne faisaient que de loin en loin leur apparition avant cette date Stous les dix ans, selon la tradition); peut- étre aussi le manque de succés du dit remede doit-11 étre attribue á ce quíil était appliqué a lVespéce paranense, Burm., une espéce nouvelle sur laquelle 11 peut se faire quil wait pas d'influence, ou que quelqu'une des formalités vou- lues ait été omise. Pareille mésaventure na pas da arriver au moine Alvarez qui, selon Fi6urer, s'y prit de la réjouissante fagon qui suit pour purger l'Ethiopie d'une nuée formi- dable d'Acridiens; il partit á leur “réncontre a la téte d'une procession chantant les psaumes et: «Ainsi chantant,- dit-1l, nous nous achemil- = 91 «námes en une campagne, lá oú étoient les «froments. Ou parvenu, je fey preudre assez «de ces locustés, auxquelles je fey une conju- «ration, que je portois sur mol en écrit, par «mui composée la nuit précédente, les requé- «rant, amonétant et excomuniant, puis les en «chargeay que dans trois heures eussent a vi: «der de lá et tiver á la voile de la mer, ou de «prendre la route de la terre des Maures, aban- «lonnant la terre des chrétiens. «En refus de «quoy, Jadjurois etconvoquois tous les oyseaux le ciel, les animaux de la terre et toutes les «tempestes de l'air, á les dissiper, déftruire et «dév mer, et pour cette amonition fey saisir une «certaine quantité de ces locustes, prononcant «Ces paroles en leur présence, afin quíils n'en «enorent, puis les laissey aller pour avertir «les autres.» D'aptés ce quí précede, on a pu voir que la République Argentine n'est pas exempte des visites ruineuses des criquets qui viennent par bandes innombrables du «Grand Chaco», désert de vastes pl ines, occupé seulement par quel- ques tribus d'Indiens et par conséquent tres peu peuplé. Amenés sans doute parle vent, les Acriídiums arrivent certaines années de ce dé- sert, sans qu'on alt pu jusqu'ici assigner une cause certaine á ces migrations qui se renou- vellent á des époques plus ou moins élolgndes. Quoiqu'en pays clvilisé, les pontes de ces Or- thopteres s'effectuent aux époques voulues; mais malgré cela, et pour des motifs ienorés jusq wa ce jour, la propagation de l'espéce n'a pas le méme succós quau désert, puisquela quantité des criquets diminue peu dá peu jusquíá ce quíils finissent par disparaitre totalement. Ne pouvant étre aftribuée á ce que la propagation ne seffectue pas avec la méme énergie que dans le «Grand Chaco», latempérature étant á peu pres la méme, l'extinction de ces bandes dévastatrices est due, á mon avis,á la destrue- | 50 — 392 — tion d'une quantité incalculable d'amas d'eufs, laquelle résulte du piétinement des chevaux ef des vaches qui, en troupes considérables, pais- sent l'herbe des «pampas» Ce piétinementcon- tinuel tasse et durcit le terrain, surtout lorsqu'il est un peu humilde, de sorte que les ceufs sont écrasés ou que les larves, faibles et de peu de résistance comme elles sont au momentdeleur nalssance, wont pas la force nécessaire pour percer la cape de terre durcie, qui alors les maintient captives et est cause quelles meu- rent sans avoir vu le jour. 10 INVASION DE 1873 A CORDOVA Aprés avoir parlé des migrations de criquets dans lVancien monde, il nvus a paru intéres- sant de donner quelques détails sur les inva- sions que ces mémes Insecies font sur le ierritoire de la République Argentine, inva- sions quí sont peu ou point connues. En- 1873, commenca l'ére des mauvaises années pour agriculture, surtoat pour la province de Cor- dova, dont presque toutes les récoltes furent dévorées par les criquets. Depuis lors, ces Orthoptéres wont pas discontinué leurs dépré- dations dans cette province, oú ils font tous les ans le désespoir des cultivateurs, auxquels ls causent plus ou moins de dommages, et lais.- sent souvent sans la moindre verdure leurs jardins et leurs champs de blé, de mais ou de luzerne; quelquefois ¡ls n'épargnent méme pas les ferrains incultes, dont l'herbe est si néces- salre pour lélevage du bétail, des chevaux et des moutons, qui sont la principale richesse du pays. , Ou les criquets ont passé, il ne reste plus trace de feuilles ni de fruits, el il arrive méme que lVécorce des arbres n'est pas respectée el est dévorée par eux; on a souventvules arbres se 009, briser sous le surcroit du poids de ces insectes, et, dans les deux cas, il n'est pas rare de voir une partie des arbres se sécher. Pour donner une idée plus exacte de ces nuées d' Aerídiens, Jal cru ne pouvoir mieux faire que de traduire quelques observations de - mes excellents amis le docteur BexJamiN AÁr- THROP (oULD, a de lObservatoire Natio- nal et le docteur H. WeyewxBer6n, professeur de zoologie a Université Nationale. Le 8 Setembre 1873, le docteur Gour.p écri- vit une lettre quí fut publiée dans un journal scientifique des Btats-Unis, el qui a été repro- duite dans les «Annales du Département Na- tional d'Agriculture»; dans cette lettre, il ra- conte comme suit leffet que lui produisit une invasion de criquets, spectacle étrauge quíil vo- yait pour la premiére fois: «Le 13 Aoát, mon attention fut attirée, et forcément detournée de tout autre objet, par les milliers de grandes «sauterelles» qui rem- plissaient Vair, envahissaient les maisons, et couvralent la terre e, de la superficie de laquel- le, lorsque Vapproche de quelque personne ou de quelque animal les inquiétait, elles se le- vaient sous forme de grands nuages. Au moment ou je sortais pour observer plus attentivenent ce phénoméne, Japergus vers PEst une chose qui me parut étre un long el noir nuage d+ fumée, dra sétendaitsur 160 de 'horizon, au dessus luquel ll sélevaitáune hau teur de 5”. L'apparence que présentait ce nu- age était completement identique á celle de la fuinnée noire que produit un grand incendie, mais une bonne lunette me démontra prop: tement que ls domestiques avalent raison lors quils massuraient que ce qu» je voyais n'é- tait pas de la fumée, mais bien une nuée de esauterelles» de la méme espéce que celles qui sétaient introduites dans l'observatoire. Je ne pouvais juger de la distance á laquelle se + trouvait la nuée, mais, par les tours de la vis de rappel, quil me fallat tonrner pour mettre ce nuage animal au foyer de instrument et le résoudre, au point de sa plus grande aproxi- mation, je calculai que la distance del'Obser- vatoire á ce point étaltau moins de cinq milles anglalses. Les insectes éfaient évidemment emportés par le vent, qui sou Hait du Nord avec une vélocité de prés de dix lleues a l'heure, ce qui donnait á cette nuée de «sautferelles» toutes les formes de la fumée lorsqu'elle se tord et se sépare. Ceci avait lieu a 10 heures, du matin; 3'1- gnore le temps que dura lepassage, mals la té- te de la colonn= s'était déja perdue de vueque, cependant, celle-ci. était encore visible sur l'im- mense eb vaste pampa, dont elle couvrait une étendue dPenviron vingt lieues. Jusqu' á len. trée de la nuit, elles continuérent á passer en quantités innombrables et, pendant ce temps, les «sauterelles» éparses, qui nous avaient vi- sités avec tant de profusion, avaient presque complétement disparu, et 1l n'étalit méme pas facile le jour suivant d'en rencoutrer quelques exemplaires. Ce phénomtne se répéta le 1er Septembre; les iusectes revenaient du Sud, portés par le vent.qui faisait cinq. a six milles á l'heure. lls venaient droit sur nous a une distance de quelques lieues; mais nous fámes sauvés par le vent, quí chaugea de direction uue heure aprés. Le changement de direction fut trés visible, et on apercevait parfaitement lorsque le vent atteignait progressivement les différen- tes parties de la grande nuée. La «Sierra» qui s'étend de Nord á Sud vers l'Ouest de Córdoba, les collines qui se soulé- vent á une distance de pres de douze lieues, paralssaient étrve le but de leur voyage vers l'Quest, et cette interminable procession passa — 39% — durant de longues heures entre la «Sierra» et nous. J'al pu calculer la hauteur angulaire de la nuée, en lobservant coutre les pics et en D'assurant le jour suivant de la distance ou avalent passé ces insectes; la hauteur de lVex- frémité antérieure du tas le plus noir et le plus conpact, éralé ua pei plus de 79; aucune par- tie de la nuée ne passa á une distance moin- dre le trois a quatre milles de nous. La hauteur de cette dense partie de la nuége, ne peut avoir été moindre de 2050 pieds, -€b sa largear arrivalt a une demi douzaine de milles. Le tout était entouré d'innombrables in- dividus épars. Hier et avant hier, le vent du Nord les ame. na de nouveau pendant quelques heures cha- que jour; mais aujourd'hul, le vent a souftlé une autre fois du sul et, depuis que Jal com- mencé á tracer ces lignes, elles nous viennent dessus avec une rapidité étonnante; elles obs- curcissent littóralement la lumiére du soleil et, au moment vu j'écris ces mots, il est probable quil ne soit pas resté un pouce de terrain qui ne solt couvert par elles. Les r yons solaires quí tombent sur leursailes produisent un eftet singulier. Les petites ombres entassées, qui passent rapidement sur le sol, enlevent la plus grande partie de la lumiére.» Dans une lettre que, le 11 Septembre, le doc” teur GouLp dirigeait au docteur H. Wevren” BERGH, ll sexprimait ainsi, au sujet de l'inva-: sion des criquets qui avait eu lieu le 1er: «La hauteur de la nuée, que j'al calculée en 2000 pieds, avait, j'en suis convalncu, des dimen- sions bien plus considérables Selon diverses informations que j'al prises, je crois pouvoir assúrer que la nuée, lorsque je calculai sa hau- teur vers le fuite de la «Sierra» était au moins á 2 lienues de distance. Il résulterait donc une hauteur de plus de 3800 pieds. Cependant, il parait qu'une partie séparée de la nuée passa — 396 — ce méme jour, dans la soirée, vers l'Quest et á une distance de 1 lieue 1/3, raison pour la- quelle on pourrait prendre cette distance com- me minimum. Il résulte done toujours une hau- teur de 200 pieds.» Plus loin il dit: «Aujourd'hui (11 Septbre), la nuée a étí vue comme un nuage, de 11 a 3 heures, vers Quest du cimetiére. Je l'al vue se mouvoir daus Pair, tantót vers le Nord, tan- tót vers le Sud, sans changement de place im- portant á cause du calme qui regue. 1'extré- mité la plus rapprochée de la nuíe compacte, me parait étre á 141 1/2 mille anglaise dci, taudis que de Nord á Sul il ny a pas d'ex- trémité visible. Depuis ma maison, je vois avec la luuette d'approche au moins 10 cua- dras carrées (1.623.525 m2”) de ces insectes, for- mant une Cape de 2 3 a 3? dépaisseur.» T”opinion du docteur GouLp est que les dif- féreutes nuées qui ont été observées pendanf 30 jours environ, étaient formées par les mé- mes insecites que le vent portait de cóoté ef d'autre; le docteur WeYeNnBERGH, ayant constam- ment reconnu l'identité d'espece, est porté A partager cette opinion. - Ayant été averti le 12 Septembre par le docteur Group, que la plus grande partie des eriquets sétait posée á une lieue á l'Quest de Cordova, le docteur WeyesBbereH se rendit im- médiatement a l'Observatoire, d oú ils allerent ensemble vuir de prés ces Orthoptéres afin de pouvoir se faire une idée de leur quantité. WeEYENBERGH raconte en ces termes dans le «Diarto Zoológico» cette pelite excursion: «Nous allámes á cheval vers ce parage, mais le vol seul de lavant-garde des criquets effra- ya tellement nos chevaux, qu'il nous fallut au moins 4 heure pour les tranquiliser. Voyant cela, nous les attachámes et nous allámes a pied jusqu'á une certaine distance. Les cri- quets étaient lá sur le sol, sur les arbusles et — 39 — sur les arbres, groupés et entassés les uns sur les autres; la plupart avaient la téte ftour- née du cóté du vent, qui était un peu fort ef venait du Sud. Aucune parcelle du sol, pour petite qu'elle fút, n'était libre et on nous ra- conta qu'une 4 heure avant c/étalt encore pire, ce que je cruis alsémentá en juger par ce que, de cet endroit, on apercevait á une faible dis- tance. Presque tous ces criquets étaient du se- xe féminin. | Quelques heures aprés notre retour, je re- vins á UObservatoire pour examiner la con- trás avec une lunette d'approche. Vers l'Quest, nous apercámes la nuée que formaient les criquets eu reprenant leur vol vers le Nord; á U'horizon, on voyait onduler des nuées res- semblantes á des nuages, parmilesquelles deux surtout se faisalent remarquer des autres par leues dimensions considérables; tous les en- vircons étaient pleins d'exemplaires séparés quí volaient. Je suis á présent complete- ment convaincu que les diverses nuées que jal observées a différentes reprises, ont fait partie dune nuée primitive eb gigantesque, qui s'est divisée peu a peu, et continue encore á se di- viser en petites nues et á se répandre.» 1001 ACRYDIUM PARANENSE, BURM. PonrTE Lorsque l'époque de la ponte est arrivée, la femelle commence d'abord par choisir un lo- cal convenable et qui réunisse toutes les con- ditions vóulues pour assurer autant que pos- sible la conservation des larves qui doivent naitre, ef qui,en méme temps, laisse á portée de ces derniéres les moyens de subsistanee qui leur sont nécessalres aprés Véclosion. Aussi, est- 1l tres rare de la voir déposer ses cenfs dans == 398 == les terraius cultivés et les trouve-t-on presque toujours dans les terrains meuoles mails incul- tes, les sentiers, les rebords de plates-bandes ou ceux qui se font pour faciliter Pirrigation; de toutes facons, Pendroit choisi sera situó dans une position un peu élevée et dans le voisi- nage des terres cultivées ou de terralus ou la véegétation abonde; en effet, si le sol auquel elle a confié sa progéniture était dur, les lar- ves ne pourraient se faire jour au aehors; placé en contre-bus il serait trop humide, ce quí infailliblement nuirait aux ceufs a la lon- gue; 1l le faut inculte, afin que ceux-ci ne soient pas dérangés par la charrue ou la béche; el enfin, en mére prévoyante, elle prend son dinstaler son nid pres des endroits qui pour- ront fournir une '“abondante nourriture a ses jeunes et tendres rejetons qui, plus tard, au- ront á en falre une si énorme conusommation, afin de satisfaire cet appétit impérieux quíils apportent en naissant et qui les porte a dé- vaster, sans choix aucun, quel représ utant que ce soit du regne vég eétal, car aucune plan- te n'est respectée! par eux. L'instinct de la femelle de l'Acridium lu fait prendre toutes ces précautions ímportan- tes, et Cest guidée par lui quelle laisse de có- té une plate-bande ou lespoir de sa race ne seralt pas en súreté et qu'elle préferera le re- bord ou bien Pallée, parce que la terre, y étant plus tassée, lui donne lassurance qu'elle na pas été remuée depuis longtemps. Le choix du local étant arrété, la femelle se met en devoir de perforer le sol et ouvre un trou circulaire et lun diameétre suffisant pour quil puisse contenir les csufs qu'elle doit y déposer, diameétre qui variée de 0%,0065 á 0w,0085; quant á la profonder donnée au trou en question, elle n'est pas constante, mails ce- pendant, dans la plupart des cas, elle Pa entre 01,034 et 0,038. — 399 — Cette opération terminée, la femelle accom- mode ses (0sufs dans l'excavation pratiquée, et elle dépose sur eux une espéce d'écume blan- chátre. OEUES. Les cenfs confiés au sol par la femelle avec tous les soins qne nous venons d'énumérer dans le Chapitre précédent, y sontdéposés par grou- pes de 55 á 69; ils sont disposés en grappe, ou mieux, comme le sont les grains d'un épi de blé, ainsi que le démontrent les fig. 2 et. 3 Chaque amas ou grappe d'csufs a de O .0244 0. 027 de longueur et une grosseur qui va- rie entre 01,006 et 0.008. Tous les ccufs sont enveloppés d'une matiére glutineuse quí les fait adhérer les unsaux autres, entoure completement la grappe et, de méme que l'écume qui la re- couvre, durcit peu á peu en se séchant; en se mélangeant avec la terre, elle forme une en- veloppe imperméable qui préserve parfaite- ment les ceufs contre l'excés d'humidité que produiraient les pluies abondantes d'été qui peuvent survenir avant l'époque de l'éclosion, -laquelle ne s'effectue généralement que 3 mois environ apres la ponte. | Cette enveloppe, formée de la matiére gluan- te mais semi-liquide dont nous avons parlé, prend naturellement la forme du trou et, lors- que l'on creuse le sol, elle apparait sous celle d'un cylindre, ce qui a fait crolre a certains naturalistes que les ceufs sortalent de l'abdo- men de la femelle enveloppés de cette espéce de fourreau. Ces naturalistes ont été induits en erreur par la matiere qui compose ce Cy- lindre, laquelle est tres difficile á dissoudre; le fait est que les csufs sont pondus l'un aprés Pautre par la femelle, déja un peu enduits de cette espeéce de gomme qui les fait coller et permet leur arrangement symétrique; mais ce n'est que lorsque la grappe d'ceufs est com- 51 — 400 — pletement formée, que la femelle termine l'opéra- tion en remplissant le nid de lécume ou liqui- de semi-visqueux destiné á les protéger. Ces ceufs, comme nous lavons dit précé- demment, sont au nombre de 52 á 65 dans chaque nid; ils ont une longueur moyenne de Ow 007, et de Om. 001 á Or- 00125 de grosseur maxima; leur forme esta peu pres la méme qua celle d'un grain de blé, mais ils ont ce-. pendant leurs extrémités un peu plus effilées que celles de ce dernier, et ils ont en outre une légére dépression qui existe sur les par- ties quí se trouvent accollées aux csufs voisins, ce qui produit la différence que nous avons notée dans leur grosseur, difference que l'on rencontre selon que la mesure est pratiquée perpendiculairement au cóté aplati ou qu'on la prend sur ce dernier méme. Leur couleur est d'un blond légerement doré lorsqu'ils sont nouvellement pondus, etils bru- nissent plus ou moins ensuite. LARVES Lorsque l'époque de l'éclosion des larves est arrivée, elles sortent Pune apres l'autre du nid par un petit orifice que pratiquesa premiére larve éclose de Poeuf qui se trouvait á la partie supérieure de lamas. Le corps des larves est alors tres mou et leurs membres sont tres faibles, mais en peu d'instants le contact de Pair les a endurcis et on les voif commeuncer á sauter etá entreprendre leurs pérégrinations. Leur forme est la méme que celle de l'insecte parfait, mais elles son aptew res. A leur sortie du nid ces larves ont en- viron 0* 006 de longueur et sont d'une couleur blanche qui, une heure aplés, s'est transformée en noir luisant sur lequel ressortent parfois de petites taches d'un beau rouge vif. - Comme tous les nids se trouvent tres rap- prochés et que l'éclosion” des larves se fait si- — 401 — multanément, elles se trouvent dans un méme parage en Qquantités considérables eten sau- tillant elles se réunissent d'abord en groupes, puis en masses compactes, qui forment comme un tapis qui a quelquefois de 07,02 á 02,03 d'épaisseur et qui recouvre complétement la terre. Il est tres curieux de les observer lors- qw'elles sautent les unes sur les autres et alors, apercues d'une faible distance grouillant et - sautant, on croirait voir une matiére noire en fusion. | Au bout de quelques jours lorsque ces lar- ves ont acquis un peu plus de force et qu'en colonnes serrées, quelquefois de plusieurs lieues de fond, elles attaquent un district quelconque, il est presque impossible de le préserver; tous les végétaux sont totalement détruits sur leur passage, et les dégáts qu'elles font sont bien plres gue ceux que Causent les insectes adul- tes. Peuá peu se perd avec le temps la cou- leur noire citée pour étre remplacée par les telntes que posséde sur le corps l'Acridium adulte, teintes qui varient selon les espéces, comme nous Je dirons plus loin. NYMPHES Aprés plusieurs mues qui seffectuent chez les larves, des rudiments d'ailes apparaissent et c'est alors que leur transformation en nym- phes vient de s'opérer; ces derniéres ont comme les larves, la méme forme que l'insecte par- fat, et les différences qui les distinguent, con- sistent uniquement dans la taille qui est plus développée chez la nymphe, et surtout dans les alles rudimentaires qu'elle posséde et qui font toujours défaut chez les larves. _Les nymphes se montrent d'ailleurs tout aussi voraces quelors de leur premier état de lar- veset plusieurs mues ont de nouveau lieu pour notre insecte avant qu'il ne devienne adulte. La derniere métamorphuse, ou le passage e de nymphe á insecte parfait, se distingue par une crise des plus sérieuses pour notre Or- thoptére, Crise qui consiste en une mue qui lui coúte beaucoup de souffrances et un tra- vail immense, á en juger par le temps que du- re cette opération et celui qu'il met ensuite á se reconnaitre; le tout dure de 2 a 3 jours environ. On voit alors les nymphes suspen- dues aux haies, aux arbustes eb aux arbres, quelquefois par grappes, et s'efforcant de se délivrer deleur tégument, enveloppe dans la- quelle les adultes sont retenus prisonnlers, Cceré- sultat, n'est obtenu par nos insectes qu'a for- ce denombreux efforts répétés apres une alter- native de repos plus ou moins longue. La sortie des ailes et des pattes postérieures est surtout ce qui leur coúte le plus. Une fois opérée la métamorphose, le nou- vel adulte parait exténué et reste compléte- ment. immobile pendant quelque temps, soit pour se remettre de la fatigue quil vient d'éprouver, soitá cause des sensations que probablement il doit éprouver, son corps n'étant pas encore habitué á se trouver alinsi tout nu exposé á laction de Pair. Pendant cette der- niére transformation, nos Acridides ont accor- dé un temps de répit aux agriculteurs, mais, aussitót remis, ils s'empresseront de réparer. leurs forces et le temps perdu; comme leurs mandibules mancsuvreront alors! Leurs nou- velles ailes en les portant de ci de lá leur permettront d'étendre le champ de leurs rava- ges eb gare aux «domaines dont il prendront possession. Plus tard, se servant des mémes moyens que leurs devanciéres, les femelles assureront á leur tour la propagation de leur race, et le cycle des métamorphoses décrites commencera pour leurs rejetons. INSECTE PARFATIT. L'Acridium paranense Burm., dont le corps — 403 — est robuste, a 07,055 á.0=,060 de longueur et de 01,135 a 07,140 d'envergure. Sa téte est grosse, chaperonnée, trés inclinée, insérée et luisante; elle parait lisse, lorsqu'on Vobserve á la sim- ple vue, mais elle ne lest réellement que sur la partie supérieure de lépicráne, tout le reste de sa surface étant plus ou moins variolé. Les yeux á facettes sont subovalaires et saillants; leur couleur générale d'un gris tirant á café, est zébrée par sept bandes á peu pres parallée- les, brunes, et environ moitié moins larges que celles qui se trouvent formées par chaque cou- ple des premiéres; les deux bandes latérales, de couleur du fond, sontirréguliéres ayant leur bord externe arrondi, elles sont aussi beau- coup plus larges que les autres á leur partie médiane. Trois stemmates blonds, lenticulai- res, vitreux et luisants, sont comme de coutu- _me placés en triaugle équilatéral de la maniétre sulvante: un de chaque cóté latéral du front, presque átoucher les yeux composés et un peu. au dessus des torules; etle troisiéme, situé un peu plus bas que ceux ci, se trouve sur la ligne médiane du front. Les antennes sont filiformes ou capillaires, couleur chátain clair, formées de 28 articles peu distincts etinsérées sur le front; lorsque ces antennes sont rejetées eu arriére, leur extremité arrive juste á la pointe que for- me Vextrémité postérieure du prothorax; leur longueur varie entre 07,015 á 07,017. -Occu- pant toute la ligne médiane de lPépicráne, exis- te une bande, jaune clair un peu rougeátre, quí est: bordée de deux lignes d'une couleur brune tres foncée; cette bande a la forme d'un triangle excessivement allongé, dont le sommet un peu obtus se trouve situé a l'extrémité an- térieure du front, et dont la base, se trouvant placée au dessus du trou occipital, est par conséquent en partie recouverte par l'extrémité antérieure du prothorax; cette bande est cel- le qui est généralement désignée sous le nom de bande frontale. Sur chaque tempe, une ta- — 0 che également triangulaire, dun brun méla- nien et bordée dune ligne jaune clalr, a sa base appuyée sur la partie inférieure des yeux á réseaux, et elle s'allonge sur toute la lon- gueur des tempes, son sommet atteignant lex- trémité inférieure de ces derniéres, de sor- te que tout: la surface visible des tempes (on pour mieux dire non recouverte par le pro- thorax,) se trouve divisée en deux parties á peu pres égales par la tache dont nous nous occupons; parties qui sont d'une couleur brun clair légérement café, commune pour les joues, Pocciput et les parties de lépicráne que nous n'avons pas encore décries. Ala partie média- ne du post-épistome se vojtune caréene longitu- dinale qui semble étre la continuation du front et dont la largeur est la méme que celle qui existe entre les torules; un sillon partant de Pextrémité antérieure du front, a VPendroit pré- cis ou se termine la bande frontale, occupe á peu pres la movitié de la largeur de cette ca- rene sur ia moitié de sa longueur environ, et c'est dans le fond des ce sillon, pres de son extrémité supérieure, que se trouve logé l'o- celle antérieur; chacune des extrémités laléra- les du post-épistome se trouve bordée par une caréne située entre deux lignes brun foncé. Le post-épistome, dont la forme est irapézoida- le, se trouve donc couvert de sept zones dis- tinctes:—3 de la caréene médiane, deux brunes et la centrale jaune clair; —2 sillons jaune clair, situés un de chaque cóté de la caréne médiane; —et enfin 2 autres carenes brun foncé, une a chaque bord latéral. L'épistome, séparé du post-épistome par un- sillon transversal profond, a la forme habituel- le de celui des Locustes, comme il en a éga- lement les replis latéraux; sa couleur est jau- ne clalr, | E Le labre, du méme teinte que lépistome dont il est également séparé par un autre sil. o lon transversal et assez profond, est large el arrondi a son extrémité inférieure quí est échan- crée; les sillons de coutume s'observent sur sa surface. Les mandibules, soudées au labre, sontro- bustes et armées de dents obtuses a l'intérieur. Les palpes mandibulaires sont composés de cinq articles, comme ceux de tous les indivi- dus de ce genre. Les piétces basillaire, pré-basillaire, le men- ton et le lobe supérieur des máchoires sont jaune clair, mais d'une teinte encore plus clai- re que celle qui recouvre les parties supérieu- res de la téte. | Les máchoires sont dentées. Lies palpes ma- xillaires n ont que trois articles. Le prothoraxz quí a la forme ordinaire ob- servée chez tous les Acridides, est rugueux, fo- véolé et rebordé; son tergum, de couleur café un peu rougeátre, présente une bande longitu- dinale médiane d'un jaune un peu plus terne que celui de la bande frontale, donr