AEREA == BOLETIN == DEL - MUSEO NACIONAL TOMO KI (1918-1919) -Santiago de Chile IMPRENTA UNIVERSITARIA ESTADO—65 1920 PERSONAL DEL MUSEO NACIONAL EN 1918 ¡ 1919 Director: Prof. Dr. Eduardo Moore. Jefe de la Seccion Vertebrados: Prof. Bernardino Quijada B. Jefe de la Seccion Invertebrados: Prof. Cárlos E. ¡Porter. Jefe de la Seccion de Entomolojía: Prof. Cárlos Silva Figueroa. Jefe de la Seccion de Mineralojía 1 Jeolozía: Prof. Miguel R. Machado. Jefe de la Seccion Botánica (Fanerógamas): Prof. Francisco Fuentes M, Jefe de la Seccion de Antropolojía 1 Etnolojía: Prof. Leotardo Mátus Z. Ayudantes de Botánica (a cargo de las plantas Criptógamas): Prof. Marcial R. Espinosa B. Ayudante de Botánica: Prof. Rojelio Sánchez C. Ayudante de la Seccion de Paleontolojía: Prof. Bernardo Gotshlich. Secretario 1 Bibliotecario: Osvaldo Fuenzalida. Naturalista ausiliar 1 Preparador: Don Zacarías Vergara. Ayudante del Preparador: Don Luis Moreira. Mayordomo: Don Manuel Loyola. Tipógrafo: Don Manuel 2.” Loyola. Tres porteros. AY) E de O U EE E iL) (49) Z 1918 y 1919) DEL TO ES -, ES SOLETIN== - MUSEO NACIONAL DE CHILE TOMO Ki (1918-1919) APR 22 1921 unoLoy RS 5% Santiago de Chile : IMPRENTA UNIVERSITARIA ESTADO—63 1920 SS El 3 IMP. UNIVERITARIA - Estado 63 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Tomo XI Años 1918-1919 UN NUEVO LASIOCAMPIDO CHILENO POR CARLOS SILVA FIGUEROA ' (Jefe de la Seccion Entomolójica del Museo Nacional) Debido a la jentileza del distinguido ex-profesor de nuestra Escuela de Medicina, el Dr. don Vicente Izquierdo S., tuve oportunidad de revisar la magnífica coleccion de insectos que posee, formada por él con el cariño i la. perseverancia que hacen nacer en el espíritu la observacion atenta de la naturaleza i la admiracion profunda por las múltiples i caprichosas for- mas en que ella se manifiesta. Entre los insectos chilenos son, seguramente, los lepidópteros, los que atraen con mas intensidad, pues seducen al observador con el brillante colorido de sus alas i las alternativas de sus metamorfósis, por desgracia, aun A estudiadas entre nosotros. En este sentido, el trabajo que el Dr. Izquierdo publicó en los Anales de la Universidad, en el año 1895, titu- lado NOTAS SOBRE LOS LEPIDÓPTEROS DE CHILE, en el cual da a conocer sus importantes observaciones sobre el desarrollo de varias de nuestras mari- posas, junto con la creación del jénero Veocercophana, basado en ejemplares recojidos por él en las montañas de Chillan ide la Araucanía, constituye una valiosa contribucion al conocimiento de los lepidópteros chilenos. Entre las mariposas de su coleccion, el Dr. Izquierdo me hizo notar la presencia de varios ejemplares Y Y i $ 2de una especie que, recibidos por él de Chillan i de Valdivia, permitian formarse una idea bastante completa sobre el lepidóptero. El distinguido doctor se sirvió espresarme que tanto él como Mr. W. Bartlett Calvert, a quién habia mostrado los ejemplares, pensaban que pudiera tratarse de una especie aun no descrita, i tuvo la atencion, a ruego mio, de confiarme su identificacion i estudio. 6 “BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL En cumplimiento de esta tarea revisé cuidadosamente en el Museo a es Nacional las cajas que guardan los representantes aun no clasificados de A nuestros lepidópteros heteróceros, i en especial, de aquellos que antigua- 3 S mente se reunian en la gran familia de los Bombycidos, i tuve la suerte de ER : encontrar 3 individuos más de la misma especie, señalados con nombre equivocado. 5 PO El exámen detenido del lepidóptero en referencia, me hizo reconocer- A le como perteneciente a la familia LASIOCAMPIDAE, así como la brevedad de los palpos, las antenas fuertemente bipectinadas en los machos i debil- mente pectinadas en las hembras, cuyo abdómen carece, además, de pena- cho piloso anal; las tibias posteriores con solo 2 pequeñas espinas termi- nales, el capullo sólido, en forma de tonelillo, etc., etc. me permitieron cla- sificarlo en el jénero LASIOCAMPA Schrank. E Agotamos, en seguida, la literatura pertinente de que dispone la Seccion, la de don Carlos E. Porter i la nuestra particular, consultamos también al especialista arjentino don Eujenio Giacomelli, por si la especie : hubiera sido descrita para el pais vecino, i como los resultados fueran ne-. ; gativos, resolvimos describir la especie 1 dedicarla con toda atencion al Dr. Izquierdo, que nos proporcionó los primeros ejemplares 1 que tanto entu- siasmo ha desplegado siempre por la ciencia entomolójica. Lasiocampa Izquierdoi, Silva n. sp. Q L. capite parvo, abscondito, thorace piloso. Colore generatim fusco- pallido. Alis anticis fasciis tribus ferrugineis transversis, quibus marginala longiore; alis posticis brevioribus anticis. Abdomine crasso, pilas brevibus densisque obtecto.—Long corp. 15 mm. Exp. alar. 45 mm. La hembra tiene la cabeza pequeña i escondida, oculta por largos E pelos de color canela claro, que cubren igualmente el tórax. Las antenas - son débilmente pectinadas i los palpos cortos i peludos. o ; : El fondo jeneral de las alas es mui semejante al de la Dirphia Amphi- mone (F.) Berg, o sea, un tinte canela claro. Las anteriores tienen la cara superior atravesada por 3 fajas fenrujíneas: la 1.2 es delgada i se halla en el tercio basal; la 2.* es mas ancha 1 oscura i se halla en la mitad del ala, a la altura de las nervaduras disco-celulares, en donde, precisamente, se encuentra una pequeña manchita blanquecina. La 3.* faja ferrujínea es ancha i recorre todo el borde esterno, desde el ángulo interno al ápice, en ¿ E E eel Carlos Silva Figueroa.—UN NUEVO LASIOCÁMPIDO CHILENO = donde se pone mas oscura. El espacio que se encuentra entre la 2.2 i la 3.2 faja ferrujínea, muestra un tinte rojizo grisáceo, bastante aparente. Las alas posteriores presentan, mas o ménos, la misma distribucion de colores que la de las alas anteriores, aunque las fajas ferrujíneas son ménos teñidas i la banda rojiza grisácea mas marcada. Sobre las venas disco-celulares se observa una pequeña manchita ferrujínea. Fic. 1.—Lasiocampa Izquierdo SILVa.—Q, Si capullos, * Pór la página inferior, ambas alas no presentan modificacion notable, sino las mismas fajas descritas para la cara superior, pero más débilmente coloreadas. En cambio, aparecen con mayor nitidez las manchitas claras i oscuras situadas sobre las venas disco-celulares, así como la 2.1 faja ferru- Jjínea i la-3.2 marjinal, que se presenta mucho mas teñida en el ápice. Tipo: 3 ejemplares en la coleccion del Museo Nacional. Ss BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL de kx Y L. capite praestansiore quam in $; antennis ferrugineis, bipectinatis; alis anticis supra fuscis, macula alba ovata super,celulas discocelularibus. Alas posticis fulvo-pallidis, fascia ferruginea in medio disci, altera latiore in mar- gine. Long. corp. 10 mm.; Exp. alar. 36 mm. Cabeza un poco mas saliente que en la 2. Antenas fuertemente bipec- tinadas i ferrujíneas. Alas superiores, por encima, de color pardo, mas claro en la base 1 mas teñido en el márjen apical. Están atravesadas por dos fajas mas oscuras: la 1.*, en el tercio basal, es poco marcada; la 2.*, es bien ma- nifiesta, i corre por la mitad del ala, a la altura de las venas disco-celulares, sobre las cuales se halla una mancha ovalada i blanquizca, orillada de pardo, Las alas posteriores son de color leonado-amarillento, atravesadas por dos fajas ferrujíneas: la 1.2 es angosta, i recorre el disco al esterior de las venas disco-celulares; la 2.* es más ancha i toca el borde esterno. La parte de las venas que queda entre ámbas fajas ferrujíneas es, también, del mismo color. Las alas anteriores, por debajo, son leonado-amarillentas, a escepcion de una faja ferrujínea mui oscura que atraviesa el ala al esterior de la célula discoidal, i de la rejión apical, que es pardo-rojiza. La mancha blanca sobre las venas disco-celulares aparece débilmente amarillenta. La pájina inferior de las alas posteriores tiene el mismo tono jeneral que el de las anteriores. Está atravesada por 3 fajas de un moreno pálido; la 1.*, en el tercio basal; la 2.2, a la altura de las venas disco-celulares i, la 3.2, en el márjen, la cual corresponde a la faja oscura del borde esterno de la cara superior. Tipo: 4 ejemplares en la colección del Museo Nacional. a El capullo mide 15 mm. de lonjitud. Es de color crema-amarillento i de consistencia pergaminosa, mui resistente. ; : Miguel R. Machado.—ESTUDIO SOBRE LOS CARBONES DE CHILE 9 CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LOS CARBONES : -_DE CHILE mE POR MIGUEL R. MACHADO Jefe de la Seccion de Jeolojía i Mineralojía. - a I informe sobre el valor de los terrenos carboníferos que se encuentran al norte del puerto de Tomé. El terreno terciario, que es de donde se extrae el carbon que se consu- me en la industria en Chile, ocupa una gran estension i se le encuentra por lo jeneral al Poniente de la Cordillera de la Costa, como se le puede ver en los alrededores de Coquimbo, San Antonio, Matanzas, Hidango, Costas de Itata, Tomé, Cerro Verde, Talcahuano, Lota, Coronel, Arauco, Curani-- lahue, Los Alamos, Lebu, La Mocha, Valdivia, Llanquihue, Chiloé, Punta Arenas, Tierra del Fuego, etc. Sólo en algunas localidades del llano Central de Chile se encuentra esta formacion, como en Cautín, Nielol, etc. Casi en todos los lugares anteriormente mencionados, hai estratos o mantos arcillosos de colores oscuros, debido a los restos vejetales que encierra. Encontrándose en algunas de las anteriores, algunas estensas ¿Cuencas de un buen carbon de color negro brillante i dispuestas en delgadas fajas en su masa i que alternan con otras mas opacas. La formacion que encierra el carbon, en la hoya de la Quiriquina, se encuentra limitada al Oriente por terrenos de la formacion secundaria i rocas del primitivo de la Cordillera de la Costa: compuestas del granito, gmeis, mica-esquistos i filadas de color negro gris brillante, las que se en- 10 E BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL cuentran casi siempre plegadas i sin restos orgánicos. Estas rocas se encuen- : tran atravesadas por guías de cuarzo lechoso o cristalino i ademas por di ques de dioritas i anfibolitas, etc. Por el Poniente está limitada por la Pe-- nínsula de Tumbes i la isla de Quiriquina; aquí sus estratos inferiores se E depositaron en el secundario. Por la parte Norte, estos terrenos que encie- qa rran el carbon se estienden hasta Dichato i siguen mas aun al Norte. SE En la parte intermedia de esta estensa zona, es en donde se encuentran — los mejores carbones de esta hoya. SE: En toda la rejion que recorrí al Norte del Tomé, pude ver las mani- festaciones del combustible, llegando en algunas partes a tener el grueso $ A TN de cuarenta centímetros; pero por lo jeneral la parte esplotable no pasa de treinta centímetros. Todo este hidrocarburo se le encuentra dentro de - Focas de acarreo, que se depositaron en el terciario; éstas son por lo jeneral 3 arenáceas, ya de color verdoso o verdoso azulado, pasando al amarillento E i se compone de granitos de cuarzo i de feldespato mui caolinizado, como igualmente de pajuelitas de mica blanca. ; E e Por lo jeneral, el manto de carbon descansa sobre una roca arcillosa a E = de color negro, tosca, 1 encima hai un conglomerado arenáceo de color blanco E e gris, que tiene fajas amarillentas i, a veces finas guías de carbon. : E AE Algo al Norte de las casas del fundo de Cocholhue, del señor Zañartu, ia unos cincuenta metros sobre el mar i a una distancia de doscientos de la playa, hai un trabajo de esplotacion, el que tiene unos veinticinco es se metros de galería; el manto de donde se estrae el carbon, tiene unos treinta E E centímetros de espesor i se inclina al NE. en unos siete grados. ES Despues de haber visitado el anterior trabajo, seguí recorriendo la ES playa en direccion al Sur, hasta que llegué a la punta Monte Cristo. Aquí 5 5 3 A 4. 5 S = la roca es una arenisca glauconiana que encierra guías de carbon, i hai una que tiene de cinco a ocho centímetros de rumbo NS. 1 se inclina al mar con tres grados; el que descansa sobre una tosca negra, i de este manto de com-= bustible salen los trocitos que el mar arroja a la playa en los grandes tem-= e porales. ze Seguí siempre por la playa hasta llegar a la rejion en que el señor Kai- ser hizo un pique, el que fué mas tarde seguido por el señor Aníbal Zañartu, eS al que se le dió una hondura al rededor de noventa metros, i naturalmente no se conseguió con este trabajo el menor resultado a hondura i no podia O ser de otra manera, puesto que este reconocimiento se hizo en un terreno que no puede encerrar combustible. Porque el que lo contiene, lo: dejaron en la parte aita, que es sólo una manifestacion del terciario. A y . * Miguel R. Machado.—EsSTUDIO SOBRE LOS CARBONES DE CHILE 11 En las areniscas de la punta de Monte Cristo, encontré una impresion por sustitucion, en que el cuerpo orgánico está totalmente reemplazado por una arenisca verde amarillenta que se esflorece en contacto del aire húmedo en que sus granos se encuentran cementados por la arcilla o por la caliza. Este fósil por sustitucion, muestra en su superficie ciertas rugo- t _sidades mui parecidas a las raíces de algunas plantas monocotiledóneas, -——estasimpresiones están pegadas por un aldo a una roca areno arcillosa i por el otro a la arenisca que contiene mucho carbon de color negro brillante. Elseñor Rodulfo Amando Philippi bautizó a este fósil con el nombre de Holothurites quiriquinae. He notado en todos mis viajes de estudio a las ES diversas rejiones carboníferas del pais, que sólo por sobre estas impresiones ; se encuentra el carbon que se consume en la industria. Naturalmente, el anterior hallazgo me dió la idea de lo que se podia esperar en carbon, en toda esta rejion. Ide este instante traté de comprobar mas aun, lo que me habia revelado el anterior resto. = = Para lo cual recorrí la playa, al Norte del fundo de Cocholhue i des- pues de pasar con alguna dificultad una roca negra de filada que existe en la punta de Porun, me encontré nuevamente con la anterior roca arenácea -verdosa, la que aquí encerraba infinidades de fósiles en mas o ménos buen estado; de los cuales pude recojer las siguientes especies: BaculItes anEeps as ames E z UI ArpPOEEraS Po a tos z Pyrula hombroniana.....>........0..... d'Or. > ZE E Sow Polynices santacruzensi., + Marcia stratolamellata............2.... Las cuatro primeras especies de fósiles se encuentran en los terrenos que se depositaron en los mares secundarios i las últimas desde el principio del terciario, i por lo tanto vivieron junto con los primeros, formando esa capa de transicion, que sólo se le encuentra en algunos localidades de la : América. > En ninguno de los terrenos que encierra el carbon que emplea la in- dustria de Chile, existe fósil secundario, i tampoco nunca he observado que eencuentra un manto de combustible esplotable en aquellas areniscas que se encuentran bajo los estratos que encierra ese fósil por sustitucion de que hemos hablado. De lo anterior saco en limpio que en los terrenos que estan al Norte 12 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL > del puerto del Tomé, no se podrá encontrar un manto de carbon que pague. su estraccion, 1 en vista de esto, aconsejo que no se gaste ni un solo centavo | en hacer trabajos de reconocimientos a hondura; porque no se encontrara 8 carbon. y I aquellos mantitos que están a cierta profundidad de la cima de los lomajes, de estos terrenos terciarios, dejaran sólo una pequeña utilidad siempre que el combustible tenga como hoi un alto precio. Santiago, Mayo 21 de 1917. : y , 1 Ea . Informe sobre los carbones de Chiloé, Quetalmahue 1 Castro. st Habiendo sido comisionado por el señor Guillermo Baudrand, para estudiar los terrenos carboníferos i petrolíferos pertenecientes a la Compañía Minera de Quetalmahue que existen al Occidente de Ancud, i los de Oriente de Castro, como igualmente de los que existen en la parte Norte de esta = costa i de los terrenos de Linao i Manao, paso a informar lo siguiente: A == Los primeros estan a unos 25 kilómetros al Oeste del puerto de Ancud, ñ esta distancia se recorre en poco mas de una hora, i al lugar donde se de--. sembarca se le conoce con el nombre de Calle i se encuentra en el fondo del golfo de Quetalmahue. Desde Calle se sigue por un accidentado i mal camino en direccion al Oeste, hasta llegar a la punta de Guabún que es el límite Norte de una E serie de pertenencias que vana orilla del mar i-que son: Elvira, María, Olga, Libertad, Igualdad, Fraternidad 1 Don Abraham. En los farellones que dan al mar, en la punta Guabún se ven diversos estratos. Desde la playa hasta unos cincuenta metros de alto se ve la roca conocida con el nombre de filada, la que es lustrosa i suave al tacto, en su. interior se ven núcleos de cuarzo lechoso. Sobre la anterior descansa una capa arcillosa de tres a cinco metros de espesor, la que tiene frecuente- _mente un color negro, notándose en su interior algunas delgadas fajas de carbon, las que por lo jeneral se atenúan despues de uno a dos metros de estension, formando en este caso unas verdaderas lentejas de carbon. 7 En algunos de estos trozos de combustibles se puede distinguir a simple vista las células de la planta que dió oríjen a esta lignita.. > La anterior formacion está cubierta por capas de conglomerado ter- ciario, la que a su vez soporta depósitos cuaternarios. Miguel R. Machado.—ESTUDIO SOBRE LOS CARBONES DE CHILE 13 Desde la anterior punta de Guabún nos dirijimos al Sur i despues de / poco mas de tres mil metros llegamos a la punta Caucahuapi que se encuen- tra cerca de la propiedad de Burgos. En todo este recorrido pudimos ob- servar que toda la anterior formacion se va bajando hasta perderse com- pletamente en el mar, a medida que eso sucede, va aumentando el espesor de los estratos. terciarios que cubren el carbon. Esta roca es por lo jeneral un conglomerado, cuyo principal elemento es el cuarzo lechoso, algunos de estos estratos se encuentran separados por una capa de arcilla de color plomizo a negro, la que encierra fragmentos de plantas fósiles. Pudimos notar que estas capas, en todo el anterior recorrido, se encuentran atra- vesadas por filones de rocas eruptivas, la que aquí es el basalto i tiene un color que varia del negro al pardo; el grueso de estos filones es de uno a cinco metros, variando al mismo tiempo en todo sentido el rumbo de su recorrido. Naturalmente, el rumbo, inclinacion i espesor de la capa que encierra el carbon, o bien de los estratos que lo cubren, depende del lugar de salida de la anterior roca eruptiva 1 a esto se debe que los estratos ya se inclinaran al Oeste ya al Norte o tienen un manteo intermediario. En la punta misma de Caucahuapi, en. una rejion que cubre las aguas de la alta marea, se ha labrado un pequeño pozo de reconocimiento en una arcilla oscura i que está limitado por dos filones de basalto. En este esquisto arcilloso, existen dos mantos de carbon lignita; el uno de quince centímetros i el otro de treinta, ámbos separados por una capa de arcilla negra, de unos treinta centímetros de grueso. Sobre esta capa de carbon existe una roca conglomerado de color blanco que tiene hasta cinco metros de espesor, en la quese encuentran unas impresiones de antiguos restos orgánicos que marcan en Chile la parte inferior de la formacion carbonífera. En otro de los reconocimientos que hicimos a la Caleta de Curahueldo, la que se encuentra limitada por el Sur por el lomaje de Polocué que tiene una altura máxima de treinta metros, pudiéndose ver en su parte baja i cercana al mar fragmentos de roca basáltica, sobre la que se encuentra la roca estratificada en la que existen fajas de esa arcilla plomiza que con frecuencia encierra un delgado manton de carbon. La parte Norte de esta Caleta de Curahueldo está limitada por una escarpada roca basáltica, en la que existe una hermosa gruta que aquí se le conoce con el nombre de Piedra de la Iglesia. La playa de esta caleta se encuentra formada en su mayor parte por piedrecillas redondeadas de color negro brillante i de cerca de un centímetro de diámetio. A 14 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL E> A unos doscientos metros mas al Oriente se ha hecho un pozo de re A conocimiento, en cuyas paredes no se ve la menor demostracion del mine- ral que nos interesa; con esto queda estudiado todo el terreno en que se > encuentran ubicadas las pertenencias María, Luz, Fortuna, Violante, 1 da Dorila. Las pertenencias Guillermo 1, 11 i 111 de Calle i que limitan con A la hijuela del señor Juan Bertín, tiene la misma importancia que las ya E enumeradas, como igualmente todos los terrenos de la península de Lacui en la que estan las pertenencias Tesoro, Reliquia, Progreso, Delicada, ñ Protectora 1 Fabulosa. La roca filada, en estos dos últimos grupos se en-. cuentra a mayor hondura que en las pertenencias que miran al mar Pací- E fico, aumentando al mismo tiempo el espesor de los estratos secundarios E que en estos últimos, sólo se le ve en partes. REJION CARBONÍFERA DE CASTRO La mayor parte de las pertenencias mineras de esta rejion estan en la misma playa, en la parte Oriente de la bahía de Castro i frente — a la ciudad de este nombre. Se estiende desde Yutui, algo al Norte de la Punta de Peuque, hasta el fondo de esta ensenada, cerca de Putemún. Todo este espacio está cubierto por nueve pertenencias que se denominan Cas- | tro la IX, en la continuacion oriental de la Castro IV hai otras tres que y E son: San Pedro, Santa Juana i Fortuna. s 7 : En el fondo de la quebrada Huenuco 1 Quilquico existen al descubierto, debido a un trabajo de reconocimiento, dos mantos de carbon, los que se encuentran separados por una capa de arcilla color plomizo de cincuenta 9 centímetros de espesor; el superior tiene un grueso de unos diez centí- metros i el inferior es de mas de sesenta centímetros, el rumbo de las an- teriores es de Este a Oeste 1 su inclinacion es de cinco grados al Norte. — (Al descubierto existe en este reconocimiento algo mas de dos toneladas de este hidrocarburo). La arcilla sobre que descansa este hidrocarburo es l de un color negro i en parte pardo,.la nus es mul tica en pS de. plantas. fósiles. SR El carbon mineral se diferencia en su aspecto físico de los al que existen en Chile i se parece mucho al Boghead, Bituminita o Turbanita, teniendo como éste una pronunciada fractura conchaide, la que en parte es pizarrosa; pero siempre termina en fragmentos mui angulosos, es blando i fácil de cortar gon cuchillo, su color es negro ¡en parte es pardo;su a Y Miguel R. Machado.—ESTUDIO SOBRE LOS CARBONES DE CHILE 15 brillo varia entre el lustroso i el mate, es mui inflamable i arde con llama blanca i susceptible a dar un buen gas de alumbrado. Este combustible no debe ser considerado como hulla o lignita comun; sino que se le debe mirar como a una especie de resina. = A este cuerpo se le puede emplear en la fabricacion de gas de alumbrado. Este combustible es mui parecido al conocido entre nosotros con el nombre de CANNEL-COAL que se le importa en gran cantidad de Australia, Esco- cia, Estados Unidos, etc. . - Creo que valdría la pena hacer algunos reconocimientos de este manto, con el objeto de estudiar la estension de la masa de carbon i darse cuenta cabal del valor real de esta capa de hidrocarburo, ya que por su ubicacion es relativamente fácil su esploracion i esplotacion. Hasta la actualidad habíamos dudado que existiere en Chile esta clase de- hidrocarburos i creíamos que las diversas muestras que se nos habia mandado en diferentes épocas para su estudio, no eran mas que trozos de carbon arrojados a la playa por algunos de los buques náufra- gos de los muchos que traen este mineral i no nos habíamos imajinado que en Chile existiese un carbon de esta naturaleza, puesto que su esplo- —tacion seria una verdadera riqueza nacional. ———Enla playa de Quento, en baja marea, encontramos algunas manifes- taciones de lignita. Los estratos que encierran a este combustible tienen una fuerte in- clinacion al Norte. Ensaye del carbon de Castro hecho por un señor jeólogo de Valorens. A 19,70 por ciento E EA A e E » A 5,86 » >» (13galones por ton.) S A A: Cenizas aa SOLAS Este ensaye me fué entregado por el señor Baudrand. LINAO I MANAO Tambien hemos encontrado algunas manifestaciones de carbon lig- nita en la playa de Linao 1 Manao. Estas capas de carbon fueron cortadas a mas de cien metros de hon- dura en unos de los sondajes que se hizo en Manao. 16 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 4 44 « Pero las manifestaciones esternas que mas abundan en toda esta re- 4 - , jion, son las de petróleo, así hemos visto en gran abundancia al esterior gases 1 al mismo tiempo se han encontrado cerca de Chacao algunas grietas con asfalto semi-líquido que se le conoce con el nombre de pisasfalto. + Desgraciadamente los diversos trabajos a hondura que se han efec- tuado en esta rejion en busca de petróleo han fracasado porque no han podido llegar ni a trescientos metros de profundidad con la sonda, debido al desórden sin contrapeso que ha reinado en las Compañías que se han organizado con este objeto. Ey? Todas aquellas pertenencias que existen en la playa, se encuentran | $ frecuentemente limitadas por el lado de tierra por barrancas verticales, - en cuya cima se estienden planicies o terrenos lijeramente ondulados. La. playa en estos mares sólo tiene por término medio un ancho máximo de unos cuarenta metros, llegando en la baja marea en algunas rejiones hasta tener unos mil metros de estension. Tanto en la playa como en la parte alta se encuentran unos grandes trozos de roca ya de diorita i andesita, granitos, filada, etc., los que han sido llevados hasta el en que hoi se le ve, por los antiguos ventisqueros O bien por los témpanos de hielo que flotaban en las aguas, cuando esos terrenos se encontraban bajo ella. En los barra..cos se pueden estudiar las diversas capas estratificadas que cubren los terrenos cristalinos de esta parte Norte de la isla. Así, en la parte superior hai una capa de conglomerado rojizo, de ce= * mento arcillo ferrujinoso; cuyos elementos conglomerados son de dos a E diez centímetros de grueso. Sobre esta capa descansan los bloques erráticos. Bajo la anterior existe otra capa de ocho a quince metros de grueso, la que se compone de un conglomerado fino, algo blando, la que descansa. | sobre un conglomerado plomizo de cemento arcilloso. Todo el anterior conjunto, cuyo espesor máximo es a lo: sumo de cen z unos cien metros, está sobre terienos terciarios. s z En la playa de Manao hemos encontrado en la alta marea unas ma- - nifestaciones gaseosas en una estension cercana a cien metros de ácido car- bónico. : ; ed La formacion estratificada ya descrita, es mas o ménos igual en toda la parte Oriental y Norte de la isla de Chiloé, variando naturalmente su espesor, segun la localidad en que se le estudie. Santiago, 17 de Abril de 1918. eN ' Miguel R. Machado.—ESTUDIO SOBRE LOS CARBONES DE CHILE j 17 7 / 1001 Estudio sobre algunas arcillas chilenas. Estudio de las pertenencias mineras de los señores Andres Ebner i Andrés Urzúa, situadas en Montenegro, comuna Rinconada del departamento de Los Andes, en la Hacienda de Palermo, antes rural, fundo perte- neciente al señor Humberto Cruzat, i que visité el 17 de Agosto próxi- mo pasado. Una de las mejores de estas pertenencias mineras recibe el nombre de Andacollo: la que está situada a unos cinco kilómetros al Este de la estacion de Montenegro, a la que está unida por un buen camino, que puede hacerse carretero con un gasto no mayor de quinientos pesos. Este depósito metalífero se encuentra dispuesto en capas o estratos; los que tienen una direccion de Norte a Sur, con cinco a diez grados al Este i una inclinacion de cuarenta i cinco grados al Naciente. Para esplotar este mineral, se ha construído un cómodo socavon de veinte metros de largo, el que corta perpendicularmente a los mantos i va de Oeste a Este. En su estremo interior i al andar de los estratos hai un fronton de cerca de diez metros de largo por dos o tres de ancho; en su caja Poniente i¡ a unos dos metros del primero se ha labrado un pique de seis metros de hondura: trabajo es éste que no responde a ninguna necesidad real en la esplotacion de esta mina. Este socavon corta en toda su lonjitud a un potente manto minera- lizado que varia en cuanto a su color, desde el rojo oscuro al pardo amari- llento; el que se encuentra atravesado en todo sentido por fajas de un color mas claro, el que a veces llega al blanco. El elemento útil que encierra este manto, es la variedad de mineral de hierro conocida con el nombre de He- matita parda u óxido hidratado de hierro, el que se encuentra unido en mas o ménos cantidad a la arcilla. - A unos quince metros al interior del laboreo, notamos que el color rojo que domina en el manto principia a perderse poco a poco hasta que se llega a una rejióon en que domina completamente el blanco gris. En esta transicion notamos que en la masa blanca existen unos núcleos algo amarillentos de antiguas esferolitas de hierro hidratado i que han perdido su color a causa de fenómenos secundarios de disolucion. (2) 18 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ; LA * Y > La lei en óxido de fierro del anterior manto rojizo, varia entre quince ' i veinticinco por ciento. Naturalmente ésta se hará mucho mayor i puede fácilmente duplicarse si a este mineral se le concentra, lo que se puede hacer con suma facilidad, dada la diferencia de densidad que ambos mi- nerales tienen: siendo la de la arcilla 2,5; miéntras que la limonita tiene una densidad de 4. A pocos metros al Norte de la entrada del socavon, existen unos fa== rellones en los cuales o cerca de éstos se pueden ver en gran cantidad a una variedad de mineral de hierro algo arcilloso, en cuya masa se encuentra > EN en abundancia una infinidad de pequeños granitos de forma mas o ménos E a esférica 1 en que su diámetro varia de uno a mas de diez milímetros: a e esta clase de óxido de hierro se le conoce en mineralojía con el nombre de limonita esferolítica u oolítica. Cada uno de estos glóbulos, granitos o esfe= ritas se compone de capas concéntricas de óxido hidratado de hierro, de estructura radiada, i existe frecuentemente en su interior un pequeño trozo a de algun mineral estraño, de roca o de sustancia orgánica i sólo en una > pequeña proporcion se encuentra su núcleo vacío. El color de este mineral varía entre el rojo oscuro, pardo amarillento 1 pardo negruzco; ES estos granitos se encuentran unidos entre sí por un cemento arcillo-fe- rrujinoso de color rojizo 1 del cual se puede separar con facilidad. Estas q esferitas dan por el ensaye una lei cercana a cincuenta por ciento de óxido de hierro i llega a cerca de sesenta por ciento, cuando se le concentra por e medio del agua. No todo el hierro de este mineral se encuentra al estado de óxido hidratado, hai una parte que lo está al de aluminato i sólo una ínfi- ma porcion al de fosfato. La limonita al estado puro responde mas o ménos e a la fórmula 2Fe.0,, 3H.0, en que la lei de agua varia entre 12 1 16% i la de óxido de hierro de 64 a 84%. Esta clase de mineral de hierro oolítico mezclado a la arcilla es de oríjen sedimentario, debido a depósitos de fuentes minerales que en anteriores tiempos existieron en estos lugares. A En algunas rejiones de Francia se hace una gran esplotacion de esta A clase de minerales, a pesar de lo bajo de sus comunes, los que no pasan de + quince por ciento; pero por concentracion éstos llegan a tener leyes esplo- a tables. Respecto a lo anterior, dice el señor Domeyko en el segundo tomo de ; u Mineralojía, pájina 146 de la edicion publicada en 1897, lo que sigue: «Los minerales hidratados de hierro se consideran como mui buenos para O la fundicion. Los de la variedad de hierro arcilloso en granos, diseminados > A AiO - Miguel R. Machado.—ESTUDIO SOBRE LOS CARBONES DE CHILE 19 en capas de arena, cal ¡ arcilla, alimentan mas de las tres cuartas partes de los altos hornos en Francia.» Citaremos con gusto algunos párrafos de la Mineralojía Aplicada de Amadeo Burat i que dicen: «Los minerales oolíticos o en granos (de hierro) son.los que constituyen la riqueza principal de Francia... Estos se com- ponen de arcilla ferrujinosa. .. «El hierro hidroxidado pertenece a la clase denominada minerales de aluvion, que se encuentran en granos oolíticos -o pisolíticos, mezclados a la arcilla o a.margas (cal i arcilla), de donde se le aisla con facilidad». _ Ademas del anterior manto de limonita arcillosa i de limonita esfe- rolítica, existe otro de arcilla blanca que tiene una insignificante lei de fierro, el que se encuentra entre dos capas del anterior mineral. Esta arcilla blanca se formó mucho despues de haberse depositado la limonita arci- llosa, 1 se le puede considerar como un producto de relleno de la grieta en que hoi se le encuentra. Este mineral venia acompañando a líquidos ácidos que salieron desde el interior, los cuales en un principio se ocuparon en descompener los feldespatos de las rocas internas a las que les disolvió el potasio, sodio o calcio, quedando depositada la arcilla en las paredes de la grieta, el que es un silicato hidratado de aluminio. Disolviendo por último el elemento ácido, al fierro que se encontraba en los mantos superficiales de limonita. Este ataque fué mas activo en todas aquellas rejiones cercanas a la grieta, i a esto se debe que algunas veces se encuentran esferolitas completamente blancas; siendo naturalmente mucho ménos su accion, en todos aquellos granitos que están mas distantes a la grieta de escape de esos elementos ácidos. - Despues de un detenido estudio de la zona en donde se encuentran estas pertenencias, 1 de los ensayos que he hecho de las muestras que per- sonalmente recojí; he llegado a lá conclusion que en esta rejion existe un “importante mineral de hierro limonita. Mineral es éste que se presta ad- mirablemente para el alto horno, dada sus altas leyes que pueden sacarse fácilmente por concentraciones del actual compuesto oxijenado. El pro- ducto de fundicion es por lo jeneral mucho mejor que el que se obtiene de un otro mineral de hierro, porque este no contiene elementos en cantidad suficiente que perjudiquen la buena calidad del metal. Aconsejaria ademas a sus actuales dueños que siguieran a profundidad por el manto de arcilla, con el objeto de dar con algun yacimiento de pirita, por donde deben de haber pasado las aguas mineralizadas que dejaron encuenta tra tanto no merece una descripcion especial. Santiago, 6 de Septiembre de 1919. . E Cárlos E. Porter.—ARACNOLOJÍA CHILENA 21 _ ARACNOLOJÍA CHILENA (NOTAS MISCELÁNICAS: SISTEMÁTICAS Y ZOOJEOGRÁFICAS) POR EL Prof. Cárlos E. PORTER V.—La Fam. AQELENIDAE Los Agelenide constituyen una de las familias mas importantes de Arañas verdaderas, desprovistas de cribelo. Tienen ocho ojos casi iguales en el borde frontal i sus tarsos terminan en tres uñas pectinadas. La piel densamente poblada de pelos tendidos, plumosos i rara vez sencillos. El dimorfismo sexual de estas arañas no es mui marcado; los ma- chos difieren poco de las hembras en el tamano, pero recordaremos que el abdómen de los machos es mas chico 1 las patas son algo mas largas. Son animales de hábitos solitarios, que construyen sobre las plantas T aun en las paredes de las bodegas, casas, etc., telas anchas con un tubo en el centro, donde el arácnido se recoje con la cabeza hacia afuera del orificio. Entre las especies exóticas curiosas por sus hábitos, pertenecientes a esta familia, mencionaremos la Argyroneta aquatica, tan comun en Eu- ropa 1 algunas partes de Asia i que, como lo dice sú nombre, vive en el agua, de donde 1esulta el interés que tiene como objeto de observacion para los acuarios de agua dulce. La familia de que ahora tratamos, está representada por muchas especies que habitan todos los continentes. Pero nuestro objeto, al solicitársenos colaboracion para el presente 22 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL y z E A BoLETtÍN, es sólo dar una guía para el estudio de los Agelenide por medio A de la enumeracion de los jéneros i especies chilenos con las indicaciones a á ñ Perm bibliográficas, sinonímicas 1 zoojeográficas pertinentes. pr Para esto no tenemos sino que desglosar de una obra nuestra, aun inédita (1), presentada al Congreso Científico jeneral chileno celebrado ; en la ciudad de Temuco en Febrero de 1913, las fichas correspondientes — h a dicha familia, aprovechando de agregar algunos pocos datos (que seña- Re > lamos + al marjen) que hemos visto a última hora i que nos hacemos un deber en declarar los hemos aprovechado del interesante trabajo del Sa señor Petrunkevitch. . A : 3% , Esperamos que la continuacion de nuestras notas sobre Aracnolojía y chilena, despierten tarde o temprano, interes hacia la sistemática i por la recoleccion de estos artrópodos para nuestros museos tan pobres aunen materia de especies comunes. Las arañas han sido, como puede comprobarlo quien recorra Biblio- - tecas i Revistas nacionales, uno de los grupos mas injustamente olvidados por los que en Chile se ocupan o han ocupado de Historia Natural, pues, dejando .a un lado los trabajos sobre Zoolojía Médica (Dres. F. PuGa BORNE, C. GUZMAN, EDO. MOORE) 1 sobre costumbres (Dr. Puga ya ci- tado i los SS. M. J. Rivera i Hno. Claudio), no se conocen desde la pu- “ blicación de la obra de don Claudio Gay otros estudios sistemáticos por hijos del pais que los que en este mismo BOLETIN (1917) i en nuestra Revista Chilena de Historia Natural 1 Actes de la Societé Screntifique du pe Chili hemos iniciado nosotros (2) 1 los pocos que rejistran las dos últi- mas publicaciones periódicas son debidas a especialistas del extranjero como los SS. Simon, BERLESE, LEONARDI, TROUESSART, etc., que han des- ce crito en ellas las especies encontradas en Chile por Lataste, Germain, B. Wilson, Fed. T. Delfín, Alberto Edwards i el autor de estas notas. Especie encontrada en Valdivia. 9. Rubrius paganus SIMON 1902. Rubrius paganus Simon, Hamb. Magahh. Samm., vol. II, Arach. ¡AS 1904. Rubrius paganus SIMON, Ann. Soc. Ent. Belgique, vol, XLVIII, p. 107. 1904. Rubrius paganus Simon, Rev. Ch. Hist. Nat., año VITI, p. 70. Esta araña fué encontrada la primera vez en las cercanías de Val- divia. En 1902 el señor Alberto Edwards i C. E. Porter la encontraron en Los Perales (provincia de Valparaíso) desde donde enviamos ejem- plares al señor E. Simon. 10. Rubrius radulifer Simon 1902. Rubrius radulifer Simon, Hamb.. Magahh. Samm.,'vol. IL, A ach . p. 36. : Este Agelénido habita Valdivia. 26 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 11. Rubrius subfasciatus (Simon) 1884. Celotes subfasciatus SIMON, Bull. Soc. Zool. Fr., vol. IX, p. 123. 1887. Rubrius subfasciatus SIMON, Miss. Sc. Cap. Horn.,. p. 15, pl. Il, e fig. 7. 1896. Rubrius subfasciatus SIMON, An. Mus. Nac. (B. Aires), vol. V, do TE p. 145. | , 1898. Rubrius subfasciatus Simon, Hist. Nat. Arach., vol. II, p. 245. 1900. Rubrius subfasciatus SIMON, Rev. Ch. Hist. Nat., año IV., p- 33 1902. Rubrius subfasciatus Simon, Hamb. Magahh: Samm., vol. H, p. 53. - 1903. Rubrius subfasciatus SIMON, Ann. Soc. Ent. Fr., vol. LXXII, p. 313. 3 1904. Rubrius subfasciatus SIMON, Rev. Ch. Hist. Nat., año VIII, p. 70: El Dr. Delfín 1 el señor Bracey Wilson nos trajeron ejemplares der. Punta Arenas en 1902. Nosotros mismos la hemos tomado en Quilpué (Provincia de Valparaiso) en Noviembre de 1898. Se encuentra tambien principalmente en Tierra del Fuego, Isla Navarino, etc., donde fueron tomados los ejemplares para la descripcion orijinal. Hasta el hallazgo que hice de ella en Quilpué (en 1898), se la ereia sólo de la estremi- dad meridional de Sud-América. ; bs. GEN. PIONACES SIMON, 1904. Are 12. Pionaces major SimoN S : A 1904. Pionaces major Simon, Ann. Soc. Entom. Ao vol. XLVIIL, Ae p. 108, fig. 6. Ds 1904. Pionaces major Simon, Rev. Ch. Hist. Nat., año VIII, p. 71. DN des El macho i la hembra de esta especie han sido descritos por el señor SIMON en vista de material que nos fué traido por los señores Delfin 1 ys Wilson, colectado en Punta Arenas en 1901. IÓN GEN. MYRO CAMBRIDGE, 1876. E A 13. Myro chilensis SIMON NS 1888. Myro chilensis Simon, Ann. Soc. Entom. Fr. vol. VIII es p. 218% E La especie fué obtenida en Valdivia. : Cárlos E. Porter.—ARACNOLOJÍA CHILENA 277 14. Myro multidentata TuLLGREN 1902. Miro multidentata"TuLtGreN, Bihang Svensk. Akad., vol. XXVIII, ALAVA : Esta araña fué primeramente hallada en el Valle del rio Aysen. El Dr. Delfín obsequió entre otros ejemplares al Museo de Valparaiso, “uno de esta especie en Marzo de 1902, tomado en Talcahuano. GEN. CYRIOCTEA SIMON, 1888. 15. Cyrioctea spinifera (NICOLET) 1849. Drassus spinifer NIcoLET, Gay Hist. Fís. i Polít. Chile, Zool III, p. 454. - 1888. Cyrioctea spinifera Simon, Ann. Soc. Entom. Fr., vol. VIII (6), . -p. 219, Gay dice que habita Valdivia. Nosotros la hemos encontrado tambien - en Quilpué. El Dr. Delfin nos trajo un Y tomado en las Termas de Chillán idos Y Y 1 una 2 colectadas en Talcahuano en Marzo de 1902. GEN. PORTERIA SIMON, 1904 16. Porteria albopunctata Simon 1904. Portería albopunctata Simon, Rev. Ch. Hist. Nat., año VIII, p. 73, figs. 15116. 1904. Portería albopunctata, Simon, Ann. Soc. Ent. Belgique, XLVIII, p. 109, figs. 7 1 8. Esta especie que los señores Dr. F. T. Delfin i Bracey Wilson colec- taron en Punta Aremas (en 1902) sirvió de typus al jénero que nos hizo el honor de dedicarnos en 1904 el ilustre autor de la «Hist. Nat. des Aratgnées». GEN. EMMENOMMA Simon, 1884 17. Emmenomma oculatum Simon 1884. Emmenomma oculatum Simon, Bull. Soc. Zool. France, vol. LX, p. 126. Habita cerca de Ushuaia i varias islas adyacentes al Canal Beagle. No he visto esta especie i la menciono sólo por la literatura. 28 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ss e Sub Fam. 11: AGELENINAE GEN. TEGENARIA LATREILE, 1804 18. Tegenaria domestica ((CLERCK) 1757. Araneus domesticus Clerck, Aran. Svec. 1898. Tegenaría domestica Simon, Hist. Nat. Arach., vol. 11, p. 259. pia 1911. Tegenaria domestica PETRUNK., Bull. Amer. Mus. Nat. Hist., vol. XXIX, p. 537. ; 2 Para no alargar mucho esta lista no citamos toda la sinonimia que qne puede verse en Petrunkevitch, 1. cit. que hace poco he recibido. - RS Es una araña cosmopoltta. GEN. MEVIANES SIMON, 1904. 19. Mevianes delfini Simon 1904. Mevianes Delfini SIMON, Ann. Soc. Entom. Belgique, vol. XLVITT; des MALE 1904. Mevianes Delfini Simon, en Rev. Ch. Hist. Nat., año VIII, p. 74. des Mis amigos los señores Dr. F. T. Delfin i Tte. Bracey Wilson, tra- Ani jeron para el Museo de Valparaiso esta especie tomada en Punta Arenas z en 1902. 5 ls 20. Mevianes Wilsoni SimoN 1904. Mevianes Wilsoni SimOoN, Ann. Soc. Entom. Belgique, vol. XLVITI, Pide E 1904. Mevianes Wilsoni Simon, Rev. Ch. Hist. Nat., año VIII, p. 75. E El señor Bracey Wilson, que en muchos de sus viajes me trajo obje- tos para el Museo de Valparaiso, aportó esta araña descubierta por él en 1902 en Allen Gardiner; yo a mi vez la remití como la anterior especie | a M. E. Simon para su descripcion. PRE Sub Fam. 111: HAHNIINAE S SS GEN. BIGOIS, SIMON, 1898 : O 21. Bigois antarctica SimoN 1902. Bigois antarctica SIMON, Hamb. Magahh. Samm., vok II, p. Sa Esta araña fué encontrada en Tierra del Fuego. Cárlos E. Porter.—ARACNOLOJÍA CHILENA 29 GEN. HAHNIA, C. KocH 22. Hahnia heterophthalma Simon. 1905. Hahnia heterophthalma Simon, Bull. Mus. Torino, vol. XX, p. 15. La especie fué descrita sobre ejemplares tomados en Santa Cruz (Pa- tagornia). En Junio de 1906 entre algunos objetos que me obsequió el señor José N. Thomas, venía un ejemplar de dicha araña tomada en Punta Arenas, por lo cual podemos seguramente incluirla en la fauna chilena. 23. Hahnia Michaelseni SimoN. 1902. Hahnia Michaelseni Simon, Hamb. Magahh. Samm., vol. II, p. 39. Encontrada en Tierra del Fuego, segun Simon, l. c. E E Damos para terminar, un cuadro en el que, de un golpe de vista, pue- de apreciarse el estado actual de nuestros conocimientos sobre los Age- lénidos de nuestro pais. . Cybeus antarcticus KARSCH . Cybeolus pusillus SIMON . Rubrius ambiguus (NICOLET) . annulatus CAMBRIDGE . brevirrostri (NICOLET) . castaneiformis (SIMON) . dentifer (TULLGREN) . livens SIMON . paganus SIMON . radulifer SIMON . subfasciatus SIMON 12. Pionaces major SIMON 13. Myro chilensis SIMON 14. Myro multidentata TULLGREN 15. Cyrioctea spinifera (NICOLET) 16. Portería albopunctata SIMON 17. Emmenomma oculatum SIMON 118. Tegenaria domestica (CLERCK) Sub fam. Il. lio. Mevianes Delfini SIMON Ageleninae. —|20. M. Wilsoni Simos Sub. fam. HL. la Bigois antarctica SIMON PUDO o MM ( Sub fam. Í. Cybaeinae. n= Fam. AGELENIDAE Hahnii 22. Hahnia heterophthalma Simon aaninae- (23. H. Michaelseni SIMON Santiago, Mayo 10 de 1920. 30 BOLETIN DEL 'MUSEO NACIONAL ¿ CATÁLOGO ILUSTRADO I DESCRIPTIVO DE LA COLECCION DE BIOLOJÍA ANIMAL CONSERVADA EN EL MUSEO NACIONAL DE HISTORIA NATURAL POR BERNARDINO QUIJADA B. 1 LA ESPECIE I SUS VARIACIONES (LINNEO I CUVIER) (Vestibulo Norte, Estante N.0 1) La nocion de especie, sobre la cual se funda toda clasifica- > cion, es tan poco absoluta que cuaatos ensayos se han intentado Nocion de Para precisarla, han sido del todo infructuosos. Defínesele hoi, especie en estrecha conformidad con la idea de LINNEO i CUVIER, que la consideraban fija i estadiza, como coleccion de séres orga- nizados que concuerdan en los caracteres esenciales, proceden unos de otros o de padres comunes, a los que se parecen tanto como ellos entre sí, i producen descendientes fecundos. Examinando los tres elementos de «esta definicion: semejan== > > za morfolójica—parentesco jenealójico—fecundacion “del cruza- miento, —se ve que son insuficientes en teoría e inapreciables muchas veces en la práctica, para establecer con exactitud lo. que en los animales constituye una especie particular. ea s Bernardino Quijada B.—CcATALOGO ILUSTRADO 31 a) Prueba de la insuficiencia del criterio morfolójico ¡ de que no siempre es aplicable, tenemos en lo difícil que es decir en muchos casos cuáles son los «caractéres esenciales» i cuáles los «caractéres de grado secundario o subordinado». Aquellos deben ser idénticos i trasmitirse íntegra i permanentemente de una jeneracion a otra, en oposicion a los últimos, como el ta- maño i el color, que pueden variar en animales de la misma especie, dando lugar a las «variedades» i «razas». Como las opiniones de los zoólogos difieren mucho en lo to- cante a la fijeza de-los llamados CARACTERES ESENCIALES, re- sulta que hai no pocos «jéneros» animales sobre cuyo número de «especies» no ha podido llegarse a un acuerdo universal. Para ilustrar esto por medio. de un ejemplo tomado de la zoo- lojía de nuestro país, recordemos que en el grupo de los Repti- les ofidianos, con el mismo material de comparacion del Museo Nacional,|se ve al autor de la Historia Física 1 Política de Chale, don CLAUDIO GAY, admitir 8 especies de Culebras, miéntras el doctor R. A. PHiLIPpI distinguió 45; en tanto que para el herpetólogo del Museo Británico, tales formas específicas son consideradas como simples variedades de sólo dos especies, la Culebra de cola corta (Tachymenis peruviana, Wiegm), i la Culebra de cola larga (Dromicus chamissonis, Wiegm). Lo mis- mo sucede con las Zorros chilenos. b) Para limitar con precision la idea de especie i saber si dos ¡ndividuos dados pertenecen a la misma forma específica, ten- dremos entónces que recurrir al segundo elemento de la defini- cion lineana, o sea el parentesco jenealójico, segun el cual «un animal cualquiera produce siempre otro animal parecido a él». Pero con este criterio de la semejanza no se salva la difi- cultad, pues se nota que los seres salidos unos de otros presen- tan a veces diferencias considerables o «variaciones indivi- duales», debidas al «polimorfismo» i a la «domesticacion». El POLIMORFISMO SEXUAL se manifiesta sobre todo en las es- pecies que forman «sociedades», fundadas en la division del tra- bajo, alcanzando a veces un grado de perfeccion verdadera- mente admirable. Esto se ve, por ejemplo, en las Abejas 1 en las: Hormigas blancas o Termes, cuyos individuos neutros de la / Caracteres esenciales Polimorfismo BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL colonia se parecen entre sí, pero «difieren grandemente de los individuos que los han enjendrado». Fuera de los machos ilas hembras, siempre alados i encargados de la multiplicacion, hai, 0 pues, gran número de ejemplares con aparato sexual atrofiado, e jos neutros, que pueden ser ápteros 1 sólo hembras (obreras de abejas) o hembras i machos (obreras i soldados de Termes) i eje- cutan los trabajos mas importantes de la comunidad, como la construccion de las viviendas, el cuidado de los recien nacidos, de los alimentos i de la defensa (soldados). (Figs. 1 1 2). Zángano Fic. 1.—Abeja comun. Para ver las dificultades que en la determinacion de la espe= Razas de Palo- cie Ofrece la «variacion individual» de los séres, orijinada por la mas domés- ticas marla como apoyo de su teoría de la seleccion natural. En esta O DOMESTICACION, basta considerar el ejemplo de la Paloma casera, de la cual existen tantas razas que DARWIN pudo to- - Columbina no sólo varia estraordinariamente la forma, las dimensiones, el color del plumaje i sus adornos, el pico, los pies, el buche—que aparece a veces como un abultamiento en la re- F1G.. 2.—Hormiga blanca : f, Hembra alada; n, Obrera; m, Soldado; > 2 f', Hembra fecundada. A Ll Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 33 jion del cuello, — la musculatura, las costumbres i los instintos, sino—lo que todavía es mas notable— la forma típica de su es- queleto 1 de sus par- tes, en especial la cala- vera, el esternon, las costillas 1 las vértebras, tan importantes * para la: clasificacion. (Fig. 3). Bajo todos estos as- pectos, las numerosas razas de palomas do- mésticas presentan en- tre sí diferencias bas- tante mas marcadas que las que separan a muchas especies, ¡aun Jéneros distintos de las Columbinas — salvajes que existen en toda la superficie de la tierra. Sin embargo, DARWIN afirmó, sin vacilar, que aquellas particularida- des no eran sino el re- sultado de una lenta “acumulacion de varia- ciones casi impercepti- bles; i tras de varios años de estudios, llegó a demostrar que todas estas razas (que los criadores consideraban como derivadas de otras tantas especies salvajes) descendían, sin escepcion, de una sola especie, la Paloma FiG. 3.—Algunas razas de palomas (segun Darwin); 4, Paloma mensajera inglesa; B, Pa- loma volteadora inglesa; C, Paloma pavo. bravía o silvestre (Columba livia), de co- (3) Palomas do- Paloma bravia Híbridos 34 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL + ? > _—_—— ____——— 10S lor azul apizarrado, con plumas tectrices blancas sobre las rectrices i fajas negras en las alas i-en la cola. (Fig. 4). Todos estos hechos son de la mayor importancia, porque demuestran que en el criterio del parentesco jenealójico para definir la especie hai que tomar en cuenta las limitaciones del polimorfismo i de la do- mesticacion. c) Habrá, pues, que ha- FiG. 4.—Paloma bravía (Columba liua), > S h segun Naumann. cer intervenir en la nocion de especie el criterio mixolójico o de la «fecundidad del cruzamiento» i ensa- yar éste para distinguir animales de la misma o de dis- tintas especies. Pero ni aun así se logra resolver el gran proble- ma de la ciencia biolójica; pues sabido es que con no poca fre=" cuencia se observa que dos especies, admitidas por todos como evidentemente distintas, pueden cruzarse, como el Caballo (Equus caballus) con el Burro (Equus asinus), por ejemplo, dando lugar a los llamados híbridos o bastardos. A la inversa, hai individuos de razas que tienen un mismo oríjen comun i no se pueden cruzar entre sí; tales son los mestizos estériles. Estos hechos, contrarios a la doctrina profesada por los par- tidarios de la fijeza e inmutabilidad de la especie, fueron cono- cidos por los mismos naturalistas que formularon su definicion,” quienes para refutar las objeciones que se les presentaban, ad- mitian como un dogma la proposicion que establece que «dos especies distintas nunca pueden, al cruzarse, dar oríjen a un producto fecundo». E I en apoyo de esta opinion citaban enstodo caso como ejesn- plo las formas bastardas del Burro con la Yegua i del Potro con la Burra—la Mula i el Macho—que en realidad pocas veces se reproducen; pero hoi se sabe que los casos de híbridos fecundos que, como las especies «puras», se propagan indefinidamente / Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 35 en el estado doméstico son numerosísimos. Citaremos uno: la Liebre-conejo (Lepus darwinii), llamado por Broca Lepórido, procedente del cruzamiento de la Liebre macho con una Coneja, dos especies distintas del jénero- Lepus; i que se viene obte- niendo en Francia, desde 1850, con un fin puramente gastro- nómico. Muchos de nuestros animales domésticos deben ser considerados tambien como procedentes de hibridaciones fe- cundas de varias especies salvajes, v. gr.: la Vaca, descendiente de Bos primigentus 1 Bos brachyceros; el Cerdo, el Gato i nume- rosas razas de Perros. Durante mucho tiempo se creyó que los productos híbridos sólo existian en «estado de domesticidad» i no se puede negar que este estado influye poderosamente para hacer las especies mas propensas al cruzamiento i dar oríjen a animales bastar- -dos. Sirvan de ejemplo i prueba el Leon i el Tigre, el Caballo ¡la Zebra, el Canario i el Chirigúe 1 el Pato casero comun (Cai- rina moschata) i el Pato almizclero o «ingles» (Anas boscas, L), que jamas se cruzan espontáneamente cuando viven en estado de completa libertad natural; pero si son reducidos a cautividad, concluyen por dar productos híbridos. Interesante en estremo es el bastardo del Pato casero, ya citado (Cairina moschata), con el Pato real de Chile (Mareca sybilatrix), no sólo por resultar de la mezcla de una «especie doméstica» con otra «salvaje» sino porque representa un hibrido bijenérico, esto es, procedente de animales pertenecientes a dos jéneros mui distintos (Cazrina i Mareca). Pero el caso mas admirable en esta clase de híbridos es el procedente del Tetrao de cola ahor- guillada (Tetrao tetrix) con el- Faisan Lómun (Phasianus col- chicus), considerados por los ornitólogos como representantes de «dos familias diferentes» del órden de las Gallináceas (Te- traónidos 1 Fasiánidos). No se puede decir que los casos de «hibridismo fecundo» son raros «en los animales salvajes»; al contrario, se puede asegurar que son frecuentes. Bastará citar los bastardos entre el Oso comun i el Oso polar, entre la Vicuña i el Guanaco i sus dos va- riedades (Llama i Alpaca), i los híbridos de jéneros de Peces de la familia de los Ciprínidos o Carpas. —Por otra parte, ya se dijo que es un hecho indiscutible la Hibridos do- mésticos Hibridos bije- néricos Hibridos sal- vajes Meztizos esté- riles 36 2507 ETIN DEL MUSEO A existencia de mestizos—o sea productos del cruzamiento de individuos de razas diferentes, pero dentro de la misma especie, s que no hacen cópula fecunda con los representantes del tipo primitivo, siendo que, segun la teoría lineana que esponemos, el mestizo deberia ser siempre fecundo, así como el bastardo no deberia serlo nunca. 1 para probar que lo mismo que nume- : rosos casos rechazan esta segunda asercion, otros diversos con- tradicen la primera, nos bastará citar algunos ejemplos. El Conejo de la Isla de Porto Santo (Lepus huxley), condu- ; cido en el siglo XV de Portugal a dicha isla, se ha modificado esencialmente en el trascurso del tiempo, i en la actualidad es imposible cruzarlo con los individuos del continente europeo de su misma especie, de la cual desciende. El Cochinito de In- dias o Chanchito de las Indias doméstico (Sud-América), mas conocido con el nombre de Cu (Cavia cutleri), es otra especie que nunca se cruza con su antepasado del Brasil; i, viceversa, el Gato doméstico del Paraguaz, importado de Europa en este pais, se ha modificado en términos de que no se une ya con la forma europea doméstica de la cual procede. A mas de estos ejemplos, podríamos hacer mencion delos, casos en que por obstáculos mecánicos es imposible el cruza- miento entre individuos de razas estremas que tienen un mismo oríjen comun. Así, el Perro de Terranova, de 80 centímetros de alto i 1 metro 50 centímetros de largo, no comprendida la “cola, i el Perrito de Malta, de apénas 11 centímetros de alto Orijen del Pe- rro 1 22 centímetros de lonjitud, no pueden cruzarse a causa de la gran diferencia de tamaño. Lójicamente deberia admitirse que se trata A especies dife- rentes, puesto que, segun la teoría lineana, la esterilidad del cruzamiento o su imposibilidad es la prueba de la diversidad de oríjen; pero fácilmente se ve que la cosa no es así. Sin profun- dizar lo que debiera ser materia de una investigacion científica, se puede plantear un dilema que por si solo basta para que- brantar el dogma de la constancia de las especies: RS E o .. E 7. 7 o mew” «O bien los Perros tienen el mismo oríjen, i, por consi- guiente, los animales nacidos de la misma fuente pueden, bajo el imperio de las circunstancias, adquirir caractéres de valor - específico; o ellos son de oríjenes diferentes; i a pesar de esto E Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 37 pueden unirse i tener hijos de caractéres intermedios: en ámbos casos la especie es inconstante.» “Bu Se ve, pues, que los fenómenos de hibridismo i mestizaje, a los que se ha querido dar una importancia excesiva, no tienen valor alguno en lo que respecta a la idea de especie, puesto que no pueden servir de ninguna manera para caracterizarla. Leyes de Mendel..—El hibridismo 1 mesticismo han adqui- rido en el último tiempo gran importancia, pues se les puede aplicar las leyes de Mendel, así llamadas por haber sido descu- biertas, en 1865, por FRAY GREGORIO MENDEL, al hacer espe- riencias de cruzamiento con «arvejas» de diversa coloración en el jardín del Convento de Brun (Austria). Cruzando la variedad de «arvejas amarillas» con la de «arve- jas verdes», en la primera jeneracion los individuos muestran únicamente el carácter de uno de los ascendientes, resultando todas las arvejas de granos amarillos. Este carácter esclusivo que aparece es denominado carácter «dominante», en oposicion al contrario, cuya herencia no se aprecia, i que recibe el nom- bre de carácter «recesivo» o «dominado». Tal es el primer principio de MENDEL, la lei del predomi- nio, segun la cual «cuando se cruzan dos individuos de la mis- ma especie, pero de distintas variedades, uno de los cuales está provisto esclusivamente de carácter dominante 1 el otro tiene carácter recesivo, en la primera jeneracion todos los descen- dientes son de carácter dominante». En la «segunda jeneracion», al cruzarse entre sí estos híbri- dos semejantes a uno de los projenitores,—que tienen todos» por ejemplo, las semillas «amarillas», —unos descendientes re- sultan de granos «amarillos» 1 otros «verdes», en la proporcion media de «tres cuartos» de individuos con el «carácter domi- nante» por. «un cuarto» con el «carácter recesivo». Segun esto la desaparicion del carácter «semillas verdes» era sólo aparente en la primera jeneracion de híbridos, ya que tal carácter rece- sivo se vuelve a presentar en la segunda, a la cual cada una de las dos variedades iniciales parece haber trasmitido el carácter separadamente. La demostracion esperimental de este hecho ha dado oríjen al segundo principio de MeENDEL, la lei de la separacion Lei del predo- minio Lei de la sepa- racion de los caracteres 38 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL de los caractéres: «cuando se cruzan dos individuos de la primera jeneracion de híbridos, vuelve a aparecer el carácter recesivo del abuelo en la proporcion de un cuarto por tres cuartos de individuo que muestran el carácter dominante». «La descendencia de esta segunda jeneracion da curiosos re- sultados 1 permite ciertas predicciones en lo que concierne al número de individuos de cada categoría. Veamos lo que se ob- serva. Los individuos «recesivos», los individuos de granos «verdes», por ejemplo, dan, reproduciéndose entre sí, otros «re- cesivos durante un número indefinido de jeneraciones»; los «dominantes», cuando se reproducen entre sí, dan descendien- . » . . tes de dos clases: «un tercio» lo forman los denominados «domi- nantes puros», que, reproduciéndose entre sí, «producen inde- finidamente individuos semejantes a ellos», 1 «dominantes», que se reproducen en una mezcla de «dominan-. tes» i de «recesivos« en la proporcion de 3 a 1. Estos hacen lo mismo que los de la segunda jeneracion 1 así sucesivamente. Las esperiencias de MENDEL con las arvejas han sido re- petidas por los zoólogos con los «Ratones», llegando a com- probar que las leyes mendelianas se justifican plenamente, pues se cumplen con toda exactitud las previsiones deducidas de ellas (Fig. 5). Fic. 5.—Raton gris con su variedad albina. Así, cuando se cruza un Raton gris doméstico o Pericote con su variedad albina, en la primera jeneracion todos los ratones son grises («carácter dominante»). Si se cruzan dos de estos pericotes grises obtenidos en la primera jeneracion, se:orijina > la separacion de los caractéres, resultando tres cuartos de in- ' dividuos grises i un cuarto albinos («carácter recesivo» o «do- Bernardino Quijada B.