BOXjETinsr t)K LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL TOMO XII —1912 MADRID ESTABLECIMIENTO TIPOGKÁFICO DE FORTANET IMPRESOR DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA Libertad, núm. 29.— Teléfono 991. 1912 JUNTA DIRECTIVA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL I'-A-S.-A. 1912 Presidente D. Ricardo Codorníu. Vicepresidente D. J. Manuel Díaz del Villar. Tesorero D. Ig-nacio Bolívar y Urrutia. Secretario D. Ricardo García Mercet. Vicetesorero D. Cayetano Escribano y Peix. Vicesecretario D. Federico Moroder y Sala. Bibliotecario D. Ang-el Cabrera Latorre. Contitión de publicación. I). Blas Lázaro é Ibiza. — D. Lucas Fernández Navarro. — D. Doming-o Sánchez y Sánchez. Cotniaión de Catálogo», D. Blas Lázaro é Ibiza.— D. Federico Gredilla y Gauna.— D. José María Dusmet y Alonso. — D. Juan Manuel Díaz del Villar.— D. Enrique Pérez Zúñig-a.— D. Ang-el Cabrera Lato- rre.— D. José Gog'orza y González. SECCICf>N OE BARCELONA. Presidente D. Carlos Calleja y Borja-Tarrius. Vicepresidente D. Augusto Pí y Suñer. Tesorero D. Francisco Pardillo y Vaquer. Secretario D. Emilio Fernández Galiano. SECCIÓN DE SEVILLA. Presidente D. Bernardo Tenorio. Vicei)residente D. Manuel José Paul y Arozarena. Tesorero D. Francisco Isern y Tixé. Secretario D. Romualdo González Fragoso. Vicesecretario D. Francisco Doblado Bertholeet. n t o i JUNTA DIRECTIVA SECCIÓN OE ZARAGOZA. Presidente D. Patricio Borobio. Vicepresidente D. Pedro Aramburu. Tesorero D. Pedro Ferrando y Más. Secretario D. Francisco Aranda Millán. SECCIÓN DE GRANADA. Presidente D. Bernabé Dorronsoro y Ucelayeta. Vicepresidente D. Manuel M.* S. Navarro Neumann. Tesorero D. Carlos Rodríg-uez López Neira. Secretario D. Juan Luis Diez Tortosa. Comíjsión para el fomento del Uluseo regional. D. Pascual Nácher y Vilar.— D. José Taboada. — D. Nicasio Montes Garzón. — D. Fernando Moreno Sevilla. SECCIÓN DE SANTANDER. Presidente D. José Olabe y Alonso. Vicepresidente D. José Gómez Veg-a. Tesorero D. Federico Vial. Secretario D. Luis Alaejos y Sanz. Comisión del iVf useo. D. Luis Martínez y Fernández. — D. Federico Vial. — D. Her- milio Alcalde del Río. — D. José Rioja Martín. SECCIÓN DE SANTIAGO. Presidente D. José Deulofeu y Poch. Vice2)reside7ite D. Maximino de la Riva. Tesorero D. César Sobrado Maestro. Secretario D. Antonio García Várela. SOCIOS FUNDADORES DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL D. José Argumosa. f D. Ignacio Bolívar y Urrutia. Excma. Sra. D/ Cristina Brunetti de Lasala, Duquesa de Mandas. D. Francisco Cala, f Excma. S.aD.a Amalia de Heredia, Marquesa Viuda de Casa Loring. Excmo. Sr. T>. Miguel Colmeiro. f D. Antonio Cipriano Costa, f Excmo. Sr. D. Cesáreo Fernández Losada. D. Saturnino Fernández de Salas, f D. Manuel María José de Galdo. f D. Joaquín González Hidalgo. D. Pedro González de Velasco. f D. Ángel Guirao y Navarro, f D. Joaquín Hysern. f D. Marcos Jiménez de la Espada, f D. Eafael Martínez Molina, f ü. Francisco de Paula Martínez y Sáez. t D. Manuel Mir y Navarro. D. Patricio María Paz y Membiela. f Excma. Sra. Condesa de Oñate. f D. Sandalio Pereda y Martínez, f D. Laureano Pérez Arcas, f D. José María Solano y Enlate. D. Serafín de Uhagón. f D. Juan Vilanova y Piara, f D. Bernardo Zapater y Marconell. f Presidentes que ha tenido esta Sociedad desde su fundación en 8 de Febrero de 1871. 1871-72. Excmo. Sr. D. Miguel Col- 1890. meiro. f 1873. D. Laureano Pérez Arcas, f 1891. 1874. limo. Sr. D. Ramón Llórente 1892. y Lázaro, f 1893. 1876. limo. Sr. D. Manuel Abe- leira. f 1894. 1876. Excmo. Sr. Marqués de la Ri- vera, t 1895. 1877. limo. Sr. I). Sandalio Pereda y Martínez, f 1896. 1878. D. Juan Vilanova y Piera. f 1879. Excmo. Sr. D. Federico de 1897. Botella y de Hornos, f 1898. 1880. D. José Macpherson. f 1899. 1881. D. Ángel Guirao y Navarro, f 1900. 1882. Excmo. Sr. D. Máximo La- 1901. guna. t 1902. 1883. Excmo. Sr. D. Manuel Fer- nández de Castro, f 1903. 1884. D. Pedro Sáinz Gutiérrez, f 1904. 1886. D. Serafín de Uhagón. f 1905. 1886. D. Antonio Machado y Nú- ñez. t 1906. 1887. limo. Sr. D. Carlos Castel y 1907. Clemente, f 1908. 1888. Excmo. Sr. D. Manuel M. J. 1909. de Galdo. f 1910. 1889. D. Ignacio F. de Henestrosa, 1911. Conde de Moriana. f D. Francisco de P. Martínez y Sáez. f D. Carlos de Mazarredo. f D. Laureano Pérez Arcas, f Excmo. Sr. D. Máximo La- guna, f Excmo. Sr. D. Daniel de Cor- tázar. D. Marcos Jiménez de la Es- pada, f D. José Solano y Eulate, Mar- qués del Socorro. D. Santiago Eamón y Cajal. D. Manuel Antón y Ferrándiz. D. Primitivo Artigas, f D Gabriel Puig y Larraz. D. Blas Lázaro é Ibiza. D. Federico Oloriz y Agui- lera. Excmo. Sr. D. Zoilo Espejo, f D. José Rodríguez Mourelo. D. Salvador Calderón Ara- na, f D. Florentino Azpeitia. D. José Casares Gil. D. Luis Simarro y Lacabra. D. José Gómez Ocaña. D Joaquín González Hidalgo. limo. Sr. D. Emilio Ribera y Gómez. XjIStj^ idiej socios de Ici Real Española de Hisforia natural EN 10 DE ENERO DE 1912. Socios protectores. EN ESPAÑA. S. M. el Rey D. Alfonso XIII. S. A. el Archiduque Luis Salvador. Excmo. Sr. D. Manuel Allendesalazar. Excmo. Sr. Duque de Medinacelí. Excmo. Sr. Duque de Alba. Excmo. Sr. Duque de Luna. Excmo. Sr. Marqués de Santa Cruz. Excmo. Sr. Marqués de ürquijo. EN EL EXTRANJERO. S. A. S. el Príncipe Alberto de Monaco. Sr, Marqués de Mauroy. (Francia.) Socios honorarios. Brunner voN Wattenwyl (Garl), Consejero áulico.— Lerchenfel- derstrasse, 28, Viena. Gastellarnau (D. Joaquín María de), Director de la Escuela de Ingeniero de Montes. — El Escorial. Engler (Dr. Adolf), Geheimer Regierungsrath, Professor der Botanik, Director des Kgl.-botanischen Gartens und Mu- seuras. — Motzstrasse, 89, Berlin, W. Geikie (Sir Archibald), Director of Geological Survey of England and Wales.— 28, Fermyn Street, S. W., Londres. LuBBOCK (Sir John), Lord Abevury.— Bart. M. D. Saint James, 2, London, S. W.; también en Down (Kent), High Elms (Inglaterra). LISTA DE SOCIOS PouLTON (EdwardB.), Profesor de Zoología en la Universidad.— Oxford (Inglaterra). Ramón Y Gajal (Excmo. Sr. D. Santiago), de las Reales Acade- mias de Medicina y Ciencias, Catedrático en la Facultad de Medicina, Consejero de Instrucción pública. — Calle del Príncipe, 41, Madrid. IscHERMAK (Pfof. Dr. Gustav). — Universitat, Viena. Van Thiegen (Ph.), Professeur administrateurauMuseum d'His- toire naturelle. — 22, rué Vauquelin, Paris. Socios Correspondientes extranjeros (1). MM. Acloque (Alexandre). — 69, Avenue de Segur, Paris. — (His- toria natural general.) André (Ernest), Notario honorario; de la Sociedad ento- mológica de Francia. — 17, rué Víctor Hugo, Gray (Haute-Saóne, Francia). — ( Himenópteros , especialmente Formícidos y Mutilidos.) Arnold (Dr. J.) — Munich. Balsamo (Francesco). — Via Salvator Rosa, "290, Ñapóles. — (Botánica y principalmente algas.) Bedel (Louis), de la Sociedad entomológica de Francia. — 20, rué de l'Odéon, Paris, 6«. — (Coleópteros paleárticos.) Blanchard (Dr. Raphaél), Profesor en la Facultad de Me- dicina; de la Academia de Medicina, Director de los Ar- chives de Parasitologie. — 226, Boulevard Saint-Ger- main, Paris, 7«. — (Entomología general^ Hirudineos.) Bois (D.), Asistant au Muséum.— 15, rué Faidherbe á Saint- Mandé (Seine), Francia. — (Botánica.) BouLEN&ER (G. A.), del Museo británico. — Courtfield Road, 8. South Kensington, S. W, — Londres. — (Herpetología é Ictiología.) Brancsik (Dr. Cari).— Trencseu (Hungría). — (Entomología.) Brizi (Ugo). — Museo Agrario, Via Santa Susana, Roma.— CBotánica y 'principalmente flora de Italia.) BucKiNG (Dr. H.), Profesor en la Universidad. — Estrasburgo (Alemania). íl) Con el objeto de fomentar las relaciones científicas entre los socios, se indica entre paréntesis y con letra bastardilla, después de las señas de su domicilio, si el socio cultiva en la actualidad más especialmente algún ramo de la Historia natural. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 9 MM. BuRR (Malcolm), Doctor en Ciencias por la Universidad de Oxford, Ingeniero jefe de «Kent Goal Concessions Ltd.» — Gastle Hill House, Dover (Inglaterra). — (üermápteros y Ortópteros. J Gamerano (Lorenzo), Profesor de Anatomía comparada y Director del Museo zoológico de la Universidad. — Palazzo Garignano, Turin (Italia). — ( Aiiatomía comparada, Gordiidos.) Gannaviello (Prof. Eurico). — Villa Bruno, Portici (Ñapóles.) Garl (Dr.), Ayudante del Museo de Historia natural. — Gi- nebra (Suiza). — (Entomología, Miriápodos.) Ghevreux (Edouard). — Roule du Gap, Bóne (Gonstantina). Argelia. — (Crustáceos anfipodos.) Delacroix (Dr. G ), Agregado al Instituto nacional agronó- mico y Director de la Estación de Patología vegetal. — 11 bis, rué d'Alésia, Paris. Dehvieux (Ermanno). — Via Massena. 34. — Turin (Italia). De Toni (Pr. Dr. Joannes Baptista), Director del Jardín Botánico de la Universidad de Módena (Italia). DiSTANT (W. L.) — Steine Haus, Selhurst Road, South Ñor. wood, Surrey (Inglaterra). — (Hemipteros.) DoLLFus (Adrien), Director de La Feuille des Jeunes natu- ralistes. — Rué Pierre Gharron, 35, Paris. Fauvel (G. Alberto), Abogado. — Rué Ghoron, 3, Gaen (Fran- cia.— (Coleópteros y especialmente Estafilínidos.) Gebien (H.) — StockharJtstrasse, 21, Hamburg-Hamm. — (Coleópteros.) Gestro (Raffaello), Doctoi', Vicedirector del Museo cívico de Historia natural. — Villeta Dinegro, Genova (Italia). — (Coleópteros.) GiORDANO (Dr. Domenico), Profesor de Matemáticas é His- toria natural en el R. Gimnasio de Ragusa (Sicilia, Italia). GiRARD (Albert Alexandre). — Lisboa PovlügR]).—Clctiologia y Malacologt'a.) Griffim (Dr. Achille), Profesor en el R. Instituto técnico de Bologna (Italia). — (Entomología.) Grouvelle (A.) — Director de la Manufactura nacional de tabacos de Issy, rué Ernest-Renan, Issy-les-Moulineaux (Seine) (Francia). — (Clavicornios exóticos.) 10 LISTA DE SOCIOS MM. Heckel (Edouard), Profesor en la Facultad de Ciencias. — 31, Gours Lieutaud, Marsella (Francia). — (Botánica.) HoRVÁTH íGéza), Doctor en Medicina, Director del Museo nacional de Hungi-ía. — Museumring, 12, Budapest (Austria-Hungría). — (Hemipteros.) Janet (Charles), Ingeniero, Doctor en Ciencias. — Faubourg Saint-Jacques á Beauvois, Oise (Francia). — (Geología y Paleontología. Hormigas, Avispas y Abejas.) Rheil (D. Napoleón M.), Profesor en la Escuela de Co- mercio, Socio del Club de Historia natural de Praga y de las Sociedades Entomológicas de Berlín, Steltin y Dres- de. — Ferdinandstrasse, 38, Praga (Bohemia). Klapalek (Prof. Francisco).— Karolinenlhal, 263, Praga. — (Tricópteros y Neurópteros.) Lagerheim (Prof. Gustav), Profesor en la Universidad de Estocolmo. — (Botánica sur americana.) Lesne (Pierre), Asistente de Entomología del Museo de His- toria Natural. — 10, Avenue Jeanne, Asniores (Seine) (Francia) . — [Entomología, Coleópteros.) Lewis (Jorge).— 87, Frant Road, Tumbridge Wells (Ingla- terra).— (Coleópteros del Japón é Histéridos.) Martin (Rene), Abogado. — Le Blanc (Indre) Francia. — (Neurópteros de Europa y Odonatos.) Meunieu (Stanislas), Profesor de Geología del Museo de Historia natural. — 3, Quai Voltaire. Paris. — (Litologia.) Montandon (Arnald L.) — Filaiete, Strada Viilor, Bukarest (Rumania). — (Hemipteros, principalmente heterópteros.) Olivier (Henry). — Baroches-au-Houlme (Orne), Francia. Orbigny (H. d'), Arquitecto. — R. Saint-Guillaume, 21, Pa- rís, 7®. — (Coleópteros.) Pérez (Dr. J.) — Rué Saubat, 26, Burdeos. — (Himenópteros) . PiGciOLi (Comm. Francesco), Director del Instituto fores- tal.— Vallombrosa (Italia), — (Botánica.) PiCGiOLi (Lodovico), Sub-Inspector forestal.— Siena (Italia). (Botánica.) Porter (Carlos E.), Catedrático de Botánica en la Univer- sidad Católica; Laureado de la Academia internacional de Geografía Botánica de Le Mans; Miembro honorario de la Facultad de Ciencia^- de la Universidad Mayor de San Marcos, de Lima; Académico de mérito de la de DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 11 Ciencias de la Habana; Gorrespondienle de la R. de Ciencias de Madrid; OQcial de Instrucción pública; Di- rector general y Jefe de la Sección zoológica del Museo de Historia natural de Valparaíso y de la Revista Chile- na de Historia natural. — Casilla, 2352, Santiago, Chile. (Histología, Crustáceos decápodos, hemipteros y lon- gicornios.) MM. Reitter (Edmond).— Paskau {kn&tria).— (Coleópteros.) Richard (Jules), Doctor en Ciencias, Director del Museo oceanógrafico.— Monaco. — (Crustáceos inferiores. J Salomón (Dr. W.)— Instituto Mineralógico de la Universi- dad.— Heidelberg (Alemania). ScHOUTEDEN (H.) — 12,Chaussée d'Ixelles, Bruselas.— ('/ie- rre ípíeros.j ScHULTHEss Rechuerg (Aulon V.), Doctor en Medicina.— Thalacker,22,Zurich {Süiz3i].-(Entomología, Ortópteros.) Shelford (Robert).— Museo de la Universidad, Oxford (In- glaterra). Simón (Eugéne).— Villa Said (70, rué Pergolose), 16, Paris 16®. — (Arácnidos.) Sodiro (R. P. J.)— Quito (Ecuador). Torre (D. Carlos de ia), Catedrático en la Universidad de la Habana (Cuba). TuRNEz (W. Henri), de la Comisión Geológica.— Washing- ton (Estados-Unidos) DC— (Geología.) Verneau (Dr. Réné), Profesor en el Museo de Historia na- tural.—48, Rué Ducouédic, 14^ Paris (Francia). Washington (Dr. Henry St.)— Locusl, Manmouth Co., N. J. (Estados Unidos). Weise (J.)— Griebenowstrasse, 16, Berlin, n. 37.- (Coleóp- teros, esp. Curculiónidos ij Crisomélidos.) 12 LISTA DE SOCIOS Socios numerarios (1). 1909. Abauca (D. Juan Antonio). — Santander. 1901. Administración Militar (Biblioteca de). — Madrid. 1903. Aguilar y Carmena (D. Fernando), Farmacéutico. — Ules- cas (Toledo). — (Botánica.) 1902. Alabehn (D. Enrique), Doctor en Medicina, — Plaza del Príncipe, 4, Mahón. — (Citología general é Histología.) 1897. Alaejos y Sanz (D.Luis), Doctor en Ciencias, Ayudante de la Estación de Biología marina.— Santander. 1908. Albarracín y Cañizares (D. Cándido M."), Farmacéutico de Gádor (Almería). 1907. Alcalde del Río (D. Hermilio), Profesor en la Escuela de Artes ó Industrias de Torrelavega (Santander). 1906. Aldaz (D. Julián). — Zumaya (Guipúzcoa). 1901. Almera (D. Jaime), Canónigo de la Catedral. — Sa- gristans, 1, 3.°, Barcelona. — (Geología ij Paleontología.) 1902. «Alrededor del Mundo».— C. de los Caño', 4, Madrid. 1907. Alvarez (D. José), Presbítero.— San Miguel baja, 10, Granada. — (Entomología y Botánica.) 1908. Alvahez de CiENFUEGOs Y CoBOs (D. Miguel).— Granada. 1906. Amoedo y Galarmendi (D. Eduardo). — Alameda, San Se- bastián (Guipúzcoa). 1908. Andreu y Rurio (D. José), Profesor de Historia natural en el Seminario de Orihuela (Alicante). 1875. Antón y Ferrándiz (D. Manuel), Decano y Catedrático en la Facultad de Ciencias, Director del Museo de Antro- pología.—C. de Olózaga, 5 y 7, Udiáñdi.~( Antropología.) 1894. Ahagón y Esgagena ( D. Federico), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — León. 1898. Aramburu y Altuna (D. Pedro), Doctor en Medicina, Ca- tedrático en la Escuela de Veterinaria. — San Felipe, 4, Zaragoza. 1905. Aranda Millán (D. Francisco), Doctor en Ciencias natu- rales. Auxiliar en la Universidad. — Plaza de Aragón, 5, Zaragoza. (1) El nombre de los socios numerarios va precedido de la cifra que indica el año de su admisión en la Sociedad y el de los socios fundadores de la abreviatura S. F. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 18 1885. Aranzadi y Unamuno (D. Telesforo), Doctor en Farmacia y en Ciencias naturales, Catedrático en la Facultad de Farmacia de la Universidad. — Cortes, 635, 3.°, 2.% Bar- celona.— (Antropología y Botánica.) 1910. Ardiz Acha (D. Manuel).— Paseo de Pamplona, 7, Za- ragoza. 1909. Ardois (D. Juan).— Calle de la Princesa, 41, Madrid. — (Coleópteros del Globo.) 1911. Arenys de Plandolit (Doctor en Medicina). — Barcelona. 1903. Areses (D. Rafael), Ingeniero Jefe del Distrito Forestal de Pontevedra. — Tuy (Pontevedra). 1902. Arévalo (D. Celso), Doctor en Ciencias naturales, Cate- drático en el Instituto.— Avenida de Vigo, 8, Salaman- ca.— (Geología.) 1904. Arias Encobet (D. José), Doctor en Ciencias, Conservador de Entomología por oposición del Museo de Ciencias naturales.— Núñez de Balboa, Asilo de las Mercedes, Ma-áviá.— (Dípteros). 1906. AsHER Y C* (A.)— 13, Unter den Linden, Berlin, W. 1872. Ateneo científico y literario (Biblioteca del).— C. del Pra- do, 21, Madrid. 1911. Ateneo de León. 1900. AzAM (D.José), Arquitecto.— 14, rué de Trans, Dragui- gnan (Var), Francia. — (Ortópteros y Hemipteros.) 1897. AzPEiTiA Y Moros (D. Florentino), Profesor en la Escuela de Minas.— Glorieta del Cisne, 3, hotel, Madrid.— ("Malacología y Diatomens.) 1902. Bago y Rubio (D. Miguel), Comandante de Ingenieros. — C. de Trajano, 15 y 17, Sevilla. 1904. Bahía Y Urrutia (D. Luis), Abogado, Senador del Rei- no.—Hilario Peñasco, 2, Uaáviá.— (Agricultura.) 1907. Balbin Rivero (D. Facundo).— Príncipe, 20, Madrid, 1906. Balguerias y Qüesada (D. Eduardo), Licenciado en la Facultad de Ciencias.— Madrid. 1905. Barcia Trelles (D. Juan), Ingeniero agrónomo.- La- gasca, 52, Madrid. 1891. Barras de Aragón (D. Francisco de las), Doctor en Cien- cias naturales, Catedrático de Mineralogía y Botáni- ca de la Universidad. — Cádiz. -fEníomoZogfía y Bo- tánica.) 14 LISTA DE SOCIOS 1901. Barreiro Martínez (R. P. Agustín). — Convento de Padres Agustinos, Valladolid. — (Botánica y Lepidópteros.) 1895. Bartolomé del Cerro (D. Abelardo), Doctor en Ciencias naturales. Auxiliar, por oposición, de la Universidad, Profesor del Laboratorio Central de Medicina legal.— Calle de San Bernardo, 66, Madrid. 1911. Beathy (Beatrice M.) — Astillero (Santander). 1910. Bello y Rodríguez (D. Silvestre). — Reyes Católicos, 4, Las Palmas (Canarias). 1906. Beltrán BiGORRA (D. Francisco), Doctor en Ciencias na- turales.— C. de Valverde, 2, 2.°, Madrid. — (Botánica.) 1894, Benedicto Latorre (D. Juan), Farmacéutico. — Monreal del Campo [TqywqY].— (Botánica y moluscos terrestres.) 1905. Benedito (D. José M.'), Jefe del Laboratorio de taxidermia del Museo de Ciencias naturales. — Don Ramón de la Cruz, 12, Madrid. 1898. Benjumea y Pareja (D. José). — Santa Ana, 51, Sevilla. 1905. Bernard (D. Francisco), Ingeniero de Montes. — Plaza de la Villa, 1, Madrid. 1910. Berraondo (D. Manuel), Preparador en la Escuela de Montes. — Escorial. 1903. Bescansa Casares (D. Fermín), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Orense. — (Botánica.) 1904. Biblioteca García Barbón. — Vigo (E^ontevedra). 1904. Biblioteca universitaria. — Granada. 1892. Blanco y Juste (D. Rafael), Doctor en Ciencias naturales, Profesor en la Escuela normal. — Sandoval, 4, Madrid. 1898. Blas y Manada (D. Macario), Doctor en Farmacia. — C. del Pez, 1, Madrid. 1901. Bofill (D. José María), Doctor en Medicina. — C. de Ara- gón, 281, Barcelona. s. F. Bolívar y Urrutia (D. Ignacio), Catedrático en la Facul- tad de Ciencias, Director del Museo de Ciencias Natura- les.— Paseo del Obelisco, 17, Madrid. — (Ortópteros, lle- mípteros y Arqiiípteros.) 1872. Bolívar y Urrutia (D. José María), Jefe facultativo déla Casa de Socorro de Cliamberí. — C. de Prim, 15, Madrid. 1882, BoLÓs (D. Ramón), Farmacéutico, Naturalista. — C. de San Rafael, Olot (Gerona), — (Botánica. J 1909. Bordas Celma (R. P. Manuel), Escolapio. — Barcelona. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 15 1898. BoROBio (D. Palricio), Gatedrálico en la Facultad de Me- dicina.— Coso, 100, Zaragoza. — (Pediatría.) 1872. BoscÁ Y Gasanoves (D. Eduardo), Licenciado en Medici- na, Catedrático de Historia natural en la Universidad. Paseo del Grao, Valencia. — (Reptiles de Europa.) 1900. BoscÁ Y Seytre (ü. Antimo), Doctor en Ciencias natura- les, Catedrático en el Instituto. — Teruel. — (Mineralogía.) 1908. BovAiRA Y Segarra (D. Fernando). — Plaza de Castelar, Valí de Uxó (Castellón). 1877. BabÑosA (D. Flafael), Ingeniero de Montes de la Real Casa. — San Ildefonso (Segovia). — (Cristalografía.) 1912. Brolemann (H. W.) — l'au (Bajos Pirineos, Francia). — ( Entomologíci general, especialmente Miriápodos.) 1901. Bruguésy EscuDER (D. Casimiro), Doctor en Farmacia y en Ciencias. — Bruch, 66, Barcelona. — (Histología vegetal.) 1883. Buen y del Cos (D. Odón de), Ex-Senador, Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad Central, Di- rector del Laboratorio biológico-marino de las Baleares. C. de Serrano, 80, Madrid. — (Biología marina.) 1911. Buen y Lozano (D. Rafael de), Licenciado en Ciencias. — C. de Serrano, 80, Madrid. 1901. Caballero (D. Arturo), Doctor en Ciencias, Conservador de la Sección de Herbarios del Jardín Botánico, Auxi- liar interino de la Universidad. — Barcelona. 1908. Cabeza de León (D. Salvador), Catedrático de la Facultad de Derecho en la Universidad. — Santiago. 1902. Cabrera y Díaz (D. Agustín), Doctor en Ciencias, Gate- drálico en el Instituto. — Canarias. 1891, Cabrera y Díaz (D. Anatael) , Médico cirujano. — Laguna de Tenerife (Canarias). — (Himenópleros.) 1896. Cabrera y Latorre (D. Ángel), Agregado al Museo de Ciencias naturales , Caballero de la orden civil de Al- fonso XII. — C. de D. Pedro, 4, Madrid. — (Mamíferos y Dibujo científico.) 1904. Cadevall y Diars (D. Juan), Doctor en Ciencias, Profesor en la Escuela industrial. — Tarrasa. -^Eoídnica. 1906. Galafat León (D. Juan), Colector del Museo de Ciencias naturales. — C. de Valverde, 26, Madrid. 1892. Calandre y Lizana (D. Luis). — Pasaje de Conesa, Car- tagena. 16 LISTA DE SOCIOS 1901. Calleja y Borja-Tarrius (D. Garlos), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Cortes, 248, pral., Barcelona. — (Histología.) 1910. Cambronero y González (D. Saturnino), Farmacéutico militar. — Calle de las Veneras, 1 y 3, 1.° dcha., Madrid. 1905. Campo Prado (D. Fernando de), Farmacéutico, Profesor de Historia natural y de Agricultura en el Colegio cató- lico, Individuo de la Sociedad española de Física y Quí- mica.— G. Real, 16, La Coruña. 1889. Camps (Sr, Marqués de). Diputado á Cortes. — Canuda, 16, principal, Barcelona. 1905. Canals (D. Salvador), Diputado á Cortes. — Almagro, 23, Madrid. 1907. Caramanzana y Baquedano (D. Felipe), Oficial mayor de Contaduría del Ayuntamiento. — C. de Avila, 3, Cuatro Caminos (Madrid). — (Patología vegetal.) 1905. Carballo (D. Jesús María). — Colegio Salesiano, Santan- der.— (Geología n espeleología ) 1894. Garbo y Domenech (D. Manuel), Catedrático en el Insti- tuto.— Almería. 1877. Carvalho Monteiro (Excmo. Sr. D. Antonio Augusto de). Doctor en Derecho y en Ciencias naturales por la Uni- versidad de Coimbra, y miembro de la Sociedad de Acli- matación de Río Janeiro. — Rúa do Alecrim, 70, Lisboa (Portugal). — (Lepidópteros.) 1901. Gasamada Mauri (D. Ramón). — Pelayo, 17, 2.°, Barcelona. 1901. CasaresGil (D. Antonio), MédicoMayorde Sanidad militai'. P. de Santa Catalina, 2, Madrid. — (Hepáticas y Musgos.) 1901. Casares Gil (D. José), Catedrático en la Facultad de Far- macia, Senador del Reino. — Plaza de Santa Catalina, 2, Madrid. — (Análisis químico mineral.) 1906. Gascón y Martínez (D. José), Director de la Granja agrí- cola de la región leonesa. — Palencia. 1901. Casino de Zaragoza. 1911. Castaños Fernández (D. Emiliano), Licenciado en Cien- cias Naturales. — Santa Eulalia, 12, Toledo. 1905. Castro y Pascual (D. Francisco), Doctor en Farmacia. — C. de la Libertad, 37, Madrid. 1903. Castro y Valero (D. Juan), Catedrático en la Escuela de Veterinaria. — Santa Isabel, 15, Madrid. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 17 1901. Cátedra de Historia natural de la Universidad de Bar- celona. 1901. Cátedra de Historia natural de la Universidad de Santiago. 1907. Cátedra de Mineralogía y Botánica de la Universidad Central. — Madrid. 1884. Cazurro y Ruiz (D. Mauuel), Doctor en Derecho y en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Gerona. f Prehistoria y Micrografía.) 1905. Cendrero (D. Orestes), Doctor en Ciencias naturales, Ca- tedrático en el Instituto. — Huelva. 1906. Cerrolaza y Armentia (D. José), Licenciado en Ciencias. Colegio del Corazón de Jesús, Don Benito (Badajoz). 1891. Chaves y Pérez del Pulgar (D.Federico), Doctoren Cien cías físico-químicas. — C. de Jesús, 17, Sevilla. — (Mine- ralogía yi Cristalografía.) 1911. Clavijo y Clavijo (D.* Rosario), de la Escuela Superior del Magisterio. — C. de la Encarnación, 12, 3.°, Madrid. 1873. CoDORiNiu (limo. Sr. D. Ricardo), Ingeniero jefe de Mon- tes.— Murcia. 1904. Colegio de Santo Domingo. — Orihuela. 1898. GoLOMiNA Y Carolo (D. Alejandro de), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — C. de Alfon- so XH, 5, 1.°, Pontevedra. 1907. CoLOMO Y Amarillas (D. Victoriano), Profesor en la Es- cuela de Veterinaria. — C. del Olivar, 1, Madrid. 1878. Comerma y Batalla (Excmo. Sr. D. Andrés Avelino), General de Ingenieros de la Armada y Licenciado en Farmacia. — Canalejas, 84, El Ferrol. 1892. Corrales Hernández (D. Ángel), Licenciado en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Cabra (Córdoba). 1901. Correa de Barros (D. José Maximiano). — S. Marlinho d'Anta, Sabroza (Portugal). 1872. Cortázar (Excmo. Sr. D. Daniel de), Ingeniero Jefe de Minas, de las Reales Academias de la Lengua y de Ciencias exactas, físicas y naturales, Consejero de Ins- trucción pública. — C. de Velázquez, 32, hotel, Madrid. 1901. Coscollano y Burillo (D. José), Catedrático en el Insti- tuto.— Baeza. 1909. Cotarelo (D. Armando), Catedrático en la Universidad. — Santiago. Tomo xii.— Enero, 1912. 2 18 LISTA DE SOCIOS 19U2. Cru y Marqués ( D. Enñ(jue), Naturalista disecador. — S. Vicente, 245, Valencia. — (Entomología y Ornitología.J 1903. Cruz (D. Emiliano de la), Ingeniero jefe de las Minas de Ribas (Gerona), délas Sociedades geológicas de Lon- dres, Francia, Bélgica é Italia, etc., Ingeniero graduado de los Institutos de Minas de Londres y de Newcastle. — Minas de Ribas, Gerona. 1902. Cruz Nathan (D. Ángel B. de la). Profesor en el Institu- to.— G. de la Libertad, 117, Cabañal (Valencia). 1910. Dantín Y Cereceda (D. Juan), Catedrático en el Institu- to.— Albacete. 1910. Darder Pericas (D, Bartolomé), Alumno de la Facultad de Ciencias. — Vallori, 18, Palma de Mallorca. — {Paleon- tología.) 1910. Darder y Cánaves (D. Emilio). — Temple, 9, Palma (Ma- llorca) . — (Paleontología .) 1889. Dargent (D. Florismundo), Ingeniero. — Moralejo, 5, Aguilar (Córdoba). 1909. Delgado Lauger (D. Jorge). — Paseo de Colón, 3, Bar- celona. 1902. Deulofeu (D. José), Catedrático de Química inorgánica en la Facultad de Farmacia. — Santiago. 1899. Díaz (R. P. Filiberto), Doctor en Ciencias, Conservador por oposición en el Museo de Ciencias naturales. — C. de Lagasca, 20, Madrid. 1890, Díaz del Villar (limo. Sr. D. Juan Manuel), Doctor en Medicina, Catedrático en la Escuela de Veterinaria, Con- sejero de Sanidad. — Atocha, 127 dupL", Madrid. — (Epi- zoarios y Entomozoarios.J 1901. Diez Tortosa (D. Juan Luis), Catedrático de la Facultad de Farmacia. — Reyes Católicos, 47, Granada. — ( Bo- tánica.J 1907. DíEz Tortosa (D. Manuel), Alumno de la Facultad de Ciencias. — Granada. 1910. Doblado Bertholeet (D. Francisco), Ingeniero munici- pal.—Alameda de Hércules, 69, Sevilla. 1911. Dodero (D. Agostino), fuu Gno.— Vía Sturla, 49, á Sturla (Genova). — (Coleópteros de Europa.) 1882; Dorronsoro (D. Bernabé), Decano y Catadrático déla Fa- cultad de Farmacia. — Granada. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 19 1898. DossET (D, José Antonio), Doctor en Farmacia. — Plaza de Sas, 2, Zaragoza. — (Diatomeas.) 1903. DuLAU (M.)— Soho Square, 37, Londres. 1890. DusMET Y Alonso (D. José M.), Naturalista agregado al Museo de Ciencias naturales, Doctoren Ciencias. — Plaza de Santa Cruz, 7, Madrid.— (^//¿me/?ópíeros.j 1909. Eguren y BENfiOA (D. Enrique).— Florida, 22, Vitoria. 1898. EleizeCtUi (D. Antonio), Catedrático en la Facultad de Far- macia.— Plaza de la Universidad, 5, 3.°, Santiago. 1888. Elizalde y Eslava (D. Joaquín), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Logroño. 1894. Engibo y Mena (D. Juan), Licenciado en Derecho. — Huercal-Overa (Almería). — (Entomología.) 1909. Escalante Y Arce (D. Carlos), Maestro.— Villaescusa (La Concha, Santander). 1902. Escribano (D. Cayetano), Doctor en Ciencias, Conser- vador del Museo de Ciencias naturales. — G. de Colme- nares, 6, 2." izqda., Madrid. — (Dibujo científico,) 1908. Escudé (D. Francisco), Médico. — Plaza de Alonso Martí- nez, 2, 3." izqda,, Madrid. — (Lepidópteros.) 1872. Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (Biblioteca de la).— C. de Alfonso XII, Madrid. 1872. Escuela de Ingenieros de Montes (Biblioteca de la). — El Escorial (Madrid). . 1894. Escuela de Veterinaria de Madrid. 1905. Escuela Normal de Maestros de Granada. 1906. Escuela Normal de Maestros de Huesca. 1907. Espejo y Casabona (D. Francisco), Regente de la Escuela normal de Maestros. — Granada. 1902. Esplugues y Armengol (D. Julio), Profesor auxiliar del Instituto y Jardinero 2.° del Botánico. — Valencia. 1905. Estación de biología marina. — Puerto Chico, Santander. 1902. Esteva (D. José), Presbítero. — C. de la Clavería, 5.— Gerona. — (Botánica general y Criptogamia.J 1909. Fábrectas (D. Pablo), Ingeniero de Minas. — Granada. 1878. Facultad de Ciencias de la Universidad (Biblioteca de la). — Valencia. 1906. Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada. 1902. Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo. 1906. Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada. 20 LISTA DE SOCIOS 1909. Faura y Sans (D. Mariano), presbílero. — Plaza de Go- mas, 2, Las Corts, Barcelona (en Madrid, San Ber- nardo, 3). 1910. Fernández (D. Ambrosio), Agustino. — Colegio de Uclés por Tarancón (Cuenca). — (Lepidópteros). 1911. Fernández Alonso (D.* Juana), Maestra. — Alcalá', 13, Madrid. 1908. Fernández Arcoya (D. José], Catedrático de Historia na- tural.— Granada. 1(S74. Fernández de Castro (D. Ángel), Ingeniero de Montes. — Conde de Benomar, 15, Sevilla. 1904. Fernández Galiano (D. Emilio), Doctor en Ciencias Na- turales.— Auxiliar en la Universidad, Barcelona. 1909. Fernández Garrido (D. César), Catedrático de Física en el Instituto. — Santiago. 1907. Fernández Martínez (D. Fidel). — Granada. 1890. Fernández Navarro (D. laucas), Catedrático de Cristalo- grafía en la Facultad de Ciencias. — C. Real, 31, Leganés (Madrid). 1900. Ferrando y Más (D. Pedro), Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Universidad. — Paseo de Sagasta, 7, principal, Zaragoza. 1885. Ferrer (D. Garlos), Doctor en Medicina y Bachiller en Ciencias. — Ronda de la Universidad, 16, 1.°, Barce- lona. 1907. Ferrer Hernández (D. Francisco), Licenciado en Cien- cias — Mahón. 1901. Ferrer y Hernández (D. Jaime), Auxiliar de la Facul- tad de Ciencias. — C. Guillermo Rollan, 4, Madrid. — (Mi- neralogía.) 1879. Flórez y González (D. Robei'to). — San Francisco, 21, principal, Segovia. — (Entomología.) 1901. FoLCH Y Andreu (D. Rafael). — Facultad de Farmacia, Madrid. 1910. Franganillo Balboa (P. Pelegrín), S. J. — Colegio de PP. JJ., Gijón. 1888. Fuente (D. José María de la), Presbítero. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad-Real). — (Entomología, Coleópteros de Europa. Admite cambios de estos insectos.) 1890. Fuset y Tublá (D. José), Doctor en Ciencias naturales. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 21 Catedrático en el Instituto de Palma. — Mallorca. — (Gusanos y Dibujo científico.) 1904. Galán (D. Alfonso), Licenciado en la Facultad de Cien- cias, Conservador del Laboratorio biológico marino de Baleares. — Palma de Mallorca. 1909. Galán y Ruiz (D. Gabriel), Catedrático en la Escuela Su- perior del Magisterio. — T. de San Lorenzo, 18, Madrid. 1909. Gallego Armesto (D. Heliodoro), Doctor en Ciencias, Profesor de la Escuela de Arles é industrias. — Santiago. 1910. Gamundi Ballester (D. Juan), Farmacéutico militar. — Palma de Mallorca (Baleares). 1872. García y Arenal (D. Fernando), Ingeniero Jefe de Ca- minos, Canales y Puertos. — Lista, 4, Madrid. 1906. García González (D. Joaquín). — C. de Preciados, 46, 3.°, Madrid. 1908. García López (D. José), Maestro de la Escuela Superior. — Loja (Granada). 1877. García y Mercet (D. Ricardo), Secretario de la Asocia- ción española para el progreso de las Ciencias, Natura- lista agregado al Museo de Ciencias naturales, Subins- pector de Sanidad militar. — C. de la Princesa, |11, Ma- drid.— (Himenópteros de Europa.) 1904. García Mon é Ibáñez (D. Francisco), Alumno déla Facul- tad de Ciencias. — C. de la Luna, 18, Madrid. 1899. García Várela (D. Antonio), Doctoren Ciencias natura- les, Catedrático de Mineralogía y Botánica en la Uni- versidad de Santiago (Galicia). — (Hemípteros.) 1910. García Velázquez (D. Pedro), Ingeniero de Minas. — Calle de Res, 6, Sevilla. 1908. García Vélez (D. José), Doctor en Farmacia. — Granada. 1909. Garma (D. Félix de la), Diputado provincial, Licenciado en Derecho. — Santander. — (Piscicultura.) 1909. Garzón Vera (D. Anastasio). — Granada. 1900, Gelabert Rincón (Rvdo. D. José). — Llagostera, Gerona. (Mineralogía y Geología.) 1909. Gil Casabes (D. Miguel), Catedrático de la Facultad de Medicina. — Santiago. 1884. GiLA y FiDALGO (D. Félix), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Torrejón, 13, Sevilla. — (Botánica y Geología.) 1877. Cogorza y González (D.José), Catedrático de Anatomía 22 LISTA DE SOCIOS y Fisiología animal en la Universidad Central. — G. de Alberto Aguilera, 23, Madrid. 1890. GoiTiA (D. Alejandro), Licenciado en Ciencias.— Avila. 1909. Golpe Núñez (D. Manuel), Alumno de Farmacia. — San- tiago. 1906. GÓMEZ (D. Ramón). — C. de Espoz y Mina, 6 y 8, Zaragoza. (Mineralogía m icrográfica .) 1911. GÓMEZ Llueca (D. Federico), Farmacéutico. — Palmaalta, 32 dupl.°, 2.° dcha., Madrid, y C. Mayor, 23 y 25, Ali- cante.— (Geología.) 1894. GÓMEZ OcAÑA (D. José) , de las Reales Academias de Me- dicina y Ciencias, Catedrático de Fisiología en la Facul- tad de Medicina. — C. de Atocha, 127 duplicado, Madrid. 1909. GÓMEZ Vega (D. José). — Santander. — (Antropología.) 1910. González (D. José), Teniente Coronel de Ingenieros. — G. de Meiidizábal, 30, MSiáviá.— (Biología.) 1910. González (D. Salurio), P. B. — Convento de Santo Domin- go de Silos (Burgos). — (Mamíferos.) 1881 . González Fragoso (D. Romualdo). — Campana, 10, Sevilla. s. F. González Hidalgo (D. Joaquín), de la Real Academia de Ciencias, Catedrático de Malacología y animales in- feriores en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de Malacología del Museo. — C. de las Fuentes, 9, Madrid. 1909. González Irún (D. Antonio), Capitán de Ligenieros, 6." Regimiento. — Valladolid. 1902. González Sánchez (D. Francisco). — Granada. 1900. Gota y Casas (D. Antonio), Doctor en Medicina. — C. del Pilar, 16, Zaragoza. 1899. Graiño y Caubet (D. Celestino), Doctor en Farmacia, Co- mendador de la Orden civil de Alfonso XII, Subdele- gado del partido judicial. Inspector farmacéutico de Aduanas, Farmacéutico municipal, Delegado de la Junta de Gobierno y Patronato del Cuerpo de titulares, Expro- fesor de la Escuela de Artes y Oficios, etc. — Aviles (As- turias).— (Mamíferos y Aves. Reptiles de España. Admite cambios.) 1882. Gredilla y Gauna (D. Apolinar Federico), Catedrático de la Facultad de Ciencias, Director y Jefe de la Sección de cultivos del Jardín Botánico. — C. de la Estrella, 7, principal, Madrid. — f Geología y Botánica.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORLA NATURAL 23 1893. Guillen (D. Vicente), Médico-cirujano, Jardinero mayor del Botánico. — Valencia, 1898. Halcón (D. Fernando), Marqués de San Gil.— G. de Al- fonso XIÍ, 50, ÜQviUd.— (Patología vegelal.J 1907. Heintz (D. Luis), Licenciado en Ciencias, Director del Colegio de Nuestra Señora del Pilar. — Goya, 13, Madrid. 1909. Her.vández Alvarez Reyero (D. Manuel), Arquitecto mn- uicipal. — Cáceres. 1890. Hernández y Álvarez (D. José), Licenciado en Ciencias naturales. Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Badajoz. — (Botánica.) 1893. Hernández-Pacheco y Esteban (D. Eduardo), Catedráti- co de la Facultad de Ciencias, Jefe de las Secciones de Geología y Mineralogía en el Museo de Ciencias natu- rales.—C. de Eloy Gonzalo, 13, Maidrid.— (Geología y Paleontología.) 1909. Herreba Oria (D. Juan), Médico del Sanatorio Madrazo.— Santander. — (Histología patológica.) 1875. Heyden (D. Lucas von), Mayor en reserva, Doctor en Filosofía, honoris causa, individuo de las Sociedades Entomológicas de Alemania, Francia, San Petersburgo, Suiza, Italia, etc.. Caballero de las Ordenes del Águila Roja prusiana, de la Cruz de Hierro y de San Juan. — Schlosstrasse, 54, Bockenheim, Frankfurt am Main (Ale- mania).— (Coleópteros.) 1888. Hoyos (D. Luis), Doctor en Ciencias naturales y en Dere- cho, Catedrático de la Escuela Superior del Magisterio.— Sagasta, 28, M-dáviá.— (Antropología.) 1901. Hueso (D. José), Doctoren Ciencias, Profesor numerario de la Escuela Normal. — Valencia, 1907. HuGufiT Y Paüró (D. Mariano), Doctor en Medicina.— Bircelona. — (Bacteriología.) 1895. HuiDOBRO Y Hernández (D. José), Doctor en Ciencias, Con- servador, por oposición, en el Museo de Ciencias natu- rales.—C. de Ruiz, 12, 2.°, Madrid. 1899. Ibáñez Díaz (D. Francisco Antonio).— Duque, 9, Cartage- na.— (Botánica.) 1895. Ibarlugea (D. Casto), Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Moreras, 6, 2.°, Cáceres. 21 LISTA DE SOCIOS 1902. Imprenta de Forlanet. — Galle de la Libertad, 29, Madrid. 1908. Instituto general y técnico de Alicante. 1905. Instituto general y técnico de Badajoz (Biblioteca del). 1906. Instituto general y técnico de Baeza. 1903. Instituto general y técnico de Barcelona. 1901. Instituto general y técnico de Burgos. 1906. Instituto general y técnico de Ciudad Real. 1872. Instituto general y técnico de Córdoba. 1909. Instituto general y técnico de Cuenca. 1907. Instituto general y técnico de Granada. 1901. Instituto general y técnico de Guadalajara. 1903. Instituto general y técnico de Huelva. 1908. Instituto general y técnico de Huesca. 1908. Instituto general y técnico de la Coruña. 1904. Instituto general y técnico de Orense. 1910. Instituto general y técnico de Falencia. 1901. Instituto general y técnico de Palma de Mallorca. 1904. Instituto general y técnico de Pontevedra. 1909. Instituto general y técnico de Reus (Tarragona). 1872, Instituto general y técnico de San Isidro (Biblioteca del). — Madrid. 1903. Instituto general y técnico de San Sebastián (Guipúzcoa). 1901. Instituto general y técnico de Santiago. 1880. Instituto general y técnico de Valencia. 1901. Instituto general y técnico de Vitoria. 1901. Instituto general y técnico de Zaragoza. 1909. Instituto Oswaldo Cruz, — Caixa, 926, Río de Janeiro, Brasil. 1873. IÑARRA Y Echevarría (D. Fermín), Catedrático en el Ins- tituto general y técnico de Guipúzcoa. — Pez, 34, 3.° iz- quierda, Madrid. 1908. IsERN Y TixÉ (D. Francisco). — C. de las Águilas, 18, Se- villa.— (Oología ornitológica.) 1872. Jardín Botánico (Biblioteca del). — Madrid. 1906. JerúnixMo Barroso (D, Manuel), Doctor en Ciencias natu- rales, Auxiliar en la misma Facultad. — Salamanca. 1896. Jiménez Cano (D. Juan), Catedrático de Historia natural en el Instituto. Casa Blanca,— Cuenca. — (Lepidópteros.) 1884, Jiménez de Cisneros (D. Daniel), Catedrático de Historid, natural en el Instituto.— C. de Medina, 38, Alicante. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 25 1899, Jiménez Munuera (D. Francisco de P.) — G. del Car- men, 57, 3.°, Cartagena. — (Botánica.) 1901. JiMENO Egurbide (D. Florentino), Doctoren Farmacia. — Plaza Pieal, 1, Barcelona. 1908. Kracht (W.)— Blumerhof, 7. III. Berlín. 1909. Labarta (D. Eugenio), Ingeniero de Minas. — Santiago. 1907. Laboratorio biológico marino de Baleares. — Palma de Mallorca. 1906. Laboratorio de radiactividad de la Facultad de Ciencias de Madrid. 1909. Lanuza (D. Alvaro), Médico. — Astillero (vSautander). — (Antropología.) 1884. Lauffer (Excmo. Sr. D. Jorge), Agregado al Museo de Ciencias naturales, Gran Cruz del Mérito Agrícola, Ca- ballero del mismo y de la orden civil de Alfonso XU. — Calle de Juan de Mena, 5, Madrid. — (Coleópteros de España.) 1880. Lázaro é Ibiza (D. Blas), de la Real Academia de Cien- cias, Doctor en Farmacia y en Ciencias, Catedrático de la Facultad de Farmacia. — C. de Palafox, 19, Hotel, Madrid. — (Botánica.) 1911. Lhomme (León), Editor, Miembro de varias Sociedades sabias. — 3, rué Corneillo, Paris, 6«. 1908. Liceo de Costa Rica. — San José de Costa Rica (Via Havre), (América Central). 1909. Lobo (D. Ruperto), Catedrático de la Universidad. — Santiago. 1909. LÓPEZ (Excmo. Sr. D. Claudio), Marqués de Comillas. — Madrid. 1889. LÓPEZ DE Zuazo (D. José), Doctor en Ciencias naturales. Catedrático en el Instituto. — Burgos. 1907. López Mateos (D. Rafael), Catedrático de Agricultura en el Instituto. — Granada. 1901. López Mendigutia (D. Fernando), Doctor en Ciencias na- turales, Profesor auxiliar por oposición de la Facultad de Ciencias. — C. Nueva, 8, 2.°, Valladolid. 1908. López Robles (D. Joaquín), Farmacéutico y Catedrático en el Instituto. — Tarragona. 1908. Lora Castillero (D. Isidoro), Ingeniero de Montes. — Granada. 26 LISTA DE SOCIOS 1909. Loro y Gómez del Pulgar (D. Manuel V.) — G. de Ato- cha, 18, Madrid. 1909. LousTAU Gómez de la Membrillera (D. José). — Valencia de Alcántara (Cáceres). 1905. Lozano Rey (D. Luis), Doctor en Ciencias, Catedrático de zoografía de Vertebrados de la Universidad Central. — Calle de Velázquez, 36, Madrid. 1909. Lozano y Monreal (D. Eduardo), Ingeniero, Profesor de la Escuela de Artes é Industrias. — Granada. 1901. Llenas y Fernández (D. Manuel). — Corles, 453, principal^ 2.*, Barcelona. — (Botánica.) 1902. Llord y Gamboa (D. Ramón), Doctor en Ciencias y Me- dicina.— Jorge Juan, 59, Madrid. — (Química geológica.) 1908. Llovet Vergara (D. Alejandro). — Piamonte, 4, Madrid. 1897. Maciñeira y Pardo (D. Federico G.), Cronista oficial de Ortigueira (La Coruña). — (Prehistoria.) 1878. Mac-Lennan (D. José), Ingeniero. — Apartado 38 Bilbao, 1907. Macho Tomé (D. Aquilino), Doctor en Farmacia. — Sal- daña (Palencia). 1909. Madrazo (D. Enrique Diego), Director del Sanatorio. — Santander. 1887. Madrid Moreno (limo. Sr. D. José), Doctor en Ciencias, Profesor Sub-Jefe encargado de la Sección de bacteriolo- gía del Laboratorio municipal, Catedrático de Técnica mi- crográfica é Histología vegetal y animal en la Facultad de Ciencias, Consejero de Sanidad y de Instrucción pú- blica.— C. de Serrano, 40, Madrid. — (Micrografía.) 1907. Maldonado y Sáenz (D. Manuel), Ingeniero de Minas. — Granada. 1903. Maluqüek y Nicolau (D. José). — Lista, 66, Madrid. 1910. Marcet (R. P. Adeodato), O. S. R.— Monasterio de Mont- serrat, Monistrol (Barcelona). 1873. Marín y Sancho (D. Francisco), Licenciado en Farmacia. C. de Silva, 49, 2.» derecha, Madrid. 1910. Martín Lecumberri (D. Nicomedes E.), Doctor en Cien- cias Naturales.— C. de la Princesa, 18, Madrid.— (^Dm- tomáceas. MicrofotografíaJ. 1909. Martín Vélez (D. Enrique).— G. de Rivas, 21, Sestao (Bilbao). — (Histología vegetal.) 1889. Martínez de la Escalera (D. Manuel). — Consulado de Es- DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTOmA NATURAL 27 paña en Mogador (Marruecos). — (Coleópteros de Europa.) 1892. Martínez Fernández (D. Antonio), Doctor en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto. — Ciudad Real. — (Entomología é Histología.) 1897. Martínez Gámez (R. P. Vicente), Catedrático en el Insti- tuto.— Albacete. — (Ornitología de España.) 1903. Martínez Girón (D. Paulino), Abogado y Vice-Góusul de Chile. — Corral del Rey, 9, Sevilla. 1893. Martínez Núñez (R. P. Zacarías) , Agustino, Doctor en Ciencias naturales. — Madrid. 1909. Martínez Rodríguez (D. José), Párroco de Cebrero, Pie- drafita (Lugo). 1874. Martínez y Ángel (D. Antonio), Doctor en Medicina. — C. de Hortaleza, 89, Madrid. 1909. Martínez y Fernández (D. Luis). — Santander. 1901. Martínez y Martínez (D. Cesáreo), Catedrático en el Ins- tituto.— C. del Convento, 2, Gijón. 1910. Más Magro (D. Francisco), Licenciado en Medicina. — Calle de Ramón y Cajal, Crevillente (Alicante). 1898. Más Y Guindal (D. Joaquín), Oficial 1." de Sanidad mi- litar.— C. de Ruiz, 13, Madrid. 1898. Mateos Pérez (D. Félix), Profesor en la Escuela de Vete- rinaria.— Santiago (Galicia). 1905. Mazarredo (D. Rafael), Ingeniero Jefe de Caminos. — C. de Alcalá, 31, Madrid. 1897. Mazo y Franza (D. Julio del), Abogado.— Capuchinas, 4, Sevilla. — (Ornitología.) 1884. Mederos Y Manzanos (D. Pedro), Licenciado en Ciencias naturales. — San Lorenzo (Gran Canaria). 1909. Medina Martínez (D. Alfonso), Médico.— Calle de Serra- no, 36, Madrid. 1888. Medina Ramos (D. Manuel), Doctor en Medicina, Cate- drático de Anatomía en la Escuela de Medicina. — C. de San Vicente, 8, Sevilla. — (Himenópteros.) 1907. Medina Rodríguez (D. Manuel), Subdelegado de Farma- cia de las islas de Lanzarote y F'uertevenlura. — Arrecife (Islas Canarias). 1909. Melcon (R. P. Agustín).— 10, Jang-tszée-poo-Road. Shanghai. China (Via Siheña).— (Lepidópteros.) 1892. Mendoza (D. Antonio), Jefe del Laboratorio provincial en 28 LISTA DE SOCIOS el Hospital de San Juan de Dios. — G. de Santa Isabel, 34, Madrid. 1909. Mendoza (D. Diego). -Madrid. 1906. Menet (D. Adolfo).— G. de la Ballesta, 30, Madrid. 1879. Mercado y González (D. Matías), Médico cirujano titular. Nava del Rey (Valladolid). 1897. Merino (R. P. Baltasar), S. J., Profesor de Física y Química en el Golegio de La Guardia (Pontevedra). — (Botánica.) 1910. MiR Y Llambias (D. Antonio).— Mahón. s. F. MiR Y Navarro (D. Manuel), Director y Gatedrático de Historia natural del Instituto.— J^aseo de Gracia, 43, 2.°, 1.% Barcelona. 1902. Moles Ormella (D. Enrique).— Balmes, 19, Barcelona. 1908. Montero y Rodríguez-Almanza (D. José).— Montera, 44, 2.", Madrid. 1910. Montes Garzón (D. Nicasio). — Granada. 1911. MoNTEVERDE (D. Félix), lugeoiero de Montes, Profesor en la Escuela. — El Escorial (Madrid). 1909. Mora (D. Germán de la).— Genova, 24, Madrid. 1909. Morales (D. Mariano), Médico, Inspector de Sanidad pro- vincial.— Bulevar, Santander. 1903. Moran Bayo (D. Juan), Gatedrático de Agricultura en el Instituto. — Górdoba (durante el verano en Medina de las Torres (Badajoz). 1908. Morcillo (D. Ramón), Presbítero, Profesor del Sacro- Monte. — Granada. 1910. Moreno Agrela (D. Juan M.) — Granada. 1909. Moreno Sevilla (D. Fernando).— Granada. 1909. Moreno y Rodríguez (D. Agustín).— Segovia. 1900. MoRODER Y Sala (D. Federico), Golector zoológico del Museo de Ciencias Naturales. — G. de Velázquez, 69, Madrid. — (Entomología, Coleópteros y Hemípteros.J 1906. Moscoso (D. M. R.).— San José de las Matas (Provincia de Santiago), República Dominicana. — (Botánica), 1908. Moyano Cordón (D. Antonio). — Granada. 1898. Moyano y Moyano (D. Pedro), Gatedrático y Secretario en la Escuela de Velerinaria.—S. Nacional, 18 dupl.°, Za- ragoza,— (Etnología zootécnica.) 1902. Muñoz-Cobo (D. Luis), Doctoren Ciencias. —Catedrático en el Instituto.— Málaga.— fA/aíacoíogría y Mineralogía.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORLV NATURAL 29> 1898. Muñoz Ramos (D. Eugenio), Doctor en Farmacia, Li- cenciado en Ciencias físico-químicas. Director del Labo- ratorio municipal y provincial. — Valladolid. — f-V/icro- grafla.) 1872. Museo de Ciencias naturales (Biblioteca del).— Hipódro- mo, Madrid. 1894. Museo Pedagógico (Biblioteca del).— C. deDaoiz, 3, Madrid 1889. Muso Y Moreno (D. José), Ingeniero de Montes.— C. del Prado, 20, Madrid. 1889. Nacher y Vilar (D. Pascual), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Granada. 1907. Nacle Herrera (D. Juan).— Granada. 1905. Nasgimento (D. Luis Gonzaga do).— Setubal (Portugal). 1905. Navarrete (D. Adolfo).— C. de Zurbano, 8, Madrid. 1909. Navarrete Chacón (D. Lorenzo), Maestro de la Escuela Superior de Marios (Jaén). 1903. Navarro (D. Leandro), Profesor de Patología vegetal en el Instituto Agrícola de Alfonso XIl. — Madrid. 1908. Navarro y Neumann (R. P. Manuel M." S.), S. J.— Direc- tor de la Estación sismológica de la Cartuja.— Apartado núm. 32, Granada.— fSismoíogfía y especialmente terre- motos españoles.) 1908. Nieto Valls (D. Gustavo), Licenciado en Ciencias Natu- rales.— Ponferrada (León). 1908. No Y García (D. Eduardo), Catedrático de Física general y Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad. — Calle del Prior, 17-23, pral., Salamanca. 1902. NovELLA (D. Joaquín), Catedrático en el Instituto de Figueras. 1898. NovoA Y Alvarez (D. Francisco), Vice-cónsul de Portu- gal en Goyán, Socio correspondiente de la Arqueológica de Pontevedra y de la Española de Higiene, Comenda- dor de las Ordenes de Cristo y de la Concepción de Villa- viciosa de Portugal, Médico municipal de Tomiño, Socio de número de la Cruz Roja Española y condecorado con la medalla de plata de la misma Sociedad y con la de plata de Puentesampayo.— (Por Tuy), Goyán. 1872. Oberthür (D. Carlos), de la Sociedad Entomológica de Francia.— Faubourg de París, 20, Reúnes fUe-et-Vilai- ne), Francia. — (Lepidópteros.) so LISTA DE SOCIOS 1872. OBEnTHÜR (D. Renato), de la Sociedad Entomológica de Francia.— Faubourg de París, 20, Rennes (Ile-et-Vilai- ne), Fvñncia..— (Coleópteros.) 1872. Observatorio Astronómico (Biblioteca del).— Madrid. 1911. Olabe Alonso (D. José).— Santander. 1911. Olea y Górdova (D. Gregorio).— Subinspector Farmacéu- tico de Sanidad Militar.— Hospital Miltar, Valencia. 1909. Olivar (D. Manuel), Doclor en Medicina.— Zaragoza. 1896. Olóriz (D. Federico), de la Real Academia de Medicina, Catedrático en la Facultad de Medicina.— G. de Atocha, 127, Madrid. — (Antropología.) 1887. Onís (D. Mauricio Garlos de). Licenciado en Giencyas. G. de Santa Engracia, 23, principal, Madrid. 1899. Gramas y González (D. Pablo).— La Orotava (Ganarlas).— (Coleópteros y Ornitología de Canarias.) 1890. Ortega y Mayor (D. Enrique).— G. de Garretas, 14, Labo- ratorio químico, Madrid. 1897. Orueta (D. Domingo de), Ingeniero de Minas.— Gijón.— (Fauna inferior marina del Cantábrico.) 1905. Padró (D. José), Tecnógrafo de la Facultad de Giencias. G. de las Huertas, 70, Madrid. 1894. Palacios (D. Pedro), de la Real Academia de Giencias, In- geniero Jefe del Guerpo de Minas.— G. de Montesquin- za, 9, Madrid. 1911. Pan Fernández (D. Ismael del). Licenciado en Giencias naturales.— G. del Dos de Mayo, 2 tripl.", Madrid, y Plaza de Amos Salvador, 3, 3.°, Logroño.— ('6^eo/osfía.; 1881. Pantel (R. P. José), S. J.— Maíson d'étndes, Gemert (Ho- landa).— (Anatomía de insectos, Ortópteros.) 1905. Pardillo Vaquer (D. Francisco), Gatedrático de Crista- lografía en la Universidad. — Barcelona. 1890. Pau (D. Carlos), Farmacéutico, Licenciado en Ciencias.— Segorbe (Castellón). — (Botánica.) 1882. Paúl y Arozarena (D. Manuel José de).— San Vicente, 10, Sevilla. — (Patología vegetal.) 1903. Pazos Caballero (D. J. H.), Médico-cirujano.— Miembro de varias sociedades científicas y Corresponsal de la Academia de Ciencias de la Habana.— Martí, 46, San Antonio de los Baños [Giiha].— (Dípteros parásitos.) 1909. Pedraja (D. Eduardo de la).— Santander. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 31 1911. Pelayo Martín del Hierro (D. Manuel), Mélico. — Sao- tander. 1898. Pella y Forgas (D. Pedro), Ingeniero industrial, químico y mecánico, Socio de mérito de las Económicas Arago- nesa y Gerundense de Amigos del País y del Ateneo de Teruel, Ingeniero Jefe de la explotación del Ferrocarril de Cariñena á Zaragoza. — Zaragoza. — (Geología.) 1907. Pereyra Galbiati (D. José), Perito agrónomo por la Escuela de Montpellier. — Arrecife (Lanzarote. Islas Ca- narias) . — (Agronomía y Geología Agrícola de Ca- narias.) 1881. Pébez Lara (D. José María). — Jerez de la Frontera (Cá- diz) . — f Botánica.) 1907. Pérez Molina (D. Miguel), Director de la Academia ge- neral de enseñanza. Caballero de la Orden civil de Al- fonso XII. — Ciudad Real. 1873. Pérez Ortego (D. Enrique), Doctor en Ciencias. — Pro- fesor auxiliar en el Instituto del Cardenal Cisneros. — C. de San Bernardino, 7, Madrid. 1894. Pérez Zúñiga (D. Enrique), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Medicina.— P.° de Trajineros, 32, Madrid. 1907. Peris Fuentes (D. Ernesto). — Burriana (Castellón). 1909. Peso y Blanco (D. José), Dr. en Medicina.— Gran Vía, 13, Granada. 1911. Peso y López (D. José), Alumno de Farmacia. — Granada. 1902. Pi Y Suñer (D. Augusto), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Barcelona. 1901. Píe (D. Mauricio), de la Sociedad entomológica de Fran- cia.— Digoin (Saóne-et-Loire), Francia. — (Ent. general de Argelia. Col. é Hime7iopt. paleart. Melíridos, Puni- dos^ Antícidos^ Pedílidos, Brüquidos y Nanophyes de todo el mundo.) 1903. Pittaluga ( D. Gustavo), Catedrático de Parasitología de la Facultad de Medicina en la Universidad Central. — C. de Serrano, 62, Madrid. — (Investigaciones micro- gráficas aplicadas á la clínica.) 1903. Planellas (D. Juan), Farmacéutico. — Cayey (Puerto Rico). 1909. PoMBO Ibarra (D. Gabriel). — Santander. 1905. PoNs (D. Enrique), Licenciado en Ciencias naturales, Catedrático en el Instituto.— Pamplona. 32 LISTA DE SOCIOS 1908. PoRPETA Y Llórente (D. Florencio), Gatedrálico de la Uni- versidad.— Granada. 1909. Portales Plá (D. Blas), Alumno de la Facnllad de Cien- cias.— Granada. 1887. Prado y Sáinz (D, Salvador), Doctor en Ciencias natu- rales, Gatedrálico y Director del Instituto. — Guadalajara. 1910. PucHOL (D. Antonio), Licenciado en Medicina. — Marios (Jaén). 1874. PuiG Y Larraz (D. Gabriel), Ingeniero de Minas. — C. de Fomento, 1 duplicado, 1." derecha, Madrid. 1909. Quintana Trueba (D. Vicente)^ Cirujano del Sanatorio Madrazo. — Santander. 1895. Ramón y Cajal (D. Pedro), Catedrático en la Facultad de Medicina. — Sitios, 6, Zaragoza. — (Histología.) 1872. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales (Biblioteca de la).— C. de Valverde, 26, Madrid. 1901. Real Biblioteca de Berlín (Konigliche Bibliolhek).— Beh- renslrasse, 40, Berlín W. 64. 1907. Reyes Calvo (D. Manuel), Farmacéutico, Licenciado en Ciencias. — Plaza de Herradores, 2, Madrid. 1883. Reyes y Prosper (D. Eduardo), Catedrático de Fitografía en la Facultad de Ciencias, Jefe de la Sección de herba- i'ios en el Jardín Botánico. — C. de San Bernardo, 56, Madrid. — (Anatomía microscópica vegetal, Criptógamas y Orquídeas de España.) 1872. Ribera (limo. Sr. D. Emilio), Doctor en Ciencias natu- rales; Catedrático en la Escuela Superior del Magiste- rio.— Calle de Orellana, 1, Madrid. 1908. Rico JiMENO (D. Tomás), Catedrático de Historia natural en el Instituto. — Toledo. 1909. Riera (D. Pedro). — Abaixadors, 11, Barcelona. 1909. Rio Lara (D. Eduardo), Catedrático de la Universidad. — Santiago. 1886. RiojA Y Martín (D. José), Doctor en Ciencias naturales, Director de la Estación de biología marina. — C. de Gas- telar, Puerto chico (Santander). — (Anatomía de anima- les inferiores.) 1909. Ríos Y RfAL (D. Cándido), Director y Catedrático de His- toria natural en el Instituto general y técnico. — Santia- go.— (Mineralogía.) DE LA. REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 33 1902. Riva (D. Maximino de la), Profesor auxiliar en la Facul- tad de Farmacia. — Santiago. 1896. RivAS Mateos (D. Marcelo), Catedrático en la Facultad de Farmacia de la Universidad; Diputado á Cortes. — Glo- rieta de Bilbao, 1, Madrid. — (Botánica.) 1902. Rivera y Ruiz (D. Miguel), Catedrático en el Instituto. — Murcia. 1908. RodríCtO Lavíx (D. Cipriano), Doctor en Medicina. — C. de la Princesa, 16. Madrid. 1884. Rodríguez Aguado (D. Enrique), Doctor en Ciencias y Medicina, Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias. C. de los Reyes, 13, Madrid. 1910. Rodríguez Bouzo (D. José), Licenciado en Ciencias natu- rales.— Orense. 1906. Rodríguez y López Neira (D. Carlos). — Catedrático de Farmacia. — Granada. 1903. Rodríguez y López Neira (D. Manuel), Doctor en Far- macia, Profesor auxiliar de la Facultad de Farmacia. — C. del Cardenal Cisneros, \, Madrid. — (Liqúenes de España.) 1880. Rodríguez Mourelo (D. José), Académico de la Real de Ciencias exactas, físicas y naturales, Profesor de Química industrial orgánica en la Escuela Superior de Artes é Li- dustrias. — C. del Piamonte, 14, Madrid. — (Mineralogía y Química.) 1909. Rodríguez y Rosillo (D. Abilio). — Segovia. 1910, Romero Rodrigo (D. Francisco). — Calle de Pontejos, 1,3% Madrid. 1907. RoussEL Y OnY (D. León), Ingeniero Agrónomo, Cate- drático de Agricultura del Estado en Francia, Director del servicio agronómico de la Sociedad general de In- dustria y Comercio. — C. del Prado, 7, Madrid. 1873. Saavedra (Excmo. Sr. D. Eduardo), Ingeniero de Cami- nos, Individuo de las Reales Academias de la Lengua, de Ciencias y de la Historia, Consejero de Instrucción pública. — Calle de Fuencarral, 74 y 76, principal, Madrid. 1890. Sáenz y López (D. Juan), Licenciado en Ciencias, Direc- tor del Colegio de Sania Ana. — Mérida (Badajoz). 1907. Salcedo (D. Pedro), Ingeniero Jefe de Montes. — Granada. T. xii.-Enero, 1912. 3 34 LISTA DE SOCIOS 1901. Sánchez Bruil (D. Mariano), Catedrático en el Instituto general y técnico.— G. de Alfonso I, 28, Zaragoza. 1909. Sánchez Cabezudo (D. Federico), Doctor en Farmacia.— Carriches (Toledo). 1891. Sánchez Navarro y Neumann (D. Emilio), Doctor en Cien- cias naturales, Profesor auxiliar en el Instituto.— G. de Santa Inés, 2, Cádiz.— (Entomología.) 1910. Sánchez Roig (D. Mario).— Calzada del Cerro, 827, Ha- bana (Cuba). 1885. Sánchez y Sánchez (D. Domingo), Doctor en Ciencias naturales y en Medicina, Conservador, por oposición, en el Museo de Antropología, Profesor en la Escuela de Ar- tes é Industrias.— C. de Atocha, 96, Madrid.— ^naío- mía comparada.) 1899. Sanchíz Pertegas (Excmo. Sr. D. José).— C. de San Vicen- te, 151, Valencia. 1906. San Miguel de la Cámara (D. Maximino).— Doctor en Ciencias Naturales, Auxiliar en la Universidad.— Bar- celona. 1898. Santos y Abreu (D. Elias) , Licenciado en Medicina y Ci- rugía y Director del Museo de Historia natural y Etno- gráfico.—Santa Cruz de La Palma (Canarias).— fEjiío- mología y Botánica.) 1911. Santos Ruano (D. Leoncio), Médico.— Santander. 1879. Sanz de Diego (D. Maximino), Disecador 1.°, por oposi- ción, del Museo de Ciencias naturales.— C. de Abel, 8 (Cuatro Caminos), Usidviá.— (Comerciante en objetos y libros de Historia natural y en utensilios para la reco- lección, preparación y conservación de las colecciones; cambio y venta de las mismas en todos los ramos.) 1900. Saulcy (Feliciano Caignart de).— 3, rué Chátillon, Metz (Lorraine). — (Coleópteros y Ortópteros de Europa.) 1909. Savirón y Caravantes (D. Paulino), Decano y Catedrático de la Facultad de Ciencias. — Zaragoza. 1902. ScHRAMM (D. Jorge).— C. de Monteleón, 23, pral., Ma- drid.— (Coleópteros, Cerambícidos.) 1886. Seebold (D. Teodoro), Ingeniero civil, de la Sociedad de Ingenieros civiles de París, Comendador de la Orden de Carlos Iir, Caballero de varias órdenes extranjeras.— (Lepidópteros.) DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 35 1898. Segovia y Corrales (D, Alberto), Catedrático de Zoología general eii la Facultad de Ciencias. — Leganitos, 47, Madrid. 1908. Selgas (D. Julián), Médico en Valdemoro de la Sierra (Gnenca). —(Lepidópteros.) 1902. Seminario conciliar de Orihiiela. 1872. Senado (Biblioteca del).— Madrid. 1897. Seras y González (D, Antonio). — Monsalves, 12, Sevilla. ( Histología. J 1907. Serradell (D. Baltasar).— C. de San Pablo, 71 y 73, Bar- celona.— fCo)%quiliología, Paleontología y Mineralogía.) 1909. Sierra (R. P. Lorenzo). — Limpias (Santander). — (Espe- leología.) 1899. Silva Tavares (Excmo. Sr. D. Joaquín de), de la Real Aca- demia de Ciencias de Lisboa, de la Sociedad entomoló- gica de Francia, Socio correspondiente de la Real Aca- demia de Ciencias y Artes de Barcelona y fundador de la Sociedade Portuguesa de Sciencias Naturaes. — Rué de Saint- Clement, 226, Río Janeiro (Brasil). — (Zoocecidias.) 1908. Simancas Señan (D. Francisco). — Granada. 1909. Simancas Señan (D. Juan de Dios). — Granada. 1889. SiMARRO (D. Luis), Doctor en Medicina, Catedrático de Psicología experimental en la Facultad de Ciencias. — C. del General Oráa, 5, Madrid. — (Histología.) 1890. SiRET (D. Luis), Ingeniero. — Cuevas de Vera (Almería). (Geología y Antropología.) 1901. Sobrado Maestro (D. César), Catedrático en la Facultad de Farmacia. — Santiago. — (Botánica.) 1909. Sobrino y Buigas (Ramón), Doctor en Ciencias naturales, Auxiliar en la Universidad. — Santiago. s. F. Solano y Eulate (D. José María), Marqués del Socorro, Catedrático jubilado de la Facultad de Ciencias. — C. de Jacometrezo, 41, Madrid. — (Mineralogía y Geología.) 1901. Soler y Batlle (D. Enrique), Farmacéutico militar. — C. Mayor, 51, Sarria (Barcelona). — (Botánica). 1898. Soler y Carceller (D. Juan Pablo), Doctor en Cien- cias, Catedrático de Agricultura en el Instituto general y técnico. — C. de Alcoraz, 7, Huesca. — (Microquimica.) 1910. Soler y Luesma (D. Amadeo), Doctor en Medicina y Ci- rugía.— Palacios Malaver, 8, Sevilla. 36 LISTA DE SOCIOS 1911. Soler Segura (D. Federico), Coronel de Infantería reti- rado.— Plaza de Oriente, 2, Madrid. 1911. Solo de Zaldívar y Medina (D. Juan), Licenciado en Cien- cias naturales. 1908. SuÁREZ FiGUKROA Y Cazeaux (D. José), Médico. — Madrid. 1903. SuEiRAS Olave (D. José). — Hospital militar, Ambulancia de montaña, núm. 3, Barcelona. 1905. SuRMELY (D. Eduardo), Profesor de idiomas. — Coacep- ción Jeróninia, 15 y 17, Madrid. 1903. Taboada Tundidor (D. José), Doctor en Ciencias na- turales; Catedrático en el Instituto. — Granada. — (Ento- mología.) 1899. Tarazona y Blanch (D. Ignacio), Catedrático en la Facultad de Ciencias. — Príncipe Alfonso, 11, Valencia. 1899. Tarín y Juaneda (D. Rafael), Doctor en Ciencias natura- les, Profesor auxiliar de la Universidad. — Torno de San Cristóbal, 9, Valencia. 1908. Tello (D. Francisco), Médico.— C. de Aguirre, 1, Madrid. 1910. Tenorio (D. Bernardo). — Venerables, 5, Sevilla. — (Geo- logía.) 1909. Tomás (D. Lorenzo).— Barcelona. 1907. Tomás Corrales (R. P. A.), Rector de las Escuelas Pías y Catedrático de Historia natural. — Granada. 1901. Tomás y Gómez (D. Calixto), Catedrático de Anatomía en la Escuela de Veterinaria. — Córdoba. — (Anatomía com- parada.) 1900. ToRREMOCHA Tellez (D. Lorcuzo), Catedrático en la Fa- cultad de Medicina. — Sevilla. 1902. Turró (D. Ramón), Director del Laboratorio Microbioló- gico. — C. del Notariado, 10, Barcelona. — (Bacteriología.) 1896. Tutor (D. Vicente), Doctor en Medicina. — Calahorra (Lo- groño).— (Coleópteros.) 1903. Universidad de Santo Tomás. — Manila. 1911. Universidad de Viena (Biblioteca de la). 1904. Uruñuela (D. Julio), Doctor en Ciencias naturales. Con- servador en el Jardín Botánico. — Puerta del Sol, 7, Madrid. 1909. Vaamonde (D. Joaquín) Profesor auxiliar en la Univer- sidad.— Santiago. 1908. Valdelomar Gijón (D.Mariano), Farmacéutico.— Granada. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 37 1900. Vales Failde (limo. Sr. D. Javier), Vicario general y Abogado.— G. de la Pasa, Madrid. 1 908. Valle (D. Alberto del), Farmacéutico.— Don Ramón de la Cruz, 51, Madrid. 1902. Vázquez Figueroa y Mohedano (D. Antonio), Arquitecto. — Plaza de Jaúdenes,Guadalajara. — (Coleópteros de Europa] 1905. Vera (D. Vicente), Catedrático en la Escuela Superior del Magisterio, Profesor auxiliar en el Instituto de San Isidro. — G. de la Concepción Jerónima, 16, Madrid. 1906. VerdaCtUer Comes (D. Pablo).— Valencia. 1909. Vial (D. Federico).— Santander. 1909. Vidal y Carreras (D. Luis Mariano), Inspector general del Cuerpo de Ingenieros de Minas, Presidente de la Comisión del Grisú, Miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, Socio correspondiente de la Real Academia de Ciencias exactas, físicas y natura- les de Madrid. — Barcelona. 1899. Vidal y Compaire (D. Pío), Doctor en Ciencias naturales, Conservador, por oposición, en el Museo. — C. de Justi- niano, 7, Madrid. 1910. Villar (D. Eugenio), Profesor ayudante de la Escuela de Arles é Industrias. — Santiago. 1896. ViÑALS Y Torrero (D. Francisco), Doctor en Medicina. — Plaza de los Ministerios, 9, Madrid. 1904. Williams and Norgate, Libreros editores.— 14, Henrietta Street. — Govent Carden (Londres), W. C. 19Ü7. Wynn Ellis (D. Federico). — Barcelona. — (Botánica.) 1907. Zabala y Lara (D. Miguel), Químico de la Azucarera Santa Juliana y Farmacéutico. — Granada. 1907. Zambrano y García de Caravantes (D. José), Farmacéu- tico.— Granada. 1912, Zamora (D. Ricardo), Farmacéutico. — Siles (Jaén). 1897. Zamora y Garrido (D. Justo), Licenciado en Farmacia, Director del Colegio de segunda enseñanza de San Agus- tín.— Siles (Jaén), por Baeza. — (Entomología, especial- mente de la Sierra de Segura.) 1905. Zulueta (D. Antonio de), Doctor en Ciencias naturales, Conservador por oposición en el Museo. — Hipódromo (Museo de Ciencias), Madrid. — (Herpetología.) 38 LISTA DE SOCIOS Socios agregados. 1909. Aramburu (D. Emilio), Doctor en Medicina y Profesor en la Escuela de Veterinaria. — Zaragoza. 1904. Aterido (D. Luis), Jardinero Mayor del Botánico —Madrid 1911. Barrerán y Tros de Harduyá (D.*» Pilar). — Alfonso Xll, 15, Madrid. 1911. Barrera Urueta (D.' María del Pilar).— C. de Yillalar, 3, Madrid. 1911. Becares Más (D." Luisa).— G. de la Bolsa, 16, pral. dere- cha, Madrid. 1912. Bolívar Y Pieltaín (D. Cándido).— P.° del Obelisco, 17, Madrid. — (Carábidos de Europa.) 1910. Casares (D. Demetrio).— Granada. 1909. Cazohla (D. Eduardo), Director del Colegio Politécnico de Motril (Granada). 1911. Diez y Díez (D." Adelaida).— Calderón de la Barca, 3, 3.", Madrid. 1911. Diez Torres (D.* Leonor).— Bretón de los Herreros, 21, principal, Madrid. 1908. Diez Tortosa (D. Ángel), Profesor auxiliar en el Insii- tuto. — Granada. 1909. Escorio Franco (D. Jesús).— Gaboya, 6, 4.% Santander.— (Antropología.) 1899. Escribano y Ramón de Moncada (D. Francisco), Licen- ciado en Medicina. — Galle de Hidalgo, Torrevieja (Ali- cante). 1909. García Gazorla (D. Francisco de P.), Farmacéutico.— Motril (Granada). 1890. Fernández Carada (D. Pedro).— Santander. 1898. Izquierdo (D. Juan Antonio), Catedrático de Ampliación de Física en la Universidad. — Zaragoza. 1911. Pérez Solsona íD.* Josefa).— Corredera alta, 21 tripl.°,2.% Madrid. 1910. Requena Espinar (D. Enrique).— Granada. 1909. Santa Cruz de la Casa (D. José), Alumno de Farmacia.— Bocanegra, 4, Granada. 1909. Señan Díaz (D. Leopoldo), Estudiante.— Reyes Católicos, 40, Granada. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 39 1911. Serrano Pablo (D." Leonor).— Valencia, 16, 4.°, Madrid. 1911. Trlnxé y Velasco (D.» Angela).— Hartzembusch, 6, 3.°, Madrid. 1911. Troncoso Sagrero (D/ Julia).— Gonstilucióu, t, Valla- dolid. 1911. Uriz y Pi (D." Josefa).— Bolsa, 6, Barcelona Socios que han fallecido en 1911. honorario ScuDDER (D. Samuel H.) correspondientes BouRGEOis (D. Julio). FouMOUZE (D. Armando). NUMERARIOS 1889. Becerra y Fernández (D. Antonio). 1872. Calderón y Arana (D. Salvador). 1909. Escalante (D. José). 1875. EsPLuaA y Sancho (D. Faustino). 1909. Iradier (D. Manuel). RESUMEN. Socios protectores 10 — honorarios.... O — correspondientes 58 — perpetuo 1 — numerarios 4~3 ■ — agregados 21 Total 5~5 Madrid, 10 de Enero de lí>l-2. El Secretario, Ricardo García Mercet. índice geográfico de los socios (*) Esi^^^^nsTj^ Aguilar (Córdoba) Dargeat. Albacete Dantín. Martínez Gámez. Alicante Instituto. Jiménez de Cisneros. Almeria Carbó. Arrecife. Medina Eodríguez. Pereyra Galviatti. Avila Goitia. Aviles (Oviedo) Graifio. Badajoz Hernández Alvarez. Instituto. Bae»a Instituto. Barcelona Almera. Aranzadi. Areny de Plandolit. Boflll, Bordas. Brugués. Buen. Calleja. Camps. Casamada. Cátedra de Historia natural. Delgado Lauger. Faura. Fernández Galiano. Ferrer (C.) Folch Andreu. Huguet y Padi»ó. Instituto. Jimeno Egurbide. Llenas. Marcet. Mir. Moles. Pardillo. Pí y Sufier. Riera. Serradell Soler (E.) Sueiras Olave Tomás. Turró. Uriz y Pi (D." J.) Vidal. Wynn Ellis. (•) No figuran los residentes en Madrid. Las iniciales H, C ó A, precediendo á un apellido, indican que se trata, respectivamente, de un socio honorario, correspon- diente 6 agregado. DE LA BEAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 4i Bxirgos Instituto. López de Zuazo, Burriana (Castellón). Peris Fuentes. Cahra. Corrales Hernández. Cihrero (Piedrafita, Lugo) Martínez Rodríguez. Cácere s Hernández Alvarez Reyero. Ibarlucea. Cádiz Barras de Aragón. Sánchez Navarro, Calahorra (Logroño) Tutor. Camargo (Santander) Martín Vélez. Carriches (Toledo) Sánchez Cabezudo. Cartagena (Murcia) Calandre. Ibáñez. Jiménez Munuera. Ciudad Real Instituto. Martínez Fernández. Pérez Molina. Córdoba Instituto. Moran. Tomás y Gómez (C.) Crevillente (Alicante) Más Magro. Cuenca Instituto. Jiménez Cano. Cuevas de Vera (Almería) Siret. El Escorial Monteverde. Ferrol (Coruña) Comerma. Figueras Novella. Gador (Almería) Albarracín. Gerona Cazurro. Esteva. Garriga. (jrijón (Oviedo) Frangauillo. Martínez y Martínez. Orueta. Goyán (Pontevedra) Novoa. Granada Alvarez (J.) Alvarez de Cienfuegos (M.) Biblioteca universitaria. (A) Casares. (A) Diez Tortosa (A.) Diez Tortosa (J.) Diez Tortosa (M.) Dorronsoro. Escuela normal de Maestros. Espejo. Fábregas. Facultad de Ciencias. Facultad de Farmacia. Fernández Arcoya. Fernández Martínez. García López. García Vélez. Garzón Vera. González Sánchez. Instituto general y técnico. Ijópez Mateos. Lora. 42 ÍNDICE GEOGRÁFICO DE LOS SOCIOS Lozano Monreal. Maldonado. Montes Garzón. Morcillo. Moreno Agrela. Moreno Sevilla. Moyano. Nacher. Nacle Herrera. Navarro Neumann. Peso y Blanco. Peso y López. Porpeta. Portales. (A) Keqnena. Rodríguez L. Neira. Salcedo. (A) Santa Cruz. (A) Señan. (A) Simancas (J.) Simancas Señan. Taboada. Tomás Corrales. Valdelomar. Zabala. Zambrano. Guadalajara Instituto. Prado. Vázquez (D. Antonio). Ruelva Cendrero. Instituto. Huércal-Overa (Almería) Enciso. Huesca Escuela normal de Maestros. Instituto. Soler y Carceller. lllescas (Toledo) Aguilar y Carmena. Jerez (Cádiz) Pérez Lara. La Coruña Campo Prado. Instituto. Za Guardia (Pontevedra) Merino. Laguna de Tenerife (Canarias) Cabrera (A.) Za Palma (Canarias) Bello y Rodríguez. La 0)-otava (Canarias) Gramas. Leganés (Madrid) Fernández Navarro. Zeón Aragón. Limpias (Santander) Sierra (R. P.) Zogroño Elizalde. Zoja (Granada) García López. Llagostera (Gerona) Gelabert. Mahón (Baleares) Alabern. Ferrer. Mir. Málaga Muñoz Cobo. Marios (Jaén) Navarrete. Pucho] . Mérida (Badajoz} 'íáenz López. Monreal del Campo (Teruel) Benedicto. Motril (Granada) Cazorla. García Cazorla. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL Murcia i3 Codorníu. Rivera (M.) Nava del Rey ( Valladolid) Mercado. Nules (Castellón) Beltrán Bigorra. Olot (Gerona) Bolos. Orense Bescanea. Instituto. Rodríguez Bouzo. Orihiiela (Alicante) Andreu. Colegio de Santo Domingo. Seminario. Ortigueira (CoruñaJ Maciñeira. Oviedo Balbin. Facultad de Ciencias. Falencia Gascón. Palma de Mallorca (Baleares) Darder. Fuset. Gamundi Ballester. Instituto. Laboratorio biológico marino. Pamplona Pons. Ponferrada (León) Nieto. Pontevedra Colomina. Instituto. Portugalete (Bilbao) Mac-Lennan. Pozuelo de Cala tr a va. Fuente. Meus (Tarragona) Instituto. Salamanca Arévalo. Jerónimo. Nó y García. Saldaña (Palencia). Macho Tomé. San Ildefonso (Segovla) Breñosa. San Lorenzo (Canarias) Mederos. San Lorenzo del Escorial (Madrid) Biblioteca de Montes. Berraondo. San Sebastián Instituto. Sta. Cruz de la Palma (Canarias) Santos Abreu. Sta. Cruz de Tenerife (Canarias) Cabrera y Díaz (A.) Santander Abarca. Alaejos. Beathy. Carballo. Escalante (C) (A) Escobio. Estación de Biología. (A) Fernández Cabada. Garma. Gómez Vega. Herrera Oria. Lanuza. Madrazo. Martínez. Morales. Olave. Pedraja. Pelayo. 44 índice geográfico de los socios Pombo. Halcón. Quintana. Isern. Rioja. Martínez Girón. Santos Ruano. Mazo. Vial. Medina. Santiago fCoruña) Paúl. Cabeza de León. Tenorio. Cátedra de la Universidad. Torremocha. Cotarelo. Seras. Deulofeu. Sokir Luesma. Eleicegui. Fernández Garrido. Siles (Jaén) Zamora. Gallego Armeeto. García Várela. Gil Casares. Golpe Núñez. Instituto. Labarta. Silos (Burgos) González. Tarragojia López Robles. Tarrasa (Barcelona) ' Lobo. Cadevall. Mateos. Tervel Río Lara. Boscá (A.) Ríos. Toledo Riva. Castaños. Sobrado. Rico Jimeno. VaamonJe. Villar. Torrelavega. Alcalde del Río. Segorbe (CasíeilónJ Rojas. Pau. Torrevieja (Alicante) Segovia (A) Escribano. Castellarnau. Tw'y (Pontevedra) Flórez. Areses. Llovet. TJclés (Cuenca) Moreno Rodríguez. Fernández. Rodríguez Rosillo. Malcolm. Sevilla. Valdemoro de la Sierra (Cuenca) Bago. Salgas. Benjumea. Valencia Chaves. Boscá (E.) Doblado. Crá. Fernández de Castro. Cruz Nathan. Gila. Esplugues. García Velazquez. Facultad de Ciencias. González Fragoso. Guillen. DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTÜUIA NATI UAL. 45 Hueso. Instituto. Olea. Sanchíz. Tarazona. Tarín. Verdaguer Comee. Vale7icia de Alcántara Loustau. Vallad olicl Barreiro. González Irún. Muñoz Eamos. Troncos© Sagrero (D.* J.) Vigo (Pontevedra) Biblioteca G.* Barbón. Vitoria Instituto. Zaragoz'i Ateneo científico escolar. (A) Arambuní (E.) Arambnru P.) Aranda. Ardiz. Borobio. Casino. Dosset. Ferrando. Gómez R. Gota. Instituto. (A) Izquierdo, Moj'ano. Olivar. Pella. Eamón y Cajal (P.) Sánchez Bruil. Savirón. Zumaya (Guipúzcoa) Aldaz. E^^Ti^.^iÑrj'Ei^o Alemania (H) Aslier, — Berlín. IC) (C) Ar n ol d . — Mu n ich . (C) Bourgeois.— Sí. Marieaux Mi- (C) nes. (C) (C) Bu.ck[ng.~EdrasbHrgo. (H) (H) Engler. — Berlín. (C) Géhíen.—Hamburgo. Heyden. — Frankfurt am Main. (C) Kracht. — Berlín. Real Biblioteca. — Berlín. (C) Sa.\omon.—IIeidelberg. (C) Saulcy. — Metz. (C) Weise(J.)— Berlín. Argelia (C) Chevreux. — Bóne. Austria-Hungría (C) Brancsik. — Trencsen. (C) Brunner. — Viena. Horvath. — Budapest. Kheil. — Praga. Klapalek. —Prfl^ra. Reitter.— Paskau. Tschermack. — Viena. Universidad (Bib'iot.^) — Viena. Bélgica Schouteden. — Bruselas. Brasil Instituto Oswaldo Cruz. Chile Porter. — Santiago. Costa Rica Liceo. — San José. Cuba Pazos. — San Antonio. Sánchez Roig. — Habana. Torre.— Habana. 46 ÍMDICE GEOGRÁFICO DE LOS SOCIOS Ecuador (Cj Sodiro.— Quito. Estados Unidos (C) Turiiez . — Washington. (C) Washington. — Lociist, Mon- moutli. Puerto Rico Planellas. Francia (C) Acloque.— Pans. (C) Anávé.—Gray. Azam. — Draguignan. (C) Bedel.— París. (C) Blanchard.— Pan's. (C) Bo\b.— Saint-Mandé. (C) Delacrois.— PrtrJs. (C) DoUfus.— París, (C) D'Orbigny.— París. (C) Fauvel.— Caen. (C) Grouvelle [A.)—Issy. (C) Heckel. — xlíarse/to. ( C) Janet. — Voisinlieu. (C) Lesne. — Asjiieres. Lhome. — París. Marqués de Mauroy. (C) Martin (R.)— Le Blanc. (C) Meuuier.— París. Oberthur {Gh.)—Rennes. Obertiiur {'R.)—Rennes. (C) Olivier.— Paroc/ies au Eoulme. (C) Pérez.— Pwrrfeo.-f. 'Pie— DigoÍ7i. Seebold.— París. Simón. — París. (H) Van Tieghem. — París. (O) Verneau.— París. Filipinas Universidad. — Manila. Holanda Pantel. -iTasíeeZ Gemert. Inglaterra Bouleuger. — Londres. Burr. — Dover. (C) Distant.— Soní/i Nonoood. Dulau. — Londres. (H) Geikie.— LoMfZres. (C) Lewis {G.)~Tumbridge Wells. (H) Lubbock.— jLojifZres. (H) Poulton.— Oxford. (C) Shelford. -Oxford. Williams.— Zondrcs. Italia (C) Balsamo. — Ñapóles. (C) Brizi.— Poma. (C) Camerano. — Turin. (C) Cannaviello. — Porticí. (P) Dodero. — Genova. (O) Dervieux. — Turin. (C) De Ton').— Módena. (C) Gestro. — Genova. (C) Giordano.— Pa^-wsa (Sicilia). (C) Griffini.— Tiírin. (C) Piccioli (Fr.)— 7aWo?n6rosa. (C) Piccioli (L.)— Siena. Marruecos. Buigas. — Mogador. Martínez de la Escalera.— ilio- gador. Tacqmn.— Mogador. Monaco (C) Richard.— Monaco. Portugal Carvalho. — Lisboa. Correa. — San Martinho (Sa- hroza). DE LA REAL ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 47 (C) Girard. — Lisboa. Nascimento. — Setuhal. Rumania (O Montandon. — Bukarest. Suecia. (C) Lagerheim. — Estocobno. Suiza Cari.— Ginebra. Schulthess Rechberg.— Zuñe. República Dominicana. Hoscoso. — San José de las Matas. RET. ACIONES del esfado de la Sociedad y de su Biblioteca LEÍDAS EN LA SESIÓN DE DICIEMBllE DE 1911 POR EL SECRETARIO D. RICARDO GARCÍA MERCET T EL BIBLIOTECARIO D. ÁNGEL CABRERA LATORRE Memoria de Secretaría. Señores; Podéis creerme si os digo que va constituyendo para mí una verdadera preocupación esto de tener que hilvanar, al fin de cada año, la reseña de los trabajos que han ocupado nuestras sesio- nes. Aunque no se trate de una obligación cuyo cumplimiento exija grande esfuerzo mental ni me ocupe un tiempo que pueda calificar de apreciable, va apoderándose de mí de tal modo la fati- ga y he hecho una distribución tan completa de mis horas de tra- bajo, que fuera de lo que constituye el objeto de mi diaria aten- ción, ni ánimo, ni voluntad, ni espacio me quedan para nada. Bueno. Dejándome de divagaciones que no vienen á cuento, pero que consigno á fin de que no extrañéis la parquedad con que habré de expresarme, voy á entrar de lleno en el asunto que me toca desarrollar, y que se reduce, como sabéis, á exponer algu- nas consideraciones acerca de los trabajos en que se ha ocupado nuestra Sociedad durante el año corriente. Ya habréis visto que el Boletín que hemos publicado no des- merece, ni por su volumen (590 páginas), ni por las notas qne lo han compuesto, de los de años anteriores. Han colaborado en él los Sres. Barras de Aragón, Bolívar, Cabrera, Casares Gil, Dan- tín Cereceda, Jiménez de Cisneros, Madrid Moreno, Faura Sans, Hernández Pacheco, Fernández Navarro, Calderón, Navarro Neu- mann, Sobrado Maestro, Arias Encobet, Lázaro é Ibiza, Orueta, Gamundi Ballester, Boscá Seytre, Carballo, Cadevall, Merino, Escalera, Savirón, Schramm, Pardillo, Pérez Zúñiga, Bolívar T. XII.