ú TY: % Mi A 0 po y Y EA pa AENA PSN TR BOLETIN A DEL MUSEO NACIONAL DE CHILE TOMO ll, NÚMERO 1 Santiago de Chile IMPRENTA UNIVERSITARIA BANDERA 130 1910 eN OS eco: Tomo ll. Boletin del Museo Nacional de Chile. Núm. 1 17%, Congreso de los americanistas celebrado en Buenos Aires, República Arjentina, desde el 16 hasta el 24 de mayo de 1910 Dr. AURELIANO OYARZUN Contribucion al estudio de la influencia de la civilizacion peruana sobrelos aboríjenes de Chile CONSIDERACIONES JENERALES En la sesion celebrada el 3 de enero de 1909 por la Seccion de Ciencias Naturales i Antropolójicas del Congreso Pan-Ame- ricano de Santiago de Chile, el doctor O. Aichel, a propósito de una coleccion de objetos changos que presentó i de unos hua- cos de greda pintada que encontró en una zanja del alcantari- llado de la ciudad de Santiago, rebatió la idea aceptada hasta hoi día, de que fueron los incas los que trajeron a los chilenos la civilizacion que encontraron los conquistadores al descubrir nuestro pais. Tomaron parte en la discusion varios miembros presentes para sostener la teoria de que la influencia peruana habia sido nula o no habia tenido la estension de que jeneralmente se ha hablado por diversos autores. Las pocas palabras quichuas que se encuentran en la lengua araucana, son en tan corto número, que, si bien indican una in- == 4 —= tervencion estranjera en esta civilizacion, no bastan para asegurar la idea de la influencia bien acentuada de la cultura peruana. Para imponer una civilizacion estranjera a un pueblo se nece- sita del trascurso de muchos años, 1 no son suficientes setenta i cinco, que fueron los que gobernaron los incas en Chile. Solo uno de los presentes en esa sesion, el señor T. Guevara, disintiendo completamente de estas opiniones, adujo algunos hechos que confirmaban la influencia peruana en el desarrollo de la civilizacion del pueblo araucano, como eran la forma ¡los dibujos de la mayor parte de las vaszjas de alfarería indíjena que él habia encontrado en el pais, los Zez2dos delana de hueque o llama, que aprendieron los, araucanos de los indios chilenos del norte, a su vez influenciados por los peruanos; algunos adornos, como el Zupo, los aros o pendientes, etc., i la produc- cion agricola, como la quínua, el maiz, los pallares, etc., i las armas, que son en todo semejantes a los que usaba o producia el Perú. á Estudiando estas opiniones, vemos, desde luego, que no haz duda de que la civilizacion peruana se hizo sentir ménos en la lengua que en los objetos destinados a la vida ordinaria, lo que prueba simplemente que jamás los pueblos del norte subyug”.- ron a los chilenos 1 que en el último siglo de su existencia, solo lograron los incas llegar con sus tropas hasta las cercanías del rio Maule. Pero si la guerra lleva la civilizacion a otros pueblos, el co- mercio salva tambien las mas difíciles barreras, por la necesidad que tienen los hombres 1 los paises de cambiar sus productos. Si sabemos, entónces, que la civilizacion peruana se remonta a muchas decenas de siglos de antiguedad, ¿no será lójico pregun- tarse si la influencia de esa civilizacion habria llegado a Chile ántes que las armas de los incas? No lo sabemos, e ignoramos todavia cuándo i por quién fué poblado el pais. A la llegada de los españoles, los chilenos del norte gozaban ya de los beneficios de la edad de bronce i los == 5 == araucanos del sur vivian en estado de barbarie, o todavia en la edad de piedra. Los restos “de la industria alfarera de aquellos tiempos nos muestran de una manera evidente que su desarrollo se debe a una influencia nueva, talvez de pocos años de existencia. Mas todavia, la perfeccion de este arte sigue una escala decreciente de Copiapó al sur. Mui perfecto en el norte, se hace mas tosco en el sur, hasta quedar para siempre, como lo podemos ver hoi todavia en Arauco, grosero 1 sin ningun pulimento. No sin razon, dice Medina hablando de la alfareria chilena, que «los peruanos mejoraron de una manera estraordinaria este arte... 1 que, miéntras mas al norte denuestro pais se encuentran dichos objetos, tanto mas marcada es la semejanza que puede encontrarse con aquellos tenidos por jenuinamente peruanos. Hácia el norte el pulimento es mas fino, la forma mas elegante, las imitaciones humanas en los objetos comienzan a aparecer i la pintura asume esos colores hermosos que ni el tiempo ni su larga permanencia bajo de tierra han conseguido hacer totalmente des- aparecer. En los objetos sacados de los sepulcros que existen desde el Maipo al sur, por el contrario, las pinturas casi no exis- ten, la forma humana desaparece del todo, 1 en lugar del trabajo bien concluido i hasta elegante, solo se encuentran vasijas de una arcilla tosca 1 de formas poco simétricas». (1) Siendo, por lo demas, deficientes los documentos escritos, que, al decir del historiador Barros Arana, nos enseñan la influencia ejercida por los incas en la civilizacion de los araucanos li, si bien es cierto que Medina, Philippi, Guevara, Cañas 1 muchos otros autores chilenos, han contribuido con estudios de mucho mérito acerca de los araucanos, el ensanche 1 los nuevos rumbos que ha tomado la ciencia nos obligan a revisar algunos de estos estudios 1 a considerarlos desde un punto de vista, permítaseme la espresion, mas moderno. La discusion habida en la sesion del Congreso que mencioné (1) J T. Medina.—Los Aboríjenes de Chile. Santiago 1882, páj. 355. A Eo al principio, prueba que no se ha formado todavia una opinion científica sobre el tema que trato. No es mi ánimo presentar a este Congreso ni siquiera un bos- quejo de tan vasto problema, pero quiero iniciarlo i hojear las primeras pájinas de un libro que es necesario estudiar con mas detencion. 5 Como no dispongo de bastante tiempo para desarrollarlo en su totalidad, no me detendré en estudiar las influencias de los métodos agrícolas peruanos sobre los chilenos, ni trataré de los animales introducidos por los incas al pais, ni de las plantas o semillas que cambiaron la alimentacion i el modo de ser de nues- tros indios, ni de sus costumbres 1 relijion, ni del lenguaje, ni de sus armas; quiero solamente estudiar algunos objetos de la cerá- mica antigua de Chile, 1 algunos adornos 2 tejados actuales de Arauco i compararlos con los del Perú. Estimo que de esta manera llegaremos a un resultado positi- vo i sin discusion. Ahora, si se agregan a esto algunos datos de supervivencia que he observado en los tiestos modernos de gre- da ¡ en los tejidos i adornos de plata de los indios de Arauco, creo que nuestra demostracion será mas completa. Empezaré por declarar que no he encontrado nada de orijinal en los productos de la cerámica chilena. Ni la forma de los va- sos u objetos de greda ni sus dibujos, revelan una creacion jenul- namente nacional. En cada cosa que analizo descubro el sello peruano, a veces el calchaquí, que, como sabemos, tambien des- ciende de aquél. Pero para una comprension mas completa de nuestro estudio, necesitamos saber primero cual es el oríjen de la ornamentacion peruana. Stúbel (2), compara esta ornamentacion con la griega. Efec- tivamente, es curioso observar como dos pueblos tan distintos den, 1888. == Y = tan remotos llegaron por los medios mas sencillos, a formar los mismos dibujos fundamentales, solo por la simple combina- cion de líneas. Esto demostraria que el hombre crea las mismas concepciones sin necesidad de comunicarse con sus semejantes. Hai, sin embargo, variantes en estas creaciones 1 esto es ca- balmente lo que aprovecha el arqueólogo para sus comparacio- nes 1 deducciones. Así, la greca de líneas angulares i cortadas de los antiguos peruanos, se diferencia de la clásica en que la primera se deriva de tres cuadros concéntricos i la segunda de cuatro. Cortadas estas figuras por la mitad 1 dislocadas convenientemente hasta formar la greca, la peruana no se cierra 1 forma un gancho, lo que la caracteriza. Si en lugar, ahora, de cuadrados, las figuras son romboídeas, dan el mismo resultado. El meandro ondulado, nacido de dos círculos concéntricos cortados por la mitad 1 tambien dislocados 1 colocados conve- nientemente, corresponden exactamente al de los griegos, eso si que en los tejidos peruanos, se le encuentra en forma deS S tendidas, separadas unas de otras por una raya vertical. En mu- chos trozos de tejidos peruanos que poseo se ven estas S S formar una línea de la manera dicha o filas de dos o tres para- relas, en grupos de varios colores, pero tambien cortadas por las mismas líneas verticales. La cuarta figura, tan comun en la ornamentación peruana, es la de gradas o escaleras, a la que algunos autores han dado la interpretacion de que fué concebida así para representar la fecundidad, la idea del camino, probablemente a lo infinito,-a lo grande! Creemos que se trata de un motivo simplemente estético, nacido, segun lo explica el mismo Stúbel, de la casualidad, co- mo los meandros. Tanto esta figura como las derivadas de ella, se deben a una dislocacion conveniente de figuras cuadradas 1 romboidales. Así, si suponemos un cuadro dividido en 100 pe- queños cuadros iguales, lo cortamos en cuatro partes 1 movemos O pa éstas vertical ¡ horizontalmente, de manera que tome una nue- va disposicion, digamos de 1/10 por lado, por este simple mo- vimiento de dislocacion formaremos una nueva figura jeomé- trica del tipo de escalera, de 12 esquinas o tramos. Este seria el oríjen de toda la ornamentacion peruana en que aparece la escalera con tanta profusion i formando las mas va- riadas figuras jeométricas. Podemos decir, pues, que el oríjen de todas estas figuras se debe a la casualidad 1 que no ha habido ni intencion, ni simbo- lismo en su primitivo desarrollo. La casualidad i el estudio han hecho que nacieran de las líneas, el círculo 1 los cuadrados dis- locados convenientemente, figuras jeométricas de carácter tan peculiar. «Una de las características mas dignas de tomarse en cuen- ta en la creacion de los tejidos 1 pinturas peruanas, agrega Stú- bel, consistió en el esfuerzo que gastaron los artistas en tras- formar las figuras humanas i animales en elementos puramente jeométricos, sin comprometer la organizacion primitiva del modelo. «Consiguieron esto en parte con las figuras nacidas de la dis- locacion, las que fueron retocadas en sus contornos, 1 sus super- ficies completadas con líneas i puntos». A tan injeniosas esplicaciones agregaremos las no ménos in- teresantes de A. Bassler (3). Este autor hace depender las esca- lerillas 1 sus apéndices del tentáculo y ventosas del pulpo, que, con la perfeccion i la necesidad del dibujo, dieron oríjen mas tarde, a las grecas i disposiciones diversas de estos dos elemen- tos, que quedaron siempre combinados tal como se les encuen- tra en la ornamentacion mas fina de sus tejidos 1 objetos de al- fareria. La doble línea de zig-zag provendria de la disposicion curiosa que dan las cabezas triangulares de dos pescados acostados so- bre una superficie plana i dispuestos de tal manera que, en el án- (3) A. Bássler.—Altperuanische Kunst.—Berlin pl. 1-2 fojs. 1,2, 3, 4, etc. == 9 == gulo vacio que dejan las cabezas, se coloque otra en sentido opuesto. Para reforzar todavia el conocimiento de la ornamentacion pe ruana, séame permitido recordar a Jiménez de la Espada (4). «En los yuncas 1 pueblos vecinos del interior, dice este autor, cuya civilizacion precedió a la de los incas, el elemento funda- mental de su ornato es el cuadrado, cuadra o escaque, ya se ori- Jine del cruzamiento en ángulo recto de dos series de paralelas, ya del corte de un prisma de base cuadrada. Con él, no solamen- te componian las líneas 1 trazos jenerales del adorno de sus ropas, vasos 1 edificios 1 los injeniosos 1 peregrinos detalles de cenefas, orlas 1 frisos, si que tambien modificaron las elegantes curvas 1 rectas de otros ornamentos al parecer exóticos, trasfor- mando las diagonales de cuadrados 1 rombos 1 los meandros, en escalerillas, 1 las ondas i hélices en enroscadas hojas de sierra; rasgos de estilo característicos de los toltecas 1 yucatecos, con cuyas jentes a mi juicio, tuvieron contacto 1 relaciones, cuando ménos, los yuncas costeños (contando desde los pasaos, tumbe- cinos, tallanes 1 muchicas hasta los chinchas) 1 sus afines los caxamarqueños, huamachucus, huailas, yauyos 1 collahuas. Por- que es pasmosa, no la semejanza, la identidad de los grandes frisos de Xochicalco, Mitla, Uxmal 1 Chichen Itza, con los de Huamachuco 1 Huailas 1 los estucados del palacio del Chimu 1 con las cenefas pintadas o grabadas de los huaqueros de Truji- llo, Lambayeque i otros pueblos de los Llanos». I por lo que hace a la cruz, la agrupacion de cinco escaques produce la cruz griega 1, agregándole otro, la latina. No serian los peruanos, segun este autor, los inventores de las figuras de ornamentacion de Stuebel i Bássler. Mas todavia, provendrian, segun las nuevas ideas, de la Baja California, Méjico i Centro-América 1 habrian llegado a la costa de Ica, Nasca, etc., por mar. (4) Jiménez de la Espada.—El hombre blanco i la cruz en el Perú. Con- A A . o e gres International des Américanistes.—T. I., páj. 526, Bruxelles, 1879. Pero sea de esto lo que fuere, el hecho práctico es que, ha- biendo llegado la cultura peruana al norte de Chile por el comer- cio o la conquista de los Incas, de aquí la tomaron los araucanos del sur, que jamás se sometieron a su gobierno, i por superviven- cia se conserva mucho de ella todavia en los tejidos 1 adornos de nuestros actuales mapuches, como lo vamos a demostrar. En la esposicion que sigue haré la relacion de algunos objetos de alfareria chilena de mi propiedad particular, que tomo como tipos. Daré a conocer asimismo los vasos llamados arybalos, o con mas razon, 4podos, por Outes, pertenecientes al Museo Nacio- nal, i terminaré analizando algunos tipos de supervivencia de va- sos de greda del pueblo chileno i de tejidos i adornos de los ac- tuales indios araucanos. TI VASOS ARYBALOS O ÁPODOS (5) Hai una clase de vasos que han tomado en el último tiempo. una importancia capital para reconocer los límites de la domina- cion peruana. (5) El azybalo es un tipo de vaso griego de tamaño pequeño, cuerpo es- férico, cuello corto, boca chica con bordes invertidos. Fué usado para guar- dar ungúentos. Segun la definicion mas corriente aplicada a los azybalos del Perú, ten- drian estos los caracteres siguientes: cuello alargado en forma de tubo, in- vertido en su desembocadura, en donde llevan dos anillos u orejas simétricas; hombros estrechos, vientre poco dilatado, dos asas gruesas, verticales, situa- das en la parte inferior del vientre; llevan siempre en la base del cuello, en el lado con mas adornos, un apéndice en alto relieve que representa una cabeza de leon americano o puma estilizado; su fondo es casi siempre cóni- co; su tamaño varia desde 10, 201 35 centímetros, hasta un metro de alto. Outes los llama ¿bodos por tener el fondo cónico. El modelo de estos vasos seria orijinario del Cuzco, lo que demostraria su oríjen incásico. Me refiero a los axybados, llamados así por Longférier, Hamy, Lejeal, Uhle i E. Boman, 1 4podos por Outes (6). Han sido mui comunes en el Perú, pues no hai obra que se ocupe de las antigúedades de este pais que no traiga. una lámi- na de estos vasos. Nadaillac (7) figura uno, Rivero i Tschudi (S) otro, Ch. Wiener (9) uno del Cuzco i otro de Huamachuco, 1 miamigo señor Ch. A. Pope poseia varios en una coleccion hecha por él en el Perú 1 que despues obsequió al Smithsonian Institu- tion de Washington, etc., etc. El único vaso chileno de esta clase que se conocia, lo da Me- dina en su atlas de Los Aborijenes con el núm. 211, agregando que «es mul fino i proviene de Freirina» (10). En mi deseo de dejar establecido que Chile ha sido tambien influenciado por la civilizacion peruana, reproduzco aquí los seis que posee el Museo Nacional de Santiago. Se verá de esta ma- nera cuán estenso fué el reino de los incas en Sud-América, si se plensa que estos vasos se encuentran en el Ecuador, Perú, Bo- livia, Noroeste Arjentino 1 Chile. Aceptando la conocida definicion que de ellos tenemos, paso a describir los seis ejemplares del Museo Nacional. Núm. 1.—433 del Museo Nacional.—Proviene de Freirina. Vaso de color rojo con adornos negros. El cuello presenta an- chas fajas negras separadas unas de otras por líneas angostas amarillas. Su cara anterior está dividida en tres campos verticales que se dirijen desde el cuello hasta la base, siguiendo el ensancha- miento del vientre, separados por cinco fajas negras, bastante anchas, con bordes claros. (6) E. Outes.—Alfareria del Noroeste Arjentino. Buenos Aires, 1907, páj. 24. (7) Marquis de Nadaillac.—L' Amérique prehistorique, Paris MDCCCLXAXXIII, páj. 429. (8) M. E. de Rivero 1 doctor J. O. de Tschudi.—Antigiedades Peruanas. Viena, 1851. Atlas, lam. XXXV. (9) Ch. Wiener.—Pérou et Bolivie. Paris, 1880, pájs. 157-370. (10) Medina.—Aboríjenes de Chile, Santiago, 1882. Atlas, fig. 211. El campo mediano está subdividido a su vez, por una de es- tas fajas, en dos espacios compuestos de dobles líneas cruzadas N.0 1—) del tamaño natural. oblícuamente a mo- do de aspa, forman- do dibujos de igual porte, con séries de nueve líneas horizon- tales, con los que al- ternan de arriba a abajo. Estas figuras no se corresponden con las del espacio del lado opuesto, pues a un campo de líneas cruzadas co- rresponde otro de paralelas. Los campos late- rales presentan en el medio una línea ver- tical doble con rami- ficaciones dirijidas oblícuamente hacia los lados 1 arriba, que terminan en un punto o maza cerca de una línea color sepia paralela a las líneas gruesas que limitan estos campos. Este dibujo representa una hoja de planta. Todos estos campos i fajas están separados del fondo por otra faja negra, igual a las que limitan los campos, lo mismo que N.* 1 A.—y tamaño natural. la parte superior respecto del cuello, pero aquí esta faja es mas delgada. — 135 El promontorio que representa la cabeza de puma, cubre el comienzo de la faja del medio. Presenta, ademas, este vaso, en la parte posterior cercana al cuello, una línea negra, separada de otras tres del mismo color por tres grupos equidistantes de cinco líneas onduladas verti- cales. Núm. 2.—432 del M. N.—No indica su procedencia, pero pertenece a la coleccion de antiguedades chilenas. De color amari- llento, con el fondo o base mas oscuro. El cuello presenta un anillo color sepia en su labio, i otro del mismo color en su base de insercion. Hai cinco campos en su cara anterior. El del medio está formado por una faja roja mui ancha con un losanje com- pleto, cuadriculado con líneas negras, 1 dos incompletos: N.0 2,—y del tamaño natural. uno, cerca del cuello que abarca la cabeza de puma en su ángulo superior, 1 otro que limita el fondo, ámbos tambien cuadriculados con líneas negras. A cada lado de esta faja central corre, desde su insercion con ella en el cuello, una línea negra diverjente, que queda a un de- do de distancia de la faja del medio al llegar al fondo. Los campos laterales presentan en su cuarto superior una fi- gura triangular cuadriculada con líneas negras, e inmediatamen- te, por delante de las asas, una figura rectangular con líneas negras cuadriculadas. Ú 14 7 Núm. 3.—434 del M. N.—Parecido al anterior, recojido en Caldera en 1885. De color amarillo, con la base pintada de rojo. Su cuello con- tiene cuatro anillos ne- gros separados por es- pacios mui anchos. El anillo superior envja hácia arriba dos líneas diverjentes, que son cor- tadas, antes de llegar al labio, tambien teñido de negro, por otra tras- versal para formar un trapecio, El vientre pre- senta cinco Campos, uno central con cuatro losanjes 1 medio cua- driculados con líneas N.0 34 del tamaño natural negras, correspondien- do el medio a la inser- cion del anillo del cuello. El segundo contiene la tetilla que re- presenta la cabeza del puma 1 una sombra rojiza. Este campo está limitado en sus dos lados esternos por una línea negra gruesa. Los dos campos adyacentes son simétricos 1 no presentan ornamentacion. Los campos esternos presentan, mas o ménos, la misma orna- mentacion del vaso núm. 2, con la diferencia solamente de que la línea negra que los limita por el lado interno, es paralela a la faja del medio. Núm. 4.—428 del M. N.—Del norte de Chile, su color fun- damental es amarillo, esceptuando el cono desu base, que es ocre. La parte superior del cuello no existe. El resto presenta ani- llos anchos formados por una série de líneas negras oblícuas mui finas que dejan en su interseccion tres a cuatro séries pa- ralelas de pequeños losanjes. Estos anillos están separados unos de otros por líneas delgadas amarillentas. La cara anterior está dividida en tres campos. El del medio selimita hácia afuera por una línea delga- da negra. Está sub- dividido á su vez por tres fajas verticales anchas, de colorocre, que seestienden des- de el cuello hasta la base, 1 limitan con los laterales cuatro espacios con orna- mentacion de líneas negras. Los dos del medio presentan una série de líneas dobles cruzadas oblícua- N.% 4.—, tamano natural mente, en forma de aspa, con pequeños dibujos que alternan con otros de igual porte, de líneas paralelas horizontales variables en número, je- neralmente seis o siete, pero casi siempre siete. Estas figuras alternan en los espacios, de manera que, a una de líneas cruzadas, corresponde otra de líneas paralelas. Las otras dos fajas esternas de este mismo campo están for- madas por grupos de seis líneas paralelas, que descienden del cuello a la base formando una especie de zig-zag. Los campos esteriores están limitados por líneas negras del- gadas. Presentan en su parte media una faja delgada, vertical, for- mada de figuras romboidales mui alargadas, en la insercion de cuyos vértices de union, lo mismo que en los ángulos laterales, se desprenden dos líneas paralelas dirijidas oblícuamente hácia a arriba 1 que terminan en un punto negro al acercarse a los l1- mites formados por la línea negra esterna. Entre los campos esternos 1 las asas corre verticalmente des- N.% 4 A.—y del tamaño natural. del campo del medio. de el cuello hasta la base, otra faja delgada de líneas paralelas en forma de zig-zag. El boton o apéndice que re- presenta la cabeza de puma, está situado como siempre en la - parte anterior del vaso, por de- bajo del cuello, cubriendo el comienzo dela faja central ocre Por debajo del cuello, en su parte posterior, presenta este vaso un dibujo horizontal formado de una línea negra seguida de una faja de dos centíme- tros de ancho con puntos color sepia, limitada por abajo por dos líneas hori- zontales, delgadas, negras. Los campos esternos re- presentan en este vaso las mismas hojas de plantas del núm. 1. Núm. 5.—429 del M. N. —Vaso proveniente de Freirina. Fué encontrado en una tumba indíjena por el señor Rafael Garrido. Está pintado de rojo 1 carece de ornamentacion. AAN DS SN OS > JN N.0 5 del tamaño natural. Su forma se ajusta mas o menos a los de su especie, no faltando ni el mamelon o apéndice que representa la cabeza del puma. Núm. 6.—430 del M. N.—Obsequio del señor Echenique. — 17 — Proviene de Caldera 1 es de fabricacion mas tosca que los ante- riores. El cuerpo i el fondo son de color ladrillo. En lo que resta del cuello se ven anchas fajas negras separa- das por líneas de color amarillento. La cara anterior está divida en tres campos por cuatro fajas verticales color ocre i bordes delgados de líneas negras. Estas fajas están separadas del cuello por una línea tras- versal negra, a la que sigue inmediatamente mas arriba otra rojiza, mas ancha; 1 por abajo, del fondo, por una línea del mismo grue- so de las fajas, 'color rojo. El campo central contie- ne en su 1/5 superior un rectángulo color ladrillo, limitado por abajo por una delgada línea trasversal negra, rectángulo que con- tiene a su vez otro mas pe- queño, negro, sobre el cual N.% 6— del tamaño natural. se destaca una eminencia amarilla. En los 4/5 inferiores se encuentra una línea roja en zig-zag que termina hácia abajo en una rejion que está borrada. Esta línea se hace mas manifiesta por estar acompañada en sus dos lados por un espacio libre del color del fondo del vaso, que semeja lí- neas paralelas, pero que no son mas que la parte libre dejada por los triángulos de coloracion mas oscura que ocupan los es- pacios formados por el zig-zag i que contienen una o dos gre- cas de gancho. Los campos laterales presentan una serie de figuras parale- == 14 = las, en forma de serrucho, teñidas de a pares, de negro i rojo oscuro alternativamente, desde el cuello hasta la base. Outes dice que «los vasos ápodos son indudablemente de orí- jen peruano 1 evidencian una vez mas la influencia decisiva de la cultura incásica sobre el Substractum étnico local de las pro- vincias arjentinas de noroeste». Otro tanto podemos decir respecto del norte de Chile, en don- de ejercieron dominio los incas. La existencia de estos vasos en el pais, es, pues, un argumen- to en favor de la influencia peruana sobre la cerámica 1 cultura chilenas. TI VASOS ANTIGUOS DEL NORTE DE CHILE Paso a estudiar ahora una série de vasos en que resaltan los adornos de oríjen peruano 1 talvez calchaquí, principalmente la greca de gancho, la esca- lera, la cruz, el trinacrio, el cuatro sagrado, los yuros, etc. Núm. 7.—Vaso cilíndri- co, bajo, cubierto por una superficie abovedada que contiene una cabeza de pá- jaro; mango trasversal 1 gollete angosto en su inser- cion con el cuerpo, 1 ancho N.o 7—) del tamaño natural. en su parte superior libre, a modo de embudo. Proviene de la plaza de Copiapó, de donde fué estraido al re- mover la tierra para colocar los fundamentos de una fuente. Me fué obsequiado por la señorita Beatriz Garin. La pintura es una especie de esmalte blanco, grueso, sobre el cual se ha hecho la ornamentacion de colores. La figura ornitomorfa lleva el pico dentado. ¿Será ésta una su- pervivencia delos Odontornzthes que hoi se encuentran fósiles en el oeste de Norte-América? La ornamentacion negra de los ojos con sus colgajos triangu- lares color sepia, como cejas o lágrimas, recuerdan las líneas on- duladas de la cerámica calchaquí. La característica de este vaso es, sin embargo, la faja central dividida en rectángulos que llevan en su centro figuras rombol- dales, cruzadas de líneas negras, que forman a su vez un tablero de pequeños rombos. Cada uno de los cuatro espacios triangu- lares restantes del rectángulo, pintados alternativamente de rojo i negro, presentan un círculo blanco con un punto en el medio. Esta faja se interrumpe al llegar a los límites del pecho del ave, en donde los rectángulos correspondientes están cortados en su mitad por dos triángulos negros de base superior mui agudos que toman todo el diámetro vertical de la faja. Figuran las dos alas del ave i llevan en la parte superior un círculo blanco con un punto negro en el centro. El espacio comprendido entre es- tos triángulos está ocupado por un nuevo triángulo cuadriculado con líneas negras que forman pequeños rombos. Su base da al piso del vaso i su vértice al límite superior de la franja i se con- tinua con una línea negra que sigue el cuello hasta la base del pico. Entre este triángulo ilos anteriores queda un espacio trian- gular blanco. La faja está limitada en su parte superior e inferior por una línea negra alternada con una roja ¡ seguida de una franja for- mada por dos líneas negras que contienen un cuadrículo de líneas oblícuas, cruzadas de tal manera que dejan entre sus líneas una série de rombos i dos filas de figuras triangulares a los lados. El gollete, ancho en su desembocadura, presenta en esta par- te una ornamentacion teñida de negro i compuesta de tres fajas del mismo color, que se interrumpen cerca del mango. Están se- paradas por dos líneas blancas. La faja del medio mas ancha, presenta una serie de dieciseis ángulos pintados de blanco, en- cajados uno dentro del otro, con el vértice dirijido a la izquierda 1 la abertura a la derecha. Los espacios angulares, uno, seis, once 1 dieciseis, están teñi- dos de rojo; los: cuatro ángulos comprendidos entre estos nú- meros, no presentan nada de particular o solo el color negro del fondo. (11) En resúmen, encontramos aquí una serie de emblemas relacio- nados con el objeto a que estaba destinado este vaso, o sea para el servicio del agua. Creo que los rombos de la faja ancha pudie- ran representar tocos o sea los signos de Tocapo Viracocha, uno de los tres dioses del agua, 1 los círculos con punto, a los Imai- manas Viracocha, o sea el poder jenerador de la vida. Las líneas que cuelgan de los párpados, tan comunes en la alfareria calcha- quí, significarian el agua o la lluvia abundante, i los puntos ro- jos del gollete pueden mui bien tener relacion con las ideas quí- chuas, en que el número cuatro era sagrado. Tenemos, por consi- guiente, que el vaso de Copiapó, si no es de importacion peruana, ha sido hecho por los araucanos de esa ciudad imbuidos en las ideas míticas del Perú. Núm. 8.— Vaso an- tropomorfo de greda cocida, proveniente de N.o 8.—) del tamaño natural. una ancuviña exhumada en Guallillinque, depar- tamento de Ovalle. Tiene la forma de un ovoide aplastado en (11) Así como es sagrado el número ¿res para los ejipcios, los neo-plato- nianos i los cristianos i el número diecímueve para los badistas de Persia, el sentido de su diámetro vertical, considerándolo acostado. Mi- de 24 centímetros de largo, 18 de ancho en su parte posterior i 18 de alto. Está cubierto de una capa de barniz rojo i blanco semejante al esmalte. Presenta en la parte mas angosta una cabeza humana, que se comunica con el gollete por medio de una asa, el cual tiene 10 centímetros de diámetro i 4 de alto. De la cabeza continúa directamente hacia abajo el pecho, for- mando una especie de trapecio blanco encerrado ex una faja oscura como marco. La parte superior de la cabeza presenta una ornamentacion de pirámides en escaleras alternas rojas i negras en fondo blanco, ad- heridas las superiores al marco ne- gro del trapecio descrito, 1 las infe- riores a una línea que representa las cejas, la cual se estiende por toda la frente. En la parte correspondien- te a las orejas se encuentra un ras- go negro pendiente que se deriva de la línea de las cejas. Los ojos están representados por una línea trasversal negra, de la que M.0 8 A.—| del tamaño natural. caen tres líneas verticales, negras tambien. La nariz es saliente, con una línea negra en el dorso que se pierde en las cejas. La boca es una figura romboidal con ocho dientes arriba i otros tantos abajo. De las comisuras labiales i así tambien fué sagrado el número cuxato para los antiguos peruanos. Ellos hablaban de cuatro partes del mundo, de cuatro rejiones del Perú, de cwa- tro cuarteles en todas las ciudades, de cuatro calles en cruz, de cuatro vientos, de cuatro castas (incas, curacas, nobles, pueblo), de crwatro pueblos (antis, cuntis, chinchas, collas), de cwat»o fiestas en el año, i de una de cza- tro dias en cada luna nueva! —André Lefévre. La Religion, Paris 1893, páj. 81. labio inferior caen, a cada lado, tres líneas negras onduladas. El menton es mui manifiesto. Del cuello cuelga un pectoral negro con TT invertidas. Su ángulo inferior termina en una franja ho- rizontal compuesta de figuras en escaleras, rojas 1 blancas, que contienen a su vez otras mas pequeñas, negras, con greca de gancho. Esta franja termina a los lados en bisel, i de su prolon- gacion cuelgan dos hilos negros. A un dedo, por detrás de esta figura, se desarrolla una franja blanca de seis 1 medio centímetros de ancho, que rodea todo el vaso, cubriendo su superficie mas voluminosa. Está tambien ence- rrada en un marco de líneas negras gruesas. Esta franja está cru- zada en toda su estension por dos líneas en zig-zag doble, denta- das, que dividen el campo en tres secciones, siendo la del medio mas ancha que las otras dos. Estos zig-zag se corresponden en sus ángulos mas próximos i están unidos entre sí por una línea vertical que lleva una rayita horizontal cerca de cada una de sus inserciones. Los espacios formados entre ellos corresponden a exágonos i los de los lados a pentágonos. > Los primeros contienen una figura en escalera, dispuesta de tal manera que forma una pirámide de cuatro lados, una espe- cie de cruz, 1 las segundas, la mitad de estas figuras, o sea me- dia pirámide con dos escaleras. Cada 1 de pirámide lleva en su interior otra mas pequeña en escalerilla, pintada de sepia. El gollete presenta tres dibujos en campo blanco contenidos en un marco negro cuadrado. Los de los lados son iguales 1 consisten en una especie de franja de líneas negras alternas que se quiebran oblícuamente, para hacer el efecto de una cinta plegada en partes iguales 1 que se hubiera abierto o estirado lijeramente. El campo posterior, mas estenso, presenta, ademas del mar- co negro, otro de líneas delgadas, rojo, seguido de otro mas in- terno, negro, que carece de lado superior. Presenta en su parte central una especie de apéndice con tres círculos paralelos, ro- jos i negros, de los cuales el de la punta presenta unas rayas que forman un canastillo. De la base de este apéndice irradian SA cuatro escalas, que van a dar a los ángulos del cuadro. Por encima de él sale una raya negra ensanchada en su punto de nacimiento, se adelgaza en la mitad de su camino i se ensancha de nuevo al llegar a la línea superior, donde se inserta. A los lados de esta línea se encuentran dos círculos con un punto en el medio. Lo demas del campo está sembrado de puntos negros (¿gotas de agua). : El resto del vaso, es decir la parte superior de la cabeza de la figura humana, asa, piso superior, asiento 1 espacio dejado por la gran franja 1 el trapecio, están pintados de rojo. Se ve, pues, que la fabricacion de este vaso corresponde a una cultura ya mui desarrollada. Ademas de la figura antropomorfa, encontramos en él orna- mentos en escalerillas de oríjen peruano, pero tambien líneas onduladas de los labios 1 lágrimas (?) en los ojos, que nos indi- can un oríjen diaguita. Este vaso seria una prueba de que la cul- tura araucana ha sido influenciada tambien por la del Noroeste Arjentino. Advertimos de paso, que en el Museo Nacional se encuentran varios ejemplares de este vaso parecidos al nuestro. Núm. 9.