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AUD EA OOO ena da dee 2 14, ña 047 os AT Y > , NA ON AS "9 1 cn AOS pa E ralla a e A pr died, do T eN dro OLE arepa domi rd q Aa eds ipod, pue ASA pao Ss pad Me ANS ey A e SON Ai ! 14,148 Apr de ps oe ASIA en so q... pp vi osa ¿(pad SA A Hp NOIA: f Pt pa Bear y al ¡2 Y m » pin An A E dr l Ad in AL cs emo MEA EEE E FOR THE PEOPLE FOR EDVCATION FOR SCIENCE LIBRARY OF THE AMERICAN MUSEUM OF NATURAL HISTORY ' Wi ? ) y ' ' j mW 0 m1 A) Wi 0 Mi SN í 1 NY 1 , CRA ME a ES CIIERES E 1 DE LA Sociedad Hengráica de Limo. TOMO IHI-AÑO 111 LIMA, IMPRENTA LIBERAL — CALLE DE LA UNION (BAQUIJANO) 317, (SOz. br pn £ AN A AS q 7) AE Nm VUSEUNN MOLAR ¡ROLE ARAU Y A e e 1b Ta. : s Sociedad Geográfica de Lima, rd AÑ CONSEJO DIRECTIVO 1893 A Dri CErrabza ars des 0 PRESIDENTE. » Capitán de Navío D. Camilo N. Carrillo... VICE-PRESIDENTE a DAMOS desto Basadre medicas arado 0 TESORERO . ilemacio La sbuentels. 000. ta BIBLIOTECARIO a Ae dETIcO ElLUETA mod. taa rele eo SECRETARIO E A Brmesto MallnoWSKL .oosbcocoio. VOocAL mE Miicardo Palma lanas iaa eee e > e A Enlagio” DelSado ai relaias ota 5 E arios Paz SOlda na. desa. a ases DOMbIO ROO. 200 E ie a » sl Mente! ACV TES RS o y 53 Cptn. de Navío M. Melitón Carvajal .. da Sr DD. Reterico Villareal. o 7% o o A del a A Cptn. de Namlo Cárlos Ferreyros: taste... es Sr. Marcio Alza de ca ae > Manuel A. Munizo cas ala > A NEancisco Almenara Butler. so... ; o ORIQUE era. daa dead bdo 7 A OS. IVIESSO O. a aa dd dos E y EEniudas CAGAENAS A abla da A, Arístides Vasquez de Velazco..... E A A ES A E ADIOS Aron. opio car o it Ss E ANS A A Se A A E A Re Dirección: Sociedad Geográfica de Lima, Altos de la Biblioteca Nacional. Apartado Correo: No. 267—Teléfono 556. $ A » Te . $ f y A A E e Es y JA Ai 24 4? DA » BOEETIN “DE LA | e + cográfica de Lima, MA oO TEL. Lima, Viernes 30 DE JUNIO DE 1803.—NUMs, 1, 2 Y 9. S a o Consideraciones generales SOBRE LOS DEPARTAMENTOS DEL CENTRO, BaJO SU ASPECTO ECONÓMICO Y ETNOGRÁFICO. (1) % pu AS LA gera Neseripción” que acabamos de hacer de algunas pro- incias de la zona del centro, nos conduce á estudiar, de una vanera general, las condiciones sociales y económicas de aque- sia retiradas regiones de la República. e El estado de civilización y cultura de las poblaciones indíge- mas de: Huancavelica, Ayacucho y Apurimac, es el de un abati- miento más Ó menos igual. Hemos notado, sinembargo, que los indios de Huancavelica han consarvado ciertos hábitos de traba- jo y de subordinación, que parecen haberse perdido en algunas provincias de Ayacucho y de Apurimac. La relativa prosperi- dad agrícola de Tayacaja y de Angaraes, se debe en mucha pat- te á esas condiciones morales del pueblo huancavelicano, En algunas provincias que comprenden las más bellas y ricas Ey: - comarcas dé Ayacucho y Apurimac, han llegado sus habitantes a un punto tal de disolución social, que en ellas casi han desa- - parecido esos vínculos que el respeto . recíproco y la considera- É ción gerárquica hacen estable y próspera la vida civil. Investi- gando ahora las causas de dE rápida decadencia de esas pobla- E AA pe Véase Boletín No 5, página 176, y Boletín N? 8 página 281, dl mo 1. 3 Saldos, rs tad AA ciones, que durante el coloniaje habían alcanzado un alto grado de civilización y cultura, se vé claramente que son tres los prin- cipales inotivos de un descenso tan profundo en su existencia. o * La ignorancia y los vicios del clero; 2, La anarquía polí- SN en que hemos vivido desde nuestra emancipación; y da revolución económica que se ha operado en el país como con- secuencia de su vida independiente, Pero, antes de entrar en el estudio de estas causas, fijaremos la atención del lector en las condiciones morales del indio y en la índole de esta raza, tan singular bajo muchos aspectos. » LH CS La conquista, que sumió al indio en la sima de la infelicidad, sometiéndolo á la más dura servidumbre, solo dejó á su espíritu el recuerdo de los tiempos venturosos del Imperio, como cons- tante estímulo para aborrecer á sus opresores, con tanta mayor intensidad cuanto más vivos debían ser sus recuerdos, para pre- sentar ante sus ojos el terrible contraste de aquellos días de vida patriarcal, con los sufrimientos y ultrajes de su condición pre- sente. Esta raza sintió como todas las que han sido oprimidas, un odio natural contra sus conquistadores, y una aversión pro- funda por su civilización, rechazando con la constancia de su: característica inercia, toda influencia europea. La sociedad indígena, en su brusca caída, no tuvo tiempo pa- ra medir la energía “de la fuerza que lo abrumaba, ni para apre- ciar la suya; de manera que toda reacción se hizo imposible. El Imperio de los Yupanquis había desaparecido en un día como herido por la cólera celeste, y el indio, acostumbrado á mirar en el poder de sus Incas el poder mismo de la divinidad, al verlo aniquilado por un grupo insignificante de aventureros españoles, creyó que eran seres superiores al hombre los que habían des- truído en un instante la grandeza secular de sus príncipes. Des- de entonces, la energía de esta raza quedó paralizada, y el indio no pensó en resistir seriamente la dominación de sus conquista- dores, entregándose á ellos con un sentimiento de fatalismo casi supersticioso: condición que si hubiese sido hábilmente explota- da por los españoles con una conducta más humana, tal vez ha- bría cambiado en breve tiempo la índole de esa raza, preparán- dola á entrar fácilmente en la civilización europea. Pero, nada se omitió para exacerbar sus desgracias y para infundirles una permangnte aversión á todo lo que fuera extraño á su incaismo. A 27 A A El indio, en la imposibilidad de resistir Ó de emigrar para cor- tar todo contacto con una raza resuelta á aniquilar la suya, pro- curó apagarse moralmente, concentrándose dentro de sí mismo como para ocultar su espíritu y su carácter, ya que no le era po- -sible ocultar su personalidad entera. Así, opuso á sus conquista- dores uma resistencia pasiva con una constancia peculiar á su - temperamento, la que, habiéndose hecho hereditaria, continúa hoy mismo bajo un gobierno que ha proclamado la igualdad ci- vil y política de la raza opresora y la oprimida, colocando al mismo nivel al antiguo señor y á su siervo. El indio, acostumbrado á temer el engaño y el despotismo fe- roz de los españoles, no ha creído hasta ahora en la libertad que él mismo conquistó como soldado en las campañas de nuestra - independencia, y siempre desconfiado, frente á frente de la raza dominadora, tiene por sus descendientes las mismas prevencio- nes y antipatías que tuvieron sus padres por los ascendientes de aquellos, y la misma repugnancia por una civilización que se le reveló cubierta con la sangrienta túnica del Imperio. Además de estos motivos, diremos así, objetivos, han influído otros de carácter subjetivo, para que el espíritu del indio se 'ha- ya mostrado siempre refractario á la cultura europea; esos moti- vos han sido, y son aún, la índole est4tzca de su carácter, sin analogía con la de ningún otro pueblo ó raza humana; y la civi- lización misma que alcanzaron bajo el poder teocrático de sus Incas. Es, en general, más difícil transformar una civilización ya arrai- gada, que hacerla germinar en un pueblo inculto; así, se ha visto con cuánta rapidez se civilizaron los bárbaros al formarse las modernas nacionalidades europeas sobre los escombros del Im- perio romano, aceptando de la sociedad conquistada, no sólo las manifestaciones exteriores de su cultura, sino los principios fun- damentales del cristianismo; al paso que las poblaciones bramí- nicas del Indostán, oponen hasta ahora su civilización autóctona á la invasión de toda cultura europea, con la misma tenacidad con que los indios peruanos han rechazado las ideas y costum- bres de las naciones cristianas. En el litoral mismo, hemos visto con cuánta facilidad la raza negra, en sí bárbara, ha sabido asi- milarse la cultura y la religión de sus amos, confundiéndose con ellos en una misma civilización; en tanto que á su lado, la socie- dad indígena, con cultura propia, ha permanecido aferrada á su incaismo. La razón de este fenómeno debe buscarse, sin duda, En la débil impresión que en el espíritu ingénuo de log bárbaros A producen sus propias creencias, hábitos y preocupaciones; mien- tras que son profundas las modificaciones que operan en el ca- rácter de las comunidades civiles la estabilidad secular de sus instituciones políticas, sociales y religiosas, que en su conjunto constituyen la civilización de un país; siendo por estas causas más fácil amoldar los primeros á otros usos y costumbres, á otras ideas y sistemas, que son por ellos aceptados sin la resis- tencia que siempre provoca en el hombre un cambio en sus con- vicciones ya arraigadas por cierto grado de cultura. Estas con- vicciones en el hombre civilizado, habiendo llegado á formar la sustancia misma de su espíritu, por la educación, las tradiciones y el medio moral en que se ha desarrollado su personalidad, di- latada en el tiempo hasta donde alcanzan sus recuerdos tradicio--. nales, no pueden borrarse en pocos siglos, mi ante la acción per=" manente de otro orden de ideas y sentimientos antagónicos de aquel que está acostumbrado á obedecer, creer y amar. Estas repuenancias mútuas de opuestas civilizaciones, esta lu- cha moral entre pueblos de diversa cultura, para mantener, unos sus propias creencias, hábitos y costumbres con el ahinco con. que se defiende la existencia misma, cuando pugnan otros por. imponer las suyas, es común á toda sociedad humana; pero lo que probablemente no se ha visto en ninguna parte del mundo, ni en ningún tiempo, es el singular fenómeno que ofrecen los indígenas del Perú, manteniendo sus mismos usos, sus mismas aspiraciones limitadas, su mismo espíritu enervado, á pesar de la rápida evolución moral que debió operarse en la sociedad incáis ca, al aceptar ésta sin resistencia, y antes bien con entusiasmo ha amor, el catolicismo impuesto por sus conquistadores. $ Ahora bien, la base de toda civilización es el conjunto de esas creencias sobrenaturales que forman la moral y los dogmas de una religión. Desapareciendo ésta, Ó transformándose por cual- quier causa, varía radicalmente la vida social en sus manifesta- ciones morales é intelectuales. Así ha debido suceder con los indios. Habiendo abandonado su antiguo culto por el cristianis- mo, era natural que cambiara también su civilización autóctona por aquella que les había sido importada por la misma raza que les hizo el presente de una religión nueva; pero el indio sólo aceptó el culto de sus conquistadores, conservando con increí- ble tenacidad su espíritu incáico, es decir aquel anonadamiento de su personalidad, efecto del comunismo del régimen imperial; aquel mismo carácter imprevisor á que lo habían acostumbrado las institp siones de sus príncipes teocráticos, que absorbiendo ito dd a e A sistemáticamente toda la actividad del pueblo, habituó á éste á confiar á los cuidados del Inca, lo que los demás pueblos del mundo han encomendado á la energía y á la acción individual ó colectiva. ¿Cuál puede ser la explicación de este singular fenómeno en la vida de la sociedad indígena? ¿Cómo ha podido ser cristiana, “conservando, al mismo tiempo, tan profundo divorcio con el es- píritu europeo? Hay que buscar la causa en la índole de la razá: en su carácter tan especial como la fisonomía del país que habita. No puede, en efecto, atribuírse á otro motivo el incaismo per- sistente de los indios al lado de una civilización que debió infil- trarse en su naturaleza con el catolicismo, desde las primeras ho- ras de la conquista; pues si bien la rudeza y la ferocidad con que «fueron tratados por los españoles debía alejarlos de la cultura de éstos, el carácter de los nuevos señores bajo otros aspectos era sinembargo más propio para comunicarles su civilización; pues desde el primer momento se mezclaron con los indios, for- mando familias mestizas, como hicieron los Pizarros y casi todos sus capitanes y soldados. El alejamiento de su país durante mu- cho tiempo, obligó A éstos á buscar entre las mujeres de la no- bleza indígena, vínculos naturales Ó legítimos para establecer fa- milias: la belleza especial de las mujeres qgueshwas, y su natura- leza dulce y apasionada, contribuyó en mucho, sin duda, á esta atracción que por ellas sintieron sus conquistadores. Mas, cual- quiera que haya sido la causa de haber humillado el orgullo de su civilización y raza ante esas exigencias de la naturaleza, lo cierto es que los españoles no tuvieron el menor miramiento para levantar á las mujeres indígenas hasta su nivel casándose con ellas ó haciéndolas madres de sus hijos, para perpetuar su descendencia con la promiscuidad de su sangre; y como no hay poder conductor y propagador de una civilización, como la fa- milia, habiendo dispuesto de este elemento de progreso la raza conquistada en el Perú, no puede explicarse uno ¿cómo en tres siglos de esta íntima unión, de esta fusión completa entre ella y la raza europea conquistadora, no se haya operado una revolu- ción en los hábitos y costumbres del pueblo aborígene? Parece, pues, evidente que hay una causa subjetiva que hace á la raza indígena refractaria á toda civilización que no sea la suya, y que - debe buscarse en ciertas condiciones fisiológica Ó étnicas, la ra- zÓn de tal fenómeno. - Hay, en efecto, un hecho que comprueba claramente que el indio tiene en su propia naturaleza algún elemento ag lo hace lí, de o IA inepto para asimilarse la civilización europea: ese hecho es el in- caismo que han conservado en sus hábitos y costumbres las po- blaciones aborígenes de Chorrillos y de todo nuestro litoral. Aquí, hace más de trescientos años que los indios han vivido bajo la influencia constante de la cultura europea, á punto que han olvidado su idioma nativo, y con él sus tradiciones religio- sas y políticas; y sin embargo viven. como sus antepasados, tie- nen sus mismos hábitos, sus mismas preocupaciones, su mismo espíritu, en fin; de tal manera, que no hay en su cultura y en sus aspiraciones variación alguna: son hoy, lo que fueron antes y como serán siempre, mientras su raza exista. No hay probabie- mente ejemplo de una repugnancia igual á la civilización de la raza conquistadora, en ningún otro pueblo, como éste que nos ofrece la población aborígene del Perú. ¿Cómo puede explicar- se este hecho sino es por una: zdzos2ncrasta particular de la na- turaleza moral de esta raza? Como se vé, ella ha sufrido profun- * das modificaciones en su intelectualidad bajo la influencia de la sociedad española: ha olvidado su idioma, que es para un pueblo como olvidar su conciencia: ha perdido el recuerdo de sus tradi- ciones, de su historia, y con ella toda reminiscencia de su teo- cracia incaica; pero ha continuado con su espíritu supersticioso, con sus hábitos y costumbres sociales, y manteniendo su inteli- gencia en el mismo estrecho campo en que se ajitó la de sus an- tepasados. Se han hecho cristianos, es cierto, y han adoptado el idioma español para expresar sus ideas; perc éstas no son más elevadas ni más variadas que las de la sociedad incaica, ni el ca- tolicismo en ellos es la religión espiritual del evangelio. La mis- ma luz crepuscular que alumbró el entendimiento y comunicó sus matices á la imaginación de sus abuelos, ilumina hoy la pa- ralizada intelectualidad de esta raza singular, que no habiendo comprendido ni la elevación de la moral cristiana ni la profun- didad de sus dogmas, ha creído que la religión más noble y su- blime que se haya revelado al hombre, está encerrada en el más grosero de los cultos que se haya impuesto á la dignidad huma- na. El catolicismo del indio no es, en efecto, sino la idolatría á la imagen de la virgen y de los santos. Un fetiquismo degradan- te ha reemplazado en el sentimiento religioso de su espíritu ese antiguo culto de su raza al Sol y á Pachacamac, que fué cierta- mente digno de un gran pueblo, á falta de creencias más abs- tractas y espirituales. Así, pues, vemos que, á pesar de haber concurrido muchas circunst[ "cias favorables para propagar en la sociedad indígena E . la civilización europea, desde los primeros días de la conquista, el incaismo ha persistido en ella hasta hoy; y el hecho extraor- dinario de haber cambiado de religión, sin haber variado de cos- tumbres y de ideas, prueba dos cosas: que hay algo muy pecu- liar en la naturaleza del indio, que impide su curopeicación, y que si algún agente poderoso ha podido influír en su espíritu para “civilizarlo Á nuestra manera, ha sido el clero, puesto que sólo á él se entregó voluntariamente, al abdicar, en manos de sus con- quistadores, su nacionalidad, sus derechos y su libertad. Estudiemos ahora ligeramente la acción de los curas sobre las comunidades indígenas, para hacer notar cuán grande ha si- do su responsabilidad en ei creciente abatimiento moral del indio. LOS PÁRROCOS. Habiendo perdido el indio todo poder protector de su vida, y aniquilado social y políticamente por la rudeza y severidad de sus dominadores, halló entre sus nuevos señores una clase, que sin llevar ningún aparato exterior del poder, imponía respeto á esos mismos soldados y capitanes que acababan de asesinar á su vista la dinastía de sus soberanos. Esos hombres, de la misma raza de los conquistadores, les hablaban en un lenguaje místico, y con cierta unción que hacía conmover sus abatidos espíritus, mostrándoles para sus dolores presentes y para las desgracias de su linaje, el consolador ejemplo de una divinidad sacrificada por redimir al hombre, por ensalzar á los oprimidos y abatir á los fuertes; un Dios, en fin, que prometía la felicidad 4 los desven- turados, socorro á los débiles, y una expiación terrible para los opresores. Los sacerdotes de esa nueva religión que condena- ban las iniquidades de su misma raza y defendían á los indios contra los atentados de sus conquistadores, debieron inspirar á los aborígenes un sentimiento profundo de admiración y simpa- tía, tanto más intenso y persistente, cuanto mayores fueron los motivos de ódio y de temor por sus nuevos dominadores. De esta manera, los indios se convirtieron inmediatamente al cris- tianismo; pero hubo una diferencia sustancial entre la enseñanza de la nueva doctrina y aquella á que sus Amautas los habían acostumbrado. - La moral, en tiempo de la sociedad incaica, era en efecto más que un cuerpo de doctrinas, el ejemplo permanente ofrecido al pueblo en la conducta y en las acciones de sus príncipes y de sus Amautas; de manera que el indio no necesitaba tanto de la ES | Él AS instrucción y del convencimiento para cumplir, por la razón na- tural, los preceptos que se le enseñaba con la práctica de la vi- da, como imitar sencillamente esas mismas prácticas morales, exteriormente observadas con gran cuidado por las altas clases sociales. El respeto hereditario á sus Incas y sacerdotes servía en ellos de suficiente freno y estímulo para mantener, al menos en la vida civil, esa moralidad externa que hizo del Imperio in- caico una de las más notables asociaciones políticas que presen- ta la Historia. Los primeros misioneros católicos que catequizaron á los in- dios, sedujeron á éstos, no sólo revelándoles una doctrina mo- ral, que por su sencillez debía ser inmediatamente comprendida por ellos, dada la profunda semejanza con la que los Incas les habían enseñado, sino principalmente por el ejemplo de una vi- da austera, dulcificada por ese sentimiento de caridad tan simpá- tico al carácter de la sociedad incaica. Mas, el ejemplo evangélico de los primeros misioneros, fué en breve reemplazado por el que ofreció la avidez desenfrenada de los párrocos, que, olvidando su misión sacerdotal, hicieron pesar sobre los indios todas las cargas de una especie de feuda- lismo parroquial, presentando al mismo tiempo ante sus ojos una monstruosa contradicción perpétua entre las máximas morales del cristianismo y la depravación de sus costumbres. ¡Qué in- fluencia debió ejercer este ejemplo de los párrocos, en el “ape ritu ingénuo y cn la vida de los indios! Comprendiendo los curas el desprestigio en que caerían con sus escandalosas costumbres, procuraron subyugar el espíritu del indio por medio de la superstición y el fanatismo: género de esclavitud mucho más terrible y eficaz para dominar, que la esclavitud política ó civil. Con tal designio se contrajeron á ofuscar su imaginación con el espectáculo de un culto pom- poso destinado á la idolatría de los santos y de la virgen, ocul- tando á la corta inteligencia del indio los atributos de un Dios abstracto y toda concepción de un ser espiritual creador del mundo: nociones que, por requerir un esfuerzo intelectual supe- rior, no eran por otra parte fácilmente comprendidas por una raza que en su progresiva evolución, no había llegado aún á ese grado de desarrollo que hace al hombre capaz de elevarse á ideas de un orden metafísico; pues aun cuando es cierto que en la so- ciedad incáica los Amautas y las clases superiores habían al- canzado á formarse ciertas ideas abstractas de la divinidad, no es one? verdadero que el pueblo, ó sea el resto de la comuni- MAP e y í f de eS ñ » j . toa Y a dad, solo adoró la representación material de aquellas divinida: des del incaismo. La sociedad incáica era, pues, idólatra, y en el fondo de sus ideas y sentimientos religiosos se encontraba el fe- tiquismo. En tal estado moral, los indios cambiaron fácilmente “sus ritos por los del catolicismo, que en su culto externo pre- “sentaba mucha semejanza con el culto nacional, La institución de las fiestas católicas, en las que con preferen- cia se rinde culto á la imagen de los santos y de la Virgen, ha servido en el país para mantener viva la superstición y el espíri- tu fetiquista de los indios, y asímismo ha sido y es aún la prin- cipal fuente de inmoralidad en las costumbres indígenas. En efecto, aquellas fiestas sirven de pretexto y ocasión para dar pá- bulo: los vicios dominantes de esa raza: la embriaguez y la sen- sualidad. No puede concebir el indio una fiesta religiosa sin la embriaguez y sus orgías, á las cuales asiste siempre el párroco, - animando, con los escándalos de su propio ejemplo, los de sus fe- _ligreses. En esos días se reune toda la comunidad parroquial para dar libre expansión ásus instintos bajo la acción alcohólica. La propensión natural del hombre á buscar en los excitantes ce- rebrales un medio de sustraerse á las amarguras de la vida real, y una inclinación particular é irresistible del indio á la embria- _guez, hacen que éste se entregue sin freno y sin medida á los excesos de la borrachera cuando la ocasión es propicia; y en verdad, que las fiestas religiosas parecen haberse inventado para proporcionarles ese buscado solaz á su naturaleza. ¿Será menes- ter pintar el cuadro de los desórdenes de una de esas solemnida- des del culto en nuestras poblaciones indígenas? Diremos bre- -vemente que allí encuentra el indio todas las oportunidades de - satisfacer su sensualidad, sin respeto á ningún lazo de familia ni álas prohibiciones de la naturaleza; que allí, irritados los Ódins de vecindad por efecto de la reunión misma y del licor, estallan con toda la ferocidad de los primitivos instintos huma- -nos; de manera que los días consagrados al culto, son aquellos en que se cometen casi todos los crímenes que ocupan á los tri* bunales de nuestras provincias. Véanse los cuadros estadísticos de criminalidad entre nuestros indígenas, y. se notará que más de 60 */, de los homicidios y atentados contra el pudor, cometi: dos durante el año, han tenido por causa Ó motivo inmediato “aquellas orgías fomentadasá nombre de un Santo ó de la Vitgen, El párroco, no solo es el principal personaje en estas festivi- dades, por ser el representante vivo del Sér á quien se rinden : aquellos religiosos homenajes, sino que es también.=$gúnico á 90 ei í sn NA) quien aprovechan tales fiestas, pues á él se le paga una tarifa: más Ó menos onerosa, según: el ceremonial que las exigenoias rue del culto y las costumbres de cada localidad imponen á los de- votos á cuyo cargo corre la novena, la misa y la: procesión del Santo ó Virgen que se adora. Siendo este ramo de ingresos el más considerable de las rentas parroquiales, se explica fácilmen- te por qué en vez de restringirse el número de hestas reNgiciÓ se procura aumentarlo entre nosotros, Pero, no sólo es el culto así paganizado una de las más pode-.- rosas causas del abatimiento moral del indio, sino principalmen-. te la conducta de sus mismos párrocos, que con su ejemplo esti= mulan á sus feligreses á”cierta clase de desórdenes, funestos pac la tranquilidad “doméstica y para la moralidad de las familias. No queremos trazar aquí el cuadro de esos desórdenes que to- dos conocemos; pero hay algo en que no se ha fijado la atención de los que se han ocupado de estos asuntos. Nada inspira más . desprecio al hombre, cualquiera que sea su condición, que la. : mentira. Parece que la veracidad fuera la más alta expresión de - la dignidad del hombre como.-es la honestidad en la mujer: un hombre que engaña, es un sér que se presenta degradado á los ojos de los demás, y el indio nada respeta tanto como esa hon- radez en la verdad; acaso .no percibe claramente la inmoralidad de la vida íntima de su párroco, tan opuesta generalmente al .ce- libatismo prescrito al sacerdocio católico: tal vez juzga que los derechos parroquiales, comunmente expoliatorios, son un tribu- to sagrado que deben pagar sin murmurar; pero lo que segura- mente impresiona su espíritu y lo conturba hasta confundir to- das sus vagas nociones morales, es el engaño, la intriga y la mentira que ostentan los curas en sus relaciones civiles y en su vida social. ¡ Nada hay en efecto más contrario ni más opuesto á la since: ridad, que la conducta de los párrocos. Predican contra la usu- ra y la avaricia, y ellos dan el ejemplo de estas faltas y vicios; condenan la impureza, y ellos no tienen cuidado de ocultar su vida relajada; amenazan á los mentirosos con las penas eternas, y sin embargo los indios ven que sus curas faltan sin miramien- to 4 su palabra empeñada, engañándolos en sus relaciones civi. les. Esa ausencia completa de toda. dignidad exterior, ofrecida como ejemplo de costumbres en la persona de la mayoría de - nuestros párrocos, ha influído sin duda poderosamente á degra. dar de una manera progresiva el carácter y el espíritu de la po- blaciónt 1borígene, que lejos de todo centro culto no tiene un A A y — 11l — tipo más habe y elevado que imitar que el del sacerdote que preside sus fiestas, y que es el único director de su vida íntima y su único maestro en la vida social. by . Una clase que tan profunda influencia ha tenido en el carác- ter del indio, desde las primeras horas de la conquista, pudo ha- ber transformado la sociedad aborígene haciéndola adoptar los A usos y las costumbres europeas, levantando su espíritu en un cam- CO po más vasto de aspiraciones, en el que habrían aumentado ne- cesariamente sus necesidades y con ellas su actividad industrial. == Paraesto habría sido menester que los párrocos no solamente hubiesen desempeñado el papel de intérpretes de la palabra di- z Y eS vina, sino también el de agentes de la cultura, social, como ha- de cen los misioneros protestantes. Ellos no se limitan á la educa- dd ción moral y religiosa de los pueblos que catequizan, sino que ¿1 “les enseñan á la vez 4 vivir con las comodidades que proporcio- na la civilización. El aseo de las personas, el arreglo del hogar, la decencia de la casa y su manejo, así como los utensilios “do- 5 _mésticos que hacen la “vida más fácil, más agradable la existen- . cia, y que tanto influyen en la conservación de la salud misma, han sido tan atendidos por-los misioneros protestantes, como la 0 propaganda del evangelio. Por eso las poblaciones educadas por 10 00- elos, no. solo han adoptado el cristianismo, sino que se han c2- roperzado rápidamente, como ha sucedido en el archipiélago de ñ Sandwich y en otras islas de la Oceanía, y aun en los pueblos Eo bárbaros de la Nueva Zelanda, cuyos progresos en la civilización E: asombran 4 los viajeros. : Los misioneros católicos, y entre éstos incluímos á los párro- ,, cos, se han encerrado en su mística misión, descuidando comple- ) tamente aquellos otros elementos de cultura humana, que sólo se relacionan con las comodidades de la vida Ó con los cuidados del cuerpo. A Esa propensión del indio á no ensanchar el campo de sus ne- 1 cesidades, parece que ha sido uno de los efectos del sistema co- 2 mumista en que vivieron bajo el régimen de sus Incas. Ahora, 4% una religión como la católica que tan lejos lleva la abnegación personal, desarrollando sin medida los sentimientos generosos + del hombre sobre los de su egoismo, es sin duda un nuevo y ac- 20 tivo agente en la sociedad indígena para arraigar más las ten- E dencias comunistas de su carácter, tan opuestas al principio de E. propiedad, base del progreso de todos los pueblos, por ser el es- - tímulo más poderoso para el trabajo individual que es la fuente ps del poder A ds en las sociedades modernas, e E, ] e e 7 , e <= y » y * ea, Y Ps Al señalar este hecho, no discutimos la bondad de una ley económica comparándola con uno de los preceptos morales del cristianismo. La religión es en sí un asunto tan elevado y trás- cendental para la felicidad humana, que siempre ha de hablarse de ella con profundo respeto y discreción. Aquí hacemos notar simplemente el curioso fenómeno que en la sociedad aborígene ha producido la influencia del comumz?smo evangélico en el espí- ritu del comamnzsmo ¿mcárco: Ó sea la acción de un precepto reli- gioso sobre otro idéntico de carácter social y político. Los párrocos, 4 su vez, lejos de estimularlos mostrándoles un horizonte más vasto para sus aspiraciones, y en lugar de crearles | necesidades para elevar su cultura al nivel de su condición, les | enseñan, con su propio ejemplo, á continuar viviendo como ma- nadas humanas, sin goces para el espíritu, sin placeres sociales, sin comodidades en el hogar ni vínculos de cultura. La casa del cura es en general tan pobre, tan desaseada y tan desnuda de todo lo que hoy requiere el menaje más indispensa- ble de una habitación cualquiera, que en poco se diferencia de esas cabañas miserables en que habitan sus feligreses indígenas. Así, pues, el párroco, en las poblaciones del interior, lejos de ser un agente moralizador y un elemento activo de civilización, es al contrario (hablamos de una manera general) un elemento de barbarie y un motor de los vicios de la raza indígena. Con- serva, sin embargo, grande influencia en el espíritu del indio, y acaso los párrocos son hoy mismo los únicos que podrían, si 7 quisiesen, transformar esas sociedades entorpecidas, impulsándo- las hácia la civilización y cultura de los pueblos europeos. En efecto, el párroco es el único poder capaz de limitar en” tre los indios el vicio de la embriaguez, disminuyendo el núme* ro de sus fiestas religiosas y prohibiéndoles que en estas solem- nidades del culto se prolonguen las orgías á que se entregan, sin freno ni medida, durante muchos días. Ellos que dirijen la voluntad de esa raza, porque son dueños de su conciencia, han sido y son todavía los únicos que disponen del medio más pode- roso que pueda emplear una clase social para levantar el espíri- tu de un pueblo. Desgraciadamente poco ó nada debe esperarse de su iniciativa en esa árdua y noble tarea de civilizar al indio, y será menester buscar en otros elementos los medios de ope- rar la evolución que debe sufrir la sociedad indígena, por su pro- pia conservación y por la de nuestra nacionalidad misma. PS en seguida la segunda causa que hemos indica- = 13 do, entre las que han influido más en el decaimiento de las po- blaciones del Centro. 4 LA ANARQUÍA POLÍTICA, La anarquía constante en que hemos vivido desde nuestra in- - dependencia, ha sido otra de las causas de la decadencia de los pueblos del interior, y muy especialmente de los departamentos centrales de la República, no sólo porque las guerras civiles des- truyen los hábitos de trabajo y la riqueza de los países, sino por- que el brusco cambio de autoridades políticas hace perder en los pueblos esos hábitos de respeto y de obediencia que nacen del simple hecho de acostumbrar 4 una sociedad á ver en la perma- nencia de sus magistrados la estabilidad de la ley, que ellos per- sonifican en cierto modo, al menos ante la vista del pueblo. Las convulsiones políticas, enseñando á desobedecr á las au- toridades constituídas, han ido habituando á los indígenas á rom- , per poco á poco los vínculos de subordinación gerárquica á que estuvieron sujetos por las leyes del Imperio y por las de la co- Jonia. De esta manera, muchos distritos en los departamentos de Ayacucho y de Apurimac han revelado tendencias tan anár- quicas, que algunas han permanecido en diversas épocas casi completamente sustraídas á las autoridades políticas de la Repú- blica, como sucedió con La—Mar, en la época de los gobiernos de Prado y Balta, habiendo intentado los indios de la campiña de Andahuylas, en más de una ocasión, exterminar la población blanca y mestiza de aquella provincia. Estas amenazas y las es- cenas sangrientas á que con frecuencia da lugar aquel espíritu insubordinado de los aborígenes, han producido tan honda per- turbación en los ánimos de la parte culta del país, que hoy se ven despobladas ciudades antes florecientes y que no hace mu: chos años fueron centros prósperos de comercio y de civiliza- ción, como Andahuylas y Huanta. En esas comarcas, donde la extraordinaria belleza de sus campos y la benignidad del clima “invitan al hombre á todos los goces de la vida civil, en medio de grandes riquezas naturales de fácil explotación, las comuni- dades indígenas, dominantes por su número, han hecho desapa- _Tecer en poco tiempo la sociedad culta, el comercio y toda in- dustria, conquistando para la barbarie regiones que debían ser focos de donde se irradiase la civilización á las demás poblacio- - nes aborígenes que las rodean, como sucedió en otro tiempo. Así, pues, el desorden político que inmediatamente sisprió á la “ MA éra de nuestra emancipación, rompió gradualmente los vínculos de subordinación del indio con las autoridades, acostumbrándo- los á mirar á éstas, no como la representación del poder nacio- nal, sino como á meros usurpadores temporales de la autoridad que antes habían temido y respetado. Este anárquico espíritu ha producido sus funestos efectos, de tal manera que hay muchos distritos y aun provincias donde la autoridad de los gobernadores y subprefectos es puramente nominal, como en Huanta. Las consecuencias de semejante estado político es fácil ima- ginar. No siendo respetados los agentes del gobierno ni obede- cidos sus más insignificantes mandatos, las condiciones sociales de aquellos pueblos son las de la barbarie más Ó menos acen- tuada. Sin embargo, en las comunidades de Huanta los indios permanecen subordinados 4 á sus alcaldes, pálida: imagen de los antiguos caracas. Si el país continuara en la anarquía de antes, no es dudoso que en breve tiempo se barbarizarían casi todas las provincias del interior, y se verían entonces bandas indígenas enseñoreán- dose de aquéllas magníficas regiones, donde antes había avanza- do la cultura europea con los grandes centros de civilización que los españoles. levantaron al fundar ciudades como Ayacucho, que aun en su ruinoso aspecto testifica su pasada importancia y grandeza. La población blanca, reducida ya por la emigración á otros departamentos, Ó por otras causas, no es hoy tan fuerte por su espíritu y su número, como fué en el pasado, cuando Huanta, Andahuaylas y Huamanga eran ciudades considerables y prósperas. Pero, no sólo el desorden producido por nuestras guerras ci- viles, ha influido en ese abatimiento de las autoridades políticas del interior, sino también el personal de ellas, que ha degradado - su dignidad á punto de ser casi un título deshonroso el de sub- prefecto; y en verdad que hay motivos para tales prevenciones, pues las épocas anárquicas del país no han permitido á los go- biernos nombrar autoridades capaces y honorables en las pro- vincias, habiéndose creído obligados á premiar con aquellos des- tinos á los hombres de acczón de cada localidad, que aquí, como en todos los pueblos democráticos, son siempre los peores ele- - mentos para el orden y el progreso. Esa clase de ciudadanos es la que ha reemplazado, desde los tiempos de Gamarra hasta los nuestros, á los hombres de prestigio y de personal importancia, en la administración y gobierno de las provincias y departa- mentos, con raras excepciones; pues aun cuando en cl primer > 0 y JA periodo presidencial dél General Castilla se vió al frente de la administración pública á ciudadanos dignos, luego volvió el an- tiguo sistema de premiar servicios electorales ó revolucionarios con las subprefecturas y otros puestos importantes. La conducta arbitraria y la poca ilustración de los subpre- fectos, han hecho perder tanto su respetabilidad y sú prestigio, que al finlos pueblos no ven hoy en ellos á los custodios y de- fensores naturales de sus garantías y derechos, sino á enemigos “de sus libertades y no pocas veces de la propiedad y de la vida. Cuando en una nación el pueblo llega á temer más la arbitra- riedad de las autoridades que la anarquía misma, debe esperar- se pronto una gran evolución en su existencia política, Ó una di- solución general de todos los vínculos de la vida social. . La falta de la acción sentida del poder político en algunos distritos del Centro, haciendo en esas regiones insegura la pro- - piedad y la vida, aleja de ellas todo movimiento comercial é in- dustrial, ahuyenta los capitales, hace inútil el trabajo, y conduce: de esta manera á sus poblaciones 4 un estado social vecino á la barbarie. ; a O a LA REVOLUCIÓN ECONÓMICA. La tercera causa, y acaso la más poderosa de todas para el decaimiento de las poblaciones del Centro, ha sido el cambio brusco de las condiciones económicas del país, operado por nues- tra emancipación colonial. ed Bajo la dominación española, el comercio del país estaba res- tringido á los cambios de sus productos con los de la metrópoli: _hingún artefacto extranjero era admitido, ni se permitía que los productos del Perú fuesen directamente á otros mercados que á los de la Península. Así, limitado el comercio exterior á lasim- portaciones y exportaciones de España, muchos artículos de pri- mera necesidad cuyo precio se hacía enorme por esta falta de competencia en nuestras plazas, eran manufacturados aquí mis- mo; y varias industrias fabriles nacieron y se ensancharon bajo este sistema indirectamente proteccionista, como sucedió con el tocayo, con los cueros, con el cordellate y con otros artículos, Los mercados del litoral que no podían proveerse de trigo por sus puertos, lo compraban en las provincias del interior, donde se cultivaba este cereal como producto de expottación á la costa. Ayacucho y Huancavelica tenían sus mercados de con- Sumo en Ica, Lima mismo y Junín, para todo el excedente de ce. Ps — 16 : dada y de trego que cosechaban; y aun el majz que producian sus valles encontraba demanda en esos mercados, Los almacenes de cereales que hoy mismo se ven en las ha- ciendas de Angaraes, Huancavelica y Ayacucho, testifican la gran producción de estos artículos en otras épocas, Las haciendas de Rayán, de Chupas, del Niño, de Condoray y otras de la provincia de Huamanga, revelan, por los restos de sus habitaciones de comodidad feudal, la importancia que en la época colonial tuvieron esos fundos, cuando el £tr2g0 y la cebada se vendía á precios remunerativos en las plazas del litoral. La hacienda de Rayán producía, á principios del siglo, tres Ó. cuatro mail fanegas de trigo, y una cantidad casi igual de cebada que se vendía en Ica á un precio mínimo de szete y seís pesos fuertes la fanega, respectivamente, con un provecho de res y dos pesos. Se puede apreciar en más de 30,U00 fanegas de trigo la exportación al litoral que hacían en aquel tiempo las pro- vincias de Angaraes y Huamanga, y en 15,000 fanegas la can- tidad de cebada destinada á venderse fuera. En el ramo de Zenería era considerable el número de cueros curtidos que salían de las curtiembres de Huamanga, para abas- tecer 4 Huancavelica, Junín, Ica y el Cuzco. Pero la industria más importante del departamento de Ayacucho fué, sin duda, la de tejidos de algodón. El pueblo entero de Pacaicasa forma- ba un solo y vasto establecimiento de Zelares, donde más de mel operarios de ambos sexos 42/aban y tejtan tocuyo para proveer los departamentos de Ayacucho, Huancavelica y parte del litoral, En Cacamarca, que está sobre la sierra de Vischongos, hubo también otro establecimiento igual, del cual «quedan restos para mostrar que fué uno de los obrajes (así se llamaban los lugares donde se tejía el tocuyo) más grandes y más importantes de aquella región, mio No tenemos á la vista suficientes datos estadísticos para indi: - carla producción de tocuyos en Huamanga y las otras provin. cias del departamento de Ayacucho, en la época á que nos fe: ferimos; pero suponiendo que la población indígena no haya dis. minuído, y teniendo presente que los obrajes de Pacaicasa, Ca. camarca, los de la campiña de Huamanga y de otros pueblos y aldeas de Cangallo y Parinacochas, eran los únicos que proveían de aquellos tejidos á los departamentos de Huancavelica, Ju- nín, Apurimac y también Ica, no sería exagerado fijar en 300,000 pesos fuertes el valor total de la producción anual de tocuyos en las provincias de la antigua Intendencia de Huamanga, Ahora, a, y PE ese valor sería equivalente 4 cerca de 900,000 soles de nuestra moneda, dada la diferencia del valor representativo de la plata en aquellos tiem vos, comparado con el de hoy (1). Si á ese guaris- mo se agregá el valor de 30,000 fanegas de trigo y el de 15,000 de cebada, que se exportaban de sólo tres provincias de Ayacu- cho y de la de Angaraes de Huancavelica, 4 razón de 7 pesos la fanega de trigo y de 6 la de cebada, alcanzaría á 600,000 pesos fuertes el rendimiento anual de estos dos ramos de la industria, que con el de otros productos, como el de cueros curtidos, se elevó acaso Á ochocientos mil pesos, Ó sea á 2.400,000 de nues- tra moneda, que tiene tres veces menos valor que el que tuvo el peso fuerte ahora un siglo (2). “Tal era entonces el estado próspero de la industria manufac- turera y agrícola en los departamentos del Centro; pero tam- bién la industria minera contribuyó á esa prosperidad, pues las minas de cinabrio en Huancavelica hicieron de esa ciudad uno de los centros cemerciales más ricos del interior. Al constituírnos en estado independiente, abrimos nuestros mercados de producción y consumo á la competencia comercial de todos los países, y, como era natural, todas las industrias que habían prosperado al amparo del sistema proteccionista colonial, se resintieron de la nueva vida económica en que el país entra- ba bajo los principios de la mas ámplia libertad comercial. Las que pudieron resistir la competencia que los productos similares 3 extranjeros les hacían, pudieron subsistir, como el de ciertos te- 0 jidos de lana; pero los tejidos de algodón, como el Zociryo, de-. Be -jaron de manufacturarse en el país, porque era imposible que > compitiesen con los tocuyos ingleses, dada su extraordinaria ba: ratura; lo que era natural desde que se establecía la competen: cía entre la fuerza muscular humana y el poder mecánico del - vapor ó del agua, Al mismo tiempo, la importación de cueros y cereales que se hacía de Chile y. de Europa, produjo la - baja del precio de. estos artículos 4 tal punto, que los mercados del litoral y algunos del interior mismo se abastecieron de ellos - desde entonces, prefiriendo los similares extranjeros con exclu: sión completa de los nacionales, ] (1) Año de 1886. (2) Caleulamos esta diferencia efitre el valor de la plata á prifoipios de este Biglo comparado von el que tiene hoy en aquella suma, findándonos en que la subsistencia era en esa zoha ¿res veces más barata entonces que ahora; y también en la tasa del jornal, que hasta el año 45 fué de 15 centavos y hoy nia de 3u;: + subiendo á 45 en muchos valles, IS 3% pes A » 17 ¡PAE ino : 0 ll EN LOS ES De esta manera, en pocos años quedaron abandonados lose Le- lares de Pacaicasa, Cacamarca y todos los de otras aldeas y es- tancias; y asímismo la industria de curtzembres en Huamanga, fué decayendo sucesivamente hasta quedar reducida á una pro- ducción insuficiente para el consumo mismo de la ciudad. Las haciendas de £r2g0, á su vez, restringieron sus cosechas, limitán- dolas á la cantidad precisa para la demanda de su propio mer- cado. Las minas de cz2nabrzo, al mismo tiempo, fueron abando- nadas, ya por el nuevo uso en el beneficio de la plata, ya por la competencia que hacía al azogue de Huancevelica el de Al- madén y de California que se vendía á precios bajos. Así, los departamentos de Ayacucho, Huancavelica y Apu- rimac perdieron pocos años después de nuestra emancipación, más de dos millones de soles anuales en sus productos de expor- tación (sin contar el azogue), ó mejor dicho, en los valores in- dustriales de sus cambios con el litoral y otras provincias. Aho- ra, para poblaciones poco densas como las de esa zona, y en ge- neral pobres por su suelo, esta pérdida de retornos en sus cam- bios debía traer como inmediata consecuencia la disminución proporcional de capitales, de despoblación, y el abatimiento in- telectual, industrial y moral de esas provincias; porque no ha- biéndose preparado el país para un cambio tan brusco en su vi- da económica, el efecto debía ser desastroso como en todo acon- tecimiento imprevisto, cuando una revolución, de cualquier clase que sea, sorprende á 4 una sociedad desprevenida; pero estos de- sastres son aún más graves, más trascendentales, cuando afectan al órden económico de una nación, como sucedió con la nues: tra al proclamar su independencia. Mas, el cambio operado en la existencia económica. del país desde esa época, no ha sido desfavorable para las otras secciones de su territorio, pues el li: toral desarrolló ámpliamente su riqueza agrícola al abrir sus mer- cados al comercio exterior. Sus feracísimos campos, antes de. gradados con el cultivo.de pastos»y plantas alimenticias, se Cu: brieron luego de cañaverales y algodonales, elevando su' pro: ducción á una cifra más que décupla de la que había tenido en la época del proteccionismo colonial, El desarrollo :extraordi: natio de la agricultura en los valles de nuestra costa, nose debe * á otra causa que á esa libre competencia comercial establecida por las instituciones de la República. Sucedió lo mismo con los departamentos interiores de Junín y Puno, que luego se enri- quecieron con la exportación de sus 009 que en la época co. lonial pogo valían, porque no tuvieron más mercados de consu» Eg — mo que los de las vecinas provincias. Así, la misma ley que en- erandeció las industrias de nuestro litoral y las de aquellos dos departamentos andinos, arruinó las de los otros del interior, particularmente las de Huancavelica, Ayacucho, Apurimac y el Cuzco, que habían alcanzado bajo el régimen colonial un grado de prosperidad tal, que el poder del Virreynato no estuvo con- centrado en Lima sólo, como sucede hoy con nuestro poder na- cional, sino en las intendencias del Centro y Sur, que formaron otros tantos focos de riqueza Y. de cultura, que hicieron más só- lida la grandeza del Perú y más vigorosa su vitalidad nacional. Al consignar este hecho, no abogamos por supuesto por el régimen económico colonial, ciertamente contrario á todos los principios racionales y justos en que las sociedades modernas fundan su engrandecimiento industrial y comercial; ni creemos que los males producidos en los departamentos del interior por la liberalidad de nuestra legislación económica actual sea de caracter permanente. És un fenómeno transitorio que al fin pasa- rá cuando nuestras poblaciones andinas puedan buscar en el seno. de la paz pública y al amparo de nuestras instituciones, .el me- dio de cambiar rápida y paulatinamente sus antiguas industrias por otras que fácilmente prosperen sin necesidad de ninguna ley restrictiva al comercio exterior. Ya en algunas provincias, como en Huamanga, se nota esa tendencia á cultivar en los campos otros productos más valiosos que aquellos que mantu- vieron antes su prosperidad. En efecto, hace diez ó doce años que los hacendados del valle de Santa Ana, de las Huatatas, de Pacaicasa, de Huanchuy, Llamoktachi y Huarpa, ensanchan con empeño el cultivo de la »zd, planta que se desarrolla admi- rablemente en el suelo seco, arenisco y volcánico de los valles ayacuchanos, donde la temperatura cálida hace.producir la cepa á los tres ó cuatro años. El vino áspero, semejante al Burdeos, que en esas haciendas se elabora hoy, es bastante bueno y muy apreciado. La producción es aún. escasa, pues no excede de 2,000 arrobas (1) en las cosechas ordinarias, pudiendo elevarse á 5,000 en los mejores años: cantidad insignificante para el consu- mo mismo de Ayacucho; pero como es un artículo de gran de- manda, debe esperarse que esta circunstancia haga ensanchar eradualmente el cultivo de los viñales, y que en pocos años más esa industria devuelva á Ayacucho lo que ha perdido con el £»2- 20, los cueros y los tocuyos. La vinicultura hará por otra parte. 1) 23,000 litros. A ” ON e” un bien á la población indígena, acostumbráncola á preferir esta, bebida que es en general sana, al azuardiente de cada que hoy la envenena y la degrada, Puede estimarse en más de 1,000 fanegadas la extensión de los terrenos útiles para el cultivo de la vid en los valles de Huanchuy, Llamoktachi, los Yucaes, Huatatas, Huarpa y las riberas del Pampas. Cubierta de viñedos esta extensión, no bajaría la producción anual, en vznos, de un millón de arrobas (1) que, al precio mínimo de 100 centavos por arroba, daría 222 mí: llón de soles anuales. A la sombra de esta industria prospera- rían otras, como la de arriería tan necesaria para transportar el vino á Huancavelica, Junín y Apurimac, departamentos donde no encontraría competencia séria con los vinos extranjeros. La industria cañaverera que es una de las pocas que se han sostenida en las provincias del Centro, puede desarrollarse aún más, pues tiene todas las condiciones para alcanzar un ámplio desenvolvimiento, dada la feracidad de los valles en que se cul. tiva la caña, la tasa del jornal que varía entre 25 y 40 centavos, y el precio elevado del azvcar y el de los aguardientes en los departamentos del interior, precios que no bajan de 10 soles por quintal de azúcar y 6 por quintal de alcohol. Pero la prosperidad de esta industria sería funesta para la salud y la moralidad de la población aborígene, principal consumidor del aguardiente de caña. También podría darse más impulso 4 la ganadería, pues los pastos de Cangailo, La-Mar y Andahuaylas - son. excelentes 1 muy vastos. Pero, si bien la agricultura es el ramo que en el porvenir de- be levantar la riqueza de aquella zona, volviéndole parte de su antigua prosperidad industrial y comercial, las industrias fabri- les que florecieron en tiempo de la colonia, no se restablece- rán más, pues las condiciones de su existencia fueron comple- tamente artificiales y opuestas á los principios económicos de las sociedades,modernas. Por este breve estudio que hacemos de las caus:s de la actual decadencia industrial de los departamentos del Centro, resulta que son cuatro los ramos de producción que casi han desapare- cido allí desde nuestra independencia, y son: la mzxnería, cow el abandono del beneficio del c2xabrzo en Huancavelica; la tenería, el tejido de toczyos y el cultivo de cereales en gran escala. Estos (1) 11,000,000 de litros. e A tres últimos ramos de la industria producían, como hemos dicho, 600,000 pesos fuertes 4 principios del siglo, y 200,000 pesos el azogue de Huancavelica (1); de manera que más de 800,000 pe- sos, en un valor equivalente hoy de dos millones de soles y me- dio, es lo que ha perdido en su riqueza productora aquella sec- ción de nuestro territorio andino, dejando sin trabajo á millares de brazos que ahora representan solo una fuerza consumidora que contribuye no poco el creciente decaimiento de aquellas po- blaciones. Esa pobreza repentina en que han caído ciudades. antes opulentas como Ayacucho, las ha despoblado rápidamen- te de la parte más culta de su vecindario, pues todo el que se ha sentido capaz de abrirse un camino más holgado en la vida, ha abandonado su hogar para buscar en el litoral un empleo más útil y lucrativo á su actividad, Sin embargo, tal vez la deca- dencia industrial sóla no habría desploblado tanto las ciudades del interior, si la inseguridad para la propiedad y para la vida no hubiese llegado 4 causar profunda perturbación á la tranqui- lidad social en algunas provincias; sin esta intranquilidad la des- población sería sin duda menor, porque tiene la sierra tal atrac- tivo natural para sus habitantes, tienen allí las mujeres tal seduc- ción en su caracter, y ostentan tan grata hospitalidad al forastero, que muchos europeos han preferido gustosos establecer allí su hogar con un porvenir demasiado modesto, cuando las riquezas del litoral les brindaban un campo más seguro para satisfacer sus aspiraciones á la fortuna. El clima, por otra parte, tiene mucha analogía con el de los países templados, y esto contribuye á hacerlo grato á los europeos. Mas, sobre todas estas causas Ó motivos de despoblación de las provincias del Centro, hubo otra aún más poderosa: fué la centralización de todas las riquezas fiscales del país ear Lima; y como éstas llegaron 4 un desarrollo enorme con la renta del hano, al paso que decrecía la riqueza industrial de los departa- mentos del interior, toda la población útil y capaz inmigró á Li- ma,queen breve absorbió toda la actividad intelectual de 'a nación, atrayendo á su seno las más distinguidas familias de nuestras provincias y á sus hombres más ilustrados. Esta emigración con- siderable hizo perder en pocosaños á nuestras ciudades del inte- rior su clase más culta, La sociedad bajó así su nivel intelectual [1] Según el Dr. Mariano E. de Rivero en sus memorias sobre el mineral de Santa Bárbara, pro lujo éste, desde principios del siglo hasta el año 45, un prome- dio de 2,500 quintales de azogue anualmente, que, al precio de 85 pesos, dan pesos 212,500. a en aquellas regiones que antes tuvieron sus focos de ilustración, que esparcían en el interior las luces de una civilización adelan- tada, manteniendo su nivel :moral en un grado satisfactorio para un ámplio desenvolvimiento económico en el porvenir. El reinado del Zaazo, que contribuyó tan poderosamente á levantar la agricultura del litoral y nos enseñó á especular con el crédito en una escala hasta entónces desconocida en el Perú, fué al mismo tiempo, como se vé, la causa más astiva de la rápida decadencia del resto del país. Toda la sávia de la nación afluyó al litoral y Lima se hizo el centro único de todos los: negocios y de los favores de la fortuna: aquí se distribuían los productos del huano entre un círculo pequeño de especuladores influyen- tes, y lo que quedaba en el Tesoro no bastaba para atender las necesidades del servicio público, ni aún las de la policía. En este caos fiscal que solo estimulaba la creciente ambición de im- provisar fortunas para esterilizar todo esfuerzo generoso, ó para secar en sus fuentes toda la vitalidad del país con el ejemplo de una disipación vertiginosa, consumió su vida una generación entera, hasta que un desastre terrible puso término á esa era fantástica. Mas, habiendo sido nuestra caída de hoy tan brusca como fué la del Imperio de los Incas, el efecto ha sido de pron- to idéntico á aquel, es decir, la súbita paralización de una acti- vidad económica ficticia como la que pudiera ocurrir en un país donde quebrasen simultáneamente todas sus sociedades de cré- dito; pues habiendo llenado en cierta medida estas funciones el tesoro nacional, cegadas sus fuentes repentinamente, como ha sucedido, por una guerra desastrosa, la nación entera se ha vis- to en las mismas condiciones que una sociedad en quiebra, sin recursos inmediatos ni para atender á la subsistencia de sus geren- tes. Así vemos hoy, aunque por distinta causa, cierto anonada-: miento y estupor, semejantes á los que dejaron paralizado el es- píritu de los aborígenes del Perú ante la presencia de una raza desconocida. Si al ménos nuestras riquezas fiscales hubiesen servido para crear Ó desarrollar grandes industrias en nuestro suelo, el desastre no habría tenido las proporciones con que aho- ra nos abruma. Mas ¿quién iba á emplear sus capitales en nin- guna empresa industria), cuando los negocios fiscales daban uti- lidades saneadas que alcanzaban muchas veces 4 un ciento por ciento, en menos de un año? Las operaciones financieras ab- sorbieron todos los capitales, y el Perú vió así relucir ante sus ojos un raudal de oro, para lamentar después sus desgracias en el estéril, cauce que dejó, pues no fué aquel un rio como el Nilo A que fecunda los campos, sino como la lava que deja piedras cal- cinadas y áridas soledades á su paso. | Esa centralización de todas las fuerzas activas del país, en Li- ma, ha sido también la razón principal de nuestra debilidad mi- litar en la guerra; porque siendo esta capital el único punto de concentración de la riqueza nacional, de su poder militar y de sus elementos de defensa, la pérdida de Lima debía ser la del Perú entero, como sucedió. Si al contrario, el país hubiese sido próspero en todo su territorio, si el poder y energía nacionales hubieran estado igualmente repartidos en los departamentos, nuestra fuerza defensiva habría sido indudablemente mucho más poderosa contra cualquier invasión, y es seguro que no hubiéra- mos llegado á una postración tal como aquella que nos ha condu- cido á nuestra situación de hoy. CONCLUSIÓN. Acabamos de manifestar de una manera general Jas principa- les causas que en nuestro concepto han influído con más efica- cia en el abatimiento moral, intelectual é industrial de las trece provincias de la zona del Centro. Hemos señalado al mismo tiempo, aunque de un modo vago, ciertas condiciones fisiológi- cas Ó étnicas, propias á la naturaleza del indio, que han impedido y aun se oponen hoy mismo á su civilización: estudio es este, que merece observaciones más detenidas para llegar á conclusio- nes más prácticas, que aquellas que nos han inducido á consig- nar nuestras consideraciones en el primer capítulo de este tra» bajo, E ? La impresión que pueden dejar al lector nuestras precedentes observaciones, será sin duda de tal linaje que desvanezca toda esperanza de progreso para aquella porción rica y bella de nues: tro territorio; pero es menester recordar que hasta aquí no he- mos tratado sino de la parte zegatíva del cuadro que nos ofrece la sociedad indígena; mas, ésta tiene también su lado Posztzvo, aunque menos perceptible que el primero, No puede negarse, en efecto, que la raza indigena conserva una fuerza latente bastante poderosa; fuerza que en otro tiempo “sirvió, bajo la civilización incáica, para levantar ese monumen- to social y político que los. españoles aniquilaron al destruír el, Imperio de los Incas, El indio de hoy no es ciertamente ni me- jor ni peor que en la época en que Constituyó su raza una gran nacionalidad, con todas las manifestaciones de una avapzada ci- . r h 0% vilización, tan original, como la del imperio chino, aunque mes. nos adelantada en algunos aspectos de su vida intelectual, Si pues subsiste en el indio ese conjunto de aptitúdes y esa capaci- dad, que tan magníficos testimonios dejaron en su pasada civili- zación ¿por qué despreciar esta fuerza social. que es hoy la más considerable de las que componen nuestra nacionalidad? Como gobernantes y como gobernados, probaron bajo sus Incas tanta capacidad política, como otras razas de mayor cultura. La organización del imperio incáico, fué, en efecto, una de las más perfectas de cuantas nos presenta la historia de los pue- blos teocráticos. Leyes sencillas, conformes con el derecho na- tural y con la índole propia de cada parcialidad política, regían == Yi — aquella sociedad formada por diversos pueblos voluntariamente federados con el Imperio de los Incas, Ó por tribus conquistadas por éstos en los países comarcanos. La política de los Empera- dores del Cuzco ante las naciones por ellos conquistadas, fué de una admirable semejanza con la de los romanos, y su sistema tributario fué tan equitativo y moderado, como no hay ejemplo igual en los anales de ningún otro país. Los gigantescos monu- mentos públicos que dejaron para admiración de la posteridad, no acusan el abuso de un gobierno despótico que sacrificara mi- llares de esclavos en la ejecución de obras estupendas destinadas sólo á ostentar su soberbia; pues fueron aquellas consagradas á satisfacer grandes necesidades públicas y á estrechar las relacio- nes de las provincias en la extensión de uno de los más vastos Imperios del mundo; y así, en la construcción de los. caminos y de los /ambos, como en la de sus inmensos acueductos, el indio trabajó no para complacer los caprichos vanidosos de sus monarcas, sino para las comodidades del pueblo y el en- grandecimiento nacional. Trabajaba por eso con entusiasmo, y por esa razón también se prestaba voluntariamente á servir en estas obras. Mas para esto fué menester sin duda que antes sus príncipes hubiesen desarrollado en el pueblo aquel espíritu de comunzsmo que parece pronunciado de un modo especial en la naturaleza del indio; y que por medio de leyes sabias, hubie= ran sometido á una especie de disciplina esa tendencia á proce: der colectivamente, que hoy mismo se nota en Jas comunidades indígenas. El indio, individualmente, es una fuerza estdtzcay pero en colectividad, es una fuerza activa y poderosa, capaz de gran- des cosas bajo la dirección inteligente de sus autoridades. Como su personalidad había llegado á ser absorbida por el comunismo imperialesu iniciativa propia quedó paralizada ó anulada, y solo 7 ME se desarrolló en él la actividad mecánica disciplinada; pero no la actividad forzada de un esclavo, sino la del hombre libre que “trabaja con voluntad, aunque abdicando su propia iniciativa; ha- biendo sido el indio, desde entonces, un poder mecánico inteli- gente, más bien que una fuerza moral. Un imperio fundado en la obediencia reglamentada de los súbditos, puede prosperar, sin duda, á la manera de una gran comunidad cualquiera, en la que la energía social está dirigida con peiseyerancia y talento hacia un Objeto invariable, como sucedió con el Imperio incáico, cu- yas instituciones políticas parecían destinadas, hasta en sus me- nores detalles, a] engrandecimiento del Estado, con prescinden- cia.completa de toda expansión individual, Semejante legisla- ción no habría podido imponerse, ciertamente, á ningún pueblo ni raza dotado de un sentimiento más enérgico de su personali- dad, y el hecho histórico de haberse sometido sin resistencia la sociedad incáica á tales instituciones, prueba claramente cuán en armonía estuvieron éstas con el carácter y la índole de la ra- za. Revelan al mismo tiempo el profundo conocimiento que los Incas tuvieron de las tendencias morales de su pueblo, y la sabi- duría portentosa con que procedieron desarrollando esas cuali- dades de la sociedad que gobernaron. Porque, de otra manera, el Imperio 1 incáico habría presentado el cuadro de una lucha ci- vil perpétua, como ha sucedido siempre que las instituciones de un país han estado en pugna con los sentimientos ó la índole de la sociedad que debían regir, La legislación política y civil del imperio inca, nos parece en este sentido el monumento más digno de admiración que ofrece la historia de todos los pueblos tencráticos. ¡Qué otro compren- dió, en efecto, con igual claridad el carácter de una raza, encas minándola á su engrandecimiento por el simple desarrollo de sus peculiares aptitudes, y haciendo que cada miembro de la co- munidad aceptara y obedeciera con amor el absolutismo del ré- gimen imperial, como si sus leyes hubieran sido la expresión ge- nuina de la voluntad y deseo del pueblo entero! Y el hecho de gue esas instituciones hubieran llegado 4 encarnarse de tal ma- nera en el espíritu de la raza, que tres siglos de dominación eu- ropea no hayan podido alterar los hábitos y el carácter que ellas formaron ó- desenvolvieron en el pueblo incáico; no puede ex- plicarse. sino por una profunda armonía entre esa legislación y la índole de la sociedad aborígene. -— El indio prefiere hoy mismo cultivar las tierras de sus comu- nidades; esos campos en que él no tiene una puigada de terreno A E : vv? BRA 1 LD propio; y no se conviene á ser arrendatario vitalicio en una ha- cienda, á canon fijo, invariable y sumamente módico; condicio- nes que hacen dei arrendamiento un verdadero enfiteuses, y del locatario un señor de la tierra que cultiva. En verdad que estas. locaciones imponen al indio la obligación de abonar el precio del arrendamieato, con tantos dias de trabajo personal, á bene- ficio del locador; pero las exigencias son tan moderadas de parte de éste, que en general puede décirse que nada pide como re- tribución de las tierras que cede, sino la seguridad de tener en sus dominios el número preciso de labradores domiciliados; de modo que el indio que se establece con su familia en una ha- cienda, recibe por ese simple hecho una extensión conveniente de tierra de labranza que él cultiva para sí, sin pagar nada en compensación, ni en dinero ni en especies; pero cuando el patrón lo necesita, está obligado á servir en la hacienda ganando su jornal como los demás operarios contratados. Igual tendencia se nota en los trabajos de utilidad pública. Las. comunidades se prestan con buena voluntad á servir en es- tas obras; y así se vé que para colocar un puente colgante de mimbres sobre un rio caudaloso ó. para abrir un camino, acuden con espontaneidad los indios á Ja llamada de sus gobernadores, y. proceden en grupo, como disciplinadas cuadrillas de operarios, sin recibir mas remuneración por sus servicios: que un poco de coca, y chica (cerveza de matz ) En vano se esforzaría cualquie- ra en reunir facilmente el número necesario de peones para obras de esa naturaleza ofreciendo solo el aliciente de un buen jornal. La avidez por el dineto no influye tan eficazmente en el ánimo del. indio, como los hábitos seculares de su raza, que le han acostumbrado á acudir al primer llamamiento de sus alcal- des para emprender un trabajo de utilidad vecinal. Se presta voluntariamente á estas faenas, con tanto entusiasmo, Comp si fuera convocado para una gran fiesta. Parece que en la sociedad incáica el trabajo en común estuvo reglamentado con tal sabiduría, que en vez de haber sido como en los demás pueblos del mundo una dura obligación impuesta por la naturaleza 4 los hombres, se consideró allí como un grato entretenimiento, como un solaz que interrumpía agr adablemen- te la monotonía de la vida social, en un país donde los goces mismos de la familia estaban en cierto modo bajo la influencia disciplinaria de una legislación tutelar. Por eso el trabajo colec- tivo tuvog,para el indio un atractivo singular, y como las condi- ciones de su existencia en poco han variado desde aquellos Me+ e tiempos, encuentra siempre en esas faenas un placer que dá q expansión | 4 su sociabilidad, tan restringida en su vida ordi- AS -naria. a “Este carácter de la raza explica todos los prodigios realizados Sd los Incas en los grandes caminos imperiales, como aquel que unía Quito al Cuzco y. cuyos restos testifican su poder, no menos que esos monumentos arquitectónicos que levantaron - en distintos lugares para : asombro de la posteridad. La gran vía -1mperial del Cuzco á Quito que medía una extensión de 3,000 kilómetros y que estuvo construída con una regularidad geomé- 2 trica notable, fué obra, más que de la despótica voluntad de los == Incas, de la acción común del pueblo, impulsado por ese espíri- e tu de las comunidas indígenas para trabajar voluntariamente en e Jas obras de utilidad nacional. Ese camino, que 4 cualquier otro > país del mundo habría costado cantidades ingentes y mucho E tiempo, se hizo en pocos años. Las grandes vías del Imperio se mo hicieron solo en el trascurso de tiempo que medió entre el rei- nado de Uirakocha y el de Huainacapac, es decir, durante el 2 gobierno de cuatro Emperadores. Así el camino del Cuzco has- MO ota Villcashuaman fué obra de Uirakocha, después de haber vencido á los rebeldes charcas; los de Villcashuáman 4 Luca- Mos cOnas, 4 Huaáitará y 4 Tarma, fueron mandados construir por Inca is Vupanqui, hijo de Uirakocha. (1) El Inca Tupac y Huainacapac, ls extendieron la eran vía de Tarma hasta Quito; de manera que estos dos últimos Emperadores hicieron /as ¿res cuartas par- tes de aquel camino, Ó sean 2,830 kilómetros. (2) ¿Cómo hicieron en tan breve tiempo tan jigantescos monu- mentos? Fácilmente. Disponían de un inmenso ejército de peones que las comunidades del tránsito les proporcionaban, los que colocados.en toda la longitud de la vía proyectada, pro- -cedían á los trabajos simultáneamente en la total extensión del trazo. En la construcción de los caminos era fácil, como se vé, em- _plear á la vez los operarios de muchas provincias sin obligarlos á salir de sus propios bogares; pero, tratándose de levantar mo- numentos como los de Saksahuaman, Ollantaitambo (3) y otros ES : y z E , E EA NA) Los acueductos que regaban los desiertos de Nasca y las altas llanuras de Lu” - camas, fueron probablemente obras también del reinado de Inca Yupanqui. Cual- Quiera de estas obras bastaría para hacer célebre á un príncipe. 22) Según los cálculos hechos por la Comisión americana del ferrocarril inter- - continental. (3) Suponiendo que esas construcciones hayan sido obras incáicas » de Su especie, fué necesario, sin duda, que muchas provincias apar- tadas enviaran su contingente de operarios, pues de otra mane- ra hubiera sido difícil a ejecución de tales obras con solo la concurrencia de Jas vecinas poblaciones. “Tal vez emplearon los Incas en estos trabajos á las tribus rebeldes Ó á aquellas que les habían opuesto tenaz resistencia á sus conquistas; pero no hay historiador que consigne este hecho para afirmar tal conjetura, y más bien debe suponerse que procedieron en estos trabajos con la misma disciplina que en los otros, distribuvendo proba- blemente las cargas en proporción justa á la capacidad y al nú- mero de habitantes de las provincias que habían de concurrir á la realización de la obra. ' Si es cierto lo que nos refieren los historiadores que se han ocupado del Imperio incáico, relativamente ásu constitución social y política; y si por otra parte pudiera citarse un solo ejemplo de una asociación humana que hubiese buscado los fun- damentos de sus instituciones en la perfecta imitación de la vi- da de cierta especie de animales sociales, podría creerse que los Incas estudiaron la vida de las 2ornzgas y de las abe7as, toman- do en los hormigueros y en las colmenas las primeras lecciones de esa legislación política y económica que impusieron á sus súbditos, “al destribuir con tal método y orden el trabajo sana en su vasto imperio. Así, pues. el indio fué en la sociedad incáica agente activo del progreso nacional y no un elemento negativo como es hoy. Esta raza que tales aptitudes mostró entonces para los trabajos de utilidad pública, fué y es hoy mismo una fuerza productora en nada inferior á cualquiera otra raza en inteligencia y en vi-- gor, para dos de los más considerables ramos de industria, como la minería y la agricultura. No creemos, en efecto, que haya pueblo alguno que sea superior al pueblo aborígene del Perú en el arte de cultivar la tierra por simples conocimientos empíri- cos. Los valles interandinos muestran en sus sembrados todo el orden y cuidado que los indios emplean en el arado y en la limpieza de las sementeras. No hay en esas regiones espacio cultivable que no esté hábilmente aprovechado, como se puede notar por los azdenes Ó muros levantados en Jas laderas más es- carpadas para detener el descenso de la. tierra vegetal, que es arrastrada por las lluvias torrenciales hacia el fondo de las que- bradas cuando no encuentran aquel obstáculo. Los incendios de los pastos de las punas y las grandes humaredas con que procuran abrigar los campos en las noches de %e/adas, revelan BO el grado de progreso muy notable que habían alcanzado los in- dios en conocimientos agronómicos, por la simple observación inteligente de los fenómenos de la naturaleza. En la distribu- ción de las aguas de regadío son también muy expertos, así co- mo en el tiempo y oportunidad en us han de regarse las se- -menteras. ¿Para los trabajos penosísimos de las minas, no tiene rival el indio. Otras razas pueden ser superiores en energía moral, pero ninguna es comparable al indio en la resistencia y en el vigor para dominar la inclemencia de los climas de las alturas andi- nas, donde generalmente están los asientos minerales. Es, por otra parte, un peón inteligente en este ramo de la industria y . muy práctico en el ASC de los metales. Él indio es pues un gran agricultor Y excelente minero: tiene todas las condiciones de maemífico peón para los trabajos en es- tos dos ramos industriales; por consiguiente, es un poder produc- tor y un elemento económico considerable, que solo espera el i1m- pulso que se dé á su actividad para aumentar la riqueza del país, como pudiera esperarse de cualquier otra raza que poblase nues- tro territorio; y si hoy se presenta solo como una fuerza estática, no es culpa suya sino de la clase social que la dominó y que hoy mismo es de hecho su poder directivo. Esa clas: social es la que tiene toda la responsabilidad de la decadencia del país, y no la raza aborígene; ella que ha podido aprovechar de esa fuerza inmensa, en vez de mantenerla inactiva; ella que no ha tenido ni la iniciativa intrépida para el trabajo ni la energía paciente para levantar el espíritu del indio, despertándolo de su secular letargo. Está probado, en efecto, que donde se hace sentir la acción vigorosa de la voluntad europea, el indio se transforma: “sus fuerzas latentes, como elemento productor inteligente, se hacen visibles, y muestra en las labores agrícolas, mineras y pas- toriles, tanta aptitud como cualquiera otra raza humana de las más adelantadas. ¿Esa inercia de la elase civilizada del país se hace más notable - por los contrastes que se ven en los valles del interior, entre las - haciendas cultivadas por europeos y las que están en manos de nacionales. Las primeras tienen magníficas oficinas, cómodas habitaciones, sus campos perfectamente cultivados, y hay en ellas un orden en la administración, desconocido para nuestros . hacendados. Los rendimientos son por consiguiente mucho mayores en aquellas haciendas que en éstas, y el indio jornalero, Siempre mejor remunerado porel patrón europeo, tredpaja allí 3 E ¿Qe $ a A con tanta inteligencia. y voluntad, como cualquier peón de un pueblo agr ícola adelantado. Así, en Chanchamayo el viajero no necesita que nadie le di- ga cuáles son las haciendas cultivadas por europeos y cuáles las que poseen los nacionales, pues le basta dirigir la vista á esos campos cubiertos de matorrales donde se levanta una oficina medio derruida y una casa incómoda, para saber que allí habita un señor del país; y dirá que es hacienda de un europeo si en- cuentra buenos sembrados, limpios cañaverales, hermosas ofici- nas y aposentos con todas las comodidades de la vida civilizada. Sucede lo mismo en el valle de Abancay. - ¿A qué atribuir estas diferencias? ¿Por qué el hacendado eu- ropeo de nuestros valles prospera más que cualquier señor del país? No hay que buscar la razón en las condiciones más venta- josas de aquel; porque, seguramente, el hacendado nacional cuenta con superiores elementos, aun cuando no sean sino las relaciones y simpatías de localidad y la posesión antigua de la tierra que cultiva. La causa única de esta desproporción de for- tuna está, á no dudarlo, en la superioridad de la iniciativa euro- pea que ofrece mejores condiciones al indio, para que éste des- arrolle y ponga en actividad sus aptitudes natarales en las fae- nas del campo. En Chanchamayo, antes que el alemán Morner hubiese for- mado el magnífico cañaveral de Amable María, comenzando con un capital de 500 soles, ningún hacendado del país tuvo la más remota idea de que pudiera reálizarse ese prodigio. En el valle de Abancay, donde existen cañaverales desde los primitivos tiempos de la colonia, ningún hacendado pensó en mejorar el cultivo de la caña ni en buscar nuevos métodos para su benefi- cio, haciendo mayores sus rendimientos, hasta que los argenti- nos Aráoz y los italianos Petriconi y Martinelli, mostraron á cuánto podían elevarse las utilidades de esa industria con la per- severancia y el trabajo inteligente. En Huamanga se cultiva la vid desde principios del siglo: XVII, y en algunas granjas de su campiña se elaboraba vino, mas tan empíricamente y en tan mezquina escala, que nadie poros que aquella inaustria enriqueciera á los que se dedicasen á ella; pero fué allá un italiano y arrendó una de esas granjas, y en tres ó cuatro años hizo producir á sus viejas parras bastan- te vino para dejarle un beneficio líquido de oc%o mil soles Ó sean 40,000 francos; y eso, en un terreno que apenas encierra el es- pS cuatro y media hectáreas, Desde entonces, la industria 8 vinícola ha comenzado: á tomar' algún incremento en aquella provincia, que si contara con una población laboriosa, sería hoy de las más prósperas del interior, por sus viñedos. La decadencia industrial y comercial de los departamentos del interior, y muy especialmente de la zona del Centro, no es pues imputable sólo 4 los defectos de la raza aborígene, sino principalmente á la apatía de las clases activas del país. El indio, como se vé, es. una fuerza con capacidad producto- ra igual á la de cualquier otra raza, y si su espíritu despertara, vencería á la población exótica que fuese á competir con él en las faenas de la agricultura y de la minería, porque además de contar con una energía física, al menos igual á la de otras razas vigorosas, tendría la ventaja del imperio conquistado por su or- ganismo sobre los climas andinos, Pero la raza indígena no sólo se presenta como un poderoso elemento latente de producción, es también la principal fuerza militar con que cuenta el país, y bajo este aspecto merece un estudio especial. Ni por carácter ni por tradición es el indio un hombre de combate. Salvo las conquistas de Inca Roca sobre los chancas de Andahuaylas y Huamanga, las de Uirakocha sobre estas mis- mas tribus rebeldes y sobre los aymaraes de Chucuito, y en fin, las de Inca Yupanqui, Tupac: Inca y Huaynacapac, que redu- jeron por la fuerza de las armas á las naciones del litoral y las del Ecuador; los anales del Imperio Inca no presentan ninguna otra época agitada por guerras sangrientas, como debía haber sucedido en ese choque contínuo entre el Imperio que pugenaba por dilatar sus fronteras, y las naciones comarcanas que defen- dían su independencia. En general, los Emperadores del Cuzco no encontraron mucha resistencia en los pueblos que conquista- ron. Una sola batalla decidía ordinariamente de la suerte de cualquier tribu que se negaba á incorporarse á los dominios del Inca, y así vencida, pasaba á formar una nueva provincia impe- rial con todas las prerogativas y derechos que gozaban las pro- vircias conquistadoras, estableciéndose de esta manera tan es- trechos vínculos de interés común y de mútua simpatía entre unas y otras, que no era menester el trascurso de una generación para que la fusión fuese completa. Esta facilidad con que el imperio de los Incas asimilaba 4 las naciones co ¡quistadas, se debió, sin duda, á la identidad de raza que hacía de todas las tribus que habitaban los valles andinos, desde el Cuzco hasta Quito, salvo los hwarcas de Jauja, una sola entidad etnggráfica, ¿IZ mA con análoga indole y con un idioma común. Por eso, E lucha fué más tenaz y sangrienta al conquistar Pachacutec (Inca Yupanqui) las poblaciones de Nasca y Chincha, que sin duda fue-: ron de origen diverso al de los keshuas conquistadores; habien- do acontecido cosa igual cuando Tupac Inca sojuzgó el Er del Chzneó y las tribus de Huancabamba. Las guerras sangrientísimas que Inca Roca y Uirakocha sos- tuvieron contra los chancas de su misma raza, fué una excep- ción; y puede atribuirse la resistencia enérgica que éstos opu- sieron al poder de aquellos monarcas, á las condiciones especia- les de las tribus charcas, que siempre hostilizadas por los uan- cas del valle de Jauja, habían tenido que sostener con éstos una lucha á muerte por muchas generaciones: circunstancia que los hizo belicosos y conquistadores, y por consiguiente muy. so- berbios. Fuera de estos episodios guerreros, no nos presentan los ana- les militares del Imperio Inca otros ejemplos de grandes luchas. El reinado de los primeros emperadores hasta Inca Roca, abra- za un largo período de paz, consagrado á la organización civil y política de la gran nacionalidad keshua; y aún bajo el go- bierno ajitado de Tos Y upanquis, las guerras se hicieron con in-: tervalos de tranquilidad, en los que estos Incas se aplicaron á: engrandecer sus vastos dominios con obras monumentales de utilidad nacional, amortiguando así en sus pueblos las pasiones belicosas que aquellas luchas pudieron haber despertado en bs hi espíritu. : Así, pues, el indio bajo el gobierno de los. Incas, no fué gue- rrero; y sus belicosos instintos no tuvieron campo ni ocasión par ra desarrollarse, haciéndolo soldado. Al contrario, todo contri buyó 4 desenvolver en él más bien sus cualidades pacíficas que sus aptitudes militares. / Su educación política y social lo preparó exclusivamente pa- ra los trabajos de la paz, deprimie: ndo en él esa energía indivi- dual que impulsa al hombre á la lucha por sólo el estímulo de su propio valor, cualidad de las más importantés en las razas militares, Sin embargo, posee el indio buenas condiciones naturales pa: ra hacer de él un buen soldado. Es una de las razas mejor do: tadas de vigor y resistencia para toda especie de trabajos y fati- gas; es prodigiosamente sobrio y disciplinable; tiene además ese linaje de valor propio de las naturalezas linfáticas y de los pue- blos iS: es valiente á la manera /2rca y también á la ma- a. Y] nera rusa, por insensibilidad y por obediencia, Su energía mil:- tar es, pues, más semejante á la de los pueblos del Asia que á la de los pueblos europeos. Esta raza carece casi por completo de energía personal; pero es tan arrojada y valiente como cualquier otra en toda acción colectiva. En las campañas de nuestra independencia reveló excelentes cualidades militares, combatiendo bajo los estandar- tes reales y en el ejército libertador. Después, en las guerras ci- viles ha mostrado tanto valor como el que ha “ostentado cual- quiera raza europea. Así, en el asalto de Arequipa el año 57, pereció más de la mitad del ejército sitiador, sin que el resto hu- biese dado señal alguna de flaqueza de ánimo. En la última lu- cha con Chile hay episodios que prueban cuán grande es el ar- rojo del indio bajo la disciplina militar, y bastará que citemos los combates sangrientos de Tarapacá, Arica y Huamachuco, para demostrar que esa raza tiene virtudes militares muy nota- bles, y que, combatiendo en filas, es igual al mejor soldado, siempre que sus jefes y oficiales les den ejemplo de entereza y disciplina. Pero, no es en el ejército donde el indio ha mostrado única- mente sus virtudes para el sacrificio y la abnegación. Entrega- das á su propia acción las poblaciones indígenas de las provin- cial del Centro, han revelado durante el segundo período de la guerra con Chile una audacia sorprendente, como se vió en la lucha encarnizada que los pueblos del valle de Jauja sostuvieron contra el cuerpo de ejército invasor comandado por el Coronel Canto, y la tenaz resistencia que las comunidades de indios opu- sieron después, ya en Huanta y Ayacucho, ya en otras region=s de la República, contra los que creían aliados del enemigo co- máún. Enel vado de Quiulla se hizieron acuchillar los monto- neros del General Cáceres por la caballería chilena, antes que dispersarse; y en Pucará, el Coronel chileno Urriola hizo una espantosa matanza en una partida de guerrilleros que, sin armas de fuego, osó resistirá los invasores, hasta entablarse una lucha de cuerpo á cuerpo. Igual intrepidez mostraron los de Huanta y Julcamarca cuando aquel jefe invadió Ayacucho. Es evidente que si las poblaciones del interior hubiesen estado armadas, los invasores no habrían pasado de Huancayo, y que su misma per- manencia en esa ciudad hubiera sido precaria. Los indios han ostentado pues, va en nuestras guerras nacio- nales, ya en nuestras luchas civiles, bastante valor: militar, y han probado que una vez disciplinados pueden ser sold: dos esselentes. 5 A Ellos forman el núcle> de nuestra nacionalidad y constituyen nuostra principal fuerza defensiva; y así, es menester que las clases influyentes del país se preocupen sériamente en desarro- llar en el indio sus aptitudes militares y civiles. Es cierto que en esta raza no se encuentra el sentimiento nacional bien pro- nunciado, y que su entor pecido espíritu opone una tenaz resis- tencia pasiva á todo lo que sea obligarlo 4 cambiar sus hábitos; pero una vez que el indio se hace soldado, es tan buen ce to de combate como cualquier hombre de otra raza. Sus mismos defectos naturales pueden ser aprovechados ven- tajosamente por la disciplina, como esa. pasividad de su carác- ter que siempre lo aleja de todo arrebato entusiasta y de toda acción espontánea en el combate, pero que tan apto lo hace al mismo tiempo para obrar en concierto como una máquina, obe- deciendo ciegamente las órdenes de sus jefes. Este defecto, convertido en cualidad, puede hacer del indio bajo la dirección de un hábil jefe, un soldado inestimable en campaña y sereno en los campos de batalla; mucho más ahora que el arte de la guerra está sintetizado en la perfección de la disciplina, que permite al General mover las divisiones de su ejército con me- cánica precisión. — 31 — a El estudio que acaba de hacerse de las naturales aptitudes del indio, manifiesta que como agricultor y minero puede ser una fuerza productora bastante poderosa para mejorar las condicio- * nes económicas del país en una gran escala; y que, como ele- mento defensivo ó de resistencia nacional, es un poder conside- rable siempre que las clases inteligentes se impongan á su espí- ritu por una rigurosa disciplina militar. Presentando tal conjunto de cualidades, la raza indígena del Perú no es, pues, un inconveniente ni un obstáculo para el progreso y engrandecimiento nacional; antes bien, es una fuer- za latente que puede. hacerse útil bajo la dirección de la raza europea, con la que tan facilmente se mezcla por cierta afini- dad natural ó simpatía entre la india y el blanco. Es cierto que _la raza no se presta ni por su educación ni por su índole á ser- vir de sólido cimiento á una democracia, en el sentido europeo de la palabra; y por eso, la población indígena no debe ser con- siderada como factor inteligente y activo del progreso moral é intelectyal del país, á la manera que cualquiera otra población que se estableciese en el territorio de la República arrojada á nuestro suelo por las emigraciones del continente europeo, cual sucede en las regiones del Río de la-Plata; pero aquí los emi- orantes blancos encontrarían en el indio un elemento utilizable para el desarrollo de la riqueza pública y para su propia prospe- ridad, pues tendrían 4 la mano peones y operarios que les ayu- dasen en los trabajos del campo, y con ellos improvisarían va- liosas haciendas, como han hecho Morner, Heeren, Monié y otros en Chanchamayo, y los Martinelli en Abancay. Mas, nuestro propósito principal ha sido estudiar las condi- ciones morales del indio, y sólo de una manera incidental nos ocupamos aquí de él como “fuerza económica. Volviendo ahora á las consideraciones expuestas en los ante- riores capítulos sobre el estado social de las trece provincias del Centro de la República, recordemos que el abatimiento mo- ral de sus poblaciones reconocen tres causas principales: la e772-. briaguez fomentada por las fiestas religiosas, la a70trar vedad de las autoridades polít:vas, y la revolución económica operada en . el país á consecuencia de su emancipación. A estas tres cau- sas habría que agregarsel descuido de la enseñanza y la falta de escuelas; pero este abandono de la instrucción en el país alcan- za á todas las clases sociales y no afecta exclusivamente á la ra- za Indígena, y por eso no hemos «considerado esta causa entre las que han influido singularmente en el atraso de las poblacio- nes aborígenes. Basta, en general, enunciar el origen de un mal para señalar el remedio, y una vez que hemos indicado los tres motivos más poderosos del abatimiento en que están las poblaciones indíge- nas de las provincias del Centro, el lector podrá juzgar con cla- ridad cuáles son los'medios más eficaces para levantar de su postración esa importante zona de nuestro territorio. En cuanto á nosotros, concluiremos este trabajo con las. si- guientes observaciones: Para llevar el movimiento y la vida 4 esas regiones hoy aisla- das del mundo exterior, nada sería más eficaz sin duda que faci- litar por medio de buenos caminos la comunicación entre las trece provincias del Centro, y aproximarlas al litoral por vías férreas que diesen económica salida á sus productos. Para te- ner cómodos caminos vecinales bastaría la acción de las auto- ridades municipales, pues las comunidades indígenas se prestan á estos trabajos con buena voluntad. El establecimiento de fe- rrocarriles demandaría gastos que el estado financiero el país ¿ —o0, A A no permite; pero la prolongación de la línea de la Oroya á: Huancayo, es fácilmente realizable con los productos líquidos de ese ferrocarril, Esta prolongación daría poderoso impulso al progreso de una gran parte de la zona del Centro. Al mismo tiempo podrían fijarse ciertos puntos de coloniza- ción en medio mismo de sus poblaciones indígenas, que servi- rían para civilizarlas y para atraer inmigrantes europeos á los vecinos valles orientales. Hay en esas comarcas lugares que pa- recen preparados por la naturaleza para el establecimiento de cualquier inmigración de raza blanca, como sucede con el her- moso valle de Na Bamba en La Mar, donde la suavidad del clima, la feracidad del suelo y la salubridad del ambiente, ofrecen todas las condiciones más favorables para la inmediata aclimata- ción del europeo. Esta región abraza un espacio de dos mil hec- táreas sobre terrenos llanos y aparentes para el cultivo de la caña, del algodón y de la cepa. Por los flancos del valle, y á un nivel elevado, se extienden vastísimas praderas con excelente pasto para ganado mayor, donde puéden alimentarse hasta fe27- ta mal vacas. El gobierno, de acuerdo con una compañía colo- nizadora, podría expropiar estas tierras para establecer allí un centro colonial con 400 fanz/zas, que, antes de cuatro años, y con un trabajo moderado de ocho horas al dia, alcanzarían un producto de ciento veinte mil soles anuales, en sólo el valor del azúcar, sin contar con la venta y multiplicación del ganado. La situación de Ninabamba es magnífica, no solo para el ex- - pendio inmediato de sus cosechas, pues cuenta con los merca- dos de Ayacucho, Huanta, Cangallo, Angaraes y Tayacaja; sino para servir de estación intermedia entre la montaña, que está á diez leguas, y la ciudad de Avacucho que está á catorce, + Los colonos allí establecidos tendrían en breve un puerto en el Apu- rímac á sólo diecisiete leguas, pues Simariva que marca el A E principio de la parte navegable de aquel río, está á esa distancia. de Ninabamba. Unido este valle con aquel puerto por un an- cho camino de herradura, los colonos podrían fácilmente mante- ner un activo comercio con la hoya del Ucayali y él Amazonas, estableciendo, al mismo tiempo, una comunicación directa con: Chanchamayo por el Perené. Podríanse señalar en el distrito de Ongoy de la provincia de Andahuaylas, regiones también excelentes para centros de colo- nización, como Chacab:mba y Pichuibamba; pero basta á nues- tio objeto lo que acabamos de decir respecto de La Mar. Establecer colonias agrícolas en medio mismo de las pobla- «e 41 y GU ciones indígenas, buenos caminos vecinales, reducción del nú- mero de dias feriados, dignificación de las autoridades políticas por un personal escogido, y obligar, en fin, á los párrocos á sos- tener una escuela mixta en sus parroquias; serían los medios s prácticos y más rápidos para despertar el espíritu del indio, y para mover esa raza petrificada, lanzándola en la corriente ge- neral del progreso humano. Lima, 1886. : Luis CARRANZA, (De la Colección de Artículos.) : IlEA—-A—_—_—_—_—_— Los Lagos del Titicaca. Allá, casi al centro del vasto continente de la América del Sur, se halla un lago de antigua y religiosa nombradía, formado por otros tres pequeños separados entre sí por bien definidos y demarcados estrechos. Estos lagos no tienen en su creación ó formación los mismos antecedentes, ni son tampoco de la misma época. En sus an- chas playas y en sus rojas y abruptas rocas se hallan inscritos, en inmensos geroglíjicos, las relaciones de los tremendos cata- clismos que convirtieron esas aguas, playas y rocas en una Mecca sagrada, donde los sabios vendrán á leer y á estudiar los testimonios de increíbles hechos, de trastornos geológicos feno- menales, de sucesos que han tenido lugar en épocas muy remo- tas: cnando el hombre aun no existía, cuando los campos que rodean al Titicaca eran verjeles, bosques sombríos, vejetaciones tropicales, cuyos mudos restos son vocingleros clarines que Amuncian á la posteridad fenómenos geológicos de tan notables y estupendas proporciones. Quizás en ninguna parte del explorado globo se hallen res- tos de tan erandes volcánicas explosiones ni ¡la naturaleza osten- ta de manera tan terrible el inmenso poder de sus trastornos subterráneos; quizás en ninguna parte se podrá estudiar con más reales comprobantes hechos de tan trascendentales resultados. La naturaleza se ha cambiado por completo: todo es distinto, muy distinto de'esos confines de la foca Terciarza en que, sobre la vasta extensión delos lagos del Titicaca, reimaba un clima tropical constante. a Hemos dicho que los lagos del Titicaca son tres: uno muy grande al centro y dos pequeños á cada lado. El primero, cono- cido antes con el nombre de Chucuito por existir esa pobla- ción, asiento antiguo de las Cajas Reales de Puno, en sus inme- diaciones, se denomina hoy lago Puno, por hallarse la capital del Departamento de ese nombre á sus orillas. Este lago se halla rodeado al Sur y al Oeste por cerros y rocas elevadas, y al Norte por grandes llanos. Tendrá de dieciocho á veinte leguas al con- torno y su profundidad es tan sólo de 6.60 metros á 30.10 m. en lo más hondo. Todo él se halla situado en territorio peruano, y su extensión va rellenándose constantemente. El lago del Centro, el más grande, es conocido con el nom- bre de Titicaca, según aleunos - autores por las minas de estaño que existen en sus orillas al Este, y en territorio boliviano. Este gran lago tendrá de noventa á cien leguas de circunferencia, á causa de algunos promontorios y ensenadas que dilatan sus pe- rímetro. En la parte Sur, la patria de los indios Urus, son llanas sus playas; en las demás abruptas rocas ocupan por lo general sus contornos. El Titicaca está separado por dos grandes penínsulas del lago Puno: del Norte se interna la península de Capachica, del Sur la de Yanaoca; sus puntas se hallan inmediatas, y las aguas del Puno se unen á las del Titicaca por el estrecho que unes s llaman de Taquila y otros de Capachica. ) Por casi el centro del lago Titicaca corre la línea divisoria de límites entre el Perú y Bolivia. Esta línea, partiendo de las in- mediaciones del pueblo de Yunguyo, provincia de Chucuito (Perú), corre, como hemos dicho, por casi el centro del lago, en línea idea!, á un punto al Sur del pueblo de Conima, provincia de Huancané (Perú). El gran lago Titicaca varía de profundidad desde 5.8 metros á 25.6 metros en la costa, siendo las partes de más hondura las inmediatas á las costas de Bolivia, por la muy sencilla razón de que todos los ríos, xcepción del Suches,—que entran al. lago acarreando grandes cantidades de lodo y cascajo, penetran por el Norte y Oeste del territorio del Perú. La profundidad en el estrecho de Taquila es de 55 metros. + SS El tercer lago, llamado Huainamarca Ó el szti0 muevo, es de muy postericr formación á los otros dos, y está unido al gran lago por el estrecho de Tiquina, rajadura de inmensas rocas cau-. sada Por 4na erupción volcánica, que dando curso Ó cauce á las o Das “aguas del lago del centro, forma esa nueva laguna y cambia por completo el desagie de las demás á su actual, el río Desaguade- ro, Después y con más detención me ocuparé de esos fenóme- nos y desagies. Este tercer lago tendi:á como cuarenta leguas de perímetro, extensión debida 4 los muchos promontorios y penínsulas que le entran en todas direcciones, formando en sus orillas gran nú- mero de puertos y ensenadas. Su profundidad varía de 45 me- tros á 5, siendo la mayor en el estrecho de Tiquina. Mo Ro Los dos primeros lagos del Titicaca han sido una altisima cordillera formada por elevados y numerosos volcanes, hoy hun- dados en el seno de sus aguas profundas, Zn 1llo tempore, ¿cuándo? Cuando el hombre quizá no existía sobre la superficie de la tierra, cuando las islas de Spitzbergen - se hallaban cubiertas de florecientes verjeles y tupidos bosques, cuando en Groenlandia como en Spitzbergen no se hallaban los campos y los cerros cubiertos de nieves perpétuas ni de inmen- sos ventisqueros; entonces los volcanes del Titicaca elevaban sus incandescentes cráteres á numerosas alturas, y esos cráteres eran picos cubiertos de espesos bosques, y sobre esos cerros caían pa- - vorosas tempestades y grandes masas de agua que arrastraban el de millones de toneladas de cascajo, que en miles de miles de años han rellenado la cuenca de la ciudad de la Paz, y han nivelado las pampas y campos de Guarina, Viacha, y los pueblos de Santiago y San Andrés de Machaca. Musiones! dirán algunos. Pero, nó; no son ilusiones. Yo leo con los ojos de la razón, del estudio y de la meditación, el Erin libro de la naturaleza que abre sus hojas luminosas ante mí! Curioso fenómeno: si en nuestra imaginación elevamos una cordillera sobre el espacio que ocupan las aguas delos dos prti- meros lagos, hallaremos que todos los territorios al Oeste de esa Cordillera están cubiertos de inmensas capas de lavas volcáni- cas. Sobre el alto de Puno, campos y pueblo de Paucarcolla, á la vez que mares de líquida traquita han cubierto los campos de Yanarico, Vilque y Sacuyo, en una extensión de quizás cien leguas cuadradas, Al mismo tiempo notaremos que al lado Este de esa cordillera ideal, no se hallan ni lavas ni traquita, sino en Corta cantidad y en puntos inmediatos á pequeños volcanes que han existido, como el que se halla cerca de Hachacachg, y eso en cantidades muy reducidas como he dicho; mientras que las incomensurables capas de conglomerado, en cascajo y arcilla, ar- rancadas por las tempestadas y corrientes de aguas de esas cordi- lleras, han rellenado los campos y cuenca ya referidos en una extensión de más de veinticinco leguas de largo por veinte de ancho, siendo entre estas muy notable la gran cuenca en que se halla fundada la ciudad de la Paz (Bolivia) y todas las pampas desde Laja y Viacha hasta los confines de la pampa de Calamarca, El hecho de haber existido una cordillera volcánica en- un punto del globo y haberse undido formando un lago, no es úni- ca ni especial en el Titicaca. Iguales Ó muy parecidos hechos han producido el gran lago Baikal en el centro de la Siberia y muy cerca de éste el lago conccido con el nombre de Issik Koul. Viajeros inteligentes y grandes sabios han examinado esas localidades y han comprobado que en ambos puntos las cordilleras volcánicas han desaparecido en los fondos de los la- gos citados, dejando como testimonio de su turbulenta existe1- cia, torrentes de lavas y derrames de traquita volcánica. El tercer lago Huinamarca, también escrito Vinamarca, ha sido formado en época posterior y en una gran convulsión vol. cánica, que rompiendo y destrozando las rocas y alturas de la península de Copacabana, abrió el estrecho de” “Tiguina dando: cauce á las aguas de los otros dos lagos y formando en seguida el cauce nuevo del rio Desaguadero que conduce hoy las aguas sobrantes de los tres lagos al actual de Aullagas. Estas aguas sobrantes tenían antes su curso al Oeste de Yunguyo, pueblo si- tuado en los límites del Perú y Bolivia, y conducían los lodos y arenas amarillentas de los lagos á las pampas de San Andrés y Santiago de Machada, donde se pueden ver hoy, A consecuencia de la apertura del estrecho de Tiquina y del nuevo cauce del Desaguadero, las canteras que producían las piedras para la construcción de los templos y fortaleza de Tia- huanaco, quedaron inutilizadas para ese objeto y abandonadas esas obras. Sobre esta importante cuestión nos ocuparemos Pos pués detenidamente. Cualquiera que se tome el trabajo de ir 4 Chorrillos ó al Ba rranco podrá ver y examinar las formaciones geológicas de esos terrenos, y muy fácilmente comprenderá cómo las aguas torren- tosas del río Chillón y del Rimac han podido rellenar las cuen- cas de ambas valles en miles y miles de años, con las rocas pie. dras y cascajos que esas mismas aguas han arrancado y arrastra, do de las cumbres y cerros de las cordilleras no lejanas, En 3 A E ly GE tonces comprenderá también fácilmente la realidad de los he: chos siguientes; E Que las cuencas de Ja Paz y las Pampas de Tiahuanaco, Laja, Viacha y demás de que hemos hablado, rellenadas y forma- das por las piedras y cascajos que hoy se pueden examinar y “hotar, son una prueba irrecusable de que en épocas muy lejanas ren muchisimos años, los materiales de acarreo que allí se ven ha sido conducidos por fuertes y abundantes corrientes de agua de alturas precisamente no muy lejanas. 2. Que esas alturas no pueden ser sino de cordilleras que hoy no existen, pero que han existido sin duda en gran escala; pues solo así han podido esas aguas torrentosas acarrear increí- bles cantidades de metros cuadrados de tan abundante material, como son las piedras y cascajos que allí se encuentran. 3.2 Que las grandes corrientes de lava existen todas al Oeste del gran lago Titicaca, y las inmensas capas de traquita que cu- bren en tanta cantidad y extensión el lado Oeste de la misma laguna, según ya hemos anotado, han tenido forzosamente su origen en esa cordillera volcánica que ha desaparecido, dejando como prueba incontestable y patente de su existencia, esas lavas, escorias y traquita. Y no solo tenemos estos comprobantes de la existencia de esos volcanes, sino que en la actualidad se hallan vertientes de agua caliente en varios puntos al rededor de las lagunas, como A Ae Luna y Putina, provincia de Azángaro; en Aguas Ca- lientes, provincia de Puno, etc., etc, E É Las aguas de los lagos del Titicaca jamás se conjelan, apesar de su altura de 12,850 piés sobre el nivel del mar. En otros con- - tinentes, en esas alturas no se hallan sino hielos y ventisqueros en enormes capas. Es que las aguas del Titicaca son tibias ó templadas por los fuegos subterráneos que cubre, y por eso cre- “ce allí el lacho, especie de conferva limosa que sirve de pasto abundante al ganado, pasto que no podría crecer allí si las aguas no fuesen tibias, como lo comprobó Hochstetter (1) en su céle- * bre obra sobre las rejiones volcánicas de la Nueva Zelandia, en que halló la misma clase de pasto sirviendo de alimento al gana- do vacuno. le > A y. y d (1) Hochstelter fué el botánico de la frag ta austriaca Novara, en su expedi- ción al rededor del mundo, 3 67 A Uno de los ramales del gran río Missouri, (Estados Unidos) es el río conocido con el nombre de Yellowstone, piedra amarl- lla, llamada así por el color azufrado de sus piedras. Por una ley dada en Marzo de 1872, se ordenó que un terri- torio de 55 millas de ancho por 65 de largo, se declarase como territorio nacional, se llamase “National Park” y se gastasen determinadas sumas en la completa conservación en él de árboles, animales, etc. Este parque nacional se halla situado en las ver- tientes de dicho río Yellowstone, que tiene su orígen en uno Ó dos lagos cuya formación geológica y contornos tienen notable semejanza con los del Titicaca. Cierto es que en los contornos del Titicaca no existen 2ysevs, fuentes de agua hirviendo, que llevan sus aguas á grandes altu- ras como en Yellowstone; pero su formación geológica de la época terciaria y los cataclismos que se han realizado allí, son idénticos en mucho en ambas séries de lagos. El renombrado profesor Hayden, geólogo de Estados Uni- dos, ha publicado luminosos informes sobre esos lagos Yellow- stone, que sentimos no poder extractar y publicar en este estu- dio, limitado por su propio carácter y naturaleza. Uno de los ramales del río de llave, provincia de Chnciaia (Perú), se llama río Blanco, el cual tiene su origen en las cordi- lleras Chunguruní y Cacachara, sobre cuyos notables minerales he publicado un estudio. Se llama río Blanco, porque sus ver- tientes eran de agua hirviendo, que conducían grandes cantidades de cal y que en muchos años han formado notables depósitos blanquiscos en sus orillas, El gran terremoto que destruyó Arica, llo y otras poblacio- nes de la costa, la que fué inundada á gran distancia de las ori- llas del mar, en 13 de Agosto de 1868, destruyó también esas vertientes de agua caliente, existentes como á 18,000 piés sobre el nivel del mar y al lado Este de la gran cordillera de los An- des. Fenómeno muy digno de serio estudio es éste, que demues- tra la conexión de los fuegos interiores de la cordillera de los Andes con las convulsiones volcánicas del mar, que en olas de más de 100 piés de altura, se arrojaron estrepitosas sobre las playas y poblaciones de Arica, etc. Recomendamos este estu- dio 4 los sábios que toman interés en esta clase de asuntos. He dicho que en la época en que existían los altos cerros, hoy hundidos en el abismo de las aguas de los lagos del Titicaca, sus faldas y bases se hallaban cubiertas de grandes arboledas y de abundante vegetación tropical. Esta aseveración la comprueban A CN , 5 Ed a 49. — las enormes capas de carbón mineral que existen desde las Pam- pas de Acora (provincia de Puno, Perú) hasta la península de Copacabana, (Bolivia): capas carbónicas formadas precisamente por la destrucción y aprensamiento de las arboledas y por la abundante vegetación. En el distrito de Llampaputra, especialmente en la orilla O. de la península de Copacabana, se hallan hoy los mejores depó- sitos explotados hasta ahora. Estas capas carboníferas de la ¿po- ca terciaria, claramente demuestran los incidentes climatéricos de esas remotas edades. Y ya que tocamos este punto, no será demás que me ocu- pe de otro hecho importante á ese respecto. Entre la ciudad de Azángaro y el pueblo de Santiago de Papuja (Perú), existe una pampa llamada Oueara, distante como doce leguas al NO. de la laguna; en esta pampa un señor Macedo emprendió labores en busca de carbón, y á la profundidad de cincuenta á setenta varas, encontró gran cantidad de árboles y frutas petri- ficadas y carbonizadas. En Lima y en poder del señor D. Eleu- terio Macedo, hemos visto varios trozos de esos árboles, al pare- cer acacias espinosas, y frutas de la figura de paltas aplastadas; esto demuestra que en épocas muy lejanas han crecido árboles y producido frutos, como llevamos ya dicho, en .ese territorio que tiene 13,000 piés sobre el nivel del mar. a sde En el primer lago Puno existen dos islas: la de Estebes, anti- guo depósito de prisioneros patriotas cuando la guerra de la 1n- dependencia, y la de Romero, hoy unida á tierra firme por el lento pero constante relleno de su cuenca, causado por los aca- rreos de los ríos que la circundan, y en especial el río Suches, que entra al primer lago cerca del pueblo de Coata. Cuarenta años hace que se pasaba con facilidad porel canal que rodeaba la ci- tada isla de Romero, separándola por completo de tierra firme. - - El lago Titicaca tiene gran número de islas, entre ellas son memorables: las de Taquili y Amantani inmediatas al estrecho de Capachica, la de Saco al Sur del mismo estrecho, la de Soto casi al frente de Conima, linderos con Bolivia; la gran isla de Titicaca y la cercana de Coati, cuna de la religión y raza de los Incas, las de Apingolay y Campanario, inmediatas á las costas de Bolivia; y algunas más, poco notables. En la tercera laguna, Huainamarca, hay gran cantidad de is- _ las de poca importancia, Las inmensas convulsiones vekránicas AA > de que ha sido centro esta parte del territorio, lo ha quebranta- do y roto en gran número de islas, islotes, promontorios y ense- nadas, que la rodean en todas direcciones. : Muchos ríos internan sus aguas en los tres lagos. Dirigién- dose por las orillas de Puno hacia el Norte, el primer río nota- ble que encontramos es el Tllpa, que tiene su origen en los lagos de Silustani, y unido 4 los ramales de los altos de Malcomaya y Mañasco, entra al lago enfrente del pueblo de Paucarcolla; este río en su curso es una especie de zanjón, y en los meses de aguas, de Noviembre á Abril, es preciso pasarlo en balsas que: los naturales construyen de totora, (typpa lati folía) idéntica en todo á la totora de los valles de la costa del Perú. En el rincón que forma la península de Capachica, se une á este primer lago el río Suches de largo curso, que tiene muchos rama- les, siendo el principal el río que sale de las lagunas de las aí- turas de la Compuerta, espolón de los Andes, y se une cerca de Cabanilla con el río de este nombre. A poca distancia, éste se une con el que pasa cerca de la ciudad de Lampa, capital de la provincia del mismo nombre, el cual es formado por los ríos de Pomasi que bajan de los minerales de plata de este nombre, y se une al de Ucuviri, que baja de las altas cordilleras de Con- dorcoma (18.700 piés). Unidos el río de Lampa con el de Ca- banilla, forman el Suches, que, como hemos dicho, entra al pri- mer lago á inmediaciones del pueblo de Coata. En los meses de aguas estos ríos son invadeables y se pasan en determinados pun- tos por medio de balsas de totora. Una estación de balsas se en- cuentra cerca del pueblo de Juliaca, gran estación del ferrocarril de Arequipa al Cuzco, y en la cual esa línea se bifurca, dirigién- dose un ramal al Sur 4 la ciudad de Puno, y siguiendo el otro hacia el Cuzco. 3 Pasando la península de Capachica, varios pequeños riachue- los entran al gran lago de Titicaca al Oeste, hasta que en el rin- cón del Sunuco, se le interna el río Ramis, el más grande de toda la hoyada. Este río es formado por muchos y muy impor- tantes ramales. El principal es el que tiene su origen en los pe- queños lagos de Ananea cerca de los lavaderos de oro de Poto; corre hacia el Oeste hasta recibir los deshielos de los ventisque- ros de Aricoma, pasa por el pueblo de Crucero, antigua capital de la provincia de Carabaya, y se inclina al Sur, pasando por los pueblos de Potoni, San Antón, San José y Azángaro, al de Achaya. En este largo tránsito se le unen los ríos que bajando de las cordilleras del Oeste llamadas Vilcanota, (17.825 piés) y a a dd Sr AS MA dd a de a PT, A , Cunurama (17.590 piés), se juntan al frente de San Antón; en- frente de Asillo, se unen al Ramis los ríos Orurillo y varios otros pequeños; enfrente del pueblo de Achaya, se le une el gran río Pucará, que es formado por los ríos de Humachiri, Santa Rosa, etc. Puede decirse, pues, que el río Ramis es el desaguade- ro de las aguas de la gran cordillera al N. y NO. del departa- mento de Puno: unido como he dicho el río Ramis al de Puca- rá, enfrente de Achaya, corre hácia el E., y se interna en el lago en el punto conocido con el nombre de Sunuco, donde tiene un ancho como de cien varas y una profundidad de diez. En los meses ya citados de aguas, todos los campos, en las desemboca- duras del Suches y Ramis, se cubren de agua, y los naturales,, con su experiencia, pueden dirigir las balsas con acierto por en- medio de las mansas corrientes. Antes de desembocar el Ramis en el lago y solo en los meses de aguas, se le une el río de Ara- pa, que conduce las aguas desbordadas del lago Norte de ese nombre. En el mismo punto de Sunuco, entra al lago. el río de Puti- na que tiene su origen en los altos de Ayuni, lindero de Cara- baya; corre hacia el Sur, pasa por los pueblos de Muñani y Pu- tina, y desemboca en el punto citado. Al Este entran á este río de Putina los de Quilloquillo y otros pequeños;-en la gran ensenada de Vilquechico, donde se hallan notables ruinas de la antigúedad, entra á la laguna el río Vilquechico y más adelante el Moho. Tres leguas al Sur del pueblo de Conima se halla la línea limítrofe de los territorios del Perú y Bolivia; como siete leguas más al Sur está la desembocadura del río Suches. Este río tiene su origen en las alturas de Poto, como el Ramis, corre hacia el Sur, formando en gran parte la línea divisoria entre el Perú y Bolivia. Siguiendo las orillas del lago se encuentran el río de Flachacache, que desemboca cerca de esa población y es de alguna importancia, pues los anteriores, como Ancorames, etc, son pequeños y de muy corto curso. En el tercer lago entran varios ríos de limitado curso, como son los de Aigache, uno que baja de la pampa de Laja, y otro que entra al lago cerca del pueblo de Huaqui: cinco leguas há- cia el Oeste de Huaqui se halla el río Desaguadero, único canal que conduce las desbordadas aguas de los'tres lagos al de Aulla- gas, situado muchas leguas al Sur. Pasando el Desaguadero, lími- te entre el Perú y Bolivia, se halla el pequeño río Zepita; pasan- do la península de Copacabana, se encuentra el pequeño río de Pomata, cerca del pusblo de ese nombre; 4 cuatro leggppas el de ls — 46 — Julí, y á cinco leguas más el de llave. Este río que como los pe- queños anteriores entra al gran Titicaca, tiene muy notables ra- males: el del N. es formado por las vertientes de Chunguruni y Aguas Calientes que tienen su origen como á 20,000 piés sobre el nivel del mar. Las aguas del Chunguruni han servido para mover los trapiches en que se molían los abundantes metales de plata de Cacachara; las de Aguas calientes, unidas á las de los riachuelos que bajan de las cordilleras más altas de los Andes en esos puntos, se dirijen hacia el SE. hasta llegar 4 las inmedia- ciones de los campos de la hacienda de Sacuyo de los señores Barrionuevo, donde otro gran ramal llamado río de la Angos- tura, que tiene su origen lejano. Como á cuarenta y cinco leguas de Puno al pueblo de Tarata, se hallan unas enormes capas de mármol color plomizo, las que en un punto ó loma, forman una especie de divortíum aguarum. Las aguas de las vertientes aburdantes al O. de esa loma, corren al río Maure, el que á su vez se une al Desaguadero frente casi al pueblo de Calacoto (Bolivia) y las aguas de las vertientes al E. de esta loma corren hácia el N. pasando hoy por las grandes pampas de Coracora y Yanque, que en época remota formaron un lago de grandes di- mensiones. Las, aguas de este lago, andando los tiempos, han rebasado y cortado por terrenos de formación terczarza, un canal ó angos- tura que tendrá como dos leguas, formado por moles de fantás- ticas figuras que representan fortalezas, etc. Con la apertura de este canal, se secó el lago de Yanque. y sus fondos forman hoy inmensos pastales cenagosos que constituyen la delicia de las grandes manadas de alpacas que allí se alimentan, y que también sirven de punto para la sustentación y correrías del avestruz (Rhea americana), cuyos nidos he tenido allí oportunidad de hallar y examinar. El río que se ha abierto paso porla angostura, se une al Aguas blancas ó calientes, cerca de la pampa de Sacuyo y entra al lago Titicaca enfrente de Ilave, causando cada año muchas desgracias. Tres provincias del territorio peruano rodean los lagos Chu- cuito y Titicaca: al S. la provincia de Chucuito, que se extien- de por las orillas del Titicaca desde la frontera de Bolivia, cerca del pueblo de Yunguyo y de un punto llamado Caccsani, al rincón de la península de Yanaoca. En esta extensión están los distritos peruanos de Yunguyo, Zepita, Pomata, Julí é llave; al O. la provincia de Puno, que la forman los distritos de Acora, Chucuitée, Puno, Paucarcolla, Capachica, Coata y la ciudad de e, 0 Puno, capital del departamento del mismo nombre. La provin- cia de Huancané al N, y E. la forman los distritos de Pusi, Taraco, Huancané, Vilquechico, Moho y Conima. Los otros distritos de las provincias no tocan las orillas de los lagos, por lo cual no los mencionamos. * OS En una época muy remota, ha existido á las orillas del Titi- caca y en sus inmediaciones, un pueblo, unos habitantes que no conocemos, cuyos restos casí no hallamos, y que ha debido ser grande, poderoso é ilustrado, porque sólo pueblos con esas notables cualidades, levantan edificios monumentales como las Ruinas de Tiahuanaco. Al S. del tercer lago, Huainamarca, y á la distancia como de dos leguas de sus orillas, se hallan esas ruinas, sobre cuyo estado actual me he.ocupado en mi obrita ti- tulada “R2guezas Peruanas.” Una de las cosas más notables de esas ruinas son las canteras, de las cuales se han extraído las grandes piedras con que se han construído esos templos, pala- cios Ó fortalezas que constituyen las citadas ruinas. Al O. del gran río Desaguadero, y en territorio peruano, se encuentran esas canteras: desde ellas hasta Tiahuanaco se ven esparcidas sobre la línea del camino inmenso número de grandes moles, que aun hoy mismo, con todo el adelanto de las ciencias y facilida- des de aplicación de fuerzas dinámicas, serían de muy difícil con- ducción. En vano nos preguntamos, ¿qué pueblo fué ese que allí exis- tió y levantó esos monumentos? Hace más de ocho mil años que en el valle del río Nilo exis- tió un pueblo adelantado en las ciencias y artes, que ha dejado como testimonio de sus adelantos y existencia las pirámides, los templos de Memphis, Tebas, Luxor, Philoe, etc. Hace también . como ocho mil años que los pueblos de la Syria, Tiro etc., muy civilizados, comerciaban con los pueblos de territorios muy leja- nos, cuyos nombres casi desconocemos. Es cierto que el gran filósofo Platón, en su obra titulada Dz4- logos de Timeos y de Cretias mos dá 4 saber (sobre el testimo- nio de un sacerdote egipcio) que al O. de las columnas de Her- cules, hoy estrecho de Gibraltar, existía un continente llamado Atlántida, que desapareció en un solo día, á causa de las con- vulsiones volcánicas que lo destrozaron y los diluvios de agua tprobablemente olas del mar) que lo sumergieron, Es jgualmen- . te cierto que el filósofo Aristóteles nos asegura que en épocas anteriores á la suya, los cartagineses sostenían activo. comercio con esos pueblos de la Atlántida. Cierto es también que en el mapa publicado por Andrea Bianco, de Venecia, en 1436 de nuestra éra, y también en el de Martín Behaim, de Nuremberg, en 1492, se hallan situados á gran distancia al O, de Europa territorios llamados 4n41//ia. “Todo esto es cierto; pero no po- demos asegurar si esos pueblos de tan remota época, (el sacer: dote egipcio aseguraba una época correspondiente á. diez mil años de la actual) fueron conocedores en realidad de nuestro continente y fundaron colonias, algunas de las cuales podrían ser las constructoras de Tiahuanaco, Cuelap, etc. Es cierto tam- bién que los vasos de comer en uso doméstico, los funerarios, y - aún las canastas y cestos de junco, que han llegado á nuestras manos de diversos puntos del Perú, se asemejan en mucho á los de los antiguos egipcios y fenicios; pero, á nuestro juicio, esos no son bastantes datos para asegurar un antiguo y común origen á ambos pueblos. Sabemos de un modo auténtico que Nennefes, rey de Egip- to, hace más de 7.000 años, levantó las pirámides de Sakara, edificio más antiguo de los conocidos; y también tenemos ya datos positivos sobre las épocas en que se levantaron las otras pirámides y se construyeron los grandes templos y palacios que cubren el territorio de Exipto; esós grandes descubrimientos los debemos en gran parte al francés Champollion, que logró desci- frar la piedra de Rosetta y formar las bases de estudios que hoy permiten á los sabios leer con comparativa facilidad, todos los geroglíficos de los monumentos de esa nación, > En la provincia de Pacasmayo, en el punto llamado Paipay, se hallan dos altas rocas cubiertas de geroglíficos Ó.inscripcio.- nes que nadie hoy entiende, ni nadie las puede descifrar, pot- que desgraciadamente todos nos dedicamos á las sangrientas ta- reas de la política, y abandonamos las honrosas, aunque en nada remunerativas, de los estudios que pueden enaltecer el nombre de nuestra Patria, y darle prestigio y honor. $ En las canteras, al lado Oeste del actual Desaguadero, se en- cuentran en la actualidad gran cantidad de piedras, cortadas y arrancadas de la masa del cerro, y aún otras cuyo corte estaba ya comenzado. Esto demuestra que los obreros repentinamen- UE suspendicron sus labores, por alguna orden, accidente Ó su- ceso imprevisto; y éste no podía ser otro que el gran cataclis- mo de. la ruptura del estrecho de Tiquina, que dando paso JR ES y he 10 — 49 — á las aguas de los dos primeros lagos, inundó las comarcas hoy llamadas Huainamarca, abrió nuevo cauce al río Desaguadero, y cortó en lo absoluto la comunicación de las canteras con los sitios donde se levantaban los edificios de Tiahuanaco. Es- te mismo cataclismo, sin duda, paralizó por completo la cons- trucción de esos edificios, que allí han quedado para hacer cons- tar á las gene:aciones futuras la existencia de pueblos que han empleado grandes elementos y fuerzas, sin que sepamos quiénes “fueron ni la época en que existieron, y sin dejarnos, como los egipcios, sus sepulcros, sus herramientas, sus cerámicas, etc., para poder formarnos una idea de su verdadero adelanto y ci- vilización. Las ruinas de Tiahuanaco, además del interés y curiosidad que naturalmente producen sus piedras y construcciones, los grabados de'sus puertas, monolitos, etc., contienen un depósito de agua que merece un serio estudio, En el edificio llamado la fortaleza, se halla un depósito de agua constante y de no variable existencia. ¿De dónde proviene esa agua constante? Tiahuanaco se encuentra situado en un gran llano y á4 un nivel de treinta y seis pies sobre el nivel del tercer Jago. Ninguna altura Ó cerro se vé en las inmediaciones, de la cual pudiera haber sido llevada esa agua por un canal oculto, al punto donde se halla. No conocemos en lo absoluto qué medios ó trabajos hidráulicos han podido emplear esos an- _tiguos constructores para conducir las aguas, pues no tenemos - los más triviales datos sobre el particular. Muchos viajeros, algunos de ellos muy ilustrados, han visita- do y examinado las ruinas de Tiahuanaco, entre otros el fabulo- so Falb; pero ninguno se ha fijado ó hecho positivamente mé- rito de una circunstancia que en realidad encierra una maravi: dla de construcción hidráulica, Nos proponemos dar en la segunda parte de este estudio, una relación detallada de los contornos de las lagunas y de sus pro- ducciones, especialmente en el ramo mineral, tomando los datos én situ, por mosotros mismos, en los muchos años que tuvimos de residencia en esos puntos. Un ramo mineral, por ejemplo, dei que no se tiene el más pequeño conocimiento en esos pueblos ni en el resto de la República, es la formación geológica jurásica de materia!, para la elaboración del cimiento Portland (llamado co- munmente cimiento romano), que nos obliga á pagar al co. mercio extranjero tantos miles de soles cada año, = 0 ; Fes” » -- 50 == ES Los lagos del Titicaca, como creo haber dicho ya, se hallan á 12,550 pies sobre el nivel del mar. Del tercer lago, el mas peque- ño, Huainamarca, sale el río Desaguadero, que como indica su nombre, desagua los lagos. En la boca tiene este río como 150 piés de ancho y como 30 de profundidad, A las 14 millas más Óó menos de la boca se halla el puente, antes de balsas de totora, hoy de alambre, en cuyas inmediaciones está situado el pueblo del Desaguadero, mitad al lado del Perú y mitad al lado de Bolivia, El río Desaguadero corre al Sur hasta Aullagas, donde for- ma una gran laguna á cuyo centro se halla la isla de Pansa. Del lago Aullagas sale el río Copaiza que corre hacia el Oéste, se pierde en un cauce subterráneo, vuelve á aparecer y rellena el ya pequeño lago de Copaiza, cuyas aguas se sumerjen en las grietas de las rocas al lado Oeste. Opinan muchos que las aguas del Desaguadero vienen de esa manera á alimentar las corrien- tes subterráneas de las pampas de Tarapacá. De la laguna á Aullagas hay 500 pies de descenso. Ya he dicho que en considerables espacios de las tres lagunas abundan la totora ¿2pha lat2folía y la pencillarza sprcata, como también la scirpus lacustres, la primera en mucha mayor can- tidad que las otras dos clases. Las semilías abundantes de la última clase, sirven de alimento á los muchos pájaros de las la-. gunas, y en especial á una especie de tordo, que constituye su nido ligando las espigas de las plantas con cerdas ó raíces tena- ces; cosa idéntica sucede en las lagunillas de Virginia (Estados Unidos). Las aguas del Titicaca son algo salobres, parecidas en todo á. las del gran lago Aral en Asia, En esas [aguas abundan las bo- yas Atherina regía, el umanto (creo que es el bagrus tracht- pornus); el suche trachomycterus pictus. En el lago grande, en la parte inmediata al pueblo de Conima, hay en ciertas épocas del año una increible cantidad de un pejecito como de 1 Y%. pulgadas de largo, muy blanco y con escamas relucientes que creo no ha sido. clasificado, pero que es idéntico al Whztebarl, que hace las delicias de los Aldermen de Londres, y que forma la base de algunos de sus grandes festejos. En los mismos lagos hay un pez de color oscuro de dos á tres pulgadas de largo que casi no tiene carne; es muy redondo y espinoso y lo hacen her- vir hasta reducirlo á gelatina: le llaman caracha, En las lagunas, y en especial donde abunda la totora y el sez7- Pus, son muy numerosos los pájaros, La familia Larzdae, se ha- A A E AA — 51 — : lla representada por el Laurus Serranus, la familia 4rdea, por dos especies: una grande escasa, y otra mas pequeña; el género Grus, por una sola y clase blanca Con una larga plumilla amari- lla que les cae de la cabeza hacia el lomo; el género /b7s, por una especie negra completamente contraria á la re/lgzosa de Egipto, que es del todo de color blanco. En la familia Anati dae se hallan muchas clases de patos y una sola del gabso, lla- “mada Guallata, estos siempre andan en pares y jamás en banda- . das; en la familia Podzczpzt2dae se hallan varias clases, particular- mente una especie de color café rojizo, que es grata al paladar. La familia Radillae está representada por la / ulica ardisiaca y por la Faulica gigantea conocida con el nombre local de c%oca y bue- na comida. En la familia Charadriddae se hallan becasinas, chorlitos y sarapicos, éstos muy abundantes. En la familia oc- nicopterzdea hallamos el 2en2palliatus y el andinos, estos pája- ros vuelan en bandadas y forman en lugares apartados un nido curioso de arcilla y barro, en forma de pan de azúcar, como de 2% de vara de alto; en la punta es chato y del tamañio de un plato sopero; depositan en el hueco los huevos y los incuban parados los pájaros. En la historia natural no conozco otro ejemplo de esta clase de incubación. Ya he indicado la existen- cia de una especie de tordo, su color es amarillo con las alas ne- gras. En las orillas de los lagos antiguamente existía la Puma Ó León Americano, como lo indica el nombre de Pomata, que significa cueva del león; hoy no se vé jamás en esas inmediacio- nes. En las crestas rocosas que rodean la laguna pequeña de Arapa, que comunica con el gran lago Titicaca por medio de un canal, se halla una especie de Fel2spardal?s, muy perjudicial á las aves y carneritos pequeños: es del tamaño doble de nues- tros gatos domésticos y jamás se ha podido domesticar. No lo he visto en ningún otro punto inmediato á las lagunas. E Los gobiernos que se han sucedido, no han querido desgra- ciadamente, ó no han podido ocuparse de los adelantos positi- vos de la Nación: esperemos para la desgraciada patria nuestra días más venturosos, y entre tanto, que nuestro lema sea: Patrie infelic? semper fideles. | Mobrsto BaAsaDRE. Lima, Junio de 1893, — 52 — . % La atmósfera lunar y el último eclipse de Júpiter — ( Estudios hechos en el Observatorio Astronómico de Arequipa ) Por Winnam H. PickerINO. Según .Schroeter, Gruithuisen, Webb y los señores Henry, puede verse algunas veces y de una manera ocasional, más ó menos distintamente, una débil luz crepuscular que prolonga los cuernos de la luna en creciente. Esta luz se ha visto con fre- cuencia en Arequipa. Es particularmente visible cuando la luna alcanza casi á su primer cuarto, y hace que estas porciones del limbo oscuro, que están situadas cerca de los cuernos de la luna, sean más luminosas que el resto de ella. A Percíbese mejor con un anteojo poderoso, y se la sigue á tra- vés de llanuras y sobre cerros lejanos, hasta una distancia de 60” de arco. Esta distancia sobre la luna correspóndería 4 4* de la- titud. El crepúsculo terrestre se extiende hasta cerca de 18%, lo que indica que hay una materia capaz de dispersar la luz del Sol, á una altura de 40 millas sobre nuestro planeta. Según las observaciones de ocultaciones hechas en el obser- vatorio de Greenwich, suponiendo que el diámetro de la luna es exactamente conocido, la refracción atmosférica lunar ascen- dería más Ó menos á 2”, Fundándose en este cálculo dice Nei- son: “ahora puede decirse con alguna probabilidad, que la den- sidad de la atmósfera lunar fluctuaría entre 3 y 4 centésimos, respecto de la atmósfera terrestre. En el “Sidereal Messenger” de Abril de 1890, publiqué un artículo sobre algunas fotografías tomadas en la estación de Boy= den, en California, durante una ocultación de Júpiter. Por des- gracia no poseo ni un ejemplar de ese trabajo; pero lo importan- te es saber, por ahora, que se tomaron entonces medidas de los . diámetros de Júpiter inmediatamente después de su ocultación, - y que estas mensuras mostraron una ligera depresión en sentido del radio lunar, debido, probablemente, á la refracción de la at- mósfera de este astro. Aquella depresión, si mal no recuerdo, indicaba para la atmósfera de la luna una densidad que no baja- ba de 4 milésimos de la terrestre. En el eclipse último de 12 de Agosto de 1892, aquellas foto- grafías se repitieron bajo más fovorables condiciones, y la de- — 53 — prcdlón del disco de Júpiter fué nuevamente medida, y así se obtuvo, con éxito satisfactorio, negativos inmediatamente antes y después del eclipse. “De estas mensuras resultó que la refrac- ción producida por la atmósfera lunar no excedía ciertamente de un segundo, ni en la mitad de un segundo de arco. Tal re- suitado es considerablemente menor que el dado por la oculta- ción de las estrellas en Greenwich; pero, como se dijo entonces, cuando fueron publicadas estas observaciones, su valor era pro- bablemente demasiado grande en una cantidad desconocida, porque se ignoraba el verdadero diámetro de la luna. + Según nuestras propias observaciones últimas, la densidad de Ja atmósfera de. “aquel astro no puede exceder de cuatro á ocho milésimos de nuestra atmósfera, con una presión equivalente á 254 de una pulgada de Mercurio en la superficie lunar, y aun- que este valor*parece muy pequeño, no es por cierto tan insig- nificante, pues correspondería á un peso de centenares de tone- ladas por milla cuadrada sobre la esfera de nuestro satélite. En la Tierra, la presión atmosférica disminuye en la mitad á cada 3 3 millas y media de elevación sobre el nivel del mar, de manera que á una altura de 7 millas, su presión es solo de un cuarto del mismo nivel; mientras que en la luna, donde la fuerza de gravedad es mucho menor que en la tierra, sería menester su- bir 4 una altura de 21 millas para alcanzar la reducción de una mitad de su peso atmosférico. Así, la temperatura de os altos. picos lunares no deben diferir mucho de las que corresponden 4 sus llanuras, resultado que en verdad está más ó menos confir- mado por las investigaciones del señor Very. A Se ha sugerido la idea de que la mayor blancura comparativa de los picos de la luna con su faz llana, era debido á la presen- cia de la nieve; pero no debemos suponer que la diferencia de temperatura entre las llanuras y los altos picos lunares sea muy grande, supuesto que la presión atmosférica no la es tampoco; diferencias de temperatura que probablemente no exceden de las - que puede ofrecer el suelo de nuestro planeta, entre cero y 3 á 4.000 piés de elevación. : Se ha calculado , Que las estrellas volantes y otros meteoros y cósmicos, al penetrar á nuestra atmósfera, se : hacen luminosos á una altura de cerca de 80 millas. - Ahora la presión barométrica á esa altura, á cero, es, según los cálculos, de cuatro millonésimos de pulgada, debiendo ser aun menor cn las no por ser la temperatura más paja; y * Ce PUGIAN como la atmósfera lunar tiene una densidad mucho mayor que aquella fracción, puede hacer luminosos y aun destruír los más pequeños meteoros que penetren en ella antes de que hayan po- dido caer á la superficie del astro, en la cual la presión de Su at- mósfera, según las fotografías del último eclipse, debe ser más Ó menos igual á la que tiene la nuestra 4 45 millas de elevación. Si el crepúsculo lunar descrito al principio de este artículo es un fenómeno cierto, podría suponerse entonces que la densidad de la atmósfera lunar á la altura de una ó dos millas sobre la. superficie del astro, fuera casi igual á la de la tierra 4 una cleva- ción de cuarenta millas. Los resultados obtenidos de las dos ob- servaciones así lo ll e ch salvo errores inherentes á estos cálculos. S1 bien la atmósfera de nuestro satélite tiene una menor den- sidad absoluta que la atmósfera terrestre, presenta sinembargo el fenómeno de que á cincuenta y tres millas de elevación am- bas atmósferas tienen el mismo peso, y que á mayor altura la . atmósfera lunar es más densa que la nuestra, lo cual se debe á la mayor lentitud con que disminuye su densidad aquella, res- pecto á ésta, Por eso la atmósfera lunar se dilata en el espacio mucho más que la nuestra, y de aquí también que las estrellas volantes y otros meteoros cósmicos, se hacen luminosos en la at- mósfera lunar á una altura de 210 millas, cuando en la nuestra no lo son más allá de 80 millas. En el último eclipse de Júpiter se tomó una fotografía en el instante en que el planeta se presentaba medio oculto por el limbo luminoso de la .Juna. y se vió una banda oscura de tres segundos de ancho, que se extendía al través del disco del pla: neta tanjencialmente al disco de la luna. Esta oscura faja se veía también á la simple vista; pero cuando Júpiter reapareció detrás del limbo oscuro de nuestro satélite, aquella faja había desaparecido y ni fué marcado por la fotografía, Ahora bien, como esa faja fué acusada clara y distintamente por el cuadro fotográfico, no puede suponerse de ninguna manera que fué una ilusión óptica; y desde que fué vista al mismo tiempo por el ob- servador, no puede tampoco calificarse como error fotográfe », al menos que se suponga que, por singular coincidencia, “ambas cosas conspiraron para producir el-mismo falso resultado. Las observaciones visuales fueron hechas por el Sr. Douglass, que empleó al efecto un refractor de cinco pulzadas, con un poder amplificante de 75 diámetros, Unerayo de luz tanjente al limbo de la luna, atravesaría 160 IO da millas de su atmósfera, antes de alcanzar una altura de 3” visto de la tierra, más ó menos la extensión que presentó la banda os- cura. Investigando ahora la causa por qué la ténue atmósfera lunar ha podido producir sobre la faz luminosa de Júpiter tal absorción de luz, apenas podría explicarse uno atribuyéndola á alguna cantidad de polvo ó 4 humedad precipitada en forma ne- bulosa. Esta última causa parece que explicaría mejor el fenó- meno, pues siendo el efecto de nubes de la atmósfera lunar, na- turalmente no se verían éstas en el borde del limbo oscuro, por- que como es allí muy baja la temperatura, todo vapor quedaría precipitado. . H EE O Algunas personas ven como un hecho singular que la atmós- fera de la luna sea tan diáfana; sinembargo es posible que se ha- lle explicación á tal fenómeno. Así, aceptando la ingeniosa hi- pótesis del profesor Darwin (1), de que primitivamente la luna formó parte de la tierra, podemos suponer que cuando los dos astros se separaron, dividieron entre ellos su común atmósfera en proporción á sus respectivas masas; y siendo el volumen de la luna al de la tierra como 1 á 81'4, y su superficie como 1 4 y 15'5, la atmósfera de aquella habría contenido exactamente una | sexta parte de moléculas por milla cuadrada, respecto á las que > en igual espacio contuvo la atmósfera terrestre; pero desde que la fuerza de gravedad en la superficie de la luna es también un sexto de la que corresponde á la superficie de la tierra, se dedu- ce que la densidad de la atmósfera de nuestro satélite, debería haber sido de yy respecto á la densidad de la atmósfera terrestre; de tal manera que ésta correspondería á una presión de 0'83 de pulgada de mercurio en la superficie de la tierra, y no debe bus- carse por ningún motivo una atmósfera selénica de mayor den- sidad que ésta, Si un cuerpo cayera sobre la superficie lunar de una distancia infinita, impulsado sólo por la gravedad de aquel astro, adquiri- Fría una velocidad final de 1'5 de milla por segundo; y si ese mis- mo cuerpo fuera arrojado de la luna con esta misma velocidad inicial, nunca volvería. Según las investigaciones de los profesores Laniey y Very, la temperatura de la superficie de la luna puede estimarse en 0” 0) Esta hipótesis es la de La Place, aceptada por Darwin.