— Enero, 1912 4 50 boletín de la real sociedad española Pieltaíii y algunos más que, como los anteriores, figuran entre nosotros en calidad de socios numerarios ó agregados. Pero nuestra publicación mensual, no sólo ha recogido este año firmas de consocios y compañeros, sino que se ha procu- rado también la de algunos hombres eminentes que no figu- ran en nuestras listas, reproduciendo trabajos que habían alcan- zado cierta resonancia. Así, en el número del mes de Noviembre, aparecieron la lección inaugural del curso de Química Biológica que en la Facultad de Farmacia de Madrid dio este año el Sr. Ro- dríguez Garracido, y el discurso que sirvió para inaugurar los trabajos de la Sección de Ciencias Naturales en el último Con- greso celebrado por la Asociación británica para el progreso de las Ciencias, discurso escrito por el profesor de la Universidad de Dundee, Mr. D'Arcy W. Thompson. Por cierto que si leísteis con atención estos trabajos, seguramente habréis caído en la cuenta de que por el criterio filosófico que respectivamente los informa, podría muy bien creerse que el del maestro español era materia suscrita por algún extranjero, y el del profesor inglés exposición trazada y juicios lanzados por algún compatriota nuestro. Eso de que un naturalista inglés, en cuestiones de biología, se muestre vitalista y creyente, y que un biólogo español sustente, sobre las mismas materias, un criterio eminentemente físico-químico, dis- crepa tanto de las opiniones que comúnmente tenemos acerca de los extranjeros y de nosotros mismos, que no puede menos de llamar la atención y de prestarse á meditaciones y comentarios. La publicación de los trabajos á que me refiero ha constituido un acierto indiscutible, y por ello felicito desde aquí al autor de la idea, D. Ignacio Bolívar, que, como recordaréis, en la sesión de Octubre, os propuso introducir esta reforma en nuestras publica- ciones. Los números de nuestro Boletín solían acoger solamente trabajos de pura investigación personal, y esto les restaba atrac- tivo parala inmensa mayoría de sus lectores, pues la enumeración ó el relato de nn descubrimiento no suele interesar sino ámuy li- mitado número de personas. En cambio, un artículo de exposición de doctrinas ó de examen de teorías, despierta la curiosidad gene- ral y tiene buen número de curiosos. Sin embargo, mirando ha- cia fuera, no debemos abusar de esta clase de trabajos, porque el interés de los que nos buscan desde otros países radica precisa- mente en que nuestra publicación es, puede decirse, la única donde aparece expuesto el resultado de los estudios de investiga- DE HISTORIA NATURAL. ción á que nos entregamos los naturalistas españoles. Fuera de aquí, nos solicitan precisamente por los trabajos que hacen de nuestro Boletín mensual un folleto que no puedeleerse. En el año que corre, la Sociboad ha trasladado su domicilio desde el Museo Antropológico al Palacio del Hipódromo, donde está instalándose también el Museo de Ciencias Naturales. En nuestra nueva residencia no estamos de prestado, como hasta aho- ra veníamos viviendo, sino establecidos por derecho propio, pues una Real orden del Ministerio de Instrucción pública nos ha auto- rizado para ello, cediéndonos aquí locales para celebrar las sesio- nes, establecer las dependencias de Tesorería y Secretaría y dispo- ner convenientemente ucesira biblioteca. Para reunimos men- sualmente, contamos con un espacioso salón, de quince metros de longitud por diez de anchura, en que podrá instalarse un aparato de proyecciones, pues es muy á propósito para conferencias y re- unión de gentes. La biblioteca ha ganado también considerable- mente con su nuevo local, y dispone de estanterías donde agrupar con cierto orden las muchas publicaciones que recibimos como cambio y las que se adquieren por compra directa. Todo esto cons- tituye para la Sociedad una mejora tan evidente, que sería censu- rable omisión no tomar nota de ella en este relato. El movimiento de socios ocurrido durante los doce últimos me- ses ha sido de bastante consideración, y acusa un estado cada vez más floreciente de la agrupación que componemos. El número de altas registradas se eleva á treinta, mientras que el de bajas se contiene dentro de límites muy reducidos, siendo de notar que nunca entre nosotros superan las separaciones voluntarias á las adhesiones que del mismo modo recibimos. Entre las bajas hay que anotar, con profundo, con singular sentimiento, las ocurridas por defunción. Todos los años tenemos, por este concepto, pérdi- das muy sensibles que lamentar; pero en el presente hemos ex- perimentado una de extraordinaria magnitud en la persona del querido amigo D. Salvador Calderón, que era tan sabio como mo- desto, y tan modesto como asiduo trabajador. Nuestras publica- ciones están llenas de notas, de artículos, de reseñas debidas al infatigable profesor, que no dejaba pasar reunión nuestra sin apor- 52 boletín de la real sociedad española tar á ella, en una ú otra forma, algún fruto de su privilegiado ce- rebro. Por esto notamos tanto su ausencia los que componemos la parte, por decirlo así, inamovible de la Junta directiva de la So- ciedad, que es la que corre con todo lo relativo á la edición de nuestras publicaciones. Estábamos tan acostumbrados á su co- laboración, que al faltarnos ésta parece que nos falla algo de que no se podía prescindir, algo que considerábamos como esencial é indisolublemente unido á la obra que venimos llevando á cabo los naturalistas españoles desde el año 1872. Calderón fué en vida, in- disputablemente, el colaborador más asiduo de nuestras publica- ciones. Coged, si no, al azar, cualquier tomo de nuestros Boleti- nes ó de nuestros Anales, hojeadlo, y ya veréis cómo el nombre de este ilustre maestro ha dejado en él la huella de sus trabajos. Sin embargo, un hombre tan de verdad eminente, tan sabio^ ha muerto sin que apenas su desaparición haya tenido resonancia fuera de nosotros. Aquí, sí; aquí, la pluma de Hernández Pache- co le dedicó un magistral artículo necrológico. Pero fuera, nada, ó casi nada, pues la prensa periódica, que cuando fallece cual- quier nulidad política ó cualquier literato ramplón, quiere hacer- nos creer con la biografía del finado que ha perdido el país un verdadero portento, apenas dedicó á la muerte de Calderón una gacetilla de las que ya se tienen compuestas en las redacciones para dedicarlas á la muerte de cualquier insignificante pelagatos. Así, puede decirse que este hombre sabio y laborioso como pocos desapareció del mundo bullanguero de los vivos tan calladamente como su modestia lo había hecho pasar por la tierra. No ha sido Calderón el único consocio cuya muerte tenemos que lamentar aquí. También durante el año que termina hemos perdido á los Sres. Becerra, Escalante, Espluga é Iradier, de en- tre nuestras listas de socios numerarios; al famoso ortopterólogo norteamericano H. Scudder, que estudió también los insectos fósiles, y á nuestro colaborador Jules Bourgeois, especialista en Malacodermos, que figuraba en la relación de los correspondien- tes extranjeros. A la memoria de todos dedicamos un recuerdo en . esta propicia ocasión, ya que no se haya hecho al tiempo de reci- bir la noticia de estos infortunios. Termino anunciándoos, para principio de 1912, la publicación de algunos cuadernos del tomo de Memoria que pensamos dedicar UE HISTORIA NATURAL 53 á estudios históricos naturales de Marruecos. Además tenemos en cartera varios trabajos para el tomo corriente de Memorias. De modo que en el año próximo van á recibir uu grande impulso nuestras publicaciones. Ello demuestra que se trabaja con fe y con buen resultado, y que ni se extingue el entusiasmo entre los na- turalistas españoles, ni merma el número de los que tienen algo útil que decir ó algo que enseñar á sus contemporáneos. Sólo de este modo se puede conservar y aun acrecer el crédito de que goza nuestra Sociedad en el extranjero. El Secretario, Ricardo García Mercet. boletín de la real sociedad española Estado de la Biblioteca. El año 1911 ha sido para la Biblioteca de nuestra Sociedad uno de los más prósperos, siendo especialmente de notar en él un con- siderable aumento en el número de publicaciones periódicas que recibimos á cambio de las nuestras, con la particularidad de que ninguno de los nuevos cambios ha sido solicitado por nosotros, sino que en todos los casos la iniciativa ha partido de las Socie- dades ó Centros que editan las referidas publicaciones. Este he- cho, que indudablemente constituye una honra para nosotros, creo yo puede atribuirse á la aparición del tomo i, completo, de las Memorias de esta Sooiedad. Es evidente que, aun los hom- bres de ciencia más libres de humanas debilidades, miran en los libros y publicaciones, no sólo el valor técnico, sino la pre- sentación, que el buen gusto y el sentimiento artístico no están reñidos con el saber, y dejando á un lado falsas modestias, hemos de convenir en que el mencionado volumen, editado con verda- dero lujo en cuanto á la parte gráfica, y en el que tiguran fir- mas de prestigio universal, ha sido un éxito en este sentido. Los centros que, como digo, han solicitado el envío de nuestras publicaciones, comprometiéndose á enviarnos las suyas, son la Internationalen Entomologen-Verein, de Stuttgart; el Ministerio de Fomento, de Costa Rica; la Biblioteca Municipal de Guaya- quil; la Sociedad Malagueña de Ciencias; la Estación de agricul- tura experimental de la Universidad del Illinois; la Estación en- tomológica de la Facultad de Ciencias de Reúnes; el Rijks Her- barium, de Leiden; el Museo de Sarawak, y la Rivista técnica e coloniale di Scienze applicate, de Ñapóles. Además, debo recordar que la Sociedad Mexicana de Historia Natural ha reanudado, en combinación con el Museo Nacional de Historia Natural de Mé- jico, la publicación de su antiguo órgano, La Naturaleza^ y por consiguiente, el cambio del mismo con las publicaciones de esta Sociedad. Los donativos en libros y folletos recibidos durante el año que acaba de transcurrir, han sido tan numerosos como importantes. No he de enumerarlos aquí, puesto que mensualmente se da cuenta de ellos en el Boletín bibliográfico, pero sí aprovecharé DE HISTORIA NATURAL 55 esta oportunidad para dar públicamente las gracias á cuantos nos los hicieron, haciendo constar especialmente, como los que más se distinguieron por el número ó valor de sus envíos, los nombres de los Sres. Barras, Blanchard, Bolívar, Castellarnau y Pallary, y debiendo mencionar, sobre todo, el de nuestro querido consocio D. Francisco Viñals, por su obsequio de varias obras clásicas, todas ellas célebres y antiguas á la vez, por lo que sería difícil ad- quirirlas de otra manera. La Sociedad ha continuado todas sus suscripciones á obras y Revistas, y además ha adquirido por compra algunas de las pri- meras, entre ellas el Grand Dictionnaire Encyclopédique de La- rousse, que se nos ofreció en condiciones ventajosas y que, aun- que no sea una obra puramente científica, como compendio de cultura general, debe figurar en toda Biblioteca bien provista. En el mes de Agosto, el taller de encuademación nos hizo en- trega de 174 volúmenes empastados, los que reunidos á algunas partidas anteriores más pequeñas y al aumento de cambios, exi- girá durante el presente año una ampliación de la estantería, ampliación que actualmente está en estudio, buscándose la ma- nera de que resulte á la vez cómoda y económica. Aunque la necesidad de esta ampliación y los trabajos de ins- talación de luz eléctrica han ocasionado alguna interrupción en los trabajos de régimen interno de la Biblioteca, éstos han conti- nuado con toda la actividad posible, ordenándose durante el año unos i. 500 folletos, cuyas papeletas han sido cuidadosamente comprobadas y en muchos casos renovadas, y dejando completa- mente en orden el índice en todo lo referente á Historia Natural general y á todas las ramas de la Zoología. El Bibliotecario, Ángel Cabrera. LISTA DE LAS SOCIEDADES C017 las que cambia, g de las publicaciones periódicas que recibe, la I^eal Sociedad espai^ola de fíistoria natural Alemania Deutsche Entomologische National Bibliothek, Berlín. Deutsche Entomologische Gesellschaft, Berlín. Deutsche Entomologische Zeitschrift. Entomologischer Internationaler Verein, Stuttgart. Entomologische Zeitschrift. Entomologische Litteraturblatter, Berlin. Entomologischer Verein in Berlin. Berliner Entomologische Zeitschrift. Entomologischer Verein zu Stettin. Entomologische Zeitung. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Internationalen Eutomologen- Verein, ¡Stuttgart. Entomologische Rundschau. Insektenhórse. Societas Entomológica. Naturse Novitates, Berlin. Naturhistorische Gesellschaft zu Nürnberg. Abhandlungen. Jahresbericht. Mitteilungen. Physikalisch-medicinischen Gesellschaft zu Würzburg. Sitzungsberichte. Verhanilungen. Verein für naturwissenschaftliche Unterhaltuiig zu Hamburg. Ve7-handlungen. Zentrdlblatt íür allgemeine und experimentelle Biologie, Leipzig. Zeitschrift für wissenschaftliche Insektenbiologie, Berlin-Sclióueberg. Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Zoologischer Museum, Berlin. AIitteilunge7i. Austria-Hungría AcaUémie des tíciences de Cracovie. BuUetin internaiional. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 57 K. K. Naturhistorisches Hofmuseum, Wien. Annalen. K. K. Zoologisch-Botanische Geeellschaft in Wien. Verha7idlungen. Katalog Literatury naukowej Polskiej, Budapest. Museum Nationale Hungaricum, Budapest. Anuales historico-naturales. Societas entomológica Bohemise, Praga. Acta. Ungarische Centralbureau für urnithologische Beobaclituugen, Budapest. Aquila. Wiener Entomologische Zeitung, Wien. Bélgica Observatoire royal de Belgique, Bruxelles. Anuales. Annuaire. Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Annales. Annuaire. Btdletin. Société belge de Géologie, de Paléontologie et d'Hydrologie, Bruxelles. Bulletin. Mémoires. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Annales. Mémoires. Société royale zoologique et malacologique de Belgique, Bruxelles. Annales. Brasil Instituto Oswaldo Cruz, Río de Janeiro. Memorias. Museu Goeldi de Historia natural e Ethnographia (Museu Paraense), Para. Boletim. Museu Paulista, Sao Paulo. Revista. Sociedade scientifica de Sao Paulo. Revista. 6osta Rica Instituto físico-geográfico nacional de Costa Rica, San José. Anales. Sociedad nacional de Agricultura, San José de Costa Rica. Boletín. Ministerio de Fomento, San José. Boletín de Fomento. 58 PUBLICACIONES QUE RECIBE * ehile La Educación costarricense. Mevista. Museo nacional de Chile, Santiago. Boletín. Museo nacional de Valparaíso. Revista chilena de Historia natural. Société scientifique du Chili, Santiago. Actes. Dinamarca Société botanique de Copenhague. Botanisk Tidsskrift. Ecuador Biblioteca Municipal, Guayaquil. Boletín. Egipto Société entouiologiqne d'Égypte. Le Caire. Bulletin. Mémoires. España Asociación española para el Progreso de las Ciencias, Madrid. Broteria, Salamanca. Clínica y Laboratorio, Zaragoza. Colegio de farmacéuticos de l^aleares, Palma de Mallorca. Las Baleares. Comisión del Mapa geológico de España, Madrid. Boletín. Memorias. Facultad de Ciencias de Zaragoza. Anales. Farmacia y Medicina, Barcelona. Anales. Gaceta farmacéutica española, Barcelona. Ingeniería, Madrid. Institució catalana d'Historia natural, Barcelona. Butlleti. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Instituto ceutral Meteoiológico, Madrid. La Ciencia agrícola, Barcelona. Laboratorio de investigaciones biológicas de la Universidad de Madrid. Traljajos. Laboratorio de Ra üactividad de la Universidad de Madrid. Boletín. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 59 Laboratorio municipal de Higiene de Madrid. Boletín. Observatorio meteorológico de Cartuja (Granada). Boletín ynensual. Boletín anual. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, de Madrid. Anuario. Memorias. Revista. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Moletin. Memorias. Real Sociedad Geográfica de Madrid. Boletín. Revista de Geografía Colonial y Mercantil. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Sociedad malagueña de Ciencias, Málaga. Boleiin. Estados Unidos y sus Gioljnias Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Proceedings. Academy of Science of Saint-Louis. Transadions. American Association for the AdVancemeut of Sciences, Cincinali. Proceedings. American Museum of Natural History, New York. Annual Repwt. Bulletin. Brooklyn Institute of Arts and Sciences. Cold Spring Harbor Monographs. Museum. Science Bulletin. Chicago x\cademy of Sciences. Annual Report. Bulletin. Geological and Natural History Survcy. Natural History Survcy. Special Publication. Davenport Academy of Sciences. Proceedings. Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Boletín del Agricultor. Revista agrícola de Filipinas. Departamento del interior. Oficina de Agricultura. Mani'a. Annual Report. Bulletin. 60 PUBLICACIONES QUE RECIBE Department oí the Interior. Weather Burean. Manila Central Observatory Annual Report. Bulletin. Essex Institute, Salem. Bulletin. Field Museum of Natural History, Chicago. Publications. Johns Hopkins Hospital, Baltimore. Bulletin. Johns Hopkins University Circular. Missouri Botanical Garden, St.-Louis. Annual Report. Museum of Comparative Zoology at Harvard CoUege, Cambridge Annual Report. Bulletin. Oberlin CoUege. Zaboratory Bulletin. Public Museum of the City of Milwankee. Annual Report. Bulletin. Smithsonian Institutiou, U. S. National Museum, Washington. Annual Report. Bulletin. Contrihutions from the ü. S. MiscellaneoHS (Mledion. National Herbarium. Proceedings. Report. The American Naturalist, New- York. The American Review of tropical Agriculture, México. The Journal of Nervous and Mental Disease. New York. The Philippine Journal of Science, Manila. Tufts College, Massachussets. United States Department of Agriculture, Washington. Bulletin. United States Geological Survey, Washington. Annual Report. Bulletin. Mineral Ressotirccs of the United States. Professional Paper. Water-Snpply and Irrigation Paper. University of California, Berkeley. Publications. University of Colorado, Boulder. Studies. University of Illinois, Agricultural Experimeut Slation, Urbana. Bulletin. University of the State of New York. New York State Museum. Annual Report. Bulletin. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL (Jl Wilson Ornithological Club, Oberlin, Ohio. The Wilson Bulletin. Wiscousin Acadeniy of Sciences, Arta aiid Letres, Madison. Transactions. Wisconsin Geological and Natural Histor}' Survey, Madison. Bulletin. Francia Académie des Sciences de París. Comptes-rendus. Académie Internationale de Géographie botanique, Le Mans. Bulletin. Alíñales des Sciences naturelles. Zoologie. París. Bulletin scíentifique de la France et de la Belgique, Paris. Bulletin trimestriel de l'Enseigneraent profesionnel et technique des Peches maritimes, Paris. Faculté des Sciences de Marseille. Anuales. Instituí de Zoologie de l'Université de Montpellier. Travaux. Laboratoire d'Histologie de la Faculté de Médecine de Montpellier. Travaux. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. 4« année, n" 476-477, 1910. L'Echange, Moulins. Le Naturaliste, Paris. Muséum d'Histoire Naturelle de Paris. Bulletin. Revue des Pyrénées, Toulouse. Bulletin. Scciété botanique de France, Paris. Bulletin. Mémoires. Société des Amis des Sciences naturelles de Rouen. Bulletin. Société des Sciences naturelles de l'Ouest de la France, Nantes. Bulletin. Société de Spéléologie, Paris. Spelunca. Société d'Océanographie du Golfe de Gascogne. Bordeanx. Rapports. Société eutomologique de France, Paris. Anuales. Bulletin. Société frangaise de Minéralogie. Bulletin. Société géologique de France, Paris. Bulletin. 62 PUBLICACIONES QUE RECIBE Société linnéenne de Bordeaux. Actes. Société linnéenne de Lyon. Annales. Société linnéenne de Normandie, Caeii. BuUelin. Mémoires. Société linnéenne du Nord de la France, Amiens. Bulletm. Mémoires. Société nationale des Sciences natnrelles et mathématiqnes de Cherbourg. Mémoires. Société zoologique de France, París. Bulletin. Station de Pigcieultnre et d'Hydrobiologie derUniversité de Tonlonse. Bulletin. Station Entomologique de la Faculté des Sciences, Rennep. Insecta. üniversité de Toulouse. Annuaire. Bulletin. Annual Report. Holanda Fondation de P. Teyler van der Hnlst, Haarlein. Archives du Musée Teyler. Rijks Herbarium, Leiden. Mededeelingen. Société hollandaise des Sciences, Haarlem. Archives néerlandaises des Sciences exactes et naturelles. Inglaterra y sus Colonias Australian Museutn, Sydney. Legislative Assembly. Records. Colombo Museum, Ceylon. Spolia Zeylanica. Entomological Society of London. Trayisactions. Entomological Society of Ontario. Amiual Report. Linnean Society of New South Wales, Sydney. Froceedings. Natural History Society of Glasgow. The Glasgoiü Naturalist. Transactions. Queeneland Museum, Brisbane. Annals. Koyal Microscopical Society, London. Journal. LA. KEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL 63 Royal Physical Society, Edinburgh. Proceedings. Sarawak Museum. Journal. South African Museum, Capetown. Report. The Canadian Entomologist, London. The EQtomologist's Record and Journal of Variation, London. The Zoological Record, London. The Zoologist, London. University of Toronto. Studies. Zoological Museum of Tring. Novitates zoológicas. Zoological Society of London. Proceedings. Transactions. Italia Laboratorio di Eoologia genérale e agraria della R. Scuola superior e d'Agricoltura in Portici. Bollettino. La Nuova Notarisia, Modena. Musei di Zoología ed Anatomía comparata della R. Universitá di Torino. Bollettino. Museo Cívico di Storia naturale di Genova. Ajinali. Reale Stazione di Entomología agraria in Firenze. Redia. Rivísta coleotterolog'ca italiana, Camerino. Ri vista técnica e coloniale di Scienze applícate, Napoli. Socíetá di Naturalisti ín Napoli. Bollettino. Socíetá di Scienze naturali ed economiche di Palermo. Giornale di Scienze naturali ed economiche. Societá entomológica italiana, Firenze. Bullettino. Societá italiana di Scienze naturali in Milano. Atti. Socíetá toscana di Scienze naturali, Pisa. Alti. Societá zoológica italiana, Roma. Bollettino. Japón Tokyo Zoological Society. Annotationes zoologicae Japonenses. 64 PUBLICACIONES QUE RECIBE México Instituto geológico de México. Boletin. Parergones. Instituto Médico Nacional, México. Anales. Museo Nacional de Historia Natural, México. La Naturaleza. Sociedad científica «Antonio Álzate >, México. Memorias y Revista. Monaco Institnt océanographique, Monaco. Bulletin. Résultats des campagnes scientijiques du Prince Alhert P" de Monaco. Xoruega üniversitas Regia Fredericiana, Chrietiania. Perú Sociedad geográfica de Lima. Boletín. Portugal Academia.das ScienciaB, Lisboa Boletim. Memorias. Annaes de Sciencias Naturaes, Foz do Douro. Commi^ao dos trabalhos geológicos de Portugal, Lisboa. Communicagoes. Memorias. Institut de Bactériologie Cámara Pestaña, Lisboa. Archives. Sociedade Broteriana, Coirabra. Boletim. Société portugaise de Sciences naturelles, Lisboa. Bulletin. República Argentina Academia nacional de Ciencias, Córdoba. Boletín. Museo de La Plata. Anales. Revista. LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTOMA NATURAL 65 Museo nacional de Buenos-Aires. Anales. Rusia Jardía botánico de Tiflis, Kaukasische Museum, Tiflis. Mitteilungen. Musée botanique de TAcadémie impériale des Sciences, St. Pétersbourg. Travaux. Musée zoologique de TAcadémie impériale des Sciences de St. Pétersbourg. Annuaire. Societas entomológica rossica, S. Petersburgo. Mevue russe d'Entomologie. Tru'Iy (Horae). Société impériale des naturalistes de Moscou. Bulletin. Noiiveaux Mémoires. Société ouralienne d'Amateurs des Sciences naturelles, Ekaterinoslaw. Bulletin. Salvador (El) Museo Nacional de El Salvador, San Salvador. Anales. Suecia Entomologiska Foreningen i Stockholm. Entomologisk Tidskrift. Geological lostitution of the University of Upsala. Bulletin. üniversité Royale d' Upsala. Suiza Naturforschende Gesellschaft in Basel. Verhandlungen. Schweizerische Entomologische Gesellschaft, Scbaífhausen. Blitteilungen. Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lausanne. Bulletin. Société zoologique suisse et Muséum d'Histoire naturelle de Genéve. Revut; suisse de Zoologie. Uruguay Museo nacional de Montevideo. Anales. Venezuela Museo Nacional, Caracas. Annales. Ángel Cabrera, Bibliotecario. T. sil. -Enero, 1912. 5 boletín REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL Sesión del 10 de Enero de 1912. PRESIDENCIA DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON RICARDO CODORNÍU Al abrirse la sesión, ocupa la presidencia el limo. Sr. D. Emi- lio Ribera. El secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué apro- bada. Posesión de cargos.— El Sr. Ribera invita á ocupar la presiden- cia á D. Ricardo Godorníu, y con este motivo, dedica algunas frases al nuevo presidente de la Sociedad, persona cultísima, cuyos trabajos sobre repoblación forestal le han conquistado un nombre respetable entre la intelectualidad española, habiendo también contribuido al establecimiento en nuestro país de la Aso- ciación de los amigos del árbol, en la que figura como uno de los miembros más entusiastas y laboriosos. — El Sr. Godorníu, al sustituir al Sr. Ribera en el puesto que tan dignamente ha ocupado durante el año 1911, se muestra pro- fundamente reconocido á la Sociedad por la distinción de que le ha hecho objeto, y agradece á su antecesor las frases encomiásti- cas que le ha dedicado. — El Sr. Díaz del Villar da también las gracias por haber sido elegido vicepresidente de nuestra Junta directiva, y dice que cree haber sido llamado á ella, no por méritos personales, sino como representante de una clase y como sucesor y discípulo del sabio maestro D. Ramón Llórente Lázaro, que fué presidente de la So- ciedad á poco de ser constituida, allá por el año 1874. Presentaciones.— Para socios numerarios fueron propuestos el Instituto de Albacete, el Sr. Dr. Otto Quellf, de Bonn, y la Sec- 68 boletín de la real sociedad española ción de Ciencias de la Facultad de Medicina de Cádiz y de la Uni- versidad de Sevilla, presentados respectivamente por los Sres. Es- cribano y Barras de Aragón. Admisiones. — Quedaron admitidos como socios los señores pre- sentados en la sesión anterior. Notas y comunicaciones. — El secretario, en nombre de los res- pectivos autores, presenta los trabajos siguientes: «Noticia del descubrimiento del Mastodon angustidens en el Cerro del Cristo del Otero (Falencia)», por D. Juan Dantin. «Nuevos datos sobre el volcán Chinyero», por D. Lucas F, Na- varro. «El Negret y sus alrededores», por D. Daniel Jiménez de Cis- neros. «Datos micológicos para la flora española», por D. R. González Fragoso. «Sobre dos nuevos yacimientos ordovicienses en los bajos Piri- neos», por el P. Faura y Sanz. — El Sr. Hernández-Pacheco hace notar la importancia que re- viste el descubrimiento del Mastodon angustidens y de otros ma- míferos fósiles, de que da cuenta la nota enviada por el Sr. Dantin. El hallazgo de restos de mastodonte y de los demás mamíferos miocenos que le acompañan en el yacimiento de Palencia, prue- ban una vez más, dice, la creencia sustentada desde antiguo por los geólogos españoles, de que las formaciones terciarias del con- junto de la meseta ibérica reconocen un origen claramente con- tinental, correspondiendo á depósitos de agua dulce, sin que el mar haya penetrado durante el mioceno en estos parajes, ocupados entonces por extensos pantanos, en las márgenes de los cuales abundarían los mamíferos, cuyos restos repartidos por los fondos fangosos, convertidos hoy en bancos de arcillas y margas yesífe- ras, se han encontrado en varias localidades. Los numerosos fó- siles de moluscos de agua dulce que existen en las calizas caver- nosas y margas de los páramos castellanos, no dejan tampoca lugar á duda respecto al origen lacustre de tales rocas. Todo esto viene á confirmar lo que siempre se ha creído en Es- paña sobre el origen de las potentes formaciones miocenas de Castilla; es decir, que tales depósitos no reconocen origen marino ni de estuario, como parece deducirse de lo que expone un geólogo DE HISTORIA NATURAL 09 francés en su reciente trabajo de conjunto respecto á geología de España. Las formaciones marinas ó de aguas mezcladas reconoci- das en algunos sitios del centro de la península, como, por ejem- plo, en Toledo, y de las cuales nos hemos ocupado en una nota publicada en nuestra Sociedad no hace mucho, son independien- tes délos depósitos claramente no marinos, que ocupan casi todo el ámbito de las Castillas y no deben considerarse como interca- ladas entre éstos. Los restos de mamíferos fósiles recogidos y preparados con gran pericia por el Sr. Dantín, yacen en el límite inferior de una capa arenosa con estratiñcación cruzada, superpuesta á otra arci- llosa, lo cual parece indicar que fueron arrastrados por alguna co- rriente fluvial de la época y depositados en algún remanso. Los datos contenidos en la nota presentada á la Sociedad y no- ticias particulares posteriores, hacen suponer que el yacimiento de Falencia es uno de los de más interés de España respecto á mamíferos fósiles. — El Sr. Fernández Navarro manifiesta por carta que en su última publicación, «Estudios geológicos en el Rif oriental» (Me- moria de la R. Soc. esp. de Hist. Nat., t. viii, Mem. 1 .a), se ha co- metido una omisión que le interesa salvar. En la carta geológica que acompaña dicho trabajo, cuyas prue- bas no han podido ser corregidas por el autor, se ha suprimido un pequeño apuntamiento de rocas eruptivas que constituye el cerro de Tauima, cerca de Zeluán, en la gran mancha cuaternaria que rodea á Mar Chica. A dicho afloramiento andesítico se hace referencia en el texto de la Memoria (págs. 50 y 55). — El Sr. De Buen presenta una nota preliminar acerca de los peces de la costa mediterránea de Marruecos, en la que compen- dia el resultado de las exploraciones que, bajo su dirección, han venido efectuándose durante los dos últimos años en las aguas marinas de la zona del Rif. — El Sr. González participa que con motivo de una larga expedi- ción que ha efectuado por el W. de España y región central de Portugal, ha reconocido que la alineación montañosa de Credos está interrumpida por una depresión transversal hacia la parte de Béjar y que otra depresión análoga separa las sierras de Gata de la portuguesa de la Estrella. Al recorrer estas regiones ha reco- nocido que en dicho territorio portugués las rocas graníticas apa- recen constituyendo cuatro tipos distintos de granitos y granuli- "O boletín de la real sociedad española tas, no sólo con estractura y composición mineralógica diferente, sino que por la manera cómo se disponen entre sí los diversos ti- pos cree puedan corresponder con toda probabilidad á otras tantas épocas distintas. Manifiesta dicho señor que no teniendo ordenados sus apuntes ni terminado el estudio geológico, no presenta ahora la nota co- rrespondiente. — El Sr. Hernández- Pacheco, aludido por el Sr. González, ma- nifiesta que está de acuerdo con los puntos de vista que, respecto á tectónica de la península sostiene este señor, diciendo que para él es muy clara la depresión que entre la sierra de Béjar y sierra de Hervás por una parte, y de la Peña de Francia y Gata por otra, señalan las cuencas altas del Alagón y del Tormes, hasta el punto que en un trabajo que tiene en preparación, respecto á di- visión de la península en regiones naturales, considera como in- dependientes las situadas á oriente y occidente de esta depre- sión, y que respecto á la sierra de la Estrella, están de acuerdo las manifestaciones del Sr. González con los puntos de vista que, respecto á tectónica de Portugal, sostiene Mr. GhoíFat. Hace á continuación algunas consideraciones relativas á la edad de los granitos de España y á la distinción de los que pueden re- putarse como arcaicos y hertzinianos. El Sr. Azpeilia hace notar en este mismo respecto las alteraciones que estas rocas eruptivas han ejercido en algunas sedimentarias: por unos, reputadas como pérmicas, y por otros, como triásicas. — El Sr. Ribera presenta unas ramas de naranjo atacadas por el poll-roig, y dice que este funesto cóccido se ha presentado hace poco en la provincia de Córdoba, adquiriendo en seguida propor- ciones de plaga de gran intensidad. Añade que el poll-roig ha sido importado sobre Córdoba á unas palmeras procedentes de la provincia de Málaga. — Con motivo de la anterior comunicación, los Sres. De Buen, Roussel y el mismo autor de ella, discurren ampliamente sobre los medios que vienen poniéndose en práctica para combatir la plaga del poll-roig y exponen la conveniencia de que la Sociedad dirigiese una exposición al señor ministro de Fomento, consig- nando la opinión que sustentan los entomólogos españoles acerca de la eficacia que puedan tener las fumigaciones de ácido cianhí- drico en la extinción de un insecto tan enormemente difundido por nuestras provincias del Mediodía y del Levante. DE HISTORIA NATURAL "71 —El Sr. Hernández Pacheco inJica que este asunto se confíe á la competencia y al criterio de la Junta directiva de la Sociedad, y asi se acuerda. Examen de cuentas.— El secretario lee el siguiente informe emi- tido por los señores designados en la sesión de Diciembre para el examen de las cuentas de 1911: «Los que suscriben, comisionados por la R. Soc. esp. de Historia Natural para el examen de sus cuentas anuales correspondientes al año 1911, tienen la satisfacción de comunicar lo que sigue: 1.° Que la Sociedad ha invertido en el citado año las 5.000 pe- setas de la subvención anual concedida por el Ministerio de Ins- trucción Pública y Bellas Artes, más 6.366,83 de sus recursos or- dinarios, lo que hace un total de 11.366,83 pesetas. 2.° Que los ingresos ordinarios, que han ascendido á 8.546,30 pesetas, más las 5 000 de subvención, dan un total de 13.546,30, quedando, por tanto, un saldo efectivo á favor de la Sociedad de 2.179,47 pesetas. Además, hay un saldo por créditos á favor de la misma de 2.888,65 pesetas. La Comisión se complace en consignar el estado floreciente de la Sociedad, pues nunca sus reservas efectivas fueron tan creci- das, á pesar de tener sus pagos al dfa. Madrid, 20 de Diciembre de 1011. — Juan Dantin. — Francisco Deltrán. — N. Esteban Martín ÍíEcum.íerri. » —El Sr. Ribera propone un voto de gracias para los señores tesorero y vicetesorero, á cuya gestión se debe el satisfactorio es- tado económico de la Sociedad, extensivo á todos los socios que ejercen el cargo de Tesoreros do las Secciones. —El Sr. Casares indica que el voto de gracias debe comprender á toda la Junta directiva de la Sociedad, y así se acuerda unáni- memente. Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el 16 de Diciembre, bajo la presidencia do D. Carlos Ferrer. El señor presidente dio cuenta del objeto de la reunión, que no era otro que tratar de reanudar los trabajos de la Sección, inte- rrumpidos hacía bastante tiempo. Sus palabras fueron recibidas con viva satisfacción por parte de los asistentes, quienes desde luego mostraron su conformidad y sus buenos deseos. 72 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El Sr. Serradell expresa su esperanza de engrosar el número de socios con algunos más. El mismo señor, anuncia que posee va- rios centenares de diapositivas, que pone á disposición de los se- ñores socios. El Sr. Calleja le contesta, dando las gracias en nom- bre de la Sección. El citado señor Calleja pronuncia algunas frases alentando á los socios á trabajar, y propone que la Sociedad organice confe- rencias públicas de vulgarización. Se acuerda así, conviniéndose que en la primera sesión del nuevo año se señale tema para una conferencia, así como persona que la desarrolle. Se procede á la elección de nueva Junta directiva, y resulta ele" gida la siguiente: Presidente: D. Carlos Calleja. Vicepresidente: D. Augusto Pi Suñer. Tesorero: D. Francisco Pardillo. Secretario: D. Emilio Fernández Galiano. Queda acordado el celebrar las próximas sesiones en el Gabi- nete de Historia natural de la Universidad. Y, finalmente, se acuerda también expresar en acta el agrade- cimiento de la Sección á su anterior Junta directiva. — La de Zaragoza celebró Junta el 29 de Noviembre, bajo la presidencia de D. Paulino Savirón. Tratóse de la elección de nueva Junta para el año de 1912, re- sultando elegida por unanimidad la siguiente: Presidente: D. Patricio Borovio. Vicepresidente: D. Pedro Aramburu. Tesorero: D. Pedro Ferrando. Secretario: D. Francisco A randa. Y no habiendo más asuntos de que tratar, se levantó la sesión. La misma Sección se reunió el 27 de Diciembre, bajo la presi- dencia de D. Paulino Savirón. El señor presidente dio posesión á la nueva Junta elegida para el próximo año de 1912, ocupando la presidencia D. Patricio Bo- rovio, que manifestó su agradecimiento por la distinción de que había sido objeto, ofreciéndose en todo á la Sociedad, de la cual manifestóse entusiasta, haciendo de ella un cumplido elogio. El presidente saliente, D. Paulino Savirón, agradeció como se me- DE HISTORIA NATURAL 73 recíau los ofrecimieiUos del Sr. Borovio y expresó sus deseos de que en el nuevo año tuviese la Sección vida más próspera que en los anteriores. El señor tesorero propuso el presupuesto de gastos para 1912, que fué aprobado. Y después de cambiar impresiones sobre la organización de ex- cursiones que contribuyan á completar el conocimiento de la re- gión y enriquecer el Museo de Historia Natural de la Facultad, se levantó la sesión. — La de Santander se reunió el 20 de Diciembre, bajo la presi- dencia del P. Jesús Garballo. El secrelaiio da lectura al acta de la anterior, que es aprobada. El P. Garballo indica que la Comisión de monumentos de Viz- caya se propone hacer un estudio detenido de las cuevas de aque- lla región, y que se ha puesto en relación con ella para estar al tanto de sus estudios. El tesorero presenta el estado de cuentas en el año 1911 y el presupuesto para el próximo. Acio seguido es propuesta la nueva Junta para 1912, que es aprobada por unanimidad, y queda constituida en la siguiente forma: Presidente: D. José Olabe Alonso. Vicepresidente: D. José Gómez Vega. Tesorero: D. Federico Vial. Secretario: D. Luis Alaejos Sauz. La Comisión del Museo regional la forman los Sres. D. Luis Martínez Fernández, D. José Rioja y Martin, D. Federico Vial y D. Hecmilio Alcalde del Río. Y no habiendo más asuntos de que tratar, se levanta la sesión. — La de Granada celebró sesión el 30 de Diciembre de 1911, bajo la presidencia de D. Rafael López Mateo. Fué admitido como nuevo socio numerario D. José Peso López, El señor presidente se lamentó de que en el año actual no haya realizado la Sección una labor más intensa, aunque en parte sea debido al trabajo que exigió el Congreso de las Ciencias, verifica- do en Granada con éxito singular. La elección de Junta para el próximo año dio el siguiente re- sultado: 74 boletín de la real sociedad española Presidente: D. Bernabé Dorronsoro. Vicepresidente: P. Manuel María S. Navarro. Tesorero: D. Carlos Rodríguez López Neira. Secretario: D. Juan Luis Diez Tortosa. Para la Junta de fomento del Museo regional, Sres. Nácher, Taboada, Montes y Moreno Sevilla. Notas y comunicaciones Nuevos datos sobre el volcán Ghinyero (Tenerife) POH L. FEI'.NÁNDEZ mavarko En mi Memoria sobre la erupción volcánica del Chin yero (1) in- diqué ya cómo de mis observaciones recién concluida la erupción, y de las de Cabrera en Junio de 1910, se deducía el enfriamiento rápido del volcán y la paulatina destrucción de su cono de restos. En el pasado mes de Julio he tenido ocasión de visitarle nueva- mente y comprobar el avance de ambos proceses. El cono pequeño, separado del principal por el brazo de lava que contornea á este último hacia Levante, no ha sufrido altera- ción sensible en su aspecto y dimensiones. Está completamente frío, tanto que, marcando el termómetro al aire 1 4° centígrados, baja hasta 10' cuando se le introduce 20 cm. entre las escorias y lapillis de las bocas. En el cono principal ha cesado casi por completo la actividad fumaroliforme, conservándose tan sólo tres fumarolas amarillas: una sobre la primera boca, otra sobre la tercera, y otra hacia la gran escotadura del borde. La emisión de gases en todas es insen- sible, y sin la coloración de los sublimados y la elevación de tem- peratura que en ellas se comprueba, pasarían fácilmente inadver- tidas. Sobre la corriente lávica no se observa ya ninguna fu- marola activa, habiendo desaparecido caai todos los sublimados (1) Erupción volcánica del Chinyero en Noviembre de 1909. (An. de la Junta para ampliación de estudios é investigaciones científicas, t. v, Me- moria 1.a Madrid, 1911). DE HISTORIA NATURAL 75' blancos que tanto abundaban antes. Sólo se conservan las sales, en pequeña cantidad, en ciertos punios, resguardados de la lluvia. Esta rápida extinción de las fumarolas es un carácter que agre- gar á los que han singularizado la erupción del Gliiuyero, tan efímera en todas sus manifestaciones. El avance del proceso destructivo del gran cono, aunque bien patente, no es tan grande como yo esperaba, lo cual se explica, sin duda, por tratarse de un país de lluvias escasas. La superficie externa sigue siendo muy regular y de color negro intenso, ex- cepto en la misma cúspide, donde los materiales están rubefica- dos, y las grietas circulares se han acentuado bastante. No se han iniciado nuevas grietas, sobre todo transversales, que valgan la pena de mencionarse, más que hacia el extremo Sur de la cum- bre, donde considerables desmoronamientos han variado bastante el aspecto del cono. Donde más descarnado y raído por los desmoronamientos se halla éste es en la pared interna, sobre todo en las concavidades correspondientes á las bocas segunda y tercera. En la primera se ha formado un talud rojo de restos rodados, á modo de nu cono de deyección, muy próximo á la vertical y de gran regula- ridad. Hacia las grietas de esta pared se ven algunas manchas blancas correspondientes á conductos de fumarolas seccionados por la actual superficie del cráter. Aun en las escasas fumarolas actuales, la cantidad de azufre y sal amoníaco es pequeña, debién- dose la coloración, en gran parte, á la alteración que han sufrido las escorias por influencia de los gases de la fumarola. Hemos podido llegar hasta el fondo de los cráteres, y en nin- guno se puede reconocer un orificio de salida bien localizado. A partir de cada uno de ellos, se encuentran en la masa de lava grandes grietas semicirculares que marcan las ondas formadas por la marcha de la corriente. En los cráteres se nota algún calor, pero no por todas partes, sino en puntos determinados. Metiendo el depósito del termóme- tro á 15 ó 20 cm. entre las escorias que todo lo recubren, sube hasta 28°. Al SE. del cono, en la morrena lateral izquierda del brazo de lava que le rodeó por este lado, hay un sitio con abun- dantes sublimados, donde el termómetro llegó á los 200°. En la morrena lateral derecha, en la misma dirección, la temperatura es todavía mayor, pues el termómetro alcanzó los 200° rápida- mente, sin que, por habérseme roto el termómetro de 3GÜ°, haya •76 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA podido medirla exactamente; calculo que se acercaría la tempera- tura alcanzada á los 300°. Se observa que los puntos de tempera- tura elevada se encuentran localizados á lo largo de la grieta por donde se verificó la erupción. El cono en conjunto está frío, pero en ciertos puntos se nota gran calor, sobre todo junto á las fu- marolas, y el termómetro enterrado alcanza en seguida los 200°, siendo seguro que en algunos sitios pasaría de los 300.° También hemos podido llegar hasta los conitos adventicios, hacia los que llamamos la atención en nuestro trabajo, situados sobre la corriente en el pequeño brazo que rodea al cono. Todos ellos se han desmoronado casi por completo, habiendo quedado en su lugar un pequeño montón de lapillis y escorias sueltas. De los sublimados, si los hubo en su interior, no quedan ya ni res- tos. Se ve, pues, que no se trataba de intumescencias lávicas (hornitos) ni de conos de cenizas, sino de las «fumarolas erupti- vas» de Palmieri. Hasta aquí nuestras observaciones. Collet, Brun y Montagnier han hecho objeto la erupción del Ghinyero de algunas notas pu- blicadas en los Archives des Sciences physiqíies et naturelles de Genéve y en la Société süisse de Chimie, A continuación extraigo de dichas notas algunos datos que me parece interesante señalar. Uno de ellos es una cifra de velocidad de la corriente lávica, que, según Collet y Montagnier, era de 15 m. por hora en la tarde del 19 de Noviembre. Supongo que se traía de un dato ad- quirido y no observado. Brun y Collet (1) dan el siguiente análisis de las sales conden- sadas en una fumarola á 500 m. de las bocas, el 21 de Diciembre de 1909. (Costras blancas, coloreadas en algunos sitios de amari- llo pálido): (1) Brunt et Co let. Étude des matériaux recoltés par M. Benry F. Mon- tagnier au volcan Ghinyero. (Arch. des Se. phys. et nat. de Genéve, t. xxix, 1910, pág., 61 8). DE HISTORIA NATURAL 77 Cloruro de amonio 79,35 Cloruro ferroso 1,86 Fluoruro de amonio 9,46 Fluoruro de calcio 1,21 Fluoruro de silicio. 3,67 Acido clorhídrico libre 3,72 Alúmina indicios. Manganesa ligeros indicios. Total 99,27 Dos diferencias esenciales presenta esle análisis comparado con el que para nuestra Memoria hizo el Sr. Del Campo. En pri- mer término, la falta del cloruro magnésico, hallado en nuestro análisis en considerable proporción. En segundo lugar, la exis- tencia de una gran cantidad de fluoruros, siendo la primera vez que se cita el flúor, según creemos, en las sales de las fumarolas de Canarias. Esta disparidad de análisis, aunque realizados sobre muestras distintas, tiene suficiente importancia para que nos pro- pongamos volver sobre nuestros trabajos con el mayor cuidado. Añaden Brnn y Collet que si estas sales se subliman en con- tacto del aire húmedo, el fluoruro de silicio se descompone, for- mándose copos de sílice mezclados á las otras sales, que son en- tonces insolubles en el agua. Como las sales analizadas eran ínte- gramente solubles, deducen los autores que la sublimación ha tenido lugar «en el seno de un gas que, en todo caso, debía con- »tener menos agua que la atmósfera, en la cual la experiencia ha »sido hecha, y cuyo punto de saturación era á 9°». Recordemos que á esta conclusión de la anhidricidad de las fumarolas había- mos llegado nosotros por la existencia del cloruro de magnesio sin la menor porción de óxido del mismo metal, pues á la tempe- ratura de las fumarolas, de haber vapor acuoso, hubiera tenido lugar una reacción (Mgr Cl^ + HjO = 2HCÍ 4- MgrO), cuyos resul- tados habrían sido la producción de una gran cantidad de ácido clorhídrico libre y el depósito de óxido de magnesio. También es notable el análisis del vidrio volcánico después de separados los cristales mediante el ataque de los lapillis con una disolución acuosa caliente de ácido oxálico puro. Hallan en dicho vidrio un 43 por 100 de sílice, un 5,1 por lÜO de anhídrido ti:á- nico y un 5,2 por 100 de protóxido de manganeso. Como se de- duce de las anteriores cifras, el vidrio es mucho más báisico que •78 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA la roca compacta, en que nosotros hemos hallado un 50 89 por 100 de sílice. Es muy notable la proporción del titano (pequeña cantidad, según nuestro análisis de la roca completa). Es, por úl- timo, sorprendente la considerable cantidad de manganeso, ele- mento que no se ha delatado absolutamente en el análisis de nuestro ejemplar. Noticia del descubrimiento de restos de mastodonte y de otros mamíferos en el Cerro del Cristo del O ero (Falencia) POR JUAN DANTÍN CERECEDA En las cercanías de Falencia, en pleno terciario castellano, al hacer á fines del año pa?ado excavaciones en terrenos de propie- dad de D. Cándido Geimán, con objeto de extraer arcilla para la industria tejera, aparecieron algunos grandes huesos de vertebra- dos que deshacíanse al extraerlos, á causa de su mal estado de conservación y del descuido de los obreros, y á los cuales no con- cedieron los trabajadores importancia alguna. El hallazgo de al- gunos molares de mastodonte mejor conservados, á causa de su especial estructura y composición, acabaron por llamarla atención del dueño de los terrenos y de otras personas de la localidad que, reconociendo la importancia científica de los restos fósiles, se di- rigieron al Gobierno en súplica de que no se perdiesen para la ciencia tan importantes hallazgos y los que de sí pudiera dar el yacimiento, al emprender de una manera metódica y científica las excavaciones. Además de esto, el Sr. Germán puso generosamente los ejem- plares á disposición del señor ministro de Instrucción pública, ofreciendo todo género de facilidades para la ejecución de las excavaciones. Enterado nuestro querido maestro el Sr. Bolívar, director del Museo de Ciencias Naturales, consiguió con su celo de siempre por las cuestiones científicas, y mediante su gran actividad, que el ministro, Sr. Gimeno, atento, cual nadie, al interés científico, cediese para el Museo el ofrecimiento que el propietario de Fa- lencia Sr. Germán había hecho. Auseate á la sazón y en comisión científica en el extranjero, el DE HISTOnlA NATURAL "39 jefe de la Sección de Geología Sr. Hernández- Pacheco, en mi con- cepto de ayudante de los trabajos de investigaciones geológicas en España á cargo de dicho profesor, fní comisionado por el di- rector Si-. Bolívar para dirigir las excavaciones pertinentes al asunto en cuestión, partiendo para Falencia el 16 del próximo pasado mes de Diciembre. Apenas llegado á la capital castellana, comencé por marchar al yacimiento y contratar dos obreros que me ayudasen en la ex- cavación. Varios días llevo entregado á esta labor y al estudio del terreno, y dada la importancia del descubrimiento del Mastodon (Ttítrabelodon) y el número y condición de las observaciones he- chas que entre sí se completan, no he dudado en redactar esta nota preliminar. Conviene, ante todo, poner de relieve los rasgos más interesan- tes de la naturaleza geológica de Falencia, para el mejor enten- dimiento de la condición del terreno, de su constitución y hasta del modo de yacer de los restos fósiles que motivaron mi viaje. La población de Falencia se halla situada, en pleno mioceno castellano, dentro de la enorme mancha terciaria enclavada entre las últimas estribaciones N. de la Sierra de Guadarrama y el ex- tenso manto cuaternario que desde las vertientes S. de lasastures montañas, cubre gran parte de la provincia de León. El V;ille del Río Garrión, donde se encuentra situada Falencia, está limitado al W. en el lugar á que nos referimos, por una eleva- ción en forma de artesa volcada (característicos accidentes orográ- ficos de los paisajes de esta región), llamada Fáramos de Autilla por tomar el nombre de este pueblo. Al E. limítanle los páramos de Villalobón, elevaciones idénticas á la anterior en forma y en altura y que deben su nombre al pueblecillo edificado en su pie. Estos últimos páramos de Villalobón se continúan á su N., aco- dándose hacia el W., originando el promontorio avanzado apelli- dado La Miranda, denominación que obedece sin duda á la es- plendidez y magnificencia de las vistas (todas las llanuras palen- tinas que genéricamente se designan con el nombre de Tierra de Campos) que desde allí pueden contemplarse. Sepáranse de La Miranda, por un vallejo ang-osto y profundo, una serie de pequeños cerretes en dirección S., formando con el páramo una alineación perpendicular, á modo del mango de un martillo, los cuales originan precisamente el Cerro de San Jua- nillo, las Cuestas de San Juan y el Cerro del Cristo del Otero, en 80 boletín de la real sociedad española cuyas faldas S. han sido encontrados los restos del Mastodonte y de algunas otras especies más. Las faldas occidentales de las parameras de Yillalobón y las vertientes opuestas de los mencionados cerrillos, dibujan el va- llejo ó vega de Villalobón, por cuyo fondo corren las aguas de un arroyo, resultante de las vaguadas de las alturas colindantes, de muy escaso caudal, y que unos kilómetros más abajo vierte sus aguas en el río Cerrión. El pequeño cordal de colinas, respetadas de la denudación, que se desprende de La Miranda, presenta, como anteriormente diji- mos, su avanzada más meridional en el Cerro del Cristo del Ote- ro, de todas ellas la de mayor elevación, aun cuando es de unos 110 m. sobre la llanada y alcance aproximadamente unos 810 metros sobre el nivel del mar. La forma del Cerro es la cónica, y como su distancia á la capital no es superior á kilómetro y medio, se puede observar cómo desde la estación del ferrocarril del Nor- te, se va elevando gradualmente el terreno hasta alcanzar la cum- bre del Cerro mismo. Al N. del Cerro, y separándole del Cerro de San Juanillo, exis- ten unas cuestas de escasa consideración, siempre sin abandonar su forma de artesa volcada, coronadas por margas muy coherentes, cuyas laderas de rápidas vertientes y desprovistas de vegetación, son ejemplo vivo de una intensa erosión y denudación que las fragmentan en agudas crestas y hondos barrancos, formas y figu- ras de erosión que apellidan cárcahos en el país. Desde La Miranda, admirable observatorio, se contemplan, hasta fundiise en el horizonte, las llanuras inmensas de tonos sobrios, llamadas Tierra de Campos, sin ningún accidente ni re- lieve que rompan la uniformidad del plano, si se exceptúa la gran laguna de La Nava, sabana líquida de considerables propor- ciones. Toda la monótona Tierra de Campos, y las llanuras que están al pie de las pai'ameras descritas y que se abren en amplio panorama al NW. de Falencia, están salpicadas de charcos inmen- sos ó pequeñas lagunas, que deben su origen á las aguas de lluvia y que permanecen largo tiempo estancadas ó detenidas, á causa de la falta de desnivel del suelo y de la casi absoluta impermea- bilidad de las margas arcillosas y de las arcillas, sus materiales constituyentes. Colocándose en alguna elevación, y haciendo observaciones con el barómetro, sorprende la igualdad de altura que alcanzan DE HISTORIA NATURAL 81 la superficie superior de las mesetas de los páramos y la cumbre del Cerro del Cristo. Todas ellas no exceden de los 808 á 810 m. sobre poco más ó menos, y suben hasta un desnivel de un cen- tenar de metros con respecto á la llanura sobre que están descau- sando. Las analogías subsisten en lo que atañe á su constitución geológica. Las forman arcillas y areniscas, más ó menos sueltas y casi siempre de escasa coherencia; margas yesíferas con crista- les de selenita de desmedidas dimensiones, de un color amari- llento ahumado, en su inmensa mayoría maclados y dando lugar á grandes yesos en punta de flecha, y coronando por último las mesetas surgen las calizas de agua dulce con arcillas procedentes de decalcificación, carbonato calcico muy fosilífero y correspon- diente, como no se ignora, al tramo superior de la formación. Esta disposición se observa, mejor que en ningún otro, en los páramos de Aulilla, en donde el espesor de las calizas superiores, con no ser muy grande, es de alguna consideración. Abocetada ya, aun siempre dentro de términos tan generales, la topografía general del territorio para fijar la posición del Cerro del Cristo del Otero y señalar sus relaciones con el relieve gene- ral, interesa más á nuestra actual consideración referirnos á la estructura del Cerro predicho y á los fósiles que en él han apare- cido y se están descubriendo actualmente. El Cerro del Cristo del Otero, colocado al NE. de Falencia y á una aproximada distancia de kilómetro y medio, revela en su constitución litológica estar constituido por las capas siguien- tes: En la base se hallan arcillas con una potencia de unos 11 m. de espesor, de finísimo grano, compactas y firmes y de tonos pardo-rojizos ó amarillentos, por lo general, aunque se las en- cuentra también grises. Es de advertir, si bien no se ignora ser carácter de las formaciones lacustres terciarias españolas, el que forman capas ó lechos perfectamente horizontales, como lo acusa el nivel, conservando las capas su regularidad y paralelismo primitivos, en demostración del reposo, no turbado con pos- terioridad, con que las arcillas debieron sedimentarse. De tales estratos arranca el donante de los fósiles Sr. Germán las ar- cillas necesarias para la industria tejera, y el profundo tajo abierto en el Cerro en su rumbo S. para semejante explotación, es conocido por las gentes con el nombre de «barredo». Las arci- llas de los estratos que nos ocupan no son del todo puras, aun cuando para los efectos industriales así deben considerarse, ya T. XII. -Enero, 1912. 6 82 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que todo lo más alcanza á uq 11 por 100 la proporción del carbo- nato de cal que las impurifica. Por otra parle, la sucesión de es- tratos arcillosos está de vez en cuando interrumpida por capitas^ siempre de pequeño espesor en relación con la total potencia, de margas grises ó cenicientas bastante yesíferas, y entre las mis- mas arcillas hay intercalados cristales de selenita (espejuelo) pe- queños, deslucidos y como rodados. Terminan estos depósitos arcillosos en su parte superior en una estrecha faja, tan sólo de algunos centímetros de espesor, de una marga cenicienta que alberga yesos cristalizados, de perfección y transparencia sin igual en sus cristales, de los cuales recogí muestras. Semejante marga es llamada «greda» en el país. Gomo detalle no exento de interés, merece consignarse el hecho de que con relativa frecuencia aparecen entre las margas en que se terminan los estratos arcillosos, trocitos de lignito y escasos restos carbonosos. Descansando sobre la potente formación arcillosa, aparece sola- mente en determinados sitios un conglomerado como de medio metro de espesor constituido por grava ó pequeños cantos de ca- liza irregulares, empastados por una substancia sabulosa de ele- mentos más ó menos ínfimos, pero siempre distintos á simple vista. Esta roca detrítica, de bastante resistencia y cuyos ele- mentos van siendo más gruesos en razón de su profundidad, se conoce entre los obreros con el nombre de cascajo. Cabalmente en esta pudinga es en donde se hallan huesos fósi- les (á veces fragmentarios y rodados) de especies diferentes y de grupos diversos y aun distantes del de los proboscídeos, encon- trándose siempre en buen estado de conservación. En aquellos lugares en que aparece la pudinga, descansa sobre ella, y pasando por tránsitos insensibles en fuerza de reducirse el tamaño de sus elementos constitutivos, una potente masa de arenas cuarzosas, cementadas en la base por la misma arena y que hacia arriba van perdiendo gradualmente en coherencia hasta quedar deleznables y sueltas en su parte superior. Interpoladas entre los lechos de las arenas no escasean las ca- pitas de una gran delgadez, de arcillas grises, por lo general. Las arenas tienen tonos amarillentos claros, que contrastan, si bien no de una manera exagerada, con el tinte de las arcillas. Sobre las arenas se apoyan y continúan hasta la cumbre del Cerro capas alternantes de margas (con un 70 á 80 por 100 de DE HISTOHIA NATURAL Kí cal) blanquecinas ó grisáceas é interrumpidas por una línea de margas cenicientas más dura («cenizal» en la localidad), en la que existen gran abundancia de yesos cristalizados, laminares y ma- clados, que constituyen lo que llaman «rabillo» en el país, quizá porque casi todos presentan la forma en punta de flecha. Los cristales de yeso arman en las margas y forman variedad extensa de disposiciones. No son raros, sin que queramos decir que sean muy frecuentes, los moldes de univalvos, según nos ha sido po- sible observar. En el plano de contacto entre las arcillas y las arenas, pero siempre enterrados y cubiertos por la arenisca cuarzosa, se en- cuentran y se siguen encontrando en gran número los huesos fósiles del Tetrahelodon descubiertos á fines de Noviembre de 19 II y que han sido causa de mis actuales trabajos. Los huesos no aparecen tendidos en un plano único; se han ido encontrando á profundidades muy diferentes y en planos muy diversos, en toda clase de posiciones, desde la horizontal hasta casi la vertical, posición esta última la peor de todas, por lo multiplicadas que resultan las dificultades de su extracción. Los procedimientos seguidos para su preparación previa, con objeto de extraerles sin que se fragmenten, han sido los prescri- tos por la Smithsonian Institution (United States National Mu- seum). Guardando todas las indispensables precauciones |el éxito es seguro, y los huesos salen sin la menor rotura. En general, y salvo excepciones, los huesos se deshacen y pulverizan á la me- nor presión, y cuantas personas, antes de mi llegada á Falencia, han tratado de sacar alguno tirando de él simplemente, se les ha quedado entre las manos. No se hallan en su posición natural, sino revueltos y dispersos, aunque siempre tan próximos que una gran parte de ellos estaban en un espacio menor de dos me- tros cuadrados. En el lugar en que los huesos se han ido presentando, las capas de las arenas que descansan sobre las arcillas están en es- tratificación cruzada característica de acarreos de cierta violencia, indicando la proximidad en que se encuentran los diversos hue- sos del mastodonte. Es de notar que, alrededor de los huesos, las arenas adquieren una firme cohesión, que su color se torna en gris obscuro y que sus elementos adquieren más tamaño, circunstancia la primera que influye poderosamente en la lentitud del descubrimiento del 84 BOLtTÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA hueso, porque dada la tenacidad de su revestimienlo, pudiera romperse la materia ósea. En contacto mismo con la superficie exterior del hueso existe un barro de un color ceniza obscuro como margoso, desde únicamente algunos milímetros á 4 ó 5 cm. de espesor, no siendo extraño que deba su naturaleza y su matiz á la materia orgánica. No falta nunca, hasta tal extremo, que la presencia de este barro blando, suave y adherido por completo á todos los salientes y surcos del hueso, nos anunciaba siempre su vecindad, obligándonos á extremar las precauciones en la exca- vación, sin que «i una sola vez nos defraudase su aparición. Tales son los datos pertinentes al yacimiento, que he creído de interés consignar en esta nota y á la vista de los ejemplares in situ. Datos micológicos para la flora española POR R. GONZÁLEZ FRAGOSO Gomo considero de interés cuantos puedan ser aportados para el conocimiento de nuestra flora criptogámica, no quiero dejar de consignar algunos 'que, si bien no de importancia, merecen ser citados, y pueden facilitar las investigaciones de otros botánicos. Son: unos, de especies, cuya presencia en nuestra flora podía desde luego suponerse y se refieren, otros, varios, á hongos aún no completamente estudiados, y que, por ello, merecen toda nuestra atención, seguros de que una investigación pertinaz y constante podrá acaso llegar á resolver puntos tan dudosos hoy como importantes son en la Sistemática micológica. He aquí los datos á que me refiero: Diseomicetos. 1. TrocMla Craterium (D. G.) Fríes.— Sacf^. y Syll. fung. Yol. vm, pág. 728. Esta especie se encuentra en las hojas secas caídas de Hederá Ilelix^ llenando de iunumerales puntitos negros la cara inferior de ellas. Su facies couídica corresponde al Myxosporium para- DE HISTORIA NATURAL 85 doxum De Not. Al llegar á su forma perfecta, en madurez, rom- pen muchas veces en la cara superior de las hojas. Como otras análogas, acaso su forma conídica determine la caída prematura de las hojas; pero su madurez completa en la forma nscospórica, sólo se encuentra en las hojas secas, caídas y en la época otoñal. Loe— Alcalá de Guadaira.— .Vmbas formas. Pirenomieetos. 2. Phyllachora Gynodontii ^Sacc.) NiessL— Sacc. Syll. fung. Vol. ii, pág. Ü02. Esta especie, muy curiosa, y cuya área de dispersión en Euro- pa no es muy extensa, la he encontrado una sola vez en Sevilla en el Cynodon Dactijlon, en cuyo tallo y hojas aparece bajo la forma de pequeñísimos tubérculos negros, más ó menos regula- res, formados por el estroma. El ejemplar que he recogido no te- nía aún ascosporas, pero la forma característica y dimensiones de las peritecas, no dejan lugar á dudar de la determinación. Ciertamente se encontrará en algunos sitios, con abundancia, en época más adelantada á la que cito. Loe. — Sevilla, — En Marzo. Uredináceos. 3. Puccinia glumarum (Schm.) Erikss. et Henn.— Sydow, Mo- nogr. Uredin. Vol. i, Puccinia, pág. 706. Especie de estado ecídico desconocido, facies uredospórica y te- leutospórica, la primera hipofila; la segunda, encontrándose en tallos y hojas (cara inferior también), en líneas, por lo general seriadas. El ejemplar que tengo presenta pocos teleutosoros y sí bien seriados en corto número. Los teleutosporos, de pedicelo en su mayoría nulos, van acompañados de parausos encurvados. Se encuentran sobre Aveyía y multitud do gramíneas. Esta especie es fácil de confundir con la Puccinia dispersa, Erikss. et Henn. — cuya forma ecídica se encuentra en la Anchu- sa officinalis y en la Lycopsis arveiisis — , pero sus laedosoros y teleutosoros, generalmente se hallan en la parte vaginal de las hojas, y las teleulosporas están casi siempre brevemente pedice- ladas. Suele encontrarse sobre Sécale cércale y otras gramíneas. 86 UOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 4. Puccinia triticina, Krickpson. — Sydow, Monogr. Uiedin. Vol. i, Pucci7iia, pág. 716. Esta especie, que morfológicamente pertenece al tipo Puccinia rubigo-vera, no tiene facies ecídica conocida, y, por tanto, como casi todas las análogas, aunque considerada como autoíca, será heteroíca. Los ejemplares que poseo sobre Triticum vulgnre pre- sentan teleutosoros pequeños, seriados principalmente en los tallos, de color negro, y rompiendo ampliamente la epidermis, cuando maduros. Los numerosos parausos, que acompañan á las teleulosporas, harán fácilmente distinguir esta especie de la Puc- cinia graminis Pers. Loe. — Alcalá de Guadaira. — Final del verano (facies teleutos- pórica. 5. Puccinia siraplex (Koern) Erickss. et Henn.— Sydow. Monogr. Uredin. Vol. i, Puccinia, pág. 756. Esta especie, también como la anterior, probablemente hete- roíca, cuya facies ecídica desconocida nos obliga á considerarla autoíca, se presenta en la forma teleulospórica, formando peque- ños soros lineares, á veces punctiformes en las hojas, y más par- ticularmente en los tallo?. Los ejemplares que poseo, no obstante tener sus teleulosporas en madurez, no rompen la epidermis, y precisa hacer un corte para observarlas. Se encuentran sobre Hordeum vulgare, pero también podrán hallarse sobre II. disti- chum, murinum y Koeleria pheloides. Distingüese fácilmente de las especies análogas por las numerosas mesosporas ó teleutospo- ras unicelulares que acompañan á las bicelulares, y por su pedi- celo ensanchado, parduzco, cortísimo y á veces nulo. Loe— Alcalá de Guadaira. — Fines de verano en su facies teleu- tospórica. 6. Melampsora? Quercus (Brondeau) Schroet. — Sacc. Syll. fun, Vo- lumeu vil, pag. 594. Esta especie, de la que sólo se conoce la forma uredospórica, ha sido ya incluida por el Sr. Lázaro Ibiza en su «Flora Española». La cito, á pesar de ello, porque los ejemplares que poseo, y que debo al modesto profesor y buen amigo D. Francisco de las Ba- rras de Aragón, se encuentran parásitos sob re las hojas del Quer- cus Tozza, especie sobre la cual, que yo sepa, no ha sido citada nunca concretamente. La pequenez de los uredosoros, por lo ge- DE HISTORIA NATURAL 87 neral esparcidos, de este uredináceo, hace muy difícil el percibir- los en la cara inferior vellosa de la citada especie. 7. MelampsorelIa?Riciiii(Biv.) De-Toni.— Sacc. Syll. fang. Volu- men VII, pág. 596. Esta especie que he encontrado con abundancia en Sevilla, so- bre Riciniis conmwiis, y que también se encuentra sobre /?. specta- bilis, tiene un área limitada, que yo sepa, hasta hoy, á Italia y Portugal. Sus soros, que son numerosísimos á veces, y que siem- pre vi hipoülos, son amarillo-anaranjados, pulverulentos, y sus es- poras caen fácilmente. Estas son globosas, elípticas, rara vez algo aplastadas, verrugosas, y acompañadas de parausos claviformes. No son conocidas otras facies de esta curiosa especie, cuya inclu- sión en el género Melampsorella es más que dudosa, y por ello se la considera como autoíca. Gomo he podido seguir su desenvol- vimiento un año entero creo se trata, ó de una especie hneroíca, 6 bien de un hongo uredináceo imperfecto. Sus parausos, por lo demás, obligan en realidad á sacarlo del género Melampsorella, uno de cuyos caracteres es la ausencia de ellos. Las esporas, al germinar, destruyen, al parecer, con su micelio el mesofilo, y al caer dejan una cicatriz constituida por ambas epidermis. Los repetidos ataques de este uredináceo á una mis- ma planta concluyen por producir la muerte de ella, como he vis- to algíin que otro ejemplo. Su desenvolvimiento parece acrecen- tarse con el calor que subsigue á las lluvias, por lo general, en el invierno y primavera de Sevilla. Loc.--Sevilla.-Todo el año, especialmente de Diciembre á Junio. 8. Cffioma pulcherrimum, Bubak.— Hariot, Ured. pág. 263. Especie biológica que se encuentra abundantemente en Sevilla, sobre la Mercurialis annua. Su forma leleutospórica, no conocida, habrá que buscarla en los Populus, acaso en el Populus alba. Pa- rece abundar en Túnez y Argelia, pero en Europa solo ha sido encontrada en las cercanías de Perpignan, y aun acaso sea de otra especie, también biológica. Sus caracteres morfológicos en nada difieren de los de la facies ecidica de la Melampsora Rostrupii, Wagner, que se encuentra sobre Isl Mercurialis perennis (Cceoma mercurialis Mari), Link. (1). (1) Uredo conflaens, var. Mercurialis Martius. Prodr. Fl. Mosq, pág. 229 ' 88 BOLETÍN DE LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA A juzgar por la lectura del Uredo Cceoma Merciirialis (Mark.) Link de la Sylloge fungorum, de Saccardo, parecería que esta forma ecídica se encuentra indistintamente en la Mercurialis annua y en la M. perennis, pero no parece ser así (1). Yo sólo pue- do decir que la euconiré en Sevilla en la Mercurialis annua, úni- camente. Forma soros numerosos esparcidos, ó más bien agrupado?, y aun confluentes, sobre todo en los tallos, de un bello color ana- ranjado; en las hojas casi siempre hipofilos. Hifomicetos. 9 Tuberculina Ricini (Cocc.) Sacc. et Syd.— Syll. fung. Volu- men XIV, pág. 1118. Esta especie parásita de los soros de Melampsorella? Ricini, sólo ha sido citada en una localidad de Italia boreal, en Bologna. Sus esporodoquias, de un color violáceo pardo, se confunden y y hacen confluentes con los soros del uredináceo. Los conidiófo- ros filiformes, sencillos, en manojos, hialinos, y sus pequeños co- nidios, ligeramente violáceos, apicales, globosos, de gruesa mem- beana, y de 6 — 8 p. de diámetro, harán distinguir fácilmente este hongo imperfecto. 10. Alternaría BrasslCffi(Berk?) Sacc. — Syll. fung. Vol. iv, pági- na 546. Variedad, macrosTpora, H. Se encuentran los ejemplares que he visto en la nerviación me- dia, más gruesa de la Brassica olerácea, var. botrytis, bajo la forma de puntos y líneas, á veces de algunos milímetros, seriados, paralelas las series, y negruzcos. Sólo conocido en su forma co- nídica, hay que colocarlo entre los hongos imperfectos, pero ciertamente vendrá, una vez conocidos, á unirse á los Esferiáceos, como otras especies análogas. Forma césped, con hífas brevemente ramosas, de ápices iguales. Los conidios, que caen en seguida, son fusiformes, como en for- ma de maza, primero continuos, luego hasta con 6 — 8 divisiones, generalmente horizontales, rara vez perpendiculares, y siempre de color oliváceo, más obscuro cuanto más adelantado el desarro- (1) V. FiscHER, Die Ured. d. Schweiz. Berna, 1904, pág. 501. DE HISTORIA NaTUBAL 89 lio. En su completo desenvolvimiento alcanzan dimensiones de 60 — 80 X 15 — 20 ij.; la anchura en su mayor diámetro. Loe. — Sevilla.— Noviembre. No quiero terminar esta pequeña nota, sin dar las gracias á mis amigos los micólogos Sr. D. Blas Lázaro Ibiza y monsieur Paul Hariot, á quienes he consultado muchas de mis dudas, y á los que debo, puedo decir, lo poco que sé referente al difícil estudio de los hongos inferiores. El Negret y sus alrededores POK DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS La creación de un apeadero de ferrocarril en las proximidades de Agost, entre las estaciones de San Vicente de Raspeig y Mon- forle Gabarrera, ha facilitado mucho el conocimiento de esta par- te de la provincia. Recorridos rápidamente los 16 km. que dista de Alicante, se encuentra el excursionista en el centro de un cam- po, á la vista de formaciones de varios sistemas, y después de unas cuantas horas de excursión puede volver cómodamente á la capital, utilizando un tren mixto que llega á Alicante á las 19 horas y 20 minutos. La estación de Agost es un excelentepunto de partida, que hemos aprovechado con ventaja en el corto tiempo que lleva abier- ta al servicio público. El edificio de la estación está emplazado sobre depósitos cuater- narios, en los que el loess alcanza gran espesor, y por entre las erosiones de estos materiales, así como en las trincheras de la vía férrea, asoman las margas irisadas del Keuper, Al X. y W. de la estación se alzan varias colinas de formación] triásica y en las que dominan las calizas negras ó azuladas que coronan el Triási- co. Entre todas se hace notar, por su elevación y por el color de sus calizas, la llamada Cabezo Negret, ó simplemente el Negret. Su situación, entre areniscas y margas irisadas, destaca notable- mente, y su abrupta cumbre, accesible fácilmente sólo por elN., debió llamarla atención de los pueblos primitivos, que acaso la utilizasen como fortaleza. El Negret había ya sido visitado por nosotros en elmes de Mayo de 1908, y recorrido varias veces el trayecto que le separa del pe- 90 boletín de la real sociedad espaí5ola queño cabezo del Mosquito, de idéntica formacióu que el Negret. Sólo la dirección de sus capas es distinta, N. 63 E. y buzando al N. 27 W. con una pendieute de 33°. Esta pequeña loma, formada por calizas negras que recuerdan las de Albatera, descansan so- bre areniscas moradas y calizas tabulares, en delgados lechos que encierran fósiles diminutos. El Mosquito y el Negret forman par- te de una bóveda anticlinal, rota en su porción superior. Las calizas que forman el Negret, casi en su totalidad, son muy obscuras, surcadas de anchas venas de calcita, producto de infil- traciones que han debido ser de diferentes épocas, cruzándose con frecuencia de una manera muy clara. Los fósiles contenidos en estas calizas son escasos, y además muy difíciles de hallar por el color de la roca, siendo imposible separarlos de la ganga. Alguno de gran tamaño suele ofrecerse con aspecto de infiltración, en blanco, y que si bien se destaca fácilmente no puede aislarse de ninguna manera. Mejor resultado se obtiene en las calizas grises ó amarillentas, tallándolas rocas, hasta sacar caras pulimentadas, que convierten los guijarros en poliedros, y cuando se nota la pre- sencia de alguno de ellos, desgastar con ángulo bastante agudo por las inmediaciones hasta conseguir otra sección del mismo fó- sil. Queda así éste comprendido en un ángulo diedro, y en la pro- ximidad de la arista y por la forma de las secciones puede, á veces, determinarse el género á que pertenecen. Por este medio hemos conseguido ver diminutas formas de Turhonella y Nái'ica (?), y muchas secciones de Lamelibranquios. El Negret tiene sus capas inclinadas con regularidad hacia el N, 30" E., con una pendiente próximamente de 27°, y por esta parte el acceso es fácil, encontrándose sumamente escarpado por el S. y de difícil subida por el W., porque las calizas se presentan como un largo crestón que corona el cerro. La parte del SE. y E., toda ella formada por las calizas negras, se presenta muy escar- pada y contiene algunas pequeñas canteras; pero lo que más llama la atención es la presencia de un muro ciclópeo casi destruido, que conserva algunos trozos á la altura de unos dos metros, y en el que hay piedras de más de una tonelada de peso. La presencia de este muro en un lugar en que no hay cultivo ni posibilidad de que lo haya, adosado, en parte, á un alto escar- pe y formando un rectángulo de bastante extensión, me hizo sos- pechar, en el mes de Junio último, que era una fortaleza de los tiempos prehistóricos, y uniendo este dato al encuentro de un DE HISTURIA NATURAL 91 núcleo de Ofita diabásica, que hallé en ladera S. en Mayo de 1908, se aumentaron mis sospechas, hasta verlas completa- mente confirmadas en la larde del 31 de Diciembre último, en la que hice una corta excursión, aprovechando la circunstancia de encontrarse en Alicante mi antiguo y aventajado discípulo se- ñor Gómez Llueca. Con él y un hermano suyo dimos vuelta al cabezo Negret, encontrando el muro ciclópeo un tanto destruido, por estar retirando piedra para otras construcciones, aunque to- davía se conserva un gran trozo. Encontramos pequeños fósiles, que la alteración superficial de las calizas deja al descubierto, y entre las que es muy difícil poder determinar especies; creo per- tenecen á los géneros Myophoria, Natica, etc., así como también existen Chondrites con ramificaciones. No es la parte paleontológica la más interesante, tratándose del Negret. Subiendo por el N. del cerro hemos visto, ya cerca de la cumbre, abundantes trozos de Ofltas, circunstancia que sólo pue- de explicarse admitiendo que estas rocas han sido llevadas allí por el hombre prehistórico; y no cabe duda, porque en toda esta man- cha Iriásica no hay un asomo de rocas eruptivas, y además por- que algún gran trozo se presenta pulimentado. El velo parece irse descorriendo poco á poco, con el encuentro de trozos de barro ne- gro, con apariencia micácea, y algunos otros conteniendo peque- ñas piedras engastadas en la masa del barro, siendo de notar un fragmento en el que aparecen claramente pequeños romboedros de calcita, mineral que no ha sufrido alteración sin duda ningu- na, por la baja temperatura á que se ha verificado la cochura de estas vasijas, probablemente al fuego al aire libre, lo que parece confirmarse al notar que estos barros tienen desigual resistencia y color en un mismo trozo, no admitiendo, como algunas publi- caciones dicen, que las primeras vasijas fueron endurecidas sólo por la acción del Sol, porque estas se hubieran deshecho al con- tacto de un líquido, y de ningún modo hubieran resistido la acción de tantos miles de años. Buscando por la cumbre del Negret pasamos gran parte de la tarde, encontrando á cada poco fragmentos de barro prehistórico, trozos de Ofitas, pequeños pedazos de pedernal, hasta que el se- ñor Gómez Llueca vio en la cumbre misma una gran vasija des- trozada, de barro gris bastante grueso, en cuya construcción se ha empleado el torno. Medio enterrada, han podido conservarse los fragmentos y con cuidado los extrajo', habiéndola yo re- í2 boletín de la real sociedad española coQSlitLiído al día siguiente, y aunque incompleta permite for- marse idea de ella. La vasija, bastante grande, tiene un borde adelgazado y forma atondada, recordando á la que extrajimos en 1897 en el yacimiento prehistórico de Rambla Bermeja, y del que ya di cuenta á nuestra Sociedad en una de mis primeras notas. La calidad del barro es la misma, sin otra diferencia que estar provista aquélla de cinco pezoncitos simétricamente distribuidos alrededor de la boca, y presentar la del Negret sólo dos en los extremos de un diámetro y á unos 3 cm. de la boca. En cuanto á los trozos de barro rojo y negro, no so ha podido reconstituir con ellos vasija ninguna. La ladera W. del cerro por donde descendimos, está formada por las calizas negras arriba y unas calizas flojas, casi margosas, de color claro, en la parte inferior, las que á su vez descansan so- bre las areniscas rojas y verdes siempre micáceas, que forman el tramo superior del Triásico. Toda esta ladera está sembrada de trozos de Ofltas, entre los que hemos encontrado algunos grandes y como destinados á servir de percutores. El Negret debe considerarse como un yacimiento prehistórico, de mediana importancia. Las exploraciones que pienso llevar á cabo podrán proporcionarnos datos de mayor interés. Las areniscas, con abundantes laminillas de mica que forman los horizontes inferiores á las calizas y margas ya citadas, contie- nen impresiones y huellas muy notables. En la excursión del 31 hemos encontrado un gran trozo con ondulaciones, semejantes á las que se producen en las arenas situadas en poco fondo. En ella se han encontrado también muy bellos Chondrites (?), finamente estriados. Es la arenisca verde la que encierra mejores ejempla- res, notándose, hacia el NE. del Negret, la frecuencia de estas im- presiones, en la que parecen percibirse las finas estrías de peque- ños Calamites. Las areniscas grises inferiores á éstas se encuentran ya en con- tacto con los yesos del Keuper, y entre éstos y las margas rojizas se encuentran los yacimientos de Lignito del cerro de la Venta, de los que ya di cuenta á nuestra Sociedad en el año 1905. Hoy sólo añadiré unas líneas á lo ya dicho en aquella fecha. Estos ya- cimientos de Lignito corresponden á puntos del litoral Triásico y así lo demuestran los fósiles encontrados, un pequeño Cerithium, especie que parece hacer en el Triásico superior su aparición, y entre las capas de arenisca que encierran los lignitos piritosos, DE HISTORIA NATURAL. 98 numerosos fragmentos de huesos, desprovistos de conducto me- dular, y tan fracturados que es difícil formarse idea de ninguna pieza, abundando los trozos de huesos planos, y todos teñidos de un azul verdoso, sin duda por la formación de fosfato de hierro. Estos huesos proceden de una capa situada entre las areniscas rojas, y que formaría un verdadero bone-hed, como en otros sis- temas. En las cercanías de estos depósitos, hacia el SE., se encuentra una colina, en la que las margas cenicientas y dolomíticas for- man repliegues curiosísimos y verdaderos núcleos de muchos centímetros de diámetro rodeados de capas concéntricas, y que no pueden, por tanto, suponerse debidos á presiones laterales. Esta colina, llamada del Estahlimento, parece ser la representa- ción del Muschelkalk, y en ninguno otro punto hemos encontra- do calizas parecidas. No hemos visto fósiles para poder determinar la edad de estas capas, aunque los buscamos con verdadero ahin- co. Tan sólo una delgada capa con Myophoria en abundancia, pero de tan pequeño tamaño que es muy difícil su determinación específica. Si estas capas de la loma del Balahlimento correspon- dieran al Muschelkalk, serían indudablemente la representación del Wellenkalk ó Muschelkalk inferior del tipo Franconieuse (1). Nuevas excursiones á estos lugares tal vez nos proporcionen datos bastantes para demostrar esta suposición. Publicaciones que ha recibido la I^eal Sociedad Española de flistoria ^Jatural durar¡te el mes de Diciembre de 1911. fZa liste suivante servirá comme acensé de réception.) Alemania Entomologischer Litteraturblatter, Berlín. 