—Vaso de greda ordinaria, con dos golletes unidos por un man- go. Fué encontrado este verano en Santiago, en unas obras de fabricaciou de ladrillos en el lugar llamado «Las Barrancas». Estaba enterrado a tres metros de profundidad junto con otros objetos pertenecientes a un antiguo cementerio indíjena. Su forma, que es mano aaoral! mui conocida, revela su oríjen neta- mente peruano, lo mismo que el siguiente. Núm. 10.—Fué encontrado hace años por mi amigo el Dr. P. Martin en un antiguo cementerio de indíjenas en un lugar del — 24 — valle de Quillota llamado Rauten, junto con otros objetos que aquí describo. Núm. 11.—Olla de Rau- ten, con ornamentacion de colores rojo i gris. El cue- llo presenta los ángulos abiertos hácia la derecha, de color rojo 1 gris alter- nativamente. Las dos fran- jas que cubren la mitad superior de su vientre, de- nuncian las pirámides ro- E - - aÑo A N.0 10.—) del tamaño natural. jas 1 grises con sus grecas de ganchos entrelazados 1 sus hipotenusas libres de escaleras. Núm. 12.—Taza proveniente del departamento de Vicuña i que me fué obsequiada por el señor baron H. von Welczeck. Mide 17 centímetros de diámetro por IO de alto. Es cilíndrica, con su base o fondo abovedado 1 teñido de rojo. Presenta una ornamen- tacion policroma, de fon- do blanco, con pirámides 1 grecas negras i líneas de N.* 11.—y del tamano natural. colores alternos, rojos i negros. Esta ornamentacion es manifiestamente peruana. Las líneas oblícuas que miran a las pirámides, presentan la forma de serrucho, i las pirámides en escaleras dejan en la es- quina de su ángulo recto un espacio blanco, en donde se va a perder un apéndice o línea que nace de la misma pirámide ise — 25 — envuelve en ángulos rectos para formar el conocido meandro peruano en forma de gancho. Núm. 13.—Hermosa olla de Rauten, cubierta de un magnífico barniz * amarillento, color ante, i ornamentación de co- lores negro 1 ocre. Pre- senta figuras rectangu- lares, verticales, que se estienden desde el cue- N.% 12. —! tamaño natural. llo hasta la base, separadas unas de otras por tres líneas verti- cales, de las cuales las esternas son negras i la del medio roja. N.* 13.—y del tamaño natual, ángulos salientes i entrantes. Estas figuras están subdividi- das a su vez en dos partes iguales por otras tres líneas horizontales de la misma dis- posicion 1 coloracion que las anteriores 1 que, sin cortarlas, se insertan en los puntos en que encuentran a la primera de las verticales. Contienen cada uno de estos cuadros dos escalerillas color negro i ocre que se miran por sus En la insercion del cuello con el cuerpo se encuentran de nue- vo las tres líneas paralelas, de las cuales la del medio es roja 1 las otras dos negras. El cuello mismo presenta una serie de cin- co líneas paralelas en zig-zag, en que alternan las negras con las rojas. Núm. 14 A ¡i B.—Plato estraido de una ancuviña de Paine, en el departamento de Maipo. Es de greda mui fina, bien cocida 1 => ME de superficie lisa. Esta pintado de rojo 1 su ornamentacion es negra. Su cara esterna presenta tres escaleras peruanas mui estiliza- N.* 14 A.—y del tamaño natural. das. No forman pirá- mides sino tres séries de tres escaques cada una, dispuestas oblí- cuamente i unidas en sus bases tanjencia- les por líneas delga- das. Dos líneas para- lelas siguen los con- tornos de sus pel- daños. Esta escalera se estiende oblícuamente desde el borde del pla- to hasta un círculo negro de la base. La superficie interna B presenta juna cruz griega que la ocupa toda entera. Está for- mada pot una doble lí- nea. Recorre los brazos trasversales en toda su estension isin interrum- pirse, una línea en zig- zag, dentado, consu bor- de libre, que contiene en sus ángulos entran- tes, triángulos negros. Cada uno delos otros dos brazos llevan tres N.* 14 B.—y del tamaño natural. grupos de dibujos formados de tres líneas, de las que, la que mira al eje de la cruz, es dentada. En los espacios limitados por la cruz hai cuatro triángulos isósceles adheridos al borde del plato. Llevan pestañas en sus dos lados libres. Núm. 15 A 1 B.—Plato proveniente de Rauten. De greda fina bien cocida. Su color fundamental es rojo por fuera 1 gris por dentro. Presenta en su superficie interna A, dos fajas de pirámides para- lelas con escaleras 1 gre- cas de gancho entrela- zadas, de color rojo i negro alternativamente. El borde superior está pintado de negro. El lí- mite inferior está forma- N.015 A.—y del tamaño natural. do por dos líneas, una roja i negra la otra. La superficie esterna B, presenta una pequeña circunferencia en el fondo, en el cual se insertan tres triángulos equidistantes que dejan dos ángulos libres en el espacio. Del ángulo dere- cho libre de cada uno de ellos, sale una lí- nea que recorre oblí- cuamente un tercio de circunferencia en esta misma direccion 1 va a terminar en un triángulo negro, mas pequeño, en el borde de la vasija. De la misma circunferen- cia, a la izquierda de N.9 15 B —y del tamaño natural. los triángulos, nacen dos líneas paralelas que se quiebran a la altura del ángulo izquierdo de este mismo — 2H = triángulo, corren paralelas a la primera línea i van a terminar tambien en el borde en un lijero ensanchamiento triangular. Núm. 16.—Plato o taza proveniente de la isla de Maipo. Sus dibujos son iguales a los del núm. 14, con la diferencia que presentan solo dos rectángulos, siendo mas pequeño el dela peri- feria. Como se ve, puede decirse N.o 16.—y del tamaño natural que estos tres platos son un pro- ducto lejítimo de la alfareria chi- lena, pero influenciados en sus rasgos fundamentales de orna- mentacion por la escuela peruana. Es mui interesante observar en ellos la estilizacion de las escaleras 1 la existencia de la cruz. Las escaleras recuerdan por su disposicion la figura del trina- crio i debo decir que este muevo adorno es muz comun en los obje- tos indijenas pintados de esta manera en el centro del pais. Num. 17.—Plato proveniente de Vicuña, provincia de Co- quimbo. Por dentro está cubierto de una especie de esmalte blanco con cua- tro figuras triangulares in- sertas por un lado a los bordes i cuadriculadas por líneas negras cruzadas oblí- cuamente. De cada uno de los ángulos deestas figuras cuelgan dos líneas negras N.9 17.—) del tamaño natural. cortas. Este adorno se parece al del plato núm. 18, que representa un ave marina. Es este un ejemplo de lo que dejamos dicho, de que «una de las características mas dignas de tomarse en cuen- ta en la creacion de los tejidos i pinturas peruanas, consistió en el esfuerzo que gastaron los artistas en trasformar las figuras hu- manas 1 animales en elementos puramente jeométricos, sin com- prometer la organizaciou primitiva del modelo». Por fuera muestra una franja ancha en la mitad superior, limi- tada por dos líneas negras. Esta franja está recorrida por una lí- nea de zig-zag, delgada, que deja en sus ángulos espacios trian- gulares cuadriculados por líneas negras finas. El fondo es rojo. Siendo este plato tan sencillo en su ornamentacion, deja ver, "sin embargo, en sus líneas de zig-zag i los triángulos cuadricula- dos, la idea peruana de su concepcion. Núm. 18.—Este yuro doble con asa, hace poco que fué encon- trado en las calles de Santiago, al remover los escombros para la ejecucion del alcantari- llado de la ciudad, que acaba de terminarse. Las dos fajas grises situadas por debajo de su cuello formadas por + triángulos alternos se- N.% 18—y del tamaño natural. parados por una raya pequeña, revelan una ornamentación no mui comun, que tiene un sello especial. Por lo demas, la forma del vaso es enteramente peruana. Núm. 19.—Plato del de- partamento de Vicuña. Quienquiera que haya observado la metamorfosis del pájaro en plato en el atlas ya citado de Bássler, verá inmediatamente que N.* 19—4 del tamaño natural. el nuestro trae a la mente los ejemplos de este antor, con el agregado todavia de que éste representa cuatro aves marinas pintadas en su interior en la forma de cuatro triángulos — SETTTETTA N.2 20.—y del tamaño natural. cuadriculados blancos, que tienen la cabeza del ave en el ángulo libre. Los apéndices laterales del plato son el cuello 1 la cabeza del ave estilizados 1 que sirven de agarradero. Núm.20.—Plato de Rau- ten. Presenta una franja blanca de triángulos desordenados con líneas negras paralelas, dibujada en fondo negro. El asiento de la vasija es abo- vedada i teñido de rojo. Se pa- rece a la taza que describimos con el número 12, tambien de Rauten. Núms. 21122.—Cantaritos de Paine, departamento de Maipo, Sacados de una ancuviña del fundo del señor Pacheco. Presentan de particular que son de forma sencilla, de orna- ll gis E He N.* 21—; del tamano natural. mentacion su generis, que me atreveria a calificar de chilena, lla- mando la atencion la insercion característica oblícua del asa. Solo notaré que las franjas que adornan sus cuellos presentan losanjes, figuras mui sencillas, que la simple casualidad ha pro- ducido en esta ornamentacion. Con escepcion de estos dos últimos cantaritos, que, lo repito, es lo mas orijinal que he en- contrado en la cerámica prehistórica de los araucanos, podria multiplicar mucho mas los ejemplos de esta seccion de mi estu- dio, para llegar siempre a las mismas conclusiones, esto es, de que todos nuestros vasos antiguos están cubiertos de adornos de oríjen peruano. IV SUPERVIVENCIAS Son numerosos los ejemplos de supervivencia que encontra- mos en la tierra de los mapuches i aun en el mismo pueblo chi- leno. Quiero contentarme con recordar los mas sobresalientes ¡ que mas llaman la atencion del observador. Núm. 23.—Vaso compra- do a unas indias de la costa de Curicó. Los usan como floreros. Son rojos i de masa bien cocida, pero de fabricacion ordinaria. No tienen adornos. Esta clase de vasos, de orí- jen antiquísimo, si no son vet- daderamente de oríjen perua- N. 23—y del tamaño natural. no, se fabrican, al ménos, por tradicion desde ántes de la conquista, en las costas del centro del pais, i aun alcanzan hasta Valdivia. Será necesario buscarle su conjénere en el Perú. Núm. 24.—Jarro en forma de pez, con un gato de gollete. Servia hasta hace poco para escanciar vino en un a taberna del puerto de Constitucion, donde lo compré. Es mui parecido al que traen Rivero 1 Tschudi en su atlas (12). La diferencia capital consiste en que el de estos auto- res tiene un mono, animal americano, mientras que el gato do- méstico fué traido a este Continente desde Europa por los conquistadores. Bassler (13), en su atlas citado, trae otra figura de pescado con un bote i dos hombres en un huaco en- contrado en Pascasmayo, Perú. Se ve pues que, a pesar de los siglos que han pa- sado, todavía se encuen- tran en el pueblo chileno N.2 24 — del tamaño natural. artefactos que conservan el carácter derivado de la tradicion peruana. Núm. 25.—Adornos de plata, mui usados por las mujeres mapuches de la Araucanía. Los llevan colgados del cuello. El de la figura a repre- senta una cruz griega, algo estilizada, con la estre- midad de los brazos en for- ma de hoja detrébol. Cuel- gan de ella varias cruceci- tas pequeñas, tambien de estilo griego. El de la figura ¿, tiene N.9 25—% del tamaño natural. la forma de una cruz de Malta ¡lleva tambien otras crucecitas de estilo griego. (12) M. E. de Rivero i T. Q. de Tschudi.— Antigiedades peruanas. Viena, Atlas, lám. XII1.—1851. (13) A. Bássler.—Altperuanische Kunst, Berlin, Part. 1, Blatt 24, fig./270. El uso de la cruz es mui antiguo en América. La usaban los mejicanos, peruanos 1 calchaquíes. Quiroga (14) cierra su magnífico estudio sobre «La Cruz en América» con estas palabras: «La lluvia es el fundamento de su relijion (se refiere a la de los calchaquíes) i la cruz su símbolo.» Llama la atencion, pues, ver que un símbolo tan antiguo 1 que viene de tan lejos, haya pasado a la Araucanía para conservar- se hasta hoi sin que ninguno de los indíjenas actuales compren- da su significado. Otro tanto pasa con el /po, adorno tambien mui estimado en la Araucanía, i que lo dibujan en sus obras Baessler i Am; brosetti, (15). Interrogadas las indias por el oríjen i significado de este ador- no, tampoco saben de donde se deriva. La cruz 1 el 2upo son el ejemplo mas hermoso de superviven- cia que conserva Chile de los paises prehistóricos del norte. De los ponchos o mantas araucanas actualmente en uso, lla- mados por ellos cur Macu, presento aquí cua- tro ejemplares adquiridos por mí en Temuco. Son de lana, magníficamente teji- dos 1 teñidos de colores con yerbas indíjenas. Núm. 26.—Presenta un dibujo de cruces ¡ escale- ras exactamente igual al del estuco del palacio de Chan-Chan, capital del Chimu, en Trujillo. (16) (14) Adan Quiroga.—La Cruz en América, Buenos Aires MCMI, páj. 254, (15) J. B. Ambrosetti.—El bronce en la rejion calchaquí, Buenos Aires. 1904, páj. 217. (16) Thomas H. Hutchinson.—Two years in Perú, London, 1873, 2 vols., páj. 135, del t. II. de 3 Núm. 27.—Formado por líneas de escalera o escaques dis- puestos en zig-zag. Núm. 28.—Repro- duccion del núm. 26 en líneas sencillas i con las cruces mas alargadas. Núm. 29.—Es un ejemplo clásico 1 fresco de la cruz de Chan-Chan + 1 la cruz griega corrien- te que vemos en los adornos de plata ac- tuales. a Tenemos, pues, que estos cuatro ponchos nos muestran una vez mas la influencia profunda ejercida en si- Ed glos anteriores por el pueblo peruano sobre nuestros araucanos. Estos ejemplos prue- ban, además, que si es cierto que se necesita mucha perseverancia 1 mucho tiempo para introducir cosas nuevas en un pais, sean éstas costumbres, doctrinas o ; artefactos, se ve que, Nora: apesar de que pasan los años 1 los hombres, subsisten en los pueblos; mas aun, 22 la es- tinción de una raza las hacen desaparecer completamente. Hai en Arauco un adorno mui usado por los mapuches i que consiste en una faja larga de mas o ménos tres dedos de ancho ¡ uno 1 medio metro de largo, tejida de lana con los mas variados ador- nos. Sirve esta faja para asegurarse el chamanto ¡la llaman /ra72/hue. Presento los dibujos de esta pieza. Núm. 30.— Contiene un trozo de /rarihue con dos dibujos antro- pomorfos, el uno segui- do del otro. El de arriba, en la lámina, muestra una cabeza estilizada en la que se ven los cabellos, las orejas i la cara representada por dos aberturas, el cuerpo en forma de dos ángulos agudos insertos en la base de la cabe- za 1 abiertos hacia abajo. El superior, despues de recorrer cierta estension hacia abajo, se dobla de repente en ángulo de mas 90 grados hacia afuera, recorre así un pequeño espacio, vuel- ve a doblarse hacia arriba formando un ángulo recto, i termina por una figura en forma de mano con tres dedos. Los dos lados de este ángulo serian los brazos. El otro ángulo incluido en éste, sigue hacia abajo, se dobla tam- bien hacia afuera i desciende de nuevo para ir a formar la misma figura de arriba; los piés con tres dedos. El cuerpo de este ser estraño quedaria así formado por estos dos ángulos, que contienen todavia un triángulo sólido en su abertura. El dibujo de abajo es igual al anterior, con la diferencia so- lamente de que los piés terminan en una línea horizontal corta. Es de notar que del ángulo de la ingle de la pierna izquierda N.o 31. de la figura superior, sale una línea oblícua que ¡va a dara la parte media i superior de la ca- beza de la figura inferior. La diferencia de los piés ¡esta línea, indican, quizás, en el sim- bolismo indíjena, que tenemos que hacer aquí con una pareja matrimonial (7). Para demostrar el oríjenperua- no de estos dibujos, he tenido la suerte de poderlos comparar con la figura núm. 31 sacada de la faja de una bolsa para guardar coca, estraida de una antigua tumba peruana de Sama, que se encuentra en el Museo Nacional. Sin entrar a analizar los pormenores de estas dos interesantes figurillas, se ve a la simple vista, la si- militud de las araucanas de hoi con las antiquísimas del Perú. Mas todavía, en la figura de abajo se representa el embarazo (?). La figura 32, de otro trarihue, es ca- racterística i el ejemplo mas convin- cente de las tésis que vengo soste- niendo, icon la cual concluyo este tra- bajo. Se ven aquí las grecas de gancho a un lado, en campos blancos 1 rojos, 1 las figuras en escalerillas en el otro, en campos alternos tambien de rojo 1 blanco. Frente a los ángulos de la escalerilla hai una línea en forma de serrucho o si se quiere de: escaques. Ya hemos visto que en las escalerillas que forman los trina- crios de los platos de Paine 1 de la isla de Maipo, esta línea en forma de sierra está representada por otras simples. De lo espuesto llegamos a la conclusion de que la civilizacion prehispánica de Chile, se deriva del Perú 1 los actuales arauca- nos conservan todavia por supervivencia, los restos de aquella antigua civilizacion. ES 170, Congreso de los americanistas celebrado en Buenos Álres, República Arjentina, desde el 16 hasta el 24 de mayo de 1910 Dr. AURELIANO OYARZUN Los Petroglifos del Llaima (1) Son vários los autores que han estudiado las piedras trabaja- das por los aboríjenes de Chile. Si bien es cierto que sus publicaciones andan dispersas en varios libros 1 revistas, podemos resumirlas en las siguientes: Medina (2), que trata de las piedras de Chile en jeneral. Philippi (3) 1 Cañas (4), de las piedras horadadas. Cañas (5), de las piedras de Zacztas. A nuestro compatriota A. Plagemann (6) debemos una intere- sante monografia sobre los «Pintados de Chile», en la cual, sin tomar en cuenta las otras clases de piedras, aborda, con multi- tud de datos, el problema de las pictografias 1 petroglifos chile- nos únicamente. (1) El departamento de Llaima está situado entre los grados 381 39 de Lat. S. Su capital es Lautaro. Forma parte de la provincia de Cautin. La palabra L/aóma o Yaima significa zanja O acequia. (2) J. T. Medina.—Los aboríjenes de Chile. Santiago, 1882. (3) R. A. Philippi.—Sobre las piedras horadadas de Chile. Anales de la Universidad de Chile. Santiago, 1884, páj. 470. (4) A. Cañas P.—Estudio arqueolójico sobre las piedras horadadas, San tiago, 1904. (5) A. Cañas P.—El culto de la piedra en Chile. 1904. (6) A. Plagemann.—Amerikanisten Kongress, Stuttgart, 1906. Barros Grez (7), algunos años ántes que Plagemann, habia hecho una publicacion de los petroglifos del valle del rio Ca- chapoal. El Dr. F. Fonck ¡ Hugo Kunz (8), otra sobre la edad de piedra en el centro de Chile. : I por último, Guevara (9) resume todo lo que se refiere a las piedras de Chile en su libro «Historia de la Civilizacion de la Araucania.» Segun Plagemann (10) talves nunca han existido verdaderas paictografíias araucanas. Esta esterilidad de la Araucania en pictografias, dice Medi- na (11), no tiene nada de estraño si se considera que, a la llega- da de los españoles, era este un pueblo pobre, habitado por hombres que vivian en plena edad de piedra, en el grado mas primitivo de cultura, al parecer con mul pocas ideas de relijion, sin fantasía, sin sentido artístico. A Barros Arana (12) agrega: «el suelo chileno fué ocupado hasta la época de la conquista incásica del siglo XV por bárbaros que no habian salido de los primeros grados de la edad de piedra.» Involuntariamente se pregunta uno cómo es posible que la qivilizacion incásica sólo en 75 años, haya podido influenciar de tal manera la poblacion bárbara de Chile para que, enese corto espacio de tiempo, se hayan podido ejecutar todas las pictogra- fias 1 petroglifos que hoi encontramos en el pais. Tiene razon Plagemann (13) cuando a su primera tésis agrega (7) Actes de la Société Scientifique du Chili. Santiago, 1893. (8) F. Fonck 1 Hugo Kunz.—Ein Beitrag zur Kenntniss der Steinzeit in mittleren Chile. Verhandlungen des Deutschen Wissenschaftlichen Verei- nes. Santiago, II. B, 516, 1893. (9) T. Guevara.—Historia de la civilizacion de la Araucanía. Santiago, 1898-1902. Tom. I, páj. 86 1 sig. (10) V. 6, páj. 58. (11) V. 6, páj. 9. (12) D. Barros Arana. Historia Jeneral de Chile. Santiago, 1884. Tom. I, páj. 27. (13) V. 6, pájs. 78-79. esta otra: «por éstas i las demás consideraciones espuestas se deduce probablemente que el llamado z22uj0 peruano, producto de una cultura mas avanzada, que, dirijiéndose hacia el sur, habia llegado hasta vel norte de Chile cuando sobrevino la Con- quista, no se verificó en tiempo de las relaciones íntimas de los nor-arjentinos 1 nor-chilenos con los quíchuas, pues, habiendo sido de tan corta duracion el dominio de los incas, no se com” prende que su cultura dejara tan hondas huellas en el pais. Con el fundamento de nuestros estudios páleoi pictográficos creemos que debemos considerar este influjo como mas antiguo, prove- nientes de los colla-aimaráes. » Efectivamente, todas las pictografias 1 petroglifos estudiados representan motivos peruanos: el sol, las escaleras, las líneas en zlg-zag, la cruz, etc., etc. La misma piedra de Malloa, la mas austral de todas las cono- cidas hasta hoi, representa ¡un sol. I, al contrario, los petroglifos de Cauquénes no serian la obra de los antecesores de nuestros araucanos. «Tocaria a los arqueólogos calchaquíes descifrar sus enigmas.» (14) La influencia de la civilizacion peruana en Chile, lo mismo que en la Arjentina, habria llegado hasta los grados 33-34. Sir- ve de testimonio para esta afirmacion la pictografia de San Luis, descrita por Ameghino. Pero todavia agrega Plagemann, «por lo dicho se ve que el sur de Chile no fué jamás ocupado por un supuesto pueblo ci- vilizado ni primitivo que, siguiendo un natural instinto artístico, creara pictografias.» (15) Espuestos estos antecedentes, paso a ocuparme de la descrip- cion de las piedras que, por una feliz casualidad, descubrí este (14) V. 6, páj. 57- (15) V. 6, pájs. 85-86. verano en la provincia de Cautin, departamento del Llaima, si- tuado entre los grados 38-39 L. S. Visitando el fundo llamado Quinchol, su dueño, el señor L. A. Rivera, tuvo la bondad de conducirme a un pintoresco lugar de su propiedad, donde me hizo conocer las piedras de mi refe- rencia. En un hermoso valle situado en la márjen derecha del Cau- tin se encuentra un lugar llamado Zzcapen, que toma su nom- bre de un estero que desemboca en aquel rio. Este valle conti- nua al oeste paralelo al Cautin, pero, no bien presenta en algunas partes un ancho que se puede apreciar en dos o tres kilómetros, cuando el mismo rio i sus barrancas lo interrumpen al lado izquierdo, i al lado derecho lo cortan las faldas de una montaña que va a terminar casi de repente en la altura por una planicie cubierta de bosques, que nome fué posible esplorar. Es a media falda de esta planicie, como a 200 metros de altura sobre el valle, en donde encontramos dos piedras o bloques de lava volcánica, situados a pocos metros de distancia uno del otro. Miran a las cordilleras nevadas del este, al volcan Tolhuaca i a los inmensos bosques azules que, desde la distancia infinita, vienen tomando un color verde ¡ se resuelven en árboles inmen- sos cuando se acercan al que tiene la fortuna de observar tan grandioso panorama. No sin razon elijió el hombre primitivo tan pintoresco lugar para fijar su residencia en él, como lo atestiguan innumerables chenques o cementerios antiguos que se encuentran en estos para- jes i de donde sacamos el esqueleto de una india con sus cha- quiras de ámbar i loza, el freno de su caballo i sus aderezos de plata con un 7/a/hval, pieza que no usan los araucanos desde al- gunos años atrás. Una de las piedras, (Láminas 1 i 2), está hundida en la termi- nacion de un foso trabajado por las aguas del invierno, el cual mide cinco metros de largo, dos de profundidad i dos de an- cho. En el estremo de este foso, que da a la parte mas alta de la falda de la montaña, forma esta piedra una especie de pared. Bajando a él i examinándola de cerca, se ve que está formada de lava volcánica mui dura i de grano mui grueso. Su altura es de tres metros, mas o ménos. La cara que mira al foso es lisa 1 presenta en la parte inferior una figura elíptica, vertical, en for- ma de herradura cerrada con la base hácia arriba. Mide en su eje mayor 15 centímetros i en el menor 6. De un foco al otro presenta una línea recta. Esta figura está grabada en la superficie de la piedra hasta un centímetro o mas de profundidad. El ancho del rasgo del grabado corresponde al de la profun- didad. Observándola con cuidado se ve que representa los contor- nos esternos de los órganos jenitales de la mujer, del pudendim muliebre, segun la denominacion de His (16). La otra piedra, de forma romboidal, está situada a la misma altura de la anterior 1 es:de su mismo tamaño. Descansa sobre el suelo raso, pero está acostada de tal mane- ra que presenta dos caras, una a la derecha, vertical, i la otra, a la izquierda, oblícua, que mira hácia arriba. La cara de la derecha (Láminas 3 i 4) presenta, en la parte inferior principalmente, una série de figuras grabadas, parecidas - a la descrita en la piedra anterior, pero enteramente elípticas i que representan con mas plasticidad los contornos de la entrada del órgano femenino de la jeneracion. Son todas verticales i es- tán situadas unas al lado de las otras, en tanta cantidad que puede decirse que esta pared está totalmente cubierta de gra- bados tan estraordinarios. Los ejes de estas figuras o elipses varian de 15 a 30 centímetros los mas grandes, 1 de 10 a 15 centímetros los mas pequeños. Hai una, sin embargo, que sobre- sale por su tamaño. Es el doble mas grande que las mayores. Toda esta cara grabada tiene mas de un metro cuadrado de superficie. La cara de la izquierda (Lámina 5), que es tambien, como lo (16) W. His.—Die anatomische Nomenclatur. Leipzig, 1895, páj. 64. dijimos, superior, deja ver grabados mui importantes. Sobresale entre ellos el de una figura circular que presenta los contornos de una cara 1 parte de la cabeza de una figura humana (¿el sol de los aimaráes?).—(17). ¡ El diámetro de esta figura es de 25 centímetros. Al lado dere- cho de ella hai algunas otras iguales a la de la cara derecha de la piedra. He dicho que estas figuras representan el pudendum muliebre: Declaro que ántes de dar esta opinion he estudiado con de- tenimiento el significado o esplicacion que habia de dar a estos signos. En balde he querido atribuirlos al sol de los incas, a los imai- manas de Vitacocha, de que tanto nos hablan los autores arjen- tinos en sus últimas publicaciones, etc., etc. De todas las vistas (17) Al poner en prensa este trabajo, recibo de Bolivia, enviado por mi amigo el señor A. Posnansky, el Boletín de la Oficina de Estadistica Nacio- nal (Números 58, 59160, La Paz, 1910, con los discursos de los miembros del XVII Congreso de los americanistas que de Buenos Aires se traslada- ron a Bolivia, el Perú 1 Méjico, 1 leo con placer el discurso de Max Uhle sobre «La posicion histórica de los aimaráes en el antiguo Perú»; en él en- cuentro, en la páj. 353, las observaciones siguientes»: “De la antigua grandeza de la raza amará cuentan en Bolivia las ruinas de Tiahuanaco, en cierto sentido las mas interesantes, las mas curiosas, las mas majestuosas de América. Aunque varias veces se ha dicho que pare- cen obras de los Incas, esta idea no debe subsistir ya ni un momento mas. Datan de un período de cuando ni se hablaba de los Incas, o de los qué- chuas. La grandeza de estos monumentos corresponde a la grandeza de la raza en épocas preincaicas que hemos probado. No solo exzstexz las 7uinas en territorio jenuino amará, sino los relieves de la portada grande repre- sentan tambien un 722%0 solar, que se contaba todavia entre los indios del lugar en el tiempo de la conquista, sin que se pensase mas en su represen: tacion en las figuras de la portada. Este mito cuenta que e/ sol ántes de le- vantarse estaba escondido en el fondo del lago Titicaca. 1 en la portada te- nemos la representacion de un sol escondido en la barriga de un pescado. Otra figura nos lo enseña debajo de un número de cabezas de pescados. El mito orijinal ha sido evidentemente mas completo que la forma que de él nos cuenta Cieza. La última (o primera) figura de la série, nos enseña dos cóndores criando encima de la figura del sol. Evidentemente el relieve quie” re espresar aquí, que al fin el sol salió de un huevo procreado por cón- dores». de petroglifos que tengo a la mano, solo encuentro que la de la oficina de Santa Fé a Quillagua (18) tiene una figura que pue- de compararse con las de las piedras del Llaima. Representa una elipse con una raya mas escavada en el centro, que se es- tiende de un foco al otro del eje mayor. Aumentaba mi duda la circunstancia de que, por lo que co- nozco de la literatura americanista, ésta es la primera vez que 'se presenta a la consideracion de estos Congresos un problema de la naturaleza del que me ocupo. Mis dudas se desvanecen, sin embargo, cuando considero las prácticas que a este respecto han observado otros pueblos pri- mitivos o de mui antigua o rudimentaria civilizacion. Desde luego, en el mismo Perú, mucho antes de los incas, se adoraba a Catequzl dios del trueno i del rayo, que era represen- tado, entre otros atributos, con un falo al hombro i los órganos sexuales femeninos al lado de las piernas. Es sabido, por lo de- más, que los atributos fálicos abundan en las representaciones míticas de todos los pueblos de América, sea que se trate de figuras masculinas o femeninas. En medio de la plaza cuadrada del templo del Cuzco existia una columna fálica. Todos los autores nos hablan del culto que los pueblos primi- tivos rendian a las partes pudendas, grabadas intencionalmente en las rocas o representadas casualmente por una estria. Lefe- vre (19) refiere las prácticas groseras que estos pueblos rendian a rocas naturales que tenian algun parecido con estas figuras que por su forma consideraban masculinas o femeninas. Agrega aún (20) que los peruanos creian que las piedras no solo tenian vida sino tambien que eran de sexos diferentes 1 mantenian re- laciones de familia. Los naturales de las islas de Amboni Uliase graban en los árboles figuras groseras que indican los órganos jenitales feme- (18) V. 6, Tab. III. (19) André Lefevre.—La religion, páj. 75, Paris, 1892. (0) V. 19, páj. 79. ninos con el objeto de que carguen mas los árboles i para asus- tar a los ladrones, porque es convenido entre ellos que estas figuras representan las partes vergonzosas de la madre del que las toca. (21) En la isla de Pascua se conserva todavia la costumbre de que el recien casado se tatua una vulva de dos pulgadas de largo in- mediatamente debajo de la larinje para indicar que está ca: sado. H. Stolpe (22) agrega que el jóven soltero de estas islas que tiene la suerte de sorprender a una pareja matrimonial en el acto de la cópula, corre inmediatamente a su vivienda para ha- cerse tatuar una vulva! Por su parte R. A. Philippi (23) nos da a conocer varias pie- dras de esta isla conservadas en el Museo Nacional de Santia- go, con figuras humanas que llevan signos femeninos. Una de ellas los trae en la cara, el pecho i el vientre, otra en la frente; 1 Make-make, dios de la fecundidad, representado por una figu- ra antropo-ornitomorfa doble, tiene una al costado de su sagra- do cuerpo. Heródoto (172, 11; 106, 102) (24), cuenta que vió en la Judea columnas erijidas por Sesóstris en las que habia inscrito este rei ejipcio el nombre de los pueblos vencidos, imas abajo los ór- ganos jeneradores de la mujer para significar que habian sido cobardes. Los musulmanes reverencian en el templo de la Kaaba la pie- dra Hadschar que tiene ciertas estrias en que los devotos ven marcas o señales del sexo femenino i las besan i frotan con un celo que el monoteismo ha sido incapaz de debilitar. Todos los grandes dioses del Asia Anterior i de la Grecia (21) Ploss 1 Bartels.—Das Weib, T. I, páj. 190. Leipzig, 1905. (22) H. Stolpe.—Ueber Taetowierung der Oster-Insulaner, páj. 1o, fig. 11, 13, 15. Friedlánder u. Sohn, Berlin. (23) R.A. Philippi.—La isla de Pascua, etc. Anales de la Universidad de Chile, 1873, páj. 365. (24) V. 21, T. 1, páj 191. han comenzado por ser meteoritos, piedras cónicas o pilastras groseras en que los artistas hieráticos han grabado ¡ esculpido los atributos sexuales. (25) «La fuerza creadora de la naturaleza, dice Philippi, (26) que se muestra con tanta evidencia en el acto misterioso de la jene- racion, ha parecido a casi todos los pueblos una cosa divina, que han venerado o adorado de una manera mas o ménos espi- ritual o mas o ménos grosera 1 sexual, ¡ es cosa mui rara que esta idea haya sido pura al principio i dejenerado,con el tiem- po en el Indostan, como en Persia, Grecia 1 Roma». En el Indostan se llamó Lzmgam 1 representó el órgano se- xual masculino en union con el femenino, en la forma de un ci- lindro de piedra o de madera con una especie de hoyo. El Phallus representa todo el órgano masculino, solo o ad- herido a un dios. > En la misma India era adorado el órgano femenino por los sectarios de Vishnú. Lo llamaban Yumz o DPshanz 1 lo llevaban en la frente. (27) No cabe duda alguna que al proceder así la humanidad pri- mitiva no lo hacia con un fin deshonesto, inmoral o vicioso. Nuestros aboríjenes no conocian su desnudez ni el pudor. No existia en su Clan el hogar, i la mujer pertenecia a la comu- (25) V. 19, pál. 149. (26) V. 23, pá]. 