BOLETIlsT DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL MADRID ESTABLECIMIENTO TIPOGRÁFICO DE FORTANET IMPRESOS DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA Calle de la Libertad, núm. 2R •1 903 vv JUNTA DIRECTIVA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL :f_a.:r,_a. 1903 Presidente Excmo. Sr. D. Zoilo Espejo. Vicepresidente D. José Rodríguez Mourelo. Tesorero D. Igmacio Bolívar y Urrutia. Secretario D. Salvador Calderón y Arana. Vicesecretario D. José María Dusmet y Alonso. Bibliotecario D. Rafael Blanco y Juste. Vicetesorero D. Antonio García Várela. Comisión de publicación. D. Francisco de P. Martínez y Sáez. — D. Germán Cerezo y Salvador.— D. Florentino Azpeitia y Moros. Comisión de Catálogos. D. Gabriel Puig* y Larraz. — D. Blas Lázaro é Ibiza.— D. Fe- derico Gredilla y Gauna. — D. José María Dusmet y Alonso. — D. Juan Manuel Díaz del Villar. — D. Enrique Pérez Zúñig-a. — D. Ángel Cabrera Latorre. SECCIÓN DE BARCELONA. Presidente D. Carlos Ferrer. Vicepresidente D. Carlos Calleja y Borja-Tarrius. Tesorero D. Ig-nacio Tarazona. Secretario D. Marcelo Rivas Mateos. Vicesecretario D. Manuel Carbó y Domenech. SECCIÓN DE SEVILLA. Presidente D. Julio Ferrand y Couchoud. Vicepresidente D. Manuel Miquel é Irizar. Tesorero D. Enrique Crú y Marqués. Secretario.. D. Federico Chaves y Pérez del Pulg-ar. Vicesecretario D. Míg-uel de Bago y Rubio. SECCIÓN DE ZARAGOZA. Presidente D. Pedro Ramón y Cajal. Vicepresidente D. Pedro Aramburu. Tesorero D. Félix Gila y Fidalgo. Secretario D. Pedro Moyano y Moyano. Vicesecretario D. Juan P. Soler y Carceller. \ n o n Socios fundadores. D. José Argumosa. f D. Jgnacio Bolívar y Urrutia. Excma. Sra. D.a Cristina Brunetti de Lasala, Duquesa de Mandas. D. Francisco Cala, f Excma. S.a D.a Amalia de Heredia, Marquesa Viuda de Casa Loring. Excmo. Sr. D. Miguel Colmeiro. f D. Antonio Cipriano Costa, f Excmo. Sr. D. Cesáreo Fernández Losada. D. Saturnino Fernández de Salas, f D. Manuel María José de Galdo. f D. Joaquín González Hidalgo. D. Pedro González de Velasco. f D. Ángel Guirao y Navarro, f D. Joaquín Hysern. f D. Marcos Jiménez de la Espada, f D. Rafael Martínez Molina, f D. Francisco de Paula Martínez y Sáez. D. Manuel Mir y Navarro. D. Patricio María Paz y Membiela. f Excma. Sra. Condesa de Oñate. f D. Sandalio Pereda y Martínez, f D. Laureano Pérez Arcas, f D. José María Solano y Eulate. D. Serafín de Uhagón. D. Juan Vilanova y Piera. f D. Bernardo Zapater y Marconell. Presidentes que ha tenido esta Sociedad desde su fundación en 8 de Febrero de 1871. 1871- -72. Excmo. Sr. D. Miguel Col- 1887. limo. Sr. D. Carlos Castel. meiro. f 1888. Excmo. Sr. D. Manuel M. J. 1873. D. Laureano Pérez Arcas, f de Galdo. f 1874. limo. Sr. D. Ramón Llórente 1889. D. Ignacio F. de Henestrosa, y Lázaro, f Conde de Moriana. f 1875. limo. Sr. D. Manuel Abe- 1890. D. Francisco de P. Martínez leira. f y Sáez. 1876. Excmo. Sr. Marqués de la Ri- 1891. D. Carlos de Mazarredo. vera, f 1892. D. Laureano Pérez Arcas, f 1877. limo. Sr. D. Sandalio Pereda 1893. Excmo. Sr. D. Máximo La- y Martínez, f guna, f 1878. D. Juan Vilanova y Piera. f 1894. Excmo. Sr. D. Daniel de Cor- 1879. Excmo. Sr. D. Federico de tázar. Botella y de Hornos, f 1895. D. Marcos Jiménez de la Es- 1880. D. José Macpherson. f pada, f . 1881. D. Ángel Guirao y Navarro, f 1896. D. José Solano y Eulate, Mar- 1882 Excmo. Sr. D. Máximo La- qués del Socorro. guna, f 1897. D. Santiago Ramón y Cajal. 1883. Excmo. Sr. D. Manuel Fer- 1898. D. Manuel Antón y Ferrándiz. nández de Castro, f 1899. D. Primitivo Artigas. 1884. D. Pedro Sáinz Gutiérrez, f 1900. D Gabriel Puig y Larraz. 1885. D. Serafín de Uhagón. 1901. D. Blas Lázaro é Ibiza. 1886. D. Antonio Machado y Núñez f 1902. D. Federico Oloriz y Aguilera. LISTA TDJE1 SOCIOS de la Española de Historia natural EN 7 DE ENERO DE 1903. Socios protectores. EN ESPAÑA. S. M. el Rey D. Alfonso XIII. S. A. el Archiduque Luís Salvador. EN EL EXTRANJERO. S. M. G. el Rey D. Carlos de Portugal. S. A. S. el Príncipe Alberto de Monaco. Socios honorarios. Sir Archivald Geikie, Director of Geological Survey of England and Wales —28, Fermyn Street, S. W., Londres. Ph. Van Thiegen, Professeur administrateur au Museum d'His- toire naturelle. — 22, rué Vauquelin, Paris. Adolf Engler , Dr. Geheimer Regierungsrath, Professor der Botanik, Director des Kgl.-botanischen Gartens und Mu- seums. — Motzstrasse, 89, Berlin W. D. Santiago Ramón y Cajal, de las Reales Academias de Medi- cina y Ciencias, Catedrático en la Facultad de Medicina, Consejero de Instrucción pública. — Calle de Atocha, 64, Madrid. Carl Brunner von Wattenwyl, Consejero áulico. — Trautsohn- gasse, 6, Viena. Sir John Lubrock, Lord Abevury." — Bart. M. D. Saint James, 2, London, S. W.; también en Down (Kent), High Elms (Inglaterra). . Albert Gaudry, Professeur de Paleontologie au Museum d'His- toire naturelle.— 7 bis, rué des Saints-Péres, Paris. Samuel Hubbard Scudder. — 156, Brattle Street, Cambridge (Es- tados-Unidos de la América del Norte). LISTA DE SOCIOS Socios Correspondientes extranjeros (1). MM. Acloque (Alexandre).— 69, Avenue de Segur, Paris.— (His- toria natural general.) André (Ernest), Notario honorario; de la Sociedad ento- mológica de Francia. — 17, rué des Promenades, Gray (Haute-Saóne, Francia). — ( Himenópteros , especialmente Formícidos y Mutilidos.) Arnold (Dr. J.) — Munich. Balsamo (Francesco). — Via Salvator Rosa, "290, Napoli (Ita- lia).— (Botánica y principalmente algas.) Bedel (Louis), de la Sociedad entomológica de Francia. — 20, rué de l'Odéon, Paris. — (Coleópteros palear cticos.) Blanchard (Dr. Raphaél), Profesor en la Facultad de Me- dicina, Director de los Archives de Parasitologie. — 226, Boulevard Saint-Germain , Paris. — (Entomología general, Hirudíneos.) Bois (D.), Asistant au Muséum. — 15, rué Faidherhe á Saint- Mandé (Seine), Francia. — (Botánica.) Bombici (Prof. L.), Director del Gabinete mineralógico de la Universidad. — Bologna (Italia). — (Mineralogía.) Brizi (Ugo). — Museo Agrario, Via Santa Susana, Roma. - (Botánica y principalmente flora de Italia.) Bucking- (Dr. H.), Profesor en la Universidad. -Strasburgo (Alemania). Camerano (Lorenzo), Profesor de Anatomía comparada y Director del Museo zoológico de la Universidad. — Palazzo Garignano, Torino (Italia). — (Anatomía comparada, Gordiidos.) Cannaviello (Prof. Eurico). — Villa Bruno, Portici (Nápoli). Chevreux (Edouard). — Roule du Gap, Bóne (Gonstantine) Argelia. — (Crustáceos anfípodos.) Cohén, Profesor en la Universidad. — Greifswald (Alema- nia).— (Mineralogía.) (1) Con el objeto de fomentar las relaciones científicas entre los socios, se indica entre paréntesis y con letra bastardilla, después de las señas de su domicilio, si el socio cultiva en la actualidad más especialmente algún ramo de la Historia natural. DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 7 MM. Goingy (Auguste de). — Gháteau de Gourtoiseau par Trigue- res (Loiret), Francia. Delacroix (Dr. G.), Maestro de conferencias en el Instituto nacional agronómico y Director de la Estación de Pato- logía vegetal. — 11 bis, rué d'Alésia, Paris. Dervieux (Ermanno). — Via Massena. 34. — Torino (Italia). De Toni (Joannes Baptista). — Via Rogate, 2236. — Padova (Italia). Dollfus (Adrien), Director de La Feuille des Jeunes natu- ralistes. — Rué Pierre Gharron, 35, Paris. Finot (P. Adrien Prosper), Capitán de Estado Mayor, reti- rado.— 27, rué Saint-Honoré, Fontainebleau (Francia). — (Ortópteros. ) Foumouze (Armand), Doctor en Medicina. — 78, Faubourg Saint-Denis, Paris. — (Entomología médico -farmacéu- tica.) Oestro (Raffaello), Doctor, Vicedirector del Museo cívico de Historia natural. — Villeta Dinegro, Genova (Italia). — (Coleópteros.) G-iard (Alfred), Profesor de Zoología en la Facultad de Cien- cias, Director del Laboratorio de Wimereux y del Bulle- tin Scienti fique de la France el de la Belgique. — 14, rué Stanislas, Paris. — (Evolución, Parasitismo, Crustáceos.) Girard (Albert Alexandre), Secretario científico de S. M. — Lisboa (Portugal). — (Ictiología y Malacología.) Heckel (Edouard), Profesor en la Facultad de Ciencias. — 31, Gours Lieutaud, Marseille (Francia). — (Botánica.) Horváth (Géza) , Doctor en Medicina, Director del Museo nacional de Hungría. — Museumring, 12, Budapest (Austria-Hungría). — (Hemipteros.) Janet (Charles). — Rué Saint-Jacques, Beauvais (Oise), Francia. — (Costumbres y anatomía de las hormigas.) Konow (Friedrich Wilhelm). — Teschendorf, Grossherz. Meklenburg (Alemania). — ( Himenópteros y especial- mente Tentredinidos, Chalastogastra.J Kraatz (Gustav) , Doctor en Filosofía, Redactor de la Deutsche Entomologische Zeitschrift. -W. 9, Linkstras- se, 28, Berlín. — (Coleópteros.) Lo Bianco (D. Salvador), Comendador. — Estación Zoológi- ca, Ñapóles (Italia). 8 LISTA DE SOCIOS MM. Meunier (Stanislas), Profesor de Geología del Museo de Historia natural. — 7, Boulevard Saint-Germain, Paris. — (Litologia.) Montandon (Arnald L.) — Filarete, Strada Viilor, Bukarest (Rumania). — (Hemípteros, principalmente heterópteros.) Nery Delgado (J. F.), Geólogo. — Rúa de D. Carlos I, 35, Lisboa. — (Geología.) Olivier (Henry). — Baroches-au-Houlme (Orne), Francia. Piccioli (Gomm. Francesco), Director del Instituto fores- tal.— Vallombrosa (Italia) . — (Botánica.) Piccioli (Lodovico), Sub-Inspector forestal.— Capo del dis- tretto foréstale di Siena (Italia). — (Botánica.) Porter (Garlos E.) — Director general del Museo y de la Revista Chilena de Historia natural. — Casilla, 1108, Val- paraíso, Chile. — (Histología. Crustáceos decápodos y hemípteros.) Preudhomme de Borre (Alfred), Individuo de varias Socie- dades científicas.— Villa la Fauvette, Petit Saconnex, Gene-ve (Suiza). — (Entomología general, geografía ento- mológica, coleópteros y principalmente heterómeros é hidrocántarosj Richard (Jules), Doctor en Ciencias, Director del Museo oceanógrafico. — Monaco. — (Crustáceos inferiores.) Salomón (Dr. W.) — Instituto Mineralógico de la Universi- dad.— Heidelberg (Alemania). Sodiro (R. P. J.)— Quito (Ecuador). Turnez (W. Henri), De la Comisión Geológica. — Washing- ton (Estados-Unidos) DC— (Geología.) Socios numerarios (1). 1901. Agell y Agell (D. José), Alumno de Farmacia. — Bar- celona. 1901. Agütlar Amat y Banus (D. Juan de). — Consejo de Cien- to, 387, Barcelona. — (Entomología). 1896. Aguilar y Cuadrado (D. Miguel), Paseo de Atocha, 9, 2.°, Madrid. 1894. Aguilar y Esteran (D. Cipriano Luís), Licenciado en (1) El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que indica el año- de su admisión en la Sociedad y el de los socios fundadores de la abreviatura S. F. DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. » Ciencias físico-químicas. — Plaza del Olivo, 7, Cala- tayud . — (Botánica.) 1902. Alabern (D. Enrique), Doctor en Medicina. — Port-Bou (Gerona). — (Histología.) 1897. Alaejos y Sanz (D. Luís), Licenciado en Ciencias natu- rales.— Estación de Biología marina. Santander. 1898. Alloza Blasco (D. Leandro), Ingeniero de Caminos. — Castellón. — (Geología.) 1901. Almera (D. Jaime), Canónigo de la Catedral.— Sagris- tans, 1, 3.°, Barcelona. — (Geología y Paleontología.) 1902. «Alrededor del Mundo.» — Progreso, 1, Madrid. 1836. Alorda y Sampol (D. Jaime).— Harina, 28, pral., Palma de Mallorca. — (Lepidópteros y moluscos.) 1894. Álvarez de Toledo y Acuña (D. Fernando), Conde de Caltabellota. — Palazzo Bivona, Largo Fernandina, Ña- póles (Italia). 1894. Álvarez Sereix (D. Rafael), Ingeniero de Montes, Ex- Gobernador civil de las Baleares.— C. de las Huertas, 41, 3.°, Madrid. 1893. Antiga (D. Pedro).— C. de Lauria, 125, Barcelona. 1875. Antón y Ferrándiz (D. Manuel), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias, Jefe de la Sección de Antropología y Secretario del Museo de Ciencias naturales. — C. de Oló- zaga, 5 y 7, Madrid. — (Antropología.) 1894. Aragón y Escacena ( D. Federico), Doctor en Ciencias naturales. — Astorga (León). 1898. Aramburu y Altuna (D. Pedro), Doctor en Medicina, Ca- tedrático en la Escuela de Veterinaria. — San Felipe, 4, Zaragoza. 1885. Aranzadi y Unamuno (D. Telesforo), Doctor en Farmacia y en Ciencias naturales, Catedrático en la Facultad de Farmacia déla Universidad.— Barcelona. — (Antropolo- gía y Botánica.) 1896. Arráez y Carriás (D. José), Abogado.— C. de Miguel del Cid, 28, Sevilla. — (Antropología criminal.) 1902. Arevalo (D. Celso), alumno de la facultad de Ciencias, calle de Guillermo Rollan, 1 duplicado, Madrid. 1887. Artigas (D. Primitivo), Ingeniero Jefe de Montes. — Calle del Reloj, 9, principal izquierda, Madrid.— (Silvi- cultura.) 10 LISTA DE SOCIOS 1889. Aulet y Soler (D. Eugenio), Presbítero, Doctor en Cien- cias físico-químicas y Licenciado en naturales, Catedrá- tico en el Instituto de Huesca. — Olot (Gerona). 1900. Azam (D.José), Arquitecto. — 14, rué de Trans, Dragui- gnan (Var), Francia. — (Ortópteros y Hemipteros.) 1897. Azpeitia y Moros (D. Florentino), Profesor en la Escuela de Minas. — Glorieta del Cisne, 3, hotel, Madrid. — (Malacología.) 1902. Bago y Rubio (D. Miguel), Comandante de Ingenieros. — C. Trajano, 15 y 17, Sevilla. 1901. Ballestero Pardo (D. Mariano), Doctor en Ciencias. — Calatayud (Zaragoza). 1872. Barboza du Bocage (Excmo. Sr. D. José Vicente), Direc- tor del Museo de Historia natural. — Lisboa. — (Mamífe- ros, aves y reptiles.) 1891. Barras de Aragón (D. Francisco de las), Doctor en Cien- cias naturales, Catedrático en el Instituto. — Huelva. — (Entomología y Botánica.) 1901. Barreiro Martínez (R. P. Agustín).— C. de Porlier, 2, Madrid. — (Botánica y Lepidópteros.) 1895. Bartolomé del Cerro (D. Abelardo), Doctor en Ciencias naturales. Profesor ayudante del Laboratorio Central de Medicina legal. — C. de Daoíz, 5, Madrid. 1902. Bartomeu y Martorell (D. Ramón), Doctor en Farma- cia.—Plaza de la Universidad, 2, Barcelona. 1889. Becerra y Fernández (D. Antonio), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Almería. — (Entomología agrícola y dibujo científico.) 1894. Benedicto Latorre (D. Juan), Farmacéutico. — Monreal del Campo (Teruel). —(Botánica y moluscos terrestres.) 1901. Benet Andreu (D. José), Catedrático en el Instituto. — Teruel. 1898. Benjumea y Pareja (D. José).— C. de Pedro del Toro, 11, Sevilla. 1901. Biblioteca de Administración Militar. — Madrid. 1901. Biblioteca del Instituto de Almería. 1901. Biblioteca del Instituto de Soria. 1890. Blanco del Valle (D. Eloy), Catedrático de Historia na- tural en el Instituto. — León. 1892. Blanco y Juste (D. Rafael), Doctor en Ciencias na- DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 11 tárales, Conservador por oposición en el Museo. — G. ele Sandoval, 4, pral., Madrid. 1898. Blas y Manada (D. Macario), Doctor en Farmacia. — G. del Caballero de Gracia, 3, Madrid. 1901. Bofill (D. José María), Doctor en Medicina. — Bar- celona. s. f. Bolívar y Urrutia (D. Ignacio), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias, Jefe de la Sección de Entomología en el Museo. — Jorge Juan, 17, Madrid. — (Ortópteros, Hemíp- teros y Arquipteros.) 1872. Bolívar y Ubrutia (D. José María), Jefe facultativo de la Casa de Socorro de Chamberí. — C. de las Salesas, 2, Madrid. 1882. Bolos (D. Ramón), Farmacéutico, Naturalista. — G. de San Rafael, Olot (Gerona). — (Botánica. ) 1898. Borobio (D. Patricio), Catedrático en la Facultad de Me- dicina.— Coso, 100, Zaragoza. — (Pediatría. ) 1872. BoscÁ y Casanoves (D. Eduardo), Licenciado en Medici- na, Catedrático de Historia natural en la Universidad. — Paseo del Grao, Valencia. — (Reptiles de Europa.) 1900. BoscÁ y Seytre (D. Anlimo), Doctor en Ciencias natura- les, Profesor auxiliar en la Facultad. — Valencia. 1900. Brañas y Sánchez Boado (D. Gonzalo), Doctor en Farma- cia, Profesor libre de Ciencias. — Ancha de San Andrés, 3, La Coruña. — (Cristalografía geométrica y física.) 1877. Breñosa (D. Rafael), Ingeniero de Montes de la Real Casa. — San Ildefonso (Segovia). — (Cristalografía.) 1901. Brugués y Escuder (D. Casimiro), Doctor en Farmacia y en Ciencias. — C. del Bruch, 66, Barcelona. — (Histología vegetal.) 1883. Buen y del Cos (D. Odón), Catedrático de Historia natu- ral en la Universidad. — Barcelona. — (Botánica.) 1897. Burr (D. Malcolm). — Dormans Park, East Grinslead (In- glaterra).— (Ortópteros y Dermápteros.) 1901. Caballero (D. Arturo), Alumno de la Facultad de Ciencias. — Cenicero (Logroño). 1892. Caballebo (D. Ernesto) , Catedrático de Física en el Ins- tituto. — Pon tevedra . — (Diatomeas.) 1891. Cabbera y Díaz (D. Anatael) , Médico cirujano. — Laguna de Tenerife (Islas Canarias). — (Himenópteros.) 12 LISTA DE SOCIOS 1902. Cabrera y Díaz (D. Agustín), Alumno de la Facultad de Ciencias.- -C. de Jesús del Valle, 5, Madrid. 1896. Cabrera y Latorre (D. Ángel). — C. de la Beneficencia, 18, Madrid.— (Vertebrados y Dibujo científico.] 1900. Cáceres Gómez (D. Mariano), Doctor graduado en Ciencias físico-químicas. — C. del Dr. Riesco, 56, Salamanca. — (Estudios agrológicos.) 1897. Cáceres y González (D. Juan). — C. del Duque, 8, Carta- gena.— (Entomología.) 1892. Calandre y Lizana (D. Luís). — Pasaje de Conesa, Car- tagena. 1872. Calderón y Arana (D. Salvador), Catedrático de Minera- logía y Botánica en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Mineralogía en el Museo. — C. de Sagasta, 9, 3.°, Madrid. — (Geología y Petrología.) 1902. Calvo y Antón (D. José).— C. de Gerona, 111, Bar- celona. 1901. Calleja y Borja-Tarrius (D. Carlos), Catedrático en la Facultad de Medicina.— Cortes, 248, pral., Barcelona.— ( Histología. ) 1889. Camps (Sr. Marqués de). — Canuda, 16, principal, Bar- celona. 1872. Cánovas (D. Francisco), Catedrático jubilado de Historia natural. — Lorca (Murcia). — (Paleontología y Estudios prehistóricos.) 1894. Carbó y Domenech (D. Manuel), Profesor auxiliar por oposición en la Facultad de Ciencias. — C. del Notaria- do 2, 3.°, 2.a, Barcelona. 1877. Carvalho Monteiro (Excmo. Sr. D. Antonio Augusto de), Doctor en Derecho y en Ciencias naturales por la Uni- versidad de Coimera, y miembro de la Sociedad de Acli- matación de Río Janeiro. — Rúa do Alecrim, 70, Lisboa (Portugal). — (Lepidópteros.) 1901. Casamada Mauri (D. Ramón). — Pelayo, 17, 2.°, Bar- celona. 1900. Casares Bescansa (D. Román), Farmacéutico. — aLa Tri- nidad», fábrica de productos químicos, Málaga. 1901. Casares Gil (D. José), Decano de la Facultad de Farma- cia en la Universidad de Barcelona. — Rambla de Cata- luña, 29. — (Análisis químico mineral.) DE LA ESPAÑOLA. DE HISTORIA NATURAL. 13 1901. Casares Gil (D. Antonio), Médico militar.— Rambla de Cataluña, 29. — (Hepáticas y Musgos.) 1901. Casino de Zaragoza. 1901. Casino Mercantil, Industrial y Agrícola de Zaragoza. 1874. Castel (limo. Sr. D. Carlos), Ingeniero de Montes, de la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales. — C. del Desengaño, 1, pral., dra., Madrid. 1876. Castellarnau y de Lleopart (D.Joaquín María de), In- geniero Jefe de Montes. — Segovia. —(Micrografia.) 1901. Cátedra de Historia natural de la Universidad de Bar- celona. 19Q1.' Cátedra de Historia natural de la Universidad de San- tiago. 1884. Cazurro y Ruiz (D. Manuel), Doctor en Derecho y en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Gerona. — (Ortópteros y dípteros de Europa, Micrografia.) 1895. Cerezo (D. Germán), Catedrático de Zoología y Mineralo- gía aplicadas á la Farmacia. — Desengaño, 19, Ma- drid. 1872. Cervera (Excmo. é limo. Sr. D. Rafael), de la Real Aca- demia de Medicina. — C. de Jacometrezo, 66, 2.° dere- cha, Madrid. 1891. Chaves y Pérez del Pulgar (D. Federico), Doctoren Cien- cias físico-químicas.— C. de Jesús, 17, Sevilla. — (Mine- ralogía y Cristalografía.) 1873. Codorniu (D. Ricardo), Ingeniero de Montes.— Murcia. 1898. Colomina y Carolo (D. Alejandro de), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Pontevedra. 1878. Comerma (D. Andrés A.), Ingeniero de la Armada.— Ferrol. 1902. Compañía de Tabacos de Filipinas.— Barcelona. 1877. Corral y Lastra (D. Rafael), Farmacéutico, Socio corres- ponsal del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Indivi- duo de la Academia Nacional de Agricultura, Industria y Comercio de París, de la Sociedad Linneana Matri- tense y de la de Higiene. — C. de Daoíz y Velarde, 5, Santander. 1892. Corrales Hernández (D. Ángel), Licenciado en Ciencias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto. — Merced baja, 10, Jaén. 14 LISTA DE SOCIOS 1901. Correa de Barros (D. José Maximiano). — San Martinho d' Anta, Sabroza (Portugal). 1872. Cortázar (Excmo. Sr. D. Daniel de), Ingeniero Jefe de Minas, de las Reales Academias de la Lengua y de Cien- cias exactas, físicas y naturales, Consejero de Instruc- ción pública. — C. de Velázquez, 32, hotel, Madrid. 1901. Coscollano y Burillo (D. José), Profesor auxiliaren el Instituto. — C. de la Concepción, 29, Córdoba. 1874. Couder (D. Gerardo), Ingeniero de Montes. — Avila. 1872. Crespí (D. Xntonio), Licenciado en Farmacia y en Cien- cias naturales, Catedrático en el Instituto. — C. de Pere- grina, 80, 2.°, Pontevedra. 1902. Cru y Marqués ( D. Enrique), Naturalista disecador. — Sevilla. — (Entomología y Ornitología ) 1889. Dargent (D. Florismundo), Ingeniero. — Moralejo, 5, Aguilar (Córdoba). 1902. Deulofeu (D. José), Catedrático de Química inorgánica en la Facultad de Farmacia. — Santiago. 1899. Díaz (R. P. Filiberto), Doctor en Ciencias, Conservador por oposición en el Museo de Ciencias naturales. — C. de San Miguel, 21 duplicado, Madrid. 1898. Díaz de Arcaya (D. Manuel), Doctor en Ciencias, Direc- tor y Catedrático de Historia natural en el Instituto. — C. de la Independencia, 7, Zaragoza. 1890. Díaz del Villar (D. Juan Manuel), Licenciado en Medi- cina, Catedrático en la Escuela de Veterinaria. — C. de Atocha, 127 duplicado, Madrid. — (Epizoarios y Entomo- zoarios.) 1894. Díez Solorzano (D. Manuel). — C. de Blanca, Santander. 1898. Domenech (R. P. Estanislao), Profesor de Historia natu- ral en el Colegio del Sagrado Corazón. — C. deLauria, 13, Barcelona, Apartado 143. 1899. Domínguez (D. Antonio A.)— Laguna de Tenerife.— ( Co- leópteros de Canarias.) 1898. Dosset (D. José Antonio), Doctor en Farmacia. — Plaza de Sas, 2, Zaragoza. — (Diatomeas.J 1902. Duran (D. Narciso), Licenciado en Farmacia, Título de honor de los Ilustres Colegios provinciales de Barcelona, Lérida y Navarra, Director de la Revista científica pro- fesional.— Canet de Mar (Barcelona). DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 15 1890. Dusmet y Alonso (D. José M.), Doctoren Ciencias natura- les.— Plaza de Santa Cruz, 7, Madrid.— (Himen ápteros.) 1898. Egaña (D. Jesús de), Ingeniero industrial, Comandante de Artillería. — C. de Santa Engracia, 3, Zaragoza. — (Geología.) 1898. Eleicegui (D. Antonio), Catedrático en la Facultad de Far- macia.— Plaza de la Universidad, 5, 3.°, Santiago. 1888. Elizalde y Eslava (D. Joaquín), Licenciado en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto.— Logroño. 1894. Enciso y Mena (D. Juan), Licenciado en Derecho.— Huercal-Overa (Almería).— (Entomología.) 1902. Escribano (D. Cayetano), Licenciado en Ciencias natura- les, Conservador interino del Jardín Botánico. — C. de Hortaleza, 76, Madrid. 1902. Escribano García (D. Víctor), Catedrático de Anatomía en la Universidad. — Granada. 1875. Espejo (Excmo. Sr. D. Zoilo), Catedrático numerario de Fitotecnia en el Instituto Agrícola de Alfonso XII, Vice- presidente 1.° de la Real Sociedad Matritense de Amigos del País, de la Asociación general de Agricultores de España y de la Cámara Agrícola de Madrid, Ingeniero agrónomo, Gran Cruz de Isabel la Católica y del Mérito naval de 3.a clase con distintivo blanco, Vocal del Con- sejo de Agricultura, Industria y Comercio y Presidente de su Sección 7.a— C. de Fuencarral, 97, pral., Madrid. — (Agricultura y Botánica.) 1875. Espluga y Sancho (D. Faustino), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Trinidad, 3, Toledo. 1902. Esplugues y Armengol (D. Julio), Profesor auxiliar del Instituto y Jardinero 2.° del Botánico. — Valencia. 1902. Esteva (D. José), Presbítero.— Gerona.— (Botánica gene- ral y Criptogamia.) 1902. Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo. 1901. Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona. 1890. Fereal (D. César).— C. de la Salud, 13, principal dere- cha, Madrid. 1874. Fernández de Castro (D. Ángel), Ingeniero de Montes.— C. de Fabiola, 5, Sevilla. 1900. Fernández de Gatta y Galache (D. Manuel), Doctor en Farmacia. — Villavieja (Salamanca). K3 LISTA DE SOCIOS 1890. Fernández Navarro (D. Lucas), Catedrático de Cristalo- grafía en la Facultad de Ciencias.— C. de Sandoval, 4, Madrid. 1875. Ferrand y Couchoud (D. Julio), Ingeniero Jefe de la pri- mera sección de vía y obras de los Ferrocarriles Anda- luces.— C de Infanzones, 5, Sevilla. 1900. Ferrando y Más (D. Pedro), Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad.— Salamanca. 1885. Ferrer (D. Carlos), Doctor en Medicina y Bachiller en Ciencias. — Ronda de la Universidad, 16, 1.°, Bar- celona. 1902. Ferrer Dalmau (D. Eugenio), Profesor de la Escuela de Industrias.— C. de Santo Domingo, 20, Tarrasa. 1901. Ferrer y Hernández (D. Jaime). — Montaner, 66, Barce- lona.— (Mineralogía.) 1901. Finestres y Foch (D. Eduardo).— Vila Vilá, 134, 3.°, Barcelona. — (Mineralogía.) 1879. Flórez y González (D. Roberto) . — Cangas de Tineo (Oviedo) . — (Entomología.) 1901. Folch y Andreu (D. Rafael), Alumno de Farmacia.— Casa de Caridad, Barcelona.— (Botánica.) 1901. Font Sagué (D. Norberto), Presbítero.— Plaza de San Ildefonso, 1, Madrid.— (Geología.) 1901. Fontseré y Ribas (D. Eduardo), Catedrático de la Facul- tad de Ciencias. — Barcelona. 1902. Forteza Rey y Forteza (D. José).— Barcelona. 1902. Francois (Ph.), Jefe de trabajos prácticos en la Sorbona. 20, rué Monsieur le Prince, Paris. 1888. Fuente (D. José María de la), Presbítero. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad-Real).— (Entomología, Coleópteros de Europa. Admite cambios de estos insectos.) 1890. Fuset y Tubiá (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto de Palma.— Mallorca.— (Gusanos y Dibujo científico.) 1902. Galán y Jiménez (D. Demetrio), Catedrático en la Escuela de Veterinaria. —Fin, 2, Zaragoza. 1899. Galleros y Sardina (D. Ventura), de las Sociedades entomológicas de Bélgica y Stettin, de la de Higiene de París, de la Central de Apicultura é Insectología de Francia.— Mendoza (República Argentina). DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 17 1872. García y Arenal (D. Fernando), Ingeniero del puerto. — Vigo (Pontevedra). 1901. García Fraguas (D. José Esteban), Doctor en Medicina, Catedrático en el Instituto. — Coso, 120, Zaragoza. 1894. García y García (D. Antonio), Profesor auxiliar en el Instituto. — Huelva. 1877. García y Mercet (D. Ricardo), Farmacéutico de Sanidad militar. — C. de Goya, 1, Madrid. — ( Himenópteros de Europa.) 1899. García Várela (D. Antonio), Licenciado en Ciencias na- turales, Conservador por oposición en el Museo. — G. de Relatores, 24, Madrid. (Hemipteros.) 1902. Garriga y Barberán (D.Gerardo), Alumno de la Facultad de Farmacia. — Barcelona. 1900. Gelabert Rincón (Rvdo. D. José). — Llagostera, Gerona. — (Mineralogía y Geología.) 1901. Gigirei Morentin (D. Luis), Catedrático en la Universi- dad.— G. Pelayo, 17, Barcelona. — (Mineralogía.) 1884. Gila y Fidalgo (D. Félix), Catedrático de Historia natural en la Universidad.— C. de San Miguel, 56, Zaragoza. — (Botánica y Geología.) 1890. Goitia (D. Alejandro), Licenciado en Ciencias.— C. de Alcalá, 4, Madrid. 1894. Gómez Ocaña (D. José), de la R. Academia de Medicina; Catedrático de Fisiología en la Facultad de Medicina. — C. de Atocha, 127 dup.°, Madrid. s. f. González Hidalgo (D. Joaquín), de la Real Academia de Ciencias, Catedrático de Malacología y animales infe- riores en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Malacología en el Museo.— C. de Alcalá, 36, Madrid. 1887. González y García de Meneses (D. Antonio), Ingeniero industrial. — C. de Martínez Montañés, 15, Sevilla. 1872. González Linares (D. Augusto), Catedrático en la Fa- cultad de Ciencias de Madrid y Director de la Estación de biología marina. — Santander. 1900. Gota y Casas (D. Antonio), Doctor en Medicina. — C. del Pilar, 16, Zaragoza. 1899. Graiño y Cauvet (D. Celestino), Doctor en Farmacia, pre- miado en varias Exposiciones. — Aviles (Asturias). — (Or- nitología. Admite cambios.) T. ni.- Enero, 1903. 2 18 LISTA DE SOCIOS 1882. Gredilla y Gauna (D. Apolinar Federico), Catedrático de la Facultad de Ciencias, Jefe déla Sección de cultivos en el Jardín Botánico.— C. de la Estrella, 7, principal, Madrid. — f Geología y Botánica.) 1898. Gregorio y Rocasolano (D. Antonio), Catedrático de Quí- mica en la Facultad de Ciencias. — Barcelona. — (Gra- míneas.) 1893. Guillen (D. Vicente), Médico-cirujano, Jardinero mayor del Botánico. — Valencia. 1901. Gutiérrez Martín (D. Daniel).— C. del Pez, 20, Madrid, y en el verano en Olmedo (Valladolid). 1902. Gutiérrez Sobral*(D. José), Capitán de Navio de 1.a cla- se.— G. de la Palma, 40, Madrid. — (Hidrografía.) 1898. Halcón (D. Fernando), Marqués de San Gil.— C. de Al- fonso XII, 50, Sevilla. — (Patología vegetal.) 1890. Hernández y Álvarez (D. José), Licenciado en Ciencias naturales, Conservador por oposición en la Escuela de Montes. — El Escorial (Madrid), ó C. de Montserrat, 9 y 11, pral. dra. , Madrid. — (Botánica.) 1893. Hernández Pacheco y Esteban (D. Eduardo), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Córdo- ba.— (Geología.) 1875. Heyden (D> Lucas von), Mayor de reserva, Doctor en Filosofía, honoris causa, individuo de las Sociedades Entomológicas de Alemania, Francia, San Petersburgo, Suiza, Italia, etc., Caballero de las Ordenes del Águila Roja prusiana, de la Cruz de Hierro y de San Juan. — Schlosstrasse , 54, Bockenheim, Frankfurt am Main. — (Coleópteros.) 1898. Hierro (D. Fibicio), Farmacéutico.— Osorno (Palencia).— (Botánica.) 1888. Hoyos (D. Luís), Doctor en Ciencias naturales y en Dere- cho, Catedrático en el Instituto.— Toledo.— (Antro- pología.) 1895. Huidobro y Hernández (D. José), Doctor en Ciencias na- turales.—C. de San Bernardo, 52, Madrid. 1901. Hueso (D. José), Doctor en Ciencias, Profesor numerario de la Escuela Normal.— Granada. 1899. Ibáñez Díaz (D. Francisco Antonio), Duque, 9, Cartagena. — (Botánica.) DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 19 1895. Ibarlucea (D. Gasto), Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Moreras, 6, 2.°, Gáceres. 1902. Imprenta de Fortanet. — G. de la Libertad, 29, Madrid. 1901. Instituto general y técnico de Avila. 1901. Instituto general y técnico de Burgos. 1902. Instituto general y técnico de Cáceres 1872. Instituto general y técnico de Córdoba. 1901. Instituto general y técnico de Guadalajara. 1901. Instituto general y técnico de Palma de Mallorca. 1901. Instituto general y técnico de Santiago. 1880. Instituto general y técnico de Valencia. 190 1. Instituto general y técnico de Vitoria. 1901. Instituto general y técnico de Zaragoza. 1873. Iñarra y Echevarría (U. Fermín), Catedrático en el Ins- tituto general y técnico de Guipúzcoa. — Urbieta, 13, en- tresuelo, San Sebastián. 1899. Iranzo (D. Juan Enrique), Catedrático en la Facultad de Medicina. — C. del Cinco de Marzo, 1, Zaragoza. 1901. Isabal (D. Marceliano), Doctoren Derecho civil, Diputado á Cortes. — Coso, 102, Zaragoza. 189G. Jiménez Gano (D. Juan), Licenciado en Ciencias natura- les.— Casa Blanca (Cuenca). — (Lepidópteros.) 1884. Jiménez de Cisneros (D. Daniel), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Muelle de Fomento, 4, Gijón. 1899. Jiménez Munuera (D. Francisco de P.) — Alto, 9, Carta- gena.— (Botánica.) 1898. Jimeno (D. Hilarión), Doctor en Ciencias, Director del Laboratorio químico municipal. — Coso, 127, Zara- goza. 1901. Jimeno Egurbide (D. Florentino), Doctoren Farmacia.— Plaza Real, 1, Barcelona. 1895. Rheil (D. Napoleón M.), Profesor en la Escuela de Co- mercio, Socio del Club de Historia natural de Praga y de las Entomológicas de Berlín, Stettin y Dresde. — Ferdi- nandstrasse, 38, Praga (Bohemia). 1884. Lauffer (D. Jorge).— C. de la Lealtad, 13, 2.° derecha, Madrid. — {Coleópteros de Europa.) 1901. Laza (D. Enrique), Director propietario del Laboratorio químico. — C. del Duque de la Victoria, 6, Málaga. 1880. Lázaro é Ibiza (D. Blas), de la Real Academia de Cien- 20 LISTA DE SOCIOS cias, Doctor en Farmacia y en Ciencias, Catedrático- de la Facultad de Farmacia. — C. de Carranza, 10, 3.°, Madrid. — (Botánica.) 1897. Llanas (D. José María), Farmacéutico militar. — Madrid, 1901. Llenas y Fernández (D. Manuel). — C. del Carmen, 44, 2.°, 1.a, Barcelona. — (Botánica.) 1902. Llobet y Pastors (D. Luís). — Tallers, 48 bis, Barcelona. 1902. Llord y Gamroa (D. Ramón), Doctor en Medicina y Li- cenciado en Ciencias. — Jorge Juan, 13, Madrid. 902. López Capdepón (D. José), Catedrático en la Facultad de Farmacia. — Barcelona. 1900. López García y Mir (D. Julián), Farmacéutico. — San Ci- prián, Vivero (Lugo). 1889. López de Zuazo (D. José), Doctor en Ciencias naturales,,. Catedrático en el Instituto. — Burgos. 1901. López Mendigutia (D. Fernando), Alumno de la Facultad de Ciencias. — C. de Campoamor, 12, Madrid. 1897. Maciñeira y Pardo (D. Federico G.), Cronista oficial de Ortigueira (Coruña). — (Prehistoria.) 1878. Mac-Lennan ( D. José) , Ingeniero. — Portugalete (Bilbao). 1887. Madrid Moreno (D. José), Doctor en Ciencias, Jefe del- Gabinete micrográfico municipal y Profesor auxiliar en la Facultad de Ciencias. — C. de Serrano, 40, Madrid. — (Micrografia.) 1873. Marín y Sancho (D. Francisco), Licenciado en Farmacia.. C. de Silva, 49, 2.° derecha, Madrid. 1878. Martí y Lleopart (D. Francisco María de), Licenciado- en Derecho civil y canónico. — C. de Santa Ana, 8, prin- cipal, Tarragona. 1899. Martín Ayuso (D. Dionisio), Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Oviedo. 1901. Martínez (D. Cesáreo), Licenciado en Ciencias naturales. — Madrid. 1893. Martínez (R. P. Zacarías), Licenciado en Ciencias natu- rales, Real Colegio. — El Escorial (Madrid). 1874. Martínez y Ángel (D. Antonio), Doctor en Medicina. — C. de Goya, 9, pral., Madrid. 1874. Martínez Añirarro (D. José), Doctor en Ciencias, Miem- bro de las Sociedades Entomológicas de Francia y de Bélgica, Correspondiente de la Española de Antropolo- DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 21 gía y de las Económicas de León y Gerona, Presidente de la Comisión Antropológica de la provincia de Burgos. C. de Alcalá, 101, Madrid. — (Mineralogía y Geo- logía.) Martínez de la Escalera (D. Manuel). — G. de Núñez de Balboa, 7, Madrid. — (Coleópteros de Europa.) 1892. Martínez Fernández (D. Antonio), Doctor en Ciencias naturales, Profesor auxiliar en la Facultad de Ciencias. — Oviedo. — (Entomología é Histología.) -1897. Martínez Gámez (R. P. Vicente), Profesor de Ciencias naturales en el Colegio Galasancio. — Sevilla. — (Ornito- logía de España.) 1889. Martínez Pacheco (D. José), Doctor en Farmacia. — G. de San Miguel, 21 duplicado, principal, Madrid. s. f. Martínez y Sáez (D. Francisco de Paula), Catedrático en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Osteozoolo- gía en el Museo. — G. de San Quintín, 6, principal, Ma- drid.— (Coleópteros de Europa.) -1873. Martínez Vigil (limo. Sr. D. Ramón), Obispo de la dió- cesis, ex-Catedrático de Historia natural en la Univer- sidad de Manila. — Oviedo. 4898. Más y Guindal (D. Joaquín), Oficial 2.° de Sanidad mili- tar.— C. del Conde Duque, 40, pral. dra., Madrid. 1901. Mascareñas y Boscasa (D. Manuel), Licenciado en Cien- cias.— Paseo de Gracia, 72, 2.°, Barcelona. 1898. Mateos Pérez (D. Félix), Profesor en la Escuela de Vete- rinaria.— G. de la Montera, 8, Zaragoza. 1882. Mazarredo (D. Carlos), Ingeniero de Montes. — C. de Claudio Coello, 24, Madrid. — (Neurópteros y Arác- nidos.) 1897. Mazo y Franza (D. Julio del), Abogado. — Arguijo, 5, Se- villa.— (Ornitología.) 1884. Mederos y Manzanos (D. Pedro), Licenciado en Ciencias naturales. — San Lorenzo (Gran Canaria). •1888. Medina Ramos (D. Manuel), Doctor en Medicina, Cate- drático de Anatomía en la Escuela de Medicina. — San- ta María de Gracia, 15, Sevilla. — (Himenópteros.) 1892. Mendoza (D. Antonio), Jefe del Laboratorio provincial en el Hospital de San Juan de Dios. — C. de Santa Isabel, 34, Madrid. 22 LISTA DE SOCIOS 1879. Mercado y González (D. Matías), Médico cirujano titular. — Nava del Rey (Valladolid).— ( Entomología.) 1897. Merino (R. P. Baltasar), S. J., Profesor de Física y Quí- mica en el Colegio de La Guardia (Pontevedra). — (Bo- tánica.) 1894. Miquel é Irizar (D. Manuel de), Teniente Coronel Jefe del 2.° batallón del 3.er regimiento de Zapadores mina- dores de Ingenieros. — Plaza del Pacífico, 9, Sevilla. s. f. Mir y Navarro (D. Manuel), Catedrático de Historia na- tural en el Instituto.— -Paseo de Gracia, 43, 2.°, 1.a, Bar- celona. 187G. Miralles de Imperial (D. Clemente) .—Rambla de Estu- dios, 1, 2.°, 1.a, Barcelona. 1902. Moles Ormella (D. Enrique).— -Balines, 19, Barcelona. 1894. Mora y Vizcayno (D. Manuel de), Licenciado en Ciencias naturales. — Valverdedel Camino (Huelva). 1881. Moragues y de Manzanos (D. Fernando), Presbítero. — C. del General Barceló, Palma (Mallorca). — (Coleópteros, himenópteros, dípteros, hem/'pteros y ortópteros de las Baleares y concitas de Europa y exóticas. Admite conchas á cambio de cualquier orden de insectos de la isla.) 1900. Moroder y Sala (D. Federico).— Alboray a, 8, Chalet, Valencia. 1898. Moyano y Moyano (D. Pedro), Catedrático en la Escuela de Veterinaria.— Coso, 129, Zaragoza.— (Etnología zoo- técnica.) 1896. Muguruza (D. Federico de), Licenciado en Medicina y Ci- rugía.— Elgoibar (Guipúzcoa). 1898. Muñoz Ramos (D. Eugenio), Doctor en Farmacia, Licen- ciado en Ciencias físico-químicas, Director del Labora- torio municipal y provincial. — Valladolid. — (Micro- grafía.) 1902. Muñoz Coro (D. Luís), Alumno de la Facultad de Cien- cias.— Madrid. 1902. Murua Valerdi (D. Agustín), Catedrático en la Facultad de Farmacia. — Barcelona. 1889. Muso y Moreno (D. José), Ingeniero de Montes.— C. de los Dos Amigos, 3, principal, Madrid. 1901. Nacente y González (D. Moisés), Catedrático en la Fa- cultad de Ciencias.— C. de la Diputación, 415, Barcelona. DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 23 1889. Nacher y Vilar (D. Pascual), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Granada. 1902. Nathan (D. Ángel B. de la Cruz), Director de la Acade- mia «La Cruz». — G. de Don Juan de Villarrasa, 12, Va- lencia. 1896. Navas (R. P. Longinos), S. J., Profesor del Colegio del Salvador. — Zaragoza. — (Neurópteros.) 1902. Novella (D. Joaquín), Licenciado en Ciencias naturales y Abogado. — Murcia. 1898. Novoa y Alvarez (D. Francisco), Socio corresponsal del Instituto arqueológico de Pontevedra, Comendador de la Real Orden militar de Cristo de Portugal, Médico muni- cipal de Tomiño.— (Por Tuy), Goyan. 1872. Oberthür (D. Carlos), de la Sociedad Entomológica de Francia.— Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia. — (Lepidópteros.) 1872. Oberthür (D. Renato), de la Sociedad Entomológica de Francia.— Faubourg de Paris, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Francia.— (Coleópteros.) 1897. Olavarría y Gutiérrez (D. Marcial de), Ingeniero de Minas. — C. de las Huertas, 82, pral., Madrid. 1901. Oliver Rodés (D. Benito).— Rambla de San José, 23, Barcelona. — (Análisis de química mineral.) 1896. Olóriz (D. Federico), de la Real Academia de Medicina, Catedrático en la Facultad de Medicina. — G. de Atocha, 96, Madrid. — (Antropología.) 1887. Onís (D. Mauricio Carlos de), Licenciado en Ciencias, Conservador interino en el Museo de Ciencias Natura- les.— C. de Santa Engracia, 23, principal, Madrid. 1899. Oramas y González (D. Pablo).— La Orotava.— (Coleópte- ros y Ornitología de Canarias.) 1890. Ortega y Mayor (D. Enrique). — C. de Carretas, 14, Labo- ratorio químico, Madrid. 1897. Orueta (D. Domingo de), Ingeniero de Minas.— Gijón. — (Fauna inferior marina del Cantábrico.) 1899. Otero (D.Julio) Ingeniero agrónomo y Director de la Granja experimental. — C. de la Independencia, 32, Zaragoza. 1902. Pacault (M. Edgard), Preparador del Laboratorio Aragó. Banyuls-sur-Mer (Francia). — (Ictiologia y Fauna de la Mesopotamia y de la Argelia.) 24 LISTA DE SOCIOS 1894. Palacios (D. Pedro), de la Real Academia de Ciencias, In- geniero Jefe del Cuerpo de Minas.— C. de Cedaceros, 8, Madrid. 1898. Palomar de la Torre (D. Alejandro), Médico de la Ar- mada.— C. de las Danzas, 5 y 7, pral., Zaragoza. 1873. Palou y Flores (limo. Sr. D. Eduardo), Consejero de Instrucción pública, Decano y Catedrático en la Uni- versidad.— C. de los Reyes, 8, Madrid. 1881. Pantel (R. P. José), S. J.— Castel Gemert par Helmond Holanda (Bravante septentrional). — (Anatomía de ins., Ortópteros.) 1898. Pardo y Sastrón (D. José), Licenciado en Farmacia.— Valdealgorfa, por Zaragoza y Alcañiz (Teruel). — (Bo- tánica.] 1898. Passapera Campderá (D. Mariano), Farmacéutico.— C. de Fuencarral, 110, Madrid. 1890. Pau (D. Carlos), Farmacéutico.— Segorbe (Castellón).— (Botánica.) 1882. Paúl y Arozarena (D. Manuel José de).— C. de San Pa- blo, 71, Sevilla.— (Patología vegetal.) 1898. Pella y Forgas (D. Pedro), Ingeniero industrial, químico y mecánico, Socio de mérito de las Económicas Arago- nesa y Gerundeuse de Amigos del País y del Ateneo de Teruel, Ingeniero Jefe de la explotación del Ferrocarril de Cariñena á Zaragoza. — Zaragoza. — (Geología.) 1901. Pérez Cano (D. Vicente), Cirujano-dentista.— C. Mayor, 59, Madrid. — (Odontología.) 1881. Pérez Lara (D. José María).— Jerez de la Frontera (Cá- diz) . — (Botánica . ) 1873. Pérez Ortego (D. Enrique), Doctor en Ciencias.— Pro- fesor auxiliar en el Instituto del Cardenal Cisneros.— C. de San Bernardino, 95, Madrid. 1894. Pérez Zúñiga (D. Enrique), Profesor auxiliar en la Facultad de Medicina.— C. del Fúcar, 19 y 21, Ma- drid. 1902. Pi y Suñer (D. Augusto), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Medicina. — Ausias Marcli, 21, Barcelona. 1901. Pie (D. Mauricio), de la Sociedad entomológica de Fran- cia.— Digoin (Saóne-et-Loire), Francia.— (Ent. general de Argelia. Col. é Himenopt. palearct. Mellridos, Ptíni- DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 25 dos, Anticidos, Pedilidos, Brúquidos y Nanophyes de todo el mundo.) 1887. Prado y Sáinz (D. Salvador), Doctor en Ciencias natu- rales, Catedrático en el Instituto. — Guadalajara. 1874. Puig y Larraz (D. Gabriel), Ingeniero de Minas.— C. de Fomento, 1 duplicado, 1.° derecha, Madrid. 1895. Ramón y Cajal (D. Pedro) , Catedrático en la Facultad de Medicina.— Sitios, 6, Zaragoza.— (Histología.) 1901. Real Biblioteca de Berlín (Koaigliche Bibliothek).— Beh- renstrasse, 40, Berlín W. 64. 1883. Reyes y Prosper (D. Eduardo), Catedrático de Fitografía en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de herba- rios en el Jardín Botánico. — C. de la Palma Alta, 30, Madrid. — (Dibujo científico, Cristalografía y Botánica.) 1886. Rio (D. José), Ingeniero de Montes. — C. de Fernando el Santo, 7, Madrid. 1901. Rio (D. Carlos del), Naturalista agregado al Museo de Ciencias.— C. de Alberto Bosch, 12, Madrid. 1886. Rioja y Martín (D. José), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Oviedo. — (Anatomía de animales infe- riores.) 1902. Riva (D. Maximino de la), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Farmacia. — Santiago. 1901. Rivas Mateos (D. Aurelio), Licenciado en Farmacia.— Serradilla (Cáceres) . 1896. Rivas Mateos (D. Marcelo), Catedrático en la Facultad de Farmacia de la Universidad.— Barcelona.— (Botánica.) 1902. Rivera y Ruiz (D. Miguel), Catedrático en el Instituto.— Cabra. 1901. Rives Mampoey (D. José).— Diputación, 441, Barcelona.— (Botánica.) 1872. Rivera (D. Emilio), Doctor en Ciencias naturales, Cate- drático y Secretario de Historia natural en el Instituto. —Plaza de la Aduana, 13, Valencia. 1884. Rodríguez Aguado (D. Enrique), Doctor en Ciencias y Medicina, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias. — C. de Silva, 2, 1.°, Madrid. 1898. Rodríguez Ayuso (D.Manuel), Ingeniero Agrónomo.— C. de la Independencia, 14, Zaragoza.— (Plantas de gran cultivo.) 26 LISTA DE SOCIOS 1872. Rodríguez y Femenías (D. Juan .1.)— G. de la Libertad, 48, Mahón (Menorca). — (Botánica.) 1880. Rodríguez Mourelo (D. José), Profesor de Química in- dustrial orgánica en la Escuela Superior de Artes é In- dustrias.— G. del Piamonte, 14, Madrid. — (Minera- logia.) 1890. Rodríguez Pérez (D. Felipe), Licenciado en Giencias na- turales.— Largo Fernandina, Palazzo Bivona, Ñapóles (Italia) . — (Botánica, fanerógamas.) 1902. Rof y Codina (D. Juan), Veterinario Militar. — Plaza de la Feria, 19, Lugo. 1887. Ruiz Arana (D. Segundo S.), Licenciado en Farmacia. — Caparroso (Navarra). 1873. Saavedha (Excmo. Sr. D. Eduardo), Ingeniero de Cami- nos, Individuo de las Reales Academias de la Lengua, de Ciencias y de la Historia, Consejero de Instruc- ción pública. — C. de Fuencarral, 74 y 76, principal, Madrid. 1890. Sáenz y López (D. Juan), Licenciado en Giencias natura- les, Director del Colegio de Sania Ana. — Mérida (Badajoz) . 1901. Salvador y Gil (D. Andrés), Alumno de Medicina. — Coso, 3, Zaragoza. 1901. Sánchez Bruil (D. Mariano), Catedrático en el Instituto general y técnico. — G. de Alfonso I, 28, Zaragoza. 1891. Sánchez Navarro y Neumann (D. Emilio), Doctor en Cien- cias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto. — C. de San José, 48, Puerto Real (Cádiz). — (Entomología.) 1885. Sánchez y Sánchez (D. Domingo), Doctor en Ciencias na- turales y en Medicina, Conservador por oposición en el Museo. — C. de Atocha, 116, Madrid. — (Anatomía com- parada.) 1899. Sanchíz Pertegas (Excmo. Sr. D. José).— C. de San Vicen- te, 151, Valencia. 1901. San Román Elena (D. Manuel), Doctor en Teología, Licen- ciado en Derecho, Canónigo Doctoral de la S. I. C. de Calahorra (Logroño). 1902. San Salafranca (D. Francisco). — Condal, 9, Barcelona. 1895. Santo Domingo y López (D. Agustín), Licenciado en Cien- cias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto. — C. de San Segundo, 16 y 18, Ávila. DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 27 1898. Santos y Abreu (D. Elias) , Licenciado en Medicina y Ci- rugía y Director del Museo de Historia natural y Etno- gráfico.— Santa Cruz de La Palma (Canarias). — f Ento- mología y Botánica.) 1879. Sanz de Diego (D. Maximino), Disecador 1.° por oposi- ción del Museo de Ciencias naturales. — C. de San Ber- nardo, 94, 1.°, Madrid. — (Comerciante en objetos y libros de Historia natural y en utensilios para la recolección, preparación y conservación de las colecciones, cambio y venta de las mismas en todos los ramos.) 1900. Saulcy (Feliciano Caignart de). — 3, rué Chátillon, Metz (Lorraine). — (Coleópteros y Ortópteros de Europa.) 1902. Schramm (D. Jorge). — C. de Quintana, 13, Madrid. — (Coleópteros Cerambícidos.) 1886. Seebold (D. Teodoro), Ingeniero civil, de la Sociedad de Ingenieros civiles de París, Comendador de la Orden de Carlos III, Caballero de varias órdenes extranjeras. — Square du Roule, 2, París. — (Lepidópteros.) 1898. Segovia y Corrales (D. Alberto), Catedrático de Zoología general en la Facultad de Ciencias. — C. de Leganitos, 47, Madrid. 1902. Seminario conciliar de Orihuela. 1897. Seras y González (D. Antonio).— C. de Oriente, Sevilla. — (Histología. ) 1899. Silva Tavares (Excmo. Sr. D. Joaquín de), Profesor en el Colegio de San Fiel, Portugal. 1889. Simarro (D. Luís), Doctor en Medicina, Catedrático de Psicología experimental en la Facultad de Ciencias. — C. del Conde de Aranda, 1, Madrid. — (Histología.) 1880. Simón (D. Eugenio).— Villa Said, 16, París.— (Arácnidos.) 1890. Siret (D. Luís), Ingeniero. — Águilas (Murcia).— (Geolo- gía y Antropología.) 1901. Sobrado Maestro (D. César), Catedrático en la Facultad de Farmacia. — Santiago. 1902. Sola y Bosch (D. Francisco de A.) — Rosellón, 62, Bar- celona. s. f. Solano y Eulate (D. José María), Marqués del Socorro, Catedrático en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sec- ción de Geología en el Museo. — C. de Jacomelrezo, 41 , Madrid. — (Mineralogía y Geología.) 28 LISTA DE SOCIOS 1901. Soler y Batlle (D. Enrique), Farmacéutico militar. — C. de Cortes, 37*2, Barcelona. — (Botánica). 1898. Soler y Garceller (D. Juan Pablo}, Profesor auxiliar en la Facultad de Ciencias. — Coso, 156, Zaragoza.^— (Microquimica.) 1903. Sueiras Olave (D. José). — Barcelona. 1897. Surmely y Marchal (D. Eduardo), Profesor de Lenguas. — C. de la Concepción Jerónima, 15 y 17, pral., Madrid. — (Botánica y Entomología.) 1899. Tarazona y Blanch (D. Ignacio), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias. — C. de Mallorca, 309, Barcelona. 1899. Tarin y Juaneda (D. Rafael), Doctor en Ciencias natura- les, Profesor auxiliar de la Universidad. — Francos, 30, Valladolid. 1902. Tejeiro y Moreno (D. Germán), Profesor auxiliar en la Escuela de Veterinaria. — Madrid. 1901. Tío y Salvador (D. José). — C. de Balmes, 7, 3.° — Barce- lona.— (Histología vegetal.) 1901. Tomás y Gómez (D. Calixto), Catedrático de Anatomía en la Escuela de Veterinaria. — Córdoba. — (Anatomía com- parada.) 1901. Tomás y Radó (D. Juan).— C. de Fortuny, 4, entr.0, Bar- celona. — (Mineralogía.) 1900. Torremocha Tellez (D. Lorenzo), Médico militar. — C. del Doctor Mata, 3, Madrid. 1882, Torrepando (Sr. Conde de), Ingeniero de Montes. — C. de Ferraz, 48, hotel, Madrid. 1893. Traizet (D. Emilio).— 42 Rué Notre Dame de Nazareth, París. — (Coleópteros de Europa.) 1893. Truán (D. Luís), Director facultativo en la Sección Vi- driera de la Sociedad anónima «Gijón industrial». — Gi- jón (Asturias). — (Coleópteros.) 1902. Turró (D. Ramón). — Notariado, 10, Barcelona.— (Bacte- riología.) 1896. Tutor (D. Vicente), Doctor en Medicina. — Calahorra (Lo- groño) . — (Coleópteros.) s. f. Uhagón (D. Serafín de), Miembro de las Sociedades En- tomológicas de Francia y Berlín. — C. de Montalvan, 7, Madrid. — (Coleópteros de Europa.) 1900. Urdaniz (D. Julián José).— San Ciprián, Vivero (Lugo). DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 29 1897. Urquía y Martín (D. Ildefonso).— P.a de Villasis, Se- villa. 1895. Val y Julián (D. Vicente de), Licenciado en Farmacia, Subdelegado de Farmacia del partido de Borja, Vocal 2.° de la Junta de Gobierno del Colegio provincial de far- macéuticos de Zaragoza, Socio corresponsal de los Ilus- tres Colegios de Farmacia de Madrid y Barcelona, de la Sociedad española de Higiene, Corresponsal de la Médico- Quirúrgica española y de otras varias Corporaciones, premiado en varias Exposiciones. — Boquiñeni y Luceni (Zaragoza).— (Botánica.) . 1900. Vales Failde (D. Javier), Presbítero y Abogado.— C. de las Fuentes, 1, Madrid. 1902. Vallespinosa Ruíz (D. Florencio). — Consejo de Ciento, 247, Barcelona. 1887. Vázquez Figueroa y Canales (D. Aurelio), Inspector Jefe de Telégrafos, jubilado.— C. de Mendizábal, 39, 3.°, Ma- drid.— (Lepidópteros de Europa.) 1902. Vázquez Figueroa y Mohedano (D. Antonio), Arquitecto municipal. — Guadalajara. — (Coleópteros de Europa.) 1873. Velaz de Medrano (D. Fernando), Ingeniero de Montes. — Soria. 1902. Vicente (D. Melchor), Maestro normal.— Ortigosa de Ca- meros (Logroño). — (Geología.) 1894. Vicioso y Trigo (D. Benito), Licenciado en Farmacia. — C. de Bodeguilla, 9, Calatayud. — (Botánica.) 1899. Vidal y Compaire (D. Pío), Doctor en Ciencias naturales, Conservador por oposición en el Museo. — C. del Pia- monte, 6, Madrid. 1893. Vila y Nadal (D. Antonio), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Santiago. 1901. Vila Vendrell (limo. Sr. D. Simón), Catedrático y Deca- no de la Facultad de Ciencias, Exdiputado á Cortes y Exdirector general de Hacienda de Ultramar. — Zaragoza. 1896. Viñals y Torrero (D. Francisco), Doctor en Medicina.— C. de la Espada, 4, principal, Madrid. 1897. Zamora y Garrido (D. Justo), Licenciado en Farmacia, Director del Colegio de segunda enseñanza de San Agus- tín.— Siles (Jaén), por Valdepeñas é Infantes. — (En- tomología y especialmente de la Sierra de Segura.) 3 LISTA DE SOCIOS s. f. Zapater y Marconell (D. Bernardo), Presbítero. — Alba- rracín (Teruel). — (Botánica.) 1901. Zorrilla y Arroyo ID. Francisco), Abogado. — Sepúlveda (Segovia.) Socios agregados. 1897. Ángulo y Tamayo (D. Francisco), Doctoren Medicina. — Lagasca, 51, Madrid. 1898. Goscolla Diez (D. Emeterio). — Calatayud (Zaragoza). 1901. Criado (D. Melquíades).— Madrid. 1901. Diez Tortosa (D. Juan Luís), Estudiante de Ciencias y de Farmacia, Encargado de Clases prácticas de Historia natural en la Facultad de Ciencias. — Granada. — (Taxi- dermia.) ,1899. Escribano y Ramón de Moncada (D. Francisco), Licen- ciado en Medicina. — Argamasilla de Alba (Ciudad-Real). 1890. Fernández y Cavada (D. Pedro L.)— C. de Santa Clara, 8 y 10, Santander. 1901. Ferrer ID. Modesto). — Coso, 78, Zaragoza. 1901. Guerricabeitia (D. Alejandro).— Coso, 78, Zaragoza. 1900. Gutiérrez Ángulo (D. Andrés). — San Miguel, 50, Za- ragoza. 1898. Izquierdo (D. Juan Antonio), Catedrático de Ampliación de Física en la Universidad. — Zaragoza. 1898. Llórente dé Pablos (D. Julián). — Valverde (Segovia). 1901. Munagorriz (D. Luís).— C. de la Parra, 14, Zaragoza. 1898. Ossuna(D. Manuel de). —Puerto de laCruz(IslasCanarias). 1897. Relimpio y Ortega (D. Federico), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias.— C. de Cervantes, 16, Sevilla. 1901. Sánchez Pérez (D. José Augusto). — Alfonso 1, 28, Za- ragoza. 1901. Urzola y Gil (D. Luís).— Coso, 37 y 39, Zaragoza. RESUMEN. Socios protectores 4 — honorarios 8 — correspondientes 42 — numerarios 319 — agregados 16 Total 419 DE LA ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL. 31 Socios que han fallecido en 1902. s. c. Bormans (Auguste de). 1901. Chaquert (D. Eduardo). 1872. Cuni y Martorell (D. Miguel). 1893. Dávila (D. Marino). 1872. Magpherson (D. José). 1873. Nieto y Serrano (Excmo. é limo. Si*. D. Matías). 1886. Pieltain y Bartolí (D. José María). 1872. Rubio y Galí (Excmo. é limo. Sr. D. Federico). 1896. Sánchez (D. Bartolomé). Madrid 1 de Enero de U>03. i El Vicesecretario, José M. Dusmet y Alonso. RELACIONES del estado de la Sociedad y de su Biblioteca LEÍDAS EN LA SESIÓN DE DICIEMBRE DS 1902 POR EL SECRETARIO D. SALVADOR CALDERÓN Y ARANA Y EL BIBLIOTECARIO D. RAFAEL BLANCO Y JUSTE Memoria del Secretario. Vuestra excesiva benevolencia tiene la culpa de que sea yo nuevamente quien haya de molestaros, aunque pienso hacerlo en breves palabras, historiando la obra que habéis realizado sin oropeles y bajo la forma recatadamente modesta que acos- tumbra esta Sociedad, en el año transcurrido de 1902 á 1903, que es el trigésimo primero de su existencia. En él no ha de- caído la tradicional perseverancia con que persigue aquélla sus desinteresados fines. Fruto de tan larga y perseverante labor es la consideración que hemos conquistado y va en creciente aumento, así en el país como en el extranjero, en las esferas oficiales y en el concepto de cuantos se interesan por el progreso científico. Consocios nuestros son algunos de los sabios más eminentes del extranjero, cuya enumeración hicimos el año pasado en ocasión semejante á la presente, á los que tenemos que añadir los nombres ilustres del Dr. G. Delacroix, de París, maestro de Conferencias en el Instituto nacional agronómico y Director de la Estación de Patología veg-etal, y los de M. Ph. Francois, Secretario de la Sociedad entomológica de Francia, y Edg. Pa- cault, de Banyuls-sur-Mer. Dan testimonio, además de nuestras buenas relaciones en el extranjero, la parte que hemos tomado en los homenajes ren- didos en el año transcurrido á los eminentes sabios Gaudry y T. ni. -Enero, 1903. 3 34 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Lacaze-Duthiers; en el primero tuvo la complacencia de repre- sentarnos el profesor Stanislas Meunier, y recibimos un autó- grafo por todo extremo halagüeño del festejado; al seg-undo fuimos invitados por la Facultad de Ciencias de París, y asistió en nombre de la Sociedad el Sr. Rivas Mateos, el cual trajo la grata impresión de que los sabios reunidos en Banyuls-sur- Mer recordaban aquélla con cariño, haciendo votos por su prosperidad. Numerosos trabajos y sobre variados asuntos han aparecido durante el último año en nuestras Memorias y en el Boletín, de los cuales me permitiré recordaros que en el cuaderno 3.° del tomo xxx de los Anales han visto la luz la conclusión de la «Revisión y estudio del grupo Catyitenfa , por el Sr. Martí- nez y Fernández-Castillo, y además las siguientes Memorias: «Noticia necrológica de D. Máximo Laguna y Villanueva», por el Sr. Artigas y Teixidor; «Breve estudio antropológico acerca del pueblo Maragato» , por el Sr. Aragón y Escacena; «Crisídidos de España», por el Sr. Medina y Ramos, y la «Enu- meración de las plantas de Cataluña», trabajo postumo de D. Estanislao Vayreda y Vila , que tanto contribuyó en vida á dar importancia é interés á nuestra publicación. Con este tomo terminamos la 2.a serie de los Anales, com- puesta de 10 tomos, que con los 20 que forman la 1.a consti- tuyen los 30 tomos publicados bajo esa denominación , y á los que han de seguir las Memorias, que empezarán á aparecer en el año de 1903, y que con el Boletín han de constituir en lo sucesivo nuestras dos Revistas, aquélla sin sujetarse en su aparición á períodos regulares, sino dependiendo de los me- dios de que se disponga y de los trabajos que se presenten , y esta última regular, periódica, repartiéndose todos los meses,. como viene haciéndose desde el año pasado. No desmerecen en punto á variedad de asuntos y novedad los trabajos breves insertos en el Boletín, entre los cuales dominan los referentes á las producciones naturales de nues- tro suelo, redactados en forma concisa y ceñidos al asunto que los motiva, lo cual permite aparezcan con una prontitud im- posible de obtener en los escritos que por su extensión han de reservarse para la sección de Memorias. No son estos trabajos breves menos importantes que los extensos, y buena prueba de ello es el número relativamente crecido de especies y va- DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 35 riedades nuevas que se han descrito en el tomo del Boletín del pasado año, entre las que recordaré, limitándome solo á las primeras, tres de hongos (Dictyolus Laguna j pedicellatus y Scleroderma hemisphcericum) , por el Sr. Lázaro; dos de fane- rógamas de Galicia (Cladium Zúcense y Frica occidentaüs), por el P. Baltasar Merino; tres «le pérlidos (Tceniopteryx ar- quata, Nemura Bolivari y N. fuhiceps), por el Sr. Klapalek; tres de ortópteros (Pamphagus punctatus, Gryllodes Carrascoi y Helioscirtus Fonli), por el Sr. Bolívar; seis de coleópteros, una de ellas ( Tachyphlmis picturatus), por el Sr. La Fuente, y el resto (Dorcadion neilense, almarzense, terohnse, mosquerueJense, demándense, parmeniforme, pruinosum y villoshcdense), por el Sr. Martínez de la Escalera; y, en fin, una de mamífero (Her- pestes Almodovari), por el Sr. Cabrera Latorre. Tampoco nos ha faltado este año la colaboración de sabios extranjeros, como el Profesor Fr. Klapalek, de Praga, que ha descrito los pérlidos españoles antes enumerados, y el Dr. Eu- rico Cannaviello, de Ñapóles, autor de la «Contribución al es- tudio de los Microlepidópteros de la Italia meridional», á cuyos distinguidos naturalistas me complazco en consignar aquí en nombre de la Sociedad la expresión de su profunda gratitud. Los viajes de nuestros consocios Sr. Martínez de la Escalera á Persia, y del presbítero D. Norberto Font y Sag-ué á Río de Oro y las Canarias, han suministrado un valioso contingente de datos solo publicados en parte hasta ahora, permitiéndoles, así como á alg-unos de nuestros especialistas, ocupar su fecun- da actividad en la determinación de lo recolectado en aque- llas exploraciones, extendiendo el área de sus estudios á re- giones que pocas veces es dado alcanzar entre nosotros. Y ya que de viajes científicos nos estamos ocupando, recor- daremos que los naturalistas encargados del estudio de los materiales recogidos por la expedición realizada el pasado año á las posesiones españolas del golfo de Guinea continúan su labor, cuyos frutos han de aparecer en las Memorias de nuestra Sociedad. Recordaréis que el Sr. Ministro de Estado dispuso de Real orden se nos auxilie á este fin, y para que los trabajos puedan ir acompañados de las láminas y demás ilus- traciones necesarias, de conformidad con lo solicitado por la Comisión de estudio que preside el Sr. Bolívar. Como en años anteriores, las Secciones de Barcelona, Sevilla 36 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA y Zaragoza, han contribuido en este último á mantener la ac- tividad no interrumpida de nuestras sesiones, y á ir suminis- trando contingente para la obra del conocimiento del suelo patrio, fin supremo á que dirige su desinteresado esfuerzo nuestra Sociedad. Numerosas notas de diversa índole y exten- sión, comunicadas en las sesiones de Madrid y provincias, dan testimonio de que el entusiasmo que reinó desde los primeros años de nuestra existencia social no se ha apagado, y de que ni por un momento se ha desviado de la orientación que su- pieron iniciar los fundadores de esta Sociedad. Como veréis por la Memoria del Sr. Bibliotecario, nuestros cambios con el extranjero y con otras publicaciones del país, que persiguen análogo fin al nuestro, ha ido en constante aumento, lo que nos permite consultar muchos trabajos que solo en nuestra Biblioteca podrían ver los socios y seguir el movimiento -científico en los diferentes ramos de la Historia natural. Estos cambios de publicaciones son solicitados del extranjero especialmente, lo cual es sumamente lisonjero para nosotros, siendo solo de lamentar que lo limitado de nuestros recursos, pues no contamos con apoyo pecuniario oficial de ning'una especie, nos obligue á ser más bien parcos que pródigos en punto á aceptar todos los ofrecimientos de cambio con que se nos brinda de continuo. Dolorosas pérdidas de inolvidables y laboriosos consocios, que sumen al espíritu en honda pena, hemos experimentado en el año transcurrido, varias de las cuales han motivado tra- bajos necrológicos sentidos é interesantes. Dos de los finados llegaron á presidir nuestra Congregación y nos favorecieron con sus valiosísimas investigaciones. Al Sr. Artigas se debe la biografía de D. Máximo Laguna, aparecida en las Memorias del tomo xxx de nuestros Anales, y al Sr. Rodríguez Mourelo la de D. José Macpherson, que figura en el acta de Diciembre por acuerdo especial de la Sociedad, y acompañadas ambas de retratos en fototipia de los finados; el Sr. Vázquez dio noticias de la vida de D. Miguel Cuní y Martorell, de Barcelona, en la sesión de Junio, y el Sr. Presidente comunicó el fallecimiento del socio correspondiente extranjero M. Auguste Bormans, de Ginebra, y el de los Sres. D. Federico Rubio y Gali, D. Matías Nieto Serrano, marqués de Guadalerzas, de D. Eduardo Cha- quert, de Barcelona, D. Marino Dávila, D. José María Pieltain DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 37 y D. Bartolomé Sánchez (1), para todos los cuales se acordó constase en acta el sentimiento de la Sociedad por la irrepara- ble pérdida de hombres de tan relevante historia, caídos como caen y se desploman los héroes del trabajo. Hemos tenido, además, en el último año transcurrido, las siguientes bajas de socios numerarios: Sres. Albutt, de Ingla- terra; Avila, de Madrid; Capelle, de Toulouse; Cortina, de Ma- drid; García Baza y Garrido Barron, de Filipinas; González Arrintero, de Cangas de Tineo; Quadras y Rodríguez (Don Ulpiano), de Manila; Secall, de Madrid, y Steva, de Santoña, todos numerarios, y los Sres. Ariño, Beops y Herranz, de Zara- goza, que figuraban como agregados. Tan deplorables pérdidas producidas por causa de falleci- miento y bajas se han compensado, hasta donde esto es posi- ble, con las alzas que en este año han tenido lugar en número verdaderamente considerable, puesto que llegan á 50 los ad- mitidos, correspondiendo en su mayoría este aumento á la Sección de Barcelona, que, justo es decirlo, está dando un gran ejemplo de entusiasmo científico y de amor á la Sociedad; como halagüeñas esperanzas de renovación y vida, recibimos cariñosamente en nuestro seno á nuestros nuevos consocios, cual elementos de un organismo cuyas células se desgastan y renuevan sin cesar por ley ineludible de todo cuanto forma parte del combate jamás interrumpido de la vida. El Secretario, Salvador Calderón. Madrid, 1.° de Diciembre de 1902. Estado de la Biblioteca. Al cumplir el deber reglamentario de dar cuenta á los se- ñores socios del estado en que se encuentra la Biblioteca de esta Sociedad al finalizar el presente año, tengo la satisfacción de manifestar que, como en los años anteriores, ha continua- do acrecentando su material científico, y como consecuencia (1) Este último ha ocurrido después de leída esta Memoria y de él se ha dado cuenta en la sesión de Enero. 38 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA que va adquiriendo de año en año nuestra Biblioteca mayor importancia. El aumento correspondiente al año actual viene á estar representado por un conjunto de publicaciones variadas, poco diferente en número de las ingresadas en los años anteriores, y que llega á alcanzar la respetable cifra de 650 publicaciones sumadas todas las recibidas, lo que sin duda alguna constitu- ye una prueba bien evidente de la consideración con que es mirada la obra de esta Sociedad entre los naturalistas , tanto del extranjero como de nuestro país, y que sirve de justa re- compensa á la asidua labor que viene realizando desde hace muchos años. Siguiendo la costumbre establecida, reunimos las obras in- gresadas durante el año corriente en dos grupos, que corres- ponden el primero á las obras recibidas en concepto de dona- ción, y el segundo á las ingresadas como cambio con nuestras publicaciones; examinaremos brevemente ambos grupos. Este año, como los anteriores, han continuado favoreciéndo- nos con sus valiosos donativos S. M. D. Carlos, rey de Portu- gal, y el príncipe Alberto I, de Monaco, quienes con una cons- tancia digna de todo elogio vienen honrando á esta Biblioteca con sus publicaciones, en las que se encuentran expuestos los resultados de las exploraciones marinas que se hacen bajo sus auspicios; y á tan egregios donantes, podemos añadir los nombres de eminentes naturalistas y de conocidos aficiona- dos, todos los que con su laboriosidad científica y generoso desprendimiento se han hecho acreedores al más sincero reco- nocimiento por parte de esta Sociedad. Entre estas donaciones se encuentran algunas obras de carácter serial y regular, como acontece con el donativo hecho por el sabio maestro y ex-Pre- sidente de esta Sociedad, D. Santiago Ramón y Cajal, de la «Revista trimestral micrográfica», en la que bajo su dirección se publican las observaciones realizadas en el Laboratorio his- tológico de la Facultad de Medicina de Madrid, lo mismo que con los boletines de la Academia internacional de Geografía botánica de Le Mans, los pertenecientes al Laboratorio muni- cipal de Madrid, Laboratorio de Farmacia militar y otros va- rios menos constantes en sus envíos. Á todos estos donantes en g-eneral, y á cada uno de ellos en particular, hacemos pre- sente el agradecimiento de esta Sociedad, rog-ándoles vean en DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 39 •él el aprecio con que sus donativos lian sido recibidos en la Biblioteca, debiendo servirles como acuse de recibo la lista detallada que á continuación exponemos. Y pasando ahora al concepto de «cambios establecidos», señalaremos la variación sufrida en el número de los ya exis- tentes el pasado año, variación favorable al incremento de esta Biblioteca, por consistir en el establecimiento de diez nue- vos cambios con otras tantas sociedades ó revistas científicas, que vienen á aumentar las ya existentes por no haber sido interrumpida ó considerada como baja ninguna de las anterio- res. Estos nuevos cambios acordados por la Junta general, agreg-ados á los 106 existentes el pasado año, forman los 116 establecidos con diferentes centros del país y del extranjero, y cuyo detalle puede apreciarse en la adjunta enumeración alfabética de dichos centros. Academia nacional de Ciencias, Córdoba (República Argentina). Academia Real das Sciencias de Lisboa. Académie des Sciences de Cracovie. Académie des Sciences de Paris. Académie internationale de Géographie botanique, Le Mans. Academy of Sciences, Chicago. Academy of Sciences, Iowa. Academy of Science, St. Louis, Mo. (E.-TJ.) Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Allgemeine Entomologische Gesellschaft von Dr. Chr. Schroder-Itzehoe und Udo Lehmann-Neudamm. American Association for the Advancement of Sciences, Cincinnati (E.-U). American Museum of Natural History, Nueva York, i^nnaes de Sciencias Naturaes, Foz do Douro (Porto). Association francaise de Botanique, Le Mans, Francia. Australian Museum, Sydney (Australia). Broteria. Lisboa. BufFalo Society of Natural Sciences. Bulletin scientifique de la France et de la Belgique, sous la direction de MM. Alfred Giard et Jules de Guerne. Paris. ■Comisión del Mapa geológico de España, Madrid. Comissao dos trabalhos geológicos de Portugal, Lisboa. Davenport Academy of Natural Sciences, Scott Co., Iowa (E.-U.) Entomological tíociecy, Chicago. Entomologische Nachrichten, Berlín, üntoniologische Vereine, Stettin. 40 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Entomologische Zeitung, Wien. Entomologiska Foreninguen, Stockolni. Essex Institute, Salero, Mass. (E.-U.) Faculté des Sciences de Marseille. Feuille des jeunes naturalistes, París. Field Columbian Museum, Chicago (E.-U.) Fondation de P. Teyler van der Hulst, Haarlem (Holanda). Institució catalana d' Historia natural, Barcelona. Instituto geológico de México. Instituto Médico Farmacéutico, Barcelona. Jardín botánico de Tiflis. K. K. Naturhistoriscbes Hofrnuseum, "Wien. K. K. Zoologisch-botanische Gesellscbaft, Wien. Laboratorio ed Orto Botánico della R. Universitá di Siena, Italia. Meriden Scientifique Association. Missouri Botanical Garden, St.-Louis (E.-U.) Musée zoologique de l'Académie impériale des Sciences de St. Pétersbourg Musei di Zoología ed Anatomia cornp. della Peale Universitá di Torino. Museo Cívico di Storia naturale di Genova. Museo de Historia natural, Valparaíso. Museo de La Plata, Buenos-Aires. Museo nacional de Buenos-Aires. Museo nacional de Ciencias naturales, Montevideo. Museo nacional de Costa-Rica. Museu Paraense, Para (Brazil). Museu Paulista,- San Paulo (Brazil). Muséum d'Histoire Naturelle, Paris. Museum national Hongrois, Budapest. Museum of Comparative Zoology at Harvard College. Cambridge (E.-U). Natural History Society of Glasgow. Natura? Novitates, Berlín. Naturforschende Gesellscbaft in Basel, Suiza. Naturhistoriscbe Gesellschaft, Nürnberg. New-York State Museum University of the State of New- York. Oberlin College, Ohío. Peabody Museum of American Archselogy and Etbnology, Cambridge. Pbysikalisch-Medicinische Gesellscbaft, Würzburg. Portugalia, Porto. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Real Sociedad Geográfica de Madrid. Reale Academia dei Lincei, Roma. Royal Microscopical Society, London. Royal Physical Society, Edinburgh (Inglaterra). DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 41 Smithsonian Institution, Washington. Sociedad científica c Antonio Álzate >, México. Sociedad científica Argentina, Buenos-Aires. Sociedad entomológica de Ontario. Sociedad Mexicana de Historial natural, México. Sociedade Broteriana, Coimbra. Societá di Naturalisti, Napoli. Societá di Scienze naturali et economiche di Palermo. Societá entomológica italiana, Firenze. Societá italiana di Scienze Naturali é Museo Cívico di Storia naturale, •Milano. Societá romana per gli studi zoologici, Roma. Societá toscana di Scienze naturali, Pisa. Societas entomológica Rossica, St. Pétersbourg. Société botanique de Copenhague. Société botanique de France, Paria. Société botanique de Lyon. Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France, Nantes. Société d'Histoire naturelle de Toulouse. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Société entomologique de France, Paris. Société entomologique de St. Pétersbourg. Société entomologique Suisse, Schaffhausen. Suiza. Société francaise de Botanique, Toulouse. Société géologique de France, Paris. Société hollandaise des Sciences, Harlem (Holanda). Société impériale des naturalistes de Moscou. Société Linnéenne de Bordeaux. Société Linnéenne de Normandie, Caen. Société Linnéenne du Nord de la France, Amiens. Société ouralienne d'Amateurs des Sciences nat., Ekathérinenburg (Rusia). Société Royale malacologique de Belgique, Bruxelles. Société scientifique du Chili, Santiago. Société zoologique de France, Paris. Société zoologique suisse et Musée d'Histoire naturelle de Genéve. The American Naturalist, Boston. The Canadian Entomologist London-Ontario. Unión escolar, Madrid. United States Department of Agriculture, Washington. United States Geological Survey, Washington. United States national Museum, Washington. Universidad de Sassari en Italia. Universitas Regia Fredericiana, Cristiania. 12 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA University of Colorado. Université de Toulouse. Université Royale d'Upsala. Vereins für natunvissenchaftliche Unterhaltung zu Hamburg (Alemania). "Wisconsin Academy of Sciences. "Wisconsin Geological and Natural History Survey, Madison (E.-U.) Zoologischer Anzeiger, Leipzig. De todo esto se puede deducir la importancia de esta Biblio- teca, la cual cuenta al finalizar el presente año con un caudal científico de extraordinario valor constituido por numerosos opúsculos, folletos y trabajos monográficos de Historia natural, y más principalmente por gran cantidad de publicaciones de otras Sociedades, y de las que la generalidad son únicas en nuestro país, viniendo en su conjunto' todos ellos á constituir en la actualidad más de 7.000 volúmenes y unos 8.000 folletos. Obras recibidas á cambio. Academia nacional de Ciencias en Córdoba (República Argentina.) — «Boletín». Tomo xvn, entrega 1.a Academia Real das Sciencias de Lisboa.— «Jornal de Sclencias mathe- maticas, physicas é naturaes». 2.a serie, tomo vi, n. xxiv (1902). Académie de Sciences de París — «Comptes-rendus«. Tome cxxxiii, n. 25- 27; cxxxiv, n. 1-26; cxxxv, n. 1-24. - «Tables des Comptes-rendus des séances». Premier et 2.eme semestre, 1901; premier semestre 1902. Académie de Sciences de Cracovie. — «Bulletin international». Année 1901, n. 7-9; année 1902, n. 1-5, 7. Académie Internationale de Géographie Botanique. Le Mans. — «Bulle- tin». Année lle, n. 146-158. Academy of Natural Sciences of Philadelphia.— «Proceedings ►. Vol. luí, part. ii (1901). Academy of Science, St.Lodis. Mo (E.-U.) — «Transactions». Vol. x, n. 9-11; xi, n. 1-5. Allgemeine Entomologische Gesellschaft. Neudamm. — «Zeitschrift für Entomologie». Band 6, n. 24; Band 7, n. 1-23. Annaes de Sciencias Naturaes. Porto. — Vol. vn. Association francaise de Botanique. Le Mans.— «Bulletin» . Année 5.e, n. 49-60. DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 43 Australian Museum. Sydney. — «Report of the Trustees of the Australian Museum for the Year 1900». - «Records of the Australian Museum». Vol. iv, n. 6, 7. Broteria. Lisboa. — «Revista de Sciencias naturaes do collegio de f?. Fiel». Volume 1." Comisión del Mapa geológico de España. Madrid. — «Memorias». Expli- cación del Mapa geológico de España, por D. Lucas Mallada; tomo iv (sistemas permiano, triásico, básico y jurásico.) - «Boletín». Tomo vi (2.a serie). Commission du service géologiqüe du Portugal. — «Recueil d'études pa- léontologiques sur la Faune crétaciquedu Portugal», par Paul Choftát. Vol. i. Lisbonne, 1902. Department of Agricültdre. Washington. — «North American Fauna». N. 22. Entomological Societt of Ontario. Toronto. — « Annual Report ». 1901. Entomologischb Vere*ine. Stettin. — € Entomologische Zeitung». Jahr- gang, 63. Entomologische Zeitung. AVien. — Jahrgang xx, Heft. x; Jahrg. xxi, Heft. i-ix. - «General-Índex der Abhandlungen in den Jahrgiingen xi-xx. Faculté de sciences de Marseille. — «Anuales». Tome xii. Field Columbian Museum Chicago (E.-U.) — Publicatioii 58 (Zool. Series). Vol. ni, n. 4; ibd. 59. Vol. ni, n. 5. Fondation Teyler. Haarlem. — « Archives du Musée». Serie it, vol. vm, premiére partie. Geological Survey of Canadá. Ottawa. — « Contributions to Canadian paleontology». Vol. n. Geological Survey (U. S.) "Washington. — «Annual Report». 1899-1900. Part. i-vi y vi continuación. Institució catalana d'Historia Natural. Barcelona. — «Butlletí». Any i, num. 6; any n, números 8-11, 13. Instituto geológico de México. — «Boletín», n. 15. Instituto Médico-Farmacéutico. Barcelona. — «Acta de la Sesión pública inaugural del curso de 1900-1901». - «ídem de la Sesión del curso de 1901-1902». Instituto Paraguayo. Asunción. — «Revista». Año iv, núm. 36. Jardín Botánico de Tiflis. Cáucaso. — «Libro v» (en ruso); vi, cuaderno primero. (Comprende la Flora Caucasi de Lipsky, W.) Laboratorio ed Orto botánico. Siena. — «Bullettino». Anno quarto; quin- to, fase, i— ni. Musée national Hongrois. Eudapest. — «Termeszetrajzi Füzetek». Vol. xxv, part. i-iv. 44 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA MUSÉE ZOOLOGIQTJE DE l'AcADÉMIE 1MPÉBULE DES SCIENCES DE St. PÉTERS- bourg. — «Annuaire». Tome vi, n. 2-4; vn, n. 1-2. Müseí di Zoología ed Anatomía comparata della R. Universita di Tori- no. — «Bollettino». n. 404-415. Museo de la Plata. — «Revista». Tomo x, 1902. Museo de Valparaíso.— «Revista chilena de Historia natural». Año v, n. 10-12; Año vi, n. 1, 2. Museo nacional de Buenos Aires. — «Comunicaciones». Tomo i, n. 10. Museo nacional de Montevideo. — «Anales». Tomo iv, parte primera. Museu Paraense. Para (Brazil). — «Boletim». Vol. ni, n. 1-2. Muséum d'Histoire natürelle. París. — «Bulletin». Année 1901, n. 4-6. MüSEUM OF CoMPARATIVÉ ZOOLOGT AT HARVARD CoLLEGE. CAMBRIDGE. — «Bulletin». Geological series. Vol. v, n. 5-7 (Vol. xxxvm); xxxix,. n. 1-4; xl, n. 1 3; xli, n. 1. - «Annual Report». 1901-1902. Naturhistorische Gesellschaft. Nürnberg. — «Jahresbericht». 1900. - «Abliandlungen». Baud. xiv. 1901. Oberling College. Ohio. — «Laboratory Bulletin, n. 11. Laboratory Direc- tions for the study of Ampbioxus». - «Laboratory Bulletin. n. 12. Winter studies of Birds in Lorain County, Obio». Ohio state University. Colombus. — «Thirtieth Annual Report». Series 5, number 1. Year Ending June 30, 1900. Physikalisch-medicinische Gesellschaft zu Würzburg. — «Sitzungs-Be- ricbte». Jahrg. 1900, n, 5; 1901, n. 1-7; 1902, n. 1-2. - «Verhandlungen». Band xxxiv, n. 7-11; Band xxxv, n. 1-3. Real Academia de Ciencias y Artes dr Barcelona. — «Boletín». Vol. n, n. 1-4. - -Memorias». Vol. iv, n. 1-27. - «Nómina del personal Académico». 1901-1902. Real Sociedad geográfica. Madrid. — «Boletín». Año 1901, 3. o y 4.° trim. Tomo xliv, Io et 2o trim. (1902.) - «Revista de Geografía colonial y mercantil». Tomo n, n. 7-9; 12. Royal Microscopical Society. London. — «Journal», n. 145-150. Royal Physical Society. Edinburgh. — «Proceedings». Session 1900-1901 . Sociedad científica «Antonio Álzate» México. — «Memorias y Revista*. Tomo xv, n. 11 y 12; xvi, n. 1. Sociedade BitOTERlANA. Coimbra. — «Boletim» . T. xvni, fase. 1-4 (1901). Societa di naturalisti in Napoli. — «Bollettino». Volume xv. Societa entomológica italiana. Firence. — «Bollettino». Anno xxxm (1901) trim. ni e iv; Anno xxxiv (1902), trim. i e n. Societa toscana di Scienze naturali. Pisa. — «Atti». Processi verbali, Vol. xm (Gennaio, Marzo, Luglio, Novembre, 1901). DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 45 Societá toscana di Scienze natubali. Pisa. — «Memorie». Vol. XVIII. SOCIETA DI SCIENZE NATURALI ED ECONOMICHE DI PaLERMO. — «Gioriiale di scienze naturali ed econoruiche». Vol. xxxm (anno 1901). SOCIETA ITALIANA DI SCIENZE NATURALI E MüSEO CÍVICO DI STORIA NATURALE. Milano.— «Atti». Vol. xl, fase. 4.o (fogli 20-27); xli, fase. l°-3.° (fo- gli 1-25). Societas entomológica RossiCA. — «Horae». Torno xxxv, n. 3-4. Société botaniqüe de France. París. — «Bulletin». Torne xlviii (Session extraordinaire en Corsé. Mai-Juin (lere partie); xlix, 1-7; xlv, n. 10. - « Session extraordinaire á Hyéres (Var), May 1899>. (deuxiérne et der- niére partie). Société botaniqüe de Copenhague. — «Journal de botaniqüe, Botanisk Tidsskrift», Tome 24, fascicule 3. Société des Sciences naturalles de l'ouest de la Frange. Nantes. — «Bu- lletin». Tome i (2eme serie), 1er et 2e trimestres. Société entomologique de Belgique. Bruxelles. — «Annales». Tome xliv, n. xii-xiii; xlv, n. xii-xm; xlvi, n. i-ix, xi. Société entomologique de Stockolm. — «Entomologisk Tidskrift». Arg. 22. Háft. 1-4; Arg. 23. Háft. 4. Société entomologique suisse Schaffausen. — «Bulletin». Vol. x. Heft. 9. Société géologique de France. París.— «Bulletin». Tome xxvn (3me serie), n. 6; T (4me serie), n. 1-4; n (4me serie), n. 1. Société hollandaise des sciences a Harlem. La Haya. — . N.o vil (part. i) (Economic series, n.° 4). Zoologisch-botanischeGesellschaft. Wien. — < Verhandlungen>. BandLi, Heft 9-10; Band lii, Heft 1-9. Zoologischer Anzeiger. Leipzig.— Números 646-650; 652-674. Como donativo. S. M. F. D. Carlos de Braganca. — «Campagnes scientifiques accomplies sur le yacht Amelia*. Bulletin. Vol. i, fase. i. S. A. S. le Prince Albert Ier de Monaco.— «Notes de géographie biologi- que marine. Communication faite au VÍIeme congrés international de géographie á Berlín en 1899 >. Berlin, 1900. - «Résultats des campagnes scientifiques accomplies sur son yacht». Fase. xix. Étude de fonds marins provenant du voisinage des Acores et de la portion oriéntale de l'Atlantique nord. Monaco. 1901. Fasc.xx. Alcyonaires provenant des campagnes de l'Hirondelle. Monaco, 1901. Fase. xxi. Holothuries provenant des campagnes de la «Prin- cesse Alice». Monaco, 1902. - «La troisiéme campagne scientifique de la Princesse Alice lle (Acadé- mie des Sciences de Paris, 1 902.) - i Campagnes scientifiques. Histoire des voyages». Cartes, m-v. (Don. de S. A. S.) Agdilar (Cipriano). — «Miocénico lacustre de la comarca bilbilitana». (So- ciedad española de Historia natural. 1902). André (Ernest).— «Hyménoptéres du Delagoa. Mutilles». (Soc. Vaud. Scien- ces nat. 1899.) - Diagnoses d'insectes recueillis par l'expédition antarctique belge». (Soc. entom. de Belgique, 1900.) - Matériaux pour servirá la connaissance des Mutillides d'Afrique>. (Zeitschrift für Hymenopterologie und Dipterologie, 1901.) - Sur la femelle probable de l'Anomma nigricans 111. (Hyménoptére). (Bul!, du Museum d'Histoire nat., 1900.) - «Descriptions de quelques espéces et varietés nouvelles de Mutilles d'Amérique, appartenant au Musée civique de Genes». 'Zeitschrift für Hymenopterologie und Dipterologie, 1901.) DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 47 André (Ernest). — «Description de cinq nouvelles espéces de Mutilles de Madagascar. (ídem, 1901.) (Don. del autor.) Aragón t Escacena (Federico). — «Breve estudio antropológico acerca del pueblo maragato». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Arechavaleta (J.)—< Flora Uruguaya» (pág. 57 á final)? (Don. del autor.) Artigas y Teixidou (Primitivo).— «Noticia necrológica de D. Máximo La- guna y Villanueva». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Ayuntamiento de Madrid. — «Estadística demográfica». Enero-Junio. - «Resumen del año 1901». (Don. del Excruo. Ayuntamiento.) Bedel (L.) — Catalogue raisonné des coléoptéres de Tunisie. l.er partie. Ci- cindelidfe. Staphylinidaa». Paris, 1900. - «Descriptions et mceurs d'un nouveau genre de curculionides de Fran- ce». (Soc. entom. de France, 1902.) (Don. del autor.) Bibliothéque de feü Alphonse Milne-Edwards. París. — «Troisiérne cata- logue». Paris, 1902. Blanchard (Raphilel). — «Hirudineen». Hamburg, 1900. - «Notes historiques sur la peste». (Archives de Parasitologie, 1900.) - «Notes de parasitologie sino-japonaise». ídem, 1900. - «Transmission de la filariose par les moustiques». ídem, 1900. - «Nouveau cas de Filaría loa*. ídem, 1899. - «Instructions a l'usage des médecins, des naturalistes et des voyageurs, rédigées au nom de la commission du paludismo». Paris, 1900. - «Notes sur la faune du Haut-Tonkin, IV Nouveau type d'hirudinée (Torix Mirns)>. (Bulletin scientifique de la France et de la Belgique, 1898.) (Don. del autor.) Bois (D.)— «La récolte et l'expédition des graines, et des plantes vivantes des pays chauds». (Revue des cultures coloniales, 1902.) - Une nouvelle espéce de Cotoneaster du Yunnau, le Cotoneaster Fran- cheli». (Revue Horticole, 1902.) - «Notice nécrologique sur M. le Professeur Mussat, ancien Vice-prési- dent de la Société nationale d'Horticulture de France». (Soc. d'Hor- ticulture de France, 1902.) - «Tableau synoptique des principaux genres d'Orchidées cultivées». (ídem, 1902.) (Don. del autor.) Bolívar (Ignacio).— «Ortópteros nuevos de España». (Soc. esp. de Histo- ria natural, 1902.) - «Un nuevo ortóptero mirmecófilo Attaphila Bergi-n. (Museo nacional de Buenos-Aires, 1901.) - «Contributions a l'étude des Pbaneropterinaa de la Ncuvelle-Guinée, appartenant au Museum national de Budapest». (Termeszetrajzi Fü- zetek, 1902.) - «Apuntes para el estudio de los Pérlidos de España». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) 48 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Bolívar (Ignacio). — «Les Orthopteres de St. Joseph's, collége á Trichino- poly (S. de l'Inde)». (Soc. entom. de France, 1902.» - «Nuevo Helioscirtus de Río de Oro>. (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) (Don. del autor.) Bolos (Ramón). — «Necrología de D. Estanislao Vayreda y Vila». Olot, 1901. (Don. del autor.) Bombicci (Prof. Luigi). — «Di un sensibile aumento di volume, negli aghetti di Rutilo (Sagenite) difíusi nei limpide cristalli di Quarzo». Bolog- na, 1901. - «Alcune obbiezioni circa i supposti cristalli liquidi ed i pretesi cristalli viventi». Bologna, 1901. - «Sui probabili irodi di formazione di cristalli di granato». Bolog- na, 1902. - Sulle cause probabili delle eruzioni vulcanicbe delle isole Martinica é San Vicente». (Del periódico de Bolonia II Resto del Carlino, Mag- gio, 1902.) (Don. del autor.) BoscÁ t Casanoves ÍE.) — «Notas sobre un Megaterio existente en Valen- cia». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Cabrera Latorre (Ángel). — «Nota sobre el verdadero habitat del Myotis Thomasi*. (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) - «Sobre un Gtobicephalus encontrado en la costa del Mediterráneo». ídem. Calderón (Salvador). — «La atacamita de Chile». (Revista chilena de His- toria natnral, 1902.) - Estudio biográfico crítico, ilustrado con reproducciones de fotografías científicas de D. José Macpherson». (De la Revista Nuestro Tiempo). Madrid, 1902. (Don; del autor.) Cannaviello (Prof. Enrique). — «Contribución al estudio de los microlepi- dópteros de la Italia meridional». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Casares Gil (Antonio). — «Catálogo délas muscíneas de los alrededores de Barcelona». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Charpentier (T ) — «Libellulinae europaeae». Lipsiae, 1840. (Don. del Sr. Mercado.) Chevreux (Ed.) — «Diagnose d'un crustacé amphipode nouveau de la fami- lle des Stenothoide* . (Soc. des Amis des Sciences naturelles de Rouen, 1901.) - «Amphipodes des eaux souterraines de France et d'Algerie». (Soc. zoo- logique de France, 1901.) - «Mission scientifiques de M. Ch. Alluaud aux iles Sechelles. Crustaces amphipodes». ídem. - «Amphipodes recueillis par la Melita sur les cotes occidentale etineri- dionale de Corsé». (Association Francaise pour l'Avancement des Sciences, 1901,) (Don. del autor.) DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 49 Cohén (E.) — «Das Meteoreisen von N'Goureynia, unweit Djeune, Provinz Hacina, Sudan. Greifswald. 1902. - «Ueber ein Meteoreisen von Mukerop, Bezirk Gibeon, Grossnaina- land». Stuttgart, 1902. - «Das Meteoreisen von Rafrüti im Eranienthal, Cantón Bern, Schweiz». (Mittheilungen des naturwissenschaftlichen Vereins, 1902.) (Don. del autor.) Dangeard (P. A.) — «Le Caryophysérne des Eugléniens». (Extrait du Bota- niste. París.) (Don. del autor.) Delacroix (Dr. G.) — «La graisse, rnaladie bactérienne des haricots>. Nan- cy, 1899. - . Tomos i-v. (Don. del Sr. Ramón y Cajal.) Laboratorio municipal de Madrid. — «Boletín». Tomo i, núm. 3; n, núme- ros 1-8. (Donativo del Dr. Chicote.) Lameere (A.) — Revisión des Prionides. troisiéme mémoire. Spondylines». (Soc entom. de Belgique, 1902.) (Don. del autor.) Lázaro é Ibiza (Blas).