— (Nota de la Re» - acción de la Sociedad Geográfica,) » centigrado, No hay razón para suponer que ningún cuerpo si: tuado en la vecindad de la órbita terrestre posea una tempera- tura más baja que ésta, estando expuesto á los rayos del sol: 4 esta temperatura las moléculas de nitrógeno (azoe) que es una parte componente de nuestra atmósfera, tienen una velocidad media poco menor de un tercio de milla por segundo; y á su vez, las moléculas de oxígeno una velocidad media de algo más de un cuarto de milla. Mas, estas son sus velocidades medias; pero debe tenerse presente que hay moléculas de estas sustan- cias que se mueven con mucha mayor lentitud y otras con mu- cha más velocidad. Cuando la masa que forman estas molécu- las es grande, cambian sus velocidades millones de veces en cada segundo, á consecuencia de sus mútuas colisiones; pero cuando estas son pocas relativamente, como sucede en las altas capas at- mosféricas de la luna, algunas de éstas, adquiriendo una veloci- dad 5Ó 6 veces mayor que su velocidad media, se lanzarían á los. espacios interplanctarios, sin ser detenidos por la atracción de otras moléculas de su género, separándose así de la luna para no volver más, á menos que fueran atraídas por algún otro astro como la tierra ó el sol; exactamente como sucedería con aquel cuerpo que fuera lanzado de la superficie de la luna con la ve- locidad de 1'5 de milla por segundo. Así, pues, es de suponerse que actualmente la luna esté perdiendo de una manera constan- te su masa atmosfé:ica, con la circunstancia de que no tiene me- dios como recuperarla, No puede suceder lo mismo con la acmióstol de la Tierra, pues siendo esta de mayor masa que la luna, para que pudiera escapar de su atracción una molécula sería menester que ésta adquiriera una velocidad de cerca de 7 millas por segundo, Ó lo que es lo mismo, tener una velocidad veinte veces mayor que la media de las demás moléculas atmosféricas, lo cual es in- verosimil. De manera que si por este medio Ó causa fuera per= diéndose la masa de nuestra atmósfera, sería al menos con mu- chísima lentitud. PA Si la atmósfera terrestre en vez de componerse de oxigeno y - azoe hubiera sido formada de hidrógeno, aquella pérdida mole- cular habría sido tal que hoy en la "Tierra habría desaparecido | toda la cubierta gaseosa; porque siendo la velocidad media d dla 3 moléculas de hidrógeno de más de una milla por segundo 40 0 temperatura, adquiriendo cualquiera de éstas, seis veces aq velocidad media, sin sufvir ninguna colisión, serír indudablemente arrebatada á nuestro planeta, para no volver jamás. Así, pues, 5 — en el tiempo presente sería casi imposible que la Tierra retuvie- se una atmósfera de hidrógeno, y mucho menos aun en los tiem- pos pregeológicos cuando “el calor solar era mucho más intenso que en nuestra época, pues entonces, habiendo sido la tempera- tura general más alta que á 0% las velocidades de las moléculas 4 de hidrógeno habrían sido, sin duda, mucho mayores. ARES Dadas . estas condiciones en aquel tiempo remotísimo, surge la cuestión de saber si la temperatura de la Tierra fué bastante o elevada para producir la descomposición de los vapores de agua en sus dos elementos componentes, oxígeno é hidrógeno. Es de - presumirse que la temperatura de la Tierra y de la Luna no fué tam fuerte para producir ese efecto, al menos en el instante en que estos dos cuerpos, que formaban una sola masa, se separa- e: rob para constituír dos astros distintos; puesto que encontra- ii mOS hoy en el disco de la Luna, huellas evidentes de la acción lo 'N del agua; y por otra parte, presentando su superficie las más cla- o ras apariencias volcánicas y no pudiendo concebirse estos fenó- 8 menos sin la presencia de aquel fluído, es lógico concluír que en nuestro satélite existió el agua. E Lasanteriores consideraciones 'conducen á negar la posibili eo dad de una atmósfera de hidrógeno en las pequeñas masas pla- - metarias, salvo el caso en que Ta temperatura del ambiente en E queestos astros se mueven, sea mucho más baja que 0.” Tam- IC bién es natural congeturar que en los pequeños cuerpos planetas A rios como la Luna, “debe encontrarse mucha mayor cantidad de Oxígeno y de ácido carbónico mezclado con su atmósfera, que 3 en la nuestra. En el planeta Marte, por hallarse á mayor distancia del Sol que la Tierra, y recibir menos calor de aquel astro, la velocidad de las riuoléculas exteriores de su atmósfera - debe ser mucho menor que la de las moléculas de la atmósfera “terrestre, permitiendo acaso retener su hidrógeno libre. Sin embargo, no sería extraño que la atmósfera de aquel planeta fuera de masa inferior á la nuestra y escasa de agua, Venus tiene condiciones físicas semejantes á las de la Tie- may así debe ser también su atmósfera. No debe suceder lo ¡mismo con Mercurio, cuyas condiciones son diversas; en efecto, Mm su perihelio este planeta recibe del Sol diez veces más calor, jor milla cuadrada, que la Tierra; y como las velocidades de las léculas gaseosas aumentan en proporción directa á las raíces - cuadradas de sus temperaturas absolutas, se puede congeturar que este planeta, 4 pesar de su mayor densidad, no podrá rete: ner una atmósfera de gas semejante á la nuestra, Debesañadirse De 82 £ ana: que las observaciones sobre la longitud de los cuernos de Mer- curio, hechas en Arequipa, confirman plenamente esta conjetura. Arequipa, Agosto 29 de 1892. WiLLiam H. PICKERING. DA MA ———— Viaje descriptivo de Ayacucho á Pelechuco (Séptima conferencia.) . Presidió el acto el Señor Ministro de Relaciones Exteriores, Jefe nato de la Sociedad, Señor Eugenio Larrabure y Unanue, ante un auditorio selecto de caballeros peruanos y extranjeros de la sociedad de Lima. La conferencia fué abierta por el Presidente, Señor Doctor Don Luis Carranza, con las siguientes palabras: Señores: El tema de esta conferencia es el itinerario y la descripción topográfica de una nueva ruta entre Ayacucho y la pones de Caupolicán en la frontera boliviana. Con este motivo, el señor La Combe nos hará recorrer 200 le- guas en una hora, por una de las regiones más interesantes del centro y sur de la República. Partiremos con él de Ayacucho, en una de las radiosas ma- ñanas de Mayo, y haremos nuestra primera jornada en Matará, alojándonos tal vez en el mismo aposento en que descansó el Ge- neral Sucre un día como hoy, 2 de Diciembre, víspera de la ac- ción de Colpahuaico, donde perdió el ejército libertador su arti- llería y parte de su parque, pero inmortalizando el nombre de Morán, como preludio de la gran victoria de Ayacucho. Tras- montando después las alturas de Matará, y siguiendo el camino * de Ocros, descenderemos al valle del Pampas, uno de los más profundos que los accidentes de la cordillera ofrece en nuestro territorio. Allí atravesaremos uno de los más caudalosos afluentes del Apurímac, por un hermoso puente de mimbres; sentiremos un calor sofocante y seguramente nos fastidiará un enjambre de mosquifas; pero luego quedaremos libres de estas incomodidas A des ascendiendo la cuesta de Bombón, cuyo fresco ambiente nos dará humor para hacer nuevas rememoraciones de la histórica campaña del año 24, cuando Sucre emprendió su retirada desde la línea del Apurimac, perseguido por el ejército real que mar- chaba por su flanco 1zquierdo, con intención de adelantarse para disputarle el paso del Pampas. En nuestra cuarta jornada, y después de haber atravesado por frígidas alturas, descendiendo en suave pendiente hasta el pinto- resco valle de Andahuaylas, de agradable clima, contemplare- mos una de las más antiguas poblaciones del Perú; pues Anda- huaylas fué capital de la tribu de los keshuas, rivales de los * chancas que habitaban al otro lado del Pampas, antes de ser con- quistados por el Inca Roca. Siguiendo nuestra ruta pasare- mos por el desfiladero de Pincos, de sorprendentes paisajes, y encontraremos luego el camino imperial que unía el Cuzco con Quito: camino ancho de seis metros, cerrado por lajas paralelas y perfectamente nivelado. Descansaremos algunos minutos so- bre las ruinas de un antiquísimo muro de piedra, donde solían hacer alto, según la tradición, los curacas, cuando volvían del Cuzco, después de haberse postrado ante la majestad de sus Em- peradores. Trasmontando en seguida las cumbres de Huancarama, bajare- mos tres leguas para llegar al magnífico valle de Abancay, don- de el señor La Combe nos mostrará uno de los cuadros más grandiosos de la cordillera en el contraste de sus picos nevados y sus campos de caña, regadas por las azules aguas del Pacha- chaca, otro gran afluente del Apurímac; y ascendiendo por lar- gas cuestas y escabrosos caminos, alcanzaremos la cumbre de la quebrada del Apurimac: profunda como un abismo y cálida como un horno. Verémos correr á nuestros piés las primtivas aguas del Amazonas, y el Apurimac se nos presentará tan im- ponente, hasta parecernos más bien que la marca ó línea diviso- ria de dos departamentos, la frontera formidable de dos gran- des imperios, según la expresión de Bolívar. : Tendremos que atravesar el río por una oroya de 200 piés de longitud, y una vez en la opuesta orilla, volveremos á subir por empinadísimos senderos hasta llegar á la región de la puna, pa- sando por Xaquixahuana, lugar histórico, donde el clérigo Gas- ca venció á uno de los más grandes capitanes de la conquista; y tal vez el señor La Combe nos mostrará el sitio en que fueron decapitados Gonzalo Pizarro y su maese de campo Francisco de Carbajal, por orden de su cruel vencedor. » e ; € AN in Continuando nuestro viaje dejaremos el Cuzco á la izquierda, privándonos de la ocasión de admirar en el Rodadero y en Sac- sahuaman, los restos de uno de los más colosales monumentos que los hombres de otras edades han dejado sobre la tierra. Llegaremos después al pintoresco valle de Lucre, rival por sus bellos paisajes de los más encantadores de Suiza. Continua- remos el camino por un ancho sendero sin accidentes en el te- rreno hasta Quiquijana, capital de la provincia de Quispican- ckis. Allí haremos alto, para prepararnos á seguir al Señor La-. Combe por senderos desconocidos y comarcas inexploradas. Así, en vez de continuar el camino recto 4 Puno, en dirección Sur, iremos al Este, ascendiendo siempre, dejando atrás la ca- dena de Vilcanota, hasta alcanzar las más altas punas de la ca- dena trasversal de Ausungate, que corta en ángulo recto á aquella. - Caminaremos muchos dias por llanuras inmensas, llanuras sih término á más de 4,000 metros sobre el nivel del mar, llanuras: tapisadas de un césped lívido, y donde la naturaleza se presen- ta pavorosa y glacial como en los polos, desolada como en los páramos, silenciosa como en los espacios planetarios. AMí, no encontramos habitación humana, y si se nos presenta algún ser de nuestra especie, será para nosotros como una vi- sión, Ó como la sombra errante de Manco-Inca; pues sabéis que en esas regiones desapareció aquel héroe imperial, perdiéndose con él el génio de su dinastía y el espíritu de su raza, ' De repente, ya casi sin víveres ni abrigo, nos sorprendegá la noticia de que el Coronel La Combe nos ha extraviado, lleván- dose de las indicaciones de una br újula descompuesta ó alocada como dicen los físicos, refiriéndose á las perturbaciones irregu- gulares que sufre la aguja magnética; lo que equivale á decir que la brújula ha perdido su juicio y el sentido común, fenóme- no muy frecuente aún tratándose de instrumentos, cuando de improviso se sube á grandes aituras. Tendremos, pues, que retroceder caminando al Oeste sobre. todas las cumbres de Vilcanota y la cordillera de Carabaya á un nivel constante de más de 4,000 metros, teniendo á nuestra de-- recha la meseta del Titicaca; y allá 4 lo lejos, y á 3,000 metros de profundidad, á á nuestra izquierda las inmensas selvas del Inam- bari, y así llegaremos á las punas de la cordillera de Pelechuco, para admirar nuevos y grandiosos panoramas. El Señor La Com- be nos advertirá que nuestro campo visual abarca el cielo de tres repúbecas: al Levante el cielo del Brasil, al Sur el de Bolivia Ñ A y E y al Norte el del Perú. Estos grandes espectáculos y hon- das emociones se desvanecerán con los efectos de un fuerte so- roche, obligándonos á proseguir precipitadamente nuestra mar- cha, para bajar á los magníficos valles de Caupolicán, de tibio ambiente y de espléndidos paisajes tropicales; allí encontraremos á Pelechuco, donde. deberá hacer sus apuntes el Coronel La Combe, para leerlos ahora, cuando el Señor Ministro, que pre— side el acto, le invite á subir á la tribuna. É / En seguida el Señor Ministro que presidía, invitó al Coronel La Combe á dar principio á la conferencia, quién así lo hizo, dando lectura al interesante trabajo histórico descriptivo de un viaje desde Ayacucho á Pelechuco, que se vió obligado á hacer en una de aquellas épocas más aflictivas para nuestra patria, cuando los chilenos ocupaban aun nuestro territorio, enviado por sus jefes superiores, con el objeto de conseguir pertrechos y armas en la vecina República de Bolivia. í . CONFERENCIA DADA EN LA SOCIEDAD GEOGRÁFICA DE LIMA, POR EL CoroNeEL D, ErNesTtO DE La COMBE, SOBRE UN NUEVO ITINE- RARIO DE Ayacuono Á PeLecHUCO ( Bolivia). Señor Presidente: *. Señores: La historia encierra la experiencia de las naciones; pero si la historia es la exposición verdadera de los hechos razonados de los siglos, vemos que ella mejor que con la lira del poeta, el es- ile del historiador, la canción del trovador, la prensa de Gut- temberg, se graba con la letra de sangre que deja trazas indele- ¿bles que no puede borrar el tiempo, quedando en la memoria de los pueblos; y esos hechos memorables, por derivados que sean, son la guera ó sea la historia universal. La guerra es la historia, y la guerra es la consecuencia lógica E inmediata de la geografía. Los problemas de los límites geográficos son casi siempre el origen y el objetivo de las guerras. 7 geografía, y su esencia, la topografía, son los factores más importantes en las campañas; y la solución de las guerras, los tratados de paz, son aún todavía problemas geogré ficos para de- E terminar las nuevas fronteras, origen y conclusión de las luchas entre las naciones, y eso, desde el principio de la historia Ó sea de la humanidad, hasta que los progresos de la ciencia no per- mitan la guerra, con el empleo de medios de destrucción total; lo que impondrá, como resultado natural, el arbitraje en las cuestiones internacionales, y sustituirá la justicia equitativa de la razón á la imposición de la fuerza. En los tiempos antiguos y sobre todo en los modernos, las guerras han sido el auxilio más precioso de la geografía, los co- rolarios de los teoremas por demostrar; esto es, que la estrate- gia ha sido siempre sometida á los grandes accidentes naturales, la geografía; y los detalles de la naturaleza en un espacio limit- tado, la topografía, han variado la táctica con la configuración natural y artificial del terreno, de cuyos conocimientos “profun- dizados han salido los grandes capitanes. Otro corolario es el conocimiento del suelo patrio que algu- nos no estudian, y hemos visto que personas que tienen preten- siones 4 hembres de estado, no conocen ni el clima, ni las nece- sidades, ni las costumbres, ni los recursos de los que pretenden educar, dirigir y gobernar; y demás sabeis, señores, que en la úl- tima guerra, algunos han venido á descubrir que fuera de los muros de Lima existía también el Perú. El estudio de la geodesia, de la gcografía y de la topografía bajo el punto de vista militar, son más necesarios en las repú- blicas que en las monarquías, á causa de estar más expuestas á la guerra, por la razón natural que en una monarquía sólo el sobe- rano asume la responsabilidad de la declaratoria, y si no triunfa compromete su trono; mientras que en las repúblicas, la respon- sabilidad de la guerra recae en los pueblos y poderes públicos, cuya responsabilidad colectiva es casi nula en la conciencia de cada ciudadano. Los estudios geodésicos y geográficos en las repúblicas sud americanas, son indispensables para su futuro bienestar, á fin de que conozcan sus territorios inmensos, emporios de riquezas co- losales,que la falta de estudios y conocimientos impiden aprove- : char; y sepan que sus desiertos preñados de toda clase de rique- zas pueden cambiar la faz de la América del Sur y permitirle imponer la ley en los mercados del mundo por sus productos, que ella sola posée, en lugar de sufrirla como hasta hoy Como acabo de decir, la América del Sur es dueña de los mercados del mundo por las materias primas que produce el sue- lo e y que no se encuentran en ninguna otra parte del A Orbe. Esos productos se mandan á precios ridículos de baratu- ra al extranjero, de donde á su vez regresan á precios fabulosos, y falsificados todavía, cuya diferencia paga el americano con su sudor y en detrimento del terreno. Esa diferencia entre el pre- cio de exportación é importación, va poco á poco aumentándo- se todos los días, obligando á contraer en parte esos empréstitos colosales que pesan sobre cada república sud-americana y de los cuales no pueden redimirse, oponiéndose naturalmente con sus consecuencias fatales al desarrollo de las industrias indígenas de las! propias materias primas. Los estudios geográficos comerciales prestarían todavía un servicio más grande, más trascendental: estrechar por medio de ese gran imán social que se llama el interés, los lazos de raza, de fraternidad y de idioma de los americanos del Sur, hasta llegar quizás más pronto de lo que se piensa, á la realización soñada por todos de la confederación de las naciones sud-americanas. Pero muy lejos estamos de lo que os he ofrecido, es decir, un viaje geográfico militar de Ayacucho á Pelechuco: es que he querido demostrar, no á vosotros por cierto, señores, que una comisión militar podía y debía interesar á una Sociedad Geo- gráfica, á pesar de la rapidez de la marcha, la intranquilidad, la falta de toda clase de' instrumentos, y por eso vengo á somete- ros mis recuerdos contando con vuestra benevolencia. En el año de 1884, el general Cáceres, entonces Jefe Políti- co y Militar del centro, se encontraba en Ayacucho y trataba de volver á formar un nuevo ejército para resistir al enemigo nacional que ocupaba ya casi todo el territorio; fué entonces, que se me confió una comisión importante para la ciudad de Pe- lechuco, capital de la provincia de Caupolican de Bolivia, limí- trofe con los departamentos del Cuzco y Puno. Antes de salir de Ayacucho, me permitireis presentaros algu- nos recuerdos sobre esa importante ciudad. Ayacucho, según Raimondi, se encuentra á los 13" 5' de lati- tud y 76" 30' 20" de longitud Oeste de París; altura 2,809 m. se- gún Raimondi, 2,407 según Paz Soldán, altura encontrada tam- bién por el Dr. Carranza, 2,857 según el capitán de navío D. Melitón Carvajal y 2,929 según la comisión de ingenieros del Ferrocarril Intercontinental, Temperatura media anual 17*5, se- gún las observaciones del Dr, D, Luis Carranza pa cs Ayacucho, en tiempo de los Incas, no estaba situado donde se encuentra hoy, sino por los alrededores de Quinua y se llamaba - Huamanguilla, Huamanguilla, según los historiadores, data del octavo Inca, Viracocha; este emperador después de haber obligado al famoso jefe de los chancas, Anco-Huallo, á retirarse' hasta Moyobam- ba, gozaba en el Cuzco de la paz, cuando de nuevo se subleva- ron los pokras y los chancas, sorprendieron á los gobernadores del Inca, los mataron y colgaron sus cadáveres en el camino que va de Ayacucho á Huanta, en un lugar que se llama Ayahuar- cuna, lo que significa en keshua, sitio donde cuelgan cadáve- res. Tan luego como supo este acontecimiento Viracocha, alistó su ejército, y en persona persiguió á los Pokras y Chancas man- dados por Huaman-Huaraca, los derrotó é hizo ahorcar á los prisioneros en un rincón que por este hecho fué llamado Aya- cucho (rincón de muertos) y, circunstancia curiosa, debía ser también más tarde el rincón de muerte dela dominación espa- ñola, El nombre de la ciudad de Huamanga, proviene de que el Inca dijo “Huamanca” “hartate Alcón”.. Ayacucho fué fundada por órden de Francisco Pizarro que quería tener un punto de apoyo entre Lima y la capital incai- ca; y para ello mando al capitán D. Francisco de Cárdenas que determinó la formación de la nueva ciudad el 9 de Enero de 1539, en el sitio donde se encuentra hoy el pueblo de Huaman- guilla. Dejaré por un momento la palabra al señor Dr. Luis Carran- za que, con mano maestra, dice en un artículo sobre el particu- lar lo que sigue; “Parece que el Capitán Cárdenas solo pudo avecindar veinte españolesen Huamanguilla, Ó San Juan de la frontera, como la llamaron primitivamente los fundadores, número escaso para servir de guarnición á una plaza aún poco abástecida, y á corta distancia de Ongoy y de Anco, desde donde dominaban los guerrilleros del Inca Manco el camino real que atravesaba por aquella parte dela actual provincia de La-Mar, entre Anda- huaylas y Huancavelica. Así expuestos los nuevos pobladores 4 contínuos ataques de sus enemigos, en un punto aislado como aquel, resolvieron trasladar la población cinco leguas más al Sur. Vasco de Guevara, gobernador que al siguiente año reemplazó á D, Francisco de Cárdenas, atendiendo estás razones, hizo ex- plorarla llanura del Arco y la pequeña vega del torrente que is E Ma ER MA dl, E corre al pié de Acuchimay, y encontrando este lugar convenien- temente situado y de muy agradable clima, trasladó allí la ciu- dad el 25 de Abril de 1540, según una relación auténtica del mis mo Guevara hecha en el Cuzco en 1545.” “Tal es el origen de la ciudad de Ayacucio, “Vaca de Castro, después de su victoria de Chupas sobre Almagro el joven en 16 de Setiembre de 1542, le dió el nom- bre de San Juan de la Victoria.” Ayacucho, la capital del departamento de este nombre, 4 pesar de la altura en que se halla, goza de un clima benig- no y bastante suave, encontrándose casi al pie de la cordillera por el lado Oriental; sostiene un importante comercio co. las montañas de Huanta, la sierra y la corta, y como fenó neno dig- no de llamar la atención, citaré el hecho de que la uva que se cultiva en el valle produce el vino que más se asemeja al de Burdeos, á pesar de los procedimientos ¿Jdimentarios que se emplean en su beneficio. Como sabeis, en la célebre batalla. que ganaron los patriotas al mando del General Sucre sobre los españoles y que puso fin á la dominación extranjéra el 9 de Diciembre de 1824, y que fué librada á tres leguas de Ayacucho en la pampa de Quinua, cayeron prisioneros los mejores generales españoles como Canterac, Valdez y Laserna. No puedo resistir al deseo bien natural de un militar que tanto ama al Perú, de rep oducir un extracto del glorioso parte - oficial al Libertador, del que fué más tarde Gran Mariscal de Ayacucho, que dice en un acápite: “El señor general Córdova trepaba con sus cuerpos la for- midable cuesta del Condorcunca donde se tomó prisionero al virrey La Serna; el señor general La-Mar salvaba en la perse- cución las difíciles quebradas de su flanco y el señor general Lara marchando por el centro aseguraba el suceso. Los cuer- «pos del señor general Córdova fatigados del ataque tuvieron la órden de retirarse y fué sucedido por el señor General La “Mar en los altos de Tambo. Nuestros despojos eran ya más de 1000,prisioneros, entre ellos 60 jefes y oficiales, 14 piezas de artillería, 2500 fusiles, muchos otros artículos de guerra, y per- - seguidos y cortados los enemigos en todas direcciones; cuando el general Canterac, comandante en jefe del ejército español acompañado del general La Mar, se me presentó á una capitu- cy ras lació , : » 7 ” “Aunque la posición del enemigo podía reducirse á uriy entre- A PA E — ga discrecional, creí digno de la generosidad americana conce: der algunos honores á Tos rendidos que vencieron 14 años en el Perú, y la estipulación fué ajustada en el campo de batalla, en los términos que verá US. por el tratado adjunto; por él se han entregado todos los restos del ejército español, todo el te- rritorio del Perú ocupado por sus armas, todas las guarniciones, los parques, los almacenes militares y la plaza del Callao con todas sus existencias” Me dispensareis, señores, el haber reproducido una parte de un documento histórico que conoceis todos, pero es con le- gítimo orgullo que se lee de nuevo y también para que sirva de consuelo y de bandera al porvenir. En el año 1883 el Obispo Polo, de venom en- contró la muerte en Huanta, hombre inteligente y progresista, había empezado unas plantaciones de maguey en la pampa del “Llano del Arco,” á fin de aprovechar con maquinarias que de- - bían traerse de Europa esa planta textil de tanta importancia; desgraciadamente con la muerte del ilustre prelado concluyó la labor. En dirección SE. á la salida de Ayacucho, se penetra en la quebrada de las Huatatas, que por la benignidad de su clima, apesar de la altura, produce frutos tropicales exquisitos. Des- pués de la quebrada de las Huatatas, se halla el pueblecito de Matará; como recordareis, dicho pueblo es célebre por el contraste que allí sufrió Sucre el 3 de Diciembre de 1824, Efec- tivamente, los ejércitos que se encontraban al frente se estudia- ban y viendo el General Sucre que el ejército español cambia- ba su frente, pasó á su vez la estrecha cañada de Corpahuayko distante una legua de Matará; pero en este movimiento fué sorprendido por “el general Hipolito Valdez que había escon- dido sus fuerzas en un repliegue de la quebrada, atacando re- pentinamente la retaguardia de los patriotas, y quizás la derro- ta hubiera sido total, sin la heroica abnegación del comandan- te del batallón Vargas, Trinidad Morán, que con gran valor sostuvo la retirada del ejército, dejando en este sublime encuen- tro 200 hombres que se sacrificaron para libertar al ejército que seis días más tarde debía dar una gloria eterna y la libertad á la América del Sur, También perdieron allí los patriotas un ca-. ñón de los dos únicos que poseían. A 10 leguas de Ayacucho, tras la gran cuesta de Pumakauan- ka (al cuidado del león), se encuentra el pueblo de Ocros; altu- ra 328% metros y según el capitán de navio D, Meliton Carva» ae AA > a jal 3250 metros y 3401 según los ingenieros americanos ya ci- tados. De Ocros, después de caminar por una bajada muy pen- diente, va estrechándose el valle, para formar el lecho del rio “Pampas”, afluente importante del Apurimac. El Pampas sale de las lagunas Choclococha en la provincia de Castrevireina, en el lado occidental de la cordillera cuya pasaje es conocido con el nombre de la Pacheta. Atraviesa unas inmensas punas bañando el pueblecito de Pilpichaca, corre en la provincia de Cangallo con una dirección de Oeste á Este hasta su reunión con el río de Soras, cerca del caserío de Chal- cas, toma entonces una dirección S. 4 N. por unas 20 leguas hasta el mineral de Plata de Rapí, corriendo de O. á E. hasta reunirse con el Apurimac. En la bajada á las márgenes del Pampas se ha dado un corte en el terreno, formando así un callejón estrecho y sinuoso. Al llegar al Pampas, se pasa el río sobre un puente de alam- bres colgante, situado exactamente á un lado de los cimientos admirables del puerto que se proyectó construír en la época del general Castilla, y que se ven aún. El río Pampas se encuentra á 1,840 metros, según el Sr. Rar- mondi; 2,025 metros de altura en el puente, según D. M. Car- vajal y 2,030 según mis observaciones. La comisión de ingenieros del Ferrocarril Intercontinental, obtuvo 2,305 con el sistema de “Stadías”, en la playa de Chin- che, á 5 kilómetros del puente, en la parte alta de su declive. A orillas del Pampas se encuentran varias chácaras donde se cultiva la caña de azúcar; el clima es muy insalubre por las fie- bres palúdicas que reinan y que son generalmente de carácter pernicioso. En las márgenes del río se vé las ruinas de un gran pueblo de los gentiles; la leyenda refiere que todos los habitantes de esa ciudad perecieron en una epidemia que cayó sobre ellos por ha- ber descuidado su adoración al Sol. Califican esa epidemia de “vómito negro.” Del Pampas empieza la cuesta de Bombón hasta una altura máxima de 2971 metros según Carvajal, para bajar al pueblo de Chincheros, altura 2,929 metros y 2933 según mi aneroide. Distancia de Ocros 4 Chincheros, 9 leguas de á 5 kilómetros. Al pié del pueblo de Chincheros empieza la cuesta de Sorac- .cocha hasta la puna del mismo nombre á una altura de 4317 metros según Carvajal. s A - Siguiendo el camino de esa inmensa puna se llega de repente 4 la vista del valle que forma el río de Andahuaylas. La bajada al valle de Talavera es bastante pendiente. Tala- vera es un bonito pueblecito, goza de fama en el departamento. El podómetro que tenía; debido á la amabilidad del coronel D. Ricardo Cáceres, acusaba una distancia de 60 kilómetros entre Chincheros y Talavera; altura 2980, y 2971 metros según Car- vajal. A 6 kilómetros de Talavera se encuentra Andahuaylas, capi- - tal de la provincia de este nombre. Mi barómetro marcaba una altura de 3022 metros y el Capi- tán de navío D. Melitón Carvajal acusa 3017, Andahuaylas es uno de los mercados más importantes del de- partamento de Apurimac; los productos a que ofrece son los sembríos de papas, trigo, maíz, y la ganadería. En An- dahuaylas ví en casa del señor Samanés dos cóndores los más her- mosos que se puede encontrar en esa especie de aves y que me- dían más de un metro de alto; yá se comprende que un animal que une una fuerza terrible á la ferocidad, lleve con facilidad en sus garras carneros, ataque á los terneros y hasta á las reses y las hagan rodar á aletazos cuando se desouidan y se encuentran sobre “alguna pendiente. Las punas que separan el dp ión de Ayacucho del de Apurimac, son la patria de las más grandes especies de cóndo- res que se ciernen á álturas vertiginosas sobre los Andes, espian- do el momento preciso para echarse sobre la víctima que su vo- racidad ha escogido, encerrándolas con su vuelo en círculos. -mag- néticos que estrechan hasta hipnotizar al animal que persiguen y que cae sin defensa en las garras de su feroz enemigo. A tres kilómetros de Andahuaylas. se halla el pueblo de San Jerónimo. Al pié de la subida de Huancaraina existe el ca- serío de Pincos. La subida de que acabo de hacer mención no es muy pendiente, pero es constante en una distancia de 28 4 30 kilómetros; cambiando bruscamente de dirección se camina por una bajada rápida y se descubre el pueblo de Huancaraina á una distancia de 54 kilómetros de Andahuaylas. Después de las subidas sucesivas de (Cochacosas y o cohua, empieza una larga bajada para llegar al 1í0 Pachachaca: se encuentran yá preciosas Dd O de cañas de azúcar y en- tre ellas la gran hacienda del Sr. «Martinelli, “Auquibamba.” De esta hacienda al río Pachachaca la pendiente es por lo me- nos copstante de un 20 %/,. Atravesamos el Pachachaca sobre pe: AU un hermoso puente de piedra, uno de los mejores que hemos vis- to en el interior. Calculamos la altura del río que sería 1923 me- tros sobre el nivel del mar, mientras la comisión de ingenieros encargados del estudio del trazo del Ferrocarril Intercontinental, encontró 1870 metros. Después de la bajada al Pachachaca empieza, en sentido con- trario, una subida que por lo menos tiene una gradiente igual á la anterior. El valle bastante estrecho está muy a iawechado y cultivado; los sembríos son de caña y las haciendas entre las cuales algu- nas son importantes como la del Sr. Letona, elaboran rón que se expende en el departamento de Apurimac y en el del Cuzco. Llegamos á Abancay capital del depar tamento de Apurimac. La ciudad de Abancay se encuentra á los 13 40'36” de latitud Sur y 75*0' 5" de longitud Oeste de París, según Raimondi; mi aneroide marcaba 2470 metros de altura, Carvajal encontró'2457 y la comisión de ingenieros ya nombrada 2583. Subiendo un contrafuerte de los ramales de la cordillera, se llega ai pueblo de Curahuasi 4 25 kilómetros de Abancay. Es- te es un pueblo importante y de mucho comercio. De Curahuasi llega uno á Antilla. El camino sube hasta la altura de Huaronco; de esa altura va cediendo el camino en la falda del cerro á pico sobre el gran río Apurimac, que ya se des- cubre, hasta llegar á sus márgenes. | El Apurimac nace en la laguna de Villafro en la provincia de Cailloma; tiene una dirección de S. 4 N. Uno de sus principa- les afluentes es el Mantaro que nace en la laguna de Junín, y que después de haberse nombrado río de la Oroya, toma el de Mantaro desde Jauja. Por ser el más apartado de todos los ríos y sobre todo por su cantidad de aguas, el Ar :rimac sería para nosotros el río orlgi- nal que cou todos los grandes tributarios que recibe, lleva el nombre de Amazonas, ese rey de los ríos que, por su magnitud y caudal de aguas, parece en su desembocadura más bién un brazo de mar; y que, cosa admirable, conserva por más de veinte leguas sus aguas propi»s y dulces dentro del inmenso Océano. E Apurimac tuvo su primer puente en tiempo del Inca Mai- ta-Capac en el siglo XII más Ó menos, ese puente fué construí- do con bejucos que formaban los cables y del sistema colgante, "se asemejaba al que hoy existe, con la única diferencia de que Jos bejucos están reemplazados por cables de acero, La longitud del puente es de 120 metros; cuando pasf, se ha- bía cortado el puente, por temor á la invasión dejando solamen- te una oroya entre los dos cerros que forman el valle; os asegu- ro que es un modo muy poco agradable de pasar un río que tie- ne más de 200 metros de una orilla 4 otra y eso 460 ú 80 me- tros de elevación. La altura que hallé más abajo del puente era de 1909 metros, Carvajal encontró 1920 y la Comisión Intercontinental 2000. Del Apurimac se vuelve 4 subir hasta 3000 metros, en donde se halla el pueblo de Mollepata á 30 kilómetros del puen- te. De Mollepata se desciende para pasar un riachuelo que lla- man río Blanco y de allí empieza la subida para el Cuzco en el pintorezco valle de Limatambo. Esa es la ruta natural; pero por las circunstancias de mi misión me era camino absolutamente prohibido, hasta que el Coronel don Remigio Morales Bermú- dez, hoy Presidente de la República, que venía de Lucanas, se hubiera apoderado del Cuzco, y que dicha ciudad estuviese libre para mi regreso por los convoyes que debía traer. En consecuencia, estudié sobre el mapa la manera de flan- quear el Cuzco, atravesar el camino más arriba y por las cimas y cordilleras ganar la frontera de Bolivia para entrar en la. pro- vincia de Caupolicán y sobre todo evitar el departamento de Pu- no donde se encontraban las fuerzas chilenas. ) Estudiado y decidido mi itireraric, empecé á escalar los ce- rros, por lo que llaman camino de pastores, á fin de seguir las ci- mas de una de las cadenas que forman el valle de Vilcamayo, después Urubamba, y en el cual está situada la antigua capital Incálca. E Trepando los cerros llegué á una altura de 4,000 metros, al- tura que varió poco en el trayecto que hice por dichos lugares hasta bajar á la quebrada de Lucre, cuyo trayecto estimo en 300 kilómetros. poe Al tercer día de mi marcha sobre las armas, y al rayar el albo, llegué á un sitio llamado el Portillo. El panorama que se desarrolló ante mi vista pagóme de todas mis penalidades y me quitó el intenso frío que me entumecía al' ver y sentir los calu- rosos radios del astro bienhechor que iluminaba con sus rayos de fuego y de oro la capital de los hijos del Sol. : Tenía 4 mi vista el famoso Cuzco, la capital de Manco-Cca- pac y del gran Inca Huaina-Ccapac, el monarca que tuvo bajo su dominio el más extenso reino de la tierra, que abarcaba des- de Quito, la tierra de los valientes Cañaris y Sciris, hasta el Maulegpaís de los indómitos araucanos, Ó sea una extensión de 07 A 37 paralelos, y por doquiera que recordamos la historia no en contramos un imperio que, seguido, alcance un territorio de 87 grados de latitud. No haré la historia del Cuzco, la metrópoli sagrada de los ]ncas que conocéis; pero me permitiréis presentaros algunos de- talles sobre la famosa fortaleza de Sacsay-Huaman, descrita en los Anales del Cuzco, Después de 5us victorias sobre los Cañaris y haber tenido que retirarse ante Epiclachima el famoso general de los Sciris Tupac Inca- Yupanqui, se quedó en el Cuzco, y empezó la construcción de una gran fortaleza en el lugar de Sacsay-Huaman (Sáciate águila,) “encomendando dicha “obra al famoso arquitecto Apu- Huallpa-Pimachi. Al norte del Cuzco se halla, como hemos dicho, el cerro de Sacsay-Huaman, cuyo cerro es escarpadísimo por el lado Oeste. Como la subida norte es de pendiente suave y podía te- merse un ataque de ese lado, se construyó unas obras 'indepen- dientes en forma de murallas en tres escalones, Ó mejor dicho baluartes, sobre una extensión de 500 metros más ó menos. La primera muralla es la más notable por su resistencia y el tamaño de sus piedras; cada baluarte tenía su puerta que se ce- rraba herméticamente con una piedra inmensa: la primera era llamada Ttiú-Punco (puerta de la arena), la de la segun- da muralla Acahuana-Punco, del nombre del arquitecto que la construyó y la tercera Huiracocha-Punco, dedicada al Inca que llevaba ese nombre por la aparición que tuvo, y que los Incas tomaron por guardián tutelar de la fortaleza. Esos baluartes defendían una gran plaza en la cual se notaba tres torres, la principal era la del medio que llamaban Molloc- Marca (fortaleza redonda;)estaba esa torre surtida por aguas sub- terráneas que repartían á las demás obras de defensa de la for- taleza cuando lo creían conveniente; la fuente del río ó las ca- nales que traían sus aguas á la fortaleza era conocida solamente por el Inca y algunos príncipes de su Consejo. La torre redon- da ó del Inca estaba suntuosamente arreglada y servía de habi- taciones al Inca y su comitiva. Las otras torres 'Paucar-Marca” y “Salluc-Marca,” servían «para los caballeros soldados que defendían la fortaleza, porque los soldados plebeyos no podían habitar en las torres por ser casas del Sol; el Gobernador era siempre un Chuncamayoc de la “sangre real que llevaba el título de Curaca, >» pus” A + UE A MA A a. ¿ Y Í al AE Inmensos subterráneos servían para refugio de la población y de almacenes. Los constructores de la fortaleza fueron: 1. Huallpa-Pima- chi Inca, 2.? Inca-Maricanchi, 3. Arcahuana-Inca, á quien se atribuye la construcción del edificio de Tiahuanaco, y Colla-Cun- chuy-Inca. Ss vé que Tupac-Inca- Yupanqui era muy buen político y que seguía por instinto las tradiciones desconocidas para él del siglo PA tan en honor en el viejo continente, á fin de ser el único en poseer los secretos de la fortaleza. El último ingeniero de la fortaleza Colla-Cunchuy, es el que hizo traer á la «Saigguscca- Rom» ó la piedra cansada que se vé al frente de la fortaleza en la llanura. Cuentan que el inmenso monolito costó la vida 4 10,000 indios que empujaban el mons- truo á la subida de una quebrada sostenida por cables que se rompieron, y que tiraban otros tantos 10,000 indios. En el monolito se nota dos agujeros, los indios pretenden que por esos huecos se vé á la piedra llorar sangre de desespe- ración de no pertenecer á la fortaleza sagrada. Ea explicación de este fenómeno es muy sencilla: la tierra es rojiza y con el viento el polvo se deposita sobre el monolito y en las cavida- > des de las cuales ya he hablado; de manera que, cuando llueve, el agua sale color de sangre. ¿eN Los conquistadores para buscar tesoros, cabaron al. pedia ld *.3 del prodigioso monolito por lo cual se enterró mas. E. La ciudad del Cuzco está situada á 13"12 de latitud y 73% 6.01 de longitud según Alcedo, y 1330'50" por 74*20'60" según Rai-. mondi. Las alturas encontradas son muy distintas; damos algunas: ' ¡Raimondi aa CR Paz Sold ao AIRE A o Comsión de ingenieros del Ferrocarril Intercon- tinental (sistema de Stadid ho. 0. ceso co M.: Carrillo c ogatcrienionnlale ies ero o O EX de La Combeicacióinetiatuangas caos 2 O Del Portillo proseguí mi viaje sobre las cimas del valle del Cuzco y el día siguiente empecé á bajar la muy estrecha quebra- da que conduce á Lucre, donde llegué á la hora del almuerzo, horas que son siempre críticas para un viajero que marcha por una altura media de 3600 4 4000 metros, Lucye, como sabeis, es una fábrica importante de paños que Lo Se expenden, sobre todo, para Bolivia y los departamentos cir- E cunvecinos; varios pueblecitos ó estancias existen al rededor de ñ la fábrica, que sirven de mansión á los trabajadores, ho ¿Las maquinarias, si no son muy nuevas, son buenas, bien esta- Blecidas y movidas por motores hidráulicos más que suficientes, Los paños de Lucre son, generalmente, un poco burdos; pero ces inmejorables por su Or su trama y la materia prima, que está constituída por las mejores lanas del Perú. Nos permiti- remos criticar aquí el lavado de las lanas con aguas crudas car- - gadas de sales lo que las endurece. Toda la gente que trabaja en la fábrica, que no es poca, parece contenta y satisfecha encontrando trabajo, buenos salarios y ca- rio por parte de los patrones, la señora viuda de Garmendia y sus hijos, que se dedican al progreso y al bienestar del indio. 2 El valle desde Lucrese abre para unirse al llano de Vilcama- yo, donde se echa el riachuelo que pasa por la fábrica. Ñ Al salir de Lucre del otro lado de la laguna de Moina, se vé sobre una meseta las ruinas de un pueblo. Incálco, y las de un -j¡pmenso acueducto que surtía de agua dicha población que se llamaba Siqui- a en el lugar de Rumi-Ccolca (montones de _ piedras.) La leyenda que cuentan sobre el particular es tan interesante z que no he podido res'stir al deseo de contárosla, porque parece o bien una ES de la Odisea del divino Homero, que la - Héla att - Sumac- Hica era una ñusta sobrina del gran Pachacutec, cu- ; ombre: una hermosa flor que apenas contaba 16 años, y por su > virtud, su hermosura, su fortuna y sobre todo porla influencia que ejercía sobre el Emperador, afluían los pretendientes. Cansada ce joven de las adulaciones y pretensiones de los que más asedia- AS ban á á su fortuna que á su corazón, los reunió á todos en su pala- blo cio y les dijo: “que sa mano y su fortuna pert cera al que - por amor á ella se dedicase á una gran obra provechosa á la Na ción, agradable al Sol. y útil ásu querido puéblo de Piqui- -Llacta, lugar de su nacimiento y que tanto amaba; la cual con- sistía en hacer llegar el agua á la altura en que se encontraba el eblo y su palacio.” - Los pretendientes se miraron estupelactos, y sin valor para afrontar tan magna obra, se refiraron cabisbajos del BAREO de pl Sumac: len A s Ae de Sóla se reía ésta de la despedida de los que tanto la fastidia- ban, cuando notó que uno se había quedado. Era un joven ca- pitán de los guardias del Inca, el Apu-Auqui-Tkito, hijo d2 uno de los más poderosos Curacas del Collasuyu, que era tan valiente en los campos de batalla como tímido en punto 4. amores, y que llevaba en el corazón las raíces de una pasión profunda por la bella Sumac-Hica, __“Oh! hermosa Sumas, la dijo, jamás me hubiera atrevido 4 levantarlos ojos hasta tí, tu que eres el Sol luminoso de mi cora- zón, sino hubiera visto la cobardía de. todos los que _osaban pre- | tenderte; pero ya que he visto que ninguno ha tenido el valor de ' demostrarte su amor, yo te respondo que cumpliré tus deseos y que después de haber sacrificado mi fortuna y mis años en esa obra colosal, me estimaré el más feliz de los mortales si obtengo zm por premio una mirada de tí. Tal es el origen del gran acueducto de Rumi-Ccolca según la tradición, y cuyas ruinas se ven todavía, Debo esta leyenda ála amabilidad del señor don Faustino Velazco. No concluiría jamás si quisiera contaros todas las leyen- das que circulan sobre los tiempos fabulosos de los Incas, las - que esperan al rapsodista que recoja esas perlas que son del más briliante oriente. : E Dando la vuelta á la laguna de Moina (que da vuelta, ) se sl- gue el camino real que va del Cuzco 4 Sicuaní y que consérva casi el nivel, y donde se encuentra el trazo del ferrocarril que debe ir de Santa Rosa al Cuzco, habiéndose inaugurado última- mente el tráfico hasta Marangani; ese trazo sigue el río de Vil-. camayo, que sale de la laguna de Vilcanota al pié del neva- do del mismo nombre, á una altura de 4670 metros, eñ la provin- cia de Canchis. El Vilzamayo ó Huylcomayo y también Vilca- nota, sigue una dirección de E. 4 NO. y recibe varios ríos, entre ellos, al río canalizado por los Incas, el Huatanay, que riega el Cuzco; el Vilcamayo cambia su nombre por el de Urubamba después de salir de esta ciudad, capital de la provincia del mis- mo nombre, y lo conserva hasta su reunión con el Tambo, for- mando ambos ríos el famoso Ucayali. e SR “Cerca de Urcos se encuentra la laguna del mismo nombre, en la cual se arrojó la famosa cadena de oro del Inca Huascar, y que medía 700 piés de largo, según la tradición. De Urcos, siguiendo el camino al lado del Vilcomayo, se lle- ga al pueblo de Quiquijana, donde es admira «un hermoso: puente le piedra, q En ese pueblo tuve que estudiar un nuevo itinerario, á fin de no penetrar en el departamento de Puno, ocupado á la fechia por el enemigo nacional, eu Para ganar la frontera de Bolivia tenía que estudiar bien el mapa más Ó menos exacto, y dirigirme entre los despoblados del nudo más accidentado de la cordillera, con el único auxilio de la brájula. Mi rumbo para llegar al Madre de Dios, río que separa una 0 parte-de la provincia de Caupolicán del Perú, era el NE. 2 Haciendo de fuerza valor, salí el día siguiente de Quiquijana Mis y tomé en la dirección N. un camino de pastores que faldeaba Mel Cerro, A Los que conocen la sierra, saben la clase de caminos que se bautizan con mucha pompa con el nombre de real, pero cuando “setrata de caminos de pastores, hasta las cabras se quedan pensa- “tivas para trepar esas pendientes escarpadísimas que parecen no ' querer concluir sino en las nubes, con las cuales se confunden. 2. ¡Alánochecer me establecí en unapampa de la puna, al pié mismo de la cumbre que pensaba pasar al día siguiente; mi ane- -roide determinaba una subida de 1000 metros sobre Quiquijana, Ó sea una altura total de 4340 metros sobre el nivel del mar. - [Al rayar el sol, después de haber comido un poco de choco- “late crudo, pues la víspera había perdido las alforjas de víveres, empecé la marcha, cuando á los pocos momentos y de repente, Y se hundió mi mula en el pasto verde de la pradera: había caído a en un atolladero (1). Después de muchas fatigas logré sacarla: == imútil es deciros que estaba completamente empapado por la 2 mieve fundida y por el barro; muchos esfuerzos hice para poder pasar unos doscientos metros de atolladero y ganar el principio de la subida. que era de cascajo, pero fueron inútiles. Los ani- males cansados no podían dar tres pasos. seguidos sin casi desa- parecer en los fangos. Todo el día lo pasé en ese trabajo y tuve que dejar los anima- les en el mismo sitio, á fin de que se repusieran, Entonces me- dité el cómo podía remediar ese obstáculo invencible que había puesto lá naturaleza. poes | -Resolví, en consecuencia, regresar y buscar otro pasaje al O. - Después de haber andado unas tres leguas de precipicios, me en- a” (1) Se llama atolladero, las infiltraciones de las nieves en los altos niveles, lle- gando á formar praderas que ocultan precipicios en los cuales desaparecen hom- bres y bestias. a SN e contré con una inmensa Jlanura de atolladeros, mucho más im- posible de franquear que la anterior. Ms Al día siguiente rotrocedí y busqué un pasaje al N., que al fin hallé, después de haber dado un rodeo de 124 14 leguas y pasado la más alta cordillera que conocía, era el pico de Ausun- : «gate. Mi barómetro en la cumbre acusaba 6153. metros; mi or- denanza tenía un soroche atroz y las mulas mismas botaban san- ere por la nariz. Tuve en la misma cumbre que apearme y curar 4 mi muchacho que se estaba muriendo por la rarefacción del aire y la falta de oxígeno; habiéndole h+cho respirar y tomar al- gunas gotas de alcali y aplicádole algunos fricciones de chacta en los temporales, mi cholo recobró el conocimiento, y apesar del dolor agudo de cabeza que tenía, pudimos bajar de la cum- bre á una inmensa llanura cuyo fin no alcanzaba la vista. Ñ Después de haber, descansado, tomamos nuestro desayuno de chocolate crudo con un buen vaso de agua de cordillera, lo que os aseguro no es muy alimenticio y Menos digestivo. Como había logrado franquear la gran cadena en un punto distinto del que ,había marcado en mi mapa, saqué mi brújula para' orientarme y dirigirme en la dirección Este, á fin de ganar sea la capital de “Sandia Ó la de Carabaya; pero cuál no fué mi estupor cuando ví que estaba en un lado absolutamente opuesto al que” me imaginaba y que iba á marchar sobre el Oeste. Sin. embargo, 4 pesar de declarármelo así mi brújula, me llamó tanto la atención que la puse en tierra, y no tardé en convencerme que mi instrumento estaba: alocado por algún fenómeno magnético ó atmosférico; mi situación era terrible, estaba perdido en un desierto de los Andes, 4 6,000 metros de altura, con un enfer-* mo, y por todo alimento unos cuantos bollos de chocolate. Peor fué mi desesperación cuando por la hora quise seguir la direc- ción del sol, y noté que mi reloj no andaba por haberse reven- tado un resorte. ñ Preciso es, señores, haber pasado.por momentos de angustias - tan grandes, para comprender los sufrimientos que experimenta un ser humano que se encuentra desamparado en uno de los puntos más altos del globo. -A este respecto, permitidme trascri- bir lo que dice nuestro ilustre Raimondi sobre la cordillera ne- gra, no habiendo él llegado sino á las primeras antiplanicies. Se expresa así: Subí, pues, poco á poco, la gran cadena, que se le- vanta en medio de numerosas lagunas dominadas por elevados: barrancos de cristalino y azulejo hielo, abriéndose á mis piés unas angostas gargantas cortadas entre cerros de roca negra salpica: , - a = 11 — dos acá y allá de blanca nieve, y el todo «avublta por una espesa neblina que cubría como de un misterioso velo la profunda y obscura hoja del valle. No hay palabras para describir las sen- saciones qye experimenta el viajero en presencia de estos cua- dros de la ruda naturaleza, sensación que se modifica de un mo- mento á otro con los cambios atmosféricos tan frecuentes en la cordillera, Este paisaje iluminado por el sol, nos ofrece una es- cena aunque muerta, al menos tranquila y agradable; pero. basta que se levante una tempestad para que la misma escena se pre- sente lúego con un aspecto tétrico, terrible y amenazador. Lo que no die Raimondi, es que en la cumbre de la sierra nevada, en el pico de Ausungate, que se vé desde el Cuzco, ó sea una distancia de más de 60 leguas, ese espectáculo terrible y ho- rroroso, donde parece que todos los elementos se han desenca- denado, empieza regularmente desde las 12 del día. Os confieso que por un instante me abandonó el valor y me senté en el suelo sin saber qué hacer: ni para pensar tenía fuerzas siquiera; cuando maquinalmente al sacar mi cartera sentí los pa- peles que encerraban mis instrucciones y la comisión tan impor- tante que me había sido confiada, de cuyo buen éxito podía es- parar tanto el país; recobré como por encanto mi presencia de ánimo y mi energía, mi ordenanza estaba mucho mejor y los animales con el pequeño descanso cobraron nuevos alientos. Seguimos, pues, bajando hasta la inmensa llanura que desafia- ba al horizonte. A las seis de la tarde pensaba hacer alto"para dormir y hacer pastar las bestias, cuando mi ordenanza me señaló á lo lejos las llamaradas de una fogata; seguimos pues en demanda de esa luz, preguntándome quién podía ser el habitante de esas soledades, - porque todos los mapas, entre ellos el de Raimondi, no señalan por esas comarcas más que inmensos desiertos. - Al acercarme reconocí que eran varias cabañas de piedras, que probablemente pastores de rebaños de alpaca habían cons- _truído. Pronto me salieron algunos perros al encuentro y noté como veinte y tantas personas que al oir los ladridos acudían so- -bresaltadas y esperaban á los viajeros errantes por esos mundos - desconocidos. ' Al momento de poner pié en tierra, el círculo que me rodea- ba se abrió respetuosamente para dar paso 4 un indio joven y - de muy viril apostura, que parecía el patrón de esa gente. Ves- fía una rica librea de arriero, luciendo finas medias de lana blan- Ca y ojotas de cierto gusto artístico; una ancha chaquegja tam- q AR bién de lana blanca, abrigaba su cuerpo, cuya cintura ceñía una faja tejida probablemente en La Paz. Me dirigió la palabra en un idioma que no era el keshua, y no nos entendimos sino por la palabra Corani, que era el lu- gar al que yo me dirigía, “sin saber el rumbo que debía seguir. El entonces extendió la mano en la dirección probable de dicho pueblo y enseñándome la luna y el lado opuesto, me hi- zo entender que al día siguiente podía irme; me llevó de la mano á una cabaña, hizo salir dos ó tres indios que la ocupa- ban, y llamando á una anciana comprendí que mé reco- mendó á ella para que me atendiera, Me hizo entrar luego 4 su choza y me hospedó con todas las atencionos de un caba- llero. Una hora después mi cuidadora me trajo un caldo de carne con papas y un asado que debía ser de alpaca Ó vicuña, pero que encontré esquisito. Al día siguiente un indio me trajo mis bestias y me hizo entender que “debía servirme de guía; al preguntar á 4 éste por se- ñas de lo que era de aquel arriero con aspecto de cacique, el in- dio me hizo comprender que ya se había ido muy lejos. La puna inmensa que atravezé, representaba una altura me- dia, según mi aneroide, de 4,300 metros. Al anochecer llegué á una quebradita, donde el indio me hizo señas de que siguiera sólo, pues él se regresaba; qui- se que me acompañase más, pero el indio ó no me entendió Ó hizo el que no me entendía, y sin querer recibirme unas cuan-- tas monedas se, retó y desapareció. Seguí, pues, bajando la quebrada, y á los pocos momentos noté humo, llegué 4 una choza de pastores, en la cual estaban reunidos varios, pedí hospitalidad y me interné casi en cuatro pies en la dicha choza; había en medio de ella una gran fogata encendida y muchos - platos de comida al rededor. No me “explicaba por qué ni por quién era la fiesta, pero pronto debía saberlo. Me acomodé con mi muchacho en un rincón, sin que ninguno de los cuatro Ó cinco asistentes, entre los que había una mujer, se hubiera movido del lugar en que se encontraba; cansado por . la marcha, no tardé.en recostarme y dormirme mientras mi or- denanza iba á preparar el eterno chocolate, cuando oí una dis- puta; pregunté lo que sucedía, á lo que me contestó mi asis- tente que esa gente no quería que aprovechara de la fogata sino que fuera á cocinar á fuera, lo que no le parecía justo. “Le hice pregunfar las razones que tenían para impedir á dos pobres Y via- + AA Y Z = jeros que se morían de frío y de hambre, ABRO SUÑAs de la can- dela para calentar un poco de agua, á lo que me tradujo que 7 la razón era por estar de entierro. _Mesenté y en efecto ví que delante del fogón había una criatura de pocos meses, vestida, y alrededor de toda la fogata varias ollas de comida. Allí ví que la mujer servía á cada uno, y después en un mate especial ponía al lado del muerto el plato que acababa de servir con su correspondiente maíz Ú _cancha, bebiendo en los intervalos vasos de chicha y sirviendo también al muerto. Al fin me cansé de mita desta Cds fúnebre sin tomar en - ella.parte activa y no tardé en dormirme profundamente con el muerto y sus acompañantes; cuando desperté al amanecer, encontré á toda esa gente en la misma ocupación, y me apre- suré á salir de la choza y montar á bestia. Después de caminar todo el día y el siguiente, llegué por fin al pueblo de Corani á 3,986 metros, situado en las riberas del rio Ollachea afluente del Inambari: desde Quiquijana hasta Corani, había hecho más de de 500 kilómetros en las alturas más elevadas de los Andes, .en los lugares más altos de ese nudo - de la cordillera que lleva por nombre el de “Sier ra nevada” sin encontrar estancias de pastores siquiera, Al día siguiente temprano entré á Macuseni, capital de la Provincia de Carabaya, Macusani se encuentra 4 4, 336 metros sobre el nivel del mar, sobre una meseta Fica por las aguas de un río que des- -emboca en el Ollachea. IS El gran negocio de Macusani es E venta de las lanas de al- paca y vicuña, ,sobre todo la piel de este último animal que vale allí de cuatro á cinco-reales cada una. El tráfico de esas pieles es importante y el subprefecto donde - quien me alojé, me dijo que la exportación de este artículo en la ciudad no bajaba de veinte y cinco á treinta mil, pero que todos los años disminuía notablemente; lo que no puede ser de otro mo- 4 causa de la persecución que se hace á las vicuñas. Creo que se ía muy importante dictar medidas severas, á fin de que se or- -ganizasen como en tiempo de los Incas y del coloniaje, grandes correrías de varios pueblos para trasquilar las vicuñas en lugar - de matarlas como hoy sucede; de otro modo, dentro de poco habrá desaparecido ese animal, tan útil, tan elegante, tan sim- - pático y una de las fuentes prgipole de riqueza de los depar- osea andinos, . a , — 80 — De Macusani pasé por Ajoyani 4 una altura de 4.143 metros según Raimondi, y 4123 según mi aneroide. Después de Ajoyani llegué al Crucero, capital de la provine cia de Sándia situado 4174 metros y 4190 según Raimondi. De Macusani á Crucero hay una distancia de 160 kilómetros más Ó menos formada por una inmensa puna irrigada por muchos arroyos que desembocan en el río Crucero, conservando esta pu- na casi el mismo nivel, Á 200 kilómetros de Crucero, siguiendo la margen derecha del río Accokunca 4 4385 metros de altura, se llega al impor- tante mineral de oro de «Poto» á 4717 metros de altura se- eún Raimondi. Toda la región que acababa de atravesar me pareció : ser de una forma ecológica calificada de Zrzas Ó grés rojiza y también abi- garrado Ólsea cuarsífero. De Poto, pasé por el Trapiche otra hacienda mineral de oro, de allí me faltaba: poco para pasar la línea que sirve de frontera entre el Perú y Bolivia. En el contrafuerte de la Cordillera nace en una laguna y de * unas minas que llevan el nombre de Anauea el río de Azánga- ro, y al pie del nevado de Viscachán sale la fuente que dá ort- gen al gran Inambari y allí cerca nace también el Madidi, uno de los principales tributarios del Beni. $ Poco me faltaba para llegar al término de mi expedición, un último pasaje de la cordillera principal y tras éste se encontraba la ciudad de Pelechuco, objeto de mis deseos y de mi misión que me había costado'tantos sufrimientos y penalidades, y que solo la fuerza de voluntad y la obligación de cumplir mi deber, habían podido hacerme vencer. El pasaje de la cordillera de Pelechuco es uno de los más her- mosos que conozco. Su subida que principia desde el Trapiche es relativamente suave y se vé cortada de repente por un inmenso barranco Ó quebrada honda de difícil bajada y peor subida que sirve de límite á los Estados: después de la quebrada honda, el camino atraviesa la cordillera por un camino ancho y bueno que pasa entre dos picos, dejando dos inmensas lagunas al pie dl cada uno, cuyas aguas cristalinas y trasparentes permiten ver el fondo por profundo que sea. Al llegar á ese sitio tan hermoso y tan pintoresco, no pude menos que detenerme, y mirando el inmenso horizonte, mi vista abarcaba tres naciones, 4 mi izquier-. da al Oeste el Perú, 4 mi derecha al Este, Bolivia, y al frente el Norte, él inmenso imperio del Brasil; pensativo me quedaba, , a A a teniendo presente en mi espíritu el objeto de mi misión que era traer elementos bélicos, y no pude'menos que entristecerme á ese recuerdo y mil reflexiones vinieron á mi mente. Qué cruel. dad! esas naciones americanas que provienen de una misma ra- za, de unos mismos conquistadores y que hablan un mismo idio- ma, se devoran entre sí! Y por qué? Por un pedazo de terreno, cuando tienen inmensos territorios que no pueden abarcar, que aún no conocen, y en los cuales cabría la Europa entera. Y al evocarse estos pensamientos recordaba que D. Pedro, el grande y noble americano, acababa de condenar las conquistas en su gran obra que lleva por título “De la misión de los Soberanos”, en la cual exclama acusando á Bismarck de la conquista de Alsacia y Lorena, “que en el siglo XIX nadie tiene el derecho de anexarse territorios sin la voluntad de tos que los habitan, quienes han puesto las tierras de esos territorios en valor por el trabajo suce- sivo de padres é hijos, y á quienes solo pertenece el derecho de expresar su voluntad y su libre arbitrio por su nacionalidad.” ¡Oh pueblos, oh hombres! hasta cuándo obedeceréis á esa sed insaciable de sangre, hasta cuando será verdad el ve vact2s! Franqueé la cima de la Cordillera y no tardé en bajar rápida- mente al valle que conduce á la capital de Caupolican. Pelechuco es una ciudad importante por su comercio, existen fuertes casas extranjeras establecidas allí para el tráfico de la cascarilla, que traen de las montañas que se encuentran cerca, siendo Pelechuco cabecera de la montaña boliviana de más fa- ma por su cascarilla que se exporta en grandes cantidades. Aquí termina, señores, mi misión, como terminó.en Pelechu- co, en donde no encontré lo que debía traer; inútil pintaros mi decepción, después de tantos riesgos, tantas fatigas, tantos peli- gros, tantos proyectos, tantas esperanzas” que anhelaba mi pa- triotismo, lo único que me dió la fuerza suficiente para realizar solo, entre los peligros de la naturaleza, del hambre, del frio te- rrible de las cordilleras y del enemigo nacional, un viaje de más de 200 leguas! CY EA A o METEOROLOGÍA. Publicamos 4 continuación un interesante estudio sobre el clima de Matucana, población situada justamente en el prome- - dio de la aitura que recorre el ferrocarril de Lima á la Qyoya. A, 1, O EL OLIMA DE MATUCANA. MArucana, pequeña población indígena, capital de la provin- cia de Huarochirí, y residencia, por lo tanto, de las primeras au- toridades provinciales políticas y administrativas, ocupa el cen- tro de la quebrada de la Oroya (llamada también “quebrada de Huarochirí”, pero que con más propiedad debería llamarse “del Rimac”). Unida al Callao, á Lima y á la Oroya por el ferroca- rril Central del Perú, está situada entre los kilómetros 102 y 103 (á contar del Callao) de la línea, á una altura de 2,374 me- tros sobre el nivel del mar, ocupando próximamente una exten- sión de 1,200 metros en su mayor longitud (NE. á SO.) sobre poco más de 200 metros de ancho, en un pequeño y estrecho valle que tiene la misma dirección indicada y que mide 2 kiló- metros sobre 700 metros. Su suelo, como el de todos los valles de la Cordillera, es un terreno de reciente transporte (el de Matucana es una arcilla ro- ja, mezclada con cantos rodados y caliza gris blanquisca) sobre pizarra roja manchada de trecho en trecho con pizarra verdosa, ambas en vía de desgregación, cuyos terrenos descansan sobre rocas sieníticas. Está surcado por el Rimac, que sigue la misma dirección de la quebrada, hacia cuyo lecho se inclinan muy sua- vemente las dos riberas, constituyendo el valle. La población ocupa la ribera izquierda del río, que es también la más ancha y la de mejores condiciones. Los edificios están dispuestos con bastante regularidad, for- mando casi un tablero de damas, cuyas calles longitudinales son paralelas al río; las trasversales las cortan perpendicularmente. Los dos principales girones de calles longitudinales se deno- minan: “de Lima”, la más cercana al río, y “de la Libertad” la que avecina el cerro. Las trasversales llevan los nombres de las principales capitales de la República. La mayor parte de las casas constan de un solo piso, y sus muros están construídos con adobes de arcilla roja del lugar, que á pesar de ser muy gruesa, adquiere la suficiente consisten- cia para resistir las copiosísimas lluvias de la estación de aguas, Las puertas y ventanas no se diferencian de las de Lima; pero- sí los techos que, por motivo de las lluvias, son inclinados y es- tán cubiertos de planchas de fierro acanalado (llamadas de cala- mina, sin duda por estar bañadas de zinc). Un cielo raso de ma- dera, ó de tela empapelada, oculta por dentro el enmaderado de los tegos, y sirve principalmente para proteger á 4 los moradores rabo de los fuertes vientos que en cierta época del año soplan des- pués del medio día. Se ven todavía algunas habitaciones con techos cubiertos de paja, á la antigua usanza peruana, ocupadas por los aborígenes. También se ven algunas elegantes construcciones de] pisos, por el estilo de las fincas de Lima, cuyos muros exteriores son de adobes para morigerar la temperatura; los interiores son de madera ó de quincha.. Toda la población está pintada de blanco, y en Eo: la mayor parte de las casas. Los dos girones principales, el de “Lima” y el de la “Liber- tad,” están surcados en toda su longitud por una acequia cen- tral, descubierta, por la que corre clara y abundante agua, des- tinada á llevar rápidamente hacia el río los desperdicios líquidos y las aguas sucias de los vecinos. Las calles y plazas están pavimentadas con una especie de 22a- cadam, hecho con el cascajo pizarroso tan abundante en los lí- mites de la población; pavimento que goza «de la singular pro- piedad de desecarse con gran rapidez, así por la considerable eva- poración atmosférica, como por la misma porosidad del cascajo; de tal suerte, que después de media hora de la más copiosa llu- via, puede caminarse por las calles sin temor de la humedad. Cuenta la población con dos grandes plazas situadas á los dos costados contiguos de su templo, en una de las cuales se hallan: la excelente panadería de Avalos, el hotel de “Roma” (de 2.* órden), las dos casas de la familia Alemán (ambas de dos pisos), habitadas en su totalidad por familias de Lima; la botica del lu- gar, muy bien servida por su propietario el antiguo farmacéutico don Manuel Navarro; el pequeño mercado municipal, provisto siempre de buena carne fresca; un salón-billar, y algunas tiendas de comestibles. : En la 2.* plaza, que es la principal, se hallan: el cementerio ó antiguo átrio del templo; la casa parroquial; el cuartel de gen- darmería; la escuela municipal de varones (bastante concurrida); la de niñas, que ocupa los bajos de la Casa consistorial; la fonda de Mastrócalo; el nuevo hotel, en actual construcción, de los se- ñores Branizza y Scaperlenda (afamados hoteleros de Casapal- ca); el hotel inglés, llamado de “Matucana”, cuya hermosa cons- trucción atrae al viajero; la estación del ferrocarril, que ella sóla cierra todo el costado de la plaza fronterizo al templo, y final- mente una arboleda nueva que rodea la plaza y una bonita pila de agua corriente, que ocupa su centro y la hermosea, SN — Y. La A q Inmediatamente después de la estación del tren y á un lado de los rieles, se halla situado el restaurant “Christóforo Colom- bo” de Bacigalupo, cuyos únicos cuatro cuartos están siempre: ocupados, no sési á causa de la Buena mesa de la fonda, ó por vivir allí el inteligente médico del lugar doctor Errequeta. Hay un correo diario para toda la quebrada y para Lima, y uno semanal para el Centro, que por ahora se * despachan en la botica. : En el girón de “Lima” es donde principalmente se encuentran las tiendas de comercio, que por, lo general están muy bien sur- tidas, siendo todas ellas de asiáticos. .. SN Hay una cocinería ú la criolla, que sirve á muchas E á satisfacción. 8 Aparte de la botica, venden guzmina, purz gantes y diversas * medicinas muchas de las tiendas. El Cementerio está á sotavento de la población (en lo que los” matucaninos nos llevan ventaja); pero hay tan pocos entierros, que sus puertas se abren muy de tarde en tarde. La población está bien alumbrada durante la noche con nume- _rosos faroles de petróleo acertadamente distribuídos, que se apa- gan después que los vecinos están ya dormidos y enteramente solitarias las calles. ñ . La seguridad personal es completa, IN El espíritu comercial de sus habitantes, hace que el pueblo cuente con todd género de recursos y á precios módicos; lo cual no sucede en ninguna otra población de la quebrada. | Abunda allí la buena leche de vaca (4 5 y 10 centavos el litro) que generalmente se toma al pié del animal; el pan es excelente (hay tres panaderías); jamás faltan las ricas papas amarillas, ni los huevos frescos (á 3, 4 y 5 centavos cada uno); la buena carne de vaca, ni la soberbia de carnero; los quesos frescos ó añejos; las frutas de la estación, las carnes conservadas, cereales de toda especie, y en fin, toda clase de artículos de Lima. * Su reputada salubridad, realzada por su proximidad á á Lima (hoy á 3 horas de distancia), con, un servicio de 2 Ó 3 trenes diarios, y más que todo, con la existencia de una botica abierta todo el día y dispuesta á abrirse á cualquier hora de la noche y con el servicio de un médico de las condiciones del Dr. Erre- queta (tan desinteresado y pronto á acudir á las más ligeras in» dicaciones de los, enfermos, y cuya modestia hace competencia 4 sus profundos conocimientos profesionales), se funda princi: palmeéte en el delicioso clima de esta población. ” ee Ñ As % ) a 85 y Y > Para formarse una idea de él, bastará fijarse en sus estaciones; efectivamente, las cuatro épocas del año, tan bien marcadas en + las sierras del Perú, se suceden insensiblemente en Matucana. AMí, apenas se distinguen el verano y el invierno: el 1.* carac- " terizado por la abundancia de las lluvias, y el 2.? por la ausencia de ellas; razón por la cual se conocen con los nombres de esta- ción de aguas la primera; y estación seca Ó de heladas la última. La temperatura media apenas varía de una á otra. La mejor época para: los enfermos, es la del verano ó de «aguas», que comienza con las primeras lluvias de Noviembre y. termina con los últimos aguaceros de Abril. Muy raras veces dura la lluvia todo el día; pues, por lo general, se goza de sol en toda la mañana y no empieza á llover sino de 2 4 4 h. p, m. Es- tas son. tanto más abundantes y duraderas cuanto más se aproxi- AEDEETO. 7 0 ] La temperatura media de esta estación. es.-de+14* 5; sintién- dose el maximum de calor (+19? C. de .ordinario, y sólo en días excepcionales: de 4+-20% C.) de las 12 h. m. á las 2 h. p. 1, El frío jamás baja de +10" C., siendo de ordinario de 4-11? C. (de 12 de la noche á 6 de la mañana.) , El estado higrométrico es delicioso. La humedad media del = año es de 35” (Saussure); siendo la media de verano 41” y la de invierno 2925 7: ¿E 10. eipgión de invierno ó de las heladas es un tanto peligro- sa para los enfermos, muy especialmente desde Junio hasta Se- tiembre, pero “solo por las noches y en las madrugadas. El ter- - mómetro baja entoncés 4 +7? C. (y aún 4 + 6” C. en algunas noches frías) desde las 11 p. m. hasta las 7 a. m. y nunca llega 4 subir 4+-16” C; en los dias más abrigados; dando una tempe- ratura media de+-109 5 Cent. Deben, pues, evitar los enfermos toda salida al aire libre, des- de las 6 p. m. hasta las 8 Ó 9 a. m. del siguiente día, si no quie- ren exponerse á resfriados, anginas, bronquitis, pulmonías y de- más enfermedades catarrantes Ó inflamatorias del aparato de respiración, que pongan en peligro su vida. Los vientos reinantes son de la Costa, hacia-la Cordillera, du- rante el día, y viceversa por la noche; siendo aquellos mucho «más intensos y prolongados. Su mdxímum es de 12h. m.á4 p. m.; pero como su temperatura, bastante elevada -en la costa, va bajando poco á poco por el contacto con los cerros cada vez más elevados y “frios, es ya agradable su soplo cuando llega 4 Matucana, . a * des Y _— 86 — A todo lo dicho hay que agregar en síntesis, como causas de su proverbial salubridad, la naturaleza del terreno, la poca varia- ción de la temperatura, su gran sequedad, la ausencia de los vientos fríos durante el día, [de los cuales está defendido por los cerros de la cadena izquierda, ribera derecha del Rimac, y por lá elevación misma de la parte N. E.;lo que no sucede en San Ma- teo, ni mucho menos en Chicla y en Casapalca |, y finalmente su notable elevación sobre el nivel del mar: condiciones todas tan felizmente reunidas en Matucana, que hacen de este pueblo el Sanatorio de Lima y de sus alrededores, para tódas aquellas en- fermedades crónicas que se radiquen en el aparato respiratorio, v muy especialmente para la tuberculosis, excepción hecha de la forma laringea, para la que no siempre es benéfica. A tal punto llega la salubridad de este pueblo, que durante la mortífera y universal epidemia de 2rzppe Ó 2nfluenza, á la que tantas víctimas le debemos, no ha habido un solo enfermo grave en Matucana; que los casos de viruelas son muy raros allí, y que jamás se ha presentado caso alguno de verrugas á no ser las adquiridas en la zoxa verrucosa de San Bartolomé. El dia en que los médicos, convencidos de la verdad de lo que va dicho, manden á Matucana á sus enfermos tuberculosos, cuidando sí que vayan en el primero ó principios del segundo período del mal, y no en el último, como sucede con frecuen- cia; ese día podremos decir, sin exageración: que 20 morirán de lísis nuestros tísicos. . Lima, Mayo 31 de 1893. y de A A AA Un fosil peruano notable, . En el número correspondiente á Junio de 1886 de “La Na- TURE”, periódico que se edita en París, hallamos una descripción del Scelzdotherzum, del que nos vamos á ocupar. El artículo de “La Nature”-á que nos referimos, dice así: “EL SCELIDOTHERIUM” El gran edentado fósil de la Anv érica del Sur. Entre los edentados fósiles que dan á la fauna cuaternaria de la Agmérica del Sur una fisonomía tan particular, es sin duda E AA O "ae yd9903 A [E UL UIOP 998 -eJ0bu09 e nh LIITI EN "VHITOLE SOI ¿0 NOS NS VIINLOTA=YITONIHIS 111 “YUI!T 9p UILJLAGO0) PLPILDOS Y] 9p UNAOY * o . E blico: * ' cb : A Card IA e na ¿E , A TO tt e uno de los más notables el Scel2dot/herzum, que Ricardo Owen nos hizo conocer en 1838, 4 causa del descubrimiento de sus osa- mentas en Punta Arenas, descubrimiento hecho por Carlos Dar- win en el célebre viaje de circunnavegación del buque eagle. El nombre de Scelidotherzum le fué aplicado por R. Owen para rememorar uno de los caracteres anatómicos más notables de este mamífero fósil; 4 saber, la insólita longitud de sus fému- res que han debido hallarse cubiertos de una poderosa muscula- tura. El Scelidotherium era particularmente un animal de mus- los muy reforzados y fuertes. Después de 1838, los señores Villardebo, Weddell, Claussen, de Castelmau, Seguin, etc., han hallado en otros varios territo- rios de la América del Sur, especialmente en el Brasil, en Boli- via y en la República Argentina, gran cantidad de restos de osa- mentas pertenecientes al mismo tipo genérico y que han sido descritos por Lund, P. y H. Gervais y Ameghino. Un esqueleto casi completo fué depositado en el museo de Boloña, (Italia); y otras osamentas importantes lo fueron en las colecciones de la América del Norte. Sin embargo, el notable esqueleto adquirido últimamente por el profesor A. Gaudy para el museo de historia natural de París, es quizás el más perfecto y mejor conservado que existe, y nos - permite apreciar, con la mayor exactitud, las relaciones orgánicas de este edentado. Montado el esqueleto del Scelzdoth4erzum bajo la dirección del Sr. Deyrolle, ha sido colocado en la nueva galería paleontológica, donde llama la atención al lado de los grandes fósiles edentados como el MZegatherzum, el Pseudolesto- don, el Glyptodon y el Hoploponts. El esqueleto así colocado tiene de largo dos metros cincuenta centímetros y de alto un metro; por consiguiente, el Sce/zdo!he- ríúun no tenía sino la mitad del tamaño del colosal MZegathe- ríum, que mide más de cinco metros de largo. Sin embargo,'en proporción, el Sceladotherzum tenía igual corpulencia y era tan vigoroso como el otro. Este grueso cuerpo estaba unido á una cabeza angosta, bas- tante pequeña y alargada y comprimida á los dos lados; la man- _díbula inferior se hallaba atenuada en la parte delantera, pro- longada con un apéndice espatuliforme, un poco cóncavo; la lengua debió ser muy larga y gruesa y se puede suponer que el hocico tenía en la punta una jeta análoga á la del Orycterope (1). (1) Los cráneos que he hecho desenterrar en las pampas del Tamarugal, que han siño siete, son muy semejantes en su formación á los del caballo,---M gPasaDRe, — 88 Los dientes, diez en número en la mandíbula superior y ocho en la inferior, son triangulares, compuestos de marfil y de ci- miento, sin láminas de esmalte. La parte posterior. del cráneo está cortada en cuadro; la cavidad perteneciente á éste es Aa ña, relativamente. “Habiendo P. Gervais hecho sacar moldes de esta caida comprobó que el cerebro presentaba circunvalaciones más pro- fundas y con más sinuosidades, que la de los edentados actua= les, aun cuando la disposición de los centros nerviosos asemeja mucho el Scelzadotherztum á la familia de los perezosos actuales (Bradypus tridactylus). El cerebro del Scelzadother¿um se pare-.. ce mucho al del MZegutherzum, demostrando, sin 'embargo, un erado más elevado de inteligencia; comparado al cerebro “de los Glyptodon fósiles, Ó de los, Tatons actuales, revela una enorme superioridad. Nos es grato hacer constar aquí, que los más grandes eden- tados, por su tamaño, es decir los Megatherzum, los Leptodon, los Mylodon y los Scelidotherdum, han disfrutado de una supe- rioridad cerebral incontestable. Por otra parte, los estudios de Gervais, Morth y Cope, con respecto á las formas cerebrales de los animales que ya no existen, han abierto un campo vasto á las indagaciones de los paleontologistas. ¿Puede concebirse un hecho más interesante que el conoci-» miento de los grados de inteligencia de animales que han vivi- do y se han extinguido hace miles de años? ¿Cómo rechazar la teoría de la evolución, cuando la comparación de las formas ce- rebrales, antiguas y actuales, de un mismo género de animales, nos comprueba el desarrollo lento pero constante, del volumen del cerebro? En fin. ¿no es muy digno de atención el hacer pal- pable la desaparición de ciertos tipos de animales, después de su completa extinción, y cuando su estado de evolución se hallaba tan avanzado que podían adaptarse 4 condiciones de existencia que eran distintas de aquellas á que se hallaban habituados? La fisonomía del Scel2dotherzum es de un aspecto extra- ño, el hueso »zolarzo mo está soldado á la rama zygomatica del temporal y produce una larga apofisis para abajo, globe- liforme y sobre la cual quedaban insertos los manojos del mús- culo masetero. Esta larga apófisis se halla actualmente en el Unau y en el A, entre los actuales edentados; ea el Megatherium, el Mi: lodon y Glyptodon, en los edentados fósiles; y dá al aspecto hue- $OSO a esos animales una fisonomía particular, « La columna vertebral se compone de cuarenta y nueve vérte. % bras: siete cervicales, quince dorsales, cinco lumbares, cinco per- Mo: tenecientes al hueso sacro, que se hallan soldados, y quince cau- dales. Las vértebras caudales son caracterizadas pór sus cortas pun- - tas y los huesos en figura V muy pequeñas, - De esto resulta, que la cola era, probablemente, aplastada y muy diferente de la del ha Megathertum, en el cual los neuropofisis y los hemapófisis eran, al contrario, muy elevados. El omoplato nos demues- tra una soldadura del acromium y del coracoide á sus extremi- dades; la escotadura escapular (corte superior en forma de ar- co) se halla convertida en una abertura bastante grande y sepa- rada del borde del omoplato. En la hoyada las escotaduras se Ly encuentran cambiadas igualmente en aberturas Ó agujeros. El omoplato y la hoyada, por consiguiente, han llegado á un esta- 2 do de completa evolución. El húmero (hueso del brazo) muy mo dilatado en su extremidad inferior, trae á la memoria el de los E. Tatous (Dasypus) por el gran desarrollo de las escrecencias del- e toidianas que bajan á poco trecho de la articulación del codo. 3 Una larga acanaladura se halla formada por un puente huesoso y e oblicuo; Oia mismo canal que existe en el Zamanozr, el Tatou, el Pangolín y el Unaz, no se halla en el MZegatherzum ni en el Mylodon, cuyos húmeros tienen, sin embargo, una formación q igual. La cabeza del húmero es muy fuerte; “todo anuncia una Y _ fuerza y vigor poco comunes, en los músculos de la espalda y | de los miembros anteriores. 2 Los pies delanteros tendrían probablemente cinco dedos: el Y segundo y tercer dedo tenían su falange wngwinal armada de una | garra muy fuerte y arqueada; e] cuarto y quinto dedo eran rudi- _mentarios y no tenían garras. El femur era muy largo, aplasta- do, cuadrangular, trayendo á la memoria, por su forma, el del Magatherium. La tibia y el peroné (hueso exterior de la pier- na) son cortos y no se halian soldados el uno con el otro, El pié, relativamente, es más pequeño que el del l/¿gutherzum, te- nía, probablemente, cuatro dedos, de los cuales, el tercero se ha- llaba armado de una fuerte garra encorvada. En resumen, el Sceledotherzum se asemeja en mucho á los géneros fósiles americanos, Mylodon, Pseudolestodon, Leptodon y Megalontx, que han desaparecido; se halla más distante en su semejanza al Megatherzum, por la conformidad de sus dientes y la disposición de los piés traseros; no tiene ninguna afinidad con los edentados de la época terciaria de la Europa, como ¿en los Py Macrotherium, Ancylotherium y Pernotherium, cuyas falanges unguinales hendidas hacen recordar y traer á la memoria las “de los . Pangolínes del viejo continente. Ningún cuadrúpedo actual se asemeja al Scelidotherium; pe- ro este tipo tiene algunos caracteres osteológicos con los perezo- sos (41 y Unau) que son los conocidos en las montañas de Bo- livia con el nombre de perzco ligero, y por los naturalistas con el de Bradypus tindaitilus. : Al parecer, un solo tronco ha dado dos ramas: una compues- ta de animales de miembros cortos pero macizos y de una esta- tura enorme, como los MWMegaterzdos; y la otra compuesta de animales débiles provistos de miembros cenceños y al parecer destinados á vivir sobre los árboles como. los PBradypodides Ó Perezosos. Los animales enormes y fuertes de estos tipos han desaparecido para siempre después de haber poblado la Améri- ca de un gran número de razas vivas, cuya diversidad y colo-. sales proporciones son para los paleontologistas, motivos de asombro constante. En la reunión de la Academia de ciencias del 14 de Diciem-. bre de 1885, el señor Profesor Gaudry dió á conocer los antece- dentes del esqueleto del Scel2dotherzum de las pampas argenti- nas, muy cerca de Buenos Aires, y sobre las orillas del río de la Plata entre la Recoleta y Palermo. Estos depósitos de las pampas son una tierra arcillosa, de un color pardo, más Óó menos subido, y que se extiende sobre un espacio muy considerable de la América del Sur. A, d'Orbigny y C. Darwin han podido comprobar la existencia de esta clase de terreno en una extensión de más de 900 millas geográficas; en este terreno se han hallado intercaladas capas de arena grue- sa y cascajos llenos de conchuelas, que aun existen en América. Estos hechos han dado motivo para que los geólogos estén con- formes en considerar las Pampas, como de formación cuaterna- ria. La fauna de estos terrenos es sobre manera rica en seres re- presentados por grandes mamíferos como el Megatherzum, Mylo- don, Scelidotherium, Toxodon, Maerauchenza, Glyptodon etc., re- presentados á veces por osamentas rodadas y quebrantadas; otras por esqueletos perfectamente conservados y que en épocas anti- guas han sido arrastrados á los puntos en que fueron decubier- tos. Con estos restos de animales se han encontrado envueltos escasas osamentas del hombre y herramientas prehistóricas La condición del hombre en presencia de estos mamíferos gigantes» cos, haebido ser sobre manera precaria y difícil; y sin embargo A o A A o DO SL, CU el hombre ha sobrevivido 4 la completa extinción de sus temibles contemporáneos. P. Fischer. Hasta aquí los conceptos publicados por «La Natur». No será demás que expliquemos ahora, que en Zoología se llaman edentados á los animales que no tienen dientes en las mandí- bulas superior é inferior y en su parte delantera, y que á la vez carecen de los dientes llamados caninos, El Scel2dotherzum, por ejemplo, no tenía sino muelas de formación angular, pero no los dientes conocidos con tan especial nombre. Toda la familia de los Perezosos y de los Armadillos actuales, carecen de dientes propios y todos sus antepasados fósiles han carecido de ellos igualmente, En una publicación, «RIQUEZAS PERUANAS», he dado á conocer mis.opiniones respecto á la formación del territorio Pampa del Tamarugal. En este territorio y casi á la superficie de la tierra se han encontrado las colosales osamentas qne hoy existen en el museo de Lóndres, remitidos por mí, según lo comprueban los documentos siguientes: Tine Abril 13 de 1886. Señores Editores de “El Pais” Muy Señores míos: Suplico á Uds, se dignen dar cabida á la correspondencia ad- junta, por ser, á mi juicio, un asunto de alguna importancia pá ra la Historia Natural. ¿EN CORRESPONDENCIA dl MO Z2Ormia Señor Director de la Escuela Especial de Construcciones Civi- les y de Minas. AN as 2. BÍO SI10. 50m 392 Ss Dí esrod 251009 119 ; E d IISRASOS SITO GO _ El Sr. Harrington, Encargado Interino, de Negocios de S. M. Británica en Lima, se dignó apoyar el deseo, que. tenía de mandar al gran Museo Internacional:de Londres; y; de que dh ; - Laa BUT A 90 D:1397= allí fuesen debidamente clasificados, unos huesos notablgs por su Es de tamaño y circunstancias, extraídos del campo inmediato al ca- serío llamado la Cabrería, cercano al abandonado pueblo de la Rinconada, distante como unas cinco leguas de la población, denominada La Noria, en la Provincia de “Tarapacá. Embarca- dos dichos huesos en el buque de guerra inglés /Zerozne, lega- ron oportunamente á Londres. En seguida copio la: nota que se me ha remitido sobre el particular: “Museo Británico.— Historia Natural. —Cromwell Road. — Londres, S. W., Febrero 12 de 1886. — Sr. D. Modesto Basa- dre. — Señor: — He tenido el honor de presentar á los directo- res del Museo Británico, un informe sobre el regalo, que en por- menor se expone aparte, que Ud. se ha servido hacer al Musco, y dichos señores se han dignado encargarme exprese su gran re- conocimiento por el muy notable aumento é importancia, que con ese regalo ha hecho Ud. á la Colección Paleontológica del Museo Británico, en el ramo de Flistoria Natural. — Tengo el honor de suscribirme, Señor, su atento y seguro servidor.— WM. H. Flower, Director. IxrormE. — Cincuenta y cuatro muestras de tres cráneos, una mandíbula inferior, vértebras, costillas y varios otros huesos, pertenecientes á las partes anterior y posterior del animal .Sce- lidotherium Leptocephalum, encontrado en la Pampa del Ta- marugal en Tarapacá, Sud América. Algunos huesos de otro de estos animales he dado al Señor Sokoloski, quién los ha remitido: al Museo de Berlín, sin que hasta la fecha tenga aviso sobre el particular, apesar de haber si- do enviados á Alemania con mucha antelación á la remesa he- cha á Londres. El cráneo y restos de este animal, aún existen en el barro en- durecido de la chacra de Cuminalla, perteneciente al Sr. D. Do- mingo Lecaros, vecino del pueblo de Pica, en Tarapacá, ¿no sería posible que la prensa de Iquique estimulase á algunos ve- cinos de buena voluntad, para que hicieran una pequeña sus- cripción y se extrajesen esas valiosas osamentas? El Scelidothe- vium Leptocephadum, 6 cabeza angosta (figura de un embudo), se mantenía, según aparece de su dentadura, con vejetales, es de-. cir con las hojas y vainillas de los tamarugos ó algarrobos, que en tanta abundancia crecían en las mencionadas Pampas. La existencia de esos huesos (uno de los cuales presenta toda- vía adherido un fragmento de cuero) á la casi superficie del te- rreno de la Pampa del Tamarugal, sin duda que abre un inmenso campo de estudio á los naturalistas, sobre la época en que esos 4 A LP Edo PE A AAA A y uN y => — 93 — animales han vivido allí. Los huesos no están fosilados; son de monstruosas dimensiones y gran desarrollo; las puntas de los huesos de las piernas tienen la semejanza del marfil, y en gene- ral las osamentas á que me refiero, son dignas de un serio estu- dio. Su existencia en el Tamarugal y las circunstancias en que se hallan, pueden producir notables resultados y consecuencias, respecto á las teorías, ya. aceptadas por los sabios, á cerca de la y costra, Ó copas sobrepuestas de la tierra, - Hasta aquí la carta que dirigí á la Escuela de Minas. > Todos estos documentos se publicaron en el periódico 47 o» Pais, con fecha 15 de Abril de 1886, agregando lo siguiente: “Hace pocos días que he vuelto á escribir al Sr. Director E Flower, sobre la osamenta anterior. También he escrito al Sr. Clement R. Markham por cuyo conducto mandé los huesos, pi- diendo mayores detalles y cualquiera pormenor sobre un ani- mal de tan colosales proporciones, que ha vivido, al parecer, hasta hace poco en las Pampas del Tamarugal, y que merece lla- mar la atención de los jóvenes estudiantes de Zoología. he. “El Zeptocephalum ha vivido en los campos del Paraguay y en E. Tarija, de donde sus huesos fósiles han sido extraídos en nota- : bles cantidades; pero la existencia de este animal, pasando nues- tras altísimas cordilleras, donde no ha crecido jamás el sustento idóneo para su alimentación; y la existencia de las osamentas, 20 fósiles, sino de reciente data, merecerá, á no dudarlo, sérios estu- dios á los sabios de Europa, á cuyo ilustrado examen he some- ES tido esa, á mi ver, grave é importante cuestión geológica. —Mo- 03 desto Basadre.” - Tal fué el artículo correspondencia que hice publicar, como he dicho, en “El País”, de fecha Abril 13 de 1886. Algunas osamentas mandé al Museo de Berlín por conducto del Sr. Sokoloski comerciante de ésta: ignoro si han llegado á su destino. Las osamentas remitidas 4 Londres y Berlín han sido halladas en los terrenos de la Cabrería y en los cantones del Sr. - D. Domingo Lecaros en el punto llamado Cuminalla. En la Pampa del Tamarugal han existido grandes bosques de tama- rugos, nombre local del algarrobo (4/2a7 0074 y Candulosa de - los Botánicos) con cuyas hojas y vainillas se han mantenido los Scelidotherdum que han vivido allí, y cuyos restos asóMbran e IO hoy por muchos motivos á los hombres de ciencia. En los des-- pojos naturales de esos animales se han hallado las semillas del algarrobo, lo cual demuestra haber sido ellas parte de su ali- mentación. El Sce/2dotherzum ha existido en los campos de Ta- rija (Bolivia); allí, con frecuencia, se encuentran sus osamentas. ¿El Scelidotherium ha emigrado en épocas remotas de Tarija á Tarapacá? ¿Es autóctono de las Pampas del Tamarugal? Hé aquí preguntas de dificilísima solución. De los campos de Tarija (Bolivia) hay como seis grados de longitud, pero la dificultad, la imposibilidad, quizás, de emigrar un animal de Tarija 4 Tarapa- cá, no consiste solo en la enorme distancia de un punto á otro, sino también en la completa carencia de materiales de alimenta- ción. El Scel2dotherzum ha sido animal herbívoro y, como los perezosos actuales, se ha mantenido con los brotes de los árbo- les y de sus frutas y semillas. Saliendo de Tarija, rumbo á Tarapacá, á corta distancia se en- cuentran los páramos de la cordillera de los Andes, que carecen por completo de toda arboleda, sin tener en cuenta lo dificulto-. so que les sería á los animales de esta familia el moverse de un punto á otro, dadas sus condiciones orgánicas. El estado actual de los conocimientos científicos no nos per- mite asegurar, como algunos autores pretenden, que en épocas muy remotas los Andes no han tenido su actual elevadísima al- tura, y que, por consiguiente, en esas épocas remotas, han podi- do hallarse esos hoy páramos en condiciones climatéricas muy convenientes para la producción de árboles y flores tropicales, permitiendo á animales como el Scel2dother¿um, emigrar Ó tras- ladarse paulatinamente de una comarca como Tarija á otra en iguales favorables condiciones como Tarapacá. Algunos auto- res Opinan que los Andes se elevaron 4 sus alturas actuales en la época Terciaria 6 Cuaternaria, época del Scelidotherium, y que este animal y sus congéneres han podido pasar del Brasil y: Argentina al Perú. Algo comprueba este orden de ideas, el encontrarse en pun- tos centrales del Perú, como Ayacucho y Jauja, conchas fósiles al parecer de la familia Car diu, que existen depositadas ac- tualmente en el naciente museo de la Sociedad Geográfica de Lima, obsequiadas por el Dr. Cancino y el Sr. Agustín Puente, conchas que, como es bien comprobado, solo han vivido]y viven aún en los mares. E No pretendemos poseer los suficientes conocimientos cientí- ficos, ¿ara 'terciar en estas gravísimas é importantes cuestiones: ds cs Ea A exponemos simplemente nuestras ideas sobre ellas, con la con- vicción de que algún día los amantes de la ciencia, hallarán una solución á tan importantes cuestiones. Lo especial del hallazgo de las osamentas del Scel2dotherzum en Tarapacá, consiste en ser esas csamentas únicas en todo el te- rritorio peruano, y de pertenecer á un animal el más grande y colosal que ha existido en todo el territorio. Otras circunstan- cias muy notables son: el estado de esas osamentas encontradas casi en la superficie de la tierra; la perfecta conservación en que se hallan y el tener uno de los femur pegado con un pedazo de cuero grueso con largas cerdas. Este cuero y cerdas nos ha- ce creer que este animal ha vivido en Tarapacá hasta una épo- ca muy moderna, pues de otro modo ni el cuero ni las cerdas existirían. Osamentas de animales que han vivido hace cien años no se hallan en tan perfecto, ó digamos fresco estado. Otra circunstancia notable en la osamenta remitida á Londres, es el hecho de ser formadas las epzctrocleas de puro marfil. Las epzc- trocleas son esa parte del hueso del femur que juega con la ca- beza de la Zibza teniendo ambas hendiduras. Ese marfil no lo he visto en ninguna otra clase de osamentas antiguas Ó modernas. MoDbEsto BASADRE. e La Sociedad Geográfica de Lima en la Exposición Nacional de 1892. En conmemoración del 4.? centenario del descubrimiento de América, el H. Concejo Provincial de Lima organizó un certa- men nacional en el Palacio de la Exposición, en , el que también tomó parte la Sociedad Geográfica, con una instalación si bien sencilla, adecuada al menos para el objeto, cual era revelar al país los trabajos propios de la institución, la marcha próspera que sigue merced á la protección del Gobierno, y, más que todo, lo mucho que el Perú debe esperar de Sociedades de este géne- ro, tanto en el orden comercial, como en el administrativo. El jurado encargado de discernir los premios, concedió una medalla de oro á la Sociedad Geográfica por su instalación, y otra de plata al cartógrafo de ella "Sr. Rafael E, Baluarte, por sus trabajos ahí exhibidos, entre los que llamó mucho la aten» — Mi ción un espléndido mapa histórico del Imperio de los Incas, ó Tahuantin-Suyu, desde su fundación hasta Huayna-Ccapac, La medalla otorgada á la Sociedad, fué acompañada del si- . guiente diploma: Exposición Nacional de 1892. EL HONORABLE CONCEJO PROVINCIAL DE LIMA, Premia con una medalla de oro á la Sovtedad Geográ- fica, por ser la primera Institución Nacional de su: clase y por la importancia alcanzada que ha puesto de mant- fiesto con motivo de la Exposición Nacional de 1892. Para que conste se € xbide el presente diploma. Lima, á los cinco días del mes de Marzo de 1893 + El Alcalde . JUAN REVOREDO. El Secretario PEDRO DE OSMA. A continuación publicamos | la nota con que hicieron entrega de la instalación, los socios señores Dr. D. Enrique Perla y Dr, D. Felipe de Osma y Pardo, comisionados por la Sociedad con tal objeto: Lima, Enero 23 de 1893. Señor Presidente de la Sociedad Geográfica de Lima. Señor Presidente: Honrados por la Junta Directiva con la comisión que se dig- nó confiarnos, de instalar la representación de: nuestra Sociedad en la Exposición Nacional: de Lima, y deseosos de realizar los sentimientos con que accedió á la empeñosa invitación de nues- tra Honorable Municipalidad para ese concurso, hemos consa- grado todo nuestro celo y esfuerzos, sin reserva alguna, para co- responder á la confianza con que se nos favoreció; y aunque con atraso inevitable, nos cabe la satisfacción de entregar AL fin 7 A A LS AAA ; RO v ' » , E icon esa instalación, rogando 4 la Junta excuse, con toda su benevos lencia, los defectos que habrá de encontrar en ella por la im- perfección con que se representa “la Sociedad Geográfica de Lima.” Teniendo presente el rol que corresponde á nuestra Sociedad, entre las instituciones científicas; el alcance y elevación de sus fines, en orden al progreso general del país; su importancia, com- probada ya, en la práctica, por sus servicios prestados en el or- den oficial y en el especulativo de la Ciencia, que hacen conocer el impulso que la Estadística,la Industria y la Riqueza, deben esperar de ella en la República; se percibe fácilmente el tipo especial y la severidad que debe distinguir á esta sección, entre las que concurren en el Palacio á manifestar los elementos inte- lectuales, industriales y naturales del Perú; y celosa como es nuestra Junta del brillo de muestro nombre Nacional, tánto como del prestigio que ha sabido conquistar para nuestra na- ciente institución, habría querido que nuestra exhibición llenase, con toda estrictez, las severas reglas y condiciones necesarias en su forma y detalles, para ser la fiel expresión de la idea que de- be definir; y asimismo, habría querido que la profusión de sus objetos estuviese á la altura de su ambición. Todas estas consideraciones han pesado en nuestro ánimo; y bajo su estímulo, acaso, habríamos podido salvar mejor nuestra imcompetencia, si la escasez de nuestro material, que comienza á formarse, la limitación de nuestros recursos, insuficientes para las exigencias de nuestras necesidades ordinarias, las aflictivas circunstancias pecuniarias del país y la estrechez del tiempo que se nos señaló, complicada con causas propias de la Administra- ción del Palacio, no se hubiesen opuesto, como inconvenientes y dificultades invencibles. -No obstante todo, nuestra obra ha podido terminarse median te los elementos que nos fué preciso reunir con las dificultades y costos inevitables, en un punto que fuera de los céntros de provisión representan un cúmulo de gastos, de violencias y de tiempo, lastimosamente perdido con contrariedades, que «sólo aprecia el que 'se encuentra forzado á ver aplazarse, cada vez, para el siguiente día, un sencillísimo plan oportunamente trazas do, con sujeción al escaso tiempo y limitados recursos de que se disponía, cuando la Sociedad resolvió su concurso en vísperas del 11 de Diciembre, en que se inauguró la Exposición. Así nos ha sido, pues, inevitable ver en atraso nuestra instala» E. ción y entregarla pobre en su plan y desgraciada en susforma, 13, , Esa instalación no dá, ciertamente, el mejor lucimiento y brillo 4 nuestra Sociedad; mas como el mérito de esta no depen- de de formas ni de elementos de agena belleza, luce ahí como preciosa joya á pesar de su grotesco engaste; y su luz resplan- dece como la de poderoso foco, 4 través de toda sombra. Para el ojo del observador que gusta más del arte y de la ele- gancia que de los* tesoros de la Ciencia y del trabajo, esta será una sección, apenas digna de ocupar el vestíbulo en que se. en- cuentra, allá en el fondo del Palacio; mas, para el que se interesa por el dominio de la Ciencia en el Perú, por el imperio de sus principios en la marcha social y del Estado y para el que reco- nozca en esta institución un agente poderoso del progreso, que mediante el estudio de nuestro suelo y de nuestras riquezas, los señala como los campos que las Ciencias de aplicación y la In- dustria tienen en el Perú para derramar la abundancia en nues- tros pueblos, permitiéndoles llamar á su goce fraternal. al mun- do entero, esta exhibición tendrá un interés bien diferente: verá en ella lo interesante de sus trabajos y lo importante de sus es- fuerzos; no contemplará, es cierto, gran acopio de producciones, porque la Sociedad comienza la vida, y hasta la fuente más fe- cunda necesita de tiempo para derramar sus frutos; pero la verá como á un niño cuya vigorosa robustez y precocidad, demostra- da por sus publicaciones, por sus trabajos realizados, por sus obras en ejecución é iniciadas, se ha conquistado el interés na- cional, la consideración de estadistas, publicistas y notables so- ciedades del mundo científico; y así lo estimará, al examinar sus 13 números del Boletín, llenos de interés por sus artículos espe- ciales, por sus estudios de nuestros mares, de nuestros lagos, de nuestros ríos, de nuestro litoral, de nuestras montañas, de nues- tros climas, de nuestras producciones, de nuestra estadística, de nuestra arqueología, y por sus ilustraciones; al juzgar la impor- tancia de las notables conferencias é informes que registran sus anales; al examinar sus trabajos sobre las secciones del mapa Raimondi, los croquis de diversos estudios, las cartas construí- das, entre las que el visitante inteligente aplaude hoy, con grata sorpresa, los preciosos trabajos de nuestro dibujante geógrafo señor Baluarte; especialmente el croquis de la región del Pichis, el del trayecto de Ayacucho á Pelechuco y sobre todo la mag- nífica y original Carta del Imperio de los Incas, construída es- pecialmente para esta Exposición, en la que rivaliza el mérito geográfico con el del dibujo cartográfico, digno de la mano más diestratdel primer artista; al examinar nuestras preciosas cartas b ets e A SB A AAA e E tds 4 PR e A ros! A O bl ADA , ¿ EDO .en relieve del lago Titicaca y la de la región limítrofe con la República de Bolivia y luego habrá de comprender toda la uti- lidad de la colección de vistas de lugares, de ciudades de habi- tantes, y de las distintas secciones y regiones de la República, en las que llaman notablemente la atención las del archivo Rai- mondi, clasificadas por departamentos y entre éstos los de las regiones del Ucayali y del Amazonas. Si gusta de las notables antigúedades incáicas y preincáicas, inspirará su interés la con- templación de las ruinas de Sacsahuaman, de Pachacamac, de Pativilca, de Huánuco Viejo, de Cuelap y otras secundarias de distintas provincias; si le interesa la topografía, apreciará la de distintos lugares en cartas y vistas, y muy especialmente en las que se refieren á la atrevida obra del Ferrocarril Trasandino, en las secciones de San Mateo, Infiernillo y Puente de Verrugas, etc. etc, así como las cartas del valle de Lima. Si el observador inteligente presta atención á los documentos antiguos, podrá complacerse en las cartas, planos y memorias descriptivas de distintos puntos del Perú, de Bolivia, de Chile; y entre aqueilos los referentes á demarcaciones establecidas en la.época del coloniaje, las cartas militares de la guerra de la In- dependencia y otros de notable interés. Si trata de examinar tesoros de ese órden, creemos que el más exigente bibliógrafo quedará complacido ante la monumental Geografía Blaviana, en 10 tomos, folio mayor, lujosísima edi- ción de 1658 á 1672, y el Atlas de Sansón, en 2 tomos, de ma- yor porte, edición de 1696: monumentos científicos, históricos, cartográficos, tipográficos y artísticos: tesoros inestimables que harían la codicia de las bibliotecas del Escorial, de Ste. Géne- vieve y de la de Viena. De otro lado, si el visitante se interesa por el prestigio de la Sociedad, creemos que no llevará mala idea de él al juzgarlo por la serie de los boletines enviados, en canje unos y oficiosamente otros, por las distintas sociedades en relación con la nuestra, y cuya razón se ofrece á los visitantes en el cuaderno preparado para darles á conocer nuestra sociedad, desde las leyes y decre- tos de su creación hasta la indicación de sus trabajos. Si un sentimiento apasionado por nuestra Sociedad no extra- vía nuestro pensamiento, creemos poder sostener que de las sec- ciones que concurren á esta, Exposición Nacional, rara será la que iguale á la nuestra en riquezas semejantes; y en esta espe- cialidad estará nuestro triunfo: triunfo que obligará una vez más el aplauso y la gratitud que nuestra Sociedad y aun el país de- — 100 — ben, al actual Presidente de ésta; porque es él quien lo habrá * procurado, con su amor y con su celo infatigable por esta ins- titución que inició y á la que viene colocando 4 la altura en que se encuentra; promoviendo, secundando y realizando sus labo- res; solicitando y obteniendo.cuanto la enriquece. Pedimos excusa por estos conceptos que emitimos á pesar de las consideraciones que debemos á su modestia, señor Presiden- te, y á la severidad de nuestro carácter; pero la justicia, la mi- sión que cumplimos o el interés por nuestra Sociedad: nos obli- gan á expresarlos aquí. A la instalación de que hacemos referencia, arreglada en la forma de un gabinete, se agregaba la de una sección de Geo- erafía-Botánica, formada por la representación de dos monta- ñas, colocadas separadamente una en cada uno de los vestíbulos de las escalas fronterizas, en el recinto que ocupa la Sociedad; montañas que figurando porciones de los Andes, de sus picos de nieves eternas, debida y fielmente representados, descendían: la de la derecha como las faldas cisandinas, hasta la costa, en que se distinguirían los desiertos de arena y los valles; y la de la iz- quierda como las trasandinas que se dilatan en las regiones flu- viales. En esas representaciones y en las alturas respectivas de- bían colocarse las plantas originarias del Perú, correspondien- tes á los distintos climas de esos niveles. Para el efecto había- mos reunidos bajo el inteligente concurso y elección del señor - don Alberto Gadea, las plantas del caso que se encuentran en los jardines de la Exposición, habíamos solicitado las del jardín Botánico y nos habíamos procurado algunas de nuestras punas inmediatas. Esas plantas debidamente clasificadas iban á ser colocadas y marcadas consu nomenclatura correspondiente, cuando un fatal impedimento del señor Gadea, que demoró la conclusión, origi- nó el que uno de los señores de la comisión encargada del Pa- lacio hiciera destruir todo aquel trabajo y retirar del lugar los materiales de que nos habíamos servido, dejando sólo las plan- tas tal cual se encontraban para ser colocadas en sus respectivos > lugares. : e Este incidente priva á nuestra Sociedad de una de las exhibi- ciones con las que habría hecho notar más la importancia y am- plitud de los servicios que puede prestar al país: exhibiciones, que, á su vez, le habría permitido ser útilal Jardín Botánico, haciendé-conocer sus servicios y aún habría dado lugar á hacer o AER nd a — 101 — notar mejorla presencia del observatorio Unánue, cuyos cua- dros tenían ahí su puesto irremplazable. Habiendo servido como material para aquella representación las ramas, hojas y muzgos cortados en los parques, parece que el temor de un incendio, en el caso de que ese material se seca- se Ó el de los efectos de las emanaciones del ácido carbónico, antes de esa época, determinó aquella inconsulta é infundada medida; pues teníamos provisto todo caso. Con aquel motivo, la Sociedad ha perdido este medio de ha- cer palpar uno de sus fines, y de dejar sentir su acción interesa- da por instituciones como la del Jardín Botánico, Academia de Medicina y Observatorio, con las que no puede tener sino estre- chos vínculos. : Cumplida nuestra misión, ponemos á disposición de la Junta la obra ejecutada; y á fin de hacer la entrega formal que requie- re, dejamos en Secretaría el catálogo de los objetos, y tan luego como la Honorable Municipalidad cubra la parte de los gastos que le son imputables, y que, con los fondos así obtenidos ter- minemos el pago de operarios y cuentas aún pendientes, apesar de los suplementos que nos ha sido grato hacer, presentaremos la cuenta que demuestre la inversión de los fondos de ia Socie- dad y el monto de sus desembolsos. Creeríamos faltar á un deber, si antes de terminar no mani- festásemos á la Junta, que debe su reconocimiento y aplauso al cuerpo de empleados que encabeza en el Palacio, el Administra- dor señor Graña, á quien tanto debe el éxito de la Exposición Nacional y cuya inteligencia y empeñosa voluntad, como la de sus empleados, ha secundado tanto nuestra labor. Con sentimientos de nuestra mayor consideración, somos de Ud. señor Presidente, atentos y seguros servidores. ¿ENRIQUE PERLA. FELIPE DE Osma Y PARDO. PEO A A AAáA AAA Posición del Observatorio Meteorológico '“Unánue.” Habiendo solicitado el Sr. Director del Observatorio Meteo- rológico “Unánue” la cooperación de la Escuela de Ingenieros para fijar la posición de aquella Oficina, la Escuela acceatendo e A e ZU — gustosa, como siempre que se le ha pedido su concurso para al- eo de utilidad pública, comisionó al Sr. Profesor de Topografía y Geodesia, Ingeniero D. Feoerico VILLAREAL, para que en unión de los alumnos del primer año de Topografía ejecutase dicho trabajo, como uno de los estudios prácticos de vacaciones - que, por prescripción reglamentaria, deben efectuarse al termi- nar el año escolar; y en efecto, este trabajo se ha llevado á cabo con éxito satisfactorio por.el Sr. VILLAREAL, á quien se asoció el Ingeniero de Estado Sr. D. E. E. SiLGaADo, antiguo alumno de la E. E. de €. C. y de Minas de Lima, á insinuación del Di- rector del Observatorio. Hé aquí el correspondiente informe del Ingeniero Sk, VILLA- REAL, Sr. Director: Cumpliendo la comisión que US. me encomendó, para que fijara la posición del Observatorio Meteorológico “Unánue”, como complemento de los trabajos de vacaciones que están ha- ciendo los alumnos de primer año de Topografía, he ejecutado la correspondiente nivelación, las operaciones topográficas y ob- servaciones astronómicas en unión de los alumnos y del Inge- niero Sr, SILGADO, antiguo alumno de la Escuela, el que bonda- dosamente quiso acompañarnos. Nivelación.— Como en el año 1889 se determinó en la época de vacaciones por nuestra Escuela la altura de Viterbo, median- te una nivelación desde las orillas del Pacífico en el Callao has- ta la tornamesa de la Estación de Viterbo del ferrocarril trasan- dino, (1) encontrándose en la última 159,47 m sobre el nivel del mar, he tomado como punto de partida la expresada torna- mesa, llevándose la nivelación hasta el piso inferior del Obser-- vatorio, encontrándose lo siguiente: Ñ Nivel francés Tavernier Garet....... 158,80 12 VILL. Id Id es E tos 159,324) 008 UE Nivel americano Gurley.......... 2 RO ANAIS Id Id AS AO 158558 ad; Término medio 158 54 m (1) Este trabajo fué ejecutado por el Ingeniero Profesor de Topografía y Greo- desias Secretario de la Escuela, Sr. Dy. Ocravro Parbo. Para mayores detalles véasf el Boletín T, VI págs. 77 y 78.—R. R: — 103 — Aunque el error probable de una nivelación á cortos interva- los es un milímetro por kilómetro y la distancia nivelada de Vi.- terbo al Observatorio solo es de unos 1,500 metros, puede ad- mitirse el término medio deducido, porque solo se ha apreciado al centímetro y han sido distantes las estaciones; además el tér- mino medio del nivel francés es 158,565 1m y del americano | 158,525 m diferenciándose en 4 centímetros v lo natural es to- y mar el promedio de esos resultados, lo que da 158 54 yz para la altura del piso inferior del Observatorio “Unánue” sobre el ni- vel del mar, suponiendo que este nivel se encuentra 2 metros - bajo el muro del Dársena, en donde atracan los vapores. La ni- 2 velación se ejecutó el 29 y 30 de Marzo, siendo la primera que practican los actuales alumnos. e? Operación topográfica.— Para determinar la latitud y longi- tud del Observatorio, era preciso conocer la distancia horizontal entre la Torre Sur de la Catedral y el centro de dicho Observa- torio, para calcular la diferencia de coordenadas geográficas: con este objeto se buscó el punto 4 enfrente del cuartel de Barbo- nes y el 5 detrás del hospital Dos de Mayo, de donde se divi- saban los puntos, cuya distancia se quería medir. Como la base 2 AB estaba interrumpida por edificios se tomó otra base a 6 de donde se distinguían A y £. $ El que suscribe midió los ángulos en A y a y el Sr. SiLGaDO en L y 0, obteniéndose: E AuB= 158 46' 30” VILL. Ba b= 30%48. 0” VILL. A ADO: => 09%20" 30. Td. BOTA LL ESA: 20. SILG. Abaz= 1353 40” SIG... abb= 25390 o” ld. El primer triángalo da 40 segundos de más y el segundo 1 20”, lo que está dentro de la aproximación de los teodolitos; los - errores se distribuyeron igualmente en los tres ángulos. La base a 6 fué medida cuatro veces por los alumnos, encontrándose 123,50 m; 122,60 m; 122 m; 122,60 metros. Se rechazó el primero por diferenciarse mucho de los otros tres, cuyo promedio es 122,40 m. La nivelación de esta base in- dicó en la mira en a 0,43 m y en 6 2,91 m, lo que da para la pro- yección horizontal de la base 122,37 m, Con estos datos se obtiene para la base 4 B 418,61 m; 418,57 om: 418,05 m; 418,56 m cuyo promedio es 418,575 m,. El que suscribe, con un teodolito de un minuto de aproxima- ción, encontró en A los ángulos a 4 7=47" 46' 30" y a A O= 9 3' 30", El Sr. SiLeapo con un teodolito de 20” de aproxima» — 104 — ción, midió 6 4 7=43" y' 20" y 6 BO=81" 27”, Con esta me- dida y la base calculada resulta para O 7'los cuatro valores si- guientes 1 406,8 m; 1 406,9 12; 1 406,9 m; 1 407 m, cuyo prome- dio es 1 406.9 m. Tal es la distancia de la Torre Sur de la Ca- tedral al centro del observatorio “Unánue.” Observaciones astronómicas, — Habiéndose medido el 30 de Marzo la distancia de la Torre al Observatorio, se procedió el 2 - de Abril solamente por el que suscribe, á determinar el meri- diano en «a por alturas correspondientes del Sol, ejecutando las cuatro series siguientes. ALTURA 43” 22' ALTURA 47” 26' . ad Coal e AN a 9" 28% 175. 2. y 200 AA 00 LAO 208" 28' 9 OSA IS 205" 55 22 7D O 17 72 40% 51 Pp. AGO 57, gh pg eN E 67" O 2h 43” 1O* a 69* 26 125 5016 1370558) ES 1377 58) ALTURA 48% 56' ALTURA 50” 51' 9% 3305 ao A 2 nan 9% 40% 6% 2.) 0.0203 M0 g" 205 Ez a 204* 53 or 42m 295 ES 203" 24' RA PA OS sn 2 25% 437 pa 21 aa OPS 70” 36 A IO 71 IE 122 05m 10" 137% 53 LA das 13753 El promedio de los ángulos que hacía la base a ¿4 con los pla- nos verticales, que pasaban por los bordes del Sol es, en las cua- tro series de observaciones, de 137% 53' Haciendo la corrección del medio día con los tiempos observados, resulta: 2' 46"; Y 50”; 2' 44" y 2' 17” para la variación de la declinación del Sol duran- te la semi-observación, lo que arroja las correcciones 4' 7” 6; 4' 3", 4' 1” 5y 3 59" 8 y la posición del meridiano en el punto a. con respecto á la base a 6 es la siguiente : 137 48 52 4 137” 48" 57 137 48 58 5 137 49 0” 2 e Ús ne Prom, 137% 48" 57” Agregando los ángulos a 6 b = 236” 26' 6”,4 PB O=81* 27 y B 0 7=116' 30' 37” y restando tres veces 180” resultan 32? 12 40” para el ángulo 70, que hace la visual que vá del Ob», é ÓN ¿de pr. — 105 — servatorio «Unánue» á la Torre de la Catedral con el meridia . no/VS, TT. Torre Sur de la Catedral.---O, Observatorio «UNAÁNUE,» Longitud y latitud. —Proyectando la distancia de 1 406,9 72 sobre el meridiano, se obtienen 1190 36 mm y dividendo por 30,729 m2, resultan 38” Y para.la diferiencia de latitud; proyec- tando sobre la perpendicular al meridiano se encuentran 749 95 m y dividiendo por 30,2332 »z, resultan 24” 8 para la diferencia de longitud. , Torre S.de Catedral 12% 3 5 8 lat. S.—79* 21' 30" long. O. Diferencias AN -- 24”8 long. O. Observatorio “Unanue” 12" 344” 5 lat. S.—79" 21" 5” 2 long. O. Se ha tomado para la longitud de la Torre S. de la Catedral 79* 21' 30”, que indicó el señor FoLk1eErskI en el curso de Geo- desia que dictó en nuestra Escuela, porque los 79* 22 42” que dá el Conocimiento de los Tiempos es exagerada, colocando á esta Capital 1' 12” más al Oeste de lo que realmente está. Declinación de la brúzula.—Aprovechando de la actual deter- minación, quise medir la declinación de la brújula y el señor SiLGADO tomó el 30 de Marzo y el 2 de Abril el rumbo magréti- co del alineamiento 24. Colocándose en B, encontró 3350 15' 20”, contando hacia el Este Ó sea 24” 44' 40” al Oeste. Como hemos hallado 137* 48! 57", agregando el ángulo a ó B=236" 26' 6" y quitando dos veces 180”, tenemos paraóyl rum- 14, — 106 — bo verdadero del alineamiento 2 6 contando al Oeste, 14% 15 3" luego: Rumbo magnético... ... 240 44 go” Rumbo astronómico.... 147 LEI Declinación al Este. 1020-43 En conclusión, tenemos para el Observatorio: Latitud Sur A: OE OT 12 AO Longitud Dee. e pa : TOMAR WA TE Altura SODIO CARAD CR. 158,54m Distancia de la torre Sur aia e 1406, ge Angulo que hace el Norte con esa visual contando al Oeste: sir aa 2322 1123.49), Declinación de la brújula al Este......... 10% 20-987 Queda así terminada, señor Director, la comisión que se me encomendó. F. VILLAREAL. (De EL BoLeTIN DE Minas, Año 1X, Núm. II.) ————DO A Cuadro de diversas velocidades"expresadas en metros por segundo, SEGÚN JAMES JAKSON, Velocidad en metros por segundo. Crecimiento de las uñaS.......... e SEAN L .... 0,000 000 002 Retroceso de la caída del Niágara Rivera Canaden-, se, según Bogarl o.) os E A br A 0,000 000 021 Progresión de las dunas del cabo Batteras, según J. ROSPEArS0i 1 A EI IE 0,000 002 7 Crecimiento del cogollo ó estipa del Agave america- ña, según Richard io iio a BUE lA 0,000 006 4. Crecimiento del Bambú (Bambusa phlyllostachis matis) según Bordier e . 0,000 007 2 Progresión máxima del Mar de Hielo, según Tyndall- 0,000 009 Y Traslación del polo magnético, observado de 03 á 1879, según Schwatkas) rior (00000791644, Marcha de la P% tylloxera vastatrix, según Pichot.. ¿OOO EZ Movimiento progresivo de un gran glaciar de Groe- ¿ondia durante el OS según Care Ryder... 0,000 37 — 107 — Circulación de la sangre en la cola de un renacuajo, según Mangón. JA e O A AS. + Circulación de la sangre en los capilares de la retina del hombre, según Mangón A CO O O O A Velocidad ascendente de la marea en San Malo, ye > para una marea de 13 m. 33, según Heurtaut. XA Erngresión de. un Catácol! terrestre 0er E: Aproximación (?) de la Tierra al Sol (1)............ Combustión de la pólvora de guerra al aire libre, A a o a AO CAM Mos. Lectura de un texto Corriente c.0ooocoocoooo cc 0o. o Velocidad de una corriente de agua, depositando e A e O E A 3 Velocidad ascendente de un peón subiendo una mon- A a de a cto lso Eo 0,08 á 8 Velocidad de una corriente de agua, depositando ar- E. CUESTE aaa gala la oa are a E Velocidad ascendente de un hombre, subiendo una EEC co ... ........... . ......2—.—-.«-.. NANO RO ACCION O según Mangón...... O Pd Progresión dela anguila, según E. A Marey 4 d Movimiento antero posterior de las ondas del cuer- po dellazomiasegúm Marcy Velocidad de una corriente de agua depositando Ms arena fina SES O Arena ERES aaa y on Combustión de la pólvora en cl ínina de un cañón de erueso:calibre, según Castal.cniizc.... . Escape de la sangre de la aorta de un perro, según Mangón....... y ELLA Y a AR Velocidad de una corriente de agua depositando are- e. > -na del volumen de una nuez pequeña........ ES Velocidad de una “corriente de agua depositando 8 A a A AA dl Combustión del a/godón—pólvora no comprimido y 27 operando sin detonación, según Piobert.o,80 á Un hombre marchando al peso natural, 4 kilómetros == : DONDOFAM vb 2 Un hombre nadando, según Haggetiy gI m. 44 en 3 SONS UNOS qa ct aora ciao Pad ese e Caída de un cuerpo á la superficie de la Tuna, des- eo pués de un segundo de movimiento inicial... Un Motta al paso de marcha, 6 kilómetros por hora Vuelo del macho de un gusano de seda (Attacus pa- phia) según Pettigrew ¿ CORO AR ORO RTS RC “Velocidad máxima de una galera, según Forfait... Escape de la sangre en la arteria crural del perro 0,C09 50 0,000 75 » 0,001 11 0,001 5 0,003 0/013 0,038 0,06 -— 108 — Cometa de Halley, en su afeli0...........ooomommos. A Caída de un cuerpo á la superficie de Marte, des- pués de un segundo de movimiento inicial... 3,43 Trantíias de... A E TON 2 4 3,50 Velocidad con patines de natación, según Otto Lund 3,80 Río de curso rápido, según Surell ................ 4, Caída de un cuerpo á la superficie de Venus, des- pués de un segundo de movimiento inictial.. 4,41 Un hombre al paso (F. P. Murray), 804 m. 66 en 3 minutos, 2, 4B60UUdOS” Mao dro RAN 4,41 Descenso de la sonda en un mar profundo, según W y ville ThAdmson nO ya, ONE 4,57 Navío de g millas por hora (9X1852 metros)........ 4,63 Caída de un cuerpo á la superficie de Neptuno, des- pués de un segundo de movimiento inicial.. 4,67 Li Piragua vogando á remo, según Laing ............ 4,73 Caída de un cuerpo á la superficie de Mercurio, des- pués de un segundo de velocidad inicial..... 5,28 Velocidad máxima del tren de inauguración del ca- mino férreo de Manchester á EOS el 15 de Setrembre de 1830.20 e 5,36 Escape del humo por las chimeneas de gran altura.. 5,50 Velocidad de los botes de regata (Universidades de Oxford y Cambridge) el año 1873, 6,803 me- tros, en 19 minutos, 55 Seguldos. da eo tladn 5,79 Travesía enel río Mahari, de Touggourtá Biskra, en Enero de 1890, 106,5 kilómetros en 9 h. 12 m. 5,93 Viento ordinario de. leia eee IN e e AE sá O Marsoin (género Delfin), según La o AA ¡E Navío de 12 millas marinas por hora (12 X 1852 me- LOS) IN A 6,17 Ballena tranca onriroia dades inde Meda EMS ON 6,69 Ola de 30 metros de amplitud por una profundidad : de .300 MENOS recio a coa IIA e al 6,82 Vuelo ordinario de la mosca (musca domestica), según PettiBreW .2.. oleo egeoje eat d ela eaa 7,62 Viento propio para molinos de viento...... CANAS 7,62 Reno arrastrado UnitrEneo. A a » 8,40 Un buen puñetazo (velocidad del puño) DO AE 8,50 Navío de 17 millas por hora (17 X 1852 metros). . 8,75 Patinación con patines de ruedas. ..ooocooocoo.o o... 945 Caída de un cuerpo á la superficie de la tierra, des- E pués de un segundo de movimiento inicial. ROL Marchará pié, paso al trote. o rada ae 9,89 Velocidad de una rueda de molino en la periferia,... de 6,50 á LOS Brisariresca ¿00 dates o E A ¡LONA Caída de pn cuerpo á la superficie de Urano, des- puús de un segundo de movimiento inicial... 10,30 — 109 — Descenso de una colina con patines natatorios, se- DA AA EE, EE Caída de un cuerpo á la superficie de Saturno, des- pués de un segundo de movimiento inicial... as do uy Ia SOU ROZEt o o oa descaro oda Velocidad de un globo dirigible del comandante Re- nard, con relación al aire ambiente.......... Ensayo de cuadrisyclo sobre rieles de Pantin...... Peje torpedo lanzado por una torpedera........... AS llo AA AO Velocípedo (Char rón) de á 500 metros en 40 segun- Ensayo del torpedero español Arzete, 26,25 millas mo AA O Caballo al trote........ lo UA PRES AS Torrentes de los altos Alpes, según Surell......... Vuelo del pelícano, el ayudante del buitre, según A AN A do tae Lita e ro de 6,70 á mera zada ¡CON UErZA tad aa ea aa "Tren expreso, 60 kilómetros por hora ....i........ Vuelo de la codorniz, según Brevans...........-.. Morbo auto movible 2 to A yl Daba aran done. oe. cosido e Propagación de la marea producida por la erupción del volcán Krakaian en 27d > Ajrosto de 1883 Caída de un cuerpo á la superticie de l1 Tierra, des- pués de dos segundos de velociuad in:cial... Corriente de lava del Vesubio en 1805, según Velain monte Banday en el Japón el 15 de Julio de O IEA A A NO ER CETESO TADIDO dea de Velocidad máxima del pié de un hombre corriendo. Caída de un cuerpo á la superficie de Júpiter, des- pués de in segundo de movimiento inicial... Cartera demun paleo lebrero.. sida. dando Tren expreso inglés....... A EN RO Vuelo de una paloma viajera, según Gobin........ Vuelo del halcón ..... rar D ES malo a ISR, 7 Velocidad de traslación de un tifón en el Japón, el 8 de Octubre de 1873, según el R.P. Marc DE CNONES A E ARA O A de.28,,4 Velocidad media de las cajas de los tubos de tele- grafía neumática en Berlín, según Armengaud Torpedo lanzado por el cañón submarino de Ericsson Nuelo dellagulla. .isisccaoo 3 ES AMES Di Barca sobre patines, deslizándose en los ríos conge- lados dela América del Norte. .....<.0..... Torrente de lodo proveniente de la erupción del. — 110 — Caída de un cuerpo á la superficie de la Tierra, des- pués de haber recorrido 50 metros iniciales. . Velocidad de un bastón en el momento de dar un buen garrotazo, según Demeny.............. Huracán... 00 A ido RAN y Ola de tempestad en el Océano.......... O 200 Velocidad máxima del casco de un caballo galopan- do, á razón de m. 18. 713 por segundo....... Ensayo de un tren en la línea férrea de Jersey City a Filadelfia e AS e Caída de un cuerpo á la superficie de la Tierra, des- pués de recorrer 100 metros iniciales........ Huracán desarraigando árboles. foie Le Grandes ondas oceánicas, según ROSS... ...0........ Caída de un aereolito sobre la superficie de la Tie- rra: peso 1 kilógramo: forma cúbica, según John:Le Conte a A ON Cuatro palomas viajeras del conde Karolyi 1884: de Pesth á París. (1293 kilómetros en 7 horas)... Velocidad teórica de la periferia del volante de una máquina da Vapor. JR E O Vuelo de la mosca (musca domestica), máximo, según Pegar wd cade E ld IS Movimiento de traslación del huracán observado el 21 de Setiembre de 1881, de Cahors á Prade- lles, 104 Kttmetros.en una ao ase Caída de un aereolito del peso de un kilógramo y de forma esférica, según John Le Conte......... Caída de un cuerpo á la superficie de la Tierra, des- pués de haber recorrido 200 metros iniciales. Vuelo de una golondrina, según Spallanzani ....... Caída á la superficie de la tierra de un cuerpo, des- pués de haber recorrido 300 metros iniciales. Velocidad de la parte superior de las ruedas de un tren lanzado con la velocidad de 41.91 por SEGURO 2 id ra e a cc 0 UA e O ada ES ÓN Vuelo del Martín pescador, según Spallanzan! ..... Caída de un cuerpo á la superficie de la Tierra, des- pués de 10 segundos de movimiento inicial... Diferencia de velocidades entre las manchas de la banda ecuatorial de Júpiter, según Stanley WiNTams cia. da eE ode Ln eE dE Ciclón de Wallingford (en Connecticut), el 22 de Mar- zO de 1892 Segun HOZ Enae onda LO Do NA Movimientos de la atmósfera de Júpiter, según Den- ning, (mancha blanca ecuatorial) 21 de No- .viembre á 31 de Diciembre de 1885..:..:... Trasm¿sión de las sensaciones en los nervios del hom- DE TELA O co E 4 — 111 — Velocidad inicial de una bala de fusil de viento (com- POSO NEO AMÁBLETaS lo riscctóle ta dio + + oler 206, ” Bala de un obus, mortero de Bange (200 m m. ).. 215, Propagación de la marea debida al gran terremoto de Arica (13 de Agosto de 1868) de Arica á Honolulu, según von Hochstetter............ 227,38 Velocidad de un punto en la línea ecuatorial de Marte 244, ” Caída de un cuerpo de la superficie del Sol, después de un segundo de movimiento inicial........ 269,77 Propagación del movimiento de las mareas, en un Océano, cuva profundidad sea de 8.000 metros según ME lr cavas da 280, ” Propagación del choque de una explosión en arena FHimenarsooMnaMalletT. cdo coita ce 289,86 Velocidad de un punto situado en la latitud de París > (rotación al rededor del eje terrestre)........ 305, ” Velocidad media de la ola atmosférica debida á la explosión de Krakatao, el 27 de Agosto de 1583, según Werbcek curas. A A e 313,54 Velocidad del sonido en el aire libre seco á o” centí- y prados SE UM MO Me Eras Siria elas 0 e Ole 331,10 Chorro de vapor á la presión de 1.50 atmósferas, lan- O A ADA O Ted COS ES Velocidad inicial del obús mortero de Reffy (138 mm.) 380, ” : El aire á la presión de una atmósfera al escapar en E A o o e ALE PAN 398, r Piedras lanzadas por el Vesubio, según Vezian...... 400... J Velocidad de un E dsrecuadar terrestre... ie po ÓN Chorro de vapor á la presión de 3 atmósferas, esca- ; NS IA A ERES oe y Mutación del sistema solar, según Ubaghs.......... 522,85 3 Chorro de vapor á la presión de 5 atmósferas, esca- : k DINO ERE INAME rolas dl Uli o cede a e 502" Id. 4 la presión de una atmósfera, escapando en el PER AO A NC NO 582, ” . Velocidad inicial de la bala de un fusil de guerra, Heber Oia AI ea lata oa 620, - Ondas de un temblor propagándose por la Tierra (25 de Julio de 1855) de Viege á Strasburgo, SILO ML PE ANA SV Revolución de la Luna al rededor de la Tierra (apo- A RAS A A RO 970. Piedras lanzadas por el volcan de Tenerife, según E e E TEO TI RA A a A Velocidad inicial de una 'Bala de cañón (cañón Canet) 1013,” (1] La velocidad del sonido en el airé aumenta, á razón de 626 mm» por cada grado centígrado de elevación de temp>ratura. S = 112 = Velocidad del sonido en el cter sulfúrico 4 10 gra: dos centigrados.. te dis A si e Revolución de la Luna al rededer de la Tierra (pe- grados 40 armes le ele do. UN LU EE Id. en el agua á 8* 1 centígrado, según Sturm y Co- lado ion 4 a coa IATA A Enel mercurio 4.10” centigradost - 0. pa cion lioó id, Velocidad del gas lanzado de la probeta en la que Daubree hizo su experimento para probar el rol de los gases de los fenómenos geológicos de 1:400,.”.4 Velocidad del sonido en el ácido nítrico á 10” centí- gETadOs sempité o de.e deny reli tetoRta Doed ENCAIR NON UO Revolución del primer satélite de Marte (Phobos).. Velocidad del sonido en el agua saturada de amonía- CcO'Á IO" CEMtISFAdOS: in ore eee A IRO EE ler Ie Velocidad que sería preciso imprimirá un cuerpo para arrojarlo fuera de la atracción de la Luna, según La Place ..... A A A EC Velocidad molecular del gas de tonante (oxígeno é hidrógeno) según Berthelot. 0 atado. US Velocidad del sonido:en el estaño? e Velocidad orbitaria del satélite invisible de Procyon a del ¡Can menor) e A E Velocidad del-Sonido en la plata. eta pies Revolución del 4.” satélite de Urano (Oberon] ..... Velocidad del estrépito de un cartucho de melinita Movimiento propio telescópico de la Estrella Polar [« dela OsaiMenorl a ra eN Velocidad del sonido en los metales en fundición... Id. en el bronce y en la madera de encina.......... Velocidad teórica de una onda seismica en el grani- to compacto, según Ewing.........de 24504 Revolución del 8.” satélite de Saturno [Japet]...... Id. del 3er. satélite de Urano [Titania]............ Movimiento propio espectroscópico del sistema de Algol (4 de Perseo) según Vogel. ........mo.. Velocidad de un punto del Ecuador de Urano..... Velocidad del sonido en el cobre rojo ..,.. in? Id,¿id, en la.-madera de Daya nia o UA Revolysión del satélite de Neptun0, ¡0 oroommmvoroo — 113 — Velocidad del sonido en la madera del fresno y del AR AI E AA RN RS Revolución del 2.” satélite de Urano AMALIA Velocidad del sonido en la madera de tilo.. Vibraciones del terremoto de Charleston. 3 de Agosto de 1887, según Newcomb y C. E. Dut- A e o Ea dee e 2104 09> 0= AN OU AL Revolución de Neptuno alrededor del Sol.. Velocidad del sonido en la madera de pino. . Id. 1d: en el ferro, el acero y vidri0:.............. Revolución del 1er. satélite de Urano (Arie])...:... Explosión del algodón pólvora, según Abel y Nobel de 5 1804 Revolución del 7.* satélite de Saturno (Hyperión).. Explosión del almidón pólvora, según Berthelot de5 210,4 Movimiento propio telescópico de Aldebaran (u del | AOS e A A A II ls Velocidad del sonido en la madera de abeto, según CHAU. Mu des RN a lea de 5617, 4 Revolución del 6.* satélite de Saturno (Titan)...... Explosión de la dinamita en cartuchos, según Abel de 5928,” á Velocidad del sonido en la superficie del Sol, admi- - tiendo según Rosetti, una temperatura de ONDA CEA NAOS di a ad en o e Explosión de la panclastita en tubos, según Berthelot de 5 470, ” Explosión del algodón pólvora pulverizado y com: primido, según Berthelot........ dE OOR a Revolución de Urano alrededor del Sol....,. Explosión de la nitromanita granulada, según Berthe- LO ql as (e na a o OS EN la de 6908, ”á Revolucion del 4.” satélite de Júpiter (Calixto)... Revolución del satélite de « de Centauro........... Velocidad teórica de un cuerpo que llegaría al centro de la tierra, después de una caída de 19 minu- tos 10 segundos, según Flammarión.......... Revolución de Saturno alrededor del Sol.......... Movimiento propio telescópico de la Cabra (« del OO A O DO ica Mal dos Revolución del 5 satélite de Saturno (Rhea)....... Velocidad de un punto en el ecuador de Saturno... Revolución del zer. satélite de Júpiter (Ganímedes). Movimiento propio telescópico de Vega (a de la Lira) Revolución del 4.* satélite de Saturno (Dione)...... Velocidad que sería menester imprimir á un cuerpo, para proyectarlo fuera de la atracción de la tierra, según Flammarión . ESA, Ed AS 15, 4 896, 4 906, 5 100, 5 184, 5 390, * 5 440, 5 608, 5 703, 5 790, 5794, 5 807, 5877, 6 069, 6 398, 6 566, 6 591, 6658, 6672, 6 730, 7 686, 8 359, 8 963, 9 546, 9 594, 9 644, 9741, 10 802, 10 869, 11 000, 11 516, 700, Pe Es — 114 — Velocidad de un punto en el ecuador de Júpiter... 124913 Revolución de Júpiter alrededor del Sol... SU 12924, ” Revolución del zer. satélite de Saturno (Tetis) Lt 13 038,” Movimiento propio telescópico de Fedorenko 1831. LITIO Revolución del 2* satélite de Júpiter (Europa)....... 13 999, ” Revolución del 2.* satélite de Saturno (Encelada)... 14 568, ” Movimiento propio telescópico de. Altair (« del Aguila Nic o e dle EA 15041, ” Revolucion interna del anillo interior de Saturno... 1556470 Mutación del sistema solar hacia la constelación de Hércules, según Koevesligethy.............. 15 900, ” Movimiento propio espectroscópico de la nebulosa de Orión según Kecloarn óN +16 090, ” Revolución del 1er. satélite de Saturno (Mimas).. 16 425, ” Movimiento propio telescópico de Ghaph [£ de Ca- siop8a)”. do ao ee ON AO ENS 10724, 0% Id. id. de Cirio («4 del Can Mayor)... a AS 16 828, ” Revolución del 1er. satélite de Júpiter (Lo) AE 17070000" Bólido del 14 de Mayo de 1864: aereolito de Orgueil, según Ladssedat2. 4 e o OS 20000, ” Movimiento propio espectroscópico de la Cabra, se- gún Maunder: ma OPE +20 000, ” Movimiento propio telescópico de Procyon........ ZE Id. id. telescópico de « de Centauro, (1) según Elkin Deo de PES: Revolución de la periferia del anillo externo de Sa- LUTO o e O AA E Ai CN 23 37850 Revolución de Marte alrededor del Sol............ 23863, ” Revolución del satélite de la estrella N.”61 del Cisne 2 IN Movimiento propio telescópico de Talita (dde la Gran Osa) o EAN ae, EE AI 20 3095. Id. id. - “1d: “nde Casiopea ant uo OOO 26682, ” Id. id. espectroscópico de Regulo (4 del León), se- gún US o DE e de +19,000, ”á -+27 000, ” ld.. id. telescópico de FedorenkoMbA3:0... 02 .. 270185 M6 Ld.: id: de-Argelander Eliza ro A oi OE Revolución de la Tierra alrededor del Sol. ......... 29.516, * Movimiento propio telescópico del Argelander -- CEltzEn; 180007 - 210 arrasa a loe ON 31 081,4 Id. espectroscópico de Merak y de Phegda (£ y y de la Osa Mayor según HUSOS cacao de +27 000, ” á +34 000, Revolución de Venus alrededor del Sol........... 34 630, ” Movimiento propio espectroscópico de Sirio, según Hupgias 3. oo a A de e +-29 000, ”á +35 000,” 1 Id. id. de Béteigeuze (u de Orión) según Huggins 4-35 000, ” Id. id. telescópico de (p') de Ophiuchus...... 25d 35 410, ” 1) Ls, luz necesita más ó menos 4 años y medio para lid de esa dios que es la más cerca de nuestro planeta, — 115 — Maa telestópico la) del Dragón,....... 1000: Id. id. espectroscópico de Merak, según Maunder. Id. id. espectroscópico de Algieba (y de León), se- E MOSELA 0 ario de —35 000, ” á Movimiento propio espectroscópico de Sirio y de Castor ( « de Los Gemelos), según Maunder. . Id. id. espectroscópico de Markab (« del Pegaso), SEUA Si Maira dae, de Ena dada Revolución de la componente luminosa de Algol (ae encon Mosela dao iio eds Movimiento propio telescópico de Groombridge 34. Id. id. espectroscópico de Castor [u de Los Geme- los], según Huggins.......... de +37 000, ”á ld telescópico de Lalande 2,188 uds Revolución de Mercurio alrededor del Sol......... Movimiento propio espectroscópico de Régulo, se- E AO to AU leo EA O eos Id. id. espectroscópico de Aldebaran..... ...... Revolución del 5” satélite de Júpiter, según Barnard Aerolito de Pultusk caído el 30 de Enero de 1878, SISSI aclas 270 s aa Dad ada casics nte Ns Movimiento propio telescópico de Argelander--CElt- A E A E kuidas tclescópico del361,* dell Císdez. 0... Id. id. espectroscópico de Sirrah [« de Andróme- a (AE A a AA Id. id. espectroscópico de la Perla (« de la Coro- na Boreal), según: Maunder: ..0..0 eooomencoo ión - Id. id espectroscópico de Vega y de Arcturus (u del Boyero) segun Ma under Do gala ae e Bólido del 14 de Marzo de 1863 visible en toda la Europa Centralsy ¡Oocidentab. liado: Mouvimiento propio espectroscópico de Procyon se- CUNA ES ts ls UE een a ao Movimientos ordinarios de la atmósfera solar....... de 30000, ” á Movimiento propio espectroscópico de Déneb (« del Cisne sEsUR Mannder norton adrinberg ano Estrellas errantes, según Newton y Schiaparelli.... Ade 121000.) dl Bólido del 5 de Setiembre de 1868, según Tissot... Movimiento propio espectroscópico de Polux (f de los Gemelos), según Huggins............... Revolución de los dos componentes de Mizar + de la TAO E AOS o dd a Ad E Movimiento propio telescópico de Arcturus........ Id. Id. espectroscópico de Vega, según Huggins. de — 71000, "á ld de Arctarus; Secún Hugsis 36 178, +38 000, —39 000, +40 000, —40 000, 42 000, 43 037, +45 000, 46 697, 47 327, +48 000, +50 000, 52 426, 54.000, 55 284, 55 430, -—56 000, +-58 000, —-62 000, 63 000, +64 000, 65 000, —65 000, 71 000, 79 000, — 79 000, 80 450, 83 200, —87 000, —¿$ 000, — 116 — Bólido del 5 de setiembre de 1868 de Austria á Francia ys pa IS ye 8 iO Revolución del planeta de Algol, según Vogel. .... Revolución de los dos componentes de la Espiga (u dela Vian il Movimiento propio espectroscópico de Dubhe [« de - la Gran Osa], según Huggins de—74000, ” á Movimiento propio telescópico de Lalande 21,258.. Id. Id. espectroscópico de Algieba, según Maunder Id. Id. telescópico de e del Eridam, según Elkin. Id.=Id. telescópicade+ dela udia a Id. Id. telescópico v? del Eridano, según Gil..... Revolución de los dos componentes de Nath (£ del Cochéro), según: Vogel: genio da codi Movimiento propio telescópico de Lacaille 9352, se- Ta OI PS LO IA E MI LO Id. Id. espectroscópico de Beteigeuze, según Maun- o A RS O ero ASÍS dE Movimiento propio telescópico de Z del Tucan, se- gún El aca > PIO Cale a OE Id. Id. telescópico de Groombridge, 1830, según JE E ES UN E AL TA. Revolución del Satélite invisible de Sirio.......... Cometa'de Halley en peribello ur a e Tempestad de la atmósfera solar, según Fenyl...... Revolución del pequeño componente de £ de la Li- raisegún; Picker da ARAS ve El gran cometa de 1882 en su perihelio, según Schia- parella UN Diferencia de velocidad entre los dos componentes de la nueva estrella del Cochero (Diciembre de1891)/según TUS O El gran cometa de 1843 en su perihelio, según Vall - Velocidad que sería preciso comunicar á un cuerpo en la superficie del Sol, para proyectarlo fue- ra de la atracción solar, según Young y Flam- MArión elo a ALI E A Erupción solar, según: Seco da Revolución del satélite visible de Sirio........ ES Electricidad (hilo telegráfico submarino)........... Velocidad del sonido en la superficie del sol, (admi- tiendo según Secchi, una temperatura de diez millones de grados centígrados). ........... Ñ Corriente voltaica en un circuito telegráfico........ Corriente de inducción en un circuito telegráfico... Electricidad en un hilo telegráfico aere0.......... Velocidad del rastro de la cola del gran cometa de 88 000, 90 000, 90 100, — 97 000, 100 000, — 102 000, 103 000, 108 000, 111 000, 112 630, 117 000, +-121 000, 163 000, 333 000, 378 540, 393 009, 426 000, 480 000, 480 000, 500 000, 521 000, Y 608 000, 900 000, 1 229 900, 4 000 000, 6 269 000, 11 Ó90 000, 18 400 000, 36 000 000, 1343 en ,5u Perihelo cos eee RAS: + 169 000 000, a -- 117 — Relámpagos en una mancha solar, según Peters (Ná- A A RA 200 000 000, ” Wetocidad della nz en el agua). Loreto o icon 225 000 000, ” Welocidad dela Mduzentelimre. Une ic 300 000 ao, ” Corriente eléctrica emanada de la descarga de una botella de Leyde en un tubo de cobre de o m, A o A a AN 463 500 000, Debe advertirse, que algunas de las cifras consignadas no son rigurosamente matemáticas y que solo tienen por objeto, dar alguna idea. Las susceptibles de gran variación deben considerarse como máximas. La velocidad de la revolución de los planetas, y de sus satéli- tes se han calculado sobre la base de 148 250000 kilómetros, que es la distancia media que separa al sol de la tierra. El telescopio permite observar el movimiento de las estrellas en la superficie de la esfera celeste, mientras que el espectroscopio, solo permite descubrir la aproximación ó alejamiento de ellas á la Tierra. En la lista que precede, se marca la primera con el sig- no + y el segundo con el signo — : Combinando los movimientos propios telescópicos y espectros- cópicos, son raras las estrellas que dan paralelógramos, cuyos dia- onales marauen su velocidad efectiva. Por esto, puede atribuírse 7 las velocidades reales de la Cal ra, un valor aproximado de 22 099 metros por segundo £ 4 £s E Sirio E e 41000 “ Se Aldebaran “ se 51000 “ se se cs Procyon “ ye 68000 “ de p “ Vega “ “ 700007. ne de es A rctarus» si 113000 “ AIR Niza, 6 de Febrero de 1893. ¡q_AA AA AX Obitos. La Sociedad ha sufrido en el trascurso de pocos meses, dos pérdidas sensibles: la del Sr. Capitán de Navío D. Manuel I. Espinoza, socio activo, y la del Sr. Dr. D. Hipólito Sanchez Trujillo, presidente del Centro Geográfico de Arequipa. El señor Espinoza prestó útiles servicios al país en su carrera de marino, habiendo desempeñado el importante puesto de di- rector de la Escuela náutica de Paita hasta su fallecimiento. El señor Sánchez, desde su juventud, se dedicó con .Ydor al — 118 — estudio de la astronomía, en cuya ciencia era muy versado. Pu- blicó ahora tiempos un calendario que abrazaba hasta el año 2.000, y sus opiniones sobre aquella ciencia, fueron siempre res- petadas por la exactitud de sus cálculos. Ultimamente, con motivo de la instalación de los Centros Andinos, el Sr. Sánchez fué electo presidente del de Arequipa, cargo que apenas desempeñó por pocos días, pues la muerte vino á cortar el hilo de su existencia, cuando acaso se preparaba á organizar debidamente ese Centro, con el entusiasmo que le era característico en asuntos de esta clase. La Sociedad trasmite á sus lectores estas tristes nuevas, llena del más acerbo dolor. 7 T DES" Miscelánea. PremI0S MERECIDOS.— El Congreso de 1892, apreciando los méritos contraídos por los señores Clemente "R. Markham y Marcos Jimenez de la Espada, con sus importantes publicacio- nes sobre el Perú; y deseando manifestarlo así á dichos caballe- ros, dictó una ley en virtud de la cual, se concede á ambos un voto de gracias y una medalla de oro. Esta justa recompensa que el Congreso del Perú, ha discerni- do á tan eminentes americanistas, es motivo de -omplacencia para la Sociedad Geográfica de Lima, que se honra en contar entre sus miembros honorarios al Sr. Markham, y entre los co- rresponsales al Sr. Jimenez de la Espada. Reciban uno y otro las más sinceras y efusivas congratulacio- nes de parte de esta Sociedad. Nuevos socios.