1911, n° 12. Internationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Eniomologische Rundschau, xxviii Jahrg., n° 24, und Hauptregister. Insektenhorse. xxvni Jahrg., nos 49-52; xxix Jahrg., n' 1. Societas entomológica, xxvi Jahrg., n° 18; xxvil Jahrg., n" 1. Katm-fe Novitates, Berlin. 1911, nos 18-2!. Zeitschrift für wissenschaftliche Insektenbiologie, Husum. Bd. vii, Heft 12. Zoologiecher Anzeiger, Leipzig. Bd. xxxvni, nos 24-25; Bd. xxxix, n° 1. (1) Formación parecida hemos encontrado en la parte oriental del Cas- tillo de Sagunto. 94 boletín de la real sociedad española Austria-Hungría Académie dea Sciences dñ Cracovie. Bnlletin international. 1911, n»? 8 A, 8 B y 9 A. K. K. I»iaturhi8torÍ6clies Hofmueeiim, Wien, Annalen. Band xxr, nr. 1-2. K. K. Zoologiscb-Botanische Gesellschaft in Wien. Yerhandlungen. lxi Band, 7-8 Heft. Musenm Nationale Hnngariciim, Budapest. Annales historico-naturales. Vol. ix, pars secunda. Wiener Entomologische Zeitung, Wien. xxs Jahrg., ix und x Heft. BÉLGICA Société belge de Géologie, de Paléontologie et d'Hydrologie, Bruxelles. Bulleün. 26* année, nos i_io. Memorias. T. xxiv. Nouveaux Mémoires. N° 3. Société entomologique de Belgique, Bruxelles. Annales. Tome 65% xi et xii. Société royale zoologique et malacologique de Belgique, Bruxelles. Annales. Tomes xliv et xlv. Costa Rica Ministerio de Fomento, San José. Boletín de tomento. Año i, n.° 7. España Ingeniería, Madrid. N.os 238-243. Sociedad Malagueña de Ciencias, Málaga. Boletín. Vol. ii, n.° 22. Estados Unidos y sus Colonias Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Proceedings. Vol. lxii, parts ii-iii; vol. lxiii, part i. Academy of Science of Saint-Louis. Transadions. Vol. xviii, nos 2-6; vol. xix, nos l-io. American Museum of Natural History, New York. Annual Report for the Year, 1910. Bulletin. Vol. xxix Broolvlyn Institute of Arts and Sciences. Museum. Science Bulletin. Vol. i. Index. Departamento de lo Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. iv, n° 8. Department of the Interior. Bureau of Forestry. Manila. Annual Report for the fiscal year. June, 30, 1911. Department of the Interior. Bureau of Science. Manila. Mineral Resources of the Philippine Irlands. Department of the Interior. Weather Bureau. Manila Central Observatory. Bulletin for June 1911. DE HISTORIA NATURAL. 95 Field Museiim of Natural History, Chicago. Publications. Nos 146-150. Johns Hopkins Hospital, Baltimore. Bulletin. Vol. xxli, n° 250. Johns Hopkins University Circular. 1910, nos 6_i0; ¡gn, nos i-2. Museum of Comparative Zoology at Harvard College, Cambridge. Annual Report for 1910-1911. Bulletin. Vol. luí, n° 6; vol. liv, n" 9. Smithsonian Institution U. S. National Museum, Washington. Annual Report. 1909. Bulletin. 73, 74, 76. J\ational Herbarium Contributions. Vol. xiii, n° 6; vol. xv. Proceiings. Vols. 37-39. The American Naturalist, Boston. Vol. xlv, n° 540. United States Geological Survey, Washington. Bulletin. Nos 436, 438, 439, 441, 443, 446-447, 453, 465. Professional Paper. N° 72. Water-Supply and Irrigation Paper. Nos 257, 258, 270. University of California, Berkeley. Publications. Vol. 6, nos lO-U and 14; vol. 7, nos 3-G; vol. 8, n" 1. Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes rendus. 1911, nos 23-26; 1912, n°'l. L'Echange, Monlins. 27« aunée, nos 322, 324. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. N° 493. Société botanique de France, Paris. Bulletin. Tome 58% 7. • Mémoires. Tome 68% 3 f. Société entomologique de France, Paris. Annales. Vol. lxxx, 2" trimestre. Station Entomologique de la Faculté des Scienees, Rennes. Inse"Ja. 1" année, n"' 1 1-12. Inglaterra y sus Colonias Natural History Society of Glasgow. The Glasgow Naturalist. Vol. iii, nos i_4. Transactions. Vol. ti, índices; vol. viil, part 11. Royal microscopical Society, London. Journal. 1911, part 6. The Canadian Entomologist, Guelph. Vol. Lxin, n° 12. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxiil, n° 12. The Zoologist, London. Vol. xv, n° 180. Italia Musei di Zoologia de Anatomía comparata della R. Universitá di Torino. Bolleiino. Vol. sxv. 96 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Eeale Stazione di Entomología agraria in Firenze. Redia. Vol. vii, fase. ii. Ri vista coleotterologica italiana, Camerino. Anno ix, n" 12. Ei vista técnica e coloniale di Scienze applicate, Niipoii. Anno i, n" 12. Societá italiana di Scienze naturali in Milano. Atti. Vol. L, fascicolo 2" e 3°, 1909. Societá toscana di Scienze naturali in Milano. Atti. Mtmorie. Vol. xxvi. Monaco Institut océanographique, Monaco. Bulletin. N"^ 218-219. Portugal Collegio de S. Fiel. Broteria. Vol. x, fase. ]. SoiZA Société Vaudoise des Sciences naturelles, Lansanne. Bulletin. Vol. xlvii, n° 174. Société zool)g¡que suisse et Muséum d'Histoire uaturelle de Genéve. Revue suisse de Zoologie. Vol. 19, n"' 16-21. AzPEiTiA Moros (D. Florentino). — La diatomología española en los comien- zos del tiglo XX. (Asociación Española para el progreso de las Cien- cias, 1911.) BoRGE (O.) — Die Sürewasseralgenflora Spitzbergens. Kristiania, 1911. Carus (C. G.)— Traite élémentaire d'anatomie comparée. (París, 1835. (Do- nativo de D. Francisco Vifíalp.) DoGKix (PauP.— Hétérocéres nouveaux de l'Amérique du Sud. Eennes, 1911. Fase. IV. Heinrotq (Dr. J. C. A.)— Lehrbuch der Anthropologie. Leipzig, 1822. (Do- nativo de D. Francisco Viñals.) Longo (Prof. E.)— Sul Fiens Carica. (Annali di Botánica, vol. ix, fase. 4.") Massart (Jean).--Esquisse de la Géographie botanique de la Belgique, (Recueilde l'Institnt botanique Leo Errera, 1910.) EoussEL (León).— El Mundo de los Hongos. Madrid, 190S. Spallanzani (Mr. l'Abbé). — Opuscules de Pbysique anímale et végétale. Geneve, 1777. (Donativo de D. Francisco Viñals.) Straus-Durckheim (Hercule).— Traite pratique et tbéoriqne d'Anatomie comparative. París, 1844. (Donativo de D. Francisco Viñals.) Sesión del 7 de Febrero de 1912. PRESIDENCIA DEL ILMO. SR. D. RICARDO CODORNIÚ El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones. — Fueron admitidos los señores presentados en la sesión de Enero, y propuestos para socios nu- merarios D. Ernesto Cusi y Ventades, alumno de la Facultad de Ciencias, y D. Pedro Castro Barea, presentados, respectivamente, por los Sres. Breñosa y Hernández Pacheco. Asuntos varios. — Se leyó un oficio del Presidente de la Junta para ampli-ición de estudios é investigaciones científicas, autori- zando á esta Sociedad para colocar en la Estación de biología al- pina de la sierra de Guadarrama, la lápida conmemorativa de los naturalistas españoles que más se han distinguido en el estudio de la fauna, gea y flora de esa cadena de montañas. En el mismo oficio se dan las gracias á esta Sociedad por el donativo de publi- caciones que destina á la biblioteca de la mencionada Estación. — Se dio lectura á una invitación que nos dirige The Academy o f Natural Sciences of Philadelphia para asistir al Centenario de su fundación, que se celebrará en el mes de Marzo próximo. — El Sr. Lozano elogia un bando recientemente publicado por la alcaldía de Madrid y relativo á la protección de los animales domésticos. Con este motivo dirige un aplauso al Sr. Francos Rodríguez y ensalza la gestión de éste al frente del Municipio ma- drileño. Por último, indica la conveniencia de que una Comisión de la Sociedad visite al señor Alcalde y se ponga á disposición de éste para suministrarle informes sobre las medidas que deberían adoptarse para hacer efectiva, útil y provechosa la campaña de pro- tección á los animales domésticos que viene emprendiéndose. — El Presidente encuentra muy acertado cuanto ha dicbo el Sr. Lozano, y propone que la Comisión de referencia la constitu- yan el autor de la proposición y los Sres. Bolívar, Díaz del Villar y Cabrera. Al acordarse de conformidad, se conviene quede incor- porado á la Comisión el Presidente de la Sociedad Sr. Codorniú. T. XII.— Febrero, 1912. 7 93 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — El Sr. Bolívar propone que en la visita que se haga al señor Francos Rodríguez, le pida la Comisión se cree en Madrid un verdadero jardín zoológico, como el que poseen todas las grandes capitales del mundo. — El Sr. Rioja participa que en la recepción celebrada en el Ministerio de Instrucción Pública para festejar al Príncipe de Monaco, tuvo el honor de saludar á S. A. R. en compañía de los Sres. Antón y Lázaro, que se le unieron para cumplir este deber de cortesía, en nombre de la Sociedad, con el ilustre mo- narca extranjero. —La Sociedad acuerda haberse enterado con satisfacción de la iniciativa tomada por el Sr. Rioja. Concurso académico.— El Secretario participa que la Real Acade- mia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, ha abier- to un concurso para adjudicar tres premios á los autores de las Memorias que desarrollen satisfactoriamente los temas siguientes: \.° Deducción de una fórmula ó de un sistema de fórmulas ó, en suma, de wia teoría matemática que suministre el medio de calcular a priori, con seguridad mayor que la consentida por los procedimientos en uso, la resistencia á la marcha que en aguas tranquilas encuentran las obras vivas de los buques. Propuestas y aplicadas hay fórmulas en gran número, muchas de ellas empíricas, para valuar la resistencia de los buques á la marcha; sería muy ventajoso disponer, al proyectar los buques, de expresiones analíticas, sólidamente cimentadas, de las leyes á que obedece la antedicha resistencia, evitando así, en lo posible, incertidumbres enojosas y la necesidad del auxilio de los procedi- mientos delicados y hasta inseguros de la experimentación con modelos, á no ser como complementario recurso comprobatorio. Se desea que el aspirante al premio exponga una teoría que dé respuesta satisfactoria al tema enunciado, deduciéndola de los adelantos en las ciencias de pura especulación; de experimentos nuevos, y de los trabajos en uno y otro terreno realizados hasta el día con más ó menos fortuna. 2." Estudio teórico ó experimental de cualquier fenómeno elec- tróptico ó magnetóptico. 3.° Memoria geognóstico-agricola de alguna comarca de Espa- ña, que no haya sido objeto de publicación anterior. Los premios ofrecidos serán de tres clases: premio propiamente DE HISTORIA NATURAL 99 dicho, accésit y mención honorífica. El primero consistirá en un diploma, una medalla de oro, 1.500 pesetas en metálico y regalo de 100 ejemplares de la Memoria impresa, cuando haya sido pu- blicada. El accésit consistirá en diploma, medalla y 100 ejempla- res de la Memoria impresa. A la mención honorífica sólo se otor- gará un diploma especial. El plazo para la admisión de trabajos se cerrará el 31 de Di- ciembre de 1913 á las cinco de la tarde. Comunicaciones. — El Secretario presenta una comunicación titu- lada «Excursión desde Novelda al Pinoso», de que es autor don Daniel Jiménez de Gisneros. — El Sr. Danlín presenta huesos y molares de mamíferos ter- ciarios encontrados en el yacimiento fosilífero de la provincia de Falencia á que se refiere el trabajo sobre el Tetrahelodon angusti- dens publicado en el Boletín del mes de Enero último. — El Sr. Cabrera hace notar la importancia de los trabajos lle- vados á cabo por el Sr. Dantín, y felicita á éste por el resultado de su viaje á Falencia. — El Sr. Bolívar añade que el Sr. Dantín ha traído 22 cajones llenos de restos fósiles, entre los cuales se encuentran algunos ejemplares en magnífico estado de conservación. — El Sr. Casares Gil (A..) presenta un ejemplar de Fontinalis Lachenaudi Card. , que recogió en Septiembre próximo pasado en los alrededores de Santiago de Galicia, en el río Sarela (lugar de Yidan). Las hojas múticas, anchas, cóncavas, no carenadas, muy patentes y remotas, le llamaron desde luego la atención; pero por razones que no son del caso, no pudo examinarlas hasta hace poco. En el número correspondiente á Noviembre último de la Revue hryologique vio la descripción que da el sabio briólogo M. Gardot de esta especie, y por la sola enumeración de los carac- teres macroscópicos sospechó que era la misma que él había en- contrado en Galicia. Estudiada después con más detenimiento, comprobó que se trataba, en efecto, de la Fontinalis Lachenaudi, y para mayor seguridad envió un ejem.plar al propio M. Cardot, que confirmó la determinación. Esta especie, encontrada primero por Lachenaud y después por ■Copey en la Alta-Saona, la describe Cardot como sigue: «Fontinalis Lachenaudi Card. sp. nova. Mollis, viridis vel lu- tescenti-viridis, sicca nitidula, habitu F. hypnoidei sat similis. 100 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Gaulis pedalis vel subpedalis, basi parce denudatus, flexuosu?, laxissime et irregulariler pinnatus, ramis remotis, elongatis, vix cuspidatis. Folia moUia, remota, laxissime disposita, patentissima, plus minus distincte dimorpha: caulina late ovato-lanceolata, 4-5 millim. longa, 2-3 lata, carinato-conduplicata, obtuse acutave, ápice iutegra vel subdenticulata; ramea minora, ovato-vel oblon- go-lanceolata, 3-4 millim. longa, 1,25-1,75 lata, concava, haud vel indistinclissime carinata, nec conduplicata, ápice obtusa minute denticulatavelcrenulata. Gelluloe rhomboideo-lineares, parietibus peranguslis, alares oblongíe, plus minus distinclae. Ceetera desunt.» (1). — El Sr. Vidal (D. Pío) dice que al tratar de instalar los varios ejemplares de ictiosauros, que procedentes de Boíl (Wurtemberg), y traídos por D. Juan Vilanova, posee nuestro Museo, surge cuando se observa la pizarra con el ejemplar más completo, con- teniendo otro más pequeño en su cavidad tonícica, el problema de la viviparidad ó no viviparidad de estos monstruosos reptiles de la era secundaria. Seeley fué el primer naturalista que observando el hecho afirmó la viviparidad de los Ictiosauros, y Gaudry en sus «Fósiles Secun- darios» reproduce (adhiriéndose á esta teoría), un ejemplar de la Galería del Museo de París, con un feto en la cavidad abdominal «de desarrollo muy avanzado, y con la cabeza dirigida según su posición natural hacia el ano del grande. Ahora bien, teniendo en cuenta que el feto del ictiosauro que nosotros poseemos, no sólo se encuentra en otra región distinta que el representado por Gau- dry, como es la cavidad torácica, sino que ocupa en ella una posi- ción contraria á la de aquél, esto es, tiene su cabeza dirigida en el mismo sentido que la cabeza del mayor, posición que, según el mismo Gaudry, no es la natural del feto, lógico nos parece poner en duda, por lo menos por lo que á nuestro ejemplar se refiere, la viviparidad de los ictiosauros. Habría que admitir, antes ó des- pués de explicar la posición inversa del pequeño, una matriz ó cloaca excesivamente grande que llegara hasta donde era preciso para poder contener un ser que, por otra parte, no está como pare- ce debiera estarlo, ocupando el menor espacio posible, sino que se halla perfectamente estirado (y más en nuestro ejemplar toda- vía que en el del Museo de París). (l) Revue bryologique, núm. 6, 1911, pág. 119. DE HISTORIA NATURAL 101 Todo esto confirma no andaba muy desacertado Backland, cuando al estudiar el asunto, en la última edición de su Paleonto- logía, afirmaba que no cree en la viviparidad de todos los ictio- sauros, fundándose en que «en otros Saurópsidos é Ictiópsidos en que existe el mismo modo de reproducción, éste no es distintivo de ningún grupo en total», y en que «todos los ejemplares con jóvenes, representados por el profesor Seeley pertenecen á una misma especie». Nosotros no sabemos si la especie á que se refi- rió Seeley, perteneced la especie /. tenuirrostris Gonyb., que es la que Gaudry ha considerado como vivípara, pero sí estamos se- guros de que el de nuestro Museo no corresponde á dicha especie tenuirrostris, ya que tiene tres filas de placas en cada nadadera en vez de las cuatro de aquél; por lo tanto, podría el nuestro ser ejemplo más bien que de viviparidad, como el del Museo de Pa- rís (suponiendo que éste lo fuera), de ictiosaurofagia, y como el mismo Gaudry representa en su citada obra, coprolitos de ictiosau- ro conteniendo escamas de peces y vértebras de otro ictiosauro pe- queño, no repugna admitir que un animal que está fuera de duda que comía á otros de su misma especie (como sucede á varios rep- tiles acuáticos actuales), se engullera en ocasiones alguno entero. Hay que desechar, por último, la idea de que el pequeño hubiese quedado por casualidad empotrado en la misma pizarra que el grande, por lo que atañe á nuestro ejemplar al menos, en atención á que aquél (como se ve en el grabado que de un dibujo original del Sr. Rioja se obtuvo), está perfectamente incluido ó alojado entre las costillas del mayor, ocultando con su cabeza y espinazo algunas de las del lado izquierdo (mirando hacia la ca- beza de los dos), mientras que las del lado derecho pasan por de- lante del pretendido feto. Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el día 21 de Enero, bajo la presidencia de D. Gai-los Calleja. — El Sr. Presidente saluda á la Sección en nombre del Sr. Rec- tor, el cual ofrece además su concurso para todo aquello que sea en beneficio de la vida y desarrollo de la misma; tales manifesta- ciones fueron unánimemente agradecidas. Acto seguido se procede á la discusión del presupuesto, que no pudo efectuarse en la sesión de Diciembre por ser de índole pu- ramente constitutiva y no estar presente el antiguo tesorero, se- ñor Llenas. 102 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — A instancias del Sr. Serradell, se acuerda proponer á la Jun- ta Central apruebe el aumento de 70 pesetas al presupuesto de 100 pesetas que de tiempo atrás se establecía, aumento destinado al capítulo de imprevistos, que en lo sucesivo tendrá mayores atenciones por las conferencias que la Sociedad se propone dar, colecciones regionales que piensa reunir, etc. — El Sr. Calleja propone como socios á D. Ángel Sirvent, pro- fesor auxiliar de la Facultad de Medicina, y á D. José Bosorus, alumno de la misma y dueño del Museo Prehistórico y Paleon- tológico que lleva su nombre y que, por boca del Sr. Calleja, pone á disposición de los socios para su estudio é investigaciones. Se nombró nna Comisión, compuesta por los señores Presidente, Fuset y Serradell, para que visite las colecciones y den cuenta de ellas á la Sociedad. — El Sr. Serradell presenta á D. Roberto Ferrer Gomis, alumno de la Facultad de Ciencias; propone también que se realice una excursión mensual por Cataluña, á ün de reunir materiales para el Museo regional que debe formar la Sección y contribuir además al estudio de la comarca. — Finalmente, el Sr. Arias leyó un trabajo, ilustrado con foto- grafías y dibujos, sobre un asílido nuevo, y el Sr. Caballero otro sobre brotaciones anormales de un tilo, proyectando varias pre- paraciones microscópicas demostrativas de las observaciones por él realizadas. — La de Santander celebró sesión el 29 de Enero, bajo la pre- sidencia de D. José Olabe. El Sr. Olabe presenta como socio numerario al Sr. D. Vicente Aguinaco, médico-oculista de esta población. —La de Zaragoza celebró sesión el 3 de Enero, bajo la presi- dencia de D. Patricio Borovio. — El Sr. Ferrando presentó una nota bibliográfica sobre una obra del Sr. Dalloui. Notas bibliográficas. — Del P. Faura Sans (sesión de Madrid): Bertrand (L. ': Carte géologique détaillée; feuille de Bagneres de Lnchon, núm, 252. El gran mapa geológico ampliado de la vecina República fran- DE HISTORIA NATURAL 103 cesa, hecho á la escala de 1 : 80.000, está para ser completado en breve, puesto que fallau tan sólo unas siete hojas por publicar. La última que ha salido á la luz pública es la de Bagnéres de Luchon, que comprende una buena parte de la provincia de Lérida, y en ella está estudiado todo el Valle de Aran; región que visita- mos en una de nuestras excursiones por la región catalana. El Valle de Aran, dadas las circunstancias topográficas de estar si- tuado en la vertiente francesa, las escasas vías de comunicación y la altitud de las montañas, es poco explorado por los natura- listas españoles, y en cambio los franceses hacen en él estudios especiales en varios aspectos. Por eso no es de extrañar que, al hacer la carta geológica, no limiten sus demarcaciones siguiendo la frontera, sino que también representen una buena parte del territorio español, por lo que se impone una ampliación del mapa geológico actual de nuestra Península. El eminente geólogo M. Bertrand ha llegado á hacerse cargo de la embrollada estratigrafía de la cordillera pirenaica, y son conocidas todas sus publicaciones que se refieren á la geología de los Pirineos Centrales por la profusión de datos y detalles que contienen. En esta hoja quedan patentes sus profundos conoci- mientos y el recto criterio científico que le guía. Bertrand ha descifrado las obscuras relaciones estratigráficas de los Altos Pirineos, invirtiendo para la confección de esta carta unos nueve años de trabajo constante. No obstante su meritoria labor, me atreveré á hacer una ob- servación, puesto que en el mapa ha confundido en una misma formación la erupción de Bossost y el granito de los montes desde Puerto de Galdes al Maladeta, siendo así que son completamente diferentes. El granito délos picos elevados de los Pirineos corres- ponde al verdadero granito fundamental, pero la erupción de Bossost es más moderna y predomina en ella la estructura peg- matítica, por lo que M. Bertrand debería haberlos separado en el mapa, señalándolos como tales. Los que quieran amplias aclaraciones sobre el asunto pueden con- sultar á Garalp, Garez, Leymerie, Dalloni, Roussel, Gourdon, etc. — Oppenheim (Paul): Bemerkungen zu Prof. Johannes, Félix: Uber eine untertertiare korallenfauna aus der Gegend von Bar- celona. (Observaciones acerca de la nota del profesor Johannes Félix, concerniente á «Una fauna coralina en el terciario inferior 104 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de los alrededores de Barcelona»). — Sonder-Abdruck aus den Mo- natsberichten der Deutschen Geologischen Gesellschaft, Bd. 6?, Jahrg., 1910, uúm. 2. Nuestro malogrado maestro y consocio D. Salvador Calderón, en una de sus notas bibliográficas, nos dio cuenta de la Memoria de Félix (Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. nat., tomo ix, pág. 412). Mas luego, H. P. Oppenheim, de Berlín, publicó una excelente nota crítica en un folleto de 14 páginas, el cual es el objeto de la presente nota bibliográfica. Comienza este interesante trabajo fijando de un modo exacto y preciso la situación de los yacimientos fosilíferos objeto de las investigaciones de Félix, relacionándolos geológicamente con el terreno circundante y de las vertientes de Monserrat hacia el lado de Igualada, donde se encuentran situados; su localidad precisa es en ca'n Lluciá de Caslellolí, yacimiento fosilífero que yo he vi- sitado en el verano próximo pasado. Hace luego un examen geológico muy detenido de estos terre- nos; se ocupa de las especies que para su examen y debida com- probación recibió del profesor Félix, liaciendo notar algunas dis- paridades de criterio entre el suyo propio y el de este autor. Nosotros habíamos notado también ciertas inexactitudes en las determinaciones específicas de Félix, motivo por el que nos decidi- mos á visitar el expresado yacimiento, podiendo recoger muchos ejemplares délos poliperos más característicos, por lo que estamos convencidos del fundamento de las aclaraciones de Oppenheim. Así, en vez de la Actinacis delicata Reuss., tomada por Félix como base, señala como más adecuada y exacta la A. cognata del eocénico medio de Cormons y otra forma de Macedonia. La Goniarseca octopartita Opp. ha sido señalada como Astrocoe- nia aegyptiaca Félix, procediendo ambas referencias de tipos egi[,- ciacos y macedónicos, lo que aprovecha para señalar las íntimas relaciones y semejanzas entre los yacimientos catalanes de Bar- celona y los de Macedonia, á pesar de la gran distancia que media entre unos y otros. Expone luego la necesidad de una revisión en los Dendracis, por la confusión actual con la Madrepora, dudando asimismo del Cycloseris patera Félix, que, según su respetable opinión, no pue- de separarse del C. Perezi Miln. Edw. (= C. Borsonis Mich.), ti- pos todos ellos de Niza. La Stylocoenia macrostyla Reuss., de Félix, debe serla S. ema)- DE HISTORIA NATURAL 105 ciata M. E. La Leptomiisa costellata Fel., corresponde á las Tro- chosmilia, no pudiendo precisar si será la T. varicosa Reuss., ó la T. Panteniana Gat., á causa de imperfección de las característi- cas en el grabado de Félix. La PettalophijUia cyclolitoides Bell, corresponde al Leptaxis ex- pansa Fel.; la P. bilobata Mich. á la P. costata d'Ach.; la P. dila- tata Fel. tiene que separarse en dos formas, según los ejemplares figurados: la más pequeña corresponde á la P. bilohaia d'Ach., mientras que la otra á la Leptophyllia dilátala Reuss. Duda también el autor de la autenticidad de la Trochosmilia hilohata Mich. á base déla descripción de Félix, creyendo se trata de una Placosmilia. En varias de s'us consideraciones se apoya en ejemplares y da- tos remitidos por el ilustre ingeniero de Minas y eminente geó- logo catalán D. Luis M. Vidal. Gomo resultado de nuestra última expedición hemos podido mandar al insigne paleontólogo alemán V. Oppenheim abundancia de poliperos fósiles del tan importante y discutido yacimiento Luteciense de ca'n Lluciá, término de Gastellolí, de la provincia de Barcelona, los que tiene pendientes de estudio. —Del Sr. Darder (sesión de Madrid): Sur quelques fossiles pyriteux du Gault des Baleares.— Xsí se titula la nota publicada por Mr. Paul Fallot en los «Anales de la Universidad de Grenoble», tomo xxii, núm. 3, correspondiente al t:rcer trimestre del año 1910. En esta nota describe los Ammonílidos recogidos por Mr. No- lán en el Gault de Baleares, el cual fué el primero que reconoció dicho piso en aquella isla, y hace notar que algunos do ellos (Phy- lloceras Tethys) existen en el Yalangiense y Barremieuse del Me- diodía de Francia; oiro fPhylloceras Royanum) es propio del ap- tense de esta última localidad, y, por último, algunas especies se han descrito en el Geuomanense y Senonense de la India. La fauna, dice, tiene una facies análoga á la de la India, carac- terizada por la falta total de Hoplites, Acanthoceras, Dottvilleice- ras, etc., y por la abundancia de formas lisas. En Mallorca se presenta el Gault en sus horizontes medio y su- perior, faltando el inferior, que existe, sin embargo, en Ibiza. He aquí la lista de las especies nuevas descritas por M. Paul Fallot: 106 boletín de la real sociedad española Gaudrijceras Aeoliforme P. Fallot; Puzosia Kiliani P. Fallot; Puzosia JSolani P. Fallot, Además, se encuentran terebratulas, Inoceramiis, gasterópo- dos, Beleyn7iites y equinodermos, entre ellos un Hemiaster (?) de gran tamaño, no citados en la nota por referirse ésta únicamente á los Ammonites (Darder). Estos fósiles están en las arcillas que descansan sobre el Ba- rremiense, faltando el Aptense, y sobre aquéllas están las calizas nummulíticas. — Del Sr. Ferrando (sesión de Zaragoza): Marius Dalloni: Étiide géologique des Pyrénées de r Aragón. Marseille, 1910. (Un volumen en 4.° de 444 páginas, con 56 figu- ras intercaladas y tres láminas al final.) Esta interesante Memoria, que resume todo lo publicado hasta la fecha sobre la constitución geognóstica del Pirineo aragonés, la divide el autor en tres parles: Bosquejo geográfico, Estratigra- fía y Tectónica. En la primera describe, siguiendo principalmente á Schrader et de Margerie y á Mallada, la disposición topográfica de la re- gión, terminando con unos datos muy interesantes sobre los mo- vimientos seísmicos registrados por Marchaud en el Observatorio del Pie du Midi, de que es director. En la parte estratigráfica, trata detenidamente de las diversas formaciones sedimentarias é hipogéuicas que constituyen los Pi- rineos aragoneses, empezando la descripción de cada terreno por una introducción histórica, á la que sigue el resumen de los da- tos observados y las conclusiones deducidas. Esta parte tiene no- vedades especialmente interesantes, tales como incluir el terreno pérmico entre las formaciones secundarias por su independencia estratigráfica con los terrenos primarios y sus manifiestas analo- gías con el triásico. En Tectónica muéstrase muy discreto respecto á la aplicación de las modernas teorías de arrastres de pliegues imbricados, que tanto éxito han tenido en la explicación de la estructura de los Alpes y de los Cárpatos; por ello, tal vez, le juzga favorablemente en su último folleto sobre los yacimientos metalíferos de los Pi- rineos occidentales (Marzo de 1911) el severo crítico de Geología pirenaica P. W. Stuart Menteath. DE HISTORIA NATURAL 107 Notas y comunicaciones Contribución al estudio del carácter de la flora fanerogámica de Albacete POR JUAN DANTIN CERECEDA La provincia de Albacete, y más señaladamente todavía el tér- mino de la capital misma, no han sido aún objeto de ningún es- tudio especial desde el punto de vista botánico, fenómeno tanto más extraño cuanto que la posición del país, su particular fisio- grafía, su clima y hasta su propia constitución geológica, son mo- tivos más que suficientes para llamar la atención del viajero sobre una flora que ha de ofrecerle necesariamente notables circuns- tancias. Durante el tiempo en que, por razones de nuestra profe- sión, permanecimos en la manchega ciudad, hemos estado estu- diando sin interrupción la flora fanerogámica de sus contornos^ y, merced á ello, nos es hoy posible redactar estos ligeros apun- tes, cuya pretensión, bien modesta, se reduce á fijar el carácter délas plantas espontáneas que en aquellos alrededores habitan. De existir ó de sernos conocidos trabajos especiales sobre la flora de la región, hubiéramos vacilado antes de presentar las líneas presentes; mas la falta de publicaciones referentes á la cuestión motiva nuestro atrevimiento. Toda la comarca recorrida por nosotros para la recolección y es- tudio de las especies, se halla comprendida en el adjunto croquis y abarca los alrededores de la capital de la provincia de Albacete, mas los términos de Tinajeros y Felipa por el N. y los de El Salobral, Argamasón y Los Anguijes por el S. Al E., se incluye también una pequeña parte del término de Chinchilla, al pie de la sierra ó serreta de su nombre, aun cuando realmente, dada su altura, no merezca, ni mucho menos, título tan pomposo. La comarca en- tera se halla enclavada en la meseta central de la Península, pre- cisamente en su borde SE. y en el ángulo sud-oriental de los ex- tensos páramos de la Mancha, llanura dilatadísima limitada ya en estas cercanías por los primeros levantamientos de la mencio- 108 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nada Sierra de Chinchilla al E. y los de las Peñas de San Pedro al S. y más á su SW. por la Sierra de Alcaraz, nudo montañoso de verdadera importancia, con alturas dignas de ser tenidas en cuen- ta. La posición geográfica exacta de Albacete es la de 38°, 59' y 47" de latitud y T 49'o4" de longitui E. del meridiano de Madrid. Las determinantes del clima de la región que se considera son, aparte de su misma situación geográfica, su altura sobre el nivel del mar (680 metros por término medio, que viene á ser pró- ximamente la de la meseta central) y una multitud de circuns- tancias y condiciones locales que, en lo posible, iremos especifi- cando (1). El clima de Albacete es bastante estremado, si bien no en la medida en que lo pregona su fama tradicional; se parece al de la meseta central de España, aunque con temperaturas bastante más exageradas y con algunas otras ligeras variantes. Se caracteriza por ser frío y seco en invierno, cálido y sumamente seco en ve- rano, primaveras extraordinariamente agitadas y revueltas, que obedecen no sólo á grandes oscilaciones termomctricas, sino á la presencia de recios vientos del W. y NW., acompañados, con cierta frecuencia, de inopinadas granizadas, capaces de compro- meter las ya cercanas cosechas. El otoño es, de todas, la mejor es- tación; su ambiente es tibio y moderadamente húmedo, condi- ciones más que excelentes para la oportuna recolección del aza- frán, riqueza del país; los vientos bonancibles, sin que lleven consigo bruscos cambios de temperatura. Con todo, lo más carac- terístico, lo peculiar del clima que nos ocupa, es la escasa hume- dad del aire; ella motiva las fuertes oscilaciones del termómetro en el período diurno, más especialmente en el invierno y en el verano. No son raros en el mes de Enero largos períodos de días completamente despejados, de calma y agradable temperatura al sol, seguidos de noches extremadamente frías con mínimas de cinco á siete grados bajo cero y hasta de diez y de once si han sido precedidos de alguna nevada. Del mismo modo, durante la estación estival, tras días de calor abrasador, se disfruta de no- ches muy frescas, llegando en las madrugadas á hacerse sentir (1) Todas las noticias y datos numéricos referentes al clima se deben á la amabilidad de mi compañero Sr. Alonso, catedrático de Física y Quí- mica y jefe del Observatorio del Instituto de Albacete, á quien guardo profundo reconocimiento. DE HISTORIA NATURAL 109 el frío con marcada intensidad. En la primera quincena de Mayo, realmente temible, raro es el año en el que no se note algún des- censo anormal de la temperatura con mínimas de cero grados ó muy próximas á este límite, y en los momentos en que siempre se causan graves daños en los cultivos y en las viñas especialmente. En lo que afecta á los vientos dominantes, pueden colocarse en este orden: W., SE. y NW. El primero y el último son más fre- cuentes en los primeros meses del año, invierno y primavera, y llegan á adquirir en ocasiones enorme violencia, debida por cier- to, en parte, á la falta de accidentes orográficosen los puntos car- dinales de donde proceden. El SE. y el E. son más propios de los meses restantes. El N. y el NE. apenas si se presentan, pero cuan- do soplan van acompañados de una extremada frialdad. La ya citada falta de humedad, de suyo tan característica, da lugar tam- bién á la escasez de nieblas en Albacete. Solamente en algunas mañanas de Diciembre y en menor número en las de Enero se notan, para desaparecer á más tardar de doce á dos de la tarde. Si de estas generalidades que, no obstante, precisan ya deter- minadamente el carácter del clima, pasamos á los dalos numéri- cos, nos encontramos con que la temperatura media del invierno es de o°,2; la de la primavera, de 11°, 6; la del verano, de 2-2°, 7, y la del otoño, de 14°,6, así como la temperatura media anual es de 13'',4 (I). Si abandonando las temperaturas medias pasamos á ocuparnos de los promedios de las máximas y de las mínimas, observaremos que el promedio de las temperaturas máximas del invierno es el de 16°; el de las de la primavera 26°, 5; el de las del verano 3"/°,l; el de las del otoño 26°,9, y el anual 26°,6. En las mí- nimas, el promedio del invierno está reducido á — 6°,6; el de la primavera alcanza ya á — 0°,6; el del verano asciende á S°,3; el del otoño es de 2°,1, y el anual es, por último, de r,0. Pero nadie ignora que en las investigaciones fitográficas es sólo de una relativa importancia el conocimiento de la temperatura media anual, y es, en cambio, de un primordial interés la obser- vación de las temperaturas extremas y su distribución anual. En (1) Las medias anuales se refieren al año natural y pueden, por tanto, diferir de las que se obtienen con las de las cuatro estaciones, que se re- fieren al año meteorelógico contado desde 1." de Diciembre al 30 de No- viembre. El invierno de cada año comprende el mes de Diciembre del an- terior. lio IJOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA tal respecto, las temperaturas máximas extremas de Albacete son las siguientes: la del invierno, 21°,!; la de la primavera, 36°, 9; la del verano, ^l^S; la del otoño, 35", i, y la del año, 41°, 8; natural- mente, la de su verano. En cuanto toca á las mínimas extremas, la temperatura del invierno es de — 11°, 5; la de la primavera, — 8°, 2; la del verano, 5°,8; la del otoño, —5°, 6, y no hay necesi- dad de advertir que la mínima extrema del año es la de su invier- no, — 11°, 5. Con datos semejantes ya estamos en condiciones de asegurar que la oscilación termométrica de la región, entre la mí- nima del invierno y la máxima de su verano, llega á alcanzar una diferencia de 530,3. Se explica ya suficientemente que el clima sea tan extremado. Se afirmaba en líneas anteriores que lo característico del clima de la comarca era la escasa humedad atmosférica; así lo ponen de manifiesto las observaciones higrométricas sobre la humedad re- lativa del aire, que en el invierno alcanza 72, en la primavera 55, en el verano sólo 38 y en el otoño 64, elevándose el promedio anual únicamente á 58. No se señala el clima por lo lluvioso, tanto que los días de llu- via al año son solamente 64 y la cantidad de lluvia caída la de 363 mm, por término medio. Tal número de días y tal cantidad de lluvia pueden descomponerse así: en el invierno llueven quin- ce días y caen 63 mm. nada más; en la primavera, veintitrés de los primeros y 136 mm.; en el verano, muy seco, sólo siete de los primeros y 54 de los segundos, y en el otoño, diez y nueve y 111, respectivamente. Fácilmente se alcanza ahora, con la reunión de tantos y tan diversos elementos climatológicos, lo frío y seco del territorio, circunstancias que condicionarán el carácter déla vege- tación y determinarán igualmente la escasa duración de su vida, ya que á una primavera agitada y variable sucede bruscamente un verano abrasador que agosta todo en muy poco tiempo. Los datos que anteceden son siempre el promedio de las obser- vaciones tomadas en el último decenio, las cuales no tenemos in- conveniente en reproducir en los siguientes cuadros para mayor ilustración de la cuestión (1): (1) Las observaciones se interrumpieron en 1." de Julio de 1902, por reconstrucción de la torrecilla del Observatorio, y se reanudaron en la primavera de 1903. Se han agrupado en un año (1902-1903) las observa- ciones de los seis primeros meses de 1902 y de los seis últimos de 1903. DE HISTORIA NATURAL 111 Temperaturas medias. AÑOS Invierno. Frimavera. Verano. Otoño. Anual. 1900 . 6,9 11,4 12,0 J2,0 12,6 12,7 10,5 11,2 11,2 11,8 10,1 23,0 24,0 •22,5 23,tD V2,7 V3,4 22,9 20,9 21,3 22,4 '7,4 10,0 14,3 13.9 12,5 13,8 14,9 15,7 14,2 12,9 14,0 1901 4,9 14,0 1902- 19Ü4 . 1903 4,9 4,6 13,6 13,9 1905 . 5,0 13,1 1906. 4,7 13,1 1907 . 4,1 13,5 1908. 6,3 13,4 ]9i;9 . 4.7 13.1 1910. 6,2 12,8 Di 'cenio 6,2 11,6 22,7 14,6 13,4 Promedios de las máximas. AÑOS Invierno. Primavera. Verano. Otoño. Anual. 1900 . 17,9 25,3 24,9 27.6 26,1 29,1 26,3 27,3 26,1 26,4 25.5 36,9 36,0 36,9 37,2 37,6 38,1 38,1 36.7 36,8 36,6 28,0 25,7 29,1 27,2 24,7 26,8 2.1,9 28,4 27,5 26,7 26,8 1901 14,1 25,1 1902- 1904. 1903 15,2 14,9 27,4 26,4 1905 . 15,5 26,8 1906. 15,9 26,9 1907 . 17,1 2t5,6 1908 , 16,3 27,0 1909 . 15,1 26,7 1910, eceyxio 17,5 26,4 D 16,0 26,5 37,1 26,9 26,6 Promedios de las mínimas. AÑOS Invierno. Primavera. Verano. Otoño. Anual. 1900. 1901 . -2,5 -7,6 -0,4 1,0 2,0 0.9 - 1,4 -0,9 -2,7 0,0 -0,6 -3,7 -0,6 9,6 10,9 9,2 9,3 8,9 11,0 8,6 9,1 8,2 8,3 2,7 2,3 -0,6 1,5 1,9 1,4 2,8 4,6 2,1 2,2 2,1 2.2 1,0 1902- 1904 ■1903 -9,2 -6,1 0,7 1,8 1905 , -6,4 0,6 1906. -8,2 0,7 1907 , -8,4 0,5 1908 . -6,7 1,9 1909 -6,6 0,9 1910, -4,8 0,2 Decenio - 6,6 8,3 1,0 112 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Humedad relativa. A Ñ 0 S Invierno. Primavera. Verano. Otoño. Año. 1900. 1901 68 73 62 57 6tj 55 5U 58 49 62 57 53 39 42 43 36 38 37 34 39 36 38 62 66 57 66 64 65 66 66 59 65 66 60 1902- 1904. •1903 82 76 61 66 1905. 69 56 1906 . "2 68 1907 1908. 6á 72 55 57 1909. 70 56 1910 73 58 ecetiio D, 72 55 38 64 68 Temperaturas máximas extremas. AÑOS Invierno. Primavera. Verano. Otoño. Año. 1900 21,1 29,9 37,9 32,9 1901 16,1 30,1 37,3 34,0 1902-1903 16,5 29,1 39,0 33,8 1904 18,0 32,8 38,6 33,9 1906 16,1 30,6 39,8 33,2 1906. 16,5 36,9 39,5 32,1 1907 19,1 29,3 40,3 31,9 1908 16,4 32,6 39,0 35,1 1909 ■ 19,6 30,3 41,8 33,0 1910 19,3 29,5 36,9 34,2 Decenio 21,1 36,9 41,8 36,1 41,8 Temperaturas mínimas extremas. A Ñ 0 .S Invierno. Primavera. Verano. Otoño. Año. 1900 - 2 8 -5,2 -2,0 0,0 -3,8 - 3.3 -3,7 -8,2 -2,8 -5,0 -5,0 -8,2 8,8 10,2 5,8 7,4 8,2 9,8 6,4 6,1 6,0 6,8 -2,3 -4,0 -5,6 -4,3 -1,0 -3,7 -0,7 -1,8 -3,6 -2,2 1901 - 11, 6 1902-1903 .. 1904 .. -11,5 - 7 0 1906 - 11 3 1906 - 9,7 1907 -113 1908 1909 .. - 7,8 - 7 8 1910 - 6 8 Decenio .. -11,6 5,8 -6,6 -11,5 ANOS DE HISTORIA NATURAL 113 Lluvia total y días de lluvia. lavierno. Primavera. Verano. Otoño. Año. Total. Dias. Total. Días. Total. Dias. Total. Días. Total. Dias. 1900 . 86 17 172 24 90 6 100 15 416 60 1901 . 92 19 loó 23 92 8 89 24 454 79 1902-1903.... . 62 19 162 28 100 5 52 12 36o 61 1904 75 18 134 19 29 7 141 17 380 Hl 1905 . 38 . 99 11 16 38 169 10 26 S3 45 8 U 135 162 25 17 245 466 54 1906 74 1907 . 33 11 88 17 54 3 150 26 320 57 1908 . 38 1.5 168 21 46 9 113 21 366 61 1909 é... . 58 13 141 31 33 5 67 18 288 65 1910 . 52 14 134 26 23 4 102 18 327 64 Decenio . . . . 63 15 13d 23 54 7 111 19 363 64 El carácter que el clima pueda determinar en la naturaleza de la vegetación espontánea, se halla modificado por la fisiografía particular del territorio entero, la constitución geológica del te- rreno, el régimen de su? aguas y el aspecto general del suelo. La comarca por nosotros recorrida se halla en su mayor parte en las llanuras manchegas, áridas y desoladas, limitadas al S. por las Peñas de San Pedro, cordal NE. de la Sierra de Alcaraz, con una altura máxima de 1.290 metros, y al E. por la Sierra de Chinchilla, parte de cuyas colinas hemos recorrido también en nuestras herborizaciones. Además de las pequeñas elevaciones de Chinchilla, existen en El Salobral unos cerros, llamados en lape- dauía Cerros del Marqués, situados al E. del pueblo, délos cuales el Cerro de la Artillería alcanza entre todos la máxima elevación, que viene á ser de unos 770 metros, altura de escasa importancia, si se tiene en cuenta que la llanura se halla en aquellos parajes á 699 metros sobre el nivel del mar (1). Por Los Anguijes y Ar- gamasón destacan unos cerreles, también de minúsculas elevacio- nes, que representan las últimas gradas \. de las Peñas de San Pedro. De reducidas proporciones son estos relieves, pero destacan por (1) Véase mi nota Una excursión por los alrededores de Hemúlidos: 53. Orthopristis Benelti Lowe. vulg. Roncador.— MehWsí, Mar Chica. 54. Parapristipoma viridense G. et Y. vulg. Boca de Oro. — Melilla. Ménidos: 55. Spicara alcedo (Risso). vulg. Judío y Caramel. — Melilla. EspAridos: 56. Dentex dentex Val. vulg. Capítol.— MeMWa. 57. Dentex filosus Val. vulg. Sama de pluma. — Melilla. 58. Spondyliosoma cantharus (Gm.) vulg. C/iof)a. — Melilla, Mar Chica. 59. Chrysophrys aurata L. vulg. Z)oracia.— Melilla, Mar Chira. 60. Pagrus pagrus (L.)— Melilla. 61. Pagrus orphus C. el \ . vulg. Pargo. — Melilla, Mar Chica. • 62. Pagrus Bertholoti Val.— Melilla. 63. Pagellus mormyrus (L.) vulg. ^tírrera.— Melilla, Mar Chica. 64. Pagellus breviceps G. et V. vulg. Pacha. — Melilla. 65. Pagellus acame G. et V. vulg. Besugo. — Melilla. 66. Pagellus hogaraveo (Brüii.) — Melilla. 67. Pagellus erythrinus (L.) vulg. Breca. — Melilla, Mar Chica. 68. Charax puntazzo [Gm.) vulg. Sargo picudo. — Mar Chica. 69. Diplodus vulgaris (GeofF.) vulg. Mojarra. — Melilla, Mar Chica. 70. Diplodus annularis (L.) vulg. Raspallón. — Melilla, Mar Chica. 71. Diplodus sargus [L.] vulg. Sargo. — Melilla, Mar Chica. 160 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA 72. Box boops (L.) vulg. Boga. — Melilla, Mar Chica. 73. Box salpa (L.) vulg. Zalema. — Melilla, Mar Chica. 74. Oblada rnelanura L. vulg. Doblada. — Melilla, Mar Chica. MúLiDOs: 75. Mullus barbatus L. vulg. Salmonete. — Melilla, Mar Chica. 76. Mullus barbatus surmuletus L. vulg. Salmonete. — Melilla. Tríglidos: 77. Dactylopterus volitans L. vulg. Chicharra. — Melilla, Chafarinas. 78. Trigla lyra L. vulg. Rafel. — Melilla, Chafarinas, Mar Chica. 79. Trigla corax Bp. vulg. Patrón, — Melilla, Chafarinas. 80. Trigla corax Bp. var. poeciloptera. — Melilla. 81. Peristedio7i cataphractum C. et V, vulg. Malarmado. — Melilla, Chafarinas. Escorpénidos: 82. Seorpcena scrofa L. vulg. Gallineta. — Melilla, Chafarinas. 83. Seorpcena porcus L. vulg. Rascasa. — Melilla, Chafarinas. 84. Sebastes dactyloptera Günlh. vulg. Pampol rascas. — Chafarinas. Berícidos: 85. Beryx decadactylus Cuv. vulg. Japuta. — Melilla. Serránidos: 86. Apogon imberbis Güth. — Melilla. 87. Dicentrarchus punctatus (Bloch.) vulg. Batía.— Melilla, Mar Chica, DE HISTORIA NATURAL 161 88. Dicentrarchus lábrax (L.) vulg. Róbalo. — Melilla, Mar Chica. 89. Polyprion cernium Val. vulg. Pampoí.^ Melilla. 90. Serranus atricauda Günth. vulg. Vaca serrana. — Melilla. 91. Serranus cabrilla []j.] vulg. Serrano. — Melilla, 92. Se7'ranus scriba (L.) vulg. Vaca. — Melilla. 93. Paracentropristis hepatus (L.) — Melilla. 94. Epinephelus gigas (Bviin.) vulg. A/ero.— Melilla, Chafariuas. 95. Epinephelus alexandrmus (G. et V.) vulg. 4bade;o. — Melilla. 96. Epinephelus canimis (Yal.j vulg. Chema. — Melilla. 97. Mycteroperca rubra (Bloch.) vulg. 6^iíano.— Melilla. 98. Anthias anthias (L.) vulg. Tres Colas.— Tves Forcas. ESGIÉNIDOS: 99. Umbrina ronchus Val. vulg. Corballo de hondura. — Melilla. 100. Umbrina cirrosa (L.) vulg. Berrugato. -MeliWa., Mar Chica. 101. Umbrina Lafonti Movea.u. vulg. Corballo de arena. — Melilla. 102. Scicena aquila (Lacep.) vulg. Corbinato. — Melilla. 103. Scicena timbra (L.) vulg. Corbina.— Melilla, Ghafarinas, Mar Chica. XíFiDOs: 104. Xiphias gladius L. vulg. Aguja pa/ea. — Melilla. 162 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ESCÓMBRIDOS: 105. Scomher scombrus L. vulg. Caballa. —MeliU^, Tres Forcas, Ghafarinas. 106. Scomber colias Gm. vulg. Caballa. — Melilla, Mar Ghica, Ghafarinas. 107. Pelamys sarda Bl. vulg. Cerda.— Melilla. 108. Lichia amia (L.) vulg. A las jóvenes Dorado; á las grandes Serviola. — Melilla. 109. í ichia vadigo Risso.— Melilla. 110. Lichi(t glauca (L.) vulg. Palometa. — Melilla. 111. Serióla Dumerilii[Pásso]. vulg. Verderol. — Melilla. 112. Trachurus tr achurus \j. vulg. Jurel. — Melilla, Tres Forcas, Ghafarinas, Mar Ghica. 1 13. Decaplerus rhonchus (Geoff.) vulg. Jurel Real. — Mar Ghica. 1 14. Zeus faber L. vulg. Ga/ío.— Melilla. 115. Coryphcena equisetis L. vulg. Llampua. — Melilla. 116. Slromateus fiatolu L. vulg. Pámpano. — Melilla. GÓBiDOs: 117. Gobius niger L. vulg. Torillo. — Mar Ghica. Blénnidos: 118. Blennius pavo Ris^so. vulg. Vieja y Perro. — Melilla. 119. Blennius palmicornis G. et V. vulg. Vieja y Perro. — Melilla. 120. Blennius tentacularis Biün. vulg. Vieja y Perro.— Melilla. 121. Blennius Montagui Flern. vulg. Vieja y Perro. — Melilla. de historia natural 163 Traquínidos: 122. Trachinus draco L. vulg. Araña. — Melilla. 123. Trachinus araneus Cuv. vulg. Araña. — Melilla. 124. Trachinus radiatus G. V. vulg. Araña. — Melilla. 125. Lranoscopus scaber L. vulg. fiaía.— Melilla, Ghafariuas. LÓFiDOs: 126. Lophius piscatoriiis L. vulg. ñape.— Melilla. 127. Lophius budegassa Bp.— Melilla. iir De las localidades en que estos peces se encuentran, naturaleza de los fondos, etc., di una nota sumaria en mi comunicación al V Congreso Internacional de Pesca, que se celebró en Roma en Mayo último, acerca de la pesca en la costa del Rif. Resalta en la lista anterior, ante todo, una gran riqueza áe formas específicas. En segundo término, llama la atención la presencia y aun la abundancia de peces que provienen de las costas occidentales de África. Algunas especies, que son abundantes en Canarias, no es- casean en las proximidades de Melilla. La mezcla de formas atlánticas con formas mediterráneas, es nota bien característica déla fauna de aquel litoral del Rif. Ya hice resaltar el hecho en una comunicación inserta en este mismo Boletín (1), agregando que incuestionablemente la corriente atlántica que penetra en el Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar, sigue la costa del Rif hasta la desembocadura del Muluya. El Serrajíus atricauda es común en las Azores, Madera, Cana- rias y costa occidental del África. Nunca había sido citado en el Mediterráneo. La Parapristipoma viridense, había sido citada en el Medite- (1) Junio, 1910. Plan de trabajos comunee en los Laboratorios biológi- co-marinos del Mediterráneo. Í64 BOLETÍN DE LA REAL SUCIEDAD ESPAÑOLA rráneo, pero seguramente es escasa pasadas las costas del Rif, mientras en éstas abunda. Lo mismo sucede con el Dentex filosus, el Decapterus rhonchus, el Orthopristis Benetti, la Umbrina rhon- chus, el Dentex filosus, etc. La captura de ejemplares sueltos á lo largo de la costa mediterránea del África y aun en el Adriático, es accidental. La presencia de las especies del Atlántico S. indi- cadas, en la costa del Rif, es constante; constituyen motivos de pesca cada año. Tengo, además, certeza de que algunas crecen y aun crían en la costa rifeña; además de las bandas emigrantes que cada año aparecen, hay ejemplares endémicos. El estudio de los ejemplares que el Dr. Fage ha tenido á su disposición, le ha permitido desde luego fijar bien la característi- ca del Byporamphus Picarti, muy distinto del F. unifasciatiis de Bahía y Madagascar, y definir exactamente la Solea angulosa. Estoy cierto de que el examen detenido de los ejemplares que resta estudiar, ha de permitir obtener de otras especies resulta- dos auálagos. Es en la costa rifeña muy abundante la serie de los Epinephelus; son también abundantísimos los escualos; ofrecen gran interés los esciénidos, de los que hay ejemplares de tamaños y habitat muy diferentes. Hemos recogido cuidadosamente los nombres vulgares; todos e'los pertenecen á nuestro idioma; algunos corresponden á los que reciben las mismas especies en Canarias; otros son frecuen- tes en la costa andaluza y muchos coinciden con los que se dan á los mismos peces en Torrevieja; hay que tener en cuenta que las flotillas pescadoras que cada año hacen campaña cerca de Me- lilla ó en Ghafarinas, están tripuladas por pescadores de Torre- vieja ó pueblos inmediatos. IV Sin duda alguna la localidad más interesante de la costa rifeña es Mar Chica, laguna extensa apenas separada del mar por una faja de arena que no pasa de 150 m. en algunos puntos, y que tiene detrás la dilatada llanura de Zeluán. Mar Chica es poco profunda, y sólo en derredor del Atalayón, cerro eruptivo situado del lado de Melilla, la profundidad es algún tanto considerable. El fondo le forma ese barro negro, caracterís- tico de lagunas análogas, y hay algunas praderas de zosteráceas de hojas lineales casi. DE HISTORIA NATURAL 165 Ha tenido esa laguna alternativas de comunicación amplia con el mar y de absoluto aislamiento, con períodos intermedios en que la comunicación, durante los temporales, no bastaba para compensar la evaporación. En la fauna de aquella costa, estas alternativas tienen gran influencia. Una buena parle de los peces atlánticos viven en Mar Chica, y adaptándose algunas formas á esa especie de estabula- ción forzosa, han debido adquirir caracteres especiales. Nosotros hemos conocido Mar Chica en plena comunicación, con plétora de pescado; en ella entraban hasta escualos de mediano tamaño; había abundantes bandas de sábalos (Alosa), de boque- rones, de caballas, de jureles, de saltones (Byporamphus), de roncadores (OrthopristisJ, de jureles reales (DecapterusJ; los espá- ridos se pescaban por toneladas (chopas, doradas, pargos, herre- ras, brecas, sargos, mojarros, raspallones, bogas, zalemas y do- bladas); lo mismo las lisas, los róbalos (Dicentrardius), las cor- binas, berrugatos CUmhrina cirrosa), salmonetes, espetones, arañas, roagallos, frigias, lenguados, anguilas, Atherinas, etcé- tera, etc. Hemos visto algunas especies recluidas allí, escasas fuera de la zona de mar inmediata, como los saltones y las alosas. Hemos visto la laguna aumentando en verano de salazón y des- poblándose, con las márgenes llenas de peces muertos después de haber quedado escuálidos, sin masas musculares casi, y en su mayor parte ciegos. Hemos admirado la resistencia enorme de doradas, lisas y róba- los, que aún vivían cuando la salazón llegaba á siete grados, que luego perecían, después de quedar ciegos, y muertos parecían de cartón. Y, por último, hemos visto Mar Chica convertida en salina, despoblada, muerta. Y cuando en 1910 (primeros de Agosto) se abrió la Bocana, vimos entrar en bandas incontables los peces, á tomar posesión de aquellas aguas, llenas de materia orgánica, por las que tienen marcada preferencia. Y si guardamos tristes recuerdos de aquella apertura en que perdimos ricos materiales, se destrozó nuestro barco y estuvimos expuestos á perder la vida, no es ingrato el recuerdo de la emi- gración, el éxodo, casi fabuloso, de peces que presenciamos y de aquella pesca originalísima realizada por moros desnudos, que 166 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA hacían destrozos golpeando con sables y hasta con palos las ban- das de peces. Insisto en que Mar Chica es la nota más interesante de aquella costa, y en que sus alternativas han tenido influencia decisiva en la característica de la fauna ictiológica de la región, cuyos carac- teres atlánticos son tan notables. Dos nuevas especies españolas del género «Asida» POE M. MARTÍNEZ DE LA ESCALERA Glabrasida Uhagoni sp. n. Loe. Cala en la prov. de Huelva (C. Bolívar). Long. 9 18 mm.; (^' 12 mm. Larg. » 17 » » 9 » Cuerpo negro, alargado, moderadamente convexo, desnudo en el profórax y gran parte de los élitros, sobre los que se perciben, y más cerca de su terminación, numerosas cerditas rojo-doradas visibles con un pequeño aumento, muy cortas y apenas recli- nadas. Cabeza muy profunda y gruesamente punteada; antenas lar- gas, llegando al borde posterior del protórax con todos sus arte- jos, á partir del tercero, dos veces más largos que anchos, por lo menos, gradualmente ensanchados hasta el ápice, con el artejo 10 trapezoidal tan largo como ancho mirado por su mayor an- chura y el 11 globular, siendo las antenas en la 9 fi^ás cortas y sus artejos también en proporción. Protórax transverso, de márgenes levantadas y anchas, con el borde liso y redondeado; de base bisinuosa más estrecha que la de los élitros, con los ángulos posteriores declives y moderada- mente prolongados y agudos; con el disco reliculado por igual con los puntos oblongos profundos y contiguos, haciéndosela re- ticulación más gruesa y profunda en las márgenes. Élitros con vestigios de tres costillas vagas y apenas salientes del fondo, profusamente punteados, puntuación que se convierte en granulación fina cerca de los húmeros y en los bordes y tercio posterior de los élitros. DE HISTORIA NATURAL 167 Patas fuertes y robustas con pubescencia dorada y corta, así como el abdomen, que está profusamente punteado con puntos redondos y aislados. Este tipo viene á colocarse al lado de Gl. Crotchi Uhag. y Mar- seuli All. y es distinto de ambas por las diferentes puntuaciones del protórax, que recuerda algo al de las GL Gondotiy ventñcosa. La doy este nombre en recuerdo del naturalista que más con- tribuyó al conocimiento de la fauna entomológica española, don Serafín de Uhagón. Planasida Candidoi sp. n. Loe. Gala en la prov. de Huelva (C. Bolívar). Long. 2 18 mm.; cT 16 mm. Lat. » 8,0 » » 7 » Cuerpo negro ó castaño obscuro; oval, muy alargado y plano por arriba, más ó menos cubierto por una capa terrosa que ocul- ta en parte la pubescencia dorada de que están provistos los élitros, así como unas costillas vagas, ramosas, interrumpidas y poco aparentes y donde la pubescencia es más visible. Cabeza medianamente punteada y más unamente en el labio. Antenas gráciles, llegando al borde posterior del prolórax, con todos sus artejos, á partir del tercero, muy notablemente más largos que anchos, poco engruesadas hasta el noveno y brusca- mente ensanchadas en el 10 trapezoidal transverso, el 11 globular y bien destacado del precedente, finamente erizadas de pubescen- cia rojiza. Protórax transverso, casi plano en el disco y con las márgenes anchas y muy levantadas; bisiuuoso en la base y de ángulos pos- teriores agudos y acusados, bien prolongados hacia atrás, pero nada divergentes ni rebatidos; algo más estrecho en dicho pumo que la base de los élitros; de lados redondeados, pero no con ex- ceso; disco cubierto de granulaciones medianas, aisladas, algo más contiguas cerca de las márgenes y sobre éstas, donde son me- nores; cara inferior del mismo muy profundamente fosulada. Élitros con ramosidades costiformes poco aparentes, ó mejor ves- tigios de tres ó cuatro costillas interrumpidas; hacia el medio de la base dos apuntamientos de costillas bien aparentes lisas y bri- llantes de 2 á 3 mm. de longitud y desvanecidas después, con al- gunos pequeños granulos cerca de la base; con la arista lateral 168 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA cortante y levantada y parte rebatida del élitro finísimamente granulada. Abdomen muy finamente punteado y pubescente de rojo-dora- do. Patas gráciles y de tarsos alargados; tibias anteriores con granulaciones regulares en su borde externo, lo que las hace apa- recer como aserradas. Pertenece al grupo de Paulinoi Per. y Morae Pérez, y dife- lente por su tamaño mitad mayor, granulación protorácica que la acerca por este carácter á marginicollis Ramb. y por el aserra- do de las tibias anteriores, poco frecuentes en las «Asidas». Dedico la especie, que como la anterior de la misma locali- dad ha sido encontrada por D. Cándido Bolívar y Pieltain, á tan entusiasta colega. Notas para la flora micológíca gallega pon CÉSAR SOBRADO MAESTRO Todo el tiempo que vengo dedicándome al estudio de los hon- gos de los alredores de Santiago, me ha preocupado la idea de formar una colección que fuese testigo de mis trabajos. Esto ofre- cía sus dificultades, no sólo por lo que á la conservación de los hongos se refiere, sino, y muy principalmente, por lo cara y de gran volumen que la tal colección había de resultar. Hoy, feliz- mente, estas últimas dificultades han desaparecido, pues nuestro consocio mi querido amigo el Sr. García Várela, ha puesto á mi disposición los recursos necesarios, y ya en el Museo de Historia Natural de esta Universidad hay los primeros 100 ejemplares de la futura colección. Utilizamos para la conservación soluciones acuosas de formol de variada concentración, y por lo que hasta abora puede obser- varse (algunos ejemplares llevan cinco meses en formol) la forma general del hongo se conserva siempre; las especies de algunos géneros (Russula, Amanita) pierden ó cambian su coloración, y hay especies que conservan el mismo aspecto que tenían; en todo caso es conveniente, y así lo hacemos, indicaren las etiquetas, las coloraciones en fresco. Algunas de las especies conservadas se DE HISTOniA NATURAL 169 han mencionado en notas anteriores, pero otras son nuevas para !a flora de estos contornos. Tal ocurre con las siguientes: TremeUa mesenterica Retz.— Sobre ramas muertas de roble. San Lorenzo. En casi todas las estacas que sirven de sostén á los alambres que bordean los jardines del paseo de la Herradura. Craterellus sinuosus Fr.— De esta especie, recogida por primera vez en Asturias por mi querido maestro el Dr. Lázaro, y publica- da en sus notas micológicas (segunda serie) con una buena foto- grafía, he recogido este Otoño abundantes ejemplares en el Bos- que déla Duquesa. Dos nuevas especies del género Hydnum tenemos que añadir alas publicadas anteriormente: el Hydnum graveolens Délas, y el R. mucidtim Pers.; ambos fueron recogidos en el Bosque de la Duquesa: el último no ha sido mencionado hasta ahora como for- mando parte de nuestra flora. A las numerosas especies de Boletus, ya publicadas, hay que añadir el Boletus cianescens Bull. — Gastiñeiriño. — armeniacus Q. — ídem. — castanneus Bul).— Bosque de la Duquesa. — pachipus Fr. — ídem. — Boudieri Q. — ídem. Del género Polyporus hemos recogido dos nuevas especies, el P. radiatus Sou. (Gastiñeiriño) y el P. velutinus en el Campo de Santa Isabel, el primero parásito sobre troncos de cerezos, y el se- gundo sobre ramas de roble; éste, no ha sido citado en España. Pholiota agerita Fr.— Sobre troncos de chopo en la Herradura y carretera de La Goruña sobre saúco en las carreteras del monte Pedroso y Gastiñeiriño. Del género Cortinarius hemos encontrado cinco especie más: el C. duracinus Fr. ya indicado en otras localidades y el C. orella- ñus Fr., C. hrmineus Per., C. Isabellinus Batsch., C. acutus nue- vos para la flora española, todos fueron recogidos en el Bosque de la Duquesa, y de todos tenemos ejemplares en la colección de la Facultad de Ciencias. Nuevo es también, para nuestra flora, el Rypholoma suhlaterí- tium S., recolectado en San Lorenzo. En el mismo caso se encuentra el Gomphidius ro^eus Fr., del que poseemos un buen ejemplar que se conserva admirablemente y que fué recolectado en el monte Pedroso. no BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Lactarius ichoratus Batsch. y Laclarius serifluus Fr. var. cimi- carius Batsch. De ambas especies poseemos ejemplares perfecta- mente conservados: la primera, recolectada en el Bosque de la Duquesa; la segunda sobre robles en los Molinos de San Loren- zo; ambas no han sido citadas hasta ahora en España, Anellaria separata L. He recogido únicamente tres ejemplares de esta bonita especie en el camino del Monte Sarela, ejemplares que se conservan muy bien y que son los primeros de este géne- ro que se recolectan en España. Helvella lacunosa Afz. — Bosque de la Duquesa. Sobre dos nuevos yacimientos ordovícicos en los Bajos Pirineos. (Nota prelimmar) POR M. FAURA V SANS (Lámina iv.) Relación estratigráfica de la Collada de Tosas. — Acompa- ñado deM. A. Joly, geólogo argelino, estuvimos en la Collada de Tosas, sitio donde el ingeniero jefe de los ferrocarriles transpirenai- cos, el Sr. Salinas, había encontrado algunos restos fosilíferos, que se hallan en el Museo de Madrid. -Fuimos en busca de ellos y á hacer un reconocimiento in situ, por tratarse de una forma- ción paleozoica muy antigua; pero solamente pudimos recoger ciertas impresiones muchísimo más dudosas que las mandadas anteriormente. En lo alto de la Collada, en la carretera que va de Ribas á Puigcerdá, hay las pizarras ordovícicas, con buzamiento al NE., y, luego, saliendo de la Collada Vieja, hacia la cantera de Plana Rodona, queda por debajo del camino el afloramiento, al parecer de cuarcitas, que son unos extraordinarios crestones de grauwackas cuarzosas, de muy gruesos elementos, con mani- fiestos caracteres de pudinga. Aquella ladera es de pendiente bas- tante uniforme, sobresaliendo las grauwackas, debajo de las cua- les, como incluidas en aquellos mismos estratos, están unas pi- zarras de un color verde sucio. Por debajo se extiende un ba- rranco de muy poca importancia, que tiene su origen allí mismo, en la Collada Vieja; siguiendo por él, como á unos 200 m. agua abajo y en la ladera izquierda á unos 15 ó 20 m. de altura so- Bol. de la R. Soc. esp. de Hist. nat. Tomo Xn.— LÁM. IV FiG. I.^ — «Favosites;>, n. sp. FiG. 2.^ — «Cystiphyllum», sp. ¡nd. DE HISTORIA NATURAL 171 bre el fondo, es el lugar preciso donde Salinas encontró sus fósiles. Yo no pude ver más que algunas malas impresiones fosilíferas, pero que pueden servir de apoyo para nuestros estudios (1). En cambio lo que rae llamó más la atención fué la presencia de aque- llas grauwackas, que si bien corresponden á un nivel más infe- rior á las pizarras ordovícicas de la carretera, están levantadas por una fuerte compresión lateral, que continúa á lo largo de la cordillera pirenaica; debido, á buen seguro, á una profunda falla que figue por la Molina y reaparece más allá de la Gerdaña. En combinación con aquélla, que podríamos considerar como prin- cipal, había otra oculta de menos importancia; lo que deduje por una ligera diferencia de inclinación que se nota en los estratos raanifieslamente ordovícicos y aquéllos, y, por último, debajo un césped espeso que cubre todas estas relaciones estratigrá- ficas; más allá de aquellos crestones, reaparecen las calizas griot- tes devónicas, muy espatizadas, de colores grises y con estratifi- cación desordenada. Mejor idea dará de aquellas condiciones estratigráficas el corte que acompañamos (fig. 1.'); y esperamos que con los trabajos de in- geniería que se están realizando en aquellos terrenos podremos (1) Ea estas mismas páginas del Boletín nos dio cuenta el profesor D. Eduardo H. -Pacheco del descubrimiento del Sr. Salinas (Bol. ds la R. S. Esp. DE HisT. NAT., t X, pág. 89, 1911), con motivo de haber manda- do dicho ingeniero unos ejemplares para el Museo que parecían ser de Ar- cheociatida'; pero como eran aquéllos en extremo confusos, la clasificación no pudo ser más que dudosa. Después, el Sr. Salinas encontró otros ejem- plares que también están en el Museo, los cuales en opinión del Sr. Her- nández-Pacheco, presentan caracteres de Trochocystites sp., característicos del Cámbrico superior, deshechando la opinión de corresponder al grupo de los ArcheuciatidcB. Posteriormente á nuestra excursión ha hallado el Sr. Salinas otro ejem- plar que ha tenido la amabilidad de ofrecérnoslo para nuestros estudios, en el cual hay diferentes tallos de Encrinites y algunos OrtJiis, en impre- siones muy difíciles de servir para la clasificación; solamente hay una forma bastante completa, que, en opinión del Ur. Almera, parece sea el Orthis of. testudinaria de Coem. No obstante, por el aspecto del conjunto de la roca, podría muy bien tratarse del Üoblenciense Devónico inf. (?). Por ser todos estos ejemplares rodados los menciono aquí, ein atrever- me á fijar los respectivos niveles, puesto que podrían haber sido arras- trados de otros lugares cuyas formaciones á buen seguro que no estarán muy lejos del lugar de referencia, y fijamos, como es muy natural, sus épo- cas con ciertas reservas. 172 boletín de la real sociedad española ;/ Al ''í^;í1í'')?^¿#/ ,i^T-r./ i^t.G. Fig. \^ — Sección topográfica de la Collada de Tosas; debajo, el corte estratigráñco de la misma en la dirección A B. 1. Grauwaokas de la base del Ordovícico. — 2. Fiiadios de pizarra verdosa, los cuales están adeaiás intercalados en los estratos anteriores. — 3. Piza- rras arcillosas de tonos rojizos y amarillos muy micáceas en algunos pun- to?, y en otras arenosas, con el aspecto de grauwackas de elementos muy pequeños.— 4. Son de la misma naturaleza que las anteriores, pero sus elementos son más finos; entre ambas estratificaciones se encontraron las impresiones fosilíferas. — 5. Pizarras arcillosas, rojizas y verdes, marca- damente ordovícicas y fósiles. — 6. Supuestos estratos gotlandienses, de pi- zarras carbonosas con Graptolites en la Collada Verde. — 7. Probables ca- lizas negras del gotlandiense superior, cuya dirección se manifiesta al ex- terior en Camprodón. — 8. Capas del Coblenciense, silúrico inferior que se hace visible en la Seo d'Urgell. — 9. Macizo de caliza griotte correspondien- te al Devónico medio, que sigue paralelamente á la cordillera pirenaica. Cuaternario que cubre todas aquellas relaciones estratigráficas, y que en el valle de Tosas y de la Molina, por efectos del glaciarismo llega á adqui- un gran espesor.— í*. Gran falla que ha levantado los estratos silúricos. — F'. Falla supuesta, debida á ciertas diferencias de inclinación entre los estratos. DE HISTORIA NATUKAL HS completar nuestros estudios, aprovechando en estos momentos la ocasión presente tan sólo para dar á conocer este esbozo, dada la trascendencia que pudiera tener para la buena marcha de las ope- raciones en el túnel que han empezado á abrir; toda vez que el trazado, últimamente hecho, sigue casi paralelamente á estas re- vueltas estratificaciones y por el eje crítico de rotura, debida ésta álos movimientos orogénicos del levantamiento pirenaico. Yacimiento fosilífero de Pardinas. — Yendo en dirección á Pardinap, por el río Segadell, siguiendo el camino que va de Ribas á Gamprodón, á media hora de Ribas aparecen aquellos mismos estratos de grauwacka de la ladera de la Collada de Tosas. Esta pudinga está compuesta de gruesos cantos rodados de cuarzo y pizarras, todos ellos compenetrado?, existiendo además entre ellos algunos filadlos de pizarra verdoso-rojiza; sin duda alguna que podríamos referir estas grauwackas á los movimientos preca- ledonianos (1) que se^ pudieran iniciar en las primitivas com- presiones laterales debidas á un plegamiento general, de las que más adelante debió surgir la cordillera pirenaica con sus conse- cuentes fenómenos de transgresión y regresión respectivos. Un cuarto de hora antes de llegar al pueblo de Pardinas, en el mismo camino, y después de haber pasado á ca'n Vinyes, hay unos estratos de verdadera grauwacka poligénica, de granos más finos y de aspecto algo gnéisico, en la cual pudimos nosotros ha- llar algunos fósiles en buen estado, muy pocos por cierto, pero los suficientes para determinar aquellos dudosos estratos, que induda- blemente pertenecen al nivel de Caradoc y tienen una gran si- militud con los del yacimiento de Moneada, que Almera (2), Ba- (1) Tales movimientos orogénicos tuvier:.n efecto entre el Silúrico y el Devónico. Manifestáronse de una manera característica en Inglaterra y Escandinavia, comprendiendo parte de la península ibérica. (2) Almera. — Descubrimiento de otras dos faunas del silúrico inferior en nuestros contornos, determinación de sus niveles y del de la fauna de los filadios rojo-purpúreos de Papid, Crónica Científica, t. xv, 1891. Almera. — Caracterización del Cuhn en el Putxety Vallcarca, y descubri- miento de cuatro niveles del período silúrico en los alrededores de Barcelona. Crónica Científica, Barcelona, 25 Marzo y 10 de Julio de 1891. Almera. — Excursión geológica dirigida á estudiar las relaciones del grupo de Mongat con el de Vallcarca. Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, vol. iv, núm. 26, 1902. T. xn.— Marzo, 1912a 12 174 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA rrois (1) y de Angelis (2) convieaen en considerar de aquella época. M. Mengel, en aquellas notas que anualmente publica acerca de las formaciones geológicas de los Bajos Pirineos, alguna que otra vez menciona esta grauwacka, en la que pudo reconocer el Or- tJiis Actonice en algunos puntos. Sin embargo, él no se ocupa de ninguno de estos yacimientos en particular, toda vez que su ob- jeto principal es hacer una relación sucinta de sus excursiones por lo que afecta alas revoluciones estratigráñcas que han tenido lugar con el colosal levantamiento pirenaico. Se desprende, no obstante, de sus descripciones, que no le pasó por alto el recono- cimiento de la grauwacka en las inmediaciones de Pardinas, sin citar de aquella localidad fósil alguno (3). (1) Barrois {M.Ch.). — Observations sur le tcrrain silurien des environs de Barcelone. Bull. soi;. du Nord., fc. xix, pág. 13, y t. xx, pág. 61, 1891.— Bol. de la Com. del Mapa Geol. de España, Madrid, 1893. Barrois (M. Ch.). — Sur le terrain devonien de la Catalogue. Ann. soc. géol. du Nord., pág. 182, 1892. (?!) De Angelis (J.)- — Contribución á la fauna paleozoica de Cataluña. — (Versión del original latino, por el Dr. J. Almera).— Bol. de la R. Ac. de Cien, y Art. de Barcelona, Abril de 1898. (3) Mengel (M. O.) —Feuille de Prades.— Ext. du Bull. de la carte géol. de France, num. 122, t. xix (1908 1909). Julio de 1909.— En la pág. 5, al hacer la relación cronológica de las pizarras primarias, dice: «Comme gi- sements nouveaux de grauwacke á Orthis, je signalerai celui qui va da col de Tosas a Ribas en passant par Pianolas.» Mengel (M. O.).— Feuille de Prarfes.- -Ext. de Bull. de la carte géol. de France, num. 126, t. xx (1909-1910).— Mayo de 1910, pág. 5: «Je signalerai encoré le Gothlandien dans la región de Ribas oü 11 af fleure de part et d'autre de le vallée de Pardinas, entre ees deux afleurements j'airetrouvé coupant la vallée, suivant une direction ESE.— WNW. les poudingues du silurien moyen.» Estos son los estratos de referencia correspondientes al Ordovícico inferior; y los Gotlándicos de pizarras negras con Orapto- lites siguen á lo largo del valle hasta la Collada Verde y tienen una gran amplitud en el valle del Ter, junto á Camprodón, M. Mengel no cita fósil alguno de las grauwackas de Pardinas; en cam- bio pudo reconocerlos en las inmediaciones del yacimiento anterior, esto es, de la Collada de Tosas, por cuya razón, dadas sus analogías en las relaciones estratigráñcas, como también por la similitud en sus caracteres petrográficos, consideramos á ambos yacimientos del Ordovícico inferior, nivel de Caradoc; conclusión formulada por M. Mengel en la página ante- rior, que dice; iesentada por el mismo autor en el Congreso celebrado dicho afío en ta- ragoza por la < Asociación Española para el Progreso de las Ciencias». DE HISTORIA NATURAL 327 t?í especie ha sido obtenida de ramas de naranjo invadidas exclusivamente por la Parlatoria per- g andel. La refiero al género Dicopus, descrito por Enock en Transac- iions of tlie Entomological Socieiy of London el año 1909, y que se caracteriza por presentar antenas de diez artejos y tarsos de cinco, las alas estrechísimas, etc., etc. Se distinguiría bien de DE HISTORIA NATUHaL 337 la única especie conocida, el D. minuiissima, por presentar las alas un poco más anchas y los tres últimos artejos de las ante- nas de muy diferentes proporciones. Un hallazgo de restos prehistóricos POR JUAN JIMÉNEZ DE AGUILAR Y CANO Revelando una remota fecha en la provincia de Cuenca, se vienen encontrando en diversos puntos de ella, instrumentos y armas de piedra y bronce, adornos metálicos y utensilios de barro pertenecientes á distintas edades prehistóricas, habien- do log-rado reunir una modestísima colección de esos restos del pasado, procedentes de Albalate de las Nog-ueras, La Parri- lla, Villar de Olaya, Cuenca, Las Majadas, Alcázar del Rey, Al- baladejo del Cuende, Cabrejas y Nava-Ramiro, cuyos nombres hemos de añadir á los de Tarancón, Cañaveras, Huelves, Ca- rrascosa del Campo y Uclés, indicados en las escasas noticias acerca de este particular contenidas en la «Descripción física, g-eológ-ica y ag-rológ-ica de la provincia de Cuenca», de D. Da- niel de Cortázar y en los trabajos del P. Capelle y D. Pelayo Quintero sobre las «Cuevas prehistóricas de Seg-obriga». En la mayor parte de los pueblos citados en esta relación los yacimientos consisten en sepulturas, unas veces labradas en la roca, con hueco de forma oblonga ó trapecial ó antropoide, en otros casos construidas con piedras de mediano tamaño, á la manera de cofres de piedra (stanes cist ó kistvaens), y como rara excepción, en Arbolete (Alcázar del Rey) y Segobriga (Uclés), con urnas de barro con restos incinerados. Hasta aquí ninguna novedad contiene la presente nota, pues el hallazgo de enterramientos semejantes es muy frecuente en otras provincias españolas, presentándose en la región con- quense más abundantes estas necrópolis en las gonfolitas del mioceno lacustre, cuya orilla toca en la capital y se extiende hacia Guadalajara, dirección en la cual están situados la ma- yor parte de los pueblos citados. Desde luego tiene el hecho una explicación muy verosímil: en la fácil labra del asperón poco coherente que constituye el material donde se practica- 333 BOLETIM DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ron las yacijas funerarias; ocupando cada necrópolis una ex- tensión considerable, con grupos separados de sepulturas que hacen pensar en el clan céltico de diversas ramas, con enterra- mientos y altares propios. En estas condiciones se encuentra la necrópolis de Cabrejas; pero en ella he observado una particularidad, que llamando la atención del ilustre marino portug-ués D. Fernando de Ma- g-alhaes, conde de Vilhas Boas, — residente accidentalmente en Cabrejas — se sirvió darme noticias de su descubrimiento y lueg-o me acompañó en la excursión hecha los días 25, 26 y 27 para estudiar aquella estación prehistórica. Consiste la novedad que motiva esta nota, en unas excava, clones poliédricas, excepto en la pared frontal— labrada en el borde de los bloques de asperón— que es alabeada y donde hay una escotadura, canal ó g-arg-ol. El fondo es un plano alg-o in- clinado hacia adelante; la pared anterior es baja, siendo alg-o más elevadas las caras laterales — de forma trapecial casi trian- g"ular— cuya base mayor es la altura del rectángulo que forma la pared posterior tallada en parte más central del peñón. La proximidad de estas pilas á los enterramientos y lo delez- nable de la roca, excluyen totalmente la idea de que pudieran servir para molinos de semillas; la forma y el estado de las paredes también nos hace rechazar el supuesto de que se uti- lizaran para pulimentar las armas y raspadores de piedra — aparte de que las sepulturas de Cabrejas son de carácter Jcir- nancliense — y nos hizo suponer que fueran lugares sag-rados donde se inmolaran las víctimas del culto á Neton, el dios de la g"uerra de los celto -hispanos. Ni en Joly, Martillet, Vilanova, Aranzadi, Costa y Góng-ora — que constituyen todavai colección bibliográfico-prehistórica — he leído nada que mencione ni explique estos restos prehistó- ricos; por esto me dirijo á mis ilustres consocios de la Real Sociedad Española de Historia Xatural, que más afortunados que yo habrán tenido ocasión de leer y viajar más, rogándo- les me digan si saben de algunas otras localidades donde existan pilas semejantes, á qué uso se destinaron y qué libros tratan de este asunto. DE HISTORIA NATURAL 339 Escrita la nota que precede, apenas reg-reséá Cuenca, donde retenido por los exámenes no creí tendría ocasión de ampliar- la antes de la sesión de la Sociedad de Historia Natural co- rrespondiente al mes de Junio, recibo en este momento— sin tiempo para recoger más datos — un croquis que me remite el conde de Vilhas Boas representando la planta de una pila de distinta forma á la reseñada anteriormente, adicionada de una pila circular de más reducido tamaño. w.-^^ Fig. 1.' — [Maulas de las pilas del terreno y Huerto María. Nada me dice de dimensiones ni de otros pormenores mi distinguido corresponsal, que reclama nuevamente mi presen- cia en Cabrejas; solamente indica que esta excavación está si- tuada en otro valle distinto de la extensa posesión del Exce- lentísimo señor Marques de Santillana, y cerca de Villarejo de las Peñuela?. Fig:. 2.*— Pila doble en Cabrejas (calco del croquis enviado por el conde de Vilhas Boas). ¿Debo seg-uir pensando en los cruentos cultos de Netón? ¿Terminaremos por dar la razón al hiperbólico Martín Rizzo, 340 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que dice que Cuenca fué fundada por los Cóncavos descendien- tes de los Masagetes de la Sciiia, que yo creía pobladores de As- turias? ¿Tendrá aplicación á este caso el verso de la oda cuarta de Horacio: et loctu equino sanguine Concavum? Un nuevo procedimiento de teñido de las membranas celulares lignificadas. POR EMILIO FEHNÁNDEZ GALIANO La demostración de la lignina por medio de reacciones coloran- tes, es fácil empeño. Existen, en efecto, diversos reactivos colo- rantes que obrando, ya sobre la lignina, ya sobre otras substan- cias que la acompañan, ya, finalmente, sobre los productos de su transformación por acciones químicas preliminares, dan tintes diversos á las membranas lignificadas que hacen contraste con el acromatismo de los restantes elementos de la planta, ó que se des- tacan en medio de un color diferente, que aquéllos ostentan. En tres grupos podemos dividir los reactivos colorantes de la lignina: uno formado por las substancias tintóreas que, aplicadas sobre el material ¡ignífero, se fijan sobre las membranas lignifi- cadas, liñéndolas de una manera peculiar, dejando, en cambio, completamente incoloras las membranas no lignificadas, y, por de contado, el protoplasma y productos elaborados por éste, si antes no hemos procedido á su destrucción por la potasa ó el hi- poclorito sódico; otro, comprensivo de substancias que ejercen su acción sobre los productos resultantes de la oxidación ó reducción de la lignina, obtenidos previamente por agentes químicos ade- cuados, dando como resultado final el teñido de las membranas lignificadas á exclusión de las transformadas en entina ó suberi- na; y el tercero, integrado por líquidos colorantes que tiñen á la vez las membranas lignificadas y las suberificadas y cutinizadas. Las substancias que tiñen directa y exclusivamente la lignina DE HISTORIA NATURAL 341 son de dos clase?: 1.