— «Discurso leído en la Universidad Central en la solemne inauguración del curso académico de 1902-1903». Madrid, 1902. (Don. del autor.) León (Í)r. N.) — «Recherches morphologiques sur les piéces labiales des Hydrocores». Jassy (Rumania), 1901. (Don. del autor.) Llenas y Fernández (Manuel). — «Algunos liqúenes de los alrededores de Barcelona». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Macpherson (José). — «Ensayo de Historia evolutiva de la Península Ibé- rica». (Soc. esp. de Hist. nat., 1901.) Maluquer (Joseph). — «Descripció d'una especie nova de Lirnníea de Cata- lunya (Limnwa Maluquer i Fagot)». (Institució Catalana d'Historia natural). (Don. del autor.) Martínez de la Escalera (Manuel). — «Especies nuevas del género Dorca- dion>. (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Martínez y Fernández Castillo (Antonio). — «Revisión y estudio del gru- po Caloptenu. (Soc. esp. de Hist. nat., 1901.) Más y Guindal (Joaquín). — «Memorándum de sinonimias, procedencias, nombres científicos y vulgares de los productos químicos, vegetales ó animales, plantas y sus partes y preparaciones de aplicación á la Farmacia». Madrid, 1901. - «Estudio de los salicilatos de bismuto». Madrid, 1902. - «Incompatibilidades químico-farmacéuticas de los medicamentos». Madrid, 1902. (Don. del autor.) Merino (P. Baltasar). — «Contribución á la Flora de Galicia. Suplemen- to III». (Soc. esp. de Hist. nat., 1899.) - «Tres plantas nuevas de Sierra Nevada». (Sociedad aragonesa de Cien- cias naturales, 1902.) - «Algunas especies raras, nuevas ó críticas de la flora española en ge- neral, y particularmente de la gallega». (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Meunier (Stanislas). — «Note sur la faculté dont jouissent les Escargots de perforer des roches calcaires». (Soc. de naturalistes de l'Ain, 1901.) 52 RELACIONES DEL ESTADO DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Meunier (Stanislas). — «Etude stratigraphique et experiméntale sur la sé- dimentation souterraine>. París, 1901. - « Observa tions sur la structure intime du diluvium de la Seine». Pa- rís, 1901. - «La visite du Congrés international de Geologie au pare de l'Ecole d'Agriculture de Grignon». (Le Naturaliste, 1902.) - «Sur les causes de la disparition des anciens glaciers des Vosges». Pa- rís, 1902. (Don. del autor.) Ministkre oes Colonies. París. — «Kessources vegetales des Colonies fran- caises, représentées dans les collections de V Office Colonial du Minis- tere des Colonies i. Paris, 1902. (Don. del Gobierno francés.) Moyano (P.) — «Ganado lanar; guía práctica para su multiplicación; cría y explotación». Madrid, 1902. (Don. del autor.) Moyano (P.) y Galán (D.) — «Concurso regional de ganados en Zaragoza». (Octubre de 1900.) Zaragoza, 1901. (Don. del Sr. Moyano.) Navas (P. L.) — «Notas liquenológicas. II. El Gen. Parmelia en España». (Soc. esp. de Hist. nat., 1901.) - «Notas neuropterológicas. I. El Ascalaphus Cunii Selys». (Institució catalana d'Historia natural.) - «Notas neuropterológicas. III. El Gen. Chrysopa en España». ídem. - «Notas neuropterológicas. V. Pérlidos de España». ídem. - «Notas entomológicas. VIL El Gen. Orthetrum en España». (Sociedad esp. de Hist. nat, 1902.) - «Notas entomológicas. IX. El Gen. Diplax en España». ídem. - «Notas entomológicas. X. El Gen. Pycnogaster Graells en España». ídem. - «Nota bibliográfica. Dípteros de España por el P. Gabriel Strobl». ídem. - «Necrología de D. Miguel Cuní y Martorell». (Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, 1902.) Olivier (L'Abbé H.) — «Exposé systematique et description des Lichens de l'Ouest et du Nord'Ouest de la France». Troisiéme fascicule. Paris, 1902. (Don. del autor.) Pardo Sastrón (José). — «Apéndice al catálogo de plantas de Torrecilla de Alcañiz, datos que podrán servir para escribir el catálogo de plantas de Valdealgorza». (Soc. esp. de Hist. nat., 1901.) Piccioli (L.)— «11 castagno dal mioceno, a noi e le sue presentí varietá colturali». (Soc. esp. de Hist. nat., 1900.) - «Sulla maturacione biennale del cerro». (Soc. botánica italiana, 1901.) - «Gli animali dannosi al castagno». Firenze, 1902. - «Monografía del castagno. Suoi caratieri, varietá, coltivazione, prodotti é nemici». Firenze, 1902. - «I diboscamenti é i vincoli Forestali». Siena, 1902. (Don. del autor.) Ramón y Cajal (Pedro). — «Algunas reflexiones sobre la doctrina de la DE HISTORIA NATURAL Y DE SU BIBLIOTECA. 53 evolución orgánica de los corpúsculos piramidales del cerebro». (Soc. esp. de llist. nat., 1902.) Real Associacao dos Architectos Civis é Archeologos portuguezes. Lisboa. — «Boletiui». Quarta serie, n. 3. (Don. de la Asociación.) Red meteorológica del Estado de México. Toluca, Mex. — «Boletín». Tomo i, n. 8-13; Tomo, n n. 6. Revista científica profesional. Barcelona.— Año V, n. 11. (Don. de D. N. Duran.) Revista de Farmacia Militar. Madrid.— Año i, n. 1-10. (Don. de la Dirección.) Richard (J.) — «Copépodes et cladoceres de 1'ile Borkum>. (Soc. Zool. de France, 1898.) - «Sur le Museum Oceanographique de Monaco». Berlín, 1900. - «Campagne scientifique de la Princesse Alice en 1901 >. (Soc. Zool. de France, 1902.) - «Sur une nouvelle bouteille destinée á recueillir l'eau de mer á des profondeurs quelconques». (Acad. des Sciences de París, 1902.) (Don. del autor.) Schramm (Jorge). — «Datos para el conocimiento de la Fauna himenoptero- lógica de España >. (Soc. esp. de Hist. nat., 1902.) Seebold (T.)— «Notice nécrologique sur le Dr. Otto Staudinger». (Soc. entom. de France, 1901.) (Don. del autor.) Silva (Armando da). — «O Aquario Vasco da Gama. Relatorio apresentado á sua Ex.3 Ministro da Marinha é Ultramar sobre o estado d'este es- tabelecimento e a sua reorganizacáo». Lisboa, 1901. (Publicado por el Ministerio de Marina y Ultramar de Portugal.) (Don. del autor.) Silva Tavares (Joaquín da). — «As Zoocecidias Portuguezas. Enumeracao das especies até agora encontradas em Portugal é descripcao de de- zenove aínda nao estudadas». (An. de Scienc. Naturaes. Porto, 1902.) - «As Zoocecidias Portuguezas. Addeuda com a descripcao de quinze es- pecies cecidogenicas novas>. (Rev. de Scienc. Naturaes. Porto, 1902.) - «Zoocecidias dos suburbios de Vienna d' Austria». ídem. - «Description de deux Cecidomyes nouvelles». Padova, 1902. - «Descripcao de seis coleopterocecidias novas». (Don. del autor.) Sodiro (L.)— «Piperáceas ecuatorianas (Piper ecuadorense Sodiro)». Quito, 1900. (Don. del autor.) Ubedat Correal (José). — «Los métodos de enseñanza en las ciencias expe- rimentales. Conferencia dada en el Centro del Ejército y de la Arma- da el sábado 25 de Octubre de 1902». Madrid, 1902. (Don. del autor.) Vatreda y Vila (E.) — Notas geográfico-botánicas. (Soc. esp. de Hist. nat., 1897.) El Bibliotecario, Rafael Blanco y Juste. Madrid, 1.° Diciembre de 1902. BOLETÍN SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL Sesión del 7 de Enero de 1903. PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ZOILO ESPEJO. El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, la cual fué aprobada. Asisten los Sres Rivera (D. 'Emilio), de Valencia; R. P. Na- vas, de Zaragoza; Becerra (D. Antonio), de Almería; Martínez (D. Antonio), de Oviedo, y Aragón y Escacena (D. Federico), de Astorga. —El Sr. Pérez Zúñiga, que abrió la sesión, invitó en nom- bre de la Junta directiva saliente á los señores socios eleg-idos para formar la nueva á tomar posesión de sus puestos. — El Presidente, Sr. Espejo, manifestó en breves, pero elo- cuentes frases, su reconocimiento por la distinción que le había concedido la Sociedad designándole para aquel puesto, al que no se creía acreedor, á pesar de formar parte de ella desde 1875, en que fué invitado con este objeto por el inolvi- dable botánico D. Miguel Colmeiro. Dos propósitos se propone realizar durante su presidencia: colaborar con todas sus fuer- zas á las tareas de la Sociedad y al desarrollo y engrandeci- miento de la misma; opina que es altamente laudable que la Sociedad haya alcanzado la importancia que hoy tiene y haya realizado los fines que se propusieron sus fundadores con sus propios recursos y sin auxilio alguno del Estado, pero cree que después de haber dado esta prueba de vitalidad y de en- tusiasmo debe recabar aquel auxilio para aspirar á mayores resultados; así es que estima conveniente obtener se declare de utilidad pública á nuestra Sociedad por lo que contribuye al desarrollo de la cultura nacional, y procurar que el Estado 56 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA la auxilie siquiera no sea con esplendidez, y que á estos dos fines ha de consagrarse durante su presidencia. Tales, dijo, eran sus propósitos, que si no llegan á reali- zarse, no será ciertamente por negligencia ni culpa suya. La Sociedad oyó con satisfacción y repetidas muestras de asenti- miento lo dicho por el Sr. Espejo. Propuso después el Sr. Presidente un voto de gracias para la Junta saliente, el cual fué aprobado. Aprobación de cuentas. — La Comisión de revisión de cuentas presentó el siguiente dictamen, que leyó su Presidente D. Jor- ge Lauffer: «Designados los firmantes en la sesión anterior de la Socie- dad española de Historia natural para examinar las cuentas presentadas por el Sr. Tesorero de la misma, se reunieron en el local donde se celebran las sesiones y examinaron las cuen- tas, que concuerdan con sus comprobantes, y por lo tanto en- tienden que deben ser aprobadas. »Ascendieron los ingresos por todos conceptos á pesetas 6.557,27, y los gastos á pesetas 5.676,64, quedando un saldo á favor de la Sociedad en 1.° de Diciembre de pesetas 880,63. Existen además créditos á favor de ésta en ig'ual feclía por pesetas 2.167,31. >,A1 mismo tiempo se atreven á proponer un voto de gracias para el Sr. Bolívar, que con tanto celo como inteligencia des- empeña tan penoso cargo, así como para el Vicetesorero, señor García Várela, que con igual acierto le secunda. » Además, entienden que debe hacerse extensivo nuestro agradecimiento á los Sres. Tesoreros de las Secciones y á las personas que hayan facilitado las g'estiones de Tesorería. »Madrid 5 de Enero de 1903. — ,/. Laufer. — Ángel Cabrera Latorre. — Abelardo Bartolomé y del Cerro». La Sociedad aprobó el dictamen y el voto de gracias á los Sres. Tesoreros de las Secciones, Sres. Rivas Mateos, del Mazo y Gila, y á los Sres, D. Emilio Rivera, de Valencia, D. Pedro Ca- vada Somolino, de Santander, y D. Antonio Eleizegui, de San- tiago, á quienes la Sociedad es deudora de señalados servicios tan desinteresados como asiduos. Correspondencia.— Se leyó una carta del Sr. Bibliotecario del DE HISTORIA NATURAL. 57 «American Museum of natural History», de Nueva York, pi- diendo un ejemplar de nuestro Boletín, año 1901, proponiendo el cambio de publicaciones con nuestra Sociedad, y acompa- ñando una lista de los trabajos que han aparecido en su Bo- letín,- acordándose informara, como es costumbre, la Junta Directiva. Leyóse á continuación un oficio de D. Eugenio Ferrer, de Tarrasa, dando gracias por su admisión, y una carta de D. Juan Cáceres, de Cartagena, en la cual participa el fallecimiento de su padre político D. Bartolomé Sánchez Zamora, que figu- raba en la lista de socios, en recuerdo de su malogrado hijo D. José Sánchez Gómez, noticia oída con sentimiento, que se acordó expresara el Sr. Bolívar al mencionado Sr. Cáceres. Admisiones.— Quedaron admitidos como socios la Compañía general de Tabacos de Flipinas, residente en Barcelona, y la Facultad de Ciencias de Oviedo, presentadas en la sesión ante- rior por el Sr. Bolívar. Comunicaciones verbales.— El Sr. Dusmet presenta un trabajo del Sr. Seebold titulado «Himenópteros de España», y ofrece varios ejemplares por encargo del mismo señor de una noti- cia necrológica del Sr. O. Staudinger, de que es autor, y que se repartieron entre los socios presentes. —El R. P. Navas manifiesto que había estudiado los Odona- tos recogidos por el Sr. Font en Río de Oro, y que había reco- nocido en ellos al DipJax fonscolombei Sélys, y el Cyrtosoma ephippifferum Burm. Esta última especie representada por un solo ejemplar rf está muy difundida por toda África, Arabia, India y sus islas. El Sr. Martín («Odonates des iles Séchelles 1896») cree que los ejemplares cogidos en Europa son viajeros que venían de lejos. No lo ha visto citado en España pero posee un ejemplar de Calella (Cuní). El mismo señor ofrece dos notas suyas sobre «Exploración de la cueva de Sierra de Riela (Zara- goza)» la una, y sobre neurópteros de España, continuación de sus «Notas entomológicas» la otra; para esta última entregó un cliché que representa la Notochrysa stigmatica Rb. —El Sr. Bolívar presenta dos notas de los Sres. García Mer- cet y García Várela sobre Insectos curiosos ó nuevos de los órdenes de los himenópteros y de los hemípteros , pasando 58 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ambas á la Comisión de publicación, así como otras dos suyas sobre asunto también entomológico. — El Sr. Cabrera dijo que habiéndose descubierto reciente- mente restos de mastodonte en las cercanías de Madrid en sitio próximo á la estación del tranvía del Pacífico, había acudido presuroso al referido sitio, obteniendo algunas fotografías que habían sido publicadas en el semanario Alrededor del Mundo, pero que estando presente el Sr. Azpeitia, que también los había visto y estudiado, podría dar alg-unas noticias sobre tan interesante hallazgo. — El Sr. Azpeitia dijo que aunque no traía el propósito de hablar en esta sesión del asunto referido, accediendo ala invi- tación diría solo por ahora algunas palabras, á reserva de am- pliarlas cuando termine el estudio de dichos hallazgos y de otros anteriores hechos en el mismo sitio ó en otros próximos, ofreciendo á petición del Sr. Presidente resumir en una nota lo que acababa de exponer. —El Sr. Gredilla presentó un trabajo sobre la excursión rea- lizada por el Museo de Ciencias naturales á Andalucía durante las últimas vacaciones de Semana Santa, y en el que se enu- meraban las plantas recolectadas, acordándose también pasara á la Comisión de publicación. . Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el 4 de Diciem- bre de 1902, bajo la presidencia de D. Carlos Ferrer. Por ausencia del Sr. Secretario, D. Marcelo Rivas, le susti- tuye el Vicesecretario D. Manuel Carbó. —Se procedió á la elección de la Junta que ha de regir du- rante el año 1903, quedando constituida de la manera siguiente: Presidente, D. Carlos Ferrer. Vicepresidente, D. Carlos Calleja. Tesorero, D. Ignacio Tarazona. Secretario, D. Marcelo Rivas Mateos. Vicesecretario, D. Manuel Carbó y Domenech. —Fueron presentados como socios numerarios: D. Gustavo Pittaluga, D. Jesús Romero Masó y D. Manuel Saforcada Ade- ma, el primero presentado por D. Odón de Buen y los dos últi- mos por D. Manuel Llenas. —Quedó admitido como socio D. José Sueiras Olane, presen- tado en la sesión anterior. DE HISTORIA NATURAL. 59 —El Sr. Aranzadi dio lectura de una nota titulada «Primera lista de nombres catalanes de hongos (bolets)», y el Sr. Ferrer (D. Jaime) de otra referente á «Materiales para la Fauna ictio- lógica de las Baleares». —El Sr. Pi y Suñer presentó una «Nota acerca de una parti- cularidad de la contracción muscular en la rana (La inexcita- bilidad muscular)», trabajo realizado en el Laboratorio de Fisiología de la Facultad de Medicina de Barcelona. —Fué presentado el siguiente presupuesto para 1903: Gratificación al mozo Victoriano Gofii .... 60 pesetas. Déficit del presupuesto anterior 9 — Sellos de franqueo y gastos de giro 15 — Papel y objetos de escritorio 6 — Total 90 — La Sección de Sevilla celebró sesión el día 19 de Diciembre de 1902 bajo la presidencia de D. Julio Ferrand. — Se hizo una presentación de socio numerario. —Se dio lectura á una nota remitida desde Huelva por el Sr. Barras, titulada «Excursión á Gerena». —El Sr. Miquel presentó una perla irregular de oriente rojizo, encontrada en un Unió, recogido por él en el río Gua- daira, y otro ejemplar de otra especie del mismo género con una perla en formación. La particularidad del hallazgo está en corresponder ambas especies al subgénero Limnium Oken. emend., y no al Martjaritana Schumb., que es el que con más frecuencia produce perlas. También presentó unos ejemplares procedentes de Sanlúcar de Barrameda, de conchas semi-internas de Parmacella, que por ignorar la manera de haber sido encontradas no puede saberse si son ó no fósiles, pues este género habita actual- mente la región mediterránea. Con este motivo se extendió en algunas consideraciones sobre dicho limácido, comparándolo con un ejemplar completo de una TestaceUa recogida en las cercanías de Sevilla. — El Sr. Crú mostró un ejemplar del Calamoherpe cisiicola O. des Murs., y otro del Turclus cyaneus L. , cogidos en Sierra- Morena. Tanto uno como otro merecen citarse por su rareza en nuestro país. GO BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA También presentó el mismo señor una curiosísima ninfa en estado viviente que verifica su desarrollo sin haber formado capullo, y ofreció redactar una nota sobre ella en la próxima sesión. — Procedióse luego á la elección de Junta directiva para el próximo año de 1903, y por aclamación fueron elegidos los siguientes señores: Presidente: D. Julio Ferrand y Couchoud. Vicepresidente: D. Manuel Miquel é Irizar. Tesorero: D. Enrique Crú y Marqués. Secretario: D. Federico Chaves y Pérez del Pulgar. Vicesecretario: D. Mig-uel de Bago y Rubio. Se acordó para el año venidero el siguiente presupuesto: Sobrante del presupuesto anterior 5 pesetas. Mozo repartidor para 1903 30 — Total 35 — La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 27 de Diciem- bre de 1902, bajo la presidencia de D. Hilarión Jimeno, to- mando posesión de sus cargos los señores que componen la nueva Junta directiva, y pronunciando con tal motivo los Presidentes saliente y entrante elocuentes discursos, encami- nados á manifestar sus propósitos bien decididos en apoyo de esta Sociedad, con la presentación de trabajos y de nuevos socios , á lo que se adhirieron todos los individuos de la misma. —El Sr. Ramón y Cajal (D. Pedro), dio las gracias en nom- bre de los de la Junta directiva, por haber sido designados para los cargos que ocupaban. —Terminada la lectura de las actas de las Secciones el Sr. Presidente puso á votación los presupuestos presentados por las de Barcelona y Sevilla, los cuales fueron aprobados. DE HISTORIA NATURAL. 61 Notas y comunicaciones. Species Acantliaspidi (snb-generis Tetroxia A. et S.) POR D. ANTONIO GARCÍA VÁRELA. Acantliaspis (Tetroxia) Escaleras sp. nov. — Corpus elong ato-ova - tum, nigrum. Capul longius quam lalius, pone oculos graciles- ceas. Antcima? rubro-testacea , articulo secundo basi apiceque fusco. Rostrum nigrum, articulo secundo primo brcriore. Thorax niger; pronoli lobo antico spinis duabus discoidalibus ármalo, lobo postico quadrispinoso. Scutellum nigrum ápice spina obliqua sursum rergente, ápice leviler cúrvala armatum. Pedes rubro-testa - cei, pilosi; basi apiceque femorum libia runque.J itsris. Heme) 'gira nigra, basi imma maeulaque rotundata corii stramineis; mem- brana a igra apicem versus pallida; cenis concoloribus. Abdomen nigrum; conex'ni segmenlis iestaceis, ápice fascia ¡tigra ornatis. Long. 20 mili. Kamerun. (Coll. Escalera.) Acanthaspis (Tetroxia) affinis Schouteden. — Wiener Entomolo- gische Zeitung-. 1902. Jalir. xxi, pág*. 211. África Orientalis: Skuta (Coll. Schouteden). Congo: Niam-Niam, et Popocabacca (Mus. Hist. nat. Belg\). Descriptioni Schoutedeni addendutn: anteance flavo-testacem, articulo primo uec non articulo secundo basi apiceque nigris. Kamerun. (Coll. Escalera.) Acanthaspis (Tetroxia) Eeauvoisi Fairmaire.—ln Thomson. Arch. Ent. n, p. 311 (1858). Guinea. Acanthaspis (Tetroxia) spinifera Beauvois. — Ins. p. 15, Hem. pl. i, fig-. 4 (1805). Benin, Kamerum. (Coll. Escalera.) Cabo San Juan. (Mus. Madrid.) Dispositio specierum. A Membrana venis testaceis. a Prothorace sericeo-nitido, pallide-rubro A . Beauvoisii Frm . b Prothorace opaco A, affinis Schout. 62 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA B Membrana venís concoloribus. a Prothoracis lobo antico, maculisque tribus lobi postici testaceis A . spinifera P. B. I) Thorace toto nig*ro A. Escalera G. Var. Notas geológicas EL R. P. LONGINOS NAVAS. II. La cueva de la Sima en Riela (Zaragoza) . Como simple nota g-eológica local, y sin atribuirle importan- cia científica, voy á comunicar á la Sociedad la visita que hice á la cueva de la Sima en Riela, invitado y acompañado por D. Luís Vallino, propietario en la referida población. Conocida en la localidad desde no muy antiguo, y debido su descubrimiento á un crimen, no figura la cueva de la Sima en el Catálogo de las cavernas y simas de España de nuestro consocio D. Gabriel Puig y Larraz. Es una, la mayor y más variada de tres que se hallan en la Sierra de Riela, propie- dad de la señora condesa de Guerrero, al occidente de la po- blación. Su yacimiento es en las calizas liásicas, que en aquella parte tienen buzamiento meridional, una de cuyas fisuras ó grie- tas constituye la boca ó entrada, que es un espacio alargado y estrecho situado entre rocas. Su dirección es próximamente de E. á O. Por ser la primera parte de la caverna una verda- dera sima, se le ha dado el nombre que actualmente lleva. El suelo de esta primera porción, formado por arcilla y de- tritus calizos, está en pendiente rápida desde E (véase la figura) hasta el fondo O, en que se bifurca ó más bien se agu- jerea, pues ag*ujeros parecen las entradas á los brazos ó ramas laterales. La sala principal S, que se ve á la derecha, tiene el suelo muy regular, erizado de grandes peñascos, desprendidos in- dudablemente del techo, y también es muy desigual y peñas- cosa la primera porción de la g-aleríai?, siendo mucho más DE HISTORIA NATURAL. 63 regular y casi llano lo restante de la misma, así como la de su accesoria paralela D en plano superior á la que se penetra por una ventana F. Casi llano es asimismo el pasadizo C, y en ascenso la galería A de la derecha. La inspección de la figura hace innecesarias más explicaciones. Como se ve, esta cavidad puede colocarse entre las mixtas, siendo sima en su primera porción EOy caverna en lo res- tante. Su extensión es de 15,5 m. de longitud la parte correspon- diente á la sima, y de unos 80 m. la rama derecha, extendién- dose la izquierda hasta 100; debiendo, por sus dimensiones, clasificarse entre las medianas, si así apellidamos las que ex- ceden de 100 m. de longitud y no llegan á un kilómetro. Su origen se debe, á no dudarlo, al agua que, filtrándose por el suelo, se lleva las susbtancias terreas más desmenuza- das, y produciendo huecos da origen á sucesivos hundi- mientos. Para decir algo de los mura dores habituales de la caverna, ya al pie de la escalera que descolgamos para la entrada se presentó á nuestra vista un enorme sapo Bufo vulgaris Laur., que á todo andar procuró esconderse al ser sorprendido por nuestra inesperada presencia, y en el mismo sitio se levanta- ban del fresco suelo bellísimos heléchos, lengua de ciervo, Scolopendrium officinale Sm., como no recuerdo haberlos visto en Aragón. Y en la parte alta de la boca los liqúenes Verruca- ria Sellaren El. Fr. y Toninia candida Web., nada vulgares, abundaban. Otras plantas menos dignas de atención, Adian- thum, Ceterack, Polygala, etc., adornaban con su verdor y ma- 64 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tices las pétreas paredes de aquel recinto. Mientras que con el P. Eugenio Saz, mi compañero de excursión, explorábamos la sala y galería de la derecha, oímos de repente un sordo y pro- longado ruido como de viento precursor de tempestad que sobre nuestras cabezas se cernía. Levantando la vista y luces de esperma que llevábamos, vimos que se debía á una nube de centenares de murciélagos que revoloteaban por aquellos antros. Era que el guía Dionisio Canela, y el peón Raimundo Casas, entrándose en la rama izquierda, habían turbado el re- poso de aquellos quirópteros que en grandes colgajos pendían de los techos, y desalojados súbitamente de lo más profundo de sus moradas en tropel se venían despavoridos hacia nos- otros. Cogidos algunos por los mozos y por los niños Luís y Grato, hijos del Sr. Vallino, á pedradas y á palos, se vio que pertenecían todos á la especie Vespertilio mystacimis Leisl., y estaban plagados de parásitos. Su guano es buscado por los labradores en invierno para abonar sus campos. Dejo los Pte- rophorus y otros lepidópteros nocturnos que en dicha caverna se refugian, de los que vimos varios, y los insectos ciegos ó cavernícolas, si los hay, ya que no pude hallarlos, por más que escudriñé con diligencia. Solo mencionaré, entre los minerales, unos bellos grupos de cristales de calcita que en lo más profundo de la galería izquierda hallamos. Tanto á la ida como á la vuelta, pasamos por el llamado barranco de las conchas, á causa de la multitud de fósiles que en él se encuentran, y de que cogimos algunos, tanto en sus laderas como en el collado inmediato. Con esta ocasión, y para no dejar tan desnuda de "datos científicos mi narración, men- cionaré las especies recogidas así aquel día (18 de Julio de 1902), como en otra excursión que verifiqué en compañía y á instan- cia de D. Pedro José Vera, propietario de Riela, por los años de 1895. Y aún habré de añadir los que el mismo señor me envió generosamente al Colegio del Salvador de Zaragoza, en cuyo Museo se ven como uno de sus más ricos y preciados adornos. Pertenecen todos al liásico, tan bien estudiado por nuestro consocio D. Pedro Palacios en su «Reseña de la región SO. de la provincia de Zaragoza». Los materiales por mí acumulados nada añaden á la geología estratigráfica de la región, pero sí DE HISTORIA NATURAL. 65 y mucho á la paleontología, por el número, algún tanto consi- derable, de especies que enumero. Debo, empero, antes adver- tir que, algunas, especialmente los Amonítidos, se encuentran más bien hacia el NO. de la población, por cuyos cerros y cam- pos incultos y cultivados no escasean. Finalmente, aunque no pertenezca á la geología, no dejaré de mencionar el hallazgo del ortóptero Geomantis larvoi- des Pant. , cerca de la cueva de la Sima, por citar esta nueva localidad de tan interesante especie. Lista de los- fósiles Músicos hallados en Riela (1). Serpula tricristata Gold. — Sobre fósiles bivalvos. Belemnites rehnanus Oppel.— De tamaños mediano y pequeño. Abundantísimo en el barranco de las conchas. Ammonites serpentinus Schlot., un ejemplar; radians Schlot.; Actmon Orb.; thouarsensis Orb. ; bifrons Brug.; insignis Schub., un ejemplar; amiulatus Sow., abundante; tortilis Orb.? — Ejemplares imperfectos. Pleurolomaria jmneeps Des.; Perseus Orb.; anglica Defr.; preca- toria Des. Plicatula spinosa Sow.— Común. My tilas siiblcevis Sow.: Sowerbyi Orb. Pectén cequivalvis Sow.— Bellos ejemplares, especialmente uno muy entero y con la impresión de la roca en que estaba ad- herido. Oslrea cymbiíiTii Lam. Lima Hermani Voltz . Cardinia hy brida Sow. Pholadomya Ldea Orb. Pleuromya unioides Roemer.— Escasa. Terebratula quadrifida Lam., escasa; cornuta Sow., un ejem- plar; subovoides Rcemer., abundante; Edwarsi Dav.; puncta- ta Sow.; sub-pwicíata Dav., abundantísima. Rynchonella tetraedra Sow., frecuente; variabilis Schlot., esca- sa; varians Schlot., abundantísima en el barranco de las conchas, donde recogimos algunos cientos. Cribrospongia reticulata Gold. y parallela Gold. (1) Los he determinado con el auxilio de la excelente obra «Sinopsis paleonto- lógica de España», del Sr. Mallada, y con el consejo de dicho geólogo español, en alguna duda que se me ha ofrecido. v T. m.— Enero, 1903. 5 66 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Excursión botánica por las provincias de Sevilla y Cádiz D. APOLINAR FEDERICO GREDILLA. En la sesión celebrada por la Junta del Museo de Ciencias naturales el día 19 de Marzo del año pasado , el Si*. Bolívar, Presidente, propuso que como vía de ensayo, y siguiendo en este punto lo preceptuado en el Reglamento, se nombrara una Comisión de colectores botánicos á las órdenes de un jefe de Sección, para realizar un viaje científico por algunas pro- vincias andaluzas, aprovechando la circunstancia de ir en compañía del distinguido catedrático de la Facultad de Far- macia de esta corte, Sr. Lázaro é Ibiza, y de algunos amantes á este ramo del saber, por este señor congregados. La Junta no solo aprobó la idea sugerida por el Sr. Presidente, sino que creyó debía ampliarse al ramo de Zoología (siempre que el Museo contara con medios para ello), acordando finalmente, y sin discusión, que la Comisión quedara constituida por los Sres. Blanco y Várela como zoólogos, y el Sr. Aterido y el que esto suscribe, jefe de la Sección de cultivos como botánicos. Con estos antecedentes, y abreviando todo lo posible el relato de los trabajos realizados durante el tiempo que media desde el 21 de Marzo hasta el 1.° de Abril del año pasado que duró la excursión, enumeraré la lista de las plantas recogidas, con la cual, al mismo tiempo que perjeño estas cuartillas para dis- traer un rato vuestra atención, satisfago, como corresponde, á mis compañeros de la Junta, respecto al loable acuerdo que afecta á nuestra misión en este punto. Reunidos el día 21 y á la hora convenida, en la estación del Mediodía, los Sres. Lázaro, Cerezo, Sobrado, Sadaba (hijo), Gómez Pamo (hijo), Barras de Aragón, Bartolomé del Cerro, Blanco, García Várela, Aterido y el firmante, montamos en el tren-correo que conduce á Sevilla. Serían próximamente las cinco de la tarde del día siguiente cuando llegamos á un apea- dero llamado «El Empalme», distante inedia hora de Sevilla, donde tuvimos que apear y montar nuevamente en el tren de la Compañía andaluza, previamente preparado y en com- DE HISTORIA NATURAL. 67 binación con el de Madrid, para seguir nuestra ruta hasta Jerez. A las ocho de la noche entrábamos en esta preciosa ciudad, y después de cenar y pasear un breve rato por la población para enderezar nuestras piernas, fuimos á descansar, alimento necesario que repara las pérdidas que el hombre experimenta durante la vigilia, acrecentadas en nosotros después de un viaje en ferrocarril de veinticuatro horas. Hermoso, espléndido y caluroso día amaneció en el pueblo jerezano para nuestra primera excursión botánica; no se pue- den olvidar las plantas que recolectamos, y entre ellas el Ophrys Tricolor Desf., la Scrop/iularia sambucifolia L. , etc., ni tampoco la caminata en carretera que tuvimos que dar para estar libres de las muchísimas huertas y viñas cercadas por gran- diosas y enmarañadas higueras chumbas, que como barreras infranqueables resguardan la principal base de la riqueza je- rezana. Dos días duró nuestra estancia en este punto, sintiendo no encontrar, por estar accidentalmente fuera, al insigne botá- nico consocio nuestro Sr. Pérez Lara, á quien todos conocéis por su Florula gaditana; pues con su valioso concurso y cono- ciendo aquel terreno á palmos, nos hubiera indicado lugares clásicos, donde la recolección hubiera sido más provechosa. En la mañana del día 25 salimos de Jerez para el Puerto de Santa María. Como ambos pueblos están cercanos, llegamos en ferrocarril muy pronto, y pudimos aprovechar toda la ma- ñana en recorrer las praderillas y arenales de la costa de esta deliciosa villa, haciendo buen acopio de plantas y semillas cuya enumeración insertamos á continuación de este bosquejo de la excursión. Por la tarde, y después de almorzar, nos encaminamos á la estación ferroviaria, conduciéndonos el tren á Cádiz en bre- vísimo tiempo. Ya en la ciudad, aprovechamos la mitad de la tarde en buscar alojamiento, asunto no muy fácil de resolver cuando se trata de hallarle en un mismo establecimiento para diez individuos y por pocos días, y en recorrer la población, que por cierto es de las ciudades más bonitas de España, res- petando en primer lug'ar, y dicho sea de paso, á San Se- bastián. Por la mañana del día siguiente nos embarcamos para €8 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA Puerto Real; atravesamos sentados sobre cubierta parte de la gran bahía de Cádiz, y una vez que hicimos pie en tierra, co- menzamos nuestra peregrinación más importante por la región andaluza. Seguimos á pie por la carretera que conduce á San Fernan- do, y aun cuando el día no se manifestaba muy satisfactorio- por el bochorno y galerna que reinaba, no por eso desmaya- mos. Escudriñamos los matorrales de los bordes del camino,, internámonos en pinares y marismas, y coge por aquí, busca por allá, recolectamos gran cantidad de ejemplares, y con las prensas bien repletas, llegamos al anochecer á la estación de San Fernando. Esperamos breve tiempo la llegada del tren , y á las nueve próximamente estábamos de vuelta en la capital gaditana. Espléndido sol, como corresponde al cielo andaluz, iluminaba el hermoso horizonte de Cádiz el día 27 de Marzo; convidaba aquel mar bello á recorrer los murallas y playas de la preciosa ciudad, y así lo hicimos; recolectando todo lo que estaba á nuestro alcance y que fuera digno de conservarse en nuestra* prensas botánicas y botes zoológicos, admirando de paso la grandeza incomparable de aquella vista panorámica. ¡Y qué vegetación tan distinta la que adorna aquellos lugares anda- luces, máxime para el que, como yo, procede del Norte! Visita- mos de paso el pequeño jardín de la Facultad de Medicina, y me quedé asombrado teniendo á la vista el hermosísimo ejem- plar ramificado de Dr ácana Draco L., que llena por sí solo todo aquel reducido espacio. Como es natural, llegó por fin nuestra salida de Cádiz, y el 28 por la mañana nos trasladamos á Sevilla. Llegaríamos próximamente á las once y media, hora á propósito para almor- zar, y por la tarde, en compañía del Sr. Paúl, consocio nuestro, y del Sr. Barras de Aragón, se verificó una breve pero inte- resante excursión, pues vimos en todo su esplendor y magni- ficencia la importantísima especie que lleva el nombre de Triguera ambrosiaca Cav. , con la cual hicimos nuestro agosto como vulgarmente se dice. Como coronamiento de nuestros trabajos, los dos postrime- ros días del mes y de expedición, sin dejar de segar alguna que otra planta interesante, los dedicamos á visitar aquellos- monumentos que dan relieve á Sevilla, y en descansar de las DE HISTORIA NATURAL. 69 fatigas anteriores. Y como todo llega en esta vida, á las nueve ■de la noche del día 30 montamos en el tren que conducía á Madrid, y á las once y media del día siguiente estábamos al lado de nuestras familias queridas. A continuación expong-o la lista de plantas recolectadas con sus localidades respectivas. Se señalan con asterisco aquellas que faltaban en el Herbario español del Jardín Botánico, lo cual prueba de un modo convincente que la cláusula del Re- glamento del Museo que manda hacer estas excursiones es tan necesaria, que sin ella no podrá el Establecimiento llegar á tener un Herbario completo; y siendo esto así, al Gobierno •corresponde dar los medios para ello, pues con los fondos del Museo se hacen imposibles semejantes gastos, á menos de de- jar desatendidas obligaciones de imperiosa é inmediata nece- sidad. * Ranunculus macrophyllus Des/.— Puerto Real. — muricatus L. — Jerez. — peltatus Schrank. v. heterophyllus. — Sevilla. * — Sardous Craiitz., v. hirsutus.— Puerto de Santa María. * — — s parvulus.— ídem. Anemone palmata L.— Puerto Real. Nigella damascena L. — Sevilla. * Fumaria gaditana Hauskn.—Ck&iz. — spicata L — Sevilla. Alyssum maritimum Lam.— Puerto Real. * Biscutella bíetica Boiss. et Reut.— Jerez. — microcarpa DC— Puerto Real. * — scutellata Boiss. et Reut. — ídem. * Brassica Cossoniana Boiss. et Reut.— Puerto de Santa María. Capsella procumbens Fr.— Jerez. * Malcolmia lacera DC. — Cádiz. * _ littorea R. Br., y Broussoneti.— Puerto Sta. María. * Pendulina Lagascana Willk. — Puerto Real. Senebiera didyma Pers.— Puerto de Santa María. Cistus salvia?folius L.— Puerto Real. Halimium Libanotis Lye. — ídem. * Helianthemum glaucum Boiss., [i erectum. — ídem. — salicifolium Pers. — ídem. 70 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA * * Tuberaria in conspicua Willk. — Puerto Real. Astrocarpus Clusii Gay., v. spathulsefolius.— ídem. * Polygala bsetica Willk.— Puerto Real. Frankenia pulverulenta Z.— Cádiz. * Alsine procumbens Fenzl. — ídem. Sagina maritima Don., p elongata. — ídem. Silene apétala W.— Jerez. * — rubella Z. — ídem. — vespertina Retz. — ídem. * Spergularia marina Willk.— Cádiz. * Lavatera crética Z. — ídem. * Erodium moschatum Herit.— Sevilla. Oxalis cernua Tlumb— Jerez. Ruta chalepensis Z., a angustifolia — Puerto Real. Rhamnus Alaternus Z.— Jerez. Pistacia Lentiscus Z.— ídem. * Physanthyllis tetraphylla Boiss — ídem. Anthyllis Webbiana Hook.— Puerto Real. * Astragalus b?eticus Z — Jerez. — lusitanicus Lam.— Puerto Real. * Genista triacanthos Brot.— ídem. * Hedysarum spinosissimum L. — ídem. * Hippocrepis Salzmanni B. el Reut.— Jerez. * Lotononis lupinifolia Willk.— Puerto Real. * Lotus arenarius Brol. — Cádiz. * — edulis Z. — Jerez. Lathyrus cicera Z.— Puerto Real. * Lupinus albus Z. — Jerez. — luteus Z-— ídem. * — varius Z. — ídem. * Medicag-o littoralis Rohcle.— Cádiz. Melilotus parviflora Des/.— ídem. * — sulcata Desf.— Sevilla. Ononis Natrix Z.— Puerto Real. Ornithopus compressus Z. — ídem. * — sativus Brot.— Puerto Real. * Retama monosperma Boiss.— Puerto de Santa María. Scorpiurus subvillosa L— Sevilla. Trifolium stellatum Z.— Puerto Real. * Ulex bseticus Boiss.— ídem. DE HISTORIA NATURAL. 71 * Ulex canescens Lge.— Puerto Real. Vicia lútea L — Jerez. * — vestita Boiss. — ídem. * Tamarix africana Poir. — Puerto Real. * Polycarpon diphyllum Cap.— Puerto de Santa María. * Umbilicus g-aditanus Boiss. — Cádiz. Mesembryanthemum cristallinum L. — ídem. * (Enanthe Lachenalii Gfmel.— Jerez. * Orlaya marítima Koch. — Puerto de Santa María. * Galium saccharatum All. — Cádiz. Sherardia arvensis L. — ídem. * Vaillantia muralis L. — ídem. * Centranthus macrosiplion Boiss.— Puerto Real. Fedia Cornucopia? Geertn. — Jerez. * Valerianella Morisonii Koch.— Sevilla. Anacyclus radiatus Lois. — Puerto Real. * — — v. purpurascens.— ídem. * Anthemis arvensis L., y granatensis. — Sevilla. Beliis sylvestris Cyr.— Puerto Real. * Centaurea polyacantha W— Puerto de Santa María. — pullata L. — Jerez. — — v. alba. — ídem. * Coleostephus Miconis Cass — Sevilla. Microlonchus salmanticus DC. — Cádiz. * Picridium g-aditanum WiUk. — Sevilla. * — tingitanum Desf — ídem. * Pinardia coronaria Less. — ídem. * Sonchus Diana? Lacait.— Cádiz. Convolvulus althreoides L. — Jerez. — tricolor L. — ídem. Calluna vulg-aris Salisb. — Puerto Real. Anag-allis arvensis L., v. latifolia.— Jerez. — linifolia L.— Puerto de Santa María. Asterolinum stellatum //. et Link. — ídem. Solanum Sodomseum L. — ídem. * Triguera ambrosiaca Cav. — Sevilla. Borag"o offlcinalis L. — Jerez. Cerinthe major L. — ídem. Lithospermum apulum VahL — Puerto Real. Antirrhinum Orontium L. — Cádiz. 72 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA * Linaria cymbalaria Mili.— Cádiz. — hirta Mosnch.— Sevilla. * — viscosa Dum— Jerez. Pheliprea Mutellii Sc/mll. -Puerto Real. * Scrophularia sambucifolia Z. — Jerez. Ajuga Iva ¡Schreb.— Puerto Real. Lavandula St'cechas L. — ídem. * Micromeria g-rseca Benth. — ídem. Phlomis purpurea Z. — ídem. Stachys arvensis L. — Jerez. Teucrium fruticans Z. — Puerto Real. Plantag-o albicans Z.— Cádiz. * _ Coronppus Z., § marítima. — ídem. * — serraría L.— ídem. * Statice sinuata Z — Puerto Real. Qbione portulacoides Moq. — ídem. * Salicornia fruticosa L— ídem. — herbácea Z.— ídem. Suseda fruticosa Forsk. — ídem. * Emex spinosa Campd. — Puerto de Santa María. Rumex ting'itanus Z. — Jerez. Thymela3a hirsuta Encll. — Puerto Real. * Thesium humile Vahl. — ídem. Aristolochia baetica Z. —Jerez. — Pistolochia L.— Puerto Real. Euphorbia exig-ua Z.— ídem. — helioscopia Z.— ídem. * — terracina L. — Jerez. Parietaria diffusa Mert et Koch.- Cádiz. — erecta Mert. et Koch.— ídem. * — mauritanica Dur.— ídem. * Urtica membrauacea Poir. — Jerez. Salix frag-ilis Z. — Sevilla. * Ophrys bombiliflora LinL— Puerto Real. * — iricolor Des/.— Jerez. — tenthredinifera W— Puerto Reah * Orchis masculo-laxiflora Lge. — ídem. — Morio L., v. picta. — ídem. Serapias cordig-era Z. — ídem. * Gladiolus seg-etum Crawl. — Jerez. DE HISTORIA NATURAL. "3 Gynandriris Sisyrinchium Parí.— Jerez. * Trichonema purpurascens Sweet. — Puerto de Santa María. — raraiflorum Sweet. — ídem. * Leucojum trichophyllura Brot. — Puerto Real. Allium subvillosum Sahm.-Vu.Qvto de Santa María. * Asphodelus tenuifolius Caá.— Jerez. Tamus communis L. — ídem. * Asparag-us albus L. — Puerto Real. Smilax áspera L.— ídem. Arisarum vulg-are Kunth.— Jerez. * Carex serrulata Biv.— Puerto Real. Cyperus schcenoides Griséb.— Puerto de Santa María. Avena fatua L.— Sevilla. Anthoxanthum ovatum Lag. — Puerto Real. * Desmazeria loliacea Nym. — Cádiz. Grymnogramma leptophylla Desv.— Jerez. Semillas. Acacia Farnesiana W.; Dracaena Draco L.; Retama monos- perma Boiss.; Solanum Sodomaeum L.; Trichonema ramiflo- rum Sweet.; Convallaria. Plantas. Oxalis cernua T/iunb.: Ophrys iricolor Bes/.; Poinsettia pul- cherrima Grahm.; Portulacaria afra Jacq.; Sedum dendroideum Sessé.; Mesembryanthemum deltoides Mili., sp. Con la precedente lista y la intercalación en el Herbario del Jardín Botánico de las plantas antedichas, creemos haber cumplido con la obligación que se nos había encomendado por la Junta del Museo de Ciencias naturales. De desear sería que así fuera, pues todos y cada uno de nosotros hemos puesto singular empeño de salir airosos de nuestro propósito, espe- rando, si el fallo de dicha Junta es favorable, persevere (si- g-uiendo el Regdamento), en el nombramiento de Comisiones que cumplan co.i fines tan laudatorios como el que acabamos de realizar en provecho de la ciencia y de la nación. -i boletín de la sociedad española Une nouvelle «Asida» appartenant au groupe des espéces espagnoles aterciopeladas POR D. RENATO OBERTHÜR. Dans un travail ayant pour titre «Materiales para una revi- sión del género Asida» (Bol. Soc. esp. de Hist. nat., 1901, p. 172 et suivantes), notre savant eollégue M. Martínez de la Escalera a mentionné a propos de Y Asida Clementei un exem- plaire de sa collection provenant con duda de Granada et un autre dans ma collection con etiqueta «Andalucía». Par suite de la falta de materiales y de la inseguridad de 'procedencia, M. de la Escalera n'a pas cru devoir, á cette épo- que, decrire cette espéce, mais raa collection renferme un 3e exemplaire identique aux deux précédemment mentionnés, récolté par moi méme en juillet 1879 á Lanjaron, aux envirxms de Granada, et il n'est pas douteux maintenant que cette Asida ne constitue une espéce parfaitement distincte. Elle doit exis- ter du reste dans d'autres collections, attendu que la región de Lanjaron a été explorée par Mr. Korb il y a quelques années. Je propose de donner á cette nouvelle espéce le nom de Asida Escalera, en l'honneur de notre éminent eollégue qui prepare un important travail de revisión sur les Asida d'Es- pagne, travail qui presentera assurément le plus grand intérét. Y? Asida Escalera, dont les élytres tienen una costilla y vesti- gios solo de la segunda, est plutót voisine &' holosericea, á laque- lie elle ressemble par son aspect general, que de Clementei; on peut la caractériser en disant qu'elle a les élytres de holosericea et le prothorax de Clementei. Elle se distingue toutefois aisément de ees deux espéces pai- sa suture nettement argentée comme dans argenteo-limbata; mais cette suture est beaucoup plus étroite. Le prothorax est plus large que dans Clementei et a plutót la forme de celui de holosericea, mais YA. holosericea porte sur le thorax quatre petites taches veloutées bien distinctes tandis que YA . Escalera a le thorax entiérement velouté sauf une ligne médiane un peu dénudée. DE HISTORIA NATURAL. 75 Les élytres ont la bordure margínale de méme que la suture pubescente argentée. Mon exemplaire de Lanjaron pris en juillet (les espéces de ce groupe sont toutes printaniéres) a perdu une petite partie de sa pubescence latérale; cette cir- constance permet de constater que cette bordure n'est nulle- ment granuleuse alors qu'elle est un peu granuleuse dans holosericea et assez fortement granuleuse dans Clementei. II semble que les Asida de ce groupe nous ménagent encoré bien des surprises. Deja M. de la Escalera doit publier sous le nom de Martini une nouvelle et tres curieuse espéce que j'ai eu occasion d'admirer dans la riche collection du Dr. Ch. Mar- tin et qui a été recoltée dans la región comprise entre Almería et Guadix. Les espéces aterciopeladas confinées a des localités tres spé- ciales présentent le plus haut intérét et j'espere que M. de la Escalera nous donnera plus tard un travail avec carte á l'appui qui fera ressortir plus clairement encoré la distribution géo- graphique de ees belles espéces si caractéristiques pour la faune d'Espagne. Otra «Asida» nueva de España del grupo de las aterciopeladas D. MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA. i Con la especie anterior del Sr. Oberthür, de la que conozco además siete ejemplares de la colección Daniel, á más de otros dos c/9 que este último me ha cedido generosamente, y que como los suyos provienen de Lanjaron, como el segundo del Museo Oberthür, que ha decidido á dicho Sr. Oberthür á nom- brar y describir la especie que yo «por falta de materiales é in- seguridad de procedencia» no me atreví á denominar en mi cuadro, con esta especie, digo, y con otra que he tenido la suerte de encontrar en la rica colección del Sr. Martín, de Pa- rís, y al cual tengo el honor de dedicarla, se encuentra eleva- do á 10 el número de especies en el grupo de las Asidas ater- ciopeladas. A. Martini, sp. n.— Loe. Venta del Puerto entre Gador y Gua- dix, Coll. Martin (Ch.) Protórax ancho y plano (forma protorácica común á A. Es- 16 BOLETÍN de la sociedad española calera y holosericea) , y como la primera, con dos manchas grandes pubescentes aterciopeladas en el disco como A. Cle- mentei , sin placas lisas desnudas, bordeado de una fina pu- bescencia negra. Élitros totalmente desnudos, lisos y de un negro puro con brillo charolado como el carbón de Cardiff; con dos costillas long-itudinales, lisas, salientes y enteras, que se unen cerca del fin del élitro en la Q y se obliteran sin unirse en el tf; con los espacios intercostales sin pliegues transversos; nada granulosos en el (f y con granulos pequeños lisos y aislados en la Q entre la seg-unda costilla y el reborde marginal; y en ambos sexos con la parte rebatida del élitro fuertemente granulosa. Distinta de A . Oberthüri por la falta de la tercera costilla su- plementaria, por la carencia de rugosidades transversas en los espacios intercostales de las 99, y por no tener las dos peque- ñas placas lisas en el disco del protórax, que hace que no sea absoluta en Oberthiiri la fusión de las manchas fundamenta- les con las dos triangulares de A. Sánchez- Gomezi, mientras que en A. Martini la fusión es completa como en Clementei. Distinta de A. lorcana por tener el borde del protórax con pubescencia negra, dos manchas aterciopeladas en el disco en vez de seis, y los élitros brillantes en vez de mates; aparte la forma g-eneral del cuerpo más corto y ensanchado proporcio- nalmente que el de la lorcana. Distinta de las demás del grupo por sus élitros desnudos. Sistema de las especies españolas del género «Asida» POR / D. MANUEL MARTÍNEZ DE LA ESCALERA. I. — Las especies aterciopeladas. Es fundamental en el grupo la puntuación del protórax, menos fuerte y más densa en el disco que en el margen, donde los puntos son más claros y más profundos; el marg-en nunca cortante, sino grueso y redondeado, con exageración en luctuosa y argenteo-limbata, menos en las restantes y poco en Martinezi; parte rebatida del élitro fuertemente granulosa, cuyos granulos, sobre todo en las 9 9, tienen marcada ten- DE HISTORIA NATURAL. 77 dencia á correrse á la parte dorsal del élitro hasta la segunda costilla cuando existe. Son caracteres accidentales las costillas y su número, así como la pubescencia aterciopelada y su coloración , la combi- nación de cuyos caracteres especializa el grupo; el paralelis- mo y aplanamiento de los tf -j en argenteo-Umbata y luctuosa, cuya forma se repite en casi todos los grupos naturales del género: nótase, sin embargo, la persistencia de la primera costilla dorsal por ser la última que desaparece, de suma im- portancia esta observación, por existir dicha costilla al menos como un pliegue en la base del élitro en toda la gran sección de las invernantes. Dentro de este grupo muy especializado de las aterciopela- das hay dos tendencias: bien el protórax se ensancha y apla- na como en Iiolosericea, Escalera y Marlini, y algo menos en Sanchez-Gomezi, lorcana y Oberthiiri, ó bien se estrecha y se hace más convexo, como en Clemeniei y Marüneü; la primera tendencia aparece predominante en el grupo adyacente de Kraatzi y vecinas de Marruecos, que se enlazan naturalmente con las innúmeras especies costiformes de Argelia; la segun- da tendencia se exagera en Mspalensis mihi y hespérica, que pasan de lleno al grupo litoral de Alonensis, grandipalpis, alme- riensis y asperata, en el cual el protórax se hace más paralelo, de márgenes cortantes, y en cuyas especies la granulación de la parte rebatida del élitro invade ya todo el órgano ocupan- do los espacios intercostales, perdiendo en cambio su impor- tancia las costillas, que, si son enteras todavía en Mspalensis y hespérica, casi se obliteran en las demás y empiezan á ser sustituidas en las Q Q de Alonensis. almeriensis y grandipalpis, por la granulación que toma tal importancia que se alinea en series longitudinales, anastomosándose en parte y formando verdaderas costillas interrumpidas que sustituyen á las ente- ras, ocupando naturalmente otra posición, esto es, haciéndose costiformes donde las aterciopeladas tenían los valles intercos- tales, y acercándose así á la sección fundamental de las in- vernantes, cuyo tipo es sericea y sus derivadas. El dimorfismo sexual en las aterciopeladas es sencillo, esto es, no presenta más que un tipo de cf cf y otro de Q 9 ; en todas las especies del grupo, la Q repite la disposición y número de costillas del tf\ la colocación y colorido de las fajas pubescentes 78 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA en protórax y élitros, y aun la forma general dentro de la gran diferencia de convexidad y anchura común á casi todas las es- pecies españolas; en una palabra, mezclando tres ó cuatro r/c" de diferentes especies con las 9 9 respectivas, á primera vista se reúnen los sexos de las especies que se hayan confundido; solo en luctuosa el dimorfismo se acentúa por modo extraordi- nario, puesto que el rf, muy paralelo, nada estrechado en la región humeral, con sus anchas fajas pubescentes argentadas que reducen la aterciopelada negra á una isla estrecha y alar- gada, en nada se parece como aspecto á la Q, muy ancha y. estrechada en la región humeral como las demás del grupo, y en la que la pubescencia es dorada, y en la que antes se adivina que se ve la faja circundante argentada. Cuanto á la distribución geográfica del grupo, es muy inte- resante: rodean á Sierra Nevada, y parecen hasta ahora muy cantonadas; un pequeño plano dará mejor idea de su habitat AJutllta-H. SofZ que una descripción, que pecaría de difusa. Sí haré notar que cerca de Osuna, extremo NO., conocido de sus especies y pobla- do por A. Marihied, está Bobadilla, donde vive A. Mspalensis, que aunque de grupo diferente se acerca por la reunión de sus caracteres á las aterciopeladas, y de ellas á Martineñ más que se aproximan algunas de las aterciopeladas entre sí. Por último, todas estas especies aterciopeladas son primave- rales, y no es raro encontrarlas marchando después de la llu- via, al paso que las invernantes, que hacen su aparición en principios de otoño, están siempre escondidas bajo las piedras. DE HISTORIA NATURAL. 79 Restos de «Mastodon» en el cerro de la Plata junto al ensanche de Madrid POS D FLORENTINO AZPEITIA. A la Comisión del Mapa geológico fueron llevados dos cani- nos de Ursus spceleus, los cuales se suponían encontrados en un desmonte que la Compañía del ferrocarril del Mediodía es- taba efectuando en el sitio denominado Cerro ele la Plata entre la carretera de Valencia y la línea férrea de Aragón, junto á la Ronda de Ensanche de esta corte. El portador de esos cani- nos dio noticia de que habían aparecido en el mismo sitio huesos de gran tamaño, alguno tan voluminoso que hubo necesidad de romperlo para poder cargarlo en los carros de transporte. Como los hallazgos de restos fósiles de grandes vertebrados por ser muy raros despiertan siempre gran interés, nos enca- minamos dos compañeros y yo, al referido sitio, con el objeto de enterarnos de la verdadera importancia de ese descubri- miento. Desde luego pudimos notar que el desmonte se practicaba, no en terreno cuaternario, como nos había hecho creer el su- puesto hallazgo de los dientes de Ürsus, sino en una marga gris- azulada del adoceno lacustre y que en la localidad es conocida vulgarmente con el nombre de peñuela. Claro es que en sedi- mentos de esta última edad no habían podido encontrarse los referidos caninos, y efectivamente, llegamos á averiguar que su verdadera procedencia era una caverna del Mediodía de Francia. En cuanto á las grandes osamentas desenterradas en el sitio citado, reconocimos en el acto que pertenecían á uno ó varios Mastodontes. En los primeros momentos, no pararon mientes los obreros en aquellos huesos que aparecían entre los escombros de la excavación, tan descompuestos ya y tan deshechos, que no era extraño el que pasasen desapercibidos para gentes desco- nocedoras de lo que significaba su presencia in sita. D. To- más Llórente, herbolario de la calle de Jardines, fué el primero 80 BOLETÍN de la sociedad española que encontró en los vertederos diferentes huesos, entre los que figuran cuatro molares y varios trozos de defensa. Adver- tidos con esto los trabajadores y contratistas de la existencia de tales restos, comenzaron á recogerlos, aunque sin guardar precaución alguna al extraerlos y sin conservar siquiera ag-ru- pados los que iban apareciendo juntos en las capas, sino ha- cinándolos en montón dentro del patio de una casa vecina, con lo que llegaron á reunir cantidad suficiente para más de una carretada. Hé aquí la impresión que he sacado del primer examen de todos estos restos: Entre los huesos que conservan los contratistas se ven pie- zas de las extremidades (carpo, tarso, falanges), cabezas de fémur y húmero, y algún hueso plano más ó menos mutilado; un molar superior encajado dentro del respectivo maxilar, pero con la corona tan destrozada que no se puede formar idea de ella; un trozo de sínfisis de mandíbula inferior de unos 30 cm. de longitud, y otro de la parte anterior de esta misma mandíbula, donde se advierten dos alvéolos todavía rellenos por restos de las defensas inferiores. Es notable esta última pieza que ofrece el aspecto de un hueso largo de sección subrectangular y se halla atravesada en toda su longitud (25 á 30 cm.) por los dos alvéolos de las defensas inferiores. El señor Llórente ha descubierto y conserva otro fragmento homólogo, lo cual viene á comprobar la existencia de dos individuos, y ade- más que estos pertenecen al grupo Tetracaulodon de Godman. Los fragmentos de defensa superior que he visto son compa- rables por su grueso á los incisivos de los elefantes vivientes adultos, y presentan una quilla bastante señalada en su parte superior. En ninguno de los trozos de gran tamaño recogidos hasta ahora existen indicios de la franja longitudinal de es- malte del Mastodon angustidens Cuv., tal como se conoce en el día. En cambio, en algunos de los fragmentos delgados se aprecian formas análogas á las figuras dadas para esta especie en la excelente monog-rafía de Meyer (Palo&ntogmphica, volu- men xvn, 1867). Son varias las puntas de defensa que he podido examinar: 1.° Una de gran diámetro redondeada en su extremo y de sec- ción ovalada, que guarda cierta semejanza con la representa- da por D. Casiano de Prado en su («Descrip. geol. de la prov. DE HISTORIA NATURAL. 81 de Madrid», lám. 3.a, fig\ 4). 2.° Otras dos de diámetro mucho menor, que pueden pertenecer á defensas inferiores, y aun alguna á defensa superior de punta aguda como las figuradas en la lamina de Meyer á que antes me refería. Estas puntas son disimétricas, y lo mismo que la gruesa, obran en poder del Sr. Llórente. 3.° Otras dos puntas delgadas, también disi- métricas entre sí (y no sé si con relación á las anteriores, por no haber podido examinarlas juntas). Estas las adquirió el Sr. D. Emilio Rotondo entre las recogidas por los obreros. Las piezas más importantes son indudablemente los mola- res encontrados por el Sr. Llórente, de los cuales dos aparecen implantados todavía en restos de mandíbula inferior, son tri- lophodon y tienen colinas transversales, simples, es decir, son zygolopkodon. Pertenecen al Mastodon tapiroides Cuv., que la mayor parte de los autores modernos consideran sinónimo del Maslodon timcensis Schinz. (1). Otro molar suelto es también trilopkodon; pero tiene la co- rona min" desgastada, y necesita un estudio más detenido para precisar si corresponde al M. tapiroides ó al M. angus- tidens. El cuarto y último molar que he visto está roto, y conserva solo dos colinas del tipo famolophodon. Parece indudable, sin embargo, que pertenece al Mastodon angustidens, que algunos autores reúnen al M. longirosiris Kaup, y del que se diferencia bien por carecer el último de franja de esmalte en sus defen- sas superiores. Además, el M. angustidens presenta una colina menos en sus molares, prescindiendo de alguna rara variedad en la que existen molares intermedios letralophodon. Por otra parte, el M. longirosiris se encuentra en un horizonte un poco más moderno (mioceno superior). Así, pues, es indudable que entre los restos desenterrados en el cerro de la Plata durante el mes de Diciembre de 1902, hay por lo menos dos especies: el M. tapiroides y el M. angus- tidens. El número de individuos podrá ser más de dos, y quizás este punto se dilucide al examinar detenidamente todas las puntas de defensa encontradas. Creo esta ocasión oportuna para recordar que años atrás, (1) Gaudry {Remarq. sur les Mast., p. G), indica las pequeñas diferencias que hay entre las dos especies. 82 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA D. Emilio Rotondo halló á la izquierda de la misma carretera de Valencia, y en un sitio que no dista seguramente un cente- nar de metros del cerro de la Plata, otro esqueleto del mismo género, casi completo, el cual conserva dicho señor en su co- lección expuesta provisionalmente en las Escuelas Aguirre, y de cuyo esqueleto hemos visto un fragmento de defensa supe- rior con la franja de esmalte peculiar del M. angustidens , entre las especies europeas. Recordaré, por último, que D. Casiano de Prado, en su «Des- cripción geol. de la prov. de Madrid», hace constar que á «un kilómetro á levante del convento de Atocha», encontró tam- bién otro Mastodonte, correspondiendo muy aproximadamente el sitio así indicado con, el mencionado cerro de la Plata. De modo que son por lo menos cuatro los esqueletos del gran mamífero, desenterrados en una extensión poco mayor de una hectárea. Debo hacer notar á la Sociedad que estas indicaciones están hechas de memoria y sin más estudio que una ligera inspec- ción ocular, pudiendo, por lo tanto, ser modificadas si, como me propongo, logro tener reunidos siquiera sea temporalmen- te, los materiales hoy dispersos para compararlos entre sí, y con los existentes en la Escuela de Minas y Comisión del Mapa geológico, á fin de intentar, como último resultado, la revisión de las especies del género Maslodon citadas de España por di- ferentes autores. Excursión á Gerena POR D. FRANCISCO DE LAS BARRAS. Con objeto de reanudar las excursiones por la provincia que, bajo la inolvidable dirección de D. Salvador Calderón, se hi- cieron en otro tiempo por la Sección de Sevilla, dedicamos los días 7 y 8 del mes de Septiembre último á recorrer los alrede- dores del pueblo de Gerena, situado á unos 25 kilómetros al NO. de Sevilla, en la falda de Sierra Morena. Esta excursión, si fueran fáciles y regulares las comunica- ciones, podría ser de las más á propósito para la enseñanza práctica de la Geología; pero se trata de un pueblo que carece DE HISTORIA NATURAL. 83 de carretera, y cuya comunicación más regularse verifica por medio de un coche, no diario, que saliendo siempre de Sevilla por las tardes y regresando por las mañanas, obliga á pasar dos noches para estar un día; así es que nuestra expedición duró desde la tarde del 6 á la mañana del 9. En la misma entrada del pueblo empiezan á encontrarse los granitos, pudiendo verse su contacto con el plioceno y con la caliza miocena en un espacio de pocos metros. Está edificado Gerena sobre el granito, que es explotado en bastante escala para fabricar piedras de molino y los adoqui- nes que forman el pavimento de Sevilla y otras poblaciones andaluzas. La masa granítica, que por cierto se halla bas- tante descompuesta, presenta fracturas en las direcciones N. á S., E. á O. y SE. á NO., cuyas fracturas, producidas, sin duda, por presiones que obraron en dirección normal á sus planos, están orientadas de la misma manera que las que hemos ob- servado repetidas veces en los alrededores de la ciudad de Avila, en el centro de la Península. Nuestra excursión, más intensiva que extensa, se redujo á recorrer en un radio de 6 á 8 kilómetros los montes que, cu- biertos de encinas, lentiscos, jaras, romero, etc., rodean á Ge- rena por la parte Norte. Sin salir de estos límites, recorrimos el terreno mioceno que, formando manchones en las cumbres, recubre el silúrico, cuyas pizarras aparecen por denudación en las cañadas. La caliza miocena bastante compacta y formada por una masa de fósiles, en que se disciernen bien los géneros Peden, Ostraa, Cardium y otros (1), ha sido explotada en otro tiempo en lugar que aún conserva el nombre de Las Canteras, donde se encuentran muchos vestigios de los trabajos realizados. Se- gún nos dijeron, llegó la explotación á tener 300 obreros apro- ximadamente, procediendo de allí la piedra para la construc- ción de varios edificios importantes de Sevilla, entre ellos la Fábrica de tabacos. Hoy no se hace uso de esta caliza más que en casos aislados y en pequeña escala. Las tierras formadas en toda la parte miocena tienen un co- lor bastante rojo. (1) Calderón, «Excursión geológica á Guillena», tomo xx de nuestros Anales. Ac- tas, pág. 152. Cita además en esta caliza miocena: Clypeaster, Balanus, Serptila, dien- tes de escualos, etc. 84 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA En el silúrico las capas de pizarra aparecen casi verticales, y presentan una dirección E. á O. y buzamiento al N., estando interrumpidas por planos de fractura en dirección NE. á SO. Precisamente en esta misma dirección y en la dehesa boyal de Gerena, muy cerca de la Hacienda de San Manuel, corta al ca- mino de herradura un filón de caliza compacta que se diferen- cia mucho de la miocena, bastante próxima por cierto, y que consideramos como silúrica. Después de lo dicho por nuestro maestro D. Salvador Calde- rón en su excursión á Guillena antes citada, no creemos de interés extendernos más en este asunto; pues siendo semejan- tes y bastante próximos los terrenos recorridos por él en aquella excursión á los que nosotros hemos visitado ahora, nada digno de consideración podríamos añadir. Como nuestro objeto era el conocimiento general de la re- gión, y no una especialidad determinada, además de recorrer los terrenos citados, procurando ver contactos y recoger ejem- plares de sus rocas, hicimos recolecciones botánicas y zooló- gicas de lo poco que, dada la estación, se podía encontrar. El sitio más fructífero, en este sentido, para nosotros, fué el arroyo llamado de Las Torres, que, bordeado de adelfas, corre sobre las pizarras silúricas. En sus aguas hemos recogido nu- merosos insectos, crustáceos y peces, siendo de bastante inte- rés entre estos últimos una especie de ciprínido, que merece estudio detenido. Las gentes- del país dan el nombre vulgar de comadrejas de agua indistintamente á los Dytiscus y á los Hydrophilus. Pocas plantas había en flor y todas de especies comunes, mereciendo solo citarse la Saponaria officinalis L., que según observación de D. Manuel de Paúl, empieza á presentarse solo cuando se entra en la sierra, no encontrándose en el llano. Omitimos el publicar aquí la lista de las especies recogidas, que comunicaremos á la Comisión de Catálogos. Repetida la expedición por los mismos lugares en la pri- mavera, proporcionará seguramente una copiosa recolección á los botánicos y entomólogos. Sesión del 4 de Febrero de 1903. PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ZOILO ESPEJO. El Vicesecretario, por ausencia del Secretario, leyó el acta de la sesión anterior, la cual fué aprobada. Asiste el Sr. Barras de Aragón, de Huelva. Correspondencia.— El Vicesecretario leyó las comunicaciones siguientes: De la Sociedad Malagueña de Ciencias físicas y naturales, participando el nombramiento de su nueva Junta directiva y saludando á nuestra Sociedad. Del Director g-eneral de Correos de Méjico y personal de aquel departamento, felicitando á la Sociedad por el nuevo año en un bonito grabado que representa el Palacio de Correos en construcción en Veracruz. Se acordó corresponder á estos salu- dos haciendo constar en las Actas la satisfacción con que se lian recibido. Propuestas de socios. — Se hizo una nueva de socio numerario y otra de agregado y también la del Instituto general y técnico de Huelva, por acuerdo del claustro, quedando pendientes de aprobación todas ellas para la sesión próxima. Comunicaciones verbales. — El Sr. Presidente manifestó á la So- ciedad que ya había empezado sus gestiones para conseguir d'e los poderes públicos la protección á que esta Sociedad es justamente acreedora, estando favorablemente impresionado de las entrevistas que ha realizado con dicho objeto. La Junta directiva continuará sin descanso sus trabajos para conseguir un feliz éxito. ■ — El Sr. Presidente encargó al Sr. Bolívar diese cuenta de los acuerdos tomados por la Junta directiva, y éste lo hizo mani- festando que se refieren: 1.°, á aprobar el cambio solicitado por. el American Mitseum o f Natural History de Nueva York; Broteria, Revista de Sciencias naturaes del Colegio de S. Fiel de Portugal, y la Station Zoologique de Cette, que propone en-. T. ni.— Febrero, 1903. 6 86 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA viarnos los Travaux de Vlnstitut de Zoologie de Montpellier et de la Station Zoologique de Cette; 2.°, á la publicación de un Boletín bibliográfico mensual en el que se de cuenta de una manera muy concisa no solo de los títulos de las Revistas que se reciben, sino de su contenido, á fin de que los socios pue- dan obtener mayores ventajas de la Biblioteca y estar entera- dos de lo que se publica referente á los estudios de cada uno. La Sociedad en sus comienzos daba cuenta en las Actas de las obras recibidas; pero como en aquella época no se publicaban éstas niensualmente, sino que se repartían con los cuadernos tres veces al año, no resultaban de utilidad estas relaciones que, por otra parte, se limitaban á los títulos de las publicaciones, por lo que se relegaron a la relación anual del Bibliotecario, que se viene publicando al fin de cada tomo. Hoy es distinto, puesto que el Boletín se reparte todos los meses, y esta rela- ción bibliográfica servirá de acuse de recibo para los donantes. La Junta directiva teme solamente que el Boletín MMiográftco requiera mucho espacio, y que por dicha causa se dificulte la realización de esta mejora, por lo que solo la propone á título de ensayo; y 3.° y último, la Junta directiva, teniendo en cuen- ta la necesidad de resolver sobre el derecho de los socios al per- cibo de los tomos de Memorias cuando la publicación de éstos exija más de un año y el socio se dé de baja antes de terminar- se éste, ó haya ingresado después de comenzado el tomo, pro- puso que tanto en el primer caso como en el seg-undo, el socio que desee recibir el tomo completo deberá abonar el precio de coste de la parte á que no tenga derecho. Con este motivo, y á título de explicación más amplia de este asunto, recordó el Sr. Bolívar que cuando se acordó la publicación del Boletín mensual independientemente de las Memorias, se discutió cómo habría de realizarse el hacer dos publicaciones diferentes en vez de una sola sin aumentar la cuota de los socios, resol- viéndose que el Boletín formara un tomo anual y que las Me- morias no estuvieran sujetas en su aparición á tiempo fijo, pu- diendo calcularse que se diera un tomo de Memorias cada dos años; de este modo, y fijado el coste del Boletín en 8 pesetas, que es la cuota que abonan los socios agregados que solo reci- ben esta publicación, resulta que cada socio numerario deja anualmente un beneficio de siete pesetas, que en dos años per- mite el reparto de un tomo de Memorias. DE HISTORIA NATURAL. 87 La Sociedad aprobó todos los acuerdos de la Junta directiva, que empezarán á cumplimentarse desde luego. — El Sr. Pérez Zúñiga participó que había visitado el des- monte del Cerro de la Plata, donde se encontraron los restos de mastodontes de que se trató en la sesión anterior, añadiendo que se habían dado órdenes por los señores Ingenieros del fe- rrocarril del Mediodía para que los obreros tuviesen cuidado en la extracción de nuevos restos, y aun ofrecido algunas re- compensas á los que hallasen alg*uno de importancia. El Sr. Azpeitia hizo sobre el mismo asunto alg-unas observa- ciones, refiriéndose á la nota que se publica en el Boletín de Enero, y ofreciendo ser más explícito cuando tenga reunidos datos más numerosos. — El Sr. Secretario presentó una Memoria remitida por el socio Sr. Fernández de Gatta, titulada Apuntes para una flora salmantina, y otra del Sr. Gredilla sobre la Digestión del almi- dón, y el Sr. Cabrera entrega otra nota del Sr. García Várela sobre hemípteros del África occidental, pasando todas ellas á la Comisión de publicación. Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el 28 de Enero de 1903, bajo la presidencia de D. Carlos Ferrer. Fué aprobada el acta de la sesión anterior y quedaron admi- tidos los señores presentados en ella y propuestos como socios: D. Pedro Pallas Valls, Zoología, Cervantes 7, principal 2.a, presentado por D. Manuel Llenas, y D. José Maluquer Nicolau, Malacología, Jaime I, 14, principal 1.a, que lo fué por el señor Aguilar Amat. — El Sr. Rivas Mateos presentó una nota titulada «Estudio crítico de las especies españolas del género Adenostyles». La Sección de Sevilla celebró sesión el 31 de Enero de 1903, bajo la Presidencia de D. Manuel Miquel, tomando posesión la nueva Junta. — Se acordó dirigir un oficio al Sr. Presidente del Ateneo y Sociedad de Excursiones, dándole gracias por las atenciones que debe la Sociedad á dicho Centro al cederle para la celebra- ción de sus sesiones el local de que hasta hoy ha dispuesto. — Acordó también la Sección dar las gracias al Sr. Seras por la cooperación que le presta al cederle el local y Laborato- 88 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA rio del Instituto de Higiene, de su dirección, con el mismo objeto. — Se hizo una propuesta de socio y se dio lectura á una nota remitida por el Sr. Barras, de Huelva, intitulada «Algunas observaciones sobre los granitos de Avila». — Se leyó otra del Sr. Crú, en que da cuenta del hallazgo de dos especies raras de águila, el A . Imperialis Kaperling- et Bla- sius, y el A. ntevioides Kaup et Cuvier, muertas la primera por un guarda en Morón y la segunda en Bollullos de la Mitación (provincia de Sevilla), el día 15 del corriente mes. También comunicó el Sr. Crú el hallazgo de un Picus ma- jor L., cazado en El Pedroso el día 20 de Enero, poniendo á disposición de la Sociedad tanto este como los anteriores ejem- plares. El mismo señor socio anunció presentaría á la Sociedad una Memoria acerca de los nidos recogidos por él en el viaje ornitológico que verificó en el mes de Abril y Mayo del pa- sado año. — El Sr. Chaves mostró un ejemplar de anglesita proceden- te de Río Tinto, que le ha sido donado por el Sr. Seras. Se presenta dicho mineral en geodas de cristales hasta de 1 cm. bien reflejantes, rellenos sus intersticios por un óxido de plomo (massicot?). La combinación de formas, muy sencilla, es ajui- cio del Sr. Chaves interesante, y sobre todo por tratarse de una localidad probablemente no citada ó no descritos los cristales. — El Sr. del Mazo presentó unas arenas de materiales aná- logos á las de Torre Carbonera, procedentes de Moguer, que fueron examinados con un microscopio facilitado por el señor Seras, y una colección de fósiles del plioceno del mismo punto, compuesta de especies extinguidas de los géneros Venus. Cy- tkerea, Pleurotoma, Oslrea, Pectén, Chlamys, Leptou, Cylina, Calyptrcea, Vermetus, Balamis, etc., en g-eneral de gran tama- ño, y además de las especies vivientes, Pechmculus glycyme- ris L., Leda pella L., Chlamys hyalina Poli, Cardium paucicosta- tiuii Sowerby, Mactra suMíuncata? Da Costa, Cassis sahv.rim Bruguiére, Astralium rugosum L., Idus papillaius Schumacher. — El Sr. Miquel presentó un Hélice campesina Esqu., y una Cyclostoma onauritanica Pall. del plioceno de Águilas, una. charnela de un pelecípodo procedente de Castilleja de la Cuesta, muy parecido á la Dosinia orbicularis Agassiz, del plioceno del DE HISTORIA NATURAL. 89 Asieran y un Donax tntnculus L., D. viiatíus Da Costa = D.se- mislrialus Poli, Mactra corallina h.=M. stultorum L., y Gas- trana dimana Costa, procedentes estas últimas del cuaternario de Castellón de la Plana. — El Sr. Seras leyó un trabajo publicado en los Anuales de l'Institut Pasteur, tomo xvi, titulado Eludes Mologiques sur la vieillesse, par M. E. Metchnikoff, Recherches sur la vieillesse des perroquets, par MM. Metchnikoff, Mesnil et Weinberg, en el que se hacen curiosas observaciones acerca de la long-evidad nota- ble de los loros, y las modificaciones que la edad imprime en la inteligencia y funciones de dichos animales. — No habiendo otros asuntos de que tratar, se levantó la se- sión , pasando los señores socios á ver el nuevo local é instala- ciones del Instituto de Higiene que el Sr. Seras ha puesto ga- lantemente á disposición de la Sociedad. La Sección de Zaragoza celebró sesión el 28 de Enero de 1903, bajo la presidencia de D. Pedro Ramón y Cajal, siendo leída y aprobada el acta de la anterior. — Acto seguido el Rvdo. P. Xa vas presentó varios liqúenes enviados por el Rvdo. D. Norberto Font, que son: Roccella ])hy- copsis Ach., Ramalina vulcania Mont. y R. calicarisL., seg'ún parece ser un talo joven; especie ésta comospolita. Notas y comunicaciones. Materiales para la fauna ictiológica de las Baleares D. JAIME FERRER Y HERNÁNDEZ. Dedicado desde hace algún tiempo al estudio de los peces de Menorca, he logrado recoger unas 150 especies, de las que hay varias no citadas de Baleares por Barceló y Combis en su Ca- tálogo de peces de Baleares, trabajo que, después de otros valio- sísimos de su autor, es una recopilación de todo lo que respec- to á este asunto se ha publicado. Deben, pues, considerarse como nuevas para la fauna balear las especies que hoy pre- 90 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA sentó á nuestra Sociedad, aplazando algunas que no he podido clasificar con exactitud para otra nota sobre el mismo asunto. G. Mustelus Müll. M. I&vis Riss.— Bal. (Barceló); Malí. (Weyler); Men. (Cle- ghorn, Ramis, P. Arcas!); Ib. (Delaroche). Muñóla. M. stellatus Riss.— Malí. (Barceló). Muñóla. M. vulgaris Müll. — Epidermis cubierta de pequeños tubércu- los agudos. Dientes sin saliente puntiagudo en su parte exter- na. Ojos más largos que anchos, ovales. Pectorales que se ex- tienden hasta debajo del cuarto anterior de la primera dorsal; caudal algo más de !/s de la longitud total. Cuerpo unas nueve veces más largo que alto. Color gris ceniciento obscuro en el dorso; lados más claros; vientre blanquecino. Septiembre-Abril. 1 á 3 m. Muñóla. Menorca. G. Torpedo Dumeril. L. narke Riss.— Malí. (Barc); Ib, (Del). Trémulo. Tremulosa. T. marmorata Riss.— Forma discoidea, con el disco no escota- do al nivel de los ojos. Primera dorsal inserta casi encima de las ventrales; éstas enteras. Aberturas de los espiráculos ovales, tan grandes como los ojos y provistas de 7 tentáculos. Color pardo rojizo claro, sin manchas en la parte superior; en la in- ferior blanco rojizo. Diciembre-Marzo. 0,16. Trémulo. Me- norca. G. Raja C. R. quadrimaculata Riss.— Malí. (Barc ); Llisól. Grisól. Retja- da de S. Pere. R. miraleptus Rond.— Malí. (Barc, Weyl); Men. (Rain.). Lli- sól. Grisól. R. punctata Riss.— Malí. (Barc); id., id. Retjada. R. nonada Riss.— Malí. (Barc); Men. (Clegh. P. Arcas); Ib. (Barc). Clavell-morell. R. rostrata Riss.— Malí. (Barc). Cavach. Llisól. R. marginata Lacep.— Malí. (Barc); Men.! id., id. Clavell. R. radula Del.— Men.! Ib. (Del). Retjada. DE HISTORIA NATURAL. 91 R.fullonica Rond.— Disco más ancho que largo, liso, color canela, con manchas negras y rosadas en la parte anterior, parte inferior blanco-rosada. Boca poco arqueada. Tres líneas de aguijones sobre la cola, siendo los laterales más pequeños; en el disco y á cada lado de la línea media un aguijón más desarrollado. Sobre la ceja tres espinas. Ojos algo más gran- des que los orificios de los espiráculos; éstos arriñonados. Des- de el borde posterior del ojo, una serie de aguijones que lle- gan hasta el ángulo externo de las pectorales, y desde éste hacia el borde anterior de las mismas, dos ó más series de es- pinas muy pequeñas. Dos dorsales con una mancha obscura en su base. Noviembre-Marzo, 0,5 á 0,7. Retjada. Menorca. G. Blennius Artedi. BL gattorugine Brünn.— Malí. (Barc); Men. (P. Arcas!); Ib. (Del). Rabose. Bl. palmicoruis C. et V.— Malí. t^Barc); Men. (P. Arcas!). Rabose. BL ocellaris L.— Malí. (Barc); Men.!; Ib. (Del). Rabose. BL graficus Riss.— Malí. (Barc). Rabose. BL sanguinoUnins Pall. — Ib. (Del). Bl. pavo Riss.— Malí. (Barc); Men.! Gallerbu. Bl. tentacularis Brünn.— Sin filamentos setáceos sobre la ca- beza. Un tentáculo sobre la ceja, doble del diámetro del ojo. Dorsal casi igual; distancia entre su primer radio y el borde posterior de la órbita, mayor que el espacio preorbitario. D. 34, A. 22. Dientes en número de 26 con un canino bien desarrolla- do. Tentáculos planos y dentados. Gris rosado con ocho ban- das verticales obscuras. Dorsal con el primer espacio interra- dial manchado de negro. 0,10 á 0,15. Rabose. Septiembre-Mar- zo. Menorca. Bl. erythrocephalus Riss.— Tentáculo de la ceja Va del diá~ metro del ojo. Dorsal con los diez primeros radios separados de los restantes por una escotadura; 2.°, 3°, y 4.° apenas más al- tos que el 5.° y 6.° Mandíbulas con un canino bien desarrollado y 20-26 dientes. Gris verdoso con 5-6 bandas verticales obscu- ras. Mejilla con una mancha roja poco visible. 0,10 á 0,15. Ra- bose. Septiembre-Marzo. Menorca. 82 boletín de la sociedad española G. Callionymus L. C.pusillus Del.— Malí. (Barc); Ib. (Del). Dragó. C. admirabilis Riss.— Malí. (Barc.). Dragó. C. hjra L. — Bal. (Navarrete). Dragó. Men.! C. maculatus Raf. — Dorsales gris pálida con manchas ne- gras; en la 1.a, entre el 3.° y 4.° radios una mancha negra que ocupa todo el espacio interradial. Anal gris bordeada de ne- gro. 1.a D. 4, 2.a D. 10, A. 8, C. 13. Cuerpo amarillo verdoso; sobre los flancos, pequeñas manchas obscuras y dos filas de nacaradas. Cabot en bañes. Jérre pedrés. Octubre-Enero. 0,15 á 0,20'. Menorca. Rara. C. lelenus Riss. — Tres radios en la primera dorsal y ocho en la segunda. Amarillo con puntos rosados; vientre blanco. Ca- bot en bañes. 0,06 á 0,1. Octubre-Enero. Menorca. Raro. G. Labrus Cuv. L. lupus L.— Malí. (Barc, Weyl.); Men. (Clegh. Ram. P. Ar- cas); Ib. (Del). Llop. Llobarro. L.punciatus Bloch.— Longitud de la cabeza comprendida 3 V2 en la total; altura del cuerpo 1 l/2 en la longitud de la cabeza. Escamas del espacio interorbitario con espínulas en su borde libre. Parte inferior del vómer dentada. 1.a D. 10, 2.a D. Via» A- 3/io> v- Vi» p- 18, C. 19. Plateado, con el dorso y flancos manchados de neg-ro. Llop. 0,5 á 1 m. Octubre-Diciembre. Me- norca. G. Cantar us C. C. mlgaris C— Malí. (Barc. Weyl.); Men. (Clegh. Ram.); Ib. (Del). Cantere. C. griseus C— Men. (P. Arcas!). Cantere. C. orMcularis C— Altura del cuerpo comprendida 2 3/4 en la longitud total. Cabeza 1 2/3 en la altura. Línea de perfil del vien- tre curva. Borde inferior del suborbitario festoneado, pero no escotado. D. iV12,A.2/10,P.15, C.19,V. %. Radios articulados de la dorsal tan altos como los espinosos. DE HISTORIA NATURAL. 93 Anal tan alta como la dorsal. Pectorales largas. Caudal poco escotada. Gris plateado con bandas longitudinales más obscu- ras. 0,3 á 0,4. — Cantere. Menorca. G. Chrysophrys C. et V. Ch. amata C. et V.— Malí. (Barc. Weyl.); Men. (Clegii. Ram. P. Arcas!); Ib. (Del). Duradella. Ch crassirostris C. et Y. — Altura del cuerpo comprendida cua- tro veces en la longitud total. D."/13,A. i/tlJ C. 22. P. 17. V. %. Dorsal gris uniforme, baja; pectoral larga; radios de las ven- trales fuertes. Dorso gris-obscuro; lados azul amarillento. Una mancha negra sobre el opérculo y la espalda. 0,35. Durache. Enero-Marzo. Menorca. G. Pagrus Riss. P. mlgaris C. et V.— Malí. (Barc, Weyl.); Men. Clegh. Ram. P. Arcas!); Ib. (Del). Pagre. P. orp/ias C. et V.— Altura del tronco mayor que la longitud de la cabeza. Diámetro del ojo comprendido cerca de tres ve- ces en la longitud de la cabeza. D. w/m, A. 3/8, V. i/„ P. 14, C. 18. Cuerpo rosa sin líneas longitudinales grises; espacio inter- orbitario con una faja azul sobre las aberturas nasales. 0,3. Pagre. Abril-Julio. Menorca. G. Pagellus C. P. centrodontes Del.— Malí. (Barc); Men.!; Ib. (Del.), Gorras- Uat-quelét. P. acame Riss.— Malí. (Barc); Men. (Clegh. Ram. P. Arcas!); Ib. (Del). Besug. P. bogaraveo C. et V.— Bal. (Barc); Men.! Boga-ravell. P. mormyrus L.— Malí. (Barc Weyl.); Men. (Clegh. Ram. P. Arcas!); Ib. (Del). Mabre. 91 BOLETÍN de la sociedad española P. erythrinus L.— Malí. (Barc, Weyl.); Men. (Clegh. Rara. Barc. P. Arcas!); Ib (Del). Pitgell. P. breviceps C. et V. — Sin mancha negra subescapular. Espa- cio preorbitario menor que el diámetro del ojo. Pectorales con 14 radios, llegando al nivel del primero de la anal. Altura del cuerpo 3 V2 en la longitud. Cabeza más larga que la altura del cuerpo. Blanco-plateado con tintas rosas y vientre nácara- , do. 0,10 á 0,15. Abril-Julio. Pitgell. Menorca. G. Moena C. et V. M. vulgares C. et V.— Malí. (Barc, Weyl.); Men. (Clegh. Ram. P. Arcas); Ib. (Del). Xuclse. Mate saldut. M. Osbeikü C. et V.— Malí. (Barc); Men. (Clegh. P. Arcas!); Ib. (Del). More. Gerrét imperial. Gétcara. M.jusculum C. et V. — Altura del cuerpo comprendida cuatro veces en la longitud total. Vómer con una serie de dientes; mandíbulas con los dientes finos y sin caninos. Escama basilar externa de las ventrales Va de la longitud de éstas. Ojo gran- de. Líneas longitudinales obscuras á lo largo del cuerpo; man- cha lateral pequeña; dorso gris-plomizo; vientre plateado. Aletas gris uniforme. Xucle. Junio-Julio. 0,13 á 0,15. Menorca. G. Smaris C. et V. S. mlgarisQ, et V.— Malí. (Barc, Weyl.); Men. (Clegh., Ram., P. Arcas!); Ib. (Del.) Gerrét. S. maurii Bp.— Men. (P. Arcas!); Gerrét bord, Gerrét de San Pere. 8. alcedo C. et V.— Malí. (Barc, Weyl.); Men. (P. Arcas!); Ge- rrét pamfil., id. d'ale grogne, id. másele. S. insidiator C. et V.— Cuerpo redondeado; más de 90 esca- mas sobre la línea longitudinal. Altura del cuerpo comprendi- da 6-7 veces en la longitud total. Ángulo posterior del opérculo poco pronunciado. D."/.>A.l/tt,0.17>P.15fVvyl. El primer radio y los medios de la dorsal más pequeños que los otros. Espinas de la anal cortas y débiles. Aletas sin man- chas; caudal ahorquillada. Dorso gris-plomizo ó rojizo; lados DE HISTORIA NATURAL. 9& rojizos; vientre plateado. Sin mancha negra á los lados del cuerpo. Hocico y aletas rojizas. Ojo grande, rojo. Gerrét in- glés. 0,15 á 0,20. Julio. Menorca. Escasa. G. Acantholabrus Valenc. A este género, cuyo carácter principal es el de tener más de tres espinas en la anal, pertenece un lábrido que habita én las costas rocosas de Menorca, y que vulgarmente se le desig- na por Tac rocas, caracterizado del modo siguiente: Longitud de la cabeza comprendida cuatro veces en la total. Altura del cuerpo cuatro y media veces con la longitud total. Dientes de las mandíbulas en varias series, siendo las exterio- res más fuertes. Boca protráctil; cinco radios branquiósteos; opérculo y mejilla escamosos; preopérculo dentado. Espacio interorbitario aplanado. D.»/1j,A.»/.,P.14,C.13>V.y,. Dorsal pardo-rosada, bordeada de amarillo, con una mancha negra en los últimos radios espinosos y con la base sembrada de escamas. Anal rosa amarillento; ventral blanquecina; cau- dal pardo-amarilla sembrada de escamas hasta su mitad, con una mancha negra grande en la parte superior y otra más pequeña en la inferior. Dorso y lados rosa carne, con manchas parduzcas en la parte superior; parte superior de la cabeza más obscura. Vientre claro. Hocico verdoso; sobre la mejilla reflejos azulados. 0,25. Caracteres que corresponden á los del A. palloni C. et V. G. Belone C. B. rostrata Jaber.— Malí. (Barc, Weyl.); Men. (Clegh. Ram., P. Arcas); Ib. (Del.); Aguya. B. acus Riss.— Vómer no dentado ó con dientes muy peque- ños y escasos. Dientes de las mandíbulas débiles. Tronco de la caudal sin cresta en los lados. Dorso verdoso; vientre blan- co-nacarado; aletas grises. 0,5. Julio-Noviembre. Aguja. Me- norca. <)6 BOLETÍN de la sociedad española G. Merlangus C. Género no citado en las Baleares y del que solo he hallado una especie. M. pontanon Riss. — Altura del cuerpo 1 V2 en Ia longitud de la cabeza; ésta 4 X en la total. Ojo igual al espacio preorbi- tario y comprendido 3 '^ en la longitud de la cabeza. Boca grande: mandíbula superior menos avanzada que la inferior. 1.a D. 10, 2.a 12, 3.a 20. Tercera dorsal mayor que la segunda. Caudal ahorquillada. Línea lateral recta. Dorso gris-amarillento; vientre blanqueci- no. Parte anterior del cuerpo punteada de negro. Pex-reg". 0,15. Agosto. Menorca. Raro. G. Solea C. S. Kleinii Bp.— Men. (P. Arcas!). Llenguada. S. mlgaris Riss.— Malí. (Barc); Men. (Clegh., Ram.); Ib. (Del.) Pelude, Llenguada. S. nasata Bp. — Malí (Barc). Pelug-a. S ciqiellonis Steind. — Malí. (Barc); Ib. (Barc). S. ociilala Riss. — Malí. (Barc); Men.!, Pelude, Llengue de S. Pere. Entre los ejemplares recogidos en Menorca de esta es- pecie hay unos que tienen las siete manchas negras caracte- rísticas de la especie, y otros que solamente tienen cinco. S. hispida Rafin. — Una sola pectoral con seis radios. Color obscuro con cinco bandas verticales negras Sanremus. 0,10. Solamente se coge esta especie en la entrada del puerto de Mahón. Menorca. S. variegata Günth. — Dos pectorales; la izquierda poco des- arrollada. Escamas grandes, pectinadas. Color gris obscuro, con manchas negras en las aletas. 0,15. Julio, Septiembre. Pelude, Menorca. G. Pleuronectes L. Pl. grohmanni Bp. — Malí. (Barc). Lleng-uada. PJ. arnoglossus Bp. — Malí. (Barc). Pelude. Pl. losái Riss. — Malí. (Barc); Capellá. DE HISTORIA NATURAL. 97 Pl. citharns Riss. — Malí. (Barc); Men.!, Capellá. Tremol. Pl. megastoma Donov. — Anal no unida á las ventrales; radios- de la dorsal casi iguales. Ojo superior menos avanzado que el inferior; sin espina en la anal. Aletas pálidas sin manchas. Cuerpo gris-amarillento con manchas obscuras. 0,2 á 0,3. Que- pellá. Agosto. Menorca. G. Uraleptus Costa. Ü. maraldi Mor. — Altura del cuerpo igual á la longitud de la cabeza, y está comprendida 4 !/a en Ia longitud total. Ojo igual al espacio preorbitario y comprendido 3 */« veces en la longitud de la cabeza. Boca grande; dientes separados y diri- gidos hacia atrás; vómer sin dientes. Espacio interorbitario más grande que el diámetro del ojo. Dos dorsales, una anal; la segunda dorsal empieza después de la anal. Caudal no con- fundida; color gris; vientre y hocico negros. Aletas impares, bordeadas de negro y con puntos diminutos más obscuros. Base de las pectorales con una mancha negra que se extiende hasta el dorso; preopérculo y mejillas irisados. Escaso. Noviembre. Menorca. Clupeidos. Engraulis enerasicholus L. — Citada por todos los autores. Eledróc. Alosa finta Cuv.