—CcaTÁLOGO IL USTRADO 39 minado»). En adelante, la reparticion de los do anta- gonistas es exactamente la prevista por la lei de Mendel, como puede verse en el esquema. En éste las letras D i R represen- tan las formas projenitoras o primera pareja de «Ratones» de dos variedades que se cruzan (individuos «gris» i «blanco»); D, es un individuo provisto esclusivamente de «carácter do- minante» (pelaje gris); R; el que sólo tiene «carácter recesivo» (pelaje blanco); D (R), aquel que estando dotado de carácter dominante pronunciado, tiene el «recesivo en estado latente»; D D, son los individuos dominantes «puros»; i RR, los recesi- VOS “*puros» RESULTADOS DEL CRUZAMIENTO EN EL Raton gris doméstico I SU VARIEDAD albina Formas projenitoras a a ky ¿ 1.* jeneracion de híbridos D(R) gs sr o o SS 5 5 5 y 2.” jeneracion de híbridos E] E] [21 2] D(R) D(R) RR / PA x__- — ajaja ajaja ajajajaja ajaja] | EJE E1Ee] EJE [e] jasjajojajajaja DD DD D(R) D(R) RR DD D(R)D(R) RR Di R=1+2 pareja de ratones que se cruzan. D=raton de carácter dominante o pelaje 2775 [7] R=raton de carácter recesivo o pelaje b/anco [0] D (R)=raton de carácter dominante pronunciado ¡1 rece- sivo latente. DD=ratones dominantes puros. RR=ratones recesivos puros. : A e 0 o A 40 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL pa pazos IAS leyes de MENDEL, que recientemente han atraido atencion de los sabios, están llamadas a tener no. pocas ap Aplicacion de las leyes men- > delianas técnicos 1 horticultores les atribuyen una gran importancia e caciones en la ganadería i en la agr icultura. En efecto, los ZO el mejoramiento i produccion de las razas i de las varied de animales i vejetales ¡ i comienzan a fundar en ellas el axiom principal de su fecundo arte. Material coleccionado (Estante N.* 1) N.” 1. Retrato i nota biográfica de CÁRLOS LINNEO. 3 N.? 2. Retrato 1 nota biográfica de JorJE CUVIER. > E N.* 3. Culebra de cola corta (Tachymenis peruviana, rom). En alcohol. Coquimbo. E N.” 4. Culebra de cola larga (Dromicus chamissonis, Med : En alcohol. Santiago. N.* 5. Abeja (Apis mellifica) a=g. Reina, zángano 1 obrera. En alcohol. Europa. Ss N.? 6. Hormiga blanca (Termes lucifugum) a—2. soldados, obre- z ras, hembra llena de huevos. , N.* 7. Paloma (Columba linia). a. b-h. razas a E e 1892. N.? 9. a-c. Pato híbrido de dl moschata X Anas. boscas.. Santiago, 1862 i 1883. Se ss N.” 10. a-b. Cui (Cavia cutleri) 7 Chile, Brasil j a 1913. N.* 12. Perro Chin (Canis familiaris) Y 1913. N.? 13. Raton gris doméstico (Mus decumanus). Santiago, 1887. N.* 14. Raton albino (Mus decumanus). Santiago, 1897. E N.* 15. Esquema del resultado del cruzamiento del. Raton gris con su variedad E (Leyes de an ES E > Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 41 II HIPÓTESIS SOBRE LAS CAUSAS - DE LA TRANSFORMACION DE LAS ESPECIES Los naturalistas no siempre han profesado la misma opinion sobre las causas de la trasformacion de las especies. Entre los factores que hacen intervenir en la evolucion de los animales figuran, como los mas importantes: 1.” el hibri- dismo (LINNEO 1 MENDEL, ya referidos); 2.” el uso 1 desuso de los órganos (LAMARCK); 3.2 la tendencia complicadora inherente al protoplasma (LAaMARCK); 4.” la lucha por la existencia (DAR- WIN), que forma” nuevas especies por seleccion natural; 4.* las mutaciones o variaciones bruscas 1 discontinuas (DE VRIES), que hacen cobrar crédito a la teoría cataclismal de CUVIER; 1.5.” la segregacion jeográfica o aislamiento topográfico de las especies (WAGNER). Prescindiendo del hibridismo 1 mesticismo, ya conocidos en la página 34, dedicaremos algunas palabras a cada uno de los factores trasformadores de las especies, para ver su influen- cia en la evolucion natural de los organismos. a) Influencia del uso i desuso de los órganos (Lamarck;) (Vestíbulo Norte, Estante N.” 2) El naturalista frances JUAN BAUTISTA LAMARCK (1744-1829) combatió la opinion, dominante en su tiempo, de la fijeza ab- soluta de las formas orgánicas i aceptó la variabilidad de ellas en el sentido mas vasto. En efecto, el año 1809 apareció su pri- mera obra de trascendencia, su clásica Philosophie Zoologique, en la que admite ¡ espone, como primero, la cosmogonía de Kant-Laplace, la doctrina de la jeneracion espontánea i la teoría de la descendencia de las especies unas de otras, atribuyendo el principal papel en las perpetuas i lentas trasformaciones de las mismas al uso o falta de uso de los Órganos. 1.—Como se sabe, la «teoria cósmica de Kant-Lapla- ce» supone que el globo terrestre ha pasado de materia etérea 1 nebulosa primitiva a sol o. estrella 1 de sol o estrella a planeta, Filosofia Zoo- lójica 1 divide su historia física en dos grandes períodos: 1) El período ; cósmico, o sea el tiempo en que los elementos constitutivos de - la tierra formaban parte de la nebulosa primitiva i de la solar; Cosmogonía de , 4 ASE => Kant-Laplace 1 2) El período jeolójico que, comenzando desde que el globo queda aislado en el espacio en forma de planeta, comprende dos épocas: a) La época 2morgánica, incompatible con las ma- nifestaciones de la vida o existencia del protoplasma; i b) La época orgánica, que principia en el momento en que empeza- AS ron a formarse los primeros organismos. 2.—Si se acepta, pues, la «cosmogonía de Kant-Laplace» hai que admitir sencillamente que la vida no existía desde un Jeneracion es- Principio sobre el globo terrestre sino que una vez ha tenido su pontánea comienzo, apareciendo los «organismos primordiales» cuando el vapor de agua atmosférico se condensó, puesto que en la” composicion de todos ellos entra dicha sustancia en estado lí- quido. : I si no se quiere reconocer un acto de creacion sobrenatural no queda mas arbitrio, segun LAMARCK, que considerar los pri- meros organismos como productos de la naturaleza, nacidos por jeneracion espontánea o equívoca, esto es, por com- binaciones del C, O, H, N, S i P. Estos elementos químicos inorgánicos, que por su posterior union llegaron a producir protoplasma», haciendo posible la vida, estaban en un princi- pio en condiciones completamente distintas de las actuales i- mas favorables para el oríjen de las combinaciones orgánicas. El oríjen de los organismos de otros cuerpos mui distintos en que está basada la teoría de la jeneracion espontánea o equí- voca—llamada tambien abiojénesis—resulta ser así, para las épocas pretéritas, un postulado necesario i lójico para esplicar E la primera aparicion de la vida sobre la tierra; «la creacion bí- blica la admite tambien sin escrúpulo, a lo ménos en cuanto al bolojénito Adan». - Pero esta doctrina no puede hacerse estensiva a las épocas > 2 actuales, como lo ha dicho el biólogo ingles DARWIN en su leo- ría de la seleccion natural. Hoi dia la tierra está mui habitada ino tendria ningun objeto la jeneracion espontánea donde unos séres no pueden existir sin que otros perezcan, porque el ali- mento i el espacio no alcanzan para,la materia viva. » Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 43 3.—De los organismos primordiales, de estructura sumamen- te sencilla, que representan el grado mas ínfimo del mundo vivo, se han desarrollado las actuales especies animales por lenta diferenciación en el trascurso de largos períodos de tiempo, elevándose a grados cada vez mas superiores de orga- nizacion, sin que alguna vez la continuidad de la vida sobre la tierra haya sido interrumpida. El rumbo que siguió el perfeccionamiento de los animales se debe, segun LAMARCK, al trabajo de adaptacion a las con- diciones esteriores de la vida por el uso i falta de uso de los órganos. Dicho trabajo, establece hábitos que favorece el desa- rrollo de unos órganos por su uso mas frecuente i sostenido i contrarresta el de otros que, dejando poco a poco de ser em- p'eados constantemente, se debilitan 1 acaban por atrofiarse ¡aun desaparecen por consecuencia de la falta de uso. Y Se imajinaba, por ejemplo, que los Lobos marinos se deri- vaban de mamíferos carnívoros que se vieron obligados a aban- donar su vida terrestre, acomodándose a la vida acuática a fin de escapar a la competencia que les hacian las especies con- jéneres de tierra firme. Entónces sus patas cursoras se tras- ¡ormaron en pries-aletas i se les desarrolló debajo de la piel una gruesa capa de grasa con el triple objeto de alivianar el peso del cuerpo, conservar la alta temperatura de su sangre i evitar que el animal sea oprimido por la gran presion del agua cuando se zabulle a considerables profundidades. Otro ejemplo de adaptacion a las condiciones esteriores de vida, es el Murciélago que, segun LAMARCK, se vió obligado a tomar su presa saltando; en estos movimientos prestaban mu- cha ayuda las patas anteriores i por el continuo ejercicio se desarrollaron tanto las membranas cutáneas, que al fin llega- ron a formar un verdadero aparato volador (patajios) i el ani- mal pudo volar. Los primeros grados de desarrollo de los pa- tajios los encontramos en las espansiones membranosas late- rales de diversos mamíferos de otros órdenes—como las Ardillas voladoras (Roedores), los Galeopltecos (Prosimios) i los Pe- tauros (Marsupiales)— que al principio sólo servian para sos- -tener el cuerpo en el aire durante cierto tiempo i para disminuir la velocidad de la caída en los grandes saltos, i que despues, Uso i desuso de los órganos Lobo marino Murciélago Hipertrofia de los órganos 17 44 ASA BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL por el ejercicio, concluyeron por producir el vuelo de los Quiz rópteros. as LAMARCK ve, pues, en los cambios de costumbres de los ani- males, la consecuencia de sus cambios de organizacion. Para E poner otros ejemplos citados por el célebre naturalista frances, las enormes estremidades delanteras i el largo «cuello» de la Sis Jirafa, debieron producirse por el constante esfuerzo que hace el animal para tomar las hojas de los árboles grandes de quese alimenta, por ser habitante de los terrenos áridos i sin yerbas. : Las «Aves Nadadoras» que, como el Cisne, tienen el «cue- llo» largo, lo deben a la costumbre de sumerjir su cabeza para. pescar. Las «Aves Zancudas» deben sus largas «patas» a los esfuerzos que han hecho para caminar por aguas mas profun- das. Del mismo modo, las anchas «membranas natatorias» inter-dijitales de las «especies acuáticas» (Castor, Chun2gungo, Huillin, Aves Palmípedas, Cocodrilo, Tortugas marinas 1 Ra- nas etc)., se formaron, segun él, por los esfuerzosrealizados por las estremidades para moverse en el agua, hácia la cual impul- saba a los animales la necesidad de alimentarse. sd Igualmente, afirma que las «lenguas» alargadas de ciertos Mamíferos, como el /formiguero, i de algunas Aves, como el Carpintero i el Picaflor, se deben a la costumbre que tienen estos animales de buscar su alimento en hendiduras estrechas ¡ profundas o en el fondo del tubo de la corola de las fotes. Las Culebras, agrega, se acostumbraron a arrastrarse 1 ocul-- _tarse entre las yerbas, i su cuerpo a fuerza de alargarse para poder pasar por agujeros estrechos, adquirió una gran lonjitud,. mui superior en proporcion a su grosor. A fuerza de permane-= cer en pié sobre sus cuatro estremidades, los Ungulados ru- miantes i no rumiantes, han conseguido hacer nacer sus «pe- zuñas». Algunos de estos Mamíferos, en sus arrebatos de cólera, dirijen con mas violencia los fluidos hácia la cabeza, donde se produce una secrecion de sustancia ósea que forma sus promi- nencias frontales, cuernos o astas. Cita ademas gran número - de ejemplos sacados de todas las categorías animales, especial mente de los Mamíferos i Aves: la robusta cola del Cangurú, la conformacion especial del Avestruz africano, etc. $ Ahora, así como el ejercicio continuo de un órgano puede =— A ar - Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 4 producir su mayor dasarrollo Oo HIPERTROFIA, la falta de uso puede conducir a.su ATROFIa. La reduccion de los ojos del Atroña de los E Topo i demas animales de vida subterránea («Spalax, Pro- teo», etc.), la desaparicion de los dientes en muchos Edenta- dos, como el Hormiguero, i en los Cetáceos, como la Ballena (que : se habia supuesto completamente desprovi ista de dientes, ha- biendo sido despues hallados en estado embrionario) i la de las estremidades de los «Ofidios», como el Boa, por ejemplo, seria sólo el resultado de la falta de ejercicio de los órganos mencionados. De este modo, dice LaMARCK, sometiendo la naturaleza a las especies que poco a poco han ido desarrollándose, a las mas diversas condiciones biolójicas en todas las partes en que la vida es posible, ha creado por adaptacion, las innumerables variaciones de formas orgánicas. = S El hecho de que NO SIEMPRE SE TRASMITEN LOS CARACTERES ADQUIRIDOS POR ADAPTACION DURANTE EL CURSO DE LA EXIS- - TENCIA INDIVIDUAL, parece restrinjir el campo de aplicacion a del principio lamarckiano, segun el cual las variaciones por efecto del uso i desuso i la herencia de ellas esplicarian la evo- lucion de las especies. Para citar algunos ejemplos, es mui co- nocida la costumbre de cortar la cola a los Perros i la descen- dencia de estos animales no se ve privada de tal órgano. Todo el mundo sabe tambien que las amputaciones i cicatrices no se heredan. Igual cosa ocurre con las mutilaciones en algunos pueblos, como la circunsicion de los israelitas, la deformacion de los pies de las chinas, el horadamiento de la nariz o las orejas de los salvajes, etc., que repetidas en cada jeneracion, durante E miles de años, no se trasmiten hereditariamente. Entre los «animales salvajes» hai fenómenos que protestan contra la posibilidad de heredar cualidades nuevamente ad- quiridas. El Lenguado tiene dirijido hácia el fondo del mar S “siempre el mismo lado, moviéndose directamente sobre el suelo. Sus ojos se encuentran ámbos en el lado contrario del cuerpo, lo que es naturalmente mui conveniente para este pez. Esta Fereuado rara situacion la poseen los ojos, no desde el nacimiento del Lenguado, sino que los Lenguados nuevos, que nadan en el - agua como los otros peces, tienen un ojo en cada lado. Sólo Cuervo 46 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL mas tarde, cuando el Lenguado cambia su modo de vivir, si- tuándose en el fondo del mar, un 'ojo se va para el lado que Fic. 6.—Cambio de posicion de uno de los ojos (el derecho) del Lenguado 1. En la juventud, los dos ojos son laterales.—2. Comienzo del cambio del ojo derecho.—3. El ojo derecho ha llegado casi al lado izquierdo. ahora mira hácia arriba. Este curioso procedimiento tiene lugar probablemente desde hace cientos de miles de años. Sin embar- go, no se hereda (Fig. 6). En Europa hai un pájaro, el Cuervo, que se busca su alimento picoteando en el suelo. Por consiguien- te, se pela poco a poco las plumas en la raiz del pico, quedando así las narices en descubierto. Los jóvenes tienen aquí siempre muchas plumas. Una trasmision por herencia falta. Numerosos esperimentos de investigadores célebres, para probar la posibi- lidad de tal traspaso de cualidades, han dado igualmente sólo ¿resultados negativos». Material coleccionado (Estante N.* 2) N.? 1. Retrato i nota biográfica de J. B. LaMarckK. . Lobo de un pelo (Otariía jubata). J. Chile. Chungungo (Lutra felina) Y. J. Punta Arenas. . Murciélago (Molossus nasutus). Chile. . Marsupial volador (Petaurus sciureus) Y. Australia. Z E Dat 0 . Gato volador (Galeopithecus volans) $. Malaca. y > Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 47 N.* 7. Ardilla voladora o Assapan (Sciuropterus volans). Europa. N.* 8. Canguru chico o Potoro (Beltongía lesueuri), Y Australia. N.* 9, Hormiguero enano (Cycloturus didactylus). Y. Brasil. N.* 10. Carpintero (Campophilus magellanicus). N.* 11. Castor (Castor fiber). Alemania. N.> 12. Perrito (Himantopus brasiliénsis). Chile. N.* 13. Rana grande (Calyptocephalus gay). Chile. N.? 14. a-b. Pezuñas de Ungulados (Caballo). N.* 15. c-f. Cuernos 1 Astas. N.* 16. Topo (Talpa europaea) Y Europa. N.* 17. Proteo (Proteus anguinus). Austria. N.” 18.-Boa (Boa occidentalis). Esqueleto. Paraguai, 1912. N.* 19. Serpiente de vidrio (Anguis fragilis). En alcohol. Paris. N.* 20. Cráneo de Edentados. N.” 21. Lenguado (Paralichthys kingiú). En alcohol. Chile. N.? 22. Cuervo (Corvus corax). Europa 5) Influencia de laltendencia evolutiva inherente al pro- toplasma (Lamarck) La adaptacion, segun LAMARCK,no basta para esplicar por si sola la trasformacion de los seres, i cree que debe suponerse, ademas, la existencia de una fuerza innata, o sea una tendencia inherente a los organismos vivos de complicar su estructura 1 perfeccionar sus Órganos. Ningun naturalista, cualquiera que sean sus opiniones sobre la cuestion relativa a la especie, pone hoi en duda el hecho de la tendencia complicadora o principio evolutivo interno impulsor, sostenido con tanta precision como enerjía por LAMARCK 1 espuesto en diferentes épocas hasta por eminentes doctores de la Iglesia. A SAN AGUSTIN (354-430), por ejemplo, no se le habia es- capado este progreso continuo de los seres vivos, i opinaba que por la palabra «dia»—empleada en el «jénesis» para mar- car las épocas sucesivas de la creacion—no se debia entender un intervalo de algunas horas, sino un espacio de tiempo con- siderable, cuya duracion era imposible calcular. Decia tambien que Dios no habia creado la universalidad del mundo animal i vejetal tal como hoi le conocemos, sino que los séres vivos Tendencia complicadora Potencias ori jinarias E 5 - y . pS o (A = == _ > o o, e 7 48 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 7 : podian haber surjido, en el curso de los períodes jeolójicos, de. E «jérmenes orijinarios» (potencias orijimarias), a los que el. Ser Supremo habia dotado de las fuerzas i de las leyes necesa- y q rias para desarrollarse i dar oríjen a las distintas especies de. los dos reinos orgánicos. Ss La accion de esta fuerza innata, que tiene su asiento en el £ protoplasma i preside el desarrollo de todo el mundo orgánico, eS se manifiesta en la ontojenia de los séres superiores, que en un principio tienen formas sencillas, pero despues se perfeccionan.. Accion dela En efecto, la oosfera, convertida en huevo, se segmenta para tendencia com- 5 plicadora Pasar por los estados cada vez mas complicados de mórula, blástula, gástrula didérmica i tridérmica 1 feto con celoma, en los animales de grado superior de organizacion (Celomados). En este hecho reconocemos, pues, un principio de progreso que, no debiéndose a causas esteriores, es independiente de las Ontojenia ¡ pi Condiciones de vida del individuo. Í esto que se ve en un mis- lojenia ¡mo ser durante la duracion de su existencia o desarrollo indivi-"=.. _ dual (ontojenta) de los organismos, sucede tambien en la evo- lucion específica o filojenia de las distintas categorías de ani- : : males. Sólo así se esplica que de séres sencillos se hayan formado séres complicados. HE c) Influencia del medio ambiente (Geoffroy Saint-Hilaire) (Vestíbulo Norte, Estante N.? 3, Cajas 1 i 2) on Al mismo tiempo que LAMARCK propagaba sus ideas evo- lucionistas, otro naturalista frances, ESTEBAN GEOFROY SAINT- 3 HILAIRE (1772-1844), combatia enérjicamente las opiniones de Cuvirr i sostenia la variabilidad de las especies orgánicas i su comun descendencia, contribuyendo de esta manera a fundar la teoría de la trasmutacion. GrorrroY SArnt-HILAIRE admitió como fundamento de su : teoría lo mas esencial de la doctrina de LAMARCK, o sea la ES Geoffroy Saint- teydencia complicadora, pero atribuia poca influencia en la evo- a lucion natural de las formas a la actividad propia del organismo. É I creia poder esplicar la paulatina trasformacion de las especies por la «accion directa i persistente» del MEDIO AMBIENTE in- > terno i esterno, tales como la alimentacion, cambios en la Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 49 composicion de la atmósfera o de las aguas, variaciones nota- bles en la temperatura, de la luz solar i de todos los fenóme- nos meteorolójicos que se designan, en suma, por la palabra «clima». Así, SAINT-HILAIRE se imajinaba, porejemplo, que a conse- cuencia de la disminucion gradual del anhidrido carbónico, esparcido en enorme cantidad en la atmósfera primitiva, se trasformaron de tal modo los «Reptiles Saurios» en vías de de- sarrollarse, que dieron oríjen a las «Aves». Porque, aumentan- do entónces la cantidad de oxíjeno del aire por la asimilacion vejetal, adquirió la sangre de aquellos animales una temperatu- ra mas elevada, con lo que sobrevino una modificacion de los Órganos respiratorios i se hizo mayor la fuerza nerviosa i mus- cular de los mismos, produciéndose al fin el cambio de la forma esterior i la trasformación de las escamas en plumas. 1.—Influencia de la concentracion salina del medio sobre los organismos.—Ciertos estudios prácticos lleva- -dos a cabo sobre todo con Crustáceos, Moluscos 1 Peces habi- tantes de las aguas salobres, pasándolos de este medio al agua dulce—han servido para establecer que los diferentes grados de salinidad tienen mucha importancia en la modificacion del organismo, influyendo sobre todo en el «tamaño» de las espe- cies. Así, en los mares ménos ricos en cloruro de sodio, como los polares, los interiores 1 los golfos, donde desembocan muchos -ríos, los mismos animales son mas pequeños que sus formas afines del Océano, de iguales condiciones biolójicas, pero mas salado. Buen ejemplo de la accion que ejerce sobre los animales el aumento de la concentracion salina, tenemos en un Gusano Anélido del órden de los Oligoquetos, el Tubifex, cuando se traslada del agua dulce al agua salada. «El animal se aclimata i presenta ciertas modificaciones (pérdidas de las cerdas), que van acentuándose en las sucesivas jeneraciones. Pero lo que re- sulta mas interesante es que, tras de algunas jeneraciones, llega a ser completamente incapaz de vivir en sus condiciones primi- tivas. La influencia del medio parece, pues, haber producido efectos mas duraderos que ella misma». Mas grandes son aun las trasformaciones que esperimentan 4 Tubifex 50) BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ciertos animales marinos cuando se modifica la composicion .. química del agua del mar, sustituyendo, por ejemplo, el tanto por 100 de «cloruro de sodio» por una dósis equivalente de sales de «litio». 2.—Dimorfismo de ambiente.— Animales anfibios.—Don- de mejor se ve con qué poder obra sobre los organismos el cam- bio de las condiciones del medioambiente, es en el dominio de los animales anfibios, así llamados porque pueden vivir indis- tintamente en la tierra i en el agua. Mui interesantes son, bajo este respecto, algunos «Batracios», Axolote meji- como el Axolote mejicano (Amblystoma mexicanum), animal SN que, como la Rana, posee, en su primera edad, «branquias es- ternas», con las que respira en el agua; mas tarde sale de este medio acuático 1 pierde sus branquias para respirar por «pul- mones»; pero si se le obliga a volver al agua, —donde ordi- nariamente permanece i se reproduce antes de terminar su desarrollo (Ejemplo de «neotenia»),— en el momento se pro- vee de aquellos órganos respiratorios esternos o branquias, con las que puede vivir otra vez en el agua respirando el aire que contiene. (Fig. 7). F1G. 7.—Axolote mejicano (Amblystoma mexicanum) en estado larvario 04 ¡en estado adulto y > / Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 51 3.—Variaciones de los organismos bajo la influencia del réjimen.—Lo mismo acontece con las variaciones en la «alimentacion», pues sabido es que se pueden modificar diver- samente los animales domésticos que se crian con tal o cual ob- jeto, si se tiene el cuidado de cambiar la cantidad i la calidad de los alimentos. Así, se sabe que es posible obtener del Cana- rio comun amarillo, una variedad roja cuando no se le da otro - alimento que ají español; i que en el Brasil los indíjenas tras- forman Papagallos verdes en rojos, como los que se encuentran sólo en las Molucas 1 en Nueva Guinea, alimentándolos con la carne de ciertos silurídeos. Los «Lepidópteros», como la Mariposa de seda, ofrecen tam- bién, a este respecto, un medio de estudio cómodo cuando se someten sus orugas a un réjimen alimenticio distinto, varian- do la cantidad de hojas de morera o sustituyéndolas por la de lechuga. «La insuficiencia de alimentacion produce en.primer lugar una reduccion del «tamaño» del imago, que persiste hasta la tercera jeneracion, aunque las larvas de los descendientes sean sometidos al réjimen normal. Si la alimentacion insuficiente se continúa durante tres i aun dos jeneraciones, se produce una raza enana de gusanos de seda, cuyas mariposas tienen las di- mensiones de los microlepidópteros». —El diferente réjimen de alimentacion no sólo ejerce su influencia sobre la morfolojía esterna, determinando, por ejem- plo, el color i el tamaño de los animales, sino que obra tambien sobre la estructura de los órganos internos, especialmente del tubo dijestivo. Así, en todas las clases de animales se repite una diferencia entre las especies herbívoras i las carnívoras: las primeras poseen el tubo dijestivo mas largo i colocado en muchas vueltas i las segundas lo tienen reducido, mas corto; de modo que, en rela- cion con la lonjitud del cuerpo, el canal alimenticio de un «Ru- miante herbívoro mide de 20 a 28 veces mas que éste (22 Xen la «Vaca», 28 en la «Oveja»), i el de un mamífero del órden de los «Carnívoros« apénas sobrepasa unas 3 a 6 veces el largo del animal. Para convencerse de que esta diferencia de tamaño del tubo dijestivo se debe a la distinta clase de alimentacion, basta re- Canario i Pa- pagallo rojos Mariposas enanas Tubo dijestivo de los herbivo- ros i carni- voros 52 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL cordar el hecho curioso de que el mismo intestino de un ani- mal dado, es susceptible de un desarrollo mayor o menor cuan- 25: 18 $0>: do durante:su vida dicha especie cambia normalmente de réji- men de alimentacion. Ejemplo tenemos en nuestra Rama, cuyo. pode renacuajo herbívoro, de canal alimenticio largo, da oríjen al Ej adulto carnívoro sin mezcla, con el tubo intestinal mucho mas corto. ; A E 4.—Accion de la temperatura.—Dimorfismo estacional.— Muchos «Lepidópteros» tienen varias jeneraciones anuales que nacen en diferentes estaciones i se distinguen tanto entre sí qe por su coloracion que pueden tomarse como especies evidente- > mente distintas, siendo en realidad casos especiales de dimor- fismo estacional debidos a diferencias de temperatura en el momento de la eclosion de los huevos. Así, los imagos de una mariposa europea, la Vanessa, si na- = cen en la primavera son rojizos con manchas negras 1 consti- E tuyen la forma Vanessa levana, miéntras que si entran al mun- do en el verano o a principios del otoño presentan las alas negras manchadas de blanco i forman la variedad Vanessa prorsa. : Para llegar a comprobar que este es un caso de dimorfismo Dimorfismo producido por un exceso de frio 1 calor, se han dedicado nume- estacional osos esperimentos a colocar en condiciones diversas a las cri- sálidas de la Vanessa, modificando la temperatura, i se han - podido obtener así o siempre la variedad levana o siempre la , prorsa, segun se sometan o no a algunas pupas a considerables - enfriamientos por cierto tiempo. Es curioso observar que en las rejiones frias sólo se conoce la — variedad levana de esta «mariposa», al paso que en los paises cálidos se encuentra únicamente la prorsa. == Vése, pues, que los Lepidópteros cambian de pigmentacion' bajo la influencia de la temperatura i que las distintas especies SES que distinguimos en un jénero de mariposas en diferentes lati tudes vecinas de la tierra, deben su color especial al clima. Del mismo modo, hai «Mamíferos» i «Aves» de las islas i 5% costas de los mares polares que presentan un pelaje o plumaje blanco en el invierno i otro bayo negruzco en el verano (Zorro 5% 1 Liebre polares, Armiño, Perdiz de la nieve, etc.) q SL . 5.—Dimorfismo de altura rejional—Estrechamente rela= Pe Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 53 cionado con el anterior, está el «dimorfismo de altura rejional», que consiste en que una especie presenta colores i otros deta- lles morfolójicos distintos segun la altura ¡1 demas factores del clima de los alrededores de la rejion donde habita. En Chile tenemos un buen ejemplo en ciertas especies del jé- nero Carabus, coleópteros de mediano tamaño i adornados de colores con brillo metálico, que colocan a algunos entre los mas hermosos insectos; si bien todos ellos dejan escapar por el es- tremo de su abdómen, como medio de defensa, un líquido de olor sumamente desagradable. - En estos insectos, al par que varia el color, se altera el ta- maño en mas o en ménos, notándose que los individuos que viven a mayor altura son con frecuencia mas pequeños; tam- bien a veces se modifica la forma jeneral de su cuerpo, pues hai individuos mas aplanados i elípticos que otros. En cuanto al colorido, el cuerpo, las patas 1 las antenas son negros; pero en los élitros 1 por encima de la cabeza i protórax el tinte es tan variable que pasa por todos los matices posibles, - desde el rojo mas puro hasta el amarillo cobrizo, desde el ver- de claro al azul mas intenso, ¡ se ha tomado por base para es- tablecer una serie de cimco variedades de Carabus gloriosus, como sigue: a) De élitros de un «rojo encendido» i con la cabeza 1 el pro- tórax == cobrizo, verduzco o dorado. 150-260 mts. de altura. Es el «Carabus gloriosus típico» de las llanuras. b) Con élitros de un «amarillo» de oro; cabeza i protórax como el anterior. 260-350 mts. c) De élitros verdes; cabeza, protórax de los precedentes, o el último algo verdoso en el medio. 350-450 mts. d) Con élitros de un azul «azul índigo», con cabeza i protórax que pasan del cobrizo dorado al verde, o al azul de añil, pero el protórax siempre con una faja lateral, + ancha, de un rojizo dorado. 450-700 mts. SS e) De élitros azules como el anterior, pero con la cabeza 1 el protórax enteramente de este color. 700-1,000 mts. Es el Ca- rabus darwin, caracterizado por su protórax pequeño i que los entomólogos consideran como una nueva especie cuando le encuentran, Caja N.O 1 Carabus glo- riosus Carabus dar- winii Caja N.o 2 54 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Cualquiera que sea el color de los élitros, se ve siempre en las cinco variedades de la serie de Carabus-una faja periférica de un cobrizo + dorado, que, mui ancha en las categorías c id se presenta mucho mas angosta en la última (e). Muestra esta serie carábida, cuyos estremos son tan distin- tos entre sí, cómo una especie varia, trasformándose lenta- mente en otra. El primer Carabus de la cadena pertenece a una especie (C. gloriosus), el último a otra (C. darwin). Los res- tantes son formas intermedias, en las cuales la que sigue se di- ferencia apénas de la precedente. Alejándose mas i¡ mas, a traves de períodos ilimitables de tiempo, llegaron al fin a formar otras tantas especies evidentemente distintas. De una manera jeneral, vése, por lo espuesto, que el aumento de la altura tiene por efecto modificar considerablemente el co- lorido, el tamaño 1 la estructura de los Carabus. Material coleccionado (Estante N.* 3 1 Cajas 1 1 2) N.? 1. Retrato 1 nota biográfica de ESTEBAN GEOFFROY SAINT-HILAIRE. ; N.” 2. Zorro polar (Vulpes lagopus). Y $. Rejiones árticas. . Armiño (Putorius ermineus). 92. Europa septentrional. a e 0 . Liebre polar (Lepus variabilis). 2. Europa meridional. - N.? 35. Gallina de la nieve o Lagópodo (Logopus alpinus) S 2 Laponia. N.? 6. Trece Mariposas de Africa del Suri de la India, que tienen en el 2nvierno otro color que en el verano: a-b Innonia asterie oq Huphina phryne » almana | » zeurippa cd Melamitis leda | » cassida 1sMEne r=s Papilio ercthontus ef Mycalesis malsarida 3» » CR khasiana | thu Colias froldir e-h-Precis octavia | » » » Sesamus v—x Catopsilia crocale 1] Innomia lemonias | » » , 1 y—z Damais chrysippus k=l Presis 1phita » » » » a'—c! Papilto panope m=n Ixias evippe » dissúmilts z » Pyrene a Ne ld an un Bernardino Quijada B.—CATÁLOGO ILUSTRADO N.? 7. Ocho variedades, segun la altura, de un Carabus de la hoya de Renaico: el Carabus gloriosus Gerst se cambia con la altura progresiva en Carabus darwinú Hope. a—=f 150mts:3 Y + 3 Y de Carabus gloriosus Gerst PO A » » » Sr 0350. >.» 20» o.» >» » » » O a , » , y—a' 500.» "> » o »>»- >» >» » » » e—] 650 e AI » » > BERGA. 2 aa » » , p'—1' 700-1000» »» >» » Carabus darwiniú Hope. d) Influencia de la lucha por la existencia que forma nuevas especies por seleccion natural (Darwin) (Vestíbulo Norte, Estante N.* 4 i Caja N.” 3) La teoría de DARWIN, sustentada en su obra principal, Orí- jen de las especies por medio de la seleccion natural o la conser- “vación de las especies en la lucha por la vida («On the origen of especies by means of natural selection, or the preservation of Orijen de las the favoured races in the struggle for life»), está basada en Ea dos principios fundamentales o fuerzas formadoras, conocidas desde mucho tiempo atras. Son éstas la herencia i la variabilidad, llamadas por GOETHE fuerza centrípeta o de especificacion la primera i fuerza centrífuga o de metamorfósis la segunda. 1.—Herencia i variacion.—El hecho fundamental de la HERENCIA consiste en que los individuos de una especie se pa- recen entre sí, es decir, que los padres lo mismo tienen seme- janza con los abuelos que con los hijos. La HERENCIA es, pues, una fuerza conservadora que trabaja para mantener los organismos dentro de los límites de las espe- Herencia cies a que pertenecen, haciendo que la descendencia se parezca a los antepasados. La facultad de trasmision o de herencia está íntimamente unida a los fenómenos de reproduccion. El ser se parece a sus ascendientes porque procede de una célula de estos últimos i los componentes de esta célula poseen propiedades caracterís- Variaciones darwinianas 56 BOLÉTIN DEL MUSEO NACIONAL A A ticas del organismo dado, i sólo pueden producir un organismo. semejante. A la inversa, en virtud de la VARIABILIDAD o variacion indi- vidual, los descendientes de cada organismo nunca son idénti- camente semejantes entre sí o a él, puesto que siempre presen= tan lijeras diferencias a pesar de su natural semejanza. La variabilidad es entónces la fuerza modificadora o progresiva que siempre tiende a trasformar los séres, debilitando así la fijeza de la especie. Las variaciones individuales abundan en todos los organis- mos. Ejemplos encontramos en nosotros mismos, pues no. nos parecemos ni entre hermanos; esto vale hasta para los mellizos, que nunca entran al mundo con rasgos enteramente iguales, 1 otro tanto puede decirse de los individuos de cualquier especie animal o vejetal. Son entónces variaciones unvwersales, estando repartidas sobre «todos» los individuos. Dichas variaciones—llamadas darwintanas porque, segun DARWIN, en razon de los caractéres nuevos creados por ellas los individuos sobreviven o son eliminados—tienen ademas doble característica, la de ser lentas i continuas: lentas, porque seria ne- cesario una larga acumulacion de estos caractéres poco salientes para producir una nueva especie; i continuas porque siempre gravitan alrededor de un término medio, habiendo transiciones suavemente graduadas entre los individuos estremos. ES Las variaciones darwinianas se suponen mui diversas. Obsér- vase, dice DARWIN, que en el curso de la vida de los organis- mos, las variaciones pueden ser útiles, indiferentes o perjudicia- les; aunque los partidarios estremos de la teoría de la seleccion consideran que «todas» las variaciones tienen carácter venta- joso de algun modo, i que si desconocemos la utilidad de las mas estables, que son las mas indiferentes (castañas del caballo, hojas opuestas de las Labiadas, etc.) esto se debe sólo a nuestra ignorancia de la biolojía de los séres. 3 Sea como sea, algunas de estas variaciones se manifiestan en las direcciones mas diferentes, accidentales, i otras se suce- den en un sentido determinado i no se detienen en el momento en que la seleccion natural debiera no sólo dejar de favorecer- las sino impedirlas. Tales son las llamadas VARIACIONES ORTO- va 4 sa] Bernardino Quijada B.—CATÁLOGO ILUSTRADO 57 JENÉSICAs, las cuales dan lugar a veces a la exajeracion de cier- tos caractéres que, útiles a la especie cuando alcanzan a un grado determinado de desarrollo, llegan a ser perjudiciales i, léjos de hacer prosperar a los séres, contribuyen a su decadencia. Ejemplos de ortojenesis de la naturaleza actual, tenemos en los colmillos estremadamente largos del Jabalí de las Molucas (Babirussa babirussa), que por estar enroscados sobre sí mis- mos no sirven para la defensa del animal; i en la coloracion pro- tectora de la Mariposa-Hoja o Calima (Kallima inachis), del Asia Occidental, que para ocultarse entre las hojas le bastaria una semejanza jeneral de color 1 de forma mucho ménos delicada, apareciendo como superfluo el lujo de detalles de los dibujos 1 tinte de sus alas. Fic. 8.—Moriposa-Hoja o Calima, volando i en reposo sobre una rama. Se pueden citar tambien numerosos casos de variaciones ortojenésicas entre los fósiles: enormes colmillos del Mamut (Ele- phas primigenius); grandes astas del Ciervo de Irlanda (Cer- vus giganteus), colosales Saurivs mesozóicos, cuyo exajerado desarrollo en toda su estructura, mas allá de lo que podria ser Ortojenesis Ortojenesis Seleccion artis ficial 58 - BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL útil, sólo sirvió para facilitar su completa estincion en la edad secundaria. La paleontolojía nos proporciona tambien el material sufi- ciente para conocer interesantes series de variaciones ortojené- sicas, que iniciadas por pequeños cambios apénas perceptibles, han continuado su movimiento de avance a traves de los tiem= pos jeolójicos. Así los antepasados del Caballo, estraídos como fósiles de las escavaciones hechas en Norte América, muestran claramente la trasformacion que esperimentaron las patas con cinco dedos de la forma primitiva, hasta convertirse en las es- tremidades solidúngulas o de un solo dedo voluminoso, el del medio, provisto de pezuña, del caballo actual. 5 2.—Seleccion artificial.—Formacion de las razas.—A la accion combinada de estas dos grandes propiedades fisiolójicas del organismo, herencia i variabilidad, se debe, segun DARWIN, la creacion de nuevas especies cuando se realiza en un mismo sentido 1 durante una larga série de jeneraciones. En este caso, al trasmitirse por herencia lo idéntico, se trasmite tambien la variacion individual a los caractéres del descendiente i se pro- ducen, en virtud de la variabilidad, nuevas diferencias, sobre las cuales se vuelve. a éjercer la lei de la herencia. Resulta así que si las mismas causas que sobre los indivi- duos han obrado siguen actuando sobre los descendientes, la desviación se mantiene i acentúa mas i mas, hasta producir la trasformacion de una especie. transitoria o especie darwiriana en otra permanente. - e : AS Tenemos, pues, que para que la seleccion artificial se realice es preciso: 1.” Que haya cierta «variabilidad», o sea un cierto número de formas mas o ménos diferentes unas de otras, entre las cuales la eleccion pueda hacerse; 2.? Que para que el pro- ducto de la seleccion no sea momentáneo sino permanente, se fije por la «trasmision hereditaria»: 1 3. Que la «variacion tras- mitida suministre un nuevo nivel», ipara [que vuelva a repetirse la obra electiva en el mismo sentido, i el producto pueda alcan- .ká . y zar un valor apreciable i perfeccionarse, suprimiendo los indi- viduos que no le logren. Esto es, precisamente, lo que ha sucedido, segun DARWIN, con las innumerables razas de animales domésticos, cuyo estu-= SS Bernardino Quijada B,—CcATÁLOGO ILUSTRADO 59 dio atento i comparado conduce al resultado de que tales rázas 1 variedades se distinguen entre sí mucho mas por los caractéres artificiales en que se funda el aprecio que por ellas tiene el hom- bre, empeñado en mantenerlos, que por otres. Por ejemplo, en el Caballo vemos que todo en la produccion 1 desarrollo de sus formas corporales, está encaminado a un solo fin, el de sobresalir en la carrera (animal de s1lla); arrastrar vehículos, de forma i tamaño diferentes (de tiro) o trasportar sobre aparejos pesos mas o ménos grandes (de carga). Al contrario, las razas de los animales” Vacunos se distin= guen por la calidad i cantidad de su leche i carne, tan abundante en algunas reses destinadas al matadero, que aparecen como vivientes masas de músculos con la mínima parte posible de hueso i sustancia inútiles: el tronco rechoncho, en forma de tonel, i el esqueleto i órganos del animal no cargados natural- mente de carne, como la cabeza, el cuello i las cañas, mui redu- cidos iddelgados en comparacion con la mole de su cuerpo, así lo- demuestran. : Las razas del Carnero, desde el punto de vista de la agricul- tura se clasifican mejor segun la condicion de su lana; así tene- mos los de lana fina, de lana media 1 de lana lisa o basta; i en el Ganado cabrío merecen nombrarse, entre sus infinitas varie- dades, la cabra de Angora i la de Cachemira, que tienen gran valor por su pelo fino. - Las razas Porcinas (cerdos) son inmejorables para la produc- cion de grasa, con predominio de la carne o al contrario. En el Conejo no hai verdaderas razas sino variedades, en- tre las que merece mencion la de Angora o Liebre de seda, cuyo pelo semejante a la seda se utiliza en la fabricacion de objetos de fieltro, siendo tan estimable como la lana de la cabra de Cachemira. En cuanto al Perro, existen de él mas razas ¡ variedades que de todos los demas animales domésticos juntos, por serle al hombre de mucha utilidad. Así, sirve para la caza, para guar- dar el ganado i el hogar, i defenderlos, para tiro en trineos, buscar objetos perdidos, salvar personas del agua, etc. Estas buenas cualidades hacen que las razas de perros se diferencien entre sí en muchos caractéres. Seleccion arti- ficial Razas animales A E x 60 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL : a L Este hecho es de capital importancia porque nos demues- tra cómo se han formado las razas i variedades mas útiles al y ed, A, de MA ER AS hombre por sus caractéres, haciendo entrar en juego las varia= Seleccion ari-CIONes individuales ¡ la herencia para practicar la seleccion Sicial — artificial, o sea la conservacion i reproduccion intencionales de los individuos que mejor manifiestan la particularidad desea- ble por su utilidad o belleza, etc., acompañada de la eliminacion E: de los otros que están desprovistos de ella. Veamos prácticamente con ejemplos; la índole de la seleccion artificial o «arte de la cría artificial», ejercido por el hombre desde tiempos inmemoriales, i que es cabalmente lo que DAR- WIN ha empezado por hacer para fundar su teoría, consagrán-== dose, sobre-todo, a la crianza de Palomas domésticas, aves mui a propósito para esta clase de investigaciones. Fijémonos primero en lo que hace un zootécnico que desea ob= tener una raza de animal útil al hombre por sus caractéres, por - ejemplo, un tipo de Oveja de lana superior. Veremos que em- pieza por escojer con escrupuloso cuidado, entre un gran número de individuos que provienen de una sola pareja de Ovis aries, Oveja reproductores que se distinguen por el carácter propuesto. Obtiene de esta manera a la primera jeneracion individuos que reproducen ya la propiedad buscada en mayor o menor grado, entre los que aparta los mejores, sacrificando el resto. Destina. despues solo éstos a la reproduccion, 1 continuando la misma obta juiciosa de seleccion, en el trascurso de un número sufi- ciente de jeneraciones, acaba por obtener una raza permanente de ovejas, que tienen una lana mui diferente de la de sus ante- pasados 1 tal como la deseaba. Igual procedimiento emplea el jardinero cuando se propone / Violeta > = > obtener una variedad blanca de una planta cuyas flores son habitualmente moradas, como la Violeta, por ejemplo. PROGRESOS EN EL MEJORAMIENTO 1 PRODUCCION DE RAZAS ANIMALES.—Los progresos alcanzados en el arte de la cria son tales, que el hombre puede ya producir a voluntad particula-. ridades en los animales domésticos i plantas de jardin, ies capaz de obtener, en mui corto espacio de tiempo, formas nue- vas, i no sólo individuos sino razas enteras cuando practica la seleccion artificial con constancia 1 método. + Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 6] La nacion que mas se ha preocupado de-la seleccion artificial es Inglaterra, donde no es exajerado decir que el arte de la cria artificial se ha convertido en un verdadero «sport» o di- version nacional. En efecto, conocido es el afan con que los ingleses buscan el triunfo en los Club de palomistas de Lóndres i en otras Sociedades colombófilas, que ofrecen premios al que = Obtenga razas con cualidades pedidas de antemano. Inelaterra es tambien el pais clásico en la crianza de Caballos. La historia de la raza de los caballos de carrera («Horse race»), inscrita en el libro jenealójico («Stud-Book»), nos ofrece un ejemplo notable de la influencia que ejerce la seleccion para - mantener las cualidades del «caballo ingles de pura sangre». * A mediados del siglo XVII empezó allí la cria de este Caballo, que es hoi el rei de los hipódromos i un “modelo de raza artifi- caballo ingles cial acabada. Prototipo de la aptitud para la carrera, sus indi- viduos denotan a primera vista su idoneidad: el cuello largo, las piernas altas, el tronco estrecho i vigorosa fuerza en el cuarto trasero. Miéntras que los primeros padres de estos renombra- dos caballos de carrera recorrian la milla inglesa (1,609 m.) en 3 minutos =, casi todos los que hoi existen en los hipódromos, gracias a la verdadera orto-seleccion que ha creado una forma admirablemente adaptada para su trabajo especial, cubren esta distancia en ménos de 214 minutos, lapso de tiempo que representaba un record de velocidad único hace unos 70 años (1848). En nuestro pais, gracias a influencias climatolójicas i a la cria esmerada, de la cual el Caballo ha sido objeto mui prefe- caoano chileno rente desde antiguo, se han producido ya tres razas bien deter- => minadas, a saber: el Caballo cochero, el Caballo de Aconcagua i el Caballito chalote. 3.—Seleccion natural. —Lucha por la existencia.—Super- vivencia del mas apto.—Los ejemplos precedentes i muchos otros que pudiéramos citar, prueban la eficacia de la seleccion artificial. Valiéndose de este principio, rigurosamente estable- cido, 1 aplicando los resultados obtenidos en las especies do- mésticas i cultivadas a los animales salvajes i a las plantas silvestres, el célebre DArwIN llegó a demostrar que iguales Seleccion na- tural Lucha por la existencia Teoria de Mal- thus 62 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL , procedimientos intervienen en la naturaleza para producir mo-- dificaciones en los séres vivos. ; Hai, pues, en la naturaleza una seleccion que se denomina «natural» para indicar que es la realizacion inconsciente i en estado de libertad del procedimiento usado por los ganaderos i agricultores para obtener las razas 1 variedades domésticas (1). Lo que en la seleccion artificial logra la eleccion intelijente de diversos individuos reproductores enderezada al provecho del hombre, que la ejerce conscientemente para obtener modifi- caciones determinadas en un corto espacio de tiempo, consigue en la seleccion natural las fuerzas naturales por medio de la «LUCHA POR LA EXISTENCIA». Esta produce modificaciones mas lentamente i en beneficio de la especie en que reside. Ade- mas, miéntras que en la seleccion artificial las razas i variedades que resultan son inestables i vuelven al tipo primitivo normal en cuanto se les abandona a sí mismas, en virtud de la «lei de reversion», las formas nuevas producidas por la seleccion na- tural se conservan siempre si no cambiar sus condiciones de vida. TEORIA DE MaLTHUS.—La causa de esta lucha por la exis- tencia es el exceso de individuos que nacen 1 que es imposi- ble coexistan, dada la limitada cantidad de alimentos i el poco espacio que tienen para vivir. El célebre autor del Oríjen de las especies declara que llegó a la idea de esta «lucha por la exis- tencia» o «strugele for life», leyendo el libro Tratado de la Po- blacion de MaLtHus. En realidad su teoría de la seleccion na- tural puede considerarse como una aplicacion de la «doctrina malthusiana» a los reinos animal 1 vejetal. Como se sabe, esta | lei demuestra que miéntras la poblacion crece en progresion jeométrica, esto es, como, 2, 4, 8, 16, 32, 64, etc., los recursos para la vida aumentan sólo en progresión aritmética, o sea como, 2, 4, 6, 8, 10, 12, etc. Segun esto, cuando una pareja se. (1) Este principio se refiere, pues, a la obra electiva que la naturaleza verifica entre los séres, o, como ha dicho DARWIN, la lei de la «conserva-= cion» de las «variaciones favorables» i de la «eliminacion» de las «ad= versas». «Llamo «seleccion natural» a la lei que conserva las variaciones Se útiles i elimíina las desviaciones perjudiciales». —DARWIN, De l'origine des speces, pájs. 115 1 116. x Bernardino Quijada B.—CATÁLOGO ILUSTRADO. 63 ha uplicida en 8 hombres, faltan 2 porciones de alimento; en 16 sucesores faltan ya 8 porciones; ¡así la diferencia aumenta constantemente. DARWIN demuestra en su libro, can algunos ejemplos, que sin la «lucha por la existencia»—que limita el crecimiento de los animales i plantas—cada especie, dejada sola, no tardaria en poblar la superficie del globo. Para poner uno de los ejem- niefante _plor citados por el ilustre biólogo ingles, el Elefante de Africa es el ánimal que mas lentamente se reproduce. Si cada Ele- fante tuviese sólo 6 hijos 1 todos ellos sobrevivieran 1 por su parte se reprodujeran en la misma proporcion, al cabo de 750 años una sola pareja habria producido 19 millones de descen- dientes, de modo que despues de algunos siglos las manadas de ellos llenarian todo el continente negro. Si consideramos un animal marino, como la Langosta de Juan Fernández, —el primero de nuestros crustáceos por la talla i sabor, —que pone todos los años unos 60,000 huevos aproximadamente, es fácil prever que si se desarrollaran todas A EA 5 E Langosta de 1 se multiplicaran, por su parte, en la misma proporcion, al cabo juan Fernán- de algunos años no hallarian mar donde buscar sustento i los q océanos en conjunto serian pequeños para contenerlas. Tal - cosa, sin embargo, no sucede, de donde concluimos que perece la inmensa mayoría de las langostas que nacen. Naturalmente hai que tener en cuenta, ademas, que no todas las langostas ponen huevos. Sea como sea, la lucha por la existenxcia obra, pues, como «reguladora», manteniendo siempre constante el equilibrio entre el número de individuos de una especie (cifra real o normal) 1 el número de sus jérmenes (cifra virtual), que reduce a una proporcion correspondiente a las condiciones de vida, sacrifi- cando el resto (cifra de destruccion). _ Para demostrar la gran desproporcion que existe entre el nú- mero de individuos posibles o virtuales que pueden salir de los Individuos vir- huevos 1 el múmero de individuos actuales o reales que viven en Ea un momento dado, basta comparar el número de jérmenes que produce una especie 1 el de individuos de la misma i que en realidad existen, en cuyo caso suelen notarse los mas grandes contrastes. Sirva de comprobacion el hecho de que hai algunas Cifras virtual i real Lucha entre especies con- jéneres 64 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL especies de animales parásitos, como la Ténia, por ejemplo, que pone millones de huevos i, sin embargo, figuran entre los séres mas raros por su número. A la inversa, otras especies : ovíparas de vida libre, como las aves marinas llamadas Pufí- EA nidas (Fardela, Yegua, Tablero de damas), que son excesiva- A mente comunes en las rejiones frias, no ponen sino un solo hue- 2 vo cada vez. a Entre otras aves terrestres, la «Paloma viajera» del Canadá («Ectopistes migratorius») no contiene en sus nidos mas que > dos huevos en cada puesta i, sin embargo, vive en bandadas tan numerosas i compactas, en la América del Norte, que oscu- recen la luz del dia como un eclipse i necesitan de varias horas para desfilar sin interrupcion; que tronchan bajo su peso las ra- mas de los mas corpulentos árboles de los bosques como si un 7 huracan los asolara; i que echan a perder selvas enteras con sus ; escrementos que caen como los copos de la nieve i cubren el es ramajei la tierra, constituyendo una capa de muchas pulgadas de espesor. == AS VES LucHa ENTRE ESPECIES CONJÉNERES.—En virtud del prin- cipio darwiniano de la lucha por la existencia, todos los séres sin escepc'on, combaten pasiva o activamente desde su apari- cion en la tierra para su conservacion, ya contra las condiciones del mundo inorgánico (frio, calor, sequedad, etc.), ya entre sí mismas, siendo la guerra tanto mas encarnizada cuanto mas afines son los organismos, porque en este caso se disputan - el mismo alimento 1 están espuestos a iguales riesgos de destruc-=.. cion. Vemos por esto que cuando en una rejion habitada por z una especie animal se incorpora otra parecida mas robusta, llega a propagarse por sí sola i aun a reemplazar por completo a la forma primitiva. - 4 Buen ejemplo de «lucha encarnizada moderna entre dos espe-. cies parientes» para escluirse, tenemos en el Raton negro (Mus rattus»), de 21 centímetros, que se encontraba como único raton en Europa i América hasta mediados del antepasado siglo; época en que fué importado a aquel continente, proviniendo de Asia por Rusia, el Raton gris o Pericote («Mus decumanus»), A mayor ¡ mas fuerte. Este no sólo se diseminó por todos los pun= S tos del globo, sino que, desalojando al primero por completo ev 1 AS ' Bernardino Quijada B.—CcaATALOGO ILUSTRADO 65 de las casas, se ha enseñoreado de las viviendas humanas, ha- ciendo que aquel se refujie en las montañas o desiertos. SUPERVIVENCIA DEL MAS APTO O LEI DE LA PERSISTENCIA. — La consecuencia inevitable de esta competencia universal es que unos individuos sucumben, al paso que otros resisten, ven- «cen i sobreviven a la desaparicion de los otros. Ahora la cuestion es ésta ¿qué decide de la suerte de la des- cendencia de un ser? ¿Cuáles son los individuos que sobreviven 1 cuáles los que perecen? Muchas veces es esto decidido por el «azar». que juega un papel importantísimo no sólo en el desa- rrollo de los «huevos: sino tambien en la vida de los «adultos». Así, por ejemplo, una Langosta de Juan Fernández, citada hace poco, puede ser comida por un Bacalao de las mismas islas. Pero fuera de la casualidad, influye tambien la mayor o me- nor —(a saber, de los mas perfectos). Este es el secreto de la admirable adaptacion de los séres, que, gracias a la supervivencia única de los bien adaptados, rei- na en toda la Naturaleza desde los comienzos de la vida. (1) HERBERT SPENCER, psicólogo ingles, precursor de DARWIN. (5) Azar Aptitud Lei de la per- sistencia Papel de la se- leccion natural 66 BOLETIN -DEL MUSEO NACIONAL , PAPEL DE LA SELECCION NATURAL EN LA FORMACION DE NUE-==. E VAS ESPECIES.—Se ve que la seleccion natural no es la causa que pueda crear las especies sino un medio o factor estrínseco que aprovecha las variaciones, acentuándolas, dándoles mayor relieve cuando éstas le ofrecen un material que ha llegado a- un grado de desarrollo suficiente; sobrepasado el cual los ca - ractéres nuevos creados por ellas dejan de ser útiles i su efecto HE: se hace las mas veces contraproducente. En este sentido, el resultado de la seleccion natural, cuando tiene lugar en el seno de la misma especie, es mas bien elimi- nar lo que se halla bajo el nivel medio, que aumentar la eleva- cion de lo que está por encima de este nivel, puesto que des- Reguladora de truye las formas inaptas para la vida. Así vemos en-cada una rd las adaptacic- nes de las grandes edades paleontolójicas cómo han desaparecido categorías enteras de animales que no eran adecuados para re- sistir cambios climatolójicos o catástrofes terrestres por mul graduales i lentamente que se hayan efectuado («Trilobites 1 Peces primarios, Ammonites 1 Saurios secundarios, Mamíferos terciarios). - 2 l AN Dicho de otro modo, la seleccion natural obra mas bien co- , mo un regulador de las adaptaciones existentes que como un factor que las pueda crear 1 desenvolver. Material coleccionado (Estante N.? 4 i Caja 3...) > N.* 1. Retrato i nota biográfica de CHARLES DARWIN. N.* 2. Caracol de mar (Oliva peruviana): a—1. Dóce variaciones locales de esta especie de gastrópodo. Caldera. S PAS N.? 3. Cuatro variedades locales i tres variedades jeográficas de insectos, segun los estudios de Mr. F. Germain. a—l. Oedipoda cinerascens, E. Blandh. Juan Fernández. a E e 7 ll—u. Oryctomorphus bimaculatus, Guerin. Chile Central. NS v—k'. Carabus buqueti, Lap. Rio Biobío. EN E U—=r!. Colias -rutilans, Boisd. Santiago. : : s'—e''. Carabus gloriosus Gerst. Chile. E f"—n". Epistomentis pictus, Gory. Chile Austral. z 0''"—v". Astylus trifasciatus, Guerin. Chile Central i Austral. N.*4. Mariposa-Hoja o Calima(Kallima inachis). Asia Occidental. Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 67 AS N.* 5. Mastodonte (Mastodon andinum). a. Colmillo enorme. N.* 6. Coleccion de las razas domésticas de la Paloma (Co- lumba livia). N.? 7. Coleccion de las variedades chilenas del frejol. N.* 8. Lombriz solitaria o Ténia comun (Zaenta solium). N.* 9. Aves pufínidas. a. Fardela (Pujfinus creatopus). :b. Yegua (Puffinus grisens). c. Tablero de damas (Daption capensis). N.* 10. Raton negro (Mus raltus). N.?* 11. Raton gris o Pericote (Mus decumanus). e) Influencia de las mutaciones (De VRIES) (Vestíbulo Norte i Sur, Estantes Nos. 4, 5, 6, 7, 8, 9 i 10) En oposicion a la doctrina puramente darwiniana de la se- leccion natural en la lucha por la vida, que admite las variacio- nes mínimas, lentas 1 continuas, se ha establecido recientemente la teoría biolójica de evolucion natural de los seres por variq- Variaciones bruscas i dis- ciones bruscas 1 discontinuas omutaciones. Estas no son varia- conúnuas ciones darwinianas mas acentuadas que las otras, como pu- diera creerse; pues no se parecen a ninguna de las fluctuaciones conocidas i difieren de ellas por su misma naturaleza «jerminal». Segun este nuevo principio, —comprobado i resuelto en leyes diversas por el botánico holandes Huco DE VrIeES—las «ano- malías orgánicas» aparecidas por primera vez por variacion brusca, pueden fijarse por herencia cuando no comprometen la existencia de los séres en que residen. En este caso los indivi- duos anormales llegan a ser el oríjen o «fuente de nuevas espe- cies», que se perpetúan indefinidamente, trasmitiendo con toda fidelidad sus caratéres a los descendientes. Tenemos, pues, que, a la inversa de la variabilidad darwinia- na, la mutabilidad es un fenómeno periódico, de modo que los caractéres de un animal pueden encontrarse trasformados re- pentinamente, sin acumulacion lenta de modificaciones mí- nimas. 68 BOLETIN DEL MUSEO y ACIONAL a PA a Ses SI el Aa Pe 1.—Ejemplos de mutaciones animales.—En todas par- tes, tanto en los animales superiores como en los inferiores, es $ fácil encontrar anomalías orgánicas. 7 - Para principiar con las especies superiores, son ejemplos de > deformaciones monstruosas sencillas el jigantismo i el enamis- mo o anomalías por aumento o disminucion jeneral del volú- men del cuerpo; el albinmismo (frecuente en los animales «do- mésticos», que el hombre defiende (Conejo, Caballo, Paloma), ¡en los de vida subterránea (Topo, 1 Raton, etc.), que no están espuestos al acecho de las especies carnívoras), 1 el melanismo ¡AAnomalias or- AT . > gánicas senci- ( 6. Albinismo. Ocho ejemplares de mamíferos 1 65 de aves albinos o caquerlacos. z a—d Raton gris (Mus decumanus). Santiago, 1897. e f. Laucha (Mus musculus). Santiago. Bernardino Quijada B.—caTÁLOGO ILUSTRADO 73 y. Topo europeo (Talpa europea). Europa. h. Llaca (Didelphys australis). Valdivia. 1. Cernícalo (Timnunculus sparvertus) S, Santiago. il. Zorzal (Turdus falklandicus) con albinismo total. 2. Santiago. 1893. €. Santiago 1869. $. Santiago, 1864. m—y. Zorzal (Turdus falklandicus), Y. Santiago, 1886. 2. Santiago, 1879. 2. Valdivia. Y. Chillan. Col. Videla. z. Golondrina (Tachycineta leucopyga). Santiago. a!. Diucon (Taenioptera pyrope). Col. Videla. b'. Jilguero (Chrysomitris barbata). S. Rancagua. c'd'. Chincol (Zonotria pileata) Valdivia. J. Santiago. Col. Videla. e'f'. Diuca (Diuca grisea). Santiago. Paine. g'. Tordo (Curaeus aterrimus). $. Santiago, 1857. h'. Caminante (Anthus furcatus) Col. Videla. - 1. Churrete (Cinclodes fuscus). 9. Mas Afuera. j'R'. Rara negra (Phrygilus fruticeti). Santiago. 'm'. Trile (Agileus thilius), con albinismo jeneral. Col. Vi- dela. Santiago. l n'—p!. Trile (Agelaeus Thiltus), con albinismo parcial. Santiago g/—u'. Tenca (Mimus thenca). Chile. vw —k'. Loica (Leistes superciliaris). Chile. 111”. Tórtola comun (Zenaida maculata). Colchagua, Curicó, Santiago, Chile. m/. Catita (Microsittace ferrugineus) Y. Santiago. n!'. Choroi (Henicognathus leptorhynchus) $. Graneros. o'—r!. Perdiz (Votoprocta perdicaria). Chile. rr'. Cuervo (Plegadis falcinellus). Chile. s'. Pato jergon grande (Dafila spinicauda). $. Rancagua. '. Tagua grande (Fulica armillata) $. Santiago, 1859. u'v'. Tagua (Fulica ardestaca). Santiago. 