elle parait étre la continuation; cette bande du protho- rax a ses bords latéraux paralléles sur pres- que toute leur moitié antérieure et ils vonten- suite en divergeant, de sorte qw'elle «s"élargit peu a peu á mesure qu' on se rapproche de lextrémité postérieure du postscutellum; elle est divisée eu deux parties par une caréne lon- gitudinale médiane, dont la teinte jaune nn peu rougeátre est plus foncée que celle de la bande. Les diverses parties du tergum, sou- dées Pune á Pautre mais indiquées par un pe- tit sillon qui les sépare, out leur longueur res- pective dans les proportions suivantes: Prae- scutum 21/,, Scutum 1, scutellum 1 '/,, postscu- tellum 6; ce dernier a son extrémité postérieu- re angulemse, mais le sommet de lVangle qu' elle forme est arrondi. | | : Les flancs, dont les rebords antérieur -e inféricur sont blanes, se trouvent compléte- — 406 — ment soudés au tergum; une bande longitudi- nale, de couleur café légéerement rougeátre, occupe la partie superieure des épisternums et des épimeres; en dessous de cette bande, vient ensuite une tache sub-triangulaire noire moitié moins large, une bande blanche de lar- geur á peu pres égale á celle de la précéden- te, puis une autre bande noire, également lon- gitudinale, qui va sélargissant un peu vers la partie postérieure de l'épimére, et enfin une tache d'un blauc un peu terne qui s'allonge sur toute la longueur des flanes. Exceptée la partie iínférieure des paraptéres quw'occupe la derniére tache que nous venons de décrire, tout le reste de leur surface est entiérement café. | Le prosternam, qui est d'une teinte café clair légérement rosée, supporte le tubercule habituel de la familie; ce tubercule est droit. Le tégument du mésothoraxz est granulé; les épisternums du médipectus sont d'un jaune rougeátre tirant a café, tandis que ses épimé- res et ses parapteres sont brun foncé eb for- ment une tache sub-triangulaire de cette cou- leur. Le stigmate thoracique, organe ovale, convexe, fendu dans le sens de son grand axe, et bordé par un péritreme, se trouve sl- tué, á lextrémite inférieure de lPépimere et du paraptere; un autre orifice semblable se rencontre dans une position analogue au des- sus de chacune des cavités oú se trouvent in- sérés les hanches, ce qui, par conséquent, por- te leur nombre á six; le médisternnm et l'en- tothorax du médipectus sont café ainsi que le poststernum et l'entothorax du postpectus. Le derme du métathorax est également gra- nulé; le postpectus a lépisternum d'une cou: leur jaune un peu rougeátre; une moitié de la surface de l'épimére se trouve recouverte par une bande brune qui borde ses parties anté- rieure et inférieure, et l'autre moitié est d'un yl blane légtrement jaunátre; le paraptére a la méme teinte blane sale. Les deux paires de pattes autérieures et intermédiaires sont couleur café clair avec une légere telnte rougeátre; la longueur de chacuné Velles está peu pres ésale a cel- le (une des cuisses des pattes postérieures. Cette cuisse trés renflée, comme elle l'est d'ha- bitude chez les insectes sauteurs asa face ex- terne d'une nuance café un peu mélanien, sur laquelle ressort une tache blauche, qui ocenpe á peupresle tiers de la largeur de la cuisse et quí, partant de sa base, s '¿tend jasqua envi- ron la moitié de sa longueur; la forme dé la face quí nous occupe est lancéolee, et elle se trouve délimitée en haut eten bas par une carene qui a nalurellement la forme en fer de lance de la cuisse, et de laquelle pren- nent naissance d'autres pelites carénes paral- léles qui, se dirigeant en avant dans une di- rection un peu oblique, vont se rejoindre deux a deux (celles quí parient de la caréne supé- rieure avec celles qui nalssent de l'inférieure); ces petites carenes sont au nombre de 36. La face imférieure des cuisses est café rou geátre et elle a sa partie médiane canaliculée sur toute sa longueur; c'est dans ce sillon que la jambe vient se loger, lorsque pour sauter l'insecte la replie. La faceinterne de la cuis- se, le méme forme que J'externe et également divisée par des carénes analogues a celles que présente cette derniére, est café; ia face su- périeure, de méme couleur, possede deux ban- des transversales nolrátres et une carene mé- diane couverte de petites épines qui sont tiés inclinées, placées en dents de scie, nolres et excessivement courtes, de sorte que cette par- tie est tres rugueuse, on pourrait méme dire tranchante, lorsqu' on passe le dojgt dessus en allant de Vavant a Larriéere; elle paraíit, au contraire parfaitement lisse si on le proméne en sens inverse; les carénes de la face ex- 90 — 408 — terne présentent les mémes particularités. Les rotules sont noires sur leurs faces externe et interne et leurs appendices foliacés sont café á bases noires; la partie supéricure des rotu- les est café avec une teinte noirátre. La jambe est rougeátre, sub-triangulaire et, á sa face postérieure, elle a deux rangées d'épines assez longues, blanches a leur base et noires á leur extrémité, lesquelles sont bi- sériées, —10 se trouvant alignées sur le cóté externe et 12 sur l'externe.-— Chaque tarse est composé de 3 articles, dont J'intermédiatre est tres courl; ces tarses sont également d'une couleur café légérement rou- geátre, et ils possedent á leur extrémité deux eniífes nolres. entre lesquelles se lrouye la pelotte accoutumée. Les organes du vol qui, au repos, sont plaqués en toit sur labdomen, se composent dedeux alles inférieures, pliées, couvertes eb re- verses, et de deux supérieures ou hémélytres, désiguées sous le nom de tegmens, qui sont li Déaires et obtuses; les unes el les autres sont entiéres, incliuées et appliquées. Les tegmens n'ont jamais, du moins dá ma connaissance, été décrits par aucun auteur, une facon détaillée, comme cela a été fait pour les alles des lépidopteres, des dipteres et des hyménoptéres; ne trouvant pas cette táche remplie par mes devanciers, j'al étudié avec soln les tegmens de notre Acridium, étude quí ma fait reconnaitre la similitude ou ana- logie générale quí existe entre eux etles ailes des ordres que je viens de citer. Pensant qu'il pouvait y avoir lá une lacu- ne a remplir et quil pouvait étre de quelque utilité de déterminer exactement les différen- tes nervnres dont se composent les tegmens des orthoptéres, ainsi que les cellules formées par ces derniéres, J'ai cra pouvoir proposer, pour désigner chacune de ces parties, les noms dont je vais me “servir dans la description — 409 — suivante de c torgane de la locomotion adrienne de PAcridium qui nous occupe, tout en faisant observer que, pour désigner les différentes parties dont 1l est composé, j'ai choisi les me- mes termes qui ont déja été adoptés pour les parties qui sont entigrement semblables ou analogues chez les ordres sus mentionnés. J'ai táché de rendre encore plus claire la dé- termination dont je propose l'adoption, en accompagnant un croquis démonstratif, fig. 15, dans lequel se trouvent représentées les 6 nervures, les 12 nervules et les 183 - cellules qui forment le tegmen de notre orthoptére; cette détermination est la suivante: Les limites du disque ou surface de ce tegmen sont=A, labase, partie par laquelle il est réuni au thorax;—0, le sommet ou angle externe, angle quí se truuve á l'extrémité de Valle en opposition á la base;—D, '' angle ín- terne, celui qui au repos se lrouve réuni a son congénere de l'autre tegmen;—B, le bord externe. qui s'étend de la base au sommet;— [, le bord interne, celui quí, partant de la ba- se, la réunita lVauygle interne;—et P, le bord - postérieur, celual quí réunit ce dernier angle au sommet et qui, par conséquenf, est assez court. Les 6 nervures sont:—a, la nervure eostale quí, partant de la base, va rejoimdre le bord externe vers les 3/5 de sa longueur, forme elle- méme les 2/5 restants de ce bord, comme elle forme également le bord po:térieur et va enfin terminer.áa lVangle interne, ou elle se joint bout á bout avec la nervure anale dont nous parlerons plus tard;—b, la neroure sous costa- le, quiprend naissance á la base et va se réu- nit á la costale á peu de distance du som- met;—ce, la neroure médiane quí de la base, ou elle parait unie á la sous-costale pendant le premier 1/4 de la longueur de celle ci, s'a- Matice. presquen. ligne. droite au miliew du teginen jusqi'a la moitié de sa longueur, puis, — 410 — se relevant un peu et s'abaissant ensuite, va terminer á Vanale tout pres de angle in- terne;—d, la nervure sous-Médiane qui va éga- lement s'anastomoser á l'anale aux 2/3 envi- ron de la longueur de celleci;—e. la neroure anale quí, sortant de la base, savance en li: egne légérement courbejusyu'a se réunir boutá bout á l'extrémité de la costale a la hauteur de Pangle interne, comme je l'ai, déja dit; —£ la nervure axtllaire quí sort de la base ainsl que les précédentes, et va se perdre dans le dis- que du tegmen, vers le premier 1/4 de la longueur de ce dernier, sans s'anastomoser avec aucune aulre. Les nervules principales sont au nombre de 12:—g, nervule radíale, quí prend naissan- ce vers le 1/3environ de la nervure sous-cos- tale, sous laquelle elle s'étend en direction plus directe qu'elle, et va se réunir á la nervure costale entre Vextrémité de la sous-costale et le sommet;—h, nervule cubitale, rameau qui sort de la partie inférieure de la nervule radiale et á peu de distance de sa base, pour aller s'anastomoser á la nervure costale au point ou celle-c1 forme le sommet;--m, nervule trans- versale qui, depuis la nervure sous-médiane, quí lui donne naissance á sa partie supérieu- re vers les 2/3 de sa longueur, va rejoindre la nervure anale en formant une ligne assez ¡rreguliére;—o, nervule post-transversale qui part du dessousde la nervule ftransversale ef, quí, décrivant une ligne courbe, va également s'anastomoser á la nervure auale; - nervules paralleles l 4 VI, quí prennent naissance de la partie inférieure de la nervule cubitale et vont toutes terminer au bord postérieur; ces six nervules sont paralléeles et leur longueur augmente progressivement selon leur numéro d'ordre, de sorte que I est la. plus courte et VI la plus longue;—naervule paralléele VIl, ra- meau récurrent de la nervure médiane, qui nait de la partie inférieure de cette derniére Ea vers la moitié de sa longueur, et qui va s'anas- tomoser á la nervure anale entre les points oú la nervure médiane et la nervule trans- versale viennent rejoindre C:lle-ci; cette ner- vule VII se trouve donc séparée par la ner- vure médiane de la paralléle VI. Il existe encore deux autres nervules que je Wal pas nommées parce qwá la simple vue elles sont imperceptibles et se confondent avec la ñervure anale, quelles font paráitre beau- coup plus forte qu elle ne l'est en réalite; ees nervules sont situgées entre celle-ci et la ner- vure sous-médiane, qui leur donne naissanee, eb linférieure vers le 1/3. de la longueur du tegmen; Plune et Pautre accompagnent la ner- vure auale sur tout leur parcours. et marchent presque parallelement avec elle. Les nervures et nervules. décrites sont blondes ou d'un brun de teintes plus ou moins foncées; quelques-unes possédent méme ces deux coulenes. e Les espaces du tegmen limités par ces di- verses nervures el nervules, sont au nombre de 15, á savoir: —y, la cellule marginale qui se trouve placée au dessus de la nervure Ccosta- le:—í, la cellule costale située entre les nervu- res costale et sous-costale; k, la cellule mé- díiane qui est limitée:—en dessus par la ner- vure sous-costale, les nervules radiale et cu- bitale et la parallele VI,—et, en dessous, par la nervure médiane, son extrémité postérieure étant fermée par la nervure anale;—/, la cel- lule médiane située sóus la nervure médiane et la nervule paralléle VIl, et sur la nervure sous-médiane, la nervule transversale eb la ner- vure anale;—q, la cellule sous-médiane, entre la nervure du méme nom et Panale; —r, la cellule anale, espace compris entre les nervures anale et axillaire etle bord interne (1); £, la cellule axcllas- Quoiqu' imperceptible 4 la simple vue, cette esllule contourne out Eo box1d postérieur en dehors de Vextrómité de la nervure costale — 412 — re, qui se trouve située sous la nervure du méme nom et le bord interne; ces deux dernieres cellu. les sontincomplétes, leurs extrémités postérieu res étant communiquées;-s, la cellule radiale, placée entre la nervure sous-costale et la nervule radiale, qui se trouve fermée par Ja nervule costale, alnsi que—x%, la cellule cubi- tale qui se trouve entre les nervules radiale et cubitale; ces deux derniéres cellules sont tres étroites et tres allongées;—les cellules pa- ralléles 1 4 6, placées en dessus des nervules —désignées par les mémes ftuméros (1 á VD), sont limitées antérigurement par la nervule cubitale et postérieurement par la nervure cos- tale; —la cellule paralléle 7, qui se trouve en- tre la nervure médiane, la nervule parallele VII et la nervure anale;—n, la cellule post: anale, placée entre les nervules transversale et post-transversale, est fermée par la nervu re anale;—et enfin p, la cellule ¿ntermédiane est celle que Pon apercoit sousles nervules transversale et post-transversale et sur les ner- vules sous-médiane et anale. Nous venons de passer en revue les ner- Yures, nervules et cellules principales qui com- posent généralement le tegmen de notre Acri- dium, mais cependant 1l arrive que queiquwau. tre cellule est formée par la bifurcation en deux rameaux d'une des nervules paralléles (d'ordinaire de la nervule Il), et, dans tous les cas de ce genre qui peuvent se pré- senter, je .serais d'avis de nommer cellu- les accessotres celles qui seraient ainsi for- mées. Le tegmen est membraneux et toutes les cellu- les dont il vient ed étre question et dontest for- meé sa surface soni aleur tour composées d'une foule d'autres petites cellules, allongées et ir- et elle s'¿tend généralement jusqu' á l'extrémité de la nervure radia le; quelqi efois elle se réunit ála cellule marginale, et autrefois lea deux sont nterrompues et une autre bo:de le bord postérienr. Sy. / — 413 — régulieres lorsqu'elles se trouvent situses sur la moitié antérieure du disque, et. sub-rectan- gulaires et assez réguliéres quand elles font partie de sa moitié postérieure; ces petites cel. lules sont limitées par de fausses nervules longitudinales eb transversales; les premie- res divisent en deux parties á peu.pres éga- les les cellules principales qui sont comprises entre la nervure cubitale, lanale et le bord postérieur; les transversales sont presque 1m- perceptibles, elles gardent entre elles un certain parallélisme et velientles unes aux autres les fausses nervules longitudinales etles nervures ou nervules principales. lesquelles sont égale- ment á peu pres paralléeles. Dans les cellules cubitale et radiale, les fausses nervules v'existent pas, etles transver- sales, réguligrement espacées, réunissent deux á deux les nervures principales, le deuxiéme 1/3, de la cellule anale posséde de semblables nervules transversales et sub-paralleles, qui relient la nervure anale au bord interne, a Vextrémité de la cellule costale on observe également de ces petites nervules fausses trans. versales, mais clles "ont pas la méme régula- rité que Plon observe chez celles dont nous venons de parler. Par la description des nervures principales ou a pu voir que, chez notre Acrydyuam, le sys- teme se compose de six nervures, Le tegmen dépasse Pabdomen de 1/4 environ de sa lon- gueut; sa couleur générale est blanc sale, plus ou moins flavescent sur les cellules margina- le, costale, anale et sous —anale; la base des cellules costale et anale est brune et enfin des taches également brunes, mais tirant de plus en plus sur le noir vers la base, et d'au taut plus treillissées qu'elles se rapprochent du sommet, ressortent sur le fond clair du tegmen; ces taches proviennent de la coloration d'une partie des fausses nervules longitudinales et de quelques—unes des transversales, coloration — 414 — quí, pour ces derniéres, se généralise sur Pextrémité postérieure du tegmen, au dessus du 1/3 postérieur de la nervure anale. Je ne donne pas de deséription détaillée de la place occupée par ces taches, par la raison quelles ne sont pas. constantes, variant souvent de erandeur, de forme et d'emplacement selon le sexe, Pindividu, eb souvent méme d'un tegmen a Pautre chez le méme insecte, ce qui fait que je Wai pu recomaitre une forme typique pour ces taches, dontla /fíg. 1 donne d'allleurs une idée aussi exacte que possible de la pla- ce que généralement elles occupentsur le dis- que. Les ailes sont bles: incolores, avec 21 nervures longitudinales, flabellées et noires, et elles sont re eprésentees avec la plus scrupu- leuse exactiltude dans la fig. 4 qui en rend, par conséquent, completement innécessaire la description, du moment que toutes les nervu- res et les nervules longitudinales et trans- versales s'y trouvent figurées telles qu'elles existent dans la nature. Ces ailes, lorsque l'ingecte les replie, se doublent exactement conime les branches d'un éventail, forment 21 plis et, au repos, elles se pue dale totalement recouvertes par le tegmen; la fig. 5 montre la maniére dont cette opération Ss 'effectue. L'ex- trémité postérieure de ces ailes arrive juste a affleurer celle du tegmen et toutes les nervu- les transversales qu 'elles possedent sont faus - ses. abdomen est déprimé latéralement el en forme de toit, de sorte que, si On y Opéralt une coupe transversale, la figure qu'elle for- merait seralt sub-triangulaire. eb son sommet se' trouverait sur sa face dorsale. Une bande longitudinale, couleur chocolat, sélend sur cette face. Les cótés latéraux de abdomen sont d'une couleur café tirant á chocolat, et 11s sont pS de taches noires ou choco: lat dont la: «forme et las gra andeur varient — 415 — selon les individus, variations qui cependantne peuvent étre remarquées quía laide d'un exa- men comparatif approfondi.—De petites lignes courtes, longitudinales, paralléles et alterna- tivement blanches ou noires ornent lextrémi- té postérieure de chacun des segments de lab- domen, quí sont au nombre de 9; leurs extré- mités inférieures sont bordées par deux ban- des, dont Pune est couleur chocolat et Pautre blanche; celle-ci est quelquefois un peu flaves cente, et elle s'étend sans interruption sur toute la longueur de Uabdomen. La face ven- trale de ce dernier, couleur chocolat, est poln. tillée de noir et elle a en outre une bande médiane longitudinale qui est café clair. Sur chaque cóté latéral du premier seg- ment antérieur de labdomen se trouve une cavité semi-lunaire, dans laquelle quelques au- teurs ont cru voir les organes de l'ouie. A peu de distance de l'extrémité antérieure de chacun des segments intermédiaires et sur la bande blanche et membraneuse qui unit les arceaux supérieurs aux Inférieurs, se trouve de chaque cóté latéral un stigmate; ces slig- mates avec les thoraciques déjadécrits portent á vinet le nombre des ouvertures respiratoires que possede notre orthoptére. Dans les deux se- xes, lepygidium posséde un sillon transversal quiestsitué pres de sa base; il est déprimé laté- ralement. Les appeudices abdominaux du mále ont leur extrémité conique ou cidariforme, mé- diocre et un peu aplatie latéralement. La plaque suranale est relevée, et la sous-anale Watteinteénéralement pas l'extrémité postérieu- re de labdomen. Entre ces deux plaques se font remarquer deux palres de crochets robustes; ceux de la paire inférieure sont en forme de oriffe, eb légerement canaliculés sur leur face su périeure; quant aux deux crochets de la paire in- férieure. ils ont chacun, sur leur face supérieure une dépression destinée indubitablement a loger la partie convexe et inférieure des crochets 93 — 416 — supérieurs; la partie supérieure de ceux-ci qui est arrondie (convexe) á partir de la base, se releve pour s'incliner de nouveau, de sorte que les erocs que forme leur exfrémité sont diri- gés vers le bas. Les appendices abdominaux font défaut chez la femelle. Les piéces ter- minales sont au nombre de 4, á savoir: —2 latérales qui sont comme digitées et arrivent á peu pres au niveau de l'extrémité de l'abdo- men,—2 inférieures, dépassant de beaucoup labdomen, qui sont tres relevées et á extré- mité arrondie. La plaque anale est longue, cuntrairementá la sous-anale qui est trés coutr- te. La tariére est nule. Les segments postérieurs de l'abdomen, que Jai figurés dans toutes les positions pour les deux sexes (voir les fig. 6 a 14), étant assez augmentés pour permettre de voir les détails des diverses parties du pygidium et de lPhypopygium, me dispensent d'en faire une description plus étendue qui, d'ailleurs, ne serait jamais aussi Claire que celle qu'en don- ne le crayon dans les figures citées. En terminant la description de cet insecte, je dois faire observer que je lui ai conservé le nom sous lequel je Vai trouvé classé dans le Musée Zoologique de ll Université nationale (Cordova), mais que j/gnore ou il a été dé- crit par le doeteur BURMEISTER, Car, malgré toutes mes recherches et les informations que j'al prises, je v'ai pu arriver á savoir dans le quel de ses ouvrages ce savant naturaliste a tralté ce sujet; C'est pour ce motif quil wa été impossible de vérifier par moiméme si lespéce trouvée á Buenos Aires, nommée par luli paranense, est bien la méme que celle dont je viens de m'occuper et qui est la plus com- mune dans cette province. Malgré tout, comme la classification du représentant de cette espéce que posséde le Musée, a été faite par le docteur BURMEISTER lui-méme, je"n'ai pas le moindre doute qu'elle — 417 — ne soit celle qui lui convient et que notre insecte appartient bien a l'espece paranense Burm. : IV. ACRIDIUM PARANENSE BURM., VARIETE RIO- JANO WEYENBERGH, Dans le mois d'Octobre 1875, Monsieur J. Machado, de la Rioja, Inspecteur de district d'Agriculture, envoya a Cordova au docteur H. Weyenbergh, Inspecteur général de Zoolo- gie Agricole, quelques exemplaires d'uve nuée de criquets qui avalent envahi cette provin- ce et qui offraient la particularité d'avoir une teinte rouge sur le corps; cette circonstan- ce avalt éveillé attention de Mr. Machado qui, dans sa lettre, demandait au docteur We- yenbergh ¿si ces criquets appartenaient á les- pece A. paranense Burm.? Le docteur We. yenbergh lui répondit affirmativement, mais les différences de coloration du tégument que présentaient ces exemplaires, lui parurent assez notables pour établir une variété bien. dis- tincte, et 1l se détermina á la décrire dans son rapport mensuel au Chef du Département d' Agriculture, Mr. E. Oldendorff, ce quíil fit sous le nom qui se trouve en téte de ce cha- pitre; le rapport en question parut alors dans un journal de Buenos Aires. Ayant montré au docteur Weyenbergh des Acridiums á teintes rouges plus ou moins vi- ves que jlavais trouvés dans mon jardin, il re- connut inmédiatement que ces individus appar- tenalent á sa variété riojano, et il me racon- ta de quelle facon il en avait déja eu en son pouvoir et les autres circonstances qui préce- dent. Comme le rapport daus lequel a été décrite cette variété 1'a vu la lumiére que dans un journ«l politique, j'ai cru qu'il ne — 418 — seralt pas superflua d'en donner ici une nou- velle description, dans laquelle, pour ne pas me répéter, je me borneral á parler des diffé- rences quí existent entre cette variété et 1'4 eri- díium paranense Burm., type de lespéce, de sorte que les parties dontje ne dirai rien, sont entigrement semblables á celles du type: La longueur totale de l'insecte qui nous occupe actuellement est de 0052 pour le má. le et de 0u:-050 pour la femelle; le premier a 07.150 ct celle-ci 0125 d'envergure. Les an- tennes sont formées de 26 articles distincts, dont l'extrémité v'atteind pas toutaá fait la par- tie postérieure du prothorax; elles ont Ou 014 de longueur. La bande médiane de l'épicráne ou bande frontale est d'une couleur blanche un peu jaunátre, et elle n'est pas bordée de li- gnes brunes. Les tempes sont rouge brique clair, ainsi que les joues, l'occiput et les par- ties non decrites de lépicráne. Le post-épis- tome est recouvert par onze zÓnes, dá savolr: 9 de la caréne médiane, la centrale rouge bri- que, deux ligues brun-clair qui bordent les có- tés latéraux de celle-ci, puis viennent ensuite de chaque cóté—une ligne rouge brique clair, une ligne noire, une bande du méme rouge que LPavant derniére ligne, et enfin une autre ligne noire. La couleur de l'épistome est rouge bri- que. Le labre est aussi rouge brique á sa partie supérieure, située entre les sillons, et le reste de sa surface est d'une teinte café un peu claire. Les pieces basillaire, pré-basillaire et le menton sont jaune clair. | Le prothorax a une bande médiane d'un jaune légerement rougeátre, mais beauconp plus foncé qu» celui de la bande de J'épicrá- ne; cette premiere bande est un peu plus étroi- te que celle-ci á leur point de contact; sa ca- rene médiane est couleur rouge brique; les proportious des différents articles du tergum sont comme suit: Praescutum 2, Scutum 1, Scutellum 1 1/4, Postscutellum 5 1/2, La ban- — 419 — de supérieure des épisternums et des épiméres est rouge brique et la surface des paraptéres non occupée par la tache blanche est d'un rouge brique qui prend une teinte noirátre sur sa moitié inférieure. Les épisternams du mé- dipectus sont d'un rouge brique tirant a brun. Les épisternmums du post-pectus sont couleur jaune sale; ses épiméres sont mi-partie grises, mi-partie brunes, ef enfin ses parapteres sont gris. La paire de pattes antérieures ainsi que les intermédiaires sont rouge brique clair. les couleurs qui ornent les cuisses de la paire de pattes postérieures et qui different de celles de lA. paranense, sont: le rouge brique un peu noirátre qui, avec la tache blanche com- mune aux deux, recouvre sa face externe; la face supérieure eb linférieure sont rougeátres (les deux bandes noirátres se montrent sur la premiere). La rotule estnoire sur ses cótés latéraux, rouge brun sur sa face supérieure, et les appeudices foliacés de ses faces latéra- les sont blanc jaunáfre á leur extrémité et rougeátre á leur base. La jambe et les tarses sont rouge Clair. Les tegmens dépassent l'ex- trémité de l'abdomen de 1/3 environ de leur longueur. I'abdomen est latéralement un peu plus déprimé que celui de paranense, de sor- te que sa face dorsale est plus aigie. Ni: ACRIDIUM PARANENSE BURM,, VARBIETE AU- TUMNALIS, n. 11 m'était arrivé plusieurs fois de remar- quer certains Acridiens dont la couleur gé- nérale variait de celle de l'espéce qui fait or- dinairement son apparition dans la province, mais, quoiqu'en ayant pris note, je ny attachal d'abord aucune importance; plus tard, com- — 420 — me je nvapercus que ces remarques