— Malí. (Weyl.). Alosa sardina Mor. — Bal (Navarrete). Sardina. Spratella punila C. et S. — Malí. (Barc); Men. (P. Arcas); Ib. (Barc). Alatxa. Sardinella aurita Günth. — Bal. (Barc, Navarr.); Malí. (Weyl.); Men. (Clegh., Rain., P. Arcas); Ib. (Del.); Sardine. Alatxa. Como se ve, en los datos que anteceden no hay unidad de pareceres con respecto á los nombres vulgares de los clupeidos que habitan las aguas de aquellas islas, por lo que' he hecho un detenido estudio de los mismos, tomando ejemplares típi- cos de cada uno de las especies designadas con los nombres vulgares de Sardine, Alatxa, y Fledróc. Sardine. — Forma alargada; quilla abdominal guarnecida de escudetes espinosos. Lengua y palatinos sin dientes. Opérculo 98 BOLETÍN de la sociedad española con estrías divergentes; siete radios branquiósteos. Subopérculo en forma de paralelogramo. Perfil superior subrectilíneo. Dor- sal 18 radios. Dorso verde-oliváceo con una banda azul; lados y vientre plateados. Abril, Septiembre: 0,1 á 0,3. Caracteres que son los de la A losa sardina Mor. Alatxa. — Forma alargada. Escamas grandes. Mandíbulas y vómer no dentados. Altura del tronco igual á Vs"1^ ¿e Ia longi- tud total; 48-52 escamas sobre la línea longitudinal. Opérculo liso. Dorsal que empieza más cerca del hocico que de la base de la caudal. Borde anterior del cinto escapular vertical; aletas pares y anal blancas; la caudal con rayas negras;' pectorales largas; ventrales cortas. Dorso azulado; lados y vientre platea- dos; una mancha negra sobre el opérculo. Abril, Septiembre. 0,20 á 0,3. Sardinella aitrita Günth. El Eledrbc es el Engraulis encrasicholus L., citado por todos los que de ictiología balear han tratado. Con el nombre de Emploa se designa un clupeido que se pesca en las costas de Menorca, y que se caracteriza así: - Forma alarg-ada. Vómer no dentado, pero sí la lengua. Qui- lla abdominal dentada. Opérculo liso. Mandíbula inferior más avanzada que la superior. Dorsal que empieza más lejos del hocico que de la base de la caudal, y al nivel ó detrás de las ventrales. Subopérculo tres veces más largo que alto; opérculo con una débil escotadura en el borde posterior. Dorso azul con tintas verde-claro; los lados plateados. Melettavulgaris C. et V. Descripción de hinienópteros nuevos D. RICARDO GARCÍA MERCET. Apterogyna bimaculata And.; var. rufescens, var. nov. Typo simillima; sed pygidio, coxis, femoribus, yedibus, fron- te, antennisque ferrugineo-rufis 9- Esta variedad difiere del tipo por presentar una mancha fe- rruginosa sobre la frente y de color más ó menos rojizo las an- tenas, caderas, patas y el pigidio. Patria: Guadarrama!; Montarco!; Sierra de Alfacar (R. de Oberthür). De este interesante mutílido recogí un ejemplar, durante el DE HISTORIA NATURAL. 99 mes de Agosto de 1901, en unos tomillares próximos al pueblo de Guadarrama, en la falda de la sierra del mismo nombre. Posteriormente he conseguido capturar algunos otros ejempla- res en el mismo sitio donde encontré el primero, y he hallado también la especie en Montarco. Por último, revisando las co- lecciones del Museo de Madrid, en una caja donde había varios himenópteros sin clasificar, hallé también un nuevo individuo de esta Apterogyna, recogido por M. R. de Oberthür, en la Sie- rra de Alfacar, provincia de Granada, durante el mes de Julio de 1879. El hallazgo de la Apterogyna bimaculata And. en España ofrece bastante interés, pues el género no había sido hasta ahora señalado como europeo, constituyéndolo especies asiáti- cas y africanas exclusivamente. Por otra parte, de la Aptero- gyna bimaculata And. solo se conocían dos ejemplares, perte- necientes al Museo de París, y en no muy buen estado de con- servación, que fueron sobre los que el Sr. André describió la especie. MüTILLA MONTANA PanZ, VOT. PRONOTALIS, Vai\ nOV. Typo simillima; differt: thorace nigro, sed pronoii laterilms tegulisque rufis tf. Semejante al tipo, del que difiere por presentar el tórax ne- gro, con solamente los lados del pronoto y las escamillas de color rojo. Patria: Los Molinos (provincia de Madrid!). Esta variedad, bien distinta del tipo por la coloración del tórax, se asemeja mucho á la 31. montana Panz, var. ru/o- squamulala And., de la que difiere por las manchas rojas del pronoto. MUTILLA OCTACANTHA, Sp. nOV. Submedia, nigra, áureo pul)escens; caput subquadratum; man- dibulis, antennis, pedibusque plus minusve brunneo-variis; thorax scaberrimus duplo longior quam latior, meianoto trúncalo, mar- gine superiori pectinato dentato. Abdomen subsessile, segmento secundo, in dorso, maculis duabus ovalis, flavo-tomentosis notato; segmento tertio fascia fiato-sericea praedilo; área pygidiali fe- rruginea, nítida, antice breviter striolata. Long. 8 mm. 9. Cabeza negra, más ancha que larga, fuertemente punteado- estriada en toda su extensión; ojos ovalados, garandes, equidis- tantes de la articulación de las mandíbulas y de los ángulos 100 boletín de la sociedad española posteriores de la cabeza; antenas también negras, con la ex- tremidad del escapo y los últimos artejos del funículo ferrugi- nosos; el primero de éstos corto; el segundo, próximamente de la longitud del tercero y cuarto reunidos; tubérculos ante- narios redondeados; mandíbulas acuminadas y algo rojizas en su extremidad. Tórax completamente negro, rectangular, de bordes casi pa- ralelos, con sus ángulos anteriores un poco dentiformes y con otros dos pequeños dientes laterales en el sitio que corresponde á la sutura promesonotal; metanoto truncado y provisto en la parte superior de la truncadura de una serie de ocho espinas dispuestas en forma de peine; dorso del tórax punteado-reticu- lado; mesopleuras lisas y brillantes. Abdomen no completamente sentado, negro, con el último segmento ferruginoso, y ofreciendo sobre el segundo anillo dos manchas pubescentes, amarillo-doradas, y una banda del mismo color sobre todo el dorso del tercero; los restantes, así como el primero, provistos de largos pelos áureos, que son más abundantes alrededor del área pigidial; ésta es rojiza, bri- llante y estriada tan solo sobre su mitad superior. Segmentos ventrales ligeramente punteados; el primero con una quilla bien acusada, pero que no ofrece conformación especial; los siguientes provistos de pubescencia dorada sobre sus bordes. Patas negras, con los trocánteres y los fémures algo rojizos, y dos series de espinas en las tibias intermedias y posteriores. Patria: Camerones (África alemana; Conradt). Esta especie, que debo á la amabilidad del Sr. Martínez de la Escalera, ofrece algunas analogías con la M. pectinata Sich. Rad., y con la M. pectinidorsis And., pero se distingue perfectamente de la primera por el tórax negro, la pubescen- cia amarillo-dorada, el primer segmento abdominal negro, la banda del tercer anillo entera y el cuarto desprovisto de toda ornamentación; de la segunda se diferencia por los tubérculos antenarios redondeados, los ojos equidistantes de las mandí- bulas y de los ángulos posteriores de la cabeza, el tórax ne- gro, el sexto anillo del abdomen rojizo y el área pigidial bri- llante y solo estriada en sus dos tercios anteriores. Mu tilla Zanzibarensis, sp. nov. Nigra, albo pv.liescens; mandibularum parte media, thopaceque rufts; caput subq%adratum, thorace latius: thorax subquadran- DE HISTORIA NATURAL. 101 •giüatus; metanoto trmicato, margine superiori pectinato-spinoso. Abdomen snbsessile; segmento primo margine apicali vitta ar- genteo-sericea augusta, carina inferiore denticulata; segmento se- cundo maculis duabus albosericets notato; segmento tertio fascia argentata vestito; área pygidiali Jongi/udinaliter striata; calca- ribus albis Q. Long. 8 y Va mm- Cabeza negra, provista de pilosidad del mismo color sobre la frente y vértice, y blanca sobre el epístoma y el borde poste- rior; punteado-reticulada, de contornos redondeados, un poco más ancha que el tórax, con una mancha central en las man- díbulas y la extremidad del funículo ligeramente ferrugino- sas; ojos g-randes, más próximos á la articulación de las man- díbulas que á los ángulos postico-laterales; tubérculos antenn- rios provistos cada uno de un diente muy pronunciado en su parte superior; segmndo artejo del funículo de las antenas de doble longitud que el tercero ó un poco más largo; mandíbu- las acuminadas y con un pequeñísimo diente ante-apical. Tórax completamente rojo, subcuadrangular, de lados casi paralelos, con los ángulos anteriores ligeramente dentiformes y el metanoto truncado y provisto de una serie de espinas, dispuestas á manera de peine, sobre el borde superior de la truncadura. La puntuación de todo el tórax es gruesa y reti- culada, y la pilosidad blanca sobre el borde anterior y la trun- cadura, y negro-ferruginosa sobre el dorso. Abdomen casi sentado, negro; primer segmento provisto de una banda de pubescencia plateada sobre su borde posterior y ofreciendo en la quilla ventral un tuberculito ó dientecillo bien manifiesto; segundo segmento adornado de dos manchas ar- gentadas sobre el disco; tercer anillo cubierto de una banda •entera del mismo color: área pigidial plana, bien circunscrip- ta y estriada regularmente en toda su longitud; segmentos ventrales 2-6, provistos en sus bordes de pelos blancos. La pi- losidad del primer anillo de la parte dorsal es plateada, la de los últimos negruzco-ferruginosa. Patas negras con pelos blancos; tarsos ferruginosos; tibias intermedias y posteriores armadas de una doble serie de espi- nas; espolones negros. Patria: Zanzíbar (Raffray; Col. del Museo de Madrid). Esta especie es muy afin á la M. pectinidorsis And., de Bo- thavilla (Orange); pero creo yo que debe diferenciarse bien de T ni.— Febrero, 1903. 7 102 BOLETÍN de la sociedad española ella por la conformación de la cabeza y mandíbulas, estar des- provista de manchas post-oculares, presentar una franja blanca sobre el borde posterior del primer segmento abdominal y un dientecillo bien visible en su quilla inferior. Además, la pu- bescencia de la M. Zanzibarensis es blanca y la de la M. pee* Unidor sis And. amarilla. Dasylabris Andrei, sp. nov. D. maura L. var. arenaria F. valde similis. Nigra, Mrta; fron- te, vértice, thoracisque maculis duabus seficeo-luteis; lamina scu- iellari minuta. Abdomen petiolatum; segmento secando maculis qualuor in crucera dispositis, argénteo- aureis; quarto et quinto macula transversa albo-luteosericea ornatis. Área pygidiali lou- gitudinalUer striata. Long. 8 mm. Q. Cabeza negra, redondeada, un poco más ancha que el tórax, provista sobre la frente y vértice de una gran mancha de pu- bescencia áureo-argentada; mandíbulas negras en el ápice y rojizas en su parte basilar; antenas robustas, negras, con el' escapo sedoso argentado y el segundo artejo del funículo pró- ximamente de la longitud del tercero. Tórax piriforme, más largo que ancho, completamente ne- gro, ofreciendo á cada lado del mesonoto una mancha irregu- larmente ovalada, de pubescencia argentino-amarillenta, y so- bre el borde del metanoto una uña poco perceptible, negra y brillante. Abdomen ovalado; su primer segmento nodiforme, comple- tamente negro, provisto en su parte inferior de una quilla igual á la que presenta el D. maura L.: segundo anillo cuadri- maculado, con una de las manchas sobre la base, otra en el ápice y las dos restantes laterales, próximas al borde posterior; las manchas basilar y apical ocupan una misma línea y son pequeñas y redondeadas; las laterales, de mayor tamaño, ofre- cen un contorno ovalado; cuarto y quinto anillos con ornamen- tación igual á la de la especie linneana. Área pigidial plana, mate, con estrías muy finas, pero no muy regulares, en toda su longitud. Vientre y patas negros, pubescentes, con sedas de color ligeramente dorado, como toda la pubescencia del cuerpo; el segundo anillo ventral anchamente punteado, provisto de una quilla en su base. Tibias intermedias y posteriores espinosas,, con las espinas dispuestas en dos series. DE HISTORIA NATURAL. 108 Patria: Río de Oro, África occidental (P. Font!). Esta especie, por sus dimensiones y aspecto general, ofrece mucha semejanza con el D. maura L., var. arenariaF., del que solamente difiere por la ornamentación del mesonoto y segundo anillo del abdomen. Teniendo en cuenta estas ana- logías, cuando recibí este insecto para su estudio lo consideré solo como una nueva variedad de la especie de Linneo; pero habiendo consultado sobre el particular con M. Ernest André, este ilustre entomólogo, reconociendo las afinidades del Dasy- labris de Río de Oro con la variedad arenaria F. del D. man- ya L.. opina, sin embargo, que debe constituir una especie nueva. Aceptando tan autorizada opinión, y dedicando este insecto al Sr. André, elevo á la categoría de especie el mutílido iné- dito que yo consideraba como una variedad, pero haciendo hincapié sobre su parecido con el D. maura L., y que el poli- morfismo de esta especie me infunde cada vez más duda acer- ca de si debe separarse de ella la que acabo de describir. Cerceris Peninsularis, sp. nov. Xiger, flavo-pictus:facie, mandibulis íapice nigro excepto), an- teúnarum scapo, maculis dnabus postocelaribus, pronoti margine postico, scutello, postscutello, metathoracis angulis lateralibus, coxis, trochanteribus , femoribus , tibiis, tcgulis, abdominisque segmentorum (1-6) f ostia ápice, Jlavis (citta segmento primo latis- sima, medio internista); antennariim pZagello, genis, et tibiis posticis ápice, tarsis totis, rufo-ferrugineis; femorum posticorum macula apical i nigra: scgmentis ventralibas 2-5 pZavo-pictis. A lis hgaliiiis, in regione radialiinfuscatis, stigmate nigro-ferrugineo. Metathorace longitiidinaliter canaliculato , irregulariter etforti- ter pune tato; área iriangularis Imvi, nítida, in medio cánaliculata, angulis anterioribtis leviter striolatis. Segmento 6.° ventrali, in lateribus, penicillus flavescentis praedito. Long. 9-9 X nim. rf . Cabeza negra, punteada, provista de pubescencia sericeo- amarillenta sobre la cara y frente y blanca sobre el occipucio. Cara amarilla; dos puntos también amarillos detrás de los ojos; epístoma ligeramente tridentado. Antenas rosáceo-ferru- ginosas, con el escapo y el primer artejo del funículo de color amarillo-claro y los últimos artejos de éste manchados de os- curo sobre la cara superior. Tórax negro, blanco pubescente, de puntuación gruesa en 104 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA el mesonoto y metatórax, más fina en el pronoto y apenas punteado sobre el postescudete. Éste, el escudete, las escami- llas, dos puntos en las mesopleuras, dos grandes manchas sobre los ángulos laterales del metatórax y el borde posterior del pronoto, amarillos y muy brillantes. El espacio triangular del metanoto es canaliculado, liso en su medio y con algunas estrías oblicuas sobre los bordes. Patas amarillas, desde las caderas á los tarsos; éstos y la extremidad de las tibias posteriores rosáceo-ferruginosos; los fémures del último par llevan una mancha negro- ferrugínea cerca del ápice; cuatro manchas amarillas se observan sobre el pecho, correspondiendo cada una á la inserción de las patas intermedias y posteriores. Alas hialinas, oscurecidas solamente sobre la parte radial y con el estigma negro-ferrug-inoso. Abdomen bien punteado, brillante, con dos manchas ama- rillas sobre el primer anillo, y una franja del mismo color, es- cotada en el centro, sobre la región apical de los anillos 2-6; el séptimo completamente negro. Los segmentos ventrales 2-5, que son de color lig-eramente ferruginoso, ofrecen franjas ó manchas amarillas: todos son tomentosos, y el penúltimo lleva á cada lado un pincel de pelos amarillo-rojizos. Patria: Los Molinos (provincia de Madrid!). De este elegante Cerceris, que se diferencia bien de las de- más especies del género, poseo seis ejemplares, todos tfcf, co- gidos durante el mes de Septiembre último en la localidad que dejo citada. Notas liemipterológicas D. A X T O X 1 O GARCÍA VÁRELA. I. Species Africana generis Cerilocus St&l. Cerilocus Cameronensis sp. nov. — Niger, ni (idus, parce fusco-pi- losus; anUnnarwm articulo primo nigro, secundo fusco, articulis apicalilms palidioribus. Clavo corioque ébumeis; ángulo apicali coriimgro. thoracis lobo postico limboque abdominis coral lints. DE HISTORIA NATURAL. 105 Sciitéilo nigro. Membrana ¡tigra, ápice sordide cabido. Femoribus anterioribus nigris, subías pone médium spinulis nonnullis ins- truclis; Ubi is pone médium testaceis, superne apicem ver sus, f usas; femoribus iibiisque posterior ibas nigris; tarsis fusco-jtavescenti- bus. Corpore subías ¿oto nigro. Long. 27 mm. Lat. 8 aun. Kamerun (Conradt) (Col. Escalera). Cerilocus Conradti sp. nov. — Nigricans, nilidus, parce fusco - pilosas; capite, antennarum articulo primo, rostro, thoracis lobo a utico, pectore, scutello , ángulo apicali maculaque rotundata f ere media corii, membrana, femoribus b asi excepta, tibiis, ab- domineque síiblus, partí centrali excepta, nigris. Thoracis lobo postico, corio, basi femorum, tarsis necnon limbo abdominis, flavo-testaceis: femoribus anterioribus subtus pone médium spi- nulis nonnullis instructis; membrana ápice concolore. Longitudo 25 mm. Lat. max. thoracis, 6 mm. Kamerun, 1896. (Conradt) (Col. Escalera). Cerilocus inermipes Stal. — Ófv. Yet. Ah. Fürh. 1859. Guinea (Col. Schaum). Cabo San Juan, Guinea española (Escalera). Kamerun (Conradt). Var. Ángulo apicali corrii fusco. Kamerun (Conradt). Cerilocus Dohrni Stal.— Ofv. Vet. Ak. Fürh. 1858. Mozambi- que (Col. Dohrn et Stal). Cerilocus Ñero Stal. — üfv. Vet. Ak, Fürh. 1858. Calabar. (Col. Dohrn). Cerilucus histrio Distant— The Annals and Mag\ of. Nat. Hist. N.° 57. Yol. 10, p. 188 (1902). British East África (Brit. Mus). II Nota sobre el género Khafra Dist. En la página 185, n.° 57, vol. 10 (1902) de la publicación The Aunáis and Magazine of Natural History, establece Distant en sus interesantes Rhynchotal Notes el género nuevo Khafra, próximo al Platymeris, y tomando como tipo la especie Platy- meris prado Siál (Ann. Soc. Ent. Fr. 1863, p. 49). Se cita esta especie de Sierra Leona y Calabar. En la colección Escalera 106 BOLETÍN de la sociedad española estudié varios ejemplares procedentes del Kamerun recogidos por Conradt. En el mismo número de la citada Revista publica una espe- cie nueva, Kliafva concoloripes, procedente de la Nigricia (Tip. Mus. Brit). A esta especie creí pertenecerían varios ejempla- res de la colección Escalera, procedentes del Kamerun; pero como la descripción que M. Distant hace de la K. concoloripes es muy breve, y aun no todos los caracteres convenían entera- mente á los ejemplares que yo estudiaba, aproveché la ocasión del viaje del Sr. Escalera á Londres para que los comparase con el tipo del Museo Británico. En vista de que existen alg-unas diferencias, los describiré considerándolos como especie nueva, si bien no es difícil que después de un estudio comparativo detenido quede reducida á una variedad de la K. concoloripes Dist. Dedico esta especie al eminente entomólogo Mr. W. L. Distant. Kliafra Distanti sp. nov. — Testaceus, nitidus; capite, antennis articulo primo excepto, flavescentibus, pilosis. Rostro, thorace, margine costali corii pedibasque tes tacéis; pectore palidiore; abdomine subius lestaceo,fusco-macnlato, usque ad apicem cari- nato; clavo, J 'ere dimidia corii membranceque fnscis; sciitello ápice acato et reflexo. Thoracis lobo postico Icem, spinula angulis late- ralibus, concolore. Long. 23,25 mm. Lat. mace, thoracis spinulcp lalercúis inclusa, 6 mm. Kamerun (Conradt). (Col. Escalera). Especies españolas del género «Adenostyles» Cass. D. MARCELO R1VAS MATEOS. En el Prodromus Floree Hispánica de Willokmm et Lange (tomo n, páginas 27 y 28), así como en la Flora Española de B. Lázaro (tumo n, pág. 901) y en la Flora de la Península Ibé- rica de Amo y Mora (tomo iv, páginas 105 y 106), puede com- probarse la uniformidad de criterio de estos distinguidos botá- nicos al apreciar las especies del género Adenostyles Cass. co- rrespondientes á nuestra flora española. Admiten la existencia de tres formas específicas que son : A . alpina B. et. Y., A. pyre- DE HISTORIA NATURAL. 107 naica Lge. y A. albifrons Rchb. Que las tres especies tienen su ■característica propia, es un hecho indiscutible y reconocido en sus obras por los naturalistas antes indicados ; lo que no puede admitirse, como trataré de demostrar, es que los caracteres esenciales que las distinguen alcancen igual jerarquía taxo- nómica. Para este aserto me refiero al Adenostyles pyrenaica, cuyas relaciones son tan grandes con e\A. albifrons, que na- turalistas como Costa las reúnen en una especie, formando con ellas dos variedadas, á saber: A denostyles albifrons Rchb. var. genuina y Adenostyles albifrons Rchb. var. viridifrons Csta (A. Pyrenaica Lag.J, Catálayo ra:. de la Fl. de Cal. por Anto nio C. Costa, pág. 118. Para realizar el estudio crítico de dichas especies he tenido á la vista hermosos ejemplares procedentes de los herbarios de los Sres. Costa y Trémols, mas algunos recogidos por mí en la •Sierra de Gredos, correspondientes al A. albifrons. Veamos en primer término la característica de las tres espe- cies objeto de la presente nota: A denostyles albifrons Rchb. — De 8 á 15 decímetros de altura, tallo erguido, estriado longitudinalmente, ramoso y pubérulo; hojas radicales grandes, pecioladas, arriñonadas y desigual- mente dentadas; las caulinares más pequeñas, con el peciolo abrazador debido á la existencia de dos apéndices foliáceos; unas y otras son algodonosas por el envés y llevan en la base del limbo una escotadura con una prolongación cuneiforme ro- deada de dos nervios. Cabezuelas con 2-5 flores dispuestas en • cormibos racimosos. Receptáculo tuberculoso. Aquenios lampi- ños con vilano peloso y blanquecino. Es la especie más extendida en nuestra flora; se encuentra en los Pirineos y en las Sierras de Gredos y Béjar. Fl. Julio- Agosto. Adenostyles pyrenaica Lge. — De 4 á 8 decímetros de altura, con el tallo estriado, erguido, algo velloso, indiviso ó con po- cas ramificaciones. Hojas acorazonado-arriüonadas por ambas caras, con el peciolo auriculado. Cabezuelas constituidas por 12-14 flores purpurinas. Aquenio de aspecto semejante á los de la especie anterior. Nuria y Valle de Aran (Pirineo). Fl. Julio- Agosto. Adenostyles alpina B. et. F. — De 3 á 5 decímetros de altura; tallo ramoso, erguido y estriado longitudinalmente. Hojas 108 BOLETÍN de la sociedad española arriñonado- triangulares, con la escotadura basilar ancha y lampillas por ambas caras. Peciolo no auriculado, por lo me- nos en la mayoría de los ejemplares. Cabezuelas formadas por 3-6 flores purpurinas, á veces blancas. Pirineos. Fl. Julio- Agosto. Lo que más llama la atención es la serie gradual que guar- dan las tres especies mencionadas; hay ejemplares transitorios tan notables que difícilmente pueden incluirse en ninguno de los tipos específicos descritos. Para demostrarlo voy á fijarme en un ejemplar procedente del herbario del Sr. Trémols, que fué recogido por Costa en el Valle de Aran. Mide 2 S decímetros de altura; tallo erguido, poco ramificado (4 ramas) y profunda- mente estriado en sentido longitudinal. Hojas nada tomentosas, y solo en las inferiores se ve algo de pubescencia en el pun- to de unión de los nervios principales; el limbo tiende á la forma arriñonada, aunque es francamente cuneiforme en la base. Peciolos auriculados. Cabezuelas de G flores. Como puede verse, este curioso ejemplar debe corresponder á la forma que Costa denomina viridifrons en la página 118 del Catálogo razonado de lasplantas de Cataluña. Hay, sin embargo,, una diferencia que me hace dudar si en efecto Costa se refiere á, dicho ejemplar por él recogido en el Pirineo; en el que estoy estudiando aparecen las orejuelas del pedúnculo bien desarro- lladas, siendo así que él dice que están poco desarrolladas; pe- ro esta circunstancia es secundaria, porque yo poseo varios ejemplares de A. albifrons procedentes de Gredos, en los que puede verse gran diversidad en el desarrollo de esas expansio- nes peciolares. ¿A cuál de las tres especies corresponde esta forma? En mi opinión al A . pyrenaica, ó sea á la var. viridifrons Costa, pero sin que jamás pueda considerarse como forma genuina sino en un período bastante elevado de evolución. No quiero discutir si la especie de Lange tiene categoría bastante para ocupar ese puesto taxonómico, pero resulta á to- das luces con una muy marcada inferioridad específica. Y así tiene que resultar, siendo una verdadera transición entre el A. albifrons y A. alpina, como se deduce con la sola inspec- ción de los ejemplares, no pudiendo referirse á aquélla mas- que á formas que enlazan perfectamente las dos especies indi- cadas. Además, el único carácter que define al A. pyrenaica e?. DE HISTORIA NATURAL. 10í> la forma de las hojas, y que en algunos ejemplares se ven 10 ó 14 flores reunidas en cabezuela. Otro de los ejemplares digno de ser mencionado , y que como el anterior procede del herbario del Sr. Trémols, está clasifica- do por el Sr. Costa como A. albifrons var. viridifrons] fué re- cogido en Nuria , en el mes de Agosto, según indica la etiqueta. Esta forma recuerda la especie de Lange, pero está mucho más próxima, á mi entender, del A. albifrons. Cotejando el citado ejemplar con los que yo tengo de A. al- bifrons de Sierra de Gredos, y que pueden considerarse como formas genuinas de la mencionada especie, no veo otra dife- rencia importante que la magnitudy el serlas hojas muy poco tomentosas. Estos caracteres son de escaso valor, y menos aún tratándose de especies como las correspondientes al género Adenosli/les, en las que se observa un gran polimorfismo. En los ejemplares de Gredos puede notarse lo antes dicho: unos son muy altos (15 y 16 decímetros), otros raquíticos (3 ó 4 decímetros); las hojas, en la mayoría, son algodonosas por el envés, pero en algunos ejemplares apenas si se ve un ligero tomento, y sin embargo todos corresponden sin duda al A. al- bifrons. Hay otra circunstancia que quita valor á la especie de Lan- ge; el número de flores de las cabezuelas es variable, pero por término medio se reúnen de 12 á 14, siendo este uno de los caracteres que la definen. Las cabezuelas del A . albifrons suelen constar de 5 ó 6 flores, si bien son muchos los ejemplares que llegan á tener 10 y 12. En la excursión que verifiqué á Gredos en los últimos días de Julio y primeros de Agosto de 1901 pude hacer una observa- ción muy curiosa y que merece ser conocida: el A . albifrons comienza á verse hacia los 800 ó 1.000 m. de altitud; estos ejem- plares son genuinos , altos, con las hojas arriñonadas y algo- donosas en el envés y las cabezuelas de 5 ó 6 flores. A medida que se asciende por la montaña los individuos son más raros^ más pequeños, las hojas menos algodonosas y las cabezuelas más nutridas, de color purpurino marcado. Es decir, que los ejemplares en altura se aproximan á la especie de Lange. De todo lo dicho se deduce: 1.°, que las especies del género AdtnostyUs son muy polimorfas ; 2.°, que el A. pirenaica Lge. es una forma transitoria entre el A . albifrons Rchb. y el A . al- no boletín de la sociedad española pina B. et F.; y 3.°, que el A. pp'enaica Lge. tiene escasa catego- ría específica, por lo cual no está bastante fundado el haberla elevado al rango de especie, cuando Costa, con buen criterio, la había descrito antes, considerándola como una nueva varie- dad del A . alM frons . Algunas observaciones. sobre los granitos de Avila D. FRANCISCO DE LAS BARRAS. Acaso no hubiera dado cuenta de las observaciones que si- guen á no haberme referido á ellas ya en la precedente noti- cia de mi excursión á Gerena (provincia de Sevilla). Se trata solo de algunos datos tomados durante mi estancia en Avila acerca del tan conocido fenómeno que ofrecen los gra- nitos de estar fracturados en direcciones constantes, presen- tando en los sitios en que la denudación ha dejado al descu- bierto porciones de roca algo extensas, hendiduras formando líneas rectas que se cruzan bajo ángulos constantes. Muy estudiados han sido y conocidos, por tanto, los alrede- dores de Avila, cuyos granitos han formado á cada paso cantos de erosión, ofreciendo algunos de ellos el aspecto de setas se- mejantes á las que dibujó de la provincia de Cuenca, aunque tratándose de otra formación, el Sr. Botella. Es muy frecuente que los elementos de la roca se hag-an casi microscópicos en medio de una masa de granito normal, originando nodulos fácilmente separables en muchos casos. Estas masas micrograníticas se presentan también formando filones. En esta disposición es más frecuente todavía que se presen- ten granitos degenerados constituyendo en algunos sitios ver- dadera pegmatita, y quedando á veces el feldespato ortosa casi puro. En algunos sitios la alteración del feldespato ha dado lugar á un argilofiro, teñido por sales de hierro y de manganeso, que ha servido para la construcción de los monumentos prin- cipales de Avila. El granito normal está en algunos sitios tan descompuesto, DE HISTORIA NATURAL. 111 que lo arrancan, desmoronándolo con un palo, los vendedores de arena. Merece citarse el hecho de que, á mediados del siglo pasado, hubo un industrial que, tomando por caliza un filón de feldes- pato alg'o alterado, construyó no lejos del paseo de San Roque, dos hornos que aún existen para fabricar cal, llevando el des- engaño consiguiente. Las direcciones en que se presentan los planos de fractura y las de los filoncillos son las mismas, habiendo encontrado en cada una de las determinadas por mí, en unos sitios frac- turas y filoncillos en otros. La que con más frecuencia he comprobado por medio de la brújula es la de E. á O., que á menudo se presenta cruzada con la de N. á S. La de NE. á SO. abunda mucho también, siendo muy fre- cuente verla cruzada con la de NO. á SE.; pero debo advertir que, si bien en algunos sitios he podido comprobar dicha di- rección con exactitud, en muchos casos se presenta la N. 25° O. á S. 25° E., y otras intermedias como la N. 65° O. á S. 65° E. También en algunos lugares existe la dirección N. 25° E. á S. 25° O. Como hechos concretos merecen citarse los siguientes: En la finca llamada El Pinar, y cruzando el camino que va de la casa de Sancho Dávila á Arroyo Hondo, se ve un filón de microgranito de cerca de un metro de espesor. Saliendo de la ciudad, al principio del camino que sigue la orilla derecha del río Adaja, encuéntranse primeramente tres filones paralelos y casi verticales de granito muy feldespático, de NO. á SE., presentando respectivamente espesores de 25,40 y 25,15 mm. A muy corta distancia hay otros tres, donde se observan grandes geodas de cristales de cuarzo, que son mu- cho más interesantes, pues dos de ellos, con espesores de 40 y 200 mm., siguen la dirección de los que acabo de citar, y el tercero, que tiene también unos 40 mm., cruza con ellos diri- giéndose de N. 20° E. á S. 20° O. Siguiendo adelante encontramos frente al primer molino del Adaja otros dos filoncillos cruzados que marchan de NO. á SE. y E. á O. respectivamente. En este mismo camino, y como á un kilómetro más allá del sitio anteriormente citado, se halla un corte natural del te- 112 BOLETÍN de la sociedad española rreno donde el granito se ha dividido, por efecto de la erosión, en grandes trozos. En este sitio hay dos filones de ortosa con dirección E. á O., buzamiento al N.. unos 50° de inclinación y espesores de 260 y 160 mm. respectivamente. No lejos de estos sitios, cerca de la fuente llamada de hierro, por ser su agua ferruginosa, pueden observarse cruzándose en un solo punto fracturas en las direcciones NE. á SO., NO. á SE. y E. á O. También, aunque en menos abundancia, existen algunos filoncillos de cuarzo, entre los que citaré el de un decímetro próximamente de espesor que puede verse en un desmonte próximo á la ciudad al principio del camino del cementerio nuevo. Los cuarzos en trozos sueltos, y presentando grandísi- ma variedad en sus coloraciones, abundan entre las tierras de labor, sobre todo en algunos sitios, como sucede en las proxi- midades del cerro Cervero. Primera lista de nombres catalanes de hongos (bolets) D. TELESFORO de akaxzadi. Abrons (en L\&goster&)=BoIetus sp. Águilas (\ú.Q\\\)=Bydnum imbrica! 'umf Alsinoyas (en San Celom)=PIeuru/us dri/inas. Bolet (en %Lál\orca,)=Amaniia solitaria? Bolets de bou (en C&\&i)=Boletus ediilis. — — Lycoperdon sp. — de bruch (en Solsona)=.P«m« stiptícus? — d'esca^ Polyporus fomentariiis. d'or (en G¡Qvoii'a)=Amanita casaren. Bossas (en Llagosteva )=Clavaria pisiillaris? Vñmns-sech.s = ArmiUaria mellea. — — = Zepióta procera? — — = Marasmius urens! — — = Omphalia ventosa/ Candelas de bruch = Clavaria pisüllaris. Cap blau (en Mallorca) = Tricholoma ionides? Escarlets= Tricholoma truncatum. DE HISTORIA NATURAL. 113 Esclafasancs de llet ó de Iletrada (en Mallorca)= Lactarius pi- pera/vs. Girg-ola de camp (en Mallorca =Paxillus lamellirugus?) Gvégüets=Tric/ioloma equesire. Lleneras. Lleneg-alls, Llenegays, Lla,negSiTis=ffygrophorus li- ra ac i nvs. Lleng-ua de gos=Clavaria pistillaris. Mare de YGve\\ó=Rítssula mustelina. Mataparents=¿?ofc/?¿,s láridas. Moixernó, moxernó = Tricholoma Georgii? — — — Marasmius oreádes. — — —Plcurolus ulmarius. Múrg'ula, múrmula-— Morchella sp. Mucos, mucosas = Hygro])honis limatón us. Orellanas de hruc\i = CU tocg be geotropa. Orellas d'ase (en Llag-ostera) • — Craterellus cormicopioides? — de ruch. — Idem.=Idem. — de poll= Pleurotus ostreatus. Ous de veig=Amanita casar ea, joven. Pantinellas, pentinellas= A manita rugíanla . Pet de llop = especies de Lgcoperdon. Peus de rata= Clava ria coralloides. — — (en Mallorca) = Clavaria cinérea. Pebrás = Laclar i as pipera las. Pinatell, $inotéi\^ Boletus edul%s y granulatus. — — (en Gevona.)=Lactarius deudosas. — — (en Llag-ostera). — ídem id., joven sin manchas verdes. — — —Tricholoma equestre. Pixacunill. — Idem.=Idem. Potas de caball (en So\soria)=Scleroderma verrucosum. — de T&t&= Clavaria coralloides. Pu.agra,=Hussula rubra y emética. — blanca = Clitocgbe cerussata ó Hygrophoras virgineus. — negT3,—Russula sp. Quicou= Amanita c&sarea, joven. Reig.— ídem id. Rossmygl=CantAarellus abarías é Ilgdaam repandum. Rovell 6V 0x1= Amanita ccesarea. Rovelló= Lactarius deliciosas. 114 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Rovelló de cabra,— Lac tari us torminosus ó theiogaíus. Rovellol= Psalliota campestris. Siurenys (en Gero\\a)= Boletus edulis. Tófunas (en Vicli)=especie negra de Tuber. Es de notar que hay quien come impunemente el «matapa- Yents»=Boletus hiridus ú otra especie de las que cambian de color al partirlas; precisamente esta experiencia inició la dis- tinción entre el Boletas luridus y el B. Satanás, propuesta por Lenz. Notas entomológicas EL B. P. LONGINOS NAVAS S. J. XII. Algunos insectos nuevos ó p>oco conocidos (1). 5. Nothochrgsa stigmatica Ramb. (Neurópt.) (fig. 1.a). Por ser muy breve la descripción original de Rambur (Név- roptéres, p. 429) y defectuosa la de Schneider (Symbolse ad monogr. gen. Chrysopa, p. 152) como la figura (lám. 57), por haberse formado á la vista de un ejemplar muy deteriorado, me ha parecido que no sería inútil rehacer su descripción, modificando la de Schneider. El tamaño es grande, de las mayores de la familia entre las especies europeas. El color general es de un amarillo que tira á anaranjado, incluso el tórax, que supone verdoso Schneider, y da como verde su figura, y los dos primeros artejos de las antenas; lo restante de éstas es de un negro intenso. Algunas manchas de color pardo-rojizo están distribuidas por el cuerpo en la forma siguiente: aj Cabeza : una línea transversal en el vértex , entre los ojos. I) Protórax: una línea delgada en el borde anterior, conti- (1) Véase el núm. 9 del Boletín de 1902, pág\ 333; por equivocación se ha nume- rado dicha nota como X, siendo XI. DE HISTORIA NATURAL. 115 nuada por los lados con una mancha transversal mediana que avanza hacia la mitad del pronoto. c) Mesotórax: mancha escapular junto al ala y línea en el surco oblicuo. d) Metatórax: mancha en la base del ala y otras dos en la parte media anterior. e) Abdomen: por debajo rojizo, excepto en el extremo; por encima casi totalmente rojizos los cuatro primeros segmentos, los tres siguientes con una mancha triangular terminal, que va disminuyendo progresivamente en cada anillo. Las venas y venillas de las alas son de un amarillo blan- quecino, mayormente la radial y la subcostal; el estigma ama- rillento ó testáceo. Algunas venillas están manchadas de negro-brillante, ade- más de la mancha basilar de la radial y procubital, formando Fi.tr. 1.» puntos neg*ros que se extienden á la membrana y han dado nombre á la especie. Tales son: las venillas costales, 4-8 en la base; la subcostal; el sector del radio y las cuatro venillas ra- diales siguientes; las dos procubitales; las tres cubitales, con el extremo de la primera marginal, y la terminación de la post-cubital (ó post-costal) y su ramo, de la basilar y del suyo. Alas inferiores sin manchas. Patas amarillas, con la parte media de los fémures y princi- pio de las tibias de un pardo-rojizo. Protórax transverso, redondeado por delante. Alas transparentes, alargadas, estrechas, con el ápice algo agudo, especialmente en las inferiores. Rambur encontró esta especie en las colinas secas de los al- rededores de Málaga antes del año 1842. y allí mismo la en- 110 BOLETÍN DE LA" SOCIEDAD ESPAÑOLA contró el P. Alberto Risco S. J. en Agosto de 1901. Yo las en- contré en Sierra Nevada el 23 de Julio de 1901 en el Collado, poblado de matas que media entre Capilerilla y Capileira. También se ha encontrado en Arganda (Bolívar, Mus. de Cien.) ('). .Bacanius termitophilus Wasmann (Coleópt.). Finalmente trasladaré la descripción de un coleóptero nue- vo , según se lee__ en la revista Deutsche Enlomologische Zeitschrift, 1902, Hef. i , pág. 16. «Minimus, nigro-piceus, nitidus, thorace (excepta basi Iebví infra lineara transversalem) elytrisque requaliter omnino di- stincte et modice dense punctatis, punctis oblongis; linea transversalis thoracis ante scutellum in medio paulo sinuata, latera versus recta (scutellum haud visibile; elytrorum stria subliumerali nulla, linea marginali distincta). — Long. 0,6-08 milímetros». Hallado en Tortosa por el P. Jaime Pujiula S. J. en un nido de Tenues hiei lugus Rossi. 7 Dilar pieles Navas. (Neurópt.) Descrita esta especie en las Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona (Enero de 1903) á la vis- ta de un ejemplar 5 que me envió nuestro consocio D. Aurelio Vázquez, el Sr. Bolívar tuvo la bondad de comunicarme un ejemplar tf existente- en la colección del Museo de Ciencias Naturales, por lo que me ha sido posible completar la descrip- ción de esta especie. cs Statura, colore, picturis similis feminse, corpore minus piloso. Differt: Antennis (itera 25-articulatis) 14 articulis pectinatis, ramis articulis ipsis duplo vel paulo amplius longioribus. Ocellis sublaevibus. Alis anterioribus totis fusco-tessellatis. Un ejemplar del Escorial (Bolívar). Aprovecho esta ocasión para añadir la descripción de un Di- lar del Museo de Ciencias Naturales que me ha sido comuni- cado por su Director D. Ignacio Bolívar. 8. —Dilar Bolivari sp. n. (Neurópt.) Statura majore, colore fusco-testaceo, alis fusco-tessellatis. Capul testaceum, sublseve, oculis nigris, ocellis testaceis, in ¿ hispidis, antennis fuscis, ala anteriore brevioribus, in DE HISTORIA NATURAL. 117 articulo primo incrassato, 2.° et 3° brevibus, 4.° cornuto, 5-21 pectinatis, ramis tenuibus, flexibilibus, articulis ipsis ferme duplo longioribus, decem articulis ultimis inermibus (fig\ 2.a); vértice innato, testaceo, nítido, medio longitudinaliter fuseo- lineato, haud impresso. Alm elongatse, marg'ine anteriore subrecto, marg'ine poste- riore ad médium vel paulo post latissime rotundato, ápice ro- tundatae; venis prominentibus, in Q fusco-pictis, sectore radii in ala anteriore sexies furcato; venulis sparsis, paulo numero- sioribus; pilis, fimbriisque pallidis; membrana subtota fusco- Fií. 3 Fig. 2." Fig. 4.» tessellata, in q? levius pallidiusque, in femina densius obscu- riusque, maculis dispersis vel parum confluentibus (fig\a 3.a et 4.a) Prothorax fuscus, marg'ine antico, postico, quatuor tubercu- lis testaceis. Meso-et metathorax testacei, ang-ulis ad alarum basin obscurioribus, nitidis. Abdomen in a* fusco-pallidum, ad apicem hispidum, in Q rufescens. Pedes longi, pilosi, testacei, ápice femorum, tibiarum, tar- sorum fuscis. T. in.— Febrero, 1903. 8 118 BOLETÍN de la sociedad española Longitudo corporis - tf 4 mm. 9 5.5 mm- — antennarum 7 » 5,5 » — ake anterioris 10 » 7 » — — posterioris 3 » 6,5 » — ovipositoris 5,5 » Dos ejemplares ¡v* y 9 cogidos en Oran por D. Ignacio lívar, á quien me complazco en dedicar la especie. Boletín bibliográfico. Académiedes Sciences de Cracovie ( 'Bull. intérn .) . Oct. 1902. L. Kulczynsky. Erigona; Europa?. Addenda ad descriptiones.— M. Siedlecki. Cycle évolutif de la Caryotropha nusnilii, coccidie nouvelle des polynmies. J. Sosnowsky. Contribution á l'étude de la physiologie du développe- ment des rnoucb.es. Nov. 1902. — K. Gutwinski. De algis a Dre. Raci- borski, anuo 1899 in Ínsula Java collectis, Déc. 1902. 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Sur les variations du phospbore mineral, conjugué et organique, dans les tissus anirnaux. — Moussu et Charrin. Recb. physiolog. sur les eífets déla sympatbicectoniie cervicale. — Camus et Pagniez. Hémoglobi- nurie musculaire — Calmette et Bretón. Sur la formation des anti- corps dans le serum des anirnaux vaccinés.=N.° 23. E. L. Bouvier. Sur le développement des opbidiens. — Fr. Houssay. Sur la mué, l'excrétion et la variation du rein chez des Poules carnivores de seconde génération.— J. Friedel. Formation de la cblorophylle, dans l'air raréfié et dans l'oxygéne raréfié.— B. Renadlt. Sur quelq. nouv. Infusoires fossiles.— A. Lacroix. Quelques observ. minéralog. faites DE HISTORIA NATURAL. 119 sur les produits de l'incendie de Saint-Pierre (Martinique).— E. F. Gautier. Sur les terrains paléoz. de l'Oued Saoura et du Gourara. — D. Eginitis. Sur les crépuscules rouges observes á Athénes dans les mois d'Oct. et Nov. 1902.— E. Laurent. Exper. sur la durée du pou- voir germinatif des graines conservées dans le vide. — L. F. Blan- chard. Grégarine co?loinique chez uu Coléoptére. — Pantei, et Sinéty. Sur l'evol. de l'acrosome dans la Spermatide du Notonecte. — P. A. Dangearo. La téléornitose chez VAmceba Gleichenii. Duj.— P. Mazé. La maturation des graines et l'appar. de la faculté germinative.— L. Macchiati. Sur la photosynthése en dehors de l'organisme. — J. Brunhes. Sur le role des tourbillons dans l'érosion éolienne.— L. A. Fabrb. Sur le courant et le littoral des Landes.— L. Duparc. Sur l'orig. de la coupure transversale de la Kosva (Oural du Nord). — N. de Mer- cey. Sur des gites de phosphate de chaux de la Craie k Bélemnites formes avant le soulévenient du Bray.— E. A. Martel. Sur l'origine des lapiaz et leur relation avec les abimes et l'hydrologie souterraine des calcaires.=N.° 25.=jSt.° 26. E. Laurent. Sur le pouv. germinatif des graines exposées á la lumiére solaire.— Lacroix. Nouv. observ. sur les erupt. volcaniques de la Martinique. - Ch. Moüreu. Sur quelq. sources de gaz minerales.— E. Baud. Sur les cryolithes. — L. Roule. L'hermaphrodisme normal des Poissons.— Fr. Houssay,, Var. organ. chez les Poules carnivoresde seconde génération. — Pantei, et Siné'iy. Sur l'origine du Nebenkern et les mouv. nucléiniens dans la sperma- tide de Notonecta glauca.- P. Fauvel. Les otocystes des Annélides polychétes. — Coste et Vaney. Sur des émissions nucléaires observées chez les Protozoaires — P. A. Dangeard. L'organisation du Trepomo- nas agilis. Duj. — P. Vuillemin. Le bois interaiédiaire.— R Bouilhac. Influence de l'aldéhyde formique sur la végétation de quelq. Algues d'eau douce. — C. Brüyant. Sur la végétation du lac Pavin.— G. Dela- croix. Sur une forme conidienne du Champignon du Black-rot. — L. De Laúkay. Sur quelq. rapprochements entre la genése des Gites Métalliféres et la Géologie genérale.— J. Giraud. Sur l'áge des forma- tions volcan, anciennes de la Martinique. — Hang, Lugeon et Corbin. Sur la découv. d'un nouv. massif granitique dans la vallée de l'Arve. — Mascart. Sur l'abandon, par les oiseaux, des pays atteints par le choléra.=T. cxxxvi. N." 1. A. Gautier. A propos de la compos. des gaz des fumerolles du mont Pelé.— A. Lacroix. Sur quelq. faits d'en- domorphisme obs. dans les ruines de Saint Pierre (Martinique). — L. Bruntz. Surlaprésencede reins labiauxetd'unorgane phagocytaire chez les Diplopodes.— M. Yung. Trembléments de terre á Smyrne.= N.° 2. L. Joubin. Sur quelq. Cephalopodes recueillis pend. les der- niéres campagnes de S. A. S. le Prince de Monaco (19011902). — J. Bonnier. Sur deux types nouveaux d'Epicarides, parasites d:un ]20 BOLETÍN de la sociedad española Cuinacé et d'un Schizopode.— M. Leriche. Lee Poissons du Paléocéne belge.— Deprat. Note prélirninaire sur la géologie de l'ile d'Eubée. — P. Girardin. Sur des observ. glaciaires faites en haute Maurienne dans l'été de 1902. — L. Laünoy. Les phénoménes de pyréttolyse dans les cellules de la glande hépatopancréatique de Y Eupagurus Ber- nardus. — Fr. Houssay. Le dimorphisme sexuel organique chez les Gallinacés et sa variation avec le régime alimontaire. — O. Valléis. Sur la présence du saccharose dans les amandes et sur son role dans la formation de l'huile — R. Dubois. Sur la formation de la pourpre du Purpura lapUlus.—S-a. Meunier. Rem. sur l'origine de l'activité volcanique.=N.° 3. E. Riviere (Les parois gravees et peiutes de la grotte de la Mouthe.— H. Moissan. Sur une matiére colorante des figures de la grotte de la Mouthe.— Charabot et Hebert. Influence de la nature du milieu extérieur sur l'état d'hydratation de la plante. — P. A. Dangeard. Observ. sur la théorie du cloisonnement. — L. Ca- teox. Existence du Crétacé inférieur en Argolide (Gréce).— Dele- zenne et Moüton. Sur la présence d'une kinase dans quelques Charn- pignons Basidiomycétes.— R. Douois. L'origine des perles chez le Mytilus yalloprovincialis.=N ° 4. A. Lacroix. Les éruptions de nuages denses de la montagne Pelee. -Marage. Contrib. á la physiologie de l'oreille interne.— A. Barbieri. Cycle évolutif des tissus prives de leurs rapports intimes avec les nerfs. — P. Dop. Sur l'ovule et la íecon- dation des Asclépiadés. —A. Guilliermond. Contr. á l'étude de l'épi- plasnie des Ascoinycétes.— A. et Ch. Cotte. Sur une grotte ossuaire prés Cbáteauneuf-les-Martignes.— M. Leriche. Sur l'exist. d'une com- munication directe entre les Bassins parisién et belge á l'époque yprésienne. — Duparo et Loup. Sur des Euphotides a chloritoide, trou- vées dans l'erratique des env. de Genéve.— V. Dervis. Sur les laceo- lites du flanc nord de la chaine du Caucase.— Ed. Piette. Sur une gravure du Mas d'Aril. Académie interna dónale de Géograpkie botanique (Bull.J. N.° 157. — J. Thé- riot. 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Allgcmeinen Entomolog lachen Gesellschaft. Neudamm. (Allgem. Zeitschrift fiír Entomolog ie). 7 Band. N.° 14/15. F. Silvestri. Ergebnisse biolog. Studien an südamerikanischen Temiiten. — E. Wasmann, Nenes über die zusanimengesetzen Nester und geinischten Kolonien der Amei- sen. — E. Fischer. Weitere Untersuchungen über die Vererbung erworbener Eigenschaften. — L. Geisenheyner Über einige nene und seltenere Zoocecidien aus dem Nahegebiete. — F. Eichelbaum. Über die Maxillarladen der Coleopt.-Larven. — N.° 19. E. Wasmann. Neues über die zusammengesetzen, etc. — K. Escherich. Zur Biolog. der nordafrik. Myrmecocystus- Arten.— A. Radcliffe Grote. Die Gattungs- namen der europaischen Noetuiden. — A. Dücke. Beobachtungen über Blütenbesuch, Erscheinuugszeit; etc., der bei Para vorkommenden Bienen. — L. Aigner-Abafi. — Über Mimikry.=N.o 20. A. Ducke. Beo- bachtungen über Blütenbesuch, etc. — E. Wasmann. Neues über, etc. — A. Porta. Die Funktion der Leber bei den Insekten. — G. Ulmer. Beitrage zur Metamorphose der deutschen Trichopteren. — L. Sorua- gen. Biologie von Xystophora Hornigi Stgr.— N.° 21. E. Wasmann. Neues über die zusammeng., etc.— F. Ludwig, Insekten-und pflanzen- biologische Beitrage. — E. Fischer. Weitere Untersuchungen, etc.= N.° 22. G. Ulmer. Zur Trichopteren-Fauna des Schwarwaldes. — A. Radcliffe-Grotte. Die Gattungsnamen der europaischen Geome- triden. — H. Viehmeyer. Lomechusa strumosa. F. und die Pseudogynen. — E. Fischer, Weitere Untersuchung, etc.=N.° 23. G. Ulmer. Zur Trichopteren Fauna, etc.— J. Kieffer. Nene europaische Cecidien.— P. L. Hacker. Zur Entwickelungsgeschichte von Endomychus cocci- neus. L. — W. Petersen. Bemerkungen zur tíystematik der Schmet- terlinge. — E. Fischer. Weitere Untersuchungen, etc. — N.° 24. E. Fis- cher. Weitere Untersuchungen, etc.— Chr. Schroder. Die Untersu- chung der mannlichen Genitalanhange ais Kriterium für die Artbe- rechtigung im Genus Eupithecia Cnrt. — W. Geest. Eine aberration von Rhodocera rhamni und Entwick. der Pieriden-Farbung.— W. Pe- tebsen. Bemerk. zur System, der Schrnetterlinge.=8. Band. N.° 1. H. J. Kolbe. Über vorschnelle Entwickelung von Puppen und Imago- Organen bei Lepid. und Coleopt. — Larven, nebst Beschreibung einer abnormen Raupe des Kiefernspinners , Dendrolimus p'ni. L. — Chr. Schroder. Bericht über wahrend des Jahres 1902 zur Einsen- dung gebrachte, vorwiegend landwirt schaftliche Schadlinge. — G. Ulmer, Beitr. zur Metamorphose der deutschen Trichopteren. — H. Viehmeyer. Kleinere Beitr. zur Biologie einiger Ameisengiiste. American Naturalist (The). Boston. — Vol. xxxvi. N.° 432. A. W. Grabau. 122 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Studies of Gastropoda.— W. M. Wheeler. The Occurrence of Fórmica cinérea Mayr and F. rufibarbis Fabr. in America. — H. S. Pkatt. Synopses of North-Anierican Invertebrates. Archives de Zoologie experiméntale et genérale. París. Ann. 1902.=N.° 1. L. 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Beschr. einer neuen Art der Gatt. Grammoptera Serv. aus dein St.-Pétersb. Gouvernement. — H. Simroth. Ueber die wahrscheinliche Herleitung der Gatt. Monochroma und Paralimax. — V. Bianchi. Zool. Ergebnisse der Russ. Expedit. nach Spitzbergen. Vogel.— N. Kulc- zynsky. Zool. Ergebn. der Russ. Exp. nach Spitzbergen. Aranece et Oribatidce. — V. Bianchi. Mater. ornitholog. de l'expédition du Mour- rnane 1899-1901.— N. Kascenko. Mammiféres recueillis pendant l'expéd. de Ignatov en Altai. 1901. Muséum d'Histoire Naturelle de Paris. (Bull.J Ann. 1901.=N.° 7. E. T. Hamy. Sur une sépulture néolith. découv. par M. H. Corot sous un tumulus, á Minot (Cóte-d'Or). — Hamy. L'áge de pierre de la Falémé. — E. Oustalet. Not. sur quelq. anim. de la ménag. du Jard. des Plantes. — Sur la distr. géograph. de YArctitis binturong. Raffl. — A. Menegaux. Sur deux esp. de Chauves-Souris de l'Amér. du Sud. — J. Pellegrin. Sur une Raie cornue gigantesque péchée a Oran. — A. Méxégaüx. Descr. d'une var. et d'une espéce nouv. de Chirop- téres rapportées du Mexique par M. Dignet. — J. Pellegrin. Poissons nouv. ou rares du Congo trancáis. — E. L. Bouvier. Sur quelq. Crus- tacés du Japón, offerts au Mus. par M. le Dr. Harmand.— M. Régim- bart. Dytiscidce, Gyrinidce el Hydrophylidce recueillis par M. Har- mand, au Japón central, en 1900. — M. Pie. Col. Cérambycides rec. au Japón par M. Harmand. — Liste des Ptinidce, Hedobiini et Anthicidce rec. au Japón par M. Harmand.— A. Poujade. Sur l'éclosion á Paris d'une Saturnide de Madagascar: Ceranchia Apollina Butl. — Viré et Alzona. Sur Y Anophtalmus Fabiani. Sur une nouv. esp. de Ccecos- phceroma, le C. bericum. — Ch. Gravier. Sur le elassifleation des Néréi- diens de Quatrefages. — H. Filhol. Appareil á défilement pour pré- par. microscopiques du Dr. A. Pettit. — Feré et Petit. Sur la struct, des Tératomes.— Maumüs et Launoy, La digestión coecale chez les oiseaux.— Ladnoy. Sur la présence de formations ergastoplasmiques dans les glandes salivaires des Ophidiens.— Chauveaüd. Sur la struct. de la racine de i'Azolla.— Poisson. Sur un Castilloa particulier du Guatemala. — D. Bois. Sur un iBroussin> observé chez le Sureau commun. — Liste des plantes les plus intéress. qui ont fleuri dans les serres du Mus. du 20 juin au 20 nov. 1901.=N.° 8. A. Mén-égaux. 124 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Liste des Chiropt. rapportés, par M. Dignet, du Méxique.— E. L. Boutier. Uu nouveau conimensal des Pagures. — P. Lesnk. Note pré- lim. sur les récolt. entom. de M. G. Thoiré dans la colonie de la Cote d'Ivoire.— Ch. Gravier. Sur deux nouv. esp. du g. Lycastis Savigny., de la Guyaue francaise.- Sur un Capitellien d'eau douce. (Eisigella Ouanaryensis.—G. Bohn. Sur la loeom. des Vers annelés. — N. Gré- hant. Sur la dis80ciation de l'hémoglobiue oxycarbonée. --Ph. van Tieghem. L'Hypostase, sa struct. et son role constants, sa posit. et sa forme variables. — E. Bureau. Sur les Strychnos africains et les plants servant á eropoisonner les armes en Afrique. —A. Chevalier. Le caoutchouc du territoire du Chari. — D. Bois. Liste de quelques florai- sons intéress. observ. dans les serres du Muséum du 20 nov. au 20 déc. 1901. — A. Thevenin. Sur la présence de Mosassauriens dans le Tu- ronien de France.=Année 1902. N.° 1. E. T. Hamy. Types ethniques du Rhodope. — A. Ménégaux. Catal. des Mammiféres rapportés par M. Geay de la Guyane francaise en 1898 et 1900. — A. Grouvelle. Coleopt. (Silphidce, Nitidulidoe Rhysodidce, Cucujidce, Cryptophagidce) recueillis dans le Japón central par M. Harmand.— Ch. Gravier. Sur les Annélides Polichetes d'eau douce. — A. E. Mallard. Des variat. mensuelles de la faune et de la flore maritimes de la baie de la Hougue.— J. Manmus. Sur le trois. coecum des oiseaux. — L. Laüdot. De l'action amylolytique des glandes saliv. chez les Ophidiens. — Ph. van Tieghem. L'hy postase dans le fruit et dans la graine.— Deux ochnacées nouv., intéress. par leur habitat géograph.— G. Chauveaud. Passage de la position alterne á la position superposée de l'appareil conducteur dans le cotylédon de l'Oignon.— Poisson et Pax. Sur trois esp. cactiformes d'Euphorbes de la cote occid. de Afrique.— H. Hua. Quelles esp. fournissent 1* caoutchouc du Dahomey, d'aprés les docu- ments foumis par M. le Testu.— Arnaud. Recherche et dosage du caoutchouc dans quelq. lianes africaines. Sesión del 4 de Marzo de 1903. PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ZOILO ESPEJO. El Sr. Martínez de la Escalera, por ausencia del Secretario y Vicesecretario, leyó el acta de la sesión anterior, que fué apro- bada. Asiste el Sr. Mir y Navarro, socio fundador, de Barcelona. Correspondencia. — El Secretario leyó una comunicación de Mr. Albert Gaudry, en la que da las gracias por los volúmenes que ha recibido de la Sociedad, á la cual felicita calurosamen- te por sus trabajos. Otra del Congreso internacional de Botánica de Viena (1905) en que se da cuenta de haber quedado constituida la Comisión organizadora. El Congreso se verificará del 12 al 18 de Ju- nio de 1905, y la correspondencia debe dirigirse al Secretario general «Conservateur Dr. A. Zahlbruckner, Vienne I, Bur- gring, 7». La circular queda en Secretaría á disposición de los señores socios. Otra del Instituto médico farmacéutico de Barcelona parti- cipando las condiciones en que se verificará en lo sucesivo el concurso escolar que tiene lugar todos los años y que en ade- lante versará alternativamente sobre un tema de Medicina y otro de Farmacia, correspondiendo el del año actual á la pri- mera de dichas ciencias. Otra de la Real Academia de Ciencias de Lisboa, acusando recibo de los Boletines de Diciembre y Enero, y un oficio del Ldo. D. Enrique Teruel, Rector del Seminario de Orihuela, dando gracias por haber sido admitido socio numerario. Admisiones y presentaciones.— Quedan admitidos como socios numerarios, D. Rafael Areses, de Pontevedra, presentado en la sesión anterior por el P. Merino, y el Instituto general y técni- co de Huelva; y como agregado, D. José María García Callejo, que lo fué por el Sr. Martínez de la Escalera. Se hizo una nueva presentación. T. m.- Marzo, 1903. 9 126 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Renuncias. — Se leyó una carta de D. José Pardo Sastrón, de- Valdealgorza, en la que, alegando su mucha edad para coad- yuvar activamente á la vida de nuestra Sociedad, ruega se le considere como cesante: á propuesta del Sr. Bolívar, pasa esta petición á informe de la Junta directiva, para que se vea si hay medio de conservar en nuestras filas al compañero del gran Lóseos, con el cual colaboró en la flora de Aragón. Comunicaciones verbales. — El Sr. Cabrera Latorre, por encar- go del Sr. Rivera, de Valencia, presenta un nodulo compañero de otros semejantes hallados cerca de Játiva, perfectamente esféricos, y los cuales atribuye dicho señor á un glaciar que cree ha existido como unos 20 km. más arriba del lugar del hallazgo; y en prueba de su aserto presenta un trozo del bor- de izquierdo del dicho glaciar pulimentado por deslizamiento. El Sr. Font dice que existe en Cataluña un lugar en donde se encuentran gran cantidad de nodulos semejantes. El Sr. Fernández Navarro cree que el ejemplar presentado no debe atribuirse á efectos glaciares, siendo, á su entender, una formación corriente en las calizas, que, como es sabido, concrecionan muy diversamente. —El Sr. Secretario dio cuenta de dos notas recibidas, una del Sr. Graiño, de Aviles, sobre la Testudo mauritanica, y otra del Sr. Esteva, de Gerona, acompañada de varias fotografías acerca de monstruosidades observadas en algunos vegetales, acordándose pasaran todas estas notas y memorias á la Comi- sión de publicación. — El Sr. Rodríguez Mourelo habla brevemente sobre las pro- piedades fosforescentes del sulfuro de calcio y sus variaciones de coloración al ser expuesto á la luz, prometiendo enviar una nota. Otro tanto promete el Sr. Fernández Navarro, de-pués de dar notica sobre la presencia del eoceno en el Molar, en cuya localidad no cree se haya citado. — El Sr. Artigas dice que en el ríoBernesga han desapareci- do las truchas á causa del lavado de minerales de carbón, de- mostrándose con ello cómo el abandono de nuestros poderes es causa de que se despueblen nuestros ríos. El Sr. Font hace resaltar el contraste de que la iniciativa de un particular en Castellote haya bastado 'para que el río DE HISTORIA NATURAL. 127 que por dicho punto pasa esté infestado de cangrejos por haber echado en él alg-unos no hace mucho tiempo. — El Sr. Artig-as manifestó que el 17 de Febrero último había visitado en su casa de León al distinguido médico D. Elias Gag-o Rabanal, autor del libro sobre estudios de la antig-ua Lancia, de que dio noticia el consocio D. Rafael Blanco á la Sociedad en una de sus últimas sesiones, y que con la mayor amabilidad le enseñó varios objetos y ejemplares de las tierras que forman los depósitos de cenizas mezcladas con arcillas denominados terreras, y que describe ó menciona en el expresado libro; agradeciendo infinito, dicho señor médico, el que el Sr. Blanco y esta Sociedad, como lo hizo presente el Sr. Artig-as, se hubiesen digmado ocuparse de su expresado li- bro. El Sr. Artig-as rog-ó, y así se acordó, que conste en el acta el reconocimiento del mismo por la exquisita atención y extre- mada amabilidad que para con los dos amig-os que le acompa- ñaban, y para con él, tuvo el Sr. Gag-o durante la mencionada visita. — El Sr. Calderón remite la sig-uiente nota bibliográfica: Ram m an : Influencia del clima en las zonas de los suelos de Espa- ña. Con este título ha aparecido en alemán, en la Zeitschr. der Ges.f. Erdk., 1902, un corto trabajo que no deja de tener cier- to interés, y al cual acompaña un mapa en bosquejo de la dis- tribución de los suelos arables en la Península ibérica. Esen- cialmente no añade nada nuevo á lo que sabemos ya por el trabajo de Willkomm, pero se hacen alg-unas consideracio- nes en aquél que merecen mencionarse. Los suelos extendidos con más profusión por el territorio de nuestra Península son los esteparios y semiesteparios, en parte impregnados de sal. Como una facies particular de éstos considera el autor las tie- rras negras de Andalucía, las cuales se diferencian por su es- tructura de las similares del E. de Europa. Aparecen tapizadas las estepas de una zona de tierra roja, cuya procedencia no se explica aún bien, aunque es obra indudable del arrastre de ácido silícico y la separación de óxido de hierro coloide. En la reg-ión de las costas del NW., de clima suave y abundantes precipitaciones acuosas, las tierras humíferas alcanzan el ma- yor predominio, mostrando de la manera más patente cómo la formación de los suelos depende ante todo del clima. — El Sr. Bolívar presenta en nombre del R. P. Merino una 128 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA memoria que lleva por título «Especies gallegas del género Armería Wild.», en la que se describe una nueva especie, acompañada de una preciosa lámina; una nota del Sr. Boscá sobre el hallazgo de un Teleosaurido en Buñol (Valencia), del que los socios pudieron examinar un molde en yeso de la ter- cera vértebra cervical remitido por el mismo señor, y por fin un estudio del Sr. Pi y Suñer, que lleva por título «Experimen- tos de inyecciones de los derivados de la degeneración de la hemoglobina», acordándose pasaran todos ellos á la Comisión de publicación. Secciones.— La de Zaragoza celebró sesión el 26 de Febrero bajo la presidencia de D. Pedro Ramón y Cajal. Se hizo una propuesta de socio numerario. — El R. P. Navas, en comunicación verbal, dio cuenta de lo notable que es la Thése yrésentée a la Faculté de Sciences de París pour obtenir le grade de Docleur ensciences nalurelles, por M. Robert de Sinéty, que trata de Recherches sur la Mologie et l'anatomie des Phasmiens, cuyo trabajo ha merecido el premio T/iore, de la Academia de Ciencias de París el pasado Di- ciembre. El P. de Sinéty se ha servido de centenares de preparaciones de diversas especies de fásmidos, desde el huevo, y ha segui- do atentamente todas sus fases evolutivas durante muchos años; demostrando en su trabajo estar plenamente informado de cuanto se ha escrito sobre esta interesante familia de ortóp- teros. El Sr. Brunner, de Wattenwyl, nuestro consocio, prepara una monografía descriptiva de esta familia. —La Sección de Sevilla celebró sesión el día 28 de Febrero bajo la presidencia del Sr. Miquel. Fueron admitidos socios Mr. Xavier Raspail, especialista en Ornitología, y el Sr. D. Paulino Martínez Girón, presentados en sesiones anteriores por los Sres. Ferrand y Miquel y los seño- res Mazo y Ferrand, respectivamente. Se hizo otra nueva propuesta de socio. — El Sr. Cru dio cuenta de haber recibido un ejemplar de Fuligula rupia Sthephens, cazado en la Albufera de Valencia el día 18 de Febrero; ave común en Noruega y costas británi- cas, y que ya ha sido citada de dicha localidad española en DE HISTORIA NATURAL. 129 invierno por Vidal, Saunders y Lord Lillford, pero que no deja de ser interesante. Barceló la considera como sedentaria en Mallorca, y Vayreda la ha encontrado en Gerona. — Los señores socios tuvieron ocasión de examinar la com- plicada nerviación de unas hojas fósiles de Dictyopteris neuro- teroides Gutb, formando una red, y de A lethopteris Serlii Brogn. sp., heléchos procedentes del carbonífero de Bélmez, que fue- ron recogidas en unión de un gastrópodo perteneciente á un género próximo al Straparollus (Eüomphalus), con motivo del cual el ¡Sr. de Paúl disertó extensamente respecto á la clasifi- cación y anatomía de los moluscos. Notas y comunicaciones. Digestión del almidón D. FEDERICO GREDILLA Generalidades. — No cabe duda que de todas las funciones asi- miladoras desempeñadas por las plantas hay una que llama la atención del naturalista muy principalmente; nos referimos á la llamada digestión de reservas. Decimos esto, porque para realizarla necesitan los vegetales haber depositado ó almace- nado en ciertos tejidos de determinados órganos, y con antela- ción, materiales que más ó menos tarde han de ser destinados á ulteriores beneficios asimilativos, y que reciben el nombre de substancias en reserva. En tesis general, bien puede decirse que no existe órgano vegetal que en alguno de sus tejidos no guarde para ulterio- res utilidades de estas substancias alimenticias, si bien estos almacenes se hallan de preferencia en aquellos órganos que, como las semillas, tubérculos, etc., se sirven de este auxilio alimenticio en sus primeros esbozos de su vida activa. Allí es donde tan esenciales alimentos están colocados de mano maes- tra, pues al amparo de dichas reservas, los rudimentos de nuevas producciones, embriones ó vegetales en miniatura por dichos órganos encerrados, pasan de la vida latente á la vida activa; y hé aquí explicado el por qué la naturaleza, y el hombre copiando á ésta, disocia ó separa estos elementos ó 130 BOLETÍN de la sociedad española partes de la planta madre, con el fin exclusivo de multiplicar los vegetales y propagar de esta manera, y según los casos, los individuos ó las especies. Entonces es cuando estos seres diminutos ó en miniatura, favorecidos por las condiciones germinativas, apropiando ó asimilando lentamente aquel sustento de reserva, crecen, se desarrollan y constituyen finalmente seres ostensiblemente distintos que, como sus predecesores, puedan vivir libres é in- dependientes, aun cuando siempre ligados si su vida ha de sostenerse á las condiciones de medio necesarias para su ejer - cicio, cuales son: radiación y alimento según unos, atmósfera y suelo según otros. Dichas substancias en reserva se encuentran en los vegeta- les en procesos bioquímicos diferentes de la serie funcional sintética ó analítica, asimiladora ó dasasimiladora, reductora ú oxidante, importándonos poco, porque no es factible preci- sar dentro del estado actual de la ciencia, ni del caso presente discutir, á qué rango de estos dos grupos seriados tan distin- tos corresponden. Pero sea de esto lo que quiera, y siguiendo el camino de la serie sintética ó asimiladora, observemos que estas reservas se hallan muy frecuentemente al estado sencillo de hidratos de carbono, como el almidón, glucógeno, inulina, glucósidos. taninos, etc.; otras veces constituyendo compuestos más com- plejos bajo la forma de éteres gUcéricos, como los cuerpos gra- sos, ya líquidos (aceites), ya sólidos (sebos y mantecas); y por último, formando substancias más avanzadas en la corriente reductora ó al estado de albv/minoides ; sirvan de ejemplo la parte fundamental de' los granos de aleurona y los aleurocris- taloides. Más todavía: fijándonos en los hidratos de carbono, por ser el almidón uno de tantos, y objeto preferente de nuestro estudio, recordemos también que casi todos ellos están localizados en las células al estado de reservas insolubles; y si bien en algu- nos casos (inulina...) se encuentran disueltos en el jugo celu- lar merced á la reacción acida de éste, no por eso se hallan en condiciones de ser asimilados por los órganos; necesitando para ello que todos, sin excepción alguna, sufran ciertas trans- formaciones hidrolíticas, que con la ayuda de fermentos es- peciales en cada caso, y siguiendo la vía natural, den por re- DE HISTORIA. NATURAL. 131 sultado glucosas que aseguran por su fácil osmosis citódica, por sus combinaciones rápidas con las amidas y por ser el ali- mento difusible más sencillo, el incremento orgánico vegetal. De aquí resulta que la glucosa es por excelencia eL producto alimenticio absorbible y asimilable en el mundo organizado, y buena prueba de ello manifiesta el considerable crecimien- to y multiplicación del Saccaromyces cerevisice, á expensas de la glucosa de la uva, produciendo la fermentación alcohólica tan conocida; y además el buen desarrollo que adquiere dicho hongo ascomiceto en un cultivo sencillo y previamente este- rilizado de agua con azúcar. Ahora bien; después del conocimiento de estos preliminares generales, como primeros peldaños de la escala científica que subimos, y siguiendo con gradación el orden de los tramos para llegar á la meta, á ser posible, del asunto que encabeza este artículo, nos ha parecido conveniente, y más que conve- niente necesario, decir dos palabras referentes á la composi- ción del almidón, si, como es lógico, hemos de dar cumplida satisfacción á las transformaciones de que es objeto esta subs- tancia, partiendo como corresponde de su fórmula componente. Composición del almidón. — El grano de almidón, cuya variabi- lidad morfológica distingue diferentes especies vegetales, y ■cuya singular estructura estratificada aparece en el luminoso campo microscópico, es un hidrato de carbono al que le asig- namos la conocida fórmula (C6 H(0 03)5, sin poder asegurarlo. Está esencialmente formado de dos variedades de anulosa, que son otros tantos estados isoméricos del mismo almidón. Una de las variedades recibe el nombre de amilosa insohible ó esqueleto amiláceo, porque á su gran insolubilidad, comparada €on la de la otra variedad, se ag'rega el aspecto reticular ó ar- madura esquelética que lo distingue. Los caracteres que ofre- ce son los siguientes: resiste el agua hirviendo; exige para •disolverse una temperatura superior á 136°, ó la solución amo- niacal de óxido de cobre; y con el ácido sulfúrico concentrado /» el cloruro de zinc, se transforma en la otra variedad amilácea llamada granulosa. Forma, como hemos dicho ya, el esqueleto del grano de almidón, conservando la forma, tamaño, estruc- tura y propiedades ópticas de éste, si bien su densidad es me- nor y la estratificación más visible, y de las dos variedades coexistentes en el grano feculento representa ésta á duras pe- 132 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ñas la octava parte de su peso total. Adquiere con el yodo una tinta amarilla ó amarillo-rojiza, siendo frecuente no colorarse del todo. A la otra variedad denominada granulosa se le ha dado también el impropio vocablo doble de amilosa soluble, y deci- mos impropio, por la inexactitud encerrada en el calificativo tan contradictorio que lleva. Esta substancia, en verdad, es po- sitivamente insoluble en las condiciones ordinarias, aun cuan- do comparativamente sea mucho menor la insolubilidad que en la variedad anterior, razón por la que y para su solubili- dad completa, es imprescindible sea atacada por los reactivos que vamos á indicar en los caracteres que insertamos á con- tinuación. Dicha variedad, insoluble á la temperatura ordinaria, es so- luble en el agua á temperaturas superiores á 30°; en la saliva entre 38° y 47"; en una disolución de sal común con 1 por 100 de ácido clorhídrico á 60°; en el ácido crómico y en el hipoclo- rito de cal. Reúne además la particularidad de azulear con el ag-ua yodada, y dicha combinación, llamada yoduro de almidón. presenta el fenómeno singular de disociarse y por tanto deco- lorarse por el calor, y de reformarse recuperando el color por el enfriamiento. Rellena todos los espacios ó mallas que deja la variedad anterior ó esqueleto amiláceo, y es la que se desta- ca en nuestras preparaciones histológicas, por representar, contrarrestando á aquélla, las siete octavas partes del peso total del grano amiláceo. Con lo dicho basta y sobra para comprender que con los reactivos indicados podemos á capricho , y según conveng-ar disociar una de otra, ambas variedades,, aun cuando la resis- tencia á la separación sea mucho mayor en la primera que en la segunda. Otro distintivo notabilísimo del almidón es que se hincha adquiriendo varios cientos de veces su volumen primitivo cuando se pone en contacto con el ag-ua á 55°, y además pier- de la estriación concéntrica, carácter este último que podemos también singularizar si sometemos dichos granos de almidón á la acción de los reactivos deshidratantes, como el alcohol ab- soluto. Notemos, sin embargo, y de paso, que si la cantidad de agua es insuficiente, los granos se tocan y se sueldan en una DE HISTORIA NATURAL. 133 masa transparente y glutinosa denominada engrudo de al- midón. Digestión amilácea. — Se entiende por digestión de las reser- vas ó digestión del almidón, sujetándonos al epígrafe de este artículo y de este párrafo, la serie de transformaciones hidro- líticas mediante las cuales el almidón, como primer término, es convertido en glucosa, considerada hoy día como el último eslabón de la cadena digestiva y el producto definitivo, esta- ble y asimilable de todos los cambios sufridos por aquél. Lo cual quiere decir en breves, claros y concisos términos, que la digestión amilácea consiste en la transformación del almidón insoluble y no asimilable en glucosa soluble y asimi- lable. Esta digestión puede ser natural ó artificial, según se veri- fique en las células vegetales como retortas organizadas y vi- vientes ó en las cápsulas y matraces del laboratorio. Y hace- mos esta notable distinción, para mostrar que los medios puestos en juego por la naturaleza no son ni con mucho se- mejantes á aquellos de que dispone el químico para operar esta digestión: ni tampoco son idénticas las corrosiones que se advierten en uno y otro caso sobre la tan señalada materia prima en función. I. Digestión natural. — Esta vital digestión es el trabajo in- cesante observado en las células de las semillas, tubérculos, yemas, etc., en su paso de vida latente á vida activa, y por ella los granos de almidón previamente almacenados sufren las transformaciones hidrolíticas consiguientes y necesarias para dar origen á la glucosa, á expensas de los factores si- guientes: temperatura ordinaria, protoplasma ligeramente áci- do, sin cuya condición no sería eficaz el factor especialísimo sine qna non ó fermento diastásico amilasa (1), y finalmente, el agua como fac tolum para traer y llevar en todos los orga- nismos vegetales. Transformaciones hidrolíticas. — Hé aquí el problema capital y esencialísimo que debemos detallar si hemos de tener clara idea de la digestión amilácea. No basta que digamos el almi- dón pasa á glucosa; opinamos que es necesario más; exigimos (1) Este fermento, como casi todos ellos, son substancias nitrogenadas, neutras, solubles en el agua é insoluoles en el alcohol, que se encuentran en el protoplasma. 134 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA que es f rzo^o saber cuáles son los tránsitos insensibles que se producen en la substancia feculenta para llegar á su solubi- lidad asimilable; y porque eso creemos, estimamos como un deber de imperiosa necesidad decir algo que, aun cuando no sea del todo nuevo, recuerde el asunto á satisfacción. En primer lugar ante todo, y para proceder con orden , no- temos que las transformaciones que se verifican en el interior de las células bajo el poderoso influjo de los agentes ó facto- res ya reseñados y que simbolizan la digestión natural del almidón, son de dos clases, órdenes ó categorías, que denomi- namos pro fásicas y meta fásicas. a. Pro/ásicas. — Á esta categoría corresponden aquellas hi- drólisis previas que pudiéramos denominar también prepara- torias é isoméricas, porque originan en el almidón cambios al parecer isoméricos é imprescindiblemente necesarios para llegar al de granulosa soluble. Se observan en las células en sus diversos períodos vitales, y consisten en hidrataciones sin desdoblamientos de la misma esencia amilácea, dando lugar y poco á poco á metamorfosear el almidón en sus diferentes aspectos ó variedades anterior- mente estudiadas, para finalizar con la solubilidad de la me- nos insoluble. Comienza el ataque digestivo, y como es na- tural por la menos insoluble ó granulosa, y continuando la acción sobre la más refractaria amilosa insoluble se cambia ésta en aquélla, y ambas, finalmente, se traducen al estado isomérico magistralmente preparado de granulosa soluble para que sobre él tengan efecto las transformaciones hidrolíticas de segundo orden ó metafásicas. Hasta aquí, como vemos, la intervención del agua con la ayuda de los agentes digestivos no ha sido otra que la de co- municar al almidón cambios de forma, estructura y estado físico convenientes, conservando íntegra su composición quí- mica. Ahora bien; conocidos los caracteres de los estados isoméri- cos, amilosa insoluble y granulosa, corresponde indicar los respectivos á la granillosa soluble , que son los siguientes: es soluble en el agua, se precipita con el alcohol en depósitos gelatinosos blancos y amorfos; el agua de cal y de barita la precipitan también formando compuestos particulares. Se co- lorea en azul por el yodo, formando el yoduro de granulosa, y. DE HISTORIA NATURAL. 135 si se añade á esta disolución algunas gotas de sulfato de sosa ó de cloruro de calcio, se precipita el yoduro bajo la forma de gelatinosos depósitos azules. Desvía el plano de polarización enérgicamente y hacia la derecha, siendo su poder rotato- rio + 218° y el poder reductor pequeñísimo. Esta disolución previa ó digestión profásica se verifica de * un modo gradual desde la superficie del grano amiláceo á su centro repectivo, y puede ser igual ó desigual, según que los granos se disuelven poco á poco y uniformemente por toda la superficie, conservando la forma original hasta su completa desaparición; ó bien sufra el almidón corrosiones locales que, avanzando desde la periferia al centro, origina canalillos, los cuales, llegando al núcleo ó hilo amiláceo, favorecen la acción diastásica para la disolución más rápida de los granos de al- midón. Terminada la explicación de las transformaciones pro fásicas, corresponde continuar con el estudio de las meta/ásicas, des- cribiendo y formulando una por una las series de hidrólisis respectivas y de segunda categoría. aa. Metafásicas.— Con este nombre designamos las transfor- maciones netamente hidrolíticas. que también pudiéramos de- nominar finales y dextr ¿nicas, porque con ellas la granulosa so- luble, último término de los cambios profásicos, sufre una se- rie de hidrataciones con desdoblamientos sucesivos, que origi- nando dextrinas diversas en cuanto á sus composiciones y pro piedades, se llega á la meta de nuestro objetivo, tantas veces repetido, ó sea al estado de glucosa asimilable. Y ¿qué transformaciones hidrolíticas son éstas? Para con- testar á esta pregunta comenzamos por la granulosa soluble, cuyos caracteres nos son conocidos y cuya fórmula es la consabida del almidón y generalmente aceptada, ó sea (C6 H10 Os)«. Fijémonos también que en todas las hidrataciones señaladas cuyas ecuaciones formuladas vamos á indicar, intervienen dos moléculas de la dextrina respectiva con una de agua á más del fermento amilasa con los agentes precitados, excepto en el tér- mino maltosa que, siendo la maltasa el fermento activo de su transformación en glucosa, también acontece que para su con- versión en ésta no intervengan más que iguales cantidades moleculares. 1|6 BOLETÍxM DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA 1.a hidratación. 2(C6H10Os)s + H20 = 2(C6H10O5)* + CI2 H2, Ou granulosa soluble agua amilo-dextrina maltosa La amilo-dextrina cristaliza en agujas que pueden agrupar- se concéntricamente en forma de disco. Estos cristales en fres- co se disuelven en agua fría, y desecada son poco solubles, necesitando que la temperatura del ag-ua sea de 50° á 60° para su completa solubilidad; no se colorean dichos cristales con el yodo, y disueltos en el ag-ua toma ésta una coloración rojo-co- briza con el reactivo. Reduce muy débilmente el tartrato cu- pro-potásico, siendo los poderes rotatorio y reductor + 213° y 6 respectivamente. Respecto á la maltosa ya se indicarán después sus caracteres. 2.a hidratación. 2 (C, H10 05)* + H2 O = 2 (C6 H10 Os)* + Ct2 H22 0M amilo-dextrina agua eritro-dextrina maltosa La eritro-dextrina, que constituye la mayor parte de la dex- trina del comercio, se caracteriza porque es insoluble en ag-ua fría y se colorea en rojo por el yodo, tanto en disolución como al estado sólido. Sus poderes rotatorio y reductor son, con corta diferencia, los de la amilo-dextrina. 3.a hidratación. 2 (C6 HI0 O,)3 -f- H2 O = 2 (C. H10 0,s)2 + C12 H22 On eritro-dextrina agua acro-dextrina maltosa La acro-dextrina no se colorea por el yodo ni en disolución ni al estado sólido. Su poder rotatorio es + 210°, y su poder re- ductor, 12. 4.a hidratación. 2 (C, H„ 03)2 4- H2 O = 2 (O, Hl0 O,) + C12 H22 0„ acro-dextrina agua dextrina maltosa La dextrina es muy abundante en el jug-o celular de aquellos órg-anos de veg-etación activa, y principalmente allí donde el almidón se reabsorbe en virtud de la influencia de los agentes digestivos. Es la forma principal bajo la cual la materia ami- lácea camina por las células, bien para suministrar á los pun- tos vegetativos los elementos necesarios para la formación de las membranas celulares, bien para constituir nuevas reser- DE HISTORIA NATURAL. 137 vas nutritivas lejos de los puntos donde la primera acumula- ción ha tenido lugar. Es una substancia higrométrica que se disuelve en el agua en todas proporciones y á la cual comunica cierta viscosidad; al estado sólido tiene un aspecto vitreo, incoloro ó débilmente amarillo, y es mucho más resistente á la acción de los ácidos que los compuestos precedentes más condensados. No se colo- rea por el yodo, y los poderes rotatorio y reductor son, respec- tivamente, -4- 150° y 28. 5.a Mdr citación. 2 (Cfl H,0 03) + H2 O = C12 H22 0„ dextrina agua maltosa La maltosa es una de las substancias que se halla esparcidísi- ma en las células vegetales del mismo modo que la dextrina. Es soluble en el agua, es fermentecible, reduce el tartrato cú- prico potásico, su poder rotatorio es en -f- 139°, 3 y el reduc- tor 66. Bajo la acción de los ácidos diluidos se hidrata y cons- tituye la g-lucosa, como veremos después. Esta misma transformación se opera en las células sin duda alguna, pero empleando procedimientos distintos y extraordi- narios hasta tal punto, que en la actualidad no parece caber duda, sea efecto del fermento maltosa, como ya dijimos en pá- rrafos anteriores. 6.a Mdratación y última. C„ H,, 0M + H2 O = C12 H24 0la = 2(Cfi H12 06) maltosa agua glucosa Con cuya igualdad mostramos que esta maltosa, como todas las resultantes de las hidrataciones precedentes, se convierten con esta nueva y última hidratación en glucosas finales, que, como todos sabemos, son los hidratos de carbono difusibles y asimilables en alto grado. Dos glucosas hay en las plantas extraordinariamente espar- cidas: la glucosa ordinaria, azúcar de uva ó dextrosa y la levulo- sa. Ambas son fermentecibles y reducen el tartrato cúprico po- tásico; pero se distinguen, porque la primera desvía el plano de polarización á la derecha, siendo su poder rotatorio -f- 57°, 6 y la segunda á la izquierda con la desviación de — 106° á la temperatura de 15° centígrados; la primera, correspondiendo al grupo químico de la aldosa; la segunda, al de la cetosa. 138 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA El poder reductor en la glucosa ordinaria es de 100°, siendo menor, aunque poco, el de levulosa. Es muy soluble en el agua, pudiendo cristalizar por un reposo prolongado en cristales nía- ciados más definidos, y en solución alcohólica en prismas rom- boidales oblicuos. Los orígenes de la glucosa en la vida celular son muy diver- sos; por una parte se forma, mediante la hidratación de la maltosa, con la ayuda de un agente diastásico denominado mal- tasa; por otra, recordando el desdoblamiento del azúcar de caña bajo la influencia del fermento invertina; ora por la com- binación del carbono con los elementos del agua en la inolvi- dable asimilación clorofílica; bien, final y probablemente, por la oxidación de los alcoholes, mediante lasoxidasas, losamilo- plasmitos ó fermentos especiales. Su descomposición es fácil todas las veces que la célula está privada del oxígeno atmosférico, dando lugar y según los casos á alcohol, anhídrido carbónico, glicerina, ácido succíni- co etc., etc. Así se observa que ciertas plantas que resisten largo tiempo á la asfixia, obran como agentes enérgicos en la descomposición de las glucosas; sirva de ejemplo la fermenta- ción alcohólica del vino mediante el vegetal facultativo anae- robio Saccaromyces ceretisim. Para terminar todo lo referente á la digestión natural del almidón, no está de más representar, mediante un cuadro esquemático, las transformaciones hidrolíticas indicadas ante- riormente, reseñando al mismo tiempo los poderes rotatorio y reductor de los cuerpos resultantes, con objeto de hacer más patentes y visibles las diferencias que los separan. El bosquejo esquemático á que nos referimos es el siguiente: GRUPOS. CUERPOS. Fórmula. roS0. reP¿etror. Amilosa insoluble. (Cfi H10 05x,5 > » / Profásicas. . .1 Granulosa ídem. » > Granulosa soluble. ídem. -¡-218° > Amilo-dextrina... (CG H10 05)4 -f 213° 6 Eritro-dextrina. . . (C6 HJ0 05)3 ídem. idem. Acro-dextrina. ... (C6 H10 05)s + 210° 12 Dextrina C6 H10 05 +150° 28 Maltosa CJ2 H22 0„ 4-139°,3 66 Glucosa ... C6 H,2 06 + 57°,6 100 Metafásicas. DE HISTORIA NATURAL. 139 De su simple lectura como resumen se desprende: que de la serie pro fásica y sin cambiar de composición química, el hidra- to de carbono se presenta bajo diversos estados ya isoméricos, ya dotados de una cohesión diferente, cuales son la amilosa. granulosa y granulosa soluble. Que de la serie metafíisica el último hidrato de carbono y soluble, llamado granulosa solu- ble, sufre una serie de hidrataciones y desdoblamientos suce- sivos, formándose cada vez maltosa y una nueva dextrina de peso molecular más bajo, de poder rotatorio más débil y de poder reductor más alto; y finalmente, que por una primera hidratación la última dextrina se transforma en maltosa, y por una segunda hidratación la maltosa se convierte en glu- cosa, continuando sin perderse en estos cuerpos finales la ley general y constante compensada que dice, «que á la disminu- ción en el poder rotatorio y gradual de estos cuerpos metafá- sicos corresponde un aumento en el poder reductor de los mismos». II. Digestión a?'tificiaL—Se llama así á la que experimen- talmente logramos en los laboratorios partiendo de agentes completamente distintos á los empleados por la naturaleza. Así sucede que, bien por una temperatura seca de 160°, ora por una ebullición prolongada en el agua, ya final y más rá- pidamente por la ebullición en la potasa diluida, ó en los áci- dos minerales diluidos al abrigo siempre del calor, podemos conseguir la transformación del almidón en glucosa. De lo cual resulta que aquí no hay temperatura ordinaria, ni protoplasma acidulado, ni fermento amilasa, ni, por último, el ambiente celular de los tejidos como en la digestión natu- ral amilácea; y con lo cual queda bien sentado que los medios empleados por el hombre para dar explicación experimental á estos fenómenos, no han sido, ni son. ni serán reflejo siquiera de los magistralmente ejecutados por la sorprendente y mara- villosa digestión celular. En las condiciones antedichas, sin embargo, el hombre llega á transformar el almidón, haciéndole atravesar por todas y cada una de las fases que hemos explicado, hasta llegar al estado de glucosa, hermoso adelanto realizado, que por su mu- cho provecho ha venido á dar un gigantesco paso á la difícil si bien encantadora ciencia de la química biológica. Pero no es esto todo; sino que ejerciendo los ácidos diluidos 110 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA en caliente los mismos efectos hidrolíticos que la diastasa, se nota una diferencia manifiesta entre ésta y aquéllos, y es que los ácidos embeben los granos de almidón dando lugar á re- siduos de la misma forma que ellos, y que son probablemente los esqueletos amiláceos de amilosa por ser coloreables en rojo por el agua yodada: y la diastasa actúa moderadamente desde la superficie del grano al centro, de modo que la parte interior de éste, todavía no atacada, conserva de ordinario la propie- dad de azulear con el agua yodada. Consignemos de paso que este proceso diferencial es más bien aparente que real, puesto que es consecuencia de no ha- ber empleado los agentes digestivos de la amilosa insoluble, y cuyos disolventes respectivos hemos reseñado en los caracte- res peculiares de esta variedad, pues de lo contrario la disolu- ción del almidón hubiera sido completa. Nada más por hoy: damos fin á estas cuartillas después de haber dado cumplido término á este estudio interesante; supo- nemos que en él hemos expuesto con toda claridad y en todas sus manifestaciones todo cuanto se relaciona con tan impor- tante función fisiológica, esperando para más adelante, y si nuestras múltiples ocupaciones no lo impiden, continuar in- vestigando, limitados á esta esfera de acción, la forma asimi- lable de otros hidratos de carbono de tanta transcendencia bio- lógica como el almidón. Hallazgo de un Teleosaurido en Buñol (Valencia) DON EDUARDO BOSCÁ. Durante el curso de 1901 á 1902 fueron regalados por el alumno Sr. Osea, al Gabinete de Historia natural de la Univer- sidad de Valencia, tres cuerpos de vértebra petrificados, como procedentes de una cantera explotada en el término de Buñol, llamando desde luego tanto mi atención, que determiné reali- zar un viaje al punto indicado el primer día hábil, como así lo hice, acompañado del personal auxiliar délas clases prácticas. Nos proponíamos buscar al mismo tiempo otros restos, que por ser menos vistosos suelen pasar desapercibidos para el común DE HISTORIA NATURAL. 