— Los siguientes han sido nombrados última- mente: Honorarzos.— Excmo. Señor D. Cesareo Fernandez Duro, Capitán de Navío y Académico de la Historia, residente en Ma- drid.— Excmo. Señor D. Justo Zaragoza, residente en Madrid. —Sr. D. Miguel Merino, Director del Observatorio Astronómi- co de Madrid. Corresponsales. — Sr. D. Angel Rodriguez de Quijano y Arroquia, residente en Madrid.-- Dr. D. Alejandro Deustua, en el Callao.— D. Víctor Eguiguren, en Piura.— D. Pastor Jimé- nes, es” Tacna, — D, Cárlos A. Hesse, en Iquique.— D. Santiá- — 119 — go 1. Barberena, en San Saivador.— D. Juan Bergelund, en el Desaguadero. Activos. — Dr. D. Eleodoro Romero.— D. Jorge Elster.— D. Agustín Espinoza. — La ExPEDICIÓN AL POLO DEL Dr. NANSEN.-— El Dr. Fridtjof Nansen con los miembros de su expedición, salió en el F'ram, de Cristiania, el sábado 24 de Junio á las doce y media del día. Inmensa multitud que llenaba los muelles dió 4 los expediciona- rios un sincero adiós, Como se sabe, la expedición lleva el intento de cruzar el area polar del norte, dirigiéndose á las islas de Nueva Siberia, lle- gando á una corriente que el Dr. Nansen crée se dirije á través de la región Artica en dirección de Greenland. El Fam hará escala en Bergen y en uno ó dos puertos de Noruega, con el objeto de tomar provisiones para cinco años. Cualquiera que sea la opinión sobre las teorías en que ha basado su plan el Dr. - Nansen y por aventurada que muchos juzguen su empresa, to- dos debemos desear á estos dignos descendientes de los valero- sos Normandos de antaño, el buen suceso que merecen. LA EXPEDICIÓN DEL SUB--TENIENTE PrEARY.—El Subteniente Peary salió de San Juan, Terranova, á principios de Julio, con dirección á la parte norte de Greenland, vía Smith Sound. Se dice que el principal objeto que lleva es el delinear la costa nor- te de Greenland Lleva consigo una partida de perros de Eskimo, ocho burros de Colorado, veinte palomas mensajeras, y provisiones para dos años, incluso tres toneladas de carne conservada.— (Del Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Londres.) EL CARALLO PRIMITIVO.— Los viajeros rusos Gregorio y Mi- guel Groum Gofimallo, aseguran haber encontrado manadas de caballos salvajes del tiempo primitivo en Zungaria, frontera oriental china en el Asia Central. Estos caballos no son á juicio de los viajeros rusos descendientes de razas domésticas, porque presentan todos los caractéres del cguzrus primitivo. Los viaje- ros lograron matar tres caballos que luego fueron disecados y remitidos al museo de San Petersburgo, : Así, pues, esta raza descubierta en el Asia Central, no debe compararse á la de los caballos salvajes de las pampas argenti- nas, pues éstos, como se sabe, descienden de caballos domésti- cos europeos que los españoles llevaron á esas regiones, > 0 ON PROFUNDIDADES DEL OCÉANO. —El vapor Relay ha encontrado entre los 20” y 30? S,, entre las costas del Perú y Chile, profun= didades de 7,632 metros, demostrando que en nuestras . costas. existen vendados abismos.— MoDEsTO BASADRE. A ue —<—_—— y JR , hi Ny É 7 Ed EA y ; ». > E 1% k ? Temperatura de Ica. + > E: 1 z DES Nuestro socio corresponsal en Ica, ¡Sr.D, Angel Divizzia, nos ha remitido el siguiente cuadro: : 1893 MARZO Días ||¡Máxima| Mínima| Media I 2 UB2 eS 28 211125122) 18d 28 301]. 29 |-21,128, 29 4 || 28. | 20 |24 1 28 5 28 | 20 |24 211,27 6: 11029 ("210 4:3N | 28 Fill 281215 124,02 27 > 8 || 28 | 21 /241% 27 9 || 29 | 20 '24% Y ; 1O ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA. OBSERVATORIO Latitud S. 12-3'-44".5. o NUE de Paris 79%-21'-5".2. Altura sobre el mar 158 m. Obsrvaciones meteorológicas correspondientes al mes de Abril de 1893. (ÚNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) Presión barométrica | Temperatura. A la sombra. o| Humedad re- Fuerza elástica A la intemperie Del O 13 E ; l as. 60 747.30 748. 45|745:59 740.97 749.70/748.35| 749.42 749:00| 74.7-935|748-47 1148:991 745 15/1747:02 749.60] 746.15| 1747-87 747. 85 746. dl 747- le 749-15|746. 23 748. 20 748.40] 745:85| 747.12 OY 0 Qan.-AaQ Nom 5 745.92 746:78 746-75| 747.62 1746.65 747.40 28.2|16.6| 22.40)31. 28.2 16.2| 22.20| 29. 27-9| 15.1] 21.50| 29 27.0|15.2| 21.10] 28. 26.8| 15-5| 21.25 Sl 4 26.9 15.0 20.85 7l27.3/16.8| 22.05 23. 9| 17.0 22.05 28 6/16.3| 22.45 727.6; 16.4| 22.C0j29.0| 15-5| 26.8 17.01 21.90] 27.4| 16.5 25.8| 16.6| 21.20 27.4 15:8| 25.3|16.9| 21.10] 27.9| 16.4] 24,4| 16.8 20.60| 27.2 16.4 19.95$26.2 14.7 25..2| 15. 5 20.351 27-6|13.8| 2 244 15-5| 28.9 16.2| 22.55] 31-9| 15.0 23 27.8| 15.9| 21.85 29.1| 15.8 28.0| 15.6| 21.80/30 2 15.0| 28.6| 15.7| 22.10 30.9| 14.9 29.2 16.4 22.8013240)| 16.4| ¿ 29.0 | 16.5 22.75 30.6 15-8| 28 4| 15.) 21 75830.3|.14.6] 28.8 17.0| 22.90[30.6 16.4| 20.5) 16.21 22.85 330.8| 27-7| 16.6 22.15] 29.6| 15-9| | | - un [0/2 Ed 2) HARO OBPOw 27. 4 17.2] 22.30 25.8| 15.4 el 16.7| 21.55 27.9| 16.0] 21.95 | | (1) Cada una de estas unidades vale 10 kilómetros. » Vo Bo Dr. Artola. inspector. media. Evaporación Del agua h.6 D. m. «| MÍN.| MED. [MÁX.| MiN.| MED. Estado del cielo Se 00 ma onononKnoodVno 00 00 001 5 WNaria. || 173 15 71 17.5 SE 27 ml. s 1 —oK7:5 Varia.| 1.15 | 10 1 8.2 Varla.|| 1.38 | 12 4 7.4 S.SW.| 1.85 | 16 7 7.8 Se iS | 15 8 7d Mañana nublada Mana) 1.50 [+13 [008 m2 dr W. 2.08 | 19 8 7.0 S. 1.96 | 17 9 4.7 Vania 1.62 | 14) 5 5.4 SIA A E Cab DE 1.85 | 16] 9] — [6.4 s.sw.| 1.62 | 141 8| > [6.9 A 5 |— [8.6 Se 1.62 | 14 7|— [6.9 Temblor 12 1.36 m. S. 1.73 | 15 | 10 | — [6.1 S. oa tro Es NIAra: S. 1.85 | 16 2 148 kh 5 3.12 | 27 — 13.0 la S 2.43 | 21 — 3-5 [5 S.S Y 1 85 16 — 13.3 6 Temblor 2 h, 30 m, Sm E-73- 045 =- | 6.5 7 » Observadores, Dr. Feperico E. REMY.- E AMEISSO B. AGUAYO. . Mercaderes. —150. ES pAdAo o Ñ E NAarzro=== ie Lo mty Y ¡anios ed! es e UA; CA dy de: r ¿ ñ . 1] En ! , i á de 4 se hi4 r 13 - 05 4 - »d * ie 7 Ñ . hd y Ñ 1 * ES h be ; ' e h 43 'Ñ fe O | Z 0% 53 1 Gea j yá A S $ 05 SUBE ca YA. aroma T CET O J ol o) ma 4. E $ 1-28 LIS 138 4 pl nl 1. - ES o y BE ? l e ' qe OT. e, a rd A 4 y A eli e r » A 12 DEA O. +1 pon 0-04 t PO- YU 1 DITOS. 9 wi e YE ¿NE ELO AA RA AM Sri ¿Ss hdo00- 12 A E OE E A sti drnHi401 le od A! SS TE MH oh A 7% . 3 bel 0 NA DEN Mi £t% Le ¿ : A ERA E Mp! El mes 4 n_n pie JE á ES ¿LA da E sat AS no ¿JAR Sau es Se dl pr 8 mn AA ' >? ANDESA SOL E ela PAE 14 sp e 0% EN 203957 ¡GABAR á «Midas 3 ss AA a A e 7 "o $ oie q LLE dd e A 4.1 o MS md e bro +3 2 clau Ent TE ii PDA 5 ATA BIO Ae y ¡0d der te 421 Uds: 2,9 PAT REE ON ee ¡0 ' | a LIMA iS TUE Y A TO BULO ACADEMIA NACIONAL"DE MEDICINA. “UTUNIANU E > Latitud S. 12%-3'-44".5. Longitud VW, de Paris 19-21'-5".2. Altura sobre el mar 158 m. 50. Obsrvaciones meteorológicas correspondientes al mes de Julio de 1893. (UNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) | Vo Bo Dr. M. R. Artola, Director. Se o o 2 a a lá lic ES Presión barométrica Temperatura. Humedad re- la [Fuerza elástica] <| -3 Viento. o, 18% lo T[ E 4 0? lati ES 313 Aslgujeo] = y Día. 40” C. A la sombra. | A la intemperie | Del suelo y h. a.m. Z Atva: 3. ¿| del vapor. 3l 3 "on | Merros|EN 24 S a pl E 3 = a 3 m ES S 5 al 3 pomI- | POR SE- [horas.] 9 ENE ES ol 2 MAX. | MÍN. | MED [MÁX.|MÍN.| MED. [MÁX.| MÍN. MED. [| » S.SW.| 1.15 ¡10 f 16 [o.410.6 |5 >» 5 |751.65/750.00| 750.80] 17.8, 11.5; 14.65] 18.8 11.1] 14.95118.9| 19.7 20.11 20.8 1.1 | 11.3| 9.7| 10.50 » |S.SE.| 2.66 | 23 | 17 [o.2[1.8 J6 » 6 1752.55 749.45 751.00/21.6| 12.6| 17.10 124.4 12.1, 18.25] 18.8| 19.6| 20.0 20.7 1.8| 12.9 10.0| 11.45 ClaroPS.SE.| 3.58 | 31 | 15 [o.0 | 1.2 [C: M 7 | 750.50 748-70| 749.60) 15.6 11.9| 13 75]|16.2| 11.0| 13.60] 19.0| 19.5| 19.9| 20.7 o-7| 11.7] 9.8| 10.75] 10] Cubi: W.SW| 1.27 | 11 15 Jo.3 1.4 |1 Días 8 |752.10/749.50| 750.80] 19.5| 12.21 15.85] 20.5| 11.7| 16.10] 18.8| 19.6| 19.9| 20.7 2.0 | 10.3| 9.8| 10.05 Claro] W. A AO ao 9 |751.50| 749.15|750.32| 20.0 10.9| 15.45] 24.0| 9.2] 16.60] 18.8| 19.5| 19.9| 20.7 1.7] 01.5 S.S| 10.15 » Varia. | 185 | 16 12 Jo.0 [6.5 lz >» 10 | 749.80 748.20| 749.00] 19.8| 12.6| 16.20] 21.1| 11.5| 16.30] 19.3! 19.6| 19.8| 20.6 1.2[ 11.4 10.1| 10.75 Cubi: [W.SW| 1.85 | 16 j 13 [o.3 [1.0 l4 » / 11 |749.60| 748.20! 748.90] 20.0| 12.0| 16.00] 21.9| 11.2| 16.55 ]19.4| 19.8| 19.9| 20.6 65 | 79.5] 1.2 11.3] 9.8| 10.65 » |S.SW.| 1.50 | 13 10 Jo.7 [2.0 l5 » 12 |750.55| 748.60| 749-57|20.1| 11.9 16.00] 23.4| 11.1| 17.25] 19.4 19.9 20.0| 20.6 67 |80.5] 1.4] 11.8| 9.7 10.75 » |S.SW.| 1.27 | 11 [10 fo.7 [3.5 J6 >» 13 |750.65| 749.10| 749-87| 19-9| 12.1] 16.00[ 22.9| 11.2| 17.05] 19.3| 19.8| 20.0| 20 6 66 |79.5] 1.o| 11.4 9.8 r1.1ofro] >» [|S.SW.| 1.62 | 14] 10 [og]|r.9 |L. N. 14 | 751.40 749.40| 750.40] 18.6| 12.0] 15.30] 20.3 11.2 15.75] 19.2| 19.8| 20.0| 20.6 75 185.0] 1 4]12.0| 9.9| 10.950) » |[WwvS.| 1.96 | 17 | 11 fo.2 [1.8 [1 Días 15 |750.70| 749.40 750.05] 16.9| 12.2| 14.55 18.1| 17.5| 14.80] 19.1 19.7; 20.0 20.6 80 |87.5] 0.8 11.4 10.0] 10.70]10] » S. 1.50 | 13 ] 12 Jo.2] 2.0 f2 » 16 |751.01|749.20| 750.10] 16.9| 11.6| 14.25] 18.2 10.9| 14.55] 18-9| 19.7 19-9 20.5 82 ¡87.5] 0.8] 11.7| 9.4| 10.7o|tof » SSW.| 1.15 | 10 | 10 fo.6]2.1 hh » 17 [751.19 749-50| 750.34] 19-0| I11.9| 15.45 22.2| 11.2| 16.70] 18.9| 19.5 19.9| 20.5 72 |83.5] 1.2| 11.6| 9.8| 10.70 Claro | S.SE.| 1.85 | 16 17 | ? J1i.o h4 » 18 | 750.501 749.15| 749.82) 17.0| 11.9| 14.45]18.8 11.4 15.10] 19.1| 19.5| 19-8 20.4 71 |83.0 10.21 9.8 10.oo|1o] Cubi: Sy 2.31 | 20] 18 j0.3[2.0 [5 » 19 1749.76 748.701 749.23] 16.2|11.9| 14.05] 17.5|11.4| 14.45] 18.9| 19.5/19.8| 20.4 ; 1r.9| 9.8 10.85|10] » S: 1.73 | 15 | 19 1.0]1.4 6. ” 20 1749.20 747.80 748.50/15.5 11.9| 13.70] 17.0 11.5 14.25]18.8| 19.5/19.7| 20.3 11.6/ 9.8 1o.70|to] » Si A a (es os [(EBre, 21 |749.40/ 747.800) 748.60) 18.8/11.5| 15.13] 21.0 10.6| 15 So] 18.7| 19.3|19.7| 20.3 1.2 | 10.41 9.6| 10.00 » S; 1.96 | 17 1 13 |o.s [1.9 |: Días 22 |749.80| 748.50| 749.25] 17.0| 12.0| 14.50 18.4| 11.4/ 14 90] 18.6| 19.2| 19.6| 20.3 o.7|11.5| 10.1] 10.80 |10 » S. 185 | 16 18 fo.7 [2.0 l2 » 23 |750.01|747.80)| 748.90] 18.0 11.9| 14.951 20.0| £1.2| 15.60] 18.5| 19.2| 19.6| 20.2 1.2|11.4| 9.8| 10.60] 9 » S; 2.31 | 20117 Jo.3]1.8 f3 » 24 | 751.20 748.90: 750.05) 18.1| 11.5| 14.80 20.6| 10.4] 15.50 18.5| 19.2| 19.5| 20.2 1.6| 11.o| 9.4 10.20] 8 » sw. BAR INTA ? l20oh » 25 1751.54| 749.80| 750.67) 17 4| 12.6| 15.00 18.8] 12.0| 15.40 18.6| 19.2| 19.5| 20.2 1.4h11.2| 10.0 10.60 ¿10 » SSW 2.661): 235] 14 232215 8) 26 |751.11| 749.40 750.26] 17-9 TI.O| 14.45 18.8| 10.0| 14 40 18.5| 19-2| 19-51 20.1 o.9|11.1| 9.3| 10.20¡10 » sw. 15o | 13118] ? [2.2 ]6 >» 27 |750.50| 749.10] 749.80] 19.5 12.4! 15.95) 23-8 11-7| 17.75] 18.5] 19.2 19.4/30.1 1.5] 12.4| 10.1| 11.25 Claro [S.SW.| 1.85 | 16/16 0.042.6 [7 » 28 |750.00| 748.15|749.07/ 18.8| 12.3 15.55)20.4 11.6; 16.00] 18.7 19.+ 19.4 20.1 1.2b11.0 10.2. 10.60] 9¡ Cubi: f 5. 1.83 | 16 | 18 fo.2[1.8 | L. LL 29 |750.09| 748.10 749.09|17.1/ 12.1 14.60] 18 411.2 14.80/18.8| 19.2 19.5|20.1 0.8|11.6 9.8 10.70/10) » | S.SW| 1.62 | 14 | 19 [1.0 41.9 |: Días 30 | 749.501 748.50 749.00116.2| 12.0 14.10 17.0 11.2| 14.10]18.7| 19.3 19-5;¡20.1 o.6|11.9| 9.8 10.85,101 » SW. | 1.38 | 12] 20 Jo.212.6 ¡2 » 31 | 750.01 | 748 50 749.251 17.41 11.9. 14.65)18.9! 11.3] 15.10 19-51 20.1 1.4 | S » Si 1.so | 13119 J0.011.4 [3 » (1) Cada una de estas unidades vale 10 kilómetros. Observador, Francisco B. AGUAYO. 7 | Neblina en la mañana Neblina en la mañana Celaje hasta 8.98 m p m .» 8.30 Celaje hasta 8 h 40 m, PM. Tarde nnblada Teniblor 10 h, 50 m pm Celaje Noblina en la mañana Celaje basto 6 h 10 1 pu Memblor de tierra 12h 16m p Celuje en la tarde => Imp. Mercaderes.=150. o a. AN ” - . e A A, SEE A EG 7 ir oi ' o J O OLAYE Ñ Desi Spb en. 90 af | Da $ pad ego Sar pod 1 arde Des Mi? ' : ; 2401 Oy dar , A re $ pl Ñ Op : 5 (ura E ¿5 Poe ' A ARA e E JOY o: : EA OA AAA E ¡ OL, ¡pr E AO ¡dado zpS E. PO as $ 1:05 PEN ¡(43 EF | IO A DESTA 454 MAREA y $ Eh "0047 pipa Br o IS AS A AL ; A A A A A 4 'ñ EY ppal ob ESPPATIPA OE ¡ABE OSPINA LES A lo? Zt De 109 19037 HH por Lao La ed oópnibre A t £ + Y LAIA ¡SE Í3hr> ODE Y, AS TAS DOT ¡BROS RAN 4 LAO . f O y A POLI Y h ordre a sl A 114) ma .. HA da 183 1 MER 8% ot oé o ' old Mohr 1 1 h e A o a eS >. A A a DS É ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA. OBSERVATORIO "UNANTH >” Latitud S. 12-3'-44".5. Longitud VW, de Paris 19-21-5".2. Altura sobre el mar 158 m. 50. Obsryaciones meteorológicas correspondientes al mes de Junio de 1893. (ÚNICA “EDICIÓN AUTORIZADA.) LIMA PERÚ A ds 9 ko ó h AN E ña, ¡ES d F S | Presión barométrica Temperatura. Humedad re- (5 [Fuerza elástica |: a Viento. 3 Ja lo TS | DE R z lo litiva. MES del vapor. |El 3 Tr Als ll y | A a 5 . el EC- | + OS E Día. á : A la sombra. [ A la intemperie | Del suelo 9 h. a.m. do p El MS MER Umerros, en 24 $ S|o E[S 3 he NOTAS E S S_—— — E 3 pom1- | POR SE- |horas. o os Epa o bn | MAX. | MÍN. | MED |MÁx.|MÍN.| MED. MÁX. MÍN.| MED. [¿£0. | 0. 1 4% 1,61, EA |máx. míN.| MED. |=H (3 NANTE | GUNDO. | (1) a E | ¡AA A PA == (=> Lona Llona) ——————"——— 1 |749.10| 747.70| 748.40] 20.0| 13.6] 16.80] 18.4 13.5. 15.95123.0/23.5| 23.6] 23.8 0.1116.9 11.7 14.30 [10] Cubi: [S.SW.| 2.08 | 18 | 20 [o.9/1.5 [2 Días 2 | 749.00 246.90| 747.95] 17.0| 12.8| 14.90 17.7| 12.4! 15.05] 22.4|23'3| 23.5/23.9 o.6f 13.2 10.9] 12.05 [to] >» S. | 2.08 | 18] 14 fo.2[1t.0 lz » 3 [748.50| 747.00 742.25] 17.7|13.5| 15.60f 19-8| 13.4 16.601 21.8 22.9 23.3| 23.7 o-9| 13.1] 11.0] 12.05|10] » S. | 1.15 [10 [| 14 [0.3]0.8 l4 » 4 |849.90| 747.20| 748.55] 20.2| 13.9| 17.05[21.8| 13.5 17.65121.4/22.5| 23.0| 23.5 1.4] 12.5 11.1) 11.80|10) » l 1.38 | 12 | 13 fo.1 [1.6 45 » [nobiinacnta mañana | 5 1750.00| 748.70| 749.351 18.4, 15.0, 16.70 19.5/14.2| 16.851 21.2| 22.3 22.7| 23.4 1.1 13.2 11.0 12.10J10j » [S.SW.| 1.96 | 17 ] 14 [o.o]3.3 [6 » 6 |750.25|748.30| 749.27| 17.0 14.2| 15.60] 17.5| 13.9| 15.70] 21.0 22.0] 22.5| 23.2 0.8|13.5/11.5 12.50f104 » a] S. | 0.93 | 8 | 16 fo.3lr.5 [C: M:f » » 7 |750.30| 748.75|749-53|18.4| 13.7| 16.05|19.6| 13.6| 16.60[20.9|21.8| 22.3| 23.0 1.4) 13.1/11.1/ 12.10] 8 Claro] SW. | 1.50 | 13 | 20 [o.c [2.3 [1 Dias | 8 1750.30| 748.751 749-53|24£.1| 13.8 18.95127.1| 13.3] 20.20 20.9| 21.8| 22.2| 23.0]: 1.5] 13.3 11.11 12.20f10f Cubi: S.SWw.| 1.96 | 17 | 17] ? [29 [2 » 9 |750.40| 748.50| 749.45) 17.7 14.0| 15.85 [18.8 13.9] 16.35 21.2 21.7| 22.1| 22.8 o0.51|13.3111.7] 12.50f10) » |S.SW.| 1.85 | 16 | 18 [o7 [| 2.2 [3 » » » | 10 |749.25| 747-40| 748.32 17.4] 13.5 15.45)18.4 13.3] 15.85 [21.1] 21.8| 22.1] 22.7 0.7] 12.7| 11.0] 11.85]10] » [S.SW.| 1.27 | 11 f 14 fo.7 [1.3 fa » 11 |749.00| 747.20| 748.10] 18.0| 13.5| 15.75] 18.9| 13.1| 16.00] 20.7| 21.6| 22.0| 22.7 0.61 12.4 r1.0| 11.7opioj » S. | 150 | 13] 181.5 [1.5 f5 » 12 |749.80| 748.50| 749.151 18.1| 13.0| 15.55 | 19.4| 12.9| 16.15|20.5| 21.5| 21.9|22.5 1.1] 12.4 10.5 11.45 f104 » [SSW.| 1.85 | 16 f 18 [o.rf1.8 [6 » 13 |750.85| 749.00| 749.92] 17.9| 13.5| 15.70] 19.4| 13.2| 16.30 20.3| 21.3| 21.8| 22 5 0.8 12.2 11.0] 11.60|to] >» SA A E (E 14 |750.60| 748.80| 749.70] 18.5|13.1| 15.80] 20.0| 12.9| 16.45] 20.2| 21.1| 21.6| 22.3 o.6112.7 11.0 11.85|:0 » [S.SW.| 1.62 | 14 ] 19 fo.3]1.6 [L. N. 15 [|750.10|748.40| 749.25] 17.4 12.9| 15.15 18.6|12.6| 15.60|20.1| 21.0 21.6| 22.3 0.7] 12.1 10.5] 11.30f10) » [S.SW.| 1.38 | 12 | 15 Jo.6]1.1 [1 Días | 16 |749-90| 747-90| 749.90] 16.9| 13.0| 14.93 17.8| 12.6| 15.20|20.0| 20.9| 21.4| 22.1 0.6313.010.6| 11.80f10) » IS y W.| 1.38 12 [15 |Tro[1.8 (2 » » » 17 [749.84 748.30| 749.07]16.1| 12.9| 14.508 16.6| 12.5] 14.55 | 19.7| 20.7| 21.3| 22.0 o.4P 11.7|10.5| 11.10|iof >» SV OA 9414 lo0.7l2.4 l3 » » » 18 | 749.60| 747-60| 748.60] 17.2 12.5| 14.85]18.6| 12.2| 15.40] 19.5| 20.5| 21.1| 21.9 0.5] 12.6 10.4 11.50|to] » SW. | ro4 | 9[ 16 fo.5]1.6 l4 » 19 |751.50| 748.00| 749.75[16.4|1 2.2| 14.30117.3| 12.0 14.65 | 19.4| 20.4| 21.0| 21.8 0.4] 11.9 10.4 11.15] 9! >» SW. | 1.27 | 11 $20 Jo.2 [1.6 [5 » 20 |751.90| 749.25| 750.57 17.2 12.8] 15.00] 18.1|12.5| 15.30 19.3| 20.3|20.9| 21.7 0.5 14.0| 10.5 a » A SO A o Mo (JS) 21 | 750.90 748.75| 749.83|16.8/)2.5| 14.65116.4 12.2 14 30$f 19.2 20.2| 20.7| 21.7 0.4f 12.0| 10 5 11.25 hoj >» sw. 1.27 | 11 f 19 [0.8] 1.5 C: C 22 |750.10| 749.60| 749.85] 16.1| 12.6| 14.35] 17.11 12.3, 14 70] 19.0 20.1| 20.6| 21.5 o.6P11.7| 10.4 11.05 Lol » S.SW 1.15 | 10 | 18 fo.5 [1.1 [1 Días 23 | 750.90 749.25|750.07|17-2| 12.1] 14.65/17.1| 11.5] 14.30] 18.9 19.9 20.5| 21.4 0.8] 11.7 10.4 11.059 » [S.SW.| 1.15 ¡xo | 19 fo.5]10 [2 >» 24 1751.20 749.25 750.22] 19.6| 12.4 16.00] 23.0| 11.9| 17.45 | 18.8| 19.8| 20.4| 21.3 0.8] 12.2 10.3| 11.25 pto] > sw. 1.85 | 16 18/1.1/[1.4 [3 » | 25 |750.55|749-00| 749.77] 16.6| 12.4 14.50|17.6| 11.9] 14.75| 18.9 19.7| 20.3 21.3 0.8 11.5| 9.9| 10.7obho » W.SW 1.27 | 18 | 16 f0.1f2.1 [4 » fnoblinwentotardo | 26 | 751.80 749.70 750.75) 17.9 12.51 15.20] 18.6| 12.1] 15.35] 18.8| 19.7| 20.2| 21.1 I.1[11.7/10.2| 10.95] 9i >” S. 2.31 | 20 | 19 [o.5 [2.0 f5 » 27 |752.85| 750.60| 751.72] 16.7| 12.9) 14.80[17.7|12.5| 15.10] 18.7| 19.5| 20.2| 21.0 1.2 11.3 9.6 10.45f10í >» 5. 2.08 | 18 14 [0.5 [1.7 [6 » 28 (753.00|751.00| 752.00] 20.0| 13.0| 16.501 22.0| 12.8| 17.40[18-6| 19.6| 20.1| 21.0 1.2]11.11 11.0] 11.05] 7 Claro] 5- 1.96 | 17 | 14[0.0[2.5 [7 » 29 |752.20| 750.40| 751.30] 21.5/10.1| 15.80] 25.6/ 9.0| 17.30[18.8|19.6| 20.1| 20.9 2.1[13.8 8.9 11.351 7 >» S.SW.| 2.08 | 18 | 16 $0.0/5.2 [L. Ll 30 |752.10|750.40/751.25H19-4| 13.6| 16.50] 21 6| 13.1] 17.35[19.1/19.6| 20.020. 2.01 10.6 10.7| 10.65 fro Cubi: [587 1.96 | 17 Y 16 [7 2.0 fi Días . | (1) Cada una de estas unidades vale 10 kilómetros. » 0 Vo Bo Observadores, Dr. Artola, Director. Dr. Feperico E. Remy.—FRranNcisco B. AGUAYO. Imp. Mercaderes.—150. > agráfi ica de Lima, , TOMO nr. Lima, Sábado 30 de Setembre de 1893, sons Maa +, 9, yb. y é Pe La Irrigación de lá Costa del Perú CONFERENCIA DADA EN LA *“SOCIEDAD GEOGRÁFICA DE LIMA” POR R. G. ROSELL EN SETIEMBRE DE 1898. K 5 Lima, Abril 19 de 1893. Al Socio activo Sr. D. Ricardo Garcia Rosell. Señor: Uno de los problemas mas importantes, cuya solución abrirá “nuevos horizontes al porvenir nacionul, es sin duda el que se refiere -á la irrigación de la costa del Perú. Estudiar este asunto es tarea patriótica, que requiere conoci- mientos especiales y asidua consagración, La Sociedad Geográfica se considera llamada á iniciar un deba- “te sobre el particular y y cree el señor Presidente, con sobrada razón, - que U, en unión del señor Federico Moreno, pueden preparar un Na trabajo que sirviendo como tema de conferencia sea punto de par- pitara un debate, público, serio y levantado. 2 En tal virtud, espero que U. se servirá aceptar tan honrosa co- e “misión y que procederá á desempeñárla con la inteligencia y solici- La Da de que siempre ha dado inequívocas pruebas. (DOS pacos á FEDERICO ELGUERA. Secretario. ) = y DO LAS IRRIGACIONES. PLAN GENERAL. El territorio del Perú, di'atado y lleno de accidentes. ofrece contrastes singulares. Cortado en toda su extensión por la gran ca- dena de los Andes, circunstancias variadas y complejas, hacen muy desemejantes las condiciones de ambas vertientes. La que mira al Atlántico y cae hácia el interior del continente. ostenta una vegeta- ción poderosa y exhuberante; mientras la que desciende al Pacífico y constituye la costa de la República, se muestra en su mayor par- te árida y desnuda. La una encierra bosques y selvas seculares, donde la naturaleza se revela con asombrosa fecundidad; la otra, salvo pocos campos sembrados cual pequeños oasis dispersos, es un, arenal inmenso, seco y estéril como los desiertos africanos. 'Tan extraño fenómeno, depende en último termino de la tenden- cia de las aguas, dispuestas á correr de preferencia para el oriente, atraidas por la configuración del suelo y por varias otras razones. Así, mientras las lluvias casi constantes de la cordillera, mandan mi- les y miles de arroyos torrentosos que van á formar los grandes ríos tributarios del Amazonas, para esta lado de los Andes, solo bajan escasos raudales, cuyas mesguinas corrientes casi no merecen el nombre de ríos. : Además para agravar el contraste, en la costa del Perú, confir- mándose por excepción ciertas leyes meteorológicas, casi nunca llueve. Apenas si caen de cuando en cuando ligeras garuas, las que solo á largos intérvalos asumen el caracter de aguaceros formales que alarman y sorprenden por lo inusitado. Las tierras en conse- cuencia, escasas de riego y desprovistas de la acción fecundante de las lluvias, se hallan en la mayor parte del litoral privadas de esos dos agentes de fertilización y permanecen por consiguiente estériles é inútiles, desperdiciando los rayos vivificantes del mismo sol tropi- cal que en la otra vertiente, más abundante de agua, fomenta aque- lla vigorosa vegetación que asombra y que conmueve. En ninguna parte, por lo tanto, tienen tan alta significación los trabajos encaminados á proveer los campos de riego suficiente. La irrigación artificial, objeto hoy de la particular solicitud de todos los gobiernos celosos del bien público, alcanza entre nosotros, para la fertilización de las llanuras del litoral, proporciones de utilidad y conveniencia tan marcadas que bastan simples consideraciones para patentizar su manifiesta evidencia, como pasamos á demos- trar_o. LEIA La tierra, en cuyo seno se abriga la semilla que debe convertir- se en grano, es la fuente inagotable que proporciona las subsisten- cias y por decontado el fundamento eterno de la mas positiva gran- deza. El suelo fecundo, constituye el primer instrumento de trabajo, y la agricultura que lo fomenta, es la principal de las industrias, la industria madre que alimenta y dá vida á todas las otras. A Sin el cultivo de las tierras cualquier progreso es precario. Las artes, las manufacturas y el comercio, lo mismo que las demas ocu- paciones que absorven la actividad social, fincan todo su valor en la agricultura que les entrega sus productos. Son como las piedras de una pirámide, cuyos cimientos reposan en tierra y necesitan contar del Some, han desarrollado su agricultura hasta ponerla en un pié de votable prosperidad. Dos tercios del cau- dal que corre por el Durance, han sido desviados en bien de terrenos anteriormente incultos. El número de canales construidos es inmen- so. La última estadística, manifiesta que en la actualidad cruzan el territorio de Francia 180,000 kilómetros de corrientes naturales y 20.000 kilómetros de canales artificiales, que sirven á la vez para la navegación para la agricultura y para la industria manufacturera 126 — que obtiene de ellos la fuerza motriz indispensable para poner en ac- tividad sus obradores. Los Estados Unidos de Norte-América, han llegado á ser tan gran país, porque no han trepidado en concederle al suelo toda la importancia que se merece. Desde que el inmortal Jorge Washing- ton, fandador de la nacionalidad americana, estableció los primeros institutos de agricultura, ninguno de los gobiernos que se han suce- dido ha dejado de prestarle algún servivio áesa industria funda- mental. Con dinero del Estado se han hecho iuofinitas obras, como los diques del Misisipí para poner sus riveras á cubierto de las in- nundaciones. Los trabajos de irrigación emprendidos en el país son innumerables. En los Estados del Oeste, en la gran zona llamada la región árida, los terrenos puestos bajo riego permanente, á fuerza de ingenio y de labor perseverante, pasan de tres y medio millones de hectareas. En solo California, existen en la actualidad 1.004,233 acres irrigados, lo que explica el incremento inaudito que ha logra- do la producción de cereales y viñedos en ese estado de tan reciente creación. Han progresado allí tanto las labores agrícolas que ha surgido la refus question, que prohibe el trabajo hidraulico de los pla- ceres de oro, porque no dañen con sus desmontes á los campos culti-. vados. Este hecho significativo por demás, es una circunstancia que demuestra que en aquel país poblado por los atractivos de la mine- ría, ha llegado ésta á ser supeditada por la agricultura, pues hoy vale mas el rendimiento de sus cosechas que las cantidades enormes de metal precioso que todavía se guardan en su suelo. Chile, nuestro amenazante vecino, conociendo lo que valen los campos de trigo, hace años había conseguido terminar muchas obras de irrigación en el Sur. Aprovechando ultimamente los recursos cuan- tiosos de su rápida opulencia, no ha hechado en olvido que el suelo recompensa siempre los cuidados que se le consagran. El canal del Maypo, obra de aliento que riega una ferasísima llanura antes de secano, ha sido mejorado y entre otras empresas de irrigación, se ha llevado á cabo mediante los esfuerzos de un particular, el canal Patricio Linche atravesando por tunel un maciso de rocas durísi- mas. Este último canal, destinado á regar 15,009 hectáreas de terre- nos, de propiedad de la familia Larrain, bebe sus aguas del Mapocho, que ha sido amurallado á costa de varios millones para embellecer sus riberas en el espacio que ocupa la ciudad de Santiago. Como se vé, según la ligera revista que dejamos apuntada, la agricultura, objeto preferente y de especial solicitud para los pue- blos antiguos que tuvieron estrechos horizontes de actividad; conti- nua siendo igualmente interesante para los pueblos modernos, á pe- sar del brillo que alcanzan las manufacturas, el comercio y las artes liberales. Si aquellos, ajenos á las multiples atenciones traidas por el progreso, la honraron piadosos como á la nodriza de la humani- dad; estos, persuadidos de su influencia bienhechora, en medio de la incesante ajitación de los descubrimientos, le acuerdan el primer rango entre las industrias productores, considerandola como la; más estable y positiva fuente de riqueza. En todas partes, por consi- guiente, se trata de ensanchar su desarrollo y en todas partes se C . hacen esfuerzos para protejerla; porque pueblos y gobiernos han llegado á convencerse que la prosperidad pública corre parrejas con la estención del suelo cultivado. Hoy se sabe con cereza que las naciones exclusivamente comerciantes y fabriles pueden al- guna vez elevarse hasta la cumbre del progreso; pero no pueden conservar largo tiempo su preponderancia. Cartago y Venecia son ejemplos palpitantes. Guiadas por el genio emprendedor de sus hijos, alcanzaron alto puesto de grandeza; pero el soplo de la adver- sidad opacó su brillo y se eclipsaron para siempre, faltas de territo- rio y de campos de labor que pudieran sostener su esperanza y rehabilitar su gloria. IL En el Perú, una antigua tradición, los monumentos todavía de pié, y variados indicios de estenso cultivo, acreditan la verdad de otra época de abundancia y bienestar. Aquí hubo un tiempo en que floreció la agricultura en toda la estensión del territorio, obligado el suelo á producir frutos sazonados, tanto en la región hoy seca de la costa, como en las frias alturas de la puna, por la diligente acti- vidad de una población inmensa y laboriosa. Los Incas no encontraron el país labrado, ni en condiciones de espedita esplotación. En poder hasta entonces de tribus dispersas y rivales, todo estaba por hacer: darle unidad, instituciones, carac- ter nacional y amor al trabajo, fue su misión y la cumplieron con perseverante intrepidez. Los campos yermos y los secos arenales del litoral, lo mismo que las desoladas mesetas de la puna y los abrup- tos contrafuertes de la sierra, se cubrieron de mieses, al influjo de su constante laboriosidad. Con firmeza inquebrantable, siguiendo los dictados de una política sana y previsora; inculcaron nociones exactas de justicia y arraigaron en la conciencia de los pueblos la necesidad y la costumbre del trabajo. Los Incas encontraron un territorio quebrado, lleno de acci- dentes y mal dispuesto para la agricultura. En la sierra, donde es abundante el agua, los campos cortados en todos sentidos por las cordilleras, ofrecían pocos terrenos de labor, entre rocas empinadas é inaccesibles precipicios. En la costa, donde los llanos, son numero- sos y de vastísima estensión, el agua era escasa y las tierras, por falta completa de jluvias, inhabiles para producir, no obstante sus sobresalientes condiciones. Todas esas dificultades fueron superadas. En la costa, se constru- yeron acueductos y canales de gran desarrollo y de incalculable atrevimiento. En la sierra, allí donde faltaba suelo, se puso en práctica un plan que revela cuando menos idéntica audacia: se re- solyió agrandar artificialmente el terreno y los cerros empinados y desnudos se rodearon con andenes, cargando en hombros la tierra necesaria para cubrirlos desde su base hasta su cumbre. Mediante esos trabajos colosales, cuando llegó la conquista espa- ñola encontró un país admirablemente sembrado y una población cre- cidísima y dichosa. Tumbes, en vez de los 5,000 vecinos pobres que 1 — 198 — fomenta actualmente con trabajo, tenía en aquel entonces 80,000 habi- tantes que gozaban de profusa abundancia, debido á los 150 kilóme- tros de canales que sostenían bajo riego el total de las tierras útiles del fecundo valle que se extiende en ambas orillas de su río. Piura, á juzgar por la descripción que traen los historiadores de la con - quista, al hablar del viaje de Pizarro en busca de Atahualpa, era un vergel primoroso, esmaltados sus campos con el verde mas bri- llante. Allí había alcanzado tanto la previsión de los Indios, que despues de escabar soberbios canales en ambas riberas del Chira, apravechaban por medio de represas los arroyos accidentales que bajan de la cordillera. En los años secos, las aguas de la quebrada de Talanco que corren hácia el otro lado por el Quíroz, eran desvia- das sobre el riachuelo Vigote, para que vinieran á engrosar el Piu-- ra que cruza las pampas de Catacaos. Los llanos de Chimbote es- . taban puestos bajo riego, lo mismo que los de Ancón, de Cañete, de ¿ Nazca y de muchisimos otros lugares del litoral, donde hoy solo se advierten secos los antiguos surcos, cuyo testimonio acredita que esos campos desolados, fueron en otro tiempo asiento de generacio- nes laboriosas que en ellos lograban el magnifico dor de espléndi; das cosechas. ? En la sierra donde algo se conserva aún de la tradición de los Incas, el sistema de andenes superpuestos, ensanchando los campos de labor, permitia un cultivo tan extenso y proficuo, como reclama- ba en aquel entonces el creciente incremento de su población. Mu- > 5 chas de las quebradas hoy desiertas, ofrecian el aspecto mas pinto- resco con sus flancos matizados cual artísticas graderías de verdura Allí, por ambas faldas del angosto valle, dominada la brusquedad de sus pendientes á favor de:los andenes, desde la vega misma del río, se levantaban los sembrados en planicies progresivas, como una es cala con tramos colozales, abanzando hasta la cumbre de los cerros: y concluyendo como estos por perderse entre las nubes. Tal acomodo y preparación del terreno, resultado de un trabajo inteligente y asiduo, además de su incuestionable utilidad, ofrecía caracteres de belleza: incomparables. Los andenes del interior, tales como se conservan aún en el callejón de Huaylas, en Tarma, en Cu- yu-cuyu y varios otros puntos, son monumentos de paciencia y la- boriosidad, á la vez que modelos de buen gusto que adornan el pai: saje. Nada en verdad mas risueño para el viajero que desciende las desoladas cumbres de la cordillera, que el parorama encantador que se desplega de repente ante su vista sorprendida, al entrar á las que- bradas cultivadas conforme á los antiguos usos. El ánimo se con- mueve saboreando gratas impresiones, “al mismo tiempo que admira el poder de la inteligencia para dominar á la naturaleza. sacando partido á fuerza de constancia, de los mismos obstáculos que podían atajar su vuelo. En el ramo agrícola, el Perú antiguo nada tuvo que envidiar á los demás países! Sus trabajos de irrigación y de saneamiento fue- ron tan extensos como audaces y solo comparables con sus magní- ficos caminos á traves de las cordilleras y los precipicios. Así como estos, que Humbold clasifica como el esfuerzo más estupendo reali- Ww y o A e E zado por la humanidad, tan considerables como las murallas de la China y más útiles que esas barreras levantadas por la suspicacia; aquellos tambien fueron una manifestación al par que de solicitud previsora, de poder y de grandeza que sorprende y maravilla. ¡Cuan feliz sería el Perú de hoy, E haberse: conservado in- tacta la herencia de los Incas! Desgraciadamente, la conquista, introduciendo trastornos funda- mentales, junto con gran parte de la población, barrió con todas las obras que debían en justicia ser títulos legítimos de orgullo para la raza indígena. De los antiguos trabajos, sólo nos queda el recuerdo y sus huellas todavía manifiestas y visibles, como una acusación formi- dable para los conquistadores y como un estímulo para los nuevos hi- jos de este Apo otra vez aio y libre. ' HL Ñ “En el primer cuarto del Meson siglo, entró á figurar el Perú como nación soberana. Tras la guerra cruenta y. prolong gada de su independencia, al iniciarse en la vida de la libertad, le sonreían alhagiieñas esperanzas. Muchos escombros encontraba, es verdad, “amontonados por el encarnisamiento de la lucha; pero su yasto te- .rritorio, sus cuantiosas riquezas minerales, los restos aprovechables “de la opulencia colonial y mil elementos nuevos de prosperidad, le pre a rápido engrandecimiento. Ham corrido los años; pero entre rivalidades mezquinas y san- “grientos atropellos, léjos de prosperar hemos declinado. Dueños por mucho tiempo de grandes reeursos fiscales, como el hijo pródi- go que disipó su patrimonio en devaneos, nos hemos gastado en planes siempre abortados, sin resolver nunca las cuestiones de in- - terés. Por tanto, las promesas del principio, hoy mismo vigentes, todavía no se han vuelto realidades. En diversas épocas, creyendo haber llegado á la sazón oportu- na, se han puesto sobre el tapete asuntos de vital importancia, co- mo son los relativos á la agricultura. Muchisimos proyectos útiles han sido objeto de discusión acalorada; pero comprometidos siem- pre en campañas de egoísmo, la rivalidad de los partidos en lucha por su preponderancia, ha venido aplazando y destruyendo cuanto podía llevarnos al progreso. La irrigación de la costa, tema de esta conferencia; la irriga- ción llamada á transformar el pais, no es una novedad, ni importa tampoco una iniciativa reciente. Es por el contrario asunto muy disentido y que ha preocupado ya mas de una vez á los hombres pen- sadores. Reconocidamente fácil y hacedera, para fertilizar muchas y grandes estensiones de terreno, ha sido la aspiracion constante de - los que han mirado por el porvenir. Sumas considerables se han prodigado en comisiones de estudio y hasta se han iniciado obras La: dealiento; pero todos esos esfuerzos no han producido el efecto - correspondiente, por falta de unidad en el plan y por los cambios frecuentes esperimentados en la administracion pública. Ya en 1832, se dispuso la irrigacion de las pampas del Arco y SUE E E — 130 — del Llano, vecinas de la ciudad de Ayacucho. Mil pesos mensuales se asignaron para la obra por el Tesoro publico; pero esas sumas distraidas de su objeto, nunca se aplicaron á la realización del plan propuesto. Por la misma época se emprendieron de cuenta particular, bajo el patrocinio del Estado, la apertura del canal de Uchusuma con el fin de regar los campos de Tacna y el gran dique de Vinconcaya,. para desviar el rio Colca sobre el Sumbay y aumentar las aguas de la campiña de Arequipa. Ambos proyectos fracasaron. Mas tarde, el 17 de Diciembre de 1851, se presentó al Congreso el plan de Don Domingo Elías, que comprendía la autorización para ¡evantar en Europa, con la garantia del fisco, un empréstito de 2.000,000 de pesos, destinados á la irrigacion de Piura, á la apertu- ra del canal de Uchusuma y á la navegacion del Madre de Dios. Ese plan que provocó acaloradas discusiones, tanto en la prensa, como en el seno de las cámaras, fue rechazado. En lugar delos bienes que prometía, produjo por consecuencia la revolucion del 54, la caída del gobierno del general Echenique y la ley de manumición que perjudi- có seriamente á la agricultara, poniendo en libertad de un modo re- pentino 90,000 esclavos, dedicados en su mayor parte á las labores agrícolas. : La Convencion Nacional reunida el año 56, en cuyos bancos se exibieron varios talentos distinguidos, dedicó muchas sesiones al debate de asuntos re.acionados con la agricultura. Don Ienacio Es- cudero, preserfttó un gran proyecto adjudicando las tierras eriasas de la costa, previa expropiación por el Estado, al empresario, cual- quiera que fuese, que las pusiera bajo riego. Los vecinos de la pro- vincia de Santa, elevaron un memorial acompañando los estudios y planos vara la irrigación de las pampas de Samanco, aumentando las aguas que corren por la quebrada de Nepeña, mediante la rehabili- tación de 23 lagunas existentes en la vordillera Negra de la provin- cia de Huaylas, que en otra época combinaron los indios conidentico fin. Ninguno de esos propositos tuvo cumplimiento. Inutiles fueron los valientes é inspirados discursos de Escudero, llenos de espiritu profetico; inutiles los afanes de los hombres previsores: la Conven- cion Nacional entregada á enojosas cuestiones de política, terminó por ser arbitraria y violentamente disuelta. Con la abundancia que produjeron los empréstitos realizados du- rante la administración del Coronel Balta, en aquel periodo en que la actividad y el entusiasmo corrieron parejas con la profusión y el despilfarro, se renovaron todos los antiguos proyectos de progreso y nacieron otros nuevos. En medio de la fiebre de obras públicas que se apoderó del país; no obstante la preferencia acordada á los ferro-carriles, los espíritus positivos no olvidaron que el suelo fe- cundo costituye la riqueza más saneada. Al impulso que daba, por otra parte, el movimiento de capitales y la consiguiente facilidad del crédito, creció el valor de la propiedad territorial y se pensó, como era natural, en aumentarla, habilitando nuevas tierras. Los proyec- tos de irrigación fueron acogidos con buena voluntad. Se mandaron hacer estudios y levantar planos de casi todos los C — 131 — terrenos susceptibles de riego. Comisiones de Ingenieros, costosa- samente equipadas y con pingúes emolumentos, salieron en diversas direcciones, con el fin de explorar y satisfacer la afanosa al par que precipitada solicitud del gobierno. El soberano Congreso expidió la ley de 24 de Enero de 1871, votando una fuerte suma, 2.000,000 £, para irrigaciones en la costa; pero de aquel entusiasmo y de aque- llos trabajos, casi nada queda de positivo. En el canal de Uchusuma se gastaron sumas ingentes para traer una mezquina provisión de agua, para regar ménos de 2,000 hectá- reas, lo mismo que en las lagunas de Huarochirí, actualmente aban- donadas. La apertura de canchones y siembra de árboles en las pampas de Tamarugal, en la provincia de Tarapacá, tampoco produ- jo resultado; como no lo han dado los cuantiosos gestos hechos en el fundo Santa Beatriz para convertirlo en Instituto de Agricultura, ni la multitud inmensa de estudios é informes técnicos hechos en aquella fecha y hoy dispersos Ó perdidos en su mayor parte. De los cinco ó seis millones desembolsados en aquel entonces para protejer la agricultura, muy poco ó ningún partido ha sacado el país; y sin embargo conesa suma bien empleada, se habrian podido realizar obras de gran provecho, como lo acreditan algunos pocos ejemplos en que ha intervenido solo el interés particular. Don Dionicio Derteano, sin mayores esfuerzos, rehabilitó un an- tiguo canal de los incas, que cruzaba sus fundos de Puente y Palo Seco, abrió la antigua toma del río Santa y limpió por una esten- sion de 50 K. el canal, poniendo bajo riego más de 12,000 hectáreas de terrenos antes eriasos. Don Francisco Mendizabal, actual Cajero Fiscal, en compañía de otros varios, ha irrigado últimamente 14,000 hectáreas en los llanos de Lomas, las mismas que están ya en arriendo por lotes y próximas á dar cosecha. En resumen, durante el periodo independiente, el Perú ha que- rido hacer mucho por la agricultura; pero faltos de unidad, de méto- do y de plan general los esfuerzos hechos, como arranques intermi- tentes, sin ilación ni vínculos entre sí, se han disipado y se han perdido. - Veamos ahora lo que es posible hacer, dadas las estrechas cir- cunstancias que nos rodean. IV. La región de la costa en el Perú, comprende la faja de tierra encerrada entre el Océano Pacífico y la base occidental de la cordi- 'llera que cruza á lo largo toda la extensión del territorio. Esa zona, peculiar en sus condiciones y completamente diversa de las que cons- 'tituyen la Sierra y la Montaña, mide de 504100 kilómetros de an- cho por cerca de 2,500 de largo, siguiendo las ondulaciones del con- tinente, Privada casien lo absoluto de lluvias, su superficie desi- - gual, accidentada por los áridos contrafuertes de la Cordillera, de- ciende rápidamente hacia el mar alternandose entre extensos arena- les desprovistos de vegetación y pequeños valles de sorprendente fertilidad. . — 132 — Algo así como sesenta rios, todos torrentosos y de corto curso, bajan de las alturas vecinas á regar los secos terrenos de la costa. Cada uno fomenta cultivos más 6 menos extensos, no tanto se- gún el caudal que arrastra, sino conforme á la disposición y circuns- tancias naturales del valle por donde cruza. En ninguna parte exis- ten obras de arte encaminadas á regularizar sus corrientes, para el mejor aprovechamiento de las aguas. Siendo, como son casi todos, rios temporales y de avenida, mientras en las épocas de abundancia se precipitan al mar millones y millones de litros que se pierden, en la estación seca perecen á menudo los sembríos por falta del fluido fecundante. En algunos puntos, á causa de insignificantes dife- rencias de nivel entre el lecho de los ríos y las tierras de la orilla, corren inútiles para la irrigación sus caudales, no obstante que la pronunciada gradiente del terrero hace de fácil remedio esos incon- venientes. El agua que año tras año se vierte en el mar, atravesando impro- ductiva por la árida costa del Perú, bastaría tal vez para regarla ca- si en toda su extensión. Esa agua que vemos pasar indiferentes, mientras los campos suspiran en vano por ella, representa riquezas ingentes sin empleo, importa sumas estupendas de bienestar y de poder que se nos escapan y desaparecen para siempre, De las 12.000,000 de hectareas de terreno llano que poco más Ó ménos encierra la zona de la costa, mucho menos de 2.000,000 apro- vecha actualmente la agricultura. El resto, improductivo y desierto, aun cuando comprende llanuras considerables susceptibles de riego y que fueron cultivadas en tiempo de los incas, continúa hasta el día en su totalidad condenado á perpetua sequedad. Ahora bien, si cada diez hectareas quitadas al cultivo privan de . una familia al Estado, cuan grande vacío no dejarán en la genera- ción esos inmensos terrenos abandonados!! Es ev a ... «Pero si- gamos: La topografía de la costa, se presta para los iraldjOS de irriga- ción. Sus terrenos llanos, tienen un declive uniforme hasta el mar, La vecindad de la cordillera, constituye un gran recurso; porque sus cumbres, que absorven toda la humedad de la atmósfera, surten de agua peremne inagotables manantiales. Además, la pendiente rápi- da por donde se precipitan sus rios, ofrece medios fáciles de ganar á poca distancia el nivel necesario para el provechoso desvío de sus corrientes; así como la estrechez de las gargantas que cruzan en su orígen, consiente la instalación poco dispendiosa de diques y repre- sas de mucha significación é importancia. No es pues de extrañar que el estudio detallado de las peculia- ridades de cada localidad, haya encontrado practicables muchas irri- gaciones. Para dar una idea aproximada sobre el particular, agru- pamos por ahora en un rápido cuadro las principales, proponiéndo- nos volver más tarde sobre ellas, para bosquejar sus circunstancias con mayor extensión y minuciosidad: TUMBES. rd la irrigación de 150,000 hectareas, con un presupuesto de S. 275,000 cuando menos y de un millón cuando más, € para levantar por represa las aguas del río y escavar 135 kilómetros de canales. La practicabilidad de la obra está garantizada por innumerables opiniones. Ha sido estudiada por los ingenieros Montferrier, Gar- cía, Dávila y otros. En poder del señor Federico Moreno existen los planos y estudios hechos por su cuenta últimamente con un respe- table ingeniero contratado al efecto. - PIURA.—Comprende la irrigación de 400,000 hectáreas, con un presupuesto de S. 600,000 para establecer represas y escavar cana- les y con uno de 1.000,000 para hacer los mismos trabajos y desviar además las aguas del río Quiros. Existen estudios hechos en el siglo pasado por el intendente de Trujillo don Vicente Gil y Taboada y en este por los ingenieros Ster- lin, Duval, Shears y otros, CHIRA.—Comprende la irrigación de 400,000 hectáreas, con un presupuesto de 800,000 soles para escavar canales en ambas riveras del río, hacer represas y varias obras de arte. Esta irrigación ha sido estudiada repetidas veces por innume- rables ingenieros, siendo conformes los pareceres respecto á su sen- cillez y practicabilidad. Una comis.ón de que forma parte el inge- niero señor Dávila, se ocupa actualmente de rectificar los estudios anteriores y de medir los terrenos, por orden del Supremo Gobierno. LAMBAYEQUE. —Comprende la irrigación de extensos terrenos, en los que se iucluyen las pampas de Chiclayo, de Olmos, Muchumy y Mórrope, echando sobre la costa las aguas del río Lajas que corre al otro lado de la cordillera, aprovechando las del Pachachaca, Ol- mos, Paccha y Sacuchingano y haciendo represas en el río de Chon- gollape y algunas obras de defensa contra las inundaciones á que están expuestas esas localidades. Existen los informes y planos levantados por los ingenieros P. C. Troost y Otón Vón Bucwald y varios presupuestos, el menor de los cuales comprendiendo una buena parte de las obras por hacer, monta solo á 200,000 soles. Don Baltazwr García Urrutia, ha hecho un magnífico estudio de este Departamento y sus irrigaciones. TRUJILLO.-—Comprende la irrigación de los terrenos de Chimú Ó Santa Catalina y el aumento de las aguas del río Chicama para ex- tender los riegos de ese valle, que hoy solo fecundan la tercera par- te de los campos que contiene. La primera exije la formación de re- presas en las lagunas de San Lorenzo y Caijan, existentes en la ha- cienda Porcon de. Distrito de Santiago de Chuco, que antiguamente usaron los indios con el mismo objeto; y la segunda la conducción de las aguas de la cordillera de Otuzco que actualmente se pierden. NEPEÑA.—Comprende la irrigación de 50,000 hectareas en el valle que se extiende desde Samanco hasta Jumbe, aumentando las aguas del río Nepeña, á fin de hacerlo permanente y no temporal co- mo es en la actualidad, mediante la, rehabilitación de los antiguos - Canales y de las 23 lagunas que comunicaron los indios en la cordi- - llera Negra de la provincia de Huaylas. Sobre la fácil realización de estas obras, se siguió un expedien- te el año 1856 por dox Juan Rodríguez y otros vecinos de la provin- — 134 — cia de Santa, quienes acompañaron un estudio minucioso y los pla- nos correspondientes. SANTA. —Comprende la irrigación de 150,000 hectáreas situadas en ambas márgenes del río Santa, poniendo espeditos los antiguos canales de los indios, con un presupuesto de 200,004 soles. El Senador Sr. Ganoza, en su proyecto de irrigación presentado á las Cámaras en 1870, estima en 16,000,000 de soles el valor de.los terrenos suceptibles de ser puestos bajo riego en solo este valle, cuyo río, el Santa, figura entre los más caudalosos que cruzan la costa. PAMPA DE LAS ANIMAS. —Comprende la irrigación de estensos terrenos eriazos de la provincia de Chancay. En 1867 el Supremo Gobierno, nombró una comisión para el es- tudio de las obras necesarias para hacer práctico este proyecto y en el informe que expidió, se manifiesta que existen grandes facili- dades y ventajas. AN"ÓN.—Comprende la irrigación de 2,000 hectáreas, parte de las tierras cultivadas antiguamente por los indios, aprovechando las aguas de la laguna de Ventanillas, con un pr de 60,000 soles. Lima, Comprende la irrigación de varias pampas eriazas que existen en el valle, como las de Nievezía, Canto Grande y otras, su- ceptibles de riego. tomando las aguas del Rimac, por medio de to- mas y canales nuevos, una vez aumentadas con la regularización del servicio de las lagunas de Huarochirí. CAÑETE. —Comprende la habilitación de los antiguos canales de los indios, restableciendo las antiguas tomas, para cultivar las tie- rras eriazas del valle. PAMPAS DE Noco.—Comprende la irrigación delas tierras eria- zas del Distrito de Chincha-Alta, aprovechando las aguas de las cin- co lagunas existentes en Tambo de Turpo y las que se hallan al Sur entre Cañete y Huancabamba. En Agosto de 1869, los terrenos por habilitar con esta irriga- ción, se adjudicaron por el Estado á los señores Paredes y Velás- quez, con un plazo de cinco años para terminar las obras, que no se han llevado á cabo. En 1871, se mandaron hacer estudios completos por el ingeniero de Estado señor A. Wesler. IcA.-——Comprende varias irrigaciones separadas. Una de ellas se refiere al aumento de las aguas s de los ríos Viscas y Palpa, apro- chando la laguna de Chocollococha ó trayendo' por un pequeño - done una parte del caudal de Rio Grande, para descargarlo al valle de Palpa por el punto de Queriche, con un presupuesto de 40,000 soles. Otra trata del restablecimiento de los acueductos del Distri- to de Nasca, que se mandaron hacer por 10,000 indios condenados á - trabajos forzados, inmediatamente después de la anexión de esos territorics al Imperio de los Incas. Una tercera, por último, se pro- pone un plan general para represar las aguas de varias lagunas de las alturas de Parinacochas, á fin de regar 40,009 hectáreas, con un presupuesto de 600,000 soles. c A Una cantidad de terrenos considerable ha sido concedida por el Gobierno, hace poco, en este Departamento, al ingeniero norte-ame- ricano señor Tomás Gaige, junto con otros terrenos en las panmpas de Acari, con cargo de hacer sus irrigaciones dentro de cierto plazo. Lomas. —Comprende el aumento de las aguas del río de Acari, > con las lagunas y vertientes de la cordillera entre Lucanas y Pari- nacochas, para regar los llanos vecinos á la ca.eta de Lomas y las pampas denominadas Bella Unión. Una enpresa particular ha habilitado últimamente algunos te- rrenos en esta localidad. AREQUIPA. —Comprende el aumento de las aguas del Chili, para 3 extender el cultivo de los campos vecinos á la ciudad. 3 Esta irrigación fué proyectada en época ya bastante lejana. En 0, 1826, se formó una asociación para llevarla á cabo, entre el Estado y ochenta y cuatro particulares. Hasta 1838 se hicieron trabajos; ps pero frecuentemente interrumpidos, concluyeron por ser abandona- dos del todo, después de haber consumido el capital de la empresa, b ascendente á 200,000 pesos. > Para el objeto existen innumerables estudios, así como diversos planes de magnitud y costo distintos. Uno de ellos consiste en apro- vechar las aguas de las. lagunas de Orcococha y Chinacocha, situa- ho das en la cordillera, á siete kilómetros de la antigua posta de Pati, á fin de regar las pampas de Miraflores. Otro propone echar los ma- nantiales de Chiguata y Yumina sobre el río de Sabandía, para to- mar nuevamente las aguas en la acequia de Paucarpata y echarlas á Miraflores, salvando con 326 metros de viaducto las ocho pequeñas quebradas del tránsito. Un tercero, estriva en recojer las -vertien- tes de la meseta de Vinconcaya y desviar el río Colca sobre el Sumbay 3 por medio de un dique, cuya mayor parte está hecha desde hace 50 8 años; para sacar las aguas á veinte kilómetros de Arequipa y distri- 2 buirlas por los dos costados del Misti, regando las tierras eriazas de sus faldas. Los planos primitivos de algunas de estas obras, fueron entre- gados por el Supremo Gobierno en 1871, á don Ladislao La-Jara, con cargo de reorganizar la antigua sociedad de irrigación. Existen estudios posteriores, hechos por el ingeniero Ernesto Thomas y va- rios otros. Para las obras de Vinconcaya y para las de Miraflores, solicitó propuestas el Estado en 1857; pero no tuvo lugar ¡a adjudi- cación porque no se presentaron proponentes. Ultimamente se han Do. traído para el abastecimiento de la ciudad, por medio de cañerías, Tas aguas de las vertientes de Yumina. - PAMPAS DE IsLAY. --Comprende la irrigación de las estensas llanuras existentes entre Arequipa y la costa, por donde cruza ac- _tualmente el ferrocarril de Mollendo. La practicabilidad de esta irrigación que enriquecer ía al De- lamento de Arequipa, duplicando rápidamente el número de sus pobladores, estodavía un problema que no está satisfactoriamente resuelto. Existen diversos estudios y diversos planes; pero todos revisten un caracter parcial, pues no habi.itan para el cultivo una se ntidad de terrenos que guarde proporción con el costo de las obras ) 3 e 5 ni mucho ménos con la estensión y calidad de aquellas pampas ad- mirables. Para regar la región de Cachendo, dice el ingeniero Backus, ha- bría que abrir un canal de 200 kilómetros de desarrollo y que gastar 2,500,000 soles. Para la pampa de Guerreros, el ingeniero Hoagen, reputa también muy costosa la traída de una parte del río Tambo, desviando el Esquino que es uno de sus afiuentes, por medio de una toma á cinco kilómetros del caserío de Quito y un canal de cuarenta kilómetros de desarrollo. Se pronuncia á favor del aprovechamien- to de las aguas del río Uchumayo, abriendo un tunel de 450 metros, para dirijirlas á las pampas de Caldera, donde hay un cauce seco, luego á la Joya y por último á las pampas de Guerreros. Reputa este último plan fácil y poco costoso; pero cuenta solo con un volú- men de agua de 12 metros cúbicos por segundo, suceptibles de au- mentar, según dice, una vez realizadas las obras de Vinconcaya. El mismo ingeniero estima que pueden abrirse pozos artecianos con buen éxito en los puntos denominados La-pascana, Cocotea, Yaleque y el Havre. Además, don Armando Gautherot, ingeniero hidrosco- po, ofreció alguna vez abrir de esos pozos en las pampas de Mejía, 2 La Joya y Cruz de Tambo. S LOCUMBA.—"“Comprende la irrigación de 4,000 hectáreas de te- , rrenos actualmente eriazos en los llanos de Citana, abriendo una to - A ma cerca de Pipaña y salvando por un puente sifon la quebrada de 5 Santayana, con un presupuesto ae 55,500 soles. 1 Esta obra fué adjudicada en 1870 á los señores Novillo y Zapa- $ ta, quienes hicieron algunos trabajos. Existe un informe del inge- niero Juan Tomás Lausing que garantiza su practicabilidad. CAMANÁ. — Comprende la irrigación de 8,000 hectáreas, aprove- . chando las lagunas existentes anida Pucchun y Chira. em El río de Camaná, mide mas de 300 metros de ancho y arrastra un gran caudal que se pierde casi intacto en el mar. Las tierras del valle suceptibles de riego son reducidas. Se cultivan en la actuali- dad 20,000 hectáreas y la propiedad territorial tiene allí mucho valor. El ingeniero Montferrier que ha estudiado esta Loca nda esti- ma hacedera y fácil la irrigación propuesta. Tacna. —Comprende la irrigación de 40,000 hectáreas, irdenal do las aguas del Maure, con un presupuesto de 1,500,000. soles y el aprovechamiento de las vertientes de la quebrada de Soroche, p aumentar la provición actual. AZAPA.—Comprende la irrigación de 120,000 hectáreas, provincia de Arica, conduciendo Tas aguas del ría Laoca, de nierb D. Luis Maras que aero el proy ecto en 1856: y con 5,612,847 soles según los cálculos del ingeniero D. A de Vignau que hizo sus estudios en 1870. Las obras correspondientes á esta irrigación han 's dos veces en remate. La primera vez el 20 de Enero de | aj tuvo D. Enrique Meiggs que rescindió posteriormente e c Me — 137 — La segunda el5 de Mayo de 1871, reduciendo sus proporciones á la concentración de las aguas de Ancipao, Copaquilla, Marmonta- mi y Chaquipiñas, para proveer 600 litros por segundo, tampoco tu- vo efecto. : + Si á las anteriores, comprendidas todas en la zona de la costa, A añadimos las que corresponden á la región andina, esto es, la del va- lle de Jauja que consiste en jevantar las aguas del rio Mantaro ú A Oroya, escabando dos canales laterales, con .un presupuesto de 400,000 soles, y la de las pampas del Arco y del Llano vecinas de la ciudad de Ayacucho, aprovechando las aguas del rio Huatatas, con - un presupuesto de 36,000; tendremos un cuadro aproximado de las principales irrigaciones proyectadas en el territorio de la Repú- blica. En diversas épocas se ha calculado que con un desembolso menor 3 dle veinte millones de soles, se podrían realizar todas las irrigacio- ' nes estudiadas tanto en la costa cemo en la sierra, habilitando dos y medio millones de hectareas, cuyo valor no podia bajar de cien soles cada una. El senador J. F. Ganoza, en el proyecto de ley que pre- Y sentó en 1870, calcula susceptibles de irrigación en la costa un mi- Ñ llón de fanegadas que estima á 490 soles cada una, dando un efecti- 3 vo total de 400.000,000 ó sea una renta anual de 4.000,000 de soles du- A rante un siglo, si se entregaran á censo redimible como se acostum- e bra en los EE. UU. El m:smo señor supone que la producción de irutos de exportación.y covsumo que daria ese millón de fanegas e puestas bajo riego ascendería á 200,000,000 por año. Aunque respetamos las opiniones ajenas persuadidos de que E pueden ser fruto de una mayor ilustración é inspirarse en hechos y q Tuentes que nos son desconocidas, no participamos, sin embargo, de € la entusiasta apreciación del Sr. Ganoza, como no participamos tam- B poco, no obstante que pesa mucho en nuestro ánimo, de la opinión sustentada por el ingeniero Sr. Malinouski, en una memoria que presentó á la Convención Nacional el año de 1856, en la que al abo- gar por la apertura preferente de caminos y la implantación de ferro- “carriles, declara que las irrigaciones son impracticables por no guar- dar proporción entre su costo y el valor é importancia de las tierras por regar. Ambos pareceres á nuestro juicio, son igualmente objeta- bles. Entre el optimismo del uno y el pesimismo del otro, la verdad "no está con ninguno de los dos. Tanto las cifras demasiado halagúe- - Tías, cuanto el deshaucio completo de las irrigaciones, son en idénti- co grado exageradas. Reduciendo los cálculos á términos prudentes, quedará siempre un margen cuantioso de utilidad. - Esto sentado, pasamos á estudiar las irrigaciones de la costa, ¡jo sus tres aspectos: legislativo, industrial y financiero. ara mayor claridad, analizaremos por partes tan arduo y com- o asunto. A fin de dilucidar las dos faces que presentan cada e los puntos relacionados, los dividiremos en igual forma. El , por tanto, comprenderá las observaciones propias de una S ial de irrigación y las garantías generales que exige el reso de la agricultura. El industrial, abrazará las circunstancias S al cultivo y la calidad de las obras que reclama la provisión - 3—B. el A E A e Mea 1 A e Dd y "E ' CESA e . 3 - » LY Y ] 4 le "Y (2 ; EE 4 A estable de los riegos que hay que procurar. El financiero encerrará un plan sobre la manera de arbitrar fondos y el costo aproximado de los trabajos én su total. CONSIDERACIONES LEGALES. Leyes agrarias compusieron los primeros códigos de los pue- blos nacientes. Para constituirse y formar nucleo nacional, las so- ciedades en su origen, empezaron siempre por una distribución de tierras, reglando la manera y forma de su trasmisión á la posteri- dad. Tal hecho al parecer ocasional, alcanza sin embargo elevada tra- cendencia. La uniformidad con que se repite constante en la histo- ria, acredita su importancia y encierra fecundas enseñanzas. Un es- tudio detenido, permite descubrir en el acierto de los legisladores para formular esas leyes, el secreto de la prosperidad ó decadencia de los pueblos. : La agricultura es la fuente mas abundante y segura de honesto trabajo. Su ejercicio despierta el amor al suelo, radica en él las fa- milias y exalta el valor y la virtud de los ciudadanos. Como madre de la inocencia, constituye el mejor apoyo y la verdadera fuerza y esplendor de las naciones. Ahora bien, la legislación influye decisivamente en el progreso : de la agricultura. El cultivo de las tierras, estando al testimonio de la historia, se ha acomodado en todas las épocas y lugares, á la si- tuación política porque han atravesado las sociedades. La ley y la manera de aplicarla, decide de su suerte, alentando ó restringiendo su desarrollo. Esa influencia es tal y tan marcada, que ni la bondad del suelo, ni su aptitud para ricas producciones, ni las ventajas geo- gráficas, ni la templanza del clima; nada es parve, ni ha sido nunca razones suficientemente poderosas para vencer los estorbos, que el abuso, la arbitrariedad ó una legislación defectuosa pueden oponer á sus progresos. La agricultura necesita del orden, vive y prospera en la paz, y solo el respeto perfecto del derecho le permite ha- cer conquistas y avanzar en su camino. Una sucesión no inte- rrumpida de campos florecientes, una población laboriosa y contrai- da, son signos manifiestos de que el país que los posee goza de buen régimen de Gobierno y de una equitativa distribución de la justicia. El pié actual de nuestra agricultura, aún cuando está lejos de ser tan próspero como debiera, no ha llegado sin embargo al lamen- table estado de decadencia que pretenden falsas suposiciones. Toda- vía se conserva en el interior viva la antigua tradición del trabajo; y en la costa, si algo queda que nos permite algunas raras aparien- cias de holgura, se debe al ligero impulso que comunica la pequeña - animación que entretienen los campos. Sin eso, sin los cambios que sostienen nuestros escasos productos agrícolas, hoy que la baja de la plata ha herido de muerte el mejor renglón de la minería, que está abatído el comercio y depreciado el numerario circulante, estaría- mos en una situación mas lastimosa, aislados por completo del movi: miento general y sin esperanza de rehabilitación. ; Nuestro porvenir se cifra en el aumento posible de los campos «le cultivo. Por tanto, es preciso que la ley favorezca las irrigacio- nes de un modo resuelto. Para que ellas sean prácticas, necesita- 500% mos remover los estorbos que perjudican á la agricultura y que de- tienen su vuelo. Debemos, pues, comenzar por allí. Procuremos an- la te todo correjir los defectos de la administración, que si logramos : el acierto, veremos con sorpresa que los males que la cercan, que al- gunos atribuyen á los vicios de los hombres de la profesión, á la in- temper ie de las estaciones ó á la falta de brazos, de máquinas ó de y instrumentos perfeccionados; dependen mas bien de los defectos del e Gobierno y del error frecuente en que incurren muchas de sus prác- ticas y disposiciones. Procuremos hacer cesar la falta de garantía 2 que ofrecen los campos, no para la vida, la que está por fortuna su- «Y ficientemente resguardada, sino para los abusos de la autor idad, para el despotismo arbitrario de los gobernadores y para la mez- $ quinnad racaz de algunos propietarios. Estirpemos la perniciosa 2 costumbre del ejército, cuyo tránsito por los pueblos, particularmen- 0 te en el interior, es una verdadera plaga, pues sin freno ni respeto > se permiten vivir del merodeo. Suprimamos las requisas forzosas de acémilas y cabalgaduras que como procedimiento arreglado y legal, y emplean los batallones para proveerse de movilidad. Corrijamos A todos esos abusos, castiguemos todos esos atropellos, y nuestra agricultura, nos volverá á poner en el rango, que nos corresponde; porque nuestro suelo es grato á los cuidados, nuestras producciones tropicales son valiosas y “nuestros pobladores son de buena índole y le sufridos. Para tener sin esfuerzo irrigaciones, necesitamos ciertas provi- 1 dencias de orden. Las disposiciones por adoptar, menos que a conce E der privilejios, deben encaminarse á facilitar simplemente su realiza- BA cion. Ya sea que las obras se lleven á cabo por cuenta del fisco, Ó AR por empresas particulares, la propiedad de las tierras ha de ser reli- viosamente respetada. Aquellos estimulos que exitando la codicia disponen de lo ageno, hiriendo derechos anteriores, perjudican y da- fan mas de lo que aparentan favorecer. En diversas épocas se ha propuesto, como remedio para preve- nir el abandono de los campos, la imposición de contribuciones es- peciales á las tierras incultas. Se ha insinuado también la conve- niencia de castigar á los propietarios con la pérdida de sus derechos arrebatándoles as tierras no labradas, una vez acreditada su falta de cosecha en cierto número de años. Se ha pedido, por último, sean - declarados valdios y de libre disposición, todos los campos eriaso=, á fin de poderlos ceder sin estorbos al primer solicitante, con el cargo único de aprovecharlos, poniéndolos bajo riego. “Todas estas medidas aparentemente eficaces, son injustas é in- morales. No tienen en el fondo, ni pueden tener la influencia que se les atribuye. Ninguna de ellas importa una novedad. Son por el contrario, viejas, viejísimas: Vigentes en otras épocas en diversos e su práctica ha causado trastor nos, confusiones y alarmas. Le- > - SA — 140 — » 7 jos de traer concurrencia para mejorar la propiedad territorial, han despoblado los campos, por introducir en ellos la incertidumbre de lo contingente, arrebatándoles su caracter de estabilidad y perma- nencia, que es la calidad mas saneada de su poseción. La agricultura, obedeciendo á una tendencia que le es propia, marcha naturalmente á su ensanche y aumento progresivo. A las leyes les corresponde alentarla únicamente. Su fin debe ser, no tanto prestarle estímulos, cuanto remover estorbos y separar los obstácu- los que obstruyen su acción y movimiento. Querer exitar y dirijir el interés particular con disposiciones y reglamentos, es una preten- ción loca. Los hombres saben siempre donde han de irá buscar su conveniencia, La lucha de interés que los ajita, establece un grado de equilibrio, que no pueden jamás alcanzar las leyes. El deseo de adquirir y prosperar, hace que la indolencia y las preocupaciones, que suelen á veces desviarlos del camino utilitario, cedan á la Sr ante la razón que les muestra sus ventajas verdaderas. Esto sentado, pasamos á tratar de la cuestión pertinente. ES * * Las irrigaciones, por la índole propia de su caracter, reclaman operaciones de conjunto que los propietarios no pueden resolver aislados. La dificultad de solidarizar los diversos intereses, así como la circunstancia de ser en la mayoría de los casos empresas mani - fiestamente provechosas, pero de rendimientos y desarrollo remoto, hacen indispensable el contro! imparcial de la autoridad, para conci- liar, dirijir y hasta dominar si es preciso los inconvenientes. Hallar la manera de resolvercon acierto los varios problemas pertinentes, disponer los reglamentos y sanjar en justicia las cues- tiones de derecho, es la misión de las leyes y el rol que cumple lle- nar á los legisladores. Hay que estudiar, según los casos, si las obras pueden hacerse por interés particular, con el dinero y crédito de los municipios, formando sindicatos de Regantes, Ó directamente por cuenta del Estado. Resueltos esos puntos principales, hay que dictar ciertas dis- posiciones cuyo influjo pro echoso tiene acreditado la esperiencia. En primer término, conviene tener presente que las leyes que se ocupan del arreglo y distribución de las aguas, han sido objeto de solicitud muy particular en los diversos países. Entre nosotros ese punto importante de la legislación, ha estado casi en total aban- dono desde el tiempo de la conquista. Para determinar la propie- dad y el uso de las aguas, no tenemos propiamente hablando dispo- siciones generales; sino reglamentos especiales que son dos, el de Cerdan para Lima y el de Saavedra para Trujillo, los que se han mandado observar en toda la República, sin O á su Cca- rácter esencialmente local. Necesitamos, pues, un Código de Aguas, que esclarezca dere- chos y reconozca servidumbres forzosas | para el tránsito de losca-. nales destinados á la irrigación. Necesitamos una ley reglamentaria con determinadas prerrogativas, para la constitución de Sindicatos : de Regantes. Necesitamos otra que ostabliica la cesión gratuita de | las tierras valdías Ó de libre disposición, á quienquiera que ofrezza y ponerlas en trabajo y cultivarlas á plazo fijo. Necesitamos, por últi- = mo, una ley general de irrigaciones, declarando hipotecadas todas $ las tierras eriasas, sean del fisco ó de particulares, en favor de las 1% obras de irrigación que las habiliten para el cultivo, usen ó nó el y agua que se les suministre. 0 Cumplidas estas exigencias, las irrigaciones no encontrarán es- torbos en la ley, la iniciativa privada tendrá más amplio campo don- q de e:ercitarse y el Estado podrá concurrir eficazmente á la realiza- A ción de las aspiraciones nacionales. El secreto del acierto estriba en no ofender el buen derecho, ni perjudicar el ejercicio legítimo de E. la más amplia libertad. Imprimir carácter de unidad y sencillez á los E procedimientos y disposiciones, es ponerse enel terreno de la ver- Me dad y en el camino del progreso. En definitiva, para cerrar este ca- CC» pítulo, la ley que disponga las irrigaciones, debe tener en Cuenta, no el costo de las obras, ni la cuantía con que contribuye el erario, 0 sino el minimum de sacrificios por pedir á los propietarios. VI. 4 CONSIDERACIONES INDUSTRIALES. de. Apreciados bajo el punto de vista industrial, los valores que se ¡E fijan en la tierra, están casi libres de laz viscisitudes y contingen- | ; cias que rodean á cualquier otro género de riqueza. El cultivo de | los campos, es, por otra parte, la industria que ocupa mayor núme- | . ro de brazos, tanto por la inmensa suma de trabajo que emplea di- | E rectamente para su propio desenvolvimiento, cuanto por el gran caudal de labor que proporciona indirectamente á las otras profe- | siones, ensanchando en relación con sus progresos la esfera general E deactividad. o Labranza y pastos son la riqueza de la Francia, decía: hace 400 años el gran hacendista Sully. Esa verdad, hoy mejor demostrada que nunca, y la conciencia de su influjo, tienen fuerza bastante para trasformar á los pueblos que comprenden sus alcances. La agricul- tura es la industria por excelencia. Su ejercicio regularizado, acre- cienta la población de los estados y garantiza la felicidad particu- lar de los individuos. - Los terrenos se aprecian en relación con su fertilidad y son de muy diversa índole. En algunos el suelo lo dá todo sin mayor esfuer- zo; en otros su generosidad corre parejas con la diligencia que des- plega el cultivador; y hay otros, por último, que se muestran siem- pre mezquinos, no obstante ser regados con el sudor de sus habi- - tantes. ' Entre estas tres categorías existen muchos grados, y confor- me á ellos son en calidad y cantidad los frutos que rinden sus cose- Chas. El valor y estimación que alcanzan, se determina también de acuerdo con esas condiciones importantes, que fijan la taza de su precio. ; — 142 — Ahora bien, la primera categoría, podemos afirmarlo perfecta- mente convencidos, comprende casi la totalidad de las tierras llanas que encierra la costa del Perú. Allí, donde quiera que alcanza el agua fecundante, florecen lozanos los frutos más sabrosos. Varias son las circunstancias propicias que les rodeap. El Sol, que constituye en todas partes el alma de la vegetación, se ostenta en la costa del Perú siempre limpio y despejado. Su explendor, pro- pio de la región tropical, comunicando fuerza á la semilla, alienta una vida exhuberante en las plantaciones. El suelo, compuesto de gruesas capas de aluvión, contiene suficiente tierra vegetal, y el agua de los ríos que bajan de la eccrdíllera, posee cualidades fertilizantes que guardan proporción con la gradiente torrentosa que recorren. Estas causas unidas, determinan dos fenómenos igualmente in- terésantes. Las producciones todas de la costa, son de calidad re- marcab'emente superior. Todas alcanzan alto aprecio en los merca- dos extranjeros y son solicitadas con manifiesta preferencia. El al- godón de Piura, no tiene rival; el azúcar que producen los distintos valles, es inmejorable, lo mismo que el arroz de Lambayeque; las viñas que dan aguardientes en Ica y vinos generosos en Moquegua, los olivos de Camaná, el maiz y los innumerables granos y frutos susceptibles de rendir cosecha en esa región favorecida. » En todas partes, el suelo por rico que sea, se gasta siempre más ó ménos á prisa con la sucesión de los sembríos. En todas partes se hace indispensable el uso de abonos artificiales, la sumersión ferti- lizante para depositar el limo que arrastran las aguas, ú otros proce- dimientos dispendiosos, á fin de conservarle su vigor al suelo. Las tierras de la costa del Perú, no requieren abono, ni se esterilizan nunca; porque las aguas que las riegan, bajando rápidas de la cor- dillera, no tienen tiempo de desprenderse de sus sales, cuya rique- za llevan hasta las eras mismas para reanimarlas, reponiendo con oportunidad las pérdidas que han podido experimentar. Con lo expuesto, ponemos término áesta parte y pasamos á con- siderar la cuestión bajo otra faz. X X* La practicabilidad industrial de las irrigaciones proyectadas en la costa, en la mayorí1 de los casos, está suficientemente comproba- da. Susceptibles de riego existen, dejando á un lado muchos terre- nos de posible aprovechamiento posterior, 1.850.000 hectareas, con lo que se doblaría casi la extensión actualmente en cultivo. Tales cifras, por si solas, hablan bastante para comprender el vuelo que es capaz de tomar nuestra potencia productora. Tal vez habrá quien tema que la habilitación de tantas tierras, influya en el valor de la propiedad territorial del presente, depreciando su esti- mación por la oferta é introduciendo ruinosa competencia en sus p"oductos; pero deben abardonarse esos temores, que solo puede alentar una suspicacia exagerada y poco reflexiva. La prosperidad industrial que podemos adquirir con las irrigaciones, lejos de dañar los intereses ya creados, servirá para acrecentar su estimación. c 143 — El riego artificial es dispendioso, porque hay que compralo. Las ES diligencias que exige abrir, limpiar y tener corrientes los canales, vd -——atargeas, represas y demás obras que reclama el desvío de las aguas : que no fluyen naturalmente, son costosas y recargan con su importe el valor primitivo de las cosechas. Si es cierto que bien calculadas - dejan márgen satisfactorio de utilidad; también lo es que las tierras exentas de tales gravamenes, estarán siempre en mejor pié para sa- - tisfacer la aspiración de lucro de sus propietarios ó tenedores. Las nuevas que se habiliten, por otra parte, no lo serán sino sucesiva y paulatinamente; de manera que la mayor producción nunca tendrá - tanta abundancia que abarrote los mercados, máxime si como es de [esperar se dedican de preferencia á los renglones de exportación. = Asícomo á cada progreso de las máquinas, corresponde un “aumen N to de los consumos; asi tambien la irrigación ensanchando la activi- 4 dad general, acrecentará el número de habitantes, sosteniéndose el » equilibrio en virtud de la ley constante que pone la población al ni- -— "velde los medios de subsistencia. ON Dificultades técnicas para la ejecución de las obras, no existen -nison de temer. Actualmente los progresos de la ingeniatura, no e. encuentran resistencias invencibles. Nuestros rios de la costa, aun- que temporales algunos y torrentosos todos en las épocas de aveni- da, son precisamente por tales circunstancias. y por la topografía del E terreno, muy manejables. La existencia de numerosas lagunas en la cordillera y su inmediación relativa, importa otra facilidad digna de IC —— tomarse en cuenta. Puede decirse que los terrenos eriazos que se | ¿l trata de irrigar, poseen en la vecindad represas naturales, dispues- | % tas providencialmente para su servicio y regadío. p A El estudio circunstancizdo de las obras hidraulicas por ejecutar no puede abarcarse en conjunto. Es un tema que debe abordarse in- E dispensablemente por regiones, pues cada una presenta problemas E deaspecto diferente. 'Todas son sin embargo, de fácil realización. Para adquirir cabal convencimiento de su practicabilidad, basta te- ner en cuenta que hoy en día se han hecho grandes adelantos en el manejo de las aguas. No solo se conducen donde quiera que se les solicita para fuerza Ó para riegos; sino que se les hace desempeñar trabajos mecánicos de desmonte y de acarreo, empleárdolas lo.mis- mo para nivelar los terrenos, como para levantarlos y aún hacerlos del todo, valiéndose de aluviones artificiales. SS Partiendo del principio de que cualquier corriente á una veloci- dad dada desgasta el terreno que recorre y á otra deposita las ma- terias que lleva en suspension; se han ideado las operaciones llama- das labaje y colmataje, mediante las cuales se sanean á poco costo los pantanos insalubres, se rellenan las depreciones, se reducen las pro- -minencias y se cubren de tierra vegetal los campos pedregosos 6 - desnudos. y Con paciencia y método se hace que el agua llene funciones muy provechosas. Empleando los procedimientos que dejamos apuntados - sehan realizado trabajos considerables, tanto en Francia como en BN Ttalia. En este último país, en Toscana, se ha llevado á cabo una em- presa de colmataje de proporciones estupendas. El'valle de Chiana, e 7 — 144 — : era un antiguo pantano insalubre que infectaba las comarcas veci- nas. Su considerable extensión de 93 kilómetros de largo por3 45 de ancho, parecía desafiar cualquiera tentativa de saneamiento. Ven- ciendo grandes dificultades, sin embargo, á fuerza de aluviones ar- tificiales, se ha logrado rellenarlo y cubrirlo de tierrra vegetal, de- jando aprovechables para la agricultura 10,500 hectareas, que han convertido en un jardin á ese antiguo foco de pestilencia. Las obras que hay que llevar á cabo en la costa, no exigen es- fuerzos muy considerables. Industrialmente, ni los desembolsos que reclaman, ni sus dificultades técnicas, son un estorbo que merezca discusión. El costo es poco crecido relativamente ála estensión de terrenos por habilitar. Calculando el presupuesto aproximado de ca- da Departamento, resulta un total de quince y medio millones de so- les para habilitar 1.850,000 hectareas, lo que no es bajo ningún punto de vista excesivo. Suponiendo pot imprevistos y contingen- cias un gasto real en números redondos de veinte millones, tendre- mos que cada hectarea importará un costo medio de diez soles, ó lo que es lo mismo, tendrá la necesidad de satisfaser un canon obliga- torio apenas mayor de un sol anual, para cubrir.en veinticinco años el gravamen hipotecario que pese sobre ella, ó sea el servicio de amortización é intereses del capital invertido para dotarlas de agua y hacerlas productivas. Independientemente de ese cargo, el uso del agua impondrá otra gabela mas considerable, pero igualmente moderada. Cada rie- go tiene que acotarse para su venta, conforme á una tarifa que com- pense los gastos de conseryación y entretenimiento de las obras. Un desembolso de 4, 5 6 6 soles a: año por hectárea, según los casos; será la taza para obtener el agua suficiente, pero si se toma en cuen- ta que una hectárea de terreno bajo riego vale en la actualidad 1000 soles en Piura, 200 en Huacho, 100 en Lima y 2000 en Arequipa, se comprenderá que facilmente pueden soportar esos gravamenes, pues en definitiva no representan el interés corriente del capital que co- rresponde á su precio. Terminamos aquí las consideraciones industriales, persuadidos de que los valores que se dediquen á las irrigaciones quintuplicarán antes de diez años el precio de naestra propiedad territorial, resol- viendo á la vez una inversión segura y provechosa. Sin perjuicio de un interés regular bien garantido, tendrán el negocio de la venta del agua que les procurará independientemente mayores utilidades. vi. CONSIDERACIONES FINANCIERAS. La adquisición del dinero necesario, se ha dicho, es el punto ne- gro con que tropiezan las aspiraciones humanas. Tal afirmación puede ser de hecho una verdad incuestionable; pero también lo es que el trabajo produce riqueza y que el dinero poco ó mucho que se in- vierte con acierto, procura por si mismo rendimientos que acrecien- tan su cuantía. : Cc p> “ de es a > -Aunando la acción de varias fuerzas que aisladas se disipan ó se zastan sin provecho, se logra muchas veces amontonar una suma de energía utilizable. Ese principio, rigurosamente exacto, es fecuudo en resultados. Aplicado con oportunidad á la economía, puede resol- ver combinaciones financieras muy felices, Su éxito depende de los medios que se ponen en juego, de la sagacidad de quien los ejercita - y de su propio alcance y eficacia. : Nuestra situasión actual es muy estrecha. Una prolongada de- «cadencia, agravada por cierta conformidad apática que se resigna á sufrirla, ha concluído por ponernos á las puertas de la ruina. Reha- h: cernos es difícil, pero no imposible. Frecuentes decepciones y re- == petidos contratiempos, nos han hecho perder la fé, pero estamos to —davía lejos de tocar á la impotencia. Los organisimos jóvenes, po- seen siempre asombrosos elementos de vitalidad. A Encontrar recursos para iniciar la grande obra de las irriga- ciones, dado que se proceda con método, sin excesos ni precipitación, es tarea realizable, aún dentro de los límites reducidos, á que obligan las circunstancias actuales. Muy realizable, repetimos, por mucho que choque tan resuelta proposición. Comprometerse en em- y presas superiores, de un modo irreflexivo, sin medir su trascenden- cia, envuelve locura censurable; pero abordar planes meditados, su- - Ceptibles de desarrollo progresivo, nada tiene de temerario, aún ' cuando asuman grandes proporciones. Aquella audacia que se ejer- cita, teniendo conciencia del alcance de las cosas, corona siempre con éxito sus propósitos, porque establece en el fondo consecuencia lógica entre los antecedentes y sus fines. En las obras de provecho, los esfuerzos bien empleados encuentran recompensa. Cada paso adelante descubre nuevos horizontes y lo que comenzó pequeño, por su própio impulso se desarrolla gigante, si la prudencia al par que la entereza han servido de guía. Juntos los recursos del Estado, con los elementos de que dispo- «nen las industrias, estimulando los intereses particulares y buscán- dole garantías al crédito, no es difícil reunir fuerza bastante para los primeros ensayos. El país cuenta todavía con algo aprovecha- ble. Tiene bienes propios y prerogativas que también lo son, tiene - rentas establecidas suceptibles de aumento y tiene además facultad para crearse otras de nuevo; todo lo cual constituye una reserva cuantiosa de valores reales. Con buenas combinaciones financieras, las - naciones hayan de Ordinario manera y forma de salir airosas con «cualquiera empeño. Para hallar fondos que destinar álas irrigaciones, hay que crear arbitrios y que establecer garantías. Unos y otros son posibles de encontrar. El precio de la propiedad, es siempre la medida de su cuidado. s vastos territorios eriazos que encierra la costa, nada valen; por e yacen en completo abandono, incultos, sin agua, ni esperanza xima de tenerla. Silos sacamos del olvido dedicándoles algunas ciones y revistiendo de ciertas seguridades sus espectativas de ad, adquirirán de repente alguna estimación. Aquello queshoy significa, tomará valor aunque mínimo, pero valor al fin, con- — 146 — curriendo por su parte á la solución del problema que les respecta- Alí tendremos garantías. La constancia que se ejercita paciente con pequeñísimas frac- ciones, llega á acumular cuudales. Una carga proporcionada que se distribuye entre la muchedumbre, nunca rinde con su peso, pues si está suficientemente dividida, se soporta casi sin advertirla. Tenien- do en cuenta esos dos principios, no es difícil la creación de un ar- bitrio especial, capaz de dejar medianos rendimientos, sin imponer mayores sacrificios. Allí tendremos renta suceptible de convertirse en capital cuan- do se quiera. Una larga esperiencia tiene demostrado el poder y eficacia de tales expedientes. Respecto al resultado de los arbitrios, sin ir muy lejos á buscar ejemplos, entre nosotros mismos tenemos varios que citar. El peaje establecido desde 1868 en la carretera que une esta ciudad con el Ca- . llao, insensiblemente y pasando casi desapercibido por razón de su insignificancia, ha producido hasta la fecha 458,418 soles. El impues- to de tránsito sobre los productos de Chanchamayo, para la apertu- ra del camino de Tarma, que comenzó á cobrarse en 1879, ha dejado también más de medio millón. La alcabala de coca, establecida por” la misma fecha en las provincias de Calca y Convención del Depar- tamento del Cuzco, en provecho de algunas obras públicas, rinde anualmente sesenta ú ochenta mil soles. Los exportadores de Piu- ra, con una gavela de cuarenta centavos por paca de algodón, han construído últimamente un gran puenie y juntado en dos años los fondos necesarios para pagarlo. Ahora bien, lo que se ha hecho con destino o en localida- des separadas, puede hacerse por una combinación general, obte- niéndose resultados en armonía con los procedimientos que se im- planten. Una sociedad por pobre que sea, tiene siempre medios pa- ra marchar por el camino del progreso y cuando ve la honradez, el acierto y el buen orden persiguiendo su engrandecimiento, contri- buye gustosa, alentada con la esperanza de mayores bienes. Dejando dilucidados con lo espuesto los asuntos en tésis gene- ral, pasamos á ocuparnos de un modo concreto de las va rias formas como pueden procurarse recursos. El movimiento general de mercaderías que se opera por nues- tros puertos, se A en los siguientes valores. Importación.....+. 0... .... «>... 14,000,000 “de Soles Exportación are cba: Made 12,000,000 da AS CaboOtaJey 7." dela daria ae Ele Bs Jo PARODI AO c Tal O ION A — 147 — Un arbitrio del medio por ciento ad valorem sobre esas cifras, ga- ; bela que pueden soportar sin sacrificio todas las industrias y que re- 1 caudarán sin gasto alguno las aduanas, importaría 230,000 soles Ñ anuales, lo que constituye una buena base de operaciones, E No se diga que la creación de impuestos es un camino ruinoso, Ei que pesa ya sobre el comercio una contribución análoga con el $ nombre de Movimiento de bultos. La que proponemos será perfec- Y tamente soportada, sin perjuicio de la existente, que por la absurda : tarifa en que ha sido calculada, rinde una miseria y tiene innumera- bles artículos exceptuados. En una época de triste recuerdo para el honor nacional, duran- te tres años, pesó sobre el cabotaje una contribución de diez por y ciento que producía tres Ó cuatro millones por año, pues la sola De. Aduana del Callao recaudaba algunas veces hasta cincueuta y sesen- tamil soles diarios. Esa carga enorme, la soportaron las industrias 3 sin languidecer. Cuando volvió el régimen nacional, los estadistas que tomaron á su cargo la administración, sin fijarse en los resulta- Eo: dos, ni calcular los daños que trae consigo cualquiera alteración vio- MS: lenta, abolieron de golpe y de una sola plumada esa fuente de recut- Dye sos. Desde el primer momento no se pudo pagar la mensualidad DS para el ejército de ocupación, se amontonó una deuda de millón y 58 medio de soles y se le infirió un perjuicio al comercio, obligándolo á | perder un diez por ciento en el valor de sus existencias en frutos na- cionales. El daño sufrido entónces, ro lo compensó por cierto la baja del precio de los consumos; pues la pérdida la experimentó el Estado y los capitales en ejercicio que son fuerza reproductora; y mientras las ventajas repartidas entre muchos, apénas hicieron sen- E sibles sus efectos, aliviando necesidades acostumbradas ya á satis- E acerse de otro modo. Nuestros estadistas procediendo con método, habrían caminado poco á poco con mejor acierto; pero dieron más Oído á suexaltado patriotismo que á los dictados de la sana reflexión. Procedieron como los independientes del año 26, que dejando entra- da franca de un modo repentino á los géneros ingleses, mataron de porrazo casi todas las industrias que existian á la sazón bajo el am- paro de un proteccionismo resuelto; pero.... Volvamos al asunto, abandonando digresiones que son capaces de llevarnos muy léjos. Con la suma calculada, se puede iniciar directamente la irriga- ción ménos costosa y más prometedora, para terminarla en uno, dos Ó tres años y trasferirla luego en venta Ó en arriendo, á fin de aco- meter otra con elementos naturalmente aumentados en razón de los - beneficios que se obtengan. Así, paulatinamente ev cierto número de años, se realizarían todas las irrigaciones, ganando progresiva- - ¡ente las fuerzas del país. Aparte deese procedimiento sencillo, entrando en diversas con- binaciones y sin perjuicio de tomarlo como base, se puede resolver - más rapidamente el gran problema. Hay infinitas operaciones en Que es posible hacer que entren como factores, tanto los recursos del El - Estado, como su crédito; el valor de los propios terrenos por bene- TEE cr ens representan una esperanza cotizable y hasta las garantías — 148 — A que ofrece la propiedad particular en actual explotación, meliando . * seguridades que persuadan é interesando á sus poseedores, que son y ó pueden hacerse dueños en todo ó en parte de las tierras por regar. Tomemos como tipo una de las varias irrigaciones; por ejemplo: la de Arequipa. y: Allí la propiedad rural del distrito, comprende 7,654 hectareas 6 sean 16,219 bopos, que producen de beneficio líquido 523, 905 soles al año y valen según tazación 8.732,750 soles. Las obras todas para poner bajo riego una cantidad de topos igual cuando ménos á la que se cultiva en el día en la campiña de Arequipa, comprendiendo las de Vinconcaya, Orcococha, Chiguata, etc., no exceden de 600,000 soles de costo. “Ahora bien, el servicio de amortización é intereses para saldar esa suma en veinticinco años, impuesta al seis vor ciento, importa 46,938 soles anuales; pero suponiendo un tipo mas alto, tendremos en números redondos 60,000 soles por año. Si para cubrirla, concurren juntos el Estado, teniendo un fondo particular de irrigaciones, los propietarios actuales formando un- Sindicato de Regantes en interés de la propiedad por habilitar y es- ta misma como ula garantía subsidiaria; es evidente que puede le- vantarse un empréstito aquí mismo ó en el extranjero, sin temor de tropezar con dificultades para suscribirlo. En dos ó tres años, la irrigacion de Arequipa sería una realidad. Ese Departamento que tiene una población numerosa, doblaría sus recursos y los actuales propietarios aumentarían sus rentas agrandando sus posesiones. Para las cargas del servicio del empréstito, el Estado podría concurrir con una mitad, esto es con 39,000 soles, tomados de los 230,000 del arbitrio especial y los particulares con la otra mitad, egravando sus propiedades con una pensión de un sol ochenticinco centavos anuales por topo, obligacion que en rigor solo gravaría du- rante el período de construcción, pues quedaría. trasferida sobre las nuevas tierras, llamadas á representar amplia garantía inmediata- mente que sean habilitadas. Siguiendo este método, siempre que un espíritu organizador se encargue de su desenvolvimiento, se podrían emprender simultanea- mente. varias irrigaciones. Disponer un arbitrio, sea el que propone- mos ú otro cualquiera es fácil; vencer la desconfianza y persuadir á los propietarios, es hacedero: solo nos falta una voluntad enérgica . que nos guíe por la senda del trabajo. Todos los tiempos son buenos para perseguir el adelanto. Na- poleón 1fI, en una época en que se decantaba miseria en toda Fran- cia, á fin de dar ocupación á los obreros sin empleo, acometió la au- daz empresa de echar abajo á París para reedificarlo de nuevo. Su plan lo coronó un éxito completo. La empresa por si misma, propor- cionó los recursos necesarios, y el malestar de la población desada-. reció, porque la atrevida conducta del Gobierno hizo renacer la con- fianza. Emprender obras públicas, es ejercer la caridad. Lima, Agosto 2 de 18983. € RR: 76. ROSELL. FEDERICO MORENO. A EL DEPARTAMENTO DE PIURA Y SUS IRRIGACIONES. Ñ “Cuando don Francisco Pizarro, conquistador del Perú, se inte”- 2 mó por Túmbez á la costa del Norte, tomó posesión de la llanura de ' E Tagarsalá, * á nombre del Emperador Cárlos V. en el año de 1531, y bajo la advocación de San Miguel, mandó levantar el primer templo vatólico que se vió en la América Meridional; pero convencido bien pronto de la insalubridad del clima, empezó á recorrer el gran valle de arena que circuye aquel sitio, hasta visitar la mayor parte del te- le, -——yritorio de Piura y mandó construir la primera población de su fu- -turo Virreynato en benéfico temperamento, con aires puros y con 5 singulares ventajas para los colonos españoles. 8 El 4 de Marzo de 1544 desembarcó en Túmbez el primer Virrey » del Perú, Blasco Nuñes Vela, de donde pasó á San Miguel á ejecu- tarlas mismas leyes que á favor de los indios y en contra de los encomenderos había dictado la Corte de España, y que causaron una sublevación general de parte de los conquistadores. | En Junio del año siguiente volvió á entrar á esa Provincia, des- pués de su destierro de Lima, á equipar el ejército real que debía me- dirse con el rebelde de Gonzalo Pizarro. Todos estos viajes, tanto los de exploración como los que se em- hr prendieron durante las guerras civiles de la primera época de la conquista, muchos de los cuales tuvieron lugar á traves de la cordi- llera de los Andes, que divide la costa do la serranía, dieron desde de entonces la clave para fijar los verdaderos límites de las varias ju- e risdicciones que se encerraban en tan dilatado espacio de tierra. pal Sin embargo, jamás se ha trazado un cuadro completo de su to- - pografía y aún puede decirse que no se ha tenido hasta ahora dos años, la verdadera carta geográfica levantada por el sabio Raimon- d', que puede servir de guía para un concienzudo estudio. La posición astronómica del Departamento es, entre los 81? y 849 de longitud y de 39 26' á 69 5' de Latitud. ón El aspecto físico del Departamento de Piura, es, el de una se- - rie de mesetas superpuestas desde la orilla del mar, donde hay un arenal estensísimo, de 400 leguas cuadradas, mas ó menos, hasta la cima de los Andes, á cuya falda opuesta se halla una vegetación ro- - busta. Teniendo al occidente al gran Oceano Pacífico, se dilata des- de los límites de la jurisdicción de Tumbez, actualmente reconoci- dos entre el Perú y el Ecuador, hasta la provincia de Jaén que está situada tras la cordillera de los Andes, en las interminables Pampas del Oriente, que dan principio á la hoya del Marañón; al Nordeste, -confina con la provincia ecuatoriana de Loja; al Noroeste con la en- - senada de Santa Rosa, en el golfo de Guayaquil, y al sur con el de- partamento de Lambayeque. En los límites con el Ecuador, vá trazada la línea por el río Ma- -* Hoy hacienda de Tangarará en la margen derecha del río de la Chira. -b—B. e E e O [POR q ) nue A we Pe A E e ] 2 8 E] 7 » ni eS Ñ TAR y? Esa ¿ ¡ e e Y dl A ¿PR de € - A E Cará. que desciende de la serranía de Zaruma, y como al extren:o ties 8 48 ne el de Támbez, que naciendo de origen semejante. corre al mar, formando con aquel un ángulo agudo, resulta que el territorio de la vecina República, se interna en forma de una lengua en el de Piura. Tres zonas principales abarca el departamento en toda su extensión calculada de 76 463 kilómetros cuadrados, donde moran 150,000 ha- bitantes, Dividida en cinco provincias corresponden al litoral las de * Piura. Paita y Támbez, y á la sierra Huancabamba y Ayabaca Estas zonas pueden clasificarse por la mayor Ó menor porción de arena que tiene el plano que les sirve de base. Hacia el mar el are- nal es abundante. blando y cálido; por trechos hondo y siempre fa tigoso para los viajeros; es en esta primera faja de tierra donde se encuentran esos terribles desiertos que denominan despoblados, en que no se vé mas que cielo y arena, donde no hay agua ni li, huella humans puede conservarse de un instante á otro porque el viento la borra, donde en fin, sobre la aridez de un suelo hecho para reverbe- rar los rayos solares con una extraordinaria intensidad, el aire. amontona pirámides de arena, que son las que, con el non bre de médanos, se alzan por todas partes. —, La seeunda zona, empieza á ocho leguas al oriente de la capital y es un terreno sólido pero sin vegetación, salvo á las orillas del río; las capas de arena van siendo menos espesas; y así por este orden, se llega á la tercera, que la constituye una serie interminable a ver. des col nas, de piso duro y frecuentemente pedregoso. De aquí, la cúspide de la cadena central de los Andes casi no 3 varía la naturaleza del suelo, pero la vegetación en esas' alturas se hace cada vez mas robusta. El territorio de Piura es, en compendio, una serie de valles al- 0 e 4 AA tos y bajos, comprendidos entre eminencias de tierra y diversidad de divisiones marítimas, por lo cual la ruta itineraria, al traves de su suelo dá una estensión sucesivamente mayor que los grados en que está comprendida. Ascendiendo desde la orilla del mar hasta la cordillera de hs Andes, pueden hallarse tres ó cuatro temperaturas relativas á las zo- nas en que se divide el area de todas las provincias; en la costa predomina más el calor que el frío, de modo que el verano es mas. fuerte que en el resto de la República; en la parte central, es decir, en la hoya de los principales ríos. que se describirá mas adelante, el frío es apenas sentido, pero el calor más excesivo; en la parte su-, perior de esta región ambos elementos se equilibran, haciendo de todo el año una especie de primavera, y al fin, ya sobre las tierras altas, reina siempre el clima templado. En la parte que corresponde al departamento de Piura, no hay. nieve en la cúspide de la cordillera, ni las lluvias son tan recias, ni. las tempestades tan alarmantes como en otras. sierras de la da E blica. En la zona del centro, suelen caer garuas en el invierno, pero en la faja inferior, se vé el fenómeno de lluvias abundantísimas que yA duran dos meses sin interrupción, cada siete años. Los aires del mar en la costa son perceptiblemente húmedos. en. INN € Pega 5 500 tiempo de invierno; los de la sierra penetrantes en esta época y be- nienos en las demas estaciones; los del centro tónicos, libres y salu- dables, lo que hace que esa sección del Departamento, sea apropiada para la curación radica! de muchas enfermedades, que solo pueden alejarse mediante la acción constante y enérgica de un cl:ma cálido y seco. Los días son demasiado claros, las noches frescas y sin sereno, el cielo siempre hermoso y laluna siempre brillante. Si Londres ó Paris tuvieran ese clima, y aquella bóveda celeste, los hombres que allí residen vivirían en el paraiso. o La costa de aquel vasto territorio cuenta con mas de treinta poo caletas de fácil acceso, aparte del magnífico golfo de Túmbez, EN c.el hermoso puerto de Paita y de la dilatada caleta de Sechura. Apesar de la naturaleza del terreno, el Departamento de Piura Cuenta respectivamente con hoyas fiuviales que son: la del Norte, que es la del río Túmbez; la del Centro ó del Sur, que es la del Piu- 2 Ya; la del Occidente que es la del Chira, y por último la del Oriente, o Qquees la de Huancabamba. Pero solo hace á nuestro propósito ocu- 5 /parnos de las tres primeras. Las planicies son generalmente uniformes, en su mayor parte, los accidentes del terreno son poco numeroscs y las partes emba- o rramcadas de escasa superficie. E El terreno es de una fertilidad prodigiosa, y dá, con un riego en poco abundante, dos cosechas por año, sin necesidad de abono. da JS El lecho vegetal es espeso y casi todo cargado de una tTuerte ca- - pa de tierra vegctal y de humus. El clima es bueno, seco y cálido. EE La temperatura varía según los valles, y la del rio de la Chi- Ya, sin cambios bruscos es de 249 centígrados en el invierno y de 30" en el estío. * La temperatura de la noche es casi igual á la del - día, pues apenas si hay dos ó tres grados de diferencia. 430 Con tan exepcionales condiciones de clima y de calor. no debe - extrañarnos la extraordinaria feracidad de sus terrenos, nilos gran- des beneficios que alcanzan los que se dedican á su cultivo. Veo? stos, son propios para el cultivo de casi todos los productos - dela zona intertropical y templada.” o Varias plantas y entre otras la viña y el algodón dan dos cose- chas por año. La caña de azucar produce á los diez ú once meses de plantada y es suceptible de muchos cortes; igualmente sucede con el tabaco que rinde hasta ocho cortes al año. El café y el cacao, se - producen de superior calidad, casi sin cultivo. 0 cultivo mas en boga en los valles de la Chira y Piura es el ste algodón que indudablemente es el que causa menos costo. El algodón indígena que allí se produce, es conocido como A leo heh Peruvian,” áspero del Perú y de hebra larga. Los terrenos que se encuentran hacia el mar, en el despoblado de Sechura, son los que producen la calidad Superior. La planta es perenne, y cuando las condiciones son buenas, da Memo hemos dicho, dos cosechas por año, por muchos años. 2 Hemos visto plantas de algodón de mas de treinta años, pero > — 152 — el período mas productivo es de siete á ocho años invariablemente. Todo el algodón que hoy se cultiva en aquellos valles es fruto de las lluvias de cada siete años, en cuyo intérvalo las plantas que ya han producido se extraen para reemplazarlas con otra nuevas en los primeros días del año lluvioso. La estación de las lluvias comienza en Febrero y termina en Abril, y se obtiene la primera, cosecha en Enero ó Febrero del año - siguiente, la segunda se realiza en Julio Ó Agosto. Esta generalmen- te mas copiosa que la primera al paso que las posteriores van dismi- nuyendo gradualmente á medida que se agota la humedad del suelo. La naturaleza del algodón de Piura es de sui géneris y no tie-. ne simil en la producción de ningún otro país. Su valor casi siempre se cotiza en los mercados ingleses á mayor precio que los demás al- godones, y en las fábricas solo se le emplea .en la mezcla de lanas para la fabricación de esos tegidos. Este algodón es de varios colo- res, asi es que pueden manufacturarse sin tintes artificiales. Mas de 300 haciendas, chacras y pequeñas heredades, aparte de los rerrenos de comunidad que actualmente se cultivan, produ- cen el algodón. maís, arroz, papas, yucas, frejoles y legumbres, En clase de frutas son exquisitas, como la palta, el mango, la piña y el plátano. Almendras, nueces, castañas, anis, trigo, cebada, zapayos, gar- banzos, habas, alberjas, lentejas. En materia de plantas medicinales, es infinito su número. Los ganados que allí se crian son: vacuno, cabrío, ovejuno, caballar, mular, asnos y cerdos. El reino mineral es abundante en oro, "plata, hierro, plomo, co- bre, azufre, carbón de piedra y petroleo, del que parece que todo aquel territorio es un inmenso lago. Diez y ocho oficinas de desmotar, limpiar y empacar algodón, funcionan en la época de cosecha, situadas en Piura, Catacaos, Huaca, Sullana y Querecotillo. El comercio es muy activo y su exportación en años abundantes de agua, llega á una respetable cifra, talvez á la cuarta parte de la total exportacion del Perú. Los caminos son buenos, pues los de la costa son planos, y los de la sierra aunque en terrenos quebrados, son cómodos y facilmen- te transitables. Dos líneas férreas son las que hasta hoy se han construído en el Departamento, la de Payta á Piura de propiedad fiscal mide 98 kilómetros, y la de Piura á Catacaos de una sao re- corre 12 kilómetros. Se estudian actualmente las líneas férreas á Sechura, Tambo: Grande y Morropón. Las líneas telefónicas, las más estensas de toda la República abarcan una estensión de 400 millas. d n. 17 > Varios ramos de especulación y de comercio, constituyen la ba- se de la industria agrícola en las vegas de los ríos Tumbes, Chira y ho: Piura, y de algunos de sus principales tributarios. Entre ellos de- a bemos poner en primer término el algodón, puesto que hoy repre- 3 senta un papel interesant>en el mundo manufacturero, y no cree- mos equivocarnos al decir, que pocos terrenos en el Globo, tienen A tanta feracidad para su cultivo, como los valles indicados. El algodón allí produce dos cosechas en el año, que se llaman respectivamente, de San Juan la una y de Navidad la otra; pero en > realidad no es sino una que se recoje durante diezmeses. La prime- ra comienza en Julio y dura hasta Enero; la segunda dá principio en el mismo mes y termina en Abril. . Sobre la producción del a.godón en los distintos valles, hay tam- bién distintos cálculos, según el sitio que se escoja; pues el algodón A del Distrito de Sechura, por ejemplo, es muy distinto en rendimien- 3 to y calidad, que desde luego, se le considera el primero, obtenien- sz do siempre en los mercados europeos un premio sobre los demás de ' tres á cuatro peniques, pues este producto pertenece á la clase de 1 algodón áspero, que es tan raro encontrar. En cuanto á la produc- l ción por planta, las hay que producen hasta 25 libras, pero el térmi- no medio, puede avaluarse en 3 á 4 libras en Sechura, por cada ar- busto. es: Conocida es la influencia que sobre el rendimiento de esta plan- ta, ejerce el número de semillas ó pepas, que contiene cada gadejo de los tres que forman la bellota, recomendándose siempre como clase superior y mas apreciada, la que menos semilla tiene. A este respecto, los algodones de los valles de Piura, dán un re- "3 -sultado muy diverso á los demás valles de la costa, siendo por tan- 3 to muy satisfactorio en relación con aquellos. Algodón del valle de Piura [Sechura]......oooooooco o... 7 Pepas MENS Alzodón del valle de Tumbes... ...¿co.oorcaicco coo... o E 24 Algodón del valle de Chira........... A ii e Mientras que los algodones de los valles de Ica y otros del Perú alcanzan á tener 13, 15 y hasta 18 semillas. Respecto del algodón de Tumbes, está comprobado que rinde 20 por ciento más sobre los del Chira y Piura. La plantación actual en estos valles, puede estimarse en 10.000,000 - dearbustos, sobre 14,000 hectáreas. y El cálculo sobre la producción total de una área dada, que ha- - cen los productores de algodón en el Departamento, es el siguiente: Una superficie de 100 hectáreas cuadradas [25 fanegadas m/m] sz a en cada cosecha 40) cargas de 14 arrobas 14 libras, y EOmo —B. is, e Ad pa AS E o 3 p . : ERRE cada carga representa en algodón limpio y despepitado 3 arrobas, resulta que las 100 hectáreas ó sean 25 fanegadas, dán un resultado de 500 quintales de producto bruto, que al precio, término medio, de A S. 20, equiv ale á S. 10,000. 2 El maíz, que se cultiva al mismo tiempo que el algodón, en el 078 mismo terreno, y que rinde tres cosechas en el año, produce en. la EN misma área S. 1,550. AS Otro cálculo mas aventajado todavía á favor del prod que tomamos de los estudics hechos por el señor Melo, O ai sas producción, es: : “La producción media de algodón en 100. hectáreas cultivadas, 5 es de 500 cargas. La carga tiene 364 libras, peso bruto, lo eual equi- vale, en las 100 hectáreas á 1,820 quintales. Como en cada carga. hay 238 libras de semilla y 126 de algodón, resulta como producto 08 de las 100 hectáreas, 630 quintales de algodón. limpio.” A veces las cosechas, suelen alcanzar 7 (y hasta 10. cargas. pe hectárea.” : “Como el sembrío se hace con tranco Ó Pa de una -á otra ES mata, de 7 varas ó más, y hay igual distancia de hilera á hilera, so-. bre 119'63 varas de lado, la hectárea .solo admite 289 plantas. por consiguiente, cada planta produce 2 libras 3 onzas en cada cosecha.” Vemos, por último, que el cultivo del algodón proporciona ren-==- dimiento de tal magnitud, que permite obtener en 100 hectáreas, comes tres cosechas en un intervalo de 18 meses, una utilidad neta de soles > Fl 8,335,389 centavos, despues de reemcvolsar S. 13,608, - importe de la ; sd S máquina regadora, establecimiento y gastos de riego. a E El cálenlo hecho por el rotable ingeniero norte americano don Alfredo F. Sears, cuando visitó aque la región, para levantar los pes Ñ nos de la irrigación. es el siguiente: “La única base en el pr vesente caso, a se funda en los terre- . nos ribereños del río. Estas haciendas, producen algodón solamente - cuando el río crece y las innunda, y entonces dan dos “cosechas al año, - durante tres años, Ó seán seis cosechas por junto. “Según los datos más exactos, cada mata produce dos libras de algodón “limpio por cosecha, ó sean 1,136 libras por hectárea, equ.va- Jente á un producto, en los tres años de beneficio de una inundación, igual á 3,408 libras que, en un año con otro, se puede valorar á 13 centavos libra ó bien un total por hectárea de S. 613 44. Los gastos hechos en una coacDa generalmente son por hee-> tárea. Limpiar terrenos.......... a A POS Sembrar........ PA A 84 Regar y otros cuidados. . e A AS Podar y limpiar despues del primer año. — MO ROCOSE" A A O. ea IA -= 6.80 4 Depositar. . e O Trasporte á la máquina... A E AAN Costo por producción........ ¿S ¡LSO a — “Saldo. de Aaa Pibe para el hacendado $. 463 29, por tér- wino medio, en cada hectárea y en tres años de cosechas, de los cua- - les solo un año, el segundo, dá una cosecha de primera.” Mientras que la suma de S. 463 29, representa las ganancias li- bres del hacendado, la suma entera de 'S. 613 44 es el valor produ: cido para el país. O valor real de una hectárea de tierra es de S. 500. Esto en CALCULO POR CUADRAS EN CRECIENTE DEL RIO. - Tomando por SS 100 cuadras de terreno enmontado: Demonio S, Epor cuadra... ....... E RA 400 Cerco 33 centavos 4/10 centavos C. U.r.o.o..o.omomoooo. 330 Siembras á 56 centavos cada dia roomcoo o... le ad 50 e “Tres desyervos......... A A AA PA 1050 AA AA A IG MO ON OR O Y LO “Siembras de A od E 345 =Recojo de 500 cargas 4 8S, 1 DOC. Unc..o.choncccocinnccccccropono 750 - Esrojer, ensacar y remitir al establecimiento áS.1c.u. 500. A esdomo y herr amientas DI A A 375 3910 PRODUCCIÓN. s Importe de venta de 500 cargas de pendón en rama e AS 18-40 0,4: O RO MA . 9200 : - Importe del maíz. Pa A a 1550 10750 : - DEMOSTRACIÓN. a on E id E. A al A S. 10750 : ¿Sama de O: A E: cs OO Saldo á favor del agricultor....... Ss B840 La toraación constante da estos cálculos en la práctica, y extraordinario valor que tienen en esos valles los terrenos, prue- evidentemente su gran riqueza de producción. En idénticas condiciones, el algarrobo pres S. 100 por hectá- , Sin gasto de ningún g vénero. - La producción en estos valles, durante to años de “buenas sechas, como consecuencia de un año de l'uvias é inundación, se al ula en soles 10,000,000. A o] o — 156 — TIL Por la semejanza que existe en el cultivo del algodón entre Píu- ra y el Egipto, creemos oportuno trascribir algunos párrafos de la Memeria de la Compañía inglesa de irrigación del Nilo, publicada el año de 1890, dice así: Fué durante el reinado de “Mehemet Alí”, que comenzó á culti- varse en Egipto el algodón en vasta escala, hácia el año de 1821. Se hicieron por entónces esperimentos en el Cairo, de semillas de plan- tas silvestres, obteniéndose precios muy altos por la excelente cali- dad del algodón, cuyo cultivo se extendió rápidamente en todo el ba- jo Egipto. Er En 1838, un comerciante francés llamado Jumel, introdujo el ¿“Sea Island” semilla de la Florida, atendiendo á su desarrollo con esmero. La calidad de este producto llegó á ser de lo más satisfac- torio, y muy superior á los demás algodones. Hasta ese momento el cultivo de este artículo se hacía en forma de monopolio que ejercía el Gobierno, hasta que los particulares obtuvieron el permiso de sembrar libremente, haciéndose desde luego el cultivo en vasta esca- la, al que contribuyó poderosamente otro agricultor llamado **Ma- ko”, y es por esto que las dos calidades del algodón de Egipto se co- nocen con los nombres de Jumel y de Mako. El cultivo se hase en esas comarcas empleando dos métodos dis- tintos, llamado el uno '*Mesgaiu”, es aquel en que se emplean bom- bas de gran poder para irrigar los campos con un continuo suple- mento de agua del río Nilo ó de los canales. Método ““Balí”. Por este sistema los-campos se inundan com- pletamente antes de echar la semilla, quedando el terreno completa- mente saturado de agua. Después de esta operación, se planta el al- godón; pero los arbustos no reciben riego sino cuando el río Nilo su- be, midiendo las aguas que necesitan, que se llaman de inundación. En épocas anteriores, permanecia la errónea cpinión que la irri- gación y la fertilización se efectuaba tan solo por la salida del Nilo, impidiendo el cultivo del algodón y reemplazándolo con cereales; pe- ro posteriormente bajo el reinado de “Mehemet Alí”, se construye- ron extensas represas, para desvíar el alto Nilo á los nuevos cana- - les, practicándose el cultivo desde entónces, de una manera normal y sin perturbaciones. : ; Las inundaciones del río no son benéficas al cultivo del algodón, y por el contrario, dañan el desarrollo de la planta, que generalmen- te obtiene, bien cultivada, de 150 á 400 tallos. Las neblinas que tienen lugar de Setiembre á Octubre, perjudi- can mucho las plantas de algodon. Durante los últimos años, debido á los esfuerzos y á fuertes capitales ingleses, se han desarrollado en vasta escala los inmensos recursos naturales del Egipto, país privi- legiado en materia de riqueza. Los extensos canales de irrigación, obras de verdadera ingenia- tura, completamente terminados hoy, son un motivo de legítimo or- gullo para los ingleses; y de fuente inagotable de riqueza para los naturales del país. Después de una serie de largos años en que disminuyeron las co- sechas de algodón por causa de la falta de inundaciones del Nilo, las obtenidas en los años 89 y 90, han sido suficientes para reparar las anteriores pérdidas, y ésto se debe exclusivamente al riego perma- nente y bien distribuido de los nuevos canales, lo cual constituye un verdadero triunfo para la empresa de irrigación que acometió obras tan importantes. Una de las ventajas de la producción de algodón, se manifiesta tangiblemente en el aumento de la cosecha, pues cuando el rendi- miento eñ los años de 78 y 79 llegó apénas á 1.677,749 pacas. en los de 89 y 90 ha alcanzado á 3.280,786. Parece dudoso que- en lo sucesivo estas cifras puedan aumentar- se, pues el área total cultivada en la Delta, se estima en 3.000,000 de ácres, de los que ménos de un millón se dedican á este cultivo. Bajo las circunstancias más favorables, las futuras cosechas no podrán ascender á más de 5.000,000 que es el máximo que puede ob- tenerse. La inmensa área, quees casi la mitad de la Delta, cultivada en la época de los Faraones y Romanos, pero completamente descuida- da durante 15 siglos, permanece aún sin cultivo normal, por la ra- zÓón que el suplemento de las aguas del estío para reemplazar duran- te tres meses la baja de las aguas del Nilo, escasamente bastan para el cultivo de esos terrenos. El sistema de canalización es capaz de conducir mucha mayor cantidad de agua; pero el volúmen de agua aportable necesita ser al- macenado en depósitos que contengan una parte de las aguas exce- dentes ó de inundación del Nilo, desde 20.000,000 de métros cúbicos por día (8,000 pies por segundo) hasta 50.000,000 de métros cúbicos, para alcanzar mayores cosechas. La exportación de algodón del departamento de Piura á la Gran Bretaña, ha sido en los años que se expresa la siguiente: AMOS. Quintales. Valor en pesos Años. Quintales Vulor en pesos -. 1862 3,360 198,480 1886 80,500 1.700,000 1863 11,500 609,000 1887 49,000 818,000 1864 41,455 1.245,300 1888 73,500 1.470,000 eS: 1865 40,840 1.243,740 1889 63,306 - 1,266,120 Mr: 1883 37,743 192,198 1890 61,208 1.215,160 2 1884 27,230 575,642 1891 — 16,953 339,060 1885 61,250 1.341,500 -. 1892 123,158 2.463,160 q Total 223,378 5.905,860 467,925 9.271,500 EY% VALLE DEL PIURA EA (Provincia del mismo nombre.) y La cordillera en la parte que atraviesa el departamento, es de rápido declive y su cima es una cuchilla ó lomo remontado, el cual desciende á la provincia de Jaen. No hay meseta como en otra parte á los lados; de consiguiente las aguas nacen meramente en las faldas de los cerros. Las del lado occidental corren al Pacífico; las del oriental descienden al Amazonas, que desagua en el Atlántico. Desde Lambayeque la tierra sale al N.O. separándose de la cordillera. El espacio desde esa ciudad, los Andes, el río de Piura, - y el mar, es el gran desierto de Sechura. El ramal principal del rio de Piura 6 Sechura, que nace de la cordillera de Huarmaca, sigue su curso al O. y Lega á la encañada del valle, en la hacienda de Serrán, propiedad de Don David Larrea- tagui. Como la superficie de la cordillera es tan pequeña, y como en el gran desierto que está por delante no hay vegetación, las aguas son escasas, y apenas llegan en el verano abajo de Serrán. De: esta hacienda, el río sigue al NO: por una encañada ancha, cuyo lado S.E. es un ramal que se desprende de los Andes; sigue la dirección - del río, cubriéndolo de los vientos del desierto, hasta los linderos de, la Hacienda de la Ala con la hacienda de Pabur, frente á la Huaqui- lla, lugar de la hacienda de Morropón. Desde este punto, el río que- da descubierto á los vientos diurnos y constantes del desierto. De la rapidez del descenso de ¡a madre del río y de la incone-. xión de su lecho con otras ramas de pequeños cerros, resulta, que no tiene un solo tributario del lado del Sur. Del Norte tiene prime- ro la escasísima quebrada del Chanrro; el río de Vigote, dos de Mo- rropón. la quebrada de la hacienda Monte de los Padres y Charanal y por último, la quebrada de Frias que sale en Yapatera. Entonces el río se dirije al Oeste por en medio del ¿lano, independiente ya de toda cadena de cerros y de pequeñas colinas sueltas. Después que el río ha pasado el extremo de los cerros que o man antes de Carrasquillo, en la hacienda de Pabur, el lado aus- * tral de su encañada, la frontera opuesta es la base ó ancho de Mo- rropón. Él cauce por todo este trecho, defendido todavía por los - vientos del desierto, es pedregoso hasta el punto llamado Suena el . agua, cerca de Pabur. Las aguas al principio de las avenidas, pre- cipitandose en raudal por ese. trecho pedregoso, causan el ruido que dá el nombre al sitio, sumiéndose después ó corriendo cuando abans? > dan sobre la arena movediza. 223 Los cerros que forman las encañadas por donde corren los dos pe ríos de Morropon, la Gallega y Corral de Enmedio, terminan así sus llanuras, en frontones, sobre el barranco opuesto á las orillas de Ca- rrasquillo y sus inmediaciones, al uno y otro lado. . Los labradores ó chacareros de la hacienda de Morropón, que E el granero no solamente de la capital sino de toda la Proyincia, san fodos de dichos 1iachuelos, excepto los que por imperfección - AU 159 — 3 E pr 1 - de sus obras no pueden atajarlas en el término provincial que se lla- malos derrames. Estos, corriendo por lecho impermeable descien- den al cauce, junto con los desperdicios de los regadíos, y sumiéndo- se estos á las filtraciones, aparecen en los frontis del barranco de NOR ILO: + pue, 20 Poco antes de la colina aislada de Vicus, principia el cauce arenoso, que termina bajo el mismo aspecto en su embocadura, : ex- cepto en un sitio de parrales en donde aparece un lecho de piedra, el río forma un rápido pongo en el que es imposible que se detengan las arenas precipitadas por el viento. millas, incluidas las vueltas y revueltas del río. Por frente de Pabur está situada la embocadura del río Characal, que en el vesano no lle- ga al cauce, porque antes se forman grandisimos pantanos que ab- sorben la poca agua que sobra de los sembríos de la haciendaede 3 Monte de los Padres. 3 ; Mas abajo de Vicus entra la quebrada de Frias ó de Yapatera, respecto de la cual suzede lo mismo, porque estando ya descubierta al influjo de los vientos del desierto, :su cauce hasta una legua más arriba de la embocadura, es semejante al del río principal: arena suelta y move«diza. Desde este punto ya corre el río entre dos de- -——siertos: el del Sur que es el de Sechura y que comprende las hacien- - das de Solsol, Pachas, Malingas. Curban, Tambo grande y. Parales, al lado opuesto. EA di Entre la punta de los cerros-de la Ala cerca de Carrasquillo, enel lado Sur, hasta la medianía de los terrenos de la hacienda Nó- mala, el despoblado es una planicie baja, cuya diferencia de nivel, respecto del cauce, es un barranco de poquísima altura. Esa planicie, forma las haciendas de Pabur, Matanza y Guapalas. Del territorio ce Nómala hasta los linderos de la hacienda de Chapica, compren- -——diendo-las haciendas de Malinguitas, Locuto, Santa Ana y Ocoto, se eleva desde las iárgenes del río, una grande altura que desciende poco á poco en plano inclinado al Sur, hacia el gran desierto. Esta elevación. expuesta á la fuerza diaria y perenne de los vien- tos, está cubierta de arena á una profundidad desconocida. Según las variaciones en su rumbo, la arena se acumula en unos sitios mas que en otros, de manera que en algunos se ven los grandes árboles - del despoblado enterrados, mostrando solamente el extremo de sus Copas. - == A tres leguas de la ciudad de Piura, en lo que se llama el Mira- dor 6 el Acho. principia á deprimirse la altura hasta el sitio del an- tiguo Tacalá, frente al último tercio de la ciudad. Desde aquí sigue el terreno con poca declinación en las orillas, pero á una legua mas ajo de Catacaos se hunde, abre el cauce formando una gran reser- 1 Ó ensenada, cruzada de vegas en todas direcciones, que forman Á gran lago en los años abundantes de lluvias. Esta ensenada se tacaos. = E y erminada-esta ensenada, se extrecha otra vez el río en el tabla- > de la Muñuela, basado el cual vuelve á abrirse para estenderse Según el informe del Sr. Sterling, el cauce, desde las cercanías de Mo-ropón hasta Piura, tiene veinticinco leguas ó setenta y Ccinco' conoce con el nombre de Huámara, perteneciente á los indígenas de - . — 160 — en otro valle igual al anterior, perteneciente al Distrito de Sechura, conocido con el nombre de Muñuela, y que termina en el principio de dicho pueblo. Desde este punto para abajo comienzan los terre- nos salitrosos, excepto en el lado derecho, en donde existen las ve- gas y quebradas del Atirral, que se riegan solariente en los años co- piosos, desprendiéndose de esos terrenos un brazo de río que cubre todos los campos, siguiendo las aguas el curso que encuentran mé- nos impedido. > Las haciendas y pequeñas heredades, que rodean la gran curva de 75 millas que forma el río de Piura, descendiendo de la sierra al valle, son: EN Naupe —Chalpa—Hualcas—Tiza—Chima—San Antonio—Chan- ro —Serran—T+eberna —Salitral— Vigote—Ala—Troncoso—Caya-lo- bo—Cerritos—Corral del medio—Buenos Aires—Morropón—Hua- quilla—San Martín—-Aromo —Pabur—Vicus—Monte de los Padres — Chapica—Yapatera—Sóncor— Sólsol--Guápalas — Ñomala— Chu- lucanas —Campana -—Alitas —Palomino--Malingas-—Paccha--Malin- guitas—Locuto—Ocoto—Santa Ana—Curban—Tambo grande--Se- ren — Punta Arena —Chapayrá—San Vicente—Parales—Papayo— Huan y Miraflores. ; Por delante de estos valiosos fundos, describiendo una curva, pasará alguna vez el proyectado ferrocarril de Piura á Morropon, recorriendo 200 kilómetros de camino llano, en su mayor parte, con un costo no menor de $. 3,000,000. El valle de Piura tiene una área de 929 leguas, y el valor real de sus propiedades rústicas, puede estimarse en S. 10.000,000. Desgraciadamente el río que lo fecunda, no esde aguas perma- nentes sino de estación, la cual dura apenas tres ó cuatro meses en el año; en esa época su caudal es suficiente para irrigar todas las tierras que á sus lados permanecen eriazas. Estas aguas alcanzan entónces un volúmen de 350 piés de ancho, por 15 á 20 de profundi- dad, con una corriente, en época de crecientes, de 8410 millas por hora. El agua que se pierde en el mar en los meses de Febrero á Se- tiembre se estima así: FEDTerO io e oionacnano rro rzono MÉLTOS, CUDICOS ID IO04000 JUE AI IAS EE OO 4 ze 607,500,000 A A e E e 1 593,800,000 EA Sí e 329,000,000 Junio A 4 S 98,800,000 A ee 3 > 60,500,000 AROS RS S E 28,600,000 SEHeniure diga A es A ” 10,000,000 Total métros cúbicos..... 1,825,700,000 Este enorme caudal de agua que tampoco beneficia á ninguno de los fundos rivereños, que carecen en lo absoluto de tómas y de ace- quias, á excepción de la valiosa hacienda de Pabur, la-única que tie- ne un canal de cuatro leguas de largo, cuyo costo fué de S. 150,000 A - : ñ en su totalidad, como todos los MOS de estos tres grandes valles, Á perderse en el mar. Y lo mas sorprendente es, que, á ámbas márgenes de este cau- -daloso' torrente, que todo lo precipita y lo destruye, se encuentren sin cultivo, por “falta de agua, mas de 200,000 fanegadas [800,000 hec- táreas] completamente eriazas y cuyo terreno alejándose de los bor- S des, está mas bajo que el cauce del río. Menos caudaloso que el Chira, que puede reputársele como el . E -Nilo Americano, no podrá irrigar menos de 400,000 hectáreas, repre- o ssamdo sus aguas en tiempo de “avenidas, para ser conveniente distri- - Y MS E O NADLE DEL. CHIRA (Provincia de Paita) - D'ce = señor Melo, en su interesante folleto “Apuntes para la oo del valle de Chira”: forman la provincia de Paita el Za- =blazo, extensa y feracísima llanura que se interrumpe exabrupto al llegar al mar Ó al borde del valle, cortándose á pago desde una al- — 162 — tura de 109 á 159 pies, y.el Valle dicho, llamado La Chira, ER río que lo atraviesa, El Tablazo, al interrumpirse súbito, haciendo su borde setentrio- pez nal, corre del mar hacia el Este, en una línea casi paralela 4 la de los altos cerros de la Brea, Puzul y Cerro Prieto, y forma con esa cade- na la vasta cuenca, en la cual quedan encajonados: al fondo -el cau- daloso Chira, próximo al Tublazo en su mayor extensión; luego la ho- ya de tierras bajas, que lo bordea sin alejarse más de doscientos mé- tros, desde la orilla á los barrancos; y desde la pared que estos for-= man, sigue el Tublazo en la orilla izquierda, y en la derecha las lla- nuras y colinas en que el terreno continúa hasta los cerros.” ñ El Chira es el río mas abundante en el litoral del Perú, en época. de creciente. Las dos ramas principales que lo forman, nacen á mucha distan-- cia, en la parte central de la cordillera de la República del Ecuador, siendo continuación del Catamayo; y de las varias ramas que afluyen , á él como el Macará, Alamor, Pavas, Chipillico y Quiróz, cuyo orí- gen se halla en territorio peruano, tiene un curso bastante largo, na- ciendo este último, como hemos dicho, de la. cordillera que pasa en- tre Huarmaca y Huancabamba. Su hondo lecho es inestable y juega en las tierras de la hoya, Ss . Cuales están á tres, cinco y siete piés sobre la superficie de las aguas Dicha hoya queda cerrada en ambos lados, por -los barrancos en que se cortan las llanuras y cuya altura varía entre tres y siete dos bros. 5 La profundidad del agua en la estación seca es de 0'50 m. en las > orillas, por 3/m. Ó más en el centro; y su menor ancho de 9) á 180 yes, mS3tros. a Arroja al mar sin beneficiar las tierras altas de las márgenes, A por falta de canales ó acéquias, con una corriente.lenta 3. 600, A litros por minuto, equivalente á 5,181£.000,009 por cada 24 horas. La tercera parte de esta cantidad, puede calcularse en el río Tumbes. E. Se cruza siempre en canoas, lo cual se hace peligroso en las cre- ' cientes del río, que al aumentar de volúmen aumenta de corriente, . arranca de raíz los grandes árboles que encuentra á su paso y to- da clase de ramasones y arbustos y los lleva al mar con insólita ra- pidez, lo. cual convierte en ariete cada uno de esos maderos. La corriente normal del Chira es regular hasta Sullana, y se ha- ce lenta desde esta ciudad hasta el mar. “Equivale á 075 por segun- do, lo que dá una cantidad de agua suficiente para irrigar 500; 000 - hectareas de terreno á razon de un litro contínuo por segundo y por. hectarea, durante doce horas. EN Cualquiera lluvia de consideración, eleva el nivel. del agua de tres á cinco piés, y esta elevación, que enel primer caso llaman puja, alcanza hasta doce pies en los años medianos. En los años buenos Ó lluviosos, el caudal del agua se aumenta hasta rebalzar los bordes de los barrancos, que encierran la hoya, que queda ahogada, y la parte menos alta de la llanura se encharca tambien. Se asegura que el año de 1524 hubo una gran creciente, en. a e “cual las aguas se elevaron 435 piés; pero la. última, habida el año 1891. ha | sobrepasado 4 todas las crecientes conocidas desde el «el mismo año del siglo pasado. El: río, cuando está cargado, tiene un aspecto imponente y produ- gios y destrozos en los campos, que separa cada vez de un mo- distinto, dejándolos desprovistos de tierra vegetal, ya en una ori- ya en la otra, dañando hasta las poblaciones cuando se recuesta los barrancos que las sustentan, como suvedió en años pasados “con el pueblo de la Huaca y el año 1891 con el de Arenal. ñ El Chira es navegable en un trayecto de 200 millas, en embar- caciones menores de tres á cinco piés. de calado, sabiéndose salvar los bantos de arena que accidentan el fondo, pero la boca está obs- - truida por bancos transversales de arena, greda y palizadas que ha- «cen una barra casi inabordable. : Los últimos vapores que se construyen hoy en Inglaterra, que - “apenas calan seis pulgadas, serán una preciosa adquisición para na- —vegar este río y el Chipillico, en todas direcciones, hasta el Macará, - trasportando con pingúes utilidades todos los productos de algodón leña y carbón de las innumerables haciendas y chácaras que bordean - “Sus márgenes, pues esos son los únicos terrenos que allí se cultiva y _nolos altos, por falta de canales de irrigación. Por los vapores del Chira, podrían ir al puerto de Paita, los va- “liosos productos delas provincias ecuatorianas de' Loja y Cuenca, “cuyo tráfico se hace hoy enviándolas á Guay q con fuertes gastos y demoras, : La navegación del río de la Chira, respecto del Ecuador, se en- es en idénticas condiciones á ia navegación del río Desaguade- TO, respecto de Bolivia; pero creemos mucho más útil y lucrativo el - primero que éste último. Dos pequeños vapores y veinte lanchas. harían todo el servi- - cio de navegación de este río, obteniéndose como producto bruto 20,000 libras al año, siempre que por esa línea se trasportasen las mercaderías y productos de las provincias ecuatorianas mencionadas. En cuanto á la barra, la escavación con dragas deshará el estor- S bo muy facilmente, cuando el desarrollo de la agricultura y del co- 2 mercio del valle produzcan una actividad mayor que la de hoy, que no basta á satisfacer la del ferrocarril, Ó cuando se establezca por ana empresa la navegación de ese río, que contribuirá en mucho al miso desarroJlo, De las 240 leguas cuadradas que proximamente comprende toda ¿la hoya del rio Chira, hay cosa de 5,009 fanegadas cercadas: 2,000 : Conta Amotape y el mar y 1,500 entre el pueblo. de Arenal y el mar: 9,640 de llanuras, del Barranco á las colinas, á la derecha del río; $ 2,000 á la orilla izquierda dentro de la hoya; y diez veces estas can- tidades reunidas en campos, terrenos accidentados ó llanuras rodea- - das de colinas, que se elevan gradualmente hasta la falda de los ce- rros y dedicados á pasturales; teniendo en diversos sitios, agua de manantiales ó depósitos de lluvias llamados Jaguais. A Tun estos terrenos, no está comprendido el tablazo, inmensa pla- E nicie á la orilla izquierda del río Chira, que, arrancando de las lo- : > — 164 — mas de Somate termina en el mar, con más de 500,000 hectare tivables. ¿4 El vasto plano de la derecha, ya mencionado, deja notar simple vista, dos inclinaciones, que la nivelación ha confirma una de Oriente hacia Otvcidente, la otra del Norte hacia el Sur jando de los cerros á la orilla derecha del mismo. : Es indudable que estas estensas planicies de ambas márge del Chira, fueron totalmente irrigadas en los tiempos del Imperi de los Incas, y al contemplar la vastísima extensión de los terreno y la enorme longitud de los canales de irrigación, puede asegurars: que no fueron ménos de dos millones de hombres los que habitaron esas comarcas y consumían sus enormes productos, los que hoy se- rían de fabulosa exportación. En nuestra última excursión álo largo de aquel río, hecha le año de 1890, en compañía del ingeniero Dávila, hemos tenido más de una ocasión de admirar gran parte de los antiguos canales que vie- nen de la cordillera ecuatoriana, siguiendo, como en Tumbes, todas las sinuosidades y recodos de las colinas, á fin de aprovechar hasta el más pequeño pedazo de terreno. Eran muchos, pues, los hombres que allí habitaban, cuando no dejaron una a pulgada de terreno. E e. sin regadío. AE El gran canal de derivación de la derecha del río, viene de Pazal, contrafuerte de la cordillera, y pasando por la hacienda de Solana. llega á la e Chocan, donde hubo provablementa una segunda repre- -sa; de allí sigue su marcha hasta el pueblo de Awmotape, cerca del ar. Este canal, con sus - accesorios, no tendrá ménos de noventa A millas. 33 En las hermosas haciendas de San Jacinto, Monteabierto y Mi E raflores, propiedad del señor Manuel E. Raygada, hemos encon- trado un juego completo de canales de irrigación admirablemente conservados, y muchos de ellos tan intactos que parecen aabeR de- A jado de funcionar ayer. a Cuatro grandes canales paralelos, surcan los extensos campos des San Jacinto, á diferentes niveles, y partiendo todos de un canal E común. El ancho de estos canales es aún mayor que los de Tumbes, A y están en relación con la vasta extensión de terreno á cuya irriga- 8 ción estaban destinados. : ES y De los canales madres, se perciben todavía innumerables aces NN quias destinadas á los riegos parciales, y aún existen intactos los 8 surcos hechos en la tierra, perfectamente labrados. A Los terrenos de esta márgen derecha del Chira son magníficos, 0 compuestos de tierra de migajón y en cuanto á su extensión, según el último reconocimiento que hemos hecho, es mucho mayor que las 8 40,000 hectareas que se habían calculado ántes. Las pampas de San y Jacinto , Monteabierto y Querecotillo valen solas la irrigación. 10 Estas valiosas tierras formaron parte de la antigua y hacienda de Tangarará, que tenía veinte leguas de largo, paralelas al Chira, y que en la época de la conquista llevaba el nombre de Tagarsalá, don- de Pizarro en persona, fundó la primera ciudad de Piura, y donde se: levantó el primer templo católico de la América meridional. : : q, A $ y ke p AA ES ds E Po, ea be si pa 3 y o z. A SS As vea zi — 165 — rrenos puede estimarse en 500,000 hectareas, comprendiendo apuesto los terrenos altos y bajos y el tablazo, en su parte apro- hable, desde Chilaco, en Sómate, hasta la Silla y puerto de Paita. En las haciendas de Chilaco y Chalacalá, encontramos parte de ntiguos canales que irrigaron los terrenos de la márgen izquier- el Chira, cuyas huellas no nos fué posible seguir por lo montuo- el terreno y los. grandes médanos que más afuera los cubren. -— Come hemos dicho, la gran represa del río de la Chira debe en- - contrarse en la cordillera ecuatori lana, pues los canales van hasta . a, según el testimonio de personas que nos aseguran haberlo .¡isto. Es -' Masarriba de la hacienda Chocan, hemos reconocido un lugar - ventajosísimo para represar el Chira, conocido con el nombre de Co- -—— rral de Vaca, en la hacienda de Poechos, en la margen derecha, y el de Pelao en la de Somate, en la márgen izquierda. La altura de estos NE lugares es superior á lade Chocan, que tiene 201,85 pies sobre el ni- -— vel del mar, y 9.33 piés sobre la superficie del río, en su estado ordi- Es nario. E La represa en este punto, tendría una longitud de 2,000 metros, En ualendo hacerse un reservorio ó depósito de agua natural de 40 ki- z. o . Las alturas estudiadas en algunos puntos del río Chira, son: En el pito la Peña, 7 piés más alto que la superficie del rio en el punto de Chocan; enel Portachuelo, frente á Sullana, 24.70 piés más alto que el río en Chocan. Portachuelo entre las pampas de Jivito y” en Poeches 212 sobre el nivel más bajo del río. En el antiguo canal de los Incas en Chocan, 190 piés, canal en el fundo San Francisco, - 207. En la Peña, en el antiguo canal 199. En el bebedero de Quere- -eotillo, 132, Vado de Salitral 113. Portachuelo de Marcav elica, 216. Punta saliente de estos cerros, hacia el sur, frente á Sullana, 248. E es de Saman, 230 piés sobre el nivel del mar. El ingeniero Duval en su extenso informe dado al Gobierno, so- eS las irrigaciones deeste valle, el año de 1873, termina con estas observaciones: «Las construcciones de un sistema de represas, ca- nales y esclusas, desde Somate hasta la bahía de Paita, combinando - un sistema de irrigación, es un asunto que estimo digno de la aten- ción del Supremo Gobierno y de los capitalistas.” = Como región agrícola, favoreciéndola con la irrigación y propor- - cionando medio de trasporte barato, creo que no hay otra en el mun- do que reuna ventajas más favor ables, Óó que diera una recompensa más segura para la inversión de capitales yel empleo del trabajo, que los valles del Chira y Piura y demás comarcas adyacentes; pues, el suelo es sumamente fértil y por causas ó leyes naturales no pue- de agotarse jamás, y donde el empleo de arados y otros instrumen- os de agricultura noes necesario, y donde los productos más va liósos pueden cosecharse con poco trabajo, y un clima de reconoci- «salubridad; todas estas son consideraciones dignas de ocupar la atención de los hombres de Estado y de los capitalistas. Pero, cual: —Tangarará, 22 piés más abajo que el nivel del río en Chocan; altura” necesita medios de trasporte baratos. E “Una consideración importante para inducir á que se co E LE ya un sistema de navegación (en combinación con una irrigación ex- > tensa) desde la bahía de Paita hasta Somate, es la de que aquel, pa-. saría por una región muy propia á la agricultura y cerca y por: dio de un asiento mineral de grandes riquezas, abriendo vías dec municación sumamente baratas hasta cerca de la gran región de z nerales de hierro que se extiende de Tambo Grande sobre el Puta ra”, al “Quiroz” y de allí hasta el “Macará” y el Ecuador. “Región es esta que creo sobrepasará á cuantas se conocen. por. la riqueza, abundancia y calidad superior de sus minerales. z Cn “A un costo adicional, relativamente pequeño, el río Ghira pue- de represarse, poniéndole esclusas, desde Somate hasta la desembo cadura del Quiróz, cerca del cual hay depósitos inmensos de minera- les de hierro casi nativo. se “Desde la desembocadura del río Quiroz, podría con poco costo comparativamente, extenderse un sistema de navegación hasta la desembocadura del “Macará” límite norte del Perú, y de cs odo e formar un sistema completo de navegación desde el puerto de Paita hasta el '*Macará”, región de muchos recursos en maderas, y que por su formación geológica induce á creer que es un asiento carbo- e nífero. Los seis distritos en que está dividido el valle, comprenden s E ql poblaciones importantes: Paita con 2,382 habitantes, Colán, 1,934; Eo «Arenal, 715, La Huaca, 1,934, Sullana, 6,780, Amotape, 3,009, y Que- recotillo 3,451, en las cuales, lo mismo que en la campiña cercana, se nota bastante actividad, después que el río ha crecido hasta salir de madre para innundar las tierras de labrarza menos altas, más allá. 8 de los barrancos; pues. cuando tal sucede, se tiran las semillas sobre esa tierra providencialmente humedecida y tarda poco en SODuSVES 4 nir la cosecha. Es : Cuenta el valle del Chira con 21,077 habitantes, que smell 2 16 escuelas mmnicipales. Cuenta así mismo con ocho oficinas de des- 8 motar y enfardelar algodón, radicadas en Querocotillo, Sullana, o Tangarará, Macacará, Huaca y Rinconada. AS Las haciendas y chácaras que bordean el Chira, descendiendo pa de las lomas al mar son: . Márgen derecha: —Solana, Larcones, Poechos. Chocan, Sam. Francisco, La Peña, La Horca, Afueras de la Horca, Empreñnadéro, San Gregorio, Pueblo Nuevo, Yapa, Montenegro, Cucho, Cabo ver- de, Salitral, El Coco, Hambhré, la Bomba, Marcavelica, La Libertad, Garabato, Matamoros, Jibito, Mallares, Oyejería, Tanearará, Sojo, García, Macacará, San Jacinto, Monte abierto, Conchal, Viviate,. Huan, Capullana, Polvareda, Tamarindo, Pueblo Nuevo, Rincona- da, Paredones, Cubingas, San Pedro. Márgen izquierda: : Campanas, La Tina, le Pillo, Qui 28 roz, Romeros, Guaypirá, Cipiones, Pelingará, Suipirá, Pelao, Chi- laco, Somate, Chalacalá, Huangalá, Montenegro, Cucho, Lib Capi: (Y ce a A a 187 “Soledad. J eS El Prado, Sojo, Macacará, Mieadores? Noma ra, La -—Chira, Viviate, Pucunsalá, Rinconada. El cultivo generalizado en estas haciendas, hace unos veinte Se años, es el del al godón, que se produce en extraordinaria abundan- cia y de superior calidad. La temperatura del valle es muy ardiente, pues en Estío marca el termómetro hasta 95 grados Farth. El clima, como el de. todas estas comarcas, es seco y cálido y por “consiguiente sano. El río Chira desemboca en el mar, formando la Delta de Colán, -á nueve millas al norte de la bahía de Paita. - Del valle de Túmbes al de Chira se cuentan 42 leguas, la mayor parte terrenos de la hacienda de Máncora; y del Chira al valle de - Piura, médian solo 8 leguas. 