avaient toutes été faltes en temps d'automne, je Crus que les Acridiums changeaient de couleur a cette époque. Vers la fin de l'été dernier, la ville de Cordo- va a été envahie par une quantité de nuées qui ont cependant fait peu de dégáts aux envi- rons, parce que chacune de ces nuées était for- mée d'un petit nombre de eriquets (comparati- vement) et que, arrivées généralement a len- ¿rée de la nuit, elles prenaient leur vol au soleil levant. Moccupant déjáa de Pétude que je publie actuellement, je memparais toujours de quelques exemplaires de chaque nuée qui faisait apparition, et c'est ainsi que jal pu faire la remarque que la presque. totalité des Acridiums de ces nuées étaient tantót caté, tantót rouges et autrefois «gris. Ne pouvant plus me figurer que la tempé- rature ou létat cavancé de la saison produl- salent ces variations dans la coloration des Acridiens, car ces variations auraient alors été constantes chez tous ceux qui nous visl- taient et ces causes n'auraient pas eu d'influen- ce sur une nuée et non sur une autre, je dús me convainecre que j'étais en présence de diver- ses variétés de l'4Aerídium paranense, car les différences notées n'étalent pas assez importan- tes pour former des espéces distinctes, puls- qu'elles ne consistaient que dans la longueur du corps et la coloration du tégument. Une fois mis sur la voie, je distingual promp- tement l'Aerydium paranense Burm, type de lespéce, dont la couleur générale est café, et la variété riojano Weyenb. qui a des teintes rouges; il me restait done sans dénomination connue la variété que je vais décrire et dont la couleur dominante est le gris. t Le nom que j'ai donné a cette variété es. autumnalís, parce que je l'avais toujours re marquée en automne, et la description qui sul permettra parfaitement de la distinguer des au” — 421 — tres. Comme pour la variété riojano Wey., je dois observer que toutes Jes parties dont je ne m'occupe pas sontex tous points identiques, soit pour la forme ou pour la c loration, au type de l'espéce et que par conséquent la des- eription donnée plus haut pour celui-ci corres- pond parfaitement a cette variété; répéter ce qui a été déja dit pour le premier, n'aurait eu d'autre résultat qu'allonger ce mémoire sans utilité aucune: La longueur totale du corps du mále est de 0: 0525 et il a 0713 d'envergure; la femel- le a 0205 de longueur et elle n'a que 0115 d'une extrémité á lautre des ailes étendues. Les antennes sont blondes et composées de 26 articles assez distincts. Les yeux composés sont bruns et zébrés de sept bandes paralleles café grisátre; ces der- niéres et les bandes du fond sont á peu pres dégale largueur. Les ocelles sont chatains et ternes. La bande frontale est couleur chair, un peu plus large á sa base que celle de 1'4. paranense Burm., et elle est bordée de deux bandes brunes moins foncées que les lignes quí, Chez celui-ci, se trouvent dans la méme situation. Les taches qui se trouvent sur les tempes ne sont pas bordées des lignes jaune clair quí bordent cette tache que l'on remar- que chez le type de l'espece; le reste de la sur- face des tempes non recouverte par la tache citéee est d'une teinte gris clair tirant á café sur leur partie antérieure et brune sur la pos- térieure. Le labre est gris clair et le reste de la face d'un brun café. Les sillons dans les- quels se trouvent placés les torules ont une couleur café un peu jaunátre. Les piéces ba- sillaire, pré-basillaire, le menton et les lobes sont café grisátre. Le prothorax a son extrémité postérieure un peu inclinée; sa bande médiane moins lar- ge que la frontale á leur point de jonction, est de la méme teinte que celle-ci (couleur chair). — 422 — La carene centrale est jaune foncé et le reste du tergum est d'un brun mélanien qui se trou- ve étre plus clair sur le postscutellum. Les proportions quí existent entre les différentes di- visions du prothorax son les suivantes: Prae- scutum 2, Scutum 1, Scutellum 1 1/2, Postscu= tellum 5. La bande supérieure des épisternums et des épiméres est d'un jaune un peu rosé, alnsi que la bande médiane du tergum. Les parapteres pointiilés de noir sont d'une cou- leur grise légerement café, excepté leur extré- mité inférieure qui est blanche. Le prosternum et Pentothorax de lantepectus sont d'un café erisátre clair sur toute leur étendue. Les épisternams du médipectus sont de tein- te égale et pointillés de noir. Les épimeéres de couleur chair un peu flavescente ont sur leur partie inférieure une bande café. Les parap- teres couleur café grisátre sont aussi pointil- lés de noir. Le médisternum et lentothorax du médipectus, le poststernum et l'entothorax dupostpectus sontégalement café grisátre mais d'une teinte un peu plus claire; ils sont aussi pointillés de noir. I”épisternam du métathorax est díun gris clair, tirant á café sur sa partie inférieure et brun sur la supérieure; cette derniére teinte forme une tache triangulaire. L'“épimeére est d'un café gris un peu jaunátre, ainsi que le paraptére (du postpectus) et une bande brune assez étroite, qui part de lextrémité posté- rieure du paraptére, inmédiatement au dessus de la cavité dans laquelle se trouve insérée la hanche postérieure, se dirige en avant jus- que tout pres du bord antérieur de l'épimere. Les cuisses des deux palires de pattes an- térieures sont d'un gris tirant á café clair et elies sont pointillées de noir sur leurs faces su périeure et externe. La cuisse de la patte postérieure a sa fa- ce externe recouverte d'une teinte café sur toute sa partie supérieure et d'une blanche OS sur lP'inférieure; sa face interne est café gris clair de méme que l'inférieure etla supérieu- re; cette derniére a une tache uoire vers le demi-tiers de son bord latéral interne, couleur quí eu se fondant prend une teinte noirátre et ne se prolonge que jusqu'a la caréene médiane de cette face. Les appendices foliacés de la rotule sont gris á bases plus ou moins brunes. Les jambes des pattes postérieures sont cou-: leur café rosé et leur extrémité est nolre. La couleur générale du tegmen est d'un gris argenté luisant; elle est légéerement jauná- tre sur la base de la cellule marginale, et blauche aux bases des cellules axillarre et mé- diane; le blauc de cette derniére cellule est un peu grisátre les faussez nervules trans versales ont une teinte plus blanche que dans les autres variétes décrites, ebil possede beau- coup plus de taches brunes, qui sont plus ou moins treillissées. La base ef le bord interne des ailes infé- rieures sont vermillon; les nervures externes sont chatain foncé et les intermédiaires sont dub vermillon tres clair á partir de ces der- nieres et devient plus franc á mesure qu'elles se rapprochent du bord interne; les nervules et fausses nervu'es prennent la teinte des ner- vures entre lesquelles elles se trouvent sifuées. La bande médiane dorsale de labdomen est café; lextrémité inférieure de ses arceaux supérieurs est bordée d'une bande blanche, et le reste de leur surface est parsemé de taches café orisátre, café et nolres; l'extrémité pos- térieure des arceaux dorsaux, du deuxieme au cinquieme, est ornée de petites ¡jgnes nolres longitudinales et interrompues; les trois atr- ceaux suivants sont café clair lirant a gris. La face inférienre de l'abdomen est de la mé- me couleur café clair grisátre, mais elle se trouve pointillée de noir. Quoique les Acridiums décrits ne forment pas de nouvelles espéces, afin de faciliter les re- 04 — 424 — cherches des personnes intéressées áles étudier et quí voudraient les comparer soit á des spé- cimens vivants, soltavec les descriptions don- nées par mes devanciers, je me permettrai de cedent— donner un résumé des descriptions qui pré- ACRIDIUM PARANENSE Burm. frontalejaune elair bor- dée de lignes brunes; face jaunátre á carónes latérales brun foncé; tache triangulaire brun l'oeil A chaque mandi: bule; antennes chatain clair attelignant du prothorax, 28 arti- cles peu distincts. Prothorax: café un peu rougeatre; bande cen- trale jaune terne; care- ne médiane jaune-rou- geatre; flanes café; ster- num café clair légére ment rosé. épisteruums jaune- rou- geatre tirant á café; épiméres et parapté - res brun foncé; ster- num café clair. épisternums jJaune un peu rougeátre; épimé- res blanes jaunátre et tache brune boraant ses parties antérieure et inférieure; parapté- res blanc sale. Elytres: blanc sale, dé- passant l'abdomen de 14 de leur longueur; Téte: brun clair; bande noirátre s'étendant de juste l'extrémité postérieure Mésothorax: tergum et | Mcrathorax: tergum et ÁCRIDIUM PARANENSE, var. ríojano Wey. Téte: rouge brique clair; bande frontale blane un veu jaunátre á caréne médiane rouge brique bordée de lignes brun clair, les latérales noi res et peu saillantes; tache triangulaire brun noirátre s'étendant de lPoeil A chaque mandi- bule; antennes chatain clair n'atteignant pas lPextrémité postérieure du prothorax, 26 arti ¡eles distinets. Prothorax: rouge brique clair; bande centrale jau ne légerement rouged tre: carenemédianeron- ge brique; flanes rouge brique; sternum café clair rosé. Meésothorax: tergum Jjaune-rougeátre tirant á café; Episternums rouge brigue foneé; épiméres et paraptéres brun fon- cé; sternum café clair. Meétathorax: tergum jaune légérement rou- zgeátre; épisternums jau- ne sale; ép:iméres mi- partie grise et brune; paraptéres gris. Elytres; blanc sale, ué passant l'abdomen de ACRIDIUM PARANENSE, var. autumnalis n. Téte; café grisátre; ban- de frontale couleur cha- irá base large et bor- dée de 2 bandes brunes- face brun café flaves cent, carénes brunes; ta- che triangulaire brun tres foncé descendant des yeux á chaque man- dibule; antennes blon- desarrivantjuste A l'ex- trémité postérieure du prothorax, 26 articles distincts. Prothorax: brun wméla- nien, extrémité posté rieure inclinée; bande centrale couleur chair; caréene médiane brun foncé; flanes café grisa- tre; sternum café grisa- tre clalr; paraptére g'8 calé puintillé de noir. Mésotborax: tergum, évisternums,paraptéres et sternum café grisátre clair pointillé de noir; épiméres couleur chair un peu flavescente et bande café s'étendant sur ¡eur vartie inférieu- re. Métathorax: tergum jaunátre; épisternums gris clair tirant á café avec tache triangulaire brune; épiméres et pa- ¡rabtéres café gris un peu jaunátre Elytres: gris argenté luisant, dépassant 1'ab- 113 de leur lopguear: Aenida de 113 de leur ACRIDIUM PARANENSE Burm. rervures brunes; taches brunes et noires. Ailes: incolores; nervu- res blondes. Pattes antérieures etin- termédiaires café ciair un peu rougeátre. —Pat- tes postérieures: cuisse café noirátre ei bande médiane bianche inter- rompue sur la face ex- terne; l'interne et. la supérieure café; 1'infé- rleure café rougeátre; rotules noires; appen- dices foliacés café; jam- bes rougeátres. E 1 Abdomen: face dorsale chocolat; faces latéra les café tacheté de cho colat et noir; arceaux supérieurs bordés pos- térigurement de lignes blanches et noires (lon-| gitudinales); bande la-| térale blanche non in- terrompue; arceaux in- férieurs chosclat poin- tillé de noir et bande médiane café clair. Mále: long. 0,m 66-— envergure 0.m 160, Fen:elle: long. 0. 055— envergure 0. 135. NOTA: Les aecents la langue espagnole, limitée. de sorte que nous nous cer a par a ou á, ACRIDIUM PARANENSE var. riojano Wey. nervures brunes; taches ¡brunes et nOires. Ailes: incolores: nervu- res blondes. Pattes anterieures etin- termédiaires rouge bri que clair.—Pattes pos- térieures: culsses rouze de blanche interrompue sur sa face externe: les autres faces rougeátres: rotules noires, avvenual- ces Tollacés rougeatres ¡A base blanc jaunátre; ljambes et tarses rouge clair | Abdomen: face dorsale chocolat; faces latéra- et echocoilat; arceaux su périeurs bordés posté- rieurement «de ljignes longitudinales bianches et no!res; vande latéra- férieurs chocoiat poin- tillé de noiret bande médiane café ciair. Male: long. Om 052— envergure Om. 130— Femelle: long. 0. 050 — envergure 0. 125 grave et circonflexe sommes et e par é. brique noirátre et ban-; les café tacheté de noir| le blanche: arceaux in-; 'erisáítre pointillé ne SE 3 : - lLimprimerie n'en possédajt qu'une quantité tres souvent yu 0bligé de rempla- ¿£CRIDIUM PARANEN var. Sí, autumnalis n. longuear; nervulestrans versales bianches; ner vures brunes, taches noires plus nombreuses que dans les autres va- riétés. Aiiesá base et bord ex- terne vermillon; nervu- res .externes Chatuín foncé, les autres ver- million plus ou moins elair. Pattes antérieures et in termédiaires gris tizant á café elalr vointilié de noir sur leurs feces su- périeures et externes, — Pattes vostérieures: fa- ce externe. wi-vartle ca- é et blanc; les autres faces gris: «clair; rotuies S!|noilres; appenaices fo liacés gris a base brune; Ijambez café rosé; tar ses noirs- Abaomen: bande média ne aorsale café; seg- ments dorsaux choco- lat clairavec tachesnol res, café et carlé grisá- tre, vOráés postérieure- ment de vetiies ijgnes i¡onrgituainales nolres; les poOstérieurs café clalr grisátre; arceaux abdominaux café clalr de noir. Mále: long. 0 m 0525— envergure 0m 130— Femelle long. 0. 050 — envergure 0. 113— s'employant pas dans Nous espérons que les lecteurs voudrort bien nous pardonner ces substitutions que nous n'avons pu éviter, et au'ils serontindulgents pour les autres fautes d'impression qui ont pu se glisser dans cette norice s'1ls réfléchissent aux difficultés que lon a á surmonter pour faire jm- primer un ouvrage dans une Ao étrangére, inconnue des ouvriers typographes employés.—P, A, — 426 — IDE NEMOREA ACRIDIORUM WEYENB. HISTORIQUE. - Le4 Février 1879, une énorme nuée d Acri- dides Sabattit sur la ville de Cordova, lien de ma résidence; mon jardin en fut bientót rem- pli, malgré tous mes efforts pour ¡eui en inter- dire Pabord. o Toutes les tenfatives que je fis ensuite pour les en chasser ayant été inutiles, je me ren- dis á la fin et le leur abandonnal, me limi- tant seulement a lutter pour préserver la mai- son de cette invasion, et ce ne fut pas sans pelne que je parvins a la sauver des bandes quí Passaillaient continuellement. C est sur un grand nombre ('individus qui faisalent partie de celte nuée, que j'obser- val pour la premiere fois une Ccertalne manie- re de sauter et de voler qui ne me parut pas normale; en effet, je remarqual que tantót ils restalent immobiles et tantót sautaient de cóté et Pautre, sans qu'il me tút possible de m'ex- pliquer une allure si inusitée chez cet insec- te quí d'ordinatre, une fois posé, ne s'occupe qu' á dévorer tout ce quil trouve ása portée. Certain propos des gens de la campagoe- que la langosta (le criquet) était tuée par un ver lorsqu'elle était conjurée-me revint en mémoire, et je voulus m'assurer de ce que pouvalt avoir de vral une pareille assertion; ayant dans ce but disséqué plusieurs de ces Acridides qui paralssaient malades, je trouval dans leur corps de une á quatre larves, que je — 4291 — reconnus aussitót pour étre des larves de dip- teres. Etonné de ce fait que je navais vu men- tionné par aucun auteur, jeme proposal d'étu- dier cette question qui me parút tout de suite étre d'une véritable importance, car elle pour rait peut-étre avoir plus tard pour résultat, sinon lextinction complete du fléau qui vous occupe, la diminution pour le moius des rava- ges quil cause. En effet, étant connu un en- nemi aussi redoutable des Acridiens,— cette mouche quí les donne en páture á sa progé- nifure,—ne pourraitfon pas, en étudiant avec sol ses mosurs, arriver á propager et mul. tiplier une espece sI bienfaisante et si utile? Résoudre ce probléme, arriver á obtenir un pareil résultat, produirait un bien immen- se dont Jes conséquences seraient incalcula- bles, car, d'apres le nombre de larves que j'al vues dans les cas de myiasis produits par la Callíphora anthropophaga Conil, et celles quwont déposées á plusieurs reprises les Luct- lía César L. sur des matiéres organiques en vole de décomposition, d'apres des expériences que J'al tentées, et supposant les Nemoreas aussi fécondes que ces autres especes, je cal- cule que ce diptere doit donner de 250 a 500 ceufs par ponte; or, comme en moyenne il dépo- se 2 1/2 wufs dans le corps de chaque Acri- dien dont il a fait choix pour sa te c est done, terme moyen, 150 de ces Orthoptéres qui périssent par le fait de chaque Nemorea; pvur peu quon arrive á en augmenter le nombre, celul des criquets serait donc dimi- nué par ce seul fait dans une proportion enorme—1504 1; et comme la femelle de 14 erí- dim paranense pond en moyenne 60 oeuís, cette espéece se trouverait donc, lors de la ponte, diminnée de 9,000. individus gráce aune UN Némorea! IEnthousiasmé par la perspective (un tel résultat, je me mis immédiatement á loeuvre, — 428 — et je fis une collection d'une centaine de lar- ves, environ, que je me proposal d'élever, afin d'en suivre et d'en étudier toutes les mé- tamorphoses. Pour arriver plus súrement au but que je me proposais, je pris les précautions suivan- tes, apres m'étre muni de six bocaux de cris- tal dans lesquels j'installai mes larves:—1.9 sans aucune préparation;—2.9 sur une Cape de terre, chauffée préalablement pour tuer les insectes qu'elle pouvait contenir et qui auraient pu attaquer les larves, et convenablement hu- mectée ensuite;—3.2 avec de la viande seule; —4.2 avec un morceau de viande, placé sur une Cape de terre préparée comme je viens de lPindiquer;—5.9 leslaissant dans l'intérieur des sauterelles attaquées;-—et 6.2 dans le corps des sauterelles avec une cape de terre. Ayant pris toutes ces précautions, j'attendis impatiem- ment le résultat qw'allait me donner cette ex- périence, ayant cependant bon espoir de ré- ussite. En faisant ma collection de larves, je ne mabquai pas d'étudier la facon dont se con- duisent ces parasites, et je me certifiai que nos larves rongent peu a peu l'intérieur des criquets, tout en laissant cependant parfaite- ment intacts Je tube digestif et les autres or- ganes principaux, lesquels ne sont attaqués que lorsque les autres parties moms importan- tes ont été complétement dévorées. Jusqua ce que ce moment arrive, l'Acridium vole, mange, digére parfaitement et il ne donne a connaitre en aucune facon le supplice qu'il doit endurer. Ce n'est que lorsque les larves arrivent aux parties essentielles de léconomie de notre Orthoptere, que celui-c1 parait comme affolé, indice certain de sa mort prochaine. Les criquets attaqués par les larves de la Nemorea, ont en général une petite blessure ronde au cou, ou, pour mieux dire sur la membrane qui unit la téte au corselet; cette — 429 — blessure est plus ou moins bien cicatrisée se lon Váge des larves, circonstance qui m'a ame- né a conclure que C'est par cet endroit que le diptéere fait rentrer son oviscapte pour introdui- re ses ceufs dans le criquet, súr qu'une fois nées, les larves trouveront sans travail une nourriture abondante et qui leur convient sous tous les rapports. Durant mes observations, Jal souvent vu des larves sortir du corps des Acridiums, par ce méme endroit ou, a létat d'oeufs ils y avalent été introduits. Ce fait, lorsque pour la premiére fois il se préseuta á ma vue, me fit supposer que ces larves parvenues a leur entier développement, avaient besoin de chan- ger de milieu et que, du moment quelles aban- donnaient le corps du criquet, elles n'avaient dautre but que de penétrer dans la terre pour y opérer leurs métamorphoses. CUette sup- position était vraie, comme plus tard lobser- vation m'en a donué la preuve, car plusieurs larves tombées sur le sol sy murent jusqu'a ce qu elles eussent trouvé un endroit convena- ble, qW'elles commencérent á perforer et ou elles ne tarderent pas á sintroduire. C'est á cette observation que je suis redevable de Pidée que j'ai eue d'introduire les capes de terre dans quelques-uns des bocaux destinés aux expériences, ce dont je me suis félicité ensuite. Le 4 Février, je recueillis done mes larves et je commencal leur éducation; le 5, je re- marqyual que quelques-unes démontraient de l'inmquiétude, et celles que j'avais mis avec de la viande se cachent dessous, au lieu de péné- trer a lintérieur comme les larves de la Cal- liphora anthropophaga Conil; comme celles-ci, elles sont entourées d'une liqueur visqueuse, mails qui est jaunátre au lieu d'étre verdátre comme celle que sécretent les premiéres; le 6, deux métamorphoses s'éffectuent, et chaque jour suivant je trouve de nouvelles coques; — 430 le 10, les derniéres transformations ont lieu il ne me reste plus de larves vivantes, tou- tes celles qui ont survécu sétant métamor- phosées en nymphes. Le 20 au matin, je trouve deux dipteres sortis des deux premiéres coques oObtenues, Pun des deux est difforme et jen donnerai plus tard Ja description; le sore 11 en a au: tre En tout, je wal obtenu que 11 insectes par- faits, car beaucoup de larves sont mortes, et une quantitó de nymphes ont avorté. C'est donc quinze jours apres la transfor- mation des larves en nymphes, qua lieu leur métamorphose en insecte parfait. LARVES,. La larve que j'al figurée étalt la plus dé veloppée de toutes celles que jJ'al eues en mon pouvo)lr; sa E maxima était de 0.0127, et sa plus grande largeur, située vers l'ex- trémité postérieure du dixieme segment, avait 0.004. La forme générale de nos larves est lan céolée, un peu aplatie, arrondie á leur ex- trémité postérieure et atténuée a lantérieure; cette derntére est armée de deux Herochels noirs, écallleux, falculaires ou plutót acinacifor mes, eb au dessus desquels se trouvent situées deux protubérances charnues, globulalres, et sur lesquelles se font remarquer deux appendi- ces mastoides; 1l peut se faire que ces protubé rances solent destinées a protéger les crochets ou peut-óátre remplissent-elles loffice de pal- pes (Le corps est formé de 12 segments dont l'extrémité antérieure est bordée par une couronne composte de 3, 4 ou 5 rangées de petits mamelons surmontés de petites épines; ces couronnes de teinte légerement blonde res sortent peu sur la couleur générale au corps quí est d'un blanc mat, sur lequel tranchent o lo trois taches orangées: la premiere, assez lar- ge, est située sur le cinquiéme segment ct sa longueur est la méme que escencia deuxiéme, plus étroite que Pantérieure s'étend sus le sixieme et une partie du septiéme seg- ment; la derniére, encore plus étroite et allon- gée que l'intermédiaire, recouvre la partie mé- diane du corps depuis la couronne da huitié- me segment jusqu'a l'extrémité postérieure de la larve. Cas taches ne se voient que sur la fa- ce dorsale et ne paraissent pas provenir du pigment de Pépiderme, mais pluiót du tabe di- gestif, quí s'apercoit par tre ansparence au tra: vers du derme, et leur forme v'est pas cons- tante, mais varie légerement lorsque la larve respire. A Vextrémité postérieure du corps, se font remarquer deux petites protubérances mamne- lonnées qui se trouvent placées sur deux émi- nences cylindriques, eb qui ne peuvenf étre que les stigmates qui donnent entrée a Pair dans les trachées postérieures. Le dernier segment postérieur n “est.a pro- prement parler qu'un bourrelet circulaire qui borde une surface convexe, noire, et percée d'une quañntité de petits trous circulares. La marche de ces larves n'est pas tres ra- pide et elle s'opére, comme dans la généralité des larves des diptéres, de la maniére suivan- te: sappuyant sur les épines dont il a déja été question, elles allongent leur corps en avant, puls, s'acerochant avec les mandibules, elles contractent tous leurs segments postérieurs; renvuvelant continuellement ces meauosuvres, elles avancent ainsi peu á peu eb assez lente- ment, car elles sont loin de pouvolr atteindre la vélocité des larves de Calliphora anthro- popraga Conil. Le chaque cóté latéral du deuxiéme seg- ment existe un stigmate quí se distingue avec peine, les petits mamelons épineux quí le e dent ayant une couleur blafarde qui ne res 919) — 432 — sort pas sur la teinte blanche du corps, avec laquelle elle se confond. Ces larves ont probablement leurs mues, mais, dans ce cas, elles sont si peu pronon- cées que je Wai pu les apercevoir; au mo- ment de leur métamorphose en nymphes, leur derme se racornit, prend une forme ovoide, et forme la surface extérieure de la pupe ou coque, d'ou sortira plus tard l'insecte parfatt. NYMPHEHES La coque, ftormée de la matiére écailleuse provenant du tégument durci de la larve, est blonde lorsque la métamorphose vient de s'o- pérer et, avec le temps, elle devient de plus en plus brune jusquw' á ce qu'elle arrive á la teinte acajou obscur. Sa forme est subcylindrique et á ses deux extrémités, qui sont plus ou moins arrondies, apparaissent les organes buccaux et lesappen- dices postérieurs, qui sont les uns et les au- tres trespeu reconnaissables, se trouvant rata- tinés et racornis par la dessiccation qui s'est opérée sur tout le corps de notre larve. Les épines qui se faisaient remarquer aux extré- mités antérieures des segments de la larve, forment neuf couronnes qui s=ules font recon- naitre les divisions de ces segments, Ces épi- nes sontbeaucoup plus visibles qu'elles ne J'é- talent sur la larve, car au lieu d'apparaítre comme avant sur de petites éminences mas- toides, elles se sont transformées avec celles- ci en pyramides triangulaires, de couleur as- sez Claire qui tranche sur la teinte obscuare de la coque et permet de les apercevoir faci- lement. La longueur de la plus grande des coques que j'ai mesurées, était de 0.0085 et elle avalt 0,0035 de largeur maxima. — 433 -- Les larves transformées en nymphes le 6 Fé- vrier devinrent insectes parfaits le 20 du méme mois, de sorte que 14 jours furent suffisants pour parfaire les formes des nymphes, et pour que celles-ci opérassent la derniére des mé- tamorphoses que notre diptére doit subir avant d'étre adulte. Le moment de cette transformation étant venu, le diptere fait force avec la téte sur la pa- rolantérieure de la coque qui le renferme, et cel- le-ci, se séparant de la coque á la hauteur de Vextrémité postérieure du troisieme segment de la larve, saute comme uue calotte et donne passage a la Nemoraea; il arrive quelquefois que cette calotte reste attachée á la coque par une partie étroite qui, faisant dans ce cas office de charniére, permet á la calotte en question de se relever, de maniétre a laisser un passage ouvert par ou va sortir notre dip- tere. INSECTE PARFAIT. La Nemoraea acridiorum Weyenbergh, fatt partie du genre Vemoraea, sous-tribudes Ta:- chinarice, groupe des Creophíilce, tribu des Mus- cido, ordre des Dipteres. Diaenosis. Caput thorace paulo lattus. Linea frontalis nigricans, oculí lateralibus duabus lt- nels albis cireumdati. Serobiculi albicantes. Antennarum articulus secundus castaneus, ar- ticulus tertius