1'. Tagua comun (Pulica rufifrons). $. Santiago. .N* 7. Bifurcacion caudal. a. Lagarto comun (Liolemus chilensis, Less.). J. Puerto Montt. b. Lagartija de vientre azulado (Liolemus cyanagaster, D. B.) Valdivia, 1862. Ja TT BOLETIN DEL: MUSEO NACIONAL (E Rea comun (Liolemus pictus, D. Bo. Puerto N.* 8. Anomalía de número. a. Estrella de mar (Asteracanthion La ] N.* 9. Hermafrodismo a lateral, G. 2 H. coxa tercera, como se encuentra en ía o; ¡en su. E derecha solo con SS E ao sin patas o, para el macho. N.* 10. Cyclocephaliano ino pNala G. S. H. a. Cerdo doméstico (Sus scrofa). Y. J. N.? 11. Sycephaliano synoto, G. S. H. a. Cerdo comun (Sus scrofa) 2 J. | N.* 12. Monosomiano opodymo, G. S. H.. a. Cerdo comun (Sus scrofa). 2. J. b. Gato doméstico (Pelis domesticus). 2. le c. Vaca comun (Bos taurus). Y. J. d. Carnero (Ovts artes) 2. J. N.2 13. Monomphaliano hemipago, G. S. H. a. Vaca comun (Bos taurus). 2. J. Cráneo jemelar. N.*" 14. Polymeliano gastromelo, G. S. H. ] a. Gallina comun (Gallus ferrugineus.) 2. Adulta. b. Gallo comun (Gallus Terrusmen: 2. Adulto. doso. ; f. Paloma doméstica (Columba duda. Chile. = : -N.* 15. Polymeliano cephalomelo) G. S. H. > pS a. Gallina comun (Gallus Jerrugineus.) d. adulto. EN 5 N.* 16. Ternera anómala por deformacion de la cabeza, sencia de cola, manos i pies, imperforacion del an sia) i especialmente por la conformacion ute en el animal vivo reproducía la de la especie vu Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO TS presentando un útero sencillo i no doble como en los Rumiantes, etc. Santiago, 1919. f) Influencia de la segregacion jeográfica o aislamiento topográfico (Wagner) Los animales marchan de una manera tan lenta en su gradual _ trabajo de evolucion, que las modificaciones que en ellos se operan, son imperceptibles. Con todo, si bien es cierto que ni la vida individual de un hombre ni los 3 a 4,000 años de que tenemos documentos his- tóricos, bastan para darse cuenta de las variaciones que cons- tituyen el primer paso de la formacion de una especie visible- mente determinada, hai hasta pruebas que podríamos llamar directas, visibles para todos, de la trasformacion de los anima- les por efecto del aislamiento jeográfico. Sea un ejemplo el Conejo comun de Europa (Lepus cuni- E culus) que, importado en el siglo XV en la Isla de Porto Santo, = se ha trasformado allí de tal manera, en este período de tiempo, — conejo de E que actualmente es infecundo su cruzamiento con los indivi- Porto Santo duos europeos de su misma especie, i ha adquirido las propie- dades de un nueyo tipo, al que se ha llamado Lepus huxley: se caracteriza por un color rojizo particular, una forma parecida a la del Raton, sus hábitos nocturnos i su salvajismo estra- ordinario. Otro tanto acontece con el Gato del Paragua 1.el. Cut, que d.; ¡uato del ya no se cruzan con la especie primitiva, de la cual cada una Pareeuai procede. (Véase página 36). Pero, por mui importante que sea el papel que juega el ais- lamiento topográfico en la modificacion de las especies, no debe considerarse como un factor trasformador independiente ni ménos esclusivo, sino mas bien como un ausiliar que ofrece un nuevo campo a la seleccion natural o introduce un cambio notable en las condiciones ambientes. Por ejemplo, las «Ker- guelenes» poseen una fauna parecida a la de las tierras antár- ticas, pero a los Insectos Lepidópteros i Coleópteros faltan las alas por completo. Esta particularidad es una acomodacion especial a las condiciones particulares de estas islas, pues re- presentan las partes mas tempestuosas del mundo. Todos los 76 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Fauna de las insectos que llegaron aquí tenian alas bastante grandes i fueron Islas Kergue- lenes Unidad de plan de organizacion Metamorfósis- de las plantas arrojados al mar por los fuertes vientos; sólo aquellos con alas relativamente pequeñas pudieron sostenerse, i de éstos aun me- jor aquellos que por medio de variación 1 seleccion natural, /ad- quirieron poco a poco alas mas pequeñas o al fin las perdieron por completo». TI CONEXION DE LOS ORGANOS (Goethe, Geoffroy Saint- Hilaire) Las variaciones de las especies, sometidas a los factores tras- formadores dados a conocer i a un gran número de otras causas ménos importantes, se cumplen conforme a ciertas leyes, que se han llegado a determinar. 1.—Desde luego, la posicion de los órganos permanece cons- tante, conservando exactamente las mismas relaciones entre sí, cual- quiera que sea eluso 1 la diversidad de formas que afecten. Si exami- namos, por ejemplo, el esqueleto de los Vertebrados, hallaremos que presenta, como parte principal, una columna formada de vértebras, tanto en el Mono como en un Pájaro, en una Serpiente como en una Rana o en un Pejerrei. - Este principio conduce a: la lei de unidad de plan de organizacion, sabiamente formulado por el gran poeta aleman GOETHE., uno de los principales fun- dadores de la teoría de la evolucion. En efecto, en su trabajo botánico, que publicó en 1790 con el título de metamorfósis de las plantas, sienta el principio de que todos los órganos vejetales, escepto la raiz i el tallo, es decir, que los órganos flo- rales, sépalos, pétalos, estambres i carpelos, lo mismo que las brácteas i escamas, no son sino simples trasformaciones de las hojas ordinarias. Esta teoría se acepta hasta hoi dia, pero en sentido distinto, entendiéndose bajo metamorfósis simplemente el hecho de que aquellos órganos puedan comprerrderse en una misma categoría morfolójica, la de los «filomas». 1 segun el autor de la «meta- morfósis de las plantas», todas las partes de la flor nacen en el tallo como verdaderas hojas verdes de alimentacion, que, en seguida se trasforman en hojas reproductivas, siendo que los sépalos, pétalos, etc., tienen al brotar del punto de vejetacion su naturaleza definitiva. pa : [Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 77 Los órganos florales se derivan, pues, de hojas ordinarias, pero no se trasforman dentro del desarrollo individual sino que ha habido una paulatina modificacion a traves de los tiempos. 2. En su estudio anatómico sobre la teoría de los vertebra- dos craneanos, GOETHE aplica esta concepcion a la zoolojía, considerando que el cráneo del hombre, el de los mamíferos i, en jeneral, el de todos los vertebrados, como la continuacion de la columna vertebral, esto es, formado por la reunion de «vértebras trasformadas» por efecto de las dimensiones con- siderables del encéfalo. Es evidente que el cráneo se compone en parte de vértebras metamorfoseadas; pero muchos de los huesos de la calavera tienen un oríjen distinto. Por mas que esta teoría vertebral del cráneo no esté de acuer- do con los resultados de la embriolojía i de la anatomía compa- rada de la cabeza entre los vertebrados inferiores i haya sido sustituida en la actualidad por otra llamada de la «metame- ría» (1), es evidente que habla en favor de la comun descenden- cia de los animales superiores, ya que atribuye el oríjen de sus órganos a trasformaciones de otros i esta idea es la misma que conceptúa las especies procediendo de otras anteriores. 3. Pero nada demuestra mejor el gran valor que tienen las investigaciones de GOETHE en el campo de las ciencias biolóji- cas, que el descubrimiento hecho por él de los huesos inter- maxilares, que tenemos en la parte media de la cara, debajo i alrededor de la nariz. Dichas piezas huesosas se ven con mayor o menor facilidad en la calavera de la jeneralidad de los mamí- feros, pero no en el hombre adulto, por encontrarse íntimamente soldadas con. los maxilares. Esta circunstancia hizo creer a los antiguos naturalistas que en realidad los mencionados huesos faltaban en la especie hu- mana, i daban mucha importancia a la carencia de ellos, por “ cuanto constituia un distintivo absoluto entre el hombre i los demas mamíferos. Pero GOETHE, estudió ¡ comparó una mul- titud de cráneos de nuestra especie hasta que consiguió demos- (1) Segun esta teoría, la cabeza i el tronco estarian formadas por seg- mentos o metámeras cuya homolojía quedaria demostrada en las hendi- duras branquiales. en los músculos, en los eanglios nerviosos, etc. Teoría de los Vertebrados * craneanos. Hueso inter- maxilar del hombre 78 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Pe trar la existencia de los huesos intermaxilares, i dejó establecido - que son perceptibles a la simple vista en el feto humano i con- servan su separacion por toda la vida en algunos individuos, soldándose de ordinario con los dos huesos maxilares superio- res, sin dejar vestijio de su union. E > Material coleccionado (Estante N.?” 4) z 7 N.* 1. Cráneos de Mamíferos (hueso inlermaxilar). N.* 2. Cráneo de feto humano (hueso intermaxilar). IV ? A HOMOLOJIA I ANALOJIA DE LOS ÓRGANOS e z (Geoffroy Saint-Hilaire) Es Otro principio, que los naturalistas modernos han desarro-.. llado, es que en los grupos naturales de animales se reconoce una : série de condiciones de organizacion referibles a un tipo funda= > aa mental mas sencillo del que se derivan, notándose que a las mo-. órganos dificaciones morfolójicas acompañan cambios funcionales, de — e modo que en un solo i mismo órgano puede tener usos diferen- E tes. De aquí que se hayan introducido en las ciencias los térmi= nos de homolojía i¡analojía para distinguir los caractéres se- mejantes que provienen de un oríjen comun, i las semejanzas que se fundan en una igual adaptacion. SS Se llaman órganos homólogos aquellos que reconocen el mismo oríjen, o sea los que tienen un valor morfolójico igual, 1 órganos análogos son los que se refieren a una igual adaptacion, s o sea los que convienen en el mismo papel fisiolójico. > Estremidades Para citar algunos ejemplos, en las estremidades de los Ver- de los 3 Vertebrados tebrados tenemos un caso notable de homolojía, pues basta com- parar los miembros anteriores de los Mamíferos con las alas de las Aves, las estremidades torácicas de los Reptiles 1 Anfi-=- bios 1 las aletas pectorales de los Peces, para reconocer en ellos' por la situacion i relaciones de todas sus partes, un oríjen comun. En el tipo de los Artrópodos vemos otro ejemplo caracterís- Boca de los E 00 insectos tico de homolojía en los órganos bucales de los insectos, clase de animales que comprende varios órdenes, fáciles de distinguir por la diferente forma i disposicion de su boca. Así, los Lepidóp- teros, Dípteros 1 Rincodos tienen una boca chupadora, que en los Ín Bernardino Quijada B.—CcATALOGO ILUSTRADO 79 dos últimos órdenes sirve al mismo tiempo para picar. Al con- trario, los Coleóbteros, Neurópteros, Seudoneurópteros.. Ortóp- teros e Himenópteros poseen un aparato bucal masticador, si bien en estos últimos ofrece una disposicion particular que les permite morder i lamer. Pues bien, a pesar de estas grandes diferencias que presenta la boca de los Insectos, puede, sin embargo, reducirse a un tipo Fig. 13.—Organos bucales de los insectos: 1. Boca masticadora de Coleóptero; -JIL. Boca masticadora ¿1 lamedóra de Himenóptero: III. Boca chupadora de Lepidóptero; IV. Boca chupadora 1 picadora de Rincodo. a, labio in- ferior; b, lengua; c, palpos labiales; d, mandíbula superior; e, mandíbu- la inferior; h, rama de la maxila; 7 palpos maxilares; h', segundo par de palpos maxilares; k, escudo de la cabeza; o, labio superior. fundamental i comun, que es el que ofrece cualquiera de los insectos masticadores: consta, en éstos, la boca de un labio su- perior, dos mandíbulas, dos maxilas, provistas de palpos, i un labio inferior, tambien con dos palpos i que cierra la boca por abajo. (Fig. 13). Si se comparan despues las alas de las Aves con los órganos Insectos chu- padores i mas- ticadores de vuelo de los Insectos, mos encontramos con una sencilla «ana- * lojía», pues se parangonan partes de construccion diferente, cuyo parecido no se funda mas que en la igualdad de funcion. En efecto, miéntras en las primeras las alas no son mas que las estremidades anteriores trasformadas, en los segundos repre- sentan espansiones de la piel recorridas por las tráqueas (órga- nos respiratorios). Vése, pues, que las homolojías son el producto de la trasmi- sion de los caractéres por medio de la herencia, i que las ana- Alas de las Aves i de los Insectos su BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL A > lojías son efecto de la adaptacion a las mismas condiciones de Órganos rudi- mentarios Órganos rudi- mentarios del hombre vida. Este es el gran principio de los sistemáticos i-se compren- de así por qué es que en la clasificacion natural sólo se toman en cuenta los órganos homólogos i no los análogos, pues única- mente en aquellos se revela el parentesco. Si así no fuese, clasi- ficaríamos la Ballena entre los Peces i no entre los Mamíferos. - L£ AN A Material coleccionado N.* 1. Comparacion de las patas de atras de Mamíferos. a-=d. Esqueleto de pata de Cerdo, Leon, Lobo marino, Ca- ballo. - / eh. Dibujos de los órganos bucales de los insectos: bocas masticadora de Coleópteros; masticadora i lamedora de Hime- nópteros; esclusivamente chupadora de Lepidópteros; 1 chupa- dora 1 picadora de Rincodos. ¿ V ORGANOS RUDIMENTARIOS ( LAMARCK) Estos órganos, poco o nada conocidos por los profanos a la ciencia, son dignos del mayor interes, por cuanto su existencia habla en favor de la teoría de la descendencia comun de las es- pecies. Se da el nombre de órganos rudimentarios a «aquellas par- tes del cuerpo que, organizadas para un fin dado, no desempe- ñan, sin embargo, servicio fisiolójico alguno, debiendo conside- rarse como reminiscencias de Órganos mas desarrollados i úti- les en los antepasados del ser». En todas partes es fácil observar la presencia de esta clase de órganos inútiles. : Para principiar con los Mamíferos, posee el Hombre en dis- ve tintas rejiones de su cuerpo, órganos atrofiados que no tienen importancia alguna para la conservacion de su vida. Tales son: 1.2 el vello, esparcido en la piel; 2.9 los repliegues semilunares o membranas guiñadoras, que estan situadas en el ángulo inter- no de los ojos; 3.% los músculos auriculares, que pueden, por efecto de un prolongado ejercicio, servir para mover el pabe- llon de las orejas; 4.” las muelas del juicio, que aparecen a los 25030 años 1 suelen faltar por completo, especialmente en las + Ad nd lei : Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 81 razas civilizadas, en las cuales el arte culinario ha disminui- do considerablemente el trabajo de los dientes; 5.” la epífisis o glándula pineal, apéndice inútil del cerebro, restos de un tercer ojo que tenían los reptiles en la nuca i que se ha mantenido hasta hoi en el lagarto Hatteria punctata de Nueva Zelanda; 6." las glándulas mamarias pectorales, que las poseen todos los Ma- míferos del sexo masculino; 7.* el coccix, formado por las tres o cuatro vértebras coxíjeas, que son restos de una antigua cola; 3 A Fig. 14.—Ciego con su apéndice; 4, apéndice vermiforme; B, ciego; C, in- testino grueso; D, intestino delgado. 1 8.2 el ciego con su apéndice vermiforme, que no sólo es inútil al organismo humano, sino que orijina enfermedades cuando se depositan en él las pepas de las frutas i otras sustancias indije- ribles que tragamos (Fig. 14). Los Sirénidos i los Cetáceos son Órdenes cuyas especies ofre- cen sólo un par de estremidades, las aletas pectorales; pero muestran piezas óseas superfluas en el espesor de la carne, que son los rectos de las estremidades posteriores perdidas i que se presentan en todos los grados de atrofia, segun las especies. Es curioso observar que en algunos de estos animales, los Cetáceos, hai órganos rudimentarios en estado fetal. En efecto, la Ballena tiene antes de nacer mandíbulas provistas de dientes que jamas han de funcionar. Lo mismo ocurre con los embrio- (6) Organos rudi- mentarios del hombre Sirénidos i Ce- táceos Rumiantes Caballo Kivi Ofidios Saurios Peces E ps s * 82 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL nes de los Rumiantes domésticos, que en sus huesos intermaxi- % + lares ofrecen dientes incisivos cuya salida no se verifica nunca, perdiéndose despues del nacimiento del animal. ' El Caballo actual ofrece igualmente atrofia en sus estremi- dades, pues tiene, a derecha e izquierda del metacarpo i del metatarso (canon), un estilete óseo o espina, que representan E los dedos laterales desaparecidos. Sin salir de la osteolojía comparada, encontramos excelentes ejemplos de órganos rudimentarios en las aves cursoras, como. el Kiv de Nueva Zelanda, que en lugar de alas sólo tiene en su esqueleto rudimentos de huesos (1); 1 en los Reptiles Ofidia- nos, dentro de cuyo órden los jéneros Boa, Python ¡ Tortrix se distinguen de los otros por tener rudimentos de estremi- dades abdominales, terminadas por ganchos o espolones córneos a los lados de la cloaca. Deben considerarse por esto a tales ofi_ dios. como descendientes de los «Saurios», que tenian cuatro patas desarrolladas, pero que se acostumbraron a servirse del cuerpo entero para moverse, dejando las estremidades sin uso. Algunos Saurios presentan las estremidadesen todoslos grados de atrofia, constituyendo los tránsitos sucesivos de los Lagartos 5 a las Serpientes, tanto por la reduccion progresiva de sus patas como por la prolongacion de su cuerpo. Así, las cuatro estremi- dades, siempre cortas, estan reducidas a muñones en el Eslizon calcídico, de los países de la costa del Mediterráneo; faltan las anteriores 1 quedan reducidas a dos pequeños muñones las - posteriores en el Sheltopusicku Ofisauro de Rusia i Hungría; i carecen en absoluto de unas i otras la Serpiente de vidrio (An- - guis fragilis) de Europa, tenida jeneralmente como ofidio, cuya apariencia tiene, pero desecándola se ve que posee espalda, esternon i pélvis, como las demas especies de Saurios (Fig. 15). Finalmente, la pérdida de las cuatro estremidades se observa tambien en los peces Ciclóstomos o anguiformes (Murena o Anguila babosa, Lamprea); miéntras que en muchas especies del órden de los Teleósteos (Aguja i Caballito de mar, Pez- : = + (1) «El Kio encuentra su alimento en el suelo, donde tambien tiene su nido, i nunca enemigo alguno lo ha obligado ántes de la llegada de los E A europeos a volar para escapar. Así es que nunca ha usado sus alas, 1, en . E : consecuencia, han desaparecido. » A e LA A de a» EPA F Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 83 luna) se atrofian sólo los miembros posteriores, o sean las ale- tas ventrales, quedando, como vemos en los Sirénidos i Cetá- -ceos, algunos huesos que presentan los restos de las estremidades posteriores per- didas. En la categoría de los órganos rudimen- tarios hai que incluir tambien los ojos que no ven o sin funcion posible, que poseen muchos vertebrados subterráneos o habi- tantes de las cavernas, por ejemplo, los To- posi Ratones ciegos (Spallax), serpientes, la- gartos, batracios (Proteus, Cecilia) 1 tam- bien muchos animales evertebrados, cuya vida se pasa debajo de la tierra (Lombrices o Gusanos, etc.). 2 - Conviene recordar que en el cerebro de los vertebrados está la epífisis o glándula pineal, así llamada por su forma oval pa- recida a la del cono de los pinos. Se consi- dera como el resto de un tercer ojo_de los vertebrados, que tenian estos animales para mirar hácia atras. En la Haleria puntuada (Hatteria punctata), lagarto viviente de “Nueva Zelanda, la epífisis es un «verdadero ojo», con todas las partes características del órgano visual, i comunica con el cere- bro por un nervio óptico impar. En el embrion del Matuasto (Phymatura pallu- ma) de nuestro pais, se constata la pre- sencia de este «ojo impar» en forma de una -pequeña hinchazon en medio de la cabeza. Las demas clases del reino animal repi- ten mas o ménos estos mismos casos de ór- ganos rudimentarios o presentan otros (ba- lancines de Dípteros, cerdas punzantes de la boca de los mismos Dípteros i Rincodos, 5 q EOS el a E Fig. 15.—Serpiente de vidrio (Anguis fra- gilis): a, omóplato, b-c, costillas; d, pél- vis. élitros reducidos de Coleópteros, pié atrofiado de Lamelibranquios, concha interna rudimentaria de Gastrópodos, etc). Ojos que no Ojo pineal Insectos i Mo- luscos 84 _ BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ORGANOS RUDIMENTARIOS ÚTILES.—No siempre puede asegu- rarse que los órganos rudimentarios sean inútiles i aun perjudi- ciales( apéndice del ciego, asiento de la-apendicítis, vell» o pelos. rudimentarios, cuyos folículos pilosos dan asilo a los microbios, py etc.), pues muchas veces despues de haber perdido la propiedad de desempeñar sus funciones normales primitivas, se modifican para servir una funcion especial distinta. Y : Para convencerse de la verdad del hecho basta considerar AA MER algunas Aves, como el Avestruz, que se sirve de sus alas reduci- útiles das como medio de defensa bien eficaz i de órganos ausiliares a de la carrera. : => Tambien pueden citarse como ejemplos, algunos Reptiles, como el Boa, cuyas prominencias con «espolones cloacales» que no se utilizan en la locomocion, sirven en los machos como - Y órganos ausiliares de la cópula; i la Serpiente de vidrio, que “tiene debajo de la piel, a pesar de la falta de las estremidades E esteriores, un armazon Óseo de esternon i omóplato, destinado a protejer los pulmones i el corazon. 2 Otro tanto se observa en los insectos Dípleros 1 Rincodos, cuyas mandíbulas 1 maxilas rudimentarias se han convertido en cerdas punzantes para desempeñar un papel fisiolójico nuevo. Material coleccionado (Estante N.” 4) N.* 1. Silueta de Ballena, con los restos de las estremidades - : 3 posteriores. N.? 2. Caballo (Equus caballus) a. Hueso canon con los esti- letes óseos o espinas, como representantes de los dedos latera- les desaparecidos. N.? 3. Kivi de Nueva Zelanda (A pterix owen). N.* 4. Boa (Boa occidentalis). a. J. Esqueleto. Paraguai. b. En alcohol. Brasil. | a ; N.? 5. Eslizon calcídico (Chalcides sepoides). a. En alcohol. - Europa. o N.? 6. Sheltopusick u Ofisauro (Ophisaurus apus). a. EÑS O alcohol. Europa meridional. : ; N.* 7. Serpiente de vidrio (Anguis fragilis). a. Esqueleto. n Alemania. b, En alcohol. Paris. ES sE N.” 8. Topo europeo (Talpa europaea). A =] Bernardino Quijada B.—CATÁLOGO ILUSTRADO 83 N.?* 9. Proteo (Proteus anguinus). N.* 10. Fotografía de Hateria puntuada (Hateria punctata). N.? 11. Matuasto (Phymatura palluma). a. Embrion. En alcohol. Chile. 5) Adulto. En alcohol. Chile. N.* 12, Avestruz americana (Rhea americana). J. Arjentina. N.* 13. Pájaro niño (Spheniscus humboldt1). Chile. VI ADAPTACIONES ESPECIALES COMO RESULTADO DE LA SELECCION NATURAL Vamos a enunciar una série de hechos morfolójicos que de- muestran la eficacia de la seleccion natural. Tales son el dz- morfismo sexual, el mimetismo, los colores anunciativos i actitu- des amenazantes, 1 la simbiósts. a) Dimorfismo sexual Se entiende por «dimorfismo» la diferencia que ofrecen dos séres de la misma especie respecto de partes que no son jenitales, o sea la desigualdad entre el macho i la hembra en lo que res- pecta a los llamados caractéres sexuales secundarios, o particu- laridades esclusivas de uno 1 otro sexo que no están íntimamente Fig. 16.—Dimorfismo sexual en el Leon verdadero. Dimorfismo se- xual en anima- les superiores Dimorfismo en animales infe- riores Fig. 17. —Lernea branquialis (2) 86 BOLETÍN DEL MUSEO NACIONAL ligadas a los órganos de la jeneracion, que son los caractéres sexua- les primarios. ; El dimorfismo sexual es mui manifiesto en ciertos Vertebra- dos superiores, por ejemplo, en algunos Mamíferos Artiodác- tilos, en los Carnívoros 1 en los Pinipedios (Ciervo, Bisonte, Toro, Leon, Lobo de un pelo o Toruno, ete); i en muchas Aves, como las Gallináceas, (Gallo, Pavo Real, Faisan), entre las cuales las especies que, por escepcion son estrictamente monógamas (Ga- llineta o «Gallina de Guinea»), no muestran diferencia esencial entre uno i otro sexo. Al contrario, las Gallináceas polígamas ofrecen un tipo macho i otro hembra, de distintos caractéres secundarios esteriores, tan acentuados que hasta el vulgo los distingue con diferentes nombres (Gallo i Gallina, etc.) (Fig. 16). En numerosos animales inferiores se observa tambien un dimorfismo sexual bastante pronunciado, especialmente en los Insectos (Madre de la culebra, Ciervo volante, Gusanó de luz, con hembra de forma larvaria, Mariposa naranjada, cuya $ es blanca J negra i mas pequeña); en los Crustáceos 1 en el tipo de los Ver- mes Sobre todo en algunos Crustáceos copépodos del grupo de los que tienen los órganos bucales en forma de trompa o pico 1 , viven como parásitos en los pe- ces, su dimorfismo es enorme; pues en ellos los machos, libres 1 mui pequeños, son los únicos que presentan el aspecto de Copépo- dos, al paso que las hembras, des- pues de fijarse en su mesonero, se trasforman en un ser imposible de clasificar como crustáceo si no se conocieran sus larvas (Chondra- canthus gibossus i Lernea branchialis) (Fig. 17). 3 los Gefíreos, la Bonellia viridis del Mediterráneo (conjénere de nuestra Piínuca), cuyos machos, sumamente pequeños i sin tubo dijestivo, viven en gran número en una sola hembra, gran- de i con intestino, como si se tratara de parásitos de ella. Lo mismo ocurre con un Verme Anélido de la seccion de — sk e 0 st Bernardino Quijada B.—caTÁLOGO ILUSTRADO 87 Este dimorfismo sexual, que le caracteriza en primer término la diferencia de tamaño, con ventaja del de la hembra, como sucede, por ejemplo, con los Crustáceos i Vermes parásitos ci- tados, se esplica fácilmente por las adaptaciones que resultan de la seleccion natural ordinaria, pues los dos sexos tienen diferentes necesidades. Así, la hembra, que produce los huevos, mucho mayores que los espermatozóides i que a veces contienen los embriones desarrollados, tiene que ser, por regla jeneral, mas grande que el macho, como ocurre en muchos animales in- feriores. 1. Lucha directa.—a) Para esplicar el oríjen de los caracté- = a . R : res sexuales secundarios en los Vertebrados superiores, debe to- “marse en consideracion que dichos caractéres son mas acentua- dos cuanto mas las especies respectivas se inclinan a la poliga- mia. En estos animales polígamos, los machos que nacen en número >= igual al de hembras, necesitan luchar entre sí para lograr la posesion de muchas de ellas. Entre los vertebrados que libran sangrientos combates con este fin, pueden citarse el Toro doméstico, el Ciervo, el Bisonte, el Jabalí, el Leon, el Lobo marino o Toruno i varias especies de Monos; todas las aves Ga- llináceas, con escepcion de la Gallineta, i ciertas Zancudas, como el Chaja arjentino («Chauna chavaria»), de nombre indí- jena onomatopéyico, i el Combatiente europeo (Machetes pug- nax), llamado así por su natural batallador i cuyo macho lle- va el cuello adornado de un collar de largas plumas que le sir- ven de arma defensiva. + En fin, la costumbre de reñir por la conquista de las hembras se encuentra aun en los Peces. Una especie de Salmon nos pre- senta un ejemplo admirable. En la época nupcial, —que es cuando aparecen en el macho caractéres sexuales secundarios, consis- tiendo éstos en modificaciones notables en el cambio de colo- - racion,—la hembra, acosada por la necesidad del desove, aban- dona el mar i remonta impetuosamente los rios, seguido de un macho adulto i de numerosos jóvenes del mismo sexo. Aquel “vijila a su compañera ¡ si se acerca otro individuo adulto de su mismo sexo i especie, bien pronto comienza la pelea entre ámbos machos, acometiéndese con ímpetu i riñendo hasta que se agotan sus fuerzas. Miéntras tanto, los machos jóvenes Animales poli- gamos Mamiferos ¡Aves Peces Armas ofensi- del Jabalí, espolones del Gallo, mandíbulas superiores del Ciervo A -— > 88 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL , a excitan con su presencia a la hembra para que verifique la puesta de los huevos, acto que va seguido de la fecundacion de los mis- mos por intermedio del agua ambiente. É 8 Como se ve, esta es una lucha por la vida que produce una seleccion natural especial, llamada por DARWIN seleccion sexual, -la que tiende a dotar al sexo masculino de mayor ro- bustez muscular i de armas ofensivas (astas del Ciervo, colmillos sa vasi defensivas Animales mo- nógamos Aves emigran- tes Insectos volante) o defensivas (melena del Leon i del Lobo marino, papada del Toro, collar de pluma del Gallo 1 Combatiente). De esta ma-== nera, los machos que triunfan son los únicos que se reprodu- Ez > cen, i sus caractéres útiles para la pelea, trasmitidos a sus des- cendientes, acaban por acentuar mas i-mas el dimorfismo 3 sexual de los animales polígamos. b) Cuando la seleccion sexual se desarrolla en los animales > monógamos, las especies suelen ser viajeras, como ocurre en muchas aves, aunque sus emigraciones periódicas i que de ordi- nario corresponden a los cambios de las estaciones sean cortas, MES como se ve en el Picaflor dimórfico de Juan Fernández ien nume- > rosas especies de nuestra avifauna continental, que viven al- de ternativamente en las llanuras i en las alturas cordilleranas. =5z Segun DARWIN, entónces la seleccion sexual obra como si- gue: entre las Aves emigrantes, por ejemplo, vése siempre llegar anticipadamente a los machos al pais donde tiene lugar la re- produccion; así pueden disputarse las primeras hembras que 0 llegan. Del mismo modo, entre los Insectos los primeros indi- E viduos salidos de la ninfa en estado de imago son jeneralmente los machos. Por otra parte, las hembras mas vigorosas, mas fuer=.. . tes, estan en condiciones de reproducirse ántes que las otras, E 1 como los machos se las disputan, los vencedores, mas fuertes o : mejor armados, se juntarán a las primeras hembras, las mejo==.. res. A las siguientes, mas débiles, les corresponderán los machos vencidos; su descendencia será, pues, ménos numerosa 1 peor 57 dotada que la de las primeras parejas. Aquí encontramos todo - cuanto es necesario—concluye DARWIN—para que en el curso > de las jeneraciones sucesivas aumente, ya la talla, ya la fuerza E ¡ el valor de los machos, o se perfeccionen sus armas ofensivas A o defensivas. » Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 89 2. Lucha indirecta.—Aparte de esta lucha directa, existe en la seleccion sexual una lucha indirecta, cuyo resultado no de- e s TAR Lucha indirecta cide, como en aquella, la mayor o menor robustez orgánica, sino ciertas cualidades especiales del macho, tales como la her- mosura i1 la gallarda presencia, el canto 1 el baile. En estos casos Fig. 181.—Dimorfismo sexual en el Ave del Paraíso. es la hembra la que elije libremente, prefiriendo el macho mejor adornado, mas armonioso en el canto, etc. a) Hermosura.—Por ejemplo, entre las Aves se ve que en la mayoría de las Gallináceas (Faisan, Pavo real i comun, Co- dorniz), i Pajarillos (Loica, Picaflor de Juan Fernández, Ave del - , pe A . Hermosura i Paraíso), el macho se distingue por su «magnífico plumaje», gatlarda pre- los apéndices carnosos o penachos plumosos de su cabeza i las *S*Pcia largas plumas de su elegante cola, que algunas levantan 1 es- tienden en abanico para hacer la «rueda», como suele decirse 90 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL (Fig. 18). A la inversa, las hembras, que incuban los huevos al aire libre, tienen un vestido mas modesto i las plumas del dorso son de un tinte que se confunde con el medio circundante, para ; disimular su presencia i librarse de la persecucion de sus ene- migos (Ejemplo de coloracion prótectora). Segun DARwIN, tales medios de seduccion de los machos se Hermosura Ñ han ido adquiriendo lentamente, gracias a su rivalidad para agradar a las hembras en los lugares donde éstas pueden elejir a su antojo. Supone, pues, en ellas ciertas preferencias, atribu- : yéndoles gustos estéticos por lo bello ilo nuevo, i para apoyar ) esta Opinion cita como ejemplo a ese estraordinario pajarillo 20 del interior de Australia, el Clamidorero manchado (Chlamydorera IE maculata), cuyo macho apénas difiere de la hembra ino presenta - ornamentos o caractéres de lujo, i entonces para atraer a ésta, E construye el llamado por GouLD «albergue de recreo». La parte esterior de esta habitacion la hace con ramas secas, cubiertas graciosamente de largos tallos herbáceos, formando-como una . bóveda; i la gracia de tan curiosa construccion se completa por € los adornos que presenta, tanto adentro como afuera, 1 que con- OS sisten en plumas de aves de brillantes colores, conchas, huesos, piedras pintadas i otros objetos semejantes, que amontona prin- cipalmente por delante de la entrada (Fig. 19). Como el Cla- > ca midorero anida en la espesura de los matorrales, cerca de se- y mejante albergue, DARWIN afirma que éste no es nido sino A corte de amor, punto de reunion donde van muchos individuos de ambos sexos para divertirse con mil juegos i¡ aparearse en la = época de la reproduccion. > Es curioso, por lo demas, el modo cómo se hace la eleccion de los machos por las hembras en muchas aves polígamas sal- : Pavo real vajes, como en el Pavo real de la India Oriental, que en la época de los amores reune sus pavos en grupos de 30 o 40 para que en presencia de numerosas pavas desplieguen todos sus primo- res, hasta que éstas escojan a los compañeros que mas les agra- dan. Un ejemplo análogo en que los machos procuran enamorar a | Ave del paraisolas hembras por sus actitudes i sus adornos, tenemos en el Ave del paraiso. En esta especie existe la costumbre de reunirse 12 6 mas machos sobre la copa de un árbol alto para ajitar sus s Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 91 alas, ensanchar su cola 1 erijir los penachos laterales de plumas elegantísimas, produciendo—dice WaLLaAceE la ilusion de que el árbol está lleno de plumas oscilantes. Como en el Pavo real, las hembras acuden atraidas hácia el macho que mas les gusta. b) Canto.—Otro tanto sucede con el canto, pues sabido es que en muchos Pajarillos se entabla un verdadero torneo mu- Fig. 19.—Ulamidorero manchado (+ 1 L en su corte de amor). sical entre los machos que luchan pasivamente por la posesion de las hembras, las cuales, entre medio de sus cortejantes, dan preferencia al mejor cantor, bajo la influencia de un sentimiento del arte musical. DARWIN opina que los trinos de las aves cantoras tienen su oríjen en esta rivalidad, que nuestros cazadores de oficio o di- version saben esplotar, colocando en una jaula de torno a un distinguido cantor para que provoque, por medio de sus melo- diosos cantos, la competencia sexual entre los machos libres de su especie: atraidos así por el compañero-cautivo, se acerca en- tonando sus mejores cantos hasta que pisan la trampa. La misma esplicacion da a los ruidos musicales que producen algunos insectos, como la Chicharra, con dos especies de tam- bores abdominales; i la Langosta, que frota sus élitros contra las patas posteriores como se hiere un violin con el arco. Canto Baile Gallo de roca La seleccion sexual i Weis- mann 792 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL c) Batle.—Por fin, para dedicar algunas palabras, a la riva- y lidad que acostumbran algunos animales por el baile, haremos EE constar que en este arte se distinguen tambien las aves, espe- 6. cialmente las Zancudas, las Gallináceas 1 los Pajarillos. AE Entre las curiosísimas escenas de esta naturaleza de que son : testigos los bosques i selvas vírjenes de la América tropical, + Fig. 20.—Gallo de roca (Bailarin $) puede citarse la observada por los naturalistas en una especie llamada Gallo de roca o Rupícola anaranjado (Rupicola crocea). Los bailarines machos se reunen para danzar sobre una roca plana emboscada, hasta llegar al punto de caer rendidos, en z cuyo caso las hembras, que desde los árboles próximos obser- van el espectáculo, van en busca de los que de esa manera tan. pe estraña han sabido seducirlas. (Fig. 20). Vése, pues, que la competencia de los machos que realizan hermosas ostentaciones de amor o ejecutan danzas estiañas, es comparable a un concurso en el que las hembras hacen las ve- ; ces de miembros del jurado, entregándose ellas mismas como S 'S é y premio. 3. Tal es la teoría de la seleccion sexual, creada por DARWIN como un ausiliar indispensable para esplicar el fenómeno del «dimorfismo sexual». Contra ella se han formulado no pocas Bernardino Quijada B.—CATÁLOGO ILUSTRADO 93 críticas; i WEIsMANN la ha modificado en parte, restrinjiendo el campo de aplicacion de la seleccion sexual. Así, indica que las armas defensivas i ofensivas de: los machos encuentran su esplicacion en el proceso ordinario de la seleccion natural. Ade- mas, niega a las hembras la facultad de eleccion consciente, guiadas por sentimientos estéticos i supone que ciertas manifes- taciones de la excitacion sexual en los machos influyen en el sexo opuesto, provocando en éste la produccion de una exci- tación análoga. Por último, cree WEIsMANN que los caractéres secundarios que se presentan primero en los machos, pueden trasmitirse despues a las hembras, constituyendo así caractéres distintivos de una especie «nueva». En este sentido la seleccion sexual resulta un factor trasformador de mucho mas valor del que le atribuyó DARWIN. Recientemente se ha enunciado otra teoría para esplicar el meeanismo de la formacion de los caractéres secundarios en los' animales superiores, a saber: la de la secrecion interna de los Weismann órganos jenitales, a espensas de unas glándulas o células llama- Células inters- das ¿ntersticiales, cuyo producto obra sobre todo el organismo i determina diferencias profundísimas en los individuos de uno ¡otro sexo, dando lugar al «dimorfismo sexual», i al «trimor- fismo» si se tienen en cuenta las modificaciones que en los ma- chos i hembras orijina la castracion: toro, vaca i buei; gallo, ga- lina i capon. Ya desde tiempos antiguos se sabia que la castracion trae consigo la alteracion o desaparicion completa de los caractéres secundarios cuando se practica en el animal jóven. El macho castrado tiende a parecerse a la hembra i ésta a aquel. En el capon, por ejemplo, por efecto de aquella mutilacion, se redu- cen considerablemente la «cresta» 1 las «barbillas» encendidas de su cabeza i las «estacas» de sus patas, a la vez que sufre la larinje una paralizacion en su desarrollo, que pone áfono al ca- pon; pero éste conserva el collar de plumas de su cuello i el mag- nífico plumaje de su cola; lo que prueba que tales caractéres secundarios privativos del gallo, se desarrollan sin la coopera- cion de la secrecion interna, cuya accion seria aquí incompleta. EMERY fué el primer naturalista que admitió la secrecion in- terna de los órganos jenitales, a la cual atribuyó el desarrollo ticiales Castracion Capon 94 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL de los caractéres secundarios. Posteriormente, Bounn i ANCEL, esperimentando en Ciervos machos, vieron que la estirpacion e | Ciervos castra- de los testículos en edad-temprana hace que las astas no apa- e ee rezcan; 1 en el adulto ocasiona la cesacion del crecimiento de estos apéndices frontales, cuyos pitones no siguen aumentando en número; i de las múltiples observaciones hechas sobre este asunto en otros animales i en el hombre, se desprende que, en: » efecto, los órganos jenitales estan encargados de producir una E secrecion interna que determina los caractéres secundarios 1 3 hasta el instinto sexual «de los animales superiores. : En cuanto a los Artrópodos 1 otros animales inferiores, se han acumulado los numerosos esperimentos hechos con dife- rentes especies de insectos, principalmente mariposas, i de ellos se ha deducido que sus caractéres-sexuales secundarios son de oríjen puramente «somático». Las secreciones internas testiculares i del ovario en estas es- a pecies, parece no existen; pues, a mas de no intervenir en el later desarrollo de sus caractéres sexuales secundarios, no se presen- ENE tan en ellas fenómenos consecutivos a la castracion, 1 los casos e de «hermafroditismo glandular lateral» son relativamente mui frecuentes en los Insectos Lepidópteros 1 en los Crustáceos De- cápodos (Langosta de Juan Fernández) ASES Material coleccionado (Estante N.” 11 1 Caja 4) N.? 1. Trece ejemplos de Aves chilenas ¡ estranjeras con dimorfismo sexual: a a b. Gallo (Gallus ferrugineus) Y Q. Chile. Jardin Zoolójico. c d. Faisan (Phasianus colchicus). Y Y. Cáucaso. - ye e f. Pavo real (Pavo cristatus). $ 2. Jardin Zoolójico, 1912. y de g h. Loica (Leistes superciliaris). 9 $. Chile, 1912. A e j k. Trile (4Ageleus thilius) Y 2. Santiago, 1912. 2 l m. Picaflor de Juan Fernández (Eustephanus fernandensis). n o. Picaflor comun (Eustephanus galeritus) 3 S. Santiago. S p q. Ave del paraiso (Paradisea minor) S $. Nueva Zelanda, rs. Tetrao de cola ahorquillada (Tetrao tetrix). - o vs 1 u. Gallo de roca (Rupicola crocea). 1 vw. Chaja argentino (Chauma chavaria). É ca wz. Combatiente europeo (Machetes pugnax). ON 1] ” Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 95 2 a. Carpintero (Campophilus magellanicus) 4 2. Villarica. b' c!. Cague (Chloepkaga hybrida) % $. Chiloé. N.? 2. Diesisiete ejemplos de Insectos chilenos con dimor- fismo sexual: a b. Ciervo volante grande (Chrasognathus granti). Chile aus- tral. cd. Ciervo volante chico (Chiasognathus impubis). Chile aus- tral. ef. Madre de la culebra (Acanthinodera cumingi). Chile aus- tral. E E gh. Coleóptero de la luma (Cheloderus childreni). Chile austral. j k. Capris torulosa. Chile austral. : l m. Gusano de luz (Cladodes ater). Chile austral. no. Gusano de luz (Lucidota nigripennis). Chile austral. Pq. Attacus rubrescens. Chile. rs. Cuncuna (Ormiscodes cinnamomea). Chile central. tu. Catocephala rufosignata. Chile central. vw. Orgyia antigua. Valdivia. x y. Colias rutilans. Chile central. zb'. Kakerlac castanea. Chile. = + d'. Moscardon (Bombus chilensis). Chile. e! f'. Fhynnus dimidiatus. Chile. g' 1. Hormiga (Formica nigriventris). Chile. j' 1. Abeja (Ap15 mellifica). Chile. b) Mimetismo Lo mismo que el dimorfismo sexual, es tambien una conse- cuencia de la seleccion natural el fenómeno del «mimetismo». Mimetismo en Así se llama la «semejanza que presenta un animal, en coloro IPs forma, con los objetos naturales esteriores que le rodean, o con otra especie animal dotada de alguna cualidad ventajosa para su defensa. , 1El caso mas jeneral i sencillo de mimetismo es el colo- rido protector, que consiste en una imitacion en color con el médio circundante o adyacente. Este color imitado o miméti- co, que sirve para ocultar al ser de la vista de sus enemigos o de su presa, se llama color simpático. Este puede ser, pues, defensivo (lechuga polar) i agresivo (oso blanco, chilla, etc.). Colorido pro-— Hai grandes estensiones de tierra habitadas por animales tector 96 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL — cuya presencia es difícil distinguir por la casi identidad de co- lor de su cubierta con el del terreno o de los objetos estraños que los rodean. Entre estos dominios de colores simpáticos je- nerales figuran: ; 1.2 Las rejiones circumpolares, en que predominan los séres de color blanco que los hace confundirse con la nieve, como el Oso polar. entre los mamíferos, 1 el Pinzon, la Lechuza i el Agutla entre las aves polares terrestres. 2.2 Los desiertos arenosos que, desprovistos de toda veje- tacion, tienen un color amarillo-flavo, imitado con “asombrosa exactitud por sus habitantes para confundirse con la arena, tal como se ve en el Leon, el Zorro, el Chacal, el Camello, el Antí- lope, la Gallina de esas rejiones desérticas, las Culebras ¡1 las - Lagartijas. E 3.2 Los bosques tropicales siempre verdes, que tienen como color simpático el tinte de su follaje i dan asilo a un sinnúmero. de Pajarillos, Reptiles, como la Zguana, i Anfibios, como la Rama arbórica de cubierta completamente verde; lo mismo que a millares de Insectos de este color o de un café oscuro, semejante en estremo a la corteza de los árboles. Las selvas chilenas ofrecen las propiedades de los bosques tropicales siempre verdes. 4." La superficie del océano, con el «planckton» 1 numerosos animales macroscópicos pelajianos, que son azulados o comple- tamente trasparentes como el agua. Estos animales incoloros pertenecen a casi todos los tipos: Protozoos, Celenterados (Acalefos o medusas, Sifonóforos, Tenóforos o Faroles de mar), Vermes (Alciope, Sagitta), Moluscos (Pterópodos i Carinarias), Protovertebrados (Salpas), Vertebrados inferiores o Peces del grupo de los Helmaintidos, cuyo cuerpo es tan trasparente que se pueden leer a su traves los caractéres de un libro; i ademas un gran número de larvas de las mas diferentes especies - —Siguiendo el estudio de la seleccion de los colores simpá- ticos, notaremos que los animales que revolotean en derredor de las flores matizadas de diversos colores, como los «Picaflores» i las Mariposas diurnas, se parecen a ellas en su coloracion, 1 que las especies propensas al quietismo o que no varian de Nil AM Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 97 localidad tienen, por lo jeneral; un color compuesto de matices sombríos. ; Un grupo biolójico de especies con coloracion protectora de esta última clase, es el de las Aves acuáticas pantanosas, que tienen un color jeneral gris pardo, como el de las hojas secas Na de las plantas emerjidas, i ofrecen en sus alas 1 cuerpo, listas e oacllias mas oscuras, que las hacen parecerse mas aun a los tallos de los junmquillos i otros vejetales que crecen en los pantanos (Garza amarilla). Del mismo modo, los Mamíferos i Aves nocturnos i crepus- Mamiferos i cularios, tienen su pelaje o plumaje de colores apagados, pra modo que no se distinguen en la oscuridad de la noche (Mur- SS ciélago, Lechuza, Gallina ciega, etc.). Curiosos ejemplos de esta clase de semejanza protectora por el color matizado, ofrecen el Jaguar, de pelaje con manchas óscuras en forma de rosetas irregulares que remedan la sombra del follaje; 1 el Tiere índico, cuyas listas oscuras trasversales Jaguar, Tigre de su cubierta, que imitan las sombras de las cañas de Indias, lo oculta mui bien en los cañaverales, donde siempre vive. Pero el caso más admirable en esta clase de organismos mi- méticos es el Lenguado, pez que imita con toda propiedad la Lenguado arena del fondo del mar con su color jeneral i manchas finas de diferente colorido. Lo mismo que los mamíferos, aves ¡ peces que no cambian de sitio, algunas veces las orugas de las mariposas ofrecen un perfeccionamiento en su colorido protector, presentando en su cubierta estrías o manchas que imitan las sombras de las ramas 1 hojas... Conviene saber despues que esta seleccion de los colores simpáticos no sólo se refiere a las formas adultas, sino tambien a las larvas i huevos, como se ve, por ejemplo, en no pocas o Aves e Insectos. En aquellas encontramos de ordinario huevos verdes, casi nunca blancos cuando están descubiertos, como son los de las aves acuáticas de las rejiones frias 1 los de la es- pecies que los ocultan en nidos colocados en partes inaccesi- bles. En cambio, en las aves que los ponen en el suelo ofrecen colores simpáticos (huevos de color chocolate de la Perdiz chi- lena). -J Insectos Hoja ambu- lante Mariposa-hoja Palote 98 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 2.—Mas importante que la analojía que presenta el color de muchas especies con el del punto de su residencia, es el mime- tismo que se refiere a la semejanza de los animales con la for- ma de algunos de los objetos que les rodean». Ejemplos de esta clase de mimetismo se encuentran entre los «Artrópodos», sobre todo en los Insectos, algunos de los cua- les pueden adaptar mui bien la forma de su cuerpo al aspecto de todos los órganos de los vejetales en que suelen vivir, a es- cepcion de la raiz i el fruto. Así, en el órden de los Ortópteros encontramos la Hoja am bulante de la India («Phyllium siccifolium»), especie que se designa con estos nombres porque parece un facsímil de «hoja seca», mostrando su nervadura i aun las manchas que provie- nen de la destruccion de la lámina por un hongo i puntos idén- ticos a las perforaciones preducidas por los gusanos e insectos, lo que es mui comun en las plantas. Las hojas tambien pueden ser copiadas en su figura i color por ciertos Lepidópteros, como la Mariposa-hoja o Calima («Ka- llima inachis»), del Asia Occidental, que en su posición de repo- — so, presenta toda la apariencia de un filoma muerto (Fig. 8), porque la cara inferior de sus alas, estremadamente desarrolla- das con relacion al cuerpo, imitan con asombrosa fidelidad a las hojas secas de ciertos árboles; la cara superior de las alas de dicha mariposa es hermosamente coloreada, pero ésta escapa a sus perseguidores volando con gran velocidad. Otro tanto se ve en una mariposa de Bolivia («Coenophlebia archidona»), que finje todos los detalles de las hojas secas, entre las cuales vive, mostrando hasta el pecíolo, formado por las estremidades de las dos alas anteriores. En estremo interesante es, tambien, bajo este punto de vista, la especie del primer órden nombrado, llamada Palote o Ca- ballo del diablo (Bacteria spatulata), mui comun en el norte de la República. Es tan parecido a una «rama seca, que se hace mui difícil descubrirlo cuando se halla adherido a las partes viejas i desnudas de las plantas leñosas; contribuye a ocultarlo la circunstancia de que el insecto se mueve mui poco. Sus lar- vas presentan el mismo fenómeno i son verdes; i tanto éstas como el imago representan un bocado mui apetecido por las - aves insectívoras, a causa de su considerable tamaño. : Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 99 Hai, asimismo, algunos Coleópteros, Cribtopentámeros de la familia de los «Curculiónidos» que viven sobre la «corteza: de los árboles i procuran imitarla, para confundirse con ella, mostrando sus prominencias i aun los líquenes i musgos que crecen en la superficie de la misma. Sirva de ejemplo i prueba la especie madagascariense denominada Lithinus nigrocrista- A tus, que se“parece a una varilla cubierta de líquen. No faltan tampoco espécies hexápodas con toda la semejan- za de las espinas i púas de las plantas, como ciertos Rincodos, por ejemplo, que se confunden con estos “Órganos apendiculares de la 7osa (Fig. 21). Hai tambien muchas orugas que tienen - apéndices en forma de aguijon. Finalmente, existe en la India una espe- cie de Langosta carnívora, descrita por _WaLLaceE con el nombre de Hymenopus bicormis, que sabe tomar un raro parecido con la flor roja de una Orquidácea (Fig. "confunde con las 220 púas de la rosa. Otros casos curiosos de semejanza protectora encontramos Hymenopus bicornis Fig. 21.—Rincodo que en ciertos Insectos i Arácnidos, que imitan perfectamente el color i el aspecto de los «escrementos de ave» depuestos sobre la hoja de los árboles. Son hábiles imitadores de deyecciones de pájaros una polilla de Europa o Ninfa de los bosques (Euthi- ¿oeques 1 Ara- zanotia grata) i la Araña de Forbes (Ornithoscatoides decipiens) ** 4 Forbes de la Isla de Java (Fig. 23). Por último, algunos peces ofrecen tambien un mimetismo de forma imitando exactamente a las algas en medio de las cuales viven, lo que les permite hacerse invisibles i escapar así de sus enemigos. Sea un ejemplo el Peje-tiras (Phyllop- teryx eques), de las costas de Australia, con el cuerpo en forma de un trapo despedazado, gracias a los muchos apéndices cu- táneos de que está provisto (Fig. 24). -3.—Mimetismo verdadero.—Pero los casos mas curiosos e interesantes de mimetismo son aquellos en que un animal 1n0- fenstvo se parece a otro que se halla mejor defendido por ser da- ñino o repulsivo. a) En los Artrópodos nos ofrece la Sierra (Callisphyris ves- Sierra i Avispa Avispa pa) un ejemplo notable de imitacion entre insectos de diferentes órdenes. Esta especie chilena es un Coleóptero que ha copiado con admirable propiedad a la Avispa, tomando el aspecto este- Fig. 22.—Insectos que imitan flores: Arriba la £ del Deroplatus sarwaca, abajo ia la izquierda, Hymenopus bicornis; abajo ia la derecha, De- roplatus truncata. rior i hasta el modo de volar de este Himenóptero que está defendido por un aguijon abdominal; en efecto, sus élitros-son rudimentarios, de manera que aparecen afuera las alas poste- riores membranosas, i éstas están estendidas 1 no plegadas como en las otras especies del órden. : .f Bernardino Quijada B.-——CcATÁLOGO ILUSTRADO 101 Fig. 23.—Arama de Forbes (Ornithoscatoides decipiens). Conviene notar en seguida que tambien hai Dípteros 1, lo que es mas curioso, Lepidópteros, que toman el color i la forma de los Himenópteros venenosos o Aculeados. Esto sucede, por Fig. 24.—Peje-tiras (Phyllopteryx eques). ejemplo, con el Braquícero chileno conocido con el nombre de Tábano (Pangonia rufo-aurea), el cual se asemeja mucho rábano a nuestro Moscardon; i con la Mariposa, igualmente orijinaria 102 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Mariposa- aueja de Chile, llamada Mariposa-A beja o de capullo (Thanotopsyche chilensis), que presenta un pasmoso parecido con la «Abeja» en el matiz i en la configuracion de sus alas, sin escamadura. b) Otros animales que frecuentemente se ven remedados, son aquellos que se hallan protejidos contra los ataques de las aves 1 otros animales insectívoros por una secreción amarillenta de un olor fétido i nauseabundo. El ejemplo mas estraordinario de esta clase nos lo da el órden de los Lepidópteros, con la fami- land enlOs Helcónidos. Estas mariposas de Sud América tro- pical, con colores mui vivos i que vuelan lenta i pesadamente sin ser molestadas por ser de gusto repugnante, son copiadas en pintura, con admirable exactitud, por otras mariposas de la familia cosmopolita de los Piéridos, mui conocidos en todo el mundo por sus características alas. de color blanco, bordadas de negro. Es curioso que no siempre los dos sexos toman parte en el progreso del mimetismo i entónces llega a producirse un «di- morfismo sexual» bien acentuado, como se ve por ejemplo, en e la mariposa llamada Papilio merops. En estos casos, sólo la hembra aparece defendida por el mimetismo, hecho que se es- plica si se toma en consideracion la mayor importancia del sexo femenino en la conservacion de la especie, pues como está a cargo de la cria, debe evitar a toda costa los enemigos. Otro hecho singular, en apariencia enigmático, es que las especies de mariposas igualmente protejidas por la secreción repugnante se imitan entre sí; como, por ejemplo, diversos 1Zeli- cónidos. El biólogo aleman MULLER lo esplica de la manera mas sencilla, con sólo fijarse que las aves insectívoras no saben de antemano cuáles son las especies de buen o mal gusto; de modo que si las mariposas hediondas ofrecieran aspectos mui diferentes entre sí, sus perseguidores tendrian que probar a cada una de ellas para conocerlas i habria así un número mui grande de víctimas. Es claro que esto no sucede a los individuos que se imitan unos a otros, porque entónces basta al pájaro insectí- voro una sola prueba para: constatar su sabor desagradable, arrojándolos léjos de sí i no volviendo a atacar a ninguno que se les parezca. 5 Anillo de mi -— Tal es el raro fenómeno del anillo de mimetismo, en virtud metismo y Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 103 del cual se ve que en las rejiones de un continente las espe ¡es protejidas contra las aves insectívoras por el gusto repugnante de su cuerpo adiposo, se imitan recíprocamente para repar- tirse el número de víctimas (Helicónidos, Danaidos i Acraidos). Si pasamos a considerar los Vertebrados, encontramos tam- bien curiosos ejemplos de mimetismo verdadero en diferentes Reptiles, Aves 1 Mamíferos entre sí. Así, las Serpientes venenosas sudamericanas del jénero Elaps, con anillos en que alternan caprichosamente los colores negro, amarillo i¡ carmin, son copiadas en sus estravagantes matices, por culebras del jénero Erythrolampus, de cualidades inofensivas, consiguiendo así intimidar a sus perseguidores. Del mismo modo, se conoce una especie de Mirlo australia- ño, que en vez de tener color amarillo típico de sus parientes ofrece el plumaje negro de una ave belicosa. $ Finalmente, el naturalista WVALLACE observé en la Isla de Java una especie de Marta, mamífero del órden de los carní- voros que imita el color, la forma i especialmente la actitud de la Ardilla, roedor de réjimen frujívoro, para engañar a su des- cuidada víctima. Material coleccionado (Estante N.* 10 i Cajas 6 1 7) a .". 1. Vertebrados blancos de las rejiones circumpolares: a Oso polar (Ursus maritimus). (Gran salon central). “ b Lechuza polar (Strix nyctea). Y J. N." 2. Vertebrados verdes de los bosques tropicales: a Choroi (Henicognathus leptorhynchus). b Iguana (Iguana tuberculata). En alcohol. Perú. c Rana verde (Hyla arborea). En alcohol. Paris. d Rana verde de Chile (Hyla antarctica). En alcohol: Valdivia. N.* 3. Animales trasparentes o azulados como el agua del mar. a (Beroe ovata). En alcohol. Mediterráneo. N.” 4 Garza amarilla chica (Ardetta involucris). Chile. N.* 5. Jaguar. (Felis onca). América Meridional. (Gran salon central). N.? 6. Tigre real (Felis tigris) Siberia. (Gran salon central). N.? 7: Lenguado (Paralichtys King). Chile. Vertebrados con mimetismo verdadero Reptiles Aves Mamiferos 104 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL - A A a a MA ” A N.* 8. Perdiz chilena (Votoprocta perdicaria). a.—d Huevos de color chocolate. N.* 9. Trece ejemplos de mariposas estranjeras con colores simpáticos que imitan cáscaras con líquenes o musgos. Ophideras salaminia. Assam. 1902. Opthalmodes pulsaria. Assam. 1902. c Ephos pardicelata. Assam. 1902. d Maxates coelataria. Assam. 1902. e Opthalmodes herbideria. Assam. 1902. 3 f Thysanta agrippina. Rio Janeiro. — A : Amblychia angeronarta. Assam 1902 h Medasina creataria. Assam 1902. 1 Calpe ophideroides. 1902. 3 Ephos hymenaria. Assam. 1902. Rk Opthalmodes infusarta. Assam. 1902. 1 Herochroma muscicolorarta. Assam. 1902. ll Herochroma viridaria. Assam. 1902. N.* 10. Cinco ortópteros que ¿imitan hojas verdes i ramitas i un coleóptero que imita un líquen: a Acridium sp. América tropical. b Chaeradolis laticollis. Cayena. cd Bacteria spatulata. Chile. e Bacteria spee. Chile central. f Steirodon citrifolium. Cayena. g Lithinus nigrocristatus. Madagascar. . N.* 11. Cuatro mariposas que ¿mitan hojas verdes O secas. a b Hebomoia glaucippe. Asamm. 1902. cd Doleschallia polibeta. Assam. 1902. f e Kallima inachis. Assam. 1902. ; Ñ h j Kallimá wardz. 1902. N.* 12. Siete ejemplos de mariposas imitadas por otras espe- cies, segun Fed. Muller. a=c Euploca binota, imitada por Elymnia leucocyma Y 1 Dyctis patna. Assam. d e Euploca linnei $, imitada por Elymnia lencocyma Y. HN E f £ Papilio bhilenor, imitada por Limenitis ursula. Cali- fornia. Z h 1 Danais plexippus, imitada por Limenttis disippus. California. Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 105 jk. Huma lantris, imitada por Papilio ascolias. Bogotá. 1 1. Melinaea messatis, imitada por /Teliconius 1smentus. Bogotá. mn. Lycorea atergatis, imitada por Euides dynastes. Bogotá. N.* 13. Tres ejemplos de mariposas con mimetismo verdadero, segun Fed. Mulle-. a—h. Danais melanoides, imitada por las 7 especies diferen- tes que siguen: Papilio epycides, Papilio macareus, Orinoma damaris, Hestina nama, Metaporia agathou, Cyclosia papilionaria 1 Nepheronia goea. Asia: 1 j. Danais linneaci, imitada por Papilio dissimilis. Bom- bay. k 1. Danais septentrionalis, imitada por Papilio megarus. Assam. 1902. N > 14. Tres ejemplos de mariposas con mimetismo verdadero, en los cuales sólo la hembra imita. a=c. Danais genutia, imitada por Elymmias undalaris. Assam. 1902. df. Danais chrysippus, imitada por HHypolimnas misippus. Assam. 1902. g=1. Euploea core, imitada por /Iypolimnas bolina. Assam. 1902. c) Colores anunciativos i actitudes sorprendentes i aterradoras Vivo contraste con los casos de semejanza protectora en los animales, forman otras adaptaciones en que las especies dotadas de medios de defensa eficaz, —ya sea por sus armas, su olor fétido o su gusto repuenante,—muestran los llamados colores anunciativos, que léjos de ocultar al organismo, sirven para que éste logre ser visto a gran distancia. Curioso ejemplo de esta especie de intimidacion que hace que el animal sea evitado por sus enemigos, ofrece el Chingue chileno (Mephitis chilensis), carnívoro nocturno de olor pene- trante, por el líquido que secretan dos glándulas situadas cerca del ano, i con pelaje caracterizado por dos fajas lonjitudinales blancas en el dorso, visibles en la noche desde léjos. Es tambien el caso de las mariposas Helicónidas, de colores Colores anunciativos Chingue chi- leno Mariposas Helicónidas 106 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL mui vivos i caprichosos i que vuelan tranquilamente sin ser atacadas a causa de su gusto repugnante. —Dignos de estudio son igualmente aquellos animales inca- Actitudes sor- Z 7 > A R prendentes i paces de hacer el menor daño por sí mismo i que, sin embargo aterradoras se defienden de sus enemigos tomando actitudes sorpren- dentes i aterradoras. A este grupo de animales que ofrecen un aspecto terrorífico cuando se les hostiga, pertenece el reptil australiano llamado Lagarto de gola o Saurio con clámide (Chlamydosaurus king) Fig. 24.