4 ES VI, - VALLE DEL TUMBES. (Provincia del mismo nombre.) _A 42 leguas castellanas del pueblo de Amotape, LS se encuen- tra á la margen derecha del caudaloso río de la Chira y á 625 millas “por mar del puerto del Callao, se halla el fertilísimo valle del Túm- bes que se extiende de la cordillera ecuatoriana al mar, bañado por el río que le dá su nombre. Este, que viene de los contrafuertes de la cordillera de Zaruma, teniendo su origen más adelante, en la con- fluencia de los pequeños ríos Piñas, Amarillo, San Luis, Saloti y baca. recorre en territorio peruano unas sesenta millas, navega- ble en la mayor parte de su trayecto, en la estación de invierno Ó “de creciente, de Diciembre á Abril, por embarcaciones de 6 á 9 piez de - calado, y en la de verano, de Mayo á Noviembre, en que disminuyen. las aguas, solo lo es en catorce millas, distancia que media entre su = desembocadura en el mar y el pueblo de Tumbes, capital de la pro- , oa. y único centro de su actividad comercial. , La latitud austral de Túmbes es de 3” 30” 42”, siendo su longi- tud occidental, de 82% 48' 26”. La superficie de esta comarca, es de 500 leguas cuadradas, ex- cepción de la hacienda de Máncora, que forma partede dos provin- cias, comprendientes llanos, lomas y montañas, equivalentes á 200; 900 hectáreas de las cuales pueden irrigarse de terrenos planos -150,000 (450, 000 ácres ingleses) dejando los montañosos, y quebrados para la crianza de ganados y extracción de maderas de construcción y tinte, que existen en abundancia y por muchas leguas, como el Ro- ble, Charán, Pechiche, Acana. Canelo, Nazareno, Rosisella, Palo 'orado, Boj, Caoba, Cocobolo, Naranjo, Eloque, Alizo, Chontilla, Ohonta, Balillo, Luemo, Arbol de la tara, Tailes, Guayo, 'Siope, Mo- e, Guáltico, Palma, Sapote, eS Figueroa, Guachapeli, Guaya- » — 168 — can, Madera Negra, Amarilla, Palo - de Vaca, Algarrobo, Mangle, etc. etc. Consta la Provincia en lo judicial, político y eclesiastico, de cua- tro distritos, que, á excepción del de Tumbes, son pobres caseríos - como San Juan de la Virgen, San Pedro de los Incas ó Corrales ' y Zurumilla, con un total de. población de 5,878 habitantes en este. orden: HO Mbs RETO EEES 2,946 - MIJOTOS HA HE AS ER A 2,938 - 5,884 El Tumbes, que después del Chira. es el mas caudoloso de la costa : del Perú, como el de Santa mide en su desembocadura en el mar, cerca de dos mil metros de ancho, el cual llega á reducirse hasta - ciento cincuenta, formando bellísimas encenadas, playas y esteros cubiertas de exuberante vegetación, de vistosas palmas, cocoteros, tamarindos, mangos, platanales y variados pastos, pues por lo vivo de su verdor, contribuyen á formar un panorama verda cea > oriental. La corriente de este río, puede apreciarse en tiempo de seca, en milla y media por hora, pero en la decreciente hasta en ocho millas, y su profundidad variable, alcanza desde siete brazas hasta dos me- tros, en estación normal; pero en años abundantes de lluvias torren- ciales, ocupan sus desbordes algunos millas, sumerjiendo la mayor parte de los terrenos ribereños hasta dos y tres metros bajo del: agua, convirtiéndolos después en profundos pantanos, Ara de poca duración. El agua de este río, es salada desde su desembocadura al mar, hasta la antigua refinería de petroleo, que esta á unas seis millas, en su orilla derecha, desde este punto para adelante es ya dulce. Las lluvias en la Provincia de Tumbes, son anuales y mas ó me- nos abundantes, y cuando son copiosas pueden compararseles con A las del istmo de Panamá, lo que sucede cada tres Ó cuatro años. El río tiene agua permanente todo el año y sus desbordes fe- cundiza los campos de una nanera prodijiosa; pero cuando hay ex- ceso de agua malogra las cosechas, ds qe los p lantios BON la inundación. Seis grandes haciendas ocupan la mayor parte de este vasto te- rritorio y son: Zarumilla, Plateros, Cerro Blanco, Cabuyal, pequeña parte de Máncora y Bellavista. La extención de estos fundos, en terrenos llanos y quebrados, puede calcularse así: Zarumilla, seis leguas de largo por 18 de ancho; Plateros, seis leguas de orilla del río por diez de ancho, Cerro Blanco y Cabuval casi iguales dimen-- siones; Bellavista (6 Bellvue) se compone totalu.ente de terrenos planos que con pampa grande ó ensenada de la Cruz, que así se lla ma por haber clavado Don Francisco Pizarro, en ese sitio la prime= ra cruz, qne aún existe en Piura en la iglesia de la Merced. alcanza á tener ciento cuarenta kilómetros cuadrados mas Ó menos. Este: último terreno. es una extensa planicie de imclinación poco sensible entre las lomas y el mar, totalmento cubierta de robusta e ES E € 6 y == á — 169 — ¿ompuesta de algarrobales, siendo su área la de un triángulo cuyos lados lo forman: la ribera izquierda del río, la falda de las lomas que corren desde la punta de la Garita, cerca del pueblo de San Pe- dro de los Incas 6 Corrales, hasta la punta de la Cruz, en donde ter- 'mina á orillas del mar; y el tercer lado la playa de! mismo, Las haciendas de Plateros, Cerro Blanco y Cabuyal, tienen po- cos terrenos planos que cultivar, comparativamente con los otros fundos; pero sí cuentan extensas lomas, cuya altura sobre el nivel del mar, apenas sube á mil quinientos pies. ras de estas lomas se contemplan altos cerros, que son los contrafuertes de la cordillera ecuatoriana, cubiertos de inmensos bosques de preciosas maderas. Las lomas de Tumbes, durante las lluvias torrenciales, se cubren de - extensos pasturales, que pueden alimentar muchos miles de cabezas de ganado vacuno, cabrío y lanar. En cuanto á la hacienda de Mán- cora, que tiene una extensión de treinta leguas paralelas al mar, forma parte de la Provincia de Tumbes y de la de Paita. Hoy se en- «uentra dividido ese valioso fundo en trece partes, ó sean pequeñas heredades, cuyos productos son la leña y el carbón, y la crianza de ganado, aunque en pequeña escala. Sensible es que no puedan aprovecharse para la irrigación de estos extensos terrenos las aguas del río Tumbes, por obstáculos verdaderamente insuperables; pero en cambio posee vastos yaci- mientos de petróleo, que, corriendo el tiempo, serán una fuente de riqueza, así como la explotación de las maderas cuyos espesos bos- ques cubren la cordillera, toda vez que por embarcaciones podría dárseles salida al mar. El valor de estos fundos, atendiendo á su escasa producción y al ningún provecho que obtienen sus dueños, puede calcularse en doscientos mil soles á lo mas, excepción hecha de Máncora. La hacienda de Zarumilla, que es la mas extensa y en mejores condiciones que las otras, merece una descripción especial por su. situación é importancia futura, si la irrigación llegara á realizarse. El río de Zarumilla, límite entre el Perú y el Ecuador, y el de Tumbes, corren casi parelelos desde el nacimiento de éstos hasta el mar, mediando entre ambos una distancia de cuarenta kilómetros de grandes llanuras poco accidentadas, que en la parte alta, al inte- rior, es de setenta kilómetros; cubiertos de tupidos bosques de ma- deras de construcción, ebanistería tinte, y cañas de Guayaquil. La diferencia de nivel entre ambos ríos, á la altura de la pobla: ción de Tumbes, es de siete metros. El río Zarumilla no es de aguas permanentes como el Tumbes; pero es muy caudaloso en estación de lluvias. - La superficie de terreno entre los dos ríos está dividida, puede decirse, por tercias partes entre la hacienda de Zarumilla que ocupa - dos tercios á lo largo, del mar á la montaña, y las haciendas del río de Tumbes, que ocupan el tercio restante. Estos fundos, que tienen - su frente al río y su espalda al costado de Zarumilla, forman una se- vie de colinas de mas ó menos elevacion, pero todas accidentadas. de la serranía al mar. Las grandes llanuras, que de preferencia deben irrigarsesper- S—b. - A terecen en gran parte á Zarumilla, salvo la pampa colindante de *“*Pedregal,” que termina en el pueblo de Tumbes, y que solo Aso sentan el cuatro por ciento de aquellas vastas planicies. Estas forman tres grandes mesetas. La primera, que comienza, en la orilla del mar, entre los dos ríos, hasta una distancia de vein- te kilómetros hacia el interior, quedando bajo el nivel del antiguo canal de los Incas que en aquel tiempo la irrigaba. La seg unda, á continuación de la primera, hasta la altura de “la hacienda Hospital, mas Ó menos treinta kilómetros, por un ancho «e treinta y cinco, y. la tercera meseta, desde esta última hasta la sierra ó región de los: bosques, mediando una distancia de veinte kilómetros por sesenta de ancho, entre ambos ríos. Esta meseta, que es la última, es su- perior al nivel del río de Tumbes, y solo podría ser irrigable por la: quebrada “Grande” represando las aguas de ese sitio y derivándo- las por un canal de sesenta kilómetros de longitud. La segunda meseta, conocida con el Hombre de la «Palma? puede también irrigarse, sacando el agua mas arriba de las que- bradas de la sierra “de la, “Laja” contra- fuerte de la cordillera ecua- toriana. La feracidad de los terrenos de la provincia de Tumbes, es la mas poderosa que se conoce en toda la costa del Perú, y solo puede compararsele con las tierras que bordean el caudaloso Marañón. En Tumbes, no hay agricultura propiamente hablando. Apenas si se cultivan unas cuantas cuadras en ambas orillas del río, que producen en años de buena cosecha hasta cinco mil quintales de ex- celente tabaco. Las haciendas están abandonadas en su mayor pat- te por falta de irrigación, capitales y brazos. Mas de treinta mil fa- negadas de feracísimos terrenos se encuentran comp etamente in- cultas, sirviendo de guarida á los tigres y leopardos, no obstante la. gran facilidad que existe para su irrigación, relativamente á su im- portancia, poco costosa, de grandes beneficios para el país, y de se- guro provecho para la empresa que la acometa. De los tres pequeños fundos, destinados en su mayor parte al cultivo de la caña de azúcar para la fabricación de alcohol y aguar- diente, situados en la orilla izquierda del río, á poca distancia uno del otro, y regados por medio de pequeñas bombas, so.0o uno merece la atención del viajero, y es el llamado “La Noria;” admirablemente cultivado, aunque en pequeña escala, puede considerarse como un fundo modelo. Posee buenos alambiques, excelente maquinaria, cen- trífuga, y una poderosa bomba á vapor, que arroja sobre el terreno 1,200 galones de agua por minuto, que se extrae del río. Ademas de la caña, en la “Noria” se cultiva cató, cacao, algodón, tabaco, pro- duce piñas y mangos exquisitos, y un excelente ron de Jamaica. Lo restante de los terrenos rivereños, lo componen innumera- bles chácaras, á ambas márgenes del río, en una extensión de seis. leguas, casi todas sin cultivo. La provincia de Tumbes, que al desembarcar en su suelo el con- quistador Pizarro en 1527; contaba 80,000 habitantes, alimentados 00 con el producto de esa estensa comarca, dotada de un magnífico templo cubierto de oro y plata, apenas cuenta hoy con: 5, 000 habi- il — tantes escasos, dispersos, en tan dilatado territorio y sumidos ge neralmeute en la miseria. Los pueblos, haciendas y chácaras, situadas á ambas márgenes dlel río, viniendo de las lomas al mar, son: Rica Playa, Puyanco, Estrecho del tigre, Higueron, El Prado, Pan de azúcar, Carretas, Arenal, Casa Blanqueada, Oidor, Hervide- to, Cabuyal Viejo, Vaquería, Franco, Pampa Villalta, Polvareda, La Peña, Plateros. Hospital, Calzonazo, Peligro, La Victoria, Ne- - grital, Cerro Blanco, Tacural, San Juan de la, Virgen, Garbanzal. Loma Gallinaza, Pueblo nuevo, Urcos, Malp+so, "Pampa Grande, Malval, La Noria, Corrales ó San Pedro de los Incas, Tumbes (pue- blo) Palo Santo, Pampa Grande, Pedregal, La Florida, La Refine- ría, Cabeza de Vaca, Bellavista (6 Bellevue), Pebedero, Cardosolo, Laguna Blanca, Santa Lucía, y muchos terrenos separados por multitud de esteros. - Elárea que ocupan estas propiedades, es cinco veces mayor que la parte cultivada del Valle de Chicama, en el Departamento de la Libertad. ; La Provincia de Tumbes produce, como todo el Departamento de Piura, de que forma parte, pero de mejor calidad, todos los fru- tos de la Zona Torrida, como la caña-azucar que dura veinticinco años y que comienza á cortarse á los diez meses de plantada. Los demás productos rinden al año sus cosechss en la siguien- te forma: O AS In NR A O A 2 cosechas al año MEA. oo A A AROSA 4 id. id. A A A OE a A: A id. A ES e ETC AS E A E SE AA 4 id. id. Tabaco, de cinco 4 0Ccho:COrtes...ocim.caas. id. Catena E A ES IA E 2 id. id. A O A E id. Cacao todo el año. nooo in Ads CA Pd O Ets DARA: id. Camotes.. A e MEE EA 1d. ACASO AI a E oa a ee id. id. Cocos de Panamá, todo el año. dE Frejoles........ AT, id. Aparte de la o produce también almendras, nue- ces, castañas, anís, ratania, tagua Ó marfil vegetal, orchilla, cochi- E nilla, cascarilla, cundurango, quillai, caucho, bálsamo del Perú ú, ta- : marindo, algarrobo y multitud de otros frutos naturales. Es posible que pueda tambien cultivarse con buen éxito el té. el opio y la coca. Otro producto de gran importancia puede obtenerse allí 4 muy - poco costo: es el fruto de los Cocoteros, conocidos vulgarmente con el nombre de cocos de Panamá, que en Tumbes se producen de me- jor calidad y de mayor volúmen que en ninguna otra parte. 'e En una hectarea de terreno, (10,000 métros cuadrados) pueden - cultivarse cien palmeras, cuyo producto al año, sin trabajo ni gasto de ningún género, está calculado practicamente en cinco soles por cada palmor a, así es que cada hectárca rendiría quinientos soles al A — 1712 — año, quedando libre el terreno para obtener cosechas de distintas sementeras que aumentarían el producto de la hectárea. Las palmeras producen en Tumbes al quinto año de sembradas. y el aceite que se extrae delos cocos, es superior á todos los conoci- dos, el que se emplea generalmente como lubricante para máquinas muy finas. Además, de la corteza del coco se hacen felpudos, esco- bas y pisos, que se emplean en usos domésticos. El consumo del coco es universal, especialmente en toda la cos- ta de América. ¿Cómo podría hacerse productiva esta comarca, contribuyendo con tai variados productos al engrandecimiento general del país? De la manera más sencilla, contestamos nosotros: abriendo acéquias, limpiando los antiguos canales, dotando de tomas propias á cada fundo, como están todos los valles del Perú, en una palabra, traba- jando. Pero, como las evoluciones industriales en el país son tan len- tas, por falta de energía y. voluntad en los habitantes, es posible que. aquella importante zona de la República, permanezca un siglo más estacionaria, como lo ha estado desde la conquista hasta la fecha. El clima de Tumbes, difiere esencialmente del de los demás lu- gares del Departamento de Piura. Más húmedo, siempre nublado, pero ménos cálido, su temperatura máxima en los meses rigurosos del Estío, apénas marca 322 centígrados [90 Fahrt.] pero durante ocho meses del año, fluctúa entre 22% y 25%C. [71, 78 Fahrt] por ma- nera que el clima de Tumbes es una perpétua primavera, y como la. brisa del mar es constante y se hace sentir en casi toda la extensión de las planicies, el calor sofocante es poco sensible. Las enfermedades, á pesar de encontrarse Tumbes casi bajo la, línea equinoccial, son raras. La salud de sus habitantes es completa, ' y sólo en épocas de abundantes lluvias y consiguiente desborde del río, se presentan las fiebres palúdicas que son el obligado cortejo de las innundaciones en toda la costa del Perú. .Los campesinos, que viven en la permanente humedad de esas tierras, bajo la acción de los rayos solares del Trópico, son generalmente las víctimas de las descomposiciones orgánicas. La extraordinaria feracidad de los terrenos de Tumbes, se debe á muchas causas que obran en conjunto, siendo sin duda la más. po- derosa, que sus tierras son enteramente vegetales. Además, son limpias, no se conocen los médanos de arena ni los extensos arena- les de que están cubiertos la mayor parte de los PareEnOn del De- partamento de Piura. Las grandes pámpas se componen de cinco capas acumuladas por aluviones sucesivos, descansando sobre una anchísima base de creta muy poco permeable. Esta se encuentra alternada con exten- sos baches ú ollas, en que se encuentran, ya porciones de turba 1 ás ó menos extendida en forma de capas irregulares, y grupos más Ó menos numerosos de piedras calcáreas ó6 graníficas sueltas. despren- didas sin duda de la vecina cordillera. En esta capa, se encuentra el fondo del río al nivel de la baja marea á dos Ó tres piés más bajo. Sigue en el orden ascendente, una capa de limo fino permeabi- lísimo, con un espesor variable de uno á dos piés. La supera otra de 6 : — 173 — dos ó tres piés, de piedra pequeña ó arena gruesa, hallándose á con- tinuación otra de cuatro piés, compuesta de sedimentos de toda cla- se, de una prodigiosa fertilidad. Más abajo, encuéntrase otra de idéntico espesor, de arenas silíceas, mezciadas con fragmentos de conchas, y, por último la capa superficial, de seis pies de espesor, de excelente tierra vegetal, más ó menos cargada de humus. Esta es la composición de aquellos terrenos, estudiada prolijamente por García. El plan general de las pampas, no tiene más de doce piés sobre el nivel de la baja marea del río. Las construcciones hidráulicas de los Incas, llevadas sin duda á término, algunos siglos antes de la conquista, existen visiblemente en toda su extensión, constando éstas de dos grandes canales á de- recha é izquierda del rio, los que, derivando sus aguas, recorren fal- deando todas las lomas y accidentes del terreno, hasta llegar á los planos. una longitud de ciento sesenta kilómetros, equivalente á treinta y dos leguas castellanas, en su mayor parte bien conservados. El ancho ó sección trasversal de estos canales, es variable: pues, en algunos puntos, llega hasta cuarenta piés, disminuyendo en otros. El muro interno, lo forma la falda de las lomas, y el externo ó de defensa, un terraplen perfectamente nivelado como para tender rie- - les, compuesto de arcilla y cascajo, cuyo espesor generalmente, es de veinte piés, por una altura de doce, que representa nás Ó menos la profundidad que en la época incásica tuvieron los canales. La represa y boca-toma de estos, estuvo situada, sin duda algu- na, para ambos lados, en un mismo punto, conocido hoy con el nom- bre de Estrecho del Tigre. en el límite de la hacienda Cabuyal para el Canal de la derecha, y en la hacienda Plateros, para el de la izquierda. : Dos grandes cerros cortados verticalmente, uno en frente al - Otro, en una distancia de ciento veinte metros, estrechan el río. for- mando así las columnas Ó sosten de una represa natural. La altura de la antigua toma de los canales sobre el nivel del mar, es de 22 métros 80 centímetros y la altura de los barrancos so- bre el nivel del río, en toda su longitud y en época de seca, varía solo entre diez y quince piés; por manera que el menor obstáculo al tra- . ves del cause que represe las aguas ó la creciente del río, sería su- fic.ente para: llenar. los canales y distribuirlas. Las importantes obras de irrigación que con tan buen éxito lle- - varon á término los incas en casitodo el territorio, y que con sobra- da razón han llamado tanto la atención de los historiadores, son ver- -daderamente sorprendentes, tanto por la longitud de sus canales, como por su solidez é irreprochable nivelación. De todas estas obras jigantezcas que manifiestan la importancia de aquel Imperio, cuyos vestigios vemos y palpamos en toda la cos- ta, las más perfectas y mejor conservadas, hasta el punto de poder- las rehabilitar facilmente. son los canales de Tumbes. El ingeniero inglés Mr. Carlos Walker, hombre de ciencia y bastante experimentado, que recorrió recientemente con nosotros esa provincia, estudiando de un modo práctico la irrigación de sus - pampas, nos aseguraba que respecto al trazo de nuevos canales, no - habria sino seguir la huella delos antiguos, pues él tenía una alta ) — 174 — idea de los conocimientos de los Incas en materia de obras de esta naturaleza. La provincia de Tumbes, por su prodigiosa fertilidad, proximi- dad al mar, sus dilatados bosques utilizables como combustible, sus vastos é inagotables yacimientos de carbón de piedra, petróleo y azufre, es una de las más importantes del Perú, y, cosa extraña, tal vez la única que desde la conquista, no ha dado un solo paso en el sentido del progreso. Débese este olvido, harto punible por cierto, alpoco ó ningún conocimiento que se ha tenido de ella, y al ningún estudio que de sus riquezas se ha hecho por hombres entendidos en la materia. Parece que todo el subsuelo de la provincia de Tumbes, es car- bón de piedra y petroleo, constituyendo esta última sustancia Una de las más grandes riquezas del globo. Numerosos son ya los yacimientos de petróleo descubiertos en su seno, contándose entre estos el notable establecimiento de Zorri- tos, montado según el sistema norteamericano, con todos los aparatos modernos, y de “donde se extrae la mayor parte del kerosene que se consume en el Perú. Estos yacimientos en número de 54 pertenencias de 493,000 me- tros cuadrados cada una, están ubicados á orillas del mar, á 34 kiló- metros del puerto de Tumbes. Los mantos de carbón [Lignita] se encuentran descubiertos en las lomas de Mal Paso, á 27 hilómetros del puerto de Tumbes; pero al pié de aquellas lomas está la magnífica ensenada de la Cruz, que fué el antiguo puerto de los incas, por donde desembarcaron por primera vez los conquistadores españoles y que puede servir para la- exportación del carbón. La extensión de estas capas de carbón de piedra ocupa una área de más de 450 millas cuadradas Ó sean 50 leguas españolas, y la de los yacimientos de petróleo 7,200 millas cuadradas, desde el Cabo Blanco hasta el norte de 'Tumbes, según la respetable opinión de los ingenieros que los han estudiado. * Es posible que en los contrafuertes de la cordillera que forma el límite entre el Perú y el Ecuador, que nadie ha estudiado aún, se en- cuentren filones metálicos, especialmente de oro, por su proximidad á Zaruma, asiento mineral muy rico; pero hasta hoy nada: puede afir- marse, pues desde el sitio conocido con el nombre de “Puyanco” en el río Tumbes, comienza la región impenetrable de los bosques, á los cuales no hu sido posible arribar. Las márgenes del río Tumbes, se prestan para establecer dues : para Pons iriediónes navales de toda clase de embarcaciones, contan- do desde luego, con las maderas que proporcionan Jos bosques. De todo lo expuesto se deduce: 1.2 Que la irrigación de los valles de Tumbes es de fácil reali- zación, pues su costo apénas alcanzará á 150,000 libras, que repre-. sentan una libra esterlina por hectarea irrigada, ó sean 4 libras [5S. 28 * —Vease mi informe al Gobierno del año 1892 en la Memoria de Hacienda. A de nuestra moneda, por fanegada] y cuyo valor hecha la irrigación no podrá ser menos ¿de S. 200 por hectárea. 2,2 Que la fertilidad de sus terrenos, por encontrarse casi bajo la línea ecuatorial, es solo comparable con las márgenes del Mara- NE ñón, pero sin ninguno de los inconvenientes que ofrecen las monta- mE ñas del Perú, pues Tumbes se encuentra á orillas del mar. AN 3. Que una vez irrigado por canales nuevos ó por rehabilitación + de los antiguos de los incas, puede dar trabajo á diez mil familias, 5 constituyendo una poderosa y rica colonia europea. A El ingeniero peruano don Ruben F. Dávila, que nos acompañó durante sesenta días, tanto en la expedición á Tumbes como al valle ; del Chira, ha levantado un magnífico plano de esa provincia, y dos e: planos más de las irrigaciones proyectadas en ambos valles. : El'concurso de este inteligente y laborioso ingeniero fué de gran importancia para el estudio que nos propusimos hacer. * O cab vIL PORVENIR AGRICOLA DEL DEPARTAMENTO DE PIURA : «Poblemos primero el litoral de la a ; República, y el tiempo y el ejemplo i 4 harán forzosamente lo demás.» E EN 3 G. Paz Soldan. Es : Fiscal de la Corte Suprema. : La historia de los proyectos para irrigar las fértiles planicies de Piura, data del siglo pasado; pero el año de 1851 aquella idea to- mó una forma más concreta. Fué el intrépido y acaudalado agricul- - tor de Ica, don Domingo Elías, el único hombre práctico que ha te- “nido el Perú, quien concibió el atrevido proyecto, y fué á su costa que se emprendieron lós estudios, los que una vez terminados fue- ron remitidos al Congreso, para obtener la ley que autorizase al Eje- cutivo levantar un empréstito de dos millones de pesos para empren- der las obras; pero acontecimientos políticos sobrevivientes y que todo lo han maleado en el Perú, impidieron su realización. pe Desde aquel año hasta el de 1873, varias y costosas comisiones “de ingenieros como Sterling, Duvall, Montferrier, Gisbi. Viñas, “Alleon, Sears y Bonnemaison, hicieron nuevos estudios por cuenta del Estado, no habiéndose invertido menos de 400,000 soles en gas- tos; estudios renovados últimamente en el año pasado, por la comi- A sión de ingenieros ingleses, presidida por Mr. Cárlos W. Walker. us El ex- Presidente Balta obtuvo del Congreso autorización para PS —-El plano que se acompaña de la provincia de Tumbes, fué levantado por el ingeniero civil don Ruben F. Dávila, compañero inseparable en mis excursiones en el Norte. ) — 176 — invertir en las obras de irrigación de la costa, dos millones de libras esterlinas; pero como el empréstito que debía proporcionarlas, fué el último que fracasó en Lóndres, con él fracasaron también los pre ectos. a Las fuertes cantidades de dinero invertidas en los estudios man- dados practicar por distintos Gobiernos, en diversas épocas, mani- fiestan que la idea se ha perseguido por todos con empeño; que se re- conoce su importancia, y que ha habido muchas veces el propósito de ponerla en práctica; pero desgraciadamente para el país, siem- pre que se ha tratado de algo útil que pudiera desarrollar sus fuer- zas vitales, ha sobrevenido algún acontecimiento político inesperado que ha paralizado todo provecto benéfico. Por nuestra parte, no es una ilusión la que perseguimos; tene-- mos á la vista cuanto se ha escrito sobre la materia: somos poseedo- res de documentos y planos, y hemos contemplado por largo tiem- po y sobre el terreno mismo, la facilidad y magnitud de las obras. La irrigación de los terrenos de la derecha é izquierda del río de la Chira, fué detenidamente estudiada por los ingenieros Duvall y Sterling. En ambos hubo divergencia, tanto en el presupuesto de la obra, como en la capacidad y rumbo de los canales; pero la prac- ticabilidad de estos, que era lo esencial, fué confirmada por los dos, y ésta á su vez, lo ha sido también ultimamente, por los ingenieros Walker, Dávila, Michon, Viñas y Zegarra. Respecto de la irrigación de las márgenes del río de Piura, tam- bien ha sido suficientemente estudiadas, por varios ingenieros na- cionales como extranjeros, siendo el último el señor Alfredo F. Sears ciudadano norteamericano. De los varios estudios hechos por los ingenieros en distintas épocas, se desprende que las irrigaciones son tres, que correspon- den á los tres valles, las que deben fecundar los terrenos Ir ABieS con sus canales principales. Aunque los presupuestos para estas obras parecen elevados, hay que tener en cuenta que fueron hechos para construirlas con fondos fiscales, por cuenta y bajo la dirección del Gobierno, lo que supone desde luego, que se ha calculado una utilidad exagerada en beneficio de las empresas que debían tomar por su cuenta la cons- trucción de ellas. , El canal de la derecha del Chira, que irrigaría los eriazos desde Poechos ó CUhocan hasta Amotape, tendrá de longitud, según los es- tudios del ingeniero Sterling 53 millas, y podrá irrigar, según los cálculos del mismo ingeniero, no menos de 60,000 hectareas. La al- tura de la toma sobre Paita en este sitio, es de 201 pies ingleses. Su costo, 600,0000 soles. * El canal de la izquierda, represando el río Chira en el punto lla- mado la Peña, entre Chocan y la Horca, al frente de la hacienda Cha- “lacalá, punto elegido por el ingeniero Duval para la represa, Ó en el * El último estudio del presente año, hecho por los ingenieros Michón y Dávila, es de un canal de 97 kilómetros por 30 metres de ancho, con un costo para irrigar 45,000 hectareas, de S. 890,000. € sitio de Chilaco, que abarca mayor zona de irrigación, debe partir «le ese punto hasta Sullana, y de allí, bifurcándose en dos ramales, terminar el uno en el puerto de Paita, y el otro más al sur de la Silla dlel mismo nombre, recorriendo una extensión aproximada de 154 ki- lómetros, y pudiendo irrigar hasta 500,000 hectareas. El A to de este canal es de S. 750,000, según el ingeniero Sterling. ¿Las haciendas de las orillas que no tienen: agua y que forecen su- jetas á los caprichos de la atmósfera, son más de Cuarenta, con enos de 50,000 fanegadas eriazas, y serían las primeras en el aprorrctaderto de las aguas de los canales; por manera que la Por manera que, en Tesúmen, el costo,de , las irrigaciones pro-* MAS, según los estudios hechos anteriormente es el siguiente: Canal de la derecha del Chira, para irríigar 45,000 hec- tareas.. E As 600,000 Canal de la i izquier rda del' mismo río, para irrigar hasta 1% 500,000 hectáreas. . 33 730,000 Dos canales para ambas. márgenes del río. Piura, pa- ra irrigar 400,000 hectareas... S E LE000;000 Dos canales para irrigar ambas inárgenes del río Tum- bes, 150,000 hectáreas... it ei ara 000000 Total importe... E S. 3.350,000 a e 9—B. : — 178 — Equivalente á £ 478,571 10 chelines, al cambio de nuestra mo- neda. Por los cálculos de los antiguos ingenieros, se vé, pues, que la irrigación de 1,110,000 hectáreas, que es lo que arrojan los estudios practicados, apenas representa un valor de costo insignificante por hectarea irrigada. Suponiendo, que de todos estos terrenos, ubicados en los tres va- lles, solo fuesen aparentes para el cultivo del algodón, 300,009 he>z- táreas, equivalentes á 750.000 ácres ingleses y á 75,000 fanegadas de huestra medida, dejando los demás terrenos para diversos cul S, como arroz, café, cacao, caña etc., etc. y calculando como producto el de 500 quintales españoles de algodón limpio y despepitado por cada 100 hectáreas, equivalentes á 5 quintales por hectárea (20 quin- tales por fanegada) en lugar de 7 que producen los terrenos en el Departamento de Lima, tendríamos, pues, que las 300,000 hectareas que hemos tomado como base de nuestro estudio, rendirían un pro- ducto anual de 1.500,000 quintales, en lugar de los 80 6 100,000 que produce hoy el Departamento, en años abundantes de lluvias, que, calculados los primeros á £ 3 por quintal, serían £ 4.500,000 equiva- lentes á S. 31.500,000 de nuestra moneda, por año, mayor rendimien- to de lo que produce el Egipto en igual superficie de terreno, como se vé por el siguiente cuadro: ÁREA PLANTADA DE ALGODÓN EN EL AÑO DE 1890. Acres ingleses. Bajo Eeipió CONE A 758,401 e O O O 94. 428 Tot Usd lA 852,829 Cuya producción anual en casi igual área de terreno, es mucho menor, respacto del rendimiento del algodón, que en los valles de Piura. El estado que vá en seguida, tomado de la Memoria de la Com- pañía Inglesa de Irrigación de Egipto, arroja las siguientes cifras, que comprueban:lo que dejamos dicho, con la sola diferencia de 102,829 ácres entre uno y otro cálculo, las que están destinadas á otros sembríos. PRODUCCION DE ALGODON EN EGIPTO. Pacas de 800 libras. AÑOS. Pacas. Valor £. 1873—74 413,611 2.575,648 1874—75 348,802 2.206,443 1875—76 466,894 2.982,287 1876 —77 438,936 2,812,582 AÑOS. Pacas. Valor £. 1877—78 403,270 2.605,453 : 1878-—79 254,342 1.678,749 1879—80 471,726 3.202,051 1880--81 409,101 2.794,321 1881-82 425,315 2.930,962 1882— 83 326,022 2.262,863 h 1883 --84 380,801 2.665,231 1884-85 501,686 3.564,712 1885—86 402,920 2.901,602 1886— 87 418,372 2.983,123 ' 1887—88 413,891 2,942,688 1888—-89 - 380,565 2.779,954 La producción algodonera de Egipto, en 1879, antes de cons- > truirse los canales de irrigacion del Nilo, fué de £ 1.677,759 contra £ 3.280,789, despues de terminados estos, es decir un triple aumen- to en la producción. El gran consumo de este algodón se descompone así: 3 EUROPA. 1887—88B........ 441,290 pacas. 1888—89........ 402,620 ,, 1389—90........ 448,260 3) ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMERICA O ns 4,553 pacas. Rae E E ro! OR SS ROA es SOU TEOTTRA ARIS. Ta o id AA 8,430 ,, 1890 9,000 Asi, las 380,565 pacas de 800 libras cada una, que produjo el Egipto el año de 1879, y-que representan 761,133 quintales cosecha- dos en una superficie de 852,829 ácres, mayor que la superficie de 300,000 hectáreas (750,000 ácres) que hemos calculado en los terre- nos de Piura, representan en Egipto el 50 por ciento menos; pues, que 750,000 hectáreas en Piura pueden dar un producto de 1.500,000 quintales. Respecto del valor que representa esa produccion, la diferencia sería enorire, pues en igualdad de superficie productora, la una está representada por £ 2.779,954 en Egipto, y la otra por £ 4,500,000, que significa una diferencia de valor de 40 por ciento á favor de la producción de Piura. : Veamos, ahora, cual sería el valor real de los terrenos irrigados, en los tres valles. o Le — AE Ante todo, conviene saber el valor actual de los terrenos, en di- ferentes puntos de la costa. Arequipa S, 2,000 la hectárea. Piura 2 000 ee Lima ” 100 7 Lamoayaque, Valle de Chicama y Pacas- + mayo.. | oso 140 ”) Cañete ; 100. 9 Calculando que el 1.110,000 hectáreas irrigadas en Piura, ue representarían una enorme contingente de tierras en la agricultura nacional, hiciesen bajar el valor actual de los terrenos por algunos: años, esta depreciación podría suponerse en ese Departamento en un 50 por ciento, quedando el valor de la hectárea á S. 500 en lugar de 1,000; pero queremos rebajarlo hasta un mínimum que no llegará á ser nunca, de £ 10 (5. 70), en cuyo caso tendriamos, pues, que las 1.110,000 hectáreas representarán un valor real: y positivo de 11.100,000 ó sean soles de plata 77.700,000 La algarroba que se produce en esos terrenos admirablemente,, por ser oriunda del lugar, como se sabe, no necesita cultivo; una vez plantado el arbol, (que nace expontáneamente) dá su producto sin ningún cuidado. El rendimiento anual, por hectárea, se calcu- la en Ss; 100, sin mas gasto que recojerla. Hay otras producciones valiosísimas que podrían obtenerse una vez terminadas las irrigaciones, como. la. caña de azucar, que en el valle del Tumbez produce á los diez meses, y rinde término medio, 150 quintales de azucar, por hectárea. La viña, que rinde dos cosechas en el año; el maíz que produce tres y cuatro, la alfalfa cinco; el café, el cacao y el árroz y el gusa- no de seda, serían otras tantas producciones destinadas á la expor- tación que en pocos años alcanzaría á una enorme cifra, figurando entonces el Perú como uno de los primeros. paises productores, y no como hoy, uno de los últimos. En cuanto á los brazos que haya de necesitarse para hacer pro- ducir aquellos dilatados campos, no habrá por cierto que preocupar- se mucho: dividir la propiedad en pequeños loteside diez hasta cien hectáreas; poner esos magníficos terrenos al alcance de todos los hombres y de todas las fortunas, bajo condiciones moderadas, como lo harían indudablemente las compañías irrigadoras, es tener todos los brazos que se necesiten sin violencia y sin esfuerzo. Las provincias ecuatorianas de Loja y Cuenca, límítrofes con Piura, que tienen exceso de población agrícola; los habitantes de Lambay eque, Chiclayo, Pacasmayo, Trujillo y demas de la: costa del Norte, que hoy no pueden cultivar la tierra sino de peones, irían entonces á ser dueños de un pedazo de terreno, que hoy por ningún dinero podrian adquirir. Lima mismo, qne tiene un exceso de pobla- ción sin trabajo, hombres de dinero sin negocios, miles de padres de familias sin pan para sus hijos, irían en el acto 4 convertirse en pro- ductores, y tal vez en propietarios los que hoy gimen, sin remedio, - bajo el peso de la mas desastrosa miseria. ¿Quién no pagaría á las empresas regadoras veinte soles al año c — 181 — por hectárea, cuando debían recojer doscientos? Y en Piura, produ- ce S. 200 la hectárea, mientras que en Italia apenas alcanza á 40, en Francia á 80, en Inglaterra á 100 y en Bélgica á 120. VIIM. IRRIGACION DEL DEPARTAMENTO Ls DE LAMBAYEQUE. La populosa y renombrada provincia de Lambayeque, compren- día en lo antiguo, además de su propio actual territorio, la circuns- cripción que hoy se denomina provincias de Chiclayo y Pacasma- yo. Grande fué siempre la fama de su riqueza y tan merecida y bien cimentada, que puede afirmarse sin contradicción posible, que á ex- cepción del Departamento de Piura del cual es continuación, no se ha conocido ni existe en toda la costa del Perú una faja de tierra más extensa, más llana ni de más potente fecundidad. Aunque divi- didos por una demarcación política, Lambayeque y Chiclayo, forman una sección inseparable para la industria, desde que por la continui.- dad de su territorio, por el servicio de sus aguas, por la. identidad de sus producciones, porla relación íntima y necesaria de sus habi- tantes, de sus capitales y desu agricultura, constituyen un vasto centro de trabajo, de actividad y de especulación mercantil, cuyas co- munes necesidades demandan los mismos medios de satisfacción. Estiéndese el Departamento de Lambayeque de sur á norte, co- menzando de la playa del Occéano y abarcando una extensión de 26,722 kilómetros cuadrados, con una población de 87,990 habitantes, según el censo oficial de 1876. El territorio es llano casi en su totalidad, y sus tierras prodigio- samente feraces, regadas por corrientes que mejor dirigidas y apro- vechadas de lo que están en el día, podrían fecundar doble porción del campo que hoy se cultiva. El Departamento, límita al norte con el de Piura, por medio del desierto de Sechura, por el Este con las provincias de Jaen y Chota; al Sur con la provincia de Trujillo y por el Oeste con el Océano. Los cuatro ríos, que corren por el territorio del Departamento, son de incierto caudal; algunos llegan á secarse en lo absoluto y re- pentinamente escasean, como el de la Leche y otros como el Lamba- yeque, del cual se desprende el Taime, corren siempre llevando du- rante mucha parte del año, una cantidad de agua insuficiente aún para las necesidades de las tierras que en el día se cultivan, y des- bordándose en otros, hasta causar innundaciones de todo punto de- sastrosas para los pueblos, no menos que para los campos labrados. Las producciones de su suelo son tan variadas, tan abundantes y de tan vigoroso desarrollo, que noes fácil encontrarlas de mejor calidad en su género en otra parte del Perú, que no sea el Departa- mento de Piura ó las regiones del Amazonas. En verdad que no de- ; » — 182 — bía esperarse menos de un suelo casi vírgen, dotado de una consti- tución geológica excepcionalmente favorable, bajo un clima ardien- te y enérgico, refrescado por las brisas del mar. Son frutos naturales de su suelo, y todos de la mejor clase, el arroz, trigo, maiz, caña de azúcar, tabaco, algodón, anis, café, carao, orchilla, cochinilla, tamarindo, algarrobo é infinidad de granos, fru- tas y raíces de los valles tropicales más inmediatos al Ecuador. La ciudad de Lambayeque, capital del Departamento, está si- tuada á los 6% 46” 00” latitud sur y 7992 57 30” longitud oeste El Departamento consta de solo dos provincias: Lambayeque y Chiclayo, con 24 Distritos. La provincia de Chiclayo, comprende dos grandes valles: el que lleva su nombre y el de Zaña, regados el primero por el río Lamba- yeque y su derivado el Tambillo ó de Eten y el segundo porel río de Zaña. La ciudad de Chiclayo se encuentra casi en igual latitud que la de Lambayeque, y está á 91 piés sobre el nivel del mar. Existen en las dos provincias mas de sesenta grandes haciendas, cuyo valor actual representa 20.000,000, aparte de multitud de chá- caras, grandes y pequeñas heredades, como también terrenos vastí- simos de Comunidades. La agricultura, principal industria de esa zona, consiste en ar- tículos nobles, como el arroz, café, azúcar, chancaca, tabaco, algo- dón y maiz. La exportación al extranjero de parte de estos productos, as- cendió en los años que se expresan: AA NS A, LAA ol As S. 2 156,549 Er AER al AO ,», 3.396,687 Suman......: A O TS A S. 5.653,236 Respecto de la exportación actual, solo tenemos á la vista la ex- portación de arroz en el año de 1891, que ascendió á la suma de 6.698,841 kilos, representando S. 803,782.12. Hay diez molinos de pi- lar arroz. - Las caletas de la costa del Departamento son: San José, Pimen- tel, Santa Rosa, Eten. Progreso y Chérrepe. Por hoy, el tráfico marítimo solo se hace por Eten y Pimentel, teniendo cada uno de estos su respectiva línea férrea, recorriendo la primera 67 kilómetros, con un capital de S. 3.262,950 y que partien- do del puerto de Eten atraviesa los campos, ciudades y puebios de Monsefú, Chiclayo, Lambayeque y Ferreñafe. La segunda línea férrea ó sea la de Pimentel á Lambayeqne, re- corre una extensión de 24 kilómetros, habiendo invertido en su cons- trucción S. 1.890,000. El puerto de Eten. ostenta un magnífico muelle de hierro siste- ma Michel, de 803 piés de largo, cuyo.importe, colocado, fué de $. 700,000, La parte cultivada en los terrenos llanos, noes ni siquiera la décima de los terrenos eriales que contiene, y cuya irrigación no es c e — 183 — por cierto costosa, pero sí muy necesaria. Esta comprende de pre- ferencia los terrenos de Olmos que son el término del gran desierto de Sechura, que como se sabe, cuenta 41 légvas de largo por 24 de ancho. Las irrigaciones de las provincias de Chiclayo y Lambayeque, fueron estudiadas por órden del Gobierno el año 1873 por el inge- niero civil Otten Ven Buckwld. Las. aguas que se pueden reunir, según la opinión de este inge- niero, son las de los ríos Pachachaca, Olmos, Paccha y Sacuchinga- ma. Las aguas del Pachachaca por medio de un pequeño canal de nno y medio kilómetros entran al ojo de Olmos; y dos kilómetros mas distante de este ojo, entra el agua del Paccha, y todas estas juntas entran al Sacuchingana á distancia de 6 kilómetros, en cuyo punto pueden dejarse caer á los terrenos por una quebrada natural con ba- ses de roca El año 1872, el ingeniero hidráulico del Estado señor Quartec, hizo los estudios y presupuestos de cuenta y costo del señor Solf, para represar las lagunas de Misjinguanga en las alturas de Cachen, calculadas para contener 4.000,000 de métros cúbicos de agua. El costo de esta obra fué estimado en S.- 240,000, En 1874, los ingenieros Buchwald y Elmore hicieron otros estu- dios y presupuestos de la represa de dos lagunas y en dos tributarios del río de Chota, cuyas aguas agregadas á las anteriores, debían concurrir al de Lambayeque. El agua represada en las lagunas de- bía ser de 1.500,000 métros cúbicos y el valor aproximado de la obra el de 80,000 soles. Los acueductos de los dos ríos debian llevar 200 riegos de agua, con velocidad de un métro por segundo, en tiempo de mayor escacés, siendo su costo total de 700,000 soles. Estos estu- dios costaron al Gobierno, por cuya cuenta se hicieron, 23,000 soles. Posteriormente, el año 1877, el Congrese expidió una resolución autorizándo al Poder Ejecutivo, para que dictase á la brevedad po- sible las órdenes convenientes, á fin de que se hicieran estudios y presupuestos para la canalización y conducción de las aguas de la laguna “Tembladera” hasta el pueblo de Salas; la desviación de las aguas de dos quebradas al pueblo de Motupe y otras importantes obras, para irrigar varios terrenos, juntocon lasinmensas llanuras de Olmos. IX. IRRIGACIÓN DE LAS PAMPAS DEL VALLE DE CHICAMA Este extenso y hermoso talle, como el de Santa Catalina, se en- cuentra ubicado en la provincia de Trujillo, capital del Departa- ento de la Libertad. Esta provincia, colinda por el Norte, con la de Chiclayo; por el » Sy — 184 — Sur, con la de Santa; por el Este. con las de Huamachuco y Cajamar-- ca, y por el Oeste, con el Occéano Pacífico. De SE. 4NO. tiene 27 leguas de largo y 10 de ancho. ' Tres son los valles de que consta: Virú, Chimú ó Santa Catali- na, y Chicama. Asombrosa es la fertilidad de estos tres valles, productores de toda clase de frutos. E Su terreno es arenoso. La atmósfera seca, el clima cálido y sa- no, donde apenas se nota una pequeña garúa en los meses da Junio, Julio y Agosto. á La ciudad de Trujillo, fundada por Pizarro, es una de las más antiguas del Perú. Está situada á los 8% 6' 9” latitud sur y 81” 26” 37” longitud O., á 67 metros de elevación sobre el nivel del inar. > El Departamento de la Libertad tiene una área total de 48,608 kilómetros cuadrados, con 148,051 habitantes. : Pe Una línea férrea une el puerto de Salaverry con la ciudad de Trujillo, la que después recorre en su mayor extensión, el vallede. Chicama. La extensión de esta línea es de 76 kilómetros, con un. costo primitivo-de S. 3.234,756. Un magnífico muelle de hierro sis- tema Mitchel, hace el servicio en Salaverry. Tiene 270 metros de: largo y su costo S. 300,000. Tres son los ríos principales que riegan estos valles. El pri- mero es el de Chicama, cuyo orígen está en las altas .cumbres de la - cordillera de Cajamarca, en la provincia de Contumazá, á los 712 de longitud y 80* 40”, de latitud. El de Virú, que desciende de la sierra de Conchucos, y el de Moche, que nace á una legua de la ciudad. . Sus producciones son tan variadas y valiosas como las de Piu- ra y Lambayeque; y en cuanto á la principal, el azúcar, es la mejor : que se conoce en el Perú. E ; El valle de Chicama, que es el mayor productor de este artículo tan valioso, está perfectamente irrigado, aunque no en su totalidad, por varios canales abiertos hace dos siglos, los cuales, aunque tra- bajados á la rústica, llenan perfectamente su misión. Tiene el valle * de Santa Catalina 38 haciendas grandes y pequeñas con 1,627 fane- gadas (6,508 hectareas m/m) de cultivo, y el de Chicama 11,848 fane- gadás, (47,392 hectáreas) bajo riego y bien cultivadas. Son 45 las haciendas, entre grandes y pequeñas, de este valle, siendo las principales, por su vasta producción de azúcar, fuertes capitales invertidos y poderosas maquinarias, las de Tulape, Carta- vio, Chiquitoy, Casa Grande, Sausal, Chicamita, Facalá, San Jacin- to, Pampas, San Antonio, Gazñape y Cerro Prieto. El año de 1763, el valle de Santa Catalina producía apenas 1,500 quintales de azúcar y sus terrenos fueron avaluados en $. 206,700. El de Chicama, en esa misma época, producía 12,000 quintales y sus te- rrenos representaban un valor de S. 1.140,800, miéntras que hoy el. valor de ambos valles, pasa de 25.000,000 de soles. Y La producción de azúcar del valle de Chicama, si bien no es la de otros tiempos, en que esta no tenía similar en los mercados de Europa, que le hiciese competencia, aumenta cada día aunque lenta- mente su producción. € . La exportación de azúcar ha sido el año pasado de 1892, de 24.185,762 kilógramos, con un valor de S. 2.752.507, esdecir, casi el doble de la producción del año 91, que alcanzó á 14.179,066 kilógra- mos, representando un valor de Sede 134,315. El valle de Chicama, Ó sea la mejor zona azucarera del Perú, so- lo cuenta con el agua sufiviente para regar la tercera parte de los E - terrenos que contiene. a Los eriales que existen en grandes cantidades, podrían ser facil- k- mente irrigables. aumentando las aguas de sus ríos por aa de re- dl presas en las lagunas de la cordillera. E En cuanto al valle de Santa Catalina, irrigación mejor estudiada a que la anterior. puede dársele toda el agua que se quiera, mediante 4 represas en las lagunas San Lorenzo y ; Gay aijan en la hacienda Por- cón, del distrito de Santiago de Chuco, de la provincia de Huamachu- co, lagunas que fueron. represadas por los incas para la misma irri- gación que hoy se proyecta. Estas distan 25 leguas del valle de San- ¡E ta Catalina. Esas aguas bajaban antes y pueden bajar hoy, por la quebrada de San Lorenzo, desembocando al río San Feiipe, pudiendo irrigar- se los terrenos eriales de Santa Catalina y las pampas de Huancha- co, en la costa, que tienen una extensión de 20 leguas. Para tener una idea de la importancia del cultivo de la caña en “estos valles, como en todo el Perú, cuya producción es necesario fo- mentar á toda costa, basta recorrer las cifras de las toneladas de azúcar exportadas á los mercados ingleses, aparte de lo consumido en el país y en otros OS de Sud-América, calculando á £ 20 la A tonelada. - AÑOS Cantidad en toneladas Años Cantidad en toneladas AR 1870. ee 251 1880 49,503 e 1871 4,500 1881 43,363 O EE RANES 1882 43,188 1873 15.950 1883 34,478 METÍ 23,700 1884 ; 94,929 LA870 : 50,000 1885 44 718 1876 55,000 "¿1886 ASS 1877 63,370 1887 , 39,833 1878 69,773 1888 40,000 1879 : FLA 0 1889 30,000 El cultivo de la caña en el Perú, dá 8,000 kilógramos de azúcar por hectárea, rendimiento muy superior al que se obtiene en muchos países que gozan de gran reputación al respecto, como Cuba que pro- duce 2,500 kilos y el Brasil de 6 47,000. Es verdad también que las condiciones climatológicas son excepcionales; especialmente en las regiones de la costa, donde no seconocen tempestades ni nada que - impida el cultivo cuotidiano de los campos y el corte constante de la caña. En cuanto á la duración de ésta, lo menos de 18 á 2% años en Los eS del Norte, rindiendo su corte á los 10 6 12 meses de plan- y 10—B. ES — 186-— tada. Es por esto que con razón muchos autores modernos, afirman que en ningún país del mundo se produce mejor la caña que en el Perú. Xx. IRRIGACION DE LA PAMPA DE MIRAFLORES EN LA CAMPIÑA DE AREQUIPA Esta dilatada planicie puede facilmente irrigarse tomando las aguas de los únicos manantiales de Chiguata y Yumina, distante el uno 21 kilómetros de la ciudad de Arequipa y el otro 10. Por ambas partes el terreno es muy quebrado, siendo más cos- tosa la irrigación por Chiguata que por Yumina. Por este último punto, el río tiene en toda su caja 320 metros de ancho, por una al- - tura: media de 40 metros entre los dos barrancos; de modo que tan- to por uno como por otro punto, sería muy costoso cruzar el río por acueductos. : El medio más económico de llevar el agua de evalaniena de los dos puntos mencionados, es echarla a! río, volviéndola á tomar por la acéquia de Paucarpata casi en frente de Yumina, ensanchar di- cha acéquia hasta la quebrada de Paucarpata, donde toma la direc- ción al pueblo del mismo nombre, y de este punto, hacer una acéquia nueva hasta la pampa de Miraflores, frente al Cementerio, donde se repartirán las aguas por toda la pampa. Desde la quebrada de Paucarpata hasta Miraflores, se encuen- tran ocho quebradas que necesitan viaductos de hierro; la longitud total de dichos viaductos, es de 326,68 metros, siendo el mas largo el de la quebrada de Jesús, que necesita un viaducto de 61 métros de largo, por una altura media de 10 métros. Los demás trabajos consisten en una boca-toma de albañilería en el río de Sabandía, y las escavaciones necesarias para el ensanche de las acéquias de Paucarpata, en una distancia de seis y medio kiló- metros y la acéquia nueva de 8. El presupuesto de esta importante obra que daría como resulta- do uras dos'mil fanegadas irrigadas, está calculado por el ingeniero Ernesto Thomas, en $. 67,211. XL IRRIGACION DE JAUJA Y HUANCAYO Aunque estas provincias están situadas en la región trasandina, como hoy se encuentran ápocas horas de la capital, por el Ferrocarril Central de la Oroya, nos ocupamos de esta irrrigación por creerla de grande importancia, atendida la pobladísima zona donde se en- cuentran esos vastos terrenos. ( TA ve Como se sabe, los valles del Departamento de Junín, son y han sido siempre la despensa Ó granero de Lima, y si á estose agrega, la benignidad del clima de aquella comarca, podrá calcularse su im- portancia. Considerando el valor actual de los terrenos irrigados y terre- nos sin agua, y formando una comparación entre el capital necesa- rio para la irrigación y el aumento del valor del terreno con agua, se verá que la empresa proyectada es de suma utilidad y provecho. Todo el valle de Jauja y Huancayo, consta de un plano entera- mente llano, muy marcado en sus límites por cerros que lo rodean en casi todas direcciones; está surcado por el río grande de la Oro- ya Ósea el Mantaro. en dirección aproximativa de norte á sur. El río Oroya, en su trayecto por el valle, recibe por su lado de- recho un solo río de consideración, en el punto cerca de Chupaca, el cual es el único río que constantemente tiene agua hasta su desem- bocadura. Los otros ríos que recibe de su márgen izquierda, son los más, muy considerables en tiempo de lluvias Ó verano; pero en la esta- ción opuesta Ó secan del todo ó lapoca agua que conducen se con- sume en la irrigación que actualmente existe. Que dicho valle ha sido antes una grande laguna, se puede afir- mar con bastante seguridad; porque en el punto en donde deja el río el valle y que es formado de roca dura, lo mismo que «en su entrada, es muy análogo, se pueden ver los rastros de la corriente á igual altura de nivel con los de la entrada del río al valle, y por la forma del te- rreno se puede calcular que, durante el desagúe de la laguna ha cam- biado el río su cursosobre los demás puntos de todo el plano. Sola- mente, hace poco, se ha formado el río una caja marcada, cuyos lími- tes son formados por un barranco en ambos lados,de igual altura aproximativa, la cual conserva con muy pequeñas interrupciones casi en todo el trayecto. Además, existen en los altos de dicho valle, ruinas del tiempo de los incas. que se cree hayan sido construidas de tanta altura Ó para mayor seguridad como fortalezas, Ó para economizar los terrenos fér- tiles de abajo, y habiéndose nivelado sus respectivas alturas, se han encontrado en completo nivel, lo que deja suponer que han sido construidos dichos pueblos en la orilla de la laguna. El río de la Oroya entra al valle en el punto del puente de Hua- ripanmpa, cerca de Jaujatambo, siendo estrechado en este sitio por una multitud de rocas, de la anchura de solo 31 métros; pero á las pocas cuadras de tal punto, forma una caja muy ancha y marcada, y ocupa casi casi la sétima parte de toda la pampa, formando en ella una multitud de islas de cascajo y cambiando su curso anualmente, lo que impide el cultivo de los terrenos situados en d.cha caja del río. La gradiente ó declive del río Oroya en toda la extensión del valle es lade 0.52 por ciento aproximadamente, en termino medio, y es distribuida con bastante igualdad. El barranco que forma los límites de la caja del río en ambos lados, tiene una altura de cerca de 18 422 métros que varía muy poco. : » — 188 — Por medio de cuatro tomas que designa el ingeniero Seaber, que ha hecho el estudio, pueden irrigarse 69, "152 topos de excelentes tie- rras, con un costo total en la obra de S. 422,000, según los cálculos del mismo ingeniero, con un aumento de valor en las tierras irriga- das de $. 3. 457, 600, sobre el valor actual, que sería la utilidad neta que reportaría la empresa que acometiera la obra. : El cultivo de esos terrenos seríael del trigo, el que podría pro- ducirse en vasta escala para-el consumo de Lima y gran parte de la costa. XIL. VALOR DE LOS TERRENOS IRRIGADOS Y TARIFAS DE RIEGO EN OTROS PAISES Y EN -EL PERÚ. El aumento de población en los lugares irrigados, está plena- mente comprobado en todos los países del mundo; así podemos citar el ejemplo siguiente: Miéntras que toda la población de España se reduce á 81 perso- nas por milla cuadrada, el distrito irrigado de Murcia cuenta 1,700 por cada milla cuadrada. El solo efecto de la irrigación, ha produ- cido un aumento de 10, 15 y 20 veces en el vecindario. +1 valor de los terrenos aunque no ha seguido la misma proporción, ha sido sin embargo considerable,de suerte que, como regla general, en toda España, los terrenos buenos en los valles sin regar, pueden com- prarse de $. 60 á S. 100 la hectarea, y los terrenos con e valen de S. 800 á 1,200. El valor de un pié cúbico de riego, por segundo, vale en el Pia: monte S. 80 al año y en Lombardía, Í 75; mientras que en España, el precio fijado por el Gobierno para el agua del canal de Henares, es de S. 800 anuales, por un riego de un pié cúbico por segundo, y esto no se considera caro. : La tarifa que la ley peruana ha impuesto para las irrigaciones del Departamento de Piura es la siguiente: - RIEGO EN LA ÉPOCA EN QUE HAY AGUA EN EL RÍO. Por dos decílitros contínuos por segundo y por hectárea regada, Ó su dd en el número de: riegos que se requiera al año.. DA A A A A A Por 4 id. O A IS yy ADE Por: 61d.5 1d: A a Ro%8-1d.- de Gas e Por un litro, cantidad máxima concesible por hectarea.... ,7 10700 RIEGO QUE COMPRENDE EL PERIODO. DE SEQUIA CON AGUA ALMACENADA. Por dos.decílitros contínuos.al Año... ..22.0 po. uo 00 Por 4 A A A E E 0-00 UN agur ad « MOS Ue QUA TE do AA O A Ns »» 12 00 Por un litro, cantidad máxima concesible por hectarea.... ,, 15 00 2 La ventaja de las irrigaciones en la actualidad puede calcularse «por lo que pasa en los EE. UU. de Norte América, donde existen cultivados bajo riego artificial en el Oeste, 3.631,381 ácres de tierra, : que pertenecen á 54,136 propietarios. : Los datos siguientes dan una idea de la importancia de estas irri- o -gaciones por Estados: ' . Estados po Número de propietarios Acres irrigados. Arizona 1,075 65,821 California 13,732 1.004,233 Colorado : 9,659 890,735 ps Idaho - 4,823 217,005 * E Montana 3,706 350,582 Nevada 1,167 224,408 Nuevo Méjico 3,085 92,745 Oregon : 3,150 177,914 A. ¿1 Utah 9,725 263,473 Mas Washington 1 1,046 48,799 o. Wyoming 1,917 229,676 Sub-humid region ] 1,552 66,965 Total ES 1 ls 3.631,381 - Lima, Agosto 2 de 1893. R. G. ROSELL. FEDERICO MORENO. Climatología de La Paz. - Es bien sabido que la ciencia meteorológica, en lo que llevamos de la última mitad del presente siglo, ha tenido muy importantes desarrollos y ofrece en la actualidad al marino, al agricultor, al higienista, al médico, etc., aplicaciones de - gran interés. Mas, para llevar á la práctica en una localidad - Cualquiera esta tan difícil como interesante ciencia en toda su - extensión, preciso fuera disponer de mucho tiempo para. una asidua y constante observación y también de medios; estos - aunque no ingentes, demasiados sin embargo para un aficiona- 11—B. o y ; » E LO do ó empresa particular de enseñanza, que cuenta con escasos recursos. Con todo, aunque necesariamente deficiente en gran parte, queremos dar á este respecto, como en resumen, el re- - sultado de las observaciones hechas desde el primero de No- viembre de 1891 al primero del mismo mes de 1892, fijándo- nos con especialidad en la parte meteorológica que atañe al clima de esta población. Solo pretendemos hacer aquí un sencillo resumen anual, sin entrar por ahora á dar largas explicaciones _de los fe- nómenos que, durante el año, hemos tenido ocásión de ob-. servar y se han prestado á fácil explicación. Puédese para esto consultar la colección del periódico semanal EL INDEPENDIEN- - TE desde el número 136 que corresponde al 1o de Enero de 1892 hasta la fecha, en donde se hallarán las explicaciones de algunos fenómenos meteorológicos. En la misma colección se encontrarán también los cuadros que hemos publicado de ob- servaciones diarias, resúmenes mensuales y algunos mas de Íe- chas anteriores. ALTITUD DEL LUGAR DE OBSERVACIONES. ; La altura á que se encuentra el Colegio de San Calixto, que ha servido de estación meteorológica, despreciadas peque- ñas fracciones, resulta de 3650 metros sobre el nivel del mar, y á6 y 8 metros respectivamente del suelo el local de los di- ferentes instrumentos de que nos hemos servido en nuestras 5 observaciones. Nos parece oportuno reproducir aquí lo que teníamos ya consignado en la publicación ántes aludida, número 167, sobre la determinación de la altitud de ia Paz, en la que, bajo el epí- me grafe “Crónica meteorológica”, escribíamos el 16 de Julio: “Recientemente he podido reunir mayor número de datos y más precisos para la determinación de la altitud de la Paz con referencia al nivel del mar. Los señores ingenieros don Adolfo Wegmann y don Eduardo Idiaquez, mecánico el pri- mero y civil el segundo, han tenido la amabilidad de propor- cionarme dos barómetros de construcción moderna Jh. Usteri -* Reinacher, Zurich, No 1493 el uno, y 1415 el otro,con las tablas. de corrección expresamente construidas para cada uno y sir- viéndome de las de Vasquez Quéipo para:el barómetro de mer-. curio; por medio de observaciones repetidas y simultáneas de Ú los tres barómetros, damos á continuación la altura del plano 7 del gabinete de Física del Colegio de San Calixto, deducida del promedio de los resultados de los tres barómetros. “Elseñor Wegmann me ha proporcionado la presión me- dia barométrica en el muelle de Molleno deducida reciente- mente por él mismo, y es reducida á cero o”,761; la tempera- tara del aire en el mismo lugar 22% centígrados. La de aquí 4 en el momento de la observación 12%0 también centígrados. Hechas todas las correcciones, así aditivas como substractivas y tomado el promedio de los resultados de Lodas, desprecian- do algunas pequeñas frácciones, resulta en numero redondo, “que el gabinete se halla á 3,650 metros del nivel del mar; al- «HE tura que puede servir de base con bastante seguridad para la determinación de los diterentes puntos de la población y mon- tañascircunvecinas. La Paz, día 16 de Julio de 1892.—P. Man E - zanedo.” ; E. ; PRESIÓN MERCURIAL. 2? Media barométrica del año corregida de la temperatura y capilaridad 0,” 495,375; oscilación máxima en todo el año, in- - cluidas las variaciones periódicas y accidentales 0”,00 7,93. La amplitud máxima en 24 horas ha sido siempre inferiorá 5””. Ñ L-Las presiones extremas por consiguiente ni han bajado en E todo'elaño áo”,490 ni tampoco han subido á o”, zoo con- y 5 qn , pl y . . « 4 A tando aún con las variaciones accidentales. Las oscilaciones del aneroide han sido algún tanto mayores, encontrándose, aunque en ocasiones muy contadas, inferior á0o",490 y en otras ha subido hasta 0”, 502, alturas brutas ambas amplitud e: que nunca ha tenido en esta localidad el barómetro de mercu- y rio desde que venimos observándole. Eo Conelprincipal motivo de recoger dátos sobre la presión 1 barométrica de La Paz en épocas anteriores, publicamos el 3 de Agosto del año en curso la siguiente hipótesis: “No ha de- -—jado de causarnos alguna sorpresa y dádonos mucho en qué . pensar, desde ha mas de dos años en que venimos observando con asiduidad la presión atinosférica de esta localidad, calcu- -lando por medio de sus indicaciones la altitud de La Paz sobre el nivel del mar, sirviéndonos también para el mismo fin de otros medios de que la ciencia dispone, aplicando diversas fór- mulas de autores acreditados, y sirviéndonos de diversás ta- AS 1 A blas de corrección: el que el resultado haya sido siempre infe- rior, respecto á dicha altura, al que se halla consignado en li- bros que merecen entera fé. : ¿8% “Leemos en el Conaissance des Temps de La Paz: alti- tud 3626 m., Bolivia, Pentland 1852. Procuramos enterarnos del lugar de sus observaciones, y á qué punto de la población refirió sus resultados de dicha altura, y se nos contesta que aquellas fueron practicadas en un local próximo á la plaza 16 de Julio [casa del señor Ballivian] y que Ja altura se refiere 'á dicha plaza. “Hacemos al presente nuestros cálculos con, referencia al. mismo lugar, plaza 16 de Julio, tomando cuantas precauciones hallamos á nuestro alcance en correcciones, así aditivas como substractivas, y nos resulta siempre un déficit de 100 metros próximamente. Y nos preguntamos á vista de tales resultados: ¿Será posible que el señor Pentland estuviera en lo cierto y noso- tros lo estemos ahora también? Esta es la hipótesis que por nues- tra parte no creemos escasa de probabilidades como lo vamos á ver después. Y para mayor abundamiento, sería de interés y oportunidad comprobarla ahora con los datos de presión at- mosférica de que él se sirvió en sus deducciones y con cuan- tos al respecto se puedan reunir de observaciones posteriorei en los 40 años que sólo han trascurrido de aquella fecha. Y ss con tales datos averiguásemos definitivamente ser ascendente la presión atmosférica que afecta al barómetro desde aquella época, con mucha probabilidad podríamos concluir: luego La Paz . ha venido hundiéndose en razón del aumento de la presión atmos* Férica” ; Y no creemos que tal suposición vaya descaminada, si atendemos á lo que ya el ilustre Humboldt dejó indicado, quien notando que los investigadores que á estas reglo- nes andinas le siguieron, observaron alturas inferiores á las que anteriormente dedujo él, no quiso atribuir tales resulta- dos á errores de observación, uniformes como resultaban en el descenso de altura, sino que no dudó en afirmar que real y ver-. daderamente tales altitudes decrecían progresivamente, y que los Andes en masa iban sentándose, rellenando así interiores con- cavidades. En confirmación de lo dicho, puédense traer algunas razones plausibles. Sea la primera, la que no ha muchotiempo refería persona autorizada y digna de toda fé que oyó decir repetidas veces á uno de esos provectos próceres paceños, que en edad marchaba con el siglo, que le parecía sensiblemente ver ( Ce de PE La Paz y sus alrededores descendidos de lo que en tiempos unte- | riores le parecieran. Quizá pudo deducir esto de la posición ré- 2 lativa de estrellas presentadas sobre el horizonte. MS ase No podía darse alguna explicación de este fenómeno fun- PAN Malas en la teoría demostrada recientemente por el sábio astró- momo Faye sobre la constitución sólida del globo? Sienta este notable astrónomo que la tierra,en su parte sólida, tiene sensi- blemente el mismo espesor en toda su extensión superficial, correspondiendo por consiguiente grandes ondulaciones y si- nuosidades en la parte interior álos levantamientosde la super- ficie;por lo que á la inmensa mole de los Andes y á sus prominen- cias han de corresponderse necesariamente extensas arcadas, [enormes y levantadas bóvedas, y en estasinmensas cúpulas y prolongadas arcadas empujadas y sostenidas por columnas de materias candescentes, presentando mayor superficie por sus flancos y cúspides abovedadas, la pérdida de calor puede ser también mayor, con lo que apretándose más aquellas, podrán - motivar así el rebajamiento predicho. Esta mo es más que una hipótesis, que quizá con un atento y prolongado estudio no fue- ra improbable que quedase convertida en tésis comprobada. 0 Toda observación meteorológica, de presión atmosféri- dn ca, temperatura, cambio de estaciones, alteraciones de éstas De 4E. eto! precedentes á la fecha, pudieran contribuir para la co-' Ei. > rroboración ó improbabilidad de la hipótesis propuesta. Cuán satisfactorio nos sería poder registrar todas las observaciones de Ñ este genero quese nos proporcionaran. En la Paz,á 28 de Julio de 1892. P. Manzanedo,.” Esto decíamos en la fecha indicada, y pasados algunos días pudimos registrar observaciones de la presión atmosférica en esta localidad, anteriores á las que ya poseíamos; y con tal motivo consignamos en EL INDEPENDIENTE del 15 de Se- e tiembre, número 175, bajo el epígrafe de “Crónica meteoroló- DL gica,” "lo que á continuación trascribimos: o Poseemos algunos datos sobre la presión atmosférica en La Paz de fechas anteriores á las en que tenemos consignadas 2 dicha presión, que vienen en confirmación de la hipótesis por nosotros emitida acerca del descenso progresivo de esta re- gión andina”; son los siguientes: : é “Nos hn sido facilitadas observaciones barométricas he- Wiichas por personas competentes, que comprenden desde el año 1886 hasta el de 1890, juntamente con el barómetro Fortin con ce ? / » ARCO —- 194 - que fueron deducidas. Comparado este barómetro con el de su clase que ya poseíamos en 1890, resulta con la insignifican- te diferencia de 7 décimos de milímetro; en las amplitudes de 24 horas han coincindido todos los días en que venimos obser- vándolos. Podemos, por consiguiente, hechas las correcciones de la pequeña dif=rencia y de los puntos de observación, to= mar los resultados de ambos, como idénticos y deducidos de un mismo barómetro. Pues bien, hechas tales correcciones y tomados los promedios de unas y otras observaciones, resulta que la presión media atmosférica en La Paz ha venido, desde el año 1886 hasta la fecha, en sensible y progresivo aumento. “Era la presión mercurial en 1886 de o”,492,5 En 1890. : ya dió 0%, 493,43, y finalmente en los meses que llevamos! trascurridos del present: año meteorológico, dan la altura ba- rométrica de 0",495,23, cuyos datos extremos arrojan una di- ferencia de 2 milímetros con 72 centésimos; lo que daría, enel supuesto de ser ésta la sola causa del aumento de presión, un descenso del terrerio de cuarenta metros próximamente. Según el anterior resultado, se encuentra al presente la pla- za 16 de Julio sobre 3630 metros al nivel del mar. - Ef En cuanto al pronóstico del tiempo á que tanta aplicación tiene este precioso instrumento de que nos venimos ocupan- do, su descenso sino es muy brusco, no es signo constante en esta localidad de grandes cambios atmosféricos; si el termómetro é higrómetro le acompañan y se tiene en cuenta el aspecto del cielo, dá alguna mayor luz en los pronósticos. Lo. que sí he podido observar repetidas veces, es que en ilempo normal y bonancible las máximas barométricas alcanzan su máximum á las diez de la mañana y á las diez de la ncche, sien- do aquella de ordinario superior á ésta; y las mínimas llegan á su mayor descenso á las 4 de la tarde y 4 de la mañana, aquella inferior á ésta por lo regular. Mas, adelantándose la máxima de la mañana, á las 8 por ejemplo, y retrasándose la mínima de la tarde hasta las 5 ó las 6,suelen presentir un cambio atmosféri- co; y cuando entrados en el mal tiempo la máxima de la no- che supera á la de la mañana precedente, suele pa la pronta conclusión del temporal. Este instrumento, que para el marino es inapreciable. pa ra la previsión del tiempo con los signos tan marcados de tem- pestades y de borrascas, no debiera serlo ménos para el agricul- C — 19 — tor en el conocimiento del estado del cielo, esto es, para la pro- babilidad de sequía ó. de lluvias, de tanto interés en el cultivo de los campos. ''Un día llegará, dice Marié-Davy, en que cada = pueblecill> tendrá su barómetro municipal, como tiene hoy su reloj, y en que el cultivador lo consultará al volver á su casa y p antes de dirigirse á su trabajo.” Temperatura á la sombra - Por la altura á que nos encontramos sobre el nivel del mar, si teóricamente tomáramos como ley el promedio de los -» resultados obtenidos por Humboldt y Saussure en sus ascen- A - ciones al Chimborazo y Monte Blanco, la temperatura media $ en La Paz no debiera pasar de 5" á 6” centígrados; mas, la pos1- ción topográfica de la ciudad y sus alrededores, favorece con- - siderablemente á elevar su temperatura, haciendo la gran cuen- ca en que se halla situada las veces de un inmenso reflector. La ¡naturaleza del terreno. y lo escarpado de éste en sus declives Ea Lan pronunciados, favorece también mucho al caldeo de su am- biente, y finalmente -las' corrientes de viento suave y hú- medo, que sopla del tercer cuadrante y que pocos días faltan, arrastran consigo inmensa cantidad de vapor de agua á más al ta temperatura que nuestro ambiente. Causas son estas que contribuyen todas considerablemente á beneficiar el clima de La Paz y hacerlo en extremo benigno y sano. 8 ==. Consignemos ya sus temperaturas medias y extremas de todo el año, anotando también las de sus cuatro estaciones, y encontraremos por aquellas que el clíma de La Paz pertenece -_á la zona templada, y por estas á los clímas llamados constan- tes, enlazadas como se hallan sus temperaturas de verano é in- _vierno con líneas isóteras é isoquímenas de diferencias muy po- co considerables. E La temperatura media anual y á la sombra ha resultado -F10'80, aunque, como ya indicamos en otra ocasión, la expo- sición de los termómetros no reune todas las condiciones que fue- - ran de desearse. La reflexión del calor del Sol por los obstáculos - quese hallan al frente, ha de influir sin duda en los días claros a elevar la máxima; pero su influencia no pasará quizá de algu- nas décimas de grado en el promedio anual. Temperaturas me- 0% OO dias también á la sombra de las cuatro estaciones del año, son: de verano +11" 82; de 0toño+10"88; de invierno +7-76, y final- mente de primavera +10"15. Mes de mayor calor Noviembre cu- ya temperatura media ha sido +12"46. Mes de mayor frío Junio, su temperatura media +7"33. Diferencia de temperatura inver- nal y estival +4'17. Por consiguiente, e! clíma de La Paz pue- de tenerse, según hemos ya indicado, por constante; y como perteneciente también á la zona templada, hal.ándose como se halla comprendido entre las líneas icotérmicas de +I5%0 y +FIO%0. Ñ Las temperaturas extremas en todo el año no son tam- poco exageradas: extrema superior +20'0, inferior, +2"0: aque- lla en el mes de Octubre y esta en el mes de Junio; y en = solo un día de los expresados meses hemos tenido cada una de. las extremas dichas. La oscilación termométrica de 24 horas ha sido siempre inferior á 11 grados. Cantidad de calor que suma el clima de La Paz en un año 3689"19: por este dato y el de la cantidad de agua que más adelante consignamos, el clima de La Paz, considerado agronómicamente, podría dedu- cirse como de una fertilidad bastante regular, pero en agricul- tura habría que tenerse en cuenta otras condiciones que dicho clima no reune. : : | La radiación nocturna, por ejemplo, ha de ser aquí poco favorable á la vegetación intensa, como lo es en todas las épo- cas del año cuando el cielo se halla despejado, y están ex- puestas las plantas, algún tanto delicadas, á ser marchitas si se hallan á plena radiación. En todos los meses del año hemos encontrado algunas mañanas el termómetro de mínima ex- puesto á la irradiación bajo cero. La media anual que nos ha dado ha sido de —0'83. Las extremas del año respectivamente han sido de +5"0; las máximas en los meses de Diciembre y Fe- brero, en noches muy contadas. La mínima—12*o0 en el mes de Junio. En todas las noches del año en que el cielo se halle de un color azul y completamente despejado, puédese probar que la temperatura es inferior á cero, colocando una vasija de agua á plena radiación, la cual hallaremos al amanecer con- jelada, aún cuando sea en verano, en cuya época, por este medio, hemos llegado á obtener trozos de hielo de 10”. de espesor y aún de 14””. Py Por carecer de actinómetro, no damos observación nin- guna de la radiación solar, que aquí en los días despejados ne-. X / e, lo q cesariamente ha de ser considerable, perpendiculares como en ocasiones nos envía sus rayos el Sol y atravesando estos una atmósfefa bastante enrarecida. Trascribimos aquí la descripción de un fenómeno, único en su clase que hemos podido observar, y que es digno de tenerse en cuenta por los bruscos cambios á que dió lugar en el ba- rómetro y termómetro especialmente, es como sigue: “Orónica meteorológica.—Los fenómenos atmosféricos que se sucedieron en el día yg de Marzo, no han debido pasar de- «sapercibidos para los que se encontraron en ese día en La Paz. Yo no haré más que consignar Jos bruscos cambios que tuvieron lugar en 24 horas y algún utro fenómeno que tuve ocasión de observar por mí mismo. Día 8 de Marzo, 5 h. tarde, estado atmosférico, presión barométrica 0”.491,55: tensión del vapor en la atmósfera. 5,90 ” *: estado higrométrico 0,41; noche despejada en las primeras horas, temperatura por irra- diación +3%0. Díagá 5 h. m. presión barométrica 0”, 495,90; estado del cielo á la misma hora gran cerrazón con viento suave de! NNO: dirección de las nubes del plano inferior de NE al SO con velocidad lenta. A 8 h. m. continúa cerrazón; ba- rómetro 0”.496,00; tensión del vapor 7,40 ”* ”, estado higro- métrico 0,70. Temperatura +12%0; aparecen grandes nimbus al E. Horas to m. se nota gran oscuridad y calma casi com- pleta. A las diez y media el termómetro marca +12%0; el ba- rómetro ha llegado á o”.497,00; estado higrométrico 0,76: es- tado del cielo, continúa cerrazón y*se notan grandes cúmulus “iluminados por el Sol al horizonte SE. y á:poca altura del suelo: nubes lormadas en los valles y lugares bajos del E. y próximos á la población, comenzaron á extenderse con direc- ción al O., al penetrar en la población aparentaban envolverla eñ una densa niebla, que cargó más sobre la parte S. levan- tándose por el lado opuesto y disipándose la niebla hasta 50 y 100 metros de altura; pasados algunos segundos y avanzando con regular velocidad la niebla y nubes bajas de la parte S., repentinamente se hallaron detenidas en su paso, como por “una mano invisible; era una corriente procedente del NNO: por un momento comenzaron á enrrollarse las nubes sobre sí mismas, la niebla á espesarse más y formar una densa nube solicitada por dos fuerzas convergentes; durante algunos se- “gundos comenzó á girar sobre sí misma formando un espiral á paa. 3 — 198 — manera de tromba de pocos métros de diámetro y que no pasó de 600 del suelo; hasta que finalmente venció la corriente NNO. haciendo retroceder á toda la masa de nubes en direc- ción contraria á la que traían. La dirección giratoria del espi- ral fué en dirección opuesta á la que llevan las manecillas de un reloj; la lluvia que hasta entonces había sido débil, comen- zó á caer con más fuerza é impidió que se continuase viendo el fenómeno. Las nubes superiores, durante este tiempo, siguieron su curso sin la menor alteración. El barómetro, contra su cur- so ordinario, siguió subiendo hasta que á las 12 del día alcan- ' zÓó su máxima 0”.497,50: el termómetro á esta hora marca- ba +8,%5 y á las cinco de la tarde alcanzó la misma tempera- tura que había tenido por la mañana +12%0 y que fué la máxi- ma del día. El barómetro siguió por la tarde su curso ordina- rio, descendiendo á 0”.495,00 hasta las cinco de la tarde en que comenzó á subir.” ANEMOLOGÍA. Poco podemos decir sobre esta parte de la Meteorología estática, la más interesante quizá en la previsión de los cam- bios atmosféricos, y que en esta localidad -ofrece particularida- des especiales por la exposición á que se halla la ciudad. Ca- recemos aún de los instrumentos necesarios para poder apreciar la intensidad y dirección precisa de las corrientes aereas.. Indi- caremos sin embargo el resultado que hemos podido obtener de observaciones. generales. Podemos decir con alguna seguridad que es una excep- ción el que el viento en esta localidad sostenga todo un día la misma dirección; pero en su variabilidad se advierte, sobre to- do en ciertas épocas del año, bastante regularidad y constan- cia, no tanta ciertamente como la que se observa en las co- rrientes de las altas regiones de la atmósfera, en donde la uni- formidad suele ser casi completa, como se puede comprobar en los días en que se hallan nubes sobrepuestas y á diferentes alturas del suelo ó en la dirección que toman los globos aeros- táticos lanzados en días despejados. Cuando se hallan nubes | en planos de alturas diferentes, sus direcciones suelen ser tam- bién diversas. La dirección de las nubes del plano superior constantemente es la del primer cuadrante, y del tercero las del plano inferior. Si entre ambos planos superior é inferior € aún se hallan nubes, lo que no es raro de notarse aquí, éstas obedecen á corrientes de diferentes direcciones; pero la direc- ción de aquellas es muy constante y en sentido contrario. En cuanto al estado de humedad de las diferentes co- rrientes aéreas, tratándose del viento de tierra, puede notarse lo siguiente: el viento que nos viene del tercer cuadrante, por regla general es el más húmedo, el más caliente, en especial de mañana, y siempre el más cargado de ozono. Le sigue en las cualidades dichas el que nos viene del cuarto cuadrante, después el del primero, que además suele venir bastante seco y más fríc, y finalmente el viento del segundo cuadrante es siempre el más seco de todos y el que suele traer mayor inten- sidad. Hay épocas en el año en que constantemente sigue el viento las siguientes direcciones en esta localidad con bastante fijeza en tiempo bonarcible. Al amanecer viento frío 'y poco húmedo del primer cuadrante: salta entrado el día al tercero, suele ser esta hora la de humedad máxima: en las altas horas - del día pasa al segundo ó se pronuncia del S. para fijarse á las últimas horas del día en el cuarto cuadrante, en cuya dirección - continúa regularmente gran parte de la noche. El higrómetro de cabello en sus variaciones ascendente y descendente y el de sustancias químicas en sus cambios de colores,indican estas variaciones de corrientes atmosféricas con bastante aproximación. Digna fuera, en esta localidad, de ser tenida en cuenta la aspiración atmosférica, y de ser apreciada su intensidad, que en ocasiones debe ser extraordinaria, como se advierte en los objetos ligeros, que son á veces levantados por su fuerza con precipitación. No poseemos aún ninguna clase de anemóme- tros con que poder apreciar ni la intensidad de los vientos horizontales ni de aspiración. TENSIÓN DEL VAPOR DE AGUA ENLA ATMÓSFERA. De la tensión del vapor existente en la atmósfera no po- demos dar al presente la media anual por no disponer de las - Observaciones de todos los meses del presente año; damos á - continuación las que de algunos tenemos reunidas, notando al mismo tiempo las extremas de cada uno; son como siguen: 3 pe — ES TENSIONES MEDIAS | MAXIMAS | MINIMAS | MAZO a O AS a e 4702 y Abri a 000 8,70 4,92 Mayo... 2314, 02 8,50 2,06 Junio /.......14,63 7,49 B |2,03 JUDO] od 16,16 13,43 Agosto .......|5, 00 (6.49 Eo Setiembre....|5, 10 AT ENT Octubre .....|5,97 8,24 3,08 — _—_—_—___——— => SA $ La Hd de los 8 meses precedentes es 5.305 "” b Dichas tensiones las hemos deducido por medio del hi < $ grómetro de cabello y del psicrómetro de Augusto: aquel co- mo todos los de absorción de su género es imperfecto, y este tampoco puede ofrecer completa seguridad por haber llegado uno de sus termómetros averiado y ha sido menester suplirle provisionalmente con un termómetro bastante ordinario; pero al deducir la tensión por medio del cálculo y las tablas de ten- siones, la diferencia que hemos hallado por ambos instrumen-: tos ha solido ser inferior á un milímetro, por consiguiente to- mando el promedio de uno y otro, como lo hemos hecho todos. los días, el error ha debido ser poco considerable. Cosa idéntica * debemos decir de la humedad atmosférica que ha sido preci-: sada por los mismos aparatos, y á decir verdad ésta nos inspira aún menos confianza. La media anual ha resultado de 73 y en. algunos meses ha llegado la máxima en ocasiones á 100» y la mínima ha descendido, aunque raras veces, á 30, y aún me ferior en ocasiones muy contadas. / OZONOMETRIA., 5 CA: era Gran importancia se ha: dado á la existencia ó falta en la atmósfera del gas 9zono ““oxígeno condensado”; siendo ob-. jeto de largas discusiones su acción en la economía animal. Se sabe que bastan algunas centésimas de dicho gas mezcladas en el aire, para que éste al ser respirado ocasione una inflama- ción intensa en las mucosas del aparato respiratorio; pero se sabe también que su existencia en el aire atmosférico nunca pasa de dos milésimas del peso de éste. C La existencia del gas ozono en el aire atmosférico que se respira en La Paz, la hemos determinado durante el año va- liéndonos del papel ozonoscópico de protóxido de Thalio, y la F cantidad en 24 horas del mismo gas ha sido precisada por la goma ozonométrica, que aprecia “desde cero, que corresponde al blanco, hasta el nggro oscuro correspondiente al 21 de la misma goma. Cantidad media de ozono existente en la atmósfera du- rante el año, 7.91. Extremas del mismo han sido de 18 en los meses de Marzo y Octubre y de cero en Mayo, Julio y Agosto, una y otra extrema se han visto muy pocos días. Suma de to- 2 do el año 2,888. de En los días en que falta el viento del tercer cuadrante es -». notoria, en esta localidad, la escasez de ozono; mas si este vien- - to sopla, sobre todo de mañana y viene cargado de vapor de | [agua, como casi siempre lo está, la presencia de dicho gas es E en gran abundancia. También el viento del cuarto cuadran- te viene en ocasiones bastante ozonado, aunque no tanto como el'anterior. En el viento que nos viene del primero y segundo cuadrante, si no es en tiempo tormentoso, se halla el míni- mum, ó falta por completo el ozono. CANTIDAD DE AGUA LLOVIDA Y EVAPORADA, A La cantidad de lluvia en todo el año en centímetros ha si- do 62,82, distribuida en 104 días. Excepto el mes “de Julio en NO todos los demás meses del año hemos tenido lluvias. En Febre- YO y Marzo la cantidad de agua llovida ha sido la máxima: en aquel 11,74 centímetros y en éste, 17,04. Febrero y Noviembre ham sido los meses más lluviosos, 23 días en el primero y 13 en —elsegundo. Cantidad de agua evaporada durante el año: 78,80 A centímetros. Los meses de evaporación máxima Julio y Octubre Mi 10,34 centímetros en este, y 9,57 en aquel: La mínima. fué 2 enel mes de Febrero 4,88 centímetros. Las extremas tuvieron - E lugar enlos meses de Setiembre y Febrero 5,4%” la máxi- ma yo,7 "”la mínima respectivamente. 0 Días de tormenta durante el año 66, de nieve 4, de granl- 2 z0.21; de niebla 143. Esta en varios días desaparece aún “ántes de levantarse el sol sobre el horizonte y en las altas horas del E pda es muy rara su aparición; generalmente la niebla aquí no. es otra cosa que nubes bajas, que nos vienen: de lugares bajos + 3 y e AA del SSE. y que envuelven á la población ó tocan de paso á las montañas de sus flancos. En nuestras observaciones diarias hemos distinguido las nieblas en altas y bajas; llamando altas álas nubes que pasan rasando sobre la población y que en los declives laterales apa- rentan dichas nubes una niebla más ó ménos densa: y bajas cuando penetran ya por el caszo de la ciudad. En esta oca- sión es cuando á la llegada de dicha niebla el termómetro su- be, el higrómetro indica la máxima de humedad y el papel ozo- noscópico se carga mucho. Días completamente despejados durante el año: 31, y son aun menos en número los que se encuentran completamente encapotados. Con la misma facilidad con que el cielo se nos cubre de nubes durante el día, desaparecen ó dán lugar á ra- tos á aclaradas de un sol fuerte. : No dejaría de ofrecer interés el conocimiento de la electri- cidad atmosférica en esta localidad, en donde sensiblemente se advierte su presencia á poca distancia del suelo: no poseemos aparatos adecuados para medir su tensión, su existencia se ha- ce notar con el electróscopo ordinario de panes de oro de que disponemos. Creemos que no desagradará el que pongamos fin á este breve resumen meteorológico, con la trascripción de los frag- mentos de una carta que dirigimos á Valladolid de España en el mes de Junio y que fueron publicados en el INDEPENDIENTE, en donde dábamos cuenta de la situación, clima y de algunos fenómenos que tenían lugar en esta región andina en que se encuentra La Paz. “Fragmentos de una Correspondencia del P. Manzanedo” “Hoy quiero darte una suscinta idea de esta región andi- na en que se encuentra La Paz, que como lugar ahora de mi. residencia, he tenido ocasión de observar por mí mismo; ya que en materia meteorológica de dicha región poco he podido saber de observaciones anteriores á las que llevo hechas de al- gún tiempo á esta parte, cuanto te diga, será casi exclusiva- mente de cosecha propia. A A o us IA te Ed pie, o ea «“Hállase La Paz á los 16%30' latitud S y próximamente á as C — 203 — los 70%30' longitud O del meridiano de París. Aunque tan po- co distante del Ecuador, su clima no es el de la zona tórrida y menos el de la frígida, como algún historiador lo ha calificado. Atendida su temperatura media anual debe colocarse más bien en la zona templada comprendida por las líneas isotérmicas de +15'0 y +10%0: el promedio que yo he deducido de todo un año ha sido + 11%1, y esla temperatura media ála sombra en el Colegio, que por cierto no es la parte más cálida de la ciu- dad. Las temperaturas extremas tampoco son exageradas, no habiendo llegado la máxima sino á +'19%2 y esto en días muy contados durante elaño, lo mismo que la mínima de + 295: lo regular es no pasar in de + 15% y ésta no descender dert7.00: “La radiación nocturna, síes fuerte aquí, llegando hasta —12% en las noches de invierno cuando el cielo se halla des- pejado y limpia la atmósfera; fuera de este tiempc apénas si hay noche toda ella completamente despejada, y basta una ne- blina, un ténue celaje que se interponga, ó una corriente que venga del SE, para minorar mucho esa fuerte irradiación, que en las noches claras y de cielo azul, se experimenta aquí en todo tiempo. “También merece la pena decirte algo de la exposición á que la ciudad se halla, porque no es poco lo que ésta influye en el clima y otros fenómenos meteorológicos. ““Encuéntrase la población enclavada en una cuenca, con- tinuación de una gran garganta, que se extiende al NO hasta 5 Ó más leguas, recurvando siempre al N para encontrar las cor- - dilleras de nieves perpétuas, que dán nacimiento al río que atraviesa la ciudad. De consiguiente, hállase situada ésta en lo profundo de la gran garganta y en un desanche accidentado de ella. Conserva esta cuenca todas las señales de haber sido un gran aplanamiento de la alta planicie, producido, sin du- da, por abundantes filtraciones, y modificado después por arras- tres de lluvias torrenciales y la continua acción niveladora del agua, que corre siempre por ella. Con todo, niremoto peligro - hay de que sea inundada la ciudad, por abundantes que sean las lluvias y grandes sus avenidas. A la derecha del rio y su- biendo desde su alveo de 400 ó 500 metros, se extiende ya la gran planicie y : una montaña á su izquierda de poca inferior al. tura. Los enormes taludes de estas alturas encierran á: la po- - blación como en un gran reflector que refleja gran canti- 5 ' J Us Me, . W 50 q Y o e E % Y dad de calor sobre el ambiente de la población que la caldea,. como se echa de ver por la aspiración considerable que se pro- “duce en las altas horas del día. Por no disponer de anemóme- tro al efecto, me es desconocida su fuerza, que en ocasiones parece extraordinaria, por lo que se advierte en la ascención rápida de los vapores ilaminados al anochecer por la luz eléc- trica de la ciudad. “Así se explica cómo estando ésta á tanta altura del nivel del mar, no sea su clima insalubre y frío como debiera serlo con otra situación. : “Las corrientes aéreas son aquí muy constantes en las al- tas regiones de la atmósfera y, en ocasiones, de mucha veloci- dad; no así en las de la región baja ó de tierra, donde general. mente reina viento de poca velocidad y dirección incierta, á causa de los grandes obstáculos que encuentra en, su m .rcha. Tan sólo en dos ocasiones he advertido rachas de viento que no debieron bajar de 16 y 20 metros por segundo, y éstas casi fueron del momento en dirección fija del SO, sin formar torbe- llinos, no obstante de que con frecuencia se observan en las llanuras de la alta planicie, aunque muy pequeños. ' JANE “Nada tienen que ver éstos con aquellos ventarrones hu- racanados tan frecuentes en la pequeña Antilla, Puerto Ri- co, en donde tuve ocasión de observarlos durante ocho años y apreciar su velocidad, y mucho menos con los e cl-. clones allí tan temidos y que aquí ni se conocen. “Y á propósito de ciclones, voy á hacerte notar. una . Coincidencia: hállase este Colegio de San Calixto, con poca diferencia sobre el mismo meridiano y paralelo correspóndien- te en que se encontraba nuestro observatorio del Colegio de Puerto Rico, pero en hemisferios opuestos. Mas, cuán diferen- tes son los fenómenos meteorológicos de ambas localidades! La altura á que teníamos el Observatorio allí sobre el nivel del mar, no pasaba de 37 metros; aquí tenemos el Colegio próxi: mamente á 3,650 metros del mismo nivel: la presión baromé- trica allí por consiguiente era próximamente la del nivel del mar y la oscilación nda de algunos centímetros durante el año; aquí no llega ésta á ser de 0,009; pues que en dos años que con toda escrupulosidad he observado el barómetro E ea no le he visto nunca subirá o”, 500 ni ta ampoco bajar á 8 0", 490; y es tal su regularidad y constancia - A o e Y h 3 , 7] E población, defer - que son las alta — 205 - bajadas de 24 horas, que bien pudiera servir de reloj un buen barómetro. “Las estaciones aquí,como es sabido, se hallan invertidas respecto á las de esas regiones, correspondiendo el invierno al verano de ahí y á la primavera respectivamente el otoño; pero aunque las astronómicas, como dependientes de la posición del'Sol, son invariables, las climatológicas no se hallan igual- mente distribuidas ni son tan pronunciadas como á esas latitu- des; pues que los días aquí apenas si se diferencian hora y me- dia y dos horas en todo el año. Las estaciones pueden ser distribuidas del siguiente modo: tres ineses de primavera, Agosto, Setiembre y Octubre; cuatro de verano, Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero; dos de otoño, Marzo y Abril, y los tres restantes de invierno. La fuerza de las cosechas es aquí en los meses de Marzo y Abril; la de tubérculos de que hay mucha abundancia y variedad, se hace en Mayo. “Las lluvias no son exageradas como suelen serlo en la zona tórrida, sobre todo er parajes bajos y frondosos; por tér- “mino medio viene á ser aquíla lluvia de 60 á 70 centímetros en un año: Diciembre, Enero y Febrero son los meses de ma- yor lluvia, y Mayo, Junio y Julio de mucha sequía. La nieve es un acontecimiento que llegue á cuajar en la población; en sus alrededores se advierte algunas veces. Las granizadas ya son más frecuentes, pero no vienen con el carácter imponen- te, ni causan los perjuicios que por esas tierras; caen general- mente mezcladas con la lluvia y no suelen precederla; en una ocasión solamente noté que vino antecedida de un gran rui- do lejano y comenzó á caer en seco á la manera de los terri- bles pedriscos de por ahí y que tantos perjuicios causan. Por regla general, preparida una vez la tormenta en determinadas épocas del año y comenzando á llover, al estallar un fuerte trueno le sigue la caída del granizo, siaún se repiten las des- cargas eléctricas, suele aumentar la caída de éste á. intervalos. También .se advierte claramente la influencia del sacudi- iento eléctrico en la atmósfera en la caida de la lluvia, aumentando ésta á continuación de las detonaciones. Estas, aunque fuertes á veces, nolleganá las que se experimen- -tanen las -_ntillas, Puerto-Rico y la Habana, y parece que no debieran tener lugar sus terribles descargas en el centro de la lida como se halla de para-rayos naturales, ntañas que la rodean; pero la experiencia B — 206 — demuestra lo contrario, pues no es tan raro el que la descarga eléctrica salvando esas naturales defensas, haga alguna vícti- ma aún en los lugares más bajos de la ciudad, como es á ori- llas del río que la atraviesa. Para mí tiene su explicación este fenómeno, y es la siguiente: recordemos la situación de la ciu- dad en medio de la gran cañada atravesada por un río y un declive muy pronunciado desde su salida al SE. Esto supues- to, puede suceder lo siguiente, que una masa de aire cargada de electricidad sea arrastrada con precipitación en la direc- ción de la gran garganta y del río, este ha de producir nece- sariamente gran cantidad de vapor de agua, que hace me- jor conductor de la electricidad al aire que se halla en la zona de su corriente, la aspiración atmosférica ha de ser también en lo más profundo de la cuenca y las ondulaciones atmosfé- ricas también mayores; de aquí el que dicha masa de aire car- gada de fluido eléctrico, pueda ser obligada por una de esas ondulaciones hasta rozar el suelo y que descargue en él el e dejando libres lugares más elevados. “Así puede explicarse, que siendo las bandas del río las pastes más bajas de la población, tenga lugar en ellas la des- carga eléctrica, victimando á las lavanderas que se hallen ensu ribera. Y no creo ir fuera de camino en tal explicación, como se prueba viéndose en ciertos casos producirse en la dirección dicha ondulaciones en el aire, que saturado de vapor de agua nos viene del tercer cuadrante, formarse nubes casi á nuestros piés, avanzar éstas en la dirección indicada por lo más bajo de la ciudad aparentando envolverla en una densa niebla, y de- jar á salvo nuestro Colegio, que se halla en lo más alto de ella. “Otra cosa voy á hacerte notar que aquí sucede y espero que ha de ser de alguna aplicación, si se llega á confirmar del todo: no debo aún garantizarla ; es la determinación de las corrientes aéreas en la región baja de la atmósfera y casi im- perceptibles ó de dirección incierta por medio de los higróme- tros sin necesidad de anemóscopo de que aún carezco. He ad- vertido por repetidas observaciones en el repentino cambio de color en el higrómetro de sustancias químicas y su ascenso Ó. descenso en el de cabello, cuando aún no se notaba el menor indicio de movimiento en la atmósfera ó cambio en el viento, que se pronunciaba después en la dirección correspondiente á dichos cambios con alguna antelación pronósticados La direc- ( y o du ¡DA 207 — ción | reinante del movimiento atmosférico se determina con bastante precisión, por insensible que éste sea, por dicho medio. “Y basta por hoy, aunque otras cosillas quería decirte; mas, Dios mediante, no faltará ocasión. Concluyo dándote no- ticia de mi estado de salud, por el que tanto te interesas: es inmejorable, como nunca, gracias á Dios y á la bondad del clima, que no le falta si no un cuarto y medio de presión en la atmósfera, en ésta más vapor de agua cuando el viento so- pla del SóSO, y entonces sería inmejorable. Si así fuera, creo habríamos de acabar: aquí nuestros días por consunción: muer- te rara entre los individuos de la especie humana”. R. MANZANEDO, $. J. . (Las obseryaciones á que se refiere el artículo que precede, fueron practicadas por el Bntor en el colgio de San Calixto de La Paz, Bolivia) A A 4 NS El distrito de Comas, susanexos y la montaña de Pangoa El distrito de Comas, perteneciente á la provincia de Jau-. ja, se compone de sierra y montaña. La distancia del pueblo de Comas á la capital de la pro- vincia, es de 11 leguas de un camino bueno. Sus habitantes se mantienen de la agricultura, y muy al contrario de lo que ge- neralmente se crée, son de bondadoso carácter. Los carros que lo rodean són minerales abandonados por falta de capitales, de brazos y de personas inteligentes en el ramo de minería. ¿Quién no ha oido hablar de las afamadas minas de Catalina Huanca? Esas ricas minas no han podido descubrirse á causa de las sup Jauja, según dice la historia, vinieron 11,000 llamas car- 3 — 208 — gadas de oro y plata para su rescate, y Garcilaso de la Vega: afirma que esas 11,000 llamas y sus cargas fueron enterra- das cerca de Andamarca por losindios, á causa de la noticia de que Huascar había sucumbido á manos de'los españoles. Cerca de Andamarca se encuentra, en un lugar llamado Huacapata, un cerro alto con dos socavones completamente cercados por pedrones que el señor Manuel Vivanco, residente en Andamarca, descubrió por medio de un indio. AMí halló el señor Vivanco monedas de oro, antiguas, por un valor aproxi- mado de 1,000 soles de plata; desgraciadamente los trabajos que emprendió quedaron abandonados por falta de protección. Su población, inclusive los caseríos, es de 3,500 almas más ó menos; tiene un clima templado y sano. Produce maíz, caña, frutas y toda clase de menestras. El caracter de la gen- te es inofensivo, y su- Única industria consiste en la explotación de las montañas cercanas del Pangoa. Tiene el privilegio de contar cerca. dei pueblo con ricas vetas de sal, trabajadas por los antiguos y abandonadas hoy por falta de capitales; asímismo se encuentra en el cerro que domina Andamarca, grandes vetas de plom;izo, pero de poca ley. La población confina por el Scon el pueblo de Acobamba, anexo del distrito de Pariahuanca, de la provincia de Huan- cayo, y por el SE con los terrenos de una hacienda denomina- da “Cogllorbamba”. En esta última han trabajado los antiguos la afamada mina de oro de Paucarpampa, población fundada por Santo Toribio. Hasta hoy se ven indicios de ésta, así como de las ruinas de la capilla y convento. Se asegura que por un descuido se incendió la capilla, y la gente, creyendo que: la guarnición española que se hallaba en Andamarca les iba á hacer algún daño, huyeron á las montañas del Pangoa, en-, terrando antes la campana de oro de la capilla y tapando las bocas de las minas para que los españoles no las descubriesen y se apoderaran de ellas. Los hacendados Ribbeck trabajan actualmente en el pun to denominado “Alegría” una mina aurífera aa presta mu- chas esperanzas. El señor Rodriguez Ramírez, ex-prefecto del Departamen- to, tuvo la idea de que esas montañas, por sus importantes pro-. ducciones, formasen una provincia litoral con la capital de Andamarca, para el sostenimiento de la cual hubiera bastado C SES rr AA “el cobro en esos lugares de las contribuciones y demás impues- tos que pesan sobre otros pueblos. La exuberante montaña del Pangoa que se encuentra en- tre los 75%, 35' y 76% 40" longitud occidental de París y los 10” 40' y 12% más ó ménos latitud meridional, está situada al NNE de Ándamarca, del cual dista 18 leguas de un camino hoy día intransitable. Confina por el N con el rió Perené, por el E con el Ene ó Tambo, por el S con el río Mantaro ó departamento de Ayacucho y por el O con la conocida montaña de Chancha- mayo. El camino que conduce á esta montaña, fué descubierto en 1813 por un padre franciscano del convento de Santa Rosa de Ocopa, cuyos reverendos padres, con el fin de catequizar .á los infieles establecieron dos conventos: uno en San Buena- ventura de Chavini, distante 12 leguas de Andamarca, y otro en el puerto “Jesús María” situado en la confluencia de los ríos Chanchamayo y Pangoa. En aquella época, el camino es- taba en buen estado, Pangoa prosperaba y tenía cocales im- portantes, que producían miles de arrobas anuales, merced al esfuerzo de los señores Ames, Dorregaray y Mateo Vicente, que fueron los principales agricultores en aquella montaña. Esta prosperidad del cultivo en tan elevada escala era debida sobre todo, á los esfuerzos y fatigas de los RR. PP. Una vez que ellos se retiraron y dejaron de existir los agricultores men- cionados más arriba, la montaña y principalmente el camino, cayeron en decadencia completa, estado en que hasta hoy se encuentran. La montaña de que se trata, tiene una vastísima exten- sión, no parece sino que la naturaleza hubiera querido dotarla pródigamente con todos los recursos con que cuenta en los tres reinos. Innumerables de ríos cruzan sus fértiles terrenos en todos sentidos, y consecuente sin duda con el capricho de la naturaleza, muestra en abundancia sus estupendos productos, de que pasamos á ocuparnos. - Ahí crecen elegantes palmeras dé diferentes especies, ce- -dros seculares, bálsamo, caucho, jebe, zarzaparrilla, marfil vejetal, cascarilla, cacao, añil, gran número de plantas medici- - nales, como nuez vómica, copaiba, ruibarbo, y otras muchas de propiedades prodigiosas. El clima hace que el café produzca al año y medio, la ca- ña de azúcar á los ocho meses, el arroz á los seis, los trejoles 3 — 210 — y á los dos y medio, el maíz del Pozuzo á los tres, las yucas á los siete y el camote á los cinco meses, y que la coca dé cuatro co- sechasal año. La montaña abunda en toda especie de animales, tanto cuadrúpedos como volátiles. Entre los cuadrúpedos menciona- remos el tapiro ó gran bestia, el ciervo, el tigre, el oso, el chancho del monte, el león ó puma, y monos de todos tama- ños. Entre los volátiles el paugil, el pavo, el drapiche, el Dios te dé, la gallina del monte, la pariona, loros de distintos colo- res y tamaños; de modo que el inmigrante puede procurar su subsistencia con la caza. : Cuanto álos lavaderos de oro, existen muchos, entre otros el que según indicaciones y documentos archivados en el con- vento de Santa Rosa de Ocopa, se encuentra entre el conven- to abandonado San Buenaventura de Chavini y la hacienda ““Cogllorbamba” cuyo descubrimiento se verificó del modo siguiente: En la época de la persecución de los españoles, los montoneros entraron á Chavini á victimar á los padres. Al huir dos de éstos y un lego, se internaron al b>sque, donde se perdieron, y después de permanecer errantes por ocho días, llegaron á una cueva donde se detuvieron á descansar. Una vez allí y abrumados por la sed y la fatiga, enviaron al lego que trajera agua de un riachuelo que cerca se divisaba. El lego al recogerla con un mate, observó que dentro de ela habían unos granos amarillos. Movido por la curiosidad, re- cogió con el mate algunos granos que los Padres reconocie- ron ser de oro puro. Dueños ya del descubrimiento, hicieron jurar al lego, bajo santa obediencia, que ocultaría el secreto; pero el lego, no obstante esto, escondió los granos y ocultó el camino con ramas y árboles, regresando en seguida á Acobam- ba. Una vez en este pueblo, se separó de los padres y aban- donó los hábitos; y cuando se preparaba á regresar á aquel punto, de acuerdo con el cura del lugar, le atacó la terciana y murió, perdién 'ose con él tan rico descubrimiento. Muchas ex- pediciones se enviaron después con distintos derroteros, que, como he dicho, se encuentran archivados en el convento de | Ocopa. Desgraciadamente ninguna de ellas alcanzó el éxito apetecido. Hacen 15 años, falleció en Andamarca el español Ma- teo Vicente, que durante siete vivió entre los infieles del Pangoa y las tríbus de los Piros, Cunibos, Cucampas y Sara- C — 211 — yacu. Habiendo ido en cierta ocasión con 17 salvajes á esta última tríbu, se dirigió al convento del lugar, donde fué recibi- do con marcada desconfianza por un padre llamado Plaza. Al penetraren él vió en un rincón gran cantidad de granos de oro, y como preguntara qué metal era, el padre le contestó que era un metal simple. No satisfecho con esta respuesta el señor Vicente, como es de suponerse, se atrajo la amistad de uno de los chunchos del lugar por medio de algunos regalos, y pre- guntándole de dónde habían sacado aquel metal, el chuncho le replicó que, si quería, podía traerle inmediatamente del mismo que se hallaba en el convento. Efectivamente, pocas ' horas después le trejo una porción de granos de oro del tama- ño de alberjas, frejoles y habas, que dijo haberlos extraído de una playa cercana, donde los había en gran abundancia. : Después de algunos días de permanencia en el convento de Sarayacu, regresó el señor Vicente con sus compañeros á Andamarca, donde refirió la manera como había conseguido tal cantidad de oro; siendo esla feliz circunstancia el principio de su fortuna. La montaña del Pangoa es superior á la de Chanchamayo, tanto por su extensión como por su clima más fértil; así la coca contiene 20 */, más de cocaina que la de Huánuco; el arroz y la ' caña producen en tiempo más corto; y el café, tabaco y cacao de Chanchamayo no pueden igualarse á los que se producen en el Pangoa. - Las tribus Campas mantienen una especie de comercio «con los habitantes del caserío de Pangoa, el cual se halla si tuado entre el río Llacilla y el riachuelo Amargura. Los pro- ductos que traen los infieles que habitan en Satispuqui, son vainilla, loros, monos, pescados, pieles de tigre, etc., etc., y reciben en cambio agujas, espejos y otros artículos de poco valor. La montaña es sana, siendo la única enfermedad ahí do- minante la uta, que parece ser un gusano microscópico, que atrae el poco aseo, y que por lo general ataca á los indios y “muy rara vez á la gente aseada. | ¡ Los meses de Diciembre, Enero y Febrero y los en que hay movimiento de luna, son los más favorables para el desa .rrollo de esta enfermedad, la cual se produce por el descuido de los indios que cuando se. embriagan se echan sudando al 3 — 212 — suelo, en el que el humus vivificado de centenares de siglos, hace salir la llaga ó uta. La curación exterior es conocida y facil, pero si el enfer- mo regresa á la montaña sin estar bien curado, puede volverle á dar y entónces ataca á la garganta y á la nariz. Las personas notables de Andamarca, que viajan anualmente dos Ó tres ve- ces al Pangoa, no conocen esta enfermedad. El muy distinguido ex-prefecto del departamento don Emi- liano A. Carvallo, se esmeró mucho en hacer prosperar las montañas y estaba decidido á hacer un nuevo camino; pero su. * renuncia le impidió llevar á cabo su proyecto. Según el sábio naturalista Raimondi, la montaña del Pan- goa, una vez abierta ála industria y al trabajo con un camino transitable, será la primera del Perú. $ El camino se puede abrir sin que el Gobierno a gran desembolso, cobrando tan solo las contribuciones en Andamar- ca y Acobamba durante los trabajos, por medio dé una peque- ña guarnición. Hecho el camino, una inmigración numerosa poblará las selvas, se establecerán trabajos en mayor escala, el comercio será superabundante; y días de adelanto y pros- peridad engrandecerán las provincias cercanas. Todo esto se puede conseguir, tan solo con la protección deseada del Gobierno. VICTOR ENZIAN ATTE RA A AAKÁAAA PUNO. El departamento de Puno consta hoy de las siete provincias siguientes: Cercado de Puno, Chucuito, Lampa, Huancané, Azángaro, Sandia y Carabaya. De éstas, solamente tres colin- dan con las lagunas del Titicaca, á saber, Cercado de Puno, - Chucuito y Huancané, de las que nos ocuparemos de prefe- rencia, comenzando, como es natural, por la del Cercado. La provincia de Puno tiene catorce distritos y su población es como de 60,000 habitantes, la mayor parte indígenas, entre los que predominan los indios aimaraes. La ciudad de Puno, C — 213 — capital de la provincia y del departamento, se halla situada á Orillas de la primera laguna del Titicaca; su plaza principal e está á 60 piés sobre el nivel de sus aguas, las que, como ya he- ; «mos indicado, se hallan á 12,850 piés sobre el nivel del mar. Tiene, dos iglesias, es obispado de nueva creación, y tendrá cOmO 3,000 , habitantes. El ferrocarril de Mollendo al Cuzco dirije un ramal desde el pueblo de Juliaca á Puno: este ramal es el que sirve para la ie conducción de las mercaderías de ultramar á Bolivia, por el puerto de Chililaya, situado en la tercera laguna. Para el tráfico existe en Puno un muelle, que aún “cuando de limitada construcción, llena su objeto. La población carece de edificios públicos, y los pertenecientes á particulares son por E lo general de un solo piso. La plaza municipal está rodeada, en tres de sus costados, de edificios de dos pisos, el otro lo ocupa “2 la Iglesia Matriz. E Pino goza de limitado comercio propio. En época ante- Mos rior fué centr> mineral de eran importancia. E “El renembrado minero español Salcedo, tan injustamente ahorcado en 1669 por el Virrey Conde de Lemus, fué dueño de E las minas de Cancharani, Manto y Lacaicota, situadas todasen los cerros que circundan la población. La tradición dice que [esas minas le fueron descubiertas por una jóven india, pastora de las ovejas de su padre, indio almará, que vivía sobre el ce- E rro de Cancharani; y sigue la tradición asegurando que Salce- - do se casó con la jóven india, que sacó millones de esos mine- rales, que sus fabulosas riquezas le suscitaron émulos y ene- -migos; que sobrevinieron en esos asientos luchas, incendios y “asesinatos, á tal puuto que el Virrey Lemus creyó conveniente marchar en persona por tierra á sofocarlos ó lo que es más - probable á explotarlos, y que apresado Salcedo, fué ahorcado - en un punto de la misma ciudad de Puno llamado hasta hoy y - Horcapata, Condenado á muerte Salcedo pidió apelar de la sentencia á España, ofreciendo al Virrey una barra de plata diaria, mientras llegaba la resolución definitiva; pero.el Virrey ) rehusó este ofrecimiento y lo hizo ejecutar. Consumado el ase- po _sinato, llamado ala la india viuda de Salcedo hizo volar los o 3 , —- 214 - hizo fundir gran cantidad de balas de plata, de una onza de peso, para arrojarlas con los pocos trabucos que poseía. ve Sea fundada ó no esta última parte, la verdad es que siendo yo socio de la mina del Manto, una de las de Salcedo, pe por el año 1850, y administrador don Mariano Corrales Mel-. * gar, se encontró en un hueco de la roca, un saco de cuero de vaca con vemte balas de plata, como de una onza de peso cada una, y que una de éstas he visto después en Lima en po- der del señor Revett, inglés, que hoy:se encuentra en Pisco. La mina del Manto y todas las de los poderosos cerros inmediatos, están llenas de agua. De ésa mina, en la época que he citado, hemos extraído ES de rosicler y polvorilla de nó 3,000 marcos el cajón, sacando el agua en cubos á la mano;al «. fin las aguas nos vencieron, y las "grandes riquezas quedan allí sepultadas hasta que venga una compañía que, corriendo un socavón más abajo del Paid corte el empalme de las vetas de Cancharani y Lacaicota, que, según medidas y rum- bos, deben hallarse como á 150 pies más abajo de la boca an- tigua del Manto, por donde navegaban nuestros botes por un canal, á la cabecera del ferrocarril de sangre que teníamos es- tablecido en el corazón de los cerros. Con una de las prime- ras máquinas de vapor establecidas por don Juan Begg, esco- cés, se molían los metales del Manto. y Todos los cerros que se extienden de Puno hácia al S y SO, 0 contienen metales de plata de más ó menos riqueza. Las ha- - ciendas de moler metales llamadas Totorani, Salcedo, Mal. - coamaya, etc., así lo demuestran. Desde Puno á Malcoamaya + se encuentran centenares de bocas minas, todas llenas de agua, y cuyas labores han sido abandonadas hace muchos años por ese motivo. ; Puno tiene catorce haciendas de pasto y ganado en la ex- tensión de su territorio. El ganado es lanar y vacuno y hay 3 también una reducida cría de animales caballares de ecos 50 y atrasadísima cría. DA. Hacia la laguna' y en los terrenos inmediatos á la ciudad, 8 se produce en abundancia la cebada en rama para forraje y | algunas papas. En las inmediaciones de Aziruni se ven algu- nos guindos que dán pésima fruta. Las haciendas. por lo ge- neral son de pastos naturales, predominando el ¿chu en los te- rrenos de todas ellas. La falta de beneficio de sus pastorales. hace que no puedan mantener mayor número de cabezas de | , 1 j “ganado. Si los propietarios empleasen alguna parte de los pro- ductos de sus haciendas en mejorar el regadío de sus campos, € introdujesen la semilla del heno tan abundante en Euro- pa, alcanzarían inmensos resultados. El señor Modesto Roma- ña, en sus haciendas de Yocara y Tayataya, ha demostrado ¿cuantos benéficos y pingúes rendimientos han producido las riegos de los campos de esas haciendas, tanto en la mejoría de sus ovejas cuanto en la calidad y cantidad de sus lanas. o 2 DISTRITO DE PUNO. Este distrito no tiene más pueblo que el de Icho, caserío uo de cerca de “400 habitantes aimaraes. La capital, Puno, e dista 17 leguas de Lampa, capital á su vez de la provincia de su nombre; 18 leguas de Juli, capital de la provincia de Chu- - cuito; 26 de Huancané, capital de la provincia de su nombre; - 33 de Azángaro, capital también de la provincia de su nombre; di 60 de Macusani, capital de la provincia de Carabaya, y 64 le- -guas de Sandia, capital de la provincia de Sandia. Estas dis- y tancias jamás han sido bien medidas, y solo están calculadas 3 por el tiempo que una persona á caballo emplea en recorrerlas. 0 - OA DISTRITO DE CHUCUITO. 0 Este distrito, antiguo territorio de la provincia del mismo nombre, forma hoy parte de la provincia de Puno, y tiene una población de poco más de 7,000 habitantes, todos aimaraes. Su capital, Chucuito, tendrá como 800 almas. ' ES > En los primeros años de la conquista, este pueblo lué asiento de las Cajas Reales del Collao, y población de gran “importancia. Como su nombre lo indica, allí se beneficiaban me- - tales de oro que deben haber sido muy valiosos para que se le considerase como asiento de Cajas Reales; hoy no se tiene el más lijero conocimiento de los puntos de donde se extraían esos metales de oro, que le dieron nombre. En el territorio de Chucuito existen cincuenta y tres ha- papas en grandes cantidades, las que beneficiadas como chuño (papas heladas), se conducen á todos los pueblos de los depar- tamentos de Moquegua y Arequipa y aún á Bolivia, lo mismo le sus chalonas y cecinas (carneros helados y carne de llama). A ¿ « Koer ES ib. El c:ima es rígido como el de Puno. En algunos parte á orillas de la primera laguna, y en terrenos abrigados contra - los vientos de la cordillera por las rocas de algunas alturas, se sizmbran lechugas, cebollas y escasa alfalfa para la cría de co- nejos. La iglesia parroquial es de regular construcción con vie- Jos ornamentos, como todas las de la provincia. + DISTRITO DE ACORA. Este distrito sigue al E al de Chucuito, y tendrá una po- Re blación como de 7,500 habitantes, de los cuales como 500 re- hr siden en la capital, Acora. En todo el distrito hay cuarenta y á cinco haciendas, iguales en todo á las de Chucuito. Su territo-. rio es muy vasto: se extiende desde las orillas de la primera laguna hasta las altas cordilleras de Chacaca etc., quelo hacen ** lindero con la provincia de Moquegua, perteneciente al de- partamento del mismo nombre. En este tan vasto territorio hay abundantes tropas de vicuñas (Auchenia vicogna, familia bovide, tribu camelina), el avestruz (Léhea americana) y el co-. nejo ó cuy común, éste en inmensas cantidades (Cavia cabaya). Grandes tropas de alpacas y llamas se hallan en las alturas ¿0 y haciendas (Camelus paco y Llacma.. 5 Para cazar la vicuña, rodean los indios grandes quebradas, en cuyo centro se reunen, por lo general, con estacas de 6 á 8 pies de alto, que unen unas á otras con hilos y á las que atanma- nojos de yerba ó lana. Estos Cercos los van estrechando á me- | dida que van arriando á un lado á las vicuñas. Los animales atemorizados con los tambores de los indios y ladridos de sus perros, corren en bandadas sobre el cerco, pero al distinguir el movimiento de las yerbas ó lanitas, retroceden llenos de pá- nico, hasta que son acorralados en un rincón donde los matan - á palos. A En la época del iria general Santa Cr ruz se proiEaS) 2 por completo la caza ó chaco de las vicuñas. Por lo general, andan en tropas de 10 á 15 hembras con un sultán macho. Es- te, mientras pacen las vicuñas, se coloca de centinela en una altura inmediata, y á penas percibe algún peligro, dá un fuerte silbido que hace disparar la tropa hacia el punto donde él sel dirije. ? A El avestruz se halla en las altas cordilleras y páramos, | desde la provincia de Cailloma, departamento de leo hasta el Estrecho de Magallanes, Es una ave que tiene como seis pies de alto, de color plomizo, con bellas y abundantes - plumas blancas en las alas; no vuela, per aletea al correr para acelerar su carrera. Nuestro avestruz sólo tiene dos dedos en los piés, y no tres, como los de Africa. Forma un nido como - de tres pies de largo y uno de alto, de raíces y palitos, afec- tando la figura de un huevo, es decir más ancho por una punta que por la otra. El hueco del nido tendrá como dos piés de largo y uno de ancho: en él deposita la hembra 8 ó 10 huevos. Hay quien me dice que ha hallado hasta 20 en un sólo - nido, yo no he encontrado sino 8 ó 10. Tanto la hembra como el macho cubren los huevos; y “algunos indígenas me han contado que separan dos del nido, y que cuando se aproxima la salida de los polluelos, el macho-los rompe, sirviendo los gu- “sanos que en ellos se crían para alimentar á los pequeñuelos em los primeros días de su nacimiento. La carne de nuestro 0 “avestruz es dura, muy sanguínea y parecida á la de un toro muy viejo; yo no la he podido comer tanto por dura como por -desabrida. Los huevos tienen como cuatro pulgadas de largo por otras tantas de circunferencia: son de un color blanco ver- _doso y gratos al paladar. : El cuy silvestre, conocido en esas localidades con el - nombre de sartinejo, es como de 5 á 6 pulgadas de largo, de color plomo é idéntico en todo lo demás al cuy doméstico, Vive en el fondo de antiguas lagunillas ó á orillas de ríos Cuyo terreno es arenoso, lo que le permite escarvar con facili- dad sus guaridas. Es muy abundante en esas cordilleras del - Perú, así como en las de Bolivia. Preciso es pasar con mucho | cuidado, á caballo, por :los sartinejales, “pues los cascos del “animal se hunden con facilidad en sus madrigueras. -Huanacos no he visto en esos parajes. Pumas (Pelis conco- - lor) no escasean en las cordilleras; pero constantemente son perseguidos por los propietarios é indígenas, en razón del gran - daño que causan en los rebaños. El venado. conocido allí con el nombre de Taruc, es esca- -.sO. La viscacha (lepus viscaccus) es muy abundanteen todas las a de roca DAcIo inmediatas álas haciendas Sacu- >»: — 218 — ble que existe en esa parte de nuestro territorio, y aún. en los inmediatos al de Bolivia. Este pájaro es de la E da milia Picus, y de la punta del pico á la de la cola tendrá como ocho pulgadas de largo, correspondiendo más ó me- nos cinco al cuerpo. Su plumaje en el lomo y alas es de un. verde plomizo y en la barriga y pecho de un amarillo blanquiz- co. El pico es muy afilado, y como en toda la familia Picus los dedos de los piés son largos con uñas corvas y aceradas. Co- id: mo en esos puntos no existen árboles donde pueden formar + su nido taladrando la madera, tiene el instinto de buscar ba- rrancos de tierra á orillas de los riachuelos. En estos se sos- tiene sobre el frontón con sus fuertes uñas, y hace un agujero como de seis pulgadas de largo, en cuyo fondo forma un hueco en el que deposita la hembra. dos huevecitos blancos. Este pá= 3 jaro que no he visto en ninguna otra parte del departamento de Puno, no busca en la corteza de los árboles los animalillos que le producen su sustento, como lo hacen todos los desu misma familia; sino que con su acerado pico escarba la tierra y m0 se mantiene con las lombrices y escarabajos que ella encubre. En las alturas de los territorios de Ácora, existe una es- pecie de. Zetrao ó gallina del monte, muy grata al paladar: es de color plomo y anda en bandadas de 15 á 20. Las perdices y codornices (los indígenas las llaman putu-putu) son bastante abundantes. Un animal muy común en la América del Norte se halla también en nuestra cordillera; me refiero al Mephítis Americana. El que yo he visto tendría una vara de largo, de la: cual una tercia correspondería á su espesa y cerdosa cola. Su color es blanco amarillento, con unas grandes fajas negras de la cabeza á la cola y á ambos costados. Separadas las clándulas de olor nauseabundo á las inmediaciones de la cola, sirve de alimento á los indígenas. Hay otra clase de Mephitis mucho más chico de color café oscuro, muy abundante en esos territorios y aún en los valles de nuestra costa. Estos animales son los llama- dos zorrimos ó añaz. El zorro (vulpis), es común en todo era departamento de Puno. a Al pueblo de Acora dista 9 leguas de Puno, hallándose 0 Chucuite á 5 leguas de aquel. De Acora al pueblo de Ilave de la provincia de Chucuito, hay 5 leguas; todos: estos caminos son llanos, y puede decirse carreteros. | Entre Pe é Ilave está la llamada Silla del Inca, que €s e E — 219 — una roca arenisca rojiza, como de 100 pies de largo y 20 de alto, con un diámetro de 12 á 15 pies. La parte más alta está achatada; en el extremo E hay una especie de sillón con brazos, en el extremo O una hondura, y al fondo de ésta un agujero que puede permitir correr para abajo la sangre de una víctima inmolada. La tradición dice que en ese punto descansaba el Inca en sus viajes, pero un examen prolijo de la localidad me ha persuadido que fué un altar de sacrificios hu- manos ó de animales, en el que el sillón servía para asiento del sacerdote, la hondura del otro extremo para extender el cuerpo de la víctima, y el agujero para que corriera la sangre. - En el mismo Acora se ve un Oromilech, el único de que tengo noticia exista en toda la América del Sur. En su cons- trucción es igual á los que se encuentran en Carnac, Norman- día, Francia; y álos de la Isla de Malta (la isla Melita de San “Pablo). Este COromlech está formado de grandes pedrones que le sirven de base y de otros chatos superpuestos, afectando la figura de una gran mesa. En las inmediaciones del pueblo de Chucuito existen también murallas ciclópeas y algunas colum- nas de roca, restos de edificios muy anteriores á “a época de los Incas. En la Cebada, estancia en el camino de Puno á Tacna, se encuentran torres de piedra labrada de 15á 20 piés de alto, lla- -madas chulpas, que se elevan sobre una base de seis piés cua- drados y terminan con una cornisa. Todas ellas no tienen sino una muy baja entrada abierta hacia el oriente, y según las es- cavaciones que he hecho, son sepulcros de indígenas. Como á tres leguas de Puno, en la hacienda de Malcoamaya que signi- fica en almará un noble muerto, hay varias de esas. En este mismo BoLETIN he publicado una descripción de los minerales de plata de Cacachara, situados en el territorio de Acora, cuyos terrenos, inmediatos á las orillas de la laguna, están sobrepuestos á una roca arenisca roja, la que á su vez se halla sobrepuesta á las abundantes capas de carbón que allí existen. En algunos puntos de la costa de la laguna se ve in- dicios de kerosene ó petróleo; pero aún no han sido debida- mente sondeados ó explotados esos terrenos. “Este distrito produce mucha lana de alpaca, pues todas las ciénegas de sus cordilleras mantienen, con su especial pasto, grandes manadas de estos animales. Sabido es que el alpaca ¡Introducidoá Australia y otros puntos, ha perecido por carecer ) E ER de pasto grama, que solo crece en las ciénegas de nuestras cor- dilleras y en las de Bolivia. Este es una grama dulce, muy cor- - ta, y constantemente humedecida por las aguas. Las llamas prefieren el ¿chu ó paja brava. DISTRITO DE SAN ANTONIO. El distrito de. San Antonio de Esquilache tendrá algo menos de mil habitantes, y colinda con el de Puno por el oeste. El único pueblo qne tiene es su capital, cuyos habitantes no llegan á 150. Lleva el nembre de Esquilache, porque en el go- bierno de este Virrey se descubrieron en escs cerros abundan: tes minerales de asombrosa riqueza. Todas las minas podero- sas de plata se hallan opiladas, y solo se trabaja un asiento. mineral llamado el Juncal. En toda su extensión no existe una sola hacienda de ganado; pero en cambio los indígenas tienen grandes manadas de alpacas y llamas que mantienen en las ciénegas y campos de las cordilleras colindantes con el depar- lamento de Moquegua. El clima de todo el distrito es muy rio DISTRITO DE PICHACANI. Colinda con los de San Antonio y Vilque, y tiene una po- blación como de 2.200 habitantes, de los cuales solo unos 200. viven en su único pueblo, Pichacani, que es la capital. En su. territorio hay 24 haciendas de ganado vacuno y lanar; produ- ce escasa cantidad de papas, y alguna de cebolla en rama que solo sirve para forraje, pues jamás dá grano por lo frío del cli-. ma. Aunque posee varias minas de cobre y plata, ninguna se trabaja hoy. Su comercio sewreduce á la venta de lana de alpa- * ca, y la principal ocupación :8 sus moradores es el carguío de | chuño, etc., á los pueblos de la costa, en sus abundantes tro- pas de llamas. Pichacani dista de Puno como 8 leguas. , DISTRITO DE TIQUILLACA. Este distrito, situado al oeste de Puno y distante de la ca- a? pital como 5 leguas, tendrá 2,500 almas, de las cuales unas. 230 Viven en su única población Tiquillaca. En este territorio Pe MES * — 221 - hay tres haciendas de ganado, y como diez de moler minera- les, que antiguamente se extraían de varias minas de plata que hoy están abandonadas por hallarse llenas de agua sus labores. En sus terrenos se produce la cebada en rama, algunas papas y quinua en cantidad suficiente, tanto para la manutención de sus pobladores, como para su no abundante exportación. Algu- - na cantidad de lana se : lleva también al extranjero. DISTRITO DE VILQUE, Este distrito, que colinda al oeste con el anterior, tendrá como 3,500 habitantes, de los cuales menos de 1,000 corres- - ponden á su capital, que lleva el mismo nombre. Tiene 18 ha- ciendas, entre éstas la afamada Yanarico de la familia de Olivares, que en épocas anteriores fué propiedad de los jesui- tas, y que, según se asegura, mantznía 100,000 ovejas. Pro- duce alguna lana de alpaca y bastante de oveja en sus numero- sas haciendas. Por los años de 1840 á 1845, era arrendatario -de ella el estimable caballero don Andrés Fernandez, con quien estuve varias veces en Yanarico y en otra hacienda suya lla- mada Laripata. En nuestras entrevistas traté de probaile lo - ventajoso que le sería el introducir para el mejoramiento de sus Ovejas, carneros padres de Europa; y además acabar con la - mala costumbre de matar los carneros para en seguida separar la lana de los pellejos, pues ésta desmejoraba, por estar en la “mayoría de los cascs saturada con la sangre de los animales. Las lanas así beneficiadas eran después lavadas, lo que les quitaba la grasa necesaria para 2u suave calidad. MI idza era - que se procediese como había visto en Europa, esto es, que el carnero vivo -e introdujese primero á uno de los tantos riachue- los de agua corriente que tanto abundan en todas las hacien- das, se lavase en seguida bien la lana, y después se hiciera correr al animal en los prados por algún tiempo, para que la - grasa perdida en el lavado de la lana, se repusiese con el calor que los mismos carneros producen con sus movimientos. El pueblo de Vilque fué fundado por los jesnitas en tiem- po de la colonia, quienes establecieron allí un santuario, y ade- más una gran feria el domingo de Pentecostés. A esta feria acudían comerciantes de Buenos Aires con grandes tropas de mulas; del Cuzco y Apurimac, con azúcares, dulces, etc., y así 5% de todos los pueblos fronterizos de Bolivia. Hubo feria en que pl $ == a 15 B —>—»e — 222 — se reunieron hasta seis mil mulas, las que en gran parte eran compradas por especuladores y arrieros de Tacna, Moquegua. y Arequipa, marchando las sobrantes al Cuzco y Chuquibamba. o Se compraba en grandes cantidades, oro, castarilla y lana de alpaca de Umabamba, Bolivia. Las mercaderías europeas ha- llaban allí también gran demanda, habiéndose reunido en un año en Vilque hasta 15,000 personas, entre argentinos, boli- vianos, peruanos y de otros países. Hoy todo ha desaparecido: la feria ha caido en completa decadencia: el santuario está abandonado y nadie lo visita; todo es allí desolación y ruina. Vilque tiene como anexo el pueblo Mañoso, de 200 almas, y en el camino real de Puno á Arequipa dista 7 leguas de la. capita] del departamento. - DISTRITO DE PAUCARCOLLO. Saliendo de Puno por el camino real al Cuzco, y á 2 le- guas de distancia de un camino que está casi todo sobre capas y trozos de lava volcánica, se halla situado el pueblo de Paucar- collo, capital del distrito del mismo nombre. En su territorio hay cuatro haciendas, una de las cuales, la afamada Moro, co- linda con la laguna en toda su extensión. El distrito de Paucarcollo tendrá poco más de 2,000 HAB tantes, correspondiendo unos 200 á la capital que lleva el mis- mo nombre. Tiene una iglesia espaciosa que está hoy en rul- nas; y cuenta la tradición que el Diablo fué en un tiempo - Gobernador del pueblo, y que los días de fiesta arriaba á ga- rrotazos á los feligreses, sin que él jamás penetrara al templo. En este distrito se halla la laguna de Umaya, que tendrá como una legua de contorno, y de la cual sale el río Ilpa, bas- tante crecido en los meses de aguas. En un promontorio á las orillas de dicha laguna, se ven las notabilísimas ruinas cono- cidas con el nombre de Silustani, que distan como 5 leguas de Puno. Sobre rocas de traquita y basalto volcánicos, existen cons- trucciones en forma de torreones rodeados de piedra bien labra- da, que tienen más ó menos 12 piés de diámetro por 39. de alto; siendo el remate del torreón como una vara más ancho que la base. Al rededor de esos notables edificios hay muchos circos de piedra, iguales en todo á los que hoy mismo se ven en las ruinas druídicas de Carnac (Normandía, Francia), y en € e ; E — el Stonehenge de Inglaterra. Es inconcebible hoy como se han podido labrar las duras rocas con que han sido construidos esos edificios, y de los medios de que se han valido sus cons- tructores para elevar tan grandes pesos á esas alturas, en épo- cas en que se cree era desconocido el uso de herramientas idóneas. Estas ruinas há sido atribuidas por todos los sabios que las han visitado, á un pueblo muy anterior á la época de los Incas. : Paucarcollo produce papas y cebada en abundancia, go- zando de alguna fama la mantequilla de Moro. DISTRITO DE ATUNCOLLO. Este distrito que colinda por el N con Paucarcollo, tiene por capital el pueblo del mismo nombre que dista de Puno 9 le- guas. Todo el distrito tendrá 2500 almas, de las cuales solo 200 viven en la capital. Posee veinte haciendas de ganado vacuno -y lanar, en las que se produce en abundancia, papas, cebada, - Quinua y cañagua. e - En Atuncolla, capital del distrito, existen grandes ruinas de época anterior á la de los Incas, y también del tiempo de éstos, pues como se deduce de la composición de la palabra, - Atuncolla este pueblo fué residencia de un príncipe. (Atun, esándo: Colla, príncipe). Todos sus edificios ó palacios están en ruinas, y de ellos EE extraído sus actuales moradores todo aquello aprovechable para la construcción de sus miserables residencias. Entre las ruinas prehistóricas se ven dos grandes columnas de 7 piés de - alto, 2 de ancho ó frente y uno de costado, las que están ador- - nadas con unas figuras de lagartos. DISTRITO DE CAVANA. “Este boo está situado al norte y oeste de los que aca- bamos de anotar, y se extiende hasta las cordilleras del alto de - Toledo, que separan el departamento de Puno del de Are- -quipa. =S Su población es como de 4,000 habitantes, de los cuales poco más de 200 residen en la capital, Cavana. Tiene veinte haciendas de ganado vacuno y lanar: los indígenas también tienen manadas de alpacas y llamas en las alturas. Produce a > 3 eE » . E "y ada e - - ADA .S US A e E eS Y A — 224 — cebada, papas y quinua (cherropodium quinua) Su comercio se reduce al expendio de su ganado y de sus lanas. Posee algu- nas minas de plata, hoy abandonadas, minas de cobre y gran- des vetas de mármol. Cuenta también con algunas haciendas de moler metales, que hoy están en ruinas. A La hacienda de Tayataya de propiedad del digno caballe- ro ya finado, don Modesto Romaña, es notable por haber sido la primera en la que se introdujo carneros padres de privile- giadas razas europeas que han producido pingúes resultados á sus propietarios. En las cordilleras de este distrito se encuentran los mis- mos animales que hay en las de Acora. . Frente de Cavana y de su anexo Cavanillas, corre el río Suches, que, como he dicho, tiene su origen en las cordilleras colindantes con Arequipa, pasa por el pueblo de Juliaca, y desemboca en la primera laguna á las inmediaciones de Coata, al oeste de la península de Capachica DISTRITO DE CARACOTO Este distrito tendrá 5,200 habitantes, de éstos como 200. residen en el pueblo de Caracoto. Tiene siete haciendas de ga- nado vacuno y lanar; produce muchas papas y cebada, y su comercio es el de los productos de sus haciendas y chacras. Su- territorio es llano y todos sus caminos -puede decirse que son CALC LOTOS DISTRITO DE JULIACA. Este distrito al norte del de Caracoto, tendrá 6,200 almas. * Su capital es el pueblo del mismo nombre, con unos 800 habi- tantes, y es el centro del ferrocarril de Arequipa al Cuzco. De Juliaca parte, hacia el sur, el ramal que va á Puno. Tiene quince haciendas de ganado lanar y vacuno, siendo la más no-. table la de Yocara, propiedad del ya nombrado señor Romaña, quien además de mejorar su ganado lanar con la introducción de carneros padres europeos, condujo con gran gasto, un canal. de agua desde el río de Cavana (Suches mas adelante), para regar con frecuencia los campos que sembró de semillas de heno, consiguiendo así no solo inmensos beneficios en la can- tidad y calidad de las ovejas que en su hacienda tenía, sino en IO la excelente calidad de sus lanas para tejidos. Ojalá tan noble ejemplo sea imitado por otros propietarios! Este distrito produce además en mucha abundancia, pa- pas y cebada en rama y grano, que constituyen su notable co mercio, favorecido también por el ferrocarril. DISTRITO DE COATA. Al este de Juliaca se encuentra el distrito de Coata, que se extiende á orillas de la primera laguna. Tendrá unos 2,000 habitantes, de los cuales menos de ciento viven en la única población que se halla en su comprensión, que es la capital del distrito y que tiene el mismo nombre. Posee seis haciendas, siendo una de ellas la llamada Urcunimuni, notable por la gran cantidad de oro que se extrajo de un punto señalado por un anciano. Los permenores de este hallazgo ó descubriinien- to, los he detallado en mi obrita Kiquezas peruanas, publicada en Lima, en la imprenta de Prince. Los terrenos de Coata son todos de aluvión y muy feraces; producen en gran cantidad papas y cebada en rama y grano - de la mejor calidad. Las aguas turbias del río Suches los abo- man cada año, á la vez que aumentan su extensión rellenando las honduras de la laguna. En época no lejana es muy proba- ble que la mayor parte de la primera laguna sea tierra firme En los meses de aguas, Noviembre á Marzo, el Suches sale de madre, é inunda gran parte de los campos de la costa con sus muy turbias aguas, y sus habitántes para ir de un pun to á otro tienen que hacer uso de balsas fabricadas de totora. e DISTRITO DE CAPACHICA. E De los catorce distritos que forman la provincia de Puno, - el más lejano esel de Capachica. Su capital, Capachica, tiene 200 habitantes, y 6,000 todo el distrito. Diez haciendas hay en su territorio, formando dos de ellas las islas de Amantani y Ta- - quili, situadas al este del estrecho que separa la primera la guna, Puno, de la segunda Titicaca. El distrito de Capachica es una península larga y angosta, - atravesada en su centro por picos de piedra caliza que se pue- de beneficiar en cimiento romano (Portland cement), tan ne- - cesario en todas las construcciones hidráulicas y edificios gran- E Su clima es bastante templado, rodeada como se halla la — 226 — península por las aguas de la laguna; casi nunca nieva, pero las granizadas y rayos son fuertes y violentos. Produce, en erandes cantidades, papas, quinua y cebada en rama y en gra- _no de muy buena calidad. En las islas de Amantani y Taqui- li se produce el maiz (ze4 mays), pero de grano pequeño. En la época de la revolución de Pumacagua, se subleva- ron los mestizos é indios de Puno y apresando á todos los es- pañoles que residían en esa ciudad, los condujeron en balsas á Capachica. Amotinada por algunos mestizos la indiada de - este distrito, encerraron á los españoles en la iglesia; y sacán= dolos luego de uno en uno, los mataron en el atrio. Cuando fuí subprefecto de Huancané (1852), provincia á la que entonces pertenecía al distrito de Capachica, existía aún en el atrio de la iglesia la roca sobre la cual fueron ultimadas esas víctimas. En las islas de Amantani y Taquili se ven todavía gran- des montones de esas piedras de pórfiro negro y cuarzo blanco, que muchos vecinos de Puno, Arequipa, etc., han empleado en el empedrado de los patios de sus casas. Las negras son del' tamaño de un huevo grande de gallina, y las blancas poco más grandes que un huevo de paloma. En Lima, los patios de la casa del señor doctor don Francisco García Calderón, calle de la Recoleta, está empedrada con esas piedrecitas; lo mis- mo que la casa del finado don José Santos Chocano, situada en la plaza principal de la ciudad de Moquegua. En Arequipa hay también muchas casas así empedradas. La existencia de esas piedrecitas da lugar á tres impor- tantes cuestiones, cuya solución sometemos al sano estudio de los sabios y anticuarios: e 1.