141 de las gentes, pero de gran valor para la determinación del animal á que pertenecieron las indicadas vértebras. Es el punto aludido un desmonte practicado al extremo de una vía muerta enlazada con el ferrocarril de Valencia á Utiel, á la salida del primero de los túneles que se encuentran á la subida de la sierra de «Las Cabrillas», derivando hacia el cauce del río Carcalín, en donde se saca cascajo y sillarejos para un largo trecho de aquella línea; y por cierto que aquellos para- jes son muy conocidos por los excursionistas escolares, por lo apropiados para el estudio de sus accidentes geológicos, que más ó menos en grande forman el mejor programa realizable dentro de nuestras costumbres y medios económicos. De esta primera exploración pudo deducirse que, en efecto, los materiales removidos para abrir paso á la cantera inmedia- ta correspondían, por su color y demás circunstancias, á las escasas tierras adheridas á los huesos, estando formados por una marga arcillosa distintamente coloreada según las capas, ya amarillentas, ya azuladas, pero siempre muy á propósito para contener fósiles perfectamente sueltos y conservados en sus mejores detalles de la superficie, como puede observarse en los de referencia. No obstante nuestro detenido examen sobre el terreno, ningún resto se encontró que valiera la pena de tomarse en consideración. Seguidamente recorrimos el yacimiento más próximo, don- de existen algunos fósiles, distante como unos 600 metros ha- cia el Mediodía de la cantera, en unas viñas ya al borde del barranco de Carcalín, encontrando, como en otras ocasiones, alguna Nerinea característica de la formación cretácica. Más tarde nos dirigimos al pueblo, en donde se nos aseguró que los huesos se habían encontrado hacía dos años, pudien- do adquirir otra vértebra en un todo semejante á las tres de- positadas en Valencia, y dejando entrever la posibilidad de tener más detalles sobre el descubrimiento de los restos ani- males mediante un jornalero, testigo presencial, que al pare- cer quedó, como sus compañeros de brigada, muy impresiona- do por tan inesperado hallazgo. En Septiembre último, aprovechando una entrevista con el Dr. A. Smith Woodward, jefe de la Sección de vertebrados fó- siles en el Museo Británico, me permití molestar su atención, mostrándole, entre otros fósiles, una de las vértebras, por ca- T m.— Marzo, 1903. 10 112 BOLETÍN de la sociedad española sualidad la menos caracterizada, según pude apreciar después, teniendo la amabilidad de indicarme que pertenecía á un co- codrilo del género Teleosaiiras. Con este dato tan interesante pasé á consultar la obra clási- ca de Zittel, en la que se consignan los caracteres de la fami- lia de los Teleosáuridos, diciendo: que á partir de la vértebra cervical, en el lado inferior y centro, está provisto de una qui- lla, que no existe sobre las vértebras dorsales ni las lumbares; añadiéndose más abajo: por su conjunto y talla, los Teleosáu- ridos están muy próximos á los Gaviales. En efecto, las vérte- bras en estudio resultan formando serie, la tercera, cuarta, quinta y sexta de la región cervical, habiendo elegido la terce- ra para sacar el vaciado que se acompaña como recuerdo para nuestra Sociedad, por haber servido para la determinación genérica, y además para que pueda verse la importancia del detalle de la quilla inferior, que por corresponder á la primera de las vértebras que lo tiene, solo se manifiesta como un tu- bérculo junto al plano articular posterior, ó sea la inicial del proceso característico de la familia. En la misma obra citada se añaden datos sobre el g'énero Mystriosaurus Kaup (Teleosawus de los autores), después de repetir el que las vértebras cervicales siguientes á la primera y segunda están provistas por debajo de una quilla longitu- dinal; haciendo constar que no tienen nada de hipapófisis, y que dichos animales vivieron en el lias superior, en el que hay esqueletos de uno á cinco metros. Rebuscando cuanto podía relacionarse con el asunto, com- prendí que la referencia hecha por el Dr. Smith no podía ser otra que la del género creado por Kaup diferenciado del Teleo- saiirus, nombre éste más conocido entre los científicos; y par- tiendo de tal suposición me encontraba con una duda, la de si procedían los restos adquiridos del sistema jurásico, puesto que, como queda dicho, muy cerca de donde se encontraron las vértebras, lo propio que entre los acarreos, aguas abajo del Carcalín, se hallan las Nerinea del piso inferior del cre- tácico. Consultada la luminosa Memoria geológica de la provincia de Valencia de los Sres. Cortázar y Pato, en lo que pudiera ilustrar sobre asunto tan capital, se procedió á una segunda y reciente exploración, para ver de enlazar el pequeño manchón DE HISTORIA NATURAL. 143 jurásico señalado en el mapa al Norte de las Ventas de Buñol, á la derecha de la carretera de Cuenca, con el punto motivo de la duda; y después de la inspección sobre el conjunto de accidentes, cabe el admitir por lo menos la existencia de un reducido afloramiento jurásico entre la masa cretácica que le rodea. La distancia geográfica entre el borde Sur del manchón ju- rásico que se acusa en el mapa, y la balastera á que nos refe- rimos, vendrá á ser como de unos 5 km., interponiéndose las estribaciones del monte conocido por «Alto Jorge», que se halla al Este, dislocado en forma de pico, cuya mayor altura corres- ponde ai Mediodía, por donde sufrió la rotura de emergencia, quedando arrumbado hacia el Nordeste, y dando lugar al si- nuoso y profundo cauce que allí tiene el Carcalín. En tal suposición, la quebrada tuvo lugar por el apoyo del terreno superior compuesto de capas flojas y heterogéneas, como lo atestiguan los desmontes y túneles de la vía férrea; sobre la caliza dura y en «capas de mediano espesor, distinta- mente estratificadas y de fractura astillosa», que caracterizan entre ambas canteras explotadas la que aluden los Sres. Cor- tázar y Pato en el jurásico de las Ventas, y la que se halla próxima al barranco, en cuyo fondo se descubren los caracte- rísticos estratos, lo mismo hacia la parte alta que hacia la baja, en donde han originado una olla de gigantes, conocida en el país por «La Jarra». Las vértebras son tan semejantes entre sí, que es necesario poner alguna atención para colocarlas por su orden natural, hallándose todas igualmente mutiladas en sus apófisis latera- les, de las que solo restan alguna parte de la base; y con res- pecto á la porción superior ó neuroesquelética, en dos de ellas llega á cerrar el anillo solo en parte, pudiendo apreciarse el calibre del hueco para la médula por el relleno del material margoso blanquecino, con alguna laminilla micácea, deján- dose ver la línea epigenética de osificación entre el cuerpo y •la apófisis espinosa, al nivel del arranque de la base de las apófisis laterales, en su rama superior. Las dos caras articulares son cóncavas, pero algo más la posterior en la cuarta, quinta y sexta, que además están obli- cuadas de arriba á abajo y de delante hacia detrás, distinguién- dose sobre ellas las impresiones circulares de los meniscos in- 144 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tervertebrales, y sobre el reborde, multitud de estrías corres- pondientes á los ligamentos. La longitud del cuerpo aumenta proporcionalmente de de- lante á atrás, siendo de 44 mm. la tercera, 45 la cuarta, 46 la quinta y 47 la sexta. En cuanto al diámetro del cuerpo se ob- servan pequeñas diferencias entre las respectivas superficies articulares, llegando á 35 mm. la cara mayor. La rotura de alguna esquirla deja ver una masa de fino gra- no del mismo color pizarreño obscuro y satinado de la super- ficie con cristales microscópicos, rayando á la calcita. Las caras articulares son de color ceniciento claro, contrastando con el resto del hueso, y el conjunto de los cuatro cuerpos de vérte- bra yuxtapuestos tiende á formar una línea que se separa de la horizontal hacia arriba. Otro de los frutos de la segunda excursión fué el examen de unos materiales de extraño aspecto, empotrados en la superfi- cie de alguna peña de las que se hallan próximamente equi- distantes entre los mencionados puntos de estudio. La obser- vación había sido hecha con anterioridad por mi distinguido amigo y compañero de viaje el ingeniero D. Jorje Becker, quien, enterado del mucho interés que estos asuntos encierran para la ciencia, buscó y encontró las aludidas piedras sobre las que parecían verse restos de hueso. El color, las formas, textura y dureza, todo distinto de la caliza que los envuelve, hacen en efecto sospechar que sean restos esqueléticos relacio- nados con el tamaño y aun el contorno de determinadas par- tes de algún reptil. Analizada una muestra de los supuestos restos de hueso, arrancada con dicho propósito, ha resultado con muy cerca del 2 por 100 de fosfato de cal. La falta de fósiles conchíferos buscados por los alrededores con alguna insistencia, así como las frecuentes grietas sobre la caliza, rellenas de cristalizaciones, en la parte alta, y los conglomerados en la parte baja del perímetro recorrido, con- tribuyeron á la creencia de que nos hallábamos sobre unos últimos estratos ó sitio de escaso fondo para las aguas, en los que fácilmente pudieron mantenerse animales de respiración aérea, circunstancias todas que concurren en la cantera de Carcalín. Añadiré, en fin, que inmediato á las margas que for- man el desmonte asunto de esta nota, se halla una bolsada de arena de igual composición que la de las areniscas que se DE HISTORIA NATURAL. 145 mencionan como raras en el jurásico en la Memoria geológi- ca de la provincia de Castellón, del Dr. Vilanova, las que he- mos visto el Sr. Becker y yo en el llano de Barracas forman- do filadas. Dípteros de los alrededores de Bilbao D. TEODORO SEEBOLD (l). BibionideB. 1. Bibio Geoffr.; raarci L.; venosus Mg.; johannis L. jR/iypkydae. 2. Rhyphus Latr.: fenestralis L. Straiiomyda. 3. Stratiomys Geoffr.; chamseleon L.; longicornis Scop. 4. Sargus F.; flavipes Mg. 5. Chrysomyia Mcq.: fonnosa Scop.; polita L. 6. Beris Latr.; vallata Forst. 7. Hsematopota Mg.; itálica Mg.; nigricornis Gob. 8. Tabanus L.; autumnalis L.; ater Mg.; Sp.? 9. Chysops Mg.; Ccecutiens L.; var. quadratus Mg. Bombylidce. 10. Anthrax Scop.; flava Mg. 11. Bombilius L.; cruciatus F.; fugax W. (vulpinus Mg.); cinerascens Mik.; major L.; ater Scop. 12. Systocchus Lw.; nitidulus F.; ctenopterus Mik. 13. Thereva Latr.: annulata F.; plebeja L.; arcuata Lw.; árdea F. Asilidce. 14. Leptogaster Mg.; cylindricus Mg. (1) Clasificados según el Catálogo del Dr. Gobert. Caen, 1887. 146 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA 15. Asilus L.; trigo ñus Mg.: rusticus Mg.: crabroniformis L.. albiceps Mg.; setulosus Zllr. 16. Leptis Fab.; tringaria L.; Perrisi Gol). 17. Chrysopila Mcq.; áurea Mg.: atrata F. 18. Empis L.; punctata F.; (testacea); bistortae Mg.: de- cora Mg. 19. Dolichopus Lalr.: griseipennis Slann. 20. Gymnopterus Ltc.; nigriplantis Slann. 21. Argyra Mcq.: argyria Mg. 22 23 24 25 26 27 28 Orthocera. Coelopa Mg.; pilipes Hal. Scatophag-a Mg.: merdaria F. Helomyza FaJL; varieg-ata Lir. Dryomyza Faü.; flaveola F. Sciomyza Fall.; cinerella FU. Tetanocera Fall.: punctata F.; punctulata Scop. Limnia R. Desv.; fenestrata Mcq.; unguicornis Scop. rufifrons F. 29. Sepedón Latr.; sphegeus F. 30. Opomyza Fall.; germinationis L. 31. Drosophila Fall.; fasciata Mg. 32. Teichomyza Mcq.; fusca Mcq. 33. Chyliza Fall.; atriseta FU. 34. Urophora R. Desv.; stylata F. 35. Tepbritis Latr.; producía Lw. 36. Heriría R. Desv.; aíflicta Mg. 37. Rivellia R. Desv.; Syng-enesige F. 38. Caenosia Mg.; triangula FU. 39. Caricsea R. D.; tigrina F. 40. Anthomyia Mg.; pluvialis L. 41. Chortophila Mcq.; muscaria Mg. 42. Ophyra R. D.; leucostoma W. 43. Aricia R. D.; vagans FU. 44. Pyrelia R. B.; cadaverina L. 45. Lucilia Maq.; nobilis Mg.: cornicina FU.; sericata Mg. ruficeps Mg.; csesar L. 46. Musca L.; domestica L.; vitripennis Mg. 47. Pollenia R. Desv.; rudis F. DE HISTORIA NATURAL. 147 48. Calliphora R. Desv.; erythrocephala Mg. 49. Santomoxys R. Desv.; calcitrans L. 50. Idia Mg.; fasciata Mg.; lunata Fab. 51. Onesia R. Desv.; sepulcralis Mg. 52. Sarcopliaga Mg.; haemorrhoidalis Mg.; carnaria L.; ob- fuscata Pand. 53. Nyctia R. Desv.; halterata Pz. 54. Scopolia R. Desv.; carbonaria Pz. 55. Myobia R. Desv.; fenestrata Mg. 5(5. Miltogramma Mg.; Sp.? 57. Tachina Mg., varias no determinadas. 58. Zophomia Mcq.; temula Scop. 59. Oliveria R. Desv.; lateralis F. 60. Mieropalpus Mcq.; fnlg-ens Mg. 61. Echynorayia Dum.; ferox Mg.; tessellata F.: grossa L.; lera L. 62. Phasia Latr., crassipennis T. F. (analis F. Q). Syrphidce. 63. Melithreptus Lw.; scriptus L.; menthastri L.; v. tsenia- tus Mg. 64. Syrphus F.; pyrastri L.; seleniticus Mg.; tobiarius Mg. (ribesii Wck.); corollae F.\ lunig-er Mg.; nitidicollis Mg. ; auri- collis Mg.; decoras Mg.; balteatus Deg. (55. Xantog-ramma Schm.; ornata Mg. (W). Melanostoma Sclmn.; hyalinata FU.; mellina L. 67. Cheilosia Mg.; vernalis FU.; flavicornisi^.; albitarsis Mg. Volucellidm. 68. Rhing-ia Scop.; rostrata L\ 69. Volucella Geofr.; zonaria Poda. Eristalhup. 70. Eristalis Latr.; aeneus Scop.; tenax £.; arbustorum L. ; nemorum Mg. 71. Helophilus Mg.; floreus L.; trivittatus F. 72. Merodon Mg.; mutabilis. 73. Milesia Latr.; crabroniformis F. 74. Xylota Mg.; seg-nis L. H8 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA 75. Syritta S¿. Farg.; pipiens L. 76. Eumerus Mg.; tricolor F.; sabulonum FU.; lunula- tus Mg. Ti. Chrysochlamys Rond.; cuprea Scop. 78. Chrysogaster Mg.; metallinus F. 79. Pipizella Rond.; virens F. 80. Chrysotoxum Oken.; intermedium Mg.; elegans Lw. sylvarum Mg. 81. Myopa F.; dorsalis F.; sp.? 82. Sicus Scop.; ferrugineus L. 83. Zodion Latr.; cinereum F. 84. Conops L.; flavipes L. 85. Physocephala Schm.; chrysorhcea Mg. 86. Hippobosca L.; equina L. La «Testudo mauri tánica» en Asturias D. CELESTINO GRAINO. En Junio del 99 recibí para mi colección una hembra adul- ta de Testudo mauritanica, encontrada, según me dijeron, en el partido judicial de Aviles, en el monte de San Juan de Nie- va; por la gran proximidad á la hermosa dársena, en donde entran gran número de buques de diversos países, no di im- portancia al asunto, creyendo que se trataría de una especie importada como otras varias que ya había conseguido, entre ellas el camaleón común, hasta que en Abril de 1902 recibí otro ejemplar procedente del mismo sitio, y entonces pensé en comprobar si era ó no cierta la presencia de aquel quelonio en dicho lugar. Hice primero gran número de investigaciones, y de ellas resultó que los vecinos de San Juan desconocían en absoluto al referido animal; pero, en cambio, alg-unos, aunque pocos de los escasos pescadores que frecuentan aquel peligroso sitio, me dijeron que, efectivamente, en ciertas ocasiones habían encontrado allí tortugas. Esto me decidió á reconocer aquellos terrenos, teniendo tanta fortuna, que á la primera tentativa, á DE HISTORIA. NATURAL. 149 principios de Mayo, recogí una hembra joven de dicha es- pecie. El sitio donde fué encontrada, en lo alto del monte de San Juan de Nieva, parroquia de Laviana, en el partido judicial de Aviles, cerca de Punta Forcada, á una gran altura sobre el ni- vel del mar, en terreno tortuoso y quebradizo y distante de las casas de dicha aldea, aleja la duda de si podría proceder de algún buque, porque á aquella elevación le sería imposi- ble subir al animal. Tampoco es admisible que fuese ó proce- diese del estado doméstico, puesto que aquellas gentes desco- nocen en absoluto esta especie. Un distinguido consocio nuestro é ilustrado herpetólogo, á quien consulté sobre este caso, se inclinaba á creer que proce- diese del estado doméstico, cosa que también yo creí cuando recibí la primera tortuga; pero de las investigaciones realiza- das y de los datos conseguidos he adquirido la certeza de que existe en estado natural la Testudo nena-i tánica en dicho mon- te desde hace muchos años. Esta tortuga, que aún conservo viva, me permitió observar sus costumbres. Durante algún tiempo se mostró recelosa, ocultándose en su carapacho tan pronto como percibía algún ruido cerca ó veía gente; poco á poco fué acostumbrándose, concluyendo por comer en presencia de cualquiera. Dejó de hacerlo con los prematuros fríos de Octubre, quedándose lue- go dormida hasta que, normalizada la temperatura, volvió á reanimarse, comiendo entonces con gran apetito. A fines de Noviembre entró de nuevo en su letargo, que aún dura, si bien interrumpido en dos ocasiones, que fueron dos días de Enero en que reinó relativo calor; pero entonces no comió ni poco ni mucho. Su alimento es exclusivamente vegetal, prefirien- do la lechuga, pues aunque en distintas ocasiones se le pusie- ron lombrices é insectos, nunca los tocó. Durante el verano procuraba siempre ponerse al sol, donde pasaba horas enteras. jno boletín de la sociedad española Anomalías observadas en algunos vegetales d. jóse esteva. Las cuatro fotografías que acompañan esta nota representan otras tantas anomalías veg-etales observadas cerca de Gerona, y de las que creo oportuno dar conocimiento á la Sociedad. w%$? Fiar, i.» La fotografía que lleva el número 1 es de un viejo castaño común, cuyo tronco carcomido aloja una rama descendente ó DE HISTORIA NATURAL. 151 Fig. 2.a Fíg. 3.» 152 BOLETÍN de la. sociedad española tal vez una raíz adventicia, que por su extremo inferior arraiga en el suelo. Mide esta rama ó raíz una longitud de 3,10 m., con- tada desde el punto de arranque del tronco hasta la superficie del suelo. La long-itud de su circunferencia es igual á0,76 y la del arco del tronco del castaño es de 2,60, tomado desde la ex- crecencia bien manifiesta en la fotografía. La fotografía señalada con el número 2 representa un Popii- Fií lus ó chopo, cuyo tronco parece haberse ramificado bajo e suelo. La del número 3 es de otro Populus muy inclinado, sin cau- sa aparente que haya podido producir tal inclinación. La fotografía 4 está tomada de una retama de flor (Spartium jimceum), cuyas ramas en gran parte se han soldado con el tronco y consigo mismas. BOT. DE LA SOC. ESP. DE HlST. NaT. Tomo III. Lám. I. Armería ancarensis Mer. (Fig. 1.a) Planta del tamaño natural. (Fig. 2.a) Cáliz y espolón cuatro veces mayores DE HISTORIA NATURAL. 15» Especies gallegas del género «Armería» Willd. EL P. BALTASAR MERINO S. J. El género Armería tiene una muy regular, y aun pudiera decirse copiosa representación en Galicia, por más que Plane- llas solo cite una especie: la Armería pubescens Lk. = A. marí- tima W.; y Lange dos, la ya mencionada y la Armería puM- gera Bss. En las excursiones de estos últimos años hemos logrado aumentar el número hasta diez, cuya distribución geográfica vamos á indicar brevemente. De las diez especies, seis habitan en la costa galaica, y en el interior á muy variables altitudes, las otras cuatro. Armería marítima W. — Recorre el litoral desde los puntos más septentrionales, como San Cipriano, Vivero etc., hasta las playas de Pontevedra, Vigo, Bayona etc. En la orilla española del Miño sube hasta el kilómetro tercero. En este paraje viven no pocos pies que ya de tiempo atrás nos llamaron la atención. Debido quizás al légamo apelmazado en que aquí se desarrollan experimentan notables variaciones, como el tener hojas más angostas, cortas y tiesas; el dorso de las escamas involúcrales pardo-coriáceo, en Tez del verde, y las flores, ya rosáceas, ya blancas. Estando mezcladas estas plantas con las de la Arme- ría elongata HoíFm., sospechamos se haya verificado la hibri- dación entre ambas especies, pues sus diferencias van borrán- dose hasta el extremo, en muchos casos, de no quedar más distintivo que el de los escapos, pubescentes unos y lampiños otros. Armería Berlengensis Daveau. var. gracilis Merino. — Solo la hemos observado en un espacio muy reducido, en un recodo peñascoso que forma la isla Ons, á la banda de occidente. Armería puiigens Rom. — Habita en la playa de arena move- diza de una de las islas Cíes, llamada del Faro, frente á Vigo. Armería pubigera Bss.— Por lo que hemos podido notar, esta especie y la siguiente, si no exclusiva, principalmente se pro- pagan por la costa española próxima á la portuguesa, siendo 154 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA extraordinaria su abundancia desde el pueblo de Oya hasta la boca del Miño. Armería Langeana Henriques. — Vive con la precedente. Armería elongata Hoffm. — Se extiende por el tercero y cuarto kilómetro déla orilla del Miño y por las primeras islas que en él se alzan. A las que vegetan en la primera localidad debe aplicarse lo dicho acerca de Armería marítima W. Armería planlaginea W. — Entre las especies del interior de Galicia, es ésta la que aparece á menor altitud, á unos 100 metros en la ribera del Miño junto á Ribadavia (Orense); sube, sin embargo, hasta unos 400 en las cercanías de la parroquia de Belesar (Lugo), también sobre la ribera del mismo Miño. Obs. La longitud de las vainas en pies que crecen reunidos y aun en las cabezuelas de la misma mata es sumamente va- riable, alcanzando en unos casos doble long-itud que en otros. Asimismo, las hojas, unas veces apenas se estrechan en la base, al paso que otras, desde el tercio superior comienzan á adelgazarse. Armería Allioides Bss. — Copiosa en algunos parajes de la provincia de Orense, como desde el pueblo de Pradolongo hasta Morisca, Viana del Bollo y Humoso. La altura en que vive no pasará de 400 á 500 m. Armería Buríaei Bss. (Determinada por el Sr. Pau). — Esta especie ya se remonta más. En la ribera del río Bebey, en si- tios pertenecientes á la aldea nombrada Hermidas, cerca de Humoso (Orense), vive á unos 400 m.; á 900 m. en las costane- ras que rodean el valle de Lózara, y á 1.300 m. en el Courel (Lugo). Al revisar el verano próximo pasado parte de la Cordillera de los Puertos ó Picos de Aneares confines de las provincias de Lugo y León, comenzamos la excursión por una de las más altas montañas conocida con el nombre de Peña Rubia. Su elevación no baja de 1.800 m. sobre el nivel del mar. Es la más austro oriental de dichos Puertos. Entre otras especies en alto grado interesantes, como la Pyrola miner L., correspondien- te á una familia que se suponía no estar representada en Ga- licia por especie alguna, y otra veintena más desconocidas en esta región de nuestra provincia, notamos copiosa una Arme- ría en grandor y porte semejante á la Armería /llicaulis Bss., pero de hojas distintas. Examinada después, nos sorprendió DE HISTORIA NATURAL. 155 que perteneciera á la sección macroceniron Bss., por estar el tubo calicino provisto de espolón; pues, si no estamos equivo- cados, todas las especies conocidas en España con este carác- ter habitan las costas cálidas ó templadas, ó tierras bajas no alejadas del mar. Hé aquí la diagnosis. Armería Ancarensis (sp. n.) — Rhizoma crassum multiceps fascículos foliosos et floríferos edens; folia integerrima, glabra, uninervia, heteromorpha, ab extimis ad intima long'iora sed angustiora; externa lanceolata, obtusiuscula 2-4 cm. longa, plana, angustissime albo-marginata; interna linear-lanceolata vel anguste linearía 5-7 cm. longa, plana vel angulato-com- plicata; scapus V\.r¿ dm. altus, strictus glaber: vagina 10-12 milímetros long-a, fusca, cito, basi, scissa, lateraliter rejecta; capitulum parvum 1 cm. latum: involucri phylla triseriata, seriei externa ovata, acuminata, marginer late alboscariosa, dorso ferruginea, rugosa; cetera obovata latius scarioso-mar- ginata, mucronata vel intima naitica; bracteolae interflorales pedicellum sequantes; limbi tubo ad 10 cosías retrorsum pu- bescente brevioris lobi sensim in aristas eisdem breviores fus- cescentes protracti; calcar pubescens tertiam pedicelli longi- tudinem attingens: pétala? intense rosea. Magnitudine et habitu Armerice filicauli Bss. similis; sed ab ea alia, calcaris pnesentia, foliorum forma diversa, et squa- mis involucralibus latioribus labiusque scarioso-marginatis. Summijugi Peña Rubia montis ínter saxa íncola, in Prov. Lucensi, 1902. RESUMEN. Secc. Macrocentron Bss. Secc. Plagiobasis Bss. A rmeria pmigens Rüm . A rmeria planlaginea W. Armería berlengensis Dov. v. Armería aU'toides Bss. gracilis Merino. Armería marítima W. Armería Langeana Henriques. Armería elongata Hoffm. A rmeria A ncarensis Merino. A rmeria pulí g era Bss. Armería Duriali Bss. 156 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Nota sobre restos de glaciares existentes en Lorcha (Alicante) EL DOCTOR EMILIO RIBERA. En una de mis excursiones por la provincia de Valencia quise explorar la región quebradísima por donde el río Serpis se despeña desde la comarca relativamente elevada del Norte de la provincia de Alicante á la plácida vega de Gandía, que le conduce entre verdores y galas acumulados por la Natura- leza y por el cultivo, llevando sus limpias aguas al manso gol- fo valenciano, cuyas orillas son sin duda el verjel más her- moso de los que esmaltan la riente costa levantina de nuestra Península. Hízome la merced de acompañarme el profesor de las Escuelas Pías de Gandía y competente geólogo P. Leandro Calvo, perfecto conocedor de aquella región, con quien, aban- donando el tren en la estación de Villalonga de la línea férrea de Alcoy, emprendí por la vía el ascenso del tortuoso cañón, por donde el río desciende en rompientes mil y el camino de hierro asciende bravamente, guiado por el agua, que se cobra el servicio, interrumpiendo el movimiento de trenes en cuanto crece algo el de ordinario escaso caudal de su corriente. Es éste, sin duda, uno de los pasos más hermosos de nuestras ac- cidentadas líneas ferroviarias, por serlo de los en que más di- ficultades ha vencido un río para abrirse camino, obedeciendo á las leyes inmutables de la dinámica terrestre; por todos es- tilos es sitio digno de una excursión histórico-natural, y los resultados que de ella pueden obtenerse, como la relativa co- modidad con que efectuarse puede, brindan al aficionado y al naturalista á realizarla. Galantemente admitidos y obsequiados por la Sociedad Hi- dro-eléctrica Valenciana, que alumbra á Alcoy y á Gandía, comimos en la fábrica que tiene situada como á la mitad del desfiladero y colectando fósiles y admirando la flora variadí- sima, que á pesar de la época (mediados de Febrero) embalsa- maba el ambiente; llegamos á media tarde á Lorcha, donde termina el valle superior del Serpis, y donde, como á un kiló- metro de la estación, se encuentra el más cercano de los anti- DE HISTORIA NATURAL. 157 guos 'glaciares que por allí existen, en el tránsito entre las formaciones cretáceas y eocenas que en la región dominan. Es verdaderamente notable lo que de este glaciar resta en un estrecho barranco, que por rápida pendiente baja de la quebradísima sierra inmediata: consiste en una superficie que, al limitarle por su borde izquierdo, se presenta aún libre de acumulación sobre ella de otros materiales, en una longitud de algunas centenas de metros, aunque interrumpida frecuen- temente por roturas producidas por acciones modernas; esta superficie, formada por una pudinga caliza, tiene una altura variable desde uno á unos diez metros y buza con una inclina- ción de 15°, enterrada y cubierta en parte por los acarreos que sobre ella han ido depositando las aguas del período ac- tual; se halla pulimentada perfectamente cual si la industria humana la hubiese labrado, como puede verse por el ejemplar arrancado por mí, que tengo la honra de exhibir á nuestros dignos consocios presentes, y que destino al Museo de Cien- cias naturales. Puede juzgarse de la potencia de este glaciar por lo perfecto del pulimento de la roca, el cual no ha podido aún ser casi alterado en los luengos siglos que lleva sintien- do sobre sí correr las aguas superficiales, cargadas con los arrastres de la parte superior de la montaña. El glaciar desembocaba en una especie de medio circo, muy alto aún sobre el cauce cercano del río, en cuyo hemiciclo no puede observarse más restos de aquél, porque el cultivo en su parte alta, y las obras de la vía férrea en la baja, los han borra- do sin duda alguna. Sin embargo, aún se puede apreciar per- fectamente la disposición de la desembocadura del glaciar y las relaciones que debía tener con otros confluentes al mismo valle del Serpis en aquella parte. Nota acerca de unos nodulos de caliza hallados en Bellds (Valencia), EL DOCTOR EMILIO RIBERA. Cuando se hicieron las obras para la construcción de la vía férrea de Játiva á Alcoy en su primera sección (Játiva á Al- baida), encargué al director de la empresa, D. Gabriel Moreno Campo, persona muy ilustrada y amante de favorecer nuestros T. ni.— Marzo, 1903. 11 153 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA estudios, que me proporcionara ejemplares de cuanto nota- ble se hallase al hacer los túneles y trincheras, con objeto de que fig-urasen aquéllos en las colecciones del Instituto de Va- lencia y me sirvieran para la enseñanza de los alumnos y para mejor conocimiento de la gea valenciana. Entre los ejem- plares con que me favoreció este señor, me llamaron la aten- ción unos objetos redondeados de caliza, á los que denomino nodulos, porque no hallo calificativo que más cuadre á su for- ma externa, de los que presento uno completo y un fragmento de otro á la consideración de mis consocios de la Española de Historia natural, destinándolos después á las colecciones del Museo de Ciencias naturales; con esta exhibición me propon - go, no solo presentar objetos que creo notables, sino también ver si alguien consigue disipar las dudas que he tenido yo y han tenido conmigo cuantos hasta ahora los han visto, sobre el origen de estos notables ejemplares. Trátase de unas masas esferoideas de 20 á 30 cm. de diáme- tro cada una, formadas por caliza muy compacta y uniforme en toda su masa y cubiertas exteriormente por capas irregula- res de caliza concrecionada, á veces finamente cristalina. Fue- ron halladas, según el Sr. Moreno Campo, muchas de estas masas al abrir una trinchera, situada en término de Bellús, en la vertiente que cae hacia el valle de Albaida, entre una capa algo gruesa de grava y arcilla, á unos 7 m. de profundi- dad, bajo otras de grava y bajo la tierra vegetal y sobre una capa gruesa de caliza compacta, todo en terreno tenido por plioceno. Visité más tarde este yacimiento, confirmando estas noticias que sobre él se me habían dado, pero sin encontrar yo nuevos nodulos sobre los cinco que me habían enviado y están en el Instituto de Valencia ó he traído á la Sociedad y al Museo. Ahora bien; como mis dignos consocios pueden apreciar, la vista de estos ejemplares hace surgir inmediatamente la duda de si son naturales ó si labrados por mano de hombre, hasta el punto de que ha habido quien ha apuntado la idea de si podían haber sido hechos para piedras de catapulta ó para balas de bombarda en los albores de la artillería. Desde luego entiendo descartada esta posibilidad por el yacimiento y por las capas de concreción que cubren á cada esferoide, las cuales han exigido para constituirse un tiempo tal, que aleja DE HISTORIA NATURAL. 159 toda idea de que puedan haberse formado desde que hay ca- ñones, y aun desde que hubo catapultas. Por otra parte, la superficie de unión entre la masa central y las capas concre- cionadas, es de una regularidad y limpieza como no se usa- ron ni había para qué, para los usos apuntados; hasta parece que haya estado perfectamente pulimentada; de todo lo que se deduce que deben considerarse como objetos naturales. No pudiendo atribuirles orig-en orgánico, dada su estruc- tura, queda por averiguar su génesis inorgánica, y aquí finca en mi sentir, el punto más dudoso para su conocimiento. ¿Po- drán ser piedras de embudo de glaciar? Me inclino á aceptar- lo.—Primero, por el yacimiento en capa de acarreo sobre otra terciaria, que buza con bastante inclinación en la falda de una sierra, si no muy abrupta, bastante quebrada y llena de ba- rrancos con grandes pendientes.— Segundo, porque á veinti- tantos kilómetros en línea recta de este yacimiento existen, y he visitado yo mismo, restos bien caracterizados de glaciares sobre formaciones análogas.— Tercero, porque la forma de estos esferoides, el pulimento de la superficie de su masa compacta, y el existir en cierto número entre una capa de acarreo, hacen posible tal suposición. De ser ésta acertada, las capas de concreción se han constituido sobre estas piedras de embudo de glaciar después que quedaron enterradas entre una capa permeable y al ir pasando sobre ellas las aguas car- gadas de bicarbonato calcico, tomado en las regiones superio- res de la sierra en que han sido halladas. Ni afirmo, ni niego; someto el asunto á mis dignos conso- cios y á la superior competencia de los naturalistas del Museo, y entretanto conservo á estas masas provisionalmente el nom- bre de nodulos con que de ellas he dado cuenta. Boletín bibliográfico. Museum d'Histoire naturelle de Paris (Bull.J—Année 1902: lí.° 2. E. T. Hamt: Les Dublas de Bulsar, esquisse anthropol. — Vaillant et Pelle- grix: Cichlidésnouv. de l'Amer. céntrale. —J.BouRGEOis:Malacodermes recoltés au Japón par M. Harnaud: — Deux nouv. esp. de Plateros de l'Hymalaya.— M. Pie. Descr. d'un Dorcadion de la Turquie d'Asie. — 160 BOLETÍN de la. sociedad española A. Viré: Contr. a l'étude de la rép. geogr. du g. Niphargus en Europe et dans le Nord de l'Italie.— G. Bohn: Des ondes musculaires, respi- piratoires et locomotrices, chez les Annélides et chez les MolusqueS. — C. Phisalix: Relat. de párente entre nos deux esp. indig. de Vi- pérea ( V. aspis et . V. berus).—Pa. van Tieghem: La fleur dans les plantes Vasculaires dites Cryptogames.— G. Chauveaüd: De la var. de struct. existant á l'état normal entre les racines et les radicelles de la Marsilie. — De la repart. des épaisissements extracellulaires dans les lacunes corticales de la racine des Préles (Equisetum). — P. Hariot et Patouillard: Liste des Champignons rec. au Japón par M. Har- naud.— J. Costantin: Liste de quelq. floraisons intéressantes observ. dans les serres du Muséum depuis le 28 janv. 1902. — St. Meunier: Apercu géologique sur le Bambouk. Museutn of Comparative Zoology at Harvard College (Bull.) — Cambridge. Vol. xxxix. N.° 4. A. Hacen: Illustrations of Odonata. — Argia. — P. Calvert: A list and bibliography of the species.=N.° 6. Mary. J. Rathbun: Crabs from the Maldive islands. = Annual Report for 1901-1902. Natural History Society cf Glasgoxo. (Transad.) Vol. v. Part. ni. — M'An- drew: Botanic Notes from Galloway for 1897 98. — J. Smith: Conodonts from the Carboniferous Limestone Strata of the West of Scotland. — Th. Scott: Notes on some Crustácea from Fairlie and Hunterston, Firth of Clyde. — G. W. Ord: The Lepidoptera in relation to Flowers. — Paterson and Renwick: Narrat. of a Cruise in Loch Fyne.— J. Ren- wick: Measurements of Notable Trees at Eglinton Castle. — R. H. Wa- llace. White Cattle: An Inquiry into their origin and History. = Vol. vi. Part. i. Frank Knight: Notes on the Marine Mollusca of Port-Stewart, N. Ireland. — W. Stewart: Notes on the ocurrence of Trichomanes radicans Sw. in Scotland. — Boyd Watt. A Census of Glasgow Rookeries. — R. Kidston: The Carboniferous Lycopods and Sphenophylls. — J. Paterson: Notes on a Cruise in Clyde Waters in June 1900.=Part. n. J. Grieve: Extr. from and unpublished oruitho- thology of Glasgow.— Boyd Watt: The Seáis, Whales and Dolphins of the Clyde Sea Área. — Anderson Fergusson: Addit, to the List of Scottish Coleóptera. — F. G. Pearcey: Notes on the Marine Deposits of the Firth of Forth, and their Relation to its Animal Life. Physikalisch-Mtdicinischen Gesellschaft zu Würzburg ( Sitzungs- Berichte ) , 1901. N.os 6. 6. u. 7. — 1902. N.os 1. u. 2.=f Verhandlungen). Band xxxv. N.os 2 u. 3. Revista de Farmacia Militar. Madrid. Año i. N.os 8. 10 y 11. Boyal Microscopical Society. London. (Journal). 1902. Part. vi. Societá entomológica italiana. Firenze. ( Ballet. ) Anno xxxm. Trim. ni e iv. G. Rossi: Sulla resistenza dei miriapodi all'asfissia. — G. Cecconi: La DE HISTORIA NATURAL. 1(51 Tortrix pinicolana. Zll. in Italia. — R. Fabiani: Di un nuovo crostaceo isopodo ( Ccecosphceroma bericum. n. sp.) delle grotte dei colli berici nel Vicentino. — A. Porta: La metamorfosi dello Zabrus tenebrioides. Goeze. — A. Ghigi: Note biologiche e faunistiche. — G. Maxtero: Descr. di ale. sp. nuove di imenott. scavatori provenienti dal Rio Santa Cruz in Patagonia. -^P. Silvestri: Materiali per lo studio dei tisanuri. =Anno xxxiv. Trim. i e n. G. Rossi: Sull'apparechio digereute dell' Julus communis.— A. Serna: Le esploraz. abissali nel Mediterráneo del R. Piróscafo «Washington» nel 1881. — R. Gestho. Frammenti entomologici.— R. Gestro: Materiali per lo studio delle Hispida?. — A. Porta: Le differenze sessuali secondarie quantitative nel Carabus auratus. L.— A. Maixardi: Rhizotrogus Grassii, nuovo coleottero ita- liano. Societa zoológica italiana. Roma. (Bollett.) Anno ix. Fase, v e vi. A. Car- ruccio: Sui caratteri morfolog. di un Lopliopithecus femorali. Horsf., donato da S. M. il Re al Mus. zool. della R. Univ. di Roma. — F. Ros- tagno: Classif. descrittiva dei Lepidott. italiani. (Cap. n. Eteroceri.) R. Marchesini: Sopra una probabile derivazione delle cellule eosino- file. — G. AngelinI: Raritá ornitiche catturate presso Roma. L. Fac— ciola: Un po' di cronología relativa agli studii su lo sviluppo dei Murenoidi. — G. Santoro-Siliiugni: Ale. sp. di Ropaloceri race, in Messiua. — G. Angelini: Nidificazione del Falco grillaio (Cerchnéis Naumanni Fleisch) nel Romano. — Cte. G. Falconieri: Sopra un essemplare di Ciconia Abdimii Licht. uccisa nel paese di Bogos. — G. Alessandrini: Sulla cattura della Pyrrosia áurea Fall. in Roma.= Anno x. Fase, i e n. — G. Angelini: Descr. di una n. sp. di Fringillide emberizino, Paroaria Humberti, consérvala nel Mus. zool. della R. Univ. di Roma.— F. Rostagno: Classif. descrittiva dei Lepidotteri italiani (Tribu dei Cossidi, Cocliopodi, Psichidi, Liparidi, Bombi- cidi, etc.) e Sezione delle Nottue. — A. Neviani: N. generi e sottogen di Radiolari e Briozoi fossili italiani.— A. Bonomi. Del Tasso (Meles taxusj nel Trentino. — G. Damiani: Note ornitol. dellTsola dell'Elba (1899-1900).— G. Curreri: Osservaz. sulla struttura dell' ectoderma dei Ctenofori.— Sulla respiraz. di ale. insetti aquatici. Société botanique de Copenhague (Journal). 25 Binds. 1 Hefte.— J. Sch- midt: Flora of Koh Chang. — A. Klecher, Gymnoascus Jiavus, n. sp. Société botanique de France. París. {Bull.)T. 49. N.° 8.— Gagnepain: Zingi- beracées nouv. de l'herbier du Muséum.— París : Lichens de Mada- gascar et de l'Afr. occid. francaise. — Vuillemin: Les organes souter- rains du Gentiana ciliata. — Mouillefarine: Le Chimaphila macúlala Pursh aux envir. de Paris.— Rouy: Remarques sur la floristique euro- péenne. — Battandier: Notes sur quelq. plantes de la flore atlantique. — Mouillefarine: Sur le Gentiana ciliata. -Daveau; Lettre sur un 162 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Statice litigieux de l'Hérault. — De Salignac-Fénelon: Limite S. O. des sapins dans les Basses-Pyrénées. Société botanique de Lyon. (Anuales.) T. xxv.— Saint-Lager: Histoire de 1' Abrotonum. — Meyran : Escurs. au col de la Vanoise. — Saint-Lager: Signifieation de la désinence ex de quélq. noms de plantes et d'anim. Meyran: Note sur le genre TJlex. — Magnin: Note sur la flore des rua- rais tourbeux d'Aurac et sur l'existence du Jnncus squarrosus dans le Jura. — Magnin: Flore du ruarais de Couron — Pierre Chatel et sa flore. — Roux: Herbor. au col de la Leisse.=T. xxvi. Beauvisage: Ge- nera Montrouzierana plantarum Novse Caledoniíe. — Audin: Études phytostatiques sur le Mont Brouilly. — Beaüverie: Forme grave de la maladie des Platanes., causee par le Gloeosporium nervisequum. — Gillot: Action vesicante des Heracleum. — Meyran: Herbor. dans la vallée du Giffre. Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France. Nantes. (Bull.) — Table des matieres de la premiére s¿rie.— 2me serie. T. i. 3C et 4C trim. — Ch. Baret: Mineral, des produits industriéis. — E. Lecomte: Contr. á la Miner. de la Loire Inférieure. — Abbé Dominique: Contr. au Cat. des Hym. fouisseurs, Chrysid. et Vesp. de la Loire Inférieure. Descr. d'un Harpactes nouveau.— T, n. 1er trim. F. Camits: UneHépa- tique nouvelle pour la France, YAdelanthus decipicns.— Van Kempen: Notice sur un Faucon Gerfaut blanc (Falco candicans Gm.) tué aux iles Glénans (Finistére).— Cossmann: Mollusq. eocéniques de laLoire- Inférieure. Société entomologique de BeUjique. Bruxelles. (Annales.) T. 46. xi.— Fr. Spaeth. Beschreibung neuer centralafrik. Cassiden aus dem Museum zu Brüssel.— A. Forel. Fourmis d'Algérie récoltées par le Dr. Esche- rich.=rxn. P. Belon: Descr. de plus. Longicornes de Bolivie appart. au genre Adetus.— P. Dognin: Hétérocéres nouv. del'Amér. duSud. — Crombrügghe: Note sur quelq. Microlep. de la faune belge. Société Linnéenne du N. de la France. Amiens. (Mém.J T. x. Société ouralienne des amis des Sciences Naturelles. Ekaterineburg. (Bull.) Suppl. au t. xxn.=T. xxm. Société scientifique du Chili. Santiago. (Actes.) Tomo xn. lre livraison.^- Albert: La introducción de los Salmones. =2mc livraison. Société zoologique suisse et Musée d'Hist. Naturelle de Genéve. (Rev. suisse de zool.) T. x. Fase. 2.— F. Béguin: Contrib. ál'étude histolog. du tube digestif des Rept.— V. Fatio: Nouveautés mammalogiques tessiuoises. — A. Forel; Fourmis nouvelles d'Australie. — H. Rothenbuhler: My- riopoden des Bündnerischen Rbeingebietes. — J. Carl: Exotische Polydesmiden. University of Upsala. (Bull. of the Geol. Institution.) Vol. v. Part. 2. N° 10. C. Wiman: Über die Borkholmer Schicht im Mittelbaltischen Silur- DE HISTORIA NATURAL. 163 gebiet.— R. Sernander: Einige Vertebratenfunde aus schwedischen Torfmooren.— E. Nordenskióld: Über die Saugethierfossilien im Ta- rijathal, Südatnerica. — O. Tenow: líber einen mineralführenden Al- bitpegmatit von Stripasen in Westmanland. — C. Benediks: Über das Verhalten des Kanadabalsams in Dünnschliffen. — A. G. Hogbom: Über einen Pseudooieteorit aus Südamerika. — A. G. Hogbom. Ver- zeichniss über die Meteoriten des Mineralog. Instit. an der Univ. Upsala. Wiener Entomologische Zeitung. Wieu. xxn. Jahrg. 1. Heft.— E. Reitter: Uebersicht der Arteu der Carabiciden-Gatt. Trechus. Clairv., mit Augen, aus dem Kaukasus, Russisch Armenien und Traascaspien. — A. Hetschko: Zur Keantuiss der Verbreitung von Orthezia cata- phracta und O.floccosa. — E. Rsitter: Nachtriigliche Bemerk. zu den Col. — Arten aus der Verwandtschaft des Onthophagns Amyntas.- — E. Reitter: Ergauzung und Bericbtigung. — G. AV. Kirkaldy: Einige neue und wenig bekaunte Rbyncboten. — E. Reitter: Uebersich der Arten der Col. Gattung. Entomogonus. — M. Bezzi; Ueber Callimyia Wankowickzii. und Agathomyia aurantiaca.—'Es.. Hartmann: Neue exotische Rüsselkilffer.— E. Reitter: Coleopterologiscbe Notizen. — L. P. Czerny: Zu Anthomyza und Ischnomyza. Algué (P. José). El Baro-ciclonó-metro. (Manila, 1897.) Blanchard (Raphael). Les cadrans solaires. (Paris, 1901.) — Lésions du fóie déterminées par la présence de douves. (ar- chives de parasitologie . Paris, 1901.) — Note sur les tenias noirs. (Arch. de parasit. Paris, 1901.) — Rapport sur l'organis. de l'Iustitut de Médec. coloniale. (Arch. de parasit. Paris, 1902.) — Sur la piqüre de quelques Hemiptéres. (A.rch. de parasit. Paris, 1902.) Delfín (F. T.) — Catálogo de los peces de Chile. Valparaíso. 1901. F. de Gatta (M.) — Nuevos estudios sobre las Agallas. Salamanca, 1903. Gago Rabanal (Elías). Estudios de Arqueología protohistórica y Etno- grafía délos astures lancienses (hoy leoneses). (León, 1902.) Gredilla (A. F.) — Excursión botánica por las prov. de Sevilla y Cádiz. (Bol. Soc. Esp. H. Nat. 1903. Lacriche Hughes. Un seul champignon sur le globel (Port-Louis, 1902.) Manila Central Observatory. Philippine AVesther Bureau. Bull. for June, Jule and August, 1902. Medina (M.)— Crisídidos de España. (Anal. Soc. Esp. H. Nat.) 164 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Navas (P. Longinos). Fáunula entomológica estival de Brihuega (provin- cia de Guadalajara). (Bol. de la Soc. aragonesa de Ciencias naturales.) (Zaragoza, 1902.) Oberthür (R.) — Une nouv. Asida apparten. au groupe des esp. espagn. «aterciopeladas». (Bol. Soc. Esp. H. Nat. 1903.) S aderra Masó (M.). Report on the seieinic and volcanic centers of the Philippine Archipiélago. (Manila, 1902.) Silva Tavares (J. de). As zoocecidias portuguesas. Addenda. (Bev. de Se. Naturaes do Coll. de S. Fiel.) (Lisboa, 1902.) Descripcao de seis coleopterocecidias novas. (Rev. de Se. Nat. do Coll. de S. Fiel.) — * Descr. de deux Cécidomyies nouvelles. (Marcellia. Riv. int. di Cecid. — Padova.) — Zoocecidias dos suburbios de Vienna d'Austria. (Rev. de Se. Nat. do Coll. de S. Fiel.) (Lisboa, 1902.) Seebold (T. L. F.). Not. nécrolog. sur le Dr. Otto Staudinger. (Ann. de la Soc. Entom. de France.) (Paris, 1901.) Tomás (Calixto). Contribución al estudio de la Anatomía filosófica. Ley de la monogastría. (Bol. Soc. Esp. H. Natural, 1902.) Trotter (A.) Elenco di Galle raccolte in Lspagna. (Marcellia. Riv. int. di Cecid. Padova, 1902.) Ubeda t Correal (José). Los métodos de enseñanza en las ciencias expe - rimentales. (Madrid, 1902.) Vatreda (Est.) — Plantas de Cataluña. (An. de la Soc. esp. de Hist. nat.) Sesión del 1.° de Abril de 1903. PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ZOILO ESPEJO. El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, la cual fué aprobada. El Sr. Presidente comunicó el feliz resultado de las gestio- nes que está llevando á cabo cerca del Excmo. Sr. Ministro de Instrucción pública para obtener sea declarada nuestra Socie- dad de utilidad pública y ayudada por el Estado, seg'ún acor- dó en sesiones anteriores, habiéndose conseguido se consigne en el proyecto de Presupuestos una subvención de 5.000 pese- tas en su favor. La Sociedad acordó un voto de g*racias al Sr. Espejo por las gestiones que con tanto celo como éxito ha practicado, y enco- mendar á la Junta directiva cuanto se refiera á este asunto, á fin de que en tiempo oportuno se manifieste al Sr. Ministro, en la forma que estime conveniente, el agradecimiento de la So- ciedad, Acuerdos. — El Secretario dio cuenta á continuación de los si- guientes acuerdos tomados por la Junta directiva en sesión del 30 de Marzo, en unión de las Comisiones de publicación y de catálogos. Admitir el cambio de publicaciones solicitado por la revista inglesa The Zoologist. Nombrar socio corresponsal al eminente naturalista Mr. Wil- lians Lucas Distant. No admitir la dimisión del anciano y distinguido botánico aragonés Sr. Pardo Sastrón, el cual continuará figurando en la lista de socios y recibirá la Memoria anual de Secretaria. Que no se admitan suscripciones ni venta de ejemplares de nuestras publicaciones, reservándolas para los socios exclusi- vamente. Felicitar á nuestros consocios D. José Hernández Alvarez, D. Juan Pablo Soler, D. Rafael Blanco, D. Manuel Carbó, don Federico Aragón, D. Antimo Boscá y D. Cesáreo Martínez, por T. ni.- Abril, 1903. 12 166 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA haber sido propuestos catedráticos de Agricultura los dos pri- meros, y de Historia natural los restantes de Institutos de se- gunda enseñanza. Designar interinamente para que suceda en el cargo de Bi- bliotecario al Sr. Blanco, y se ponga de acuerdo con aquél an- tes de que salga de Madrid, á D. Ángel Cabrera y Latorre. Después de algunas explicaciones dadas á los señores socios para su mayor conocimiento de los precedentes acuerdos, fue- ron éstos aprobados. Admisiones y presentaciones. — Se hicieron dos nuevas pro- puestas de socio numerario, y la del Instituto general y técni- co de Barcelona. Correspondencia. — Se leyó una comunicación del Secretario de S. A. el Príncipe de Monaco, acusando recibo de las últi- mas publicaciones de nuestra Sociedad. Comunicaciones verbales. — El Sr. Presidente presentó al señor I). Gregorio Callejo, Bibliotecario del Jardín Botánico, el cual ha realizado un trabajo bibliográfico por autores, materias y localidades de todas las memorias y notas publicadas en los 30 tomos de nuestros Anales; trabajo que ofrece generosamen- te á la Sociedad para que ella disponga de él como lo juzgue oportuno. Dio este señor explicación de su trabajo, que en rea- lidad comprende tres índices en uno, siendo calurosamente felicitado por él. Se acordó pasara á examen de la Comisión de publicación y de la Junta directiva, prestándose el Sr. Callejo á aceptar cuantas indicaciones se le hicieran á fin de que re- sultase útil su obra para el objeto á que se consagra. — El Sr. Fernández Navarro dijo que, á su juicio, convendría estudiar un medio de que la Sociedad fuera explorando las regiones más desconocidas de nuestro país, difíciles de reco- rrer con algún detenimiento por una sola persona, pero que seguramente no lo sería tanto con ayuda de ésta y quizás con la colaboración de otras Sociedades, á las que podría agregar- se la nuestra con el expresado fin. Los Sres. Rodríguez Moure- lo, Azpeitia y Lázaro hicieron algunas observaciones, recibien- do todos estos señores el encargo de pensar en el asunto y re- unirse, á serles posible, para presentar en otra sesión algunas DE HISTORIA NATURAL. 167 bases conducentes á llevar á la práctica lo propuesto por el se- ñor Fernández Navarro. — El Sr. Llord leyó una nota sobre «La amblig-onita de Cá- ceres», la cual pasó á la Comisión de publicación, y prometió, cuando sus muchas ocupaciones se lo permitan, presentar otra sobre los minerales y rocas que acompañan á la amblig-onita en el mismo yacimiento, y sobre los cuales hizo algunas indi- caciones el Sr. Fernández Navarro con referencia á ejemplares recibidos recientemente en el Museo de Historia natural. —El Sr. Bolívar, en nombre de los Sres. García Mercet y Vá- rela, presentó dos notas, sobre himenópteros de España la del primero, y sobre redúvidos africanos la del Sr. Várela, acor- dándose pasaran ambas á la Comisión de publicación. El mismo Sr. Bolívar manifestó que en el núm. 3 del Ento- mologistas Record se da noticia de que Mr. Kirby, conservador üe las colecciones entomológicas" del Museo Británico, ha ter- minado el arregdo de la de ortópteros del mismo, redactando un catálog'o g-eneral de los insectos de este orden, que ya está -en prensa 3^ que se publicará en lo que falta de año; noticia interesante, sin duda, y de la que ya teníamos conocimiento por el Sr. M. de la Escalera, á quien, en su último viaje á Lon- dres, se la participó Mr. Kirby. Dijo también que el Sr. Silvestri acaba de dar á conocer un nuevo tisanuro, el Aaajapyx vesiculosas, distinto del Projapyx, anteriormente descrito, por la falta de estig-mas protorácicos y la presencia de vesículas en el abdomen. Llama la atención en •el nuevo insecto el enorme desarrollo del intestino anterior, mientras que el medio es muy reducido. Los cercos son pluri- articulados, y como en el Projapyx y en alg-unos miriápodos, contienen el conducto excretor de una gdándula que se abre en •el extremo de ellos. Este insecto es sin duda alg-una la forma más primitiva de todas las boy conocidas de los insectos. También participó á la Sociedad que Mr. Chrétien, que per- maneció el año pasado larg-o tiempo en San Ildefonso dedicado á la recolección de micro-lepidópteros, ha publicado una espe- cie de las que recogió con el nombre de Cochylis austrinana, cuya descripción convendría reproducir, como se acostumbra <,o\\ las especies españolas. — El Sr. Calderón dio las sig-uientes noticias: 1.a En La Nature, núm. 1512 (1902), apareció una nota de 168 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA A. Martel, titulada «La montagne de sel de Cardona (Cátalo— gne)», conteniendo algunas indicaciones curiosas respecto á las grutas producidas allí por la circulación de las aguas, y explo- radas por este afamado espeleólogo. Y ya que de esta notable montaña se trata, conviene recor- dar que parecía definitivamente fijada su edad oligocena, atri- buida por el Sr. \ridal á causa de la concordancia de estratifi- cación que presenta con las margas y maciños de dicha edad que forman una gran parte del mismo anticlinal; pero me ha sorprendido que, á pesar de estas razones, el reputado geólo- go M. Carez piense, por el contrario, que la sal de Cardona es de edad triásica. 2.a Por carta recibida de Pamplona, tengo noticia de que ocurrió en aquella capital, á las dos de la madrugada del día 10 de Marzo último, un temblor de tierra de cierta intensidad, y que dicen, duró bastantes segtmdos. La trepidación principal fué tan fuerte, que muchos vecinos acudieron atemorizados á los balcones. A las tres de la madrugada del mismo día se re- pitió el fenómeno, causando nueva alarma. No han ocurrido desgracias personales, pero se han cuarteado algunas casas viejas de un modo alarmante. 3.a El eminente geólogo Ch. Barrois, al que tanto debe el conocimiento de nuestro suelo, ha publicado en los Anales de la Sociedad geológica del Norte una interesante noticia necro- lógica de T). José Macpherson. En ella analiza el alcance de los principales trabajos de nuestro ex-presidente y cariñoso ami- go, con elevado criterio y el gran dominio del asunto que es notorio en el autor, terminando su noticia con estas palabras: «La obra de Macpherson le asegura un lugar duradero en la historia de. los progresos de la geología en España. Los que le conocieron'personalmente se acordarán de su amor á la cien- cia y su servicialidad con sus colegas; los que lean sus escritos reconocerán siempre en él al introductor en España de la pe- trografía moderna, de la que fué en Europa uno de los prime- ros adeptos, así como al autor de las primeras investigaciones detalladas sobre los terrenos arcaicos y de los primeros ensa- yos sobre la estructura de conjunto de la Península ibérica (1).» (1) Société géologique du Nord., Ann., xxxi, 1902, p. 31-2-317. DE HISTORIA NATURAL. 169 Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el 6 de Marzo, bajo la presidencia de D. Carlos Ferrer. Se hizo una presentación de socio. El Sr. Folch y Andreu dio cuenta y entregó un trabajo intitu- lado «La lluvia en la Península Ibérica», acompañado de her- mosas gráficas en colores; y el Sr. Rivas Mateos una nota re- ferente á «La fluorina de Papiol», con dibujos hechos por el Sr. Aranzadi, mostrando ejemplares de la especie á que dicho escrito se contrae. —La Sección de Sevilla celebró sesión el 29 de Marzo bajo la presidencia de D. Manuel Medina. Asistieron los nuevos socios Sres. Gracián (D. Antonio) y Martínez Girón (D. Paulino). El Sr. Presidente propuso se hiciesen gestiones acerca del Ateneo y Sociedad de Excursiones de Sevilla, para la traslación al nuevo local de la Sociedad de la colección de Historia na- tural que la Sección posee, la cual ha quedado interinamente en aquel Centro. El mismo Sr. Presidente manifestó la conveniencia de for- mar una pequeña biblioteca de Historia natural, principal- mente con donativos de los Sres. Socios, biblioteca que pudie- ran consultar éstos en el acto de las sesiones. Dicha idea fué apoyada por los Sres. Socios concurrentes. — El Sr. Miquel presentó un fósil del terreno cuaternario marino de Baleares, no citado de él, perteneciente al género Purpura, pero sin poderlo referir á la P. hmnastoma L., única existente en Mallorca, donde se encontró, ni ala/*. lapilhisL., dudosa en el Mediterráneo. Es de forma globulosa y de espira muy corta, como esta última, pero de mucho mayor tamaño y robustez, no pudiendo estudiarse la forma y detalles de la boca por estar embutida en la roca por el lado de este órgano. — El Sr. Crú dio cuenta del hallazgo de dos especies de aves cazadas en el lago de la Albufera de Valencia, el Panurus Mar- ■micus L., y el Calamoherpe aquatica O. des-Murs. — El Sr. Chaves leyó unas «Nuevas observaciones sobre los minerales de la Sierra de Nerjay Maro (provincia de Málaga)». — El Sr. Paúl mostró ejemplares del CMlocoriisbipiisliUalus L., que destruye los coccidos. de que se hallan atacados los naran- jos de una huerta de Triana, dando algunos detalles sobre ellos. 170 BOLETÍN de la sociedad española — La de Zaragoza celebró sesión el 27 de Marzo de 1903, bajo- la presidencia de D. Pedro Ramón y Cajal, y después de apro- bada el acta de la sesión anterior, dicho señor manifestó se hi- ciese constar en acta haber visto con satisfacción la propuesta, del Tribunal de oposiciones para desempeñar la cátedra de Agricultura del Instituto general y técnico de Mahón á favor del Vicesecretario de esta Sociedad, D. Juan Pablo Soler y Car- celler, y así se acordó por unanimidad. Seguidamente, el Sr. Moyano propuso para socio ag-reg-ado- á D. José Orensanz, profesor auxiliar interino de esta Es- cuela de Veterinaria, residente en esta capital, Alfonso I, nú- mero 27. — El mismo Sr. Moyano leyó á continuación la siguiente nota, en la que da cuenta de las particularidades raras que- ofrece un monstruo que, procedente de Casbas (Huesca), reci- bió hace pocos días. Se trata de un feto de una cabra de completo desarrollo en la cabeza, cuello y parte de los miembros torácicos, pero que presenta la anomalía de faltarle completamente las paredes abdominales; la columna vertebral está fuera de la dirección normal correspondiente, pues la tiene doblada sobre sí misma hacia las apófisis espinosas dorsales, llevando consigo el sacror coxis y miembros posteriores, ofreciendo en todo gran defor- mación é inclinación hacia adelante y arriba, ó sea en dirección de la cabeza. De esta anómala disposición depende que las paredes abdominales no se inserten en el borde anterior y cara inferior del pubis, que el vientre quede totalmente abierto, y y que las visceras digestivas se ofrezcan libres y flotando en el líquido amniótico. Además ofrece la anomalía de tener perforado el esternón,. por donde desciende el corazón, que fuera de la cavidad torá- cica ha debido funcionar todo el tiempo de la vida del feto. Clasificado el referido monstruo, puede considerársele per- teneciente á la clase de los unitarios, por estar formado de un solo individuo, orden de los autósitos, por ser capaz de vivir por sí mismo, aunque sea un corto espacio de tiempo, después de haber abandonado el claustro materno, y de la familia celo- somicmos, por ofrecer el cuerpo herniado, ó mejor por tenerlas visceras sueltas, siendo, en resumen, un monstruo unitario^ auiósito celosomiano. DE HISTORIA NATURAL. Wl Notas y comunicaciones. Notas hemipterológicas D. ANTONIO G. VÁRELA Reduvius formosus, sp. noy. Caput testaceum, macula parva anteoculari, lateribus, nec non parte ocelos ferente nigris; oculi magni, prominentes, nigri; antennae fusco- flavescentes, pilosa?, articulo primo parte dimidia apicali apiceque articulo secundo fuscis; articu- lis terminalibus palidioribus. Rostro testaceo, articulo secun- do primo circiter duplo longiore. Prothorace stramineo, utrin- que macula magna fusca; pronoti lobo postico maculis tri- bus sub-triangularibus fuscis. Scutellum fusco-nigrum, ápice spina suberecta gracili, utrinque macula apicali ante spinam pallide flavente signatum. Hemelytra fusco-nigra, clavo ver- sus basim marg'ineque exteriori corii, stramineis; membrana fusco-nigra, margine apiceque sordide flavente. Pedes testa- cei, valde pilosi, femoribus annulo medio vel in femora posti- ca fere pone médium pósito, fusco, in antica minus distincto. Pectus flavescente- testaceum, meso-et metapleuris strigosis, nigris. Venter testaceum, flavo-pilosum; segmentis basi fascia nigra notatis, versus marginen, ampliata. Long. 19 mm. Kámerun (Conradt).— Col. M. Escalera. NOTA SOBRE EL GÉNERO «RHOCHMOGASTER» Karscll. Entre los hemípteros recogidos en el Kámerun por el doctor Paul Preuss, y descritos por el Dr. F. Karscb, de Berlín, en las revistas Enlomologische Nachrichteu, xvm (1892), y Slelt. Ento- mologische Zeitung (1894), figura el género Rhochmog áster con la especie dimerus Karscb. A la descripción acompaña una lá- mina en color, no muy buena, y con la indicación equivocada (en lugar de flg. 5, Maraenaspis typhlops, debe decir fig. 5, Rhocmogaster dimerusj . Los redúvidos recogidos por Conradt en el Kámerun, que el Sr. Escalera ha puesto á mi disposición, me han proporcionado la ocasión de hacer el estudio del refe- 172 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA rido género, y me permito llamar la atención de los hemipte- rólogos acerca de su valor, pues sospecho que está errónea- mente constituido con formas larvarias de un Physorhynchus. Los principales caracteres que Karsch señala corno propios del género son los siguientes: «Ocelli nulli. Pronotum strictura subüli instructum, lobo basali brevissimo , tranverso, lobo (inte- riore posteriore multo angustiore, sulco longitudinali carens. Elylra loUformia, lateralia. Mesosternum fovea profunda sat augusta, marginibus valde elevatis instructa insigne; metaster- num longitudinaliter excavatum, marginibus sat elevatis instruc- tum. Segmenlum dorsale quartum abdominis sulcis duabus pro- fundis posterius convergentibus et aream mediam anticeposliceque sub trunca lum, marginem posiicum segmenti quarti subattingen- tem includentibus instructum; coneximim angustum, omnino gla- brum; ventris segmenta 1, 2, 3, 4, 5, ¡)rofunde longitudinaliter sulcata, etc.» La carencia de estemas, en cuanto no se demuestre que se trata de formas adultas, no es un buen carácter. Ninguna de las larvas de redúvidos que he tenido ocasión de observar, so- bre todo en sus primeros estados, los presentan. Que el lóbulo anterior del pronoto esté mucho más desarro- llado que el posterior, que apenas se percibe, es lo natural en las larvas de los redúvidos, puesto que el posterior es el último que se diferencia; el surco longitudinal, en unos ejemplares no existe, pero en otros se percibe perfectamente. Respecto á los élitros, los ejemplares que he estudiado pre- sentan una gradación muy sensible en su desarrollo; en algu- nos no existen más que rudimentos; en otros adquieren distin- tas dimensiones, pero siempre son lobiformes, sin nerviaciones y con todos los caracteres de estos órg-anos en las larvas. La cavidad longitudinal del meso y metasternón con bordes elevados le presentan también formas adultas de Physorhyn- chus de la misma localidad, aunque modificada un poco en su estructura en relación con las transformaciones que experi- menta el individuo en los demás órganos, en las últimas mór- fosis. El surco longitudinal del vientre es frecuentísimo en larvas, no solo de Physorhynchus, sino áeHarpaclor, Pirales, etc., etc. Otros caracteres del género y de la especie dimerus, como los que se refieren al número de artejos de las antenas, á los fému- DE HISTORIA NATURAL. 1*3 res, conexivo, etc., son también genéricos del Physorhynchus. Por último, liaré notar -que en la misma localidad de donde proceden los ejemplares de la expedición de Conradt existe una especie de Physorhynchus que considero nueva, á la que sospecho pertenecen esas formas que han servido para la for- mación del género Rhochmog áster. Antes de describirla haré presente que las especies africanas de Physorhynchus no están bien determinadas, y así lo hacía ya notar Haglund (1) el año 95, á propósito de la descripción de los hemípteros del via- je de Yngre Sjostedt al Kámerun, cuando decía: «Species Phy- sorhynchorum Africse adhuc non rite cognitse, nec descriptse.» (Ofv. af Kongl. Vet. Ak. Forh, 1895, n. 7, pág\ 474. Stockholm.) Physorhynchus robustus, sp. nov. Capite, pronoto pedibusque fusco-testaceis, nitidis; pectore obscuriore; tarsis flavescentibus. Antennarum articulis primo et secundo tf, fuscis, valde pilosis, apicalibus flavescentibus; articulo primo 9 fusco, glabro. Mesosterno elevato, longitudi- naliter excavato, marginibus elevatis, antrorsum confluenti- bus. Metasterno etiam elevato, prominente, minus distincte excavato, marginibus lateralis sat elevatis et rotundatis. Scu- tello nigro; marginibus praersertim ápice ± rufo-testaceis. Heraelytris nigris pone médium abdominis extensis, parte ba- sali costali testacea, brevissima. Dorso abdominis nigro, disco ± testaceo-maculato; ventre nigro; segmentis singulis posti- ce, medio testaceis. Femoribus anterioribus subtus spinis 2-3, posticis spinulis 1-2, armatis. Long. d" 21-23 mm. Q 26-28 mm. Kámerun (Conradt). Un Mutílido nuevo de España D. RICARDO GARCÍA MERCET. Mutilla Castellana sp. nov. Nigra; mandibular um basi, tuberculis antennalibus thorace et carina primi segmenti abdominis rufis. Caput subquadrangula- tum, thorace laiius, oculis magnis. Thorax elongatiis, lateribus (1) C. J. Emil Haglund, distinguido entomólogo sueco, fallecido en 1901, á quien se deben interesantes trabajos sobre diversos órdenes de insectos (Sjostedt, C. J. Emil Haglund. Necrología, Entomologisk Tidskrift, 1902.) 174 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA subparaUelis, unguiculo smitellari distincto. Abdomen sessile; segmento primo carina infenore emarginata; segmento secundo mamitis duaous brevis, albosericeis notato; segmento tertio fascia integra albosericea vesiito; segmento sexto filis albis pr&dito; área pgg/diali ¡ongiiudinaliter striata; calcaribus albis. — Q. Long-. 8 mra. Cabeza negra, subcuadrang-ular, un poco más ancha que el tórax, estriado reticulada en la parte anterior; frente y vérti- ce punteado-reticulados sobre los áng-ulos póstico-laterales. que están bien redondeados. Ojos muy grandes, ovalados, equidistantes de aquellos áng-ulos y de la articulación de las mandíbulas; éstas rojizas en su base, acuminadas é inermes; tubérculos antenales también rojizos y redondeados; antenas negras en toda su extensión, con el seg-undo artejo del funí- culo más larg-o que el tercero. Tórax rojo, alarg-ado, de bordes casi paralelos, truncado-re- dondeado posteriormente, provisto de una uña escutelar bien perceptible y de numerosos pelos blanquecinos sobre la trun- cadura del metanoto. Abdomen neg-ro, sentado, oval; su primer seg-mento, más es- trecho que el siguiente, provisto de largos pelos blanquecinos, de un diente á cada lado de la articulación del tórax y en la parte ventral de una quilla algo escotada; segundo segmento con dos manchas circulares pequeñas, de pubescencia amari- llento-blanquecina sobre el dorso: estas dos manchas separa- das entre sí por un espacio mayor que el diámetro longitudinal de una de ellas; tercer seg-mento cubierto dorsalmente poruña banda entera de pubescencia del mismo color que las manchas del seg-undo; cuarto y quinto segmentos sin ornamentación especial; sexto provisto lateralmente de larg*os pelos blancuz- cos; área pig-idial bien circunscripta y estriada longitudinal- mente en toda su extensión. Los seg-m-entos ventrales 2-5, bri- llantes y no muy punteados, ofrecen en su borde posterior nu- merosos pelos del mismo tono que los que presentan el prime- ro y sexto semianillos del dorso. Patas negras, con las caderas y los tarsos de un matiz rojizo, y armadas sobre las tibias intermedias y posteriores de una doble serie de espinas. Los espolones son de color blanco. Patria: Madrid (Sanz de Dieg-o). Esta especie debe ser muy rara, pues procediendo de los al- DE HISTORIA NATURAL. 175 rededores de Madrid, que es sin duda la localidad mejor ex- plorada por nuestros entomólogos, solo conozco de ella el ejem- plar que me ha servido para su descripción, el cual proviene de las colecciones del Sr. Sanz de Diego, que me lo ha cedido generosamente. La Mutilla Castellana pertenece al g-rupo de la M. Catanen- sis Spin., y ha de ofrecer bastante semejanza con la M. leuco- pyga Klug., de la que no he visto ejemplares, pero que me es conocida por las descripciones de Sichel y André. Se diferencia bien de esta especie africana (de Egipto, Abisinia, Guinea, Mashonaland, el Cabo, etc.) por su menor tamaño (la M. leu- copy(/aK\ug. mide 14-15 mm.), por la banda del tercer seg- mento del abdomen que es entera y por estar provista de una uña escutelar bien manifiesta. Creo innecesario señalar las diferencias de la nueva especie con las M. Catanensis Spin., M. Binio Rad. y M. Dalmática And., porque se aprecian desde luego por la simple lectura de la descripción de una y otras. Estudio químico de la ambligonita de Cáceres D. RAMÓN LLORD Y GAMBOA. Habiendo tenido ocasión de visitar en el pasado mes de Oc- tubre la mina «Carmelita», situada á unos 4 km. de Cáceres, y reconocida aquella zona estannífera en compañía de su pro- pietario D. José del Pozo y Mateos, quien galantemente me proporcionó los datos que le pedí, poniendo á mi disposición cuantos ejemplares me fueron necesarios para el estudio de aquella curiosa región, prometí á dicho señor efectuar un aná- lisis químico de la notable especie mineralógica denominada anibligonita, existente allí en abundancia y ya conocida por un análisis efectuado en Alemania y publicado en este Bole- tín, así como por los ensayos hechos en la Comisión del Mapa geológico y en mi laboratorio particular con una muestra pro- cedente de este último Centro científico. El yacimiento de ambligonita de Cáceres es digno de aten- ción, no solo por la abundancia relativa de este mineral, tan escaso en todas partes, sino por hallarse en forma de filón de H6 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA una anchura que llega hasta 80 era. en el centro de explota- ción actual, habiendo otros más estrechos en puntos pró- ximos. Intimamente relacionada la ambUgonita de Cáceres con la cuarcita, que en filones sensiblemente paralelos, con rum- bo NO. é inclinación ó buzamiento NE. casi vertical, de an- chura variable hasta de 60 cm., parece descender desde la sie- rra de Valdeflores al camino del mismo nombre, continuando alguno de aquellos filones hasta la sierra del lado opuesto, aparece la mencionada ambUgonita á los 27 m. de un pozo abierto en la parte más alta de la sierra, siendo superficial en la parte baja de la misma, al lado del camino y en el camino mismo. Toda la formación que podemos llamar explotable, tanto de ambUgonita como de casiterita, subordinadas ambas á las cuarcitas, se halla comprendida en una superficie de 150 á 200 m. de lado próximamente, cerrando el límite E. de la for- mación un gran filón de cuarcita, que se extiende desde una á otra sierra, atravesando el camino. También es digna de anotar la particularidad de cortar casi perpendicularmente á las pizarras silurianas todos los filones mencionados. Sabido es que la ambUgonita se halla siempre entre las rocas hipogénicas del grupo de los granitos, y con es- casez notable, lo que parece indicar la ausencia de filón en to- das partes. La circunstancia, hasta hoy única, de presentarse en Cáceres en la forma y abundancia indicadas, hacía intere- sante el reconocimiento de tan notable mineral, siquiera fue- ra con el solo objeto de comprobar lo ya sabido, que es lo que me decidió á verificar el siguiente estudio: CARACTERES FÍSICO-QUÍMICOS. No describiré los caracteres físicos de la ambUgonita, porque coinciden sensiblemente con los descritos en las obras de Mi- neralogía. Solo mencionaré la densidad de la de Cáceres, que ha sido determinada por la balanza hidrostática y por el mé- todo del frasco. Por la primera se ha obtenido el núm. 3,03, y por el último la cifra 3,01, resultados ambos de varias observa- ciones y concordantes con el peso específico señalado á esta especie, que es de 3,05 como mínimo. DE HISTORIA NATURAL. 1" Veamos ahora sus caracteres químicos: 1.° El polvo del mineral se fundió fácilmente sobre el car- bón en una perla que se hizo opaca por enfriamiento, quedan- do Manca. Humedecida la perla con el nitrato cobaltoso, y vuelta á calentar á la llama oxidante del soplete, tomó al en- friarse un hermoso color azul, haciéndose infusible ya, con cuyo último carácter puede asegurarse la presencia de la alúmina. 2.° Hervido el polvo del mineral» en los freídos nítrico ó clorhídrico, diluida la disolución parcial resultante en agua, filtrada y tratada por exceso de molibdato amónico en ácido nítrico, dio fuerte reacción característica del ácido fosfórico. 3.° Fundido el polvo del mineral sobre lámina de platino, y en el tubo abierto por ambos extremos, mezclado previamente con sal de fósforo y carbón, dio vapor ácido y gotas condensa- das en el tubo, también acidas, quienes en contacto con el pa- pel de Fernambuco dieron la reacción característica del flúor. 4.° La disolución parcial clorhídrica del polvo del mineral fué examinada al espectroscopio, quien señaló las rayas del sodio y del litio con bastante intensidad. No se pudieron determinar cualitativamente más cuerpos de los señalados. Conocida la especie mineralógica por los ensayos anteriores, procedí á realizar el análisis cuantitativo, á fin de deducir la fórmula química de la composición centesimal de la ambligo- nita, procediendo del modosiguieüte: Se pulverizó y tamizó cierta porción de la parte más homo- génea del mineral; se pesaron con todo cuidado 200 mg. de este polvo; se mezclaron en un crisol de platino con 1.200 mg. de carbonato sodo-potásico y 300 mg. de sílice pura, colocando el crisol tapado en una lámpara-horno de Krechel, y calentan- do gradualmente hasta el rojo-intenso y fusión tranquila de la masa. Se dejó enfriar, se introdujo el crisol en un vasito de precipitados, se vertió agua y se dejó veinticuatro horas, hasta separación de la masa y disolución completa de todo lo solu- ble, separado así de lo insoluble. Se filtró, lavó, etc., obtenien- do un líquido A y una parte insoluble B. En el líquido A fueron determinados, por los procedimien- tos corrientes de análisis, el ácido fosfórico, eljtuor, la litinay la sosa, esta última por diferencia. 178 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA En la parte insoluole en el agua, B, se determinó la alú- mina. Se comprobó la pureza de todos los cuerpos obtenidos. La composición centesimal de la ambligonita resultó la si- guiente: Ácido fosfórico (anhídrido) 47,722 Alúmina 35,600 Fluor % 10,134 Litio 4,444 Sodio y pérdida 2,100 Total 100,000 DEDUCCIÓN DE LA FORMULA QUÍMICA. Dada la composición centesimal y prescindiendo de la pér- dida insignificante, puesto que el análisis fué ejecutado con todo rigor, quise deducir la fórmula química de la ambligoni- ta para ver si obtenía las mismas consecuencias que las acep- tadas por Rammelsberg, hoy corrientes en Mineralogía. La composición centesimal anotada varía en su forma al re- lacionarla con los cuerpos simples de que consta. Véase la di- ferencia: Fósforo 20,836 + oxígeno — ( 26,886 = 47,722 Aluminio 19,100 + oxígeno = j 16,500=35,600 Fluor 10,134 43,386 Litio 4,444 Sodio (sin pérdida) 2,100 Oxígeno total 43,386 Total 100,000 Dividiendo las cantidadas apuntadas de cada cuerpo simple por los correspondientes pesos atómicos, obtuve los cocientes indicadores de las relaciones atómicas de aquellos cuerpos en el compuesto cuya fórmula buscaba. El resultado de las divisiones fué el siguiente: Fósforo==JM?l_ 0,672. DE HISTORIA NATURAL. 17!» Aluminio = 19¿°° = 0,707. 27 Fluor = 10^34 =0,533. 4 444 Litio = — '- = 0.632. Sodio = 2'*°° = 0,091. . , , 43,386 _w.ft Oxígeno total = — — = 2,712. & 16 Nótase, desde luego, al comparar estos cocientes, que su re- lación, es decir, la relación de P : Al : F : Li : Na: O, es sensi- blemente igual á la de los números 1:1:1:1:4, admitiendo que litio y sodio se completan para formar un solo cociente, como así es en realidad, no olvidando que las pequeñas pérdi- das de todo el análisis las hemos sumado al sodio, y que, por consiguiente, la cifra 0,091 representativa de este metal debe de ser menor, lo que, sumado á la cifra del litio, da sensible- mente un cociente igual al del fósforo, aluminio y flúor, este ultimo quizá un poco disminuido de la realidad. Pero como tratándose del aluminio hay que duplicar la fór- mula para que las relaciones atómicas sean exactas, tendremos la primera fórmula empírica expresada del modo siguiente: P Al., F2 Li — Na 08. y que más racionalmente puede expresarse así: Al2 [POJ2 + 2 R F, en la que R representa litio y sodio, fór- mula igual á la deducida por Rammelsberg y admitida hoyen Mineralogía para la especie de que se trata. Expresando esta fórmula de la siguiente manera: [L:íl Al2 [P05]2 -f- ! . I se aprecia bien la constitución ató- mica y molecular de la ambligonita, que es un fino-fosfato, en el que hay una parte constante representada por el fosfato alu- mtnico, y una variable, constituida por el fluoruro Utico-sódico, en el que pueden sustituirse átomo á átomo el flúor, el litio, el sodio y el oxhidrilo OH, radical monoatómico que figura en algunas ambligonitas hidratadas, y que me parece ser de com- posición normal, aunque variable en ell is, seg'ún acabo de in- dicar, y de conformidad con las ideas de Penfield, contrarias 180 BOLETÍN de la sociedad española en este punto á las de Rammelsberg, quien considera al agua como producto de descomposición de la ambligonita. Creo quedan bien explicadas todas las variantes de composición hasta hoy conocidas, admitiendo las dos partes mencionadas en la molécula compleja de aquella especie mineralógica: la constante y la variable, en cuya última parte pueden susti- tuirse mutuamente elementos ó radicales de igual dinamici- dad, lo cual está conforme con lo que diariamente observamos en Mineralogía, en Geognosia y en la Química en general. Cochylis austrinana 0-) MR. P. GHBETIEN. Envergadura 16 á 18 mm. Alas superiores un poco estrechas y prolongadas en el ángulo apical, de un ocráceo amarillento salpicado de escamas blanquecinas más gruesas, dispuestas á veces en líneas longitudinales; costilla con numerosas man- chas (más de 10) y apretadas, que varían de pardo á negro, estando separadas por una mancha blanquecina las cuatro últimas cercanas al ápice; algunas de estas manchas dan na- cimiento á líneas mal definidas de un pardo rojizo; tres ó cua- tro de estas líneas se ven en la región próxima á la base, al- canzando la primera, y á veces la segunda, el borde interno; banda mediana ancha, de color mucho más obscuro, sombrea- ba además por estrías ó líneas .negruzcas, que van de la costi- lla al borde interno; después de esta banda se ve una ó dos lí- neas igualmente rojizas que atraviesan el vértice del disco; otra banda curva después de éste, ensanchada en el centro, que se atenúa bruscamente y no alcanza al borde interno, de color tan obscuro como el de la banda mediana, y presentando frecuentemente líneas ó estrías negruzcas; borde del ala ter- minado por un filete negro; franjas ocráceo-amarillentas, en- trecortadas de negruzco. Alas inferiores morenas, con franjas blanquecinas partidas por una línea morena muy cerca del borde del ala y entrecortadas de moreno hacia el ápice y el me- dio. Palpos, cabeza y tórax de un ocráceo amarillento; antenas (1) Le Naturaliste, 2e ser , n° 377: 15 nov. 1902. DE HISTORIA NATURAL. 181 ligeramente ciliadas, del mismo color; abdomen del color de las alas inferiores; patas anteriores morenas con tarsos anilla- dos de blanco; las posteriores grises y con anillos morenos en los tarsos. El color de ]¿i 9 es siempre más claro; sus alas inferiores y su abdomen son á veces blanquecinos, con franjas blancas. Esta especie se encuentra en San Ildefonso, y probablemente también en Francia. Nota sobre una nutria de la costa de Guinea DON ÁNGEL CABRERA L ATORRE. En la colección de mamíferos reunida por el Sr. Martínez de la Escalera en nuestra colonia del río Muni, durante el ve- rano de 1901, figuran la piel y el cráneo de una nutria que yo en un principio creí poder referir á la Lutra macuUcolUs de Lichtenstein (1), por más que difiere de esta especie por mu- chos caracteres. Es, ante todo, de tamaño más reducido; la cola es relativamente más larga; el pelaje mucho más obscuro y las manchas del cuello son amarillas, no blancas. Todos estos caracteres están conformes con la breve descripción que Gray (2) ha dado de su Hydrogale maculicoUis , generalmente considerado como sinónimo de la especie de Lichtenstein; pero el profesor Matschie me dice haber comparado numerosos ejemplares del Sur de Kámerun, idénticos al obtenido por el Sr. Escalera , con varios tipos de la verdadera Lutra maculico- Uis, y en todos ellos las diferencias son tan marcadas y cons- tantes, que es imposible reunirlos como de una misma es- pecie. Procedo, por consigniiente, á describir la forma propia de la costa de Guinea, dedicándola al eminente profesor del Museo de Berlín, cuyos notables trabajos sobre la fauna de dicha región le hacen sobradamente merecedor de este humilde tes- timonio de admiración y respeto. (1) ArcMv.fñr Xaturgesch., 183?, i, p. 89, lám. n, fig. 1 . (2) Proceed. Zool. Soc. Lona , 1865, p. 132. T ni.— Abril, 1903. 13 182 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Lutra Matschiei sp. nov. L. vigrofusca, basi pilorum straminea; macula a gula ad pec- torem grandi, informe, aurantiaca, ex fusco nótala. Pelaje de color de café muy obscuro, casi negro, con reflejo metálico. Los pelos del cuerpo tienen todos la raíz amarilla, los de la cabeza y la cola blanquecina; pero este color pálido solo se ve levantando el pelo. En las palmeaduras interdigita- les el pelo es escaso y de un matiz pardo uniforme, que se encuentra también en los labios. Una gran mancha de forma muy irregular y de color amarillo, ligeramente anaranjado, se extiende por debajo del cuello desde la garganta hasta el pecho, y sobre ella se destacan algunas manchas pequeñas de color de café. Los bigotes son pardos; las uñas de color de cuerno, algo nacarado. El espacio desnudo de la nariz, cuyo borde superior es un poco cóncavo, es neg'ro. Longitud desde la nariz á la base de la cola, 0,45 m.; cola, 0,30; pie posterior, sin uñas, 0,08. El cráneo es enteramente igual al figurado por Gray en su descripción del HydrogaU maculicollis, lo cual, unido á la se- mejanza de caracteres, me hace pensar que esta forma es mi Lutra Matschiei y no la L. maculicollis de Lichtenstein. Debo hacer notar, sin embargo, que el espacio interorbitario es en el cráneo por mí observado mucho más ancho que en la figura de Gray, y el borde alveolar maxilar llega un poco más atrás. Halj. (iabón septentrional, río Muñí, parte Sur de Ká- merun. Nuevas observaciones sobre los minerales de la Sierra de Berja y Maro (provincia de Málaga) D. FEDERICO CHAVES. Continuando mis estudios emprendidos hace algunos años sobre los minerales de la Sierra de Berja, en la provincia de Málaga, reúno en esta nota algunas observaciones y datos que en mis últimas excursiones he recogido, y que solo constitu- yen un complemento de indicaciones anteriores. Óxidos de hierro y manganeso. — Los minerales oxidados de DE HISTORIA NATURAL. 183 hierro son abundantes en la localidad, y en mis primeras no- tas aparecen mencionados la limonita, la hematites, el oligis- to y la magnetita. La observación de nuevos ejemplares y su estudio químico me permite hoy ampliar los datos anteriores. En la mina «Carmen» existe una masa de limonita poco com- pacta, que probablemente se aloja en el contacto de la caliza cristalina al N. del pueblo de Maro, y las micacitas que se ex- tienden al S. y afloran en la loma en que está edificado dicho pueblo. Esta masa parece susceptible de explotación. Da al en- sayo industrial un 50 por 100 de hierro manganesífero, lo cual es debido á la presencia de pequeñas g-eodas de acerdesa, que en diminutas laminillas se manifiestan al romper el mineral. La ganga es caliza. Más al S. existe un filón de hematites en- cajado en la micacita, cuyo mineral me ha dado un 60 por 100 de hierro. En diferentes puntos de la sierra existen masas pequeñas, ordinariamente filones de más ó menos buzamiento, que ofre- cen transición de la limonita á la hematites y aun al oligisto. A veces las oquedades del mineral de Maro se hallan tapi- zadas de limonita negra, vitrea, en ciertos casos con textura fibrosa. En el Cerro del Sol, unos pequeños filones de hematites ofre- cen formas pseudomorficas de la pirita, las cuales no difieren de las que he descrito en mis anteriores notas. Debo hacer aquí especial mención de un mineral que hasta hoy no he encontrado en la localidad en masa bien caracteri- zada. Este mineral es la acerdesa, de la cual he recogido ejem- plares de una apariencia brechiforme ó porfídica, lo que es debido á la mezcla con detritus de las rocas en que arma; ro- cas que no son otras que las micacitas locales abundantes en sericita. La acerdesa de Maro es compacta, cristalina, da bastante agua ligeramente alcalina en el tubo y desprende oxígeno. Su dureza es próxima á la de la calcita, y su color gTis acerado, con raya parduzca obscura. Debo recordar, á propósito de este mineral, los barnices ó patinas manganesíferas que he observado en las cavidades de las micacitas, cubriendo ó interponiéndose á los cristales de barita ó de anfibol blanco. A los óxidos de hierro debe también referirse un mineral 184 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA que se presenta en la mina «Arcángel San Rafael», amorfo, poroso, de color rojo, conteniendo fuerte proporción de óxido férrico, pequeña cantidad de calcio, algo más de magnesio» ácido fosfórico, alúmina y sílice, y solo débiles vestigios de manganeso. Forma cantera con unas calizas. Carbonates de hierro y cobre.— En esta última mina he halla- do unos cristales de siderita, ofreciendo el romboedro. Solo dos ejemplares lie observado entre gran cantidad de zafra extraí- da de una de las calicatas de dicha mina. También recogí un cristal de azurita que mide unos 8 mm., implantado en la cal- cita cristalizada, pero rugoso y de difícil estudio al gonió- metro. La malaquita se presenta á veces con la azurita en la cali- cata citada anteriormente, aunque en pequeñas manchas de grupos de cristalinos fibrosos y de apariencia sedosa. La Fluorina de Papiol (Barcelona) D. MARCELO R1VAS MATEOS. A unos 3 km. de Papiol y en un monte llamado «Puigpadró»,. de formación arcaica, se encuentra una gran masa de fluorina atravesada por pequeñas vetas de galena, y donde puede tam- bién observarse, aunque en escasas cantidades, malaquita, azurita, bornita, calcopirita y pirolusita. Este último mineral aparece bajo dos formas: en pequeños nodulos ó masas con- crecionadas introducidos en el cuarzo, y en elegantes dendri- tas, que parecen musgos ó más bien dibujos hechos por hábil artista. La pirolusita dendriforme es muy común en Cataluña^ abunda en Anglés (minas de galena y baritina), y en Palafru- gell (minas de galena con ganga de cuarzo y caliza). La galena de Papiol es bastante curiosa; algunos ejemplares son espáticos y la mayoría granudos; aquéllos con débiles re- flejos dorados y azules de bello aspecto, y éstos con escaso bri- llo metálico. Hemos hecho el estudio analítico de la galena granuda de Papiol, y resulta que contiene pequeñísima canti- dad de plata, por cuya razón no sirve para beneficiar este me- tal precioso. La fluorita forma en dicho yacimiento un depósito conside- DE HISTORIA NATURAL. 185 rabie, quizá uno de los mayores de Cataluña. Lo primero que llama la atención del naturalista en ella es la diversidad de co- lores en la masa de mineral; en efecto, allí la hay blanca, ver- de, azulada, rosada y violácea, pero mezclada al azar, sin orden alguno, dando al conjunto un aspecto curioso. He recogido ejemplares cristalizados, que son naturalmente los más intere- santes, y de ellos voy á ocuparme. 1.° Unos cristales rosados formados en su mayoría por el octaedro (111), perfectamente desarrollado y libre de combina- ción. 2.