—Lagarto de gola (Chamydosaurus Kingi): postura amenazante. por la gruesa membrana en forma de ancho collar que rodea su cuello, como esa especie de capa corta que usaban los ro- Lagarto degola manos. Cuando se ve agredido el «Lagarto de gola» encoje su cuerpo como un gato furioso, despliega su collar i, «empinán- dose sobre las estremidades posteriores, abre desmesurada- mente la boca i deja ver dos filas de larguísimos i afilados dien- tes, que jamas muerden a nadie; i si con tales amenazas nó consigue ahuyentar a su enemigo, lucha a la desesperada, arro- jándose sobre él i descargando vigorosos golpes con su esca- mosa cola», única arma de defensa que posee i de la que se sirve a modo de látigo (Fig. 24). Diablo del monte (us), Otra especie inofensiva de lagarto australiano, con el cuerpo cubierto completamente de tubérculos espinosos 1 la Cosa parecida ocurre con el Diablo del monte (Moloch horri-.. - a Bernardino Quijada B.—CATÁLOGO ILUSTRADO 107 cabeza armada de afilados cuernos, i que puede tomar la apa- riencia de un feroz i espantable animal dañino. Animales de aspecto fantástico 1 repulsivo se encuentran principalmente en la clase de los Insectos, sobre todo en las orugas de las mariposas tropicales. Ejemplo tenemos en la oru- Diablo cornudo ga del lepidóptero africano Citheronia regalis, que, aunque inofensiva, la actitud que toma ha hecho creer a los indíjenas del continente negro que es mas dañina que la Serpiente Cas- -cabel i le llaman el Diablo cornudo. Todos estos son casos de ficciones e imposturas instintivas 1 constituyen una adaptacion adquirida en la lucha por la vida. Material coleccionado (Estante N.* 5 1 Caja 8). -N.? 1. Chingue chileno (Mephitis chilensis). -N.2 2. Basilisco (Phrynosoma cornutum). En alcohol. Estados Unidos. S N.* 3. Ocho ejemplos de mariposas con colores anunciat vos (Warning colours). a. Hypercompa plagiata. Assam. 1902. b. Arctoa. caja L. Alemania. c. Danais sp. Brasil. -d. Zygaena peucedan?. Alemania. e. Syntomis Pphegea L. Alemania. f. Papilio paris. Assam. 1902. g. Papilio podalirius L. Alemania. h. Papilio machaon L. Alemania. d) Simbiósis Fenómenos de adaptación mutua son los que se comprenden bajo el nombre de simbiósis o asociacion, en beneficio recíproco, de dos séres distintos. - Ejemplo de «simbiósis» entre animales chilenos, tenemos en una especie de Java que vive en Coquimbo, la «Hepatus chilensis», i la Anémone de mar llamada Antholoba reticulata, simbiósis Soi que se fija sobre el dorso de aquella para ser trasportada a lu- TE gares en que encuentra alimento. En cambio, la Jaiva halla alguna ventaja en la presencia de la Anémone, quien la defien- de con sus cápsulas urticantes contra el ataque de otros anima- Simbiósis entre plantas Simbiósis en- incluidos en el cuerpo animal por haber reducido estraordina- a] tre animales i plantas 108 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL les carnívoros. Otro ejemplo de verdadera simbiósis o comple- ta igualdad de derecho de esta clase, es el Paguro con la 4Adam- sia (Fig. 25). Aquel ermitaño habita, como todos los paguros, ene en un caracol, de cuya abertura sale sólo con sus patas i pinzas. Encima del caracol se fija la actinia (Adamsia) que rodea con su cuerpo la boca de éste. Un caso notable de . «simbiósis vejetal» nos ofrecen los «Líquenes»,: séres compuestos . de una alga verde inferior, > encargada de descom- poner el anhidrido car- bónico atmosférico, con un hongo ascomicete o basidiomicete, que con una párte de sus hifas % absorbe el agua ¡las sales minerales i con la otra parte de su mice- lio rodea a los gonidios; : proténjelos así contra Fíg. 25.—Simbiósis de Pagurus striatus con Adamsta rondellettz (Mediterráneo). lessequedad! del media > en que viven i donde: su vida como especie autónoma seria pasajera. Como relaciones simbióticas «entre animales i vejetales», cl- taremos las de algunos Celenterados 1 Protozoos, como la «Hy- va dra viridis», la «Euglena viridis» i el «Stentor polymorphus», que viven en simbiósis con algas verdes de los jéneros «Zooxan= 1 thella» i « porque dependen por completo de la volicion, cesando enteramente desde que se interrumpen las funciones cerebrales. : Probablemente estas acciones provienen de las instintivas, pues los movimientos voluntarios ofrecen gran semejanza con los que dependen del instinto verdadero. Ademas, debemos observar que habla en favor de esta hipótesis el hecho de que muchas veces los actos voluntarios se trasforman en involunta- “rios; no hai límite fijo entre ellos, de modo que en estos casos es difícil determinar la naturaleza de un acto. Ejemplo tenemos en el pianista que ejecuta una pieza mién- tras habla con una persona; en los movimientos que hacemos Avispa-albanil Acciones cons- cientes al escribir, al dar cuerda al reloj, etc.: son movimientos que ejecutamos sin que la voluntad intervenga para coordinarlos o para producirlos, i en ocasiones hasta sin que tengamos con- ciencia de lo que hacemos; sólo que la disposicion particular de que el fenómeno depende ha sido adquirida por largos es- fuerzos de atencion i voluntad. Loro de las montañas Guarda-vacas 112 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL a o 2. Variabilidad i desarrollo gradual de los instintos. —Los «instintos verdaderos de los animales son el resultado de la seleccion natural»; pues no falta en ellos la variabilidad que hace posible su modificacion por el arte de la cría artifi- cial, i en la naturaleza se encuentran los grados mas diversos en el desarrollo de cada facultad instintiva. El loro de las montañas de los colonos o Kea (Westor no- tabilis) de los indíjenas de Nueva Zelandia, nos ofrece un no- table caso de la variación en el instinto para alimentarse. En aquel pais se crian estos loros en los «Alpes del Sur» ¡i hace mas o menos un siglo se mantenian sólo de los parásitos que se albergan en el pelaje de los mamíferos indíjenas. Mas tarde, cuando los europeos introdujeron animales domésticos, princi- palmente carneros, los Keas comenzaron a frecuentarlos para buscar sus ectoparásitos, li poco a poco, no satisfechos con esta clase de alimento, se acostumbraron a picarlos en el lomo, has- ta que hoi se mantienen esclusivamente con la carne de aque- llos rumiantes, que asaltan reunidos en gran número, devorán- dolos vivos. El desarrollo gradual de los instintos, mediante la seleccion natural, se puede ver mui bien en algunas aves. Por ejemplo, hai en Norte América un pajarillo de la familia de los Ictéridos, el Cow-bird de los yanquis o guarda-vacas (1) (Molothrus pecoris), que, como el Cuclillo de Europa, no cons- truye nido 1 está dotado del singular instinto de poner sus hue- vos de a uno en los nidos de otras aves insectívoras, para que éstas los incuben 1 prodiguen despues sus cuidados a los hijue- los junto con los suyos; 1, hecho estraordinario, sus huevos pre- sentan casi el mismo color i las mismas pintas que los de las especies que se encargan de empollarlos (Fig. 27). a Ahora bien, este pajarillo ictérido” tiene en Sud América es- pecies afines, del mismo jénero «Molothrus», en las cuales se (1) Se llama así por la costumbre que tiene de acompañar a las vacas, escoltándolas todo el tiempo, de manera que a medida que el rumiante avanza pastando, el «Cow-bird» avanza tambien. A yeces el Guarda-vacas se posa sobre el lomo de estos animales para comer los parásitos que allí se fijan. X * Bernardino Quijada B.—cATÁLOGO ILUSTRADO 113 encuentra el mismo instinto, pero en menor grado, Así el tor- do arjentino (Molothrus bonariensis), que es una de las es- pecies parientes, —no rara en Chile durante el verano, —cons- truye a veces un nido, pero grosero, inapropiado a las-circuns- tancias en las cuales han de vivir sus hijuelos i en sitios mui Fig. 27.—Guarda-vacas o Cow-bird de los yanquis accesibles a sus mumerosos enemigos. En otras ocasiones, di- cho Tordo prefiere que una madre estrana le incube sus huevos; pero en lugar de poner sólo uno de éstos en cada nido ajeno, como lo hace el «Guarda-vacas», imprudentemente deposita “muchos de ellos (15 a 20) en los nidos de las «Tencas» o «Diu- cas», con lo que espanta a la nodriza o ésta no es capaz de ali- mentar a toda la pollada. : Otra especie, en fin, el tordo de la ciénaga (Molothrus badius), tambien de la Arjentina, Paraguai 1 Bolivia, disputa “la posesion de nidos ajenos, que ocupa despues de sacar los huevos i los pajaritos que contienen, para dedicarse él mismo a la incubacion i cria de sus hijuelos. 3. Los instintos como factor coadyuvante del mime- tismo.—Hai casos de mimetismo que tienen su oríjen en el instinto de los animales i consisten en que éstos saben disfra- zarse. Así, hai en Chiloé i en Juan Fernández una especie de jaiva-araña (Eurypodius sp.) de forma triangular, que vive entre algas verdes ¡ se ocultan, permitiendo que éstas crezcan en toda la superficie de su cuerpo i aun las cortan cuidadosa- mente con sus pinzas para colocarlas en seguida sobre su ve- lludo cefalotórax ¡ estremidades. (8) Tordo arjen- tino Tordo dela ciénaga Jaiva-araña Animales en- mascarados Principios on- tojenéticos Familia ijé- nero 114 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Estos animales marinos tan notables se llaman ENMASCARA-- DOS, 1 su curiosa costumbre puede considerarse como un mi- metismo verdadero que los favorece en la lucha por la vida; pues apénas son vistos por sus enemigos, por lo que pueden conservarse 1 reproducirse con.mas facilidad que sus seme- jantes sin máscara. Es curioso observar que en otros casos de mimetismo de color i forma, por ejemplo en la Mariposa-hoja o Calima i en la Mariposa boliviana Coenosphlebia archidona, estos lepidóp- teros van a posarse sólo en las plantas con hojas semejantes a sus alas; lo que prueba que los animales saben utilizar sus adaptaciones protectoras, guiados por sus instintos de conser- yacion de la especie. ES, Material coleccionado (Estante N.” 10) Avispa albañil (Odynerus humeralis). Loro de las montañas (Vestor sp). Nueva Zelandia. Cuclillo de Europa (Cuculus canorus). Guarda-vacas o Cow-birds (Molothrus pecoris). Tordo arjentino (Molothrus bonariensis). Tordo de la ciénaga (Molothrus badius). LZLZLAZAZ ZQO NH aQNa Jaiva enmascarada (Eurypodius sp.) En alcohol. Juan Fernández. E ; Xx PARALELISMO ENTRE LA ONTOJENIA I LA FILOJENIA (HAECKEL) El estudio del desarrollo individual de los animales, o sea la ontojenia de ellos, nos enseña los dos siguientes principios fun- damentales: E 1.2 Cuanto mas cercana es la afinidad sistemática de dos es- pecies, durante tanto mas tiempo se parecen entre sí en su desa- rrollo. Segun este principio, si se compara el desarrollo fetal de un Perro, por ejemplo, con el de un Zorro, que pertenecen a la mis- ma familia i jénero del órden de los Carnívoros, se nota que es posible distinguir entre sí los embriones de dichos animales so- : 4) Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 115 lamente poco ántes de su nacimiento. Í cuando se parangona la evolucion completa del feto de uno de estos Carnívoros con el de otro Mamífero cualquiera, el Mono, por ejemplo, se ve que las diferencias se acentúan mucho mas temprano, por referirnos en este caso a especies pertenecientes a órdenes distintos. Avanzando en seguida un grado mas adelante, esto es, Co- tejando el desarrollo embrionario del mismo Perro con el de una Gallina, o una Trucha que, como es-sabido, representan otras clases de Vertebrados (Aves ¡ Peces), se observa que las seme- janzas sólo se notan en los primeros estados del desenvolvi- miento. Finalmente, si la comparacion que acabamos de' diseñar to- mando por base el Perro, la estableciéramos entre el feto de esta especie del Tipo de los Vertebrados i el de una forma per- teneciente a otro Tipo animal, por ejemplo, los Vermes o los Moluscos, hallaríamos que las semejanzas son casi nulas, pues se percibe tan sólo ciertas lijeras analojías en el primer período evolutivo de la vida. 2." Los estados del desarrollo «por los cuales pasa sucesiva- mente un ser, se parecen grandemente a los estados perfectos o definitivos de otros séres que en la série de los animales o plantas ocupan lugares inferiores. Para servirnos del ejemplo precitado, diremos que si se per- siguen las fases del desarrollo individual del Perro, se ve a su cuerpo afectar gradualmente la estructura i disposicion propias de los Protozoos, Celenterados, Vermes, Proto-vertebrádos, 1 de los Peces, Anfibios, Reptiles 1 Mamíferos, por mas que seme- jante estudio ontojenético aplicado a un animal de desarrollo directo, sea sumamente difícil por sustraerse a la observacion directa. Por esto, para la mas fácil comprension de los resultados de la embriolojía, es mejor tomar en cuenta los Anfibios Anuros, (Ranas), que por su metamorfósis i por la facilidad de exami- narlos, se les elije con el mismo fin por diversos autores. Como se sabe, estos animales empiezan su metamorfósis por un estado que coincide con el tipo de los Peces en forma, estructura orgá- nica i modo de locomocion, 1 que como renacuajo presentan una cola, como los Urodelos, i pasan en seguida por una fas en que Ordenes Clases Tipos Principios on- tojenéticos Aplicaciones «de la lei bioje- nética 116 BOLETIN DEL MUSEO DAFIQNAr 7 muestran branquias esternas, como los Perenibranquios (Proteus Siren), para recorrer despues un estado en que se pierden estos Órganos respiratorios esteriores, pareciéndose entónces a los Salamandrinos (Salamandra ¡1 Triton). Todos estos hechos relativos a la «semejanza existente entre los embriones» de los diversos séres, semejanza que es mucho mayor que la que los organismos tienen entre sí, se esplican sólo admitiendo que el «embrion representa la forma del ante- pasado comun'a varios grupos de animales»: las variaciones que producen su diferenciación aparecen en un momento rela-=. tivamente tardío de la vida embrionaria, ise heredan de manera que reaparecen próximamente en la misma edad. La lei biojenética i sus aplicaciones.—Valiéndose de es- tos dos grandes principios, rigurosamente establecidos des- pues de muchas i mui asiduas investigaciones, —los naturalistas MuLLERi HAECKEL han formulado la mas capital de las leyes jenerales de la evolucion: la «lei biojenética» o «principio funda- imental del desarrollo»—segun el cual todo ser en su desarrollo individual, recorre la misma serie de estados transitorios por los cuales ha pasado la especie; es decir, que tal evolucion des- cribe rápidamente ¡ a grandes rasgos todas las formas que han tenido los antepasados del individuo, a partir desde las mas recónditas edades. Por esto ha podido decirse que la Ontojenia es una reproduccion abreviada de la Filojenia. La lei biojenética es una de las concepciones mas vastas, pues, saltando los límites en que fué enjendrada, encuentra en las demas ciencias aplicaciones variadísimas, i en ciertas ramas de nuestros conocimientos su triunfo es completo. El valor para la zoolojía consiste en que, con su ayuda se encuentra la jenealojía de todo el reino animal i mediante ella se puede averiguar fácilmente la afinidad sistemática de un ser cuya clasificacion ofrece dificultades. Entre los animales que han podido clasificarse por el estudio de su ontojenia, están los crustáceos Cirrópodos o Cirripedios (Picos de muestras costas) i los Copépodos parásitos sobre los peces (Chondracanthus 1 Lernoea). En todas estas especies, el animal cuando llega al estado adulto pierde hasta los caracté- res de verdadero Artrópodo, de modo que no se podría encon- Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 117 trar su posicion sistemática en el reino animal, si no se cono- cieran sus trasformaciones 1 estados anteriores. Tanto en los Cirrópodos como en los Copépodos, el embrion comienza por presentar la forma de Vauplius, que es la larva característica de los Crustáceos; 1 en los parásitos del último órden nombrado, la hembra llega a la forma primitiva de Cyclops, se fija sobre los peces 1 comienza la serie de cambios regresivos que los trasforma en un ser casi imposible. de clasificar como Crustáceo (Fig. 17). La lez biojenética se aplica mas bien a los órganos que al reino animal entero. a) Un ejemplo demostrativo encontramos en el aparato sensitivo de los animales, cuyo estudio en la serie ani- mal, permite seguir paso a paso su perfeccionamiento. Se en- cuentran así dos tipos bien diferentes de sistema nervioso central: 1.* el tipo nervioso diseminado, en los animales inferiores, como los Celenterados, muchos Equinodermos i Gusanos sin cavidad ventral («Platielmintos»), en los cuales los elementos nerviosos se hallan esparcidos en los tejidos que forman parte de la piel; 1 2.* el tipo nervioso emancipado, en los animales superiores, como los Vertebrados, en los que los centros nerviosos, encéfalo 1 médula espinal, están situados profúndamente en el interior del cuerpo. Comparando este desarrollo con el ontojenético de un verte- brado cualquiera, nos encontramos que en el embrion el siste- Aplicacion de la lei biojené- tica a los órga- nos. Sistema ner- vioso ma nervioso se forma en el lado dorsal del cuerpo, en la línea media i a espensas del ectoderma que se invajina, teniendo, por consiguiente, un oríjen epitelial esterno. Al principio es una simple ranura dorsal.i lonjitudinal o gotera 1 despues un tubo medular, de cuya parte abultada nace el encéfalo i de la parte cilíndrica, la médula, i que poco a poco se va profundizando hasta que adquiere su independencia (Fig. 28). La anatomía comparada i la ontojenia dan, pues, los mismos grados de desa- rrollo del aparato sensitivo. Si continuamos examinando el sistema nervioso cerebro—espi- nal de los Vertebrados, se ve que los hemisferios cerebrales de un mamífero superior son sucesivamente semejantes a los de un pez, de un anfibio, de un reptil i de una ave. Por último, es interesante notar que los neurones son. tanto * mas complicados cuanto mas elevados son los animales de que 118 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL forman parte i reproducen en su desarrollo los caractéres de los elementos nerviosos de otros séres que en la escala zoolójica ocupan lugares inferiores. Así, en los primeros estados del pe- ríodo embrionario de un mamífero, el neuron es sencillo, sin prolongaciones, como en los gusanos i otros animales inferiores. TO (Es D Fig. 28.—Formacion del sistema nervioso de los Vertebrados a espensas del ectoderma: A. Embrion visto por el dorso; B. Corte trasversal del embrion (se ve la formacion de la gotera medular); C. Tubo medu- lar recien formado; D. Tubo medular en corte lonjitudinal, Esqueleto de 0) Otro buen ejemplo muestra el desarrollo del esqueleto de pS Vertebrados, formado por piezas óseas llamadas «vértebras», cuyo conjunto constituye la «columna vertebral». En su forma mas primitiva el esqueleto está representado por la «cuerda dorsal» o «notocorda», que sirve de apoyo a la médula espinal i corresponde en cierto modo a la columna vertebral, SS ciendo con la formacion de. las vértebras. Esta clase de esqueleto primordial, que se ve en los Proto- vertebrados o Cordados, es propio tambien de los peces Ci- clóstomos (lamprea) i Ganoídeos (esturiones) 1 de los Anfibios; pero en estos animales aparece en parte estrangulada i aun in- terrumpida por la columna vertebral. A partir de los Peces Bernardino Quijada B.——CcATÁLOGO ILUSTRADO 119 Selacios (Tiburones), se ve-que en la pared interna de la capa _esqueletójena, de tejido conjuntivo fibroso, que envuelve la cuerda dorsal, se orijinan las vértebras, que son «cartilajinosas” al principio i que se osifican mas tarde. Estas vértebras son pri- mitivamente una especie de anillos alrededor de la cuerda dor- sal, que engruesan gradualmente, concluyendo por hacer desa- parecer la notocorda en las Aves i Mamíferos. La cuerda dorsal, primer esbozo del sistema óseo, aparece tambien, durante el estado embrionario, en todos los Verte- 'brados, 1 de ella se desarrolla el esqueleto de organizacion ele- vada, pasando por los estados antedichos: cuerda dorsal o notocorda, cuerda dorsal mas columna vertebral o espinazo 1 columna vertebral sola, que primero es cartilajinosa 1 despues ósea. Esta sucesion ontojenética es, pues, tambien la sucesion filojenética del tipo. . c) Para no salir del esqueleto de los Vertebrados, recordemos que en los Peces la columna vertebral termina en una aleta caudal o cola, que puede ser dificerca, heterocerca i homocerca. En las especies mas antiguas i que nadan poco, por ejemplo los Ciclóstomos, la columna vertebral sigue hasta la estremidad la direccion del eje del cuerpo i se forma una aleta caudal simé- trica, constituida por un sólo lóbulo (Peces dificercos). En los otros peces, la aleta caudal aparece formada por dos lóbulos i entonces el estremo de la columna vertebral puede desviarse dorsalmente, resultando el lóbulo superior mas grande, como se ve en los Selacios i Ganoídeos (Peces heterocercos). En los Teleósteos, en fin, que son los peces comunes, la columna ver- tebral presenta tambien una curvatura hácia la parte dorsal; pero los rayos de la aleta caudal tienen una lonjitud tal que la cola aparece simétrica esteriormente, o dividida en dos ló- bulos iguales (Peces homocercos). Siguiendo ahora las fases del desarrollo individual de un pez - homocerco, categoría a que pertenece la mayoría de las espe- cies actuales, se constata que para llegar a,su forma definitiva, la cola afecta gradualmente la estructura i disposicion propias de los peces dificercos i heterocercos. d) Otro ejemplo tomado de los órganos de los Vertebrados: diferencian al Pez del Anfibio, del Reptil, del Ave ¡ del Mamífe- Aleta caudal de los peces 120 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Ty 5 z ] 9d A vo, su corazon compuesto de una aurícula i un ventrículo, i las S Corazon de los a 2 € - 4 pol vertebrados agallas o «hendiduras branquiales> de su cuello. El embrion a de todos los Vertebrados que no pertenecen a la clase de los peces, tiene estos mismos caractéres en los primeros estados de su desarrollo; pero despues el corazon se divide sucesiva- mente en tres i cuatro cavidades, desaparecen las hendiduras branquiales i se forman los pulmones. En todos estos casos existe, pues, el perfecto paralelismo entre la ontojenia 1 la filojenia. Material coleccionado (Estantes N.* 11 1 12) Nile Retrato i nota biográfica de ERNESTO HAECKEL. NETEZA Imitaciones en yeso, de estados ontojenéticos. N.%% 1 a 5. Modelos de segmentacion total regular de un huevo alecito: mórula, blástula i formacion de la — gástrula. N.”% 6 a 13. Modelos de segmentacion total irregular de un huevo heterolecito. N.% 14 a 19. Modelos de segmentacion parcial discoidal de un huevo telolecito. . N.% 20 a 22. Modelos de segmentacion parcial superficial de un huevo centrolectto. N.% 1 a-4. Modelos de Larva de Estrella de mar (Bipimaria) N:“5 5a 7. Modelos de Larva de Erizo de mar (Pluteus). N.9% 8 a 12. Modelos de Larva de Holoturioídeo (Auricularia).. N.% 1 a11. Modelos de los estados del desarrollo de un Equi- nodermo. a 25. Modelos del desarrollo de la Lanceta. a 21. Modelos del desarrollo del Salmon. a 5. Modelos del desarrollo del Torpedo. a 25. Modelos de todos los estados ontojenéticos del > Z o Y o pa pa ps Sapo del pasto. AR N.% 1 a23. Modelos de los estados del desarrollo del Gallo e i de los órganos jenitales masculinos i femeninos. N.“* 1a 5. Modelos de la historia del desarrollo individual del Cerdo, segun el Dr. FRANZ KEIBEL. . Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 121 N.* 6. Modelo de disco embrional de Cerdo con estrias primitivas 1 gotera medular. EA El mismo modelo de disco embrional, 80 veces aumentado. E NIS3éS: Embrion de Cerdo con diez vértebras primarias. XI SUCESION JEOLÓJICA DE LOS ANIMALES > (LYELL, DARWIN) Al seguir i comprobar el desarrollo sucesivo de la vida a tra- ves de los tiempos, por el exámen de los fósiles i su compa- racion con las especies vivientes, la paleontolojía se pro- pone establecer la «filojenia» de ellas. Este ideal, en gran parte realizado, da gran apoyo a la lei biojenética, por cuanto los La paleontolo- jía establece la filojenia de las hechos jeolójicos nos enseñan qué efectivamente se han suce- *sPecies. dido en la tierra los tipos animales en el órden requerido por el «principio fundamental del desarrollo». Así, los reptiles han an- tecedido a los mamíferos, los peces a los anfibios, etc. En el mismo órden vemos sucederse jeolójicamente a los an- tepasados de los peces Teleósteos a que hemos hecho alguna alusion: primero aparecen las especies de cola dificerca; si- Aleta caudal guen despues los heterocercos,—que constituye el carácter cons- tante de los peces primarios 1 lo es tambien de todos los ani- males de esta clase, pero sólo en el embrion, esceptuando los Ganoideos 1 Selacios, que aun conservan la representacion de sus primitivos parientes, —1, por último, los Peces homocercos, que se encuentran vivos en los mares actuales. I lo que se com- prueba naturalmente en las formas específicas de los Verte- brados, se repite en todas las demas especies de animales, pues se ve que primero aparecen formas sencillas i mas tarde mas i mas complicadas. : . Ademas, la paleontolojía ha reveladouna verdadera profu- “sion de fósiles transitorios, que reunen en sí los caractéres de dos o mas categorías de animales o vejetales, entre las cuales faltan formas intermedias recientes (Arqueopterix, Labirinto- donte, etc.) : de los peces Fósiles transi- torios Rocas ácueas Rocas igneas Rocas meta- mórficas Fósiles verda- deros i petre- factos. 122 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL. I. Fosilizacion.—Rocas La «fosilizacion» es la trasformacion de los animales en fó- siles, o sean los diversos restos o huellas de cuerpos organiza- dos, enterrados 1 conservados naturalmente en los «terrenos sedimentarios». 1.—Estos terrenos sedimentarios están formadós por las lla- madas rocas ácueas, «neptunianas, estratificadas o sedimen- tarias», que deben su oríjen a la accion destructora de las aguas marítimas 1 terrestres sobre masas preexistentes, cuyos elemen- tos o materiales de desgaste se depositaron en el fondo de los mares, de los lagos 1 de los rios, disponiéndose en capas o le- chos. En oposicion a éstas, las rocas í£meas, «plutónicas o no estratificadas» se caracterizan por la ausencia completa de es- tratificacion regular 1 deben su formacion a las grandes masas eruptivas sólidas, que parecen haber estado un tiempo fundidas por la accion del calor central del globo terráqueo. Entre las rocas ácueas o neptunianas figuran la arcilla, que unida con el agua forman una pasta flexible o barro, la arenis- ca (que forma los adoquines del empedrado), el conglomerado o pudinga, las rocas calizas (estalactitas 1 estalagmitas) 1 las for- madas por los restos de vejetales i animales (trípoli, arrecifes, creta). Al número de las rocas ígneas o plutónicas pertenecen el grupo de las antiguas o cristalinas (granitos i pórfidos) 1 las masas de materias minerales arrojadas por los volcanes, o sean las rocas llamadas modernas o volcánicas (traquita, basalto, lava). (Fig. 29). A las dos grandes categorías de rocas, neptunianas e ígneas, CáÁrLos LvYeLL ha agregado una tercera, la de las rocas me- tamórficas, que, debiendo su oríjen a la accion del agua, han sufrido despues la accion del calor central (mármol, pizarras). 2.—De losfósiles «propiamente dichos», que son partes duras del organismo (esqueletos, conchas), hai que distinguir los pe- / trefactoso partes mas blandas de los animales que se han con= servado por la incrustacion de una materia mineral, como la sílice, sustituyendo poco a poco, molécula por molécula, a toda la sustancia orgánica. Restos fósiles de distinta clase que los anteriores son los | *DAD] 107/050q “DIUNbDA :SVIINYITOA « SÓ 2 ES) | "OpYa9d 1 ONDAS :SVNVIVISIAO SVIOYH “T 8 el *SEPeIBI>+ 8.1389 OU O SEQUBI SEION “II o | *[DI0N]D 1 ]D18M]1P :SOLAVIAVANO « 5 O "0439044 1 0UIIO0VM “0UIIOS :SOLAVIONAL « ES "09901949 1 OMSDANÍ '0918D1U4] :SOLAVANNIAS pS (6 *ONAUMALIA 1 049 //U0QADI “UOIIISUDA] IP :SOLAVIIVA SONAYNA Y, *T *"SEPpe9yIJ8J389 O SBanNIB SEJOY “I VINDIA VI AA NOIJOVONIASA “Se901 3p sodn1g SOSI9AIP SO[ AP UOLDISOdISANS E] JGA eied 9.359.119) 8Z9)109 8] 9p 3J1ed un 9p Je9p! Y 194 —'67 SI] BAR] ODIJOIP OPYIO4 OJLUBAIL) eymberL y Oeste Sen 0 S OJIPILUL OPYAIDH SoWeuiId SA SOLJepungas * SOJABIDIO) *L SOI“) 1eno *L Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO Segun otra clasificacion, los fósiles se pueden agrupar en las moldes, ¿improntas o impresiones, que no contienen ninguna Impresiones capas superiores, el animal se ha apretado fuertemente, lo) Q h (5) = (3) 5 Un lS) yo] [93 h 2 — 3) el = +) (49 rS) [5] E L jo) — AS [39] E a] Y [45] 3] (o) 3 E D 2 E Mo] [y] + [>] D Nn r) h 3 5 x A A AR A a ER A de Mé Ta, > tres siguientes categorías: 124 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL E alas aldo 1.2 Fósiles embrionales, que representan los projenitores' E nales, proféti- de las especies que han seguido viviendo. -N O A Fósiles proféticos, que ofrecen los caractéres de las for- mas que han venido mas tarde; v. gr.: el Pterodactylus, reptil mesozóico con patajios como los «Quirópteros» de hoi. 3.2 Fósiles sintéticos o con*caractéres ambiguos, correspon- «dientes a dos categorías de séres. Ejemplo: el Dipterus, uno de los Peces paleozóicos que establecen el paso hácia los 4Am- fibios. . 2.—Las grandes edades paleontolójicas i la evolucion de la vida.—El estudio de los diversos fósiles demuestra de una manera incontestable que la forma i la estructura de los animales varían, pues las especies mas antiguas difieren de a las modernas, i entre ellas existen una multitud de formas transitorias. - Los fósiles mo pueden encontrarse mas que en las capas de rocas ácueas, puesto que el estado orijinario de las denominadas EN ígneas, que forman el terreno primitivo, es incompatible con las manifestaciones de la vida. .* Las edades de estos fósiles pueden ser referidas a cuatro gran- des eras paleontolójicas en que se divide la historia orgánica de la tierra: las edades primaria, secundaria, terciaria i cuartaria: a) La primera division que en jeolojía se hace de los tiempos Edad primor- Pasados, la Edad primordial, —comprendida entre la formacion e de la corteza terrestre i la condensacion del vapor de agua at- mosférico—no tiene interes alguno para la teoria de la evolu- cion, por no ofrecer restos orgánicos, ya sea porque no se hu- e biese mostrado todavía la vida por falta de agua, o porque se . destruyeran los organismos a causa de la elevada temperatura de entónces; ; ñ : b) La segunda gran division de la historia jeolójica (prime- II ea raorgánica) de nuestro planeta, la Edad primaria, paleozóica.o e paleolítica (de la antigua vida), «abarca el tiempo durante el cual se condensó el vapor de agua», i comprende «tres perío- dos», a saber: primero, el período de transision (1; segundo, el período carbonífero, i tercero, el período pérmico. po AN (1) Así llamado porque marca el tiempo trascurrido entre el depósito de los primeros terrenos ígneos i el de las capas de sedimentos no modificadas. Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 12 ¡97 Las capas mas antiguas e inferiores de los terrenos del pe- ríodo de transicion—que se divide en dos épocas: «silúrica» (1) i «devónica» (2)—encierran los fósiles mas antiguos e importan- tes, pero bajo la influencia de las grandes presiones de las ca- pas superiores i del intenso calor central, han sufrido cambios de textura i composicion i aparecen sumamente modificados, de modo que no es posible reconocer la estructura anatómica de los residuos orgánicos en ellas encerrados. En cambio, en las capas medias i superiores el número de fósiles conservados en forma clasificable es mui grande. Así, se _conocen muchas especies de Protozoos con concha (Forami- níferos .1 Radiolarios), numerosos Celenterados (Esponjiarios, _Coralarios Tetracoralarios), Vermes, Equinodermos (Crimoi- deos), Moluscos, Artrópodos branquiados o Crustáceos, en es- pecial Trilobites, fósiles esencialmente característicos de los tiempos primarios ¡ que desaparecen por completo en esta edad. Un representante actual de los Trilobites es el Limulus moluca- mus, de las islas Molucas (Salon de Evertebrados). “ Pero lo que mas sorprende, es la multitud de Peces paleo- zóicos, primer esbozo de los «Vertebrados». Estos peces prima- rios tenian un esqueleto cartilajinoso, el cuerpo acorazado o cubierto de placas óseas (Placodermos) i la cola «heterocerca» o asimétrica 1 «dificerca» ode un lóbulo. Entre ellos merece men- cion especial el Dipterus, con branquias 1 pulmones, acercán- dose por sus caractéres a los Anfibios. Podemos llamar a esta edad, «Edad de los Peces», por el predominante desarrollo de dicho grupo de animales. c) La tercera division de la historia jeolójica del globo te- rrestre, Edad secundaria, mesozóiwca o mesolítica (de la vida media), «abarca el espacio de tiempo entre la terminacion de la condensación del vapor de agua i la aparicion de los actua- les continentes». Comprende «tres períodos», que son: el pe- ríodo triásico, el período jurásico i el período cretáceo. (1) Se observa en un gran estension de Gales, en otro tiempo pais de los «siluros», lo cual ha hecho dar a esta época el nombre de «silúrica». (2) Se llama así por haber sido estudiado principalmente por los jeólo- gos ingleses en el condado de «Devon». Crustáceos Salon de Ever- tebrados Peces Edad secunda- ria Reptiles meso- 126 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Así como la edad primaria se caracteriza por el predominio de los Trilobites entre los Artrópodos i de los Peces entre los Vertebrados, la'secundaria o mesolítica se distingue por la su- > ES Fig. 30.—Repliles mesozóicos nadadores: I, Ictiosaurio; 11, Plesiosaurio ES perioridad que alcanzaron los Ammonites (1) entre los Molus- cos i los Reptiles sobre las otras clases de animales Vertebrados. Los Reptiles mesozó1cos mas notables son los Saurios, entre los cuales habia especies adaptadas a la vida acuática (Saurios nadadores), terrestre (Saurios andadores) o aérea (Saurios vo- ladores). > - Los Saurios nadadores, de 8 a 15 metros de largo i con las estremidades trasformadas en aletas, son el Ichthyosaurio, el Plesiosaurio, el Teleosaurio 1 el Mosasaurio (Fig. 30). Los Saurios andadores alcanzaban dimensiones jigantescas, (10 a 35 metros), 1 entre ellos figuran el Zguanodon, el Atlan- tosaurio, el Brontosaurio, el Triceratops, con tres prominen- cias en la cabeza, descubierto recientemente en América; 1 el Theriodonte, con dentadura parecida a la de los carnívoros ¡ ciertos caractéres de marsupiales (transicion entre Reptiles 1 Mamíferos). Los Saurios voladores, de pequeña talla, pues apénas.al- canzaban al tamaño de una gallina, i cuyas estremidades (1) Molusco Cefalópodo Tetrabranquio, con concha espiral como la del Nautilo viviente i dividida en cámaras por tabiques que, en lugar de ser lijeramente curvos como los del Nautilo, son sinuosos 1 dejan sobre la con- cha señales o «líneas de sutura plegados». HINA ss j Y A tas ii AN sá Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 127 anteriores estaban trasformadas en patajios, comprenden el Pterodáctilo i el Ranforinco (Fig. 31). Estos últimos llevaban la vida a las rejiones atmosféricas, al paso que los prime- ros nombrados reco- rrian la estension de los océanos. En el fondo de los mares vivian - nuevas jeneraciones de «Pro- tozoos, Celenterados, Equinodermos, Molus- cos (Ammonites i Be- lemnites) 1 Peces de cu- bierta escamosa, esque- Leto óseoicola homocerca. En cuanto a los Eg. 31.—Esqueleto de Plerodactilus otros Vertebrados, los Anfibios primarios, como el Labyrinthodonte, se continúan en la edad secundaria, aproximadamente, por sus caractéres, a los Reptiles. Las Aves secundarias constituian el grupo de los Odontor- nites o Aves con dientes i cola prolongada (Ichthyornis, Hespe- rornis i Archepteryx); 1 los Mamíferos aparecen en esta edad en estado de Marsupiales. Miéntras que éstos se enlazan a los Reptiles por el Terzodonte, las aves se acercan a los mismos Reptiles por los Odontornites. Vése, por lo espuesto, que hai motivos para llamar a la Era mesozóica, «Edad de los Reptiles». d) La «cuarta edad» de la historia jeolójica, es decir, la Edad terciaria, cenozóica o cenolítica (de la vida reciente, sienta «las bases de la distribucion actual de las tierras 1 de las aguas». Se prolonga hasta el período diluvial de la edad siguiente i se divide en «tres períodos», que difieren entre sí por el tanto por ciento de Moluscos comunes a los actuales que cada uno pre- senta. Llámase el mas antiguo, en que este tanto por ciento es mui escaso (39%), eocénico, o sea aurora de la vida reciente, el “otro, miocénico, esto es, término medio entre los otros dos (18%), Saurios vola- dores Edad terciaria 1 128 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL eS i el mas moderno, pliocénico, o de plenitud de formas contem- poráneas que alcanza de un 36 a 90 por ciento. La edad terciaria se caracteriza por algunos Protozoos ji- gantes, como los Foraminíferos Nummulites; i es notable so- Nummulites e Insectos bre todo por el predominante desarrollo de la clase de los In- sectos, que debia perpetuar hasta nosotros la mayor parte de sus. especies. Pero el carácter paleozoolójico mas notable de esta edad, está en la aparicion de gran número de Mamíferos placentados. Mamiferos pla- centados El gran imperio que a fines de los tiempos mesozóicos ¡en > los albores de la edad terciaria tenian los Mamíferos «Impla- centados», repartidos entónces en gran cantidad, lo perdieron mas tarde para ceder casi por completo su lugar a los Mamí- feros mas elevados o placentarios, conservándose aquellos hoi dia sólo en los continentes de Australia 1 América. Con los Mamíferos coexisten en esta edad las otras clases de Vertebrados parecidos a los actuales, sobre todo grandes i pe- queños pájaros, cuyos antepasados con dientes u Odontornites, que vivian ya desde el período jurásico de la edad anterior, de- saparecen en absoluto. La primera ave propiamente dicha es el Gastornis parisiensis, forma intermedia entre las Corredo- ras 1 las Palmípedas. pS Aunque en el período jurásico i aun en el triásico ya habian a aparecido los Mamíferos, sólo en la «Edad terciaria» alcanzaron la plenitud de su desarrollo, por lo cual estamos en el caso de dar a la misma el nombre de «Edad de los Mamíferos». e) El «quinto» 1 «último» especial miembro de la série jeo- lójica, la Edad cuartaria, («post-terciaria>), «empieza-en la terminacion del período pliocénico i se estiende hasta nuestros dias». Jeneralmente se divide esta edad en dos períodos distintos: 1. uno antiguo o diluvial, i que se subdivide en dos épocas, llamadas glacial la mas remota i post-glacial la mas moderna; i 2.” otro posterior, que se denomina período aluvial, reciente O humano. Durante la época glacial, que separa la edad cuartaria de la terciaria, el clima se enfrió hasta el punto de que las altas - latitudes, tanto del antiguo como del nuevo mundo, se cubrie- ron de hielo i nieves, que retrocedieron hasta los polos en la épo- A dl O ed A a iia pa Pale di Y Ñ -— Bernardino Quijada B.——CcATÁLOGO ILUSTRADO 129 ca diluvial moderna o post-glacial, disminuyendo el frio hasta llegar a la distribucion térmica actual. Respecto a la causa de esta época de frío, algunos sabios han imajinado una dislocacion de los polos 1 del centro de gravedad del globo; otros, la interposicion momentánea de una materia cósmica entre la tierra 1 el sol, 1 otros han invocado el movimiento de traslacion que arrastra a nuestro sistema planetario, 1 han supuesto el tránsito de la tierra por entre espacios celestes con- jelados; una cuarta teoría dice que durante el período glacial estaban en actividad muchos de los volcanes terrestres, formándose así mubes espesas de cenizas volcánicas que impidieron el paso de los rayos solares; pero la teoría que parece resuelve el pro- blema mejores la que atribuye la causa a la precesion de los equinoccios. 1.—Período diluvial.—Los terrenos cuaternarios de acarreo o «depósitos sedimentarios diluviales»—llamados así porque se consideran jeneralmente como un efecto del «diluvio uni- versal» contado por la Biblia,—contienen muchos restos de Mamíferos 1 Aves pertenecientes a especies estinguidas unas ¡ próximas a desaparecer otras. I. Fauna del antiguo continente.—Los animales de este continente pueden agruparse en dos categorías: los «estin- guidos» 1 los que persisten o que están en «vías de desaparecer». 1.—Especies estinguidas.—Entre los Mamíferos estingui- dos figuran: A —Proboscidios.—El Mamut o «Elefante de Siberia» (Ele- phas primigentus), mayor que el de Asia, con enormes incisivos, de 4 a 7 metros 1 algo encorvados en espiral; i con piel cubierta de largos i tiesos pelos, que le formaban una crin en toda la lonjitud del lomo. B. — Perisodáctilos. — El Rinoceronte de narices tabicadas (Rhinoceros tichorínus), que debe su nombre al hecho de tener sus marices divididas por un tabique óseo, destinado a dar mas solidez a esta rejion que soporta dos colmillos, de mas de un metro de largo. C.—Artiodáctilos rumiantes.—El Ciervo de grandes astas de Irlandia (Cervus megacerus), que alcanzaban a 4 metros de largo, de forma palmeada, para servirse de-ellas como de palas 9 Causas de la época glacial Periodo dilu- vial Fauna del an- tiguo conti- nente, 130 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL SS = para retirar la nieve i descubrir los vejetales de que se alimen- taba (Fig. 32). D.—Carnívoros. — El Oso de las cavernas (Ursus speleus),. Carnivoros que solo por su gran tamaño se distingue del actual; pues su esqueleto tiene mas de 3 metros de largo i 2 metros de alto. Fig. 32.—Cervus megacerus de Islandia La Hiena de las cavernas (Hyena spelea), compañero habi- tual del Oso 1 semejante a la especie de hoi, pero mas grande. : 2.—Especies actuales o en vías de desaparicion.—Si de tuals on vias las especies estinguidas por completo pasamos a considerar las formas actuales desaparecidas recientemente o que están en vías de desaparecer, tenemos que nombrar: A —Artiodáctilos rumiantes.—El Uro (Bos urus) i el Bi- sonte (Bos bison) de Europa, de los cuales el primero ya no existe i el segundo sólo está representado por unos cuantos indivi- duos, conservados en algunos parques de Lituania. El Ocapi (Okapia johnstoni), uno de los rumiantes colosa- les, que tiene mucha afinidad con la jirafa i que se creia desapa- recido en la época glacial, —describiéndosele como fósil de Gre- cia 1 Asia Menor con el nombre de Helladotherium gaudry,— 5 > + 5 > y 7 A Es , IN ) 59 A 5 o a A NE 4 is ES DN e _ que vivió en la isla Mauricio Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 131 hasta que fué encontrado vivo últimamente en los oríjenes del Congo: B.—Sirénidos.—La Vaca marina (Rhytina stelleri) del Kamt- chatka, Sirénido que, descubierto por Steller en 1768, desapa- reció por completo en 1795, es decir, en 27 años, perseguida por los cazadores de oficio. C-D.—Aves Cursoras i Co- lumbinas.—El Moa (Dinornis) (Fig. 33), ave jigantesca encon- trada en los depósitos sedimen- larios de Nueva Zelandia, i pa- riente próximo de: El Ktvi (Apteryx- owen), tambien en vías de estincion. El Eptornis de Madagascar, ave parecida al Moa, que al- canzaba a 4 metros 1 cuyos huevos enormes equivalen a 6 de avestruz i a 150 de gallina. El Dronte (Didus tneptus), hasta el descubrimiento de ésta en 1598, i cuyo esqueleto pre- ; OS A Fig. 33.—El Moa gigantea (Dinornis) senta caractéres que lo acercan al grupo de las Palomas (Fig. 34). » IT. Fauna norte-americana.—Se encuentran en Norte América numerosos fósiles cuartarios que son comunes con los del Antiguo Continente, tales como el Mamut, el Oso i el Ca- ballo. Por lo demas, es curioso observar que en tiempo del descu- brimiento de América, el Caballo habia desaparecido por com- pleto de este continente, habiendo sido reemplazado por las for- mas europeas importadas durante la conquista. III. Fauna sud-americana.—Al número de las especies de Mamíferos cuartarios desaparecidos pertenecen: A —Proboscídeos.—El Mastodonte (Mastodon andinum), cuyos huesos se han encontrado en algunos puntos de la Re- pública, principalmente en la laguna hoi desecada de Tagua- Sirénidos Aves Cursoras i Columbinas Fauna norte- americana Fauna sud- americana 132 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL > Fig. 34.—El Dronte (Didus ineptus) Tagua. Sus molares «con grandes tubérculos cónicos» de donde dimana el nombre de Mastodonte, del griego mastós: Fig 35.—El Mastodonte (Mastodon giganteum). + Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 133 pezon; i odon: diente=—le permitia moler los alimentos mas du- > ros, e indican que dicho animal era «omnívoro» ino «herbí- voro» a las derechas como los Proboscidios de hoi (Fig. 35). B.—Edentados.—El Megaterio (Megatherium cuvieri).—Pe- TA METIA rezoso jigantesco, mas grande que un Elefante, sin incisivos E Fig. 36.—Megaterium cuvierz. Encontrado en las pampas de Buenos Aires. 20 pies de largo, 8 de alto. ni caninos i con sólo dos molares, cuyo esqueleto ha sido des- cubierto en los depósitos de limo de las pampas de Buenos Aires . (Fig. 36). es El Glyptodon claviceps, especie de Quirquincho colosal, de 4 tres metros de largo 1 cubierto, como esta especie actual, por 4 una coraza formada de placas exagonales soldadas entre sí 1 no móviles como en las formas de hoi (Fig. 37); 1 El Grypthoterium domesticum, del tamaño de un caballo i con = la piel sembrada interiormente de pequeños huesecillos que E parecen un empedrado. Los restos de este animal se han en- E ccntrado hace algunos años en la Cueva de Eberhard, cerca del Seno de la Ultima Esperanza, en el Territorio de Magalla- Fauna austra- liana Periodo aluvial 134 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL nes. En nuestro Museo Nacional existen” huesos del Gryptho- terium, un pedazo de cuero, i, ademas, escrementos de esta es- pecie fósil. TV. Fauna Australiana.—Debemos hacer mencion en. esta fauna de los grandes Marsupiales, especialmente del Diproto- don, cuya cabeza medía un metro de largo. 2.—Período aluvial.—El período diluvial, pasa sin cambio brusco de ninguna especie al llamado «período aluvial, reciente o humano», que se distingue ante todo por la presencia i la in- fluencia del hombre. NEP ID TA Fig. Si El Glyptodon claviceps J Los principales depósitos que encierran los testimonios de la historia del período humano, o sean los restos orgánicos poco al- terados e iguales a los que viven actualmente, son los aluvio- nes de los ríos, depositados en sus orillas, en su cauce o en su desembocadura (deltas); los aluviones lacustres o sedimentos del fondo de los lagos; la turba de los pantanos; las ¿slas madrepó- ricas de los mares ecuatorianos; las dunas arenosas de las orillas oceánicas, 1 el humus o tierra vejetal que se forman por descom- posicion de las plantas. Durante este período reciente no ha aparecido en el globo ningun nuevo tipo de animales o plantas, pues existen las mis- mas familias ¡ jéneros de la edad terciaria, pero las especies son en gran parte diferentes, puesto que, segun la teoría del trasformismo, éstas no son formas definitivas, sino que conti- núan en evolucion progresiva, pero marchando, eso sí, de una Bernardino Quijada B.——CcATÁLOGO ILUSTRADO 135 manera tan lenta en_su gradual trabajo de metamorfósis, que las modificaciones son imperceptibles. Lo que mas ha variado es la distribucion jeográfica de los organismos a consecuencia de los acontecimientos jeolójicos i cambios climatolójicos; pues todavía sufren modificaciones la forma i la estension de los continentes, teniendo lugar la for- macion de las dos clases de rocas, o sean las neptunianas, que el curso del tiempo deposita en órden determinado una tras otra, 1 las plutónicas, que toman su oríjen en las grandes masas eruptivas sólidas del núcleo incandescente. La Edad cuartaría se llama habitualmente Edad.-de la huma- nidad o edad antropozóiwca o antropolítica, 1 tambien se le suele designar con el nombre de «Edad de los animales domésticos», porque se caracteriza esencialmente por el desarrollo de la es. pecie humana i de su civilizacion i por la influencia preponde- rante del hombre sobre la distribucion del mundo orgánico. —El cuadro analítico siguiente, indica, en resúmen, el órden de los grandes i pequeños ciclos de la historia orgánica terres- tre, dando a conocer el desarrollo del reino animal: Edad cuartaria I. Edad a (Ea PRIMORDIAL) - E (Edad Azóica o ds poRNa de vida) 1. Período antiguo o laurentino. : 2. Período moderno o cámbrico. e e, II. Edad Paleozóica (EDAD PRIMARIA) (Edad de los Peces) 08 3. Período' antiguo o de transicion. | 4. Período medio o carbonífero. 5. Período moderno o pérmico. 111. Edad Mesozóica (EDAD SECUNDARIA) : (Edad de dos Reptiles) da ÓN 6. Período antiguo o triásico. 7. Período medio o jurásico. S. Período moderno o cretáceo. - ta . IV. Edad Cenozóica (EDAD TERCIARIA) E (Edad de los Mamíferos) 9. Período antiguo O eoceno. 10. Período medio o mioceno. z Ahi Eo do moderno. ko) plioceno. z v. Edad ancora nn sr 2 $ ; 12. Período antiguo o En dE glacial. s 13. Período reciente O > aluvial ¡Epoca post-glacial. Bernardino poueaas B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 137 TL Fósiles transitorios - De los ejemplos de formas de transicion suavemente gra- duada que nos ofrece la paleontolojía, citaremos en primer lugar la serie ininterrumpida, verdaderamente colosal, de: 1.—Los Ammonites mesozóicos.—En esta serie de Am- monites, que comprende mas de 4,000 especies, cada forma CS apénas se diferencia de sus especies próximas, miéntras que entre las mas antiguas 1 las mas recientes, hai un verdadero C. Ammonile. 2 e E B. Ceratite. [MAS A. Goniatile ESTA Fig. 38.—Líneas de sutura de los tabiques trasversales que dividen la concha de los Ammonites mesozóicos. abismo. En efecto, presentan una variedad mui grande en sus detalles, si se considera su tamaño, su forma i los dibujos este- riores o líneas de sutura de los tabiques trasversos que dividen la concha en muchas celdas. Difieren primero en su tamaño, porque los hai de un diáme- E tro variable, desde el de una cabeza de alfiler hasta el de una rueda de carreta (1 m. 50). : En segundo lugar se distinguen por su forma, pues, de en- rollados que son primero, se modifican despues mucho, desen- A rollándose en mayor o menor grado. Asimismo, difieren en las líneas de sutura, que se complican Líneas Je su- a medida que se avanza en los tiempos mesozóicos: aparecen E como simples lóbulos dentados en los Ceratites o primeros Am- monites del período triásico; siendo, sin embargo, mas compli- ES cados que los de los Gonzatites del período primario pérmico, monites en los cuales las líneas de sutura se presentan en forma de ondu- laciones sencillas, —pero ménos que los de los Ammonites ver- Labyrintho- donte 138 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL daderos del período jurásico con tabiques plegados a los lados, ¡ que alcanzaron su máximo desarrollo en el período cretáceo, - decayendo en seguida hasta llegar a su completa estincion (Fig. 38). Ahora bien, si se estudian en un mismo Ammonite propia- mente dicho los tabiques que se forman a partir de la primera celda, se ve que los primeros son apénas ondulados i recuerdan los de los Gontatites primarios, despues se hacen cada vez mas Fig. 39.—Labyrinthodonte leptognatus, Ow.: A, Corte trasversal de un diente; B, Impresiones de las patas con todo el aspecto de una mano de Vertebrado. complejos ise presentan bien pronto lobulados, como los de los Ceratites del Trias, 1 en seguida plegados, como los de los «Am- monites» del Jurásico. Lo que quiere decir que el Ammonite verdadero pasa sucesivamente por lós estados de Goniatites, Ceratites i Ammonites; hecho que hace ver el curioso paralelis- mo que existe entre el desarrollo de un individuo i las diferen- tes formas pertenecientes al mismo grupo (lez biojenética). 2.—Eljigantesco Labyrinthodonte leptognathus, del «pe- ríodo primario pérmico». Debe su nombre a la singular estruc- tura de sus «dientes, implantados en alvéolos» como en los «Co- codrilos> i constituidos por laminillas retorcidas, que son los repliegues irregulares que el esmalte forma sobre el marfil (Fig. 39). Presenta muchos caractéres de los Anfibios unidos a caracté- res de los Peces, pues se ve que su cabeza estaba recubierta por Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 139 anchas placas óseas esmaltadas, como en los «Ganoídeos» de hoi, i sus vértebras eran bicóncavas o anficélicas, como en estos animales; i por otra parte, el cráneo reposaba sobre la columna vertebral por medio de «dos» cóndilos, tal como ocurre en los Anfibios. Ademas del esquele- to, se han encontrado impresiones de las pa- tas del Labyrinthodon- te, que ofrecen 5 de- dos palmados. 3.— Ll Archoeopte- TvX lithographica, del período secundario jurásico (Fig. 40). Es un ser próximo 4 los Reptiles 1 a las Aves, considerándose como tal por su cuerpo cu- bierto de plumas. Tiene de comun con los Reptiles varios Ca- ractéres de las mandí- bulas, las estremidades 1 la cola, 1 se distingue de las Aves actuales en lo siguiente: 1.* la E , E Fig. 40.—A rch teryx lithographiza: cl, Cla- existencia de dientes; E (rezar e : o ES y vícula; co, Coracoides; h, Húmero; r, Radio; 2.? la estructura de su u, Ulna o cúbito: r, Carpo; I-IV, Uñas; s, pélvis, cuyos huesos Escápula. coxales aparecen sepa- rados; 3.? la presencia de tres dedos mo soldados (como se ve en el embrion de las Aves de hoi) i terminados*por garras; 4." la existencia de dos huesos carpianos i tres metacarpianos distintos; 1 5.? el gran número de vértebras caudales libres. Las vértebras eran bicóncavas i estaban en número de 10 cervicales, 12 dorsales, 2 lumbares, 6 sacras soldadas entre sí, Archoeopteryx lithographica 140 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 1 22 caudales, en las que se apovaban otros tantos pares de plumas timoneras. S No se han encontrado mas que dos ejemplares de «impresio- nes» en la piedra litográfica de Solenhofen, pequeño pueblo de Alemania. Uno de estos orijinales está conservado en el Museo de Lóndres i el otro en el de Berlin. - e $ UY Ñ > 5 - ES 1 101 ni IV v vI Eohippus Orohippus Mesohippus Miohippus Protohippus Pliohippus Fig. 41.—Estremidades de los antepasados americanos del Caballo 4.—Jenealojía de la familia delos Equidos.—-Antepasados. del Caballo.—La serie completa de los antepasados del Caballo, Antepasados del Caballo encontrada por MARsH en los terrenos terciarios de la América del Norte, es la siguiente (Fig. 41): El Eohippus (Eoceno inferior), con 4 dedos principales ¡el rudimento de un quinto dedo interno en las manos, i 4 en los piés. : El Orohippus (Eoceno superior), con 4 dedos (1 rudimen- tario) en las manos, i 3 en los piés. , El Mesohippus (Mioceno inferior), con 3 dedos que tocaban el suelo i 1 dedo rudimentario en las manos, i 3 en los piés. El Miolhippus (Mioceno superior), con 3 dedos tanto en las manos como en los piés. El Protohippus (Plioceno inferior) con 3 dedos en las manos 1 en los piés, pero con el dedo medio mucho mas grande que los Otros. El Pliohippus (Plioceno superior), con 1 dedo en cada ma- no ¡en cada pié, mas 2 dedos rudimentarios bastante grandes: El Equus (Período diluvial), con un dedo principal i 2 ru- dimentarios pequeños en cada mano i en cada pié: son los «es- tiletes óseos» que representan el metacarpo i metatarso de los dos dedos suplemtentarios desaparecidos, i que a veces en los SA $ idad h A A UE $ Den PUN Aedo IS ROM IO + 1 ú Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 141 casos de atavismo, adquieren la particularidad de forma i ta- maño que muestran en el Hipparion. Ejemplo: el célebre Caba- llo «Bucéfalo» de ALEJANDRO EL GRANDE. Vése, por la inspeccion de la figura 41, que, partiendo del Eohippus de los mas antiguos terrenos terciarios, con 5 dedos, se llega al Caballo actual o Equus del fin de la edad terciaria, con un dedo, por la desaparicion progresiva de los dedos late- rales 1.9 1 5.%, 1 despues por la atrofia del 2.* 1 4.". , 'Se ha hallado asimismo en el antiguo continente otra serie de antepasados jeolójicos del caballo, de los cuales los mas tí- picos son el «Paleeotherium», el «Anchiterium> i el «Hippa- rion», que tenia un dedo medio grande 1 dos dedos laterales en vías de desaparecer. Material coleccionado N.” 1. Rocas neptunianas d. Basalto. o sedimentarias. e. Eaya: a. Arcilla. N.* 3. Rocas metamórficas: b. Arenisca (adoquín). a. Mármbl. c. Conglomerado o pu- b. Pizarra. dinga. : N.* 4. Fósiles: d. Roca caliza (traverti- a. Fósil verdadero. no). b. Petrefacto. e. Trípoli. c. Impresion o impronta. f. Creta. N.* 5. Fósiles paleozóicos y. Arrecifes de coral. . (Edad Primaria): N.? 2. Rocas plutónicas o íg- a. Trilobites. -—TIeas. b. Limulus walchit, Desm. a. Granito. Del terreno primario b. Pórfido. de Eichstadt, Bavie- c. Traquita. ra. N.? 6. Fósiles Mesozóicos (Edad Secundaria): a.-d. Ammonites sp. Del terreno secundario de Inglaterra. e. Impresion en relieve del esqueleto de un Plerodactylus. En la pizarra del terreno secundario de Solenhofen, Ba- viera (Salon de Paleontolojía). f. Impresion en relieve del esqueleto del Plesiosaurus do- lichodeirus. Del terreno secundario de Inglaterra. 142 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL g. Fotografía de la impresion en relieve del Archaopteryx lithographaca.: En la pizarra del terreno secundario de Solenhofen, Baviera. (Salon de Paleontolojía). N.? 7. Fósiles Cenozóicos (Edad terciaria): a.-b. Modelos de Nummulites lamarck1. Localidad no señalada. N.* 8. Animales cuaternarios recientemente estinguidos o en vías de desaparicion. a. Esqueleto de la pata anterior izquierda del Hipparion brachypus. Modelo del Museo de Munich. b.-e. Dibujos tomados del natural del esterior 1 del esqueleto del Ocapi (Ocapia Johnston1). Africa. f. Modelo en yeso, del esqueleto del Megatherium Cuner?. Copia del esqueleto verdadero que se halla en el Museo > de Lóndres. Del terreno diluvial de las Pampás de Bue- nos Aires. (Salon de Paleontolojía). . Fragmentos de huesos, cuero i escrementos del Gryp- (=] thoterium domesticum. De la Cueva de Eberhard, Ma- gallanes. (Estante central). h. Modelo en yeso de las defensas del Mastodon giganteus (Salon de Paleontolojía). Del terreno diluvial. .-j. Cráneo 1 fragmentos de estremidades anteriores del Mastodon chilensis. 3 a k. Modelo en yeso de la cabeza del Dronte (Didus ineptus). Del terreno de aluvion de la Isla Mauricio. 1. Modelo en veso, de huevo del Epiornis (Aep10rmis maxt- mus). Del terreno cuaternario de Madagascar. (Estante central). XIT DISTRIBUCION JEOGRAFICA (HAECKEL, DARWIN) La irradiacion de cada especie a partir de su centro de disper- sion, o punto de creacion único, la amplia estension de los ani- S males llamados cosmopolitas o ubiquitarios, la especialidad de las faunas insulares i su parentesco con las de los-continentes ve- cinos i la reparticion de los animales de agua dulce, son hechos de la jeografía animal que se esplican mui bien, dentro de la teoría de la seleccion i de la descendencia por la mayor o menor e Bernardino Quijada B.——CaTÁLOGO ILUSTRADO 143 facilidad de la propagacion i por las variaciones jeolójicas 1 climatolójicas, acompañadas de la trasmutacion de las especies. 1. Centro i área de dispersion.—Cada especie orgánica ha sido producida, bajo la influencia de acciones diversas, una sola vez i en un solo punto de la tierra, al cual se ha llamado su centro de dispersion; desde el que se han de haber estendido en el trascurso del tiempo, a otras rejiones en áreas específicas o de dispersion, de mayor o menor amplitud. La teoría evolu- cionista requiere, pues, que las especies de un mismo jénero ¡ los jéneros de la misma familia habiten territorios vecinos o a lo ménos idénticos. En jeneral, puede decirse que esta lei se cumple, existiendo fámilias enteras de animales que están limitadas a un determinado continente. Ejemplo tenemos en los Troquílidos o Zumbones (Picaflores) de América, que no existen en ninguna otra parte del mundo. Las barreras naturales u obstáculos diferentes que se oponen ala emigración de los animales, limitando así el área de dis- persion de cada especie, son unos topográficos 1 otros climaté- ricos. ; : Entre las barreras topográficas se encuentran las aguas 1 las tierras. Las primeras, en forma de mares =+ estensos, ejer- cen sobre la distribucion de algunos animales que viven en los continentes la misma influencia que las elevadas montañas sobre otras muchas especies terrestres que, por no poderlas escalar, se quedan en rejiones limitadas i dan oríjen a faunas diversas en cada una de las vertientes de una cordillera. Tal sucede con ciertos Mamíferos i Reptiles, como el Quirquincho 1 la Tortuga terrestre, que habitan los valles orientales de los Andes i que nunca se ven en nuestro territorio. En cuanto a las barreras clamatéricas, se sabe que la tempe- ratura desigual de las distintas zonas del globo, basta por sí sola para detener las especies en su marcha por las diversas latitudes. 2.—Cosmopolitismo de las especies.