* De dónde han provenido esas pS reunidas en esas islas en tan grandes cantidades? La formación redonda de - ellas, demuestra haber sido elaboradas así por constantes co- rrientes de aguas, y en dichas islas no existen ni ríos ni ria- chuelos: solo se ven vertientes que no han podido formarlas. 2." Por qué motivos esas piedras han sido depositadas en esas dos islas únicamente, no encontrándose en ninguna otra parte de las orillas de las lagunas ni á sus inmediaciones? 3." En la isla de Amantani, que tiene como 600 habitan- tes, y en la de Taquili, que tiene como 300, no se hallan seña- les de la existencia de templos ó palacios de épocas antiguas; ¿se puede admitir la hipótesis de. queesas piedras fueron ofren- das á algunas divinidades que allí se adoraban? t Cc >. En ninguna obra de los escritores del tiempo de la con- 5 - quista ó de los Virreyes, he podido encontrar ia más pequeña mención de la existencia de esas piedras en las islas citadas. - En épocas posteriores en que tantos viajeros y sabios han visi- tado los pueblos del departamento de Puno, tampoco se ha pu- blicado nada al respecto; y esto es tanto más notable cuan- to que gran número de casas de Puno tienen adornados sus patios con vistosos dibujos formados por esas piedras; dibu- Jos que, al verlos, han debido precisamente llamar la aten- ción de dichos viajeros. En la localidad no existe la menor tradición respecto á su existencia y notable aglomeración: los naturales á quienes se pregunta, sólo aseguran que, cuan- do nacieron, allí las encontraron, y que sus antepasados jamás -? les hablaron de ellas. En todos los distritos de que ultimamente nos hemos ocu- pado, la fauna es la misma que hemos descrito al hablar de _los lagos: pumas no existen; zorros abundan en todos ellos, lo mismo que el añaz chico. Los pájaros son los comunes á las lagunas, lo mismo que los peces, abundando el suche en el río de ese nombre. - Prjevalsky, generalruso, Bonvolot y Martín, viajeros fran- -ceses, en sus notables excursiones á Ja parte oriental de la Si- -beria, el Pamir y China, anotan la costumbre de los naturales de formar, en las cumbres de las cuestas de los caminos por donde transitan, pirámides de piedras sueltas que adornan con banderitas y cortos montones de cuatro ó seis piedras, sobre- - puestas unas á las otras, pirámides que dedican á espíritus ó deidades cuya protección imploran para el buen fin de su viaje. Los naturales llaman á esos montones de piedras Obos. Idénti- cas costumbres y creencias conservan aún los indígenas del Pe- rú y Bolivia, y á los que han viajado por esos territorios debe ha- -berles llamado la atención los montones de piedras que se en- -—Cuentran en todas las cumbres de los caminos, y que son cono- 2 “cidos con el nombre de Pacheta, que los indígenas forman y dedican á los mismos espíritus ó deidades protectoras. Ningún - indígena pasa una Pacheta sin arrojar sobre ella algunas hojas =mascadas de coca, lo que llaman acullico, como ofrenda pro- -—picia á dichas divinidades. E ES parecidas, creencias semejantes. Mopesto BASADRE. E Lima, Agosto de 1893. — 298 — A Geografía Jurídica. SU PROGRESO EN LA LEGISLACIÓN No nos ocuparemos en este artículo del progreso de las leyes en un país dado, ni de su comparación entre las diversas naciones, sino del progreso jurídico en todos los pueblos y en todas las razas, á fin de presentar un cuadro de la evolución jurídica 'bajo el punto de vista geográfico. M. Letourneau se ha ocupado en la Bibliothéque anthro- pologique, t. XIV, dela “Evolution juridique dans ls diverses races humainés”. (Lecrosnier et Babé—París, 1891). No ana- lizaremos aquí sino algunos de lcs argumentos invocados por este autor y los desarrollaremos en un terreno puramen- te geográfico; pues si nos concretamos como él á las razas primitivas, corremos riesgo de extraviarnos, tal es lo dificul- toso que es hoy determinar la relación que existe entre tal ó cual hecho comprobado con tal ó cual raza, en medio de las mezclas y cruzamientos innumerables que han o Caracteres primordiales. : Sea de ello lo que fuese, el autor comienza dol bra lazo idea de derecho que cree hallar en la biología; habla también de la justicia y de la criminalidad entre los animales y hasta llega á la idea de la justicia en las hordas anárquicas, cuya fór- mula es la pena del talión: ojo por ojo, diente por diente. : Hasta aquí solo hay que argúir que las reflexiones invoca» das por M. Letourneau en la disquisición biológica de la idea de derecho, no son de tal naturaleza que. puedan convencer á un observador serio. Cuanto á su idea sobre la intervención de los animales co- mo fundamento de su demostración, ha sido ya empleada otras- veces por el autor en sus trabajos precedentes, y dejamos al lector el cuidado de apreciarla. Es verdad que habríamos deseado ver otra iNisón en él estudio de la evolución jurídica. Así, este autor clasifica la idea de justicia por la forma de las tribus: tribus republicanas por una parte y monárquicas por otra: y admite que entre éstas puede variar aún la idea de justicia, según sean pS Ó grandes las tribus bárbaras de que se trate. Convenimos que en un plan trazado de antemano, quiera —ap% — plantear un cuadro de la evolución jurídica; pero faltaría que A dicho plan fuera adecuado al cuadro, 309 Ahora bien, si ese plan ha podido servir para presentar á A los lectores de la Biblioteca Antropológica, algunos temas filo- == sóficos, estudiados ya por Mr. Letourneau, n> sucede lo mis- E mo con la evolución jurídica, á la cual conviene otro plan que el autor muy bien ha podido hallar por sí mismo, si se hubiese tomado el trabajo de hacerlo. z En efecto, la idea de justicia es innata en el hombre y constituye una le las bellas cualidades que lo distinguen de los brutos; esa idea se desarrolla, toma cuerpo y acaba por ser una Ne Jey,: no según las razas, sino según las naciones que como se E sabe, están formadas á menudo de distintas razas humanas. Si y mo fuera así, sucedería que en un país regido por las mismas leyes, habría quienes hallaran injusto lo que otros habían de- o clarado justo, y entonces el caos reemplazaría á la justicia. de DE; Acontece, por el contrario, que extranjeros de razas di- -— ferentes, van frecuentemente á habitar un pueblo distinto á su país natal, atraídos más por la suavidad y la justicia de las leyes, que por la benignidad del clima ó por cualquier otro mo- tivo. Si tomamos un ejemplo de Europa, vemos que el hombre del oeste de ese continente donde hay tanta mezcla de razas, concibe una idea semejante de la justicia, ya sea italiano, fran- -cés, español á inglés. - 22 Casi todas las leyes son formadas más ó menos por el mo- Código civil sin modificación alguna; y en ese reino, sinembar- go, sibien hay comarcas en que el idioma se acerca al francés, hay también flamencos cuyas tendencias y lengua son más - bien germánicas. - 2 Al este del Asia, por el contrario, donde los mandchoux y los chinos. Así, como los restos de los pueblos aristóctonas, se han reunido bajo un mismo cetro, la evolución jurídica apenas - para el estudio de los primeros rudimentos de la idea de justi- - cia, pues es la única que ha sobrevivido entre los primi- tivos imperios. Allí, los tribunales están aún bajo la tutela -de los mandarines, y en las aldeas hace justicia el magistrado que reemplaza al alcalde, como la hacía y aún la hace en el desierto, el patriarca de la gran tienda. La tortura está aún en vigor, y si ya no impera la ley del talión como entre los anti- E 16 B > 5 = delo de las francesas. Bélgica por ejemplo ha adoptado nuestro - - ha progresado. Así, se puede tomar á la China como tipo. E A: de — 230 - guos hebreos, no es por esto menos salvaje la penalidad. Apa- lear, marcar ó perforar la lengua, son tormentos que se emplean todos los dias. En el Japón, la evolución jurídica, se realiza bag en una gran esfera, y M. Boissonnade tiene á su cargo la empresa de trasportar nuestra jurisprudencia civil y penal al Código ja- ponés. Véase, como dos razas tan profundamente diferentes como la blanca y una rama importante de la amarilla, van á hallarse unidas por una misma codificación. (Projet revisé de. Code pénal et Projet de procédure. avec commentaires— Tokio, - 1882-56). Entre las monarquías antiguas, citaremos al Egipto, que en razón de su mayor antigúedad se aproxima más á los tiem-. pos primitivos. A Kheops, el célebre constructor de la gran pirámide que dejó entre el pueblo la reputación de un tirano, sucedió Menkera, que administró la justicia más equitativa- mente que todos los otros reyes. Al que se quejaba de su sen- tencia, le hacía algún obsequio para apaciguar su enojo. (He- rodoto, II, 129). No podemos compararle en el occidente . sino con San Luis, que administraba justicia bajo el roble tra- dicional del bosque de Vincennes; pero aún este último rey hacía atravesar la lengua con un fierro candente á los que la tenían viperina. ¡Qué tarea hubieran tenido esos verdugos, en los tiempos actuales! En el Asia anterior, en Arabia, y en una gran parte del Asia menor donde impera la ley del Corán, se vuelve á hallar la pena del talión que parece haber tenido origen en las nacio- nes semíticas, aunque también es verdad que, en ciertos casos, el Corán admite transacción. Mas, entre los Tuaregs y los Kabyles la venganza es obligatoria y las penas severas: lapi- dación, marca, proscripción, multa y embargo. En la India, las leyes de Rhanou han dejado profundas huellas, y no solamente reprueba la justicia los atentados con- tra la vida humana, sino que, guiados por un exagerado senti- miento religioso, reprueban también los atentados contra la vida de los animales, y esto sin decir que la propiedad ajena es igualmente respetada. No hablaremos de las leyes de Solón, ellas son demasiado conocidas, y no són por otra parte exclusivas de los griegos. En cuanto á las romanas, todo el mundo sabe que nuestras 4 o a AR Fu he E E E eN ñ — 231 — modernas escuelas de derecho, se inspiran en las antiguas leyes de Roma. En Europa, de una manera general, ha pasado la justicia en su evolución por el feudalismo: la justicia señorial y la Igle- sia misma, tenían su alta y baja justicia. En conclusión, volviendo á los animales, desde que el hom- bre existe, participa con ellos del instinto de venganza. Pero, cuánta distancia hay de ésto al derecho propiamente dicho, La ley del talión ha afirmado la idea del derecho y esta ley nació en los pueblos de Oriente. La ley propiamente dicha, estuvo precedida en todos los pueblos del mundo, antes de su formación, por las costum- bres. En Africa, los negros no han salido aún de estas. En los países cuya evolución política sigue á la jurídica, los reyes han llegado á ser soberanos en justicia, sin que esto impidiera que la clerecía tuviera también su derecho: el canon. Poco á poco, se ha ido purificando el instinto de la venganza, y poco á poco también, ha intervenido en lo que en la Edad Me- dia se llamaba el juicio de Dios. No es sino una forma, una sobrevivencia de ese juicio de Dios, la prueba del veneno que existe en la mayor parte de los pueblos del Africa ecuatorial. Hoy, en todos los países civilizados, es el delecho la base de la justicia, pero una nueva evolución trata de reemplazar nuestra Jus et Justitie. En un proceso reciente, se ha visto á exaltados adeptos de las célebres escuelas, discutir en el pretorio sobre la suges- tión. Si fuésemos á creer á las más avanzadas de esas escue- las, la sugestión tendería nada menos que á destruir toda res- ponsabilidad criminal, y por consiguiente toda idea de justicia y de derecho. Por otra parte, los antropólogos admiten los criminales de nacimiento (Lombrose) lo que, como la sugestión, prueba la irresponsabilidad. Por todo esto, encontramos aún más consoladoras y dig- nas para la humanidad, las reformas futuras tal como las com- prende M. Letourneau, quien las subordina á las reformas po- líticas y sociales: justicia gratuita, procedimiento simplificado, jurado escogido, intervención de peritos: tales serían sus idea- les de lo verdadero, de lo bello y de lo justo. Creemos que 3 «E » ge $ pi Pa sería tan difícil la elección del jurado, e valdría más no pensar en él. E Con todo, recomiendo la lectura del libro de M. Letour- neau sobre la evolución jurídica. El lector encontrará en él co- mo en todas las obras de este profesor, un cúmulo de datos que podrán servirle, si ásu vez desea estudiar, siguiendo un método determinado, la moralde la justicia humana. Dr. VERRIER. (Traducido de La (reoyraphic de París, por C.J. B.) Miscelanea. Ea ; Ruinas EN MASHONALAND. — El señor R. M. W. Swan escribe desde las cercanías de Maklulsi, lo que sigue: He exa- minado dos templos ruinosos del período y estilo Zimbabwe situados en la confluencia de los ríos Lotsani y Limpopo en latitud S 22” 39" 42” y longitud E 28” 16' 30”. Estos templos tienen igual sistema de orientación y construcción geométrica que el gran templo de Zimbabwe. Limpié el matorral del me- jor conservado de los dos templos del Lotsani, é hice una escru- pulosa mensura de muchos de los radios de la única curva que lo forma. Desde el centro de la curva, me orienté directamente y de ese punto ví el Sol poniéndose exactamente á la izquierda del medio de la quebrada principal. Corrigiendo la posición - del Sol, en razón de su menor declinación por los diecisiete dias corridos desde el solsticio, encontré que esa época coin- cidiría exactamente en una línea con el centro delarco y el me- dio de la entrada principal. Esta observación y mensura direc- ta, debería disipar toda duda acerca de la aplicación de nues- tra teoría sobre la construcción de los planos de estos tem- plos. Agrega el señor Swan, que ha recorrido 350 millas á lo largo del río Limpopo y que ha rectificado importantes posi- ciones, cuyos detalles enviará á la Sociedad próximamente. NUEVA EXPEDICIÓN AL TERRITORIO DEL CONGO FRANCES.— La Politica Colonial, anuncia la salida de Marsella el 10 de Agosto, de una comisión exploradora despachada por la So- ciedad de estudios del Congo francés, á explorar el valle de Kwilu-Niadi (Noari-Quiliou) con la mira de probar la practica- bilidad de un ferrocarril desde la costa de Loanga á Brazza- ville, en la laguna Stanley. La expedición está dividida en tres secciones, bajo la gerencia general del señor M. A. Le Cháte- t ff. ——— gnault. 3 8 Athi. 3 -pecialmente la atención en 1890 y 1891. y encontrado que la luz se debe á un infusorio, Glenodinium (aliado á G. cinctum) de la Peridinidae. Parece que es la proto- ma 3 (De The Geographical Journal of London). a A e á plasma del PRO animal que emite la luz. | | la Sociedad teográfica de Lima. AFRICA. Es Argel: Sociedad de Arqueología de Constantina. -— Orán: Sociedad de Arqueología y Geología. Es Egipto: Societies Khediviale de Geographie, Cairo AMÉRICA. . 5 Bolivia: Sociedad Geográfica, Cochabamba. Ds Sociedad Geográfica, La Paz. | lier. Mandara la sección exploradora el capitán Cornille, quien | ultimamente. tuvo participación en los proyectos para estable- | -cer.un camino de hierro en el Sudan francés. Los estudios bo- ——— tánicoscorren á cargo del Dr. Lecomte y del capitan Lamy y | la parte geológica del camino, será estudiada por- el señor Re- MS. [EXPEDICIÓN DEL DR. GREGORY AL MONTE KeEnNIa.—El 19 | de agosto, llegó 4 Mombasa el Dr. J. W. Gregory, después de su feliz expedición al lago Baringo. Hizo su regreso por la ME via Likipia y el monte Kenia, habiendo ascendido este último | -— hasta más de 17,000 piés. El Dr. Gregory exploró los ventis- queros y orígenes del dana y la separación de los ríos Tana y 1 Pon SCENCiA EN Los LimaNs DE ODessa.—Los limans - en las cercanías de Odessa, es decir, los lagos de agua salada de la costa, que han perdido ya toda conexión con el mar, emi- ten algunas veces, una luz fosforescente; hecho que llamó es- : Como el Voctiluca miliaris que torna fosforescente el agua FF del Mar Negro no habita los límans, el señor Zabolotuyi ha | -—Investigado cuidadosamente esas aguas, (Memorias de la ¡So- - ciedad de Naturalistas de Novorossian. vol X VIT, núm. 2, 1892), Instituciones científicas con que se halla en relación, — 234 — Brasil: Sociedade de Geographia Económica do Minas Geraes, 0 Ouro Preto. Revista trimestral del Instituto Histórico Geográfico, Rio Janeiro. Sociedad de Geografía, Rio Janeiro. Instituto Archeológico Geográphico Pernambucano, Pernambuco. Canadá: Director of contributions to Canadian Palaentology, Montreal. Chile: Instituto de Ingenieros, Santiago. Oficina Hidrográfica, Santiago. Revista Arqueológica, Santiago. Costa Rica: Instituto Físico Geográfico N Acond San Jogé. Estados Unidos: American Geographical Society, Now York. Smithsonian Institution, Washington. Geographical Society, Washington. ; Bulletin International Meteorology, Washington. The Science, New York. ; Sociedad Geográfica de California, San Fuandids Museo Peabody de Cambridge, Massachusetts. Bureau of the American Republics, Washington. - United States Geological Survey, Washington Guatemala: Sociedad de Geografía, Estadística y Etnología, A 43 San José. : Dirección General de Estadística, San José. México: Observatorio Astronómico Nacional Mejicano, Tacu- baya. Observatorio Meteorológico Magnético Coal Mé- x1co. Anales de la Sociedad Geográfica, México. Sociedad científica «Antonio Alzate», México. ibid Argentina: Revista de la Sociedad Geográfica Ar- 8 gentina, Buenos Aires. Instituto Geográfico Argentino, Buenos Aires. Academia Nacional de Ciencias, Córdova. - San Salvador: Sociedad de Estudios Geográficos, San Sal dor. vador. Perú: Escuela de Ingenieros, Lima. Sociedad Amantes de la Ciencia, Lima. La Farmacia Peruana, Lima. El Ateneo, Lima. Sociedad Médica Union Fernandina, Lima. Observatorio Meteorológico y Astronómico, San Sal- 0 Sibería Section de la Sibérie Orientale de la Société Impériale Russe de Géographie, Irkoutsk. Section de la Sibérie Occidentale de la Société Impé- riale Russe de Geographie, Omsk, Section Caucasienne de la Société Impériale Russede Géographie, Tiffis. Société d'exploration du territoire de Amour, Vladi- vostock. * Japon: Geographical Society, Tokio. Asgiatic Society, paa: EUROPA. Alemania: Verein fúr Erdkunde zu Ascherleben, Ascherleben. Gessellschaft fúr Erdkunde zu Berlin, Berlin. Sociedad Central de Geografía comercial de Alema- nia, Berlin. Verein fúr Erdkunde zu Cassel, Cassel. - Verein fúr Erdkunde zu Dresden, Dresden. Frankfurter Verein fur Geographie und Statisk, Francfort sur le Mein. Geographische Gesellschaft zu Greifswald, Greifswald Justus Perthe's Geographische Anstalt, Gotha. Verein fúr Erdkunde zu Halle a S'Zentral verein des —Thnuringish-Sachsischen (Gesammtvereins fúr Erd- _kunde, Halle sur le Salle. Geographische Gessellschaft zu Hannover, Hannover. Geographische Gessellschaft (fur Thuringen) zu Je- na, Jena. Verein fúr Erdkunde zu Leipzig, Leipzig. Geographische Gesséllschaft in Lúbeck, Lúbeck. Geographische Gessellschaft zu Munchen, Munich. - Geographischer Verein zu Freiberg, Freiberg. Geographische Gessellschaft, Koenisberg Gessellschaft fúr Erdkunde, Cologne. Alverein fur-Handels geographie und Forderung deuts: Cher Interessen in Auslande, Berlin. Verein fúr Erdkunde in Stettin, Stettin. Wurttembergischer Verein fúr Handels Geographie Stuttgart. - Sociedad Geográfica, Hamburgo. Verein fúr Erdkunde zu Metz, Metz. Asiria: K. K. Geographische Gessellschaft i in Wien, Vienne. y — 336 — Verein der Geographen an der Da WA Vienne. Bélgica: Société Royal de Géographie, Anvers. Sociedad de Geología, Bruselas. Real Academia de Ciencias, Bruselas. Société Royale de Géographie, Bruselas. Dinamarca: Det Kongelige danske Géografiske, Selskab, Co: penhague. Academia Real de Ciencias, Copenhague. España: Revista Geográfica Comercial, Madrid. Boletin de la Sociedad Geográfica, Madrid. Observatorio de Villafranca del Panadés, Cataluña. Revista de la Asociación de Navieros, Barcelona. Francia: Société locale comprise dans I' Union géographique du Nord de la France, Amiens. +5 Société locale comprise dans Union géographique du Nord de la France, Arras, Société locale comprise dans Union o du Nord de la France, Avesnes. Société de Géographie du Cher, Bourges. Société de Géographie Commerciale, Bordeaux. Société de Géographie de Ain, Boue- -en-Bresse. Section de Géographie de la Société academique de Brest, Brest. Société locale comprise dans Union Géographique du Nord de la France, Calais. Société Géogr aphique, Delille. E bourguignonne de Géographie et d'histoire, ijon Union Géographique du Nord de la France, Douaj. Société locale comprise dans Union Géographique du Nord de la France, Dunquerque. Société de Géographie Commerciale, Havre. Société de Géographie de l'Aisne, Laon. Section du Groupe Géographique áu Sud Ouest de la France, La Rochelle. Société de Géographie de Lille, Lille. Société bretonne de Géographie, Lorient. Bulletin de la Société Géographique, Lyon. Société de Géographie de Marseille, Marseille. Société languedocienne de Géographie, Montpellier. Bulletin de la Societé de Géographie de Est, Nancy. Société de Géographie Commerciale de Nantes, Nantes. Revue Géographique Internationale, Paris. - ES Gazette Géographique, Paris. nde pre DB. o Société de Géographie Commerciale, Paris. Société académique Indo-Chinoise de France, Paris. Directeur de Exploration, Paris. Société de Géographie, Paris. Sociedad Etnográfica, Paris. Museo de Historia Natural, Paris. Société de Géographie de Reims, Reims. Société de Géographie, Rochefort sur Mer. Bulletin de la Societé de Géographie, Rochefort. Société Normande de Géographie, Rouen. - Société de Géographie Commerciale de Saint Nalda: Saint Nazaire-sur-Loire. Societé de Géographiede Saint Quentin, Saint Quentin Bulletin de la Société de Géographie, Toulouse. Société de Géographie, Tours. Société de Géographie de l1'Arrondissement de Valen- ciennes, Valenciennes. Gran Bretaña: Royal Scottish Geographical Society, Edim- OUrg. Section de la Société royale ecossaise de Géographie, Dundee. Liverpool Greographical Sociétr: Liverpool. Royal Geographical Society, Londres. Section de la Société Royal de Géographie d'Ecosse, Londres. Epa Geographical Society, New Castle sur-la- ne a al of the Manchester Geographical Society, Man- chester. Holanda; Real Sociedad Ho luldona de Geografía, Amsterdam. Koninklijk Instituut voor de taalland en volkenkun de von nederlansch Indie, La Haye. Hungria: Sociedad Húngara de Geografía, Buda Pest, Academia Húngara de ciencias, Buda Pest. Jalia: Section de la Société Vexploration commerciale de Mi- lan, Crémone. Sezione Fiorentina della Societá Africana d'Italia, Florence. Societá Ligustica di scienzi naturali é geografiche, Ge- nova. Societá d'esplorazione comerciale in Africa, Milan. Bolletino della Societá Africana d'Italia, Napoles. Instituto Cartográfico Italiano, Roma. Bolletino della Societá Geográfica Italiana, Roma. Sociedad Meteorológica Italiana, Torino. ; 17 B , — 238 -—- Revista del Club Alpino Italiano, Torino. Malta: Societá Geografica Maltese, Malta. Noruega: Den Norske Geografiske Selskab, Cristianía. Verein fúr Erdkunde und verwandte Wissenschaften, Darmstadt. Portugal: Boletin de la Sociedad Geográfica, Lisboa. Boletin da Sociedade de Geographia Commercial, Oporto. Rumanía: Societatea Geograficá Romániá, Bucarest. Instituto Meteorológico, Bucarest. Rusia: Société de Géographie de Finlande, Helsingfors. Section de Géographie de la Sociétéimperiale des amis des sciences naturelles, Moscou. sei: 8 Academia imperial de naturalistas, Moscou. Section d'Orembourg de la Société imperiale de Géo- graphie, Orembourg. br Observatorio Central, Pultawa. ' Bulletin de la Société Imperiale de Géographie, San Petersburgo. e Suecia: Real Academia de Ciencias, Stockholm. Svenska Sallskapet for Antropologi och Geografi, Stoc- kholm. Universitate, Upsala. Suiza: Mittelshweizerische Geographisch Kommerzielle Gesells- chaft, Aarau. Société de Géographie de Berne, Berne. Société de Géographie. a 1'Atheneé, Genéve. Sociedad Geográfica, Ginebra. Bulletin de la Société Neuchateloise de doo Neuchatel, ; Ostschweizerische Geographisch Kommerzielle Gesells- chaft in St. Gallen, St. Gall. q da + A AI TAS AA OCEANÍA. . Australia: South Australian Branch of the Royal Geogra- phical Society of Australasia, Adelaide. Royal Geographical Society of Australasia, Sidney. Royal Geographical Society of Australasia, Bris- bane. Royal Geographical Society of Australasia, Mel- bourne. E A 980 -- RESUMEN FFAlemania Mica. e Bélgica...... Di a e ed Dinamarca... España. . Francia.. E Gran Bretaña... Holanda... EUROPA. 3 Hungría........ PTtallanina dato. MA ta Noruega...... Uan A Rusia.. Suecia... | Suiza... Boltvia.. 27 Bd Canadá.. Chile.. Costa Rica. AMERICA... ¿Estados Unidos. . Guatemala... México.. República Argentina... San Salvador.. COTA 0 SIPORa s AA TAPA a Argel.....: AFRICA.... < Egipto.. Oran q OCEANÍA. < Australia..... Lotalos. GA SS (39) 9 O) 0 NN DN 0D N»y-JO qu ba bo DN DUO 0) a O CO HO AA O ¡SN A 115 36 E Temperatura de Ica. 1893 JUNIO | ¿JULIO AGOSTO | Máxima] Minima| Media | Máxima | Mínima| Media ¡| Máxima] Mínima| Media a 1.18: 118%" 20 Vx. 1,157 | 9 yl 184 17 23 1121178 | 19/11 [45 [29% 111-164 23 |13 (18 1.2112, 11631 23 l' 18/18 23 112 | 1747 29 [115116 [93 14 | 482 291 112 | 1641.19) 19 | 154 199,| 14/18 292 118% 1 17 11 "SPA HAT 29 e dd LO 24,12 181) "21 119 116% 1| 23+| 14 | 18% 93. 13 | 18* 1 20118. 167 || 98. (14 23. | 14 1184 1 20/11 | 454 | 24%] «14119, 10 194 |18. [184 | 20/12 |16 .193 | 144 18% 11 128.14 118% || 21: ld f16w 1,29.) 184.174 12 19. [14 |18 1 21/12 | 164 | 29 [18 | 174 29 1131174 101112 l16 121 | 13,47 14 2 Pel 121111 116 1129: [1514 15-199 Pasió 126 1009 d1-91.164 11227 18971 16 12 dar]. 21. PI LO ll DS 171128119117. 21.19 1165] 20, 44134] 4L64 18011 23H 10044740" 9 (Ma uz as 17 19. 1%: 197 18 1|. 2% 19% 1744129 | 19117 | 90 112211871 071 11 22/18 *| 17% 11-99 19418 2 19 1 18 AMB 21 118 IRA 12 118. 22 l|19- 1129 11541 20/13 [1164 || 2 19 | 18 2931119 18:16 21 1-18 L7> 1124 12 | 18 4 12 12 11644294 1401 176.11.23 1 10M 0 1.281 131 144129 113 "Pag 02d 11. 1:17 261120 | 14 417 11 22.18. 1 17% | 24 13 | 18) 220] AA DO A O O 13117) 981121 121 :16E8H: 09%) 131 1774122 131 174 e NoTA—La mínima es tomada á las 6 a. m. y la máxima á las 12 m. Después del mediodía declinaba la máxima por el rigor de la esta- ción. Escala siempre centígrado. ANGEL DIVIZZIA, Socio Corresponsal de la Sociedad Geográfica de Lima. : ACADEMIA NACIONAL DE MED MEDICINA. | £cL | . : 37 | CIS ENTES VA TO IEGEO UDNIAIN UE. Latitud S. 12-3'-44".5. Longitud VW, de Paris "9-21'-5",2. Altura sobre el mar 158 m. 50. Obsrraciones meteorológicas correspondientes al mes de Julio de 1893. p + r l (UNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) LIMA : E e] 2 : NN E E Presión barométrica Temperatura. Humedad re- |< [Fuerza elástica |< a Viento. Tas lo E | ES ¿| 3 Aslssjisl < Día. á0* €. A la sombra. | A la intemperie | Del suelo 9 h. a.m. z 3 ¿| del vapor. 3| o o merros EN 24] $ Si pe E 3 . a | á S 5 SE El E pomI- | POR SE- [horas.]o FJ apa o 2 MAX. | MÍN. | MED [mÁx.|MíN.| MED. [MÁx.| MÍN.| MED. [| » 3 |750.40| 748.59 749.45) 21.1/12.6| 16.85 [23 9| 12.0| 17.95] 19.0 19.8| 20.1 20.8] 16. 1.4] 11.9 10.1| 11.00 AC IW.SW | 1.27] 11 ] 160.5 2.5 [4 > 4] 4 |750.70| 749.15) 749-92]15.7| 12.4 14.053] 16.9| 12.0| 14.45] 19.1; 19-7| 20.1/20.8] 16.2 o.6|11.6/10.2| 10.go|1oj » S.SW.| 1.15 ¡10 | 16 [o.410.6 l5 » 5 |751.65/750.00| 750.80) 17.8; 11.5; 14.65] 18.8| 11.1| 14.951 18.9 19.7| 20.1 20.8] 1.1 11.3| 9.7| 10.50 » S.SE. | 2.66 | 23 | 17 [o.2|1.8 |6 » 6 1752.55| 749.45| 751.00121.6| 12.6/ 17.10 [24.4 12.1| 18.25] 18.8| 19.6| 20.0| 20.7] 16. 1.8] 12.9 10.0| 11.45 Claro] S.SE.| 3.58 | 31 | 15 [o.0 [1.2 [C: M: 7 | 750.50 748.70| 749.60) 15.6| 11.9 13 75|16.2| 11.0/ 13.60] 19.0| 19.5! 19.9| 20.7] 16. o-7|1r.7| 9.8| 10.751 Cubi: [W.SW| 1.27 | 11 15 ]o.3|1.4 1 Días 8 [752.10 749.50| 750.80 19.5| 12.2| 15.85] 20.5| 11.7| 16.10] 18.8| 19.6| 19.9| 20.7115.6 2.0] 10.3 9.8| 10.05 Claro 2. 1 2231 [20 fo12: 1 2 [ita y 9 |751.50|749.15|750.32|20.0/10.9| 15.45] 24.0| 9.2] 16.60] 18.8| 19.5| 19.9| 20.7] c7. 1.7] 01.5 8S.S| 10.15 » [Varia | 1.85 | 16 | 12 Jo.0]6.5 l3 » 1o | 749.80 748.20 749.00] 19.8 12.61 16.20] 21.1| 11.5| 16.30 19.3| 19.6| 19.8| 20.6] 17.1 1.2 | 11.4| 10.1| 10.75 Cubi: [W.SW| 1.85 | 16 | 13 o.3|1.o l4 » | 749.60| 748.20l 748.90] 20.0| 12.0| 16.00] 21.9| 11.2| 16.55 19.4! 19.8| 19.9| 20.6 1.2|11.3| 9.8| 10.65 » |S.SW.| 1.50 | 13 | 10 Jo.7] 2.0 [5 » 750.551 748.60| 749.57] 20.1| 11.9! 16.00] 23.4| 11.1] 17.25] 19.4| 19.9 20.0| 20.6 1.4] 11.8) 9.7| 10.75 » ]S.SW.| 1.27 | 11 | 10 fo.7]3.5 J6 » 750.65|749.10| 749.87] 19.9 12.1| 16.00] 22.9 11.2| 17.05] £9.3| 19.8| 20.0| z0 6 1.0] 11.4, 9.8| 11.10] 10] >» S.SW.| 1.62 | 14] 10 [Jog]r1.9 [L. N. 751.40| 749.40| 750.40] 18.6 12.0| 15.30] 20.3| 11.2| 15.75] 19.2| 19.8 20.0| 20.6 1 4|12.0 9.9| 10.95 fro] » [WwvS.| 1.96 | 17 | 11 [o.2/1.8 [1 Días 750.70|749.40| 750.05] 16.9! 12.2 14.55] 18.1 17.5 14.80] 19.1, 19.7 20.0| 20.6) 17. 0.8 11.4| 10.0| 10.70 10] » S: 1.50 | 13 | 12 Jo.2] 2.0 [2 » 751.01|749.20| 750.10] 16.9| 11.6| 14.25] 18.2 10.9 14.55|18-9| £9.7| 19-9| 20.5] 17.5 0.8] 11.7| 9.4| 10.7o0|tof » SSW. 1.15 | 10 | 10 [o.6]f2.1 [3 » 751.19| 749-50| 750.34] 19.0 11.9] 15.45] 22.2 11.2 16.70] 18.9/ 19.5| 19.9 20.5] 18. 1.2] 11.6| 9.8| 10.70 Claro 1 S.SE-[MM8s | 16.1 171.2 [1.014 > 750.50| 749-15|749-82|17.0| 11.9| 14.45] 18.8| 11.4] 15.10 19.1| 19.5| 19-8| 20.4]19. o.9110.2| 9.8| 10.oo| 10] Cubi: Sy 2.31 | 20] 18 0.3] 2.0 l5 » 749-76| 748.70| 749.23] 16.2| 11.9] 14.05] 17.5 11.4 14.45 13.9| 19.5¡19.8| 20.4) 17. 0.5|xr.9 9.81 10.85|10] » S: 1.73 | 15 | 19 101.4 [6 » 749.20| 747.50 749.50/15.5 11.9| 13.70 17.0 11.5| 14.25] 18.8 19.5|19-7| 20.3 18.1 o.6|11.6| 9.8| 10.7o0f104 » S. A la ¡Cr a (OBOs 749.40 747.800 748.60/18.8 11.5, 15.13 | 21.0| 1c.6| 15 80] 18.7| 19.3 19.7| 20.3] 19.1 1.2 | 10.4| 9.6| 10.00 » S. 1.96 | 17 | 13 Jo.s | 1.9 fr Días 749.801 748.50| 749.25| 17.0 12.0 14.50) 18.4| 11-4/ 1490] 18.6 19.2| 19.6 20.3) £7. o.7|11.5| 10.11 10.80f1o] » S. 185 | 16 | 18 [0.7] 2.0 [2 » 750.011 747.80| 748.90] 18.0| 11.9 14.95] 20.0| 11.2 15.60]|18.5| 19.2| 19.6 20.2 1.2 | 11.4/ 9.8| 10.60] 9] » S; 2.31 | 201 137 Po.3 11.8 [3 > 751.20| 748.90] 750.05] 18.1| 11.5, 14.80 20.6| 10.4 15.50|18.5| 19.2 19.-5| 20.2 1.6] 11.0| 9.4| 10.20 » SW. | 2.43 | 21 | 14] ? f2.0 l4 » 751.54| 749.80 750.67|17 4 12.6| 15.00] 18.8] 12.0| 15.40 18.6| 19.2| 19-5| 20.217. 1.4] x1.2/ 10.0] 10.60¡10] » S.SW3| 2.66. | 23 l 14 ] ? [2.2 [5 0» 751.11| 749.40 750.26] 17.9| 11.0 14.45]18.8| 10.0| 14 40|18.5| 19.2] 19-5| 200.1 o.9|11.1| 9.3| 10.20¡10] » SW. | 1.50 | 13] 18] ? [2.2 fJó » 750.50| 749.10| 749.80] 19.5 12.4. 15.95] 23-8 11.7 17.75|18.5 19.2 19.4 30.1 1.5] 12.4 10.1) 11.25 Claro |S.SW.| 1.85 | 16 (16 /0.0]2.6 |7 » 750.00 748.15 749.07] 18.8 12.3 15.55]20.4 11.6, 16.00] 18.7 19.11 19.4 20.1 1.2] 11.0| 10.2| 10.60 Cubi:J 5. 1.83 | 16 ] 13 Jo.2 [1.8 PL. Ll. 750.09| 748.10| 749.09] 17.1| 12.1] 14.60] 18 4/11.2| 14.80]18.8| 19.2| 19-5| 20.1 o.8| 11.6 9.8| 10.70/10J » S.SW| 1.62 14] 19 |1.041.9 li Días 749-50|748.50| 749.00] 16.2 12.0 14.10] 17.0| 11.2| 14.10|18.7| 19.3 19-5¡20.1 o.6| 11.9 9-8 10.85 101» SW. | 1.38 | 12/20 [o.212.6 » 759.0t| 748 50| 749.251 17.4! 14.65) 18.9' 11.3! 15.10 19-51 20. 1.41 10,9 9585 10% » Si 1.50 | 131 19 10.011.4 Vo Bo (1) Cada una de estas unidades vale 1o kilómetros. Dr. M. R. Artola, Director. Imp. Mercaderes.=150. Observador, Francisco B. AGUAYO. Neblina en la mañana Celaje hasta 6,98 m p m s. 0.30 Neblina en la mañana Celaje hasta 8 h 40 m, P, MA. Tarde nnblada Teniblor 10 h, 80 m pm Celaje Noblina en la mañana Celnjo basto 0 h 10 1 pm Temblor de tierra 12 h 46m p Celajo en la tarde AV ARO 1 A A A y? ls ? E , ¿MTI y . A teme iso Jomn0r5d MICA al - » tr . Í $ 2.3 elo ra PP. AA >» — de MA A A Ed IN ARAS t PIPA 4 Y p ¿ e gol dl la 17» + Y ls. da ELIO EE 05 10 AA e po E j . $e (dl í | $ + 4 - : ; az de E +. $ j ñ po ; ] o bas z Ay 1-3 í 4 p K 4 K 3 y y h | | 1 $ ; > - sl Í ? y qn ; E E 4 ; P JA 7 a . : * Ú 1 S j E $ E : 15 . i : o E ds) E : : .” ”: S A á ES , $ 5 Bs y A '] k . A v j s ¡ 43 AS E 0 Id ” ? . a ; «e o Er Y > ? 6 ¿ Y E | a p ' Re q . . * eh ; z 1-3 7 ¿ A AN A 3 dy y 3 0 Eo” 7 E 4 5 ys o y a Í 19 +. € 3 2 eto $ h A! E 1004 E ne ; “+46: .) 20 É ; DIAN E y 4 E E ” dl li aia ANDAR AN A y ATA LE AAA AI . Í C A: y IATA A apt > M, E E e ema Pos! , ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA. OBSERVATOBIO “UNANWE=.” Latitud S. 12%-3'-44".5. Longitud W. de Paris 9-24'-5".2. Aliuwra sobre el mar 158 m. 50. 3 Obsrvaciones meteorológicas correspondientes al mes de fgosto de 1893. (ÚNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) LIMA PERÚ 1 n ' + o] ES 17 LE go SiS ; d ES [Presión barométrica Temperatura. Humedad re- la [Fuerza elástica] =| 2 Viento. Ss El iS | O a : iS o : : : lativa. [EZ] del vapor. |¿| 3 | El E Edel 402 C. A la sombra. [| A la intemperie | Del suelo 9 h.a.m. [| < ; 5, S 3l 3 nd herros len 24) S Lo E iS 1 NOTAS. = a E 35 3l Ss bomr- | POR sE- [horas. O Sie also EA MÍN. | MED [MÁX.| MÍN.| MED. [MÁx.| MÍN.| MED. | oópo: | eastto | oro | mao Y Zó [MÁX.| MÍN. 9 [MÁx. MÍN. MED. Ji] NANTE | GUNDO. | (1) IS 15 (7 1H 750.011 748.50 749.25118.8| 12.2| 15.50[20.9| 11.5| 16.20118.4| 19.1| 19.4| 20.0/17.8194.0|67.0 1.31 10.9 9.910.404 6] Claro f| S. 1.27 | 11 9 Po.op1.5 [Días 3 11750.451748.25| 749-30/19.4| .2| 14.30f21.9| S.4| 15.15 [18.5|19.0| 19.3| 20.0] 19.8196.0| 72.0 1.2 412.11 S.3110.20] 8j » S. 1.73 | 15 | 18 fo.o]1.4 » 4] Noblina on la mañana 2 750.40|748.40| 749.40] 21.1|12.3| 16.70[ 24 0| 10.0| 17.00 18.6| 19.1| 19.3| 20.0] 19.994-0| 68.5 2.0 12.7| 1o.o[11.35]| 6] » S. 2.19 | 19 | 10 fo.o[t.s 6 W750.60| 748.90| 749.75] 19.2| 11.9| 15.55 | 21.9| 10.4] 16.15 | 19.0/19.2| J9.3| 20.0] 20.3193.0| 75.0 1.6) 12.4, 9.7¡11.05] 6] Cubi S. CT E E AO » 751.70 749.80| 750.751 18.2| 12.8! 15.50f20.0| 12.4| 16.201 19.3|19.5| 19.5| 20.0] 18.7) 95.0 82.0 1.0[12.8| 10.5/11.65$10i >» [S.SW.| 1.85 | 16 f 11 [o.211.3 [Meng:] » » 1751.36| 749.40|750.38]19.0|12.9| 15.45 | 19.4| 12.0| 15.70 19.2| 19.5| 19.5|20.0/18.8195.0| 75.5 1.2 11.6 10.5/11.05810] » SW. ||1.50 | 13 | 12 fo.1 [1.2 [Días 11 749.201 751.20 750.20421.4| 12.5 16 95[25.7 11.5 18.60] 19.0|19.5 19.6 20.1/19.6/94.0| 63.0 7 1.4] 17.9 10.3/11.10] 8] » SW. ||2.08 | 18 | 16 fo.g2.0 ] » 2 751.92|749.70|750.80]20.5| 12.21 16.35124.0 11.S| 17.90 19.1| 19.5| 19-6| 20.1] 19.8] 98.0| 70.5 1.7 [12.6 1o.2[11.40] 5| Desp. [S.SW.| 2.43 | 21 f 18 f1.0[1.6] » 3 11 751.20| 749.90|750.55121.3| 12.2| 16.75] 24.6 11.3. 12.951 19.3| 19.6| 19.6| 20.14 21.0192.0| 69.5 80.75] 1.1113.1| 10.2/11.65] 8] Cubi: ] SW. a | (OA rra (a » 4» » 1751.25 748.90| 750.071 19.5|12.1| 15.80 22.3| 11.7| 17.00 19.5|19.7| 19.7| 20.1121.5f95.0| 75.0 1.0 12.6| 10.2[11.40f 9 » SSW.| 2.19 | tg f 19 |o.3 (1.0 O Ona 751.591 749.90| 750.74 18.0| 12.2| 15.10P 19.8 11.6| 15.70419.5|19.7| 19.7| 20.1f21.3Í96.5| 77.0 1.2 411.8 9.910.850 » S.SW.||1.73 | 15 ] 18 Jo.2 [1.8 Novil 1751.00| 749.40| 750.20] 18.0| 11.9| 14.95] 18.9| 11.2| 15.05f19.3/19.7| 19.8 211.24 19.0f96.5| 73.0 1.0 11.2|10.1/10.65 10] » S. 2.31 | 20 | 16 fo.2 [2.0 [Días 1 UN 751-30|749-70| 750.50] 19.2| 11.9| 15.5521.4| 11.3| 16.35 19.2|19.6 19.8 20.21 19.21 96.5| 71.0 1.44 11.8 10.o/10.9g0f 8] Desp. [S.SW.| 1.85 | 16 | 13 [o.8f2.5 | » 2 EN 751.29|748.90| 750.09| 19.6| 12.0, 15.80]22.4| 11.4| 16.904 19.1|19.5| 19-7| 20.2 19.3198.0| 67.0 1.5 11.4| 10.0|10.70] 7 » S.SW.|!1.96 | 17 | 18 [o.3 | 2.7 » -3 1175 1.00|749.30| 750.15] 17.9| 12.0] 14.95 | 19.3| 11.6| 15.45 19.2|19.5| 19.6| 20.18 17.8l96.5| 73-5| 1.3 | 11.2| 10.2/10.70310] Brum.f S.SE. || 3.2 28 | 19 fo.2[1.2 A! 1750.15|748.90| 749-52(15.9| 12.1] 14.004 17+4| 11.8| 14.401 19-0| t9.5| 19-6| 20.1417.1[98.0 86.0) ( o.8Y 11.6| 10.1/10.85H104 » Sl 2.77 | 24 | 20 [o.s [1.5 » 5] Noblina cn la mañana 1749-70| 748.50 749.10| 19.2| 11.9| 15.551 20.6| 11.7| 16.15[18.7| 19.4| 19.6 20.1117.9|98.0| 70.0 1.1[f 11.6 10.2/10.90 M0 » N.W. || 2.89 | 25 | 21 [o.6/2.9 » 6 1 759.20| 748.90| 749.55 17-0| 12.0| 14.80/19.4 11.6 15.50|18.6| 19.3| 19-5| 20.0] 17.9198.0| 74.0 1.0P11.1|10.1/10.60f10j Cubi: Si 2.31 | 20 | 20 [o.of2.1 | » 7 749.30 248.001 748.65) 16.4| 12.3] 14.35% 17.2| 11.0| 14.10,18.5| 19.2| 19.4] 20.04 17.2192.0| 80. 5 0.7411.6/10.9 11.25410] Brum. $. 1.50 | 13 | 18 Jo.7] 1.5 C: E: 1750.10] 748.20| 749.15] 20.0| 11.8| 15.90]21.9 11.0] 16.45 118.3| 19.11 19.3 19.9]19.4195 0/66.0| 80.50] 1.5]11.4| 9.810.60| 7] Claro] S.W. | 2.08 | 18 [ 19 fo.2[2.4 [Días 1 1 751.10|748.75|749-97|21.2 11.6| 16.40[23.9| 10.8 17.35|18.4|18.9 19.2 19.8 19.6/93.0| 64.078.501 1.3j11.9! 9.8[10.85] 8] » [S.SW.| 1.38 | 12 18 Po.oj1.8 IZ 1'751.00| 749.50| 750.251 18.1|12.0| 15.05f 19.6| 10.4 15 00[18.7|19.1| 19.3| 19.9) 20.0/99.0| 79.0 89.00] 0.2 12.1] 9.6 10.85 ¿10 Cubi: [S.SE. | 1.85 | 16 f 16 fo.1 4.2 | » 3] ..donsneninmañana 1750.09| 748.60| 749.34, 11.8| 15.85 23.4] 11.4| 17.4018.8 19.1|19.2|19.8]20.2195.0| 68.0 81.50] 1.6/11.8| 10.3|11.05 9] » S.SW.|| 1.62 | 14 | 20 fo.212.4 [| » 4 7 749.60 12.0] 15.60] 21.7|1:.5| 16.601 18.8| 19.2| 19.3 19.8/20.7198.0| 71.0 84.50] 0.9f 11.8] 9.910.851 94 » [| S.SE.| 2.66 | 23 [| 19 Jo.o2.0 | » 5 1 751.34| 748.80 12.4| 16.60f 24.0| 12.0| 18.co[18.9| 19.2| 19.3 19.8121.5]95.0| 67.0, 81.00] 1.6] 12.2| 10.2 11.20] SiClaro 5. A rl O [ros 206 1750.60| 748.50 12,0| 16.00423.0| 11.5| 17.25 | 19.3| 19.3] 19-3|19.8] 20.7J95.0|65.0| 80.00] 1.9 11.3| 10.2|10.75| 7Í » S.SE. (13.93 | 34 [ 20 [o.2 2.2 ee 7 1750.00| 748.0 1.5 | 15.45[21.1/ 11.0 16.10|19.4 19.5 19.4 19.9118.7196.0| 66.0 81.00] 1.3110.9 9.9 10.40 1103 Cubi: |SS.W.| 2.08 | 18 | 16 [o.7 [5.8 | Plenil: í 748.15| 749.20] 20.2| 11.8 16.00[21.8 11.1] 16.45[19.4|19.6| 19.5| 19.9 19.0/95.0| 63.5| 79-25] 1-5(11.2| 9.8/10.50]/ 8] » SS.W.| 1.62 | 14 | 17 Po.5 [2.3 [Días 1 |751.60 749.So| 750.70] 20.9|12.2| 16.551 23.9| 11.6| 17.75] 19.4 19.6| 19.6| 19.9[19.8193.0| 67.5 80.00] 1.7[12.4| 9.8|11.00] 2 Claro SS.W.|! 2.66 | 23 8] ? [3.0 » 2 [253.46| 750.50| 751.48] 17.4 12.5/ 14.95 [18 3 11.11 14.70] 19.4| 19.6| 19.6; 20.0] 19.2192.0| 78.0 85.001 1.1f11.5| 9.9/10.70j10¡ Cubi: | SS.E. | 3.93 | 34 f 18 fo.2[2.8] » 3 750.Sol 748.60| 740.701 16.8| 11.8] 14.30418.0|11.2| 14.60f19.3| 19-6| 19.6| 20.0] 18.3199.0| 83.0/ 90.504 0.7[11.8| 10 211.000 Brom. S. 2.08 | 18] 19 Jo.6J1-0 | >» 4. desdolnst opa. (1) Cada una de estas unidades vale 10 kilómetros. Vo Bo > > Observador, | Dr. M. KR. Artola, Director. ; Francisco B. AGUAYO. Imp. Mercaderes.—150. a . y LD ED ANNAN ARA BOLETIN Sociedad (heográfica de TOMO III. Lima, Domingo 31 de Diciembre de 1893,—Nums. 7,8 y 9. OBSERVACIONES HECHAS POR EL SUBPREFECTO DE LA PROVINCIA DEL CERRO DE PASCO EN LA VISITA PRACTICADA A LOS VA- LLES DE HUANCABAMBA, PALCAZU Y OXAPAMPA. Cerro, Agosto 23 de 1893. SEÑOR Vice-PRESIDENTE DE LA H. JUNTA DEPARTAMENTAL. Tengo el honor de elevar á la consideración de esa H. Junta por el digno órgano de US., una cópia de las informaciones de esta Sub-Prefectura, con motivo de la expedición llevada á cabo en unión de D. N. Ravena, D. J. J. Languasco y el Ingeniero D. Ro- berto F. Lets, al Palcazu. De ellas se desprenden, sobre otras con- secuencias de alta importancia, dos puntos radicales á los que debemos dirijir todos nuestros buenos oficios y basar en ellos la ventura y felicidad nacional. El primero es el camino á Chontabamba, por el puente de Hual- ga, que se está abriendo y construyendo con el concurso gratuito de los Pueblos y con el apoyo de esta Sub-Prefectura. Este camino abre la comunicación á los valles de Chontabamba y Oxapampa, que son un caudal de esperanzas para el porvenir, y donde se establecen actualmente los colonos emigrados del Pozuzo, hasta hoy amu- rallados é incomunicados, sin mas vía de penetración que la que con- duce por Huancabamba y que mide en todo su rodeo treinta y tres leguas desde el Cerro de Pasco, por senderos, cordilleras y gargan- tas de pasos peligrosos, llenos de molestias y casi impracticables. La ruta entera en construcción es solo de veinte y tres leguas á Chontabamba y veinte y cinco á Oxapampa, por terrenos accesibles y sin tanta elevación como el anterior. Aquel sube en el paso de > , E PES Añilcosha á 15,209 piés, miéntras que el de Culebramarca ó sea el camino nuevo, en su mayor altura, alcanza apenas á 13,000. Confiada esta Sub-Prefectura en los sentimientos de entusiasmo que sobre esta obra animaban á esa H. Junta, para conceder dos- cientos soles pedidos por D. Enrique Bottger para herramientas, no he trepidado en prove>rles de hachas, picos y otros útiles, recurrien- do al comercio de esta plaza y comprometiendo mi crédito en el wes de Mayo último, supuesto que la aglomeración de comunidades ha- cía de necesidad palpitante esta provisión para utilizar conveniente- mente el trabajo. Merced á estos esfuerzos, hoy está el camino á terminarse, á tal punto que solo quedan dos leguas por abrirse para penetrar á Chontabamba, habiéndose concluido seis leguas desde Abril hasta la fecha. Por estos fundamentos, espera este despacho que esa ilustrada Corporación ordene el pago de los referidos dos- cientos soles, para saldar y cancelar las cuentas que originales acom- paño. El otro punto capital, es la construcción de un camino de herra- dura de Oxapampa á Palcazu, sobre el que llamo la atanción de esa Institución, á fin de que estudiando la necesidad de abrir esas fera- ces regiones á la civilización, por medio de caminos que faciliten la colonización, contribuyan con la cantidad conveniente ambos cuer- pos, la H. Junta Departamental y el Concejo de Provincia, para es- tabiecer la conexión fluvial, última nota de considerables ventajas para esta Provincia en particular y para el país en general. Ante la idea de facilitar 'a comunicación con el Atlántico, á la vez de en- tregar aquellos inmensos bosques á la inmigración, á la agricultura y al comercio, se desarrolla un cúmulo de promesas y beneficios de incalculables utilidades para la Patria, y cualquier sacrificio de sus autoridades el día de hoy, siempre será exíguo y pequeño, compara- do con la magnitud de sus resultados. El monto de la cantidad necesaria para este propósito, no excede- rá de ocho mil soles, á juzgar por el siguiente cómputo: Por 15.000 jornales, calculados á razón de cuatro métros de camino por jornal, en 60 km. que média entre Oxa- pampa y Palcazu, áS. 0.50 cada uno...............9. 7000 Sueldos de Dirección y sobrestantes en cuatro meses.... 600 Herramientas. Pi o a AS SR 400 S. 8000 Se presenta además una facilidad suma con el apoyo de la auto- ridad política, para procurarse fondos y hacer frente á la obra. Se- eun datos seguros obtenidos de la Recaudación Fiscal, existen nue- ve semestres de contribución personal por cobrar hasta el 20 del año corriente inclusive, y próximamente cuatro de las contribucio- nes prediales de la Provincia, pudiendo calcular en S. 150,000 la su- ma de rezagados, cuya realización es problemática é incierta. Las cantidades por pagar pendientes de Presupuesto, no llegarán á ' — 243 — S. 100,000, quedando por tanto al Departamento la posibilidad de distraer los ocho mil soles en una obra, que mas tarde será fecun- da en erandísimos frutos para sus mismos ingresos departamenta- les. Esta misma condición de fondos á cobrar, podría ser una faci- lidad para votar esa suma, porque á la H. Junta, no le sería de gran sacrificio cederla en las contribuciones mas atrasadas, á fin de que sus recaudos se depositen en la Tesorería del H. Concejo de la Pro- vincia, dedicados exclusivamente á la citada obra del camino al Pal- cazu, miéntras la H. Junta nombrase su Director Ó estableciese las mejores garantías de su inversión. Aquella condición de girar la cobranza de la cantidad cedida, para conseguir la suma del proyecto, deducidos los premios de recaudación, se compromete á llenarla esta autoridad, así como á dictar las disposiciones convenientes, pa- ra que los pueblos concurran por jornal á la construcción del cami- no, llegada que sea la oportunidad. En esta virtud espero del patriotismo y espíritu levantado de _los que componen esa H. Junta, una resolución digna del asunto que se trata, anticipándoles á nombre de la Provincia, mi reconocimien- to; y ofreciéndole mis consideraciones de estimación— Dios guarde á US. - AP. CHÁVEZ. HUANCABAMBA. El río de este nombre, que nace en la cordillera de Añil Cocha, forma el valle á las diez leguas de su curso, precipitándose por una quebrada estrecha en la que se encuentran dos puentes. El prime- ro en el riachuelo de Chicos, á siete leguas de su orígen, descendien- do 6,700 piés, y el segundo en el punto de Huamanhuay, de alambre, se compone de tres hilos y su extensión es de dieziocho metros: su construcción ha sido á mérito de los esfuerzos del Comisario y del Gobernador del valle, señores Enrique y Pablo Bottger y habilitado por medio de una suscripción general de los hacendados. Se encuen- tra 46,950 piés sobre el nivel del mar, y ensanchándose desde es- te punto la planicie, comienza el valle con la hacienda Chilachi, á corta distancia ó sea á 2 kilómetros del puente. Siguen áesta, todas las demás haciendas áambas márgenes del río en una extensión de tres leguas próximamente, que termina en el Tingo, punto de confluencia del Huancabamba con el Chorabamba, y en el que las montañas se estrechan, cerrando por aproximación las facilidades de que pudieran haberse aprovechado aquellos hacen. dados, para proseguir su pobre y deficiente nota de civilización. Con corta proporción difieren de nivel todas las haciendas de esa sección situadas entre 6,400 y 6,600 piés: su clima es benigno, sa- no y agradable, favorecido por una brisa reinante muy saludable y que atenúa los rayos solares. > Mi e E a! > ” Lar ? l Lay — DE = La industria no se manifiesta en estado de progreso ó preponde- rancia. Bien, por el contrario, se nota cierto espíritu de atraso y de- cadencia en la mayor parte de las haciendas, con excepción de algu- na que otra. El terreno inculto y abandonado puede considerarse en un 70 por ciento. Existen haciendas que solo se contraen á la crian- za de ganado y pastos. Del Tingo se han construido, antes de ahora dos caminos que absorvieron infructuosamente los dineros del Estado, en grandes su- mas, producto fatal de la concurrencia de no sanos factores interesados en la explotación de influencias y provincialismos, que jamás pueden ofrecer frutos saludables, en razón de que la pasión los domina y desvía del verdadero camino del interés social de la patria. Uno de ellos que conducía al Pozuso, ha necesitado, según informes, más de cuarenta mil soles efectivos para su construcción, quedando terminado y expedito en la administración del General Prado. Como la importancia de una comunicación de doce le- guas entre dos valles nacientes, era ninguna, ambos necesitaban fa- cilitarse la vida con la sábia de los centros de comercio que susten- tasen las exigencias industriales, cosa que no se hizo y el camino ha quedado abandonado; y sin la conservación que impone el tráfico contínuo, es hoy tan solo una trocha ciega, obstruida en mil partes por los derrumbes, árboles caídos y el monte que en tanto tiempo ha vuelto á apoderarse de él con mayor fuerza. El segundo camino, trazado de dicho punto Tingo, fué el que de- biera unirlo con la confluencia del Palcazu y el Chuchuras. Este ha empleado entre otras sumas, que por falta de datos fundados no pueden precisarse, la de 31,005). billetes en la época de la Dictadura, habiéndose trochado solamente siete leguas, sobre las que, según cálculos, faltaban aún cinco para llegar al puerto Palcazu. Hoy no queda ni huella de aquella trocha, habiendo sido igualmente infruc- tuosos esos trabajos. Esta vía ha tenido el honor de recibir variadas exploraciones: primeramente el R. P. F. F. González, prefecto de la Misión en Oxa- bamba en 1882; el Ministro Ruso y el coronel señor Samuel Palacios el 89, que vinieron por Chanchamayo, San Luis de Shuaro y Cerro de la Sal: el ex-Cónsul Mr. Olivier Ordinier, pasó el 89 de Huanca- bamba hasta el puerto referido. Finalmente el R. P. f'. Gabriel Sa- la, ha expedicionado al Pozuzo por el Mairo, en su primer viaje para Iquitos, hasta Callería; é internándose por segunda vez por Huánuco al Palcazu y el Mairo, surcó el Pichis y atravesó á pié las regio- nes del Cacazu empleando muchos dias hasta el cerro de la Sal. Con pequeños accidentes de los montes que circundan el valie y separándose de él, en dirección al S. E. se desarrolla el de Cho- robamba que contiene varias haciendas, entre las que sobresale por su adelanto Yanachaga, de propiedad de los señores hermanos Pablo y Enrique Bottger y termina con la hacienda Carolina, cuyos terrenos enmontados y llenos de maleza, ofrecen toda clase de incon- veniertes al transeunte en el camino. Todos los hacendados man- tienen en buen estado la sección del tráfico que les corresponde, á excepción de este último que conserva focos de infección, atollade- — 245 — ros, árboles caídos, derrumbes, puentes rústicos rotos y mil tropie- zos, originados por la incuria, decidia é indiferentismo criminal que viene ejerciendo el propietario de Carolina desde su ingreso á aquel valle. La administración política de esta región, representada por un Comisario Rural y un Gobernador, se encuentra trabajada, sin poder refluir sus benéficas auxilios, por la carencia absoluta de la fuerza indispensable á toda autoridad, si se juzga que el apoyo de los su- periores de provincia ó departamento, se encuentra á muchas le- guas de distancia, intransitables por sus malos caminos y que la consecuencia de esta intercepción material, es la demora indefinida de las comunicaciones y la estemporaneidad con que llegan á su des- tino los auxilios. Como inmediato efecto de esta situación, tan poco satisfactoria, se advierte el atraso y deterioro de los caminos, la falta de correos, la ausencia total de una escuela de instrucción primaria y la inercia y marasmo en la vida social. Contribuye para esto, la libertad de que gozan para la practica de crímenes y arbitrariedades ciertos in- dividuos de malos antecedentes, muy contados, que por influencia y padrinazgo estan eludiendose, hasta hoy, de las serias responsabili- dades civiles y criminales á que este despacho los ha sometido en determinadas ocasiones. Hoy, con la formación y establecimiento de la Guardia Rural, decretada por el Supremo Gobierno, en 4 de Abril último, á solicitud de esta Suprefectura, podrá modificarse es- te estado anormal de cosas y se restablecerá la confianza con la ga- rantía de vida é inter=ses que aquella ofrece en el ejercicio de sus funciones. OXAPAMPA Y CHONTABAMBA Siguiendo por la margen izquierda del Chorobamba y siempre al S.E., se presenta el valle de Oxapampa, ocupado por infieles, al lado del Convento de la Misión y los colonos Alemanes por el $., cu- yos lotes se extienden hasta tres leguas Ó sea hasta el Tuetillú, dis- tante cuatro leguas del Cerro de la Sal, que está á seis leguas del Paucartambo, límite S. de la provincia de mi-mando. La capilla del convento, está dedicada á Nuestra Señora del Tránsito y un hermano descalzo la cuida, acompañado de muchos infieles ya devotos. A una legua de la Misión y en terreno del colono Jorje Hasinger, se sigue aguas arriba el mismo rio Chorobamba, que con el nonbre de Chontabamba se desprende de las faldas de la Cordillera de Culebramarca para bañar el valle de su nombre: asi qne esta planicie paralela á Huancabamba, ancha, feraz y bas- “tante ventilada, se extiende en la parte mas larga de su topogra- fía, casi de O. á E., con una ligera inclinación al N. y en una longi- tud de tres leguas, ensanchándose á sus costados hasta una legua. La temperatura es muy igual, pues se asegura que solo varia de 16” á 24” en estos últimos valles, subiendo en el de Huancabamba y Chotabamba hasta 28 grados Reaumur. La planicie de Chontabamba converge con la de Oxapama al > A e A Ll > A A 1] E e í q C A : É — 246 — mismo nivel y á la altura de Candelapampa presenta una vista deliciosa y entusiasta. Se extiende por delante un plano horizontal en el fondo de la quebrada, que comprenderá próximamente 80 ki- lómetros cuadrados, aparte de las faldas que lo rodean y que por el 3 suave declive de las cumbres que las forman, podía calcularse en 200 á 260 kilómetros cuadrados el terreno utilizable para la agri- cultura. El valle de Oxapampa de una area mayor que el de Chon- tabamba, se dibuja de N. NO. áS. SE y su posición central asi co- mo su gran extensión y fertilidad lo hacen codiciable é importante. Aquí admira que en diez metros de terreno se encuentre el trigo en pacífica producción junto ála caña de azucar: el café en solo diez y ocho meses, hace gala de innumerables flores y enseña su primer fruto: los tabacales irguiéndose á porfía cada cual con hojas mejo- res y como si estuviesen orgullosos de ofrecer la segunda cosecha en el mismo período de tiempo que el café: la caña de azucar lozana de 9 pies de alto y en toda su madurez en la misma edad que los ante- “ riores. Finalmente, como me refiero al primer periodo de civilización de esos valles, réstame asegurar que se estan haciendo los ensa- yos en todas las producciones tropicales y de costa, así hemos visto la uva, árboles frutales y otras que prometen fructificar muy pronto. Como hemos dicho, el Chorobamba baña estos dos valles ser- penteando y finjiendo semicirculos que hacen mas graciosa la im- presión poética de esos lugares. Todos estos valles, son otras tantas hoyas hidrográficas, cu- yos hilos de agua fresca, clara ó torrentosa, podrían ser aplica- dos, como motores de poderosas maquinarias útiles á las indus- tria agrícola y fabril. El valle de Oxapampa y Chorobamba, está favorecido por diez tributarios de consideración, llamados de S. á N. Elamanquizú, Can- tarizú Ocuz, Quillazú, Gramazú, Panamazú, Palmazú, S. Daniel, Punchao y Yanachaga, aparte de otros arroyos y acequiones que forman á estos. El Chontabamba, se forma de cinco tributarios sin nombre, que bajan de Culebramarca y montañas divisorias con Huancabamba. El cuadro de distancias que voy á desarrollar, partiendo del va- lle de Oxapampa á todas direcciones, probará con la elocuencia irre- futable de los números, que este punto está llamado á formar un centro del que irradiarán mas tarde las arterias, de comunicación en dirección al Cerro de Pasco, á la capital de la República, al punto fluvial de Oriente y á las montañas de Chanchamayo y Perené, a e) AE 33 leguas UNA pS A AS 5 Jarunca (Tribu). 5% A Chunchuras (Tribu Concuña) A E Palcazu (Confluencia). ii y e ree ES x A A — 247 — Oxapampa á Chontabamba.........oooo.oooo.. 2 leguas vo 5 E SAS NS OO AS Es A O O O A 4 mA va) A AO 5 "e a USO ASIS) diia «th 10 > 23 leguas Oxapampa á Paucartambo.................... 18 leguas y AU AO TA a a Lo $4 A yu co O RCN a cons 00 ce Li ,, La Oroya. 9 nde 34 leguas Oxapampa al Cerro de la Sal.................. Y leguas E US CO ISIMarO. ios dalcaje aca ARA e A Merc tos rs oca O E $ A NS A SA 14 E E 2834 leguas Estos convencimientos han entusiasmado á esta autoridad, para procurar acelerar la construcción del camino que inició por el puente de Hualga, Don Enrique Bottger, y que desde el 1” de Abril de este año se ha estado trabajando en pequeña proporción, con el concurso de Don Conrado Muyer, Don Jorje Hasinger y algu- nos otros colonos. La sección del camino “nuevo comprende ocho leguas,que esperamos estarán concluidas á fines de Agosto próximo, á cuyo término se habrá asegurado la estabilidad de la interesante colonia de Oxapa 1pa y Chontabamba, y su breve incremento co- mercial. - Este mismo camino está en proyecto de aprovecharse para Huan- cabamba, á fin de que los beneficios se estiendan á toda la región mon- tañosa de la Provincia. Alefecto, recibe hoy un poderoso impulso de los pueblos de Ninacaca, Paucartambo, Quiparacra, Huachon y Chipa, todos de la jurisdicción de esta Provincia; habiéndose nega- do á concurrir los pueblos de Carhuamayo y Ulcumayo que correspon- den á la de Tarma, bajo pretestos más ó menos admisibles; pero que siempre entrañan localismos y emulaciones ridículas que deben des- terrarse, tratándose de un verdadero beneficio para el país. Aquí me parece oportuno encomiar la constancia, abnegación y patriotismo de su Director don Enrique Boteger, quienen medio de mil padecimientos, privaciones y desengaños de todo género, perse- “vera en su obra, sin que la más mínima , nota de interés particular lo impela á tanto s «crificio y heroismo. Hl deseo de ayudar á los Colo- nos, los sentimientos de humanidad en el más alto grado lo mueven. Condolido de la suerte triste que se dibujaba en el porvenir para los Colonos del Pozuzo y aun para estos mismos sitios, si no se les abría comunicación, se resolvió á hacerlo esa alma noble, > A A o AN db 3 á , e AS 4 - —- 248 - generosa y henchida de patriotismo peruano. Este último califi- cativo lo merece, por el propósito firme que tiene de seguir su obra de caminos hasta el Palcazu, siempre-que esté apoyado por la Auto- ridad política; y como las recomenda:ziones del Supremo Gobierno, tienden á prestar el más eficáz apoyo á esos propósitos, que acaba- - rán por franquear para este Departamento la vía fluvial por ese puer- to, abrigamos la esperanza de inaugurar, muy en breve, el camino de Chontabamba, y antes de un año el que debe conducir al Palcazu, para probar al mundo entero que los grandes acontecimientos se im- ponen por su propia naturaleza. PALCAZU. Trasmontando hacia el N. la Cordillerá de Yanachaga á cuyo abrigo se mantienen Chorobamba y Oxapampa, y cuya mayor altura accesible no excede de 10,000 piés sobre el nivel del mar. se pre- « sentan á la vista los grandísimos y extensos valles del Palcazu y Pi- chis. En el término setentrional se encuentra el Pachitea, gran colo- so fluvial que podía mantener una Aduana, fuente de inagotable ri- queza para el Perú. El valle del Palcazu está dividido del Pichis, por una cadena baja de cerros, llamada San Matías,que se extiende de N.á $. El ho- rizonte formado por estos dos valles,es tan vasto al E. que no alcan- za la vista y se extiende hasta el río Tambo, límite oriental de la Provincia; y por el S. se cierra con la Cordillera Yanachaga, mencionada antes, cuyos intrincados montes y prolongados contra- fuertes que se extienden entre el Perené y fuentes del Pichis, no pueden ofrecer campo conveniente para la colonización. Los terre- nos colonizables se presentan en los dos costados O. y E. de dicha ca- dena del Yanachaga; por el O. desde el Tuntillú, porel Cantarichu hasta Chontabamba y por Oxapampa hasta Huancabamba; y fina!- mente por el E. todas las llanuras orientales bañadas por el río Pal- cazu, y los tributarios setentrionales del Pichis. El valle del Palcazu, dibujado por hermosísimas sábanas de in- mensos bosques, en que la fauna se ha propuesto ostentarsus ga- las y la naturaleza adornar sus más preciosos atractivos, lo constituyen llanos y faldas tendidas de una tierra inmejorable, con una exuberancia feráz en todas las producciones que en estado salva- je se presentan á los esploradores, é irrigado admirablemente por todos sus costados, por medio de canales de los que algunos invitan al tráfico de Canoas. Habitado hoy tan solo por infieles de las tribus Campas y Amueshes, se presta á confeccionar interesantes leyendas del género de la de Chactas, de las que inspiran las selvas reconditas del Africa Ó las muy remotas de la época del Coloniage. Sus generosos moradores están en la mejor disposición para someterse al mun- do civilizado y no se oculta la sed de progreso que determina su en- tusiasmo sencillo y exagerado, al hablarseles de navegación fluvial y apertura de caminos: muchos de ellos hablan un mal castellano con el que se hacen entender facilmente: conocen el negocio del cauchuc, — 249 — la estracción de la copaiba y el copal, haciendo uso de este último como lumbre de sus cabañas en la oscuridad de la noche: conocen así mismo el cacao; y la coca entra como elemento indispensable de su alimentación. El Palcazu, río de cincuenta á sesenta metros de anchura y diez metros de fondo en los veranos más rigurosos, es completamnte na- vegable desde la confluencia del Chuchuras hasta el Pachitea, por embarcaciones á vapor que calen hasta dos piés de profundidad. Aquí puede recordarse la historia del Putumayo que de regreso del Mayro, varó en una Isla que existe en la desembocadura de uno de sus tributarios, teniendo que invernar ocho meses hasta que las crecientes de agua lo hubieran sacado á flote; esto no por falta de fondo, sinó porque temiendo la correntada de aquel afluente,se creyó oportuno variar de brazo y anclar junto á la isla, buscando abrigo á favor de ella, dando por resultado que al día siguiente estuviese va- rado el vapor, apesar de que el río siempre magestuoso, ofrecía un fondo capáz para mayores embarcaciones. Esta circunstancia, me re- cuerda el error en que está el señor Coronel Palacios, á juzgar por los juicios emitidos por él en la sesión del 9 de Marzo del año co- rriente,en la Sociedad Geográfica,en que sostuvo que ni el Pichis ni el Pachitea son navegables, insistiendo en que las correntadas y los bajos ha- cían imposible surcar el Pachitea y sosteniendo que el Pachitea solo era navegable periodicamente. Parece que el Coronel preopinante se refe- ría al Palcazu, que esel que tiene algunas correntadas, porque el Pachitea formado por el Palcazu y el Pichis recibe vapores de gran calado y su velocidad no pasa de 2 y media millas. De los informes adquiridos por el que habla entre aquellos in- fieles, conocedores á fondo de los terrenos que median entre el Pal- cazu y Pichis, así como de las aguas de este último, puede asegurar- se que solo dista cinco leguas de un río á otro; que el caudal de agua, es igual aproximadamente, y que el segundo por su mansedumbre y nivel todo igual, ha recibido vapores grandes en todo tiempo hasta la confluencia del Anacayali, una ó dos leguas al N. de la confluencia del Chivis. Hoy con las últimas observaciones hechas sobre vaporcitos de seis á siete pulgadas de calado, se acentúa más y más la navegavili- dad del Palcazu, cuyo tráfico fluvial es una esperanza inmensurable de ventaja para el país, así en el ««rden comercial, como en el polí. tico y hacendario; pues el trayecto hasta el Pachitea se puede ha- cer en un día en canoa. Los canales que forman el Palcazu, son el Palcas que recibe el Itruz, el Umaripumiz y Chumarú, todos nacientes en la cadena Ya- nachaga al O. y SO. del Palcazu. El Isheusarin al SE. que se com- pone del Cuacuasaten, Atash y Cacayú, que nacen de los contrafuer- tes de la misma cadena que se extiende en esa dirección; y el Chu- churas cuyos tributarios Purayo, Zap Yagarata salen de la cadena del Yanachaga por Cajompata, es decir al O. del puerto Palcazu y el Amais que corre del SO. llevando sus aguas al mismo Chuchu- ras. Existen además muchos acequiones y vertientes que juntan sus 2 ' s O aguas álos arriba mencionados y que siempre serían un poderoso auxilio para la industria. De los tributarios del Palcazu, es navegable en canoas el Palcas, desde el Eshcusarin y los intieles se sirven con pocos inconvenientes del Chuchuras, desde el Purayo. Estos ríos descienden suavemente los dos á trescientos piés de altura que difieren hasta el puerto Pal- cazu, endos leguas en que escurren sus aguas por un lecho lle- no de curvilíneas y remansos pintorescos. Si después de haber recorrido y admirado esas inmensurables regiones de los bosques, ante el cúmulo deimpresiones que conser- va el espíritu, ya por las facilidades para la agricultura, como por las de comunicación fluvial que nos aproxima al continente Europeo por el Atlántico, se propone uno divisar el magnífico y curioso ho- rizonte de la parte oriental de nuestro territorio; la imaginación en ejercicio obligado de sus facultades no puede sino entregarse á ilu- siones que por sus ventajas grandísimas para el país, parecen fen- tásticas y novelescas, sin embargo de que nada hay más realizable, si por parte de nosotros mismos los peruanos ponemos los medios pa- ra esa realización. Surgen además consideraciones de otro género, que apesar de ser materia muy delicada, es necesario consignarlas, para que se vea cuales han sido las causas por las que hasta hoy, después de un si- glo que hace que se inició la civilización de los infieles, ha reinado el salvajismo y se han mantenido en estado inculto y desconocido esas privilegiadas comarcas que nos llaman con la voz del patriotismo. Varones de un celo religioso apostólico como Fray Manuel Bied- ma, del Orden Seráfico, F. Juan de Campos, F'. F. Gutierrez, Fray Juan de Dios Fresneda, habían conseguido en el siglo 17 florecer las misiones de Manoa, que las conceptuaban de interés general para los padres misioneros, para el país y para el Monarca; pero los Ca- llisecas desc>nfiados y émulos arrasaron completamente el Ucayali. dando muerte á muchos padres y desvirtuándose entre los que esca- paron á Manao todos los principios de Religión que habían adquiri- do y por consiguiente quedaron infructuosas aquellas misiones. Seguidamente, á fines del siglo pasado, los misioneros PP. de Ocopa F. Narciso Girbal y Barcelo y F. Buenaventura Márquez, co- munican al R. P. Guardian F. Manuel Sobreniela haber reconquis- tado las misiones entre los Panos, Manaos y Canivos: esfuerzos de perecedera existencia y estériles; porque á poco tiempo volvieron á perderse tantos sacrificios, ya sea porque no todos los misioneros ejercían 'solo el santo celo de su digno ministerio, ya porque la ausen- cia absoluta de caminos con el mundo civilizado, hacian imposible to- do apoyo por parte del Virrey, para sostener el estado floreciente de las misiones, y las riveras del S. del Ucayali hasta el Chanchamayo volvieron á sumirse en la oscuridad de lo desconocido. En el curso de este siglo hemos visto igualmente muchos casos en que la barbarie de esos infieles se ha cebado en los religiosos que han penetrado á las tribus bravas, habiendo quedado entre algunas de éstas una preparación agresiva á todo lo que lleva el sello de mi- ( E — siones. Hoy mismo no son admitidos desde Callería hasta el Uca- yali. Algunos particulares atrevidos han establecido negociaciones de caucho, ocupando á los mismos infieles, y obteniendo resultados pacíficos y lucrativos; pero agobiados por la soledad y carencia de comunicación han tenido que abandonar pingúes perspectivas co- merciales. Bajo este pretexto se han establecido contrabandos criminales, con el comercio de hombres y mujeres infieles, á quienes han vendi- do en las cabeceras del Brasil, despues de sorprenderlos con la más refinada hipocresía de buena amistad, entregándolos amarrados á sus compradores. Escenas como las de los Romanos con los Galos, se han representado á lo vivo en las márgenes del Ucavali y Ama- zonas, sin quese haya podido. cortar ese abuso, por pasar desaper- cibido, como dicen vulgarmente entre sacristanes y Campaneros. Estas consideraciones nos inducen áestablecer como fundamen - to inamovible, que el mejor elemento para someter'ésa zona á la ci- vilización es el colono: sus hábitos de trabajo sirven de ejemplo al carácter imitativo del infiel y la misma convicción de que este le produce desahozyo, facilita mucho más el arraigamiento de tan sa- ludables principios. Por otra parte, estos ejemplos consolidan sus buenos instintos, porque el inflel es ajeno á la emulación, á la menti- ra, al robo 6 á la ambición de lo ageno; guarda un respeto admira- ble á lo que no es suyo, razón por la que no vé con agrado tener que trabajar para el sustento de los misioneros. Esto no quiere decir que se extirpen las misiones; pero debe atenderse la educación espiritual, sin que sus apóstoles la hagan muy recargada y onerosa para comu- nidades nacientes. El entusiasmo del trabajo y los diversos fenómenos de la natu- raleza reflejado. en la pesca, el comercio y la novedad de las pro- ducciones constituyen el verdadero aliciente del infiel. Una prueba firme de este concepto, es la facilidad con que el muy recordado don Enrique Botuger consiguió la cesión de las llanuras de Oxapampa y Chontabamba, apesar de las oposiciones del muy Reverendo Padre Prefe:toF' Gabriel Sala, que manifestó sus temores en varias cartas; pruebas que confirman un tanto más sus buenos resultados, si se juz- ga que aquellos infieles hoy establecidos entre los -colonos alemanes. se muestran dóciles á todas las indicaciones que se les hacen ten- dentes á la conservación ó modificación de caminos. Hemos tenido el agrado de ver trechos del trayecto en la propiedad de esos des- graciados, correctamente limpios y alineados, y que servían de ejem- plo para encaminar á algunos, ae los civilizados, á quienes hay que imponerles fuertes multas para obligarlos á estos cuidados. Ante esta perspectiva tan favorable no debemos desmayar, y con- jurando el camino de las especulaciones y empleomanías, estamos obligados á procurar que la colonización se propague. Para eso se necesitan solamerte dos condiciones: caminos de herradura y apoyo de las autoridades locales y del Supremo Gobierno. No se trata de exigir grandes sacrificios al país consistentes en fuertes desembol- sos; tampoco se tiene la vanidad de dar por resueltos los problwmas sobre la conveniencia de aplicar los 160 kilometros del Ferrocarril por esta vía. Para juicio del infrascrito es esta una cuestión que de- be resolverse en otro sentido que releve al país de obligaciones que hoy no podrá cumplir. Antes de robustecer las relaciones comer- ciales del Atlántico con el Departamento de Junín, sería un absurdo pensar en ferrocarriles. Después de veinte años en que se haya lo- cupletado de inmigración por lo menos esta Sección tan lena de en- cantos y comodidades para la vida, se establecerán vías férreas por su propia necesidad y á competencia. La opinión profunda del que suscribe esta información, es sim- plemente proceder por todos los medios posibles á construir un ca- mino de herradura que atravesando hasta el Palcazu, por la confluen- cia con el Ishcusazin, se una con el Pichis en el Ucayali, por otra trocha: propósito muy realizable atendido áque todo el terreno se presta por su propia naturaleza, por su topografía y por la diminuta distancia que e separa de Oxapampa hasta el Pichis, juzgada por una senda imperfecta y llena de curvas. Este concepto no es arbitra- rio y sujeto á desconfianza, como aquel del R. P. F. G. Sala, que animaba al Ministerio y Gobierno, asegurando proféticamente que la distancia media entre San Luis de Shuaro y el Pichis no pasaba de ocho ó diez leguas, resultando posteriormente y según informes del ingeniero encargado de ese mismo camino, señor Capello, más de treinta leguas y de muy accidentada naturaleza. Nuestro propósito es provocar el apoyo de la Municipalidad de la Provincia y de la H. Junta Departamental, que felizmente están muy bien animadas, para realizar un camino hasta el Palcazu é inte- resar á lainmigración por medio de avisos en la prensa europea, ofre- ciendo toda clase de garantías y facilidades á los inmigrantes. ' La Provincia de Pasco, una de las mas importantes de la Repú- blica, favorecida preferentemente por la mano de la Providencia en sus tres reinos, contiene en su seno la sección de la montaña más sa- na y más favorable para la industria agrícola y comercial. La mis- ma estructura de sus bosques, llenos de variantes faldas, mecetas y llanos, acariciados por la vertebra continental de los Andes, garan tizan esas condiciones que no se encuentran asi reunidas en todo el Perú, ni tal vez en el Orbe. Entregados en su plenitud sus valles á las especulaciones del progreso: Nauta, Iquitos, Ucayali y demás poblaciones del Norte se proveerán de los artículos que hoy reciben de Australia é Inglaterra á precios subidos: los atrasados pueblos del Departamento se esti- mularán al adelanio y surgirán miles de industrias de todo género, cu- yo cange y movimiento determinará el cruzamiento de ferrocarriles en todas direcciones, así como se estab:ecerán compañías de vapores que surcarán llenos de mercaderías todos los canales que hoy están desiertos. Por otra parte, el Perú necesita consolidar su autonomía política por el Oriente. Muy incierta esta tranquilidad y armonía di- plomática con sus vecinos; podrían surgir amenazas y pretenciones ulteriores ante el estado de debilidad y abatimiento de su representa- ción militar y guerrera. La fortuna hoy nos brinda la ocasión de Jar AA abrirnos paso al Atlantico y regenerar nuestros brios nacionales. No la desperdiciemos y ensanchemos el poder militar de la Patria por el otro Oceano, que desde luego ofrece más facilidades que el Pacífico por su aproximación al Continente Europeo. ara terminar esta pálida digresión, réstame formar el cómputo de las distancias del Palcazu,por el cual se verá la facilidad con que es posible comunicarnos por esta vía: Del Palcazu á Oxapampa 11 leguas Oxapampa al Cerro de Pasco 23 Y 34 leguas Palcazu á Oxapampa 11 leguas Oxapampa á Carhuamayo 240 A Carhuamayo á la Oroya MASAS 45 leguas Palcazu áOxapampa 11 leguas Oxapampa á San Luis de Shuaro 10 ,, San Luis á la Merced 5 La Merced á Tarma 14 40 leguas Se vé por esto que la vía del Palcaza por Yanachaga ofrece las ventajas de proximidad y practicabilidad, pues solo se trata de abrir once leguas de camino, (recorrido por la expedición organizada por el infrascrito) hasta el mismo puerto menor y quince máximun al puer- - to mayor del Pichis ó Pachitea. Asi mismo se vé que aún para Tarima es más corta la vía del Pal- cazu que la del Pichis, pues con corta diferencia equivale la distan- cia de San Luis de Shuaro al Chivis, por el camino de Capello, al to- tal de leguas que separa á Tarma del Palcazu. No terminaré sin asegurar que por la vía de Junín, Carhuamayo, Paucartambo y Oxapampa es muy practicable un camino férreo que una con el Palcazu ó Pichis; así, como de que mi humilde opinión es de que esta vía ferrocarrilera debe principiarse de los rios navega- bles para la Sierra. Una vez posesion: do el Comercio fluvial con la proyectada Co- lonización y los pueblos, se determinará la necesidad de la locomoto- ra, que progresivamente se buscará el escenario para sus propósitos lucrativos.dada las facilidades con que pueden contar los empresa- rios, tanto para trasportar los n.ateriales esenciales de fierro, cuanto porque los secundarios de madera serían de ningun costo y pueden - obtenerse en los mismos lugares de su construcción. Una vez que el camino proyectado pueda facilitar la llegada al Palcazu, sin las incomodidades, sacrificios y privaciones de hoy, el Supremo Gobierno nombraría una Comisión técnica de Ingenieros, que estudie la posibilidad de un ferrocarril; y respecto de la navega- bilidad de aquellos rios, la Compañía Berninzon, cuyo plazo termina Na ántes de un año, se encargará de desarrollar la proporción y condi- ciones detalladas de cada uno de éllos. Por hoy la Expedición queda convencida de que la ruta más practicable y más corta es la de Oxapampa y Yanachaga, esperando el Subprefecto que suscribe conseguir su propósito de franquear al Gobierno y á la Sociedad Geográficasmaquellas facilidades de estudio muy en breve, para que desaparezcan los errores y la diversidad de datos inexactos y veriadas nociones que concurren cada vez que se trata de la materia. Los que hoy contiene esta información son fidedignos, porque emanan de la conciencia del que juzga por sí mismo y no se atiene á juicios agenos, dando por resultado el entusiasmo que esperamos ver realizado de resolver el problema de inmigración, llevado á cabo por su propia conveniencia y tan solamente por los sacrificios de esta misma Provincia, Cerro de Pasco, 28 de Julio de 1893. ( Aparicio Chavez. INFORME EMITIDO POR EL INGENIERO SR. R. F. LETTS, EN SU EXPEDICIÓN AL PUERTO PALCAZU, EN COMPAÑIA DEL SR. APARICIO CHA- VEZ REY, SuB PREFECTO DE LA PROVINCIA, SR. NICOLAS RA- VENA Y SR. J. J, LANGUASCO, PEDRO TALAVERA, SECRETARIO DE LA SUB-PREFECTURA DE LA PROVINCIA DE PASCO Certifica: Que en el archivo de esta Sub-Prefectura existe un informe emitido por el Ingeniero señor Roberto Y. Letts, en su viaje al Pal- cazu, cuyo tenor literal es como sigue: “Lima, Julio 19 de 1893. —Señor D. Aparicio Chavez Rey, Sub- Prefecto de la Provincia de Pasco.—Muy señor mío y amigo: Segun sus deseos remito el informe general de la expedición al Palcaza, la que fué dirijida por US. y á la que tuve el honor de acompañar Co- mo técnico, con el objeto de juzgar si sería practicable la conexión “de la línea férrea de la Oroya con la vía fluvial por el rio Palcazu. — Aunque US. se limitó á comunicarme lo citado por escrito de 81 de Mayo, sé bien que US. mas pensaba en caminos de herradura que lineas férreas, siendo uno de los principales objetos visitar el cami- no que US. está haciendo á la naciente colonia de Chontabamba y otras, y comunicando los valles del interior con los pueblos mas cer- canas. El objeto. pues, de la expedición, ha sido doble, ver el esta- —- 20 — do actual de los caminos, la posibilidad y necesidad deabrir otros y juzgar si sería practicable una línea férrea al Palcazu. “La región visitada por la expedición se extiende al N. E. del Cerro de Pasco, el terreno comprendido entre los rios Huancabam- ba por el N., Palcazu y Pichis por el E., el Paucartambo por el S, y la pampa de Junin por el O. “La situación actual de los pueblos en este trayecto es por de- mas deplorable. Carhuamayo, Ninacaca, Pasco y Cerro de Pasco, vi- ven de por sí y entre sí; pero los pueblos del centro del trayecto, co- mo Huachon, Chipa, Quiparacra, Auquimarca y Paucartambo, aun- que están tan cerca de la montaña y podrían servir de segunda mano á los de la sierra, se encuentran en entera pobreza y en estado de inercia, no solo por falta de caminos tanto «ul interior como al. exte- rior, sino porque la gente acostumbrada á este estado de cosas, no vé la posibilidad de un cambio. Estos últimos pueblos son los llama- dos á engrandecerse en primer lugar, con el aumento de la agricul- tura en la montaña, tanto por los magníficos pastos que se encuen- tran en sus cercanías, que traerían el arrieraje á estos pueblos, como que desde aquí comienzan los bosques y la agricultura de montaña; así que serían los centros comerciales de los productos de estas. “Buena diferencia hay entre loz mencionados pueblos y los fér- tiles valles del interior, miéntras los primeros están en entera po- breza, viviendo de papas y maiz traidos tal vez de 12 leguas de dis- tancia; los de la montaña están en toda actividad y prosperidad, pro- duciendo mucho mas de lo que pueden consumir, con sus depósitos llenos, aguardando que las autoridades les abran una salida para sus productos. Los primeros pueblos en lugar de ir leguas tras le- guas por el maiz y demas artículos, Jos tendrían á la mano, tanto para su consumo, como para la exportación á los pueblos de la pam- pa. que siempre estarían mas cerca para ellos que Tarima y Huánuco, y cuanto mas que Jauja y Huancayo. “Es casi increible que estos pueblos que están tan erca á cen- tros de producción como Huancabamba y Chorobamba y hoy día á Oxapampa y Chontabamba, hayan ocurrido á grandes distancias por sus primeras necesidades, cuando con un poco de esfuerzo de su parte, se les hubieran abierto las puertas de esos paraisos. “Si los pueblos de la altiplanicie como los primeros, y los de las quebradas como los segundos, no pueden vivir de por sí, sino que tienen que importar sus primeras necesidades; no sucede así - con los del valle, que han vivido y viven actualmente sin importación; pero como están habitados por gente que desea progresar, tanto. mas cuanto ven la posibilidad de hacerlo, la falta de buenos cami- nos se hace muy sensible. Los pueblos de la altiplanicie están co- municados entre sí; pero de allí al interior, aunque el terreno se presta, los caminos no.solo son pocos, sino que no han tomado las mejores rutas. El comercio entre los pueblos de la altiplanicie y los de las quebradas, por tanto, es poco ó nulo; pero como hoy se está haciendo esa gran obra, gracias á la energía del señor Sub-Prefec- to, es absolutamente necesario secundarlo para que se comuniquen los pueblos del centro con los de la altiplanicie por buenos caminos. EE 0 “Topografia general del trayecto.— La topografía general del tra- yecto visitado por la expedición, es fácil comprender viendo una carta de esas regiones. La hermosa pampa de Junin con unas 20 leguas de largo y á una altura de catorce mil piés, con el Cerro de Pasco al Norte y Oroya en el Sur, está cercada del Este al Oeste y á una distancia de mas Óó ménos unas diez leguas, por formidables cordilleras. La cordillera del Este, que nos interesa siendo la línea divisoria entre la sierra y las quebradas mas arriba mencionadas, es la de Huachón, que mas al Norte es formidable, hácia el Sur se des- parrama y luego despues de Junin desaparece. De esta nacen los principales rios de la región, como el Huancabamba, el Paucartam- bo y el Oxapampa. El primero vá hácia al No_te y entra al Mayro, los otros dos ván hácia el Sur y entran al Chanchamayo y Perené. Las razones de esto son las alturas de Candelapampa y Culebramar- ca, y mas al Este la cordillera de Yanachaga que cierra el paso di- recto hácia el Este. Así que entre la cordillera de Huachón y la sie- rra de Yanachaga, en una extensión de mas Ó ménos unas diez leguas, los terrenos son sumamente quebrados por los tres mencionados rios y sus afluentes. Estas quebradas son las primeras dificultades con que se encuentran los viajeros que quieren pasar á las montañas, y sin duda deben haber sido la causa porque las montañas están poco pobladas. Las quebradas estas son profundísimas y si uno tiene en cuenta el sistema llevado á cabo por los españoles para hacer cami- nos, no es de estrañarse que no se haya colonizado mas la montaña. Las dos cordilleras, Huachón y Yanachaga, corren de Norte á Sur, y los tres ríos al Este, y se puede fácilmente comprender que entre tan- ta quebrada que se abre hácia el Este, aunque en su mayor parte son profundísimas, se encuentre una que otra que muy bien se pres- te para hacer un camino de herradura ó de ferro-carril, y en este ca- so el inconveniente de las alturas de Culebramarca y Candelapampa, que como los nombres lo dicen son pajonales, vienen mas á favor. que en perjuicio de los tales caminos. —El último impedimento hácia la montaña es la sierra de Yanachaga, que tendrá mas ó ménos una altura de doce mil piés, la que como he dicho ya corre de Norte á Sur, y es la línea divisoria de los rios que nacen en la cordillera de Huachón y los ríos Palcazu y Pichis con sus afluentes que todos na- cen de esta sierra. “La sierra de Yanachaga tiene abras, en el Norte en Cajonpa- ta, hácia el centro el abra de Yanachaga, y en el Sur por Santa Cruz. De estas sierras bajan muchas quebradas al Este, formando los contra-fuertes de la sierra; así que aquí como en las quebradas de Huachón, se encuentran cuchillas que perfectamente se pudieran utilizar, tanto para caminos de herradura como para ferrocarriles. De esta cordillera baja el terreno rápidamente y nos encontramos en las inmensas pampas del Palcazu y Pishis. En estas pampas las últimas alturas que se vén son los cerros de San Matias, que sepa- ran el Palcazu del Pichis con sus respectivos afluentes: fuera de es- to es todo pampa. Estado actual de los caminos. —Del Cerro de Pasco ó la pampa de Junin. existe hoy solamente un camino hácia el interior, que es el — 257 — que saliendo de Ninacaca para la cordillera de Huaclión por Anilco- cha, entra al valle de Huancabamba. 'Todo ese inmenso terreno con sus magníficos valles tiene solo un miserable camino, que hoy se encuentra en tal estado, que los arrieros y viajeros no tienen valor ní ánimo para servirse de él. El paso de esta cordillera, entre ellago Jalenga y Añilcocha, está á 15,200 piés. Este paso no solo es muy parado y el piso malo, sino que hay además todos los peligros de cordillera en general. Este es casi el único camino real de que hizo uso la expedición, siendo los demas de mera importancia lo- cal. No estará demas advertir aquí la utilidad que tienen para el bien general, las visitas de las autoridades á los distritos, pues he- mos visto y palpado que por donde anduvimos, Jos habitantes se precipitaban á componer los caminos. Si cada año se hiciese una vi- sita de la autoridad, y cada año los pueblos compusiesen algo de sus caminos, en pocos años se tendría á lo ménos un camino sin peli- YgTOS. “Los valles de Huancabamba, Chorobamba, Oxapampa y Chon- tabamba tienen solamente el camino arriba mencionado con el exte- rior, y este, como se ha dicho, en estado malo y hoy casi inser- _vible. Gracias á los esfuerzos del señor D. Aparicio Chavez Rey se está haciendo un magnífico camino, bajo la dirección del muy hábil señor D. Enrique Bottger, de los valles de Oxapampa y Chon- tabamba por Candelapampa y Culebramarca á Hualca, y así al ex- terior. “¿Como he dado á entender, hablando de la topografía en general. no creo que sea difícil encontrar buenas quebradas para caminos desde las pampas de Junin hasta los ríos navegables del Palcazu y Pichis. Habiendo atravesado el terreno y teniendo bastantes oportunidades de examinarlo y tomar alturas, no hemos visto difi- cultades insuperables; al contrario hemos encontrado quebradas en línea recta y muy aparentes, tanto entre las dos cordilleras, cuan- to ya para bajar á la montaña. “Algunas palabras sobre caminos en la montaña no estarían por demas aquí. Un camino hecho en la puna ó terrenos fuera de la montaña, una «vez hecho se queda así; miéntras que en la mon- taña hay que tenerlo abierto todo el tiempo, sino en pocos meses se cubre otra vez de vejetación; otro inconveniente es la humedad del terreno. Como el sol nunca penetra hasta el suelo, y este es entera- mente de humos, hay que cortar el monte á cada lado del camino á una distancia de diez métros, tanto para que penetre el sol, cuanto para que haya ménos peligro de que cayendo un árbol interrumpa el tráfico. Segun averiguaciones que he hecho, un hombre pue- de rozar una hectárea al mes. Generalmente trabajan dos juntos, así que entre los dos, podrían fácilmente cortar cuarenta métros cua- drados al día, eso es veinte métros de roze hecho y dejándolo secar bien, el camino es fácil en lo demas; y la montaña estando en es- te estado, un hombre podría avanzar fácilmente 6 métros diarios con un camino de dos métros de ancho. En términos generales 10 hom- bres pueden hacer 40 métros de camino diario, eso es 20 métros de roze y 20 métros de anchura del camino, por 40 métros de largo. 9 Lg Luego para hacer un kilómetro de camino de estas dimensiones, se necesitarían 250 hombres. : “Dos valles. —Los valles de la región visitada son de suma im- portancia, no solo por su posición geográfica tan cerca á las pobla- das punas; sino porque al estar en la altiplanicie, entre las dos cor- dilleras de Huachón y Yanachaga, tienen un clima especial, un tér- mwino medio entre lo cálido de la montaña y el frio de la sierra. Ade- más que están en la mitad del camino entre la sierra y la montaña ó ríos navegables. “Esta región contiene 4 valles que forman una especie de me- dio círculo, siendo las bases los ríos Huancabamba y Chorobamba, que ocupan entre ellos una extensión de nueve leguas y están á una altura de 6 á 7 mil piés. ; “Huancabamba y Chorobamba ya hace tiempo que son habi- tados, y si estos valles no han progresado mas, ha sido por el mise- rable camino de que tienen que valerse por la cordillera de Huachón para llegar á la pampa de Junin. Los otros dos valles, los de Oxa- pampa y Chontabamba recien se están poblando, habiendo sido con- quistados los terrenos por el Sr. Enrique Bottger, en el año de 1890. Los dos últimos valles son de mucha mas importancia que los prime- ros, no solo por su extensión, sino por la fertilidad de sus terrenos. He tenido el gusto de ver de gran altura estos valles, y como se com- prenderá en la montaña es el único modo de ver el conjunto. Lo que se vé, es la pampa del valle: un mar de árboles con una faja de plata en el centro culebreando de un lado al otro; apenas se distinguen unas manchas claras separadas unas de otras, que nos dicen son rozes de los colonos. Ex estos valles se puede producir todo, porque tienen alturas para todo. Particularmente en Chontabamba, como hemos visto, se produce la caña dulce al lado de la papa, el café al lado del trigo y cebada. La principal producción de estos valles será el café y el tabaco. Hemos visto caña dulce de año y medio con 15 á 20 cañas de 9 y pico de piés de largo, y 2 1,2 pulgadas de diámetro, así tambien café de año y medio floreciendo profusamerte. “El estado actual de esta colonia es muy halagador, los colo- nos están muy contentos y llenos de esperanzas, porque bien saben que concluyéndose el camino de herradura por Candelapampa y Cu- lebramarca, tendrán salida para todos sus productos, de los cuales tienen en gran abundancia y con poco trabajo pueden producir un tanto mas. “¿Que estos terrenos hayan permanecido por tanto tiempo ocul- tos, como la demora en poblar las montañas, no solo viene del te- mor falso que tienen los blancos á los chunchos, sino tambien de ¡as dificultades que el particular encuentra para entrar á ellos. No son solamente las tremendas quebradas con que el viajero tro- pieza, sino que una vez llegado al monte, se encuentra con una mu- ralla de vejetación; tan tupida, que trabajando como esclavo no avan- zaría mas de una legua al día y se encontraria al fin encajonado, sin poder ver mas que unos pocos piés á su alrededor. “Los Valles de Oxapampa y Chontabamba están hoy abiertos par dos lados; de Huancabamba y por el nuevo camino á Hualca, así m” — 269 — lo único que falta ahora, es dar á conocer ála gente esos terre- nos. Esa gente que hoy en el Cerro de Pasco, como en tanta otra parte de Ta República escasea de trabajo (asi á lo menos consi- dero á los que por necesidad viven de “Cancha,”) pudieran co- lonizar esos valles, primero trabajando ciertos días de la semana con los colonos ya radicados en el lugar y el resto para ellos. Creo se- guro que en un par de años, no solo se formaban su hogar con cierta holgura sino, que también estarían bien acomodados. Muchos de los colonos me han asegurado que el único capital que llevaron á Chontabomba fué sus fuerzas y su voluntad. Si estos colonos han po- dido hacer tanto en pocos años como para asegurar su porvenir, yo creo que la misma voluntad y fuerzas podrán hacer otro tanto. Es cierto que los indios de la puna son de una raza especial, indolen- tes tanto por el maltrato de los blancos como, por el aguardiente; pero que estos se vean libres éindependientes, no adeudando á sus patrones y con la esperanza de mejorar, yo creo que se pueden vol- ver inteligentes y buenos ciudadanos; pero para eso hay que excluir la gente ociosa de la colonia como curas etc. etc., porque el indio sería el que tuviera que mantener á estos, y estarian bajo su yugo como estan en otras partes. “El clima de estos valles es inmejorable, tanto por su altura cuanto por su posición geográfica, muy cerca de centros poblados y en medio del camino mas corto á los rios navegables, que tarde que temprano tendrá que ser la vía de comunicación entre el Amazonas y el Pacífico. No es nada de nuevo que los ríos navegables esten mas cerca á Lima por este rumbo que por otros, lo han dicho varios via- jeros é ingenieros, entre otros el ingeniero Sr. Bakus y los Sres. Bottger etc. y hoy ha sido nuevamente constatado por la comisión dirijida por el Sr. Aparicio Chavez Rey, actual Sub-Prefecto de la Provincia, siendo esta cuestión el principal objeto de la expedición. “Es entendido que siendo los ríos Pichis y Paleazu los ríos na- vegables mas cercanos á Lima, la ruta á estos por vía de Chonta- bamba es por algunas leguas mas corta que cualesquiera otra, y no solo es eso, sino tambien que todo el terreno se presta para hacer caminos, tanto de herradura cuanto ferrocarrileros, con gradientes suaves; además estos pasarían por terrenos poblados y ya pasando las alturas y las últimas sierras de Yanachaga, entrarían á las pampas del Palcazu, que no solo son magnificos terrenos, sino muy habita- bles, lo que no se puede decir de muchas pampas en esas regiones. Hay aún rutas posibles de Lima á los ríos navegables; todas par- tiendo por supuesto del término de la linea ferrea Oroya. 1* Oroya por Chanchamayo al Pichis. 2: A he al Perené. 3 » ,, Huancayo y Jauja al Mantaro. 4* .». -», Chontabamba al Palcazu y Pichis. 5S s» ), Huánuco al Mayro. De estas podemos excluir á lo menos dos, por distantes: la de Jauja á Huancayo y la de Huánuco. La ruta por el Perené que vá á hacer uso la Peruvian Corporation no estoy preparado paía des- eribir, faltándome algunos datos y pormenores; así que solo quedan Ap. las del Pichis por Chanchamayo y Pichis y Palcazu por Chonta- bamba. “La primera ruta por Puerto Pichis, en la confluencia del Chi- vis con el Pichis, es ya bien conocida —quien no sabe la imposibili- dad de hacer un camino ferrocarrilero por la quebrada de Chancha- mayo—y lo mismo del famoso camino al Pichis con sus 284 y pico de puentes y 33 leguas de montañas, El simple camino de herradura al Pichis, que ha costado cuantiosas sumas, noes todavía un hecho. “La segunda ruta que ahora proponemos y la cual la hemos vi- sitado en todo su trayecto, es la que puede pasar la cordillera de Huachón por Ninacaca á Carhuamayo, en donde está muy baja, pasando mas al E. por una de las muchas quebradas que se prestan. De aquí hasta llegar á lasierra de Yanachaga, no hay dificultades; lo único tal vez son las alturas de Culebramarca y Candelapampa que son de once á trece mil pies, pero hay que considerar que la Pampa de Junin está á 14000 pies, y que entre ésta y las dificultades mencio- nadas el terreno baja poco. Siempre estas cosas son de estudios es- peciales, el objeto que ahora llevamos es el asegurar que existen buenas quebradas y que todo el trayecto se presta para un ferroca- rril. La última dificultad es la sierra de Yanachaga, que habría que pasar á una altura de 10,000 pies, suponiendo que con el tiempo no se encuentre una abra más baja, digo esto, porque de lejos he creido ver abras tanto al norte como al sur mas bajas que la abra de Yana- chaga. Al lado oeste, como al otro lado de esta sierra, se encuentran en los contrafuertes ó cuchillas, faldas aparentes para caminos. “Los valles de la sierra de Yanachaga están á 6,500 pies, así que habría que subir por el lado oeste 3,500 pies y bajar al otro lado 5800 pies: con esto uno llega á las pampas del Palcazu. “Por cuanto queda dicho, no hay dificultades topográficas para una línea ferrea, tanto menos para un camino de herradura. Hablar de ferrocarriles para esta región es adelanterse 100 años. La compa- nía que tal cosa pretendiera no hallaría utilidades. Las condiciones son iguales en toda linea de montañas y en los ríos navegables; así es que si se discute sobre estos asuntos que se discuta la mejor ruta que tarde ó temprado se tendrá que utilizar. En todo el trayecto habran cuatro ó cinco rios que pasar, que en todo tomarán 100 me- tros de puentes. “El puerto Palcazu al que nos referimos, está situado en la con- fluencia del rio Chuchuras con el Palcazu á una altura de 1,500 pies sobre el nivel del mar, hacia el centro de las Pampas del Palcazu. En la otra banda del río, hácia el Este, se levantan los únicos ce- rros de esta región, los de San Matias que separan el Palcazu del Pi- chis. Masó menos al frente del puerto, hay una abra en los ce- rros, por la cual en medio día se puede llegar á pie y cortando el monte al Pichis, asi es que es muy poca la distancia en este punto entre el Palcazu y el Pichis. No teniendo otro aparato que un palo de 14 pies de largo para medir la profundidad del río en el puerto, no pude tocar al fondo con éste, así es que en el puerto hay mayor profundidad que 14 pies y una corriente de menos de 0'50" por se- gundo. En el puerto tiene el río un ancho de 60 metros. —- 261 - “La distancia entre la hacienda de Yanachaga en el valle de Chorobamba y el puerto Palcazu, por la trocha que hoy existe, he- cha por el Sr. Bottger, es de once leguas, la cual se puede acortar mucho, pero como escribo sobre lo actual, dejaré esta distancia así en las siguientes comparaciones. Es un hecho que todos los cami.- nos desde la Pampa de Junín al Palcazu se pueden acortar, la ma- yor parte de los cuales son caminos antiguos, y hechos por los mis- mos habitantes. La vía mas aparente hoy de la Oroya al Puerto Palcazu, es la que sigue: Oroya á Charhuamayo 15 leguas » 3), Paucartambo 7 13 a Halca 5 q » | Oxapampa 8 SS >» 5 Yanachaga E SE ,», Puerto Palcazu nia Total s 50 leguas “Así que yendo por Chanchamayo y camino Capelo al Pichis hay once leguas mas al rio navegable, ademas este puerto está mu- cho mas.al Sur que el Puerto Palcazu, lo que en un río para la sur- cada hace mucha diferencia. Almismo Pichis por la ruta primera mencionada, habrian unas ocho legnas á favor. “Por el mismo Chanchamayo y San Luis de Shuaro, es mas cer- ca el Palcazu y Pichis por Oxapampa que por el camino Capelo. Oroya á Tarma 6 leguas >» » La Merced a o SE IE 6 SS >» » Oxapampa MPAA >» ,), Yanachaga ES >, )) Puerto Palcazu 11 E Total 51 leguas Asi que es mas corto por diez leguas que por el camino Capelo, Del Cerro de Pasco al Puerto Palcazu hay: Del Cerro de Pasco á Julicocha 5 leguas a ,, Paucartambo 2 5% m ,, Hualca 5 ke E ,, Oxapampa 8 > Los ,, Yanachaga A ps : ,», Puerto Palcazu 11 ,, Total 35 leguas “¿Creo que no cabe duda que el Puerto Palcazu, está hoy día. — UANL 1 mas cerca á Lima que el Puerto Pichis y que el primero en todo sentido se presta mas para los objetos perseguidos. Dios guarde á U. S. firmado—R. F. LeTTS. ! DIAS DE CAMINO. leguas Junio 10 Cerro de Pasco. 12 30 p. m. á Huanca 530 p.m 5 11 Huanca 9 2. m.,, Huachón 2 la 1 12 Huachón di a; ,,¡AXTroyo E el 9 13 Arroyo 8. a m.,, Chilache 430%, 9 : 14 Chilache 12 30 p. m. ,, Naranjal ESOS Ll 5 15 En Naranjal 4 16 Naranjal 3 p.m.,, Yanachaga- 5 s% 2 y 17 En Yanachaga E 18 Yanachaga 7304. m.,, Abra 1 de 14 e A 19 Abra 10 Se ,, Gloriapata 3 E 1 a 20 Gloriapata SU ,, Chacra 157 13 E 21 Chacra NOAA ,», Playa Domgo. 4 ,, 2 Ñ 22 Playa Domgo. 715.,, ,, Jurunca 12380, 2 : 23 Jarunca 0 ,, Concuña 1 2 24 Concuña Sa ,, Puerto Palcazu 10 15 a. m. 1 me 25 Concuña (AS ,, Playa Domgo. 630 p. m, 4 : 26 Playa Domgo. 6. ,, ,, Chacra ESA 2 % 27 Chacra 715, *,, Gloriapata 3 7% 14 El 28 Gloriapata TEO ,, Yanachaga e ns 2 $ xl 29 En Yanachaga A 30 En Yanachaga 4 Julio 1 Yanachaga 9 a. m.,, Oxapampa 5380 p. m. 4 ñ 2 Oxapampa 10-55 ,, Río Azul Dd il 3 3 Río Azul 8 30,, ,, Pié Cuchilla 530 ,; 14 4 4 Pie Cuchilla AE ,, Campmto. n. 6230, 123 $ 5 Campoto.n.6 6 > a mol al q 2+ 4] 6 id, n.4. 9 ,, Paucartambo 730, 6+ Hi 7 Paucartambo 1215 p. m.,, Quiparacra 5 .,, 5 A: 8 Quiparacra 7 a. m. ,, Ninacaca 5) 2 10 4 9 Ninacaca TEIDE ,, Cerro de Pasco 12 a. m. 6 $ Lima 19 de Julio de 1893. —Firmado—R. F. LerTS. Al ALTURAS BAROMETRICAS. A Cerro de Pasco 14,550” Cumbre Huachón 15,200' 7 Huanca 14,200” Vegetación Huachón 14,000” % Cumbre de Huanca 15,200 Arroyo 19,200 ES Vegtción. Chipa quebrada 13,000” Vegetación Arroyo 12,150' Huachón 11,900” Monte en quebrada 11,500' Tingocancha 13,050” Puente Chicos 8,500" Huacaruncha (montaña) 16,000” Lucuna 7,900" Lago Jalenga (pié cuesta) 13,800” Mallampapa 7,450 Cañaeldulce en quebrada 7,250” Oxapampa convento 6,600” 3 Puente Huamanhay Chilache (Hacienda) Naranjal 1d. Yanachaga id. Papachacra Abra de Yanachaga Paso De Yanachaga á P. Abra Caida camino actuai Cerro de Yanachaga Tambopozo Tambo seco Gloriapata Rio Tetruz Caida camino actual s» por ciento . Chacra Bottger - Umarijumis Vado Playa Domingo (Palcas) Chuncho Harunja ds Concuña Puerto Palcazu Miraflores Hacienda Negro Playa — 263 — 6,050” 6.700” 6,400* 6,600” 7,900” 10,000' 10,450” 3,850' 15 9, 12,500" 9,200” 7,600” 7,050” 4,200” 6,250' 27, 3,300” 3,050” 2,500” 1,900' 1,800” 1,500' 6,500' 6 600” Lima, 19 de Julio de 1893. Casa Hassinger Rio Yamaquiza Rio Azul Casa Mulbruch Casa Torres Pié de Cuchilla Tambo media cuesta Campamento N. 6 Candelapampa Abra Caida can:ino actual Abra Hischashunga Campamento N. 4 E N. 3 A Ni Puente Hualca Caida camino actual Auquimarca Paucartambo Abra á Quiparacra Quiparacra Huayhuay Lulicocha Ninacaca 6,600” 6,650" 6,650" 6,800” 6,900' 7,000 8,500” 11,200” 11,800” 12,750' A 13,000” 11,900” 9,750' 8,200” 7,850 16 Els 9,500” 10,150" 13,500" 10,600” 14,500” 14,400” 14,000” “Un sello de la Sub Prefectura é Intendencia de la Provincia de Pasco.—Cerro, Julio 24 de 1893. — Expídanse copias certificadas, que se remitirán con el oficio respectivo al H. Concejo de la Provin- cia. á la H. Junta Departamental y á la Diputación Territorial de Minería, á fin de que estas instituciones concurran con los elementos necesarios para llevar á cabo el camino al Puerto Palcazu que pro- yecta esta Sub Prefectura; y archívese. -—Firmado—CHAVEZ REY.” Es conforme al original al que me remito en caso necesario. Cerro, Julio 28 de 1893 PEDRO TALAVERA, ES Memoria sobre el camino del Pichis. ANTECEDENTES. El 30 de Diciembre de 1891, se presentó á la Dirección de Obras Públicas el plano preliminar y la Memoria sobre el ca- mino del Pichis decretado en 3 de Marzo, é inaugurado en 15 de Noviembre del mismo año por la Comisión especial nombra- da al efecto. Esa Memoria, así como la del Presidente de la Comisión inauguradora, doctor Parró, Director de Obras Pú- blicas, han sido insertas en la Memoria del Ministerio del Ra- mo presentada á las Cámaras Legislativas en el año próximo pasado. En «El Peruano» núm. 7 del 16 de Enero, semestre 1.” del propio año, y en » (e Octubre último, que acepta la propuesta de Bérninzon y 6.*; E y con la del 22 de Noviembre que asegurará el tráfico por el camino, con el establecimiento detambos y de estancias cada 25 kilómetros en toda su extensión. Además de las resoluciones citadas, se han expedido otras tendentes á los mismos fines, entre las que debemos mencionar la del 4 de Enero del año anterior sobre la colonización de esas ! regiones, dictada por el señor Federico Herrera y las del 27 de Mayo y 23 de Junio, sobre los puentes del Asgupisú y del Pau: cartambo, dictadas por el Ministro señor Ibarra. Para llevar á cabo lo dispuesto en las mencionadas supre- mas resoluciones, la Dirección de Obras Públicas no ha omiti- | do esfuerzo de su parte y venciendo las varias dificultades que j se oponían, organizó y despachó la expedición del ingeniero : señor Pérez hasta Iquitos por la vía del Pichis; y también des- pachó los colonos mandados al camino para poblar esas regio- nes. Obligado el señor Pérez ¿embarcarse en el Asupisú sin ha- | ber podido prolongar el camino, cuya obra dejó por hacer así | como otros trabajos, el que suscribe salió inmediatamente de . Lima á ejecutar esas obras sin demora y dió cuenta sumaria del resultado á la Dirección del Ramo, por oficio pasado en 5 de - Octubre de 1892, bajo el núm. 366. Antes había remitido las comunicaciones oficiales del señor Pérez, dando cuenta tanto ade su embarque en el puerto que en el Asupisú se le había in- “dicado como tal por los Campas, cuanto de haber encontrado que este puerto quedaba á 16 kilómetros del 100 del camino, cuyos 16 kilómetros y 4 más dejé convertidos en camino de he- rradura y expeditos para el paso á bestia, no solo hasta el puer- to que señaló el señor Pérez, sino unas dos millas más abajo todavía. Y en tanto que esto se realizaba, el señor Pérez hacía el estudio de los rios Asupisú y Pichis hasta el Pachitea, veri- ficando al mismo tiempo su viaje hasta Iquitos con el éxito más 4 A brillante; y por su parte, los colonos llevados al Asupisú y al Eñeno, rosaban el terreno y construían sus ranchos para esta- blecerse en esas apartadas regiones, llevando consigo el movi- miento y la vida que solamente la civilización puede comu- nicar. Kl señor Pérez llegó á Iquitos el día 23 de Setiembre del año próximo pasado y su parte último fechado en Moyobamba el 15 de Diciembre del mismo año, deja establecido el hecho capital que «la confluencia del Chivis con el Pichis es puerto seguro en todo el año para embarcaciones á vapor de cincuenta centímetros de calado y diez millas de andar por hora»; condi- ciones muy superiores á las que esperaba encontrar la Compa- nía de navegación de esos ríos. Por otra parte, y teniendo en cuenta los 20 kilómetros hechos ya del camino recorrido por el señor Pérez, el examen de los planos de este ingeniero demues- tra que el puerto definitivo en el Chivis dista del actual sola- mente veinte kilómetros en terreno llano; distancia insienifi- cante que podrá salvarse en 30 días de trabajo y haciendo un gasto á lo más de 3,000 soles para convertirlo en camino de he- rradura, al igual de los 120 kilómetros terminados y en servi- cio, que forman actualmente el camino del Pichis. Tales son los antecedentes que debíamos rememorar antes de entrar en los detalles relativos á las importantes conquistas hechas en favor del camino del Pichis y mediante las sabias disposiciones del Gobierno en el año que acaba de terminar. ESTUDIOS Y PLANOS. La formación del plano del camino fué punto que nos preo- cupó desde el principio de los trabajos y aún cuando los datos que se tomaron y las observaciones que se pudieron hacer fue- ron muy deficientes, nos apresuramos á formar con esos elemen: tos el plano preliminar que se acompañó como anexo núm. lá la Memoria del año 1891, y que se hizo publicar; y así procedi- mos, porque sentíamos entonces, como sentimos hoy, la ineludi- ble necesidad de darse cuenta de la configuración del terreno ' atravesado y de la situación de sus líneas principales para ¿uz- gar con acierto de la bondad del trazo seguido; y, en armonía con ese juicio, mantenerlo ó modificarlo en el sentido más con- veniente á la mejor ejecución del camino definitivo. En una región como aquella donde la espesura del monte y la “variada inclinación del terreno, no permiten conocer fá- 4 $ 4 4 ¿ $ 1 | ACLARAN ES E GEARS TRA AMIA ls al Ad O — 267 — cilmente si se atraviesa una cadena principal ó un contrafuer- te, ni mucho menossi el punto de paso es como debe ser siem:- pre el más bajo de la respectiva línea de fé, no es posible orien- tarse debidamente si no se tiene una base bien determinada de posición. Cuando esta base se posee, es posible con el acopio de suficiente número de datos auxiliares determinar la línea más probable, según la que se han de seguir los estudios defini- tivos, y entonces estos estudios son fáciles y poco costosos, y se descubre fácilmente el trazo que más conviene. El plano preliminar hecho el año 1591, no obstante sus defectos y notable deficiencia, permitió conocer los puntos de paso, fijando en tres el número de las crestas de montañas que inevitablemente era preciso trasmontar; cada una, con un as- censo y un descenso no mayor de 900 metros, y con una pen- diente no mayor del cinco por ciento, siguiendo en ladera ge- neralmente, y por terrenos cascajosos fáciles de trabajar; todo lo cual demostraba la posibilidad de construir un ferrocarril por la misma línea del camino, una vez que la colonización hu- biese creado allí elementos que pudiesen alimentar una empre- sa de trasporte de esa importancia. Por lo mismo que eran halagadores estos resultados, era indispensable confirmarlos, y también era necesario examinar si dentro de tales condiciones sería posible otra cosa mejor, si- guiendo alguna de las direcciones marcadas por el paso de las exploraciones hechas anteriormente, y que sin duda fueron las que prepararon la expedición del año 1891 que realizó la aper- tura del camino. Para lograr tales propósitos no se ha omitido esfuerzo al- guno en el sentido de determinar la posición geográfica de los puntos principales, y los resultados obtenidos se encuentran consignados del modo más minucioso en el adjunto. cuaderno, que en sus veintitres páginas útiles contiene todas las magnitu- des observadas y los cálculos hechos para la determinación di- recta y suficientemente aproximada de la latitud de ocho pun- tos del camino y la deducción de la que corresponde á dos más. El resumen de esos cálculos es el DA San Luis de Shuaro.... . : 10% 55” latitud sur. Puente del Huaro, km. 3, SO. 10% 53,40? » » Metraro nuevo, km. A E ANS 10590587 » » Herrería, km. 37. 3 056180? » » Puente del Eñeno, km. 44. 10% 59 49” > » Puente del Ubiriqui, km. 68. 900. LO dba » » Puente de Asupisú, km. 96.200. ... 10-30 10% » » Campamento de km. 113.406. ... 109-30*.97” » » Id Km. TAS.C0O 006. LOIS AN > » Puerto, km. Lo 00.. ins 10% 98 Y DY — 268 — La declinación magnética observada con el teodolito el año de 1891, fué de 9” al este, siendo los puntos de la observación los campamentos 1 y 8 situados respectivamente en los kilóme- tros 4 y 37. En el año 92 el taquiómetro empleado solo ha per- mitido observar la declinación, respecto á la posición á firme que tiene en el instrumento el anteojito donde oscila la aguja y que no queda paralelo á la línea cero del círculo durmiente horizontal. Así las cosas, la declinación encontrada para tal instrumento ha sido de 12 13 á 12? 29 en toda la longitud del camino del Pichis. Próximamente deberán hacerse con el teo- dolito nuevas observaciones al respecto. Con las latitudes encontradas, se ha podido comprobar el plano preliminar de los 29 kilómetros de camino hechos últi- mamente, en Setiembre del año anterior, y se han rectificado las posiciones fijadas en el plano de los 100 primeros kilómetros; habiendo podido además señalar el valor probable de la longi- tud de cada punto, una vez que teníamos por medida directa conocida, su distancia al punto de partida. Ha sido notable la facilidad con que pudo hacerse entonces la conexión con los cro- quis de las regiones vecinas y su conformidad en el dibujo con el itinerario de viaje de cada explorador. Las longitudes pro- bables que resultan, son las siguientes: San Luis de Shuaro.. cl TB”. 6” meridiano de kama Metraro nuevo k. 298.. AS ala Lido lo de » Puente del Huaro, k. 3, SÓ. RA LS SE > Herrería, k. 3: PIES ASONE > Puente del Eñeno, k dde, ARO Y > Puente del Ubiriqui, k. 68.900. 77" 20' 45” » Puente del Asupisú, k. 96.200 77* 15 48” » Campamento-39k. 113400. PASS » Ia. 4% K-ALS BOO EL AD > Puerto, k.- 120100... (Aida e > “En cuanto á las alturas, se han rectificado las observacio- nes del año 1891 en los puntos que aparecían evidentemente afectados de error, resultando de tales observaciones hechas con el mismo aneroide empleado este año, que la altura en el Huaro, km. 3.80, es de 665 metros; de 655 en San Luis de Shuaro; y de 1337 en Metraro nuevo k. 23; habiéndose obteni- do para el Asupisú las siguientes alturas: Puente del Asupisú, km. qn altura sobre el nivel delmar 7 m. ..... A 49 Puerto inaugurado el año 1891. id. id id. 382 En el campamento 39, km. 113.400 id. id. id. 290 e. Lo. 41, km. 118.600... >=. 1: id. 271 > a, + . 000 En el Puente, km. 120.00.. zo dr 240 En la confluencia con el río 'Qipichaliñi, km. 122..... 292 En la confluencia con el río Shinchiguaqui, km. 126.. 212 Punto más alto emel km. 104.870.003... co... -848 Además de estas alturas, debemos consignar las siguientes: Puente del Eñeno, km. 44..... 598 sobre el nivel del mar. Cima para pasar el Ubiriqui, km. 53. 27 AOS » » Puente del Ubiriqui, km. 68.900 621 :> » » Cima para pasaral Asupisú, k. 79 1282 >» » » Con todos estos datos, que son indudablemente los más avanzados que hasta hoy se poseen, y con todos los croquis de las anteriores exploraciones y noticias de sus viajes, se ha po- dido formar el Mapa que acompaña á esta memoria y que re- asume el estado de todos los conocimientos que actualmente se tienen de estas regiones, inclusive los suministrados por el se- ñor Pérez en su parte último y los croquis que ha remitido de los ríos Asupisú y Pichis; croquis que me ha sido fácil compa- rar con el aibujo que tenía hecho y modificar éste en los dos únicos puntos en que había diferencia apreciable á la escala de cinco milímetros por kilómetro; escala que he elegido para este Mapa, á fin de comprender en él los ríos principales y muy par- ticularmente las direcciones seguidas por los señores Palacios y Pérez, Wolff y Barandiarán en Agosto de 1889 y por el Reve- rendo Padre Carlos Lange en Diciembre de 1890, á fin de fijar esas direcciones en armonía con los partes pasados por los ex- pedicionarios, Óó por los diarios desu viaje, y poder después comparar esas vias entre sí y juzgar las ventajas é inconvenien- tes de cada una de ellas. IL Además de esos estudios que han permitido fijar la posi- ción de los puntos principales del camino, se ha estudiado el río - Asupisú en toda su extensión, navegándolo en balsa el señor Pérez en Agosto último. Hoy ese río es perfectamente conocido y figura en el Mapa desde su nacimiento en el kilómetro 96 del camino hasta su término, según el señor Pérez, en su confluen- cia con el Nazaráteque en el kilómetro que será 132; de modo que este río tiene de longitud total, sin seguir sus inflexiones, 36 kilómetros, absolutamente innavegables los 20 primaros, — siendo navegados los 16 restantes desde tiempo inmemorial y en ciertas épocas del año, por los Campas que viven cerca de sus orillas y que descienden en balsa por sus aguas. Estando á lo afirmado por el señor Pérez en la primera con- clusión del parte que ha pasado á la Dirección de Obras Publi- cas, fechado en Moyobamba el 15 de Diciembre último, debe- ríamos considerar al Asupisú como innavegable en toda su ex- tensión y aún por embarcaciones menores; pero esta conclusión que desde luego aceptaríamos para embarcaciones á vapor, no es posible aceptarla para la comunicación por balsas, porque precisamente éstas se encuentran en el río desde el kilómetro 116 del camino hecho; y los que hemos estado en esas regiones las hemos encontrado, y los Campas han dicho siempre que ese es su puerto como lo dijeron al señor Pérez y éste lo comunicó á la Dirección de Obras Públicas antes de embarcarse allí en Agosto último. Igual cosa dirían al Reverendo Padre Carlos Lange en Diciembre de 1890, cuando éste se embarcó también allí, y designó ese puerto en la latitud J0* 35”, si bien es verdad que con el nombre de Puerto-Malo, según puede verse en el croquis de su viaje acompañado como anexo núm. 3 ála Me- moria del camino del Pichis el año 1891. Parece también que el Reverendo Padre Sala ha conocido ese puerto, puesto que se encuentra marcado bajo la latitud 10” 36” con el nombre de lí- mite de navegación por canoas, en el plano que él nos propor- cionó el año 1891 en San Luis y que figura como anexo núme- ro 2 en la Memoria citada. Además, en todos los planos que antes de ahora se han publicado, aparecen varios puertos más acá del definitivo señalado en la confluencia con el Chivis por el señor Pérez, siendo el mismo Puerto Tucker uno de los que quedan más acá y á tres millas de distancia, y luego hay otro puerto llamado Puerto Sala, y finalmente otro llamado Puerto Herrera; todo lo cual demuestra que si el pyerto defi- nitivo en la confluencia con el Chivis es el único con que podrá contarse para vapores en toda época del año, entre ese puerto al que correspondería el kilómetro 140 y el de los Campas don- de termina actualmente el camino del Pichis con el kilómetro 120, hay una serie de puertos, temporales según la estación y malos desde luego, pero que serán en todo tiempo utilizados por los Campas, y en las épocas de llena, aún por los civiliza- dos, muy particularmente si se trata solo de descender por sus aguas conduciendo los productos de las chacras que allí se for- men. Felizmente la ejecución del camino no ofrece dificultad alguna para continuarlo, como indica el señor Pérez, por la orilla, casi en pampa, del Asupisú y después de la del Pichis hasta su confluencia con el Chivis, « Yo he tenido ocasión de examinar esa región unos seis ki- » eN ' 3 — 271 — lómetros después del término del camino en el 120, y he podi- do juzgar del terreno hasta el punto donde entra al Asupisú su penúltimo afluente de la izquierda llamado Shinchiguaqui, y allí supe por los Campas lo cerca que estaba el último llamado Quintolyaqui, que el señor Pérez en su croquis sitúa á uno y medio kilómetro del anterior, habiendo por equívoco permuta- do sus nombres. El terreno es alli efectivamente, como lo indi- ca el señor Pérez, llano por completo, ó á veces interrumpido por pequeños contrafuertes de falda tendida y fáciles de pasar en ladera sin necesidad de trasmontarlos. En esos lugares yo medí con el aneroide la altura del más alto contrafuerte en la cresta misma y solo encontré 200 metros de desnivel entre la orilla del río y la cresta observada. A la simple vista se veía todo llano completamente, desde el Shinchiguaqui, y todo pa- recía indicar que los cerros se alejaban allí mucho de las ori- llas del río, suposición que se encuentra confirmada por lo que dice en su parte último el señor Pérez. En cuanto á los afluentes del Asupisú son por la derecha los cinco siguientes: Quintoliañi, Smack, Tete, Quintiriaruñi Nazaráteque; y por la izquierda estos cinco: Ubindiñaliñi, Pu- chaliñi, Piriatingaliñi, Parró y Miriatirañi, pasados por el ca- mino hasta el kilómetro 120, y cinco más Sungaro, Quimpicha- rini, Aguochini, Shinchiguaqui y Quintolyaqui, que recorren la faja de los 7 kilómetros siguientes al 120. Algunos de estos ríos no apurecen en la lista del señor Pérez, porque sin duda no pudo juzgar de su significación al pasar por la embocadura; pero como yo fuí por la orilla del río con dos chunchos conoce- dores, hube de atravesar á pié esos ríos y juzgar de su relativa importancia. Sobre estos mismos ríos debo notar que el señor Pérez al dar su ancho, sin duda ha tomado la dimensión tan sólo de la parte ocupada por el agua en tiempo de seca. Tomando la me- dida de barranco á barranco, resulta que en todos esos ríos es indispensable calcular puentes de 24 metros de luz y bastante elevados sobre el nivel del agua para quedar por lo menos á cuatro metros sobre dicho nivel. De estos puentes se han dene- cesitar cinco para los afluentes del Asupisú, pudiendo los otros cinco ser de inferior dimensión, no menor sinembargo de 15 metros de luz. Por ahora, en el camino hecho ha sido posible dar el paso por el vado de esos ríos, lo que permite desde luego el tráfico á bestia. TIT. Dibujado el plano y situados en él los puntos marcados en los croquis de viaje de los anteriores exploradores, se ha podi- do por la comparación de alturas y por la dirección de los ríos y su relativa importancia, así como por la naturaleza del terre- . no, señalar las líneas generales de fé de las principales cade- nas de montañas en toda esa región y formarse un concepto de su orografía y de su formación geológica. Ese plano muestra que esa región de montañas atravesada por el camino del Pi- chis, está principalmente constituida por las dos vertientes de la gran cadena que viniendo del Cerro de Pasco y corriendo casi de occidente á oriente, hace un nudo en el Cerro de la Sal y da nacimiento por su vertiente sur al valle que recorren los ríos llamado Pancartambo primero y después Perené, y por su vertiente norte al valle paralelo al Perené y recorrido por los ríos llamados Pozuzo primero y después Palcazu. Esa gran ca- dena de los Cerros de la Sal, cuya altura media esde 1500 metros sobre el nivel del mar, se encuentra cortada porotras dos de pa- recida altura, que corren casi de surá norte, llamadasde Yana- chaga y San Matías y entre las cuales nace el Palcazu; en tanto que por la vertiente del Yanachaga corre el llamado Oxapam- pa primero y después Huamabamba; y por la de San Matías, el llamado Asupisú primero y después Pichis, yendo todos á reu- nirse en el Pachitea, que, después de juntar todas estas aguas provenientes de la vertiente norte de la cadena de Cerros de la Sal, sigue su curso al Ucayali del que es principal afluente. La vertiente sur de la misma cadena, tiene una serie de contra- fuertes que van á terminar al Perené, muy elevados todavía, y que forman las quebradas por donde corren sus afluentes más notables, que son el Yurinaqui ó Eñeno, el Ubiriqui y el Sotshñi. Si imaginamos ahora que tanto las cadenas como sus con- trafuertes, con una elevación sobre el mar de 1000 á 2000 me- tros, son de superficie muy accidentada y dan lugar á ramales - y contrafuertes secundarios, sillonados en todos sentidos por vertientes de agua, podremos tener idea cabal de esa región, orográficamente considerada. Por su constitución geológica ofrece menos complicación, y en pocas palabras podemos decir, que marchando de San Luis de Shuaro en dirección NE. ha- cia el Pichis, se encuentra en distinto orden roca calcárea y pizarrosa, arcilla plástica muy ligosa más ó menos compacta y más ó menos cargada de óxidos ferruginosos, y una especie de roca de color rojizo y grano muy igual, que podría tomarse co- mo la petrificación de la arcilla, no faltando aquí y allá el as- perón y la sienita, y existiendo una gran zona de minerales de fierro que los chunchos han trabajado en las oficinas que bajo el nombre de Herrería hemos marcado en el plano desde Antas hasta el Perené. : «La roca calcárea es indudablemente la que más abunda, [eE a y esa roca forma los cerros de las márgenes del Paucartambo en el kilómetro 4 del camino, y en el Asupisú desde el río Pi- riatingaliñi se encuentra á cada paso á sus riberas, y forma en esos lugares espesas capas que corren de NO. á SE. presen- tándose inclinadas hacia el lado del Pachitea, haciendo con el: horizonte un ángulo de 70 grados más ó menos. En las proximi- dades de los ríos Eñeno, Ubiriqui y nacimiento del Asupisú, no he tenido ocasión de ver piedra de cal ni asperón, peroá menos de una legua de distancia en cada uno de esos ríos se encuentra siempre esta roca, formando las crestas de los cerros vecinos, donde domina por sus flancos la piedra arcillosa rojiza de que hemos hablado. Es importante observar que los estratos calcáreos que for- man las riberas de los afluentes del Asupisú, atraviesan este río sin cambio brusco y continúan por la ribera opuesta en la misma dirección y sentido, mostrándose á primera vista que el paso de sus aguas ha sido hecho por ellas mismas, rompiendo y quebrando esas represas que obstruían y cerraban el lecho del río; lecho que debió formarse dejando en esos estratos inte- rrumpidos, testimonio auténtico del orden geológico en que se sucedieron los fenómenos, y por consiguiente de la edad relati- va del Asupisú y de sus afluentes, que parece tuvieron exis- - tencia anterior, y eran tal vez tributarios de otro río. El geó- logo de profesión tendría en esas regiones ancho campo para hacer estudios de gran valía en la ciencia de la naturaleza. SITUACIÓN DEL PUERTO FLUVIAL. Desde el año 1873 quedó determinado por el Almirante Tucker que el Pichis era navegable á vapor hasta la latitud 10” 22 55” con embarcaciones de 16 pulgadas (0.32” ) de calado y hasta la latitud 10* 23 03” con embarcaciones de 18 pulgadas (0,45” ) de calado. En Agosto del año pasado, 1892, el Ingenie- ro don Carlos Pérez, habiendo navegado del Asupisú al Pichis confirma lo establecido por el señor Tucker, y forma un cro- quis, casi un plano preliminar, de los ríos Asupisú y Pichis, señalando minuciosamente todas lás correntadas y las distintas velocidades y profundidades que presentan esos ríos en sus nu- merosas inflexiones. En el mismo año 1892, el que suscribe pro- longa el camino del Pichis hasta el kilómetro 120, punto desde el cual no hay más peñolerías abruptas en el Asupisú, sino simples correntadas que los Campas descienden con sus balsas, considerando ese lugar como su mejor embarcadero; punto que determinado de posición por su latitud resultó encontrarse á 5 E E los 10” 28” es decir, cinco millas únicamente del puerto Tucker y por consiguiente á ocho millas del punto en que bajo la lati- tud 10 20 03”, determinada por Tucker, se verifica la confluen- cia del Pichis con el río que llamó Herrera-yacu, y que, según el señor Pérez, no es otro que el Chivis. Las distancias marca- das en el croquis del señor Pérez, comparadas con las que tomó directamente el que suscribe, en los seis kilómetros que siguen al 120, permiten apreciar los resultados, y hecho esto se en- cuentra que están en armonía con las que dá á la comparación de latitudes, que realmente son ocho millas las que faltan, y que por consiguiente con dieciseis ó veinte kilómetros más de camino en terreno llano, se habrá llegado hasta la misma con- fluencia con el río Chivis en la latitud 10 20 03” ya mencio- nada. En el presente año, apenas pasen las aguas y en menos de 30 días de trabajo, se podrán concluir esos 16 ó 20 kilómetros, y con ello habrá quedado realizado por completo el alto propó- sito que vienen persiguiendo nuestros Gobiernos desde tiempo inmemorial; y muy especialmente en los últimos 20 años, desde que en 1873 Tucker determinó el puerto de llegada álos ríos na- vegables, y luego en 1876 Wertheman dió la posición geográfi- ca del punto de partida en la confluencia del Paucartambo con el Chanchamayo, haciendo después un estudio serio del Pere- né, quehizo conocer la dirección dominante de su curso al SE., y reveló la existencia de las cascadas, opuestas por la naturale- za como obstáculoinsuperableá la navegación de ese río. La diferencia de coordenadas geográficas entre los puntos extremos daba, hechos los cálculos del caso, una distancia de quince leguas entre dichos puntos, suponiendo llano el terreno que les separaba; caso de ser accidentado, esa distancia sería mayor, y por consiguiente, poniendo todo en contra, debía cal- cularse sobre un recorrido de 30 leguas como longitud máxima de camino por hacer. La distancia efectiva que se ha encontra- do es de 140 kilómetros desde San Luis, lo que desde Puerto Wertheman sería de 147 kilómetros ó 26 y media leguas de las de 20 al grado. Tal es el resultado alcanzado por medidas di- rectas hechas con la cadena en su mayor parte. Como entre la Oroya, término del ferrocarril Central Tra: sandino y el puerto Wertheman, hay una distancia de 126 ki- lómetros, ó casi 23 y media leguas, resulta que el término de la navegación en la confluencia con el Chivis y el término del ferrocarril de la Oroya, están precisamente á la distancia de camino efectivo, de 50 leguas de 20 al grado, ó.de 273 kilóme- tros. Cuando sea todo el camino hecho definitivo, como el de Chánchamayo, esa distancia se salvará en cuatro días de via- y Aa je cómodo, y Lima quedará de su puerto fluvial á cinco días únicamente. Hoy se emplean nueve días. Condición es del progreso humano lo lento y lo oscilanto de su desenvolvimiento, y esta ley se ha cumplido respecto del camino del Pichis, empleándose veinte años para llevar esta obra al terreno de los hechos, no obstante la acción no inte- rrumpida de nuestros Gobiernos y el entusiasmo de los explo- radores y de los ingenieros que han enviado para ejecutarsus planes. Papel interesante ha desempeñado en esta larga evo- lución el error de cinco minutos para el «límite de la navega- ción del Asupisú, y el mismo error para la confluencia del Chivis, con que estos puntos aparecen fijados en los planos que nos proporcionaron en San Luis, y después acompañamos como , anexos á la memoria del camino el año 1891. Ese error, que traía esos puntos cinco millas más al sur, aproximando de San Luis el término del camino, no podía llamarnos la aten- ción cuando veíamos que en el croquis de viaje de la expedi- ción Palacios el año 89, había tres minutos más todavía hacia el Sur para la confluencia con el Chivis que allí se fijó en 10: 28”, en tanto que los Padres la fijan en 10:25”, siendo en realidad 10” 20” según Tucker y la última exploración que aca- ba de hacer el señor Pérez. El límite de la navegación por los Campas se marcaba en 10% 36” siendo de 10» 28, Tal vez, sin embargo, esos errores han desempeñado su papel en la ejecu- ción del camino, contribuyendo en algo á hacer que más antes se procediera á emprender los trabajos, por lo mismo que se creyó más corta la distancia y llano el terreno. Por otra par- te, esos números 10” 35”, 10» 28” y 107 20”, al mismo tiempo que representan, con error las latitudes que se atribuían al puerto buscado, representan también y con verdad, los puntos térmi- nos donde llegó el camino sucesivamente en 1891 y 18929, yá donde concluirá, por fin, en el presente año, que será, por eso sólo, uno de los más memorables en la historia del adelanto nacional. ESTUDIOS DEL CAMINO DEFINITIVO, La ejecución del camino definitivo deberá ser precedida de un estudio sério hecho á favor del camino actual, según se dispone en la suprema resolución del 26 de Abril del año an- terior. Ese estudio á su vez debe hacerse después de examinar en conjunto toda esa región y deducir por las condiciones ge- , — 276 — nerales del terreno, la zona más conveniente; zona que, una vez señalada, deberá ser objeto del estudio definitivo para el trazo del camino. Para hacer esta elección de zona, nos presenta el Mapa, materia de esta Memoria, un arsenal de datos de mucha im- portancia; tales son: las líneas que marcan la dirección seguli- da en distintos sentidos por los exploradores que han recorri- do esas regiones; y las alturas y otros datos que esos explora- dores han consignado en sus diarios de viaje. Felizmente, po- seemos todos esos documentos debidamente autentificados, y á favor de ellos nos será fácil hacer una comparación concien- zuda de las cuatro vías conocidas y que son las siguientes, to- das marcadas en el Mapa: 1. La delos señores S. Palacios y C. Pérez por el Huan- cabamba en Agosto de 1889. 2." La de los señores Luis Wolff y C. Barandiarán por el Antas y Cacasú en Agosto de 1889. 3." La del R. P. Carlos Lange y don Carlos Fry por el Asupisú en Diciembre de 1890. 4.* El camino provisional de herradura de San Luis al Pichis, inaugurado el año 1891. Como la bondad de un camino depende de la menor dis- tancia horizontal que hay que recorrer y del menor desnivel que hay que vencer, será conveniente que ante todo presen- temos en un cuadro y para cada una de las cuatro vías, las al- turas de los puntos que inevitablemente tiene que pasar, como son las crestas ó líneas de fé de las cadenas de cerros, y los ríos que por ellas quedan separados. Admitiendo el límite de cinco por ciento para las pen- dientes, será necesario entre cada dos puntos obligados de pa- so, alargar el camino por desarrollos si no es suficiente la dis- tancia que media entre ellos; y también quedará alargado este camino si dicha distancia siendo mayor que la necesaria al cinco por ciento, obliga á emplear pendiente menor, y en con- secuencia, á recorrer una extensión que sería de más si sola- mente se tratase de vencer altura. Para tener en cuenta estas circunstancias, escribiremos al lado de la altura de cada pun- to su distancia en el terreno y la parte de este que queda ex- cedente para vencer el desnivel entre los dos puntos, con la pendiente de cinco por ciento. He aquí los cuadros: — 277 — 1. Vía por Huancabamba seguida en Agosto de 1889 por los señores Samuel Pala- cios y Carlos Pérez, recorriendo á pié 163 kilómetros de camino entre Río y Monte. Alturas to- Distancias Distancias s «| excedentes PUNTOS. parciales en Epa Li ecnrias para vencer kilómetros, E DIS 1 Ta aitura al5 pS k m m k 1 San Luis de Shuaro.. A O | 655 2 Paso del río Paucartambo. . s 191-710 3 Punto de faldeo.. 15 | 1200 4 Paso de la cadena de los Cerros de la Sal.. as a a Bl DODO. 1 1845 5 Fondo del valle. E A 10 | 1800 6 Convento Quillazú.. IA 2851 1151 7 Tingo Muchuimayo.. 338 | 1595 | 405 49 8 Cajón-pata, paso de la cadena de' Yanachaga. . O 1 481 15 9 Paso del río Chuchuras.. 03 55 | 399 10) Puerto en el Palcaza .. ueno. 15 | 340 | 1686 36 Totales. una, 108.2... 3867 93 2. Víaporel Antas y Cacasú seguida en Agosto de 1889 por los señores Luis Wolff y Carlos Barandiaran, recorriendo a pié 111 kilómetros de camino, por entre Río y Mon- te, en once dias, Distancias A 3. [Alturas to- Diferencias as tales sobre|Diferencias' Xedentes PUNTOS. parciales en para vencer leguas. a Es dell de nivel. “1 altura ; al 5 pS lg. m m k San Las de SOUTO ta 0 655 2 Paso del río Paucartambo...... LF 6 3 Paso de la cadena de los Cerros dela Sal.. 2 E Y 15 4 Paso de una altura. sobre el Ca : casú. AI 4 1000 5 Paso del río Palcazu o LI 6 405 | - 967 6 Paso de la cadena San Matías en Recarcasuten.. 5 | 2501 | 2096 7 Río Chivisá 8 millas de su em- bocadura.. ET. A 330 | 2171 Totales 22 2 dc 901.5. .15851 215 3. Via por el Asupisú seguida en Diciembre de 1890 porel R. P. Carlcs Lange (de los misioneros de San Luis) y D. Carlos Fry, recorriendo á pié 103 kilómetros en siete días, por entre Rio y Monte. Distancias : ¿a JAlturas to- s ES ao mar. al 5 pS | k m m k 1-San Luis de Shuatos.. du. he O | 655 | 2 Paso del rio Paucartambo...... 4 665 | 3 Paso de un contrafuerte de los Cerros de la Sal, Metraro nuevo kilómetro 23. Ñ A El 682 +3) 4 Paso del río Yurinaqui ó Eñeno. E 305 | 1032 5 Paso de un contrafuerte.. OS 710 : 6. Paso del rio Ubrique PER 305 12610 7 Paso de un contrafuerte........... OA 740 8 Paso del Tio SOtshMl ea uaia es ETA 615 | 390 9 Paso de la cadena de:los Cerros de la Sal.. ¿LOTO 15460 10 Rio Asupisú después del Quinti- PATA AS a FOO 103 | 305 710 18 Totales. 022 108 AAA 21 4. Via por el Asupisú seguida en 1891 para la ejecución del camino del Pichis inaugurado ese año hasta el Asupisú en el kilómetro 100 y latitud sur 10% 35”. 3 e as ¡ Distancias Dist OS ales sobre Diferencias | *Xccdentes BUNIOS. rra el nivel dell de nivel. EA e da mar. al 5 p2 k m m k 1 San Luis de Shuaro .... 0 | 655 2 Paso del río Paucartambo, k 3. 80 3.80 | 665 3 Paso de un contrafuerte en los Cerros de la Sal, en Metraro : nuevo, k. 23. 16.00. 1354: 682 3 4 Paso del río Yuriñaqui ó Eñe- no, k. 44.. TA 598 | 739 dá 25) Paso del contrafuerte que lo se- para del Uibiriqui, K.D8. al .... | 1406 | 808 6 Paso del río Ubiriqui, k. 68.90,.| .... 621 | 785 2 7 Paso de la cadena de los Cerros de la Sal, k. 79.. SS 8 Paso del río Asupisú.. a ADA 427 | 755 2 9 Puerto de los Campas, k. 120. 95.00 | 249 | 178 20 ; Totales: sa 95.001 .... | 4608 34 — 279 -- Tales son los cuadros que dan, á la simple inspección de sus cifras, la condición de cada una de las cuatro vías se- guidas. Se vé por ellos que las vías 1 y 2 pasan al río Paurcartam- bo á mucha mayor distancia de San Luis que las vías 3 y 4; se ve también que las cuatro vías cortan la cadena de los Cerros de la Sal, pero respectivamente á la altura eE 2,000, 1,372, 1,075 y 1,282 metros, y en tanto que las vías 1 y 2 trasmontan después respectivamente la cadena de Yanachaga á la altura de 2,026 metros y la de San Matías en Recarcasuten á 2,501 metros, las vías 3 y 4 trasmontan solo los tres contrafuertes que van al Perené formando las quebradas de los ríos Yuriña- qui ó Eñeno y el Ubiriquí. La vía número 3 pasa además el contrafuerte que separa el Sotshñi. Por último, debemos no- tar que entre las vías 3 y 4, ambas pasan por los ríos Eñeno y Ubiriqui; pero la número 3 verifica este paso al nivel medio de 300 métros, en tanto que la número 4 lo hace á la altura me- dia de 600 metros, habiendo en ambos casos el mismo desni- vel con la cresta que inmediatamente debe subirse después de pasar el río. Si nos limitamos á comparar la longitud de las cuatro vías, teniendo en cuenta, por supuesto, para la 4 no el largo del camino, sino la distancia en el terreno natural, que es lo medido en las otras tres vías, encontrando para estas dis- tancias los valores respectivos en kilómetros 163, 111, 103 y 95, resultaría la ventaja del lado de la nuestra seguida para el camino del Pichis; pero este modo de comparar tendría varios errores. En primer lugar deberíamos aumentar 20 kilómetros á las tres últimas para llevarlas ásu término común enel puerto de la confluencia con el Chivis, y así ponerlas en la misma condición de la primera que tocó en el puerto del Palcazu. Las vías serían, pues, de 163, 131, 123 y 115 kilómetros respectiva- mente, y si bien resulta siempre inferior la primera en cuan- to á longitud, todavía tendríamos que averiguar la altura por subir y bajar en cada caso y la longitud, por recorrer sin prove- cho para esa altura; solo así podríamos formar un juicio cabal sobre la mejor de todas, reduciéndolas á condiciones iguales de pendiente máxima. Haciendo estos cálculos tenemos lo siguiente: Vía número 1 por Huancabamba. Distancia para vencer la altura de 3,866 metros al cinco por ciento.. 