*, varios fenoles que, con la ayuda del ácido clorhídrico conceu irado, dan tintas variadas á la lignina, roja, por ejemplo, la producida por la floroglucina, que es el fenol más usado del grupo; 2.', el sulfnto de anilina ó de talio (prescindien- do de algunos cuerpos menos usados, como son la paratoluidina, metafenilenodiamina, etc.) que, con adición de ácido sulfúrico, impregnan de amarillo las paredes leñosas. Lo mismo los fenoles y ácido clorhídrico, que el sulfato de anilina y ácido sulfúrico, suministran excelentes reacciones distintivas de la lignina, pero ofrecen el grave inconveniente de que las coloraciones que deter- minan son pasajera?, desapareciendo rápidamente y sin dejar vestigio. En camhio, á la coloración producida por el sulfato de talio y ácido sulfúrico, no se la puede achacar este defecto. Los reactivos pertenecientes á la segunda de las categorías mencionadas, son dos: el amoníaco, que tiñe de rojo las paredes lignificadas sometidas á la oxidación previa por el permanganato potásico, y el súlfido hídrico, que vuelve, asimismo, rojos los elementos ligniñcados expuestos anteriormente á la acción suce- siva de una sal zín''ica ó plúmbica y del ácido sulfúrico concen- trado (reactivo de Combes). Tanto una como otra reacción son de resultado seguro, pero ambas presentan el inconveniente de que — al igual que los agentes colorantes del primer grupo— los tintes que engendran no son duraderos, ya que no persisten arriba de unas cuantas hora?; esto sin contar con que las manipulaciones que exigen los reactivos de Combes son sumamente largas y en- gorrosas. En cuanto á los reactivos de la última clase, á saber: fuchina, verde iodo, safraniua, verde metilo, iodo, pintan las membranas leñosas de colores vivos— rojo la fuchina, verde el verde iodo, rojo la safranina, verde el verde metilo, amarillo el iodo, — pero colorean al mismo tiempo las membranas culinizadas y suberiñ- cadas, de modo que no pueden recibir, con justicia, el apelativo de colorantes característicos de la lignina. Vemos, pues, por esta sumaria reseña de los procedimientos usados para el teñido de las membranas celulares ligniflcadas, que, en realidad, no existe ninguno que goce de la triple ventaja de teñir exclusivamente las membranas lignificadas, de ser du- radera la coloración obtenida y de conseguirse ésta constante y fácilmente. El objeto de la presente nota es dar cuenta del procedimiento 342 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA que yo empleo para teñir las membranas lignificadas, valiéudome de la lionina fabricada por la casa Grübler, de Leipzig (1). Destruido el protoplasma por la inmersión de curtes finos de partes vegetales qu3 contienen lignina en solución alcohólica de potasa ó sosa, ó en acuosa de hipoclorito sódico, y bien lavados después, se pueden llevar los cortes á una solución acuosa muy diluída de tionina, cuya fórmula es ésta: Solución acuosa de tionina al 1 por 100.. Un volumen. Agua destilada Seis volúmenes. Después de permanecer los corles en este líquido de dos á cinco minutos, se sacan y lavan en agua corriente. Aquí pierden mu- cho color, sobre todo en las partes no lignificadas, pero la dife- renciación se completa en alcohol de 70° ó de 90", que roba el co- lor á todo el corte, excepto á las membranas lignificadas y á las suberificadas y cutinizadas, quedando aquéllas teñidas de azul intenso, y de azul más claro las últimas; desde estos alcoholes, pueden pasar al absoluto, y luego al aclarante y bálsamo. Hay que advertir que no se debe prolongar mucho tiempo la acción de los alcoholes, pues se corre el riesgo de que la preparación quede incolora, ó por lo menos palidezca grandemente la colora- ción que la tionina da á las membranas leñosas. La coloración con lionina sola puede efectuarse también de este otro modo, con el que se consiguen bellas preparacioE.es: 1.° Tratamiento de los corles por la potasa ó el hipoclorito só- dico y subsiguiente lavado en agua. 2.° Coloración en solución acuosa de lionina al 1 por 1.000, durante dos á cinco minutos. 3.° Lavado en mucha agua. 4.° Paso de los corles por la serie de alcoholes, vigilando la decoloración que se produce, sin dejar que ésta sea completa. 5." Deshidratación y montaje en bálsamo. (1) Cito el nombre del fabricante de dicho producto colorante, en aten- ción á que se encuentran en el comercio substancias colorantes diversas con el nombre de tionina, que no tienen ni la composición ni las propie- dades de la fabricada por Grttbler. DE HISTORIA NATURAL 343 Como quiera que la solucióu de tionina tiñe los cortes de una manera sumamente intensa, los alcoholes tardan mucho tiempo en decolorar las membranas no ligniñcadas, dando lugar con ello á que las ligniñcadas palidezcan notablemente; de ahí la necesi- dad de hacer rápidamente el paso por los alcoholes sin aguardar á que las primeras pierdan el color por completo, con lo cual se consigue obtener de color azul las membranas ligniñcadas, cuti- nizadas y suberiñcadas, mientras las celulósicas aparecen de un bello violado ó rojizo. No conviene, al emplear este proceder, montar la preparación en ningún medio acuoso, pues la decolo- ración en el agua, aunque lenta, continúa después de montada la preparación. Acabamos de ver que, practicando uno ú otro de los métodos descritos, es fácil poner de relieve las membranas lig-níferas mer- ced al color azul de que se impregnan; pero no es menos cierto que este mismo color azul, siquiera sea de menor intensidad, lo adquieren, asimismo, las membranas suberiñcadas y cutinizadas. Y aún podríamos diputar por bueno el procedimiento en aten- ción á la diferente intensidad de color que distingue las partes leñosas de las que no lo son, si no fuera porque esta intensidad de color se debilita extraordinariamente con el paso del material teñido por el agua y los alcoholes, acentuándose este rebajamien- to de color, tanto más, cuanto menor es la cantidad de lignina que impregna la celulosa. Por tales razones, y especialmente en este último caso, es de aconsejar otro proceder, con el cual he conseguido dos cosas igualmente importantes: 1.*, eliminar en absoluto el color que la tionina imprime á las paredes cutinizadas y suberiñcadas; 2.% ñjar el color sobre las ligniñcadas, de modo que aquél sea persistente y pueda desañar una prolongada estancia en los alcoholes de di- versos grados. Tal procedimiento consta de las manipulaciones que siguen: \° Inmersión de los cortes, previamente tratados por la pota- sa ó el hipoclorito sódico, en una solución acuosa de tionina al ! por 1.000 durante tres á ocho minutos. 2." Lavado rápido en agua (de medio á un minuto). 3.° Puestos los cortes sobre un porta-objetos, recubrirlos con 344 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ácido clorhídrico concentrado, sin dejar de mover la lámina, á fia de que los corles queden bañados en el ácido por igual. 4." Lavado de los cortes en mucha agua. 5.° Alcoholes, aclarante y bálsamo. Al depositar el ácido clorhídrico sobre los cortes, el color rojizo ó azulado que éstos presentan es rápidamente virado al verde, desprendiéndose el exceso de color de la preparación. Moviendo ésta convenientemente, se decolora casi por completo, quedando únicamente teñidas de verde pálido las membranas leñosas. Al inmergir á continuación el preparado en el agua, la parte leñosa toma súbitamente color azul, mientras que la celulósica exhibe un ligero tinte rosado. Esta última delicada coloración desaparece á los pocos segundos de permanecer la preparación en alcohol dé- bil, y ya no queda teñida sino la parte ligniflcada de un color azul, tanto más intenso cuanto más grande es la cantidad de lig- nina asociada á la celulosa. La permanencia en los alcoholes, por muy prolongada que sea, no menoscaba en lo más mínimo la in- tensidad de esta coloración. » Al objeto de obtenej* simultáneamente teñidas las membranas lignificadas y las celulósicas, he ensayado diversas coloraciones dobles á base de la tionina y ácido clorhídrico, habiendo conse- guido buenos resultados operando de los modos que describo á continuación: Tionina y hematoxilina. 1." Coloración de los cortes por el procedimiento de la tionina y ácido clorhídrico. 2.° Lavado en agua. 3.° Permanencia de los corles en hematoxilina filtrada du- rante varios minutos. Con el fin de poder vigilar la preparación, y no permitir que ésta resulte sobrecoloreada, no hay inconve- niente en diluir la solución de hematoxilina en dos ó tres veces su volumen de agua destilada. 4." Lavado en agua corriente, deshidratación y montaje en bálsamo. Este modo de coloración es excelente, pues hace destacarse co- rrectamente las paredes celulares ligníferas teñidas de azul sobre el fondo violeta de la celulosa. DE HISTORIA NATURAL 345 Puede igualmente conseguirse la misma coloración doble usan- do de un líquido que preparo, haciendo esta mezcla: Hemaloxilina Bohmer ó Ehrlich.. Un volumen. Agua destilada Cuatro volúmenes. Solución de tionina ai 1 por t.OOO. Un volumen. Lo> cortes, procedentes del agua, se abandonan en este licor — que dfcbe ser bien filtrado en el momento de usarlo — durante cin- co minutos, al cabo de cuyo tiempo, y después de lavado en agua y en alcohol, aparecen las partes celulósicas y leñosas teñidas, respectivamente, en violeta y en azul. Sin embargo, el color azul de la parle lignificada no es nunca tan brillante como cuando in- terviene el ácido clorhídrico. Tionina y Orsellina B D. — Los cortes, una vez coloreados por la tionina y ácido clorhídrico, son inmergidos en una solución acuosa de orsellina B B, en donde deben permanecer de diez mi- nutos á una hora. Después del lavado en agua, y teniendo cuida- do de que el paso por los alcoholes sea relativaniente rápido, quedan las paredes celulósicas pintadas de un color rosa que con- trasta bien con el azul de las iigníferas. Tionina y carmín aluntinoso. — Después de tratado el material seccionado por la tionina y ácido clorhídrico, y bieu lavado, se deja en carmín de Grenacher durante varias horas. Es preciso vigilar de vez en cuando el teñido por el carmín, pues si se deja mucho tiempo, llega á depositarse éste sobre las membranas lig- niQcadas, y mezclándose su color al producido por la tionina, re- sulta un pardo sucio. Sobre una nueva ley de macla de la pirita POR F. PARDILLO En la colección mineralógica de la Universidad de Barcelona existen unos cuantos grupos de cristales de pirita, en su mayor parte reunidos sin ley alguna. En uno de dichos grupos se pre- senta, sin embargo, un notable y perfecto ejemplar de macla que^ á la simple vista, denota no ser la frecuente en esta especie mi- neral. 346 boletín de la real sociedad española El presente trabajo ha de pecar de una deficiencia, cual es que no hay indicación precisa de la localidad catalana donde se cogie- ron estos ejemplares de pirita, que, juntamente con otros varios minerales, forman parte de una colección, producto de las excur- siones escolares por el Principado. No me ha detenido este pequeño inconveniente en publicar el Fig l.=> Fig. 2." resultado de mis investigaciones, por tratarse de un dato puramen- te cristalográfico, y ser la pirita el mineral que registra en la his- toria de sus curiosidades mayor número de casos análogos. Los cristales geminados se destacan del grupo en la forma que indica iafig. 1.^, que reproduce exactamente los dos individuos en cuanto á la disposición de las caras, las cuales sonde (100) y (111) en la combinación llamada cuboctaedro. La arista de los cristales mide 7 mm; las caras son bastante perfectas, aunque mates para corregido este defecto, y no obstan- te ser un solo caso el estudiado, dar crédito á las lecturas gonio- mélricas. De éstas resultan los siguientes ángulos (fig. 2.^ (100) : (T0(^) = 68Mr 8" (111) : (TTI) = 153° .3' 15" El plano de macla es, pues, la cara o ( 3 — 2 j de icositetraedro trapezoidal, cuyos ángulos con las caras (100) y (111) son, calcu- lados DE HISTORIA NATURAL 34T o: (100) = 34° 22' 47" o : (111) = 76° 34' 36" y sus dobles los que teóricamente forman las caras (100) : (lOÜ) y (111) : (TTT), que son Medidos. Calculados. (100): (100)= GSMT 8" 68Mo' 34" (111) : (TTT) = 153" 3' 15" 153" 9' 12" No es éste el único caso conocido de maclas en la pirita, según «aras de diploedro. En cristales del Piamonle (localidad también vaga) y de la isla de Elba, encontró Smolar (Groths' Zeits. 18.475) geminaciones con los planos de crecimiento siguientes: (2TT), (144), (3ü'8), (lOTs"), (210T); á los dos últimos los titula su investigador «casuales», denomina- ción que, en nuestro sentir, es impropia en todos los hechos na- turales, pero más aún en los de que tratamos. Nuestra macla es, pues, una hemitropia cuyo eje es normal á la cara (ó -^2 ), según se representa idealizada en la fig. 2." Publicaciones que ha recibido la í^eal Sociedad Española de flistoria Natural durarste el mes de Mago de 1912. fZa liste snivante servirá comme acensé de réception.) Alemania Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 17, Nrs. 11-12. Internationalen Entomologen-Verein, Stnttgart. Enlomologische Rundschau, xxix Jabrg., nos 9-10. Insektenhórse. xxix Jahrg., nos 18-22. Societas entomológica, xxvii Jahrg., n^s iC-11. Nalurse Novitates, Berlin. 1912, nos i-s. 'Naturhistorische Gesellschaft zu Nürnberg. Abhandlnngen. xviu Band, ii Heft; x;x Band, r-iii Heft. Mitteilungen. 1908, nrs. 2-5; 1909, nr. 1. Physikalisch-medicinischen Gesellschaft zu Würzburg. Verhanilungen. Band xli, nrs. 8-10; Band xlii, nr. 1. 348 boletín de la beal sociedad española Zoologischer Anzeiger, Leipzig. Bd. xxsix, nrs. 13-18. Zoologischer Museum, Berlín. Álitteilungen. 6 Band, 1 Heft. Austria-Hungría Académie des Sciences de Cracovie. Btilleim internaiional. i9i2, nos 2 A, 2 B, 3 A. K. K. Zoologisch-Botanische Gesellschaft in Wien. Verhandlungen. lxii Band, 1-2 Heft. Societas entomológica Bohemiae, Praga. Acta. 1912, Cislo 1. BÉLGICA Société belge d'Astronomie, Bruxelles. Bidletin. xxxiu* année, n° 4. Société entoraologique de Belgique, Bruxelles. Aúnales. Tome 56^ iv-v. Costa Rica Ministerio de Fomento, San José. Boletín de ¡omento. Año i, n." 12. Egipto Société entOQiologiqne d'Égypte. Le Caire. Bulletin. 1911, '2"" fase. España Broteria, Salamanca. Vol. x, fase. 3. Clínica y Laboratorio, Zaragoza. Año viii, n.os 5-6. Ingeniería, Madrid. N.os 253-255. Institucló catalana d'Historia natural, Barcelona. Butlletí. Any 8, n.os 6-9; auy 9, n.^s 1-3. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Año xxxvi, n.° 626. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, de Madrid, Revista. Tomo x, n.° 5. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Año x, n.os 92-93. Estados Unidos y püs Colonias American Museum of Natural History, New York. Bulletin. Vol. xxx. Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. v, n." 2. Johns Hopkins Hospital, Baltimore. Bulletin. Vol. xxui, n° 255. Johns Hopkins University Circular. 1911, nos 3-8. Missouri Botanical Garden, St.-Louis. Animal Report. xxii, 1911. Museum of Comparative Zoology at Harvard College, Cambridge, Bulletin. Vol. liv, nos ii-l4. Smithsonian Institution, U. S. National Museum, Washington. Annual Report for the U. S National Museum, 1911. The American Naturalist, New- York. Vol. lxi, n° 545. university of Colorado, Boulder. Studies. Vol. IX, n° 1. (Continuara./ Sesión del 3 de Julio de 1913. PRESIDENCIA DEL SR. D. JUAN M. DÍAZ DEL VILLAR El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones —Fueron admitidos como so- cios numerarios los señores propuestos en el mes de Junio, y presentado, por el Sr. Hernández Pacheco, D. Juan Cabré y Ag^uilió, y por el Sr. Codorníu, D. Manuel Aulló y Costilla, pro- fesor de la Escuela de Ing-enieros de Montes. Comunicaciones. — El Sr. Cabrera presentó y leyó las sig-uien- tes papeletas para el vocabulario de términos técnicos cuya formación está acordada: Aberración. (Del lat. Aberrare, alejarse, apartarse.) Zoología. Forma ó aspecto diferente del tipo que presentan uno ó más individuos de una especie, sin subordinación á la localidad ni á las condiciones de vida, y sin que sus caracteres sean here- ditarios. Es lo que se llama X^^mhién variedad individual, y en la nomenclatura se expresa con un nombre compuesto de tres términos, de los que el último va precedido de la abreviatura Ab. 6 Var. Ejemplo: Prospalta pulverosa, ab. variegata Warr., ó Prospalta pulverosa, var. variegata Warr. Fase. (Del g-r. tcasi;} Zool. Aberración tan frecuente, que los individuos en ella comprendidos son próximamente tan abun- dantes como los que responden al tipo. La fase no suele indi- carse en nomenclatura. Ejemplo: La mayor parte de los Sciurus europeos presentan dos fases, una con cola roja y otra con cola neg-ra. Raza doméstica. Zool. La raza formada de intento por el hombre, cambiando artificialmente los caracteres ó las con- diciones de vida de una especie, y también la que, sin inten- ción, se forma como consecuencia de una prolong-ada sumisión á la domesticidad. Raza. (Del sánscrito Rag, seg-uir una línea recta.) Zool. For- ma ó aspecto diferente del tipo que, con carácter hereditario, T. xn.— Julio, 1912. 23 3ño boletín de la real sociedad española presentan ciertos individuos de una especie, como consecuen- cia de un cambio natural ó artificial en las condiciones de vida. Las razas formadas naturalmente suelen ofrecer carácter local y constituyen las subespecies; las formadas artificialmente son las razas domésticas. Raza geográfica. Zool. (V. Subespecie.) Raza local. Zool. (V. Subespecie.) Subespecie. (De Sud y Species.) Zool. Forma ó aspecto dife- rente del tipo, y con carácter hereditario, bajo la cual se pre- senta una especie en una localidad ó región topográfica; ó lo que es lo mismo, raza formada naturalmente por la influencia de la localidad. Es lo que se ha llamado también variedad ó raza local ó geográfica, y en nomenclatura se expresa con un nombre compuesto de tres términos. Ejemplo: Miniopterus Schreibersii chinensis Thos. — Especie en vías de formación. En este sentido fué pro- puesto este término por Bates en 1861; pero siendo casi impo- sible determinar cuándo una especie se halla en ese estado se le ha dado la primera acepción, y en ella es como hoy suele usarse. Variedad. (Del lat. Varietas.) Zool. Cualquiera délas formas ó aspectos diferentes del tipo que puede presentar la especie. Actualmente suele entenderse por variedad sólo la variedad individual y, por consiguiente, este término viene á ser sinó- nimo de aberración; pero hasta hace pocos años se confundían bajo este nombre la siihesiKcie, la aberraciÓ7i, \?Lfase y hasta la raza doméstica. Variedad doméstica. Zool. (V. Raza doméstica.) Variedad geográfica. Zool. (V. Subespecie.) Variedad individual. Zool. (V. Aberración.) Variedad local. Zool. (V. Subespecie.) — Con motivo de la lectura de las precedentes papeletas, el se- ñor Bolívar pregunta qué destino deberá darse á las que suce- sivamente se vayan recibiendo; es decir, si se deben guardar, para publicarlas solamente cuando se reúna suficiente nú- mero para componer un volumen, ó si su publicación debe hacerse de un modo escalonado, conforme sus autores las re- mitan. Añade el Sr. Bolívar que, por lo pronto, las leídas por el Sr. Cabrera deben tener cabida en nuestro Boletín para que sirvan de modelo ó patrón á las personas que piensen pre- DE HISTORIA NATURAL 851 sentar otras nuevas, pues considera éstas, por sus proporciones j claridad, dignas de ser tomadas muy en cuenta. —El Sr. Cabrera indica que á medida que se reciban papeletas se anuncie en el Boletín su recepción y luego queden en po- der de la Secretaría ó de la Biblioteca de la Sociedad durante algún tiempo para que las definiciones puedan ser examina- das por los socios á quienes les interese este conocimiento y estén en condiciones de discutir los términos definidos. — ElSr. Bolívar manifiesta que las definiciones, cuando haya de ellas un número suficiente, podrían publicarse con entera independencia del Boletín, en papeletas sueltas que se remiti- rían á los señores socios con las publicaciones del mes á que correspondiera su aparición. —El Sr. Zulueta hace presente la conveniencia de que se in- diquen las dimensiones que cada papeleta deba tener. — El Presidente propone que se tome en consideración todo lo dicho, y se acuerda de conformidad. —El Sr. Bolívar participa que se ha creado una Comisión de exploraciones espeleológicas, que forma parte del Instituto Na- cional de Ciencias Físicas y Naturales, dependiente de la Jun- ta para ampliación de estudios é investigaciones científicas, y que para los cargos de Presidente de la Comisión y jefe de los trabajos que ésta realice han sido nombrados, respectiva- mente, los señores Marqués de Cerralbo y Hernández Pacheco, proponiendo que la Sociedad dirija una felicitación al señor Marqués de Cerralbo, ya que el Sr. Pacheco, que está presente, pueda recibirla en aquel momento, y en la que se le manifieste la satisfacción de la Sociedad porque haya recaído la presi- dencia de este nuevo Centro en persona que tiene demostrada su gran competencia y su amor á los estudios de prehistoria. Se acuerda hacer la felicitación propuesta. — El Presidente se felicita en nombre de la Sociedad de tan grata nueva, y se cong'ratula también por haberse creado la di- cha Comisión, que indudablemente acometerá trabajos de im- portancia, y que pone en manos de compatriotas nuestros una clase de estudios de que han sido casi exclusivamente mono- polizadores en nuestro país naturalistas extranjeros. — El Sr. Casares Gil (D. Antonio) presenta la descripción de un musgo nuevo, encontrado en el vecino pueblo de Vacia- madrid. 352 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — El Sr. Beltrán presenta una nota sobre muscíneas de la provincia de Castellón, haciendo observar que, entre las espe- cies que enumera, se encuentran alg-unas que no estaban se- ñaladas como pertenecientes á la flora española. — El Sr. Arias Encobet presentó unas «Adiciones» á la Me- moria que publicó últimamente sobre los dípteros de España^ manifestando que la circunstancia de haber comenzado el pro- fesor Bezzi á publicar en la revista Broieria un trabajo g-ene- ral sobre el mismo asunto y el haber recibido diversas co- municaciones sobre dípteros aún no citados de España, le ani- maba á la ampliación de su trabajo para que sea la expresión de lo que hasta hoy se conoce sobre este orden de insectos. Secciones. — La de Sa>!tander se reunió en la Estación de Bio- log-ía Marina el viernes 28 de Junio, bajo la presidencia del Sr. Olave. Asistieron además los Sres. Cereijo, Alaejos, P. Carballo y. Rioja. — El P. Carballo dio cuenta de la creación, por Real orden de 28 de Mayo, de la Comisión de exploraciones espeleológ-icas. Hizo constar asimismo el propósito de dicha Comisión de sistematizar lo relativo á nuestra provincia y el habérsele en- cargado del comienzo de los trabajos de exploración en las cuevas de los montes de Miera. — El Sr. Olave presentó una nota bibliog-ráfica acerca de los recientes procedimientos para poder observar los distintos ór- ganos en las piezas anatómicas animales por el diverso grado de transparencia dado á éstas con determinados líquidos, debi- dos al profesor W. Spalteholz. —-La de Barcelona celebró sesión el 23 de Junio bajo la pre- sidencia de D. Carlos Calleja. El Secretario dio cuenta de haber explanado el Sr. Lecum- berri su anunciada conferencia sobre Diatomáceas, acompa- ñada de la proyección de un buen número de preparaciones microscópicas referentes á estos seres. El mismo señor anuncia haberse verificado la excursión á Santa Creu de Olorde, en la que el botánico Sr, Caballero reco- gió interesantes ejemplares de la flora catalana. — El Sr. Presidente propone, y así lo acuerda la Sección, que DE HISTORIA NATURAL 353 en la próxima reunión de Septiembre se designe el lug-ar para una nueva excursión y se encomiende á algún socio una nue- va conferencia de vulgarización científica. —El Sr. Fuset presenta una Memoria sobre aves de Catalu- ña, en la que cita y describe un gran número de especies de la fauna catalana. Da algunas explicaciones pertinentes sobre su trabajo, al que acompañan muchas figuras. —La de Zaragoza celebró sesión el 26 de Junio de 1912, bajo la presidencia de D. Patricio Borovio. —A propuesta del Sr. Moyano se acordó constase en acta el sentimiento de la Sección por el fallecimiento de la hija del señor Presidente de la misma, el cual manifestó su agradeci- miento por el acuerdo. — El Sr. Savirón dio cuenta del resultado del análisis del mineral de Tauste (provincia de Zaragoza) que el Sr. Ferrando le había entregado para su examen químico, confirmando por los datos reunidos que se trataba de la especie mineralógica denominada Saponita. Dada la rareza de dicha especie y su mal definida composición química, prometió presentar en la próxima sesión una nota detallada de sus caracteres físico- químicos más notables. Notas y comunicaciones Ilotas hemipterológicas sobre Coreidos africanos (Mictidae) del Museo de Madrid POR ANTONIO GARCÍA VÁRELA Sulpicia distincta Signoret. A esta especie se refieren dos 99 procedentes de Kamerum que difieren algo entre sí por la coloración y por otras particu- laridades dignas de mención. Una es de color pardo-oscuro; lóbulo del tercer artejo de las antenas, obtuso; segundo artejo con un diente en el ápice; di- latación superior de las tibias anteriores, bien manifiesta. a5t boletín de la real sociedad española La otra es de color amarillento-rojizo, incluso las antenas.^ Escudete, borde y línea media long-itudinal del protórax, ne- gros. Membrana parduzca. Seg'undo artejo de las antenas, liso,, sin diente; el tercero con la dilatación superior ag-uda, trian- gular. Dilataciones superiores de las tibias anteriores, poco manifiestas, representadas solamente por un diente medio triang-ular. Los dos ejemplares tienen el cuerpo más ancho y las dilata- ciones inferiores de las tibias posteriores más obtusas que el ejemplar de la colección Noualhier que he visto en el Museo de París. Ang-ulos protorácicos ag-udos; marg-en denticulada. Escudete equilátero. Vientre inerme. Fémures posteriores muy engrosados y con la cresta superior característica del cf , poco perceptible. PSectropoda Bergroth (1). Pl. criiciata Dalla'^. 9 cf cT, 25 $9"— Gr^^ií^^^ Española, Cabo San Juan, Escalera! 6 cf d"» 4 99.— Kamerum, Conradt! 1 9 Rhobomp.— Sierra Leona. PL granulata Stál. 11 cf cf , 9 99-— Guinea Española, Cabo San Juan, Escalera! 2 cfcfj 1 9- — Kamerum, Conradt. Pl. Hottentota Pal. Beauvois. 8 (^(^, 14 99-— Gr"iii6a Española, Cabo San Juan, Escalera! PL lobata Hag-lund. 1 cf , i 9- — Kamerum, Conradt! La descripción de Haglund se hizo sobre un cf solaraente,. procedente del Gabón. (Ofversig-t af Kongl. Vetenskaps. — Aka- demiens Forhandlingar. 189.5. Stockholm, pág-. 448.) Verzeich- niss der von Yngre Sjostedt im nordwestlichen Kamerunge- biete eingesammelten Hemipteren. (l) Propuso Bergroth este nombre para reemplazar el de Pledrocnemia títal ya utilizado por Stephens (Neuroptera). — 'Anuales de la Société Ento— mologique de Belgique, t. xxxviii, 1894, pág. 547.) DE HISTORIA NATURAL 355 $.— Coloración como en el cf . Vientre inerme. Conexivo de los segmentos quinto y sexto del abdomen sin los lóbulos ca- racterísticos del cf . Fémures rectos. Tibias posteriores inermes, menos dilatadas que en el cí" y estrechadas hacia la base. Parecida (como ya lo ha hecho notar Hag-lund respecto de los (fcfj á la Pl. granúlala Stal. Pl. oblongipes Fabr. 2 cf'cf, 3 95.— Kamerum, Conradt. Pl. spinosula Sig-noret. 1 (^ . — Kamerum, Conradt. Odontoloba Stal. 99.— Vientre inerme; segundo y tercer segmento sin las es- pinas características de los cf cf • Fémures menos engrosados y encorvados que en los cfcf. Espina de los ángulos apicales del quinto segmento del abdomen, y dientecillos de la cresta ter- minal inferior de los fémures posteriores no tan pronunciados como en el otro sexo. Tibias posteriores apenas dilatadas. He- mélitros de igual anchura, próximamente, que el abdomen. Odontoloba bellicosa Fabr. 9.— Rojiza, tendiendo á parda. Parte media superior de la cabeza con una mancha negra separada de los ojos por una línea densamente serícea. Antenas negruzcas, con un anillo rojizo en la base del último artejo. Tórax, escudete, coria y vientre de color amarillento-rojizo, cubierto de una pubescen- cia dorada. Membrana de los hemélitros negruzca. 1 ¿^.—Guinea Española, Escalera! 1 cf ' 1 9- — Kamerum, Conradt. Mygdonia tuberculosa Siguoret. Sinonimia.— i/e/ííc^íí atra Walk , según Distant (Ann. Mag. Nat. Hist., serie 7, vol. vi, London, 1900;; Kuhlgatz (Archivfür Naturgeschichte, Jahrg. 1901, Band ii, Heft 2, p. 1157). 4 SS, 2 99.— Kamerum, Conradt. 2 (S(S^ 8 99.— Guinea, Cabo San Juan, Escalera. Todos los ejemplares son de color negro uniforme, á excep- ción de un (^ y una 9 de Kamerum. El cf es castaño, con las 856 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAfíOLA tibias y el primer artejo de las antenas de color más claro. La 9 es pardo-neg-ruzca con las tibias amarillo- rojizas. Mictis metallica Sig-noret. 1 cf . — Kamerum, Conradt. M. Distant ha descrito en 1904 (Ann. Mag-. Nat. Hist., vol. 14, n° 79, p. 61) la especie M. ¡oricata de Angola, escribiendo lo siguiente á propósito de su nueva especie: «This appears to be tlie species figured in Thomson's Archiv. Entomol. as M. meiallicus Sig'n. to which the species si allied, but may always (apart from structural characters) be diíferentiated by the two large discal spots, sometimes fused, to the pronotum, and by the three spots to the second, third, fourth and fifth abdominal seg-ments. The type of Signoret's species being^ in the Vienna Museum i wrote to Dr. Handlirsch on the subjest, who kindly examined the M. meiallicus, and wrote me as fol- lows: Tkere are two type specimens in our Museum, Í7i both of which the pronotum is unicolorous, and there are two rows of llack spots on segmenis 2-5». Yo he visto dos ejemplares cf o^i uno de Kamerum (Conradt) y otro de Guinea (sin localidad precisa) que existen en el Mu- seo de Madrid. El de Kamerum presenta los siguientes carac- teres: El fondo del pronoto y de los hemélitros es neg'ro con puntuación verde-metálica, densa ó apretada en los bordes y más espaciada en el disco, especialmente en el pronoto. Ante- nas, parte posterior de la cabeza, aberturas odoríferas, faja transversa del primer segmento del abdomen, tubérculos del segundo y tercero, líneas ó fajas arqueadas del cuarto, quinto y sexto (producidas, sin duda, por la fusión de las manchas laterales y centrales) de color neg'ro. Parte inferior del cuerpo y patas amarillentas. Fémures, por encima, castaños. En el otro ejemplar de Guinea, sobre el fondo negro del pro- noto se destaca una puntuación verde metálica, clara y muy intensa en los bordes y verde azulada en el disco. En la parte anterior del pronoto existe un espacio obscuro sin puntuación g-ruesa que puede interpretarse como la mancha discoidal á que alude Distant en su descripción. Antenas, parte posterior de la cabeza, aberturas odoríferas, faja transversa del primer segmento del abdomen, tubérculos del seg-undo y tercero, pe- queñas manchas laterales, manchas centrales (apenas esboza- DE HISTORIA NATURAL 357 das en los seg-mentos segundo y tercero, pero bien definidas en el cuarto y quinto) y dos laterales en el sexto con tenden- cia á fusionarse en una faja transversa, de color negro. Anoplocnemis Stál. A. curvipes Fabr. 1 cf. — Dahomey. A. gracilicornis Slal. 3 cf o ) 3 99-~I'^3^™^r'-^'^^> Conradt. 11 cf cT» 9 9$.— Guinea, Biafra, Escalera. Sinonimia. — Melucha aurulenia Walk., seg-ún Distant (Ann. Mag. Nat. Hist., London, serie 7, vol. vi (Rhynchotal Notes 7); Kuhlgatz, «Archiv für Naturgeschichte», Jahrg. 1901, Bandii, Heft2, p. 1155. A. tristator Fabr. Sinonimia,— 9- Micíis melancholica Stál (Haglund, Ofversigt afKongl. Vetenskaps. Akad. Forhandlingar, 1895, p. 1449); Micíis liUeitarsis Wlk., según Distant (Ann. Mag. Nat. Hist., serie 7, vol. vi, London, 1900); Kuhlgatz, «Archiv für Naturges- chichte», Jahrg. 1901, Band ii, Heft 2, p. 1155. 13 cTcT, 12 99.— Biafra, Cabo San Juan, Escalera. 2 (Sd^ 2 99.— Kamerum, Conradt. A propósito de esta especie escribía Haglund: «Bei dem Mánnchen dieser Art ist der Hinterleibsrücken schwarz oder dunkel mit zwei kleinen, gelben oder gelblichen Flecken; bei dem Weibchen dagegen, mit Ausnahme der Basis und der Spitze, ganz roth oder gelbroth»; y luego añadía en una nota: «Ich habe doch soeben ein Weibchen gesehen mit dem Rüc- ken wie bei dem Mánnchen gefárbt». Entre las 14 99 ^^e yo he tenido presentes para esta nota, también encontré un ejem- plar con el dorso del abdomen completamente negro, perci- biéndose, no obstante, hacia el centro, un tono rojizo muy débil. 358 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Datos para la fauna de la provincia de Ciudad Real í^) POR JOSÉ MARÍA DE LA FUENTE XXII Coleópteros. Astenus Martinezi Uhag. var. obscuratus Fuente (sub. curtulus Er., olim.) Hace ya bástanles años que enviamos á un especialista, para que nos los determinara, varios estafilínidos cogidos en nuestras cazas de Pozuelo. Uno de ellos, con el protórax rojo, nos fué de- vuelto, cumpliéndose aquello de aliquando dormitat Homerus, con la etiqueta; Sunius (hoy Aste^ius) curtulus Er. En el Bol. de la R. Soc. esp., 1910, pág. 442, describimos, sin meternos en más averiguaciones, una var. obscuratus de la pre- tendida especie. Pero resulta, por lo que nos escribe nuestro esti- mado consocio, D. Agustín Dodero, de Genova, que nos envía, al mismo tiempo que ejemplares, la descripción de Ast. curtulus Er. y Ast. tristis Er., que estos insectos son negros (excepto las patas y antenas), y que los nuestros típicos, vistos por el mismo señor Dodero, con el protórax rojo, corresponden á Así. Martinezi Uhag., metido indebidamente en sinonimia de tristis Er. en el Catálogo de 1906. En resumen, que Ast. Martinezi Uhag. es buena especie, y que el insecto descrito en nuestro Boletín, 1910, pág. 442, con el nombre de curtulus, etc., debe llamarse en adelante: Astenus Mar- tinezi Uhag. var. obscuratus Fuente. Hister 4 maculatus L. Desde que publicamos nuestra Nota en el Boletín de la (1) Véanse las Actas de esta Sociedad de 1897, páginas 129, 177, 202 y 240; las de 1898, páginas 83, 97 y 206; las de 1899, páginas 30 y 210; las de 1900, pág. 188; el Boletín de 1901, pág. 133; el de 1902, pág. 105; el de 1903, pág. 342; el de 1904, pág. 381; el de 1906, pág. 284; el de 190". pági- na 317; el de 1909, pág. 30tí y el de 1910, pág. 442. DE HISTORIA NATURAL 359 R. Soc. ESP., 1903, pág. 342, sobi'e las variedades del Hister 4- maculatus L., oirás nuevas han venido á sumarse á aquéllas, ha- ciendo necesaria, por lo tanto, una nueva revisión del grupo. tíkkhavdí (Entom. Blattern, 1910, pág. 177 y 1911, pág. 107), después de aumentar el número de las ya conocidas, aQrma y prueba que los Hister cephalleniciis K. Dan. y contaminatus K. Dan. son tan sólo variedades del líist. 4-maculatus L. Además, en nuestra colección tenemos dos ejemplares de Zara- goza, remitidos por el Rvdo. P. Navas (casaraugustanus n. v.) y otros dos de Pozuelo cogidos por nosotros (innominatus n. v.), que difieren de lodos los que se conocen lo bastante para poder formar, los de allí y los de aquí, dos variedades perfectamente distintas. Siendo el dibujo medio más adecuado que la palabra para con- /7s / flB^ /ls3 Hi ^ /7z f Fis 6 Hs 7 Fes. 6 Fis. 9 /Tg // /Ta 1Z vencer, porque, como dice el vulgo, entra por los ojos, á conti- nuación va el de todas las variedades manchadas de rojo y des- pués la sinopsis, que nos servirá de complemento. SINOPSIS 1. Élitros lisos, brillantes (á veces algo rugosos hacia el borde lateral) * .' 2 360 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA — Élitros en la mitad posterior y entre las estrías dorsales fina- mente reticulados, mates \2 2. Élitros con manchas rojas 3 — Élitros negros, sin manchas • 10 3. Con una mancha más ó menos grande en cada élitro.. . 4 — Con dos ó más manchas rojas en cada élitro 7 4. Mancha alcanzando los costados del élitro 5 — Mancha separada de los costados del élitro 6 5. Mancha estrecha, ti-ansversal, larga, situada cerca de la base (fig. 7) V. latepictus Bickh. — Mancha más pequeña, humeral, redonda (fig. 5) V. hiimerosus Bickh. — Mancha roja longitudinal, generalmente reniforme, ancha, dejando en la sutura un espacio negro cruciforme (luna- tus F., scapularis Fisch., crassimargo des Gozis) (figuras 2, 10 y 11) V. reniformis 01. — Mancha roja cubriendo todo el élitro, excepto la sutura V. rufipennis Bickh. tí. Mancha pequeña, colocada junto á la base (fig. 6) V. intermedius Fuente. — Mancha grande, longitudinal, estrecha, semilunar (fig. 3).. . V. sinuatus Thunh. — Mancha pequeña, colocada junto á la extremidad (fig. 12)... V. pustulifer Bickh. 7. Con dos manchas en cada élitro 8 — Con tres manchas en cada élitro 9 8. Manchas colocadas transversalmente, cerca de la base (fig. 4) . V. caesaraugustanus m. — Manchas colocadas en el élitro perpendicularmente (fig. 1), . 4-maculatus L. 9. Manchas casi punctiíormes y colocadas 2, 1 (fig. 9) V. sexpustulatus Bickh, — Mancha anterior larga, transversal, las otras dos punctiíor- mes y colocadas transversalmente poco después de la mi- tad, todas en este orden, 1, 2 (fig. 8).. v. imiominatus m. 10. Protórax con una sola estría lateral V. semimarginatus Bickh. — Protórax con dos estrías laterales 11 11. Propigidio liso en su parte media v. gagates lUig. — Propigidio punteado por igual v. Pelopis Mars. DE HISTOKIA NATURAL 361 12. Élitros negros. . v. cephallenicus K. Dan. — Élitros manchado? de rojo v, contaminatus K. Dan. Cryptophagus Brucki Reitt. Algo frecuente en los sembrados: Pozuelo. Insecto nuevo para España. Sólo era conocido de Turquía y del Gáucaso. Vesperus conicicollis Fairm. Del África septentrional: ¡también en Pozuelo! El Sr. Medina (Actas de la Soc. esp., 1895, p;íg. 561 lo cita con duda de Andalucía. Dorcadion Amori var. peñascosum LaufT. n. var. Muy parecida á la var. stepariiim, y como ésta, generalmente desprovista de pubescencia, brillante y con la puntuación del fon- do finísima, pero menos apretada que en el Amori. Se distingue de aquella variedad por los grandes puntos redon- dos, diseminados irregularmente en la cabeza y en el protórax, por el surco de aquella que alcanza casi siempre el reborde del clípeo, donde termina en una fosita, y por los dos surcos de los élitros, que más ó menos pronunciados, llegan en los cf cf ^1 pri- mer tercio del estuche, y llevan puntos sumamente grandes, dis- puestos en serie de uno ó series dobles irregulares, los cuales puntos invaden mayor ó menor parte del élitro, disminuyendo en tamaño conforme van acercándose al ápice; el espacio entre ellos con ó sin ligeras arrugas vermiformes. La sutura está (como en todas estas formas) generalmente hundida, y así como la parte apical del élitro, con débiles vestigios de un finísimo tomento gris sucio ó pardusco. Las 99 tienen el cuerpo más grueso, relativamente ancho en la parle apical y la superficie bastante menos brillante, á veces con un tomento que pasa del gris verdoso al pardo claro. Los surcos de los élitros están en ellas generalmente menos acusados y más pronto obliterados. La sutura plana ó un poco elevada en la segunda mitad del estuche en medio de una ligera depresión longitudinal. Pero debo advertir que la escultura es bastante variable en esta forma respecto á los surcos y espacios más ó menos costiformes que determinan, como respecto al tamaño y número de los puntos. Entre mis 170 ejemplares hay individuos (^({' y 99 que tienen 362 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPaSÍOLA los surcos reducidos á la base del éütro, lo que los asemeja bas- tante al sleparium; en otros pasan éstos de la primera mitad del élitro, mrás bien como serie de gruesos puntos ó como verdaderos surcos; en unos determinan una costilla suprahumeral y otra dor- sal; en otros, en cambio, falla la última por estar el surco reducido á una serie de puntos gruesos. Lo mismo hay individuos con im- presión interantenal muy profunda, mientras que en otros no es más que superficial. Patas y antenas negras ó rojizas. Long. 10-14 mm,, talla generalmente algo mayor que la del steparium. Constituye una razi que se encuentra en Peñascosa y otros puntos de la sierra de Alcaraz (Albacete), Ruidera (Ciudad Real). Martínez Escalera, colleg. J. Lauffer, in Bol. Soc. Aragonesa, 1911, pág. 44. Cassida pusilla \\d\[\ v. Olcesei Pie (L'Ech., 1908, pág. 46), descrita de Tánger. También en Pozuelo. Brachycerus callosus m. hypocrita Bedel. Oculi ovati, margine iiulla, callo antice protecti; frons hasi trans- versim profunde excávala, excavatione arcuata; prothorax vario- losus, sulco medio fere toto carinato, margine antica truncata; elytra ovala, sutura plagis alternantibus oppositis, costis plicatu- lis, mediocribus; epipleura suhreticulata; tibiae haud carinatae, anticae subcylindricae. Long. 9 '/j f^'^^* (f. Angle apical des tibias postérieurs á peine prolongó en arriere, leur corbeille mal limitée en dehors. Dernier segment de l'abdomen subtronqué au sommet. 9- luconnue, Ti'te profondémenl et transversalement excavée h la base, l'ex- cavation arquee, détachant fortement le roslre; vértex convexe. Yeux plus longs que larges, ovales, sans rebord, surmontés en avant d'un fort calus frontal. Prothorax tronquean milieu de son bord antérienr, légérement saillant vers les yeux; angles latéraux mediocres, légérement arques en arriére; reliefs peu marqués, ceux du dos plus distincts le long du sillón median; celui-ci garui sur presque toute sa longueur d'une ligue cariniforme; surface grossiérement et rugueusement variolée. Elytres ovales; suture garnie de plaques opposées, alternantes; coles mediocres, plissées; DE HISTORIA NATURAL 363 intervalles subréliculés. Epipleures couservant quelques traces de series de tubercules, chiffonnés. Dessous du corps ponctué; ponc- tualion des paites rare et tres-écartée, surtoul sur la face externe des cuisses; tibias simples, les antérieurs subcylindriques, A Tétai frais, le corps est revétu de petites squamules grisá- Ires; les plaques suturales et celles des ligues dorsale et latérale présentent quelques soies spiniformes, couchées, noires. Espagne: Almuradiel (province de Ciudad Real). Un seulexem- plaire, trouvé par M, Achille Raffray, et obligeamment commu- niqué par M. de Marseul. Le B. hypocrita ressemble beaucoup aux petites varietés espa- gooles du B. Chevrolati Fahr,, mais il paraít se rapprocher davan- tage des B. foveicollis Gyllh., et junix Licht., dontil se distingue d'ailleurs, á premiére vue, par la forte carene du sillón protho- racique. L. Bedel in Ann. Soc. Ent. Fr., 1874, pág. 119. Coniocleonus crinipes var, uniformis n. v. Elyira uniformiter albescentia, striis debiliorihus, punctis dor- sualibiis striarum etiam, quam in typo, invalidioribus, aliquan- iulum obsoletis. Todas las manchas negras de los élitros, las de la base, las del disco de forma triangular y la de los costados, faltan en el insec- to que describimos. Únicamente existe el punto negro, brillante, colocado por bajo del callo posterior. Las estrías y los puntos de éstas, de las internas sobre lodo, son también menos marcados que en los ejemplares típicos. Uno sólo, cogido en Enero, en la colina llamada Cabeza-parda. Pozuelo. Rhytirrhinus perplexus Desbr. n. sp. cf. Lg. 6: Ll. 3 mm. Oblongus, sat convexus, distincte setosus, antennis pedibusque rufis, his metallico-squamosis ; prothorace quadrato, sulcis lateralibus solis anlice mterruplis et postice fovea- tis; antennis magis gracilibus, articulis intermediis moniliformi- bus; elytris a latere leoiter arcuatis^ postice subucuminatis, ápice oblusis, costa Sf ápice non callosa, humeris extus arcuatim paulo prominentibns, striis punctis mediocribus. 9. Oblongus, vix latior; elytris a latere, medio, fere rectis; antennis paulo crassioribus, articulis intermediis vix monilifor- 364 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mibus, minns solutis; elytris ápice hrevissime caudatis ac reflexis^ ante apicem, siihtus, distincte emarginatis. Espagne, Solana (de la Fuente). Gette espece que j'avais tout d'abord consideré comme une va- ríete da R. escorialensis me semble, apreí un nouvel examen, distincte par sa forme plus convexe, (J^, par les elytres légerement ovalaires chez ce mcme sexe et subacuminées postérieurement, au lieu d'ütre étroitement arrondies au sommet; par le prothorax plus large, non distinctement rétreci en arriere. La 9 du R- perplexus a les elytres bien plus oblongues que ce- lles du /?. escorialensis, 9; subparalléles dans leurs deux tiers médians, tres briévement mucronees au snminet. La ponctuation des stries des elytres est moins forte, plus serrée (J^ 9 Q^^ chez le R. escorialensis. La coloralion est taniót celle du R. escorialensis, h bandes et taches dénudées sur les elytres, tantót uniformément d'un blond squameux. J. Desbrochers in Le Frelon, xvii, pág. 184. Rhytirrhiniis longulus var. interstitialis Desbr. n. v. Elytra interstitiis ómnibus plus minusfie costatis, alternis vix elevatioribus. Espagne (Pozuelo), Algérie, Maroc. J. Desbrochers in Le Frelon, xvii, pág. 100. Ceuthorrhynclius tessellatus Schltze. Especie de Argelia, obtenida por nosotros en Pozuelo. Determi- nada por K. Daniel, de Munich. Tychius quinquepunctatus var. ininterruptus n. v. Elytra aíbo-fasciata per connexionem macularum; typo magni- tudine paulo breviore et elijtrormn squamis dilutioribus. Distingüese con facilidad del tipo por las manchas blancas de los élitros, unidas entre sí, formando faja; por su menor tamaño y por el color de aquéllos, menos vivo, más pálido: de la v. tauni por sus dibujos de color blanco; en tauni, todo el insecto se halla cubierto por encima de una pilosidad uniformemente argentada y con brillo sedoío, sin manchas ni bandas de color más claro. Algo menos frecuente que el tipo, en Pozuelo, con el que lo recogemos mangueando por los sembrados. DE HISTORIA NATURAL 365 Eccoptogaster Demaisoni Eggers n. sp. Suhnitidus, piceoniger, antennis, pedibus, prothoracis margini- bus, nonnunquam elytris ex parte rufobrunneis, his plaga trans- versa picea variegatis; prothorace basis latitudine haud longiore, subgloboso, versus apicem coarctato, mediocriter denseque punctU' lato, linea media obsoleta et perangusta laevi; elytris prothorace vix longioribus, subparallelis, versus apicem subattenuatis, stria- topunctatis, interstitiorum punctis vix subtilioribus ; abdominis segmentis pilis flavis obtectis, segmento secundo appendice brevi tuberculiformi ornato. (J' fronte plana ^ pilis longis convergentibus paucis circumdata. 9 ft'onte siibconvexa, rude. Long. 1,5-2,5 ram. Hab. Sicilia, Algeria, Hispania (Pozuelo). Pecbbraum mit hellen Füblern, Beinen, Halsscbildiaidern und oft auch Flügeldecken, die daño cine dunkle Binde tragen. Halsschild Kagellg, aii den Seilen gerundel, vorne am Rand ve- renglLindeiagescbnüft, kaum ¡aagerals breit, gla izend, mit sehi- schmaler, fast verscbwindender glatler Miltellinie und dichten, ziemlich feinen, aber deutlicben Punkten. Flügeldecken mil dichten, ziemlich ki afligen Punklstreifen, die Zwischeniaame fast gleich stark punktiert, aber nicht gestreíft, au der Nahl eini- ge kaum erkennbare Schiágkritzel; bis ans Ende fast parallel, an der Naht gerade abgestulzt, mil abgerundeten Aussenecken im lelzten Driltel deutlich behaart, die Segmente seiilich nicht be- dornt, das zweite mit kurzem, etwas nach abwii 'ts geri:hteten Hó ker. Die Slirn des (f eben mit spá 'lichen, langen, nach innen ge- lichleten Haareu umrahml; diejenige des 9 i^í' leicht gewci bt unbehaart. Frasspflanze und Lebensweise unbekannt. Eine Type in coll. Demaison zwei in coll. Leonhard, vier in coll. Eggers. Durch die Form seines in beiden Geschlechtern gleichen Fort- satzes ist er dem Ecc. Kirschi Skal. und fasciatus Reilt. ver- wandt. Ersterer unterscheidet sich stark durch láageres, weít- laiifig punkliertes Halsschild, rauh skulplierte und an der Naht deutlich schiajr gekritzelte Fiügeldecken. Ecc. fasciatus hat ein wenig laigeres Halsschild, das nach vorn kaum verengt und fast parallel ist; das eine Geschlecht, von dem ich sechs von Reitter beslimmte, braune, fast eiufarbige Stücke besitze, hat eine dicht und gleichmaisig lang behaarte Stirn. B3im erslen Anblick erin- T. sn.— Julio, 1912. 21 366 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nert die Form von Ecc. Demaisoni und auch seine Skalptur an Ecc. pygmaeus F. H. Eggers in Entom. Blatter, 1912, pág. 47. Ochüdaeus montanus n. sp. Corpus totum obscure testaceum. Clava antennarutn intus infu- mata extiis pallidula; clypeo antice rotundato, nec emarginato; capite cum prothoroce confertim granulalis el puhescentia brevi, erecta, simul coopertis; elytris profunde striatis, striis sulciformi- bus magnis punctis obtectis, interstitiis convexh, asperulis et con- fuse punctatis, uniformiter per totum setulosis, setulis hrevibus, erectis et veluti tonsis a latera inspectatis; femoribus posterioribus unidentatis. Long. 5-6 mm. Prope iNTEGRicEPS Semem. locandus, a quo differt tamen; pro- thorace granulato et elytrorum interstitiis ómnibus uniformiter setulosis. Fuencaliente, Mayo; dos ejemplares eii la montaña bajo la ho- jarasca. NOTAS CRÍSTALOGRÁFICAS Oligisto de Melilla POK F. PARDILLO Recientemente ha llegado á nuestro poder, para su determina- ción, un mineral de la localidad mencionada, que resultó ser una masa de cristales de oligisto envuelta por una ganga terrosa, de- leznable, de color amarillo sucio, entre cuyos compuestos se en- cuentra el cinc. Juzgando de algún interés el estudio cristalográfico del mine- ral de hierro, lo hemos llevado á cabo en los pasados días de este mes con el resultado que á continuación se indica. El ejemplar en cuestión procede de las minas de hierro de la pe- nínsula de Tres Forcas, situadas á unos 4 km. en línea recta de Melilla, en un afloramiento de terrenos primarios, según los re- cientes estudios del profesor Fernández Navarro publicados en las Memorias de nuestra Sociedad. DE HISTORIA NATURAL 367 Los cristales son numerosos, de pequeñas dimensiones (algu- nos llegan á medir cerca de 0,01 m.), de caras perfectas en su ma- yoría^ pues pocos son los que presentan tremías, acerados y de fuerte brillo metálico; muy adecuados, por tanto, para las me- didas goniométricas. Hemos estudiado seis individuos, los cuales nos han dado las siguientes formas: r (100),_r' (2 11), d (411) Tw (59 297) m ( I 1 2") a 1 1 O F) c(lll) -con los ángulos Medidos. Calculados. r (100) : c(l 1 n = 57° 38' 57° 37' d (411J_ : c (11 1) = 38' 19' 38° 15' a (10 1) : c (1 1 1) = 90" 1' 90° r' (2 iT) : c {]_]_]_] = 57° 35' 57° 37' r (100) _ : c (TTT) = 122° 20' 122° 23' TT (56_29l) : c(l 1 n = 43° 14' 41" 43° 16' 51" a (1 Ol) : a(0 iT) = 60° 2' 6U° a : c = [ : 1,36557 Kokscharow. Según nuestras medidas las caras tc (59 29 1) son nuevas para este mineral. Los cristales son de conformación tabular (ñg. 1/j, variando el desarrollo de las bases. Algunas de las caras r' (2 1 1) adquieren gran desarrollo defor- mando la simetría aparente del cristal. De las caras a (1 O 1) suelen ser mayores tres de ellas, correspondiendo á la posición de un prisma trigonal; en algunos individuos las otras tres son casi in- visibles. Las tremías se han formado en las caras r (100) y á veces también en las a (1 O 1). Las bases presentan la estriación carac- terística. Las facetas d (411), m (1 12) y tt (59 29 1) pasan inadvertidas por -SU pequenez en muchos de los cristales. Estos suelen estar reunidos en crecimientos paralelos según la 338 boletín de la real sociedad española base, ya en tipo escalariforme y alargados según m (1 1 '¿] seme- jantes á los de Plaidt (Prusia), descritos por G. von Rath, ya]en sentido del eje trigonal, produciendo, por la delgadez de los indi- Fiff. 1. viduos, una serie de dientecitos en las aristas de combinación de las caras r (100) y a (1 O 1), Las germinaciones más notables por su perfección son las que tienen como plano común una cara de a (1 O 1). Estas agrupacio- nes se efectúan entre individuos de distinto tamaño ó iguales, teniendo común una de las bases en unos casos, como se repre- senta en la flg. 2.^, y en otros formando escalonamientos. De esta ley de combinación, que, según nuestros datos, no se ha citado en ningún otro caso, resulta, si cada uno de los dos in- dividuos tiene las dimensiones de medio cristal, la formación por "TV III Tt Fig. 2.» complemento de uno entero, que tan solo acusa sus partes por una finísima, pero recta estría, que cruza la cara r (100) y es perpen- dicular á las aristas de combinación de ésta con las £i(411) y m (1 1 2) y se continúa por las c (IH). A no ser por este detalle, únicamente perceptible por el aumento, nadie diría que aquellos individuos están constituidos por dos mitades idénticas. DE HISTORIA NATUKAL 969 Algunas especies de Ostrácodos de la bahía de Palma de Mallorca POR F. PARDILLO I;a lista que á continuación se menciona es el producto de las investigaciones realizadas por mí durante la primavera y el prin- cipio del otoño de 1910 en el Laboratorio biológ^ico-marino de Ba- leares, al final ya de mi estancia en él como Ayudante. A la última circunstancia se debe, así como también á la minu- ciosidad y lentitud del método de captura y separación de las es- pecies microscópicas, y en su mayor parte contenidas ó en el fango de Porto- Pi ó en los diversos fondos de la bahía, y á las dificul- tades de su estudio, que primeramente requiere la separación y examen de las tenues y frágiles valvas, y después el detalle mor- fológico del pequeño crustáceo, que con ser riquísima en Ostráco- dos la fauna marina de Palma, tan sólo pueda citar 22 especies. Estas han sido clasificadas en vivo ó recién muertas, y por tan- to en la plenitud de sus colores y detalles, que con tanta facilidad se alteran, por poco tiempo que el animal lleve en conservación. El procedimiento de recolección empleado en mis trabajos fué, con ligeras modificaciones, el de MüUer, descrito detenidamente •en su monografía de los Ostrácodos de Ñapóles. Este método, con- sistente en larga serie de tamizados, decantaciones y sedimenta- ciones de los fondos subidos por la draga y la colocación ulterior en vasijas negras convenientemente dispuestas, lo juzgo insusti- tuible y fué para mí de gran eficacia. Las distintas especies se mantienen vivas en tiempo fresco quince y más días en las vasijas donde se lleva á efecto la reco- lección; pero no así durante los rigores del verano, en el cual hube de suspender las operaciones por la rapidez con que se des- componen los légamos orgánicos, vivienda y refugio predilecto de los crustáceos en cuestión. Las presentes líneas son, pues, los primeros datos del trabajo que emprendí con miras más elevadas y más grandes propósitos, y que pronto quedó interrumpido por circunstancias inesperadas 370 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA qae, separándome del Laboratorio de Porio-Pi, me llevaron á la Universidad de Barcelona. Las especies encontradas fueron las siguientes: Fam. Cipridínidos. Gen. Cypridina M. Edwards. C. mediterránea Costa. Cuatro ejemplares en Vidalia, á 36 metros. Gen. Philomedes Lilljeborg. Ph. interpuncta Baird. Un ejemplar en pesca pelágica en la boca de Porto-Pi. Gen. Cylindroleberis Brady. C. oblonga Grube. Magníficos ejemplares entre Posihnia y Zoostera de Porto-Pi^ G. teres Norman. Mucho más frecuente que el anterior en diversos fondos de la bahía, principalmente en Lithotamnium, y en Porto-Pi en Posi^ donia y Zoostera. Fam. Halocfpridos. Gen. Arclliconclioecia Müller. A. striata Müller. Un ejemplar en pesca pelágica en la bahía. Gen. Coiichoecia Dana. C. Clausii Sars. Frecuente en las pescas pelágicas de la bahía y en la boca de- Porto-Pi. DE HISTORIA NATURAL 371 Fam. Cípridos. Subfam. Ciprinos. Gen. Macrocypris Brady,. M. succinea Müller. Entre Vidalia, Posidonia, Zoostera, etc., de la bahía, á 22 m. Subfam. Pontociprinos. Gen. Pontocypris Sars. P. pirifera Müller. Algunos ejemplares en la Posidonia y fango de Porto- Pi. P. intermedia Brady. Frecuentísima en las algas calcáreas, fango, Posidonia, espon- jas, etc., á todas profundidades. La más abundante. Géa. Erythrocypris Müller. E. acuminata Müller. Algunos ejemplares en las algas de la bahía. Fam. Citéridos. Gé;]. Schlerocliiliis G. O. Sars. Sch. contortus Norman. En Porto- Pi en detritus de Posidonia, Zoostera y en el fango. Gen. Cytherois G. W. Müller. Cy. frequens Müller. Abundantísimo en Porto-Pi. Gen. Paradoxbstoma Fischer. P. triste Müller. Muy abundante en Porto-Pi durante la primavera. P. acuminatwn Müller. Frecuente en los fondos de la bahía y en Porto-Pi. d7¿ boletín de la real sociedad española P. riibrum Müller. Frecuente en primavera en Porto-Pi. P, incongruens Müller. En la Vidalia de la bahía, á 22 m. Gen. Paracytherois Müller. P. striata Müller. En los fondos de LiUiotamnium de la bahía. Gen. Xestoleberis Sars. X. dispar Müller (ñg. 4.^). En algas calcáreas de la bahía. X. communis Müller (figuras 1.^ y 2.*). Frecuentísimo y muy extendido, X margaritea Brady. Encontrado una sola vez juntamente con el anterior. .X. decipiens Müller (fig. 3.*). Un solo ejemplar entre los anteriores. Gen. Loxoconcha Sars. L. impressa Baird. Bastante frecuente en la Vidalia v algas calcáreas de la bahía. DK HisioiiíA Natural 373 Fig. \.^ -Xesloleleris communis. visto de lado. X 175. Fig. 2 "—Xestoleberis communis visto por encima, x 200. Fig. 3 *-Xestoleheris decipitns, visto de lado. X 200. Fig. W-Xestoleberis dispar. Valva izquierda, visto de lado. X200. 374 BOLETÍN DE LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Nueva especie española del género «Broscus» (Carábidos) FOE CÁNDIDO BOLÍVAR Y PIELTAIN En la colección de coleópteros del Museo de Madrid existen buen número de especies interesantes para el conocimiento de nuestra fauna entomológ-ica, en espera de que los especialistas en las diferentes familias quieran estudiarlas, como ya ha su- cedido con muchas de ellas, y recientemente con las de Asida y Borcadion, por los Sres. Escalera, Schramm y Lauffer. Sería interesante enumerar todos los tipos de descripciones de espe- cies publicadas por muy diversos autores que se conservan en el Museo y que avaloran esta colección, y quizás hag-a esta enumeración más adelante, aunque es tarea larg-a y detenida. Hoy presento á la Sociedad la descripción de una nueva es- pecie de Broscus que existe en la misma colección. Este géne- ro es la primera vez que se cita de la Península, no conocién- dose de España nada más que el Broscus insularis Brul., de las Baleares. Broscus Uhagoni nov. sp. Long". 17 mm. Loe: Quero (provincia de Toledo). 9 Áptero, neg-ro , muy brillante, muy estrecho, convexo y cilindrico. Cabeza oval, completamente lisa por encima. Maxi- las rojizas. Palpos castaño-negTuzcos, con la terminación de cada artejo alg-o rojiza. Las antenas son cortas y, dirig-idas hacia atrás, escasamente alcanzarán la mitad del protórax; los cuatro primeros artejos son neg-ros, los restantes castaño - rojizos. Protórax alg-o más larg-o que ancho, muy estrechado hacia atrás. Por encima es completamente liso, careciendo de estriólas transversales. Élitros alarg-ados, poco ovales, casi pa- ralelos, muy convexos. Por encima son completamente lisos, no percibiéndose líneas de puntos sobre ellos. Áng-ulos hume- rales apenas perceptibles. Patas negras. Un ejemplar 9 en colecc. Museo de Madrid (tipo). Esta especie es próxima al Broscus declivis, del que se dife- DE HISTORIA NATURAL 375 rencia por su menor tamaño, por ser más estrecho, convexo y brillante, y por la carencia de las estrías sobre la frente y de las líneas de puntos que se observan sobre los élitros del Bros- cus decHvis. Del Broscus cephalotes se diferencia por carecer de estriólas sobre el protórax y cabeza y de líneas de puntos sobre los éli- tros; por ser más estrecho, más brillante, por tener los áng-ulos humerales mucho menos marcados, y, sobre todo, por la ca- rencia de alas. Conmemoraré con esta especie el nombre de uno de los entomólog-os españoles que más han contribuido al conoci- miento de nuestra fauna coleopterológ-ica. «Eutostliodon physcomitrioides» nov. sp. POR A. CASARES GIL Y F. BELTRÁN Planta humilis, laxe crespitulosa. Caiile simplici vel e basi bipartito. Folia inferiora parva, superiora aproximata, spa- thulo-lanceolata, acunainata, integ-errima, concava, suberecta, raoUia, sicca laxe incumbentia, 2-2 '/., mm. long-a, laxe texta, retículo superiore breviter rectang-ub-exag-ono, inferiere lon- g-iore; costa ín sectio ira7isversa e duplice serie ceUidarum compo- sita, sub medio evanida. Flores monoici terminalis, paraphy- ses nullas, masculi in ramulo propio basilare fertili simili, antheridiis paucis minimis. Capsula subcernua, eolio adjunto piriformis, 2 mm. long-a, ¡eptoderma, cellulis ad orificium quin- queseriatis ang-uste rectangulis transverse, inferné elong-atis; coUo 1 mm. long-o, sico sulcato, estomatibus utin cseteris farai- lise g-eneribus; sporangium minutum solo base capsulíe filis ad- herens; peristomium infra orificium nascens, rudimentarium, 16-dentatura, dentibus basi confluentibus, striolatis et pun- tulatis; annulo nullo; operculum parvulum, conicum trunca- tum, cellulis recte seriatis: calyptra 3 5 loba, recta, rostro lon- go; pedicellns 8-10 mm., siccitate sinistrórsum, superne dex- trorsum tortus. Spor^e sublfeves, rufae, 0,03 mm. líab. in Vaciamadrid, prope Madrid, in solo g-ypsaceo ubi F. Beltran in Majo 1912 leg-it. 376 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Enthostodon physcomítrioides n. sp. 3 10 , 1. Aspecto de un pie fértil, — . - 2. Forma de la hoja, -—. — 3. Ápice de la hoia, — .—4. Parte de la base de la hoja, —-.—5. Corte transversal de j ) j 1 37 la hoja en el tercio inferior, -—.—6. Parte del borde de la cápsula con dos 170 170 dientes del peristoma, .— 7. Epidermis del cuello, — j— .— 8. Un sector 170 10 del opérculo, -—. — 9. Cofia, -— . Bol. de la R. Soc. Esp. de ffist. Nat. Tomo XII.— LÁM. V. Figuras I y 11, Ihlix Ünaltcnana L.; 111, H. Laurcnti Bourg.; IV, //. GnaUerio- campesina Serr.; V y VI, H. campesina Ezq.; Vil, H. Spiriplaiut OÍ.; VIH, H. AIo- ne?tsis Fer. v. Lorcana Rossm.; IX, X y XI, H. Aloneusis Fer. Bol. de la R. Soc. Esp. fie Hist. Nat. Tomo XII.— LÁM. \L Figuras XII y XIII, fíi-Z/x Gualtcrlaua L.; XI\', H. Laureut¿^(^v\xg.\ XV, H. Gual- terio-campesina Sen-.; XVI y XVII, //. campesina Ezq.; XVIII, //. Spiriplame OÍ.; XIX, H. Alonensis Fer. v. Lorcana Rossm.; XX, XXI y XXII, //. Alonensis Fer. DE HISTORIA NATUHaL 377 Asi como el género Fiiíos¿kodo7i, que no todos admiten, es un género intermedio entre Physcoriiitrium y Fuñaría, confun- diéndose con este último, esta especie participa de los caracte- res de los géneros Phijscomitrmm j Eniosthodon. Del primero tiene el tejidp del exotecio leptodérmico y especialmente la cofia recta mitriforme-lobulada característica hasta ahora del género Physcomitrium entre los de la familia; y con las espe- cies del género Entosthodon tiene de común, además de su as- pecto general, la configuración de la cápsula, el esporangio libre, unido solamente al tejido del cuello por un manojo de filamentos, la carencia de anillo y el peristoma rudimentario profundamente inserto. El carácter de la nervadura, ó mejor dicho, de la pseudonervadura, es único entre las especies de la familia. «Helix Giialtlero- campesina» Serradell. Especie, ó mejor diclio, forma nueva, intermedia entre el grupo de la «H. Gualtierana» L. y de la «H. campesina) Ezq. POR BALTASAR SERRADELL (Láminas v y vi.) Hace tiempo que los hermanos Joséy Miguel Colominas, me consultaron un ejemplar de una Helix que habían recibido de Cuevas de Vera (Almería) y que al primer golpe de vista les llamó la atención por haberles parecido distinto de los demás que recibieron, pertenecientes todos á la H. Laureníi^onvg., y que á mí me pareció una H. Laureníi Bourg. vista por encima y una H. campesina Ezq. vista por debajo. De momento creí que podía tratarse de una anormalidad; mas al poco tiempo, el se- ñor D. Juan Rosáis hizo una excursión á Cuevas de Vera y trajo otro ejemplar, al parecer igual al de referencia, y que comparados resultan perfectamente iguales, creyendo, desde luego, que se trataba de una forma nueva que no quise dar á conocer hasta consultarlo con el Dr. González Hidalgo, persona competente tratándose de moluscos, y más aún de los de Espa- ña, á los que se ha dedicado con preferencia, y estuvimos de acuerdo en que se trataba de una forma nueva, quizás producto 378 BOLETÍN DK LA RKAL SOCIEDAD ESPAÑOLA del cruzamiento de las dos citadas, puesto que ambas habi- tan en la misma localidad. Antes de hacer la diag-nosis de la H. GuaUiero-camjJesina, hemos estudiado muy detenidamente las H. Guallierana L., Laurenti Bourg-., campesina Ezq., Alonensis Fer. y var. Lorcana Eossm., de este último; y habiendo reunido g-ran número de ejemplares, nos hemos convencido de que á pesar de la enor- me diferencia que existe entre una //. GuaJlierana L. y una H. Alonensis Fer., insensiblemente se pasa de la Gnaltiera- tia L. á la Laurenti Bourg-. por ejemplares intermedios, llegan- do á un punto que se hace preciso confesar lo imposible de re- ferir un determinado ejemplar á una ú otra especie. Ig-ual ocurre de la H. campesina Ezq. á la U. Alonensis Fer., po- niendo como intermedia la var. Lorcana Rossra. del H. Alo- nensis Fer. Entre las H. Laurenti Bourg-. y //. campesina Ezq., quedaba un salto, que desde hoy se salva con la forma nueva que á continuación describiremos con el nombre de H. Giial- tier o- campesina. Daremos aquí las descripciones y fotog-rafías de las especies mencionadas por el orden que podemos llamar de tránsito, para facilitar el estudio de este grupo, pues con las citas solas, el que quisiera comprobarlas se encontraría con la dificultad de poder consultar los libros indicados por su es- casez en las bibliotecas públicas y por el elevado coste de mu- chos de ellos que priva de poder adquirirlos, á menos de hacer g-randes sacrificios como los ha hecho el Dr, Hidalg-o para lle- gar á poseer quizás la mejor biblioteca de Conchiología que existe. En las figuras 7 y 18 reproducimos la //. siñriylana Oliv., de Jerusalén, para que puedan verse las diferencias que tiene con la //. campesina Ezq. y que va citada en la observación que reproducimos de Pfeiffer al describir esta especie. Del//. Alonensis Fer., reproducimos tres ejemplares (figu- ras 9 y 20, 10 y 21, y 11 y 22) procedentes de Tous (Valencia), Bonastre (Tarragona) y Alcoy, respectivamente, para que pueda verse cuan fácil sería pasar á la H. vermiciilata MülL, poniendo como intermedias las H. Constantino Forbes y H. /leurati Bourg. Así por este camino, no sé adonde llegaría- mos, pero seguramente á la destrucción de un número consi- derable de especies, no ya de las creadas sólo con el fin de perpetuar el nombre de su autor, sino de las que presentan DE HISTOKIA NATURAL 379 diferencias de carácter local y aun de muchas de las aceptadas por autores serios. El concepto de la especie en Conchiología es tan vag-o, que creo que debe admitirse la palabra forma para sustituirla. Helix Gualtierana Linn. (Figuras 1, 2, 12, 13) Helix Gualtierana Linn., Syst. ed. xii, p. 1243. — Giialteriana Gml., p. 3621, N. 33. Helicigona Gualteriana Fer., p. 137, Hist. t. 62 f . 1 5 (c. anim.). Helix obversa Born. Test. p. 368, t. 13, f. 12, 13. CaracoUa Gualteriana Lam., 7, p. 97, ed. Dh. p. 146. Ibenis Gualterianus Mont., Conch. syst. p. 147, t. 37. Discodoma Gualteriana Swains., Malac. p. 329. Iberus Gualtieriana Morch. in Journ., Conch. xiii, p. 389. Helix Gualtieriana Linn. var. obversa Born., in Paetel Cat. Conch., 3." edición, vol. ii, p. 137. — — Linn. var. ornata Desh., in Paetel Cat. Conch., 3.'' edición, vol. ii, p. 137. — Gualteriana Linn., Hidalg-o, Cat. ic. t. 5, f. 46-52. — Gualtierana Linn.,.Pfeiffer, Monogr. Helic. Viv. i, p. 293. «Testa obtecte perforata, superne plana, subtus turg-ida, compresso-carinata, scabra, decussatim plicata, albida; anfr. 4 exserti, ultimus deflexus; apertura ang-ulata, lunato-securifor- mis; perist. simplex, reflexum, marg-ine columellari appresse dilatato.— Diam. maj. 43, min. 34, alt. 18 mili.» Habita: Cádiz, Almería, Granada, Murcia. {Pfeiffer.) España, hacia Gibraltar. (Brug., Lam. et Desh.) Valencia, Andalucía. ( Graells.) Cabo de Gata. (Salvañá.) Huercal, Purchena, Sierra Cabrera, Río de Almanzora, Sie- rra Elvira. {Hidalgo.) Cuevas de Vera. (Rosáis.) Las fig-uras 1 y 12 representan perfectamente al tipo, y el ejemplar procede de Almería. Las figuras 2 y 13 son de un ejemplar procedente de Sierra Elvira, y bien puede llamarse var. minar. 380 HOl.ETiy UE LA nKAL SOCIEDAD E-^PANOlA Helix Laurenti Bourg-uig-nat. (Figuras 3 y 14) Helix Lmirenü Bourg-. in Rev. et Mag-. Zool. xxii, 1870, p. 95, t. 14, f. 5-7. _ — Bourg'. Pfeiífer, Monogr. Helic. Viv. vii, p. 585. «Testa obtecte perforata, carinata, supra convexo tectiformi; subtus convexa, solida, calcárea, pallide g-riseo-albidula, va- lide crispato-sulcata, striis aug-ustis spiralibusque decussata; spira convexa, tectiformi, ápice obtuso, valido, subiente ele- ganter striatulo; anfractibus 5 carinatis (carina suturam se- quens), supra planis, subtus convexis, regulariter ac parum celeriter crescentibus, sutura lineari separatis; ultimo vixma- jore, carinato, prope aperturam valide subitoque descendente, ac subtus prope marginem columellarem turg-ido-convexo; apertura obliqua, leviter Innata, ad marg-inem externum an- g-ulata, superne fere recta, ad basin rotundata; peristomate recto, acuto, intus incrassatulo, ad basin validiore et reflexo; margine columellari calloso, in perforationem replicatim ad- presso; marg-inibus sat remotis, callo junctis. — Diam. 34, alt. 19 mili.» Ohs. «Species Ínter H. pJanatcnn et Gualtieranam interme- dia, ab hac statura minore, convexa, carina minus compressa et prominente, sutura lineari, testa minus rug-osa, apertura fere aequa alta ac lata, anfractu ultimo basi convexiore, etc., discrepans.» Habita: Sierra de Gador, provincia de Almería. (Boiirguignat.) Almería, Cádiz. (Kodelt.) Cuevas de Vera. (Rosáis.) El ejemplar reproducido es procedente de Almería y me fué enviado por D. Eduardo Roselló, de Valencia, como tipo de la especie, si bien creemos es una forma intermedia entre la H. Gualtierana L. y la B. Laurenti Bourg-., cuyo tipo está bien representado en las láminas, i, fig-uras 5-7 de la obra Molí. Nouv. Lit., fase. 12, de Bourg-uig-nat, y en la lámina 33, Agru- ras 375 377 del Catálogo Iconográfico del Dr. J. G. Hidalgo. Muchos autores la admiten como variedad de la Helix Gual- tierana L. DE HISTORIA NATURAL Helix Gualtiero-campesina Serradell. (Figuras 4 y 16) Testa umbilicata, ang-ulata, supra convexo-tectiformi; sub- tus convexa, solida, calcárea, pallide griseo-carnea, fusca ob- solete fasciata, striis incrementi ang"ustis spiralibusque decus- sata; spira convexa tectiformi, ápice obtuso, sub lente eleg-an- ter striatulo; anfractibus 5, supra planulatis, subtus convexis, regulariter crescentibus, sutura lineari; ultimus inflatus, pe- riferia ang-ulatus, prope aperturain valide subitoque descen- dente; apertura perobliqua, leviter Innata; peristoniate acu- tum , intus sublabiatura, marg-inibus approximatis, supero expanso, basali valde reflexo, columellari dilatato, patente, umbilicum semioccultante. — Diam. maj. 38. min. 30, alt. 18 mili. Habita: Cuevas de Vera (Almería). {Colominas et Bosals.) Aspecto, por su parte superior, de la H. Laureníi Bourg-., de la que difiere por su estriación más fina, menos acusada y la quilla de las vueltas menos saliente; por su parte inferior pa- recida á la H. campesina Ezq., pero las estrías son más marca- das y la última vuelta menos convexa; el omblig'o es alg"o más cerrado; la boca es más alargada y los bordes menos refleja- dos, debido sin duda á que el ejemplar es algo joven. Helix campesina Ezquerra. (Figuras 5, 6, 16, 17) Eelix campesina Ezq. (teste Bronn. catal. 1845). — — Chemn., ed. ii, Helix N. 111, t. 19, f. 14, 15. — — Ezq., Pfeiífer, Monog-r. Helix Yiv. i, p. 351. Campylaea camjjesina Alb., p. 83. Iberus (Campylaea) campesina Ad., Gen. p. 240. Var. P; H. Alonensis var. Lorcana Rossm. ib. p. 5, t. 62, f. 789. Helix campesina Ezq., Hidalg-o, Cat. ic, t. 7, f. 63-70. «Testa umbilicata, subg-loboso-depressa, striis incrementi distinctis et lineis profunde impressis spiralibus confertira re- ticulata, griseo-carnea, fusco obsolete fasciata et maculata; T. XII. -Julio, 1912. .5 i382 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA spira brevis, obtusa; anfr, 4 \/\ vix convexiusculi, ultimus in- flatus, antice súbito deflexus, basi juxta umbilicum mediocrem non pervium subcompressus; apertura perobliqua, lunato- ovalis; perist. acutum, intus sublabiatum, marg-inibus appro- ximatis, supero expanso, basali valde reflexo, columellari di- latato, patente, umbilicum semioccultante. — Diam. maj. 39, min. 32, alt. 19 mili.» Ohs. «Habitu persimilis H. alonensis Fer. Differt umbilico aperto, sculptura distinctiore, apertura mag-is deflexa, peris- tomatis marg-inibus valde approximatis, basali ang-ulatim re- ñexo, libero. Similis H. spiriplanae Oliv, (fig-tiras 7 y 18) sculp- tura, marg-inibus non junctis, etc., diversa.» Habita: Provincias de Murcia y Valencia. (Tryoii el Pilsbry.) Sierra de Almag-ro hasta la de Gador, en Zurquena, Purche- na, Carriles, Gerg-al y Vedar. (Cánovas.) Liria, Cartag-ena, Lorca, Ag-uilas. (Salvañá.) Uclés. [Saint Simón.) Málag-a, Granada. Almería. (Roselló.) Cuevas de Vera. (Rosáis.) Reproducimos dos ejemplares para ver que la H. Gualtiero campesina tiene más parecido con los individuos alg-o jóvenes, y observar las diferencias del peristoma en ejemplares alg-o jó- venes y los muy adultos. El de las fig-uras 5 y 16 es de Murcia y el de las 6 y 17 es de Almería. Hay autores que admiten la H. campesina Ezq. como varie- dad de la H. A lonensis Fer. Helix Alonensis Fer. var. Lorcana Rossmassler. (Figuras 8 y 19) Relix Alonensis YeY.var. Lorcana Rossm., Icón. fig-. 789, par- te 13.% p. 5. — Lorcana Rossm. ^ Servain, Etude molí. rec. Esp. et Port., 1880, p. 49. Habita: Sierra de Caño, Lorca. (Rossmassler.) Sierras que rodean á la Veg-a de Murcia. (Koieli.) DE HISTORIA NATURAL 383 Liria. Lorca, Totana, Alhama, Huércal, Cuevas de Vera. (Hidalgo.) Tarrag-ona. (Paetel.) Almería. (Roselló.) El ejemplar reproducido es procedente de Almería. El señor Servain eleva esta variedad á la categ-oría de especie. Helix Alonensis Ferussac. (Figuras y, 10, 11, 20, 21 y 22) Eelix Alo7ie7isis Fer., Pfeiffer, Monog-r. Helic. Yiv. i, p. 284. — (Helicogena) Alonensis Fer., pr. 62, Hist. t. 39, f. 19, t. 39 B, f. 8. Camjnjlaea Alonensis Alb., p. 83. Acavíis Alonensis Gray Fig-., t. 298, f. 5. Iberus (Campylaea) Alonensis Ad., Gen., p. 210. Macularia Alonensis Kob., Cat. p. 17 cum var. Lorcana et cam- pesina. Helix Alonensis Fer., Hidalg-o, Cat. ic. t. 8, f. 71-79. — — Rossm., Ic.,fasc. viiy viii,p.28, lám. 36,fig-u- ras 497-498, fase. 13 y 14, p. 1, láms. 61-02, fig-s. 781-788. «Testa obtecte perforata, depresso-g-Iobosa, solidiuscula, va- rié fusco-fasciata vel marmorata, striis irreg-ularibus lineisque spiralibus subtiliter deciissata, anfr. 4 7^ convexiusculi, ulti- mus magnus, tumidus, antice breviter deflexus; apertura am- pia, rotundato-lunaris; perist. simplex, intus albo-sublabia- tum, marg-inibus subconniventibus, supero et basali vix ex- pansis, columellari late reflexo, appresso, perforationem te- g-eote— R. a. = .5 : 8. Diam. maj. 27, min. 22, alt. 16 mili.» Habita: Cartag-ena, Alicante, Lorca, Albufera, Almenara, Dosag-uas, Liria, Ayelo de Malferit, Peñíscola, Morella. (Hidalgo.) Murcia. {Paz.) Archena. (Aner.) Orihuela. (Mompó.) Albarracín. (Zapaler.) Anón. (Navas.) 384 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Cieza, entre Mazarrón y Cartag-ena; Montaña de la Luz, Sie- rra de Cañadas. Sierra Marina (Alicante), Sierra de Gor (Gra- nada), Sierra de Leja, Veg-a de Granada, Mazarrón, Murcia. [Rossmassler et Kohelt.) Navarra? (SoUs.) Maestrazg-o (Castellón), Tous (Valencia). {Roselló.) Galicia, Almería, Baleares? (Salvañd.) Mallorca? [Pagenstecher.) Sierra de Cardó, Brafín en Tarrag-ona. {Bofill.) Vilaseca de Solcina. (Gibert.) Montserrat, (Marcet.) Gualba, al pie del Montseny. (Ziiliieta.) Málaga, Parazuelos (Murcia), Montanejos (Castellón), Alcoy, Ayora (Valencia), Valderrobles (Teruel), Bonastre (Tarrag-ona) y Rosas (Gerona). (Serraddl.) Las fig-uras 9 y 20, individuo de Tous (Valencia), correspon- de perfectamente al tipo. Las fig-uras 10 y 21, procedente de Bonastre (Tarragona), pertenece á una variedad más g-lobulosa; y Las fig-uras 11 y 22, recogido en Alcoy, es más pequeño que el tipo, la estructura de la concha más fina y su ornamenta- ción más parecida á la de la H. vermiculata Müll.; la sutura también es mucho más profunda que en el tipo. En cuanto á la distribución geog-ráfica de esta especie, pa- rece ser propia de España, pues no se ha comprobado ni por el Dr. Hidalgo ni por M. Horsley su existencia en Mallorca. También se tiene por dudoso que viva en Navarra. D. Antonio de Zulueta en su «Nota sobre la Helix AIo7ie7isis á Catalunya» [Butlleti de la Insiitució Catalana d' Historia JS'atural, seg-ona época, any 3, n.° 3, 1906) dice que Gualba al pie del Montseny es la localidad más septentrional de Cataluña en donde se ha citado esta especie y la más septentrional del mundo donde con seg-uridad se ha encontrado. Hoy podemos asegurar que vive en la provincia de Gerona, pues yo recogí un individuo vivo en Rosas, aunque no completamente desarrollado. DE HISTORIA NATURAL 385 Adiciones á la Fauna Dipterológica de España POR J. ARIAS Después de la publicación de mi Catálog*o de la Fauna Dipte- rológ-ica de la Península (1), titulado Datos para el conocioniento de la distribudón.geográfica de los DqUeros de España, me anun- ció el profesor Mario Bezzi, de Turín, su propósito de comenzar, por iniciativa del Sr. Tavares, á publicar un trabajo g-eneral so- bre los dípteros de nuestro país, y cuya primera parte acaba de salir á luz en la revista Broiéria. Con este motivo y g-racias al Dr. Bezzi, he podido enterarme de varias publicaciones, relacionadas con ios dípteros de Espa- ña, de las que no había tenido conocimiento hasta ahora, y en las cuales se citan alg-unas especies españolas que no fueron indicadas en dicho Catálog-o. Por otra parte, nuestro consocio D. José M/ de la Fuente, se apresuró á comunicarme cerca de un centenar de especies, que recolectadas por él en. la provincia de Ciudad Real y deter- minadas por el P. Thalhammer, de Kalocsa, posee en su colec- ción, muchas de las cuales me envió en comunicación, pues se trata de especies que tampoco figuraban en mi trabajo. Todo ello, y aun algunas omisiones que observé entre los cecidóraidos que yo indiqué en el referido Catálog"o, por tra- tarse de especies que sólo fueron citadas por el profesor Tava- res en sus interesantes trabajos sobre cecidolog-ía portug"uesa, los cuales no pude examinar directamente entonces, me deci- dieron á realizar una nueva y detenida revisión de los mis- mos, con la cual el número de especies de Dípteros que con este motivo vienen á aumentar nuestra fauna, se acerca á 300, sobre las 2.201 ya citadas en la publicación anterior. He aquí la razón de estas «Adiciones», que aunque no resul- ten una labor que sea exacta expresión del número de especies (1) Véase: Datos para el conocimiento de la distribución geográfica de los Dípteros de España. (Memorias de la Real íSocieuad Española de His- toria Natural, tomo vji, Memoria 2,a Madrid, 1912.) 