° Otros, más escasos, tienen la forma exaédrica (100) libre, pero más frecuentemente en combinación con el octaedro preponderante (111, 100), ó sea el octaedro con los ángulos só- lidos truncados. Y 3.° Unos cristales por extremo curiosos. Unos son como octaedros que hubieran sido cortados por un plano de simetría (fig\ 1.a); otros están formados por un octaedro, en el que un ángulo sólido aparece fuertemente truncado, conser- vándose las facetas del ángulo modificado (fig. 2.a); y por últi- Fig. i. Fig. 2.» Fig. 3.a ni o, hay otros ejemplares con preponderancia octaédrica, pero constituidos de una manera muy especial: uno de los ángulos sólidos está fuertemente truncado, aunque se conservan las cuatro facetas correspondientes al ángulo: el ángulo sólido opuesto es patente y siu modificación, mientras que los cuatro que podemos llamar ecuatoriales están sustituidos por peque- ñas facetas (fig. 3.a). Los ejemplares de las formas cristalizadas descritas forman hoy parte de la colección mineralógica de la Facultad de Far- macia de esta Universidad de Barcelona. Las figuras' que acom- pañan han sido dibujadas, en vista de los ejemplares, por mi distinguido compañero el Dr. Aranzadi. Hemos hecho un somero estudio microscópico de las citadas 186 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA formas, las cuales presentan inclusiones de galena y fenóme- nos ópticos anormales, pues son débilmente birrefringentes. lo que parece en contraposición con la simetría regular de esta especie; pero ejemplos de dicha anormalidad de los fenómenos ópticos de la fluorita fueron ya citados y explicados por el ilustre Mallard, y en la de Colmenar de Arroyo/Sierra de Gua- darrama, por el Sr. Calderón. En cuanto a las anomalías de forma de estos cristales, ya eran conocidas en los alumbres artificiales y también en algu- nas galenas, pero no habían sido citadas hasta ahora, que se- pamos, en la fluorita. La lluvia en la Península ibérica D. RAFAEL FOLCH Y ANÜREU. El interés que de poco tiempo á esta parte me han desperta- do las estadísticas gráficas me indujo á componer las que hoy tengo el gusto de presentar, no por creerlas dotadas del más insignificante mérito, sino por la índole de la materia de que tratan, ya que está íntimamente relacionada con la distribu- ción de todos los seres naturales. Trátase solo de hacer resaltar la diferente cantidad de agua de lluvia que reciben ciertas regiones de la Península que ha- bitamos. Como se ve, no es asunto nuevo ni mucho menos, ya que dicha desigualdad es conocidísima, no solo por el amante de las ciencias naturales, si que también por la inmensa gene- ralidad del vulgo. Lástima que las presentes gráficas no incluyan más que datos de un número tan limitado de observatorios para el co- nocimiento perfecto de dicha repartición. Conveniente, y más que conveniente necesario, es que hasta en los más pequeños pueblos en donde haya una persona medianamente ilustrada, se practiquen determinadas observaciones meteorológicas: sencillísimas per sé á la par que curiosas, reportan magníficos resultados, siendo el único modo que nos permitiría conocer muy á fondo á nuestro país. No obstante, para dar una idea, aunque vaga, del ya repeti- do reparto de lluvias, bastan á mi humilde entender las dos DE HISTORIA NATURAL. 187 láminas aquí presentes, las que de un modo muy poco esté- tico, aunque exacto, presentan grabados los promedios de una serie de datos recogidos por los observatorios que en ellas van anotados. Examinando mis gráficas se ve la gran desigualdad de las columnas, representantes cada una de ellas de la cantidad de lluvia registrada anualmente en cada observatorio. Basta mirar la muy larga correspondiente á Santiago de Galicia, 1.758,3 mm., y la de Ciudad Real, 212,4, cortísima, para ha- cerse cargo de tal desigualdad. La gráfica presentada muestra en términos generales que resultan con abundancia suma de lluvias el Noroeste y Norte de la Península , y en cambio con escasez el Sudeste y princi- palmente el Centro. Por orden de más á menos, según se desprende de los datos apuntados, están: Santiago, Vergara, Oporto, Bilbao, Corana. Coimbra, Oviedo, Santander, San Femando, Jaén, Lisboa, Ta- rifa, Soria, Huesca, Barcelona, Escorial, Cádiz, Burgos, Gra- nada, Seiilla. Badajoz, Valencia, Madrid, Albacete, Zaragoza, Murcia, Valladolid, Salamanca, Alicante y Ciudad Real. Tampoco se reparte por igual entre las cuatro estaciones la lluvia anual de cada estío. Sumando las lluvias de cada es- tación en sí, de los distintos observatorios, encontraríamos que de más á menos estarían Otoño, Invierno, Primavera y Verano. No siempre ocupa Otoño el primer lugar, que según el caso general le correspondería, sino que á veces es el segundo y otras el tercero. Ocupa el segundo en los observatorios de Vergara, Bilbao, Santiago, Oporto, Coimbra, Lisboa, Burgos, Soria, Zaragoza, Albacete, Jaén y Tarifa, y el tercero en los de Coruña, Badajoz y Cádiz. Alterando éste el orden general, lógico es que los demás no estén tampoco en el orden expuesto en algunos casos. Así te- nemos que en Invierno ocupe el primer lugar en los observato- rios de Vergara, Bilbao, Coruña, Santiago, Oporto, Coimbra, Lisboa, Badajoz y Tarifa; el tercero en los de Salamanca, Va- lladolid, Burgos, Soria, Huesca, Valencia, Alicante, Albacete, Madrid, Jaén y Granada, y el cuarto en los de Zaragoza y Bar- celona. Lo propio diré de las observaciones de Primavera, que con- 188 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA siderada en general le corresponde el tercer lugar. Y así vemos que ocupa el primero en los observatorios de Burgas, Soria. Zaragoza, Albacete, Jaén y Cádiz; y el segundo en los de Co- rulla, Salamanca, Yalladolid, Huesca, Barcelona, Valencia, Alicante, Madrid, Badajoz y Granada. Más constantes son las observaciones de Verano, ya que en todos los observatorios ocupa su cuarto lugar, excepto en los de Zaragoza y Barcelona, donde es el tercero. Aunque no creo que altere en mucho los resultados estam- pados, debo hacer constar que no todos los datos son prome- dios de diez años como indican las dos gráficas, puesto que algunos lo son de menos: de 9 años invierno, primavera y anual del observatorio de Bilbao, verano de Zaragoza, invierno y anual de Granada y todos los de Santander; de 8, otoño y anual de Zaragoza, primavera y otoño de Badajoz y verano de Tarifa; de 7, invierno y anual de Agosto, tod'os los datos de Ciudad Real é invierno y verano de Badajoz; de 6, todos los del Escorial, anual de Badajoz y otoño de Jaén: de 5, invierno y anual de Jaén; de 4, los de la Coruña; de 3, invierno y pri- mavera de Vergara y los de Cádiz; de 2, verano, otoño y anual de Yergara; y es el dato solo de un año el de invierno de Zarag'oza. Las observaciones de los mareógrafos de Cádiz, Alicante y Santander, que están incluidas en mi gráfica, no pertenecen en su totalidad al decenio de 1871-1880; pero, sin embargo, unos y otros valores son comparables. El género «Phymateus» ThiinLerg D. IGNACIO BOLÍVAR. La subfamilia Phy matea que establecí en 1884 comprende- tan solo los géneros Zonocerus Stál, Phymateus Thunb. y Pe- ristetjus Bol. (1), que encierran, especialmente los dos últimos, los insectos de colores más vivos y variados del orden de los (!) El nombre S7iytidoderes que el Dr. Karsch ha querido restablecer fué empleado ya por Schonher para un curculiónido en 1826, por lo que debe quedar subsistente el de Peristegus. DE HISTORIA NATURAL. 189 ortópteros; nada revela en ellos, sin embargo, esta viveza de su colorido mientras las alas permanecen cerradas, y el insecto, imitando por su librea verde prado ó verde aceitunado el coloi- de las plantas que le rodean, puede escapar á sus enemigos si es que no le delatan sus movimientos; pero cuando extien- den las alas superan estos insectos en belleza á gran número de mariposas por la intensidad del colorido, variado, general- mente, de un vivo carmín, de un rojo sanguíneo, azul intenso ó amarillo rojizo de azafrán, matizado siempre de multitud de manchitas negras y por el realce que les da la semitrasparencia de las alas bien distinta de la opacidad casi constante de las de los lepidópteros. Después de publicado aquel trabajo he llegado á conocer otras especies distintas de las que entonces enumeré, y cuyas descripciones daré á continuación, alcanzando con ellas á ca- torce las ahora conocidas. Todos ellos son insectos de gran ta- maño, propios del África ecuatorial y austral, donde alguna de las especies parece se desarrolla en tan gran número que llega á causar daños de consideración en diversas plantaciones como nuestras especies de langosta, según las observaciones de Hildebrandt, anotadas en una etiqueta del Museo de Berlín, y que el Dr. Karsch ha dado á conocer (1). Las especies hoy conocidas podrían distinguirse del modo que voy á indicar: 1. Tibia? posticíe flavescentes vel rufescentes spinis conco- loribus ápice nigris vel raro omnino nigris. Species Africana3. 2. Elytra apicem versus sensim angustata et ápice anguste rotundata. 3. Tibiarum posticarum spinis omnino nigris 1. Ph. leprosus L. 3. Tibiarum posticarum spinis ápice tantum nigris 2. Ph. 1) acca tus Stál. 2. Elytra subparallela vel apicem versus leviter attenuata et ápice oblique truncata. (1) «Diese Art verwüstet die Felder in Teita und Ukaraba. Ich sah sie nach der Regenzeit (im Juai) in Zügen von ungefahr 3-500 Stück.» Dr. F. Karsch, Beitráge zu Ignacio Bolívar's Monografía de los Pirgomorfinos (Madrid, 1881). Entomol. Nachrich- ten, 1888, p. 358. 190 BOLETÍN de la sociedad española 4. Elytra olivácea unicoloria, ápice fusco-marg-inata. 5. Alas unicolores virescentes haud nigro-tessellatas 3. Ph. olivaceus. Karsch. 5. Alee coloratas atque nigro-vel cceruleo-nigro-tessellatae: 'i. Alas dilate croceas. 4. Ph. jlarus sp. nov. 6. Ala* purpureo-vel cceruleo-tinctse. 7. Alas antice cceruleas postice purpurascentes. 8. Statura minore. Pronoti tuberculis obtusatis, parum ele- vatis concoloribus. 5. Ph. agrotus G-erst. 8. Statura majore. Pronoto tuberculis perfecte explicatis. sangniineis. 6. Ph. Brunneri Bol. 7. Alas purpurascentes. 7. Ph. pwpuraécens Karsch. 4. Elytra obscure ccerulea, venis transversis flavo-indutis. 9. Alarum colore purpureo usque marginem anticum ex- tenso. 8. Ph. Hildebrandti Brunn. 9. Alarum campo antico plus minusve cosruleo-violaceo. 10. Pronoti tuberculis obtusis rotundatis parum elevatis. Alae purpureo-et coeruleo-tincta3 9. Ph. morMllosus L. 10. Pronoti tuberculis conicis, elevatis. Alas coeruleo-et au- rantiaceo-pictas. '10. Ph. iris Bol. I. Tibias posticas cosruleas vel fusco-virescentes, spinis fla- vescentibus vel croceis, ápice nigris. Alae nigro-tesse- llatas. Species Madagassas. 11. Alas rufa; medio antice subcceruleas 11. Ph. Madagassus Karsch. II. Alas omnino rufas. 12. Pronoto lato tuberculis conicis prasdito. Elytra olivácea, dimidio basali transverse flavo-venosa 12. Ph. Grandidieri sp. nov. 12. Elytra obscure cerúlea, venis transversis late flavo-in- dutis. 13. Pronotum tuberculis acutis croceis armatum 13. Ph. Bugssoni sp. nov. 13. Pronotum tuberculis obtusis hebetatis obscure sangui- neis prasditum. 14. Ph. saxosus Coq. Pliymateus flavus sp. nov. Olivaceus; fastigio nec non antennis nigro-coeruleis. Pronotum valde tuberculalum, tuberculis rufo-sanguineis, duobns primis co- DE HISTORIA NATURAL. 191 nicis, duobus seque?ilibus globosis superne cómpreoste carinaiis atque sinualis; mesozona tuberculis discoidalibus oblitteratis, la- teralibus magnis, conicis: metazona lateribus tuberculis serie du- pla fonnantibus: margine postica truncata dentata, disco medio transversim el ev ato, pos tice concaviusculo, carina media perspicua. Elytra apicem versus latiuscula, ápice oblique trúncala angustis- sime flavolimbata; ima basi plaga nigra olivácea: areolis cceruleo indutis. Ala* flavescentes nigro-cceruleo-tessellata. Pedes olivacei, geuiculis jwsticis nec non tibiarum ápice infuscatis, spinis con- coloribus ápice nigris. Abdomen segmentorum basi fusco-cceru- lea. a"?. Long. corp. a* 45; pron. 11; elytr. 46; fem . post . 23 mm. » '» 9 67; » 16; » 60; » » 32 » Loe. Sierra Leona, Rhobomp. Museo de París y mi colección. Phymateus Granditlieri sp. nov. Oliváceo- cwruleus, flavo-et rufo-variegatus. Capul unicolor mi flavo-atque aurantiaceo-maculatum. Frons croceo quadri-plagiata. Anlennrr artieulis basalibus exceptis nigra. Fastiqium vertías fusco-cceruleum. Pronolum dorso plan uní, retrorsum. valde am- pliatum rufo-tuberculaium; prozona tuberculis quatuor majoribus conicis; mesozona atrinque tubérculo magno cónico, disco alteris duobus minoribus; metazona tuberculis marginalibus magnis com- pressis disco tuberculis ereclis armatum. Ehjtra apicem femorum posticorum valde superantia, latiuscula, ápice oblique trúncala atque angustissime fusco-marginata, olivaceo-ccerulea, venís lon- gitudinalibus concolóribus, retículo dimidio basali angustissime flavo. Alce subcycloidea, dilute crocea vel subsanguinea apicem versus infúscala' tota nigro-tessellatce. Pedes variegati. Tibia posticcB oliváceo- fusca spinis sanguineis ápice nigris. a" 9- Long. corp. tf 46; pron. 11; elytr. 44; lat. media elytr. 11,5; fem. post. 23 mm. Long. corp. 9 57; pron. lo; elytr. 55; lat. media elytr. 14; fem. post. 27 mm. Loe. Madag-ascar: Tutear, Amleolisatra, Andampy prés Vohe- mar, Grandidier. Museo de París. Especie muy notable por la forma del pronoto y la de los tubérculos que rodean la meta- zona, que permiten reconocerla á primera vista y la dan un aspecto particular. Ha sido descubierta por el célebre explora- dor de Madag-ascar Mr. Grandidier, á quien la dedico. 192 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA. Phymateus Buyssoni sp. nov. Fusco-olkaceo-cceruleus. Capul callis irregularibus croceis cons- persum. Anteante fusco-nigrce. Pronotum tuberculis aurantiaceis aculiusculis couspersum, prope marginem anticum tuberculis duo- bus acutis, pone sulcum primum tuberculis qualuor magnís, cani- as, linea ni transversam formanlibus; mesozona disco tuberculis qualuor pañis et n trinque tubérculo magno basi antice tiéntalo; metazona medio carinata tuberculis discoidalibus parvis sed acu- tis, tuberculis marginalibus maguis, conicis, ápice hebetaiis; lobis lateralibus parce tuberculatis margine inferiori callosa auran- tiaca. Flytra cwrulea ápice oblique rotwidalo-truncata venis transvcrsis J'aro-i nd u lis. Alee rufo-Tinosa di midió anlico nigro- lessellalo et ápice m rersus pictura nigra marginem exlernum iu- volvens. Pedes croceo-variegali. Femara postica carinis croceis. Tibia7 posticce olivácea basi apiceque nec non larsi fusci, spinis flavis ápice nigris. Abdomen margine 'postica segmenlorum ang us- té crocea. rf. Long. corp. tf 46; pron. 11; elytr. 50;fem.post. 27 mm. Loe. Madagascar. Audevorante A. Mathieux 1900. Museo de París. La especie es próxima al Pk. saxosas Coq., pero la distin- guen de ella la forma y disposición de los tubérculos del pro- noto, que son anaranjados y destacan sobre el color obscuro, casi de un negro verdoso del fondo. También le distingue la mayor longitud proporcional de los fémures posteriores; pues en un tf del P/¿. saxosas Coq., precisamente de igual tamaño, estos fémures solo miden 21 mm. Las antenas son negras des- de la base. Me complazco en dedicar esta especie al sabio hi- menopterólogo Mr. Robert du Buysson, que con grande ama- bilidad me ha facilitado el estudio de numerosos tipos del Mu- seo de París. El examen de los tipos del Phymateus morbillosus L., citado por Ferret et Fairmaire en el viaje á Abisinia (Voyage en Abys- sinie) de Ferret et Galinier, me ha permitido rectificar esta cita que no se refiere á la especie de Linneo, sino al Ph. pur- purascens Karsch, citado por este autor del Kilimandjaro. Ignoro á qué especie puede referirse el Phymateus papulosas citado por Mr. Kirby en «Report on a Collection of African Lo- DE HISTORIA NATURAL. 19» Cfüstidse». Trans. Ent. Soc. London . 1902, i, April, pag\ 84. Según Mr. Kirby esta especie es el ÍHctyophorus papillosus Thunberg. Mém. Acad. Pétersb., v, p 258 (1815).— Gryllus (Locusta) morMUosus, Houttuyn, Nat. Hist., i (10), p. 218, n. 42, pl. 80, fíg. 5 (Y76Q).—&ryllus locusta- morMllosi Nympha, Stoll., Saut., pl. 6 B, fig. 21 (1813). Hab.: Transvaal: Pretoria (Distant). Boletín bibliográfico. Académie des Sciences de Cracovie ( Bull. intem.). 1003. N.° 1. M.me (J. Ba— licka-Iwanowska.: Kech. sur la décomposition et la régénération des corps albuminoides dans les plantes. — M. Kulcynsky: Aranearurn et Opilionum species in ínsula Creta a Comité Dre. Carolo Attems co- llecta. Académie des Sciences de París (Bull.). Tome cxxxvi. N.° 5. Ph. van Tie- ghem: Présentation de son Mémoire «Sur les Ochnacées». — A. Gaudry: Contrib. á l'histoire des hommes fossiles. — J. Tissot: Sur la significat. des expér. faites en bailón sur les échanges respiratoires. — J. Chaine: Contr. á la morphol. des ligaments aceesoires de l'articulation tem- poro-maxillaire. — M.Ue Maris: Loyez: Sur la présence des formations ergastoplasmiques dans l'épitbelium folliculaire des ojseaux. — V. Babes: Observ. sur la genése des cellules géantes. — E. Maurel: Rap- port du poids du foie á la surface totale de 1 'animal. — P. A. Dan- qeard: Observ. sur le Monas vulgaris. — H. de Vries: La loi de Mendel et les caracteres constants des hybrides. — L. Daniel: Sur la struct. comparée du bourrelet dans les plantes greffées. — £. Demoussy: Sur la végét. dans des atmosphéres riches en acide carbonique. — P. Ter- mier: Sur les roches granitiques et les terrains cristallophyll. du iría- sil des Beni-Toufout entre El- Milia et Collo (Algérie) — L. Cayeux: Exist. du Jurassique sup. et de l'Infracret. dans File de Créte. — Ba- lland: Sur les quant. de phosphore contenues dans les farines.= N.° 6. A. Mai.aquin: La morphogenése chez Salmacina Dysteri (Ser- pulide). La métamérisation hétéronome. — Grimbert et Couland: Sur la prés. du glucose dans le liquide céphalo-rachidien.— H. Coupin: Sur la nutrition du Sterigmatocystis nigra. — E. Wildemann: Sur une liane á caoutchouc du Bas-Congo. — B. Renault: Sur l'activité végét. aux époques anciennes. — Hochreutiner: Sur un type spécial de du- nes de la bordare saharienne. — L. de Launay: Sur la réduction d'oli- giste en maguétite par les hydro-carbures. — Touloüse et Vurpas: Contr. expérim. á la connaiss. de la vie et de la réaction musculaires. =N.° 7. A. Lacroix: L'eruption de la mont. Pelee en janvier 1903. — 191 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA C. Heig: Mécanisme de l'act. de la secrétine sur la secrétion pancréa- tique.— Marage: Action sur l'oreille, á l'état pathologique, des vibrat. fondameutales des voyelles.— Cornil kt Coudray: Sur rimplantation de l'os mort en contact de l'os vivant.— L. Mangin: Sur la rnaladie du Chataignier causee par le Mycelophagus Castanece.—J>. A. Daxgeard: Un nouv. genre de Chytridiacées: le Rhaldium aeutum.—L. Cayeox: Phénonienes de cbarriage dans la Méditerranée orientale.=N.° 8. Ed. Retteuer. Rech. expérim. sur l'hyperplasie épitheliale et sur la transformatiou de l'epithélium en tissu conjonctif— P. Vüillemin: La serie des Absidiées.-CoL: Sur l'interprétation de la disposition des faisceaux dans le pétiole et les nervures foliaires des Dicotylédo- nes.— L. Cayeux: Les éruptions d'áge secondaire dans l'ile de Créte. Ddparcq, Mrazec et Pearce: Le dévonien infér. de la región de la Kosva (Oural du Ncrd).— J. Welbch: Sur les failles du Poitou, entre Parthenay, Niort et Poitiers. Académie internaüonah de Géographie Botanique. Le Mans. (Bull.J. Nu- mero 159. M. Gandoger. Trois dejeuuers dans les montagnes de l'An- dalousie oriéntale. — P. Carrier: La flore de l'ile de Montreal (Canadá). C. Pac: A prupos du Hieracium Asturicum. — H. Sudre: Exeurs. batho- logiques dans les Pyrénées.— Léveillé et Vaniot: Carex Galla'tica, sp. nov.— J. Poiraült: Liste des charnpignons de la Vienne.— Made- nioiselle M. Beléze: l.er suppl. á la liste des champ. sup. et infér. de la forét de Rambouillet et des envir. de Monfortd'Amaury (Seine et Oise). AUgemeinen Entnmologischen Gesellschaft. Neudarnm. (Allg. Zeitschr.für Entom.j S. B-and. N.° 2/-. H. J. Kolbe: Ueber vorschnelle Entwicke- lung (Protbeteli -) von Puppen-und Imago-orgar.en bei Lepid. und Coleopt.-Larven.— Stauffacher: Leber ein neues organ bei Phyllo- xera vastatrix.—J. G. Nielsex: Untersuch. über die Lebensweise und Entwickel einiger der Arten der Gatt. Synergus.—P. Bachmetjew: Ein Versuch, die Frage über die Parthenog. der Drohnen mittelst der analytisch statistichen Methode zu losen —N.° 4. Stauffacher: Ueber ein neues organ bei Phyll. vastatrix.— F . Eichei.baum: Die larven voa Xylechinus pilosus und von Hylastes cunicularius. — G. Ulmer: Beitráge zur Metarnorphose der deutsch. Trichopteren. Entomologisch'e Yereine. Stettin. (Zeitung.J. lxiv. Jahrg. A. Fuchs: Neue Kleinfalter des Mittelmeergebiets.— S. Schenklixg: Ein. neue Cleri- dendes Stett. Museums.— M. Bernhauer: Beitrag zur Stapbyliniden fauna von Ostindien und den Sundainseln. — A. Rieser: Zum Hei- maths-Nacbwefs von Agrotisfugax.—E. Hering: Uebersicht der Su- matra Pyralidíe.— Neue Pyraliden aus dem tropischen Faunengebiet. H. Agren: Zur Kenntniss der Apterygoten fauna Süd-Schwedens. Katalog Literatury Naukowej Polskiej. Cracovia. Tom. n. Zeszyt. n y m. DE HISTORIA NATURAL. 195 Museo de Valparaíso (Revista chilena de Hist. nat.) — Año vi, N.o 3. Cañas: noticias sobre los guajiros (indios de Colombia). — C. Porter: Lista de los Lathrididíe chilenos. — L. O. Howard: A new genus oE Aphelini- nse from Chili. Museum National Hongrois. Budapest (Természetrajzi Füzetek). Vol xxiv. Partes, i-ii. E. Daday: Mikroskop. Süsswasserthiere aus Deutsch Neu Guinea.— Fr. W. Konow: Neue Chalastogastra-Arten.— C. Kertesz: Zwei neue Ephygrobia-Arten von Singapore. — Ueber Indo-Austra- Hsche Lonchoñden. — Fr. Henoel: Zur Kenntniss der Tetanocerinen. A Dolufuss: Cat. des Isopodes terrestres de Hongrie, appart. au M. Nat. de Budapest. — G. Szepligeti: Braconiden aus Syrien und Pa- lestina, in der Samml. des Ungar. Nat. Mus. — J. Schilsky: Ajñon Horvathi. n. sp. aus Russ. Armenien. — G. Kraatz; Cetoniden aus Neu-Guinea, gesarnni. von L. Biró. — C. Kertesz: Cat. Pipunculidarum usque ad finem anni 1900 descript. — J. Madarasz: Descr. of two pro- bably new europeau Birds. — E. Csiki: Catal. Endomychidarum. Museum of Comparative Zooloqy at Harvard College. Cambridge. EE. UU. (Bull.) Vol. xl, N.° 4. W. E. Castle: The heredity of sex.=N.o 5. G. H. Parkek: The optic chiasma in Teleosts and its bearing on the asymmetry of the Heterostomata. Real Academia de Ciencias y Artes. Barcelona (Boletín). Vol. v. (Memorias.) Vol. iv. N.° 28. — P. Navas: JDiláridos de España.— N.o 29. N.° 30. N.° 31. (Nómina del personal académico.) Revista de Farmacia militar.— Madrid. Año n. N.°s 12, 13, 14 y 15. Royal Microscopical Society. London. (Journal,) 1903. Part. 1. Dixon-Nu- ttall and Freeman: The Rotatorian Genus Diaschiza: a monograph. Study, with Descr. of a New Species. Société entomologique de Belgique (Annales.) K. M. Heller: Eine Alte, aber bisher noch unbekannte Calandriden-Gatt. E. Olivier: Lampy- rides nouv. du M. de Bruxelles. — L. Fairmaire: Descr. de quelq. He- teroméres recueillis par Fruhstorfer dans le Haut-Tonkin. — E. Si- món: Descr. d'Arachnides nouv. Société hollandaise des Sciences á Harlem. (Arch. Néerlandaises des scien- ces exact. et nat.) T. vm. l.er livr. The Canadian Entomologist. London (Ontario). A. Morrill: Life-history and descr. of the Aleyrodes Packardi. n. sp. — W. Harrington: Male Wasp with female antennse. — A. Cockerell: The Coccinellid gen. Smilia. — W. Ashmead: C!assif. of the fossorial, predaceous and para- sitic Wasps, or the superfatnily Vespoidea. — A. Bacot: Tutt's . — J. Chester: A new sp. of Hypoloppus-— R. Cooley: A new Diaspid gen. The Wilson Bulletin. Oberlin (Ohio) Vol. ix. N.° 4. J. Daniel: The Cuban Tody. (Todus multicolor). — H. Tracy: Among the vultures in Asia mi- 196 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ñor.— F. Bruen: Some bluebird boxes and troubles.— Wm. Mills: My summer boarders. — L. Jones: All day with the Birds.— Winter Birds. W. Henninger: An addition to the Birds of Middle Southern Ohio. A new bird for Ohio. The Zoologist. London. Vol vn. N.° 73. W. Rawnsley: Parrot building in the open.— O. Aplin: Not. on the ornith. of Oxfordshire — N.° 74. J. Frohawk: British Beangeese.— F. Coburn: On the speciñc validity of Anser rubrirostris. — Th. Soüthwell: Notes on the seal and whale fishery of 1902.— O. Aplin: Not. on the ornith. of Oxfordshire. Bedel (L.)— Diagnose d'un Rhizotrogus inédit du N. de l'Afrique. (Bull. Soc. Ent. de Fr. París. 1902.) Revista científica profesional. Barcelona. Año vi, n.° 1. Sesión del 6 de Mayo de 1903. PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ZOILO ESPEJO. El Vicesecretario levó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Asiste el Sr. Graiño, de Aviles. Correspondencia.— El Vicesecretario leyó un oficio del señor Secretario del Museo de Ciencias naturales, enviando dos Me- morias, una de D Eduardo Boscá sobre «El Megaterio del Mu- seo de Ciencias naturales de Madrid», y otro de D. Rufino Abe- la sobre «Nombres vulgares de plantas en Galicia.» Los autores son corresponsales del Museo; pero como éste no tiene actualmente publicaciones periódicas, su Junta directiva acordó ofrecerlos á nuestra Sociedad por si estimaba oportuno publicarlos ó utilizarlos. Se acordó, en vista de la índole de estos trabajos, que pasasen, el primero á la Comisión de publi- cación y el segundo á la de catálogos, y dar las gracias á la Junta directiva del Museo por su atención. Se dio cuenta de varias publicaciones recibidas como dona- tivo de sus autores nuestros consocios Sres. Gaudry, Bücking, Cohén, Finot y Salomón, y de los directores de la Revista de farmacia militar, de Madrid; Revista científica profesional, de Barcelona, y Revista de medicina tropical, de la Habana, acor- dándose constase en acta el agradecimiento de la Sociedad por el regalo de dichas obras, cuya especificación constará en el boletín bibliog'ráfico correspondiente. Se leyeron comunicaciones de diversas Sociedades que soli- citan el cambio de sus publicaciones por las nuestras. Son: la Société des Amis des Sciences naturelles, de Vienne (Isére); Université de Rennes; Institut Botanique de Bucarest; Sociedad de Naturalistas de Jarosbaw y Naturforschende Vereine, de Brünn, varias de las cuales envían números de muestra. — El Sr. Pérez Zúñiga comunicó la triste noticia del falleci- miento del Sr. López Peláez, que fué anteriormente nuestro consocio, y alguno de cuyos trabajos se publicó por nuestra Sociedad. T. ni.— Mayo, 1903. 14 198 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA El Sr. Presidente encomendó al Sr. Pérez Zúñiga la redac- ción de una noticia necrológica del finado, aceptando el en- cargo dicho señor. Admisión de socios. — Quedaron admitidos como socios nume- rarios el Ldo. J. H. Pazos, de San Antonio de los Baños (Cuba). que se dedica á Dípteros parásitos, y D. Mariano Murillo, pre- sentados por el Sr. Bolívar, y el Instituto general y técnico de Barcelona. Se hizo una nueva propuesta de socios. — El Sr. Fernández Navarro, como Secretario de la Comisión nombrada por la última Junta para estudiar las condiciones en que podrían hacerse estudios intensivos del suelo de la Pe- nínsula y de su fauna y flora bajo la dirección de la Sociedad, leyó las sig-uientes bases que la Comisión propone: 1.a La Sociedad española de Historia natural, deseando dar mayor impulso al conocimiento de la fauna, flora y gea espa- ñolas, y en cumplimiento de lo prescrito en el artículo 31 de su Reglamento vig-ente, acuerda la creación de Comisiones que efectúen la exploración detenida de algunas comarcas espa- ñolas. Estas Comisiones habrán de funcionar por lo menos du- rante un mes, y circunscribirse siempre á una comarca redu- cida. 2.a Para la realización de esta idea se acuerda constituir, con carácter permanente, un fondo especial destinado á di- chas expediciones. 3.a Para ello se abrirá una suscripción voluntaria entre los socios, y se invitará además á personas y entidades extrañas á la Sociedad, por si quieren contribuir á este proyecto, haciéndo- lo también la Sociedad en la medida que permitan sus recursos. 4.a Con el mismo objeto se solicitará el auxilio del Ministe- rio de Instrucción pública y Bellas Artes. 5.a Los fondos reunidos serán administrados, con indepen- dencia de los de la Sociedad, por el Vicetesorero de la misma. 6.a La Junta directiva, cuando el estado de los fondos así recaudados lo permitan, teniendo en cuenta cuáles son las co- marcas menos conocidas y la índole de los problemas histórico- naturales á que en cada caso deba atenderse de preferencia, designará para cada excursión los naturalistas que hayan de encargarse de esta exploración, señalando también la región que hayan de recorrer. DE HISTORIA NATURAL. 199 7.a Los materiales recolectados se estudiarán por especia- listas que la Sociedad designe, á los cuales podrá regalar un lote de los ejemplares cogidos cuya determinación se les en- comiende. 8.a La inversión de los fondos, así como la lista de las per- sonas que hayan contribuido á constituirlos, se publicarán en el Boletín de la Sociedad. 9.a Se redactará una circular, que se repartirá con el Bo- letín, invitando á la suscripción. El Sr. Presidente propuso quedaran estas bases sobre la mesa, y se publicaran en el Boletín, á fia de que fuesen co- nocidas por los socios y pudieran ser discutidas en la sesión próxima, como fué acordado. — El Secretario leyó la siguiente nota remitida por el señor Calderón: «En la sesión última del 16 de Marzo de la Sociedad geológi- ca de Francia, el Dr. Caralp ha publicado una nota sobre la existencia del terreno pérmico en los Pirineos españoles, según la cual ocupa éste una gran extensión en nuestro país. Sola- mente en una zona de la parte oriental de la cadena lo cita desde la región de Mont Perdú hasta la cuenca hullera de San Juan de las Abadesas, desde donde se dirige á Francia, alcan- zando á veces 5 ó 6 kilómetros de anchura. Es sorprendente que con semejante desarrollo este terreno haya pasado desapercibido hasta ahora á todos los geólogos españoles y franceses que han recorrido esta zona, lo que atri- buye el autor á que ha sido confundida ora con el cretácico, ora con el devónico, con el carbónico y sobre todo con el triá- sico. Y ¿qué razones da el Sr. Caralp para fundar aserto tan im- portante? Empieza por declarar que no ha encontrado ningún fósil, pero que los caracteres litológicos y las relaciones estra- tigráficas son bastante claras para poner fuera de duda la existencia allí del terreno pérmico. Sin que autoridad tan reconocida como la del Sr. Carez, y en particular tratándose de la geología española lo dijera, salta á la vista la debilidad de las pruebas, fundadas principalmen- te en comparaciones de rocas distantes, para admitir sin reser- va la afirmación del Sr. Caralp. No estaría demás, sin embar- go, que nuestros colegas de Barcelona se hicieran cargo de la 200 BOLETÍN de la sociedad española cuestión y nos diesen más datos, juntamente con su autoriza- da opinión. El Sr. Font hizo algunas observaciones con motivo de la nota anterior, no creyendo probable que exista el terreno pér- mico en dicha región y citando algunas otras apreciaciones erróneas que se han hecho anteriormente respecto á la clasifi- cación geológica del terreno de aquellas localidades. — El Sr. Bolívar presentó una nota remitida por nuestro con- socio Mr. Maurice Pie, de Digoin, «A propos des Dorcadion íe- nuecinctum Pie. et D. circiuncinctum Chevr.» — El Sr. Font leyó dos notas: «Moluscos recogidos en Río de Oro (Sahara español)», y «Los movimientos sísmicos del Nor- deste de Cataluña.» — El Sr. Dusmet presentó una «Noticia de lo publicado en 1902 sobre Entomología de España.» Se acordó que, tanto esta nota como las anteriores, pasasen á la Comisión de publicación. Secciones. — Barcelona, bajo la presidencia de D. Carlos Fe- rrer, celebró sesión el 4 de Mayo, siendo propuestos como socios D. Modesto Cotrina y Ferrer, estudiante de Medicina, y D. Pedro Rivera Vidal, que se dedican respectivamente á His- tología y Botánica. El Sr. Maluquer Nicolau presentó una nota sobre «Moluscos marinos de Llansá (Cataluña)», y otra D. Anto- nio Casares Gil sobre «Fructificación de la Homalia Lusitanica, Sch.» El Sr. Folch y Andreu mostró una hermosa gráfica de temperaturas de la Península. — La de Zaragoza celebró sesión el 29 de Abril bajo la pre- sidencia de D. Pedro Aramburo, quedando admitido como socio agregado D. José Oresanz, Profesor auxiliar interino de la Escuela de Veterinaria. Los señores socios recorrieron el jar- dín botánico haciendo estudios sobre varias plantas, siendo el Sr. Aramburo el encargado de la exposición de los carac- teres é importancia de las mismas. DE HISTORIA NATURAL. 201 Notas y comunicaciones. Noticia de lo publicado en 1902 sobre Entomología de España JOSÉ MARÍA DUSMET Y ALONSO. Entomología general.— A n Entomological Excursión to cen- tral Spain, ha sido publicada por Champion (G. C.) en Trans. Entom. Soc. London. En The Entomologist's Record and Journal of Variaüon, vol. xiv, núms. 3, 4, 5 y 7, apareció un trabajo de T A. Chap- man: A few weeks" entomologising in Spain. Verificó esta excur- sión en Ag-osto de 1901, en unión de Mr. Champion, teniendo como objeto principal la Sierra de Albarracín, y enumerando los lepidópteros recogidos, como también algunos dípteros. Nuestro consocio R. P. Navas refiere Una excursió científica d la Serra Nevada (Butll. Inst. Caí. d' Hist, natural, any n. núms. 9 á 15) verificada en Julio de 1901. Cita unos 40 dípteros, más de 60 hemípteros, 30 himenópteros, 40 lepidópteros y mu- chos coleópteros, cuya lista completa no he visto, así como tampoco las de los restantes órdenes, por faltar el núm. 14 de dicho Boletín en la Biblioteca de nuestra Sociedad. En el Boletín de la Soc. Aragonesa de C. naturales, t. i, han publicado los Sres. Fernández, Bovio y Laguna, relaciones de varias excursiones verificadas por dicha Sociedad en los alre- dedores de Zaragoza, en las que se citan unas 150 especies de insectos, varios de ellos nuevos para Aragón y una nueva para la ciencia, el D. saldubensis Navas, descrita en el núm. 6 de dicho tomo, la cual es próxima al D.parthenopwus. El Sr. Vicente (D. Melchor) publicó (Bol. Soc. Aragón. C. nat. t. i, núm. 8) otra lista de 140 especies, alguna de ellas nueva en España, recogidas en Ortig-osa (Log-roño) en Junio y Julio. Nuestro consocio D. José María de la Fuente hace un inte- resante resumen (Bol. Soc. Aragón. C. nat., t. i, núm. 6) de las especies y variedades nuevas que ha encontrado en Pozuelo de Calatrava(C. Real), que han sido descriptas por diversos es- 202 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA pecialistas ó por él mismo en distintas revistas extranjeras ó en las publicaciones de nuestra Sociedad. A 35 especies y 14 va- riedades, mas un tf no conocido, asciende esta enumeración, que prueba elocuentemente, de una parte la laboriosidad de nuestro consocio, y de otra el gran desconocimiento en que nos hallamos respecto á la fauna española, puesto que un solo tér- mino municipal suministra tal cantidad de formas nuevas á la Entomología. También en el Bol. de la Soc. Arag. de C nal. (t. i, núme- ros 5 y 9), el R. P. Navas publicó la Fáunula entomológica es- tival de Brihuega (Guadalajara), citando 38(3 especies que cazó en Julio de 1900. Himenópteros. — J. Pérez, en su notable Contribution a Vétude des Xylocopes (Actes de la Soc. Linnéenne de Bordean®, t. vi, 1901), describe la Xyl. uclcsiensis, n. sp., procedente de Uclés (Cuenca), especie próxima á la X. cyanescens Brullé. Nuestros consocios Sres. Antiga y Bofill publican (Inst. Cal. d' Ilist. nal. any n) un catálog-o de los Tentredínidos de Ca- taluña, con citas de las diversas localidades, que prueba, por el gran número de especies enumeradas, lo bien conocida que está entomológicamente la región catalana, con relación á las restantes provincias. Lepidópteros. — En The Enlomoloyisl , vol. xxxv, núm 472, publicó H. Lang. Buterfy collecting in Southern Andalusia in the spring of 1902. Louis B. Prout en The Entomol . Record and. .¡ovni, of Variat., vol xiv, núm. 8, inserta On some Geometrales collected in Spain by Dr. Chapman in 1901, 54 especies fueron las recogidas, y el autor se ocupa de las más interesantes. Spanish Micro-Lepidoptera, por Lord Walsingham (The En- lomologisfs Monthly Mayazine, Oct., 1901. En The Entomol. Record and Journal of Variat/on , vol xiv, núm. 3-5, aparece un trabajo de T. A. Chapman, The habits and larva o/Graellsia Isabellae Graells. El abate J. de Joannis ha descrito un nuevo microlepidóp- tero procedente de Soalheira (Portugal) en el Bull. de la Soc. entom. de France, p. 231, para el que propone el nuevo género Mendesia. La oruga de la M. ecMella vive en las galerías que abre en las hojas del Echium hisitanict'/ti. Hemípteros. — T/i'o nen: species of fíemij)tcM-heteroplera from DE HISTORIA NATURAL. 203 Spaia, por O. M. Reuter ( The Entomol. Monthly Mag., May... 1902). Fueron cazados por M. Champion en Albarracín en 1901. Son el Pie:ostethus terrícola, próximo al P. obliquus Costa, y el Nasocoris ephedrce, recogido sobre la Ephedra nebrodensis. Fr. María Joseph Blachas (ButU. Insüt. Cat. d'Hist. nat., íiny ii, núm. 8) termina su estudio sobre la Psilla (Euphijllu- ra) olees Fonsc, que empezó en el año anterior. El Dr. Melichar, de Viena, describe tres especies nuevas en Wiener Entomol. Zeilung (xxi Jharg., iv Heft): el Deltocepha- lus eurypterus Q, cazado por D. Ignacio Bolívar en Ribas (Ma- drid), y el Acocephalus B olivar i , cogido por el mismo en Espi- nar y Navalperal en Agosto de 1894. La tercera especie es el Deltocephalus tmncatus cf, encontrado en Pozuelo. Coleópteros. — En la Institució Catalana d'Hist. nat. (Butlleti any n, núm. 8), el Sr. Mas de Xaxars enumera 46 especies ca- zadas el 21 de Agosto desde Ribas á Nuria (Barcelona). Entre ellas figuran varias no halladas aún en Cataluña El mismo Sr. Mas de Xaxars (Bullí, lnst. Cat. d'Hist. nat., any n, núm. 13) cita 33 coleópteros cogidos en la Gleba los días 19 y 24 de Agosto de 1901. i E. Reitter fWiener Entomol. Zeitung., xxi Jharg., vm u. ix Heft.) describe la Lebia trimaculata, var. nov. scuiellaris. Ca- zada en abundancia en los alrededores de Madrid por nuestro consocio D. Aurelio Vázquez. El Sr. Górriz (D. Ricardo) (Bol. Soc. Aragonesa de C. natu- rales, t. i, números 2, 3, 7 y 8) enumera los coleópteros de la cuenca del Ebro que existen en su colección, y son 585 espe- cies, recogidas la mayor parte en Milagro y Cariñena. El Sr. Laguna (D. M. A.) cita 42 coleópteros de los alrede- dores de Zaragoza, cazados en Marzo (Bol. Soc. Arag. de C. nat., t. i, núm. 4). Miriápodos.— El Sr. Brolemann ha publicado en el Bull. de la Soc. entom. de France, pág. 13, el Polydesmus Bedeli, nueva especie hallada por los Sres. Bedel y Dumont en los alrededo- res de La Granja (Segovia), y cuya colocación en el expresado •género no podrá tenerse por segura mientras no se descubra el macho. Con este motivo cita el Lithobius insignis Meinert, una especie de Schkophyllvm y otra de un Cordevmido encon- trados en el mismo sitio, no pudiendo determinar la especie de estas últimas por no haberse recogido individuos adultos. 204 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA A propos des «Dorcadion tenuecinctum » Pie. et «circumcinctum» Chevr. POR D. MAURICIO PIC. Monsieur M. de la Escalera a presenté récemment(BoL. Soc~ esp. Hist. nat., 1902, p. 290), la synonymie suivante: Dorcadion tenuecinctum Pie. = D. circumcinctum Chevr.; il me semble que cette synonymie n'est pas exacte. D'ailleurs,. je doute que l'auteur espag'nol ait vu le type de circumcinctum Chevr. pour appuyer sa synonymie, de plus, je constate, celui-ci étant en- coré dans ma collection, que Mr. M. de la Escalera n'a pas recu en communication le type de tenuecinctum Pie. Done, cette synonymie a été présentée sans l'étude des types, c'est une raison pour ne pas l'accepter sans controle. Je me demande á ce sujet, si Mr. M. de la Escalera n'aurait pas commis quelque petite erreur de spécification"? Chevrolat a decrit D. circumcinctum de la collection Linder, or, j'ai acquis avec la collection Tournier, un exemplaire de circumcinctum étiquetté type (insecte venant de Linder) ce qui m'a permis de constater que cet insecte différait de tenuecinc- tum Pie, par plusieurs caracteres nets et fáciles a voir, et que des collég-ues, á qui j'ai montré ees insectes, ont vus aussi bien que moi. Prochainement je publierai, sous une forme synoptique, les différences que j'ai relevées (forme du corps, dessins) et qui me semblent plus que suffisan.tes pour appuyer la validité spé- cifique de tenuecinctum Pie, différent de circumcinctum Chvr. (verus); dans tous les cas, les dessins élytraux sont indiscuta- blement différents entre les deux types et la synonymie puré et simple de ees insectes est inadmissible. Mr. M. de la Escalera ignore peut-étre que le dessin élytral a servi pour la publication de plusieurs espéces du g-enre Dor- cadion et en outre, que de nombreuses varietés existent aussi, qu'elles sont acceptées par la plupart des auteurs et catalo- g'uées. Je sais que certaines espéces sont fort variables, j'ad- mets que plusieurs espéces ont été, pour ce motif, insuffisam- ment connues autrefois et nial spécifiées, que certains carac- DE HISTORIA NATURAL. 205- teres ont été exageres, il faut done supprimer inais pas trop; si Ton peut constater que la plupart des différences ancienne- ment reconnues sont illusoires, cela jure un peu avec Vim- íiiuaMlité vraisemblablement reconnue pour la création de nombreuses espéces nouvelles. Los movimientos sísmicos del Nordeste de Cataluña 1). NORBERTO FONT Y SA.GUE, PRESBÍTERO. Los movimientos sísmicos ó terremotos que con tanta fre- cuencia se repiten en las comarcas del Nordeste de Cataluña, constituyen un fenómeno geológico de suma importancia, y sobre el cual me atrevo á llamar la atención de mis queridos consocios, ya que hace pocos días los periódicos de Madrid y Barcelona han dado cuenta de la repetición de semejante fe- nómeno. Según ellos, y los datos particulares que hasta la fecha he recibido, el día 17*de Abril, á eso de la una de la madrugada, se sintió en Rosas un ligero temblor de tierra, pero no tuvo, ni con mucho, la importancia del que experimentaron LaBis- bal, Llansá, Vilajuiga y el mismo Rosas el día 20 del propio mes. Un testigo de esta última población lo describe de esta manera: « Serían aproximadamente las 8,45 de la mañana, cuando tuvo lugar el terremoto, que duró de cuatro á cinco segundos. Saltaban las casas y los muebles de un modo ate- rrador; las mujeres espantadas salían á las calles gritando; las lanchas de la playa se balanceaban como si no estuvieran en tierra; la gente que se encontraba en el campo— bailábamos — me decía una mujer. Al terremoto acompañaba un ruido como el que produce una máquina del ferrocarril al pasar silbando por un túnel, oído des- de algo lejos. No ha causado ninguna desgracia, pero sí desper- fectos en las casas antiguas.» Seg'ún este testimonio, la direc- ción del movimiento era de Norte á Mediodía, y según otros,, de Levante á Poniente, discrepando también en lo referente á la hora exacta en que ocurrió el fenómeno, cosas muy fáciles de comprender, no existiendo en aquella región los medios de observación requeridos en tales casos. •206 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA He dicho que semejante fenómeno era muy frecuente en toda aquella región, y es la verdad, pudiendo asegurarse que no pasa año que no se repita con más ó menos intensidad, y la mayoría de las veces se generaliza el fenómeno á toda la costa de Cataluña. De Barcelona solo,, hay registrados en el Dietario del Consejo de Ciento, 27 terremotos que ocurrieron desde últimos del sigio xiv hasta el xvn, algunos de los cuales ocasionaron bastantes víctimas. Y por lo que se refiere á las comarcas del Nordeste, no podemos menos de citar los terre- motos sumamente importantes que en ellas tuvieron lugar los años 1427 y 1428, los cuales originaron la abertura de varias bocas de fuego, según consta en las crónicas y documentos de la época, que transcribo textualmente. En una crónica titulada ¿libre de Rhemembrama, del mo- nasterio de San Salvador de Breda, se lee: «En l'any 1427 comenza lo gran terratremol en aquesta térra, car totes les sgleyes e edificisenderroca. E comenza en la vila e parroquia de Amer. e tira la via de Hostoles, e de Bas, e de Olot, Castellfollit, e Camprodon. E ladon se obriren moltes ho- ces en la parroquia de Loret, qu'es sobre lo pont de Angies o de Amer. ítem en lo jorn de Santa María Canalera del any mccccxxviii en hora del sol exit feu tres sacudides de terratremol en aques- ta montanya: car ladons senderroza la vila de Olot e de Cas- tellfollit, he y mori molta gent... He en aquela jornadamatexa se feu un gran trench de la terre per les montanyes de Bas, e de Hostoles en la part de ponent, qui tenia de larch entorn vn leugas, car la part de sol yxent se basa molt.» En un códice procedente del monasterio de Amer, después de citar que esta población fué destruida á consecuencia del terremoto que tuvo lugar á la media noche del 15 de Marzo de 1427, se lee: «En la sufragánea de San Feliu de Lloret, que es una montanya a la par de ponent del Monastir sobre lo riu Ter isqué una gran boca de foch que llensavagran fetor y obli- ga ais habitans a desemparar y renunciar los masos. ...En la mateixa montanya, en la part que mira al orient, hi ha uns grans torrents o xarrachs y de ells baixave un gran fetor que matave los aucells y los arbres, y alguus pagesos re- nunciaren los masos y sen anaren. També hi bagué una g-ran DE HISTORIA NATURAL. 207 inundació de la riera que destruí las térras, y molts las renun- ciaren per no haver de pagar los censos.» En otro documento se lee: «L'any 1427 sortiren boques de foch en un lloch que diulien Loret Salvatje prop de Cellera, e lensaben pudor, e morien ausells si volaven sobre dites bo- ques, e lensaben pedrés á Coll de Grie, e moi'iren homes, e fe- ren molt altre mal los terratremols, que enderrocaren monta- nyes e secaren lo riu: esas coses son dites per Pere Marcet.» Por los datos anteriores sé puede colegir la importancia de semejantes terremotos, que fueron acompañados y seguidos de los efectos característicos, como hundimientos de terrenos,, aparición de grietas, desaparición de ríos, inundaciones, etcé- tera, etc., y además abertura de bocas que lanzaban llamas, piedras y gases mortíferos. Sentado el hecho y su repetición, interesa investigar las causas locales que le originan, y éstas, á mi parecer, son tan claras y patentes, que no dejan lugar á duda alguna. Las co- marcas del Nordeste de Cataluña forman una región eminen- temente volcánica, con una multitud de cráteres y corrientes de basalto de fecha muy reciente, probablemente histórica; pero no debe atribuirse á estos efectos de la geodinámica in- terna el hecho que estudiamos, ya que ellos mismos no son más que un efecto, muy importante por cierto, de la causa ge- neral y local que les determina. Cuál sea ésta nos lo dicela constitución geológica de aquella región bajo sus aspectos di- námico y sedimentario. En efecto, las comarcas de Olot, Garrotxa, Ampurdán y La Selva, forman una región de hundimiento ó de menor resis- tencia, situada entre dos de resistencia máxima, como lo de- muestra su forma y su constitución geológica. Su forma es la de un triángulo que encierra multitud de manifestaciones vol- cánicas, especialmente en dos de sus vértices. Esta forma triangular del conjunto viene determinada por las dos líneas de resistencia máxima de terrenos graníticos y arcaicos que forman el Pirineo por una parte y el Montseny, Guillerías y parte de La Selva por otra. Estos fueron los muros, por decirlo así, que bien cimentados desde las primeras épocas geológi- cas, se mantuvieron firmes, mientras las tierras que se depo- sitaban en ellos se hundían en diferentes ocasiones, siguiendo la contracción general de la corteza terrestre. Así, la constitu- •203 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ción geológica nos indica qne ya desde el cretáceo era aquella una región de hundimiento que más tarde, en el numulítico, se acentuó todavía más y permitió que el mar la invadiera ex- tendiéndose por el llano de Vich, Moyanés, Segarra, etc., has- ta, la cuenca del Ebro. Más posteriormente, en el oligoceno, continuó hundiéndose como casi todas las tierras bajas de Ca- taluña, acentuando cada vez más los relieves de las dos líneas de resistencia máxima. Pirineo y Montseny. Más posterior- mente todavía, el mar siguió ocupando parte de la región, formando un golfo extensísimo, del cual no es más que un po- bre retazo el actual de Rosas. Y alrededor de este golfo fué donde se abrieron las bocas volcánicas. El Nordeste de Cataluña es, pues, una región de menor re- sistencia, lo cual es suficiente para explicar la frecuencia con que se observan en ella los movimientos sísmicos; pero ade- m.ás, está situada en el extremo del último arco de hundimien- to de los cuatro que bordean la costa oriental de España, que termina donde el Pirineo se hunde en el mar, y este hecho debe contribuir también en gran manera al efecto menciona- do. Así parece deducirse al menos de las direcciones que en general se dice siguen aquellos movimientos, y que son de Levante á Poniente una y de Norte á Mediodía otra, aproxima- damente, como se comprenderá por no existir allí ninguna es- tación sismológica. Los movimientos sísmicos que van de Levante á Poniente siguen precisamente la bisectriz del triángulo que hemos con- siderado formaba aquella región de hundimiento, y además son paralelos á las dos líneas de resistencia máxima, Pirineo y Montseny. Este hecho está en concordancia con lo que nos dice la geología acerca de la influencia que las grandes cor- dilleras ejercen en la dirección de las ondas sísmicas, y da la razón á Palassou, quien había ya hecho notar que, cerca de los Pirineos, los terremotos siguen ordinariamente la dirección de la cordillera, y son más frecuentes en la vertiente catalana que en la francesa. Yo creo que el día en que puedan tomarse observaciones exactas se comprobará que los terremotos que tengan la dirección mencionada son los circunscritos á la re- gión del Nordeste de Cataluña. Los que siguen la dirección de Norte á Mediodía son ya, á mi parecer, más generales, notándose sus efectos en la mayor DE HISTORIA NATURAL. 2Q9 parte de la costa catalana, y los creo determinados por la lí- nea de fractura que toda ésta forma, como ya he dicho, estan- do su epicentro en plena mar. En resumen, los movimientos sísmicos del Nordeste de Ca- taluña siguen en general dos direcciones perpendiculares en- tre sí, que son las de las líneas principales de fractura que los determinan. Con la próxima inauguración del Observatorio Fabra en Barcelona, donde se instalará una estación sismológica, po- dremos tener datos concretos y exactos; pero sería de sumo interés el que se instalara otra en la región que hemos descri- to, para tener conocimiento de su actividad sísmica. Moluscos recogidos en Rio de Oro (Sahara español) DON NORBERTO FONT Y SAGÜE, PRESBÍTERO. Aunque no muy importante por el número de especies, creo de interés la publicación déla adjunta lista de moluscos por mí recogidos durante el verano de 1902 en nuestra colonia de Río de Oro, y clasificados por mi querido profesor el distingui- do malacólogo Dr D. J. G. Hidalgo, puesto que de dicha loca- lidad solo se habían citado las 22 especies que trajo nuestro consocio Quiroga, cuando su expedición al mismo sitio, que fueron clasificadas también por el Sr. Hidalgo, y son las mar- cadas con el asterisco. Pocas son también las especies por mí recogidas, por no haber tenido más tiempo material para ello, pero son interesantes bajo el punto de vista geográfico, y por- que revelan los lazos de unión que existen entre la fauna ma- lacológica marina del Mediterráneo y la de Canarias y el Se- negal. * Helix Duroi Hidalgo, var. minor. * Siphonaria Alg-esira? Quoy et Gram. Bulla Adansoni PMlippi. Murex erinaceus Linné. — — var. mínima. — hoplites Fischer. — cornutus Linné. — trunculus Linné. •210 BOLETÍN de la sociedad española Murex Brandaris Linné. Purpura hseraastoma Linné. Tritón doliarius Linné. — cutaceus Linné. Parthsenopus Salis. Ranella Scrobilator Linné. Nassa reticulata Linné. * — Pfeiíferi PhiJippi. * Cymbiurn rubiginosum Swainson. * — Neptuni. * Marginella glabella Linné. — amyg*dala Kiener. * — cingulaita. LHllwyn. — irrorata Menke. Oliva subulata Lamark. * Conus papilionaceus Hwass. * — mediterraneus Hwass. — Prometheus Hwass. Strombus bubonius Lamark. Cipraea lurida Linné. Trivia spurca Linné. — europsea Moñtagu. Natica fulminea Gmelin. * Crepidula porcellana Linné. Turritella triplicata Brocchi. * Mesalia brevialis Lamark. Cerithiopsis tubercularis Montagu. * Littorina punctata Qmelin. * — neritoides Linné. - * Trochus lineatus Da Costa. Clanculus Guineensis Montagu. * Patella Safiana Lamark. * — vulgata Linné. * — tarentina Lam. var. aurantia. Pectén varius Linné. * Mytilus Perna Lamark. * — edulis Linné. Arca senilis Linné. Cardium edule Linné. Venus verrucosa Linné. DE HISTORIA NATURAL. 211 * Lasaba rubra Montagu. Tapes decussatus Linné. * var. oblonga. — aureus Gmeliu. Donax sernistriatus Poli. Solen marg'inatus Pensant. Mactra subtruncata Da Costa. Tellina tenuis Da Costa. Informe sobre el estado o>l esqueleto de «Megaterio» del Museo de Ciencias naturales de Madrid PRESENTADO POR G. BOSCÁ Y CASANOVA con motivo de la traslación de las colecciones al nuevo local del Palacio de Bibliotecas y Museos. Enterado por los queridos comprofesores de Madrid de que se estaba trabajando en la ordenación de las colecciones del Museo de Ciencias naturales, para adaptarlas al nuevo local, donde se hallan depositadas desde su traslación de la calle de Alcalá, pude ofrecer á la Dirección del mismo mi modesto concurso, por encontrarme en dicha capital prestando servicio de Vocal de tribunales de oposiciones durante los primeros meses del presente año. Aceptada mi oferta por la expresada Dirección, de acuerdo con el digno Jefe de la Sección de Os- teozoología D. Francisco de P. Martínez y Sáez, tuve el honor de recibir oficialmente tan honroso encargo, y con él la auto- rización para desembalar el famoso esqueleto de Megaterio; encargo que me permitía no solo ayudar con mi insignifican- cia á los propósitos de la Dirección, sino también ampliar mis estudios al poder tener en mis manos las piezas de una tan estimada joya. Esta última circunstancia era para mí de mucho valor, por hallarse á mi cargo en Valencia, entre otras piezas seme- jantes, un esqueleto inédito de Meg-aterio, referido á la misma especie que el de Madrid, por más que tal supuesta identidad de espene no podía negarse ni afirmarse categóricamente ante las dificultades que surgen al llevará cabo una metódica com- paración. Aumentan las dudas las notorias diferencias entre o]2 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA las figuras consultadas y las piezas ó regiones correspondien- tes del esqueleto, pues he de confesar, en honor de la verdad, que mis medios de consulta quedaban reducidos á los grabados que sobre el Megaterio figuran en las obras de carácter ge- neral. Auxiliado por los celosos ayudantes del Museo, D. Rafael Blanco y D. Domingo Sánchez, el primero como testigo pre- sencial del apeamiento y traslado del esqueleto, se procedió á extender las diferentes piezas sobre dos grandes mesas, provi- sionalmente colocadas en la sala destinada á la colección de aves, por no existir disponible otro local de mejores luces. So- bre la primera de dichas mesas quedó instalada la calavera, con las regiones completas, cervical y dorsal del espinazo, la cabeza del esternón, el primer par de costillas, las clavículas, los omoplatos y las extremidades anteriores. En la segunda mesa se arreglaron las tres vértebras lumbares, las partes existentes de la pelvis, formando la mayor de las piezas, y las extremidades posteriores. Además, en esta misma mesa se pu- sieron los trozos de una cola incompleta, adquirida por com- pra á mediados del siglo pasado, según noticias, ya por refe- rirla á un esqueleto de la misma especie de Megaterio, ya por utilizar de este modo un considerable hueco de aquella super- ficie de exposición. Uno de los motivos de duda respecto á la identidad específi- ca de los Megaterios de Madrid y Valencia radica en el distin- to aspecto de la cara, cuya parte estudiada sobre el esqueleto del primero aparece mutilada en su apófisis orbitaria externa, lo que, disimulado en ambos lados, la desfigura, haciendo apa- recer la órbita mucho más abierta de como es en realidad; á esto se añade una ligera curva que presenta el espacio com- prendido entre las primeras muelas y el extremo que corres- ponde al hocico, lo que refiero á una variante de este ejemplar, puesto que dicho espacio se presenta rectilíneo en la calave- ra del Megaterio del Museo Británico y en el de Valencia. El Dr. Ameghino, en su monumental obra (1), dice, á propósito del particular: «como sucede con todos los animales de grandes proporciones, las variaciones individuales eran notabilísimas, (1) «Contribución al conocimiento de los mamíferos fósiles de la República Argen- tina.» Buenos Aires, 1889, pág. 669. DE HISTORIA NATURAL. 218 conociéndose esqueletos (de Megaterio) cuyo largo total no al- canza á 5 m., además de otras variaciones producidas por la edad y por el sexo.» También puede referirse á la misma cate- goría de variedades individuales la falta de la última muela, ó sea la más pequeña, en la mandíbula superior, ya que se ad- mite, para la especie á que me refiero, la fórmula dentaria de m. — , que confirma el esqueleto de Valencia. Otra causa de error procedía de la serie de apófisis espinosas que aparecen en los grabados sobre el sacro, por haber copia- do fielmente una restauración mal interpretada, como luego se demostrará. El esqueleto de Valencia, que corresponde sin duda al Mega- therivm americamim Cuvier, procede de Samborombón, en la provincia de Buenos Aires, donde ha sido encontrado por Don Enrique de Caries, con otros varios restos fósiles, sobre el piso Platense de los terrenos Post-Pampeanos. Según Ameghino, en la citada obra, pág. 40, se encuentran en aquéllos todavía algunos huesos, y á veces, aunque con extremada escasez, es- queletos de géneros de desdentados pampeanos, como el Mylo- don y Megaf/ieriam. El ejemplar de Madrid, por la integridad de su calavera, de los huesos linguales y de la cola, así como por el buen estado de la pelvis, esternón y varias de las costi- llas, sirve para completar el estudio de tan notable género. Satisfecha la natural impaciencia de comparar ambos esque- letos, siquiera fuera solo al golpe de vista y con datos fiados á la memoria, dirigí la atención á comprobar determinados de- talles, leyendo, al efecto, á la vista de los huesos, la des- cripción del de Madrid, hecha por D. José Garriga y D. Juan Bautista Brú (1), publicada en 1796, como el más fiel testimo- nio de la idea formada en los primeros momentos por los na- turalistas de entonces sobre tan admirado esqueleto fósil. De esta lectura se saca la penosa impresión de que el ejemplar no se encuentra actualmente en el estado de integridad á que se refiere la indicada «Descripción», siendo de sospechar que sufrió quebranto en espera del montaje ó con motivo de algún cambio en el plan del mismo, ó por alguna obligada trasla- ción, quizá desde que perteneció al entonces Gabinete de His- (1) «Descripción del esqueleto de un cuadrúpedo muy corpulento y raro, que se conserva en el Real Gabinete de Historia natural de Madrid.»* Con cinco láminas, en folio. T. ni.— Abril, 1903. 15 ¿14 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA toria natural. Entre otras observaciones que lo confirman, es una la de que el autor se ocupa extensamente de las costillas, las cuales, hecha excepción del primer par, estaban represen- tadas por piezas de corcho al tiempo de ser desmontado, dicien- do de ellas que entre todas ascienden á 32, y añadiendo: «De éstas, las 11 anteriores se puede decir que formaban la espa- ciosa cavidad del pecho, y sin duda son las verdaderas, siendo las falsas todas las restantes. Nótase en las verdaderas ser mu- cho más llanas que las falsas, y que su unión al espinazo es por dospartes.de las cuales la una toca en el cuerpo de \A vértebra, y la otra en la apophise transversal, no verificándose en \&s fal- sas más unión que á solo el cuerpo.» «La costilla dibuxada en la lám. m (fig. 4.a) está colocada en medio de todas, entre las cuales sobresale. Esta, del mismo modo que las restantes de una y otra especie, presenta en su cuerpo por la parte superior dos bordes, á que corresponden .otros dos por la inferior; y un canal (A) que forma en su cara interna, y corre casi todo lo largo de ella., igualmente que el de todas las otras, así verdaderas como falsas. Es este canal muy suave, con una ligera profundidad. El extremo (C) que tiene en el remate de la cabeza es bastante escabroso, fuerte y duro, el cual se halla en lasdemás con las mismas cualidades; v en todas se reconoce también una apophise (B) que se obser- va en las vértebras y corresponde á la que se llama tuberosi- dad en el hombre.» «En las falsas, por su remate, se reconoce un campo más llano que en las verdaderas. Así, unas como otras son más gruesas por su medio que por sus extremos; y en su remate (D) de la dibuxada, como también en las dos colaterales, se advier- te, por la parte interior, una carilla casi triangular para la unión con su cartílago.» Del examen de las vértebras en su conjunto, también puede inferirse que el esqueleto estuvo mejor ordenado en tiempo an- terior, al paso que por la montura ulterior la séptima vérte- bra cervical fué asignada corno primera de la región dorsal, corriéndose el número, como es consiguiente, dando el resul- tado de aparecer con 20 vértebras entre dorsales y lumbares, cuando en realidad solo poseía 19. Este error pudo provenir de que en un segundo arr glo de los huesos se consultara la figu- ra general de la otra de Garriga, prescindiendo del texto, en el DE HISfOTlIA NATURAL. 215 que dice así: «Las vértebras del cuello que entran en la forma- ción de la columna vertebral son siete. Las seis pueden verse en la lám, i del esqueleto, por cuya inspección solo creo se hará juicio de su tamaño y figura. La otra principal (lám. v, fig. 3.a) que determiné dibuxar con exclusión de las demás, no des- agradará el verla por la semejanza con las humanas. Esta es la llamada vértebra athalante, etc.». Y luego insiste sobre el mis- mo asunto. También es de notar que la penúltima vértebra, ó sea la se- cunda lumbar, lleva en la cara anterior del cuerpo un núme- ro 25 de carácter antiguo, número que es el que en realidad le corresponde, como luego se verá; no obstante, dicha vértebra ocupaba el puesto 26 al tiempo de desmontar el esqueleto en 1896. Esta equivocación debe referirse á un arreglo anterior á la restauración parcial de los huesos, puesto que la vértebra cambiada del sitio 25 al 26 tuvo que ajustarse en sus articula- ciones postizas á las facetas peculiares de la pelvis. Lo que no tiene explicación es lo que se consigna á pro- pósito de lus datos sobre las vértebras de nuestro Megaterio en la «Noticia que da G. Cuvier del esqueleto de una especie de cuadrúpedo grandísimo desconocido hasta ahora, que se halló en el Paraguay, y se conserva en el Gabinete de Historia natural de Madrid», noticia que, traducida del francés, se da como apéndice á la tan repetida obra de Garrig-a y Brú, y en la cual se consigna, entre otras cosas, que «la columna dor- sal se compone de 7 vértebras cervicales, 16 dorsales y 4 lum- bares». Además de las observaciones apuntadas, es de notar que en la restauración de las diferentes piezas esqueléticas pueden señalarse dos procedimientos por lo menos en la ejecución: uno en el que se ha empleado la pasta y el corcho con gran esmero, procurando disimular los postizos hasta por el color, y otros de menos importancia por fortuna, que están hechos con descuido y como si la recomposición hubiera sido precipi- tada. Quizá, á título de curiosidad, valdría la pena de indagar las vicisitudes porque ctebe haber pasado la perla de nuestro Museo, y si con ocasión de un segundo arreglo ó montaje fue- ron sus piezas mutiladas de modo tan deplorable. Otro origen de apreciaciones de distinta índole, que estimo oportuno recordar en este sitio, sugiere la luminosa Memoria 216 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA descriptiva y de carácter monográfico de Owen (1), á propósito del esqueleto de la misma especie que el de Madrid, adquirido por el Museo Británico. De su detenida lectura (2), y en parti- cular del capítulo de Introducción histórica, se desprende que el envío hecho por el Marqués de Loreto de los restos fósiles del corpulento cuadrúpedo fué un acontecimiento para la cien- cia, interesando sobre todo á los zoólogos, entre los que toma- ba cuerpo la teoría de la filiación de las especies, abriendo nuevos horizontes á la Historia natural. Cuvier, en vista de los grabados que acompañan á la obra de Garriga y Brú, adelantándose á su publicación, é invitado por la Class oj Sciences, hizo un relato de su concepto sobre tan extraordinario esqueleto, proponiendo el nombre genérico que lleva, el cual, como es sabido, significa ^tvmí fiera. Es, sin duda, traducida, la noticia inserta al final de la obra de dichos autores. M. Roume, auxiliar en este asunto del mismo Cuvier, en ca- lidad de corresponsal del Instituto francés, se traslada á Ma- drid para examinar el esqueleto, insertando una breve reseña en el Bulleün de la Société Philomat/tique (1795), en la que en- tre otras impresiones, hace constar que la pelvis está abierta hacia el abdomen y que faltaba el pubis, sin que hubiera ves- tigios de que jamás hubiese existido. M. Abildgard, profesor de Copenhague, también pudo con- templar por sus propios ojos el extraño esqueleto de Madrid en 1793, publicando más tarde en lengua danesa una corta rese- ña ilustrada con rudos diseños del cráneo y miembros poste- riores . En 1804 apareció, traducida por Cuvier, la descripción de- Garriga y Brú, en los Annales du Museum (t. v.), quien co- mentando los grabados, hizo>de ellos una reducción, la cual sirvió también para sus nuevas apreciaciones sobre el Meg-ate- rio, aparecidas en el tomo iv de la primera edición de las fa- mosas Recherches sur les Ossements fossiles, en 1812. (1) «Memoir on the Giant ground-sloth of America (Megaterium americanum Cu- vier)» London, 1-60. (2) Debo á la muy distinguida profesora de lenguas Doña Elisa Schmidt la tra- ducción de cuantos párrafos han podido interesarme con motivo de las frecuentes referencias que en la indicada Memoria se hacen sohre el esqueleto de Megaterio del Museo de Madrid. DE HISTORIA NATURAL. 217 Los doctores alemanes Pander y D'Alton, después de haber visto el Megaterio en cuestión, publicaron una monografía muy completa (1), que además iba acompañada de muy artísti- cos dibujos, corroborando de un modo preciso la idea ya genera- lizada entre los hombres de ciencia, de las afinidades del ad- mirado esqueleto con el de los actuales perezosos; no obstante, terminaban emitiendo su opinión de que correspondían á un animal yosorial, que no solamente en ciertas ocasiones exca- vaba el suelo, como suponía Cuvier, sino que en general tenía hábitos completamente subterráneos: una clase de ballena te- rrestre ó topo colosal. De nuevo se ocupó Cuvier del Megaterio de Madrid en la se- g-unda edición de las citadas Recherches sur les Ossements fossi- les, tomo v, 1823, haciéndose eco de la mencionada monogra- fía y tomando sus figuras en sustitución á las que con ante- rioridad se había referido; y por cierto que, gracias á la más clara interpretación de los detalles en el dibujo correspon- diente á las patas anteriores, Cuvier las estudia comparándo- las con las mismas patas de los desdentados vivientes, dedu- ciendo que en el esqueleto de Madrid debían estar cambiadas, ocupando respectivamente el lado opuesto; aserto desmentido en el mismo trabajo de Owen, y que bastaría, para refu- tarle, observar dichas patas, que aun separadas del esqueleto llevan se nales de haber ocupado el sitio que en realidad les correspondía. En esta misma edición de las Recherches, y por indicaciones de A. Geoffroy St. Hilaire, se añade una nota en la que por vez primera se supone que el Megaterio debió estar cubierto por una coraza ósea, creencia que encontró acérrimos defensores, hasta que Owen, en 1839, demostró, entre otras conclusiones, que tal hipótesis no tenía más fundamento que la circunstan- cia de aparecer los fragmentos de envoltura en la misma re- gión y yacimiento donde se habían hallado restos de Megate- rio; de ellos hay ejemplares en el Museo de Madrid, proceden- tes del mismo envío de la ribera del Lujan; piezas de coraza, sobre las que se fundó el género Glyptodon, al que precisamen- te pertenecen las aludidas partes conservadas en dicho Museo. (1) Bradypus giganteus Pander et D'Alton. «Das Reisen-Faulthier, abgeb. und bes- •chrieben», Bonn, 1621. •218 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA El descubrimiento de otros restos de Megaterio en Río Sala- do, provincia de Buenos Aires que figuran en el Real Colegio de Cirujanos de Londres desde 1832, completaron lo bastante la primitiva idea del esqueleto,, para que Mr. William Clií'í publicara una ingeniosa lámina, entre otras muchas que acom- pañan al texto de su Memoria (1), representando el esqueleto en su totalidad, pero representando de distinto modo las piezas conocidas de antiguo, las recientemente adquiridas y las ima- ginadas ó que faltaba conocer. Posteriores descubrimientos nos han dado á conocer el arma- zón de la cola que ofrecía mayor interés, por lo aparatoso de ella y porque desde luego pudo comprenderse su complicada estructura, por haber adquirido 12 de sus vértebras, más 10 de las apófisis hemalcs que les acompañan, pertenecientes á dis- tintas articulaciones (2), y más tarde, los restos de Megaterio depositados en el Museo Británico y en los de París, Milán. Turín, Copenhague, Zurich, Buenos Aires y La Plata, han per- mitido perfeccionar el conocimiento del esqueleto del género que nos ocupa, el cual sigue siendo una de las más notables entre las formas desaparecidas. Pasando ya al detalle de cómo se encuentran las diferentes piezas esqueléticas del ejemplar de Madrid, añadiré á lo mani- festado sobre la calavera, que Garriga se expresa en los si- guientes términos: «Aunque pudiera haber hecho artificial- mente lo que falta de esta parte, he creído no deber engañar al público, sino presentarle los huesos tales como han venido. No me ha sucedido lo mismo con el vomer, que llegó hecho mil pedazos, los que manifestaré á quien gustare verlos, y por im- posibilidad de unirlos me resolví á hacerle artificialmente, yes el que se reconoce en el esqueleto);. En el arranque de la apó- fisis malar descendente, de la mandíbula del Lido derecho, existe un remiendo al que se le ha dado demasiada conver- gencia, añadiéndose sobre la región peñascosa del temporal unas apófisis estiloides de corcho, de forma cónica, que no te- (1) Qeological Transactions, 2 series, vol. ni, p. 437. (Junio, 1832.) (2) En el esqueleto de Valencia, el número total de vértebras caudales es de 1"; y en cuanto á las piezas upsiloides, es de advertir que son muy desiguales, por estar relacionada su figura con el mecanismo del punto de la cola donde se encuentran, contándose un total de 14 piezas, aunque faltan la primera y última de las hemales:. y el conjunto de la cola representa un peso de cerca de 30 kilogramos. DE HISTORIA NATUHAL. 219 nía el animal, como ya pudo notarse en el Megaterio del Real Colegio de Cirujanos de Londres, sino un hueso independien- te, el estilo-liial (1). A la mandíbula infei-ior también alcanzaron postizos de cor- cho, como se ve en la apófisis coronoides del lado derecho y sobre el ángulo popterior de ambos lados. Las dos primeras vértebras cervicales aparecen enteras, la tercera con el vértice espinal y la parte inferior de la apófisis transversa del lado izquierdo, de corcho; lo propio ocurre con la cuarta-; la quinta con el vértice de la apófisis espinosa, y el de las apófisis transversas, en su parte anterior, también de corcho, así como el vértice espinal de la sexta; como la sépti- ma, que además lo lleva en el extremo tuberculoso de la apó- fisis transversa derecha, por el lado interno. En esta vértebra va la etiqueta núm. 1 de las dorsales, como ya se dijo. La primera vértebra dorsal presenta su apófisis espinosa más alta y en forma de cabeza de clavo, para el apoyo del ligamen- to cervical, apareciendo rota por junto al cuerpo, pero está re- construida; la segunda y tercera ofrecen postizo el vértice de la apófisis espinosa; la cuarta, con el extremo tuberoso infe- rior de la apófisis transversa, también artificial; la quinta y sexta enteras, si bien maltratadas por el montaje; la séptima rota por junto al cuerpo, reconstruida y presentando asimis- mo desperfectos; la octava rota como la anterior, pero muy mal rehecha; la novena tiene una carita de corcho para articular con la costilla del lado izquierdo. Se conservan enteras la 10, 11 y 12; la 13, con un postizo sobre el extremo de la apófisis transversa izquierda; la 14, rota en la masa superior de la apó- fisis, por junto al cuerpo, pero se halla bien reconstituida; como la 15 que presenta algunas roturas, aunque ésta se halla violentada por el montaje; y la 16, arreglada con algún aña- dido y un tanto estropeada. De las tres vértebras lumbares, la primera es la más entera, no obstante de tener toda la apófisis transversa izquierda y borde externo del lado derecho con añadidos de corcho; la se- gunda solo conserva de natural el cuerpo y la apófisis espino- sa desde su base; y en cuanto á la tercera y última, queda el (1) Véase mi nota en el Boletín de la Sociedad española de Historia natu- ral, Marzo, 1902. 220 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA cuerpo, que se distingue de los demás por llevar en su parte inferior un orificio de conducto vascular de algún calibre, puesto que representa los dos conductos de menor diámetro que se ven en la parte análoga del cuerpo de la vértebra pre- cedente, atravesando la masa huesosa desde abajo hasta la su- perficie del anillo medular, inclinándose un poco hacia la iz- quierda. Es de advertir que dichas tres vértebras han estado mal ordenadas y que llevan etiqueta equivocada; circunstan- cia que podría explicarse por faltar en general las apófisis, y por tanto la mejor guía para el restaurador; siendo en este caso más de lamentar la confusión, porque alcanza ala última pieza del espinazo, que se une con la pelvis de un modo espe- cial. Así, pues, las etiquetas números 18, 19 y 20, deben corre- girse asignándoles respectivamente los números 19, 17 y 18. La pelvis es una de las partes menos completas del esquele- to de que trato, estando representada por la región sacra, que con los íleos trabados por dos distintos puntos en cada lado forma un sólido conjunto. La falta de las regiones puviana é isquiática, la quita interés para el estudio comparativo, al pro- pio tiempo que la presta un aspecto extraño al quedar los ro- bustos íleos con tendencia á formar un plano perpendicular al eje principal de figura, sin que apenas aparezca la cavidad de la gran pelvis, cuando se la mira por delante. Una profunda huella del mal entendido sistema de montaje se presenta sobre el cuerpo de la primera vértebra sacra, vién- dose sobre ambas fosas ilíacas parte de la superficie, como unos 15 c. c, sustituida por pasta muy bien disimulada. Sobre el sacro se destacan, formando una serie, cinco apén- dices de corcho, largos y encorvados, que simulan otras tantas apófisis espinosas de pura fantasía, pues aunque son cinco las vértebras que lo forman, la representación de sus espinas está reducida á una cresta aplanada por ambos lados y sin inte- rrupciones, con ún borde, superior apenas ondulado. Contando los orificios intervertebrales se reconoce el verdadero número de piezas que componen dicho hueso. Las dificultades en el manejo y traslado hasta Madrid de un objeto tan voluminoso y pesado, pues, dice Garriga que alcan- zó, «romana en fiel, siete arrobas y trece libras y media», en cuya tarea hubieron de intervenir personas desconocedoras del valor de tan preciados restos, serían causa del desmorona- DE HISTORIA NATURAL. 221 miento de la pelvis, regularizada quizá á sabiendas, dándola una simetría en los cuatro puntos sobre que descansa, y habién- dose borrado de paso las huellas de los arranques y sus inme- diaciones del isquion y pubis, que inútilmente buscaba M. Roume en su visita al Megaterio de Madrid, por no tener idea de su extraña disposición. En efecto, es tal la constitución de la cintura, que la peque- ña pelvis, merced á su profundidad, es la que reviste maj'or importancia, midiendo en el Megaterio de Valencia 0,59 m. ho- rizontalmente desde el pubis al extremo de la tuberosidad is- quiática. La región del isquion es triangular, teniendo por base la gran escotadura del mismo, convertida en agujero en su con- tacto con el sacro; los huesos pubis arrancan de la cavidad cotiloidea, que está dirigida hacia abajo, y descienden con cier- ta verticalidad, formando entre los dos una U algo encorvada hacia adelante, la cual llega en su vértice hasta el nivel de la flexión de la rodilla, donde constituye la sínfísis. En su cara posterior la pelvis muestra el conducto medular desfigurado por rotura, hallándose destruidos además los dife- rentes puntos de apoyo para la cola. Se ven añadiduras de cor- cho, sobre todo el borde del conducto vertebral y porción inte- rior, en una profundidad difícil de apreciar, sobre la parte in- fero-posterior de las cavidades cotiloideas. precisamente en los puntos donde descansa sobre la mesa; llamando la atención otro postizo colocado sobre la cara posterior del cuerpo de la última vértebra sacra. Del esternón solo existe la cabeza, que en forma de ménsula recibe por su parte antero-superior á las clavículas, y por los costados al primer par de costillas, ofreciendo hacia atrás la cara correspondiente para el ajuste de la segunda costilla enca- jada entre esta pieza y la segunda,. A juzgar por la descripción que de esta pieza se hace en la obra de Garriga, no fué debida- mente interpretada la situación relativa de aquélla, aparecien- do en el esqueleto colocadas las dos primeras costillas apoyan- do sobre la faceta correspondiente á la de la segunda, por estal- la parte posterior de la cabeza del esternón puesta hacia de- lante. Es de notar que el aparato esternal del Megaterio, que, como puede inferirse, apenas existe en el de Madrid, tiene la partí- '222 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA eularidad de estar principalmente representado por piezas óseas, en lugar de cartílagos, como ocurre de ordinario. Consta éste de siete piezas impares, de las que la primera recibe ade- más de las clavículas, como ya se indicó, los dos primeros pa- res de costillas directamente; la segunda pieza es la más peque- ña de todas ellas, sirviendo para acuñar á la segunda costilla; la tercera y siguientes piezas encajan en los correspondientes apéndices óseos pares, mediante los que, de menor á mayor, se reúnen las costillas desde la tercera á la séptima, ofre- ciendo este séptimo apéndice externo-costal un contacto arti- cular posterior, para unirse á una sexta pieza apropiada para la octava costilla, que indirectamente queda enlazada al con- junto formado por un total de 19 piezas por lo menos. Como ya se dijo, solo existe el primer par de costillas, las cuales se hallan estropeadas por haber sido forzadas en sus ex- tremos para el montaje. En cuanto á las clavículas, la del lado derecho tiene un remiendo hacia su parte media, y la de la izquierda of.ece el tercio externo todo postizo. El omoplato del lado derecho es, en cambio, un modelo de buena conservación, gracias á lo que pudo rehacerse con fide- lidad el compañero, que solo conserva de natural el vértice co- rrespondiente á la cavidad cotiloidea y partes próximas. Son auténticos los huesos de las extremidades en general, aunque algunos han sufrido los rigores del lamentable procedi- miento empleado para su montaje, y en particular alguno de los huesos largos del antebrazo y pierna, que fueron barrena- dos en toda su longitud, buscando sin duda en el conducto me- dular un auxilio para el armazón, si bien inútilmente, por no poseerlo los gravigrados. En la extremidad anterior de ambos lados, el húmero se halla íntegro y completos los huesos del antebrazo. Para comprender en todos sus detalles la región del carpo, hay que fijarse, según Owen, en que de los cuatro huesos que forman la primera fila, el interno representa al escafoides uni- do al trapecio, que es el primero de la segunda fila, como acon- tece en el esqueleto humano, llamándose en su consecuencia hueso escafo- trapecio, que ofrece una extensa superficie para su articulación con el radio, acompañado del semilunar. Dicha fusión de las dos piezas en una, indujo á Garrig'a en su Des- DE HISTORIA NATURAL. 223 criación á considerar como hueso del carpo en su segunda fila, al primer metacarpiano, que es rudimentario, por no desarro- llarse en absoluto el dedo correspondiente; en cambio prescin- de del hueso piriforme, pues dice, refiriéndose á la primera parte de la mano en sus dos filas de huesos, «habiendo tres en la primera y cuatro en la segunda.» Revisadas las numerosas piezas de las patas anteriores, en la del lado derecho se observa que el hueso piriforme está re- hecho por su rotura; que el tercer dedo, ó sea el mayor de los cuatro desarrollados, lleva su última falange con un postizo correspondiente á toda la parte que rodea al hueco de la uña. lo cual ocurre también en la misma falange del cuarto dedo; y en cuanto al quinto, de las dos falanges rudimentarias que le corresponden, solo existe la mitad interna de una de ellas. aunque estropeada en su parte posterior. En la pata del lado izquierdo, el primer metacarpiano está soldado por accidente á la base del segundo, hallándose éste roto á lo largo de su cara inferior; y la tercera falange de este segundo dedo lleva postiza, como las falanges análogas del lado derecho, la parte tubular alrededor del soporte para la uña, hallándose en este mismo caso la falange correspondiente al cuarto dedo. El quinto me- tacarpiano, en su mitad anterior divergente, se presenta mons- truoso ó como hipertrofiado, lo que se traduce por un arredon- deamiento de la superficie que está algo aplanada de arriba á abajo, rugosa y con muchos orificios correspondientes á los vasos mutricios, circunstancia que, tomada como normal pol- los dibujantes, no ha dejado de contribuir á dar una idea equi- vocada del carácter de las patas anteriores, que han represen- tado con la disposición ordinaria en la manera de apoyar los extremos de los dedos los cuadrúpedos, lo cual está reñido con el carácter de aplastamiento lateral de la falangita del segun- do dedo y el soporte de la uña correspondiente, comparado con la mayor simetría de las mismas partes en el dedo medio. De las extremidades posteriores, la del lado derecho es la más completa, faltando tan solo una rótula lateral que tiene su asiento sobre la parte inferior externa del fémur, y una de las dos falanges rudimentarias correspondiente al quinto dedo de la pata. El fémur de este lado presenta algunos postizos de corcho y pasta, como los que existen sobre la cabeza hacia los lados 224 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA externo y anterior, mas otra placa sobre el cóndilo externo y algunas otras reparaciones de menor cuantía. La tibia y peroné, unidos naturalmente para formar una sola pieza, no se han soldado en su contacto inferior ni en ésta ni en la extremidad del otro lado. La rara configuración de índole reductiva del pie del Mega- terio ofrece un hueso del grupo de los sesamoideos, que al pa- recer tiene carácter constante, y sobre el cual no he podido adquirir otros antecedentes que los que trae Garriga en su Descripción del esqueleto de Madrid, pero con la particularidad de que dicho autor lo coloca entre los huesos de la región del tarso, expresándose como sigue: «el tarso se compone de siete huesos, cuyo número, hallándole igual en este esqueleto, tenien- do alguno de ellos bastante semejanza con los humanos, y re- conociéndose quatro primeros con la misma situación que aqué- llos, le daremos también los propios nombres... Los otros tres huesos se llaman cuñas. ..» «No están situadas con el orden que en el hombre, y la estampa solo representa dos, que son las se- ñaladas con las letras E y G... La tercer cuña está situada en la cara interna del pie y se articula con el esquife y con las otras dos compañeras; es áspera y desigual por su cara externa y bruñida su superficie por la interior.» Al esqueleto de Valencia acompaña el hueso de que se trata, y precisamente en ambas patas como en el de Madrid; confie- so que fué para mí muy entretenido, reconstituyendo el pri- mer ejemplar, el buscarle el sitio y posición que, según mi propio criterio debía ocupar, á lo que llegué relacionando la notable depresión que se observa en la cara interna del hueso con el conducto arterial que en el pie se abre paso entre el as- trágalo por su parte superior, y el calcáneo por la inferior. A la corta descripción que Garriga da de la referida pieza, añadiré que la supuesta tercer cuña (1) es un hueso falto de toda cara articular, aplastado, de figura trapezoidal algo re- dondeada, con su mayor altura hacia adelante, colocado en la parte externa del pie, entre el extremo del peroné y el quinto hueso metatarsiano, ocultando en parte al astrágalo, al calcá- neo y al cuboides. Su cara externa es convexa, anchamente (1) La descripción se refiere á la pieza del lado derecho del esqueleto de Valencia, dondese conoce con el nombre de hueso galleta. DE HISTORIA NATURAL. 225 comprimida en su porción central y áspera hacia los lados, li- geramente acanalada por su parte inferior; la cara interna ofrece una concavidad sobre la parte media anterior del hueso, único punto al que puede aplicarse el calificativo de «super- ficie bruñida.» Los bordes son gruesos, excepto el superior, que es adelg-azado en su tercio medio, y como arremangados hacia afuera el anterior y el posterior La mayor y más des- ' igual medida es una diagonal extendida desde el vértice an- terior superior atrás y abajo, que alcanza 139 milímetros, sien- do su parte más gruesa sobre el borde posterior de 35 milí- metros. Consultada con posterioridad la magistral obra de Owen. hallé que en nada se alude en ella al referido hueso, pero en cambio se describe y figura el tarso con solo dos cuñas, las lla- madas cuneiforme externo y cuneiforme medio, faltando por completo la cuña interna, la cual no tendría objeto en el tarso del Megaterio, desde el momento en que su pie carece de los dos i rimeros dedos, para los que sería necesario el apoyo en aquélla. Fuera ya de toda duda que el nuevo hueso no forma parte integrante de la región del tarso del Megaterio, solo me resta manifestar que, en mi opinión, las dos piezas antes referidas, así como las otras dos, por lo menos {sepiculum Burmeister) que se encuentran sobre el extremo inferior externo de los fému- res, y de los cuales se conserva en Valencia el del lado iz- quierdo, podrían considerarse como restos de un sistema óseo cutáneo y protector, que hoy se admite existió en estado atro- nco en el Mylodon, como tránsito entre los desdentados prote- gidos por una coraza, y los que no la tienen ó en su época no la tuvieron, como se cree que ocurría al Megaterio, á pesar de lo mucho que en contra de este supuesto se ha escrito. Por lo tocante á la parte externa de la pata, semejante pro- tección excepcional "por debajo del maleólo, se justifica sufi- cientemente por hallarse muy á la superficie en dicho punto una rama arterial de cierto calibre, según corresponde á un ser tan corpulento, arteria que quedaría de otro modo muy expuesta á las erosiones ó accidentes del suelo, vegetación es- pinosa, etc , por escasear las partes blandas en la región ana- tómica y gravitar además sobre ella un peso tan considerable como es de suponer fuese el de semejante animal. •226 , BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Con respecto á la extremidad posterior izquierda del ejem- plar que motiva estas observaciones, debo señalar la falta de la inmensa mayoría de los huesos de la pata, así como de la rótula, pues únicamente existen el astrágalo, el escafoides y el sesamoideo especial de que se acaba de tratar. Para terminar el presente escrito, he de manifestar con toda sinceridad que ignoro si habré acertado, así en cuanto al fon- do como en cuanto á la forma á cumplir el compromiso moral adquirido con la Dirección del Museo al aceptar el honroso pero delicado encargo de exponer de nuevo ante el público el cé- lebre esqueleto del Megaterio del Museo de Madrid. Moluscos marinos de Llansá (Cataluña) DON JÓSE MALUQUEIt Y NICOLAO. Al sumergirse en el Mediterráneo la cordillera Pirenaica, da lugar á una serie de calas, ensenadas, recodos é islotes que constituyen en conjunto un acantilado de unos 20 km. de ex- tensión, desde el cabo Leucate, en el Rosellón, á la bahía de Rosas. Llansá es una importante villa de aquel litoral, situada á poca distancia de la frontera francesa, en una ensenada entre los cabos Raso y Castellá, distantes 1 km. uno de otro. El fondo está formado por arenas finas ó cenagosas, gracias á la depo- sitación de la tierra vegetal, acarreada por algún canal de desagüe; su profundidad oscila entre cuatro y seis brazas. Este recodo, lo mismo que los de Banyuls, Colliure, Port-Ven- dres, Paulilles. etc.. constituye un vivero importante, por lo exuberante que allí se presenta la vida submarina. La abun- dancia y variedad de radiados y pólipos, cefalópodos, crustá- ceos, etc., etc., es verdaderamente extraordinaria; en cuanto á la vegetación, no puede ser más espléndida; no hay espacio de roca por pequeño que sea, bañado por el mar, que no esté materialmente cubierto por infinidad de algas de vistosos co- lores y las más extravagantes formas. Con esto ya se comprende que la localidad debe poseer una fauna malacológica marina rica é interesante por todos concep- tos. El presente catálogo puede dar de ello alguna idea, pues DE HISTORIA NATURAL. 