717 km Idem exceso de distancia natural respecto del des: > - 280 — nivel entre los puntos 1.41 Y Wi A Longitud mínima del camino al cinco por ciento, máximo de pendiente: 230.00 A US Vía número 2 por el Antas y Cacasú. Distancia para vencer la altura de 5,851 metros al cinco por ciento.. : AA IN: Idem exceso de distancia natural. respecto del des: nivel en los. puntos 1, 3,.D,.6 Yi... o A Longitud mínima del camino, al cinco por ciento, maximo de pendiente... Lota. Vía número 3 por el Asupisú (Padre Cárlos) Distancia para vencer la altura de 5,490 metros al, cinco por ciento.. O EU Idem exceso de distancia “natural respecto del des: nivel en los: puntos 1, 3. OS Longitud mínima del camino al cinco por ciento, máximo de pendiente 00. Vía número 4, por el Asupisú (camino actual) Distancia para vencer la altura de 4,608 metros al cinco por ciento.. , P9 Din Idem exceso de distancia natural “respecto del des- nivel en los puntos 1,92. Dña e Longitud mínima del camino al cinco por ciento, máximo de pendiente. . E E O En resumen, tenemos que, anda un camino definitivo con la pendiente máxima del cinco por ciento en las cuatro di- recciones que venimos examinando, la longitud de dicho ca- mino definitivo sería respectivamente de 170 kilómetros por la vía número 1 (Palacios) 139 id id id id 2 (Wolff) 131 id 1d id id 3 (Padre Carlos) 126 id id id id 4 (Camino Capelo y Pérez). En verdad, tendríamos que aumentar á estas longitudes algunos kilómetros más para tener en cuenta ciertas lomadas pequeñas que obliga á veces á -salvarlas con pendiente menor de cinco por ciento, y por consiguiente, alargando la distan- MEA OA e OCA AAA 20. cia; pero como ese dato sería común á las cuatro vías, no ten- dría objeto para la comparación que hacemos ahora, siendo lo dicho suficiente para dejar evidenciado que la vía número 4 es la más corta y la número 1 la más larga, pudiendo tomarse como iguales las números 2 y 3 entre las cuales está la 4 de mínimo recorrido. Este resultado no debe sorprendernos, porque precisamen- te, siendo la número 4 la última, hecha después de conocer las otras y á fin de salvar sus inconvenientes, era muy natural que fuese mejor y estuviese más cerca que ninguna otra de las anteriores á la condición buscada de exigir un recorrido míni- mo para las alturas y distancias por salvar entre los puntos ex- tremos. El estudio completo de esta zona, mandado hacer ya, precisará más todavía la línea del mejor trazo, y una vez co- nocido este, se podrá proceder á la ejecución de un camino definitivo que sustituya al actual de un modo permanente. ESTADO ACTUAL DEL CAMINO. Después de haber dado á conocer lo que se ha adquirido en el estudio de esas regiones, fáltanos solamente, para con- elyir, dejar aquí constancia de los trabajos hechos en el año próximo pasado para mejorar el camino inaugurado en 1891. Compuestos todos los derrumbes, destruidos los obstáculos y rehecho casi todos los puentes rústicos por el señor Pérez en los meses de Junio y Julio, y en Agosto y Setiembre por el que suscribe, prolongado el camino hasta el kilómetro 120, cons- truido conforme al proyecto aprobado el puente del Asupisú, y fundadas dos colonias, quedó desde entonces el camino del Pichis en condiciones de tráfico muy superiores á las del año anterior; de modo que á nuestro regreso del Asupisú, dejamos el camino seco y expedito para el tráfico en casi toda la exten- sión, salvo unos 6 ó 7 kilómetros donde el barro aún no había tomado la consistencia á que naturalmente llega después de al- gún tiempo y bajo la acción del sol. Después se ha construido el muro de albañilería proyectado para defensa del puente del Paucartambo, y una cuadrilla de cinco hombres ha recorrido el camino hasta el kilómetro 120, reparando los pocos desperfec- tos que se habían producido con las lluvias de esta estación. Por último, el señor Soto, Comisario de esas regiones, ha hecho en 22 de Diciembre próximo pasado un viaje hasta el Asupisú acompañando á los colonos establecidos allí al cuida- do del puente Pérez, y por el informe que ha pasado y que ori- ginal elevé á la Dirección del ramo, puede verse que continúa el camino en buen estado de tráfico, salvo un poco de barro que todavía existe entre los kilómetros 51 á 56 y del 75 á 77, así 6 3 -— 282 — como el que se ha formado entre el kilómetro 4 y el 19, á causa sin duda en esta parte, de la estación actual de aguas y del considerable tráfico á bestia que hacen por allí los arrieros de la “Peruvian Corporation” para llevar reses, víveres y otros elementos á sus colonos establecidos cerca de la confluencia del Eñeno con el Perené. Habla también el señor Comisario de una barbacoa en mal estado: la del Infiernillo, kilómetro 2; de cin- co puentes rústicos, que deben rehacerse; y de los puentes del Eñeno y del Ubiriqui, que no hacen gran falta, por pasarse por el vado fácilmente. De estos desperfectos, hay unos muy fáciles de componer, y sobre los cuales ya se han impartido las ordenes del caso; pe- ro hay otros cuyo arreglo demanda un gasto de alguna consi- deración. Son estos los pasos que en el Mapa hemos designado con los nombres de San Gabriel, San Carlos y Santo Tomás, en honor de los Reverendos Padres Misioneros de San Luis, que tanto han hecho por el camino del Pichis, y para pagar en cierto modo la deuda de gratitud que tenemos para ellos los que dirigimos los trabajos el año 1891. Esos pasos se encuen- tran en los kilómetros 19, 54 y 76 y corresponden como puntos de paso obligado á las gargantas de los dos contrafuertes y de la cadena principal que el camino atraviesa necesariamente. En esos puntos el camino tiene ahora las pendientes más fuer- tes y el peor piso, siendo indispensable á favor de las gargan- tas que se encuentran á su proximidad, cambiar desde luego el trazo como se indicó en la Memoria del año 1891; con cuyo cambio que comprenderá 5 ó 6 kilómetros en cada paso, habrán desaparecido los únicos trechos del camino donde se forma el barro, y las fuertes pendientes que hay en ellos. El gasto que esta medida puede ocasionar no pasaría de dos mil soles cada uno, de modo que con seis mil soles para estos pasos y tres mil más, cuando mucho, para la prolongación al Chivis, quedaría el camino al Pichis todo en perfecto estado de tráfico, con to- das sus pendientes suaves y hasta el puerto mismo, pudiendo hacer entonces su travesía á caballo en tres días únicamente, en lugar de los seis que hoy se emplean. Mientras no sea posi- ble hacer este gasto, debemos limitarnos á mantener el tráfico arreglando esos tres pasos de la mejor manera, y abriendo des- de luego, si hay medios para ello, la trocha que permita pasar á pié por lo menos del Puerto Campa, donde hoy termina el ca- mino, kilómetro 120, al Puerto del Chivis, kilómetro 140, donde se ha estipulado que lleguen las embarcaciones á vapor para fines de este año. En cuanto á los puentes importantes que necesitaría el ca- mino, deben ser estos: 7 de 24 metros de luz, y como 5 de 15 me- tros; y es evidente que por ahora no será posible pensar en esas NS obras que demandaría un gasto no menor de diez mil soles, y esto, si se emplea un sistema especial, de cuyo estudio me ocu- po actualmente. Si este camino contase con una subvención anual de trein- ta mil soles, en diez años quedaría concluido el camino defini- tivo, y esto sin perjuicio de que el tráfico recibiría cada año mejoras de consideración, con lo cual se favorecería en mucho y desde luego la colonización de esas regiones, creando con ello nuevas fuentes de riqueza nacional. Con lo expuesto, cree él que suscribe haber consignado todo «lo que merece recordarse sobre los trabajos del camino del Pi- Chis en el año 1892. J. CAPELO. Lima, Enero 24 de 1€93, —_—____Ah » Y — 1N PORM HE QUE PRESENTA AL SUPREMO GOBIERNO, EL COM¡SIONADO DON FE- DERICO MORENO, SOBRE LOS YACIMIENTOS DE PETROLEO EN EL DEPARTAMENTO DE PIURA, SU ACTUAL EXPLOTACIÓN Y OTRAS RIQUEZAS MINERALES QUE CONTIENE ESE TERRITORIO. PRIMERA PARTE pl Extensión de los yacimientos de petróleo. La zona petrolífera del Departamento de Piura se desarro lla entre los 3” 33 16” (Tumbes, y 6” 38 0” (Punta de Aguja) la- titud sur y entre los 82 48” 28” y 88” 34” 30” de longitud O. de París, lo cual equivale á una extensión de 184 % millas por un ancho de 60 arco de meridiano; pero siguiendo las sinuo- sidades de la costa y del terreno, es mayor de 400 millas. Diversas opiniones se han emitido sobre la extensión de los yacimientos de petróleo. Según el ingeniero norteamerica- no Mr. E. P. Larkin, que habitó tres años la provincia de Tumbes, expresada en un folleto publicado en Nueva York el año 1866, la zona petrolífera reconocida por él, comprende una área de 800 leguas cuadradas, ó sean 7,200 millas equivalente á 4.408,000 acres ingleses. Según Mr. Prentice, que también estudió la misma zona en la misma época, el terreno oleoso abarca una extensión de 120 millas de largo por 60 de ancho; lo que da una superficie de 1.000,000 de hectáreas de terreno equivalente á 250,000 perte- nencias mineras de 40,000 métros cuadrados cada una, según nuestras leyes vigentes. ) — 284 — M. Fonvielle, autor de un interesante libro titulado «Le Petrole» publicado en París en 1888, asigna á la extensión pe- trolífera de Tumbes, solamente 16.000 kilómetros cuadrados; y según los autores Fernand Hue y Benjamín Crew, que han publicado dos obras sobre el petróleo de París y Filadelfia, asignan á la zona de Tumbes, igual extensión á la de Larkin, Téngase presente que la región á que se refieren estas autori- zadas Opiniones, es la comprendida solamente entre el Cabo Blanco, 50 millas al norte de Paita, .y la quebrada de Charán, 10 millas al sur del río de Tumbes, sin incluir Negritos, La Brea y Talara, ni mucho menos la región petrolífera del Cen- tro que ocupa la costa de la provincia de Paita, ni la del Sur en la península de Punta Aguja, cuyos yacimientos de petró- leo han sido descubiertos hace dos años, y que constituyen otro tanto de extensión, en cuyo caso daría una área de 32,000 kilómetros cuadrados. Esta gran superficie de terreno petrolífero, muy inferior por cierto á los yacimientos de petróleo de Rusia, que cons- tan de 200,000 millas cuadradas, pero sí muy superior á los de Pensilvania, en los Estados Unidos de Norte América, que apenas alcanzan á 350 millas cuadradas, cuyos pozos de petró- leo suministran al comercio del mundo en forma de aceite ilu- minante ó kerosene 40.000,000 de barriles, de 42 galones cada uno, por año, invariablemente, habiendo sido la producción to- tal de 1860 á 1884 de 266.000,000 de barriles, cuyo valor en do- llars es de 443.991,380, datos minuciosos que he consignado en el libro que publiqué en inglés y castellano el año de 1891 con el título: «El Petróleo del Perú bajo el punto de vista indus trial.» No solo se encuentra petróleo en el Departamento de Piu- ra, pues lo hay también cerca del puerto de Chimbote, y en el lugar llamado Calaveras en la provincia de Casma. En el Sur se encuentran yacimientos de brea y petróleo en el distrito de Pusi, provincia de Huancané, en Palpata distrito de Yanacoa, provincia de Canas; en el cerro de Condorocana, provincia de Angaraes, descubierto en 1760 por don Domingo Monge; en Chumpi, provincia de Parinacochas, y por último, en la que- brada de Acarí, y en las provincias de Jauja y Huancavelica, según se asegura, presentándose en la forma exterior de asfal- to. Es posible que también se encuentre en el Departamento de Ica á juzgar por ciertos signos exteriores que revelan inva- riablemente la existencia del petróleo y últimamente se ha descubierto en Lambayeque. La extensión y valor de estos yacimientos, no puede cal- cularse por no haberse hecho aún, un detenido estudio de ellos. ms , pon AAA 2 As e LIA o SITNAPES —- 283 -— La composición química del petróleo bruto es la siguiente: DE ESTADOS UNIDOS DE RUSIA DEL PERU. MORDOno.! su 49.1 QAPDODMO 3. 2.2. STA ¡CArhono. .. «+. 94.9 ENTIPÓZEnO. +. .6,8 - HIdrÓgeno”. ..... 19.5 ¡Hidrogeno....18.1 MAPA. er AO) XIBENO oa + OA. OXÍBenoO: ... o... 1.4 100.0 100.0 100.0 TI. División de la zona petrolífera de Piura. En tres regiones distintas hemos dividido este vasto terri- torio. La zona del Centro que comprende todo el litoral de la provincia de Paita, la del Norte ó sea la provincia de Tumbes, y la del Sur, últimamente descubierta el año de 1890 en la pe- nínsula de Punta Aguja, del Distrito de Sechura, provincia de Piura. REGION PETROLIFERA DEL NORTE. Esta comprende todo el litoral de la provincia de Tumbes, desde la quebrada de Mancora hacia el Norte, hasta la orilla del río Tumbes, en una extensión de 150 kilómetros m/m. Es una de las regiones más extensas, pues la zona compac- ta de las rocas oleosas, comprende sin solución de continuidad, una área de 100 kilómetros de largo por 35 de ancho, desde «Mal Paso» hasta «Caña Dulce.» Por lo demás, esta región cuenta con muchos y abrigados puertos y caletas, como Tumbes, Heath, Zorritos, Sechurita, Boca Pan y Máncora. De la orilla izquierda del río de Tumbes, á la caleta de Talara, se encuentran de Norte á Sur, las siguientes quebra- das que constituyen los yacimientos de petróleo: Garita, La Cruz, Charan, Mal Paso, Sanjinés, Diminuta, Heath, San Enrique, Los Zorros, Tijeritas, Culebras, Balzeros Peroles, San Alfredo, Tucillal, San José, San Ricardo, Peo- nes, San Federico, San Humberto, San Antonio, San Fausti- no, San Florentino, San Juan, Del Pozo, La Merced, Sechu- rita, Tres Puntas, Boca Pan, Zapotal, Pan Viejo, Caña Dul- ce, Peña Mala, Padre Mllesca, La Cruz, Tutate, Piedra Redon- da, Punta de Sal, Salado de Averías, Punta de Muo, Canoas, Punta de Pico, Peña Negra, Cerro Blanco, Quebrada Seca, Sal Chico, Sal Grande, Gigantal, Cardalito, Bravo, Salado de los Preciados, Salado de Realengo, Salado del Azotadero, Cuesta de Averías, Quebrada Hueca, Mal Pelo, Pedro Viejo, Hospital, Taical, Puente Nuevo, Quebrada Verde, La Breita, 4 — 286 —- Cabo Blanco, Quebrada de Siches, Amarillos, Organos, Mán cora, Potrero de Siches, La Brea, Cerro Prieto, Negritos y Ta- lara. Estas 72 quebradas, aparte de otras, cuyos nombres me son desconocidos en esta misma región, constituyen desde el río de Tumbes, hasta la caleta de Negritos, un vasto yacimiento de aceite, cuya superficie comprende los 16,000 kilómetros cua- drados que asegura el ingeniero Larkin, cuyo centro de gra- vedad probablemente no está á orillas del mar, donde solo se encuentra abundantes filtraciones, sino en las altas lomas del interior, donde la capa petrolífera se interna unos 100 kilóme- tros. Así quedará demostrado, tarde ó temprano, cuando la in- dustria del petróleo tome su natural desarrollo, cuando los capitales, tan rehacios hoy para obtener los pingúes beneficios que les brinda la poderosa zona petrolífera de Piura, una de las más extensas del mundo, afluyan en cantidad suficiente que les permita practicar vastos reconocimientos en forma, y no tan limitados y rápidos, como los que hasta hoy se han hecho. REGION PETROLIFERA DEL CENTRO. Esta comprende la costa de la provincia de Paita y se ex- tiende desde la quebrada Máncora hasta más al sur de la Silla de Paita y Punta Toca, comprendiendo la gran zona de la Brea, Negritos y Talara. Además se extiende otra de la orilla izquierda del río de la Chira á Punta Lobos, en una extensión de 85 kilómetros, cuya área está calculada en 11.310,000.000 de métros cuadra- dos en las quebradas y sitios siguientes: Colán, Punta Sorá, Panteón Inglés, Lomas de Paita, Pun- ta Chuí, Punta Loradan, Playa Pescadores, Playa Paquieé, Playa Grande, Caleta de Horno, Playa Tutate, Playa Pericos, Punta Tortuga y Punta Lobo. Las filtraciones de petróleo en estos terrenos se manifies- tan visiblemente en algunos puntos, como en Punta Sorá, Tu- tate, Pescadores, Lobos, Tortuga y Paquié. En la Playa Pescadores hay una excelente caleta, como también lo es la del Horno, por donde pueden exportarse los aceites sin necesidad de ir al puerto de Paita. En la quebrada de Paquié hay vertientes de agua dulce. REGION PETROLIFERA DEL SUR. Está situada á orillas del mar, en distancias variables des- de 400 hasta 16,000 métros de la playa. La posición geográfica de estos vastos yacimientos es, en- tre los 80" 58” y 81” 11” de longitud al O. E. de Greenwich y y a 50 48” 4 6” 10” de latitud sur, distando 17 leguas ó sean 85 ki- lómetros del pueblo de Sechura y á 60 millas por mar, del puerto de Paita. La zona de estos yacimientos está atravesada totalmente por una cadena de elevados cerros situados muy cerca de la costa, tomando su origen en la Punta Pisura de la bahía de Sechura. Estos cerros tienen una elevación más ó menos de 400 metros y se cubren de pastos en los años lluviosos. Esta región comprende los sitios siguientes: Garita, Re- ventazón, Punta Nunura, Punta Pisura y Punta Bichayo, etc., cuya capacidad no ha sido posible medir, por lo irregular de los terrenos. Hay para la exportación del petróleo varios puertos cer- canos cómodos y abrigados, entre estos el de Nunura, tan ex- tenso y abrigado como el de Paita. Parece que esta zona se extiende más al sur del Departa- mento de Piura, pues se han descubierto yacimientos de pe- tróleo en el Distrito de Mórrope del Departamento de Lamba- yeque. Según los datos que me ha proporcionado el ilustrado y respetable caballero don Modesto Basadre, se encuentran ya- cimientos de petróleo en el pago de Sagollo del valle de Lo- cumba, en el camino que vá á Mirave, cuyas filtraciones de aceite se manifiestan en una gran extensión. : PRODUCCIÓN DEL PETRÓLEO EN EL MUNDO AL AÑO. NUMERO | BARRILES ON les DE POZOS ¡[DE 160 LITROS E AMCIICA: desa fa ao dl ODO | 64.:2385,081 A A iaa 200 900,000 E E E a alas 44 500,000 A A E NS A A 80,000 a A os La, al ias a 200 35,143 El AN AI TON IE 1.000,000 REA SPASPLAD A ví al aia io 1 116,250 A UT A le de DR 400 | 15.625,000 OA A a 250 50,000 1! | IE A A id OS AN 1200 125,000 A A le e LO bt e 5.000,000 JUL E A A A A e 200 300,000 TOA 27495 | 89.966,474 Mo a TIT. Perforación de pozos de Petróleo y Estadística de su producción. Los pozos que hasta hoy se han abierto en distintos lugares de la zona petrolera, no alcanzan mayor profundidad que la de 800 piés ingleses, obteniéndose el petróleo muchas veces á los 30. Estos sondajes no pueden considerarse sino como superficiales si se les compara con la profundidad á que alcanzan los pozos de aceite en Prusia, Pensilvania y Mar Rojo, donde para ob- tener una suficiente cantidad de líquido, van hasta 2,000 piés. Siempre que el terreno y su formación geológica, ponga de manifiesto signos que aseguren la presencia del petróleo, como la emisión del gas y el ruido que éste produce á su salida, y muy especialmente la presencia de la roca petrolífera donde se encuentra infaliblemente el aceite, no debe abandonarse por ningún motivo la perforación de un pozo, sin haber descendi- do siquiera á la profundidad de 1,200 piés. Haciendo una perforación profunda, hay mayor número de probabilidades de que el pozo sea fiuyente y no necesite bom- ba, el cual es verdaderamente industrial y puede manejarse y explotarse sin más aparato que una llave; pozos que pueden du- rar muchos años, pues toman las filtraciones más profundas y abundantes de las cavidades de la tierra, al mismo tiempo que se obtiene el aceite más limpio y como depurado al través de un filtro por los poros de las rocas más sólidas y compactas. Si al encontrar los pozos fluyentes, ó los verdaderos surti- dores de aceite, entra por mucho la buena suerte del ingeniero ó perforador que elije el sitio y dirije los trabajos, también es verdad que influye poderosamente para no encontrarlos, como actualmente sucede en la región de Tumbes, el que los indus- triales se contentan con explotar las primeras filtraciones de petróleo que encuentran, abriendo otro pozo después cuyo cos- to de ambos reunidos, siempre es mucho mayor que el gasto que puede ocasionar un pozo profundo de 1,200 á 1,500 piés. Un pozo fluyente ó surtidor expontáneo, vale muchos pozos de bomba por abundantes que estos sean. En el primero, extraer el aceite cuesta tanto como tomar el agua de una cañería, mien- tras que los segundos necesitan tener permanentemente el cas- tillo, la bomba y la dotación de servicio correspondiente, apar- te de los percances que diariamente experimentan los aparatos de extracción, por roturas, desviaciones, cambio de nivel y obs- trucciones. El terreno plano generalmente no es propicio para hacer perforaciones que dén buen resultado. Siempre que haya terre- no quebrado disponible es preferible perforar en él. a — 289 Las perforaciones que se hacen al pié mismo de los cerros ó de las lomas, ó sobre las reventazones de las rocas de arenis- ca, aumentan inmensamente las probabilidades de buen éxito. Esta observación se confirma con los pozos que hemos visto en las estrechísimas quebradas de Tucillal, Heath, Tijeritas, y en el mismo terreno de Zorritos, cuyos pozos si bien están en la playa á 30 metros del mar, se encuentran también á 10 y 20 metros del terreno elevado de las lomas. Al terminar la perforación de un pozo, que contenga aceite y que éste haya salido á la seperficie, debe colocarse inmedia- tamente á la boca del tubo la respectiva bomba, pues muchas veces se le tapa y viene á explotársele días y aún meses después, | lo que dá lugar á que escapándose el gas el aceite descienda | por su densidad específica á las cavidades de las rocas, infil- trándose por la porosidad de éstas y estableciendo nuevas co- rrientes que antes no existían. Al abrirse un pozo que durante mucho tiempo ha estado cerrado pero conteniendo al principio 200 á 400 piés de aceite en el tubo, no es raro encontrarse con el pozo completamente seco. Hay, pues, que colocar inmediata- mente la bomba y comenzar sin descanso día y noche la explo- tación del pozo, si se quiere evitar estos desagradables acci- dentes. Además, la bomba al funcionar sin interrupción desde el primer momento, al extraer el líquido á la superficie, ejerce una verdadera succión que mantiene limpias todas las grietas de las rocas por donde destila el aceite, extrayendo además todas las materias pesadas, que la mayor parte de las veces obstruyen los pozos, como la arena, la greda ó el granito pulverizado, que resulta de la perforación ó de los derrumbes interiores. En el caso de obstrucción de las grietas, es indispensable suspender la explotación y seguir en esecaso una nueva perforación, aban- donando y tapando con el tubo de revestimiento la primera fil- tración que pudo explotarse con ventaja. El signo precursor de la existencia del petróleo durante la perforación de un pozo, es la emisión de gas, cuyo olor pene- trante y característico se hace sentir á grandes distancias, co- mo también el ruido cavernoso que éste produce á su salida. Desde este momento es indispensable tener listos los tanques, cañerías y la respectiva bomba para colocarla sin pérdida de tiempo, y no exponerse á perder el dinero invertido haciendo una perforación estéril. En los pozos fluyentes, el aceite desborda de la boca del tubo sin violencia por pocos días, ó pormuchos meses y aún poraños. No pasa lo mismo con los pozos surtidores, cuya columna de aceite al salir por primera vez al exterior, empujada violen- tamente por la fuerte dilatación de los gases, sube muchas ve- 7 — 290 — ces 100 piés de altura, perdiéndose el líquido mientras puede hacerse el taponamiento, ya sea con un tubo de acero de 20 piés de largo, con un peso de 30 quintales, ó empleando como muchas veces se ha hecho, un saco lleno de linaza, la cual al dilatarse al contacto del líquido, se convierte en un verdadero tapón. En estos pozos se pierde generalmente grandes cantida- des de aceite hasta poder explotárseles. Hasta hoy no se ha presentado en la región petrolífera del norte, ósea lade Tumbes, ningún pozo de esta clase; pero sí han habido varios en la región del centro ó sea Negritos, cuyas co- lunnas de aceite lanzadas á diversas alturas de 60 á 100 piés han ido descendiendo poco á poco hasta convertirse en pocos meses en pozos fluyentes, los que á su vez terminarán por ser de bomba. Muchos de estos se agotan rápidamente. No hay ninguna regla fija que pueda servir de norma en todo cuanto se refiere á los pozos de petróleo. El capricho de la naturaleza domina to- das las situaciones, á la vez que las esperanzas y las decepcio- nes de los industriales le están ciegamente subordinadas. El único secreto para obtener eran cantidad de aceite que explo- tar, es abrir pozos y más pozos. Los gastos de instalación de un establecimiento industrial, son muy crec idos; nada puede hacerse con menos de 200,600 so- les, es el mínimum de capital invertible en este género de ex- plotación, siempre que los yacimientos estén cerca del mar, y que los que se quieran explotar estando más al interior, serán mucliy más costosos, por el aumento de material, cañerías y rieles, que son indispensables. Este capital es bastante para ex- plotar el petróleo crudo ó sea la materia prima, pues si se tra- tase de refinar kerosene y obtener todos los derivados del acei- te, no bastaría entónces el capital que he señalado. El valor de la perforación de un pozo puede calcularse de la siguiente manera: Un castillo de madera de 76 piés de elevación. . . . S. 800 1000 piés de perforación, de diámetro variable de 124 4 pulgadas, á razón de'S/-2:50 c/U.. 1 DON Fuberíaá.S/ L.50.el pié 1. et o S. 4800 En esta proporción de gastos pueden perforarse pozos des- de 100 piés hasta 2000, siempre que, para practicar la perfora- ción se cuente con la máquina perforadora, motor á vapor y demás útiles, cuyo costo puede calcularse por una sola vez, en S. 8000. “No es exagerado el costo de cada pozo de 1000 piés de pro- da SS. dl e POL — fundidad que hemos evaluado en $S, 4800 desde que igual nú- mero de piés perforados, cuesta en los KE. UU. de Norte Amé- rica, 3106 dollars oro, que al cambio actual de la moneda peruana, equivale casi al doble. En cualquiera de las tres regiones de la extensa zona pe- trolífera del Departamento de Piura, bastaría para formar un establecimiento de exportar petróleo crudo, en muy regular es: cala, la perforación de 20 pozos. Para dar una idea de la producción actual de los que se explotan en los establecimientos de Zorritos y Talara, pozos que llamaremos superficiales, pues apenas llegan á 800 piés de pro- fundidad máxima, tomamos por base los cuadros estadísticos de esa misma producción, que se insertan más adelante. Debo manifestar que los pozos abiertos hasta hoy en la vas- tísima extensión de las tres regiones petrolíferas, calculada en 250,000 pertenencias y donde podrán abrirse 2.500,000 pozos, apenas alcanzan á 49, en este orden: Pozos. OA TR AS de + A A AA 30 EA A A A a EN De < de e) Secta, o a Vr úl Totak 07-04 49 De éstos solo 44 se explotan, por que los 5 restantes pueden llamarse de reconocimiento. La producción de petróleo, por pozo, es tan variable como su duración; en Zorritos existe uno que se explota hace 17 años, y en cuanto á la cantidad, en los dos establecimientos de Tala- ra y Zorritos, los hay que producen desde 100 galones hasta 800 barriles por día, durante las diez horas de trabajo. El aparato perforador y la manera de usarlo, es el mismo en todas partes donde se trabajan yacimientos de petróleo, di- ferenciándose solamente, en que en unos se emplea el cabo de Manila y en otros varillas de acero, los que suelen usarse muchas veces simultáneamente en un mismo establecimiento según lo exige la profundidad de los pozos. El terreno tanto en Tumbes como en Negritos, superficial- mente es de arena y arcillas impermeables, y hasta la profun- didad de 250 metros, se compone de estrados de cortezas areno- sas, conglomerados y piedra de pizarra, la cual facilita extraor- dinariamente la perforación. 4 ó o 7 “A 5 5 5 55 5 88 A US A LO /S [P19gO OTRA 1CO “038 SO ORO SOM USO PB IO eS ' | > Api NANA STA | Po NE, 51 E a PS EA 3 02 FO S|F38 FS [OF L08'92|89€ 68 (196 686 OL ¡FF 9YEZ (32 9FS LIZ [SI GIF (OE £0Y 93€ [LOVEFF Y [OS SIG“OFL|[21E“SIB"OL | E OA En | EG moTE Ñ Gal ES 04 88L |188"T a rec eel03 1GOF [O8Y"LZF [82 £€£8'97 [92082 [08 IOL'OFL[Z€0'Z08'3 [1681 | 00 681 [058'1 08 499 |L68%T [OZ -22P"9 [0€LT9 [9F TOL 92 A 8 [324 98179 [319 "2F0'T ¡OL ££1,86 99 396'T [0681 SN loo 82€ log.'g [ol 1899 ¿68681 [PSE€FL [90462 [39 €l€'18 [83628 [33 8L49%9 |LE9PFFO'T [or 92806 [331218"1 [6881 S 09 ero tlocg Gr los 9688 [9S96T ¡99 3982 [F8S 63 [FL 912 36 Y8L'F9E (3% S8L'TS [ZEL'E98 0% 020' 06 [OLO'IOS"T |S88L| 09 8331 [98331 (09 +3L'9 [9rr zz [32 1051 [831 19 [91 vl8 93 (08 983 (38 LOr'0€ [282109 10L St9"9F ¡FIG.366 [2881 | 108 121 (81 T [039189 |F90'Tz [3h £20'1 ¡8£8"38 -[8€ 900 83 [381 1l€ [33 +r8et2S LEL'OE6 [00 3E£EZP [OF99FS [9881 08 09€ T [SOY'EL [09 T39Y"L [S0F2 33 1991 ¡SSP 81 [YO £E98L (FEO'LO3 [3L FI991 [316'923 [09 961'%€ [3€6"929 2381 | | , | a ——— PE E AA pri O sp. E LA Ta | SY LIT SOYLIT | SOULIA SOU LIT SOMLIT SOULIT oro Jopual JUJ9uLur orjo JOYA) vuIznog orjo JoJeA Ode19 [perujoJo]eA OJ0IYO JW IPOJOJUA 9UISOJIM [RIJIJOJOTUA OPNAO*[01J9 4 SOUY | ZA LUNG Y quí 9) 199y “OL 91001 "SAA MU ML 'SOLIAYMOZ 44 TVIXISNANI OLNAINIO YA TA VISA sopea1ep sas Á o9jouad ¡ap uo1oeJodxa e] ep OIILSIO VISA OYAVND ] "SOSQUI CE TRJO,—*91QUIIS SP YT 1% OI9UH ApsOp oue ojuosold [op Á “S.QUIOLIF Y 9IQUALAON DP SOS | 28 003 T1,6 /S*'*'**OPR]M9]_BO TRLOYO JOB A -QUI SOUIIJ[N SOP SO] OJOS ApuaIduo) 688] OUR 1H E a] SANOIOV AHASIO NAMNASAY 02 00T'T[699'€ (20 028'E6S TOP"LL8"TT (OS TL8%FG 0C8'9LG (22 Gh2'9FE 9F0'6L2'8 (28 S99'FOT 108'g607 Eee 02 80€ [629 [09 060'083 |ZI8'TO9P (19 933'T [639'8T [88 T3G'E6 8698281 (03 31S'8p pra'008 | a68r | [7 268 ¡066% [Sc 066'208 TT8'62T'9 [61 6EF'0T |T62'GTT log STTEFT SCG"STe'3 [ST 82278 [80P'260'T| T68T 2 | UC iccc jos eez'es [eua“GTET (02 c08'El [082'9PT [88 330'80T [SFO'ZT2'T [OS Z8g'2z |Fg9'zPT | 0681 SS] | | e . | .. ON CC O OIC IO OOO ICAO O ICO MOOD O OC), CO ezT e..;$. .......|o. ..... 688T 'pprjo JOB] SOWLUT | [eIo1JO JOJYA | soWzrr [[BIÓpO JOJUA| SOULUL | [RIMJO JOJPA | SOYEIT TRIIJO OPA | soWzrT | S0Up BuIzitag 0Nnp:S9Y JULITO | QUISO put) 9719) y | NEVA VS VWTVL CHALINPI ANVANOO HATIOHLAdA OMIOVd NOdGNOT v'I Ya TO BORA EEE: — 294 — VALORES OFICIALES DEL PETROLEO Y SUS DERIVADOS, SEGÚN EL ARANCEL DE ADUANAS VIGENTE. LITROS | SOLES | CTS. Petróleo' crudo y. residuo... La e le MOS Kerosene.. . A A A 00 106% Aceite Lubricante... a IS: 00 09 ll ¡¡Benziña...... o | ASS 00 (30 Aguarraz mineral. 0 ÍA OS 00 w | Ganolina có e ld ao NN « 00 | 06 PATADA A NA ES 00 | El valor oficial que hemos aplicado á cada uno de estos artículos, difiere casi siempre del valor comercial en plaza; pe- ro, en general, el valor de venta es superior al que hemos cal- culado en los dos cuadros de exportación. La tarifa arancela- ria en este caso, es proteccionista dela industria nacional, pues el valor oficial es el derecho específico que paga el san ex- tranjero importado al Perú. En cuanto al kerosene, el público lo consume por más del do- ble del valor oficial. Desde que en el Perú se ha comenzado á elaborar kerose- ne y aceites lubricantes, el similar extranjero ha dejado de im- portarse considerablemente, pues de 2.000,000 de litros que se internaban por todas las Aduanas de la República hasta el año de 1889 ha quedado reducido á las cifras que arroja el siguien- te cuadro de consumo de kerosene extranjero, durante el año de 1891. — 295 — ciar 3 Procedencia Litros. Valor oficia! MB (Alemania. . 11000 ¡S/ 600 Bélicas lot... 14 84 Callao......../ ¡Estados Unidos 545,303 32,718 18 | Francia. ; 1,000 60 00 | ¡Inglaterra.... 163 9 78] Paita. 0... .... istados Unidos 191.134 71,268 09 Pimentel... ... Estados Unidos 8,830 529 80 Eten......... Estados Unidos 6,660 399 60 EN ¡ Estados Unidos 41,745 2,504 70 Salaverry . -- 1 Francia...... 1,848 110 90 Pisco ............ ¡Estados Unidos 3,750 225 00 (¡Alemania ..... 8,325 499 50 Mollendo... .. q Estados Unidos 103,281 6,196 90 Ms e. SO 309 00 Buena Vista. A Tachar paros 1,999 13 32 ds 848,926 | Sy. 50,911 00 La competencia entre el kerosene norte americano y el ela- borado en el establecimiento de Zorritos primero, con el elabora- do después por el establecimiento de Talara, ha hecho bajar los precios de este artículo con notable beneficio del consumidor. Los precios corrientes del petróleo y sus derivados, desde el año de 1888, son losque á continuación se expresan: KEROSENE. AÑOS PROCEDENCIA. GALONFES DE MEDIDA. 44908 EN S. PLATA 1888 ¡ ¡Americano.. 10: galones: i;..'. 9 00 IO tE e dr a 10; galones... .. 5 00 ¡ Americano VES OPA 10 galones. .... 6 50 BSO ILORTTILOS 2. tea 10 galones. 5.5. 4 50 1 O A Aa 10'"galones:”. 4 50 ¡AMEericano. 0... 3 10 galones. . . . 5 80 ESO ATT As 107ealomes...5. 4 50 A ea 19 galones. 5 .:. 4 50 PAMEPICADO hdi. 10 galones. . . . 580 | SO AOS 10" galones.' 3 50 AE O SU AC 12 SAÍOnOS 1... 3 50! ' ¡Americano . .. . e 10: galones... .,. 8 20 SA 3 LOTTO 0 10 galones. . . . 3 50 A 12 galones. . . . 250 | — 296 — El aceite lubricante que es el único que hoy se consume en el país, contra el precio de S. 396 precio de la tonelada ame- ricana, ha prevalecido el de Talara de S. 130 á 150; el aceite combustible se le considera á S. 20 la tonelada. El kerosene del establecimiento de Talara durante los 35 meses que se elabora, contando hasta el 16 de Setiembre del año anterior, ha exportado para la República de Chile y otros lugares 795,370 galones, consumiéndose en el Perú durante ese mismo tiempo, 731,220. El aceite combustible de la misma procedencia, y que con- sumen lamayor parte de los ferrocarriles del Estado, sostitu- yendo al carbón de piedra que antes se empleaba, representa en los 35 meses corridos, un consumo de 3.672,639 galones. El producto total del kerosene que elabora el estableci- miento de Zorritos ó sean 780,000 litros anuales, se consumen casi totalmente en el país. PARTE SEGUNDA. TL; ESTABLECIMIENTOS EN EXPLOTACIÓN Y EXPLORACIÓN. Las compañías hasta hoy establecidas en ese vasto territo rio, se dividen en explotadoras unas y exploradoras otras. A la primera categoría pertenecen las siguientes oficinas: ZOrritos Capital: o £ 100,000 Talara > re EA DANS Heath » e RA ““ 85,000—385,100 A la segunda corresponden lossiguien- tes Sindicatos de exploración: Peruvian Petroleum Company... £ 10,000 The Máncora Peru Petroleum. .. di SOON The Union Petroleum Sindicate. ,, 10,000— 32,000 Otal”. ce Le 417,100 IL ESTABLECIMIENTO INDUSTRIAL DE ZORRKRITOS. Toca al señor Faustino G. Piaggio el honor de haber sido el primer industrial, que ha fundado en Sud-América un esta- blecimiento de primer orden en su género, y el primero tam úl o A > y bién en sostener la competencia del kerosene americano, hasta ahora poco tiempo, dueño del mercado. El kerosene de Zorritos, que es el nombre de la refinería del señor Piaggio, por sus calidades excelentes ha sido premia- do en varias exposiciones europeas, y obtuvo una medalla de oro, en la Exposición Sud-Americana de Berlin de 1884. Los yacimientos de petróleo de Zorritos, están ubicados á unos pocos metros de la orilla del mar, ocupando una pequeña parte de la hacienda de Máncora, de la Provincia de Tumbes, en el espacio que media desde “Boca Pan” á la punta “Mal Paso Grande”, y como á 34 kilómetros del pueblo de Tumbes. Esta es la zona petrolífera más abundante de la región del Norte. La empresa industrial de refinar kerosene y demás sustan- cias derivadas del petróleo, ha sido como hemos dicho, la pri- mera fundada en Sud-América. Está montada con todos los aparatos modernos que se requieren, para una explotación en vasta escala. Esta comenzó sus operaciones el año de 18883. El terreno que posee, consta de 54 pertenencias de 40,000 métros cuadrados cada uno, equivalente á 216 hectáreas, con un total de 2.160,000 metros cuadrados de superficie explotable, ocupando los lugares conocidos con los nombresde «Boca Pan», «Quebrada del Pozo», «Quebrada de Peroles», «Quebrada de Tijeritas,», «Quebrada de Tucillal», «Sechura» y El 10 de Setiembre de 1889, fecha que lleva el memoran- dum de la Compañía, se organizó ésta en Lóndres, bajo la ra- zón social anónima: «The London Pacific Petroleum Compa- ny,» con un capital efectivo de £ 250,100, emitiendo al efecto 25,000 acciones (ó shares) ordinarias, de £ 10 c/u y 100 acciones fundadoras de £ 1 c/u. Del «Prospectus» de circulación privada de esta sociedad, registrada en Lóndres, conforme á las leyes de sociedades anó- nimas de 1862-1886, resulta: que de las 25,000 acciones ordi- narias que se emitieron, 20,000 acciones fueron suscritas por los señores Herbet W. C. Tweddle y William Keswick, de Lóndres, ó sus representantes. Estas acciones, al emitirse, tu- A AR Y ES: h — 00— vieron el carácter de las que se conocen con el nombre de libe- radas y completamente pagadas, para satisfacer en parte, la suma de £ 200,000 correspondiente á la tasación de los terrenos petrolíferos de la hacienda de Pariñas ó de la Brea, donde es- tán ubicados, valor que debe cubrirse conforme al contrato velebrado en Lóndres el 8 de Agosto de 1889, á que se hace re- ferencia. El resto de £ 5,000 en acciones, se ofrecieron al público, á la par, para ser abonadas en efectivo al suscribirlas. Las 100 acciones fundadoras, fueron suscritas por los pro- pietarios del terreno, pagándolas también en efectivo, por su valor nominal. Estas acciones no disfrutarán de ningun be- neficio, hasta que las acciones ordinarias perciban un dividen- do de 20 %,, obtenido de los productos netos del rendimiento anual. El exceso de los productos sobre el 20 7, se dividirá por partes iguales, entre las acciones fundadoras y las accio- nes ordinarias, respectivamente. Los dueños de los terrenos petrolíferos y fundadores de la negociación, tendrán derecho de preferencia sobre el 25 7, de todo el aceite crudo que extraiga la Compañía. La Compañía anónima de Talara, se organizó con el obje- to de adquirir en arrendamiento por el término de 99 años, á partir del 1.92 de Julio de 1889, la explotación de los yacimien- tos de petróleo y demas aceites minerales de cualquier clase que existan, dentro de la comprensión de la hacienda de Pari- ñas, excepción hecha de 9 lotes de 200 métros cuadrados c/u. y un lote de 200 yardas cuadradas. Esta valioga propiedad, ubicada en el Distrito de Amota- pe, de la Provincia de Paita, fué comprada por el señor Dr. Herbet W. C. Tweddle, á su penúltimo dueño señor Genaro Helguero, por la suma £ 20,000. Su extenso litoral comprende un frente hácia el mar, de 30 millas (10 leguas) por un fondo al Oriente de 20 millas, abrazando una superficie de 400,000 acres ingleses de terreno inculto, pero en su mayor parte cubierto de bosques de alga- rrobo, los que han sostenido por muchos años la industria de carbón y leña en este fundo. Sobre una gran parte de esta extensa superficie, está ple- namente comprobada la existencia del petróleo, y es creencia general de los ingenieros que han visitado esta región, que la producción del aceite sea inagotable. Al Oriente de la hacienda de Pariñas, se levanta la cade- na de los altos cerros de Amotape, conocidos desde tiempo in- memorial con el nombre de cerros de la Brea, por las abun- dantes minas que de esta sustancia se encuentran en sus fal- das, €e donde fluye el petróleo en abundancia. ? É 4 3 — 301 — Los cerros de la Brea están á más de 40 kilómetros del mar, entre la porción de costa que media entre la punta de Pariñas y el Cabo Blanco, formando una cadena en sentido NO á SE, cuyo vértice mide 4125 piés sobre el nivel del mar. Comprende una longitud de 40 4 50 millas, entre los 4” 36 0” latitud Sur, y 8030, y 8120” longitud O. de Paris. La extracción de la Brea de estas minas, se ha hecho deg- de el tiempo de los Incas, y en el largo período de tres siglos del coloniage español, en el cual se extraía esta sus- tancia con gran provecho de las cajas reales, figurando co- mo uno de los más saneados impuestos de aquella época. En la actualidad, el comercio de esta sustancia ha dismi- nuido mucho, por la competencia que le hace en los mercados de consumo, la brea de Santa Elena del Ecuador. De varias caletas más ó menos abrigadas, dispone la ha- cienda de Pariñas; siendo las más notables Talara, Negritos y Malaca. Talara se encuentra á 52 millas al norte del puerto principal de Paita, á 6 millas de la caleta de Negritos, que parte de una quebrada que desemboca al mar, y se extiende desde Punta Pariñas hasta el puerto de Malaca, con 15 millas de costa de N. á $. La quebrada de Máncora parece ser el límite N. de esta hacienda. Los depósitos de petróleo, al pié de los cerros de Amotape, deben ser inmensos á juzgar por los signos exteriores y por la inagotable producción de brea; pero la distancia de 35 á 40 ki- lómetros m/m á que se encuentran del mar, hace preferible la explotación de los depósitos de Negritos, que se hallan á orillas de éste. Entre la caleta Malaca y el Cabo Blanco, se encuentra la quebrada de Montes y el río de Siches, en cuyo lugar se ha- llan también yacimientos del petróleo. A 6 millas de Cabo Blanco, siguiendo para el Norte el cur- so de la costa, se levanta muy cerca dela playa un elevado ce- rro conocido con el nombre de Organos, donde también se en- cuentran yacimientos de aceite. De la punta de Pariñas hácia el N., toma la costa por 24 millas, una dirección casi NS., inclinándose ligeramente al E. A las 12 millas, la costa es un poco más prominente y de ese lugar se desprenden piedras bajas y visibles, pero muy cerca- nas, que forman la Punta de Talara. Al doblar ésta se encuen: tra la bahía del mismo nombre, uno de los mejores puertos de nuestra costa, por la mansedumbre y profundidad de sus aguas, aunque no muy abrigado. Sorprendente y agradable por demás, es la impresión que experimenta el viajero al contemplar de cerca el gran estable — 3802 — cimiento de refinar petróleo. Actividad, labor é inusitado mo- vimiento se nota por todas partes en los que fueron hasta aho- ra poco tiempo desiertos arenales. La prosperidad de esta refinería se acentúa de una manera 'ápida, lo cual proviene, sin duda alguna, del fuerte capital invertido de una sola vez, para obtener su organización defini- tiva. La población de Talara, que así puede llamarse, se divide de la siguiente manera: al N. del puerto están edificadas las ha- bitaciones de los operarios divididas en dos grupos distintos: ranchería piurana compuesta en su totalidad de ranchos de paredes de carrizo y techo de paja, y ranchería limeña, com- puesta de casas de madera con techos de zinc. AlS,. en una meseta elevada se levanta un hermoso faro, propiedad de la empresa, y que sirve de seguro guía á los navegantes. Las vastas oficinas son construidas de cal y piedra, con te- chumbre de zinc. La casa habitación del Gerente de la Empre- sa, se levanta en la falda de una pequeña eminencia rodeada de toda clase de comodidades y servida con faustuoso lujo. Un verdadero museo de curiosidades artísticas de gran valor en- cierra el notable edificio. El muelle construido de fierro y madera es bastante cómo- do. Cruzado de rieles ofrece un trasporte rápido y seguro. Los distintos talleres de que está dotada esta Empresa, son los siguientes: Hojalatería, destinado á la fabricación de las latas que sirven para el envase del kerosene por medio de máquinas que cortan, arman y colocan el fondo y la tapa con la respectiva marca, pasando después de soldadas á un pozo de agua para verificar la prueba, si las diferentes partes del envase están herméticamente ajustadas, á fin de que no se escape el líqui- do. En este taller puede fabricarse hasta 90,000 envases men- suales, á un costo relativamente pequeño. Herrería, vasto taller donde se fabrica todas las piezas me- tálicas de que constantemente ha menester el establecimiento. Carpintería, destinado para su objeto, posee cuanto útil y herramienta es necesaria para llenar ampliamente las funcio- nes de un eran establecimiento industrial, especialmente para la fabricación de las cajas de madera que encierran las latas de kerosene, haciéndose estas distintas operaciones á vapor. Pueden construirse de estas cajas 90,000 al mes. . En taller especial se llenan las latas de kerosene por medio de un aparato que llena y suelda al mismo tiempo la lata. Calderería.—Magnífica factoría donde se hacen, componen y renuevan todas las piezas de que necesita la refinería. ( A E A — 3083 — Cada uno de estos grandes talleres tiene una bomba espe- cial y de poder, para apagar incendios. Hay también numerosos depósitos y almacenes. Se cuen- tan, además, máquinas para fabricar hielo y aguas gaseosas, las que por medio de sifones, se reparte gratuitamente á los em- pleados. La luz eléctrica, el telégrafo y el teléfono que une hoy á Talara con Paita, recorriendo el hilo una distancia de 80 mi- llas, motores de aire comprimido, y en fin, máquinas de todo género y aplicación, forman el magnífico conjunto del primer establecimiento de esta clase en Sud América. El combustible que se emplea para calentar los hornos don- de se elabora un magnífico pan, es la benzina, derivado del petróleo, el que calienta el horno en pocos minutos sin dejar ceniza ni resíduo de ningún género. Y el que se emplea como motor, el resíduo y el aceite crudo. El agua potable para beber y alimentarlos calderos, se re- cibe de un pozo situado á tres millas de Talara, por medio de una cañería. El molino de viento que sirve de motor para esta operación, es del sistema Corcordán. El petróleo beneficiado en Talara se extrae de los pozos de Negritos, caleta situada á seis millas de distancia al $S., el que es conducido á los establecimientos de refinería, por una cañe- ría de acero de seis pulgadas de diámetro, que recorre una lon- gitud de 11 kilómetros, y es impelido por una poderosa bomba á los grandes tanques circulares de fierro, pasando en seguida á los alambiques de refinar, y de estos, por una tubería espe- cial, á los almacenes donde se practica el envase. Hay además 4 grandes tanques de fierro que sirven para depósitos de petróleo crudo y residuo, pudiendo contener el mayor de ellos 1.000,000 de litros. La oficina destinada á la refinación del petróleo consta de dos grandes alambiques, los que pueden destilar 120,000 litros diarios, habiéndose colocado últimamente un tercero de mayor capacidad que los anteriores. La fuerza de estos aparatos como la de los otros que actualmente se construyen. pueden elevar la producción en poco tiempo más á 1.000,000 de litros diarios. El petróleo de Negritos por destilación produce: OU Se a a 36% Re MIOTICantes. >. dde 40 < MO OA e TES ACTA 94 « 100%, La caleta de Negritos, donde se encuentran los únicos po- z0s que se explotan en la actualidad, está situada al término de — 304 — la quebrada del mismo nombre, que desemboca al mar y se ex- tiende desde la Punta de Pariñas hasta la caleta de Malaca, con 15 millas de costa de N. á $. Los primeros pozos de petróleo que se abrieron en Negri- tos datan de la época del coloniaje, los que existen hasta hoy y se conocen con el nombre de pozos del Rey. Posteriormente, el año de 1862, se renovaron los trabajos perforándose nuevos pozos de los que se obtuvo abundante aceite. “La caleta de Negritos donde se encuentran los únicos po- zos que se explotan en la actualidad, está situada al término de una quebrada que desemboca al mar, y se extiende desde la Punta de Pariñas hasta la caleta de Malaca, con 15 millas de costa de N. á $, Los pozos en actual explotación que tiene abiertos en Ne- eritos la empresa de Talara, llegan á 30, entre los que se en- cuentran algunos cuya potencia productora es verdaderamente extraordinaria. La superficie del terreno explotable donde se encuentran estos pozos, apenas alcanza á 60,000 metros cua- drados, ó sean 6 hectáreas que representan 13 pertenencia mi-. nera. La profundidad de estos pozos varía entre 350 y 800 piés ingleses. La producción actual de los pozos de Negritos, es de 500 mil litros de petróleo diarios, la que irá aumentando rápida- mente á medida que se abran nuevos pozos, pudiendo asegurar que al terminar el presente año, no serán menos de 50 los que se hallan perforado. Dentro de pocos meses comenzará la construcción de un ferrocarril de via angosta, y de 12 kilómetros de longitud, que unirá las caletas de Negritos y Talara. En la actualidad, la empresa cuenta con un solo vapor tanque de capacidad de 259 toneladas, que es el que conduce el petróleo á los puertos del Perú y Chile. A fin de aumentar el número de vapores tanques, el señor Tweddle, Gerente de la empresa, ha marchado á Europa expresamente para conse: euirlos. La empresa de Talara se propone establecer algunos hor- nos de fundición de metales en su propio establecimiento, ha- ciendo uso del petróleo como combustible, lo cual reportará á los mineros del norte, un inmenso beneficio. El valor del terreno petrolífero de Negritos, según el in- forme firmado del ingeniero Warren, se estima así: Habiendo dado los pozos de petróleo de la Brea, un pro- ducto diez veces mayor que el obtenido en los pozos de Norte América, la producción de dos millas cuadradas de terreno petrelífero de Negritos, puede estimarse en 15 á 18 millones de — 305 — barriles de 42 galones cada uno, ósea un valor real de 3 millo- nes de libras. El terreno de petróleo de los EE. UU., representa una ex- tensión de 1,339 millas cuadradas, en las cuales hay en solo 37 y + millas, 22,524 pozos abiertos. En Rusia sucede algo semejante, pues en 1,229 acres, ó sea menos de dos millas cuadradas del área petrolífera total, estimada en Bakú en 1,200 millas, existen 400 pozos, los cuales han producido y producen la mayor parte del petróleo ruso. El producto proporcional por milla cuadrada de terreno de petróleo, en Pensilvania, explotado en 1885, puede estimarse en 740 mil barriles, mientras que en Rusia, esa misma área de terreno, dá un producto incomparablemente mayor. Juzgando por los resultados ya obtenidosen lospozosde la Brea, la producción de estos será mucho mayor, por milla cua- drada, que la obtenida hasta hoy en los EE. UU. de Norte- América, en una área igual. La producción proporcional del petróleo por pozo, se cal- cula en aquel país, en 12 mil barriles. En Rusia, siendo mucho mayor la producción, se estima en 76 mil barriles por pozo. Estimando la producción de dos millas cuadradas en la zo- na de Negritos, á orillas del mar, en 50 mil barriles por pozo, lo cual no es exagerado, tendremos en 300 pozos una produc- ción de 15 millones de barriles, cuyo valores de £ 3,000,000 por cada dos millas de terreno petrolífero. Al rededor de estas.dos millas, hay una superficie diez veces mayor, muy rica en pe: tróleo. Se pueden perforar en este terreno 50 pozos en un año, los que producirían en extraordinaria abundancia aceite crudo Ó refinado. É El aceite crudo dejará mayor provecho empleándolo como combustible. La calidad del petróleo es en general buena, pues uno de los pozos ha dado hasta 91 y 3 de aceite, el cual puede refinar- se en su mayor parte como kerosene. Hay algo interesante que debemos repetir sobre la produc- ción del petróleo. Mr. Berthelot, en su teoría sobre el orígen mineral del pe- tróleo de Rusia, asegura haber descubierto el medio de calcu- lar la capacidad de aceite que pueden contener las rocas are- niscas porosas, formando lagos de aceite de 30, 50 ó 100 piés de espesor, sin que intervengan extensas cavernas ó fallas. Así, un acre de terreno tiene 43,500 piés cuadrados. Una milla del mis- mo 27.878,400 piés, ó sea equivalente á 4,074. 489,000 pulgadas cuadradas de superficie. Un barril de petróleo de Sl galones tiene 9,702 pulgadas cúbicas de capacidad ó sean 5 %/,) cúBIcos. 9 — 306 -- Veamos ahora en esta proporción, la producción por cada acre. Si la capa de aceite alcanza á una pulgada de espesor, de- be producir 646 barriles; si es de dos pulgadas, 1,293; si es de tres pulgadas, 1,939, y si fuese de 7 + de pulgada 4.997. En la milla cuadrada, si el aceite alcanza á tener una pul- gada de espesor. debe producir infaliblemente 414,779 barriles; si tiene dos pulgadas 829,559; si tres pulgadas 1.244,338; y si llega á tener 7 4 contendrá 3.198,515 barriles de 42 galones, que representan 137.337,630 galones. Los esperimentos hechos por Mr. Berthelot, demuestran que las rocas areniscas oleosas, son susceptibles de contener aceite hasta un octavo de su volumen. Ahora bien, tomando cada pié vertical de profundidad como igual á una capa de pe- tróleo de una pulgada de espesor, y teniendo en cuenta que en Pensilvania los yacimientos de aceite se profundizan desde 30 hasta 50 piés, resulta: que aceptando solo una profundidad media de 15 piés, tendremos que cada ucre de terreno petrolí- fero, es capaz de producir 15,000 barriles y cada milla cuadra- da 9.600,000. La compañía de Talara solo tiene empadronadas 10 perte- nencias de 40 mil metros cuadrados cada una de superficie ex- plotable, por las que abona al Fisco, como contribución de mi- nas, S. 300 al año. Las poblaciones de Talara y Negritos cuentan más de 300 habitantes. IV. The Heath Petroleum Company Limited. Esta compañía organizada y registrada en Lóndres el 30 - de Marzo de 1891, por el propietario de los yacimientos de pe- tróleo D. Francisco de Miranda, cuenta con un capital nominal de £ 200,000, dividido, según el Memorandum publicado en la misma fecha, en 2,000 acciones de £ 100 cada una, de las que 1,800 son acciones ordinarias, y 200 de preferencia. Estas úl- timas fueron emitidas á la par, ganando un interés de 10.. Las 1,800 acciones ordinarias, no han podido aún colocar- se por el mal estado del mercado en Lóndres. Con el objeto de terminar las instalaciones de la empresa en las quebradas de Heath, Tucillal y Tres Puntas, de la Pro- vincia de Tumbez, y en vista de las halagúeñas esperanzas que ofrece la explotación del aceite combustible de esta región pe- trolífera, tan vasta como rica, el Directorio ha lanzado últi- mamente, según se asegura, en el mercado inglés, acciones por A A, 1 7 Ge valor de £ 15,000 con el nombre de Debentures, pagaderas en cinco años, para dar mayor garantía al capital, y con un in- terés de 6 ol, al año, las que serán colocadas en pequeños lotes al tipo de £ 667, con hipoteca de todas las existencias de la Empresa. El capital efectivo invertido hasta la fecha, es el de £ 35.000, Las propiedades mineras de la Compañía, son: tres perte- nencias en la quebrada de Heath, tres en la de Tucillal y tres en la de Tres Puntas, de 40,000 metros: cuadrados cada per- tenencia, haciendo un total de nueve pertenencias con una superficie de 360,000 metros cuadrados, ó sea 24 hectáreas. Además, la Compañía cuenta con una pertenencia de car- bón fócil, en el lugar conocido con el nombre de Mal Paso Grande, á orillas del mar. La quebrada de Heath, donde se ha levantado debido á los esfuerzos y energía del señor Miranda, el establecimiento industrial de petróleo, está ubicada ó orillas del mar, como á 30 metros de las dos bocas que le dan entrada entre Mal Paso y Zorritos, á 4,206 metros de este último establecimiento, y á 30 kilómetros del pueblo de Tumbez, por tierra, y á 45 millas por mar. Esta angosta quebrada, eme pa dos entradas á 300 me- tros de distancia una de otra, siendo la principal la que ha abierto la Empresa para su más rápido y cómodo servicio, ha- ciendo un pequeño corte sobre el barranco bajo que la cierra. Limita esta quebrada, porel Norte, con la quebrada de Cha- rán rica en petróleo, á 5,000 metros de distancia más ó menos, encontrándose en el trayecto pequeñas quebraditas, y unién- dose la de Charán y la de Heath, por el interior de ambas. Por el Sur, con la quebrada de Tucillal, ála cual también se une la de Heath por el interior de. las altas lomas, cubiertas dle espesos bosques de algarrobo, hualtaco y palo santo, las que se cubren en tiempo de lluvias de extensos pastorales. Este terreno, como gran parte de los limítrofes, forma la hacienda de Pan Viejo. La longitud de esta quebrada es de 15 kilómetros, por un ancho variable de 30 480 metros, y por una profundidad in- ferior á las lomas de 100 á 2,000 piés. El terreno es plano, limpio, bien nivelado y lijeramente inclinado al mar, y cubierto de vegetación en ambos lados. La formación geológica de este terreno, es la misma que uniformemente se manifiesta en toda la vastísima extensión de la zona petrolífera de la Provincia de Tumbez, es decir, la arenisca pintada ó sandstone que, como se sabe, es la roca don- de aparece el petróleo. Esta formacion no solo se presenta en , — 308 — los altos cerros que se desarrollan desde las orillas del mar, sino también en los planos de las quebradas, formando reven- tazones de vistosos colores blanco, azul y verde. Penetrando «e la playa á la quebrada, se encuentra á 100 metros de ésta, en una planicie poco elevada, la casa habita- ción del Gerente dela Compañía, con dos edificios laterales separados, que sirven de alojamiento á los empleados superio- res. Construido de madera, tiene toda la comodidad apeteci- ble en este género de construcciones, y apropiado al clima cá- lido de Tumbez. En el edificio principal, está el almacén que sirve de de- pósito al numeroso material de útiles y herramientas de toda clase con que cuenta la Empresa. Hay además un botiquín bien surtido, y varias cajas de instrumentos de cirujía. En uno de los edificios laterales, se encuentra el laboratorio de química con todos los útiles y reactivos para practicar toda clase de manipulaciones, el que correá cargo del químico inglés Mr. James M. Neil. A la izquierda de los edificios, hay una extensa ramada bajo la cual se nota eran cantidad de rieles, cañería de acero de diferentes dimensiones, maderas, muchas piezas de maqui- narias y útiles de importancia. Otra ramada á la derecha, contiene la maquinaria para beneficiar el yodo, y gran canti- dad de barriles de cimiento romano.. La herrería y la carpintería son provisionales, pues aún nose han levantado los edificios apropiados al objeto; pero cuentan cuanto han menester para hacer toda clase de tra- bajos. Una línea férrea angosta, sistema Decauville, recorre desde el mar al interior de la quebrada, una distancia de 1500 metros, bifurcándose en dos ramales, de los que el uno va por encima de laslomas y el otro por el plano de la quebrada, con buenos terraplenes y sin más que una gradiente; esta línea puede prolongarse en el sentido que se crea conveniente, pues la Empresa cuenta en almacenes con 12 kilómetros de rieles. Una cañería de acero de 4 pulgadas de diámetro, para con- ducir por ésta el agua del mar al interior de la quebrada, ha terminado de colocarse, la que corre por la parte alta de las lomas un trayecto de 2,000 metros. Un motor de viento, turbina del nuevo sistema Sykes, de fuerza de 5 caballos, colocado sobre un elevado poste en la pla- ya, impulsa el agua salada al interior de la quebrada, donde se encuentran las condensadoras y los tanques de depósito. Otra cañería también de acero, de 4 puleadas, sistema. americano (Pipe lines), de los talleres de la compañía Clydes- dales de Glasgow, con presión de 1,800 libras por pulgada, re- € 7 ¿9 A A A NOS -- 309 corre por el interior de la quebrada, en su parte alta y baja, y la atraviesa por un puente de 50 metros de largo, desciende á la orilla del mar, y siguiendo las sinuosidades de la playa, termina en los tanques de petróleo del Establecimiento de Zorritos. La longitnd de esta cañería es de 4,820 metros, y su valor de S. 30,000. La Empresa cuenta con dos grandes tanques de acero para depositar el aceite. Uno que puede contener 40 toneladas de líquido, y otro que actualmente se arma, de 600 toneladas. A la entrada de la quebrada, y 4100 metros de los edificios, se ha comenzado á construir un gran tanque, que llevará mu- rallas de ladrillo y cimiento romano, el cual podrá contener 4,000 toneladas de aceite. Una tubería de acero de 8 pulgadas, pondrá en comuni- cación este gran depósito con las naves que carguen el aceite combustible, teniendo ya la empresa una manguera especial de alambre de cobre de 100 metros de largo, cuyo valor es de una libra esterlina por pié. Cuatro calderos portátiles sobre ruedas, sistema Pranso- mes Sims y Jeffries de Spsuck, con sus respectivos motores de la misma fábrica, se emplean en mover las diferentes máqui- nas y perforadoras. Una bomba americana de gran poder y alta presión, siste- ma Worthington, se encuentra montada en una alta meseta dedicada á la transmisión del petróleo de la quebrada á los tanques del establecimiento de Zorritos. Este magnífico apa rato de pequeñas dimensiones, puede impulsar el líquido 4925 millas de distancia, yá una elevación de 100 piés, á razón de 50 toneladas de líquido por hora, pero á menor distancia, has- ta 70 toneladas. Doce carros tanques de acero, sobre plataforma de ruedas para cargar una tonelada de agua cada uno, hacen el servicio por la línea férrea. Además, hay tres carros de plataforma destinados al acarreo de materiales. Una máquina á vapor para hacer ladrillos, tejas y tubos hasta de 12 pulgadas, quedará en breve colocada. Un dinamo para producir luz eléctrica y alumbrar el es- tablecimiento y sus dependencias, se colocará muy pronto. Un faro, sistema francés, de luz prismática colorada, cuyo rádio será de 4 kilómetros á 30 piés de elevación sobre el nivel del mar; pero como éste debe colocarse á la altura de 70 piés, el radio de la luz será de 9 kilómetros. Por razones que no es del caso exponer, la Empresa no ha colocado en la caleta de Heath, el muelle sistema Michell que trajo de Inglaterra, cuyo material de fierro mide 300 piés de longitud, y sobre el cual debe colocarse la manguera de alam- — 310 — bre metálico de 8 pulgadas, para cargar de aceite los vapores tanques. Con 15 bombas de 4 pulgadas de diámetro cuenta el esta- blecimiento, para extraer el aceite de otros tantos pozos. Dos lanchas de acero, de 100 toneladas cada una, de 60 piés de eslora, 17 de manga y 7 de puntal, con compartimen- tos y cubierta de acero, han concluido de armarse, las que están destinadas al trasporte del aceite en la caleta de Heath. La Empresa ha construido un nuevo camino por el inte- rior de las lomas, á fin de unir la quebrada de Heath con la de Tucillal, con buenos terraplenes y á poco costo para recibir rieles, Este camino recorre un trayecto de 5,725 metros. La instalación completa de este importante estableci- miento industrial ha demorado solo ocho meses, á partir de Diciembre de 1891, al mes de Agosto de 1892, en que todo el material quedó definitivamente colocado, no obstante las gran- des dificultades que ofreció el trasporte de las pesadas maqui- narias. Como á la vez que el petróleo, debe explotarse también el yodo y las diversas sales de bromo que contienen las aguas minerales de Papagallo y Zapotal, lagunas que existen en la misma región, la empresa ha hecho traer de Europa una ma- quinaria completa, para desarrollar en el país esta nueva in- dustria. La maquinaria para perforar los pozos sistema Canadense, consta de un castillo de madera (Derrik) de 70 piés de eleva- ción, un taladro que puede perforar hasta la profundidad de 1,900, con doble juego de varillas, un motor á vapor de 20 ca- ballos de fuerza, que pone en movimiento el taladro, y un cal- dero sobre ruedas. El taladro como todas las varillas son de acero y trabaja á razón de 40 golpes por minuto, perforando hasta 30 piés al día. Dos son los pozos que hasta hoy se han perforado por esa empresa: en todos se ha encontrado aceite, pero ninguno de estos es fluyente sino de bomba, como todos los que se han abierto en esta región. El pozo número 1 se encuentra á 821 metros de la orilla del mar y á 60 piés de elevación sobre el nivel de éste. El número 2, abierto en la misma dirección del primero, está á 50 metros de distancia de éste y á 46 siguiendo la linea recta se encuentra el pozo número 3. La perforación del primer pozo comenzó en el mes de Enero del año pasado y terminó á me- diados de Marzo, alcanzando una profundidad úe 824 piés in- eleses, completemente entubados. Los primeros indicios del petróleo se manifestaron á 235 piés y á 418 se obtuvieron abundantes filtraciones. A los 625, prod ucía el pozo 20 barriles de 42 galones diarios, pero á los 814 e a A O E SN — 311 —- el aceite que fluía en abundancia llegó á subir en el tubo 660 piés, nivel que mantuvo el aceite durante los cinco meses que permaneció tapado el pozo, porno haber tanque preparado que recibiese el líquido hasta el 27 de Agosto en que se le destapó colocándole la respectiva bomba para explotarlo. Al rededor de este pozo se hicieron cuatro pequeñas esca- vaciones las que á los 70 centímetros contenían petróleo. El segundo pozo comenzó á perforarse el 27 de Mayo, en- contrándose á los nueve días de trabajo regular cantidad de aceite á la profundidad de 142 piés. El líquido impulsado por los gases subió á la superficie del tubo derramándose el aceite en el fondo de la quebrada durante tres días, pero luego bajó su nivel hasta tener solamente 120 piés. Tapado desde Mayo hasta el 20 de Agosto, pasó por curiosas peripecias aunque muy comunes en los pozos de petróleo. Al funcionar la bomba había, desaparecido casi por completo el aceite y solo se extraía agua y material de derrumbes que habían tenido Ingar. A consecuen- cia de este incidente, el aceite presionado por la masa de roca derrumbada, se había infiltrado por las porosidades de las ro cas y solo volvió á aparecer después de una nueva perforación: de 100 piés. Este pozo fué perforado á razón de 10 á 12 piés ingleses por día, llegando á 20 y 30 cuando el terreno era muy blando; su costo se calcula á razón de S. 2.25 cts. por pié lineal, de 25 centímetros. Este sistema de contrata por un tanto por cada pié de per- foración, incluyendo todo gasto, está llamado á producir los mejores resultados á las empresas petroleras, haciendo el tra- bajo más rápido y económico. Este precio no es exagerado, si tenemos en consideración que en los EE. UU. de Norte Amé: rica, se cotiza ese trabajo á razón de 2 dollars oro ó sea casi el doble de nuestra moneda de plata. El tercer pozo perforado por esta compañía á 50 metros de distancia del segundo y en la misma dirección, produjo el acei- te á los 241 piés, quedando así reconocidas como buenas las propiedades que posee la compañía en esta quebrada. La roca perforada en esta región es la arenisca pintada, formación geológica uniforme en toda la provincia de Tumbes. El siguiente es el informe del profesor Roberton Redwood, sobre el aceite de la quebrada de Heath: Londres, Setiembre 21 de 1891. Gravedad específica 60% Fahr. 859, Grado de luz 38, Ensayo frio, Color iris oscuro con poca florescencia, Olor agradabls. PA E RESULTADO DE LA DESTILACIÓN EN DÉCIMOS POR VOLUMEN BAJO LAS CONDICIONES ORDINARIAS DE LA PRESIÓN ATMOSFERICA. % | A re SEÑALES | 1 240 4 310 738 | Llamas en la temperatura 2 310 >» 352 154 común. 3 352 » 410 774 | Chispas en la temperatura 4 410 > 480 800 común. 5 480 » 550 830 6 950 859 7 más de550 886 8 » » 550 906 | 9 » » 550 894 | Gravedad específica dedu- 10 > >» 550 913 cida por el ruido. Hacia el fin de la destilación, comenzó el ruido, y la gra- vedad específica de lo que se había destilado fué de ese modo reducida. Esto no ocurrió con el uso del vapor en el procedi- miento ordinario para destilar el aceite en grande escala. Las últimas fracciones destiladas, soportan al ser expuestas á una temperatura de 0” Fahr. sin solidificación ó cristalización de hidro-carbono sólido. Tanto por ciento en los productos comerciales por el peso. Espiritu depetróleo.......... 11—(15 %, por volumen) Kerosene gravedad específica. 808 -42— 45%. >» » T. G. Abel 732 Fahr Aceites intermedios ó pesados AN » Coke y pérdidas............. 55D » >» » 100 Los resultados obtenidos, indican claramente que el petró- leo crudo semejante á la muestra examinada, puede estimarse como una buena fuente de kerosene y aceites lubricantes; pe- ro la naturaleza de las últimas fracciones destiladas, cuando se les expuso á una muy baja temperatura, es inconsistente con la presencia de la parafina sólida en cantidad comercialmente provechosa. Se notará que he colocado el límite de la grave- dad específica del kerosene en 808. Al hacerlo así, he sido guiado por la gravedad específica, el color y olor de la fracción — 313 — subsiguiente. Sobre estas bases he obtenido 45 y, de un aceite inflamable, que es casi superfino, blanco en el color. Sería practicable aumentar el producto con un nuevo 107,, sin adoptar un sistema especial de destilación; pero la ca- lidad sería sacrificada en grados. (Firmado)- Robert Redwood. La Compañía de Heath cuenta con valiosos terrenos petro- _líferos, tanto en la quebrada de este nombre, como en las de Tucillal y Tres Puntas, á poca distancia del mar, y con una exelente caleta para su comunicación marítima. Este establecimiento industrial dedicará su producto de aceite crudo á la exportación, ya como materia prima para la destilación del kerosene, ya como combustible aplicable á los vapores ú otros usos. Para lo primero, el aceite crudo tiene 397 y para lo segundo expuesto á la evaporación solar cuenta con y4o : Esta Empresa tiene Y pertenencias, por las que paga al Fisco como contribución de minas $. 270 al año. v. Peruvian Petroleum Syndicate Limited. Fué organizado en Lóndres á principio del año de 1891 por el súbdito inglés residente en el Callao, Sr. John J. Harris, con un capital de £.10,000 con el objeto de explorar los terrenos petrolíferos de su propiedad. Estas se cuentan en número de 16 pertenencias, ubicadas en las quebradas de la Cruz, Garita y Mal Paso en la costa de Tumbez, á 30 kilómetros del pueblo del mismo nombre en di- rección al Sur. Los primeros trabajos de reconocimiento comenzaron en el lugar conocido con el nombre de Pampa Grande, extensa planicie á la izquierda del río Tumbez, cerrada por el mar y las lomas altas, distando de estas últimas como 6 kilómetros, lugar poco apropiado para esta clase de exploración por lo dis- tante que se encuentra de las quebradas, como por lo plano - del terreno, no presentando en ningún sitio el menor signo de petróleo. - El pozo perforado en ese terreno, llegó á la profundi- dad de 525 piés, atravesando capas dle arena y cascajo, sin con- tar las rocas areniscas, ni vestigios de aceite; pero con marca- das exhalaciones de gases desprendidos sin duda alguna de vertientes de petróleo lejanas de ese lugar. Este signq ma. 10 PS nifiesta, que al haberse abierto el pozo más cerca de las Tomas ó en la boca dealguna de las quebradas, habrían encontrado aceite. Suspendidos los trabajos que tan estériles fueron en Pam- pa Grande, se trasladó el campamento á la entrada de la que- brada de la Cruz, 20 kilómetros al S. de Túmbes, y á un kiló- metro de Mal Paso. La quebrada de la Cruz tiene 12 kilómetros de largo por un ancho variablede 100 á 300 metros. La formación geológica de este tereno es casi igual á los demás, donde se ha encon-- trado el petróleo. La empresa cuenta para sus exploraciones con un castillo de 76 piés de altura, una perforadora sistema canadense, un caldero sobre ruedas, y motor á vapor portátil. El aparato pue- de profundizár hasta 1,000 piés. Además, cuenta la empresa con toda clase de útiles y herramientas, como también habita- ciones de madera, carpas, etc., etc. Se ha colocado una cañería de 4 pulgadas de diámetro y de 300 metros de largo para conducir el agua del mar al cam- pamento y condensarla. La empresa posee 16 pertenencias de 40 mil metros cuadra- dos cada una, ó sean 64 hectáreas equivalentes á 640 mil me- tros cuadrados de superficie explotable, abonando al Fisco co- mo contribución de minas S. 480 al año. vI The Mancora Peru Petrolcum Syndicate Limited. El sindicato explorador de este nombre, se organizó en Lóndres por el señor Emiliano Llona, en representación de don Manuel Antonio de Lama y socios, residentes en Lima, y propietarios de 289 pertenencias de terreno petrolífero en las provincias de Túmbes y Paita, firmándose las primeras escri- turas provisionales el 6 de Febrero de 1891. La venta se hizo á firme por 150 pertenencias de 40 mil metros cuadrados cada una, á razón de £ 1,000 por cada perte- nencia, entregándose los títulos de 165 para que la Compañía pudiera escoger los sitios de su agrado. Modificada en Lima la escritura primitiva y firmada por don Manuel Antonio de Lama, el Sindicato suscribió un capi- tal en efectivo de £ 12,000, dividido en 600 acciones, que fue- ron cubiertas á la par. Treinta y tres capitalistas de Lóndres suscribieron esta vas- ta negociación, como consta del Memorandum de Asociación 315 — aque lleva la fecha del 6 de Febrero de 1891, según el cual la Compañía debía ocuparse no solo de la explotación de yaci- mientos de petróleo, sino también deminas de oro, plata y car- bón, etc., etc. Terminada la exploración de las pertenencias vendidas, el Sindicato debia organizar la Compañía con fuertes capitales. El Sindicato tomó como base de sus estudios y exploracio- nes, las pertenencias que poseen los propietarios en la quebra- da de Tucillal, en la que hay cuatro propietarios más. Esta quebrada está situada en la costa de la Provincia de Túmbes, á 35 kilómetros del pueblo del mismo nombre, en di- rección al S., y á un kilómetro de la quebrada de Heath, te- niendo su entrada al pié de la refinería del establecimiento de Zorritos, y á una distancia de 100 metros del mar. La longi- tud de esta quebrada es de 16 stómetros la, y su ancho va- ría entre 50 y 200 metros. La formación geológica de esta quebrada es invariable- mente la misma de toda la región petrolífera del N., domi: nando la arenisca de brillantes colores, lo que dá á esta que- brada la misma importancia que ála de Heath, como centro productor de aceite. Las manifestaciones de petróleo son bastante visibles, pues en muchos puntos filtra de las rocas el aceite. Al interior de la quebrada, al pié de unas altas lomas en un punto muy es- trecho de 6 metros de ancho ”y,., se ven dos pequeños pozos na- turales que han vertido aceite desde tiempo inmemorial. Am- bos pozos tienen dos piés de diámetro por una profundidad desconocida. La altura sobre el nivel del mar de estas vertien- tes naturales, es de 250 piés. El Sindicato de exploración de Máncora, ha llevado á la quebrada de Tucillal, las máquinas y aparatos extrictamente indispensables para sondear el terreno. Un castillo de madera de 70 piés de altura, sistema cana- dense, una perforadora completa con motor á vapor, y un cal. dero portátil montado sobre ruedas, constituye toda la maqui- naria importada por la Compañía. Mil piés de tubos de dife- rentes diámetros, una fragua y diversos útiles de herrería y carpintería, forman el arsenal de exploración, todo lo que se encuentra instalado en la quebrada de Tucillal á 5,745 metros de la playa y á 180 piés sobre el nivel del mar. Es en este mis- mo punto donde se dió principio á los trabajos de reconoci- miento, habiéndose obtenido en las operaciones el siguiente resultado. Del 7 de Enero en que comenzó el trabajo de perforación del pozo número 1, al 11 de Febrero en que terminó ésta á la profundidad de 826 piés, se encontraron alternativamente» va- RO rias capas. Al principio arena, cascajo y piedras sueltas. A los 80 piés un poderoso manto de carbón de 15 piés de espesor; á los 200 se encontró una abundante vena de gas, á 270 la pri- mera filtración de petróleo, y á 400 la segunda que fué más abundante. La greda encontrada en el fondo del pozo fué un depósito enteramente distinto del que se halló en la parte superior, cuya capa se encontró á los 382 piés, mientras que la segunda á los 704, siendo 322 piés de greda y piedra arenisca. Un hecho notable en este pozo es, que cuando la piedra arenis- ca fué atravesada por el taladro, las filtraciones de petróleo ce- saron por algún tiempo, pero tan pronto como se atravesó la capa de greda las filtraciones de aceite aparecieron nuevamen- te. Esto parecía indicar la existencia de dos capas separadas de aceite, tales como las que embarazaron en sus trabajos á los perforadores de Pensilvania y Canadá por algun tiempo, pero que prueban ser productivas. A 495 piés volvieron á aparecer las filtraciones de aceite. las cuales fueron cubiertas como las anteriores por los tubos de revestimiento. A los 600 piés comenzaron grandes filtracio- nes de agua salobre muy cagada de yodo, habiéndose encon- trado una vena de agua potable tan solo á los 40 piés. Este po- zo fué destruido por un torpedo que se aplicó á 562 piés de pro- fundidad, con el objeto sin duda de aumentar las filtraciones, abandonando en seguida el pozo que se encontraba en tan bue- nas condiciones, por falta de pericia ó mala fé del que dirigía los trabajos. La suposición de no encontrar abundancia de aceite á ma- yor profundidad. carecía de todo fundamento desde que en el trayecto de este pozo, se habían hallado varias venas de aceite, las que iban aumentando en proporción á la profun- didad. Desentubado el pozo número 1, se procedió á la perfora- ción del pozo número 2, situado como á 150 metros del primero. A los seis piés de perforación apareció una fuerte corriente de gas. Llegada la sonda á los 133 se presentó la primera vena de petróleo, continuando alternativamente las filtraciones de agua y aceite hasta los 420 piés en que:éste apareció en abun- dancia. Fué entónces que la inesperada rotura del único cal- dero con que contaba la compañía, obligó á suspender los tra- bajos del pozo, procediendo á su taponamiento inmediato en cuyo estado se encuentra hasta hoy. : El petróleo obtenido de estos pozos es de superior calidad, y tanto estas muestras como las de los pozos de Heath, toma- das por mí, las remití oportunamente á la Exposición Na- cional. Debo advertir que si se analiza, debe tenerse en cuenta Y E que ambos aceites han permanecido en barriles abiertos al aire libre y expuestos á la evaporación solar, por lo cual solo debe tratárseles como aceites combustibles. El petróleo de estas quebradas debe prestarse á la fabrica- ción de un excelente kerosene, pues en ellas no he en- contrado vestigios de azufre. Actualmente los trabajos de esta compañía están parali- zados por ausencia del ingeniero principal; pero es evidente que estos se continuarán en el curso del presente año. Es indudable que la compañía de Máncora posee propieda- des valiosísimas situadas por estacamentos á lo largo de la costa de Túmbes, con caletas apropiadas para dar salida á sus productos y con pozos de agua dulce en muchos de los estaca- mentos, cuyos terrenos están generalmente cubiertos de espe- > sos bosques. La perforación de los pozos ha sido rápida y fácil por lo blando del terreno, el que pudo perforarse usando bueyes ó mulas. ¿ El siguiente es el informe del profesor Roberton Redwood sobre la muestra de petróleo crudo extraida superficialmente dela quebrada de Sicches, cuyas propiedades pertenecen á la compañía de Máncora; informe que hemos tomado del Semana- rio inglés titulado «Engineering» correspondiente al 28 de Octubre de 1892. Lóndres 12 de Enero de 1892.— Marca S.—Color Gris oscuro por luz trasmitida y exhibiendo la forescencia carac- terística del petróleo. -— Olorno desagradable—Gravedad específica á 60% 920—Gra dos de luz 122— Ensayo, Frio, (bajo 0 Fahr), -—Viscocidad, á 70" Fahr 69.41 -—Rape oil á 607, 100. Ensayo de la destilación fraccional: La muestra comenzó destilando libremente á 320”. El pri- mer décimo por volumen destiló bajo 490” y el segundo décimo bajo 550%. La densidad de las primeras 5 fracciones (de un dé- cimo por volumen cada una) fueron como sigue: Número de la fracción. Gravedad específica á 60” Loa 823 2 869 3. 889 A 909 Des NS El aceite crudo predujo por todo 92.75%, deaceite destila- do; el Coke restante subió 437»), y la pérdida en la operación (gas incondensable) á 2.5” Cuando las últimas fracciones de — 318 — lo destilado fueron enfriadas bajo 0 Fahr, no hubo separación del hidro-carbono-sólido. La muestra presenta los caracteres de petróleo crudo, de buena calidad, obtenido de la superficie de la tierra ó cerca de ella; las condiciones de esta materia han resultado en la pérdi- da por evaporación de los más esenciales volátiles, que usual- mente presenta el petróleo crudo obtenido de los pozos perfo- rados. Esa muestra produciría solo el 5”,, de kerosene por el procedimiento ordinario de la destilación, pero sería razona- ble anticipar que el petróleo por perforación en la localidad contendría un considerable aumento de ese producto comer- cial. Petróleo semejante á la muestra formaría una apreciable fuente de aceite lubricante y sería tambien adoptado para usarlo como combustible líquido. Podía también emplearse co- mo fuente de gas para propósito de iluminación. La muestra parece de petróleo crudo de Bakú en que está prácticamente desprovista de hidro-carbono sólido. (Firmado) —Roberton Redwood. El señor Lama posee ademas de las 165 pertenencias cedi- das al Sindicato inglés, 124 pertenencias que hacen un total de 289 estacas, abonando al Fisco semestralmente, como con- tribución, la suma de S. 4.335, que hace un total al año de S. 8670. La superficie explotable de estas propiedades abarca una extensión de 1.156 hectáreas, equivalente á 11.560,000 metros cuadrados. “IL The Petroleum Syndicate Limited. Este Sindicato de exploración, fué organizado en Lóndres en Enero de 1891, por D. Federico Blume, porsí y en represen- tación de sus numerosos socios, propietarios de vastos terrenos petrolíferos en los lugares conocidos con el nombre de Garita. Reventazon y Punta Nunura, en la región de Punta de Aguja, del Distrito de Sechura. En el contrato celebrado al efecto para la explotación del petróleo en vasta escala, se estipuló: que el capital de la Com- pañía, una vez organizada ésta, sería de £. 500,000, del que percibirían los propietarios de las pertenencias mineras el 25%, en acciones liberadas y dinero. Trasladadas las máquinas que vinieron de Norte América, con 2randes esfuerzos al lugar de la Garita, á 450 metros del — 319 — mar, comenzaron los trabajos de perforación del primer pozo el 6 de Junio de 1891, terminando en los primeros días de Se- tiembre, alcanzando una profundidad de 388 piés. Este pozo ha sido el mas difícil y costoso de cuantos se han abierto has- ta hoy en el Perú. Comenzó la perforación atravesando una gruesa capa de arena de 80 piés de espesor. Después vinieron 78 piés de dife- rentes rocas, encontrándose la primera vertiente de petróleo á los 125, cuya producción fué calculada en 15 barriles diarios. Del 6 al 24 de Junio, se perforaron 201, de los cuales á 27 co- rresponde á 5, 0 por cada 10 horas de trabajo, habiéndose perforado del 25 de Junio al 14 de Setiembre, lo restante; cu- yas capas de terreno se presentaron en la forma siguiente: Después de corridos los 78 piés de diversas rocas más ó mé- nos blandas, se presentó una capa de arena de 6 piés, é inme- diatamente 200 piés de capas de cuarzo, alternadas en este or- den: cuarzo blanco aurífero, cuarzo con mica, cuarzo aurífero, cuarzo blanco muy duro, cuarzo blanco rojizo, cuarzo blanco con ley de oro, cuarzo blanco solo y una capa de 46 piés de es- pesor de cuarzo blanco muy poroso, estriado por el petróleo y los gases que se desprendían en abundancia. A los 201 piés, se encontró otra vertiente de petróleo, y á los 388, que fué la to- tal profundidad alcanzada, apareció una tercera más abundan- te todavía, con extraordinaria cantidad de gas. La poderosa capa de cuarzo que hubo de atravesarse, inu- tilizó todos los instrumentos. Un accidente de los más graves en esta clase de perforaciones, vino á esterilizar por completo la obra acometida, pues habiéndose roto la varilla de acero del perforador, el trepano quedó clavado en la capa del cuarzo del cual no fué posible extraerlo. Desde este momento quedó abandonado por completo el trabajo de un pozo que tanto tiem- po y dinero costaba, y que á la vez atendiendo á lo compacto de la roca, prometía ser un gran surtidor de aceite. En la bomba que durante muchos días funcionó en el pozo, el aceite se encontraba en la proporción de dos piés por diez de agua. : La perforación de este pozo se hizo en toda su longitud, atravesando un verdadero torrente de agua termal, que á cada momento interrumpía los trabajos. Esta agua mineral, que tiene una alta temperatura, contiene gran cantidad de soda y es producto de un terreno esencialmente volcánico. El terreno petrolífero de esta región es vastísimo, y com- prende los lugares de Punta de Aguja, Punta Falsa, Garita, Reventazón, Punta Nunura, Punta Bichayo, Punta Pisura y terrenos quebrados altos poco estudiados todavía. En muchos de estos sitios se encuentra el aceite en la superficie. El pstró- — 380 leo solidificado por la acción atmosférica, forma grandes mo- gotes en considerable número, y todo hace creer que esta es una de las más ricas zonas petrolíferas del Perú. La maquinaria que aun existe en ese lugar, se compone de un castillo de 90 piés de altura, una perforadora de cable, sis- tema americano, que puede descender hasta 1,500 piés, un cal- dero fijo, un motor á vapor de 20 caballos de fuerza y tubos de diversos diámetros de 1600 piés de longitud, una fragua y di- versos útiles de herrería y carpintería, forman el arsenal de trabajo de este Sindicato. Una cómoda casa de madera com:- puesta de cuatro habitaciones, ha sido levantada allí por esta compañía. y A 2,000 metros de la casa, se encuentra abierto un pozo de agua potable de 10 metros de profundidad, el cual produce 4,000 galones de líquido por día. El agua en estas mismas con- diciones puede encontrarse en muchos puntos de ese lugar. Los pequeños cerros que forman el cuadro de estas plani- cies, están cubiertos de vegetación. El número de pertenencias empadronadas por don Federi- co Blume y compañía es de 104 con 416 hectáreas, equivalente á 4,160,000 metros cuadrados de superficie explotable, abonan- do al Fisco por contribución al año $. 3,120. VIII Utras Compañías. En vía de formación ó de proyecto, se encuentran otros Sindicatos para la explotación de propiedades petrolíferas, cuyos terrenos están adjudicados hace mucho tiempo á diver- sas sociedades. Entre estas propiedades. se cuentan especialmente las que posee el señor Francisco Mendizabal y Hermanos, en la costa de la Provincia de Túmbes, que comprenden 125 pertenencias de 40 mil metros cuadrados cada una, ó sean 500 hectáreas, equivalente á cinco millones de metros cuadrados de superficie explotable, abonando de contribución al Fisco, S. 3,650 al año. El órden en que estas propiedades se encuentran ubica- das por grupos ó estacamentos, es el siguiente, según plano le- vantado: Primer Estacamento. —Comprende 35 pertenencias á las márgenes izquierda y derecha del río Túmbes, desde el sitio conocido con el nombre de Hospital, hasta el mismo pueblo de Túmbes, á la derecha del río, comprendiendo los sitios de San Juan de la Virgen. la Noria y el pueblo, y á la izquierda del río, en el Distrito de San Pedro de los Incas. — 321 — Segundo Estacamento.—De 15 pertenencias, á orillas del mar, entre los sitios denominados Cabeza de Vaca y Rastro de la Garita, á 25 kilómetros del pueblo de Túmbes hácia el sur. ] Tercer Estacamento.—De 5 pertenencias, en el interior de la quebrada de la Cruz, á dos kilómetros más al S. del Estaca- mento anterior. Cuarto Estacamento.—De 5 pertenencias, en el interior de la quebrada de Tucillal, como á 4,000 metros del mar, y 37 ki- lómetros de Túmbes, cuya quebrada termina al pié mismo de la gran refinería de petróleo de Zorritos. Quinto Estacamento.—Con 15 pertenencias, á la entrada de la caleta Boca Pan, uno de los mejores puertos de la costa de Túmbes, á 10 kilómetros de Zorritos. Sewto Estacamento.—Con 30 pertenencias, enlos sitios de- nominados Pan Viejo y Trical, en la misma llanura cubierta de espesos bosques de algarrobo, á 2 kilómetros de Boca Pan. Séptimo Estacamento.—Con 10 pertenencias, en Punta de Pico, á orillas del mar, 4 15 kilómetros de Boca Pan, siguiendo siempre al Sur. Octavo Estacamento.—Con 10 pertenencias, en la quebrada Sorá, situada á 8 kilómetros al Sur de Punta de Pico, y á 2 ki- lómetros de Punta de Sal. Estas propiedades, que todas tienen fácil acceso al mar, y que están expresamente divididas para formar otros tantos cen- tros de explotación, representan un gran valor, tanto por la formación geológica que en toda esta región es invariable, co- mo por encontrarse en el centro de terrenos ya reconocidos co- mo petroleros, que son Zorritos, Heath y Tucillal. Los señores J. C. Mulloy y Juan L. Thorndike, poseen 9 pertenencias de 4.000 metros cada una en el sitio de Talara y Negritos, haciendo un total de 360,000 metros cuadrados, equi- valentes á 36 hectáreas de superficie explotable. Como este terreno, especialmente el de Negritos, está su- ficientemente reconocido como uno de los yacimientos más ricos y abundantes en petróleo, nos referimos á la descripción que de ellos hemos hecho, en el capítulo consagrado á la em- presa de Talara. La rica quebrada de Sicches y Organos está amparada por -D, Atabaliba Arellano, que posee 14 pertenencias y por D. J O- sé A. Monzón con 2 pertenencias. 11 o Estas quebradas, que se encuentran al Norte de la caleta y del río de Máncora, son suficientemente ricas en petróleo, el cual se manifiesta desde la superficie. 158 Solidificación del Petróleo. Desde hace algunos años es conocido el procedimiento de solidificar el petróleo, el cual consiste en hacerlo hervir en la siguiente proporción: un kilógramo de petróleo mezclado con 38 gramos de Saponaria. El aceite petrificado por una simple cocción, puede tras- portarse más fácilmente que el hielo, que se lleva á grandes distancias. Las temperaturas ordinarias no le dañan, pues solo se funde á 40» sobre cero, y para devolverle sus primitivas pro- piedades, basta ponerlo en contacto con una pequeña cantidad de ácido, que neutraliza el jugo de la Saponaria, lo que produ- ce tan maravillosa cristalización. Sin embargo, este procedi- miento por su lenta manipulación no puede considerársele industrial. La Saponaria Officinalis, (Diantheés) Savonniere Hr.— Sei- Fenkraut Waschkraut, —His—Saponaria Yt, es planta indígena que crece en los lugares húmedos, de tallo articulado con hojas opuestas, en forma de lanzas, con flores blancas ligeramente ro- sadas. Contiene la Saponina ó Structina, sustancias que espe- sa el agua haciéndola vizcosa, se emplean á la vez las hojas y la raíz. Esta última tiene el grueso de una pluma de ave, cu- bierta de una epidermis ligeramente roja. En medicina se le emplea como un depurativo en forma de estracto ó de jarabe muy eficaz en las enfermedades de la piel. En el comercio se encuentra una raíz de Saponaria llama- da del Oriente ó de Egipto, que se vende con el nombre de kal- vaggí. Esta raíz es larga, gruesa, blanca y muy rica en Sapo- nina. Se aplica en la industria para blanquear las telas de la- na, especialmente la cachemira. Se la considera como una es- pecie de la GFypsophilla ¡Strunthum SS. Rokejika, planta de la familia de la Saponaria. La Saponaria común ú ordinaria, se aplica también al la- vado de las lanas. á Le Beuf, farmacéutico de Bayona que ha escrito un opúscu- lo sobre la Saponina, dice haberla encontrado en abundancia en dos plantas que se producen en el Perú y en Chile: la pri- mera es la Quillaya 6 Quillaria Saponaria, y la segunda el Yallhoy Monminca polytachia. “La Quillaya, en razón de su bajo precio, se presta más á la A ea extracción de la saponina. Para conseguirlo, se emplea un aparato de doble fondo, con agua caliente, mientras el al- cohol atraviesa la capa de polvo. Por el enfriamento de la solu- ción alcohólica, la Saponina se precipita en gran cantidad, y el alcohol saturado de esta sustancia, goza de la propiedad de disolver las materias resinosas, gomo-resinosas y aceitosas, y de formar con éstas, una vez que se mezclan con el agua, emul- siones permanentes. Este mismo alcohol divide el mercurio en partículas excesivamente ténues. La cáscara de Quillayes conocida hace muchos años en el comercio francés, con el nombre de corteza de Panamá, em-. pleándose con bastante buen éxito en el lavado de telas finas, Mr. Etan Martin ha encontrado la Saponina en los brotes tiernos de la papa. Se le encuentra también en abundancia en las raíces de Zarzaparrilla y de la Polígala, en el 4runa macu- latum y en el Malapert. La Githagme de Scharling Ó Agrostem- mina de Schulze, obtenido del Agrostemmagithago ó miel de trigo, no es otra cosa que la Saponina. Coincide el descubrimiento de la riqueza petrolífera del Perú, con otro de gran importancia para nosotros, hecho en Lóndres, que es la completa solidificación del aceite combus- tible, tal vez por medio de la Saponina ó del Quillay, que dará al petróleo un inesperado valor y á la industria rápido desa- rrollo. Hace años que los químicos rusos habían conseguido soli- dificar el aceite hasta la consistencia de la grasa trasportándo- se este en esa forma, en odres de cuero; pero hoy, gracias al descubrimiento del químico inglés Mr. Chenhall, haciendo uso de un reactivo poco costoso que asegura existe en abun- dancia en el Perú y en Chile, el aceite combustible tiene la densidad del carbón, dividiéndose uniformemente en peque- ños ladrillos trasportables fácilmente sin necesidad de envase. El petróleo en estas condiciones es el combustible sin rival aplicable á todo, puesto que puede emplearse en las tres for- mas físicas conocidas: sólida, líquida y gaseosa. No entraremos á demostrar las ventajas que sobre el car- bón de piedra, cualquiera que sea su clase, obtendrá en el mun- do industrial y mercantil el petróleo sólido; pues más de una vez nos hemos ocupado sobre este importante punto, en el es- tudio que hicimos del petróleo el año 1891, pero es incuestio- nable que los yacimientos de aceite de la costa del Perú, ad- quirirán aún mayor importacia que la que antes tenían, con este nuevo sistema de consumirlo. Reputados diarios de la prensa de Lóndres se ocupan fa- vorablemente del invento, y dejando á éstos la loable tarea de propaganda, nos concretamos á la publicación de los informes o E técnicos de los químicos ingleses que, como peritos, han inter- venido en el examen del nuevo invento, hasta ser patentado por el Gobierno de S. M. B. COPIA DE LOS INFORMES RESPECTO AL PROCEDIMIENTO DE CHENHALL PARA SOLIDIFICAR PETRÓLEO. Broadway Chambers, Westminster S. W. Noviembre 14 de 1891. Al Director de The Solidified Petroleum (Pioneer) Corporation Limited. Señor: He visitado hoy la fábrica de Gainsborough Road, Hack- ney Wick, y he inspeccionado el método de Chenhall para con- vertir el petróleo crudo en combustible sólido. Habiendo per- manecido en la fábrica suficiente tiempo para presenciar el mecanismo de las operaciones, y habiendo visto luego el com- bustible solidificado en mi presencia y quemado, estoy en apti- tud de exponer mi opinión, que fué encendido, afirmando que se ha logrado el más completo éxito. Las sustancias que se aña- den comomezcla química al petróleo crudo, para obtener su solidificación, son en cantidad comparativamente pequeña y de un precio más ó menos igual al del aceite mismo, siendo también por sí propias suficientemente combustibles; por cuya razon el compuesto sólido que resulta, arde dejando solo un reducido tanto por ciento de cenizas. Una calidad importante del nuevo petróleo sólido, consis- te en queno se funde durante la combustión, quemándose por la superficie hasta consumirse del todo, excepción hecha del pequeño resíduo de cenizas. Me ha interesado mucho la sencillez del procedimiento y la ausencia completa de diligencias que requieran labor inte- ligente para llevarlo á cabo. Desde luego, mucho ingenio ha sido preciso para establecer las proporciones de la mezcla, pero actualmente las labores de la fábrica pueden realizarse por cualquier operario medianamente hábil. Además, el procedimiento es tan rápido como simple. La completa transformación del petróleo crudo en panes de com- bustible sólido, exige apenas media hora de tiempo. Luego cortos momentos más bastan para enfriarlo, sometiéndolo á una ligera compresión. Varias tentativas se habían hecho antes de ahora para so- lidificar petróleo, á fin de hacerlo aplicable sin necesidad de hornillas especiales, como requiere el uso del combustible líqui- dlo en los fogones y fraguas; pero no tengo noticia de ningún procedimiento que haya resuelto el problema, á mi juicio, de una manera tan satisfactoria como la alcanzada por el método Chenhall. La ligera compresión que actualmente se emplea en la fá- brica de Hackney Wick, por sí sola, comunica suficiente con- sistencia al combustible, el que después de algunos días, se en- durece un tanto más. Con una mayor compresión se lograría el mismo resultado instantáneamente. Creo que no me es necesario presentar detallados cálculos sobre costos y utilidades, pero debo observar que, aun cuando basándome en la escala limitada de las actuales operaciones, la estimación que tengo hecha demuestra que, dado el precio corriente del petróleo crudo y de los demás combustibles, un considerable, sino enorme margen de economía, resulta en fa- vor del empleo del petróleo sólido para obtener una cantidad dada de poder calorífico. Cuando las operaciones se establezcan en mayores proporciones, este margen se acrecentará mucho por las economías propias de toda manufactura en grande. No es de temer, por otra parte, que se eleve el precio del petróleo por causa de mayor demanda, porque cada vez se descubren nue- vas fuentes de este producto. Y aun cuando subiese mucho el valor comercial del artículo, todavía el petróleo sólido tendría ventajas de competencia, ofreciendo siempre ancho campo de economía. De usted atento y seguro servidor. E. J. Reed. (Sir Edward J. Reed K. C. B.; F. R.S.; M. P.) y y INFORME SOBRE EL PROCEDIMIENTO QUÍMICO. Victoria Mansions, Westminster SS. W., 24 de Noviembre de 15891 Al Director de The Solidified Petroleum Corporation, Limited —30 Great George Street, S. W. Señor: Tengo el agrado de informará U., que conforme á su soli- citud, he visitado la fábrica de Hackney Wick y presenciado los procedimientos de solidificar petróleo, conforme al método Chenhall. El petróleo como combustible. —Con vario suceso se viene intentando hace algún tiempo el empleo del petróleo y de » — 326 — otros aceites minerales ó alquitranes como combustible líqui- do. Algunas veces se ha quemado el petróleo en hornillas con- venientemente arregladas, ya sea desparramándolo por sí solo ó con auxilio de un pico de vapor. Siempre que se ha logrado por uno ú otro medio establecer suficiente ventilación, se ha podido conseguir una combustión regular, obteniéndose un poder calorífico muy eficaz é intenso. La principal dificultad de ese procedimiento estriba en la manera del trasporte y en los peligros del depósito del aceite que se requiere. Además, las hornillas corren riesgo de explosiones más ó menos violentas cuando hay exceso de gas de aceite, proveniente de la ocasio- nal extinción de la llama por cualquier causa imprevista. Aún cuando tales explosiones raras veces malogran los aparatos, los fogoneros suelen ser dañados por el fuego ó por la repentina movilidad de la llama. Por tanto, estimamos de gran conveniencia una manufac- tura barata, que facilite su depósito y trasporte, combinando sus condiciones caloríficas con su menor volumen; con lo que se abre un ancho porvenir para el petróleo sólido: á lo que de- bemos agregar que el combustible que se obtiene por el proce- dimiento de Chenhall, es superior á cualquiera de los otros combustibles de que tengo noticia. ' El procedimiento. —Entendemos que no estamos obligados á otros detalles que los que brotan de los experimentos realiza- dos en nuestra presencia, de acuerdo con las informaciones que tenemos. Con motivo de nuestra visita, se tomó delante de nosotros una pequeña muestra de petróleo crudo, á la que se agregó la composición que usa el método Chenhall—se nos aseguró se necesitaba un 15 , de dicha sustancia—La mezcla fué puesta en un recipiente de fierro galvanizado, sumergido en agua hir- viendo, al descubierto, donde se calentó y movió hasta disolver todas las sustancias solubles. En este estado se apercibía un ligero olor de petróleo por la volatilización de gases, lo cual demuestra que en una manipulación en grande deben mante- nerse cerrados los aparatos para aprovechar la destilación de tales gases, que deben ser de corto valor y que muy probable- mente pagarán los gastos de extracción. Despuésde 15 minutos, se trasladó el recipiente á un fogón donde moviéndolo siempre se le sometió á un fuego más vivo. Quince minutos más tarde, la mezcla, elevada la temperatura, se hizo pastosa. Se retiró el fuego y se recogió con una espátula un poco de mezcla y se que- mó, ardió libremente sin desprenderse de la espátula que se mantuvo invertida. El producto.—YEl material al enfriarse tiene suficiente consistencia y como procedimiento posterior solo exige ser mo- E E delado en panes con una ligera presión. En la práctica, subien: do el calor se puede hacer correr el líquido hasta ponerlo en moldes. Examinando algunos panes ya preparados, advertimos que tenían suficiente consistencia para ser manejados en la misma forma que cualquier combustible sólido. El producto, ya manipulado, no tieneningún olor fuerte de petróleo, lo que nos parece una circunstancia importante. Una prueba se llevó á cabo con dos panes, poniéndolos en fuego de coke, en el que se quemaron c ompletumente. La combustión fué rápida, y en uno ó dos minutos, levan- taron una fuerte llama, quemándose completamente y sin de- jarmás que una ligera ceniza. En el curso de la combustión no se advirtió tendencia alguna á fundirse ni liquidarse. Se inició el fuego por la superficie, dando una llama blanca y co- municando un calor bastante intenso. Materiales. —Los ingredientes que se emplean para solidi- ficar el petróleo, son de fácil adquisición y no desmerecen en poder calorífico del mismo petróleo. La producción del último es considerable, y nada autoriza para suponer que disminuya. Existen en este mismo país, varios yacimientos capaces de producir grandes cantidades de aceite que actualmente no se vende, los cuales pueden aprovecharse con el nuevo procedi- miento, cubriendo ámpliamente el costo de producción en mu- chos casos con el valor del amoniaco extraido como producto accesorio. Además existen grandes cantidades de aceite inter- medio de poco valor, que se hace anualmente en la industria escocesa de aceite mineral, los que pueden aprovecharse, lo mismo que los accesorios del producto de amoniaco de los ga- ses de fundición. ; Recapitulación. —Podemos reasumir las ventajas de este _procedimiento para solidificar petróleo, diciendo que es rápido, muy sencillo y no exige labor inteligente. El combustible que se obtiene puede ser manejado de idéntica manera que los demás combustibles, teniendo una mayor cantidad de fuerza :'alorífica. Además, podemos agregar que no contiene pirita, por cuya razón no es susceptible de combustionarse expontáneamente como el carbón. De usted atento y $. $. SNELUS d SUTHERLAND. Certificados análogos á los anteriores han expedido los se- ñores Tomás Dewar, Roberton Redwood, Alfred Blyth. — 328 — X. Aplicaciones del petróleo como combustible. Hace trece años que los ferrocarriles del Estado usan com el mejor éxito el petróleo crudo como combustible, reemplazan- do al mejor carbón inglés con una economía de más de 40 ?/,. Esta importante aplicación ha pasado de las locomotoras á las fábricas de gas, obteniéndose una luz igual á la que antes se obtenía usando el carbón, y últimamente se le ha dado una nueva aplicación de grande importancia, cual es, la fundición de los minerales por medio del aceite combustible. - Si bien hace años que enlos EE. UU. de Norte América se emplea el petróleo para la fundición de minerales, en la Amé- rica del Sur, esa ventajosa aplicación ha sido completamente ignorada. Se hizo en Lima hace veinte años, un pequeño en- sayo para fundir los minerales de cobre, cuyo resultado fué completamente satisfactorio, no obstante la mala construcción del horno; pero hoy, el que hasta ahora poco tiempo era un ver- dadero problema en el Perú, está completamente resuelto de la manera más favorable. La gran fundición de Casapalca cuyo capital invertido es de un millón de soles, y que está situada á pocos metros de los rieles del ferro-carril de la Oroya, á 152 kilómetros de Lima, y 4,147 31 metros de altura sobre el nivel del mar (13,606 2 piés ingleses), hace seis meses que emplea el petróleo como combustible, en sus variadas operaciones metalúrgicas. He aquí los datos que al respecto hemos podido obtener del Gerente de esa Compañía, el inteligente y laborioso seño! Johnston. El petróleo es aplicable con el mejor éxito posible á las fundiciones de los minerales, en los hornos de reverbero, pero no en los de manga. La economía sobre el carbón de piedra, siempre que los precios sean iguales por tonelada, es de un 3077, máximo, pero está sujeta ála inteligencia y pericia del emplea- do encargado del manejo del horno y de la llave del combus- tible. La fundición de Casapalca tiene instalados tres tanques de fierro para el aceite combustible, dos de treinta toneladas cada uno, y otro de trescientas. Esta fundición paga por cada tonelada de aceite S. 16 puesto en el Callao, que con S.16 de flete por ferro-carril, hace un total de S. 32 puesto en Casa- palcaf — 329 — XI Diputaciones territoriales de minería y reformas que deben adoptarse para el rápido desarrollo de la industria petrolera. Los Juzgados de 1* Instancia de Piura, Paita y Tumbes, han estado encargados siempre, en sus respectivas jurisdicciones, del despacho de los cuatro distritos mineros que cuenta ese litoral. Hasta el presente, solo los mineros de Tumbes han solí- citado del Supremo Gobierno la formación de la respectiva Diputación de Minería; pero habiendo adolecido la elección mandada practicar, de graves irregularidades en el procedi- miento, ésta se declaró nula por resolución suprema. Las funciones que han desempeñado los jueces encarga- dos de esa labor han sido benéficas para el desarrollo de la in- dustria minera; pues aparte del extricto cumplimiento de los deberes anexos á tan delicado cargo, los emolumentos que han percibido han sido siempre inferiores álos señalados en la tarifa vigente, especialmente cuando se ha tratado de minis- trar muchas posesiones á la vez. Los libros se han llevado escrupulosamente en las tres di- putaciones citadas, tal como la ley lo ordena. La industria de petróleo en el Perú que para su desarrollo en gran escala solo requiere vastos mercados de consumo, que hasta hoy no ha podido obtener, pero que obtendrá más tarde, y está llamada á ser dentro de pocos años una fuente inagota- ble de riqueza pública, tal vez superior al guano y salitre, me- rece por hoy la preferente atención de los poderes públicos, pues el porvenir de esta poderosa industria está sujeto al nue- vo rumbo que le demarque el Congreso. Los medios y refor- mas inmediatas que he indicado al Supremo Gobierno, en mi oficio reservado de esta misma fecha, que pasé á esa Dirección, son á mi juicio, los únicos posibles, que deben adoptarse sin demora. No obstante que la ley de8 de Noviembre de 1890 exo- nera al petróleo por 25 años de futuros impuestos, creo indis- pensable la abolición completa del impuesto fiscal denomi- nado movimiento de bultos, que consume una gran parte de las utilidades de las dos únicas refinerías de petróleo que hoy existen. 12 - 380 — PARTE TERCERA. L Vertientes de aguas minerales, Yodo y Bromo. A 17 kilómetros del Establecimiento de Zorritos, dirigién- dose al Sur, y ¿ocho kilómetros de la Caleta de Boca Pan, dela Provincia de Tumbez, se encuentra en el Monte Guacura de la hacienda de Peña Redonda, perteneciente al Distrito de Máncora, y en el sitio conocido con el nombre de Papaga- llo una pequeña laguna de agua mineral de 5 metros de largo por dos de ancho y de una profundidad de 80 centímetros más Ó menos. El agua es de color opaco, de sabor un tanto salobre, den- sa y saturada de diversas sales, y se mantiene siempre tibia. Al sondear la laguna con madero de cuatro metros de lar- go, éste se hundió completamente en el fango, saliendo inme- diatamente á la superficie impulsado por la fuerza de los gases que se manifiesta visiblemente en forma de burbujas. A 4,200 metros de esta vertiente, y á 300 piés sobre el ni- vel del mar, en el fondo de la quebrada conocida con el nom- bre de Zapotal, de la misma hacienda, se encuentran 7 vertien- tes más en la misma forma de pequeñas lagunas, de las cuales hay 4 en actividad y 3 completamente inactivas, las que vuelven á llenarse de agua por épocas indeterminadas, disminuyendo el caudal de las otras y vaciándose después. Es indudable que este fenómeno obedece á un próximo volcan de lodo, tan co- munes en el Ecuador, y que debe encontrarse en los contrafuer- tes de la cordillera de Zaruma. Las dos principales vertientes de Zapotal, tienen una cir- cunferencia de 20 metros más ó menos cada una, mediando una distancia entre ambas de 4 metros. En el sitio de Papagallo, se encuentra otra vertiente lla- mada Pardo, en forna de paqueño canal, cuya agua contiene mayor cantidad de Bromo, pero menos Yodo. Entre las lagunas qne se encuentran en el plano y la de la quebrada, puede calcularse una diferencia de nivel de 200 piés. Estas lagunas son conocidas desde tiempo inmemorial con el nombre de Hervideros, por estar en constante ebullición. Según el informe del químico inglés Mr. Neil, traido ex- presamente de Inglaterra para explotar las valiosas sales de Yodo y Bromo que contienen esas aguas, y cuyo informe acom- paño, esas vertientes deben constituir una nueva industria ( — 331 — pues el Yodo y el Bromo pueden extraerse facilmente al es- tado metálico, por el nuevo procedimiento de K.C. Sanford, Presidente del Instituto químico de Lóndres. La Empresa que debe explotar estas sustancias, no ha co- menzado aún su instalación; pero cuenta con todas las máqui- nas y aparatos indispensables para una explotación en vasta escala. Docientas evaporadoras de madera con 30 recipientes de porcelana, y la poderosa bomba que se encuentra en el Esta- blecimiento de Heath para extraer aguas minerales de estos depósitos, pueden alcanzar una producción de 800 libras men- suales de ambas sales. El químico Neil que es una especialidad en este ramo, hizo en mi presencia el 25 de Agosto del año pasado, la prueba de extraer el Yodo y Bromo metálico de esas aguas, cuyas mues- tras puse en manos, de $. E. el Presidente de la República. Sin embargo, mientrasnose haga una exploración del terre- no, perforando en una de las lagunas un pozo de 300á 500 piés, nunca podrá saberse con exactitud, si las vertientes son ó no permanentes, si las aguas representan un caudal suficiente para extraer las sales de una manera industrial; pues en la ac- tualidad con el líquido que se manifiesta á la vista, en todas las lagunas reunidas, no hay lo bastante para que pueda ser- vir de base á ningun cálculo. Desde luego, un pozo de reconocimiento no sería costoso, atendiendo que todo el terreno parece ser un lodazal de greda, la cual es fácil extraer por medio de aparatos adecuados. Sin esta operacioón prévia, es muy aventurado formarse una opi- nión fundada sobre el valor é importancia de esos manan- tiales. A este respecto dice el profesor Raimondi, en su obra so- bre las aguas minerales del Perú: «las aguas del lugar de Pa- pagallo se encuentran en un terreno arcilloso, es un volcan de lodo. Este tiene todos los caracteres de los volcanes fango- sos que se conocen en Europa, principalmente en Italia, con el nombre de Salsa. «Un continuo desprendimiento de gases que se verifica con ruido en medio de una agua fangosa muy cargada de sa- les, la que remueve como si estuviera en ebullición, explica perfectamente el nombre que le dan en el lugar: «Esta agua es bastante interesante porla cantidad de Yodo y Bromo que contiene, teniendo mucha analogía con el agua termal que se encuentra á inmediaciones de Santa Elena en el Ecuador, y que es producto cercano de los volcanes fangosos que á poca distancia de ese lugar se encuentran. «A pesar de que las materias contenidas en las aguak de — 332 — Santa Elena y del Hervidero varían de proporción, se aseme- jan sin embargo muchísimo, pues ambas carecen de sulfatos y casi enteramente de magnesia; las dos contienen Yodo y Bro- mo, y casi las mismas cantidades de materias fijas. La única diferencia entre estas dos aguas, aparte de la distinta propor- ción de los elementos minerales, consiste en que el agua del Hervidero carece también de potasio, elemento que figura en la composición del agua de Santa Elena.» ANALISIS DEL AGUA DEL HERVIDERO. Un litro de agua contiene: Bbicarbonatos Carbonato de Cal gramos.... 0.01250=0.01800 Id. de magnesia » .. .. vestigios Oxido de fierro » Ds 0.00750=001:500 Silice » ¿es 002400 Yoduro de Calcio » o OA Bromuro de » > O LODO Cloruro de >» » a ORO SO — Alumino > A AO — Sódio > EA le TE Gramos.... 14.28099 ANALISIS DEL AGUA TERMAL DE SANTA ELENA. Un litro de agua contiene: : Bicarbonatos Carbonato de Cal egramos.... 0.04500=0.06480 Id. de magnesia >» 000 OO Oxido de fierro >»... 0.01100=0:02200 Silice y 007 40]0) Yoduro de Calcio A MONOS Bromurode > y ESO Cloruro de » sl DOTADAS — Alumino OOO — Potasio di 0) — Sodio y TIOS (OZ Gramos.... 13.34425 — 333 — AGUA MINERAL DE ZORRITOS. A poca distancia de los pozos de petróleo se encuentra el agua mineral que contiene en un litro de agua: Sulfato d> Soda STAMOS Doa ri MO DO Cloruro de Sodio e A o 51 DO, de Magnesia O 00 — de Potasio o O DO Litina y Cal A A BAZAS Amos. e ds 290.00 Informe del químico James Millar Neil. (TRADUCCIÓN). Señor Federico Moreno, Comisionado especial del Gobierno. Muy señor mío: A solicitud de Ud. y con permiso del señor Francisco Mi- randa, dueño de los yacimientos de Yodo situados en el valle de «Boca Pan», y en los lugares conocidos con los nombres de «Zapotal» y «Pardo», emito el siguiente informe, acompa- ñado de muestras obtenidas de las aguas de «Heath Petro- leum Co.» en presencia de Ud. y en el laboratorio de esta Com- pañía, Respecto á los sitios en que se encuentran los pozos, Ud., mejor que nadie, puede describirlos; sin embargo, procederé á comunicarle mis ideas sobre el asunto, que son el resultado de un prolijo y minucioso estudio y que considero pueden intere- sarle y servirle en esta cuestión especial. Todo el terreno vecino á los pozos está hasta cierta exten- sión y profundidad, compuesto de (marne ¿risce), conteniendo trazas de Na No 3 (nitrato de soda). La proporción en que se encuentra el nitrato depende enteramente de la cantidad de lluvia anual, y no hay la menor duda de que, á poca profundi- dad, sea en «Pardo» ó «Zapotal», llegaremos á encontrar una sal, cuya composición no he podido aún conocer por no haber sido bastante profunda la escavación hecha para obtenerla . —- 334 -— Las aguas de «Pardo» ó «Zapotal», tienen la mísma compo- sición, y la distancia entre ambos puntos es, en línea recta, de 3,800 metros. A 400 metros de «Pardo», con dirección á «Zapo- tal», hay también otra filtración de la misma clase de agua. Mi opinión, que celebro ver apoyada por los superiores co” nocimientos de Ud. en Geología, es, que existe un gran depó- sito subterráneo ó laguna, de esas mismas aguas, en todo el valle de Zapotal, el cual mide unos 10 kilómetros cuadrados, y tiene sus salidas en Pardo y Zapotal, estando el primero unos 230 piés más bajo que Zapotal y, más ó menos, á 70 piés sobre el nivel del mar. En mi entender este depósito es interminable. Para concentrar las aguas, la Compañía se propone utilizar el calor del Sol y los vientos calientes del día y de la noche. El término medio del termómetro en Zapotal es, á la sombra, de 80” Fabrt, 7” más que en Heath. Por medio de experimentos minuciosos y en vista de resul- tados prácticos, he encontrado que se pueden evaporar de 2á 22 pulgadas, cada 24 horas. No me está permitido divulgar el método empleado por la Compañía para extraer el Yodo y el Bromo, pero no titubeo en decir que, durante los primeros 6 meses de trabajo, podre- mos producir, por término medio, 100 libras de Yodo, y 150 li- bras de Bromo diariamente. La Compañía se propone manufacturar y exportar el yodo resublimado, los yoduros de potasa y de soda, los bromuros de potasa y de soda, y el yodoformo. Elementos para la alimentación, agua dulce, jornaleros y combustibles, etc., hay bastantes, y el petróleo para calderas y hornos puede obtenerse de las varias compañías mineras que hay aquí. El gas que causa la efervescencia de las aguas, se compone más ó menos, de 14 á 27, del gas H. L De este y del pantano también se propone la Compañía extraer yodo. Mons. Durwell ha estimado las sales, y en 100 partes de sólidos encuentra 2.25 ”), de yodo y bromo. Corroboran este re- sultado el análisis hecho por A. Norman Yate, de Liverpool y nuestros propios experimentos, si bien yo he encontrado que una muestra tomada del fondo del pozo contiene próximamen- te 4, más de yodo que otra tomada en la boca. — 335 — POR 100 PARTES DE SÓLIDOS. NORMAN YATE NEIL P DURWELL Yoduro de potasa... . 00.5821 00.596 | Carbonato de cálcio.... 0.01250 Bromuro de potasa... 00.9320 00.987 | Carbonato de magnesia 0 00750 o LOU EDO LS 1.0231 MODAS a. coedas o a6oda oem... 0.02400 Cloruro de sodio...... 93.5610 91,051 | Yoduro de Cálcio....... 0.15944 Cloruro de cálcio...... 3.6120 3.022 | Bromuro de cálcio...... 0.16387 Cloruro d> magnesia. 0 2898 0.300 | Cloruro de cálcio........ 0.70816 IO AS LOS AoEOR Trazas | Cloruro de alumino... . 0.00700 100.000 100.000 | Cloruro de sodio......... 13.19842 14.28089 == Yoduro y bromuro de Cala o A EZS ZO Jo í Le envío muestras del agua tomada en Zapotal y Pardo, con otra pequeña del yodo que extraje aquí en presencia de U. El gran valor de estos manantiales puede apreciarse compa- rándolos con el siguiente análisis de Kelp, hecho de las sustan- cias de que se saca la mayor parte del yodo que se usa, ANÁLISIS DE KELP POR 100 PARTES A de TES Ue A 23] Sales compuestas de cloruros y sulfatos de potasa y soda 50—71 A a o a a 2. AOS 100—00 Yodo—13 libras por tonelada. Tengo el honor, etc. (Firmado) —James MILLAR Nerr. Químico de Minas. Heath, Agosto 26 de 1892. La importancia industrial de las aguas yodadas como fuen- te de riqueza, es indiscutible, pues las aguas madres que antes no tenían ninguna aplicación en la provincia de Tarapacá y se consideraban como desperdicio del salitre, merced á un descu- brimiento casual, producen hace 28 años enormes cantidades de Yodo, como se vé por la exportación de este artículo en los años que se expresan: Z 336 — YODO | AÑOS. KILOGRAMOS. VALOR. | | 1879 TIA 7 S/ 1.160,205 1880 383,863 1.236,981 1881 200,065 2,953,628 1889 263,981 3.963,240 1883 220,994 2,987,491 1884 218,194 2.181,947 1885 256,799 2.567,960 1886 175,681 1.756,800 1887 77,196 771,960 13888 96,355 913,750 Totales 1.665, 421 20.493, 962 TI Yacimientos de Carbón. La provincia de Tumbes, cuya descripción hemos hecho más de una vez en otros trabajos, no solo contiene grandes yacimientos de petróleo, sino también extensos lechos de car- bón fósil que comprenden una área de 450 millas cuadradas. Estos extensos mantos de carbón, se encuentran tanto en el fondo de las quebradas, como en la cima y falda de los Cerros. : La capa carbonífera queda limitada al O. por el mar que la baña en sus altas mareas, y la presenta descubierta en las bajas; al S., á las 24 millas del pueblo de Tumbes, en donde el terreno cambia en una roca arenisca calcarina arcillosa; al E. hasta 22 millas aguas arriba, orillando el río de Tumbes, que corre de E. á O.; y al N. solo se la encuentra á 6 ú 8 metros de profundidad, cubierta por terrenos de aluvión. La inclinación de estos mantos es muy variada, y sujeta como es natural, álas ondulaciones del terreno que experimen- ta una caida general de S. á N. y de E. á O. En muchos sitios se encuentran á la vista 6 ó 7 mantos de Lignita, siendo el espesor máximo de cada manto, el de un me- tro. Estas capas se hallan separadas unas de otras, por las de terreno arenisco, de un espesor de 4 á 5 metros. — 3387 — Los mantos en profundidad, no solo deben mejorar en ca: lidad sino también en espesor. Así lo comprueban los nuevos trabajos de exploración practicados en distintas épocas. Kl terreno de estos yacimientos pertenece á la formación terciaria, caracterizado en partes por capas areniscas, alterna- das con otras de arcilla plástica, que contiene la especie de carbón de piedra conocida con el nombre de Lignita. Según la opinión de los señores ingenieros Braun y Ugar- teche, que reconocieron aquellos mantos el año 1866, las tres clases de Lignita que reconoce la mineralogía se encuentran allí, siendo la más abundante la Lignita vituminosa ó compac: ta, que es la mejor por la semejanza de sus cualidades con las del verdadero carbón de piedra, de formaciones más antiguas. Según opinión de los ingenieros citados, extraída esta lig- nita de las capas superficiales y sometida á un análisis inme- diato dan la seguridad de poder calificarla de la manera si- guiente: El carbón fósil de Tumbes presenta todo el aspecto de la madera que le dió origen: tiene color negro, ligeramente par- dusco, lustre vidrioso, estructura compacta y fractura concoi- dea; contiene además, en pequeña cantidad, pirita de hierro amarilla y blanca. Veinte gramos de Lignita destilados en una retorta de vi: drio, se descomponen así: A A: IA SEL ao sole” AE: RA 6 > Carton y COnmZa- in oe, a 90 > Sustancias volátiles... A. 086» 100 . En la destilación se hace sentir el olor característico delas Lignitas. Un gramo de ésta, bien porfirizada, dá una ceniza color blanco amarillento rojizo, debiéndose este último color, á la presencia de la pirita de hierro, que en su descomposición se transforma en peróxido de hierro, y dá al peso 3.—-8“/,. Fun- dido un gramo con litargirio, resulta 16—5 de plomo, que equivale á calorías 37—-92. El resultado del análisis de las Lignitas de Tumbes, es el siguiente: Agua.. IN le So Alquitrán y “aceites. . e 6 >» Carbón A A 46 2 Ceniza.. E AAIRIOAA 38 Sustancias volátiles. . SE > do 100 j 13 — 3838 — La Lignita de Túmbes contiene todos los más importantes elementos de las mejores Lignitas conocidas, como lo demues- tra el siguiente cuadro comparativo hecho por los señores Braun y Ugarteche. LIGNITA. TUMBES. | ALEMANIA. FRANCIA | CHILE | Carbon. od 46.2 49.9 48.4 41.1 Cotiza. ne 3.8 4.6 De6 2.8 Agua, Alquitrán y S. volátiles... 50. 02.9 46. 44.1 | 100 | 100 100 100 Sensible es que hasta el presente, riqueza tan fácilmente explotable, no haya llamado sériamente la atención de los ca- pitalistas é industriales y que, apesar de encontrarse en la cos- ta, desde las orillas del mar, no consumamos para todos los usos, sino el carbón de piedra que nos viene á tan crecido cos- to, desde las lejanas playas de la Gran Bretaña. Además de esta extensa zona carbonífera, que corresponde totalmente á la Provincia de Túmbes, existen otras, tanto en la Provincia de Paita como en la de Piura. En la primera de estas localidades, se encuentran los mantos carboníferos en el valle del río de la Chira, y entre los ríos Quiróz y Macará, y en la Provincia de Piura, se encuentran los mantos de carbón tanto en los cerros de Chulucanas como cerca y más arriba de la hacienda de Morropón, á la derecha del valle, á unas 35 mi- llas de distancia de Tambo Grande. El carbón de estos depósitos, parece ser de superior calidad al de Túmbes, comprendiendo tal vez una área mucho más ex- tensa que las 450 millas cuadradas de los yacimientos de esa Provincia. El carbón que se importa al Perú del extranjero ascendió el año de 1891 á kilos 55,209, representando un valor de S/. 441,686. 11: Minerales de hierro. La dilatada zona de este metal se extiende desde la margen izquierda del río de Piura, hasta el río Quiróz, cuyas vetas se encwentran cruzando las pampas y á las faldas de los cerros — 339 — de Chulucanas, y desde ese punto caminando hácia el N., entre los ríos Quiróz y Macará, hasta el Ecuador. Esa enorme masa de hierro rinde de 40 á 907, y en algu- nas localidades, el metal es tan puro, que puede convertirse en barras, empleando para ello sólo una frágua ordinaria de hierro. En el Distrito de Tambo Grande, sobre el río de Piura, y en sus inmediaciones, existen en la superficie de la tierra ex- tratificaciones inmensas de metales de Azerro de superior cali- dad, y en cantidad suficiente, según opinión del ingeniero Du- val, para dar 200 millones de toneladas, cuyos metales ensaya: dos rinden: 49 7, de hterro; 21 de oxígeno y 80 de peróxido de hierro en otros casos. Las más extensas y ricas de estas vetas, se encuentran al N. de Tambo Grande, á unas 20 millas de este lugar, como también en los terrenos elevados de la margen izquierda del río de la Chira, entre el río Quiróz y la cordillera ecuatoriana. En las inmediaciones de estos asientos minerales, existen dilatados bosques de madera adecuada para hacer carbón, con cuyo combustible se elaboran las mejores calidades de hierro. También se encuentran á inmediaciones de las vetas, grandes depósitos de carbonato de cal, que es un artículo indispensa- ble para la fundición de estos metales. Las varias regiones de minerales de hierro que existen en el Departamento de Piura, contienen no soloel hierro suficien- te para su consumo en el Perú, sino que lo hay en tal abun- dancia que podría abastecer á toda la América del Sur. El trasporte de los metales fundidos podría hacerse fácil- mente desde el río Quiróz al puerto de Paita, por medio de embarcaciones á vapor que surcasen el río de la Chira, navega- ción facilísima de llevará cabo con capital relativamente pe- queño, y que daría grandes utilidades á la Empresa que la acometiese, tomando por base el trasporte rápido y barato de todos los productos de las haciendas de ese río, como algodones, leña, carbón etc. etc. El análisis químico de los minerales de hierro en el río Quiróz, da el siguiente resultado: ero de OTRO. 7 a e dar e 70 Arena arcilla y perdida sica 30 —- 340 -— La importancia que tiene en el mundo la explotación de carbón y lingotes de hierro, se comprueba con el siguiente cuadro: A e h CARBÓN LINGOTES HIERRO | Oya o Rio a TONELADAS TONELADAS | 1887 | RUSTICA eE 4,464,174 532,649 | EN os 397,665 | 12,265 | A A 19.810,118 | 846,260 || Austria Hungríal| 23.500,000 761,606 18882 |" Tapón ice a 2,664,172 | A MiS uecia ui 300,000 457,052 E UPA A 1.2035,119 "| 232,000 Inglaterra ......| 179.916,724 | 8,245,336 Norte América..| 132,419,342 | 7.604,525 1889 Alemania, ..0..1 SE 9O0000 4,387,504 Francia.........]| 24.588,880 | 1.722,480 ' Austria.........]. 2664,172 | - AA LE Otros países. ....| 10.000,000 | 100,000 | | Total....| 480.230,938 | 94.802,677 | | | | Es extraordinario el consumo de hierro que se hace en Sud-America, pues solo la república de Chile importa por más deS. 1,000,000 al año, y en cuanto al Perú ha importado el año de 1891 por valor de $. 1 166,508, según los datos estadísticos oficiales que tenemos á la vista. Las minas de hierro que tiene el Departamento de Piura 48610 leguas de distancia del mar, podrían ser explotadas con grandes utilidades para la empresa que acometiera los trabajos. IV. Yacimientos de Azufre. La Zona del azufre ocupa distintas localidades, tanto en la Provincia de Túmbes como en la de Piura. En la primera de éstas, se encuentran las vetas en la quebrada de Boca-Pan, UA ARA ES AO Zapotal y aún más al interior, y en la segunda que es la más extensa y abundante, se divide entre la quebrada de Avip ú Pampa verde, en la Península de Punta de Aguja y en el Ce- rro Illescas en el Distrito de Sechura. Este elevado pico que se levanta aislado á la entrada del extenso desierto de Sechu- ra, no es sino la continuación de la cadena de cerros de regu- lar altura que corre desde San José hacia el O. NO. entre los cuales el cerro Illescas es el más notable, tanto por su eleva- ción, como por su forma que termina en una punta muy aguda. Su situación geográfica tomada en el vértice es, de 6* 3 30” latitud $. y 79” 56 50” longitud O. con una altura más ó ménos de 3,000 piés sobre el nivel del mar. El azufre se presenta en este cerro en forma de filones, mantos y vetillas, los que también se encuentran en la super- ficie de la extensa pampa que está á sus piés. No puede calcor- larse el número de estos filones cuya potencia varía desde un pié hasta 4 metros, cuyas capas están separadas por otras de cuarzo ferruginoso. La ley media del azufre, en la superficie, es de 42 %,, la cual debe elevarse á medida que aumente la profundidad de los trabajos que se emprendan. Aunque el lugar donde se encuentran los yacimientos en Punta de Aguja, es enteramente desierto y despoblado, á po- cos kilómetros del Cerro Illescas, se encuentra la caleta de Punta falsa, que pone en contacto inmediato este lugar con los puertos de Paita y Sechura, pudiendo expotarse por dicira caleta el valioso producto del azufre y sus derivados. De la falda del cerro Illescas á la quebrada de Avip, pue- de calcularse en 20 kilómetros de largo la zona de los yacimien- tos de azufre, por un ancho que aún no ha sido reconocido. Sabído es que para la purificación del petróleo y conver- tirlo en aceite iluminante ó kerosene, se emplea el ácido sul- fúrico, y como los yacimientos de azufre se encuentran en el mismo lugar que los del petróleo, sería de mucho provecho pa- ra esta industria, la instalación de fábricas de esta sustancia en el mismo lugar de las minas, para el expendio del ácido sulfúrico que no solo tendría ese inmediato mercado, sino el de toda la América del Sur, que lo consume de Europa, en grandes cantidades. Es en Marsella, puerto de Francia en el Mediterráneo, don- de se encuentran todas las refinerías que fabrican el ácido sulfúrico para la industria universal, y es de Sicilia de donde se surten aquellas fábricas de la materia prima, azufre de poca ley que jamás se excede de 22*/, y cuyo precio corriente es de 120 francos por tonelada, en el lugar de su explotación. » — 342 — Siendo el azufre de Punta de Aguja de doble ley al de Si- cilia, y siendo por otra parte la manipulación de esta sustancia rápida y poco costosa, no vemos inconveniente alguno, ni in- dustrial ni mercantil, para no exportar á Europa tan valiosa sustancia. Una fábrica de ácido sulfúrico sobre todo á orillas del mar, que es donde se encuentran estos yacimientos, demanda poco capital. El combustible en esa comarca lo hay en abundancia, leña, carbón ó petróleo, y el agua se encuentra en las cantida- des deseables, perforando pozos de poca profundidad. Aunque en Arequipa, al pié del Misti, como en otros luga- res del Perú hay también extensos yacimientos de azufre de ley semejante, no es posible explotarlos, pues están generalmen- te á 30 ó 40 leguas de la costa. Para dar una idea de la explotación del azufre en otros países diremos: que la Compañía de Louisiana en Norte Amé- rica, posee un yacimiento cuya profundidad es de 610 piés te- niendo la capa de azdfre un espesor de 45. El análisis á esa profundidad ha dado una ley variable de 60, 62, 78 y 90%. El contenido de la capa principal se estima en 1.500,000 toneladas de azufre puro, que á 17 dollars la tone- lada, hace la suma de 25.500,000 dollars oro. Otro yacimiento inmediato á este, pero inferior en calidad, pues su ley apenas alcanza á 38.%,, contiene 10,000,000 tonela- das, de las que pueden obtenerse 3.000,000 de azufre puro. Es- te yacimiento, no obstante el elevado jornal que se paga á los peones mineros en Norte América—dos dollars diarios—se explota con un costo de 60 centavos por tonelada, pudiendo calcularse ésta en las minas á razón de S. 1.50 y en Liverpool inclusive todo gasto, en dollars 7.25. El precio de este artículo puede estimarse en dollars 17. El azufre de Sicilia contiene, término medio, de 15 á 20 %.. Generalmente se necesita de 7 á Y toneladas de mineral para producir una tonelada de azufre puro. La total producción de Sicilia se estima en 350,000 toneladas al año. La Empresa de petróleo de Talara ha comenzado á fabricar ácido sulfúrico de los propios yacimientos de azufre que posee en sus terrenos, cuyas muestras se han exhibido en la o ción Nacional. El consumo de azufre en Sud América es considerable, pues solo la República de Chile, según la estadística del año de 1888, consumió 59,486 bultos con un valor de 454,556. El precio actual del azufre en Lima es de S. 200 por tone- lada. m 343 —- y Yacimientos de Marga. Grandes depósitos de esta sustancia se encuentran en las Provincias de Paita y Tumbes. Esta constituye la materia pri- ma para la fabricación de cimiento Portland, cuya industria en Europa y Norte América es tan valiosa. Las muestras de cimiento fabricado en Túmbes se han ex- hibido en la Exposición Nacional. A fin de manifestar la importancia que tiene en el mundo la elaboración del cimiento, copiamos el siguiente cuadro esta- dístico de la producción anual. Ai A O A 10.000,000 A 9.000,000 IATA A O IAN 1.800,000 A EAN A ds Pe 900,000 O A e Rada q A 800,000 Dinamarca y ¡Suecia side 800,000 NOFUE/ AMEPICA atea ao e 3.000,000 Barriles—26. 300,000 Lima, Diciembre de 1892. F, Moreno. INFORME SOBRE LA IRRIGACIÓN DEL VALLE DEL ““CHIRA”, Los fértiles terrenos del valle del “Chira” han sido anti- guamente regados, pues los vestigios de canales que se encuen- tran en muchos sitios, particularmente en la orilla derecha, demuestran claramenteel gran sistema de irrigación quetenían los Incas en este valle. Este hecho era muy natural, pues exis- tiendo vastos terrenos, agua abundante y constante, y brazos agricolas numerosos, no era posible que se perdieran estas bue- nas condiciones; y en efecto fueron muy bien aprovechadas. Actualmente, lo único que ha variado es la cantidad de bra- zos; pero en cambio, existe capital, y la ciencia ha adelanta- do mucho, de manera que la ejecución de un gran canal es- triba principalmente en que el negocio sea remunerativo. — 344 — En el valle del Chira, como en todo el departamento de Piura, cualquiera irrigación es lucrativa; pues una hectárea de terreno con agua, se arrienda en S. 10, y produce, al que la siem- bra de algodón, una utilidad anual de cien soles, con solo la iuversión de S. 60 de capital. Así esque, todo propietario que tiene terrenos eriazos, sin valor aleuno por no tener agua, sería dueño de eran capital el día que sus terrenos fuesen re- gados por un canal; y deben por tanto dichos propietarios for- mar un gran sindicato de regantes, ó bien dar facilidades y franquicias á cualquiera Empresa que quiera ejecutar dicho canal. ' En épocas anteriores se han hecho estudios para el canal de la margen derecha del “Chira”; y además de las opiniones áe los ingenieros que han practicado dichos estudios, existen las muy variadas opiniones sobre los canales de la época incai- ca, asícomo las aseveraciones de que la toma principal debía estar en tal ó cual sitio; pero he debido prescindir de todas es- tas opiniones, para formarme una idea exacta del proyecto, y formularlo tal cual yo creo que deba practicarse con sujeción á la ciencia. En este concepto, pues, he aguí el método que he seguido y los trabajos que he hecho ejecutar: 1. Determinar la cantidad de agua del río durante el estiaje. 2. Medir la superficie de los terrenos utilizables para el riego. 3. Hacer una nivelación preliminar para fijar la pen- diente que podría darse al canal, debiendo regar este todos los terrenos utilizables. 4. Nivelar una línea con la pendiente fijada en la clánsula anterior, y determinar así el perfil longitudinal del proyecto del canal de irrigación. 5." Calcular las secciones del canal, y todo lo relativo á su ejecución, como desmontes, obras de arte, etc., etc. 6. Formular un presupuesto de la obra. Según este programa, paso á ocuparme de los diferentes puntos indicados, detallando cada uno de ellos conveniente- mente: L Cantidad de agua del río en el estiaje y otras épocas. La época en que he practicado medidas en el río ha sido en Diciembre del 92, año sumamente escaso de aguas; así es que se puede aceptar que el caudal de agua de este estiaje — 34 — sea el más bajo. Los datos han sido tomados en la hacienda siendo obras de mucho costo, deben dejarse para estudios posteriores, después de que se haya formado una empresa que ejecute el canal principal, que dará gran vida á ese valle. Sinembargo, debo indicar que los puntos más apropósito para establecer represas, son los sitios «La Peña» y más arriba de«Poechos». En «La Peña», la repre- sa podría tener una altura de 10” con una extensión de 400”, y se represarían las aguas hasta más arriba de Huaipirá, pudien- do sacar de este modo un canal por la orilla izquierda que al- canzaría á regar Sullana y los sitios de sus alrededores en di- rección hacia Piura. Como la Sullana se encuentra á la altura de 55” sobre el nivel del mar, y la represa en la Peña vendría á tener la cota 58”, el declive del canal sería apenas de 0”00015, pero habría la posibilidad de estudiar un canal hacia Piura cuya cota sobre el mar es solo 30”. En cuanto á la idea de poder regar el tablazo de Paita con las aguas del Chira, que tantas veces he oido emitir, la considero inaceptable, y no comprendo cómo se haya podido emitir siquiera semejante proyecto; pues siendo Sullana un punto de depresión entre las dos cuencas de los ríos «Chira» y «Piura», los terrenos hacia Paita tenían que estar más altos que los de Sullana, lo que sucede en efecto, pues el tablazo en Paita tiene la cota 64” y en el Arenal 937; así es que cualquier canal pasando por Sullana, podría continuarse hacia Piura, pe- ro nunca subir al tablazo de Paita, que se encuentra á mayor altura. Terminaré estas consideraciones recomendando al Supre- mo Gobierno los estudios de las represas ya indicadas, así co- mo el del canal del Chira hacia Piura, pasando por Sullana. Antes de abandonar este capítulo, vamos á calcular el cau- dal de agua que el río puede tener en una de las crecientes de años buenos, como los denominan en ese valle, y durante los cuales el nivel sube á la altura de los barrancos representados — 347 — en la fig. 1, es decir unos 270 más arriba del nivel observa do En este caso se tendría: 2 (S=1048" PS e 1 R=2,38 TE (0 e | v=1,83 | Q=Sv=1917=,80 Esta cantidad de agua es cuarenta veces mayor que la del estiaje, y facil sería aprovecharla si se tuviesen canales prepa- rados á esta altura, aunque este aprovechamiento no tuviese lugar todos los años. En este caso bastaría hacer varios canales (le dimensiones reducidas, colocándolos en los sitios más apa- rentes para poder regar la mayor extensión de terrenos. Basta- ría para esto la iniciativa particular de los propietarios, y el capital que ellos invirtieran en estos canales no sería perdido al hacerse la irrigación en mayor escala, puesto que dichos ca- nales podrían servir después como colatores, ó como canales se- cundarios. Las medidas practicadas en Miraflores se han repetido en Sullana, donde hemos obtenido los datos siguientes: [ S=59u 80 y V=0.87 3 LQ=0.808x V=41" 60 La velocidad V se ha calculado por flotadores y con el mo- linete, comprobándose ambos datos. El molinete dió 160 vuel- tas por minuto=n, y empleando la fórmula V==0.0015 (n+420), resulta V=0.0015 (169+49290)=0"87 | v=0.70 V=0"609 iS Er 0.00028 + a IN C R) I=0.000656. Estas pendientes se han calculado después directamente entre varios trayectos, y se darán en una lista separada. 3 -— 348 — IE Superficies de terrenos útiles para la irrigación. Actualmente, los únicos terrenos útiles para el sembrío son los de las orillas, y solo se aprovechan cuando el río los ha inundado después de una fuerte creciente. Los terrenos á las inmediaciones de las orillas gozan también de humedad, y exis- te una faja más ó menos ancha de bosques de algarrobo para- lela al río, que constituye una verdadera riqueza para el hacen- dado, pues con solo el trabajo de recoger el fruto de este ár- bol se obtiene un rendimiento de cien soles por hectárea. Fuera de estos terrenos, hay llanuras que se extienden hasta las co- linas, y que no gozando de humedad, 'no tienen por consiguien- te ninguna vegetación. Estos llanos serían aprovechados con un canal que se construyera siguiendo á lo largo de esas co- linas una pendiente inferior á la del río. Se ha levantado, pues, el plano de todos estos terrenos des- de “Poechos” hasta el mar, y he aquí las medidas que se des- prenden de dicho plano: Distancias. IÓN Tierras eriazas.| TOTAL. K H ds O o = | De Poechos á La Peña......| 10. | 1.250 Sua, 1.250; >. Peña á Marcavelica. oq TU 784 | 1.802 | 2.586 » Marcavelica á Monterón.| 18 |1.323 [2.973 | 4.296 » Monterón á Amotape.... 30 |5.883 5.659 ¡11.542 » Amotape al mar........| 22 |.3.030 | 3.038] 8.906 Vega del Ñuto al mar.. ET O AS | | 97 12.270 116.310 28.580 Después de la vega del Ñuto, el canal podría seguir regan- do una faja de terrenos hasta “Negritos”, en una extensión de 35 kilómetros la que tendría un ancho medio de 2000 metros, así es que podrían obtenerse 7,000 hectáreas más de tierras para pastos abundantes. : TIL Pendientes del canal. Después de haber practicado varias nivelaciones trasver- sales, y una longitudinal desde Sullana hasta Poechos, obtuve los datos siguientes: o A — 349 En Poechos: ........... 60”53=altura del río sobre el nivel del mar. Colinas de Miraflores.... 36”00=altura al pié de las colinas. 2453 Este desnivel, repartido en unos 60 kilómetros, correspon- deáuna pendiente de 0,0004, ó sean 040 por kilómetro; por consiguiente, basta hacer la boca toma del canal en Poechos, sin tener que atravesar la quebradita del mismo nombre. Si se quisiera ganar mayor altura bastaría ir al sitio denominado “Punta del Coco”, á 2500” aguas arriba, donde la altura del río es 6352, pero para ganar estos tres metros, habría que atra- vesar la quebrada de Poechos, y esto ocasionaría un gasto que no sería quizá compensado con los terrenos que se pudieran ganar para la irrigación; sinembargo, este detalle debe estu- diarse detenidamente cuando llegue á ejecutarse la obra. Las cotas del canal principal de los indios demuestran que la toma era más alta que el punto de Poechos que he adopta- do, pues el fondo de dicho canal en Chocan tiene la cota 6320, y en San Francisco esta cota es de 60”. Como estos dos pun- tos están el primero á 3200”, de la boca-toma que propongo, y el otro 45800” , resulta que la pendiente de ese canal, en este corto trayecto, era de I=0,00123, - lo que explica claramente que los indios fueran á sacar su to- ma más arriba de la quebrada de Poechos, sin que esto fuese indispensable. He adoptado, pues, la pendiente I=0,9004 para el canal, y la boca-toma en la punta de Chocan, antes de la desembo- cadura de la quebrada de Poechos, y con estas bases se pue- den regar todos los terrenos altos hasta las pampas de Santa Lucía, que se encuentran después de Amotape. La lista siguiente indica las pendientes del canal de los indios husta el frente de “La Huaca.” Altura, fondo | | Ti ARA Distancia total. DePoechos á San Francisco 0,0011 60,00 5800 | » San Francisco á La Peñal 0,0006 57,40 10200 » La Peña á Querecotillo| 0,0012 46,20 19500 » Querecotilloá Monterón| 0,00027 39,20 45300 | » Monterón á Capullanal 0,00056 28,30 64500 BOE En este último trayecto he encontrado que el canal tenía 2 una sección de 20” (fig. 2 y fig. 3), y aplicando la fórmula ya indicada para los canales en tierra, tendríamos: y a 12.25 | ( 5) | ari a Cen el caso v= VIB 1 = 12.118 | dela fig. 2. 3 | Q= 29% 360 j En el caso de la fig. 3, y suponiendo el canal lleno como lo hemos supuesto para la fig. 2, tendríamos: 2 S=920" P=12, 4 P= 1,61 E 2 GI Y = 17345 pesos Q=egu 90 En ambos casos, pues, el canal no podía contener más de 3 las cantidades ESO 0) ; pero como no debemos admitir que dicho canal estuviese siempre tan lleno hasta el punto de desbordarse, dejaremos 0"50 desde sus bordes hasta la super- ficie del agua, y haciendo los cálculos como anteriormente, lle- gamos á las cifras siguientes: En la fig. 2 En la fig. 3 2 S=13.33 S=15" 20 P=15.65 EMO R= 0.85 R= 1.87 v= 0783 v= 1*"1958 3 3 (Q=11” 06 Q=18M17 De estas cifras debemos deducir que la sección de la figu- ra 3 ha sido motivada por un accidente del terreno, que ha obligado á dar más profundidad al canal que en la fig. 2; que esta sección permitía conducir un volumen de 11 metros cúbi- cos en régimen normal, y hasta 22386 en los casos de cre- cientes; y por fin, que las velocidades de 083 no deterioraban las paredes del canal. í va: CERAS ADAL ARAS ad NETA RR ENG E, y 4 a . . | > — 301 — Así como he determinado las pendientes del canal de los Incas, también he fijado las del río, como se indican en la lista que sigue, y podremos hacer algunas comparaciones que acla- rarían algunas dudas: Pendiente A Cotas sobre el mar. Distancias De Poechos (punta del Coco) á La Peña | 12k700 000123 |63m52 » La Peña al Bebedero de Querecotillo 11, 300 0.00103 47.90 á y Querecotillo á Sullana..........oo...... 7, 200 0.00035 36. 