386 boletín de la real sociedad española de Dípteros que en nuestra patria viven, puesto que lo que aún resta por explorar es seg-uramente más que lo conocido, al menos servirá como base seg-ura para estudios posteriores, ya que serán muy pocas las especies conocidas hasta el pre- sente que yo haya podido omitir después de esta seg-unda re- visión, y aún muchas de las especies que en este Catálog-o se mencionan, lo son ahora por vez primera, pues proceden de las colecciones de varios de los Museos extranjeros que tuve ocasión de visitar en el pasado año. Asimismo incluyo aquí muchas especies, que aunque hace bastantes años fueron citadas por el Sr. Antig-a, yo las desco- nocía por no haber tenido á mi disposición el catálogo de la fauna de Cataluña, que dicho señor publicó en 1888, y que ahora he podido revisar, g-racias á la amabilidad de nuestro consocio D. José M.' BofíU, de Barcelona, quien me lo prestó g-enerosamente. Tanto á los Sres. BofiU y Fuente, como á los Sres. García Mercet, Dusmet y Lauffer, que han tenido la bondad de comu- nicarme diferentes especies de Dípteros por ellos recolectadas en sus excursiones, teng-o mucho g-usto en expresar aquí mi ag*radecimiento por su amable concurso. El plan que sig-o en este trabajo es idéntico al anterior. En primer lug-ar va una lista, por orden alfabético de especies, en la que se incluyen 288 especies ó variedades, que no habían sido aún citadas; á continuación del nombre de la especie van las localidades donde se capturó, y un número que correspon- de al índice (que está al finalj de libros donde la especie se mencionó ó de colecciones donde ésta se encuentra cuando se trata de especies aún no señaladas en ning*una publicación relativa á nuestra fauna. Después sig*ue la enumeración de esas mismas especies, por orden científico, debiendo advertir que, respecto á sinonimia y nomenclatura, he seg-uido en absoluto el criterio del Kata- log der Pallíarklischm Dipteren, de Kertész, que es el mismo que seg-uí en el trabajo anterior, pues aunque actualmente muchos nombres de g-éneros y familias han sido cambiados, no es ésta ocasión de discutir si deben ó no aceptarse todas ó alg-unas de esas modificaciones. Por último, un índice, que aunque intenté hacerlo por orden alfabético de autores no ha podido ser así, dada la estructura DE HISTORIA NATURAL 381 especial de este Catálog-o, y por tanto, es sencillamente una lista de las obras dipterológ-icas ó colecciones en que hay cita- dos ó se encuentran ejemplares de nuestro país, cuya nume- ración continúa la del índice bibliog-ráfico del Catálogo ante- rior, y que no guarda más orden que el que yo he seguido en la revisión de esos diferentes trabajos ó colecciones, que no es otro que el en que han llegado á mi poder. He añadido un índice alfabético de los géneros citados en las dos partes de este Catálogo accediendo á las indicaciones del Sr. Fuente, y en el cual se incluyen todos los géneros de Dípteros españoles conocidos hasta el día. Y al final va una relación de erratas observadas en la prime- ra parte, y que, aunque algunas fácilmente se comprenden, hay otras que requieren mención especial para no dar lugar á confusiones. En definitiva, el número de especies de Dípteros conocidas hoy en la Península es de 2.489, repartidas en 625 géneros. Enumeración, por orden alfabético, de los Dípteros que com- prenden estas adiciones, con indicación de las respectivas lo - calidades. Abbadon Fah\ Anthrax.— La Garriga (Antiga), 110. acrophila Winn. Dasyneura.— S. Fiel(Tavares); Setubal (J. An- drieux), 27; S. Fiel, Sobral do Campo, Setubal, 114. acuticornis Meig. Ceratomyza.— Ciudad Real, 129. acuticornis Lie. Meliera— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. Aethiops Fahr. Argyramoeba.— S. Fructuoso de Bages (An- tiga), 110. affinis Kief. Dasyneura.— Matta do Fundíio, Estrella, 28; Es- trella (perto de Manteigas) e Gerez (ácima das Ther- mas), 114. albipennis Winn. Rhabdophaga.— Matta do Fundáo, 114. algira Macg. Urophora.— Quinta de Pancas (Alemquer), 105. alpinus Pz. Eristalis.— S. Esteban Palautordera (Antiga), 110. Andrieuxi Tav. Carphotricha.— Arredores de Setubal (J. An- drieux), 27. annulata Meig. subsp. Absoloni Bezzi. Sciara.— Cueva de abajo 388 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA de los Gloces, en Fanlo, partido de Boltaña (prov, Huesca); Cueva de Loja, en Buelles, partido de Llanes (provincia de Oviedo), 118. anthobia F. L'ów. Contarinia.-Setubal (J. Andrieux), 28; Perto de Setubal, 114. aquila Fall. Parydra.— Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente (Ciudad Real), 129. arcuatum L. Chrysotoxum.— Jardín botánico (Antig-a), 110. arcuatus Fall. Syrplius.— Jardín botánico (Antiga), 110. arg-entata Ileeger. Leucopis.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. asperulae Fr. Lie. Dasyneura.— Arredores de Setubal (Tavares), Arrabida (A. Luisier), Oledo (C. Zimmermann), 27; Setu- bal, Oledo, Monte do Barrig-a, 114. atra Panz. Pachygaster.— Alberche (Arias), 131. atrata 8ay. Scatopse.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. atricapilla Meig. Dioctria.— La Garrig-a (Antig-a), 110. atricapillus FaU. Machiiuus.— Casa Antúnez (Antig-a), 110. áurea Rond. Ferdinandea.— Miramar (Mallorca), 100. auricoUis Meig. var. maculicornis Zetl. Syrphus.— Jardín botá- nico (Antig-a), 110. baccarum Wachtl. Rhopalomyia.— Fig-ueira da Foz (A. Mo- 11er), 114. bicolor R. D. Pollenia.— Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente, Ciudad Real, 129. bifasciatus Fahr. Syrphus.— La Garriga (Antiga), 110. Big-oti Mik. Poecilobothrus.— S. Esteban Palautordera (An- tiga), 110. bitensis Kief. Asphondylia.— Castello Novo, perto de S. Vi- cente, 28; Regiáo de S. Fiel, Lousa, Gerez, U4. Bozzi de Slef. Asphondylia.— Setubal, Matta do collegio do Barro (Tavares), 27; Villa Velha do Rodara, Alg-arve, Por- timao, 114. Bragancae Tav. Dasyneura.— Matta do Fundáo (Tavares), 113, 114^ brevipalpis Kief. Stefaniella.— Alg-arve, Portimáo (sitio da Rocha), Lagoa (Carvoeiro), 114. brunellae Tav. Macrolabis.— Gerez (Matta de Soutellinho), 105. brunnipes Fadr. Heligmoneura.— Cataluña (Antig-a), 110. DE HISTORIA NATURAL 389 bryoniae Bonché. DasjDeura. — Soalheira e Castello Novo, Es- trella e Covilhan, 28; Regiáo de S. Fiel, Soalheira, Lousa, Covilhá, Estrella, 114. cana Meig. Xysta.— Cornet (Antig-a), 110. canesceus Lie. Phthiria. — Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente (Ciudad Real), 129. capitata Deg. Gouia. — Puerto de Pajares (Heyden), 93. capreae Winn. Olig-otrophus.— Salg-ueiraes do Zezere (perto da Covilhan e Manteigas), 28; Matta do Fundáo, 114. capreae Winn. var. major Kief. Olig-otrophus.— Entre Runa e Turcifal, S. Fiel, Castellejo (Tavares), Granja (Goncalo Sampaio), 27; Cintra (Trotter), 99; Reg-iáo de S. Fiel, Ocre- sa, Matta do Fundao, Castellejo, Salg-ueiraes do Zezere (Manteig-as e Covilhá); Torres Yedras, Vianna do Castello, Gerez (perto das Thermas e entre Leonte e xllberg-aria); Estrella (Manteig-as), 114. capsulae Kief. Dasyneura.— Arrabida, Setiibal, 28; Arredores de Setubal (A. Luisier), 114. carophila F. L'úw. Lasioptera. — Setubal (A. Luisier), S. Fiel (M. N. Martins), 27; Portugal (Trotter), 99; Matta do Fun- dáo (Outeiro) (C. Mendes), 105; S. Fiel, Matta do Fundáo, Covilhá, 114; Coimbra (A. MoUer), perto da praia de S. Cruz, 114. cerasi L. Rhagoletis.— La Garriga (Antiga), 110. cerastii Binnie. Dasyneura. — Ponte de Lima (G. Sampaio), 114. cervi L. Lipoptena.— Cataluña (Antiga), 110. cimiciformis Bal Clanoneurum. — Pozuelo de Calatrava (Ciu- dad Real), 129. cinctus Schin. et Egg. Paragus.— S. Esteban Palautordera (An- tiga), Casa Antúnez (Antiga), 110; Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. cinerascens Rond. Cnephalia.— Fuencaliente (C. Real), 129. clavipes Meig. Bibio.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. coxata Stenh. Liraosina.— Cueva de abajo de los Gloces, en Fanlo, partido de Boltaña (Huesca), 118. crassicornis/SY««;¿. Allodia.— Cuevas delDrach, en Porto Cristo, Manacor (Mallorca), 118. crataegi Winn. Dasyneura. — Monte do Barriga, perto da Co- vilhan, Alpedriiiha, Oledo (Tavares). 27; Regiáo de S. Fiel, Lousa; Alemquer (Pancas) (J. Guimaráes); Barca d'Aloa 390 BOLKTIN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA (G. Sampaio); Brag-a (Falperra); Gerez^ Vianna do Cas- tello, 114. cucularia L. Hedroneura. — Pozuelo de Calatrava, Fuencalien- te (provincia de Ciudad Real), 129. cytisi Frailen/. Asphondylia.— S. Fiel (Tavares), 114. dasypyg-us Lie. Machimus.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. denticulata Mg. Sphaerocera. — Llano de Barcelona (Anti- 8-a), 110. devius L. Microdon. — La Garrig-a (Antig-a), 110. dryobia F. Loiv. Macrodiplosis. — Gerez (Tavares), 105. eleg-ans Tav. Dasyneura. — Gerez (Tavares), 105; Gerez (Matta de M. Biel), 106. endog-ena Kief. Cecidorayia.— S. Fiel (Tavares), 107. ericae-scopariae Duf. Dasyneura.— Termo de Torres Yedras, perto de praia de S. Cruz, arredores de Setubal, valle dos Puchaleiros, Arrabida (Tavares), 27; Regiao de S. Fiel, Matta do Fundáo; Granja (G. Sampaio), 114. ericina Fr. Lio. Dasyneura.— S. Fiel, Alpedrinha, Matta do Fundáo, arredores de Setubal, valle dos Puchaleiros, Arra- bida, S. Fiel e Gardunha, Covilhan, Castellejo (Tava- ,res), 27; Cintra (Portug-al) (Trotter), 99; Sierra de la Estre- lla (Tavares), 111; Alemquer (Pancas) (J. Guimaráes); Ro- dam; Ponte de Lima (G. Sampaio); Gerez, 114. erythrurus AJeig. Cerdistus.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. exig-ua Meig. Tachydromia.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. ÍQlmdi Panz. Odontomyia.— Monseny (Antiga), 110. femorata Fah'. Empis.— Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente (Ciudad Real), 129. filicina Kief. Dasyneura.— Matta do Fundáo, Gerez e subur- bios de Brag-a (Tavares), 114. fimetarius Meig. Borborus. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. flavimana Meig. Hypocera. — Cueva de abajo de los Gloces, en Fanlo, partido de Boltaña (Huesca), 118. flavipalpis Lir. Sapromyza.— Pozuelo de Calatrava, Fuenca- liente (Ciudad Real), 129. flavipes Meig. Helig-moneura- S. Esteban Palautordera (An- tiga), 110. DE HISTORIA NATURAL 391 flavipes Meig. Hilara. — Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. ñavipes Meig. Sciara. — Cueva de abajo de Collarada ó Cueva de las Guixas, en Yillanua, partido de Jaca (provincia de Huesca), 118. floralis Meig. Neoascia.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. florum Fahr. Opomyza.— Casa Antúaez (Antig-a), 110. fortis Lie. Machimus. — Granada (Ribbe), 94. frontalis Macq. Actia. — La Garrig-a (Antig-a), 110. frutetorura F. Helopbilus.— Cercanías del Hipódromo (An- tig-a), 110. fugax Bec/i. Lonchaea.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. funestus Fahr. Merodon. — La Garrig-a (Antig-a). 110. fuscatus Fahr. Rhyphus. — Cataluña (Antig-a), 110. fuscinervis Lóic. Nemotelus.— Gaucin (Heyden), 93. fuscula FaJl. Fannia.— Jardín Botánico (Antig-a), 110. Gaedii Meig. Phthiria.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. galii H. Lw. Dasyneura. — S. Fiel e Castellc Novo (lavares), 27; Setubal (lavares), 114. g-aliorum Kie^. Schizomyia. — Castello Novo, Louza, Sobral do Campo (Tavares). 28; S. Fiel, Gerez (perto das Tbermas), 114. g-eniculata Macq. Phytomyza.— Fuencaliente (C. Real), 129. g-enisticola Fr. Lie. Dasyneura. — Ponte do Lima (G. "Sampaioj, 28; 114. g-ermanicus L. Pamponerus. — S. Esteban Palautordera (Anti- g-a), 110. g-ermanus Wied. Hercostomus.— Pozuelo de Calatrava (O. Real), 129. Giardiana Kieff. Thecodiplosis.— Perto de Setubal (A. Luisier), 27; Arredores de Setubal e de Torres Yedras, Matta do Fundáo e S. Fiel (Tavare.?), 114. g-labra Meig. Chloropisca.— Fuencaliente (C. Real), 129. g-onatisteS/?e//. Machimus. — Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. Gougeletí Bigot. Selidopogon.— Fuencaliente (C. Real), 129. g-rata Lw. Arg-yra. — Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente (Ciu- dad Real), 129. g-rossipes L. Hybos.— S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110; Fuencaliente (C. Real), 129. Grünberg-i Becker. Stenopog-on. — Andalucía (col. Loew), 108. hispánica Tav. Rhopalomyia.— Zarag-oza (Navas), 102; Sierra de Guara (Huesca), (Navas), 102 bis. 392 boletín de la real sociedad española humilis Ruthe, Anthrax.— S. Esteban Palautordera (Anti- g-a), 110. hygrophila Mik. Dasyneura.— Ponte do Lima (G. Sampaio), 28 y 114. hyperici Bremi. Dasyneura.— S. Fiel (Tavares), 27. ilicis Kieff. Contarinia. — Sobral do Campo (C. Mendes), Soal- heira, Oledo, Perto do Sobral do Campo (Tavares), 27; Re- gñao de S. Fiel; Lousa, Rodam, 114. indag-ator Lie. Cacoxenus.— Fuencaliente (C. Real), 129. infantula Rond. Sarcophag-a. — S. Fructuoso de Bag-es (Anti- g-a), 110. infumata Hal. Platypeza.— La Garrig-a (Antiga), 110, infascatus Lio. Tabanus. — Borrag-eiros (Portugal) (Heyden), Puerto de Pajares (Heyden), 93. insig-nis Lw. Chilosia. — S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. intricarius jC. Eristalis.— Monseny (Antig-a), 110. irrorata Fall. Tephrilis. — Fuencaliente (C. Real), 129. Kiefferi Tan. Ag-romyza.— S. Fiel, e desde Castello Branco até a Covillian (Tavares), 27; Reg-iáo de S. Fiel (desde Castello Branco até a Guarda, inclusido a Estrella); Gardunha; Mi- nho: Ponte de Lima (G. Sampaio), 114. Kollari Egg. Cionophora.— Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente (C. Real), 129. labiosa ^ec/¿. Sapromyza.— Fuencaliente (C, Real), 129. lappae Lw. Ag-romyza.— S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. larvarum L. Tachina.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. lasiophthalmus Zett. Syrphus.— S. Cristóbal (Menorca), Mira- mar (Mallorca), 100. latifrons Lw. Asyndetus.— Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente (C. Real), 129. latilimbatus Macq. Dolichopus. — Fuencaliente (C. Real), 129. latipes Mp. Simulium.— Cataluña (Antig-a), 110. leptogastra Winn. Polylepta.— Cueva de abajo del Collarada ó cueva de las Guixas, en Yillanua, part. de Jaca (Hues- ca), 118. lineata F. Chlorops.— Casa Antúnez (Antig-a), 110. long-iseta Lw. Sapromyza. — (C. Real), 129. long-ula Meig. Chlorops.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. loti De Geer. Contarinia.— Alpedrinha, e Castello Novo, Estre- lla (Tavares), 28; Regiao de S. Fiel; Covilhan; Gerez, 114. DE Historia natural 393 IoücoIsl Mfbs. Dasyneura. — Castello Novo e S. Fiel (Tavares), 27; Gerez, 114. luctuosa Alei^f. Herina.— Casa Aatúnez (Antig-a), 110. Luisieri Tav. Trjpeta.—Colleg-io de S.Francisco (Setubal) (Lui- sier), 27; Alg-arve; Portimao, 114. lusitanicus Mik. Chamaesyrphus.— Cintra (Portug-al) (Ver- rall), 96. lútea 3Ji/. Empis.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. maculata Afei^. Xylomyia. — S. Esteban Palautordera (Anti- g-a), 110. marg-iiiata Z. Laphria.— S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. maura Frfld. Urophora.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129, Mayeri Lieh. Asphondylia— Matta do Fundáo (Tavares), 114. mediterránea F. Lie. Contarinia. — Arredores de Setubal, Bus- saco, Gardunlia (Tavares), 27; Cintra (Portug-al), (A.. Trot- ter), 99; Arrabales de Setubal, Suburbios de Setubal, Arra- bida; valle dos Pixaleiros; Villa Velha do Rodam; Granja (G, Sampaio), Gerez, Estrella, perto de Sobral do Campo, 114; Alemquer (Raneas), 114. melanog-aster J7e/^. Drosophila.— Fuencaliente (C. Real), 129. melanopus Kief. Asphondylia. — Porto (G. Sampaio), 28 y 114. menthae Fierre. Asphondylia.— Ocresa (Tavares), 105. micans Meig. Tabanus.— La Garrig-a (Antig-a\ 110. millefolii H. Lie. Rhopalomyia. — Arredores de Setubal, perto de Torres Yedras, valle dos Puchaleiros, praia de S. Cruz (Tavares), 27; perto da Arrabida, 114. minor L. Bombylius.— La Garrig-a (Antig-a), 110. morio Faljr. Sciara.— Cataluña (Antig-a), 110; Fuencaliente (C. Real), 129. muricatae Meade. Dasyneura.— Oliveira do Bairro (G, Sam- paio), 114. Navasi Tav. Rhopalomyia.— Zarag-oza (Xavás), 102; Sierra de Guara (Huesca) (Navas), 102 bis. nemorum Meig. Helorayza.— Fuencaliente (C. Real), 129, nervorum Kief. Rhabdophag-a. —Granja (A. Nobre e G. Sam- paio); S. Fiel, Salg-ueiraes do Zezere (Tavares); Castro La- boreiro (J. A. Reis), 28; Gerez (perto das Thermas), 114. nig-ra L. Tipula.— La Garrig-a (Antiga), 110. nig-riceps Mg. Piophila.— La Garrig-a (Antig-a), 110. 394 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nigricornis Loew. Leptog-aster. —Venta de Cárdenas (Hey- den), 93. nigricornis Stenh. Notiphila.— Fuencaliente (C. Real), 129. nigrina Meig. Herina.— La Garrig-a (Antig-a), 110. nigrina Mág. Tachydromia.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. niveus Meig. Bombylius.— Cornet (Antig-a), 110. nobllitatus Z. Poecilobothrus.— S. Fructuoso de Bag-es (Anti- g-a), 110. notata Meig. Leptis.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. obscurata Lw. Pang-onia.— Mondeg-o (Portug-al) Cea, La Guar- da (Portugal), León (Heyde i), 93. obscuritarsis Lw. Psila— Fuencaliente (C. Real), 129. obscurum ludí. Coniosternum.— Ciudad Real, 129. obscurus Lw. Dicraeus.— Fuencaliente (C. Real), 129. obscurus Fair. Mulio.— S. Fructuoso de Bag-es (Antig-a), 110. obsoleta Fall. Sapromyza.— Fuencaliente (C. Real), 129. oenophila Haimh. Dasyneura.— Arredores deCoimbra (MoUer), perto de Torres Yedras (Tavares), 27; Coimbra, 97; Quinta do coUeg-io do Barro. Mira (Dario Callisto), Alemquer (quinta de Pancas), Ponte de Lima (G. Sampaio), Vianna do Castello, 114. Olivieri Kief. Myopites.— Arredores de Setubal (A. Luisier), Alpedrinha (Tavares), 27; Alemquer (Pancas) (J. Guima- raes), 114. ovatus Lw. Eumerus.— S. Marsal (Antig-a), 110. pagana J/d/^/. Chilosia. — S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. pallida Lw. Prosopomyia.— Fuencaliente (C. Real), 129. pallipes Zeit. Medeterus.— Fuencaliente (C. Real). 129. pallipesZffíír. Oncodes.— S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. pallipes Fahr. Sciara.— Cuevas del Drach, en Porto-Cristo, Ma- nacor (Mallorca); Cueva de Hornos de la Peña, en San Fe- lice de Buelna, partido de Torrelavega (Santander), 118. palustris Meig. Herina.— Pozuelo de Calatrava, Fuencaliente (C. Real), 129. Panteli Kief. Olig-otrophus — Serra da Estrella (Tavares), 28 y 114. paradoxus Jaenn. Tabanus.— S. Esteban Palautordera (Anti- g-a), 130. párvula Lieh. Dasyneura.— Perto de S. Fiel (Tavares), 28 y 114. DE HISTORIA NATURAL 395 pectoralis Meig. Psila. — S. Fructuoso de Bag-es (Antig-a), 120. pedellus Deg. Chironomus.— Cataluña (Antig-a), 110. pedicularia Zfl'íí/. Nycteribia.— Cataluña (Antiga), 110. pellucida Meig Nemoraea.— Cornet (Antig-a), 110. peltatus Meig. Platychirus.— Faro de Llobreg-at (Antig-a), 110. pennatus Meig. Dolichopus. — La Guarda (Portug-al) (Hey- den), 93. periclymeni Rübs. Dasyneura. — Perto de Covilhan e S. Fiel (Tavares), 27 y 114. phillyreae Fr. Lie. Braueriella. — Matta do CoUeg-io do Barro, Arrabida, perto de Sobral do Campo, perto de Setubal, Sobral do Campo (Tavares), 27; Serra da Arrabida (Moller), Busacco. Cintra (Trotter), 99; Oliveira do Barro (G. Sam- paio); Vallong-o (A. Nobre); Reg-iáo de S. Fiel (Sobral, Cas- tellejo), 114. phillyreae Tav. Schizomyia. — Yergáo (Proenca a Nova), S. Ben- to, Cardig-os (Tavares), 105 y 106. picipes Meig. Dolichopus. — S. Esteban Palautordera (An- tiga), 110. pictipennis Lio. Phylloteles.— La Garrig-a (Antig-a), 110. Pierrei Kief. Rhabdophag-a. — CastelloNovo, Ocresa, Gerez, 105; Gerez (entre Leonte e o rio Homem), 114. pilipes Zett. Hilara.— Ciudad Real, 129. pilosa Kief. Asphondylia. — S. Fiel (Tavares), 27. pimpinellae F. Loto. Schizomyia. — Entre Setubal e Palmella (J. Andrieux), 27; Gerez, 105; Arredores de Setubal, Alem- quer (Quinta de Pancas) (J. Guimaráes), 114; Matta do Fundáo, 114. pini Deg. Cecidomyia. — Cataluña (Antig-a), 110. placida Winn Rhymosia. — Fuencaliente (Ciudad Real), 129. plicatrix H. Lie. Dasyneura.— S. Fiel, Castellejo (Tavares), 27; Alemtejo (Villa Fernando) (Fausto d'Oliveiras), Coimbra, Povoa de Varzim, Braga, Nine, Vianna do Castello, Gerez, 114. plumipes Fries. Tanypus.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. pluvialis L. var. procellaris Rond. Anthomyia— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. pomonae Fah'. Bibio.— Puerto de Pajares (Heyden), 93. pratensis Meig. Oscinis. — Ciudad Real (Fuente), 129. pratorum Meig. Meromyza. — Fuencaliente (C. Real), 129. 396 BOLETÍN DE LA REAL SOClEDAb ESPANOLA productus Schm. Parag-us.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129 psittacinus Meig. Chironoinus — Fuencaliente (C. Real), 129. púbera Zeit. Chilosia.— S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. pulchella Tav. Acidia.— Perto de S. Fiel. 28; Marg-en de Ocresa (perto de S. Fiel), 114. pulchella Meig. Oxycera.— S. Esteban Palautordera (An- tiga), 110. pulvini Kief. Rhabdophaga.— Gerez (entre Leonte e o rio Horaem), 114. punctata Meig. Erapis —Fuencaliente (Ciudad Real), 129. punctatus i^ízír. Rhyphus.— Cataluña (Antig-a), 110. pupillata i^rt// Carpbotricha.— Matta do Fundáo (perto do Al caide) 28 y 114. quadrinotata Meig. Mydaea.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. quinquelineatus Fbr. Eristalis.— Granada (Ribbe), 94; Fuen- caliente (Ciudad Real) (Fuente), 129. raphanistri Kief. Dasyneura. -Monte das Lanceiras e S. Fiel; Estrella (Tavares), 28 y 105; S. Fiel e Alemquer (Pancas); Coimbra (A. MoUer). 114; Estrella (en costa de Manteig-as), Povoa do Varzim, 114. Reinliardi Wied. Dioctria.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. relictus Meig. Chrysops.— Monseny (Antiga), 110. reptans Fall. Agromyza.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. riparia Meig. Lonchoptera.— Fuencaliente, Pozuelo de Cala trava (Ciudad Real), 129. riparia Meig. Notiphila.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. rosarla //. Lie. Rhabdophag-a.— Salg-ueiraes do Zezere (Man- teigas e Tortozendo), 28; Coimbra (Clionpal). 114. rosarum Harcly. Dasyneura.— Matta do Fundáo, 28; Porto (G. Sampaio), Alg-arve e Portiraáo, 114. rufa Fall. Helomyza.— Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. rufescens de 8tef. Dasyneura.— Arrabida, matta do Colleg-io do Barro (Tavares), 27 y 114. ruficornis Macq. Cyphocera.— S. Esteban Palautordera (An- tiga), 110. rufimanus Meig. Machimus.— Farilháo Grande, Lisboa, 95. rufipalpis Macq. Phaonia.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. rufipes Beg. Dioctria.— S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. DE HISTORIA NATURAL 397 rufipes F. Physocephala. — S. Esteban Palautordera (Anti- ga), 110. rumiéis E. L'óio. Contarinia.— S. Fiel (Tavares), 114. Sabaeus Falr. Lomatia.— Cataluña (Antig-a), 110. salicariae Kieff. Dasyneura.— Granja (A. Nobre e G. Sampaio), Fundáo (M. N. Martins), Setubal (A. Luisier), 28 y 114. salicis Schrnk. Rhabdophag-a.— Entre Runa e o Turcifal (Tava- res); arredores de S. Fiel (Ocresa), 27; Gerez (perto das Thermas); Reg-iáo de S. Fiel; Salg-ueiraes do Zezere (Man- teig-as e Covilhá); perto de Torres Yedras, Ponte de Lima (G. Sampaio), Vianna do Castello, Traz-os-Montes (Sabro- sa) (Correa do Barro); Coimbra (A. Molier), Coimbra (Jar- dín Botánico), 114. salicorniae RieJ". Baldratia.— Coramenda (perto de Setubal), (A. Luisier), 27; Alg-arve, Portimáo, 114. salsolae Tav. Stefaniella.-Zarag-oza (Navas), 102; Sierra de Guara (Huesca) (Navas), 102 bis. saltuum L. Palloptera.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. sarothamni H. Lw. Asphondylia.— Castello Novo (C. Zimmer- mann), 27; Matta do Fundáo, 114. Schineri Gir. Agromyza.— S. Fiel (Tavares), 27; Louriral (fal- das da Gardunha), 114. Schineri Lw. Orellia. - Cornet (Antig-a), 110. scoparii Rilhs. Contarinia.— Cintra, S. Fiel, 28; Castello Novo, Matta do Fundáo, 114. scrophulariae Tav. Asphondylia. -Alg-arve, Cabo Carvoeiro e arredores de Tavira, 105 y 106. scrophulariae Kief. Contarinia.— Soalheira (Tavares), 114. scro])hular¡ae Tai\ Macrolabis.— Matta do Fundáo, 103 y 105. scutata Ross. Capnoptera —Fuencaliente (Ciudad Real), 129. semicinereus Wied. Trichopticus.-Manacor, Sóller, Miraraar (Mallorca), 100. serpylli Kie(r. Asphondylia.— S. Fiel, Sobreiral (Tavares), 105. sexnotata Mág. Coenosia. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. sig-nata Brischk. Chortophila. — Ntra. Sra. do Orada (perto de S. Vicente da Beira) (Tavares), 27; Reg-iáo de S. Fiel, Matta do Fundáo, Castellejo, Porto (Aliena) (G. Sampaio), Gerez, 114. signata ifez^. Mycetophila.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. T.xn.- Julio, 1912. .>« ' ¿o 398 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA sig-natus Friv. Nemotelus. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. silvestris Kief. (in litt.) Dasyneura.— Fundáo, 105. ^ovdAád. Zeil. Aphiochaeta. — Monseny (Antig-a), 110. spectabilis Lw. Ochthiphila.— Fuencaliente (C. Real), 129. squalida Mg. Scatophag-a.— La Garriga (Antiga), 110. stimulans Alg. Haematobia.— Cornet (Antig-a), 110. striata Fahr. Sarcophag-a —Jardín Botánico (Antiga), 110. subcoleoptrata L. AUophora. — Miramar (Mallorca), 100. subfasciatus Rond. Merodon.— Fuencaliente (C. Real), 129. subpatula Bremi. Dasyneura . — Arredores de Brag-a (Bom Jesús, Nine), Matta do Fundáo, 114. suilla Fabr. Scatophag-a.— La Garrig-a (Antiga), 110. sulphureus Mikn. Systoechus.— S. Esteban Palautordera (An- tiga), 110. Sundewalli Zeit. Occemyia. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. taeniopa Talham. (in litt.) Dioctria.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. tamaricis de Stef. Rhopalomyia.— Perto da praia de S. Cruz (lavares), 114. teg-ularia Lw. Platystoma.— S. Fructuoso de Bag-es (Anti- ga), 110. tergestinus Egg. Tabanus.— Cornet (Antiga), 110. testacea R. D. Bucentes. — Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real), 129. teucrii Tav. Dasyneura. — Estrella, Matta do Fundáo e Rodao, Nine, Gerez, Braga (Tavares), 101; Portas do Rodam, su- burbios de Braga (Bom Jesús), Serra de Estrella (perto de Lagoa do Pacáo), 114. thalictricola Rül)S. Clinodiplosis. — Margem do rio Ave e Nine (Tavares), 114. thapsiae Kief. Lasioptera.— Arredores de Coimbra (A. Moller), perto de Setubal (A. Luisier), j unto de S. Cruz (Tavares), 27. thymi Kief. Janetiella.— Arrabida (Tavares), 114. tliymicola Kieff. Janetiella. — Arrabida (A. Luisier), 27; Arrabi- da (entre o Portinho, e o Ontáo), 114. tigrina Fabr. Odontomyia.— Peñalara, Madrid, Escorial (Cazu- rro), Coruña (Bolívar), 131. trilineata Fahr. Oxycera.— -Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129, DE HISTORIA NATURAL 399 tripunctata Wied. Arg-yramoeba. — Cornet (Antig-a), 110. trispina límid. Sapromyza.— Pozuelo de Calatrava (C. Real), 129. tuberculi Hüds. Janetiella. — S. Fiel e Gardiinha (Tavares), 27 y 114. tubicola Alef. Dasyneura. — Perto de Ponte do Lima (G. Sam- paio), Castro Laboreiro (J. A. Reis), Cintra, Matta do Fun- dáo (Tavares), 28; Gardunha, Castello Novo, Miuho, Ya- llong-o, Traz-os-Montes, Villa Real, Gerez, Vianna do Cas- tello, 114. ulicis Verr. Asphondylia.— Valle dos Puchaleiros (A. Luisier), arredores de Setubal, perto de Torres Vedras e da praia de S. Cruz (Tavares), 27; Bussaco, Cintra (Trotter), 99; Perto da Arrabida, Alg-arve, Lagoa (perto do Carvoeiro), Vianna do Castello, Ponte de Lima (G. Sampaio), 114. ulig-inosa Ha!. Notiphila.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. umbripennisZzr. Campsicneraus. — Fuencaliente (C. Real), 129. unifasciatus Lów. Tabanus. — La Guarda (Portug-al) (Hey- den), 93. urticae Perr. Dasyneura. — Matta do Fundáo (M. N. Martins), 27 y 114. Valerii Tav. Rhopalomyia. — Portas do Rodáo, arredores de Setubal (Valerio Cordeiro), 113 y 114. variabiiis Panz. Chilosia . — S. Esteban Palautordera (An- tig-a), 110. varieg-ata FlI. Phortica. — Casa Antúnez (Antig-a), 110. varipes Meiff. Bibio. — Fuencaliente (Ciudad Real), 129. varius Fabr. Tanypus.— Cataluña (Antig-a), 110. venusta Lw. Notiphila.— Fuencaliente (Ciudad Real), 129. venustus iMeiff. Anthrax.— S. Fructuoso de Bag-es (Antig-a), 110. venustus Jiossi. Holopog-on. — Mang-ualde (Portug-al) (Hey- den), 93. verbasci VaU. Asphondylia.— Perto de Torres Vedras (Tava- res), 27; S. Fiel, Castello Novo, 114. veronicae VaU. Dasyneura.— Matta do Fundác, 28; Gerez, 114. vesicularis Z. Conops —Cornet (Antig-a), 110. viciae £ie^. Dasyneura.— Lousa (Tavares), 114. viciicola Tav. Dasyneura.— Matta do Fundáo (Tavares), 105. vitellina Lw. Conops.— S. Esteban Palautordera (Antig-a), 110. volvens Áíe^. Macrodiplosis.— Gerez (Tavares), 105. 400 boletín de la real sociedad española Distribución sistemática de las especies referidas. Orthorrhapha. Orthorrhapha Nematocera. Eucephala. Fam. Sciaridae. Sciara annulata Meig. subsp. Absoloni Bezü. — flavipes Meig. — morio Fadr. — pallipes FaJ)r. Fam. Mycetophilidae. Subfam. Seiophilinae. Polylepta leptogastra Wmn. Subfam. Myeetophilinae. Rhymosia placida Winn, Allodia crassicornis Stann. Mycetophila sig-nata Meig. Fam. Bibionidae. Subfam. Scatopsinae. Scatopse atrata Say. Subfam. Bibioninae. Bibio clavipes Meig. — pomonae Fair. — varipes Meig. Fam. Ghironomidae. Chironoraus pedellus Deg. — psittacinus Meig. DE HISTORIA NATURAL 401 Tanypus plumipes Fries. — varius Fair. Fam. Simulidae. Simulium latipes Meig. Fam. Rhyphidae. Rhyphus fuscatus Fabr. — punctatus Fabr. Oligoneura. Fam. Cecidomyiidae. Siibfam. Ceeidomyiinae. Grupo Lasiopterariae, Lasioptera carophila F. Lw. — thapsiae Kieff. Stefaniella brevipalpis Kief. — salsolae Tav. Baldratia salicorniae Kief. Rhabdophag-a albipennis Winn. — nervorum X¿e/. — Pierrei Kie¡^. — pulvini ITief. — rosaría lí. Lw. — salicis Schrnk. Dasyueiira capsulas Kief. — raphanistri Kief. — acrophila Winn. — affinis Kief. — asperulae F. Lio. — bryoniae Bouché. — Brag-ancae Tav. — cerastii Binnie. — crataeg-i Whm. — elegans Tav. — ericae-scopariae D%f. — ericinai^. Lw, 402 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Dasyneura filicina Kief. — g-alii H . Lw. — g-enisticola F. Liv. — liygTophila Mih. — hyperici Bremi. — loticola Rübs. — muricatae Mde. — oenophila Haimh. — párvula Lieh. — periclymeni Rül)S. — plicatrix H. Lie. — rosarum Hardy. — rufescens de Stef. — salicariae Kieff. — silvestris Kieff. (in litt.) — subpatula Bremi. — teucrii Tax¡. — tubicola Kieff. — urticae Ferr. — veronicae Valí. — viciae Kieff. — viciicola Tav. Macrolabis brunellae Tav. — scrophulariae Tax). Grupo ASPHONDYLIARIAE, Schizomyia g-aliorum Kieff. — phillyreae Tax). — pimpinellae F. Lio. Asphondylia bitensis Kieff. — Borzi de Stef. — cytisi Frfld. — Mayeri LieJ). — melanopus Kiefí. — pilosa Kieff. — menthae Fierre. — sarothamni H. Lie. — serpylli Kieff. ^ ulicis Verrall. DE HISTORIA NATURAL 403 Asphondylia verbasci VaU. — scrophulariae Tav. Rhopalomyia baccarum Wachll. — millefolii H. Lir. — Navasi Tav. — hispánica Tav. — tamaricis de Sief. — Valerii Tav. Olig-otrophus capreae Wimi. — — — var. major Kieif. — Panteli Kieff. Janetiella thymi Kieff. — thymicola Kiefí. — tuberculi Rübs. Grupo DlPLOSARIAE. Braueriella phillyreae F. Lv. Contarinia anthobia F. Lw. — ilicis Kieff. — loti Deg. — mediterránea F. Lw. — rumiéis H. Lie. — scoparii Rübs. — scrophulariae Kief(. Thecodiplosis Giardiana Kieff. Macrodiplosis dryobia F. Lw. — volvens Kieff. Cecidomyia endog-ena Kieff. — pini Deg. Clinodiplosis thalictricola Rübs. Polyneura. Fam. Tipulidae. Subfam. Tipulinae. Típula nigra L. 404 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Orthorrhapha Brachycera. Platygenya. Homoeodactyla. Notacantha. Fara. Stratiomyiidae. Subfam. Pachygastrinae. Pachyg-aster atra Pan:. Subfam. Clitellariinae . Nemotelus fuscinervis Ltr. — sig-natus Friv. Oxycera pulchella Meig. — trilineata Fabr. Subfam. Stratiomyiinae. Odontomyia felina Pan:. — tigrina Fabr. Fara. Xylophagidae. Xylorayia maculata Meig. Tanystoma. Fam. Tabanidae. Subfam. Pangoninae. Chrysops relictus Meig. Pang-onia obscurata Lie. Subfam. Tabaninae. Tabanus infuscatus Lw. — micans Meig. — paradoxus Jaenn. — terg-estinus Egg. — unifasciatus Lw, DE HISTORIA NATURAL 405 Fam. Leptididae. Subfam. Leptidinae. Leptis notata Meig. Bombylimorpha. Fam. Acroceridae. Subfam. Acroeerinae. Oncodes pallipes Latr. Heterodactyla. Procephala. Fam. Asilidae. Subfam. Dasypogoninae. Leptog-aster nigricornis Lw. Dioctria atricapilla Meig. — Reinhardi Wied. — rufipes Deg. — taeniopa Thalham. (in litt.) Selidopog-on Goug-eleti Bigot. Stenopog-on Grünberg-i Becker. Holopog-on venustas Rossi. Subfam. Iiaphriinae. I>aphria marg-inata Z. Subfam. Asilinae. Pamponerus g-ermanicus L. Machimas atricapillus Fall. — rufimanus Mg. — dasypyg'us Liv. — fortis Lio. — g-onatistes ZeU. Helig-moneura brunnipes. Fah\ — flavipes Meig Gerdistus erytUrurus Meig 406 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Fam. Bombyliidae. Subfam. Anthracinae. Arg-yramoeba Aethiops Falr. — tripunctata Wied. Anthrax Abbadon Fabr. — humilis Ruthe. — venustus i¥(?¿^. Mulio obscurus Fabr. Subfam. Lomatiinae. Lomatia Sabaeus Fahr. Subfam. Bombyliinae. Bombylius minor L. — niveus Meig. Systoechus sulphureus Mikn. Phthiria canescens Lie. — Gaedii Meig. Polytoma. Fam. Therevidae. Cionophora Kollari Egg. Orthogenya. Fam. Empididae. Subfam. Hybotinae. Hybos grossipes L. Subfam. Empidinae. Empis femorata Fahr. — lútea Meig. — punctata Meig. Hilara flavipes Meig. — pilipes Zett. DE HISTORIA NATUKAL 407 Subfam. Taehydromiinae. Tachydromia exig-ua Meig. — nigrina Meig. Fam. Dolichopodidae. Subfam. Dolichopodinae. Dolichopus latilimbatus Macq. — pennatus AJeig. — picipes Meig. Poecilobothrus Bigotii Mik. — nobilitatum L. Hercostomus g-ermanus Wied. Subfam. Diaphorinae. Asyndetus latifrons Lw. Arg-yra grata Lie. Subfam. Hydxophorinae. Medeterus pallipes Zett. Campsicnemus umbripennis Lw. Acroptera. Fam. Lonchopteridae. Lonchoptera riparia Meig. Cyclorrhapha. Aschiza. Syrphoidea. Fam. SyrpMdae. Subfam. Syrphinae. Parag-us cinctus Schin. et Egg. Cbilosia insig-nis Lie. — pagana Meig . 408 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Chilosia púbera Zett. — variabilis Panz. Platychirus peltatus Meig. Syrphus arcuatus Fall. — auricoUis Meig. var. maculicornis ZU. — bifasciatus FaJ)?. — lasiophthalmus Zett. Chamaesyrphus lusitanicus Mik. Neoascia floralis Meig. Subfam. !Eristalinae. Eristalis quinquelineatus Fabr. — alpinus Panz. — intricarius L. Helophilus frutetorum Fabr. Merodon funestus Fahr. — subfasciatus Rond. Subfam. Milesiinae. Euraerus ovatus Lw. Ferdinandea áurea Rond. Subfam. Chrysotoxinae. Chrysotoxum arcuatum L. Subfam. Microdontinae. Microdon devius L. Hypocera. Fam. Phoridae. Hypocera flavimana Meig. Aphiochaeta sórdida Zett. Fam. Platypezidae. Platypeza infumata Hal. DE HISTORIA NATURAL 409 Schizophora. Eumyidae. Schizometopa. Fam. Tachinidae. Subfam. Tachininae. Cyphocera ruficornis Macq. Nemoraea pellucidal/ei^. Tachina larvarum L. Gonia capitata Deg. Cnephalia cinerascens Rond. Bucentes testacea R.-D. Actia frontalis Macq. Subfam. Sarcophaginae. Sarcophag-a infaiitula Rond, — sti'iata Falr. Phylloteles pictipennis Lw. Subfam. Calliphorinae. PoUenia atramentaria Meig. — bicolor R. D. Subfam. Phasiinae. Xysta cana Meig. Allophora subcoleoptrata L. 410 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Cyclorrhapha Schizophora. Schizometopa. Fam. Anthomyidae. Subfam. I. Muscinae. Haematobia stimulans Meig. Phaonia rufipalpis Macq. Trichopticus semicinereus Wied Mydaea quadrinotata Meig. Fannia fuscula Fall. Subfam. II. Coenosiinae. Chortophila sig-nata Brischke. Anthomyia pluvalis L. var. procellaris Ro7id. Coenosia sexnotata Meig. Holometopa. Acalyptera. Fam. Scatomyzidae. Subfam. Seatophaginae. Scatophag'a squalida Meig. — suilla Fabr. Coniosternum obscurura Fall. Fam. Borhoridae. Borborus fimetarius Meig. Sphaerocera denticulata Meig. Liraosina coxata Slenh. Fam. Helomyzidae. Helomyza nemorum Meig. — rufa Fall. Fam. Sciomyzidae. Subfam. Tetanoeerinae. Hedroneura cucularia L. DE HISTORIA NATURAL 411 Fam. Sapromyzidae. Sapromyza flavipalpis Lw. — labiosa Beck. — long-iseta Lie. — obsoleta Fall. — trispina Rond. Prosopomyia paluda Lw. Fam. Lonchaeidae. Lonchaea fQg-ax Beck. Palloptera saltuuin L. Fam. Ortalidae. Subfam. Ortalinae. Herina luctuosa Meig. — nigrina Meig. — palustris Meig. Meliera acuticornis Lw. Platystoma teg-ularia Lw. Fam. Trypetldae. Subfam. Trypetinae. Acidia pulcbella Tav. Rhag-oletis cerasi L. Orellia Schineri Lw. Trypeta Luisieri Tav. Myopites Olivieri Kiefí. Urophora alg-ira Macq. — maura Frfld. Carphotricha pupillata Fall. — Andrieuxi Tav. Tephritis irrorata Fall. Fam. Sepsldae. Piophila nigriceps Meig. 412 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Fam. Psilidae. Psila obscuritarsis Lw. — pectoralis Meig. Fam. Chloropidae. Subfam. Chloropinae. Capnoptera scutata Rossi. Meromyza pratorum Meig. Chlorops lineata Fabr. — long-ula Meig. Chloropisca g-labra Meig. Dicraeus obscurus Lw. Subfam. Oscininae. Oscinis pratensis Meig. Fam. Ephydridae. Subfam. líotiphilinae. Notiphila nig-ricornis Stenh. — ■ riparia Meig. — ulig'inosa llalid. — venusta Lw. Clanoneuriim cimiciformis Halid. Subfam. Ephydrinae. Parydra aquila Fall. Subfam. Drosophilmae. Phortica variegata FaU. Drosophila melanog-aster Meig. Subfam. Geomyzinae. Opomyza florum Fabr. Subfam. Oehthiphilinae Ochthiphila spectabilis Lw. Leucopis arg-eritata Heeger. DE HISTORIA NATURAL 413 Subfam. Agromyzinae, Cacoxenus indag-ator Lie. AgTomyza Kiefferi Tav. — lappae Lw. — reptans Fall. — Schineri Giraiid. Ceratomyza acuticornis Meig. Subfam. Phytomyzinae. Phytomyza g-eniculata Macq. Fam. Conopidae. Subfam. Conopinae. Conops vesicularis L. — vitellina Lio. Pliysocephala rufipes Fabr. Subfam. Myopinae. Occemyia Sundewalli Zett. Díptera Pupipara. Fam. Hippoboscidae. Lipoptena cervi L. Fam. Nycteriibidae. Nycteribia pedicularia Latr. T. xu.-Julio, 1912. 27 414 BOLETÍN BE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Publicaciones y colecciones de donde se han tomado los datos que se citan. 27. Tavares (Joaquim da Silva) (1).— As Zoocecidias Portu- g-uezas. — Enumeracao das especies até ag-ora encontra- das em Portugal e descripcáo de dezenove ainda nao estudadas.— (Annaes de Sciencias Naturaes, vol. vii, 1900. Porto, 1902, pág-s. 17 á 108, con 2 láms.) 28. Tavares (Joaquim da Silva) (1).— As Zoocecidias Portu- g-uezas. Addenda. Com a descripcáo de quinze especies cecidogenicas novas.— (Revista de Sciencias Naturaes do Collegio de S. Fiel, vol. i. Lisboa, 1902, págs. 97 á 152). 48.* Tavares (Joaquim da Silva) (2).— Description de deux Cécidomyes nouvelles.— (Marcellia, vol. i, págs. 98 á 100. Padova, 1902.) 68.* RoEDER (V. von).— Ueber von Schmiedekneclit in Spa- nien gesammelten Dipteren.— (Entom. Nachricht., 1884. X, págs. 253 á 257.) 92. Bréme (Marqués de).— Note sur le genre CeratUis de M. Mac Leay.— (Ann. Soc. ent. France, 1842, págs. 183 á 190.) 93. Hetden (L. von).— Entomologische Reise nach dem Süd- lichen Spanien, der Sierra Guadarrama und Sierra Mo- rena, Portugal und den Cantabrischen Gebirgen.— Ber- lín, 1870.— Díptera von H. Loew., págs. 11, 12, 22, 23, 25, 26, 27, 31, 32, 34, 36, 37, 39, 40, 41, 45, 48, 51, y 211 á212. 94. RoDER (Víctor von).— Verzeichniss andalusischer Díptera bei Granada von Herrn Ribbe gesammelt.— (Berlíner entomologische Zeitschríft, 1872, págs. 191-192.) (1) V uelvo á citar estos dos trabajos por haberlos revisado de nuevo y porque la indicación bibliográfica de los mismos sufrió algunas inexac- titudes en la primera parte. (2) Las citas bibliográficas acompañadas de un asterisco indican que se trata de publicaciones que no he podido ver y sólo las conozco por re- ferencias del Dr. Bezzi ó del cKat. d. Palaarkt. Dipteren» de Kertész. ÜE HISTORIA NATURAL 415 95. GiRARD (A. A.)— Excursión aux lies Berlengas et Fa- rilhoes. Zoolog-ie.— (Bolet. Soc. geogT. Lisboa, 1884, pá- gina 450.) 96. MiK (Jos).— Ein neuer Chamaesyrplius (Dipt.)- (Wiener entomolog-ische Zeitting". xvii, 1898, pág-s. 143-146.) 97. Trotter (A.)— Prima coramunicazione intorno alie Galle (Zoocecidi) del Portogallo.— (Bol. de Soc. Brot., 1899), vol. XVI, págs. 196-202.) 98. Trotter (A.)-- Seconda coramunicazione intorno alie Galle (Zoocecidi) del Portog-allo.— (Bol. de Soc. Brot, 1900, vol. XVII, pág-s. 155158.) 99. Trotter (A.)— Terza communicazione intorno alie Galle (Zoocecidi) del Portogallo.— (Bol. de Soc. Brot., volu- men sviii, 1901, pág-s. 152 á 162.) 100. Yerbury (J. W.)— Baleario Insects.— Díptera. (The Ento- molog-ist's Monthly Magazine, vol. xxxvii. London, 1901, págs. 272 á 274.) 101. Ta VARES (Joaquim da Silva).— Zoocecidias novas para a fauna Portugueza.— (Brotaría, vol. ii, 1903, págs. 160 á 179.) 102. Tavares (Joaquim da Silva).— Descripción de tres Ceci- domyias españolas nuevas).— (Boletín Soc. Aragonesa de Ciencias Naturales, 1904, págs. 276 á 278.) 102 ^is, Tavares (Joaquim da Silva).— Descripcáo de tres Ce- cidomyias Hespanholas novas. — (Brotéría, 1904, pá- ginas 293 297.) 103. Tavares (Joaquim da Silva). — Notas Cecídológicas. — (Brotéría, 1906, págs. 77 á 80.) 104. Tavares (Joaquim da Silva). — Notas orthopterologicas. I. A Familia das Pliasmidae em Portugal.— (Brotéría, 1906, págs. 84 á 98.) 105. Tavares (Joaquim da Silva}.— Primeiro appendice a Sy- nopse das Zoocecidias Portuguezas. — (Brotéría, S. Z., 1907, págs. 109 á 134, tab. ii á iii.) 106. Tavares (Joaquim da Silva).— Diaguose de trois Cécído- luyes nouvelles.— (BuUetin de la Société Portugaise des Sciences Naturelles, i, 1907, p-ágs. 50 á 54.) 107. Kieffer (Dr. J. J.)— Eine neue endoparasite Cecidomyi- de.— (Z. für syst. Hym. u. Dipt., 1907, vii, pág. 129.) 108. Becker (Th.)— Die Loew'schen Typen in der Rosen- 416 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA hauerschen Dipteren-Sammlung'. —(Wiener Entomo- log-ische Zeitschrift, xxx, 1911, pág-s. 71 á 76.) 109. Andreü (J.) — Tipúlidos y Limónidos de España, i. (Bole- tín de la Soc. Arag-. de Ciencias Naturales, Marzo Junio 1912, págs. 72 á 77, 117 á 123 y 146 á 151.) 110. Antiga (Pedro).— Contribución á la Fauna de Cataluña. Catálog-o de los Dípteros observados en diferentes sitios del Principado. — Barcelona, 1888, 16 pág-s. 111. Tavares (Joaquirn da Silva).— Quatro dias na Estrella.— (Brotéria, 1902, pág-s. 177 á 182.) 112. Tavares (Joaquirn da Silva).— üescripcáo de tres Ceci- domyas novas.— (Brotéria, 1902, pág-s. 182 á 185.) 113. Tavares (Joaquirn da Silva).— Descripcáo de duas Ceci- domyas novas.— (Brotéria, 1904, págs. 298 á 301.) 114. Tavares (Joaquirn da Silva). — Synopse das Zoocecidias Portug-uezas. — (Brotéria, vol. iv, 1905, 123 pág-s. y 14 láms.) 115. Navarro (Leandro). — La Rabia (Ascochyta pisi Oud.) y la Mosca de los Garbanzales (Ag-romyza ciceri Nav.) — Madrid, 1903, 95 pág-s. y 4 láms. 116. Herrero (Paulino Joaquín). —Instrucciones para conocer y combatir la Cecidomyia destructor Sa?/.— Madrid, 1896, 32 pág-s. y 13 láms. 117. García Maceira (Antonio). — Las ag-allas foliares de los robles.— Madrid, 1911, 34 pág-s. y 4 láms. 118. Bezzi (Dr. Mario).— Biospeolog-ica. XX. Diptéres (pre- miére serie), suivi d'un Appendice sur les Diptéres ca- vernicoles recueillis par le Dr. Absolon dans les Bal- cans. — (Archives de Zoologie experiméntale et g-éné- rale, 5'' serie, tome viii, pag-es 1 h 87. París, 25 Mai 1911 , 23 fig-ures.) 119. Bezzi (Dr. Mario).— Diptera Peninsulae Ibericae. Pars prima seu g-eneralis. — (Brotéria, S. Z., vol. x, fase. ii. Brag-a, 1912, pág-s. 114 á 156, 16 fig-s.) 120. * Wandelli (D.)- Florae et Faune lusitanicae specimen. (Mém. de Acad. real de Scienc. de Lisboa, 1797, i, pá- g-inas 37-39.) 121. * Dufour (L.)— Description de quelques insectes diptéres desg-enres, etc., observes en Espag-ne. — (Ann. Sci.nat,, 1833, XXX, pág-s. 209-221.) DE HISTORIA NATURAL 41- 122. 123. 124. 125. 126. 127. 128. 129. 130. 131. Waltl (J.)— Reise durch Tyrol, Oberitalien und Pie- mont nach dem südlichen Spanien.— 1835, Passau, Pustel, pág-s. 247.— Vide etiam Editionem secundam 1. c. 1837. Macdonald (J.)— La propag-ation du paludisme par les Moustiques avec une note sur leur role á Rio Tinto (Sud d'Espagne).— Thése de Paris, 53 pág-s., 1901. Sarmentó (II.) et Franca (C.)— Nota sobre algunos Cu- licidiosportuguezes.— (Rev. port. deMed. eChir. Prat., Lisboa, 1901, et C. R. de la Soc. de Biologie, liv, pá- gina 152.) Trotter (A.)— Elenco di Galle raccolte in Ispag-na. — (Marcellia, 1902, i, págs. 122-125.) PiTTALUGA (Gustavo).— Sulla presenza e distribuzione del g-enere Anopheles in alcune reg-ioni della penisola ibérica, etc. -(Atti Accad. Lincei, 1903 (5), xii^ pági- nas 529 á 538.) CoRTí (E.)— Alcuni ditteri del Portog-allo.— (Rendic. Rea- le Istit. lomb. di Sci. e Lett., 1903 (2), xxxvi, pág-i- nas 1.068 á 1.077.) Tavares (Joaquina da Silva). -As Cecidias do Gerez.— (Brotéria, S. Z., 1909, viii, pág-s. 107 á 120.) Colección del Sr. D. José María de la Fuente, de Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real). Colección del Sr. D. José María Bofill, de Barcelona. Colecciones del Museo de Madrid. índice alfabético de los géneros de Dípteros encontrados hasta ahora en la Península Ibérica. PÁGINAS Mem. Bol. Acantholena (1) 222 Acarthophthalmus 224 Acidia 227 411 Aciura 227 PÁGINAS Mem. Bol. Acomyia 212 Acrecerá 187 Actia 212 409 Actina 185 (1) Con las abreviaturas Mem. y Bol. indico que las paginas donde se encuentra ci- tado un género corresponden á la primera parte, publicada en las Memorias ó á la presente del Boletín de la R. Soc. esp. de Hist. nat. 418 boletín de la real sociedad española Agromyza Allodia AUognota AUophora AUotrichoma Amalopis Amlctus Anachaetopsis Anastoechus Ancylorrhynchus Andrenosoma Anisomera Anopheles Anthoiiiyia Anthracophaga Anthrax Antiphrisson Antocha Aphaniosoma Aphiochaeta Aphrosylus Apodacra Araba Argyra.. Argyramoeba Asilus 191, Asimoneura Asindulum Asphoudylia Aspistes Asteia Astomella Asyndetus Atherigona Atherix Athyroglossa Atisea Atylomyia Azana Azelia Baccha Baldratia Balioptera Baumhaueria Beris Besseria Bibio 236 173 221 217 232 182 194 212 195 189 191 182 178 221 230 193 191 181 237 209 203 215 215 202 393 192 227 172 180 174 234 187 202 219 187 232 232 213 173 219 207 235 212 185 21? 409 410 406 408 407 406 402 407 401 400 Bicellaria 196 Blepharoptera 224 Boletina 173 Bolitophila 172 Bombyliiis 194 Borborus 222 Brachycampta 173 Brachyrhaeta 212 Brachyglossum 238 Braueriella Brullaea 211 Bucentes 212 Cacoxenus Calliphora. 216 Calobata 229 Camarota Í31 Camilla 234 Campsicnemns 203 Camptocladius 176 Campylochaeta 211 Caoipylomyza 179 Canace 234 Capnoptera 230 Carcelia 211 Caricea 220 Carphotricha 228 Catharosia 217 Catocha 179 Cecidotnyia. Centor 230 Ceratitis 229 Ceratomyza 2^7 Ceratopogon 175 Ceraturgus 188 Cerdistus 192 Cerioides 209 Ceromasia 211 Ceroplatus 172 Chamaesyrphus Chersodromia 200 Chilosia 205 Chiromyia 235 Chironomus 176 Cbirosia 221 Chloromyia 184 Chloropieca 231 Cblorops 230 406 410 403 409 413 4G7 412 411 403 413 405 408 407 400 412 412 DE HISTORIA NATURAL 419 406 412 403 Chorisops 185 Chortophila 220 410 Chrysogaater . 206 Chrysomyia 216 Chrysomyza 227 Chrysopilus 187 Chrysops 185 404 Chrysotoxum 208 408 Chrysotus 202 Cionophora Clanoneurum Clasiopa 232 Cüiiocera 199 Clinodiplosis Clytiomyia 217 Cnephalia 212 409 Coelopa 222 Coelosia 173 Coenomyia 185 Coenosia 221 410 Conicera 210 Coniosternum 222 410 Conops... ,238 413 Contarinia. 180 403 Cordyla 174 Cordylura 222 Coremacera 225 Corethra 178 Crassiseta 231 Cricotopus 176 Ctenophora 182 Culex 178 Oyclocephala 232 Cy lindromiopsis 213 Cyllenia 194 Cyphocera Cyrtonotuin 235 Cyrtopogou 190 Cyrtosia 1 94 Cyrtus 187 Czernya 211 Dactylolabis 181 Dacus 229 Dalmannia 239 Uasyarthrus 202 Dasyueura 179 Pasyphora 218 409 401 Dasypogon 189, 190 Desmometopa 236 Dexia 214 Dexiomorpha 214 Diadocidia 172 Diamesa 177 Diaphorus 202 Dichaéta 232 Dichetophora 225 Dicraeus 412 Dicranomyia 180 Dicrotrypana{Yéase Sym- mictus). Dilophus 175 Dioctria 188 405 Dionaea 211 Diplotoxa 230 Dischistus 196 Discomyza 232 Disjunctio 216 Ditaenia 224 Dixa 178 Docosia 173 Dolichocephala 199 Dolichopus 201 407 Domomyza 237 Doros 206 Dorycera ... 226 Drapetis 199 Drosophila 234 412 Drymonoeca 202 Dryomyia 180 Dryomyza 223 Dysmachus 191 Eccoptomera 224 Eccoptopus 191 Echinomyia 210 Elgiva 225 Empeda 181 Empis 197 406 Enicita 229 Ensina 227 Ephelia 181 Ephippiomyia 183 Ephydra 234 Ephygrobia 232 Epicypta 174 J20 boletín de la real sociedad española PÁGINAS Mem. Bol Epithalassius 203 Epitriptus 192 Eriopogon 190 Erioptera 181 Eriothrix 213 Erietalis 207 408 Ernestia 211 Eudoromyia 210 Eiinierus 208 408 Eurina 231 Eutolmus 191 Eutropha 230 Exechia 174 Exogaster '213 Exoprosopa 192 Exorista 211 Fabriciella 210 Fállenla 188 Fannia 219 410 Ferdinandea 208 408 Frauenfeldia 214 Eucellia 222 Gastrophilus 217 Geomyza 235 Geranomyia 181 Germana.. 212 Geron 195 Gitona 234 Glenanthe 233 Gonia 212 409 Gonomyia 181 Grabhamia 178 Graphogaí-ter 212 Graphomyia 2l7 Gymnochaeta 211 Gyirnopa 232 Gymnopternus 202 Gymnosoma 217 Habropogon J89 Haematobia 218 410 Haematopota 186 Halmapota 233 Haltericerus 202 Hammomyia 220 Hebecnema 218 Hecamede 232 Hedroneura ...,.,. , , , 410 píginas Mem. Bol. Heligmoneura 192 405 Helocera 212 Helomyza 224 410 Helophilus 207 408 Hemerodromia 199 Hemipenthes 193 Hercostomus 201 407 Herina 226 411 Heteromyza 224 Heteropogon 190 Heteropterina 216 Hilara 198 406 Hippobosca 239 Hirtea 184 Holopogon. 190 406 Homalometopus 233 Homoeonychia 210 Hoplodonta 184 Hoplogaster 221 Hyadina 233 Hybos 196 406 Hydrellia 233 Hydromyia . 225 Hydrophoria 220 Hydrophorus 203 Hydrotaea 219 Hygroceleuthus 201 Hylemyia 220 Hypocera 408 Hypoderma 217 Hypophyllus 202 Janetiella 180 403 Lamprochromus. 203 Lampromyia 187 Laphria 190 405 Laphystia 190 Lasiopa 184 Lasiophthicus 206 Lasiopogon 190 Lasiops 221 Lasioptera 179 401 Lasiosoír a 173 Laufferiella 210 Lauxauia 226 Leptis ... 187 405 Leptogaster 188 405 Leptomydas 188 DE HISTORIA NATIjKAL 4-21 PAGINAS Mem. Bol. Leptopeza . . 199 Lestremia 179 Leucopia... 235 412 Leucostoma 211 Liancalus 203 Liinnia 225 Limnobia 181 Limnophila 181 Limnophora 219 Limosina 223 410 Linnaemyia. . . 210 Lipoptena 413 Lispa 220 Lomatia 194 408 Lonchaea 226 411 Louchoptera 204 407 Loxocera 230 Lucilia 216 Lydella 211 Ly perosia 218 Lypha 211 Machaerium 202 Macbimus 191 405 Macqiiartia 213 Macrocera 172 Macrodiplosis 403 Maciolabis 402 Madiza 236 Masicera 211 Mayetiola 180 Meckelia 226 Medeterus. 203 407 Megachetum 230 Megerlea 215 Meigenia 211 Melanomelia 212 Melanophora 214 Melanosoma 239 Melanostoma 205 Meliera 226 41 1 Melopbagus 239 Merodon 207 408 Meromyza 230 412 Mesembrina 218 Metopia 215 Metopina 210 Metriocnemus 177 PAGINAS Mem. Rol. Microchrysa 185 Microdon 209 408 Micromorpbus ... 203 Micropeza 229 Micbrophorus 199 Microphtlialma 214 Milesia 208 Milirbia 236 Miltogramma 215 Minella 213 Mintho 213 Molophilus 181 Monarthropalpus 180 Morellia 217 Morinia 215 Morpbomyia 213 Mnlio 193 406 Musca 217 Mnscina 218 Mycetobia 172 Mycetophila 174 400 Mydaea 218 410 Myiatropa 207 Myiobia 213 Myiflepta 208 Myiostoma 213 Myopa 238 Myopina 219 Myopites 227 411 Myxodexia 214 Myzomyia 178 Neaeropis 212 Nemestrinus 188 Nemopoda 229 Nejioraea 211 409 Nemorilla 211 Nemorius. 186 Nemotelus 183 404 Neoascia 2("7 408 JS'eoglaphyroptera. . . .. 173 Neoitamiis . . 192 Neurigona 201 Norellia 222 Notipbila 232 412 Notonaulax 231 Nycteribia 239 413 Nycteribosca , . . . 339 422 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Nyctia .• 215 Occemyia 239 413 Ochthera. 233 Ochthiphila 235 412 Oeydromia 199 Ocyptera 213 Ocypterula 213 Odontomyia 184 404 Oecothea 224 Oedalea 199 Oestrus 217 Oligotrophus 1 80 403 Olina 223 Oncodes 188 405 Onesia 216 Ophyra 219 Opomyza ,. 235 412 Opsebius 187 Orchieia 221 Orellia 227 411 Ornithomvia 239 ürphnephila 178 Ortalis 226 Orthochile 202 Orthocladius 177 Oscinis 231 412 Osycera 184 404 Oxyna 228 Oxyphora 228 Pachycheta 231 Pachygaster 404 Pachyophthalmus 216 Pacbyrrhina 183 Pales 211 Palloptera. . . 226 411 Pamponerus 405 Pangonia 185 404 Paragus 204 407 Parahy postena 212 Parallelomma 222 Paraprosena 214 Parasetigena ... 211 Parydra 233 412 Pegomyia 220 Pelecocera 207 Peletieria 210 Pelidnoptera 224 Pelina 233 Pericoma 179 Phania 217 Phaonia 218 410 Phasia 217 Pherbina 225 Philonicus 191 Philygria -. 233 Phlebotomus 179 Phora 209 Phorocera 211 Phortica.. 412 Phronia 173 Phryxe 211 Phtbiria 196 406 Phycodromia 222 Phy Hoteles 409 Physocepbala 238 413 Phyto 214 Phytomyptera 212 Pbytomyza 237 413 Piopbila 229 411 Pipiza 205 Pipizella 204 Pipunculus 209 Plagia 212 Platychirus 205 408 Platycoenosia 219 Platynochaetus 207 Platypeza 408 Platystoma 22? 411 Platyura.. 172 Plesina 214 Ploas 196 Poecilobothrns 201 407 Pogonorayia 218 Pogonosoma 191 Polietes 218 Pollenia 216 409 Polylepta 173 400 Porphyrops 202 Prosena 214 Prosopomyia 411 Protocalliphora 216 Pseudacropsilus 202 Pseudoholopogon 1 89 Pseudopyrellia 218 DE HISTORIA NATURAL 423 PÁGINAS Mem. Bol. Psila 229 412 Psilocephala 196 Psychoda... , 179 Ptychoptera 178 Pycnomalla i 83 Pycnopogon 190 Pyrellia 218 Pyrophaena 205 Rhabdophaga .. 179 401 Rhacbicerus. ... 185 Rbacodineura 212 Rhagio 187 Rhagoletis 411 Rhatnphina 213 Rhamphomyia 196 Rhicnoéssa 237 Rhingia 207 Rhinophora 214 Rhinotachina 213 Rhopalomyia 180 403 Rhymosia 173 400 Rhynchocephalus 188 Rhynchodinera 214 Rhynchomyia 218 Rhypholophus 181 Rhyphus 179 401 Rivellia 227 Saltella 229 Salticella 225 Sapromyza 225 411 Sarcophaga 214 409 Sarcophila 215 iSargus 184 Saropogon 189 Scaptomyza 234 Scatella 234 Scatopbaga 222 410 Scatopbila 234 Scatopse 174 400 Scenopinus 196 Sceptonia 174 Schizomyia 402 Scboenomyza 222 Scboenopbilus ^03 Sciapus 201 Sciara 171 400 Scicmyza , . , 224 Sciopbila .... 173 Selidopogon 189 405 Sepedón 225 Sepsis 229 Servillia 210 Setulia 216 Sicus 239 Silvius 186 Simulium 178 401 Sipbonella 231 Spbaerocera 223 410 Spbaerophoria 206 Spbecapata 216 Sphegina 207 Spbenella 228 Spilomyia 208 Staurocbaeta 211 Stefaniella 401 Stegomyia 178 Steuopogon 189 406 Stenopteromyia 188 Stenopteryx 239 Stevenia 214 Stichopogon 190 Stilpon 200 Stornatomyia ... 212 Stomatorrbina 216 Stomoxys 218 Stratiomyia 184 Strobliola 231 Sturmia 211 Succingulum 213 Symmictus (= Dicrotry- pana) 188 Symplecta 181 Sympycnus 203 Syutomocera 213 Syntomogaster.. 217 Syntormon 202 Syritta 208 Syrphus 206 408 Systoecbus 196 406 Tabanus lt^6 404 Tachina 212 409 Tacbista 200 Tacbydromia 200 407 Tacbytrecbus 20; 4'21 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Tanypus 177 Tanytarsus i77 Tephritis 228 Tephrochlamis 224 Tephronota 226 Tetanocera 224 Teuchophorus 203 Thalassomyia . 176 Thecodiplosis Themira 229 Thereva 196 Thinophilus 203 'i'hrixiou 213 Thrypticus 202 Ticbomyza 234 Típula 182 Tolmeras Iii2 Tomomyza 194 Toxophora 194 Trafoia 213 Triohina 19il Trichocera 1 82 Tricholyga 212 Trichouta 173 Trichopticus Tricliosia 171 Triclis 190 Trimicra 181 401 411 403 PÁGINAS^ Mem . Bol. 403 410 Trineura 210 Trypeta 227 Trypetoptera.. 226 Tryptochaeta 236 Uclesia 212 Ulidia 127 Urellia... 228 Urophora 227 Usía 194 Verrallia 209 Volucella 207 Voria 212 Wagneria... 212 Weberia 217 Winthemia 211 Wohlfahrtia 216 Xanthandriis 206 Xanthogramma 206 Xestomyza 196 Xiphandrium 202 Xylomyia Xylota 208 Xysta 217 Zenillia 211 Zeuxia ... 214 Zodiou 239 Zophomyia 213 Zygomyia . 174 411 411 404 409 Erratas y correcciones (1) PÁGINA LÍNEA 61 1 68 3 70 12 71 18 75 2 75 4 78 9 78 10 78 18 79 7 En lugar de 2.146, debe decir 2.2(il. Dice: bomaculatus; debe decir: albomaculatus. Dice: Tar.; debe decir: Tav. Añádase: antipedalis Meig. Dilophus. -España (Seidlitz), 90. Dice: (Colombel).; debs decir: (Colombel), &2. Dice: brevifurca Strobl; debe decir: brevifurcata Strobl. Dice: Nemestrina; debe decir: Slenopteromyia. Añádase: Bolivari Arias. Asüus.-Madrid (Arias), 131. Dice: cantabricus Strobl.] debe decir: cantábrica Strobl. Añádase: biunnipes A/e!> Sciara.-Irún, Sierra Morena (Strobl), 38; Algeciras, Montserrat (Strobl), 41. . (1) Estas v; suisse de Zoologie. Vol. xx, nos 3_5. Bericht der Senckenbergischen Naturforschenden Gesellschaft in Frank- furt am Main. 1901, 1904, 1Vj05. (Donativo de D. Joaquín González Hidalgo.) Cabrera (Ángel). -El concepto de tipo en Zoología y los tipos de Mamí- feros en el Museo de Ciencias Naturales. (Trabajos del Museo de Ciencias Naturales, núm. 3-) Martínez y Fernández-Castillo (A.) — Anatomía é histología del Ocnero- des Brunnerii Bol. (Trabajos del Museo de Ciencias Naturales, nú- mero 4.) Peso Blanco (Dr. José).— Focas de la República O. del Uruguay. Confe- rencia dada en la Real Sociedad de Historia Natural, Seeción de Gra- nada, en Abril de 1909.— Granada, 1911. |\^es de dunio Alemania Deutsche Entomologische Gesellschaft, Berlín. Deutsche Entomologische Zeitschrift. 1912, Heft 3. Entomologischer Litteraturblatter, Berlín. 1912, n° 6. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 17, Nrs. 13-14. Internationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau, xxix Jahrg., nos 11-12. Insektenhórse. xxix Jahrg., nos 23-20. Societas entomológica, xxvii Jahrg., nos 12-13. Nalurse Novitates, Berlín. 1912, nos g-n. Zoologiecher Anzeiger, Leipzig. Bd. xxxix, nrs. 19-20, 23-24. Austria-Hungría Académie des Sciences de Cracovie. Bulletin internaiional. 1912, nos 3 B, 4 A. Wiener Entomologische Zeitung, Wien. xxxi Jahrg., iii-v Heft. Costa Rica Ministerio de Fomento, San José. Boletín de íomento. Año ii, n." 1. España Clínica y Laboratorio, Zaragoza. Año viii, n." 7. Ingeniería, Madrid. N.os 256-258. Institución libre de enseñanza, Madrid. Boletín. Ario xxxvi. n." 626. DE HISTORIA NATURAL 439 Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, de Madri''. Revista. Tomo x, n.os 6-7. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Memorias. Vol. x, n.^s 4_8. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xi, n.os ó-ñ. Estados unidos t gas Colonias Academy o£ Natural Sciences of Philadelphia. Froceedings. Vol. lxiii, part iii. Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. r, n." 3. Department of the Interior. Weather Burean. Manila Central Observatory, Annual Report for the year 1907. Bulletins for September and October 1911. Johns Hopkins Hospital, Baltimore. Bidletin. Vol. xxi.i, n° 256. Public Museum of the City of Milwaukee. Bidletin. Vol. ix, n° 4. The American Naturalist, New- York. ''ol. xlvi, n° 646, Francia Académie des Sciences de Paris. Coniptes rendus. Tome 154, nos 23-26. Académie Internationale de Géographie botanique, Le Mans. Bidletin. 21" année, nos 270-271. La Feuille des Jeunes Naturalistes, Paris. 42' année, n° 499. L'Echange, Monlins. 27' année, nos 329-330. Revue genérale des Sciences purés et appliquées, Paris. 23' année, nos 1-12. Société linnéenne de Bordeaux. Actes. Tome lxv, 191 J. Station Entomologique de la Faculté des Sciences, Rennes. Inse"Ja. 2' année, nos iñ-i6, Holanda Société hollandaise des Sciences, Haarlem. Archives néerlandaises des Sciences exactes et naturelles. Serie m A, tome I, 3' et 4" livr. Inglaterra y süs Colonias Australian Museum, Sydney. Records. Vol. ix, nos 1 , 3. Entomological Society of Ontario. Annual Report for 1911. Royal microscopical Society, London. Journal. 1912, part 3. The Canadian Entomologist, London. Vol. xliv, n" 6. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxiv* nos 5-6. .440 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA The Zoologist, London. Vol. xvi, n° 186. Zoological Sociefcy of London. Proceedings. 1912, part ii. Italia Rivista coleotterologica italiana, Camerino. Anno x, n° 5. Rivista técnica e coloniale di Scienze applicate, Napoli. Anuo ii, n" 6. Societá italiana di Scienze naturali in Milano. Atti. Vol. Li, fase. 2^ Societá toscana di Scienze naturali, Pisa. Aíti. Vol. sxi, nos 1-2, México Instituto Médico Nacional, México. Anales. Tomo xit, n" 2. Monaco Institnt océanographique, Monaco. Bulletin. Nos 228-232. BüKN Y Lozano (Rafael de). — £1 Museo Oceanógrafico de Monaco y los trabajos realizados en 1910. (Anales de la Junta para ampl. de est. é invest. cient.) Congrés Géologique International. XXII session. Canadá, 1913.— Pre- miére circulaire. DoGNiN (PaulJ. — Hétérocéres nouveaux de l'Amérique du Sud. Fascic. v. (15 Juin, 1912.) Fernández Alonso (Juana). — Razas actuales. Madrid, 1911. IX Congreso Internacional de Agricultura. Madrid, 1 al 7 de Mayo de 1911. Navarro Pérez (Leandro). — Nuevas aplicaciones del procedimiento de fumigación con el ácido cianhídrico á la extinción de una plaga de los olivos, producida por lo3 insectos de la especie Phh'othrips olecB (Cos- ta-Targ). Madrid, 1912. Salomón (Wilhelm). — Arietites sp. im Schiefrigen Granat-Führenden bio- tit-zoisit-hornfels dei Bedretto-Zone des Nufenen-Passes (Schweiz). (Verhandl. Naturhist.-Medizin. Verein. Heidelberg, 1911.) — Das Geologisch-Paláontologische, früher cStratigraphisch-Palaontolo- gische» Institut der Universitat Heidelberg im ersten Jahrzehnt sei- nes Bestehens (1901-1911). (Verhandl. Natur.-Mediz. Ver. Heidel- berg, 1911.) — Die Bedeutung der Messung und Kartierung ven geneinen Klüften und Haruischen. (Zeitschr. Deutsch. Geol. Ges., 1911.) — Granit bei Eberbach am Neckar. (Verhandl. Nat. Mediz. Ver. Heidel- berg, 1911.) Sesión del 2 de Octubre de 1913. PRESIDENCIA DEL ILUSTRISIMO SEÑOR DON RICARDO CODORNÍU El Secretario leyó el acta de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones. — Fueron admitidos como socios numerarios los señores [tropueslos en la sesión del mes de Julio, y presentados D. Jesús Maynar Dupla y D. Joaquín Gómez de Llerena y Pou, presentados por el Sr. Bolívar. Necrología. —El Secretario dio cuenta del fallecimiento del socio numerario D. Manuel Garbo y Domenech, catedrático del Instituto de Almería, y el Sr. Bolívar participó que la Sociedad había expe- rimentado además la pérdida del correspondiente Sr. R. Shelford, de Oxford, que en pocos años había llegado á ser el especialista que mejor conocía los Bláiidos, sobre los que publicó numerosos trabajos de gran interés y que colaboró en el tomo i de nuestras i/e- morías, destinado á la fauna de la Guinea española. La Sociedad acordó constase en acta su sentimiento por tan dolorosas pérdidas. Coinunicaciones.— El Secretario, en nombre de los respectivos autores, presenta los trabajos siguientes: «Noticia acerca del hallazgo del sistema liásico en la provincia de Alicante», por D. Daniel Jiménez de Cisneros. «Las medidas antropométricas, según el Congreso de Ginebra», por D. Luis de Hoyos Sáinz. Tres notas bibliográficas, escritas por D. Lucas Fernández Na- varro, y otra del Sr. Bolívar. También leyó la siguiente nota, remitida desde El Escorial, por el Ingeniero de Montes D, Manuel Aulló: Parásitos del uOcneria dispam L. — En nuestro artículo titulado «Una plaga de Ocneria dispar L., en los encinares de El Plantío y El Pardo», señalábamos como parásito del citado insecto un díp- tero taquinario, cuya ninfa habíamos encontrado en una de las cajas de estudio, donde fueron colocadas varias orugas recogidas en la excursión á que en aquél hacíamos referencia. El parásito ha pasado quince días en estado de ninfa, habiéa- T. XII. -Octubre, 1912. 29 442 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPa550LA dose transformado en la mosca Tachiyia festiva Macq., especie muy afín á la T. larvarum Meig., encontrada por el Sr. García Maceira en la Lagarta, de la provincia de Salamanca. Con esto hemos dado á conocer cuantos datos nos ha suminis- trado nuestra ya citada excursión.» — El Sr. Bertrán, en nombre de los señores D. Benito y D. Gar- los Vicioso, presenta la descripción de dos formas nuevas del gé- nero Onopordo7L. —El Sr. Gómez Ocaña participa que está terminando de escri- bir la biografía del sabio antropólogo D. Federico Olóriz, trabajo que le encomendó la Sociedad al ocurrir el fallecimiento del ilus- tre catedrático del Colegio de San Garlos. Añade que habiendo recibido el mismo encargo de la Real Academia de Medicina, leerá la biografía del Sr. Olóriz en la primera sesión pública que celebre dicha docta Gorporación, á la vez que se imprime, como formando parte de nuestras publicaciones. —El Sr. Piltaluga diserta acerca del hallazgo, en España, del Leihsmania infantum, un protozoario que vive en el bazo de los niños y determina una enfermedad que causa, donde aparece, gran número de defunciones. —El Sr. De Buen y Lozano (D. Rafael) presentó un trabajo so- bre las relaciones entre la sedimentación y la salinidad de los lí- quidos en que se verifica. —El Secretario, por último, participa á la Sociedad que en el mes de Mayo de 1913 celebrará en Madrid el IV de sus Congresos «La Asociación española para el progreso de las Ciencias», y con este motivo dirige un llamamiento á los naturalistas españoles á fin de que concurran á la próxima Asamblea y contribuyan al éxito de la misma, con trabajos propios de su especialidad. Añade que seguramente el Congreso de Madrid será el más importante de los celebrados hasta ahora por la mencionada Asociación, pues en él tomarán parte todas las grandes figuras de la Ciencia espa- ñola contemporánea. Anuncia que el discurso inaugural del Con- greso lo está escribiendo el sabio maestro D. Santiago Ramón y Cajal, y que el de apertura de la Sección de Ciencias Naturales será debido al ilustre botánico D. Blas Lázaro é Tbiza. Secciones.— La de Barcelona celebró sesión el ?0 de Septiem- bre, bajo la presidencia de D. Carlos Calleja. "SI Secretario presenta á la Sección una fotografía representan- DE HISTORIA NATURAL 443 do un abrigo prehistórico de Gapellades, donativo hecho á la Sociedad por el Sr. Romaní; se dan lis gracias á dicho señor. — El señor Presidente propone, y así lo acuerda la Sección, ve- rificar una excursión por el río Ebro, desde Mora de Ebro hasta la desembocadura de este río, durante los tres primeros días de Noviembre. —El P. Bordas se encarga de explanar una Conferencia sobre <:itología, en fecha y hora que se avisará oportunamente. —El Sr. Serradell propone, y así lo acuerda la Sección, solici- tar un donativo de libros duplicados de la Diputación provincial y <3el Ayuntamiento de Barcelona. El mismo señífr propone, y así también se acuerda, pedir una subvención en metálico á la Dipu- tación provincial de Barcelona. Notas bibliográficas. — El Sr. Fernández Navarro (D. Lucas) comunica las siguientes: Louis Gentil: La géologie du Maroc et la genese de ses grandes ■chaines. (Ann. de Géogr., n." 116, xxi année, Mars 1912.) Acompaña á este trabajo, de corta extensión pero de gran im- portancia, el primer ensayo de carta geológica completa de Ma- rruecos. Gomo para país todavía tan poco explorado, la parte con- cedida á la hipótesis ha tenido que ser grande, el autor distingue las regiones en que la coloración no es hija de la observación directa empleando colores rayados de carmín en lugar de las tin- tas planas. Esto permite que se aprecie á primera vista, no sólo el conjunto probable de repartición de terrenos en todo el impe- rio, sino también las regiones á que de preferencia deben diri- girse las investigaciones de los geólogos, para ir llenando las nu- merosas y grandes lagunas que hoy presenta la carta. Aunque el trabajo se hubiere limitado á la publicación de ésta, sería de bastante importancia para que de él hiciéramos men- ción. Pero además, en el texto, que pudiera considerar.se como la explicación de la carta, se da un resumen interesantísimo de la Geología de Marruecos, trabajo para el cual el autor se encuen- tra preparado como nadie, tanto por sus propias investigacio- nes, como por su conocimiento completo de todo lo publicado refereuie al asunto. Divide el territorio en las siguientes regiones naturales, que va examinando sucesivamente: 444 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA I. El Alto Atlas. — Le considera dividido en dos porciones» oriental y occidental, correspondientes á dos áreas tectónicas, dos grandes domos anticlinales de núcleo antiguo y cubierta jurásica, separados por una zona sinclinal hacia el meridiano 9° W. (Demnata). TI. La meseta marroquí. — Llamada de este modo por su ana- logía de función con la meseta ibérica. Es para Gentil un pilar (horst) colocado al N. del Alto Atlas y constituido por una pen- llanura herciniana, sometida durante las épocas secundaria y ter- ciaria á movimientos epirogénicos que la han dado un régimen tabular. IIL El Anti- Atlas. —¥Qvvc\a.áo de dos elementos bien distintos: el An ti- A lias de Hooker, ó propiamente dicho, y las mesetas del Drá y de Tafilete, enlazados estos elementos entre sí, y con e Alto-Atlas por el enorme macizo volcánico del Siruia. El primer elemento se dirige al SW. con una estructura de cadena plegada^ análoga á la del Alto-Alias, dejando entre ambos relieves el valle simétrico del Sus, que vendría á estar como hundido entre dos anticlinales. Las mesetas del Drá y de Tafilete (djebel Sarro) pa- recen constituir, por el contrario, una zona de altas tierras de estructura tabular, sin una ante-cadena septentrional como la que el valle del Sus representa con respecto al Anti-Atlas plegado. El djebel Bani, que se alarga en una línea de más de 600 kiló- metros ai Sur de los relieves anteriores, podría representar una arruga ó serie de arrugas anticlinales, debidas á la repercusión sobre las capas horizontales secundarias, délos movimientos oro- génicos terciarios que plegaron el sistema del Atlas. IV. El Mediano Atlas. — Su zona de unión con el Alto Atlas es totalmente desconocida. Parece formado por plegamientos de edad terciaria del jurásico, que dejan aparecer en las crestas de- capitadas los terrenos más antiguos. Estas arrugas, quizá produ- cidas por virgación hacia el NE. de los pliegues de la cadena principal, van á hundir sus ejes por debajo de los depósitos mio- cenos del medio Muluya. V. El 7? i/.— Aunque muy desconocido, es indudable su inde- pendencia del Atlas. Su eje debe ser en gran parte jurásico. La constitución de la cadena es distinta de una á otra vertiente, pues mientras que al N. cae bruscamente hacia el Mediterráneo, dejando ver materiales paleozoicos y aun arcaicos, al S. aparecen DE HISTORIA NATURAL 445 formaciones más recientes, en escalones sucesivos, que son recu- bierlas transgresivamente por los depósitos neógenos muy lejos del eje de la cadena. Desde el punto de vista tectónico, la caracte- rística principal de la cadena rifeña parece ser la disposición en domos. VI. El estrecho sud-rifeño. — Comprendido entre el Rif por una parte, y la meseta marroquí y el Mediano Atlas por otra. Era la comunicación, al fin del mioceno, entre el Mediterráneo y el At- lántico. Su formación sería debida á un hundimiento de los plie- gues del Mediano Atlas en su probable prolongación por los Beni- -Snassen. Conforme con esta teoría, sólo parece presentar terre- nos posteriores al mioceno medio, sin pliegues, y con facies sub-litorales ó de mar poco profundo. Louis Gentil: Le Maroc physique. París, Alean., 1912 (319 pá- ginas en 8.°, con cartas en el texto, 3,50 francos). Este libro, que forma parte de la «Nouvelle collection scientiü- que», resume en sus páginas todo cuanto se sabe de la Geografía física de Marruecos. Uiilizando el autor sus propias exploraciones ■é interpretando con excelente sentido crítico las publicaciones de viajeros y exploradores, ha llegado á una visión de conjunto que ciertamente deja todavía una gran parte á la hipótesis, pero que de seguro se ajusta en sus líneas generales á la realidad. El trabajo del reputado profesor de la Sorbona es un punto de partida para ulteriores investigaciones, cuyo establecimiento se hacía necesario para orientar á los exploradores, y sistematizando los datos adquiridos, dar valor y colocación á los que vayan ad- quiriéndose. Va acompañado el libro de pequeñas cartas esqiíemáticas que ayudan grandemente á su comprensión, siendo lástima que la ín- dole del mismo no haya permitido adicionarle una verdadera car- ta física del territorio. La enumeración de los capítulos que componen la obra dará idea justa de su importancia. Después de una ligera introducción geográfica descriptiva en que se limitan las regiones naturales del imperio marroquí, dedi- ca el autor uu erudito capítulo á estudiar la evolución de los co- nocimientos científicos sobre el Moghreb. En esta parte del libro se hace justicia á los navegantes catalanes que tanto hicieron progresar á la Geografía en general, á los moros españoles y á 446 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA nuestros viajeros Mármol, Gatell y el gran Badía, primeros que han dado noticias aprovechables sobre el Noroeste africano. El capítulo segundo es la historia geológica, hasta donde puede hacerse, de Marruecos y el estudio de la génesis probable de sus grandes cadenas. Aunque muy opinables algunas de sus afirma- ciones, que serán seguramente objeto de grandes controversias, no cabe duda que hay una indiscutible honradez científica en la redacción del trabajo, en el que abundan los puntos de vista ori- ginales ó atrevidos. Algo análogo puede decirse del capítulo tercero, en que estudia el papel del Atlas y del Rif en la orografía del Norte de África. Será muy discutida la manera de considerar prolongado el Atlas, bajo las aguas del Atlántico, así como las relaciones del Atlas marroquí con el Atlas sahariano y con el Atlas teliense. En cuan- to al papel del Rif, tan enigmático aún, el autor rehuye pruden- temente el ¿ar una opinión definitiva. Pasa después á estudiar el relieve del snelo, haciendo ver la influencia en el mismo délas huellas tectónicas, y determinanda la facies de los accidentes en relación siempre con la naturaleza del terreno á que afectan. Este capítulo viene á completarse con el siguiente, en el que se detalla la evolución de la red hidrográ- fica y del relieve, tan relacionadas con la historia geológica. Por último, los tres capítulos finales se dedican al estudio del clima, de la vegetación y de los suelos, sujetos todos de la mayor importancia, pero acerca de los cuales los datos que se poseen son todavía muy deficientes. Las consideraciones que hace con res- pecto á la riqueza natural de las tierras negras ó tirs y las tierras- rojas 6 hamri especialmente, tienen un gran alcance para el por- venir económico del imperio jerifiano. Intimamente relacionado este trabajo con el que anteriormente reseñamos, constituyen ambos un gran impulso dado á los cono- cimientos científicos sobre el Moghreb. Al señalar su presencia á los aficionados no podemos menos de felicitar vivamente á su autor, ya de antiguo ventajosamente conocido por sus exploracio- nes y estudios marroquíes. P. Choffat e A. Bensaude. Estudos sobre o sismo do Ribatejo de 23 de Abril de 1009. 4 estampas (21 fig.), 2 cartas coloridas e 5 no texto. (Gomm. do servico geol. de Portugal.— Lisboa, 1012.) El importante sismo de Abril de 1909, fuertemente sentido ea DE HISTORIA NATURAL 447 Madrid, y que fué objeto de una información minuciosa é intere- sante de parle de nuestro inolvidable consocio el profesor Calde- rón (1), partió de un epicentro situado á unos 30 kilómetros al NE. de Lisboa, se hizo sentir en un área de 215.000 kilómetros cuadrados, y tuvo su zona de mayor intensidad comprendida casi totalmente en la cuenca portuguesa del río Tajo. En la publica- ción á que hace referencia esta ligera nota se le estudia con toda extensión y detalle. Empieza el trabajo por una primera parle de informaciones y consideraciones generales, y termina por una tercera, dedicada al estudio de las réplicas del mismo. La segunda parte, que es con mucho la más extensa, se consagra á la descripción propiamente dicha del sismo y estudio de todas sus circunstancias. No pres- tándose la materia á ser resumida con la brevedad que estas notas exigen, nos limitamos á recomendar su lectura á los aficionados y á felicitar á sus autores por este trabajo, en un todo digno de su competencia reconocida. El Bulletin du Museum d'Histoire Naturel, de París, ha publi- cado una nota de Mme. Marie Phisalix, dedicada á las precau- ciones que deben tomarse en la recolección, conservación y envío de los animales venenosos y de su veneno, de la que reproduci- mos las siguientes líneas, que nos parecen de interés para los colectores: «Manera de recoger el veneno en la culebra que se quiere GUARDAR viva. — Inmovilizar la culebra apoyando sobre la cabeza la extremidad redondeada de un palo. Cogerla con la mano izquierda por el cuello, lo más cerca po- sible de la comisura labial, y bajar con la mano derecha su man- díbula inferior, mientras que un ayudante introduce en la boca un recipiente (vidrio de reloj, cápsula, platillo) que coloca debajo de los ganchos, previamente enderezados con un estilete. Comprimir lateral y moderadamente, de atrás á adelante, la región labial superior; el veneno sale límpido por el extremo de los ganchos. Se repite una ó dos veces esta operación. Durante esta maniobra, tener la culebra verticalmente, colgan- te la cola, y evitar que pueda arrollarse apoyándose en cualquier (1) vXota sobre el terremoto sentido en la Península Ibérica el 23 de Abril de 1909». (Bol. de la E, Soc. esp. de Hist. Nat., Mayo de 1909.) 