—Los animales sal- yajes llamados cosmopolitas 1 tambien ubiquitarios o universales por encontrarse en muchas partes, deben el haberse esparcido por la superficie de la tierra a la fuerza propagadora de los medios intrínsecos 1 estrínsecos de diseminacion. Centro ¡área de dispersion Cosmopolitis- mo 144 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL - Los medios de propagación intrínsecos o dependientes del orga- agación ia: nismo, que provocan las migraciones activas de los animales, e conil fuerza locomotiva en las especies de movimientos rá- pidos 1 poderosos, esto es, las buenas corredoras i las aladas, a como la Lechuza i el Halcon, dos aves rapaces que Chile tiene. A en comun con el Viejo Mundo; i la Mariposa colorada (Pyra- meis carte) que se halla en casi todo el continente americano; 12." El instinto de emigracion en muchos animales, sobre todo las Aves, como las Golondrinas 1 Cigiieñas de Europa, que realizan viajes periódicos, atravesando el Mediterráneo para pasar el invierno en Africa. Los medios de trasporte estrínsecos o estraños al organismo 8 Medios de tras- porte estrínse- que favorecen las migraciones pasivas, de los séres que care- COS. cen de locomocion rápida, se dividen en: 1.2 Físicos, como el viento 1 el agua (corrientes oceánicas, grandes masas de hielos flotantes de los mares Articos); i a 2." Orgánicos, como las Aves 1 los Mamíferos que trasportan innumerables organismos inferiores 1 sus huevos 1 semillas, Las otras especies cosmopolitas pertenecen a los animales PE Animales do- mésticos propiamente domésticos i a aquellas formas de parásitos a cuya existencia depende del hombre. Como se sabe, el hombre, por sus viajes, conquistas, comer-=- cio, etc., contribuye a esparcir muchas especies por todo el globo, llevando intencionalmente unas veces 1 casualmente otras, un sin número de animales útiles o nocivos. Sirvan de ejemplo i prueba del poder de este medio diseminador artifi- * cial, el Conejo comun aclimatado en Australia; ilos Toros i Ca- ballos que en manadas numerosas pululan hoi en la América del Sur, siendo animales que no existian aquí ántes del descu- brimiento. $ Los parásitos que viajan con el hombre son esteriores o. Animales pa- ecloparásitos unos e interiores o endoparásitos otros. A los de _ A la primera categoría pertenecen muchas especies de Artrópodos de la clase de los Insectos (Ptojo, pulga, etc.) 1 de los Arácnidos : E (Arador de la sarna, garrapata, etc.): i entre los últimos nom- > + brados se notan no pocos Vermes (Ténias, Fasciola del hígado, Lombriz del niño, Triquina, Pidulle, etc.) 1 Protozoos (micro- bios patójenos, como el productor de la enfermedad del sueño). ne Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 145 3.—Fauna de las islas.—La fauna de una isla marítima, ya sea continental u oceánica, ofrece de ordinario semejanza, sin dejar de tener sus especialidades, con la del continente mas próximo. Este gran parecido entre las faunas insular i continental, - qué ningun naturalista de hoi desconoce, no tiene otra espli- cacion satisfactoria que la del parentesco real que une las es” pecies: la poblacion animal de las islas procede, pues, de la que existe o ha existido en los continentes vecinos, ya que aque- llas se han formado despues de éstos i en las épocas actuales no ha ocurrido ningun cáso de jeneracion espontánea. El carácter distintivo esencial de las faunas isleñas, consiste en su riqueza en especies endémicas, sobre todo cuando las islas se hallan mui alejadas de las costas 1 mas larga ha sido “su separacion de los continentes. La presencia de estas nuevas especies animales de distribucion restrinjida, puede atribuirse a dos causas, queson: «1.* la trasformacion que se ha verifi- cado en las especies continentales despues de su traslacion. a las islas, o sea su adaptacion a las nuevas condiciones de la vida; i 2.* la desaparicion en los continentes i la conservacion en las islas de las especies respectivas a consecuencia de acon- tecimientos jeolójicos 1 cambios climatolójicos que se verifica- ron en los primeros i dejaron de producirse en las últimas». (1) Para citar algunos ejemplos de endemismo, son propios i ca- racterísticos de Juan Fernández el Picaflor grande («Euste- phanus fernandensis»), el Torito («Anceretes fernandezianus»), el Comesebo («Oxyurus masafuere») i el 4guilucho («Buteo exsul») entre las Aves, correspondiendo las dos primeras a Masatierra i las dos últimas a Masafuera. En las mismas islas se encuentran algunos insectos endémicos, como el Phadones- ta cribata i el Eriopis fernandeziana, entre los coleópteros, i la mariposa llamada Crambus fernandesellus. Es interesante notar en seguida otro hecho curioso que nos ofrece la jeografía animal de las islas del mar. Entre estas, las llamadas oceánicas, de oríjen volcánico o madrepórico nunca han estado en union con el continente, por lo.que en la (1) JoHow, Estudios sobre la flora de las Islas de Juan Fernández. (10) Fauna de las islas Especies endé- micas Fauna austra- liana 146 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL fauna indíjena de ellas faltan por completo los Anfibios, los Reptiles 1 los Mamíferos terrestres. Sirvan de ejemplo las fau- nas de las islas de Juan Fernández, Pascua, San Ambrosio 1 San Félix. Como las islas Continentales primitivamente forma- ban parte de un continente, del que se han desprendido ya por una erupcion del Océano, ya por un descenso lento de las partes bajas de la tierra firme, ofrecen especies de dichas cla-. ses de Vertebrados por haberlas conservado. Ejemplos: la Quiriquina, la Santa María, los Archipiélagos de Chiloé i Chonos. 4.—Fauna australiana.—La fauna de Australia tiene un carácter propio e independiente, i no cabe duda que se ha se- parado jeolójicamente mui temprano del resto de los conti- nentes. Mamalójicamente se distingue "por sus notables Mamíferos Ovíparos (Monotremas) e Implacentados (Marsupiales); en su avifauna son privativos el Ave del paraíso de Nueva Guinea, el Ki, el Casoarto 1 el Moa; ¡ en su fauna herpetolójica e ictio- lójica, la singular Hateria puntuada i la Barramunda (Cerato- dus forsteri), respectivamente. Los Marsupiales australianos presentan entre sí tan grandes diferencias que se les podría dividir en varios órdenes que ofre- cen un notable paralelismo con los diversos grupos de Mamí- feros Placentados. En efecto, los Macropódidos (Cangurú, Pademelon) representan los Rumiantes por su estómago com- puesto, dentadura especial i réjimen herbívoro; los Dasiúridos (Dasturo-comadreja) equivalen a los Carnivoros; los Peramé- lidos (Bandicut i Peramel narigudo) corresponden a los /nsec- tívoros; los Fascolómidos (Wombat) son análogos a los Roedores; los Petaurus o Marsupiales voladores corresponden a los Pro- súmios, especialmente a los Galeopitecos; i los Falanéridos (Coala, Cusú-zorro, Cusú-oso), con pulgar oponible i cola larga prehensil, son pequeños Marsupiales + análogos a los Pri- mados o Monos. La fauna mamalójica de Australia, tan singular por su-ri- queza de mamíferos desprovistos. de placenta (Marsuprales 1 Monotremas) que recuerda la fauna de la edad secundaria, se- Bernardino Quijada B.——CcATÁLOGO ILUSTRADO 147 ria la consecuencia de haber permanecido allí sin emigrar desde aquella edad paleontolójica. Se trata, pues, de un fenómeno de conservacion de un carác- ter faunístico antiguo, debido a la reducida estension del con- tinente australiano, i a la existencia en el mismo de dilatados desiertos. «A eso se debe que la fauna mamífera no puede ha- _berse desarrollado mui abundante en individuos 1, por lo mis- mo, el número de variedades que siempre forman el principio de nuevas especies, tiene que ser mas limitado que en territo- - rios mucho mas estensos, con mas variadas condiciones clima- téricas i del terreno». 5. —Distribucion de los animales de agua dulce. — Cuando se estudia la «poblacion animal lacustre», se observa una grandísima semejanza entre las especies de las aguas dulces en casi todas las rejiones del globo. Esta notable unidad de composicion—contraria a primera vista a la teoría de la descendencia comun de las especies— encuentra su esplicacion esencial en el «carácter universal de la fauna litoral primitiva, de la cual proviene; i tambien, en cierto modo, en el trasporte por el viento 1 el agua de ciertos ani- males actuales, i en su diseminacion por medio de las Aves e Insectos acuáticos, que conducen huevos i séres inferiores en- quistados, llevándolos pegados en el barro de sus patas i en su cuerpo». La prueba de ello es lo que sucede con una laguna artificial: con los años tenemos en ella peces, móluscos i crustá- ceos, que llegan trasportados sólo por las aves e insectos. El hecho de que efectivamente los animales habitantes de las aguas dulces se han derivado de los que viven en el mar, puede deducirse de que no hai en los lagos i rios ningun ser que no tenga su equivalente en el océano. Tales organismos animales lacustres i fluviales que tienen sus «especies representantes» en el mar, se conocén con el nom- bre de Potamozoos i pertenecen a todos los tipos del Reino - Animal, con escepcion de los Equinodermos i Protovertebrados, que llevan una vida esclusivamente marina, i no tienen, en “consecuencia, parientes en las aguas dulces. Distribucion de los anima- les de agua dulce. BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL A SS —e »N SS. = . . Dibujo del Piojo de la cabeza (Pediculus capitis). AA ASIS USAS SI O Material coleccionado . Picaflores de América. . Picaflor ecuatoriano (Docimastes ensiferus). $. Ecuador. 1899. . Picaflor colombiano (Lampropygia pramella); A. Bogotá, 1874. . . Picaflor guatemalteco (Pilmatina duponti). ¿. GEN temala, 1875. . Picaflor Victoria (Psalidoprymna victorie). Y. Brasil, 1912: . Picaflor chileno grande (Patagona gigas) Y 2. Chile. . Picaflor chileno comun (ZHustephanus galeritus) Y. 1. Juan Fernández. . Mamíferos i Reptiles arjentinos. . Quirquincho (Zaedyus minutus) Y. Mendoza. . Pichiciego (Chlamydophorus truncatus) SY. Mendoza. . Tortuga terrestre arjentina (Testudo argentina). Jar- din Zoolójico, 1896. . Cosmopolitismo de animales salvajes. - . Lechuza (Strix flammea). . Halcon (Falco femoralis). . Instinto de emigracion. . Golondrina (Hirundo rustica) $. Europa, 1870. . Cigiieña (Ciconia alba) Europa. . Parásitos que acompañan al hombre. » Piojo de los vestidos (Pediculus vestimenta). » de la Ladilla (Phithirius pubrs). > » Pulga (Pulex 2rritans). Nigua (Sarcopsylla penetrans). » . » Chinche de cama (4Acanthia lectularia). » » Sarna del hombre (Sarcoptes scabie1). » Garrapata (lxodes hexagonus). . Dibujo del desarrollo de la Lombriz solitaria (Tenia soltum). . Lombriz solitaria (Tenia solium). En alcohol. . Dibujo del desarrollo de la Lombriz solitaria: (Tenia saginata). 3 : > E q A 5 A — m. o ==) x r >= a NES SS SS Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 149 - Dibujo del desarrollo de la Solitaria ancha (Dibothrio- cephalus latus). . Dibujo de los embriones de la Solitaria ancha en los músculos de un pez (Lota vulgaris). Dibujo del desarrollo de la Triquina (Trichinella spt- ralis). . Dibujo del Pirhuin (Fasciola hepatica). A, cara dorsal, mui aumentada; B, cara ventral, tamaño natural. . Dibujo de la evolucion del Pirhuin. . Dibujo de la Filaría medinensis: A, hembra de tamaño natural; B, estirpacion de la Filaria de Medina. . Dibujo del embrion de la Filaria medinensis en la cavi- dad jeneral de un Ciclopo. . Dibujo de la hembra de la Culebra de pelo (Gordius aquaticus). .Lombriz del niño (Ascaris lumbricoides). . Dibujo de la Amiba de la colitis (Amoeba cola). . Dibujo de la evolucion del Esporozoario de la Malaria (Plasmodium malariz). . Especies endémicas de Juan Fernández. : . Picaflor dimórfico (Eustephanus fernandensis). Y Y. Juan Fernández. . Torito (Anaeretes fernandezianus) 9. Juan Fernández. . Comesebo (Oxyurus masafuerae). Y. Masafuera. . Fauna de Australia. Ornitorinco (Ornithorhynchus anatinus) $. Equidna o Erizo australiano (Echidna aculeata) Sd. Palemelon (Macropus eugent). Dasiuro-comadreja (Dasyurus maculatus). Bandicut (Perameles obesula). Wombat (Phascolomys ursinus). Marsupial volador (Petaurus australis). Coala (Phascolarctus cinereus). - Cusú-zorro (Trichosurus volpecula). . Kivi (Apteryx owent). Nueva Zelanda. . Casoario (Casuarius galeatus). Nueva Guinea. . Dibujo de Hateria puntuada (Hatteria punctata). Nueva Zelandia. Variedad ¡es- pecie Jéneros Familias, ór- den, clases i demas cate- gorías siste- máticas. 150 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL n. Barramunda (Ceratodus forsteri). Rios del Norte de Australia i de Queensland. -0N XIII HISTORIA JENEALOJICA DE LOS ANIMALES 1.—Imájen detallada de la teoría de la descendencia en la clasificacion o sistema natural de los seres.—Si se saca de la teoría del trasformismo todas 1 cada una de sus consecuencias, se llega a la conclusion de que los dos reinos orgánicos no representan mas que el desarrollo de «uno» O «pocos organismos primordiales» que, surjiendo a la vida dotados de un principio evolutivo interno impulsor, habrian producido, en el trascurso del tiempo i bajo la influencia de ac- ciones diversas, ante todo «variedades», las cuales, diferen- ciándose poco a poco, acabarian a su vez por constituir «nue- vas especies». z Por eso ha dicho DArwIN que la variedad es una especie incipiente, en vías de formacion, pues si continúa variando 1 trasmitiendo sus ventajas la diferencia puede llegar a ser tan grande, despues de miles de jeneraciones, que lo nuevamente formado tiene los caractéres propios de la categoría sistemática llamada especie. El célebre naturalista va todavía mas léjos al considerar que — los individuos de las nuevas especies, podrian seguir variando hasta que por la acumulacion continuada de desviaciones a traves de lapsos de tiempo suficientemente «largos», lograrian adquirir la significacion de jéneros. Los representantes de los jéneros mui antiguos, alejándose entre sí mas i mas en espacios de tiempo en estremo colosales, se desarrolarian 1 coordinarian en familias, órdenes, clases i demas grandes grupos de parentesco o categorías sistemáticas - mas amplias, cuyos caractéres fundamentales corresponderian, por su oríjen, a períodos de duracion ilimitables, de millaradas de millones de años, que habrian sido necesarios para la lenta i gradual trasformacion de las especies. ; Segun esto, el Sistema natural de los animales, considerado - jeneralmente como un rejistro de nombres que permite abarcar: » de una ojeada la diversidad de las formas, seria la espresion Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 151 de los grados de parentesco que liga las especies. O dicho de otro modo, la clasificacion natural de los animales ha adquirido, gracias a la doctrina de la descendencia, el inapreciable valor de un verdadero árbol jenealójtco. 2.—Arbol jenealójico de los animales.—El «árbol jenea- lójico de los animales», formado principalmente por los datos - suministrados por la anatomía comparada i la ontojenia, i 3 teniendo en cuenta la lei biojenética, demuestra que los 8 tipos S _zoolójicos admitidos hoi dia se han confundido en su oríjen, E procediendo todas las especies animales de una misma forma Protozoos 3 É primordial comun o de pocas formas primitivas, pertenecien- 3 tes al tipo de los Protozoos, caracterizados por comprender A séres unicelulares. 3 Despues de los Protozoos, que forman el tronco comun de Pc 04) - todo el reino animal, vienen los Celenterados, algunos de los cua- Celenterados les son bilaterales, teniendo la mayoría de ellos una conforma- cion radiada. , - De los primeros han salido los Vermes, que han seguido AS adelante el perfeccionamiento, siendo los antepasados de todos los otros animales. - De los Vermes proceden directamente, como ramas diver-* Equinodermos, jentes, 4 tipos mui importantes: los Equinodermos, que han wouscos, ar. quedado estacionarios; los Moluscos, que tampoco han con- e tinuado su desarrollo; los Artrópodos, que, como los anteriores, dos, Verte- no han evolucionado, i los Proto- Vertebrados, que son los as- aa _cendientes inmediatos de los Vertebrados. El siguiente cuadro indica la relacion filojenética de los dis- tintos tipos del Reino Animal: Protozoos Celentadores | ; Vermes Artrópodos Moluscos Equinodermos Proto-Vertebrados Vertebrados Labyrintho- donte Archeopteryx Pandorina Vólvice 152 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL . / 3.—Especies transitorias recientes entre tipos i clases del reino animal.—Ya sabemos que la paleontolojía nos ha. revelado algunas «formas intermedias fósiles» entre diferentes clases superiores, como: El Labyrinthodonte, que ofrece caractéres comunes a los «Peces» 1 a los «Anfibios»; 1 El Archeeopteryx, que presenta particularidades de es- tructura que lo aproximan a los «Reptiles» i a las «Aves» actuales. (Véanse pájs. 138 i 139). Esinteresante saber en seguida que existen tambien «formas intermedias recientes» entre estas mismas i otras clases i ti- pos de animales. Tales son: a) La Pandorina morum.—Este Infusorio flajelado de agua dulce, tiene la forma de una esfera celular llena, de 16 a 64 individuos, cuyos flajelos están orientados segun los rayos de la esfera. Representa la mas simple forma metazóica, 1 como persiste en estado de mórula, establece el paso entre los Protozoos 1 Metazoos. Hai otros jéneros parientes de la Pandorina (Eudorina, Go- nium, Mastigospheera, etc.) que son tambien moriformes; pero como su número es escaso no se ha formado de ellos un tipo especial, sino que se clasifican entre los Protozoos constituidos por una aglomeracion de células. b) El Vólvice esférico («Volvox globator»).—Es otro Inm- fusorio flajelado de agua dulce, que vive en colonias esféricas formadas de un número considerable de individuos (hasta 22 mil), reunidos entre sí por comunicaciones protoplasmáticas.- Es un sér transitorio entre los Protozoos i los Celenterados, pues representa durante toda su vida el estado ontojenético de blástula o esfera celular hueca; ademas, nos muestra la apa- ricion de la sexualidad verdadera i completa, la separacion. de los sexos i, en fin, la distincion entre células somáticas 1- células reproductivas, cargadas de protoplasma jerminativo. No púede clasificarse entre los Celenterados porque no al- canza al estado de gástrula que ofrecen los Gastrulados o Acelomados, esto es, los Metazoos inferiores o de grado medio de organizacion. Sólo por comodidad del estudio se coloca en- 7 / A Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 153 tre los Protozoos, diciendo que es una agrupacion o colonia de individuos. c) El Peripatopsis blainvillei.—Establece el paso entre ES el tipo de los Artrópodos i el de los Vermes. Concuerda con aquellos en las «tráqueas», aunque éstas son «sencillas», no ramificadas i los estigmas aparecen esparcidos por todo el Fig. 42.—Peripatopsts blaiínvillez; 1, Hembra adulta vista de un lado; 2, la misma vista de abajo; 3, Macho adulto cuerpo; i se parece a los Anélidos en los parápodos o estremi- dades vagamente articuladas i en los órganos segmentarios o «tubos escretores>, que corresponden a los riñones de los ani- males superiores (Fig. 42). Se le coloca jeneralmente entre los Artrópodos i constituye por sí solo la clase de los Onzcóforos, que pertenece al subtipo de los Proto-traqueados, en oposicion a los Traqueados (Insec- tos, Arácnidos i Miriápodos) i a los Branquiados (Crustá- ceos). % La especie precitada, llamada tambien Perípato, es indíjena de nuestra República i vive en los bosques de las provincias australes, debajo de los troncos viejos de los árboles i de las hojas secas. Amphioxus Dipnoideos A 154 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Se conocen otras especies de «Peripatus», orijinarias de Cen- tro 1 Sud-América, Africa meridional i Australia. d) El Amphioxus lanceolatus.—Representa una clara transicion hácia los Vertebrados, 1 por largo tiempo ha sido considerado como el mas inferior de los Peces, formando por sí solo el órden de los Leptocardios. En los testos modernos de Zoolojía aparece hoi constituyen=- do la clase de los Cefalocordados dentro de los Protovertebrados, que tienen mucho interes científico como tipo de transicion 1 comprende, adémas, los Enteropneustás o” Balanoglossus (Hemicordados) 1 los Tunicados (Urocordados), mirados anti- guamente como Vertebrados que han llegado a dejenerar por efecto de su adaptacion a condiciones especiales de vida. Fig. 43.—La Barramunda (Ceratodus forsteri) La afinidad estrecha del* Amphioxus*con los Vertebrados se manifiesta en la existencia de un sistema nervioso dorsal, = de una cuerda dorsal persistente, absolutamente idéntica a la de los embriones de estos animales, i en las branquias interiores, que representan la parte anterior del tubo dijestivo trasforma- da en órgano respiratorio. Se asemeja a los Evertebrados en la epidérmis no estratificada; ademas, carece de sustancias conjuntivas, tejidos de sosten (vértebras, cráneo), estremidades pares, hígado, corazon, canal de la uretra 1 órganos sensitivos pares. : Este pequeño animal marino vive oculto en la arena i el fan- go de las costas del Mar del Norte, Mediterráneo i América del Sur. as e) Los Dipnoídeos.—Ocupan lugar intermedio entre los Peces i los Anfibios, siendo semejantes a los primeros por su forma, escamas i aletas, así como por sus branquias internas; ia los segundos, por sus branquias esternas; la presencia de uno o dos pulmones (vejiga natatoria sencilla o doble), el co- Bernardino Quijada B.—CATÁLOGO ILUSTRADO 155 razon de dos aurículas i un ventrículo 1 la comunicacion de las fosas nasales con la cavidad bucal. Comprenden sólo tres especies, que viven en las aguas dulces de Australia (Ceratodus forsteri) (Fig. 43), Africa (Protopterus annectens) 1 América del Sur (Lepidosiren paradoxa). cd Fig. 14.—El Ornitorinco f) Los Monotremas.—Presentan caractéres Comunes a los MaS Mamíferos 1 a los Reptiles, pues tienen, como aquellos, glán- dulas lácteas, una cubierta de pelos, sangre caliente i corazon con cuatro cavidades; pero se reproducen por huevos ricos en yema (telolecitos) 1, ademas, los órganos de la dijestion, de la escrecion i de la jeneracion, afluyen a una especie de vestíbulo comun o cloaca, en lo que se asemejan a los últimos animales nombrados, siendo particularidades reptilianas. Fig. 45.—El Equidno Se conocen tres especies, habitantes de Australia i otras islas próximas: el Ornmitorinco («Ornithorynchus paradoxus» 1 «O. anatinus>»), de pico aplastado i pies palmados, con pelaje pare- cido al gato de mar i que vive en las orillas de los rios de Aus- tralia oriental i Tasmania (Fig. 44); i el Equidno (< Echina 156 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL =: - AAA A A A hystrix>), provisto de un pico delgado, de una lengua vermi- + “forme 1 protráctil i con el cuerpo cubierto de púas, 1 que lleva una vida esclusivamente terrestre en Nueva Guinea, Australia 1 Tasmania (Fig. 45). 4.—Parentesco entre las cinco clases de Vertebradosién vertebrados Como el tipo que mas nos interesa es el de los «Vertebrados», conviene saber de qué manera están relacionadas entre sí las 5 clases que comprende. Iníciase este tipo animal superior con los Peces, a los que siguen los Anfibios, que son los antepasados directos de los Reptiles, los” cuales han dado oríjen, simultáneamente, a las dos clases restantes, es decir, a las 4Aves i a los Mamíferos, principiando éstos por los Implacentados, hasta que llega la hora de los «Mamíferos verdaderos» o Placentados; tal como se resume en el siguiente cuadro: VERTEBRADOS a , ' E Reptiles E Aves Mamíferos Im E da tados Se puede reunir las dos clases inferiores de los «Peces» 1 «Anfibios» en un subtipo, el de-los vertebrados Branquiados o Analantoídeos, i al lado de este grupo de parentesco se coloca el otro gran subtipo de los vertebrados Pulmonados 'o Alan- toídeos, que comprende las tres clases superiores de los «Rep- tiles», «Aves» 1" «Mamíferos». E Los Vertebrados comprendidos en el primer subtipo, respiran Branquiados toda su vida, o a lo ménos en su primera edad, por branquias, ¡ en estado de feto carecen de los órganos transitorios o anexos os mbrionarios llamados «alantóides» i «ámnios». Las clases del subtipo de los Pulmonados o Alantoídeos, lla- Pulmonados mados tambien Amniotados, en oposicion a los Anamniotados ES (peces 1 anfibios), se caracterizan no sólo por falta de branquias en todos los períodos de su vida i por su respiracion puramente Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 157 pulmonar, sino porque su feto se halla provisto de vesícula alantóides i se, desarrolla siempre en el interior de una bolsa membranosa denominada ámnios. 5.—Caractéres distintivos de los Mamíferos compara- dos con sus ascendientes reptilianos i esplicacion de es- tas diferencias.—Los Mamíferos se caracterizan esteriormente por las glándulas mamarias, por la piel revestida de pelos i provista, inmediatamente debajo, de un panículo adiposo, que sirve para mantener constante la elevada temperatura de su sangre. Ademas, si se toma en cuenta la embriolojía, se constata que tiene huevos pseudo-alecitos. Veamos cómo se esplican estos caractéres distintivos de la clase superior de los Verte- brados. a) Las glándulas mamarias, —que en todas las especies, ménos en el Ornitorinco i en el Equidno, forman mamas con pezon que la cria chupa con sus labios 1 la lengua para recibir la leche,—no son sino «glándulas sudoríparas 1 sebáceas» cutá- neas trasformadas, que han cambiado su secrecion primitiva en leche, segun está probado tanto por la embriolojía como por la anatomía comparada de estos Órganos entre los diversos ór- denes de Mamíferos, partiendo de los Monotremas. «Deben su oríjen. a una irritacion esterna ocasionada por el especial cuidado por la cria i que en los Mamíferos primitivos se ha desarrollado paulatinamente. Los primeros Mamíferos ponian grandes huevos, ricos en yema, de los cuales despues de largo tiempo nacia la cria, que inmediatamente buscaba sola su alimento. En seguida se desarrolló en los machos un cuidado por la cria, ocultando los huevos en los pliegues natu- rales del vientre. Por el calor proporcionado de esta manera a los huevos, se aceleró el desarrollo. La cria se acostumbró a lamer el sudor secretado en el pliegue ventral, —procedimiento que se ha conservado hasta el dia de hoi en el Equidno,—i me- diante la irritacion continua se desarrollaron con el tiempo en esta parte, glándulas cuya secrecion le sirvió a la cria poco a poco de alimento esclusivo. El pliegue ventral se ensanchó pos- teriormente hasta convertirse en una bolsa incubadora, como podemos verla periódicamente tambien en el Equidno.>» «Todas estas particularidades se han desarrrollado primera- Glándulas ma- marias 158 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL mente en el sexo masculino, pues es una lei de la naturaleza Ss que las variaciones de cualquiera especie, tienen lugar siempre : primero en el macho, el cual las inócula despues a la hembra. - Nuestra afirmacion la comprueba el hecho de que aun el macho está provisto de glándulas rudimentarias. Un caso de que la «neomelia» aun incumbe al macho, lo tenemos en Chile en la Rhinoderma darwinii (Ranita de Darwin). Debajo de la boca 3 posee un saco de incubacion de los huevos, en el cual se hace. Fig. 46.—Ranita de Darwin.—Chile S. (5 cm.) ¡ A la metamorfósis larval». Ha sido descrita segun los ejemplares que DARWIN recojió en los tupidos bosques de Valdivia (Fig. A 46). z o b) Los pelos de los mamíferos se derivan de los órganos - e sensitivos de la piel de sus antepasados i pueden considerarse como la consecuencia directa del «mecanismo mas perfecto de HE la nutricion», o sea la adaptacion especial a los diverses ali- S mentos. c) La etevada temperatura de su sangre (3729 C en el o a hombre i 25%-28% en los Monotremas) se esplica por la separa- PE cion completa de las dos circulaciones, arterial i venosa, i espe= — cialmente por la trasformacion de los pulmones saquiformes de - sus ascendientes, que presentaban una superficie respiratoria reducida, en Órganos totalmente esponjósos o pulmones alveo- ES: lados. En éstos se ramifican los capilares, arteriales ¡ venesos, de estendiéndose en una gran superficie, por lo cual la respiracion u oxijenacion de la sangre, és mas enérjica i abundante i se de- -- terminan intercambios químicos mas activos, que producen eS una gran cantidad de calor (Figs. 47 1 48). eto tosca 4) Sy OS pseudo-alecitos. —Un hecho importante de do-alecitos la ¿Embriolojía comparada» que debemos mencionar, es que - los huevos pequeños i-sin vitelo de los mamíferos ordinarios - Bernardino Quijada B.—CcATÁLOGO ILUSTRADO 159 o «Placentados», se desarrollan, en último término, por «seg- is. mentacion parcial discoidal», que corresponde a las Aves i a a los Reptiles, lo que habla en favor del «oríjen reptiliano de **reuinea en S los Reptiles i aquellos» vertebrados superiores. Mamiferos. , Fig. 47.—Circulacion en los Fig. 48.—Circulacion en los Mamíferos. : Reptiles: A, capilares pul- La sangre sigue la direccion de las fle- E monares; lo, aurícula iz- chas. a, aurícula derecha; c, ventrículo 7 quierda; h, ventrículo, en derecho; d, aurícula izquierda; f, ven- o el cual se mezcla la san- trículo izquierdo; g, arteria pulmonar; e gre que llega de las dos h, Capilares pulmonares; 2, vena pul- e aurículas; K, capilares monar; k, aorta; /, capilares corpora- corporales. a les; m, vena cava. Esto se esplica recordando que los huevos de los mamíferos *3 son «pseudo-alecitos». Así como los mamíferos descienden de los Reptiles, el huevo de aquéllos se deriva del de éstos. 3 En otras palabras, el huevo «pseudo-alecito» es un huevo == stelolecito», propio de los reptiles, que ha perdido su vitelo $ por el hecho de que encuentra en el útero maternal, en donde se desarrolla, una abundancia tal de alimento que hace inútil el vitelo. Sin embargo, por herencia continua adoptando la - segmentacion parcial discoidal de los huevos telolecitos i no la segmentacion total e igual, que es característica de los hue- vos sin vitelo («alecitos»). 160 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Material coleccionado Arbol jenealójico del Reino Animal. N.* 1. Protozoos.—a. Modelo de 4Amoeba proteus. b. Modelo de Difflugia pyriformis. F Cc » Stylodictya multispina. d. » » Stylonychiaa (cuadro esplicativo). es » >» Nummulites lamarckit. N.* 2. Celenterados.—a. Esponja comun (Huspongia offici- nalis). En alcohol, Nápoles. b. Anémone de mar (Actinia clematis). En alcohol. Co- quimbo, 1902. c. Coral rojo (Corallium rubrum). En alcohol. Mediterrá- neo, 1901. z d. Farol de mar (Beroe ovata). Nápoles, 1901. N.* 3. Vermes.—a. Modelo de Rotífero (cuadro esplicativo). b. Gusano marino (Diopatra chilensis). En alcohol. Co- quimbo, 1903. c. Pinuca (Thalassoma chilensis). En alcohol. Queilen- 1901. : N.* 4. Equinodermos.—a. Erizo comun (Strongylocentrotus albus). En alcohol. San Vicente, 1901. b. Estrellita de mar (Asterinma selkerki). En alcohol. Juan Fernández. c. Pepino de mar (Phyllophorus chilensis). En alcohol. Nápoles. N.2 5. Moluscos.—a. Jibia (Ommastrephes bartramu). En al- cohol. Oceáno Atlántico. b. Pulpo (Octopus fontaimianus). En alcohol. Chile. N:* 6. Artrópodos. —a.—d. Madre de la culebra (Acanthino- - dera cumming1). En alcohol. Chile Y. 2. larva 1 ninfa. N.* 7. Protovertebrados.—a. Modelo de Ascidia con cuadro esplicativo. b. Modelo de larva de Ascidia. c. Piure (Pyura molinae). En alcohol. San Vicente, 1901. d.Ff. Appendicularia. En alcohol. Nápoles. N.? 8. Vertebrados. —Peces.—a.—b. Lamprea chilena. — Bernardino Quijada B.——CATÁLOGO ILUSTRADO 161 En alcohol. Puerto Montt, 1878. c d. Lamprea europea i su larva Ammocoetes. En alcohol. Nápoles, 1901. Anfibios. —a. Rana grande de Chile (Calyptocephalus gay). Embalsamada. Valdivia, 1896. b.-d. Ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii). En alcohol. Valdivia. 1896. Reptiles.—a. Tortuga terrestre arjentina (Testudo argentina). Jardin Zoolójico. - Mamíferos. —a. Llaca o Comadreja (Dydelphis australis). Valdivia, 1899. Aves. Paloma doméstica (Columba livia). Europa. N.* 9. Especies transitorias recientes entre diferentes tipos 1 clases del Reino Animal. a.—c. Perípato (Peripatopsis blainvillez). 9 Y i J. recien nacido. En alcohol. Contulmo, 1909. (Obs. Dr. Fed. Johow). B . x d. Lanceta (Amphioxus lanceolatus). d'-d. En alcohol. Nápoles, 1903. z si d*. Modelo en colores (corte lonjitudinal). e. Barramunda (Ceratodus forsteri). En alcohol. Australia. f. Protóptero (Protopterus annectens). En alcohol. Africa. z. Ornitorinco (Ornttorhynchus anatinus). h. Equidno o Erizo australiano (Echidna hystrix). 162 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS (Contribucion al estudio de la Etnolojía Chilena) POR EL Prof. Leotardo MATUS Z. Dos son los propósitos que me propongo con la publicacion de este trabajo: 1. Dar a conocer los juegos 1 ejercicios practicados por los antiguos araucanos, reuniendo i tomando de las diversas fuentes históricas todo cuanto se ha dicho a este respecto 1 sacando de cada una lo que nos ha pa- recido mas conveniente al fin que nos proponemos. 2. Aprovechar este trabajo para hacer revivir aquellos juegos en tal forma, que los maestros de cultura física puedan enseñar a sus alumnos todos estos ejercicios en los colejios, seleccionándolos pedagójicamente i en forma tal, que no sean un peligro para el buen desarrollo fisiolójico del niño. 5 ; De este modo, he querido contribuir a la ciencia etnolójica sacando de ella un buen fin práctico, como es el de propender al desarrollo físico de la juventud, mediante la nacionalización de los métodos de enseñanza. Van trascurriendo los años ¡ con ellos estamos viendo la desaparicion de los primitivos habitantes de Chile. La raza araucana, esa raza indó- mita objeto de tantas poesías 1 canciones, esos valientes guerreros cuyo vivo retrato nos ha pintado Ercilla, parecen decir a la civilizacion mo- derna la frase histórica de los gladiadores romanos: 4ve Cesar, morituri nn L. Mátus.—JUEGOS I ÉJERCICIOS DE LOs ANTIGUOS ARAUCANOS 163 te salutan... Ya no nos quedan sino débiles restos de esa raza heroica que el alcohol se está encargando de estinguir. Dentro de poco sólo conoceremos su historia i nuestros hijos, al es- tudiar sus hazañas, se interesarán, sin duda, por conocer su vida, sus hechos i sus costumbres. Estamos seguros de que las proezas de los Jermanos, de los Galos 1 de los Hunos no han de despertar en ellos tan vivo interes como todo lo que se relacione con la vida 1 la educacion de los Araucanos. Al tratar de este asunto es necesario hablar de su antiguo estado fí- sico, de los ejercicios i juegos a que se entregaban para fortificar su cuerpo ¡ el espíritu, 1 sobre todo de la forma cómo los practicaban. Es verdad que los Araucanos no tuvieron un método de Educacion Física, pero en cambio supieron seleccionar con tino admirable una série de juegos 1 ejercicios que, tomadosen conjunto, venian a fortificar cada una de las partes del cuerpo en proporción a la utilidad que éstas iban a prestar en la práctica de la guerra. Los ejercicios de las piernas, a los que sabios i educadores modernos dedican en los métodos de cultura física, especial atencion, fueron a los que se dedicaron de preferencia. S Las carreras lijeras, largas 1 de duracion, las ascenciones, los saltos, los ejercicios de trepar a los árboles 1 todos aquellos otros que aumentan la necesidad de respirar 1 activan la circulacion, fueron sus ejercicios pre- dilectos. - El levantamiento de grandes pesos, la lucha por el pelo, el tiro de la piedra, de la lanza 1 de la flecha, el manejo de la honda, como tambien la natacion, les apasionaban en estremo. : Desde pequeños se ejercitaban en nadar en la corriente de los rios; 1el baño puede decirse era obligatorio entre los hombres 1 las mujeres, du- rante el invierno i el verano.. Como las cualidades mas sobresalientes en el indio eran las que se re- lacionaban con la guerra, los padres sacrificaban sin piedad a los niños que nacian enfermos o raquíticos. Les sajaban las corvas para hacerlos correr, les amarraban pesos a la cintura para enseñarles a hacer fuerzas, etc. Cuando las tribus se preparaban para una guerra, se entregaban con todo entusiasmo a practicar una série de ejercicios de ajilidad, de fuerza 1 de destreza i cada uno de los indios trabajaba por sobresalir en el manejo de la lanza o en el tiro de la flecha. Conocidas nos son las duras pruebas a que fueron sometidos los 164 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL mocetones que se disputaron el puesto de jeneral en jefe del ejército en campaña. Para su eleccion no se atendia a la alta categoría de la familia ni a la graduacion o influencia de los caciques, sino única i esclusivamente a la ajilidad i fuerza corporal del candidato. l así, cada vez que se presentaba la ocasion de elejir un toquí, se reu- nian los jefes de todas las tríbus i acordaban llamar 'a concurso a los in- teresados, señalando a un mismo tiempo la prueba a que debian some- terse. ¿ Así fué como nombraron jefe a Caupolican, al que llegaron a elejir sólo despues de haber dado prodijiosas muestras de sus fuerzas hercúleas. Sus juegos nunca llegaron a constituir un monopolio de ciertos i de- terminados individuos, sino que se practicaron al aire libre en sitios -pú- blicos 1 por toda la colectividad araucana sin distincion de edad, sexo ni clase. E . Como siempre he considerado inaceptable la introduccion de wvoca- blos estranjeros en el idioma nacional i ya que ellos son muchas veces ne- cesarios, he preferido términos sacados del mismo idioma araucano, lo que contribuirá, sin duda, a dar a conocer a los niños, sin gran trabajo, un buen número de palabras de este idioma i al mismo tiempo hará que el juego se presente en una forma mucho mas orijinal. LA NATACION La Historia del Abate Molina, tomo 26 de la Coleccion de Historia- dores de Chile, pájina 191, dice sobre este particular: «El baño es comu- nísimo entre aquellas jentes, como lo era entre todas las naciones antiguas, las cuales lo creian necesario para conservar la salud i fortificar el cuerpo. l así para poderlo hacer a su comodidad procuraban establecerse en las riberas de los ríos. En las estaciones cálidas se bañaban muchas veces al día. En tiempo de invierno es raro aquel que deja de bañarse a lo ménos una vez al día; mediante este diario ejercicio sechacen excelentes nada- dores, dando pruebas de su admirable habilidad en este jénero de ejercicio. Nadan ya con la cara hácia abajo, como se practica comunmente, ya sobre uno u otro lado, ya de espaldas, i con el cuerpo derecho i con las manos estendidas fuera del agua, como si caminasen en la tierra. Nadan tambien entre dos aguas, pasando así los ríos mas anchos, de cuyo ejercicio resul- tan valientes buzos.» : S = L. Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 165 “Las mujeres gustan igualmente bañarse mui a menudo lo que hacen siempre léjos, apartándose de los hombres, para cuyo fin buscan los lu- gares mas sombríos i solitarios.» Hoi ha cambiado esta costumbre i son mui pocos los indios que se bañan; por lo. jeneral, el indio de hoi es mui poco amigo del agua. Las mujeres han conservado su costumbre i se bañan diariamente. La hora del baño es entre las once 1 la una de la tarde. Buscan lugares solitarios 1 sombríos, léjos de las casas, se bañan completamente desnu- das, evitando las corrientes de los ríos i los raudales profundos. Si la educacion física de los niños araucanos es en cierto modo lau- dable, la educacion moral dejaba mucho que desear. Rarísima vez los pa- dres castigaban a los hijos, porque tenian la creencia de que el castigo cor- poral no sirve sino para hacer hombres viles i cobardes. LA NAVEGACION Los Araucanos eran tambien excelentes bogadores, tenian modos tan fáciles para atravesar los ríos, que cuando ménos se lo pensaban los españoles, los tenian encima. Las balsas eran los instrumentos mas fáciles i que mas usaban para estos pasajes, las cuales las hacian de diferentes especies: de paja, de totora, de juncos i de carrizo que encontraban en gran abundancia en las orillas de los ríos i con ellos hacian unos haces gruesos i puntiagudos que, juntándolos, formaban popa i proa i para atar- los i juntarlos hacian uso de una soga matural que llamaban boqui, que es mui firme i de mucha duracion en el agua. Con estas balsas pasaban fácilmente los ríos i eran tan lijeros en pasarlos que cuando los perseguía el enemigo i no tenian tiempo para hacer estas balsas las hacian de sus lanzas quitándoles los hierros 1 juntando un gran número de ellas, sirvién- doles de remo para éstas 1 las demas balsas una pala con la cual gober- naba uno colocado en la popa. Las balsas que hacen de maguez son las mas lijeras, dice Rosales, i mas durables; pero es el maguei de Chile diferente del mejicano, que es un tallo de tres varas que producen unas matas semejantes a las de cardos silvestres en la forma de un cirio redondo del grueso de un hacha; tiene la corteza dura i por dentro, aunque no está hueco, es tan fofa la materia que tiene, que es al modo de corcho i en secándose no pesa una paja. (Son balsas de cardon). 166 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Los indios que habitan la isla de Mocha atravesaban como cinco le- guas de mar en estas embarcaciones para venir a vender sus productos al continente, lo atravesaban cantando al son de los remos, pidiéndole al mar los dejara pasar prósperamente. Tambien construian balsas de cipres o de laurel que, como livianas que son, se prestaban admirablemente para esta clase de embarcaciones. En estas balsas se arrojaban a las mas encrespadas olas del mar i hacian su pesca. Realizaban tambien en ellas, concurso de boga, recorriendo distancias a gran velocidad. Otra clase de embarcaciones mui en uso eran las canoas que cons- truian del tronco de un árbol; las mayores tenian capacidad para treinta personas, pero como eran redondas se daban vuelta con mucha facilidad. Los indios de Chiloé i los pehuenches que habitaban en las orillas del lago Nahuelhuapi, usaban las piraguas que eran tinas embarcaciones mui lijeras que hacian de tres tablas. ALGUNOS JUEGOS DE LOS ARAUCANOS Ademas de los juegos de ajilidad 1 destreza, los araucanos tenian tam- bien otros que podríamos llamar de recreacion i que los jugaban pocas veces. Uno de éstos era el que llamaban Quechucan o Quechucague, que el Padre Olivares, en la pájina 42 de su obra, describe en esta forma: «Se jue- ga con una planchita de piedra de la forma triangular Fig. N.* 1. que llaman los jeómetras isósceles; en los dos lados mas largos del triángulo están pin- tados unos puntos que son por todo cinco, tres a un lado i dos al otro, 1 por eso se llama Quechu que, en idioma indio, significa dicho número; en una de las superficies hai un punto, en la otra dos i así, arrojando este triángulo regularmente cae un punto grande o pequeño. Segun el punto que cae, van mudando los palitos al modo de la oca (juego que consiste en una serie de 63 casillas ordenadas en espiral pintadas sobre un carton o tabla, Estas casillas representan objetos diferentes; cada nueve, desde el uno, representa un ganso i algunos de ellos ríos, pozos i otros puntos de azar; (los dados deciden la suerte) i al mudarlos, contando los puntos si cae el tanto del uno, donde tenia el tanto del otro, se lo come, i de este modo se van haciendo unos a otros una guerrilla al modo del ajedrez i el que con- sume ántes sus tantos es el que pierde». La nota que pone Medina en la pájina 308 de su obra sobre la otra L. Mátus.—JUEGOS [ EJERCICIOS DE LOS7ANTIGUOS ARAUCANOS 167 manera como lo jugaban, es simplemente una confusion de este juego con el que llamaban pura. Para apuntar los resultados i no equivocarse en la cuenta, hacian en el suelo, los jugadores, una série de hoyitos, cada uno de los cuales repre- sentaba su valor propio i donde despues de cada tiro, echaban unas pie- _drecitas, las que tambien iban divididas de cinco en cinco. Molina en su obra Compendio della Storia Geo- gráfica Naturale e Civile del Regno del Chile, escrita e. ana pe mi en Bologna en 1776, mos muestra un grabado en MAA A í - que dos muchachos están jugando al Ouechucague. No estamos de acuerdo con los que aseguran que se le denominó quechucan por los puntos que tiene el dado con que se juega. Fig. N.* 49, , z : La figura que reproducimos con el número ? Fig. 49 uno, tiene en el lado opuesto al tres sólo un punto, i en el lado opuesto al cuatro, tiene tres puntos. Es mas probable en” tónces, que lo hayan llamado así por jugarse con un dado que tenia cinco lados, dado que fabricaron de piedra o hueso. Los dos ejemplares que reproducimos aquí pertenecen a la coleccion del Museo- Nacional. El número 1 mide un centímetro ocho milímetros de ancho, por igual altura, 1 la base tiene un grosor de siete milímetros que termina en la cúspide con tres milímetros. Es todo de hueso, fué en-- contrado en Temuco i regalado al Museo por don Luis Westermeier el año 1895. El número 2 es de piedra. La base está formada por un cuadrado que mide dos centí- metros por lado i tiene una altura de tres centímetros un milímetro. Fué encontrado en Curicó 1 regalado al Museo por don Roman Bonn el año 1891. En el lado opuesto al uno, tiene el dos 1 en el lado opuesto al tres, tiene el cuatro. En la cúspide tiene una cruz. Fig. N.* 50, Para jugar a este juego rayaban en el suelo un semicírculo, lo dividian por la mitad con una línea i despues colocaban en ángulo recto a la base del semicírculo, diez piedrecitas i dos a cada lado de la curva (cada uno de los jugadores hacia lo mismo). Despues iban tirando el dado, una vez cada uno, de tal modo que si 168 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL E Li uno hacia tres, el otro debia pasarle tres de las piedrecitas i el juego ter- minaba cuando uno habia perdido las doce. 4 LOS LLIGUES O EL LLEGHCAN Este juego era por el estilo del anterior, pero lo practicaban con doce medias habas partidas, 6 negras i 6 blancas. El Padre Olivares, en la pá- jina 42, lo describe de esta manera: / «Una manta tienden en el suelo, i entran al juego cuantos quieren, la suerte es el número par i el azar el número impar, habiendo, como en los dados, sus diversos grados de pérdida i ganancia;el que tira llama la suerte; como si fuera persona, da varias deprecaciones afectuosas, diciéndole: llamuen, llamuen, llamuen, cupa, cupa, cupa, que quiere decir: hermanita, hermanita, hermanita, ven acá, ven acá, ven acá, 1 así la invocan con otros nombres cariñosos. Despues de echada la suerte suelen nombrarla pa con voces burlescas i dicen: cupaz, papa chegual, que quiere decir: llegó mi abuelita la perra vieja. E El que una vez echó suerte prosigue tirando hasta que eche azar 1 entonces entrega los lligues al que está a 5u mano derecha. : Lo que ponen de apuesta llaman Ran i nunca arriesgan mucho ani- mosamente a un tiro, sino que son rateros. en su modo de jugar i para ga- nar cualquiera cosa se pasan algunas horas.» E La primera parte de esta relacion no aparece en la obra citada, pues el orijinal se ha destruido en esta parte, talvez por consecuencia del tiem- po. Vicente Carvallo Goyeneche, en la pájina 158 del tomo X de la Colec- cion de Historiadores, dice que, habia que tirar las habas desde la altura de la cabeza 1 que se perdia o se ganaba, segun fuera el número de negras . ó que caian, con respecto a las blancas. Medina dice que tambien lo jugaban con porotos partidos. EL COMICAN E Segun algunos historiadores, los araucanos conocieron tambien el 7 ajedrez con el nombre de comican, pero esto me ha parecido dudoso, pues en ninguna obra aparece la manera cómo i de qué elementos se servian para practicarlo. Febrés en su obra Arte Jeneral. del Reino de Chile, dice que los im= Ñ Ae L. Mátus.—JUEGOS 1 EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 162 dios llamaban comican al juego del ajedrez. Creo que este juego se parecia mas al juego de las damas que al ajedrez, talvez ha sido el juego del «tres en raya» o bien el juego que los niños conocen con el nombre de leoncito i que se practica con doce piedrecitas que representan los perros i por una mas grande que representa el leon. Los perros tienen la obligacion de avan- zar siempre i pretenden encerrar al leon colocándose en dos filas. El leon puede avanzar o retroceder - siempre i en cualquier sen- tido. Digo que el juego es éste i no el ajedrez, porque he visto practicarlo entre los indios del interior de Valdi- via; pero no pude esclarecer con ellos este asunto porque - se negaron a darme detalles. Sin embargo, creo de interes dar a conocer el plano de ASAS AN ESO, Cada vez que el leon en- , Fig. 51 una partida de este juego, aunque él es mui conocido de nuestros niños. Fig. 51. He aquí los perros 1 el leon listos para comenzaruna partida. Una persona se en- carga de manejar los perros 1 otra maneja el leon. cuentre un perro solo i que no esté protejido por otro, se lo come, saltan- do sobre él i ocupando el puesto vacante. Cuando encuentra dos perros que tienen un puesto de por medio libre se puede comer los dos. Por su parte, los perros van avanzando con todo cuidado i disciplina hasta tratar de dejar sin movimiento al leon. El rayado para jugar una partida se hace jeneralmente en el suelo. EL UIES Era un juego mui parecido al de los dados, a quien mas puntos echa- ba, i siempre que jugaban a estos dados se daban fuertes palmadas unos 170 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL a otros. Es sensib!e que el orijinal donde el Padre Rosales habla sobre este juego, esté destruido, a tal punto que se hace imposible formarse una idea exacta de la manera como lo practicaban. EL MAUMILLAN Algunos historiadores dicen que.este es el juego de la gallina ciega otros, el de las escondidas. Ambos son mui diferentes, porque uno se juega dentro de un círculo con la vista vendada i el otro en un terreno apropiado» escondiéndose entre los arbustos. De las investigaciones que he podido hacer, resulta que es el de la ga- llina ciega, que los españoles introdujeron en el territorio de Chile. EL NGURUKURAN O EL HUEVO DE ZORRO z Era un juego mui parecido al que los españoles llaman «salta o dá- mela tú Para jugarlo se formaban dos partidos de muchachos, que se coleca- ban en dos bandos o filas. Uno de ellos escondia entre los de su partido un objeto cualquiera i-otro del partido contrario tenia que adivinar quién lo tenia i cuando acertaba perseguía a los contrarios, tratando de tomar a uno; si no acertaba tenia que arrancar fuerte para no ser cojido por los enemigos. o Es un juego mas o ménos parecido al «desafío», aunque tiene la ven- taja de despertar mas interes entre los niños, porque pone en juego la aji- lidad i habilidad de los muchachos para lograr adivinar quien tiene el objeto señalado. Este juego lo practican todavía los muchachos araucanos cuando se juntan en gran número i son mui maliciosos para descubrir quien tiene el objeto escondido. , EL CHOIQUEPIN O CHOQUIN (ino choquipin como lo llaman algunos historiadores) Este es un juego mui parecido al de la «huaraca». Los araucanos lo practicaban corriendo en un pié, tratando de alcanzar a otro que preten=-. dia atravesar el campo custodiado para lograr la raya opuesta. * L. Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 171 Cuando no indicaban el pié, podia correrse cambiando cada cierto trecho. Si lograba pillarlo ántes de atravesar la raya, éste tenia que perseguir. EL PISKOITUN Lo jugaban sólo los muchachos con una piecesita de madera de forma cónica, a la que hacian bailar azotándola con una huasca de hutra, maquí o junco. Es el mismo juego que los españoles llamaron mas tarde juego - del cuspe o de la pirinola. Dos o mas muchachos colocaban el cuspe sobre una raya ia una se- ñal lo hacian bailar, i, pegándole con la huasca, trataban de hacerlo reco- rrer cierto trecho que fijaban de antemano; pero el cuspe no debia dejar de bailar un solo instante, porque se perdia la partida. EL PIGINAM Este juego es el de las bolitas, pero los indios lo practicaban con pie- dras que tenian mas o ménos el tamaño de una bola de billar, tratando de hacer cabe con ella sobre la del compañero. EL DELCAHUE Lo practicaban con atados de palitos del tamaño de los fósforos. No he logrado obtener otros datos sobre él. EL RULLICAN Segun los historiadores se jugaba con porotos; pero no indican la manera como se practicaba. EL HUAIQUITUN Consistia en lanzar la flecha. Se hacian verdaderos certámenes, en -los cuales cada uno pretendia alcanzar la mayor distancia o bien pegar en un objeto seña'ado. 172 EOLETIN DEL MUSEO NACIONAL EL RENITUN (o tiro del dardo o lanza) Se practicaba en la misma forma que el tiro de la flecha. EL CUTUTUN-PEUCU ¿an Los araucanos tenian tambien otro juego que lo jugaban entre 16 o- 20 personas, siempre en los lugares cercanos a las casas, como si con él hubieran pretendido dar lecciones de arte militar a sus hijos; i no pocas veces hacen que ellos lo ¡jueguen entre sí, en lo que ellos entran de mui buena voluntad, procurando cada uno distinguirse sobre los otros. Felipe Gómez de Vidaurre, en su Historia de Chile, tomo XIV, pá- jina 350 de la Coleccion de Historiadores de Chile, hace una relacion im- teresante de cómo jugaban los araucanos a este juego. He aquí lo que dice: «Tómanse éstos por las manos 1 forman un círculo en cuyo centro ponen un chico. Casi otros tantos hombres, si son hombres los que juegan, i de niñas, si son niñas, están en la parte de afuera ¡ procuran o con astucia O con esfuerzo romper aquel círculo 1 apoderarse del chico, que es en lo que consiste la victoria. Lo acometen con violencia en forma de asalto, uno, dos o mas, ya por una, ya por diversas partes; unos finjen la retirada para ir despues corriendo a caer con mayor ímpetu sobre la parte que les pa- rece mas débil; otros, de las partes que están opugnando, se trasladan de un golpe con una lijereza increible a otro que creen encontrar mas des- cuidado; en fin, los asaltadores,no omiten dilijencia alguna de cuantas pueden concurrir para romper aquella muralla viviente. Por su parte los asaltadores ponen tambien todos los medios para defender la fortaleza. Estos, que no pueden usar sino de sus propias fuerzas i están a la defen- siva, ya estrechan, ya alargan los brazos segun pide la necesidad del con- curso 1 fuerza de los enemigos, i, en fin, hacen tanta resistencia que fati- gados los asaltadores se ven obligados a abandonar la empresa 1 confesarse vencidos. Otras veces que vuelven al mismo juego se cambia la suerte, ha- ciendo que los que fueron asaltadores sean asaltados para procurar en todo la igualdad 1 la misma destreza. De este ejercicio, que es puramente dé fuerza, pues sólo de éstas se debe usar, resultan que adquieren tal supe- rioridad de fuerzas que se hace increible a quien no lo ve por sus propios ojos i una ajilidad en sus miembros que admira». L. Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 173 Algunos historiadores han creído ver una lámina, que representa a los indios jugando a este juego en la obra del Padre Ovalle: /Tistórica Relacion del Reino de Chile, editada en Roma en 1646, en la pájina 90; pero esta lámina representa un grupo de indios bailando i no jugando el cutulun-peucu. : Segun algunos historiadores es el juego que los españoles llaman de la gallina ciega i que los niños practicaban hasta hace algunos años en el colejio, pero no tiene nada de parecido con éste. E Es necesario, sí, para que el juego resulte divertido, seleccionar pri- mero a los alumnos, a fin de elejir un grupo del mismo tamaño, pues cuando hai niños grandes i chicos reunidos, es imposible que el juego salga divertido porque los grandes atropellan a los chicos. Igualmente conviene prohibir terminantemente que traten de rom- per la cadena cargándose con todo el cuerpo o pasándose por debajo. Hai que romper la cadena a fuerza de brazos i sin rasguñar a los defensores del círculo, o pellizcarlos o hacerle cosquillas o pisarles los pies. El juego es un juego de fuerza 1 ajilidad i sólo se triunfa cuando se logra cortar la cadena o pasar por encima de ella sin maltratar a les de- fensores. Una vez que los asaltadores logran penetrar en el círculo, tratan de apoderarse del que está adentro i llevárselo fuera, para lo que hai necesidad de rayar primero la cancha que se elije para el juego. La lucha se lleva a cabo por ámbos partidos dentro del círculo, pues una vez que los jugadores que asaltan logran sacar el chico del círculo, han triunfado. No es conveniente prolongar por mucho tiempo este juego entre ni- ños menores de 14 años, porque los hace desarrollar un trabajo físico que sus órganos, todavía en formacion, no son capaces de resistir sin grave perjuicio para su salud. - Asimismo los maestros tendrán cuidado de hacer parar el juego cada vez que caiga un jugador, para evitar que el juego dejenere en desórden 1 ocurran accidentes que siempre deben evitarse. : Dado el gran esfuerzo que se desarrolla durante este juego i la dis- ciptina que él exije, no conviene practicarlo sino en los dos últimos grados de las escuelas primarias, o sea en el tercer año del liceo. Este juego no conviene a las niñas de ninguna edad i debe, por lo tanto, desterrarse de la enseñanza en los colejios femeninos. e ; 7 174 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL > - pi EI É = 9 pres 7 e d rá EL PILLMATUN A Esta nacion belicosa usaba de preferencia aquellos juegos que tenian mayor analojía con el carácter militar de su raza. .s El pillmatun era un juego que solamente lo jugaban los muchachos, a los alrededores de la casa, con el fin de hacerse ájiles i diestros para la a Raros son los historiadores que no lo describen o enumeran en sus obras. Este era un juego araucano cuyo oríjen ni siquiera se ha puesto en duda, ya que no existe otro juego que sele parezca. Si nos fijamos un poco en los juegos que tenian los araucanos, veremos que habian llegado a in- ; troducir en ellos una verdadera progresion. Comenzaban por ejercitar a. los niños en un sinnúmero de juegos fáciles 1 sencillos que poco a poco se iban haciendo mas i mas complicados, 1 así iban preparándose para tomar 2 parte en otros que exijian mayor esfuerzo i ajilidad. z o Refieren los historiadores que el pillmatun lo practicaban desnudos, sólo con calzones (punus, especie de faja); pero no están de acuerdo en el verdadero nombre de este juego, unos lo llaman pillma i otros pillmatun. - El jesuita Andres Febrés en su obra: Arte de la lengua jeneral del E Reino de Chile, escrita en el año. 1764, dice que los araucanos llamaban a pillma a una pelota de paja 1 pillmatun a un juego que practicaban con esta pelota. e , Otro jesuita, Miguel de Olivares, en el tomo IV de la Coleccion de Historiadores de Chile, pájina 43, sostiene que la pelota con que jugaban era de madera liviana, como el corcho. z Francisco Núñez de Pineda i Bascuñan ino Bascuñan solo, como lo 3 llama Medina en los Aboríjenes de Chile, tomo 111 de la misma Coleccion = de Historiadores de Chile, pájina 61, dice: que él lo vió jugar con una pelota hueca i llena de viento. = A Lo mas seguro es que lo jugaban con una pelota liviana para no he- rirse; algunas veces de paja, otras de raices o de esa madera parecida al e corcho como dice Olivares 1 que llamaban mapan. EA Núñez de Pineda, asegura tambien haberlos visto jugar con dos pe- a A lotas, una de cada partido. ; 38 Es mui posible que cuando lo jugaban con una pelota demasiado li- viana o cuando los jugadores éran ya mui diestros, usaran dos, para ha- ES Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS pens =I un cerlo mas difícil, pues en estos casos jugando con una, el juego no resulta interesante. Se necesita una pelota de un peso mui semejante a la de tennis, pero un poco mas grande i puede hacerse de lana o trapo con aserrin. Los araucanos usaban pelotas de diferentes pesos, primero livianas i despues mas pesadas i por último duras. Al mismo tiempo jugaban este juego para endurecer el cuerpo 1 acostumbrarlo a recibir golpes sin espe- rimentar dolor. El juego consistia en que, colocándose ocho o diez muchachos ájiles 1 diestros en un círculo abierto, mas o ménos a la distancia de dos brazos, comenzaban a lanzarse una pelota por debajo de la pierna, tratando de darse con ella, al mismo tiempo que cada uno de ellos procuraba quitar el cuerpo al golpe, pero sin abandonar su puesto. Í cada uno, porque no le den, tuerce con lijereza el cuerpo o salta o se tiende en el suelo, i luego vuelve a levantarse con rapidez. = El que llega a ser tocado con la pelota, tantas veces como tenian acor- dado, que eran como puntos o rayas, perdia lo qué tenia puesto para el juego; pues rara vez dejaban de jugar alguna cosa. Este juego tiene la ventaja de poderse jugar en espacios reducidos, por lo que se presta mucho para introducirlo en nuestras escuelas como un juego pedagójico. Si hacemos una modificacion en lo que se refiere a los jugadores 1 los distribuimos en dos partidos, uno frente al otro, de tal manera que que- den unos delante i otros mas atras, el juego resulta mui divertido, porque cada vez que la pelota se lanza todos entran en movimiento. Se puede hacer marcar su puesto a cada jugador 1 dará un punto en su contra cada vez que éste abandone su puesto. El juez o el maestro deberán vijilar mui bien al que va a lanzar la pelota, pues muchas veces ocurre que éste levanta la pierna pero no tira la pelota por debajo de ella. Cada vez que se sorprenda a un jugador cometiendo esta falta, se dará un punto al partido contrario. Los araucanos lo jugaban tirando la pelota por debajo de la pierna; pero ántes de pegarle tenian que hacer de la mano pala, para sorprenderla en el aire. Esta manera de golpear la pelota en el aire es mui difícil, i sólo se consigue despues de practicarlo mucho. Es indispensable dar ántes un 176 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL pequeño salto sobre un pié, al mismo tiempo que se tira la pelota, porque de otra manera el jugador se va de espaldas. En la escuela se enseñará este juego primero tirándose unos a otros la pelota (liviana) directamente. Despues por debajo de la pierna i, por últi- mo, haciendo de la mano pala para golpear la pelota. Reglas del juego 1.2 El pillmatun se juega por diez o doce alumnos que forman un cír- culo abierto a la distancia de dos brazos. (Pueden formarse varios círculos iguales donde hai muchos alumnos que deseen jugar a un mismo tiempo), comprendiendo medio círculo a cada partido. 