nigricans, compressus. Epíisto- ma non-prominulum. Palpae nigricantes. Tho- raxz ovutformiís flavo-canescens, quinque línets nigyris interruptis ornatus. Alarum nerot fus- et. Nervus externo-medianus post cubitum sur- sum flexus, nervus axillarís adest. Cellula sub- costalís indivisa. Cellula postertor primera se- mi aperta, marginem attingens ante alae ex- tremum;, cellulae posteriores 2.4 et 3.2 adsunt. Cellula analis brevtís est. Pedes nigricantes nec: non ptos. Abdomen subcordatum, niyrum co- nd raleo refulgens; macula JMavo- -canescente tn par- tibus lateralibus 2 3% et 4 segmentorum. Femina. Caput thorace paulo angustius. Serobicalí nigricantes. Eptstoma paulo promi- nulum. Abdominis 1 segmentum metallico-ca- nescens, línea anteriore nigra; 2% et ¿3% seg- menta nigricantia linea mediana atra inter- rupta el cireumdata linea albo-cinerca posterto: ri lateralique; segmentum 4" macula cinerea mediana lineís nigyris etreumdata interruptis; in partibus lateralibus macula nigra parva adest, cotera ernerca. | Ce diptére doit son nom a mon excellent ami le docteur WeYeNBERGH qui, le premier la fait connaltre dans un article intitulé «Los animales útiles y dañinos á la agriculiura» quil a publié en 1875, dans les «Anales del Departamento de Agricultura», pages 4609 á 466. Lorsque je fis le plan de cette étude, le docteur WEYeNBERGH se trouvait alors en Eu- rope, eb ce n'est qu'a son retour, lorsque les dessins étaient déja falfs eb que je n'avais qua écrire le texte, dont j'avais déja tous les matériaux réunis, que, lui parlant du travail que javais commencé, il m'apprit quil avait déja fait la publication citée, dontil me donna connaisance plus tard, apres avoir. mis en otr- dre sa bibliotheque. Apprenant cette nouvelle, je voulais aban- donner mon projet, mais lui-méme me dissua- da et mengagea au contraire á le mettre á exécution, conseil que je me suis décidé a sulvre. NEMOREA ACRIDIORUM WEVENB. MALE, La longueur totale de Pexemplaire le plus développé que Jal eu entre les mains était de 8,0733. ? La téte, plus large que longue, est assez déprimée depuis Pextrémité inférieure du front; — 439 — elle est ordinaite et un peu plus étroite - que Vextrémité antérieure du prothorax; sa lon- gueur est de 210207, sa largeur maxima de 20814, et elle a 1mm516 d'épaisseur. Les yeux á facettes, quoique á cóté antérieur arron- di et le postérieur légerement redressé, pré- sentent cependant une forme subovalaire; leur couleur est marron, et ils out leur grand axe de 119"931 de longueur et leur petit de 110,213, Les cornéules qui recouvrent leur face exter- ne sont au nombre de 4996 et elles ont 01-025 de diamétre. La bande médiane du front est nolrátre et retrécie sur le vertex, ou se volt la tache habituelle quí est noire et sur laquel- le se trouvent situés les 3 ocelles, qui sont marron clair et ont 027044 de diamétre. A la hauteur du vertex, la distance qui sépare : les yeux composés est de 02347. La bande médiane frontale est bordée latéralement par deux bandes blanches qui entourent les yeux. Les joues sont d'un blanc brillant et elles sont : parsemées de soies noires qui leur donnent une teinte grise lorqu'on les regarde obliquement. Toute la partie inférieure de la téte est noi- rátre, teinte qui reccuvre également l'occiput. Les fossettes ou sont insérées les antennes sont d'un blanc légérement grisátre; elles ont Qu.993 de longueur, 0.927 dans leur plus grande largeur, et seulement 0430 á leur base. Les antennes ont leur premier article trés court; Particle intermédiaire est marron et a une longueur de O0nm275; le troisieme est noirátre, en forme de palette et sa longueur est de Cum436; le style que cet article ter- minal supporte est noir, d'une longueur de Quam817, et wa que le premier tiers environ de sa partie dorsale qui se trouve étre muni de soies, lesquelles sont assez courtes. Le vestibule buccal a Omm872 de longueur, et sa largeur maxima est de 0734, Le péristo. me a 0.651 de longueur, et 02486 dans sa — 436 — plus grande largeur, dontla moindre va que Om.m320. La trompe est complétement noire, luisante, et sa longueur totale est de 11-945; vu de profil, cet organe a son extrémité ter- minée par un lobe qui a 01513 de longueur; les palpes sont claviformes et noirátres et ils ont 0= 1623 de longueur et Oum110 d'épalsseur maxima. La longueur totale du thorax est 39-507 et sa largeur maxima de 20m841; son aspect général est d'un gris jaunátre, sur lequel se font remarquer cinq bandes noires longitudinales; il est velu et bordé de longues soies noires. La fig. 26 représente ces soles et donne le dessin exact des bandes qui, vues sous une forte augmentation, sont irréguliéres, mais pa- raissent réguliéres lorsqu'elles sont observées á la simple vue. Ces bandes s'étendent sur toute la longueur du prothorax et du méso- thorax, qui sont, par conséquent. divisés par elles en onze zónes alternativement grises Ou noires. l'extrémité postérieure du mésothorax est bordée par une tache transversale noire, dont la partie la plus large s= trouve située sur la ligne médiane du thorax, ou elle for- me une pointe de laquelle part de chaque có- té, et en décrivant une courbe, l'extrémité an térieure de cette tache, de sorte que, tout en faisant ressortir les bandes grises, la tache dont il est question, fait paraítre le mésothorax terminé par deux festons assez réguliers. Le métathorax est gris et il posséde une tache médiane noirátre, laquelle ne s'étend que jus- qu'aux trois quarts environ de sa longueur; a son extrémité postérieure se font remarquer deux longues soies noires, dont la longueur atteint 11865. Le prothorax a 0u.m 993 de longueur, le mésothorax 11m 710, et celle du métathorax est de 12m103; ce dernier a une largeur de 10.873 a son extrémité antérieure. L'abdomen se trouve composé de 4 seg- — 437 — ments; sa forme est conique, ou plutót sub- cordiforme, etil a 3mw410 de longueur et 2 mm869 de largeur maxima; cette derniére se trouve située á la hauteur de la suture du pre- mier et du deuxiéeme segments. Le premier segment antérieur est complétement noir, et les trois autres présentent deux aspects diffé- rents, selon quíils sont vus de face ou que le regard de lobservateur est dirigé en direction oblique d'arriére en avant. Dans le premier cas, le deuxiéme segment montre:—une tache médiane noire,—une tache noirátre, a reflets bleuátres et tachetée de roux foncé de cha- que cóté de la noire citée,—une tache d'un gris jaunátre sur chacune des extrémités laté- rales, qui ne sétend que sur la moitié anté- rieure de la longueur du segment, l'autre moi- tié étant recouverte par une bande transver- sale noire, laquelle se prolonge en avant et forme par conséquent une tache en équerre, qui borde la tache grise flavescente dont nous venons de patler et qui va s'unir a la bande noirátre dont il a été question précédemment; —le troisieme segment, dans le cas qui nous occupe, ofífre les mémes taches que le deuxié- me, avec la différence que la tache latérale (grise flavescente) occupe les deux tiers de la longueur du segment et que la bande noire quí la borde reste naturellement plus étroite que son analogue; la bande médiane notre est également plus étroite;=le dernier segment est noir avec une tache grise á teinte jaunátre sur chacun de ses bords latéraux. C'est cet aspect que le mále de la fig. 26 représente. Dans lesecond cas, c'est á dire quand l'ab- domen est vu darriéere en avant un peu en raccourci, les trois derniers segments sont d'u- ne teinte jaune terne, sur laquelle ressortent trois bandes longitudinales noires; ces dernié- res ont, sur le deuxiéme segment, une largeur dun peu moins de la mo:tié de celle des ban- E 433 rad des jaunes qui sont formées par elles; elle noccupe que le tiers du troisieme segment, et le cinqguieme environ du quatrieme. Les ailes sont écartécs, transparentes, in- colores, et elles ont 71063 de longueur sur 2m0759 de largeur. Les nervures qui sont brunes ressortent tres bien sur le disque in- colore de Paile; Pexterno-médivire est arquée aprés le coude, ainsi que la 2.* transversale oblique; une nervure axillaire existe. La cel- lule sous-costale n'est pas divisée; la 1.2 cel- lule postérieure est entrouverte et elle atteint le bord avant lextrémité de laile; une 2 et une 3* cellules postérieures existent, alnsi qu'une cellule anale courte. Les cuillerons sont grands; ils ont 0u-817 de longueur, eb 19-213 de largeur; leur cou- leur est d'un blanc mat légerement jaunátre. Les balanciers, de méme cuuleur que les cuillerons, ont le style de 0w-"247 de longueur, son épaisseur étant de 0055; le bouton ter- minal a 0%-096 de diamétre. Les pattes sont nolrátres, velues, et leur longueur estpour la premiére palre 8-" 226, pour la deuxieme. 8.4315, et. 81-380 pour la. palre postérieure; dans ces derniéres mesures ne se trouve pas comprise la longueur des crochets Mel des tarses qui est de 0370, NEMOREA ACRIDIORUM WEYENB, FEMELLE. La femelle la plus développée, entre celles que jJ'al obtenues, avait une longueur totale de (mm923. La forme de la téte vue de face est la méme que celle du mále, mais de profil, la dépression dont j'al fait mention pour celui-ci est bien moindre; la téte est d'ailleurs un peu plus large que lVextrémité antérieure du pro thorax, eb ses dimensions sont les suivantes: longueur 1%-936, largeur 22538, épalsseur 11m489. A Les yeux á réseaux, marrons comme ceux du mále, ont 1=:600 de longueur, 02993 de largeur, et chaque cornée compte 4814 facettes, dont le diamétre est de 02021. A la hau- teur du vertex, la distance qui existe d'un csila autre est de 0839. Les ocelles sont d'un noir luisant qui se détache sur la couleur gris jaunátre de la tache ordinaire de la bande frontale; ces stemmates ont 0mw088 de dia- métre. La forme des antennes est la méme que chez le mále e leur deuxiéme article, long de de 0165, estmarron, tandis que le troisiéme est nolirátre; ce dernier a 0541 de longueur. Le style est pubescent sur sa face dorsale jus- qu'a la moitié de sa longueur, qui estde 0762, L'occiput est noirátre ainsi que la partie inférieure des joues, et les fossettes sont d'un gris foncé; la longueur de ces derniéres est de 10043, dimension qui est la méme pour leur largeur maxima, etá leur base elles n'ont que On-2486. Le vestibule buccal a 12-048 de longueur sur une largeur de 07-"486, Le péristome, long de 022839, a0%x541 de largeur maxima et 0-2320 pour la minima. La trompe est noire, luisante, etde 112135 de longuenr; son lobe terminal a une largeur de 0»-508; les palpes ont 0996 de longueur et leur épaisseur maxima est de Qumif]5. Le thorax, dont les bandes sout semblables a Ccelles qui recouvrent celui du mále, a 3mmi34 de longueur, et 22428 á sa partie la plas large; les divisions principales qui le com- posent ont les dimensions suivantes: Protho- rax, longueur 0872 mésothorax, longueur 1.489; métathorax, longueur 02=762, largeur maxima ]mm489, Les ailes, dont les nervures et les cellules v'offrent pas la moindre différence, comme dis- position, avec celles du mále, ont chacune a de longueyr el 223171 de a 3) — 440 — La longueur des cuillerons est de 01.768 et ils ont 12.140 de largeur. Les balanciers sont completement recouverts; le style a 07 "240 de longueur et son épalsseur est de 0u»048; le diamétre du bouton terminal est de 0u-2092, Les dimensions des pattes sont les suivan- tes: 1e paire, longueur 8064; 2 paire, 87-054; 3e paire, 8um215; je dois faire observer que dans ces mesures ne se trouve pas comprise la longueur des crochets qui est de 01.368, "abdomen, plus ovalaire que celui du mále, a une longueur de 32.300 et, á sa plus grande largeur, il a 2m759; son 1 segment possede une tache médiane noire, qui sétend trans- versalement sur toute son extrémité antérieu- re de facon a border le métathorax, tandis que les autres parties de ce segment sont d'un gris métallin; le 22 segment offre une bande médiane, longitudinale, noire et interrompue pres de Pextrémité postérieure, baude qui est bordée de chaque cóté par une autre d'un blanc cendré, qui va s'élargissant peu a peu á sa moitié postérieure et dont le bord exté- rieur séloigne de plus en plus de la bande médiane, au dessous de laquelle les deux ban- des blanches se rejoignent; vient ensuite une autre bande noirátre dont la partie postérieu- re se prolonge transversalement jusque sur le bord latéral du segment, en dessous d'une tache également couleur blanc cendré, qui est située sur la moitié antérieure du bord laté- ral du segment qui nous occupe;, le 3% seg- ment présente les mémes bandes et taches du deuxiéme, avec les seules différences que ses bandes sont plus étroites que celles de celui-ci et que ses taches blanc cendré latérales s éten- dent sur les 2/3 de la longueur de ses bords latéraux; le 4% a, sur un fond blanc cendré, une bande grise médiane, dont la largeur di- minue vers l'extrémité postérieure du segment et de chaque cóté de laquelle existe une ban- de noire interrompue, oblique, arrondie á son — 441 — extrémité postérieure, qui s'étend sur la -moi- tié de la longueur du segment, et qui occupe á peu pres la moitié de l'espace compris en- tre la bande médiane et le bord latéral; enfin, snr chacun des bords latéraux de lextrémité postérieure de ce méme segment, apparaít une autre petite tache noire. La longueur de la vulve est de 0m-m452, MONSTRUOSITE Avant de passer outre, j'al cru devoir fai- re mention dune des femelles de NVemorea acridiorum née avec une contormation si mons- trueuse qu'elle m'a paru mériter d'étre figurée, La fig. 29 en donne le dessin exact. La longueur totale de ce phénoméne était de 0= 008; une des ailes completement atro- phiée, au lieu d'étre étendue et transparente comme d'habitude, était épaisse, diftorme, ne montrait aucune nervure, et le tégument qui la recouvrait était absolament identique á ce- lui du thorax et velu comme lui. La téte est vue de face et de profil dans les flg. 30 et 31; la face est tres alongée et, au milieu du front se fait remarquer une Ca- vité pentagonale; les antennes n'étaient pas, comme d'habitude, logées dans les fossettes mais bien saillantes, et, de chaque cóté, se faisaient remarquer deux grands lobes figurant des ca- roncules semblables á ceux qu'offrent certalnes especes d'oiseaux. Ce monstre fut un des deux dipteres qui naquirent les premiers (le 20 Février) et, mal. eré ses difformités, il vécut aussi longtemps que les autres. Son vol se ressentait de la con- formation défectueuse de lPaile et de celle de la téte, car il était lourd et contrastait avec le vol si léger des autres; la direction sulvie par lui, au lieu d'étre en ligne droite, était étrange et déterminée par le poids anormal de la téte (qui sans autre cause aurait déter — 442 — miné une courbe), et lVatrophie de Vaile qui le faisait incliner á droite; de sorte que, grá ce á Vélan primitif, la figure décrite était une parabole, á plan semi-incliné, qui se terminait invariablement par un choe de l'extrémité an- térieure de la téte contre la parol intérieure du bocal dans lequelil se trouvalt prisonnier; il était parfaltement visible que, malgré tous ses efforts, notre petit monstre ue pouvalt arriver au but quil se proposait d'atteindre, mais quil allait ou 11 pouvalt. Il est indubitable que j'al dí étre la cause involontaire de la difformité en question, mal- gré tous les soins que Jal eus et toutes les précautions que j'al prises, ne soulevant et transportant les larves quí avec. un morceau de bols tendre bien éffilé, et ne salsissant les coques qua Paide dune pince a pointes de baleine tres souple; mails, comme il s'est sou- vent présenté le cas d'avoir á délacher les nymphes de la viande putréfiée, á laquelle elles adhéraient parfols tor temen t, quelque ] pres- sion un peu trop forte d'aura pue ótre évitóe en pratiquant cette opération, et je soupeonne que le phénomene quí nous eccupe ra pas eu (autre cause. Je ne m'étendrai pas davantage sur cette monstruosité, que j'ai pourtant cru devolr citer en passant, quoique elle n'offre pas un intérét scientifique réel (la cause déterminante n'étant pas prouvée), surtout aujourd'hui, apres les Iintéressantes expériences de E. (¡EOFFROY SAINT —HILAIRE eb Cl. DARESTE, qui se sont beaucoup occupés de ces questions et sont presque pat- venus, en opérant sur les ceufs, á produire chez les sallinacés les difformites qu'ils désiraient. — 443 — VIE CALLIPHORA INTERRUPTA, AS Aa) Des larves que je recueillis, le 4 Février de Pan passé, dans le corps des Acridiens qui envahirent cette ville, et que j'al élevées com- me je Pai déja dit, il ne me naquit que onze diptéres, parmi lesquels un se trouvait appar- tenir á un genre completement distinct de ce- lu de tous les autres, car (y compris le monstre dontil vient d'étre question) dix faisalent par- tie du genre Vemoreae et lautre était visible- ment une Calliphora, seul spécimen que j'al eu en mon pouvoir, et que jal nommé rnterrupla, je dirai plus tard pourquol. Lorsque je fis ma récolte de larves, je pris les premiers Acridiums qui me tombeé- rent sous la main, et je Wai fait aucun choix parmi les larves qui se trouvalent dans leur intérieur, d'autant plus qu'elles me parurent toutes semblables; mais comme jJ'obtins 10 Nemoreae acridiorum Weyenb. et ur seul exemplaire de l'espéce ci-dessus mentionnée, Jal d'abord jugé celle-ci comme bien moins bienfaisante pour agriculture que la premiere espece; plus tard, ayant réfléckhi plus múre- ment, j¡'al pensé que ce jugement pourrait bien 8tre prématuré et cette opinion completement fausse. En effet—¿le hasard n'a-t-11 pu me faire tomber plutót sur des Acridiens victi- mes de la N. acrídiorum que sur ceux qui avalent eu maille á partir avec la C. inter- rupta?—¿les larves cu les nymphes de celle-ct, ne peuvent-elles pas étre plus délicates que les autres? —Dans ce cas, ayant pas eu leur ali- mentation ordinaire et leurs milieux habituels, il a dá, en proportion, sen perdre une bien plus grande quantité, et rien ne nous prouve que la plupart des larves mortes et des coques avortées n'étaient pas des larves de l'espece dont nous nous occupons actuellement, — 444 — Cette premiere expérience ne m'a donc pas paru assez concluante pour pouvolir affirmer qu'il en est ainsi que j'avais pensé en premier lieu, puisque je vai pu distinguer les larves de Pun et lautre genre, tant elles se ressem- blent; il faudrait répéter les expériences, pren- dre des larves destructrices de plusieurs nuées, que toutes les larves recueillies arrivassent á se transformer en insectes parfaits, et ce n'est quien vue de semblables résultats, qu'on pour- rait assurer quelle espece est plus nuisible que lPautre aux Acridiums, si NV. acridiorum est plus bienfaisante que C. interrupta, et que cet- te dernitre est par conséquent pour Pagricul- ture un auxiliaire moins efficace que celle-lá. En attendant, le doute sur ce point est per- mis jusqu'á preuve du contraire. Quorquil en soit, et malgré que je 1'ai eu en ma possession qu'un seul exemplaire de Calliphora interrupta, Jai cru intéressant de le décrire, ce dont lespece n'aura pas á se plaindre, car je lui procurerai ainsi des amis dévoués parmi tous ceux quí s'occupent d'agri- culture et quí auront la patience de me lire; ces personnes non plus ne pourront m'en vou- loir de mettre á lépreuve la vertu dont je viens de parler, puisque je leur donne á con- naitre un allié actif et désintéressé, qui ne leur coúte absolument rien, et quíls ont par conséquentintérét a protéger autant que possl- ble, protection que, je lespere du moins, ils ne manqueront pas d'exercer, du moment qw'elle est tout á leur avantage. C'est done avec con- fiance que je vais commencer ma description. N'ayant remarqué aucune différence entre les larves que j'al eues entre les mains, j'étais dans la croyance que je n'avails affaire qua une seule espéce, et si, malgré lattention que Jai par force été obligé de préter pour faire Véducation de nos larves, je ne me suls pas douté que j'étais en présenc= de deux genres différents, il faut que la disparité qui existe — 445 — entre les larves de l'un et de lautre (s'il y en a), soit bien minime pour que je ne laie pas remarquée. N'ayant reconnu ni la larve ni la nymphe de la C. interrupta je "al donc pu représenter que l'insecte parfait (fig. 32), et sa téte vue de face et de profil (fig. 33 et 34.). La C. interrupta est plus grande que la /. acríidiorum, car la longueur totale de lPexem- plaire femelle que je possede atteint 10mm271. Sa téte est plus large que longue, sa largeur maxima étant de 3549, tandis quelle na que 220704 de longueur; son épaisseur maxl- ma est de 10489. Les yeux á réseaux, cou- leur marron, saillants du cóté. de locciput, et sétendant sur la face dont ils occupent envi: ron les 2/3 de la largeur, ont 20-041 de lon- gueur el 1103 de largeur; chacun d'eux est composé de 5886 cornéules de 00225 de dia- meétre, eb il est cerné par une baunde qui est blanche derriére l'ceil et d'un jaune terne sur le front. La bande frontale médiane est gri- se; sur la tache du vertex, laquelle est située sur cette derniére et est bordée latéralement d'une ligne blanche, se trouvent, comme de coutume, les ocelles, qui ont 0u=131 de dia- meétre et qui sont d'une teinte café. La largeur du vertex est de 11-483. Les joues sont d'une couleur jaune, de mé:- me teinte que la bande qui borde antérieure- ment les yeux. Les fossettes sont blanches et elles ont 12-434 de longueur, 12-213 de lar- geur maxima et 0.2707 de base. Les antennes, á premier article tres court, ont le deuxieme couleur marron et d'une lon- gueur de Qu.975; le troisieme, lons de 0mm789, est d'un gris un peu rougeátre; ce dernier ar- ficle supporte” le style, qui est implanté pres de sa base et vers le quart de sa longueur, style qui est noir et plumeux sur ses deux premiers tiers ef dénudé sur son tiers termi- nal; sa longueur est 0-=927, — 446 — La longueur du vestibule buccal estde 12-986, et sa largeur maxima est de 0==790. Le pé- ristome a 12=710 de longueur, sa largeur ma- xima est de 0762 ef la: minima de 0610, La trompe a 12u931 de longueur totale, et celle de son lobe terminal est de Onmm 762; ceb organe est marron Clair, et 1l supporte deux «palpes, de meme couleur quel ont 1=103 de longueur, sur une épailsseur maxima de 02:m165. Le thorax, en forme d'écusson, a une lorn- gueur totale de 4414, et sa largeur maxi- ma, située a lextrémité antérieure du protho- rax, est de 321213; la couleur générale du ter- gum du thorax est dun jaune grisátre, el sur cette teinte ressort, sur le prothórax, une ban- de médiane noire, de chaque cóté de laquelle existent deux autres bandes longitudinales qui sont séparées les unes des autres el de la mé: diane, laissant, par conséquent, entre chacune d'elles une bande plus ou moins large couleur du' font. ce qu tai en” tool ii bantesidts de voir: 5 nolres et 6 jaunes grisátres en comptant les deux de cette derniére couleur qui bordent les cótés latéraux du tergum; les deux bandes latérales nolres sont les seules de cette teinte quí divisent le prothorax dans toute sa lon- gueur, les deux intermédiaires ainsi que la médiane étant interrompues a leur extrémité postérieure, et laissant celle du prothorax bor- dée á sa partie médiane par une bande trans- versale, également jaune grisátre, quí s'étend d'une des bandes latérales noires a Pautre. Le mésothorax a 22097 de longueur et presente une bande médiane noire, étroite, et qui ne sétend que sur la moitié antérieure de cette partie du thorax; de chaque cóté de cet- te bande existe une autre bande longitudina- le; les deux derniéres sont ésalement inter- rompues, a la méme hauteur que lest la mé- diane, par une bande transversale noire dont A chaque extrémité -va se jolndre á une bande e is EEE SA A A: ds sd LD MA MS AS 5 , A — 44 — large, irréguliéere, et qui s'ietend sur toute la longueur du mésothorax; l'espace compris en- tre ces deux derniéres bandes, la bande traus. versale et l'extrémité postérieure du mésotho- rax, est divisé en trois parties égales pardeux bandes longitudinales, noires et tres étroites; 1l existe aussi une ligne médiane de méme cou- leur; enfin deux autres bandes de largeur ir- réguliere s'étendent latéralement d'une extré- mité a Pautre du mésothorax; elles sont tres minces a leur partie postérieure. 'Toutes ces baudes dont nous venons de nous oceuper sont nolires, assez régulierement espacées et elles laissent entre elles une partie du tergum á découvert, quí forme naturellement d'autres bandes de la couleur de celui-ci (¡jaune grisá- tre); lesdeux bandes latérales extrémes, situées entre les latérales noires etles bords, sont éga- lement d'un jaune grisátre. Le métathorax est noirátre avec une ban- de médiane noire, eb il est bordé d'une bande étroite jaune terne quí s'iétend sur ses bords mostenenr:s el lateraux. La longueur de cet article terminal du thorax est de 1»"103; son extrémité antérieure a 190931 de largeur, eta son extrémité postérieure se trouvent implan tées deux soles qui sont iongues de 11865, "abdomen, composé de 4 segments, est vert métallique; 1l a 47-248 de longueur el 4u»(083 de largeur maxima; sa forme est arrondie; sa face dorsale est convexe, et la ventrale est plane avec une dépression longitudinale médiane. Les pattes sont noirátres et leur longueur respective est: pour la le paire, 9m-»326; 9w-m315 pour la 2.e et 92. -524 pour la paire posté- rieure; dans ces dimensions ne se trouve pas incluse la longúeur des crochels des tarses qui est de 02320; ces crochets sont de cou- leur nolre. : Les cuillerons sont blanc jaunátre, ordi- naires, et de 11128 de longueur sur 1765 Dl — 448 - de largeur. Les balanciers sont assez dévelop- pés, car ils ont 0"-982 de longueur totale; le style, de 020817 de longueur, a 02055 d' épaisseur et se trouve étre par conséquent plus mince qu'il ne Pest d'habitude dans cette famille, surtout si lon compare sa grosseur au volume du bouton terminal qu'il supporte et dont le diamétre est Ou-m165. La longueur des ailes estde 1m.w228 et leur largeur 32079; le disque est incolore, excep- tant les cellules costale, prémédiastine et mé diastine qui sont légérement enfumées; les nervures sont brunes; la nervure médiastine n'arrive pas á la hauteur de la base de la premiére cellule postérieure qui est entr'ouver- te; il existe pas de nervure axillaire; le cou- de de la nervure médiaire externe est tres aigu, étant formé par une courbe presque se- mi-circulaire que cette nervure décrit apres le coude, pour aller ensuite vejoindre le bord externe en ligne presque droite, qui ne s'arque que trés peu á son extrémité; un rameau ré- current sanastomose au coude méme de la médiaire externe, rameau qui est tres court, un peu courbe, et se dirige vers l'extrémité de Paile. Je vais á présent faire mention de la par- ticularité anormale chez les dipteres, qui s'est présentée chez l'individu dont nous nous occu- pons,et me l'a faitnommer C. interrupta: cette particularité consiste en l'interruption, pres du bord interne, de la vervure médiaire interne et d'une petite nervure qui paraít prendre nais- sance sur ce bord méme et, se dirigeant vers lVextrémité de la médiaire externe, va terminer tout pres d'elle du cóté du borá extérieur, de sorte que les cellules deuxiéme et troisieme postérieures communiquent entr”elles par les- pace tres étroit qui existe entre la nervure médiaire interne et la petite nervure anorma- le que nous signalons. Je navais jamais remarqué un falt sem- — 449 — blable ni ne l'ai vu cité par aucun auteur, et, comme je rai eu en ma possession qu'un seul exemplalre de cette espece et que je nai pu par conséquent m'assurer si tous les indivi- dus qui lui appartiennent offrent la méme par- ticularité, je ne puis le donner comme un ca- ractére spécifique et je me borne á citer le fait qui, lors méme quil ne se rencontrerait que sur l'individu que je posséde, est assez curieux par lui-méme pour mériter d'étre men- tionné. La description qui précede ne peut étre considérée que comme provisoire, puisque le mále de la Calliphora interrupta m'est encore inconnu, et clest pour ce motif que j'ai cru préférable de ne pas encore publier de diag- nose latine et, pour le moment, de me conten- ter de la diagnose en francais qui suit pour cette espéce qui peut étre considérée comme problématique par les entomologistes, ct que moi-méme nai pas cru devoir donner súre- ment comme nouvelle. . Dia6nNosE.