448 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA obstáculo, porque sus músculos son muy potentes, y con un brus- co movimiento podría desasirse y herir á los operadores. Cuando se trata de grandes culebras agresivas, es bueno anes- tesiarlas previamente para suprimir sus movimientos activos, y, sobre todo, para tener más seguridad en el momento, que es el más peligroso, en que se las vuelve á su caja. Se las colocará, pues, en un bocal de vidrio en que se encuentra un tapón embe- bido en éter ó cloroformo. Manera de recoger el veneno en la culebra muerta. — Sacri- ficar la culebra por decapitación, y tener presente que el animal puede morder todavía con eficacia, por lo menos durante media hora. Fijar la cabeza de lado por medio de alfileres, separando la mandíbula inferior, y disecar la glándula, que se descubre des- pués de haber hecho una incisión sobre el borde interno del labio, y levantando éste, ligar el canal excretor cerca de la cápsula del diente y terminar la disección. Por medio de una pinza, coger la glándula por el fondo del acinus, transportarla encima de una cápsula de vidrio bien lim- pia, y que se ha pasado por la llama (pero ya fría), seccionar el canal con tijeras finas, también pasadas por una llama, y con una pinza de dientes planos hacer salir el veneno que se extiende en gotitas límpidas, de coloración generalmente amarilla, pero va- riable con la especie de la culebra. Desecación del veneno. — El veneno obtenido del animal, vivo ó muerto, será desecado tan rápidamente como sea posible, al abrigo del polvo y de la luz. La desecación con ácido sulfúrico y las bombas de hacer hielo, bastante extendidas, pueden ser utilizadas. Se conoce que el veneno está bien seco, cuando la costra que ha formado se hiende espontáneamente y se desprende al menor choque. Ponerle en pequeños frascos de vidrio, cerrar bien y conservar en bloques de madera agujereados, qne podrán servir para el envío. Embalaje de culebras vivas. — Debe ser sólido, sencillo, con- fortable para la culebra y prestarse á un embalado cómodo é inofensivo. Cualquiera caja de madera, cuyas paredes tengan todas por lo menos un centímetro de espesor, puede ser utilizada. DE HISTORIA NATURAL 449 El interior no debe tener ningún saliente ni resalto. Si se ne- cesita establecer separaciones para repartir los grupos de culebras y evitar que se asfixien amontonándose, se excavarán en las pa- redes laterales opuestas unas ranuras para los tabiques movibles y se harán éstos de metal, agujereado, ó de tela metálica. Dos paredes opuestas serán provistas de agujeros, perforados con la barrena, para asegurar el paso del aire. La tapa será atornillada y no simplemente clavada, de modo que en los choques posibles del transporte, no esté expuesta á ser parcialmente desclavada, y también para que un desembalaje de- masiado ruidoso no excite á los animales, lo que les incitaría á morder y á perder su veneno. Las culebras serán introducidas en sacos de tela fuerte y per- meable al aire (la arpillera de los sacos de cereales conviene muy bien) y de tamaño tal que puedan removerse fácilmente en el in- terior. Se cerrarán con dos ligaduras, hechas á cierta distancia una de otra. No añadir embalaje ninguno, porque todo lo que pudiera ser- vir para evitar golpes (heno, paja, viruta, etc.), es susceptible de fermentar y puede asfixiar á los animales. El saco debe ser bas- tante grande, para que él sólo llene la mayor parte del comparti- mento.» — El Sr. Bolívar (D. Ignacio) dio la nota siguiente: Instrumentos y operaciones de Oceanografía práctica, por J. Thoulet, profesor de la Facultad de Ciencias de Nancy. Tra- ducción de F. Batista Díaz, Licenciado en Ciencias. La Goruña. Imprenta de Ferrer, C. Real, Gl, 1912. Es tan poco frecuente entre nosotros que se traduzcan obras de esta índole, que merece darse á conocer la traducción del conoci- do libro del profesor Thoulet, arriba citado. El Sr. Batista, según manifiesta modestamente en el prólogo, no persigue otros fines que los de facilitar el estudio de la Ocea- nografía y fomentar en España la afición á tan interesante cien- cia. Su obra es de alabar y no es dudoso consiga tan loables pro- pósitos por el esmero con que ha realizado su trabajo y por las excelentes condiciones tipográficas, que hacen interesante y atrac- tiva la obra. Gomo es sabido, en el primer capítulo de ella trata de la meteoro- logía; en el segundo, de los diversos instrumentos empleados en 450 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA las observaciones oceanógraficas; en el tercero, de las observacio- nes oceanógraficas en sus relaciones con la topografía, la litolo- gía, la química, la temperatura, la óptica, la compresibilidad, la densidad y las mareas, olas y corrientes; en el cuarto se habla de las observaciones practicables á bordo de cualquier barco, y por último, termina el libro con uu capítulo destinado al estudio de las orillas. La obra va acompañada de 59 grabados intercalados en el texto. Notas y comunicaciones Noticia acerca del hallazgo del sistema Liásico en la provincia de Alicante POE DANIEL JIMÉNEZ DE CISNEROS En diversas comunicaciones á la Real Sociedad española de Historia natural, hemos dicho no haberse encontrado hasta el presente e-1 sistema Liásico. Ni los escritos nacionales ó extranje- ros han hablado de él, ni en los mapas publicados figura para nada el sistema; conservábamos, sin embargo, la esperanza de encontrarlo, fundándonos en la mucha extensión que el sistema presenta en el centro y NW. de la vecina provincia de Murcia, así como también en la extensión de la mancha jurásica de Ali- cante, mucho mayor que la señalada en el mapa de la Comisión, abarcando todo el límite de la provincia de Alicante hasta pene- trar en la de Murcia. Las inflexiones que el sistema presenta, formando anticlinales y sinclinales muy pronunciado?, me daba esperanza de hallar algo de Liásico entre las roturas de los anti- clinales, y cuando menos lo esperábamos hemos hallado el siste- ma en dos puntos á la vez. La presente nota es sólo un adelanto que hago á nuestra Sociedad, reservando detalles para el escrito que actualmente preparo para la Junta para ampliación de Estu- dios, ya que bajo sus auspicios hemos podido hacer el largo es- tudio que nos ha ocupado todo el verano. Habiéndome trasladado á la aldea de la Algueña, en el término del Pinoso, con el fin de explorar con más detenimiento todo el DE HISTORIA NATURAL 451 laberinto de sierras, y del que es imposible formarse idea coa las diversas cartas publicadas (1), allí he permanecido gran parle de Agosto y la primera quincena de Septiembre, no interrumpiendo mis salidas al campo más que los días de tormenta. El resaltado ha superado á mis esperanzas. Las primeras excursiones realizadas con el guía José Muñoz Castillo, del que conservaba muy buenos recuerdos por los exce- lentes servicios prestados anteriormente, las efectuamos por la pe- queña sierra de la Espada (2), al E. de la gran masa de Quivas. Su situación al Sur de una gran mancha nummulítica hacía creer que era también terciaria; pero, una gran falla separa estas forma- ciones y todas las calizas de la escarpada sierra de la Espada perte- necen al Jurásico, ya al Oolítico ya al Liásico, porque hasta el presente sólo hemos extraído de allí muchos Braquiópodos que probablemente pertenecen al Bayociense ó al límite superior del Lias. La sierra de Quivas nos ha dado fósiles de los pisos del Oolíti- co, desde el Bayociense al Oxfordiense superior. Dominan las ca- lizas marmóreas blancas, rosadas ó rojas, con abundancia de Braquiópodos; calizas abigarradas desde el rojo intenso al verdo- so ó blanco á fajas irregulares y margas rojas muy arcillosas que son las que proporcionan el mayor contingente de fósiles. Gomo detalle para realizar el estudio de esta región, no debe perderse de vista que la especie más frecuente en el Oolítico su- perior es el Rhacophyllites Loryi Men. Ch., bastando los moldes para poderla determinar. Sigue en importancia el Phylloceras me- diterraneus Xeumayr. Las capas de los pisos superiores presen- tan, además de estas especies, otras bastante frecuentes: Aptychus punctactus Yoltz, Pijgope janüor, TerebratuZa iíoue¿ Zeusch, gran número de Perisphinctes y otras especies menos frecuentes. Se ha señalado desde hace muchos años el Jurásico en la sierra del Rollo, localidad más conocida por la gran cantidad de már- moles titónicos extraídos. En rigor, el Jurásico empiez-a en la falda W. de la pequeña sierra de la Mola, inmediata á Novelda, (1) El Instituto Geográfico no ha publicado aún sus trabajos de Altime- tría de la provircia. (2) Pequeña arista de algo más de un kilómetro de larga y dirigida próximamente de SW. á Jí E. Los mapas de Murcia no la señalan, el de Coello (Alicante) sí; pero equivocando su figura y dirección. Es sólo una dependencia de la de Quivas. 452 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA destacada de la gran masa del Oolítico como si fuese un islote avanzado al Oriente. Entre Aspe y Hondón de las Nieves aparece el Jurásico con mucha más claridad, formando la sierra de Orts, la Ofra, la pequeña colina de la Pedrera en la falda N. de la sie- rra de Grevillente (1), extendiéndose bástalo más alto del collado de la Algüeda, escondiéndose allí bajo el Terciario superior. La mancha jurásica se alarga penetrando en Murcia, en donde forma las sierras del Cantón, Algarrobo, Quivas y la Espada, y desde este punto se dirige al E. para formar los altos de Zírate, Moleta y las lomas inmediatas á la Algueña y la sierra del Algayat, se- paradas de las anteriores por el cauce de la rambla que viene de las Tres Fuentes y de las vertientes del S. y W. del cabezo de la Sal del Pinoso (2). El Algayat, la Peña de la Mina, el Cerro de la Cava y la Sierra del Rollo es lodo una sola arista, con más ó menos irregularida- des, pero sin solución de continuidad y formada del mismo terre- no. En los mapas geográficos están estas sierras aisladas y con direcciones distintas; esta falta de exactitud perjudica mucho para el conocimiento de la provincia. Una pequeña desviación de esta mancha forma la sierra de la Romana, que se prolonga como un promontorio entre formacio- nes nummulíticas. En toda la extensión jurásica así limitada, aparte de algunos pequeños (3) asomos que se describirán en otro (1) Esta sierra presenta mucha variedad de terrenos; aparecen en la falda S. el Triásico superior y el Jurásico (Titónico); éste último se esconde bajo el Cretáceo (Neocomiense?) y aparece encima del Mioceno (Helvecien- se). La sierra se ha levantado después del Mioceno y acaso del Plioceno, si son pliocenai las capas fosilíferas que encierran el Pectén latissimus Brochi, de las Ventanas y del Salto del Gato, que forman una sola serie de capas. Desde su origen, Sierra de la Alcoraya, hasta su terminación, en el Morterico de Abanilla, esta cadena presenta casi todos los sistemas se- cundarios y terciarios, llamándose sucesivamente Sierra de la Venta, de San Pascual, de los Escaballons, de la Madera, de la Garganta, de Grevi- llente, de Albatera ó de las Ventanas, el Agudo, Salto del Gato y Peña- Koja de Abanilla. Córtanla tres carreteras y el camino de la Algüeda. (2) Esta rambla de tan largo curso es la única salida de las aguas plu- viales de esta parte de la provincia, recibiendo los nombres de río Chéca- mo y de Raaibla de Abanilla hasta su terminación en el río Segura. Su álveo lleva materiales triásicos, jurásicos^ cretáceos y terciarios. (3) En la falda S. de la Siena de Grevillente se encuentra el Jurásico en el fondo de los profundos barrancos que la surcan. En las proximida- des de la Fuente de la Zarza aparecen entre los desgarrones del Nummu- Jítico y del Cretáceo, fósiles titónicos, etc., etc. DE HISTORIA NATURAL 453 trabajo, existen sinclinales y anticlinales, contribuyendo la rotu- ra de éstos á aumentar la confusión de terrenos. Las sierras di- chas (A.lgayat, Peña de la Mina, etc.), tienen sus capas levantadas hacia el S. buzando al N., y desde la ladera de esta parte, en di- rección de la Romana, las capas llevan inclinación contraria; for- man, por tanto, un sinclinal, por el fondo del cual se encuentra la Rambla Honda, cortando ya una, ya otra ladera, y de las que se puede obtener abundancia de fósiles titónicos, y las capas que los encierran se levantan con una inclinación de 30 á 37° hasta alcanzar alturas de 1.000 ó más metros. Naturalmente, los terre- nos más antiguos hay que buscarlos á ambos lados y por fuera del sinclinal, habiéndolos encontrado al N. de la Romana y al Sur del Algayat. La rocas que aparecen son calizas, rojizas ó anaranjadas, con algunas manchas ocráceas, verdaderos ocres amarillos en algunos sitioí'. Esta formación es el Liásico que nos ocupa, habiéndolo sospechado primeramente por la presencia de una Spiriferina, que recuerda la S. rostrata Schlot, y después otra con más pa- recido con la S. Hartmanni d'Orb. El número de fósiles es muy grande, pero las malas condiciones de las roca?, y el transformar- se en ocre, sobre todo los ammonites que encierran, hace que sean muy pocos los ejemplares completos que se pueden obtener. Caracterizan estos horizontes la presencia del A. Grammoceras Thouarsensis d'Orb. y el Lytoceras jurensis Ziet. Estas son las es- pecies tnás frecuentes, aunque no faltan otras, tales como el Am. (Hammatoceras) variabilis d'Orb., y el Am. (Leioceras) bicarina- tus Münster in Zieten. En el yacimiento de la sierra de la Romana abunda la especie Am. ( Lytocerasj jurensis Ziel, mientras que escasea el Grammoce- ras Thouarsensis d'Orb. Se encuentran además los Braquiópodos en cantidad enorme incluidos en las calizas de las capas superio- res, y, por tanto, muy difícil de obtener enteros. A este horizonte corresponde el cerro de la Cruz de la Romana, tenido hasta el presente como titónico, considerado como una continuación del Oolítico superior de Rambla Honda. Es muy notable la existencia de una gran Spiriferina que recuerda las formas del Lias medio, y como al mismo tiempo se encuentran terebrátulas que parecen pertenecer á la especie T. digona Sow., la Pleurotomaria conoi- dea Desh., y la Spiriferina Hartmanni d'Orb., se me ocurre la duda de si la fauna del Toarciense de Alicante presenta una 4ñ4 boletín de la real SOCIEDAD ESPAÑOLA mezcla de especies Liásicas medias, juntamente con formas bayo- cienses y batonienses, lo que no me llamaría la atención, puesto que he visto ya muchas especies que exceden de los límites seña- lados para las especies del resto de Europa. El Liásico del W. del Algayat, es menos ferrífero que el de la Romana, y la especie dominante es el Grammoceras Thouarsen- sis d'Orb., del que por excepción hemos encontrado un ejemplar completo. Se encuentran muchísimos ejemplares fracturados y otros metidos en la ganga rocosa juntamente con el Am. (LytJ, jurensis Ziet y las terebrátulas mencionadas. Lo que llama también la atención es el inmenso número de Belemnites, algunos de un tamaño enorme, conservando los fragraoconos casi enteros. También se suelen encontrar éstos sueltos, conservando algunas cámaras fácilmente reconocibles. No son frecuentes las conchas del género Pectén, pero tan de- terioradas que hasta ahora no se han podido determinar las es- pecies. El yacimiento liásico del W. del Algayat, no lejos de la casa de Vitia, presenta en la zona superior unas calizas semicristalinas en las que he creído reconocer una Posidonomya , tal vez la P. Bronni Vollz, siendo de notar que en esta zona aún no hemos encontrado ni un solo ejemplar de Am. (Hildoceras) hifrons Brug, uno de los más clásicos del Lias superior. El Sr. Mallada consi- dera en su Sinopsis (tomo ii, pág. 3\),e\Am. Thouarsensis, como de una zona más elevada que el hildoceras hifrons. No quiero terminar estas cuartillas sin dedicar unas líneas á un donativo que el Sr. Roca de Togores me hizo de unos fósiles encontrados en la Moleta (1), primer cerro de la provincia de Mur- cia, y entre los que figuran especies que parecen del Lias medio; entre ellas hay muy bellos ejemplares de un Pygope que recuerda al P. Aspasia. Ya estudiaremos más adelante este pumo. Al caminar hacia el S. por la rambla de Abanilla en busca de las capas inferiores del Algayat, hemos encontrado que la peque- ña sierra de Gofé, casi paralela á ella, forma la otra pendiente de un anticlinal roto por su cumbre y transformado en valle. El fon- do de éste está ocupado por una formación de Neocomiense que se extiende unos dos kilómetros al E. En ella abundan las espe- cies hauterivienses y llaman la atención los numerosos Apti/chus . (1) Este cerro se encuentra al W. del Algayat y á unos dos kilómetros. DE HISTORIA NATURAL 455 que se encuentran, particularmente el A. angulicostatus d'Orb., y los tránsitos de esta especie al A. Seranonis Goq., y al A. Morti- lleti Pict et Loriol, como pueden comprobarse en los ejemplares remitidos al Museo. También hay abundancia de Duvalia dilata- ta Blain, y otra forma muy notable y poco frecuente asurcada á todo lo largo y con ancho espacio para el fragmocono. Hallazgo de Leishmania infantum, protozoo parásito del ^, que es el nombre brasileño del roedor. DE HISTORIA NATURAL 505 No es tampoco «cobayai) nombre que los americanos den á este mamífero, aunque algunos autores así lo crean. En Colombia se le llama acuri», en Santo Domingo «curia», en Cuba «curiel», «acurito» en Venezuela, acuy» en el Perú y «preyá» ó «preá» en el Brasil. Nadie podrá quejarse de la falta de nombres locales, todos ellos bien adaptables al castellano, donde escoger uno breve y sonoro. «Cobaya», no ha sido adoptado por ning-ün idioma europeo, fuera del francés. En inglés se llama á este animalito «cavy» ó, más comúnmente, «Guinea pig» (corrupción evidente de «Guyana pig», cerdo de la Guayana); en alemán, «Meer-Schwein»; en sueco «marswin». Más aún: en la misma Francia, el vulgo no dice «cobaya», sino «cochon d'Inde». En fin, «cobaya» no puede aceptarse como traducción del nom- bre científico lalino, puesto que la verdadera denominación técni- nica de este animal, la propuesta por Linne en la décima edición de su Systema Naturae y la que, por tanto, debe prevalecer, es Cavia porcelliis, y C. aperea, empleada por Pallas, no es más que un sinónimo, es decir, un término de muy relativo valor cien- tífico. La historia del término «cobaya» acaso contribuya á negarle ia entrada en nuestro léxico. El antiguo naturalista holandés Pisón, autor de una famosa obra sobre la Historia natural del Brasil, publicada en 1648, dio en ella, como denominación brasileña del Cavia porcellus, el nombre «cobaya». No sé que semejante nom- bre se haya usado jamás en aquel país, y, por consiguiente, su- pongo que alguna mala interpretación indujo á error al citado naturalista. Probablemente, ocurriría algo parecido á lo que ha sucedido con la palabra «indri», largo tiempo considerada como nombre indígena de un lemúrido de Madagascar, cuando real- mente no es sino la exclamación con que un guía del país llamó la atención del primer viajero que vio aquel animal (1). Sea como fue- (1) Después de escritas estas líneas he leído en un trabajo del capitán H. N. Dunn (Froceed. Zool. Soc. of London, 1901, ii, p. 201) un caso del mismo género mucho más curioso todavía. Según Baker, el nombre suda- nés del Hippotragus equinus Bakeri es «marif», pero en realidad esta pa- labra significa «lo ignoro» ó . (Ibid , Diciembre 1911, páginas 631-537.) 510 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA es muy probable dependa de algún movimiento de re-ajuste de la vecina Sierra Gontraviesa. Foco núm. 9. Torrevieja (Alicante). — Es probable pertenezcan á este foco los tres terremotos sentidos en Dolores, á una veintena de kilómetros hacia el NW., el 7 de Julio, y comunicados por nuestro distinguido consocio el catedrático D. Daniel Jiménez de Gisneros. El primero acaeció á las 3^ 55"^, con unos cinco segundos de duración y fué violento, produciendo alguuas grietas en las «íasas (VI), acompañándole un fuerte ruido. Los otros dos fueron débiles réplicas del anterior y se sintieron casi inmediatamente el uno después del otro á las 20^ 15"". Foco núm. 13. Badalona y Teyá (Barcelona). — El 5 de Enero se registró á las 21*^ 14'" 35^ en el Observatorio Fabra (Barcelona), el comienzo de un pequeño terremoto sentido en Teyá, á unos 20 kilómetros al NE. Produjo la vibración de los cristales (IV) y le acompañó una detonación parecida á un trueno (1). A las 8^ 33"» 22' del 5 de Marzo, volvió á registrarse en el Obser- vatorio Fabra una sacudida con foco, á unos 15 kms. al NE. del mismo, donde temblaron las vidrieras y los muebles (V), acom- pañándola una prolongada detonación subterránea, también oída en el mencionado Observatorio. «El 28 de Agosto, entre las 22^ IS»" y las 225^ 40-", el microsis- mógrafo Vicenlini del Observatorio Fabra, registró una serie de sacudidas sísmicas de epicentro muy próximo. Fueron en número de seis, y tuvieron lugar á las 22^ 11^ 40s 22^» IS'" 44^ 22^ 25™ 3% 22h25'"29s, 22*» 28°» 58» y 22^38"» 28^; la segunda fué exclusiva- mente horizontal, la tercera vertical y las otras afectaron á las tres componentes, alcanzando notable amplitud la horizontal N-S. en los choques cuarto y quinto. Los caracteres de estos movimientos fueron muy notables y únicos hasta ahora desde que se lleva á cabo la estadística sismológica de este Observatorio. Por noticias (1) De una carta del director de dicho importante centro científico, Sr. D. José Comas Sola, de quien son todos estos datos referentes á terre- motos catalanes, y los que extractamos de la Revista de la Sociedad As- tronómica de España, números 2 y 10. Respecto alo concerniente al 28 de Agosto, publicado en el núm. 7 de la misma, hemos preferido copiarlo textualmente. En nuestra lista, en la que no aparecen más que los terre- motos sentidos con seguridad por las j^ersonas, admitimos por deferencia al Sr. Comas Sola, y por tanto, como excepción, los mismos que dicho señor, aunque es muy posible sólo hayan sentido cuatro y no seis, por ser dos de éstos demasiado débiles. DE HISTORIA NATURAL 511 recibidas, el movimiento fué sensible en Teyá, Alella y otras po- blaciones próximas, el cual fué acompañado de repetidas detona- ciones subterráneas. En aquellos momentos el Director del Obser- vatorio, preparando la ecuatorial para la fotografía del cometa de Broohs, advirtió, en estado de perfecto silencio ó quietud, algunos crujidos en la cúpula, que le sugirieron la idea de un terremoto, pero de los que se hubiera olvidado en el caso de no confirmarse posteriormente el movimiento.» Nuestro consocio el Presbítero Sr. D. Mariano Faura Sans, in- dica además (I): «... este terremoto pasó poco menos que inadver- tido en los pueblos á que afectó, esto es, entre Teyá y Alella, de- bido sin duda, á que la mayor parte de los habitantes estaban ya durmiendo; los que aún estaban despiertos ó que se levantaron al sentir las detonaciones subterráneas que acompañaban al terre- moto, llegaron á experimentar fortísima emoción, alarmándose to- dos. Acompañaron al ruido subterráneo, que se repitió varias ve- ces en poco tiempo, las clásicas trepidaciones de los cristales y los movimientos ondulatorios de diversos objetos colgantes.» El 22 de Diciembre registraron los sismógrafos del Observato- rio Fabra un temblor muy cercano, sentido en Teyá, Argentona y Tiana, cuya área macrosísmica, seguramente elíptica, está pro- longada paralelamente á la costa de Levante y mide 18 kms., por lo menos. La intensidad máxima parece haber sido IV F. M., acompañándole prolongados ruidos subterráneos. El 30 de Diciembre, á las i^ 29'" 26^ y á las 4'' 30"" 41^ se vol- vieron á registrar en el Observatorio Fabra dos sismos cercanos, más débil el segundo que el primero. Ambos se han sentido en Teyá, con ruido y haciendo temblar los cristales. Foco núm. 20. Lloret de mar. — El 14 de Diciembre un terremo- to, con foco á 60 kms., agitó á dos de los tres sismógrafos del Ob- servatorio Fabra. Fué sentido en Lloret de Mar (¿III?) durante tres segundos. Foco núm. 31. Huerta de Murcia (2). — Este foco ha sido el prin- cipal y con mucho más notable de todo el año, tanto por el núme- ro de los temblores, que pasan de 125, como por el de los días en que se sintieron (más de 55), y también por haber sido dos de (1) Bol. de la R. Soc. esp. de Hist. nat., Diciembre 1911, páginas 519-520. (2) i Los recientes terremotos murcianos», Revista de la Sociedad As- tronómica de España, Noviembre 1911, páginas 119-122, figuras 66-59. 512 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA aquéllos destructores, si bieu, afortunadamente, las pérdidas casi se reducen á las materiales, pues sólo hubo algunos heridos, á más de los sustos consiguientes. Éstos, explicables por la continuidad de las sacudidas, motivaron el que los vecinos de Lorquí, villa la más perjudicada, se refugiasen en sus cercanías y en chozas de ramas de árboles y cañas recubiertas con pajas y ramaje, ó en tiendas de campaña, oportunamente cedidas para el caso por el Ministerio de la Guerra. Para no alargarnos demasiado, daremos algunos datos sobre los terremotos más violentos, y nos contentaremos con indicar los días y horas en que se sintieron los demás, con sus intensida- des aproximadas. Las noticias que siguen las debemos, en su mayor parte, al señor Gura párroco de Lorquí, D. José Rubio Valdés, y á nuestros hermanos de Religión los PP. Agustín Macía, Emilio Ortega y Joaquín Vergara S. J. (San Jerónimo, cerca de Guadalupe), y también á nuestros consocios los Sres. D. José Audreu, Presbíte- ro (Orihuela) y D. Daniel Jiménez de Cisneros (Alicante). Otras, proceden de diversos favorecedores y de las publicadas en los diarios La Verdad (Murcia), La Gaceta del Sur (Granada) y La Defensa (Málaga). En las citas emplearemos las iniciales corres- pondientes y las distancias, y los acimuts se referirán á Lorquí, población que parece fué la más castigada de todas, conforme in- dicamos y se verá después. El primer terremoto de la serie y el de mayor área macrosís- mica fué el del 21 de Marzo á las 14^' IS-" (N." 51 Bol. CarL], sen- tido en gran parte de las provincias de Murcia y Alicante. Produ- jo sus mayores destrozos en Cotillas (6,2 kms. al S.) (1), donde se hundieron varias casas de campo y sufrió graves desperfectos el palacio del duque de Pastrana [G. S.] (VIH); en Alguazas (4,0 ki- lómetros al S.), tres casas se derrumbaron, la iglesia se cuarteó y muchas chimeneas vinieron abajo (VIII); en Campos (10,U al SW.), la iglesia se vino abajo (¿VIII?), ocurriendo lo mismo en Ceutí (1,6 al WNV^. H N.) con la escuela (¿VIII?) [D. G. S. F.]; en Lorquí, aunque grieteó notablemente algunos muros, y en particular los de su hermosa y sólidamente construida iglesia pa- (1) Las medidas están tomadas principalmente en un mapa de la pro- vincia de Murcia á escala de , publicado en 1906 por el Instituto Geográfico y Estadístico. DE HISTORIA NATURAL 513 rroquial (Vil), pero apenas produjo alarma [R]; en Molina (5,2 al SE.), fué violento: unas cinco ó seis chimeneas cayeron, y al- gunas casas quedaron cuarteadas (Vil), sintiéndose en lo restante del día tres fuertes réplicas; en Archena (5,2 al NNW.), fueron muchas las chimeneas caídas (VII) [V]\ en San Jerónimo (12,0 al SSE.), duró unos ocho segundos, las vigas crujieron fuerte- mente y hubo grietas y desconchados en los cielos rasos [O], á la vez que se oía un fuerte ruido subterráneo; en Murcia (15,6 al SE.), lo apellidaron forlísimo [V] y produjo allí verdadera consterna- ción, á pesar de no haber sido suficientemente intenso para pro- ducir desperfectos en los edificios (VP á lo sumo); en Cartagena (56 al SSE. Vi S.), fué fuerte, causando gran alarma (V-Vl); en Orihuela (26 kms. al E.), alcanzó el grado V; el IV en Abanilla (22,5 al NE.), y el III en Lorca (60 al SW.) [V], y en Alicante (72 al ENE.) [J]. Además de las tres réplicas mencionadas del 21, se sintieron otras muchas en los restantes días del mes de Marzo, y en parti- cular las del 22 á las ll^^ 25"" (V), por la noche tarde (IV), el 25 á las 8^ (III) y á las 14^ 40« (V) y el 29 á las 14»^ O'" y 14^^ 44-" [O]. De éstas [D] cita la de la tarde del 25 como habiendo causado alar- ma en Murcia. El 3 de Abril comenzó una segunda serie de sacudidas con otro terremoto destructor, el de las 11^ lO"" (N.° 56 Bol. Cart.), el que produjo en Geutí averías más ó menos considerables en todos los edificios, con algunos derrumbamientos, calculándose en más de 20.000 pesetas los daños materiales sufridos en aquella pequeña po- blación. El templo parroquial quedó con importantes grietas en la bóveda y en la fachada, y entre las ruinas de una casa se retira- ron dos heridos graves. En Cotillas, el vecindario abandonó pre- cipitadamente sus casas, las que sufrieron muchos desperfectos, y una quedó destruida. En Lorquí, su intensidad fué extraor- dinaria; el vecindario quedó aterrado y los edificios sufrieron graves averías. [V], caracteres que permiten asignar al dicho te- rremoto en todos estos pueblos situados en el área pleistosista el grado VIII de la escala Forel-Mercalli, aunque quizás no pasase la máxima aceleración que produjera de unos 200 milímetros por segundo^, correspondiente al grado Vil", según las concordancias del profesor Cancani, porque conviene no olvidar que los daños que produjo este terremoto y sus réplicas hubieran sido mucho menores, de no estar los edificios resentidos por el del 2J de Marzo. 514 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El área macrosísmica de éste del 3 de Abril fué algo más res- tringida que la del del 21 de Marzo, notándose apenas en Lorca, lo que está de acuerdo con nuestros gráficos, entre los cuales, los correspondientes á aquél, miden mucha menos amplitud que los de éste. En una visita que hicieron á Lorquí los PP. Macía, Ortega y Vergara S. J. á raíz del suceso, pudieron comprobar, yendo por la carretera de Murcia á Albacete, que los desperfectos en los edi- cios crecían mientras más se acercaban á Lorquí, correspondiendo ya al grado VII los de Molina, y poco más allá el VIII. A 2 kilóme- tros al SE. de dicha población, en un viaducto existente en la ca- rretera, de unos 300 metros de largo, con doce ojos por su centro, próximamente de 3 metros de altura y orientado de NE. á SW., se había caído el relleno de ambos lados por espacio de un centenar de metros y separados de su sitio unos 7 centímetros hacia el centro de la carretera los sillares del pretil en un tramo de una veintena de metros. En algunos otros puntos de las cercanías de Lorquí se veían, sin embargo, algunas casas casi intactas, y precisamente de las construidas con adobes, las que por cierto no figuran entre las más sólidas, cuyos habitantes manifestaron haber percibido más los ruidos sísmicos, que comparaban con los del tren, y á los que no dieron importancia que al mismo terremoto que causaba la destrucción total de algunas casas en Lorquí, dejaba á otras muy mal paradas y con mayores ó menores desperfectos á casi todas las restantes. También notaron que los edificios situados sóbrelos aluviones del Segura sufrieron mucho más que los que lo esta- ban sobre un cabezo (colina de pendiente muy suave y de caliza miocena). Con objeto de no alargarnos demasiado, incluiremos en el si- guiente cuadro las sacudidas procedentes de este foco, que han llegado á nuestras noticias, el que si bien es importante, debe des- arrollar poca energía cinética, afortunadamente, puesto que de todos los terremotos contenidos, sólo dos se han sentido en Ali- cante, tres en Orihuela y veinticinco en el antiguo Convento de San Jerónimo, á pesar de distar respectivamente sólo 72, 26 y 12 kilómetros. Fuera de España, sólo se registró el primero y más fuerte (21/III), y muy incompletamente en Hamburgo, mientras que nada hemos podido hallar en los demás numerosos Boletines de estaciones sismológicas que hemos consultado al efecto. DE HISTORIA NATURAL 515 Terremotos sentidos en la Huerta de Murcia en 1911. Intensi- _ Núme- ro de orden. Día. Hora. dad aproxi- mada. Obser- vador. NOTAS 1 21-III 14 VIH Todos Núm. 52, Bol. Cartuja. ' 2-3-4 > "~" — V Réplicas sentidas en Molina, según parte oficial. 5 22 11,25 V R 6 > Noche IV 0 1 25 8 III 0 8 > 14,40 V 0-D Alarma en Murcia. 9 29 14,0 III 0 10 > 14,44 IV > 11 3-IV 11,10 VIII Todos Núm. 56, Bol. Cartuja. 12 > 12,20 V V Cotillas. 13 > 14,6 » > Ídem, núm. 57, Bol. Cartuja. 14 > 14,25 VI > ídem, núm. 58, id. 16-32 > — — R Otras 18 réplicas sentidas en lo restante del día. 33-41 4 — — > ídem 9 id., id. 42 6 3,55 V 0 43 6 11,30 IV » 44 » 21 > > 45 7 6 > > 46 y 9,30 » > 47 > 14,30 III 0 48 » 17 IV > 49 8 3,lf. V i 50 > 11,45 m > 61 13 4 VI R 52 14 23,0 III s Suave estremecimiento de lar- ga duración. 63 16 2 IV 54 > 4,20 V 56 16 18 IV 56 17 3 IV 67 > 18,10 > 58 18 9,25 > 59 > 14,40 > 60 i 15 III 61 > 19,55 V 62 19 6 IV 63 > 8Vs III 64 20 3V, IV 65 > 4'/» > 66 > 5V¡ > D 67 > 9 á 11 (III) ■> Continuo estremecimiento poco intenso. 68 > Tarde > » ídem, también de muy larga duración. 69 21 3,66 > > 70 22 4 IV > Sin ruido. 71 > 5V. > > Ídem. -' 516 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Núme- ro de Día. orden. 72 23 73 > 74 25 75 26 76 > 77 27 Hora. 79 80 81 82 83 84 85 86 88 89 90 91 92 93 94-102 28 29 80 2-V » 3 4 10 108 109 110 111 17 112 113 18 114 19 2 7. 6,4U 23,10 9 Mins. des. Noche 1,15 19 3 Vi 4 8 3Vs 5,4 8 y mins. 1,6 2 3 7, 10 103 13 10 V« 104 14 1 106 > 2,20 106 > 19 7* 107 15 3V. 3 7, 22 V. 6 9,30 2á3 Intensi- dad aproxi- mada. iir IV V IV III V VI IV III IV IV V IV VI IV V VII IV > V III VII III IV III IV Obser- vador. R NOTAS Sin ruido. Precedido de ruidos sísmicos. Muy larga duración, desper- tándose el observador. Perturbó notablemente la tranquilidad del vecindario. Sin ruido. Sentido por todos, aunque sin gran alarma. Sin ruido. Con ruido. Pasó desapercibi- do para muchos. Dos temblores bien percepti- bles seguidos de ruidos sis- Despertó á todos, quienes sa- lieron á las calles. Sentido por todos. Muy violento, averías nota- bles en los edificios, pánico. Núm. 90, Bol. Cart. 9 réplicas sentidas durante el resto del día. Núm. 92, Bol. Cart. Núm. 93, Bol. Cart. El suelo quedó estremeciéndose como un cuarto de hora. Durante toda la madrugada se sintieron frecuentes estre- mecimientos muy débiles. Núm. 94, Bol. Cart. Las gen- tes, aterrorizadas, lloraban por las calles. Desde poco antes de las dos hasta las tres, oscilaciones continuas. Sin ruido. DE HISTORIA NATURAL 5i7 Intensi- Núme- ro de Día. Hora. dad aproxi- Obser- vador. NOTAS orden. mada. ' 116 20 2 > R 116 > 17,20 VI 2 Núm. 96, Bol. Cart. Pánico intenso. 117 21 4'/. V > Advertido por gran parte de la población. 118 22 9'/» III > iiy 24 18,4 VI > Núm. 106, Bol. Cart. Fuerte, i amenazador en la Estación. 120 12-XI Tarde V > 121 > Madrug.' IV > 122 17 3'/* V > 123 20-xn Madrug.' IV i 124 21 4^4 III > 125 > 6 V > * Foco DÜm. 32.— Sanícr/e, — Este foco ha sido el más impor- tante del año, después del que nos acabamos de ocupar, y ha dado origen á veinte temblores sentidos en dicha población, de los cua- les once lo fueron también en Cartuja y en la vecina ciudad de Granada. El más fuerte de todos fué el del 31 de Mayo á eso de las 15 Y* (Número 110 Bol. Cart.), el que sentimos por 10» como V Forel- Mercalli y por unos 20^ más como débil (III-), lo que está de acuerdo con el gráfico del bifllar Cartuja ENE.; acompañóle un ruido del tipo I Davison grado III-IV Knett. En Granada alcanzó seguramente el grado VI; hubo choque de puertas y objetos, caída de grandes yesones y de la parte alta de algunas chimenea?, buen nümeio de grietas en las paredes y al- gunas otras averías, sobre todo en dos ó tres edificios en el Albai- cín y en una casa en la calle del Estribo, cuya fachada se desvió, quedando en situación alarmante. Hubo el consiguiente pánico. En Pinos Puente produjo también gran alarma, lo mismo que en Huétor Tajar, donde hubo algunos desperfectos en los edifi- cios, así como en Atarfe, donde la cruz de la iglesia se torció algo y algunos tabiques se rajaron. Los efectos más notables fueron los sufridos en Santafé, donde nos trasladamos unos días después con objeto de que tomase al- gunas vistas el Hermano Luis Hurtado S. J., hábil fotógrafo, mientras nosotros recogíamos datos sobre el fenómeno. De acuer- do con lo publicado por el excelente diario católico de Granada 518 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA La Gaceta del Sur, el terremoto fué allí violentísimo y aun des- tructor, si bien afortunadamente las víctimas se redujeron á al- gunos heridos y contusos, en su mayoría con lesiones menos im- portantes, y sus efectos sóbrelos edificios se hayan reducido á un par de hundimientos casi completos de casas pequeñas en muy mal estado, otros parciales de techos y muros y en especial de ta- biques interiores y la destrucción, ya parcial, ya total de un sin- número de chimeneas, por cierto en su mayoría de pésima cons- trucción. Lo mismo que en las demás poblaciones citadas, en Sau- tafé notaron la gran duración del terremoto (unos 30 segundos), la que contribuyó no poco en aumentar los destrozos. La iglesia parroquial sufrió, á lo que nos dijeron, importantes averías en sus bóvedas y arcos; en cambio el hermoso Colegio de los Reve- verendos Misioneros de la Compañía de María, gracias á su exce- lente construcción, apenas sufrió tal cual avería insignificante. En la fábrica de azúcar cercana, la chimenea, de unos 30 me- tros de altura, presentaba á los 5 ó 6 metros de su terminación una raja helicoidal bastante grave, y la casa-habitación de los en- cargados, había perdido sus chimeneas, corladas al ras casi del tejado; algunas tejas se habían desprendido, á la vez que la fa- chada presentaba numerosas grietas, algunas importantes, á pesar de su sólida construcción, y varios tabiques amenazaban ruina. Gracias á la proximidad del foco (unos 15 km.) y al aumento de quinientas veces del Cartuja vertical, que hoy puede llamarse ex- traordinario, hemos podido registrar 34 sacudidas secundarias, de las que, sin embargo, sólo admitimos entre los macrosismos á 22, por ser este el número de las que poseemos datos. Se han sentido además en Sanlafé temblores los días 31 de Mayo á las 16h U-" (Núm. 111 Bol. Cart.), II F. M., 18'^ 22'" (112) IV y 21h 27'" (113) V; 2 de Junio alas 9»^ 12'» (114) III; 4 de Junio á las 3h 55"^ (117) V, 3" 56'» (118) II-III, A^ S'» (119) IV, 4'^ 44"^ (120) III, 5'^ 22'" (121) III, 5h 27"" (122) III, b^ 49'" (123) V, 5^^ 51'" (124) III, 16'^ 53'» (131) VI- VII, \V' 3"^ (132) III, 18'' SO-" (133) III; 5 de Junio á las 3'^ 32'" (136) IV, 4'' 1"' (137) IV, 41^ 59'" (138) V, 5h 15'" (139) III; 9 de Junio á las 3^ 8"' (148) III y 10 de Junio á las 13^ 54'" (150) IV, último de la serie. En Cartuja hemos senti- do los números 131 (III F. M.), 117 (IV), 119 (II-III), 123 (IV), (1) cLos recientes terremotos granadinos», Revista de la Sociedad As- tronómica de España, Julio 1911, páginas 53-56, figuras 24-26. DE HISTORIA NATURAL 519 !36([I-III), 137 (III), 138 (IV), 150 (III) con duración de tres á seis segundos y siempre acompañados de ruidos bastante inten- sos y análogos á los que producirían unos carros cargados al transitar por una calle mal empedrada. Foco núm. 33. Antequera (Málaga). — El 22 de Euero, entre las C* y las 5 se sintieron en dicha ciudad tres violentas sacudi- das sísmicas, una de ellas intensísima. Infinidad de vecinos, ate- rrorizados, abandonaron sus casas, sin que, empero, hubiesen ocurrido desgracias CLa Defensa, Málaga). Corresponden á los números 26, 21 y 23 del Boleíin de la E. Sismal, de Cartuja, don- de se registraron otros siete pequeños sismos procedentes del mis- rao foco, entre las 23^ '¿1"" del 21 y las 6^ 45"' del 22. El más fuer- te de toda la serie (N.° 26) debió sentirse á las 2^ 54°^, próxima- mente. Foco núm. 34. Rihadeo (Lugo).— El 24 de Enero, á las 13 X de la larde, se sintió en Ribadeo (sicj un fuerte temblor de tierra, siendo el fenómeno de escasa duración, y no habiendo tenido más consecuencias que la consiguiente alarma (La Región, Orense). El 7 de Junio, á las 9'^ 40™, según La Gaceta del Norte, se sintió un temblor de tierra de 3^ de duración en Lugo, apercibiéndose de él todo el vecindario y causando alguna alarma. Foco núm. 35. Tuy (Pontevedra).— A las 18^ 42'» del 9 de Fe- brero se sintió en La Guardia (Pontevedra) un terremoto de unos 6 á 7 segundos de duración, que hizo estremecer las ventanas y puertas, sin producir desperfectos. Le acompañó un ruido inten- so, parecido al del arrastre de un carro por un suelo pedregoso (P. Eduardo Regatillo S. J.). Este mismo terremoto se sintió en Tuy con análoga intensidad, según La Región. Foco núm. 36. Granada.— Este foco, cuya distancia á Cartuja €S de 7 kms. escasos, ha producido dos temblores, registrados bajo los números 48 y 163. El primero fué el 15 de Marzo á las 3*^ lO"», con duración de 3 á 4 segundos, movimiento trepidarlo y acompa- ñado de un fuerte ruido subterráneo, habiéndolo sentido muchas personas en Granada, á pesar de la hora (Gaceta del Sur). En Cartuja fueron muy pocos los que no lo sintieron, siendo su in- tensidad del grado Y° Forel-Mercalli, y su duración de unos cua- tro segundos. Acompañó al movimiento un ruido bastante fuerte y comparable al producido por el vuelco de un carro cargado de carbón de piedra. El otro temblor se sintió el 8 de Julio á las 0^ 49™, tanto en 520 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Cartuja como en la vecina ciudad de Granada, por unos 6 segun- dos é intensidad IV. Acompañábale un ruido no muy fuerte, como de carros lejanos. Lo avanzado de la hora, unido á lo débil del sismo, motivaron el que pasase desapercibido para los más. Foco núm. 37. Ripoll (Gerona).— El 21 de Marzo á 0^ V» 37^, se registró en el Observatorio Fabra un terremoto cuyo epicentro se hallaba cerca de Ripoll, donde fué bastante perceptible y lo pro- pio, aunque más atenuado, en San Juan de las Abadesas, Torre- lió, etc. El movimiento fué acompañado de ruidos, que en algu- nos sitios se compararon al de un viento impetuoso; en otros, al paso de un carruaje por una carretera, y también á fuertes aulli- dos (Revista de la Sociedad Astronómica de España, núm. 2). Foco núm. 38. Lugo. — Según la Gaceta del Norte (Bilbao), el 7 de Junio, á las 9^ 40"^, se sintió en Lugo un temblor de tierra que duró 3 segundos, apercibiéndose de él todo el vecindario y causan- do al principio alguna alarma, sin que hubiese que lamentar ninguna desgracia. Foco núm. 39. Antol (Logroño). — El día 4 de Julio se sintió en dicha villa una sacudida sísmica, según el semanario católico ilustrado La Lectura Dominical. A eso de las 7 X del 20 de Agos- to, se sintió en Aldeanueva de Cameros y otros pueblos de la co- marca, un terremoto de 3 á 4 segundos de duración (procedente, probablemente, del mismo foco), bastante intenso para producir pánico, sin que haya habido que lamentar desgracias (Gaceta del Norte). Foco núm. 40. Valle de Os&au (Pirineos franceses). — Los tem- blores del S. de Francia del 24 de Julio, á las 2^ O"» y 2>> 3"" (nú- meros 178 y 179 Bol. Cart.), se sintieron también en el N. de Es- paña. Según los datos remitidos desde Panticosa por el hermano Esteban Tortosa S. J., el primero alcanzó allí casi el grado VI F. M., introduciendo el pánico entre los bañistas, muchos de los cuales abandonaron precipitadamente sus aposentos. A ello con- tribuyó, sin duda, el fuerte ruido que le acompañó, parecido al del huracán. El segundo temblor de tierra, sentido algún minuto más tarde, no pasó del grado III. En San Sebastián sintieron pocos el primero, como ligero (III). Según la prensa diaria, también se han sentido estos dos ma- crosismos en Jaca y su partido (fuerte), Huesca (regular) y Zara- goza (débil). Foco núm. 41. SW. de Portugal. — A las 22'^ del 12 de Agosto se DE HISTORIA NATURAL 521 sintió en Ayamonte un terremoto de bastante intensidad, 4 á 5 se- gundos de duración y dirección N.-S., al que acompañaron algu- nos ruidos subterráneos. En Huelva fué también de corta duración y bastante sensible, sin que, empero, produjese daños ni acciden- tes. (Datos remitidos por el Excmo. Sr. D. Tomás de Azcárate, director del Instituto y Observatorio de Marina de San Fernando). Este sismo corresponde alnúm. 188 de nuestro Boletín Sismoló- gico, y su foco debe hallarse en Portugal, hacia Villa Real de San Antonio, donde se sintió como violentísimo y produjo intenso pánico. Foco núm. 42. Tibi.— En dicha pequeña población, situada unos 20 kilómetros al N. de la capital de su provincia, Alicante, y á eso de la 1 X del 9 de Octubre, se sintió un fuerte temblor de tierra que despertó alarmados á los vecinos, aunque no ocurrió desgracia alguna. Duración 3 segundos, con fuerte ruido subte- rráneo. El temblor se percibió también muy fuerte en la Venta del Maigmó, 5 kms. al W. de Tibi. (Datos remitidos por nuestro consocio D. Daniel Jiménez de Gisneros). Foco núm. 43. Andiijar.—E\ 1 .' de Diciembre, á eso de la 16 Vi se sintió en Andüjar y en algunos pueblos comarcanos un terre- moto de gran intensidad y unos 20 segundos de duración. (La Verdad [Murcia], La Gaceta del Norte, etc.) (Núm. 248, Boletín Cartuja). T. XII —Noviembre, 1912. 34 522 boletín de la real sociedad española H O) H O Ti O -a (D -P U tí >Ü (tí P< (!) d (D 0) O 'd ■H -P tí (1) w 0) o -p o = « t- o — ' ^^ - o > r-i C^ o -* (M -H -^ - .- - > - CD -^ — -,- - iM > (M (M a^s '3 O) S Z "^ ■■7 hl P) ffl O 03 C 1=1 =« 0.^ ogao3p-*->aoOí_c! CU . CO . © . ü . a . « . íh , §?-2 • ^^S : S 03 :;; M c s q . í: p ~ ^ ft 1 h '0, ® H 0-H!M'» T— < C^ ce co 03 co CO CO CO CO CO ^^ ^^ ^ ^* i DE HISTORIA NATURAL 523 'd ;i o U) Ui © 'd Tí d Ti •rl (Ti a -p o o tí •w O ■p (O IM >— — > > a kh' ÜIBDJDw-iajod BiBOsa Bi ap sopBjg 524 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Nota preliminar sobre las relaciones de la red hidrográfica y del relieve en la Meseta de la Peninsula Ibérica POR JUAN DANTÍN CERECEDA Si la influencia de la disposición y extensión de la red hidro- gráfica sobre el relieve es innegable, no es menos evidente, como mucho más decisivo y anterior á ella, el influjo de los plegamien- tos y, en suma, de la primitiva estructura del suelo. La dispersión de las aguas corrientes, la red hidrográfica obe- dece en un principio, como de antemano habría de imaginarse, á la superficie estructural inicial, es decir, á aquella resultante de la tectónica del territorio, antes de que la erosión haya afiligra- nado las formas del relieve. Tienen en esta primera dispersión fluvial una señalada importancia los que llamó Marcel Bertrand pliegues ortogonales, es decir, las ondulaciones transversas que afectan perpendicularmente la dirección de sinclinales y anticli- nales. Hay que convenir en que dicha primitiva superficie es- tructural, base de la futura distribución de las aguas, será siem- pre de mucha mayor sencillez que la resultante después de dislo- caciones y trabajos posteriores de la erosión, sin mengua esencial de los rasgos originarios que permanecen como fundamentales. Los movimientos terciarios alpinos han sido, en definitiva, quienes han preparado el actual relieve peninsular, los cuales, lejos de terminar después de verificados, parecen continuarse en las consecuencias; de ellos, por tanto, habrá de partir quien trate de explicar la actual red hidrográfica y el modelado del relieve. La actual distribución de los ríos comenzó á establecerse después de terminados: el Ebro y el Guadalquivir son desagües de cada una de las depresiones, después de erguidos los Pirineos y el Sis- tema Penibético; los ríos de la Meseta son posteriores á la des- aparición del régimen mixto de lagunas y tierras emergidas del mioceno de las Castillas. Sólo los ríos del macizo gallego, en el NW. de la Meseta, son de muy antiguo cauce, anterior al mo- vimiento epirogénico que ha hundido en el mar la parte inferior de sus valles, originando las rías gallegas. El Tajo y el Sado han tenido un común estuario durante el plioceuo, ya emergido, y el DE HISTORIA NATURAL £25 Ebro ha formado su delta muy recientemente, y lo continúa en la actualidad. La distribución inicial de las corrientes, su propia pendiente, serán siempre reflejo fiel de la estructura original del suelo; más tarde, profundizándose los thalwegs y verificándose fenómenos subsiguientes, podrán ser cortados los pliegues y hasta invertirse el relieve, accidentándose en gradual complicación la disposición sencilla del territorio primitivo. En consecuencia, será un preli- minar fundamental distinguir los ríos que obedecen á la superfi- cie estructural de los que se deben á la erosión. Los valles longitudinales serán los primeros en dibujarse desde un principio en cuanto corresponden á las sincliuales (valle del río Mondego, entre la Sierra de la Estrella y la de Caramullo, et- cétera). Otros seguirán las trazas de fallas ó dislocaciones prees- tablecidas, por donde correrán, al acumularse las aguas de los terrenos colindantes (río Guadalquivir, en la falla del borde meri- dional de la Meseta; río Ebro, en la fosa tectónica de su nombre; río Genil, en la gran falla longitudinal á lo largo del Sistema Pe- nibético; río Tajo, que corre en Extremadura por una geoclasa). Los valles transversales se originarán como de ordinario, pero tendrán marcada preferencia por los pliegues ortogonales á que antes hemos hecho referencia (río Jalón, en el Sistema Ibérico; Deva, Cares, Sella, en las Montañas Cantábricas). Se ha advertido cuan estrecha es la relación entre el modelado de la superficie y el régimen de su circulación líquida. Pero el río actúa sobre el relieve como el agente más poderoso de demo- lición, de transporte y de acumulación; ellos, con su erosión, son por excelencia los escultores de las formas continentales. Si con tanta energía modifican y alteran la fotografía de las comarcas, de más hondos y sensibles efectos serán los torrentes, por lo mis- mo que su régimen no es todavía definitivo, ni su lecho está del todo bien determinado, y en una región como la Península, don- de predominan las tierras altas, tales efectos habrán de acentuar- se. La gran mayoría de nuestros ríos marchan con rápida pen- diente encajados entre tajos y barrancos. [,26 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA La red liidrográfica de la Meseta. A) La meseta. La evolución de la red hidrográfica de la Meseta se halla en muy estrecha relación con su estructura; corresponde á la de una penillanura recubierta posteriormente por sedimentos no plega- dos. La dirección uniforme E. á W. de las cordilleras que se le- vantan en el interior de la Meseta, como la de las que la limitan al N. y S., decide del sentido general de sus grandes ríos. Las cuencas del Duero, Tajo y Guadiana, además de las del macizo gallego y de las especiales del chaflán occidental, se re- parten la Meseta, abarcando la primera la submeseta N. y exten- diéndose las dos últimas, separadas entre sí por los Montes de Toledo, en la submeseta meridional. Sus ríos, como efecto de la inclinación de la Meseta, vierten en el Atlántico, resbalando por pendientes de gran amplitud que, en general, apenas alcanzan al uno y medio por ciento. Las redes hidrográficas están de acuerdo con el relieve de la Meseta. La red que se extiende por el macizo galaico presenta un determinado carácter; otro, la que ocupa la parte de la Meseta, en que los pliegues primarios han quedado al desnudo, ya por ero- sión, ya porque no les hayan cubierto nunca sedimentos posterio- res; otro diferente, por último, las de los suelos cubiertos por man- tos terciarios y diluviales. La primera, aunque los valles, en ge- neral, son profundos, da muestras de rejuvenecimiento, debido á movimientos posteriores; en la última, los valles son de erosión, excavados en el espesor de los estratos terciarios. Recubierta como está la penillanura antigua de la Meseta por los presentes depósitos del mioceno lacustre, cuyas capas conser- van su horizontalidad, y habiendo sufrido posteriormente á la sedimentación de estos materiales el movimiento epirogénico que la ha inclinado en masa del lado del Atlántico, la evolución de la red hidrográfica sigue las fases que se van sucediendo en la de una llanura litoral que estuviese en pendiente hacia el mar, ade- más de la que se debe á la inclinación de las vertientes de las montañas que en sus bordes limitan la Meseta (Montañas Cantá- bricas, Sistema Ibérico, etc.) y del Sistema Central divisorio que DE HISTORIA NATURAL 527 la divide en las dos submesetas meridional y septentrional. Como hasta el momento actual, la erosión fluvial no ha tenido aún ni tiempo ni energías suficientes á hender las capas sedimentarias en todo su espesor, el relieve de la penillanura antigua infra- yacente enterrada no se ha puesto aún al descubierto en el fondo de los valles y la estructura del relieve actual dista todavía mu- cho de ser epigénica. En toda la mitad occidental de la Meseta (y especialmente en la submeseta meridional), allí donde la erosión ha arrancado los sedimentos posteriores á los primarios, hoy en descubierto, orientados en el sentido de los pliegues hercinianos, la penilla- nura desenterrada dirige la hidrografía. Este antagonismo entre el modelado del relieve de una penillanura que reaparece y el de los depósitos sedimentarios miocenos de suave inclinación que ahora, por gradual desaparición, van dejando de actuar, engen- dra anomalías como la del torno del Tajo en Toledo, cuyo río desdeña una amplia llanura de materiales fácilmente erosionables para encajarse en un macizo de rocas muy duras, representante de un valle epigénico, impuesto de antemano. El propio Tajo y el Guadiana, de extrañas curvas en Extremadura, señaladamente el último, obedecen en su marcha, en toda la región en que no hay ya sedimentos terciarios, á la dirección y modelado de los vestigios de los plegamientos hercinianos que vienen en la Mese- ta, con dirección NW. á SE., desde el arcaico macizo gallego hasta la falla del Guadalquivir, en donde tan bruscamente que- dan interrumpidos. Asi, los valles de los afluentes del Guadiana y los del Guadalquivir (Zújar, Jándula, Guadiato, por ejemplo) guardan paralelismo con esta misma dirección de los pliegues hercinianos: NW. á SE. En el macizo gallego, los ríos corren por valles estrechos y pro- fundos, dejando entre sí los pliegues precámbricos, macizos mon- tañosos, que como adoptan la dirección SW., han determinado la misma orientación en el sentido de las corrientes de agua. La «rosión que viene actuando sobre sus rocas, desde muy antiguo, ha excavado tan hondamente los thalwegs. Durante el plioceno, un movimiento tabular de descenso ha hundido en el mar la par- te inferior de los ríos y el extremo más occidental de sus cadenas paralelas, formando las rías, que han quedado, como es natural, ■guardando su anterior sentido SW. Todos los afluentes de ambas submesetas (septentrional y me- 528 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ridional) que en el sentido de los meridianos corren disecando los estratos miocenos en valles de erosión, para buscar las grandes arterias de avenamiento de la Meseta (Duero, Tajo, Guadiana) se pueden considerar como consecuentes ó primitivos, pues que de- ben su sentido á la inclinación de las vertientes hacia el Duero, el Tajo ó el Guadiana, que vienen á ser para ellos niveles de base locales y no se han engendrado en el contacto de dos formaciones de dureza diferente. Como la evolución es ya antigua, en vez d& ríos paralelos, las capturas han determinado en un resultado final,, algunos ríos de mayor categoría con una red de afluentes rami- ficados. Del corte de los estratos arcillo-yesosos han resultado los pára- mos en los que las laderas de más suave declive son las forma- das, como es ley, de rocas impermeables (arcillas, margas); las de- pendiente más abrupta son las de rocas permeables (calizas). To- dos tienen su forma característica de artesa volcada. La cuenca extensísima del Duero ocupa casi en su totalidad la submeseta N., por cuya razón es el que corre entre todos los ríos peninsulares á mayor altura sobre el nivel del mar: unos 700 me- tros por término medio. Su red surca por entero los mantos ter- ciarios de Castilla la Vieja, aun cuando en sus bordes sean las rocas atravesadas por las aguas, de edades distintas y de muy di- versa naturaleza. En Soria corre el río á los 1.100 metros de altitud, y en Zamora se halla únicamente á los 620, habiendo salvado semejante desni- vel al atravesar las amplias y áridas llanuras castellanas, tapiza- das en gran parte por mantos diluviales. Desde Zamora, ante el cambio radical que experimentan, de un lado la naturaleza de sus rocas constituyentes, y de otro la tectónica del terreno, el río se embarranca en simas profundas, flanqueadas de abruptos y roco- sos escarpes, continuando así, después de esta violenta ruptura de pendiente, casi hasta su propia desembocadura. Sus afluentes, que son muchos y de bastante importancia,, lo alcanzan siempre formando con él ángulo agudo: en direc- ción SW., los procedentes de las Montañas Cantábricas, al N., y los que provienen del Sistema Central, al S., en dirección NW.,, efecto de que siguen la diagonal del ángulo que forman la incli- nación de la Meseta al W. y la de su respectiva vertiente. Sus dos vertientes son bastante distintas. La septentrional co- mienza harto estrecha, dibujada por las sorianas montañas, como DE HISTORIA NATURAL 529 que el Duero nace del lado W. del Sistema Ibérico, por donde resbala una red riquísima de afluentes, destacando entre todos el Esgueva ó la Esgueva. Más hacia el W. se ensancha la vertiente, que no es sino el derrame meridional de las Montañas Gantábri- -cas, limitantes de la Meseta á su N., ocupando grandes espacios, á lo largo de los cuales los ríos desenvuelven su pendiente, origi- nándose tres subcuencas (Pisuerga, excavada en una depresión que atraviesa la Península, Valderaduey, Esla). Ya en Portugal, las montañas orensanas separan de la cuenca del Miño la vertien- te septentrional del Duero. La vertiente meridional comienza describiendo un semicírculo en torno al Duero, el mismo que traza el río, dentro del reducido espacio que le permite la arista divisoria con el Jalón, cuyo río -coloca su cuenca como una cuña entre la que se describe y la del Tajo. Al ensancharse la vertiente al W., aun cuando siempre más estrecha que la septentrional, recibe del Sistema Central divisorio varios ríos excavados en recios paramales (Daratón, Gega, Adaja, Zapardiel, Trabancos). Afluye después con sus aguas el Tormes, de accidentada cuenca, digna de competir con las del Pisuerga y Esla, de interesante cabecera por sus articulaciones con la del Alberche, que ya pertenece á la submeseta S. La especial dispo- sición de la Peña de Francia y Sierra de Gata estrechan de nuevo la vertiente, contribuyendo con el Yeltes y el Águeda, que atra- viesan la penillanura de la Berzosa, vertiendo por último el Goa, limitado por la divisoria del chaflán occidental. Toda la red, estenso y poderoso agente de erosión, viene tra- bajando activamente en el modelado topográfico, y ha tallado, en los estratos miocenos ó en los diluviales, por donde marcha la parte más caudalosa de su curso, los valles de erosión resultantes de seccionar y hender verticalmente los sedimentos, dejando ais- lados los páramos, verdaderos paralelepípedos de estratos horizon- tales. Las corrientes que marchan por estos valles de erosión des- criben meandros y son de tornadizo curso. Gomo los thalwegs no han hendido todavía en su totalidad el «spesor de los sedimentos terciarios ó cuartenarios, la evolución de la red hidrográfica solidaria con la del relieve mismo, es idén- tica á la de una llanura costera. El río Daero, que obedece á la pendiente general del suelo hacia el Atlántico, es aquí el único río consecuente, según la expresión de Davis, que por concentra- ción del avenamiento de la submeseta, una vez establecida la red, 530 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ha subsistido de los varios que en uu principio se habrán dibu- jado. Así es de extensa y compleja la ramificación de sus afluen- tes, disectores de los páramos. Dos ríos principales se dividen la submeseta meridional: el Tajo y el Guadiana, ambos procedentes del Sistema Ibérico, en la arista oriental de la Meseta. El Tajo, en una extensión de unos 940 kilómetros, va desenvol- viendo su pendiente, que tiene en Sacedón 580 metros, y en Cons- tancia, donde el cauce comienza á abrirse en estuario, sólo ?0 metros. Atraviesa en la primera y en la última partes de su cursa rocas secundarias, terciarias y aún más recientes; hacia su mitad, en Toledo y Extremadura, rocas arcaicas, paleozoicas y erup- tivas. Los plegamientos de fecha herciniana que se extienden desde Galicia á la falla del Guadalquivir, cruzando la Meseta de NW. á SE., al unir el Sistema Central divisorio con los Montes de To- ledo, formando, entre otras, la Sierra de la Zapata y Sierra Delei- tosa, no sólo imprimen la orientación á sus afluentes, sino que interceptan el Tajo, como si se opusieran á su marcha, en Extre- madura; entonces corre el Tajo por la geoclasa extremeña y pro- fundizad cauce entre la multitud de estribos que le salen al paso. La cuenca del Jalón, que hendiendo el borde oriental, alcanza y penetra en la Meseta, obliga al Tajo en los comienzos de su vertiente septentrional á describir el mismo semicírculo que la meridional del Duero, pero en sentido inverso. La amplísima subcuenca del Jarama, con el Tajuña y el Henares (en inmediatas relaciones este último con el citado Jalón, del que parece conti- nuación) procedente de recoger caudales de las faldas meridiona- les de la Sierra de Guadarrama, vierte sus aguas en el Tajo. To- dos los Ihalwegs y valles del Tajo y de sus tributarios, cuando se excavan en los depósitos terciarios y diluvial no son valles tectó- nicos, en general, ni reconocen fracturas por origen; son, sencilla- mente, efectos de la erosión en el espesor de los estratos hori- zontales, que como ocurre en Castilla la Vieja, se corresponden de una á otra ladera de cada valle. De todos los que prosiguen (Guadarrama, Alberche, Tiétar^ Jerte, Alagón), este último es de los más interesantes á causa de correr por la honda depresión existente entre las Sierras de Her- vás y de Béjar, de un lado, en donde se interrumpe profunda- mente el Sistema Central divisorio, y Peña de Francia y Sie- DE HISTORIA NATURAL 531 rra de Gata, de otro, comienzo quizá de ua conjunto orográ- fico distinto, merecedor de considerarse aparte del Sistema Central. Del lado de su vertiente meridional es de notar lo incierto y vago de su divisoria, pues sobre estrecharse mucho la cuenca por la vecindad de los Montes de Toledo, es cierto que se observa una evidente unidad en las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana, den- tro de la submeseta meridional común á ambas, y la influencia de los plegamienlos hercinianos que parecen gobernar y dirigir la red hidrográfica. Los ríos de curso indeciso, particularmente en el terciario, parecen dirigirse indiferentemente á una y otra cuenca; un estudio detallado de la región daría á conocer nume- rosas capturas, ya de una ya de otra cuenca, por reducción del relieve hasta desaparición de la divisoria en la penillanura. Los más, son arroyos de diferente caudal, y excepto pocos, de peque- ña significación. Describe el Tajo una curiosa vuelta en torno de Toledo, abando- nando los materiales terciarios, mucho más fácilmente erosiona- bles para penetrar en las ásperas rocas cristalinas y á la salida del macizo arcaico atravesado, volver á continuar su curso por el te- rreno diluvial. Macpherson lo explica asegurando que el actual río Tajo no ha hecho sino aprovechar algún viejo cauce ya fraguado en lejanas épocas geológicas, limpiándolo antes de los materiales que pudieran estarlo obstruyendo. El substratum paleozoico de la Me- seta que forma el suelo de extensas regiones de la submeseta me- ridional, fué cubierto, una vez reducido al estado de penillanura, por sedimentos cretáceos (que afloran en la Mancha), y más tarde por los potentes espesores del mioceno lacustre. De nuevo comen- zó el ciclo de erosión y modeló en estos estratos diferentes formas topográficas, hasta lograr con su trabajo persistente descubrir el substratum por tanto tiempo enterrado, haciendo cambiar el sen- tido de la evolución y permitiendo que el relieve de la superficie de la antigua penillanura, una vez puesto al descubierto, impri- miera su sello al territorio. Tal es el caso del torno del Tajo en Toledo; corre por un valle epigénico impuesto de antemano, en- cajado entre rocas duras, desdeñando materiales que, por más blandos, habrían de hacerle fácil su erosión. El carácter del curso del Tajo influye en su aniropogeografía: como sus orillas por regla general son escarpadas y en cantil, no ofrece facilidades á los ribereños para su establecimiento, y á lo 532 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA largo de sas márgenes, áridas y desiertas, apenas si se extien- den poblaciones. La vaga indeterminación que ya se señalaba en la vertiente me- ridional del Tajo, se acentúa mucho más en el Guadiana. Su pro- pio nacimiento, su cabecera en las llanuras mismas de La Man- cha, en donde apenas si se marcan los relieves, no ha podido de- terminarse todavía de una manera concreta y en forma que no deje lugar á dudas. Se creyó durante algún tiempo que se origi- naba en el llamado Guadiana Alto, formando entonces la cabece- ra de la cuenca páramos y llanuras en las cercanías de El Boni- llo con las lagunas de Ruidera en las propias altiplanicies man- chegas y en donde no existen verdaderas corrientes con lecho y régimen organizados, sino lagunas y cenagales. Todo parece in- dicar la seguridad de alguna captura ó capturas en esta región, pues no es preciso que se observen codos de captura, sino que á veces se revela el fenómeno por pantanos que se extienden por el lugar déla dislocación, y aquí además de las lagunas de Ruide- ra, tenemos los Ojos del Guadiana. El curso de las aguas se hace indiferentemente en un sentido y en otro, carácter que también aquí se observa, como el de que varias corrientes se pierden y se filtran en los materiales terciarios del subsuelo. La captura en este caso ha sido producida, á nuestro juicio, por vía subterrá- nea, por captación de fuentes ó de niveles subterráneas, favore- cida por la permeabilidad de las rocas de la región. Abrigamos la convicción de que un estudio sobre el terreno confirmará plenamente nuestras suposiciones, que la falta actual de dalos realmente científicos, no nos autoriza á dar por conclu- yentes. Se admite hoy, al menos provisionalmente, que el río Záncara ó Cigüela, que desde Los Altos de Cabreja viene atravesando la Mancha y el Campo de Criptaua, caudaloso y de curso regular y organizado, es el legítimo Guadiana. A lo largo de su recorrido no es muy acentuada la pendiente de- terminante de lo cenagoso y malsano de la región, dada la imper- meabilidad del terreno terciario que surca en gran parte: 610 me- tros en los Ojos del Guadiana Bajo, y 155 metros en Badajoz, desde donde continúa casi insensible el declive, al través de la penillanura del Alemtejo, hasta que se abate en gran manera en- tre España y Portugal. La vertiente septentrional adolece de la indecisión ya observa- DE HISTORIA NATURAL 533 da al tratar de la meridional del Tajo y es de reducida importan- cia, ya topográfica, ya hidrográficamente considerada. La vertiente meridional, que desciende muy suavemente hacia el Guadiana, comprende una serie de arrugamientos paralelos, los antiguos hercinianos que quedan bruscamente cortados en el borde meridional de la Meseta en dirección N W. Son afloramien- tos duros, cuarcitas principalmente, que la erosión ha puesto de relieve. Esta dirección imprime y guía el curso de los afluentes, no sólo del Guadiana, sino hasta los mismos del Guadalquivir, que alcanzan el principal, bajo un ángulo agudo en demostración de cómo la antigua estructura tectónica es capaz de gobernar la hidrografía. Los tributarios de esta vertiente del Guadiana están llamados á ser capturados por los tributarios N. del Guadalqui- vir, y ya lo han sido muchos de ellos, pues apenas si entre ambos principales se puede marcar una divisoria precisa. Algunos afluen- tes corren primero hacia el X. como si buscasen el Guadiana, y luego, abandonando su antigua dirección, tuercen hacia el Sur (codo de captura), acodándose y hendiendo Sierra Morena para verter en la depresión hética (Penillanura de los Pedroches, Valle de la Alcudia). La vaguedad é indecisión del curso del Guadiana y de gran parte de sus afluentes, se explica á causa de la escasa diferencia de altitud entre los thalwegs y los relieves que separan unos de otros, pues que la región es una penillanura recubierta por sedi- mentos terciarios, despojada hoy en gran parte de ellos por la erosión; la red hidrográfica obedece, pues, á la superficie ondula- da de la antigua penillanura, superficie ideal de armonía y equi- librio. La estructura del macizo antiguo se ha hecho preponde- rante, y al quedar además al descubierto los pliegues hercinianos, la distribución de las aguas puede considerarse como epigénica. Su rasgo más saliente es la insignificancia de los relieves diviso- rios (Campo de Calatrava, Campo de Montiel, Los Pedroches) si no es que corre por llanuras (La Mancha, La Serena). Habiendo sido la región por donde corre el Guadiana una pe- nillanura recubierta de sedimentos horizontales, una vez desapa- recido estos últimos en inmensa parte por la erosión, á causa de la evolución fluvial, la estructura del antiguo macizo herciniano, puesto al descubierto, se ha hecho sentir, reformando la red hi- drográfica hasta adaptarla á este relieve desenterrado. Por honda que haya podido ser esta nueva adaptación, existen rasgos geográ- 534 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA fieos que son herencia de las llanuras sedimentarias recientes. El , propio Guadiana, por su dirección E. á W., en desacuerdo ahora con el modelado antiguo, nos demuestra haber sido, cuando aún cubrían el país los mantos terciarios, el río consecuente más im- portante de esta parte de la submeseta meridional. Los valles del Duero, del Tajo, del Guadiana, son valles nor- males. B) Derrames de los chaflanes de la Meseta en el mar. La configuración especial de la alta Meseta, macizo fundamen- tal de la Península con sus biseles ó chaflanes en torno á los cua- tro puntos cardinales, descendiendo al mar ó á las depresiones la- terales (bética y aragonesa) circundantes, desde otras tantas cres- tas montañosas, es la determinante de sus derrames. Todos, á causa de su estrechez, de la inclinación de su superficie y aun de su proximidad al mar, son de vertiente rápida y abrupta y muy montuosos el septentrional y el oriental, terminándose este úl- timo en una faja litoral de tierras bajas. Como en estos derrames la erosión es de una energía extraordinaria, no sólo por su pen- diente, sino porque en ellos es mayor la frecuencia de las lluvias que en la Meseta misma, los valles que en ellos se modelan, no nacen en la misma vertiente exterior, sino que, rebasando la aris- ta del borde, apoyan y tienen su cabecera en el mismo interior de la Meseta, lo que supone capturas consiguientes (Sella en el borde Norte; Jalón, Júcar en el E.; afluentes de la margen derecha del Guadalquivir en el borde meridional). a) Derrame septentrional de la Meseta: Orla montañosa cayitáhrica. En el orden de la accidentación montuosa, la vertiente cantá- brica figura la primera, constituida como está por las estribacio- nes y contrafuertes de las Montañas Cantábricas, muchos de los cuales, después de hundirse en la superficie del mar, se continúan debajo de ella. La red hidrográfica, aun cuando los ríos no sean de importancia, atendida la proximidad del Cantábrico, es exten- sa y rica, en acusación de lo multiplicado de sus relieves y de la abundancia de aguas de sus bellas montañas. Las redes hidrográficas que se extienden á ambos lados de las DE HISTORIA NATURAL 535 Montañas Cantábricas, se distinguen por un hecho capital: el ni- vel de base se halla á O. para la del N., y cí 700 metros para la del S., que corre por la Meseta. La proximidad del nivel de base, la pendiente exagerada de las faldas septentrionales y la abun- dancia de las precipitaciones atmosféricas, han sido causa de que la erosión y excavación de los cauces hayan sido más profundas y rápidas de este lado que del que mira á la submeseta N., y dado tal ventaja á los ríos de la vertiente cantábrica, que caminando con más velocidad la erosión y ensanchando los torrentes su cuenca de recepción, los valles N., progresando en el curso supe- rior hacia el S., han capturado el curso superior de muchos ríos de la vertiente opuesta, atrayéndoles en hoces y escohios, obli- gándoles á verter en el Cantábrico. De este modo, muchos de sus grandes valles tienen su arranque en la vertiente meridional des- pués de haber rebasado la línea de las culminaciones máximas (Sella). Hundiéndose las faldas N. de las Montañas Cantábricas en el mismo mar, los ríos se ven obligados á salvar en cortos trechos grandes desniveles, explicación de la marcha impetuosa y torren- cial de las corrientes y de lo destructor de la erosión; así signifi- ca la palabra Asturias, 23ctís de torrentes. Mas como en la orla montañosa cantábrica se disponen las Sierras ó estribos paralela- mente al litoral, los ríos que descienden en sentido perpendicu- lar buscando el mar, las han hendido y tajado para atravesarlas en estrechas hoces (Hoces del Escudo; Hoz de Buezna en el Besa- ya; Foces de Valdeón y de Caín en el Cares; Gargantas de la Her- mida en el Deva), particularmente en el espesor de las ingentes ca- lizas carboníferas (valizas de foces), en cuyos escobios la excavación del thalweg aventaja en mucho al modelado de las paredes de es- tos majestuosos valles en garganta. Imagínese ahora la intensi- dad en la labor de excavación del álveo, pensando en el enérgico frotamiento de las aguas ayudado del trabajo de desgaste que lle- varán á cabo los materiales arrastrados por la enorme velocidad del líquido á que le somete la pendiente. b) Derrame occidental de la Meseta. Líneas anteriores ha podido verse cómo el desagüe de la Meseta se opera por tres grandes ríos paralelos , que después de haber 538 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA corrido por anchos valles ea dirección E. á W., terminan su cur- so en gargantas profundas, rápidos y cascadas. Nos parece indudable que, además de la vertiente general atlán- tica, determinada desde la divisoria ibérica, á causa de la inclina- ción general de la Meseta, existe un bisel marítimo, señalador de un declive más rápido al Océano. El macizo galaico-lusitano, al NW. y W. de la Meseta, presen- ta en este respecto cierta independencia de la Meseta misma, en el lugar en que las Montañas Cantábricas sufren su inflexión hacia el S.; la multitud de pequeños ríos galaicos y lusos que na- cen en la divisoria especial del chaflán, prueban la existencia no sólo de esta separación á que aludimos, sino la misma existencia del bisel con más fuerza que otras razones (Tambre, Ulla, Miño, Vouga, Mondego). El mismo río Miño marcha por las depresio- nes Incensé y berciana, y el propio Duero rompe y atraviesa, en- tre tajos profundos y fuertes rápidos, la región de las Gimas de Mogadouro, divisoria del chaflán. Desde Almaraz cambia el aspecto de las orillas del río, que se tornan abruptas y altas y forman un estrecho escobio, llama- das arribes en el país, á cuya garganta vierte el Esla. Al llegar á Portugal se acoda bruscamente el Duero en dirección SW., con- torneando las cumbres de Mogadouro, cuyos acantilados arribes están tan próximos que permiten salvar el río. La existencia del bisel se prueba con el desnivel que acusan los escalones, por los que el río se despeña, formando saltos y caídas, después de los cuales se iguala el fondo, se espacian las orillas y hasta más ade- lante, se convierte en navegable. No se han hecho en la Península, al menos en lo que afecta á España, estudios de hidrografía continental conforme demandan las exigencias de la Geografía actual, causa de que no se tengan los datos suficientes acerca de los perfiles de los ríos. La interpre- tación de los perfiles de equilibrio es uno de los procedimientos de análisis más sutiles para interpretar las relaciones entre la red hidrográfica y la evolución del relieve, pues las irregularidades y rupturas de este perfil coinciden no ya solamente con sencillas rupturas de pendientes, sino aun con dislocaciones tectónicas ó movimientos del suelo, que por la topografía únicamente no hu- bieran podido sospecharse. La serie de colinas que se extienden por la alta Meseta del Alem- tejo, al S. de la Sierra de Sao Mamede, indicando la existencia de DE HISTORIA NATURAL 537 esta misma divisoria, fuerzan al Guadiana á desviar su corriente de la dirección E. á W., común á los ríos de la Meseta, torciendo hacia Mediodía con dirección marcada N. á S. hasta verter en el Atlántico. Parece deberse este bisel, así como la línea de macizos y eleva- ciones con que se marca en el occidente de la Meseta, á lo que se llama un pliegue monoclinal ó flexión, en iniciación tal vez de un principio de desgaje de las tierras de esta parte de la Meseta. El recodo brusco del Duero, junto á las cimas de Mogadouro, los des- filaderos del Tajo, la curva del Guadiana en dirección S., la súbi- ta aparición de los rápidos en ríos como éstos, de curso tan regu- lar antes de ellos, indican no sólo la existencia de macizos que les cortan el paso, sino un aumento de la pendiente producido por un cambio en el nivel de base (el mar) en acusación del pliegue monoclinal que señalo, que quizá haya coincidido con el hundi- miento de las rías gallegas. Las cuencas terciarias del Tajo y del Sado están originadas por un hundimiento de fines del mioceno, en cuya época este pliegue monoclinal pudo empezar á producirse. La ruptura á que se debe la entrada del Tajo, dice Chofi'at, sería reciente, probablemente contemporánea de la que han originado el Estrecho de Gibraltar y las rías gallegas. Desde el momento en que se admita la hipó- tesis de una ruptura para estos accidentes, se hace difícil no admi- tir la misma causa para explicar el paralelismo del curso inferior de los ríos portugueses. Por otra parte, afirma Michel-Lévy que los movimientos recien- tes de los antiguos macizos hercinianos, recubiertos de capas se- dimentarias, parecen obedecer á pliegues monoclinales ó flexiones de esta naturaleza. La Meseta ha sido levantada en el E. y ha descendido y se ha roto en el W.; pero el levantamiento ha sido lo suficientemente lento para respetar el sentido de los ríos, que no han tenido sino profundizar sus ihahvegs en el macizo galaico-lusitano. Los mis- mos movimientos epirogénicos que dieron su inclinación occi- dental á la Meseta, han determinado el pliegue monoclinal de las capas. Por otra parte, es digno de apuntarse que los ríos que marchan por el bisel señalado siguen una dirección general XE. á SW,, guar- dando, por consecuencia, paralelismo con el sentido de los plega- mientos precámbricos. 