419. (27) Podriamos ilustrar con muchos otros datos este vastísimo tema; pero, a pesar de no creerlo necesario por lo fácil que es hoj dia imponerse de esta clase de literatura en la 4x2/hropophyteza de Krauss, Viena VII, 2 Neuestiftgasse 12, queremos mencionar la magnífica obra del benemérito escritor frances Jacobo Antonio Dulaure. Esta obra, que cuenta mas de un siglo de existencia, ha sido revisada en el año que acaba de pasar por los señores Friedrich S. Krauss 1 Karl Reis- kel, siendo fruto de este laborioso trabajo el hermoso volúmen titulado: Die Zeugung in Glauben, Sitten und Braeuchen der Voelker (La concepcion en las creencias, costumbres 1 usos de los pueblos). Leipzig, 1909. Su abundante lectura 1 las. hermosas láminas que lo adornan, imponen inmediatamente al lector de todo lo que se refiere a los cultos fálicos de la antiguedad 1 la Edad Media de la Europa. nidad o al mas fuerte. Se la consideraba como un ser útil para el trabajo 1 el placer. No se daba tampoco importancia a la su- cesion. El culto de los órganos jenitales femeninos de la antigua Arauco en las piedras, era precisamente la misma litolatria que han practicado los salvajes de todos los paises en las formas mas variadas, cuando pasaban todavia por el grado mas ínfimo de la cultura relijiosa. Representaban con este culto el de la madre tierra, el tote- mismo con la vulva por Totem,—práctica que estaba en rela- cion con las ideas absurdas de su imajinacion infantil. Como complemento de estas consideraciones citaremos toda- via una vez mas a Philippi (28), quien dice que autores de méri- to piensan que las piedras horadadas de Chile no eran otra co- sa que una especie de ídolos que representaban las partes pu- dendas de la mujer, adoradas por los indíjenas del pais. No dejaria de ser interesante saber que al culto antiguo de las grandes piedras grabadas hubiera sucedido el de las piedras horadadas. Pero dejando a un lado estas consideraciones que no obede- cen mas que a una especulacion filosófica que por el momento no nos interesa, volvamos a considerar la importancia étnica de estos petroglifos. Vemos, desde luego, que existian petroglifos en la Araucania, mul léjos del dominio de los incas. Cuando se ha sostenido, pues, que todas las piedras grabadas o pintadas de Chile se deben a los incas, que solo llegaron al Cachapoal o al Maule, i encontra” mos ahora dos tan hermosos ejemplares en tierras que jamás pisaron ni los mitimáes de los incas, debemos pensar que tal- vez todos los petroglifos 1 pictografias conocidos 1 atribuidos a (28) V. 3, páj 470. estos conquistadores, pertenecen a la misma categoria de las del Llaima. Por esta razon me atrevo a pensar que, si no todas, la mayor parte de los petroglifos i de las pictografias chilenas entran al dominio de una civilizacion mucho mas antigua que la de los incas, digamos a la de los collas-almaráes, o mas antigua toda- via, a la de los caribes o caucas de Colombia. Por consiguiente, aunque se descubran motivos incásicos en la ornamentacion de los petroglifos del norte de Chile, esto no quiere decir que sea la civilizacion del Cuzco la única autora de estos petroglifos. Siendo, por otra parte, mui posible que muchos de los ornamentos peruanos sean copias de otros pro- venientes de paises situados mas al norte, queda de nuevo sub- sistente, hasta reunir otras pruebas, la idea de que estos monu- mentos litolátricos son de una antiguedad mui remota 1 traba- jados probablemente, como dejo dicho, por una raza de aborí- jenes mas antigua que la araucana. Queda rechazada, por lo tanto, la tésis de Plagemann, que dice que jamas fué ocupado el sur de Chile por un supuesto pueblo civilizado, que, siguiendo un instinto artístico natural, creó pictografias. ina I ña Lám Lámina 2 ámina 3 L Lámina 4 S eurue7 La Lanceta de Quilpué Estudio de Antropolojía prehistórica chilena ofrecido para el Centenario El campo etnográfico de Quilpué ANTECEDENTES Quilpué, antigua estacion del ferrocarril, en la que termina el camino real que viene del distrito de Margamarga ,1 donde pasa un camino a Limache, ántes caserio de pocas casas, fué fundado en 1885 mas o ménos, como poblacion imas tarde ciudad por el ilustrado 1 laborioso vecino don Exnrzque de Veer. La etimolojía del nombre Ouz/pué envuelve una cuestion de cierto interés. Segun don Francisco Solano Astaburuaga (1) fué llamado ori- jinalmente Querzpue o Quezpué, que quiere decir lugar de jas- pes. Ademas, apunta un riachuelo del nombre Quilpué limitado al norte de Putaendo. Parece que la version Queipué implica una relacion con la palabra Ouewp, el nombre mas comun de la lan- ceta para sangrar. Don Benjamin Vicuña Mackenna, el fecundo escritor de inol- vidable memoria, precisa de firme esta etimolojía. Dice (2) «Quil- pué es una aldea de montaña que debe, sino su oríjen, su nom- bre a la aficion que los indíjenas tenian por la medicina. Cuenta Garcilaso de la Vega, que los indios del Perú i los de Chile como sus discípulos, practicaban solo dos clases de remedios para sus dolencias; en las internas purgantes ......... 1 para las esternas las sangrias. Se valian de unos guijarros agudos, a manera de (1) Diccionario Jeográfico de Chile, 1.* edicion 1867. (2) De Valparaiso a Santiago, 2.* edicion, p. 120, 1877. 4 las esquistas o astillas que produce el granito, cuando se quiebra 1 como los pedernales aguzados que usan los guerreros en sus flechas. A esos guijarros, verdaderas lancetas de la edad de pie- dra, daban los indios el nombre de guezpuesi aplicaban ese mis- mo calificativo a los lugares peñascosos de donde los estraian. De aquí el que este nombre sea tan frecuente en el pais». Señala un potrero cerca de San Felipe 1 un lugarejo en el valle de La Lí- gua de ese nombre. Segun el diccionario de Fabres: «Queupú es una piedra negra como pedernal con que se sangran, i Oueupúlue, lugar donde las hai, i¡ una Reduccion». La terminacion «pue» de la palabra en cuestion no cuadra bien. Presumo que la derivacion mas natural será la de tomarla del vocablo Queupúhue de Fabres, saltando por la primera 2% 1 pronunciándose Oxeupué, que se trasforma fácilmente en Ouz/ pué, que tiene ademas la ventaja de indicar los lugares en que se encuentran los pedernales para la lanceta, en conformidad con la version de Vicuña Mackenna. No hai duda que la ciudad debe su nombre a la mentada lanceta. El nombre queupú se encuentra frecuentemente en el idioma araucano: una vez es epíteto en el nombre de indios, por ejem-: plo Cayuqueupu, un cacique, Curuqueupu (sangrador) segun el P. Havestadt, 1751 (3). Alolinqueupu, cacique, segun 474102500 P. Moreno (4). Faltaria saber si estos indios llevaban el nombre por ejercer la profesion. Havestadt agrega en paréntesis: «san- egrador», lo que indica talvez que este indio, que le mostró el ca- mino, ejercia efectivamente este oficio. Veremos mas adelante que la interpretacion del nombre Quilpué como derivacion del término queupu, lanceta, tiene una base positiva. Quilpué, situado. a 20 kilómetros de Valparaiso i a la altura de 108 metros sobre el nivel del mar, es la cabecera de un pin- toresco 1 estenso valle tributario de la cuenca del rio Margamar- ga. Se estiende, entre el cordon central al este 1 un cordon ter- (5) Murr, Nachrichten aus dem spanischen Amerika, p. 465. (4) Revista de la Sociedad Jeográfica Arjentina, t. VI, 1888, p. 245. — 51 — minal de la cordillera de la Costa al oeste, desde Peña Blanca hasta el Paso Hondo, que marca la angostura que atraviesa el estero antes de caer al rio nombrado, con varias ramificaciones, angostas unas, mas anchas otras. El valle forma una planicie bastante ancha 1 regularmente poblada. El declive de las lomas es suave; las vertientes suelen correr en el terreno aluvial del granito por quebradas de paredes casi verticales. El estero prin- cipal, que recibe todas las aguas, corre en línea casi recta al pié del cordon de la Costa; no se seca en todo el año. Sus riberas están adornadas de trecho en trecho, por grandes trozos de rocas i piedras de granito, que es la formacion que domina el valle. Al pié de estas rocas brotan jeneralmente árboles robustos de patagua, peumo, boldo, arrayán, espino, etc., lo que da a este valle un aspecto pintoresco 1 agradable. Habia ántes otro atractivo particular: todo paseante que re- corria el camino que sigue de Quilpué a Villa Alemana i Peña Blanca, notaba en la orilla izquierda del camino varios grupos de piedras marcadas por morteros 1 tacitas, que alegraban la vista ino dejaban de llamar la atencion, pero no fueron examina- das científicamente, segun parece. Desgraciadamente la mayor parte de estos hermosos testimo- nios de la existencia de una tribu pacífica e intelijente, han de- saparecido. La barreta vandálica de los canteros de piedras las han destruido casi todas en los últimos años. Para ellos, que ávi- dos de lucro cortaron piedras para las construcciones de las nue- vas poblaciones vecinas, era indiferente si llevaban estas marcas de venerable antiguedad o no. Prescindiendo de eso, el aire puro i seco 1 las demas condi- ciones favorables dan a Quilpué merecido crédito como lugar climatérico. Ademas tiene fama como asiento de los lavaderos tan célebres de oro, formando junto con los esteros de Marga- marga i¡ Reculemu, aquel famoso distrito, de que los primeros conquistadores sacaban tan abundante cantidad de oro. Los restos de estos trabajos están actualmente aun visibles en mu- A — 32 — chas partes. Un estudio de los métodos injeniosos que se em- pleaban en esta industria, seria un tema de gran interés. Considero como un axioma el hecho que toda la parte del pais que está habitada actualmente estaba tambien poblada an- tiguamente por la raza indíjena: tanto la existencia de la una como la de la otra estaba ligada a la presencia de agua i de te- rreno medianamente fértil. De esta manera hemos de encontrar los restos de esta poblacion antigua casi en todas las partes que ofrecen estas condiciones. Como hai pocos campos que han sido esplorados bajo el punto de vista arqueolójico, se puede presumir que aun quedan muchos disponibles para examinar 1 que estos prometen a los investiga- dores futuros resultados favorables. En Quilpué, donde no esperaba encontrar indicios etnográfi- cos, dí, sin embargo, con ellos sin buscarlos 1 en una forma tan notable, que me fascinaron hasta el punto de obligarme a su es- tudio detenido i a formar una coleccion, bastante rica, de los ob- Jetos hallados. Asaciándome con mi digno amigo, el vice-cónsul yugo Kunz, publicamos en 1893 los resultados de mis estudios sobre tres grupos de piedras con tacitas. El señor Kunz publicó dos edicio- nes de este trabajo; i una tercera salió en la revista de la Socie- dad Científica alemana de Santiago. (5) Atraidos por la novedad i obedeciendo a mi invitacion, vino buen número de profesores i aficionados a la ciencia etnográfica a ver las piedras con tacitas tan notables. Recuerdo entre ellos a los señores doctor Steffen, don Federico Phalzppz, doctor Poll. mann, doctor Lens, don Francisco P. Moreno, señor Savzmgle- haurst, doctor Thiele, doctor C. Huúbner, doctor G. Bermúdez, don Exr2zque Sm, una reunion amistosa de médicos de Valpa- (5) FE. Fonck und Hugo Kunz, Ein Beitrag zur Kenntnis der Steinzeit im mittlern Chile, in Súdamerikanische Rundschau, Hamburg, Heft 2 u. 3. con láminas. 1893. El mismo en edicion aparte 1 en 12.”, Hamburg con lá- minas. El mismo en «Verhandlungen des Deutsch. wissenschaftl. Vereims zu Santiago», A. Il, p. 272, c. lám. ralso en 1898. Tomaron parte en ella los doctores G. Middleton, Jorje Thiele, Manuel S. Ramírez, Daniel Carvallo, Arnao i otros que no recuerdo. Los colegas, en vista del hecho, que les manifesté, de haber encontrado 2na lanceta en el grupo Il, adonde los habia llevado, lo bautizaron «La casa del Médico». Espero que esta denomi- nacion mul oportuna sea conservada para conmemorar al primer médico del pais, de quien tenemos noticia, por este significativo 1, segun veremos, perfecto instrumento. EL FUNDO. DEL RETIRO Una parte de la actual ciudad de Quilpué está situada sobre el suelo que pertenecia, hasta hace pocos años, al fundo el Re- tiro, de propiedad del apreciable caballero don Fosé Ramon Sán- chez. Su terreno es el campo principal de mis estudios etnográ- fICOS. Este fundo situado al pié 1 en la falda del cordon de la cordi- llera de la Costa es delicioso en cuanto a su situacion 1 clima. Del lecho del estero de Quilpué se eleva gradualmente a regular altura; gran parte de su superficie es cubierta de bosque espeso de robustos árboles, que ofrecen paseos: lindísimos. En la orilla del estero, junto a la línea del ferrocarril i a la planta de Quil- pué está situado el paseo de las Pataguas, un pintoresco parque natural de pataguas 1 boldos, que ofrece una esceneria encanta- dora 1 goza por eso de mucha fama como lugar de picnic. Dos de los puntos prehistóricos mas importantes están en contacto inmediato con este paseo. Bajan tres vertientes por el fundo; dos de ellas que corren por quebradas, nacen i mueren en el fundo. La tercera, que es lar- ga 1 abundante, entra al fundo desde léjos i desemboca, al sa- lir de él, al estero principal. Las piedras con tacitas están situa- das a orillas de este o en la tercera 1 segunda quebrada. El señor Sánchez se mostró mui complaciente con mis inves- tigaciones etnográficas: me ofreció el grupo principal en propie- Lo ( FEAS dad, arreglo que no se llevó a efecto por haberse puesto en venta el fundo; en cambio me cedió la piedra que llamé «del Sacrifi- cio». Obtuve tambien otra piedra con tacitas 1 una porcion de objetos etnográficos de piedra para mi coleccion. EL GRUPO II Este hermoso grupo, el mas importante de todos, está situa- do a alguna distancia adentro del fundo, como a 30 minutos de camino a pié. Se llega a él tomando la alameda hasta la viña, torciendo a la derecha 1 siguiendo al lado de ella hasta la terce- ra quebrada, atravesándola i faldeando la colina de granito sua- vemente ondulada, hasta una lijera depresion entre ella 1 la se- gunda colina, subiendo por ella ¡ siguiendo desde lo alto en la ' misma direccion al este hasta divisar el Belloto. En este camino se pasan de cerca dos asientos de piedras con tacitas de menor importancia. En la última parte hai varios grupos de piedras 1 peñascos poblados de árboles i arbustos que invitan al caminan- te a examinarlos por si tengan tacitas, aunque de balde. Otro camino conduce desde el establecimiento del agua pota- ble hasta enfrentar al cerco afuera del grupo, debiendo fran- quearlo. Está situado allí en el límite del fundo. El ¿elloto, qué nos guia en el primer camino, es un árbol mui hermoso 1 fenomenal, porque es el único ejemplar que se encuen- tra en el Retiro; es mui alto 1 sumamente frondoso, cubriendo su copa un radio de terreno bastante estenso. Sus frutos del tama- ño de un huevo de paloma, llaman la atencion; sirven de comida a los chanchos; contienen gran cantidad de «amylum». Existe la tradicion que los indios antiguos los comian despues de moler 1 prepararlos convenientemente. He visto algunos arboles soli- tarios como este, cerca de los antiguos lavaderos de óro de Mar- gamarga. Es dudoso que hayan sido plantados por aquellos mi- neros a una época tan lejana. Se crian bien talvez en la vecindad del hombre. Crecen abundantes en los campos fértiles de Ocoa. Inmediatamente al belloto se halla el lejendario grupo II de “Y Á y seapald "SBJ1OBL, UO) SBAP9I] SB[ SP TI OANAL) “OL9H TH E 27 piedras con tacitas, en el medio de un bosquecillo, rodeado de silencio, interrumpido solo por el zumbido de los moscardones, al parecer intacto, ofreciendo un cuadro encantador por su si- tuacion pintoresca al pié de una roca partida, de cuya hendidura se eleva un peumo robusto, 1 por el hermoso aspecto de sus grandes piedras tendidas como baldosas, labradas largamente por la mano del hombre con perfeccion admirable. Es probable que tenemos aquí el monumento mas notable en el pais, que nos haya quedado de la edad primitiva de sus habitantes. Con cierta razon el señor Alejandro Cañas Pinochet en su en- tusiasmo a la vista de este grupo le llama el O/2mpo de Chale. Si bien no aceptamos propiamente esta interpretacion, tecono- cemos de ántes, que la impresion que produce este grupo es mui amena i profunda a la vez, 1 que envuelve un problema científi- co de importancia capital. No podemos ménos de figurarnos a sus antiguos moradores, moviéndose alrededor de estas piedras seculares o quizás mileniarias al trabajar en sus faenas domésti- cas, en el oficio de su profesion de labrar las piedras, acompa- nándolos en la celebracion de sus fiestas acostumbradas común- mente báquicas, o aun de cierta devocion a un ser divino de carácter indefinido 1 finalmente tambien en sus ceremonias fúne- bres, que se hicieron efectivamente en este lugar, segun nos lo enseñan los rastros positivos que nos dejaron. El grupo está compuesto de 3 piedras situadas al pié de la roca partida, al lado de una pequeña quebrada con una corta- vertiente con sombra i frescura. Se halla aparentemente intacto. Véase la bonita figura del grupo. Las dos primeras que llevan la letras A i B nos interesan es- pecialmente, porque fué al pié ¡ al medio de entre ellas, que en- contré los objetos mas importantes. En cuanto a las demas piedras i a la descripcion i apreciación de las marcas sensacionales que las distinguen («piedras con ta- citas»), debo dejarla para otro lugar. He sacado moldes perfec- tos de dos de ellas en su tamaño natural, para facilitar su estu- dio a primera mano. — 56 — A, piedra situada a la derecha al pié del peñasco partido, es un poco elevada 1 se inclina suavemente a la izquierda con fren” te a piedra Bb. A poco mas de un metro de distancia se halla la piedra LB, que es indudablemente la mas bonita e importante, se puede decir la joya del grupo 1 debe considerarse como la mas perfec- ta que se conozca hasta ahora en el pais: es una piedra bien pla- na, que sobresale algunos centímetros del suelo. Véase la vista fotográfica de las piedras. El hallazgo inesperado de este grupo sensacional no dejó de deslumbrarme, 1 creció mi asombro, cuando invitado por mi hijo Julio, comencé a escarbar la tierra liviana al lado de las piedras del grupo i hallé luego fragmentos de ollas i piedras labradas. El exámen prolijo 1 repetido del grupo me dió a conocer va- rios objetos interesantes. El mas importante fué una piedrecita hallada al pié de la piedra 5. Cerca de ella se halló una punta de flecha mui bonita de obsidiana (Póhlmamn). Aquella es una pequeña piedra, al parecer insignificante, ne- era, delgada, de 15 por 17: milímetros de ancho i largo, con filo cortante en forma de arco en la punta i una incision triangular en el lado opuesto. Me ha costado largas horas de estudio 1 reflexjon para desci- frar el carácter de esta piedrecita singular. La recortadura en la parte inferior no dejaba duda que la piedrecita poseía la estruc- tura de una punta de flecha. En cambio su filo arqueado, sin punta 1 ademas su tamaño diminuto como tambien su anchura relativa, no admitían su uso como flecha. Al fin se me ocurrió que debia ser una lanceta para sangrar, opinion que se puso en duda, pero que ha quedado plenamente comprobada, segun veremos mas adelante. Esta piedrecita formaba la parte principal de un aparato para sangrar, que he reconstruido segun la descripcion del padre Alonso de Ovalle (véase la fig. 3, que muestra nuestra lanceta en la posicion que le corresponde). Al imponernos de este feliz hallazgo, no podemos ménos de “and[m?) 9p e399ue] YT “11 odnax) acordarnos en primer lugar, del ilustre autor don Benjamin Vicu- ña Mackenna, quien, se puede decir, lo adivinó. Rindámosle, por el momento nuestro homenaje, ántes de entrar a analizar los detalles de este curioso instrumento. Al concluir volveremos a ocuparnos del papel que le tocó al escritor jenial al señalarlo. Las figuras 2-4 1 2-6, que representan la lanceta por las dos caras, dan una idea de este delicado i fino instrumentito. Es de cuarcita de grano mui fino (Profesor Pomar); es negra, segun la conoció Febres; hemos llamado la atencion a su analojía con la punta de flecha; vimos que no se usaba suelta, sino que se insertaba en un cañito o palito amarrándola firmemente, para formar un pequeño aparato, que obedecía al mismo principio, usado ántes en Europa en los sajados de resorte, cuya hoja no penetraba, sino que cortaba solo por encima el cútis 1 la vena, sin lastimar la arteria situada luego debajo, cuya lesion es un accidente grave. Nuestra lanceta corresponde mui bien a esta indicacion; siendo relativamente ancha i teniendo su filo arquea- do abría la vena por encima i con corte ancho, de manera que la sangre saldría abundante. La finura de su forma casi elegante 1 su tamaño apropiado la distingue de otros tipos. Tenemos datos de otras tres lancetas, en part= de tipos diferentes. La primera es a la que se refiere el señor Medina (6) i que ha reproducido en la figura 57. Se encontró en una sepultura indí- jena antígua de Curicó. Es algo tosca en comparacion de la nuestra. Otra fué encontrada por el señor G. 5. Calvert cerca del estero Llollao, 4 kilómetros al sur del puerto de San Antonio, 1 repro- ducida i descrita por el Dr. Aurelzano Oyarzun en un notable folleto (7). Tiene la ventaja de haberse hallado junta con el mango que la sostenía. Tiene la forma de corazon i es de tamaño mayor que la nuestra. Segun su estructura habrá necesitado (6) Aboríjenes de Chile 1882, páj. 254. (7) Los Kjoehkenmoeddinger o Conchales de las costas de Melipilla 1 Casablanca, 1910 páj. 8 fig. 1. E bastante cuidado por parte del operador para no comprometer la arteria. De todos modos es instrumento notable e instructivo por demostrar que la lanceta estaba insertada en la punta del cabo i no del lado, conforme a mi reconstruccion. La tercera es figurada 1 anotada por el señor Tomas Gueva- ra (S). Esexactamente del mismo tipo que la nuestra ¡ existe una congruencia casi completa entre las dos de modo que se tapan mútuamente segun se reconocerá por la figura 4. La única dife- rencia que existe, es que tiene 2 agujeritos especiales para ama- rrarla, que faltan en la nuestra, de modo que esta es aun supe- rior a la de Quilpué. Sorprende que los dos ejemplares de la lanceta hallados a distancia tan considerable sean tan perfectamente iguales. Dá que pensar realmente, esta homojeneidad estraordinaria. Es como si este tipo haya sido el reconocido oficialmente como el lejítimo por la ciencia de la medicina araucana, cuyos represen- tantes se hayan puesto de acuerdo para adoptar este tipo como el mejor (?) ¿O vendrían estos ejemplares de alguna parte central como objeto de fabricacion por mayor? De todos modos, este hecho es significativo, porque com- prueba que habia un grado regular de civilizacion i que los - habitantes llevaban una vida pacífica, que permitía el intercam- bio de sus productos 1 artefactos como tambien de los materiales (piedras especiales, etc.) para sus labores. Debo agregar aun otra consideracion. relativa á la comunica- cion de esta lanceta en 1898 por el señor Zomas Guevara, en cuanto se refiere indirectamente a mi publicacion anterior, siendo para mí de importancia capital. Cuando publiqué en 1893 mi ensayo en aleman (junto con el señor H7ugo Kunz) sobre la edad de piedra en la parte central del pais, en que califiqué la piedre- cita hallada en el grupo citado, como lanceta, hubo autores que (8) La Civilizacion de la Araucanía, tomo I, 1898, páj. 100 fig. 9, 109. E autor no ha comunicado mas datos sobre este instrumentito tan perfecto, lo que sería de desear. . PIBA9NI) * 40U9s [9 10d PPeInSy Ode 9p *J90UB'T poON a[¡.ap unSos opmajysuodal “aeasues vaed oye dy “E oN má «adnonb» erpard YT] “CoN 'BIBADNL) LOUOS [9P BULOPOL BJD)ULT “BC ON A AA E 0 lr ES (Eo Y pusieron en duda esta interpretacion mia. Pues bien, la con- gruencia perfecta de las dos piedrecitas, prueba de un modo concluyente que la nuestra es lanceta tambien, disipándose por lo tanto, toda duda a este respecto (0). Por último, me cabe aun referirme a otra lanceta de fabrica- cion moderna, que debo a la deferente bondad del mismo señor Tomas Guevara, quien me la obsequió en 1901 en retribucion de un molde de mi lancetita que le habia mandado ántes. Es esta una lanceta hecha por un indio por encargo del señor Gue” vara. Consiste este instrumentito en una varita delgada, de 12 centímetros de largo, partida 1 amarrada firmemente en su cabo superior. Un poco mas abajo de la amarra se halla insertada lateralmente una piedrecita puntiaguda i trasparente que sobre- sale 4 mm. libres. Acompaña un pedazo regular, vidrioso 1 oscu- ro, de cantos afilados, de la piedra de que se estrajo, probable- mente obszdzana. Este instrumentito hace honor a su artífice pot su práctica en la labranza de la piedra. Posee probablemente una idea tradicional sobre la forma de la lanceta 1 de su fabri- cacion. En cuanto al modo de usarla no entramos a estudiarlo. Si no fuera apropiada talvez para la sangría de la vena, será sin duda eficaz para sajar el cútis, operacion que se practicaba a menudo 1 en diferentes ocasiones (10). Véase figuras números 5-4 1 5-0. (9) Para ser lo mas completo posible, agrego todavía el dato siguiente, aunque no sea probablemente de consecuencia: Un vecino que vivia en 1894 en Los Nogales, me comunicó que Pascual Vivanco, en Valle Her- moso, cerca de la Ligua, tiene un /axcefa que no le quiso vender. (10) Por via de digresion intercalamos aquí un dato interesante sobre la costumbre de los indios de sajar el ciítis: Se repite por los autores el hecho mentado por Pzefas, que los pehuenches sajan el cútis cuando tienen Peza. Nos permitimos señalar esta misma costumbre, usada por otro motivo mui diferente en 1363. La observó el famoso 1nunca suficientemente pon- derado esplorador de la Patagonia don Guwzllermo E. Cow en su segunda visita a los toldos de su amigo el noble cacique /rxacayal, al principio de una gran cacería, en que tomaron parte, fuera de Cox, 36 indios manzane- ros (rama de los pehuenches) montados, en los campos del rio Chimehuin en la otra banda. «El viejo cacique Puelmai los juntó a su lado 1 sacó una — (060 = Esta lanceta se halla acompañada del siguiente apunte de ma- no del señor Guevara: «1 Veenicuhue, sangrador. 2 Piedra queupu o quezpu. . De ella se estrae un trocito para arreglar la lanceta, que es de diferentes tamaños. F. Guevara». Enero de 1901. La cañita trae en el cabo opuesto el núm. 1, que corresponde al núm. 1 del apunte, de modo que la palabra indicada corres- ponde al instrumento, 1 no al sangrador que lo usa. Segun esta version, la palabra «queupu» es usada de prefe- rencia para especificar la pzedra de que se hacia la lanceta. Te- nemos que tocar aun este punto. La sangría formaba una parte importante en el arsenal de la medicina 1 cirujía prehistórica. Por esta causa sucede que mu- chos autores del coloniaje se ocupan de ella, dándonos la descrip- cion de su aplicacion. : Citaremos en primer lugar la descripcion que nos ha legado el Padre A/ozso de Ovalle. Dice: «El modo de sangrarse es mas seguro que el nuestro, porque noes con lanceta que tiéne el ries- go que se sabe de mancar o apostemar un brazo cuando el bar- bero es ménos entendido en el arte, sino con una punta de pe- dernal mul aguda; ponen ésta en el estremo de un palito hasta especie de escalpelo, que principió a afilar con aire misterioso. Todos des- cubren sus hombros e /gacayal, como jefe, presenta el hombro derecho a Puelmai; éste levanta el cútis del hombro 1 hace con el escalpelo una doble incision: Ningun músculo de la cara del paciente reveló el mas leve dolor; una línea de sangre corrió hasta el puño; Inacayal untando la otra mano, hizo aspersiones al sol rogando al ualicha para que se manifieste favora- ble al buen éxito de la caza, 1 ajitando en seguida el brazo herido probaba la ajilidad adquirida con la operacion; despues echóse tierra en la herida. Esta bárbara ceremonia se repitió con cada uno de los circunstantes».— Cox, Guillermo E., Viaje a la Patagonia, edicion separada, con mapa, páj. 184. l . Los asistentes imploraban con su sangre el buen éxito de la caza. Era probablemente tambien para envalentonar el cuerpo 1 espíritu, ejercitando su estoicismo contra el dolor. Parece que el escalpelo de Puelmai era de fierro. == (01. == un palmo de largo, 1 allí lo aprietan estrechamente, de manera que quede todo aquello que basta ino mas para romper la vena, la cual disponen al modo ordinario, que se usa en otras partes para levantar bien la vena, la cual estando ya bien dis- puesta, le aplica el barbero la punta del pedernal, teniendo el palito en la mano izquierda, 1 estado bien ajustado, da sobre él un fuerte golpe con la derecha, con que la sangría sale mas cierta 1 segura, i comunmente no es mas copiósa que las nues- tras». (11) Esta descripcion del sabio autor me ha dado la norma para reconstruir el aparato de sangrar. Como habia que dar un golpe fuerte sobre el cabo opuesto del palito o mango, he dado a esa parte una forma algo ancha 1 redondeada. Véase figura 3. El Padre Miguel de Olivares da una descripcion algo dife- rente. La copiamos del testo del señor Med¿na: «Para sangrarse usa- ban de una delgada punta de pedernal, injerida en la estremi- dad de una varilla, de suerte que sale la punta a un lado, i el contrario estremo de la varilla toman en la mano del desnudo brazo de que se han de sangrar, de manera medida, que venga a ajustarse la punta del pedernal sobre la vena que ha de rom- per, 1 asegurada de tal manera, dan con la otra mano un pa- pirote sobre el pedernal, con que abre la vena i destila el hilo de la sangre sin dificultad, mi mas cuenta de onzas, de esperar cada uno a cuanto le parece que basta para la indisposicion que siente, habiendo advertido ante todas cosas, en atarse con cinta el brazo». (12) Se vé que la piedrecita cortante hacia salida a un lado de la cañita, 1 que no era un sangrador que la aplicaba, sino el mismo enfermo, pasando la operacion a manos de los legos, con me- noscabo de la ciencia. (11) Histórica Relacion del Reyno de Chile por el padre Alonso de Ova- lle, Roma, 1656, páj. 9o. (12) Medina, 1. c. páj. 254. No hallamos la cita en la Historia Militar, Civil 1 Sagrada de Olivares, edicion de Santiago 1864. == (0D == El Padre Diego de Rosales no considera importante la san- gría, pero dá con todo, una descripcion de ella. Hablando de barberos i sangradores dice que «no los han menester porque no se acomodan a sangrar con lanceta (de fierro ?), i no reconocen enfermedad que necesite de sangría... Para alguna hinchazon, golpe o caida se sangran en la parte adolorida, saxándose con un pedernal agudo. 