—Femelle: Téte un peu plus lar- ge que le prothorax; bande frontale grise, bor- dée de 2 bandes quí entourent les yeux et sont Jaune terne antérieurement et blanches « leur partie postérieure; joues jaune terne; fossettes blanches; 2* artícle des antennes marron, 3* article gris rougeátre et 3 1/4 fois plus long que Cantérieur; style noir « %/s antérieur nu et les 2/3 postérieurs plumeuz sur les deux faces; palpes marron clair.—Prothoraz jaune grisá- tre; 5 bandes longitudinales noíres, les inter- médiatres interrompues.—Meésothorazx gris jat- nátre; 2 bandes latérales noires de chaque cóté, bande tranversale noire entre les 2 laté- rales internes; sous la transversale 3 bandes longitudinales noires (intermédiatres), et au des- sus 2 autres bandes et une ligne médiane not: res.—Métathorax noirátre; bande étroite jaune terne bordant ses bords postérieur et latéraux; bande médiane noire.—Abdomen vert métalli- — 400 — que. — Pattes notrátres.— Atles transparentes; bord externe légerement enfumé; nervures bru- nes; nervure médiastine n'arrivant pas q la hauteur de la base de la 1* cellule postérieure; médiatre externe ( coude tres atgu, tres arquée aprés le coude ct se redressant ensutte; ramean récurrent 4 UCangle du coude; nervure médiaire interne interrompue pres du bord; nervule anor- male partant pres du bord interne et se diri geant vers lVextrémité de la médiatre interne; pont dWaxillatre; 12 cellule postérieure entr”ou- verte, 2* et 3* cellules postérieures communt- quées par Uespace comprts entre la nervure mé- diaire interne et la nervule anormale etico, Longueur: 0”-010271. VII AOS Dans lordre des Coléopteres, appartenant au groupe des Pentaméres et faisant partie de la famille des Lamellicornes, sous-famille des Trogínes, se trouve la genre Trozxw, dont plu- sieurs especes fournissent des ennemis terri- bles de PAcridium et diminuent a un point incalculable leur propagation. Je ne donneral pas ici la description de ces especes, la considérant inutile, puisqu'elles ont déjáa été décrites par de bons auteurs, qu'elles sont parfaitement connues des entomologistes et que le vulgaire connait parfaitement ]'in- secte dont i lest question; en effet, si vous montrez un exemplaire de Trozx, de quelle es- péce que ce soit, a un campagnard, i 1 recon- naitra immédiatement le genre, sinon l'espece quí wexiste pas pour lui qui n'y regarde pas de si pres; si Cest a un paysan francais que vous le montriez, il vous dira tout de suite: C'est un «bousier»! si c'est a un «gaucho» ar- — 401 — gentin que vous ayez affaire, il laura á peine considére, quil sécriera: «Es un champo?! D'entomologiste ce gardera bien de le dé- signer par ces noms vulgaires et, que sa lan- eue maternelle soit Pespagnol ou le francais, 1 Pappellera d'ub nom latin: «Trox»! qui a Vavantage d'étre le méme pour tous les naturalis- tes, a queile nationalité que ce soit qu'ils appar- tiennent et quelle que soit leur langue. Si vous donnez lexemplaire en question á notre naturaliste, 1l le placera dans sa collection et, pour P'y classer, vous le verrez préparer une étiquette sur laquelle il écrira: Yrox pastilla- rtus Blanch.,—ou 7. suberosus Fab., T. lepro- sus Blanch. (aeger Guér.), T. pillalartus Germ., T. guttifer (patagonicus Blanch.) T. hemisphe ricus Burm., ou peut-étre méme encure quel- qwautre nom; mais, comme je val observé que les especes sus-mentionnées détruisant les ceufs d"Aecridium, quoique je suppose qu'il doit y en avolr d'autres, je ne puis le donner pour certain. Pour peu observateur que vous soyez, sil vous vous étes promenés quelquefois dans la campagne, vous aurez infailliblement remar- qué cet insecte qui «fait le mort» lorsqu'on le touche et quí, á une certaine époque de lan née, roule sur les sentiers de petites spheéres, se servant pour cetle opération de ses pattes postérieures et allant a reculons—Une ma- noeuvre si extraordinaine et si drólement exé- cutée a dá éveiller votre curiosité et vous avez dú désirer en connaitre le motif. Pour le savoir, ne vous adressez pas aux paysans, car ils ne sauront pas vous reudre compte du but que se propose notre insecte en effec- tuant un pareil travail, quí lui coúte tant de peine pour peu que le sentier soit raboteux, vu que la moindre inégalité de terrain est pour lui un véritable ravin, si nous la com- parons á sa taille; aussi, quelle immense dé- pense de forces ne doit-il pas faire pour me- 5 ner á bonne fin une entreprise si importante pour lui, puisque la réussite assurera la pro- pagation de sa race, ceuvre capitale de tous les Insectes. Si vous ne le savez davance, tout ento- mologiste á qui vous demanderez des rensei- gnements sur ce point pourra contenter votre curiosité, car, avec la patience angélique que demandent ces sortes de recherches, toutes les habitudes de cet insecte ont été étudiées et prises sur le fait: Cette boule est formée par le Troxr de bouse ou autres excréments, et il la conduit vers Porifice d'un trou quil a creu: sé préalablement pour l'y enterrer; dans cette boule un ceuf a été déposé par lui, et de cet ceuf, le temps venu, sortira une lave qui dé- vorera son berceau,—la boule que sa mére, gráce á son instinct préviseur, a confection- née avec les aliments nécessaires a son exis- tence—;convenablement vourrie, cette larve se développera rapidement et sera la souche d'u- ne nouvelle génération de Trogides. Cet insecte, en plus de ce qui a été dit, dé- montre une certaine intelligence et un rare ins- tinct de sociabilité lorsqu il voit quelqu'un de ses semblables avoir besoin de son secours: si un Trox, apres dinnombrables efforts, se persuade enfin quil ne peut retirer seul la boule qu'il roulaif, du trou au fond duquel elle a glissé par hasard, ou quil ne puisse lul faire franchir un obstacle quelconque, il va immédiatement á la recherche d'autres insectes de son espece, lesquels viennentaussitót Jul préter leur aide et, réunissant leurs efforts aux siens, il est rare quils n'arrivent pas d la retirer de la cavité ou elle se trouve, ou a lui faire passer Pobstacle qui s'était interposé entre notre insecte et llendroit quil voulait atteindre. Quel spectacle curieux n offrent pas a lobservateur tous les essais infructueux que fait notre Trox “avant d'aller solliciter du se- cours! avec quelle patience, nouveau Sisyphe, AS il éléeve peuá peu en la faisant rouler sur le ta- lus incliné, cette boule qui, á chaque instant, retombe sur lui pour étre de nouveau soule- vée infruclueusement ! Mais c'est assez de biologie générale! nous en avons assez dit pour permettre aux agri- culteurs de reconnaitre cet insecte, et 1l nous reste á présent á leur prouver quíils lui doi- vent protection, puisqu'en se déclarant ennemi acharné des Acridiens, qu'il détruit en quan- tité considérable, il préte aux premiers un ap- pui qu'il west que justice qu'ils reconnaissent; de cet appul ils serobt convaincus lorsqw'ils au- ront lu: ce quí suit, sinon ils pourront facile- ment vérifier le fait quand loccasion s'en pré- sentera, sils ne veulent pas nous croire sur pa- pole. Lorsqu'au moment de la ponte, une nuée d'Acridités s'est abattue sur un terrain, etque les femelles y ont déposé leurs ceufs, met- tez-vous en embuscade et vous ne tarderez pas á remarquer les Trox arrivant en foule dans cet enároit oú, avant, vous n'auriez peut-étre pas pu en rencontrer un seul exemplaire; á cha- que instant, vous verrez quelqu'un de ces i1n- sectes disparaitre sous le sol, comme des acteurs qui jouent dans une féerie sur une scéne bien machinée. Que sont-ils venus faire?—Avertis sans doute par leur odorat,1ls sont venus s'as- seolr au banquet que leur ont preparé les Acridiens, ef se régaler d'un mets dont ils sont probablement tres friands: les ceufs de ces Orthopteres; cest pour les dévorer qu'ils rentrent dans le trou creusé et garni par la femelle de /l'Acridium et ils ven sortent qu' apres avoir tout dévasté et pour rentrer dans un autre nid oú 1ls en feront autant. Quoi- que repus, ils ne suspendent pas pour cela leur ceuvre de destruction et ils continueut avec un acharnement incroyable á sacager les épis d'ceufs des Acridiens; si vous avez assez de patience pour conftinuer votre observacion, — 404 — vous les verrez détruire de fond en comble une foule de ces nids, et soyez persuadés que pas une larve ne sortira de ceux ou le Trox aura passc! | Si nous calculons en moyenne une quinzai- ne de nids ainsi inutilisés par un de ces in: sectes, nous aurons done environ 900 ceufs détruits par chaque Tror, et aultant de moins dd Aeríidiums a cralindre pour les récoltes a ve- A Quoique poussé par un autre mobile que la Nemorea acridiorum Wey., le Trox fait égalementune guerreá morta cette race mau- dite par tout individu qui attend du sol une rémunération de son travail et une compensa- tion pour les débours occasionmnés par la cul. ture et lPachat de la semence quil a déposée dans le sein de la terre. En protéseant un al- lié si utile, l homme ne fera-t-1l pas un acte de justice, dicté par son iutérét méme? Qui, il doit la réciprocité a cette race, comme a cel le des diptéres quí lui viennent en aide pour sauver ses récoltes de la dévastation; ces 11- sectes méritent par leurs services d'étre cousl dérés par lui et, pour son bien méme, il doit s'évertuer autant que possible á chercher le moyen de les propager autant quiil est en son pouvolr. Sil ne les protege pas par recon: naissance, quil le fasse par égoisme! IX ENODIA EFEBRYENS LE; Un hyménoptere tres commun dans cette province est aussi un ennemi déclaré des A- cridiens; si, de méme que la Nemorea acrt= diorum, 11 s'acharne contre les criquets, c'est pour les donner en páture á ses larves, et non — 455 — comme le coléoptéere qui a fait le sujet du cha: pitre précédent, pour en faire lui-méme sa nour- riture; ce dernier, dépourvu de moyens d'atta- que, ne s'adresse quiaux ceufs. mais, posses: seur dune arme que Pon pourrait comparer aux armes enchantées dont il est fait mention dans les romans de chevalerie, notre hyménop- tere ne craint pas de s'attaquer a Pinsecte par- fait et de combaítre corps á corps avec lui, combat inégal duquel il sort toujoars vain- queur, gráce á la nature qui la armé de fa- con a ce que toute résistance de la part de PAcridium devienne completement impossible. Par une chaude journée d'été, sous les ra- yons brúlants du soleil, apparaissent touf a coup une foule innombrable des hyménoptéres en question; ils volent de ca de la avec une activité fiévreuse, se posent, courent sur lesol nu, s'envolent de nouveau pour se poser en- core, vont de cóté et d'autre d'un alr tres af- falré et comme cherchant quelque chose; ils sont chacun tellement occupés pour leur pro- pre compte, quils ne font nullement attention aux mémes manceuvres qu'exécutent les autres, a tel point que, lorsquils se rencontrent, ils ne paralssent méme pas s'apercevolr. Mais observons-en un en particulier et voyons ce qu'il va faire; il s'arréte tout d'un coup comme sil avait rencontré VPobjet de ses recherches; il reste un moment immobile, pa- raissant réfléchir afin de bien s'assurer qu'il en est ainsi; puis, le voila qui, s'aidant des mandibules, commence á entamer l. sol et a creuser á lendroit choisi, lequel se trouve gé- néralement situé sur le sable ou sur un ter- rain sablonneux. A peine s'estil mis a 1'ceu- vre, quautour de lui se souléeve un nuage de poussiére et de grains de sable, formé par les déblais quíil projette de tous cótés avec ses pattes. Profitons de ce moment oú il est absorbé par son travail de mineur, afin de savoir á qui IS — 406 — nous avons affaire; si nous sommes versés en entomologie, nous aurons bientót reconnu que cet Insecte appartient au genre Enodía, lequel fatt lui-méme partie de la tribu des Sphégtides, fa- mille des Sphégiens, et section des Porte-aiquil- lon, divisions de Pordre des Hyménopteres; le Conservateur de la collection d'insectes du Mu- sée national de Leyde, Monsieur €. ¡RiTsEMA a déterminé Pespéce quí nous occupe comme Enodta fervens L. Pour peu qwait duré notre observation, ce mincur infatigable a déjá creusé Pentrée (lun putts circulaire d'environ 0*009 á 0010, de diamétre dans Pintérieue duquel il ne tarde pas a disparaitre; á peu pres un quart d'heure lu suffit pour donner á ce puits la profondeur voulue; aussitót ce travail terminé, eb sans mémese donner le temps de respirer, 1) reprend immédiatement sou vol. Suivons-le du regard, et nods le verrons planer un instant comme un ciseau de prole, puis sabatire sur le dos Pun Acridien, sy cramponner fortement, s'éle- ver de nouveau dens les alrs et sans sen éloigner, voler en cercle autour de sa victime. Pattague a été si rapide que difficilement on peut saisiv les details de La lute mote Enodía a eu cependant le temps d'introdure son alguillon dans lPabdomen de UA ertdiun,, et sa manteuvre actuelle a pour but de ne pas le perdre de vue jusquau moment ou le ventn quíil lui a inoculé ait produit son effet; ce ré- sultat ne se fait pas attendre Jongtemps, car la victime est déja agitée de mouvements Col- vulsifs et, peu d'mstants apres, elle tombe sur le cóté, se débat encore un moment, puis reste dans une immobilité presque cumpléte quí n'est troublée que par de légers mouvements con vulsifs, lesquels ne tardent méme pas a cesser. LE nodía Wa pas attendu la manifestation de cette derniére période de létat de lA cridien pour retourner aupres de lui, le prendre avec ses mandibules eb Ventrainer vers le trou quil > a creusé ex professo ct dans lequel il se pro- pose de l'enterrer vivant, ce quíil se háte de faire aussitót qu'il le juge sans defense; UV la fig. 37 représente cette intéressante scene. Ar- rivé pres du trou avec 1 Aeridium, il le laisse un instant et y rentre seul, probablement pour faire son inspection et sassurer que, pendant son absence, aucun ennemi ne sest ¡introduit dans la place. 5i on éloigne alors le criquet il le cherche et, layant trouvé, il le ramene pres du bord, Pabandonne encore pour, avant de Plintroduire dans le nid, faire de nouveau Pinspection indiquée, L'Aeridium quoique compléetement immo- bije est pourtant vivant, 11 1'est que paralisé et se trouve dans un état de mort apparente qui le met entierement a la disposition des futures larves de 'Enodía, quil est destiné a nourrir et auxquelles seralt indubitablement fatale, surtout durant leur jeune áge, toute résistance de sa part. La vie ne layant pas abandonné 1l se conserve par conséquent en parfait état, de sorte que les larves, une fois écloses, trouveront a leur portée une nourri- ture saine, toujours fraiche et suffisante jus- qwá leur entier développement. Avec P Aeridium, notre Enodía enterre un ceuf dans le nid destiné á les recevoir il le remblaie, et le dissamule anutant que possible, puis il retoune á la recherche d'un autre em- placement propice, ou il creusera un autre lo- sement pour y déposer un autre ceuf, Cet hyménoptere, nécesitant un Aecridien pour chacune de ses larves, doit done détruire un grand nombre de eriquets, d'autant plus que, comme je lali déja dit, les représentants des cele espece sont tres communs dans le pays. ¡q$PE_A 5 (1) Lorsque les Acridiens viennent á lui manquer, 1"Enodia doit probiblement s'attaquer á d'autres insectes, larves, chenilles, araigodes ou autres, mais je ne l'ai pas vu A l*ueuvre. [N, de Pa.) — 458 -— DESCRIPTION DE L'ENODIA FERVENS L. Ce Sphégien, dont nous venons de décrire les intéressantes manceuvres qu'il exécute pour assurer lPavenir de sa progéniture, est distin- gué par les caracteres suivants: Femelle. La longueur totale de son corps est de 02027 et elle a 0% 045 (une extrémité a Vautre de ses ailes antérieures, lorsque cel- les-ci sont étendues. Les dimensions de la téte sont—longueur,0 =006—largeur, 0 ” 006, —épais- seur 0.003; elle est d'un noir mat, exceptant les deux bandes blanches qui, sur le front, bordent le cóté intérieur des yeux; ces bandes paraissent argentées, couleur due á ce qu'elles sont formées de soies courtes et inclinées vers lextrémité inférieure de la téte. Les yeux á réseaux ont 02004 de longueur sur 0. 002de largeur, et ils sont chatain tres clair avec des taches marron. Trois ocelles lenticulaires et d'un noir lui- sant sont placés en triangle sur le vertex. Les antennes, implantées vers le milieu de la fa- ce et recourbées a leur extrémité, ont une lon- gueur de 0.2012 et sont composées de 14 ar- ticles: le 1er. , tres court; le 2 , ordinaire et claviforme; le 3e , tres court; les 11 autres sont filiformes et de longueur différente, le 4e étant le plus long de tous, le 5*: un peu plus court que le 4e- , et ils vont alnsi de sui: te en diminuant graduellement de longueur, de sorte que l'article terminal est le plus court. Les mandibules, en forme d'aiguillon et si- tuées un peu en arriére, ont 0005 de lon- gueur, mais ne dépassent que de 0003 lex- trémité inférieure de la téte. Le. cou, lovg» de 01-002, est étroitb a son extrémité antérieure, puis s'élargit peu á peu pour se retrécir ensuite au moment de rejoin- dre le corselet, de sorte que sa partie posté.- rieure est terminée par un rebord sur sa face _dorsale; sur chacun de ces cótés latéraux se — 459 — voit un avancement quadrangulaire á angles arrondis. Le prothorax, long de 02,004 et large de 0.0055, a son extrémité postérieure rebordée et terminée en pointe obtuse. Le mésothorax n'a que 0-.001 de longueur et, ainsi que le prothorax, il est d'un noir mat. L'écusson est élargl avec une dépression dans le milieu et, de méme que le past—écusson, il est lisse et un noir luisant. Le métathorax a 0.006 de longueur; il est tronqué á son extrémité postérieure et sur ses cótés latéraux, vers le milieu de sa longueur, existent deux stigmates d'un noir luisant, 11 est pubescent et de cou: leur noire, mais le léger duvet blanc qui le recouvre lui donne une teinte un peu grisátre; sa forme est convexe en dessus; sur sa partie médiane existe un sillon longitudinal. L”abdomen se tronve uni au thorax par un pédoncule noir, cylindrique, qui a 0.0066 environ de diamétre etqui est légerement cour- be; les dimensions de l'abdomen sont: longueur 0. 009, largeur 0-.00575; épaisseur maxima 0. 00475; il est nu, luisant, dun rouge orangé vif, et se trouve composé de 8 segments Les ailes antérieures ont 0.0205 de lon- gueur, et les postérienres 07.016; leurs nervu- res sont noires ainsi que la cóte, l'écaille et le point marginal; quant a la disposition des nervures et la forme des cellules, je nen di- ral rien, la fig. 36. en donnant un dessin exact et augmenté, qui rend parfaitement inu- tile toute description et lui est bien préférable, pour détaillée que soit celle-ci. Ces ailes sont dun roux ferrugineux, la lumiére vue á tra- vers, mais, observées différemment, le 1/4 pos- térieur de lPaile supérieure et le 1/3 postérieur de l'inférieure apparaissent seuls de cette teinte, le reste ayant une couleur d'un bleu métalli- que brillant et légerement verdátre Les pattes sont noires; la premiére paire est ciliée et les deux postérieures possedent => AUS) == deux rangées d'épines noires, conleur qui est la méme pour les poils de la paire antéricu- re; leur longueur respective est: 0 017 pour la parres 0 024 ponla res eS Oe la paire postérieure. Mále. Le mále est beaucoup plus pelit que la femelle; sa longueur West que de 0" 016, et il Ya que 0 026 d'envergure. Les segments postérieurs de l'abdomen sont VPun nor Jul- sant. > X GORDIUS ACRIDIORUM WEYENB. Nuus nous sommes occupés jasqua présent d'insectes qui détruisent directementl' A eridium ou sa progéniture, celui qui va falre le sujet de ce chapitre, ne peut étre rangé dans la mé- me catégorie, car 1l ne cause jamais la mort de cet Orthoptere, et ce n'est quindireclement qu'il préte son aide á Vagriculture et mérte d'étre considéré comme un de ses bienfalfeurs. Le Gordíus ne déteuit pas l'insecte parfart, comme le font la Nemorea acridiorum We- yenb. et lEnodía fervens L., mi lestosits come me le Trox, mais il empéche ceux-c1 diete créés, solt en occupant par son développement Porgane ou ces cenfs se forment, soit en dé- bilitant PAeridium. Le fait est que la femel- le quí loge un Gordíus dans son intéricur esí toujours stérile eb que toute fécondité est atr- rétée chez elle pendant tout le temps quelle donue asile á cet hóte égoiste, lequel absorbe par endosmose et profite a peu pres seul de tous les sucs nutritifs des aliments qu'elle prend; ne pouvant profiter de la nourrituere que Jui procurent ses dévastations, 1l en résulte pour elle une faiblesse extréme quí lempéche d'étre apte pou* la procréation, Le Gordíus est plu- — 461 - tot incommode que funeste a la génération présente, et encore ne lest-il que temporaire: ment, puisque la femelle qui le loge reviendra vite a la santé et réparera prompfement ses forces, aussitót quál aura quilté son habitation; mais, en Pempéchant de reproduire, il diminne réellement le nombre des Acrídiens de tous les ceufs que la femelle aurait pondu sans son intervention bienfaisante, et 11 évite ainsi les dégáts qwauraient causés plus tard les descen- dants de sou amphitryon; la place que nous lul consacrons dans cette étude 1 est donc pas usurpée et ini est due légitimement. Ce Vémathelminthe, quí se trouve fréquem: ment dans lintestin des Acrídiens de ce pays, appartient a Vordre des Nématodes, et fait partie de la famille des Gordiídes et du genre ordads: Pour ce quí le regarde, je ne. puis mieux faire que de traduire ce que mon ex- cellent ami le docteur WevYexberRG, quí a beau- coup plus étudié que moi cette famille, en dit dans le «Boletin de la Academia Nacional de Mencias E: 1H ent. 2 y 3, p: 216 y 217, ot 1l sexprime dans les termes suivants: «La boucke est. circulaire et relalivement large; elle est située a lextrémité antérieure et se trouve entourée d'un anneau chitiveux, sans papilles; en Vouvrant, on voit que le pha- rynx estd'une couleur plus ou moins blanche. La partie céphalique est un peu renflée, sans avole une forme tuberculeuse. T'extrémité cau- dale est assez pointue. La grosseur maxima ese 0000125, eb sa plus grande longueur est presque Ou 50. Mais Panimal "arrive pasá cette longueur pendant le temps de sa vie parasite dans l'in- térieur du criquef, sinon aprées l'avoir aban- immpes le docteur P. G. Lorentz m'écrit de Concepcion, en parlant de cette espece, que, ayant sortiun individa de Pintérieue du corps un cuquet et layant conservé dans une bouteille contenant de leau et des débris de — 462 — végétaux, lanimal avait en peu de temps une longueur de 0x-10, et, continuant A vivre, il arriva en quelques semaines á atteindre une longueur de 0%-40. Dans le corps du criquet, sa couleur est d'un gris obscur et luisant. Cette espece vitá Cordova et dans pres- que toute la République Argentine, spéciale- ment les années ou se présentent de grandes nuées de criquets, dans lintérieur desquels ils vivent durant une partie de leur vie.» Je crois que les spécimens que j'ai rencon- trés doivent appartenir á Vespece décrite par le docteur WEYENBERGH, Car tout ce quil en dit se rapporte parfaitement aux exemplaires que J'ai eus en abondance en mon pouvoir, si ce n'est pourtant leur couleur qui était d'un blanc jaunátre, au lieu de sépia foncée quíil donne pour étre celle de l'espéce quil a dé- crite. Il est généralement reconnu comme un fait que les Gordíus sont dans leur jeune áge d'une couleur claire qui devient de plus en plus foncée á mesure quwils approchent de létat adulte; cependant les nombreux iudivi- dus de cette espéce que j'ai eus entre les mains étalent tous blanc jaunátre, quelle que fut leur taille, et quelques-uns étaient assez développés, surtout Pun dV'eux qui mesurait 07437 et qui, par conséquent, sl n'était pas encore adulte était bien pres de le devenir; malgré cela, sa couleur était la méme (blanc jaunátre) que celle de ceux qui d'avaient que 0=-10 ou mé- me moins. Je dois noter en passant que j'ai quelque- fois trouvé, dans l'abdomen de quelques Acrt- diums, 2 et jusquíáa 3 Gordíus lesquels avaient de 0%-10.4 0u-15. La fig. 23 représente un jeune Gordíus, que jai choisi pour étre figuré á cause d'une par- ticularité qu'il possédait, et qui consistalt en un étranglement qui se faisait remarquer a peu de distance de son extrémité postérieu- re. Tous les Gordíus sont d'ailleurs, aux di- — 463 — mensions pres, parfaitement semblables á ce- lui-cl. Lorsque ces Vématodes sont arrivés a un certain développement, ils abandonnent P'Acri- dium quí leur donnait asile et deviennent alors aquatiques. Leur bouche qui, lorsquils sont jeunes, est parfaitement ouverte et apparente, soblitere peu á peu avec l'áge et arrive mé:- me a se fermer complétement, ce qui ne les .empéche pas de croitre, puisquils wont pas besoin de cef organe pour se développer, se no9urrissant par endosmose comme nous l'avons déjáa dit. le GAMASIDAE, Il west arrivé tres souvent de rencontrer, sur les ailes inférieures des Aerídiens et accro- chés á quelqu'une des nervures, de petites uymphes d'Acariens, qui mont paru appar- tenir á la famille des Gamastdés, mais dont je ne connails pas le genre. Ces nymphes ne sont pas nuisibles á notre Orthoptere, dont elles ne sont ni commensaux ni parasites; elles se servent seulement de lul comme véhicule, et dans unique but de se faire transport r (un lieu a un autre,. Quol- qwelles ne soient d'aucune utilité pour l'agricul- ture, a laquelle elles ne prétent aucun secours, du moment quelles ne détruisent ni v'incom- modent en aucune facon les Acridiens, qui probablement ne se doutent méme pas de leur présence, j'al pensé quíil ne serait pas de trop de-les fieurer, afin de faire cette. étude aussi complete que possible pour tout ce qui se rap- porte á l' Aerídium pauaranense; les flg. 24. et 25 représentent deux de ces Acariens tres augmentés. Ces larves ont de 010905 á 0001 de lou- 913) OS ogueur, sont hexapodes et d'une couleur rouge vif légerement Oorangée. Dl CONCLUSION. Je me suis peut-étre un peu trop étenidu sur la nomenclature des 1uvasions des Aec:ri- diene et sur les dégáts qui en ont été les ré- sultats; mais, en le faisant, je me proposals de mettre réuuis sous les yeux du lecteur les maux quíils ont causés a toutes les é poques, afin que, les embrassant d'un seul coup d'oeil son imagination soit frappée davantage de cet- te calamitó qui menace la richesse agricole du pays et que, palpant pour alnsi dire le mal, ¡ls se persuadent de la nécessité d'y por- ter remede, Quelle conduite tiennent les cultivateurs du pays lorsqu'ils voient leurs domalnes préts d) étre envahis par VAcridium?