598 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA c) Derrames orientales de la Meseta. El derrame oriental de la Meseta, de accidentada orografía, ofrece un interés muy superior al de todos: recuérdense cuántas cuestiones con él se relacionan. La gran arista del Sistema Ibérico y la misma elevación occi- dental de la Meseta que determina sus grandes ríos atlánticos, da cierta independencia á este derrame que, no obstante, tiene lugar en sus fllancos orientales y aun invade la misma tabla de la Meseta. No han sido tampoco objeto de estudio en nuestro país, los in- teresantes fenómenos de las capturas de las corrientes de agua, con ser su interpretación uno de los procedimientos más demos- trativos de la solidaridad entre la evolución del relieve y la de la red hidrográfica, y habiendo de ser tan frecuentes en un país de tanta accidentacióü como la Península. Seguramente que donde habrán de ser más numerosas estas capturas es en la región que estamos considerando, pues la proximidad del nivel de base en los ríos mediterráneos, la fuerte inclinación de este derrame con respecto á la suave inclinación atlántica de la Meseta, la falta de llanuras como aquellas por las que discurren el Duero, Tajo y Guadiana del lado opuesto, han influido en la actividad y avance de la erosión y excavando profundamente los thalwegs y retrocedien- do el perfil del río conforme con la ley de la erosión ascendente, han alcanzado la Meseta misma en su cuenca superior, á expensas déla vertiente atlántica y con notorias ventajas sobre ella á causa délas razones apuntadas. Tales ganancias se han traducido forzo- samente en que los ríos han capturado parte del curso superior de los atlánticos, obligándoles á describir codos violentos para verter en el Mediterráneo. El río Turia ó Guadalaviar en su curso supe- rior^ presenta uno de estos casos respecto al curso superior del Tajo, teniendo el vértice de su codo en Teruel. Un afluente suyo, el río Alfambra, debió ser en tiempos un afluente del Guadalope y verter por consecuencia en la cuenca del Ebro, pero hoy, captu- rado ya por el Guadalaviar ó Turia, como nos señala su brusco acodamiento, vierte por el Guadalaviar al E., aunque su curso superior sigue todavía su primitiva dirección NE., camino de la fosa tectónica del Ebro. DE HISTORIA NATURAL o39 Como los ríos, pues, nacen en la Meseta misma ó en su flanco oriental y bajan á lo largo de un fuerte desnivel y las Sierras del Sistema Ibérico ó del Penibético, se disponen al pie SE. ó E. de la Meseta, al descender las aguas impetuosamente cortan los plie- gues por estrechas hoces que originan altos cantiles. (Hoces y Sal- to de Ghulilla en el Turia, desñladero de 150 metros de profundi- dad y unos 20 de anchura; Hoces de Gofrentes en el curso del Jiícar; Saltos del Segura). Desde los bordes de la Meseta van des- cendiendo sucesivamente hacia el mar, montuosos escalonamien- tos en inconexos macizos y Sierras, con cuencas, valles y ramblas por donde se precipitan, en paisajes ásperos y de quebradas líneas, dadas sus rocas constituyentes, ríos y torrenteras. Famosas son entre todas estas comarcas locales la aspérrima del Maestrazgo, en donde es muy frecuente, por la inversión del relieve, que las corrientes se encajen en valles anticlinales, la que por las fragosas Sierras de Espina y Espadan, después de escalonarse en montes y serretas llega á los collados de Sagunto. El curso del Jiícar con el de sus importantes afluentes, que tie- ne su cabecera en los Montes Universales, es, sin duda, uno de los más interesantes de la Península. La poca distancia que se- para la desembocadura del río del borde de la Meseta ha permiti- do al alto valle del Jiícar, alcanzar la Meseta misma y hasta la vertiente atlántica del nudo de la Serranía de Cuenca, de donde derivan, en sentido opuesto, algunos afluentes del Guadiana y el propio Tajo. Así corre en parte de la Meseta, al través de extensos páramos, de profundos valles de erosión en las altiplanicies man- chegas, hasta que alcanza el valle de Gofrentes, entre Sierra Mar- tes y Sierra Enguera, seguramente de origen tectónico, separando el Sistema Ibérico del Penibético. Más al S., en cuanto se entra en pleno territorio de los pliegues que desde Jaén se extienden al Cabo de la Nao, pertenecientes al Sistema Penibético, se acentúa el rasgo característico de los re- lieves paralelos (en dirección NE.), y descendentes hasta el mismo litoral. Se disponen aquí las Sierras en un plano más bajo que el de la submesela manchega, que no es más que el término SE. de la Meseta. Desde las altiplanicies qne representan el Campo de Montiel y la Mancha Alta (Campos de La Roda y de Albacete), el terreno va descendiendo hasta la misma costa, al través de algu- nas Sierras, entre cuyas inflexiones se dibuja la cuenca del Segu- ra, cuyo río las hiende transversalmente y traza su curso en es- 540 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA calones sucesivos, resultantes de cortar estas cadenas subpeni- bélicas. Los ríos de este derrame oriental, de gran pendiente, de muy variable caudal, propicios á enormes crecidas como á fuertes se- quías, de carácter torrencial, vienen de largo tiempo acumulando en la costa mediterránea, la imensa cantidad de materiales pro- cedentes de su labor de desgaste en el chaflán y han formado la llanura horizontal costera, explicación á un tiempo de su esplén- dida fertilidad y de lo regularizado de su litoral, verdaderamente homogéneo, desde Tortosa hasta Denia especialmente, lugar de feracísimas tierras, de cultivo acertado y laborioso, mantenedor de una población densísima, agrupada á lo largo de esta faja (Va- lles de Uldecona, Plana de Castellón, Campos de Sagunto, Huerta de Valencia, Huerta de Gullera, Huertas de Gandía y Denia, Huer- tas de Murcia y de Orihuela). «Nemestrinus Ariasi» n. sp. (Dipt.) VON B. LICHTWARDT-CHARLOTTENBURG Nemestrinus Ariasi n. sp. 9. Long. corp., 15-21 mm.; patria, Hís- panla, Madrid. Ater, íhorace griseo-pubescente, duobus punctis albis postsutu- ralibus sígnalo, abdomine atro sine splendore, vittis niveisin me- dio interruptis ornato; alis hyalinis, non reticulatis. Sammelschwarz ohne Glanz. Stirn, Kinn, Brustseiten und die ganze Unterseite, sowie die Seitenraader des Hinterleibes mit schneeweissen Haaren bedeckt. Diese Behaarung ist kurz und nur am Kinn, an den Brustseiten und am ersten Hinterleibsseg- ment lang. Auf der aussersten Flügelbasis, dicht an der Gelenk- stelle findet s'ich ein Punkt feiner, schneeweisser Harchen. Die Farbe der Obenseite des Thorax geht in der Behaarung in ein Gelbgrau über. In der Milte des Thorax, gleich hinter der Nat, stehen zwei Punkte von weissen Harchen. Schildchen ziemlich lang gelbgran behaart. Die Basis des Hinterleibes ist schw.irz. Sie ist aber durch die langere gelbgraue Behaarung etwas verdeckt. Der Hinterleibe ist sammetschwarz, ohne Glanz, geíarbt und jedes Tergit tragt DE HISTORIA NATURAL 541 am Vorderrande eine kreideweisse Binde, welche in der Mitte schmal unterbrochen ist. Die Eckea dieser Binden sindabgeruii- det, so dass die Zeichnung mit einenSchiffoderKihn vergiicheii werden kann. Das letzte Tergit ist fast ganz weiss. Auch vea der Legeiolire hat das erste Glied noch den weissen Seitenfleck. Die folgenden Glieder des Legeroiire sind nur seitlich weiss behaart. In der Fái'bung des Hinterleibes herrscht die schwarze Farbe vor; die weisse Farbe bildet die Ziichnuug. Schvvinger gelb. Fütiler, Rüssel und Beine schwarz oder schwarzbraun. Die Flü- gel sind wasserhell mit gelben Adern am Vorderrande. — 29 ans Spanien, und Madrid (Mercel). Die Typen befinden sich in dem Museum in Madrid und das kleiuere Stück in der Sammlung Hermann-Erlangen. Dieses war seiner Zeit «fettig» ohne erkennbare Ziichnung. (Deutsch. Ent. Zeit., página 123 (1909). Publicaciones que ha recibido la f^eal Sociedad Española de fiistoria natural durante el mes de Octubre de 1912. (Za liste suivante servirá comme acensé de réception.) Alemania Deutsche Emtomologieche Gesellschaft, Berlín. Deutsche Entomologische Zeitschrift. 1912, Heft v. Entomologischer Litteraturblatter, Berlín. 1912, nos 7-io. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 16, nos 5_6. Interuationalen Entomologen-Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau, xxix Jahrg., nos 14, 15, 20. Insektenhorse. xxix Jahrg., nos 29, 31, 38, 40-42, 44. Societas entomológica, xxvii Jahrg., n<^s 19-21. Naturas Novitates, Berlín. 1912, nos 16-17. Zoologíecher Anzeiger, Leipzig. Bd. xl, nrs. 10-21. Austria-Hungría Académíe des Sciences de Cracovie. Bulletin internaiional. 1912, nos 5 B, 7 A. K. K. Maturhistorieches Hof museum, Wien. Annalen. Band xxvi, ur. 1-2. K. K. Zoologisch-Botanische Gesellschaft in Wien. Verhandlungen. lxii Band, 5-6 Heft. yocietas entomológica Bohemiae, Praga. Acta. 19)2, Cislo 2. Wiener Entomologische Zeitung, Wien. xxxi Jahrg., viii-x Heft. 542 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA BÉLGICA Société entomologique de Belgique, Bruxelles, Annales. Tome 56*, ix. Costa Rioa Centro de estudios sismológicos, San José. Anales. 1911. Ecuador Biblioteca Municipal, Guayaquil. Boletín. 1911, n.os 20-22. Egipto Société entomologique d'Égypte. Le Caire. Bulletin. 1911, 3-4 fase. España Asociación española para el Progreso de las Ciencias, Madrid. Congreso de Granada. Tomo vi. Ciencias sociales. Broteria, Salamanca. Vol. x, fase, 3. Institución libre de enseñanza, Madrid, Boletín. A-ño xxxvi, n.° 630. Real Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales, de Madrid. Revista. Tomo x, n.os 11-12. Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Memorias. Vol. x, n.os 9-i2. Sociedad española de Física y Química, Madrid. Anales. Año x, n.° 96. Estados Unidos y sus Colonias Departamento del Interior. Oficina de Agricultura. Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. v, n.° 4-8. Department of the Interior, Weather Bureau. Manila Central Observatory. Bulletins for April 1912. Johns Hopkins Hospital, Baltimore. Bulletin. Vol. xxiii, n° 260. The American Naturalist, New- York. Vol. xlvi, n° 650. üniversity of Colorado, Boulder. Studies. Vol. IX, n° 4. Francia Académie des Sciences de Paris. Comptes-rendus. Tome 155, nos 13-18; tome 163, tables. Académie Internationale de Géographie botanique. Le Mans. Bulletin. 21« année, n" 273. L'Echange, Moulins. 28' année, n° 334. Revue genérale des Sciences. Paris. 23* année, nos 18-20, Scciété botanique de France, Paris, Mémoires. Tome 59^ xxiv. DE HISTORIA NATURAL 543 Sociétó de Spéléologie, París. Spelunca. Tome ix, n° 69. Société fran^aise de Minéralogie. Bulletin. Tome xxxv, n" 4. Station Entomologique de la Faculté des Sciences, Eennes. Inseota. 2' année, n° 21. Inglaterra y sus Colonias Linnean Society of New South Wales, Sydney. Froceeclings. Vol. xxxvii, part 1. Eoyal Microscopical Society, London. Journal. 1912, part 6. South African Museum, Capetown. Annals. Vol. vii, part v. The Canadian Entomologist, London. Vol. xliv, n" 9. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. Vol. xxiv, n" 10. The Zoologist, London. Vol. xvi, n" 190. University of Toronto. Studies. N" 11. Italia Laboratorio di Zoologia genérale e agraria della R. Scuola superiore d'Agricoltura in Portici. Bollettino. Vol. vi. La Nuova Notarisia, Modena. Anno xxvii, Luglio-Octubre 1912. Rivista técnica e coloniale di Scienze applicate, Napoli. Anno ii, n° 10. Monaco Inetitut océanographique, Monaco. Bulletin. Nos 238-246. República Argentina Sociedad Physis, Buenos Aires. Boletín. Tomo i, n" 2. Rusia Société ouralienne d'Amateurs des Sciences naturelles, Ekaterinoslaw. Bulletin. T. xxxi, livr. 2. Suiza Société zoologique suisse et Muséum d'Histoire naturelle de Genéve. Revue suisse de Zoologie. Vol. xx, nos 9-10. Venezuela Museos Nacionales, Caracas. Gaceta. Tomo i, nos i_2. 544 BOLETÍN DE LA KEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Actes du III Congres International de Botanique. Bruxelles, 1910. Vols. i-ii. Chevreux (Ed.)— Description d'un Amphipode nouveau provenant de la campagne de VEirondelle lien 1911. (Bull. Inst. Océan. de Monaco.) — Sur une varíete de la Perdrix gambra (Bull. Acad. d'Hippone, 1912.) Gonzílez Fragoso (Romualdo).— Los Uredináceos. (Anal. Junta amp. est., 1912.) Observatorio Central Meteorológico, Madrid. Resumen de las observacio- nes efectuadas durante el año 1910. Sadebba Masó (Miguel). — Seismotectonic lines in Southern Luzon. (Monthl. Bull. Weath. Bur., 1911.) SÁNCHEZ Navarro Neüm aun (Manuel M.)— La Sismología como auxiliar de la Geofísica. (Asoc. esp. prog. cieno., Congreso de Granada.) — Noticias científicas. (Razón y Fe, 1912.) Tarazona (Ignacio).— Treinta años de observaciones meteorológicas efec- tuadas en la Universidad de Valencia. (Asoc. esp. prog. cieñe, Con- greso de Granada.) Sesión del 4 de Diciembre de 1912. PRESIDENCIA DEL ILUSTRÍSIMO SEÑOR DON RICARDO CODORNÍU El Secretario leyó el acti de la sesión anterior, que fué aprobada. Admisiones y presentaciones. — Fué admitido el socio presenta- do en la sesión anterior, y se propuso para socios numerarios á los Sres. D. José y D. Marcelino Cillero y Ángulo, D. José Fernán- dez Nonidez, D. Mario García B vnús, D. Pedro García Bayón, D. Gerardo Pastor y Orozco, D. Luis Laguna y Gómez, D. Juan Garanden y Pericay, D. Federico Luzuriaga y Álvarez, presenta- dos por el Sr. Z ilueta, y D. Ricardo Carreros Montoya, propuesto por el Sr. Bolívar y Pieltain. También quedó admitido eomo socio numerario D. Pío Font Qaer, Doctor en Ciencias químicas y farmacéutico militar. Fallecimiento.— El Secretario da cuentadehaber fallecido nues- tro antiguo consocio y ex presidente D.José María Solano y Enla- te, M.irqués del Socorro, Catedrático que fué durante muchos años de la asignatura de Geología de la Universidad Central y Jefe de Sección del Museo de Ciencias Naturales, persona que se distinguió siempre por el entusiasmo demostrado al estudio de las Ciencias Naturales. La Sociedad se enteró con profundo sentimiento de la muer- te del Sr. Solano y acordó publicar una noticia biográfica del ilustre finado, encomendando este trabajo á D. Federico Gredilla. Suscripción. — El señor Secretario participó que la Junta direc- tiva proponía contribuir con 100 pesetas á la suscripción promo- vida con objeto de erigir en Tarragona un monumento á la me- moria del ilustre ingeniero y académico D. Eduardo Saavedra, hace pocos meses fallecido, quedando así acordado. Comunicaciones.— El Secretario presentó un folleto titulado La Photochimie, de que es autor el Sr. Rodríguez Mourelo, y que ha publicado la Revue Scientifique, de París. — El Sr. Pittaluga participa que durante el viaje que efectuó el T. XII.— Diciembre, 1912. 35 546 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA año 1909 á los territorios continentales é insulares de la Guinea española, tuvo ocasión de recoger un pequeño díptero hematófago, que estudiado posteriormente resultó ser una especie nueva del género Oecacia, que ha llamado O. hostilissima, por la fiereza con que ataca al hombre. — El Sr. Ferrer presentó una «Nota sobre algunas esponjas de Santander», que contiene la descripción de tres especies nuevas de esponjiaros. Renovación de cargos. — El Presidente manifestó que con arre- glo á los artículos 8." y 9.° de nuestros Estatutos sociales, proce- día se verificase la designación de las personas que han de llevar la representación de la Sociedad durante el año próximo, y efec- tuada la votación oportuna resultó elegida la siguiente JUNTA DIRECTIVA PARA 1913 Presidente: limo. Sr. D. Juan M. Díaz Villar. Vicepresidente: limo. Sr. D. José Madrid Moreno. Tesorero: D. Ignacio Bolívar. Secretario: D. Ricardo García Mercet. Bibliotecario: D. Ángel Cabrera Latorre. Vicetesorero: D. Cayetano Escribano y Peix. COMISIÓN DE PUBLICACIONES Sr. D. Blas Lázaro é Ibiza, Sr. D. Lucas Fernández Navarro y Sr. D. Domingo Sánchez y Sánchez. COMISIÓN DE CATÁLOGOS Sr. D. Blas Lázaro é Ibiza, Sr. D. Federico Gredilla y Gauna, Sr. D. José María Dusmet y Alonso, Sr. D. Enrique Pérez Ziíñi- ga, Sr. D. Ángel Cabrera Latorre y Sr. D. José Cogorza y Gon- zález. DE HISTORIA NATURAL 547 Rendición de cuentas. — El Vicetesorero, D. Cayetano Escribano, leyó el siguiente Estado económico de la Real Sociedad española de Historia natural en 1." de Diciembre de 1912. La Sociedad ha invertido en el presente año la suma de pese- tas 12.843,80 y tiene un sobrante de 928,42. Procede lo gastado: 1." De la subvención anual concedida á la Sociedad per el Ministerio de Instrucción pública y Bellas Artes, que se eleva á la suma de 5.000 pesetas, invertida en su totalidad, según se acre- dita por el siguiente estado y cuya cuenta, formalizada por el Habilitado de estos fondos, consta este año de las siguientes .partidas: PESETAS Abonado por papel para las publicaciones 2.2*5 Id. por gastos de la Biblioteca 1.706,45 Id. por gastos de Administración 625 Id. por grabados para la Memoria 6.' del tomo VII 208,42 Id. por descuentos del Estado y habilitación 190,13 Suma igual á la concedida 5.000,00 2.° De los recursos ordinarios de la Sociedad, que, con el saldo sobrante del año anterior, han ascendido á 8.772,22 pesetas, cuya cuenta de ingresos y gastos, que arroja un saldo á favor de la Sociedad de 928,42 pesetas, es el siguiente: Estado de los ingresos y gastos ordinarios de la Real Sociedad espa- ñola de Historia natural desde 1.° de Diciembre de 1911 á 30 de Noviembre de 1912. INGRESOS PESETAS Saldo á favor de la Sociedad en 1.° de Diciembre de 1911 2.179,47 Importe de las cuotas corrientes de un socio protector (i80}; trescientos se- senta numerarios, diez de ellos extranjeros (5.415) y veintitrés agregados (181) 5.779 Id. de cuarenta cuotas atrasadas, de ellas treinta y ocho de socios nu- merarios, de los cuales tres son extranjeros, y dos, de socios agregados 590,50 Id. de las cuotas adelantadas para 1913 de los socios Sres. Broleman, Cabrera (Ag.), Merino y Oberthür (R.); para 1914, de los señores Broleman y Oberthür (R.), y para 1915, 1916 y 1917, del Sr. Bro lemán 147 Id. por gastos de tiradas aparte atrasadas, cobradas 59,75 Id. por venta de publicaciones 16,50 Total 8.772,22 548 . BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA GASTOS PESETA» Atonado por la impresión del Boletín, tomo xi (números 9 y 10), tomo xii (númerosl,2,3, 4,5, 6y7); Memorias, tomo vil (1 y 2), tomo viii (ly2) 4.811,40 Id. por láminas y grabados ^' h^^ Id. á los dependientes S60 Id . por gastos de correo y envío de publicaciones 836,05 Id. por gastos menores (440,38) y presupuestos de las Secciones (580,42) 1.024,70 Total 7.843,80 RE SUMEN Importa lo recaudado por recursos ordinarios de la Sociedad. 8.772,22 Id. lo gastado 7.843,80 Saldo á favor de la Sociedad en 1.» de Diciembre de 1912 928,42 La Sociedad tiene, a(3emás, un saldo á su favor, por atrasos, áe 3.184,66 pesetas, según resulta de los estados y comprobantes que se acompañan. Madrid, 1." de Diciembre de 1912. — £¿ Tesorero, Ignacio Bolívar. —El Presidente indicó que para emitir el informe reglamenta- rio sobre las cuentas que acababan de leerse, podría ser designada una Comisión, compuesta por los señores Casares (D. Antonio), Lozano y Beltrán. Secciones. — La de Santander celebró sesión el 29 de Noviem- bre bajo la presidencia del Sr. Olabe. —Es presentado como socio, por el Sr. Cendrero, el Sr. D. Luis Salguero, de Heras. —Se acuerda pedir á la superioridad que se autorice á esta Sec- ción para nombrar un Delegado que inspeccione los trabajos de excavación espeleológicos de esta provincia, fundándose en los artículos 7.° de la ley de 7 de Julio de 1911 y 14 del Real decreto de l.^de Marzo de 1912. —Se da cuenta del suelto publicado por el periódico local El Cantábrico, llamando la atención á esta Sociedad sobre algunos restos fósiles encontrados en las minas de Heras. —Se acuerda, en vista de ello, que el Sr. Cendrero, en unión de los socios que puedan, vaya á dichas minas y vean dichos restos^ por si ofrecen algún interés. DE HISTORIA NATURAL 549 — El Sr. Alaejos presenta un trabajo que ha remitido el P. Sie- rra, de Limpias^ describiendo una caverna de Ojebar, al cual acom- pañan folografia?, planos, dibujos y demás datos de tan interesan- te caverna. — La Sociedad examina con agrado tan importante trabajo, que pasa á Madrid para su publicación. — La de Barcelona celebró sesión el 23 de Noviembre, bajo la presidencia de D. Garlos Calleja. — Queda admitido el socio propuesto en la sesión anterior, y se presentan como nuevos numerarios los señores: D. Alberto López Brea Iglesias, Licenciado en Medicina y Cirugía, propuesto por el Sr. Calleja; D. Federico Gil Montaner y D. Francisco Serra Rc- bert, alumnos de la Facultad de Ciencias, propuestos, respectiva- mente, por los señores Pardillo y Galiano. — El señor Presidente anuncia que la conferencia encomendada al P. Bordas se verificará el próximo domingo 24. Se conviene en que la próxima correrá á cargo del Sr. Calleja, quien disertará acerca de la célula nerviosa, en fecha que fijará el conferenciante. — El Sr. Caballero da cuenta de haberse efectuado la excursión organizada á Gualba, declarando que, sobre todo, en la parte de criptogamia se hizo una buena recolección. — El P, Faura presenta una nota bibliográfica referente al tra- bajo de J. Mohen: «Exploration etflore souterrainede cavernes de •Catalogue et des lies Baleares». — El Sr. Caballero presenta un trabajo en el que hace la des- cripción de la Malcolmia heterophylla^ especie nueva de Crucife- ra descubierta por dicho señor en su reciente exploración por el Rif. El mismo señor socio comunica dos noticias á la Sociedad: la primera, que en una excursión realizada por él al lugar denomi- nado Casa Antúnez, á la orilla del mar ha visto el Heliotropium curassevicum L., en cantidad extraordinaria, vegetando perfecta- mente, lo cual hace suponer que dicha planta lleva viviendo mu- chos años en esta región; la segunda, es la de haber descubierto en los estanques del Jardín Botánico de esta Universidad el Gronium pectorale Müller, volvocácea que cree nueva para Españ?. — La de Zaragoza celebró sesión el 30 de Octubre, bajóla presi- dencia de D. Patricio Borovio. — El Secretario. D. Pedro Moyano, manifestó que el alum- 550 boletín de la real sociedad española no de la Facultad de Ciencias D. José Salarrullana Alabart había presentado al profesor de Mineralogía de dicha Facultad un ejem- plar de roca eruptiva encontrada en Fraga (provincia de Zarago- za), de la que se creía que contiene oro. El aludido D. Pedro Ferrando confirmó lo referido por el señor Secretario, diciendo que la citada roca eruptiva era un granito muy descompuesto con abundante caolín y laminillas de mica, siendo éste el mineral que sospechaban fuese aurífero. Manifestó también que era interesante conocer las circunstancias del yaci- miento de dicho ejemplar, pues si no fuera, como sospechaba, de carácter secundario, modificaría profundamente las ideas admiti- das sobre la constitución geológica de la región en donde se había encontrado. Invitó á los presentes á que tomasen parte en la pró- xima excursión universitaria por Fraga y Mequinenza para reco- nocer el citado yacimiento y el carbón de la segunda localidad^ cuyo estudio químico ha publicado ya en nuestro Boletín el dis- tinguido consocio D. Paulino Savirón. —La misma Sección se reunió el 27 de Noviembre bajo la pre- sidencia de D. Patricio Borovio, actuando de Secretario D. Pedro Moyano. — El Sr. Ferrando dio cuenta del resultado de la excursión uni- versitaria á Fraga y Mequinenza, en lo concerniente á la parte geo- lógica de la misma. Manifestó que había reconocido el terreno d& los alrededores de Fraga, en donde se halló el ejemplar de grani- to descompuesto presentado en la sesión anterior, habiendo com- probado que procedía de la fragmentación de cantos rodados de la formación diluvial de la ribera izquierda del río Ginca. Respecto á la visita de las minas de carbón de Mequinenza des- cribió las condiciones de la mina «Conchita», presentando los ejemplares de lignito recogidos en la misma, en donde se encuen- tran intercalados, ó sea alternando con capas de margas arcillosas y yesos correspondientes al horizonte medio de las formaciones miocenas lacustres de Aragón. —Tratóse á continuación de la elección de nueva Junta para el próximo año de 1913, resultando elegida por unanimidad la si- guiente: Presidente: D. Pedro Aramburu. Vicepresidente: D. Pedro Ramón y Cajal. Secretario: D. Pedro Moyano. Tesorero: D. Pedro Ferrando. DE HISTORIA NATURAL 55i Notas bibliográficas. — Del Sr. Fernández Navarro (sesióa de Madrid): León Bertrand y Louis Mengaud: Sur la structure des Pyré^ nées cantabriques et leurs rélations probables avec les Py^rénées occidentales. (G. R. de l'Acad. des Se. de Paris, t. 155, número 20, 11 Nov. 1912). Sobre tan interesante tema de estratigrafía española, llegan los autores alas siguientes conclusiones: l.°la Cordillera cantábrica es tectónicamente la prolongación de los Pirineos, y puede ser, por lo tanto, designada con el nombre de Pirineos cantábricos, para señalar esta continuidad; 2.°, está formada de capas super- puestas venidas del Sur y que, en la región litoral, así como en el país vasco francés, han sido deformadas por accidentes secun- darios, que han producido pliegues fuertemente tumbados hacia el Sur y hasta verdaderos cabalgamientos en esta dirección. — Del Sr. Faura y Sans (sesión de Barcelona): J. Maheu: Exploration et flore souterraine de cavernes de Ca- talogue et des Isles Baleares. (Spelunca. Bull. et Mém. de la Soc. de Speleologie, nüms. 67 y 68, Marzo-Junio 1912). El notable espeleólogo y botánico M. Maheu, ha publicado re- cientemente una Memoria de 107 páginas con 25 figuras interca- ladas en el texto y dos láminas, en la cual resume nuestros tra- bajos espeleológicos hechos en la región catalana, y además reproduce y amplía extensamente sus investigaciones personales^ como botánico cavernícola, mencionando numerosas especies. Con frecuencia hemos dado cuenta de publicaciones hechas por naturalistas extranjeros sobre la biología subterránea de nuestra Península, y en particular de las notas científicas que tienen in- terés para la región catalana. Y si bien contamos en España con aficionados al estudio de los animales cavernícolas, en cambio escasos son los botánicos que han dirigido su mirada hacia aque- llos lúgubres parajes para descubrir las criptógamas que en ellos viven. Muchas son las publicaciones de M. J. Maheu, pero de todas, ellas, á más de la enunciada, se refieren á Cataluña las tres si- guientes: Elude géologique et biologique (Flore) de quelques ca- vernes de la Catalogue (régious du Montserrat, de S. Miguel et de 552 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA. S. LlorensJ, 1909; Notes relatives á la cryptogamie de l'Espagne. Les Lichens du Montserrat^ 1909; Montagne de sel et grottes de Cardona, 1902. Esta Memoria la divide en dos partes: en la primera, estudia las cuevas y simas de Cataluña, y en la segunda las de las Ba- leares. Describe las cuevas de Juan Garín, la de la Virgen, las cuevas de Gollbató, la sima deis Pouetons de les Agulles, de la Montan- ya de Montserrat, de S. Llorens de Muut y sus inmediaciones; describe los manantiales termales de Caldas de Montbuy, Cova Simanya, Murra, y luego las cuevas de S. Miguel del Fay y Car- dona. Inserta una breve lista de las plantas de la superficie que se en- cuentran en las montañas de Montserrat y S. Llóreos de Munt. Y luego pasa á hacer las observaciones precisas sobre las hepá- ticas y musgos que interesan á la flora carvernícola de las cuevas estudiadas. Son las mismas especies publicadas en otras ocasio- nes (1), añadiendo alguna nueva que se encontró en las últimas exploraciones. A continuación siguen diversas observaciones so- bre algunas especies de hongos: Peziza nigrella Pers., Queletia mirahilis Fr., Stereum hirsutum Willd., siendo las dos primeras de estas especies propias de las simas de la montaña de Montse- rrat, y la otra la hemos encontrado en casi todas las cavernas y simas exploradas. En otro capítulo describe las cuevas de las inmediaciones de RipoU, refiriéndose á las de Montagut, á 10 kilómetros de Ripoll, y particularmente á las de Rialp en Queralps, que, siguiendo el camiuo que va á Nuria, dista de Rives unos cuarenta y cinco mi- nutos. M. J. Maheu fué objeto de una confusión al dibujar el mapa de esta cueva que acompaña en la Memoria, como puede verse comparándolo con el que publicamos el año pasado (2), he- cho con muchos detalles por los hermanos E. y E. Fure, como (1) Maheu (J.): Etude géologique et biologique (Flore) de quelques caver- nes de la Catalogue. (Ext. de Compt. rend. du Congr, des Soc. savantes en 1908, p. 23). Faura y Sans (M): La Espeleología de Cataluña. (Mem. de la R. Soc. esp. de Hist. Nal. Tom. vi, núm. 6, p. 554 (130) á 559 ( 135), (2) Faura y Sana (M.): Les Coves de Rialp (Rives). (Butll. del Centre exc. de Cat., tomo xxi, núm. 3, pág. 336, 1911). Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XII.— LÁM. Vni. «JVIalcolmia heterophglla» Cab., sp. nov. a, pelo caulinar; b, androceo; ¿r, semilla; d, embrión germinado; c, fruto DE HISTORIA NATURAL 553 tampoco estamos muy conformes cou laiaterpretaciónque da del supuesto curso de las aguas subterráneas. Es bastante numerosa la lista de especies de musgos y hepáti- cas que ha descrito M. Maheu de esta localidad. En la segunda parte, nuestro colega francés describe las cuevas de la Figuerata ó de Babalnet, Cueva de Santa Inés y varias otras costeras marinas de la isla de Ibiza; así como algunas de escaso interés de la isla Formen tera. En la isla de Menorca exploró las cuevas de Goloms, la cueva Pulida, la cueva d'Angu- lido y la sima de Pons, la cueva de Parella y la cueva de Pare- llata; y en la isla de Mallorca hizo un detenido estudio de aque- llas grandes cuevas exploradas por los más notables espeleólogos^ y visitadas constantemente desde muy antiguo por los turistas. Después de descritas todas y de dar minuciosa cuenta de las es- pecies halladas en cada una, resume esta monografía haciendo unas consideraciones generales relacionando las floras caverníco- las de Cataluña y Baleares. Notas y comunicaciones Una «Malcolmia» nueva del Rif POR A. GABALLEHO (Lámina viii.) Malcolmia heterophylla. Sp. nov. Planta annua,cinereo-virens, tola pilispatulis f sepius dichotome ramosis ramulis arete intertextis. Radice albida simplex aut parce ramosa; caule erecto a basi ramoso; foliis obtusis compluscule emarginatis, petiolatis aut superioribus subsessilibus, oblongis, ovatis spathulatisve, integris, obsolete dentatis aut parce lobulatis; cálice Fíepe colóralo, sepalis lateralibus basi gibbis; petalis cálice plus duplo longioribus intense purpuréis, integris; filamentis mi- noribus basi geniculatis longioribus indeflexis; siliquis densis pa- lulis, cum pedicello crasso brevi, arcuatis, raro rectis, subnodosis, dissepimento crasso opaco foveolato; slylo mauente pedicello equa- le; seminibus parvis oblongis ferrugineis. 554 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Planta 8-20 cm. petalum, 10 mm. lougum, 3 mm. latum; pe- dunculus fructifer, 2 mm.; siliqua 2-3 ca\; longa 1 mm. lata. Habitat in arena sicca mobile pone prae^idium Cabo de Agua. April. Affinis Malcomi(B arenaria DG. sed insigniter diífert foliis obtusissimis aut emarginatis. Instrucciones para la recolección de peces destinados á colecciones de estudio (i) POR LUIS LOZANO BEY Se recogerá el mayor número de especies que existan en cada localidad. De cada especie, se deben recoger ejemplares de las localidades más variadas, de diversas edades, machos y hembras en diferen- tes épocas, de colores y tamaños distintos, é individuos anorma- les si los hay. De cada uno de estos lotes conviene recoger diversos ejempla- res, sin más precaución que la de que el número sea mayor cuan- to menor sea el tamaño de los mismos, pues siendo estos grandes, se guardan con dificultad en los museos. Los ejemplos siguientes pueden dar una idea aproximada del número de ejemplares que debe corresponder á los tamaños que se citan: Ejemplares de 50 c Cuatro. — de 30 c Doce. — de 20 c Veinticuatro. Menos de 10 c Muy numerosos. Vale más recoger ejemplares en excesivo número que confor- marse con menos, entre otras razones, porque á veces se descu- bren en el laboratorio formas diferentes en lotes que el colector había creído estaban constituidos por individuos enteramente iguales. (1) Se han tomado algunos datos del JHandbook of instructions for Col- lectors, del Museo británico de Historia Natural. DE HISTORIA NATURAL E55 Se ha de procurar que los ejemplares estén en el más perfecto estado; pero, á falta de otros mejores, se recogerán los que se pue- da, aunque estén deteriorados. Guando el colector encuentre un ejemplar del cual no pueda disponer, procurará tomar de él todos los datos posibles (dibujos, fotografías, medidas, etc.). También se procurará coger las puestas de huevos de las dife- rentes especies. Datos que han de acompañar á los ejemplares. Se anotan en una etiqueta y deben ampliarse en un registro es- pecial. En la etiqueta se anotan los siguientes datos: Nombre vulgar. Fecha de la captura. Localidad exacta y altitud de metros. Sexo del ejemplar. Nombre del colector. Número de orden déla captura. Si es posible se preparan etiquetas imprefas iguales ó pareci- das al modelo siguiente: Museo de Ciencias ITaturales de Madrid. N.°- N. cient. - N. vulgk - Sexo Edad - Fecha Col. Alt. m. Loe. Si se ignora el nombre vulgar se ha de preguntar á los natura- les del país, y como es lógico, á las personas que por ser aficio- nadas á la pesca ó profesionales de ella tengan más conocimien- tos de la fauna ictiológica de la localidad, pero hay que tener gran cautela para admitir los nombres, pues con lamentable frecuen- cia los pescadores confunden las especies y aun los géneros de" peces más diferentes, y en bastantes casos prefieren inventar un nombre para una especie que desconocen antes que confesar que ignoran como se llama. 556 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Algauas veces los pescadores que practican su oficio eu una lo- calidad, proceden de otra y denominan á las especies por los nombres de su país, llegando á producir |Verdadera cofusióu con los nombres corrientes en el lugar donde se han establecido. La fecha de la captura ha de estar expresada con claridad, sobi'e todo el día y el mes. No deja de ser importante anotar la hora, pero este dato se escribirá en el cuaderno. La localidad ha de ser lo más precisa posible. Si la captura se efectúa cerca de la costa, se fijará con el nom- bre de la localidad más inmediata que pueda ser hallada fácil- mente en los mapas (Ej.: Localidad, Melilla), pudiendo precisarse más, añadiendo el nombre del accidente geográfico más cercano (Ej.: Localidad, Melilla, Playa de los Calamares). Tratándose de peces de agua dulce, además de la localidad donde se han captu- rado los ejemplares, deberá añadirse el nombre del río, arroyo, lago, etc., en que estaban los peces, pues eu una misma localidad pueden existir aguas procedentes de cuencas diferentes, y esto es importante tenerlo en cuenta (Ej.: Localidad, Melilla-Río de Oro. Localidad, Melilla-Río Uisan). Cuando el nombre de la localidad esté repelido en el mapa, se añadirá el nombre de la provincia ó región (Ej.: Localidad, Villa- nueva de la Reina-Jaén; Localidad, Villanueva de la Reina-Cas- tellón). Lo mismo se hará cuando el nombre de la localidad no esté citado en los mapas ó sólo lo esté en mapas poco corrientes. El sexo no es siempre fácil de anotar, porque en los peces se aprecian poco las diferencias sexuales, siendo preciso recurrir fre- cuentemente al estudio anatómico de ejemplares adultos en época de cría. Por eso este dato puede quedar para ser determinado en el laboratorio, á no ser que desde luego se conozca. La altitud puede ser positiva ó negativa. La primera se refiere á la altura en metros sobre el nivel del mar de la localidad donde se ha capturado el ejemplar y se refiere á las especies de agua dul- ce, pudiendo expresarse por un número que indica los metros, al cual se anteponga el signo + (Ej.: Altitud + 850 m.). La segunda se refiere á las especies marinas, pues en las aguas dulces (excep- tuando la zona marina influenciada por los grandes ríos) no son nunca importantes las profundidades, mientras que en el mar pueden ser considerables. Puede expresarse por un número al que se anteponga el signo — (Ej,: Altitud — 1.550 m.j. El nombre del colector debe de añadirse á los anteriores dato?, DE HISTORIA NATURAL 557 expresándose de la manera más abreviada posible, por el apellido ó apellidos más característicos. Añádase el número de orden de la captura, el cual debe corres- ponder con el que se anota en el cuaderno ó registro. Las etiquetas habrán de ser de pergamino ó de cartulina aper- gaminada, ó de naturaleza tal que no se destruyan por la acción de los líquidos en que se conservan los ejemplares. Los dalos se escribirán con tinta indeleble (tinta china ó la lla- mada Lineol), que no se borra en los líquidos conservadores, de- biendo abstenerse de emplear el lápiz, porque éste se borra muy pronto. No se emplearán las etiquetas hasta que la tinta esté perfecta- mente seca, porque si no se borraría lo escrito en el líquido con- servador. Las etiquetas se sujetarán por medio de un hilo fuerte (lo mejor es el torzal) á una de las ramas mandibulares, pasando el hilo con una aguj i y lo más lejos posible de la línea media de la mandí- bula, pues así no se atravesará, alterándolo ó destruyéndolo, cual- quier carácter que se presente como impar. Si hubiere dificultad en colocar etiquetas podrá recurrirse á un pequeño pedazo de pergamino ó cartulina, con un número que corresponda con otro del registro, donde se escribirán todos los datos que debieran estaren la etiqueta. A esto debe recurrirse sólo en caso de no ser posible poner etiquetas, porque, en realidad, debe hacerse siempre uso de éstas. Cuando el colector obtenga numerosos ejemplares iguales en una misma captura, de modo que sus etiquetas debieran ser igua- les, en la imposibilidad de ponerle á todos etiqueta por el excesivo trabajo que esto impondría, bastará que se la ponga á dos ó tres, y que encierre en un mismo recipiente (que puede ser un saquito de tela) los ejemplares etiquetados con sus iguales no etique- tados. Gomo la etiqueta atada á la boca pudiera desprenderse, no es- tará de más poner una etiqueta duplicada entre las agallas. Cuando los ejemplares sean tan pequeños que no sea fácil ó posible atarles una etiqueta, se puede dejar ésta suelta, con tal de encerrarla con el ejemplar ó ejemplares iguales, en un mismo re- cipiente. En el libro registro ó cuaderno de notas se escribirán todos los datos de la etiqueta, añadiendo todas las observaciones que se 558 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA consideren útiles. Así se expresará lo que se sepa de las costum- bres del animal, procedimiento de pesca, condiciones del am- biente en que se pesca (temperatura, corrientes, etc.), colores de las diferentes partes del cuerpo (que suelen modiflcarse profun- damente con la muerte y por la acción de los líquidos conserva- dores, por lo cual es útil lomar una nota de color ó una foto- grafía coloreada), utilidad, abundancia, etc., y en general todo lo que se considere digno de ser conocido. Para apuntar rápidamente y con orden todos los dalos, será con- veuienle disponer de un registro ó cuaderno, cuyas hojas estén impresas según el siguiente modelo: N.° N. cient Sexo N. vulg. Edad Loe. Alt. m. Fecha Col. Observaciones Clasificó en lí cuyo reverso, rayado ó en blanco, servirá para seguir escribiendo las observaciones complementarias ó ampliadas. A falta de cuaderno registro, debe acompañar á los ejemplares una lista en que aparezcan todos los dalos que se anotan en las etiquetas. Líquidos conservadores. Los principalmente empleados son el alcohol y el formol. El alcohol deberá tener una concentración de unos 65° á 70* centígrados. La graduación podrá conocerse mediante el empleo de un alcohómetro. Para obtener alcohol de un grado determinado, se añadirá DE HISTORIA NATURAL 559 agua á un alcohol de grado superior al deseado, hasta que el al- cohómetro sumergido en la mezcla formada nos señale el grado apetecido. Teniendo un alcohol de grado conocido podremos obtener otro de grado inferior, tomando del alcohol que se posee un número de unidades cúbicas igual al número de grados del alcohol que se desea y añadiendo á ellas la cantidad de agua necesaria para com- pletar un número de unidades cúbicas igual al de grados del alcohol que se poseía. Así, para obtener alcohol de 65° de un alcohol de 95°, se toma- rán 65 c. c. de alcohol de 95° y se añadirá agua hasta obtener 95 c. c. de mezcla. Así se habrán obtenido 95 c. c. de alcohol de 65°. Se empleará el alcohol vínico, no desnaturalizado, y convendrá proveerse de una cantidad prudencial en previsión de que en los lugares donde se verifiquen las pescas sea difícil ó costoso obte- nerlo. El formol ó aldehido fórmico es un buen líquido conservador. Tiene la ventaja de que es más barato que el alcohol y de que por su concentración y consiguiente ahorro de volumen puede llevar- se en gran cantidad á los lugares donde sea más difícil obtener nueva provisión de alcohol. El formol conserva bastante bien los colores de los ejemplares; pero fija tan firmemente los tejidos, que luego, en el laboratorio, no se puede alterar la posición de ningún órgano sin exponerse á romperlo, como sucede con las aletas y sus membranas ó con las mandíbulas; mientras que en el alcohol siempre gozan los ejem- plares de una cierta flexibilidad en sus órganos. Este líquido ataca algo á los huesos de los ejemplares, disolvien- do la substancia caliza, y en el laboratorio es molesto porque pro- duce vivo escozor en los ojos, fosas nasales y la boca, llegando á producir llagas de laboriosa curación en los dedos cuando se mane- jan frecuentemente ejemplares conservados en el citado líquido. El formol se puede emplear mezclando tres unidades de formol del comercio con noventa y siete de agua dulce ó de mar, filtrada y se utilizará sólo en los casos en que por cualquier causa no pueda disponerse del alcohol. Empléese uno ú otro líquido, hay que tener en cuenta que los peces contienen en su interior gran cantidad de agua que diluye el líquido conservador, por lo que éste ha de ser renovado. 560 BOLETÍN DE LA. REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA El USO del alcohómetro nos servirá para saber cuándo debemos renovar el alcohol. Este, cuando se ha usado, podrá guardarse para destilarlo de nuevo, previa filtración. El formol deberá ser renovado cuando comience á enturbiarse. En peces de talla mediana ó grande es necesario practicar algu- nos cortes en la masa muscular de la espalda y en la cavidad ab- dominal, para que el líquido conservador penetre é impida la des- composición que se produciría si no se adoptase tal precaución. Se conoce que un ejemplar se descompone interiormente, por- que se hincha y flota en el líquido conservador. Guando en un clima cálido el líquido conservador no sea sufi- ciente para impedir la putrefacción del ejemplar, podrá añadirse algo de arsénico ó sublimado. Las pieles de ejemplares demasiado grandes, como las de cier- tos escualos, pueden conservarse en salmuera, á la que se añada alumbre. La salmuera se renovará una ó dos veces por lo menos. Estas pieles, una vez que se han tratado suficientemente por la salmuera, se cubrirán de sal, y después de arrollarlas se guarda- rán en un barril que acabará de llenarse con sal. Preparación de la piel. Se efectúa en el caso en que los ejemplares hayan de ser poste- riormente montados ó naturalizados por el taxidermista, cuando sean demasiado grandes para envasarlos y conservarlos en los líquidos conservadores ó si no se dispone de tales líquidos. El procedimiento de preparación varía algo, según la forma y contextura del pez. En los peces cuyo tipo morfológico no difiere mucho del de una perca, un salmón ú otro pez análogo, ó lo que es lo mismo, en la mayoría de los teleosteos, se opera del siguiente modo: Se comienza por practicar con unas faeites tijeras en medio de la garganta un corte que permita separar una de otra cada mitad del arco escapular (1) y se continúa cortando, pero sólo la piel, pa- (1) El arco escapular está formado por varios huesos que se agrupan formando una especie de V, cuyos extremos se insertan en los costados de la parte ponterior de la cabeza, y cuyo ápice termina en la garganta. La región ocupada por este arco, en el que se articulan las aletas pectorales, es la porción del cuerpo en que se apoya el borde libre del opérenlo, cuando éste cierra la cavidad de las branquias ó agallas. DE HISTORIA NATURAL 561 ralelamente á la línea media ventral del cuerpo y muy cerca de ella, mas sin tocarla ni cruzarla (para no destruir ningún órgano impar) y pasando por fuera de la línea de inserción de las alelas ventrales, de modo que estas aletas no quedan separadas una de otra por el corte. Este se sigue hasta el extremo de la cola, conti- nuándolo por la base de la caudal hasta alcanzar la línea media dorsal del cuerpo. Comenzando por el corte practicado y valiéndose de una espa- tulita metálica, se levanta la piel del tronco y de la cola hasta lle- gar á la línea media dorsal del cuerpo. Seguidamente se corta la columna vertebral al nivel de la in- serción de la aleta caudal y se corlan también todos los hueseci- llos que sirven de apoyo á las alelas impares. Desde este momen- to puede separarse la piel del otro lado del cuerpo, cuya opera- ción se habrá facilitado grandemente por la previa desunión de las mitades del arco escapular. La masa carnosa que forman el tronco y la cola despellejados, se desprenderá desarticulando la columna vertebral al nivel de su unión con el cráneo y cortando transversalmente los músculos de la región escapular. En la región cefálica se quitarán todas las partes blandas, como los músculos, ojos y cerebro y todo el aparato lingual y branquial, y además se recortarán todos los huesecillos que sobresalgan ha- cia el interior del cráneo, por debajo de los tegumentos, respetan- do las porciones de los huesos tan adheridos al tegumento de la cabeza que no es posible separarlos de él sin romperlo, es decir, las porciones de hueso, á modo de cascarillas, que, unidas á la piel, forman el recubrimiento externo de la cabeza. Así se obtiene el tegumento completo del animal con las ale- tas adheridas, pero sin ojos. Para conservar esta piel en seco se embadurnará cuidadosa- mente su cara interna con jabón arsenical, procurando que éste cubra perfectamente toda la superficie y penetre en las oqueda- des que hayan podido quedar entre las recortaduras de los hue- sos cefálicos é introduciendo en tales oquedades pedacilos de algodón. Para terminar, se introduce una capa de algodón entre las dos mitades del tegumento para impedir que éstas se peguen por su cara interna y para sustituir en parte á la masa de tejidos arran- cados al pez. La piel se pone á secar bajo un peso moderado que la impida T. su. -Diciembre, 1912, 36 62 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA encogerse sin aplastarla en demasía. Esto se consigue satisfacto- riamente envolviendo la piel en un papel de seda, colocándola entre dos colchonetas de serrín seco y poniendo encima de todo un tablero y un peso. En algunos peces, como en los barbos, conviene guardar los huesos faríngeos, los cuales se atan con un hilo y se unen á la etiqueta que ha de acompañar á la piel. El preparador tendrá cuidado de tomar nota del color de los ojos (mejor que nada un apunte ó una fotografía en color) para construirlos artificialmente si el ejemplar ha de ser montado ó para que conozca ese dato la persona que estudie el ejemplar. Ciertos peces, como las sardinas, tienen sus escamas tan caedi- za?, que las perderían todas al prepararse la piel. Para evitar ese contratiempo, bastará recubrir el cuerpo del pez fresco con una hoja de papel de seda, dejándola secar y no quitándola hasta que la piel haya de ser estudiada ó montada, en cuyo caso basta hu- medecer ligeramente el papel para desprenderlo. Guando no haya escamas ó cuando la flexibilidad de la piel lo permita, como en los congrios, los tiburones, etc., se quitará la car- ne del tronco y de la cola, y la piel de esas partos se arrollará sobre la cabeza, conservando el paquete en alcohol, con lo cual puede uno dejar el trabajo de descarnar la cabeza para cuando esté en el laboratorio. Para despellejar ciertos peces planos, como las rayas, hay que comenzar por hacer en la piel de la cara ventral una incisión lon- gitudinal y otra transversal. Guando se hayan de montar los ejemplares, sobre todo tratán- dose de los solacios, cuya delgada piel se deforma fácilmente, será necesario tomar dibujos, fotografías, medidas y hasta moldes, en barro ó escayola, de los animales frescos. Las medidas no deben omitirse en los escualos, pues por la elasticidad de la piel se alteran las distancias relativas de las in- serciones de las aletas, cuya posición es preciso conocer con exac- titud para hacer la descripción del ejemplar ó para clasificarlo. Preparación del esqueleto. Se descarna el pez grosso modo y el resto de la carne se deja S-'Car. Las aletas se conservarán y, sobre todo, habrá que tener cuidado de no perder el esqueleto de las alelas ventrales, el cual DE HISTORIA NATURAL 563 suele ser independiente del resto del esqueleto del pez. Para faci- litar la clasificación del ejemplar, deberá guardarse la mayor cantidad posible de la piel. Si no hay facilidad de secar bien el esqueleto con los restos de carne adherida, podrá guardarse entre sal. Envases. La práctica aconseja el empleo de tres clases de envases, que son los siguientes: frascos de vidrio con tapa hermética, cajas de lata y barriles de madera. Frascos de vidrio con tapa hermética. — Estos son los mejores para los peces de pequeño tamaño. Un buen modelo es el que se emplea para la conserva de frutas, y que consta: del frasco de cris- tal, de una tapa de la misma substancia, de una pinza metálica elástica que aprieta la tapa contra la abertura del frasco y de una róndela de goma que establece el cierre hermético. Dentro de estos frascos pueden guardarse peces pequeñísimos encerrando á éstos en tubos de vidrio tapados con un poco de al- godón hidrófilo, de modo que pueda penetrar dentro del tubo el líquido conservador contenido en el frasco. Diez ó doce frascos de estos, de unos 25 cm. de altura por unos 12 cm. de diámetro, se pueden guardar y transportar bien en una caja de madera con tantos compartimientos como frascos, y cui- dando que cada uno de estos compartimientos sea suficientemente capaz para meter el frasco, rodeado por su contorno, base y tapa de una mullida capa de viruta, paja, etc., que impida la rotura del cristal. La tapa de la caja tendrá charnelas y cerradura inoxidables. Cajas de lata. — Son las mejores las que tienen un tamaño pa- recido al de las latas de petróleo, y cuya tapa es circular y pre- senta un reborde que se adapta perfectamente á otro que existe en la abertura, la cual ha de ser de gran diámetro para que se pue- dan sacar y meter los peces con facilidad. Gomo no siempre es fácil proporcionarse latas de esta forma, se podrán utilizar con éxito las grandes cajas delata que sirven para envases de las galletas. Estas cajas pueden cerrarse soldando la tapa con estaño. Antes de emprender una expedición puede proveerse el colector de un cierto numero de hojas de lata, corladas ya de modo que 564 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA no haya más que soldarlas para construir cajas con ellas. La ope- ración de soldar se aprende pronto, y los instrumentos y mate- rias para soldar no son numerosos ni costosos, de modo que el mismo colector puede adquirirlos y emplearlos. El cinc no es tan bueno como la hoja de lata, pues se altera, sobre todo con el empleo del formol. Un par de latas de las dimensiones de una lata de petróleo pue- den embalarse en una caja de madera. Barriles de madera. — Se emplean cuando los ejemplares son grandes, y sobre todo para conservar las grandes pieles en sal- muera ó en sal. Algunas medidas é índices de dos esqueletos hallados en las sepulturas fenicias de Cádiz POR FRANCISCO DE LAS BARRAS DE ARAGÓN Los recientes descubrimientos de sepulturas fenicias hechos por el notable arqueólogo y publicista D. Pelayo Quintero en las proximidades de la Punta de la Vaca y la amabilidad con que ha puesto á nuestra disposición el único esqueleto de los ahora des- cubiertos por él, que se halla, aunque sólo en parte, en estada de conservación, que le permite ser medido, han sido los mo- tivos que nos impulsan á comunicar á nuestra Sociedad la pre- sente nota. Aunque el asunto no es del todo nuevo, no estará de más dar aquí una breve reseña de las sepulturas fenicias de Cádiz, para lo cual seguiremos á los Sres. Quintero (1) y Berlanga (2), así como las noticias y datos que nos ha proporcionado el distingui- do escritor y arqueólogo D. Pedro Riaño de la Iglesia, director del Museo Arqueológico de Cádiz, y quien además nos ha dado (1) Guia del turista, Cádiz, 1912. Publicada por la Sociedad de Propa- ganda del turismo. (2) «De los desoubrimientos arqueológicos hechos eu Cádiz en 1887». Apéndice 2.° á la obra titulada El nuevo bronce de Itálica, por D. Manuel Eodríguez Berlanga, publicada de Real orden en Málaga en 1891, páginas 290 y siguientes. DE HISTORIA NATURAL 565 todo género de facilidades para el estudio del esqueleto contenido en el sarcófago antropoide, que forma parte principalísima de di- cho Museo, y que juntamente con el esqueleto primero citado, es objeto de esta nota. Desde muy antiguo se han encontrado en Cádiz restos de las primitivas civilizaciones, hallándose citados con relativa exten- sión en la obra Antigüedades de la Isla y Ciudad de Cádiz, de Suárez de Salazar, impresa en 1610, los sepulcros y otras antigüe- dades de los Fenices gaditanos. Modernamente los descubrimientos principales se han efectua- do en los terrenos situados entre las murallas de la ciudad y ba- rrio de San Severiano, conocidos con el nombre de Punta de la Vaca, al verificarse los desmontes para instalar la Exposición ma- rítima nacional; habiéndose hallado el primer hipogeo y en él el sarcófago antropoide que describió el Sr. Berlanga á más de un kilómetro de la Puerta de Mar, hoy derribada, de la ciudad y á unos 300 m. del mayor saliente de las fortificaciones por ese lado. «En el mes de Marzo de dicho año, dice el Sr. Quintero, apare- ció el primer hipogeo de una serie de doce; los lüculos ó tumbas á o m. de profundidad, colocados en dirección de saliente á ponien- te; dos de ellos pareados, y el tercero con los pies sobre la cabeza de uno de los otros. El día 10 se descubrieron los dos primeros, encontrándose en uno restos de armas de hierro, huesos labrados de animales y un esqueleto de hombre, y en el otro, esqueleto de mujer, collar con cuentas de oro y ágatas y anillo con piedra giratoria labrada en forma de escarabeo y por el lado plano labrada una figura de mu- jer de marcado carácter cipriota; también se halló un colgante de oro en lorma de roseta como si hubiera tenido esmalte.» «Algún tiempo después de explorados estos dos lüculos se pro- cedió á descubrir el tercero, que ha sido el de más importancia de cuantos han aparecido. Se guardaba en él un sarcófago antro- poide de mármol, que está hoy en el Museo Provincial y que trae á la memoria los que procedentes de Saida se guardan en el Museo del Louvre. Apareció el sarcófago en una profundidad so- cavada en la roca, revestido el hueco con sillares labrados y te- rraplenado todo con arcilla.» «El sarcófago (añade el Sr. Quintero) está formado por dos grandes trozos de mármol blanco; el interior es una caja para de- 566 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA pósito del cadáver, labrada, siguiendo las ondulaciones de la ca- beza y cuerpo humanos; en la parte superior ó tapa está labrada una figura varonil yacente con la cabeza tocada en forma egip- cia, la barba rizada de manera simétrica, como en las estatuas asirlas, el brazo izquierdo recogido sobre el pecho, y en la mano un objeto que parece un corazón; el brazo derecho, tendido sobre el muslo, parecía coger una corona de laurel que estaba pintada y que ha desaparecido totalmente; los pies descalzos apoyados sobre un sostén ó peana y con el dedo grueso muy separado de los demás, acusando el uso de sandalias. Aparece esta estatua con los ojos abiertos, y en la parte alta de la cabeza, á los pies y en los costados, tiene unos salientes que eran otros tantos puntos de apoyo para poder manejar fácilmente la pesada tapa. La figura se presenta vestida con ceñida túnica sin mangas, dejando al descubierto el cuello, los pies y los brazos.» El Sr. Berlanga, en su obra antes citada, después de un deteni- do estudio de este sarcófago, consigna (pág. 3í9) las conclusiones siguientes: 1.° «Que el sarcófago antropoide gaditano es fenicio y esculpido por un artista de aquella nación.» 2.° «Que la cabeza aca- so no sea retrato del personaje que encerraba, sino un tipo griego convencional con peluca egipcia y barba á la asiría, tratada con la suavidad del cincel helénico, aunque por la placidez de su ex- presión y su misma naturalidad debe estar copiado de un modelo vivo.» 3." «Que la fecha en que fué esculpido hubo de ser en el si- glo v antes de Jesucristo, como lo indicó primero el profesor Hüb- ner.» 4.° «Que el personaje, cuyo esqueleto ha guardado veinti- cuatro siglos aquel arca de piedra, era fenicio y no cartaginés», como también sentó el mismo Hübner. 5.° «Que la fosa en que apareció encerrado este sarcófago fué igualmente de construcción peculiarmente fenicia.» G.° «Que dentro de dicha arca de piedra no se encontraron restos de armas, como no se han encontrado tampoco en las tumbas de la necrópolis de los sidonios.» D. Manuel Sánchez Navarro Newman, que en la actualidad forma parle de la Compañía de Jesús y dirige el Observatorio sis- mológico de la Cartuja de Granada, hizo al tiempo del descubri- miento un estudio antropológico del esqueleto, según nos dice su señor hermano, nuestro consocio D. Emilio; pero no hemos podi- do ver ejemplar alguno, á pesar del empeño con que hemos pro- curado conseguirlo. Además, la prensa se ocupó mucho del asunto con motivo de DE HISTORIA NATURAL 56T éste y de los posteriores descubrimientos (1), ya con notas y artícu- los de redacción, ya firmados. Entre los nombres que hemos visto de las personas que de las sepulturas fenicias de Cádiz han tratado en la prensa periódica, figuran: D. Manuel Sánchez Navarro, ya citado; D. Luis Laigne, cónsul de Francia en Cádiz en aquel tiempo; D. José de la Quinta- na Suárez de Toledo; D. Pedro Riaño de la Iglesia; D. Ricardo Llull y Velar, y otros varios. Hasta el 31 de Diciembre de 1890 no se encontraron más ente- rramientos; pero en esa fecha, al hacer un desmonte en el astille- ro de Vea Murguía, apareció un hipogeo con cuatro lüculos ali- neados, y cada uno constituido con doce piedras de tosca labor, sin argamasa. Estas tumbas estaban orientadas al levante, y con- tenían restos humanos que no se han conservado. En los días 4 y 23 de Enero de 1891 se descubrieron cuatro pri- mero y uno después, todos con la misma forma y orientación. En Abril del mismo año se hicieron nuevos descubrimientos, siendo de notar que los descubiertos el día 4 de ese mes tenían las pie- dras del fondo en forma de cruz y los sillares revestidos de estuco blanco. En 11 de Julio apareció otro hipogeo con cuatro lüculos, en que se encontraron huesos de mujer y varias alhajas. En 21 dol mismo mes se halló otro grupo de tumbas, con huesos en mal estado de conservación, y varias alhajas; este grupo se destruyó por completo. En él había dos lúcidos de 1 m. 25 cm. de altura, y los otros sólo de 0,93 cm. La longitud era de 2 m. 20 cm., y el ancho de 60 cm. En Noviembre se encontraron varios lüculos iguales al de an~ tropoide, á unos 6 m. de profundidad, sobre una capa de arcilla, colocados los cadáveres con los pies hacia Oriente. En 28 de Marzo de 1892 se encontró otro hipogeo de cuatro lücu- los, á 5 m. de profundidad, con huesos y revestimiento exterior de estuco, y semejantes á éstas se descubrieron en Agosto del (1) Diario de Cádiz, 3 de Abril de 1891, 25 de Septiembre de 1890, 25 de Diciembre de 1891, 2 de Enero de 1892 y otros varios en 1892 y 1893 con motivo de posteriores descubrimientos, así como en 1897, en 19 de Agosto de 1898, '¿O de Octubre de 1902, 28 de Noviembre de 1911 y otras muchas ocasiones.— L'///zísíraí¿ora, de 24 de Octubre de 1891, con graba- dos.—Le Tour du Monde, de 1.° de lebrero de 1890, — La Correspondencia de España, de 7 de Abril de 1891.— Publicaciones de la Société Nationale d' Antiquaires de France, etc., etc. 568 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA mismo año otras tres tumbas, á 100 m. del sitio donde apareció el antropoide. «Los hipogeos más arcaicos, añade el mismo Sr. Quintero, de los doce grupos, son los aparecidos á 5 ó 6 m. de profundidad, construidos con gruesos sillares, sin argamasa de unión, y des- cansando sobre un lecho arcilloso. Los mas modernos están á 3 ó 4 m., los sillares son más delgados, su labor más cuidada y re- cubiertos de estuco blanco.» De todos los hipogeos descubiertos quedan únicamente los res- tos de dos. En el Museo Arqueológico de Cádiz se encuentra el sepulcro antropoide y varios restos y objetos procedentes de los hipogeos, algunos de éstos reconstruidos bajo la dirección del dis- tinguido arqueólogo, ya citado, D. Pedro Riaño. En el interior del dicho sepulcro se conserva, casi completo, el esqueleto á que fué destinado, y que hemos podido estudiar gracias á las facilida- des que nos ha dado dicho Director. Recientemente, bajo la dirección de D. Pelayo Quintero, se ha continuado la exploración del grupo de sepulturas descubierto en 26 de Junio de 1891, y en Octubre del corriente año de 1912, se descubrió un esqueleto en mal estado de conservación, pero que permitía aún hacer su estudio, que nos ha facilitado dicho señor. Debemos añadir que este esqueleto estaba acompañado de objetos de oro, que prueban se trataba de persona de distinción. Creemos de interés consignar las siguientes medidas (1) é índi- dices de los dos esqueletos citados, por ser datos indudables para el estudio de la raza dominadora en la Gades fenicia. Esqueleto contenido en el sepulcro antropoide. Cráneo completo sin mandíbula inferior. Diámetro antero-posterior máximo 180 mm. — — iniaco 175 » — transverso máximo 140 Altura basio-bregmática 139 — auriculo-bregmática 108 Anchura frontal mínima x. 98 — — máxima 117 Diámetro bimastoideo máximo 132 — bizigomático 127 (1) Seguimos la hoja craniométrica del Congreso de Monaco de 1906. DE HISTORIA NATURAL 569 Distancia naso-basilar 101 mm. — alvéolo-basilar 92 Altura naso-alveolar 64 — de la nariz 62 Anchura de la nariz 27 — inter-orbitaria 24 — orbitaria 40 Altura orbitaria . . 32 Anchura del borde alveolar superior 53 Altura ó flecha de la curva alveolar 50 Longitud de la bóveda palatina 42 Anchura de la bóveda palatina 35 Altura órbito-alveolar 39 Longitud del agujero occipital 31 Curva sagital del cráneo 378 — — — Parte frontal 115 — — — — parietal 151 — — — — occipital 112 — transversal 310 — llamada horizontal 533 Tiene uua exoslüsis sobre el parietal izquierdo. Satura sagital complicada. Comieuzos de osificación en los extremos de la sutura coronal. Wormianos en los asterios. Sexo masculino. Húmero. Longitud máxima 290 mm. Circunferencia mínima 58 » Cubito. Longitud máxima 237 mm. Circunferencia mínima 42 > Radio. Longitud máxima 218 mm. Circunferencia mínima 56 > Fémur. Longitud total 415 mm- — trocanteriana 402 » Circunferencia mínima 90 » Tibia. Longitud máxima 340 mm. Circunferencia mínima 90 » Diámetro antero-posterior al nivel del agujero nutricio 34 » — transverso al nivel del agujero nutricio 22 » S'JO boletín de la real sociedad española Peroné. Longitud máxima 340 mm. Circunferencia mínima 40 > índices. Cefálico 77,777 Cefálico-vertical 77,222 Vértico-transvereal 99,286 Frontal 83,760 Fronto-parietal 70,000 Fronto-zigomático \j2,125 Facial de Monaco 60,393 Nasal 51,923 Orbitario 80,000 Maxilo-alveolar 106,000 Palatino 83,333 Occipital 81, 67a Tibial 64,705 Esqueleto descubierto en Octubre de 1912. Cráneo incompleto, faltando la base y mandíbula inferior', lo cual sólo nos ha permitido tomar las medidas siguientes: Diámetro antero-posterior máximo 185 mm, — — iniaco 173 — transverso máximo 147 Altura aurículo-bregmática 105 Anchura frontal mínima 104 — — máxima 117 Altura naso-alveolar . . 70 — de la nariz 65 Anchura de la nariz 29 — del borde alveolar superior 62 Altura de la flecha ó curva alveolar 68 Longitud de la bóveda palatina 41 Curva sagital del cráneo. (Aproximadamente) 400 — — — Parte frontal ;. 130 — — — — parietal 140 Suturas sin osificar. Varón adulto. Húmero. Longitud máxima 310 mm. Circunferencia mínima 44 » DE HISTORIA NATURAL Sil Cubito. Longitud máxima 268 mm . Circunferencia mínima 35 > Radio. Longitud máxima 240 mm. Circunferencia mínima 45 » Fémur. Roto, pero de longitud superior á 400 mm. Circunferencia mínima 86 > Tibia. Longitud máxima 341 mm. Circunferencia mínima 85 » Diámetro antero-posterior al nivel del agujero nutricio 32 > — transverso al nivel del agujero nutricio 21 » Peroné. Longitud máxima 342 mm. Circunferencia mínima 35 » índices. Cefálico 79,469 Frontal 88,888 Fronto-parietal 70,748 Maxilo-alveolar 1 06,89ü Palatino 82,000 Nasal 52,777 Tibial «5,625 Las anomalías sexuales de la panoja terminal del maíz y las experiencias de L. Blaringhem POR ANTONIO García várela Se observa con relativa frecuencia en los maizales de la región gallega, la presencia de pequeñas espigas fructíferas en la panoja terminal del maíz, como resultado de la existencia simultánea de flores masculinas y femeniuas sobre sus ramiñcaciones, ó de flo- 572 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA res femeninas agrupadas sobre un eje único. La fotografía adjunta corresponde á un ejemplar recogido por el farmacéutico de Noya D. José Bailar. Estas anomalías han sido ya estudiadas por varios botánicos (G. KrafFt y M. O. Peuzig, entre otros), y citadas de Galicia por el P. Merino (1), pero mere' cen especial mención sobre este particular los recientes trabajos y experiencias de L. Biaringhem, Este natura- lista publicó en 1907, con el ^ítulo de Mutation et Trau- matismes (2), los resultados de unas experiencias reali- zadas durante varios años que le condujeron á la con- secuencia de que las muti- laciones violentas que fre- cuentemente destruyen al in- dividuo, pueden originar al- gunas veces órganos (tallos, hojas, flores y frutos), que ofrecen desviaciones ó va- riaciones de importancia con relación á los tipos específico?. Estas anomalías, cuando no son muy profundas, pueden ser transmitidas por herencia y constituir el origen de variedades ó formas nuevas y estables. Dando Biaringhem cortes transversales al nivel del suelo ó ha- ciendo profundas incisiones longitudinales en los tallos del maíz poco antes del desarrollo floral, ó sometiendo simplemente el tallo á una torsión que detenga momentáneamente el crecimiento j observó algunas semanas después de la sección, que se producían retoños terminados por panojas que ofrecen la metamorfosis de (1) Merino: Flora descriptiva c ilustrada de Galicia, t. ni, pág. 229. Obs. «No es raro encontrar flores femeninas mezcladas en la panoja ter- minal con las masculinas, y aun á veces todas las flores de uno ó varios racimos son femeninas, ostentando una ó varias pequeñas mazorcas como remate de la inflorescencia masculina. > (2) L. Biaringhem: Action des íraumatismes sur la variation et l'hét edité. Mutation et íraumatismes. Lille, 1907. DE HISTORIA NATURAL 5"73 flores masculinas en flores femeninas fértiles. Según la clase de mutilación los resultados eran distintos, como puede notarse en el siguiente cuadro de las experiencias realizadas en 1908 por Bla- ringhem (1): MUTILACIÓN Pies anormales Mortalidad Pies Pies por 100 por 100. normales, anormales, supervivientes. Sección transversal 21 15 49 76,5 — longitudinal 12,5 39 32 45,0 Torsión O 4'.^ 19 28,0 Parece ser que la intensidad de la metamorfosis depende no tanto de la violencia de las mutilaciones como de la época en que éstas se efectúan. También resulta de dichas e.xperiencias que la metamorfosis creciente de los panículos del maíz está en relación con la acentuación de la fasciación. La frecuencia con que se observan las citadas anomalías en los maizales de Galicia podrá quizá depender de las mutilaciones oca- sionadas con motivo de las labores que se realizan antes del des- arrollo de las inflorescencias de dichas plantas. Notas sobre algunas esponjas de Santander POR FRANCISCO FERRER HERNÁNDEZ Introducción. No es materia fácil dar cuenta razonada de las distintas corrien- tes porque han navegado, en cuanto á clasificación se refiere, los zoólogos dedicados al estudio de las esponja?. Al tratar de cumplir esta misión debemos hacer notar que no hay autor que al estudiar este grupo deje de proponer su propia clasificación, ó cuando menos, algunas modificaciones á anterio- res sistemas; exponer todo ello en detalle sería trabajo laborioso é infructífero, ya que lo que realmente tiene verdadero valor, se encuentra englobado en alguna de las obras maestras que, hacien- (1) L. Blaringhem: Les transformations brusqves des élres vivants, pá- gina 292. Paris, 1911, 514 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA do época y marcando nuevos derroteros, han conducido á los sis- temas actuales. Analizaremos también estos últimos, procurando poner de relieve sus ventajas é indicando los puntos defectuosos que, á nuestro parecer, tienen. A Gray, en 1867, se debe la separación de las esponjas calcá- reas del resto de los esponjiarios que quedaron así agrupados en dos categorías: Calcaría y Silicia. Fué ello un progreso, no ya tanto por la distinción de las esponjas con esqueleto formado de carbonato de cal, sino por reconocer la semejanza que une espon- jas tan variadas como las desprovistas de esqueleto, las de esque- leto formado de espíenlas silíceas y las de esqueleto córneo; es de- cir, formado de esponjina. Posteriormente se han ido afianzando más y más estas dos cla- ses con la ayuda de los modernos medios de estudio anatómico y embriológico. En efecto, si en la época actual conservamos la cla- se calcárea es porque las esponjas que comprendemos en ella difie- ren notablemente de las otras, por su ontogenia y por su anato- mía, más aún que por la materia que entra en la formación de su esqueleto. La disposición de las especies de las Calcárea, en géneros, fa- milias y órdenes, pudo considerarse un verdadero caos, hasta que Haeckel en 187U, publicó su notable monografía Die Kalksvmmme. Arregla en ella á los individuos de acuerdo con su aparato acuí- fero en Ascones, Sicones y Leucones, cuyas agrupaciones subdivi- de, atendiendo á la clase de espículas que aquéllos contengan. Esta clasificación, si bien basada ya en dos caracteres importan- tes, tales como la espiculación y elaparato acuífero, es por demás artificiosa, resultando que quedan en ella reunidas, bajo igual denominación, esponjas de muy diversa disposición esquelética. Además, aunque reconoce Haeckel la importancia del aparato acuífero, como hemos visto, agrupa en los Ascones, y aun en la misma especie, individuos que presentan grandes variaciones por lo que á este carácter se refiere. Poléjaeff luego, en su Report on the Calcárea de la expedición del Challenger, propuso los órdenes Homocoela y Heterocoela con- servados hasta la fecha; división basada en la presencia de células coarto flageladas á lo largo de todo el aparato acuífero para el pri- DE HISTORIA NATURAL 575 nier orden y su limitación á determinadas porciones para el se- gundo. Reduce además este autor á un solo género (Leucosole- nia) todas las especies de calcáreas homocelas. Meritoria fué la labor de PoléjaeíF, pues preparó el camino á más modernos auto- res, entre los que descuellan Lendenfeld y Dendy. Propone Lendenfeld la división de las Homocoela en tres fami- lias— Asconidae, Homodermidae y Leucopsidae, — que Delage reduce á dos y que no son aceptadas por Vosmaer y Dendy, por no hallarlas de acuerdo con la naturaleza de los hechos evoluti- vos que aquel naturalista quiso presentar como perfectamente conocidos. Dendy, en 1891, reorganizó el estudio de las esponjas caícaVeas homocelas, y si bien sigue á PoléjaefF en lo de admitir un solo género en este orden, propone, sin embargo, varias secciones — Simplicia, Reticulata y fíadiafa ,— dependientes de la estructu- ra del aparato acutfero, que depende á su vez del crecimiento del individuo. En cuanto á las esponjas calcáreas heterocelas, Lendenfeld con PoléjaefF admite las familias Siconidae y Leuconidae, basadas en su distinto aparato acuífero, y establece una nueva familia fSyllei- bidae) de caracteres intermedios. Luego Dendy, en 1892, introduce un nuevo modo de ver el con- junto de individuos de este orden, agrupándolos no sólo de con- formidad con su aparato acuífero, si que también por la disposi- ción de su esqueleto, pues en estudio cuidadoso de la anatomía de las esponjas calcáreas pudo tan afamado naturalista precisar dis- tintos modos de agrupación de las espíenlas para formar el con- junto esquelético de la esponja. Así estableció, en orden evolutivo, tres series— familias Grantidae, Heteropidae y Amphoriscidae— de especies con aparato acuífero progresivamente complicado que arrancan de un punto común — familia Sycettidae— con aparato acuífero más sencillo; series distintas entre sí por la arquitectura de su esqueleto. Quedan, según Dendy, por tanto, divididas las calcáreas heterocelas en cinco familias, á saber: Leiicascidae, Sy- cettidae, Grantidae, Heteropidae y Amphoriscidae. Opinamos que esta última clasificación es la más aceptable, porque escoge mayor número de caracteres para la formación de géneros y familias y porque estos caracteres son más demostra- tivos de la evolución individual acaecida dentro del grupo que tratamos. Claro está que desde las publicaciones de Lendenfeld y 576 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Dendy hasta la fecha, muchos hechos se han descubierto (dispo- siciones esqueléticas anteriormente desapercibida?, especies nue- vas que no encuadraban en los límites de las familias conocida?, etcétera), hechos que hacen aparecer anticuados los sistemas de estos autores. Una revisión de la clase calcárea se impone, y se- gún tengo entendido no tardará en aparecer. Modernamente, en 1896 y 1898, Minchin, siguiendo un curso completamente distinto, apuntó haber observado calcáreas homo- celas cuyas larvas son de otro tipo que las larvas de las otras es- ponjas de dicho grupo, y cuyos coanocitos tienen su núcleo en distinta posición, por todo lo cual dividió el orden Homocoela en dos familias: Clathrinidae y Leucosolenidae. Ridder amplía esta concepción y ataca con fuerza la existencia de los órdenes Homocoela y ^eterocoeía, indicando la relación en- tre los Sycon y las Leucosolenias radiadas. Quedan, según este último zoólogo, divididas las esponjas calcáreas en dos subclase?: Calcaronea (órdenes Asconida y Sycettida) y Calcínea (órdenes Ascetida y Ascáltida). Tiene esta clasificación el inconveniente de que, por ahora, no podamos agruparlas especies de acuerdo con ella, sin antes com- probar la posición distal ó proximal del núcleo de sus coanocitos y el desarrollo de sus huevos en larvas amfiblástulas ó parenqni- miüas. En efecto, las descripciones de las especies de esponjas calcáreas conocidas hasta hoy día, no suelen mentar los expresa- dos caracteres, de modo que habría que empezar de nuevo el es- tudio de todas ellas para aprobar ó rechazar la clasificación de Bidder. Diversidad de criterio ha habido y subsiste todavía, en agrugar el resto de los espoujiarios en las primeras grandes divisiones. Nardo admitía tres grupos de igual categoría (Corneo-spongia, Silico-spongia y Corneo-silici-spongiaJ, mientras que Bowerbank las reunía en dos (Silicea y Keratosa), y Cárter distinguía las des- provistas de esqueleto, formando así los órdenes Carnosa, Cera- tina y Silicea. Topsent propone modernamente la elevación de las Hexactinélidas al mismo rango que las Calcáreas, teniendo así dos grupos: Triaxonia y Demospongia. La mayoría délos autores si¿,uen, sin embargo, á Gray que, como ya dijimos, fué quien primero propuso reunir en una y gran- DE HISTORIA NATURAL 577 de agrupación todas las esponjas desprovistas de esqueleto calcá- reo. Gray estableció la ciase Silicia, que Vosmaer, más afortuna- damente, llama Non- Calcárea, y Solías denomina Micromas- tictora. Aceptar tal conjunto, supone aceptar una semejanza entre las esponjas que lo forman; semejanza verdaderamente innegable, si tomamos como término de comparación las Myxospongida. En efecto, una notable relación se percibe entre las Myxospongida y las Euceratosa, así como entre las Myxospongida y las Tetraxoni- da, quedando algo separadas las Triaxonida, si bien en estas úl- timas podemos ver algunos puntos de contacto con ciertas Myxos- pongida y Euceratosa provistas de celdillas vibrátiles en forma de dedal, tales como las Halisarcas y Aplysillas. Una vez admitida la clase Non-Calcarea, veamos cómo se han ido disponiendo en órdenes las esponjas en ella comprendidas. Por de pronto notaremos, que de muy antiguo se han distin- do perfectamente las rWaxomda, llamadas porGray Coralliospon- gia (con algunas Lilhistidas); por Schmidt, Rexactinellidae, y por Schulze, Triaxonia. Las Euceratosa ó verdaderas esponjas córneas han ido subiendo y bajando de categoría, pues, como hemos visto, algunos autores las han considerado como agrupación de igual valor que las Cal- carea y Silícea; otros, sólo como un orden dentro de la clase Silí- cea, y otros aún, solamente como una tribu de las Monaxonídas ó de las Hexactinellida y Monaxonida al dividirlas en Rexacera- tina y .\Jonocer atina, como quiso Lendeufeld. Las Myxospongida han sufrido igual suerte que las esponjas del grupo anterior; así las vemos formando dos órdenes en el sistema de Schmidt; uno, en los de Gray y Vosmaer; una subclase en el de Solías y hasta una agrupación de igual rango que las Calcárea y Silícea en el de Cárter. Estas variaciones indican bien la división de miras de los zoólo- gos que, sintiendo la importancia de los espoujiarios incluidos en estos dos últimos órdenes, especialmente el último, no pueden por menos de reconocer las conexiones que éstos tienen con las esponjas provistas de esqueleto silíceo. Dendy ha sido quien, en 1905, insinuó la idea de considerarlas Myxospongida como punto de partida en la evolución de todas las esponjas no calcáreas, fun- dándose en la sencillez de su aparato acuífero y en la carencia de esqueleto. Estos caracteres, efectivamente, parecen ser primitivos, T. XII.— Diciembre, 1912. 37 578 BOLETÍN DE LA HEAL SOCIEDAD ESPAÑOLA y así los individuos que los poseen han de constituir el primer orden de la clase Non-Calcarea. Nos falta ahora tratar de las esponjas con espíenlas del tipo te- traxónido y monaxónido. Estas han sido divididas y subdividas por varios autores, hasta que se llegó á su unificación. Gray for- maba las divisiones: Thalassospongia, para la presente subfami- lia Spongiilinae; Suberispongia, para la familia Glionidae; Ha- mispongia, para las Desmacidonidae, y Sphoerospongia, para las Geodias, Tethyas, Theneas, etc. Cárter formaba tres grupos con estas esponjas, á saber: Raphidonemata, Echinonemata y Holo- raphidota. Schulze les agrega las esponjas córneas, y constituye el grupo Tetraxonia. Solías las une también á las Euceratosa, y establece la subclase Demospongia. Topsent acepta esta última denominación, si bien añade al grupo las Myxospongidas. Len- denfeld restablece el nombre Tetraxonia, subdividiendo tal agrupa- ción en los órdenes Tetraxónida y Monaxóuida, atendiendo para ello á la forma de las megascleras. Dendy, por último, propone el grupo Tetraxónida, que divide en los órdenes Homosclerophora, Astrotetraxonida y Sigmatotetraxonida, basándose en la incom- pleta diferenciación entre micro- y macroscleras para distinguir el primer suborden, y en la distinta clase de microscleras para dis- tinguir los dos últimos. Conserva además el suborden Lithistida, llamado á desaparecer. Tal unificación, de que hacemos mención más arriba, tenía que resultar á la fuerza al ir adquiriendo adeptos la idea de Schulze del origen tetraxónido y tetractinélido de las espíenlas monaxóni- das, idea desarrollada por Dendy en hermoso diagrama. Las esponjas no calcáreas quedan divididas en órdenes, de ma- nera muy racional y aceptable, como hemos expuesto, pudién- dose resumir tal división en el siguiente cuadro: ' Myxospongida. Euceratosa. Non-Calcarea { Triaxonida c Aniphidiscophora. ( Hexasterophora. (Clase.) I Homosclerophora. \ Astrotetraxonida, \ Tetraxomda Sigmatotetraxonida. (Ordenes.) [Lithistida. (Subórdenes.) Las Myxospongida ha.ü sido descritas separadamente por varios DE HISTORIA NATURAL 579 ualuralistas, á cuyas obras hay que acudir para el conocimiento de sus géneros Oscarella, Bajulus, Halisarca y Hexadella. Para el estudio de las esponjas córneas conviene consultar los clásicos trabajos de O. Schmidt y Schulze; además, se hace toda- vía imprescindible la obra de Lendenfeld A Monographofthe hor- ny sponges, si bien, en honor á la verdad, debemos afirmar que están en ella las descripciones algo embrolladas, resultando difí- cil la determinación de las especies. Dendy ha asentado el orden Euceratosa, demostrando que los individuos en él comprendidos forman una serio evolutiva cuyos términos se suceden sin inte- rrupción, pasándose imperceptiblemente de una á otra de las tres familias (Aplysillidae, Spongelliidae y Spongiidae) que este gru- po encierra. Quien quiera estudiar las Triaxonida, debe tomar como base la monumental obra de F. E. Schulze Report on the HexacÜnelU- da, de la expedición del Challenger. En dicho trabajo separa el autor las esponjas de este grupo en Lyssacina, con sus tribus He- xasterophora y Amphidiscophora, y Dictyonina, con sus tribus Uncinataria é Inermia. Esta clasificación depende de la condición aislada de las espíenlas en los individuos que constituyen la pri- mera agrupación, y de la unión de las espíenlas en los individuos de la segunda, los cuales poseen así una armazón esquelética re- sistente. Últimamente, sin embargo, el mismo Schulze ha cam- biado sus puntos de vista con respecto á la división de las Triaxo- nida, estableciendo ahora los subórdenes Amphidiacophora (fami- lia Hyalouematidae) y Eexasterophora (familias Euplectellidae, Asconematidae, Rossellidae, Euretidae, Goscinosporidae, Melittio- nidae, Tretodictyidae y iMeandrospongidae). Se funda para ello en que las Amphidiscophora ó Hyalouematidae revelan, en su ana- tomía, caracteres de organización más primitivos, que hacen su- poner que estas esponjas se separan del árbol genealógico proba- ble de este orden en los primeros albores de su constitución; además, poseen una clase especial de espíenlas llamadas anfi- discos, y no contienen en su coanosoma las espíenlas llamadas hexásteres, que tamo abundan en las Hexasterophora. El estudio de las Tetraxonida es más complicado, existiendo numerosas publicaciones que de ellas tratan. Conviene consultar, como obras fundamentales, los tomos de la Expedición del Cha- llenger (Tetractinellida), por Solías, y (Monaxouida), por Ridley and Dendy; las publicaciones de O. Schmidt, las de Lendenfeld, 580 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA las de Topsent, las de Dendy, las de Lundbeck, etc., y aun la an- ticuada monografía de Bowerbank. En ellas se trata este orden bajo distintos aspectos, presentándonos varias clasificaciones que se disputan aún el más natural arreglo de las especies y de los géneros. A nuestro parecer, la de Dendy es muy aceptable, si bien con- tiene puntos dudosos (conservación del suborden Lilhistida y po- sición de varios géneros, como los G. Trikentrion, Halichondria, Raspailia, Chondrosia, etc.), que en lo futuro habrá que afianzar ó modificar. Estudio de unas esponjas de Santander. D. José Rioja, Director de la «Estación de Biología Marina de Santander», se sirvió remitirme una serie de esponjas recolectadas en dicha localidad para que procediera á su estudio y clasificación. Debo, por tanto, expresarle aquí mi agradecimiento por habili- tarme para escribir el presente trabajo. También he de dar mis más expresivas gracias al Profesor Dendy y á Mr. Row de King's College, de Londres, por los buenos consejos que me prodigaron y á Mr. Kirkpatrick del Britiah Museum, por su valiosa ayuda. Clase Calcárea. Orden Homocoela. 