1 con él tambien suelen sangrarse de las venas poniéndole encima de la vena atado a un palito, i dándole un papirote abre la vena 1 hace su sangría mas segura que con lanceta» (13). El padre jesuita Andres Febres habla repetidas veces de la lanceta i conoce los varios términos aplicados a ella: Oueupú, una piedra negra como pedernal con que se sangran; Queu- púhue, lugar donde las hai, i una reduccion, Oueuputun sangrar así; Gicun, sangrar; Gicuhue, su lanceta, un pedernal puntiagudo; Malin, pedacitos de la piedra queupú con que sangran (14). El padre jesuita Bernard Havestatt usa promíscuamente en sus numerosas citas las palabras malin, gicun 1 queupú. Bajo el término «Malin» piedrecitas negruzcas, trasparentes, mul duras 1 mui agudas, que se llaman tambien queupu; con ellas que se han insertado en palito partido i fuertemente amarradas para que no se suelten, i moviendo el dedo pulgar i el dedo del cora- zon o con un papzrote abren la vena como con un escalpelo o flebótomo, Gicun es sangrar, Gicuhue es escalpelo, fiebóto- mo (15). Llama la atencion que en las descripciones sucesivas viene repetido el papzrote, es decir, cierto movimiento, que requería destreza 1 arte de estos «doctores», probablemente análogo a - algunos movimientos, que conocemos en la medicina 1 que exi- (13) Historia General del Reyno de Chile, tomo I, páj. 167. (14) Arte de la Lengua General del Reino de Chile, Lima 1765, véase su Diccionario. (15) Chilidugo, sive Tractatus Linguae Chilensis, pájs. 206 1 708, núme- TOS 425 1536, etc. jen cierta habilidad, como por ejemplo «le tour de maítre» para la introduccion del cateter. : Por último nos queda la relacion mas somera del ilustre padre Tenacio Molina. Dice: «Estraen la sangre con la punta de un pe- dernal introducido en una varita, a los que dan el golpe con el dedo índice apoyado sobre el pulgar. Este instrumento lo pre- fieren a la lanceta, porque lo creen ménos espuesto a faltar». (16) Molina menciona tambien el papirote, pero en forma un poco diferente. No da el nombre del instrumento. La lengua araucana, segun se vé, es bastante rica, porque usa tres palabras del todo diferentes para el mismo objeto. Si me fuese permitido un lijero parecer sobre este tema, diria que las palabras gicun i malin no entran en combinación con nombres i lugares, como sucede con la palabra queupú. Hemos citado ya varios nombres de personas 1 lugares compuestos con este epí- teto. Se recibe la impresión, que queupu corresponde orijinal- mente a la piedra, de que se hace la lanceta, 1 que de ahí se aplica este término al mismo instrumento que se hace de esta piedra, según una costumbre que rije sobre este particular. Véase tambfen lo que dice el señor Guevara en la nota que acompaña su lanceta moderna. Alfinno puedo menos de espresar el deseo de quese indague, si la teoría del señor Benjamin Vicuña Mackenna sobre el oríjen del nombre de Ox2/pué se funda solo en la analojía de este nom- bre con el de la lanceta, o si se funda en el hecho que otros lu- gares del mismo nombre sean tambien asientos de talleres de lancetas 1 puntas de flechas. Este autor ha hecho tal vez esta observacion, porque sabemos por su historia que pasó una tem- porada como refujiado en Petorca, rejion en que el mismo señala lugares del nombre Quilpué. Menciona dos, uno un potrero de este nombre en la hacienda de los millonarios Toro Mazote en que se fundó San Felipe; el otro es un lugarejo de ese nombre en el valle de la Ligua. Francisco S. Astaburuaga cita un ria- (16) Edicion de Nicolás de Cruz, tomo Il páj. 108. chuelo Quilpué al N. de Putaendo. La jeografía de Espinosa cita en el Departamento de San Felipe la hacienda de Quilpue iun lugar del mismo nombre, tal vez idénticos con los nom- brados. ' Valdria saber si se hallan en estos lugares talleres de lancetas 1 puntas de flechas, lo que confirmaria un tanto mas la teoria de Vicuña Mackenna 1 seria por si mismo un hecho por demas interesante. Casualmente puedo traer aquí a colación un ejemplo autén- tico de un taller de puntas de flechas 1 lancetas que deriva su nombre de la palabra «queupu». Fué hallado en una rejion, donde menos se podia suponer i a una distancia enorme, en 43” 48” L. S., en plena Patagonia, cerca del rio Chubut; Los via- jeros Asahel P. Bell 1 Cárlos V. Burmetster pasaron el 7 de Abril de 1887 por un paradero de indios flecheros llamado Queúpungéu, donde encontraron en- el suelo gran cantidad de astillas de cuarzo, principalmente de jaspe 1- pedernal, en la es- tension de media cuadra por 20 a 30 varas de ancho. Entre es- tos pedazos informes, cuyos lados de algunos son cortantes, se hallan las puntas de flechas, aunque Burmeister ho encontrara ninguna (17). Tenemos aquí, según se vé claramente, un caso en que la lanceta ha dado el nombre al lugar en que se trabajaban esos útiles de piedra. Vemos por consiguiente que no es de estrañar, que la lan- ceta haya dado su nombre al lugar en que se fundó el pueblo de Quilpué. Para concluir, al despedirnos de la venusta «Casa de Médico» llevamos la conviccion que fué la hermosa mansion de un céle-. bre médico de la antiguedad, que reuniera constantemente a su torno a muchos enfermos, que acudirian atraidos por su arte 1 (17) Revista de la Sociedad Jeográfica Arjentina 1888, tomo VI páj. 198 1 245. He citado este mismo hecho en mi obra «Diarios de Menendez, Via- jes a Nahuelhuapi, tomo II páj. 66», para fijar la estension de la lengua 1 nacionalidad araucana en la Patagonia, que es la mas lejana hacia el sur. 2 modo que no le faltaria ni autoridad ni ri- demos menos de tributarle nuestro respeto i con- Dr. FRANCISCO FONCK. DESARROLLO 1 ESTADO ACTUAL DE LA ZOOLOJÍA EN CHILE (1) POR FEDERICO PIHLIPPI Este trabajo tiene por objeto dar una idea sucinta del des- arrollo de los conocimientos de la fauna chilena 1 de su estado actual, 1 por esto he podido citar solo los datos que me pare- cen de mayor importancia, como tambien puedo citar solo aque- llas publicaciones en que hal mayor número de descripciones o trabajos monográficos sobre uno u otro grupo de animales de Chile. En la segunda parte trataré las diferentes clases de ani- males segun el sistema seguido por Ricardo Hertwig en su re- putado libro Le/hrouch der Zoologze, e indicaré en cada grupo la literatura mas importante. I—Desarrollo Los aboríjenes de Chile solo distinguian los animales mas no- tables con un nombre especial 1 conocían sus costumbres, pero sus conocimientos no pasaban mas allá. Los primeros escritores sobre Chile eran o soldados o cléri- gos, quienes se interesaban mui poco por la Historia natural i no tenian tampoco las menores nociones de ciencia, así no debe (1) Este trabajo fué presentado para la obra Chzle ez 7908, por la-Seccion de Ciencias Naturales del 4.” Congreso Científico (1.2 Pan-Americano). estrañar que no se hayan ocupado de los animales de Chile sino incidentalmente, con escepcion del padre Alonso de Ovalle, (1646) que dá algunas nociones aunque solo defectuosas, sobre animales chilenos. El estudio de la fauna chilena fué principiado, puede decirse, por los viajes que mencionaremos en seguida en orden cronoló- jico, 1 por dos escritores chilenos. En 1709 estuvo en Chile el padre Feuillée, 1 en 1712 el inje- niero Frezier, ambos encargados por el rei de Francia de estu- diar las tierras de Sud-América. El primer libro sobre los pro- ductos naturales de Chile fué el del padre Felipe Gómez de Vi- daurre, publicado en Boloña en 1776 bajo el título Compendzo della storia jeografica, naturvale e civile del Regno del Chile. del cual apareció una traduccion al aleman en Hamburgo en 1782. En este mismo año salió á luz en Boloña el libro que en esos tiempos era considerado como el mas exacto 1 mas detallado sobre la Historia natural de Chile, escrito por el abate Juan lge- nacio Molina i titulado Saggzo sulla Storia Naturale del Chile, i del cual en 1810 se publicó una segunda edicion en cuarto; era un libro mui meritorio para esa época. Desde la aparicion de la obra de Molina comenzó una série de espediciones científicas, que han contribuido, cual mas cual menos, al conocimiento de la Historia Natural de Chile, cuyos resultados fueron publicados, ya en las descripciones de los via- jes, ya en diferentes revistas científicas. El buque ruso /217z/%, en su viaje (1815-1818), bajo el coman- dante Kotzebue 1 con los naturalistas Chamisso i Eschscholtz fué el primero que tocó en Chile. Eduardo Poeppig coleccionó en 1826 1 1827, en Concon i en la vecindad de Antuco, i los re- sultados zoolójicos de su viaje fueron publicados principalmen- te en Wiegmann's Archiv fúr Naturgeschichte, en que desde en- tónces aparecieron muchos trabajos sobre animales chilenos. Un viaje mui importante fué el de los buques ingleses 4Aven- ture 2 Beagle bajo el mando de King i con Carlos Darwin como naturalista, 1826-1832, ya que su objeto fué el estudio de las pe ed A rejiones magallánicas 1 de la Patagonia occidental i de la costa de Chile, 1 a.él se debe mucho en cuanto a la fauna de estas re- jiones; sus resultados fueron publicados en Inglaterra, en parte en obras especiales, en parte en los Proceedings of the Zoolojz- cal Society of London. El viaje de Astrolabe y Zelée bajo Du- mont d'Urville, 1826-1829, adelantó tambien los conocimientos de los animales de Chile, lo que puede decirse tambien del via- je de la Bonzte, 1836-1837. Pero fué don Claudio Gay, quien con sus esploraciones de las diferentes rejiones de Chile enriqueció mas que nadie, la zoolo- jía chilena, pues recojió entre 1830 1 1842 con sumo celo, todos los objetos naturales de Chile, 1 los ejemplares zoolójicos fueron descritos en la parte zoolójica de su gran obra /Mastoria física z política de Chzle, llenando $ tomos en 4.%, que vieron la luz en- tre 1847 1 1854, 1 que van acompañados de un magnífico Atlas de 135 láminas. El tomo 1 (1847) contiene: los mamíferos por Gervais (11 lám.), las aves por Desmurs (14 lám.). El tomo Il (1848) contiene los reptiles i batracios (9 lám.) i los peces (17 lám.) ambos por Guichenot. El tomo III (1849) contiene los gu- sanos por Blanchard (3 lám.), los crustáceos por Nicolet (4 lám.) 1 las arañas por Nicolet; el resto de los arácnidos por Gervais (todo el grupo 74 lám.) principia en el tomo IV (1849), en que se tratan además los miriápodos por Gervais (1 lám.), los insec- tos ápteros por Nicolet (1 lám.) 1 el principio de los coleópteros por Solier, los que ocupan todavía todo el tomo V (1831), sien- do tratados los tetrámeros 1 trímeros por Blanchard (32 lám, en todo). El tomo VI (1851) contiene los ortópteros (1 lám.), neuróp- teros (2 lám.) i los tisanópteros por Blanchard i los himenópteros (4 lám.) por Spínola. El tomo VII (1852) contiene los lepidópte- ros por Blanchard (7 lám.), hemiípteros en parte por Spínola, en parte por Blanchard (3 lám.) i los dípteros por Blanchard (5 lám.). El último tomo VII (1854) contiene los moluscos por Hupé (14 lám.), los tunicados, equinodermos i acalefos, cuyo autor no se indica, los pólipos por Hupé, 1 los foraminiferos, in- fusorios 1 amorfozoos (esponjas), cuyo autor no se indica. 69 — y Esta obra es el fundamento i la base de la Historia Natural de los animales chilenos, 1 será siempre consultada por todo el que quiera conocer la fauna chilena, no obstante que es ahora anticuada ino corresponde a las ideas que hoi dia prevalecen entre los naturalistas. En 1831 visitó Meyen las cordilleras de Tinguiririca, el vol- can de Maipo i el valle del rio Copiapó, 1 los animales traidos por él se describieron en las Actas de la Sociedad Leopoldino- Carolina; tambien visitó la espedicion norte-americana bajo el mando de Wilkes (1838-1842) las costas de Chile, lo mismo la U. S. Naval Astronomical Expedition (1849-1852) bajo el man- do de Gillis, como también la fragata sueca Eugénze en su viaje al rededor del mundo en 1851-53. Un nuevo 1 gran impulso recibió la zoolojía chilena desde 1853 con el nombramiento del doctor R. A. Philippi para direc- tor del Museo Nacional, quien se dedicó, con todo celo 1 con todo su amor a la Historia Natural, no solo a la formacion de este establecimiento, sino tambien al estudio i descripcion de las plantas i animales de su nueva patria, trabajo que continuó has- ta que la debilidad de su vista i su avanzada edad le impusieron un descanso forzoso. Sus trabajos zoolójicos sobre Chile, que no es aquí el lugar para enumerarlos aisladamente, fueron publica- dos en los Anales de la Universidad, Anales del Museo Nacio- nal, Viaje al Desierto de Atacama, Wieemanns Archiv fir Na- turgeschichte, Letischraft fir die gesammten Naturwtissenchajten, Stettiner Entomologische Zeitung, Werhandlungen des Deutschen wissenschaftlichen Wereins, 1 en Verhandlungen der K. K. Zoo- logisch-botanischen Gesellschaft in Wien, etc. En la segunda mitad del siglo XIX pasaron varios buques de guerra en sus viajes al rededor del mundo por Chile, donde se detuvieron por algun tiempo, i los animales chilenos obtenidos en estas ocasiones fueron descritos, ya en las obras sobre el via- . Je, ya en diferentes revistas científicas. Tambien vinieron algu- nos naturalistas 1 espediciones a Chile con el objeto de estudiar sus animales i plantas o solo los primeros. Así, pasaron por Chile la fragata austriaca Vovara (1857-59), con los zoólogos G. Frauenfeld i J. Celebor, la comision de natu- ralistas españoles (1862-1865) con el zoólogo Mario X. de la Espada, la fragata italiana lZagenta con el zoólogo Giglioli. El buque ingles Vassau, comandante Charles R. Mayne 1 el natu- ralista Roberto O. Cunningham, esploró durante los años 1866- 1869 los canales de la Tierra del Fuego 1 la Patagonia occiden- tal; en 1872 estuvo en Chile don Luis Agassiz en un buque norte-americano, el Challenger, bajo el mando del capitan Nares en su viaje al rededor del mundo, 1873 1 1874, 1 pasó tambien” por Valparaiso. El buque ingles 4A/er2 con el naturalista KR. Cop- pinger esploró en 1873 1 1874 las rejiones magallánicas. De mucho mayor importancia para el conocimiento de la fau- na chilena fueron los viajes siguientes. De 1882 a 1883 estuvo en los mares de la Tierra del Fuego una espedicion francesa la «Mission scientifique du Cap, Horn», que publicó sus resultados en una estensa obra; el buque italia- no Vittor Pisani estuvo en 1883 en los mares magallánicos 1 canales de la Patagonia occidental. En 1892-1893 esploró el señor Michaelsen por encargo del Museo de Hamburgo las rejio- nes magallánicas i el sur de Chile, alcanzando hasta Valparaiso 1 Santiago, con el objeto de recojer ejemplares zoolójicos; sus colecciones están descritas en tres tomos que llevan el título: Ergebnisse der Hamburger Magelhaensischen Sammelrezse. Des- de 1893 a 1895 estuvo el doctor Plate en Chile, alcanzando has- ta Iquique, con el objeto de recojer animales, ante todo marinos, i¡ el resultado de su viaje salió a luz en dos tomos titulados: Fau- na chilensis. De 1895-1896 esploró una comision sueca las rejio- nes magallánicas, de cuyos resultados ya se han publicado algu- nos cuadernos sobre botánica 1 jeolojía, pero todavía no he visto ninguno sobre la zoolojía. Los viajes mas provechosos para el adelanto de los conocimientos de la fauna chilena, fueron los de Michaelsen 1 de Plate, ya que eran destinados esclusivamente a la zoolojía de Chile, i en seguida la. «Mission au Cap Horn», que solo perseguia fines científicos, mientras que todas las demas espediciones perseguian fines mui distintos, siendo la recoleccion de objetos de historia natural solo secundaria. Los viajes de Michaelsen 1 Plate son principalmente importantes, porque se han estudiado en ellos de preferencia, los animales inferiores, que por lo comun son dejados a un lado por los colectores. Las publicaciones mas importantes sobre animales chilenos son las siguientes, que de aquí en adelante citaré solo con las abreviaciones que vienen en paréntesis despues de cada título. Chile; Historia Física 2 política de Chile, por Claudio Gay (Gay Zool.) Anales de la Universidad de Chile (An. Un.) Ana- les del Museo Nacional (An. Mus. Nac.), Revista Chilena de Historia Natural (Rev. Ch. Hist. Nat.), Verhandlungen des Deutschen wwissenschafilichen Vereins su Santiago (Verh. D. wiss. Ver.), Actes de la Société scientifique du Chili (Act. Soc. Sc.) En el estranjero: Proceédings of the Zoological Society of Lon- don(P. Z. S.), Wiegmanns Archiv fur Naturgeschichte (Wiegn. Arch.), Zeitschrift fur die gesammten Naturwissenschaften (Zett, ges. Nat.), Verhandlungen der soologisch botantischen Gesellschaf in Wien (Werh. sool. bot. Ges.), Nova Acta Academiae Caesareare Leopoldino-Carolinae (Nov, Act.), Entomolosische Zeitung heraus- gegeben vom entomologischen Vereín su Stettin (Steit. Zeit.) Annales de la Sociéte entomologique de France (Ann. Fr.), Tran- sactions of the entomological Society (Trans. Ent. Soc.), Plate, Fauna chilensis (Faun. Chal.) y Michaelsen, Ergebnesse der Hamburger Magelhaensischen Sammelrerse (Erg. Hamb. Samm.) 11.—Estado actual de la Zoolojía en Chile T.—PROTOZOOS En el tomo VIIl de Gay se describen sólo 16 especies de Rizópodos o Foraminíferos, pero ninguna especie de los demas órdenes, lo que no debe estrañar, pues sólo en los últimos deceñios, debido a la perfección de los microscopios, se ha dado la importancia merecida a estos pequeños organismos. En Chile — 72 — se han publicado en los 47. Uz.: un trabajo del doctor Izquier- do: «Ensayo sobre los protozoos de las aguas Wulces de Chile» y dos trabajos del doctor Búrger: «Estudio sobre los protozoos chilenos de agua dulce» i «Nuevos estudios sobre los protozoos chilenos de agua dulce». En este grupo queda todavia mucho por descubrir 1 trabajar. TI.—CELENTERADOS a) Esponjas. —Al fin del tomo VIII de Gay se describe una sola especie de esponja, pero hay bastantes de estos seres en las las playas de Chile; el único trabajo publicado después sobre esponjas chilenas se halla en el tomo II de aun. Chzl., donde Breitfuss trata de las esponjas calcáreas de Chile. No cabe duda que un estudio detenido de la costa dará a conocer todavía un gran número de especies nuevas para la ciencia. b) Hidromedusas —Escifomedusas i Tenóforos. La obra de Gay cita en su tomo VIII sólo diez especies en todo de estos tres grupos, de los cuales debe haber mucho mayor número en los mares de Chile. Desde la publicación del libro citado se han descrito unas cuantas especies mas, ya en relaciones de viajes, ya en diversas revistas zoolójicas, pero no conozco ningun tra- bajo que trate de las especies chilenas en conjunto. ; c) Antosoos o pólipos. —Ién el tomo VIII de Gay se citan sólo 16 especies de Actinia 1 1 de Bathyeyathus, aunque debe haber muchas mas en los mares de Chile, principalmente en el norte. El doctor R. A. Philippi ha descrito unas cuantas especies en los 42. Mus. Nac. 1 en Wiegmn. Arch.; habrá sin duda todavia descripciones dispersas en diferentes revistas científicas, pero no he tenido noticia de trabajo alguno que trate los pólipos chilenos en conjunto, escepto uno de Karleren sobre Alcyona- rios 1 Zoantoarios en Hamób. Mag. Sammna. TH.—GUSANOS O VERMES Este grupo es tratado en el tomo III de Gay, por Blanchard, donde se describe un número considerable de especies. Niaguna seccion de animales chilenos ha esperimentado un adelanto tan grande durante los últimos decenios como ésta, debido princi- palmente a las esploraciones de Michaelsen, quién de preferen- cia se dedico á ella. En el tomo III de Hamb. Mag. Samm. hai no ménos de quince monografías 1 en la Faun. Chzl. hal tres, que enumeraré especialmente. a) Gusanos en el sentido estricto de la palabra.—Los Turbe- larios fueron tratadas: a) los Policládidos por R. Ritter von Zahony; b) Rabdocélidos y Tricládidos por R. Bóhmig; c) los Trematodos por R. Braun; d) los Cestodos por Emar Lónnberg; e) los Nemertinos por O. Búrger, ¡en Fawn. Ch2l. por Isler; f) los Quetognatos por O. Steinhaus; e) los Nematelmintos por von Lianton; h) los Anélidos al ) Quetópodos, Naidas, Tubifí- cidos ¡ Tenícolas por Beddard i por Michaelsen 1 en Faun. Chezl. b1) los Oligoquetos por Michaelsen; c* ) Enquitréidos por Ude, d! ) los Poliquetos por Ehlers, 1¡en Farm. Chzl., los Anélidos por Ehlers; 1) los Gefíreos por Fischeri los Hirudíneos por Blanchard. b) Zunicados. Estos seres ocupan en el tomo VIII de Gay solo unas pocas pájinas, y creo que desde entonces no se ha publicado ningún trabajo sobre los Tunicados de Chile fuera del dado a luz por el doctor Michaelsen en Mambo. Mag. Sanm.; pero sin duda existirán unas cuantas descripciones aisladas en diferentes revistas. Para un especialista habrá aquí todavía un vasto campo de estudio. 4 c) Br2osz00s.—El único trabajo sobre especies chilenas es el de Caloct en Hamó. Mag. Sam. ihabrá sin duda unas cuantas descripciones dispersas en las numerosas revistas de historia natural de Europa o Norte-América. Gay parece no haberse ocupado de este grupo, pero es mui probable que investiga- ciones hechas especialmente de estos seres, darán todavía mu- chas especies nuevas. d) Braquzópodos.—Son tratados en el tomo VII de Gay en unas cuantas pájinas, 1 creo que desde entónces no se ha publi- cado ningún trabajo sobre los chilenos en conjunto, de que yo sepa. Creo que no quedará mucho que describir en esta seccion, tan pobre en especies hoi dia, cuando era tan rica en épocas anteriores. IV.—EQUINODERMOS Son tratados en el tomo VIII de Gay, pero en todo se enume- ran solo unas pocas especies. En P. Z. S. apareció un trabajo sobre los equinodermos recojidos por el buque 4/er2, 1 ademas hai descripciones de especies chilenas diseminadas en diferentes publicaciones. Sobre los Asteroídeos chilenos hai un trabajo de Meissner en /lamb. Mag. Sammn.; sobre los Ofiuroídeos dos trabajos de Ludwig en Hamb. Mag. Samm. 1 Faun. Chal.; sobre los Crinoídeos hai un trabajo de Ludwig en Aamb. Mag. Samin.; sobre los Equinoídeos, uno de Meissener en /Vzeg Arch. 1 otro del mismo autor en Hamb. Mag. Samim. Ademas hai varios trabajos de R. A. Philippi, Wzegw Arch. 1 otras revis- tas; sobre los erizos de mar chilenos descritos en el Challenger Report hai una relacion de C. Porter en Rev. Ch. Hist. Nat., 1 sobre las Holoturias hal un trabajo de Ludwig en Hamb. Mag. Samm. 1 Faun Chal. V. MOLUSCOS Estos animales ocupan la mayor parte del tomo VIII de Gay, desde cuya aparicion el doctor R. A. Philippi ha publicado un buen número de especies en 47. U., Seztschr. ges. Nat., etc.; otras han sido publicadas en diversas revistas i descripciones de viajes. Los trabajos mas importantes sobre moluscos chilenos son aque- llos en la Faun. Chzl., de Plate, sobre anatomía y fitogenia de los Chitonidos, de Stempell sobre las Nuculidas, de Bergh sobre los Ofistobránquios, de von Wissel sobre Oncidiella, de Stepell sobre los Bivalvos, de Keller sobre la anatomía de Vaginula i de Plate sobre los Ciclóstomas; los trabajos de los naturalistas espa- ñoles Juan González Hidalgo, sobre los univalvos i Francisco Martínez Saez, sobre los bivalvos, tres trabajos de Edgar A. Smith en 2. Z. S., uno sobre los moluscos recojidos en Juan Fernández por el Challenger, otro sobre los Helícidos recojidos en el norte de Chile por Cumming i el tercero sobre el jénero Chilina. Una monografía de los Uniones de Chile por R. A. Phi- lippi fué publicada en Pfezffernovitates conchylcologicae, tomo TI. VI.—ARTHROPODOS 1) Crustáceos. —Este órden fué trabajado por Nicolet en el tomo II! de Gay. Despues de esta publicacion han aparecido muchos trabajos sobre estos animales, en que se trata tambien de especies chilenas, que se hallan dispersos en muchas revistas i relaciones de viajes; los más importantes son en Faunm. Chal, los Crustáceos por Lenz 1 en Hamb0. Mag. Samm., los Pyenogó- nidos por Hogdson, los Schizópodos por Zimmer, los Cumáceos por el mismo, los Cirripedios por Weltner, los Ostrácodos de agua dulce por Vávra, los Cladóceros de agua dulce por el mismo, i los Copépodos de agua dulce por Mrásk. Merecen tambien mencionarse los trabajos publicados sobre este grupo, por den Cárlos E. Porter, Rev. Ch. Hist. Nat. 2) Mirrápodos.—Los tratados por Gervais en el tomo IV de Gay, donde se describen solo unas pocas especies. Fuera de descripciones aisladas i dispersas, hai que citar el trabajo sobre este grupo de Attems en amb. Mag. Sammn., 1 un trabajo corto de Silvestri en Rev. Chzl. Hist. Nat. 1 el de Bouvier sobre el Peripatopsis Blainvillei. 3) /nsectos.—Muchos insectos se hallan descritos en las dife- rentes revistas entomolójicas, Anales de Museos, etc., pero casi siempre entremedio de insectos de otra procedencia o aun como descripciones aisladas; rara vez hai un trabajo que se refiera exclusivamente a un grupo mas o menos grande de insectos chilenos, 1 citaré en cada órden solo los trabajos de mayor. im- portancia 1 de que tengo conocimiento, ya que este bosquejo no tiene por objeto dar una bibliografía de todo lo que se ha pu- blicado sobre la fauna de Chile, cosa árdua, por la dificultad que hai aquí para procurarse la literatura necesaria. a) Apterigotos.—Son tratados por Nicolet en el tomo IV de Gay, i los Mallófagos (solo 5 especies) se tratan junto con el jénero Pediculus. El trabajo mas completo sobre las especies chilenas es el de Scháffer en Mambo. Mag. Sanun., 1 el señor Sil- vestri ha descrito unas especies en Rev. Ch. Hist. Vat.; así, puede decirse que son ahora bastante conocidos, aunque habrá todavia una que otra especie que ha escapado a.los colectores. b) Arquépteros Ó Seudoneurópteros.—Son tratados por Blan- chard en el tomo VI de Gay, junto con los neurópteros 1 como tales, pero son pocas especies. Una enumeracion mas completa dan en Hamb. Mag. Sanim. Ulmer, de los Ephemeridos 1 Risde los Odonatos; Klapálek, de los Plecópteros, i Hagen da en Sez£. Zett. una lista de los Hemerobios. Un especialista podrá sin duda, encontrar todavía novedades en este grupo. c) Ortópteros.—Se hallan en Gay VIi han sido trabajados por Blanchard. Una enumeracion de las especies chilenas con descripcion de nuevas, fué dada por R. A. Philippi en Zez?. ges. Vat. En jeneral, puede decirse que las especies chilenas de este - grupo no son bien conocidas, á lo que contribuye el hecho de que no existe ninguna obra reciente sobre él en conjunto; ade- mas su literatura se halla mul dispersa en gran número de revis- tas. El doctor Berg ha tratado tambien en algunos de sus traba- jos incidentalmente de ortópteros chilenos. d) Veurópteros.—Como se dijo, fueron tratados por Blanchard en el tomo VI de Gay, junto con los seudoneurópteros. Despues de este trabajo se han publicado unas cuantas descripciones di- seminadas en diferentes revistas; una enumeración de los Tri- chópteros chilenos da Ulmer en Hamb. Mag. Samn. c) Coleópteros. —Ocupan en la zoolojía de Gay la segunda mitad del tomo IV i todo el tomo V; Solier trató los pentáme- ros i heterómeros i Blanchard los tetrámeros i trímeros, pero no puede negarse que ambos autores, ante todo el último, han procedido con cierta lijereza, así que el trabajo padece de inexac- titudes, que a veces dificultan el reconocimiento de los jéne- ros o especies. Desde la aparicion de la obra de Gay se ha pu- blicado un gran número de jéneros i especies nuevas, tanto en las diversas revistas entomolójicas, como en la relacion de los viajes citados en la primera parte de este trabajo. R. A. Philip- pi i Federico Philippi han publicado trabajos sobre este orden en 4nu. Un. 2 Stett. Zett., 1 el segundo publicó un «Catálogo de los coleópteros chilenos» en 4%. Uz.; el señor Calvert publicó en An. Un., una monografia de los Elatéridos, Kerremans 1 Germain publicaron en Annales de la Société entomologique de Belgique, que el último publicó traducida al castelláno i aumen- tada en 42. Ux., pero quien ha adelantado mas que nadie el co- nocimiento de estos animales es Filiberto Germain, quien ha publicado numerosos trabajos, en parte monográficos, en 42. Un. 1 junto con Fairmaire en 422. Fr. Un trabajo notable es tam- bien el de Raitter sobre los pseláfidos de Chile i el de Kraatz- Koschlau sobre las especies chilenas del jénero Carabus. Los señores Berg i Burmeister han tratado tambien, en varios de sus trabajos, sobre coleópteros arjentinos, de unas cuantas espe- cies chilenas. f) Aznenópteros.—Son tratados en el tomo VI de Gay por Spínola i desde la aparicion de esta obra se han publicado nu- merosas descripciones 1 aun monografías de algunos grupos, pe- ro creo que todavia quedarán muchas especies por descubrir, 1 lo que es de sentir mas, es que de su biolojía no sabemos casi nada. Hai que citar los trabajos de Berg i Emerg i de Forel (és- te en Mambo. Mag. Sam.) sobre las formicidas, un trabajo de Reed sobre los Odynerus, trabajos pequeños de Kieffer, de An- dré sobre las Mectillas, 1 unos cuantos trabajos mas en 4x2. Ux. ¡ Rev. Ch. Hist. Nat. g) Ríncotos o Hemípteros.—Despues del trabajo de Spínola i Blanchard en el tomo VII de Gay no se ha publicado en Chile mas que un trabajo del señor Reed en Ax. Un. 1 dos trabajos en Hamb. Mag. Samm., uno de los Schonteden sobre los Afidos 1 de Breddin sobre los Hemípteros, 1 un número de descripcio- nes dispersas en varias revistas científicas 1 relaciones de viajes. Creo que quedará que hacer mucho en este grupo. h) Dipteros.—Son tratados por Blanchard en el tomo VII de Gay, desde cuya aparicion se han dado a luz las descripciones de varias especies chilenas en diferentes revistas; el trabajo mas notable en este grupo fué publicada por R. A. Philippi en VerZ. sool, bot. Ges, bajo el título: «Aufzáhlung der chilenischen Dip- teren», 1 el «Catálogo de los Insectos Dípteros de Chile» por Reed, que apareció en 4. Un. 1) Afanipteros —Desde la publicacion de este grupo en el to- mo VII de Gay, se han publicado cuatro nuevas especies de pulgas por el baron Rothschild, pero tengo la conviccion de que un estudio prolijo de los maníferos 1 aún de las aves chile- nas, suministrará todavia un número bastante considerable de es- tos parásitos tan molestos para su huésped. j k) Lepzdopteros.—No debe estrañarse que este órden sea bas- tante bien conocido, ya que las mariposas a causa de sus lindos colores, tienen tantos aficionados. El trabajo de Blanchard en el tomo VII de Gay enumera un número reducido de especies. Despues ha aparecido un trabajo de Butler (1881 i 1882) en Trans. Ent. Soc., fundado sobre una gran coleccion hecha en Chile por el señor Edmonds, i que fué traducida al castellano por el doctor Izquierdo 1 publicada en 4. Un., en que el mis- mo autor publicó un bonito trabajo. Reed publicó una monogra- fía de los ropaloceros de Chile en Ax. Uxz., el doctor Philippi publicó varias descripciones de nuevas especies en 472. Un., W. B. Calvert publicó un «Catálogo de los lepidópteros de Chile» en An. Uz., i las descripciones de varias especies nuevas, ya en An. Un., ya en Inglaterra. Un trabajo importante para el estu- dio de los lepidópteros chilenos es el de Felder 1 Rogenkofer en las publicaciones del viaje de la Vovara. VII. —VERTEBRADOS 1) Peces. —Aunque ya se ha descrito un número considerable de estos animales como pertenecientes a la fauna chilena, creo que se descubrirán todavía muchas especies, ante todo entre las marinas, que serán ya nuevas para Chile. El señor Guichenot ha tratado este orden en la segunda parte del tomo II de Gay. El doctor Philippi ha publicado tambien algunas nuevas espe- cies, asimismo el doctor Federico Delfín, quien publicó tambien en Rev. Ch. Hist. Nat. un catálogo mui bueno de los peces chi- lenos. En la Y. S. Vaval Astronomical Espedition, tomo II, en P. Z. S. 1 en otras revistas de historia natural europeas i norte- americanas 1 relaciones de los diferentes viajes, hal artículos ictio- lógicos en que se tratan peces chilenos. El doctor Pérez Canto publicó descripciones de tiburones, i en el núm. 3 de 4x. Mus. Vac., se describen 1 figuran peces chilenos por el doctor Philip- pi; en Faun. Chzl., hay un trabajo de Steindachner sobre peces chilenos, 1 sobre los mismos hai un trabajo de Lónnberg en Hamb. Mag. Sam. 1 Steindachner dió tambien a conocer unas cuantas especies chilenas en una revista publicada en Viena. 2) Batracios ¿2 Reptiles. —El señor Guichenot ha tratado estos animales en la primera parte del tomo II de Gay. R. A. Philippi ha publicado varios trabajos sobre estos animales, ya en Az. Un., ya en Wiegm. Arch.; en el tomo Il de la UY. S. Vaval. As- tron. Exped. se describen unas cuantas especies nuevas; de im- portancia son tambien los trabajos de Werner en Faun. Chel. 1 Hamb. Mag. Sam. Sin duda serán descubiertas todavia unas ES (A cuantas especies nuevas, pues estos animales por su reducido ta- maño 1 su agilidad i por la semejanza que frecuentemente tienen unas especies con otras, escapan facilmente al colector. 3) Aves.—Este órden es ya mui bien conocido, i no se des- cubrirá mucho de nuevo en él, ya que hai tantos aficionados que hacen colecciones de pájaros. Ocupan la segunda parte del tomo 1 de Gay, 1 han sido tratados por Desmurs. Despues se han publicado unas cuantas especies nuevas por Philippi 1 Land- beck en An. Un. 1 Wiegm. Arch.; tambien hai unos cuantos trabajos sobre este grupo en 2. Z. S., uno de Martens en /Zamo. Mag. Samm., 1 uno de Schadom en Faun. Chzl. El último tra- bajo grande es el del doctor Philippi, en el número 15 de Az. Mus. Nac. El señor Albert publicó en 42. Ux. (1898-1899) una «Contribucion al estudio de las aves chilenas», con detalladas descripciones de muchas especies, cuya nomenclatura dió des- graciadamente lugar a una crítica poco favorable. El señor Reed publicó tambien un trabajo sobre aves chilenas en 42. Un. (1896). 4) Mamíferos —Este órden es bastante estudiado, i parece que ya no se descubrirán muchas especies nuevas, a no ser en- tre los pequeños roedores, que por su pequeñez 1 su vida oculta escapan tan fácilmente a la persecucion del hombre. Despues del trabajo de Gervais en la primera parte del tomo 1 de Gay, se han publicado muchos trabajos en quese trata tambien de especies chilenas, tanto en 2. 4. S. como en lVzegim. Archiv., 1 en otras revistas científicas 1 relaciones de viajes. Lo mas nota- ble es la publicacion de R. A. Philippi en 47. Mas. Vac., donde el número 1 trata las focas chilenas; los números 2 1 7, los cier- vos; los números 6 1 12, los delfines chilenos; el número 14, los Murídeos chilenos; i el número 13, los mamíferos traidos de Tarapacá. Matschie enumera en amb. Mag. Sam. los mamí- feros recojidos por Michaelsen. AT == TII.—Museos Chile posee tres museos: el Museo Nacional de Chile en San- tiago, el Museo de Valparaiso i el de Concepcion. El Museo de Concepcion fué creado pocos años há, 1 está, por consiguiente, en sus principios; es dirijido por el competente naturalista don Ewin C. Reed. El Museo de Valparaiso, dirijido por el entusiasta profesor don Cárlos E. Porter, está ahora formándose de nuevo, pues las valiosas colecciones 1 biblioteca que su director habia reunido desde años con tanto celo i trabajo, i que eran la admiracion de todos los visitantes, fueron destruidas durante el terremoto de 1906 por un incendio, qne era imposible apagar en esas horas de jeneral consternacion i terror. El señor Porter está reuniendo ahora en un salon que el Supremo Gobierno le dió en el liceo Miguel Luis Amunátegui, los materiales que han de servir para el nuevo Museo de Valparaiso, a donde serán trasladados tan pronto como haya un local adecuado para ello. El Museo Nacional fué creado en el año 1830, pero llevó una vida lánguida hasta el año 1853, en que fué nombrado como director el doctor Rodulfo Amando Philippi, quien lo dirijió hasta 1897, i quien lo elevó a su actual altura. Su aspiración principal era, reunir los productos naturales chilenos tan com- pletamente como posible, lo que logró, pues, puede decirse sin exajeracion, que la flora, fauna, mineralojía i arqueolojía de Chile, están mui bien representadas. Los productos naturales de otros paises no se han dejado, sin embargo, a un lado, i hai un número considerable de animales, plantas, minerales, rocas, fó- siles 1 objetos arqueolójicos i etnolójicos de otros paises. El Museo Nacional ocupa la mayor parte de un vasto palacio situado en la Quinta Normal de Agricultura, 1 sus ricas coleccio- nes están dispuestas, segun los sistemas aceptados hoi dia por la ciencia moderna. Atraen siempre en las horas destinadas al público (domingo i juéves de 12 a 5) un gran número de concu- 6 A A rrentes, 1 pocos viajeros que visitan Santiago dejan de verlo; está tambien en relacion con gran número de establecimientos análogos, sociedades científicas 1 naturalistas. Publica Anales del Museo Nacional en 4.9, de los que ya han sido 17 entregas, adornadas de numerosas láminas, i se halla en prensa el número primero del Boletín del Museo Nacional en 8.9, que es destinado para trabajos de menor estension. El Museo dispone tambien de una buena biblioteca, para la cual se han adquirido de preferencia, aquellas obras que tratan de objetos chilenos. MAMÍFEROS CHILENOS ADVERTENCIA El deseo de contribuir al estudio de la Fauna de Chile, ha movido al Director del Museo a estimular las publicaciones des- tinadas a describir, clasificar 1 revisar los Mamíferos Chilenos, 1 con este objeto solicitó del señor D. JOHN A. WoOLFFSOHN, de Valparaiso —poseedor de ricas colecciones i ocupado de este tó- pico para el Museo Británico—que publicara en nuestro Boletzy sus observaciones bajo su firma. Como el trabajo de modernizar la clasificacion de los mamí- feros en jeneral, ya ha sido hecho, siguiendo el Catalogus Mam- malim de TROUESSART, por el actual Jefe de la Seccion Zoo- lójica del Museo—quien, a ejemplo del célebre zoólogo de Paris, no admite las especies chilenas de 175, considerando unas idén- ticas a las introducidas en el pais 1 repartiendo otras entre los jéneros Akodon, Oryzomys, Phyllotis, Oxymycterus 1 Rezthrodon —quiero dejar constancia de ello en este punto, a fin de evitar erradas interpretaciones de las causas que han orijinado la pre- sente publicacion del señor Wolffsohn en las pájinas del Bo/ez2n del Museo Nacional. Prof. Dr. EDUARDO MOORE REVISION DE ALGUNOS JÉNEROS DE MARSUPIALES I ROEDORES CHILENOS DEL MUSEO NACIONAL DE SANTIAGO POR JOHN A. WOLFFSOHN, C. M. Z. 5. PARTE 1. Estudiando los jéneros de Marsupiales i Roedores chilenos, he observado cierto número de errores cometidos en la descrip- cion de especies nuevas ya descritas por diferentes autores bajo otros nombres jenéricos 1 específicos, i me propongo esclarecer en las pájinas del Boletín del Museo Nacional de Chale, las con- fusiones que reinan aun en diversos trabajos monográficos pu- blicados (1). El que esto escribe, carece de atribuciones para emprender este trabajo, pero lo impulsa el vivo interes por el estudio de los mamíferos chilenos i la esperiencia adquirida en coleccionar para el Museo Británico de Lóndres, hace ya una docena de años. (1) El Jefe de la Seccion Zoolójica del Museo Nacional, señor Profesor D. BERNARDINO QUIJADA B., ya habia empezado esta revision en los ejemplares existentes en el Museo.1 lo publicó en el Cazálogo «e los Verte- brados Vivientes, dado a luz en el Boletín del Museo en mayo de 1910, des- de la pájina 89, 1 en el Catálogo Ilustrado i Descríptivo de la Coleccion de Mamiferos Vivientes (que a partir de Agosto de 1910 está a disposicion del público), desde la pájina 67. l el señor QUIJADA tiene una nota esplicativa en la pájina 108 del Bo/e- tin, en la que manifiesta que se incluyen en el catálogo del Museo las es: pecies chilenas de 1Zzs, establecidas por el Dr. R. A. PHILIPP1, con poste- rioridad a la obra de TROUESSART, por habérselo pedido el anterior Director, señor don FEDERICO PHILIPPI.