—be palliatif quíils se contentenbt dappliquar daus ce cas est le sulvant: Les maltres, les domestiques, les fem- mes et les enfants mámes se munissent 1mmé- diatement de chaudrous, Parrosoirs, de Calsses de fer blanc, d'outils en fer, ou toute autre chose quí leur tombe sous la main; amst armós, ils vont au devaut de l'ennemi en frappant avec force sur Ces aries d'un nouveau genre, et aussitót un fracas effroyable, le charivari le plus discordant quíil soit possible d'imaginer vous percent les oreilles. Le but de cetfe mu- sique infernale est d'effrayer la nuée et de lempécher de se poser; quelquefois il en est alasi, et, au lieu de s'abaltre, elle se dirige vers le champ du voisin qui, ne se souciant pas non plus de la voir exercar ses ravages chez lul, la reco avec un concert analogue, et a toat son possible pour la renvoyer chez quelqu'autre qui, de son cóté, táche charita- — 465 — blement de sien délivrer aux dépens du pro: chain. ¡ Les Acridiens consentent á faire ces péré- erinations lorsqu'ils ne sont pas trop fatigués de leurs courses, mais, lorsqu'ils viennent de loin ou que la nuit approche, 1ls se résignent a subie la musique enragée dont il a été ques- tion et, apres sétre posés tout autuur de Vor- chestie improvisé ei méme entre les exécit- tants, sur lesquels une quantite s'abattent sans scrupule, ils se mettent tout de suite, tout en se reposant de leur vol prolougé, á dévaster les vésétaux qui se trouvent á portee de leurs mandibules, a quelle espéce que ce soit que ces derniers appartiennent, saus s'inquiéter davantage de la cacophonie qui se fait en leur honneur; preuve evidente que ce reméde est loin d'étre souverain pour se préserver de ces insectes. Si une armée ennemie venaitá envahir une province ¿est-ce que les Argentin3 ne pren- draient que des instruments de musique pour aller á sa rencontre?—Evidemment non, car ls nigoorent pas que tel west pas le moyen de repousser une invasion et qu'il faut d'au- tres engins pour refonler les envahisseurs hors dun tervitoive; ils prendraient sans aucan dou- te, el inenediatement, des mesures plus effica- ces: le Congrés voterait les fonds nécessaires pour falre face aux frais de la guerre eb le Gouvernement leverait les teroupes suffisantes qui, armées de leur patriotisme et de bons rémingtons, marcheralent sur lennemi pour le détrwire! ¿Pourquoi done n'agissent-ils pas de méme lorsque les Acridiens euvahissent non une seule mais plusieurs provinces a la fois?—Les Uhambres provinciales ct les Mu nicipalités devraient inclure dans chaque bud- get une somme destinée á la destruction de insecte malfaisant qui nous oceupe; tous les habitants de la province menacée devraient se réunira Vapproche du danger et, par une fou- a le de moyens employés avec succés dans d'au- tres pais Y, s'emparer de la plus grande quan- tité possible d'Acridiens qui seraient brúlés ou enterrés ensuite, chasse qui serait surtout fruc- tueuse avaut quils ne soient adultes et quils De puissent voler; on pourrait encore déterrer les ceufs pour les détruire ou, en foulant bien le terrain ou a eu lieu la ponte, on le rendrait compact et dur, ce qui donnerait pour résultat la mort des larves qui, une fois nées, ne pouvant le percer et se faire jour au dehors, périraient tontes dans leurs nids saus quil pát s'en sauver une seule. Combien cette maniére de procéder serait plus profitable aux agriculteurs, et comme ils trouveralent plus d'avantages á sunir pour de pareilles expéditions, que de s'évertuer égois- tement, chacun de leur cóté, á défendre leurs biens aux dépens de voisins qui feront tout leur possible pour rendre la pareille. Du moment quon ne détruit pas les Acri- diens, soit ici, soit un peu plus loin, ls ne manqueront pas de se gorger aux frais de la richesse publique, ce qui, comme je Vai dit, peut parfaitement s'éviter, ou du moins arrive ra-t-on a diminuer de beaucoup les pertes qu'ils occasionnent, en sSunissant pour leur faire une guerre á outrance, guerre que les pouvoirs publics pourralent rendre d'autant plus effica- ce, quelle serait provoquée, encouragée et pro- tégée par eux. En Europe, tout le monde cherche le moyen de préserver les vignobles de la destruction dont le Phyllozera vastratrix les menace, et tout propriétalre sinforme avec le plus grand Intérét si un reméde pratique a été découvert, afin de pouvolr Pappliquer immédiatement; ici, au contralre, personne me se préocupe. des (1) J'ai déerit tout au lonz les moyens á employer, dans un article gra donné «El Agricultor Industrial». año MT, n? 24 y nos. 1-3 del nño III. Cette vublication est lPorgane de la Suciété Agr:cole-Todustriel- le de la province de Cordova (Rép. Arg.) — 4671 — Acridiens que lorsqu'une nuée est en vue et que le danger est imminent. La nuée arrive apportaat la ruine sur ses alles, et les proprié- talres des champs, voyant linutilité de leurs efforts pour la chasser, se croisent les bras et ne font rien pour détruire ces insectes qui sé- ment la désolation dans tous les lieux ou ils s'arrétent. A voir cette facon d'agir ¿ne se croirait-on pas transporté en plein Orient, au milieu des Musulmans fafalistes? et je m'é- tonne toujours dans ces Cas, de ne pas entendre prononcer la phrase sacramentelle «C était écritio— Mais réfléchissez donc que ces mémes in- sectes ou leurs rejetons feront de nouveau disparaitre vos récoltes lannée prochaine etles années suivantes, et quil ne dépend que de vous «léviter ces maux futues! Mettez donc ces ennemis dans l'impuissance de vous nuire a lVavenir et vous aurez agil sagement, car 1d est bien plus facile de prévenir un péril que de Péviter lorsqu'il se présente, surtout s'il vous prend au dépourvu. La Municipalité de Cordova s'émut cepen- dantune fois á la vue des innombrables nuées d'Aeridides quí, en 1875, se succéderent conti- nuellement aux environs de la ville, détruisant toute végétation aussitót qwelle apparaissalt; les édiles comprirent la nécessité de prendre des mesures énergiques pour conjurer ce mal, et ils nommérent des Commisions, Cchargées -—Vorganiser la défense contre les attaques des —Acridiens et de leur destruction; un prix pour 'chaque almud de criquets fut offert: 2 réaux ¡(1 franc environ) pour les jeunes et 1 réal (f5. 059) pour les adultes. La somme dépen- estes eleva qua $b. 295.02 (fs. 1172.08), et ¡gráce a cette minime somme, que de dégáts, ¡qwauralent causés les millions d'Acridiens tués ¡alors, ont été évités! Cet exemple 1a malheureusement pas élé ¡sulvi, et la méme Municipalité na pas persé- ñ ! — 468 — véré, les années suivanles, dans une voie qui cependant avait été inaugurée par un résultat si satisfaisant. Espérons qu'il n'en sera pas ain- sl a Vavenir et que des mesures préservatri- ces seront dictées par qui de droit; dans ce cas, On peut étre bien certain que les débour- sés qwelles occasionneront seront plus que compensés par la valeur des ravages évités. On ne doit naturellement pas s'attendre á arrl- ver de longtemps a faire disparaitre comple- tement de pareils ennemis, mais on pourra parfaitement se contenter de voir diminuer chaque année les dépredations dout se plal- enent journellement les agriculteurs; ¡ls de- vront tous alors s'efforcer de seconder les pou- votes publics, Cautant plus quíils seront les premiers á recuelllir les bénétices de leurs efforts. Je ne veux pas terminer cette étude sans manifester ma croyance que, dans cette lutle contre les Acridiens, On pourralt utilement se servir des insectes que j'ai décrits, et sans les recommander de nouveau a la protection du public; le nombre de criquets que détrul sent ces insectes est considérable, et 1ls sont pour l'agriculteur des auxiliaires précieux; mais, comme de leur cóté la quantité des Acridiens est innombrable et que leur propagation s*effec- lue aves une rapidité effrayante, lfhomme ne doit pas sen reposer uniquement sur les insectes en question, mais bien y mettre du sien, alder ces auxiliaires que lui procure la nature, eb chercher s'il Y 'y aurait pas quelque moyen de multiplier le nombre de ces alilés naturels. Áussitót quil me sera possible de men oOccuper, je me propose de poursuivre létude de cette question importante, el de voir sl West pas possible d'augmenter la produc- tion d'insectes si utiles. Si la lecture de ce quí préce le pouvait en: sgager quelque personne á m'accompagner dans cetle vole, si elle pouvait quelque jour «ame: — 469 — ner un résultat pratique, je serals heureux de voir que mon travail »'a pas été perdu, Car, pour mintme que solt ce résultat, les con- séquences bienfalsantes qual entralneralt apres lui seraient incalculables. Cordova, Mai 1880. BAPLICATION DES PLANCHES PLANCHE I, Fig. 1. Aecrídium paranense Burm. au repos. « 23. Grappes d'ceufs d'Acridiun. < 4 Acrídium paranense Burm. volant. « DB Aile postérieure doublée en éventail. « 6 Extrémité de Pabdomen de l'Acridium mále, de profil. « T Extrémité de labdomen de l'A eridium, vue- de face. « 8 Extrémité de labdomen de 1'A eridiun, face ventrale. « Y Extrémité de l'labdomen de l'A eridium, face dJorsale. « 10 Crochets de l'extrémité de l'abdomen du mále, tres grossis. « 11 Extrémité de labdomen de lA erídium femelle, de profil. « 12 Extrémité de l'abdomen de l' A eridiun, vue de face. « 13 Extrémité de labdomen de l' 4 eridium, face ventiale. « 14 Extrémité de labdomen de |'A ertdium, face dorsale. IAN (CIEN Fig. 15 Teg.nen de ll 4 erídium paranense Burm., pour montrer les nervures et les ce- llules. « 16 Larve de Nemorea acridiorum We- yenb., grandeur naturelle. « 17 lla méme tres egrossle, vue par sa las ce dorsale. 195 La meme, tres erossie, depromi es « Fig. («( « A 19 Extrémité antérieure de la méme, ex- cessivement augmentée.. 20 Extrémitó postérieare de la méme, méme augmentation. 21 Nymphe de Vemorea acridiorum We- yenb., grandeur naturelle. 22 Nymphe de Vemorea acridiorum We yenb., tres erossie. 23 Gordius acridiorum Weyenb. 24 Gamastdae considérablement augmenté. 20 1d 1d 1d BLANGEES DIE 20 Nemorea aeridiorum Weyenb. mále, tres augmentée. | 21 Téte de Vemorea aeridiorum Weyenb. femelle, vue de face et considérable- ment grossle. e La méme, vue -de proítl. 29 Monstre de Nemorea acridiorum We- yenb. vue sous une forte augmenta- tion. : 30 La téte, vue de face. E uo de Proll: 32 Calliphora interrapta Conil femelle, vue de face et assez grosste. 33 La téte, vue de face, considérablement augmentée. 34 La iéte, vue de profil. 39 Enodía fervens Ll. femelle, un peu plus erande que nature. 36 Alles d Enoata fervens, grossles pour montrer les nervures et celluves. PLANCHE IV, 37 Enodiía fervens L. entralnant vers son md un Acrídium paranense paralisé. 60 TABLE DES MATIERES l—Invasions dans l'ancien continent... IL=Invasion de 48718 a Cordovas. TI[.—Acriprum PARANENSE Burm...... Ponte tele da NA 0 CAuisae E E E a GE IA os Lia Insectes parta E : IV.—Ackibrum PARANUNSE Burn, var. riojana Weyenb.... AS V.—Acribium PARANENSE Bur Mo. var. CLIMA US Me e SS. se VI—NEMOREA ACRIDIORUM WeyenL.. EMSTOBIQUE.. «ep eric O Lares co. ria VINO ade de A Insecte parkut Male. ac cod Pemelle». a MODs tros ie is E VIL -CALLIPHORA INTERRUPTA, M. sp. (?).. VIIL—Troxs.. bd A [X.—ENoDIA FERVENS ye oa ate Historique. o AS Descr cmo de Y Enodia fer cens l, Pemelles ho Mále.. X.—GORDIUS ACRIDIORUM. Weyenb.. XI. —(GAMASIDAE.. A E XIT. —Conclusion...... e Explication des planches... Ss ESTUDIOS SOBRE LA MEDICIÓN DAROME TACA DE ALTURAS LA REPUBLICA ARGENTINA OSCAR DOERINC. PRIMERA PARTE. has PEÑñas— CÓRDOBA. Los siguientes renglones son solo el prin cipio de una serie de trabajos tendentes á re: solver una cuestion que, desde los primeros años de nuestro siglo, ha llamado sobre sí la mas séria atencion de los físicos, matemáticos y geógrafos europeos, sin que haya sido posi- ble, hasta hoy, obtener una solucion concor- dante. El problema, una vez resuelto satisfac- tóriamente, tendrá una aplicacion práctica en esta República, creando una base segura de la cual carecen todavía las pocas mediciones barométricas hechas en el vasto territorio del pais, á pesar de la celebridad de los hombres que pusieron mano á la obra. Me reservo demostrar detalladamente la poca confianza que deben inspirarnos los resultados hi»so- métricos consignados en las descripciones fisi- cas de la Repúslica, pero esto lo haré en otra — 41d — ocasion, despues de tener reunidos en mi po- der todos los materiales necesarios. Los resultados de mis propias investiga: ciones, de las cuales daré cuenta. mas adelan- te, no pueden todavía dar, por sí mismos. mucha luz en el sentido de resolver la cues tion que me he propuesto dilucidar, ó, me- jor dicho, mis datos no me parecen, por ra- ZOnes que no dejaré de aducir, bastante se- guros para que puedan sacarse de ellos, con- secuencias suficientes para aclarar la cuestion. Sin embargo, me ha parecido conveniente publicar lo que he hecho en aquel sentido, pues abrigo la esperanza de que algunos de mis cólegas Ó de los ingenieros del país ali- cionados á investienciones científicas de esta clase, tomarán interés en la cuestion. contri- buyendo por su parte á la solucion de tan 1m- E problema. Para su orientacion, en- traré tambien en los antecedentes históricos de la cuestion, dando una relacion sucinta de los trabajos que se han practicado con el mis- mo objeto. Dadas estas explicaciones preliminares, en- traré desde ya en materia.— Apesar de existir ántes muchas fórmulas empíricas, la teoría hipsométrica que LAPLACE ha desarrollado en su célebre obra: Tra:ité de mécantque céleste, creó la primera base racio- nal para esta clase de mediciones, y puede considerarse como tal aun hoy. En efecto, to- das las fórmulas barométricas posteriores á LAPraAceE, están fundadas, por distintas que pa- rezcan, en aquella teoría, aunque casi todas han esperimentado muchas modificaciones de- bidas al piogreso de la física, por los que se ha conseguido determinar con mas precision las constantes introducidas en la fórmula. (%) * Siento no poder presentar en este trabajo ninguna de las fórmu- las hipsométricas por carecer la imprenta de los tipos necesarios para ello, circunstancia que acorta mucho mis pasos y me obliga á quedar mucho mas en la superficie de lo que hubiese deseado, Ramon (Sur la mesure des hauteurs 4Uat- de du baromeétre: varias memorias presentadas al Instituto de Francia durante el primer de- cenio de este sizlo) fué el primero que se ocu- pó con la comparacion de los resultados con- seguidos mediante la fórmula de lLaPLAce, con los de las nivelaciones. (Deuce y SAUSSURE ha: bian hecho ya, con auterioridad, investigacio nes con el mismo objeto, pero se sirvieron de la fórmula ménos perfeccionada de aquel, y sus resultados no alcanzan la importaucia de los de Ramoxb.) Todavia hoy, pueden servir de modelo las investigaciones minuciosas de aquel sabio, que observó con instrumentos bue- nos y bie comparados y en parajes suma- mente adeevados para tales estulios. (Véase E. E. Scumib, Lehrb. d. Meteorol. Leipzig 1860, S 999, y RUEm.MANN, die barometr. Hohenmes- sungen. Leipzig 1870, pág. 6) Ramon dedujo de sus mediciones baromé- tricas. que existen ciertas circunstancias Mmo- dificadores «de los resultados, las que por su naturaleza no han podido y no pueden intro- ducirse en la fórmula barométrica. El resú- men general de sus estudios es el siguiente: «las alturas derivadas de las observaciones. «lel barómetro y termómetro no concuerdan «en todos los tiempos con las verdaderas (1i- «velaciones), sino que la hora del dia, el esta- «lo del tiempo y la posicion y condiciones «físicas de los puntos de observacion, tienen «una influencia importante sobre los resulta- «LOS.» Á pesar del interés que las mediciones baro- métricas dispertaron y el que puele apreciar- se por las largas listas que contienen la lite- ratura respectiva, casi nadie Óó por lo ménos muy pocos prestaron la atencion debida á la existencia del período diurno descubierto por Ramonb, y hasta el célebre BesseL no queda libre del reproche de haber mezclado obser- vaciones barométricas hechas á distintas ho: — 416 — ras á fin de deducir las bases de su conocida fórmula. Recien los trabajos de Kamrz (Pog- gendorff, Ann. d. Phys. u. Chem. tomo XAVII, pág. 345), PLanramour (fiésumé des observa. tions thermométriques et barométriques faítes a UObservatoire de Gzenéve et an Gran St. Bern- hard, (enéve 1851), BAUERNFEIND (Beobachtun- gen u. Untersuchungen ueber die Genauigkeit barometrischer Hohenmessungen und die Ve- renderungen der Temperatur u. Feuchtgkett der Atmosphere, Muenchen 1862), MaArTINS (Sur Uinfluence de la distance et la correction horaíre des différences de niveau obtenues ú Paide de deux baromótres correspondants, en la Bibl. Univ. de Genéve, vol. VII, pág. 185—194), Bravals (Sur Uinfluence qu'exrerce 'heure de la Jjournée relatíivement 4 la mesure barométrique des hauteurs, en Compt. Rend. vol. XXXI, pág. 115—171), Mortrz (Die Bestimmung der Seehcehe von HKaspek, en Koner, Zeitschr. f. Erdkunde 1865, Agosto.), ALBRECHT y Rurmr- MANN (en la obra ya citada de este último)— le dedican toda su atencion, tratando algunos de estos autores no solamente de hacerlo cons- tar, sino tambien de buscar las causas y de dar reglas prácticas sobre las horas mas con- venientes del dia. Tendrémos que volver mas adelante sobre alennos de estos trabajos. A mas del período diurno, en la medición barométrica de alturas, existe otro ánuo, en virtad del cual las diferencias del nivel deri- vadas de las observaciones practicadas en los meses del invierno aparecen menores que las verdaderas y ¡as de los meses calientes del año. La existencia de este período se vé ya señalada en las ol.servaciones de RAmMoND, aun- que éste, engañado quizás por la irregularidad. ae las diferencias, no lo ha tomado en cuenta. Lo mismo puede decirse, respecto de d'Au- BUISSON (wnémotre sur la mesure des hauteurs a Úaide du barométre» en el Journal de Phys. 1810, vol. LXXI,. El honor de haberlo des- — ANT -— cubierto, parece que corresponde al astrónomo GaLLe que calculó la diferencia de nivel entre S. Petersburgo y Catharinenburgo, sirvién- dose da los promedios barométricos mensua- Ito srende Ann d.. Phys. 1. Chem. vel. XXXXVIIIL pág. 58). Aunque tambien PLaN- TAMOUR (en su obra citada) haiia publica- do datos preciosos al respecto, sin embargo RUEBLMANN se atribuye el mérito de haber él primero enunciado la existencia del período Anuo. La conformidad de los resultados hipsomé- fricos sufre tambien alteraciones que provie nen de la naturaleza y cobdiciones físicas de las localidades eu que se observa. En efec- to, los resultados varían, cuando se comparan las Observaciones practicadas en la llanura, con las de cerros, cumbres ó sierras vecinas, Ó las de mesetas y llanos. 6 de llanos elevados y puutos mas altos que estos. Si fuese dado hacer abstracción de las variaciones que se deben á la temperatura, los resultados serían conformes en el caso de resultar un paralelis- mo perfecto entre las oscilaciones barométri- cas en los dos puntos de observacion. Pero consta que el período diurno de la presión atmosférica y su amplitud dependen, no solo de la altura, sinó tambien de la forma y na- turaleza de la elevacion. (Véase Scumib, Me- (corol. 88 909 y 910, Monx, Grundsueye d. Me- teorologíe $ 162.) Las circunstancias mencionadas no son las únicas que afectan los resultados hipsométri- cos, sino parece que tambien son modificados en cierto grado por la direccion del viento. Empero. al ménos á mi conocimiento, se han hecho, hasta hoy, muy pocas observaciones, para estudiar el rol que el viento desempeña ba- jo el punto de vista que nos ocupa. RuEHLMANN menciona solo las observaciones de |¡RAMOND y Kamrz, añadiendo que los resultados de es- tos y otros observadores son muy poco concor- e dantes, mas bien se contradicen á menudo; tam poco ha deducido él mismo conclusion algu- na de sus propias observaciones, y en la lite- ratura moderna parece que no hay nada al respecto. . Dejando á un lado la última modificacion, insuficientemente documentada, y la tercera que no es posible evitar, la existencia de los períodos diurno y ánuo no puede ponerse en duda y es adoptada, de consiguiente, por la mayor parte de los físicos. Por lo tanto, me ha causado bastante estrañeza que la obra mas importante que ha visto la luz en los úl- timos años, sobre la medicion barométrica de alturas, haga casi completamente” abstraccion de este resultado” de la ciencia. Me refiero á la de P. ScerriBer, (“Handbueh d. barome- trischen Huhenmessungen. 1 tomo con atlas. Weimar 1877) Al hablar de las temperaturas medias que, segun él, es lícito introducir en la fórmula barometrica cuando no se hubiesen hecho mediciones directas de la temperatura, este ; utor menciona, solo de paso (pág. 19), los resultados de BAUERNFEIND y RUEHLMANN, y Se demuestra algo incrédulo, miéntras que se ocupa mucho de sus trabajos en la parte erítico-biblio- eráfica de su libro. Los resultados de Dewza (publicados en el Bullettino del Club Alpino Ita- liano, tomo XIV, año 1830, 1.243, pág. 381— 400), sobre los cuales informa Harrí (en Zettschr. d. Oesterreich. Gesellseh f. Meteoro- yíe, 1880, entrega correspondiente al mes de Di- ciembre), tampoco pueden autorizarnos á poner en duda la existencia de los dos períodos. Por las observaciones barométricas hechas en To rino y Moncalieri durante el decenio de 1866- 15, Denza ha calculado la diferencia de estas dos observatorios, y, hecho este cálculo, com- para los resultados obtenidos con los de va- rias uvivelaciones y triangulaciones. De esta comparacion no resulta ni el péríodó dfarno, ni el ánuo: circunstancia que se explica fácil- mente por la pequeñez de la diferencia de al. turas, que solo es de unos 16 m. Una vez reconocida la existencia de los 2 períodos. se han discutido y buscado las cau- sas del fenómeno. Cada persona que se haya ocupado alguna vez de cálculos de esta clase, ha deb do con- vencerse de que aquellos factores de la fórmu- la hipsométrica que contienen las correccio- nes necesarias á cuusa de la tension del va- por atmosférico, de la latitud geográfica y de la disminucion de la gravedad segun las al- turas, son relativamente insignificantes y modi- fican muy poco el resultado. Por lo tanto no hay objeio de modificarlos ó corregirlos con el fiu de hacer desaparecer las irregularidades de los resultados. RAMOND atribuvó esta causa á-una de- termivación errónea del coeficiente nunérico lenta ió mula de: LaeLace, y lo modificó, EScIiMiendo. 183361n en vez de la cifra orl- ginal de 18317m. (Este mismo coeficiente es igual 4 184048 en la formula de PLANTA: MOURe, en la de BauEeErRNEE ND=18404 9m, en la de RuenimannN=184002 ó, en una fórmala Mastórmmada, =18429.1 m). Pero PLANTANO"R, BAUERNSEIL =D y RuentmannN se tijaron especial. mente en la correccion necesaria respecto de la temperatura del alre Sabido es que esta corrección se calcula de la semisuma de las temperaturas observadas en las dos estaciones, la cual pasa por Ja temperatura media de la columna de aire en cuyas extremidades se ha observado, suponiendo así el desecrecimiento de la temperatura proporcional á la elevacion. PLANTAMOUR habia determinado la distancia vertical entre Ginebra y el Gran S. Bernardo— conocida ademas por nivelaciones,--tomando por base el promedio de las observaciones si- multáneas en los dos puntos durante el espa- cio de diez años. Dada, de esta manera, la altura de la columna de aire que media entre 61 — 480 — los dos lugares, y conocido su peso por las presiones atmosféricas observadas, pudo cal- cular su densidad y temperatura media para cada una de las horas del año. Las diferen- cias entre la semisuma de las temperaturas to- madas en las dos extremidades, y las respec- tivas temperaturas correspondientes á cada hora en virtud de estos cálculos, pueden con- siderarse como siendo las correceiones que deben aplicarse á la semisuma, para sacar, para una hora dada, un resultado que se apro- xima en lo posible á la verdadera altura. Ls- tas correcciones han”*ido publicadas en las «Mémotres de la Société de Physique de Ge: néve»» vol. XII, y se hallan tambien en la co- leccion tan apreciada de tablas meteorológl- cas y físicas del Instituto Sinithsoniano, por A O E | PLANTAMOUR no habia descubierto la cau- sa de la doble periodicidad en la hipsometría, lo que. el primero, segun RUEMLMANN, CONsi- guió hacer Bauersrerso. El fué quien llamó la atencion sobre esta circunstancia: que los ter- mómetros, cuando se encuentran á Inmedia- ciones del suelo, no indican la verdadera tem- peratura del aire. sino ésta. alterada por la radiación ó absorcion produci'la por el suelo. En el primer caso, la temperalura verdadera del aire ha de ser menor, y en éste, mayor que la indicada por el terniómeteo. BAUERN- FEIND da el siguiente resúmen sobre esta par- te de sus investigaciones: «La temperatura de- «crece proporcionalmente ála altura; pero los «termómetros indican solo la temperatura de «aquellas capas de aire que se hallan en con- «elacto inmediato con el suelo. de modo que es- «ta indicacion debe ser correjida para llegar «á saber la temperatura existente en la at- emósfera libre á la misma altura........La influencia de la radiacion puede calenlarse emidiendo barométricamente alturas niveladas, «y delerminando mediante estas operaciones — 481 — das correcciones á hacer para las temperatu- eras verdaderas del aire.» RUE 1LMANN, lo mismo que BAUERNETIND, atri- buye las diferencias en los resultados hipso- métricos á la determinacion errónea de la tem- peratura del aire, error que consiste en intro- ducir la semisuma de las temperaturas que se observan en las extremidades, como tempe- 'atura media de la columna intermedia. Pero él va aun mas léjos y busca lji causa en los defectos generales del termometro, que, segun él. Indica temperaturas muy distintas de las que tiene el aire ambien e; miéntras BAUuERN- FEIND coucede á lo ménos, que estos 1nstru- mentos indican perfectamente la temperatura del atre, sí bien sus capas Inferiores no pue- den servir de norma para deducir de ellas la verdadera temperatura del alre. por lo que se hallan expuestas ad la radiacion y absorción de la tierra. RUEHLMANN niega que la dismi- nucion de la temperatura, en general, sea pro- porcional á la altura, atribuyéndola solo á las capas inferiores: La magnitud, dice, del decrecimiento de la temperatura del alre hácia arriba, varía mucko en distintos tiempos, sien- do así que tiene su mínimo temprano y su máximo al mediodia; parece que las tempera- tura de las capas inferiores del ai e disminu- ye Casi exactamente en proporcion de la al- tura. No siendo del caso proseguir aquí esta cues- fion por lo demas tan important», me limitaré únicamente á remitir al lector á las objecio- nes formuladas por SCHREIBER (0. C. pág. 211) contra RUEHI.MANN. Los resultados generales obtenidos por Bau- ERNFEIND y RUEHLMANN son conformes,—no hablo de los trabajos de Marriwxs, BRAVAIS. Mor1Tz y otros que no tengo á la vista y de los cuales tampoco conezco resúmen alguno, — y pueden enunciarse en Jos cualiO teoremas de RuemLmans, base de todas las mediciones — 482 — barométricas; por esto me permito consignart- los aquí por la importancia que tienen: 12) Kn general, las alvuras calculadas de observaciones barométricas y termométricas practicadas de dia son mucho mayores que las que re ultan de observaciones nocturnas: te- nen un perlelo diurno grande. 