1. Leucosolenia compíicaía Montagu. El ejemplar es del tipo arborescente y de paredes delicadas. Contiene: espíenlas trirradiadas normales, cuyos radios básales son aproximadamente de 0,1 12 rom. de largo, y cuyos radios pares son de 0,090 mm.; espíenlas gjxacíHrradiacías algo mayores; oxeas lanceoladas de 0,235 mm.; pequeTias oxeas refringentes de unos 0,070 milímetros, y otras oxeas de 0,162 mm., aproximadamente. 2. Leueosolenia (Clathrina) coriácea Moutagu. El ejemplar presenta un color parduzco debido á la abundancia en la esponja de «corpúsculos amarillos». 3. Leucosolenia canariensis Micklucho-Maclay. No he podido ver en mi ejemplar traza ninguna de las oxeas piliformes halladas á veces en algunos individuos de esta especie. DE HISTORIA NATURAL 531 Orden Heterocoela. 4. Leucandra caespitosa Haeckel n. sp. Haeckel coloca esta esponja entre las variedades de Leucandra alcicornis, distinguiéndola de las demás variedades por sus finas oxeas radiales que se proyectan fuera de la superficie de la espon- ja y por su aplastada forma externa. Leucandra caespitosa (Haeckel). Leucandra caespitosa (Haeckel). He tenido la fortuna de encontrar en la colección un ejemplar de la presente esponja, y puedo asegurar que se trata de una nue- va especie, no sólo por la presencia en ella de las mencionadas oxeas radiales, si que también por poseer espíenlas tri y quadri- radiadas de forma notable y porque ninguna de ellas tiene su ra- dio basal terminado en maza, como dibuja Haeckel para las de L. alcicornis. Su espiculación puede ser resumida como sigue: Espíenlas trirradiadas. — 1 . Con radio basal recto, cilindrico y no finamente apuntado, y con radios orales encorvados. El primero tiene unos 0,090 á 0,130 mm. de largo, y los segundos unos 0,130 58;í boletín de la real sociedad espaííola á 0,225 mm.— 2. Con radio basal flexuoso de 0,190 mm., que se adelgaza gradualmente hasta terminar en punta una; radios orales flexuosos también, de 0,120 mm.— 3. Con radio basal recto acaba- do en punta muy aguda; radios orales más anchos y largos que el radio basal, flexuosos y abruptamente encorvados cerca de sus ex- tremos. Espíenlas quadrirradiadas. — 1. Con radios básales y apicales cortos y cónicos; radios pares orales largos y encorvados hacia adentro. Del tamaño délas trirradiadas número uno. — 2. Como las trirradiadas número dos, con corto y cónico radio apical. Oxeas.— 1. Largas y anchas oxeas dispuestas tangencialmente; rectas ó débilmente encorvadas y adelgazando muy lentamente desde el centro hacia los extremos, que son agudos. Tienen 0,450 á 1,650 mm. de largo y 0,030 á 0,090 mm. de grueso en su parte más ancha. — 2. Largas y piliformes ó filamentosas, espículas dis- puestas radialmente, ó sea perpendiculares á la superficie y pro- yectando hacia afuera; algunas se encuentran tangencialmente dispuestas. Casi siempre rotas, de modo que aparecen de muy di- versa longitud. Tienen 0,004 mm. de grueso. Clase Non-Calcarea. Orden Tetraxonida. Suborden Astrotetraxonida. I. Grado Tetractinellida-astropliora. ,' Familia Pachastrellidae. Género Scutastra n. gen. (iPachastrellidae con escasas trienas de eje largo y de eje corto, con calthropes más ó menos irregulares, con oxeas y con estilos como espículas megascleras; con escutásteres (scutaster) además de oxiásteres y microstrongilos, como espículas micros- cleras». 5. Scutastra cantábrica n. sp. La esponja es maciza y sarcenquimatosa. Se halla revestida por una membrana dérmica pigmentada y perforada por unos pocos óscwios pequeños, esparcidos en ella, y generalmente colocados en la parte superior del cuerpo del individuo; se halla también dicha DE HISTORIA NATURAL 583 membrana agujereada por uu gran número de poros inhalantes dispuestos en forma de criba. El ectosoma tiene unos 0,160 mm. de espesor y forma un cor íecc bastante perceptible. 0^M %íP ^Ñ?. M Scatastra cantábrica sp. nov. Sciitastra cantal-rica sp. nov. En sección vertical podemos ver claramente cómo los poros dér- micos comunican con los canales inhalantes, los cuales corren á Scutastra cantábrica sp.jnov. través del cortex y conducen á las cavidades sub- corticales. El ectosoma está formado de tejido mesodérmico con abundancia de células estrelladas y fibrosas, extendiéndose estas últimas, dis- puestas en manojos, sobre las cavidades sub- corticales. El coano- 584 boletín de la real sociedad española soma, finamente granular y lacunoso, contiene celdillas vibrátiles redondeadas y diplodales de unos 0,018 á 0,022 mm. de diámetro; los canales afodales y prodosales son, sin embargo, tan cortos, que el tipo de aparato acuífero parece casi euripilo. El esqueleto del ectosoma ó cortical puede dividirse en dos ca- pas: la dérmica y la suhdérmica. El esqueleto dérmico está exclu- sivamente formado de microstrongilos y escutástereSy aquéllos tan- gencialmente dispuestos, formando una red espesa é irregular, y los últimos con su superficie convexa dispuesta hacia el exterior. // V •i} 1 1 S'culastra cantábrica sp. nov. así arreglados á guisa de escudos, probablemente para la defensa de la esponja. El esqueleto subdérmico consiste en no muy apre- tadas fibras que corren en varias direcciones y están formadas de espíenlas oxeólas y estilólas: además de estas fibras, existen abun- dantes calthropes, oxeas, estrongilos y estilos y unas pocas ín'enas, todos esparcidos y formando un retículo confuso. El esqueleto del coanosoma está formado de oxeas y estilos, dis- puestos en manojos y sueltos; contiene, además, oxiáster es. Espíenlas: I. Trienas (triaenes). — Con eje largo y recto de 0,300 á 0,310 milímetros de largo y con cladios irregulares y encorvados de 0,150 milímetros de longitud. Hay otras trienas de eje corto, cuyos cla- dios tienen las mismas dimensiones que los de las anteriores. II. Calthropes (calthrops). — De formas diversas: algunos con radios dicótomos; otros, reducidos y muy ii'regulares. Radios de unos 0,150 mm. III. Estilos (styles). — Rectos ó ligeramente encorvados, con su DE HISTORIA NATURAL 5b5 extremo afilado, muy semejante á la de las espículas típicamente encontradas en las Axinellidae. Muchos de ellos son tipos transi- torios entre las írtenos, las oxeas y los estilos normales, por lo que parece que todavía no se ha verificado en esta especie una verda- dera diferenciación entre las megascleras; ocurriendo juntamente trienas, oxeas, estrongilos y estilos, mezclados entre sí, como para probar tal aserción. Estos estilos tienen 0,490 á 0,600 mm. de lon- gitud, y 0,007 á 0,015 mm. de grueso. IV. Estrongilos (strongyles). — Algunos,muy irregulares; otros, cilindricos, adelgazados un poco hacia los extremos. V. Oxeas (oxea). — Notables por el tipo Axinellido de sus extre- mos. Rectas ó ligeramente encorvadas, algunas con una ó dos nudosidades hacia sus puntas. Tienen 0,550 á 0,900 mm. de largo y 0,006 á 0,015 mm. de ancho. VI. ¿"scuíásíeres (scutasters). — Nueva espícula. Son éstas unas notables espículas presentes en la esponja en todos los estados de desarrollo. Se hallan formados por la fusión de muchos radios, como un esterraster, pero se distinguen de los esterrásteres por su forma hemisférica; es decir, plana por un lado y convexa por el otro, si bien á veces la cara plana se encorva un poco, dando á la espícula la forma plano-convexa. Esta clase de espículas empiezan su desarrollo como un hemias- ter de radios finos, pareciendo algo á una borla (primera fase). Vistas de frente pudieran ser confundidas con un esterraster en igual estado de crecimiento. Los radios parten de un centro común, y varían grandemente de longitud. Luego (segunda fase) empiezan los radios con crecimiento en espesor hasta unirse por capas. Esta fusión continúa hasta obtener una forma compuesta de láminas silíceas con bordes dentados. Por fin estas láminas se unen (tercera fase), y así queda for- mada una semiesfera silícea con rugosidades ó proyecciones que corresponden á los primitivos radios. Su diámetro varía entre 0,024 y 0,052 mm. VIL Oxiásteres (oxyasters). — Algunos, con centro más mar- cado que los otros, y todos variando de tamaño y número de radios. Tienen unos 0,009 mm. y 0,012 á 0,024 mm. VIII. Microslrongilos (microstrongyles). — De superficie áspera y presentando todos los estados intermedios entre la forma cilin- drica y la forma centrotilota. Tienen unos 0,024 á 0,032 mm. de longitud. 586 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Esta esponja puede considerarse como ocupando un lugar inter- medio entre las Pachastrellidae y las Theneidae, evidenciando que las trienas de largo eje y las de eje corto, lo mismo que los calthropes, pueden hallarse presentes en la misma especie. De acuerdo con este hecho, propongo la unión de las dos familias, como sugirió Dendy, de la manera siguiente: «Pachastrellidae (Pachastrellidae 4- Teneidae) . — Astrophora con trienas de eje corto y con ó sin trienas de eje largo y calthrO' pes. Sin esterrásteres como los de las Geodiidae.» El nuevo género se relaciona también con las Stellellidae, por poseer un cortex bien desarrollado y coanosoma sarcenquimatoso. Sus notables escutdsteres representan, pi-obablemente, un período en la evolución de los esterrásteres de las Geodiidas. 6. Poecillastra compressa (Bow.) Solías. Además de varios trozos de la forma placéntula, tal como la describe Topsent, he hallado un individuo de forma cilindrica, abierta, según una generatriz, donde las paredes acaban en bor- de fino. Familia Stellettidae. 7. Stellelta Gruhei Schmidt. Todos los ejemplares descritos de esta esponja se han encontra- do incrustados por otras esponjas, especialmente calcáreas, de- bido, probablemente, á la uniformidad de su superficie. Nuestra esponja se halla cubierta por una Chalina que ha segregado una gran cantidad de esponjina en la superficie de la Stelletta. 8. Stelletta pumex Schmidt. Los cladios de las trienas tienen solamente 0,1*20 á 0,150 milí- metros de longitud y 0,030 á 0,040 mm. de grueso. Familia Geodiidae. 9. Pachymatisma johnstonia Bowerbank. He encontrado quiasteres en mi ejemplar. Los estrongilos pasan gradualmente á oxeas. 10. Cydonium gigas (Schmidt) Solías. DE HISTORIA NATURAL 5íí7 II. Grado Astromonaxonellida. Familia Suberitidae. 11. Ficulina ficus (Liiineo) Gray. 12. Rhizaxinella pyrifera (delie Ghiaje) Vosmaer. El ejemplar estaba roto por su pedúnculo, siéndome por ello im- posible averiguar si terminaba en un grupo de raíces ramificadas. Sin embargo, su espiculación concuerda con la de las esponjas comprendidas en esta especie. El cuerpo tiene 45 mm. de largo por 13 mm. de ancho. 13. Polymastia robusta Bowerbank. El ejemplar posee solamente dos papilas mamilares. Suborden Sigmatotetraxonida. 11. Grado Sigmato-monaxonellida. Familia Desmacidonidae. 14. Mycale (Esperella) placoides Cárter. Las rosetas formadas por las espíenlas anisoqiielas-palmadas (anisochelffipalmatse) son muy notables por el gran número de estas espíenlas, unidas entre sí. Asemejan esferásleres si se las mira al microscopio con pequeño aumento. He notado esparcidas algunas espíenlas monaxónidas más delgadas que las que forman las fibras del esqueleto. 15. Myxilla rosacea Lieberkühn. 16. Myxilla plumosa MonVdgii. Grandes estilos de unos 0,160 mm. de largo. Pequeños estilos de 0,060 mm. Oxeas de 0,048 á 0,160 mm. 17. Leucophloeus incrustans n. sp. Esponja incrustante y aplastada; su superficie presenta ondu- laciones y está perforada por poros pequeños. No presenta ósculos visibles. La estructura de su esqueleto parece á la del Leucophloeus mas- salis Cárter; es decir, que consta de una multitud de columnas, compuestas de espíenlas monaxónidas que cruzan la esponja en varias direcciones y se ramifican al llegar cerca de la superficie. Estas ramificaciones se encorvan para disponerse taugencialmen- 588 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA le á la supeficie y reforzar así el esqueleto dérmico que de este modo consta de una serie de fibras tangenciales y de una reticu- lación de oxeas y estilos. En la nueva especie, las columnas fibro- sas son más anchas y existe entre ellas un retículo irregular de espíenlas que no existe en la mencionada especie de Cárter. Este autor describe en su L. massalis espículas acuate (estilos) solamente; mas yo he podido examinar el ejemplar tipo que existe en el «British Museum», y he hallado que la especie de Cárter posee, además de estilos, espículas oxeotas, igualándose en este particular con mi L. incrusta7is. Los caracteres distintivos, por tanto, de la nueva especie con- sisten en la presencia de un esqueleto reticular entre las fibras que forman el esqueleto principal, y en el hábito que tiene la es- ponja de ser incrustante. Orden Euceratosa. Familia Spongiidae. 18. Euspongia irregularis var. mollior Schmidt. 19. Euspongia officinalis var. dura Lendenfeld. 20. Hircinia variabilis var. mammillaris Schmidt. 21. Hircinia muscarum (Schmidt) Schulze. Encontré en mi ejemplar las áreas lisas, esto es, desprovistas de conos, que, según Schulze, son producidos por una Patella simbiótica con la esponja. Obras consultadas. BiDDER. — «The skeleton and classification of calcareous sponges». fProc, Roy. Soc. London, v. 64, págs. 61-76, 1898.) BowERBANK. — «A Mouogiaph of the British Spongiadae». (Cárter. Aunáis and Magazine of Nat. Bist., 1883, 5, xii.) Delage. — «Traite de Zoologie concrete». Dendy. — «A Monograph of the Victorian Sponges». (Calcárea homocoela, 1891.) (Calcárea heterocoela, 1892.) — iThe Ceylon Sponges». (Roy. Soc, 1905.J Haeckel. — «Die Kaikschwamme», 1872. Lendenfeld. — «A Monograph of the horny sponges». LuNDBECK.— «The Ingolf Expedition (Sponges}». Bol. de la E. Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XII.— La3i. IX. ^.-é^-'-f'. f^^^^ llagaría («Ocneria dispar» ü.) C?5 9 y estado de desarrollo. Oruga y crisálida. Bol. de la R Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XII. — Lam. X. Vista general de la zona más intensamente invadida por la Lagarta (Ocneria dispar). En el centro, rodal de encinas defoliadas*! Rodal de encinas defoliadas, en la zona más intensamente invadida por la Lagarta. DE HISTORIA NATURAL 589 MiNCHiN. — «The characters and synonymy of Ihe British species of sponges of Ihe genus Leucosolenian . fProc. Zool. Soc. Lon- don, 1905.) ScHULZE — «Report on the Hexactinellida». fVoyage of H. M. S. Challenger.) SoLLAS. — «Report 011 the Telraclinellida». (Voyage of H. M. S. Challenger.) TopsENT. — «Etude monographique des épongiaires de France». NOTAS ENTOMOLÓGICAS Una plaga de «Ocneria dispar» L., en los encinares de El Plantío y El Pardo POH MANUEL AULLÓ (Láminas ix y x.) Conocedores de que las encinas de dichas posesiones habían sido casi totalmente desprovistas de sus hojas, y sospechando la existencia de la Ocneria ó Liparis dispar, vulgarmente llamado La- garta, nos trasladamos á la estación de El Plantío con nuestros queridos compañeros los Sres. Mexía, González de Ubieta y Coello, al objeto de comprobarla y estudiarla invasión en la tarde del día 7 del corriente. Tratábase, efectivamente, del citado lepidóptero, que en su mayor parte se encontraba en estado de insecto perfecto, haciendo la puesta. Recogimos machos y hembras, orugas y cri- sálidas, estas últimas ya muertas. Las orugas recogidas y puestas en las cajas de estudio existentes en la Escuela, no han llegado á transformarse, pues todas ellas murieron atacadas por parásitos. Conservamos una en la que se ve claramente el oriñcio que para salir fuera de su cuerpo hizo la larva del parásito, cuya ninfa en- contramos en el fondo de la caja; de su examen podemos anticipar que se trata de un díptero taquinario, cuya especie, si consegui- mos su evolución, trataremos de clasificar. Esta circunstancia nos ha hecho pensar que si conseguimos recoger orugas vivas fué sin duda debido al ataque del parásito, que retrasándolas en su des- arrollo permitió encontrar algunas cuando la casi totalidad de la plaga había pasado al estado de insecto perfecto, sin que pueda atribuirse ese retraso á falta de alimentación, porque los árboles 590 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA en que fueron recogidas conservaban todavía algunas hojas y te- nían ya otras nuevas. Todos los plastones de huevos se encontraron en las caras Este y Sur de los árboles, y sólo como excepción vimos alguno en la del Norte, en el espacio circunscrito y resguardado por el rodete de recubrimiento formado á causa de la poda de alguna rama. La invasión es intensa en las hondonadas, según pudimos observar, tanto en los rodales próximos á la estación de El Plantío, donde operamos, como en los distantes de El Pardo, visibles por el color grisáceo que, á causa de la falta de hojas, adquieren las encinas atacadas, y la propagación parece efectuarse de SO. á NE., según los vientos dominantes. De los datos recogidos sobre el terreno resulta que la plaga se presentó en el año 1910; que en los primeros días de Abril del actual comenzó á hacerse patente la defoliación de las encinas, lo que hace deducir que las orugas nacieron en el mes de Marzo. La aparición de la mariposa tuvo lugar á últimos de Junio, es decir, próximamente mes y medio antes de la época fijada por el señor García Maceira en su interesante Memoria sobre la invasión de este insecto en los montes de Salamanca. Ni en esto ni en el modo de propagación puede haber contradicción alguna con lo consigna- do por tan distinguido Ingeniero, puesto que distinta es la direc- ción de los vientos dominantes en uno y otro caso, y sabido es que ellos son los principales agentes de aquélla. La pronta apari- ción de las mariposas en el caso estudiado por nosotros, explícase satisfactoriamente teniendo en cuenta que la sequía y elevada temperatura del año que transcurre ha favorecido notablemente el desarrollo de toda clase de insectos. Gomo comprobación pode- mos citar la plaga de Rhizotrogus Pini L., que este año se ha pre- sentado sobre los pinos de este Real Sitio el día 24 de Mayo, cuando en condiciones normales no aparece hasta el 24 de Junio. Eslimamos que debemos llamar la atención sobre la aparición de este insecto, para que tanto en el encinar de El Plantío (que nos dijeron que pertenecía á los herederos del Goude de Giraldely), como en el de El Pardo, se proceda á su destrucción aprovechan- do su estado de huevo en que aquélla es más fácil de ejecutar, bien raspando y quemando los plastones, ó bien recubriéndolos con yeso ó arcilla plástica, que una vez seca no pueden horadar las orugas recién nacidas, procedimiento este último, á nuestro juicio, más recomendable. Conviene que la destrucción se haga Bol. de la R. Soc. Esp. de Hist. Nat. Tomo XIL— LÁM. XL FiG. i.a — Oecacía hostiUssima n. sp., Pittaluga. (Ejem- plar procedente de Mebonde, Río Utamboni; Agos- to 1909.) Aumento 36 diám, (Microfotogr. del Dr. Rodríguez Hiera.) FiG. 3.*— Palpo maxilar de Occacta li os iilis si- ma (cuatro artejos). Aumento 180 diám. FiG. 2.^ — Piezas del aparato bucal de Oecacta hostiUssima. (De iz- quierda^ á derecha: mandibiila^ maxila, lahium con hipofarinx , labnim-epifarjnx, mand ib 21 la, niaxila.) Aumento 130 diám. FiG. 4.''— Microfotografía de la cabeza de un ejemplar de Oecacta ¡lostilissi/na. (Aumento 50 diám.) DE HISTORIA NATURAL 591 cuanto ante?, pues á la consideración de que creemos que la plaga no está muy extendida se une la de que actualmente los plastones se destacan perfectamente sobre el fondo obscuro de la corteza de las encinas, á más de que las hembras, ocupadas en la puesta, por su color blanquecino que las hace muy visil>les, son puntos de orientación para dirigirse sobre aquéllos. De otro modo la colo- ración obscura que con el tiempo adquiere la borra de los plasto- nes, hace difícil distinguirlos y su destrucción forzosamente hade dar resultados incompletos. San Lorenzo de El Escorial y Julio, 1912. Por creerlo de interés acompañamos dos fotograbados de encinas atacadas (véase lámina x), que parecen destruidas por el fuego, y en las cuales se ve al pino piñonero indemne, prueba palpable de la preferencia que por aquella especie tiene la Lagarta. En la lámi- na IX se ve el insecto en sus distintos estados, observándose la forma perfectamente oval del plastón, cuando la hembra hace la puesta en ramillas no deformadas. El «jején»: Un nuevo Díptero hematófago de la costa occidental de África (Guinea española). Oecocta hosiüissima n. sp. POE G. PITTALUGA (Lámina xi.) Durante el viaje de estudio llevado á cabo en 1909 á la isla de Fernando Póo y á las posesiones españolas del Muni, en las loca- lidades de Wermakogo, Asobla y Mebonde (río Utamboni), y en menor proporción en la cuenca del río Campo, al Norte de la colo- nia española, tuvimos ocasión de capturar, en número bastante crecido, ejemplares de un pequeñísimo díptero hematófago, mo- lesto en grado extremo para los europeos, y designado por los colonos con el nombre áejejéti. Esta palabra es de origen cubano. En los años de 1851-1853, Felipe Poey, naturalista, catedrático del Instituto de la Ha- bana, describió en sus Memorias sobre la historia natural de 592 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA la isla de Cuba (tomo i, página 236, capítulo xix, lámina 27; edi- ción de la imprenta Barcina, de la Habana), como correspondiente en modo exclusivo á los llamados je-jenes, una nueva especie fOecacta furens), perteneciente al nuevo género Oecacta Poey. Ahora bien: este género no ha sido encontrado hasta ahora, ó por lo menos no ha sido jamás descrito entre la fauna entomoló- gica de África. He aquí, ante todo, cuál es la descripción de Poey, que bien merece ser conocida (1). Define Poey gráficamente al je-jén como un «insecto díptero, furibundo habitador de playas», y añade: «Cualquiera que sea para el navegante y poblador de las cosías cubanas la molestia que recibe de las sanguinarias costumbres de los Mosquitos, todo es poco comparado con las crueles agresiones de unas mosquitas imperceptibles que el vulgo ha aprendido á conocer á pesar de su pequenez, y que distingue con el nombre de je-jenes. r> Después de haber lamentado la incuria de los viajeros, que olvidan de remitir á los investigadores y hombres de ciencia los ejemplares de la fauna local, y de haber puesto de relieve que del je-jén «no se sabe todavía á qué género ni siquiera á qué familia pertenece», recuerda Poey que «el sabio Lalreille, en el nuevo Diccionario de historia natural, editdón de Deterville, dice que «abunda en la Luisiana, habiéndole parecido una especie del género Simulium». Finalmente pone de relieve, con su estilo característico, la dificultad de la investigación morfológica de este insecto por su extremada pequenez. Coloca Poey al jején entre los Nentóceros, creando para él la familia Oecactanas, que caracteriza por tener un sifón de seis piezas, como los culícidos, pero de trompa corta y con palpos cor- vos, como las Tipularias. Es sumamente curioso ver el modo cómo refiere Poey las razo- nes por las cuales ha dado el nombre de Oecacta á este Díptero (véase pág. 238, § 4 de la obra citada): «Üén. Oecacta, del Oicactes griego, habitador de playa; en latín , Oecactes. «Se me ofreció una duda sobre hacer el nombre masculino ó femenino, séase Oecactus ó Oecacta; pareciéndome que puesto que en español el je-jén es masculino, lo mismo que el mosquito, (1) Hemos consultado el libro de Poey, en eu edición original, en la Biblioteca del Museo de Ciencias Naturales de Madrid. DE HISTORIA NATURAL 593 debía conservarle este género en latín. Pero mi amigo el doctor Giindlach, á quien consulté seriamente sobre este particular, me ha dado con donaire una respuesta que no creo indigna de la seriedad de este artículo, y que tomo bajo mi responsabilidad ya que me he dejado convencer por ella, por más que las compañe- ras del género Homo se empeñan en desmentirla; y es que el modo de embestir el je-jen calladamente y con daga corta, es propio del sexo femenino; siendo, al contrario, la guerra del mos- quito varonilm.ente declarada con música y sostenida con lanza ó espada larga.» Referimos á continuación los caracteres que Poey asigna á la especie cubana Oecacta furens: «Longitud máxima total, 2 mm.; tórax gris-cobrizo bronceado con manchas obscuras por encima y por los lados; abdomen negro; patas blanquecinas con las articulaciones negruzcas y un anillo de este color en medio del fémur y de la tibia; alas apareciendo, sin reflejos, blancas, con manchas negras; frente y antenas rubias. El epístoma y la frente forman una sola pieza con una estran- gulación en el medio, donde está la base de las antenas. Labio que forma vaina ó estuche á las demás piezas (= labium ¿reunión de palpos labiales?), escamoso, formando codo en el me- dio, flexible. Las seis piezas córneas del austellum, lisas, lustro- sas, rubias, la impar superior ó labrum ancha y reforzada en la línea media, bastante comprimida y de punta aguda; la inferior ó lígula, con las mismas dimensiones, corresponde al labium pro- piamente dicho; las mandíbulas laminosas formando un cuchillo de punta esmerada; las maxilas lineales y agudas; los palpos ó palpos maxilares tienen la longitud de dos tercios del sifón, son escamosos y velludos, arrancan de la parte inferior de la cabeza y se componen de cinco artículos: los tres primeros largos y en línea recta; los dos últimos cortos, encorvados y con tendencia á des- cansar como un dedo sobre el tercero. Antenas de quince artículos. El primero tiene la forma de una pirámide truncada; el segundo, perfectamente esférico y muy grande; el tercero, menor y subglobuloso; los siete siguientes son un poco más pequeños, iguales entre sí, un poco más prolonga- dos; los cinco últimos largos, cónicos, con la mayor anchura en la base; el último es el más largo; todos tienen pelos cortos y lar- gos; reunidos alcanzan hasta la parte posterior del tórax. El pri- mero y segundo artículos del tórax parecen soldados por encima, T. XII.— Diciembre, 1912. 38 591 boletín de la real sociedad española aunque distintos por debajo; el segundo es muy ancho, bombea- do; el tercero, delgado y levantado; no he visto bien las soldadu- ras laterales, pero sí la posición de las patas, estando las cuatro posteriores contiguas y separadas de las primeras; el trocánter de aquéllas más largo; las anteriores, algo menores; las posteriores, mayores; el lémur de éstas, bastante largo; los tarsos, también; el primer artículo de los tarsos es tan largo como todos los otros tomados juntamente, y lo mismo sucede en los demás; no hay espinas ni vesículas, pero hay pelos por todas partes. El abdomen se compone de nueve artículos, si contamos como segmento abdo- minal el que lleva los balancines; toma una dirección ascendente hasta el fin del tercero, que es el más desarrollado; las alas son anchas, cubiertas de escamas menudas, algunas más largas sobre las nervaduras y en algunos pliegues, con una franja notable en los bordes. Tiene la nervadura costal, la prebasilar, la basilar, la postbasilar, la abdominal incompleta y la axilar, y además una radial corta, una cubital, una discoidal, y la anal. No hay más que una sola transversa, que es la recurrente basilar. Las células son la costal, la basilar, la postbasilar, la anal, la abdominal estrecha confundida con la axilar, y además la radial incompleta, la cubital y la discoidal; estas tres, sin recurrentes, son al propio tiempo apicales. La estigmática existe bien pronun- ciada. Los balancines son amarillos. A veces he visto los segmen- tos abdominales bordados de blanco en las articulaciones. El doc- tor Gundlach ha visto esto mismo en la base del abdomen del ma- cho. Los sexos son iguales, salvo los apéndices abdominales del macho, que no he podido reconocer; las antenas en éste parecen un poco más velludas.» En cuanto á la Biología de este Díptero, reconoce Poey que nada se sabe de cierto. Y añade á propósito del desarrollo del je- jén: xcHay un dicho entre nosotros que expresa la dificultad de este descubrimiento; pues para ponderar el alcance de un hom- bre sabichoso, sé dice que sahe dónde el je- jen puso el huevo.i» «iLo único — escribe por í'n — que sobre este capítulo podemos sospechar, es que la larva es acuática y se cría en los focos de fer- mentación marina, alo menos en aguas salobres; porque solemos hallar los je-jenes en las playas de la mar ó en sus inmediacio- nes, aconteciendo rara vez encontrarlos en el interior de las tie- rras. Guando más abundan es en los tiempos de calma y al aca- barse el día; el viento los ahuyenta y los obliga á refugiarse en las DE HISTORIA NATURAL Z% -malezas y á remontar los ríos. ¿Acaso se crían en árboles marí- timos?» Tal es la descripción de Poey, que él sintetiza en la siguiente definición: aSpecies distinguitur ¡ongitudme máxima 2 milimetris] thorace aeneo, fusco punctato; abdomine fusco; pedibus albidis, annulo articular i fusco; altero medio femorali et tibiali; fronte atquean- tennis riifis; alis albicantibus , fusco maculatis; haltere/ulvo.i> Como se ha dicho anteriormente, ningún observador había des- crito hasta estos días, insectos del género Oecacta entre la fauna entomológica de África. En el estudio de Newstead, entomólogo y parasitólogo de la Escuela de Medicina tropical de Liverpool: «Insects and others Arthropoda collected in the Gongo Free State» {Armáis of tropi- cal medicine and parasitology, 1907, núm. 1), se mencionan entre las especies capturadas en el Gongo, en la familia Chironomidce, el género Ceratopogon, y el género Chironomus, y entre los Psychodidae, el Phlebotomus, que nosotros igualmente hemos en- contrado en gran número; pero no se cita de ningún modo el gé- nero Oecacta. En ninguna de las modernas obras de entomología aplicada, ni en las que se refieren estrictamente á los dípteros hematófagos, se cita el género Oecacta como existente en la costa occidental de África. Al contrario, monografías recientes limitan á la isla de Cuba el habitat de estos dípteros, y hacen referencia tan sólo á la antigua descripción de Poey. Así Blanchard, en su tratado Les Moustiques, y más recientemente Gastellani y Ghal- mers en su Manual of tropical Medicine, pág. 541 [Oecacta furens Poey is the je-jén of Cuba, ivhere it is said to be very irritatingj. Brumpt (Précis de Parasitologie, pág. 648), á pesar de su expe- riencia personal acerca de los insectos hematófagos africanos, re- cuerda el je-jén exclusivamente como especie cubana. Ni en la Nigeria, ni en Senegambia, ni al Sur del golfo de Guinea, nadie ha encontrado este insecto. Tratándose de un díptero hematófago, la cosa produce realmen- te alguna sorpresa. Pues bien; nosotros podemos afirmar que el je-jén abunda en las localidades antes indicadas del río Utamboniydel río Campo, particularmente en las primeras. Tales pequeñísimos dípteros hematófagos, por nosotros encontrados en la Guinea española, conocidos precisamente con el nombre de je-jén por los españo- 596 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA les de la Colonia, corresponden, en efecto, á los descritos por Poey y pertenecen al género Oecacta. La figura 1.^ de la lámina xi da exacta idea del aspecto de este insecto, cuyas dimensiones no pasan de milímetro y medio de lar- go, alcanzando en casos excepcionales los dos milímetros de la es- pecie cubana. Trátase, por tanto, de seres muy diminutos, suma- mente molestos, que en gran número invaden las habitaciones y particularmente asaltan á los europeos en las horas de la siesta, en las tardes cálidas, de bochorno, sin viento ni brisa. No sólo se en- cuentran en las cercanías del mar, sino también tierra adentro, y aun en las alturas, como en Mebonde, en el alto Utamboni, donde abundaban en manera extraordinaria. Atacan á veces en número verdaderamente abrumador; á tai punto que nosotros mismos, personalmente, tuvimos las manos y las partes descubiertas del cuerpo acribilladas de picaduras de estos al parecer insignificantes y casi imperceptibles insectos. Quedábamos á menudo sorprendidos, sobre todo durante nuestra estancia en Mebonde, hallando materialmente cubiertos de pun- tos negros, representados por otros tantos je-jenes, grandes trozos de nuestra piel y de la de nuestros compañeros de expedición. El Dr. Rodríguez Hiera y el Sr. Ramón Fañanas sufrieron, como el que escribe, las consecuencias de los molestísimos ataques de es- tos dípteros. Su picadura produce escozor vivo y persistente, y al poco tiempo determina la formación de un disco rojo, do dimen- siones relativamente considerables, de tres ó cuatro milímetros de diámetro alrededor del punto de la picadura, sin formación de habones, esto es, sin hinchazón, sin relieve de la piel. Pasadas al- gunas horas, estas alteraciones locales inmediatas suelen modifi- carse y adquirir aspecto é intensidad distinta, según la sensibili- dad ó la reacción del organismo atacado. En algunos (esto acon- teció al Dr. Hiera), las lesiones locales se transforman en pequeña» vesículas, que desaparecen al cabo de veinticuatro ó cuarenta y ocho horas. Personalmente tuvimos que sufrir, sin embargo, con- secuencias más penosas por las picaduras del je-jén, pues á las sesenta ó setenta horas de haber sido víctima de sus repetidos ata- ques, se nos presentó una erupción de urticaria intensísima, ge- neralizada, acompañada por ligero movimiento febril que nos obligó á guardar cama durante un día en la isla de Elobey. Los relieves cutáneos (habones), eran extensos, y muy elevados, la picazón acentuada. DE HISTORIA NATURAL 597 Sería importante averiguar si por su condición de alimentarse • de sangre, este díptero puede acarrear algún germen parasitario. Desde luego intentamos liacer algunas pesquisas en este sentido, y en Mebonde (28 de Julio á 4 de Agosto) tu-vimos ocasión de exa- minar en fresco buen número de ejemplares de je-jén. Ni en el tubo digestivo ni en los órganos malpigianos se encontraron formas parasitarias de ninguna clase. Sólo comunicamos este dato como resultado de una investigación rápida y provisional. Ulteriores observaciones, que merecen llevarse á cabo con mayor detenimiento, resolverán la duda. Por lo demás, todo queda por hacer en cuanto se refiere á la biología de estos pequeñísimos insectos del género Oecacta. Las cuestiones que se refieren á su desarrollo, á la puesta de los huevos, á la formación de larvas y ninfas, al habitat normal del díptero durante estas metamorfosis y en su estado adulto, hállanse, por lo que atañe á la especie africana, en aquellas mismas circunstancias de incógnita de que hablaba Poey á propósito de la especie cubana. Ahora bien; ¿es la especie por nosotros encontrada en la costa occidental de África idéntica á la especie descrita por Poey en Cuba con el nombre de Oecacta ficrens, ó trátase de una especie distinta del mismo género Oecacta? Si se cotejan, como lo hemos hecho nosotros, los ejemplares del jején africano con las figuras y las descripciones de Poey, se aprecian diferencias suficientes para adquirir la convicción deque se trata de una especie distinta. Para esta especie nueva nosotros hemos propuesto el nombre de Oecacta hostilissima. Exponemos á continuación, aunque en forma muy resumida, los caracteres de la especie africana (Oecacta hostilissima n. sp., Pittaluga), poniendo de relieve aquellos en que se acentúa la diver- gencia morfológica con la Oecacta furens de Cuba, si bien debe- mos hacer la salvedad de que no hemos observado personalmente ningún ejemplar del je-jén cubano procedente de la isla, y sólo fundamos nuestro diagnóstico diferencial en los datos publicados por Poey. Caracteres del je/e'n. africano (Oecacía hostilissima): Longitud máxima, 1 V2 ^ ^ mm. Cabeza esferoidal, ligeramente aplastada en sentido dorso-veu- tral, frente rubia; ojos compuestos grandes, laterales, con plena convergencia dorsal, negros. El epístoma (clypens), limitado 598 boletín de LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA •posteriormeute por el borde convergente de los ojos, se estrecha lateralmente para dar lugar á la implantación de las antenas. Antenas rubias, constituidas de quince artejos, más claros los distales, más obscuros (pardo-rojizos) los primeros; el primer artejo, en forma de pirámide truncada; [el segundo, esférica y muy grande; el tercero, largamente pediculado y piriforme; los siete siguientes ovoideos ó fusiforme?, más pequeños que el ter- cero; los cinco últimos, largos, ligeramente cónicos, con mayor anchura en la base; el último es el más largo, afilado, del aspecto de un piñón; todos tienen pelos cortos y largos; en el macho las antenas ofrecen pequeños mechones de pelos basilares. Longitud media de las antenas, 600 mieras. Las piezas bucales (véase la flg. 2.", lám. xi), constituyen una sólida trompa, acompañada por dos palpos. El lahium constituye la vaina ó estuche de las demás piezas del aparato bucal; presenta tres segmentos, de los cuales el primero 6 basilar es el más largo, alcanzando mayor longitud que los demás juntos; el mediano forma con el anterior un codo más ó menos acentuado por su flexibilidad; el último, ó distal, corto, de extre- midad roma, en la cual convergen las dos paredes del canal ó vaina, aparece cubierto de pelos cortos y numerosos; pelos mu- cho más largos, pero escasos, se aprecian en el segmento basilar. El lahrum ("¿epipharinx?) forma la pieza central superior, im- par, recia, destinada á la perforación; aparece, como escribe Poey, reforzada en la línea media, y su extremidad anterior, puntiagu- da, aparece claramente bipartida, aunque esta bipartición, que da lugar como á dos puntas afiladas, sea apenas pronunciada; los bordes de esta extremidad anterior del epipharinx se ven fina- mente dentellados. En la vaina del lahium se aprecia un hipopha- rinx liso. Las mandíbulas se hallan representadas por dos lámi- nas quitinosas alargadas, de borde cortante, puntiagudas y lige- ramente dobladas hacia dentro en su porción terminal, que en los bordes internos aparece finamente dentellada, formando una verdadera sierra (véase la fig. 3.', lám. xi). Por fin, las dos w?«cci7as más delgadas, lineares, ofrecen aspecta de sable con ligera concavidad hacia afuera; en su extremidad se aprecia claramente la misma conformación de sierra con dientes finísimos; son muy afiladas, puntiagudas. Los palpos tienen exactamente la forma y estructura que repro* duce la fig. 4.", lám. xi. Su longitud es, aproximadamente, igual DE HISTORIA NATURAL 599 cá las tres cuartas partes de la trompa, ó á la trompa entera; son, pues, de mayor longitud que los del je-jén cubano descrito por Poey. Además, de los cinco artejos, el primero es corto; el segun- do y el tercero difieren profundamente entre sí, pues el segundo es cilindrico y el tercero es fusiforme, con la extremidad anterior ó distal más ensanchada, y en él se abre una apertura constante, de estructura definida, y que debe interpretarse como un órgano de sentido (¿olfatorio? ¿acústico?). Los dos últimos artejos son cor- tos, ovoideos ó fusiformes; no presentan con frecuencia la dispo- sición ó tendencia á doblarse en ángulo recto ó encorvarse so- bre el tercero, como la describió Poey. Existen, pues, en este punto diferencias bastante acentuadas entre la especie africana y la cubana. Tórax de color pardo-rojizo bronceado, con manchas grisáceas obscuras dorsales y laterales; protórax y mesotórax soldados su- periormente; metatórax bien distinto. Las patas anteriores, como ha dicho Poey, muy separadas de los dos pares posteriores en su inserción. El trocánter del segun- do par (mediano), más largo que los demás. El color de las patas es amarillo-pardusco, claro, con articulaciones claras; coloración más intensa, pardo-rojiza, de la porción mediana ó tercio medio del fémur y tibia, pero sin que llegue á constituir un anillo. La mitad inferior ó distal del fémur, la tibia y los tarsos son muy peludos. En el primero y segundo par de patas, el primer artejo del tarso (ó primer tarso) es tan largo como los otros cua- tro juntos; pero en el último par de patas, no; en éstas, el primer tarso apenas corresponde en longitud á los tres primeros siguien- tes; es más recio, menos delgado que el primer tarso de los dos pares anteriores, pero es constantemente más corto. No se aprecian en los tarsos especiales órganos de fijación. Las uñas son constantemente: 2 | — | ? | — | 2. Las alas transparentes, ligeramente manchadas de negro en la mitad del borde superior, cubiertas de finas escamas piliformes, y con franja acetuada en los bordes (véase fig. 4.', lám. si). La nervadura corresponde á la que ha descrito Poey, aunque sería conveniente quizás modificar la nomenclatura adoptada. De todos modos, debemos añadir que sólo la nervadura CDStal (vena costalisj, la auxiliar (mediastinalis), la subcostal (subcosta- lis), la basilar ó transversa humeral (transversa hasalis), costitu- yen recias nervaturas quitinosas; las otras aparecen como líneas 600 boletín de la real sociedad española apenas sombreadas eu el espesor del ala. Hay una diferencia, muy considerable, muy acentuada, entre aquellas primeras y estas últimas. En el punto en que la. subcostalis se une con la eos- talis, y en el espacio constituido por la célula secunda costalis, existe siempre una mancha negruzca formada por aglomeración de finísimos pelos y escamas. Las halteras (balancines) son evidentes, largas, amarillo-pardas. Abdoynen grisáceo, á veces obscuro, con anillos amarillentos ciaros en la unión de los segmentos. Los segmentos del abdomen son ocho; el segundo es el mayor, considerablemente más ancho que los demás. El abdomen tiene un aspecto cónico característi- co, y termina con un último anillo muy pequeño, puntiagudo. Gomo se ve, existen algunas diferencias, bastante acentuadas, entre la Oecacta furens de Poey y la especie africana. Además, el habitat normal de la especie africana no parece coincidir con el de la Oecacta furens de Poey, pues este autor asegura que esta especie cubana nunca se encuentra lejos de las playas y de las aguas de mar, y en cambio la especie africana se presenta precisamente con mayor abundancia en las pequeñas elevaciones á distancias considerables de la orilla del mar. Provisionalmente aparece bien justificada la creación de la nueva especie Oecacta hostilissima. Una larga serie de proble- mas, todos ellos muy interesantes, se presentan á este propósito. ¿Ha sido el género Oecacta importado de las Antillas á la costa occidental de África ó viceversa? ¿Trátase acaso de formas autóc- tonas? Nos limitamos por ahora á señalar estas cuestiones, y á insis- tir sobre la conveniencia de estudiar con mayor detenimiento la biología de este díptero. Nos interesa poner de relieve una vez más que hemos sido los primeros en señalar la presencia de díp- teros hematófagos del género Oecacta en el continente africano. DE HISTORIA. NATURAL 601 Pablicaciones que ha recibido la f^eal Sociedad Española de fiistoria J^^atural durante el mes de l^oviembre de I9I2. (La liste suivante servirá comme accusé de réception.) Alemaxia Entomologischen Verein, Dresden. Iris. Bd. XXVI, Heft 1-3. Eutomologischer Verein in Berlín. Berliner Entomologische Zeitschrift. 1912, Heft i-ii. Entomologiscber Verein zu Stettin. Entomologische Zeitung. 73 Jahrg., Heft ii. Geologisches Centralblatt, Leipzig. Band 18, nr. 7-8. Internationalen Entomolog^n-Verein, Stuttgart. Entomologische Rundschau, xxix Jahrg., nos 21-22. Insektenhórse. xxix Jahrg., nos 45-48, Societas entomológica, xxvii Jahrg., n^^s 22-23. Naturse Novitates, Berlín. 1912, nos 18-20. Zoologiecher Anzeiger, Leipzig. Bd. xl, nr. 13. AUSTRIA-HüXGRÍA Académie des Sciences de Cracovie. Bulletin international. i9i2, nos 4 B, 5 A. K. K. Zoologisch-Botanische Gesellschaft in Wien. Verhandlungen. lxii Band, 7 Heft. Bélgica Société belge d'Astronomie, Bruxeiles. Bulletin. xxxiu* année, n° y. Société entomologique de Belgique, Bruxeiles. Annales. Tome 56^ x. Costa Rica Ministerio de Fomento, San José. Boletín de íomento. 1912, n."' 4-6. España Broteria, Salamanca. Vol. x, fase. 6. Cuerpo Nacional de Ingenieros de Montes, Madrid. Inspección de repoblaciones forestales y piscuolas, n° 15. Ingeniería, Madrid. N.os 270-275. Sociedad aragonesa de Ciencias naturales, Zaragoza. Boletín. Tomo xi, n.os 7-8. Estados Unidos y bus Colonias Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Proceedings. Vol. lxiv, part i. 602 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Departamento del Interior. Oficina de Agricultura, Manila. Revista agrícola de Filipinas. Vol. v, n.° 10. Department of the Interior. Weather Bureau. Manila Central Observatory. Bulletins for May 1912. The extraordinary drought in the Philippines. Field Museum of Natural History, Chicago. Publications. N"^ 152-168, 160. Johns Hopkins Hospital, Baltimore. Bulletin. Vol. xxui, u° 261. Museum of Comparative Zoology at Harvard CoUege, Cambridge. Bulletin. Vol. liv, n° 16. The American Naturalist, New- York. Vol. xlvi, n° 651. Tufts College, Massachussets. Stiidies. Vol. III, n° 2. fRANClA Académie des Sciences de París. Comptes-rendus. Tome 165, nos 19-22. Académie Internationale de Géographie botanique. Le Mans. Bulletin. 21* année, n° 275. La Feuille des Jeunes Naturalistes, París. 42^ année, n° 604. L'Echange, Moulins. 28" année, nos 332, 333, 335. Eevue genérale des Sciences purés et appliquées, Paris. 23' année, n° 21. Société botanique de France, Paris. Bulletin. Tome 69% 6. Société entomologíque de France, Paris. Anuales. Vol. lxxxi, 3" trimestre. Station Entomologíque de la Faculté des Sciences, Rennes. Inseota. 2' année, n° 22, Holanda Société hollandaise des Sciences, Haarlem. Archives néerlandaises des Sciences exactes et naturelles. Serie iii A, tome ii; serie lu B, tome i, S"" et 4*^ lívr. Inglaterra y sus Colonias Royal Physícal Society, Edinburgh. Proceedings. Vol. xviii, n° 4. The Canadian Entomologíst, London. Vol. xliv, n° 11. The Entomologist's Record and Journal of Variation, London. V^ol. xxiv^ nos 9^ 11. The Zoologist, London. Vol. xvi, nos 189, 191. Italia Rivísta italiana di Ornitología, Bologna. Anno ii, n° 1 , Rivista técnica e coloníale di Scienze applicate, Napoli. Anno ii, n° 11. Societá di Scienze naturali ed economíche di Palermo. Giornale di Scienze naturali ed economiche. Yol. xix. DE HISTORIA NATURAL 603 Monaco Institut océanographique, Monaco. Resultáis des campagnes scientifiques du Prince Albert P" de Monaco. Fase, xssvii. KusiA Societas entomológica rossica, S. Petersburgo. Revue russe d'Entomologie. T. xii, n" 2. Trudy (Horae). T. xl, n" 3. Venezuela Museos Nacionales, Caracas. Gaceta. Tomo i, nos 3.4. Bolívar (Ignacio).— Orthoptéres recueillis au Congo au coure du voyage de S. A. R. le prince Albert de Belgique. (Rev. Zool. Afric, 1912.) — The Percy Sladen trust expedition to the ludían Ocean: Orthoptera. Acrydiidse, Phasgonuridae, Gryllidae. (Trans. Linn, Soc, 1912.) CoDORNiú (Ricardo). — La fiesta del árbol; recuerdos, datos y consejos. Chevbeux (Ed.) — Deuxiéme Expedition dans l'Antarctique, dirigée par le Dr. Charcot: Diagnoses d'Amphipodes nouveaux. (Bull. Mus. París, 1912.) Debvieüx (Ermanno). — Geo-paleontología di un lembo della citta di To- rino. (Atti Pontíf. Accad. Rom. Nuovi Lincei, 1912.) Navarro Neumann (Emm. M. S.) — Les tremblements de Terre ressentís en Espagne pendant l'année 1910. (Bull. Soc. belge d'Astron., 1911.) ÍNDICE ALFABÉTICO DE LOS GÉNEROS Y ESPECIES MENCIONADOS Ó DESCRITOS EN EL TOMO XII DEL BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HISTORIA NATURAL (1> Abadejo. 161. Acanthoceras, 105. Aceras anthropophora, 116. Achote, 262. Achumi, 258. Actinacis cognata, 104. - delicata, 104. Ada ó Indamomo, 266. Aerinita, 500. - cristalizada, 134. Agropyrum curvifolium, 116, 118, Agrostis nebulosa, 116. Aguja palea, 161. Ahulla, 157. Alacha, 167. Alauda arvensis, 492, Algarrobo, 261. Aligustre, 138. Aliso, 266. Alkanna tinctoria, 117. Allium pallens, 118. - sphero-cephalum, 117. Almendro, 259. Alopias vulpes, 154. Alosa finta^ 167. - vulgaris, 157. Alpaca, 243, 245, 262. Alternaría Brassicíe, 88. Alumbre, 499. Alyssum serpyllifolium, 1 17. - spinosum, 1 18. Ámbar, 501. Ammonites, 106. Ammophila hirsuta, 221, 285. Anacyclus valentinus, 117. Anchusa officinalis, 85. Andalucita, 500. Andesita, 499. Andryala arenaria, 117. Anellaria separata, 170. Aneura pingáis, 429. Angelote, 156. Angely, 266. Anguila, 156. - anguila, 156. Aukerita, 499. Anoplocnemis curvispes, 357. - gracilicornis, 357. - tristator, 357. Antbericum ramosum, 117. Anthias anthias, 161. Antimonita, 495. Añusqui, 255. Aonidia lauri, 138. Apatura illa, 302. Aphelinus aonidiae, 138. (li Un asterisco * indica que el género ó especie á que precede está descrito en este tomo, y dos asteriscos •* que se describe por primera vez. Sólo figuran en el ín- dice las variedades nuevas. Los nombres vulgares van de cursiva. 606 boletín de la real sociedad española Aphelinus "^^ chrysomphali, 135, 139. - diaspidis, 137, 139. - fuscipennis, 137, 139. - lougiclavae, 138. - mytilaspidis, 137. Aphycus, 139. - flavus, 139. - philippiae, 139. Apogon iinberbis, 160. Aptychus, 129. - angulicostatus, 455. - Mortilleti, 455. - punctatus, 451. - Serranonis, 455. Aralia Sieboldtii, 152. Araña, 163. Árbol de Sangre, 262. de Drago, 264. Árbol María, 256. ^ Archiconchoecia striata, 375. Arcilla, 80, 81, 83, 115, 146. - margosa, 194. Arenisca, 8 J . - roja, 92, 206. Armadillo, 258. Arnoglossus laterna, 157. Artemisia Gallica, 116, 118. - glabescens, 118. - herba-alba, 118. Aeilus apicalis, 126. - barbarus, 126. - ** Bolivari, 123, 126. - crabroniformis, 125, 126. - lucidus, 126. Asno, 209, 211. Asparagus albus, 116. Asphodelus cerassiferus, 13 9. - flstulosus, 117, 119. - microcarpus, 117, 119. Aspidiotus hederae, 138. * Astenus Martinezi var. obscura- tus, 358. Astomum crispum, 432. Astragalus cruciatus, 116. - pentaglottis, 117. Astracoeuia aegiptiaca, 104. Atherina mochon, 158. Atriples glauca, 116, 118. - Halimus, 116, 118. Atriplex patula, 118. Augita, 147. Avena, 85. - sativa, 120. Avillo, 254. Azafrán, 108, 120. Azar quero, 260. Azogue, 228, 230. Azufre, 75, 206, 242, 497, Azurita, 499. Baila, 160. Balistes capriscus, 156. Ballena, 223. Balsamo negro, .260. Baritina, 499. Bartramia stricta, 435. Basalto, 207. Belemnites, 106. Berrugato, 161. Besugo, 169. Beryx decadactylus, 160. Bilobites, 145. Blennius Montagui, 162. - palmicornis, 162. - pavo, 162. - tentacularis, 162. Boca de oro, 159. Boga, 160. Boletus armeniacus, 169. - Boudieri, 169. - castanneus, 169. - cianescens, 169. - pachipus, 169. Boqxierón, 157. Bornita, 496. Box boops, 160. - salpa, 160. * Brachycerus callosus m. hypocri- ta, 382. Brasil, 255. Brassica olerácea, 88. - valentina, 120. Breca, 159. Breunerita, 132, 133. Broscus cephalofes, 374. - declivis, 374. - insularis, 374. - ** Uhagoni n. sp., 374. Brófola, 156 Bryum capillare, 435. DE HISTORIA NATURAL G07 Buey, 208, 209. Burros silvestres, 242. Byssacanthus arcuatus, 146. Caballa, 162. Caballito, 267. Caballo, 209, 211. Cabra, 209. Cacao de montaña, 267. Cachrys líevigata, 116. Caeoma mercurialis, 87. - pulcherrimum, 87. Café, 258. Calamina concrecionada, 222. Calamites, 92. Calcedonia, 148, 496. * Calcedonita, 148, 149. Calcita, 197, 498. Calcopirita, 495, 496. Caliza, 90, 132, 146. - cristalina, 207. - escalenoédrica, 222. - magnesiana, 205. - roja, 129. Calizas, 81, 115. Callipeltis cucullaria, 118. Calypogeia Trichomanis, 431. Campánula decumbens, i 1 8. Canchaliica, 266. Cando, 253. Canelo, 268. Canis mesomelas, 506. Cañafiktola, 256. Cáñamo, 120. Caolin, 501. Capi Guara, 255. Capieuro, 257. Capital, 169. Capra pyrenaica lusitanica, 187. Victorise, 187. Caramel, 159. Caraña. 265. Carduncellus araneosus, 118. Carnero, 209, 211. Casacttillo, 261. Cascarilla, 254. Cassida pusilla v. Olcesei. 362, Castañuela, 158. Cavia porcellus, 503. Cazón, 154. Centaurea áspera, 117. Centaurea hyssopifolia, 116. - linifolia, 117. - resupinata, 120. - Spachii, 120. Centhorrhynchus tessellatus, 364. Centrina Salviani, 155. Cephalozia bicuspidata, 430. Cerda, 162. Cerdo, 209, 211. Cerithium, 92. Cervus cantabricus, 194. Cetorhinus maximus, 115. Chachapas, 266. Charax puntazzo, 159. Cliertia, 161. Chicharra, 160. Chichijñ, 257. Chinchilla, 206. Chirimoyo, 261. Chlora imperfoliata, 117. Chondrites, 91, 127. Chopa, 159. Chorochoro, 254. Chasca, 257. Chromis castanea, 158, Chucha, 258. Chucho, 155. Chuischuis, 264. Chrysomphalus dictyospermi var. pinnulifera, 138. Chrysoprys aurata, 169. Cinta, 156. Cistus albidüs, 119. - ladaníferas, 119. Clastodiabasas, 146. Clupea pilchardus, 157. Cobaya, 603. Cobayo, 503. Cobre. 242. Coccolita, 501. Cochinilla, 138. Cochinito, 267. Colchicura bulbocodioides, 116. Compylodus Delgadoi, 146. Conchoecia Clausii, 370. Conejillo de Indias, 504. Conejo 209, 211. - de Indias, 209, 211. Conger conger, 156, Congermuríeua baleárica, 156. 608 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ** Coniocleonus crinipes var. tmi- formis n. v., 363. Convolvulus lineatus, 116, Copal, 258. Corhallo de arena, 161. - de hondura, 161. Cortina, 161. Corbinato, 161. Cornuda, 166. Corrigiola telephifolia, 117. Cortinarius acutus, 169. - brunneus, 169. - duracinus, 169. - Isabellinus, 169. - orellanus, 169. Coryphaena equieetis, 162. Cossutia, 223. - metálica, 298. - Stali, 298. Craterellus sinuosns, 169, Crisotilo, 500. Cristal de roca, 207. Cromita, 500. Crossidium squamigerum, 433. Crossopodia, 145. Crncianella patula, 116. Cryptophagus Brucki, 361. Oycloseris patera, 104. - Perezi, 104. Cydonium gigas, 586. Cylindroleberis oblonga, 370. Cynodon Dactylon, 85. Cypridina mediterránea, 370. Cyetipbyllum sp. ind., 178. Cytherois frequens, 371. * Cuarzina, 148, 149. Cuarcita, 146. Cuarzo, 132, 148, 496. - lechoso, 207. Cucharilla, 265. Cui, 259. Cunocuno, 260. Dactylopterus volltans, 160. üanais genutia, 301. Danta ó gran Bestia, 264. Daphne Gnidium, 119. Dasyatis pastinaca, 156. DecapteruB rhonchus, 162. Delphinium pubescens, 117. Dendracis, 104. Dentex dentex, 159. - fllosus, 169. Diabasa, 134, 207. Diabasas, J46. Dicenthraschus labrax, 161. - punctatus, 160. ** Dicopus citri, 335. - minutísima, 337. Diplodus annularis, 169. - sargus, 158. - vulgaris, 159. Doblada, 160. Dolomita, 205, 207, 499. - cavernosa, 146. Doncella, 168. Dorada, 169. Dorado, 162. Dorcadion, 223. - ** Amori var. penascosum, 861. Douvilleiceras, 106. Duvalia düatata, 466. ** Eccoptogaster Demaisoni n. sp., 365. Echicero, 264. Echinocouus conicus, 128. Echinocorys vulgaris, 128. Echinops ritro, 116. Elephas primigenius, 194. Emperador, 267. Encalypta vulgaris, 434. Encrinites, 178. Engraulis encrasicholus raza Me- diterránea, 157. ** Entosthodon physcomitrioides n. sp., 376. - Templetoni. 434. Epidota, 207. Epinephelus alexandrinus, 161. - caninus, 161. - gigas, 161. Epsomita, 499. ** Eriboea marcaea, 302. Eruca vexicaria, 117. Erythrfea spicata, 116. Erythrocypris acuminata, 371. Escopeta, 166. Espetón, 168. Espilitas, 146. Estaño, 242. Esteatita, 601. DE HISTORIA NATURAL 609 Eurhynchium circinatnm, 430. - rusciforme, 436. Enspongia irregularis, 588. - officinalis. 588, Evónimo, 138. Kxocatus Roiideleti, 153. Fabronia pu&illa, 435. ** Favosites n. sp., 1 76. - reticulata, 177. Feldespato albitico, 146. Ficulina ficus, 587. Fierasfer acus, 156. Fissidens algarvicus, 433. - bryoides, 432. - decipiens, 433. - incurvus, 433. - pusillus, 433. - taxifolins, 433. Fluorita. 321. Fontinalis Duriaei, 435. - hypnoidei, 99. - * Lachenaudi, 99. Fósforo, 497. Fossombronia angulosa, 430. - echinata, 430. Frankenia pulverulenta, 116. FruUania dilatata, 431. Famana viscida, 120. Fuñaría hygrometrica, 434. - serrata, 435. Gadus luscus, 156. Galán, 158. Galena, 321, 495. Galeus canus, 154. Gallineta, 160. Gallo, 162. Gato. 209, 211. Gaudryceras Aeoliforme, 106, Gitano, 161. Glabrasida Crotchi, 167. - Goudoti, 167. - Marseuli, 167, - ** Uhagoni, 1 66. - ventricosa, 167. Gladiolus Reuteri, 116. Glisol, 155. (-iobius niger, 162. Golondrina, 158. Gomphidius roseas, 169. Gonepterix amintha, 301. Goniarteca octopartita, 104. Gonium pectorale, 549. Grammoceras Thouarsensis, 453. Granito, 103. Grauwackas, 171. Greda, 82. Grimaldia dichotoma, 429. Grimmia orbicularis, 434. - pulvinata, 434. Guailambo, 258. Guailulo, 259. Cuanabano, 265. Guanaco, 261. Guanacos, 242. Guar ó Guargar, 261. Guarrito, 155. Guayabo, 263. Guaj/usa, 259. Guitarra, 155. Gypsopbyla Vaccaria, 116. Hammatoceras variabilis, 453. Harpalus enasus, 500. Hederá Helis, 84. Helianthemum intermedium, 11" 119. - ledifolium, 119. ■r leptophyllum, 119. - squamatum, 117. Helicbryson decumbens, 117. - Stsechas, 117. Heliotropium curassevicum, 549. * Helis Alonensis, 378. - * campesina, 377. - gualteriana, 143, 378. - ** Gualterio-canapesina, 377. - * Laureuti, 377. - Lorcana, 378. - spiriplana, 378. - vermiculata, 378. Helvella lacunosa, 170. Hematites roja, 222, 497. Hemiaster, 1U6. Hemiaria fruticosa, 116. Herrera, 159. Hidrocincita, 189. Hippocrepis comosa, 116. - scabra, 116. Hircinia muscarum, 588. - variabilis, 588. Hister cephallenicus, 359. T. su.— Diciembre, 1912. 39 CIO boletín de la real suciedad española Hister contaminatus, 3á9. - 4-ixiaculatus, 358. Homalothecium sericeum, 436. Hombre, 209, 211. Hoplites, 105. Hordenm distichum, 1'. 0. - hexastichuin, l'.u. - vulgare, 120. Biiangana, 262, Hiiaylmac, 259. Hulla, 501. Hydnum graveolens. 169, - mucidum, 169, Hypholoma sublateritium, 169. Hypnum cupresiforme, 436. - subjulaceum, 436. Hyporamphus Picarti, 167. Hyssopus officinalis, 1 17. Iberis pectinata, 117. Ictiosauro, 100. Ictiosaurue tenuirrostris, 101. Iguerón, 266. I/auha, 255. Japiita, 160. Jasp?, 497. Judío, 169. Juiis julis^ 158. JuDcu^ acutus, 116. Jurel, 162. - real, 162. Kochia scoparia, 117. Koeleria castellana, 118. - pheloides, 86. Lacre, 265. Lactarius cimicarius, 170. - ichoratus, 170. - serifluus, 170. Lagoecia cuminoides, 118. L-íiiosaurus Balsami, 188. Lavas, 147, Lecanmm, 152. Leioceras bicarinatus, 463. Leishmannia donovani, 455. - forunculosa, 455, - trópica, 455. - infantum, 455, Lejeunia serpillifolia, 431. Lémur variegatus, 224, Lenguadillo, 157. Lenguado, 157. Leontodón Hispanicus, 110. Lepidium subulatum, 117. Lepidosaphes gloreri, 341. Leptaxis espansa, 105, Leptoclorita, 146. Leptomusa castellata, 105. Lepturus incurvatus, 116. Lethe satyrina, 301, ** Leuoandra caespitosr., 581, Leucaspis pinifoliae, 216. ** Leucopheus incrustana, 587. Leucosolenia complicata, 580. - coriácea, £80. - canariensis, 58 \ Lichia amia, 162, - glauca, 162. - vadigo, 162. Lidita, 14 6. Lignito, 82, 92, 501. Limonita, 194, 498. Linaria glauca, 118. Lisa, 168. Llama ó Carnero de la Tierra, 262. Llamas, 242. Llampua, 162. Llanque, 260. Lobo de Mío, artfivio, 258. Lophius budegassa, 163. - piscatorius, 163. Lophoctenium, 145. Loxoconcha impressa, 372, Lúcumo, 263. Lumaquelas, 131, Lunularia vulgaris, 429. * Lussatita, 148, 149, 150. *Lutecita, 148, 149. Lycium afrum, 1 1 8. Lycopsis arvensig, 86. Lygeum spartum, 116. Lytoceras jurensis, 453. ** Macla de pirita, 346. INIacrochloa tenacissima, 118. Macrocypris succinea, 371. Macrorhamphosus scolopax, 158. Macrourus ceolorhynchus, 167. Madotheca Thuja, 431. Madre del Safio, 156. Madrepora, 104. Magnetita, 132, 133, 500. Maiz, 671. DE HISTORIA NATURAL 611 Malaquita, 499. Malarmado, liJO. ** Malcolinia heterophylla, 549, 653. Malva segyptiaca, 118, 120. - Hispánica, 120. - sherardiana, 120. - triflda, 120. Maramut, 190. iVIammuth, 193. Marchantía paleacea, 429. Marga, 146. Marga arcillosa, 80, 81. Marga irisada, 89. - roja, 92. - turbosa, 194. Margas, 116, 206. Margas yesíferas, 81, 82. Mastodon angustidens, 68, 78. Mathiola tristis. 117. Maxas, 266. Media Luyia, 267. Melampsora? Quercus, 86. - Rostrupii, 87. Melampsorella? Ricini, 87. Mélica nebrodensis, 116. Melucha at:a, 355. Mercurialis annua, 87, 88. - perenuis, 87, 88. Merlucius merlucius, 156. Merluza, 156. Mero, 161. Mica, 92. Micalesis gotama, 301. Micraster coranguinum, 128, Microlonchus Isernianus, 118. Mictis metálica, 35G. Milán, 165. Mispiquel, 495. Mojarro, 159. Molle, 257. Mono Cardenal, 261. - chanca, 260. - Chosne, 200. - colorado, 25-1, - Coto, 254. - Dominico, 261. - fraile, 260, - Ginebra, 254. - León ó Ardilla, 253. - verde, 253. Morero, 266. Moricandia arvensis, 117. Mucamnca, 265. Mugil auratus, 158. - cephalus, 158. ¡ - saliens, 168. • Miijol, 158. Muía, 156. j 3Julo, 209, 211. i MuUus barbatus, 160. I - - surmuletus, 160. I Miisquimusqui, 266. Mustelus vnlgaris, 154. Muríena helena, 156. Murena, 156. Muümit, 265. Mycale placoides, 587 Mycteroperca rubra, IGI. Mygdonia tuberculosa, 355. Myliobatis aquila, 156. Myophoria. 91, 93, 206. Myrianites, 145. Myxilla plumosa, 587. - rosacea, 587. Myxosporium paradoxum, 85. Naranjo, 138. Natica (?), 90, 91. Nautilido g. ind. y sp. ind., 179, ** Nemestrinus Ariasi, 540. Neope muirheadii, 301. Nepeta Nepetella, 116. Nereites, 145. Neslia paniculata, 117. Ñonga, 264. Nonnea micratitha, 1 18. - violácea, 117. Nonorieta, 266. Obispo, 158. Oblada melanura. 160. *^ Ochodaens montanus n. sp , 366. Ocneria dispar, 441, 589. Odontoloba bellicosa, 356. - tuberculosa, 355. Oecacta, 546. - furens, 591. - ** hostilissima, 546, 591. Ofita, 134, 205. - diabásica, 91. Ofitas, 194. Oligisto, 132, 133, 207, 366, 497. 612 boletín de la heal sociedad española Omphalodes linifolia, 116. Onchus tenuietriatus, 146. Onomis crassifolia, 116. Onopordon Acanthium, 455. - acaule, 455. - ** bilbilitanuin, 456. - corymbosum, 455. - nana, 455. - nervosum, 456. - ** Paui, 456. - virens, 456. Oolitos turingiticos, 146. Opacaso Amfivio, 269. Ópalo, 148, 149, 498. Ophrydium versatile, 197. Opuntia vuigaris, 49!. Orbitolina plana, 309. Oro, 243, 495. Orthagoriscus mola, 156. Orthis Actonite, 174. 179. - calligramme, 179. Orthopristis Benetti, 159. Orthotrichnm anomalum, 434. - diaphanum, 434. Ortiga de montaña, 262. Oso ormiguero, 256. Ostrsea, 127. Otubanva, 25T, Pacae ó Guaba, 260. Pacha, 159. Pachymatiíma johnstonia, 586. Pacran, 262. Pagellus acarne, 169. - bogaraveo, 169. - breviceps, 159. - erytbrinus, 159. - mormysus, 159. Pagrus Bertboloti, 169. - orphus, 159. - pagrus, 159. Paipai, 265. Palillo, 264. Palma, 265. Palometa, 162. Palo^=santo, 257. Palto, 263. Pámpano, 162. Panijjol, 161. - rascas, 160. Papayo, 254. Papilio alcinous, 301. - borealis, 301. - sutbus, 301. Paracentropristis liepatus, 161. Paracytherois etriata, 372. Paradoxostoma acuminatum, 37 i. - iucongruens, 371. - rubrum, 371. - triste, 371. Parapristipoma viridense, 159. Pargo, 159. Parlatoria pergandei, 331. ** Parvulinus, 332. - ** auranti, 333. Patrón, 160, Pectén, 127. Pedernal, 91, 131, 1*8, 207. Pega timón, 154 Peganum Harmala, 116. Pelamys sarda, 162. Pellia calycina, 429. - epiphylla, 429. Peral, 138. Perico ligero, 255. Pericote de montaña, 264. Perispbinctes, 129, 130. Peristedioa catapbractum, KiO, Peroderma cylindricum, 157. Perro, 162, 209, 211. Pescadillas, 166. Petróleo, 501 . Petromyzon marinus, 154. Pettalophyllia cyclolitoMes, 105. Pez de Rey, 158. Pez zorro, 154. Peziza nigrella, 652. Philomedes interpuncta, 370. Pboliota eegerita, 109. Phycis phycis, 156. Pbyllacliora Cynodontii, 85. Phylloceras mediterráneas, 451. - Royanum, 106. - Tetbys, 105. Phyllocites, 145. Picudo, 263. Pimpinella dichotoma, 118. Pinche, 267. Pinta roja, 154. Pinus Austríaca, 215, - Pinea, 117. DE HISTORIA NATURAL 613 Piñón de montaña, 258. Piojo rojo, 135. Pirita, 190, 495. Pirolusita, 189, 222,465. Piroxeno, 207. Pitajaya ó Gigantón, 262. Pizarras, 14(5, 206. - ordovícicas, 171. Placosmilia, 105. Plagiochasma rupestre, 428. l'lagiochila asplenioides, 430. Plagioclasa, 147, 208. ** Planasida Candidoi, 167. Plantago Bellardi, 117. - Coronopus, 117. - crassifolia, 116. - Lagopus, 117. - marítima, 1 16. Plata, 230, 243. Plátano, 259. Platophrys podas, 157. Plectrodus mirabiiis, 14(j. Plectropoda cruciata, 354. - granulata, 354. - Hottentrta, 254. - lobata, 354. - oblongipes, 364. - spinulosa, 354. Pleuro tomaría conoidea, 4ú3. Plicatula, 223. Plomo, 242. Pleuronectes rhombus, 157. PoU-roig, 70, 135. l'olygala Boíssieri, 120. Polymastia robusta^ 587. Polypcgon littoralis, 118. Polyporus radiatus, 169. - velutinus, leg. i'olypríon ceruium, 161. Pontocypris pirifera, 371. Populus Alba, 87, 117. - canescens, 1 17. - nigra, 117. - trémula, 1 17. Posidonomya Bronui, 454. Príodontes giganteos, 506. Príonolobus dentatus, 431. Proclorita, 187. Prospaltella, 187. - Berlesei, 152. Prospaltella conjúgala, 162, 153. - **filicornís, 150, 152. - ** leucaspídís, 213, 214. - tristís, 153. Pryeria sínica, 301. * Psendocalcedonita, 148, 149. Psilomelana, 499. Puccínia dispersa, 85. - glumarum, 85, - graminis, 86. - rubigo-vera, £6. - simples, 86. - triticina, 86. Pudinga, 82. Pulupulu ó Mulita, 264. Punchana ó Zapa, 259. Puzosia Kiliani, 106. - Nolani, 106. Pygope aspasia, 454. - janitor, 451. Qaeletia mirabiiis, 662. Quercus coccifera, 119. - ilex, 119. - pseudo-coccífera, 119. - Tozza, 86. Quinaquina, 267. Qainual, 254. Quirquincho ó Mulita, 256. Radula complanata, 431. Rafél, 160. Raja miraletus, 155. - punctata, 155. Rape, 163. Raposo de todo temperamento, 258. Rascasa, 160. Raspallón, 159. Rata, 163. - de canto, 157. Raya, 156. Reboulia hemisÍEerica, 429. Remol, 157. Renaca 6 Aguage, 264. Reseda alba, 116. Rhacophyllites Loryi, 451. Rhinobatus column^e, 155. Rhizaxinella pyrifera, 587. Rbynchonella, 130, 223. - depressa, 309. - Lamarckí, 3)9. - plicatilis, 309. 614 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ** Rhytirrhinus longulus var. in- tersticialis n, v,, 364. - ** perplexus n. sp., 363. Riccia insularie, 427. Eicinus conmunig, 87. - spectabilie, 87. Ripidolita, 187. Roagallo, 157. Róbalo, 161. Roncador, 159. Ronzoco, 263. Rubelaua, 500, Ruta pubescens, 116. Sábalo, 157. Safio, 156. Sal amoníaco, 75. Sal gema, 134. Salmonete, 160. Salsola Kali, 116, - vermiculata, 116. Saltón, 157. Salvia officinalis, 116. Sama de pluma, 15í>. Sangre de Drago, 256. Saponita, Sdl. Sardina, 157. Sardinella aurita, 157. Sargo, 159. - p¿CM(?o, 159. Schlerochibus contortus, 371. Scioena aquila, 161, - umbra, 161, Scirpus Tabernsemoutani, 1 16. Scomber colias, 162. - scombrus, 162. ** Scutastra, 682. - ** cantábrica, 582. Scyllium canicula, 154. Sebastes dactyloptera, 160. Sécale cércale, 85, 120. Sedum gypsicolum, 11 0. Selenita, 81, 82. Senecio aurícula, 116, 118, Serióla Dumerilii, ltJ2. Serpentina, 496, 600. Serrafalcus Lloydianusi, 118. Serrano, 16L Serranus atricauda, 161. - cabrilla, 161. - scriba, ICl. Serviola, 162. Sideritis romana, 117. Siderosa, 187. Sienita albítica, 147. Silex, 148, 149, 192, 497. Sílice, 148, 497. Silicita, 14G. Simarua, 261. Simoceras, 130. Simulium, 591. Sinamon, 253. Sisymbrium bispanicum, 120. Smithsouita, 189. Solea angulosa, 157. » lascaris, 167. Solimansucho, 267. Sonchus crassifoliue, 118. Sorosoro, 257. Sorro de listas, 263. Soto, 264. Sparoides, 128. Spbenodus, 130. - longidens, 131. Sphenopus Gouani, 116. Sphyrcena sphyrceua, 158. Spbyrna zygoena, 165. Spicara alcedo, 159. Spiriferina Hartraanui, 453. - rostrata, 463. Spondyliosoma canthanis, 159. Squalus Blainville, 155. - vulgaris, 155. Squatiua squatina, 156. Stacbis birta, 117. Stacbys palustris, 116. Statice caisia, 1 16. - dicbotoma. 116. - ecbioides, 116. - ovalifolia, 116. Stelletta Grubei, 596. - pumex, 686. Stereum hirsutum, 552. Stipa barbata, 116, 1!8. - júncea, 116, 118. - Lagascse, 116, 118. - parviflora, 116, 118. - pennata, 116, 118. Stromateus fiatola, 162. Stylocoemia macrostyla, 104. Suseda fruticosa, 118. i DK HISTORIA NATURAL 615 Sais, 267. Siüpicia distincta, 353. Sympbodrus ocellaris, 158. Tachina festiva, 442. - larvariim, 442. Tamarindo, 256. Tambor chico, 267. Taro ó taya, 263. Taraxacum tomentosum, 116. Targionia hypophylla, 427. Tataeulos, 157. Tejón, 255. Tem.bla''ra, 155. 'J'erebratula, 130. - Bouei, 451. - Menardi, 309. -- phaseolina, 300, - rectangularis, 130. - * triangulus, 130. Terebratulas, 106. Terias hecabe, 301. - obsoni, 30). Teruelita, 132. Tet.rabelodon, 79, 83. - angustidens, 99. Thalassoma pavo, 168. Thammium alopecurum, 436. Thrincia hispida, 117. - "■* squamata, 493, 507. - tuberosa, 507. Thymus Funkii, 120. Tilia platyphylla, 121. Tilo, 121, 122. Timelea Sanainunda, 11?. Tordo, 158. Torillo, 162. Torpedo ocellata, 165. Tortula atrovirens, 438. - cuneifolia, 433. - inermis, 434. - muralis, 434. - ruralis, 434. Trachinus araneus, 163. - draco, 163. - radiatus, 163. Trachurus traoiiuras, 162. Tremella mesenterica, 169. Tres colas, 161. Trichostomum crispalam, 433. Trigla corax, 160. Tn'gla corax var. poeciloptera. 160. - lyra, 160. Triticum durum, 120. - Gaertnerianum, 120. - Linneanum, 120. - vulgare, 86. var. cestivum, 120. hybernum, 120. Trochoceras, 179. Trochosmilia varicosa, 105. Trochila Craterium, 84. Tróm¡)etero, 158. Tuberculina Ricini, 88. Turbonella, 90. Turingita, 145. Turmalina, 5U0. Tutumo, 263. ** Tychius quinquepunctatus var. in interruptus n. v., 364. Tylosurus acus, 157. Ulmina, 143. Ulmus campestris, 117. Umbrina cirrosa, ISl. - Lafonti, 161. - ronchus, 161. Uranoscopus scaber, 163. Uredo coeoma Mercurialis, 88. UrgineaScilla, 119. üropetalum eerotiuum, 117. Vaca, 161. Vaca serrana, 161. Vainilla, 260. Variolitas, 146. Venus, 127. Verbascum sinuatum, 117. - Thapsus, 117. - virgatum, 117. Verderol, 162. Vesperus conicollis, 301. Vi"Mña, 263. Vicuñas, 242. Vid, 120. Vieja, 162. Viscacha, 265. Volador, 168. Weissia viridula, 482. Xestoleberis communis, 372. - decipiens, 372. - dispar, 372. 616 boletín de la real sociedad española Xestoleberis margaritea, 37 Xiphias gladius, 101. Xyrichthys iiovacula, 158. Yeso, S3, 116, 132, 2i 5. á'.'O. Yeso sacaroide, 207. Zalema, 160. Zea mays 120. Zerezo, 264. Zeus faber, 162. ZoUikoferia resedíefolia, 116, 118. ice (le le ceiiteiiíde en el loiiio XII del Boletín. Págg. Junta directiva y Comisiones para 1912 3 Socios fundadores de la Real Sociedad española de Historia natural . . 6 Presidentes que ha tenido esta Sociedad desde su fundación , 5 Lista de socios 7 índice geográfico de los socios 40 Relaciones del estado de la Sociedad y de su Biblioteca 40 Estado de la Biblioteca 54 Lista de las Sociedades con las que cambia, y de las p)ublicaciones 2^^- riódicas que recibe, la Real Sociedad española de Historia natural. 56 Sesión del 10 de Enero de 1912 67 Hersákdez Pacheco (E.)— Importancia del descubrimiento del Mas- todon angustidens en el Cerro del Cristo del Otero (Falencia) 68 González (J.) — Observaciones geológicas sobre la alineación monta- ñosa de Gredos 69 Ribera (E.) — Sobre el poll-roig 70 Eern'Ández Navarro (L.)— Nuevos datos sobre el volcán Chinyero (Tenerife) , '4 Daktín Cereceda (Juan). — Noticia del descubrimiento de restos de mastodonte y de otros mamíferos en el Cerro del Cristo del Otero (Falencia) "'^ González Fragoso (R.) — Datos micológicos para la flora española.. . 84 Jiménez de Cisneros (Daniel). — El Negret y sus alrededores 89 Publicaciones recibidas 93 Sesión del 7 de Febrero de 1912 97 Lozano (L.) — La protección á los animales doméslicos 97 Bolívar (J.) — Sobre la creación de un verdadero jardín zoológico en Madrid 98 Casares Gil (A.) — Hallazgo del Fontinalis Lachenaudi en los alrede- dores de Santiago de Galicia 99 Vidal y Compairé (P.)— De la viviparidad ó no viviparidad de los ictiosauros 100 618 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA PlígS. Fadra (M,)— Notas bibliográficas. Bertrand (L.): Carte geologique clé- taillée; feuille de Bagn'eres de Luchan, nuco. 252.— üppbenlieim (Paul): Bemerkurifjen zu Prof. J. Félix. Uher eine unterterticire Ko- rallenfauna aus der Gegend von Barcelona. ... 103 Daroer.— Nota bibliográfica: Sur quelques fossiles pyriteux du Gaidt des Baleares, por Mr. Paul Fallot Iu5 Ferrando (P.)— Nota bibliográfica. Marius Dalloni: Étude geologique des Pgrenées del' Aragón 106 Dantís Cereceda (J.)— Contribución al estudio del carácter de la flora fanerogámica de Albacete 107 Caballero (A.) — Brotación anormal de un tilo 121 Arias (J,)— Una nueva especie de Asílido de España. Notas dip- terológicas 123 Jiménez de Cisneros (D)— Excursión desde Novelda al Pinoso. .. . 127 García Mercet (R.) — [Ju parásito del . . 166 Sobrado Maestro (C.)— Notas para la flora micológica gallega 168 Faura y Sans iM.)— Sobre* dos nuevos yacimientos ordovicicos en los Bajos Pirineos. (Nota preliminar.) (Lámina iv) 170 Publicaciones recibidas 180 Sesión del 10 de Abril de 1912 1 85 Bolívar (L).— Conveniencia de formar un vocabulario de términos técnicos de Historia Natural 4 85 Cabrera Latorre (A.). — Diferencias entro la Capra pyrenaica Victo- rice y la 6'. pgrenaica, lusitánica 187 Faüra (M,)— Terremotos en Cataluña 187 Ferrando (P.).— Siderosa cristalizada irisante de Matomoros (Bilbao). 187 Ferrando (P.). — Sobre el reptil fósil sauropterigido notosaurido, en- contrado en Estada (Huesca; 188 Olabe. — Notas bibliográficas: La edad de piedra en la América del Norte, por M. Moorehead 191 DE HISTORIA NATURAL 61Í) Págs. CvRBALLO (J.) — Descubrimientos de restos de cmammuth> y de otros mamíferos ea el cuaternario ferrífei'o de Pámanes (Santander) ... 193 San Miguel (M.) — Nota sobre una excursión por la provincia de Gerona 196 Orüeta t Düarte (D. de).— Un aparato para microfotografía con el microscopio colocado en cualquier posición y especialmente en la posición inclinada . . 199 Jiménez de Cisneros (D.) — De Orihuela á Murcia 204 Gallego (A.) — Las granulaciones eosinófilas en el hombre y en los mamíferos domésticos. — (Trabajos de laboratorio).. 208 García Mkrcet (R.) — Afelininos españoles 213 Publicaciones recibidas 216 Sesión del 1° de Mayo de 1912 221 Barras de Aragón (F. de las). — Una historia del Perú contenida en un cuadro al óleo de 1799. (Láminas i, ii y ni) 224 DüSMET T Alonso (J. M.) — Observaciones sobre la nidificación de la « Ammophila hirsuta> Scop 285 Orüeta (D. de). — Las obras sobre visión microscópica de D. Joaquín María de Castellarnau y Lleopar, Inspector general del cuerpo de Ingenieros de Montes 289 García Várela (A.)— Notas hemipterológicas 298 Fernández (P. A.) — Dos nuevos lepidópteros paleárticos. — Notas de geografía entomológica 300 Jiménez de Cisneros (D.)— Eelación de algunas especies fósiles del Cretáceo medio y superior de Santander 307 San Miguel de la Cámara (M.) — Datos para la estratigrafía de Montjuich 311 Publicaciones recibidas 316 Sesión extraordinaria del o de Junio de 1912 317 Propuesta de Socio honorario á favor de M. Eug. Simón 317 Sesión del 5 de Junio de 1912 317 Aranzadi (J.). — Sobre la formación del vocabulario de términos téc- nicos y vulgares 317 Sección de Granada. — Conferencia del Dr. Hugo Obermaier 822 Bolívar (I).— Notas bibliográficas. Malcolm Burr: Dermaptera 324 Gamundí.— Za Diatomologia Española en los comienzos del siglo XX, por D. Florentino Azpeitia Moros 326 García Mercet (R.) — Mimáridos nuevos de España 331 Jiménez de Agüilar t Cano (J.)— Un hallazgo de restos prehistó- ricos .* 337 Fernández Gíliano (E.)— Un nuevo procedimiento de teñido de las membranas celulares ligniñcadas 340 Pardillo (F.)— Sobre una nueva ley de macla de la pirita 345 G20 boletín de la REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA Págs. Publicaciones recibidas 347 Sesión del 3 de Julio de 1912 349 Cabrera Latorre. — Papeletas para el vocabulario de térroinos téc- nicos 849 Bolívar —De la creación de una Comisión de exploraciones espeleo- lógicas 351 GabcIa Várela (A.) — í>iotas hemipterológicas sobre Coreidos africa- nos (Mictidae) del Museo de Madrid 353 FcEXTE (J. M. de la). — Datos para la fauna de la provincia de Ciu- dad Real 358 Pardillo (F.)— Oligisto de Melilla 36o Pardillo (F.) — A.lgunas especies de Ostrácodos de la bahía de Pal- ma de Mallorca 369 Bolívar y P^ELTAI.^í (C.) — Nueva especie española del género cBros- cus> (Carábidos) 374 Casares (A.) y Beltrán (F.) — «Entostodon physcomitrioides» nov. sp. 375 Serradell (B.)— «Helis Gualterio-campesina > Serradell. Especie, ó mejor dicho, forma nueva, intermedia entre el grupo de la «H. Gual- leriana» L. y de la «H. campesina» Ezq. (Láminas v y vi.) 377 Arias (J.) — Adiciones á la Fauna Dipterológica de España 3S5 Beltrán Bigorra (F.)— Muscíaeas de la provincia de Castellón 426 Publicaciones recibidas 436 Sesión del 2 de Octubre de 1912 441 Aulló (M.). — Parásitos del «Cenoria dispar» 441 Fernández Navarro. — Notas bibliográficas: Louis Gentil: La géolo- gie du Marco et la genése de ses grandes chaínes. — Louis Gentil: Le Maroc physique..—P. Choffat e A. Bensaade: Estudos sobre o sis- mo do Ribatejo de 23 de Abril de 1909.— Fhisalix (Mme. Marie): Precauciones que deben de tomarse en la recolección, conservación y envió de animales venenosos 443 Bolívar (L) — Nota bibliográfica: Instrumentos y operaciones de Oceanografía pj-actica, por J. Thoulet, traducción de F. Batista Díaz 449 Jiménez de Cisneros (D.)— Noticia acerca del hallazgo del sistema Liásico en la provincia de Alicante 450 PlTTALrGA (G.)— Hallazgo de Leishmania infantum, protozoo pará- sito del «Kala-azar infantil», en la costa de Levante de España. . 456 Vioioso (B. y C.)— Formas nuevas del género «Onopordon» 457 Buen y LozaNO (II. de).— Eelación entre la sedimentación y la sali- nidad del líquido en la que se realiza 459 Hoyos Sáinz (L. de).— La Convención Antropométrica de Ginebra.. 4 76 Publicaciones recibidas 4 84 Sesión del 6 de Noviembre de 1912 480 Costa (J.). — Un nuevo microtomo para cortes seriados 489 DE HISTORIA NATURAL 021 Págs. Cabrera Latorre.— Proj-ecto de jardín zoológico 489 Barras (F. de las).— Proliferación de un fruto de Opuntia vidgaris . . 491 Belbeze.— Una alondra con dos cuellos y dos cabezas 491 Fernández Navarro (L.)— Minerales del Norte de Marruecos 494 Aranzadi (T. de).— De una relacióa antropométrica tradicional en Indo-China y Alcarria óO 1 Cabrera (A.)— De nomenclatura vulgar. El nombre del < Cavia por- cellus» en castellano ^^^ Caballero (A.) -Una Thrincia nueva del Rif. (Lám. vii) 507 Navarro Neumann (M. M. S.)— Enumeración de los terremotos sen- tidos en España durante el año de 1911 508 Dastís Cereceda (J.)— Nota preliminar sobre las relaciones de la red hidrográfica y del relieve en la Meseta de la Península Ibérica . . . 524 LicnTWARDT-CHARLOTTENBURfí (B.) — < Nemestrinus Ariasi» n. sp. (Dipt.) '^-lO PublieacionPS recibidas "^^ Sesión del 4 de Diciembre de 1912 545 Ferrando (Sección de Zaragoza).— De una roca eruptiva de Fraga (Zaragoza) • ^^^ Fernández Navarro.— Nota bibliográfica. León Bertrand y Louis Mengaud: Sur la strudure des Pyrénées cantabriques et les rélations probabl-s avec les Pyrénées occidentales óól Faora.— Nota bibliográfica. J. Maheu: Exphration et flore souterrai- ne de cavernes de Catalogue et des Isles Baleares 551 Cabíllero (A.)— Una en los encinares de El Plantío y El Pardo. (Notas entomológicas.) (Láminas ix y x) 589 PiTTALUGA (G.)-El íje-jén»: Un nuevo Díptero hematófago de la costa occidental de África (Guinea española). Oecacta hostilissi- ma n. sp. CLám. xi) ^^ I Publicaciones recibidas *^'Jl índice alfabético de los géneros y especies mencionados ó descritos en el tomo xii del Boletín ^^-^ índice de lo contenido en el tomo xii del Boletín 617 «22 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA ADVERTENCIA Se ha publicado este tomo en cuadernos que han aparecido dentro del mes correspondiente. Lleva, además, once láminas aparte. a MBL/WHOI LIBRARY UH lanv p