—Vota del Director del Museo Nacional, == Habiéndome faltado el tiempo i oportunidad de hacer la revi- sion en el mismo Museo de Santiago, resulta imposible proceder metódicamente por familias ijéneros al anotar sus resultados, por cuyo motivo es necesario proceder en el órden en que han llegado las especies a Valparaiso, indicando las publicaciones científicas en las cuales se han establecido las especies supér- fluas. NÚM. 1 Didelphys soricina (2)=Marmosa elegans El ejemplar que forma la base de la especie sozczma es bas- tante jóven 1, por lo tanto, de coloracion algo oscura, que, sin embargo, no puede llamarse 22grescens, como la describe el au- tor, pues, es evidentemente plomiza, con bastantes puntas de pelos color café, como se observa en la especie Marmosa ele- £gans. Tampoco es exacto que la medida de la cola es algo ma- yor que la del cuerpo: cauda corpus aliquantum superante. Vo- mando por exacta la medida que da el autor para la «cabeza 1 cuerpo... 98 m/m.», encontramos que la cola, medida con todo cuidado es, desde su raiz hasta la punta 85 m/m. i no 103 m/m., como se afirma. Sin embargo, aun en el caso que la última fue- ra la medida correcta, no seria esto un obstáculo para que que- dara el ejemplar en la especie Marmosa elegans, en la cual mui a menudo el largo de la cola supera la medida de la cabeza i cuerpo. De las demas medidas indicadas sólo merece mencion un error evidente en la del pié. Mide, desde el talon hasta la punta del dedo mas largo, 16 m/m. 1 no 26 m/m., como se indi- ca. Es de suponer que se trata de un error de copia no obser- vado por el autor. La afirmacion que es mui fácil distinguir, el ejemplar de las (2) Dr. R. A. Philippi en «Archiv fúr Naturgeschichte gegr. v. A. F. A. Wiegmann LX. Jahrg. I., Bd. 1 Heft, Febr. 1894», páj. 36. otras dos especies de Dzdelphys por el pelo pizarra oscuro del dorso, el tamaño menor i la cola mas larga (el autor se refiere a las especies lZarmosa elegans 1 Dromiciops australis) sólo puede admitirse para la segunda de dichas especies. Como ya se ha visto, el pequeño tamaño se esplica por ser el ejemplar de un animal jóven ila cola larga, aun cuando en la descripcion no se hubiese exajerado su dimension, no es escepcional en Za7- mosa elegans. Para citar hechos concretos sobre este punto, puedo indicar las siguientes medidas sacadas al acaso, de algunos ejemplares colectados por mí mismo, como sigue: eche Sexo Cabezaicuerpo Cola 15 de Mayo de 1906... 2 98 m/m. 100 m/m. 30 de Abril de 1907... >» 98 » 104 >» 13 ae Mayo de » sm. 0 99 » Mi 25 » 2 900 » 93 » 122.» Es inexacta la afirmacion que la base de la cola se encuentra tapada por un centímetro de su estension del mismo pelo del lomo, lo cual la haria parecida a la cola de Dromeciops australis. La equivocación se debe únicamente a que el autor ha descrito el ejemplar despues de embalsamado, sin fijarse que, junto con el pelo, se ha desprendido del cuerpo tambien parte de la piel del ejemplar i ha caido sobre la raiz de la cola. Afirma el autor que no se nota bien la rayita desnuda que existe debajo de la cola de lMarmosa elegans. Se ve bastante bien, a pesar de en- contrarse el ejemplar no mui bien embalsamado. La mancha de pelos oscuros alrededor de los ojos, mo es mas negra que en otros ejemplares de lZarmosa elegans, como parece indicarlo la frase 25£ bez unseremn Thaerchen sehr tief schivars (es de un ne- gro mui cargado en nuestro animalito). La frase que sigue: Dze Sehnauzenspitze ist schavars es sencillamente inexacta, se ve claramente que en vida la punta del hocico ha sido de color claro 1 la nariz color carne, como en todo ejemplar de lMarmosa elegans. A pesar de no haberse conservado el cráneo aparte, sino en la piel, se distingue perfectamente que los dientes, i 1 de ámbos lados se encuentran mas cerca uno de otro que de su correspondiente vecino: 1 ?. Esto es característico del jénero Marmosa, como lo he esplicado últimamente en otro trabajito sobre los marsupiales chilenos. NÚM. 2 Mus aethiops (3)=Mus decumanus, juv. El Dr. Moore no me ha enviado el cráneo, 1 es de suponer que falta en la coleccion, pues no está colocado dentro del ejem- plar embalsamado, lo cual hace imposible comprobar la afirma- cion: dentibus ¿ncisorits atrís. Sin embargo, no hai que atribuir demasiada importancia a este hecho que puede ser consecuen- cia de haber el ratoncito comido alguna fruta, como maqui al tiempo que lo examinó el autor. La coloracion del ejemplar no difiere de la de muchos ejemplares de esta especie tan comun, que, como tantos animales casi domesticados, varía muchísimo en el color del pelo. Admitiendo las medidas indicadas como exactas, las proporciones no serian escepcionales en un ejem- plar jóven de Mus decumanus, ni tampoco en uno de Mus rattus. Pero están exajeradas las diferencias en que insiste el autor, por haber el embalsamador estirado mui evidentemente la piel del cuerpo i, sobre todo la de la cabeza. En vida es de supo- ner que el tamaño de cuerpo i cabeza i el de la cola, hayan sido mas o ménos iguales. Las orejas no son «mucho mas peque- ñas» que las de otros ejemplares de Mus decumanus de la mis- ma edad. (3) Dr. R. A. Philippi en «Anales del Museo Nacional de Chile», entrega 14-a (1900), páj. 9. Mus dumetorum (4)=Akodon longipilis Las medidas están mal tomadas, la del cuerpo:i cabeza es 104 m/m. la de la cola 68 m/m., lo cual cambia todas las proporcio- nes en que insiste el autor para distinguir la especie de otras. El pelo es el característico de 4Akodon longpilis 1se ha conser- vado el color bastante bien. Es imposible entender porqué el autor ha principiado su descripcion en castellano con la frase: «El hocico es bastante obtuso» emitida de la descripcion en la- tín, pues el ejemplar embalsamado demuestra el hocico puntia- gudo de esta especie. NÚM. 4 Mus dichrous (5)=Phyllotis Darwini, juv. La descripcion principia con un error: supra pallide griseus en latín ¡ otro en castellano: «el perfil de la frente hasta la pun- ta del hocico es casi recto». En verdad, el color es plomo oscu- ro en la base de los pelos con punta larga de color canela claro, en el dorso i en el vientre, la misma base de los pelos con pun- ta larga blanca que deja parecer el color completamente blanco; en breve, los colores característicos de P/hy/lotis Darznz. En el ejemplar embalsamado la frente combada de P/4y/otss Dareznt ha sido mejor imitada, que en muchos 'otros ejemplares de la misma especie en la coleccion del Museo Nacional. La medida que tomó de las orejas 15 m/m. (en verdad miden 20 m/m. aún se- cas 1 encojidas) es tan inexacta como la que da de los pelos del bigote, cuyos más largos indica con 22 m/m., mientras hoi dia tie- (4) Ibid. páj. 14. (5) Ibid. páj. 14. nen 36 m/m. Observa que el color de los pelos del bigote del la- do izquierdo son casi todos blancos. Lo que hai es que algunos pelos de dicho lado están manchados de la pasta arsenical que ha servido para la embalsamacion. El P%y/lotis Dariwinz tiene, sin embargo, a menudo pelos blancos en los bigotes, especial- mente cuando viejo. NÚM. 5 Mus lepurus (6)=Akodon olivaceus El ejemplar es del color normal en esta especie. En la des- cripcion se principia por decir que el pelo es «casi enteramente sin mezcla de amarillo» i sin embargo mas adelante se dice que el pelo «tiene el último cuarto de su longitud de un amarillo pá- lido». Con el tiempo, el color de las puntas de este pelo se ha vuelto mas rojizo a uno de los lados que, sin duda, es aquel que se ha encontrado por algunos años espuesto a la luz. Aún así no difiere mucho del color normal de 4Akodon olívaceus. La cola le «parece» al autor «mas delgada que en todos los demás ra- toncitos de Chile», pero no se divisa mas base para esta afirma- cion, que la del grueso de los alambres usados por los embalsa- madores en las colas de otros ejemplares de Akodon olivaceus que mas adelante se verán con otros nombres específicos. Núm. 6 Mus trichoti (7)=Akodon olivaceus En la descripcion latina el autor dice cauda omnine pallide fu- sea ¡ en la castellana «la cola...es de color pardo claro i apenas mas oscura en el dorso»...Esto es inexacto. Como en todo (6) Ibid. páj. 17. (7) Ibid. páj. 18. ejemplar de 4Akodon olivaceus, la cola es de color pardo claro en el dorso i blanquizco por debajo. Trato de distinguir la especie de Mus andínus que mas tarde veremos, es Akodon (Chelemys) andínus 1 desde luego se distin- gue por sus uñas largas, pero solo se refiere el autor al pelaje que no es, naturalmente, parecido a dicha especie. Tambien nota que es 'diferente de Mus n2gribarbis cuya especie, como veremos mas tarde es Oyysomys longicaudatus 1 tiene razon en llamar la atencion a la diferencia de esas dos especies. Pero el ejemplar de que tratamos, nada tiene que lo haga diferente de un Akodon olivaceus normal, NÚM. 7 Mus mollis (3) =Phyllotis Darwini Con razon lo compara el autor con Mus Segefhí cuya des- cripcion no se da en la «entrega 14-a» pero que podemos clasi- ficar con seguridad por la misma especie Phyllotis Dariwénz, por tener a la vista el ejemplar por el cual fué clasificada la especie. La diferencia que observa el autor proviene evidentemente de que el ejemplar de Mus mollis está bien embalsamado, con el pelo liso 1 bien cuidado, mientras que el ejemplar Mus Segetha ha estado conservado en alcohol antes de ser embalsamado i tiene el pelo arrugado, dejando aparecer mas del color de la raiz del pelo que en ámbos ejemplares ¡ en todo individuo de la especie Phyllotis Darwinz, es de un color plomo oscuro hasta cerca de la punta. Admitiendo que el pelo del ejemplar llamado Mus Segethí tuviese 2 m/m. mas de largo, no sería estraño, siendo el ejemplar mas grande i probablemente de mas edad. No se entiende por qué dice que «las orejas son mas agudas que en las especies parecidas». En verdad son exactamente de la misma forma que las de los demas ejemplares de P/%y¿lot¿s (8) Ibid. páj. 23. Darwiíni a los cuales el Dr. Fhilippi ha dado inútilmente tantos nombres específicos diferentes. NúM. 8 Mus vinealis (9) =Akodon olívaceus Es incomprensible por cual razon principia la descripcion con la observacion «el hocico es obtuso» siendo que ambos ejem- plares están embalsamados con la nariz mas puntiaguda que lo necesario. El «pasaje paulatino» (del color del dorso al del vientre) es imajinario. Hai una línea de demarcación bastante clara entre los dos colores. Observa el Dr. Philippi la igualdad de la especie con Mus Renegerí de Waterhouse, que se sabe es sinónimo de 4Arodon olivaceus, pero dice que esta última especie es «mucho mas grande i tiene la cola mucho mas larga». Para probar esta afirmación el Dr. Philippi comete el error de con- vertiren 142 m/m. las 5 pulgadas i una línea que cita Waterhouse en páj. 16 de Proc. Zool. Sec. Part V. 1837, mientras equivalen solo a 129 m/m. El ejemplar mayor de Akodon olivaceus que he medido yo mismo entre algunas docenas, no pasa de 120 m/m. Estas diferencias no tienen valor para establecer medios di- ferentes. Es simplemente inexacta la afirmacion que los «ojos se hallan mucho mas cerca de la punta del hocico que en las especies ve- cinas». Como veremos mas tarde, el Dr. Philippi ha dado una cantidad de diferentes nombres a diferentes ejemplares de este - pequeño roedor, i sin embargo, en ninguno de ellos hai diferen- cia en la posicion de los ojos que valga la pena de mencionarse ino es probable que el mismo autor haya hallado otras especies mas vecinas a su Mus vznealís que los otros ejemplares de la misma especie. (9) Ibid. páj. 24. — 92 — Núm. 9 Mus Philippii (10)=Oryzomys longicaudatus Se cita la descripcion de Landbeck, quien reconoció el pare- cido de su ejemplar con Orysomys longicaudatus, conocido en esa época por Mus longrcaudatus, pero lo creyó de «tamaño mayor i de tarsos mas cortos», da como largo del cuerpo 1 ca- beza 108 m/m. i-de los tarsos (con uñas) 20 m/m. Para probar que Mus Phalzppit no es mas largo que O7ysomys longicaudatus, ni sus tarso (con uñas) mas cortos, basta citar una docena de medidas de ejemplares colectados por mí, como sigue: Cabeza Pata poterior 1 CUErpo sin uñas 1901 26 Octubre, de Concepcion. 5 108 m/m. 14 m/m. 1903 7 » dePuente Alto. » 17 a 10 1906 26 Marzo, de Valparaiso... >» 1D» 18 » ¡0% 29.» ¿e Ouilomé.cos: » 113. 2 1Ó > » 14 Mayo, ld dd » 113» 1700 2D 1Ó 0» oe » 115 >» ES ODO» Se > 109 - » 17 >» 4 Junio, AS ac » 107. > Ma y) 21 Noviembre, >. some: » TO 18 >» 1909 18 Marzo, ES » A 15 >» » 25 Febrero, dd E » na 3 17 » 21 Marzo, A » II5 >» EA Si estos ejemplos prueban algo, es que los ejemplares de esta especie mayores de 108 m/m. son siempre 35 $, es decir, que las $ $ suelen ser menores de tamaño que los 5 3. (10) Ibid., páj 26 1 Landbeck, en «Anales Univ., XIV (1857) p. 360.— Wiegmanns, Archiv. XXIV (1858) p. 80. Ha sido, pues, por error que el señor Landbeck ha dedicado al doctor Philippi como nueva una especie ya descrita por Bennett en 1831 (Proc. Zool. Soc.), p. 2, 1 por Waterhouse en 1843. NÚM. 10 Mus (Oxymycterus) senilis (11) =Akodon olivaceus Aquí el autor admite que es en el «animal embalsamado» que el «hocico es bastante agudo», miéntras tanto que en Mus vínea- dis (que es la misma especie) Arodon olívacers, decia que el «ho- cico es obtuso». De ambas «especies» hai dos ejemplares em- balsamados, 1 los cuatro son, naturalmente, absolutamente ¡gua les. En la pájina 28 menciona su parecido con Mus Landbeck? harto natural, pues tampoco Mus Landbeckí es otra cosa que Akodon olivaceus, pero encuentra una diferencia en las uñas de las manos, que no existe. Cuán poco conoce la forma de las uñas de todos estos roedores, lo demuestra su afirmación, un poco más adelante, que creyó al principio que su «especie» (Mus senilis) podia ser Mus megalonyx, es decir; Akodon (Che- lemys) megalonyx. Ahora bien, las uñas de dicha especie son fenomenalmente largas i fuertes en proporcion 1 al describir las diferencias, el doctor Philippi mi siquiera menciona esta caracte- rística tan claramente espresada hasta en el nombre específico que le dió Waterhouse. NÚM. 11 Mus illapelinus (12) =Phyllotis Darwini El autor dice que ha tomado por mucho tiempo este raton por una variedad de Wus Darwin: (es decir por Phyllotis Dar- wind). Lo único que deberia haber correjido en esta presuncion (11) Ibid., páj 27. (12) Ibid., páj. 28. era de quitar la palabra «variedad», pues el ejemplar no es mas que un verdadero Phyllotis Darawznz. Vuelve a insistir en una diferencia insignificante en la propor- cion del largo de la cola 1 de las orejas con el del cuerpo i ca- beza. Afirma que en P4yllotzs Darwznz la cola es 80 % del lar- go de cabeza ¡ cuerpo 1 en su Mus zllapelinus 64 2. Ambas afir- - maciones carecen de base. El lus z//apelzmus está mal medido ino hai para qué correjir las medidas tomadas, pues no tienen valor las tomadas en un ejemplar estirado por el embalsamador 1, en Lhyllotis Dariwznz de ambos sexos, puedo dar mas de una docena de ejemplos entre los colectados por mí, en los cuales la cola es 100% exactos del largo de cabeza i cuerpo i las ore- jas entre 25 127%. NÚM. 12 Mus macrocercus (13) =Oryzomys longicaudatus A pesar de tener cuatro ejemplares embalsamados, en la des- cripcion el autor ni siquiera espresa la sospecha que es la espe- cie que Landbeck le ha dedicado a él mismo. En la descripcion nada dice el autor que pudiera desvirtuar lo que los ejemplares nos enseñan a primera vista :que es la especie O7ysomys longicau- datus, tan comun en nuestras provincias centrales 1 mas al sur, que, como lo menciona el mismo Landbeck, ha llegado a ve- ces a propagarse en forma de ser una verdadera plaga por su abundancia. NÚM. 13 Mus Segethi (14) =Phyllotis Darwini Lo he afirmado ya en la descripcion de Mas mollis 1 el mis- mo Dr. Philippi en ámbas descripciones parece sospechar sus (13) Ibid., páj. 30. (14) Ibid., páj. 30. afinidades sin darse cuenta de la causa esterna de las diferen- cias que desviaron su criterio i que ya hemos mencionado. NÚM. 14 Mus nigribarbis (15)=Oryzomys longicaudatus El autor ha observado que es diferente de Mus trichotzs o sea Akodon olivaceus pero no se ha fijado que es igual a Mus Phi lippi de Landbeck o sea Orysomys longicaudatus hasta en los bigotes negros, segun la misma descripcion de Landbeck, a pe- sar de que no tiene importancia esta circustancia para la clasi- * ficacion de un roedor que tiene tantos caractéres suficientes para clasificarle sin error, como la coloracion, las orejas, la cola lar- ga, las.patas posteriores mucho mas largas de los brazos, etc. NÚM. 15 Mus Germain (16) =Akodon olivaceus Pregunta el autor «será esta rata una simple variedad de Mus Rengger? Waterhouse». Sabemos que dicha especie es 4%o- don olivaceus 1 podemos contestar que no es una variedad, sino la mismísima especie. Observa que «en los lados hai algunos pe- los con la punta blanca». No son mas que los pelos del vientre que en este ejemplar suben mas hácia el dorso, por la sencilla razón que el embalsamador ha rellenado mucho al ejemplar i que lo ha montado en posicion sentada, encontrándose los de- mas ejemplares de la especie, que figuran con tantos diferentes nombres específicos, montados en posicion afirmada en sus cua- tro patas. Dice que no encuentra que los pelos «sean anillados», pero no es otra cosa esta espresion usada por Waterhouse que un modo de describir que los pelos, cuya base es plomo os- (15) Ibid. páj. 30. (16) Ibid. páj. 32 curo, tienen antes de la punta una faja canela oscuro en el lomo, i la punta mas oscura. Tampoco vale la diferencia que quiere establecer por no ser «las orejas pobladas por adentro 1 por afuera de pelos del mismo color del dorso». Estos pelos son bien visibles i solo faltan en una gran esten- sion de los orejas por haberse caído, cosa que se nota al mas li- jero exámen. Núm. 16 Mus saltator (17) =Oryzomys longicaudatus Ni en la descripcion ni en las medidas se encuentra nada que no pudiera aplicarse a Oxysomys longicaudatus 1 el ejemplar pre- senta todos los caractéres de dicha especie. NÚM. 17 Mus lutescens, Gerv. (18)=Mus rattus En fecha 20 de Julio de 1906 me escribió el señor Oldfield Thomas, de fama mundial como el mejor entre los mamálogos actuales, lo que sigue: Mus lutescens, Gerv. is neither more nor less than one of «the grey forms of Mus rattus. 1 have seen the type in Paris». (Mus lutescens, Gerv. no es ni mas ni ménos que una de las formas plomas de Mus rattus. He visto el ejemplar que forma la base de la especie en Paris). El Dr. Philippi observa que XZus Phzlippzi (sabemos que es Oryszomys longicaudatus) tiene un color parecido, pero las orejas menores i la cola mas larga. Se ve cuán poco se fija en lo que afirma: en páj. 26 da por Mus Phelzppiz: longitude auris, 16 m/m.=15%, len páj. 34 por Mus lutescens: longitude auris, 1 YO 00 (17) Ibid. páj. 32. (18) Ibid. páj. 34. ¿Así que resultaría que 16 es menor que 11 1 15% son me- nores que 7.2%? NÚM. 18 Mus amblyrrhynchus (19)=0Oryzomys longicaudatus Dice el autor «tiene la cabeza proporcionada» ¿que signifi- carán estas palabras? «i el hocico mui grueso ¡ obtuso», lo cual es Otra hazaña del embalsamador. Llama la atencion una can- tidad de caractéres sin importancia, como los pelos de las ore- jas, cuya mayor i¡ menor frecuencia es, en jeneral, cuestion de mejor o peor preservacion de los ejemplares estudiados, siempre despues de embalsamados. Dice que los pelos que tapan las uñas, (cosas que en ejemplares frescos o bien colectados se ob- serva enla mayoría de los roedores chilenos i de otros paises tambien) recuerdan al jénero Ctenomys. Hasta cierto punto, po- dria hacerse tal afirmacion, pero esto haria pensar que en las demas espeeies con iguales caractéres en este respecto, esto fuera diferente. Dice que «los pelitos blancos dirijidos hacia abajo que hai en el labio superior i la barba, me parecen mas largos que en las demas ratas». Es queen el labio superior ha observado un pedazo de algodon blanco del relleno que se asoma. Del resto, nada le habria costado medir el largo de los pelos de la barba a los cuales siempre parece dar tan grande importancia, para convencerse que no es mayor que en muchas otras «especies» suyas. NÚM. 19 Mus brachitarsus (20)=Akodon longipilis Esta vez ha acertado con decir que el hocico de esta especie es «bastante agudo». Dice que el tarso «mide 6 m/m. ménos (19) Ibid. páj. 36. (20) Ibid. páj. 37. 7 que la distancia del hocico a la oreja». Efectivamente, la piel de la cabeza ha sido desproporcionalmente estirada por el embal- samador 1 ha producido este fenómeno, que tanto le llama la atencion al autor. Ignoro adonde se encuentra descrito el xs brevicaudatus con cuya «especie» está comparado aquí este ejemplar que tiene el color, pelaje, proporciones i todo, de un Arodon longiptlis típico. NÚM. 20 Mus nasica (21) =Akodon olivaceus Aquí habla de la «frente cóncava». El embalsamador ha di- rijido el hocico algo para arriba, dándole al ejemplar que es un Arkodon olivaceus indudable, una cara de perro. Le compara con un Mus commutatus que no se describe en la entrega 14-a, e lg- noro si en otra parte. Dice que el hocico «amarillo recuerda al Mus xanthorhinus», es decir al Akodon xanthorhinus (Philippi dice xanthorrhimus). He embalsamado en Magallanes varios ejemplares de dicho roedor i puedo asegurar que no se parece en nada el color, al del ejemplar de que aquí se trata. NÚM. 21 Mus campestris (22) =Phyllotis Darwini Al enviar el año pasado un ejemplar de P/y1/ot¿s Darwznz, al entónces Director del Museo Nacional de Santiago, Dr. Federico Philippi, este señor reconoció, inmediatamente, que era idéntico a este Mus campestris, 1 el Dr. R. A. Philippi lo está diciendo tambien con compararlo a su Mus Segethz, que, como hemos (21) Ibid. páj. (22) Ibid. páj. ¡SOS) 52 visto, no es tampoco otra cosa. Pondera el largo de los pelos finales de la cola, hasta querer colocarlo en el sub-género Rhipz- durus. Raro que no haya observado este carácter en todos los ejemplares de Phyllotis Darwznz, a los cuales dió tantos nombres específicos. NÚM.. 22 Mus griseoflavus (23) =Phyllotis Darwini Lo compara el autor con Mus musculus, aunque solo en la forma del cuerpo i del hocico (embalsamado, se debe suponer). Con el mismo derecho podria comparar todo roedor pequeño con dicha especie. La descripcion deficiente se debe, indudable- mente a que el ejemplar le ha sido enviado en alcohol, sacado i embalsamado, i despues descrito. Los pelos de la cola de P/y- llotis Darevínz, que en otros ejemplares encontró abundantes el Dr. Philippi, en éste los encuentra raros, 1 solamente, lo dice, porque no toma en cuenta que con la accion del alcohol que- daron mui pegados a la piel de la cola estos pelos i el embal- samador no cuidó o no pudo cuidar de que recuperasen su posi- cion natural. NÚM. 23 Mus ruficaudus (24) —Akodon olivaceus Aunque el autor haya dicho al principio Chzle, sine ¿ndicatio- ne ulteriore, encuentro en la etiqueta la designacion: Prov. O'Higgins. Este ejemplar tambien ha estado en alcohol, pero el color del pelo no difiere mucho del natural a la especie; de todas maneras no es permitible llamarlo ozo, como lo hace el autor. (23) Ibid. páj. 55. (24) Ibid. páj. 40. — U00 —= Distingue entre el color de las patas posteriores i anteriores, pero ámbas son algo sucias 1, en realidad, su color es idéntico. Describe minuciosamente el color de los bigotes sin mucho tino, distinguiendo, como tan frecuentemente lo hace, el color de los pelos del lado izquierdo del de los del lado derecho. Luego cuenta los que le parecieron mas negros en un lado ¡los que le parecieron blancos en el otro (me refiero al lado izquierdo), en que todavia se distinguen manchas de la pasta arsenical con que se preparó el ejemplar. Es sumamente probable que tambien aquí el color ha sido descrito a causa de estas manchas que pueden haberse estendido por todo el pelo de un lado. Hace observaciones sobre el cráneo, que no puedo controlar, por no habérseme mandado el cráneo, pero no me parece que tengan importancia. ; NÚM. 24 Mus fusco-ater (25) —Akodon longipilis, juv. En el testo pregunta el autor: /Zabztat? Sin embargo, en la misma etiqueta se le contesta «Quinta Normal, Santiago», como decir en la misma casa del autor. Tan inexacto como en su pre- gunta, se manifiesta el autor en las medidas tomadas. Este ejem- plar de Akodon longzp2lzs, bastante jóven, no puede haber medido nunca 85 milímetros de la punta de la nariz hasta la raiz de la cola, aun tomando en cuenta que el autor confiesa tomar sus medidas siguiendo todas las curvas (del animal embalsamado, se entiende), por lo cual sus medidas nunca servirán de comparacion con las de otros mamálogos, quienes las toman de la manera correcta. A lo sumo puede haber medido unos 70 milímetros. A pesar de haber sido cazado cerca de la casa del autor, se nota que ha tenido el ejemplar en alcohol, ántes de embalsamarlo; con lo cual queda el pelo mui mal presentado, reconociéndose (25) Ibid. páj. 45, ved MO a sin embargo los colores, el largo, etc., característico de Akodor longipilis. El mismo autor dice «los pelos son bien recostados, lo que no podrá ser atribuido al alcohol en que el animal se habia conservado». Siento contraducirle, pero precisamente a esta causa debe ser atribuido 1 lo será por cualquiera persona que haya observado casos parecidos, NÚM 25 Mus pachycephalus (26) =Reithrodon cuniculoides, juv. Nada de especial puede decirse de la descripcion, que corres- ponde bastante bien a la de un ejemplar mui jóven de Kezthrodorn cuniculoides, bastante comun en Magallanes. Se reconoce como tal a primera vista, a pesar de haber el tiempo desteñido algo su color, que en los animales jóvenes suele ser mas oscuro que el de los adultos. NÚM. 26 Mus diminutivus (27)=0Oryzomys longicaudatus, juv. El ejemplar, a primera vista, es de un animal sumamente nuevo, por las patas posteriores largas, la cabeza grande, etc., aun tomando en cuenta lo exajerado de estos caractéres por la mala embalsamacion, aumentado por la dificultad de tratar un cuero tan delicado como lo es el de un animalito jóven. Como en todos los ejemplares en que el Dr. Philippi llama la atencion a lo que él llama «p2/s appressis», este ejemplar ha estado en alcohol ántes de ser embalsamado, i¡ como lo he observado con frecuencia, el pelo de animalitos nuevos que, en jeneral, son mas oscuros que el de sus padres, se destine mas luego en alcohol. (26) Ibid. páj. 42. (27) Ibid. páj. 43. DA AR Del resto, el color del pelo no es mucho mas claro en color del de un Orxyzomys longicaudatus normal, especialmente toman- do en consideracion los años que ha estado espuesto-a la luz. Felizmente, el cráneo, aunque roto, 1 sin preparacion ninguna, deja ver que la denticion recien empieza su desarrollo. Sin em- bargo, el primer molar de la mandíbula superior deja ver clara- mente los plegues de esmalte bien incisos hasta la línea mediana de la muela, como en todo Oryzomys. Las dimensiones son fal- seadas por la embalsamacion, pues un cuero tan delgado se estira mucho, i la cola, a pesar de no ser en los animales nuevos de la misma proporcion con respecto al cuerpo que en los adul- tos, en vida ha estado del mismo o mayor tamaño que la cabeza 1 el cuerpo juntos. La observacion del autor que la cola, despues de seca, deja ver los pelos formando «verticilos levantados» es bastante injé- nua, pues toda cola peluda, dejando las vértebras del esqueleto dentro, como se ha hecho en este caso (costumbre mala en un embalsamador) daria este efecto. Valparaiso, 21 de Octubre de 1910. JoHn A. WOLFFSOHN (Contínuara) AS TERATOLOJÍA ANIMAL CATÁLOGO ILUSTRADO I DESCRIPTIVO ANOMALÍAS ORGANICAS CONSERVADAS EN EL MUSEO NACIONAL POR BERNARDINO QUIJADA [B. I CONSIDERACIONES PRÉVIAS La historia de las anomalías 1 monstruost- dades orgánicas o irregularidades de confor- macion del cuerpo animal, constituye la materia de la Zeratolozza, así como la demostracion del mecanismo segun el cual se producen las mis- mas, forma el asunto de la 7eratojenza. Cuando las anomalias no. comprometen la existencia de los animales en que residen, alcan- zan éstos a la edad de la reproduccion i pueden propagarse de una manera definitiva, llegando a serlos individuos anormales el oríjen o fuente de nuevas especies, que se perpetúan indefini- damente siempre que encuentren un lugar vacío en la naturaleza. Este principio, formulado en diferentes épo- cas, ha sido recientemente sostenido con tanta precision como enerjía, desarrollado i compro- bado con innumerables datos, 1 resuelto, en fin, en leyes diversas, por el naturalista holan- des Huco be Vries, estableciendo la teoría biolójica de evolucion natural de los seres orgá- nicos por mutaciones O variaciones bruscas, en oposicion a la «doctrina darwiniana de la se- leccion natural en la lucha por la vida» que admite las variaciones pequeñas, lentas 1 pro- gresivas. (1) Sin discutir el valor que corresponde a este (1) El naturalista HUGO DE VRIES,—que, ocupado durante 20 años en esta clase de estudios, ha logrado comprobar su «/eoría de las mutaciones» con la crea- cion esperimental de nuevas especies de plantas, es- pecialmente del jénero Oenothera (Don Diego de la Noche) de las Onagrariáceas, —ha establecido las si- guientes cuatro leyes del proceso jeneral de la evo- lucion orgánica: 1.2 Las especies nuevas aparecen súbitamente 7 las alteraciones de formas, producidas así de un modo tan violento, se hacen hereditarias como muchas enferme-- dades. 22 Las nuevas especies aparecen al lado de la fuente principal 2 se desarrollan con ella. 32 Las nuevas especies que se forman por via tera- tojénica muestran inmediatamente una constancia ab- soluta, conservándose como tipos fijos e invarzables. 4.2 Las mutaciones o variaciones bruscas se efec tuan en todos sentidos. Teratolojía. Lámina I _Megalocephalus polycerus, Gurlt CARNERO U OvIES ARIES, L. SOME, M nuevo factor trasformador de las especies, ni buscar las causas que, perturbando el desarro- llo, ocasionan las formas anómalas, pasaremos a la modesta tarea de catalogar 1 denominar las anomalías orgánicas conservadas en el Museo Nacional, despues de dar a conocer la clasif- cacion al por mayor de las mismas. Las anomalías animales que vamos a consi- derar son de dos clases, atendiendo a la divi- sion que de ellas hace Istboro GEOFFROY SAINT- HiLarrE, naturalista frances que fundó la Tera- tolojía animal a principios del siglo pasado. De una parte, las Anomalías símples o He- materias, que son jeneralmente conjénitas 1 no se separan sensiblemente de la conformacion habitual del cuerpo de una especie animal. De otra parte, las Anomalías graves, las cuales pertenecen a su vez a tres órdenes: o las vísceras cambian de situacion relativa por trasposicion /heterotaxtas), o se reunen en un sólo i mismo individuo los órganos sexuales masculinos 1 femeninos /hermafrodisimos), o el organismo ofrece, en fin, una irregularidad de conformacion estraordinaria (monstruosidades). rr PRINCIPALES DIVISIONES De todas estas categorías teratolójicas coor- dinadas 1 subordinadas, hemos de ocuparnos siguiendo el órden que dejamos estampado, — 108 — pero sin entrar en detalles que no convienen a nuestro propósito, I. Clase.