227 en él se enumeran unas 180 especies, algunas no citadas en nuestra costa mediterránea. De estas 180 hay más de 20 no halladas por nosotros entre las que tenemos de Llansá, pero que fueron recogidas en aquellas aguas, por el distinguido conquiliólogo D. Arturo Bofill, en una excursión efectuada en ."> de Agosto de 1889. En, esta fecha recogió dicho señor unas 113 especies 81 univalvos y 32 bivalvos, citando por lo tanto nosotros hoy más de 70, que no figuran entre las recolectadas por el Sr. Bofill (1) en aquella época. Debemos hacer constar aquí nuestro más profundo agrade- cimiento hacia este insigne malacólogo, que siempre, con su benevolencia natural, nos ha ayudado en la determinación de las especies, solventando cuantas dudas senos presentaban. Enumeración de las especies (2). I. — Gasterópodos. Farn. Muricidse. 1 Murex brandaris Lin. 2 — trunculus Lin. 3 — Blainvillei Payr.— El tipo, y la variedad ex-forma: inermis Philip. 4 — erinaceus Lin. — var. ex-forma: TareniinaL&m. ."> — Edwardsii Payr . 6 — aciculatus: Lar/i. — Tipo, y var. ex-forma: curta Moncs. 7 Pisania maculosa Lam. 8 — d'Orbignyi Payr. 9 Tritón cutaceus Lin. 10 Canillaría cancellata Lin. 11 Hadriania craticulata Brocchi. 12 Fusus rostratus OHvi. (1) Moluscos marinos de Llansá, por A. Bofill, en la «Crónica científica», año xni, 1890. (2) Debemos observar que hemos adoptado por re^la general el orden y nnmencla- t.ura establecidos por Bucquoy, Oautzenberg y Dolffus, en su obra Les Molli/sqiies marins du fíov.ssillon. Las especies que llevan • son las citadas por el Sr. Bofill, y no halladas por nosotros. 228 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA * 13 Fusus pulchellus Philippi. 14 Euthria cornea Lin.— Tipo, y var. ex-colore: /«¿m Scac- chi. 15 Trophon muricatus Mont. Buccinidae. 16 Nassa mutabilis Lin. — Tipo, y var. ex- forma: ínflala Lam. y mi ñor Monts. 17 — granum Lam. 18 — incrassata Mull. — var. ex-forma: minor B. D. D. elongata B. D. D., y varicosa B. D. D. — var. ex- colore: rosacea Risso, fusca Scacch., y fase la- ta Monts. 19 — reticulata Lin. — Tipo, y var. ex-forma: curta D. B. B., y nítida JefTreys. — var. ex-colore: nili- do-depicta B. D. D. 20 — costulata Brocchi. — var. ex-forma: Cuvieri Payr., tenuicostaB.B. D., Ferussaci Payr., lanceolata B. D. D., y pulcAerrimaB. D. D. 21 Amycla corniculum Olivi. — Tipo, y var. ex-forma: elon- gata Monts., y raricosta Risso. — var. ex-colore: flavida Monts., y Jasciolato- elongata Monts. Var. ex-forma mínima B. D. D. 22 Neritula neritea Lin. 23 — Don ovan i Lisso. 24 Purpura hremastoma Lin. 25 Cassidaria echinophora Lin. 2(5 Columbella rustica Lin. 27 — ¿cripta Lin. — Tipo, y var. ex-forma: elon- gata B. D. D. 28 — Gervillei Payr: * 29 — decollata Brusina. 30 — minor Sea cchi. Conidse. 31 Conus mediterraneus Brug.—Tipo, var. ex-forma: oblon- ga B. D. D., elongata B. D. D., minor Monts., y carinata B. D. D. — var. ex-colore: rubescens B. D. D. DE HISTORIA NATURAL. 229 Pleurotomidae. 32 Pleurotoma gracile Moni. 33 Clathurella purpurea Moni. — Var. ex-forma: PMlberti Mich. . . * 34 ' — Cordieri Payr. 35 — linearis Mont. 36 Raphitoma attenuata Mont. 37 Mang-iiia Companyoi B. D. D. * 38 — multilineolata Desh. 39 Donovania mínima Mont. — Var. ex-forma: mamillata Risso.— var. ex-colore:/?/^ Monts. Volutidse. 40 Mitra ebenus Lam. — Tipo, y var. ex-forma: plúmbea Lam. 41 — oornicula Lin. 42 — tricolor Qmelin.—Tvpo, y var. ex-forma: elongaia Monts. 43 Mitrolumna olivoidea Canir. — Yñr . ex-forma: mayor B. D. D. 44 Marg-inella miliaria Lin. — Tipo y var. ex-colore: fallida Monts., quadñfasciata Monts., y flavicans Requien. 45 — Philippii Monts. Cyprseadse. 46 Cypra?a europea Moni. — Tipo, y var. ex-forma: globosa Wood. 47 — pulex Gray. 48 — lurida Lin. 49 Erato lsevis Don. 50 Ovula carnea Poir. var. ex-colore: pallida Requien. * 51 . — spelta Lin. Naticidee. 52 Náticá Dillwyni Pny&. 53 — Guillemini Payr. T. ni.- Mayo, 1903. 16 230 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA 54 Xatica hebrosa Mari. 55 — millepunctata Lam. 56 — intricata Don. — Tipo, y var. fusca Monts. Py r amidellidse . 57 Chemnitzia elegantissima Moni. Cerithidse. 58 Cerithiura vulgatum Bmg.—Tipo, y var. ex-forma: no- dulosa Philip., spinosa Blainv., lubercuJata Philip., y puhheUa Phil. 59 — rupestre Risso. — Tipo, var. ex-forma: pücata B. D. D. y attenuata B. D. D. 60 Triforis perversus Lin. var. ex-forma: adversa Mont. 61 Bittium reticulatum Da Costa. —Tipo, y var. ex-forma: LatreiUei Payr., Jaderlina Brusin. y paludosa B. D. D. 62 Aporrhais pes-pelecani Lin. 63 — serresianus Mich. Turritellidse. 64 Turritella communis Risso. * 65 Vermetus glomeratiis Lin. * 66 triqueter Bivona. 67 Scalaria communis Lam. * 68 — commutata Risso. var. ex-forma: minorelonga- ta B. D. D. y minor-dUatata B. D. D. Littorinidse. 69 Littorina neritoides Lin. 70 Rissoina Brug-uierei Payr. 71 Rissoa variabilis MWhlf.—Tipo. y var. ex-forma: breris Monts. * 72 — similis ScaccM. * 73 — ventricosa Desm. * 74 _ auris-calpium Lin.— Tipo, y var. ex-forma: aeicn- la Risso. * 75 — violácea Desm. 76 — cimex Lin.— Tipo, y var. ex-colore: fasáata Phil. y láctea Phil. DE HISTORIA NATURAL. 231 77 Rissoa Montagui Payr. * 78 — lineata Risso. * 79 — cancellata Da Costa. Turbinidae. 80 Phasianellapullus Lin. * 81 — tenuis Mich. 82 Turbo rugosus Lin. Trochidse. 83 Calliostoma conulus Lin. 84 — zizyphinus Lin. 85 — exasperatus Pen.—Tipo, y var. ex-forma y colore: Maloni Payr. y tricolor Risso. 86 — Laugieri Payr. 87 — striatus Lin. 88 — Gravinne Monis. 89 Gibbula magus Lin. 90 — umbilicaris Lin. 91 — ardens von Satis. * 92 — Philberti Récl. 93 — varia Lin. 94 — divaricataZ//¿. 95 — rarilineata Mich. 96 — Adansoni Payr. * 97 — turbinoides Desh. 98 Phorcas Richardi Payr. 99 Trochocochlea turbinata Born.— Tipo, y var. ex-forma: ylobosa Req. 100 — articulata Lam. 101 Clanculus cruciatus Lin. 102 — Jussieui Payr. y var. ex-forma: ylomus Phil. Haliotidae. 103 Haliotis lamellosa Lam.— Tipo, y var. ex-forma: Usifiata Costa, marmorata Cost. Fissurellidae. 104 Fisurella nubécula Lin. 105 — grseca Lin. 232 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA 106 Fisurella g-ibberula Lam. 107 Emarginula reticulata Cliemnitz. Calyptrseidae. 108 Capulus hung-aricusZm. Patellidse. 109 Patella ccerulea Lin. 110 — vulgata Lin. 111 — lusitanica Gmelin. Bullidas. 112 Bulla striata Bnuj. * 113 Haminea hydatis Lin. 114 Philine aperta Lin. Dentalidae. 115 Dentalium tarentinum Lam. 116 — dentale Lin. II. — Lamelibranquios. Ostreidse. 117 Anomia ephippium Lin. 118 Pectén opercularis Lin. y var. ex-forma: Andouini Payr. 119 — multistriatus Poli. 120 — vari us Lin. 121 — Jacobaeus Lin . 122 — hyalinus Poli. 123 — maximus Lin. 124 Radula squamosa Lam. 125 — innata Chemn. 126 Spondylus g-sederopus Lin.— Tipo, y var. ex-forma: aculeata Philippi. Avieulidae. 127 Avicula tarentina Lam. Mytilidse. 128 Mytilus gallo-provincialis Lam. 129 — minimus Poli. 130 Modiola barbata Lin. DE HISTORIA NATURAL. 233 i Arcadse. 131 Arca Nose Lin. 132 — láctea Lin. 133 — barbataZiw. — Tipoy var.ex-forma: elongataB.~D.~Q. 134 — imbricata Poli. 135 Pectunculus pilosus Lin. 136 — violascescens Lam. 137 — glycimeris Chemn. 138 Nucula nucleus Lin. 139 — sulcata Brown. 140 Leda pella Lin. Chamidse. 141 Chama gryphoides Lin. Cardiidae 142 Cardium aculeatum Lin. 143 — tuberculatum Lin. — var.ex-forma: zonataMont. 144 — echinatum Lin. 145 — Norweg-icum Spengl. 146 — edule Lin. — var. ex-forma: ruslicum Linné. 147 papillosum Poli. — Tipo, var. ex-forma: áurea B. D. D. y maculata Brusina. 148 — mínimum Pliil. 149 Lsevicardium oblong-um Chemn. Lucinidae. 150 Lucina leucoma Flirt. 151 — spinifera Mont. 152 Jag-onia reticulata Poli. 153 Divaricella divaricata Lin. Cyprinidse 154 Isocardia cor Lin. 155 Astarte fusca Poli. 156 — sulcata Da Costa. 157 Gouldia mínima Mont. 158 Cardita calyculata Lin. — Tipo, var. ex-forma: oblonga Req. y var. ex-colore: unicolor B. D. D. 234 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Veneridse. 159 Venus verrucosa Lin. 160 — g-allina Lin.— Tipo y var. ex-colore: radiata Req. 161 Meretrix chione Lin. 162 — rudis Poli. 163 Dosinia exoleta Lin. 164 — lupinus Lin. 165 Tapes decussatus Lin.— Tipo, var. ex-colore: láctea Phil. y radiata B. D. D. 166 — aureus Gmel. 167 — g-eographicus Chemn. — Se presenta, lo mismo que la anterior, sumamente variable, ex forma y ex-colore. 168 — anthemodus Loe. — Muchas variedades. Entre otras, podemos citar las ex-colore: albida, /tol- va, macúlala, marmórea, br minea, etc.; y las ex-forma: elongala minor, depressa, y subrhom- boidea. 169 Venerupis irus Lin. — Tipoy var. ex-colore: bicolor Monts. Mactridse. 170 Mactra helvacea Chemn. 171 — corallina Lin. 172 — triang'ulus Rea. 173 — subtruncata Da Cosía. Tellinidse. 174 Tellina pulchella Lam. L75 — dónacina Lin. 176 — incarnata Lin. 177 — planata Lin. 178 — balaustina Lin. 179 Psammobia depressa Ten. 180 Donacilla cornea Lin.— Tipo y var. ex-colore: albo-ra- diata B. D. D. 181 Donax trunculus Lin. 182 — semistriatus Poli. 183 — polita Poli. DE HISTORIA NATURAL. 235 Myidee. 184 Corbula gibba Olivi. Scrobicularidse . * 185 Scrobicularia plana Da Costa. 186 Syndesmia alba Wood. En resumen: tenemos 116 univalvos y 70 bivalvos, á los cua- les deberíamos añadir alg-unos otros que citamos como varie- dades, pero que muchos autores admiten como especies. Tales son, por ejemplo, el Murex inermis Phil., Bitiium LatreilUi Payr., Bitiium Jadertinum Brus., etc., etc.; de modo que no sería aventurado afirmar, que en conjunto, comprende este catálog-o unas 200 especies. No quiere decir esto que en él se enumeren todas las de Llansá, pues estamos, convencidos de que efectuando buenos drag-ados, llegaría fácilmente á do- blarse aquel número. Boletín bibliográfico. Académie des Sciences de Paris. (Cumpt. rendus des séances.) T. cxxxvi. N.o 10.— Ch. Gravier: Sur le syst. nerveux du Nautile.— Bonnier et Pérez: Sur un mode nouveau de coustitution de la chaine chez une Salpe nouv. du Golfe Persique (Stephanosalpa polyzova). — P. A. Dax- geard: Sur le nouveau genre Protascus. — M. S. Ikeno: La formation des anthérozoídes chez les Hépatiques. — Duparc, Mrazec et Pearce: Sur l'existence de plus. mouv. orogéniques dans l'Oural du Nord. — C. Gessard: Sur les oxydases des Seiches. — Delezenxe et Mouton; Sur la présence d'une érepsine dans les Champignons Basidioiny- cétes.— F. A. Forel: Les poussiéres éoliennes du 22 février 1903.= N.° 11. A. Lacroix: Sur l'état actuel de la Soufriére de la Guade- loupe.— L. Dollo: Le Pteraspis dans l'Ardenne. — Ch. Jacob: Sur la signiflcation du gisement cénomanien, á Ichthyosarcolithes et á faune du Maine, de St.Laurent prés Vacheres (Basses-Alpes).=: N.° 12. P. A. Dangeard: Contr. á l'étude des Diplozoaires. — Bouygues: Sur l'exist. et l'extension de la moelle dans le pétiole des Phanéro- games.— L. Flot: Sur la naissance des feuilles et sur l'origine fo- liaire de la tige. — A. B. Chaüveau: Sur les poussiéres éoliennes du 22 février. — Mascart: Remarques au sujet de la Note precedente. — Marage: A propos de la physiologie de l'oreille interne. — Vaschide et Vürpas: Recli. expérim. sur la psychophysiologie du sommeil. 236 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Académie internationale de Géograplúe Botanique (Bull.). — N.° 160. H. LÉ- veillé: Plantee Bodinieriance. Saxifragacées. — E. Vaniot: Pl. Bodi- nieriance. Composées. — Ducomet: Botanique populaire dans l'Albret. Abbé. H. Olivier: Exposé systématique et descr. des Lichens de l'Ouest et da N. O. de la Erance (suite). — E. Ballé: Premiére liste des Mousses aux env. de Vire (Calvados). A cademy of Sciences. Chicago. (Bull.) N.° iv. Part. i. — St.-Weller: The Paleontology of the Niagaran Limestoue in the Chicago Área. The Crinoidea. — Vol. n. N." ni. Fr. Collins Baker: The Gross Anatomy of Limncea emarginata. Say. var. Mighelsi. Binn. Academy of Natural Sciences of Philadelphia . (Proceed.) Vol. liii. Vol. liv. Allgemeinen Entomologischen Gesellschaft. Neudamm. (Allg. Zeitschr. für Entomol.). 8 Band.=N.° 5. F. Eiohelbaum: Larve und Puppe von Omosita colon. L. — K. Friederichs: Beitr. über paliiarktische Co- leopt. — G. Ulmer: Beitr. zur Metamorph. der deutschen Trichopte- ren. — L. v. Aigner-Abafi: Die Kolumbácser Fliege. — Litteratur- Ref érate . — Li tteratu r-Berichte . Comissdo dos servigos geológicos. Lisboa.— P. Choffat: Le Crétacique de Conducía. Entomologische Zeitung. Wien. xxir Jahrg., n Heft. — J. Villeneuve: Etude sur le genre Ocyptera. — J. Bischof: Neue Dipteren aus Afrika. — — E. Rbitter: Sechzehnter Beitr. zur Col. — Fauna von Europa und den angrenzenden Lilndern. — G. Sumakow: Diagnosen neuer Coleopt. aus dem Kaukasus. — Dr. K. Petri: Agabus regalis, eine n. Art aus der Verwandtschaft des bipustulatus L. und Solieri Aubé. — Dr. K. Petri: Macrotarsus similis. n. sp.— Dr. K. Petri: Einige Bericht. zur Monogr. des Col., Tribus Hyperini. — V. Apfelbeck: Ophonus sutu- rifer Reitt.=0. fallax Peyr.=s«. Cambian luego bruscamente por la dirección SE. á NO., y á los pocos metros desaparecen bajo una ligera capa diluvial y bajo las calizas cretácicas casi horizontales que forman el cerro de la Torrecilla, en Jocar. No he encontrado en ellas restos or- gánicos. III. En esta misma región he podido anotar la existencia de varios manchones de diluvium locales, algunos de exten- sión y espesor considerables, entre los que hay dos que mere- cen citarse. Uno de ellos es el mencionado incidentalmente en la nota anterior, situado entre Jocar y Arbancón. y en cuyo centro apa- rece el manchón silúrico citado. Es fusiforme y tendrá como un kilómetro en su sentido máximo, que es de NO. á SE. Su espesor es muy poco considerable, tanto que en los barran qui- tos fraguados por los insignificantes arroyos que le cruzan deja ver las calizas cretácicas infrayacentes. Está compuesto de arcilla y cantos silíceos, lo cual aleja la probabilidad de que se haya formado á expensas de los cerros cretácicos que, á par- tir del de la Torrecilla, se extienden al NO. de Jocar y que son calizos. Más bien parece probable que este diluvium pueda con- siderarse como resto de otro más extenso formado á expensas de las pizarras y cuarcitas del silúrico que se encuentra pocos kilómetros al N., en Fraguas, Robredarcas, etc. Así parece de- ducirse también de la configuración del terreno, que constitu- ye allí una depresión en que pudieron permanecer los mate- riales cuaternarios defendidos de la denudación general pol- las alturas que los rodean. DE HISTORIA NATURAL. 255 En el camino de Jocar á Muriel, después de pasar una estre- cha y pintoresca garganta por donde se abre paso un arroyo á través de las duras calizas magnesianas de este cretácico, se encuentra un molino, casi en la confluencia de este arroyo y de otro un poco más considerable que viene de algo más al N. Desde el molino citado, el camino sigue como un kilómetro al lado del arroyo, y en toda la marguen izquierda de éste se ve otro diluvium, que se prolonga basta muy cerca del punto en que el riachuelo desemboca en el Jarama. Está formado tam- bién este diluvium. cuya anchura no pude apreciar por la con- fíguíación del terreno, por arcillas rojas y cantos de cuarcita, y debe estar relacionado con el anterior. Presenta con él, sin embargo, dos diferencias notables; el tamaño mucho mayor de los cantos y su enorme espesor. Este último no puede apre- ciarse por completo porque, á pesar de la gran altura de los cerros que forma, y de estar surcado por profundos barrancos, no llega á descubrirse en ningún punto la roca que le so- porta. IV. A continuación cito algunas localidades expañolas de minerales, unas nuevas y otras ya conocidas, pero respecto de las cuales agrego ciertos datos. Pirita. — Al abrir un canal en la margen izquierda del río Guadalix, con objeto de llevar agua á la fábrica de luz eléctri- ca en construcción en Miradores de la Sie;ra, se ha atravesa- do un pequeño filón metalífero del que forma parte esta espe- cie mineral". Se presenta en una masa cavernosa con las cavi- dades tapizadas de pequeños cristales cubo-octaédricos, muy brillantes, de color amarillo claro en unos puntos y amarillo de latón en otros, en ciertos sitios irisantes y en otros cubier- tos de unas manchas terrosas rojizas (óxido férrico). Presentan algunas laminillas de mica blanca interpuestas. Ensayada se ve que no da ni siquiera indicios de cobre. Otra localidad en que se halla la pirita es el cerro de la Mesa, •en término de Navalafuente (Madrid), donde forma pegaduras y pequeñas masas en un filón de cuarcita que atraviesa los gneis. Ya acompañada de pirita cobriza y de mispiquel, y ha sido denunciada como mina, aunque creo se reduce á uno de tantos yacimientos sin valor industrial como se encuentran en la sierra próxima. Mispiquel. — Además del citado cerro de la Mesa se encuentra 256 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA en la localidad queyahemos mencionado en Miraflores, y cons- tituye en ella masas friables muy puras. Cuarzo. — Los cuarzos cristalizados más ó menos hialinos son muy frecuentes en toda la sierra de Guadarrama, pero la loca- lidad más conocida es La CaJbrera, en la provincia de Madrid,, donde ya D. Casiano de Prado citaba una masa de cuarzo en una pegmatita, con una cavidad llamada en el país la «Cueva del Cristal», por estar toda ella tapizada de cristales. La entrada de dicha cueva se encuentra actualmente obstruida por escom- bros y además inundada constantemente, de modo que solo en las escombreras inmediatas se pueden recoger algunos ejemplares buenos. Los cristales aislados de algún tamaño son poco frecuentes, y siempre forman parte de drusas, de modo que no presentan mas que una terminación piramidal. Lo más general son for maciones paralelas en que solo aparecen libres parte de las ca- ras romboédricas implantadas oblicuamente sobre un plano que suele ser una cara de un cristal mayor. Otras veces varios cristales de tamaños muy variados se agrupan sin regularidad alguna. Las formas que más comunmente presentan son el prisma 1010 (m) y los dos romboedros 1011 ir) y 0111 (:}, siendo también bastante frecuente la cara rómbica 1121 (s). Se en- cuentra además otra cara de la zona mr, que por hallarse poco desarrollada y en malas condiciones de medida no puede de- terminarse con precisión, pero que parece corresponder á la 6061 (Q de Dana. Estos cuarzos son generalmente incoloros, pero los hay lige- ramente amarillentos por la arcilla interpuesta, algo ahuma- dos y más ó menos lechosos. Las caras, que son á veces muy limpias, con frecuencia están fuertemente corroídas y algunas notablemente encorvadas. La deformación más general es el desarrollo exagerado de dos caras prismáticas paralelas, dan- do lugar á cristales algo tabulares. También es frecuente otra, en la cual tres caras contiguas romboédricas están muy des- arrolladas, las dos adyacentes son estrechas y largas y la otra se reduce á una pequeña faceta; todo ello debido al gran des- arrollo de una de las caras prismáticas que llega hasta cerca del vértice, de modo que el cristal parece como hendido á lo largo casi por su centro. DE HISTORIA NATURAL. 2Í7 Observada al microscopio una preparación de cuarzo incolo- ro de esta localidad no presenta nada de notable. Las inclusio- nes líquidas son las más frecuentes, y ¡algunas alcanzan dimen- siones hasta de cerca de un milímetro; abundan también y son de gran tamaño los poros gaseosos., siendo más escasas las só- lidas, reducidas á pequeños fragmentos de mica magnesiana. Todas estas inclusiones son de formas muy irregulares y están desigualmente repartidas por la preparación. En Yaldemanco, localidad próxima á La Cabrera, se encuen- tran además drusas y cristales implantados en el feldespato, muy hialinos, constituidos por el prisma y los dos romboedros comunes. Los cuarzos lechosos abundan cerca de Bustarviejo en un canchal que hay en el camino de Miraflores. Azurita. — Del liásico de Soria, en el punto de separación del camino viejo de Garray y la carretera de Logroño. Sobre una marga micácea se presentan unas especies de superficies de resbalamiento puramente arcillosas y sobre éstas granulos y pegaduras del carbonato azul de cobre. Malaquita. — En el mismo yacimiento que la azurita y en otros puntos del citado manchón liásico. Forma también man- chitas y pegaduras, pero no en la misma roca, sino sobre una arenisca micácea, cuyas micas están muy alteradas. Baritina.— Entre la carretera de Aragón y la sierra de Santa Ana, en Soria, se extiende una pequeña faja eocena, y en ella, paralelamente á su longitud, existe un filón de baritina bas- tante considerable. En su parte superior le forman grandes cristales tabulares indeterminables, de color blanco-rojizo, en- trecruzados en todos sentidos, y que dan por su unión un con- junto reticular confuso, muy análogo al que presentan algu- nas baritinas de sierra Almagrera, que existen en las coleccio- nes de España del Museo de Historia natural. Otra localidad que puede citarse para este mineral es Retien- das (Guadalajara). La he encontrado en la galería abandona- da de una antigua mina de hulla, donde forma una vena en- tre las del carbón. Es negruzca, muy tenaz y está salpicada en algunos puntos de unas manchas blancas de una especie de haloisita. En la superficie está tapizada de menudísimos cris- tales muy difíciles de medir, pero en los que, sin embargo, creo haber reconocido las formas 001 (p), 101 fe]J, 110 (m), 012 (4), 010 m j 111 (fr): 258 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Epsomita.— En la misma galería abandonada se encuentra esta especie tapizando abundantemente el techo y las paredes,, bajo la forma de fibras muy finas, sedosas, y de 3 ó 4 cm. de longitud. Melanterita.—YX sulfato de hierro, menos frecuente que las especies anteriores , se halla en la citada mina de hulla en unas condiciones que no dejan de ser curiosas. En el interior del carbón y en cavidades por donde parece haber circulado el agua, forma unas masas de cblor verde claro, con brillo vitreo intenso y fina estriación normal á la dirección de las capas. Supongo que la formación de este mineral es debida á la oxidación de las piritas que tan frecuentes son en la hulla,. lo cual se comprueba por las numerosas manchas ferrugino- sas que se observan en el carbón. Serpentina. — Aunque son conocidas las serpentinas de la sierra de Guadarrama, especialmente las del puerto de Mala- gón, no recuerdo que esté citado este silicato de Robledo de Chávela (Madrid). La he encontrado formando masas no muy grandes, á manera de diques, entre la caliza cristalina de di- cha localidad. La hay que puede llamarse noble, completa- mente verde, casi transparente; otra es de color verde claro, algo azulado, translúcida, de brillo craso y fractura astillosa; otra, por fin, completamente azul y opaca. Tratada por el ácido clorhídrico hirviendo, deja la sílice gelatinosa completamente roja por el óxido férrico. Observada al microscopio se la ve formada por un agregado birrefringente que se extingue según manchas anubarradas, lo cual, unido á sus caracteres exteriores, acusa una estruc- tura lamelar y hace que la refiramos al grupo de la antigorita. Presenta inclusiones abundantes y bien caracterizadas de mag- netita. Esta serpentina es de origen indudablemente piroxéni- co, pues se encuentra todavía en su masa restos de cristales referibles á la enstatita. Quiastolita. — La he encontrado en la pizarra cámbrica que atraviesa el arroyo de la Sacedilla entre El Atazar y Cervera de Buitrago (Madrid). Son unos cristalitos de 2 ó 3 mm. de longi- gitud, alargados en el sentido de la estratificación, completa- mente llenos de inclusiones carbonosas irregularmente repar- tidas por su masa, SornaMenda. — Se encuentra en una cuarcita calificada de DE HISTORIA NATURAL. 259 cámbrica del término de Cervera de Buitrago, en cristales des- tacados, algunos hasta de 15 mm. de longitud. Estos cristales no son determinables y observados al microscopio se ve que pertenecen á la variedad común y que están sumamente alte- rados, de modo que á toda la roca la impregnan de magnetita, dándola así un color completamente negro. El cuarzo granu- lítico en que están incluidos es notable por la abundancia de pequeñas inclusiones de rutilo acicular. Nacrila. — Esta variedad de caolín se encuentra en La Ca- brera recubriendo al cristal de roca anteriormente citado. La costituyen unas escamitas de forma indeterminable, de color argentino, lustre nacarado y tacto jabonoso. Al microscopio tienen un tono verdoso y actúan alg'o sobre la luz polarizada. Ofrece la particularidad esta nacrita de que al soplete no se altera (otras se hinchan). Esta especie mineral procede in- dudablemente de las ortosas que están en contacto con los cuarzos, y pudiera á primera vista confundirse con una mica, pero ensayada se ve que no tiene magnesia, potasa, ni flúor. Glauconita. — Este mineral entra en la constitución de una notable roca verdosa cuyo yacimiento exacto no conozco, pero que indudablemente forma parte del cretácico que se extien- de entre Tamajón y Retiendas. Los ejemplares estudiados por mí proceden de un gran canto que estaba formando parte de una cerca, en el fondo de un barranco que entre ambos pue- blos sigue la línea del contacto del cretácico y el silúrico. Observada la roca al microscopio se la ve constituida en primer lugar por unas placas grandes de caliza, desgarradas, polisintéticas, de origen primitivo, entre las cuales se en- cuentran otras pequeñas muy bien terminadas y frescas, con estrías de crucero pero no de macla; á éstas las creo de forma- ción posterior á las primeras. La glauconita está muy abun- dantemente repartida por toda la roca, también bajo dos for- mas: ó en granos más ó menos voluminosos, de contorno inde- terminado, ó en masas que rellenan restos de organismos que yo no he podido determinar, y que presentan unas veces el aspecto de foraminíferos y otras el de briozoarios de los no ra- mificados. Hay además en la roca placas de cuarzo de contor- nos irregulares, muy abundantes en inclusiones líquidas, y con algunas de magnetita. Lignito. — En el citado liásico de Soria, en un tramo de 260 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA areniscas muy levantadas que se presenta frente al soto del molino, por detrás de la ermita del Mirón, hay unas arcillas abigarradas que llevan interpuestos abundantes restos carbo- nosos. En un barranquito existe una cala de mina, y en sus paredes pueden observarse lechos finísimos y muy numerosos de lignito. También se halla este carbón en Fuentetoba ( cretácico inferior), y allí en cantidad suficiente para que los vecinos del pueblo le utilicen como combustible. Se encuentra mez- clado con unas arcillas que son arrastradas por las grandes lluvias, produciéndose así un lavado natural que permite re- cogerle con abundancia en algunas ocasiones. Boletín bibliográfico. (Continuación de Mayo.) Institució Catalana d' Historia natural. Barcelona. (Butll.) Any ni. N.° 17-18. Dr. J. Cadevall: Plantes notables deis voltants de Tarrassa. — J. Ma- i/uquer: Contr. á la fauna malacol. de Catal.— P. Antiga y J. Bofill: Cát. de Insect. de Catalunya, vm familia. Chrysids. K. K. zoologisch-botanischen Gesellschaft. Wien. (Verhandl.) luí Band. i Heft. — J. Muller: Bericht über die Koleopterenausbeute des Herrn E. Galvagni auf den dalmatiniscben Inseln Pelagosa, Lissa und Lagosta. — R. Cobelli: I veleni et il Lasius emarginatus. — R. Wagner: Beitr. zur Kenntniss einiger Kornpositen. — Fr. Werner: Úber die von H. Dr. Karl Grafen Attems aus Kreta mitgebr. Orthop- teren. Missouri Botanical Garden. St. Louis (EE. UU.). — Thirteenth Annual Report. Museu Paulista. Sao Paulo (Brasil). (Revista.) Vol. v. - H. W. Broi.emann: Myriapodes du Mus. de S. Paulo. — H. v. Ihering: Contr. para o conhecirnento • da Ornitbologia de S. Paulo. — C. Schrottky: Ensaio sobre as Abelhas solitarias do Brazil. — T. Cockerell: Nota sobre um Dactylopius achado em Fuchsia no Brazil.— G. King: Descr. de Dacty- lopius magnolicida von Ihering. — J. Foetterle: Descr. de Lepid. novos do Brazil. — H. v. Ihering: As Melanias do Brazil. Muséum d'Histoire Naturelle. París. (Bull.) Ann. 1902. N.o 3.— L. Arbel: Corupte rendu d'une miss. scient. aux Indes anglaises. — G. Grandi- dier: Dans le Sud de Madagascar.— E. T. Hamy: Les tuniulus des Vendues de Verroilles et de Montmorot, a Minot (Cote d'Or). — DE HISTORIA. NATURAL. 261 J. Pellegrin: Cichlidés du Brésil rapp. par M. Jobert. — M. J. Rath- i.ün: Descr. des nouv. esp. de Parathelphusa appart. au Mus. de Paris. — E. Ollivier: Lainpyrides rec. aux env. de Tokio (Japón) par le Dr. Harrnand.— A. E. Malard: Des variat. rnensuelles de la faune et de la flore maritirnes de la baie de la Hougue (janv. et iév.). — J. Dürst: Sur le développ. des cornes cliez les Cavicornes. — C. Phisalix: Sur la préseuce du venin en nature dans le sang de Cobra. — Arbel *et PniSALix: Une observ. d'bypnotisme chez le Cobra. — Ph. t. Tieghem: L'embryon des Ochnacées et son ena- ploi dans la définit. desgenres.— A. Weber; Notes surquelq. Agaves du Mexique occidental et de la BasseCalifornie. — Liste de quelq. floraisons intéressantes observé2s dans les serres du Muséum. — St.-Mednier: Origine de quelques roches siliceuses stratifiées. — P. Gaubert: Sur l'accroissement des cristaux.=N.° 4. E. T. Hamy: Gravures rupestres de la Table du Mahury, prés Cayenne.— G. Mus- set: Les collectionneurs de bétes sauvages. — E. Oustalet: h'Equim Prjevalskii au Muséum.— Ch. Alluaud: Descr. d'un Coleopt. nouv. du genre Scarabceus (Ateuchus) du S. de Madagascar. — E. Simón: Arachnides rec. par MM. Pérez et Bonnier au golfe Persique. — J. de Man: Descr. d'une esp. nouv. du g. Hcteropanope provenant de la Cote d'Ivoire (H. africana). — C. Phisalix: Cholera des Autruches et des Nandous. — L. Launoy: Embryon de Vipére bípede et cyclocé- phale. — Ph. v. Tieghem: Le cristarque dans la tige et la ieuille des Ochnacées.— Sur la prefloraison des Ochnacées. — Géróme: Note sur quelq. floraisons ou fructifications intéressantes au Muséum. — H. Hua: Observ. sur deux plantes du Gabon ayant fleuri au Mu- séum.— St. Meuxier: Cardite nouv. des env. de Pierreiitte, prés Etainpes. — Arnaud et Hasenfratz: Sur une eau minérale de Mada- gascar.=N.° 5. A. Ménégaux: Cat. des Mam mif eres rapp. par M. Geay de la Guyane íraneaise en 1898 et 1900. — Vaillant et Pettit: Fi- bronie observé sur un Megalobatrachus maximus. Schl., au Muséum. — A. Viré: L'Igue de StSol-Becastel. — L. Fairmaire: Descr. des Clé- rides rec. par le Dr. Decorse dans le S. E. de Madagascar. — S. Schen- kling: Clérides nouv. du Muséum.— J. Martin: Hémiptéres nouv. d'Asie.— H. Coutiere: Sur quelq. esp. nouv. du g. Automate de Man. — R. Perrier: Examen critique de quelq. esp. d'Holothurides abyssales. — A. Billard: Rech. sur la Clava squamata F. Müller. — C. Phisalix: Maladie des jeunes Chiens; statistique des vaccina- tions. — Pettit et Girard: Sur la fonction secrétoire et la morphologie des plexus choroídes du syst. nerveux central. — J. Maumus: Sur les lésions provoquées par la ligature des ccecums chez les oiseaux. — L. Launoy: Action protéolytique des glandes salivaires chez les Ophidiens. — Ph. v. Tieghem: Quelq. genres nouv. d'Ochnacées; cons- 262 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA titution actuelle de la famille.— Sur l'homologie du sac pollinique et du nucelle chez les Endoprothallées ou Phanérogames.=N.° ü. E. Lenfant: Le Niger.— E. T. Hamy: Les Chamacocos, esquiase an- thropologique — E. Oustalet: Sur une nouv. esp. de Rongeur du g. Lophiomys. — J. Küxckel d'Herculais: VOxylophus ¡Coccystes) glan- darius dans le Midi de la France.— Un Coucou acridophage.— ¿. Mocquard: Sur des Reptiles et Batraciens de l'Afrique oriéntale anglaise, du Gabou et de la Guiñee francaiée. — J. Pellegrin: Ci- ohlidé nouv. de la Guyane francaise. — P. Lesxk: Note sur deux esp. fran(;aises du g. RJtypidius. — R. Oberthür: Les Astathes (Col. cérambycides) et genres voisins, de la coll. du M. de Paris. - J. Bourgeois : Trois nouv. esp. de Malacodermes de l'Himala- ya. — C. Píiisaux: Polymorphisrne des Pasteurella. — L. Lauxoy: Action de quelq. venins sur les glucosides.— Action du venin de Cobra sur l'émulsine. — Ph. v. Tieghem: Cercouratée et Monopo- ride, deux g. nouv. d'Cvhnacées. — Struct. de l'ovule des Caricacées et place de cette f'am. dans la classiflcation. — H. Lecomte: Nouv. observ. sur la coagulation des látex á caoutchouc. — J. Poissox: Sur un point de l'histoire du Paulownia au Muséum. — G. Chau- veaud: Développement des éléments précurseurs des tubes cri- blés dans le Thuia orientalis.—A. Weber: Les Cactées de Costa- rica. — P. Hariot: Quelq. Algues de Madagascar.— F. Heydrich: Quelq. nouv. Mélobésiées du Mus. de Paris. — E. Bonxet: Quelq. consid. sur la géogr. bot. du Maroc, d'aprés les récoltes de M. R. de Segonzac. — H. Hua: Sur les collectious botan, faites en Dahomey par M. Le Testu. — Descr. de deux fruits d'Apocynacées africaines. P. Gaubert: Sur la double réfr. accidentelle des cristaux cubiques. iVeío York State Museum. 52D Annual Report. Vol. i and n. 53D Annual Report. Vol. i and u. Université de Montpellier. Mémoire N.° 1. H. Rouzaud. Rech. sur le déve- loppernent des organes génitaux de quelq. Gastéropodes herma- phrodites.=Mém. n.° 2. A. Soulier: Etudes sur quelq. points de l'Anatomie des Annélides tubicoles de la región de Cette. =Mérn. n.° 3. A. Sabatier: De la spermatogenése chez les Crustacés Déca- podes.— Mém. n.° 4. A. Sabatier: De la spermatogenése chez les poissons Sélaciens.=Mém. n.ü 5. P. Gourret: Documents zoologiques sur 1 étang de Thau.— Mém. n.° 6. J. G. Darboüx: Recherches sur les Aphroditiens.^=Mém. n.° 7. E. de Rooville: Dn tissu conjonctif comme régénéraíeur des épithéliums. — Mém. n.° 8. L. Calvet: Contr. á l'hist. natur. des Bryozoaires ectoproctes marins.=Mém. n.° 9. A. Soulier: Les premiers stades embryologiques de la Serpule. =Mém. n.° 10. A. Soulier: Revisión des Annélides de la región de Cette.=Mém. n.° 11. L. Calvet: Bryozoaires marins de la región de DE HISTORIA NATURAL. 263 Cette.=Mém. n.° 12. L. Calvet: Bryozoaires marins des cotes de Corsé. (Réc. par M. Caziot ) United States Geological Survey. 21 Annual Report. Part. u. General Geo- logy. Econoinic Geology. Alaska.=Part.m. GeneralGeology,Oreand Phosphate Deposits, Philippines.=Part. iv. Hydrography.=Part. v. Forest Reserves.=Part. vi. Maps.==Part. vil. Texas.--=ScHRADER A. Spencer. The Geology and mineral resources of a portion of the Copper River Distriet, Alaska.=BRooKs, Richardsox, etc.: Recon- naissances in the Cape Nome and Norton Bay Regions, Alaska.= David T. Day: Mineral resources of the Unit. States Calendar year 1900.=Bulletin. N.° 177. Catal. and Index of the publicat. of the Un. St. Geol. Survey. 1880-1001.=N.° 178: W. H. Weeü: The El Paso Tin Deposits.=N.° 179. Hat: Bibliography and Catal. of the Fossil Vertebrata of N. America =N.° 180. Pratt: The occurrence and distribution of Corundum in the United States.— N.° 181. Wilson, Renshawe, Douglas, anü Goode: Results of primary triangulation and primary traverse.=N.° 182. Ransome: A report on the economic Geology of the Silverton Quadrangle, Colorado —N.° 183. Gannet: A Gazetteer of Porto Rico.=N.o 184. Adams: Gil and Gas flelds of the Western interior and N. Texas Coal Measures, and of theUpper Cretaceous and Tertiary of the VV. Gulf Coast. = N.° 185. AVil- son, etc.: Results of spirit leveling.=N.ü 186. Stokes: On Pyrite and Marcasite.=N.o 187. Baker; Geogr. Dictionnary of Alaska — N.° 188. Weeks: Bibliography of N. Amer. Geol. Paleontol. Petrology and Mineralogy for 1892-900.=N.° 189. Weeks: Index to N. Amer. Geol. Paleont. Petrol. and Mineral, for. 1892-900.=N.o 190. Gannet: A Gazetteer of Texas.=N.° 192. Gannet: A Gazetteer of Cuba.=N.° 193. Kemp: Geolog. Relations and Distrib. of Platinum and associated Metals.=N.° 194: Baker: N.-W. Boundary of Texas. S. A. S. el PitíxciPE de Monaco.— Fase. xn. Echantillons d'eaux et de fonds provenant des campagnes de la cPrincesse Alice> (1901). Mo- naco, 1902. García Mercet (R.) — Descripción de himenópteros nuevos. (Bol. Soc. esp. H. nat. Febrero, 1903.) García Várela (A.)— Notas hemipterológicas. I. Spec. Africance gen. Ce- rilocus Stal.— II. Nota sobre el gen. Khafra Dist. (Bol. Soc. esp. H. nat. Febrero, 1903.) - Species Acanthaspidi (subgen. Tetroxia A. et S.) (Bol. Soc. esp. H. nat. Enero, 1903.) Maluqder y Nicolau (J.) — Les Coves de Salga (Ribera del Segre).- (Butll. del Centre excursionista de Catalunya. N.° 95). -264 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Navas (P. L.) — Notas entomológicas. XI. Algunos ins. nuevos ó poco co- nocidos. (Bol. Soc. esp. H. nat. Febrero, 1903.) - Notas geológicas. II. La cueva de la Suria en Riela (Zaragoza). (Bol. Soc. esp. H. nat. Enero, 1903.) Tofts College Studies. N.° 7.=A. B. Lamb: The development of the eye muscles in Acanthias. — J. S. Kingsley: The Cranial nerves of Arn- phiuma. — The systetnatic positio.i of the Cecilians. Junio. Académic des Sciences de Cracovie (Bull. infernal. 1903. N.° 2). Académie des Sciences de París. {Comptes rendas des séances.J T. cxxxv, ta- bles.=T. cxxxvi, n.o 9. J. Gosselet: Découv. de Poissons daus le te- rrain dévonique du Pas de Calais. — Conté et Vaney: Sur la struct. de la cellule trachéale d'CEstre et l'origine des formations ergastoplas- miques. — P. Bonnier: L'oreille rnanométrique. — N. A. Barbieri: Les ganglions nerveux des racines postérieures appartiennent au systéine du grand sympathique. — L. Dollo: Les Dinosauriens de la Belgique. J. Ray: Étude biologique sur le parasitisme: Ustilago Maydis. — P. Lemoine: Sur la géologie de la Montagne des Fraudáis (Madagas- car). — E. A. Martel: Sur l'eufouissenient des eaux souterraines et la disparition des sources.=N.o 13. A. Chauveau: -Animal thermostat», problémes d'énergétique biologique, soulevés par une Note de Lord Kelvin sur la régulation de la température des animaux ásang chaud. A. Lacroix: Sur une éruption du volcan de St. Vincent,— J. Chaine: Remarques sur la morphologie géuérale des muscles. — L. Roule: Sur les Poissous de la fam, des Athérinides dans l'Eur. occident. et sur la filiatiou de leurs espéces. — C. Queva: Structure des radicelles de la Mácre. — P. Fliche: Sur les corps problématiques et les Algues du Trias en Lorraine. — Charrin et Delamare: Les défenses de l'organis- me chez les nouveau-nés. —A. Mouneyrat: Influence del'état chimique sous lequel on présente uu élément á l'organisme, sur la rapidité du passage de cet élément dans le sang. — Henry et Joteyko: Sur une loi de décroissance de l'effort á l'ergographe. — W. Fonvielle: Hypotése de J. B. Biot pour expliquer la hauteur de l'atmosphére.=N.° 14. A. Chauveau: c Animal thermostat», problémes énergétiques soulevés par une note de Lord Kelvin. — Laveran: Observat. á propos de la note precedente. — A. Laveran: Anopheles et Paludisme. — Molliard: Role des bactéries dans la production des périthéces des Ascobolus. — A. Gorjs: Sur la localisation de l'esculine et du tanin dans le Marrón- nier. — B. Renault: Sur quelq. nouv. Champignons et Algues fossiles, de l'époque houillére.— P. Fliche: Sur les Lycopodyaées du Trias en Lorraine. — H. Bierry: Recherch. sur les néphrotoxines. — Fournier et Magnin: Sur la vitesse d'écoulement des eaux souterrainee.=^Nu- DE HISTORIA NATURAL. 265 mero 15. Vaschidg et Vurpas: Contrib. experiméntalo á la physiolo- gie de la mort — N.° 16. M. A. Hérübel: Observ. physiol. etbistol. sur les Géphiriens. — P. A. Zacuariadés: Sur l'existence d'un filament axile dans la fibrille conjonctive adulte. Académie Internationale de Géographie botanique. Le Mans (Bull.) N.0' 161-162. A. Víalos: Herborisations dans les Alpes-Maritimes. — H. Leveillé: Plantee Bodinieriance. Vaniotia, Verónica et Vandellia. — J. Poirault: Liste des Champignons de la Vienne. — Abbé Olivier: Quelq. Lichens des Pyrénées. — J. Maraxne: Sur VAchillea Millefolium. Renacdet: Au Pays du Pavot blanc — J. P. Hoschedé: Notes sur quelq. plantes rec. en Dordogne.— Cu. Claire: Un coin de Ja flore des Vosges.— R. P. Carrier: La Flore de l'Ile de Montreal.— Abbé Olivier: Exposé system. et descr. des Lichens de l'O. et N. O. de la France. — Vaniot: Planta; Bodinieriance. Composées. — Levkillé et Guf froy: Catal. des Flores locales de France.— Leveillé. P. Bodinieria- nce. Vacciniacées et Ericacées. Allgemeinen Entomologischen Gesellschaft. — Neudanim. (Allgem. Zeits- chrift.fiir Entomol.) 8 Band. N.° 6-7.— Ciir. Schroder: Die Zeichnungs Variabilitat von Abraxas grossulariata. — Esciierich uxd Wimmer: Uber eine Galle an Abies pectinata.—J. Kieffer: Zur Lebensweise einiger Si/nergusArtcn. — Aigner-Abafi: Die Koluuibacser Fliege. Archives de Zoologie experiméntale. Paris. Ann. 1902. N.° 2. H. de Lacaze Düthiers: Morphol. de Tridacna elongata et de Hippopus. — I. De- lage. Nouv. recherch. sur la Parthénogénése experiméntale chez As- terias glacialis. — I. Delage: Quelq. expériences et observat. sur les Astéries.— L. Boutax: La detorsión chez les Gastéropodes.=Notes et Revue. N.° 6. Le Toxotes jaculator en Aquarium.— N.° 7. Alma Ze- banguii sp. n. et les Alminse. Entomologische Zeituny. Viena. xxli Jahrg. ni Heft. P. Czerny: Revisión der Heteroneuriden. Entomologiska Fóreningen Stockholm. (Entom. Tidskrift.) 1903. Hiiftl. Sjostedt. Eine neue Termite aus Brit. Central- Afrika.— (Otros traba- jos en sueco.) Jardín botánico de Tiflis. S. Petersburgo. 1902. vil. i. (En ruso.) K.K Zoologisch-botanischen Gesellschaft. Wien. (Verhandl.) luí Band. 2 Heft. H. Rebel: Nene Microheteroceren aus Oesterreich-Ungarn. — G. Luze: Revis der palaarktischen Arten der Staphylinidengatt. Geo- dromicus. — Fr. Wagxer. Uber die ersten Stande von Agrotis Flam- matra. — M. Bartel: Neue und wenig bekannte Arten und Gatt. der Agaristidre des Museums in Berlín.— A. Wolfert: Bericht über bo- tan. Excursionen in Südistrien und auf Lussin. — L. Andersson: Neue Batrachier aus Kamerun. Museo de Historia Natural. Valparaíso. (Rev. Chilena de H. Natural.) 2(36 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Año vi. N.° 4. F. Neger: Revis. de las esp. chilenas del jénero Hiera- cium. — L. Vergara: Comparación de cráneos aimaraés i araucanos. — F. Delfín: Voracidad de la Hornea polytrema. — C. Porter: Parasi- tismo del Tetranychus telarkis sobre el Ricinus communis. — A. Ca- brera: Observ. sobre la coloración de ciertos mamíferos sud-america- nos. — G. Nobili: Decapodi raccolti dal Dr. Silvestri nel Chile. — F. Silvestri: Un jénero i tres esp. nuevos de Tisanuros. — C. Ribaga: Hidrachnidfe recueillis au Chili par le Dr. Silvestri. — C. Porter: Lista de los tabánidos chilenos.— T. Cockerell; A Catal. of the Coccidae of South America. — Dr. Regimbart: Les Gyrinidte du Chili. — F. Delfín: Nuevas esp.de la fam. Rajidíe.=N.° 5/6. E. Reed: Insectos nuevos chilenos.— C. Porter: Catal. de los crustáceos malacostráceos de Chile. Muséum d'Histoire Naturelle, Paris. (Bull.) Ann. 1902. N.° 6. A. Mene- gatx. Catal. des Mammiféres rapp. par M. Geay, de la Guyane fran- caise. — C. Grandidier: Observ. sur les Lémuriens disparas de Mada- gascar. Collections Alluaud, Gaubert, Grandidier.— R. Martin': Odo- nates indo-océaniens des collections du Muséum.— E. Simón: Arach- nides recueillis dans l'Afrique tropicale par E. Foa. — H. Coutiere: Note sur les Palpemonidíe africains provenant des explorations de E. Foa. — Ed. Chevredx: Diaguose d'un Amphipode nouveau (Orches- tia excavata) du Haut-Zambéze. — A. Grüvel: Catal. des Cirrhipédes du Muséum. — Sur une forme géante de Spermatozoi les chez les Ci- rrhipédes.— L. Semichon: La sécrétion dans l'intestiti moyen du Bom- bas agrorum. — Cu. Grayíer: Sur un Cérianthaire pélagique. — A. E-i- llard. Les Hydroídes de la baie de la Hougue — C. Phisalix. Etude comparative des efíets du venin de Vipére sur le sangde Chien et de Lapin. — M. Nicloux. L'oxyde de carbone dans le sang des ani- maux isolés en mer.— L'oxyde de carbone dans le sang des Poissons. Pn. vax Tieghem: Encoré quelq. genres nouv. d'Ochnacées. Tableau resum. la composit. actuelle de la famille. — G. Chauve\ud: Passage de la disposition primitive á la disp03it. secondaire dans les cotylédons du Pinus marítima. — J. Poissox: Sur uue esp. nouv. du g. Micrandra. E. Poisson: Sur la culture du Cotonnier au Dahomey. — J. Torquet: Note sur les plantes á caoutchouc de l'Indo-Chine fran9aise. — S. Meu- nier: Le soufre natif de la place de la République á Paris. —La marca- site d'Epernay. — P Gaubert: Nouv. procede d'observation des crist. microscopiques en lumiére convergente. Sur les constantes capillaires des faces cristallines. — Arnaud: Contr. a l'étude dea Lianes á caout- chouc d'Afrique.=N.° 8. E. T. Harrt: Le tumulus de la Pouchaille, ú Savoi'sy (Cote d'Or). — C. Grandidier- Observ. sur les Lémuriens dis- paras de Madagascar.— Vai llaxt et Pettit. Lésions stomacales ob- servées chez un Python de Séba. — E. Simón: Descr. dArachnides DE HISTORIA NATURAL. 267 nouv. de la faiu. des Aviculariides du Muséuin.— R. du Buysson: Hy ménoptéres nouv. du CoDgo. — A. Viré: La Faune et la Flore souter- raines du puits de Padirác (Lot).— A. Locard: Descr. de Mollusques nouv. appartenant á la Faune souterraine de France et d'Italie. — Ph. v. Tieghem: Sur une ouratée de l'Ascension. Structure de l'éta- mine chez les Scrophulariacées.— G. Chaüveaud: Sur des productions cicatricielles observées sur le trouc de Betula. Fhysikalisch Medicinischen Gesellschaft Würzburg. (Sitzungs Berichte), 1902. N.o 3 u. 4.=(Verhandlungen). Band xxxv. N.° 4 u. 5. Real Academia de Ciencias y Artes. Barcelona. (Memorias.} Vol iv. N.° 32. P. Marcer: Caracteres ópticos de los cristales diáfanos. 1.° índice de refracción. =(Boletín) vol n. N.° 5. Boyal Microscopical Sociely. London. (Journal.) 1903. Part. 1. F. R. Drxox kuttall: The Rotatorian génus Diaschiza.—E. J. Spitta; An Arran- gernent for obtaining Moncehromatic Light with tbe Mixed Jet.= Part. 2. H. Woodvard: The President's Adress: Some Ideas on Life. Sociedad científica «Antonio Álzate*. México. (Memorias y Revista). T. xm. ls.° 3 y 4. T. xvi. Ñ.o 2. N ° 3. Dk. León: Les Huavi. — A. Herrera: Nouv. Nornenclature des Etres organisés et des minéraux. — N.° 4. ^".'J 5 y 6. — L. Salazar: Xotes sur le Mineral de Taxco de Alarcón. — Dr. Dügés: Cassiculus melanicterus. — A. L. Herrera: L'invasion des moustiques dans la ville de México pendant l'annáe 1901.=T. xvn. N.o 1 y 2.— Dr. Dcgés: Sur le Tatou, Caehicama novemeincta, Ai.gué (Rey. José).— Manila Central Observatory. Bull. for November, 1902. BoscÁ (E )— Hallazgo de un Teleosáurido en Buñol ^Valencia). (Bol. Soc. esp. H. nat. Marzo., 1903.) Bückixg (Prof. Dk. H.)— Beitrage zur Geologie von Célebes. (Sammlun- gen des Geol. Reicbs-Museum in Leiden. Ser. i. Bel. vn. H. 1.) Cohes (E.)— Die Meteoreisen von Rancbito und Casas Grandes. (Mittheil. des naturw. Vereine für Neuvorpommern und Rugen. 35 Jahrg. 1903. — Ein neuer Pallasit aus Finmarken. Norwegen (Mittb. des nat. Ver. für Neuvorpommern und Rugen. 35 Jahrg. 1903.) — üeber die Meteoreisen von Cuernavaca und Iredell . (Mit- theil. des naturw. Ver. für Neuvorpommern und Rugen. 34 Jahrg. 1902.) Fixot (A.)— Sur le genre Euthymia (Orthoptéres). (Annales de la Soc. En- tomologique de France. 1903.) Gaudry (A.)— Contribution á l'histoire des hommes fossiles. (L'Antbropo- logie. T. xiv. 1903.) 268 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Graiño (C.) — La Testudo mauritanica en Asturias (Bol. Soc. esp. H. nat. 1903.) Gredilla (F.) — Digestión del almidón (Bol. Soc. esp. H. nat. 1903.) Institüt Botanique de Bucarest. (Bull. de l'herbier. Avril, 1902.) Instituto geológico de México. (Boletín n.o 16). — Los criaderos de fierro de Cerro de Mercado, Durango y de la Hacienda de Va- querías, Hidalgo. Natürforschende Vereinü in Brünn. xl. Band. 1901.— xx Bericht der me- teorologischen Commission. R. Usiversita di Siena. (Bullett. del Labor, ed Orto Botánico. Anno v. Fase. iv. Revista Científica profesional. — Barcelona. Marzo, 1803. Revista de Medicina tropical. — Habana. Febrero, 1903. Revista de Farmacia militar. — Madrid. Año n. N.o 19. Ribera (Dr. E )— Nota sobre restos de glaciares existentes en Lorcha (Ali- cante) (Bol. Soc. esp. H. nat. 1903;.. Salomón (W.)— Cario Riva, ¡- (Centralblatt für Miner., Geol. und Palíeon- tol. 1902.) — Die Familienzugehorjgkeit der Pleuronectiten. (Centralblatt für Mineralogie, etc. 1902.) — Muschelkalk und Lias am Katzenbuckel. (Centralblatt für Mineralogie, etc. 1902.) — Ueber die Lagerungsform und das Alter des Adamellotona- lites. (Konigl. Preussisch. Akad. der Wissenschaften. 1903.) Société des Amis des Sciences Naturelles de Vienne (Isere). — (Bull. lre Année. le-r trim.) Société des Natüralistes de Jaroslaw.— Mémoires. Livraison i. 1902. Société Nationale des Sciences Natuiielles et Mathématiqdes de Cher- bourg. — (Mémoires. T. xxxm. 1er Fase. Cinquantenaire de la Société. 1902.) Sesión del 1.° de Julio de 1903. PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ZOILO ESPEJO. El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, la cual fué aprobada. —El Sr. Presidente manifestó que en los presupuestos pre- sentados por el Gobierno á la aprobación de las Cortes, publi- cados en la Gaceta, se consigna la cantidad de 5.000 pesetas concedida á nuestra Sociedad, según se le había ofrecido por el Excmo. Sr. Ministro de Instrucción pública, y que había lle- gado, por consiguiente, el momento de participarle nuestra gratitud en la forma que se estimase más conveniente. Después de alg-unas observaciones de varios señores socios se acordó dejar á la iniciativa de la Junta directiva el momento oportuno para hacer dicha manifestación al Sr. Ministro, así como la forma que juzgue más adecuada. Correspondencia.— El Dr. Richard, de Monaco, nuestro conso- cio, envía una circular de la «Delegación para la adopción de una lengua auxiliar internacional». En dicho documento y otros que le acompañan se solicita la adhesión de nuestra So- ciedad á la idea que expresa el objeto de la Delegación, for- mada por los individuos nombrados por diversos Congresos y Sociedades durante la Exposición universal de 1900. Están de acuerdo con dicho pensamiento diversas Academias y Socie- dades extranjeras y algunas nacionales. Se acordó contestar á la Delegación mencionada adhirién- dose al programa formulado en la Declaración. —El Gobierno del Archipiélago filipino, que ha autorizado la formación de un Museo permanente para las Filipinas y una Academia de Ciencias en Manila, solicita el cambio de las futu- ras publicaciones de estos centros con las de nuestra Sociedad. Quedó acordado se acceda á esta solicitud. —El Sr. D. Eduardo Boscá y Casanoves da gracias por la in- serción en el Boletín de su «Informe sobre el estado del esque- leto de Megaierio del Museo de Ciencias naturales de Madrid», y envía dos ejemplares de su tirada aparte para la Biblioteca. T. ni.- Julio, 1903. 19 •270 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Admisiones. — Quedaron admitidos como socios el Instituto general y técnico de San Sebastián, propuesto por D. Fermín I ñarra y Echevarría; el Consejo general de Agricultura, Indus- tria y Comercio de Valencia, propuesto por L>. Emilio Ribera; D. Federico de Ramos de Molins, de Barcelona, que cultiva la Histología animal y vegetal, propuesto por I). Manuel Llenas; I). Leandro Navarro, profesor de Patología vegetal en el Insti- tuto agrícola de Alfonso XII, propuesto por D. Zoilo Espejo y 1). A. Federico Gredilla, y D. Emiliano de la Cruz, Miembro del Instituto de Ingenieros de Minas y Mecánicos del Norte de Inglaterra, y D. Juan Castro y Valero, Catedrático en la Escuela de Veterinaria, residentes ambos en Madrid y propuestos por D. Ignacio Bolívar. Se acordó igualmente el reingreso en la Sociedad de D. José Gogorza y González, Catedrático de Orga- nografía y Fisiología animal en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, á propuesta del Sr. Bolívar. Proposiciones.— Se dio lectura á una proposición firmada por variés socios, en la que se pide á la Sociedad que, correspon- diendo á la hospitalidad de que son objeto profesores y alum- nos españoles en el Laboratorio Arago, de Banyuls-sur-iner. se regalen á la Biblioteca de aquel establecimiento nuestras publicaciones. La Sociedad, estimando en lo que vale la cortesía y afecto dispensados en el citado Laboratorio á nuestros compatriotas estudiosos, acordó, después de oir las opiniones de varios so- cios, la conveniencia de significarle dicha estimación, dejan- do á la Junta directiva el resolver qué publicaciones podrían regalarse al citado Laboratorio. Comunicaciones verbales.— El Sr. Blanco y Juste manifestó que habiendo tomado posesión de su cátedra de Tarragona y ce- sado por tanto en su destino en el Museo de Historia natural de Madrid, había hecho entrega de su cargo de Bibliotecario de esta Sociedad á D. Ángel Cabrera Latorre, propuesto para su- cederle interinamente hasta el nombramiento del que desig- nase la Sociedad á fin de año. Con este motivo el Sr. Presi- dente interpretó los deseos de todos los socios dando las gracias al Sr. Blanco por su larga gestión al frente de la Biblioteca, tan beneficiosa para ésta, y lamentando tenga que abandonar- DE HISTORIA NATURAL. 271 nos el Sr. Blanco, siquiera sea por causa de tanta convenien- cia y tan honrosa para él mismo. —El Secretario presento los siguientes trabajos remitidos por socios del extranjero ó de provincias, y que se acordó pasaran á examen de la Comisión de publicación: «Breves consideraciones sobre los lepidópteros, pertenecien- tes á los Nymphalidá , subgénero Vanessa F.», por D. Eurico Cannaviello. «El yacimiento de magnetita de Cehegín», por D. Daniel Jiménez de Cisneros. «De la existencia de lías superior, del tithónico y del infra- cretáceo en la región NO. de la provincia de Murcia», por Don Daniel Jiménez de Cisneros. «El yacimiento prehistórico de la rambla Bermeja, en el tér- mino de Lorca, y noticias acerca de otros poco conocidos en la provincia de Murcia», por D. Daniel Jiménez de Cisneros. «Preocupaciones populares respecto de algunos animales. — I. Los arrendajos blancos», por D. Celestino Graiño Caubet. «Excursión ornitológica al lago de la Albufera (Valencia) durante el mes de Junio de 1903», por D. Enrique Crú Marqués. «Observaciones sobre algunas aves de Canarias», por el Si". Oramas. — El Sr. D. A. Federico Gredilla leyó unos «Datos nuevos que incluir en la Flora hispano-lusitana» (segunda nota), y Don Celso Arévalo otra nota, de que es autor, intitulada «Modifi- caciones al procedimiento de Delesse para el análisis mecá- nico de las rocas». Ambos escritos pasaron á la Comisión de publicación. — El Sr. Calderón dio las siguientes noticias bibliográficas: 1.a Brough, B. H.-The iron ore mines of Biscay. (Cassier's Magazine, t. xxm. Ap. 1903, pág. 697 á 709.) El autor hace una reseña interesante de la industria minera de Bilbao, acompañada de estadísticas de la producción de las minas de hierro de esta localidad desde 1860 á 1901. Presenta además secciones geológicas de tres de los depósitos, junta- mente con vistas fotográficas de las principales minas. 2.a Los Pirineos constituyen, como se sabe, una de las re- giones más clásicas del mundo para el geólogo desde los albo- res de la ciencia. Es tanto lo que se ha escrito sobre ellos, par- ticularmente respecto á la vertiente francesa, que el exceso de 272 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA literatura constituye el mayor obstáculo para poder enterarse de lo conquistado en punto al conocimiento positivo de tan in- teresante región. En este respecto alcanza una excepcional im- portancia la obra en publicación de L. Carez, La Qéologie des Pyrénées francaises, en la cual se propone exponer el estado de los estudios geológicos sobre la cadena pirenaica, y claro está que no puede prescindir de tratar de la vertiente española. Y ya que de este asunto trato, recordaré también las notas de M. Roussel sobre el Carbonífero de los Pirineos, aparecidas recientemente en el Boletín de la Sociedad geológica de Francia. en las cuales refiere los lechos de hulla de la Seo de Urgel, de San Juan de las Abadesas, de Gerrí, de Tuchan y de Durban al piso estefaniense, caracterizándole, según las determina- ciones del sabio Zeiller, por los fósiles siguientes: Pecopteris arborescens, P. polymorpha, Sp/ienopteris latijolia, Odontopteris Brardi, Calamites Cisti, etc. 3.a En la sesión del pasado mes de Junio de dicha Sociedad M. E. Cartailhac se ocupó de los grabados y pinturas polícro- mas de la caverna de Altamira, que ha estudiado en colabora- ción con el abate Breuil, y con este motivo M. Boule insistió en la semejanza de estilo y de factura que puede observarse entre estas obras de arte primitivo y las esculturas en asta de reno. La semejanza es tal, que aparte de las consideraciones refe- rentes á la estratigrafía de la gruta de Altamira, bastaría aqué- lla para hacer remontar las pinturas á la época cuaternaria. Secciones. — La de Zaragoza celebró sesión el 24 de Junio, bajo la presidencia de D. Pedro Ramón y Cajal. De orden del Presidente se dio lectura á las bases para el es- tudio de la fauna, flora y gea, bajo la dirección de la Sociedad española de Historia natural, y que figuran en el Boletín del mes de Mayo. A todos los socios les parecieron laudables tales propósitos, y ofrecieron su cooperación para realizarlos. Después el R. P. Longinos Navas leyó de sus Notas liqueno- lógicas la referente á la Lecanora subfusca en España, enviada para su publicación, y seguidamente el Sr. Ramón y Cajal continuó la lectura de su trabajo sobre El encéfalo de los ba- tracios, comenzada en la sesión anterior. Bol. de la Soc. Esp. de Hist. Nat Tomo III. Lám. IV, Potentilla Bescans~s boletín de la sociedad española y por último, toda la parte que hace frente al Puerto de Silla nos proporcionó el Podiceps cristatus y la Árdea ralloides. También junto al Palmar la parte denominada Hilla es la más á propósito para ver la Motacilla melanocepliala. Por lo tanto, podemos, por nuestra excursión á dicho lago, afirmar que son veinte las especies de aves hasta hoy conoci- das por nosotros, como propias y sedentarias en la Albufera; y si continúa la explotación, como ocurre actualmente, tendre- mos dentro de algunos años que deplorar la desaparición de alg-unas especies de nuestra fauna regional . La especie Porphyrio velerum Bonap., hoy desaparecida de nuestro lago, fué vista por última vez entre los años 1885 á 1887. Por si puede ser de alguna utilidad, transcribimos á con- tinuación la lista de las aves que hemos encontrado en la ex- cursión señalada. Palmípedas. — Podiceps cristatus Latham, fluviatilis Gerbe. Fuligula Rufina Steph., Anas Boschas Linneo. Zancadas. — Árdea purpurea Linneo, ralloides Scopoli, minuta Linneo, Charadrius minor Meyer, Fúlica atra Linneo, Gallínula chloropus Latham. Pájaros. — Alcedo ispida Linneo, Motacilla melanocephala Lichtenstein, Alauda cristata Linneo, Calamoherpe turdoides Bo'ie, arundinaceai?0¡''. — (Otros trabajos en ruso.) Société botanique de France. Paris (Bull.) T. 49. N.° 9. Abbé Coste: Car- duus Puechii (C. nutans X spiniger) hybr. nouv. déc. dans l'Aveyron. X. Gillot: Notes sur quelq. Rosiers hybrides. — Y. Camus: Sur quelq. Füicinées de la Basse-Bretagne. — G. de Lamarliére: Contr. á la flore de la Marne. — Maunvaud: Les vicissitudes d'un Statice.— Dumée et Malinvaud: Les Corydalis lútea et ochroleuca dans la flore francaise. — Fr. Sennen: Herbor. aux env. de la Nouvelle (Aude). Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France. Nantes. (Bull.) T. n. 2me trimestre. Abbé J. Dominique: Catal. des Hémiptéres (Hétéropte- res. Homoptéres, Psyllides), de la Loire-Inférieure. Société entomologique de Belgique. Bruxelles (Annales). T. 47, li. W. L. Dis- tant: Contrib. to a knowledge of the Rhynchota.— H. J. Kolbe: Nach- trag zu meiner Synopsis der in Afrika gefundenen Arten der Ruteli- dengatt. Popillia =111. M. Jacoby: Descr. of the new gen. and spec. of Phytophagous Coleopt. obtained by Mr. Andrewes and Mr. Bell at the Nilgiri Hills and Kanara.— A. Lameere: Rev. des Prionides (Ole- thrius).— P. Obst: Diagnosen neuer afrikan. Coleopt. meistens Bu- presüden. Société entomologique suisse. Schaffhausen. (Bull.) Vol. x. A. Forel: Die :m boletín de la sociedad española Sitten und Nester einiger Ameisen der Sahara.— E. Mory: Revisión der bis jetzt bekannten von hybr. epilobii B. abgeleiteten Bastarde. Liste der 1898 im Jouxthal gesamrn. Coleopteren. — J. Hofer: Beitrag zur Cocciden-Fauna der Schweiz. — G. Stierlin: Beschreib. von zwei n. europ. Rüsselkafern. — E. Frey-Gessner: Hynienopt. Helvetise. Société hollandaise des scienees, Sarlem. (Archiv. Néerlandaises.) T. vm. 2e Livrn. Société impértale des naturalistes. Moscou. (Bull.) Ann. 1902. N.° 3. W. Ma- montow: Sur les gisements de diarnants dans l'Oural. — In. Bagaschof: Eine Analyse des Granatsandes von der Insel Olchon auf den Baikal- See. K. Nenadee-stitch: Analyse von Zinkblende aus Nagolnyi Krjasch. (Europ. Russland.)— D. N. Sokolow: Uber einige Aucellen aus Ost Russland. — Mlle. P. V. Tsiklinsky: Rech. sur les microbes thermo- pbiles. (Otros trabajos en ruso.) Société Linnéenne de Bordeaux. (Actes.) Vol. lvii. T. vil— H. Bouygues: Structure, origine et développement de certaines formes vasculaires anormales du pétiole des Dicotylédones. — P. Rondón: Catal. des lé- pidoptéres des Pyrénées. — E. Duregne: Contr. á l'étude des dunes: Dunes anciennes de Gascogne.— H. Arnaud: Les Echinocorys de Ter- cis (Landes). — J. Kunstler: Observ. sur le Calandra orizce.=(üompt. rendus, 1902.) Société Linnéenne de Normandie. Caen. (Bull.) Ann. ]9D1. (Broces verbaux des séances.j H. Micheels: Carludovica plicata. Kl. Esquisse anat. d'une Cyclanthacée. — L. J. Léger: A propos de la différenciation na crée. — H. Jouan: Le voyage de Dom Pernetty aux iles Malouines (1763-64).— P. Fauyel: Annélides polycbétes de laCasamance rappor- tees par M. A. Chevalier.— O. Lignier: Sur la valeur morphologique des piéces florales chez le Dicentra spectabilis.—F. Gidon: Marche de la feuülaison des arbres á feuüles caduques á la Grand Canarie.— Lignier et Le Bey: Liste des plantes vasculaires de l'Herbier general de l'Université et de la ville de Caen.— L. Brasil: Sur un micro-orga- nisme d'origine pleurale. ■Société ouralienne des Amatews des Se. naturelles. Ekathérinenburg . Suppl. au t. xxii.— T. xxiu. (En ruso.) Société royale malacologique de Belgique. Bruxelles. ( Anuales).— Ph. Daüt- zenberg: Descr. de trois mollusques nouv. prov. de l'Etat indépendant du Congo.— Cossmann: Append. n.° 3 au Cat. illustré des coquilles fos- siles de l'Eocéne des env. de Paris.— (Bull. des séanecs.) The American Naturalist. Boston. Vol. xxxyi. N.o 432. A. W. Grabau: Studies of Gastropoda.— W. M. Wheeler- The oceurrence oí Fórmica cinérea and F. rufibarbis. in America. — H. S. Pratt: Synopses of N.-American Invertebrates. xn. The Trematodes.=Vol. xxxvn. Nú- mero 43.— E. C. Case: The Structure and Relationships of the Ameri- DE HISTORIA NATURAL. 313 can Pelycosauria.— V. Sterki: Notes on the Unionidfe and their Clas- sification. The Canadian Entomologist. London (Ontario). Vol. xxxv. N.° 4. Marlatt: A House-boat collecting Trip in China.— Dyar: Larval characters of Pachygastria trifolii and Aglia faw.— Stevenson: Notes on Coleóptera. Fernald: Lepidosaphes versus Mytilaspis. — Bird: New Histories in Papaipema (Hydrcecia).— Ashmead: Classif. of the Fossorial, Preda ceous and Parasitic Wasps.— Fletcher: Note on Deilephila galii. — Grote: Note on North American Attaci. The Wilson Bulletin. Oberlin (Ohio). Vol. x. N.° 1. Silloway: Notes on the Leucostictes— Heuninger: The Motacillidae of Germany.— Warrex: The Víreo flavifrons. — Bradshaw: Notes on the winter Birds of Wayne County (Michigan).— Bitrns: A few additional notes on the Flicker. University of Colorado. Boulder. (Bull.) Quarto-Centennial Celebration. Julio. Academia Real das Sciencias de Lisboa. (Jornal de Sciencias Math., Phys. e Naturaes. T. vn. N.° xxv.)— Barboza du Bocage (J. V.): Aves da ilha de S. Nicolau (Cabo Verde).— Aves do Golungo Alto e N'dalla-Tando, no sertao dAngola.— Bethencourt (J.): Reptis dAngola, da collecSo Pereira do Nascimento.— Reptis e Amphibios de Madagascar no Mus. de Lisboa.— Barboza du Bocage (J. V.): Contrib. ala faune des quatre iles du G. de Guiñee.— Seabra (A. F.): Mamíferos de Cazengo. Académie des Sciences de Cracovie. [Bull. Internat.) 1903. N.° 3.— J. Brze- zinsky: Le chancre des arbres, ses causes et ses symptómes. Académie des Sciences de Paris. (Compt. rendus). T. cxxxvi. N.o 17.=Nú- mero 18. — Ch. Depéket: Sur les anciennes lignes de rivage pliocénes et quaternaires sur les cotes francaises de la Méditerranée.— Made- moiselle M. Stefanowska: Sur la croissance en poids de la souris blanche.— G. Chauveaud: Un nouvel appareil sécréteur chezles Coni- feres. — p, Guérin: Développement et struct. anatomique du tégument seminal des Gentianacées.— R. Fourtau: Sur la faune échinitique du golfe de Suez. — L. Matruchot: Germination des spores de truffes. — Lugeon, Ricklin et Perriraz: Sur les bassins fermés des Alpes Suis- ses.=N.° 19. — Lapparext: Sur les traces de la lutétienne au Soudan. L. Bruxtz: Excrétion et phagocytose chez les onychophores. — A. Cal- mette: Sur l'absorption de l'antitoxine tétanique par les plaies; action immunisante du serum antitetanique sec. — E. Boulanger: Sur la cul- ture de la truffe .== N.° 20.— G. Lippmaxn. Sur la distribution de la ma- tiére a la surface de la terre.— J. Albarrax: Sur la physiol. comparée des deux reins. — A- Krempf: Sur un point de TAnat. de quelques He- xacoralliaires.— H. Douvillé: Sur une cause de variations des faunes fossiles.=N.° 21. — Bounhiol et Foix: Sur la mesure des échangesres- 314 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA piratoires en rnilieu aquatique. — L. Bordas: Les glandes mandibulai- res des larves de Lépidoptéres. — Vaney et Conté: Sur un Diptere (Degeeria funebris, Mg.) parasite de l'Altise de la Vigne (Haltica am- pelopliaga. Guer.)— Ravaz et Sicakd: Sur la bruuissure de la Vigne. — E. Marchal: De la spécialisation du parasitisme cliez VErysyphe gra- minis. — P. A. Dangeard: La sexualité dans le genre Monascus. — J. Villard: Contrib. a l'étude cytologique des Zoochlorelles.— L. Vail- lant: De la disposition des écailles chez le Mesosaurus tenuidens. — Broca et Sülzer: Inertie rétinienne aus sens des formes. — A. Loir: La destruction des termites. — R. Dubois: Sur la culture artificielle de la Truffe. Académie intemationale de Géographie botanique. Le Mans. (Bull.) N.° 163. L. Lavergne: Notes sur quelq. Roses du Massif central. — H. Lévei- llé: Plantee Bodinieriante: Polygonatum. — Contr. á la flore de la Ma- yenne. — A. Reynier. Diverses récoltes en Provence. — Docomet: La Flo- re populaire dans l'Albret. Allgemeinen Entomologischen Gesellsclwft. Neudamm. (Allg. Zeitsch. f'ár Entomol.) 8 Band. N.° 8/9. — H. J. Kolbe: Zur Systematik derColeop- teren. — Chr. Schroder: Die Zeicbnungs-Variabilitiit von Abraxas grossulariata. — W. Baer: Zur Apiden-Fauna der Kurischen Nehrung. P. Speiser: Erganzungen zu Czwalinas Y acompañando los ejemplares que le sirvieron de base para dicho trabajo. 360 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA La Sección de Sevilla celebró sesión el día 30 de Septiembre de 1903, bajo la presidencia de D. Antonio Seras. —El Sr. Crú (D. Vicente) leyó una Memoria titulada «Viaje ornitológico por Andalucía (provincias de Sevilla, Huelva y Granada), durante los meses de Abril, Mayo y Junio de 1902)». Dicha Memoria quedó en poder del señor Secretario para su remisión á Madrid. — El Sr. Barras envió la siguiente comunicación sobre obje- tos neolíticos existentes en el Instituto de Huelva: «Aunque los restos del período neolítico son bastante abun- dantes, no deja de tener interés el precisar bien las localida- des en que aparecen, y por esto creo deber comunicar á la So- ciedad el hallazgo verificado en el pasado mes de Septiembre de dos hachas de diorita en la viña llamada Armario, situada en el término de Moguer y propiedad del director de este Ins- tituto D. José Sánchez Mora, quien donó una de ellas al Esta- blecimiento. Fueron encontrados los dos ejemplares, uno junto al otro, á metro y medio de profundidad, y son próximamente del mis- mo tamaño. El que se halla en el Gabinete de Historia natural mide de longitud 162 milímetros; de anchura máxima 57; de espesor máximo 41, y de anchura en la boca 50. Existen además en el mismo Gabinete otros tres objetos pre- históricos neolíticos, recogidos en la provincia. El que más relación tiene con el anterior es un hacha tam- bién de diorita, procedente del sitio denominado El Moro, si- tuado á un kilómetro de Almonte, habiendo sido encontrado á un metro de profundidad en una finca del Vicedirector de este Instituto, D. Lorenzo Cruz, quien la regaló al Gabinete. Es un ejemplar de gran tamaño, pues mide 236 milímetros de longi- tud, 76 de anchura máxima, 48 de espesor máximo y 60 de an- chura en la boca. Otro ejemplar, también encontrado en término de Almonte, en el pueblo denominado El Pilar, y donado por el mismo se- ñor Cruz, lleva una etiqueta con el nombre de lanza. Sea el instrumento que sea, no está completo, constando la parte que se conserva de una punta sumamente rebajada que for- ma aproximadamente un triángulo isósceles, midiendo en su base 75 milímetros de anchura, de altura 50, y alcanza en sus lados iguales unos 65, aunque no son exactamente de la mis- DE HISTORIA NATURAL. 361 ma longitud. Por debajo de lo que hemos considerado como base del triángulo, que es la mayor anchura del instrumento, está toscamente rebajado hasta alcanzar 75 milímetros por el punto donde está roto. El grueso es de 23 milímetros. El ma- terial parece ser serpentinoso. Como es sabido, las localidades de estos ejemplares corres- ponden al borde del macizo plioceno que constituye la meseta conocida por el Aljarafe, la cual se extiende hasta Sevilla y que tan rica es en objetos prehistóricos. El cuarto y último ejemplar de piedra pulimentada á que me he referido es de localidad muy distinta, pues procede del sitio denominado Los Jarales, ya en la provincia de Badajoz, pero muy próximo al límite de Huelva y sobre la vía férrea de Zafra; es un mazo granítico de tosca construcción y forma irre- gular, con una entalladura para sujetar el mango de 35 milí- metros de ancha, midiendo en la parte más profunda de ella 70 milímetros de altura por 87 de espesor.» — El Sr. Miquel presentó un molar superior de un Rhinoceros Mercki Jcegel, encontrado en unas canteras en el monte de San Cristóbal, en Pamplona, á unos 900 metros sobre el nivel del mar. Aun cuando esa localidad pertenece al terreno eoceno, el fó- sil fué hallado en una dislocación de las rocas, rellena de 362 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA detritus de la época postpliocena, á la cual se deb3 referir. A un nivel algo superior se descubrió una pequeña cueva, bajo cuyo suelo estalagmítico había restos de dos osos pardos,. un ciervo y de algunos pequeños mamíferos. —El Sr. Medina recordó que un trozo de molar de üh. Mercki existente en el Museo de Historia natural de la Universidad de Sevilla, fué descub erto junto á Alcalá de Guadaira en excur- sión realizada con el Sr. Calderón, en las mismas condiciones que el ejemplar de Pamplona, es decir, en una quiebra del terreno terciario (plioceno allí) rellena de detritus cuaterna- rios rojos. La Sección de Zaragoza celebró sesión el día 28 de Octubre de 1903, bajo la presidencia de D. Pedro Ramón y Cajal. —El P. Navas presenta un trozo de roca, cogido por él en sierra de Guara (Huesca), sobre la cual se ve una materia de- terminada por D. Salvador Calderón con el nombre de uJmma. Es la primera vez que se cita de España. Añadió que en el Mu- seo de Ciencias naturales de Madrid hay otro ejemplar de Mon- terrey (Galicia). Examinado por los presentes y discutida su formación, los Sres. Ramón y Cajal y Dosset se llevaron frag- mentos para estudiarlos en el microscopio. Notas y comunicaciones. Polimorfismo del «Medicago littoralis» Ronde D. MARCELO RIVAS MATEOS Durante las pasadas vacaciones del verano hice varias ex- cursiones por los alrededores de Barcelona, fijándome con pre- ferencia en la interesante marina del Llobregat. Como resul- tado de estas excursiones he adquirido algunos datos que estimo curiosos é iré ofreciendo sucesivamente á nuestra So- ciedad. Por hoy voy á limitarme al hallazgo, con abundancia, en los citados alrededores de Barcelona y en la marina del Lio- DE HISTORIA NATURAL. 363 bregat del Medicago lUtoralis Rohde, una papilionácea de ta- llo rastrero, de aspecto poco elegante y, sin embargo, muy notable desde el punto de vista científico por la gran diversi- dad de furnias que presenta. Tan variados son los ejemplares y tales las modificaciones morfológicas que sufre la especie según la clase de terreno donde vive, qu¿ cuesta sumo trabajo referir algunos á la for- ma tipo. Un atento estudio de ellos pone de manifiesto el in- contrastable poder del medio en la evolución de los seres. Ejemplares del Medicago lUtoralis que viven á pocos metros de distancia, pero teniendo unos asentadas las raíces en are- nal marítimo y otros en un terreno terciario miocénico, apare- cen con diferenciación tan honda, que un naturalista poco es- crupuloso los clasificaría como correspondientes á especies distintas. Buena prueba de ello ofrecen los ejemplares que tengo el honor de presentar á la Sociedad, los cuales dan tes- timonio de la profunda modificación que experimentan las es- pecies al cambiar de medio de existencia. Tres variedades se establecen del Medicago lUtoralis y son las siguientes: a. inermis Mor, b. brevisecta DC, c. longisecta DC. (Wk., Prod. Fio. Hisp., t. m, pág. 384 ; estas variedades, como ya sus nombres lo indican, están fundadas en la presen- cia ó ausencia de espinas en la legumbre y en el menor ó mayor desarrollo de aquéllas con relación al fruto. Pero entre estas variedades típicas hay toda una escala gradual de formas que las liga de modo insensible, desde ejemplares inermes cuya legumbre gira á la izquierda (legumbre sinistrorsa), individuos intermedios y otros, en fin, que tienen las espinas tan largas como el diámetro del fruto. Todos estos ejemplares se encuentran abundantes de Mayo á Julio en la vertiente S. de Monjuich y marina del Llobregat. El modo de arrollarse la legumbre no puede tomarse como carácter para diferenciar las formas; para demostrarlo ahí pre- sento dos ejemplares recogidos en el mismo sitio (Faro del Llo- bregat), sin más diferencias que la forma de la espira, y aun en uno de ellos se ve que siendo de legumbres dextrorsas, hay dos frutos que giran á la izquierda. He observado un hecho que en mi concepto tiene mucha im- portancia, y es el siguiente: los ejemplares que viven en pleno arenal marítimo son inermes ó cuando más las legumbres pre- 384 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA sentan diminutas espinas ;«á medida que proceden de sitios alejados del arenal, los frutos van siendo más espinosos, y cuan- do son de los que florecen en el terciario casi siempre ostentan espinas tan largas como el diámetro de la legumbre. De don- de se deduce que la mencionada especie, al revés de lo que en otras sucede, desarrolla tanto más los órganos defensivos cuan- to más separada esté de los arenales marítimos; cuando vive en el terciario dichos órganos alcanzan el máximum del des- arrollo. Nota sobre los musgos de Cataluña DON ANTONIO CASARES GIL. Terminadas ya las sesiones de la Sociedad española de His- toria natural en el curso pasado, vino por casualidad á mis manos el número correspondiente á Abril- Junio 1903 del But- lleli de la Instilució Catalana a" Historia natural. En este nú- mero aparece un trabajo del P. Joaquín María de Barnola S. J. titulado Notes criptogamiques, donde enumera las criptógamas de los alrededores de Barcelona, recogidas por el autor en los cursos de 1893 á 1895. Como el año anterior había yo publica- do un Catálogo de las muscineas de los alrededores de Barcelo- na (1), me interesó conocer la parte briológica de las Notes criptogamiqties. — Circunscribiéndome, pues, á esta parte y de- jando á un lado pequeños detalles, como los nombres algo an- ticuados, el orden extraño de su enumeración, etc., lo que me llamó sobre todo la atención es que parece que se trata de la flora briológica de una localidad completamente distinta á la por mí estudiada. Ante todo debo manifestar que mis determinaciones son re- visadas por sabios extranjeros que me honran con su amistad y consejos, y á quienes mando un ejemplar de cada una de las especies que recojo. Las que yo no pude clasificar van anota- das en el Catálogo. Repito que lo que más llamó mi atención fué la completa (1) Boletín de la Sociedad espaSvla de Historia natdeal, Noviembre, 1902. DE HISTORIA NATURAL. 365 desemejanza entre mi Catálogo y el trabajo del P. Joaquín Ma- ría de Barnola. No tendría nada de particular que apareciesen en uno ú otro solamente alguna forma rara en esta localidad; pero me extraña que el autor de las Notes criytogamiques no cite especies tan comunes en los alrededores de Barcelona como la Madotheca platyphyla ~D\im., Lejeunia serpylU folia Libert., Pellia calycina Nees., Barbilla aloides Schp., B. squarrosa Brid., Bryum argentum L.. Br. capillare L., Pterogonium gracile Schw., Brachylhecium rutabulum Schp... Rhynchoslegmm rusci- forme Schp., Hypnum purum L. é H. cupresi forme L., mencio- nando en cambio otras especies como el Rhacomitriwm canescens en las piedras de los torrentes, á pesar de que ésta es propia de sitios secos, y el Dicranum (Dicranella) Graemlleamim , que crece en las altas montañas ya en el límite de las nieves per- petuas. Cítanse en las Notes especies que se ve desde luego han sido confundidas con otras afines: así, por ejemplo, el Anlhocerus Imvis L. debe ser el que yo encontré en el mismo lugar y que F. Stephani clasificó como Anthocerus dichotomus Raddi, ha- ciéndome notar las particularidades de los esporos y tuberculi- llos; la Plagiochila asplenioides será sin duda la Plagiochila ¿nterrupla Dum.,la Fossombronia jmsilla, probablemente la F. angulosa, etc. Vuelvo á repetir que tengo la seguridad de que las especies que cito en mi Catálogo están bien clasificadas por haber revi- sado mis determinaciones sabios especialistas, como Franz Stephani, de Leipzig-, y el profesor V. F Brotherus, de Helsing- fors, á quienes remití los musgos frondosos de los alrededo- res de Barcelona, después de publicado el Catálogo, y me con- firmó las clasificaciones que yo había hecho; mas como el asunto me interesa vivamente, pongo á disposición del autor de las Notes, así como de cuantos deseen consultarlo, mi her- bario y correspondencia, comprometiéndome asimismo á reco- ger, en época Oportuna, las especies enumeradas en mi Catá- logo de las muscíneas de los alrededores de Barcelona, en los lug'ares que allí se citan, y enviarlos á cualquiera autoridad briológica para su examen y determinación. 366 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Viaje ornitológico por Andalucía (provincias de Sevilla, Huelva. y Granada), durante los meses de Abril, Mayo y Junio de 1902 D. VICENTE Y D. ENRIQUE CRU. Las primeras excursiones son siempre las que más cuestan en todos los sentidos á los naturalistas, á pesar de su fuerza de voluntad estimulada por el hallazgo de especies por ellos no vistas hasta entonces, ni aun en Museos y colecciones par- ticulares. Momentos de verdadera alegría para el ornitólogo son aque- llos en que se ve delante de sí seis ú ocho especies de huevos que, aunque sean vulgares, en aquel momento no se cambia- rían por nada del mundo; pero á cambio de estos momentos ¡cuántos días también sin recoger nada! ¡Cuántos largos ratos de inmovilidad» bien al sol, bien á la sombra, con buena ó mala posición y en terreno para poder observar por unos mo- mentos las costumbres de cualquier pájaro! Además, bien por ignorancia, bien por interés, el naturalista recolector no en- cuentra apoyo en sus gestiones en la gente del país que re- corre. Algunos extranjeros vienen á recorrer nuestro país y á apo- derarse de sus producciones ornitológicas; dando lugar con la esplendidez de sus gratificaciones á que los ornitólogos españo- les no podamos estudiar nuestra propia fauna. Los resultados de estas campañas son dos: primero, el extranjero da fin á su excursión sin haber conseguido, la mayoría de las veces, ver y coger lo que deseaba; segundo, que los naturales de los pue- blos cercanos á las marismas acostumbrados á verse pagar de espléndida manera por los extranjeros, crean que todo excur- sionista se halla en el mismo caso, y el que tiene por necesi- dad que buscar gente de esta índole puede tener la seguridad, á menos que quiera emplear una porción de días más de los necesarios en recorrer el terreno que explora, que no encon- trará lo que desea, si por desgracia ha manifestado á los guías y prácticos el objeto de sus pesquisas. El ornitólogo que quiera hacer una excursión por las maris- mas se valdrá generalmente de los verdaderos guías, que son DE HISTORIA NATURAL. 367 los mismos habitantes de cortijos y chozas, además de los pas- tores y ganaderos, los que indicarán á los excursionistas los sitios desde donde podrán observar y coger las especies que por allí haya y les sean convenientes. De esta manera el naturalista, sin tanto parásito á su cargo, podrá dedicarse muchísimo más y con más solicitud y pacien- cia al estudio de cualquier ave que tenga por conveniente. Los guías que se llevan por excepción descubren algo raro; únicamente ven los nidos de los pajaritos más vulgares; si hay algo de interesante en la zona de parada, como he dicho anteriormente, son los habitantes del país los que tienen que descubrirlo, y lo revelan dándoles alguna recompensa. Por Sierra Nevada, con dos castradores, para descolgarse á coger los nidos y dos hombres más para el servicio particular, puede emprenderse un viaje con la seguridad de estudiar mucho más las costumbres de las aves con poca gente que con mucha. Por ser un terreno tan accidentado, la mayoría de las veces hay que mandar coger los nidos, generalmente situados en lugares poco menos que inaccesibles para las personas que no sean del país. Según nos dijeron, hace algunos años un ganadero, al cual los quebrantahuesos le devoraban muchos corderos, decidió y llevó á la práctica el envenenar con eslrignina varias cabe- zas de ganado, lo cual ocasionó la casi total extinción de estas aves y de otras muchas. Esta costumbre es general en Anda- lucía y Extremadura. Teniéndolo como deber, damos á la Sociedad una lista con la descripción de los nidos y huevos cogidos durante nuestra excursión, y limitándonos, por tanto, á nuestras propias obser- vaciones, aplazando para cuando nuestras ocupaciones nos lo permitan, enviar otra nota de especies no incluidas eu la pre- sente y que han sido recogidas durante la primavera del pre- sente año. Entre ellas se cuentan el Porphirio veterum, Bonap., Turnix syhaticus Bonap. = \quiJa imperialis Keys.=i . pennata Boie, Circcetus gallicus Vieillot y Bulo maximus Flemming. Descripción de algunos huevos y nidos. — Podiceps nigricollis Sundeval.— La familia de los buzos tiene una manera espe- cial de nidificar. Ponen los nidos siempre en los lugares más escondidos de las marismas y emplean para su construcción 368 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA los juncos, lirios, tallos de plantas acuáticas y cuantas hierbas se crían en las aguas de dichos parajes. Sobresalen muy poco sobre el nivel del agua, notándose, cuando de alguno de ellos se cogen los huevos, que despiden un calor húmedo, lo cual sin duda alguna debe contribuir mucho á la incubación. Una vez construido el nido, el pájaro busca la manera de hacerle una especie de tapadera ó quita-vistas para cubrirlo, lo que consigue entrelazando los tallos que hay alrededor con tallos de otras plantas; merced á esta disposición es bastante difícil encontrar uno de estos nidos. Ponen de tres á cinco huevos, de un color de tierra clara unos, y más blancos ó más obscuros otros, los cuales miden de 42 á 45 mm. de largo por 35 de ancho. Podiceps fluviatilis Gerbe. Tiene las mismas costumbres de nidificación que el prece- dente. Pone de tres á cinco huevos de un color castaño claro, y que miden 37 mm. de larg-o por 27 de ancho. Sterna nigra Linn. Los nidus de estas aves se encuentran juntos muchos de ellos y están rústicamente construidos; recogen hierbas y hojas de las que encuentran, y dejándolas descuidadamente forman una especie de nido flotante donde depositan de tres á cuatro huevos. Las Sterna, cuando alguien se aproxima á sus nidos, son excesivamente atrevidas, no cesando de revolotear y chillar como queriendo asustar al que se acerca. Un numeroso grupo de ellas atacaron á uno de los perros que llevábamos y que iba delante de nosotros, no cesando de acometerle hasta que salimos del sitio donde estaban los nidos. A la carda de la tarde se juntan y arman unas griterías es- pantosas. Una de las mañanas que estábamos observando estas aves, vimos venir un milano real en dirección á la pajarera donde se hallaban los nidos; cuando empezó aquél á describir círcu- los por encima de ellos, salió un numerosísimo grupo de ias golondrinas de mar á que nos referimos, atacando sin miedo y persiguiendo al milano, que ya se había dado á la fuga, y no DE HISTORIA NATURAL. 