20 p Sullana 4 Miraflores... costoso aoolono oz 22, 000 0.000225 133. 65 » Miraflores al: Arenal... .onorionocionasss 23, 000 0.000785 (28. 70 ¿ 86, 20 Se vé, pues, que en los primeros kilómetros del canal anti- guo se seguía casi la misma pendiente que tenía el río, y he ahí la causa porque para regar los terrenos llanos de San Francisco tuvieron que sacar una toma más alta que Chocan, sin que esto fuese necesario, puesto que la pendiente podría reducirse, y ganar así mucha altura; pero no teniendo instru- mentos para nivelar, fácil era hacer malas apreciaciones, sir- viéndose simplemente del curso del agua para escoger terrenos de bajada. Entre la Peña y Querecotillo casi sucede lo mismo que en el caso anterior. Entre Querecotillo y el Arenal era más facil guiarse por el pié de las colinas, y esa es la razón por que se en cuentra en ese trayecto pendientes muy suaves. Las pendientes suaves del río en el trayecto de Sullana provienen de la configuración misma de los cerros de Marcave- lica y Monterón, y se vé palpablemente que el río dá muchas vueltas por encontrarse estrechado al paso de dichos cerros. En fin, entre Miraflores y el mar, el río encuentra campo más abierto, y tiene su pendiente más regular, hasta llegar al delta en su desembocadura. - En cuanto á las secciones del canal, que parecen bastante bien calculadas, mi opinión es que no llegaron á ese resultado sino después de rectificaciones practicas; y por consiguiente, fueron inducidos sus directores á errores que se notan tanto en este valle como en otros que he recorrido. Esta explicación no quita el merito de los indios, y más bien lo realza; sobreto- do, si se considera que hoy, con más adelanto y con elementos superiores, ni siquiera se ejecuta una de esas antiguas obras. En conclusión, pues, debo decir: 1* que ha existido un ca- nal bastante bien construido, que tenía su principio un poco más arriba de Poechos; 2” que no he encontrado vestigic» de — 352 — canales más altos, pero que si estos existen, es que pertenecen á otro canal superior, con su boca toma más alta naturalmente, y que este servía para regar otros terrénos ó llanos superiores á los que representa el plano de la cuenca principal del Chira. IV: Habiendo determinado ya la pendiente de 0,0004 para el canal, se ha procedido á trazar su eje, aprovechando natural. mente de éste para levantar todo el plano de los terrenos hasta el río, mediante varias lineas trasversales. Esta linea estudia- da me ha servido para proyectar otra más aproximada á las co- linas, y es la quese ha representado por una linea roja llena en el plano. Esta linea roja punteada, que casi se confunde con la anterior, es la de estudio; pero tanto ésta como la llena, servirán más tarde para trazar la definitiva del canal, que ten- drá que estudiarse bien detalladamente. Na Secciónes del canal. Para determinar la sección que debe darse al canal, tene- mos como base la cantidad de hectáreas utilizables para el rie- go, pero nos falta conocer la cantidad de agua que deba dedi- carse á cada hectárea; y una vez conocido esto, aplicaremos las fórmulas de hidráulica respectivas. Cantidad de agua por hectárea. —Esta cantidad de agua es variable según el terreno, el clima, el cultivo que se adopte y el mejor empleo que se haga de ella. En el valle del Chira, el principal cultivo es el del algodón , pero como este se siembra en los terrenos de inundación, no es posible deducir de allí la cantidad de agua necesaria para el riego de una hectárea. En otras ocasiones se han establecido bombas centrífugas para sacar agua del río y regar terrenos altos; y ateniéndome á los datos que he podido recoger, calculo que empleaban de de 0-40 á 0-50, por segundo y por hectárea, durante los 5 me- ses que se regaba el algodón, dando un riego cada quincena. En efecto, una bomba que podía dar 1125 por segundo trabajaba 10 horas diarias durante cinco meses, y regaba 100 3 hectáreas, lo que equivale á 6075” para cada hectárea, los que repartidos entre los 12.960,000” de los 5 meses, dan por segundo y por hectárea la cifra de u!''-4687. Esta cifra co- rresponde á un curso permanente al año de 0.4687 x o 0!t-1994. € — 303 — "Tenemos también otro dato por lo que se practica en los riegos de Sechura, donde solo se dan tres riegos en todo el año. En cada riego se llenan los surcos de los algodonales, y como cada surco es una zanja de 090 de ancho por 060 de profun- didad, y se pueden contar 14 surcos por hectárea, tendríamos en el año 3 3X0.9x0.60x 1400=2268" por hectárea, ó sea un curso anual permanente de 0'*-072 por segundo. Como se vé, este dato esinferior al anterior; pero esto se explica no so- lamente por la mejor calidad del terreno, sino porque en Se- chura deben aprovechar mejor las aguas por su mayor escasez. Para tener un punto de comparación más seguro, citaré lo que se practica en Argel, en la provincia de Oran, al menos, que tiene mucha analogía en su clima con el departamento de Piura. Allí, los cultivos de verano son especialmente el algo- dón, el maíz, el lino, y estos se riegan durante cinco meses de Mayo á Setiembre, dándoles 2 litro por hectárea de curso con- tínuo durante estos meses, ó sea un volumen total de 3 5x30%s < 86,400 x 0% 5=86, 480" Este volumen se distribuye en 10 riegos de 00648 de espe- sor cada uno, que es loque se necesita para embeber la tierra. En esta misma provincia de Oran, los cultivos de invier- no son los cereales, el trigo, la cebada: y los pastos, y solo se dan dosó tres riegos, según que los años son más ó menos 1llu- viosos. Se considera que estos cultivos de invierno necesitan un consumo contínuo por hectárea de */, de litro, ó sea un vo- lumen total de 2 7x30x86400” x 3094 en tres riegos; lo que equivale á una capa de 0*10 por cada riego. Según esto, cada litro por segundo permanente podrá regar 2 hetáreas en verano y 6 en invierno, ó bien podrá abastecer á regar 8 hec- táreas de terreno. Estas cifras son bien exiguas, y he preferido fijar como curso permanente 0*-25 por hectárea, para estar seguro de que no faltará agua en el canal; así es que para las 35,500 hectáreas se necesitarían 8875 litros por segundo. Agregando á esto algo para filtraciones y evaporación, podemos adoptar un consumo total de 10” por segundo, lo que corresponde apenas á la + par- te del volumen del estiaje. 15 ) — 354 — Secciones del canal.—La fórmula de Prony es: Ri=av+ bv?; pero según las últimas for mulas de Bazin, debemos adoptar para canales en tierra RI=y? x0.00028 (1 E 2) , que esla ae mos estado usando en el curso de este informe. Como la fór- mula de Prony se presta más para el cálculo, emplearemos esta para determinar la sección que nos dé menos desmontes. Te- S 1d La nemos, pues, v =g > k=5 , y la fórmula de Prony nos dará IS* =aQPS + bQ? P diferenciaudo esta ecuación tendremos: 3I8S? dAS=aQPds+aQSdP+bQ*?dP para tener el mínimum de desmontes es necesario que d8S=0 y para esto es indispensable que dP=0. En el caso de un canal con paredes laterales á 45” (fig. 4) 1 P=199V3h daSs=ldh+hdl+2hdh=0 dP=d1+2Y2 dh=0 eliminando las diferenciales obtenemos: 1=2h (v 2 —1)=0.828h y se podrá adoptar 1=h sin apartase mucho de la condición de mínimum de desmontes. Si en lugar de desmontes para un canal de paredes incli- nadas, se pueden hacer estas verticales, llegaremos á S=1'h P=1+92h ¡ daS=l1Idh+hdl=0 ldP= dl+2dh=0 de donde se saca 1=2h. Veamos ahora e Sn resultados á la fórmula de Bazin R I=v* x 0. 00028 ( ea nel las velocidades que se ob- tienep. a o (4) Haciendo 1=h resulta: es 2h e 1+2v9 Como 1=0.0004 para el canal, tendremos: O IA OA reemplazando /?, y v, en función de h resulta: p0 =0* | 0.335h+0.803 ] =0,522 h * R:=0.1y* E + 6 h=V Qx/0.335 hx0.803 ' resolviendo esta ecuación por aproximaciones, dando á / del radical un valor aproximado del que se deducirá al fin el ver- 3 dadero, y puesto que Q=10” (h="9*32 tendremos: 0 93 1 S=10" 76 Esta velocidad de v=0"93 puede deteriorar las paredes del canal, y aunque no se obtenga el mínimum de desmontes, es preferible reducir esta velocidad y adoptar como máximum la de 0”80, que aún deberá disminuirse en algunos casos, según el terreno. (5) Si tomamos el caso de un canal con paredes verticales adoptaremos, A por consiguiente: R= -- 0 6 CAT Al h=VYQx4/0.35h+0.875 | (h=2347 ¿ Y=0.91 1 2 S=11=:00 En este caso puede adoptarse v=0.91 por ser el terreno re- sistente. Con estas cifras la fórmula de Bazin puede simplifi- carse y adoptarse. v=42VRI v=0.84vB 2 — BO Calculemos ahora las dimensiones del canal para una ve- locidad v=0.80. Rx0.0004 a 1.25) A 000028 0.64 l ES RJ ó bien R* —0.448 R+0.56, [R=0.224+ 1//0.924* + 0.56 ' =1.005 de donde sale < 2 PS=12350 | P=12. 43 De las fórmulas | S=(1+1) h P=1+2v2"' h se deducen los valores an SN p? Sl 3.656 — Y 8:6562 1.898 1 =P-—2y2"h = 8.96 La fig. 5 será, pues, la forma del canal con sus dos ban- quetas laterales, que dan un ancho B de 12*50 en la boca. De la superficie del agua para arriba del terreno la altura será variable, y designada por H dará un cubo (B+H) H. El cubo inferior, que corresponde á la parte mojada del canal, tendrá 3 h AD 12" 50 por metro lineal, á los que hay que agregar los cu- bos (B+ H) H. En el caso de terrenos de arenisca, las paredes pueden ser verticales y un poco unidas, y la fórmula que se empleará será: RI 22 = 0.0094 (1 aan R ] pudiendo llegar la ve- locidad á 1*00 tendremos: R*? x0.0004 E R? =0.6 R +0.15 R=0.3- /0.09+0.15 | =0.7898 =().00024 [ R+0.25] S= 107 y P= 12,66 de las ecuaciones Pies h A IA 0.925 E + 16 resulta: < g l h Oanal construido con albañilería. —En el caso de pasar que: bradas, habrá que atravesarlas haciendo el canal en albañile- ría de forma rectangular, y la fórmula será: R os a (A 1 = 00019 aj R z R? = 0.475 v? (R + 0.07) y 1 R = Lai a 2 al (LEO E J?+0.03325 v' si v = 1.30, tendremos: OS h. =1.16 S =1.69 l — 6.69 Pi="8,94 IO Si buscamos en este caso la sección que nos dé el cubo mí nimum, (como en el caso £5) tendremos: 3 =9h A So: > Qi T10> paa, 6 A h=vYQ" x V0.2375 h + 0.03395 | resolviendo esta ecuación como lo hemos indicado antes, llega- remos á: Di == 190% L=>*3:82 S= 180 Y =L87 P.=":64 K.= 0.955 Así, pues, la velocidad v=1"”37 que es casi la que habíamos escogido como aceptable para estos canales, corresponde al máximum de velocidad, y nos dá el mínimum para el ancho al fondo del canal. En estas condiciones, la fórmula de Bazin corresponde á la siguiente: v=70 YVRI' Teniendo como ancho del canal 1=3"”82, se puede atravesar cualquiera quebrada, buscando siempre un sitio en que el y) — 358 — fondo de dicha quebrada se encuentre á una cota de 1”90 supe- rior al fondo del canal, y cubriendo este con madera de alga- rrobo, abundante y barata en esos lugares, se puede conseguir un nuevo cauce de quebrada, sobre el cual pasarán las aguas de avenida sin deteriorar el canal principal de irrigación. Quebradas.—Acabamos de buscar un sistema para atra: vesar las quebradas sin que el canal se deteriore, pero co- mo las condiciones de cada una de ellas son variables, ha- brá que estudiarlas separadamante durante la época de llu- vias, y resolver, en vista de los datos que entonces se tomen, con respecto á la cantidad de agua que venga por ellas, sus pendientes, la duración de las lluvias etc., etc. Al proponer el sistema anterior, me he guiado especialmente por la econo- mía y seguridad en el canal, pues cualquier acueducto que se construya en una quebrada que arrastre mucha cantidad de agua, estará expuesto á desperfectos considerables é interrup- ciones que exigirán tiempo y dinero para repararlas. Este me- dio tiene el inconveniente de que, en caso de querer aprove- char el canal para la navegación, esta sería interrumpida en las quebradas; y para obviar este mal sería necesario dejar á descubierto el canal, represundo las aguas en las quebradas, construyendo en dichas represas los vertederos consiguientes para los días de avenidas. Las represas que indico serían cons- truidas en tierra con un vertedero en albañilería; y tendrían la ventaja, además, de dejar pasar libremente cualquiera em- barcación, almacenar una cierta cantidad de agua que podría aprovecharse para regar más terrenos, aunque no fuese más que por la humedad que estas aguas procuraran. Los terraple- nes de estas represas deberían tener 250 á 300 de alto, y un ancho en corona de otro tanto por lo menos, lo que daría un 3 cubo por metro=22” 5, El terraplén formando la represa debe- rá estar revestido, por el lado del agua, con un empedrado hi- 2 dráulico, y este revestimiento que tendría 5” 50 por metro lineal costaría 5,50x6 = 83 soles. El vertedero de las quebradas dependerá de la cantidad de agua que por ellas venga en las avenidas, y como no hay datos al respecto, haremos suposiciones desfavorables para cal- cular aproximadamente estas. Supongamos que una quebrada tenga un aucho de 400” con pendiente de I =0.001, y que ven- ga llena con un espesor de 080 de agua, en cuyo caso — 400X0.8 _a 796 AO E y = 1.2599 8 Q = 320 Xx 1.2529 =400" 928 — 359 — Suponiendo que el vertedero dejara pasar una capa de agua hasta de 2” 00 de espesor, para lo cual sería necesario le- vantar el terraplén de la represa de 1” 00 más, tendríamos s 3 : 2 == :1:80 h = 1.80 x 2 =5"09 como cantidad de agua que pasaría por metro lineal del vertedero, y su largo sería ss Q —_400,928__7gm7g, y su costo no bajaría de 200 soles Q 5,09 por metro lineal. La represa de 4 metros de altura costaría aproximadamente: Terraplenes.... ..=320%x (= 15 % 4)=11520"40.50=8/ 5760 Taludes revestidos=320 X7,2 = 9304 á 6,00= 13824 Vertederos .......=78" 76 á 200= 15752 S/ 35336 sean 90 soles por metro en término medio. Calculando lo que costaría el canal cubierto según las di- mensiones ya determinadas, tendremos según la sección fig. 7: 3 INNCANACIÓNOS: dama DO 00 = S/. 10.00 3 Betón y albañilería... 5"32á 15 = 19.80 Cubierta de algarrobo. = 11.20 S/ 101.00 Se vé pues que uno ú otro sistema costarán casi lo mismo, á menos que las condiciones del vertedero obliguen á mayores gastos. Podemos, por consiguiente, fijar en 100 soles lo que costa- rá la travesía de las quebradas por metro lineal. Por separado, presentamos una lista detallada del largo de cada quebrada, y se vé que el total asciende á 2098”, que consideraremos al mismo tipo, aunque en realidad las secciones disminuyen á medida que el canal va regando terreno, Variación de secciones.—Hemos calculado las diferentes 3 secciones para que el canal pueda contener 10" deagua por se- gundo; pero como á medida que se va consumiendo ésta en el riego de los terrenos, se puede ir disminuyendo la sección, he- mos dividido en tres trayectos el canal y para cada trayecto hemos adoptado un tipo de sección, á saber: 1* trayecto de 45 k. con sección de 10” 00 3 9 id delk45alk 753 de 8” 3 3 id del 754 hasta 953 de 4” ) — 360 — Del kilómetro 95,5 para adelante, en el caso de querer aprovechar las 7,000 hectáreas hasta Negritos, será suficiente una sección de 2 metros cúbicos. Según esto, calculemos las dimensiones de estas diferen- tes secciones. 1.” Canal para S v=8” =Q. Si calculamos el mínimum de desmontes, ya hemos visto que para canales en tierra: h=YQ7x v0.385h + 0.803 7 =2 0.335 h + 0.808 ' MES lO v=0,813 Como esta.velocidad es fuerte, sobretodo para este trayec- to donde se encuentra terreno menos resistente, tendremos que adoptar solo 0”75=v, y las dimensiones serán: 3 DNS o 2 Se i0 766 12-29 R= 0.9 , h=1*18 . 1=7283 LO ¡ 3 2." Canal para Q = 4? En este caso, se llegaría al cubo mínimun teniendo : h =1.64 IAE pero es preferible reducir aún la velocidad á causa de los te rrenos más blaudos, y he aquí las dimensiones adoptables: 2 2 Q= 42:00. == 0.09 2005 CRD R-=0787 "1 0.0031 5300 En este trayecto se encuentra en el kilómetro 80 un sitio donde es necesario construir un tunel de 80 metros de largo, y como este tunel tendrá que ser abovedado con albañilería, em- SUE 6. plearemos la fórmula h=vY 4" x v0.2375 h+0.033925 | de la cual tegulta.h = 153351 =205 y = 15 E Y) 3. Canal para Q=2"” Las dimensiones para un cubo mínimum serán: 3 Q=*, v=0.59, S=3"88, P=5,00 h=1290 e 1=1"30 e ENSERES IS ' Mo — 361 — y como la velocidad v = 0.59 es aceptable, no haremos ningún otro cálculo. Tunel. —El espesor de la bóveda y piés derechos será de 060, así es que la sección de la albañilería será: 2 piés derechos =2 Xx 0.6 x 1.325 = 1” 59 | rueda + (0.663, 1.26) 9:60 o dolido... 24d 1:50) ado =1.66 ) SAS ( por metro lineal 3.82 que costarán 100 soles incluyendo la excavación y reboque de la albañilería. Secciones en terraplén. —Cuando haya que construir el ca- nal en terraplenes, conviene aproximarlo á las colinas, y cons: truir un dique paralelo á éstas; de manera que entre ellas y el dique quede el espacio para el canal. El terraplén que forme el dique se formará con tierras sacadas de las colinas, y se le dará siempre 1”40 sobre las aguas y 1”00 en corona. Siendo pues H la altura del terraplén para el fondo del canal, ten- rónOs: EOS UN +1) Er a os: m 9 a = m* de la fig. 8, haciendo que una parte del fondo del canal sea formada por dicho desmonte. En el caso representado hemos supuesto que las colinas tengan un talud de 1% de base por 1 de altura, pero en cualquier otro habrá que dibujar para determinar el . Bm a desmonte.—Tenemos, pues, 5 = ÑS = m? de donde deducire- 2 mos el valor de m, y como 1 =3 H + m + x, podremos determi- nar la distancia x del pié del dique á la colina. La parte am n p del dique es siempre la misma, y la re- presentaremos por € =4.34 + (5.2+1.5 h) h, y la inferior apqr la llamaremos O, = (5.2 + 3h +1.5 H) H. Si el pié del epa que forma el dique se une con la colina, tendremos: ;, ES 3H, y podemos buscar el valor que se le debe dar á A altura H del terraplen, en el caso de t = "295 ener 1 — g pp “omo en la fig. 5. Aplicando estas cifras resulta: S =m? =C +.C, = 48,18 + 8,95H + 1.5 H? =(1-3 H? =81—54 H + 9 HB? 16 - 362 — de estas dos ecuaciones se saca la siguiente: H?* — 8,389 H + 9,04 =9; de donde H =1"” 26. A partir de esta altura H, cualquiera otra mayor obliga- ría á sacar más desmonte, y como m tendría que aumentar, se podría aproximar más el terraplen á la colina, pero teniendo siempre el fondo del canal igual /. Estos diferentes casos par- ticulares se estudiarán al construir el canal naturalmente. Canales secundarios. —No me he ocupado de proyectar es” tos, porque sería entrar en un plan detallado de la irrigación, y además porque estos canales pequeños tendrán que ser á cargo de los regantes. En todo caso, las mismas fórmulas ya estu- diadas servirán para los cálculos de estos pequeños canales. Boca Toma.—Ya he dicho que el canal debe principiar en Poechos, después de la quebrada del mismo nombre, y he de- mostrado que no era indispensable buscar mayor altura para colocar la toma de dicho canal. En este sitio, la profundidad del río en el estiaje es de 1”00 á 150, así es que el fondo del canal se confundirá con el del río; pero como las crecientes aumentan esta profundidad hasta 4 metros, habrá que res- guardar el borde izquierdo del canal de dichas crecientes, para lo cual será indispensable levantar muros de albañilería hasta la altura que sea necesario, y esto se hará en un trayec- to de 4 á 5 kilómetros, donde ya -el canal quedará mucho más alto que “el río. Como hemos visto en el capítulo III, la del río es de 1"2 por kilómetro en ese trayecto, y siendo la del canal de 040, entre el kilómetro 4.- y el 5.., ya se habrá ganado una altura de 320 44” y por tanto el canal estará libre de las crecientes. Para impedir qne las crecientes lleven ál canal un caudal de agua superior al que pueda pasar por su sección, se puede establecer en la boca-toma una gran compuerta, que impedi- ría la entrada de las aguas de crecientes, pero el manejo de esta debía ser muy bien vigilado, y es preferible establecer vertederos en el principio del canal. Vamos, pues, á calcular estos vertederos, que se podrán establecer antes del kilómetro 4.*, para lo cual tenemos que calcular la cantidad de agua que entraría al canal en una creciente. Este tiene 10"80 = 1 como ya hemos calculado, y h = 0.925, pero en creciente, 2 ¡h S = 43" 20 adoptemos ) ] 11 ó RES tendremos: a E e 363 — de donde sacamos: a se 51 = v* 3,45 61 j = 1857 3 05 v 8022 Esta cantidad Q es, pues, la que debemos dejar salir por el 3 vertedero, y según la fórmula ya empleada, tenemos: Q=1, 8Lh Si suponemos h=1"20 para el espesor de la capa de agua que 80.29 m 0 92, NS por tanto construiremos un vertedero de 40” de largo. Los cálculos para la albañilería de la boca-toma y de los muros de resguardo del canal, constan de una hoja separada, pase por el vertedero, resultará L = 3 siendo 5786" el total de albañilería. vVL Presupuesto de la obra. El cálculo de los desmontes se acompaña separadamente y 3 asciende á 2808152” de desmontes, sin contar los 35 kilómetros del canal del Ñuto á Negritos. Calculando que un peón pue- da hacer 4” ION en esta clase de trabajos, lo que podrá con- seguirse con una buena organización, necesitaríamos 702,000 jornales para terminar el canal hasta el mar, ó sean tres años de trabajo con mil peones constantes. El presupuesto general será el siguiente: Canal principal hasta el mar. y S/. 868791,80 Canal hasta Negritos 35 kilómetros. . » 29575,00 Paso de las quebradas. . A AE » 209800,00 Boca-toma y muros del canal........ » 115720,00 1223886, 80 , 10%, Administración.... 122388,60 S/ 1346275,40 — 364 — Para hacer el servicio de esta suma al 109%,, con solo la venta del agua, se necesita dar al litro de curso permanente el valor S) 13,46, así es que cualquier Empresario tendrá que fijar por /alor del litro 15 soles; y además, exigirá alguna compen- sación en terrenos para poder principiar este gran trabajo. Terminaré haciendo presente que los terrenos de la orilla izquierda del Chira también se prestan para el riego, pero estos son mucho más escasos como se vé en el plano, y por esta razón he preferido estudiar la orilla derecha únicamente, de- jando para más tarde el estudio de otro canal de Somate hacia Sullana. En el plano general indico un canal que podría sacarse del “Arenal” para llevar aguas á Colan, y regar algunos terre- nos que, aunque arenosos, podrán dar un buen resultado te- niendo agua. Si se hiciera este canal, podría estudiarse la entrada al río de la Chira con embarcaciones pequeñas, y la navegación del río podría seguirse hasta Somate casi en todo el año, es decir por unos cien kilómetros, y en los meses de cre- cientes se podría ir un poco más arriba de dicho punto. Lima. Diciembre 31 de 1893. ManueL A. VIÑas, Ingeniero de Estado. Ha NECROLOGIA. El día 18 de Noviembre último dejó de existir en esta capital, el distinguido señor don José Antonio de Lavalle y Saavedra, miembro activo de la Sociedad Geográfica de Lima, de la Academia de Madrid y corresponsal de la Española, Ca- ballero de San Gregorio Magno y de Carlos III de España, Co- . mendador de la orden de Cristo de Portugal, Gran Cruz de San Estanislao de Rusia y de la orden dela Rosa del Brasil, dy, Y El señor Lavalle nació en Lima el 22 de Marzo de 1833 dE se dedicó desde muy jóven á estudios históricos nacionales. Fué literato, político, legislador y diplomático. Hombre instruido, erudito y de relevantes cualidades per- sonales, se conquistó el respeto y la estimación de cuantos le conocieron. La Sociedad Geográfica de Lima ha perdido con la muer- te del señor Lavalle, á uno de sus más ilustres y distinguidos mienbros activos. ps SS de 4 Salad 13 Ll == Orilla derecha. TE al esecir EuricuoLiménez Córcora. RUMOR 67 to: OS pi A e UD ES TREN Pa ; [ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA... OBSEBRVATOBIO "UNANUHE.” Latitud S. 12-3'-44".5. Longitud VW, de Paris 19-21-5".2. Altura sobre el mar 158 m. 50. Observaciones meteorológicas correspondientes al mes de Setiembre de 1893. p (ÚNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) LIMA PERÚ e otabtra j os S fe bic] a Presión barométrica Temperatura. Humedad re- |z [Fuerza elástica] | Viento E A o o US 31 3 Lala JE] SO? C. q A j e lativa. 8 <=] del vapor. |3l “% Luar Saro glá gl : Día. a A la sombra. A la intem;] erie | Del suelo 9 h. a.m, e an p 3l 3 CIN ¡ES al S Ñ pr E 9 A 3 NOTAS. ; . ; EN z NFS Y 7 En ot a E Ar a E 3 g vpomt- | POR SE- horas] o E 258 O y MAX. | MÍN. | MED |MÁX.| MÍN. MED. aa 1D] MED. Ll A 1] z* Jmáx.[mín.| meD. [3 [MÁx. mín. mED.J 2] (7 sante | SUNDO. | (MS | a 5 1 750.90 748.501 749-70| 20.4 12.1 16.25| 21.6 11.2 16.40|18.9| 19.5| 19.6| 20.0] 20.0/97.0| 64.0! 80.5 | 1.8] 11.5 10.210.855] 8] Cubi: [S.SE.| 2.43 21 | 18 fo.o[|4.0 [Días 1 Ma NI 2 [751.10 749.00 750.05] 22.0| 12.4 17.20 23.9 12.0| 17.95] 19-0|19-5|19.5| 20.0 19.9]95.0 60.0! 77.5 | 2.0f11.7|01.2|10.95]P 7| Claro [S.SE. | 2.54 22 | 18 Jo.3|1.6 ». 2 3 1750.70 749.40| 7530.05|21.3/12.0. 16.65] 23.8| 11.3| 17.55] 19-3|19.4| 19.4| 19.9] 20.1J98.0 65.0 81.5 | 1.1[12.310.2/11.25f 71 » S.SW.| 1.85 | 16 | 15 [o.2] 2.7 | Meng:] sobiinaon ta mañana! 4 | 750.60 748.40! 749.50] 20.4| 12.1 16.25]22.5| 11.3| 16.90] 19.4 19.61 19.5| 19.9| 20.6|98.0| 69.0,83.5 | 1.3]12.4/10.2 11.30] 8] » S.SW.| 1.96 | 17 | 20 [o.o] 1.6 [Días 1 5 1749.70, 747-65|748.67| 22.8, 12.6, 17.70] 24.4 p3,0| 18.204 19-5| 19-7| 19.6 20.0] 22.0J94.0|63.0| 78.5 | 1.2 | 13.0 10.311.605] 6] » S.SW.| (1.8: | 16 ] 19 [o.o 4.7 a 6 |749.50| 747.90 748.70/23.8| 12.6. 18.20] 25.9| 12.2| 1).05|20.1| 19.8 19.6/ 20.0] 21.7]98.0 62.0 80.0 | 1.0[13.5/10.612.05] 7] » SiSE. 2.77 [24] 18 [o2[38]| » 3 7 |749.50| 748.00 748.75] 18.2| 12.6 15.40] 19.1! 11.9] 15.50|20.4| 20.2| 19.7| 20.1] 20.099.0| 79.0/89.0 | 0.5] 12.2 10.7/11.45|10] Brum.| S.SE. | 2.80 | 25 | 18 [o.6]1.8 NA 8 [749.50 748.00 748.75] 18.3 12.5 15.40| 19.2 12.0| 15.60|20.1| 20.2| 19.9| 20.1118.2] 96.0 74.0| 85.0 0.84 11.6 10.5|11.05 10] Cubi: [S.SW.| 115 10 | 18 [o.113.4 » 5 9 750.501 749-301 749-90)17.5|12.2| 14.85] 18.8 11.6/ 15.20| 19.7| 20.1| 20.1| 20.3] 8.4] 98.0| 80.01 89.0 ] 0.9| 12.1! 10.5/11.30]10) » S.SE 254 | 22 | 16 fo.3]1.0 » Ó 10 |751.17/749.60 750.38] 19.5/ 12.2 15.85 21.3| 11.7, 16.50] 19.3|19.9| 19.9 20.2] 20.098.0 71.0 84.5 | 0.8 12.2 10.3 11.25 ]10] » S.SW.| 2.08 | 18 | 19 lo.414.2 A, x | | | | 11 | 751.151 748.60| 749.87) 21.7| 12.3! 17.00 24.3 11.6 17.95 19.2| 19.7| 19.8 20.2] 20.8] 97.0 66.0 81.5 | 1.4] 12.9 10.3/11.60f $] » [S.SW.| 1.75 | 15 | 18 fo.x [2.6 | Novil: 12 | 751.00|748.40| 749.70] 21.4| 12.4 16.90|24.1|12.2| 18.13 19.5|19.7|19.7| 20.2) 21.1|98.0! 67.0 82.5 | 1.4] 12.7 10.5/11.60] 8] » S.SW.| 1.73 | 15] 18 Jo.2 | 1.9 [Días 1 13 |751.25| 748.40 749.So| 19.8| 12.5, 16.15] 21.3 12.2, 16.75] 19.6 19.7| 19.7 20.1 19.8] 98.0| 68.0 83.0 | 0.9] 11.6| 10.5/11.05] 9 » Si 2.89 | 27 120 |o.2 [2.6 A loza |750.70| 748.20 749.45] 18.8 12.4 15.60| 20.0 12.2 16.10] 19.6 19.8| 19.8| 20.2) 18.6)98.0| 74.01 86.0 | 1 1]11.9/ 10.5/11.20] 8] » [S.SE.| 3.70 | 32] 18 Jo.7f2.4] » 3 xs |751.00| 748.60) 749.80) 17.2 12.2 14.70 18.0 12.0] 15.00] 19.6| 19.8! 19.8 20.2] 18.3|98.0/80.0 89.0 | 0.6| 11.7; 10.3 11.00]10] » S.SE.| 3.47 | 30] 18 fo.3]2.4 » 4 16 |750.50| 748.60| 749.55] 17.9! 12.7, 15.30] 18.6 12.3| 15.45 | 19.8| t9.8| 19.7| 20.1] 18.5] 95.0| 76.0/85.5 | 0.8] 11.7 10.4 11.05 10] Brum.PS.SE.| 2.43 | 2115 fo.7]1.5 A » 7 1749.40 | 747.40 748.40] 23.2 12.3! 17.75|25.4 12.0| 18.70] 19.1| 19.7 19.7 20.1|22.2[96.0| 58.0/77.0 | 2.3|12.3| 10.411.-35] 7 Cubi: [W.SW| 2.31 | 20 | 14 Jo.213.4 » 6 750.75|748.90| 749.83] 20.2| 12.8| 16.50 21.3 12.3] 16.80] 19.5|19-6| 19.6 20.1|19.3|94.0| 67.0 80.5 | 2.4 11.8/10.3 11.05 9] » 5 2.43 | 21 |] (S [o.ol3.0f » 7 9 |750.70| 748.10| 749.40] 21-3| 13.0| 17-15| 24.0 12.6 18.30] 19.7|19.8| 19.8| 20.1122.3196.0| 71.0 83.5 | 2-0[13.4 10.4 11.90] 74» S.SW.| 3.00 | 26 ] 18/10.8[5.8 [C: C: o [750.80| 747.70| 749-25 18.0/12.5| 15:55] 19-7 12.1 15.90] 20.1| 19.9| 19.7| 20.1] 19.6|97 o| 73,0/85.0 | 1-5 11.6 10.8/11.20| 9] » S. 1.83 | 16 | 19 Po.1 [3.3 [Días 5 A | | | lr 750.00| 747.301 748.75] 19-31 12.6 15.95] 21.4 12.2| 16 So[ 20.1 20.2 19.8| 20. 18.5/94.0| 70.0 82.0 | 1.3|11.7| 10.5/11.FO] 9 » S.SE. | 1.96 | 17 | 19 fo.6]1.5 Da) 22 | 749.801 748.30| 749.05] 21.2| 12.5 16.85 24.3 12.2 18.25] 19.8| 20.1| 19.9 20.2] 21.6]97.0| 72.0 84.5 ] 2-1[13-3/ 10.2/10.751 7 Claro | S.SE.| 4.05 | 35 | 18 Jo.ols.7 y g]Temblor 1h.20w. 23 |749.85| 747.50| 748.67] 21.0| 13.0) 17.00] 24.0 12.8 18.40] 20.5|20.1| 19.9, 20.2] 21.3]96.0| 70.0 83.0 | 1.8| 12.9 10.511.701 81 » [S.SW.| 2.31 | 20 Il fo.g4 7.0] » 4 l 24 |750.70| 747.701 749.20] 19.11 12.9] 16.00] 21.3 12.6, 16.95 | 20.2| 20.2 20.0 | 20.2] 19.7[97.0 78.0| 87.5 1.4] 12.7| 10.8/11.79]10] Cubi: [Variab| 2.19 | 19 | 18 [o.o[ 2.3 o [25 [750.40 748.30|749-35] 22 11 12.7 17.40] 24.5| 12.5] 18.50] 20.0|20.3| 20.1 20.3] 22.0/98.0| 67.0 82.5 | 1-4 13.3) 1o.7|12.00] 7 Claro Variab 2 > 18 Po.o| 2.9 » 6 1126 |750.05| 748.90| 749.47| 18.4 12.71 15:55] 19.6 12.2| 15.90] 20.1 20.-¡ 20.1 20.3] 18.4] 95.0| 77,0| 86.0 | 1.5] 12.0] 10.4 11.40 [10] Cubi: [S.SE. |, É [16 foof3.2 | » 7 27 |751.00| 749.10| 750.05] 21.8| 12.8 17.30] 23.7 12.5 18.10 | 19.9| 20.2| 20.0 20.3) 18.4J95.0/67,0/81.0 | 1.8] 13.0) 10.5/11.75 10] » S.SE. z E 18 |o.o 13.4 ] Plenil: 28 | 750.30| 747.70| 749.00] 22.0/ 13.1) 17.55 25.1 12.7| 18.90] 20.1 20.2 20.1 20.4 19.2195.0| 66,0 80.5 | 2.1] 13.0/+0.7 11.85] 7] Claro |S SW.| <= 2] 14 fo.1 2.4 [Días 1 29 |750.30| 748.50) 749-95| 17.8 13-0| 15-40 18.4 12.9| 16.75] 20.3| 20.2| 20.1| 20.3] 18.8] 98.0| 76,0/ 87.0 | 2.1]11.5 10.9/11.20] 8 Cubi: |S.SW Z a | 16 |o.o[2.0 » 2 30 |749.90| 748.00) 748.95] 22.6| 12.9 17.75|25 41 12.2] 18.80 20.2 20.4 20.2 20.4] 22.193.067 0 78.0 | 1.9/13.8| 10.3 12.05] 6] Claro | S.SE. E 3 | 16po.4]1.7 2-3 | (1) Cada una de estas unidades vale ro kilómetros. Vo Bo 2 . Observador, Francisco B. AGUAYO. ; Dr. M. K. Artola, Director. e 5 5 5 5 Imp. Mercaderes.—150. Ms z É e E RD II IATA 7 Y y i 4 > i 3 de > A: li a e Y ' d ll e * pn 1 pe ” O: Pe A ” PA e, 3 A 2 Í > . % pAL ' ¿ e vi » ld e de IS E a A de mm RN 1 P a y y ' e Ud a E a $ 4 Í e La e, hi ' 4 y - Y. e y 5 : Ñ PS e e 4 ' ye A* , e ? ' A - 2? , ps ; , A E ia er o PA ; : - b ' 4 ADO s . h CA * pl , rs 4 A. " < - pl e 3 Qs pi , » A " EA e ¡7 y a, y 1 a A 1». a vd E a 4 s 1 E p P a ; Y, 4 Ñ » j E 3 é E Le E 4 ” ES ES be . e . - py ., A k 5 x É ". ' MZ > NE p 4 ' y E . De - a! e. » , Eo, Pa pu A A le 4 E ES ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA. OBSERVATORIO ASMA NUZ Latitud S. 12-3'-44".5. Longitud VW. de Paris “9%-21-5".2. Altura sobre el mar 158 m. 50 Qbsrvaciones meteorológicas correspondientes al mes de fctubre de 1893. (ÚNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) PERÚ AE e ( licigel 3 Temperatura. Humedad re- . Fuerza elástica] =]| -2 Viento. 2 lá loThal E : ge E] 3 2 ula lua 2] < a ; 9 E | a ES ir 4 A la sombra. | A la intemperie | Del PE h. a.m. 4 lativa. E Si del vapor 3 9 pS DN A E ps E 3 E ple eS NOTAS E 57 ARTETA Aa Al a SE: omt- [POR SE: [horas] S G | ap5 ola El É MED |MÁX.|MÍN.| MED. [MÁx. min MED. | oónt: se e e CIA 17: mín. | meb. (43 7 lmáxo MÍN. | MED. E (eS SÁNEE ¡cuxvo. (NS 15 1213 S AS — — | | | : >| e prat a e A —— — Al — | A E A MO E | e o ES ny 748.22] 21.8| 12.8 17.301 24.4 12.51 18.45 20.2 20.3 20.2120.4] 21.5] 95.0| 72.0 83.5 | 1.7] 14.0 10.5/12.25] 8] Cubi: [[S.SE. 18 fo.1 P2.5 [5o.siDías 4) 801 £ intórvalos. 6 1748.50] 17.2| 12.8| 15 00] 19.7 12.3! 16.00] 20.3| 20.4 20.2 20.4] 18.5 95.0/86.0 90.5 | 1.1 [12.6 10.5/11.55 10] >» Sn] “| 13 fo.5]2.4 [30.6] » 9/749.05|22.4/ 12.51 17.43] 246 12.1] 18.35] 20.2 20.4 20.2 20.5] 20.9J96.0| 65.0/80.5 | 1.8] 13.0] 10.5/11.75| 8] Claro ] 5.SE. 10 |o.1 [1.5 [53.S]Meng O e Eo ds di AS 10 ES cdo Pe 00) 2005 le qe q 0d se 9.9j11.25 A » tel 17 fo.of3.6 (59.2/Días 1 Mi o 2749.55 22. >. . . . : 20. d -4 20.2) 20.5] 22.7['96.0¡ 05.0| S0. 5 : 3-4| 10.O0|11.70 » S55wW. IN A A ERA A red 49.02[ 22.1 agro 27-85 24.51 12.4) 18.45 |20.9| 20.6 20.2 20.5] 22.1J94.0/66.0/ 80.0 ] 2.1] 13.0| 10 5|1 7519 Cubi 3. a 13 fo.0P2.8 [52.0] » 3) xoblinuonta mañana 13.2| 17.85] 25.6| 12.9| 19.25|21.2 20.9 20.5; 20.5] 22.2[93.0 65.0 79.0 | 2.5] 13.1| 10.5 11.80] 71 » S.SE, a Prof ? [3.6 [53.8] » 4 13.1 AS os paa! 2 19-20 21,3] 21.0| 20.0, 20 21.8|94.0/ 67.0|80.5 | 2.3|14.0| ro.6/12.30] 8 Claro S.SW. 8 3 9 Jo.ofs5.0 [53.8] » 5]. AE oo 123-0112. 18.20 21.5| 21.2| 20.7| 20.8 19.6/95.0/ 64.0 79.5 | 1-5] 11.4 10.8/11.10]10] Cubi: $ S.SE. | 2 3 | 19 po.of1.4 [45.8] Novil:[ "pr unos y 2 12.4 17.50] 25.8 11.41 18.60] 21.3| 21.3| 20.8| 20.9] 20.2] 93.0/67.0/ 80.0 | 2.9 [13.7| 10.011.851 8] Claro S.SE. | 5 2120 [o.of2.6 [53.4] Días 1 13.3| 18.30] 26.2| 13.0 19.60] 21.3 21.3| 20.9| 21.0] 20.0] 93.0| 64.0 78.5 ] 2.3] 13.6| 10.6/11.10 410] Cubi: (S.SW | E 2 | 19 fo.ofs.7 Ja4s.of » 2 13.5| 17.20] 23.9 +0 15:25 21.4| 21.3| 20.9 21.0 gt.0!76.0/83.5 | 2.3[13.3| 10.5/11.9g0] 8] » S.SE.| % | 19 lo.o[2.6 fa4g.ol » 3 13-4| 18.00/25.7 12.0| 18.85 21.4 21.4 21,0 21.1 g1.0/72.0/81.5 | 1.9 14.7 10.4/12.55f 94 » fVariab 20 Jo.of2.5 [soo] » 4 a E JO EA 12.31 18.95 Aa ape 97.0/71.0184.5 | 2.4 14.7 ¡197/1270 9% » 5. 19 Po.1 2.5 [54.9] » 5 M4 7-95118.0 12.8| 13.40] 19.5 12.4| 15-95 AE 21.2 97.0 82.0] 89.5 2.6) 12.6 10.7/11.65 (107 » S. 2.66 | 23 | 18 [o.3|1.5 [32.0] » 6 74 50J/22.0/ 12.7| 17.35] 25.4 12.1] 15.25]21.5| 21.5 21.1/ 21.2 94-0|77:0/85.5 | 1.0/15.1| 9.912.50] 6] Claro]. S. 2.77 | 24 | 17 fo.03-4 [59.0] » 7 13.3) 17.25]24.0| 12.9| 18.45 Al AL as 2 94.0 74-0/84.0 2.6 13-9/ 10.7/12.30] 7 » ISE 2.66 | 23 | 16 fo.o|1.9 [50.0 C: 6: 13.9| 18.45] 26.0| 13. :8| 19.90] 21.2| 21.4/21.1| 21.2 92.0 68.0| 80.0 | 1.0 14.2/J0.9/12.55] 4] » S.SE.| 2.43 | 21 ] 17 fo.o]P6.7 [53.1[Días 17 14.2| 18.15] 25. 6 13.8| 19.70] 22.1 21.6/21.1/ 21.2 95.0/66.0/80.5 ] 2.5] 13.11 11.1/12.10| 4i » S.SI 3.24 | 28] 9fo.ofó.1 [52.1] » .2 14.2) 18.05/25.8 13. 9! 19.85] 22.1 21.8 21.2 21.3 93-0|63.0/78.0 | 2.7] 12.3 10.8/11.551 sí » 5.51 3.35 | 29 | 17 [o.o]6.3 |57.] » 3 | | 14.3 19.012 > mi 14. 2 20 90| 22.4 22.0 21.5) 21.5 950 60.0 77-5 | 1.8|14.3| 11.5/12.901 4) » S.SI 335 | 29 | 19 [o.0[2.3 [57.6] » 4 13.9| 18.40] 25.5 13- 4 19.45] 22.6| 22.2| 21.5] 21.5 97 o| 67.0 82.0 | 1.9113.9| 11.5/12.70N 9í Cubi 2.43 | 21 | 14 po.o]P 2.7 [49.61 » 5 13-9| 17.65] 23.2 13.S¡ 18.50[ 22.5 22.3, 21.6; 21.6 95.0/70.0/82.5 |] 1.6113.3111.2112.25 M0] » Si 2.19 | 19 | 17 | ? [2.2 [40.6] » 6 13.8| 18.90/26.5, 13.5 20.00] 22.3| 22.3| 2J.7| 21.7 95.01 67- -0, 8r. 0] 2.3] 14.9 11.2 113.50] Sj » S.SW.| 2.31 | 20 | 16 fo.ol4.2 [54.8] » 7 | 14.0| 19.20 27. 2 13-7| 20.45 [22.3 22.2 21.7 21.7 93- o| 65.0;79.0 ] 2.2| 14.8| 11.112.958 81 » S.SW.! 1.96 | 17 | 12 [o.0[3.7 [58.3] Llena 13.8| 19.20] 27.3 +3| 13. 5| 20.40] 22.4 22.2, 21.7| 21.8123.6/96.0/ 63.0; 79.5 ] 2.1] 14.5| 11.3/12.90] 6 eS S.SE.| 2.08 | 18 | 12 |o.ol4.5 [57.1] Días 1 13.61 17.25] 23- ol 13.6| 18.30 22.7 22.3) 21.8 21.8] 22.1195.0| 70.0 82.5 | 1.3[ 12.9 11.0|11.95] 7 E A P. 3-4 [41.4] » 2 13.9| 18.10 pl a 13.2| 19.40 22.6 22.) 21.9| 41.9] 22. 96. ol 70.0! 83.0 | 2.4]14.0/>1.3112.65] 9 Cubi: $.SE.| 3-35 | 2 15 10.7 13.1 453.81 » 3 14.1 16.55] 20.2| 13.8 17.00 22.53% ¡21.9| 21.9 81.0/88.5 ] 0.8|13.2/11.5/12.35 [10] Brum.] S.SE. | 3.00 | 26 | 14] ? [2.3 [32.0] » 4[Gorunoys0p lig.9! 16.70| 21 0/13.8| 17.40] 22.0 22.3 21. 9 21.9 19.4198.0 74.0 86.0 || 1.8 12.6/14.6/12.10 101 Cubi. | s.SE.| 3.81 | 33 20 0.7 [1-0 [349] » 5 814.4. 18.60 25.51 14.3| 19.90| 21.7 22.1 21. 8/29. «893.0! 63.0 78.0 | 2.4) 13.0! 11.4/12.201 6) Claro | 5.SE.| 2.54 | 22.) 15 fo.ol 1.2 855:21 >» 6 Y “unidades vale 10 kilómetros. AN o . 0 Vo Bo Dr. Federico E. Rémy. Dr. M. KR. Artola, Director. 0 Imp. Mercaderes.—150, dl f Ll Y A a EP =D ¿e - a” ai E a ú Me 4 rn 0 AS 5 dá: is Me h 1 1 O "RE A 7 AFA pa ira ON . de Ñ S 2 h S 5 5 EC s * BOLETIN Saciodad eográfica de Lima, TOMO IIL. | LIMA, SABADO 31 DÉ Marzo DE 1894,—Nums, 10, 11 ' 12, — — AAA e PUNO. Provincia de Chucuito. Al Este de la provincia de Puno, de la que ya nos hemos ocupado en otro número de este BoLeríx, se halla la de Chu- cuito que tiene nueve distritos, de los cuales seis colindan con la segunda y tercera lagunas. DISTRITO DE JULI Este distrito, que está 4 15,000 pies sobre el nivel del mar, y cuya capital, Juli, lo es también de la provincia, cuenta con 6,900 habitantes, correspondiendo 1,500 4 la capital. Posee 21 ha- ciendas de ganado vacuno, lanar y caballar, este último en cor- to número. En 1839 estuve en una de esas haciendas llamada Ancoaque, propiedad, en esa época, de un sacerdote apellidado Molina, que fué Diputado á Congreso. Este señor me mostró unas 40 gua- llates, ganso silvestre especial del Perú, que había logrado do- mesticar y hacer reproducir. Desgraciadamente, la incuria de sus herederos malogró la cría de tan útiles animales, sucediendo lo mismo que con las paco vicuñas, Los campos de Juli son de pastos bastante buenos, los que podrían mejorarse con los riegos de los abundantes riachuelos que los cruzan por todas partes. Sus terrenos producen mucho ganado lanar y vacuno, papas, quinua y buenas cosechas ge ce- I S G — 366 — bada en rama y grano. En la segunda laguna, Titicaca, abun- dan las bogas y otros pescados. Cuatro hermosos templos hay en la capital, los cuales fueron levantados por los Jesuitas, que hicieron de ella uno de los gran- des centros de su residencia en el Perú; ellos también llevaron allí, una imprenta, acaso la primera que hubo en nuestro territo- rio. En poder del Dr. D. Julián Sandoval, hijo de Juli, que reside actualmente en Lima, he visto una gramática aimará, im- presa en ese pueblo en muy remota época. Hoy son un montón de escombros el Colegio y convento de los Jesuitas; sus jglesias carecen casi de paramentos y adornos, sus edificios de hospitalidad son campos yermos: todo es allí de- solación y ruina. Este distrito exporta ganado, carnes secas, chuño y ce- bada, á los pueblos de Tacna, Moquegua y Arequipa, recibien- do en cambio aguardientes, Su clima, debido á su proximidad á la laguna, es bastante templado; y sus caminos son llanos y carreteros. No conozco formaciones metálicas en su territorio: sólo existen indicios de mantos carboníferos á inmediaciones de la laguna. Desde Juli hasta Yunguyo y Zepita, los indios Uzzs viven en sus habitaciones palustres. DISTRITO DE ILAVE Este distrito colinda al O. con el de Acora de la provincia de Puno, y al E. con Juli. Su población es como de 10,000 habi- tantes, sd 1,000 á su capital llave. Su altura sobre el nivel del mar es de 12,280 piés. Tiene once haciendas de ga- vado lanar y vacuno, además los indígenas mantienen grandes tropas de alpacas y llamas en las alturas inmediatas á la cordi- llera, constituyendo las lanas de las primeras, y las carnes de las segundas su más activo comercio. El templo que posee es her- moso, y tiene también algunas casas regulares. A inmediaciones del pueblo desemboca en la laguna el río Blanco, llamado comunmente de Have, formado por muchos ra- males de los cuales hay dos principales: uno que viene de las alturas de Cacachara y Calientes, y otro que baja de las del río Maure, muy inmediato á la cordillera del volcán Agua de Milagro, camino real de Puno 4 Tarata. Los terrenos inmediatos á llave están sobrepuestos á las capas carboníferas que se extienden desde Acora. En las orillas de la laguna hay indicios de petró- leo. En los campos llanos de llave se siembran y cosechan pa- a a - A-ONE ra ao — 861 — pas, quinua, cebada y ocas. En algunos puntos abrigados de las orillas de la laguna, se cosechan lechugas y cebollas, en poca cantidad. Como en todos los pueblos colindantes con la laguna, los habitantes hacen grandes cazas de bogas. llave dista 5 leguas de Acora y otras 5 de Juli, siendo sus ca- minos llanos y carreteros. Sería de desear que se cumpliese cuanto antes la ley dada por el Congreso para la construcción de un puente de fierro sobre el río Ilave á inmediaciones de la población. En los meses de aguas —Noviembre á Marzo, —es preciso pasar el río en balsas de totora, sobreviniendo cada año muchas desgracias por la vio- lencia de la corriente. En las alturas se encuentran vicuñas y avestruces, que cazan los indígenas en chacos y con /zguas, que son tres piedras redon- das y pesadas, unidas con correas de cuero de llama, y que arro- jan los indios á los pies de esos animales para que se enreden en ellas y no puedan seguir su carrera, DISTRITO DE POMATA. Este distrito, al E. del de Juli, tendrá como 3,500 habitantes, de los cuales 500 residen en el pueblo de Pomata que es la ca- pital, y que está situada en una altura de rozas calcáreas, que, como indica su nombre, fué cueva de una puma ( felzs concolor). Hoy no se encuentra este animal, sino en los espolones de la cordillera. El distrito tiene un clima templado y sólo posee una hacien- da, la de Pacoaqui. Pomata dista 5 leguas de Juli, y su altura sobre el nivel del mar es de 13,040 piés. Los terrenos de este distrito producen en gran cantidad, lanas de ovejas y también alguna de alpaca; y ganado, cebada, etc. en mucha abundancia. Los dos templos de notable belleza que posee su capital, fue- ron levantados por los Jesuitas. La parte exterior que aún está en construcción, es de piedra calcárea blanca, habiéndose em- pleado en el interior la roca roja arenisca para las columnas de las paredes que sostienen la techumbre y cúpulas. Tanto las co- lumnas como los cuadros de las puertas y ventanas, están ador- nadas con figuras hechas, por decirlo así, en jlierana de pre- dra de extraordinaria belleza, representando ramas de árboles, pájaros y frutas, Parece increíble que se haya podido exculpir — 368 — la roca como si fuera madera, y ejecutar en ella los adornos que dejamos citados. Desgraciadamente, aquellas construcciones, en las que sin duda alguna se emplearon muy hábiles artesanos y no pozo tiempo, ván rápidamente á su ruina; acaso no esté lejana la época en que esas obras notables, que serían el orgullo de cualquier pue- blo civilizado, se derrumben; y sus bellos escombros, como los de Tiahuanaco, sean explotados por sus embrutecidos vecinos. DISTRITO DE YUNGUYO. Al E. del distrito de Pomata está el de Yunguyo, que tiene 8,000 habitantes. Su capital del mismo nombre, que está á ori- llas casi de la segunda laguna, tiene menos de 1,000. El 15 de Agosto de cada año se realiza una gran feria en este pueblo, la que según entiendo se verifica hoy mismo. Cuatro son las haciendas que tiene este distrito, de las cuales la isla inmediata de Iscaya forma una de ellas. Produce en abun- dancia papas, cebada, etc., ganado lanar y vacuno y bogas. Al- gunas vetas de carbón de piedra han sido explotadas; pero la falta de capitales ha impedido que sean trabajadas debidamen- te. También á las inmediaciones de la segunda laguna, se vén marcados indicios de la existencia de kerosene, pero tampoco ha sido explotado. Parte del suelo de Yunguyo avanza al de Bolivia, hallán- dose un az//o (comprensión territorial), llamado Ojé, completa- mente rodeado por territorio de esa República. A dos leguas al Este de Yunguyo está situado el gran san- tuario de Copacabana, que pertenece 4 Bolivia. En mi obrita Riquezas Peruanas, que ya he citado otras veces, consigno todos los pormenores referentes á este Santuario. Dos templos posee la capital que nada tienen de notable. En el atrio de uno de éstos hay algunos árboles de regular altura, únicos que he visto en toda la provincia: pertenecen á la familia polylepis. La existencia de esos árboles en aquel punto, demues- tra que pueden también reproducirse en otros terrenos análogos; pero la incuria de sus habitantes es extrema, y no se cuidan en lo menor de tan útiles plantaciones. DISTRITO DE ZEPITA. Al SE. de Yunguyo se halla el distrito de Zepita, del cual distarseis leguas de un camino llano y carretero. La población 0 de todo el distrito es de 9,000 habitantes, y la de la capital, Ze- pita, de 800. Tiene siete haciendas de ganado lanar y vacuno, y los indígenas crían llamas y algunos vzzcaínos, mombre que dán 4 los burros. La producción de este distrito es la misma que la de los demás de que ya nos hemos ocupado. El 25 de Agosto de 1823, se dió á sus inmediaciones una ba- talla entre las fuerzas patriotas, que mandaba el General Andrés Santa Cruz, y las realistas á Órdenes del General Gerónimo Val- dez. Sabido es que tan pronto como Riva Agiiero fué encarga- do del mando supremo del Perú, organizó un ejército que envió al Sur, bajo el mande de Santa Cruz. El mismo día que este ejército desembarcaba en llo y Arica, entraba Valdez á Lima al frente de los realistas; pero sabedor éste que las tropas de Santa Cruz habían ido al Sur, emprendió en su alcance una ace- lerada marcha; y miéntras el ejército patriota caminaba ochenta leguas para llegar de la costa á Zepita y la Paz, Valdez fuése con sus tropas desde Lima 4 Puno, encontrándose ambos ejér- citos en Zepita, donde después de una batalla, cuyo triunfo se atribuyen ambos contendientes, se vió obligado Santa Cruz á replegarse rápidamente sobre Oruro. En los apuntes históricos que he publicado en el diario La Patria de Lima, he consigna- do todos los pormenores de esa campaña, demostrando á la vez los funestísimos resultados que ella tuvo para el bienestar de la República. DISTRITO DEL DESAGUADERO. Este distrito que se halla al Sur del anterior, tiene como 1,000 habitantes. Su capital es el pequeño pueblo del mismo nombre, que está inmediato al puente de alambres, que en ese punto cru- za el río que también se llama Desaguadero, el cual sólo tiene 200 almas. Este río sale de la tercera laguna del Titicaca, Huai- namarca, y corre hacia el Sur como 170 millas, á unirse con la laguna Aullagas, la cual, según Pentland, está 4 5/0 piés más bajo que el nivel de la del Titicaca. Desde el puente del Desa- guadero se distingue fácilmente el majestuoso Illampu (ó So- rata) que tiene como 27,000 piés de altura según Pentland, y tam- bién el imponente cerro Illimani, inmediato á la ciudad de La Paz, que, según el mismo autor, tiene. una altura como de 24,000 piés. Solo en Asia, los más altos picos de la cordillera del Himalaya tienen alturas superioresá éstas. El mismo Pent- land asegura que la gran laguna Titicaca tiene como 120amillas de largo y de 50 4 60 de ancho; pero tales medidas carecen pot completo de exactitud. Este distrito sólo tiene dos haciendas, y sus productos agríco- las son los mismos de los demás distritos del departamento, El río Desaguadero sirve actualmente de línea divisoria entre el Perú y Bolivia, y antiguamente era cruzado en Nasacara por otro puente de balsas de totora. Los expertos indígenas ligaban cierta cantidad de totora seca, con cordeles tejidos con una paja muy fuerte, que en todos los inmediatos terrenos crece en abun- dancia; luego las ataban entre sí con cordeles más gruesos torcidos con la misma paja, hasta que formaban una balsa de 16 4 á 18 pies de largo por 6 de ancho, con una punta algo elevada y afectando la forma de una canoa. Estas balsas las amarraban únas á otras por sus costados, poniendo la proa hacia la corriente, hasta cubrir por completo la superficie del agua, de una á otra orilla, en las que las fijaban fuertemente con dos muy fuertes cables hechos de la misma paja, contra dos columnas de piedra de una sola pieza que se colocaban en uno y otro lado del río. Los habitantes de ambas riberas tenían que trabajar en la construcción del puente, gozando por esto de ciertos privilegios, y cobraban un modera- do impuesto de peaje á los transeuntes, y á las mulas cargadas, que constantemente transitaban, sobre esa construcción, poco sólida al parecer, pero que sin embargo jamás causó desgracia alguna. DISTRITO DE HUACULLANI. Este distrito está al SO. del anterior, y tiene más de 2,000 habitantes. Su capital, que es el pueblo del mismo nombre, ten- drá como 500. Posee cinco haciendas de ganado vacuno, lanar y caballar; una de ellas, Lacalaca, propiedad de la familia Jime- nez, es notable por su exquisita mantequilla. Produce escasa ce- bada en rama, por ser su clima muy frío y la mayor parte del terreno formado por cerros y alturas que encierran poderosas vetas de piata y cobre. Antiguamente se trabajaron en estos cerros muchísimas mi- nas de plata, entre otras la Gavia, que hubo de abandonarse por la gran cantidad de agua que se reunió en sus labores. Eran tan ricos sus metales, que los dueños emprendieron el costosísimo socavón, por el cual puede entrar un hombre á caballo. Este so- cavón corta vetas de amoniaco y cobre que proqucen gases mortales al ser aspirados; de modo que deben ponerse expeditas — 3711 — las lumbreras para la debida ventilación, antes de emprender su trabajo; de no hacerlo así, perecerán los peones que se internen, como sucedió, ahora diez años, con dos infelices indígenas, quie: nes quedaron muertos en el socavón, á causa de esos vapores ó gases perniciosos. Grandes manadas de alpacas y llamas crían los indios en este distrito, con cuya lana y carne hacen lucrativo comercio con los negociantes de la costa. Los hacendados, á la vez, proveen de ganado vacuno y lanar á Tacna, Moquegua y Arequipa, y tam- bién al departamento de La Paz en Bolivia Todo el territorio de este distrito se halla cruzado por infini- dad de riachuelos, y sería muy conveniente para los hacendados y aun para los indígenas, regar sus campos con esas aguas, á fin de que éstas destruyan el ichoa, paja brava de las cordilleras, y crezcan en su lugar las gramas útiles para el sostén del ganado, DISTRITO DE PISACOMA. Colinda este distrito con territorio de Bolivia por los campos de San Andrés y Santiago de Machaca; con los de la provincia de Tacna por el 110 Maure y Ancomarca; por el Oeste con el distrito de Santa Rosa, de que luego nos ocuparemos, y por el norte, con el de Huacullani. Como se vé, el territorio de este distrito es muy vasto; pero su clima es muy frío y sus campos casi improductivos. Cuenta con tres haciendas, una de ellas se llama Ancomarca, y es preciso distinguirla del pueblo del mismo nombre, que exis- te en la provincia de Tacna, al E. de la cordillera de Tacora. En los cerros de Pisacoma hay gran cantidad de minas de plata y cobre, que aunque fueron muy trabajadas antiguamente, hoy están abandonadas, á causa de hallarse sus labores llenas de agua. La población del distrito es de 1,200 almas, correspondiendo apenas 100 á su capital. Las ventanas del único templo que posee carecen de vidrios, pero se permite cl acceso de la luz con unas láminas de alabastro extraídas de las grandes vetas que hay en el pueblo de Beren- guela en Bolivia, y del que apenas dista 8 leguas. En el hueco de una de las ventanas de cesta iglesia, se halla, emparedado, el cadáver de un cura, cuyo nombre no recuerdo por el momento, quien fué tan respetado y querido por sus feligreses, que cuan- do murió, no permitieron que su cuerpo fuera enterrado en el AE panteón, sino que lo colocaron en el sitio ya imuicado, donde hasta ahora existe. De Zepita y Desaguadero hay 7 leguas 4 Huacullani; de este lugar á Pisacoma 7; “de Pisacoma 4 Santa Rosa 12 leguas y de Huacullani 4 Santa Rosa 8. Todas estas distancias, como ya lo he dicho, no han sido medidas, sino calculadas por el tiempo que una persona emplea en recorrerlas, á razon de dos leguas por hora. La experiencia me ha demostrado que este cálculo no es del todo exacto, sino simplemente aproximativo. Los ríos y riachuelos que cruzan los terrenos de Pisacoma, Huacullani y Santa Rosa, se dividen en dos secciones: la prime- ra está formada por un río que se une al del Desaguadero por el lado derecho frente al pueblo de Jesús de Machaca; la segunda, por el río que se une al Maure, y que tiene su origen en las cor- dilleras al Este del volcán de Candarave. El río Maure se une también al río Desaguadero por su margen derecha, casi al fren- te del pueblo de Calacoto perteneciente 4 Bolivia. En todos es- tos ríos existen peces pequeños que aún no están clasificados. DISTRITO DE SANTA ROSA El territorio de este distrito como el de Pisacoma, es muy vas- to, y está situado todo en cordillera muy fría. Tendrá como 1,600 habitantes, de los cuales menos de 100 residen en la an- tigua población de Santa Rosa, asiento de grandes labores de minas de plata. Todos los centros de este distrito están cubiertos de boca-minas y en sus quebradas se encuentran de- rruidas oficinas y haciendas de moler metales con grandes cerros de desmonte de regular ley. La revolución que hace poco más de cien años encabezó Tupac Amaru, motivó el abandono de esas labores y su consiguiente ruina, no sólo por el trascurso del tiempo, sino también por la acción de los indígenas de esas co- marcas. En todo este extenso territorio existen cuatro haciendas, sien- do la más notable la de Coracora, tanto por las avestruces que abundan en ella, como por su ganado lanar y vacuno. La de Masa Cruz es también digna de mención, por hallarse en ella una cruz que indica el punto y de cruzamiento de los caminos reales de Tacna 4 Puno y de Moquegua á La Paz (Bolivia), distando como 82 leguas de Tacna á Puno, é igual distancia de Moque- gua á La Paz, y hallándose casi al centro de estos cuatro pun- tos la hacienda de Masa Cruz de que nos ocupamos. A cinco leguas de Coracora, hacia la costa, y en el camino ] | | 8 real de Puno 4 Tarata, capital de la provincia del mismo nom- bre, se encuentra una angostura de la cual sale el río Ilave en la provincia de Chucuito. Esta angostura está formada por una roca compacta caliza de color plomizo, que es material excelen- te para la fabricación del cimiento romano, En varios puntos de la cordillera de este distrito, se hallan grandes depósitos de Puzzolana, material inmejorable para la construcción de obras hidráulicas. En los distritos de Pisacoma, Huacullani y Santa Rosa, exis- ten numerosas manadas de alpacas y llamas, constituyendo la la- na de las primeras el principal comercio de exportación extran- jero, y sirviendo la carne de las segundas para la elaboración de cecina que es tan buscada y consumida en las haciendas de la costa. La puma y el zorro se encuentran en estas alturas, el cuí sil- vestre (cavza cobaya ) es muy abundante, especialmente en la pampa de Yanque, antigua laguna, hoy seca; pero que la atravie- san varios ríos que antes la rellenaban. En la cordillera no es- casea la bellísima chinchilla (c%z72c4%z//a lanzgera), cuya piel es también muy estimada en Europa. El Sr. D. Pedro Zelaya, dueño de la hacienda de Masa Cruz, mantenía conmigo un lu- crativo negocio de pieles de chinchilla. Hubo año en que se ex- portó á Europa, por el puerto de Arica, hasta seis mil docenas de pieles de este animal, provenientes la mayor parte de las cor- dilleras de Bolivia, colindantes con la provincia de Tacna. Próximamente nos ocuparemos en este BoLeTÍN de la provin- cia de Huancané, única que nos falta del departamento de Pu- no, de las que colindan con la laguna. MobesTo BASADRE. 0 AAA IR YA TDI Estudios etnográficos de la Hoya del Titicaca NovENA CONFERENCIA DADA EN LA SOCIEDAD GEOGRÁFICA DE LÍMA POR EL DR. D. IGNACIO LA PUENTE, EL 28 DE DICIEMBRE DE 1893. A las 9 y 15m. p. m. y bajo la presidencia del Sr. Ministro de Relaciones Exteriores, comenzó el Dr. La Puente la lectura de su interesante disertación sobre la etnografía peruana en sus dos razas principales: queshua y almará. Precedió á este estudio un importante preámbulo respecto al origen del hombre, según las 2 , — 374 — dos escuelas antropológicas en que se ha dividido el mundo sa- bio, á saber, el pol2genzsmo y el monogenismo. Ó sea el origen múltiple de la especie humana por diversos centros de creación, y el origen único de una sola pareja que pudiera llamarse escue- la bíblica. El orador se inclinó resueltamente á sostener los principios de la escuela poligenista, declarando sus convicciones en esta fórmula: el hombre americano es producto del suelo americano. Siguió á este estudio el de un análisis sintético y gramatical de los idiomas queshua y aimará, que, según el orador, han par- tido del mismo tronco, clasificados ambos en el grupo de los idiomas aglutinantes y polisintéticos. Concluyó haciendo la crí- tica histórica de los que sostienen la procedencia asiática, eu- ropea ó malaya de las primitivas poblaciones de este continen- te, llamando la atención sobre el hecho singular de haberse en- contrado restos arqueológicos en la hoya del Amazonas, sin ana- logía con otros monumentos del mismo linaje en los imperios civilizados del Perú y Méjico. Se refirió á diversos instrumentos é ídolos de zadezta (roca fina de color blanco y otras veces negro y amarillo.) Esta roca parece esencialmente asiática, y por consiguiente se conjetura que los objetos tallados en ella, han sido trasportados al Ama- zonas de regiones no americanas, salvo que lo hubieran sido de Alaska, al extremo boreal del continente, donde estas rocas son abundantes. El auditorio fué escogido, y reveló entusiasta interés en la par- te del estudio craneológico de las razas, y en la disertación so- bre la antigúedad del hombre americano, habiendo sido felicita- do el orador, en un breve y elocuente discurso, por el Sr. Mi- nistro de Relaciones Exteriores, Dr. D. José Mariano Jimenez. Una escogida colección de cráneos de la galería del Dr, Mu- fñiiz, en la que se notaban los más raros tipos de cabezas dolzcocé- Jalas y braguicéfalas, sirvió al Dr. La Puente para hacer más comprensible su disertación en esta parte de su discurso, Hé aquí el texto íntegro de la conferencia: Señor Presidente: Señor Ministro: Señores: Como indispensable complemento del estudio sobre el lago Titicaca que tuve el honor de leer, en el seno de esta respetabie — 915 — corporación, en Diciembre de 1891, voy á tratar en la presente conferencia, de las razas humanas que habitan la altiplanicie Pe- rú—Boliviana, pintoresca región del globo, cuna de la adelanta- da civilización incaica, Si grandes fueron los temores que por entonces me asaltaron de mal suceso, tratándose de una descripción principalmente fí- sica del místico lago, son todavía mayores mis recelos y des- -confianzas hoy que voy á ocuparme de cuestiones que exigen mayor competencia científica, más larga preparación, y un cri- terio tanto más sagaz y penetrante cuanto más densa es la oscu- ridad que envuelve el pasado de pueblos que, como los keshuas y los aymarás, se pierden en los confines de la historia, sin que un documento escrito pueda servir de hilo conductor en el in- trincable dédalo de su remota antigiedad. A no ser por la Arqueología y la luz ténue que filtra por en- tre las grietas de los monumentos en ruina; á no ser por la lin- gúística, que suple la cronología y ayuda poderosamente á la fi- liación y parentesco de los pueblos; si no fuera por la Paleonto- logía, y sus asombrosas reconstrucciones, de animales y plantas extinguidos; si no fuera por la Geología, que nos informa de un estado cósmico anterior del planeta, y las condiciones generales de vida: nada Ó casi nada sabríamos de nuestras razas aboríge- nes, ni aun de otros pueblos cuya literatura más antigua no va más allá de 43 siglos, después de nuestra era. Dificultades son estas que crecen de punto, si se advierte que la ciencia aún no ha rasgado el velo misterioso del origen del hombre, no obstante haber sido escudriñado el tema por los más esclarecidos talentos, por los filósofos naturalistas que desde La- mark hasta nuestros días le han consagrado un estudio preferen- te: no hay sino conjeturas, hipótesis más Ó menos verosímiles, en pugna con otras hipótesis, ya que no con dogmáticas afirma- ciones; pero en suma opiniones discutibles, sin apoyo de hechos comprobados, que dejan en el espíritu que los examina á la luz de un criterio independiente, muy triste desconsuelo. : La lucha entre monogenistas y poligenistas se sostiene con ardor, siendo presumible que reñirán todavía algún tiempo más para que resulte triunfante una de estas dos escuelas fundamen- tales y radicalmente opuestas: como que la primera, encabeza- da por el eminente Sr. de Quatrefages, proclama la unidad de nuestra estirpe; dice, que todos venimos de una sola pareja an- cestral, llamada á la existencia por la intervención directa y so- brenatural de una causa creadora; en tanto que los poligenistas, — 376 — más numerosos y mejor provistos de razones, guiados en la por- fiada lucha por el insigne Agassiz sostienen, con entereza, que las razas humanas nacieron independientes, en diferentes puntos del globo, otros tantos focos de creación, de flora y de fauna propia; cuya opinión se apoya en las diferencias enormes que en- tre sí presentan las razas humanas, tan grandes Ó mayores que las que pueden señalarse entre animales correspondientes á dife- rentes familias. Kolb en su reputada obra “Historia de la Civilización”, se proclama poligenista; el sabio Burmeister y el afamado profesor Fritsch de Berlín, militan también en estas compactas filas. Es innegable que el poligenismo avanza rápidamente, ganan- do las mejores inteligencias, por la fuerza seductora de sus ra- zonamientos. Por todas partes el proceso histórico de la humanidad nos ofrece numerosas razas humanas que se han considerado extra- ñas y rivales; los anales de todos los pueblos nos informan que esa multiplicidad de razas ha ido á menos por extinción de unas y amalgamación de otras. La historia auténtica de las naciones antiguas y modernas nos enseña de qué manera numerosas y va- riadas tribus, cruzándose incesantemente, se han ido aproxi- mando á la unidad y homogeneidad. En el proceso de estas se- culares trasformaciones, la pluralidad y la heterogeneidad se en- cuentran en el origen de los pueblos: la unidad y la homogenei- dad son la promesa del porvenir. Discurriendo en este orden de ideas, ha podido decir con ver-- dad el Sr. L. Gumplowicz, en su excelente obra “Lucha de las razas,” que el desarrollo de la humanidad avanza por dos hechos primordiales: 1.” Las unidades étnicas, que constituyen una in- finita pluralidad, van desapareciendo, poco á poco, reduciéndose, por consiguiente, á un número mucho más pequeño; 2.” Las tribus menos numerosas, formadas por amalgamación, no dejan de crecer y de aumentar; á estos dos hechos corresponden dos tendencias contrarias, una que va de más á menos y otro de me- nos á más. Esta doble tendencia es la gran ley social que ha- biendo comenzado en los tiempos primitivos, no ha cesado de afirmarse y de manifestarse en nuestros días, y se mantendrá, verosímilmente, mientras haya hombres sobre la tierra. Independientemente de estas consideraciones históricas, hay razones científicas de gran valor, en apoyo - del poligenismo y hasta de buen sentido. Desde que la tierra tuvo la preparación conveniente, es decir cuando emergió de las aguas y sus campos — NM — se pusieron verdes, llegado el advenimiento de la humanidad, es más racional, como opina el poeta naturalista Goethe, que la naturaleza hubiese producido los hombres por decenas y cente- nas que sacarlos mezquinamente de una sola pareja. El Darwinismo, que es la escuela trasformista, sostiene como principio fundamental que las diferentes especies que habitan y han poblado en otro tiempo la superficie de la tierra, han toma- do origen en simples variedades; no siendo fijas ellas mismas, se transformaron á su vez para dar vida á las especies que apare- cieron más tarde; de suerte que ninguno de los animales y plan- tas actuales puede ser considerado de origen primordial: todos han aparecido por trasformación, esa es su génesis y ésta la ca- dena indefinida de seres vivos, cuyo principio se ignora y su tér- mino no se alcanza. De esta cadena se han roto gran número de eslabones que solo han podido ser restituídos, en escasa pro- porción, merced á los esfuerzos inauditos de la Paleontología moderna. Según esta escuela, el hombre es el descendiente de un tipo único, actualmente extinto, y por consiguiente monogenista. Paréceme, sin embargo, esta afirmación forzada, porque el es- píritu y tendencia de esta escuela no exije ciertamente que haya habido una sola línea genealógica y, sin renunciar á rigurosas consecuencias lógicas, puede admitir muchas líneas de este gé- nero. De otro modo habría que suponer, violentando la razón, que en un momento dado no hubo sino una sola célula primitiva, de la cual surgió el mundo animal entero; Óó que establecidas las condiciones favorables para la transformación de las especies, se detuvieron estas sin alcanzar el obligado término de la suprema evolución; y una sola pareja privilegiada, saltó el escalón de la vida para bien y sorpresa de la posteridad. Además, el estudio de las razas, como dice Topinard, presen- ta muy grandes dificultades, cualquiera que sea el método que se adopte; ya se parta de un origen primero, y se ascienda has- ta la época actual, Ó que por el contrario fijándose en el presen- te se le tome como punto de partida para descender hacia el pa- sado; en uno y otro caso se tropieza con el inconveniente de la heterogeneidad de las razas: los pueblos civilizados, los incultos, las hordas bárbaras, las tribus salvajes, en apariencia aisladas, ofrecen esta heterogeneidad con caracteres manifiestos; ningún pueblo, pues, ninguna sociedad humana, por pequeña que se la considere, en momento alguno de su historia, ha poseído Un ti- — 378 — po único, ni encerrado en estado simple el factor primero que determina la noción de raza. Siendo esto así, divididos de tal manera los pareceres, aun en los conceptos más generales, concíbese fácilmente las dificulta- des inherentes á temas concretos como es el estudio de las razas que aun viven en las orillas del lago Titicaca, justificándose así mis temores del mal éxito, deparado 4 mis trabajos, no obstan- te la indulgencia con que espero ser escuchado de vosotros. A lo largo de la inmensa cadena de los Andes, que se extien- de de Norte á Sur, desde la península de Alaska hasta el estre- cho de Magallanes, se establecieron numerosos pueblos, cons- truyendo sus moradas en las mesetas elevadas de la cordillera, y en los valles numerosos que forman sus ramales; llegando mu- chos á alcanzar un notable grado de cultura y adelantamiento, en las artes, industrias é instituciones políticas y religiosas. Por causas que aun se ignoran, las ciudades opulentas de la América central habían sido abandonadas por sus moradores, como si un temor supersticioso, de seguro cataclismo, los hubie- ra obligado, desatentados, á dejar en un momento dado sus lu- josísimos hogares. En Yucatán las ciudades de Chichen-itza, Uxmal y Lebna; en Honduras, Copan; en Chiapas, Palenque; y en Guatemala, Quirigua, presentan ruinas de templos, castillos, arcos góticos, pirámides, palacios, monolitos, estatuas, bajos relieves, que re- cuerdan los antiguos monumentos del Egipto, de la Asiria y de la India. Los conquistadores solo encontraron dos estados poderosos, uno en la América del norte, Méjico, y otro en la del sur, el imperio de Tahuantinsuyu, por otro nombre Perú. La parte central de ambas Américas, las costas orientales, los inmensos bosques, de tropical vejetación, regados por los más grandes ríos del mundo, estaban habitados por tribus bárbaras, si no salvajes, que vivían de la caza, de la pesca, Ó de las produc- ciones naturales de su rico suelo. Estos dos imperios, ignorantes cada uno de la existencia del otro, siguieron separadamente las diversas etapas de su especia- lísima civilización, muy adelantada si la comparamos con la de los otros pueblos americanos, pero inferior evidentemente á la de los Estados europeos del siglo XV. Tenían, es verdad, un go- biernp y tribunales de justicia; ejército y administración pública; — 879 — agricultura, industrias y comercio; calzadas, puentes y acueduc- tos; palacios y templos suntuosos; cosmogonías y cronología; anales y fiestas; pero ignoraban el uso del hierro; su navegación rudimentaria, no pasó de la construcción de piraguas y balsas con que se aventuraban por las costas, sin apartarse mucho de tierra. Desconocían la escritura fonética, usando los mejicanos de jeroglíficos, y los peruanos de quipus, para la estadística y demografía de sus poblaciones y para consignar los hechos prin- cipales de su historia. La América estaba habitada por millones de hombres de ti- pos análogos y caracteres semejantes á los del antiguo conti- nente. Su coloración ofrecía todos los matices: hubo blancos rosa- dos en los valles regados por el Amazonas, en la isla de Santa Catalina; de pelo rubio son todas las momias sacadas de los se- pulcros de Macra, Huancas y Tingo, á cuya superior raza se de- be las soberbias ruinas de Cuelap; negros, los hubo en Califor- nia, Florida; pieles rojas, en los Estados Unidos; amarillos con variedad infinita de tonos, constituían el mayor número. Los esquimales son pequeños, los patagones grandes. Unos pueblos tienen cabeza redonda, son braquicéfalos; otros alargada dolicocéfalos. Unos tienen el sistema piloso muy desarrollado; otros por el contrario son muy escasos de vellos; por esto consi- dero errónea la opinión del eminente antropologista Morton, que afirma ser uno el tipo de las razas americanas, desde el cabo de Hornos al Canadá; que no hay sino pequeñas variaciones de conformación, y de estructura; pero que la forma general del cráneo, el contorno y expresión de la cara, el color y tesura de los cabellos, así como los caracteres mentales y morales, les son comunes y forman un tipo aislado del resto de la humanidad. La población americana en su conjunto es el resultado del cruzamiento de muchas razas diferentes, autóctonas, y de inmi- graciones verificadas, algunas en tiempos relativamente moder- nos, que no han hecho sino producir alteraciones locales, de es- casa importancia, de los tipos primitivos. Sobre las razas americanas ha llegado á establecer el Dr. Meigs las siguientes conclusiones: 1.2 Los cráneos aborígenes amerl- canos son divisibles en dolicocéfalos, mesocéfalos y braquicéfa- los; 2.? El grupo dolicocéfalo predomina en número respecto de los otros dos; 3.” Los cráneos peruanos de la costa presen- tan más numerosas las cabezas cortas y redondas que las largas; 4. Que en Norte América los dolicocéfalos y braquicéf3los se — 380 — han restringido en su distribución geográfica situándose del lado del Atlántico los dolicocéfalos y del Pacífico los braquicéfalos, pasando lo mismo en la América del Sur; 5.” Que el contraste que existe entre las formas craneales de las razas antiguas se conserva en las existentes. Comparando el nuevo y viejo mundo por sus formas cranea- les, hace notar que en Europa y Asia predomina el tipo braqui- céfalo; en tanto que en Norte América es el dolicocéfalo; que en Africa todo el pueblo es dolicocéfalo; en tanto que en Sud- América está dividido en las formas cortas y largas. KESHUAS. Las dos razas civilizadoras que los españoles encontraron en las orillas del lago Titicaca, que viven aún, bien que notable- mente disminuídas, son la de los keshuas y los aymarás; estos últimos ocupaban las planicies más elevadas y á pesar de su nú- mero considerable, sometidos estaban á los primeros que ya ha- bían sojuzgado á los puquinas, atacamas y los valientes yuncas del litoral occidental. El nombre keshua, no era en otro tiempo sino la denomina- ción de una de sus tribus, tal vez la más importante. Los primeros historiadores refiriéndose al idioma oficial lo lla- maban lengua general, lengua cortesana, y solo fué adoptada mucho más tarde la palabra keshua, introducida por Fray Do- mingo de San Thomas, que la empleó, no en su gramática, sino en el vocabulario que publicó en Valladolid, en 1560, probable- mente por haber recogido los vocablos en la provincia de los keshuas. En cuanto á la palabra inca, con que impropiamente también se les ha designado, correspondía á la familia real, significando particularmente, rey ó jefe. El imperio de los Incas, en la época de la conquista por los españoles, se extendía, desde el río Ancasmayo, al norte de Quito, hasta el río Maule en Chile. Sus límites por el este eran los llanos cálidos y pantanosos y las pendientes orientales de la Cordillera de los Andes; por el oeste confinaba con el océano Pacífico. Se extendía, pues, por una faja de más de 700 leguas mari- nas, formada de mesetas de 140 leguas en su parte mas ancha, á los 18”; y 50 leguas en su parte más estrecha, á los 16” (d'Orbigny). Estos límites, que son los del imperio, no son precisamente — 881 — los mismos de la raza, pues se extendía, por el Norte, hasta Quito, donde se halla actualmente; de allí avanza al sur por las altiplanicies de la cordillera, y sobre una pequeña parte de la vertiente oriental, hasta 15? grados al sur, donde cesa de repen- te, para dejar un ancho espacio, comprendido entre los dos ra- males y la costa, ocupados por la nación aymará, de que me ocuparé separadamente. Desciende al sur por las provincias de Cochabamba, Chuquisaca y Potosí; no remonta más la altipla- nicie, vive solamente sobre la vertiente oriental hasta el Tucu- mán y Santiago del Estero, 28? de latitud, donde se halla todavía. La raza keshua notablemente disminuida, desde la conquista, arrojó en el censo general de 1795 la suma de 934,707 de raza pura, y 458,572 mestizos con españoles, incluyendo los keshuas del Ecuador y de Bolivia. Los keshuas son de color bruno olivar, talla poco elevada, 1 m. 60, según d'Orbigny; variable de una región á otra, siendo mucho más pequeños los de las altiplanicies que los que viven en los valles cálidos. Sus formas macizas, son hasta cierto punto características. Tienen las espaldas anchas, cuadradas; el pecho voluminoso, sa- liente: y el busto es más largo, proporcionalmente, que en las otras razas. Su cabeza es más bien gruesa que mediana, en re- lación al conjunto. Manos y piés son pequeños; las articulacio- nes algo gruesas. Barba escasa. Las mujeres, poco más ó menos, presentan estos mismos ca- racteres, con abultamiento mayor de la garganta. Circunstancia digna de especial mención es el gran desarrollo de su aparato respiratorio, debido en gran parte, como lo hace notar el sabio d'Orbigny, á la altura en que tienen su morada, 2,500 4 5,000 metros, por encima del nivel del mar. En esos si- tios el aire está muy enrarecido, por consiguiente disminuida la cantidad de oxígeno, por litro de aire; y como la vida no puede sustentarse sin una ración dada de este metaloide, tienen que aumentar las inspiraciones para suplir, con el número, la escasez del agente respirable. Exagerándose esta función, se ha desa- rrollado la caja toráxica, y también los pulmones contenidos en ella. Las facciones de los keshuas son bien características; no se asemejan en nada á las razas pampeanas ni brasilo-guaranis, es un tipo del todo distinto, con algún parecido á los mejicanos. La frente es chica, lijeramente convexa, huyendo algo hacia atrás, ) 3 — 382 — Las medidas craneométricas han dado valores muy diferentes. Los señores G. Sergi y L, Moschen, sobre 21 cráneos peruanos, antiguos, han encontrado estas medidas: índice cefálico en hom- bres 87.2; mujeres 88.8. Capacidad interior en hombres 1,368 cc; mujeres 1,269 cc. Angulo facial, hombres 8397; mujeres 8022, La capacidad craniana media de la colección del señor Apgassiz es de 1.129 cc. El señor Virchow, en su reciente obra Craxza etnza americana, da para los cráneos de Ancón los valores siguientes: capacidad 1.485 cc, índice cefálico 82'9; ángulo facial 67% Y para los cráneos de Paucartambo, estas otras: capacidad, en hombres, 1.612 cc; mujeres 1.215 cc. ángulo facial, hombres 61; mujeres, 69. Indice cefálico, hombres 73.2; mujeres 79,4: Morton y Meigs dán 1.230 cc, como la capacidad media de los numerosos cráneos medidos por ellos; valores que no difieren sensiblemente de los obtenidos por el señor Squier. Según el señor Wyman (Peabody Museum 1871) la capacidad media de 56 cráneos peruanos es de 1.230 cc. La cara es ancha y se aproxima más del círculo que del óva- lo, La nariz prominente, larga y aguileña, está como encorvada en su extremidad, sobre el labio inferior; anchas son las venta- nas de la nariz; la boca es mas bien grande que mediana, salien- te, sin ser bélfos los labios. Los dientes son buenos y persistentes hasta la vejez; el men- tón corto y saliente; las mejillas algo elevadas; los ojos media- nos, frecuentemente pequeños, tienen horizontal la hendidura de los párpados; la córnea invariablemente amarilla; las cejas ar- queadas, estrechas y poco pobladas; los cabellos negros, lacios, gruesos, descienden por debajo y á lo largo de la frente. La fisonomía es uniforme, seria, reflexiva y triste. Los keshuas se asemejan á los astecas y otros mejicanos, por la estructura maciza del tronco, las dimensiones del tórax, bra- quecefalia y forma piramidal del cráneo. S+ ha señalado, sin fundamento suficiente, como carácter propio de la raza, la pre- sencia de un hueso, inter—parietal, hueso del inca, mucho más frecuente, según “schudi, en los keshuas que en los europeos. AYMARÁS. Los aymarás constituyen una raza tanto más importante cuan- to que en ella hay que buscar la cuna de ese pueblo religioso y conquistador que formó el imperio de los Incas. Su nombre, se- eún fxarcilazo de la Vega, era el de un pueblo situado no lejos — 38Y — de las riberas del lago Titicaca, centro muy antiguo de su cultu- ra; de entre sus ondas surgió Manco Capac (1021 1062) para fundar la Monarquía. Yoque Yupanqui (1091-1126), no fió sus triunfos á la per- suación y con el ejército que formaran sus predecesores salió á campaña dispuesto á obtener por las armas lo que le fuese rehu- sado por la paz. Este monarca comenzó el sometimiento de los aymarás, con- tinuando la empresa Maita Capac, su hijo y sucesor, que fué el soberano más batallador y afortunado, concluyendo del todo el sometimiento Capac Yupanqui (1156—1197). Esta raza era muy numerosa, poblaba toda la aitiplanicie de los Andes, desde 15% 4 20? de latitud sur. -Cubrían la provincia de Tinta, hasta Paría y Oruro. De Este 4: Oeste habitaba de 69* á 75” de lon gitud occidental del meridiano de París: casi todo el departa- mento de Arequipa, la provincia de Aymaraes y la de Paucar- tambo del Cuzco, y todos los departamentos de la Paz y Oruro. Las regiones que habitan principalmente están comprendidas entre los límites de 2,000 y 4,792 metros, por encima del nivel del mar (d'Orbigny). Según Forbes la longitud de la región ocupada por los ayma- rás es de 300 millas inglesas, por 150 millas de ancho, forman- do una superficie total de 4,500 millas cuadradas. Un cráneo peruano, presentado por el Dr. Broca, á la Socie- dad Antropológica de París, en la sesión de 25 de Agosto de 1875, prueba claramente que los aymarás se extendieron, en otro tiempo, hasta sobre los confines de Chile actual. Ese cráneo es el de un hombre grande y robusto. Presenta en el más alto grado los caracteres todos de los antiguos ayma- rás: depresión muy grande de la frente, alargamiento considera- ble del diámetro antero posterior, disminución no menos nota- ble del diámetro vertical y la impresión, evidente, de los agentes de compresión aplicados adelante y atrás de la región bregmá- tica. Como ha sido encontrado sobre la frontera setentrional de Chile y meridional de Bolivia, en un islote de guano, situado cerca de tierra firme, no queda la menor duda de que hasta allí llegó esa raza conquistadora. Sin datos precisos, conjeturando solo por los monumentos ci- clópeos de Tiahuanaco, por los restos bien numerosos de habi- taciones que se encuentran en lugares desiertos, en las riberas del lago Titicaca; por las tumbas (chulpas) que en diferenses re- — 384 — giones se alzan llamando la atención del viajero, particularmen- te abundantes en la provincia de Carangas, la población de los aymarás debió ser considerable. Según datos estadísticos, algo recientes, su número total as- ciende 4 493,128, de los que 412,864 son de la Paz, 38,135 de Huancané y los restantes de Chucuito. D'Orbigny cree, que por sus caracteres físicos, no difieren for- malmente de los keshuas: desde luego ofrecen el mismo tinte de la piel, igual talla y formas acortadas. El tronco es más grueso, más desarrollado el aparato respiratorio, como que viven en las altiplanicies más elevadas de la cordillera; en sus facciones mis- mas hay notable semejanza. La cabeza de los aymarás actuales es como la de los keshuas, es decir, frecuentemente poco volu- minosa, oblonga de delante atrás, y ligeramente comprimida-por los lados. Ninguno ofrece la cabeza achatada, como los cráneos sacados de las tumbas de sus antecesores; en las provincias de Muñecas, Carangas y valles de Tacna, achatamiento explicable sólo por una can artificial, tanto más creíble, que en las mismas tumbas se encuentra cabezas que no han sufrido trastor- no alguno. Otros muchos pueblos del Perú, de América y de Europa tenían la misma costumbre. Según Bancroft, los chinuks, que forman la cuarta especie de los Columbios, tenían también esta viciosa práctica; y algunos escritores creen, sin sólido fundamento, que de allí nos haya si- do importada. Examinando atentamente los cráneos es facil hallar en ellos mismos, las pruebas de una compresión artificial: nótase, en efecto, aplanamiento del coronal en la eminencia que forma con los parietales acusando compresión hecha de delante atrás con enclavamiento del coronal, entre dichos huesos. Hay tam- bién un pliegue longitudinal, en la parte superior y media del hueso frontal, y algo así como salida de los parietales de sus su- turas; siendo bien manifiestos los efectos de una compresión ejercida circularmente en el hueso occipital; más aún, hay obli- teración de las suturas, en cráneos de individuos jóvenes, lo que no permite dudar sobre el procedimiento empleado. El señor d'Orbigny, por extensas consideraciones, ha llegado á4 precisar la época en que tan bárbara costumbre pudo adoptar- se, señalando los siglos XIV ó XV de nuestra éra, en lo que creo comete una enorme equivocación, pues esta costumbre de- bió haber existido desde tiempos más remotos. El señor Gosse, en su disertación sobre las razas del Perú di- | | — 385 — ce que se practicaban tres especies de deformación: la occipital en los chinchas y tal vez en la familia de los incas; la simétrica alargada en los aymarás; la cuneiforme de muchas provincias ta- “les como la de Chiquitos. Estas deformaciones eran aun practi- cadas en 1545; en esa época el concilio de Lima las proscribió, solemnemente, bajo los nombres de Caito, Pallta y Uma. El mismo señor Gosse, hablando de estas deformaciones arti- ficiales, dice que se llama del valor, la que opera el aplanamien- to de la frente; la otra, que deprime el occipital, es llamada del consejo. El señor Pinart hizo notar en una de las sesiones de la So ciedad Antropológica, que en las inmediaciones de Vittoria los habitantes presentan una deformación del cráneo, análoga á la de los aymarás; deformación que les ha valido el nombre de ca- bezas achatadas y cuyo resultado, en el sentir del pueblo, es de- sarrollar aptitudes para la caza; y efectivamente es así, pues en esos lugares los individuos de cabeza achatada son los mejores cazadores y también los mejores guías. En Europa, desde una antigúedad bastante lejana. se ha prac- ticado también, en ciertos lugares, la deformación del cráneo. Plinio nos habla de los macrocéfalos, que habitaban cerca de Cerasus y Trapezus, actualmente Keresoum y Trebisonda, al Es- te del Ponto-Euxino. Según Hipócrates deformaban la cabeza de sus hijos con las manos, con vendajes y aparatos cuyo efecto era alterar la forma esférica y aumentar la altura. Estrabón, ha- blando de los pueblos vecinos del Cáucaso, entre los Débricos y los Tapyrianos, dice que procuraban alargar su cabeza de tal suerte que la frente sobresaliese por delante de la barba. Los pueblos del Occidente de Europa han tenido también es- ES práctica con diferencias muy notables en los tipos deforma- os. El señor Forbes que ha hecho medidas muy prolijas, da como normales las siguientes: Tomando la estatura por mil: La braza ó sea la distancia extrema de los dos brazos, extendidos horizontal- A O 1015 La circunferencia mayor de la cabeza.. 337 UNICO EE Vensalt Jl «Ea a atole 87 Diámetro antero posterior........... 115 Altura del mentón al vértice.......... 142 Dongrtud de la nariz 26 Anchura ALI SIA EA 123 Proyección sobre las fosas nasales..... 11 Mandíbula superior desde la fosa nasal hasta el centro de la boca.......... 28 Distancia de los ojos tomada en sulimbo INterior A, IA AE 22 Tomada sobre el limbo exterior....... 68 Abertura palpebral 2 a dot A Ancho de la boca cat on E AAA 34 Ora PI O TAB DO OO AE 34 Altura del cuello. AC ASE er ae 52 Ancho del “cuello... ¿MA 83 Circunferencia del cuello. 14 211 Tronco, ancho de un hombro áotro.... 230 Altura totál del troncos. a IA 354 Cintura. PDA ACI A ONE 473 Brazo... 2... om AAN 179 397 Antebrazo*. LIE IAE RO A 148 (0RSS En el Europeo: Longitud'del' brazo 2 Res 335 AmtébraZo.. Mao AA UU A. 147 En el Africano: Brazo ISO E A ST NAS AOS 195 Antebrazo. 200, E, EMIAIN TA A 176 rozar A De estas dimensiones resulta que el antebrazo y la mano tie- nen próximamente la misma longitud en el aymará que en el europeo; y que el muslo es más corto que la pierna. Además el pié del indio tiene poco desarrollado el calcaneo, y en consecuencia su talón es más pequeño. De todo lo expuesto anteriormente, resulta que las diferen: cias más notables en la conformación del aymará respecto del europeo y del negro, consisten principalmente en la mayor lon- gitud del tronco, el enorme desarrollo del torax y el acorta- miento de los brazos, piernas y pies. Los cráneos de los aymarás, vistos por su parte anterior, tienen una forma oval y lateralmente afectan la forma de una bóveda bastante regular y algo alargada. El espacio ocupado por la cara es grande, las órbitas cuadran- gulares y su diámetro vertical igual al trasversal; la mandíbula superior sesga, las apófisis sigomáticas del coronal cortas y di- — 387 — rigidas enérgicamente hacia afuera; la apófisis nasal del coronal muy ancha y convexa. El coronal se encorva con una inclina- ción bastante regular. Los arcos orbitarios son muy poco dis- tintos y situados profundamente, en términos que no forman el mayor diámetro trasversal de la cabeza, el cual mide la raiz superior de la apofisis sigomática hasta el punto correspondien- te del lado opuesto. La porción escamosa del hueso occipital baja hasta la sutura lamdoidea, verticalmente, una pulgada con corta diferencia, pe- ro súbitamente se inclina fuertemente hacia adelante y continúa un tanto inclinada al horizonte, hasta el gran agujero occipital (Tschudi y Rivero). Los peruanos y bolivianos actuales se encuentran sumamente mezclados. A las formas cúbicas se han yuxtapuesto formas subglobulosas que dominan en la región del litoral, desde Truji- llo hasta Arica; y formas ovoides, escasas en la costa y abun- dantes en la cordillera. Según las excavaciones de los señores Castelnau, Ber, Sene- ze y Wiener, los cráneos ovoides predominaron en las grutas se- pulcrales de Piedra Grande y San Mateo de la Oroya. Sobre 500 cráneos, poco más ó menos, de las diversas par- tes del Perú, que posee el museo de París, dicen Quatre- fages y Hamy, sesenta solamente están exentos de deformación; siete de estas sesenta piezas, pertenecen al tipo cúbico, doce son dolicocéfalos, los otros se presentan más Ó menos globulosos. Los dolicocéfalos del Perú se asemejan mucho á los dolico- céfalos mejicanos. Los cráneos aymarás, antiguos, deformados, que se encuentran sobre los bordes del lago Titicaca, parecen relacionarse á los dolicocéfalos; pero los cráneos deformados de la costa se ligan por el contrario á los cráneos normales redon- dos de las playas del Pacifico. Squier notaba ya esta mezcla en el castillo del Gran Chimú, donde encontró mezclados los cráneos cuadrados, comprimidos posteriormente de los pueblos de la costa, los cráneos alargados de los que llama con Rivero y Tschudi los aymarás, y las cabezas regulares y normales, keshuas de la sierra. Además de los keshuas y de los aymarás, existen otras razas muy diferentes y perfectamente separables, en el territorio del antiguo Perú, tales como los yuncas, chinchas, chancas, puqui- nas, atacamas y charcas; de las que no puedo ocuparme, por no permitirlo los estrechos límites de esta conferencia. > — 388 — LENGUAS. Pocas lenguas como las americanas han dado lugar 4 más teo- rías inconsistentes. De lamentarse es, y mucho, que los lingúís- tas se hayan preocupado preferentemente de relacionar idiomas del nuevo Mundo á lenguas aglutinantes del Mundo antiguo, con frecuencia á las lenguas uraloaltaicas, al vasco y no pocas al japonés. Mejor que aproximar el iroqués del magyar, el totonak del japonés y el nahuatl del vasco sería, como opina Hovelacque, comparar entre sí los idiomas americanos y bosquejar siquiera su gramática general. Los pocos estudios dirigidos en este sentido han descubierto analogías pasmosas que contrastan con diferencias léxicas pro- fundas; analogías que resultan de su manera de ser y de su ma- nera de funcionar; índole y funciones de tal modo insólitas y propias de estos idiomas, que ha sido preciso formar de ellos una nueva clase, con el nombre de lenguas incorporantes y po- lisintéticas. Y aunque desde el principio, el ilustre Schleicher se hubiese manifestado opuesto á esta última denominación, ella ha preva- lecido en la ciencia, en mérito de las razones aducidas por el in- comparable Fed. Muller, quien hace notar, claramente, que en las lenguas europeas las concepciones aisladas que la frase liga entre sí, se presentan bajo la forma de palabras desprendidas, sueltas; en tanto que en las lenguas americanas las partes de la oración están íntimamente unidas, al punto de formar un todo inseparable, como puede verse en el siguiente ejemplo que to- mamos del mejicano: Notlazomahuizteopizcatatzin, largo poli- sílabo que expresa este período: ¡Oh! padre mío, divino protec- tor, estimado y venerado. Salvo el otomí, monosilábico, todas las lenguas de América, como lo ha hecho notar Jehan y el abate Gilli, presentan la mis- ma estructura léxica y sintaxis gramatical; y su peculiaridad es- triba en la adopción de métodos especiales para modificar el sentido y precisa significación de los verbos, mediante la inser- ción de partículas determinadas: ingenioso procedimiento que ha merecido del señor Adam el nombre de derivación específica de los verbos. En estos idiomas los verbos se unen á los nombres, á los pro- nombres, tienen una conjugación nominal posesiva y varían de — 389 — significado, según se ha dicho, para expresar los variados mati- ces de que es susceptible la expresión. La composición de las palabras es indefinida, por síncopas y elipsis, operando de modo que á la raíz principal que lleva en sí la designación del pensamiento, se asocien voces subalternas que dén valores diferentes á las palabras; de este modo se forman voces complejas, de palabras enteras Ó de simples restos; de alli la denominación de polisintéticas de Duponceau; holofrásticas las llama Lieber y aglutinantes Humboldt. En la composición por sincopa, unos elementos pierden sus primeras sílabas, otros las últimas y no pocos quedan reducidos á simples letras intercaladas. En el algonquin, pz/ape (soltero) concurren dos palabras muy sincopadas, pz/sztt (casto) y lenape (hombre). Verdad es, como lo hace notar profundamente Schleicher, que el polisintetismo no puede constituir por sí solo un caracter pe- culiar de estas lenguas, que son como la segunda fase de la aglu- tinación: y hay defecto en formar un tipo nuevo de idiomas que en la serie de los aglutinantes ocupan los últimos términos. En las primeras filas tenemos el dravidiano, con sus formas gramati: cales rudimentarias, después el manchu más desarrollado, luego el turco ya incorporante, después los idiomas finnenses, en este orden: sumí, magyar, vogul, morduin, incorporantes; después el vasco, incorporante con tendencia al polisintetismo; por último, las lenguas americanas incorporantes y polisintéticas; sin que es- ta graduación abogue en pró del parentezco original que gratui- tamente se les atribuye. Además, todas las lenguas pueden hacerse polisintéticas una vez entradas en el período histórico, como lo prueban numero- sos ejemplos que podríamos presentar de locuciones abreviadas y contracciones análogas á las lenguas del nuevo mundo, tanto de lenguas vivas como de idiomas extinguidos que alcanzaron notable desarrollo. En el latín veneficus (venenificus), stipen- dium (stipi-pendium), consuetudo (consueti-tudo), malo (ma- volo); en francés idolátrie (idololatrie), controler (controroler), mém (moém) y en español hidalgo (hijo de algo) están en el mismo caso. Otro de los caracteres comunes y por cierto notables que podemos asignar á las lenguas americanas, es la regularidad de sus formas y el orden constante que entre sí guardan las partes de la oración, como también su admirable estructura y la facili- dad con que responden á las eventualidades de la expresión; ad- — 390 — mirable mecanismo que ha hecho decir al impresionable Du- ponceau que la lengua delaware, más que invención de salvajes, errantes en sus bosques, es de filósofos en sus gabinetes; y Ban- croff, abundando en las mismas ideas, afirma no haber encon- trado en las lenguas de América huella alguna que revele inco- herencia de arbitrarias agregaciones; no parecen ser el resultado de una lenta formación, siguiendo los procesos ordinarios; se presentan como obras perfectas emanadas directamente de las facultades humanas. Otra particularidad que las distingue es no tener conjuncio- nes, Ó solo muy pocas; sirviéndose de partículas expletivas para unir los miembros de la frase comunicándoles fuerza y armonía. Estas lenguas, como todas las aglutinantes, son muy antiguas y han estado muy difundidas, en otro tiempo, por el globo, ha- biéndose hablado en los lugares mismos en que hoy se habla idiomas de flexión. Los más antiguos monumentos que poseemos nos vienen del Egipto. Se ha leído recientemente en el Sinai, á Ja en- trada de una mina de turquesas, por el señor Benediti, jeroglí- ficos del rey Snefrou de la tercera dinastía menfítica, 4,300 años antes de J. C. Esas inscripciones se refieren á dos lenguas, la de los súmeros, antiguos habitantes y primeros civilizadores de las orillas del Eufrates y del Tigris, de orden aglutinante; la otra Caldea ó Asiria, inflectiva. El eskuara, aglutinante, confinado en los montes Pirineos, es tal vez el último testimonio de la época remotísima en que no se habló en Europa sino lenguas aglutinantes. LENGUA KESHUA, El keshua es la lengua más adelantada de la América. Carece de las letras B, V,D/ FGD, XI El sonido de la R es puramente suave. Tiene otros sonidos que los españoles, de la época de la con quista, representaron por medio de letras dobles, tales como Cc, Ch h, Kh, Ph, Pp, Oq, Sh, Th y Tt; y tres vocales más que en castellano, cuyos sonidos son parecidos á los de a, i, u. Según el Dr. Anchorena y otros escritores, carece también el keshua de la letra L. Aserción que no creo absolutamente exac- ta, pues aunque muy rara como inicial de palabra, se encuentra con frecuencia en el medio de las voces, como puede verse en saláw (bien), salay (superior), aldy (ay) y otras muchas. En el moderno diccionario del Dr. Middendorf encuentro entre otras voces, /anlacu (bailarines enmascarados), laxsay náuseas), /2rpu (metal amarillo, espejo), lonko (rollizo ), lóc/hau dad lampo (redondo). Haré notar, desde luego, que la fonética de muchas de estas voces ha sido alterada por el uso; escribiéndose hoy con pa- labras que en otro tiempo se escribieron con 11 ó r; entre estas podemos considerar Zoro (lonko), /¿rpu (rirpu) y lucha (Mui- chu). La palabra /azka (hechicero), una de las más tiernas y cariño- sas de esta lengua sentimental, se escribe con 1, pero es tal vez de origen aymará. El Dr. Pacheco Zegarra, en su monumental obra sobre el dra- ma incaico Ollantay, se sirve de nuevos caracteres, con el obje- to de impedir la concurrencia de varias consonantes en una mis- ma palabra, Si con estos caracteres ú otros simples se hubiese escrito des- de el principio el heshua, seguramente el señor Fidel Vicente Lopez no habría incurrido en el error de creer que las letras dobles sonsílabas duplicadas; y que Ccarz, Ppacha y Ttahaa de- ben escribirse Cacarz, Papacha y Tatahua; explicando el engaño que atribuye á los españoles, la rapidez con que los indígenas pronunciaban la primera sílaba precipitándola sobre la segunda. El célebre egiptólogo, señor Cárlos Ricardo Lepsius, en su alfabeto modelo para todas las lenguas, da signos para la repre- sentación de los sonidos especiales así del keshua como del ay- mará, que no están del todo exentos de inconvenientes: ha su- primido la /4 poniendo en su lugar 24; el sonido de la 4 fuerte se representa por //, el de la ch por £s, colocando sobre la últi- ma letra el acento prosódico breve, la doble « Según la opinión del Sr. Fidel Vicente Lopez, una palabra keshua cualquiera se puede descomponer y encontrar en ella tres partes perfectamente separables. En la primera hay una forma fundamental que traduce de una manera abstracta la idea gene- ral que se trata de expresar: si la palabra, objeto de nuestro es- tudio es hamanz, la forma fundamental es am que no significa yo vengo ni venido, sino una idea abstracta y general de venir. Esta parte de la raíz, es invariable é inmutable, no puede ser cambiada ni asimilada, conserva siempre su forma y su sentido inalterable. Después de la raíz, distínguese una segunda parte compuesta de una Ó muchas sílabas que se adhieren á la palabra primitiva y determinan el tema; en Zamanz, la segunda parte es- tá reducida á una sílaba que no encierra sino la letra z: la raíz era ham, el tema es ham. La unión de esta sílaba tiene por efecto hacer pasar la raíz del estado abstracto al estado concre-» to, de designar las personas y las cosas á las cuales conviene la idea abstracta que la raíz encierra: /am expresa la idea general de venir, amu, la concreta de venido. La tercera parte consiste en una Óó muchas sílabas que se aglu- tinan después del tema y sirven para marcar relaciones de tiem- po, espacio, causa, etc. En el presente caso la sílaba 72 unida al radical, hama, indica la relación en la cual me encuentro con la idea de venido, y se traduce por yo vengo. La sílaba rz, intercalada entre el tema amu y la final 22, marca un matíz más, determina mejor la relación donde me en- cuentro con la idea de venido. lZamurzaz, significa vuelvo á ve- nir; y hamupayanz, yo vengo frecuentemente. Estos conceptos muy hermosos, no son del todo exactos, | pues si en unas palabras puede encontrarse la estructura que se — 396 — ha señalado, en otras no puede hacerse esa descomposición y no tienen las raices tampoco la fijeza que gratuitamente se les atri- buye. El estudio de las raíces keshuas es sumamente difícil, es- tá por hacerse. El Sr, Dr. Barranca ha publicado en 1885 va- rios artículos muy importantes, sobre lo que él llama raíces kes- huas de origen exótico, en la GaceTa CIENTÍFICA, contrarias en cierto modo á las anteriores aseveraciones. Para convencerse de lo deleznable de las aseveraciones del Sr. Lopez, tomemos su propio ejemplo, ZZamam?. La raíz, se- gun los estudios del Dr. Barranca, no es ham sino a, A-mu es venir; siendo hamu y Chama formas más recientes. Las raízes, simples monosílabos, carecen de significación pre- cisa Ó vaga, como puede verse por el análisis de algunas voces á cuya formación concurren. Si tomamos la raíz Za, esta no sig- nifica ni de una manera vaga pescado, porque aunque ka—ra-chi- ta sea nombre de un pescado de agua dulce, Zara, escama, Ra- yra, rana, kar:z, significa hombre. Con la raíz ko se forma Zo-cha laguna, Zo-77, fuente y también Zo-y%a lombriz de tierra, ko-y- chí arco iris; pasando lo propio con la raíz /z2 que dá origen á hu-a=chi rayo, saeta y Hu—y—kuña, vicuña. La raíz £z, dá tu arena y £2-mp-u calentar, y así todas las demás raíces. Tampoco son invariables, pues sufren alteraciones dependientes unas del refuerzo que se hace de ellas por la adjunción de la partícula a; como en 4-%a-77, 110, A-Ra-72-huay, langosta, Ó por trasformacio* nes del monosílabo que la constituye, como en C/a-l/u-a, pesca- do, en que se ha cambiado visiblemente la sílaba Za, en cha más eufónica. % El Dr. Barranca ofrece como ejemplo notable de proteísmo las variaciones de que es susceptible la raíz /22 que puede cam- biarse en kz, hu, ka, ku, ke y fez, opinión que ilustra con nume- rosos ejemplos que no reproduzco aquí por no fatigaros más. La keshua es una lengua primitiva: todo nos induce á darle este carácter. Por más esfuerzos que se han hecho hasta el día, no se ha po- dido encontrar, ni en el antiguo ni en el nuevo mundo, ningún idioma que se le parezca tanto que pueda ser considerado como su matríz ó fuente. El estudio de su naturaleza íntima revela por el contrario que es autóctono de los pueblos que vivieron en el imperio Tahuan- tinsuyu. Los sonidos y fenómenos de la naturaleza están por onomatopeya convertidos en el keshua en radicales de palabras; icrcungtancia que, unida á la simplicidad de los sonidos, senci- == 301 — llez y frecuente reduplicación tanto de sílabas como de palabras enteras y uniformidad del acento, revelan claramente que el idioma que nos ocupa es uno de los primeros que el hombre ha hablado en Sud América. La categorización de las partes de la oración y otros adelantos que se advierten en él, no imprueban en manera alguna su carácter primitivo, acusan solo un largo período de progresos incesantes, LENGUA AYMARÁ. La altiplanicie Perú—Boliviana, por otro nombre el Collao, estaba poblada por diferentes naciones: los Collas, Lupacas, Pa- casas, Carangas, Uros, Collahuayas y Quillacas. Los primeros historiadores no mencionan, ó mencionan poco, á los Aymarás, habiéndose generalizado sólo esta voz, desde la época del Marqués Toledo, contribuyendo á ello mucho los je- suitas y su enseñanza en Juli. El aymará del italiano Bertonio, no es sino la lengua de los Pacasas y Lupacas que vivían respectivamente al oriente y oc- cidente del lago Titicaca. Los Uros, que viven todavía y se conservan con este nom- bre en los totorales de las islas y riberas meridionales del lago, constituyen una de las razas más atrasadas. Calancha los llama ochusumas; Ramos dice que son poco menos que bestias fero- ces; Acosta que son tan brutales que no se les puede considerar como hombres. El Sr. Markham cree que hablan el puquina, rudo dialecto del lupaca con muchas síncopas. Este mismo ilustradísimo escritor, opina, fundándose en el testimonio de los primeros historiadores, que los aymarás cons- tituían una pequeña tribu, de la nación keshua, situada en la parte más remota del valle de Abancay, vecinos de los cotapam- pas, cotaneros, chumpibilcas y yanahuaras. En esta virtud, el término aymará no tiene para nosotros, lo mismo que el keshua, sino un valor convencional, se refieren ambos á razas y pueblos diferentes, bien que afines, exceptuán- dose á los Uros, que parecen ser los hombres más antiguos del Collao. El aymará se habla en los pueblos ribereños del lago Titica- ca desde una antigiiedad muy remota; también se ha hablado en varios otros pueblos del departamento de Ayacucho, y en la provincia de Aymaraes del departamento de Apurimac, 4 — 898 — Este idioma es hermano del keshua. Desde luego tiene la misma fonética con solo ser más guturales los sonidos. El sistema de numeración es idéntico en el fondo. Hay semejanza, por no decir igualdad, en losnombres de bas- tantes números, según aparece de la siguiente lista: Aymard. Keshua. Mayab LIGUE AL Eon Huc 2 Payara Ca NI IAS Iscay 3 Quina e albocope a ers 0204 ¿OUIMISa 4 Pusico 20 La ELA E TE Tahua 5 Piskadi A A ANS Pisca 6 Soktarl. a AI Sokta 7 Pacallco 4.04. QA ads TÍA Kanchis 8 OQuimsacallco.£ 2.00 IES RISA Pusak 9 Llalatimnca PILA LI AIR Iskon 105 ABunca A AO de IA Chunca 10011 Pataca LEAR COMES. ¡007 Pachac 1000: :Huaranka:. da a A OEA Huaranka Con efecto, son exactamente las mismas las palabras que co- rresponden á los números 3,5, 6 y 1000; y que, aun en tunca 10, y pataca 100, del aymará, dice el Dr. Villar, no hay más di- ferencia que la proveniente de la permutación de la c% keshua en la £, aymará. Los números compuestos de unidades y decenas se expresan igualmente por una partícula pospuesta á las unidades: tunca quimsani, tunca piscam, responden perfectamente al chunca quimsayoc y chunca piscayoc, keshua. En keshua conviértense los números cardinales en ordinales posponiéndoles la palabra ñequen (hacia); en aymará cabe ha- cer otro tanto añadiendo 2rz terminación del participio canqui- rinl. En ambos idiomas se traduce los numerales adverbiales “tan- tas veces” “de tantas maneras”, incorporando á los cardinales las palabras 7224ta, ham, que en los dos idiomas significan vez, mo- do: Ouimsa-mitta, tres veces; sokta—hamu, de seis maneras. El plural se forma por medio de la partícula aca, análoga á la partícula cua. Pero hay también diferencias notables. Una singularidad de este idioma es tener dos terminaciones el acusativo, una para el reposo y otra para el movimiento. El Sr. Pi y Margall en su monumental obra “Historia de la América Anticolombiana” que tanto me ha servido para la re- —— 899 — aacción de esta parte de la conferencia, hace notar que el maíz tiene nombres diferentes en uno y otro idioma, siendo sara en keshua y tonco en aymará; no obstante haber servido de alimen- to principal á las dos naciones, y tener tantísimas voces comu- nes en su vocabulario. Presenta cuatro conjugaciones de transición ú objetivas, tiene nombres verbales, nombres derivados de otros nombres y gran número de voces compuestas sirviéndose de partículas diferentes á las del keshua; por manera que siendo indudablemente uno el genio de estos dos idiomas su manifestación es diversa. Las relaciones íntimas que los liga, independientemente de las afinidades de raza y continuidad geográfica, denotan con claridad que dichas lenguas son hermanas; y sirviéndome de la hermosa metáfora del Dr. Villar, puedo agregar, que su parecido es como el de dos tallos brotados del mismo tronco y formados con idénticos elementos. Este mismo sabio, en su notable obra “ Lingilistica nacional,” hace notar que la / inicial rara en el keshua es frecuente en el aymará, sucediendo lo contrario con la >. El número considerable de términos geográficos de origen aymará, prueba evidentemente la gran difusión que tuvo la raza que lo hablaba. Chachapoyas, viene de chacha hombre; Chancay de charca (hilo); Tayacaja de Zaya (viento); Lampa significa litera. Cajamarca, Pampamarca, Kolhemana y todos los que llevan el afijo marca, son también de origen aymará. ESCRITURA. Jeroglíficos y Khtpus. Los antiguos peruanos usaban dos clases de escritura: una jeroglífica y otra por mudos, hechos con cordeletes de diferentes colores, llamados khipus. Los jeroglíficos diferían mucho de los mejicanos, y estaban tallados sobre metal Ó piedra. En varias partes del Perú, prin- cipalmante en sitios elevados de la cordillera, se encuentra vesti- gios de ese género de escritura. En Calango, población de la costa. quince leguas casi al sud- oeste de Lima, se encontró una losa con caracteres grabados, que los indios tenían en mucha veneración. Llamábanla Coy- llur suyana, que en keshua quiere decir piedra donde se paraba la estrella. : — 400 — El Licenciado Duarte Fernandez, considerando que aquella losa y sus figuras eran origen de idolatría las hizo picar y romper. Los caracteres grabados en la piedra eran ocho letras que te- nían toda la apariencia de griegas, bien que mal formadas. Los signos muestran la impresión de un pié, entre dos figuras que parecen llaves. Debajo de una línea recta se encontraban otras dos figuras una ancla y tres círculos concéntricos, análogos al signo que sirve en las cartas geográficas para representar las ciudades princi- pales. Considerando los caracteres como griegos, la inscripción re- presenta una fecha 4,330, tomando las letras por sus valores nu- méricos. (Memorias inéditas de D. José Eusebio de Llano Zapata). En el siglo pasado hallo un misionero, entre los panos, que habitan las orillas del Ucayali, en las Pampas del Sacramento, un manuscrito, en papel de plátano, con geroglíficos unidos y caracteres sueltos. (Tschudi y Rivero, antigiedades peruanas). La mas célebre de todas las inscripciones que se encuentran en monumentos americanos, es la que se halla sobre la roca de Dighton, en la margen derecha del rio Tautón. Mathieu dice que esos caracteres fueron trazados por los atlantes el año de 1902, antes de J. C. (Warden-Antigiedades de la América se- tentrional). El reverendo Egas Stiles los cree fenicios; y carta- gineses el conde Gibelin. El coronel Wallencey piensa que esta escritura es siberia en tanto que Gravier, y con él los anticuarios de Norte América, se pronuncian en el sentido de serrúnica y creen haber descifra- do en ella el nombre de Thorfinn. No menos célebre es la inscripción que existe sobre un disco de arenisca roja, encontrado en el túmulo de Grave Greeck, en el que hay grabadas 22 letras. Según el Dr. Wilson, el Sr, Schvolcraft que ha estudiado de- tenidamente esta reliquia, después de larga correspondencia con gran número de arqueólogos americanos y europeos, ha llegado á la conclusión siguiente: De esas 22 letras, 4 corresponden al antiguo griego, 4 al etrusco, 5 á los antiguos runas del norte, 6 al antiguo gaélico y al viejo erse, 10 al fenicio, 14 al anglo sa- jón y 16 al celtíbero, y que se puede encontrar equivalentes en el viejo hebreo. Inútil erudición, que prueba hasta que punto son engañosas ciertas analogías. En, la Sociedad tenemos un pergamino, en manuscrito, con Ml caracteres jeroglíficos, obsequiado por el Sr. Abel Mendez, re- sidente en la isla del Titicaca. Contiene la doctrina cristiana, según se asegura, y su fecha no parece ser muy remota, juzgando por el buen estado de su conservación. Este hallazgo no carece de interés científico: puede servir de punto de partida para la descifración de análogas escrituras; pues es sabido que el célebre ejiptólogo Champollión logró hacer la interpretación correcta de los jeroglíficos ejipcios, sirviéndose de una inscripción en piedra que contenía junto con el texto jeroglífico, su traducción en demótico y en griego. Los khipus son de lana torcida, formados de un cordón prin- cipal, más ó menos largo, del cual penden otros cordones más delgados de diversos colores, que presentan nudos más ó menos gruesos, situados á diferentes distancias del cordón principal. En estos nudillos es donde debe buscarse, principalmente, el con- tenido de los khipus. «Los señores Tschudi y Rivero opinan que estos nudos al prin- cipio, se aplicaron solo para contar y llevar la estadística de las poblaciones; pero que habiéndose perfeccionado con el trascurso de los siglos esta ciencia, lograron los peritos anudar relaciones históricas, leyes y decretos. Los registros de tallas, la matrícula de las poblaciones, según los tributarios: ancianos, inválidos, mujeres y niños; la lista de los ejércitos, según sus armas; soldados, oficiales y su destino; los inventarios de abastos de trigo, maiz, armas, zapatos y ves- tidos en los almacenes públicos; la inscripción de los muertos y recién nacidos, todo esto se consignaba con admirable exactitud por este medio. En toda ciudad algo importante había un oficial llamado /4z- pumacayoc, y á veces varios, para anudar y descifrar estos do- cumentos; pero por mucha que fuese su habilidad, necesitaban de un comentario verbal sin el cual no podían comprender los khipus, particularmente los que llegaban de provincias muy le- janas Cada oficial tenía sus señales particulares, que ponía en el cordón principal según el asunto á que el khipus se contraía; y estaban clasificados en el mejor orden y puestos en anaqueles para evitar toda confusión posible. - Las repetidas tentativas para descifrarlos han escollado. Este género de escritura no ha sido peculiar á los antiguos peruanos; se ha usado en otros muchos pueblos, sin alcanzar la perfección que acá. Los hubo en Chile, según testimonio de Molina» Fre- zier y Stevenson; los hubo en el Ecuador, conocidos por los puruhas mucho tiempo antes que los descendientes de Manco Kapac los hubiesen subyugado; los hubo en el Anahuac, antes de la introducción de las pinturas jeroglíficas; los hubo en el Ca- nadá. Los pieles rojas usaban de un medio semejante, llamado avampium, consistente en granos de diferentes colores sobre co- rreas de cuero. En algunos pueblos de Africa y de las islas de Oceanía, en la China principalmente, se ha usado de estos cordeles, hasta la época en que Fou-hi inventó los caracteres figurativos, 2,950 años antes de nuestra era. No falta escritores que aseguran que los khipus del Perú pro- ceden del Imperio Celeste; opinión desprovista de fundamento, pues como lo ha hecho notar tan sabiamente Remusat, los chi- nos de esa época estaban concentrados en las provincias de Chen-si y de Honam y cuando se establecieron en las costas del mar oriental, y comenzaron sus primeros ensayos de navega- ción, ya habian abandonado y hasta olvidado los cordeletes. La invención de los khipus, según Tylor, puede haber sido hecha por un esfuerzo intuitivo; ayudado, en mi concepto, por la forma de las manos, de que se ha valido siempre el hombre para contar: las manos son verdaderamente khipus, pequeños, El carpo y metacarpo, representan el cordón principal; los de- dos los cordeletes; y las articulaciones los nudillos, principales signos de este género de representación simbólica de las ideas. El orígen asiático de la población americana, sospechado por los khipus, se ha reforzado, digámoslo así, con nuevos descubri- mientos arqueológicos, de que voy á daros brevísima cuenta. Se ha encontrado en las orillas del caudaloso Amazonas, res- tos de una civilización que no tuvo igual ni en el Brasil, ni en toda la América meridional, si se exceptúa el Perú. Esta civilización ha venido probablemente del norte, siguien- do las costas del Atlántico; se detuvo en la desembocadura, en la isla de Marajo, siguiendo su ruta después de oriente á occi- dente, á lo largo de DAS orillas, según informes dados en el Congreso de Antropología por el Sr. Verissimo del Brasil. Entre los objetos encontrados en las excavaciones, figura PUNA + APA — 403 — uno de gran valor arqueológico, la 22270/zta, especie de amule- to que representa un reptil batraciano, tallado en jade. La importancia de este hallazgo se deriva principalmente, de no ser del Brasil ni de América, la sustancia de que está hecho el objeto, siendo preciso remontarse hasta las montañas del Thibet para encontrar sus yacimientos. En Estados Unidos también se ha encontrado diversos obje- tos tallados en jade, y el análisis químico ha probado ser com- pletamente idénticos al jade del Thibet. El jade que se encuentra en abundancia en los distritos de Khotan y de Jarkend es muy apreciado por los chinos, que ha- cen de él objetos de arte: tasas, copas, estátuas, anillos, mangos de cuchillo etc., que son unos blancos, otros amarillos, cuando no verdes ó negros. En la sala del palacio de Tcheng-hwang-diang, situado fuera de. los muros de la ciudad sagrada, entre otros objetos se vé un vaso enorme de nefrita blanca que se atribuye 4 la época de la dinastía mongólica. De jade y sus variedades: nefrita, fibrolita, actinolita, pecto- lita y sociurita, ha construido el hombre prehistórico sus instru- mentos de trabajo Ó de combate; pero como el mineral no se encuentra ni en Europa ni en América, es indispensable admi- tir que desde la Siberia, Ó de las islas del Océano Pacífico, donde también se le encuentra, haya sido importado, por el comercio. En Méjico y Centro América esos objetos son raros, habién- dose encontrado hachitas divididas en el sentido horizontal y en el trasversal. El Sr. James Ferry, de Nueva York, posee un grueso guijarro de jade que afirma haber sido encontrado entre el Oregón y Ca- lifornia. El profesor Dawson ha descubierto pequeños guijarros de jade nefrítico sobre la parte superior del rio Lewis, cerca de la frontera que separa Alaska de las posesiones británicas; y el Sr. Stoney, que ha hecho viajes especiales 4 Alaska, ha adquirido la certidumbre de que el jade de que hizo uso el hombre prehistó- rico de Norte América, era indígeno y no extranjero. El jade, mineralógicamente hablando, es una roca feldespáti- ca compuesta de alumina, cal, soda, magnesia, óxido de fierro; y no debe confundirse con el silex que es una roca agatoide, formada principalmente por silice. La nefrita y fibrolita son de estructura fibrosa, y se presentan — 404 — en largas y finas agujas, dispuestas en haces, Ó en ramos que siguen diferentes direcciones. A esta estructura debe verosimilmente la dureza que la hizo tan deseable y útil al hombre prehistórico. La jadeita es mas granulosa, como que se encuentra formada por amontonamientos de cristales grisaceos, y aunque sus formas sean muy indecisas é imperfectas, palariza en colores muy bri- llantes. Sus pesos específicos, son como sigue: jadeita 3.0—38; nefri- ta 2.9—3.0; fibrolita 3.2—3.3; sociurita 3.2—3,3; pectolita 2.7—2.9; actinolita 3.0—3.1. El análisis del jade ha dado los resultados siguientes: ' Silice 58 4 60 de JADEITA...=- Alumina de cb 20: le "| Soda 10 4 12 9, [ Silice 56 4 58 %, | Alumina143, NEFRITA ..3 Oxido de fierro 5 á 8 Y, | Cal 11 4 14 VE [ Magnesia 20 4 22 %, ErsroLrra. 4 Dllice 34 4 39, Alumina 63 á 65 %/ 10 Alumina 23 4 30 %, Cal 11 4 139, Magnesia 546%, Soda 2449, $ 1 ('Silice 48 4 50 Y, | SOcIURITA .< | | ANTIGUEDAD DEL HOMBRE AMERICANO. Numerosas pruebas tenemos de la antiguedad del hombre americano. Los kjokkenmoddínres, nombre con que los sabios dinamar- queses designan los residuos alimenticios acumulados en las in- mediaciones de las antiguas estancias humanas, atestiguan, con evidencia, la larga residencia del hombre en Terra Nova, Nueva Escocia, Masachussetts, Luisiana, Nicaragua. Se les encuentra también en las Guayanas, en el Brasil, don- 4 — 405 — de toman el nombre de sambaguzs; en Patagonia; sobre las pla- yas del Pacífico; sobre las del Atlántico; en las riberas del golfo de Méjico y hasta en la Tierra del Fuego. De estos kjokkenmoddings se han extraído hachas, cuchi- llos, útiles de toda especie, labrados en piedra, cuerno, hueso, fragmentos de cerámica grosera, madera carbonizada, osamentas de mamíferos, de aves; conchas de ostras, cardiun y otros mo- luscos. Los sambaquis del Brasil no parecen tan antiguos; las con- chas que principalmente los forma, son especies que viven toda- vía, ostras y petoncles. Algunos de estos sambaquis se encuentran á 30 leguas del mar y otros muy cerca de la playa. Son generalmente de grandes proporciones, tanto que un solo depósito ha suministrado cal durante dos años al pueblo de Nossa-Senhora-da-gloria, fuera de las enormes cantidades des- tinadas á la exportación, El señor Netto que los ha estudiado, cree que pertenecen al período neolítico. La edad de los kjokkenmoddings no puede calcularse. Solo con alguna aproximación ha podido señalarse la época en que fueron abandonados. Seiscientos años, propone el señor Wyman para el de Silver Spring, cómputo que ha hecho sirviéndose de los robles seculares, de 24 piés de circunferencia, que los cubre. En las islas de Chincha se ha sacado, debajo de los depósitos de huano, un pescado de plata y otros objetos hechos con meta- les preciosos, bastante antiguos. El estudio geológico del terre- no manifiesta que desde la existencia del hombre en ellos, se han sumergido en las aguas y vuelto á salir. Los depósitos de huano se consideran tan antiguos como los kjokkenmoddings. Otras consideraciones y motivos señalan al hombre america- no una antigiedad más remota. El Dr. Dowler calcula en 57,000 años la antigúedad de un cráneo extraído del delta del Mississipi, juzgando por la super- posición de las selvas. La edad del delta, calculada por el céle- bre geólogo Lyll, es de 100,000 años. El Dr. Abbott descubrió cerca de Trenton (Nueva Jersey) pruebas inequívocas del hombre paleolítico, consistentes en ha- chas, del tipo chelense. Este yacimiento ha sido visitado por muchos geólogos del antiguo y del nuevo mundo, en especial por Carwil Lewis, y cree que ese depósito, aunque antiguo, es postelacial. > 408: — Los útiles chelenses, en número de 400, deben ser contempo- ráneos, pues no se comprende cómo hayan podido introducirse entre sus materiales. Los geólogos americanos le asignan una edad de 10,000 años. Junto con los instrumentos se encontraron tres cráneos huma- nos. En ia América meridional, en el torrente de Frias, cerca de Mercedes, el señor Ameghino (Antigiedad del hombre en el Plata) ha hallado muchos restos fósiles, junto con huesos es- triados y quemados, con gran cantidad de carbón, puntas de fle- chas, cuchillos y otros instrumentos de pedernal, y muchos hue- sos de animales extinguidos que llevaban incisiones hechas, sin duda alguna, por el hombre; y al propio tiempo otros huesos la- brados formando puntas de lanza, cuchillos y pulimentadores, A más de esto encontró objetos debajo de un caparazón de Gliptodon, desdentado gigantesco, propio de la fauna cuaterna- ria de Sud América. Al rededor de aquella especie de tortuga había mucho carbón, huesos de animales quemados y hendidos con instrumentos de pedernal y tierra rojiza, del suelo primitivo, donde la excava- ción dió por resultado el hallazgo de un utensilio de silix, hue- sos largos de llama y de ciervo, también divididos y algu- nos con señales de labor humana. Dientes de TZouxodon y Mylodon y muchos otros restos que se refieren al /Zoplóforo Mastodonte, Hipidium, Panochtus, Eutatus, Lestodonte, Smz- lodor y Otros mamíferos extintos. Siendo lo más peregrino del caso que aquel y otro caparazón, que encontró más tarde, estaban vueltos del revés, cubriendo cavidades que sin duda alguna eran viviendas de los aborígenes; su refugio y asilo en las inmensas soledades de las pampas, don- de no les ofrecía la madre naturaleza ni arbol, ni risco para res- guardarse de la intemperie. Este descubrimiento, que prueba de una manera irrecusable la antigiiedad del hombre sud-americano, ha sido confirmado por el señor Carles; después de haber sido objeto de una acalorada é interesantísima controversia en el seno de la Sociedad Cientí- fica Argentina. Respecto de los instrumentos encontrados en América, dice el señor de Vilanova que son los mismos que existen en Euro- pa, habienco adoptado el artífice idénticos procedimientos para procurárselos; y lo mismo en América que en el antiguo Conti- nente, el tránsito de un período á otro fué siempre lento y pau- latiño. | — 407 — La antigúedad del hombre en América no tiene tampoco por qué sorprendernos, siendo como es nucstro continente tan anti- guo como el viejo mundo. En la América meridional, la gran cordillera de los Andes, y sus múltiples ramificaciones, aparecen formadas por masas de pórfidos y sienitas; micacitas, calizas cristalizadas, filadios y pi- zarras de edad remota; después capas secundarias y terciarias. En las fronteras de los Estados Unidos y del Canadá es don- de se ha hallado, por Logan, los restos del animal más antiguo, del XHozoon Canadensis, y como la naturaleza de este fósil es todavía objeto de discusiones y dudas, os diré qne también en los Estados Unidos se ha encontrado los fósiles vejetales de edad más remota, que el señor Hall, que los ha estudiado con- cienzudamente, los considera, así como otros muchos geólogos, los precursores de la fauna primordial. Voy á concluir. Después que la Geología y Paleontología han hecho estas asombrosas revelaciones, carecen de valor las hipótesis de pri- meros pobladores venidos á la América, unos por el estrecho de Behering, aprovechando de las aguas congeladas, otros por el levante, cartagineses Ó fenicios, cruzando los mares Ó á pie en- juto, por las tierras de la Atlántida de Platón; ó bien por el po- niente, polinesios, chinos ó japoneses, arrojados por la tempes- tad á nuestras costas, Ó viandantes por entre las selvas y llanos de la Zenurza, continente creado exprofesamente por el natura- lista Haeckel para hacer de él la cuna del género humano, y el centro de su difusión por el mundo. Si la América recibió inmigrantes, ella debió haberlos sumi- nistrado también al viejo mundo. Por las mismas vías de comunicación, han debido cruzarse opuestas corrientes humanas, aportando cada una su contingen- te de luces y de progreso, Los estudios de Lassen, de Dejardens, Humboldt, de For- chammer, de Max Muller, de Short, de Nadaillac y tantos otros sabios americanistas, han proyectado sin duda una luz vivísima, probando, hasta la evidencia, las relaciones artísticas, sociales, lingúísticas y religiosas que existen entre los pueblos de Asia y los de América. Todos estos trabajos los estimo y los respeto; y y sin embargo, me atrevo á decir con Simoni: “que el hombre americano es producto del suelo americano”. Lima, Diciembre 28 de 1893, Icwacio La PUENTE. — 408 — El Café Acontece con este valioso producto, lo que con muy pocos otros frutos de la tierra. No obstante de que de año en año se cultiva en mayor escala, como el consumo aumenta simultánea- mente y en mayor proporción, la demanda continúa superando á la oferta, y por consiguiente, alcanza cada día mayores precios en los grandes centros de Europa y Estados Unidos del Norte. Los últimos años en que retrocedieron algo los precios del. café, fueron los de 1882 y 1886, pero desde entonces éstos han subido constantemente. Los precios medios que, según la calidad, ha alcanzado el café en el trascurso del año próximo pasado de 1893, en los mercados principales de este grano; han sido por cada 50 kilo- eramos, los siguientes: Londres, Inferior... 85 ch. Superior... 120 ch.- Havre, E A 5 O Hamburgo, aa 0 Ra: e 105 Km: Nueva York, e Olas: e .-. 25 dollars. Por lo general las clases inferiores provienen del Brasil y las superiores de Centro América. Solo en los precios corrientes del mercado de Lóndres, hemos visto cotización especial para el café del Perú, anotándose ven- tas hasta por el precio de 104 ch. los 50 kilógramos (m/m S. 50 el quintal). Por avisos particulares sabemos que pequeñas par- tidas del café escogido de Chanchamayo, se han vendido en Nueva York á precios altos. En vista de estos datos puede calcularse, con arreglo á los precios actuales, cuya tendencia es más bien de alza, por causa de los disturbios en el Brasil, que el café corriente del Perú se vendería en Europa á S. 40 plata = 85 chelines los 50 kilogra- mos y las clases superiores convenientemente preparadas, hasta por S. 50 plata = 105 chelines. Los gastos generales que demanda la traslación del café desde el Callao hasta uno de los puertos principales de Europa, pue- den estimarse en 125 centavos (2 14 chelines) los 50 kilogramos. El beneficio del alza del precio durante los últimos años, ha redundado principalmente en provecho de las repúblicas hispa- no americanas productoras de café, y son las que han hecho frente 4 la creciente demanda, ensanchando notablemente la ex- — 409 — tensión de sus cafetales; al paso que disminuían los rendimien- tos de las renombradas plantaciones de Arabia, sucediendo lo propio en Ceylán y Java, donde ha aumentado en los últimos años los inconvenientes para el cultivo de este arbusto. Pocos son, pues, los productos que presentan un porvenir más halagiieño para la agricultura nacional, y pocas las regiones del mundo que reunen condiciones más favorables para el cul- tivo de este arbusto, que las faldas orientales de los Andes. Los informes de las personas competentes que han visitado esos va- lles y quebradas, colocados de 500 á 1,500 metros sobre el nivel del mar, que es cabalmente la altura más favorable para el café y con una temperatura de 25”, precisamente el grado de calor que más favorece su crecimiento, no pueden ser más satis- factorios. Cuanto se ha dicho sobre la bondad del clima, feracidad del terreno y excelencia del fruto, ha sido ratificado por los hombres de ciencia y por agrónomos tan experimentados, como los seño- res Ross y Clark, que por encargo especial de la “Peruvian Corporation,” exploraron hace poco la zona que bañan los ríos de Chanchamayo, Tulumayo, Perené y Pangoa. Estiman los nombrados botánicos, que la producción media de una hectárea en esas quebradas, es de 2,000 kilogramos de café de buena calidad, y como es natural, agregan, que ganaría muchísimo el grano en calidad y aroma, si se cultivara con más esmero y se preparara el fruto de un modo más conveniente para la venta Ó exportación; pudiendo nosotros asegurar que el aumento en el precio que de este modo se alcanzaría, con usura idemnizaría el mayor gasto en el cultivo. Hasta la fecha, todo el café proveniente de esa zona es de una sola clase, y no solo no se ha efectuado por el productor se- lección alguna del grano á fin de obtener una clase superior, como invariablemente se hace en todos los demas países produc- tores, sino que se prepara para la exportación de la manera más primitiva. Las maquinarias, tan perfeccionadas en el día para separar la pulpa, ventilar y limpiar el grano, cuyo empleo con- tribuye de una manera tan eficaz á obtener mejor precio en la venta, son del todo desconocidas entre nosotros. La única operación que se hace para mejorar un poco el pre- cio, y esto en Lima ó Tarma por los compradores en pequeño, es la de una tosca clasificación del café en dos clases, separando 4 mano los granos de mejor aspecto. Con arreglo á los datos que hemos podido recopilar, que con- — 410 — firman lo aseverado por los señores Ross y Clark, el producto anual de cada planta convenientemente cultivada á partir del tercer año y cuando ésta ha adquirido su mayor desarrollo, es aproximadamente de un kilógramo, admitiendo cada hectárea, sin el mayor rendimiento, de 2, 000 4 2,500 arbustos El precio corriente en esta plaza por el café llamado de Chan chamayo, es de 60 centavos el kilógramo ($ 30 cada 50 koms. m/m 1 quintal). Los gastos de traslación desde Chanchamayo á Lima, incluyendo el impuesto municipal de 20 centavos por quin tal, que cobra el municipio de Tarma por cada 50 kilogramos, puede calcularse en $ 3.50. (Flete de mula del lugar de produc- ción á la Oroya $ 1.50; flete de ferrocarril hasta “el Callao con el recargo del 30 %/, $ 1 70). De manera que estimando el producto de cada hectárea bien cultivada á partir del tercer año, en 2,000 kilogramos de café, y por consiguiente el rendimiento bruto en el mercado de Lima, en $ 1,200, deducidos los gastos de trasporte y cualquier otro imprevisto, 4 razón de $ 4 por cada 50 kilogramos quedaría dis- ponible para el productor la cantidad de $ 1,000, de la cual ha- bría que deducir el costo del cultivo y de la recolección, que puede avaluarse en el máximum de 10 centavos por arbusto, es- to es, en otros $ 200, quedando así una utilidad líquida de $ 800 para el agricultor. En el Brasil, se acostumbra sembrar el café en tierras vírge- nes, cubiertas de bosques. Después de un desmonte ligero se queman los árboles y ramas, se surca groseramente el terreno y se procede al sembrío, trasplantando generalmente plantas sanas de 10 ó 12 meses de edad, cultivadas en almácigos especiales, pues rara vez se pone la semilla en el mismo sitio donde ha de crecer definitivamente la planta. Algunos hacendados optan por cultivar la semilla en macetas, á fin de que al hacer el trasplan- to seefectúe éste en las mejores condiciones, conservando la plan- ta todas sus raíces, evitándose de este modo las fallas y logran- do á la vez que todos los arbustos conserven más ó menos la misma altura, circunstancia que después favorece el cultivo y el recojo. Es indudable que este procedimiento es más costoso, pero á más de las ventajas indicadas, como el cultivo de la plan- ta tierna es más facil en una maceta, se logra empleándolo, an- ticipar en un año el desarrollo de la planta y por consiguiente el de la producción. De preferencia se elijen los terrenos donde predomina la terra roxa, que según la opinión de los geólogos se formada por la descomposición de rocas volcánicas, por razón — 411 — de su permeabilidad y la presencia de ácido fosfórico y de Óxido de hierro, que, como se sabe, son importantes agentes de fertili- zación. Asímismo es preferido el clima templado al cálido, siempre que no se halle expuesto á las heladas. Acostúmbrase sembrar las plantas á una distancia de 24 3 metros, variando por consiguiente el número de plantas por hectárea, entre 1,000 y 2,500. A la edad de 8 años llega ésta á su plena producción y adquiere 2 4 3 metros de altura, rindiendo fruto durante 20 Ó 30 años, si se tiene el cuidado de podarla y separar las ramas muertas. Como es natural, el producto está en relación con la calidad del terreno y la clase de cultivo, pero puede decirse que el rendimiento de una hectárea no excede de 1,500 kilogramos (32 quintales). Debido al gran desarrollo que ha adquirido el cultivo del café en el Brasil, los terrenos aparentes radicados en la región que constituyen los Estados de Río Janeiro, Espíritu Santo, Minas Geraes y San Paulo, son muy solicitados y solo se ¡pueden ad- quirir pagando gruesas sumas á los propietarios, y como éstos no incurren en gasto alguno conservando sus tierras aunque im- productivas, pues en el Brasil no están gravadas con impuestos, no se desprenden de ellas, hasta obtener los mayores precios po- sibles; de manera que en esa República sólo pueden dedicarse al cultivo del café las personas que disponen de fuertes capitales. Además, siendo el café del Brasil el que á precio más bajo se vende, se hace necesario cultivarlo en grande escala, á fin de compensar con la cantidad el menor precio de venta. En Costa Rica, donde el café que se produce es de calidad su- perior, el rendimiento por hectárea llega hasta 3,000 kilogramos y se avalúa el costo de producción en 10 centavos el kilógramo; estímase más Ó menos en igual cantidad ese gasto en las demás repúblicas Centroamericanas. Según los datos que contiene la publicación oficial del Go- bierno de Méjico, hecha en 1875 sobre este mismo asunto, re- sulta que el costo del cultivo de cada árbol, durante los cuatro primeros años, es de 11 centavos, y el de la recolección de cada kilógramo de 5 centavos, á razón de 2,500 árboles por hectárea. El rendimiento de cada arbol se aprecia igualmente en un kiló- gramo, que vendido en el mismo lugar de la cosecha al precio mínimum de 20 centavos oro, deja una utilidad anual al agricul- tor de 15 centavos oro por planta, á partir del cuarto año, au- mentando el producto hasta el sétimo ú octavo año, cuando ad- quiere la plenitud de su desarrollo, siendo la duración de un ca e pe fetal, por lo menos, de 40 4 50 años; de modo que en Méjico se considera que un cafetal de 10,000 árboles, 4 partir del cuarto año, produce una renta de 1,200 pesos oro. En Venezuela, por las cifras que hemos podido examinar, re- sulta que un cafetal de 10,000 árboles representa un valor de 2,000 pesos oro; el costo de producción se calcula de 10 4 11 centavos el kilógramo, dejando una utilidad de 29 430 centa- vos, pues el precio de venta llega hasta 40% centavos el kiló- gramo. Respecto á Colombia puede decirse lo mismo. Por ejemplo, en el valle de Cauca, regado por el río del mismo nombre, cu- yos terrenos son aparentes para el cultivo del café, por ser la tierra suelta, permeable y la capa vegetal del espesor hasta de un metro y la temperatura de 24? centígrados á orillas del río y de 18? en las faldas de la cordillera, se calcula que la formación de un cafetal de 50,000 árboles, demandaría un gasto de 10,000 pe- sos (23 centavos por arbusto). El rendimiento de un cafetal de esas dimensiones puede llegar á ser hasta de 75,000 kilogramos, á razón de 11% kilogramos por planta; pero estimando el produc- to de cada arbusto en solo un kilógramo, una cosecha de 50,000 kilogramos, cerca de mil quintales, representaría una entrada de 30,000 pesos. Teniendo en cuenta que los gastos del cultivo se reducen, máximum, al jornal de un peón diario por cada mil ár- boles, puede estimarse fácilmente cuál es la utilidad que repor- ta el agricultor, y que por cierto excede ésta al 50 "/, del pro- ducto bruto. Así es como se han formado recientemente las grandes fortunas en esa República y que la misma Colombia se esté salvando, construyendo ferrocarriles y caminos, con los fon- dos que se han acumulado en el propio país, per la acción de un cultivo tan lucrativo. Difícil nos es avaluar con exactitud el desembolso que de- mandaría la formación de un cafetal en nuestra montaña, pero juzgando por analogía y con sujeción á las cifras ya indicadas y á las que contiene la estadística de los demás países que se de- dican al cultivo de este arbusto, donde el jornal guarda relación con el que se paga en el Perú, consideramos que el costo de una plantación de la extensión de 4 4 5 hectáreas (m/m, 1% fa- negada) con 10,000 árboles, demandaría hasta llegar á la época de producción (tres años) unos 3,000 soles, rindiendo aproxima- damente después de los tres primeros años, un producto bruto de $ 5,000 al año, que representarían $ 3,000 líquidos, y pode- mos decir indefinidamente, pues aún no se conoce el término : ] — 413 — de un cafetal, en los terrenos vírgenes y feraces de la montaña. En vista de estos datos, fácilmente se comprenderá que el ca- fé está llamado á ser uno de nuestros principales productos de retorno, y su cultivo fuente inagotable de prosperidad para el comercio y la agricultura nacional, y por consiguiente base só- lida para el futuro engrandecimiento del Perú. El monto del café que se produce en el mundo, se estima en 650 millones de kilogramos, de los cuales la América, en la zo- na comprendida entre Méjico y el Paraguay, produce el 80 %, aproximadamente, 500 millones de kilogramos, á los cuales con- tribuye el Brasil sólo, por lo menos, con 370 millones, más del 50 %/, de la producción total del mundo; el 20 %/, restante que representan 150 millones de kilogramos, se produce en Java, Sumatra, Manila, Ceylán, Arabia, la India y en algunos otros lugares de Asia y Africa. Sentimos que no nos sea posible precisar con exactitud cuál es la producción actual del Perú, pues siendo todo el café que se toma en el país de procedencia nacional, ignorándose la im- portancia de este consurho, aunque conocemos con bastante exactitud el monto de la exportación, no podemos llegar á fijar el total de la producción. Admitiendo que en el Perú se consu- me solo la mitad de lo que Chile importa al año, que pasa de un millón de kilogramos, cifra que representa su consumo total en el día, puede afirmarse con alguna seguridad, que el país produjo el año pasado por lo menos 800,000 kilogramos. El Brasil'solo, como ya se ha dicho, exporta 370 millones de kilogramos y aunque es el café que se vende á menor precio, este solo artículo representa para su comercio un retorno por valor de 80 á 90 millones de pesos oro. En seguida viene Ve- nezuela, con una exportación de 42 muilones de kilogramos de un valor de 14 millones pesos oro, y Colombia con una expor- tación que representa 5 millones de la misma moneda. Las pequeñas repúblicas de Centro América exportan anual- mente por valor de cerca de 30 millones de pesos oro, en el or- den siguiente: Nicaragua 3 millones y medio, San Salvador 5 millones, Costa Rica 8 millones y Guatemala de 10 4 12 millo- nes. Méjico que solo desde hace pocos años se ha dedicado al cul- tivo en escala mayor del café, produce ya cerca de quince mi- llones de kilogramos, que le rinden cuatro millones de fuertes. No existe, pues, razón alguna para que el Perú no llegue 4 á fi- gurar entre los principales países productores de este pretioso 5 — 414 — erano. Todo lo contrario, el Perú reune cada una de las condi- ciones requeridas para producir café en gran escala y de supe- rior calidad. Expedito el ferrocarril hasta la Oroya, susceptible de mejo- rarse fácilmente el camino de herradura 4 Tarma y próximo á ter- minarse el camino carretero que de esa población parte 4 Chan- chamayo, y por último, en construcción otro del pueblo de la Merced á las márgenes del Perené; queda abierta una gran ex- tensión de terrenos, que se adaptan perfectamente para el culti- vo del café y lo producen de una clase que puede competir con la superior de los demás países. El Gobierno y las autoridades locales, haciendo publicaciones, recomendando y explicando el cultivo del café, facilitando la introducción de los elementos necesarios para su sembrío, y ofreciendo, además, pagar una prima, dígase de 5 centavos por cada arbusto, como lo han hecho en Centro América y conti- núa efectuándolo Nicaragua, en una palabra fomentando la for- mación de cafetales; á la vuelta de unos pocos años, exportaría el Perú, de la sola región de Chanchamayo, por valor de varios millones, pudiendo satisfacer desde luego é íntegramente con Mie excepcionales, las necesidades crecientes de la inmedia- ta república de Chile; comercio que por lo menos absorbería un millón de kilogramos de la producción del Perú y representaría un tráfico lucrativo por valor de $ 500,000. La producción de esos valles en 1892 fué de más de 500,000 kilogramos, y se calcula que en 1893 se han cosechado 600,000 kilogramos; en atención á los plantíos hechos en los últimos años no es aventurado el asegurar que, si no en el presente año por lo menos en el entrante, llegará 4 á exportarse de esas regio- nes un millón de kilogramos (20, 000 quintales.) A fin de que pueda apreciarse la cantidad de café que solo en esas quebradas y valles puede producirse, nos basta reprodu- cir lo que dice el agrónomo señor Ross, que ya hemos nombra- do; sostiene este botánico que solo en los terrenos adjudicados d la Peruvian Corporation (20 kilómetros á ambas orillas del Pe- rené, 400 kilómetros cuadrados más Ó ménos) que representan una porción instentficante de los ¿inmensos territorios fértiles que tiene el Perú, puede cultivarse y cosecharse más café que el que se produce actualmente en el Asia, Para justificar esta aseveración, menciona el hecho de que cuando Ceylán era uno de los países que mayor cantidad de café producía, solo tenía bajo cultivo unas 50,000 hectáreas, — 415 — En vista de solo este dato, puede apreciarse qué cantidad tan inmensa de café es posible cultivar en el Perú, y qué cantidad tan considerable podría exportarse, extendié ndose el cultivo á las demás regiones que porlo menos son igualmente favorables, si no superiores para la propagación del café, como lo son, las que- bradas al Este de Cajamarca, los valles de Huánuco, el Pozuzo y Pangoa, las márgenes del Mairo, la Zona formada por los cua- tro valles denominados Huancabamba, Chorobamba, Oxapam pa y Chontabamba, con un clima templado, una extensión de 50 kilogramos cuadrados y á una altura de mil y pico de metros sobre el nivel del mar, la montaña de Huanta y de La Mar cuyo café se distingue por su aroma. En el Sur, las quebradas del Paucartambo, Sandia y Carabaya, que produce el café más rico en cafeina que se conoce, y tantas otras que no recordamos, Ó que ni nombre tienen. Y todo esto sin considerar para nada la producción de la costa, que en varios parajes, cuya altura que- da 4 500 metros sobre el nivel del mar, se presta para el cultivo del café, como sucede en el valle de Pacasmayo. Considerando todo lo expuesto anteriormente, no es posible poner en duda que el Perú puede llegar á ser uno de los princi- pales productores de café. La naturaleza lo ha dotado con to- das las condiciones requeridas, y para alcanzar tan brillante por- venir, solo se requiere que sus hijos demuestren un poco de vo- luntad y energía. A un paso de la capital de la República (3 días de viaje) se encuentra la región de Chanchamayo, donde no se conoce el paludismo, y que brinda, como ya hemos demostrado, todas las facilidades que pueden desearse. El costo de la traslación del producto, del lugar de producción al puerto de embarque, sólo absorbe, como ya lo hemos manifestado. cuando mucho el 15 */, del precio de venta, yv aunque es cierto que en otros países puede efectuarse este acarreo por menor cantidad, debe tenere presente que en casi todos ellos el café está gravado con un de- recho de exportación bastante fuerte, resultando así, por lo ge- neral, más favorable la condición de los que se dedicaran á su cultivo en el Perú, que la de los demás productores del mundo. Un cafetal en Chanchamayo de 50 hectáreas con 100,000 plantas debidamente cuidadas, al cabo de unos 4 años, cuando los arboles han adquirido su desarrollo natural, puede rendir una cosecha anual de 2,000 quintales de café, que vendidos en el mismo valle 4 25 soles, producirían $ 50,000. La forntación — 416 — de un cafetal semejante, dotándolo de maquinaria, no demanda- ría más de 25 4 30 mil soles, El gasto del cultivo anual, considerando que para el servicio de semejante hacienda bastarían 30 6 40 peones, esto es, unos $ 20 diarios y en la época de la cosecha el auxilio de igual nume- ro de mujeres y niños, incluyendo el costo de la administración, no excedería de $ 20, 000. Aún aquellas personas que poseyendo terrenos aparentes para sembrar café, pero que carecen del capital necesario para for- mar una hacienda y esperar que trascurran los cuatro primeros años hasta que la planta llegue á dar fruto, pueden llegar á ser dueños de un cafetal mediante un desembolso insienificante, adoptando el procedimiento que algunos han seguido en Colon» bia y Centro América, que consiste en que el propietario ceda gratuitamente las tierras después de haberlas rozado ligeramente, (un hombre puede rozar una hectárea al mes) á peones para que siembren maiz, tabaco ó cualquiera otra cosa durante los tres pri- meros años, con la obligación de devolver al propietario las tie- rras sembradas de café. Algo parecido se practica actualmente en Chanchamayo pero en pequeña escala y generalmente bajo la condición de que el dueño pague al peón. que llaman mezora- dor, de 10 4 20 centavos por cada planta de café de 3 años, que llega á entregar. Cualquiera persona, mediante su trabajo personal y el reduci- do capital de $ 3,000, puede labrarse un porvenir formando un cafetal con 10,000 plantas en una área de 4 hectáreas (1 Y fa- negada) que le rendiría unos 200 quintales anuales de café, que representarían una entrada bruta de $ 5,000. Una familia compuesta del marido y la mujer con la ayuda de 26 3 hijos mayores de 12 años, pueden trabajar perfectamen- te un lote de 3 hectáreas (1 fanegada) y poseer al cabo de unos pocos años 6,000 plantas de café que proporcionarían una utili- dad líquida anual, superior á $ 2,000, pudiendo mantenerse in- tertanto con el producto de pequeños sembríos, como de maiz, frejoles, etc., cultivados en el mismo terreno dedicado al plantío del café, resultando en muchos casos que el producto del maiz ó del frejol cubre los gastos de la plantación. La adquisición de una fanegada de terreno en los valles de Chanchamayo ó Vi- toc, representa un desembolso insignificante y puede obtenerse á título gratuito en distintas quebradas de la montaña, conve- nientemente situadas para poder exportar, sin gran gasto, el pro- ducto, == 417. — Concluiremos nuestro modesto trabajo, encaminado única- mente á llamar la atención de las personas más competentes, respecto á los inmensos beneficios que el Perú reportaría pro- pagándose el cultivo de planta tan rica; presentando las cifras que demuestran el valor del café exportado del Perú durante los últimos tres años, y que son las siguientes: Kilogramos. US A 140,000 A a dano aldo irá aj 191,311 o as A de ES le SA EA AA 292,615 Resulta, pues, un aumento de más de 100,000 kilogramos á favor del año de 1892. A fin de que se pueda conocer la causa y Origen de este aumento, presentamos el cuadro que sigue: 1891, 1892, Kilogramos. AA ct e E 10,870 8,340 A EN AS NE o 2093 Di nds US O A 11,457 10,360 a dd Ae ero! PE TIO: 24,233 O E TEAPZ ATI6IT ECO: Ue e PE E O ISO LO a A or OS EA TA 23 — rara A q O A Sao y 00.3) L Euno, (para Bolivia)... 