—Anomalías simples o Hemiterias En todas partes, tanto en el hombre como en los animales, es fácil encontrar esta clase de Anomalías simples, i para los observadores superficiales los individuos que las presentan, pasan muchas veces como seres de conforma- cion normal. Para principiar con la especie humana, son ejemplos de Anomalías simples o Hemiterias en su mayor sencillez, los 72zgantes 1 los prgneos, o vicios de conformación por aumento o dismi- nucion jeneral, respectivamente, del volúmen del cuerpo, lo mismo que la adzposidad jenerad o hipertrofia mas o ménos estendida 1 conside- rable del tejido adiposo o de la grasa. A esta misma categoría de Anomalías sim- ples del cuerpo humano, pertenecen: La AHidroraques o anomalía de la columna vertebral, cuya consecuencia es la abertura permanente de varios arcos vertebrales. La IMicrocefalia 1 Macrocefalía o anomalías por pequeñez exajerada o ensanchamiento con- siderable del cráneo. La /idrocefalia, caracterizada por el gran volúmen del cráneo cuya cavidad está en gran parte llena por una abundante cantidad de se- rocidad. El lZacrostoma, llamado tambien Labzhen- Teratolojía. Lámina II Brachygnathismo superior, G. S. H. TERNERA ÑATA O Bos TAURUS, L. CHILE == Uñil — dido, Labzo leporino, o mejor Cheuto, chilenismo de palabra que con toda propiedad se aplica al que, por vicio de conformacion orijinal, tiene el labio superior partido. El Patuleco 1 las Manos torcidas, cuyas arti- culaciones están de ordinario ankylosadas, o sea inmovilizadas o cuando mas con movimien- tos sumamente difíciles. La Ectrodactilia ¡la Polidactilia, o sea la disminucion o aumento, respectivamente, del número habitual de los dedos de las manos i de los piés en el hombre (Familias humanas con cuatro dedos en cada mano i en cada pié i otras con seis 1 siete). La Megalodactilia o hipertrofia conjénita de los dedos, la braguzdactilia o ausencia de una o mas falanjes de los dedosi la Szdactilza o anomalía por fusion o soldadura anormal de los dedos. El 4/bímismo 1 el Melanzsmo o anomalías de la piel caracterizadas por la falta o abundancia, respectivamente, de la materia colorante o pig- mentaria. La Alopecia 1 la Hipertricosís o ausencia 1 desarrollo exajerado, respectivamente, de los pelos; 1 El Estrabismo o desviacion de los ejes óp- ticos que impide la vision normal por mala disposicion de los músculos. Entre las anomalías simples esternas se co- locan tambien los casos de regresiones atávicas, o sea la singular reaparicion, en un animal, del —= MU12 == tipo primitivo de sus antepasados o de sus partes. Las mas interesantes formas atávicas en la especie humana, se refieren a la existen- cia de hombres caudados o con cola provista de vértebras, de individuos con la cara i el cuerpo totalmente cubiertos de pelos largos 1 tupidos 1 de mujeres portadoras de mayor nú- mero de tetas (Polismatza), hasta tres pares a veces, colocadas en dos filas diverjentes, tal como se vé en otros mamíferos polimamelona- dos. Es curioso observar que el atavismo de esta última clase puede aparecer tambien en los individuos del sexo masculino. —-Si del exámen esterior del cuerpo humano, pasamos al de los órganos internos, encontra- mos anomalías simples: Por atrofia o desarrollo exajerado de los huesos maxilares (Braguiñatismoi Pronatismo). Por ausencia, soldadura, ankylósis o bifur- cacion de la lengua. Por imperforacion de la boca. > » del exófago. » » del ano. » persistencia de una cloaca. » extroversion de la vejiga. » situacion anormal de las hendiduras de la uretra, pudiendo estar: a) En la parte dorsal del pene /2p75padzas). 6) Debajo del mismo i léjos del glande /%z- pospadias). —Despues de las precedentes consideracio- Teratolojía. Lámina III Brachygnathismo superior, G. S. H. PeErrRO O CANIS FAMILIARIS, L. Cua 4 DN Ñ e D yy No: E ys ale Je nes jenerales sobre la teratolojía humana, nos toca denominar i describir los ejemplares con anomalía de esta clase que posee nuestro Mu- seo en forma clasificable. Estos son: 1.—Megalocephalus polycerus, Giirlt. CARNERO DOMÉSTICO U OVvIES ARIES, L.— CráNeEO.—Muestra este cráneo una anomalía de número, pues tiene cuatro cachos contor- neados mas o ménos en espiral, con la super- ficie interrumpida por rodetes trasversales 1 colocados simétricamente, siendo los superio- res mas largos i gruesos que los inferiores. Se ha llegado a obtener, por medio de la fijeza de esta anomalía de número, una raza de carneros con cuatro cuernos simétricos que se designan en Chile con el sobrenombre de /WZe- lihuacos. (Lám. 1. 2.—Brachygnathismo superior, G. S. H Toro ÑaTO O Bos TaURUS, L.—$ J. CráÁ- : NEO.—Este cráneo presenta como caractéres anormales la desigualdad de las mandíbulas i la brevedad'excesiva de los huesos de la nariz. En efecto, la mandíbula inferior sale hácia adelante de la superior, i los huesos de la nariz són tan cortos que no pueden articularse con los maxilares ni con los intermaxilares, estando completamente separados de los primeros por las piezas lagrimales, que normalmente forman Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). — 116 — parte de los contornos óseos del orificio ante- rior de las fosas nasales. (Lám. II). Es curioso observar que esta disposicion anómala, aparecida por primera vez por varia- . cion brusca, haya podido dar oríjen a una raza bovina con esta irregularidad de conformacion por haberse hecho hereditaria con o sin el con- curso del hombre. Los animales de esta singular «Raza bovina de Vacas ñatas» fueron observados por primera vez en la América del Sur i descritos por los naturalistas europeos LacorDAIRE 1 DArwIx. Hablando el primero en 1833 de dicha raza se espresa de este modo: «Existe ademas en las pampas Arjentinas una variedad constante que se distingue de la raza ordinaria por su talla ménos elevada, sus formas mas rechon- chas i sobre todo por la cabeza, que es reco- jida i con el hocico aplastado». I el ilustre Darwin, que la observó una vez en la provincia de Buenos Aires escribió lo si- guiente en su «Viaje alrededor del mundo» (1852): «La raza es bien definida i un Toro ñato 1 una Vaca ñata producen invariablemente Terneros zZatos». 3.—Brachygnathismo superior, G. S. H. Perro DOGO O CANIS FAMILIARIS, L.—CRá- NEO. — Notable tambien por la desigualdad de las mandíbulas, pero la anomalía en él es ménos pronunciada que en la vaca ñata, Teratolojía. Lámina IV Heterotaxia o inversion visceral en el Hombre [a, corazon; —6, hígado; —c, bazo; —d, apéndice vermiforme del ciego] ES / Í l i pues, si bien es cierto que los huesos de aquel están modificados en sus formas 1 proporciones, hai que notar que no han perdido sus conexio- nes normales. (Lám. ID. Es este otro caso que habla en favor del oríjen teratolójico de las razas 1 variedades. 4, —Prognathismo superior e inferior, (Caio, Jas ZORZAL O TURDUS FALKLANDICUS, OQ. G.— 2 ApuLra.—El pico de este Zorzal presenta un encorvamiento 1 un desarrollo exajerado de las dos mandíbulas, anomalía que se designa de una manera jeneral con el término de pro- gRAthiISMO. 5.—Alopecia total, G. S. H. Laucta o Mus muscuLus, L.—% ApuL- TO.—La alopecia total y ausencia completa de pelos en toda la superficie del cuerpo, es una curiosa anomalía frecuente sólo en cier- tas razas de animales domésticos, como el Pe- rro desnudo de la China, por ejemplo, i acci- dentalmente puede presentarse en el Caballo, en la Vaca i en el Raton, como lo prueba la Laucha totalmente desprovista de pelos con- servada en nuestro Museo. Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). 6.— Albinismo jeneral a) Raton o Mus decumanus, Pall.—Santia- go, 1897. 6) Laucha o Mus musculus, L.—Santiago. c) Golondrina o 7 aebeneta leucopyga, Me- yen. —Santiago. d) Diíuca o Diuca grisea, Less.—Santiago. e) Tenca o Miímus thenca, Mol. J) Loiwca o Leistes superciliaris, Bp.—9 , Santiago. g) Zorzal o Turdus falkelandicus, O. G— Santiago, 1869. (4). .TLordo o Curaeus aterrinus, Kitl— $, Santiago, 1857. 2) Tórtola comun o Zenarda maculata, Vieill. — Santiago. hs 7) Tagua o oli ardesiaca, Tsch.—San- tiago, 1857. %) Pato jergon grande o Dafila spinzcauda, Vieill — 2 , Rancagua: Los mamíferos 1 aves supramencionados 1 otros, muchos que pudiéramos citar como per- tenecientes a .la coleccion jeneral- del Museo, presentan todos los caractéres del albimismo jeneral, que es una variedad anormal de colo- racion caracterizada por la ausencia absoluta de pigmento en la totalidad del cuerpo. Como la falta de materia colorante o pig- mentaria en los individuos a/bznos o caquerla- cos se estiende tambien a los ojos, resulta que Teratolojía. Lámina V Hermafroditismo glandular lateral Langosta de Juan Fernández o Palínurus frontadis, M. E. (Cara iñferior) CHILE el iris de estos órganos no presenta color o parece rojo, debido a que en tal caso los vasos sanguíneos finos o capilares son visibles por trasparencia. A la inversa del albinismo, la anomalía de la piel que se designa con el nombre de »e/a- mesmo se caracteriza esencialmente por la pre- sencia de una cantidad mas o ménos abun- dante de pigmento. 7.—Bifurcacion caudal a) Lagartija o Liolemus chilensis, Less.— J., Puerto Montt. 6) Lagartija o Liolemus cyanogaster, D. B.—Valdivia, 1862. c) Lagartija o Liolemus pictus, D. B.— Puerto Montt. La Bifurcacion caudal o division de la cola Dl en forma de horquilla, que puede ser el resul- tante a). tado de una modificacion impresa al organismo por una serie de cortes accidentales o intencio- nales en el órgano afectado, es una anomalía frecuentemente hereditaria en las Lagartijas, pu- diendo observarse como se continua la bifididad hasta tres, cuatro ia veces mas jeneraciones. 8.—Anomalía numérica ESTRELLA DE MAR O ASTERACANTHION AURAN- “an Salon Central) Es- s » , / TIACUS.— La anomalía de número en los brazos tante a). de las Estrellas de mar es comunísima. En efec- to, no es raro encontrar enla arena de las playas ejemplares con seis 1 siete radios, 1 con mas frecuencia se descubren en las partes peñasco- sas 1 en las pozas formadas en las bajas mareas algunas que tienen cuatro, tres o un brazo so- lamente, en cuyo. caso suelen mostrar peque- ños apéndices braquiformes que empiezan a nacer. Reciben entónces las estrellas de mar anómalas por disminucion de sus radios, el nom- bre de Cometas. II. Clase. —Anomalías graves Estos vicios de conformación, que son mul contra el órden de la naturaleza, comprometen la vida del animal en que radican cuando opo- nen obstáculos a cualquiera de las grandes fun- ciones de la nutricion (dijestion, circulacion, respiracion 1 escrecion). Deben ponerse aparte: A.—Las Heterotaxias Son las anomalías conjénitas por inversion de las vísceras, de modo que las derechas se vuelven izquierdas 1 vice-versa. (Lám. IV). No poseemos todavía en este Museo ningun ejemplar teratolójico heterotáxico, lo que no es raro, pues de esta clase de anomalía, mui escasa en el, hombre, solo se conoce un caso auténtico: el encontrado en un caballo viejo de diseccion en 1854. Teratolojia. Ñ Lamina VI Hermafroditismo glandular lateral Langosta de Juan Fernández o Palínurus frontalis, M. E. (Cara superior) CHILE mE E A A > B.—Los Hermafrodismos, ditismos Son las anomalías que consisten en la coexis- tencia en un solo i mismo individuo de los ór- ganos sexuales masculinos 1 femeninos. Pudiéndose decir de una manera jeneral que los animales que gozan de locomotividad son unisexuales, la presencia en ellos de los dos sexos constituye casi siempre un caso tera- tolójico de hermafrodismo. Sirva de ejemplo ¡ prueba el caso de: 9. —Hermafroditismo glandular lateral, CASE LANGOSTA DE JuAN FERNÁNDEZ O PALINURUS FRONTALIS, M. E.—%Y ADuLTa.—Como el ani- mal es en jeneral de simetría bilateral, ofrece la forma de hermafroditismo glandular lateral, porque el lado derecho de su abdómen contiene la glándula sexual femenina (=poro jenital 2 en el borde interior del Zercer artículo abdomi- nal) i el izquierdo, la glándula sexual masculina (=£0r0 jenital * en el borde interno del quinto artículo, ocupando así el lugar típico para el ma- cho), como puede observarse por la inspeccion de la parte ventral de la cola, portadora de cuatro patas bifurcadas,—como se encuentra en la hembra de nuestra Langosta de Juan Fer- nández,—solo en el costado que mira hácia la diestra, suponiendo el ejemplar de espaldas, tal como está colocado en el estante. Gran Salon Central (Es- tante A). — 128 — El ejemplar con esta anomalía que posee nuestro Museo fué descubierto i descrito por el Dr. don Otto Birger, quien se espresa de este modo: «Uno de los pescadores de la Isla Masatie- rra, me entregó el carapacho de una Langosta, conservada en una solucion de sal, que presen- taba el raro fenómeno del hermafroditismo la-- teral en un grado eminente. (Láms. V 1 VI. Se trata de un ejemplar adulto que mide, desde la frente hasta el borde de la aleta cau- dal, 34,5 cm. En. su mitad izquierda nuestro individuo es hembra; en su derecha, macho. Se sabe que las langostas son de sexo. separado como lo son, en jeneral, todos los Crustáceos. Nuestro ejemplar deja ver, tomando en cuenta primero los caracteres mas visibles, en * el lado izquierdo el poro jenital femenino en el borde interior de la coxa tercera. La vulva es mui pronunciada ¡me parece, en relacion con el tamaño del individuo, mui grande. Su diá- metro es de 4 mm. La quinta pata izquierda lleva en su estremo la tijera tan característica de la hembra de Palínzros, que muestra igual- mente un desarrollo normal i mui robusto. El lado izquierdo de la cara inferior del abdómen está cubierto por las cuatro patas bifurcadas, como se encuentra en el sexo femenino de' nuestra especie. Estas se estienden hasta sobre el lado derecho del cuerpo. Ninguno de estos apéndices abdominales muestra algo anómalo, es decir, tanto la parte esterior foliácea como la parte inferior estiliforme, poseen el mismo as- pecto i la misma organizacion como en una hem- bra normal, i no presentan ninguna reduccion. En el lado derecho hai solo caractéres mas- culinos. Aquí vemos el poro jenital masculino en el borde interior de la quinta coxa, ocupando así el sitio típico para el macho. Tambien es bien desarrollado. La quinta pata derecha lleva una uña sencilla. El ramo interior falta a los cuatro apéndices en el lado derecho del abdó- men, el esterior representa una hoja casi oval “que no'se distingue de ninguna manera de la misma parte del macho. Una mirada al dorso de nuestra Langosta permite reconocer inmediatamente que está formada por dos mitades de sexo diferente. El carapacho dorsal del abdómen masculino es relativamente mas angosto 1 mas convexo que en la hembra. Las espinas laterales están dirijidas en el macho mas hácia abajo, pero en la hembra mas hácia el lado. Ademas, las es- pinas i las partes adyacentes del carapacho dorsal, son mucho mas desarrolladas en el sexo femenino que en el masculino. ' Todas estas diferencias sexuales tan mani- fiestas se notan tambien en nuestro hermafro- dita lateral a primera vista. El lado derecho con su declive pronunciado difiere considera- blemente del izquierdo que tiene poco declive. Las espinas derechas sobresalen apénas cuando se'mira el centro del dorso. La diferencia res- pecto del tamaño entre las espinas derechas e 9 izquierdas es enorme; por ejemplo la espina izquierda del cuarto segmento abdominal mide 31,5 mm., pero la correspondiente derecha solo 21 mm. Nuestro caso de hermafroditismo lateral pre- senta por sí mismo un fenómeno especial, por- que no sigue la regla jeneral. Se sabe que la langosta masculina es siem- pre mas grande que la hembra. Tal diferencia sexual en el tamaño se nota naturalmente de un modo correspondiente en los casos de her- mafroditismo lateral, lo que prueban añte todo las mariposas de esta organizacion. (1) Deberíamos esperar por esto que en un Pa- linuras lateralmente hermafrodita, el lado dere- cho fuera mas enérjicamente desarrollado. En nuestro hermafrodita lateral sucede lo contrario. La mitad femenina no solo es mucho mas ancha sino tambien mas larga que la mitad: masculina. El lado derecho del cefalotórax es casi un cen- tímetro mas corto que el izquierdo, 1 todavia mas considerable se muestra esta diferencia en el abdómen. Vemos que los escudos laterales del pecho son mucho mas pequeños en la mi- tad masculina que en la femenina, 1 notamos que en el escudo mediano del esternon, el lado izquierdo es mas largo que el derecho. Por eso la línea média se ha desviado esencialmente (1) En las mariposas sobrepuja la hembra al ma- cho en tamaño, 1 por consiguiente se observa que el lado femenino es mas grande que el lado masculino en los individuos con hermafroditismo lateral. Teratolojía. Lámina VII Sycephaliano synoto, G. S. H. CERDO O SUS SCROFA, L 2 J. CHILE — hácia el lado derecho 1 por esta causa tambien aquella cavidad se encuentra siempre en un in- dividuo normal en el medio, entre el cuarto par de los escudos del pecho. El animal se divide en dos mitades asimétricas 1 el crecimiento di- ferente de las dos mitades del cuerpo ha tenido como consecuencia que el abdómen se encor- vara de una manera mui notable hácia el lado derecho. La asimetría de las dos mitades del cuerpo está considerablemente aumentada por el ta- maño diferente que poseen casi todos los apén- dices del lado derecho e izquierdo. Si hai una diferencia pequeña en el largo de las primeras antenas, es dudosa, porque las puntas han sido quebradas. Sus miembros basales no muestran ninguna diferencia. Pero las antenas segundas del lado masculino son un poco mas largas i gruesas que las del lado femenino. Lo contrario se ve en los aparatos masticadores que son sin escepcion mas largos 1 gruesos en la mitad fe- menina que en la masculina. Especialmente llama la atención la diferencia entre el último par de las patas masticadoras; la izquierda tiene de largo 127 mm., pero la derecha sólo 104 mm. Los cinco pares de las patas ambulatorias tienen las medidas siguientes: 5 Mitad Q Mitad 239 mm. 2231 MID: 204. 1 ADA 30422990» A 134 ES 5 Mitad Q Mitad NADAR o 262 mm. 258 mm. O O SS 193 >» DANA Se ve, pues, que las estremidades de la mi- tad masculina sobrepujan en jeneral a las de la mitad femenina en el largo, escepto el último par. Con escepcion de esta estremidad que se muestra tambien en el lado izquierdo mas des- arrollado 1 de la primera pata ambulatoria que se encuentra en el lado masculino no sólo mas larga sino tambien mas gruesa, son las otras en cada lado casi de igual espesor. El poco desarrollo de las cuatro patas primeras en el lado izquierdo i que no armoniza con el menor crecimiento de esta mitad, se esplica bastante satisfactoriamente. Las patas ambulatorias del macho del Pa/nzaus son siempre mas largas 1 gruesas en la hembra, 1 la diferencia entre la mitad masculina i femenina de nuestro herma- frodita lateral, debiera ser mucho mayor a favor de la primera, si nuestro ejemplar representara un caso normal de hermafroditismo lateral. Es- pecialmente la diferencia que existe entre ma- cho 1 hembra respecto del tamaño del primer par de las patas ambulatorias, es en nuestro individuo igualada por el desarrollo mayor de la mitad femenina. Sin embargo, se puede reconocer la primera pata izquierda como femenina, a primera vista, por el desarrollo menor de las espinas. Como un hecho enigmático queda el desarrollo mayor de la quinta para femenina, considerando que h qe ésta en la hembra normal no es mas grande que en el macho, no obstante la forma espe- cial de su pié. La aleta caudal es en nuestra langosta her- mafrodita considerablemente mas ancha i larga en el lado femenino que en el masculino. Este desarrollo diferente se estiende aun a la pieza del medio que, a consecuencia de esto, es com- pletamente asimétrica; pues mide desde la línea del medio, que es marcada por una hilera de espinas, hasta su borde izquierdo 21 mm., 1 hasta el derecho solo 18,35 mm. Si suponemos que el hermafroditismo late- ral es causado por una nueva fecundación de una de las 2 células en que ya se habia divi- dido el huevo, entónces debemos aceptar en nuestro caso, que la primera fecundacion oriji- nó el sexo femenino de nuestro individuo i que la nueva fecundacion de la célula derecha del huevo orijinó el desarrollo de una mitad dere- cha masculina. Por eso considero que el sexo femenino de nuestro individuo es el primitivo, porque muestra un desarrollo considerable- mente pronunciado». C.—Las Monstruosidades o Mónstruos propiamente dichos Como tuvimos ocasion de ver precedente- mente, se aplica este nombre a toda desviacion irregular considerable de la conformacion habi- tual del organismo. Gran Salon Central (Es- tante A). — 136 — I.—Si las monstruosidades no presentan mas que los elementos de un sólo individuo, se de- nominan Mónstruos Unitarios. Estos pueden ser: *) Onfalósitos, esto es, sin corazon, 1 en jeneral privados de cabeza 1 con el resto del cuerpo mas o ménos incompleto. Que el Museo Nacional no posee ningun ejemplar onfalósito, debe suponerse si no se dice otra cosa. *>) Parásitos o productos amorfos cuyo cuer- po está formado por una mezcla de huesos, carne 1 pelos sin ton ni son: La observacion precedente sobre la falta de onfalósitos en nuestra coleccion de anomalías, es tambien aplicable a esta categoría de móns- truos unitarios parásitos. Autósitos, es decir, aptos para poder vi- vir por si mismos por estar dotados de casi to- dos los órganos esenciales. Poseemos un ejem- plar teratolójico de esta clase. El: 10. —Cyclocephaliano rhinocephalo, G. $. H.—CERDO DOMÉSTICO O Sus scROFa, L. — 5 J. Este chanchito, con cuerpo de pocas * carnes, tiene dos ojos juntos dentro de una sola escavacion o cavidad orbitaria comun si- tuada en la frente en la línea media de la cara. Arriba de los ojos se adelanta una trompita carnosa perforada que le comunica el aspecto de un elefante en miniatura. Lámina VIII Monosomiano opodymo, G. S. H. ' . DEE Oveja u Ovis artes, L. p Soda CHIEE ye TS le IN sE e Ae co SÓ cia] Ofrece ademas una cresta sobre el maxilar superior que está atrofiado, sin que el inferior se encorve hacia arriba como suele ocurrir cuando aborta el aparato nasal, caso que es mui común en los miembros de la familia te- ratolójica de los CICLOCEFALIANOS. TI.—Si en las monstruosidades están repre- sentados elementos que pertenecen a dos indi- viduos, reciben el nombre de Mónstruos do- bles. Nu os hai Autositarzos en los cuales los dos individuos son mas o menos iguales. Tales son: 11.—Sycephaliano synoto, G. S. H. CERDO COMÚN O Sus scroFa, L.—2 J.—En esta chanchita hai fusion de dos troncos 1 dos cabezas. (Lám. VIT. La soldadura del cuerpo se estiende desde el ombligo común hasta el pecho, resultando una caja toráxica sin vestijio esterior de dupli- cidad. La doble cabeza tiene dos caras opuestas. Una de las caras está bien conformada, si se prescinde de la atrofia de la trompa i del maxilar superior, i ofrece dos orejas en su lu- gar idos ojos cerrados, horizontales i colocados a los lados de la línea media. La otra cara tiene tambien dos orejas bien conformadas, pero parecen salir del cuello, por delante de éste, soldándose por las partes ba- sales en forma de corbata de rosa, i sus ojos, Gran Salon Central (Es- tante A) Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). tambien en número de dos i laterales, están lgualmente cerrados, pero son verticales. Nótese por lo demas, que tiene cuatro ma- nos, cuatro patas idos colas, todo perfecta- mente desarrollado, i que las pezuñas de todos los dedos están arqueadas hácia arriba. 12.-—Monosomiano opodymo, G. S. H CERDO DOMÉSTICO O Sus scroFa, L.—?2 J. La chanchita que tenemos a la vista presenta un tronco, cuatro estremidades 1 dos cabezas in- completamente soldadas. Estas muestran dos caras diverjentes, con un total de dos orejas laterales 1 cuatro ojos, de los que dos están a los lados 1 los restantes, rudimentarios, apare- cen en el centro alojados en un sola cavidad cutánea rodeada de pestañas. 13.—Monosomiano opodymo, G.S. H.. GATO COMÚN O FELIS DOMESTICA, L.—2 ]J. —En esta gatita tenemos que contemplar un tronco, cuatro estremidades i dos caras diver- jentes con dos orejas grandes situadas lateral- mente i cuatro ojos, de los cuales los dos late- rales están bien desarrollados 1 los dos centra- les son rudimentarios i colocados juntos en una depresion ocular. (Lám. IX). Véase ademas que la cara derecha es cheuta, pues muestra el labio superior partido en un grado eminente. Teratolojía. Lámina IX Monosomiano opodymo, G. S. H. Gato O FELIS DOMESTICA, L. sj CHILE sm 14.—Monosomiano opodymo, G. S. H. Vaca común Oo Bos TaURUS, L.— 2 J. La ternerita delante la cual estamos ofrece un solo tronco, cuatro estremidades, dos cuellos libres i dos cabezas, tambien separadas 1 con caras diverjentes, provistas de dos orejas 1 dos ojos cada una, todo bien conformado. Está pendiente del cordon umbilical i en el lomo muestra una fisura espinal. Este interesante mónstruo fué obsequiado al Museo, en Agosto del corriente año, por el Sr. D. Ramón BarraLes, de Santiago, 1 la necesidad de incorporarlo a la colección jene- ral dió oríjen a que el jefe de la Sección Zoo- lójica ideara i elaborara un Catálogo de Tera- tolojía. 15.—Monosomiano opodymo, G. 5. H. CARNERO U OviES ARIES, L.— ? J. En esta ovejita la cabeza es, como en el anterior, doble, separándose en dos caras distintas a partir de la rejion cervical. (Lám. VIID. Muestra tambien en el lomo una fisura es- pinal. En lo demas es todo normal. 16.—Monomphaliano hemipago, G. S. H. Vaca común O Bos Taurus, L— 2? J. CRá- NEO JEMELAR.—Como esta pieza huesosa ais- Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). Gran Salon Central (Es- tante A). lada no nos suministra el material suficiente para lograr la clasificación teratolójica defini- tiva, ni disponemos tampoco de datos que revelen el oríjen i formación del ejemplar anó- malo, lo designamos provisoriamente con el nombre preinserto, pues el surco que muestra el cráneo en su línea antero-lateral, indica la fusion en el mónstruo jemelar de dos cabezas componentes por sus partes laterales. *S) Otros son Parasitarios, es decir, los dos individuos del mónstruo doble aparecen mui diferentes en estructura i dimensiones, siendo el menor más imporfecto que el mayor i a cuyas espensas vive. 17.—Polymeliano gastromelo, GAS GALLINA COMÚN O GALLUS FERRUGINEUS, Gm. — 2 ADULTA.—Adviértese en ella una pata accesoria bien desarrollada que toca el suelo 1 está provista de cinco dedos perfectamente conformados, siendo uno de ellos desmesura- damente largo (=Megalodactihta). Esta pata suplementaria está soldada supe- riormente en la pélvis 1 se encorva hácia la ra- badilla para descender verticalmente por de- bajo de la cola. 18.—Polymeliano gastromelo, G. S. H. GALLO COMÚN O GALLUS FERRUGINEUS, Gm. — 5 apunTo.—Muestra dos patas supernu- Teratolojía. Lámina X Polymeliano gastromelo, G. S. H. GALLO O GALLUS FERRUGINEUS, Gm. J. de sexo desconocido CHILE ye ñ e Sk? coa E Ade merarias que se fijan en el lado derecho de la pelvis 1 están recojidas sobre el plumaje en la parte superior de la estremidad normal de este costado. Nótese que estas patas accesorias, mas O menos abortadas, son ectrodáctilas, pues cada una está provista de tres dedos solamente, dos bien desarrollados 1 uno rudimentario, a los cuales se agrega, en uno i otro pié, un espo- lon ofensivo de conformacion habitual. 19.—Polymeliano gastromelo, G. S. H. GALLINA O (GALLUS FERRUGINEUS, Gm.— Gran Salon ” Central (Es- J. DE sexo puboso.—Tiene, ademas de las sn a). alas, cuatro estremidades posteriores, mas o menos iguales i dirijidas en el mismo sentido. El tronco de este mónstruo se contínua en una especie de cola i tiene el abdómen abier- to por delante, dejando descubiertas las vís ceras. 20.—Polymeliano gastromelo, G. S. H. Gran Salon Central (Es- ). DE SEXO DESCONOCIDO. —Tambien con cua- tante A). (GALLINA O (GALLUS FERRUGINEUS, Gm.— tro patas situadas en la parte posterior del tronco como el N.? 19 1, lo mismo que éste, con el abdómen abierto. No tiene cola. 21.—Polymeliano gastromelo, G. S. H. GALLINA O (GGALLUS FERRUGINEUS, GÍm.— Gran Salon Central (Es- FeEro DE SEXO DESCONOCIDO.—Mui parecido al nte a). Gran Salon Central (Es- tante A). uz 148 — anterior, pero una de sus cuatros patas es tri- dáctila. (Lám. X). Ademas, está pendiente de la vesícula um- bilical 1 tiene el bajo vientre cerrado. 22.—Polymeliano cephalomelo, G. S. H. GALLINA O (GALLUS FERRUGINEUS, Gm.— 8 ADuLTo.—Lo mismo que los cinco ejem- plares anómalos precedentes, este gallo con dos espolones accesorios cefálicos, es un móns- truo polymeliano porque muestra estremidades supernumerarias, pero no colocadas en el ab- dómen como en aquellas sino insertas en la ca- beza, por lo que se incluye en la especie tera- lójica Cephalomelo. : Vése, pues, por lo espuesto, que en estos mónstruos dobles parasitarios que hemos pa- sado en revista (IN:251 7 18) 10) 207214122) el individuo imperfecto está representado sólo por uno o mas miembros que se adhieren en el sujeto principal, en una u otra rejion de su cuerpo. Damos por terminado, con estas considera- ciones, el estudio de los ejemplares teratoló- jicos del Museo Nacional. ES CONGRESO CIENTÍFICO INTERNACIONAL AMERICANO Buenos Aires, 10 a 25 de Julio de 1910 SECCION CIENCIAS JEOLÓJICAS Acta correspondiente a la sesion inaugural del dia mártes 12 de Julio de 1g1o PRESENTES Miguel R. Machado Guillo Yunge Eduardo Aguirre Justino Thierry Enrique Hermitte José C. Fuenzalida P. Scalabrini J. Dobranich F. P. Moreno Ag. Mercau Cristóbal M. Hicken Julian Romero Luis M. Torres Sra. Elina G. A. de F. Reichart Correa Morales Francisco Kúhn A. R. del Busto Ernesto Maier Alejandro Rosa Clemente Onelli G. Barrié Orlando Ghigliotto G. Negri N. Caplain En la ciudad de Buenos Aires, a los doce dias del mes de Ju- lio de mil novecientos diez, reunidos los señores adherentes a la Seccion jeolójico-jeográfica e histórica i que figuran al márjen (1), (1) En la copia del orijinal enviada de Buenos Aires figuran en el márjen los señores adherentes a la Seccion de Ciencias Jeolójicas que aquí apare- cen arriba. en el salon del Museo Mitre, calle San Martin 336, 1 siendo las 9 A. M.,, el Presidente de la Comision Organizadora de la men- cionada Seccion, ingeniero Eduardo Aguirre, inicia los trabajos 1 despues de saludar a los señores presentes propone la desig- nacion de un Presidente de Honor, siguiendo así la costumbre establecida en esta clase de torneos científicos. Aprobada la idea, se designa por unanimidad al señor injeniero Miguel R. Machado, delegado oficial del Gobierno de Chile, para presidir la sesion del dia, quien, acto contínuo 1 en medio de manifesta- ciones inequívocas de aprecio, ocupa su lugar, teniendo como Secretario al Doctor Cristóbal M. Hicken. Se da lectura a la orden del dia. El Dr. Umberto Giulio Paolz, habia prometido un trabajo titulado: «Une nouvelle classification générale mineralogique»; pero en vista de no haber recibido la Secretaría tal estudio ni estar presente dicho señor, se pasa en seguida a considerar el trabajo que los injenieros : Fulio Vatus 7 Gaston Barrie ofrecian a la consideracion de la asamblea bajo el título de «Estado de la minería en los distritos de Michicó 1 Malalcaballo». En ausencia de los autores, el señor Enrique Hermitte infor- ma detalladamente, indicando las ideas poco favorables que se tenian de aquellas rejiones mineras poco há 1 que vienen a que- dar desvirtuadas en gran parte, por el prolijo estudio que ahora se presenta. El señor Machado solicita datos mas precisos sobre la forma en que se hace la esplotacion, 1 con este motivo el señor Her- mitte detalla el método de socavones empleados i las variacio- nes de la lei de oro existente en la veta, que disminuye rápida- mente con la profundidad, notándose el pasaje casi brusco desde la superficie en que aparece el oro nativo, hácia niveles inferiores en que surje la pirita de hierro. Estas observaciones orijinan una interesante discusion en que intervienen, ademas de los señores adherentes ya citados, los injenieros Fuenzalida, Thierry i Aguirre. Se dilucidan los méto- dos de esplotacion por socavones, las ventajas de la cianuracion sobre la amalgama, la sustitucion de especies mineralójicas, la ausencia del cobre, cosa digna de atencion, por ser lo contrario la leijeneral de las minas de Chile; las ventajas del empleo de molinos de bolas, etc. Tambien la vinculacion de la mina con las rocas, inicia una discusion de alto valor científico, indicán- dose la conveniencia de hacer un estudio petrográfico bien dete- nido, que al arrojar luz sobre la formacion i edad del yacimiento, indique los rumbos mas adecuados para hacer la esplotacion. El señor Machado hace resaltar las analojías de estas minas con las chilenas a igual latitud 1 hace notar los motivos que tiene para no atribuir a la clasificacion petrográfica un valor primor- dial. El Dr. Huan Kezdel, actualmente en Europa, entregó opor- tunamente en Secretaría un estudio sobre las «Condiciones jeo- lójicas de los alrededores del Cajon del Cadillal» i a los efectos de poderio apreciar debidamente se designa al señor Thierry para que estudiándolo informe sobre él en tiempo oportuno. Acto continuo el señor Machado hace una rápida esposicion sobre el «Carbon arjentino del Neuquen», cuyo estudio lo habia cautivado desde el momento que, deslindando unas muestras recibidas, notó la riqueza de petróleo 1 de sus derivados. Hace una descripcion topográfico-jeolójica del yacimiento, da los ca- racteres de combustion del carbon, su cockificacion 1 su utilidad para producir gas 1 empleo como combustible en las locomoto- ras. Las ideas que con este motivo se cambian entre algunos señores adherentes, le lleva a establecer su opinion sobre un oríjen probable del yacimiento i su estrecha vinculacion con depósitos de petróleo. El señor Hermitte amplia estos datos citando las característi- cas de la rafaelita, llama la atencion sobre la presencia de