22) Las alluras calculadas de los prome- dios diarios y mensuales de las obse vaciones meteorológicas revelan un perfodo áxuo, en virtud del cual los resultados de cobservacio- nes invernales parecen menores, y los de las estivases, mayores que las verdaderas alturas. La amplia lde este pernodo esmas pea ea! que la del diurno: 32) Los promedios ánuos de las observa: ciones meteorológicas dan alturas que se ale- jan muy puco de los verdaderos valores de ellas. 42) Los periodos de. las alturas medidas barométricamente, tanto el diurno, como el ánuo, pueden descomponer=e en dos partes, de las cuales la mayor procede de la variacion de Ja temperatura, la mas pequeña, de las Os- cilaciones periódicas del barómetro. Estos dos períodos parciales van afectados, generalmen- te, de signos contrarios. ¡Cuánta mas discordancia hay entre los va: rios Observadores, Cuando. tratan de indicar las horas mas couvenientes para las medicio- nes, e. d. las horas de. cada mes, en las Cua- les la observación dé un resultado muy apro- ximado á la verdad ó conforme con. ellal Con: signo estas horas en el siguiente cuadro, b servando á la: vez que BaureNFeIND ha ejecuta- do sus Observaciones que motivaron el libro citado, en el mes de Agosto, y limita, de con- siguiente su ¡ulcio á este mes. — 9P SO|BALPIUL UOD "WUA $ SE] 9 ale “Y 0001 Y EmMIXoIdB os TIOQUIAIJIP T9sa 18 SUE BL “UL 0 9P BrI9UAII IP BRUNA DP 9SOPURITA] CU ZP 091090] 11e orparord [9P JOJIO [9 ABI AP UBQ SOJONLT 7 SOU) U Q SUUL “Y OL St] tlOry odulal, U9nq us sepejnaolo so9up))nttas scope OS 3 RO BSIIAXO 08 “T Cx OSABILAD DP -- — £ 9.1 WII 26 211 01 ¿Le Jal a E E 9.1Q WUIIAON] ES OT A O) > 3 E 910 UI 9 8 A IO E 7 , E 9.1Q USAS qa) £ cir l 1 al GO amo , Sa E ¿ 01800 y MO E OT : = En E E e AO) 211 9 6 E da a a a orunf oo ES le S 9 S ES < > ano E L al 8 ll E 3 E 11Qqy | 9 8 311 9 8 E 3 = OZAIBI. o y OT G 6 ÉS E A 0.19..G9+ T € 11 -< 0190 5H ur cd UI ur cd UL ur cd TUI NN WITH Ny] ANTIANYUAIA VQ INOAVLINVTI, ] ZLIN1V Y ANONVY AJASSAVS SOTA] STAN ; , E _NNO3S un ra HA SVONILANOUVE SANO syI: vava Ea S CA dd O SHLNAINIANOD S E La concor!ancia aproximada de PLANTA- MOUR y RuUE4LMANN respecto de las horas con- venientes en algunos de los meses, es tanto ménos estraña, por cuanto los dos se fundan en Observaciones hechas en las mismas loca- lidades (Ginebra -5. Bernardo)aun ue en dis- tintas épocas. De todo lo «dicho resulta claramente, que la mayor parte de las mediciones birométel cas que han sido practicadas, hasta hoy, en la República Argentina, no tienen niugun va- lor cientí.ico. A meu lo uo se ha observado mas que una sola vez en los dos puntos; la altura calculada de esta manera no puede pre: tender á ser la verdadera, pues sería una Ca. suvlidad muy poco probable que el resultado oblenido así se acercase á la' verdad. 0 se hacen algunas observaciones á distintas horas de un dia da lo, se caulcnlano las altas y se toma el promedio aritmético de ellas en la creencia de que la certeza aunentará en ra= zon directa del número de o'servaciones. ¡lu- siones! Se disminuye aub mas la cala de estas mediciones, sí observaciones simultáneas no han sido practicadas, como sucede gene- ralmente. El viajero observa entónces en un punto y, s'entendo su Camino, hace lo mismo en otro sitio. y sobre las dos observaciones calcula la diferencia de nivel. Este resultado puede alejarse muchísimo de la verdad, por- que no se ha podido atender á la variación del barómetro durante el tiempo necesario pa- ra pasar del primer punto de observacion al segunilo, Otros se limitan á tomar como al- tura de un pato el número fijado por algu- nas tablas (p. e. las de RaDau, JeLINEK y otros) bajo la denominación caltura normal” arriba del nivel medio del mat», tablas que se encuel- tran á veces en la muestra de los aneróides. ¿Qué alturas resnltarán eu este caso, especial- mente Criando no se ha compara lo el aneról de con un barómetro ántes y despues de la — 485 — medicion? La geografía no puede vanaglo- riarse de los datos hipsométricos conseguidos de esa manera. Solo las observaciones siste: máticas dirigidas por la Oficina Central Me- teorológica nos han suministrado resultados mas seguros (Véase el 3" teorema de Rurnr.- MANN), siendo calculada la diferencia de nivel entre 2 estaciones, de los promedios ánuos, y de dicha diferencia la altura absoluta, en ca so sea conocida é-ta respecio de uno de los puntos de observacion. Yase han hecho seme- jantes cálculos para algunas estaciones (véan- se los informes anuales de la Oficina, pasa- AOsipor su director el Dr. .D. B. A. GouLD) y solo puede objatárseles—suponiendo que las observaciones en los dos puntos merezcan bas- tante fé —que la distancia horizontal que me- dia entre algunas de estas estaciones, de l s cuales existen series completas de Observacio- nes, es bastante larga, de modo que las altu- ras necesitan sin duda algunas pequeñas cor- recciones por causa de distancias tan enormes. Por otra parte, la determinacion baromé- trica de alturas es generalmente el único me- Wo del que pued n valerse los viajer:s para contribuir al ensanche de nuestros conoci: mientos sobre las alturas de los sitios del pals, campo muy rara vez cultivado y sin enbar- go de tanta importancia para la ciencia. Con- viene, de consiguiente, á fin de poder utilizar mejor tales resultados, examinar. cuáles son las condiciones indispen=ables para conseguir en este país la exactitid debida en las medi- ciones barométricas? O, para ser mas concra- to, ¿á qué horas del dia deben hacerse estas Operaciones segun los distintos meses, para obtener un re ultado qne no se aleje conside- rablemente de la verdad? Resulta desde luego la faz eminentemente práctica de este problema que me he propues- to dilucidar, problema que no deja de ser de un interés general científico y cuyo estudio — 486 puele suministrar resnlíados importantes pa ra la sica dela amos crono Ses oculta que es prebable en vista de las dificul- tades de todas clases con que lengo que lu- char, que no podré llegar a una solucion sa- tisfactoria sino despues de un trabajo de mu- chos años. Como la solucion de este problema, respec- to de una parte del pais, no implica su gene ralizacion, —juicio bastante motivado por la dis cordancia de los que se han ocupado hasta hoy del mismo tema—me resolví á limitar mis estucios, en primer lugar, á la Sierra de Cór- do a, lo que tambien me aconsejaban razones de un órden inferior cuya mención Do es del caso hacer aquí. Mis deberes de catedrático de la Universidad me impusieron otros límites, no permitiendo dedicarme á las Observaciones preliminares sinó ¿urante los dos meses de va- caciones, Enero y Febrero. Si hubiesen existido observaciones de una estacion meteorológica cercana á Córdoba, que abrazasen algunos años, la solucion podria conseguirse sin moverse de su Casa: pero, al ménos que yo A tal estacion no existe, y por lo tanto fué menester, ántes de todo, prac: ticar observaciones en un punto adecuado. No puedo dejar pasar la ocasion de abo: gar aqui, sino por la necesidad, 4 lo ménos por la alta conveniencta que habría en esta- blecer una estacion meteorológica en una dé las cumbres de la Sierra de Córdoba y otra al pie occidental de la misma. Es indudable que dichas estaciones. provistas de buenos Ins- lrumentos y de observadores competentes, da- rían excelentes resultados, ent iqueciendo no so- lo nuestros conocimientos climatológicos s0- bre la provincia y el país, sino tambien la me: teorología práctica y la física de la atmósfera en general, ¿Quién ignora el ensanche de co- nocimientos que se leben á muchos estacio- nes montañesas de Europa? Hace poco que el = 481 — 21. congreso internacional de meteorólogos, reunido en Roma, acordó recomendar á la Sociedad de naturalistas suizos que tratase de establecer un observatorio meteorológico en una de las cumbres altas de la Suiza, y se han dado ya los pasos conducentes á este fin. Las dificultades para realizar mi indicacion no son tan invencibles, que la inteligencia y el talento práctico del Dr. GreuLp no pueda allanarlas. Contando, como es indispensable, con la buena disposicion del Exmo. Gobierno Nacional y la del H. Congreso cuando se tra- ta de cualquier adelanto de la ciencia, podrá conscguir, con facilidad, los recursos necesa- rios para el objeto indicado, y talvez el ilus- trado y liberal Gobierno de la Provincia de Córdoba contribuirá con algo para poner en práctica esta idea. En atencion á las circunstancias que dejo expuestas, fué necesario que practicase pot mí mismo las observaciones en un punto de la Sierra, aprovechando los apuntes simulta- neos del Observatorio Nacional de Córdoba, en donde, de un tiempo atrás, se Obtenlan por medio de aparatos registradores ó aulográ- licos. : Antes de poder yo mismo elejir un punto adecuado y disponer de buenos instrumentos, se me ofreció una oportunidad que aproveché, aunque no estaba y Lo estoy aun provisto de Instrumentos vi aproximádamente adecuados al objeto que me propongo y, á pesar de co- nocer muy bien que el resultado de mi traba- Jo sería poco satisfactorio debido á las circuns- Mamcrias ya mencionadas. —Acepté, pues, la 11- vitacion benévola de mi amigo y compatriota, ASE DO Adolío KAULEN para 1r cou' mi fa= milia á pasar los meses del verano en «Las Peñas», importante estancia que le pertenece, y me es grato hacer constar que su hospita- lidad ha facilitado, no pocas veces, estudios interesantes en zoología, botánica ipcoeta — 488 - Las coordenadas geográficas de la locali- dad en cuestion son 32 30” Lat. S. y 64 15 Long. al O. de Greenw., datos que agradezco á la bondad de mi apreciable cólega, el Dr. D. Luis BrackeBuscn, catedrático de Mineralogía y Geología. La mayor parte de la estancia se encuentra en el llano de la punta S. E. de la Sierra, pero la casa habitacion, edificada en la orilla del arroyo de «Las Peñas», dá 1/2 legua al E. de la capilla y cerro de igual nombre, se encuentra en la parte extrema Oes- te del territorio de dicha estancia, situada en un valle formado por las primeras colinas de la Sierra, y rodeada de algunas cumbres y cerros que se elevan a 40-80 metros de altu- ra vertical arriba del resto de la estancia. Ll terreno entre Córdoba y Las Peñas forma una llanura uniforme que vá elevándose poco a poco, á medida que se aproxima á Las Pe- ñas, y es cruzado por los kRios Segundo y erceno: Tenía intendion de practicar observaciones horarias durante todo el dia con el objeto de que abarcasen todos los fenómenos meteoroló- gicos que pudieren producirse. Lo primero no me ha sido posible realizar á pesar de la ayuda de mi Señora, pues la hospitalidad aceptada y la amistad hacen, á menudo, con- traer compromisos de un caracter social y que es sumamente difícil de poder armonizar con las intenciones científicas proyectadas. La con- figuración de la localiaad, por lo demás, limi- tó parcialmente mis planes; p. e. pronto me convencí de que la observacion de la direc- cion del viento no me daría datos que pudie- ran utilizarse, por reinar en el valle vientos locales con direccion muy distinta de la que siguen los de la llanura y de los cerros. Las observaciones que pudieron ejecutar- se, abarcan todo el mes «de Enero y los 20 primeros dias de Febrero. A las 7 am. 2 pm. y 9 pm. de cada dia se ha observado sin — 489 — excepcion ninguna, con ménos regularidad á las demás horas del dia, pero sin embargo hay observaciones de todas las horas compren - didas entre las 5 am. hasta las 11 pm. y de algunas de estas horas un número suficiente para poder determinar la variacion diurna de los - principales fenómenos, durante aquellos meses, lo que no me he propuesto hacer aho- ra. El número total de estas observaciones asciende á 397, de las cuales solo publico las 193 que me han servido para mis cálculos, limitándome además á los 3 fenómenos que tienen aplicacion eu la fórmula barométrica. Ván en los 2 cuadros que siguen: e zar (903 leor letra l6z2 (a 9% Por (01 I80t. (060 (E1T |. or. G'eT 8 | A AA ASIA AS éc6 ¡alo 109% 1287 [0'0T- [G0T 1980 1807 Gr E AA AS Ele ¡Se (576 “ERP OT PASO GO OL vr. SS US ser 6 Te 71006. 776€ 006 (0061-16 SGT ET sI ] A A O O A O EI NES AO cole IT A AN e A A ADO AO TU A O E a O ss o O al Di O y OT A O AO MOTA a O 0 6 vel 190 ¿Sel ET 00 |es6r- [Pre “¡03 1081 ("ST 6er: [co 8 A AA A O Ss ASI ESOS EA AO EE ' p E6l [F8T 171 86 (ple [vzs Lve (311 [1vt (eL [981 [691 9 P6 A ES SAO A A O A Ea OO) E Sata ss 06 E MR e ra PEO 0007 Ss E0 ec v “cos Jess less ¡€ [pcs [rra vez pue [880 [FLO €L0 [8 TH 6 ELE SE A UE O ME RE ¡AS AO O] 6 : so EST GOL TO0S M6 (GEZ 1021 ¡SVIL ¡STIL 661L [8 FIL E “WmoxJ ud 6 ud z UR / - UL OL 4 má 6 ud z UB , ||PIpauriolgÍ Ud ud z Ut , “LU UN PANIOSe PEpavan [ES (O) vameroduo | [(UDOO Y POMAJSOUAE UOISIIZ LUJO 088) 30 OYJ3N=3 30 SIM «SVNAd SVT» NA SVAVILLIVUA SANOLOVAHASIO — 491 — CT 16. (611 [Pel [Pos . 193 (18T [(v8T12 [6312 ¡3112 [6814 | Orpautolg € cr [er ¡Es! (0€L (ses [eee (9138 |'8l [Sell [USTZ (ToTL [S7VTL » e Jeri 1er l611 xs less (16 ser [et jotin bo sl... 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No puedo dar las explicaciones necesarias sin ser un poco indiscreto respecto del deplo- rable estado del Gabinete de Física de la Universidad Nacional de Córdoba que está á mi cargo. Este gabinete tiene 3 barómetro s y dos estuches sin los tubos. Dos de ellos son de cubeta, uno de la fábrica de Breton, utro de Hachette en Paris, an:bos muy lindos para la vista, pero del todo inservibles para la observacion, y. no portátiles. El tercero es un-barómetro de sifon, de la fábrica de Mey- erstein en Gotinga, destinado especialmente para los viajes por su liviandad y disposi- cion, la gue permite, despues de llenado com- pletamente de mercurio, cerrar el tubo por medio de una llave que se encuentra en el depósito de hierro, comun á los dos tubos del sifon. A pesar de 1r0do, en este último instramento ha penetrado el aire duraute su trasporte de Europa, y necesita hoy una cot- reccion aditiva de 0. 63-:mm. econ un error probable muy grande, relativa al barómetro normal del Gbservatorio Nacional. Temiendo que se introduzca mas alre y -se inutilize completamente el instrumento, no me atrevo á sacarlo del gabinete. Hay adenas dos es- tuches sin tubos, uno correspondiente al sis- tema Fortín, otro al de Gay-Lussac. No son los tubos vacios que faltan para llenar estos dos, pero si cualquier aparato que permita hacerlo, aunque 10 fuera mas que el indica do por LCaupenot (1897, véase Wild en Carl, Repertor. der Phys. Vil, p. 256.), que no deberia faltar en ningun gabinete universitario por su aplicacion fácil y segura. Se vé, pues, que no pude disponer de nin- gun barómetro de mercurio para mis observa: ciones y que tuve que servirme de un aneróide. — 495 —- Las opiniones de los meteorólogos sobre el empleo del aneróide para las observaciones meteorológicas, están muy divididas, y no es la primera vez que la cuestion ha sido debatida sin resultado en las reuniones y Congresos internacionales de meteorología. (Véanse los debates del congreso reunido en Viena, 18753, y los apuntes históricos de JELINEK en su tra- bajo: Ueber die Constanten der Aneroíde etc. en Carl, Repert. d. Phys. XML) No sucede lo mismo sobre la aplicacion de los aneróides para mediciones de alturas, pues los meteorólogos están mucho mas de acuerdo en este punto, y, de consiguiente, es- ta clase de instrumentos se ha captado el fa- vor de los viajeros especialmente Soy par- tidario del aneró1de, con tal que el instrumen- to sea bueno y se compare á menudo con un buen barómetro de mercurio: pero en este caso mi amor Ó antagonismo para con los aneróldes nada tenia que ver en esta cues- tion, y en la alternativa en que me hallaba, ó de quedar ocioso, ú operar con ¡instrumen tos imperfectos. opté por esta última, aunque no se me escapaba, que talvez sería perdido todo mi trabajo. Tampoco de mi voluntad de- pendia la eleccion del aneróide. El Gabinete de Física tiene 2 aneróides grandes, uno del sistema BOURDON («barómetro metálico»), sin termómetro y con una marcha muy irregalar como todos los instrume»tos de este sistema: el otro es del sistema Vib1, perfeccionado por NaubeT («Holostérique»). Este último, fabrica- do segun la inscripcion por Treiva y Bono en Buenos Aires, sin número, tiene dos termó- metros y marcha muy bien, pero la gradua- cion no seextiende mas que de 720—780 mm, de suerte que, con él, ni siquiera puede determi- narse con aproximativa seguridad un estado bajo de la presion atmosférica de Córdoba Otro aneróide, de propiedad de mi cólega. el Dr. D. G. HiERONYMUS, sistema GOLDSCHMID, Pri- 63 — 496 — mera construccion (e. d. dividido en mm.) habia sufrido algo en los viajes emprendidos por sudueño y el Dr. D. P. G. Lorentz á las provincias septentrionales de la República, de manera que su marcha no podia inspirarme confianza. Juve pues que recurrir á aos de mi propiedad. de los cuales el uno, aneróide de bolsillo, me ha servido de termómetro. El otro, sobre cuyas indicaciones se ha calcula- do la presion atmosférica de Las Peñas, es de Enbrorr Hnos. en Londres, sin número, Sis- tema Nauper, de 12 cm de diámetro y d.vi- do en pulgadas inglesas. Su graduación per- mite observar directamente centésimas de pul- gada inglesa, quedando las líneas divi-Orlas a una distancia suficiente para po ler apreciar exactamente 0.0997 .y aún 0.003 No. tiene termómetro, pero sí, la inscripcion: <«Compen- saved for temperature» La experiencia que he adquirido. confirma en todos sus deralles lo que dice JELINEK (en Carl, Repert. d. Phys. tomo XII, pág. 47) de estas prete didas como ensacioies de los efectos de la dili- tación por Causa del calor, compensaciones admisibles en la teoría, pero muy difíciles de realizar. Por lo tanto no estrané al reconocer. por comparaciones con un barómetro de mercurio, que el instrumento en cuestion necesitaba se- gun la temperatura una corrección, Cuyo coe- ficiente habia caleulado=—0 10 mm. por cada erado del termómetro centesimal. En los dias 26 y 217 de Diciembre de 1879 el lr (GouLD tuvo la amabilidad de hacer comparar mi aueróile con el barómetro normal de la Ofi- cina Meteorológica. De las 18 observaciones resultó la siguiente ecuacion: Bo(mm. y.4.00)= e 25.399 A (pulg. ingles.) —(2.724-0.10 (6 15) con un error medio del “resultado de 0.11, y el probable de 0.07., resultando.el error me: alo de una observacion=0.45, el probable 0.30. E Despues de concluidas las observaciones y de regresar de Las Peñas, se hicieron con el barómetro normal de la Oficina Meteoroló- sica otras 3 comparaciones, que dieron por resultado: B=25.399 A—(1.46-+-0.10 (t—15). Como no existia causa aparente alguna á que pudiera atribuirse un cambio repentino de las constantes del instrumento, he supuesto que se habia efectuado paulatinamente, como sucede de costumbre, aún cuando los instru- mentos no han recibido golpes fuertes ó no han sido expuestos á cambios excesivos de tempe- ratura; en vista de esto se ha repartido con igualdad la diferencia de 1.26 mm entre los 65 dias corridos entre las dos fechas en que fué comparado del instrumento. La causa principal de los errores en la presion atmosférica de Las Peñas, si estos existen, 1. que es muy probable, debe buscar- se en la dificultad de determinar con seguri- dal la tenmperatira del instrumento. Para las comparaciones hechas en la Ofi- cina Meteorológica la temperatura del aneról- de se ha supuesto igual á la del barómetro normal; ésta oscilaba entre 12.1 y 719.9 F. En Las Peñas se ha medido por la del ter- mómetro de un aneróide pequeño del que aca- bo de hacer mencion, y la de otro termóme-: tre coloculo lo mas cercano posible del ane: róidz ELirotrT, bajo de u 1 corredor la ¡prime- ra quincena, y en una pieza durante el resto del tiempo; tratando así de evitar mayores fluctuaciones de la temperatura. 2.2 Temperatura. Aquí podría repetir la misma queja res- pecto de la“ pobreza del Gabinete de Física. No tiene termó netro normal y solo existen algunos instiumentos muy ordinarios Klejt uno de estos, cuya graduacion vá grabada sobre el mismo tubo, con intérvalos, de un — 498 — erado á otro, para poder valuar décimos de erado Determiné, pocos dias ántes de ir á Las Peñas, los puntos fundamentales, resul- táundome la siguiente correccion: T=1.013 (t—0.6), en la que designa. t el número de grados indicados por el ins- trumenfo, y lat aperatura verdadera, ó corregida, de la observacion respectiva. El ¡termómetro estaba, colocado. 4 Lom arriba del suelo y abrigado, en cuanto era posi le, contra la radiacion. Sin embaigo las temperaturas de la tarde y noche no han quedado libres de esta influencia. 3.2 Humedad absoluta ó presion del va- por atmosférico. Quizás sou estas observaciones las peores de todas. ll Gabinete de Física, al que ya en este trabajo he dado en dos Ocasi0nes un certificado de pobreza notoria, no poseía, cuando fuí á Las Peñas, psicrómetro de Au- cust. (Y para. concluir “aquí cón los dentás instrumentos de meteorología, liré tambien que no existen tampoco eu su co,eccion ni higrómetro, ui veleta, ni anemóm tro, ni at mómetro, ni otro alguno ...¿Qué hay entón- ces? Solo us pluviómetro!!!) Uno de los termómetros fué arreglado por mí pia servir de termómetro de depósito mojado. La determinación de sus puntos fun- damentales dió la siguiente fórmula: T-= 1.049 (6-1 2), conforme la cual han sido cor regidas las in- dicaciones del iostru nenfo. El valor de la presion del vapor atmosférico se ha calcula do sobre las temperaturas de este psicróme- tro imperfecto mediante las tablas psicromé:- tricas abreviadas de JELINEK. De la manera in tica la se han obtenido los datos sobre los cuales he calculado la altura de Las Peñas, confrontándolos con las ubser- — 499 — ENERO DE 1880 ALTURA DE «LAS PEÑAS» relativa al Observatorio Nacional de Córdoba Fecha O 0 1D) Dia 0 NP CAAST AC UCLAATD TA de las observaciones hechas á ¡as == A a am _ 2 pm s8170m' 90.7 m 165 100.0 84 () 105.7 87.4 32. 1 89 2 97.3 837 1D 89 0 119.4 51.3 118 16.1 818 13.0 93 3 33.9 107.9 89.3 114.3 18.6 9407 82.4 AS 59.1 124 63.1 860 36.5 98.1 IZ 92.3 88.5 93.0 80.7 109.5 87.8 02% 134 1195 98.4 104.7 934 106.4 89.8 88.1 81.3 388.2 666 88.6 88.7 93.2 18.2 15.1 935 103.9 96.1 109,9 9 pm 82 8 92.5 93.8 82 8 90.1 10.6 38.0 83 9 85.9 34 4 101 6 97.0 88.1 89.1 69 4 84.5 83.5 11.2 90.9 89.4 94.9 107.8 91.3 87.3 89.0 86 7 179 86.7 918 96.1 91.6 de los Promedios diurnos m 32.6 m 389 3 Dt) 85.7 94.6 918 92.8 69 4 ol SES ES 98.2 97.4 89.1 66.0 80 5 39.4 82 4 92.0 922 96.6 D09 99.1 96.2 81.1 86 4 181 895 82.5 97.9 100.2 -- 900 — FEBRERO DE 1880 ALTURA DE «LAS PEÑAS» relativa al Obscrvatorio Nacional de Córdota CRA O AUD de los Fecha / de las observaciones hechas á las promedios 7 am 2 pm 9 pm CAUBnOS 1 949 m 1077m1 935 m | 95:6 m ps 94 2 1011 105 8 04.4 3 GS Lol 102 6 105.0 00H 4 93.5 103.9 98.2 98.4 D 56.0 LO2ES O DA 0240 6 ESTA 16 84.9 82.0 8)7 1 85.9 101 A 93.6 8 88.3 103.8 97.4 Jo 1 9 99 8 094 96.7 3.6 10 94.9 00 69.9 A 11 E A 92.1 12 93.1 86.0 87.0 2073 11) 83.4 86.4 14.5 81.2 14 14.1 | 716.4 (ES 16.3 15 89.9 101.7 92.0 94.1 16 DO 105.6 95.1 0770 18 9250 103.7 90.2 O 18 57.1 90% 92.8 90.1 10 31.) A 027S 20 IES ORO EL 0539 948 vaciones simultáneas de la Oficina Central Meteorulog Ica. Los resultados ván en los 2 cuadros pág. E DO00- y 901. Los he calculado mediantelas tablas loga- rítmicas de RUEHLMANN que tamb'en se encu ;.1- tranen la coleccion de tablas y fórmulas astro- nómicas de PETERS, pero era necesario au- mentarlas considerablemente en vista de los datos presentes, pricipalmeute en lo que se 7 am 22 9 pm Prom Enero - | lra. década 719.6m 94.3m |87.7m ¡86 8m Zel e ¡SO 6« 1969< 86 3« | 87.84 3a. é OD e O SN Febrero | | 1ra década SI IS OS OSA 22. (« SO MAIN OSO ISO pro. Enero (81.8. [97.0 [90.3 190.5 LE REO” Sl S a ROO OIED:S 192:6 Promedio de los bl dias DO ADA SOS OO 1 | 1 p relaciona Con las correcciones á causa de la temperatura y de la h imedad absoluto. He crei- do poder prescindir de las correcciones res- pecto de la latitud y elevacion vertical, por que quedao dentro de los límites de los erro- res probables de observación. Los valores que figuran en las columnas horizontales, corres- pondientes á las distintas décadas ó prome- dios, no sou los promedios de las alturas de las respectivas columnas verticales, sino las alturas calculadas de los promedios de las oOb- servaciones meteorológicas. Segun puede deducirse, aunque no sea mas que por lo que dejo apuntado sobre los gran- des defectos de que adolecian los instrumen- tos que me han servido para las observacio- nes, mis datos no son de los mejores, de suer- le que tampoco pueden considerarse muy ex- actas las alturas. No son, por lo tanto, muy á propósito para que de ellas puedan sacar- se consecuencias ó reglas de naturaleza cuan- titativa, y esta ha silo la causa por la que 1no.me he ocupado de ninguna manera con los resultados que fuese posible obtener de las demás (244) observaciones que practiqué =— np á otras horas que las consignadas en los cua- .dros que preceden. Comparando las observaciones de Las Pe- ñas con las de Córdoba, podemos formar un juicio mas autorizado subre el valor de aque- llas. Esta comparacion figura en el cuadro pag. 903, en el que se han apuntado únicamente las diferencias Ó los desvios que resultan restan- do las de Las Peñas de las de Córdoba, li- mitándose este procedimiento á los promedios de las décadas y meses. Por lo que se relaciona con la presion at- mosférica, son muy inseguros los datos obte- nidos á las Tam. y 2 pm., pero tengo motivo para dar mas crédito á las quese hicieron á las 9 pm. Cuando por primera vez se comparó el aneróide en la Oficina Meteorológica, la temperatura del barómetro normal se movia entre los límites ¿le 72.7 y 79.9F. (+22 6. 