0... 4,600 1,985 191,317 292,615 Realizándose la exportación durante el último año de 1892 como sigue: Kilogramos. AA O) 89,071 CA, E A 104,580 LACA SE ATA A dd A 18,150 e O AO 61,399 A AA 8,758 BEtadoS UmNdos rasa its Dl alas 1995 A A 1,985 EOS O 1,817 292,615 Como el café se avalúa en nuestras aduanas en 45 centavos — 418 — el kilógramo, figura el valor de la exportación de 1892 en $ LL 676 Ojalá llegue pronto el día en que podamos agregar algunos ceros á esta cifra. Muy distinta será entonces la situación de nuestro país. PO Las corrientes del Atlantico. . boe e... .....)(.:0001000....)( «100%. loe lme ss epa 210 (0 19 1 o AN an Las corrientes del Atlántico tienen direcciones generales co- nocidas, que en la mayoría de los casos son consecuencia del impulso de los vientos que reinan en la superficie del Océano. Las investigaciones que desde hace mucho tiempo se han hecho sobre el trayecto que recorren los cuerpos flotantes, el contínuo examen de los despojos que en el mar se encuentran, así como de los cascos de navíos náufragos que los navegantes han halla- do, no dejan la menor duda de que los restos flotantes obede- cen á leyes particulares. Las aguas de la superficie del Atlántico tienen un movimien- to de rotación contínua al rededor de un centro espacioso que corresponde al mar de Sargazo, en el SO. de las Azores; á los bordes de ese gran movimiento giratorio existen contra—corrien- tes Ó corrientes derivadas, de las que las principales son: la con- tra-corriente ecuatorial, la corriente fría de la costa de América y la corriente derivada de Islandia y Noruega. Las trayectorias de los despojos flotantes nos prueban clara- mente que todas esas corrientes, aun la más importante de ellas, el Gulf-Stream, sufren fluctuaciones que se reproducen con las estaciones, y también variantes, á menudo considera- bles é imprevistas, que no todos los años se presentan, pudien- do bajo este punto de . vista servir de característicos para cada período anual. j En 1892 se han encontrado en varias ocasiones, los despojos navales siguientes, cuyas trayectorias figuran en diversos mapas de ese año: 1." El Wyer G. Sargent, abandonado en Mayo de 1891, en- tre las Bermudas y el cabo Hatteras, flotaba aún á fines de D1- ciemkre de 1892, al SO. de las Azores. Durante esos dos — 419 — años, como lo comprueba las muchas veces que en esos parajes se le ha encontrado, ha descrito dos curvas semejantes en la re- gión misma á la que lo había llevado el último esfuerzo estival del Gulf-Stream. Sus movimientos son, evidentemente, el re- sultado del impulso de los vientos de la superficie; porque, en las dos curvas, las trayectorias hacia el Sur y el Oeste se han verificado de Julio 4 Noviembre, en la época intensiva de los alisios, y las trayectorias hacia el Norte y el Este, durante los meses de invierno y de primavera en que predominan en esas regiones los vientos del Sur y del Oeste. 2." La Fannie Wolston, arrojada por el Gulf-Stream al mis mo paraje ea el mes de Junio, sufrió idénticas influencias y des- cribió una curva análoga á la precedente. 3.2 Los cascos de las tres naves: Daphnc, Vestalinden y Com- tesse Differin, muestran una desviación muy notable de la cir- culación oceánica vecina á las costas de Europa. De Enero á Abril de 1892, las aguas no han sido impulsadas hacia Escocia y Noruega, sino que han tomado la dirección SE. Si se inves- tiga la situación atmosférica del Atlántico en aquella época, se ve que, en esos meses, han reinado anti-ciclones en el Atlántico Norte, y que las pocas depresiones señaladas, han ido todas del NO. al SE, , lo que coincide con la trayectoria de los despojos y prueba que su desviación es la consecuencia directa del im- pulso del viento. 4.” Los cinco cascos de los buques: Capella, Kong Oscar LI, Calliope, Cubana y Supréme, demuestran el movimiento de las aguas en forma de abanico, restablecido en octubre, noviembre y diciembre; sin embargo, en enero de 1893, el Xoro Oscar 11 experimentó un desvío al Oeste de más de 400 millas, lo cual es extraordinario, y concuerda perfectamente con el período de los vientos del Este y los fríos que caracterizaron la primera mi- tad de ese mes. Dos fechas exactas muestran el valor de esta anomalía: del 4 al 17 de Enero, los restos del Aove Oscar 17, fueron trasportados 460 millas hácia el O, ó sean 35 millas cada 24 lioras, lo que es una desviación enorme, más considerable que la que experimenta un velero á la capa, con sus velas, casco y arboladura al viento. En las costas de América pasó un caso muy extraordinario: el navío /. Zaylor fué cortado en dos en un abordaje, á poca distancia de la isla de Nantucket. Ambas partes permanecieron á flote por más de un mes y fueron llevadas en direcciones > — 420 — diametralmente opuestas: la parte delantera del navío hacia De- laware, y la posterior hacia la bahía de Fundy. En resumen, el año 1892 ha presentado en las corrientes, cerca de las costas de Europa, una notable anomalía: de enero á abril, las 2guas frías descendieron á nuestras costas en vez de ser llevadas al Norte. Los pescadores de Concarneau pescaron en esa época muchas sardinas desviadas de aquellas que son tan grandes que no pue- den colocarse sino en barril; generalmente se van éstas al Norte y son pescadas por los ingleses; desviadas este año al Sur, han aumentado la pesca de los marinos bretones. A. HAUTREUX. (Del Bulletin de la Societé de Geographic Commerciale de Bor- deux.) A A Arboles textiles. Hasta ahora la agricultura sólo ha sometido al cultivo, con el objeto de servirse de las fibras textiles tan indispensables á la Economía é Industria, plantas herbáceas Ó cuando más leño- sas; pero aún no ha reducido 4 su dominio con el fin indicado, plantas arbóreas, sin embargo de que existen muchas de éstas que producen magníficas fibras que son aprovechadas especial- mente en las regiones tropicales, llegando 4 ser algunas de ellas materia de comercio; siendo de notar que la mayor parte de las plantas arbóreas de esta clase pertenecen á la familia de las Mal- váceas, Bombáceas y Tiliáceas, que es lo mismo que acontece con las plantas herbáceas que tienen idénticas cualidades. Los primeros árboles de esta especie que debemos señalar, son aquellos cuyas cortezas preparadas sirven á los salvajes de nues- tras montañas y á los demás que habitan los bosques de Sud- América para confeccionar sus vestidos, cobijas y tapices. Para el indicado objeto someten tales cortezas á una prepara- ción muy sencilla, que consiste en quitarle el tejido celular, de- jando libres las fibras por medio de la percusión y el lavado, consiguiendo de este modo una materia laminar flexible se.ne- jante á un tejido, de un color más ó ménos amarillento, pintado € e Ol, con dibujos caprichosos, lo que le dá aun mayor semejanza con una tela burda. Modelos de esta preparación se vén con fre- cuencia en los museos públicos y colecciones particulares. Reina no poca oscuridad sobre el origen de estas telas natu- rales y sobre los árboles que las producen, pues los viajeros bo- tánicos que las han recogido de manos de los salvajes, se han cuidado poco Ó nada de hacer indicaciones á este respecto, y de otro lado, al examinar los nombres vulgares que nos ha sido da- do conocer, resulta que algunos de ellos son en extremo pareci- dos sin pertenecer á la misma especie, y en otros casos aún cuando dichos nombres se diferencian mucho, según el lugar, atendiendo al producto y al uso que de él se hace, es presumi- ble que no pertenezcan más que á una especie. También anotaremos que en muchos de dichos nombres, cual- quiera que sea el lugar de su origen, entra en su composición la palabra Zahua que en quechua quiere decir afuera ó encima, referente sin duda á su corteza. El pequeño fruto de nuestras investigaciones es el siguiente: a DS Me Arboles cuya corteza preparada se emplea como una tela. DamajuaTo.—Nombre que se dá en nuestras montañas de Jaen á uno de los árboles de que hablamos y que con toda pro- babilidad es el mismo que en otros lugares de nuestras monta- ñas recibe los nombres siguientes: Llanchama, Achambiro, Tahuari, cuyas cortezas se usan de idéntica manera. TamajaGua—DamsjaGUA.—Arbol corpulento, abundante en el Ecuador, de cuya corteza preparada hacen mucho uso los in- dios Cayapas de aquel país, para preparar sus vestidos, camas, esteras, etc. y cuya preparación tiene el aspecto de un tupido paño. También es muy probable que sea un árbol semejante á los anteriores, y la diferencia del producto no dependa más que del sistema de preparación. JAGUA—JAGUA Ó HAHUA.—HuiTO Ó HUITOC. —Genzpa oblong:- folía (Rubiáceas). —Hermoso árbol muy común en nuestras montañas, de cuyos frutos se sirven los salvajes para pintarse de negro. Su corteza se usa también como las anteriores y su ma- dera para fabricar utensilios caseros. É — 422 — 1 Tacua (en Cartagena), CARUTO (en otros lugares). Genipa caruto (Rubiáceas). —Este árbol sirve á los salvajes del Orino- co de idéntica manera que á los nuestros el anterior. La Genzpa americana se encuentra en el río de Guayaquil. MATAPALO. 42cus dendroncida (Urticáceas). —Inmenso árbo que según parece se usa de idéntica manera. Huampo. Crherrastemun platanordes (Esterculiáceas).—Her- moso árbol de nuestras montañas, usado como el Damajuato, y que quizás no sea sino el mismo. TAHuaArI.—Arbol de nuestras montañas, con cuyo liber se prepara una especie de papel muy usado en algunos lugares de dicha montaña para la confección de cigarrillos, en reemplazo del papel común ó de la panca. Pasayo.—Arbol muy elevado de Piura y otros lugares del Norte, cuya corteza se usa en tiras naturales sin ninguna pre- paración, para envolver las hojasdel tabaco y formar las guañas. ARBOL DEL PAN. Artocarpus incisa (Urticáceas).—Además del uso de los frutos de este árbol como alimento, los oceania- nos fabrican sus vestidos con su corteza. + * + Arboles cuya corteza sirve como material textil para fabricar sogas, y quizá también alguno de ellos vestidos como los anteriores, EMAJAGUA, MAJAGUA, DEMAJAGUA. Laritíum tiliaceum. Ha- biscus tiliaceus. Hibiscus arboreus (Malváceas).—Pequeño árbol muy abundante en todas las Antillas, fabricándose de su corteza soyas muy resistentes. Majac UA Ó MANAGUA. Par tzum alatum (Malváceas).—Arbol de Trinidad, cuya altura no pasa de 30 piés y su diámetro de 8 pulgadas, de madera porosa, flexible y fibrosa, de un color blan- co (peso específico de 3 g.0'5); su corteza es gruesa, de un color ceniciento interiormente y bruno exterior mente; tiene capas que se separan con facilidad formando hebras y tiras de gran resisten- cia muy buenas para sogas. CEDRILLO MAJAGUA (en Venezuela), —Palo de seda—Zapan de comer—Mahango (en Cumaná), MWutingra Calabura (Viliá- ceas).—Arbolillo cuya corteza sirve para preparar fibras textiles para sogas. Dacuiría. Lagetía lintearía (Dalnáceas).—Arbol de 8 4 10 — 423 — varas de altura, sirve para cordelería, tejidos, etc,, siendo su /z- ber tan fino que parece un encaje. H UIMBA—HUIMBAQUIRO—CEIBA.— Con este nombre se conocen entre otros, dos árboles de nuestras montañas, que son Bombax cezba (Bombáceas) y Chorzssia ¿nsienis (Esterculiáceas), cuyas cortezas se usan también para fabricar sogas de gran tenacidad. Además la borra ó peluza que cubre la semilla de estos árboles, conocida con el nombre de seda vegetal ó lana vegetal, se usa en la industria. PALO DE Balsa. Ochroma prscatoria. (Esterculiáceas).—Tam- bién de la corteza de este árbol se fabrican sogas de gran tena- cidad. CaAmaALesco.—De la corteza de este árbol que probablemente es alguno de los anteriores, hacen los salvajes las cuerdas tan fuertes que usan para tesar el arco de sus flechas, INDOCHE Ó LaYo.—Su corteza se usa lo mismo que las ante- riores. EL ALGARROBO DE NUESTRAS COSTAS, Prosop:s dulces, (Legumi- nosas), tiene también una corteza de una gran tenacidad y es usada en algunos puntos, como Ica, para hacer sogas muy fuer- tes. Además podríamos indicar varias otras materias textiles pro- venientes de árboles, siendo las principales las siguientes: La nba. N7a fruticans (Ciclantáceas).—Sus hojas se em- plean en la India para tejidos, sombreros, etc. La rasaba. —Materia textil incorruptible proveniente del Attalea funifera (Palmeras), y que se usa para sogas de bu- ques. El recuu.—Otra materia textil muy usada en el Brasil, prove- niente del Hacty?s setosa (Palmeras), usada para hacer hamacas, sogas, redes de pescar, etc. Las fibras del Japón, provenientes también de otra palmera la Raphia tedigera, cuyas fibras muy largas, flexibles y ligeras son quizás las más resistentes que se conocen, empleándose tanto frescas como secas. Las hojas del parndarus Ó palma de caracol, provenientes del Pandanus utilís (Pandanáceas) muy usadas para sacos, este- ras, etc., y las de Pandanus odoratissimun, también usadas en la India, la China y Oceanía. EL BoMBONAJE Cardulóvica palmata. (Ciclantáceas) de cuyas hojas se fabrican nuestros sombreros de paja. LA CARLUDÓVICA FUNÍPERa y la palma de Cobija, Cor?fppia tec- + DA toram (Palmeras), con la cual se fabrican sombreros, hamacas, etc., de gran resistencia; y por fin la palma de coco, cocos mucife- ra, de cuyas fibras que cubren el fruto se fabrican cables, felpu- dos, etc. MANuEL García y MERINO. A A ARI TT instituto Smithsoniano de Washington. CIRCULAR RELATIVA Á LOS PREMIOS INSTITUIDOS ¿POR HODGKINS. En Octubre de 1891, el caballero Tomás Jorge Hodgkins, de Setauket, Nueva York, hizo un donativo al Instituto Smithso- niano, dedicando los réditos de una parte de él “al progreso y difusión de ronocimientos más exactos con respecto á la natu- raleza y propiedades del aire atmosférico en conexión con el bienestar del hombre”. Con el fin de realizar los deseos del donante, el Instituto Smithsoniano anuncia ahora los premios siguientes, que debe- rán concederse el 1.? de Julio de 1894, Ó después, si hay memo- rias satisfactorias que entren en competencia: 1. Un premio de $ 10,000 para un tratado que contenga al- gún descub1imiento nuevo é importante acerca de la naturaleza y propiedades del aire atmosférico. Estas propiedades pueden considerarse en sus relaciones con alguna Ó todas las ciencias, no solo con respecto á la Meteorología, sino en conexión con la higiene, Ó con cualquier otro ramo de conocimientos bioló- gicos Ó físicos. 2.” Un premio de $ 2,000 para el ensayo más satisfactorio acerca de: a—Las propied»« es conocidas del aire atmosférico consl- deradas en sus relacic »es con los divewsos ramos de las ciencias naturales, é impor.ancia del estudio de la atmósfera considera- do en vista de es as relaciones. l —La dirección . ás adecueda de las investigaciones futu- ras en co 1e> ón con las impe “ecciones de nuestro conocimien- to del aire ¿. nosí. ¿co, y de las relaciones de este conocimiento con ofras cienc'.s. — 425 — El ensayo en su totalidad, deberá tender ó indicar el mejor camino para llegar 4 resultados satisfactorios, em conexión con la administración futura de la institución de Hodgkins. 3. Un premio de $ 1,000 para el mejor tratado popular so- bre el aire atmosférico, sus propiedades y relaciones (incluyen- do las que tiene con la higiene física y mental) Este ensayo no debe exceder de 20,000 palabras; deberá estar escrito en len- guaje sencillo y propio para publicarse en beneficio de la ins- trucción popular. 4. Se instituirá una medalla, bajo el nombre de “Medalla de Hodgkins del Instituto Smithsoniano”, la cual se concederá anualmente ó cada dos años por importantes trabajos referentes 4 la naturaleza y propiedades del aire atmosférico, ó por aplica- ciones prácticas de nuestros conocimientos actuales al bienestar de la humanidad. Esta medalla será de oro, é irá acompañada de un duplicado en plata Ó bronce. Los tratados pueden escribirse en inglés, francés, alemán 6 italiano, y serán enviados al Secretario del Instituto Smithso- niano, Washington, antes del 1.” de Julio de 1894, excepto los que compitan para el primer premio, cuyo envío puede retardar- se hasta el 31 de Diciembre de 1894, Las memorias serán examinadas, y los premios otorgados por un comité nombrado como sigue: Un miembro por la Secretaría del Instituto Smithsoniano; un miembro por el Presidente de la Academia Nacional de Ciencias; uno por el Presidente pro tem- pore dela Asociación Americana para el adelanto de las ciencias; y el comité obrará de acuerdo con el Secretario del Instituto Smithsoniano como miembro ex officio. Queda reservado el de- recho de no conceder ningún premio, si, á juicio del comité, no se presenta alguna Memoria de suficiente mérito para merecer una recompensa. Puede añadirse un comité consultor de sólo tres europeos, hombres de ciencia, á juicio del Comité de Re- compensas. Si no se concede el primer premio en la época anunciada, el Instituto puede prorrogar el plazo hasta una fecha posterior, si se tiene la certidumbre de que se están haciendo investigacio- nes importantes relativas á su objeto, y cuyos resultados se pre- sentarán para optar el premio. El Instituto Smithsoniano se re- serva el derecho de limitar Ó de modificar las condiciones para este premio, después del 1.” de Diciembre de 1894, si se juzga necesario, Si no se otorga alguno de los premios menores á las — 426 — Memorias enviadas antes del 1.” de Julio de 1894, se retirraán estos premios de la competencia. El motivo principal de ofrecer estos premios es el de llamar la atención hacia el legado de Hodgkins, y los fmes para los cuales existe; en consecuencia, se envía esta circular á las uni- versidades principales y á todas las sociedades científicas conoci- das por el Instituto, así como á los hombres que representan á la ciencia en cada nación. Se solicitan indicaciones y recomendaciones referentes á la mejor aplicación de esta fundación. Probablemente podrán hacerse donativos de dinero ú los es- pecialistas ocupados en investigaciones originales sobre el aire atmosférico y sus propiedades. Las solicitudes para los donati- vos de este género, deben tener la recomendación de alguna Academia de Ciencias conocida, Ó de cualquiera otra docta ins- titución, é irán acompañadas de las pruebas de capacidad del so- licitante, en la forma cuando menos de una Memoria ya publi- cada por él y referente á investigaciones originales. Para evitar equivocaciones acerca de los deseos del fundador, se repite que los descubrimientos ó aplicaciones que se presen- ten al Comité de Recompensas, pueden referirse 4 cualquiera ciencia Ó cualquier arte sin restricción, con tal de que tengan conexión con “la naturaleza y propiedad del aire atmosférico, en relación con el bienestar del hombre”. Se darán informes de cualquier género á solicitud de las personas que deseen entrar en competencia. Todas las comunicaciones que se refieran á la Institución de Hodgkins, á los premios de Hodgkins, 4 las medallas de Hodg- kins y álas publicaciones del Instituto de Hodgkins, ó 4 las soli- citudes para subvenciones de dinero, se dirigirán 4 S. P, Lang- ley, Secretario del Instituto Smithsoniano, W ashington, U.S.A Washington, Marzo 31 de 1893 S/"P. LANGLEY, Secretario del Instituto Smithsoniano. Departamento de Moquegua. La Intendencia de Arequipa en la época del coloniaje, estaba formada, no sólo de los territorios que constituyen hoy el depar- tamenfo de Arequipa, sino también de las provincias de Moque- — 427 — gua, Tacna y Tarapacá. El ilustrado Gobierno del Gran Maris- cal Santa Cruz, por decreto dictatorial de Abril de 1837, separó del territorio del departamento de Arequipa las provincias de Tacna (antigua) y Tarapacá, para formar con ellas el departa- mento de Tacna. El Congreso reunido en Huancay O, 4 media- dos de 1839, agregó á este departamento la provincia de Mo- quegua, denomin ándolo departamento de Moquegua, y señalán- dole Tacna como capital. . La Convención de 1857 segregó del territorio de la provin- cia de Tacna varios distritos, formando con ellas la provincia de Arica, agregada siempre al departamento de Moquegua. Por ley especial se separó la provincia de Tarapacá de este departamen- to, constituyéndose con esta la provincia litoral de Tarapacá. Por otra ley se separó también la proviucia de Moquegua del departamento del mismo nombre, y se formó con todo su terri- torio la provincia litoral de Moquegua, tomando las demás pro- vincias el nombre de departamento de Tacna. Esta provincia litoral de Moquegua la forman, pues, los dis- tritos de OS Ubinas, Puquina, Omate, Carumas, Ichu- ña, Torata é Ilo. Los territorios de la provincia son muy quebrados, y el total de la población será como de 30,000 habitantes. La ciudad de Moquegua, fundada pocos años después de la conquista, fué muy opulenta, y tuvo un numeroso y digno ve- cindario: su actual decadente población llegará como á 4, 000 ha- bitantes. Ha tenido tres conventos: Santo Domingo, San Fran- cisco y Belén, una iglesia Matriz grande y bien ornamentada, y muchas casas espaciosas de antiguos y ricos vecinos. Hoy todo es ruina y desolación: su colegio de educación es un montón de escombros, sus notables vecinos han desaparecido ó están en la indigencia. Desde los linderos de Moquegua, valle abajo, hasta la rinco- nada (5 leguas de distancia), se extendían valiosas haciendas de viña, cuyos vinos y aguardientes tenían constantes mercados en todo el Alto Perú (hoy Bolivia), y en los pueblos del Cuzco, Puno y Tacna. La construcción del ferrocarril de Pacocha á Moquegua detuvo algo la destrucción de la propiedad de Jos ha- — 428 — cendados del valle; pero la última guerra con Chile causó la ruina completa de esa naciente prosperidad. El gran mercado de vinos de Moquegua que se formaba en Tarapacá ha quedado anulado, y es de dudar pueda nuevamen- te restablecerse. Los moqueguanos, que poseen espléndidos viñedos, deben buscarse nuevos mercados en Lima y en Guaya- quil, cuidando sí de mejorar sus productos con los grandes im- pulsos y adelantos que la vinicultura ha recibido en los centros productores de la vieja Europa. De Moquegua á Tacna hay como 40 leguas de distancia; al puerto de llo ó Pacocha 14 leguas; á Arequipa 50; 4 Puno 42;4 Torata 5;4 Carumas 22; 4 Omate 20; 4 Ubinas 27; 4 Ichuña 30; y 4 Puquina 25 leguas. Todas estas distancias, como ya lo hemos indicado en nuestros artículos anteriores sobre las provincias del departamento de Puno, están calculadas por el tiempo que emplea una persona á caballo, en recorrer el trayecto que media de un punto á otro. En el gran número de haciendas que tiene el valle de Mo- quegua, y que forman su distrito territorial, la población puede calcularse de 4,000 á 4,200 personas. Distrito de Torata. Cinco leguas valle arriba de Moquegua, se halla el pueblo de Torata, capital del distrito del mismo nombre. Este pueblo y el an de Yacango tendrán, los dos, una población como de 2,600 personas. Torata es centro de muchas chacras de trigo, pa- pas y alfalfa. Es notable y acomodado el gremio de arrieros que - conducen aguardientes y vinos de Moquegua ( 4 Bolivia y Puno. Los trigos de Torata son de la mejor calidad y el pan elaborado allí es renombrado. El clima de este distrito es algo frío, seco y benéfico á las personas que sufren afecciones pulmonares. Como una legua más arriba de Torata, existen los altos de Chujulay, memorables por la derrota que hicieron sufrir al ejér- cito independiente, á Órdenes del general Rudesindo Alvarado, las tropas realistas mandadas por el General Gerónimo Valdez. Los territor1os de este distrito alcanzan á las altas cumbres de la cordillera. Los cerros de ésta, en su frente Oeste, están cu- biertos de árboles de Oueñua ( polzlzpes ), y en sus quebradas existen pastales para ganado. Esas cumbres y bosques son ma- drigue:as de la puma, y en ellos abundan las viscachas y sart?- — 429 — nejos (conejos silvestres). El huanaco y la vicuña frecuentan esas alturas en no corto número. Los caminos reales están por lo general mal tenidos y descui- dados: el que vá 4 Bolivia pasando por Masso Cruz, es el mejor y más llano. Distrito de Puqguina. En uno de los caminos reales de Moquegua 4 Arequipa, se halla situado á las 26 leguas el pueblo de Puquina, capital del distrito del mismo nombre. Yendo de Moquegua á Puquina, hay que pasar por la misma cuesta y puente de Esquino, situado sobre un ramal del río de Tambo, del departamento de Arequi- pa; este ramal tiene su origen en los altos de Loripongo, hacien- da distante 8 leguas de Puno, y tiene la peculiaridad de que co- rre subterráneo en un gran trecho de la cordillera, en el punto llamado Hediondo, por los gases sulfurosos que esas aguas des- piden al salir del cauce subterráneo. El pueblo de Puquina y su anexo Signanay tendrán como 1,000 habitantes; y todo el distrito como 4.200. Estos habitan- tes, en su mayor parte, son restos de una Nación de lenguas y costumbres especiales, muy distintos á los aymaraes, que le ro- dean por todas partes. La población es pobre; su industria casi ninguna; sus produc- tos, maíz, papas y alfalfa, muy limitados, carecen por completo de todo elemento de prosperidad, y han desaparecido lentamen- te sin dejar vestigios en su tránsito sobre la faz del Universo. Distrito de Omate. Este distrito se halla situado al Norte del de Moquegua. Ten- drá como 4,200 habitantes, de los cuales como 1,000 residen en Omate, y como 600 en el pueblo anexo Quinistacas. El terreno es muy quebrado, como que todo él se halla en el centro de la cordillera de los Andes. Inmediato al pueblo corre el ramal del río Tambo, que baja de los altos de Loripongo. Produce alfalfa, papas y maíz en limitadas cantidades y sus mo- radores tienen alguna industria, con sus recuas de mulas y alfal- fares. : Los vecinos de este distrito, como de los inmediatos, tienen algunas majadas de ovejas y cabras, que en la época de lomas en la costa (Agosto á Noviembre) arrean á esos pastales, pdr en- — 430 — medio de los arenales de la pampa de la Clemeci, que tiene 22 leguas de extensión. En esas lomas existen varios valiosos oli- vares de que nos ocuparemos después. No tengo conocimiento de que haya minerales en esos pun- tos: pero sí hay indicios de depósitos de carbón de piedra. Los caminos por lo general son malos. Distrito de Carumas. Once leguas al Este de Omate, se halla el pueblo de Caru- mas, capital del distrito del mismo nombre. Tendrá como 8,000 habitantes, de los cuales 600 viven en el pueblo capital. La in- dustria allí es muy limitada; los habitantes tieren pequeñas tro- pas de ovejas y cabras, que conducen á la costa en la época de las tomas. En este distrito como en los inmediatos de Ubinas é Ichuña, se encuentran poderosas vetas de carbón de piedra, de la mejor calidad. Casi todo el distrito consta de uno: de esos profundos valles de los Andes, formados en épocas prehistóricas por las. grandes corrientes que han labrado otros idénticos en todas esas cordille- ras. Los elevado; cerros que forman estas cordilleras están cu biertos de bosques de Queñía ( Polzl2pes racímosa ) que produ- cen toscas y torcidas maderas para la construcción de las casas. Sus productos son: papas, alfalfa, maíz, etc., en cantidades tan reducidas, que apenas alcanzan para el sostén de sus habitantes. En algunos puntos se han hecho exploraciones en busca de me- tales de plata, etc.; yo he visto muestras de metal de cobre de poco rendimiento. Distrito de Ichuña. Este distrito situado al Norte de los de Carumas y Omate, tiene una extensión tan grande que alcanzan sus territorios á los altos de Arequipa, pampas de Pati y Apo. Su clima es muy frío y su población será de unos 2,300 habitantes, de los cuales como 900 residen en el pueblo capital Ichuña. La industria es muy limitada; sus habitantes son bastante de- sidiosos, y sus productos los constituyen: papas, maíz y alfalfa, en cantidad limitada también. Los caminos de todos estos distritos se encuentran en el peor estado. De Omate 4 Ichuña hay como 7 leguas, — 481 — Distrito de Ubinas. Está situado al Norte de Omate, del cual su pueblo capital Ubinas dista 7 leguas. Todo el distrito tendrá como 3,100 ha- bitantes, de los cuales como 400 viven en la capital. Como todos los anteriores, se halla en las honduras de la cor- dillera de los Andes, y su clima es algo frío. Sus productos son escasos, su industria cast nula y sus caminos malísimos. Este distrito está en gran parte colocado entre los dos enormes volcanes Ubinas y Ouinistaquillas, que en épocas muy remotas estuvieron en terrible actividad. El Quinistaquillas parece apa- gado desde tiempo inmemorial: el Ubinas hizo erupción el año 1662, y sus cenizas alcanzaron hasta las pampas de Sama y Lo- cumba, distantes como 60 leguas enlínea recta. El volcan Ubi- nas está á los 16” 14' de latitud y 73? 21' 20" longitud O. de París, según Raimondi; su base al rededor es de más de 20 leguas y tiene bocas en actual emisión de llamas al lado Este. En su últi- ma erupción se han hundido sus alturas y cráteres, como tuvimos ocasión de verlo en 1843, cuando estuvimos allí. Campos deso- lados, cubiertos de ceniza, escorias, piedra-pomez y rocas des- trozadas, rodean el volcan. En la antigúedad, cuando probablemente no existían en estos territorios ni hombres ni animales, todas esas cordilleras eran fraguas de constantes volcanes, siendo sus apagados cráteres otros tantos comprobantes de su remota existencia, y sus valles elocuentes testigos de los grandes cataclismos, que allí han gas- tado sus rocas con la violencia de las corrientes de aguas. Las capas y rocas de arenisca roja demuestran su formación Devo- niana, en épocas muy remotas, Lye!l (tomo 1.” página 382) nos asegura que los astrónomos Airy y Stone, han calculado que la época ; olaciaría tuvo su existencia hace 210,065 años, y que otra época "notable en la constitución del Orbe, tuvo lugar 500,000 años antes. Por estos datos se convencerán nuestros lectores de la antigiiedad de la Tierra y que la existencia que le ha seña- lado Moisés no es digna de tenerse en cuenta, como aseguran los filósofos modernos. Los territorios del departamento de Moquegua pueden con- sidererse como formando dos Zonas: una, las regiones inmedia- tas á las cordilleras y sus terrenos subsidiarios de rocas gra- níticas y rojas areniscas; y la segunda, los inmensos arenales, que se extienden desde las bases de esas cordilleras á las oyillas — 482 — del mar. La pampa desierta de la Clemeci ocupa casi el total de esos extensos arenales, pampa en la que jamás llueve, y en la que todo es arena y médanos, sin que aparezca el más pequeño vestigio de vegetación. Sólo 4 inmediaciones del mar se vén al- gunas vertientes, que sostienen los olivares que existen en esos puntos. En todo el territorio de esta provincia no hay más valle que el de Moquegua, ni más río que el que riega sus valiosos viñe- dos. Distrito de Ilo ó6 Pacocha. El distrito de Ilo, —ó Pacocha ahora, —se extendía en los te- rritorios Norte y Sur de la desembocadura del río de Moquegua. El puerto, bastante abrigado de Ilo, fué destruido por el terre- moto de 13 de Agosto de 1868, en el que las olas acumuladas del mar entraron por sus playas, recorriendo gran extensión de su comarca, y arrastrando, en rápido y violento retroceso, todos los edificios de la población, y quebrando los añejos olivos, que formaban la riqueza de ese vecindario. Todo este distrito tendrá 1,100 habitantes, de los cuales como 400 residen en Pacocha, puerto cómodo, situado á 11% leguas más ó menos al Sur de la desembocadura del río de Moquegua. De Pacocha partía el fe- rrocarril, que ponía ese puerto en comunicación con Moquegua, atravesando las haciendas de viñas en todo su tránsito. Durante la guerra con Chile fué destruido ese ferrocarril, pero en la ac- tualidad parece que se ha formado una Compañía para restable- cerlo, lo cual indudablemente contribuirá al desarrollo de esas poblaciones. De Mayo á Agosto caen abundantes garúas en las alturas in- mediatas á la costa, que sus habitantes llaman /omas. En algu- nos años esas garúas se convierten en aguaceros de alguna inten- sidad; y entonces todos los cerros, y aun los arenales, se cubren de lozana vegetación, tapizada con bellas y fragantes flores. En épocas remotas esos aguaceros debieron ser más constantes y abundantes, como lo prueba la porción de cauces de riachuelos que se dirigen al mar, y que hoy se hallan del todo sin agua. D. Juan Manuel Cornejo, tío del que suscribe, arriaba en Mayo sus ganados de los alfalfares y gramadales del valle de Locumba (provincia de Tacna) á las lomas del Sur de Ilo; hoy rara vez hay pastos en Agosto. Este significativo hecho demuestra que el clinta ha variado en mucho, y que las aguas en la costa ván is de — 433 — disminuyendo notablemente. Esas garúas ó aguaceros producen muchas vertientes en esas lomas; vertientes que alimentan á la vez los olivares, que en esos puntos han sido plantados, desde la época de la conquista española. Saliendo del valle de Tambo, departamento de Arequipa, y dirigiéndose hacia el Sur, se encuentra el olivar llamado Jesús, que con sus inmediatas guaneras es propiedad del señor Mur- ga, actualmente residente en Lima. El olivar Jesús dista como Y leguas del río Tambo. Como una legua más al Sur, se halla el olivar Homo Quinto, que es el más grande de toda la costa y que posee además exce- lentes pastales de lomas. Sus dueños son multitud de familias, cuya mixta propiedad perjudica notablemente el conveniente desarrollo de una lucrativa industria, que podría establecerse en ese fundo. Como una legua más al Sur se halla el olivar de Yerba Bue- na, y cuatro y media leguas más al Sur de éste, se encuentra el olivar Higo Cintro, A dos y media leguas y entre el olivar Cin- tro y el Alfaro, están los olivares llamados Cayangos y Platanal. Tres leguas al Sur de éste se halla la chacra de Agua Buena y los dos olivares de Quebrada Seca y Pocoma. La casa de éste está situada sobre un morro, y todo el olivar á las faldas de los cerros, lo que le permite tener una bellísima perspectiva al fren- te. Media legua al Sur de Pocoma, se halla el olivar de Mira- flores, y otra media legua más al Sur el olivar de Alastaya, que daba el título de Conde á la familia Nieto de Moquegua. Me- dia legua más al Sur de Alastaya se encuentra el olivar del Ca- rrizal, y en seguida los olivares Chusa y Chusita. Como tres le- guas más al Sur se halla ya el valle de Moquegua, y en seguida la población y puerto de Pacocha, En todos estos olivares se producen exquisitas aceitunas, es- pecialmente en Pocoma; y están regados por vertientes na- turales de los altos y quebradas, cuyas aguas se recogen en estanques, de donde se extraen para el regadío, no solamente de los olivares, sino también de las chacras de papas y frutas anexas á ellas. No creemos que será demás, ya que hablamos de los olivares situados en esa parte de nuestra costa, que nos ocupemos de algunos más que pertenecen á la provincia de Tacna, distrito de Locumba, que igualmente están situados á inmediaciones del mar, y que se riegan con vertientes de lomas. Ocho leguas al Sur de Pacocha se halla el olivar de Icuy, al — 434 — pié del elevado cerro de Puite. Entre Pacocha é Icuy se en. cuentran los campos y lomas del Mostasal, renombrado por su cría de burros semi silvestres, pertenecientes á la familia de Ar- guedas y Flor, de Moquegua. Media legua másal Sur, está el gran olivar de Tacabuey: éste é Icuy tienen magníficas lomas. Sobre el cerro Puite crecen cactus de 20 varas de elevación: en ellos anidan gran número de águilas. Las faldas de Puite son campos de huanacos. Dos leguas al Sur de Tacabuey se encuentra el olivar de Al- farillo, A un cuarto de legua más al Sur, el grande de Tala- molle. Tanto éste como el anterior tienen buenas lomas y pro- ducen excelentes aceitunas. Una legua más al Sur existe el an tiguo olivar de Mollegallo, destruido por haberse secado las vertientes que lo sostenían: era propiedad de los señores Cornejo. En el cerro de Puite existen muchas vetas de cobre, y en los de Ilo se hallan vetas de oro, que han sido y aún son tra- bajadas. En el gran terremoto de Agosto de 1865, muchos al- falfares, en la boca del valle de llo, fueron sumergidos bajo del nivel del mar, y varios islotes y rocas submarinas fueron eleva- dos formando terreno seco. Este hecho ha confirmado la teoría de los geólogos, que creen que en varios puntos del Orbe exis- ten hoy sumergidos terrenos que fueron antes de tierra firme y elevados otros que primitivamente fueron submarinos. En Iqui- que, y en poder del señor Croharé, he visto varias conchas de ostras (ostrea ) recogidas en las rocas de los cerros de Huanta- jaya, á cerca de dos mil pies de altura. Los minerales de Caracoles, Bolivia, cabalmente llevan ese nombre por las conchas petrificadas que en abundancia se hallan en sus cerros y minas. Nuestro socio corresponsal, Dr. D. José T. Cancino, ha remitido al museo de la So- ciedad conchas mariscas halladas en los campos del departa- mento de Ayacucho 4 12 ó 13,000 pies sobre el nivel del mar, El señor Dr. D. Agustín de La—-Puente también ha regalado á la Sociedad un trozo de roca, extraído por su suegro el señor D. Demetrio Olavegoya del ¿ntertor de una mina de plata, ela- borada por él, y á una altura sobre el nivel del mar de más de 10,000 piés. Este trozo de roca se halla cubierto de conchas de la familia cardíum edule, esencialmente marina. Conchas petri- ficadas se encuentran en todos los depósitos marinos desde los más antiguos y remotos tiempos. Los animales que han forma- do esas conchas han existido en una época muy anterior á la crea- ción del hombre y de otros seres dotados de vida. Las conchas did A a — 435 — sirven á los geólogos para graduar y calcular la existencia de los tiempos más remotos como las monedas y medallas sirven á los historiadores paraanotarlos hechos memorables y laépoca de Go- bierno delos Jefes delas naciones, que han existido y aún existen. El simple hecho de haber conchas y depósitos marinos en las grandes alturas que hemos indicado, nos demuestra que en la época Paleozóica, la América del Sur sólo ha existido como una delgada cadena de cerros, casi todos ellos volcanes, que han corrido desde el estrecho de Panamá al Cabo de Hornos al Sur, y que esta cadena levantándose por una parte por la cons- tante acción de los fuegos interiores, y elevando sus niveles, también por el constante retiro de las aguas, ha ido poco á poco formándose, y tomando sus actuales proporciones. Hace como 40 años que asistimos á unas conferencias sobre este tema, en Valparaíso, y recordamos que se debatió la propo- sición del lento pero constante levantamiento de las costas de ese territorio sobre el nivel del mar. Creemos que en ellas se comprobó que en treinta años las costas de Valparaíso se ha- bían elevado como 18 pies. En el puerto de Arica es bien sabido que el nivel de la tierra se ha elevado sobre el mar en una altura igual. En las Huaneras de Pabellón de Pica existe un hecho mu- cho más notable. En esas huaneras se vé claramente una playa, sobre ésta, huano; sobre éste cascajo y arena, como si ese huano hubiese sido sumergido y esos depósitos después sobrepuestos; en seguida huano y después ¡otro sobrepuesto de cascajo y are- nas marítimas; sobre este depósito, otra vez huano y en seguida otro sobrepuesto de cascajo y arenas, y encima otra vez huano. Estos hechos palpables demuestran que los terrenos de nuestra costa, Ó cuando menos esa parte, han sido sumergidos y eleva- dos varias veces, durante muchos miles de años. Las costas de Ilo son abundantes en marisco y pescado; en- tre los mariscos el más grato al paladar es el erizo comestible, cubierto de espinas rojas y verdes; y el gal/ínazo cubierto de espinas negras; que no lo es ( famelza echidnus ); las saca-len- guas ( lettorina littorea ) etc. El tiburón, (sgualus) de dos Ó tres clases es abundante, y comido cuando joven. Las anguilas también son abundantes y en especial el llamado congrio (az- guilla conger) que es tomado en cantidades y secado al sol, for- mando un artículo de comercio con el nombre de charquecillo. El pejerey y corbina son abundantes y de la mejor calidad. El cóndor ( Sarcoramphus gryphus ) abunda mucho 'en las — 436 — orillas del mar é inmediaciones de las loberias, con cuya caroña se mantiene. De cuando en cuando alguna ballena se vara en esas playas, y entonces cientos de estas asquerosas aves se reu- nen al festejo. No escasea, especialmente en los mismos pun tos, el V2ltur Caracara, Mlamado allí domínico, por el color ne- ero y blanco de su plumaje. Hemos oído decir que en las cordilleras de este departamento se ven, de cuando en cuando, tropas de avestruces (X/4ea Amert- cana), pero nosotros no las hemos visto. En esas alturas hemos encontrado bandadas de perdices y una especie de Tetrao grato al paladar, En los olivares de la costa abundan las palomas cuculí, torca- sa y tortolita (Columba). En los mismos olivares, por millares, se hallan los jilgue- ritos (4r2mgzlla). Al amanecer prorrumpen en un prolon- gado canto que encanta el alma del oyente: es una verdadera música celestial. En las lomas de la costa se encuentra, como en toda la cordillera, la perdiz silvestre y el venado pequeño: lo cazan con escopetas y con galgos. Al pié del cerro de Puite, y en todo el alto de Osmori, linde- ros del valle de Moquegua, se encuentran grandes depósitos de sal gemma, que si se establece el ferrocarril de Pacocha á Mo- quegua, pueden ser centros de grandes especulaciones, especial- mente para las haciendas de Chile, en las cuales se consume tan- ta cantidad de sal en la preparación de los charques de ganado vacuno. En ninguna de las obras que hemos visto sobre Historia Na- tural del Perú, ni en ninguna otra parte de sus orillas, hemos visto un pájaro marino, que se halla en las rocas marinas entre Ilo y Pocoma, olivar distante como cinco leguas al norte de aquel puerto. Este pájaro, del tamaño de una paloma grande, es todo de color café muy pronunciado, tiene las patitas negras y un pico recto, como de dos pulgadas de un color naranjo subido. Corre con mucha velocidad y dá cortos vuelos. Es de la familia de los Homatopus, y en Europa y Estados Unidos existe, de muy dife- rentes colores, con el nombre de ostrealegus Ó cazador de ostras. En el cuadro adjunto hallarán nuestros lectores todo lo con- cerniente á las notables haciendas de viña del valle de Moque- gua. Este cuadro lo hemos formado con los copiosos apuntes é informes que han llegado á nuestro poder. Aun cuando no lo juzgamos del todo exacto, creemos sí que sus datos se aproximan mucha á la verdad. MopeEsto BASADRE. (0 CUADRO de las haciendas de viña del valle de Moquegua, con expresión del nombre de sus propietarios y altérmino medio de su producción al año en vinos y aguardientes, HACIENDAS Molle Pacay ))) ) Mayorazgo »)) Tamayos Las Flores San Julián Majuelo ») PROPIETARIOS Bs. Vinolqq. agdte. Felipe Zevallos Benigno Dávila Pedro Beltrán Catalina Acuña Manuel Zegarra Raimundo Zapata Reinaldo Velez Julia G. Chocano Octavio Chocano Agustina Cornejo J. P. Benavides Raimundo Zapata Pacífico Barrios Domingo Barrios Isabel Navarro Florentín Herrera Manuela Sucrafot Camilo Angulo Manuela T. Vigil Pedro Araníbar J. L. Sanchez Manuela Sucrafot J. B. Velez José Zevallos Domingo Barrios Teresa Vargas P. de Zavalaga Juan F. Angulo Domingo Barrios María Velez Melchora Zevallos 1400 1500 400 300 300 100 2000 .l [o] [o = 140 150 40 30 30 10 200 350 175 400 400 200 900 250 250 50 PAGOS HACIENDAS PROPIETARIOS Bs. Vino |yq. agdte. El Conde | Majuelo | Antonio Velez ) 40 » ' Conde Domingo Barrios 600 60 » Enriquez | Domingo Barrios 600 60 » | » Juana Hurtado » 300 Chamos Chamos | María Flores » 100 » » | Federico Becerra 300 30 » » Antonio Cabello » 300 » | » Gregorio Cabello 30019480 » | » | Los Tudela 800 80 » | » Luis Angulo » 80 » | » | Isilda Nieto 300 30 » | » Lorenzo Dávila » 40 ) » Bernardo Postigo » 200 » » Valentín Nieto » 30 » | » Elisa Cornejo 100 10 » Ouebradas | Manuel Vizcarra » 60 » Chamos | Isidoro Zevallos » 40 » | San José | Josefa Ríos 2500 250 » | Callejón | Juan Navarrete 600 60 Sacata Sacatilla | Enrique Mendoza 600 60 ) » Domingo Barrios 600 60 » » Gregorio Cabello 2000 | 200 ) | » J. M. Peñalosa 1000 | 100 » Cuartel Grl.| Manuela Alcázar 300 30 » Sacata | Pablo Basadre » 500 ) » Raimundo Zapata 300 30 » » Felipe Baluarte 300 30 » | » José Ríos 300 30 » Majuelo | José Ríos 600 60 » Bodeguilla| José Oviedo 2600 | 260 » Soledad | José Martinez 3000 | 300 » Merced | José Tudela 150 15 » Chica José Tudela 450 45 » ) Pastora Peñalosa » | 160 » Grande | Los Ordoñes » | 800 y | » | Samuel Barrios 1000 | 100 » 'Testamentaria| Daniel Mendoza » 500 5. Santa Anal Benigno Chocano 2000 200 AAA A MACIENDAS Sacata |S. Domingo » | » Corpanto | San Pedro » | » » ¡Corpantito » | ) » - Corpanto » )) y) ),) ))) ») ) | ») » Velayos Omo ' | Grande ))) » » » » Garbanzal » Omo » La Pampa » Omo Chico » Los Omos » Cruz Verde » ))) ») ))) » » » » y) )] »)) » » »)) »)) » » ))) y) » » ) » » ») ))) » | » Calaluna ¡La Condesa » ») » | »)) | | — 489 — PROPIETARIOS Bs. Vino Julia Castro | » Manuel Castro | 390 Samuel Ordoñes | 1500 Josefa Arguedas y Samuel Barrios 1000 Sebastián Barrios » José Artieda ' 4000 Lorenzo Flor 4000 Máximo Tapia > Juan Vargas » ' Mauricio Pomareda » Juana Nieto » Alcibiades Chocano » Tomás Dávila 1500 Sebastián Barrios 1500 Rosa Barrios IO Sebastián Barrios » Mariano Zapata 1500 Alcibiades Chocano » Alcibiades Chocano » José Miguel Velez - » Rosa Mendoza » Francisco Valdivia » Zoila Zevallos » MigueliPomareda » Manuel Castro 500 José A. Barrios 500 Blas Pomareda » Manuela Fajardo » Sebastián Barrios » Juan Dávila ¡O Bernardo Ghersi 2000 Mariano Zapata » Gertrudis Zapata 600 Pedro Angulo » Raimundo Zapata > Herederos de Sorsano » Nicolas :J. Chocano | » | Mariano Flores 3009 qq. agdte. 300 » Estopaje | HACIENDAS ES Condesal Silveria Sorsano ' El Mono Altillo Calaluna Montalvo Belen Locumbilla Obra Pía Yaracache Gramadal Chirivao ») | Gramadal » » PROPIETARIOS Pedro Alaiza Samuel Barrios Samuel Barrios Julio C. Chocano Benjamín Canseco Camilo Angulo Carmen Paso Margarita Chocano Margarita Chocano 2* José Miguel Velez Alcibiades Chocano Domingo Barrios Julia G. Chocano Fernando Góngora Rafael Alaiza Manuel Barrios Cayetana B. Dávalos Juana Barrios Domingo Barrios Sebastián Barrios María Zapata Samuel Barrios José Hidalgo Agustín Velez Julián Cornejo José María Nieto Manuela Fajardo Los señores Mauro Mariano Diaz Juan Alaiza José Alaiza ' Marcos Aranibar Jesús Becerra Manuel Castro Luis Ureta Laura Chavez J. A. Barrios «S. Cabello Bs. Vino¡qq. agdte. 1500 400 2500 300 » 150 40 250 30 30 350 350 150 50 50 300 200 500 300 200 300 400 30 50 150 100 150 200 150 30 A EA A PAGOS Varacache HACIENDAS ' Gramadal Majuelo Pedregal » Belen » Pataleta » Quilancha Huaracane Ocolla Yaguay ») ») Copas » Aguas Muertas Samegua ») »)) » La Villa Loma Quemada ¡| Rosal » Escapalaque D)) » PROPIETARIOS Juana Barrios Luciano Almenara José B. Velez José V. Segovia Mateo Alaiza José Flor José Artieda Mariano Flor Mario Benavides Isaías Tapia: Agustín Flor Máximo Tapia Balvina Montenegro Mariano Vargas Lucas Becerra Luciano Dávila Mauricio Zapata Domingo Llosa Mariano Maldonado Mariano F. Maldonado Lorenzo Flor Raimundo Zapata ' Bernardo Postigo Isabel Maldonado ' Mariano Prieto Luis Herrera Emerencia Flor Pacífico Barrios Balvina Montenegro Mariano Sotomayor Mariano P. Cornejo Hipólito Chavez Sto. Barrios Manuel Castañón Martín Beltrán José M. Canseco Ventura Velarde Luciano Dávila Bs Vinolyq. agdte, pdoloózad NA 200 ». 1.200 Al 50 500 50 500 50 500 50 » 80 » 80 » 25 » 25 » 80 » 30 » 40 » 100 » 40 500 590 » 250 » 300 » 500 500 50 » 300 » 100 » 50 » 20 » 40 » 60 » 100 500 50 » 250 » 250 > 40 » 60 » 30 » 20 » 100 » 100 » 40 MES PAGOS ¡| HACIENDAS | PROPIETARIOS | Be. Vino [qq .agdte. == - == _— == de BA Yaracache | Escapalaque | Sto, Carbone 130 20 » | » ' Fermín Dávila LA 10 » El Monte | Manuel Morán » 150 » | Estuquiña | Marcos Herrera » |. 20 » Charsagua | M. Flores » |. 100 » » - Pedro Flores » 150 » » - Pedro Angulo » 50 » » José Ibarra » 100 » » - Los Hurtado E » | » Ismael Velez » 31) , » » Pablo Velez » 30 » » Angela Perez O AO | El total de las Bs, de Vino, es de 17.090, y el de qq. aguar- diente, de 128,660, NoTa.—Los barriles de vino se calcula tener cinco arrobas de líquido ó sean 125 libras. El barril de vino sin casco, cuesta en las haciendas, según su calidad, de tres á cuatro soles; y el quintal de aguardiente, por término medio, ocho soles plata. O O Ax Datos generales sobre la provincia de Tumbes. La posición astronómica de la provincia de Tumbes, es de 80” - 27'-20” de longitud Oeste de Greenwich, y de 3? -34'-50” de latitud Sur, de manera que es la que queda más al Norte de la República. El clima es bastante cálido, y el verano más fuerte que en los demás puntos de la costa. Las estaciones están repartidas con regularidad, con solo la diferencia que la primavera es más cá- lida que en los demás lugares de la República y el estío tan ardiente y seco que solo puede compararse con el clima de al- gunos valles más allá de la línea equinoccial. Los aires del mar son perceptiblemente húmedos en tiempo de invierno, Gene- ralmente los días son muy claros, el cielo siempre hermoso y la luna siempre brillante. La temperatura, con corta diferencia durante todo el año, fluctúa entre 26% centígrado y 31; siendo el mínimum en la mañana y noche, y el máximum de medio día á las tres de la tarde. Empezando á recorrer la provincia por la parte que linda con el Ecuador, se vé á ambos lados del rio Tumbes varios lugares inmediatos á las quebradas que le dan tributo desde que deja la cordillera de Zaruma en la vecina República, hasta que desagua en el mar, á diez leguas de distancia, poco más Ó menos, del punto en que empieza á correr por territorio peruano, En este trayecto la vegetación es poderosa, tanto por el riego natural, como por el desarrollo de la industria pecuaria que exige buenos potreros; de modo que la parte central de Tumbes es una espe- cie de oasisen medio de la esterilidad del contorno, á consecuen- cia del crecimiento paulatino de su rio. El rio Tumbes de corto trayecto y que solo es útil y aprove- chable 4 la provincia de su nombre, tiene su origen en la cordi- llera de Zaruma, en la República del Ecuador, y fertiliza mucho los terrenos hasta su entrada al mar por las bocas “Grande” y “Alamo” que circunscriben el puerto que en la costa posee esta provincia. Su curso es de sur 4 norte. En casi toda la extensión que recorre en territorio peruano, es navegable por embarcaciones de poco calado. En muchos sitios tiene más de cien metros de ancho, con una corriente de tres millas por hora; su profundidad es variable en épocas normales; pero cuando la creciente aumenta, sus desbordes ocupan algunas millas 4 un lado y otro. Es rio caudaloso y con aguas perennes todo el año. La feracidad del valle de Tumbes es poderosísima. Esta pro- vincia que cuando desembarcó el conquistador Pizarro contaba con 80,000 habitantes que se sostenían con los productos de su pueblo, apenas cuanta hoy con 6,000, diseminados en dilatado terreno y sumidos en la miseria. En Tumbes no hay agricultura. . Apenas se cultivan pocas cuadras en las orillas del rio, que entre otras cosas produce co- sechas anuales de 5,000 qq. de tabaco. Las haciendas están abandonadas por falta de irrigación, ca- pitales: y brazos. Una inmensa parte de fértiles terrenos se en- uentran completamente eriales, A , — 444 — Datos Estadísticos. HABITANTES. Distrito de Tumbes. Jóvenes aptos para tomar las armas... 350 Muchachos menores de 15 años....... 250 Viejos mayores de 45 años........... 200 Mujeres opta oa, ME ae 900 1,700 Distrito de San Juan bj JONEDES 200 re AO 320 Muchachos menores de 15 años........ 150 Viejos mayores de 45 añoS.........:. 130 MUJELES. sia'sr o. «de e 700 1,300 JONENES E cette tallada is ao 640 Muchachos menores de 15 años....... 360 Vi1ejos mayores de 40: anOS 00 »1e oleo e 400 NU A A A . ==» 1,200... 2,600 Distrito de Zarumilla. FONEMES did aio o ad EOS A Ai SU - «Muchachos menores de 15 años....... 60 Viejos mayores de 45 añoS........... 60 METE Se a ra o La RS 200 400 Total de habitantes..... cs ¿0000 Distritos. Tumbes — Ciudad. Tumbes es la capital de la provincia y en donde residen las autoridades. Se comunica por buenos caminos con los demás distritos. Por el camino que conduce á Zarumilla se encuentra á muy corta distancia el pequeñísimo - 445 — caserío del Mirador y un poco más distante el no menos pe- queño de Pedregal. En dirección al distrito de San Juan se encuentran también los pequeños «caseríos Pampa Grande y Garbanzal. San Juan. — Pueblo de San Juan de la Virgen, capital del distrito, con los caseríos de Tacural, Cerro-Blanco, Negritos y Hospital; se comunica por buenos caminos con los distritos de Tumbes y Zarumilla, Corrales. — Este vasto distrito cuenta con el pueblo de San Pedro de los Incas y los caseríos de Rica-Playa, Cabeza de Vaca, Zorritos, Sechurita, Suarez, Trigal, Averías, Pajaritos, Fernández, Máncora, Punta de Sal y Boca de Pan. Por este distrito están los caminos que conducen á las provincias de Paita y Piura. Zarumilla. — Situado en la hacienda del mismo nombre limítrofe al Ecuador, solo cuenta con el pequeño pueblo Za- rumilla capital del distrito y el pequeño caserío de Lechu- gal. Se comunica por buenos caminos con los distritos de Tumbes y San Juan y con las poblaciones ecuatorianas, Santa Rosa, Arenillas y Machala. HACIENDAS. Distrito de Tumbes. La Noria. — De caña, propiedad de don Teodoro Taboa- da, á tres millas al Sur de esta ciudad, sobre la margen izquierda del rio Tumbes; se riega con bombas: pastos escasos. Bellevue. — De caña, propiedad de don Tomás Lowler (Ir- landés) á dos millas al Norte de la ciudad, sobre la margen izquierda del rio: se riega con bombas; pastos escasos. Distrito de San Juan. .Cabuyal. — De crias, propiedad de don Daniel Feijoo, á 5 leguas al Este de esta ciudad; camino poco quebrado, á la margen derecha del rio; pastos naturales y abundantes sólo en tiempo de lluvias. Colinda por el Este con territorio ecua- toriano. La Polvareda. — De crias, propiedad de don José Luis Ra- mirez, situada sobre la margen derecha dgl rio. Pastos como en la anterior, 1 — 446 — Zacural. — De cria, proindivisa, á la margen derecha del rio. Pastos como en las anteriores. Cerro-Bblanco. — De cria, proindivisa, 4 la margen derecha del rio. Pastos como en las anteriores, Itospital. — De cria, propiedad de don Luis D. Izquierdo v Tomás Farías, á la margen derecha del rio. Pastos como en las anteriores. Distrito de Zarumilla. Zarumilla. — De crias, propiedad de los señores Nobleci- lla, empieza su terreno á una legua al norte de Tumbes hasta la frontera, teniendo por línea divisoria el antiguo rio de Cayan- cas á 7 leguas de esta ciudad. La baña el rio Zarumilla. Pastos naturales, abundantes sólo en época de lluvias. Distrito de Corrales. Plateros. — De cria, propiedad de don Francisco Arrese, conductor don Teodoro Taboada, á la margen izquierda del rio. Pastos como en las anteriores. La Cruz. — De cria, propiedad de don Tomás Lowler, colinda por el Sur con la Hacienda “Pan Viejo,” fracción de la antigua Hacienda “ Máncora” y por el Oeste con el océano, donde se encuentra la mansísima bahía “Grau;” á seis leguas de esta ciudad hay pocos abrevaderos y un pozo artesiano cuya agua un poco salada toman los animales, recorriendo alguna dis- tancia para llegar á las orillas del Tumbes, se pasa por un puen- te colgante de alambres que ha colocado el señor Lowler sobre un estero salado que divide “La Cruz” de los terrenos de “Bellevue” del mismo dueño. Tamarindo. — De cria, propiedad de don Pedro Merino, fracción de la Hacienda “ Mancora,” cuenta con una vertiente de agua constante y varios pozos. Pastos como en las anteriores. Pan Viejo. — De cria, de don José Barreto. En todo como la anterior. Casitas. — De cria, de don José de Lamas. Como la an- terior. La Choza. — De cria, de don Belisario y don Victorino de Lamas. En todo como las anteriores. Ciencyo, — De cria, del señor Cura Arteaga. Como las an- ( teriores. — 447 — Carrizal. — De cria, de don Alegría de Lamas. Como las anteriores. Pajaritos. — De cria, de don Rafael de Lamas. Como las anteriores. Ouebrada seca. — De cria, de don Salvador Lavalle. Como las anteriores. Peña redonda. — De cria, de don José Andrés Lamas. Como las anteriores. ITINERARIO GENERAL. CAMINOS CON SUS DISTANCIAS. Por el Sur. Desde la capital de la provincia hasta la del departamento, la distancia se estima en 50 leguas, entre las que se encuentran los rios Tumbes y Chira. Este viaje se hace por cuatro distin- tas rutas: 1.* De Tumbes á Corrales (pueblo) capital del distrito de su nombre, atravesando el rio en canoa, pues no cuenta con puentes, 2 leguas de buen camino; de Corrales á Rica Playa, caserío de la hacienda Plateros, 6 leguas de buen camino; de Rica Playa á Cazaderos, caserío ecuatoriano (se entra aquí por lo accidentado del caserío) 10 leguas de camino quebrado, pe- dregoso y falto de recursos para el viajero, pero abundante pasto y agua, yendo pararelo al rio; de Cazaderos á Querecotillo, te- niendo que entrar algunas veces á territorio ecuatoriano, 22 le- guas de camino como el anterior, pero con pasto y agua; de Querecotillo á Piura 7 leguas, pudiéndose tomar el ferrocarril en la estación de Sullana. 2.” De Tumbes á Corrales 2 leguas; á Rica Playa 6; á Tama- rindo, hacienda, 4 de buen camino; á Fernández, hacienda, 10 de buen camino; en todos estos trayectos se encuentra pasto, agua y recursos para el viajero; á Sullana (de la provincia de Paita) 21 leguas, camino algo quebrado; como en los anteriores se encuentran recursos para el viajero, pasto y agua. 3." De Tumbes á Corrales, 2 leguas; 4 Zorritos, “* Estableci- miento Industrial de Petróleo” 5, de buen camino: solo se en- cuentra un pequeño mal paso entre los cerros y el mar, que se salva con marea baja; á la caleta de Punta de Sal, siguiendo la orilla del mar, 12 leguas sin agua ni recursds; en el tránsito éstán — 448 — el caserío de Sechurita á una milla de Zorritos y la caleta Boca de Pan á 2 leguas del mismo; de Punta de Sal á Máncora, ha- cienda, 2 leguas: en este lugar se encuentran recursos para el viajero, pastos y una hermosa laguna de agua corriente; á Pari ñas, hacienda, 12 leguas de camino quebrado: en este trayecto se encuentra un abrevadero en el lugar llamado la Cria, frente á Cabo Blanco á unas tres leguas de Máncora: en Pariñas se encuentra recursos para el viajero, pasto y agua en una laguna permanente; á Amotape por donde corre el Chira 7 leguas de buen camino; y hasta Piura 10, pudiéndose tomar el ferrocarril en las estaciones de La Huaca ó Corte del Arenal. 4.* Esta sigue desde Tumbes hasta Boca de Pan 9 leguas que ya quedan expresadas en la ruta anterior, pero de allí en lugar de seguir á Punta de Sal por la orilla del mar, se sigue inter- nándose por una quebrada que vá variando de nombres, de con- formidad con los de las haciendas que recorre, hasta llegar á la de Ciénago, 12 leguas de buen camino: de Ciénago nace un riachuelo que baja hasta la hacienda Faical á 2 leguas de dis- tancia de Boca de Pan, abundando el pasto y los recursos para el viajero en toda esta quebrada; de Ciénago á Pariñas 12 le- guas por una quebrada pedregosa, desierta y escasa de agua. Por el Norte. La distancia desde esta ciudad hasta el antiguo rio de Cayan- cas que se conoce como el límite de la República, se estima en ocho leguas, camino muy llano y abundante en pasto y abreva- deros; á las 7 leguas se encuentra el pueblo de Zarumilla capital del distrito, fundado en la hacienda de su nombre; media legua al Norte corre un rio llamado también Zarumilla, abundante en agua durante ocho meses del año, quedando cuando se seca, pozos y abrevaderos. Orillando el rio hacia el norte se encuen- tra el Golfo 4 dos leguas y hácia el sur 4 ocho leguas el lugar denominado las Lajas (límite). Por el Este. Está el Distrito de San Juan, cuya capital que ¡leva su nom- bre dista dos leguas de Tumbes, camino quebrado, paralelo al rio; 4 Cabuyal (hacienda) 4 leguas de buen camino: en este tra- yecto se encuentran pequeños caseríos abundantes de pastos y recursos para el viajero; siguiendo la margen del rio por cami- BS > nos quebrados y montañosos, se llega á Puyango (Ecuador) recorriendo 6 leguas. For el Oeste. El Océano, á 2 leguas de esta ciudad por tierra, y á 18 millas por el rio, navegable en todo tiempo por embarcaciones de po- co calado, y en los meses de creciente por otras de mayor calado. PRODUCCIONES. Es notable la variedad de producciones de la provincia de Tumbes en los tres reinos de la naturaleza, como es fácil clasi- ficar por su orden: Reino vegetal. Los principales productos de la provincia en el reino vegetal, son de varias familias de la región ecuatorial en que se encuen- tra. Se reproducen, pues, sin dificultad y en la relación necesa- va con la zona atmosférica del terreno, las siguientes: De exportación. — Algodón de superior calidad, Tabaco, Cacao, Zarzaparrilla, Higuerilla, Orchilla, Algarroba y Maderas fuertes é incorruptibles. Raíces y plantas alimenticias. — Papas, Yucas, Plátanos, Zapallos, Frejoles, Habas, Camotes, Cañas dulces. Palmas. — Dátiles y Cocos. Granos. — Cebada y Maíz. Frutas. — Sandías, Melones, Naranjas dulces y agrias, Li- mas, Higos, Mangos, Pacáes, Uvas, Papayas, Chirimoyas, Pi- ñas, Guanábanas, Paltas Ó Aguacates, Guayabas, Granacas, Ci- ruelas, Cidras, Membrillos, Limones. Pgstos. — Algarroba, Alfalfa y toda clase de yerba para los animales. Plantas medicinales. — Abrojo, Achicoria, Amapola, Be- rros, Borrachero, Borraja, Chaqui, Chiquiragua, Faique, Linaza, - Llantén, Malvas, Manzanilla, Oberal, Paico, Romero, Ruda, Sauco, Toronjil, Verbena, Verdolaga, Zapoto, y otras muchas que sería stes enumerar. Rezíno animal. Entre los mamíferos se reproducen constantemente y sin*in- — 450 — terrupción de tiempo ni estación, los animales domésticos si- guientes: ganado vacuno, cabrío y ovejuno, caballos, asnos y cerdos. Las aves se propagan de un modo portentoso en todas sus clasificaciones, y sin contar las domésticas que abundan, se pue- de citar diversidad de Loros y Papagayos; pájaros de canto: Ruiseñor, Tordo, Soña, Negro, etc.; aparentes para la casería: Palomas silvestres, torcaces, tórtolas, perdices, etc. Entre los reptiles hay en gran número Lagartos, Culebras y otros. Nada de lo enumerado es comparable con la multitud de pe- ces que forman una de las industrias de esta provincia; se puede citar los siguientes: Bagre, Barbudo, Camarón, Ciego, Corco- bado, Corbina, Espada, Liza, Raya, Róbalo, Sábalo, Sapotollo, Vieja, etc. Reino mineral, Carbón fósil que constituye todo el subsuelo de esta provin cia; Cal, Sal gema, lodo, Petróleo, etc. Respecto de esta últi- ma producción, hay que mencionar especialmente la Empresa Industrial de Zorritos, que ha sido la primera en su género en el Perú. Se halla estableeida al Norte, á lo largo de la costa, desde la punta de “Mal paso Grande” hasta la quebrada de “Boca de Pan Tiene 23 pozos de trabajo, provistos de bombas que sustraen la cantidad necesaria de petróleo para hacer frente á la demanda de refinería allí mismo establecida. Posée maquinarias para toda clase de trabajo y cuenta con la dotación de tanques, cañerías y demás útiles. También son explotadas otras minas de petró- leo por una sociedad inglesa “The Head Petroleum Company” que hoy ha paralizado sus trabajos, á consecuencia de hallarse esas propiedades en litigio. Tumbes, Marzo 12 de 1894. FroiLAN P. MORALES, HA EA AR NATA Tadeo Haenke. Publicamos á continuación un artículo que encontramos en el BOLETÍN DE LA SoCcé¿DAD GEOGRÁFICA DE COCHABAMBA (Boli- — 451 — via), sobre la vida y obras del gran naturalista Tadeo Haenke, quien por muchos años viajó por Sud América y muy especial- mente por el Perú y Bolivia, dejando á su muerte valiosas pu- blicaciones científicas sobre estos dos países. Como juzgamos de gran importancia los datos que dicho ar- tículo contiene, no hemos trepidado en darlo á conocer á nues- tros lectores, reproduciéndolo de la mencionada publicación co- chabambina. . Tabpeo Harnke.—Natural de Praga en Bohemia, fué socio de las Academias de Ciencias de Viena, Praga y otras. Hallándose en Valparaíso, reunióse al botánico D. Luis Nee, y juntos viajaron por Filipinas y Nueva España, Nueva Ho- landa, el Perú, etc., hasta el año 1794, en que Nee regresó á España, quedando Haenke en Lima para reconocer el Cuzco, Potosí y Paraguay. Fué uno de los expedicionarios de 1789 con Malespina, Nee, el malogrado Pineda y otros. Fué mandado por el rey de España con una comisión espe- cial para explorar las minas del Perú, y encargado de introdu- cir mejoras en su laboreo y beneficio. Atraído por la belleza de la provincia de Cochabamba, se estableció allí en 1798, y dedi- có muchos años á la exploración del país. Escribió acerca de sus investigaciones una obra importante, cuya aparición la im- pidió el estallido de la revolución, y probablemente se perdió, puesto que Haenke poco después murió. Muchas preciosas memorias y escritos de Haenke sobre el Perú y Bolivia, se encuentran todavía en manos de particulares en estos países. En el Perú le dieron á Humboldt importantes anotaciones geográficas hechas por Haenke. Algunos artículos sueltos se publicaron después, pero es muy de desear que se publique to- do aquello que aún existe en clase de manuscritos, porque cuan- to ha escrito Haenke sobre estos países, es de importancia du- radera. Haenke fué el primeto que se dice encontró la planta llamada vzctorza regía que 50 años después d'Orbigny llevó 4 Europa, y éste oyó contar en Bolivia que cuando aquel natura- lista vió esta planta por primera vez, había caído de rodillas y dado gracias á Dios por tan admirable creación. Una parte de las colecciones de plantas inmensamente ricas de Haenke, se halla en Praga. Sus obras son las siguientes: Introducción á la historia natural de + provincia de Cocha- — 462 — bamba y ctrcunvecinas, con sus producciones, examinadas y des- critas por....Ms., original de 54 páginas, en el t. 54 de la co- lección de Mata Linares que posee la Academia de la Historia de Madrid. Está fechada en Cochabamba á 15 de Febrero de 1799. Al reverso del título hay este dístico: “Quam pulchrum est, in principits in origine rerum”. Depixtsse oculos et nobile mentis acumem! ANTI LUCRETIUS. Con tres fojas de introducción é índice. (* Otro ejemplar autógrafo, de 176 páginas en 4.” fechado en Cochabamba á 1.? de Diciembre de 1798, existe en el archivo del “Gabinete de Historia Natural” de Madrid, legajo 23, núm. 4 Trata de las sustancias minerales, que divide en naturales y artefactas. Sustancias animales y sustancias vejetales, que clasi- fica en medicinales y económicas. En las sustancias minerales naturales, describe el alumbre nativo Ó cachina blanca y otra es- pecie denominada 222//0. Alumbre nativo mezclado con el vi- triolo de hierro Ó colguemazllo. Witriolo de hierro Ó caparrosa de piedra. Sal de Inglaterra ó sal mineral. Nitro puro. Alcali mi- neral Ó sosa nativa. Cardenillo. Oropimenta del Perú. Describe los caracteres físicos, propiedades y aplicaciones á las artes, á la industria y á la medicina de estos minerales, seña- lando los puntos donde se encuentran en las provincias del Pe- rú que abraza su descripción. En los artefactos trata de los ácidos vitriólico, nítrico, muriá- tico y agua regia; del vitrivlo de cobre, tártaro vitriolizado, magnesia blanca y materiales para una fábrica de cristales, des: tinando un capítulo á cada una de estas sustancias, su obtención con los elementos del país, sus aplicaciones, etc. El último capítulo de este punto está destinado á demostrar los elementos de la provincia de Cochabamba para el estableci- miento de una fábrica de cristales, aclarando sus inmensos bos- ques y obteniendo terrenos para la agricultura. El autor revela en esta obra vastísimos conocimientos en la aplicación de la mineralogía á la industria. Su estilo es sencillo, claro y preciso, si se perdonan sus numerosos galicismos. Á es- ta introducción que parece fué remitida al Gobierno de Buenos Aires, acompañaban ejemplares de los cuerpos ó sustancias des- critas, según se infiere del texto. Una parte de esta obra vió la (*) En la biblioteca que perteneció al sabio Raimondi y que hoy posee la Sociedad Geo- gráfica de L.ma, se halla una copia de este manuscrito en 4.2con 196 páginas, fechado en Cochabamba en 31 de Diciembre de 1798,—Nota de la Radacción. o e — 463 — luz pública en EL TELÉGRAFO, periódico mercantil, rural, polí- tico, económico é historiógrafo del Río de la Plata, páginas 172 y 177 del tomo I, que comprende los cuatro meses de Abril á Julio de 1801; ese periódico salió dos veces por semana en tres páginas en 4.” sin designar el lugar de su impresión. Parece mo haber duda de ser la misma obra la mencionada por Carlos Calvo como existente en la biblioteca de la Acade- mia de Historia de Madrid, bajo el título: /Zzstoyza de Cocha- bamba y lugares circunvecinos, sus producciones, etc., por D. T. Haenke, 1799 (tomo 53). Sal de Inglaterra, sal amarga en abundancia en estas provin- cias. En el citado periódico, tomo I. página 237. Cardenllo nativo recogido por los indios en los contornos de la laguna de Oruro—1d. id. página 257. Este artículo fué repro- ducido en EL Correo MERCANTIL DE EspaÑa Y sus ÍnDIas, Ma- drid, 1802, con una relación de los objetos de Historia Natural remitida al Consulado de Buenos Aires, que son los que acom- pañaban á la introducción citada. Descripción del Perú, por D. T. Haenke, add, 17.591-2, en el Museo Británico. (*) Proyecto de D. T. Haenke sobre comunicación con E uropa por los ríos Marañón (Amazonas) y el Madera, fechado en 7 de Mayo de 1803, tomo 68; Mata Linares, Historia de la Aca- demia. Se halla publicado en el Museo DE AmBAS AMÉRICAS, tomo 2.”, páginas 5 hasta 13; además en EL OBSERVADOR de La Paz y en Odriozola (Manuel D.), Colección de documern- tos literarios del Perú, tomo 2.”, bajo el título: “Memorias so- bre los ríos navegables que fluyen en el Marañón, procedentes de las cordilleras del Perú y Bolivia”; el mismo escrito está re- producido como apéndice en Palacios (José Agustín), Vavega- ción del río Benz, etc., año 1844. La Paz, 1852, páginas 23 438. En EL REPERTORIO AMERICANO, tomo 3.”, Londres, 1829, se halla trascrito en extracto el artículo “Prolucciones de la pro- vincia de Cochabamba”, desde la página 112 hasta la 132. Terminaremos estos apuntes, con la trascripción de lo que, (*) Una copia de este interesante manuscrito, se halla en la Biblioteca de la Sociedad Geográfica de Lima, debidamente autorizada]por el Secretario de la Le- gación del Peru en la Gran Bretaña, señor don Wenceslao Menendez. Esta copia tiene 409 páginas y lleva por título Descripción del Peru, Buenos Ayres, ete. El autor señor Haenke, alude varias veces á un catálogo y apéndice que dice hallarse al pie del original, pero el copista hace notar que ni uno ni otro existen en el Museo Británico, lugar de donde se sacó la cópia por orden del Ministerio de Rglaciones Exteriores del Peru, y que hoy posee la Sociedad por donación de ese Ministerio, —Nota de la Redacción, ) : > — 454 — sobre Haenke, dice el sabio Raimondi en su obra EL PrERrú, tomo 1.”, Lima 1874, página 13: “Aún no había regresado la expedición de Ruiz, cuando el Rey de España Carlos 111, decidido protector de las ciencias naturales, había enviado otras comisiones científicas dirigidas á varios puntos, y entre ellas una encargada de dar la vuelta al mundo, con el objeto de estudiar las producciones naturales de diferentes regiones. “Esta expedición formada de los sabios D. Luis Nees, D. Antonio Pineda y D. Tadeo Haenke, después de haber visita- do las costas de Chile en la corbeta Descubierta, al mando de D. Alejandro Malaspina, vino al Perú en el mes de Mayo del año de 1790. Los que la componían hicieron algunos viajes al interior y principalmente á las montañas de Huánuco, en donde Haenke recogió un gran número de plantas nuevas, estudió va- rias clases de cascarilla y acopió preciosos datos geográficos so- bre el curso del 1í0 Huallaga. “En Setiembre del mismo año, la comisión científica se em- barcó nuevamente para seguir sus exploraciones por las costas del Perú, Méjico y California; y después de haber regresado á Méjico, atravesó el Pacífico y marchó á Manila, capital de las Islas Filipinas. En esta nueva región Haenke hizo una excur- sión de 120 millas al interior, y regresó á Manila á principios de Julio de 1792, enfermo de calor; Pineda se dedicó á investi- gaciones zoológicas y botánicas cerca de Bulacan, y el 6 de Ju- lio de 1792 pereció víctima de sus fatigas en lloc, provincia de Luzón, en dichas islas. “El comandante de la corbeta D, Alejandro Malaspina, erigió al sabio Pineda un monumento en el Jardín Botánico de Mani- la; y Ruiz y Pavón, autores de la //ora Peruvzana, perpetuaron su memoria, creando para algunas plantas el género Pineda. “Después de la muerte de Pineda, el célebre Haenke regresó á la América Meridional, desembarcando en Enero de 1794, en el puerto de la Concepción de Chile “Tadeo Haenke, de origen alemán, naturalista lleno de en- tusiasmo, seguía su innata inclinación con desinterés, y con aquella fuerza de alma de que sólo son capaces los hombres que se consagran á la investigación de la verdad; en una palabra, verdadero misionero de la ciencia, pronto á sacrificar su vida cuando se trataba de arrancar un secreto á la naturaleza, arribó por segunda vez á las pltyas de América, con el firme y audaz — 465 — propósito de continuar sus investigaciones en las partes más re- cónditas de Bolivia y el Perú. “Este impertérrito naturalista pasó por tierra, de Chile á Bo- livia y al Perú, visitó el país de los araucanos, Potosí, La Paz, Mojos, Santa Cruz de la Sierra, Puno, Arequipa y Cuzco y sus montañas; desafió en sus viajes el crudo clima de las gigantescas y heladas cordilleras, las peligrosas corrientes de los ríos, la per- versidad de los salvajes, la ferocidad de los animales, el veneno de los ponzoñosos reptiles, las picaduras de los insectos, las co- piosas y molestas lluvias; y siguiendo por todas partes con el mismo entusiasmo sus investigaciones de física, botánica, quí- mica, geografía, etnografía, etc., etc., llegó hasta predicar en los pueblos el modo de preparar el salitre, el áciddo sulfúrico y la «pólvora. “Este ilustre Sabio murió en 1817 en Cochabamba, ciudad de Bolivia, donde se había establecido, dejando un tesoro de mate- riales en sus manuscritos, diarios, observaciones y productos na- turales de toda clase, que desgraciadamente no se sabe la suerte que hayan tenido. A Bohemia, su patria, no llegaron sino al- gunos paquetes de plantas disecadas, cuya descripción y dibujo se publicaron escrupulosamente por la dirección del Museo de Praga, en una obra que lleva el título de Pe/zquiae Haenkeanac. “A este laborioso é infatigable naturalista se debe un gran número de descubrimientos en las ciencias naturales y los pri- meros análisis de las aguas minerales de Yura, en las inmedia- ciones de Arequipa. Además, nos ha dejado una memoria so- bre los ríos navegables que afluyen al Marañón de las cordille- ras del Perú y Bolivia. “Los autores de la lora Peruana trasmitieron á la posteridad el recuerdo de este célebre naturalista, dando su nombre á una planta que descubrieron en los montes de Muña, la lZaenkea multiflora. El botánico Preslin, que se encargó de la clasifica- ción de las plantas descritas en las Rel2guzace Haenkeanace, y otros naturalistas, dedicaron á Haenke un gran número de plan- tas, entre las cuales se pueden citar el Aspzidium Haenkez, la Pteris Haenkeana, el Adianthum Haenkeanum, etc. (De una obra inédita de E. O. Ruck). Un tornado en Sud-América. Traducido de “The American Meteorological Journal”, de Boston, Mass, U. $. A. POR C. J. B. Son tan raras las relaciones auténticas de tornados en el he- misferio Sur, que juzgamos de muy especial interés la descrip- ción siguiente que hace Mr. W. G. Davis, Director de la Oficina Meteorológica Argentina, de uno habido en esa República; y que publicamos hoy traducida, con la debida autorización de su autor, de la memoria que presenta al Gobierno correspon- diente á 1891-92. El fenómeno más notable del año, ha sido el tornado que en la noche del 13 de Noviembre de 1891, devastó el pueblo de Arroyo Seco, situado en el camino de hierro de Buenos Aires á Rosario y á 31 kilómetros de esta última ciudad. Diez personas murieron á causa de él, quedando heridas más de ochenta; y de las cincuenta óÓ sesenta casas que formaban la población, sólo cinco quedaron intactas: la mayor parte de las demás, que eran de ladrillo, fueron destruidas totalmente. Las condiciones atmosféricas generadoras de este fenómeno y causantes de su fuerza destructora y motriz, tenían una nota- ble semejanza con aquellas que son conocidas en el oeste de los Estados Unidos, con el nombre de torzados, y que se distin- guen de los ciclones, especialmente por la menor extensión y violencia (tanto en longitud como en anchura de unos trescien- tos cincuenta metros solamente, miéntras que el ciclón puede cubrir cientos de leguas) de los vientos verticales que lo com- ponen. La serie de observaciones que se hicieron en el mes de No- viembre, suministran datos para una investigación completa de las condiciones que generaron y desarrollaron el fenómeno; pe- ro este detallado estudio se publicará después, limitándonos por ahora á dar un breve resumen. En el intervalo de la noche del 12 á la mañana del 14, se de- jó sentir eñ la República una depresión barométrica de O. á E. > las 7 á, m. del 13, el centro de la depresión fué al £. de la dt A — 457 — provincia de Rioja y al NO. de la de Córdoba; á las 2 p. m había avanzado á la parte central de Córdoba; á las 9 p. m. al S. de Santa Fé, y 4 la mañana siguiente, á las 7, había pasado al E. de la ciudad de Buenos Aires, pero conservando aún sus ejes mayores muy cerca del N. y S. de la línca. En Fisherton, cuarenta kilómetros al NO. de Arroyo Seco, el harógrafo acusó un descenso de 7 milímetros en las 6 horas que precedieron á la tempestad, con fluctuaciones repentinas entre 5y 6 p.m. Las líneas isotermas á las 2 p. m. del 15, anunciaron grandes diferencias de temperatura en una área com- parativamente limitada. En el límite norte de Santa Fé, las ob- servaciones dieron temperaturas de más de 35” C., con vientos del norte; en Fisherton, 28” con viento del SO.; en Capilla del Señor, sólo 18”, con viento del sur, y en Buenos Aires 21”, con viento del SO. Precisamente son estos contrastes violentos de temperatura y correspondientes diferencias en la humedad del aire, que preparan las condiciones iniciales que producen el tor- nado. Los siguientes hechos, relacionados con el desastre, se han obtenido, tanto del testimonio de numerosas personas residen- tes en Arroyo Seco, como de una inspección hecha de las rui- nas: El día había sido caluroso, con viento violento del N. y NNO., en la tarde, hasta un cuarto de hora antes de la tem- pestad; siguió luego una calma completa con atmósfera sofocan- te. A las 5 p. m. Óó poco antes, se formó al S. y SO. una densa nube de color azul-negro, que subió lentamente á una altura de 20% 6 30%; á la vez aparecieron al N. gran cúmulo de nubes, blancas como la nieve, cuyos ápices llegaban casi al Zenit. Cin- co Ó diez minutos antes de la tempestad, se vió destacar al S. de la masa nebulosa, una brillante columna en forma de espiral, que, con fuerza giratoria y ensordecedor ruido, rompióse sobre la ciudad en toda su furia á las 5.53, dejándola en ruinas, des- pués de 4ó 5 minutos de una oscuridad completa. La inspec- ción que se hizo pocos días después del desastre, comprobó fá- cilmente la evidencia de la moción giratoria de la tempestad, y permitió reconocer que fué un verdadero tornado, de la misma especie de los que tan destructores son en el oeste de los Esta- dos Unidos. La dirección general de su trayecto fué de SO. á NE., con fuerza rotatoria del viento de derecha á z2guzterda. En su mayor violencia, no debió exceder de quinientos metros la aAchura de su trayectoria, quedando al medio de ela la estación del ferro- — 458 — carril. A una distancia de 8 kilómetros 4 lo más al SO. de la ciudad, se hallaron las primeras huellas de las averías, siendo imposible determinar hasta qué punto duró su primitiva violen- cia; mas, se ha probado que tan pronto como cruzó el río y en- tró en la provincia de Entre Ríos, su fuerza fué declinando gra- dualmente. Puede formarse una idea aproximada de la presión y velocidad del viento, por la fuerza que ha necesitado para de- rribar edificios y para levantar y arrojar carros del ferrocarril. De los veintiún carros de bodega y plataforma que habían so- bre la línea y ramales de ésta, diecisiete fueron volcados, que- dando algunos de ellos con sus ruedas en el aire, otros rotos en pedazos, y un carro de carga que tenía un peso total de catorce mil kilogramos, fué arrojado treinta metros al oeste del camino. La ramada de carga que era de acero acanalado y que tenía una extensión de 26 metros por 10, fué arrancada desde sus cimien- tos y dando vueltas en el aire fué arrojada contra la estación. Algunas de las láminas de acero de este edificio, fueron halladas en la Isla del Río, Ó sea á más de dos millas de distancia. Lo más extraordinariamente sorprendente ha sido que el muro frontal de la estación que recibió el golpe de la ramada, sufrió pocas averías, miéntras que la pared opuesta que tenía cincuenta cen- tímetros de espesor ha quedado tan inclinada, que habrá que re- construirla, y las paredes medianeras interiores de un espesor de veinte centímetros, fueron en su mayor parte derribadas del to- “do. Este fenómeno sólo puede explicarse por la diferencia de la presión atmósferica adentro y afuera del edificio, debida á la dis- minución repentina que experimentó afuera el viento en su pri- mer impulso; de manera que el aire encerrado adentro adquirió por un momento una fuerza explosiva. Tomando en considera- ción las más provechosas observaciones, resulta que la fuerza de los dos vientos componentes (vertical y horizontal), ejercieron una presión de 125 libras por pie cuadrado; pero esto fué pro- bablemente sólo por unos pocos segundos. Investigando las causas que produjeron el tornado, ha venido 4 demostrarse que ellas fueron las diferencias de temperatura y humedad en las capas adyacentes de la atmósfera, siendo abajo el aire seco y cálido, el que naturalmente las hizo más ligeras; mientras que arriba fueron frías y saturadas de humedad. El pe- so de la capa superior produjo una corriente ascendiente—de la misma manera que el vapor del agua hirviendo (el cual se for- ma printipalmente en el fondo de la vasija que contiene el lí- quido),sube á la superfigie— y rompiendo la capa superior una AG vez efectuada, fué 4 formar un torbellino que se elevaba por la moción rotatoria producida por el cambio de los dos aires de densidad diferente, siendo obra de pocos minutos la formación de las fuerzas que pusieron en acción el desarrollo de la tem- pestad. - Aquella misma noche sufrió la ciudad de Goya, 4 las 9, una visita semejante, la cual fué acompañada de menos pérdidas de vidas y propiedades; esta tormenta tuvo su origen á pocas leguas al sur de la ciudad, y fué del mismo carácter que la de Arroyo Seco. SETI IA —Á Hidrografía fluvial. LEVANTAMIENTO DEL LECHO DEL RÍO DE PIURA. El río de Piura, que el doctor Carrarcón, Prebendado del Cuzco, llama río de Lengas en el Mapa del Perú que publicó en aquella ciudad por el año 1802, ofrece el fenómeno, obser vado á la simple vista, de irse haciendo cada día menos profun- do su cauce, á consecuencia de la gran cantidad de arena que, arrastrada por la corriente, vá depositándose en el lecho. El puente que el río destruyó en la gran avenida de Abril de 1891, fué construido en 1870; y era notable, al secarse el río cada año, la disminución de la altura de las columnas de hierro que soportaban la construcción. Los barrancos de greda de la hacienda de Miraflores, que es- tán frente á la ciudad, se vén hoy mucho menos altos que hace veinte años. En cambio, y como es natural, el ancho del cauce ha aumen- tado considerablemente. No he podido precisar la fecha, pero hace más de treinta años que los ingenieros Joseph P. Davis y Joseph Hindle, fue- ron comisionados para proyectar un puente sobre el río de Piura. Propusieron la construcción de un puente colgante, en la di- rección de la calle llamada Poguerón de Belén, donde la anchu- ra del río es mayor que en el sitio que ocupa el puente nuevo, El tablero del puente colgante debía tener 18 pies de altura so — 46) — bre el lecho del río, quedando 4 Ó 5 pies mas bajo que la plaza principal, Se le daría 200 pies de largo, que era el ancho del río en esa parte. El nuevo puente mide 342 pies de largo, y se ha creído pru- dente dar al tablero una altura de más de 8 pies sobre el nivel de la plaza. Esta precaución era tanto más necesaria, cuanto que en 1891 las aguas del río penetraron hasta la plaza, por las acequias que se habían hecho para el desagiíe de la ciudad; ace- quias cuya profundidad no excedía, en la plaza, de 50 centíme- tros. Si hoy se construyera un puente 5 pies más bajo que el nivel de la plaza, no quedaría entre el tablero y el lecho del río espa- cio suficiente para que pase un hombre á caballo; y como el ni- vel de la plaza no ha bajado, es evidente que el del río ha su- bido. El señor Findlay, contratista del nuevo puente de Piura, me ha referido que cuando se formaba en Lima el presupuesto . de la obra, los ingenieros consideraron en sus cálculos, fundados en observaciones anteriores, que había que escavar 2 metros, para que los cimientos de los pilares reposaran sobre arcilla du- ra, y que al ejecutar la obra hubo necesidad de profundizar 4 me- tros para encontrar la capa de arcilla. Esto demuestra que, á partir de las observaciones tomadas en cuenta por los ingenie- ros, el nivel del lecho se ha levantado unos 2 metros. Examinemos la causa de este levantamiento del lecho. Los mismos ingenieros Davis y Flindle nos la dicen, al pre- sentar su proyecto de puente colgante: “A una distancia de cerca de 200 pies del sitio elegido para el puente colgante, hacia la parte baja de su colocación, existen los restos de una antigua represa que contiene las aguas en un ancho de 140 pies, levantando por tanto las aguas, cuyo efecto es el de subir el lecho del río y disminuir la corriente. Propo- nemos quitar esas ruinas, (operación que se debía haber hecho desde tiempo ha), lo que hará que las aguas no vue lvan á subir á esa altura extrema, por algunos pies”. e ) El ingeniero D. Emeterio Perez, encargado de la dirección de las obras de defensa de la ciudad de Piura, propuso á la Jun- ta Departamental, en 1892, hacer desaparecer esa represa, que considezaba una amenaza para la ciudad y para el nuevo puente ( X . ” (+) “Anales del Cuerpo de ingenieros del Peru”, t, I, pag. 55, E sh PR AA — 461 — que se construía. Por motivos que ignoro no se atendió á esta indicación del ingeniero. 'A esa causa de. antigua data, se agregaron otras dos, en 1870 El puente que entonces se construyó, era pequeño para el cau ce del río, que ya empezaba á ensancharse, por lo que el ma chón del lado izquierdo tuvo que hacerse avanzando hacia e] río; siendo además preciso construir una muralla de protección que partía de ese machón y se dirigía aguas arriba, en forma de arco. Pero como las aguas de las erandes crecientes no cupie- ran por entre los machones, se abrieron paso por la izquierda; y quedando el machón y el muro de protección en el centro de la corriente, produjeron el mismo efecto que las antiguas rul- nas, de que nos hablan los ingenieros Davis y Hindle. A partir del machón de la derecha se construyó, aguas abajo, un muro fuertemente inclinado hacia el centro del río, que re- presa también las aguas. Represando el río en las dos riberas y en el centro mismo, la corriente ha disminuido, las arenas arrastradas se han ido sedi- mentando y el lecho se ha levantado y continuará levantán- dose, miéntras no desáparezcan las causas que hemos expresado. El machón que estaba en el centro ha sido ya destruido, pero quedan las represas de las dos riberas. ¿De dónde viene tanta arena? Fácil es la respuesta. En las grandes crecientes de los años de 71, 77, 78, 84 y 91, las corrientes han arrastrado enormes extensiones de terreno, ya de la una, ya de la otra ribera. Este fenómeno, ilamado avulsión en Jurisprudencia, tuvo proporciones verdaderamente sorpren- dentes en 1884. En Guan, á 10 kilómetros al Norte de Piura, desaparecieron, arrastrados por la corriente, inmensos cerros de arena, y las aguas formaban grandes oleajes al chocar con los bancos de arena formados en el río, que la corriente, apesar de ser considerable, no podía arrastrar sino lentamente. Una observación para concluír: En 1707 el rey de España comisionó 4 D. Gonzalo Ramirez de Baquedano, Oidor de la Real Audiencia de Lima, para la composición de las tierras de la Corona, adjudicadas á particu lares y por las que no se hubiese dado satisfacción en todo ó en parte. Este es el origen del documento llamado “Título de composición de las haciendas de Piura”, en el que se lee lo si- guiente: “El sitio de Lengas y Ocoto, de la otya banda, linda por la S — 462 — parte de arriba con el sitio de Bicupa, hasta Cólera, y río abajo hasta donde suena el agua”. En el lugar llamado La Peñita, algunos kilómetros más aba- jo del lindero de Ocoto, hay en el río un rápido, cuyo lecho es de piedra arenisca. Seguramente en el año de 1707 la caida del agua era suficientemente fuerte, para que el ruido alcanzara á á hacerse oír en el lindero de Ocoto, lo que no sucede hoy, pues la caida es de poca consideración y el agua ya no suena, como en tiempo del señor Ramirez de Baquedano. El levantamiento del lecho solo se deja sentir desde La Pe- ñita hacia abajo. Del rápido para arriba, nada hay que revele un cambio de nivel. Piura, Marzo de 1894, VicToR EGUIGUREN. q A A Miscelánea, ARCHIVO COLONIAL DE HACIENDA.— Habiéndose expedido en 19 de Diciembre de 1892, una resolución suprema poniendo término á la comisión que se creó por decreto de 18 de Mayo de 1891; el Presidente de la Sociedad, bajo cuya inmediata vigi- lancia se seguía el arreglo del archivo de Hacienda de la época colonial, pasó un oficio á dicho Ministerio, manifestándole la conveniencia de prorrogar por algún tiempo más las labores de dicha comisión. El Ministerio, con fecha 16 de Noviembre de 1893, en vista de la nota del Presidente de la Sociedad, y reconociendo las fundadas razones en ella expuestas, expidió una resolución re- poniendo en todo su vigor el decreto de 18 de Mayo de 1891, 6 sea accediendo al pedido de la Sociedad; y posteriormente, con fecha 8 de Enero del año en curso, el mismo Ministerio amplió dicha resolución, reconociendo tanto al señor Polo, Director de esa oficina, como al señor Mackehenie, amanuense de ella, los haberes que habían devengado durante el año 93, en que conti- nuaron prestando sus servicios, los cuales les serán abonados en su opo.«tunidad. (, — 468 — VOLUMEN DE AGUA DEL MADEIRA Y SUS AFLUENTES EN METROS CÚBICOS Y POR SEGUNDO.-—De la obra “Von Amazonas und Ma- deira”, por Keller Lewzinger, tomamos los siguientes datos: Baja Media y Alta marea Guaporé en suembocadura... 663 1879 5120 Mamoré “ E Ele 835 2530 7024 Madeira arriba de las cataratas 1498 4310 12144 Beni en su desembocadura... 1383 4344 13109 Madeira abajo de las cataratas 4142 14642 39106 EXPEDICIÓN AL POLO NORTE.—Esta expedición dirigida por el Capitán Ekroll, es probable haya dejado á la fecha el Cabo Mohn en Spitzbergen, y comenzado sus exploraciones en las regiones desconocidas. 7 TIT "* Personal de la Sociedad Geográfica de Lima. PRESIDENTE NATO Excmo. Sr. Presidente de la República. VICEPRESIDENTE NATO Sr. Ministro de Relaciones Exteriores. SOCIOS NATOS Presidente de la Cámara de Comercio. Director General de Telégrafos. Director General de Correos. Director General de Industrias. Director General de Obras Públicas. Director General de Marina. Director de la Biblioteca Nacional. Director de la Escuela Especial de Ingenieros. Director de la Escuela Naval. Director de la Escuela Militar. Oficial Mayor del Ministerio de Relaciones Exteriofes, Profesor de Geografía del Colegicade Guadalupe. » a.) Ra SOCIOS HONORARIOS. Dr. John S. Billings, del Arma Medical Museum and Library de Washington. Excmo. Sr. Francisco Coello, residente en Madrid. Cesáreo Fernandez Duro, académico de la Historia, id. id. Mark W. Harrington, jefe del “Weather Bureau”, de Washington. Excmo. Sr. Justo R. Zaragoza, residente en Madrid. Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas, id. id. Excmo. Sr. D. Emilio Castelar, id. id. Excmo. Sr. D. José J. de Osma, id. id. Conde de Cheste, residente en Segovia (España). D. P. Pradier Foderé, id. en Lyon (Francia). D. Julio Simón, id. en París. M. Du Petit Thouars, id. id. S. E. el Cardenal N. Vaughan, residente en Westminster. Dr. Leopoldo Contzen, residente en Essen (Alemania). D. Clemente R. Markham, residente en Londres. D. M. V. Ballivian, residente en La Paz (Bolivia) D. Juan C. Carrillo, residente en Cochabamba (Bolivia) Dr. R. J. Jannasch, Presidente de la Sociedad;Central de Geografía Comercial de Alemania (Berlín). Senador N. Hertz, Presidente de la Sociedad de Geografía de Hamburgo. Dr. A. D. Hodges, residente en Boston. Excmo. Sr. Martín García Mérou, Enviado Extraordinario y Mi- nistro Plenipotenciario de la República Argentina en el Perú. Dr. Guillermo Reiss, residente en Dresde (Alemania). Dr. Alfonso Stiiebel, id. id. M. Elisée Reclus, id. en París. D. Alejandro Ross, id. en Londres. D. S. P. Langley, Secretario perpétuo de la “Smithsonian Insti tution” de Washington. D. Miguel Merino, Director del Observatorio Astronómico de Madrid. D. W. J. Mac Gee, Prof. de la Geological Survey de Washington. M. John W. Powel, Director del Geological Survey de Wash- ington. M. Frederick W. Putnam, de la Harvard University, Peabody Museum de Cambridge. SOCIOS CORRESPONSALES. D, Teodoro Wolff, residente en Dresde (Alemania). D. Alejandro Rivera, residente en Loreto. D. Marcos Jimenez de la Espada, residente en Madrid. D.¡Herbert Guillaume, Cónsul General del Perú en Southampton. — 4656 — D. Tomás Hutchinson, residente en Londres. D. Alejandro de Idiaquez, Cónsul General del Perú en el Havre. D. Olivier Ordinaire, vice-Cónsul de Francia en Tarragona (Es- paña). D. Angelo Rodriguez de Quijano de Arroquia, residente en Es- paña. Dr. Hermann Rehberg, en el Callao. . Germán Torres Calderón, en Chiclayo. . Arturo de Claparede, residente en Ginebra. . Angel Divizzia, residente en Ica. . Alejandro O. Deustua, id. en el Callao. . Victor Eguiguren, id. en Piura. . Pedro Garezon, id. en Génova. . Agustín Ganoza, id. en Trujill>. . Jules Gebelin, Vice-Presidente de la Sociedad de Geografía Comercial de Burdeos. . Carlos A. Hesse, Ingeniero, residente en Iquique. Dr. Pastor Jimenez, id. en Tacna. S. A. el Príncipe Roland Bonaparte, residente en París. R. P. José Egg, residente en el Pozuzo. Coronel D. José Manuel Pando, residente en La Paz (Bolivia). . José R. de Idiaquez, Cónsul del Perú en el Pará (Brasil). . Agustín Aspiazú, residente en La Paz (Bolivia). . Eduardo Idiaquez, id. id. . José R. Rocha, id. id. . José Romero, id. id. . Ernesto Otto Riick, residente en Sucre (Bolivia). . Samuel Oropeza, id. id. Dr. D. Federico Blanco, residente en Cochabamba (Bolivia). D. Germán Von Holter, id. id. Dr. Fernando E. Guachalla, residente en La Paz. . Gustavo de la Fuente, id. en París. . Adolfo P. Carranza, en Buenos Aires. . Alejandro Sorondo, en Buenos Aires. J. H. Martinet, en Supe. Ignacio Bendezú, en Ayacucho. P. Carlos Lange. José Balta, en Santiago de Chile. Santiago Torres Vicuña, en Acobamba. Horacio Hooker, Comodoro de la Compañía Inglesa de Vapo- res (Callao). 3 N. Alarco. . Santiago J. Barberena, residente en San Salvador. . Juan Bergelund, residente en el Desaguadero. . Carlos Matzenauer, Cónsul General del Perú en Viena. Teniente 1. de la Armada D. Enrique Gamero, residente eh Puno. D. Felipe Barreda y Osma, residente en París. , Dr. D. Fabricio Uribe, residente en Guatemala. j ADUUUuUDO U QIOUVuUDYy UDUY SUBIPSSUO — 466 — r. D. José Ortega, residente en Guatemala . Gilberto Lirios, residente en Granada (Guatemala). Jesús Jimenez, residente en San José (Costa Rica). . Federico Mora, id. id. Carlos Cisneros, Cónsul del Perú en Burdeos. Anibal Villegas, Ministro del Perú en Suiza. . Federico Alfonso Pezet, Cónsul General del Perú en Londres. Tr. Frank Vincent, residente en Nueva York Hipólito Valdez, residente en Puno. Aurelio Souza, en Cajamarca. Manuel A. San Juan, Encargado de Negocios del Perú en La Paz (Bolivia). . Courtenay de Kalb, id. en Nueva York. . Mariano E. Corzo, id. en París. Nemesio A. Raez, id. en Huancayo. . Carlos Uclos, id. en Honduras. . Carl Hennequin, Director del Instituto Cartográfico Militar de Bruselas. . Manuel L. Hohagen, residente en Chiclayo. . W. H. Pickering. VUYVUDOY 2 pu UU ZÚDOZ UU SOCIOS ACTIVOS. Almenara Butler Francisco, médico y cirujano. Arancibia Felipe, ingeniero civil. Artola Manuel R., médico y cirujano. Avendaño Leonidas, médico y cirujano y explorador de Loreto. Bailey Juan, gerente de la Empresa del Cable. Bambarén Celso, médico y cirujano. Barandiarán Carlos, teniente 1.2 dela Armada y explorador de Loreto. Barberi José Luis, industrial. Barranca José S., doctor en ciencias. Basadre Modesto, geógrafo. Benavides Emilio, capitán de corbeta. Benites Enrique, autor de textos de geografía. Biilinghurst Guillermo, ingeniero y autor de varias obras de geo- rafía. Bonifaz Emilio, abogado y diplomático. Braun José Manuel, ingeniero civil. Bryce Luis N., agrónomo. Bonnemaison Juan Elías, ingeniero civil. Candamo Manuel, senador y publicista. Cancino José Teobaldo, médico y cirujano. Capelo Joaquín, doctor en ciencias é ingeniero civil. Cárdepas Leonidas, senador. Carranza Luis, médico y cirujano. Carvello, Emiliano A.,(¿octor en jurisprudencia. — 467 — Chacaltana Cesáreo, doctor en jurisprudencia y diplomático. Carrillo Camilo N., capitán de navío. Carrillo Enrique E., periodista. Carvajal Melitón M., capitán de navío. Castañón José, ingeniero civil. Castro Juan Domingo, médico y cirujano. Chiarella Olivo, médico y cirujano, Coronel Zegarra F. C., doctor en jurisprudencia. Delgado Eulogio, ingeniero civil. Dulanto Martín, médico y cirujano. Eléspuru Juan N., coronel director de la Escuela Militar. Eléspuru Teobaldo, ingeniero civil. Elguera Manuel, ingeniero de minas. Elmore Alberto, doctor en jurisprudencia y publicista. Elmore Teodoro, ingeniero civil. Espinar Enrique F., capitán de fragata. Espinar Rómulo, capitán de navío. Elster Jorge. Espinoza Agustín, ingeniero. Ferreyros Carlos, capitán de navío. Flores Ricardo L., médico y cirujano. Fowler Luis, sargento mayor de ejército. Gadea Alberto L., doctor en ciencias naturales. García Calderón Francisco, doctor en jurisprudencia y académico correspondiente. García Merino M., hacendado y naturalista. García Rosell Ricardo, industrial. Granda José, doctor en ciencias. Guevara Alejandro, ingeniero civil. Guzmán y Valle Enrique, doctor en ciencias. Habich Eduardo, ingeniero civil y director de la Escuela de inge- nieros. Herrera Federico, doctor en jurisprudencia. Huertas José B., coronel de ejército. [rigoyen Manuel, doctor en jurisprudencia y diplomático. Iturregui Manuel J. La Combe Ernesto de, coronel de ejército y subdirector de la Es- cuela de Clases. La Puente Ignacio, médico y cirujano y doctor en ciencias. La Torre Elías, coronel de ejército. Liecher Carlos, doctor en filosofía y pedagogo. 3 Macedo José Mariano, médico y cirujano, Mackehenie Carlos, Gerente de la C.* S. A. de V. Malinowski Ernesto, ingeniero civil. Middendorff Ernesto, médico y cirujano. Miró Quesada José Antonio, periodista, , Moreno Federico, industrial, ) Muñiz Manuel A., médico y cirujano. ) » gp — 468 — Morales Froylán, capitán de fragata. Nation William, naturalista. Olaechea Teodorico, ingeniero civil. Osma y Pardo Felipe, doctor en jurisprudencia. Oyague y Soyer José Vicente. Odriozola Ernesto, médico y cirujano Pacheco Zegarra Gabino, escritor. Palacios y Mendiburu Samuel, coronel de ejército. Pardo José, doctor en jurisprudencia. Patrón Pablo, médico y cirujano. Paz Soldán y Unanue P., literato y políglota. Paz Soldan Carlos, escritor. Pereyra José M., coronel de ejército. Perla Enrique, doctor en jurisprudencia. Pfliicker y Rico Leonardo, ingeniero de minas. Polo José Toribio, bibliófilo y anticuario : Prado y Ugarteche Mariano l., doctor en jurisprudencia. Puente José Agustín, agrónomo. Raygada Eduardo, capitán de fragata y explorador de los ríos Tambo y Pachitea. Rincón Federico, capitán de fragata. Rodriguez Ramirez José Manuel. Rosas Francisco, médico y cirujano. Romero Eleodoro, doctor en jurisprudencia. Sharpe Jorge, gerente de la C.* I. de V. Seoane Guillermo AÁ., doctor en jurisprudencia. Salaverry Juan, capitán de fragata. Solar Pedro A. del, Vocal de la Excma. Corte Suprema. Terry Tadeo, explorador marino y terrestre. Tovar Manuel, Obispo de Marcópolis. Ulloa Alberto, doctor en jurisprudencia. Unánue José, agrónomo. Vasquez de Velazco Arístides, médico y cirujano. Villar Leonardo, médico y cirujano. Villareal Federico, doctor en ciencias, ingeniero y astrónomo. Viñas Manuel A., ingeniero civil. Wertheman Arturo, ingeniero, geógrafo y explorador. Whilar Agustín T., pedagogo. Wiesse Carlos, Oficial Mayor del Ministerio de Relaciones Exte- riores. Williams Carlos, pedagogo. WVakulski Francisco Javier, ingeniero civil. — 469 — *SUstIQ SUL Á “IN Y “OS UOS SO[UUILOL SOJUIA SO] '3I89()-2JLON DP 19 89 'SVIAN[| SY[ DP BSNEO “91 BULII OJUOTA “SUI9JU9UL 98 SU] Y SOALDON SOJD9SUT 9 $6vJul “seAU ap “sanolÓ(puoo sayurlouos ue vjuasaud as 'vlononcasuoo ua “anb pepiueo uva k 9p eÉneo Y UB jua Una enb supipagd “vuaed Á ZOJAv 9p SEL9JUIWIS SU] UD SEpIpagd s9o¡qujou uUvuISio “opysud VUE [9p $UNBr 4p 0899X9 OJp48] [8 SEPLAN “SUSNVO SUSLIAIP $ujs gr “edroryue as OJJÍ [4 "LOY *ISYY BAND PPLU9AR AP vIQAN) EnBe 19 eseanpumaad $u01[q9u 43500 8] UG “rule yo avaganb y opuda¡] uey anb sa) 1907 SUPIUIAL SUpIJadaL OPIGUY UV SAW 9959 UT “SYPNULU )E Y G[ AP OJ9S PYppnurjuos 109 Opuranp “sejaoo Ánur SUPO) OpIS UBI SUTAN] E A A A a a A A TRI TD EL ”¿pe]quu 401 apar S'6l s'vr 11 6L 89 SL vOL 29h SI sé 0€ PL L'éT 9'LT g6T 8) 8L £9l S92 st 17 6% FL £' PL LL Gr 0L Sl G9L 692 £ 11 287% s3 srt S'el c'9L va 0% 8L 91 $9L £'8sI eva L% “epe¡quu ¿qu ape] 'vaonu eun Z+L g'pL BL 0% 89 LL £94 v9L sI Ssrz 9% “ud yisprroda y “ud Yo] wd Ac maní E SL 8L vz 19 €l Z9L E0L sI yz S% S'EL SL S'8sL ¡rd L9 €l 2yL 92 PSI 4% w NA 8'£L GI A AO 99 £l Z9L £9) SI +3 :3 *aroou B| Uu9 eurqoN | bl PL 9 91 S0L 99 9% $94 99L £sL sz e| zz » PEL L'el 8L 13 69 OL 092 994 SL te rz '9yUv ndo OJIBNO Gel €'€L sI A 19 Ol $91 991 BL vw 07, vel ll € 8L 07 99 1) 19L | 19 61 || e '9U9O0U Y] UA YULGON vb b'PL 21 3 12) €L 192 v9L 51 or SI 03 An Fu e LL ¿VIA D]T €'eI 8L Verá 2) vL Z9L 591 va s% 41 vGr 8L o 10) DL 29L <9L 07 Su 9t SL S'6L 7% £9 19 092 29L 07 9% gr BL Ta Se €9 89 19% 79L 61 occ vt 91 TZ a 09 2 094 £9L Ta 9% £L *“gua[| vumWy LL 9'6L S'ez 19 89 192 £9L TZ 9% ZL LS $04 Ez 09 19 19L P9L 1z e TL "21D U9J UL) “9L 50% (5rá 19 2 v9L C9L TZ Lz Or -193u1 uo) 8 ee] mystery ad Ze ug Tp ¿eranTT L'9L 0% + 19 TA 6£L F9L TZ 29% 6 ud 1146 “e epeBuaper 81 UN cea] T “LI 1% aer 79 OL 194 894 vóá TL 8 ud “9 SL ODA Y “Ud LA gm mz “BIADIT $'8I 8'5% 0% 1) 89 192 S9L 7% L3 l “UTA "X3ME UA | *XBHW “UA | "XP "UA | XP “Ur "XYN “UTA | “XUM a Y "SANOIOVAYJASIO 3 94 op ou od|| :9 sopel3 uy "Y HDX Y ME "ROUIS9JUA() "SOJA WA *) SOPvag) 2 "VALL E VADY 44 SONVUD || 01904 44 QIUNA NOIS NAL "VITA AVAANAH "OMLAMNOH VE "VU VHHANAL "usBeyoy "TI 'N 10d '2687 9P MAY ep seur [8 seyuerpuodseaJloo '“anbalequie”7 ap oquaeviegaedop 'OX8]otuoy ep seorb9]o0do097o uu sauortaBAdesqo ANNAN D is correspondientes al mes de Mayo de 1892, por M Observaciones meteorológicas de Chiclayo, departamento de Lambayeque, L. Hohagen. 20 TEMPERATURA, BAROMEPRO HUMEDAD RELA» TENSION PUNTO DE RÉCIO | ¡GRAMOS DE AGUA Grados C. Milímetros. Centésimos. MAXIMA, n grados €. por m.c. de aire, 'EVHOHÉ o ee ISA e a E ” — 470 — 1] Le 5 RA A pl pd ll pl il pd pl pl po il il nl pd E pp e e e HUA Ho 3 » 3 ) Ss 4 4 Sus 1D ar 4 2 6 8 SS NE do do DANA 0 DJ 1 1 * Y A SUas'S a == Qu = OBSERVACIONES. Lluvia: 3 y 11 p. m. Luna nueva. Lluvia: S% p. m. ¡ Lluvia: 43% p. m. Tarde nublada. Tarde nublada, Luna llena, Dliuvia: 614 p. Mo, Cuarto menguante, ¡[Lluvia: 91% p. m. Lluvia: 51% p. m, Euna nueva, Lluvía: 7 p. m, Arco iris: 6 p.m 2. SY — 471 — “?pR/UU PUBUPIA “4pe [UU PUBUY "2pY[q0u PUBUY *pA93na vuny d UL LA ACB OP FRAME CPPBIqua Spare! “sd Déc 07 eL Y BAD] VLOBVT “YPU[QUU OPAVL "YPR][QNU VUBUPIL "epe[qnu vrUBUYVA "9yuen 5 u9u 03180); “epe[quu tuto er “uo [[ PUNT | *Bpe[quu duooN *9JU9TI9.0 OJIBN) "2pe][quu opar L | | "SINOIOVAYASIO ame ep “our Jod VADV 11 SONVUD Tr Le 08 yl ED) Cra L 64 “8% L 9L 1% L SL 9% I SL cz S'pL rdA va val Gal SUL CL 992 89L £% Sor GEL c91 Sl 991 891 Za SOL cr4.T S'9L Pl 192 692 1% GLI Sel LT 92 194 021 0% al I Ms +l 191 69L 61 LL al Jj Le 99L 021 8L 1TL I 41 SL 991 692 LT SII LI TI TA 99L 69L 91 Jr T SLI 2, £9L 192 Sr Srl ñ LI Cl 902 89L ye Sal I GLI rdA 99L 80L €I TEL L SLI OL 99L L9L al SII I SLI Ja 99L 80L TL rara! L 8'sI 91 S9L 692 Or Sel pl 6'sI 8 CL, GOL SOL 6 ezt L 51 +9 €l 991 89L 8 e11 “T 0% E) 0L 992 89L l S'£L g'LI c'61 “9 60 292 80L 9 9 tr SSL 1) 69 C9l 89L g LTL CST 99 (092 G9l 191 Tv SI SL 99 ?L 291 L9L ES aL 81 Y € c9L LOL a SGL 61 8y 2 994 89L I “UA | “XEM “UA | XBA “UN | “Xen “UA XxBI "UN | “XBm a 9 SOpvad us “YIIX VI *"SOWIISIJUO() *SOAJ9 ULLTUA "9 SOPRIE) E “VAIL E OIJOH JA OLNNAd NOISNAL -VIAY AYAAMKOH "QULINOUVA *"VUNALV UAT IAS usSBBeuyoH “TN 10d 'Z6 81 9P OIUN f SP SU [8 soyuerpuodsaJJoo “anbaequie”] ap oqusuuiegaedop ———_—_—_—_—_—_—_—_—__-___—<— “OKB]9TUOD SP SEAPBOJOLOSJ9UU SIUOTIBALSSAO — 472 — | Observaciones meteorológicas de Chiclayo, departamento de Lambaye- que, correspondientes al mes de Julio de 1892, por M. L. Hohagen. TEMPERATURA. BAROMETRO HUMEDAD RELA- TENSION PUNTO DE ROCIO || GRAMOS DE AGUA ll TIVA [e] $ Grados C. Milímetros. Centésimos. MAXIMA. En grados C. ||Por m.c, de aire > ta 13 Máx. Mín. Máx. Mín. Máx. | Mín. Máx. Mín. Máx Mín. Máx. Mín. 1 12 770 767 80 70 11.5 11.9 10,3 2 12.8 768 767 75 66 11.5 11.: 10,5 pl 13,4 769 768 75 6: 8.9 11.9 8.8 4 13 769 760 65 60 8 10.7 8 5 1: 769 767 70 7 10 11. 9.1 6 13.5 769 767 Su 70 o 119 10.8 7 13.5 769 767 70 70 13 11.7 11.1 8 13.5 769 766 81 70 1.7 11,5 10.5 9 14 770 767 79 70 11.8 12 10.6 10 14 769 766 74 70 13.3 11.8 11,2 11 13.8 768 765 76 73 13 12.7 11.6 12 13.8 769 767 83 73 13 12.4 11.6 13 13.8 770 760 87 73 12.5 12.7 11 14 14 71 767 7 74 12.5 12.5 11 15 13 771 769 78 6 11.6 12.2 10.5 16 13 771 769 50) 70 12 12.3 10.8 17 12.8 770 769 74 69 12.8 11.7 11.2 18 13.5 770 767 78 70 12 11.9 10.5 19 135 769 767 76 70 m7 11.6 10.6 20 14 770 762 76 69 1.7 12,4 10.6 21 13,2 768 766 76 64 11.9 12,1 10.4 22 12.7 769 766 76 67 11.7 11.5 23 13.4 769 767 78 6 12 12 24 14 770 767 “7 67 12.3 11.8 25 14 7u 767 78 69 12 12 26 14 770 767 70 69 1; 12.2 12.4 27 14 770 767 75 69 15 11.9 12,3 28 13.2 769 766 75 6 14.9 11 11.: 29 13.8 769 766 75 65 15.1 12 12 30 14.4 770 760 73 6 15.8 12.8 12.2 0 14.7 770 767 73 68 14.5 10.7 12.3 OBSERVACIONES. Mañana nublada.—Cuarto creciente. Mañana y tarde nublada. Mañana nublada. Garúa en la mañana; nublada hasta las 12 m. Noche nublada. Mañana y noche nubladas.—Luna llena. Mañana nublada. Neblina á las 7 p. m. En la noche neblina densa. £n la noche neblina densa. En la mañana y noche neblina y garúa. Mañana nublada.—Cuarto menguante, Tarde nublada. Mañana nublada. Mañana nublada. Mañana nublada. Luna nueva. Día y noche nublados. Mañana nublada. Garún á las 7 p.m. Tarde nublada.—Cuarto creciente. 2? y “oyueumudog [9 00, YZU8n put e] 1 uoso.l 9s SOT 9)59 9p SONY DPS | "009198 OJO BPE[QUU YUY YUI OJIBNO +O19.OS OY INTA pequu vu BPY]q UI vu u "YPY]QUU IP! "YPY QUO VUVUL A | “A L “wood sel) es vq endesa sud 9 sep e Sepe[qu ope] Á vu “quee um curd 746 $e] E BUY NAVE “Epy[qua opa "VADO VU] Sen y A TI LA "YPP UU VUBUB IA A OA uy eva ud se] y | “YPY (UUANION QUA VUBUB IA 9 JEAN OLAS SPP RUI IDOL A UM UA Pe] quUA PU BUT [UU IYION "EPY]QUU 9UDON| Y OPYIANN —"YPYIGUU VUBUVIA "YUO]|[ YUI “wmn.e3 ud q sep Y ¿e1p o1paul 9p 0 JO vl no vuu don PPY[QUEL VUBUBIA! “4pe][Quu YUBUt IA “YPY39p UU DABA 0109 YPY[QUU JON! peana Buu | "SANOIOVAYHASIO H A 12M SS o e A A A A A A A A A A A A A A A A A A a A A en 1 ANNAN GUS E 1 EN * == NANO own: Dile XEIN op "9ut og ¡VODV HU SONYVUD 9 SOPLO Ur DIJO AU ULNIA “UI | xy a So an] Leerlrrr Errirerererrerre "YINIX VIA NOISNU LD ¿“SOULS U0O VALL -=VIAY AVUI A | AS *usSBeygoHn "TI IN aod “Z68T1 2P o1s0by 9p sau ¡e sajusrpuodsaddos “enb -2£8que”] ap ojuevezaedap 'o4e]91uyOy sp ses1ibo]o109y3 uu S9UOIDBALISAO TO a - E = : Pan y pw) w Observaciones meteorologicas de Chiclayo, departamento de Lambayeque, correspondientes al mes de Setiembre de 1892, por M. L. Hohagen. SS AÑ M MT 1 TEMPERATURA. | BAROMETRO. | HUMEDAD RELA= TENSION PUNTO DE ROCIO || GRAMOS DE AGUA! el | TIVA. | | El Grados C, | Milímetros. | Centésimoz. MAXIMA. En grados €, por m.c, de aire | | Es A | - IN OBSERVACION E E | ( | | - Máx. Min. Máx Mín. || Máx. | Min. Máx. | Mín. Máx. Mín. Máx. Mín. | =| pS E E! ce | | | | ¡Mar muy brava (lo mismo en Mollendo; en Lima 12.8 | 11.8 12.2 ¡desde las 6p.m. hasta las a.m. del 2 mucha garúa) 2 13.5 | 12 11.9 Mar brava. 3 14. IN 13 12.4 En la noche g | 4 14 | | 1 12.6 12.7 5 14 | | 1 12.5 117 Tarde nublada, Garúa en la noche (Nena + 6 14 | | 1 12.5 12.7 Mañ. nub. y gar,; noche nub, (Temb. Lima) Luna = 7 IDA] | | 1 13.5 12.7 Gar, en la mañ.; mañ., y noch. pub, (Temb, Lima) a] 8 13.5 | | 1 12.8 12.2 Mañ. nub. noch. nub¿con gar. (Temb. Lima 5 a.m.) 9 j| 14.7 1] | 1 13 13 Mañana nublada con garúa; noche nublada. ] 10 || 135a | 1 13.1 12.9 Mañana anublada, ll 13,5 | 15.5 13.5 | 1 Mañana mublada, 12 | 14.5 | 15.5 14 ACI Mañana nublada. Neblina en la noche. 13 | 14.5 1 14 13 A nedia noche garía, Mañ. nub.Cuarto menguante 14 || 14 | | 1 14 13 En la mañava mucha garúa; noche nublada. 15 || 14,5 | | 1 12 Día nublado. | 14.5 | 1 13 Mañana y noche nubladas con mucha g rúa. | 14 | als 12 Mañana nublada. > 14 772 | 1 12 Mañana nublada. 14 7i1 | 1 128 Mañana nubla 14 TL 14.4 13.1 Mañana nublada. Luna nueva. 14 770 14 13.6 11.9 14 “TO 13.3 13.7 1 Mañana nublada, 14 | 77) 133 [| 139 11 Mañana nnblada. 14 Lp 770 1 1184 11.4 ¡Mañana nublada. 14 | 13.8 12.7 ¡Mañana nublada. 14 | 14.8 12.7 | Ligera Muvia de 41% á 6 pm. 14 | 13.6 | 13.6 Mañana nubl 14, (Se 0) | EA 14 | | | 13.8 || 120 11,5 | [Cuarto creciente, ww 14 || Mi 14 | 12,6 11.4 4 | | | Está la influenza en el Departamento en toda | | II | | psu fuerza. | e | | | END Ll | Ll | ESP: SIPPSS PP O 14 A a 475 -—— mar An AAA AAA EA Acc oca A "ZOLAR AP VIQUIDIS. VAR ] 1 | | Í -PUAMO) ZOY e] tiron A rua put Y vu a | | | | | | En | local cert | | “YPe[quu vu uta A] | SEP QT | I | PPY[QUU VUBUEJY “BNAVA A SILO L y PAY] EL UA TE] FSL er | | | “OJUILIALO OJABA) YPR[QUU PUBUEO | IE lio gl POL! | IM EI ll Ger “or || Ml "YPP]QUU PUYUE JA “ul SET 9 || ll s9z vr | gr $SL | | 9802 “PRUE BUBUE ETT | Sel 1 | SOL Col LL LuvL ] y IL € SEL S9L || “YPY[QUU VUBURBIL “IL “aL der Ger |] YA rl SU (q £l Y9'eT 1] Tot el aL 9er | LT Y 91 19P OUIE) [9 Un) , NET £l £r 1 | ¡OUISTUL OI) BABIG ÁNUL ABI CUL SPB RIAL SL al eL y ll (1I19JP[HOT 2p $e3SOD Se] U9 pejsadua Lp) | ELL LL ral | LOL LL GIL | "Y PY[qUU VUYUVIA SOL al aL UL €l gzl cal “9JUBUGUIVL OJABUD "YPEIQUU VUBUBIC YI 2'6L SL ud g se] 89881 “urd y Sep 9psop BIAu[] “LL val ¡1 WEE gel -L ¡0 er) 6 GU NAT | c"LT Gal 181 S0l PEL S'IL | ¿uo eur! LOL 61 ¿El || S'0L EL El SUL sal Lat | ¡ ELL cal ver | EII 6zL PEL | SI AGSU GE | “wa | xuxa |] a | || cuna | exe |] cea | exe |] cua | BO | cua | ex ¿1 1 » A naa | J | des AA £ | ul SANOIDVANASUIO | | —— : —i | | pu] | AUR AP +95 1OG *) SOPeas us “VILEXV IC "SQULUSIJUO) "somou ua | *) SOPY.L) ES Í | 1] [25] | VALL ¡a (VIDV 4d SONVAD || OTDOM AA OLNAA NOISNAL |) VIRAL A Yago LLIICO MVA "VUALVNIAIAL | ¡ 'usbBeyoH "TN i0d '¿681 9p 219NIDO SP SU 18 soJUSIpuodsadi00 “anb -2£equie”] ap ojusuiejaedap 'oLe]91y) ep sesribojoxo9y9u1 souoroBAdasqo ko » 3 Observaciones meteorologicas de Chiclayo, departamento de Lambayeque, correspondientes al mes de Noviembre de 1892, por M. L. Hohagen. IPERATURA. BAROMETRO. HUMEDAD RELA- TENSION PUNT ROCIO 8 DE AGUA e TIVA. 1] sz Grado Milímetros. Centésimos. MAXIMA. En grados O. por m,c, de aire | [==] | . | - a = OBSERVACIONES. Máx. Mín. Máx Mín. Máx. Min. Mín. Mín. Máx. Mín. | 1 14.2 7 2 14.2 7 3 14.5 7 4 14,5 7 Luna Mena. 5 14.5 7 6 14.8 7 7 14.4 g 14.5 7 dd Garúa en la noche. 15.5 7 dl Mañana nublada. 10 14.8 7 1 Lluvia de 10 4 11 Y p. m. (San Andrés). 11 28 1 y Mañana nublada,—Cuarto menguante. 12 13) Ú Ú 13 15 7 7 > 14 15 7 í Mañaua nublada. Si 15 14.8 7 7 A las 11%% a. m. un fuerte torbellino. Repunta. Ma- 16 14.9 7 Lluvia: de 5 46 p.m. Arco iris. (ñanalaublada 17 15 í Mañana nublada. IS 15 7 Mañana nublada. 19 15 7 Mañana nublada. Luna nueva. 20 15 7 T 2 14,8 7 7 Y, 14.7 7 7 Mañana nublada. 2 14.2 7 7 Y) 14,5 7 2 2: 14.2 í f Y 2 14 7 7 27 2 14 7 ¡Cuarto creciente. 4 YN 14.5 7 y A SPA: 14,5 7 14,4 7 tr, e 477 Z'Cr I 69% OT 14 vSL I 692 or 08 ELL I 69L 91 po. T9l 1 692 9T dé “YPY]QUU VUVUB IA Y'al I | 6092 OL LG “9JU90190.1) 0J1BN() GF :] | 692 91 9% | | | Vr +1 892 “cr 6 ) | wr “CL S9L cr ve Op 1 4 69) cr £6 | €'CT I 692 Sr 66 En otr I | 694 gr Ta Qu Í G9L 7er 0% “BAJUU VAL “PPeJqua tur ur VIL cal 891 S'pL 61 y Gr 89Ll S'pI sí Gel Gel S 892 GP LI Gel LPI S'992 S'89l 6-PL yr % apt y SI S'99L 02% ERA gr a Y'El ch C9L, 692 8'pT Le» h a > val pl sr 994 692l sS' pr £l PIAD[LG YE 9P Ppeg Ape Y US “Ppe(quu vuvue a 91 Pl vt G"C9L 692 S'pr GLI pe El 8 €l EFI Ge9l 694 s'pI TL “9JURUS UU 031) Gl Sel FFL 991 | <'69% vr or f SzL 9'€T SI +9l S'69) VADY HA SONVAD|| O1J0Y 44 OLNDA NOISNAL VIA AVATNAH OULANOUVE "VHNALVUAANAL 'UusS$euoH “TI “UN 10d 'Z68T 9P SIQUIITITA SP SUL [e SAJUSTpuods2ALOD “anbakequie'T ap oquevuegaedop “OABI9MUOD Sp SEIBOJOLOSJDUU SIUOLIBALISYO = ME Ñ TEMPERATOUORA DRETS | 1893| SETIEMBRE OCTUBRE NOVIEMBRE || DICIEMBRE Días | Máx. | Min. | Media Máx. | Mín. Media Máx. | Min. | Media|| Máx. | Mín. | Media $ 1123 | 14 [18%|| 25 | 14 ¡19%%]| 31 | 15 [23 28 | 17 [22% 2 | 24 | 13 [18%|| 25 | 14 'IQM|| 28 | 15 [21Z|| 29 | 18 [23% > 3|24 | 13 |18%|| 26 | 13 ¡Ig%|| 30 | 15 [22%|| 28 | 18 [23 4 | 24 | 13 [18:%|| 26 | 14 20 | 30 | 15 [22% 28 | 18 |23 5 | 24 | 14 [19 - || 27 | 14 (20%%[| 31: |: 16 ¡23144 27 | 174/22 6 | 25 | 14 [I91|| 27 | 14 :20%É|| 30 | 15 |[2214|| 27 | 17 [22 7123 | 15 |19: 1/27 | 13 1201128 | 15121241128 10828 8 | 23 | 14 [18%|| 30 | 13 21%£|| 28 | 16 |22 27 1, 1470122 9|23| 15 |19 || 29 | 14 '21%%|| 30 | 17 (231%|| 28 | 18 [23 10 | 23 | 14 [18%|| 29 | 14 ¡21%%|| 31 | 17 [24 28 | 18 [23 111 24 xau lro. as 23 cosa aroN 24 20 SN2S 12, ¿240 | TAL [105 (| 300 54 [222 3OAMLOR 23 27-17 132414 LO 29 | 14 :211%|| 29 | 16 224%|| 28 | 18 [23 1d 2515" 120 209: | 14 121%|| 29 | 16.22% 27 17122 15 125 | 15 120 6280/14 121111301 16M123 loss mos 16 | 24 | 14 [19 || 27 | 14 (20% || 31 | 16 [2314[| 28 | 18 [23 17123 | 15 [19 || 301|.14 122 |[.32 1 :171124%/| 27" 184/228 ISLA ASTOL 201 DA 123 31 | 16 [23%|| 2 Ig (23 Ig | 26 | 14 [20 27 | 16 ¡21%%|| 31 | 17 [24 || 28 | 19 [23% 20 | 23 | 14 |18:%|| 27 | 16 '21%%|| 31 | 17 [24 || 29 | lo |24 21 123 1 P14 [SA 29 1012281 SO 017 123% || 29 Ig |24 22 | 258 | 15 [20 4 28 | 16.122 :11-32 17 12414] 201190124 23 | 26 | 15 [20%%|| 27 | 16 :21%|| 30 | 17 [23%|| 28 | 20 (24 2411230 LB ILO 29 | 16 22%| 32 | 17 |24%| 30 | 20 |25 25 | 25 | 14, |I912| 29 | 17 23 | 33 | 18 2514| 30 | 21 [2514 26 | 25+|-14 [1912131472243 2 19925 29: 1214126 274125... 15/20. .11.31,] 10223411321 11741243 13000210 50a 28 25 | 15820" *30 | 160"23 011 32 | 1712422120 20128 29125 | 15.(20 || 30 | 16 23 11331] 18 125%]/| 30 1120412 30. | 26 | 16 [21 - 1) 29 | 16 221411532 1 17 ¡2422/30! | 21:129%% € Fs loa isOs| 1023 al ta pass 30 | 20 |25: e Nora.—La mínima se ha tomado á las 6 a. m. y la máxima « á las 2 p. m. Escala siempre centígrado. 4 ica; Diciembre 31 de 1898. | k ANGEL DIVIZIA. INM O E DE LOS ARTÍCULOS INSERTOUS EN LOS BOLETINES DE LA SOCIEDAD GEOGRÁFICA DE Lima, CORRESPONDIENTES AL TERCER TOMO. Boletines Numas. 1, 2 y 3. [ Junio 3o de 1893. ] PAGS. Consideraciones generales sobre los departamentos del Centro, bajo su as- pecto económico y etnográfico, por el Dr. Luis Carranza.....ooocommm... 1 Los Lagos del Titicaca, por D Modesto Basadre.....coooooococccconnonm.. PA La atmósfera lunar y el último eclipse de Júpiter, por William H. Pickering 52 Viaje descriptivo de Ayacucho á Palechuco —Séptima conferencia dada en la Sociedad Geográfica de Lima, por el Coronel Ernesto de La Combe 58 Meteorología, Ei clima de Mata O andas del e de soto apo ago punta 81 Un fósil peruano notable, por 1), Modesto Basadre, con un “grabado........ 86 La Sociedad Geográfica de Lima, en la Exposición Nacional de 1892.— Nota que pasamoL los comisionados de la Sociedad, haciendo entrega de da O ta ade cenas see eros pines 95 Posición z=ográfica del Ons=rvatorio Mateor ógico ““Unánue” de Lima, por el Dr. Federico Villareal, con un dibujo” UUSTONVO dolo sondeo cotonas TOI Cuadro de diversas velocidades expresadas en metros por segundo, según James Jackson Obitos. — Capitan de Navío don Manuel I. Espinoza. socio activo; Dr. Hi- pólito Sanchez Trujillo, presidente del Centro Geográfico de Arequipa 117 Miscelanea.—Premios merecidos. —=Nuevos SOCIOS ...oomococoroconcarerccnccacanres 118 La Expedición al Polo, del Dr. Nansen.—lLa expedición del Subteniente Pear gnEl caballo: primiliyo.ióncico o... IN PR A e RAEE ¡(0 NS O E A A 120 e ll O MO DR AAA 120 Cuadros de observaciones mete: »rológicas de Lima, correspondientes á los meses de Abril, Mayo y Junio de 1893. Boletines Nums. 4, 5 y 6. [ Setiembre 3o de 1893. ] La irrigación de la costa del Perú.— Octava conferencia dada en la So- ciedad Geográfica de Lima, por el Sr, Ricardo García Rosell........... 121 El departamento de Piura y sus irrigaciones, por el Sr. R. García Rosell y 17 1D Bégerico MorenO.. mc... ts ss AO Climatología de La Paz, por el R. P. R. Manzanedo S. E A E NA 89 El distrito de Comas, sus anexos y la montaña de Pangoa, por el Sr. iy MO a LAA A 207, La provincia de Puno, por D. Modesto Basadre.. nee 0 oo AM A Geografía Jurídica.—Su progreso en la legislación, por el Dr. Es 228 Miscelanea.— Ruinas en Mashonaland. — Nueva expedición al territorio del Congo francés... Meca siiao gía a Do e 232 Expedición del Dr. Gregory al monte Kena. y ostorescencia. en los ¿Mans de Oir E A O A ON AURA E A 233 s a] — 480 — - PAGS. Instituciones científicae con que se halla en relación la Sociedad Geográfi- cade MA iio NETA A AA A Temperatura de Ica, por Angel Divizala..- mayor 000 00 anos da aa IN Cuadros de observaciones meteorológicas de Lima. coriespondientes á los meses de Julio y Agosto de 1893. Boletines Nums. 1/8 y 9. [ Diciembre 31 de 1893 ] Observaciones hecha3 por el Subprefecto de la provincia de Cerro de Pas- co D. Aparicio Chavez Rey, en la visita que hizo á los valles de Huan- cabamba, Palcazu y Oxapampas»+.sesmdos ob besoo Data E Informe emitido por el Ingeniero señor R. J. Letts, en su expedición al puerto Palcalll soci cri tr de ea oo: Memoria sobre el camino del Pichis, por el Ingeniero Joaquín Capelo...... Informe que presenta al Supremo Gobierno el comisionado D. Federico Moreno, sobre los yacimientos de petróleo en el departamento de Piura, su actual explotación y otras riquezas minerales que contiene este ue- TIMO reas arar loteo Serial SA Se Ide Informe sobre la irrigación del valle del ““Chira””, por el ingeniero D. Ma- nuel A. Viñas, [con 8 grabados'ilustrativos]. .eococoooooononeeneoroscon ocaso Necrología.—Kl Sr. D. Jósé Antonio de Lavalle.......... OI A RES Cuadros de observaciones meteorológicas de Lima, correspondientes á los meses de Setiembre y Octubre de 1893. Boletines Nums. 10, 11 y 12, [ Marzo 31 de 1894 ] La provincia de Chucuito por D. Modesto Basadre......o.coocoococcononoconenos Estudios etnográficos de la Hoya del Titicaca. - Novena conferencia dada en la Sociedad Geográfica de 1.¡ma, por el Dr Ignacio La Puente..... El cafe, ¿por eliseñor A. 1 coraios ade idas 0 ARTES SN Pacs Las corrientes del Atlántico, por A Hautreure.. op. soipoco nn 20 E Ao de Arboles textiles, por D, Manuel García “MorIDO...:..200Mb> rn cooaanaas as Instituto Smithsoniano de Mo ba Circular relativa á los premios instituidos por Hodgkings.... ... niárena za 0 JON Departamento de Moquegua, por -D Modesto Basadre. 2 bes Datos generales sobre la provincia de Tumbes, por D. Froylán Morales..... Tadeo“Hageuke; por Mirnesto O. Rick coctcnconoos poo pes RSC LACdA e Un tornado en Sud América, traducción por €.J. B....oooocosoocanocoroness dí Levantamiento del lecho del río de Piura, por D Víctor Eguigúren......... Miscelánea Arc O colo made Had ES Val: uen de agua del Madeira y sus afluentes en metros cúbicos y por Se- ¿undo— Expedición al Polo Norte.. a a ajo IES e Personal dv la Sociedad Geográfica de Lima al DIA o EEN A Cuadros de observaciones meteorológicas de Chiclayo, por M. L. Hohagen. Table Ica; por Angel Diviala: tasas aos ¿030 pee roer yace ON Ab Indice general ACA MEA roots io ioed 7 ES ES a Cuadros a boservaciones meteorológicas de Lima, correspondientes á lus meses ¿le Noviembre y Dic mbre de 1893 233 240 241 254 204 283 343 364 id ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA. *- ¡OBRAR VAMO BIO “UNANUE Latitud S. 12%-3'-44".5. Longitud VW. de Paris 79%-21'-5",2. Altura sobre el mar 158 m. 50. Dbservaciones meteorológicas correspondientes al mes de Noviembre de 1893. (ÚNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) PERÚ | 2 Y Presión barométrica Temperatura IS í 59 EE] E . Humedad re- fa Fuerza elástica] | E Viento. a SAS dl E E LA] UA] . Pg E D ' _ A [A o E A LOS TC. A la sombra. A la intemperie | Del suelo 9 h. a.m. E lativa. ES del vapor. z ds ¡DIREC- | E E ES 3 3 25H |. S 1 ye , q. 083 NS ción [METROS [eN 242 “lo SS ¿]o E pa NOTAS. | n ¿ R E 3 n 3 a A CN [TA : al a E g pomt- | POR SE- [horas Jo 312 E = 067 y | MAX. | MÍN. | MED |mÁx.| MÍN.| MED. [MÁX.| MÍN.| MED. dao lloc! AA AO 0 MÍN. | MED. [eS] MÁX MÍN.| MED. [2 4 — |inawre | sunbo. | (1) 15 d ES] Po EE [E | o 1=5=3 === - o ES | == —— — | —— E 747 2 Po | S | | - o ds 2d AOS 18-55 de 13.0| 19.55 va al 21.8 la 22.3195.0/ 61.0 78.0 ( 2.6|11.0| 13.1/12.05 6 Claro Ss. SE.| 2.43 | 21 | 17 fo.o [2.7 [51.9] Meng 746.70 748.27] 23-9| 14.11 19.00] 26.4| 13.7! 20.05| 21.7 21.9 21.6 21.8] 19.1194.0| 54.0 74.0 | 2-9] 11.5 12.0/11.65] 8] Nubl: 'S.SE. | $24 128] 16 | ? [2.6 [50.3]Días 1] carua 10 1.y 15 mopom: 747.301 748,40) 23.4| 14.6 19.00] 27 114.4] 20.75] 21.8 21.8 21.6| 21.8] 20.6|95.0|57.0| 78.0 | 3.0] 11.9| 12.3 12.10[ 5] Claro S. 2.66 | 23 P 11 fo.o13.6 [57.4] » 2 747.30 748.60/25.8/11.6| 18.70] 27.5| 10.7| 19.10[21.8| 21.9| 21.6 21.9 20.81 93.01 54.0; 73-5 | 2-7] 9.4/13-3111.35) 4 >» [5.SW.¡ 1.62 | 14 | rx [o.o1s.o $7.21 » 3 748.00| 749-55| 24.9; 13.3; 19.10] 26.9 12.5| 19.70122.1| 22.0 21.6 21.9/23-5195.0,57.0 76.0 | 3-4] 10.8/13.3112.05] 6] » 5.SW.| AI A 4-5 54.6 » 4 748.10! 749.15) 19.9 13-31 16.60| 21.0 12.6| 16.80/22.4| 22.1 21.6/ 21.9] 20.3d95.0| 72.0 83.5 | 1.6[ 10.8 12 411.60] 9| Cubi:S.SE. | 2.31 | 20] 16] ? [2.2 (34.8) » 5[xeotinmo¡m: 748. So [249479 18.4 13.9| 16.15/19.0/ 13.7 16.35] 22.2| 22.3| 21.7 21.9/18.3183.0/77.0/80.0 | 1.1] 9.8 12.1/10.95110] Brum:]'S. A 1a3s 112 12 Lo. 00s Paso] » 6jiev: 749 60 750.60] 20.8 dl 17 30] 21.7 13.5| 17.60] 21.7/22.1| 21.7 21.9/18.9[95.0 65.0/80.0 ] 2.4[11.2| 11.8 11.50/10] » EA O O REA (o PANA cto 748. 80, 749-70|23- 9/15.3| 19.60/26.5/15.0) 20.75] 21.4 21.9| 21.0 21.9) 23.3184.0 56.0/70.0 | 39] 10.8 12.3 1t.55| 6j Claro 5. SE. IT 9l— [5.2 $3:1 Días 1] Nocho despojada 748.30] 749.35126 4 12.8/ 19.60] 27.5/12.2| 19.85] 21.9 21.8 21.5| 21.8] 23.5/98:0/ 46.5 72.2 | 3.0] 10.8 11.8[17.30 6» S.SW.| 2.3 20 | 15 looló6.8 [55.8] » 2] * | | | | | 748.10 748.95) 21.8| 14.0] 17.90| 24.3 13.7. 19.00] 22.4 22.1 2(.6| 21.8] 20.6172.4 65.0 71.0 | 2-7 9.1 12.5/10.80] 9] Cubi: PS SW.| 2.54 | 22 7A=l7lis > 3 747.00| 748.05] 24.6] 15.0 19.80128 3 14.8| 21.55] 22.4 22.3 21.7| 21.9|22.8]87.0!57.0| 72.0 ] 2.8] 11.0 12.6:11.80] 8] Claro S.SW.| 2.31 | 20] 7 —l4s lszal » 5 747.801 748.85] 22.1| 14.8| 18.45] 23.2| 14- 4| 18.80] 22.6| 22.4| 21.8 21.9/20.4]90.0| 63.0 76.5 ] 2.2 | 11.3| 12.411.851 9] » S.SW.| 1:85 | 16 | 15 |] — ]3.6 402» 5 747.80| 748.90] 25.6| 13.5| 19.55] 28. o 12.8 20.40| 22.5 22.5|21.9| 22.0] 23.01 96.5 53:90 74.7 | 3.2] 11.1/13.1/12.101] 7 » S.SE | 2.31 | 20] 14 | — [4.1 [5o9.2l » 6 748.00| 749-35| 23-0| 15.2| 19.10 24.8| 15.0|* 19.90[22.7| 22 41 21.9| 22.0) 22.1] 95.0| 63.0! 735.0 | 2.0] 12.0| 13.2[12.60] 8] Cubi: S.SW,| 2.08 | 18] 16 | —|3.6 l47.3)C: C:]0-“>. 749.10|749-95| 23-9| 14.8| 19.35 Ea 14.7| 20.95 22.5/22.6| 22.0| 22.1] 23.2 93-01 61.0 77.0 | 2.7] 11.7/1>3.4112.55] 7] Claro I5S.SW.¡ 2.43 | 21 [ 18] — [4.0 55.4 Días: 1] Mocho dospujada E 748.20 749-15|20.2 14.5| 17:35] 21.5 14-3| 17-90 29. 22.6 22.0 22.1] 20.11 94.0 74.0/84.0 | 1.5|11.6/13.1/12.35 [10| Cubi: [S.SE. | 2.31 | 20 | 15 | — [2-3 al a 747.80| 748.85] 21.2| 14.7| 17-95 5 O| I4. el 18.50[22.6 22.6| 22.1| 22.3] 20.2 95-0| 70.0/.82.5 | 1.9[f11.9 33.1/12.45 110] » S.SE.| 2.31 | 20 | 18 ] — [2.2 138.6) » 3] so0m01or (o, m.] 750.00 (AS:S0| 749.00] 21.5| 14.7| 18.10/23. .0 14.1) 18.55/]22.4 22.6 2.1122.320.4]91.0| 66.5! 78.7 | 2.0 11-3 J2.6/11.95 110) » | S. 2.43 | 21 116.1 7? 2.5 401 » “A 549-30| 747-90| 748.60] 22.2| 14.8| 18.50] 24.4| 14- 3| 19.35] 22.4 22.4 22.0 22.2]20.9]93.0| 64.0| 78.5 | 2.6 AL 7| 12.712.181 7]M:C: | S.SE.| 3.00 | 26 | 15 po.1 f3.0 Jas. e] » sio” | A | 15! | 749-40| 747.60] 748.50) 22.0/34.7| 18.35[23- 2 14.2| 18.70 0/22.3|22.0| 22.2] 20.6] 91 MR 2.2|11.3112.8/12.05 10] Brom: | S.SE.| 2.54 | 22 | 18 | — 13.3 [38.0] » 6 750.00| 747.90! 748.95] 24.2| 15.1] 19.65 | 27.8| 14. E 21.30 .9|22.2/22.9 22.2]20.8]96.0 60.0 78.0 | 2.6] 12.2| 13.612.090] 9 M: C:]PS.SE. | 2.66 | 23 | 18 | — [3.0 [49.0] » 7[Nochodespojada 750.00| 747.80| 748.90] 24.2| 14.6| 19.90 27.6| 14.0| 20.80] 22.0 22.1) 22.8 22.21 22.5183.0|60.0| 71.5 | 2.4] 10.2 13.6/11.90] 7] » S.SW.| 1.96 | 17.) 17 2.4 |58.2l Pleni: fo-07 v.goruna m: | 1749.90| 748.10) 749.00] 25.2 14.8, 20.06 | 20.6, 14.2 20.40] 22.0| 22.1: 22.8 22.1) 23.5 93.0 58.0 75.5 | 2.8] 11.7) 13.6 12.65] 6] Claro [5.S£. 2.08 | 18 | 10 | — [6.0 |58.o] Días 1 | 750.00| 748.00| 749.00] 22 8| 13.41 18.10| 26.3 12.6| 19-45 ¿5 22.2| 22.8 22.1122.7|95.0|67 0 81.0 | 2.7| 10.9 13.8 12.35] 7] >» Y 2.43 | 21 1184 ? l37 [48.2] » A iiaa dana | 750.80] 748.60| 749.70] 23-2| 15.0| 19.10] 25.9| 14-7| 20.30] 22.4 22.4 22.9 22.1 21.6197.0/66.5/81.7 | 3-0112.3| 13.312.801 7] » S.SE.| 2.19 |19 | 8 —l3.0 l19.4 » 3 Lu, 747.90| 748.95) 24.0! 13.2! 18.60] 26.9 12.0 19.45 -31 22.4] 22.9| 22.21 22.8)95.0|60.0 77.5 | 2-7 10 8|13.4112.10] 6] » S.SW.| 2.19 | 19 o04-- 13.9 [57.0 » 4 14, 748.40! 749.20 23-6| 13-8| 18.70|25.6| 12.8| 19.20 -4| 2 22.9 20.9)95.0 62.0 78.5 | 2.2|11.21>3.3 12.25] 9] Cubi S; 2.43 | 21 | 14 | — [3.2 [57.0] » 5] Nocho nubinda 347.401 748.351 24.2| 14.9] 19.55] 26 0| 14.4| 20.20 23 22.0 21.6193.0/60.0 76.5 | 2.7| 11.8! 13.612.701 6] Claro P5.SW 1.90 | 17 > Lo. fz.r sa » ra: (Gato! 746.90! 747.85 de 13.9| 19-25 26.9 et 19.85 | 22.2 21.9; ; 24-93:0 60.0/76.5 | 3.3] 11.0/13.0 12.00] 3] » S.SE.| 2.08 | 18] 6 | — 17.1 l530] » 7 . 5 | | | | | | a E A (1) Cada una de estas unidades vale 10 kilómetros. e. o " Vo s ' ¡ $ . Dr. Federicr E. Rémy Mz : Dr. M. R. Artola, Director. y | — — A EE e. na . Imp. Mercaderes.— 150. A Dd —. e e 7 t PE ml h qn ; > e 7 e o A ACADEMIA NACIONAL DE : MEDICINA. IN TS ESE ES VA TOBILLO ““UNANDE.” Latitud S. 12%-3-41".5. Longitud VW. de Paris 19%9-21'-5".2. 4Altwra sobre el mar 158 m. 50. Dbservaciones meteorológicas correspondientes al mes de [Diciembre de 1894. LIMA j (ÚNICA EDICIÓN AUTORIZADA.) PERÚ ÓN ES 9 2 a la lÉstual ] pee 749.65| 747.80 748.724 24.8| 14.11 19.45f 27.9 13.0] 20,45 122.7 22.4 21.9 22. 424. 1 91.0/64.0/77-5 | 3.11 14.85! 10.89/12 87 a Desp: [S.SE.| 2/54 | 22 sli—= 47 As4.4 Meng:) xoono despojada 748.00 746.00| 747.001 25.3| 15.5| 20.40[ 28.C| 14. sl 21.408 23.2 22.7|22.0| 22 3241 93-0/65.0|79.0 | 3.11 15.57|22.23|13.yg0] 6] » Si 3.09 | 26 E A 11.2 157.5 DES va xd 748.20) 746.00 747.10] 24.9| 15.1] 20.00[26 1| 14.0 2+05]23.2 23.0 22.2 22.4 22.7/93-0/64.0| 78.5 | 2.5] 14-96 :1.9r/13.43(10] Cubi: [S.SW.' 2.08 [18] 7 | —]| 9.0 514» 3] ta.cudiorta 749.80) 747.00) 748.40 26.7|10.3| 21.50 29.6, 16.0, 22.80123-6| 23.2| 22.4 O 89 9|52-0; 70-5 3-3113.56| 12.3312.94] 7] Claro [S.SW po 85 | 16 | 11 | —] 5.6]59.0] » 4 1d, ld, 749» 89 747.50|748.69126.6| 16.4 21.50129.4/ 19.1] 22.75 [23-7|23-3|22.6| 22.03 q 94.0;60.0 77.0 | 3-7] 15-49|13.00/14.24] 6] » SS A 7 l— hir.9j60.4) » hi. aospojnda 749.20| 746.80 748.001 2.8 13.6 20.20] 29.2 IB.8| 21.00/24.0 23-5/ 2-.8| 22.725 0J93.0 63.0 78.0 [| 2.9] 16.43 10 78 13.60] 7 » S.SE. | 1.62 14 3 | — [10.8)53.0) » 6], 1 748.30! 746.50 747-40]25-9| 14.8| 20.35 [| 28.6 5| 21.05124.2| 23.6| 22.8| 22.8 284 93068.080.5 | 3.51 17.05| 11.68/114 36] 3] Desp: [S.SW.| 2.54 | 22 2] —= |er.cils4. o] » 7]. 1 | 747.80 746 20 747.001 26.8 14.0| 20 40| 29.0 o 20.95124.5/ 23-51 23.1, 22.922 71954) 67.0 82.5 ] 3.-0117.50 11.61/14.55 | 61 Claro SW. | 1.96 | 17 2 | — | 10o.2]57.0 Novil: A IN 748. | 746.90 747-901 26.1| 15.4 20.75[28.5| 1541] 21.801 24.0 24.0/ 23.2| 22.9423.7194.0 65.0 79-5 | 3-5] 16-31 12.26¡14.28] 8] » SW. ¡ 3.05 | 26 71 — | 6.8154.8[Días 1 o ÓN | 748. 20/ 746.10 747.15 23.6 16.4 21.00| 28.5 15.5, 22.00(24.0 24.1/23.4| 23.1424.2[89.0 72.0 80.5 [| 3.1]17.50 12.41 14.95] 9] >» A 321 f15s | —]| 8.6]59.o] » 2 | | | | | 4 | | | 1 | | | 749.00 747.30) 748.15]23.1| 16.3 1970125 1| 15.9! 20.50824.5 24.1] 23 4/23.1121.1J96.0 78.0 87.0 | 2.0116.37 13.1814 77j104 Cubi: $S.SE. | 2.49 | 19 PA6 | ? | 34]43.0] >» gfuvino: ms: | 750.00| 747.20| 748.60] 24.5 | 16.3| 20.40[27-1 16.0! 21.55 24.3! 24-1| 23.5 23-23 ol94.0! 71.0/82.5 | 3.1/16.22 12.86/14.55 8] M: [C:1S.5E 2.310 (020 a ? 6.9151.0) » Alia 10p.m. | 748.00 746.70 747.35126.3 16.8| 21.55[28.0/16.6 22.301 24.2 24.0 23.5/ 23.31 23.I1J91.0 67.0| 79.0 | 3-6] 16.90| 13.0414.97[ S » 5.Sh 200 28 6 | - $:31545l » 5 749-390) 747.50 748.40] 26.2 15.0, 20.601 27.9 13.9 20.901 24.3 24.0| 23 5| 23.3]23-396.0/63.0| 79.5 [ 40/16.08| 12.11/14.09] 7] » SW. | 150 13 1 l—]i 4652.91 » 6 | 749.001 746.10! 747.551 29.4 14.9 22.15] 31.6 13.9| 22-751 24-3 24-1/23.5| 23 4/25-0/85.0| 71.0| 78.0 2421.71 10.67 16.19] 33 Desp: 5 IVA MZTO O 1] — [10.2157.0] » 78 goono dospojada | 750 00| 748.00 749.00) 27.1| 14.8/ 20.95 30.0, 13.6/ 21.80] 24.5| 24.2| 23.5 23-424 6189-.0) 74.0/81.5 | 4.3[ 19-75 >1-14115-44] 4] » SS 1277 [2 E Ma EE OL a 750.30 745.10 749.20]27.2 15.4 21.30[30.5 135.0 22.75]25:0 24-4 23.8 23-4423-4188.0/ 73.0 80.5 | 3.1 19.50, 11.47/15.48] 7 Claro EIA ZA INZO r — | 5.457. o Días 1 750.301 747.809 749.05] 24.6| 17.6| 21.10] 26.0/ 16.8| 21.401 25.2 24.6| 23.9 23-5120.8 88.0 71.0! 79.5 | 3.0116.16/13.15/14.65N 9] Cubi: S.5W, li | ol— ii 3.551. ol » 2 | 750.20! 747.60 748.901 28.9 17.51 23.20] 32-4 17.0, 24.70]24-0 24.7 24.0) 23-61 24.1482.0| 60.0! 71.0 | 5.0 17.92! 52.18'15.05]| 6] ClaroJ5.5W.| 2.43 | 21 ol — [12.9f641) » 3 | 750.20 747.80 749.00/ 28.0 18.4 23.20 30.6 17.9) 24.25 25-2 24-0 24.0 23-824 6156 0 53.0 69.5 | 5.0 15.01] 13.57/14.29] 3 Desp: S.SW.| 2.31 | 20 o — | 10.4]57.0] » 4 ¿omblor ljero 9 ni | | ' 749.80 747.80 748. 29.0 18.8 23.90132.4 18.5 25:45%25-7 249 241 23.8 24.8/77.0 51.0 69.0 ] 5.1 15.121 12.44/13.781 2 3 $ SW. 13 — |ro.3159.5) » 5h socno a'go cutiorta 749.80' 747.80 745. 29.11 18.0. 23.5% 32.8| 17.0| 24 90/20.1|25.1| 24.2| 23 Si24.2186.0| 56.5| 71.0 Y 4.2 16.69| 13.21/14.951 5 ) pS sw. A AS 34 — 1350/64.) Pleni: 749-501 748.10 748.00] 27.8 16.8| 22.30] 30.4! 15-8| 23-10] 20.2 25.3| 24.4] 23.9 24.0[90.0 74.0 82.0 | 4.3)20.68 12.75116.7:) 44 » [Sol 398 |34 ] 2 | — | c0.9)57.3[Días 1 749.00 747.50 748. 27.2 19.3. 23-251 29-9 18.4) 24.15126.5 25-4/ 24.6 24.1122.3188.0 76.0/82.0 | 3.1f20.25| 14.72117.481 8] Claro S.5W, 2.19 | 19 CANO 6.2153-1) » 24 riv00.m.401/20m. 750.00) 747.80 748.901 29.8 19.0 24-40/32-0 18.21 25.55 26.0! 25-5| 24.7| 24.2 24.4)90.0 62.0 76.0 | 2.7] 19-75 14-74117.24f 7 » 5.5M A 7 | —= [ro.1fó6c.ol » 3 1750.00 747.90 748. 29.5| 17-9| 23-70 31.8, 17.1/ 24.45420.0 25.6, 24.6| 24.21 24.2f90.0/68 o 79.0 |] 2.9 21.05! 13-71/17.38] 6 » >] SE. 2.54 | 22 6 | — fro.1fó6r.al » 4 ao.201747.40| 748.30) 29.11 200 2455] 31.1/18.6| 24.85[26.1 25.7 24.7 24.3124-3[94 071.5 82.5 | 3.6/21.69/ 16.32/19.03 | 7] 3 (5 SW.| 1.96 | 17 | 10 | -- [ro.s]ót.o] » 5 749.00| 746.10| 747.55] 28 3 17-3 22.80] 31.2 16.3) 23-75 26.3| 25 7/2 .S| 24.5123-7195-064.0/79-5 | 3-81 18.25 13.91|16.094 5 ) Is sw. 2.19 | 1 | 8 —liu.2ló6c.2l » 6 748. hol 745-50, 746.851 27-8,17-4 22.69131.0 16.7 23-85126.6 25.8 25.0 24.6124.5195.0/62.0/ 78.5 | ,.4[17.05| 14.00/15.82 5 y) 1S.SWS] 1.73 | 15 7 | — [10.2157.0] Meng: ¿258 o 745.40 746.50/23.0 15:3 21.65 | 30.7 14-S| 22.25 26.5 26.0 aia 24.2/25.1198.0/65.0 81.5 | 4.6 18.27 12.64 15.501 4 ) S.SE.| 2.54 | 22 f 190 | — [10.2i57.1]Días 1 748. hol 745.80! 747.101 28.0 16.9 22.451 29.6 16.3 22-95 26.5 2.2 25.11 24.7422.4195.0/70.0/82.5 | 3.51 19-73! 13.56116.678 4d » S. 1.85 | 16 Y 101 —1H 9.457.011 » 2 5 IIS A A TI AA A. (1) Cada una de estas unidades vale 1o kilómetros. (2) El actinómetro ha sido variado. - AA Vo Y 2d Dr. Federico E. Rémy. | Dr. M. K3grlola, Directo e yA A ese A——_— E = Imp. Mercaderes. - — 150. A a yn 7 o >» : AC 3 E Mis rod ICI 9] e MESES iia II STOg