vana- dio i la importancia que esos carbones tienen para apreciar la formacion petrolífera del país, que es mucho mas jeneral i mas estensa de lo que jeneralmente se cree. El señor Thierry men- ciona la asombrosa cantidad de amonitas que halló en las minas de San Rafael, que él trabajara personalmente, i emite la idea de que el petróleo sea debido a una transformacion de esos mo- luscos, pero el señor Machado hace resaltar que en el Neuquen no ha visto fósiles de esa naturaleza, i que esos yacimientos de- ben ser mas recientes que los anteriores. Con este motivo se estiende sobre los movimientos actuales observados en la cordi- llera, llegando a la conclusion que nuestra gran cadena no ha encontrado aun su reposo definitivo 1 que los cambios bien visi- bles que se notan en las líneas del mar, observables en el tras- curso de algunos lustros, no son sino prolongacion de esos mo- vimientos jenerales que durante el terciario la dieron oríjen. Todas estas ideas motivan un intercambio de opiniones, rico en observaciones personales i obligan al señor Fuenzalida a indicar la conveniencia que habria en establecer una clasificacion jeoló- jica especial para Sud-América, pues son notorias las dificulta- des i errores habidas 1 cometidas, al querer aplicar las ideas de Europa a nuestro continente. Como ya fuera algo tarde, se resolvió pasar a cuarto intermedio i reanudar la sesion a las 34 P. M., como efectivamente se hizo. El señor Machado, para ampliar sus ideas sobre el oríjen del carbon, presenta. a los concurrentes algunas muestras de ese mineral i el Dr. Maier, delegado de Chile, al considerarlas alta- mente interesantes, llama la atencion sobre las estrías que se notan en sus lustrosos planos de fractura i que bien pudieran ser debidas a presiones laterales i cuya dilucidacion seria de gran importancia técnica. Por estos motivos indica la conveniencia de hacer un reconocimiento local para constatar la existencia o ausencia de movimientos laterales posteriores a la formacion carbonífera, que pueden conducir a otros descubrimientos de mayor importancia quizá que el mismo carbon en sí; pero el señor Machado insiste en declarar que no ha observado despla- zamientos ni dislocamientos en el sentido apuntado, sino peque- ñísimas e insensibles variaciones que no cree deban tenerse en cuenta para la cuestion en debate. El señor Aguirre opina que el carbon se ha debido a una infiltracion orijinada en las grietas, estando aun la materia en estado pastoso, no en disolucion, pues de lo contrario se hubiera notado impugacion en las rocas adya- centes, cosa que no ha sido constatada. Se reanuda otra vez la conveniencia de una nomenclatura especial, aplicable sobre todo a los yacimientos carboníferos, análoga a la que tienen los Estados Unidos de Norte América i poniéndose esta mocion del señor Fuenzalida a discusion i dado el asentimiento jeneral se aprueba sin objecion alguna. El señor Cud A. Romero indica la conveniencia de dar una base firme a tal clasificacion, pues cree que la presencia de dos o tres fósiles no pueden jamas dar un criterio suficiente para llegar al fin deseado. El señor Hermitte declara que tal clasificacion no solo es con- veniente sino necesaria 1 pide, atendiendo la gran importancia del asunto, que se señale una sesion especial para discutirla, prometiendo ofrecer 1 presentar para entónces, algunas publica- ciones que sirvan de ilustracion al respecto. El injeniero G. Barrié da lectura al informe del injeniero Fuan Mena «Sobre la cantera de mármol», 1 que resulta tan intere- sante i completo que obligan al señor Machado ¡ al injeniero Hermitte a pronunciar palabras elojiosas para el autor de la me- moria. ; Llena de interes resulta la opinion que se establece sobre los mármoles arjentinos; debido en parte al cuarzo que contienen, ha sido hasta ahora el único inconveniente que se les ha hallado para aplicarlos tambien a la escultura. El señor Fuensalida hace una interesantísima disertacion so- bre «La lejislacion minera» i propone unas bases para llegar a la realizacion de ella, consignándose disposiciones especiales que garanten la vida del obrero con leyes mas en conformidad con los progresos liberales i humanitarios de nuestros dias. . Con unánimes muestras de aplauso se reciben estas ideas i por la discusion que se orijina entre los señores Thierry, Macha- do, Hermitte 1 el Dr. Ghiglioto, delegado chileno, se nota el espíritu altamente humanitario que domina en la asamblea i que se esterioriza de un modo irrefutable al emitir ésta el voto de que las bases para tal lejislacion sean redactadas por una comi- sion mista de técnicos 1 abogados i declarando que toda inicia- tiva que tienda a mejorar la triste condicion del obrero, está fue- ra de discusion, por tener ella como base los sentimientos de humanidad que jamás pueden posponerse a consideraciones de interes personal o egoista. Se resumen, pues, las ideas del señor Fuenzalida, que quedan concretadas en los siguientes votos: 1.2 La Seccion de jeolojía-jeografía e historia del Congreso Científico Internacional Americano, emite el voto porque las modificaciones de la lejislacion minera, en cuanto se refieren a la propiedad de las minas de combustibles, se realicen a la bre- vedad posible i que sus bases sean redactadas por una comision mista de técnicos 1 de abogados. 2.2 Recomendar a los gobiernos la reglamentacion de la es- plotacion en el sentido de asegurar la conservacion de la riqueza minera 1 la seguridad del personal obrero. El señor Claplain es relator del trabajo presentado por el inje- niero Juan Campbell titulado «Métodos económicos de rembla- yage 1 de enmaderamiento, caso en que se puede emplear ma- dera». Al señor injeniero Maier se pasa un trabajo del señor Xzca7- do Lleras Codazz1, sobre «Las minas de cobre de Columbia» para que presente sus conclusiones. Como nadie hiciera uso de la palabra, el Presidente levantó la sesion, siendo las 6 P. M. (Edo.) +. P. Moreno.—(Fdo.) Cristóbal M. Hicken.—(Edo.) Elena G. A. de Correa Morales.—(Edo.) Luzs M. Torres. Es copia fiel de su orijinal.—/VV. Beszo Moreno, secretario je- neral. ES LAS COLECCIONES DE INSECTOS COLECTORES I COLECCIONISTAS POR PHILIBERT GERMAIN Por la palabra, que aquí sirve de título, entiendo las reunio- nes sistemáticas de tantos pequeños seres que a millares nos ro- dean; para que, recojidos, preparados 1 dispuestos de un modo conveniente, nos sea posible estudiarlos, 1 conocer su biolojia, es decir: su utilidad i los perjuicios que causan. En mi opinion, las colecciones han de repartirse en dos ca- tegorias: 1.2 La que comprende los elementos, que los sabios, por sen- tirse ¡gnorantes, reunen, estudian, consultan, esperando apren- der algo sobre las leyes que rijen este mundo de enanitos. Los hombres, provistos de bastante paciencia para formar estas co- lecciones, arreglarlas, 1 disponerlas de modo a contentar sus de- seos de aprender, merecen el título honorable de «colectores», como asi mismo el respeto i la proteccion de toda persana seria 1 sensata. 2.2 La otra categoría consiste en la reunion de elementos se- mejantes hecha para recrear la vista de los ociosos, sin sacar de ellos ningun provecho ni utilidad. Llamaré «coleccionistas» los E 156 — dueños de esta clase de colecciones. 1 considero, a ellos i a los que las forman, como unos seres con el cerebro algo desequili- brado, que pierden su tiempo en realizar un trabajo sin provecho para nadie i para el cual no economizan las manias mas infanti- les, ni las ideas mas desprovistas de razon. Chile Desde el trópico hasta su extremidad, la América del sur tie- ne el borde occidental' de su parte austral ribeteado por una tira de tierra aprisionada entre mar i cordillera, larga de 600 leguas, ancha de 30 a 50, i cuya superficie es sumamente desigual. ¡Esto es Chile! En la estremidad austral de su lonjitud, este ribete recibe abundantes lluvias, está cubierto de selvas profundas e intransita- bles, i el clima es frío, pues algunos ventisqueros llegan hasta el mar. En su estremidad boréal no llueve nunca; solo una neblina es- pecial se arrastra a veces a inmediaciones del mar; el clima es cálido, i, en partes, la vejetacion ha desaparecido por com- pleto. Entre estos dos estremos la parte intermediaria presenta to- das las variaciones posibles. En el sentido de la anchura, el clima de la parte en contacto con el mar, participa de las ventajas i de los inconvenientes pro- pios a toda rejion marítima. Luego despues, i mas o ménos en medio de la anchura, se es- tiende de norte a sur una cordillera, que, cortada con frecuencia por las corrientes caudalosas que bajan de los Andes, sale mui irregular i desigual; pero que, en algunas partes alcanza a dos mil metros de altitud, o aun más. Entre esta cordillera i la de los Andes se estienden valles fér- tiles, en donde se levantan ciudades numerosas, i de los cuales la agricultura saca la alimentacion de los habitantes. Por fin, mas al Este, en medio de un desórden caótico de cum- bres i quebradas inaccesibles, corre, encima de las nieves eternas de los Andes, la línea que separa esta faja angosta de la ancha pampa del vecino. Es evidente que todo naturalista, i sobre todo los entomólo- gos, deben comprender cuánta influencia ésta topografía ha de tener sobre el clima de Chile; i que los insectos, viviendo en una rejion tan accidentada, han de presentar en gran número, estas modificaciones conocidas bajo el nombre de variedades jeográ- ficas; cuya mision evidente es de formar en la prosecucion de los siglos, especies distintas de las actuales, pero derivadas de ellas. Lo que antecede indica claramente cuánto importa que la re- coleccion de los insectos sea hecha metódicamente; i que ellos sean preparados de un modo suficiente para facilitar su estudio al sabio bastante audaz para tomarlo a su cargo. Siempre que se emprenda en Chile una esploracion entomo- lójica de algún interes con motivo de su duracion, al regreso, se ha de colocar, en cajas separadas los resultados conseguidos, agregando a cada una un rótulo que lleve: «Chile boreal»— «Chile central»—«Chile austral»—según ha sido la provincia de «Copiapó»—«Santiago»—«Valdivia»—la, cuyo territorio ha sido mas esplorado; i debe ademas agregarse a cada caja: «re- jion andina»—«rejion intermediaria»—«rejion marítima»;—se- gun la parte que se puso mas a contribucion. Pero considero como una necedad el papelito, que, pasado a un alfiler, indica, en la filiacion del insecto que lo acompaña, los nombres indíjenas de la infinidad de lugarcitos mas o ménos ig- — 158 — norados de losjeógrafos, donde tanto él como sus antepasados, han tenido:su cuna. T diré ademas, que si no alcanzo a ver claramente la ventaja que estos papelitos pueden tener para el estudio de los insectos que el naturalista recoje, no faltan ejemplos del estorbo 1 de la confusion que pueden ocasionar, sobretodo, cuando el sabio, en cuyas manos caen, no tiene los conocimientos exijidos por el ramo a su cargo, 1, por esto, ve su ignorancia puesta crudamen- te a la vista en los impresos científicos que publican sus elucu- braciones. LOS HURACANES EN CHILE POR MIGUEL R. MACHADO A un viento mui fuerte que produce frecuentemente grandes destrozos materiales 1 que se debe a una gran depresion baromé- trica, se le designa jeneralmente con la palabra de Zuracan. Esta tiene ademas otro significado para los que viven en los faldeos o cerca de la base de cerros que se encuentran en los cordones trasversales que se desprenden de la Cordillera de los Andes, en las provincias del Norte. En nuestro último viaje de estudio a aquellas localidades, se nos presentó la oportunidad de ver los efectos que hacen los huracanes, tal como lo entienden los que viven en las montañas. Estos se producen: destruyendo los terrenos arables que el hombre habia logrado formar; llevándose las casas, murallas di- visorias, árboles 1 grandes piedras que arrojan a lo léjos; los torrentosos rios son desviados de su curso natural cuando llega hasta ellos uno de esos fenómenos; los que ignoran lo que es esto, como igualmente los que no alcanzan a salir a tiempo de la zona peligrosa, son arrastrados a inmensas distancias. El 3 de Enero del presente año llegamos a la hacienda de Chillepin del señor Vicente Echavarría, que está inmediatamente al Norte del rio de Choapa. En ese vistazo rápido que damos a una localidad que por primera vez se conoce, notamos que en algunas habitaciones sobresalian del suelo la parte alta de sus murallas. — 160 — Debido a la amabilidad del señor Jorje Echavarría 1 emplea- dos superiores de dicha hacienda, pudimos obtener una relacion exacta i completamente de acuerdo con las que tanto habíamos oido en nuestras distintas escursiones i ademas con lo que ha- bíamos visto personalmente. El año 1888 fué para el Norte de calamidades: su invierno excesivamente lluvioso, de algunos de sus meses se puede decir que el sol no se vió; pero los moradores de esos pueblos recuer- dan de una manga de agua que duró cuatro dias sin disminuir en lo mas mínimo su intensidad. En el último dia de ese gran aguacero se sintió de repente un fuerte estampido en direccion a la cima del escarpado cerro de- nominado Cuncuna, al pié del cual se encuentran las casas de esta hacienda. Un pobre hombre que en ese momento estaba cerca de la familia de un señor Tagle, le grita en un tono de súplica que se retiren de ese lugar; indicándole al mismo tiempo de que el es- tampido que se habia sentido es el de un huracan que ha reven- tado; pero esta advertencia que venia de tan abajo no fué escu- chada 1 por lo tanto se quedaron donde estaban. Sólo algunos segundos habian pasado desde que se oyó el estampido; cuando se distingue, apenas perceptible en su prin- cipio, un ruido que va aumentando de intensidad hasta hacerse ensordecedor, llegando un momento en que se ven pasar en todos sentidos por delante de la casa, una infinidad de piedras sueltas, e instantes despues una masa rojiza semi fluida de agua, piedra 1 barro. Este cuerpo hetereojéneo que venia de tanta altura, llevaba en sí, una gran fuerza capaz de destruir cuanto encontrarse por delante; las casas por donde pasó esta avalancha, como igual- mente las murallas de pirca o de adobes 1 los árboles, etc., todo fué arrasado 1 los diversos materiales que formaba ese conjunto, fueron dispersados en todos sentidos. Ademas de los daños ma- teriales que hemos enunciado, existieron algunas desgracias humanas i entre ellas la familia Tagle que pereció casi en su — 161 — totalidad, así a la señora se la encontró algun tiempo despues como a cinco cuadras de la casa, entre el barro. Una vez que se olvidaron los efectos causados por el huracan, el señor Vicente Echavarría, volvió a construir las casas mas o ménos en el mismo lugar de las anteriores. En el año 1906, unos tres meses ántes del temblor del 16 de Agosto, cayeron en esa rejion, fuertes 1 prolongadas lluvias; una de éstas duró cuatro dias, al fin de la cuallos que se encontraban en la hacienda o en sus alrededores principiaron a acordarse de lo que habia pasado el año 88; los mas previsores se habian ido a refujiar a lugares mas seguros, quedando en las casas sólo aquellos que no podian moverse por sus obligaciones. El cuarto dia por la mañana el administrador conversaba con algunos empleados del eminente peligro en que se encontraban, cuando instintivamente dirijieron la vista hácia la cumbre del Cuncuna, de donde mas o ménos habia salido la otra tormenta, cuál no seria su asombro al divisar en la cima del cerro una guarda rojiza que se levantaba sobre la superficie 1 algunos ins- tantes despues se vió salir de ese punto una gran nubecilla blan- quizca que se prolongaba en forma de abanico, sintiéndose al cabo de un rato un fuerte ruido que hizo estremecerse el suelo, siguiendo el eco repercutiendo en las montañas 1 aumentando de este modo el pavor de los espectadores. Casi todos los que se encontraban en este lugar amagado pu- dieron escapar, quedando sólo un viajero que no lo pudo hacer. Segundos despues llegó la piedra, el agua 1 el barro que se lle- varon por delante cuanto encontraron a su paso; de las pocas habitaciones que quedaron en pié, se llenaron casi totalmente de barro semilíquido mul arcilloso. Existe aun sepultado una gran cantidad de minerales de plata de mui buena lei i muchas pipas de rico alcohol de uva, etc. Aun no ha sido suficientemente enérjico el modo de obrar de la Naturaleza en ese lugar; puesto que los dueños de este her- moso fundo no trepidaron en volver a edificar las casas de la hacienda en este mismo sitio. 11 — 162 — Creemos que el próximo huracan que reviente en ese lugar dejará mul poco vestijio de construccion humana, a pesar de las precauciones que ha tomado el hacendado para librarse de este fenómeno, al construir una gruesa pirca de piedra suelta, per- pendicular a la direccion de destruccion; creemos que los mate- riales de ésta van a aumentar los efectos destructores haciendo las veces de proyectiles. Otro fenómeno de esta misma naturaleza hemos podido obser- var en la desembocadura de la quebrada de Llahuin, en la ciu- dad de Petorca, cuyas piedras 1 barro taparon algunas pequeñas casas que se encontraban al lado del establecimiento del señor W. Lastarria. Este huracan reventó al frente del mineral de oro del Barco 1 de Llahuin. Hemos observado otro huracan que salió de la parte alta de los cerros que se encuentran inmediatamente al Norte del pueblo de Illapel; los materiales que salieron del interior de la tierra destruyeron algunas murallas que encontró a su paso, encauzán- dose despues este torrente por una de las calles, cuya direccion es Norte a Sur, hasta llegar al rio de Illapel. A lo largo de esta calle se formó un zanjon de mas de tres metros de hondura 1 que aun hoi dia se ve en parte. Esto pasó el año de 1880. Posteriormente a este año pudimos observar que el rio de Tllapel se llenó de caja a caja de un barro algo fluido que corrió por su lecho durante unos tres dias. Esta gran cantidad de tierra i agua venia desde la Cordillera de los Andes, 1 no era mas que el producto de uno de estos fenómenos. Indudablemente la palabra huracan se deriva de huraco, que quiere decir portillo, 1 que es mul empleada por nuestro pueblo del Norte. Las localidades en que se agrieta la tierra, para dejar salir el agua, están jeneralmente cerca de la cima de los cerros: frecuen- temente estos se van encadenando hasta llegar a la Cordillera de los Andes; se encuentran ademas recorridos en todo sentido por rios que están a mas de cien metros mas bajo que el punto donde se formó el huraco o hueco. — 163 — Los cerros en que pasa este fenómeno no tienen nada de volcá- nico ¡estánjeneralmente formados poresa roca que varia entre el granito moderno, sienita 1 diorita, segun el punto donde se tome la muestra; a esta le hemos puesto el nombre de roca sísmica o del temblor, porque siempre en la vecindad de ésta hacen efec- tos los temblores. Ademas debemos insistir en que en esta clase de formacion se encuentran invariablemente guias 1 vetas de oro 1 sus detritus forman los lavaderos auríferos. Creemos que la causa de estos huracanes se debe a que al formarse estos cerros han quedado en la parte baja grandes ca- vernas que se llenan de agua en los inviernos lluviosos 1 ésta a su vez es espelida por entre las grietas, debido a la presion que ejercen los vapores o gases, quese desprenden del interior de la tierra, sobre la masa líquida, que arrastra en su salida agua, tierra 1 piedra. iS EL TERREMOTO DE ILLAPEL 15 DE AGOSTO DE 1880 POR MIGUEL R. MACHADO El pueblo de Illapel fué completamente arruinado por un te- rremoto que bruscamente sobrevino, a las ocho tres cuarto de la mañana del dia Domingo 15 de Agosto de 1880, es decir, hace a la fecha treinta años. Este año del temblor grande, como se le llama en esta rejion, fué excesivamente lluvioso; el rio venia de caja a caja lleno de agua 1 a cada momento amenazaba inundar aquellas calles cer- canas a su lecho, al mismo tiempo impedian las sucesivas llu- vias la libre entrada de los alimentos mas indispensables a un pueblo; este estado de cosas era aprovechado a las mil maravillas por los comerciantes, para subir a las nubes el precio de sus mercaderias. Lo anterior, parece que no era lo bastante para poner a prue- ba la paciencia 1 resignación de los moradores de esta localidad, 1 seguramente a esto se debe que la Naturaleza les preparara en este dia del Tránsito, una de esas brutales manifestaciones de fuerza que todo lo destruye. Los mas viejos habitantes de este pequeño 1 fértil valle, no recordaban un invierno mas lluvioso que el de este año 1 para que se puedan dar una cuenta mas cabal los que este artículo — 165 — lean, bástenos decir que el dia antes habia llovido de una ma- ra estraordinaria, 16 horas consecutivas. El sol se presentó el dia del fenómeno en todo su esplendor, solo una que otra nubecilla se veia en el firmamento, nada hacia presajiar lo que pocos momentos despuesiban a presenciar aqué- llos que con esa mañana eran felices, parecia que el sol queria a su vez ser un mudo testigo de esa escena terrible que en algu- nos minutos mas se iba a desarrollar a su vista. ) Instantes antes del sismo, algunos vecinos notaron algunos hechos insignificantes en apariencia; pero que indudablemente serán de una gran importancia en las futuras investigaciones sobre la causa de los temblores: Un individuo de esta ciudad, se ocupaba con uno de sus empleados en colocarle un puntal de madera a una muralla, el que al cortarlo lo habian dejado inten- cionalmente mas largo que lo necesario, 1 despues cuando lo fueron a colocar notaron con gran asombro, que este puntal les quedó mui corto a pesar de sus precauciones anteriores; na- turalmente este hecho les llamó en estremo la atencion; porque no alcanzaban a darse cuenta de lo que a ellos les pasaba, en- contrábanse atareados en la resolucion de este problema, cuando sobreviene el terremoto que apenas les dejó el tiempo necesario para escapar con vida; porque los muros de la habitacion en que se encontraban se vinieron al suelo. En ese mismo dia, una sirvienta fué mui de mañana a sacar agua de la noria, pozo o jahuel, que en esos entónces existian en cada casa, i cuál no seria su sorpresa al notar que el agua del pozo estaba hirviendo; asustada corre a dar cuenta a la dueña de casa. Despues de lo cual este fenómeno fué observa- do por ámbas, ¡ se convencieron de que esto de la ebullicion se debia a un gas que se desprendia de la tierra, el cual al pasar por entre la masa del líquido, lo movia violentamente. Al mis- mo tiempo notaron que el agua de la noria subia sobre su ni- vel ordinario; estaban haciendo comentarios sobre este estraño fenómeno, cuando el ruido i el remezon les vino a dar la clave de lo que ellas estaban viendo. Lo anteriormente dicho se ob- — 166 — servó en todos los pozos de Illapel, algunos de los cuales casi se llenaron de una agua espumosa, la que frecuentemente tenia un color barroso, debido a que el cieno del fondo había sido remo- vido por el gas. Pero lo curioso del caso es, que esta agua principió a bajar poco a poco despues del terremoto, llegando a su máximo el dia siguiente del temblor, en que el agua desapareció totalmente de algunos pozos surtidores, teniendo muchos de sus habitantes que recurrir a las turbias aguas del rio para el uso de sus prin- cipales necesidades. Solo en los primeros dias de Setiembre de ese año, se notó que el líquido en cuestion subia poco a poco hasta llegar a su primitivo nivel, desapareciendo por lo tanto en gran parte, ese terror que le causara este estraño conjunto de fenómenos, que parecian haberse unido para atemorizar aun mas, a los des- graciados habitantes de esta rejion. Nunca se nos olvidará lo que un compañero de infancia nos dijo un momento ántes, una hora por lo ménos, de este cataclis- mo i que fué mas o ménos lo que sigue «Un poco ántes de le- vantarme me quedé algo dormido i miéntras estaba así, vi de- rrumbarse muchos edificios del pueblo, añadiéndonos ademas muchos otros detalles que se confirmaron todos despues del te- rremoto.>» Respecto a esto último, nos hacemos un deber en citar un párrafo del sismolojista arjentino señor P. A. Loos que publicó en el Boletin del Ministerio de Agricultura de la República Ar- jentina, al tratar del temblor que tuvo lugar en Mendoza el 8 de Setiembre de 1907 a las 6 h. 37 m. i que dice: «Una señora an- ciana 1 paralizada sintió los movimientos vibratorios de la tierra 5 minutos antes del fuerte remezon. Dicha señora exijió a las personas quienes la cuidaban que la llevaran al patio; i cuando la habian sentado en su sillon en medio del patio recien sobre- vino el fuerte remezon.» En la parte media del cerro que se encuentra inmediatamen- te al Norte de Illapel, frente a la plaza i un poco mas arriba del — 167 — cementerio, saltaron dos enormes chorros de agua a gran altura, durante el temblor 1 algun tiempo despues, los que siguieron al principio por una pequeña quebrada, tomando despues esta es- pecie de avalancha de agua, piedra 1 barro, por el medio de una de las calles trasversales de direccion Norte Sur, hasta que el todo desembocó en el rio; igual fenómeno se observó en algu- nos otros cerros de este departamento. A estos chorros de agua que frecuentemente saltan en los cerros en años lluviosos o du- rante algunos fuertes temblores, se le conoce en estas rejiones con el nombre de Huracanes, los cuales ya los hemos descrito en otra revista que no es la del Museo ¡ es por esto que la inserta- remos al fin de este trabajo. 3 Una vez pasado el terremoto, se principió a cubrir poco a po- co el cielo de negros nubarrones que amenazaban convertirse en fuertes lluvias, en vista de lo cual los habitantes de esa rejion pusieron todo empeño en cubrir el techo de una sola de sus ha- bitaciones, con los materiales que quedaron mas o menos bue- nos, entre todo ese conjunto de destrozo. Las desgracias personales fueron por fortuna mui pocas 1 se debe indudablemente a que a esa hora casi todos se encontra- ban en pié. Una señora llamada Tránsito Izquierdo quedó en- tre los escombros de una de las dos iglesias que se vinieron al suelo, muriendo al mismo tiempo un niño. Las desgracias materiales fueron inmensas: muchas casas se vinieron al suelo, quedando el resto en mui mal estado i a las que se les tuvieron que hacer mui sérias reparaciones algun tiempo despues. Es necesario tomar mui en cuenta que casi la mayor par- te de las anteriores construcciones estaban hechas para resistir temblores de mas o menos intensidad; ellas son mui bajas, de murallas mui anchas de adobes, estando ademas en la mitad i en la parte alta, todas ligadas con soleras de maderas amarradas en- tre sí. Naturalmente esto lo hacian así; porque en ese entón- ces no primaba el lujo a la seguridad personal i de la familia, como pasa en estos tiempos en que se prescinde de esto último. — 168 — Naturalmente un temblor de la intensidad del de 1880 se haria sentir en este pueblo con mucho mas violencia en todas aque- llas construcciones modernas; porque en estas no se han toma- do las mismas precauciones de seguridad que en aquellos en- tónces. La subsistencia diaria de los de esta rejion se hizo algo difícil; el pan en los primeros dias que siguieron al temblor, fué mui di- fícil el proporcionárselo; porque casi todos los hornos que lo co- cian, se vinieron al suelo; los comerciantes elevaron inmediata- mente el precio de sus mercaderias; porque consideraron mui oportuno estos momentos para especular con el hambre de una poblacion; igual cosa pasó con todos los materiales de cons- truccion. La tierra se rajó en diversas localidades lo que se pudo ver mejor en todos los caminos públicos que dan acceso a este pue- blo. A esto de las rajaduras se les ha dado por algunos sismo- lojistas que viven en Chile mucha importancia; pero, por el si- guiente párrafo se verá lo que esto vale 1 que es sacado del estudio que hizo el jeólogo arjentino señor Guillermo Bodenben- der sobre el Terremoto Arjentino del 27 de Octubre de 1894 1 que dice: «Tambien he observado muchas rajaduras, con rum- bo paralelo a las cuestas, donde el blando suelo aluvial i dilu- vial descansa sobre la roca firme.» «Estos fenómenos de rajaduras no ofrecen nada digno de mencionarse; 1 los señores injenieros que han basado en su na- turaleza, rumbo e inclinacion, una teoria relativa al centro, epi- centro, propagacion, etc., del terremoto, han cometido un gran error. Han demostrado con ello que saben calcular i tambien que no han comprendido la teoria de Mallet, de la cual parten en sus esposiciones. » En el mineral de Las Tazas, que se encuentra al SE. de Illa- pel, se corrió un gran pedazo de cerro, el que llevó a uno de los trabajadores i lo estrelló contra una quebrada, matándolo inme- diatamente, saliendo heridos algunos otros mineros. Uno de los anteriores contaba algun tiempo despues, que la impresion L= 09 == fué tal, que creyó encontrarse sobre un volcán o sobre el mismísimo infierno. Algunas minas se sentaron i el ruido que se sintió dentro de ellas 1 que precedió al terremoto fué terriblemente espantoso. Para que se comprendan mejor los destrozos que causó este cataclismo en Illapel, daremos el parte que pasó el Gobernador de ese pueblo al señor Ministro del Interior: «Illapel, Agosto 20 de 1880. Señor Ministro del Interior: Despues de una lluvia de dieciseis horas consecutivas, a las 8 horas 45 minutos A. M. del dia 15, Illapel fué conmovido por un espantoso temblor que ha dejado a esta ciudad en completa ruina, mas de una tercera parte de los edificios han sido des- truidos completamente, incluyendo en estos los dos templos; i los que quedan en pié están en mal estado, que muchos de sus mo- radores temen habitar en ellos. Los edificios municipales de la cárcel, Gobernacion, Munici- palidad, notaría, juzgado, recova, hospital i en jeneral todos los edificios que ocupan las escuelas, han sido destruidos casi ente- ramente. Pasan de seiscientas las familias i pobres que han quedado sin asilo i sin recursos. La caridad pública les proporciona hasta ahora los auxilios mas indispensables, i el patriótico vecindario de la Serena ha enviado por de pronto 1 por conducto del señor Intendente, la cantidad de dos mil pesos para atender a esas ne- cesidades. Las propiedades se encuentran hoi en común unas con otras por haber sido destruidas sus murallas i paredes divisorias, i necesi- tan una pronta reparacion para evitar los perjuicios que esta in- seguridad podria ocasionar. Hasta diez leguas a la redonda de esta ciudad han reventado muchos huracanes de agua; unos grandes i otros pequeños, sin causar perjuicios de consideracion. Los hornos de fundicion completamente destruidos 1 las minas sentadas casi en su totalidad. Felizmente por ser dia festivo, no hubo desgracias personales. Los operarios no trabajaban, (no comprendemos porque el señor Gobernador no indica en su par- te las desgracias personales que hubieron a consecuencia del te- rremoto.) De Salamanca i Chalinga aun no tengo noticias oficiales; pero por personas que me merecen entera fé, se que estas poblaciones han sufrido perjuicios de consideracion; muchas casas caidas 1 otras amenazando ruina. Los templos han sufrido bastante. No se tiene noticias de desgracias personales. Las haciendas han quedado rasas. La gobernación ha tomado todas las medi- das del caso para resguardar las propiedades i para evitar des- gracias. Atendiendo al estado de pobreza i miseria en que ha quedado la mayor parte de la jente indijente, 1 segun la limosna que se ha repartido en estos dias pasados, dándosele cuarenta centavos para cada familia, ha ascendido por cada día a la su- ma de 240 pesos, incluyendo en este número muchas familias vergonzantes. Esto solo, señor Ministro, ha servido para proporcionarles un pan diario, teniendo la gobernacion el sentimiento de no poder socorrer otras mil necesidades que son de suma urjencia, que han sido causadas por la catástrofe de que han sido víctimas las numerosas familias de que he hecho mencion. US. en vista de los datos de que he hecho referencia 1 toman- do en consideracion la situacion del Erario, podrá calcular cual sea la cantidad con que el Supremo Gobierno se digne favore- cer para satisfacer las mas premiosas 1 urjentes necesidades a tantos infelices. Dios guarde a US.