2.” Ningun jugador puede abandonar su puesto cuando la pelota está en movimiento, 1 sólo se le permite saltar, hacer lances con el cuerpo o dejarse caer, pero debe levantarse con rapidez. ; 3. La pelota debe lanzarse con fuerza por debajo de la pierna 1 gol- peándola en seguida con la palma de la mano en la direccion del diámetro del círculo i tratando de dar con ella 'a'los contrarios. 4. Cuando el jugador da con la pelota en la cara a uno del partido contrario pierde un punto. 5." Sial tiempo de pegarle a la pelota con la palma de la mano pierde el golpe, la pelota pertenece al otro partido. 6.” Si un jugador abandona su puesto sin permiso del juez, pierde un punto. 7.2 Ningun jugador puede tomar o empujar a otro durante el juego. 8. El juez será nombrado por ámbos capitanes, 1 sus fallos son ina- pelables. El será quien indique a qué partido pertenece la pelota, llevará Cuen- ta de los puntos, podrá amonestar a un jugador, i aun suspenderlo del juego, etc. Practicaban tambien otros juegos o concursos esportivos, como: El Huintrehnetun o tiro de honda. El Curatum o tiro de la piedra. El Litkai o tiro de tres boleadoras. El Loncotun o lucha del pelo. L. Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 177 ORÍJEN DE LA CHUECA ARAUCANA O PALITUN (Hockey entre los ingleses) Este fué el juego mas practicado por los araucanos i el que despertó mayor interes entre ellos. Tambien lo llamaban palin i los españoles .le daban el nombre de chueca que viene del latin 20cey. Aunque algunos han creido que este nombre viene del instrumento con que lo jugaban, puedo afirmar que nó, porque estudiando el oríjen de la palabra chueca, he en- contrado una descripcion bien precisa de ella en la obra titulada: Tesoro de la lengua castellana o española, compuesta por el licenciado don Se- bastian de Covarrubias 1 Orozco. Esta obra que fué publicada en Madrid, dice el folio 205: «Chueca es una bolita pequeña con que los labradores suelen jugar en los exidos, el juego que llaman de la chueca, poniéndose tantos a tantos, i tienen sus metas O pinas 1 guardan que los contrarios no les pasen la chueca por ella 1 sobre esto se dan mui buenas caidas 1 golpes. Díjose, chueca de choque, que es el sonido que hace el golpe. Al que es gordo i redondo, de poca estatura, tan ancho como largo, dicen estar como una chueca por ser redonda. Los huesos que juegan en las rodillas i codos, llamamos choquezuelas, porque son como medias bolitas». Muchos son los autores que aseguran que este juego fué traido a Chile por los españoles; pero tambien hai quie- nes afirman que la chueca es un juego netamente araucano i que fué in- troducido en España por los primeros soldados que volvieron a la penín- sula. Me inclino a pensar que esto es mui posible, porque sólo lo jugaban en Valladolid i en Madrid. En la primera lo llamaban pina i en la segun- da gurria. Covarrubia i Orozco, nos dice en el folio 589 de su obra, que pina es un mojon redondo i levantado que remata en punta. Cerca de los labra- dores cuando juegan a la chueca en el exido, son como puertas, para salir i entrar por entre las dos pinas, etc. Exido es el campo que está a la salida del lugar. El jesuita Alonso Ovalle, en su obra Histórica Relacion del Reino de Chile, pájina 93, publica una lámina donde se ven algunos muchachos araucanos jugando a la chueca. 1 haciendo la descripcion del juego, agrega: «aunque este juego, me dicen, lo juegan tambien en algunas partes de España, no lo aprendieron los indios de los españoles, como han aprendido (12) ( 178 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL el de naipes 1 otros, porque lo juegan mucho ántes». Esta obra fué editada en Roma el año 1646, 1 Valdivia llegó a Chile a fines de 1540. José A. Pérez García en su Historia de Chile, tomo l, edicion de 1900, pájina 41, habla sobre los juegos de los indios, i dice sobre la chueca: «Este, segun lo estiman i se ha introducido entre los españoles, lo podemos llamar el juego de Chile etc.». Ramon Briceño en su Repertorio de Antigíedades Chilenas, publi- cado en Santiago 1889, en la pájina 41 dice: que «La chueca es un jue- go usado por los labradores de Castilla la Vieja, en España, que los conquis- tadores lo introdujeron en Chile i al cual desde entónces nuestros indios quedaron aficionados. Pero tan pronto como fueron reconocidos sus in- convenientes, les fué prohibido bajo las penas mas severas. Esto hizo el Gobernador Mujica, por bando 7 de Noviembre de 1647. Tomás Guevara, en su Historia de la Civilización de Araucanía, tomo 1l, edicion 1902, pájina 148, hablando de los juegos, dice de los * indios: «Tomaron, ademas, de sus dominadores, el juego de pelotas, i poco a poco se fueron apasionando por el de chuecas, burria en España i palin o palican en Arauco, hasta hacerlo con el tiempo el favorito, el único de sus diversiones». José Toribio Medina, en su obra Aboríjenes de Chile, pájina 305, edicion 1882, refiriéndose a los juegos de los araucanos, dice: «Un juego, — en que tambien los ejercitaban cuando niños es el llamado palin, chueca, por los chilenos, pina en Valladolid i gurria en Madrid». El tomó esta relacion de la obra de don Vicente Carvallo Goyene- che, tomo X, pájina 158 de la Coleccion de Historiadores. Pero, sea cual fuere el oríjen de este juego, la verdad es que los arau- canos hicieron de él un juego nacional, que fué heredándose de jeneracion en jeneracion, i cuya práctica se estendió con el tiempo a todo el territorio de Chile; siendo muchos todavía los indios que lo juegan en las provincias del Sur de Chile hasta Valdivia. Su uso se estendió para el Norte hasta Bolivia i Perú. : ¿du No se crea que sólo los indios han sido los únicos que lo han jugado en este pais. Nó; la chueca fué a principios del siglo XVIII uno de los juegos mas practicados por los chilenos. ; ADA E En casi todas las grandes haciendas i ciudades de Aconcagua al Sur, existian individuos que jugaban a la chueca, 1 era inmensa la multitud que acudía a presenciar los desafíos que se concertaban. a L. Mátus.—JUEGOS 1 EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 179 Siguiendo la tradicion araucana, los chilenos jamas jugaban por el solo amor al juego, sino que siempre apostaban alguna cosa. Los espec- tadores que acudian a presenciar la partida, tambien apostaban, jene- ralmente dinero, i así como se acercaba el momento crítico del término de la partida, los ánimos iban enardeciendo, hasta que aquello jeneralmen- te terminaba en una verdadera batalla en la que espectadores ¡ jugadores de uno ¡otro bando se daban de palos i boietadas, hasta que tenia que in- tervenir la policía. Se la prohibe von escumunton mayor En el año 1763 el Obispo Alday prohibió el juego de la chueca, so pena de escumunion mayor. Dicha prohibicion aparece en el «Sínodo Dio- cesano de Santiago de Chile» título 12, constitucion 8.*. Dice así: «El juego que en este reino llaman chueca, a pesar de estar prohibido en el Sínodo anterior, no ha podido estirparse, 1 regularmente se practica en parajes despoblados i en días de fiesta, lo que tambien sucede muchas veces con las carreras de caballos, i por la distancia en que se hacen oca- sionan el que deje de oir misa mucha jente que va a esos espectáculos, que- brantando el precepto de la Iglesia, por lo cual manda su Señoría Hus- trísima, so pena de escomunion mayor: no hagan tales juegos de chueca i carreras de caballos los días de fiesta, siendo en sitios tan distantes del poblado i de las Iglesias que ocasionan a la jente el faltar al mandato de oir misa, 1 que los párrocos escomulguen A nieron a despertar a Marán del letargo en que por último habia caido; en balde los indios le prometieron serle fieles en adelante i cumplir con leal- tad lo prescrito por la suerte, porque él sé puso aquella misma noche en. pS marcha hácia Concepcion, en donde una inmensa muchedumbre lo espe- - raba con los gritos de «Viva el señor Obispo» regocijándose de su presen- cia, como si saliese de la tumba. DESCRIPCION DE UNA PARTIDA La chueca es un ejercicio en que dos partidos opuestos pretenden - llevar una bola de madera del tamaño de una de billar, (pali) hácia el campo contrario, valiéndose para ello de un baston encorvado i grueso xx Diedia lion de lo pagardes al omarpoana pto e patin 200 miz AA DN : a en uno de sus estremos, 1 de un ÓN como de un metro diez a un metro treinta (Fig. N.? 52). La cancha en que se juega (Palvwe), es un terreno mui limpio, jene- ralmente con pasto corto, cuyos contornos se marcan con una zanja 1 una. línea bien visible. Mide casi siempre de doscientos a quinientos metros, - por un ancho que no pasa de unos veinte a treinta (Fig. N.2 53). Los jugadores, con el dorso desnudo, se distribuyen en dos partidos de nueve a diez i siete individuos por cada lado, (igual número) 1 se colocan frente a frente, de modo que a cada uno corresponde un competidor seña- lado. TN Los indios mas fuertes i diestros se colocan siempre en los estremos; — 1 los mas listos, resistentes 1 lijeros, cerca del centro E Sa Para comenzar la partida, se coloca la bola en el centro de la cancha, O E dentro de un pequeño hoyo que se hace en el suelo i despues se le tapa con tierra. I al dar el juez (ranmevoe) la partida (llintun), el indio pregunta a su contrario que a cuántos golpes de chueca quiere que principie a sacar + L. Mátus.—JUEGOS 1 EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 185 la bola, 1 cruzan en ese instante ámbos sus chuecas por encima del hoyo. El otro contesta que a tres, a cuatro, etc., 1en el mismo momento que éste le da sobre su chueca el número de golpes convenido, ámbos principian a hacer esfuerzos por desenterrar la bola i una vez que logran sacarla, cada uno pretende llevársela hácia la raya (huirin) contraria, atravesando el campo enemigo. Desde el instante mismo en que la bola ha salido del hoyo, pueden entrar en juego todos los jugadores, si quieren, pero siempre quedan al- yuncs a retaguardia para impedir una sorpresa. La sacada de la bola es, sin duda, el momento mas interesante del juego, porque es el principio de la batalla; i es de ver cómo ya lidian dos, ya muchos, ya todos; dando muestras de destreza i pulso de su uxó, de fortaleza en la lucha i-de velocidad en la carrera, el que da un golpe fa- moso y atina con la bola en el aire para aumentarle el impulso que lleva o darle otro CONECTO i se nombra en alto grito con seme- jantes palabras: inche cai longo thegua, inche car paqui manun, inche cal anca tigue, que quiere decir: yo soi la cabeza del perro, yo soi el cuerpo del leon, yo soi el cuerpo del roble. (Medina) : Es rar» que pudieran emplear la primera frase, me ha dicho Manquileff, cuando el indio no se rebaja jamas a compararse con el perro. Respecto -de las otras los, no se esplica cómo pudo cambiar tanto el idioma con los años, pues, til como están escritas son incomprensibles. Dice que las fra- ses que usan son mui comunes i que se reducen a las siguientes: Tupez ta toro; tupez lí hauchu nienolu con; tuper takon nienolu; que quiere decir: ese es toro; esees el soltero que no tiene competidor; ese es el que no tiene competidor. Tanbien se emplea esta otra frase cuando tienen mucho amor propio por su juego: Tupei ta nirva nirkon, ese es el rival del mas valiente. Por esté frase es que los indios suelen pelear durante una partida de chueca. Este juego, nirado desde léjos, da la mas viva impresion de una ar- diente batalla, porque, en efecto, es su mas propia imitacion, no faltando ni los golpes ni la sangre; i en tales ensayos crian fuerzas, ajilidad e in- dustrias para las tenas, etc., etc. Cuando dos jugadores llegaban a irritarse, porque no se podian qui- tar la bola, era permtido aferrarse con él o de tenerle de los cabellos, hasta que llegase otro de $1 partido i se apoderase de la bola. '(Los Araucanos y sus Costumbres, porPedro Ruiz de Aldea, pájina 24). 186 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL En el juego de la chueca entra la lucha i la carrera; fuera de ella no se acostumbra ni la una ni la otra. ¿ Los araucanos, no son como los antiguos gladiadores, que combatian con armas mortíferas para satisfacer la cruel curiosidad de la multitud; ni como los hijos del Támesis, que dan grande importancia al pujilato, al que llaman pomposamente defensa personal. Fig. N.” 54.—Mirando una partida de chueca La partida dura de ordinario una tarde, pero a veces se prolonga por varios días consecutivos. Cuando la bola salia por uno ce los lados, (ple) un jugador contrario a aquel que la echó fuera, tenia dericho para cobrarle un aro, pudiendo pedirlo alto, medio o bajo, lo que cuiere decir que el contrario tiene que tomar la bola i lanzársela tal como :l otro la pide. Du- rante el juego son prohibidas las zancadillas, los empijones i todo golpe intencional que un jugador diere a otro, estando en etos casos facultado el juez para suspender el juego, echar fuera a uno o nas Jugadores o para dar el punto disputado al partido contrario. Para ganar una partida, los indios se entregaban de antemano, a una série de supersticiones: i despues de concluido el juego a una borrachera, en la que solian concertarse los asuntos relativos a la gierra. L. Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 187 Aunque no tan desnudos como los hombres, solian tambien jugar las mujeres; ¡a esas partidas concurrian todos para verlas correr isaltar. - Fig. N.* 55 pa Pero, lo que mas ha llamado mi atencion, es que ninguno de los his- toriadores de Chile haya descrito hasta hoi el modo cómo jugaban les in- dios a la chueca, montados, en pelo, sobre sus caballos. Los araucanos jugaban tambien la chueca a caballo, juego que los ingleses llaman ¿£olo, ¡ eran tan buenos jugadores como diestros jinetes. El jeneral don Ignacio López, que vivió muchos años entre los arau- canos, me ha confirmado esto, diciéndome que él presenció muchas veces partidas de chueca a caballo, jugadas por los indios de Bajo Imperial i de Cholchol, allá por los años 1875 a 1880, cuando en Chile no se tenia to- davía mi noticias del polo ingles. Durante el tiempo de la Colonia, adoptaron tambien el juego de la 188 BOLETIN .DEL MUSEO NACIONAL chueca, de los campesinos españoles, quienes introdujeron en él algunas pe- > queñas modificaciones, hasta que el gran número de desgracias que a menu- do ocurrian hicieron que el Gobierno español lo prohibiera severamente. Durante los años posteriores a la Colonia, este juego se estendió por casi todo el pais, 1 vino sólo a suprimirse cuando se hizo un juego de apues- tas 1 de desórdenes en los campos. NS Las autoridades españolas creyeron ver siempre, en el juego de la chueca, al enemigo mas poderoso de la dominacion araucana, porque me- ñ diante él, los araucanos se hacian esforzados guerreros o indomables por su lijereza 1 resistencia en el ataque. No fué raro, entónces, que lo prohi- a bieran bajo las penas mas severas; 1 hubo casos en que aquellos indios que se les sorprendia jugando, eran castigados severamente para infundir terror en los demas. eS z La prohibicion del juego, trajo como consecuencia la casi estirpacion de él, hasta que en los últimos años, ya nadie lo practicaba. S Si bien es cierto, que este juego se prestaba a desórdenes e incorrec- ciones de toda especie, ello es debido en gran parte al sistema de apuestas, mas que al juego mismo que levanta el espíritu, templa los nervios 1 forma hombres de arrojo i de carácter firme, fortificando al mismo tiempo el cuerpo entero, mas que ninguno de los juegos conocidos. Ahora, si tomamos en consideracion el escaso número de elementos = que se necesitan para practicarlo, su bajo precio etc., resulta a primera vista, la gran importancia que tiene su aplicacion en la educacion física de nuestros niños i en toda esa gran masa que forma la base de nuestras e instituciones democráticas 1 que llamamos pueblo. : ksa 0 El juego que los ingleses llaman golf, es tambien otra de las combi- naciones de la chueca 1 usan para ello los mismos elementos. : S Este juego es el que está hoi mas de moda entre los nobles ingleses i se practica por hombres i mujeres de todas las edades, pues no exije de- masiado esfuerzo corporal. Se juega en un terreno arreglado especialmente para este objeto i con varios obstáculos. Lo que sí, que en el golf van echando la bola en unos hoyos que se hacen de distancia en distancia. Tambien los araucanos jugaban a la chueca en terrenos accidentados para acostumbrarse a adquirir resistencia 1 velocidad en subir a los cerros. S Para esto elejian jeneralmente una loma de poca inclinacion i coloca= ban el partido mas débil en la parte alta i los mejores jugadores quedaban Ñ Ñ en la parte de abajo. L. Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LO5 ANTIGUOS ARAUCANOS 189 Poco a poco iban despues buscando otro terreno que presentara ma- yor inclinacion, hasta que conseguian adquirir toda la resistencia necesa- ria para trepar por un cerro a la carrera. = Fué tan grande la resistencia en la carrera que lograban alcanzar con sus ejercicios los araucanos, que se ha llegado a decir que tenian el bazo == (páncrea) mui poco desarrollado como el caballo. E Algunos estudios de Anatomía patolójica comprueban tambien la existencia de un riñon doble entre los indios actuales. La capacidad vital es mui crecida. 4,300 como término medio. LA CHUECA. —SU INTRODUCCION EN LA ESCUELA Los juegos esportivos se diferencian de los juegos pedagójicos, por la intensidad mas grande de las acciones musculares que ellos se rijen, por S las reglas mas precisas i mas estrictas i, sobre todo, por la combinacion de las actividades diversas en busca de un resultado único para el equipo; miéntras que en la mayor parte de los juegos pedagójicos, el resultado obtenido por cada jugador es mas bien personal o individual, como es el evitar ser cojido en el juego de las escondidas, en el raton 1 el gato, ser el último en la carrera, etc. Los juegos esportivos representan en la educacion física, el mas alto grado de intensidad de trabajo corporal i psíquico; son, se puede decir, los hermanos mayores de los juegos pedagójicos, 1 con reglas bien determi- nadas, sin las cuales el juego desaparece. Estos juegos perfeccionan en alto grado las cualidades físicas 1 mo- rales del individuo, cualidades que mas tarde podrán utilizarse en la vida as diaria. Los juegos esportivos no son convenientes ántes de los 15 o 16 años, 14 años seria el mínimum atendible solamente para cierta clase de niños, mas intelijentes i mas disciplinados. = La intensidad de la accion física ipsíquica de los juegos esportivos, la precision estrema, la coordinacion exacta de los movimientos que ne- cesitan; sus reglas severas, la presencia del espíritu, la disciplina, el carác- ter 1, sobre todo, la comprension del juego, los hacen inconvenientes ántes de la edad indicada. Los desafíos de chueca entre los cursos de una misma escuela, (inter- escolares), o inter-universitarios, los campeonatos anuales, así como los de 19.) ñ BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL A foot-ball, etc., serán de gran importancia para la educacion física de nues- tra juventud, que tendrá la oportunidad de ver fortalecer su cuerpo con los mismos medios que usaron los primitivos habitantes de Chile: Para introducir este juego en la escuela es conveniente hacerle algu- nas modificaciones de consideracion, porque de otra manera el juego es bastante peligroso. > Lo primero que hai que hacer es reglamentar el peso 1 el largo del uñó, el peso 1 tamaño de la bola, el largo de la cancha, etc., iddar un buen nú- mero de reglas que vengan-a reglamentar los golpes 1 las caidas que son tan comunes, cuando se deja entera libertad a los jugadores. No debemos olvidar que, no sólo nos guía el propósito de contribuir al estudio de la Etnolojía araucana, sino tambien nos guía el propósito dé ayudar al desarrollo corporal, mediante estos ejercicios alegres 1 prove- chosos. Por esto es que debemos prevenir todas las faltas que puedan ocu- rrir durante estos juegos. Las reglas para el juego de la chueca, que doi en seguida, no son sino el resultado de mi esperiencia como profesor, las he llegado a formar me- diante la práctica de mas de diez años de juego con mis propios alumnos, 1 aceptaré con gusto toda observacion que me hagan los maestros respecto a' su aplicacion. REGLAS PARA EL JUEGO DE LA CHUECA La chueca es un juego esportivo que se practica por dos partidos, que pretenden llevar hácia la raya contraria una bola que ha sido colocada dentro de un hoyo, en el centro del campo elejido para el juego. S 1.2 El número de jugadores es variable 1 depende del tamaño de la cancha en que se va a jugar. Debe ser siempre impar, i se reparten igual número a cada lado del centro. AS En un terreno de unos 250 metros pueden jugar nueve a once juga- dores por lado. El ancho de la cancha depende tambien del largo de ella, i para 250 metros, bastaria 20 de ancho. E Los contornos de la cancha se marcarán con una línea bien visible, con una pequeña zanja o con ramas verdes. Las sustancias que mas se prestan para esto son: el aserrin blanco, la cal, la ceniza, la tiza, la harina cruda, i a falta de todo esto, las ramas verdes de los árboles que se entierran en el suelo de distancia en distancia. L. Mátus.—JUEGOS 1 EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 191 Las líneas mas cortas de la cancha o rayas, (huirin) sirven de límites, i por ahí debe pasar la bola para ganar un punto. Las líneas de los costados, (manple) la derecha, (hueleple) la izquier- - da, serán trazadas en ángulo recto, con las rayas, de tal manera que la cancha resulte un rectángulo perfecto. (Como lo indica la fig. 5.) á Una línea bastante visible indicará cual es la mitad de la cancha, 1 en el medio de esa raya, se abrirá la tronera para enterrar la bola. 2.» El tiempo que debe durar la partida es ilimitado i depende del número de puntos o rayas a que se juegue, cosas que determinan ántes de la partida ámbos capitanes, de acuerdo con el juez. Jeneralmente se juegan tres juegos seguidos, 1 el que triunfa dos veces es el ganador. Para comenzar una partida se rifa primero el lado, i el que gana tiene derecho a elejir el mejor, tomando en consideracion el declive del terreno, el sol 1 hasta el viento. Al partido que ha perdido el lado, es al que le corresponde sacar la bola. A las órdenes del capitan, cada partido tomará su colocacion en la cancha, llevándo la chueca al hombro. - Al primer pitazo del juez, partidarios i contrarios cruzan sus chuecas. Al segundo pitazo se separarán los jugadores, tomando la colocacion que mas le convenga, pero siempre al frente de su contrario, i al tercer pitazo, el jugador, designado por la suerte para sacar la bola, gritará en “alta voz: chueca, a lo cual su contrario le preguntará a cuántas, i una vez que el otro dice el número (a 3 por ejemplo), el que va a sacarla, da sobre la chueca, de su contrario, los golpecitos convenidos, sin que éste pueda mover-su chueca, e inmediatamente despues del último golpe, ámbos tratan de sacar la bola que ha sido enterrada de antemano. Entre tanto la bola no salga, ninguno de los jugadores puede tomar parte en la lucha 1 deben sólo estar mui listos esperándola. 3.” Los partidos cambiarán de lado cuando han terminado un juego, “ (¡eneralmente tres rayas) i se les dará un descanso de cinco minutos ántes de comenzar la segunda partida. Este descanso: será de diez minutos entre la segunda i tercera par- tida. Al principiar una segunda partida, la bola será sacada por el partido que perdió la primera. 4.2 Se hará un punto (thoy) cuando la bola (pali) pasa la raya con- - 192 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL traria. Si la bola sale por un ángulo de la cancha, el punto no vale,-1 la bola vuelve al centro, de donde es golpeada por el mismo jugador que la sacó por el ángulo. 5 5. Cuando la bola sale por uno de los lados (manple) lado derecho ¡ (hueleple) lado izquierdo, un jugador del mismo partido que la echó tiene la obligacion de servirla desde el mismo 'punto por donde la bola salió. Este servicio se hará respetando el mandato del jugador contrario que es quien tiene derecho de golpearla primero, sin que ningun otro ju- gador del partido que la echó fuera pueda intervenir, hasta que no haya sido tocada, la bola, por la chueca de un contrario. El jugador que va a golpear la bola puede pedirla alta, media o baja, como mejor le convenga 1 el que la sirve no puede dejar de obedecer, pues si no hace lo que se le ordena, el juez lo castiga, dando un golpe libre al partido contrario. 6. Cuando la bola es echada intencionalmente por el ángulo por un jugador que defiende la raya, por donde ha salido, el juez dará un punto al partido contrario. 7. Los fallos del juez (ranmevoe) son inapelables i nadie tiene de- recho a reclamar en contra de ellos por ningun motivo. 8.2 Si un jugador levanta la chueca mas arriba de la cabeza, juega con una mano, o tira su chueca para atajar la bola, o la ataja con el pié, o se pone intencionalmente delante de un jugador para interceptarle el paso, comete una falta que se castiga dando un golpe libre al partido con- trario, desde el mismo punto donde se cometió la falta. 9. Durante el golpe libre o cuando un jugador está completamente solo (sin tener a 10 mts. un contrario) se le permite levantar su chueca (uñó) a la altura que quiera, pegarle a la bola con una o dos manos, arriar- se con ella hasta donde quiera, etc. 10. Si un jugador diese un golpe, empellon o saltase sobre otro, con intencion de derribarlo, será echado inmediatamente de la cancha, sin que pueda ser reemplazado por ninguna reserva. 11. La bola con que se juega será hecha de lana bastante apretada, sirv:éndole de armazon una pelotita de corcho. Será forrada con cuero delgado 1 bien redonda. Cuando los jugadores ya sean bastante diestros, se hará de cáñamo 1 sólo en casos mui limitados se permitirá jugar con bola de madera li- viana. El diámetro de la bola no podrá ser mayor de 71% cms. L. Mátus.—JUEGOS 1 EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 193 12. El unó será de madera mui liviana i elástica i torcido en uno de sus estremos. Medirá de 1 mt. 10 cms. a 1 mtr. 30 cms. de largo i¡ 2% a 3 cms. de grueso. Todos los de un mismo equipo serán pintados de un mis- mo color. Igualmente los trajes de los equipos contrarios, deberán ser todos “guales. > 13. Cuando en un punto cualquiéra de la cancha, se agrupen mas de seis jugadores peleándose la bola, el juez ordenará parar el juego, i en ese punto se lanzará la bola al aire; pero sólo estando cerca de él un jugador de cada partido; los demás no pueden estar a ménos de cinco metros de distancia. 14. El juez será nombrado de comun acuerdo por los capitanes (tho- quis) i su deber será hacer cumplir estrictamente las reglas del juego 1 decidir sin demora cualquier cuestion que se suscitare durante una par- tida. : Deberá llevar un apunte para anotar el resultado de-cada juego 1 nombrará dos ayudantes para que le ayuden a vijilar los límites de la cancha. 2 EL LINAO Este juego se parece mucho al que lcs ingleses llaman Rugby. Se jugaba preferentemente al Sur del rio Tolten, i mui en especial por los indios huilliches de la isla de Chiloé. Todavía hai lugares en la isla, don- de lo practican con entusiasmo. De aquí proviene el nombre del pueblo de Linao, que hasta hoi existe. La literatura histórica mo dice nada sobre el oríjen de este juego; pero los antecedentes recojidos- sobre él me permiten asegurar que es autóctono i que no se ha practicado en ninguna otra parte. Las relaciones comerciales entre la isla 1 el continente, hicieron que las tribus de los indios cuncos de Llanquihue i Valdivia i hasta los araucanos mismos lo apren- diesen 1 que lo practicaran con entusiasmo, durante mucho tiempo. Este juego lo practicaron valiéndose de una pelota de cochayuyo u otras algas marítimas que recojian a orillas del mar; medía por lo jeneral unas 14 a -16 pulgadas de circunferencia. Como campo elejian un terreno bastante plano, que medía unos 120 mts. de largo por 60 de ancho, en el cual se quitaban previamente todas (13) 194 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL , las piedras, se tapaban los hoyos i se marcaban los límites con una raya bien visible. (Fig. N.* 56). El número de jugadores que tomaban parte era variable; pero siem- “ pre igual a cada lado, llegando en ciertos casos hasta 25. soma 09 TL MELO Ora A uz Fig. N.o 56 En cada estremo de la cancha habia una puerta formada por dos gruesos palos redondos que enterraban firmemente en el suelo, dejando un espacio como de dos metros. Muchas veces envolvian estos palos con pasto para evitar los golpes 1 las contusiones. Preparados los contendores, seechaba a la suerte la eleccion del lado, elijiendo compañero primero el que perdia. Los indios mas corredores fueron colocados adelante, los mas diestros ájiles en quitar el cuerpo, en el centro, i los mas resistentes i fuertes, atras; reservándose siempre el puesto de portero (tecuto) al moceton mas fornido i valeroso. El juego consistía en impedir que uno o varios jugadores contrarios pasaran con la pelota por la puerta. : : Antes de comenzar, se trazaban en el centro dos rayas trasversales 1 paralelas, distantes una de otra como cinco metros. El partido favorecido por la suerte, designaba a un indio para que, colocándose entre las dos > L. Mátus.—JUEGOS I EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 195 rayas (terreno neutral), lanzara la pelota con la mayor fuerza posible hácia arriba, debiendo en todo caso, caer dentro de dicho terreno. En el pre- ciso instante que se lanzaba al aire la pelota, partidarios i contrarios en- - traban corriendo a tratar de tomarla en el aire para huir con ella hácia la puerta contraria. Aquí fué el momento en que cada uno hacia prodijios por apropiársela. El que lograba cojerla, la estrechaba fuertemente entre sus brazos i emprendía veloz carrera hácia la puerta enemiga, seguido de cerca por casi toda la comparsa; unos se esforzaban por defender al compañero i los mas, por quitarle la pelota. Este era el momento mas crítico de la lucha, i el espectador sólo veia un nudo de hombres que caian formando” un enorme monton, hasta que, por medio de un pase bien dirijido, la pelota volvia a entrar en juego, re- pitiéndose muchas veces esta escena en uno i otro campo. Ya nos imajinamos ver aquel grupo de indios, con medio cuerpo des- nudo, la cara amoratada, traspirando a torrentes i luchando por llevarse la pelota en medio de un público que, loco de entusiasmo, anima a sus partidarios a no dejarse vencer. Cuando un individuo, despues de un gran trabajo, lograba encontrar- se próximo a penetrar por la puerta enemiga, el tecuto i sus ayudantes, to- mando tambien parte activa en la contienda, tenian que hacer esfuerzos sobrehumanos para impedir que toda aquella avalancha humana los atro- pellara 1 entrase por la puerta. Muchas veces ocurria que se desafiaban para jugar a este juego dos tecutos, i entónces, tomando la pelota entre ámbos, comenzaban a luchar. Lo mas raro era que durante el tiempo que duraba esta lucha, no se veia ningun movimiento entre los contendores, sino que aquellos hombres, asidos el uno al otro por los brazos, apretando cada cual mas fuerte, no se veian, hasta que, con un rapidísimo movimiento, caia uno en tierra i el otro arrancaba con la pelota. Otras veces se concertaban partidas entre los hombres mas fuertes de dos tribus. El juego duraba cuatro o cinco horas i era estrictamente prohibido darse de bofetadas, puntapies o rodillazos, pegar con mano cerrada, etc., i cuando uno infrinjia estas reglas, quedaba escluido inmediatamente por el «ranmevoe» (juez). Ningun otro juego despertó tanto interes entre las tribus araucanas, que recorrian distancias enormes para asistir a estos concursos. 196 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Cuánto mas interesante seria para todos los chilenos, si pudiéramos hacer revivir estos juegos nacionales, que fueron los que dieron fuerza 1 ralor a nuestra raza! e 7 ¿X . : 5 3% ¡I qué orgullosos se sentirían nuestros niños si pudieran robustecer su cuerpo con los mismos ejercicios i juegos de los araucanos! 7 JUEGOS DE NAIPES » A F ses 1 z : 42 En peas a A 0 “Y pl y - E : He . >= - L. Mátus.—JUEGOS 1 EJERCICIOS DE LOS ANTIGUOS ARAUCANOS 197 No daremos por concluído este trabajo sin decir dos palabras respecto a lo aficionados que fueron los indios araucanos a la práctica de todos los juegos de azar. Rara vez practicaban un juego sin apostar primero alguna cosa. Esta tendencia a la ganancia los hizo aficionarse mui pronto al aprendizaje de los juegos de naipes que practicaban los españoles, icomo no poseian naipes españoles, los confeccionaban ellos mismos. Se valian para esto de un cuero de cordero que preparaban especialmente con tal objeto. Cortaban pedazos iguales, imitando el tamaño de los que se usan comunmente, los tenian con cierta pintura lacre por el lado opuesto, a fin de evitar que se trasluciesen las figuras que les hacian por el otro lado, i con ellos se en- tretenian. Hemos considerado interesante dar a conocer un naipe arauca- no de los que posee la coleccion del Museo Nacional; no sabemos sí está o no completo ni hemos podido averiguar todavia el significado de las figuras; pero esperamos poder hacerlo en el próximo trabajo sobre «Fi- guras i signos encontrados en los peñascos de Chile» que tenemos en preparacion. 198 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL REVISIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCEROS DE CHILE . POR = Cárlos Silva Figueroa : Jcfe de la Seccion Entomolójica del Museo Nacional Iniciamos con esta publicacion el estudio de las mariposas chilenas, cuyo resultado iremos dando a luz, por familias separadas, comenzando ahora por la familia Papilionidae. El arreglo completo que hemos hecho de todos los Rhopalóceros chi- lenos, trabajando con abundante material, ya que a la antigua coleccion del Museo se han juntado las que tenian los señores Videla, Calvert, Paulsen, etc., nos ha permitido establecer el verdadero valor para muchas especies que algunos autores han descrito en vista de dos o tres ejemplares i, a ve- ces, de uno solo i en mal estado. Se acompañará cada publicacion de im- portantes observaciones sobre la distribucion jeográfica de las especies, 1 de una fotografía, lo mas perfecta posible, de cada una de las mariposas en referencia. / Nos ha animado a realizar este trabajo el deseo de popularizar el conocimiento sobre estos hermosos i delicados séres, ya que Mr. GERMAIN trabajó tanto por dar á conocer los coleópteros chilenos en sus numerosas publicaciones. E Ultimamente nos han visitado en el Museo Nacional varios intelijen=* tes i entusiastas colectores de mariposas, que nos han traido sus ejempla- res a fin de llevarlos clasificados, manifestándonos el agrado con que verian aparecer un trabajo escrito que les permitiera a ellos mismos la fácil deter- minacion de las especies recojidas, añadiendo que sentirian redoblar sus en- tusiasmos si pudieran contar con una obra semejante. Una distinguida colectora inglesa, que hizo viaje especial desde Val- Cárlos Silva F.—REVISION DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCEROS 199 paraíso para ver las colecciones del Museo Nacional, nos preguntaba por la obra moderna donde se encontraban descritas i figuradas las especies de mariposas chilenas. «En Inglaterra, Escocia i Noruega, donde he colec- cionado, nos decia, he podido ordenar fácilmente mis ejemplares gracias a las obras que allá existen, pero aquí no encuentro cómo orientarme». La obra clásica en nuestro pais sobre Ciencias Naturales en jeneral, es la Historia Física 1 Política de Chile por_don CLAyDIo Gay, publica- da en 1852, en la cual se hayan descritas las mariposas en el tomo VII, pájinas 1 a 112, con un total de 110 especies. Pero este libro es bastante difícil conseguirlo debido a que es algo escaso 1, ademas, un poco caro. Por otra parte, si bien es una obra de consulta indispensable i fué en su época la última espresión de la ciencia, se encuentra hoi día, como es fácil comprender, con su clasificacion bastante atrasada i con algunos errores. Aunque la naturaleza de este trabajo no lo requiere, haremos, sin em- bargo, mención, siguiendo un órden cronolójico, de los principales autores que han tratado nuestra fauna lepidopterolójica, enriqueciéndola con la descripción de nuevas especies. :- MOLINA en 1767, en Saggio sulla Storia Naturale del Chile, HUBNER en 1806 en Sammlung Exotischer Schmetterlinge, GUERIN en 1832 en Vo- yage de la Coquille, BOISDUVAL en 1836 en Spécies général des Lépidopteres, 1 así como éstos, DRURY, WALKER 1 otros mas, fueron los que describie- — ron las primeras i mas comunes de nuestras mariposas. En 1852 salió a luz la obra de GAY ya citada, que comentamos mas estensamente por su importancia. Contiene las siguientes familias, jéne- ros i especies descritas por E. BLANCHARD: Papilonanos li 6 jéneros con 16 especies Nymphalianos.......:.... 7 17 IBRCIMIADOS 35 aio DAS E Bsperñanos. o 0 UA 2/28 » Castniamos 0000002. E: > 1 » TARA DO IA » PS TanOs o a co 2.» pa » A Bonibiclanos:. 0270 Pa0: IS » 14 » Noctueklanos:i22 rta LLE iO » Balemanos/a ni is 1010» » 13 » DIAM Aroa VA 7 » 200 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL En 1859, D. RopuLro A. PuiLippr dió a conocer en los Anales de la Uni- versidad, i un año mas tarde, en Linnaea Entomolójica, una lista nume- rosa de diferentes especies de mariposas de la provincia de Valdivia. En 1860, WALLENGREN, en Wiener Entomologische Monatschrift, describe 3 especies mas. E En 1864-1877, FELDER i ROGENHOFER dan a conocer nuevas map en el Rezse der Novara. Ds En 1874, ZELLER, P. C., publica un trabajo con descripción de nuevas es- pecies, titulado Lepidoptera der Westkuste Amerika's—1in Grúnhof e bei Stettin (besonders abgedruckt. Aus den Verhandlungen der K. K. Zoologisch-botanischen Gessellschaft in Wien). TA z En 1877, don E. C. RerD, escribe en los Anales de la Universidad una 8 Monografía de las Mariposas Chilenas, en que trata de los Rhopaló- ¿ ceros conocidos hasta la fecha, añadiendo la descripcion de 7 especies 3 nuevas. En 1881-1883, Mr. A. G. BUTHER da a luz en Trans. Ent. Soc. las des- a cripciones de un gran número de especies de mariposas, basándose ? en una coleccion hecha por el señor T. Edmonds. Es, sin duda, el estudio de mayor alcance que se ha hecho hasta la fecha sobre estos : séres. En 1882, D. CÁrLOS BERG estudia la sinonimia i describe algunas nuevas especies en los Anales de la Sociedad Científica Arjentina. En 1886, D. W. B. CaLverT publica en los Anales de la Universidad un Catálogo de los Lepidópteros Rhopalóceros 1 Heteróceros de Chale, en la que anota 455 especies de mariposas. En 1888, Raconor, E. L., estudia algunos. microlepidópteros en un tra- A bajo llamado Vouveaux genres et especes de Phycitidae et Galleridae. a En 1890, W. B. CALVERT da a luz un folleto llamado Descripcion de algu- nos nuevos Lepidópteros de Chale. 3 z En 1891, MABILLE publica en la obra Mission Seientifique du Cap Sa a ENS nuevas especies de mariposas. E En 1893, W. B. CALVERT publica en los Anales de la Universidad ¡en Trans. E E Ent. Soc. of London, Part. 111, Vuevos Lepidópteros de Chale. : E En 1895, D. VICENTE IzQUIERDO escribe en los Anales de la Universidad . un estudio titulado Votas sobre los Lepidópteros de Chale, en que pa sobre los huevos, larvas i crisálidas de varias de nuestras mariposas, i describe un nuevo jénero i una nueva especie. ( a - Cárlos Silva F.—REVISION DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCEROS 203 en una bombilla, sube el líquido succionado. Este órgano puede verse per- fectamente-en casi todas las mariposas, en forma de una trompa arrollada : en espiral, como la cuerda de un reloj, i protejida por los palpos labiales. “En el monroi o mariposa del palqui, Protoparce sexta Johansen, var. coestri Phal., este óreano alcanza una estremada lonjitud, casi 7 cm., pues con él debe alcanzar el fondo de las corolas de ciertas flores que, como la llamada D. DIEGO DE LA NOCHE, Lavauxia mutica, Lin., tienen un tubo corolario bastante largo. Otras mariposas no comen nada en el estado adul- to, de manera que su trompa es rudimentaria i sólo están presentes los Fig. 59.—Larva de mariposa (orijinal). palpos labiales; viven sólo por dos o tres dias, el tiempo necesario para po- ner sus huevos i asegurar así la propagacion de la especie, que es la mision suprema de los séxes! dl . Del huevo puesto por una mariposa no sale otro ejemplar adulto. Entre el huevo i el estado adulto se operan ciertos cambios que en su con- junto constituyen la metamorfósis del animal. Estos estados son los si- guientes: l el huevo, 11 la larva, 1 la ninfa o crisálida i IV el ¿mago o insecto perfecto. 3 Diremos algunas palabras sobre cada uno de estos estados: E I. El huevo.—Mirados a simple vista parecen: pequeños cuerpecitos esféricos u ovoidales, coloreados indistintamente 1, por lo jeneral, de un tono blanquecino, crema o amarillento. Su tamaño es variable i depende, - naturalmente, del de la mariposa que los puso. Mirados con cierto aumento se ve que miéntras algunos tienen la superficie lisa, otros, 1 son los mas, presentan admirables dibujos reticulados, que, junto con la variada colo- racion, les dan a veces el aspecto de hermosísimos i diminutos farolillos chinescos. 204 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Algunas mariposas ponen sus huevos por separado, sin método algu=- no; otras los agrupan en montones irregulares, i, por último, las hai que los colocan en filas de alineacion impecable, a tal estremo que uno queda ma-. ravillado de ver cómo han podido alcanzar una exactitud tan matemática en esta labor. En cuanto al monto de la postura, hai mariposas que po- nen 300, 500, 1 hasta 1,600 huevos. I1.-La larva.—Tambien se le designa con la palabra oruga. En Chile se la conoce con el nombre vulgar de cuncuna, i de cuncunilla cuando está desprovista de pelos. Es casi siempre cilíndrica ise compone de la cabeza i de 12 segmentos, (fig. 59). E Fig. 60.—A la izquierda, pata toráxica de una larva de mariposa, ia la derecha, pata abdominal de la misma. 1d La cabeza es mas oscura que el cuerpo, jeneralmente de color casta- ño o pardo rojizo; lleva antenas sencillas, 6 ejos simples en cada lado 1 fuer- tes mandíbulas que le sirven para roer la madera, cortar tallos, hojas 1 raices, por lo que algunas son capaces de ocasionar grandes perjuicios a la agricultura. La coloracion jeneral del cuerpo de las larvas depende del alimento injerido: son verdosas las que se alimentan de pasto u hojas, amarillas las = que devoran flores de este tono, etc. Tambien se advierte en la coloracion de las larvas cierta tendencia al mimetismo, por ejemplo: las que se desa- rrollan en el interior de las maderas, tallos o tubérculos, son enteramente rosadas, en tanto que las que viven fuera de todo abrigo imitan en su colo- rido el sitio en que se encuentran. De los doce segmentos del cuerpo, los tres primeros corresponden al tórax 1 llevan un par de patas cada uno; los dos que siguen son ápo-- Cárlos Silva F.—REVISION DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCERO5 205 dos i vuelven a llevar patas desde el sesto al noveno, así como el último segmento abdominal. Las patas de los segmentos torácicos son articuladas i terminan en una fuefte i¡ encorvada garra (fig. 60), en tanto que las patas de los segmen- tos abdominales son mas blandas 1 sin articulación, i terminan en una es- pecie de ventosa circundada por una fila o corona de finísimas garritas (fig. 60). Se les llama tambien patas falsas. -Como se ve, el total de patas en una oruga de mariposa es normalmente 16, contando 6 patas to- rácicas i 10 abdominales o falsas. Pero hai casos en que este número es menor i mui raras veces su- perior. Las larvas de los Jeómetros, por ejemplo, po- seen dos patas abdominales colocadas en el noveno segmento i dos en el último. Debido a la gran dis- tancia que hai entre las patas torácicas 1 las abdo- minales, estas larvas, al andar, encorvan el cuerpo “como un arco, tratando de alcánzar con las patas abdominales el sitio que ocupan las torácicas, por lo que parecen medir el terreno i de ahí el nombre de la familia. Todas las larvas mudan la piel varias veces con intervalo de pocos dias, i aparecen, en ocasio- Fig. 61.—Ninfa o crisálida nes, con coloracion distinta a la anterior. i de mariposa. Sobre el cuerpo de la larva se distinguen perfec- tamente ciertas líneas i puntos que se destacan por su color i por las setas que llevan. Sobre el dorso se estiende una línea dorsal; entre ésta i los estig- mas—poros respiratorios del animal—se halla la línea sub=dorsal, i al ni- vel de los estigmas se muestra la línea estigmática. Todavía es posible dis- tinguir los puntos suprastizmáticos, que se hallan encima del estigma, de los puntos infrastizmáticos que se hallan debajo de él, 1 los puntos pedios que se encuentran cerca de las patas. x Despues de cierto tiempo la larva muestra menor actividad, deja de comer, se retrae un poco i permanece quieta, verificando lentos movi- mientos sólo cuando se la toca: se está operando en ella una profunda trans- formacion para alcanzar el tercer estado de desarrollo, que es el de crisálida. TIT. La ninfa o crisálida.—En este estado el animal está envuelto 206 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL por una cubierta quitinosa 1 ríjida, que le permite sólo mover los últimos segmentos del abdómen (fig. 61). Las crisálidas de las mariposas tienen, por + lo jeneral, forma cónica 1 coloracion pardo rojiza, pero las hai de otros as- Y 19, %) 2 e, XA e y9 9, NS es D mo Se ER y EN Q, c9S DOLO Fig. 62.—Cabeza de mariposa privada de escamas, a fin de distinguir mejor sus diferentes partes: 4, antena; V, vértice; F, frente; Cl, clípeo; L, labio superior; P, palpos la- biales; T, trompa formada por las maxilas; O, ojo facetado. pectos i coloridos. El nombre de crisálida, que viene del griego 1 significa color de oro, no es mui apropiado. Algunas crisálidas se encuentran enterradas en el suelo, otras se hallan suspendidas por un estremo o adheridas mediante hilos de las ramas de los vejetales, o bien dentro de un saquito tejido por la larva ántes de cri- Cárlos Silva F.—REVISION DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCEROS 207 -salidar (capullo), etc.; todo lo cual depende del grupo o familia a que per- tenece. : ' IV. El imago o insecto perfecto.—LiNNeO llamó ¿mago—del latin ímago =imájen—a este estado, por considerar que el insecto perfecto es la imájen de sus antecesores. 3 El cuerpo de una mariposa se divide, como en todos los insectos, en 3 partes: cabeza, tórax 1 abdómen. a) La cabeza es casi siempre esférica; el estremo superior se denomina vértice 1 la parte anterior, frente. A cada lado de la cabeza se encuentra un gran ojo facetado 1 saliente, coloreado, segun las especies, de distinto tono: negro, rojizo, amarillento, etc. Ciertas mariposas tienen tambien un ocelo u ojo simple, colocado a cada lado, por encima del ojo com- - puesto. Entre los ojos se encuentran las antenas, que en los Rhopalóceros— del griego Rhopalos=maza i Keras=cuerno—son filiformes i ensanchadas hácia el estremo, donde terminan en una especie de maza o porra. Sirven como órganos de tacto i de olfato. Debajo de la frente se halla un escudito quitinoso o clypeo. Ya dijimos mas atras que la boca de las mariposas sólo está adaptada para chupar el néctar de las flores. Consta: 1.” de un labio superior o labro, unido al clypeo; 2.” de dos mandíbulas supertores, mui pequeñitas i ru- dimentarias; 3.? de dos mandíbulas inferiores o maxilas, alargadas en forma de trompa—que, en estado de reposo, va arrollada en espiral, i suele presen- tarse rudimentaria en muchas especies—1 4.? de un labio inferior (fig. 62). La boca tiene además cuatro palpos: dos palpos maxilares pequeñosi dos palpos labiales grandes, que cubren la trompa por los costados. Estos palpos labiales están formados de 3 artejos i son jeneralmente mas largos en las hembras; están cubiertos de pelos, i en algunas familias sus carac- téres son mui importantes para la clasificacion. b) El tórax se compone de 3 anillos o segmentos, que en las maripo- sas no se distinguen bien porque se encuentran íntimamente unidos i cu- biertos por pelos i¡ escamas; estos segmentos se llaman protórax, mesotórax metalórax. El protórax es el primer anillo del tórax; sostiene la cabeza i lleva el primer par de patas; el mesotórax lleva el 2.? par de patas i el pri- mer par de alas, i el metatórax sostiene el tercer par de patas i el segundo par de alas. Las patas de las mariposas constan teóricamente de cinco partes: cadera, trocánter, muslo, pierna i tarso; pero, por regla jeneral, la cadera 208 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ¡el trocánter están atrofiados ino se ven fácilmente, sin contar con que están cubiertos de largos pelos. La pierna está provista de dos espinas o espuelas 1 la de las posteriores, de cuatro, 1 los tarsos, formados de cinco artejos, terminan en dos garras. z AS Como las mariposas no son insectos andadores ni corredores, tienen sus patas débiles i las del primer par poco desarrolladas; jeneralmente, las 27 llevan apretadas contra el pecho. E Se Las alas son más o ménos triangulares, es decir, presentan-3. orillas. Están recorridas por nervios o venas que son dobles tubos quitinosos i hue- 55 cos, por los que circula aire en el interior i sangre en el esterior i su conjunto constituye la nerviacion o nervadura. El conocimiento de la nerviación es imprescindible en el estudio de E las mariposas, pues ella es base mui principal en la clasificación. Los nom-- bres dados a los nervios de las alas por los diferentes autores, no ; == son los mismos, i por eso es preciso fijar aquí aquellos con que serán desig- nados en este estudio. Los nombraremos de la siguiente manera: ; pega I. Alas anteriores.—Los tres bordes del ala se denominan: márjen an- ; terior (costa), márjen esterior i márjen interior. Base es la parte del ala próxi- ma al cuerpo; ápice la punta o estremo superior i ángulo anterno el formado por el márjen esterior 1 el interno. La primera vena que recorre el ala cerca del márjen anterior es la cos- tal; la segunda se llama sub-costal i tiene por lo regular cinco ramificacio- nes que se llaman 1.*, 2.*, 3.2, 4.2 1 5.2 rama de la sub=costal. La sub=costal $ limita por la parte superior una porcion central del ala que se llama la célu- la discordal o celdilla. Vienen despues 3 nervaduras que tocan el borde A terior del ala i que arrancan del estremo de la célula: son las venas radiales, E que se nombran en sentido descendente, 1.*, 2.21 3.2 radial. Estas tres ve- nas se consideran como ramificaciones de una vena hipotética, que, vi- niendo de la base, atravesara la célula. SS Sigue a continuacion la vena mediana, que forma el límite inferior de la célula i que tiene 2 ramas: /.* 12 2.2 mediana, imás abajo una vena que se denomina sub=mediana. ; SE Contando todas las venas nombradas i sus ramificaciones, encon==. tramos que 12 de ellas tocan el borde del ala: este es el número de ramifi- 3 o A e > , AE caciones de una nervadura típica para las alas anteriores. Pero hai casos . en que a la sub=mediana ya dicha siguen una o dos venas más que se lla- man 1.2 1 2.* anal. A = Cárlos Silva F.—REVISION DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCEROS 209 TI. Alas posteriores.—Los tres bordes del ala tienen los mismos nombres que en las alas anteriores, pero al márjen interno se le llama tam- 3 Le PRE Fig. 63.—Nervadura de las alas de una mariposa (orijinal). bien márjen abdominal, porque toca, en realidad, el abdómen de la maripo sa, 1 el ángulo formado por el borde esterno i el abdominal se denomina ángulo anal. (14) 210 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL La primera vena es la costal que, en ciertos casos, lleva una pequeña” ramificación en su base, denominada precostal (a). Viene despues la sub— costal, ¡jeneralmente sin ramificaciones; a continuacion las 3 radiales i la mediana con 2 ramas, 1, por último, la sub—mediana, lo que da un total . de 8 ramificaciones que es la nervadura típica para las alas posteriores. Pe- ro a veces se encuentra tambien, a continuacion de la sub=mediana, una vena anal. 3 La célula discoidal de ámbas alas está limitada en su parte delantera por una vena sinuosa, que se llama discocelular anterior (b=c); mediana (c-d) 1 posterior (df). La célula es cerrada cuando la vena discocelular es completa, i abierta cuando falta la discocelular posterior. Para estudiar la nervadura de una ala de mariposa, es preciso quitar con cuidado las escamas que la cubren i que impiden ver los nervios. Esto se hace con la ayuda de un pincelito fino, que se pasa con suavidad por en- cima del ala, tanto en la cara inferior como en la superior, hasta dejarla mas o ménos traslucida. Por trasparencia i a simple vista, o mejor, con ayuda de un microscopio de poco poder, se podrá apreciar perfectamente la nervadura. Cuando no se quiere destruir el ala del ejemplar de que se dispone 1 sólo se trata de apreciar en conjunto la venacion, basta mojar rápidamente las alas con bencina o cloroformo, que la dejan trasparente por algunos minutos. Con el nombre de freno—del latin frenulum—se nombra a un órgano que llevan las alas posteriores, consistente en una espina en los machos, i de 2 o más cerdas en las hembras, cuyo objeto es unir las alas del mismo lado, i obtener así una mayor seguridad en el vuelo. Este órgano no existe en los Rhopalóceros. Las manchas que hermosean las alas de las mariposas, 1 que a veces causan la admiracion de los aficionados por los caprichosos dibujos que forman, son los mejores caractéres de que se valen los autores para distin- guir la especie que describen. Sin embargo, nótanse con frecuencia en ejem- plares pertenecientes al mismo grupo, modificaciones sustanciales en el colorido i dibujo con respecto a la especie que sirvió de base a la descrip- ción orijinaria, lo. que prueba de una manera indiscutible la exactitud del principio de la variacion de las especies. Muchos entomólogos, engañados por la diferencia de colorido i de tamaño, han descrito como especies dis- tintas lo que sólo era una variedad de la misma. Mas adelante veremos Cárlos Silva F.—REVISION DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCEROS 211 que, cuando se dispone de gran cantidad de ejemplares, es posible formar una verdadera escala de transicion entre una especie i otra. Para la localizacion de las manchas, fajas o líneas coloreadas, los auto- res dicen que son basales cuando se hallan cerca de la base; apicales; si se encuentran en el ápice; discales, si se hallan en el medio del ala; marjinales, si están en el márjen esterior; sub—marjinales, si están próximas a este már- jen; lonjitudinales, sí van en el mismo sentido que los nervios; trasversales, si los cruzan, etc. Orden LEPIDÓPTEROS 1.= Division: RHOPALOCEROS Caractéres: Antenas cilíndricas 1 terminadas en una dilatacion en forma de porra o maza; cuerpo esbelto; alas verticales durante el reposo 1, jeneral- mente, de vivos colores; las posteriores-sín freno. Carecen de ocelos. 1.* Familia: Papilionidae Mariposas de gram tamaño, con las antenas próximas en su insercion; palpos cortos. Todas las patas bien desarrolladas en ámbos sexos 1 provistas de dos garras terminales. Alas posteriores sin vena anal 12 con el borde abdomi- na! escavado, no toca el abdómen. Borde esterior dentado, 1, a veces, provisto de una cola (prolongacion de la tercera radial). Alas anteriores con 2 0 3 ve- nas anales; base de la mediana unida a la sub=mediana por una vena tras- versal. Célula discoidal cerrada en ámbas alas. Larvas con osmaterio. ' Esta familia comprende cerca de 700 especies, las cuales se clasifican, en su mayoría, dentro del jénero Papilio, 1 abundan, sobre todo, en la zona tropical de Sud América. Entre sus representantes se encuentran algunos verdaderamente notables por su tamaño i la maravillosa hermosura de sus alas, que hace que los aficionados las busquen con afan para sus colec- ciones. Entre ellas existe, por lo jeneral, un dimorfismo sexual mui marcado, pues la hembra es siempre mucho mayor que el macho i, aún, vuela a otra hora que aquel, de modo que es mui raro encontrarlos juntos en el mismo sitio. e . > 212 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL En Chile sólo se halla representado el jénero Papilio con una sola es- > pecie i no con dos, como se habia asegurado erróneamente. ' _Jénero- Papilio Linneo * Mariposas de gran talla, con el borde esterno de las alas posteriores den- tado o provisto de una prolongacion en forma de cola. La vena mediana de las alas anteriores está unida a la sub=mediana por una vena corta. PAPILIO BIas Roger Sinonimia: 1826. Papilio bias (ROGER, en Bull. Soc. Linn. Bord., part. 1). 1836. Papilio archidamas (BOIsDUVAL, en Sp. Gén. Lep. tomo I, páj. 321). 1839. Papillio archidamas (FEISTHAMEL, en Mag. Zool., tomo 1X., páj. 37). 1852. Papilio archidamas (BLANCHARD, en Gay, Historia Física y Política de Chile, tomo VII, páj. 8). 1877. Papilio archidamas (ReeEbD, Ebwin C., en Una monografía de las ma- riposas chilenas, páj. 9). 1881. Papilio bias (ButLER, A. G., en List of Butterflies Collected 1n Chalz, Trans. Ent. Soc., part. IV, páj. 474). Cabeza pequeña, con los ojos facetados, grandes 1 salientes, los pal- pos cortos i amarillentos.i las antenas negras. Tiene dos manchitas blancas cerca del nacimiento de las antenas 1 dos trazos amarillentos en la frente. El protórax es pequeño i estrechado hácia adelante; lleva 2 puntos amarillentos en la parte delantera i 2 anaranjados i mas grandes en su bor-=: de posterior. En los costados, próximas al nacimiento del primer par de patas, presenta otras 2 manchas anaranjadas. Meso i metatórax, negros por encima, i por debajo, con algunas manchas amarillentas. Las alas tienen su borde esterno dentado, especialmente las poste- riores. Ambas son, por encima, de color negro verdoso, con una fila de man= chas amarillas en la parte discal, situadas en los espacios intervenales. Los ángulos entrantes del borde son, tambien, amarillos. Por debajo, las alas anteriores son de color negro en sus dos tercios basales, en cuyo fondo resaltan las venas negras i salientes. En el tercio marjinal se encuentran dos fajas negruzcas, que encierran cinco manchas Cárlos Silva F.—REVISIÓN DE LOS LEPIDÓPTEROS ROPALÓCEROS 213 plateadas—las tres superiores, grandes i triangulares, i mas pequeñas las otras dos —acompañadas en su base de una mancha rojiza. El abdómen es negro i lleva una línea de puntos amarillos a cada lado. Y Esp. alar. 75-80 mm.; 2 90-105 mm. Aparte de su menor tamaño, los machos se diferencian porque el bor- de marjinal inferior de las alas anteriores conserva en toda su-estension Fig. 64.—Papilio bias Roger la coloracion oscura que tiene en la cara superior, i porque la rejion basal de la pájina inferior de las alas posteriores no es uniformemente amarilla como en las hembras, sino que se presenta algo ahumada, a causa de las escamas negruzcas que allí se encuentran. Area de dispersion.—Esta espléndida mariposa se halla en Chile desde Concepcion hasta Atacama, i, en ciertos puntos, como Valparaíso 1 Viña del Mar, es bastante comun en los meses de verano i primavera. Tambien es posible observarla en Santiago: en los jardines de la Quinta Normal se han capturado varios ejemplares para la coleccion del Museo Nacional. * * xk En cuanto al aspecto de la larva i de la crisálida, Mr. BUTLER da en su trabajo las siguientes indicaciones: - Larva—Parda oscura, provista de cortas espinas anaranjado—amari- llentas. Cabeza negra i brillante; el 2.2 segmento con una fuerte placa ne- 214 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL gra en el dorso, i en la parte delantera, inmediatamente detras de la cabe- za, un apéndice carnoso, de color amarillo, que se levanta cuando la larva está molesta, 1 semeja por su aspecto a la letra V (1). De cada lado anterior del mismo segmento se halla un cuerno carnoso, amarillo en la base i negro en el estremo, lijeramente encorvado hácia adelante. El resto del cuerpo es de color pardo oscuro; cada segmento lleva a los lados una corta espina Fig. 65.—Larva de Papilio bias Roger (segun Butler) carnosa por encima de los estigmas, i otras a cada lado del dorso; estas es- pinas son anaranjado —amarillentas con el estremo negro. El segundo, tercero 1 cuarto segmentos presentan una mancha anaran- jada 1 deslucida encima del primer par de patas, las cuales, junto con las garras terminales, son negras. Vive sobre OREJA DE ZORRO, Aristolochia chilensis, en Octubre 1 prin- cipios de Noviembre. Crisálida.