26.6'(.) y. sobre la base de estas temperaturas fueron calculadas las constantes del aneróide. Con pocas excepciones, la temperatura del instru- mento se conservaba dentro de los mismos límites á las 9 pm. en Las Peñas, de manera que hay gran probabilidad para que las ob- servaciones hechas á esta hora sean muy aproximadas á la verdad. le las observa- ciones de la temperatura, me inspiran mas confianza las de las 7am, por la colocacion dada al termómetro en aquella localidad; lue- go, suponiendo iguales las curvas del período diurno de la temperatura de Las Peñas y Cór- doba, lo que no es atrevido hacer en este caso, aceto la de Córdoba disminuida en 0.7 C. como temperatura media de Las Peñas, du- rante el mes de Enero. Siendo tan defectuo- sas las observaciones termométricas, es su pérfluo observar, que las de la humedad ab- soluta merecen aun mucho ménos fé Para nuestro Objeto, el de la medicion de la altu- ra, y en vista de la falta de datos seguros Fé [60-[97-[90- | 307 | TT ¡1TH| GT p924 (0-4 008+[8 2 j019194 O1pauos.] Te 03 er to [e1+ cor 604 104 |v1+ [0014 81+8'9+|cox0ug orpewoxa A A o e E. A a SS e ee » » z d ») Le ars eo |o+ et ee eo | 11 914 78+ y 06 | gt] 9 vor |91+ (a+ ee+ro+| 01 014814804 3 et geles] 11] s0+ er rro plane ro ee ol E 9) » 6 ) 'Uprdop = 1 01005] A AS O As ES ES ES ae 99+| wo q udg udz ue) | uo ¡ud ud ue) uorg udg suda ue) “UU UU EOL) “TU ul em]osqe pepatunH | et1n]e1 aduo 1 POI19JSO UIIPL UOISIA SVNId SVI—VEO0AHO) SINCIOVAY3SHO SV 3U0 SOIAS30 O SViONI3Y43310 — 504 — para calcular el decrecimiento de la humedad absoluta segun la altura, basta suponerla igual á la de Córdoba=10 mm. (Calculando por las fórmulas dadas por Haxx en Zeitschr. dioesterra es. E Meteoro loc Ie OA 193 ete, resultaría la presion del vapor at- mosférico de Las Peñas inferior 4 la de Córdoba en 0.3 mm; pero si se ha determina- do la humedad absoluta con un error medio de +06—1mm., el mismo error que resultaría pa- ra la altura, es igual á 0.05%. de la altura ó produce un error absoluto de 0.3 m. en una diferencia de nivei igual á 1000 m) Tendríamos una base mas segura para criticar las observaciones meteorológicas pre: cedentes, si nos fuese posibie comparar las alturas calculadas con el resultado deuna ni velacion, ¡uzgando los errores de las obser- vaciones por los existentes en las alturas que ellas hubiesen dado. No existe una nivela- cion entre Córdoba y Las Peñas, pero su fal- ta no es de sentir en este caso, miéntras que el resultado de una medicion geométrica se- ría indispensable, si las observaciones hubie- sen resultado ménos discutibles ó dudosas. A pesar de que mi propósito principal, el de determinar las horas mas cunvenientes pa: ra la medicion barométrica de alturas, se ha mostrado irrealizable por esta vez, las obser- vaciones permiten sin embargo hacer algu- nas deducciones generales de un carácter cua- litativo, y se prestan tambien, segun me pa: rece, á deducir muy aproximadamente la al. tura de Las Penas: Puedo confirmar, sin entrar en detalles y solo de la comparacion de las diversas altu- ras, sin fijarme en su valor absoluto, las si- guientes observaciones de RUEHLMANN: La parte ascendente de la curva que in- dica el período diurno de las alturas, vá ele- vándose mas rápidamente en proporcion que no disminuye la parte descensional. — 505 — El período diurno no se pone claramente en eyidencia sinoen los dias con cielo claro ó casi por completo despejado de nubes. Duran- te los dias de alto grado de nublosidad 0 de viento fuerte, la amplitud del período dismi: nuye mucho. Veamos ahora si puede derivarse un va- lor probable de la altura de Las Peñas, de los datos que deben pasar por los mejores. He dicho ya, aduciendo á la vez mis ra- zones para ello, que las observaciones baro- métricas hechas á 9. pm. merecen mas fé, lo mismo que las termométricas practicadas á 1ISe7 auna. | Dove es el autor de un método que pue- de aplicarse con buen éxito en el caso que nos ocupa. Este consiste en dar á los valo- res medios, sacados de. una: corta série de observaciones, la misma certeza que tienen los de una estacion normal vecina, por me- dio de una simple reduccion de aquellos a es- tos. El proceder de Dovke fué examinado por HELLMANN (véase Zeitschr. d. oesterr. Ges. f. Meteorol. X, pág. 181, ete.), que, fundándose en las observaciones de 36 estaciones, Ccon- firma su exactitud, y Monn en sus Principios de meteorología ($ 53) lo recomienda no solo para la determinacion de la temperatura, si- no tambien para la presion atmosférica y la humedad absoluta. Estudiando la distribucion simultánea en una gran extension de la superficie terrestre, se halla que la diferencia entre la presion atmosférica que realmente existe en un lugar y su presion normal, es próximamente la misma para lugares que distan poco unos de Otros. Si, v. gr, la presion de un mes determl- nado, en un lugar, es [mayor que la normal en un cierto número de mm., tambien es, en otro inmediato, mayor de una cantidad igual; pues las Causas que producen estas diferen cias, hacen, en una extension grande, sentir — 506 — su accion de una manera idéntica. Cuando el lugar, cuya presion normal se trata de cal- cular, se encuentra inmediato á una estacion en que es conocido este dato, pueden em- plearse los desvios en ésta para deducir la normal en el otro punto. (Mon o. e $ 53.) Aplicando el método al caso que tratamos de esclarecer, podemos derivar la presion me dia atmosférica de Las Peñas, de la de Cór- doba, su estacion vecina, tomando provisoria- mente este valor medio por el valor normal. De los datos (los de Córdoba tomados del In- forme de la Oficina Meteorológica Argentina, correspondiente á 1876): Presion atmosférica de Las Peñas, observada á las 9. qa en el mes de Enero de 1880... ES 21122 mam La misma observada en Córdoba... da ML Presion media a Enero en Cór- Obras paria lo lr dei RLAO RR Presion media ánua de Córdoba. . ¿123.18 “e resulta como presion media ánua e Nas PRenasiecs SS SELL Atribuyendo á las observaciones nocturnas de Febrero el mismo peso que á las de Ene- ro, fundándonos sobre las observaciones eje cutadas á las 9 pm. durante las 2 décadas de este mes, á saber: Las Peñas (observado) Córdoba > A llo combinándolas con la Presion media Febrero de Córdoba. . 721.80 « Presion media ánua « E ASES E deducimos como presion media ánua de Las Peñas.. e. 610 00/0708 . ¡00.0 0 Tal 0 97 116.26 min Promediando los dos valores 716.26 y 716. 38.nim, resulta como valor mas probable de la presion media barométrica de Las Peñas— 116.32 mm, —- D01 — Buscando entre todos los promedios de Ene- ro y Febrero la presion media barométrica de Las Peñas, resultan las siguientes cifras: 1 De las observaciones hechas á las del vbromedio diurno A A A T am 2 pm 9 pm Promedio Enero¡716.98 | 715.98/7116.38 | 716.38 « Febrero 716.44 | 7115.85/716.26 | 7116.18 16H TIL M16.32 11698 116.31. Se vé que, por casualidad, tanto el prome- dio de todas las 153 observaciones, como el de todos los promedios diurnos nos dan próxi- mamente el mismo resultado que las obser- vaciones practicadas á las 9 pm. que pasaban por las mejores. Puede procederse de una manera análoga respecto á4 las temperaturas observadas, para deducir de ellas la temperatara media de Las Peñas. Pero las observaciones hechas á las Tam. durante el mes de Enero nos dan un valor muy distinto del que resultaría aprove- chando las de Febrero practicadas á la mis- ma hora. Sin embargo no cabe la menor du. da que son preferibles las de Enero, que nos dan el valor de la temperatura media de Las Peñas=15.9%C., es decir, inferior á la de Córdo- ba en 0.70, miéntras el cálculo sobre la base de las de Febrero nos daría 17.8, e. d., tempe: ratura mas elevada que la de Córdoba en 1.20 C. Calculando ahora la altura de Las Peñas, de la presion y temperatura medias, obtenidas de la manera indicada, e. d. [presion media barométrica de Las AS OS AT temperatura “media de Las Peñas. . 15.9-C. presion media barométrica de Cór- dido Diners os Zas MIA temperatura media de Córdoba... . 16.606, — 5U8 — resulta la altura de Las Peñas=87.8 m., 6,en atencion á las demas correcciones debidas á la humedad absoluta, latitud y elevacion= 885 m. Y aún si calculasemos, introduciendo como temperatura media de Las Peñas 17.80(, resultarían solo 88.75 m. De consiguiente, puede considerarse como altura probable de Las Peñas 88.5 m., que su- mada á la altura del Observatorio de Cór- doba arriba del nivel medio del Rio dela Pla. ta, frente 4 Buenos Aires, (=438.5 m.), daría una altura absoluta de Las Peñas=527 m., re- sultado en el cual se ha despreciado la cor- reccion que pudiera provenir de la diferencia entre las respectivas alturas de los baróme- tros arriba del umbral del Observatorio y del de Las Penas. Formando las diferencias entre las alturas calculadas y la mas probable de 88.5 m, re- sultan las siguientes, que consigno simplemen- te, sin discutirlas: DIFERENCIAS entre las alturas calculadas—la mas probable (88.5 m.) [del Prom. Calculada de: 7 am 2 pm 9 pm diurno Enero, 1ra. década NI Es « Za. « A ES E O « Ja. « --2.0 |+489 (+29 (+32 Nebrero ras AGA AS A « 20, « —24 '+110'+0.3 ¡+1.4 Enero Promedio...—6.7 +85 +18 +20 Febrero 4 - 0.7 1+105 +25. |+41 Promedio general ao Ur e Ls - 509 — Ocurre la pregunta, si la distancia hori- zontal Las Peñas—Córdoba permite esperar buenos resultados para la medicion baromé- trica, aún en el caso de observar con instru- mentos de buena calidad. Cuanto mas distan dos puntos de observa- cion, tanto mas posible es que las variacio-: nes de la altura del barómetro no se efectúen simultáneamente en los dos lugares, y si la diferencia de las respectivas latitudes de dos puntos es muy grande, no puede suponerse la igualdad de altura y peso de las colum- nas de aire cuya presion se mide por la co- lumna de mercurio del barómetro, ni siquiera en un estado deequilibrio del aire. BaAuÉRrN- FEIND en sus «Hlemente der Vermessungskun- de» (tomo ÍI, pág. 340) limita esta distancia á 2 leguas geográficas, en el caso d. hacerse algunas observaciones para la determinacion de la altura relativa de dos lugares situados en la misma pendiente de una montaña. Tra- tándose del cálculo para la altura de dos puntos situados como queda dicho, pero me- diante observaciones meteorológicas prose- guidas durante muchos años, admite una dis- tancia hasta de 5 leguas geográficas. Pero si los dos lugares se encuentran en una lla- nura y se hacen series mas largas de obser- vaciones, una distancia de 8-10 leguas no ejerce influencia contraria, segun BAUERNFEIND. Nos encontramos en el último caso, pero la distancia indicada por BAUERNFEIND parece muy reducida. En efecto, la distancia hori: zóntal entre Ginebra y el San Bernhardo; es de 20 leguas geográficas, e. d., mucho mas larga que la dada como máxima por Bauern- FEIND, además los dos sitios están separados por un terreno montañoso y aún por venlis- queros, circunstancias que pueden producir perturbaciones locales muy grandes, lo que no tiene lugar en la línea-Las Peñas—Cór- doba. Aunque mis observaciones, por ser tan — 510 — dudosas, no permiten demostrarlo con cifras, me inclino á creer que la distancia tan gran- de entre las Penas y Córdoba no es incon- veniente para poder obtener buenos resulta- dos. Para poder proseguir con mas éxito mis estudios sobre la medicion barométrica de alturas en el país, necesito ante todo bue- nos iustrumentos para las observaciones me- teorológicas. La pobreza del Gabinete de Física de la Universidad Nacional de Córdo- ba es sorprendente, y la falta de instrumen- tos servibles no se limita solo á la meteoro. logía, pues se. hace notar en todas las rami- ficaciones de la física. La Ley de Presupues- to del año vigente y de los últimos pasados Óó no asignaron nada, ó sumas insignificantes para el fomento de esta reparticion, de mane- ra que el aumento del inventario, debido á fondos tan escasamente medidos, es por de- mas limitado. ¡Abrigo la esperanza de que la buena disposicion, que me consta, del lxmo. Gobierno Nacional para con esta Universi- dad. y la munificencia del Hon. Congreso re- mediarán pronto las deficiencias del gabine- te, asiguándole mensualidades proporciona- les á las necesidades, y elevando así esta re- particion al rango de un gabinete universita- rio, lo pondrán al nivel del de Buenos Aires. No debo concluir sin expresar mi gratitud hácia el Señor Director de la Oficina meteoro- lógica, 1)r.D: BA. GOULD: que; nos solo: he ZO comparar en varias Ocasiones mis Instru- mentos, como lo he mencionado, sino que puso á mi disposicion, con gran amabilidad, la copia de las observaciones simultáneas he- chas en esa Oficina, sin cuyo requisito no me hubiera sido posible ejecutar ninguno de los cálculos publicados en los renglones pre- cedentes. Córdoba, Enero de 1881. ) OSCAR DOERING, A Miéntras estaba imprimiéndose el trabajo que antecede, llegó á mi conocimiento la existencia de otro libro muy importante so- bre mediciones barométricas, que puede com- pararse al de RU:EHLMANN. : Es del Dr. Guibo (Grassr, catedrático en la universidad de Pavia: Sulla misura delle allezze mediante ¿ barometro. Milano 1876. Como el objeto de mi trabajo es dispertar en este pais el interes hácia los problemas que se relacionan con la medicion baromé- trica de alturas, me creo con el deber de completar lo que antecade, dando un resú- meu de los resultados de aquel libro de fecha muy moderna, fundándome en el informe da- do por HartL en Zeitschr. d. oesterr. Gres. f. Meteorologie, tomo XII, p. 346. Grassr calculó la distancia vertical entre Torino y el San Bernhardo (distancia hori- zoutal 99 kilóm.) y la de Aosta—San Bernhardo (distancia horizontal 20 kilóm.). de observa- ciones tri-horarias hechas durante el año 1871 en los 3 puntos citados, introduciendo, por falta de observaciones higrométricas en el San Bernhardo, los promedios calculados y aprovechados por RouEeHr.MANN. Se sirvió de la fórmula moderna de SainT-ROBERT; pero re- sultó que el promedio ánuo dá una altura me- nor que la verdadera, defecto que se atribu- ye á esta misma fórmula. calculada, segun. parece, para el verano. Los dos períodos, el ánuo y el diurno, se revelan tambien, aun que muestran ménos regularidad que los ob- tenidos por RUEHLMANN, por que el material de Gírasst abarca solo un año, miéntras que el del primero se extendia á un período de seis años. Segun GRASSI, el tiempo mas conveniente para las mediciones barométricas es de me- diados de Julio á mitad de Setiembre (e. d. entre el 15 de' Enero—-15 de Marzo en nues: tro hemisferio) y á las 7 am y 3 ó 33 pm. — 512 — Calculando segun la fórmula de SarnT-Ro- BERT, la primera parte de esta época dará al- turas un poco menores, y la segunda las da- rá un poco mayores que las verdaderas. Si se hacen mediciones á distintas horas y en dias igualmente distribuidos del mes de Agos- to (Febrero), y se aprovechan, para el cálcu- lo, los valores medios de todas estas medicio- nes,se obtendrán alturas próximamente exactas, pero es necesario para este objeto, elejir dias en quo no sea agitado el tiempo. Buscaudo la causa de los dos períodos, GRrAs- si no la atribuye únicamente, como BAUERN- FEIND y RUEHLMANN, á la detecminacion er- rónea de la temperatura del aire, sino, á mas de ésta, á la variabilidad de las leyes del de- crecimiento de la densidad y de la tempera- tura segua la altura, y opina que sería ne: cesario tomar tambien eu cuenta el tiempo en que se Observa, introduciéndolo en la fór- mula barométrica. Al fin Grassi llama la atencion sobre un trabajo de BeErr1, publicado en el Giornale di Fisica e Chimica dí Pavia, ano 1827, que él mismo ha descubierto hace poco. En este trabajo BeLLI habría reconocido ya el perío- do diurno, explicándolo de la misma manera que mas tarde lo ha hecho RueHLMANN. Se gun parece, RUEHLMANN no ha tenido conoci- miento de dicho trabajo al publicar su libro. OSCAR DOERING. RR AED ZÉ LISTE NOMINA des publications recues DE LAS PUBLICACIONES par l'Académie du 13 RECIBIDAS POR LA AÁCA- Aoút 1878 au 31 Dé-DEMIA á contar del 31 cembre 1880. — de Agosto 1878 hasta el 31 de Diciembre 1880. Les Sociétés Scienti- Se ruega á las Socieda- fiques en currespondan ¡des científicas que man- ce avec cet Institut, sont tienen relaciones de can- priées de considérer cet-je con este Instituto, te liste comme un re ¡se sirvan considerar es- cu de leurs envois. ¡fa nómina como acuso dle recibo de sus reme- sas. [ RECIBIDO EN CANJE: AMSTERDAM: Nederl. aardrijkskund. Genoot- BATAVIA: BERGAMO, BERLIN, schap- Tijdschrift. Deel IV, n 1. 3. Lands plantentuín te Bust- tenzorg. Informe annuel. 18€3—77. Annales du Jardin botani- que. Vol. L Tijdschrift voor Nijwerheid en Laudboues in Nederl,— Indie S.L. Ateneo di Scienze, lettere ed. artt. Att E SURTE. TV. K. Preuss. Akademie d Wissensch. Monatsberichte, 1880, Nos LAZO. Gesellsch. f. Anthropologte, Ethnologie u. Urgeschichte. BÉZIERS, BISTRITZ, BRAUNSCHWEIG, BREMEN, BREMEN, BRUXELLES, Buenos Arkres, Buenos Árres, Buenos AIRES, BuENos AIRES, — 514 — Verbandlungen. 1879. 1880, Node Société «WNétude des Seiences naturelles. Bulletin, Décembre 1876; 1877. Ss 18: nes eta s clnc les: Hoehere Gewerbeschule. IV ter u. Vter. Jahresbericht (1871- 19.) Vereín fúr e sehaft. Jahresbericht 1879— 80. Geograph. Gesells haft. 3ter. Jahresbericht des Vor- standes. Naturwissenchafil. Verern. Kohl, d. natúrlichen Lock: mittel des V«elkerverkehrs. Société Entomologique de Belgique. Annales, Vol XX. (1877) Bulletin, Série LE nm. 21. 22. 53 DT. Comptes-rendus, Série IT, núm 44. Circulo Médico Argentino. Anales, Tom. Íl, n. 1—6. Tom. NE. n. 13. Tom Vilma. Departamento Nacional de Agricultura. Boletin “mensual lomo IEA A A A E os Tom. IV, nm. 4-3. Sociedad Científica Argen- tna. Anales, Tom.Iá VI, compl. Tomo VE, | Ed Occ Toma NL 1. TO Os ¿Tom A alo núm. 1. Sociedad Rural Argentina. CASSEL, CÓRDOBA, DorPAr, DRESDEN, FIRENZE, FRANKFURT A. M., GOERLITZ, GRAZ, GREIFSWALD, GUATEMALA ' CHAARLEM Anales; Tom IVY "a XuH Acompilom A nod: o iio Tom. AVE n. 1-5. Tom. XV,n. 2. 3. AOS 0% Verein f. Naturkunde. Catalog «der Vereinsbiblio- thek. Untversidad Nacional. Estatuto General de la mis ma. A Naturjorseh. Gesellschft. d. Universitot. Sitzungsberichte, Dl NE ML. eN Naturwissenseh. Vereín «Isis» Sitzungsberichte. Jan.—Juni. 1879. Societá Toscana dí Serenze Natural. Processi verbali, 9 Jul. 1878, 9 Marzo 79, 11 Marzo 79. Atos Jul. 79 29 Mayo 80,4 Jul. 80. Phystkalischer Veretn. Jahresbericht, 1377—78. Naturfor sehende Gesellsch. Abhandlungen. Bd. XVI. Akademisch— naturwtssen- schaft. Vereln. Jahresbericht. IL IM. IV. Y. Naturtwiss. Vereín von Neu- Vorpommern.u. Rúgen. Mittheilungen, Jahrgang XI. Instituto Nacional de Meteo- rología. Observaciones meteorológi- cas. Noviembre 79, Musée Teyler. Archives, Vol. I—IV; V, as partie. 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L. nitro Mexico Moscov, MUENCHEN, PALERMO, Paris, Paris, St. PETERSBURG, Roma, Roma, STOCKHOLM, W ASHINGTON, WAsHuINGTON, = DÍ7 — Revista meteorológica men- _sual del M. de J. 1878, Feb. = Junio. Museo Nacional. Anales, Tom, L Contributions to the Bulletin of international meteorologt- cal observations. 1878, March —Mali. Société Impériale des Na- turalistes. Bulletin 1878, n. 1. 2 Geoygraphische Gesellschaft. Jahresbericht. 27. Collegio degl” Ingegnert ed Architettt. Anos io Bases MLNV 1880, Fasc. IIL Guide du Naturaliste (M. A. Bouvier.) 1880, n. 1—13. Nouvelle Société Jndo—Chi- noise. 1878. Société Entomologique de la Russte. Horae Societ. Entomolog. Rossicae. 1876, n 1-4. Ministerio de Agricultura, Industria y Comercto. Annali di Statistica. 1878. Serie IL, vol. II con atlas. R. Accademia der Lincet. Attu Serie IL Vol. IV. Entr, 1-7. Entomologisk tidskrift. Tom. I entrega 1. Department of the Intertor. Bulletin of the U. St. Geo- logical and Geographical survey of the territories. 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OS Planillas comparativas ' e E > dérethos, aforos y gra: A. vÁmenes desde 18701878 o inel.> SCHEFFER, Dr. R..H.-C: É Bultenzorg e Verhaal van en dienstrel- zen, etc. 1870. Een voord over ville—mest. Padiproeven Il. Il. Kosten. van bewerking van sawahs, ete. Het mossing-—systeem bij de kina—cultuur. | Inlandsche plantennamen. A. Ernst, studie over de misvormingen. SrewerT, Dr. Máx. (M. Corr). Danzig. Zur Fet- tbestimmungsmethode durch Aether. STUEBEL, Alfons. (M. Corr.) Dresden. Alturas tomadas en la Re- pública de Colombia en los años 1868 y 69. « ( « del Ecua- dor ISTEZTI. « « « «a 1871--73: Carta sobre sus viajes á las montanas Chimborazo, etc. Antigua erupcion volcánica en la vecindad de los Baños de Canquenes, etc. Tommast, Dr. Donato. Milano. | Azione dei raggi solari sui composti alcoidi d'argento. Riduzione del cloralio. Sur la non- existence de lPhydrogene naissant. 1.9 partje. 3.% partie. Torino, D. Inocencio. Buenos Aires. 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INDICE Dil TOMO 1 DOCUMENTOS OFICIALES E LISTO DEL A Pare: Reglamento de la Academia Nacional de- Ciencias. ; o Documentos “oficiales. E AE AO Memoria Anual del Presidente o a) diente á 1878 : Circular á las cidade. entere. Necrología del Dr. 1). M Lucero (no re- trato). 50 aaa a A le Lista de los. elias pd Lista de las Academias, ete. en elation con el Instituto. . : Necrología del Dr. De, C. Schulz —Sellack. Acuerdos o oe Memoria Anual del Presidente O: in diente á 1879, A RN Modificaciones del Reglamento. PO NE Nómina de las «publicaciones recibidas por la Academia del 31 de Agosto 1878 al 31 de Dicrenibre PARTE CIENTÍFICA Dr. Lurs BrackeBuscu. Informe sobre po- ZOS TA rtestamos en Catamarca F. SCHICKENDANTZ. . Estudios metalúrgl- Dr. Avorro Doknrx6. Apuntes sobre la fauna de Moluscos de la República Ar- gentina. IV....... .. F. Semerespawrz. Un nuevo sulfato. . E F. ScHiCkENDANTZ. El metal «Pinta» de Ja mira Restauradora ol FE, SCHICKENDANTZ. Noticia preliminar so- ¡bre “Berberis exuosa. ovas a a 5) 293 18 23 29 34 129 264 267 280 299 13 31 46 63 8) 38 90 A BC: T. Se Description- d'un nou-- veau genre etd'une nouvelle espéce de - la famille des Noctuélites, provenant de la République - - Argentine do 1 place... EA P. C. T. SNELLEw. Description Vune nou- velle espéce d'Agrotis, découverte dans la République Argentine.. o De A.DeE KREMPELHUBER.. Lichenes collee- tiin Republica Argentina a professori- bustlturemntz +et Enetonyuls: 2... Dr. L. Brackesuscm. Informe sobreel mu- seo mineralógico de la Universidad Nacional, de 1875-1878. e loas Dr: oO RaT La Hipomanina, un nuevo principio cristalizado en el chus. cho (Vierenbergía hippomanica Miers).. Dr. H. WeYENBERGH. Description d'une puce gigantesque, Pule grossiventris. Dr. H. WevyesserGH. Sobre un caso de «struma cystica» del Timo, observado en Cerous rufus. Una contribucion al estudio de la clínica zuológica........ Dr. BH. WrYrNBLkGH. Descripciones de MENOS USAS. ro 0... 2... J. HIERONYMUS. Niederleinia juniperoides, el pag eranto de un nuevo género de la familia de las Frankeniaceas.. Dr. H. WeYenNBERGH. Algunas nuevas san- uijuelas óÓ choncacas de la familia Gnathobdellía y revista de esta fami- 1 O ade ll Dx. Abono DorrixG. Informe sobre la composicion química de algunas mues- tras de agua potable de las ciudades de la Rioja. y de Tucuman. Dr. L. BracrkesuscH. Informe del museo mineralógico de la Universidad Nacio- nal, año STO o eo P. A. Cox. Nouveaux cas de myiasis observés dans la province de Cordova (Rép. Argentine) et dans la Républi- 93 97 100 231 245 251 — ibn ue de Vénézuela....... ..... A A di J. HIERONYMUS. Sertum patagonicum; de- terminaciones y descripciones de plan- tas fanerógamas y eriptógamas vascu- lares recojidas por el Dr. D. Cárlos Berg en las costas de Patagonia...... 327 P. A. Cow Etudes sur Y Acrídium pa ranense Burm. ses variétés et plusieurs insectes qui le détruisent (avec 4 plan- ches dám:: LY -VY tus ch no: 385 Oscar DosrixG. Estudios sobre la medi- cion barométrica de alturas en la Re- pública Argentina. 1% parte. ......... 473 Ire TEN o yan e, Lamina IV EZ = E o; Ln IR LL - A z E aa PA uu E | Lit. é Imp GHrall. Reconquista 92 B2A3 Lamina V Le Zap Gall, Reconquista 92BA. >, Al £ AS o. Zamina VI Wi ES Ugo O TARADO PE RIA, A y 2 SATA UE Hills SO UN 1% CTA 19) Se , ' Lite /imp Gkral, Reconqinsta 92 BSAS A PA. Conil fer. s al: Reconquista 92 BA: mn Lité Imp GH Ai No FR Po a z | ED : P. A. CoxiL. Nouveaux cas de myiasis observés dans la province de Cordova (Rép. Argentine) et dans la Républi- que de Venezuela. a. -J. HimroNYMUS. Sertum- patagonicum; de- terminaciones y descripciones de plan- tas fanerógamas y Criptógamas vascu- lares recojidas por el Dr. D. Cárlos Berg en-las costas de Patagonla...... P. A. “Covm Etudes sur Y Acrídium pa- ranense Burm. ses variétés et plusieurs insectes qui le détruisent (avec 4 plan- ches lám. NVIDIA Oscar Doeriwe. Estudios sobre la medi- cion barométrica de alturas en la Re- pública Argentina. 1% parte... o... Nómina de las publicaciones recibidas por la Academia del 31 de Agosto 1878 al 31:de Diciembre 1550 5 a a e a - 1 * ra . $ - a a A Hi > -. a. a dad lle bd A ra cor o do de e IRTE PITES $ e > ao qe. aesistod valo gitissrt te, rprotriniciod sergio tat apart etntast REI SIaic tata rrbc4sisós usipipentot atsiarel aprisa q. ale e cd 1.. atrinisraiaca ir e Sritrios e - nica to qa ..u.bra io RS A. -. A tado ps Lo os pl «> » uu... ea cuerno a > e pa - na ee Lose e... 2 '. 5 Evovate! IBGRENES CITI AAA Peenisna sens IRLBERAL A ad ama a a e e $ e rebrimiaiatrtir vio sister E qrestaróWd a . es - A do Hang PAI ATTFIEL IIA PA 2¿latatste pi ey » 4 e -. 4 ASNO e .r...o A LiEFLIIa rss tao ista as MATA AAA Ñ p . rodri ar > , a EME y PETIT] rai os betats o. ebro do Io El -.o mu ars PES rr... CEI 24 4er