369 dejaron ele perseguirlo hasta que estuvo á respetable distancia. Sus huevos varían bastante de colpr, habiendo unos café obscuro, otros aceitunados claros y otros crema obscura; todos están salpicados de pequeñas manchas de castaño claro, entre- mezcladas con otras más pequeñas y más obscuras. Miden de 28 á 30 mm. de ancho por 38 á 40 de largo. Sterna minuta Linn. Esta pequeña y elegante ave nidifica también en el agua con tallos secos y hierbecitas acuáticas, formando así una es- pecie de pe iueña copa, donde deposita de tres á cuatro huevos de color de canela, salpicados completamente por pequeñas manchitas obscuras entremezcladas con otras mayores del mismo color ó más claras. Miden de 30 á 35 mm. de largo por 22 á 24 de ancho. Hydrochelidon hybrida Gray. Tiene las mismas costumbres de nidificación que las otras golondrinas de mar, y sus huevos también se asemejan mucho á las de éstas. Son de color de canela con manchas irregulares de castaño claro y obscuro; los hay asimismo con el fondo ver- de claro y las manchas negras. Miden de 27 á 28 mm. de an- cho por 38 á 39 de largo. Recurvirostra avocetta Linn. Suelen anidar en grupos de tres ó cuatro y nidifican en los parajes donde el agua no alcanza mucha profundidad. Su nido está artísticamente construido; se compone de los tallos secos de la hierba de la marisma, muy bien entrelaza- dos. Empiezan á formar la base sujetando esta hierba seca con la verde, formando de esta manera un ruedo flotante de unos 40 cm. de diámetro, sobre el cual ponen una especie de montaña de unos 10 cm. de altura, dejando, por último, en el vértice una cavidad ovalada donde depositan de tres á cuatro huevos de color de aceituna obscura, cubiertos de manchas de diferentes tamaños de un negruzco más ó menos acentuado. Miden 44 mm. de largo por 30 de ancho. Totanus stagnatilis Bechstein. Construye su nido en las orillas de las lagunas empleando el misino material que la avocetta. Ponen de tres á cuatro huevos de un color amarillo obscuro, 370 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA picoteados de manchas color castaño intenso de mayor ó me- nor tamaño, siendo éstas siempre más abundantes hacia la parte gruesa. Miden de 38 á 40 mm. de largo por 28 de ancho. Estos pájaros antes prefieren corretear por las orillas á vo- lar, y corren así delante de quien los acosa, no alzando el vuelo hasta verse del todo perseguidos. Totanus calidris Bec/islein. Anida en grupos de cuatro á seis y ponen de tres á cuatro huevos, rara vez cinco, de color verde muy claro, con algunas manchas entremezcladas de negro y castaño, bastante grandes en su parte, gruesa, con muchísimas otras más pequeñas y del mismo color repartidas en toda su superficie. Miden estos hue- vos de 41 á 43 mm. de largo por 29 de ancho. Gallinago major Leach. Anida esta becada en las lagunas y marismas. Pone de tres á cuatro huevos de un color verdoso manchado de grandes manchas, color de chocolate obscuro hacia su parte más gruesa, y con otras más pequeñas del mismo color, mezcladas con otras también pequeñas y más claras. Miden 4 cm. de largo por 3 de ancho. Vanellus cristatus Meyer. El ave fría no construye nido, sino que deposita sus huevos en una pequeña excavación que practica en las orillas de las riberas, marismas y riachuelos, ó bien los deja sobre la misma hierba que crece en las márgenes. Pone tres ó cuatro huevos de un fondo color aceituna obscuro ó canela salpicados de manchas negro claro ó castaño obscuro. Estos miden de 42 á 44 mm. de largo por 32 á 34 de ancho. Glareola torqnata Meyer. Anida como el ave fría y pone de tres á cuatro huevos de forma casi ovalada; el color del fondo- es negro ó más claro, con grandes manchas café en el centro, y con otras más pe- queñas y del mismo tono repartidas por toda la cascara. Miden 26 mm. de ancho por 34 de largo. Fúlica atra Linn. Los nidos de la gallina de agua, por lo general, se hallan en lugares muy apartados de todo tránsito; son ovalados, llegan- DE HISTORIA NATURAL. 371 do algunos de ellos á alcanzar 60 era. de diámetro y sobresa- le de 15 á 20 sobre el nivel del agua. Están fabricados con hierba seca entremezclada con los juncos de la marisma, y en la cavidad donde depositan los huevos ponen otra hierbecilla seca más fina. Pone esta ave de cinco á seis huevos de un color ceniciento claro, con infinidad de pequeños puntos negros entremezcla- dos con otros cenicientos. Miden de 53 á 55 mm. de largo por 35 de ancho. Giconia alba WiUugliy. Como es sabido, la cigüeña construye su nido en las torres de las iglesias, en las chimeneas viejas, en los grandes edifi- cios donde no las estorben, en los almiares ó pajares y en todos los sitios donde tenga tranquilidad para nidificar. Se compone de varas entrelazadas descuidadamente, cubriéndolas de raí- ces, pajas, lana, crines y todo lo que encuentra el ave que sea blando. Ponen generalmente dos huevos de un blanco sucio, algo azulados vistos por transparencia. Miden 5 cm. de ancho por 7 Va de largo. En los lucios ó pequeños lagos de las marismas se ven mu- chos individuos formando bandadas que pasan largas horas picoteando. Es una de las aves que más respetan en este país como en otros muchos. Otis tarda Linn. Nidifica en los campos en medio de las plantaciones de tri- go, cebada y forraje, practicando una excavación redonda y de poca profundidad. Ponen de tres á cuatro huevos, habiendo bastante diferencia en el color entre unos y otros; generalmente son aceituna ó verde obscuros y otros de color de tierra clara y de canela obs- cura. Todos están salpicados de manchas longitudinales más ó menos claras de color café puro ó con leche obscuro. Sus di- mensiones también varían. Miden de 68 mm. á 83 de largo por 55 á 5,;) de ancho. Estas aves empiezan á verse en este país á principios de Abril, van reunidas y recorriendo el terreno como si recono- ciesen y buscasen el mejor para anidar. Ya una vez en el celo 372 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA se las ve por parejas por los alrededores de donde tienen 6 construyen el nido. Generalmente duermen debajo de las grandes matas, donde la gente del país va á cazarlas de noche con linterna. Cuando se ven acosadas y sin defensa para huir no temen atacar á sus perseguidores. Un macho de avutarda muerto por nosotros pesó 15 kilos. La comida que le encontramos en el buche se componía de hierbecillas tiernas y algunos granos. Otis tetrax Linn. Construye el sisón el nido en las mismas condiciones que la avutarda, solo que para formar el lecho emplea más cantidad de hierbecillas. Ponen de tres á cuatro huevos, rara vez cinco, de color obs- curo verdoso, generalmente sin manchas. Miden de 52 a 55 mm. de largo por 3 á 3V2 cm. de ancho. Cuando los sisones ven acercarse gente á su nido escapan por entre la hierba, y cuando ya están lejos salen volando, y enton- ces hay que recorrer bastante terreno para encontrar el nido. Columba palumbus Linn. Nidifica la paloma torcaz en los acebuches, encinas y más generalmente en los pinos, de preferencia sobre las ramas que salen horizontalmente de los árboles. Están hechos los nidos de un modo sencillo, pues para su construcción no emplean mas que ramitas, haciendo de esta manera una especie de pe- queña plataforma donde depositan dos huevos. Los nidos estos se diferencian de todos los de las demás aves porque, dejadas las ramitas unas encima de otras, permi- ten observar cuándo el nido está terminado, y á causa de su transparencia si tiene ó no huevos y también percibir al pája- ro si está incuvando, pero el observar al ave resulta más difícil por cuanto están constantemente alerta, y cuando ve desde lejos llegar algún extraño salen volando rápidamente, lo que impide muchas veces encontrar el nido, que á causa de su transparencia se confunde fácilmente con las mismas ramitas de los árboles. Los dos huevos que ponen son de un blanco puro y brillante, teniendo ambas extremidades iguales de forma achatada y re- donda. Miden de 37 á 42 mm. de largo por 29 á 31 de ancho. DE HISTORIA NATURAL. 373 Columba turtur Linn. Construye la tórtola el nido de la misma forma y en las mis- mas condiciones que la paloma torcaz. Prefieren para anidar las encinas y acebuches. Ponen dos huevos de forma casi redondeada, de un blanco puro y brillante, que miden de 28 á 30 mm. de largo por 25 de ancho. Cuando están en la puesta son fáciles de descubrir á causa de hallarse el macho y la hembra siempre arrullándose. Merops apiaster Linn. Los nidos de los abejarucos causan extrañeza al que por primera vez los observa. Nidifican en los terrenos blandos ó areniscos, buscando las zanjas ó las alturas del suelo. Cuando han encontrado sitio conveniente empiezan á construir el nido, ó sea á. practicar un verdadero túnel que continúa hasta alcan- zar la profundidad conveniente; al final forman una especie de cuevecita de 15 á 20 cm. de diámetro, donde depositan los huevos. La profundidad á que generalmente llegan estos tú- neles es de 2 m. á 2,/2 por 8 á 10 cm. de diámetro. La entrada de ellos nunca está situada hacia el N., sino que mira al S. ó al OE. ó Poniente. Tampoco practican la excavación en línea recta, pues llegando hacia el medio de su profundidad tuercen bien hacia la derecha ó bien hacia la izquierda. A la entrada de algunos nidos se observan las recles de ara- ñas, lo que demuestra que han sido abandonados por los pája- ros constructores, á causa de haber sido vistos ó de haber en- contrado sitio más adecuado, y sobre todo si algún pequeño topo se hubiera apropiado el nido. Ponen de cinco á siete huevos de un blanco puro y de forma casi redonda. Miden 25 mm. de largo por 23 de ancho. Hirundo rustica Linn. Es sabido que las golondrinas nidifican en los tejados, cua- dras é interior de las chozas destinadas á ganado, viéndose también algunos nidos en el interior de las mismas chozas habitadas. Los observados por nosotros estaban situados en el interior de una choza de ganado; su construcción era sólida, por cuanto, con la castañuela que formaba la pared, habían empezado á componer la base. Estos nidos están compuestos de tierra arcillosa, mezclada con alguna pajuela y raíces, lle- gando á darle forma de una concha ó medio diámetro pegado T. ni.— Noviembre, 1903. 26 374 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA al muro; el vacío que dejan para lecho lo recubren primera- mente de crin y alguna lanita y luego lo acaban con plumas completamente flexibles. Ponen de cuatro á seis huevos de fondo blanco, salpicados completamente de pequeñas manchitas de rojizo claro y obs- curo. Miden de 13 á 15 mm. de ancho por 20 de largo. Motacilla alba Linn. Construye su nido de preferencia á orillas de sitios pantano- sos sobre el respaldo de cualquier piedra ó en los parajes don- de las riadas han dejado depósito de varas, palitos y cañas. Está formado exteriormente de fragmentos de finas varitas ó de raíces secas de plantas; todo su interior se compone de peli- llo de la flor del olmo y tiene la hechura completamente igual á media cascara de nuez. Pone de tres á cinco huevos de color blanco azulado, salpi- cados de pequeñas rayas y puntos de color negro claro, gene- ralmente más abundantes en la g-ruesa extremidad. Miden de 20 á 22 mm. de largo por 15 de ancho. Alauda cristata Ziñn. Cría como las demás alondras, en tierra. Practica, á modo de un pequeño pozo, una excavación de 8 á 10 cm. de profundidad por otros tantos de circunferencia; lue- go cubre las paredes con hierbecita seca, formando el lecho con algunas plumas, lana y crines. Este nido no ofrece ningu- na solidez cuando se coge. Pone de cinco á seis huevos de un color rosado claro ó de tierra, manchados con infinidad de puntos rojizos y cenicientos claros con algunos obscuros entre- mezclados. Miden de 22 á 24 mm. de largo por 16 de ancho. La cogujada no huye de los nidos hasta no verse muy apu- rada, en cuyo caso no toma el vuelo inmediatamente, sino que sale del nido y se escurre por entre las matas hasta cierta distancia, desde donde escapa generalmente, volando con gran rapidez en dirección distinta á la del nido. Turdus merula Linn. Su nido está sólidamente construido. Cría el mirlo en toda clase de árboles, en tarajes y cañareá. El nido es redondeado y se compone al principio de tierra mezclada con excrementos de caballerías y pajas, y después sigue el pájaro añadiendo DE HISTORIA NATURAL. 375 raíces, tallos secos, pajas y algunas hojas secas, todo ello siempre mezclado con tierra; una vez la base construida recu- bre el interior con raíces pequeñas y cuantas hierbecillas en- cuentra que sean largas, secas y flexibles. Su interior mide de 8 a 10 cm. de diámetro por 4 ó 5 de profundidad. Pone el mirlo de cuatro á seis huevos de un color verde cla- ro, sucios completamente por pequeñas manchas más ó menos obscuras. Miden 3 cm. de largo por 2 de ancho. Turdus torquatus Linn. Anida como los anteriores, solamente que no emplea tanta tierra, y sí en mayor cantidad los excrementos de caballerías; también usa con más abundancia las raíces y pajas. Pone de cuatro á seis huevos de un azul celeste claro, man- chados con puntos y rayas de un color avinagrado. Miden de 3 á 3'/2 cm. de largo por 272 de ancho. Piíilomela luscinia Selby. Construye sus nidos en los troncos de los árboles viejos, los tarajes, los pequeños arbustos, en cualquier escondrijo que en- cuentre y que crea á propósito; también suele criar en los ár- boles de los paseos, donde no es difícil observarlo. Sus nidos no ofrecen solidez ninguna; están exteriormente cubiertos de hojas secas, empleando generalmente las del olmo; luego va el pájaro tapizando el interior con raíces secas y tallos secos: el lecho no tiene más material que el del nido. Pone de tres á cinco huevos de color de aceituna obscuro, que miden 20 mm. de largo por 15 á 16 de ancho. Sylvia atricapilla Linn. Sus nidos se encuentran generalmente en los tarajes y en el interior de las grandes hiedras que recubren los acebuches. Por el exterior están desordenadamente formados, y para su construcción emplea el ave la hierba seca, la lanita de los ár- boles y algún pelo de cabra; su interior está compuesto de finí- simas y flexibles hierbas mezcladas con algunos pelos y crines. Ponen de cuatro á seis huevos de fondo color de leche obs- cura ó ceniza clara, picoteados completamente de pequeñas manchas de color chocolate más ó menos claro. Miden de 18. á 20 mm. de largo por 15 de ancho. 376 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Hypolais polyglotta Vieillot. Solamente encontramos un nido de estos pájaros en los ta- rajes á orillas del Guadalquivir, el cual está artísticamente construido y tiene la forma de una copa de regular tamaño. Sobre un tallo principal crecen cuatro pequeñas varitas, las que ha aprovechado el pájaro para nidificar. El material de construcción es variadísimo; raíces, pajuelas, florecitas y ho- jas secas de taraje, tallos largos y flexibles, pelucha de los ár- boles, etc., para su exterior, poniendo en su interior el algo- dónenlo de las flores secas de los cardos y otras mezcladas con alguna lana y crines. Contenía dicho nido cuatro huevos de un color canela clara con algunas manchas más largas que estrechas, de color ne- gruzco mezcladas con otras más claras. Miden de 13 á 14 mm. de ancho por 17 á 18 de largo. Calamoherpe cetti 0. des Alurs. Anida también en los tarajes y pequeños árboles, prefirien- do los que están situados á orillas de ríos ó riberas. En su construcción emplea hierba seca y alguna hoja de palma; tam- bién mezcla raíces pequeñas y hojas de clmo; en el interior no pone más que hierba fina. Tiene este nido de 5 á 6 cm. de pro- fundidad por 8 ó 9 de diámetro. Pone de cuatro á cinco huevos de color rojo obscuro, sin ninguna mancha, y miden 19 mm. de largo por 14 de ancho. Parus major Linn. Anidan los herrerillos en los huecos ó agujeros de los árbo- les, rincones de las peñas, agujeros de las casas de campo y en todo sitio tranquilo donde haya un agujero ó hueco para construir su blandísimo nido. Elegido el sitio donde quieren construirlo, depositan en él finos pedacitos de ramitas verdes de taraje, poniendo también musgo, si lo encuentran; luego van echando junto con la hierba crines de caballo, pelos de cabra, lana de cordero y todo cuanto hallan que sea sedoso y fino. Estos nidos constituyen un verdadero colchón donde de- posita la hembra de diez á catorce huevos de fondo color blan- co puro, salpicados de manchitas rojas claras que general- mente forman corona, bien á una extremidad como á otra. Mi- den de 17 á 18 mm. de largo por 13 á 14 de ancho. DE HISTORIA NATURAL. 377 Parus ater Linn. En los tarajes y pequeños árboles, como igualmente en los naranjos, contruye este pájaro un nido que por su pequenez y fina hechura es una verdadera monada; se compone de tallos muy finos tejidos con habilidad y entremezclados con algún pelito ó borra de los árboles. En el interior emplea dicha borra, con la que recubre el nido completamente, viéndose también con ella alguna pluma. Pone de cinco á siete huevos de un color blanco sucio, con algunas pequeñas manchitas de color pálido, y miden 15 mm. de largo por 11 de ancho. Passer domestica Linn. Los conocidos nidos del gorrión son una verdadera mole de pajuelas, tallos, raíces y todo cuanto encuentra seco; solamen- te en el interior y para formar el lecho emplea plumas flexi- bles de gallinas. A la entrada del nido suelen emplear estos pájaros algunas plumas que formando tapadera cubren el interior. Ponen de cinco á seis huevos con el fondo color gris, com- pletamente llenos de pequeñas manchas y rayas de castaño obscuro y rojizos más ó menos claro. Miden de 20 á 22 mm. de largo por 15 de ancho. Passer Italise Fieill. Tienen las mismas costumbres de anidar que el anterior. Solamente como particularidad, haremos notar que en los ni- dos del que nos ocupa notamos mayor abundancia de hierba verde y que su interior no contenía tantas plumas como el del gorrión. Ponen también de cinco á seis huevos de fondo blanco con una especie de corona en -la parte más gruesa, de color café obscuro, y en el resto del huevo hay repartidas muchísimas manchitas más ó menos grandes pero siempre del mismo color. Miden 22 mm. de largo por 15 de ancho. Passer montana Linn. Completamente igual en nidificación y costumbres al Passer domestica. Pone de cinco á seis huevos de un color blanco azulado, llenos de puntitos de color gris obscuro, que miden 20 mm. de largo por 15 de ancho. T& BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Lanius meridionalis Temminck. Anidan generalmente en las encinas y alcornoques y en cualquier rama que forme triángulo. Empiezan por formar la base con varitas delgadas entrelazadas, continuando la obra con tallos de romero, alhucema, hierbecita seca, etc., todo ello muy flexible y de poca extensión. Con todo este material edi- fican un voluminoso nido que no ofrece ninguna solidez: su interior lo recubren de florecitas secas y crines. Ponen de cinco á seis huevos de fondo pajizo ó terroso, casi completamente cubiertos por manchitas rojas, claras y acane- ladas. Miden de 25 á 28 mm. de largo por 19 á 20 de ancho. Lanius rufus Brisson. Anida este alcaudón en los mismos parajes que el preceden- te., solo que el material empleado para construir el nido es muy diferente. Su exterior está formado las más veces de tallos de romero,, solo por excepción mezclado con ninguna otra hierba. Para su interior solamente emplea las flores de romero, alguna pluma y crin de caballo. Tienen generalmente de 5 á 6 cm. de profundidad por 10 á 12 de diámetro. Ponen de cinco á seis huevos de un color blanco azulado con pequeñas manchas de un gris claro, formando en su parte más gruesa una corona. Tienen de 23 á 24 mm. de largo por 17 á 18 de ancho. Lanius nubicus Lichtenstein'. El nido de esta especie se halla formado por hojas secas y largos tallos de hierba más ó menos gruesos; es raro ver em- pleado el romero en su construcción. El interior lo forma hier- becilla larga y seca mezclada con crin y alguna pluma; tiene las mismas dimensiones del nido del Lanius rufus. Pone de cinco á seis huevos de un color rosa claro, salpicado ■ completamente de pequeñas manchitas de café con leche; también forman corona en su gruesa extremidad. Miden de 20 á 21 mm. de largo por 16 de ancho. Pica caudata Linn. Generalmente anida en los árboles, donde construye un vo- luminoso nido, que no es difícil descubrir á causa de su tama- DE HISTORIA NATURAL. 3% ño. Con varitas y tierra empieza á formar la base y continúa empleando dicho material, hasta que el nido alcanza regular tamaño, empleando entonces varitas más finas y 'flexibles y acabando por usar raíces y pajas con lo que forma el lecho. Pone de cuatro á seis huevos de fondo azul, cubiertos casi en su totalidad por infinidad de pequeñas manchas de color café ó castaño claro. Miden de 35 á 37 mm. de largo por 23 á 25 de ancho. Pica cyanea Pallas. Anidan los rabilargos generalmente en los pinos y alcorno- ques. El nido lo construyen exteriormente de ramitas de rome- ro entrelazadas frágilmente con alguna paja, hojas de olmo y flores de tomillo. Interiormente se compone de gran cantidad de lana de cordero, crines de caballo, finas pajas y alguna flor seca. Miden de 4 á 6 cm. de profundidad por 14 á 18 de diá- metro. Ponen de seis á ocho huevos de un color de crema clara, manchados por tacas y puntos grises obscuros mezclados con otros del mismo color más claros. Miden de 24 á 26 mm. de lar- go por 20 á 21 de ancho. Milvus regalis Brisson. Es tan grande la abundancia que existe de milanos en este terreno, que no es difícil poder observar sus costumbres. Construyen sus nidos en los acebuches, pinos, encinas y ta- rajes de un modo muy rústico, empleando primeramente vari- tas de todas clases y tamaños, las recubre luego con otras más flexibles, dando con esto por terminado el nido que resulta de gran diámetro. Ponen generalmente tres huevos de fondo blanco sucio obs- curo, con algunas manchas de diferentes tamaños, de color chocolate más ó menos claras, repartidas en toda su superficie, pero siempre más abundantes en su parte gruesa. Miden estos huevos 42 mm. de ancho por 58 de largo. Los campesinos temen mucho á los milanos por su atrevi- miento para coger las crías de pavos y pollos, de las que no pierden ocasión de arrebatar tantas como pueden; también hemos visto llevar entre sus garras algún gran reptil. Otra particularidad observada por nosotros es la de que to- 380 . BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA das las mañanas, antes de salir el sol y hasta una y dos horas después, se formaba en un mismo sitio una numerosísima bandada de milanos reales, milanos negros y cuervos que no cesaban de gritar y alborotar constantemente, posándose de vez en cuando en tierra algún cuervo, pero no habiendo visto nunca lo hiciera ningún milano, ni acercarse al suelo á coger presas. Permanecían constantemente volando, hasta que ter- minada esta especie de reunión se les veía partir en todas di- recciones en grupos de tres á cuatro. Milvus niger Brisson. Construye este milano su nido como el anterior en los árbo- les, habiendo también visto algunos situados en los cañavera- les de los riachuelos. Los campesinos no temen tanto a esta rapaz como á la ante- rior, por no ser tan atrevido como ella en punto á robar pollue- los delante de las chozas. Se le ve más frecuentemente que al milano real descender rápidamente hacia el suelo, lo que nos hace creer que su comida favorita debe de ser los reptiles, no obstante arrebatar cuando puede algún pavipollo ó pollito. Pone de dos á tres huevos, un poco más obscuros que los del milano real, pero con la particularidad de estar más mancha- dos de tacas. Miden 41 mm. de ancho por 57 de largo. Nidos de Sierra Nevada. Saxícola oenanthe Linn. Cría en tierra entre los tarajes, nidificando al lado de los troncos, en los surcos de la tierra labrada, en los tejados de los corrales y en los agujeros de las peñas. Un nido de esta especie fué encontrado en el camino de los Neveros en Sierra Nevada, introducido en el fondo de un agu- jero que formaban dos puntas de peña situadas á un lado de dicho camino; así es que hubo necesidad de romper la peña para apoderarse de él. Está exclusivamente construido definas raíces entrelazadas, sin emplear otro material. Ponen de cuatro á cinco huevos de un hermoso color azul claro, generalmente sin tacas, viéndose rara vez alguno man- chado en su guuesa extremidad, por pequeños puntos de color DE HISTORIA NATURAL. 381 rojizo muy claro. Miden de 19 á 21 cm. de largo por 15 á 16 de ancho. Saxícola leucura Keyserlin-g. Anida esta especie en las pequeñas cavidades de las rocas y en los agujeros de las viejas paredes. Su nido es bastante vo- luminoso y está compuesto de hierbecillas y pequeñas raíces por el exterior, y en el interior de crines y alguna borra de cabra. Pone de cuatro á cinco huevos de un blanco verdoso apaga- do, con algunas pequeñas tacas rojizas repartidas en su extre- midad mayor. Miden 24 mm. de-largo por 14 á 15 de ancho. Esta Saxícola revolotea por los alrededores de su nido, po- sándose siempre en lo más alto de las peñas ó arbustos como para distinguir si se avecina algún peligro. Su canto es poco agradable, reduciéndose á algunos pequeños gritos. Troglodytes Europseus Vieillot. Construye su nido en proporción á su pequeño cuerpo. Los materiales que emplea son muy variados: borra de cabra, las flores de romero secas, plumitas, crines, finos tallos, etc., en su exterior, y en el interior borra y pelos de cabra, abundan- do más estos últimos; para lecho emplea alguna plumitay pe- lusa de olmo. Pone de cinco á seis huevos de un blanco sucio con algunas pequeñas manchas más ó menos rojizas repartidas en toda su base. Miden 17 mm. de largo por 13 de ancho. Ruticilla tithys Scop. Cría en los agujeros de los árboles y de los viejos edificios ó murallas. En su nido, que está descuidadamente construido, emplea primeramente la hierbecita verde de los arroyos, continuán- dolo luego con pequeñas raíces entrelazadas y sujetadas débil- mente por algunas crines; el lecho está formado por finísimas raíces, alguna hierbecilla seca y plumas, notándose que tiene preferencia por las plumas pintadas del pecho-de la perdiz.. ;Pone de cuatro á cinco huevos de un blanco puro, y que miden de 19 á 20 mm. de largo por 14 de ancho. Curruca melanocephala Gmel. .Sus nidos están situados á poca elevación del suelo, de pre- 382 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ferencia en los tarajes ó pequeños arbustos situados á orillas de algún riachuelo. Tienen la misma construcción que los de las demás SyMa, solamente que propende ésta á forrar su inte- rior con plumas. Pone de cuatro á cinco huevos con el fondo lila claro man- chados en toda su base por pequeños puntos más ó menos obs- curos. Miden 18 mm. de largo por 13 á 14 de ancho. Fringilla carduelis Linn. El nido del jilguero, á la par que artístico, está fuertemente tejido; su forma interior es ovalada. En su construcción exte- rior emplea la borra de los cardos, los finos tallos del romero, alguna florecita y lanita; su interior está tejido con pequeñas varitas recubiertas de borra de cabra, crin y algima pequeña hierbecita. Pone de cuatro á cinco huevos de un color celeste claroy manchados en su gruesa extremidad por algunas tacas paji- zas, viéndose también otras más obscuras. Miden 17 mm. de largo por 13 de ancho. Coccothraustes vulgaris Vieillol. Generalmente se ven sus nidos situados sobre las gruesas ramas de los árboles. Exteriormente se componen de pajitas más ó menos grandes entrelazadas con algunas raíces, y el in- terior de varitas muy finas recubiertas con borra, crines y pe- los de cabra. Ponen de cuatro á cinco huevos de forma casi cilindrica y color aceitunado claro, manchados sobre todo en su gruesa extremidad por pequeños borrones y rayas de color chocolate ó café. Miden de 24 á 26 mm. de largo por 17 á 19 de ancho. Passer hispanoliensis Temminck. Descubrimos un nido de esta especie en el fondo de un cor- tijo. Encontramos en él seis huevos de un fondo color tierra clara, casi por completo cubiertos de pequeñas manchitas de castaño más ó menos claro; en algunos formaba corona en su gruesa extremidad. Midieron estos huevos de 23 á 25 mm. de largo por 15 de ancho. Falco tinnunculus Linn. Construye el cernícalo su nido de la misma forma que el de DE HISTORIA NATURAL. 3$í los milanos, en las cuevas ó hendiduras formadas por los pe- ñascos salientes de los grandes quebrados y también nidifica en lo alto de los viejos pinos. Pone generalmente cuatro huevos manchados completa- mente por tacas más ó menos grandes de color rojizo obscuro, el fondo es de color rojizo pero claro, su forma es un poco obtusa. Miden 4 cm. de largo por 3 de ancho. Vultur percnopterus Linn. Construye su nido en los quebrados ó precipicios inaccesi- bles, donde á simple vista es casi imposible descubrirlo, mas g-eneralmente se revela por los excrementos que se ven en lo hondo de los barrancos situados debajo de sus nidos. Como los de los demás buitres y águilas, el nido del alimo- che está compuesto de un montón de leña sin ningún ligamen- to que lo preste solidez, y le sirve de lecho algunas varitas más finas. Pone dos huevos de color rojizo manchados de algunas ta- cas color café, los cuales miden de 6 á 7 cm. de largo por 4 á 5 de ancho. Boletín bibliográfico. (Continuación de Octubre.) Société impériale des naturalistes de Moscou. (Bull.) Ann. 1903. N° 1. — C. Mereschkowsky. Nouv. rech. sur la estructure et la división des Diatomées. — (Otro trabajo en ruso). Société zoologique de France. Paris. (Bull) T. xxvu.— Artault de Vevey: Pseudoparasitisme des Thrips.— E. Brumpt: Anomalies viscerales chez un Bos indicus. — E. Chevreux: Campagnes scient. de S. A. S. Albert 1er de Monaco.— Descr. d'un Amphipode niarin appart. au g. Ryalella.—Yn. Dautzenberg: Observ. sur quelq. Mollusques rapp. par M. Alluaud du S. de Madagascar.— J. Guiart. La fréquence du Demodex chez l'Hoinuie.— E. Hérouard: Sur les g. Batyplotes et Ber- pysidia.—SuT une loi de formation des corpuscules calcaires et sur l'homologie qui existe entre ees corpuscules chez Ankyroderma et Sy- napta.— Surl'anatomie comparée desEchinoderrues.— A. L. Herrera. Sur l'imitation du protoplasma— A. Hérubel: Sur certains éléments péritonéaux du Phascolosoma vulgare. — L. Joubin: Observ. sur divers Céphalopodes. 6me note: sur une n. sp. du g. Rossia.—VAS Kempen. Oiseaux de la collection Van Kempen á St. Omer.— P. Marchal: Le 384 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA parasitisine des Inostemma.—L. J. Moreau: Sur le Dainan d'Abyssi- nie. Un Ecureuil de l'Est.-Africain, le Xerus rutilus.— Neven-Lemaire: Descr. anat. d'un jeune Chat menstrueux du g. Synote. — Sur les récep- tacles séininaux de quelq. Culicides. Instruct. relat. á la récolte des Moustiques.— J. Pellegrin: Uu cas de jeüue de 2 ans '/a cnez un Py- * thon. Présentation de quelq. cas de déviations rachidienues chez les Poissons. — L. Petit: Sur la destruction des Oiseaux et en particulier des Chouettes. — Perroncito: Sur une maladie mortelle du Lapin pro- duite par la Lambina intestinalis de l'Homme et du Rat. — M. Pie: Diaguose de douze Hylophilides. Essai généalogique sur les Xylotre- chiis paléarctiques. — X. Raspail: Le Cypselus apus posé á terre peut- il prendre son vol? Sur une Planaire sp.? — J. Richard: Campagne de la Princesse Alice en 1901. — Troüessart: Instr. aux naturalistes vo- yageurs pour la récolte des Arthropodes niarins microscopiques (Acá riens, Copépodes, Amphipodes, Ostracodes, etc.). — Sur les Uropodince et descr. d'esp. nouv.— Sur les Acariens marins (Halacaridoz) rec. par S. A. S. le Prince de Monaco dans les mers arctiques. — Sur le Gamasus auris, type d'un g. nouv. ( Raillietia). The American Naturalist, Boston. N° 436. — W. Patten: On the Appenda- ges of Tremataspis. — J. Cüshman: Studies of Localized Stages in Some Plants of the Botanic Gardens of Harvard University. — O. Brinley: On the Reproduction of Certain Reptiles.— S. Holmes: Synopsis of N. Amer. Invertebrates xvm. The Amphipoda. The Canadian Entomologist. London (Ontario.) Vol. xxxv. N° 6. Gibson: Notes on Canadian species of Apantesis (Arctia). — Ashmead: Classif. of the Fossorial, Predaceous and Parasitic Wasps.— Sanderson: Larva and pupa of the Apple Bud-borer. — Graenicher: New Bees of the genus Andrena. — Cocherell: Some Aphididíe of the, genus Nectaro- phora from New México. — Robertson: Synopsis of Nomadinse. — Wickhan: The North American species of Pedilophorus. The Zoologist. London. N° 744.— O. V. Aplin: Additional Notes on the Birds of Lleyn. — T. Hepburx: The Birds of Dungeness. — D. G. Stead: Zoological Notes from Sydney. Zoologischer Anzeiger. Leipzig. IS¡0 674-676 a 679-681 á 694-697 á 701. Noviembre. Academia Nacional de Ciencias. Córdoba (Rep. Argentina.) (Bol.) T. xvu, entr. 3.a — G. Bondenbender: Comunicaciones mineras y mineralógicas. Académie des Sciences de Cracovie. (Bull. internat.) 1903. N.° 6. — E. Janc- zewski: Essai d'une disposition naturelle des espéces dans le genre Ribes L. — N.o 6. Académie des Sciences. Paris. (Compt. retid, des séances.) T. cxxxvi. N<> 26. DE HISTORIA NATURAL. 385 H. Jümelle: Le Cryptostegia madag asear iensis , Asclépiadée textile. — L. Mangin et P. Viaia: Sur un nouv. groupe de Champignons, les Bornétinées, et sur le Bometina corium de la Phthiriose de la Vigne. Chifflot: Sur la symétrie bilatérale des radicelles de Pontederia crassipes. — L. Cayeux: Sur la présence de cristaux macroscopiques d'albile dans les dolomies du Trias de la Créte.— P. Castelnaü: Ob- serv. sur des phénoménes de glaciatiou en Corsé. — Montessus de Ballore: Sur l'existerce de deux grands cerclesd'instabilitésismique maxima.=T. cxxxvii. ISÍ0 1. — L. Guigxard: Reeh. sur la formation du pollen chez les Asclépiadées. — H. Matte: Le rnériphyte chez les Cy- cadacées. — P. Bois: Sur les variations de la Meuse á l'époque quater- naire. = N° 2. — A. Lacroix: La cordiérite dans les produits éruptifs de la montagne Pelee et de la Soufriére de St. Vincent.= N° 3. G. Grandidier: Contr. á l'étude de YJUpyornis de Madagascar. — Ph. Negris: Observ. concernant les variat. du niveau de la mer depuis les temps historiques et préhistoriques.=N° 4. — G. Dollfus: Sur les effondrements de la plaine de Servan. =N° 5. — L. Bordas: L'appareil digestif des Silphid8e.=N° 6. — P. Vuillemin: Une Acrasiée bactério- phage.— De Lamothe: Sur le passage du Rbin par la vallée du Douls et la Bresse pendant le Pliocéne.— Nos 7-10. — G. Delacroix: Sur une maladie bactérienne du tabac, le chancre ou anthracnose.=ls<>s n-12. N. Bernard: La germination des Orchidées. Académie internationale de Géographie botanique. Le Mans. (Bull.) 12e an- née, n^s 165-166. — Arbé H. Olivier: Exposé systémat. et descr. des Lichens de l'O. et du NO. de la France. — L. Breviére: Contr. á la flore raycologique de l'Auvergne. — M. Gaxdoger: Novus conspectus flora? europse. — Lévillé et Güffroy: Catal. des flores locales de France. — J. Poiradlt: Liste des champignons de la Vienne. — Audin: Essai sul- la géographie botanique du Beaujolais. Allgemeinen Entomologischen Gesellschaft. Neudamm. (Allg. Zeitsch. für Entom.) 8 Band. Nos 12-13. — E. Fischer: Lepidopter. Experimental- Forschungen. — Chr. Schroder: Die Zeichnungs-Variabilitiit von Abraxas grossulariaia. — H. Voigts: Nicht Zonabris, sondern MyJa- &ns.=N0S 14-15. — P. Bachmetjew: Über die Anzahl der Augen auf der TJnterseite der Hinterflügel von Epinephele jurtina. — Friederichs: Beitrage über palaarktische Coleopt. — G. Ulmer: Über das Vorkom- men von Krallen an den Beinen einiger Trichopteren-puppen. — E. Bogdanow: Zehn generationen der Musca domestica in veranderten Lebensbedingungen. — E. Fischer : Lepidopt. Experimental-Fors- chungen. Entomologische Zeitung. Wien. xxn. Jahrg. vi. Heft. — J. Müller: Coleopt. Notizen. — E. Reitter: Coleopt. Notizen. — A. Schatzmatr: Coleopt. No- tizen. — E. Reitter: Siebzehnter Beitr. zur Col. — Fauna von Europa 386 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA und den angrenzenden Landern.=vn u, vin. Heft.— Fr. Hendel: Ueber die system. Stellung von Tanypeza.— J. Roubal: Ein interessanter Fall von Symbiose einiger Arthropoden mit der Mans.— O. Schwarz: Drei n. Elathous-Arten.— E. Reitter: Neue, von den Herrén Leonard und Hilf in der Herzegowina entdeckte Groltenkafer. — E. Reitter: Uebersicht der Otiorrhynchus Arten aus der Untergatt. Limatogaster. E. Reitter: Antroherpon Matulici. — H. Schouteden: Katanga, eine n. Ectrichodüden-Gatt. aus Afrika. Institució Catalana d'Historia natural. Barcelona. (Bitll.) Any ni, núme- ros 19-21. — N. Font: Nota sobre la constitució geológica de Río de Oro. — J. Barnola: Notes criptogamiques.— E. Ferrer: Excursió á Ri- poll y Nuria.— H. Beuthin: Les varietés de la Cicindela maura. — A. Marcet: La volta a la Montanya de Montserrat. — A. Zolueta: Contrib. á la faune rnalacologique maritirne de Vilassar de Mar. — V. Plantada: Vertébrats deis Valles.— J. Maluquer: Nota sobre Gas- terosteus pungitius del Baix Valles. Jardín Botánico de Tiflis. S. Petersburgo. vil-ii. (En ruso). K. K. zoologisch-botanischen Gesellschaft. Wien. (Verhandl.) luí Band. 5 u. 6 Heft.— A. Dücke: Neue Grabwespen vom Gebiete des unterem Ama- zonas.—H. Hirschke: Eiue neue Form der Lycarna Argiades. — Tschu- si zü Schmidhoffen: Omithologiscbe Literatur Osterreich-Ungarns. — P. Steik: Die europ. Arten der Gatt. Hydrotasa.— K. Keissler: Über das Plankton des Hallstiitter Sees in Oberósterreich. Musée zoologique de 1'Académie impértale des Sciences. St.-Pétersbourg. (Annuaire.) T. vin. N° 1. — A. Nikolski: Contia transcaspica n. sp.— O. Herz: Beitr. zur Kenntniss der Lepidopt. — Fauna der Tschukts- clien-Halbinsel.— W. Salenskt: Ueber eine n. Sminthusart aus dem Tianscban. — L. Camerano: Gordiens nouv. ou peu connus du Mus. zool. de l'Acad. impér. des Sciences de St.-Pétersbourg.— W. 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Huber: Observ. 6obre as arvores de Borracha da regiáo amazónica. — A. Gokldi: Maravilhas da natureza na ilha de Marajó. — J. Huber: Contr. á geogr. physica dos furos de Breves e da parte occidental de Marajó. — A. Goíldi: Lagartos do Brazil. — A. Ducke: As especies paraenses do g. Eiiglossa. Museum of Comparative Zoology at Harvard College. Cambridge. (U. S. A.) (Bull.) Vol. xxxix. No 6. — O. Bangs: Birds and Mammals from Hondu- ras. =N° 7. — C. Eastman: Carboniferous Fishes from the Central Wes- tern States.=N° 8.— S. Garman: Some Fishes from Australasia.=Greo- logical series. Vol. vi. Nu 2. — E. Skeats: The Chemical Composition of himestones from upraised Coral Islands.=N° 3. — W. Davis: The Mountain Ranges of the Great Basin. Fhysikalisch-Medicinischen Gesellschaft. Würzburg ( Verhandl.) Band xxxv. N° 6, 7. — M. Goldschmidt-Geisa: Die Flora des Rhóugebirges. — (Sitzungs-Berichte.) 1902. Nos ó_6. Real Sociedad Geográfica. Madrid. [Bol.) T. xliv. 4.° trimestre. T. xliv Suplemento. Mapa de la Guinea Española en 1 : 200.000. T. xlv. Royal Microscopical Society. Loudon. (Journal). 1903. Part. 4.a Royal Physical Society. Edinburg. (Proceedings). Session 1901-1902.— J. Goodchild: The Origen of Rock-Salt.— O. Charnock: A Method of Craniometry for Mammals.— J. Goodchild: The Coelentera inRelation to Geological Zones. — J. Goodchild: Observ. upon the Bathymetrical Distribution of Reef-buildiug Coréis.— R. Munro: On the Prehistoric Horses of Europe and their supposed Domestication in Palaeolithic Times. Société Botanique de'France. París. (Bull.) T. xlvui. Session extraord. en Corsé. 1901. — Gandoger: Protéacées de 1'Afrique australe. — Abbé Coste: Herborisations aut. de la ville d'Ajaccio.— Herbor. a la mon- tagne de Pozzo di Borgo. — Herbor. de M. l'abbé J. Souíié en Corsé.— Lütz: Rapports sur div. herbor. de la Société au cours de la session de Corsé.— N. Roox: Excursions faites en dehors de la session. — R. Maire: Contr. á l'étude de la flore de Corsé.— J. Camüs: Muscinées recueillies en Corsé. — Lutz: Rapport sur les Lichens récoltés en Corsé. — Maire: Prodrome d'une flore mycologique de la Corse.= T. l. 3-4.— F. Camds: Catal. des Sphaignes de la flore parisienne.— D. Clos: Ficoides, Mesembrianthemum et Mesembryanthemum. — Gagnepain: Zingibéracées de l'Herbier du Museum — DArbaumont: Une tige anormale de Vipérine. Societa Italiana di Scienze Katurali e Museo Cívico di Storia Naturale- Milano (Ath). Vol. xlii. Fase. 2.o — E. Artini: Note mineralogiche sulla Valsassina.— I. Chelussi: Sulla natura e sulla origine del con- glomérate di Como.— Cr. Bellotti: Di un nuovo Pteraclide giappo- 388 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA nese. — M. Calegari: Nuove aggiunte alia Flora di Parenzo in Istria. G. Boeris: Determinazioni cristalografiehe di composti organici. Arévalo (Celso).— Modificación del procedimiento de Delesse para el aná- lisis mecánico de las rocas. (Bol. Soc. esp. H. nat. Julio, 1903.) 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ZOILO ESPEJO. El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, la cual fué aprobada. El Sr. Presidente manifestó que cumplía dar las gracias y felicitar al Sr. Cabrera por la perfección y diligencia con que había hecho á mano los títulos de socios protectores de S. M. y de D. Manuel Allendesalazar, acordándolo así la Sociedad, y añadió que avisaría oportunamente á los socios para que pu- dieran formar parte de la Comisión que había de entregarlos. Admisiones. — Quedaron admitidos como socios numerarios D. Francisco Marín, Marqués de la Frontera, presentado en la sesión anterior por el Sr. M. de la Escalera; D. Manuel Rodrí- guez y López Neira, de Madrid, Licenciado en Farmacia, pre- sentado por el Sr. Lázaro; y D. José Taboada Tundidor, de Ma- drid, y Mr. Dulau, de Londres, que lo habían sido por el señor Bolívar. Se hizo una nueva propuesta de socio. Correspondencia. — El Sr. Secretario de la «Liga Hispano-Ame- ricana de Instrucción popular» envía el programa de esta So- ciedad, y solicita una lista de socios con objeto de darles cono- cimiento de la constitución y fines de esta Liga. Proposiciones. — El Sr. Bolívar dijo que esperaba obtener re- laciones de cambio con algunas sociedades y Museos del ex- tranjero , cuyas publicaciones de grande interés faltan en nuestra Biblioteca, quedando autorizado por la Sociedad para continuar las gestiones necesarias para conseguirlo. Comunicaciones verbales.— El Sr. Escribano, por encargo del Sr. Gredilla, presentó un trabajo de que éste es autor, en el que se describe una nueva especie de Centaurea y con él una lámi- na dibujada con notable perfección por el primero, la cual debe acompañar á dicho trabajo, y que representa la referida nueva especie. T. ni.— Diciembre, 1903. 27 350 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA — El P. Font y Sagué leyó una nota de que es autor, refe- rente al origen geológico de los manantiales termo-minerales de Caldas de Malabella (Gerona). — El Sr. Ramón y Cajal (D. Santiago) expuso sus investiga- ciones, aún inéditas, scbre la existencia de un aparato tubuli- forme en el protoplasma de las células nerviosas y epiteliales de la lombriz de tierra y el procedimiento que había seguido para poner de manifiesto su estructura en las preparaciones, ofreciendo redactar una nota sobre estos asuntos. La Sociedad, por iniciativa del Sr. Presidente, felicitó al se- ñor Ramón y Cajal por sus nuevos descubrimientos que aca- baba de exponer tan brillantemente en su conferencia, que fué escuchada con gran interés por todos los presentes. —El Sr. Cabrera Latorre presentó una Memoria intitulada «Ensayo de Monografía sobre los quirópteros de España», dan- do algunas noticias sobre el estado de los conocimientos en este asunto y sobre las especies nuevas ó raras que se descri- ben en su trabajo, el cual pasó á examen de la Comisión de publicación. — El Sr. Llord y Gamboa ofreció á la Sociedad, con destino á su Biblioteca, un ejemplar de su obra titulada Estudios de Química y Geología hidrológicas, premiada por la Real Acade- mia de Medicina. En ella expone el autor sus trabajos analíti- cos y sus opiniones personales acerca de las aguas minerales. La obra consta de una primera parte dedicada á las consi- deraciones generales sobre las aguas naturales, sus primeras relaciones con la corteza terrestre apenas consolidada, cuer- pos nacidos de este primordial conflicto entre el agua caída de la atmósfera primitiva y aquella costra eminentemente silícea, etcétera, etc. A continuación se clasifican por grupos analíticos todos los cuerpos simples hallados hasta hoy en las aguas, en la forma sig-uiente: I Sección. Elementos básicos. — Metales. Primer grupo. — Metales alcalinos: 1. Sodio. — 2. Potasio. — 3. Amonio.— 4. Litio.— 5. Cerio.— 6. Rubidio. Apéndice: 7. Mag- nesio. Segundo grupo. — Metales alcalino-térreos: 1. Calcio. — 2. Es- troncio.— 3. Bario. Tercer grupo.— Metales tórreos y propiamente tales: 1. Alu- DE HISTORIA NATURAL. 391 minio.— 2. Glucinio. — 3. Titano.— 4. Hierro. — 5. Manganeso. — 6. Zinc— 7. Níquel.— 8. Cobalto.— 9. Talio. Cuarto grupo. — Continuación de los metales pesados: 1. Co- bre.— 2. Plata.— 3. Plomo. Quinto grupo. — Elementos de transición entre las secciones 1.a y 2.a (Elementos semimetálicos y acidificables): 1. Arsénico. 2. Antimonio.— 3. Estaño. II Sección. Elementos ácidos. — Metaloides. Primer gmpo. — A. Elementos generadores del agua: 1. Oxí- geno.— 2. Hidrógeno.— B. Metaloides monovalentes del grupo del cloro: 1. Cloro. — 2. Bromo.— 3. Iodo.— 4. Fluor. Segundo grupo. — Metaloides bivalentes: 1. Azufre. — 2. Se- lenio. Tercer grupo. — Metaloides trivalentes: 1. Nitrógeno. — 2. Ar- gón.— 3. Helium. — 4. Fósforo. — 5. Boro. Cuarto grupo. — Metaloides tetravalentes: 1. Silicio. — 2. Car- bono. La descripción de cada cuerpo simple comprende las siguien- tes partes: 1.a Historia de muchos en breves frases. 2.a Hidrogeognosia, palabra con la que sintetiza el autor el conocimiento de las combinaciones actuales del cuerpo simple en el agua. 3.a Hidrogeogenia, con la que también sintetiza el estudio liidrogeo-químico en la serie de los tiempos; estudio de gran- de importancia que comprende las relaciones de las aguas con los terrenos que atraviesan, lamineralización, termalidad, etc. 4.a La determinación cualitativa por los procedimientos más fáciles y seguros. 5.a La determinación cuantitativa de los que forman clase hidrológica, como el hierro en las aguas ferruginosas, el cloro en las cloruradas, el azufre en las sulfuradas y sulfatadas, etc. Todos los procedimientos de determinación han sido puestos en práctica en el laboratorio particular del autor, habiéndose elegido los más sencillos, exactos y prácticos, dando la prefe- rencia en varios casos á los volumétricos. Después de la descripción anterior, termina el libro con el análisis espectral de las aguas minerales, con todos los detalles necesarios á esta especial investigación. Al final se han añadido, como notas adicionales , las últimas £92 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA novedades aparecidas en el año transcurrido entre la presen- tación y publicación de este trabajo. El Presidente, en nombre de la Sociedad, agradeció ti dona- tivo del Sr. Llord y Gamboa. Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el día 27 de No- viembre del corriente año , bajo la presidencia de D. Carlos Ferrer. Se procedió á la elección de la Junta para el año de 1904, dando el siguiente resultado: Presidente: D. Carlos Calleja y Borja-Tarrius. Vicepresidente: D. Telesforo de Aranzadi y Unamuno. Tesorero: D. Ignacio Tarazona. Secretario: D. Marcelo Rivas Mateos. Vicesecretario: D Rafael Folch y Andreu. El Sr. Turró (D. Ramón) dio lectura á un trabajo titulado «Contribución al estudio de la inmunidad natural». La Sección de Sevilla celebró sesión el 27 de Noviembre de 1903, bajo la presidencia de D. Manuel de Paúl. —El Sr. Presidente, comentando la interesante nota del señor Aterido, publicada recientemente en nuestro Boletín, en lo que toca á las plantas americanas naturalizadas en el Norte de España, recordó otro trabajo de índole parecida, debido al Dr. A. Magnin, «Observations sur la Flore du Lyonnais» en la Sociedad botánica de Lyon (1884), y mencionó después varias especies que se encuentran en el mismo caso en Andalucía, encareciendo la importancia de reunir datos locales sobre na- turalización, para inquirir las causas de su origen y de la muy diversa propagación que alcanzan semejantes especies. —El Sr. Barras, de Huelva, comunica lo siguiente: «En la mañana de hoy 1.° de Diciembre, á las seis y cuaren- ta minutos próximamente, he percibido un temblor de tierra más intenso que el que comuniqué á la Sociedad hace poco tiempo. Fué precedido de un ruido sordo, al que siguió la trepida- ción, la cual me produjo un efecto semejante al que hubiera ocasionado un gran choque contra la parte inferior de la fa- chada de la casa que habito, haciéndola temblar toda; se es- tremecieron fuertemente los cristales, moviéndose los objetos DE HISTORIA NATURAL. 3¡>3 que estaban sobre las mesas y sonando el llamador de la puer- ta de la escalera. La fachada á que me refiero mira al Ponien- te, por lo que calculo que en dirección de éste hacia Levante se transmitía la onda. Sin haberles hecho pregunta alguna, he oído referir á va- rias personas de la ciudad que sintieron el fenómeno á la mis- ma hora con gran intensidad. Algunas otras me han dicho haber notado ligeros movimientos á las ocho y á las once de la mañana del mismo día; pero en esta última noticia solo ha- blo por referencia, consignándola por si acaso se confirmase. La Sección de Zaragoza celebró sesión el 25 de Noviembre de 1903, bajo la presidencia de D. Pedro Ramón y Cajal. — El Secretario dio cuenta de haberse recibido unos impresos para las propuestas, que ponía á disposición de los socios: — El Sr. Ramón y Cajal leyó la continuación de su trabajo so- bre El cerebro de los batracios. Terminada la lectura de las actas de las Secciones, tanto el Secretario como el Sr. Cabrera, bibliotecario interino, presen- taron las Memorias respectivas referentes al estado de la Bi- blioteca en el año que finaliza y al de la Sociedad en general, las cuales se insertarán en el acta de Enero próximo, como es costumbre. El Sr. Tesorero leyó á continuación el siguiente resumen del estado de Tesorería: Estado de los ingresos y gastos de la Sociedad española de Historia natural, desde 1.° de Diciembre de 1902 á 30 de Noviembre de 1903. INGRESOS. PESETAS. Saldo á favor de la Sociedad en 30 de Noviembre de 1902 880,63 Recaudado por cuotas corrientes 4.829 Id. por cuotas adelantadas para 1931 46,50 Id. por cuotas atrasadas, según detalle adjunto 429,50 Id. por venta de publicaciones á varios socios, según detalle adjunto. 373 Id. por gastos cobrados de tiradas aparte 360,80 Total 6.919,43 394 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA GASTOS. pesetís Abonado por papel para el Boletín y los Anales 668 Id. por impresiones y tiradas aparte de los mismos 3.234,Q0 Id. por láminas y grabados 636,20 Id. por haberes del dependiente 480 Id. por gastos de correos y envíos de Boletines y Anales 410,06 Id. por gastos menores y presupuestos de las Secciones 561,12 Total 6.020,18 RESU MEN . Suman los ingresos 6.91 9,43 Id. los gastos 6.020,18 Saldo á favor de la Sociedad en 1.° de Diciembre de 1902. 899,25 A propuesta del Sr. Presidente fueron designados para el examen de dichas cuentas los Sres. D. A. Federico Gredilla, D. Kamón Llord y Gamboa y D. Francisco Viñals y Torrero. Suspendida la sesión por algunos minutos se procedió á la elección de cargos para el año próximo, dando el siguiente re- sultado : JUNTA DIRECTIVA PARA 1904. Presidente: D. José Rodríguez Mourelo. Vicepresidente: D. Salvador Calderón y Arana. Tesorero: D. Ignacio Bolívar y Urrutia. Secretario: D. José María Dusmet y Alonso. Bibliotecario: D. Ang-el Cabrera Latorre. Vicetesorero: D. Antonio García Várela. Vicesecretario: D. Domingo Sánchez y Sánchez. COMISIÓN DE PUBLICACIÓN. D. Francisco de P. Martínez y Sáez. D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Florentino Azpeitia y Moros. COMISIÓN DE CATÁLOGOS. D. Blas Lázaro é Ibiza. D. A. Federico Gredilla. D. José María Dusmet y Alonso. D. Juan Manuel Díaz del Villar. D. Enrique Pérez Zúñiga. D. Ángel Cabrera Latorre. D. José Gogorza y González. DE HISTORIA NATURAL. 395 Notas y comunicaciones. Sobre la existencia de un aparato tubuliforme en el protoplasma de las células nerviosas y epiteliales de la lombriz de tierra D. SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL. La aplicación de un método especial de coloración de las cé- lulas nerviosas nos ha permitido reconocer en las .del Lumbri- cus un plexo de tubos cerrados, sin comunicación con el exte- rior, y homólogos verosímilmente al aparato fibrilar intrapro- toplásmico (retículo endocelidar) hallado por Golgi en las células ganglionares de los mamíferos, y á las vacuolas anas- tomosadas descritas por Holmgren y Studnicka en los gan- glios nerviosos de diversos vertebrados. Según aparece en la fig. 1.a A, el aparato en cuestión reside cerca del núcleo, en aquella abundante porción del protoplas- Fig. 1."— Células ganglionares del Lumbricus. ma celular que forma eminencia en la superficie del ganglio, y se compone substancialmente de un tubo fuertemente vari- coso, es decir, con dilataciones y angosturas, y plegado repetí- S96 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA das veces sobre sí mismo. La longitud y espesor de este con- ducto, así como la complicación de sus revueltas, varían con la dimensión de las células. Recio, larguísimo y formando glomérulo complicado en las grandes, se reduce en las peque- ñas á un tubo fino arrosariado, que describe solamente tres ó cuatro giros arciformes (fig. 1.a C). Las anastomosis son raras y á veces faltan .por completo. En ningún caso los citados tubos rodean enteramente el núcleo, como Golgi, Veratti y Holmgren han representado en los vertebrados. Membrana no parece existir. En ciertas neuronas hemos sorprendido dichos tubos nota- blemente dilatados, como si estuvieran henchidos de líquido; mientras que en otras de igual ó semejante volumen la luz interior se angosta, reduciéndose tanto las porciones delgadas ó intercavernosas que se las percibe con mucha dificultad. ¿Corresponden estas dos formas á fases funcionales del susodi- cho aparato, es decir, á diástoles y sístoles comparables á los de la vesícula pulsátil de los infusorios? Probable parece, mas no seguro. Para resolver este punto, íntimamente relacionado con la significación fisiológica del aparato tubular en cues- tión, son necesarias nuevas investig*aciones. El referido sistema tubular existe, no solo en las células nerviosas gangliónicas de la lombriz, sino también en los cor- púsculos epiteliales del intestino y en algunas glándulas. Pero aquí la disposición es mucho más sencilla, reduciéndose todo á un conductito varicoso que da dos ó tres vueltas sobre sí mismo, y cuyos extremos cerrados y redondeados se perciben con gran claridad (fig. 2.a A). Según se aprecia en la fig. 2.a, el sistema tubular reside también cerca del núcleo , en el polo superficial del p roto- plasma. ¿Comunican los citados tubos con el exterior? Golgi, descu- bridor de este aparato en los mamíferos, opina que constitu- yen una red perinuclear completamente cerrada, y probable- mente un sistema de fibras gruesas anastomosadas ; pero Ret- zius y Holmgren describen y dibujan espacios comunicantes con el exterior, en cuya disposición se fundan para atribuir al aparato en cuestión oficio nutritivo y circulatorio. En nuestros preparados del Lumbricus (células nerviosas é intestinales)ja- más se observan semejantes conductos exteriores; pero en el DE HISTORIA NATURAL. 397 intestino de las hirudíneas, donde los tubos intraprotoplás- micos afectan mayor sencillez, nos ha parecido ver una prolon- gación descendente desembocada en la capa conjuntiva sub- yacente. Todo podría concillarse si supusiéramos que el refe- rido sistema lacunario, á la manera de la vesícula pulsátil de los protozoarios, solo se abre en el exterior durante ciertos Fig. 2. «-Células epiteliales del intestino del Lumbricus. momentos funcionales (sístole), esto es, cuando expulsa su contenido á través del protoplasma, cerrándose inmediata- mente la desgarradura de éste y manteniéndose la comunica- ción durante la pausa larguísima del diástole. De todos modos, esto no pasa de ser una conjetura que necesita, para adquirir categoría de explicación, apoyarse en mayor número de ob- servaciones. El aparato tubular que nos ocupa, así como las neurofibrillas del protoplasma nervioso (de que no tratamos por ahora, reser- vando el tema para una extensa Memoria), se impregnan selec- tivamente y con absoluta claridad mediante el siguiente mé- todo de coloración: 1. Trozos de lombriz ó de sanguijuela que no pasen de 3 á 4 mm. de espesor, se someten durante dos á cinco días y al calor de la estufa (de 35 á 40 centg.) á la acción de esta solución argéntica: 398 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA Nitrato de plata 1,5 gramos. Agua destilada 100 — El líquido debe ser abundante y no muy numerosas las pie- zas, á fin de que no se empobrezca demasiado el reactivo. Pue- den usarse también con provecho, en ciertos casos, soluciones más concentradas (3 hasta 6 por 100) ó más diluidas (0,75 por 100). 2. Previo lavado por algunos segundos en agua destilada, para arrastrar el exceso de plata de la superficie de las piezas, se trasladan éstas al siguiente líquido reductor: Acido pirogálico 1 gramo. Formol 5 á 10 » Agua destilada 100 » donde permanecerán veinticuatro horas. 3. Tras un lavado rápido, llévanse las piezas primero al al- cohol de 36°, después al absoluto. Luego se incluyen en celoi- dina, se reducen á cortes finos (que no deben teñirse ulterior- mente) y se montan en damar ó bálsamo, como las prepara- ciones comunes. Al examen micrográfico (convendrá emplear el objetivo apocromático 1,30 de Zeiss) aparecerán los tubos antes descri- tos, coloreados de pardo ó café obscuro, destacando muy bien sobre un fondo incoloro ó algo amarillento. La reacción se ex- plica, admitiendo que los conductitos contienen algún albu- minoide ó cloruro que en presencia del reactivo forma una combinación argéntico-orgánica fácilmente reductible. Añadamos, para terminar, que el citado método tifie muy bien los núcleos, así como el protoplasmade las fibras muscu- lares y de muchos elementos glandulares; pero la reacción más valiosa es la recaída en las neurofibrillas, que se presentan impregnadas de rojo ladrillo ó .de color café. Sin embargo, es- tos filamentos, por una singularidad del método, no se colo- rean en la lombriz con la constancia que en la sanguijuela, y sobre todo, que en los crustáceos y gasterópodos, donde se ob- tienen espléndidas preparaciones del armazón protoplásmico y terminaciones nerviosas. En los vertebrados tiene la ventaja de impregnar las neurofibrillas, tanto del embrión como del adulto, y la no menos valiosa de colorear las arborizaciones nerviosas pericelulares. DE HISTORIA NATURAL. 399 Contribución al estudio de la inmunidad natural POR DON RAMÓN TURRÓ. I. Nuestros conocimientos relativos á la inmunidad son, en tesis general, reductibles á dos puntos capitales: al poder bac- tericida del suero sanguíneo y al fag-ocitismo. Las propiedades bactericidas del serum respecto al Baciüus Anthracis fueron descubiertas, como es sabido, por Von Fodor, y ampliamente estudiadas por Nuttall. Buchner las atribuye á substancias zimóticas, disueltas en el serum, á las que deno- mina a l 'exinas. Behring y Nissen demostraron que el serum no es bacteri- cida para todas las especies bacterianas; su potencialidad es también variable según la especie del animal de que procede. Así, el suero del conejo es intensamente bactericida para el virus carbuncoso, y no lo es el deL^perro, que es refractario á ese virus. Metchnikoff, por su parte, al descubrir la propiedad de los leucocitos de absorber y digerir en el seno de su protoplasma las bacterias, halló uno de los medios con que cuenta el orga- nismo para defenderse. Mas como ese descubrimiento prece- dió alg-unos años al de Fodor y Nuttall, y la teoría fag-ocitaria contaba ya á la sazón con numerosos adeptos, se supone que las alexinas del serum proceden de los leucocitos, bien por fagolisis, bien por secreción. Sea como quiera, los factores que hoy se conocen de un modo absolutamente cierto como agen- tes únicos de la defensa org*ánica son: de una parte las alexi- nas del serum y de otra los fagocitos. Se supone que no hay otros, pues no se conocen; mas esta suposición es una hipóte- sis no demostrada experimentalmente , pues nadie se ha to- mado el trabajo de comprobar si el jug*o tiroideo, el muscular, las maceraciones de pulpa esplénica, etc., digieren el B. An- thracis como lo funde el serum sanguíneo. Hasta que Von Fodor y Nuttall experimentaron la acción del serum, se creía ciegamente que el agente destructor de las bacterias con que 400 boletín de la sociedad española contaba únicamente el organismo era el leucocito; mas cuan- do el mundo sabio, dominado por la preconcepción imperante, llegó á fijarse, muy tardíamente por cierto, en la excepcional importancia que revestía el hecho descubierto por el discípulo de Flügge, se comprendió que eran más poderosos de lo que se suponía los medios con que cuenta el organismo para de- fenderse. Pues bien, de mis trabajos resulta que estos medios son incomparablemente mayores de lo que actualmente se cree: no son únicamente el serum y el leucocito los únicos aptos para atacar la bacteria infectante; lo son á la vez, en mayor ó menor escala, todos los plasmas celulares, á condi- ción de que se hagan solubles, y por ende activas las alexi- nas que contienen. En mi primera Memoria sobre este asunto, publicada en 1900 (1), se hace constar, que purgando el plasma sanguíneo de suero y reduciéndolo á materia soluble en el vacío, bien por la acción prolongada de la tripsina, por la bilis, ó bien por autolisis espontánea, adquiere una facultad bacteriolítica in- comparablemente superior á la del serum. Por aquella fecha mis ideas no estaban todavía claramente definidas; nuevos v más serios trabajos, publicados al principiar el año 1902 (2), rae demostraron que el jugo tiroideo y el muscular, obtenidos por medio de la prensa, digerían en corto tiempo la cuarta parte de su peso de B. Anthracis jóvenes. Los plasmas que se coagulan instantáneamente no acusan en este estado po- der bacteriolítico alguno, mostrándose inactivos; pero ma- chacando el epitelio renal, las cápsulas suprarrenales, el híga- do, el bazo, los ganglios linfáticos, etc., hasta obtener una pulpa fina, y macerándola luego en tres ó cuatro veces su peso en agua salina al 1 por 100, se comprueba que ceden al agua de maceración una cantidad prodigiosa de alexinas (como la mucosa gástrica cede al agua clorhídrica la pepsina), pues en veinticuatro horas llegan á digerir hasta la mitad de su peso de B. Anthracis (3). Por todos estos experimentos, que muchos sabios me han (1) R. Turró: Zar Bukterienverdaung.—Centralblat.j: Bakt., etc., B. d. xxvm, 1900, pág. 1"¡3. (2) Zar Baltterienverdaung .—Centralblat. f. Bakt., etc. 1902, núm, 2. (3) R. Turró: Digestión des badenes. —Rev. Vétérinaire. Tolouse, 1902, pág. 688. DE HISTORIA NATURAL. 101 honrado comprobándolos, se ve claramente que la materia orgánica contiene substancias que al hacerse solubles atacan las bacterias, y que las propiedades bactericidas del serum y de los leucocitos no son exclusivas de este humor ó de estos elementos histológicos, sino que revisten caracteres generales, siendo inherentes á la materia viva. Basta hacerlas solubles para que in miro acusen su actividad de un modo maravi- lloso. En mi Memoria 2.a dejé demostrado que el vitellus del hue- vo de gallina no muestra energía bacteriolítica mezclado con B. Anthracis; todo lo más llega á granular su protoplasma y fragmentarlo al cabo de tres ó cuatro días. Mas si ese vitellus se bate íntimamente con la clara, añadiendo el 2 por 100 de fluoruro sódico para evitar que se pudra, se observa que una parte densa se retrae y precipita al fondo, mientras que unas tres cuartas partes de la masa total queda líquida y se clari- fica de día en día hasta alcanzar una transparencia perfecta. Ese líquido, de color ambarino, que por darle un nombre llamo oviseriiiii , posee un poder bacteriolítico extraordinario al cabo de veinte ó treinta días. En dos ó tres días á 37° C. digie- re la mitad de su peso de B. Anthracis que precipitan al fondo como una mucosidad amorfa, grisácea, adherente y que forma hebras; decantado el oviserum resulta todavía ac- tivo para una segunda y tercera digestión , como si sus alexi- nas fuesen inagotables. Por toda esta serie de observaciones, recogidas durante el transcurso de cuatro años en el laboratorio de la Academia, se descubre que las alexinas no son en realidad substancias nativas ó propias del serum: su origen es celular y proceden de los plasmas orgánicos que viven macerados en ese líquido alcalino, de composición fundamentalmente salina, que obra sobre ellas como su disolvente natural el llamado suero san- guíneo (1). El agente infectante lo mismo puede ser digerido en el serum, que en otro líquido bactericida, que en el seno de un plasma vivo, llámese leucocito, epitelio ó fibra muscular, (1) ürsprung und Beschaffenheit der Alexine. — ~R. Turró: Berliner Klin. Wochen- sr.hr. 1903, núm 36.— Origine et nature des alexines .—Journal de Physiolog. Paris, Sep- tembre. 402 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA á condición de que sus alexinas sean solubles, que es como decir activas. En el proceso, pues, de la inmunidad natural intervienen mayor número de factores de los que supone la teoría humoral , la teoría vitalista ó fagocitaria y la teoría ecléctica que hoy impera. II. La inmunidad natural no debemos tomarla en su sentido absoluto, sino en el relativo. El hombre, por ejemplo, es más refractario ú la pneumonía que el conejo; el carnero lo es al carbunco más que el conejo, y éste á su vez más que el cobaya. Todos estos animales oponen una resistencia mayor ó menor á la proliferación del B. Aníhracis: ninguno de ellos se com- porta como un matraz de caldo. Pues bien, nosotros entende- mos por inmunidad natural el grado de resistencia, sea cual fuere, que una especie ó los individuos de esta especie oponen á una infección dada. Esto sentado, si sumásemos á esta acción una substancia dotada de una g*ran energía bacteriolítica, como el ovisemm, tal vez crecerían sus medios de defensa. Tal fué la primera idea que se nos ocurrió para reforzar ar- tificialmente la inmunidad natural. Para llevarla al terreno experimental nos fué preciso ante todo oziserum puro y asép- tico, operación más difícil en la práctica de lo que parece. A. Pnparación del oviserum aséptico — Se esterilizan dos ó tres docenas de matraces de 50 c. c. y de cuello ancho. La cas- cara de los huevos se lava con algodón empapado en agua ca- liente., y cuando están limpios de toda materia adherida se sumergen durante una hora en un baño de alcohol absoluto. Se rompen por uno de sus polos y se vacían uno en cada ma- traz y se agita con fuerza hasta mezclar íntimamente la clara con la yema. Se dejan en la estufa, regulada á 35° C, veinte ó treinta días, durante cuyo tiempo precipita al fondo una materia densa y semisólida separada de un líquido limpio, que flota encima, llevando en disolución gran cantidad de ■riteUus; ese líquido es la materia inyectable, ó sea lo que lla- mamos oviserum. Cuando la operación no sigue el curso des- crito y la masa se coagula ó bien se enturbia, es señal evi- dente de que se pudre, y se desecha el matraz en que esto DE HISTORIA NATURAL. 403 ocurra. Los restantes no pueden considerarse como absoluta- mente asépticos si no se ensayan previamente en un conejo ó cobaya á la dosis de 5 g. B. Efectos inmediatos de la inyección subcutánea de oviserum en los conejos. — Si á un lote dado de conejos les inyectamos 5 g. de oviserum diarios bajo la piel, durante tres días seguidos, di- luidos previamente en 15 c. c. de agua destilada ó de suero artificial, los animales los soportan bien sin perder el apetito, ni acusar fiebre, y sin que el pulso y los movimientos respira- torios se aceleren ó retarden. Si al cuarto día se les inocula cultivo de B. Antkracis, á pesar de que sus humores llevan en disolución una substancia que ensayada in vitro resulta ser muy bacteriolítica y que sus tejidos deben estar impreg- nados de la misma, mueren de bacteridemia antes que los testigos; mas si se dejan en reposo durante un período míni- mo de diez á doce días y se les inocula después el virus, se observa que todos ellos mueren con un retardo de nueve á diez y siete días respecto de los testigos. El experimento, á más de curioso, es muy instructivo; pues nos demuestra que la resistencia nativa del conejo respecto de la infección carbuncosa no se suma inmediatamente con la propiedad bacteriolítica del oviserum, antes bien, se deprime la primera y sucumbe aquél más rápidamente. Ocurre con el oviserum lo mismo que con los productos solubles de los mi- crobios. Inyectados á dosis repetidas, ni previenen ni curan la infección: la precipitan. Mas dejando transcurrir entre la in- yección de esos productos y la inoculación del virus un plazo determinado, se observa que vacunan. Es evidente que existe una analogía profunda entre las vacunaciones químicas y el re- tardo que obtenemos respecto del carbunco con las inyecciones subcutáneas de oviserun. No son tan inofensivas las inyecciones intravenosas de ovi- serum como las subcutáneas; mas tomando la precaución de disolverlo en diez veces su peso de agua salina, se obtienen los mismos efectos retardadores que por la vía hipodérmica. He ensayado también la vía rectal, porque era importante averi- o-uar si el oviserum mezclado con la rica flora microbiana in- testinal perdía sus propiedades, bien por coagularse, bien por alterarse su composición. Inyectado en el recto lo escupe aun cuando se haya limpiado previamente con un enema salino y 101 boletín de la sociedad española se le haya añadido láudano; mas inyectándolo por medio de una cánula á unos 10 cm. de altura, retiene bien 10 graT mos de oviserum diluido en 30 ó 40 de agua. Como se ten- ga la seguridad de que haya sido absorbido, la inoculación del virus á los diez días acusa un retardo de otros muchos en la explosión de la bacteridemia. Es de advertir que las inyec- ciones repetidas de oviserum por la vía intestinal determinan en los conejos unas entero-colitis bastante graves; no aconse- jamos, pues, que se repitan, pues basta un solo enema de 10 c. c. convenientemente dilatado en agua, para demostrar nuestro aserto, con tal que se absorba. C. Influencia de la dos?.'; de oviserum. — A primera vista pa- rece que á mayor dosis de oviserum inyectado debiera corres- ponder mayor retardo en la muerte del conejo; mas no sucede así. A un lote de conejos se les inyectó en dos días 20 g.: á otro lote en una sola vez 10 g., y á otro lote se le inyectó solo 5 g. Transcurrido el plazo de doce días se les inoculó á todos ellos una gota de virus carbuncoso de un día, cultivado en cal- do. Todos ellos murieron con un retardo, respecto de los dos testigos, de quince á veintidós días sin que pudiese apreciarse que la dosis mayor influyese en el resultado; el último que mu- rió al cabo de veintidós días de haber sucumbido el testigo, había sido inyectado con solo 5 g. Cuando se inyecta un lote de conejos con 5 g. de oviserum se les deja en reposo durante seis días, y al cabo de ellos se les inyecta cada día 5 g. hasta llegar al día diez; esas nuevas va- cunaciones obran como una causa perturbadora. En efecto: en ese lote, al serle inoculado el virus, unos mueren con un día ó dos de retraso y los más sucumben poco más ó menos como los testigos, mientras que los conejos inyectados de una sola vez con 5 ó 10 g. ofrecen un retraso de quince á veintidós días, se- gún selia, visto anteriormente. A pesar de todos los cuidados, me ha sucedido algunas veces que la inyección de 5 ó 10 g. de oviserum ha determinado en los conejos una infección purulenta, que á veces se ha circuns- crito en un simple absceso y otras se ha agravado hasta deter- minar la peritonitis. Caso de que el animal no haya sucumbi- do, siempre he comprobado que esas infecciones intercurren- tes, leves ó graves, han obrado como una causa perturbadora respecto á la acción bienhechora del oviserum. Si han sido le- DE HISTORIA NATURAL. 405 ves, retardan poco la muerte del animal al inoculárseles el vi- rus; mas si son ó han sido graves, llegan á morir antes que los testigos. La dosis de 5 g. de oviserum por kilogramo basta para oca- sionar en el conejo el considerable retardo de que venimos hablando. La dosis mínima de un 1 g. no determina efectos ostensibles; mas con 2,50 g. ya he obtenido retardos de seis á • siete días. Del conjunto de estos experimentos se desprende que el ovise- rum retarda notablemente la infección carbuncosa en los cone- jos; prolonga el período de incubación, pero no se ha reforzado su inmunidad hasta el punto de poder destruir ó atenuar los gérmenes de modo que resista á su acción. Mas nosotros pode- mos reforzar la resistencia del animal de la siguiente manera. Se inyecta á un lote de conejos 5 ó 10 g\ de oviserum; transcu- rridos los diez ó doce días de reposo, á todos ellos se les inocula una gota de virus; á los cuatro días se les inyecta otra vez 1 gramo de oviserum diluido en agua salina, operación que se repite una tercera vez en las mismas condiciones. El experi- mento da los siguientes resultados: en algunos individuos la inyección de oviserum parece ser la causa determinante de la' explosión de la bacteridemia; pero la inmensa mayoría resis- ten á esa acción deprimente, se acrecientan sus energías de- fensivas y no mueren. Nosotros conservamos cuatro conejos que hace cerca de tres meses sobreviven á los testigos; es de suponer que no morirán ya por haberse extinguido en su organismo la virulencia ó la vitalidad de los gérmenes car- buncosos. D. Transformación y eliminación del oviserum. — Vemos por los experimentos descritos que el oviserum incorporado al co- nejo no refuerza su inmunidad hasta un plazo de diez ó doce días, y que ese refuerzo puede aumentarse por medio de in- yecciones sucesivas. Parece, pues, lógico suponer que queda algo integrado en el organismo que aumenta su potencia bac- teriolítica; mas ese algo es transformado por el metabolismo nutritivo y acaba por ser eliminado, no disponiendo entonces el animal para defenderse mas que de sus fuerzas naturales. Si inyectamos un lote de conejos con 5 g. de oviserum, y en vez de inocularles el virus á los doce días esperamos á que transcurran treinta, observamos que en casi todos ellos estalla T. ni.— Diciembre, 1903. 28 406 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA la bacteridemia sin retrasos apreciables, lo que inclina á creer que la propiedad vacunificante del oviserum se ha anu- lado transformándose en el seno del organismo. E. Interpretación de los hechos.— Reflexionando sobre lo ex- puesto se obtiene la convicción de que.el oviserum vacuna, si- quiera sea temporalmente, á los conejos, á condición de que se integre en los plasmas; mientras corre y se difunde por los humores circulantes no aumenta sus resistencias; mas cuando transcurre un período de reparación fisiológico, merced al cual esta materia albuminoide puede pasar á formar parte viva de las células, entonces es cuando empieza á acusarse el estado refractario. Toda causa que perturbe semejante movimiento fisiológico perturbará á la vez la aparición del estado refrac- tario resultante de la nutrición de las células. Así se explica que á mayor dosis no corresponda mayor inmunidad; así se explica también que la duración del estado refractario varíe según los individuos. Y puesto que asimilar no es incorporar pasivamente los elementos del medio ambiente, sino transfor- marlos en substancia propia según las propiedades especiales de cada plasma, se explica también que la vacunación sea pa- sajera por la transformación y eliminación subsecuente de la substancia vacunificante. La inmunización, pues, de los cone- jos por el oviserum parece ser el resultado de un acto de nu- trición celular. Ahora bien: supuesto que esa substancia vacu- nificante contiene enzimas bacteriolíticos de tan extraordina- ria energía, es natural suponer que no se hayan anulado es- tas propiedades al integrarse en los plasmas, y que de consi- guiente se haya aumentado el poder bacteriolítico intraorgá- nico mediante'esa suma ó síntesis de factores, y de ahí el acre- centamiento del estado refractario. Nuestra hipótesis jurare mm razonamiento; pero reflexionándolo bien se ve que se despren- de del conjunto de hechos que hemos expuesto, de un modo natural y espontáneo. La resistencia á una infección — inmu- nidad natural— es debida á la acción bacteriolítica de los plas- mas y los humores, que es como decir á su nativo poder bacteriolítico; la vacunación supone un aumento de esta po- tencialidad, y si nuestra hipótesis es cierta, debe resultar que todas las substancias que invitro son bacteriolíticas, inyecta- das al organismo deben vacunar ó acrecentar el estado refrac- tario con tal de que conserven esas propiedades zimóticas al DE HISTORIA NATURAL. 407 integrarse en los plasmas. Así suGede con el oviserum, como si t nuestra hipótesis fuese verdadera. III. El ensayo de todos los plasmas solubles cuyo poder bacte- riolítico llevo demostrado ín vitro, resulta un trabajo prolon- gadísimo y superior á los modestísimos medios de que dispon- go. Actualmente experimento algunos, pero no puedo adelan- tar conclusiones, no sancionadas todavía, mas que sobre el jugo esplénico, y aun estas incompletas y deficientes; si las anticipo en este trabajo es porque el hecho fundamental del retraso está plenamente comprobado. A. Preparación del jugo esplénico.— Indistintamente lo pre- paro con bazo de buey ó carnero. Extraído del animal recién sacrificado, con todas las precauciones asépticas, se corta la pulpa con una tijera y los trozos se machacan en un mortero hasta reducirlos á pasta. De esta pasta se hacen preparaciones, porque me ha sucedido varias veces hallar cocus, á pesar de que la res al parecer estaba sana, que han anulado los experi- mentos infectando ligeramente los conejos. Se añaden cuatro ó cinco veces su peso de agua salada, se mezcla íntimamente y se deja en reposo unos treinta minutos. El agua de macera- ción, de color rojo y limpia que nota encima de la pulpa preci- pitada en el fondo del mortero, está dotada de un gran poder bacteriolítico, pues en veinticuatro horas digiere la mitad de su peso de cultivos jóvenes de tí. Anlhracis á la temperatura de 37° C. El contacto del aire destruye esta propiedad á poco que se prolongue. B. Efectos de la inyección subcutánea del liquido de la mace- ración ésplémca. — Son análogos los efectos inmediatos á los de la inyección de oviserum. Las dosis macizas, 10, 20 g. y la inoculación del virus un día. dos, tres, cuatro y cinco después de las inyecciones, no retrasan la muerte de los conejos, antes bien la precipitan respecto de los testigos. Mas la inyección de 10 g. de una sola vez y durante un período de reposo fisioló- gico transcurrido antes de la inoculación del virus, determina á partir de los ocho días un retraso notable, que no quiero pre- cisar en este trabajo, porque el lote de conejos inyectados es solo de seis, y no es posible sacar conclusiones aproximadas de 408 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA tan exiguo número. Me limito á anticipar por ahora que se obtiene un retardo, y esto basta para mi objeto. El ensayo de otros jugos orgánicos, como el que nos ocupa, el jugo tiroideo y el jugo fresco de carne, por ejemplo, resulta más accidentado que el del oviserum; constituye por sí un problema tan vasto y complejo, que en el momento actual no me es dable adelantar mas que una conclusión: y es que real- mente refuerzan la energía bacteriolítica intraorgánica, pero cada uno de ellos de un modo especial. Me reservo , pues, para otro trabajo más amplio y completo en que rectificaré algunas conclusiones imprudentes que adelanté en la Reme Vétérinaire de Toulouse (1902). IV. La maceración de la pulpa esplénica en agua destilada no resulta tan bacteriolítica como en el agua salada al 7,50 por 100 ó al 1 por 100. Lo propio sucede con la pulpa renal, hepá- tica, ganglionar, etc. El hecho que Buchner descubrió en las alexinas del suero sanguíneo debe hacerse extensivo á todas las alexinas de los plasmas. Ahora bien: macerando la pulpa esplénica en el vacío y recogiendo el agua de maceración, se observa que al renovar el agua salada á la pulpa al cabo de tres ó cuatro horas, esta segunda maceración, ensayada in vi- tro con raspados de cultivos de B. Anthracis, resulta todavía activa. En una tercera maceración más prolongada comproba- mos aún una energía bacteriolítica notable. El hecho nos de- muestra que las alexinas son inagotables en el protoplasma y hasta nos inclina á creer que las alexinas no existen como cuerpos aislables y definidos, sino como una propiedad inhe- rente á la constitución química de la materia viva, pues á me- dida que un plasma se disuelve, su poder bacteriolítico (alexi- na) se pone de manifiesto y no se agota, al abrigo del aire, hasta que se agote toda la substancia soluble que el plasma contiene. Ahora bien: si nos fuera dable hacer solubles una parte si- quiera de esas enormes reservas con que cuenta el organismo para defenderse, reservas potencialmente bacteriolíticas, po- dríamos solo con esto reforzar la inmunidad natural. . Esta idea teórica nos inspiró los experimentos que vamos á exponer. DE HISTORIA NATURAL. 409 Se inyectan á dos conejos hermanos, de igual peso aproxi- madamente y del mismo pelo, 5 g\ de agua salada al 7,50 por 100 durante tres días seguidos. Otros dos en las mismas con- diciones se les inyecta el ag-ua con cloruro sódico al 3 por 100. Al cuarto día son inoculados todos con testigos con el virus carbuncoso y mueren sin denunciar ningún retraso aprecia- ble. El mismo experimento y con idénticos resultados negati- vos se repite elevando la dosis de agua inyectada hasta 20 g. diarios. Entonces, reformando el experimento, inyectamos de una sola vez á dos conejos, elegidos según las condiciones in^ dicadas, 50 g. de agua salina al 7,50 por 100, y á otros dos la misma cantidad concentrada al 3 por 100; transcurridas vein- ticuatro horas exactas, é inoculados con virus, pudimos apre- ciar un retraso de diez á catorce horas respecto de los testigos. El experimento se repitió de la misma manera y con solo la variante de inyectar de una vez 100 g. de agua salada al 7,50 por 100 y al 3 por 100, con la idea de comprobar si el retraso se acentuaba. Mas entonces ocurre un hecho extraordinario al que yo no daba crédito ni nadie se lo dará hasta haberlo com- probado: los conejos inyectados no mueren de bacteridemia, mientras los testigos sucumben entre las cuarenta y dos y cuarenta y cinco horas de la inoculación. La observación repetida de este fenómeno, de apariencia verdaderamente milagrosa, demuestra: 1.°, que la dosis de cloruro sódico no influye en su aparición; basta la solución al 7,50 por 100; 2.°, que la cantidad de este agua salina debe ele- varse á 100 g\ para inmunizar 1 kg. de conejo, al cabo de vein- ticuatro horas, contra la inoculación de una gota de virus mortal. La inyección de 100 g. de ag*ua salina y la inoculación si- multánea de virus no retarda la explosión de la bacteride- mia aun en el caso de inyectar cada ocho horas 20 g. más. Cuanto perturbe la normalidad funcional del organismo per- turba á la vez la acción inmunizante del agua salada. Así, una inyección de agua salada séptica que encienda lig-era fiebre, la inyección de 1 g\, 1,50 g. y 2 g. de alcohol diluido y hasta el agua eterizada ó cloroformizada, bastan para que el carbun- co estalle con ó sin retardo, seg'ún haya sido la perturbación. La acción inmunizante del agua salada, tan poderosa que basta á extinguir la vitalidad de los gérmenes inoculados, es 410 boletín de la sociedad española pasajera, sumamente fugaz. Desaparece entre las veinticuatro y cuarenta y ocho horas de la inyección. Se sabe que las inyecciones salinas estimulan la fagocitosis; pero solo por este factor no es razonablemente explicable el fenómeno. El poder bacteriolítico del conejo aumenta tan po- derosamente en las inyecciones salinas que se comporta ante el B. Anthracis como si fuera un animal refractario. Parece, pues, que dichas inyecciones han obrado sobre sus plasmas tal como obran en las maceraciones de la pulpa esplénica, di- solviendo una buena cantidad de alexinas de reserva, esto es,. haciéndolas activas súbitamente y aumentando por ende la potencia defensiva ó bactericida del organismo. conclusiones. 1.a Llamamos oviserum al producto resultante de la solución del mtellus del huevo de gallina en la clara del mismo. En el espacio de veinte días á un mes adquiere, ensayado in vitro, un poder bacteriolítico tan grande que digiere el cuarto de su peso de cultivos de B. Anthracis, sin que por esto se haya ago- tado su energía, que antes bien la conserva para una según - da y tercera digestión. 2.a La inyección subcutánea de 5 ó 10 g\ de oviserum k un lote de conejos repetida durante tres días seguidos, y la in- oculación al cuarto día de una gota de virus carbuncoso, ace- lera la muerte del animal respecto de los testigos; mas -la in- yección de 5 g\ por kilogramo de una sola vez y la inoculación del virus á los diez ó doce días después de la inyección, retra- sa la muerte de los conejos de nueve á diez y siete días respec- to de los testigos. 3.a La inyección intravenosa de 5 g. de oviserum dilatados en 45 g\ de agua destilada determina los mismos efectos; los enemas de 10 g. de oviserum en 40 de agua retardan la ex- plosión de la bacteridemia, á condición de que se hayan ab- sorbido. 4.a Las dosis de 5 g. de oviserum por kilogramo de conejo basta para obtener el indicado retardo; una dosis mayor no lo aumenta; 2,50 g. retrasan la muerte desde cinco á nueve días: 1 g. no produce efectos claramente apreciables. 5.a Cuanto perturbe la normalidad funcional del conejo DE HISTORIA NATURAL. 411 inyectado con 5 g. de oviserum durante el período de reposo fisiológico que media entre la inyección y la inoculación del virus, mengua ó anula la acción inmunizante del oviserum. 6.a La acción inmunizante del oviserum no se manifiesta hasta tanto que ha sido integrado en los plasmas orgánicos me- diante un proceso de asimilación. Su poder bacteriolítico su- mado, mediante una síntesis fisiológica á la de las alexinas que nativamente contienen esos plasmas, parecen ser la causa de la mayor resistencia que adquieren los conejos para el virus carbuncoso. 7.a La pulpa esplénica, macerada en agua salada al 1 por 100, surte en los conejos efectos análogos á los del oviserum. 8.a La inyección por kilogramo de conejo de 50 g. de agua salada, al 7,50 por 100 y la inoculación de una gota de virus carbuncoso al cabo de veinticuatro horas, retrasa de diez á catorce horas la muerte de los conejos respecto de los testigos. La inyección de 100 g. y la inoculación dei virus á las veinti- cuatro horas determina un fenómeno extraordinario: los co- nejos no mueren de bacteridemia. La acción del agua salada es fugaz desapareciendo entre las veinticuatro y las cuarenta y ocho horas. Origen geológico de los manantiales termo-minerales de Caldas de Malavella (provincia de Gerona) DON NORBERTO FONT Y SAGUÉ, PRESBÍTERO. Los manantiales de Caldas de Malavella emergen del suelo á una temperatura de 58°, muy superior á la media anual de la localidad que acostumbran á tener las fuentes superficiales; son, por lo tanto, fuentes termales, y como sucede á la mayoría de las comprendidas en este grupo que deben al calor que po- seen, y quizá también á la intervención de emanaciones inter- nas, la facultad de tener en disolución ciertos principios mi- nerales activos, son además fuentes minerales. El carácter de las fuentes termales consiste en realizar su emergencia, no en la unión de dos capas de terreno, una per- meable y otra impermeable, sino por grietas de la corteza te- rrestre. De manera que estas grietas deben ser consideradas 412 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA como canales por donde ascienden manantiales de origen des- conocido, formados en las cavidades de la corteza por la re- unión de infiltraciones, á las cuales las grietas de los terrenos han permitido penetrar hasta grandes profundidades. Una particularidad distintiva de las fuentes termo-minera- les es la constancia de su temperatura independiente de las variaciones meteorológicas; cosa fácil de comprender, pues cuanto más profundo es un depósito mejor se sustrae á las va- riaciones de las condiciones externas. Esto mismo explica el porqué la temperatura de semejantes manantiales, así como la naturaleza y proporción de sus elementos disueltos, es siem- pre constante, á menos que un terremoto ú otro fenómeno g-eo- dinámico venga á turbar la estabilidad del suelo. Siendo el hecho dominante en las fuentes termales su ele- vada temperatura, importa tener una idea de la causa que produce este exceso de calor. Dos son las teorías que tratan de explicarla: la que considera á dichas fuentes como manifesta- ciones eruptivas y la que las cree solamente un fenómeno ge- neral de la circulación de las aguas superficiales combinado con el de la geotérmica. Lo cierto es que los manantiales de esta clase están á veces íntimamente relacionados con las ma- nifestaciones de naturaleza volcánica; pero en otros casos el manantial emerge en un terreno dislocado, es verdad, si bien muy alejado de todo centro activo y con una temperatura que no supera á la de las capas profundas del macizo de montañas del que puede provenir. Para saber á qué clase de las dos pertenece una fuente ter- mal dada, no puede aducirse como argumento ni la mayor ó menor constancia de su producto, ni su temperatura más ó me- nos elevada, pues en una fuente geotermal estos dos términos llegan á veces á su máximo. Pero es permitido pensar que, cuando una fuente muy caliente emerge en un terreno poco accidentado, debe su calor á la intervención de un foco activo. De la misma manera, cuando el manantial está cargado de gas, especialmente ácido carbónico, y más princialmente gas sulfuroso, la influencia volcánica es más que probable. Con todo, no hay en ello criterio absoluto. Sentados estos datos de carácter general cabe preguntar: Los manantiales de Caldas de Malavella, ¿son una manifesta- ción volcánica ó un simple fenómeno geotérmico? DE HISTORIA NATURAL. 