—Parda rojiza, rara vez verde opaca. La cubierta de la ca beza se prolonga en punta a cada lado; el tórax lleva un gran pico en e dorso i otro menor en cada lado; el abdómen posee una doble fila de pun- tos en la rejion superior; cubierta de las alas, prominente. Los imagos emer- jen indistintamente, algunos en Diciembre, otros en Enero, Febrero, Mar- zo, Abril i Junio, 1, algunos, en Octubre siguiente. : (1) Dicho órgano se llama osmaterio. = C. E. Porter,—APANTELES SPINOSAI 215 ENTOMOLOGÍA CHILENA UN NUEVO BRACÓNIDO DEL SUR DE CHILE POR EL Prof. Cárlos E. PORTER S Despues de la publicacion de las dos nuevas especies de Bracónidos _ en la «Revista Chilena de Historia Natural<, año XX (1916), p. 96 i en los «Anales de Zoología Aplicada<, año IV (1917), p. 45 (1), hemos continuado recibiendo material de tan interesante familia de Himenópteros parásitos no sólo del país sino aun del estranjero. Por nuestra parte, no hemos dejado de buscarlas nosotros mismos en las escursiones que, no lejos de la capital, efectuamos los domingos de los meses de Setiembre, Enero y Febrero. - Una de estas especies es la que en nuestra «Rev. Ch. Hist. Nat.<, año XXIV (1920), N.* 1, p. 6, hemos descrito bajo el nombre de Zpobracon Iza- -2a1 PORTER, n. sp. De dos especies que nos han sido recientemente remiti- das para su estudio por el Prof. Cárlos S. Reed, Director del Museo Edu- cacional de Mendoza, una resultó conocida y otra nueva para la ciencia, 1 la hemos publicado ya en la «Revista Chilena de Historia Natural», año XXIV (1920), p. 33. De otros Bracónidos que tenemos en estudio nos ocuparemos tamkien en la «Rev. Ch. de Hist. Nat», del presente año. E El 28 del mes pasado, nuestro amigo el señor Marcial R. Espinosa B., Jefe de la Sección de Plantas Criptógamas del Museo Nacional (Santiago), tuvo a bien comnicarnos para susdeterminacion un interesante himenóp- tero de la familia Braconid.e, que él encontró posado sobre una agalla de un árbol del sur en Nahuelbuta. El estudio del ejemplar nos permite creer se trata de una especie nueva, perteneciente a un jénero que va resultando Nos complacemos tanto en dedicarla a su descubridor como en publi- (1) Apanteles Rivere PORTER y Apanteles Brethesi PORTER. 216 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL xl 5, | — == — - > . car la descripcion en el BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL, aprovechando que se solicita en este momento, por la Direccion del Establecimiento, co- laboraciones para el tomo XI (1918-1919) que entrará en prensa en estos dias. : 7 Apanteles Espinosai PORTER, M. SP. Niger, palpis articulis 2 ultimis testaceis, alis hyalinis fusco circundato in disco testaceo. Long. 3mm. Ale: 3Y4 mm. Antenne: 31% mm. A El clípeo es trasverso, tres veces mas ancho que largo, opaco, uniforme pero no densamente puntuado, su borde anterior arqueado cóncavo; la pun- puntuacion de la cara es como la del clípeo, pero con los pelos blanquizcos - i con una lijera elevacion lonjitudinal mediana; la frente con una puntua- cion mas delicada que la de la cara pero pilífera tambien; los ojos vellosos, los ocelos posteriores un tanto mas cercanos de los ojos que entre sí. Meso- noto bastante liso, con puntuacion pilífera no densa, separada del escudete por una línea de unas veinte foveolas. Escudete triungular, liso con una fuerte impresion mediana lonjitudinal, los bordes laterales estriados, vol- viéndose completamente lisos en su borde latero-posterior. Postescudete liso, con una fina elevacion mediana lonjitudinal, una fuerte foveola poste- rior de cada lado. Segmento mediario casi liso, con una quilla mediana lon- jitudinal i una puntuacion bastante esparcida, sin estrías ni crestas. Pri- y mer segmento del abdómen mas largo que ancho, un tanto hundido lonji- tudinalmente en el medio 1 levantándose paulatinamente hacia los bordes laterales donde existen dos crestas paralelas, una superior i la esterna en el canto del segmento: esta un poco converjente hácia atrás, el disco un poco puntuado-vermiculado, existiendo un pequeño espacio triangular liso en el medio posterior del segmento. Segundo segmento trasverso, como tres veces mas ancho que largo, un poco liso, la puntuacion poco profunda; una línea oblícua sale de los ángulos látero—posteriores 1 se dirije profunda hácia. la estremidad de la cresta interna del primer segmento bien trapezoidal. Tercero i cuarto segmentos un tanto opacos con pelos dispersos; los demas. segmentos bien lisos con pelos tambien dispersos. (y Proviene este insecto de Nahuelbuta (Prov. de Arauco). ' M. R. Espinosa B., leg. El ejemplar que ha servido para la descripcion queda, como es de regla, en la coleccion del descriptor por ahora. Santiago de Chile, Mayo 2 de 1920. Paul Herbst.—UN NUEVO JÉNERO DE AVISPAS CAVADORAS 217 UN NUEVO JENERO DE AVISPAS CAVADORAS (SPHEGIDAE. HYMENOPTERA.) POR Paul Herbst Lautara zx. £. (Lautaro. nom. prop.) El jénero Lautara tiene su posicion en el sistema entre los jéneros - Solierella Spin. y Plenoculus Fox. Estatura pequeña, 4-8 mm Colores del cuerpo de la única especie conocida son negro i colorado, sin pintas amarillas o blancas. Pronoto, tubérculos humerales, posescudo 1 tibias revestidos de pubescencia densa, sedosa, plateada. Cabeza mas ancha que el tórax. Estructura de la cabeza semejante a la de Solierella Spin. El borde interior de la órbita de los ojos compuestos recto, sin escotadura; ojos converjentes hacia el vértice. Ocelos redondos» en forma de perlas, dispuestos en triángulo rectángulo. El borde esterior _de las mandíbulas sin una escision. Mandíbulas terminan en una sola punta o diente, de color negro i en su mitad con una faja transversal colorada. Palpos maxilares de 6, palpos labiales de 4 artículos. Clipeo mui corto i ancho; la porcion media del clipeo de la hembra algo prolon- gada, convexa, su borde anterior ribeteado, armado en ámbos lados con. un fuerte diente, su superficie dividida por una carena lonjitudinal; el borde anterior del clipeo del macho armado con 3 dientes, al lado del “clipeo no existen franjas de cerdas. Antenas del macho de 13, de 12 arte- jos, insertadas poco distantes del borde superior del clipeo, robustos, fili- formes; el primer artejo corto, grueso, tal como-:en el jénero Tachysphex 218 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Kohl; la antenas del macho son mas cortas i de diferente forma que las de la hembra, con artejos mas cortos i algo mas anchos, aplastados, visi- blemente encorvados; desde la base de las antenas hácia el ocelo anterior el frente algo cóncavo está dividido por una carena. : El pronoto (collare) es transversal, situado mas bajo que el meso- tórax (dorsulum), la parte delantera forma un declive, no es abruptamen- te truncada. Los tubérculos humerales del protórax (tubércula humera- lia) bien distantes de las escamas alares (tegulee). Segmento mediario es algo mas ancho que largo, en la superficie ofrece una grande i bien mar- cada área cordiforme, cuyo ápice alcanza la parte posterior abrupta- mente truncada. Estructura de los segmentos abdominales igual a la del jénero Solie- rella, pero con el segmento anal encojido hácia el vientre i dotado de un pijidio (pygidium) débilmente espresado. sz La nervadura de las alas superiores mui parecida a la del jénero So- lierella Spin.: célula radial grande, su ápice truncado, apendiculada; tres células cubitales cerradas: la primera mayor que la segunda i tercera en conjunto, la segunda triangular, apendiculada, la tercera mas alta que larga, situada algo en declive, hácia la vena radial algo angostada; la primera vena discoidal-transversal toca la vena cubital en forma varia- ble: ora intersticial, ora cerca del principio de la segunda célula cubital, ora al final de la primera célula cubital. Pterostigma pequeño. Alas inferiores: los ganchitos que unen las superiores con las infe- riores durante el vuelo (retinmaculum) forman una hilera no interrumpida que principia en el punto de oríjen de la vena radial. La vena cubital tiene su oríjen visiblemente mas allá de la conclusion de la célula sub- medial. El lóbulo basal es de forma elíptica 1 mas corto que la célula sub- medial. : 3 Las coxas de las patas II algo distantes entre sí. Tibias II con una sola espina (calcar), tibias III con dos espinas. Tibias 1 tarsos armados con finas espinas. La hembra está dotada en el borde esterior de los tar- sos 1 de un bien desarrollado peine formado de largas i flexibles cerdas. Pelotas entre las uñas (pulvilli) bien desarrolladas. Fémur . en su base mo escotado. El jénero Lautara tal como el jénero Plenoculus Fox demuestra ya, bastantes afinidades al grupo de jéneros denominado Larridae: patas Paul Herbst.—UN NUEVO JÉNERO DE AVISPAS CAVADORAS 219 espinosas, desarrollo de un peine tarsal, segmento anal dotado de un pijidio, caractéres que lo alejan del jénero Solierella Spin. - Por otra parte se distingue del jénero Plenoculus Fox por su hábito en jeneral que se asemeja al de Solierella Spin., no al de Tachysphex Kohl, por la inervacion individualmente variable de la primera vena discoidal-transversal, por el desarrollo del pijidio, por la falta de la es- cision en el borde esterior de las mandíbulas i en el macho por carecer de las franjas de cerdas en ámbos lados del clipeo. La estructura diferente de las antenas segun sexo separa, ademas, este nuevo jénero, tanto de Soliereila Spin. como de Plenoculus Fox. Patria: Chile. LAUTARA JAFFUELI N. SP. 2 Y Q. Cabeza, antenas, tórax ¡ segmento mediario negros, con puntua- cion fina, pero honda, que priva la superficie de un lustre, solamente el mesotórax se presenta a veces algo luciente; abdómen colorado, con pun- tuacion mui fina; patas I i II negras, coxas i tocanteros III negros, fe- mures i tibias III colorados, tarsos 111 colorado—negruzcos. Borde del cli- peo, espacio interocelar, una faja sobre el pronoto i escudo (scutellum) afelpados de pelos finos sedosos plateados; los lados del meso i meta- tórax, la faz esterior de las patas 1 los segmentos dorsales del abdómen cubiertos de una vellosidad mui finísima plateada. Segmento mediario provisto de una área cordiforme dividida lonjitudinalmente por un surco, en ámbos lados como en la pared posterior ofrece ademas una estriacion transversal bien pronunciada; antenas de 12 artejos: el primero es grueso, en forma de maza, artejo 2 corto, mas largo que ancho, 3 a 12 cilíndricos, 31 4 de un mismo largo, cada uno tan largo como el segundo i quinto artejo en conjunto, 5 al 9 acortados paulatinamente, lo mismo artejo 10 al 12, los cuales ademas están reduciendo en diámetro formando una punta ob- tusa. Alas hialinas; una faja ancha ennegrecida en el borde de las alas superiores e inferiores. Largo 6 hasta 8 mm Í tal como 2, pero con las patas III negras; antenas de 13 artejos: 1 es grueso, 2 corto, mas largo que ancho, 3 tres veces mas largo que ancho, 4 al 8 dos veces mas largo que ancho, 9 al 12 acortándose i reduciendo paulatinamente en diámetro, 13 corto, normal, puntiagudo, artejos 2 -al 7 son mas anchos que los siguientes i observándolos bajo cierto ángulo - E A TARA A E _ BOLETIN DEL das cio la cau leve rebaje plano elíptico. en su lado. inferior, rebaje. que s de una dis algo arqueada forma que los restantes, una manchita de vello plateado. Largo. 4 hasta 6 mm. li ; Dispersión jeográfica: A AA Descubrí los machos de este notable. especie a principios de -Dicie DE de 1917 en los arenales formados. <0or el po Blanco, Ed al cerca de El Salto, provincia lp ER. P. Félix nel coji pecie en las cerranías de la Cordillera de la Costa, provincias “de. Val raiso 1 Santiago: Valle de a AS Bo Ea so0s0 volando en arenales Méde el principio a fines del mes sd Enetó 19 Le E, ==. Denomino la especie en honor del señor R. P. E élix Jaffuel. Los tipos se encuentran en mi colección. ) F. Fuentes.—=xEViSIONES EN LA FLORA CHILENA 221 REVISIONES EN/LA FLORA CHILENA - FAMILIAS DE MONOCOTILEDONEAS CHILENAS MONOTÍPICAS POR Francisco Fuentes . ; Jefe de Seccion del Museo Nacional (Chile) Las plantas Monocotiledóneas que en Chile tienen como represen- tante una sola especie son las que pertenecen a las siguientes familias: Tifáceas, Restionáceas, Centrolepidáceas, Burmanniáceas e Hidrocari- táceas. E De esta última se tratará en una publicacion posterior. Familia TIFACEAS Flores desnudas, unisexuales, dispuestas en dos espigas continuas, formando espádices superpuestos i terminales, con espatas foliáceas ca- ducas. En la porcion superior flores masculinas, compuestas de 1 a 5,7 estambres filamentosos, con anteras basifijas, oblongo-lineares que se abren lonjitudinalmente; los filamentos simples o ramificados, acompa- nados jeneralmente de pelos sencillos, dilatados o dividides en la punta 1 que nacen directamente del eje floral carnoso. La parte inferior del eje floral forma espádice con flores femeninas pequeñas, que nacen de rami- llos diminutos, conoídecs, escamosos o bracteolados, 1 están provistos 222 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL de pelos numerosos 1 delicados. Ovario unilocular oblongo, seguido de un estilo delgado 1 estigma unilateral lingúiforme, espatulado o de otra for- Se ma alargada. Un óvulo colgante. Fruto una drupa o nuez; el epicarpio membranoso o coriáceo. Semilla alargada con envoltura reticulada i albúmen farináceo. En ambas inflorescencias hai a menudo flores abortivas en forma de bractéolas espatulado-filiformes o como pistilodios con estilo i estigma — rudimentarios. Plantas herbáceas, anemófilas, grandes, perennes, con rizomas es- camosos o catafilinos. Paja sencilla, derecha, llena, esponjosa, sin nudos aparentes. Hojas lineares, enteras, envainadoras i apretadas a la base del tallo; la seccion trasversal de la lámina cerca de la vaina es plano convexa, biconvexa o elíptica, etc.—1 sólo jénero con unas 9 especies que habitan en los pantanos i fosos de las rejiones tropicales i templadas del- globo. TYPHA L. (1737) Presenta los caractéres de la familia. En Chile una especie, talvez cosmopolita, la «Totora», (1) bajo el nombre de : y T. angustifolia L. Spec. pl. (1753) 971—Gay VI, páj. 159.—E. P. . HI, 1. 186.—Pfr. IV. 8 (1900), páj. 11-14.—Kth. En. II. páj. 91. s Planta robusta, 1-4 m. de altura, con rizoma rastrero, escamoso. — ramificado. Tallo o paja sumerjida en su base i esponjosa. S Hojas i tallo glabros, estriados, de la forma indicada anteriormente. Lámina de 1-2 cm. de ancho por 1-3 m. de largo; es erguida, coriácea, tenaz. Las hojas superiores sobrepasan el eje floral. Sobre la vaina Ja lámina es subacanalada mientras la seccion trasversal se aplana con la altura. Flores en 2 espádices (Lám. 1), masculinas arriba i femeninas abajo, - separados por un espacio de 1-3 cm., de forma cilindroídea 1 miden cómo 5-30 cm. de largo cada uno. A Pr Las masculinas sin perigonio como las femeninas i reducidas a los nu- merosos estambres, los cuales, unidos por la base en grupos de 2-4, rodean el eje floral i van acompañados de bractéolas o pelos blanquecinos sim- ples o ramificados; filamentos delgados, del color de los pelos, mucho (1) En Europa la llaman: Enea, Espadaña, ¡ Bayon. A TM » E NY F. Fuentes.—REVISIONES EN LA FLORA CHILENA 223 - mas cortos que las anteras lineares, móviles i amarillentas; el abundante pólen en masas poco alargadas que se disgregan en los gránulos redondea- dos. La espiga o espádice macho presenta una espata basilar mayor, alargada, caduca, i 1-3 brácteas menores, membranosas i mas persistentes. Las flores femeninas forman abajo un cilindro café pardusco, com- pacto, de aspecto felpudo, con una larga bráctea caduca. Están reducidas a numerosos pistilos con ovario fusiforme, estilo delgado i estigma lin- gúrforme; el pie del pistilo se prolonga en la madurez formando un jinó- foro como de 3 mm. provisto de pelos blancos numerosos i sedosos, pun- tiagudos, que llegan a un nivel por encima del fruto; éste es obcónico, encierra una semilla i se disemina por el viento. - La totora es frecuente en los pantanos i charcos desde el estremo norte al sur del pais, tambien en el lado arjentino, formando a veces gran- des manchones o totorales que se siegan para confeccionar esteras, o «pe- tates», sillas, junturas de toneles, techos, etc. La pelusa del fruto puede servir para rellenos de tapicería, i el pólen como reemplazante del polvo de licopodio. Ob— Aunque el Pflanzenreich indica la Typha de Sud-América, bajo T. domingensis Pers., hemos aceptado mejor esta última como una var. o sub-especie de la T. angustifolia L., de la cual difiere algo en el porte 1 ancho mayor de la hoja; pero concuerdan en los estambres, el fruto, pelos agudos del jinóforo 1 otros caractéres específicos fundamentales. : Familia RESTIONACEAS Flores unisexuales, dioicas, rara vez hermafroditas. Perigonio de 3+3 6 3+2 hojuelas bracteiformes, subiguales, libres e imbricadas o unidas por la base. Estambres 3 ó-2, opuestos a los segmentos interiores del pe- rigonio; filamentos delgados i anteras dorsifijas. Ovario tri o unicarpelar con otras tantas cavidades, óvulos i estilos; estos últimos llevan ramas estigmáticas plumosas. Fruto capsular o una nuez. Yerbas perennes con rizoma escamoso, rastrero. Tallo sencillo o ramoso, hueco o macizo; las hojas escamiformes o reducidas a las vainas. Flores dispuestas en espiguillas formando panículas terminales o cimas glomeruliformes. Son plantas anemófilas, semejantes en su esterior a las juncáceas i ciperáceas. Hai unas 235 especies en 19 jéneros, sobre todo del S.W. de Africa, Australia, etc.;—en Chile un jénero con una sola especie. 224 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL LEPTOCARPUS R. Br. (1810) Flores por lo jeneral dioicas 1 por escepcion hasta hernan E doble envoltura floral, tri a veces bímeras i con los segmentos sepaloídeos desiguales. Ovario unilocular con un óvulo. Fruto triangular, coriáceo o membranoso, de ordinario indehiscente. Hojas reducidas a las vainas persistentes sobre los tallos a menudo articulados. Las espiguillas mul- ñ tifloras se presentan paniculadas o a veces fasciculadas. Hai unas 21 especies habitantes principalmente del sur del Africa i Australia; —una en Chile. Ya: L. chilensis Mast.:D. C. Monogr. Phan. 1: (1878) pá. 341, ab e fig. 38-45. (Schoenodum chilense Gay, Bot. VI, páj. 152). Vulgarmente «Canutillo»; fot. II. A Yerba perenne hasta de 1.50 m. de alto, con los tallos de 3 mm. de” diámetro, cilíndricos, lisos, articulados en los mudos, sencillos, de un gris j amarillento, que se levantan de un rizoma rastrero con escamas negruz- cas. En los nudos distanciados resaltan las vainas moreno parduscas o negras, suavemente estriadas, allegadas a la paja, apenas mucronadas de 10-18 mm. de largo. Flores dioicas, moreno castaño en estado seco. Las masculinas en panícula cimosa, alargada, semejando una espiga compuesta de espiguitas de 1 cm. de largo, ovalrelípticas 1 comprimidas, aisladas o agrupadas de 2-4 en la axila de las vainas superiores i con pe- dúnculos blancos, sencillos o poco ramificados, casi tan largos como las espiguillas. Hojuelas bracteales oblongo lanceoladas, mucronadas, mas e largas que las flores. Perigonio glumáceo de 5-6 tépalos; el esterior es mu-- cho mayor que los otros, algo separado como bráctea, i proteje al resto de la flor por su forma carenado-mucronada, de color pardo castaño. Los segmentos interiores son linear-espatulados, un poco agudos, blanque- cinos, == del largo de los estambres. Estos últimos en número de 3 tienen las anteras salientes, grandes, oblongas, de 1 mm. o poco mas; los fila- 2 mentos miden como un tercio de las anteras. 4 Flores femeninas en inflorescencia semejante a la anterior; panícula ; menos ramificada, con espiguillas en 2-3 grupos, de los cuales el terminal es mayor i mas compacto. | e Los segmentos del perigonio dispuestos tambien en series irregu- F,. Fuentes.—REVISIONES EN LA FLORA CHILENA 225 lares como en las flores Y; los esteriores mucronados, linear lanceolados; - los 3 interiores subiguales o poco mas cortos i aplanados que los esteriores. Un pistilo con ovario ovoídeo, estilo cilíndrico partido en 3 brazos estigmáticos. Fruto utricular, triquetro piramidal, monospermo, obser- vado indehiscente e incompleto de 2-4 mm. de largo. Vive en los pantanos chilenos de Arauco al sur, en el continente e islas vecinas, donde suelen emplear sus cañas para techar ranchos. Segun el Dr. Skottsberg (1) esta planta se estiende en Chile entre los 35% (Cu- ricó) ¡1 44” l, s.; en el herbario nacional no tenemos muestras ni anotácio- nes sobre su límite boreal. Familia CENTROLEPIDACEAS -Flores unisexuales o hermafroditas, pequeñas, sin envolturas florales o con 1-3 hojuelas bracteales filiformes. Estambres 1-2, con antera uni- ocular i filamento delgado a veces torcido. Jineceo con un ovario forma- do por uno o muchos carpelos uniovulares i membranosos, que dan fru- tos pedicelados, capsulares, con dehiscencia lonjitudinal. Inflorescencia una espiga dística con flores aisladas, o en grupos axilares, o todavía en cabezuelas multifloras. Tallos cortos i ramificados; las hojas filiformes o como brácteas alesnadas provistas de 1-3 nervios, con frecuencia amontonadas, a veces dísticas, tiesas i las inferiores envainadoras. Son yerbas pequeñas, pare- cidas a las gramíneas 1 ciperáceas, anuales, o a menudo perennes de forma _musgosa. Hai unas 35 especies en 6 jéneros, que vejetan sobre todo en las rejiones pastosas del S.W. de Australia, Tasmania, Nueva Zelandia i parte austral de Sud-América;—1 en Chile. GAIMARDIA (2) Gaub. (1825) Flores aisladas o jeminadas en ramos bracteosos i terminales; son hermafroditas i bímeras. Los 2 estambres libres i opuestos a las brácteas. Ovario pedicelado. Tallos ramosos, prolongados con hojas alesnadas e imbricadas, más o ménos dísticas. (1) C. Skottsberg. Kungl. Sv. Vet. Akad. Handl. Band 56, (1916). N.* 5, páj. 185. (2) En honor del zoólogo i médico Paul Gaimard, que acompañaba a Gaudichaud en el viaje de Freycinet. (15) 226 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Dos especies pequeñas forman céspedes compactos en las rejiones pantanosas de la Tierra del Fuego, Patagonia e islas australes; —1 en Chile. EX G. australis Gaud. Voy. de Freycinet (1826), páj. 419, tab. 30. (G. bo pusilla Gaud. Gay VI, páj. 154). CAD ó ; e sE Planta pequeña (Fotog. III), cespitosa, de 3-8 cm. de altura; tallos - rectos, ramosos arriba, con hojas numerosas e imbricadas, subulado- triquetras, con la base lijeramente vajinante. Presenta un amarillo páli- do en la desecación, salvo la parte periférica que es de color verde claro. Flores terminales 1-2, bímeras. Anteras peltado-elípticas, como de 1 mm. de largo, asoman por entre las brácteas en su madurez; los fila- . mentos delgados, sobre 21% veces mas largos que las anteras. El pistilo con un ovario bilocular; estilos filiformes algo unidos por la base, i arriba el estigma se reparte en 2 brazos diverjentes, prolongados i caedizos d Fruto una cápsula largamente estipitada, comprimida, persistente, elíp- | tica, sobresaliente; las valvas parduscas 'se abren de arriba hacia abajo encorvándose para afuera. Semillas 2 cilindroídeas oblongas, suspendidas, dando color castaño a la cápsula ántes de la ruptura. De Valdivia al sur forma céspedes apretados en los alerzales i suelos pantanosos del continente e islas australes vecinas. Familia BURMANNIACEAS Flores hermafroditas, a veces unisexuales por el atrofiamiento de uno de los órganos, simetría de ordinario regular, solitarias, o agrupadas con pedúnculos cortos. Perigonio petaloídeo unido a la parte superior del E ovario 1 los segmentos libres o soldados entre sí, en 2 series diferentes. Estambres 6 en 2 ciclos o sólo se desarrollan los 3 interiores; filamen= tos cortos i mas o ménos pegados al tubo del perigonio. Jineceo con ovario trímero, uni o trilocular, con 3 fajas placentarias poliovulares; estilos cortos i en el estremo estigmatosos. Fruto una cápsula que se abre de diferentes maneras segun la especie. Semillitas abundantes, alargadas. Yerbas anuales o perennes con rizomas o tubérculos i tallos por lo jeneral sencillos, escamosos o cubiertos de hojas basilares amarillento rojizas; rara vez muestran hojas verdes alargadas. Ca. unas 54 especies, la mayoría como plantas saprófitas, sobre todo en las selvas tropicales; — p en Chile un jénero monotípico. F. Fuentes.—REVISIONES EN LA FLORA CHILENA 227 í z ARACHNITIS PHIL. (1864) Flores irregulares, unisexuales por el abortamiento de un *órgano. El segmento posterior del perigonio ensanchado i encorvado hácia ade- lante; los otros 5 alesnados 1 libres. Estambres 6, cortos i encorvados para adentro; hai rudimentos de pistilo en Jas flores masculinas, i esta- minodios mui reducidos en las femeninas. Jineceo como se ha indicado. Cápsula redondeada con ruptura apical; semillas numerosas 1 pequeñas. Una especie perenne, en el sur de Chile. A. uniflora Phil. An. Univ. de Chile. Tomo XXVI (1865) páj. 639 1 lám. ad.; tambien en Bot. Zeitg. XII, (1864) 217. Planta (lám. IV) rojiza, lampiña, con 4-6 tuberculillos oblongos, sin raíces aparentes. Tallo erguido, de unos 10-30 cm. de altura, sencillo, desprovisto de hojas en su mitad superior i terminado arriba en una flor abierta, parecida a ciertas arañas. Hojas reducidas a 4-6 escamas o vainas membranoso-parduscas, que aumentan de lonjitud hacia la parte supe- rior. Flores raras veces hermafroditas. Perigonio hexafilo biseriado, se- mejante al de las Orquídeas; 5 segmentos sub-iguales lineares, de unos 3-5 cm. de largo por 1-3 mm. de ancho basal, color rosado, con un nervio medio mas teñido, i un segmento posterior mas ancho, doblado hacia adelante, con varios nervios bien marcados. La flor masculina poco menor que la femenina; tiene 6 estambres libres, opuestos a los tépalos; los filamentos cortos i levantados; anteras uniloculares que se abren pará adentro; rudimento de pistilo central con ovario delgado i una prominencia trisurcada. : La flor femenina muestra un pistilo con ovario ínfero, unilocular, i 3 estilos gruesos cilíndricos, terminados en estigmas abultados i gra- nulados; los estaminodios reducidos a escamitas vueltas hacia afuera. -Fruto una cápsula esferoidal que se abre arriba en una grieta triradial. Semillas numerosas ¡ pequeñas se desprenden de las 3 fajas placentarias, i se propagan por el viento talvez ayudadas por un ensanchamiento mem- branoso i casi trasparente que poseen. Vive en los bosques como saprófita sobre raíces i hongos terrestres, entre los 37% (Coronel) i 52” 1. s. Se ha indicado tambien para el lado arjentino (Patagonia). E LÁMINA 1 > z ' AOS ES = Typha augustifolia L. 1, Espigas Y; 2, Id. 2; 3, Espata. LÁMINA II ds Leptocarpus chilensis Mast. 1, Inflorescencia y; 2. 1d. 9. O LÁMINA III ni a 0 AN pS N ION A E Y ", SN SV VAN 1) PO p INN NVAN 5h cl EA ¿NN MA NA Wi DIV Y A 1 Gaimardia australis Gaud.; 2 1 5 flores; 3 el fruto; 4, semilla. Arachnitis uniflora Phil. LÁMINA IV to Gu — INFORMES SECCION ADMINISTRATIVA eS de 1918) MEMORIA DEL DIRECTOR Santiago, 15 de Mayo 1919. Señor Ministro: Tengo el honor de presentar la Memoria del Museo Nacional co- rrespondiente a 1918, acompañada con las de los diversos Jefes de Seccion. Por ellas podrá imponerse V. S. de la labor desarrollada por este Esta- blecimiento. A E : La reduccion de los fondos destinados a la Administracion, para el año 1919, no permitirá imprimir el BOLETIN Correspondiente. Acompaño el último número de esta publicacion, en el cual está el presupuesto presentado a la consideracion de V. S. para 1918. No pue- do insistir en él para el próximo año, a pesar de las poderosas razones que : me asisten para reiterarlo, en atencion a que considero que aún no pueden - normalizarse las entradas de la nacion. Por consiguiente, someto a V. S. el mismo presupuesto vijente actual para atender al Museo Nacional durante el año 1920. Me permito hacer presente a V. S. la necesidad de colocar en el pre- supuesto, sin cambiar su sueldo, al primer ayudante de Botánica, como jefe independiente con el título de Jefe de Seccion de Plantas Criptogá- micas, porque en realidad el señor Marcial Espinosa Bustos, nada tiene que hacer ni con el Jefe ni con la Seccion de Plantas Fanerógamas, i-cuan- do se fundó aquella seccion fue independiente, i solo por economía se re- dujo a ser ayudante con el propósito de darle menor sueldo. 238 POLETIN DEL MUSEO NACIONAL Con sentimientos de alta consideracion, me suscribo del señor Mi- nistro. Dr. EDUARDO MOORE. Al señor Ministro de Instrucción Pública. / INFORME DEL JEFE DE LA SECCION VERTEBRADOS Santiago, Abril de 1919. Señor Director: En el tiempo corrido desde el 1. de Abril del año próximo pasado, hasta igual fecha del presente, en la Seccion Vertebrados confiada a mi cargo, hubo el siguiente movimiento: | 1. En el tomo X del BOLETIN DEL Museo se publicó un artículo sobre Ornitolojía chilena que comprende una serie de 28 pequeñas mono- grafías, de aves indíjenas de Chile, precedidas de la' enumeracion siste- mática y distribucion jeográfica de las especies mas características de la avifauna de nuestro pais. En el curso del año actual, espero que quedará concluido i se publi- cará el trabajo en preparacion intitulado «Catálogo Ilustrado 1 Descrip- tivo de la Coleccion de Biolojía Animal e Hijiene de la alimentacion (ali- mentos animales) conservada en el Museo Nacional de Historia Natural». i 2. En el Laboratorio de Taxidermia el Naturalista ausiliar i Prepara- dor i el Ayudante del Preparador se vieron en la necesidad de consagrar varios meses de continua labor a la operacion del montaje de la piel en seco del hermoso «Leopardo marino verdadero», cazado por los pescadores de la Caleta de Jaime i donado al Museo de Valparaiso en Julio de 1918. Este ejemplar, clasificado por el infrascrito con el nombre de Ogmorhinus leptonix, fué enviado al señor Intendente del vecino puerto, junto con una monografía, hecha en forma mui sumaria, para dar a conocer la nueva especie de pinipedio que ha venido a agregarse, como primero, a las lis- tas de los animales chilenos. ; Sin tomar encuenta la renovacion del líquido conservador de doce preparaciones biolójicas ¡ el arreglo de dos nuevos estantes de la colec- cion de biolojía animal, en el Laboratorio de Taxidermia se han ejecu-- Y INFORMES 239 tado los trabajos de preparacion de animales que se indican en el siguien- te cuadro sistemático de las adquisiciones hechas en la seccion durante el año pasado. Cardenal. F2= : AR Jilguero. - AEZA Pajarillos estr. .. 8. > y 20. Urraca arjentina — 10. Mordo estr... Calendia alb.. JLS: Chmcol. 0100 STO SEN SA LOGRAN Q 6 Zorzal mero. y 22 War 21527 E y 20 Palomas caseras. 18. Paloma coronada DE MoOrcaz ai QUATÓ”: SR oa Aa QQ Aa a 2 pa op pl pr pe pe 00 hp. Q [=] (e) Pp Orto TAS) 1 Mono-perro..... 2 8.3. MAIIEDTe: e? 10.6. ACE UA CORSO) locas. At: 1 Oso E OS Le gd 20.8. MERINO Q 20.8. 1 Foca austral. ... Y 20.7. PO: ES AZ iCermmicalor o... Qu2 1 Lechuza. ....... AZ 16 Pajarillos trop . 20 E A oO ROAD UNION OS MAMÍFEROS 1918 montado. ..... Obs. Dr. E. Moore 1918 en preparación.. Comprado. 1918 en preparacion. Comprado. 1919 montado. ..... Obs. S. B. Quijada C. 1918 esqueleto..... Jardín Zoolójico 1918 montado...... Obs. S. J. Letelier 1918 en preparacion. Obs. S. J. Letelier 1918 montado. .... Del Museo de Valp. AVES 1918 montado. .... Obs. S. C. E. Porter 1918 montado. .... Obs. S. C. E. Porter 1918 montado. .... Obs. S. C. E. Porter 1918 en cuero. ..... Obs. S. H. Klein 1918 montado. .... Obs.S. R. Sánchez 1918 montado. . ... Obs.S. R. Sánchez 1918 .. Obs. S. H. Klein 1918 . - Obs. H. Klein 1918 .. Obs. S. Grez 1918 . .20bs. S. Grez. 1918 5 Obs: 5: Grez! 1918 embalsamado. Comprado 1918 1918 1918 1918 1918 0 > 1918 .. Obs. S. H. Klein 1918 . Obs. S. H. Klein 1918 . Comprado 1918 » . Comprado / Rh iaa apa a anyone pa op pa pa py pa 1 Tortuga arjentina. Culebras Dromicus. 17.7. 1918 alcohol. . .. , e PE ? AS Pavo real. ER EOS O ASS E ER Perdizas/iovse E YD 187. IBA Codornices ..... 230.7. 1918 » (Ce 12.7. 1918 > Catita S 15.7. 1918 eS Porotero:-. 2 2 OS 1918 » Pitotoi chico..... $ 25.7. 1918 » Pollo del campo: 3.8. 1918 >» Avecasina. ..... Y 8:8. 1918 » Pato capuchino.. Y 10.4. 1918 > Patos cuchara .. I2912.4.. 1918 >» Patos colorados . 218.4. 1918 »- Pato colorado J.. 23.4. 1918 ARA Patos negros.... 220.5. 1918 > Pato anteojillo.. Y 10.6. 1918 > Pato real. ...... FAS LO R8 » Pato cordillerano e AS) Vin Pato Jergon grnd 21.6. 1918 o Pato jergón chic. Y 28.6. 1918 » Cauquenss 2 107 ADS » Piuquéns it 1018 Ese REPTILES 3.9. 1918 montada . ANFIBIOS PECES Anguila de rio... 10.7. 1918 en alcohol. . E Obs. IS Ma 20 d Za A . E h BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ha 8.3. 1918 en alcohol YAA a = «Obs. S. B. Quija OBS, ESE AA ae . Obs. S. C. Va O RE ”. E INFORMES 241 Valparaiso i el Puma i 1 Paloma, cedidos a los señores J. Letelier i H. Klein como recompensa por los ejemplares que de ellos recibimos. 3. Las personás que han obsequiado a la Seccion objetos osteozooló- jicos aparecen en el cuadro preinserto. A todas ellas reiteramos la es- presion de nuestra mas viva gratitud por su valioso concurso. La biblioteca especial de la Seccion Vertebrados, se enriqueció con las siguientes obras recibidas en canje o como obsequio de las corpora- ciones i establecimientos con que nuestro Museo mantiene relaciones científicas: «A bibliografy of Fishes> by Bashford Dean, enlarged and edited by Charles Rochester Eastman, vol. 11 2; «Catalogue des Oisseaux du Canada», par John Macoun et James M. Macoun;—«A contribution to the Ornithology of the Orinoco region» by George K. Cherrie;—Ins- truccions per a la recollecció, preparació 1 conservació d'animals marins» per Josep Maluquer;—«A check-list of Mammals of the North Américan Continent the West Indies and the Neighboring seas» supplementby Daniel Giraud Elliot; —«Studies on the factors controlling the rate of Regenera- tion» by Charles Zeleny;—«East African Mammals in the Utited States National Museum, part. 1. Insectívora, Chiroptera and Carnivora» by N. Hollister; —«Biologia Centrali-Americana or contribution to the Know- ledge of the Fauna and Flora of Mexico and Central America», edited by F. Ducane Godman and Oshert Salvin, 1918 de «North American fauna», Proceedings of the California Academy of Sciences», «Proceedigs of the Academy of Natural sciences of Philadelphia», Annals of the South Africa Museum» i «Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural». Ademas, don Carlos E. Porter obsequió a la biblioteca de Vertebrados algunos folletos de especial interes, como «The Columella Auris in Am- phibia> 1 «Some Chinese Fishes», etc. 4. Con los $ 200 que el señor Director puso a disposicion del Natu- ralista ausiliar, la Seccion Vertebrados hizo las siguientes compras de Mamíteros i Aves para arreglar la Coleccion de productos chilenos e 1n- troducidos de la caza de pelo i de pluma: 1 Liebre, 1 Conejo, 1 Chincol, 1 Diuca, 1 Zorzal, 1 Mero, 1 Tenca, 1 Loica, 1 Torcaza, 1 Tórtola, 1 Perdiz, 2 Codornices, 1 Choroi, 1 Catita, 1 Porotero, 1 Pitotoi chico, 1 Pollo del campo, 1 Avecasina, 1 Pato capuchino, 2 P. cuchara, 2 P. negro, 1 P. anteojillo, 1 P. real, 1 P. cordillerano, 1 P. jergon grande, 1 jergon chi- co, 1 canquen i 1 piuquen. (16) 242 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 5. Al Museo de Historia Natural de Valparaíso, la Seccion Verte- - brados envió, junto con el Leopardo marino verdadero, los ejemplares embalsamados que a continuacion se indican : 1 Lile del norte, 1 Carnero negro, 1 Gaviota, 1 Cáguil, 1 Picúrio, 1 Fardela negra, 1 Huala mayor 1 Golondrina de mar, 1 Tiburon, 1 Bonito, i 1 Pez-Aguila. A Ademas, al mismo Museo porteño se cedieron cinco preparaciones en alcohol: 2 Lagartos comunes (Y 2), 1 Carpa, 1 Borrachilla, 1 Chalaco; 1 5 Peje-sapos conservados en un mismo frasco. S 6. En cuanto a la labor interna actual de la Seccion, los trabajos principales que hoi se ejecutan son la desinfección, con bencina 1 sulfuro de carbono, de la coleccion ornitolójica estranjera i el arreglo del mate- rial de la coleccion de biolojía animal e hijiene de la alimentacion que se ha instalado en el vestíbulo norte del edificio del Museo. ; Esto es, señor Director, cuanto tengo que decirle acerca de la ma de la Seccion Vertebrados durante el año último. B. QuijAaDA B. INFORME DEL JEFE DE LA SECCION INVERTEBRADOS Señor Director: Hace algunos dias se me comunicó la órden de esa Dirección para confeccionar la Memoria de la Seccion de mi cargo, correspondiente al año administrativo de 1918. De acuerdo con los datos del diario de la Seccion paso, pues, a in- formar al señor Director, haciendo las divisiones acostumbradas. I.—INCREMENTO DE LAS COLECCIONES.—Doi en seguida relacion de los obsequios 1 nombres de los donantes: El señor G. Ampuero (de Ancud) obsequió un Górdido de Chilo6. El señor José A. Campo (de Victoria) envió una especie de Chilina, 5 especies de Arácnidos (varios ejemplares) i una especie (4 IS de Miriópodos. El señor Ernesto Maldonado obsequió 3 especies de Moluscos (varios ejemplares), 1 crustáceo i 2 especies de equinodermos (varios ejemplares). - INFORMES 243 El señor José N. Thomas obsequió 3 especies de Arácnidos i 8 de Moluscos de la costa de Curicó. El señor Leon S. Howard cedió un grupo de conchas de Balanus sacadas de un manto de conchas en Cruz Grande (Provincia de Coquimbo). Por parte del suscrito se ha incrementado la Seccion de Invertebrados con lo siguiente que fué recolectado en Febrero en Ñuñoa i Petorca: 18 es- pecies de Arácnidos, 3 especies de Miriópodos i 2 especies de Isópodos encontrados en un choro. Hemos enviado solicitud de ayuda para el incremento de la Seccion a varias personas. : MH.—CEsSION DE ESPECIES I OBRAS A OTRAS SECCIONES DEL MUSEO.— Entregué al señor Z. Vergara para su conservacion i como obsequio para la seccion de Vertebrados: una Lamprea procedente de Renaico i un Peje-sapo de Ancud; el último pez me fué enviado por el señor G. Am- puero. Tambien cedí dos aves que me fueron enviadas por uno de mis Corresponsales. A don C. Silva F. para la Seccion Entomolójica cedí los ejemplares de Insectos chilenos i estranjeros que en la respectiva Memoria de esa Seccion de seguro se enumerarán. -A la Seccion de Botánica Fanerogámica cedí hojas de cafeto i algu- nos folletos botánicos. d A la seccion Criptógamas cedí algunos folletos, un hongo (Polipo- rácea) i un Liquen de Lonquimai. A la Seccion de Jeolojía i mineralojía cedí una muestra de cristales de cuarzo, una de pirita i 5 fósiles de Huanchaca (Bolivia). A la Seccion Antropolójica, además de diversos folletos, cedí un instrumento músico boliviano (zampolla) Por fin, para la Biblioteca Jeneral del Museo he dado numerosas obras i folletos entre las que merecen especial mencion: Latcham (R. E.) «Conferencias de Antropolojía, Etnolojía 1 Ar- -queolojía en 1915», «Archivos do Museu Nacional do Rio Janeiro», 6 andes volúmenes (en folio). Memorias del Instituto Español de Oceanografía, 4 volúmenes en folio. No necesito recordar que a medida que se han publicado números de la «Revista Chilena de Historia Natural» i de los «Anales de Zoolo- 244 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL jía Aplicada», que dirijo, he hecho el depósito así como de las reimpre-= siones de muchos artículos. TII.—TRABAJOS DE LA SECCION.—Me ocupé durante el año adminis- trativo de la continuacion del estudio de los Equinodermos i de gran par- E te de los Moluscos en alcohol, así como de la determinacion de los obje- e tos obsequiados en el año. Separé, por encargo de esa Direccion, para el Museo de Valparaíso, diez especies de buenos ejemplares determinados de Invertebrados que, juntamente con varias especies de otras secciones, fueron enviadas al- señor Intendente de Valparaíso. Tuvo el suscrito ocasion de determinar para algunos profesores na- cionales: un cóccido (Diaspis carueli) (*), algunos arácnidos, madréporas, lonjicornios i rincotos heterópteros i resolver numerosas Consultas bi- bliográficas. ¿ Tengo adelantados los orijinales de un trabajo sobre los Cirrópodos i otro sobre los Moluscos en alcohol del Museo Nacional. El descubrimiento hecho por el suscrito del Argas persicus en Chile (una nueva variedad descrita por el Dr. Lahille), me ha alentado para. buscar todos los Acaros posibles con el objeto de coleccionarlos i estu- diarlos con la competente ayuda de especialistas de Arjentina, Europa 1 Estados Unidos i contribuir así al mejor conocimiento de estos ectopa- rásitos trasmisores de diversos microorganismos patójenos. Para reunir 3 este material, tan interesante, será necesario encontrar tres o cuatro veces en el año las facilidades de trasporte a distintos puntos del pais, que el señor Director ha tenido a bien ofrecerme. IV.—BIBLIOTECA.—Debido a mis numerosas relaciones con autores estranjeros, la Biblioteca de la Seccion a mi cargo ha progresado mucho : durante el año, cediendo todos los trabajos sobre Celentéreos, Equi- nodermos, Moluscos, Vermes i Crustáceos que he recibido en canje de mis publicaciones, especialmente de la «Revista Chilena de Historia Natural». Los volúmenes alcanzan a 32 i los folletos a 195. El señor Director aceptó el obsequio que ofrecí al Museo de buen número de obras sobre crustáceos de Europa, Asia, Africa i América, z pertenecientes a mi Biblioteca particular (**). Entre esos trabajos, en nú- N (*) Véase Anales de Zoología Aplicada, año V (1918), N.> 2, Junio 30, págs. 37-38. (*%) La lista completa de las obras de este obsequio que he tenido el placer de hacer al Museo Nacional estará pronto terminada y la entregaré entonces al señor Director. Ne (e INFORMES 245 mero de 172, se encuentran obras ya escasas como la «Histoire Nature- lle des Crustacés> por MILNE EDwARDs en 3 tomos de testo i un atlas; la parte de «Crustacea> por Dana, de la U. S. Explor. Exped. (pasta cuero 1 cortes dorados en dos grandes tomos); los «Deep Sea Brachyura» de la India por ALcock, la obra «Stalked-Eyed Crustacea de México, Centro 1 Sud-América> por FAXON i muchos otros. Esas obras fueron traidas al Museo el 4 de Abril. Entre los mas importantes trabajos (12) sobre invertebrados que me fueron entregados por la Secretaría de los recibidos en canje por el Mu- seo, merecen mención especial los notables estudios carcinolójicos de Miss Mary J. Rathbun (de Washington) i sobre Equinodermos del señor Austin Clark, de la misma ciudad. V.— NECESIDADES DEL SERVICIO.— Las de siempre, i como mas urjentes son: aumentar el espaciq i la estantería para esponer al público numerosos objetos hoi acumulados en mi oficina; obras de consulta para determinacion de moluscos, arácnidos, gusanos i celentéreos; frascos 1 tubos de diversos tamaños; un microscopio binocular; un micrótomo; láminas i laminillas para preparaciones microscópicas i una caja de úti- les de microscopía. Sería conveniente que el suscrito, acompañado si es posible de uno de los preparadores, pudiera hacer una escursion de 8 a 15 dias cada año a distintos puntos del pais con el fin de colectar en cantidad invertebra- dos, tanto para la renovacion de los objetos en mal estado como para sur- tir a la seccion de especies aun comunes de arácnidos, miriópodos, etc., que no están aun representados. En informes de años anteriores he detallado otras necesidades. Es cuanto tengo que decir al señor Director en cumplimiento de mi deber. CÁrLOS E. PORTER. - Santiago, Abril 15 de 1919. 5 =— INFORME DEL JEFE DE LA SECCION ENTOMOLOJICA Cumplo con el deber de dar cuenta al señor Director de la marcha de la Seccion a mi cargo durante el año 1918. Trabajos terminados 1 en preparacion.—Como habia impuesto a Ud. 246 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL en el informe del año pasado, me he ocupado de la prosecucion de los estudios que se refieren a la biolojía i sistemática de algunos importantes : grupos de insectos. De este modo, tengo listo para su publicacion en el 3 A BOLETIN DEL MUSEO, un trabajo titulado Revision de los Lepidóbteros chilenos que, a mas de una introduccion sobre el orden, contiene los ca-. racteres de las familias Papilionidae ¡ Pieridae, junto con la de los repre- sentantes chilenos conocidos hasta el presente. ; Ademas del estudio anterior, me he ocupado de un Bruco que ataca los frutos del espino 1 cuyas semillas destruye. Este bruco tiene como parásito a un microhimenóptero, que tan luego sea determinado por el distinguido especialista, señor Jean Bréthes, me será posible publicar las observaciones que tengo hechas sobre esta importante materia. —He continuado en el arreglo de la Coleccion de los Lepidópteros Heterosceros. A este respecto puedo adelantar al señor Director, que tengo determinadas la mayor parte de las especies de la familia Voctuidae, entre cuyos representantes se encuentran numerosas especies cuyas lar- vas, conocidas vulgarmente por cuncuntllas, son eminentemente perju- > diciales a las plantas. El sabio entomólogo, Mr. August Busk, a cargo de los Lepidópteros en el Museo Nacional de Washington, ha tenido la bondad de determinarme algunas especies. Entre ellas, la Copitarsia consulta Walker, tan abundante i dañina a las chacras de la rejion cen tral del pais. Ea —Al mismo señor Busk he enviado una coleccion de nuestros microle- pidópteros para su clasificacion, i entre ellas, una que constituye una plaga para los frutillares de Quillota 1 de Limache. a —Entre los Himenópteros 1 Dípteros enviados de Rio Blanco por el - señor Rafael Barros V., tuve el agrado de encontrar 3 nuevos individuos - de Johowia chilensis, con lo cual se vino a aumentar la representacion que de él existe en nuestras colecciones, pues no habia sino un ejemplar, que me sirvió de tipo para la creacion de este nuevo jénero de Phoridae. —En el envío del señor Barros V., vienen tambien dos nuevas espe- cies de dípteros de esta misma familia, para cuyo estudio sólo espero la llegada de un trabajo de Mr. Malloch, publicado en Glasgow, i que parece tendré en mi poder, gracias a la ayuda del señor Carlos E. Porter. —Para el estudio de un Aphycus, posiblemente nuevo para Chile, a E i que parasita al Diaspis carueli Targ., cóccido perjudicial a los cipreses de la provincia de Santiago, reconocido por el señor Porter como encon= INFORMES 247 trado por primera vez en Chile i talvez en América del Sur, me he procu- rado algunas obras, entre ellas, el Vol. 50 de los Proceeding. of the U. S. Nat. Mus., en que viene una «Revision of the parasitic himenopterous ES. _insects of the Genus Aphycus Magr», que creo me servirá de excelente ayuda para dicha labor. —Por fin, debo de imponer al señor Director, que he estado jun- tando la literatura necesaria para mi trabajo sobre los dípteros de la fa- s milia Pipunculidae, parásitos de los Cicadélidos, sobre los cuales he po- dido hacer algunas observaciones i dibujos de los ejemplares. —Incremento de la Seccion en Obras 1 en Insectos.—Del estranjero, ¡ principalmente de E. E. U. U., han llegado numerosas publicaciones que estudian algunos importantes grupos de insectos, muchas de las cuales constituyen monografías de gran valor para nuestra Seccion. La mayoría corresponden al canje de Museos i Universidades para con el BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL. D. Carlos E. Porter ha obsequiado, por su parte, las siguientes obras: 15 reimpresiones de trabajos del señor Rhen, sobre Ortópteros sud- = americanos. 2 Weutllet.—«Les parasites de Liparis dispar». 2, Lamblillion.—<«Hist. Nat. de Hipopbetis adspersaria”. J. H. Watson.—2 folletos s/. Saturnidae; i, ademas, los duplicados de los estudios de la Revista Chilena de Historia Natural i Anales de Zoolo- Jia Aplicada. Entre las personas que han obsequiado insectos, figura el señor Por- ter con: 1.2 Larvas de Chloridaea obsoleta en legumbres de arvejas proceden- tes de Ancud; i 2.2 1 Y de Acrocinus longimanus, de Ecuador. El señor Rafael Barros, ya citado, nos ha remitido de Rio Blanco 2 encomiendas con insectos de esa importante rejion cordillerana. — —Necesidades de la Seccion.—Son las mismas que he manifestado al señor Director en mi informe del año pasado, en lo que se refieren a E la adquisicion de accesorios e instrumental necesarios para el cultivo de parásitos entomófagos i demas investigaciones biolójicas que se refieren a insectos chilenos. Añadiré aquí la conveniencia de que el Museo siga suscrito. a obras ES de tanto aliento e importancia para la sistemática entomolójica, como es e ads LE 248 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL el Genera Insectorum de Wytsmann, el cual acaba de anunciar la conti- nuacion de la obra, paralizada por efectos de la guerra europea, i la apari- cion de las nuevas entregas para una fecha cercana. Del señor Director, Atto iS. S. CARLOS SILVA FIGUEROA. Santiago, Marzo de 1919. INFORME DE LA SECCION DE PLANTAS FANEROGAMAS Señor Director: Comunico a Ud. un resúmen de los trabajos de esta seccion durante el año 1918. Revisiones.—He continuado el estudio crítico de la flora chilena tratando familias de monocotiledóneas con representacion monotípica, las cuales podrían publicarse eñ los Anales de la Universidad si el Museo no sacara su BOLETIN el año próximo. Dichas familias son las siguientes: Typhaceae, Restionaceae, Hydrocharitaceae, Centrolepidaceae i Bur- manniaceae. Ss Viajes.—Recorrí en Febrero, por cuenta propia, el Cajón de Las Da- mas en las cordilleras andinas de San Fernando hasta la línea divisoria, para coleccionar plantas que deben reemplazar los ejemplares deteriorados, cojidos a mediados del siglo pasado por los señores Díaz, Hirth 1 otros. También para completar el conocimiento de la flórula de la provincia de Colchagua. Consultas, etc.—Este servicio ha aumentado de año en año por el interes creciente de los agricultores, industriales 1 aficionados. Ademas, por haberse suprimido la seccion de plantas dañinas que existía en el Mu- seo, toca al infrascrito desempeñar esta labor sistemática de carácter indispensable. A este respecto han sido siempre nuestros mejores clientes los Agró- nomos Rejionales i la Estación Agronómica, cuyas consultas versan especialmente sobre las malezas i especies forrajeras que remiten los agricultores de las diferentes zonas del pais. - : | A A INFORMES 249 De las observaciones practicadas resulta que para la destruccion de ciertas malezas mui molestas como el Echium vulgare, se hace necesaria una lejislacion rural especial, que obligue a los agricultores a un trabajo de conjunto i simultáneo en grandes estensiones infectadas. Hemos inducido al agrónomo de la 1.* zona, don Augusto Opazo, a que investigue sobre las plantas de esa zona, que sirven ya como forra- jes naturales, ya contra las dunas o son especies venenosas, fertilizantes» etc., 1 cuya clasificacion se verifica en el Museo. El señor Opazo ha prac- ticado ya interesantes reconocimientos sobre este tema de importancia agrícola. El señor Luis Castillo, de la Seccion de Aguas i Bosques, nos consul- tó sobre el espino chileno. Al Instituto Agrícola informé sobre un intercambio de semillas de especies útiles. que se ofrecia de la Australia Sur Occidental con Chile Boreal. La seccion fué visitada por el botánico señor Sanzin, que vino de Men- doza a revisar las Verbenas de nuestro Herbario. De los duplicados le proporcioné algunos ejemplares que nos fueron compensados con una co- leccion de plantas arjentinas. Distinguidos sacerdotes aficionados a la botánica nos han visitado -i traído herbarios para su determinacion; ayudames tambien en la co- rreccion del libro La salud por las plantas medicinales, obra utilísima pu- blicada por un R. P. salesiano. Dos alumnos del Instituto Agrícola 1 otros dos del Instituto Peda- gójico aprovecharon nuestro laboratorio 1 biblioteca para confeccionar sus memorias de prueba. h El ayudante señor Sánchez ha continuado confeccionando el catálo-_ go de la biblioteca de esta seccion ¡ se ocupó de la formacion del herbario que proporcionamos al Museo de Valparaíso. Z Sobre los trabajos de Criptogamia dará cuenta a Ud. separadamente - el botánico encargado de esta seccion don Marcial Espinosa. Adquisiciones —Hemos seguido nuestras relaciones científicas - 1 4 canjes de publicaciones con los museos estranjeros, especialmente amerl- Es: canos. Entre otros hemos recibido las siguientes revistas i folletos con tra- bajos sobre Fanerogamia: «La Revista Chilena de Historia Natural». Contributions from the United States National Herbarium. 250 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL The Ohio Journal of Science. Annals of the South African Museum. Journal of the College of Science. (Univ. of io O Instituto Coimbra. Anales científicos paraguayos, por el Dr. Bertoni. Ramillete de Plantas Arjentinas por C. Spegazzini: Clave Universal para las Familias de las Plantas, por A. Scala, etc., etc. Se incrementó la exhibicion de objetos botánicos con varios ejemplares : cojidos por el señor Espinosa i el infrascrito; tambien con otros obsequios. Sobre las necesidades de la seccion, subsisten las señaladas anterior- mente i abrigamos la esperanza de que se ensanche el local de esta seccion cuando se traslade el Instituto Agronómico a su edificio que está en cons- truccion. Saluda al señor Director FRANCISCO FUENTES M. Santiago, Abril de 1919. = INFORME DEL JEFE DE LA SECCION PLANTAS CRIPTÓGAMAS Santiago, Marzo de 1919. Señor Director: Tengo el agrado de informar a Ud. sobre la Seccion de Plantas Crip- tógamas a mi cargo durante el año de 1918. : Hemos continuado la recoleccion i el estudio de hongos preparándo- los convenientemente para el herbario 1 para esponerlos al público. La 2.2 Contribucion al conocimiento de los Hongos chilenos aparecerá en uno de los próximos números del BOLETIN DEL MUSEO. Los jéneros de hongos colectados son: Mycena, Armillaria, Cla- varia, Sarcoscypha, Omphalia, Cyttaria, Boletus, Cortinarius, Lepiota,. Clitocybe, Tricholoma, Tremella i Rhizopogon. , Continúo con el arreglo del herbario de Criptogamia, ordenando los 53 helechos del jénero Polystichum. » En viajes de estudio que, por mi cuenta verifiqué a Concepcion, A INFORMES 251 a las Campanas de Quillota, a Curepto, a Licanten i a Peñaflor, recojí importante material para la Seccion. Publicaré proximamente algunas observaciones sobre los hermosos robledales de Maule a Curicó, visitados a propósito de mis investigacio- nes sobre hongos parásitos en dichas plantas. Tales bosques, que no han sido mencionados por ningún botánico, están contituidos princi- palmente por el Nothofagus megalocarpa R., valioso roble cuya área jeográfica no era conocida i la que ahora indicamos. Tambien noté que el Nothofagus Dombeyi estiende su área hasta la última rejion nombrada mas arriba. En los hualles (Nothofagus obliqua) de las Campanas de Quillota, - encontré que vejetaban dos especies de hongos parásitos del jénero Cytta- “ria, una de ellas ya observada por Reiche en la misma localidad, pero la otra ha sido encontrada allí por mí i es la Cyttaria Espinosae Lloyd. Ambas son comestibles i crecen en abundancia en los hualles i robles del pais. La especie encontrada por don €. Reiche fué denominada C. Reichei por Hennings, pero según Mr. C. G. Lloyd de Cincinnati, O. es una es- - pecie ya conocida. Identifiqué hongos al señor V. M. Baeza de Santiago i atendí una consulta sobre hongos del señor P. Herbst, de Valparaiso. Remití al sabio profesor G. B. de Toni, Módena, algunas algas ma- rinas que solicitó. Al ilustre ficólogo F. S. Collins de Malden, Mass. envié algas de agua dulce, pidiéndole el favor de determinarlas. Mr. C. G. Lloyd ha tenido la bondad de identificar algunos hongos chilenos. E El señor Juan Rajcevich obsequió hongos del jénero Cyttaria de Punta Arenas. El Rev. Padre N. Cortés obsequió de los jéneros Fomes, = Seleroderma i Calvatia de Marga-Marga. El señor Justo del Pozo obse- quió ejemplares de Peziza de Linderos. El señor A. Montealegre obse- quió un ejemplar de Bulgariácea i espécimens de Cyttaria de Valdivia. El señor V. M. Baeza obsequió ejemplares de Gyromitra i de Trichia, de Cautín. El señor Francisco Fuentes M. obsequió ejemplares de Cyttaria de San Fernando. El señor A. Leon B. obsequió ejemplares de Cyttaria de las vecindades de Constitucion. El señor V. Espinoza O. obsequió Cyttaria de Constitucion. El señor A. Quezada obsequió Cyttaria del Ñuble. El señor Valentín Benavente B. obsequió ejemplares de Fistu- 292 a BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL lina, Polyporus i Cyttaria de Lautaro. El señor C. Porter obsequió un ejem=-. plar de Sticta, uno de Bryun Porteri, una hoja de cafeto manchada i varios - folletos. , La Seccion ha recibido revistas 1 folletos de Estados Unidos, Africa del Sur i de Arjentina. As Dar facilidades para verificar unas tres escursiones en el año será 3 de mucha importancia para el incremento de los estudios sobre Cripto== gamia. 220 Las necesidades de mi Seccion son las ya indicadas en mis informes anteriores. ; : ea 08) Saluda atentamente a Ud., MARCIAL R. EsPINOSA BUsTOS. INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE ANTROPOLOJIA I ETNOLOJIA Señor Director: Tengo el agrado de informar a Ud. sobre el estado en que se encuentran actualmente las valiosas colecciones con que cuenta la Seccion que, Ofi- cialmente, tengo a mi cargo desde Enero del año próximo pasado, fecha en que fuí designado por el Supremo Gobierno para servir el cargo -que E desempeño en este Museo Nacional. - ÓN Antes de esa fecha i a contar del 3 de Enero de 1915, yo habia estado NE sirviendo la jefatura de esta Seccion en calidad de empleado ad-honorem A sin recibir remuneracion alguna por mi trabajo. S INVENTARIO. —Comencé por hacer una revisión completa de los tres libros de inventario que existian, pudiendo comprobar -que hasta el 7 de Abril de 1915 habia en la seccion de mi cargo, í 2,386 objetos diversos anotados en el libro I; 1,759 objetos diversos anotados en el libro II; 1 1,088 objetos diversos anotados en el libro 111; lo que hacia un+total de. 5,233 objetos diversos. ee Pero encontré que faltaban 114 objetos de greda, yeso, vidrio, etc., que se rompieron a consecuencia del terremoto del 16 de Agosto de 1906, INFORMES = 253 1 158 objetos que desaparecieron a causa de haberse caido parte del edifi- cio i de haberse sacado los escombros sin buscar en ellos primero lo que apareció faltando despues. : Hai constancia en los libros de haberse entregado el 27 de Diciem- bre de 1911 por órden del Gobierno, a la Direccion del Museo Histórico, 200 objetos que figuraban formando parte de las colecciones de mi seccion. I existe tambien un recibo firmado por el Director, don Joaquin Fi- gueroa en que consta de haber recibido de la Seccion de Antropolojía i Etnolojía del Museo Nacional, 38 objetos mas. Era indispensable dar de baja en el inventario de mi Seccion estos - 396 objetos, a fin de tener el número exacto de la existencia i así lo he hecho. Tambien se hace necesario anotar en un solo libro, bajo numeracion sucesiva, estos 4,837 objetos. Fuera de esto, es mi deber comunicar al señor Director que en la - revision jeneral que hice encontré en la caja de fondo 24 objetos de pla- ta sin numeración alguna i que posiblemente tenia guardados allí Phi- -_lippi para estudiarlos; sin haber alcanzado a anotarlos en los libros del inventario. Existian tambien dispersos en los estantes, numerosos objetos que - particulares habian donado a Ud. o a la Seccion i que no figuraban ano- tados en ninguna parte. Me he ocupado preferentemente en ir anotando en el libro Ti a con- tinuacion del N.* 2,386 todos estos objetos i es mui satisfactorio para mí comunicar a Ud. que ya he anotado 980 objetos, faltándome todavía por anotar 582; todo lo cual hace un total de 1,562 objetos, que sumado a la existencia efectiva que existia en los libros, forman un total de 6,399 ob- jetos. Entre los donantes que han contribuido a incrementar la Seccion en los últimos años figuran los siguientes: La señora Albina Garces de Chacon obsequió una momia de niño. El señor Leon Howard obsequió «varios fragmentos humanos estrai- dos cerca del mineral del Tofo. Don José M. Pomar obsequió un paño tejido por los indios aima- ráes, tres zampollas de cañas, dos figuritas humanas de Tiaguanacu i un objeto de cobre. Don Miguel Bonomo B. obsequió una cabeza de indio completamen- 254 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL E te momificada con varios instrumentos de madera i greda, encontrada en el camino de Arica a La Paz. Don Cárlos E. Porter obsequió un monolito pequeño de Pass de ES una zampolla de caña. Don Lisandro Santelices obsequió dos objetos de piedra i dos ob- EE 4 jetos tejidos. Don Arturo Recabárren Leon obsequió un ídolo pequeño de E, ¡una honda de lana tejida. Don Ramon Barros Luco obsequió un hacha de piedra con un agu- jero rectilíneo. Don Augusto Capdeville obsequió 233 instrumentos diversos de piedra i hueso, encontrados en la estacion paleolítica de Taltal. El señor Tomas Menchaca Lira, remitió un estante que contiene 144 cucharas, dos pistolas antiguas 1 dos sables 1 que entregó a nombre del donante, don Pedro del Río. z Don Juan de Dios Marticorena obsequió tres piezas de alfarería, dos de ellas pintadas que se encontraron a orillas del estero de Lampa. El suscrito, ha donado al Museo Nacional, toda su coleccion de te- “jidos araucanos, una coraza española i el material que recojió en sus escur- siones científicas al sur del pais, durante las vacaciones de los años 1911, 1912 ¡ 1913. E : Fuera de esto, las colecciones se han enriquecido también con los objetos que han recojido en las escursiones que, por cuenta del Museo, han realizado los señores, Bernardo Gotschlich, Miguel R. Machado i Cárlos Reiche. ió El señor Capdeville me regaló tambien una coleccion compuesta de 337 instrumentos de piedra que estrajo en la estacion paleolítica de Tal- esto lo he donado tambien a la Seccion que dirijo en el Museo. Estoi actualmente preocupado de anotar en el inventario con su res-. pectivo número los 582 objetos que faltan en éli tan pronto termine este trabajo deberé comenzar a dar una sola numeracion a los objetos exis- tentes, pues hai tres números iguales, hasta el 1,088, i dos hasta el 1,759. Así, un número corresponde al libro 1 (Antigiiedades estranjeras), otro corresponde al libro 11 (Antigúedades chilenas) i otros al libro 11 e Z nografía. ” tal 1 35 fotografías de la coleccion particular que se ha reservado él. Todo A fin de simplificar el trabajo, voi a terminar de anotar toda la exis- as AS > Z => > INFORMES PS) tencia en el libro 1 1 despues voi a copiar a continuacion, toda la existen- cia del libro 11 i despues la existencia del libro 111, dejando sin anotar todo lo que desapareció con el terremoto i todo lo que se remitió al Museo Histórico. , ES Es tambien urjente anotar el tamaño de las telas, de las piezas de al- farería, i dar las dimensiones exactas de los objetos de oro i plata, a fin de - suplir siquiera en parte la falta de catálogos dibujados como es costumbre en los Museos estranjeros. : Valiéndome de los buenos dibujantes que hai entre mis alumnos del - Internado Barros Arana, he iniciado el catálogo dibujado de la alfarería chilena. A Tambien he hecho limpiar la momias, desinfectar las telas i actual- mente estoi terminando de medir la coleccion de cráneos existente. s Con el fin de llegar pronto a un resultado en el estudio de la raza ES sudamericana, he entablado relaciones con el Instituto Tiaguanacu de => La Paz icon el Museo Antropolójico de Buenos Aires, para canjear E - nuestros trabajos, siguiendo el mismo procedimiento internacional en las medidas i el mismo análisis científicoen los cráneos. Con este objeto, mui pronto recibiremos 500 hojas impresas que nos - enviarán desde Bolivia para que anotemos en ellas nuestras observa- - ciones. - : Bien conoce el señor Director la situacion por demas deficiente en que _se encuentra esta Seccion del Museo por falta de elementos para traba- jar. Basta solo con decir, que no tenemos ni un mediano “estuche de An- tropolojía, no tenemos estantería, para evitar que continúe la destruc- Er - cion de las momias i de los tejidos, carecemos hasta de un gabinete de trabajo, teniendo que estar hoi ocupando un pedacito de la Biblioteca, que es al mismo tiempo la sala de la Secretaría y de otro de los ayudantes del Museo. En tales condiciones se hace mui difícil concretarse a trabajar con el entusiasmo i dedicacion que estos estudios requieren. Falta tambien en mi Seccion un buen número de libros i revistas modernas de estudio que nos puedan servir de ayuda para el conocimiento - perfecto de las colecciones, como para averiguar la procedencia de mu- Chos objetos que no se sabe de donde vienen. Los libros i revistas que hai E son relativamente escasos i tan antiguos que bien poca utilidad nos prestan. mo = Don Emilio Bello Codesido regaló a la seccion dos interesantes vo- 256 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL y lúmenes de las antigiiedades mejicanas publicados por el Gobierno de aquel pais con motivo del descubrimiento de América. Don Cárlos E. Porter, ha regalado tambien, numerosos folletos i revistas mui interesantes para el estudio de esta Seccion. El año pasado comencé a instalar en el Museo un pequeño gabinete fotográfico para el - vso de todas las secciones, gabinete que está llamado a prestar grandes servicios a todos los que a menudo publican trabajos con fotograbados en el BOLETIN. ; Es todo cuanto puedo decir al señor Director, con respecto a la la= bor que me ha cabido desarrollar durante el tiempo que he tenido la honra de desempeñar el puesto de jefe de la Seccion de Antropolojía 1 Etnolojía del Museo Nacional. Dios guarde a Ud. LEOTARDO MaAruUs Z. Santiago, Mayo de 1919. SECCION DE MINERALOJIA 1 PALEONTOLOJIA Señor» Director: Paso a dar cuenta del movimiento que ha tenido la Seccion de Mine- NI . y ze, Me ra'ojía 1 Paleontolojía anexa en el curso del año próximo pasado. Las colecciones de minerales i fósiles han aumentado poco, en rela- cion con otros años, cuando habia dineros para escursiones, escavaciones i trasportes. En cambio, han venido muchas consultas de establecimientos i profesionales residentes en el pais, que debido a las incomunicaciones con el esterior, acudieron en mayor número a los conocimientos de los em- pleados de esta Seccion. Se clasificaron muchos fósiles para los Estable- cimientos de Enseñanza i se dieron datos e informes sobre minas de car- bon, cobre, plata i platino. Principalmente nos hemos ocupado en el estudio del salitre para ver modo de encontrar algunos productos nuevos de valor comercial que se pueden estraer—1 en abundancia—de nuestros caliches. INFORMES 257 Este estudio del salitre ha demostrado la necesidad de montar en el Museo Nacional un Gabinete con maquinaria moderna para practicar los estudios i análisis i para el efecto se necesita alguna suma de dinero que '- seguramente, gastará con gusto el Supremo Gobierno, tan pronto se con- venza de la gran utilidad de los nuevos procedimientos. Nuestra Seccion ha recibido tambien la ayuda del profesor don Cárlos Porter, quien ha obsequiado muestras de minerales, de fósilés i ocho pu- blicaciones estranjeras concernientes a estos estudios. Son objetos i libros que el infatigable naturalista señor Porter recibe en canje de sus corres- ponsales estranjeros i nacionales. El señor Leon S. Howard de la Andes Copper Co., ha obsequiado una pequeña coleccion de fósiles del Cretáceo i otros de la seccion norte del pais. E Es cuanto en el presente año puedo comunicar a Ud. MIGUEL R. MACHADO. (Año 1919) MEMORIA DEL DIRECTOR Santiago, Junio de 1920. Señor Ministro: Tengo el honor de presentar la Memoria anual del Museo Nacional. Con la edificacion del Instituto Agrícola quedará libre la parte del edificio del Palacio del Museo que ocupa aquel Establecimiento de en- —señanza. Por decreto supremo se destinó que pasara a formar parte del Museo Nacional. Cuando todo el edificio sirva para las colecciones del Museo podrá este Establecimiento esponer al público i conservar para la ciencia, la gran cantidad de ejemplares que se ha adquirido en los últimos años de mi administracion. Cada Jefe de Seccion tiene acumulado en gran cantidad sus ejem- (17) 258 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL plares, sin poderlos clasificar con facilidad, conservarlos 1 mucho menos darlos a conocer al público. Las nuevas secciones creadas, como ser la de Plantas Criptógamas, Evertebrados, Antropolojía, funcionan, sirviendo al estudio, i adqui- riendo cada día nuevos ejemplares. Pero la seccion de Criptógamas está reducida a la categoría de Ayudantía, siendo que en verdad es una seccion independiente, i que con tal objeto fué creada. Convendría volver a reha- bilitarla como una Seccion nueva, haciendo que el actual Ayudante sea el Jefe de Seccion. El especialista que la sirve es un sabio distinguido, irreemplazable i ha podido reunir colecciones de nuevas i numerosas especies. Ademas, siendo las plantas criptógamas las que producen en su mayor parte las enfermedades de las plantas útiles, esta seccion se impone para el servicio de la agricultura i de la medicina. Hoi dia está reducida a una simple pieza en donde se mantienen hacinados en mon- tones los ejemplares colectados desde el desierto de Atacama hasta la península de Taitao. Al entregar al Museo -la Seccion que ocupa el Instituto Agrícola, esta seccion ocuparía todo un costado del edificio prometido. La seccion de Jeolojía i Paleontolojía ocuparia en ese edificio todo el largo que mira al oriente. 1 el costado norte del actual Instituto Agrícola se podría entregar a la Bótánica Fanerógama que en la actualidad está mui estrecha. : Por fin, la parte central del actual Instituto Agrícola se ocuparía en la Taxiderma i en Salas de conferencia que hoi dia no posee el Museo Nacional. Sólo así podríamos dar a conocer la riqueza de la Historia Natural de la República, que hoi sólo en una mitad se puede esponer por carecer de local. Para comprender lo reducido del espacio que ocupa el actual Museo, debemos declarar que una sola sala se ocupa hoi en Sala de la Direccion, Secretaría, biblioteca, Jefe de Seccion de Antropolojía 1 bóveda cerrada para guardar los ejemplares de valor; i que el Jefe de Entomolojía tiene una pequeñísima pieza destinada a su oficina, a su laboratorio ia su bi- blioteca 1, ademas, a guardar ejemplares. INFORMES 259 En todas mis Memorias he pedido que el Museo Nacional tenga luz; despues de las cinco de la tarde no pueden trabajar los investigadores. Sería mui fácil instalar luz eléctrica ya que en la Quinta Normal existe. Reitero el pedido de proveer al edificio de anchas cañerías de agua potable con grifos contra incendio; de alcantarillado para evacuar los desperdicios de las preparaciones taxidérmicas i de los lavatorios i W. C.; de ventanas de fierro para protejer las de vidrio que alumbran el edificio. Se publi a un BOLETIN cada vez que existen fondos; se publi- carían dos o tres boletines anuales, aprovechando la inmensa cantidad de - material científico si el presupuesto no fuera tan insignificante. - Vuelvo a hacer presente a S. S. la necesidad de proveer a la Seccion dde Jeolojía de una sonda para estudiar el subsuelo de la República. Desde mi Memoria de 1910 he sostenido este pedido, que, si entónces lo hubiera obtenido, en estos diez años ya conoceríamos la Carta Jeo- lójica del subsuelo que nos habria revelado la existencia de carbon, pe- tróleo, agua subterránea, pozos artesianos i el grueso de las capas imper- meables que perjudican a la agricultura. Las escursiones, jenerosamente dotadas de elementos i facilidades de trasporte, nos habrian puesto ya en situacion de estudiar i revisar la Historia Natural de Chile. Se impone la creacion de la Estacion Zoolójica Marítima en San An- tonio, en donde el Museo Nacional posee un sitio colocado a la desembo- cadura del estero de Llo Lleo. Los años de existencia que tuvo la dicha sec- cion, proveyó a este Establecimiento de grandes riquezas científicas. Esta Direccion pudo hacer estudiar con planos i presupuestos los edificios adecuados que permitirán tener en Sud América la mejor Estacion Zoo- lójica Marítima que serviría a la Zoolojía, a la Medicina i a la Pesquería. Me permito someter a S. S. una innovacion al ítem 972 de la Parti- da 6.2 de los gastos fijos para el próximo presupuesto que en lugar de colocar seis jefes de seccion como están actualmente, se pondrían siete in- cluyendo entre éstos a un Jefe de Seccion de Plantas Criptógamas, que- dando ese ítem con $ 42,000 en lugar de $ 36,000 que tiene actualmente; pero el ítem 973 quedaría sólo con un ayudante de Botánica, puesto que el otro pasaba a ser el Jefe de la Seccion de Plantas Criptógamas. En resúmen, el aumento del ítem 972 sería sólo de tres mil pesos. El presupuesto, pues, quedaria en la forma siguiente: 260 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Museo NACIONAL DE HISTORIA NATURAL Decreto N.* 3,696, de 31 de Agosto de 1915 Partida 6.* Ttem*971 Director (quedan 972 Siete Jefes de Seccion, a cargo de los servicios de Vertebrados, Evertebrados, Entomolojía E tánica Fanerógama, Botánica a lojía 1 Paleontolojía, Antropolojía 1 Etnolojía, con seis mil pesos Cada UNO... (Se ha agregado la seccion de Botánica Criptó- gama). Un ayudante de Botánica COn: ... 000. (Se ha suprimido un ayudante de Botánica). Un ayudante de Jeolojía con (Queda igual) Un Naturalista ausiliar i preparador, COM....:.... (Queda igual) Un Secretario 1 Bibliotecario, con (Queda igual) Un ayudante preparador, con... (Queda igual) Un Mayordomo; Con. e Dad (Queda igual) Un tipógrafo, con (Queda igual) Tres: Porteros, con $ 1,500 cada :uno...-.... e 977 978 » 979 » 980 Sólo se ha aumentado en tres mil pesos. Dios guarde a US. Dr. EDUARDO $ 7,200 MOORE. INFORMES 261 INFORME DE LA SECCION VERTEBRADOS Santiago, Abril de 1920. Señor Director: - Durante el año pasado, la Seccion Vertebrados ha seguido constan- temente la marcha normal que le tienen trazada el conocido material de osteozoolojía 1 el escaso personal de que dispone. El trabajo de desinfeccion jeneral de las colecciones de ejemplares - embalsamados, a cargo del Naturalista ausiliar i del Preparador, se ha continuado cón toda la regularidad posible, con lo cual el material de Ver- - tebrados se mantiene en perfecto buen estado de conservacion. En el laboratorio de taxidermia se han ejecutado, durante el año que abraza este informe, diversos trabajos, tanto de montaje de pieles 1 - Cueros en seco como de esqueletos i preparaciones en líquidos conserva- - dores. Entre las especies incorporadas ultimamente a la coleccion jeneral sistemática, figura un hermoso Fez-Luna (Orthagoriscus mola L), donado al Museo por el señor D. Clímaco Miranda, del Puerto de San Antonio. I en el número de los objetos adquiridos por compra para la Seccion Teratolójica, se cuenta una curiosa Ternera anómala por la deformacion de su cabeza, la falta de cola, de las falanjes 1 de los huesos metacarpia- nos 1 metatarsianos 1. sobre todo, por la imperforacion del ano (atresia), 1 por la especial conformación uterina, que en el animal vivo reproducia bastante bien la que existe en la especie humana, presentando como ésta un útero sencillo 1 no doble como se observa en los Rumiantes, etc. “Desde principios del año a que me refiero, i gracias a los $ 200 que el señor Director se sirvió proporcionar oportunamente, el personal de la Seccion se ha ocupado de un trabajo de sumo interes para el estudio de la Hijiene de la alimentacion en el pais. Me refiero al arreglo de los prin- cipales productos chilenos e introducidos de la caza de pelo i de pluma. En la actualidad el infrascrito se dedica todavía a reunir el material de la Coleccion de Biolojía Animal que, junto con la de Hijiene, se ins- talará en el vestíbulo norte del edificio una vez que se coloquen los vi- drios a los cuatro estantes construidos, hace ya tiempo, con este objeto. Como Ur. sabe, los catálogos ilustrados 1 descriptivos de estas dos 262 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL 5 3 A TE AA importantísimas colecciones, así como las demas publicaciones del Museo, e permanecen inéditas con grave perjuicio de la buena reputacion del Es- tablecimiento. Espero, pues, que el señor Director, se servirá autorizar su impresion tan luego como lo estime conveniente. Soi de Ud. atento 1 S. S. 7 _B. QUIJADA B. INFORME DEL JEFE DE LA SECCION INVERTEBRADOS 24 Señor Director: El 18 del presente mes, el señor Secretario nos trasmitió el encargo de esa Direccion, de presentar en breve plazo el informe correspondiente al presente año. Paso en seguida a darlo en la forma concisa que exije el poco tiempo de que disponemos para ello, i haciendo en este informe las divisiones pertinentes: : I.—INCREMENTO DE LAS COLECCIONES.—En primer lugar deberé mencionar el ingreso a las colecciones de un Copépopo i dos Vermes pará- sitos que procuré estrajeran de las branquias e hígado del pez-luna que el 21 de Marzo llegó al Museo para su preparacion. El señor Marcial R. Espinosa B., obsequió un Crustáceo de los mares del Sur (Hymenosoma planata). ¿ El señor Leotardo Mátus cedió al Museo 8 especies de conchas sa- cadas de los conchales de la costa de Aconcagua, que trajo para su de- terminacion. Tambien han cedido ejemplares los señores: Hermano Claudio, 7 especies de arácnidos de los Guindos traidos para su determinacion (*). É D. Fermín Berríos, un hermoso ejemplar de Phryxotrichus chilensis - (Provincia de Santiago) , E (*) Es a las especies a que dicho naturalista hace referencia en Rev. Ch. Hist. Nat. año XXIII (1919) pp. 18-23. E INFORMES 263 D. José N. Thomas, 6 especies de arácnidos i dos especies de moluscos de agua dulce de la Provincia de Aconcagua. D. Alfredo Honorato T., del Tomé, 3 especies de arácnidos, un crus- táceo 1 un mariópodo. D. C. Silva Figueroa, un gusano (Planaria). - D. Carlos B. Cárcamo, una culebra de pelo (Górdido). Dr. Francisco Landa, 1 macho i una hembra de arácnido, (Dysdera crocata). : - —D. Luis A. Peña, una culebra de pelo. -——IL—TRABAJOS EJECUTADOS.—He continuado el estudio de las co- lecciones a mi cargo, lamentando como siempre, la falta que hacen: a) obras modernas para la clasificacion de Celentéreos, Gusanos 1 Moluscos; b) el espacio para esponer al público los numerosos objetos traidos por «mí de Europa i gran parte de lo ya estudiado i clasificado. Como siempre esta seccion ha atendido las consultas i determinacio- nes solicitadas, en el mas breve plazo. Si hubiera lugar en el BOLETIN, podría publicarse una pequeña si- nopsis de los Grápsidos del Museo Nacional, que ya tengo lista. El preparador renovó el alcohol a 40 frascos con colecciones de crus- táceos. TI11.—BIBLIOTECA.—Esta se ha incrementado sólo con algunos can- jes recibidos por el Museo, i por unos pocos Obsequios hechos por el sus- crito, de las publicaciones recibidas en canje por la REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL. Los volúmenes son 12 i los folletos 27. TV.—NECESIDADES DEL SERVICIO.—No necesito detallarlas, pues están ellas consignadas en los informes de los años anteriores. Entre ellas se destacan la falta de espacio i de estantería i la de obras para determinar . Vermes, Moluscos 1 Celentéreos, mui principalmente. Pienso que con unos tres mil pesos invertidos en libros, vitrinas, envases diversos 1 encuadernación de algunas Obras, podria avanzar mu- cho la seccion. V.—OBSEQUIOS A OTRAS SECCIONES DEL MusEo.—Como de costum- bre, he cedido a otras secciones del Museo, obras i ejemplares de plantas, 1 animales vivientes i fósiles que se me obsequiaron particularmente de otras partes del pais o del estranjero. Los Jefes de Seccion respectiva de- jarán seguramente constancia de esas cesiones hechas por el suscrito. VI.—VISITANTES.—Durante el año honraron con su visita a esta 264 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL | > seccion (como al Museo en jeneral) los sabios profesores Dr. /7. von Ihe- A | ring, Dr. Vicente Izquierdo, Dr. C. H. Eigenmann, Dr. C. M. Hicken YA i¡ Dr. W. A. Bryan, imponiéndose de algunos de nuestros trabajos inédi- tos i en preparacion 1 de la riqueza de algunas de las colecciones de la sec- en cion a nuestro cargo. , L Esto es lo que tengo el honor de informar a Ud. en cumplimiento de mi deber. Saluda mui atte. al señor Director, CáÁrLos E. PORTER. Santiago, 31 de Diciembre de 1919. INFORME DEL JEFE DE LA SECCION ENTOMOLÓJICA Señor Director: De acuerdo con su orden verbal, tengo el agrado de poner en su Co- nocimiento lo que se refiere a la marcha de la Seccion de Entomelojía durante el año 1919. E TRABAJOS TERMINADOS 1 EN PREBARACION.—Me he ocupado duran- te el año en la terminacion de una monografía titulada Introduccion al estudio de los Lepidópteros Rapalóceros de Chile, dedicada, principalmente, a difundir entre los señores profesores, alumnos i aficionados a las cien- cias naturales, el conocimiento sobre estos hermosos 1 olvidados repre- sentantes de nuestra fauna entomolójica. En las pájinas del presente Bo-_ LETIN, el señor Director podrá ver las primeras partes de este trabajo (que abarca una bibliografía bastante completa de lo publicado sobre nuestras mariposas, 1, además, una corta esplicacion referente a su de- sarrollo i morfolojía) i la notable familia Papilionidae, con la sub-fami- lia Papilioninae. Continuará este estudio con la familia Pieridae, que' : comprende numerosos representantes, i que pienso publicar en el próxi- 3 mo número del BOLETIN. Tambien he trabajado en un estudio que lleva por nombre Un nuevo lepidóptero para las provincias septentrionales de Chile, presentado al Con- *. greso Científico de Iquique, que debió celebrarse en Enero próximo dN INFORMES 265 pasado, i que tendrá lugar en Setiembre venidero. Dicho estudio se re- fiere a una mariposa propia de los E. E. U. U.i aclimatadaúltimamente en las provincias del norte de Chile. En la páj. 5 de este BOLETIN se halla impreso un tercer trabajo del Jefe que suscribe, titulado Un nuevo Lasiocámpido chileno, en el que se da la descripcion de un hermoso lepidóptero heterócero, encontrado por el Dr. D. Vicente Izquierdo en las cordilleras de Chillán, i del cual tuvo la jentileza de proporcionarme el material necesario para su deter- minacion. Una Vueva contribucion al conocimiento de la. familia Phoridae en Chale, es un tema que me ha preocupado vivamente, pues dispongo de nuevas especies enviadas por el señor Rafael Barros desde Rio Blanco, por el señor Cárlos E. Porter de Santiago i algunas pocas cojidas por mí. Lo mismo puedo decir respecto de la familia Pipunculididae, pero me hacen falta algunas publicaciones que confío llegar a obtener en poco tiempo mas. Durante el año he atendido varias consultas sobre clasificacion de insectos chilenos. Entre otros, el Dr. D. Federico Johow, para su obra sobre la Flora de Zapallar; D. Alvaro Rivera Matte, para la coleccion del Liceo de Ovalle; D. Carlos Stuardo O., para la coleccion del Liceo de la Serena. D. Agustín García B., para la coleccion del Liceo de Valdivia, etc. A fin de evitar la destruccion por la polilla de la valiosa coleccion en- tomolójica del Museo, se le hizo la acostumbrada desinfección anual, pero, para mayor seguridad, he decidido que este cuidado se realice cada 6 meses. : Ñ INCREMENTO DE LA SECCION EN OBRAS I EN INSECTOS.—La Seccion Entomolójica se ha visto enriquecida con los Boletines i publicaciones de las mumerosas Universidades i Museos estranjeros que mantienen rela- cion científica con el Museo Nacional, i canje con nuestro Boletín. D. Cárlos E. Porter ha obsequiado, por su parte, varios folletos sobre temas entomolójicos. : En cuanto a ejemplares de insectos para la coleccion, debo manifes- tar al señor Director que seria mui conveniente organizar, como se hacía antiguamente en el Museo, algunas escursiones a las provincias del sur i del norte, en determinadas épocas del año, a fin de obtener los re- petidos para canje, reponer los que naturalmente se destruyen por la ac- cion del tiempo i, lo que es mas importante, adquirir muchas especies que no están representadas en el Museo. 266 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL La Seccion de Entomolojía se encuentra ya estrecha dentro de la Oficina que, por tanto tiempo, tiene en el Museo. Es necesario mayor espacio para colocar las cajas con insectos i, sobre todo,*los libros, que, año por año, aumentan en cantidad. Además, se deja sentir la falta de tubos, cajitas, reactivos, cápsulas de vidrio con tapa, pinzas, etc., etc., para el estudio de la biolojía 1 la conservacion de muchos insectos chile-- nos. En suma, calculo unos $ 3,000 (tres mil pesos) para estas necesidades. (Estantes, empastadura de los libros mas indispensables i los útiles a que me he referido mas arriba). Atentamente del señor Director, CÁrLoS SILVA FIGUEROA. INFORME DE LA SECCION DE PLANTAS FANERÓGAMAS Señor Director: < Tengo el honor de informar a Ud. sobre la seccion de mi cargo, du- rante el año 1919. ViIajeESs.—En Febrero verifiqué un viaje botánico por las cumbres an- dinas frente a San Fernando, para coleccionar i estudiar las plantas del Cajon Herrera i del Boquete Las Damas, internándome unos 25 kiló- metros en terreno arjentino, cerca del mineral de Las Choicas. ; A fines de Agosto recorrimos con los alumnos del Instituto Agronó- mico los alrededores de Concepcion 1 Talcahuano. I en Setiembre visité dos fundos en la precordillera de Curicó, para estudiar malezas 1 observar los árboles atacados por hongos i pulgones. LABORES EN LA OFICINA.—He determinado e incorporado al herbario las muestras que he considerado interesantes, cojidas en escursiones anteriores. Atendí las consultas que mas adelante se indican, despachando tambien algunas muestras para especialistas estranjeros; 1 he continuado revisando las familias de monocotiledóneas que deben publicarse en el. número próximo de nuestro BOLETIN. : INCREMENTOS.—Ingresaron a las colecciones varias especies parási- tas 1 trepadoras, algunos juncos i muestras de un roble chileno; obsequiado todo esto por don Marcial Espinosa B. Doña Berta F. de Moreno regaló INFORMES 267 una mazorca de maiz atávico que cojió en el fundo La Ventana de Teno. Es una forma con- segmentacion apical, que representa la transicion en- tre la mazorca compuesta del maiz primitivo i la sencilla del maiz culti- vado. : De las Termas de Tinguiririca traje un trozo de olivillo (Kageneckia angustifolia), árbol interesante por ser venenoso para el caballo i mulares 1 por vivir sólo en rejiones mui elevadas, a 1,700 metros en dicho local. BIBLIOTECA.—Recibimos entre otros folletos las siguientes publi- caciones, algunas de las cuales se habian suspendido por la guerra euro- pea como continúan aun las revistas alemanas. Malpighia. Catania. , Bulletin du Jardin Botanique de L'Etat. Bruxelles. Sobre las Cinchonas, por Hochne. Instituto de Butantan, Janeiro. Contributions from the United States National Herbarium. Washington. The Vegetation of Northern Cape Breton Island, Nova Scotia, by Geor- ge Nichols. Yale University, Connecticut. Bulletin du Jardin Botanique de Buitenzorg. (Este jardin botánico de Java es el mas grande del mundo). The University of Minnesota, i Minnesota Botanical Studies de la Geol. and Nat. Hist. Surv. of Minn. (varios trabajos sobre Fanerogamia). Journal of the Arnold Arboretum, Harvard University. Trabajos botánicos de la University of California; id. de la Smithso- mian Institution of Washington. The Ohio Journal of Science. Contributions from the Gray Herbarium of Harvard University. Journal of Agricultural Research. Hooker's Icones Plantarum. Estudios botánicos por el Dr. Hicken, 1 Las Verbenáceas mendocinas, por R. Sanzin. Anales de la Sociedad Científica Arjentina. Las Chlorideas de la República Arjentina, por L. Parodi. Rev. de la Fac. de Agron. 1 Vet. de la Univer. de B. Altres. Revista Chilena de Historia Natural, 1 varias memorias de prueba sobre temas botánicos por alumnos del Instituto Agronómico de Chile. ConsuLtas 1 EstTUDIOS.—La biblioteca i herbario fueron utilizados por los señores don Federico Johow, Juan Sóhrens, Federico Albert, Al- berto Baeza, Marcial Espinosa, etc., etc. Cuatro alumnos del Instituto Pedagójico, tres del Instituto Agronó- 268 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ¡ ; ; mico i uno de la Escuela de Farmacia, aprovecharon tambien esta sec- cion para preparar sus memorias de prueba. Despachamos numerosas consultas de Santiago, de las provincias 1 del estranjero, cuyos antecedentes quedan archivados en la seccion. Así: Don Roberto Ochoa, Viña del Mar, consultó sobre la Asperula odo- rata. El señor A. Bab, Rep. Arjentina, sobre el manzano 1 copihue. : z Dr. L. Hauman, B. Aires, sobre Azorellas + Bolax glebariía de Chile. Don Samuel Carvajal, sobre la Bulnesia retamo. El señor P. Román, sobre la añañuca, (Hippeastrum Añañuca (Phil). Don Cárlos Silva F., sobre Asclepiadáceas chilenas de la zona boreal. ñ C. V. Piper, del Bureau of Plant Industry, Washington, sobre mues- tras de nuestro Algarrobo (Prosopis juliflora, D. C.) como especie forrajera. El señor H. Fischer, de la Oficina de Veterinaria de Chillan, sobre. el Lolium temulentum, Laurelia aromática 1 otras plantas venenosas al ganado. . Don Augusto Opazo, Agrónomo rejional de la Il zona (La Serena), sobre la pimpinela (Poterium sanguisorba) 1 el Polygonum Bowenkamp1 Phil, forrajes naturales para ovejunos en los secanos de la costa de Co- quimbo. Tambien nos consultó acerca de otras mumerosas especies re- lacionadas con la agrícultura. Don Roberto Opazo, Agrónomo Jefe de Santiago, nos consultó apro- S pósito del Echium vulgare como invasor de las sementeras entre Lináres 1 Temuco, i sobre una especie de Briza, maleza aparecida ultimamente en la rejion austral. La Estacion Agronómica nos dió en estudio varias gramíneas forra- jeras i malezas remitidas por agricultores de diferentes puntos del pais. El Agrónomo de San Fernando me consultó sobre el pasto miel (Holcus lanatus), Erodium, vallica i otras plantas de la zona central que figuran ' ya como forrajes, ya como malezas. 7 NECEsIDADES.—Subsisten las que he indicado en otras informaciones; sobre todo faltan vitrinas especiales para la criptogamia, estantes para. libros 1 colecciones de semillas, frascos para diversos preparaciones, un lavatorio con desagiie, i el ensanche de la Oficina que sirve de laboratorio 1 de biblioteca. : ASUS El infrascrito estima mui conveniente pedir al supremo gobierno, la - INFORMES 269 suma de cuatro mil pesos, para satisfacer en el año próximo las necesida- des de esta seccion, que se incrementan de año en año. _Saluda atte. al señor Director, FRANCISCO FUENTES. - INFORME DEL JEFE DE LA SECCION PLANTAS CRIPTÓGAMAS Santiago, Abril de 1920. Señor Director: Tengo el agrado de dar cuenta a Ud. sobre la Seccion de Plantas Criptógamas a mi cargo, durante el año de 1919. He reunido i arreglado material criptogámico. Para la recoleccion de plantas he tenido que hacer escursiones de mi cuenta a Catemu, Tomé, “— Coelemu, Villa Alegre, Vichuquen, San Antonio, Lináres, Cauquénes, El Volcan i al cerro San Cristóbal. A fines de Setiembre fuí comisionado por la Direccion de esté Museo para estudiar i coleccionar plantas Crip- tógamas en la cordillera de Nahuelbuta, dedicándome allí, especialmente a investigaciones sobre las especies de hongos del jénero Cyttaria i de las especies de Vothofagus sobre las cuales ellas se desarrollan. Otros jéneros de hongos colectados son: Marasmius, Lepiota, Psi- locybe, Peziza, Fomes, Heterosporium, Ustilago, Gyromitra, Clavaria i Sclerotinia. Del jénero Heterosporium encontré el AH. gracile (WALLR). SAcc. parásito sobre las hojas de Iris florentina en San Bernardo. De Sclerotinia trifoliorum ERICKS., otro parásito, encontré su estado ascospó- rico sobre Trifolium repens en la Quinta Normal de Santiago; Lepiota naucina FR., hongo comestible, crece igualmente en la misma localidad; Ustilago tritrici (Pers) JENS. es el polvillo negro del trigo. De cuatro especies de Caráceas recojidas he identificado tres: la N2- tella clavata (BERTERO) A. BRAUN, la Chara coronata Ziz i la Chara fragilis Desv., las dos últimas no habían sido mencionadas como existentes en - . Ñ Chile. 270 BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL q Identifiqué helechos al padre Claudio, de Ñuñoa; envié algunos hon- gos a Mr. Lloyd de Cincinnati para su determinacion; preparé para este S número del BOLETIN, la enumeración de unos líquenes chilenos determi- nados por el naturalista H. Olivier de Bazoches-au-Houlme-(Orne), Fran- cia. o En Mr. Frank S. Collins, ficólogo de North Eastham, Mass., determi- z nó las siguientes plantas chilenas que le envié: Cladophora crispata (RoTH) Kútz., Rhizoclonium hieroglyphicum (AG.) Kzrz., Entocladia gracilis HANSGIRG i Lyngby1 Diguetr, las dos últimas epífitas sobre la Cladophora ántes nombrada. í Preparo plantas criptógamas para el Profesor A. Yasuda, de Sendai, Japon i para Mr. J. R. Weir, de Washington, quienes las han solicitado de esta Seccion. : Los señores F. Fuentes, C. Porter, V. Benavente, A. Montealegre, A. Recart, M. F. Rios, E. Fehrenberg, H. Vergara, B. Herrmann, A. Méndez, N. Brzowich, T. Rivas, P. Briones 1 L. Moreira, han obsequiado hongos y otras criptógamas; don. C. Porter obsequió tambien un folleto. De Estados Unidos de N. A., de Italia, de España, de Suecia, del Brasil i de la Arjentina, se han recibido interesantes revistas 1 folletos. Continúo en mis investigaciones sobre hongos i algas del suelo chi- leno. Las necesidades de la Seccion son las mismas indicadas en mis in- formes anteriores. , - j Habiendo recibido hace poco la determinacion de algunas algas marinas chilenas, la mayor parte colectadas por el suscrito, las acompaño para su publicacion. Esta identificacion ha sido verificada por los señores ficólogos DE Toni i Forti (Módena) i HarIoT (Paris). Saluda atentamente a Ud., MaArciaL R. EsPrvosa Bustos. > INFORMES 271 Lichens du Chili déterminés PAR H. Olivier de Bazoches-au-Houlme (Orne) Usnea. -U. hirta HFFM. U. densirostra TaYL. HuÉ L. Extra. Eur. N.* 123 (p. p.) Thalle K + jaune > rouge. E U. denstrostra var. rubiginans OLIV. Différe du type par la couleur rouge-foncé de ses rameaux principaux. Les ramiules sont généralement plus pales ou en partie rosées. -U. ceratina AcH. -U. ceratina var. rubiginea. Type á thalle en partie ou en totalité rougeatre. -U. ceratima var. concreta MoNT. Papilles moins developpées, en par- tie converties en sorédies qui font paraitre le thalle comme ponctué de blanc. =U. ceratina var. incurvescens OLtv. (non ARN.) Thalle de 8-12 cent. a divisions toutes fortements recurbées en tous sens et sans sorédies aus extremités. U. florida Ach. f. rubescens MÚúLL. Thalle en partie rouge ferrugi- neux. : U. florida var. chrysopoga STEIN. Thalle jaunatre, á plaques rouges qui le raprochen de la f. rubescens. U. dasypoga AcH. U. goniodes SrirT. Warn. L. Brésil I. p. 12. Tres voisin de Usnea angulata ACH., mais á reaction bien différente. Thalle K = ou + jaune tres pale. (angulata donne K-+jaune > rouge). U. lacunosa Wi1iLD. NyL. Synops. p. 271. Neuropogon. N. trachycarpus NYL. f. soredians OLtv. Papilles des rameaux ulti- mes converties en petites sorédies. 272 / BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL - ye , Ll Evernia. E. divaricata ACH. Type et var. soredians' OLIV. Rameaux extrem surtout couverts de petites sorédies granulées. ; E. divaricata var. flavescens OLIV. alle sabia et a - couche cor jaune paille. S Ramalina. ' - E 37 ria epicymatía NyYL. Oliv. paras. p. 75. ñ - R. farinacea AcH. R. fraxínea AcH. quelques apothécies portent comme _parasite Spoeria epicymatia NYL. p R. fraxinea 1. luxuriams DERE R. subfraxinea NYL. Spores presque toutes droites eses de4- Sau SÍ R. subampliata NyL. f. lineariloba OL1v. Aspect: de Ramalina fraxi= nea mais á spores droites. Divisions subsimples, ne dépassant pas zz mill. de large. R. fastigiata AcH. ; z R. testudinaria NyL. Nombreuses spermogonies noires; ln plus claires au miliéu etc. ; RS R. complanata NyL. Thalle K—; strie longitudinalement etá breux tubercules subpapilleux. R. Cri NYL. var maculata Qu She E que le type, E nies du type. - k R. Yemensis NYL. ; - : R. Yemensis f. latior NYL. Ramal p. 46. : l es : R. Yemensis var. striatula NYL. Ram. p- 47. Thalle couvert de s blanches longitudinales. ; ; > R. Combeoides Ny. ES R. leiodea NYL. INFORMES 273 Cladonia. Clad. retipora FLK. Echantillon jaune paille (voir aussi Cetraria plus RES Clad. coccifera FLK. 5 Clad. coccifera var. pedicellata ScH. xo Clad. coccifera var. extensa ACH. Clad. coccifera var. cornucopodioides AcH. ESA _Clad. macilenta f. corticata WA1N. - Clad. macilenta . squamigera WaA1nN. Clad. floerkeana t. subulata. Clad. floerkeana var. trachypoda NyL. Podétions pulvérulents dans la partie supérieure et granulés ou squameux á la base. "> Clad. gracilis var. leucochlora AcH. Clad. gracilis var. filiformis DEL. Clad. gracilis var. aspera FLK. > Clad. fimbriata AcH. _Clad. fimbriata var. tenuipes DEL. Clad. fimbriata var. extlis. Clad. squamosa var. asperella FLK. Clad. subsquamosa f. squamossissima OLtv. Thalle K-+jaune. Clad. furcala var. racemosa FLK. 2 Clad. furcata var. scabriuscula DEL. f. squamulosa OLtv. Podétions couverts de nombreuses petites squames. Clad. ochrochlora var. paraphyonema FLK. Clad. pixidata E. Fr. Clad. pixidata f. marginalis. Clad. degenerans var. euphorea FLK. Stereocaulon. ES St. implexum TH. Fr. St. tomentosum NYL. St. coralloides NYL. St. furcatum NYL. St. verruciferum NYL. Stérile. (18) S : $ Rocella. A R. intricata MONT. PE ONES R. tinctoria D. C. > Cetraria. Ger aculeala E BR: : Cetr. achantella AcH. : ES ; ps ) - Platysma. Plat. Glaucum. . E - e - nes, oi P. saxatilis NYL. RA P. revoluta f. rugosa TaYL. Thalle K E jaune, -C sE ouee e : P. pertusa SCHOER. Thalle K T jaune; percé de petits trous. Spore: 2 par théque. > qe caperata AcH. : E ae E z P. subcompersa NyL. Thalle K= ES E ES P. gracilescens WAIN. Thalle K = jaune; C=(C)=Divisions larg de 1-2 millim. IES E E P. physodes var. austerodes NYL. : P. physodes var. sorediata. pupoiido du thalle en - partie a par les sorédies.. ES E , P. physodes E jaune C= (e ES espéce nouvell stérile et trop faible pour étre sur. eS P. lugubris. Pers. . P. subquercicola HUÉ. Thalle cea bs y P. tiliacea. s P. perlata. E INFORMES 275 Sticta. HE z : Stict. nitida NYL. Divisions larges d'environ 10 a 15 millim. Stict. nitida f. canaliculata OLiv. Divisions trés étroites 3-4 mill. fortement canaliculées, surtout a la base. 5 = Sitict. nitida f. glabrans OLtv. Divisions étroites comme ci-dessus, mais plus courtes et sans tomentum. : Stict. nitida f. stricta OLtv. Divisions étroites, 3-4 mill. au plus, planes et tomenteuses en dessous. == Stict. orygmea AcH. (non DEL.) Stict. fossulata Dur. NYL. $ - Stict. fossulata var. angustata OLIV. Divisions ne dépassant pas 4 a 6 mill. de large sur un thalle de 10-14 cent. d'étendue. Pseudocyphelles en grande partie marginales. Spores 1- septées, tres legérément brunies. Shict. fossulata f. minor HuÉ. L. Extr. Europ. N.” 407. Divisions plus petites, canaliculées et presque glabres en dessous. - Stict. dichotoma DEL. Stict. p. 107. Thalle glabre en dessous. Stict. punctulata NYL. Remarquable par les nombreuses petites pontuations arrondies qui recouvrent les thalles. Gonidies 8-12 de diamétre. Stict. cellulifera Hook. Thalle K + jaune. = — Stict. Urvillei. DEL. Spores 40X6. Stict. Uruillez £. imbricatula TaYL. Divisions plus étroites imbriquées. Stict. flavicans. Hook. Urvillez. var. flavicans NYL. Distinct par les 7 nombreuses laciniures dressées, qui bordent les divisions thallines. | Stict. plumbea DEL. Stict. p. 109. Stict. Damaecornis AcH. , “Stict. dichotoma DEL. 107. f a Stict. aurata AcH. Stictina. Stict. pilosella Mam. Thalle jaune en dedans, herissé des deux cótés. Stict. filicina AcH. Thalle fortement nervié en dessous a la base. Stict. faveolata DEL. : Stict. faveolata var. cervicornis NYL. Type á divisions beaucoup plus étroites et plus allongées. x eS 7 AA SO Stict. hirsuta var. Guillemmii MONT. Stict. Fragillima Nyr.: ; ¿ Nom Sa -gilva. p E mA e 4) z e e superficie. ! : En A a Stict. argyracea BOR. NYL. : vo Stict. argyracea f. flavescens DEL. Type a ae pres dépourvus dies. % Stict. argyracea f. pallescens OLIv. Thalle plus pale, a sorédies nombreuses, éparses, nulles sur les bords. > Stict. imtricata DEL. var. gymnoloma NyYL.. Sorédies margin: lles ou trés rares. Stict. fuliginosa var. obvoluta DEL. Thalle scrobiculé a la surface. / Xanthoria. Xant. chrysopthalma (L.) f. ciliata. Xant. villosa (AcH.) se Xant. parietina (L.) Thalle jaune.- Xant. flavicans Sw. pr ay Xant. acromela PErs. f. sorediella. ThaMe sorédie. Les ex 1 s Physcia. S Ph. tribacia Ach. Thalle pale. , E meo Ph. aipolia NyL. Thalle K F jaune. Squamaria. eE > ; 5% Squam. cartilaginea D.C. ; AN Squam. squamulosa NYL. ñl Nephromiun. z Neph. plumbeun NvyL. TN di V : A : / ps Dd INFORMES 217 Leptogium. Lept. tremelloides var. azureum MONT, Lept. phyllocarpum var. coerulescens NYL. 5 Lecanora. L. Hageni NYL. Spores 16X6. Sur.des graminées. L. subfusca var. glabrata ScH. L. punicea NyL. — Buellia. B. myriocarpa Th. Fr. > G. B. de Toni e Ach. Forti. ENUMERAZIONE DI ALGHE MARINE CILENE COMUNICATE DAL SIG. MARCIAL R. ESPINOSA . Dietro raccomandazione del prof. C. E. Porter ci venne inviata, ad “oggetto di studio, dal sig. Marcial R. Espinosa, addetto al Museo nazio- “nale di storia naturale di Santiago, una collezione di Alghe marine raccolte in gran parte lungo il littorale cileno e all isola Chiloe. Intorno alla flora marina del Chili trattaromo parecchi botanicl soprattutto all'epoca dei grandi viaggi compiuti da Humboldt e Bonpland (1799-1804), da Chamisso (1815-1818), D'Urville e Lesson (1822-1825), Alc. D Orbigny (1826-1833), Gaudichaud (1836-1837); in seguito vennero recate altre notizie particulareggiate sulle Ficee del Chile a merito di Suhr, J. Agardh, Kuetzing, Decaisne, Areschoug -e altri algologi, ma il + lavoro fondamentale resta sempre la trattazione delle Alghe eseguita dal Montagne nell'opera illustrativa della storia fisica e politica del Chile publicata da Claudio Gay (1852); indicazione sparse, riguardo alla flora marina cilena ritrovansi sia in note speciale sia in opere generali. MAA BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Le Alghe dalle queli diamo il Catalogo ci vennero acco dalle seguenti indicazioni: si e y N. 1.—Rocas de la costa. : E N. 2, 3, 128, 129, 130, 131, 132.—Rocas de la orilla del m A r jena (Provincia ss Santiago). O! ; N. 35, 36.—Isla Cuptana. Poviada de Chiloé). En las r la orilla. al . 37, 38.—Queilen (Provincia de Chiloé). bn la “orilla del ma . 39 a 45.—Quemchi (Provincia de Chiloé). En la orilla del . 47.—Topocalma (Provincia de Colchagua). 51.—Concon (Provincia de Valparaíso). 52.—Sur de Chile. : 53.—Chiloé. En rocas. Sp . 49, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64—Sur de C Chile. 71, 72, 73.—Magallanes. 74.—Corral. (Provincia de Valdivia). : 82, 86.—Chiloé. 87.—Cucao (Chiloé). - 88.—Castro (Chiloé). 89.—Chiloé. 91.—Taitao (Provincia de Llanquihue). : 97.—Magallanes. ES 101.—Cucao (Chiloé). : 102.—Ancud (Chiloé). . 104.—Valparaíso. * 105.—Penco (Provincia de Concepcion). ; . 110.—Talcahuano. (Provincia de Concepcion): . . 112—Calbuco (Provincia de o A Ancud (Chilos). ms de la alas N. 115.—Chonchi. (Chiloé). INFORNES 279 Florideae LAmMOoUR. Porphyra Kunthiana KUNTzZ. Hab. rocas de la costa (n. 1); orilla del mar, Bahía de San Rafael - (nm. 15, 18); Quemchi (n. 45); Ancud (n. 127). Wildemania laciniata (Licmtr) D. T. - Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 6). Gelidium lingulatum J. AG. Hab. Sur de Chile (n. 61). Chondrus canaliculatus (AG.) GREV. - Hab. en la orilla del mar, Quemchi (n. 41); senza indicazione di localitá (n. 68? e 90). Iridaea Angustinae (BorY). Hab. rocas de la orilla, Ancud. (n. 124); orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 16, 17, 29, 30). Iridaea laminarioides BORY. Hab. rocas de la orilla, Ancud (n. 118 (cistocarpi), n. 119); senza indicazione di localitá (n. 66 (cistocarpi)). -Iridaea micans BORY. - Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 4 (tetraspore)); Isla Cuptana, en las rocas de la orilla (n. 36 (cistocarpi); Ancud, rocas - de la orilla (n. 117 (cistocarpi)); senza indicazione di localitá (n. 65 > e 67 (cistocarpi)). Gigartina canaliculata HARV. : Hab. senza indicazione di localitá (n. 76). Gigartina Chamisso (MERT.) J. Ac. Hab. Sur de Chile (n. 60). Gigartina Chauviniú (BorY) J. Ac. Hab. Sur de Chile (n. 64). Gigartina fissa (SuHr) J. Ac. Hab. rocas de la orilla del mar, Cartajena (n. 132 (tetraspore)). Gigartina Radula (Esp) J. Ac. Hab. en la orilla del mar, Quemchi (n. 40 (cistocarpi)). Gigartina tuberculosa (HOok. ET HARV.) GRUN. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 32); Taitao (n. 91). Gymmnogongrus disciplinaris (BorY) J. AG. | rra ñS Y A ES 280 ne td a NACIONAL | ? = ; colita (n. 50). ”. : Gymnogongrus filiformis WUETZ. ; ; 7 Hab. orilla del mar, Bahía de Sn Rafael (n. 10); : Castro. ( 88 _ Gymmogongrus furcellatus (AG.) J. AG. - qe E e co Hab. Topocalma (n. 47; Actinococcus mollis HOwE.); senza ¡indica zione di localitá (n. 46, 48, 77 (Actinococcus a Howe), 80; 76, 96 (forma ambigua P1cc. Er GRUN)); senza localitá (n. 78). - di y Gymnogongrus Griffithsiae (TURN). MArT. a Sol : Hab. Cucao (n. 87). e po Ahnfeltia Durvillaer (BorRY) J. AG. | Hab. senza indicazione di localitá (n. 93). A Ahnfeltza elongata MONT. Hab. Corral (n. 74). Ds $ Actinococcus mollis HowE. cd E 47 (sul lis furcellatus)); senza A di l lo calitá (n. 77 (sul Gymnogongrus furcellalus)). , Callophyllis variegata (BoRY) KUEIZ. Hab. Sur de Chile (n. 52) (cistocarpi)). — Ez S Callophyllis sanguinea (MonT.) Howe. Hab. rocas de la orilla, Ancud (n. 120); Chiloé fe a Se Trematocarpus dichotomus AENA = Hypnea o (WuLr.) LAmMOoUR. var. Esperí (Borv) Dr. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael le 3, 2 Cordylecladia lemanaeformis (Bory) HoweE. Hab. Chiloé (m. 89 (cistocarpi)). Rhodymenia corallina (BORY) GREV. Hab. senza indicazione di localitá (n. 69, 20, 92). Plocamium sp. IS Hab. Chiloé (n. 83 (cistocarpi)). Nitophyllum Durvillaei (BorY) J. AG. , p? ; Hab. Magallanes (n. 71 (tetraspore); rocas de la orilla, Ancud ( : $ : - Nitophyllum fusco-rubrum HOOK. ET Harv. > INFORMES 281 Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 25 (cistocarpi); n. 26 (tetrasporangi)). Nitophyllum multinerve Hook. Er Harv. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 28). Schizoneura Davisii (Hook. Er Harv.) J. AG. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 9, 20, 21). Schizoneura quercifolia (BorY) J. AG. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 19, n. 33 (cistocarpi)). < Laurencia chilensis DE Ton1, ForTtI Er HowE. Hab. Sur de Chile (n. 62 (cistocarpi), n. 63); Magallanes (n. 72); senza indicazione di localitá (n. 103). -Polysiphonia anisogona Hook. Er Harv. ; Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 23, 31). _Polysiphonia urceolata (LIGHTF.) GREV. : Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 7). Heterosiphonia Berkeleyi MONT. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 24). Griffithsia chilensis MONT. . Hab. Chiloé (n. 82). Callithamnion Montagnei Hook. Er HaArv. - Hab: Sur de Chile (n. 57, 58). Plumaria Harveyi (KUETZ.) SCHMITZ. Hab. Sur de Chile (n. 59 (tetraspore)). Ceramium diaphanum (LiGHTF.) RoTH. Hab. Chiloé (n. 86). Ceramium involutum KUEITZ. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 11); rocas de la orilla del mar, Cartajena (n. 131). Ceramium rubrum (Huns.) Ac. Hab. orilla del mar; Quemchi (n. 39); en rocas, Chiloé (n. 53); Ma- gallanes (n. 73); Ancud, rocas de la orilla (n. 123 (sul Macrocystis)) var. pacificum (COLLINS. Hab. senza indicazione di localitá (n. 75). Corallina Berterii MONT. Hab. Chiloé (n. 85). Corallina officinalis L. var. collabens HOWE. Hab. senza indicazione di localitá (n. 94, 95). - 282 A BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL ón > Fucoideae (AG.) J. Ac. Padina Durvillaei Bory. Hab. senza indicazione di localitá (n. 106). Lessonia NAUZrescens Borvy. Hab. rocas de la orilla del mar, Cartajena (a. 2.) Macrocystys angustifolia Bory. Hab. rocas de la orilla del mar. Cartajena (n. 3). Macrocystis Humboldii (BoNPL.) KUNTH. Hab. senza indicazione di localitá (os 98, 99, 100). Desmarestía anceps MONT. Hab. Magallanes (n. 97). Desmarestiía distans (AG.) J. AG. Hab. Cucao (n. 101). - Desmarestia ligulata (LiGHTF.) LaMOUR. Hab. rocas de la orilla, Ancud (n. 116). Phoyllitis Tapia (MUELL.) KUuEtz. Hab. Ancud (n. 102). Phyllitis sosterifolia REINKE. n E Hab. rocas de la orilla del. mar, Cartajena, (a. 128, 129), E Corycus prolifer (J. AG.) KJELLM. > E. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 34) Halopteris funicularis (MONT.) SAuv. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 14). Chlorophyceae (Hass) WirTr '“Ulva lactuca L. f. latissima (L.) ARDISS. Hab. en la orilla del mar, Queilen (n. 37). var. rigida (AG.) LE SoL. a Hab. en la orilla del mar, prepa A 48); psa de E orill rocas de la orilla A (AZ): A f. myriostrema (LenoRM) J. AG. e Hab. Isla caba en las rocas de la orilla (a 33) A Ñ y y, 3 3 E. == Es E E .2 INFORMES 233 -Enteromorpha bulbosa (Sur) KUEIz. Hab. Talcahuano (n. 110); Chonchi (n. 115); Ancud, rocas de la orilla (n. 126); Valparaiso (n. 104). Enteromorpha compressa (L.) GREvV. Hab. Penco (n. 105); rocas de la orilla del mar, Cartajena (n. 129). Enteromorpha intestinalis (L.) LINK. Hab. rocas de la orilla, Ancud (n. 114); senza indicazione di loca- 5 leas): Enteromorgha ramulosa (ENGL. Bor.) Hook. Hab. en la orilla del mar, Quemchi (n. 42, 43); Queilen (n. 38); Cal- buco (n. 112); senza indicazione di localitá (n. 113). -Chaetomorpha Dubyana KUEIZ. Hab. Sur de Chile (n. 56); Ancud, rocas de la orilla (n. 121); orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 13, 22); senza indicazione di localitá (n. 111). : Cladophora Hookeriana KUETz. Hab. orilla del mar, Bahía de San Rafael (n. 12). Lista de Algas Marinas Chilenas determinadas POR P. Hariot, del Museo de Historia Natural de París. Gracilaria confervoides (L.) GREvV. Glossophora Kunthii (AG.) J. AG. Gigartina Lessonú BoRY. Gigartina radula (Esp.) J. Ac. Gigartina Chamissot (AG.) J. AG. Iridea micans BORY Ahnfeltia elongata MoNT. Chondrus canaliculatus (AG.) GREV. Chondria secundala Jj. AG. Gymnogongrus furcellatus (AG.) J. Ac. E A AR E A pe : : y e: . y ue / 2 > Y $ > e 3 . É iS : 7 Ta E 1 ZE ¿ sl l A y e ” 7 e Lat % A 284 : Eon É BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL Gelidium lingulatum J. AG. - y Rhodymenia corallina (BORY) GREV... Callophyllis variegata (BORY) KúTZ. Delesseria leiphaemia MonNT. Nitophyllum sp. Ceramium rubrum (Hubs.) Ac. Mm var. pacificum COLLINS. ta Corallina chilensis, LAM. * Sargassum sp. : Lessonta migrescens, BORY. Lessonmia sp. Adenocystis Lessonii (Bory) Hook. ET HARV.: Desmarestia ligulata (LiGHTF.) LaM. forma.“ a MEMORIA DEL JEFE DE LA SECCION DE ANTROPOLOJ IETNOLOJIA Señor Director: 5 Conforme con a plan: a me me "propuesto * pe en SL E he continuado incluyendo en el libro de uventarió todos $ aquellos obj tos. $ que no lo estaban i en tal forma que estimo ne este: trabajo. que dE terminado ántes del 15 de e ciendo que los departamentos horizontales fucan pbieh, dé vidr Cada estante necesita sel A Aca a fin de => E AS = A - y INFORMES 28 estas colecciones, ya que el polvo que se levanta en el Salon Central, los días en que se abre al público, el Museo, exije este trabajo constante i mi- nucioso. Con el fin de evitar estos inconvenientes seria bueno, señor Director, conseguir del Gobierno el arreglo del tablado o la colocacion de un linó- leum que permita hacer el aseo con trapo húmedo en vez de usar la es- coba. De este modo el suscrito se evitaría un gran trabajo i podria dedi- car mayor tiempo al estudio de las colecciones i a las investigaciones cien- tíficas que requiere el material existente. Por otra parte, es necesario tener presente que las telas 1 las momias están espuestas a ir destruyéndose, poco a poco, siguiendo para el aseo el procedimiento hasta hoien uso. Los dibujos de la alfarería antigua va borrándose ¡ esto es mas grave todavía si se tiene en cuenta que no hai fotografías ni catálogos de ellos donde puedan verse con toda exactitud los detalles de estos objetos. La catalogacion del material existente que inicié hace dos años con mis alumnos del Internado Barros Arana, ha tenido que limitarse este año a causa de no existir en el Museo una sala donde los jóvenes puedan disponer de sillas i mesas cómodas para continuar el dibujo de cada uno de estos objetos. En los Museos estranjeros existe el puesto de dibujante que tiene a su cargo la catalogacion de todos los objetos que llegan a au- _mentar las colecciones. 7 Y Disponer cuanto ántes de una sala destinada a este objeto, se hace cada día mas urjente para todas las secciones. La necesidad “mas imperiosa de mi seccion, consiste en adquirir cuanto ántes un estuche completo para las investigaciones antropolójicas 1 en dotar al gabinete fotográfico del Museo con los elementos mas indispensables. Es una cosa sabida que la luz ejerce una influencia poderosa en la descoloracion de las telas i de los objetos pintados. Se hace necesario, en- - tónces, hacer colocar un cortinaje negro en cada unos de los estantes en - que se guardan objetos de esta naturaleza. Hace falta tambien, señor Director, un estante bastante grande para colocar el ataúd de la momia ejipcia que los visitantes han ido destruyen- do, poco a poco, hasta el punto que corre el riesgo de serlo completa- mente. Igual cosa está ocurriendo con la sepultura araucana de la cual han desaparecido casi todos los huesos pequeños. Durante los meses de Enero i Febrero, he hecho algunas esploracio- pas de ellos numerosos nIeaOs que he traido al Museo. o e Necesita un cortinaje oscuro para evitar que la luz borre los a de los estantes que guardan la iS trescientos PEER ES ciones. En total, estimo, señor Director, que con cuatro mil doscientos pesos ; ($ 4.200), que el Supremo Gobierno destinase en el Presupuesto del pre : -sente año, podria realizarse todo este proyecto elaborado. Con peca a la a de dibujo i la sala de trabajo para el Jete de Es todo cuanto buedo decir a Ud., señor Director, respecto a. los tras AE Os 7 bajos que he realizado en mi Seccion i a las necesidades mas _urjentes d Es ella. Santiago, Marzo de 1920. INFORMES 28 INFORME DEL JEFE DE LA SECCION DE PALEONTOJIA IT MINERALOJIA Señor Director: - La Seccion de Mineralojía 1 Paleontolojía a mi cargo no ha tenido el desarrollo intensivo de tiempos normales; en cambio nos hemos dedi- cado a un problema vital para el pais i que creemos haberlo resuelto ya satisfactoriamente. Me refiero a la elaboracion del salitre que la venimos resolviendo desde el año 1912. : La resolucion de este problema está hecha en el 95% de su totalidad, i esto con esfuerzo propio i de personas estrañas que han aportado su di- nero para gastos de los miles de esperimentos hechos para llegar a la si- _tuacion actual. Este hecho compensa, a nuestro juicio, mil veces el atraso aparente - en la Seccion, bajo el punto de vista de la sistemática. Mas felicidad habria sido la nuestra, si hubiéramos podido efectuar este trabajo con elementos propios del Museo; pero la asignacion esca- sísima de $ 5,000 anuales para los gastos jenerales de todas las Secciones de este Establecimiento, no nos permitió limitarnos a los elementos pro- e pios de este Museo. Debo declarar esplícitamente que el Gobierno Chileno jamás tendrá que temer la competencia del salitre artificial, «una vez implantado en el trabajo de elaboracion del caliche el procedimiento que hemos venido estudiando, ino podrá temerlo por las siguientes razones: ; 1.2 La maquinaria es de mui poco costo; 2.2 El gasto de combustible que hoi es enórme, quedará reducido a unos quince centavos por cada quintal español de salitre elaborado; 3.2 El personal que hoi es numeroso, se reducirá a la décima parte; 4.0 La máquina es móvil i se trasportará a las calicheras mismas, ahorrando por este medio el acarreo del mineral que es tan caro i lento; 5.2 La elaboracion que hoi demora muchos días, se efectuará en uno solo; 6.2 La salud del obrero calichero que se ocupa del beneficio del sa- litre está mas garantida, puesto que la máquina espulsa ella misma la borra i los ripios sin lei; ER 9 LOS ripios na sólo con 1%. de mes ts Y NSUte aten con el 570; AA E Fon v su Eo lei; 9.2 La produccion de Sas será inmensamente su tual; i IES: 1 : pOr ciento. dde e Por lo na leia se ve, que esta máquina elabo Pe y 35% “del salitre, no necesita de grandes capitales para funcionar ¡ 1 dar i utilidades a su dueño. hace ocho años. Como ya hemos casi terminado el anterior estudio teórica ticamente, nos proponemos hacer otras investigaciones de u . . 5 . . . a A cional i práctica i para ello necesitamos por el momento la suma d mil pesos para completar el Laboratorio de Investigaciones. 5 1 y E NUTA ENVIADA AL SEÑOR MINISTRO DE INSTRUCCION PÚBLICA 289 E SETES a z NOTA ENVIADA AL SEÑOR MINISTRO DE INSTRUCCION PU- BLICA, CON POSTERIORIDAD A LA MEMORIA ANUAL, POR EL DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL. Santiago, 7 de Octubre de 1920. Señor Ministro: En vista de los deseos de la Comision Organizadora de las Fiestas Xx 3 del Centenario de Magallanes, que pide que el Gobierno dé fondos para E, realizar la idea de la Sociedad de Historia ¡ Jeografía, que es esplorar E y el canal de Moraleda e islas que lo rodean, con el propósito de estudiar PST la flora, fauna, jeolojía i etnolojía de esa rejion 1, mui especialmente, la $ raza de los alacalufas, puedo manifestar a S. S. que el Museo Nacional hizo, no hace mucho, una espedicion a esas rejiones, i un año ántes, a los alrededores del volcan Yates, i en 1910, al istmo de Ofqui. Tengo el honor de acompañar a S. S. copia íntegra de mi memoria del año 1917, publicada en el Boletin del Museo Nacional, tomo IX del año 1916, en la cual doi cuenta al Supremo Gobierno, de los resultados _de aquellas espediciones. : Esta Direccion estima que no existe un solo alacalufa al norte de Tai- tao, i que, en los tres meses hábiles de esploracion, no se obtendría ninguna novedad especial científica, pues, a contar de 1833, desde las espediciones de Darwin ¡Fitz Roy, lasnumerosas esploraciones hidrográficas i de histo- ria natural que se emprendieron despues, 1 las últimas realizadas por el Museo, nos prueban que, en el órden científico, no podremos encontrar nada digno de una conmemoracion de cuatro siglos. E Pero me permito señalar a la consideracion de S:. S. dos puntos de capital importancia, que se desprenden de mi Memoria ya citada, i que en nuestra Memoria, repartiendo, jenerosamente, tierra a los habitantes de Chiloé 2 Llanquihue, que anhelan vivamente poseerla 1 que son capaces como ninguno otro, para habitarla: Al realizar esta gran satisfaccion social del repartimiento de tierras, que viene señalándose, con respecto a los chilotes, desde el mismo año 33, como Darwin lo indica, cumplimos tambien el ; segundo punto que señalo, que es la esploracion jeográfica. Á este respecto, E - — podemos indicar que, cada vez que ella se ha realizado, ha habido que A porciones, no ad todavía por los jeólogos, pero: "o anunciado É por en nuestra citada Memoria, i qe bautizamos con el nombr Taitao. : Pi Como en todas las reparticiones públicas se ha hecho aument sueldos, someto a la consideracion de S. S. el de los-empleados del seo Nacional que, desde 1910, no han obtenido aumento alguno, Jefes de Seccion, son verdaderos especialistas i a mi juicio no p devengar sueldos inferiores a los de los Profesores de. a PAR - Ccundaria. E ; A cion del ítem 972, partida 6.* de los gastos mi para da puesto en el sentido de que en lugar de seis jefes de seccion que h: tualmente, sean ellos siete, AS entre do a un ES de tánica, el señor Marcial R. Espinosa Bustos. 3) El Presupuesto, pues, quedaria en la forma siguiente: Museo Nacional de Historia Natural Decreto N.? 3,696, de 31 de Agosto de 1915 Partida 6.2 E , Ttent971 Directores oi a OE UE ; » 972 Siete Jefes de Seccion, a cargo de los servicios de Vertebrados, Evertebrados, Entomolojía,. Bo- tánica, Criptógama, Jeolojía i Paleontolojía, : Antropolojía i Etnolojía, con diez mil pesos cada 975 Un naturalista ausiliar i preparador, con. . » 976 Un Secretario i Bibliotecario, con...... » 977 Un ayudante preparador, con.......... o RO PR S greso. del Museo Neconar es reponiendo el monto que el a mi cargo tenia. ántes de 1915. e la actualidad el ítem NA BODAS DE o es NATURAL cea sus «Bodas de Plata» con la a publicacion de: un de E o o Santiago, Septiembre. ó de 192 E «En Septiembre del próximo año, la REVISTA Canas DE er R: « NATURAL cumplirá 25 años de de labor en pro. del adelanto > d Le mias, Sociedades de esa Natural, Directores de Revistas, m « rosos especialistas, etc., de todo el orbe civilizado. , «Para celebrar ES el fausto acontecimiento, | el di « e ilustrados con láminas i figuras a «Los restantes orijinales deberán ser entregados a E impren de manera que nos vemos obligados a solicitar la a para « impresion, a la mayor brevedad, a los e 1 colegas que lo desee en, « por adelantado. AAA « lo ecc SOS ame a $ iS 17 ecuatorianos ó Arquezoica DEN : ae - Archopteryx EL CATÁLO 060 ILUSTRADO nar Dice y io $ i y debe decir Eaosición ¿ S ecuatoriales : Arqueozoica : Archaeopteryx suplementarios irrupción. Celenterados X 295 = o ÍNDICE DEL TOMO XI (1918-1919) E DEL BOLETIN DEL MUSEO NACIONAL S ALAS : : E CIENTÍFICA: Silva Figueroa.—Un nuevo Lasiocámpido chileno... ....0....... 5 el R. Machado.—Contribucion al estudio de los carbones de Chile.— udios sobre algunas arcillas chilenas. . eS 9 E. Porter. —Aracnalojía chilena (ota alado sistemáticas NRO AS RS EROS 21 A IN ernardino Quijada B.—Catálogo ilustrado i descriptivo de la coleccion ESE de Biolojía Animal conservada en el Museo Nacional de Historia Natural. — 30 tribucion al e delarEbrolojía chilena) act oo ld a 162 A o Silva Figueroa. — Revision de los Lepidópteros Ropaloceros de E ? e Chile. (Introduccion iFam. Papilionidee).......ooooococ oo 198 > a E. Porter. =Entomolojía chilena. Un nuevo Bracónido del Sur de Z TS O IT E OSI AS erbts. —Un nuevo jénero de Avispas Cavadoras (Sphegidae, Hy- E O AA ARA AR DA - ancisco Fuentes M.— Revisiones de la Flora Chilena. Pamillas de E O chilenas monotípicas. . A O A 221 237 238 . TES 2 EA Informe de los jefes de seccion del Museo 261 » 3 Nota enviada al señor Ministro de Instruccion Pública, con ES ; a y o Memoria Anual, por el Director del Museo Nacional... ........... 289. 23 - 4 Bodas de plata de la Revista Chilena de Historia Natural... 292 5 Erratas del Catalogo nstrado a tan al a - 293 1 el Mu —— ESTADO 63 — o z TEA