413 Nosotros opinamos lo primero, tanto por ser este el criterio que en la ciencia domina en punto á los manantiales que con- tienen ácido carbónico libre, como por la naturaleza geológica de los terrenos donde emergen los manantiales de que nos ocupamos. «En cuanto á las fuentes carbonatadas, con ácido carbónico libre, dice Lapparent en su Géologie, se puede hacer constar que, salvo insignificantes excepciones, todas están localizadas en las regiones volcánicas terciarias ó recientes, como la Au- vernia, Bohemia, Cárpatos, Apeninos.» «En los países volcánicos las emanaciones de gas ácido car- bónico, solo ó disuelto en las aguas, son como el último es- fuerzo de la actividad volcánica, ha dicho Humboldt en su Cosmos. Pues bien, añade Rubio en su Tratado completo de Jas Fuentes minerales de España, de las 26 fuentes de agua ag*ria ó acidulada por el ácido carbónico que citamos, 23 se encuen- tran en la región volcánica del campo de Calatrava y las otras tres en la región volcánica de Castellfullit de Gerona.» Daubeny y Brogniart aseguran que las aguas más calientes son las asociadas á los volcanes más modernos, después las de los volcanes apagados, y por último, las de los terrenos pri- mitivos. La naturaleza geológica del terreno viene también en favor de nuestra opinión, pues los manantiales de Caldas emergen cerca, y quizás en el mismo punto de contacto del basalto con el granito. Respecto á este punto véase lo que opina el distin- guido ingeniero de minas D. Luís M. Vidal en su Memoria Aguas termales de Caldas de Malavella: «Si el examen geológi- co del terreno no diera como legítima consecuencia la co- nexión de estos manantiales con los fenómenos volcánicos de que la comarca ha sido teatro, lo daría la comparación de to- das las circunstancias que concurren en ellos, con las que se observan en los otros manantiales tan celebrados y tan estudia- dos ya, como son los de Vichy, que se encuentran en la anti- gua provincia francesa, denominada La Auvernia, país clásico para el estudio de los volcanes extinguidos, de cuyo suelo, sobre todo en las cercanías de éstos, salen una multitud de manantiales minerales y termales y de emanaciones g'aseosas.» Ya volveremos á insistir en los puntos de contacto que existen entre los manantiales de Caldas de Malavella y los de Vichy. 414 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Daubrée, en su célebre obra Les eaux souterraines á Vépoque actuelle, dice también: «Los volcanes, aun cuando no hayan hecho erupción después de los tiempos históricos y sean con- siderados como apagados, son con frecuencia asiento de fuen- tes termales, resto de su antigua actividad. Lo mismo ocurre con las rocas volcánicas, tales como los basaltos y traquitas, más antiguas todavía, y cuya edad se remonta con frecuencia á la época terciaria media. La frecuencia de esta asociación ha sido desde mucho tiem- po señalada por Leopoldo deBuch, Berzelius, Stift, Keferstein, Boué, Daubeny, Bischof, Forbes y otros. La región volcánica de Francia, particularmente la Auver- nia, presenta numerosos ejemplos de este yacimiento de fuen- tes termales. Mientras que faltan casi del todo en una gran extensión de nuestra meseta granítica central, abundan en las partes que han sido atravesadas por rocas eruptivas geológicamente re- cientes. Con frecuencia emergen en medio de estas rocas ó muy cerca de ellas. Tales son los manantiales de Clermont-Ferrand (Saint Allyre y otros, 19° y 25°); las de Royat, 35°,5; las de Mont-Doré, 45°; las de la Bourboule, 52°; las de Chaudesai- gues, 81°,5. Algunas veces los manantiales emergen á alguna distancia de las rocas eruptivas, pero sin que sea posible desconocer sus lazos de origen con ellas.» Y á continuación cita ejemplos de fuentes termales, que emergen en estas condiciones, de todas las partes del mundo. Pero no solo los manantiales de Caldas de Malavella emer- gen en un terreno volcánico, sino próximamente en el punto de unión de éste con el granito, dando con esto la razón á Forbes, quien tratando de las aguas del Pirineo asegura que la coincidencia de la salida de las fuentes termales en la in- mediación de los granitos es constante. Eespecto á este punto dice Ch. Lyell en sus Principios de Geología: «El Dr. Daubeny y muchos otros autores han hecho notar que, no solo las fuentes termales son más abundantes en las regiones volcánicas, sino que, cuando están alejadas de ellas, su presencia coincide ordinariamente con algún gran desorden en las capas, como una falla, por ejemplo,' ó una lar- ga fisura que indica que un canal de comunicación con el in- DE HISTORIA NATURAL. 415 terior de la tierra ha sido abierto durante algún antiguo pe- riodo de convulsión local. Se ha hecho constar también que á grandes alturas en los Pirineos y en el Himalaya las fuentes termales surgen de las rocas graníticas, y que son igualmente abundantes en los Alpes, cuyas cordilleras han sido revueltas y dislocadas en épocas relativamente modernas.» Con todo lo dicho creemos que queda sobradamente demos- trado el origen eruptivo de los manantiales de Caldas de Ma- lavella, así como su termalidad. Vamos ahora á investigar las causas que han determinado la aparición de los manantiales que nos ocupan, después de haber recorrido una gran extensión de la corteza terrestre, en cuyas profundidades debe arrancar la corriente subterránea. Atendida la temperatura con que emergen, y aceptando la hi- pótesis más generalmente admitida hoy, deberemos creer que esta circulación profunda se verifica á unos 1.500 m. de la su- perficie; aunque ciertamente pueden haber influido algo en su temperatura las reacciones químicas que forzosamente han tenido que producirse en el seno de los manantiales para pre- sentarse dotados de los numerosos principios minerales que llevan. La causa ó causas que han determinado la aparición de los manantiales de Caldas de Malavella quedan determinadas en conjunto con el estudio geológico de la comarca. Todas las del Norte de Cataluña, donde está situado Caldas, forman una re- gión de menor resistencia que, al través de las épocas geoló- gicas y á medida que la corteza terrestre se iba contrayendo ó arrugando por efecto del enfriamiento de su núcleo central, se hundía más y más, mientras sus líneas de resistencia máxi- ma, el Pirineo y el Monseny, iban levantando sus abruptas crestas. Este hundimiento progresivo debía originar forzosa- mente, no solo el replegamiento de las capas ya formadas, sino muchas veces la ruptura de las mismas con la consiguiente formación de grietas colosales por donde saldrían al exterior los materiales fundidos de las entrañas de la tierra. Y en los alrededores de Caldas existen multitud de estas grietas relle- nadas hoy por diversos pórfidos que atraviesan el granito, y es- pecialmente una grieta colosal, la cual forma el poderoso filón de granito eruptivo que constituye todo el Puig de las Molerás, y á cuyo extremo surgen las aguas termales. 416 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Muy recientemente, al parecer en los principios de la era cuaternaria, sufrió esta región otro hundimiento que con las rupturas á que dio origen determinó la salida de las materias eruptivas, lavas y basaltos, que tanto la caracterizan, y al lado mismo de Caldas, una de las grietas sirvió para dar salida á una potente erupción de basalto. Solidificado éste quedarían todavía grietas por donde surgirían corrientes subterráneas cargadas de materias minerales, especialmente sílice, es decir, verdaderos geiseres que las rellenaron de calcedonia, y que al mezclarse con las aguas del lago producido en uno de los hun- dimientos, determinaban la formación de los menilitos que tanto abundan en las cercanías. Andando el tiempo, estas grietas no quedarían obstruidas del todo, ó bien en un nuevo movimiento tectónico se forma- ría otra por donde empezaron á brotar, no ya los pórfidos, cuarzos ni basaltos, ni aun los geiseres, sino los manantiales termales que admiramos aún y que. son la señal patente de que la actividad interna del globo no ha cesado todavía. Todos los manantiales de Caldas de Malavella tienen el mis- mo origen: una grieta del terreno orientada de E. á O., próxi- mamente, por donde en diversas aberturas salen las aguas termales al exterior. La orientación de esta grieta viene á confirmar todo lo an- teriormente dicho acerca de las causas que la originaron, y por ende la salida de las fuentes termales. En efecto, esta es la orientación que debía de tener, como línea de ruptura ó de hundimiento, paralela á la línea de resistencia máxima, ó sea el Pirineo. Y que esto debía de ser así lo comprueba la dirección de los antiguos filones, grietas ó líneas de ruptura en su tiempo, que es próximamente la misma, de E. á O., especialmente la del gran filón de granito eruptivo que tanta relación tiene con las aguas termales. Y por si todavía esto no fuera suficiente para probar nuestro aserto, vamos á ver cómo lo mismo, exactamente lo mismo, ocurrió en la comarca de Vichy, y con esto tendremos una nueva comprobación en favor de la igualdad casi absoluta, en cuanto á su origen de las aguas de Caldas de Malavella y las tan renombradas de aquella localidad francesa. Voisin, en su Memoria Sources minerales de Vichy et des en- DE HISTORIA NATURAL. 417 mrons, hace notar que la mayoría de los filones diversos que atraviesan los terrenos de aquella comarca son verticales y pa- ralelos á las fracturas de emergencia de los manantiales, como acontece en Caldas. Interpretando estas observaciones, he aquí cómo concibe dicho autor el origen de las aguas terma- les de Vichy: «En la época del levantamiento de los Pirineos, después del nummulítico, se produjeron en la corteza terrestre grietas orientadas en dirección E. 17° S. (en Caldas lo están E. 20° S.), las cuales dieron paso á las aguas minerales que originaron la mayoría de los elementos de los depósitos lacustres de los valles del Allier y del Loire. Estos fenómenos geiserianos (en Caldas los hubo también) se produjeron especialmente cerca de Vichy, Vernet, Cusset, Auterive, y se han prolongado hasta nuestros días, gracias á las sacudidas que de tiempo en tiem- po sufre la corteza terrestre. Cuando aparecieron los basaltos, éstos salieron por dichas grietas, que con todo continuaron dando agua, como ocurre en los Celestins y otros manan- tiales.» Creemos que no es posible encontrar ya ni más exacta co- munidad de origen, ni más Vínica causa de emergencia; solo que en Vichy hay cuatro grandes grietas paralelas y en Caldas de Malavella existe actualmente solo una. Nota preliminar sobre la turba y los turbales de España POR DON SALVADOR CALDERÓN. Sabido es que la turba consiste en una materia de proceden- cia vegetal más ó menos alterada y descompuesta química- mente, que se forma en los lug-ares pantanosos de los climas templados y húmedos donde crecen y mueren plantas lacus- tres. Es su aspecto sumamente variable, desde el de una masa fibrosa amarillenta con abundantes restos de vegetales, cuya naturaleza se reconoce claramente, hasta el de una substancia parda ó negra, homogénea. Existen turbales antiguos ó modernos en casi todas las re- giones templadas del globo, solo que el combustible que en- cierran ofrece cualidades muy diferentes, , y el de muchas de 418 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA ellas resulta inaplicable. Irlanda y Holanda son los países clásicos para el combustible de que tratamos, el cual cubre también espacios inmensos en Westfalia, Hannover, Silesia y Hungría. Los habitantes de estos terrenos pantanosos é inun- dados, cuyo suelo ofrece míseras condiciones para la existen- cia, saben sacar mucho partido de la turba, la cual les pro- porciona un medio de calefacción sumamente económico y un combustible que emplean con ventaja para la cocina y para usos industriales. Sirve como abono de las tierras reducién- dola á ceniza, y en el Piamonte se ha aplicado con éxito á la fabricación de cartón y papel basto. En España la turba es conocida de muy antiguo, pero solo en ciertas localidades, y aun en éstas no ha merecido gran atención ni de parte de los naturales del país para utilizarla, á pesar del elevado precio que tuvo siempre en todo él el com- bustible, ni por los geólogos para explorarla y describirla. Y, sin embargo, vamos á probar que dicho carbón no es tan es- caso en la Península como suele decirse, y que tiene represen- tación en casi todas sus regiones; y si bien por lo general es de segunda calidad, podría utilizarse en muchos sitios en que indebidamente se desprecia. Además, algunos depósitos solo conocidos en la superficie, pueden contener turba mucho más rica en carbono en la profundidad, pues se sabe que la más alta y reciente, llamada musgosa, es de tejido flojo; debajo de ella viene la hojosa, de color más obscuro, y, en fin, la de la base aparece negra y homogénea, sin mostrar las partes vege- tales de que procede mas que en el campo del microscopio, y aun eso imperfectamente (1). Numerosos son los términos castizos y provinciales con que se designan esta clase de formaciones ó turbales en nuestro país; así, por ejemplo, las regiones pantanosas en general se dicen marjales, sobre todo los prados ó valles de esta condición , 1a- (1) Según modernos estudios microscópicos de B. Renault fBull. Muséum d'His- toire nat., 1899) la turba está formada en las regiones profundas, donde ha adquirido su constitución definitiva, de menudos restos vegetales, cutículas, partículas de cor- cho, esporas, granos de polen y restos de vasos, mezclado todo esto con grumos de as- pecto mucilaginoso que contienen granulaciones bacterianas. Estos elementos no se hallan soldados, como sucede en los lignitos y hullas, por una materia fundamental amorfa, sino disociados merced á la acción de unas bacterias, que el autor llama Mi- crococcus paludis, en las cuales distingue dos variedades, y ellas son las que parecen constituir los principales agentes de la formación de la turba. DE HISTORIA NATURAL. 419 rajos para expresar sitios más circunscritos, húmedos y pan- tanosos, y llamas en algunas provincias; los bajos en que se detiene el agua se distinguen con los nombres de aguazales y halsas, pecinales, cuando á ésta acompaña mucho cieno; el ta- piz de hierbas que se forma sobre el fango ó sobre el agua es el tembladal, tremedal, ó tremolar en Valencia, y también se llaman así en Castilla los depósitos de turba por su elasticidad cuando se marcha ó salta sobre ellos; paules y paulares son términos provinciales que se aplican á los turbales contempo- ráneos, y atolladero, atascadero, tolla, tollo, etc., á la masa blan- da, merced al ag-ua que contiene, capaz de aprisionar al hom- bre y á los animales que se aventuren sobre ella. En varios escritos de g-eólogos, justamente reputados sin duda, de nuestro país, sobre todo hacia mediados del pasado siglo, se consignan ideas sobre el valor industrial y sobre el origen de la turba que hoy sabemos son erróneas y en oca- siones han contribuido á esa desatención completa que han merecido sus formaciones en la Península. Indicaremos algu- nas de estas ideas que deben rectificarse. En primer lugar no es un suelo impermeable, condición pre- cisa para que se formen los depósitos que nos ocupan, hasta el punto de que faltan en reg-iones de marjales y pantanos asen- tados sobre suelo arcilloso. Y esto porque en tales regiones el fondo de las aguas está siempre más ó menos cargado de limo que impide el desarrollo de la vegetación productora de la turba. Tampoco es indispensable la existencia de charcas gran- des ni aun pequeñas para que aquellas plantas puedan dar lu- gar á los depósitos en cuestión, con tal de que la atmósfera sea suficientemente húmeda; los Spliagnum, que son de las principales formas generadoras de turba, se alimentan lo bastante de las nieves, de las lluvias y de las nieblas para desarrollarse en altura, al paso que se pudren por su pie, go- zando de la propiedad de absorber una cantidad prodigiosa de agua atmosférica. No son, por consiguiente, buenos indicios para buscar turbales, como se ha dicho, ni los suelos imper- meables, ni las charcas de agua estancada si se halla falta de renovación y limpieza. Luego volveremos sobre estas ideas li- geramente apuntadas. No falta en España representación de las principales espe- cies vegetales que más parte toman en la producción del com- 420 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA bustible que nos ocupa, por más que rara vez alcancen el des- arrollo ni la extensión que en las regiones clásicas de Europa antes mencionadas. Citaremos algunas de dichas especies, ateniéndonos á los datos consignados en la excelente Flora del Sr. Lázaro (1). Del género Sphagnwm tenemos la especie acutifolüim Ehrh. en la región septentrional y occidental, Sph. palustre L. en las montañas del N. y centro, Sph. cuspidatum Ehrb, rigidum Schp. y subsecundum N. en la región occidental. Del género Bryum hay varias especies muy extendidas y algunas circuns- critas á la Sierra Nevada. De Polytrichum, cinco especies en casi toda España y 22 de Hypmtm, la mayoría en el N., algu- nas en Sierra Nevada y las menos en otras regiones. El Pi- nas sylvestris L. se sabe habita en la mitad oriental y septen- trional de la Península; el P. uncinata Ram. en el Pirineo aragonés y catalán y el P. pinas ter Sol. en casi todas las pro- vincias (2). Del género Carex se mencionan 57 especies en las diversas regiones de ésta, y algunas comunes á todas ellas. Del Scirpus 15, profusamente repartidas algunas y otras pro- pias de nuestra región septentrional, entre ellas el Se. cespito- sas L., limitada al Pirineo central, que es característico de la flora de los elevados turbales del Jura, asociado á varias for- mas de musgos y liqúenes. El g-énero Festuca ofrece 24 espe- cies en España, repartidas por casi toda ella, excepto algunas circunscritas á las sierras granadinas. Los juncos es sabido prosperan en todos los lugares pantanosos, así como los lirios (Iris), si bien de éstos existen especies solo halladas en la costa mediterránea y Andalucía. El abedul (Betwla albaL.) es del N., del centro y del E. El nenúfar blanco (Nymphcea alba L.) por último, invade con profusión las charcas del N., oriente y al- g'unas de la región central. Ya hemos dicho que ni los turbales, ni por consiguiente su flora, alcanzan gran desarrollo en nuestro país, comparado con lo que sucede en este respecto en Irlanda, en la Holanda y en otras regiones mencionadas; pero es indudable que en épocas anteriores, y á veces no muy remotas, varias de estas forma- (1) Botánica descriptiva. Compendio de la Flora espaTiola. Madrid 1896, 2 vol. (2) Mencionamos solo las especies de pino halladas hasta ahora en nuestros tur- hales. DE HISTOKIA NATURAL. 421 ciones tuvieron mucha más importancia que en la actualidad. Esto puede ser debido á varias causas: en primer lugar, el cam- bio de clima más seco, en el verano sobre todo, produciendo una fuerte evaporación, impide la condensación de la hume- dad por los musgos, y esta es la razón de que en el Brasil y en las regiones ecuatoriales no haya turbales ni aun en los exten- sos territorios que están encharcados durante una buena parte del año. De otro lado, la tala de los montes, que en tan grande escala se ha llevado á cabo en nuestro país, desnudando las pendientes y mesetas, al mismo tiempo que es causa primor- dial de sequía, hace más fácil el arrastre de los materiales su- perficiales del suelo por las lluvias violentas, y estos materia- les, sobre todo si son barrosos, perjudican á la vida de las plan- tas turbíferas y hasta detienen inmediatamente su crecimiento. Se comprende por estas y otras razones que los depósitos más importantes y de roca de mejor calidad sean los más antiguos, particularmente los que se remontan á los tiempos cuaterna- rios, al final de los cuales se inician, como es sabido, coinci- diendo con la vuelta del régimen húmedo interrumpido du- rante la edad del reno. Es la época en nuestro suelo de la pie- dra pulimentada. A ella corresponden los turbales de la pro- vincia de Gerona, dados á conocer por el Sr. Vidal, y que luego mencionaremos, los cuales encierran pinas de pino y muchos restos leñosos. Veamos ahora la distribución de los turbales en nuestra Pe- nínsula, que á pesar de lo incompleto de los datos, puede ase- gurarse están repartidos por casi todas sus regiones y se pres- tan á algunas consideraciones que brevemente vamos á ex- poner. En el extremo NO. parece que escasea la turba, pero duda- mos que en el grado que se ha dicho, pues en la región de las costas de Galicia las tierras humíferas alcanzan el mayor des- arrollo y predominio merced á la suavidad del clima y á las abundantes precipitaciones acuosas, á cuyas condiciones at- mosféricas se unen otras del suelo que parecen favorables á la formación de este carbón moderno. Se sabe existe en las sie- rras que se alzan á una y dos leguas al S. de la Coruña, y es probable, repetimos, que de haberse buscado con más empeño se hubieran encontrado otros yacimientos. Ofrece el país la condición principal, que es la humedad del aire con una tem- T. ni.- Diciembre, 1E03. 29 422 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA peratura nunca elevada en exceso, y de otro lado, la naturale- za granítica preponderante en gran parte del territorio com- pleta el conjunto de circunstancias propicias para el caso. En efecto, la alteración del granito origina una arena superficial que da una tierra suelta propia para absorber la humedad y una arcilla de origen feldespático, la cual queda por debajo impidiendo la penetración del agua. Por eso en los Alpes, los Vosgos y los Pirineos se asientan sobre esta roca formaciones turbosas de mucho espesor y á veces á considerable altura. Además, el granito tiene el privilegio de que en él se posen turbales hasta en las pendientes, cosa que no sucede sobre casi ninguna otra roca. Más conocidas son estas formaciones en Asturias desde el memorable trabajo de Schulz (1) sobre dicha provincia, en el cual hace notar que la turba se halla por lo general sobre cuarcita, roca que, como la arenisca silícea, favorece en alto grado la producción del mencionado combustible; aun en las sierras desprovistas de hoyos ó depresiones á propósito para acumularse el agua, la misma tierra vegetal que cubre la roca firme, siquiera no alcance el espesor de un palmo, es verda- dera turba aplicable como combustible. En Salabe, sobre la costa, dos leguas al E. de Eivadeo, exis- tían hasta el año de 1830 varias lagunas en cuyo fondo apare- ció, al ser desecadas, turba en grandes bancos alternando con capas de arcilla; descansando también sobre la cuarcita se presenta entre Tineo y Salas, en el llano del Mourón, en Cas- tropol, en Villanueva de Óseos, en la sierra de la Bobia. En la parte SO. de Gijón fueron descubiertos en excavaciones practicadas para las obras de fortificación , lechos turbosos al- ternando con arenas y margas. En fin, parece abundan en los terrenos pantanosos que se encuentran entre Cudillero y Ar- tedo. Cerca de Luarca, según el Sr. Prado, es donde tuvo ma - yor aplicación. En el país la gente del campo ha hecho uso en ciertos pun- tos de este combustible en los hogares con el nombre de te- rrones; pero explotación formal no hubo hasta el año 1868, en que aparece un beneficio en grande escala, pues un solo tur- bal produjo 340 quintales métricos; al año siguiente se parali- (1) Descripción geológica de la provincia de Oviedo, 1^58. DE HISTORIA NATURAL. 423 zaron los trabajos por causas que ignoramos, volviendo á re- aparecer en 1871, en que se extrajeron 208 quintales métricos. Se han explotado en pequeño formaciones semejantes á las de Asturias, en Reocín, Torrelavega, Suances y Polanco, de la provincia de Santander, si bien están paralizados los trabajos de extracción. En el Museo de la Comisión del Mapa geológico existe una muestra pocedente de Hijos Corberas. Las mismas formaciones se encuentran salpicadas por el N. de la provincia de Palencia, y aun creemos que algunas se han utilizado y tratado de beneficiar. Conocida es la riqueza de mantillo de las tierras turbosas de las provincias de Asturias y Santander que, análogamente á las de Galicia, se eleva hasta un 70 por 100, y se cita como excepcional, pues en la mayor parte de la mitad septentrional de la Península no suele pasar de un 20 á 25. En la región pirenaica el turbal más importante y mejor conocido es el descrito por el Sr. Vidal (1) en la Cerdaña, sito en el término de Llivia, donde desemboca el río Estulaya. Al- canza éste un espesor de 1,60 m., y entre capas de diversa es- tructura, las hay de buena calidad, aprisionando pinas de Pinus wicinata Ram. y leños muy bien conservados de árboles qué crecieron, sin duda, sobre la turba, y cuyos troncos expe- rimentaron esa descomposición lenta de origen bacteriano que disocia la madera más compacta y le da un tinte pardo ne- guzco de aspecto lignitoso. En término de Tosas también exis- te un depósito que no ha sido explorado. Es conocida de antiguo la formación turbosa del delta del Ebro. que se ha dicho ocupa un espacio triangular de 34 m. desde Amposta y con un espesor variable, alcanzando en algu- nos sitios hasta 8 m. Modernamente el Sr. Ferrer y Hernán- dez (2) ha descrito la posición y caracteres de los ejemplares recogidos por él en San Carlos de la Rápita y Amposta, los primeros de formación más reciente que los segundos, como situados más próximos al mar y conteniendo mayor cantidad de materiales terrosos. Ocupa la turba el fondo de las charcas que produce el río al desbordarse, en las cuales crece abun- dantemente vegetación acuática y viven innumerables mo- (1) Reseña geológica de la provincia de Gerona. (Bol. Com. Mapa geol., t. xm), 1886. (2) Boletín de la Soc. esp. de Hist. nat., t. n, 1902, pág. 211. 424 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA luscos, sobre todo del género Bithynia, cuyas conchas aparecen interpuestas en el sedimento. La turba húmeda constituye una masa pastosa, filamentosa, en la que se reconocen los restos vegetales descompuestos á que debe su origen, atrave- sados por una malla de raíces de Car ex y Nymphtfa. Es el pro- ceso bien conocido del avance de la vegetación, circunscrita al principio á los ribazos y que va marchando progresiva- mente y por todo el perímetro del pantano atravesando su suelo hasta formar con sus raíces una red cada vez más tupi- da. Las hojas y tallos muertos caen, se hunden y vienen á. juntarse á la masa acumulada en el fondo atravesada de raí- ces y rizomas que, como apretado fieltro, van invadiendo la charca. Los ejemplares examinados por el Sr. Ferrer y Hernández desecados á 100° dejaron un residuo de 12 á 13 por 100; calci- nados en crisol abierto dieron 4 por 100 de cenizas, y en apa- rato cerrado 9 por 100 de cok. Las muestras desecadas son compactas, granudas, negruzcas y con una densidad de 1,34. El distrito de Valencia ofrece también formaciones de las que nos ocupan, llamadas en el país tremolares; se asientan en la región inferior, donde el clima es agradable y llueve bas- tante en primavera y otoño; pero hay gran variedad de con- diciones en este distrito, alternando los oasis con los desiertos, como los campos áridos y abrasadores de la costa murciana. Los turbales más importantes conocidos en él están en la pro- vincia de Castellón, de la cual mencionó el Sr. Vilanova (1), aunque vagamente, los pantanos y almarjales de Almenara, donde se pensaba explotar, y supone existieran en la región pantanosa que media entre Oropesa y Torreblanca. Posterior- mente en Murviedro, Almenara y Torreblanca se han repetido las explotaciones en pequeño para fabricar lo que conocen allí con el nombre de cardón de dolado ó carbón de París, si bien no existe un plan de beneficio de los muchos turbales de la re- gión, que continúan hasta la de Alicante, por ejemplo en Vi- llena (2). Los alrededores de la Albufera son formaciones de esta naturaleza. (1) Mem. geogn.-agrícola sobre la prov.de Castellón, premiada por la R. Academia de Ciencias, 1859, pág. 47. (2) Naranjo: Elementos de Mineralogía general. Madrid, 1862. DE HISTORIA NATURAL. 425 Poco se conoce en punto á turbales en la región aragonesa, pero a priori puede afirmarse que en general faltan condicio- nes en ella para su producción. Es esta una de las zonas de las estepas que, dicho sea de paso, constituyen un carácter origi- nal del territorio español. A primera vista parecería que éstas ofrecerán circunstancias propicias para que en ellas se for- maran pantanos en los que se desarrollase la turba; pero no es así, pues las muchas sales que impregnan su suelo pue- den favorecer á las plantas halófilas, y entre ellas á la mayor parte de las barrilleras, siendo, por el contrario, adversas á las turbógenas. Así, en las llanuras de la'cuenca del Ebro el terreno se compone de yeso, arcillas salíferas y de conglome- rados, con frecuencia salíferos también. De otra parte, el clima es demasiado seco, hasta el punto de que en la estepa del Ebro la cantidad de lluvia anual no pasa de 460 mm.; el verano es muy cálido por la falta de arbolado, el aire seco y la tempera- tura media de + 14° á -f- 15°. La zona central de España ofrece condiciones bastante dife- rentes en sus diversas regiones, aunque á la mayor parte de ellas pueden aplicarse las consideraciones que acabamos de hacer con respecto á la aragonesa; solo en su parte septen- trional hay una zona con turbales en un todo análogos á los asturianos y santanderinos. Citaremos los de Iterbosa y Rosio, cerca de las salinas, en la provincia de Burgos, y el depósito insignificante de Castañares de las Cuevas, en la de.Palencia. No hay para qué decir que está desprovisto de las formacio- nes objeto de estos desaliñados apuntes todo el centro de la Península, planicie elevada, desnuda y árida, cuyas montañas se encuentran generalmente desarboladas y el clima es ar- diente y seco en demasía. Quizás después de los desiertos clá- sicos no existan en el globo localidades de mayor sequía. Por excepción se halla algún tremedal en la proximidad de los ríos principales, como los depósitos escasos, aunque no des- provistos de interés, citados por el Sr. Cortázar (1) de las már- genes del Guadiana, en la parte más llana de la Mancha. Las condiciones son muy diferentes en las alturas del siste- ma central, desde los 1.000 á los 1.710 m. en que se asientan (1) Reseña física y geológica de la prov. de Ciudad Real. (Bol, Com. Mapa geol , t. ix), 1881. m boletín de la sociedad española las parameras de Soria, Sigüenza, Molina de Aragón, Setenil yPozondón, con una temperatura media anual de -f-4uá+8a, y conservando la nieve durante mucho tiempo. Por eso en es- tas parameras y al pie de ellas se forman bastantes marjales y depósitos de turba procedentes de la descomposición de pe- queñas plantas. Hanse mencionado hace tiempo los turbales de Mandayona, en el curso del Cabrera (1) con un metro de espesor, y á veces más, y en algunos sitios tan compacta, ne- gra y obscura, que puede aprovecharse muy bien y cortarse en ladrillos. Encierra pinas y trozos de árboles corpulentos. Tra- tándose de depósitos semejantes es indudable se remontan á bastante antigüedad, y quizás á la época cuaternaria, en que las condiciones para su formación eran sumamente propicias en estos parajes. Bancos semejantes menciona de la provincia de Soria el Sr. Palacios (2), habiendo encontrado en los de Quintana Redonda pifias de Pinus pinaster Sol. Esta turba, de la que hay ejemplares en el Museo de Historia natural, traídos por el Sr. Fernández Navarro, es pardo obscura, de mediana coherencia y con muchos filamentos no carbonizados. Nosotros hemos visto en Molina de Arag-ón, Sigüenza, Bai- des y otros varios términos de la provincia de Guadalajara, toda la serie de tránsitos, desde los tremedales hasta las formacio- nes antiguas compactas, en sitios que ya están completamente en seco durante todo el año. Los primeros radican en las pla- nicies, ocupando los intervalos de los verdaderos turbales, y consisten en un tapiz de hierbas descansando sobre fango ó sobre el agua; cuando se desecan en verano originan un man- to de arcilla carbonosa más ó menos obscura ó negra, comple- tamente plagada de caracolillos del género Bilhynia. De este modo se cambia cada año la especie de pasta que formaba la masa primitiva en una capita de turba sólida; los musgos á que debe su origen pierden el aspecto de fieltro, aumentan en peso y consistencia y se hacen frágiles; sus diversas partes no son ya recognoscibles y su color pasa á pardo obscuro y á negro. También las sierras de Guadarrama y Gredos ofrecen con- (1) Yegros: Minas de turba de Mandayona (Rev. minera), 1863. (2) Descripción física, geológica y agrológica de laprov. de Soria. (Mem. Mapa geoló- gico), 1890. DE HISTORIA NATURAL. 427 iliciones meteorológicas semejantes á las alturas de la cordi- llera Ibérica y además suelos constituidos por la descomposi- ción de las rocas graníticas y gneísicas que, como queda ante- riormente dicho, son los más propicios para esta clase de for- maciones. Aunque poco estudiadas todavía, se sabe las hay en diferentes parajes de estas sierras, y ya D. Casiano de Prado (1) mencionó su existencia en depósitos casi siempre delgados y de extensión reducida, que son turbales minúsculos formados por hojas de helécho, pino y algunas hierbas que se descompo- nen en el suelo de las hondonadas cubiertas de césped. Sobre estos turbales crecen hierbecillas que componen un pasto de mediana ó mala calidad y que se conocen por la elasticidad 'del suelo cuando sobre él se marcha. En realidad no se han estudiado estos depósitos ni se puede juzgar de la verdadera importancia que algunos puedan tener. Desde que se explotan algún tanto y se trae á Madrid la turba que contienen para aplicarla en jardinería, se han hallado en Villalba, El Escorial y otros términos muchos yacimientos y algunos no desprovis- tos de interés. El Sr. Prado dice que se pensó en utilizarla en Madrid en los hornos de teja y ladrillo, trayéndola del Cam- pillo de Manzanares el Real, pero que se desistió luego viendo que no era negocio ventajoso. En Andalucía el clima no es favorable para la producción de turbales, pues aunque hay regiones en que llueve mucho más que en Castilla, los vientos dominantes son ardientes y el campo se seca por completo en verano. Alcanzan en aquella gran extensión las estepas por la gran cantidad de sales que impregnan el suelo, y ya hemos dicho que estas condiciones son precisamente opuestas á la formación de turbales. Las acumulaciones de agua durante la estación lluviosa en estas tierras esteparias y semiesteparias de Andalucía origina las tierras negras ó bugeo negro, tan frecuentes en el país y que, sin embargo, solo hemos visto mencionadas en el trabajo de Cala sobre la geología de Morón (2) y en otro breve de Ramman aparecido modernamente sobre la influencia del clima en los suelos de las zonas de España (3). Este fenómeno (!) Descripc.fís. y geol. de laprov. de Madrid, 1864, págs. 204 y 205. (2) Geología del término de Morón (Anal. Soc. esp. de Hist. nat., Mem., t. xxvi), 1897. (3) Zeitschr. der Ges. f. Erdk., 1902. 428 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA de las tierras negras alcanza todo su desarrollo en la Rusia meridional y en Hungría, y resalta de una transformación operada sobre un suelo primitivamente silíceo por la descom- posición de las matas y hierbas de las estepas; pero las tierras negras andaluzas se diferencian notablemente por su estruc- tura de sus similares del E. de Europa. Forman una región excepcional dentro de Andalucía las sierras granadinas comprendidas entre los 1.850 y los 2.400 m., que reciben una cantidad de lluvia anual estimada entre 650 y 1.045 mm., y que por su temperatura media anual pertenecen al clima de la zona ártica. En las hondonadas y al pie de esas sierras existen verdaderos turbales, aunque están muy poco estudiados, y se cría una flora muy propicia para ellos. Se sabe que la turba de El Padul, sobre todo, se presta á explotaciones siquiera sea en pequeña escala. Las noticias son escasas respecto á las formaciones objeto de esta nota en el territorio portugués; solo las hemos visto citadas vag-amente de la costa, y más en particular de Setubal. Creemos acontecerá, por lo menos, en la región septentrional, lo mismo que en Galicia, y en el resto quizás sean abundan- tes los turbales con mayor razón que en nuestra costa medi- terránea, por reinar allí vientos frescos y húmedos, al contra- rio que en casi toda esta última. Datos nuevos que incluir en la Flora hispano-lusitana POR DON A. FEDERICO GREDILLA. (Tercera nota.) (Lám. V.) Ya que con el mismo epígrafe y por tercera vez se presenta oportunidad de escribir estas cuartillas, vamos con la lectura de ellas á dar conocimiento á la Real Sociedad española de Historia natural de dos plantas nuevas encontradas en nuestra España, y que traemos á vuestra consideración. Una de ellas, fielmente dibujada por el Sr. Escribano, consocio nuestro, y cuyo grabado exhibimos, ha sido recogida por el que esto suscribe en la villa de Argecilla (Guadalajara); la otra, recolectada por el Sr. Bescansa en las cercanías de la Bol. de la Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo III, Lám. V. / Centaurea Argecillensis Grcd. DE HISTORIA NATURAL. 42Í) Coruña, es connaturalizada y procede del cabo de Buena Es- peranza. No cabe duda que á un trabajo explorador asiduo y conti- nuo responde la fortuna de esos hallazgos, pues por algo dice el refrán que «pobre porfiado saca mendrugo». Y en efecto; para llegar á tan feliz término, es forzoso, de parte del natu- ralista, excursiones numerosas y de carácter intensivo en co- marcas determinadas, á no ser que colectores extraños se ha- llen en loable correspondencia con aquél cuyo laboratorio goce de medios favorables á la determinación de todo cuanto se le envíe. Y aun cuando bien escasos son ciertamente los medios de nuestro Jardín Botánico por la mezquina dotación para mate- rial de que dispone, con amor al trabajo y pleiteando por po- bre, como vulgarmente se dice, la compensación se establece con los jardines congéneres; y si todavía se vislumbra en lonta- nanza un más allá que sirva de mérito al Jardín , el personal sobrepuja las circunstancias que le rodean, y con un esfuerzo mayor aguijoneado por el adagio de que «más hace el que quiere que el que puede», llega con el tiempo y con voluntad firme y decisiva á la meta de sus anheladas ilusiones, salien- do triunfante como resultado de todas las fuerzas desplegadas un semillero que , aunque inmodesto sea cacarearlo , puede muy bien nuestro humilde verjel levantar la voz muy alto, diciendo: «que en cuanto al número, cantidad y calidad de sus semillas», flota muy por encima del anunciado por los catálogos de todos los jardines extranjeros. No es del caso referir aquí lo que en la publicación cientí- fica intitulada «La Naturaleza» ; hemos dicho respecto al par- ticular (1), solo sí, que esta joya fruto de muchos desvelos luengos años ha, no solo sirve como lazo de unión para todos los cambios de semillas nacionales y extranjeras, sino que también es un auxiliar eficacísimo para la clasificación de al- gunas plantas que, como la enviada por el Sr. Bescansa, ade- más de no ser indígena, ó propia de nuestro país, tampoco reunía los caracteres organográficos deseados para su deter- minación, fuera de la semilla que nos ha llevado ventajosa- mente al grupo genérico á que corresponde. (1) «Jardín Botánico del Museo de Ciencias», 8 de Febrero de 1898. 430 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Ahora bien; deseando perdonéis esta digresión, recordada por la planta connaturalizada en la Coruña y que nos hace ver cuan distinto es el fondo de la forma en los jardines, entre- mos en materia, objeto y fin de estas cuartillas. I. En nuestras frecuentes excursiones veraniegas por los alre- dedores de la villa de Argecilla, célebre por su prehistórica cueva de la Solana, hemos recogido muchas plantas que no se han enumerado en un trabajo particular, por creer que una lista más ó menos, y de un punto de la Alcarria, nada significa y poco dice á la g-eografía botánica, cuando se trata de una provincia tan extensa como la de Guadalajara. Dicha villa, resguardada de los vientos N. y S. , está encla- vada en la falda de una de las dos vertientes que limitan el largo y estrecho valle producido por el río Badiel, y que em- pezando desde Almadrones y terminando en Hita, parece se- guir una dirección aproximada de E. á O. Bañada por el sol constantemente, por estar situada en la loma de la vertiente llamada La Solana, mira á la vertiente contraria y sombría denominada por esta razón La Umbría. Desde el fondo del valle á la parte alta de la Alcarria (1.020 m. sobre el nivel del mar), habrá unos 200 m. de desnivel por un lado y otro de ambas vertientes, estando una y otra sembrada de viñas hasta la altura de 150 m., y quedando los 50 restan- tes incultos por la aspereza del terreno que dificulta los traba- jos agrícolas. Pues bien; en la porción inculta de la vertiente La Umbría, frente por frente del pueblo de Arg-ecilla, y en el límite precisamente en que terminan las viñas, se halla abun- dantemente la planta que vamos á describir. No creemos de interés reseñar las consultas hechas para te- ner seguridad de la nueva especie en cuestión; como es natu- ral, se han registrado y mirado detenidamente los herbarios, floras y obras descriptivas del Jardín; se ha visitado también el herbario de nuestro consocio el ilustre botánico Sr. Lázaro, el cual nos advirtió, por cierto, que no era extraño que la planta objeto de nuestro estudio resultara especie nueva, pues para las Centaureas parece ser España una de las regio- nes del globo, pudiéramos decir vírgenes, y en donde un exa- DE HISTORIA NATURAL. 431 men detenido excursionista nos llevaría frecuentemente á no- vedades específicas. En vista de tales consideraciones, y resueltos á aplicarle un nombre á dicha planta, mucha duda hemos tenido respecto á este particular, sabiendo que es impropia toda denominación que derive ó proceda de la localidad donde se ha encontrado, por la razón de que el día de mañana pudiera hallarse en otro lugar distinto; sin embargo, si nos fijamos en los nombres específicos de las plantas similares del subgrupo ó sección á que corresponde dentro del género Centaurea, nos encontra- remos que dos de ellos ofrecen la misma impropiedad, si así puede llamarse, díganlo, si no, la C. Toletana Boiss. et Reut., y la C. Amblensis Grlls. He aquí porqué, y no creyendo que semejante asunto fuera de esencia en lo que á la planta se refiere, hemos acordado significarla con el de Argecillensis, deseando que vuestra benevolencia perdone la distracción si caigo en falta. Farn. Compositse L. Tubuliflorae. Div. II. — Cynabocephal^e Juss., Gen., pl. 17! Trib. IV.— Centaurea DC, Frod. vi, p. 557! Gen. Centaurea Less., Syn., p. 7. DC-, l. c.,p. 565! Ser. C. Cyane.e DC. — Aprendices squamorum scariosa decur- rentes, spinosce v. inermes. a. Squama enervia. Sect. V. Chamjecianus Wk—Anthodium ovatum v. odlongwm. Achmnia olJonga compressa Mío barbato, pappo simplid abbre- viato. Species acaules v. subacaules. Corollce flava, raro purpurea. C. Argecillensis sp. nov. — Herba perennis macrorrhiza acau- lis v. subacaulis caspitos(B,foliis ómnibus basilaribus communiter diclis radicalibus paulo araneoso vel flocosso-tomentosis, lanceo- latis vel ovatis longe -vaginatis petiolalis , integris vel dentatis spinuloso mucronatis; calathiis magras (1 á 3) pedunculatis (3 á 4 cm.J, anthodii ovati squamis flevescente-virentibus exterioribus ovatis, appendicem longam lanceolatam margine longe pectinato- ciliatam ápice spinescentem gerentibus, intimis ensiformibus vel linearibus appendice mccullato-rotundata fimbriatd munitis, co- rollis flavis longe exertis et tubus corollce cum quinqué lineis 432 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA üvrüiit'tüüs; acharáis pdllidis ¡mberulis, pappo albescente. In laterious slmstrm collina dicta La Umiria vallis Árgecillm. Fl. Julius et Augustus. Planta perenne y acaule provista de un rizoma grueso y largo que arroja muchas hojas dispuestas circularmente for- mando roseta; todas las hojas son basilares, impropiamente lla- madas radicales, borroso-akgodonosas lanceoladas ú ovoideas, y provistas de un larg-o peciolo envainador, enteras ó dentadas y espinuloso-mucronadas. Cabezuelas grandes (1 á 3) pedun- culadas (3 á 4 cm.), con involucro aovado compuesto de esca- mas amarillo verdosas; las exteriores aovadas y terminadas en largo apéndice lanceolado circuido de largas pestañas y terminado en punta espinescente, las interiores ensiformes y con apéndice cóncavo, redondeado y franjeado. Corolas ama- rillas y salientes, con el tubo marcado de cinco líneas anaran- jadas ó purpúreas; aquenios pálidos, pubérulos y provistos de vilano blanquecino. Habita en la loma izquierda de la vertiente ó colina deno- minada La Umbría en el valle de Argecilla (Guadalajara). Flo- rece en Julio y Agosto. Especie muy parecida por su aspecto á la C. toletana Boiss. et Reut., de la que se diferencia por no presentar hojas pinado- partidas de segunda formación y poseer vilanos de color blan- quecino y no parduscos como en la de Toledo. Tiene, además, ciertos puntos de contacto con la C. macrorrhiza Wk., por ser planta de rizoma craso, cespitoso y largo, diferenciándose, sin embargo, en que ésta lleva hojas lirado-pinatipartidas y tres cabezuelas sentadas, y la propuesta por nosotros tiene las ho- jas enteras ó dentadas y nunca pinado-partidas, y las cabe- zuelas de una á tres, siempre provistas de pedicelos más ó menos largos. De todo lo dicho se deduce que esta nueva especie debe co- locarse la primera del grupo ó sección Chamcecyamis , pues todas las demás son más diferenciadas por cuanto presentan hojas lirado ó pinado-partidas. II. Si gran interés para el botánico tienen, como es natural, las plantas propias de su país, no es menor el que despiertan DE HISTORIA NATURAL. 433 las naturalizadas, pues sabido es que, procedentes áe^ puntos más ó menos lejanos, y transportadas por alguno de los mu- chos medios de diseminación, han llegado á nuestra patria, y encontrando sus semillas condiciones favorables han crecido y se han multiplicado, tomando con el tiempo carta de natu- raleza y gozando muchas veces de una fecundidad mayor que las indígenas. Esto ha sucedido precisamente y en el presente caso por el tráfico constante de los vapores mercantes con la planta de la familia de las Compuestas, enviada por el Sr. Bescansa desde la Coruña el 3 de Agosto último, y que exhibimos á vuestra consideración. Dicha planta, según manifiesta en su carta, abunda muchí- simo en los alrededores de la capital, y principalmente en los campos limítrofes á la vía férrea y estación en unos dos kiló- metros de extensión, formando inmensos manchones en todos los terrenos cultivados de color amarillo, y especialmente á las horas de sol de los meses de Mayo y Junio en que la floración llega á su apogeo. Ha tiempo trabajaba el Sr. Bescansa por conocer el nombre científico de la planta extranjera, pero por falta de medios de clasificación, no había podido dar con ella, habiendo revisado las floras de España, Francia é Inglaterra. Hace años, dice, se la enseñó á un naturalista ruso que pasó por allí, el que tam- poco pudo averiguar el nombre, pues los libros que llevaba no la incluían. El año pasado se la envió á Vilmorin, de París, preguntándole si podía ser de jardín, y le contestó diciendo «que la planta remitida era ciertamente una Cen- taurea», lo que con muchísima razón se le hizo muy duro de creer. Por fin este verano, como ya se ha dicho, se nos envió para determinar su nombre, y gracias á la semilla que presenta caracteres precisos y á nuestro semillero que reúne condicio- nes como ningún otro, se ha podido llevarla al grupo gené- rico respectivo. Determinado el género de este modo, con el Prodromus de A. De Candolle y por comparación con los ejemplares que con- serva el Herbario general del Jardín , ha sido fácil diagnosti- car la especie, resultando la planta de la Coruña ser la Cryp- tostemma hypochondriacum Brown et Less. II. ce. correspon- 134 BOLETÍN DE LA. SOCIEDAD ESPAÑOLA diente á la familia de las Compuestas y procedente del cabo de Buena Esperanza. Debemos advertir, sin embargo, que si bien es conocida en España por primera vez, está citada en la Flora lusitánica de Brotero, pág\ 401, pars. 1, con el nombre de Arctotis acaulis Brot., indicando que es casi espontánea en las cercanías de Setubal (Portugal), cuya manifestación transcribe el gran botá- nico D. Miguel Colmeiro en el tomo m, pág. 275 de su «Enu- meración y revisión de las plantas de la Península hispano- lusitana é Islas Baleares». Estos datos son harto suficientes para que los botánicos es- pañoles consideren á la planta en cuestión como formando parte de nuestra flora, y, portante, deban incluirla en sus tra- bajos respectivos. Boletín bibliográfico. (Continuación de Noviembre.) Société Entomologique de Belgique. Bruxelles. ( Aúnales). T. 47. vi.— G. De Lapouge: Cárabes de la tourbe des alluvions anciennes á Elephas Primigenius. — K. M. Heller: Ueber Indo-Malayische Carabidse: Liop- tera und Pberosopbus. — A. Forel: Mélanges entomologiques, bio- logiques et autres.=vn. — Barón de Crombrugghe: Note sur la Cheni- lle de Olethrentes bifasciata.—P. Dognin: Hétérocéres nouv. de l'Amé- rique du Sud.=vm. — E. Bergroth: Rhynchota (ethiopica. — M. Pie: Contr. á l'étude des Malachides de l'Amérique méridionale. Société Géologique de France. París. (Bull) T. m. Fase. 3.-H. Douvillé: Le Ralligstocke et le Gerihorn.— G. F. Dollfüs: Classif. des couches de í'Eocéne inférieur dans le Bassin de París.— J. Deprat: Note prélim. sur la géologie de lile d'Eubée.— G. Dollfüs: Classif. du Ter- tiaire moyen et supér. de la Belgique.— F. Canu: Note sur la coustance de la faune de la craie de Villedien.— Ch. Schlumberger: Troixiéme note sur les orbitoides. — A. Lapparent: Sur la présence de l'étage lutétien au Soudan francais.— Sur les calcaires a Productus du Salt- Range.— V. Eaulin: Défense du soulévement du Sancerrois. Société Zoologique Suisse et Musée d'Histoire naturelle. Genéve. (Rev. Suisse de Zool.) T. u. Fase, i.— K. Bretscher: Beobacbt. über die Oligocba?- ten der Scbweiz.— Koeller et Vaney: Entosiphon Deimatis, nouv. mollusque parasite d'une Holotburie abyssale.— H. Saüssure: Notice sur la tribu des Eumastaciens.— K. Bretscher: Oligochseten aus Gran- bründen.— E. Penard: La Multicilia lacustris et ses flagelles.— C Spiess: DE HISTORIA NATURAL. 435 Eech. sur l'appareil digestir" de la Sangsue. = Fasc. 2. — W. Clerc: Contr. á la faune helrnintologique de l'Oural. — R. Marcelin: Histo- genése de l'épithélium intestinal cbez la Grenouille. — Th. Mortensen: Lissodiadema. Nouv. g. de Diadematides. — A. Fqrel: Les Fourmies des iles Andarnans et Nicobares. — C. Regan: Descr. de Poissons nouv. du Mus. de Genéve. South African Museum. London. (Anuíais). Vol. i. Part. i. — W. Pürcell: Descr. of New South. African Scorpions in the Collection of thé S. Air. Mus. — L. Péringüey: Descr. of some New or Little Known South Afr. Mutillidíe in the Collect. of the S. Afr. Mus.— W. Sclater: List of the Reptiles and Batrachians of S. Afr. — L. Péringüey: Cat. of the S. Afr., Hispin8e.=Part. u. — W. Pürcell: On the Species of Opis- thophthalmus in the S. Afr. Mus.— W. Sclater: Descr. List of the Rodents of S. Afr. — L. Péringüey: Fifth Contr. to the S. Afr. Coleopt. Fauna. — W. Pürcell: On the S. Afr. Species of Peripatidae in the S. Afr. Mus. — L. Péringüey: A Contr. to the Knowledge of S. Afr. Mutillidíe. — G. Boulenger: Descr. of a N. Gen. of Perciform Fishes from the Cape of Good Hope.=tJart. ni. — W. Pürcell: New and Little Known S. Afr. Solifugpe in the S. Afr. Mus. — New S. Afr. Scorpions in the S. Afr. Mus. — L. Péringüey: Descr. of Twelve New Mutillfe in the S. Afr. Mus. — R. Broom: On Two New Spec. of Dicynodonts.=Vol. n. Part. i. — W. Collinge: A Collection of Slugs fxon S. Afr.=Part. n. — E. Cohén: The Meteoric Irons from Griqualand East, S. Afr.— The Meteoric Iron from Bethany, Great Namaqualand. = Part. ni. — G. Hampson: The Moths of S. Afr —Part. Iv.— W. Pürcell- On the Anatomy of-Opisthopatus cinctipes, with Notes on other, principally S. Afr., Onychophora.=Part. v. — A. Raffray: Descr. of N. Spec. of S. Afr. Pselaphidae. — L. Péringüey: Descr. of Seven New Spec. of the family Mutillidae. — Descr. of a New Spec. of the G. Japyx from the Cape Colony.==Part. vi. — W. Pürcell: On some S. Afr. Arachnida belonging to the Orders Scorpiones, Pedipalpi, and Solifugse.— Part. vn. — G. Boulenger: Descr. of a New Silurid fish of the gen. Gephyroglanis, from S. Afr.=Part. vin. — W. Collinge: On a Further Collection of S. Afr. Slugs, with a Checklist of Known Species.= Part. ix. — Rhynchotal Miscellanea.=Part. x.— G. Hampson: The Moths of S. Africa.=Part. xi.— Sig. Thor: S. Afr. Hydrachnids.=Vol. ni. Part. i. — W. Pürcell: Descr. of N. Gen. and Spec. of S. Afr. Solpu- gidse.— New Arachnida coll. by Cronwright. — Part. 11. — Distant: Rhynchotal Miscellanea.=Part. ni.— G. Boulenger: Descr.of Six new Perciform Fishes from the Coast of Natal. The American Naturalist. Boston. Vol. xxxvn. N° 437. — Bashford: Albi- nism, Partial Albinism and Polychromism in Hag-Fishes. — S. Wi- lliams: Variation in Lithobius forficatus. — C. Herrick: On the Mor- 436 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA phological and Physiol. 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(Estados-Unidos). N° 43. — R. Shufeldt: Nest of the Orchard Oriole.— R. Windsor: Birds of De Kalb County, Florida. — L. Jones: All Day with the Birds.— J. Keck: Some Birds of Florida. — L. Jones: Helrninthophila leucobronchialis in Ohio. The Zoologist. London. N° 745. — T. Lones: On the Identification of some of the Birds mentioned by Aristotle. — Swinhoe: Some Further Notes on Chipped Flints at Yenangyoung — E. Elms: Bird Notes in Sark.= N° 746.— R. Shelford: Bionomical Notes on some Bornean Mantidse. E. Elms: Birds Notes in Sark.=N° 747. — J. Monk: Remarks on some E. Afr. Chameleons — Fr. Littler: Can and do Birds Reason? — R. Dixon: The Ecdyses of Snakes.— Einat Lomberg: On the Ñames of the two Species of Skua with Pointed Tail-feathers.— W. Fowler: An Unknown Warbler in Oxfordshire. Zoologischer Anzeiger. Leipzig. N° 703.- Sekera: Erneute Untersuchungen über die Geschlechts verhaltnisse der Stenostomiden. — Zykoff: Be- merkung über das Winterplankton der Wolga bei Saratow. — Deegener: Zur postembryonalen Entwicklung der Insectendarms. — Van Douwe: Beitr. zur Kenntniss der Copepodenfauna Bulgariens. — Volz: Neue Fische aus Sumatra. — Künkel: Zur Locomotion unserer Nacktschnec- ken.=No 704. — Sekera.: Erneute Untersuch., etc.— Lonnberg: Ueber eine Zwischenform zwischen Mysis oculata und M. relicta. — Was- mann: Zum Mimicryptus der Dorylinengaste. — Nordenskiold: Ueber die Trochenzeitanpassung eines Ancylus von S. Amer. — Von Daday: Eine n. CladocerenGatt. aus der Familie der Bosminiden.=N° 705. — Sekera: Erneute Untersuch., etc. — Bergendal: Ueber «Sinnesgrüb- chen» im Epithel des Vorderkopfes bei Carinoma Armandi. — Metal- nikoff: Beitr. zur Kenntnis der Anat. der Raupe von Gallería melo- nella. — Kishinonye: Preliminary Note on the Corallidae of Japan. — DE HISTORIA NATURAL. 437 Zykoff: Bemerk. über das Plankton der Altwasser des oberen Jenis- sees. — Guenther: Die Sarnenreifung bei Hydra viridis.=N° 706. — Kohler: Ueber die Bildung des Chorions bei Pyrrhocoris apterus. — Lauterborn: Tracheenkiemen au den Beinen einer Perliden-Larve. — Noack: Zur Sáugethierfauna des Tian- Schan. = N° 707. — Schimke- witsch: Ueber die Entwickeluug von Telyphomus caudatus. — Schoütis- den: ApLidologische Notizen. — Monti: Ueber eine n. L ebertia- Art.= N° 708.— Poche: Einige nothwendige Anderungen in der herpetolo- gischen Nomenclatur. — Sekera: Einige Beitr. zur Lebensweise von Yortex heUuo.— Drexling: Leber die wachsbereitenden Organe der Honigbiene. Diciembre. Académie des Sciences. Cracovie. (Bull. internat.) 1903. No 7. — Fried- berg (G.): Sur le bassin miocénique de Rzeszow. — Toudera (F.): Contr. á la connaissance de la gaine d'amidon. — Kowalewsky (M.): Études helmintologiques. — Maziarsky (St.): Sur les rapports des muscles et de la cuticule chez les Crustacés. — Heinrich (W.): Sur la fonction de la rnembrane du tympan. Académie des Sciences. Paris. (Compt. rendas). T. cxxxvi. (Tables).= T. cxxxvn. N° 13. — Chatin (J.): Les mjfélocytes du bulbe olfactif. — Caullery et Siedlecky: Sur la résorption phagocytaire des produits génitaux inutilisés, chez Y Echinocardium cordatum. — Kilian: Sur les relations de structure des Alpes fran países avec les Alpes suisses.= No 14. — Bonsier (G.): Influence de l'eau sur la structure des racines aériennes d'Orchidées.— Boulanger (G.): Sur les affinités du g. Oreo- soma. — Lacroix: Sur les granites a aegyrine et riebeckite de Mada- gascar et leurs phénoménes de contact.=N° 15.— Gaudry (A.): Obs. paléontologiques dans l'Alaska. — Lacroix (A.): Sur une nouv. esp. rainérale. — Foürtan (R.): Sur le Turonien d'Abou-Roach (Egypte).^ Nos 16-17. — Chesneau: Sur la cornposition de bronzes préhistoriques de la Cbarente. — Deprat: Sur la struct. tectonique de l'íle d'Eubée.= Nos 18-19. Académie intemationale de Géographie Botanique. Le Mans. (Bull.) — Del- mas et Reynier: Sur YEuphorbia tenuifolia. — Poirault: Liste de cham- pignons supérieurs observes dans la Vienne. — Vaniot: Plantee Bodi- nieriante. Composées. — Léveillé et Vaniot: Carex du Japón. — Via- lon: Herbor. dans les Alpes Maritimes. — Bonati: Sur quelq. esp. du g. Pedicularis recolt. au Japón par le P. Faurie. — Pau (C.): Le Calli- tris quadrivalvis, nouv. pour la flore d'Europe. — Marcailhou-d'Aymé- ric: Cat. raisonné des plantes indigéues du bassin de la Haute- Ariége.— Gentil: Analyse des Rubus des Pyrénées. — Südre (H.): Exc. bathologiques dans les Pyrénées. T. m.-Diciembre, 1903. 30 438 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Allgemeinen Entomologischen Gesellschaft. Neudamm. (Aligera. Zeitschrift für Entomol.) 8 Band. Nos 16-17.— Reh (L.): Zur Naturgeschichte mittel und nordeurop. Schildlause. — Geest(W.): Neue Schinetterlings Aberrationen. — Friese (H.): Ueber eine koloniebildung bei der Mor- telbiene.— Ulmer (G.): Beitr. zur Metaniorphose der deutschen Tri- chopteren. — Fischer (E.): Lepidopt. Experimental-Forschungen.— Nos 18-19.— Ulmer (G.): Zur Tricbopteren-Fauna von Thüringen und Harz. — Reh (L.):-Zur Naturgeschichte, etc.— Fischer (E.): Lepidop- terologische, etc. — Ducke (A.): Biologische Notizen über einige süd- amerikanische Hymenoptera. — Luhe (M.): Zur Frage der Parthenoge- nese bei Culiciden. Broteria. Revista de Sciencias Naturaes do Collegio de S. Fiel. Vol. n. Fase, ni e iv.— Navas (L.): Neurópteros prosostoruios de la Península Ibérica.— S. Tavares (J.): Arvores gigantescas da Beira. — S. Tava- rbs (J.): Movimento das plantas superiores.— Torrend (C): Fungos de Setubal.— Stdow: Pilzflora Portugals. — Martins (M. N.): Revista de Coleopterologia. — S. Tavares (J.): Zoocecidias de Portugal e da Ma- deira. Comisión del Mapa Geológico de España. Madrid. (Bol.) T. xxvil.— Malla - da (L.): Descr. de la cuenca carbonífera de Sabero (León).— CEhlert (P.): Fósiles devonianos de Santa Lucía. — Excursiones verif. durante la reunión de la Soc. Geol. de Francia en Barcelona en 1898. Entomologische Zeitung. Stettin. 64 Jahrg. Heft. n.— Agren (H.): Zur Ken- ntniss der Apterygoten-Fauna Süd-Schwedens. — Bernhauer (M.): Beitr. zur Staphylinidenfauna von Ostindien und den Sundainseln. — Fuchs (A.): Neue Kleinfalter des Mittelmeergebietes. — Fuchs (A.): Alte und neue Kleinfalter der europ. Fauna.— Herixg (Ed.): Uebersicht der Sumatra-Pyralidse. — Hering (Ed.): Neue Pyraliden aus dem tropis- chen Faunengebiet.— Jacoby (M.): Descr. of n. gen. and spec. of Phy- tophagous Coleóptera. — Krüger (L.): Die Arten der Odonaten-Gatt. Neurothemis. — Rober (J.): Lepidopterologisches.— Schenkling (S.): Ein. n. Cleriden des Stettiner Museums. Entomologische Zeitung. Viena, xxn Jahrg. ix Heft.— Reitter (E.): Neue, von Hauptmann in 1903, in Kleinasien gesamm. Coleopt.— Stein (P.): Einige Mittheilungen über Trichopera longicomis— ^Reitter (E.): Ocho artículos sobre Coleópteros. Faculté des Sciences. Marseille. (Anuales). T. xiii.— Vatssiere et Gerber: Reoh. cecidologiques sur Cistus albidus et C. salvifolius.— V asseür (G.): Sur l'industrie ligure en Provence au temps de la colonie grecque.— Caullery et Mesnil: Recherch. sur les Fecampia (Turbellariés Rhabdocéles). Instituto físico-geográfico de Costa Bica. San José. (Bol.) N.os 13 á 25.— Tondur (A.): El Cedrón.— Biollet (P.): Plantas é insectos.— Biol- DE HISTORIA NATURAL. 439 ley (P.): Cucarachas cosmopolitas aclimatadas en Costa Eica. K. E. Zoolcgisch-botanischen Gesellschaft. Viena. ( Verhandl.) luí Band. vil Heft.— Schulthess-Eeohberg (A. v.): Neue Arten der Vespiden- gatt. Norton-1 a und Plagiolabra, Eumenidarum n. g. — Cobelli (E.): L'ibernazione delle Fonniche.— Hendel (Fr.): Drei n. boreale Musci- das acalyptratte.— Mayr (G .): Hymenopter. Miszellen.— Eebel (H.): Eine Heteroceren-Ausbente aus der Sahara. Anuales historico-naturalis Musei Nationalis hungarici. Budapest. Vol. i. Pars prima.— G. Horvath: Szerbia Hemipterafaunaja.— Eaffray (A.): Voyage de M. Biró dans les possessions allemandes de la N. Guiñee, Pselaphides. — Lichtwardt (B.): Die Dipteren-Gatt. Antiphrisson. — Sp^eth (Fr.): Zusammenstellung der bisher von N. Guinea bekannt gewordenen Cassiden.— Bolívar (I.): Contr. a l'étude des Mecopodi- nse. — Günther Enderleix: Die Copeognathen des indo-australichen Faunengebietes. — G. Horvath: Conspectus spec. gen. Graphosoma. Kertesz (K.): Eine n. Familie der acalyptraten Musciden. — Montan- don (L.): Espéces nouv. ou peu connues du g. Belostoma appart. aux collect. du M. Nat. Hongrois.— Szepligeti (V.): Neue Evaniiden aus der Sammlung des Ungar. Nat-Museuins.— Schenkling (S.): Zwei n. Cleriden des Nat. Mus. zu Budapest. — G. Horvath: Pentatomidíe nov. extraeuropeas. Museam of Comparative Zoology at Harvard College. Cambridge. (U. S. A.) (Bull.) Vol. xl. N° 7.— Breed (E.): The Changes which ocour in the muscles of Thymalus marginicollis during metamorphosis.=Vol. xlii (Geol. series). Vol.- vi. N° 4.— Tarr (E.): Postglacial and iuterglacial changes of level at Cape Ann (Mass.). Naturhistorische Gesellschaft. Nürnberg. (Abhandl.) xv Band. i Heft. — Ihne (E.): Phaenologische Mitteilungen.— Lüdwig (W.): Vergeschichtli- che Denkrnaler in der Umgebung von Nürnberg. — Gengler (I.): Die Nebelkrahe (Corviis cornix) ais Brutvogel Bayerns. Portugalia. T. i. Fase. 1 á 4.— Fortes (J.): A necropole dolmenica de Salles. — Severo (E.): As necropoles dolmenicas de Traz-os-Montes. — Brenha (J.): Dolmens ou antas no concelho de Villa Pouca d'Aguiar.— Severo (E.): Commentario ao espolio dos dolmens do concelho de Villa Pouca d'Aguiar.— Silva Picao (J.): Ethnographia do Alto Alen- tejo. — Sampaio (A.): As villas do N. de Portugal. — Silva (A.). A alfaia maritima da ilba de S. Miguel. Real Academia de Ciencias y Artes. Barcelona. (Mem.) Vol. iv. Núm. 33. — Almera y Bopill: Consider. sobre los restos fósiles cuaternarios de la caverna de Gracia (Barcelona). = Núm. 34. — Meunier (F.): Nuevas contrib. á la fauna de los himenópt. fósiles.=Núm. 35. — Sauvage (H.): Sobre los peces de la caliza litográfica de Lérida. = Niírn. 36. — Puig (E.): Problema de meteorología pirenaica. no BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Real Sociedad Geográfica. Madrid. (Bol) T. n. Números 17 á 22. Royal Microscopical Society. Londres. (Journal). 1903. Part. 6. Sociedade Broteriana. Coimbra. (Bolet.J 1902. — Davuau (J.): Géographie botan, du Portugal.— Luisier (A.): Apontamentos sobre a flora da regiao de Setubal.— Saccardo (P. A.): Floras Mycologicse Lusitanica- (contrib. duodécima). Societá italiana di Scienze naturali e Museo Cívico di Storia Naturali. Mi- lán. (Atti). Vol, xlii. Fase. 3.°— De Alessandri: II gruppo del monte Misuva.— Mazzarelli (G.): Sugli Opistobrancbi del golfo di Napoli.— Intorno al parassitismo delle Strongylidíe uei polmoni di alcuni mam- miferi. — Staurenghi (C): Foramen dorsi sellte in ale. mammiferi. Societas Entomológica Rossica. S. Petersburgo. (Hora;). T. xxxvi. Nos 3.4.— Tschitschérine (T.): Nouv. étude sur le g. Eucamptognathus.—JAKO- vleff (B.): Revisión des Sphenoptera de la región paléarctique. — Jakovleff (B.): Etude sur les Sphenoptera paléaret. du sous-g. Chry- soblemma.— Wagner (J.): Beitr. zur Kenntniss der Vogelpuliciden.— (Otros trabajos en ruso). Société Botanique de France. París. (Bull.) T. 46. No 10. Société Entomologique de Belgique. Bruxelles. (Annales). T. 47. ix. Bo- vie (A.): Un Curculionide nouv. d'Australie— Lameere: Revisión des Prionides.=x.— Gorman (Rev. H.): On Coleopt. collect in India by MM. Andrewes. Société Impériale des Natur alistes. Moscou. (Bull.) 1902. N° 4.— Popoff (S.): Etudes sur les minéraux de la Crimée.— (Otros trabajos en ruso). The American Naturalist. Boston. Vol. xxxvn. No 440.— Graban (A.): Stud. of Gastropoda. n. Fulgur and Scotypus.— Howard (A.): On the Structure of the Outer Segments of the Rods in the Retina of Verte- bratee. — Doran (E.): Vernacular Ñames of Animáis. =No 441.— May (A.): A Contrib. to the Morphology and Development of Cory- morpha péndula.— Larris (J.): The Habits of Cambarus.— Morse (M.): The Trichodectida3.=N° 442.— Osbürn (R.): Adaptation to Aquatic, Arboreal, Fossorial and Cursorial habits in Mammals.— Conklin (E.): Amitosis in the Egg Follicle Cells of the Cricket.— Berry (E.): N. spec. of plantas from the Matawan Formation.— Hay (O.): Some Remark on the Fossil Fishes of Mount Lebanon, Syria— Shüfeldt (R.): On the Osteol. and System. Position of the Halcyones. The Canadian Entomologist. London (Canadá). Vol. xxxv. N° 10.— Fernald: On the N. Americ. spec. of Isodontia.— Bradley: The gen. Platyla- bus. — Robertson: Synopsis of Epeolinae. — Evans: List of Canadian Coleóptera. The Wilson Bulletin. Oberlin (Estados-Unidos). — Davenport (E.): Birds observ. at Mt. Mansfleld and Storm Valley in 1902.— Warren (E.): A nest of Buho virginianus subarcticus. — Rogers (W.): Winter Birds DE HISTORIA NATURAL. 441 of Central Park. — Jones (L.): The Terns of the Weepecket Islands (Mass.) The Zoologist. Londres. No 748.— Catón (G.): Migration of Birds in N. E. Lincolnshire during the Autumni of 1902.=N° 749. — Podmore (P.j: The Hybridization of Columba palumbus. — Howard (H.): On Sexual Selection and the iEsthetic Sense in Birds.— Ticehurst (W.): Rare Birds from Kent and Sussex. Zoologisclier Anzeiger. Berlín. Nos 709-7l0.=xxvn Band. No 1. — Thezing: Zur Kenntniss der Spermatogenese bei den Zephalopoden. — Fahrin- ger: Ueber das Vorkommen einer Speicherniere bei Carinaría medi- terránea.— Berlese: Diagnosi di ale. n. spec. di Acari italiani.— Tschu- frofp: Ueber die Entwickelung der Keimblatter bei den Libellen. — Mattiesen: Die Eireifung und Befruchtung der Süsswasserdendrocíe- len. — Nehring: Die geogr. 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García Mercet (Ricardo).— Noticia acerca del Dasylabris egregia Klug. (Bol. Soc. esp. H. naí. 1903.) Gredilla (A. Federico). — Dalos nuevos que incluir en la Flora hispano- lusiíana. 2.a nota. (Bol. Roe. esp. H. nat. 1903.) Bernández-Pacheco (Eduardo). — Práciicas elementales de Historia natu- ral. Córdoba, 1903. Jiménez de Cisneros (Daniel). — El yacimiento prehistórico de la rambla Bermeja, en el término de Lorca, y noticias acerca de otros 442 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA poco conocidos en la provincia de Murcia. (Bol. Soc. esp. H. nat. 1903.) La Fuente (José M.a de). — Datos para la fauna de la provincia de Ciu- dad-Real, xvi. (Bol. Soc. esp. H. nat. 1903.) Llord y Gamboa (Ramón). — Estudios de Química y Geología hidrológi- cas. Memoria premiada por la Rea! Academia de Medici- na. Madrid, 1903. Merrill (Elmer D.)— Botanical Work in the Philipppines. Manila, 1903. Revista científica profesional. — Año vi, números 9-10. Barcelona, 1903. 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Entom. de Belgique. 1902.) — Les Aphides radicicoles de Belgique et les Fourmis. (Ann. Soc. Entom. Belgique. 1902.) — Les Aphidocécidies paléarctiques. (Ann. Soc. Entom. Belgi- que. 1903.) — Note complémentaire sur les Aphidocécidies paléarctiques. (Marcellia. 1903.) — Note sur les Hémiptéres de Belgique. (Ann. Soc. Entom. de Belgique. 1900.) — Pentatomidee et Reduvidae novse africanse. (Wiener Entom. Zeitung. 1902.) Secall (J.)— Flora vascular de San Lorenzo del Escorial. Madrid, 1903. Simón (E.) — Arachnides de la Guiñee espagnole. (Mem. Soc. esp. H. nat. Tomo i.) ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES MENCIONADOS Ó DESCRITOS EN EL TOMO III DEL BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL (1). Mineralogía, Geología, Paleontología. Acerdesa, 183. Alethopteris Serlii, 129. Arnbligonita, 176. Ammonites Acüeon, 65. - annulatus, 65. - bifrons, 65, 296. - Oonstantii, 297. - Graeianus, 300. - insignis, 65. - Nilssoni, 296. - progenitor, 298. - radians, 65. - serpentinus, 65, 296. - Thetys, 300. - Thouarsensis, 65, 296. - tortilis, 65. - tripartitus, 297. Anfibol, 183. Anglesita, 88. Antigorita, 258. Aragonito, 291. Arenisca roja, 291. Azurita, 184, 257. Balanus, 88. Barita, 183. Baritina, 252, 257. Basalto, 416. Belemnites acuarii, 298. - rhenanus, 65. Biotita, 283. Bornita, 184. Calamites Cisti, 272. Calcedonia, 416. Calcopirita, 184, 252. Caliza, 259. - conchífera, 291. - cristalina, 183. Calyptnea, 88. Carcharodon, 334. Cardinia hybrida, 65. Cardiuin, 73. Casiterita, 176. Cervantita, 252. Ciervo, 362. Cceloceras crassus, 296. Collyrites Verneuili, 299. Cribrospongia parallela, 65. - reticulata, 65. (1) Un asterisco * indica que el género ó especie á que precede está descrito en este tomo y dos asteriscos ** que se describe por primera vez. Solo figuran en el ín- dice las variedades nuevas. Los nombres vulgares van de letra cursiva. 444 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Cuarcita, 176, 254, 258, 334. Cuarzo, 111, 256, 283, 291. Cylina, 88. Cytherea, 88. Dictyopteris neuroteroides, 129. Diorita, 293, 360. Donax trunculus, 88. - vittatus, 89. Dosinia orbicularis, 88. Duvalia dilatata, 300. Epsomita, 258. Estibina, 251. Feldespato, 267. - ortosa, 110. Fluorina, 184. Galena, 184. Gastrana Curuana, 89. Glauconita, 259. Glyptodon, 217. Granitos, 110, 176, 416. Hematites, 183, 253, 283. Heteraster, 300. Hoplites Cryptoceras, 299. - neocomiensis, 300. Homablenda, 258. Hornblenda, 291. Hulla, 257. Keuper,*291. Lamna, 334. Lepton, 88. Lignito, 259, 291. Lima Hermani, 65. Limonita, 183, 253. Lioceras serpentinus, 297. Lytoceras Emerici, 299. - quadrisulcatus, 299. - strangulatus, 299. Mactra corallina, 89. Magnetita, 183, 252, 258, 283, 290. Malaquita, 184, 253, 257. Margas, 291. Massicot, 88. Mastodon angustidens, 80. Mastodon longirostris, 81. - tapiroides, 81. - turicensis, 81. Megatherium americanum, 213. Melanitos, 293. Melanterita, 258. Metaporhinus convexus, 299. Mica, 255. Micacita, 183. Mispiquel, 255. Mylodon, 213. Mytilus Sowerbyi, 65. - sublsevis, 65. Nacrita, 259. Nerinea, 141. Odontopteris Brardi, 272. Ofitas, 292. Olcostepbanus Astieranus, 299. digisto, 183, 252,294. Ortosa, 283. Oso pardo, 362. Ostrea, 88. - cymbium, 65. Oxyrrhina, 334. Pecopteris arborescens, 272. - polymorpba, 272. Pectén, 83, 88. - sequivalvis, 65, 296. - Priscus, 296. Pegmatita, 110, 256, 283. Perispbinctes microcantbus, 298. - Richteri, 298. Pholadomyia Idea, 65. Pbylloceras semistriatus, 300. - tortisulcatus, 298. - ultramontanum, 300. Pirita, 183,251, 257, 291. Pirolusita, 184. Pizarras silúricas, 83, 176, 254. Pleuromyia unioides, 65. Pleurotoma, 88. Pleurotomaria anglica, 65. - Perseus, 65. DE HISTORIA NATURAL. 145 Pleurotomaria precatoria, 65. - princeps, 65. Plicatula spinosa, 65 Pórfidos, 416. Pseudocidaris clunifera, 300. - ovifera, 300. - Thurmanni, 300. Purpura hfemastoma, 169. - lapillus, 169. Pygope diphya, 298. - diphyoides, 298. Quiastolita, 258. Khinoceros Mercki, 361. Rhynchonella tetraedra, 65. - variabilis, 65. - varians, 65. Rutilo, 259. Serpentina, 258. Serpula tricristata, 65. Siderita, 184. Silex, 333. Sphenopteris latifolia, 272. Spiriferina, 299. Straparollus (Evomphalus), 129. Teleosaurus, 140. Terebratula Bouei, 298. - cornuta, 65. - Edwarsi, 65. - punctata, 65. - quadrifida, 65. - subovoides, 65. - subpunctata, 65. - triangulus, 29ü. Traquita, 416. Turba, 417. Turbales, 417. Ulmina, 362. (Jrsus spelseus, 79. Valentinita, 252. Venus, 88. Vermetus, 88. Yeso, 252, 292. Botánica. Abrons, 1 12. Acacia Farnesiana, 73. Adenostyles * albifrons, 107. - * alpina, 107. - * pyrenaica, 107. Adianthum, 63. Agave americana, 328. Águilas, 1 12. Ajuga Iva, 72. Allium subvillosum, 73. Alsine procumbens, 70. Alsinoyas, 112. Alternantbera Acbyrantha, 328. Alyssum maritimum, 69. Amanita cíesarea, 112. - solitaria, 112. - vaginata, 113. Amarantus albus, 328. Amarantus chlorostachys, 328. - deflexus, 328. - hybridus, 328. - hypocbondriacus, 328. - retroflexus, 328. - spinosus, 328. - viridis, 328. AnacycLus radiatus, 7 1 . Anagallis arvensis, 71. - linifolia, 71. Anemone palmata, 69. Anthemis arvensis, 71. Anthocerus dichotomus, 365. - lsevis, 365. Anthoxanthum ovatum, 73. Anthyllis Webbiana, 70. Antirrhinum Orontium, 71. Arisarum vulgare, 73. 446 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Aristolochia baetica, 72. - Pistolochia, 72. Armería allioides, 154. - ** Ancarensis, 155. - Berlengensis, 153. - Duriaei, 154. - elongata, 154. - filicaulis, 154. - Langeana, 154. - marítima, 153. - plantaginea, 154. - pubigera, 154. - pungeus, 153. Armillaria mellea, 112. Artemisia camphorata, 274. - herba-alba, 274. Asparagus albus, 73. Aspbodelus tenuifolius, 73. Asplenium fontanuin, 274. Asterolinum stellatum, 71. Astragalus bseticus, 70. - lusitanicus, 70. Astrocarpus Clusii, 70. Avena fatua, 73. Bacillus Anthracis, 399. Baobal, 326. Barbula aloides, 365. - squarrosa, 365. Bellis sylvestris, 71. Betula alba, 420. Biscutella bsetica, 69. - microcarpa, 69. - scutellata, 69. Bolet, 112. Bolets de bou, 112. - de bruch, 112. - d' esca, 112. - d' or, 112. Boletus edulis, 112. - granulatus, 113. - luridus, 113. - Satanás, 114. Borrago officinalis, 71. Bossas, 112. Brachytbecium rutabulum, 365. Brassica Cossoniana, 69. Bridens leucantba, 328. Bryum, 420. Bryum argentum, 365. - capillare, 365. Oalluna vulgaris, 71. Camas-sechs, 112. Candelas de bruch, 112. Cantarellus cibarius, 113. Cap blau, 112. Capsella procumbens, 69. Cardiospermum balicacabum, 328. Carex, 420. - dioica, 274. - serrulata, 73. Castaño, 15U. Centaurea Amblensis, 431. - ** Argecillensis, 431. - macrorrhiza, 432. - polyacantba, 71. - pullata, 71. - Toletana, 431. Centranthus macrosiphon, 71. Cerinthe major, 71. Cestrum Parqui, 328. Ceteracb, 63. Chíenorrhinum rubrifolium, 274. Cbenopodium ambrosioides, 328. Cistus salvisefolius, 69. Clavaria cinérea, 113. - coralloides, 113. - pistillaris, 112. Clitocybe cerussata, 113. - geotropa, 113. Coleostepbus Miconis, 71. Convolvulus altbseoides, 7 1 . - tricolor, 71. Cotula coronopifolia, 328. Craterellus cornucopioides, 113. Cryptostemma hypochondriacum, 433. DE HISTORIA NATURAL. 417 Cyperus schcenoides, 73. - vegetus, 328. Datura ferox, 328. - Metel, 328. - Stranionium, 328. - Tatula, 328. Desmazeria loliacea, 73. Dicranum Graevilleanum, 365. Digitaria paspaloides, 328. Dracsena Draco, 68. Drago, 324. Ecbium lusitanicum, 202. Emex spinosa, 72. Ephedra nebrodensis, 203. Erigeron bonariense, 328. - canadense, 328. Erodium moschatum, 70. Escariéis, 112. Esclafasancs de llet, 113. - de Iletrada, 113. Euphorbia exigua, 72. - belioscopia, 72. - terracina, 72. Fedia Cornucopia, 71. Festuca, 420. Fossombronia angulosa, 365. - pusilla, 365. Frankenia pulverulenta, 70. Fumaria gaditana, 69. - spicata, 69. Galium saccharatum, 71. Genista triacantbos, 70. Girgola de camp, 113. Gladiolus segetum, 72. Gregüets, 113. Gymnogramina leptopbylla, 73. Gynandriris Sisyrincbium, 73. Halimiuní Libanotis, 69. Hedysarum spinosissimurn, 70. Helianthemum glaucum, 69. - salicifolium, 69. Helichrysum fcetiduin, 328. Heliotropium curassavicum, 328. Hippocrepis Salzmanni, 70. Homalia lusitanica, 242. Hydnum imbricatum, 112. - repaiidum, 113. Hygropborus limacinus, 113. - virgineus, 1 1 3. Hypnuin, 420. - cupressiforme, 365. - purum, 365. Kleiuia flcoides, 328. Lactarius deliciosus, 113. - piperatus, 113. - theiogalus, 114. - torminosus, 114. Lathyrus cícera, 70. Lavandula Stcechas, 72. Lavatera crética, 70. Lecanora subfusca, 285. Lejeunia serpyllifolia, 365. Lepidium virginicurn, 328. Lepiota procera, 112. Leucojum trichophyllum, 73. Linaria cymbalaria, 72. - birta, 72. - viscosa, 72. Lippia citriodora, 328. Litbosperrnuní apulum, 71. Llanegans, 113. Llenegalls, 113. Llenegas, 113. Llenegays, 113. Z lengua de gos, 113. Lotononis lupinifolia, 701 Lotus arenarius, 70. - edulis, 70. Lupinus albus, 70. - luteus, 70. - varius, 70. Lycoperdon, 112. Madotbeca platyphyla, 365. Malcolrnia lacera, 69. - littorea, 69. Marasmius oreades, 113. 448 BOLETÍN de la sociudad española Marasmius urens, 112. Mare de rovelló, 113. Mataparens, 113. Medicago littoralis, 70, 362. Melilotus parviflora, 70. - sulcata, 70. Mesembryantbemum Aitonis , 328. - cristallinum, 71. - deltoides, 73. Microlonchus salmanticus, 71. Mieromeria grpeca, 72. Morchella, 113. Moixernó, 113. Moxernó, 113. Mucos, 113. Mucosas, 113. Múrgula, 113. Múrmula, 113. Nardurus Gandogeri, 273. Nicotiana glauca, 328. - rustica, 328. Nigella damascena, 69. Nothoscordium fragrans, 328. Nymphaea alba, 420. Obione portulacoides, 72. CEnanthe Lachenalü, 71. (Enotbera biennis, 328. - fruticosa, 328. - longiflora, 328. - rosea, 328. - striata, 328. Omphalia ventosa, 112. Ononis Natrix, 70. Opbrys bombiliflora, 72. - iricolor, 72. - tentbredinifera, 72. Opuntia Ainyclsea, 328. - coccinellifera, 328. - Dilleni, 328. - Ficus-indica, 328. - tomentosa, 328. - Tuna, 328. - vulgaris, 328. Orchis masculolaxiflora, 72. - Morio, 72. Or dianas de bruch, 113. Or ellas d' ase, 113. - de poli, 113. - de rueh, 113. Orlaya marítima, 71. Ornitbopus compressus, 70. - sativus, 70. Ous de reig, 113. Oxalis cernua, 70, 328. - violácea, 328. Pantinellas, 113. Panus stipticus, 112. Parietaria diífusa, 72. - erecta, 72. - mauritanica, 72. Pascaba glauca, 328. Paxillus lamellirugus, 113. Pebrás, 113. Pelargonium inquinans, 328. Pellia calycina, 365. Pendulina Lagascana, 69. Pentinellas, 113. Pet de llop, 113. Peus de rata, 113. Phelipíea Mutellii, 72. Phlonlis purpurea, 72. Physalis peruviana, 328. Physanthyllis tetraphylla, 70. Pbytolacca decandra, 328. Picridium gaditanum, 71. - tingitanum, 71. Pinardia coronaria, 71. Pinatell, 113. Pinotell, 113. Pinus canariensis, 308. - pinaster, 426. - uncinata, 423. Pistacia Lentiscus, 70. Pixacunill, 113. Plagiochila asplenioides, 365. - interrupta, 365. DE HISTORIA NATURAL. 449 Plantago albicans, 72. - Coronopus, 72. - serraría, 72. Pleurotus dryinus, 112. - ostreatus, 113. - ulmarius, 113. Poinsettia pulcherrima, 73. Polycarpon diphylluin, 71. Polygala, 63. - bsetica, 70. Polyporus fornentarius, 112. Polytrichum, 420. Populus, 152. Portulacaria afra, 73. Potas de caball, 113. - de rata, 113. Potentilla * * Bescansa?, 275. - grandiflora, 276. - pensylvanica, 328. - subacaulis, 276. Psalliota campestris, 114. Pterogonium gracile, 365. Ptiagra, 113. - blanca, 113. - negra, 113. Pyrola minor, 154. Quicou, 113. Eamalina calicaris, 89. - vulcania, 89. Ranunculus rnacrophyllus, 69. - muricatus, 69. - peltatus, 69. - Sardous, 69. Reig, 113. Retama monosperma, 70. Ehacomitrium canescens, 365. Rhamnus Alaternus, 70. Rhynchostegium rusciformej 365. Roccella phycopsis, 89. Ronvieba multifida, 328. Rossinyol, 113. Rovell d' on, 113. Bovelló, 113. Rovelló de cabra, 114. Rovellol, 114. Rumex tingitanus, 72. Russula emética, 113. - mustelina, 113. - rubra, 113. Ruta chalepensis, 70. Sagina maritima, 70. Salicornia fruticosa, 72. - herbácea, 72. Salix fragilis, 72. Saponaria officinalis, 84. Scirpus caespitosus, 420. Scleroderma verrucosum, 113. Scolopendrium officinale, 63. Scorpiurus subvillosa, 70. Scrophularia sambucifolia, 72. Sedum dendroidetim, 73. - lancerottense, 357. Sempervivum hiérrense, 357. Senebiera didyma, 69, 328. Serapias cordigera, 72. Sherardia arvensis, 7 1 . Silene apétala, 70. - rubella, 70. - vespertina, 70. Siarenys, 114. Smilax áspera, 73. Solanum bonariense, 328. - Sodomaeum, 71. Solidago canadensis, 328. Soliva Barclayana, 328. Sonchus Diana?, 71. Spartium junceum, 152. Spartocytirus nubigenus, 308. Spergularia marina, 70 Sphagnum acutifolium, 420. - cuspidatum, 420. - palustre, 420. - rigidum, ,420. - subsecundum, 420. Stachys arvensis, 72. Statice sinuata, 72. 45 0 BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA Stenotaphrum americanum, 327. Suteda fruticosa, 72. Tagetes glandulosa, 328. Tamarix africana, 71. Tamus cornrnunis, 73. Teucrium fruticans, 72. Thesium humile, 72. Tbymelaea hirsuta, 72. Tófunas, 114. Toninia candida, 63. Tragopogón bombycinus, 273. - crocifolius, 273. Tricholorna equestre, 113. - Georgii, 113. - ionides, 112. - truncatum, 112. Trichonema purpurascens, 73. - ramiflorurn, 73. Trifolium stellatum, 70. Triguera ambrosiaca, 71. Tuber, 114. Tuberaria inconspicua, 70. Tulipa australis, 274. Ulex bfeticus, 70. - canescens, 70. Unibilicus gaditanus, 71. Uitica membranácea, 72. Vaillantia muralis, 71. Valerianella Morisonii, 71. Verónica Assoana, 274. - peregrina, 328. Verrucaria Schoereri, 63. Vicia lútea, 70. - vestita, 70. Xanthium macrocarpum, 328. - spinosum, 328. Zoología. Acantbaspis (Tetroxia) affinis, 61. - - Beauvoisi, 61. - - ** Escalera, 61. - - spinifera, 61. Acantholabrus * palloni, 95. Accipiter nisus, 309. Acocephalus Bolivari, 203. Agriotes sordidus, var. ** circum- cinctus, 344. - - * nigriceps, 344. Aguja, 95. Aguija, 95. Alatxa, 97. Alauda cristata, 27S, 374. Alcedo ispida, 278. Alosa finta, 97. - sardina, 97. Ammophila hirsuta, 320. - lutaria, 321. Amycla corniculum, 228. Anajapyx vesiculosus, 167. Anas boschas, 278. Anomia epbippium, 232. Anthomyia pluvialis, 146. Anthrax flava, 145. Aphsenogaster barbara, 321. Aphia meridionalis, 240. - pellucida, 240. Apogon imberbis, 240. Aporrhais pes-pelecani, 230. - serresianus, 230. Apterogyna bimaculata, var.** ru- fescens, 98. ** Apterope;edes, ** nigroplagia- tus, 304. Aquila imperialis, 88, 367. - naevioides, 88. - pennata, 367. Arca barbata, 233. - imbricata, 233. - láctea, 233. . - *oe, 233. DE HISTORIA NATURAL. 451 Arca senilis, 210. Árdea minuta, 278. - purpurea, 278. - ralloides, 278. - stellaris, 277. Argyra argyria, 146. Aricia vagans, 146. Asida alrneriensis, 73.- - Alonensis, 73. .- argenteo-limbata, 74. - asperata, 73. - Clementei, 74. - Escalera?, 74. - grandipalpis, 73. - hespérica, 73. - hispalensis, 77, - holosericea, 73. - Kraatzi, 77. - lorcana, 76. - luctuosa, 76. - Martinezi, 76. - ** Martini, 75. - Oberthüri, 76. - Sanchez-Goniezi, 76. - sericea, 73. Asilus albiceps, 146. - crabroniformis, 146. - rusticas, 146. - setulosus, 146. - trigonusj 146. Astarte fusca, 233. - sulcata, 233. Astralium rugosum, 88. Avicula tarentiDa, 232. Bacanius * termitophilus, 116. Belone * acus, 95. - rostrata, 95. Bennia ** Oberthüri, 303. Beris vallata,';i45. Besug, 93. Bibio johannis, 145. - marci, 145. - venosus, 145. ** Biroella ** dispar, 304. Bittium Jadertinum, 235. - Latreillei, 235. - reticulatum, 230. Blennius * erythrocephalus, 91. - gattorugine, 91. - graphicus, 91. - ocellaris, 91. - palmicornis, 91. - pavo, 91. - sanguinolentue, 91. - * tentacularis, 91. Bombilius ater, 145. - cinerascens, 145. - cruciatus, 145. - fugax, 145. - major, 145. Boga-ravell, 93. Brachyderes marginellus, 343. - suturalis var. * insuturalis, 343. Bubo maximus, 367. Buey, 402. Bufo vulgaris, 63. Bulla Adausoni, 209. - striata, 232. Cabot en bañes, 92. Cabra, 170. Csenosia triangula, 146. Calamoherpe aquatica, 169. - arundinacea, 278. - cisticola, 59, 278. - cetti, 376. - melanopogon, 278. - palustris, 278. - turdoides, 278. Callionyrnus adrnirabilis, 92. - *belenus, 92. - lyra, 92. - *maculatus, 92. - pusillus, 92. Calliostoma conulus, 231. - exasperatus, 231. - Gra vinas, 231. tti boletín de la sociedad española Calliostoina Laugieri, 231. - striatus, 231. - zizyphinus, 231. Calliphora erythrocepala, 147. Camaleón, 148. Camponotus crueutatus, 321. Campylosteira perethrice, 347. - * serena, 347. Cancellaria cancellata, 227. Cantaras griseus, 92. - * orbiculaiñs, 92. - vulgaris, 92. Canter e, 92. Capellá, 96. Capulus hungaricus, 232. Cardita calyculata, 233. Cardiurn aculeatum, 233. « - echinaturn, 233. - edule, 210, 233. - mínimum, 233. - norwegicum, 233. - papillosum, 233. - paucicostatum, 88. - tuberculatum, 233. Caricsea tigrina, 146. Carnero, 402. Oassidaria echinophora, 228. Cassis saburum, 88. Cavach, 90. Cerceris** peninsularis, 103. Cerilocus** Carneronensis, 104. - ** Conradti, 105. - Dohrni, 105. - histrio, 105. - inermipes, 105. - Ñero, 106. Cerithiopsis tubercularis, 210. Cerithium rupestre, 230. - vulgatum, 230. Cbama gryphoides, 233. Cbaradrius minor, 278. Cheilosia albitarsis, 147. - flavicornis, 147. Cheilosia vernalis, 147. Cbemnitzia elegantissima, 230. Chilocorns l>i|>ut-tulatus, 169. Chlamys byalina, 88. Chortopbil.i muscaria, 146. Cbrysis varicornis, 321. Chrysoehlainvs cuprea, 148. Chrysogaster metallinus, 148. Cbrysomyia formosa, 145. - polita, 145. Chrysoj'hrys aurata, 93. - * crassiro-tris. 93. Cbrysopila atraía, 146. - áurea, 14tf. Cbrysops cteontiens, 145. Cbrysotoxuin elegans, 148. - interme, por el Prof. St. Meunier. 359 Barras (F. de las).— Objetos neolíticos existentes en el Instituto de Huelva 360 Miquel (M.) — Molar de Rhinoceros hallado en Pamplona 361 Rivas Mateos (M.) — Polimorfismo del Medicago littoralis Rohde. . . . 362 Casares Gil, (A.) — Nota sobre los musgos de Cataluña 364 Crú y Marqués (V. y E.) — Viaje ornitológico por Andalucía (provin- cias de Sevilla, Huelva y Granada), durante los meses de Abril, Mayo y Junio de 1902 366 Boletín bibliográfico 383 Sesión del 2 de Diciembre de 1903 389 Barras (F. de las). — Sobre un temblor de tierra observado en Huelva 392 Ramón t Cajal (S.) — Sobre la existencia de un aparato tubulif rme en el protoplasma de las células nerviosas y epiteliales de la lom- briz de tierra 395 160 BOLETÍN de la sociedad española Págs. Torró (K.) — Contribución al estudio de la inmunidad natural 399 Font t Sagüé (N.) — Origen geológico de los manantiales termo-mi- nerales de Caldas de Malavella (provincia de Gerona) 411 Calderón (S.) — Nota preliminar sobre la turba y los turbales de España 417 Gredilla (A. F.) — Datos nuevos que incluir en la Flora hispano- lusitana. (Lám. v) 428 Boletín bibliográfico 434 Índice alfabético de los géneros y especies mencionados ó descritos en el tomo ni del Boletín 443 •Índice de lo contenido en el tomo ni del Boletín 461 Se ba publicado este tomo en diez cuadernos, que han aparecido cada uno de ellos dentro del mes correspondiente, cuya indicación se halla al pie de cada pliego. Lleva además cinco láminas. q^ un