—F. de D. Monarde. En un diario de Valparaiso encontramos hace tiempo la si- guiente relacion: «Todos sabemos que no hai ningun otro feno- meno natural cuyos efectos sobre la naturaleza humana sean mas terribles que los de un temblor. Su rapidez, su precipita- cion, su infinita potencia destructora, su fuerza incontrastable i la casi completa oscuridad respecto a sus causas inmediatas, se combinan para darle ese aspecto de terror misterioso que aun mismo tiempo sobrecoje todas las fuerzas de la Naturaleza. En presencia de un temblor los hombres mas sabios pierden la es- peranza, los mas fuertes se ven débiles i todos son igualmente heridos, por ese temor reverencial del poder de la naturaleza, que forma la relijion del salvaje 1 la supersticion de los hombres lgnorantes. Los temblores lijeros, las oscilaciones casi imperceptibles del suelo en que vivimos, son probablemente bastante comunes en muchas partes del mundo. Muchos de estos movimientos pueden pasar 1 no sentirse mas, o puede ser mui bien el precursor de una destruccion repentina 1 vasta, contra la cual no hai escapada posible.» Cuando caen las casas i bambolean sus murallas i se rajan, pueden escusarse el mas valiente si participa del pánico de sus mas tímidos vecinos. El personal de cada casa se encontraba casi todo en pié cuan- do sobrevino el primer ruido i esto se debió en gran parte a que la jente devota de esos entónces, se encontraba en este dia de fiesta, por ser el dia del Tránsito tmui celebrado por la iglesia ¡ a esto se debe principalmente la levantada temprano; porque nadie queria perder la fiestas relijiosás 1 que por fortuna princi- plaban despues de las nueve de la mañana. Casi todo el elemento femenino de este pueblo se encontraba en camino al templo, o bien se encontraba listo para partif una vez dada la última seña. Cuando ménos se pensaba se siente venir del lado norte i poniente un gran ruido que fué aumen- tando rápidamente de intensidad, este estado de cosas dutó como diez segundos, el cual terminó como una especie de esplosion de un gran cañon, sintiéndose acto contínuo un gran número de violentas oscilaciones, que duraron mui cerca de un minuto. En este conjunto de vibraciones.se pudieron distinguir claramente dos grandes choques, siendo el segundo mucho mas intenso que el primero. Despues de estos movimientos tan violentos vinieron algunos otros de mucho ménos intensidad que fueron disminuyendo poco a poco hasta que por fin pasaron del todo. Desde que principiaron a sentirse los primeros ruidos precur- sores de este gran temblor, se vió salir apresuradamente a las hasta ese entónces solitarias calles, a un sin número de personas que arrancaban atemorizadas desde el interior de sus habitacio- nes; así es que no fué raro ver a hombres i mujeres en trajes que nos revelaba de que aun se encontraban en sus lechos. Al- gunos de estos imploraban en alta voz el ausilio del Ser Supre- mo, otros miraban asustados el cuadro que en esos momentos se desarrollaba ante sus ojos, otros se preocupaban solo de su con- servacion personal i de la de aquellos de sus seres mas queridos; pero todos se alejaban de aquellas murallas que bamboleaban i de aquellos edificios que a cada momento amenazaban con ve- - nirse al suelo. Apena el alma cuando uno se encuentra en un medio seme- jante; porque de esto de ver derrumbarse los techos i las pare- des de las habitaciones, las murallas divisorias de sus pertenen- cias, 1 cubrirse el suelo de fragmentos de tejas que hasta hace poco cubrian las casas i que impedian la entrada de las aguas de lluvias al interior, 1 como si esto fuera poco para probar la .resistencia moral del hombre, se ve de repente saltar a enorme altura sucesivamente, esos dos enormes chorros de agua de que ya hemos hablado. La direccion del movimiento fué en jeneral de Norte a Sur, notándose a su vez algunos de Este al Oeste. Los anteriores se encontraban unidos a un fuerte movimiento vertical de abajo arriba que es el que dominaba i a esto se debe que los edificios 1 murallas han caido en todas direcciones 1 muchas murallas de adobones, tierra comprimida con pisones, se desmoronaban in- distintamente a un lado i a otro. Algunos mojinetes se desprendieron al Este 1 otros al Oeste, 1 las personas mismas saltaban como impulsadas por una fuerza misteriosa que se encontraba debajo de sus piés. Algunos indi- viduos que se encontraron en el paseo de los Naranjos, notaron que la superficie de la tierra hacia una especie de olas que se dirijian desde los cordones de cerro que están al Norte de la poblacion hácia el Sur. Los temblores 1 fuertes ruidos subterráneos se repitieron en ese dia con una frecuencia aterradora, fueron estos no ménos de treinta; pero por fortuna eran de mucho ménos intensidad; el 17 hubo uno mui récio. En jeneral la tierra diariamente seguia moviéndose hasta los primeros dias de Octubre, en que se fueron perdiendo poco a poco, hasta que desaparecieron completa- mente. Respecto a estos temblores que siguen a uno grande, pode- mos citar algunos párrafos de un pequeño folleto publicado en el Boletin del Ministerio de Agricultura de la República Arjen- tina el año 1908, 1 que se titula: «Principales fenómenos orijina- dos por los terremotos i manera de observarlos», escrito por el encargado de la estacion sismolójica de Mendoza, señor P. A. Loos 1 que dice: «Los post temblores. A un fuerte terremoto si- guen frecuentemente una cantidad de sacudimientos posteriores. “Su número es tanto mas grande cuanto mas fuerte ha sido el sacudimiento principal i cuanto mas pequeña ha sido la zona sacudida. El límite de tiempo durante el cual pueden continuar los post temblores puede abrazar varios años, pero con el andar del tiempo su frecuencia va disminuyendo. La zona en la cual se producen los post temblores no coincide siempre exactamente con la rejion en que tuvo lugar el sacudimiento principal, los epicentros de los post temblores se trasladan con frecuencia dentro de la zona de los sacudimientos en jeneral. «Los observadores suelen no darle mucha importancia a los post temblores, no atribuyéndoles igual valor con relacion al sa- — 174 — cudimiento especial; lo que es un error, pues hai que tenerlos en igual consideracion. «Es necesario tomar mul en cuenta, cada sacudimiento pos- terior, ya sea en relacion a su tiempo, duracion e intensidad, con el mismo cuidado empleado para los primeros i aun mas, si es posible. «De cierto punto de vista, la observacion de los post temblo- res es casi mas importante que la de muchas otras manifesta- ciones sísmicas. » El temblor del 15 de Agosto fué para los habitantes de Illa- pel, segun la opinion de las personas mas ancianas que aquí vivian, mas recio queel delos años 184711876. 1 por las destruc- ciones que causó este terremoto en este pueblo, le podemos asignar el máximo de la escala de intensidad de esta clase de fenómenos, dada por De Rossi 1 Forel 1 que es el grado 10 1 que corresponde a un sacudimiento que es capaz de hacer lo que sigue: gran catástrofe, ruinas, formacion de hundimientos i raja- duras en la tierra, derrumbamiento de montañas, etc. Efectos causados por este sismo en otros pueblos de Chile Petorca.—Esta ciudad fué mui maltratada por el terremoto de Illapel 1 algunos que visitaron a estos dos pueblos despues de algunos dias de la catástrofe, sostienen que a lo ménos tuvo una igual intensidad 1 los antiguos los compararon con el del año 1822. Por la siguiente comunicacion pasada por el Gobernador de Petorca se podrá calcular la magnitud de este movimiento en esta ciudad i en sus alrededores: «Petorca, Agosto 19 de 1880. Señor Ministro: Tengo el sentimiento de poner en conocimiento de US. que el 15 del actual, a las 8 h. 27 m. A. M. se hizo sentir en esta ciudad un récio temblor, precedido de un fuerte ruido, causando males de suma consideracion. El movimiento de vibracion i os- cilacion que produjo el fenómeno fué estraordinario. Su dura- cion aproximativa, cincuenta idos segundos. Casi la totalidad de los edificios particulares han quedado inhabitables 1 otros arruinados por completo. La cárcel pública, cuartel, recova, matadero, locales de escuelas, en una palabra, los edificios fiscales 1 municipales, en mui mal estado. Las poblaciones vecinas de Chincolco i Hierro Viejo han su- frido perjuicios análogos a los de esta ciudad. El barómetro marcaba lluvia en segundo grado. Si llueve los males serán irreparables. No ha habido desgracias personales que lamentar. Debo prevenir a US. que inmediatamente despues de verifi- cado este suceso, envié espreso ala Ligua para comunicar a US. por telégrafo lo ocurrido; lo que no se efectuó por interrupcion de las líneas telegráficas. Por el próximo correo, con mayores datos, daré cuenta a US. detalladamente de lo ocurrido en el resto del departamento. Dios guarde a US.—A/berto Luco Lynch.» Los Vzlos. —Apesar de encontrarse este puerto a mucho mé- nos distancia que lo que se encuentra Petorca de Illapel, pode- mos decir de que en los Vilos no causó el menor daño, a no ser que se considere en estos una que otra muralla de pirca que se derrumbó i que no es mas que un amontonamiento de piedras sueltas colocadas una encima de otra. Coprapó.—Aquí fué mui récio 1 prolongado; pero no causó daño alguno; por ser casi todos los edificios construidos para re- sistir a esta clase de fenómenos. Serena.—Tuvo lugar mas o ménosa las 8h. 45 m. A. M. Uno que otro rancho se desplomó; el barómetro marcaba 766 milí- metros. Coquímbo.—Fué mul fuerte ien el mar se levantaron gran- — 176 — des columnas de agua, debido a esto un buque cortó una de sus anclas. El cable sub-marino se cortó por efecto del temblor a la altura del rio Limari i a una hondura de 1,800 metros. Ovalle.—Tuvo lugar a las 8h. 45 m. A. M.; causó muchos destrozos en el departamento ¡en la ciudad se derrumbaron muchas murallas i algunos edificios quedaron en estado ruinoso. Salamanca 2 Chalinga.—En ámbos pueblos fué mui intenso el movimiento 1 causó inmensas ruinas materiales. Lo mismo que en los anteriores se pudo observar en las haciendas de Llim- po, Quelen, Chellepin 1 Cuncumen, etc. Valparaiso.—Se sintió a las ocho tres cuarto de la mañana. Fué mui récio desde el principio. De los edificios cayeron algu- nos trozos de cornisas 1 de estuco, algunos muros se rajaron. Solo una señora fué algo maltratada al tratar de salir de una iglesia. Viña del Mar.—Se cayó una de las torres de una iglesia 1 la otra quedó desplomada. Limache 2 San Francisco de Límache.—En el primer pueblo se hundió un techo de una casa 1 en el segundo se cayeron dos casas. Ouzllota.—Se arruinó la Matriz. Lla?r-Llaz.—Se derrumbaron algunos edificios 1 cerca de aquí, en la cuesta del Tabon se interrumpió la línea férrea que une a Santiago con Valparaiso, por haberse derrumbado algunas rocas del cerro. San Felipe —MHizo poco estiago este sismo. Santrago.—Un diario de esta ciudad nos dice que este tem- blor se dejó sentir un poco ántes de la nueve de la mañana 1 que fué mui récio 1 prolongado, causando algunos perjuicios en los edificios; pero por fortuna estos no fueron de consideracion. En muchas casas 1 edificios públicos se cayeron algunos trozos de cornisa 1 muchas murallas se rajaron. La figura que coronaba el arco central del portal Fernández Concha cayó de su pedes- tal, como así mismo otra del Poniente. La cruz de la torre de la Recoleta Franciscana se ladeó al Este. En los suburbios de la ciudad se han derrumbado algunas murallas, sin causar des- gracias personales. Se sintió mas o ménos este temblor a las S h. 47 m. A. M. Algunos otros temblores se sintieron en este dia: alas 12 h. 45 m. 4s. otro alas 12 h. 44 m. 225. 1el últi- moa la 1h. 38m. 18 s. Melipilla.—Se sintieron dos temblores, el mas fuerte a las 8 h. 50 m. 1 que fué un verdadero terremoto. Concepcion.—A las 8 h. 30m. A. M. Se sintieron dos fuertes remezones que venian del Norte; el primero de oscilaciones ménos intensas que el segundo, el que a su vez fué precedido de un gran ruido. Algunas paredes en mal estado se derrum- baron. En cuanto a los pueblos intermediarios sufrieron unos mas que otros, así en Talca se sintieron dos choques mui violentos, i en Rancagua llegaron hasta tocar solas las campanas de la iglesia. —Hasta aquí sólo nos hemos concretado a dar una descripcion mas o ménos rápida de los efectos causados por el sismo del 15 de Agosto de 1880, sin preocuparnos en lo mas mínimo de hacer la menor conjetura sobre la probable causa del temblor; pero en los párrafos que siguen entraremos mas a fondo en esta materla. lllapel está situado en un angosto valle de direccion cercana al E. O. por el que corre el insignificante rio lllapel; pero que en algunos años lluviosos se convierte en un verdadero torrente que todo lo destruye. Este pueblo se encuentra edificado en un angosta lengua de tierra de unos quinientos a ochocientos metros de ancho, por un poco mas de mil de largo i está al Norte del anterior rio e in- mediatamente al Sur de un alto cordon de cerros; existiendo por el Poniente i Oriente una especie de apófisis del anterior cordon de cerros que avanzan al Sur. Al otro lado del rio existe un en- cadenamiento de empinados cerros, en cuyas faldas se ven es- parcidos algunos grandes bloques erráticos, de un color blanco gris con manchas verdosas i que a veces encierran grandes núcleos 12 at 178 — de un color mas oscuro, igual cosa pasa en el lado Norte, Este 1 Oeste de Illapel. Entre el cordon de cerros del lado Norte 1 el pueblo existe una angosta terraza, de cima casi horizontal, 1 que se encuentra unida a las eminencias del Norte, 1 encontrándose mas o ménos a unos sesenta metros sobre el plan de la ciudad, la que le sirve a los illapelinos como cancha de carrera. Los cordones de cerros que limitan a este pueblo se compo- nen casi en su mayor parte de esa roca clara de estructura gra- nitoidea, rica en anfíbola 1 que tiene a su vez feldespato sódico 1 potásico 1 que como elemento accesorio se encuentra la mica, el cuarzo, la magnetita 1 la pirita, etc.: a este conjunto de mine- rales lo hemos denominado roca sísmica, a la que en otras partes se le ha denominado: Tonalita, Nevadita, Diorita Cuarzosa, Gra- nito anfibólico, rico en feldespato, Sódico-cálcico, etc. La terraza de que hemos hablado está formada por rocas de- tríticas ricas en arcillas; las que fueron depositadas por los an- tiguos ventisqueros, a la que se le puede considerar como la moraina lateral del lado Norte. En las puntillas que se avanzan al Sur, existen tambien esas rocas erráticas de color castellano. Abundan mas estas en el lado oriente en donde se pueden ver algunos de estos trozos que llegan a tener hasta diez metros de largo por cinco de ancho 1 por otros tantos de alto. De las anteriores se han aprovechado los antiguos para hacer las muelas que le han servido para mo- ler los metales de oro. La arena de este rio de Illapel ha sido siempre rica en oro, la que en tiempo pasado se ocupaban en lavarla. Al lado Norte del pueblo existe una veta de donde se saca un mineral compuesto de óxido de hierro 1 que ademas encierra una débil lei en oro 1 en cobre, encontrándose a veces algunas partículas de cobre metálico. En el cordon del lado Sur del pueblo existen en una quebrada que está algo al poniente, algunos filones ricos en hierro, en el que hai cobre metálico i óxido negro, algunos súlfuros i carbo- natos, teniendo estos minerales una fuerte lei en oro: empleán- se a estos minerales como fundente con preferencia a cuales- quiera otros por tener lei en cobre i en oro. Al lado Sur Este se encuentra la quebrada de los Lavaderos, de cuyo lecho se han estraido grandes cantidades de oro. Chalinga 1 Salamanca sufrieron mucho por este temblor. En- cuéntranse estos pueblecitos a unos veinticinco kilómetros de distancia de Illapel. Ambas poblaciones están al pié de cerros que tienen la misma roca sísmica. Se puede decir que desde aquí al interior principian los primeros terrenos estratificados compuestos de una roca de color rojo oscuro 1 que se deposita- ron en el Retico o en el Trias, los que a veces sólo se ven en la parte alta de los cerros, en que su base es de la misma roca an- terlor. A cincuenta kilómetros al Sur Este del que hemos denomina- do epicentro, se encuentra el mineral de Las Tazas, cuyos filones metalizados están dentro de una roca igual a la ya descrita: el mineral que aquí se esplota es la calcopirita con algo de oro. El puerto de Los Vilos se encuentra a unos cuarenta kilóme- tros al Sur Oeste 1 sufrió mul poco en sus débiles construccio- nes; porque sólo una que otra pirca se desperfeccionó. Este pequeño caserio está edificado sobre un subsuelo de rocas estrati- ficadas pizarreñas, que se depositaron en una de las últimas mani- festaciones del Primario, las que frecuentemente son atravesadas por rocas de granos mul finos, de color verde oscuro de diorita. A unos cinco kilómetros mas al Norte hai aisladamente uno que otro creston de roca granítica, los que van aumentando a medida que se avanza en ese sentido: en este puerto o en sus alrededo- res no hemos encontrado a esa roca que hemos denominado sísmica, 1 seguramente a esto se debe que este caserío hu- biese sufrido tan poco por los terremotos de 1880 1 1906, puesto que los pueblos que a continuacion enumeramos han sentido con mucho mayor intensidad los efectos destructores de ese sismo. A 115 kilómetros al Norte de Illapel está Ovalle, en donde se manifestó con mucho mas intensidad este fenómeno, puesto que — 180 — se derrumbaron algunas murallas, sus efectos van siendo cada vez a medida que uno se acerca al Sur. A unos 180 kilómetros mas o ménos al Norte del que hemos denominado epicentro, se levanta la hermosa ciudad de la Sere- na; aquí el sísmo se sintió con mas fuerza que en los Vilos. La ciudad de Copiapó está a 480 kilómetros al Norte de Illa- pel. Este terremoto dió lugar a fuertes 1 violentas ondulaciones que, por fortuna, no ocasionaron daño de consideracion, i su in- tensidad se puede comparar con la de los Vilos; siendo que este está a diez veces ménos distancia que aquel. Tomemos ahora como punto de comparacion algunos pueblos que están al Sur de Illapel. Petorca está a 75 kilómetros de distancia. Los efectos causa- dos por este sismo fueron mui desastrosos en esta ciudad, como igualmente en los caseríos vecinos, i sólo se le puede comparar con lo que pasó en [llapel. Petorca se levanta sobre un angosto valle i al lado Norte del rio de igual nombre, entre dos altísimos cerros: el de Llahuin por el Norte, en el que se encuentran los ricos 1 antiguos minerales de oro de Llahuin, del Barco, del Es- pino, del Bronce, etc. En este cerro se ven algunos restos de estratos que han sido mui convulsionados 1 que seguramente los mas nuevos son del Cretáceo 1 los mas antiguos del Trias. Algu- nas de estas capas se encuentran en posicion casi vertical. La roca eruptiva que domina en este cerro, es la andesita en el lado poniente i en el norte i oriente es una roca de estructura porfiroídea a granitoídea, es sólo una variedad de la que hemos denominado sísmica. Esta misma roca existe en el lado Sur en la quebrada Blanca i de la Viña, viéndose sus afloramientos en muchos lugares. Ademas debemos decir que tanto en este pueblo como en los anteriores, se sienten con demasiado frecuen- cia fuertes i prolongados ruidos subterráneos. En Valparaiso se sintió con mucha fuerza aunque no produjo daños materiales, los cuales únicamente se concretaron a rotu- ras de cornizas i rajaduras de murallas. Sabemos que los cerros por el lado oriente están constituidos por diorita rica en cuarzo, — 181 — mica i feldespato ortosa, viéndose en el lado poniente algunos filones de la anterior algo estratificada. Este puerto se encuen- tra a unos 160 kilómetros 1 algo al Sur Oeste del centro. En Viña del Mar se derrumbó una torre de una iglesia, que- dando la otra desplomada, igual cosa le pasó a algunas mura- llas. ¡La anterior roca está al Poniente 1 al Sur. En Limache 1 en San Fransisco de Limache se derrumbaron los techos de algunas casas, mas en el segundo que en el pri- mero, puesto que este está mas cercano de esa roca. En Quillota se destruyó la Matriz, la que está a poca distan- cia del cerro de Mayaca que es de roca sísmica. Esta ciudad está a 140 kilómetros al Sur. Llai-Llai a 140 kilómetros 1 algo al Sureste de Illapel. Se de- rrumbaron dos edificios, 1 es porque está inmediatamente al Sur de un cerro compuesto de la roca sísmica. Santiago dista 215 kilómetros al Sur, algo al Este. En esta ciudad el temblor fué mui recio i prolongado, i causó algunos perjuicios, aunque no de mucha consideracion, concretándose éstos a desprendimientos de cornisas, rajadura de muros 1 de arcos; se derrumbaron algunas murallas en las afueras de la ciudad, en direccion a San Pablo. Se sintieron las primeras on- dulaciones a las 8 h. 47 m. de la mañana. En Melipilla fué sumamente fuerte i causó lijeros desperfectos. Se encuentra esta ciudad al pié del cerro de la Esmeralda, que se compone de esa roca. En Concepcion solo algunas murallas en mal estado. Lo cu- rioso es que en este pueblo, a pesar de la enorme distancia que se encuentra de Illapel, sus efectos destructores fueron mas o menos iguales a lo que pasó en Los Vilos: esto se debe segura- mente a que aquella se encuentra cercana a la roca sísmica. De lo anterior sacamos en limpio, que sus efectos destruc- tores se hicieron sentir con mas fuerza en Illapel i en sus alre- dedores, i que a medida que se aleja de esta ciudad va disminu- yendo, por lo jeneral; pero es mas intenso en aquellos lugares que están vecinos a esa roca que hemos denominado sísmica — 182 — en el trabajo que publicamos en el BOLETIN DEL MUSEO NA- CIONAL, a propósito del temblor del 16 de Agosto de 1906 i que se titula Los Temblores en Chale. En aquellos temblores chilenos que han sido presenciados por algunos hombres observadores o que han recorrido los luga- es mas amagados, nunca se ha dejado sostener que semejan- tes movimientos han tenido por principal causa, algunos sole- vantamientos de la costa del suelo convulsionado, miéntras que nadie se preocupó de estudiar el fenómeno del 15 de Agosto de 1880, al ménos que sepamos nosotros, 1 a esto se debe que no se hubiese notado un solevantamiento en las costas. Pero en los frecuentes viajes que hemos hecho algunos años despues a esas playas, hemos preguntado siempre a los mora- dores de esas rejiones, si notaron algo despues del sísmo o án- tes de él; ilo curioso del caso es que todos han estado de acuerdo en que se notó una subida del suelo; porque el agua que en anteriores tiempos rellenaba algunos pozos rodeados de rocas, en donde se bañaban algunas familias, están ahora casi secos 1 algunas piedras que permanecian ántes completa- mente tapadas por el agua, están descubiertas en las bajas ma- reas; así es como hemos logrado reunir un gran acopio de datos que nos han dado la certidumbre de que a causa de ese temblor subió la costa; lo que no hemos podido avaluar en metros; lo que sólo se podrá hacer una vez que se establezcan los marió- grafos en nuestros principales puertos. Casi la mayor parte de nuestros temblores se deben a nuestra jóven Cordillera de los Andes, que es una de las mas modernas del mundo i que aun hoi dia se solevanta, no estando aun con- cluida del todo su formacion; porque aun en estos tiempos actúa la misma fuerza que la hiciera surjir del fondo de los mares terciarios. Se puede decir que en el cretáceo, esta Cordillera se nos pre- sentaba como una série de islas que se estendian del Norte al Sur por entre las cuales pasaba el mar, encontrándose tanto las pampas arjentinas como el suelo en que hoi habitamos, ocupados A — 183 — por los mares de aquellos tiempos. Debiéndose las actuales estensiones de tierras a esos movimientos bruscos que frecuen- temente destruyen las construcciones humanas, 1 que quedan entre sus escombros miles de personas, dejan en cambio, una nueva i delgada faja de suelo que se estiende de Norte a Sur. Estas son las tierras en donde seguirán viviendo las futuras jeneracio- nes, porque sin movimiento no hai vida. Segun lo anterior, está parte del continente se ha venido formando del Este al Oeste. Ademas, del solevantamiento brusco que observamos en nuestra costa, despues de cada temblor, hai otro que es mui lento e in- terrumpido, pudiéndose avaluar el solevantamiento jeneral a razon de un metro por siglo. A terremotos que tienen sus causas en el cambio de posicion de las masas de la costa sólida ique se verifican a lo largo de las fracturas, se les denominan terremotos tectónicos o de disloca- cion, 1 los temblores que con tanta frecuencia azotan a este pais, son casi todos de esta especie. En el desarrollo de nuestra teoría sobre los temblores de Chile, hemos supuesto que el fondo del mar de nuestra costa se hunde dia a dia debido al peso que va aumentando al deposi- tarse los materiales que son arrastrados por los rios que bajan de la cordillera, i por lo tanto tiene que llegar forzosamente un momento en que el equilibrio se rompe 1 las anteriores masas sobrecargadas, ejercerán una enorme presion sobre el núcleo central, el que comunicará el movimiento a los terrenos parale- los que son separados por esa falla o plano de separacion entre el elemento que baja 1 el que sube. Este proceso de hundimiento no siempre continúa, pudiendo ser interrumpido por algun tiempo. En tal caso se produciria otra vez una cierta tension, la que concluiria por vencer las re- sistencias resultantes de la friccion i el descenso de la masa ocu' rriria bruscamente. Hemos dicho que las ondas del temblor llegaban a Illapel del Norte 1 ademas esto mismo fué asegurado por algunos observa- dores que notaron durante el temblor que se formaban olas u — 184 — ondas que venian del cordon de cerros que a este lado existe, 1 aquellas que se sentian venian de abajo arriba, se deben a que el terreno sobre el cual se ha edificado Illapel descansa directa- mente sobre la roca de que se compone el cordon del cerro. Con- firmánse, pues, una vez mas lo que dijimos en nuestro folleto sobre las causas de los temblores. Estas ondas de movimiento no tuvieron su oríjen en Illapel 1 sus alrededores, sino que ellas vinieron del Poniente, por la roca de que está formado el labio Oriente de la falla que corre de Norte al Sur cerca a nuestra actual costa. Las ondas de movimiento se deben a la friccion que se pro- duce en la roca del labio Oriente por las otras que forman parte del que se ha denominado continente del Pacífico 1 que se en- cuentran en el fondo de los mares cercanos a nuestra costa. Para que se comprenda mejor el modo como marchan estas ondas por la roca que hemos denominado sísmica, daremos un ejemplo mas práctico, para lo cual supondremos que nos encontramos. en posesion de una larga barra de acero a la que se le han sol- dado algunas otras trasversales. Si al anterior conjunto lo cubrimos con arena, teniendo cuida- do de dejar al descubierto algunos trozos de la barra, miéntras que otras partes se le tapa con una delgada capita i al resto lo recubrirmos con una gruesa capa de arena. Si al conjunto anterior le hacemos una pasada de lima de dientes ásperos en un punto cualquiera, notaremoslo que sigue: en aquellas partes desnuda los granitos de arena que la rodean vibraran- con mucha fuerza en torno de la barra i cada uno de estos trocitos recibirá el movimiento del lugar en donde está la barra, siendo estos movimientos cada vez ménos intensos a me- dida que uno se aleja del acero; pero indudablemente serán mucho mayores que aquellos que se notan en donde la barra está cubierta por esa delgada capa de arena 1 seran mayores aun que aquellos que se observan en los trocitos que recubren a las capas gruesas, e indudablemente serán mucho menores las vibraciones de los granitos, en todos los lugares en que no pasa — 185 — la barra por debajo; aunque estos estén mui cercanos al punto en que se ha dado la limada. A lo anterior se debe cuanto sostenemos de que los movi- mientos sísmicos se sienten venir de la direccion en donde exis- te la roca sísmica: así si un pueblo está al Norte de ella las on- dulaciones vendrán del Sur, 1 si está al Sur lo sentirá venir del Norte 1 si está al Poniente vendrá del Oriente, etc. Si se encuen- tran dos pueblos a una misma distancia del foco del temblor, este se sentirá con mas intensidad en el que esté mas cerca de la roca o bien que la capa de roca de acarreo que la separe sea ménos espesa. El movimiento será mínimo para un terreno, cuando este no tenga a su lado ni en su sub-suelo la anterior dicha roca. A esto se debe que a veces es mas fuerte un temblor en una rejion mul lejana, con tal que ésta esté cerca de la roca, que en otras en cuyos alrededores o sub-suelo mo exista. En Con- cepcion 1 en los Vilos el terremoto se hizo sentir con mas o mé- nos igual intensidad, a pesar de la diferencia enorme de distan- cia. Limache 1 San Francisco de Limache están solo separados por unos mil metros 1 los efectos destructores son mui diversos en ámbos pueblos, debiéndose ésto únicamente a la cercania de la roca. Estos mismos hundimientos i solevantamientos, que en Chile es la causa principal de los temblores, se han observado tam- bien en la República Arjentina, como se podrá ver por el si- guiente párrafo del señor Bodenbender al tratar del gran tem- blor arjentine del 27 de Octubre de 18094: «¿Ha tenido tambien lugar un decenso jeneral comprendiendo grandes zonas la de depresion, por ejemplo, de manera que pu- diéramos considerar este proceso como la continuacion de los anteriores? Ñ «Es mui probable, aunque sea mui difícil dar una prueba de- finitiva de ello. El descenso ha podido ser tan mínimo que solo una nivelacion de precision podria contestarlo. «Tengo que hacer mencion aquí de una observacion, hecha — 186 — por una persona bastante instruida, pero cuyo valor puede, sin embargo, ponerse en duda. «Esa persona que vive en Moquina, afirmaba que todos los años habia podido percibir, desde cierto sitio de sus habitacio” nes, un punto blanco de sierra nevada de Olivares (cordillera principal) sobresaliendo de la de Talacastra, pero nada mas que un punto. Actualmente despues del terremoto, se vé con toda claridad i desde el mismo sitio, una pequeña parte de la cumbre. Suponiendo la observacion exacta, la zona situada al este de la Cordillera habria esperimentado un movimiento (recíprocamente la Cordillera se habria levantado).» Ademas de esto último, hubiésemos querido citar algunos pá- rrafos de eminentes jeólogos 1 viajeros que recorrieron nuestra costa en el siglo pasado, siendo algunos de estos, testigos de es- tos fenómenos i todos ellos han quedado plenamente conven- cidos del solevantamiento de nuestra costa. Es verdad que algu- nos grandes i modernos jeólogos europeos han negado esto del solevantamiento, lo cual es mui natural puesto que ellos no han recorrido estos mundos; valiéndose, al escribir sus obras maes- tras, de algunos estudios de viajeros, en que por lo jeneral, hai mas fantasia que realidad. Santiago, Agosto 15 de 1910. IS PRINCIPALES RASGOS a A: | JEOGRAFÍA ANIMAL DE CHILE BERNARDINO QUIJADA B. CONSIDERACIONES PREVIAS Cuando se estudia la reparticion actual de los animales sobre la superficie del globo, se ve que las especies no están esparcl- das sin órden, sino que su distribucion obedece a ciertas reglas, 1 es un primer hecho de importancia que en la universalidad del mundo animal de un pais se distinguen formas (1) ¿ndijenas e (2) ¿ntroducidas o emigrantes 1 (3) endémicas o locales 1 (4) cos- mopolitas o universales. (1) Entre los numerosos animales ¿2d/enas de Chile podemos citar la Chinchilla o Chinchilla laniger, Mol.11a Viscacha o La- gidium peruanium, Meyer que, como se sabe, pertenecen a los Lagostómidos, familia de Roedores limitada de un modo esclu- sivo a la América del Sur. (2) De la casi infinita variedad de especies 21éroducidas, que juntas forman lo que se llama la fauna adventicia, conviene ele- jir como ejemplos el Caballo o Equus caballus, L. 1 el Cerdo o — 188 — Sus scrofa, L. para advertir, como otro hecho curioso de la jeografía animal de Chile, que las dos familias a las cuales per- tenecen estas dos especies, los Equidos 1 los Suidos, faltan por completo en nuestra República, 1, con ellos, todos los Perisodác- tilos 1 los Artiodáctilos no' rumiantes. (3) Continuando nuestro estudio jeográfico, vemos que los animales llamados endémicos o locales, caracterizados por su distribucion restrinjida, abundan principalmente en las islas oceánicas. Para citar algunos ejemplos de endemismo insular de Chile, son característicos 1 esclusivos de Juan Fernández el Pz caflor grande o Eustephanus fernandensis, King., el Torito o Anaeretes fernandeztanus, Ph., el Comesebo u Oxyurus masafue- rae, Ph. 1 el Agutlucho o Buteo exsul, Salv., correspondiendo las dos primeras de estas aves a Mas a Tierra 1 las dos últimes a Mas a Fuera. Preciso es notar aquí que los mamíferos no se prestan en este caso para nuestros fines, pues, por el carácter oceánico de las islas de Juan Fernández, no se presenta en ellas ninguna es- pecie terrestre privativa de esta clase superior de animales, Pero sin salir del territorio continental chileno podemos encontrar excelentes ejemplos de mamíferos endémicos. Sirvan de prueba las dos especies de Marsupiales Didélfidos conocidos en el pais con el sobrenombre jeneral de Comadrejas. Es el primero el DIDELPHYS (Marmosa) ELEGANS, WTRH., de las provincias centrales de la República i tan abundante en Valparaiso en la primera mitad del siglo pasado que, a decir de Gay, se le cojía mui fácilmente en trampas, atrayéndole con queso 1 carne. El segundo es el DIDELPHYS (Dr20102c1065) AUSTRALIS, F. PH. que se encuentra en nuestras provincias australes, sobre todo en Valdivia 1 Llanquihue ¡ probablemente tambien en la Araucanía 1 quizas todavía mas al Norte, no conociéndose en ninguna otra parte del mundo. (4) Por último, si tomamos en cuenta las formas cosmopolias, llamadas tambien ubiquitarias 1 universales por encontrarse en muchos puntos de la tierra, es fácil comprobar que pertenecen — 189 — a los animales propiamente domésticos i a aquellas especies de parásitos cuya existencia depende del hombre. Como se sabe, el hombre, por sus viajes, conquistas, comer cio, civilizacion, etcétera, contribuye a esparcir muchas especies por todo el globo, llevando intencionalmente unas veces i ca- sualmente otras, gran número de animales útiles o nocivos. Las manadas casi innumerables de toros i de caballos salva- jes, que pululan hoi en la América del Sur, siendo animales que no existían ántes del descubrimiento, son el mejor ejemplo del poder de este medio diseminador. _ Los parásitos que viajan con el hombre son esteriores o ecto- parásitos unos e interiores o endoparásitos otros. A los de la primera categoría pertenecen muchas especies de Artrópodos de las clases de los Insectos (a) i Arácnidos (b), 1 entre los últi- mos nombrados se notan no pocos Vermes (c) i Protozoos (d). (a) Hai 28 especies de Dípteros parásitos del hombre en estado larvario, a los que se agregan dos de este mismo órden, que lo son en estado adulto 14 de Hemípteros: 4) DÍPTEROS; 1. Pulga o Pulex zrritans, L. 2. Nigua o Sarcopsilla penetrans, L.—bB) HEMÍPTEROS: 1. Piojo de la cabeza o Pediculus capitis, Deg. 2. Piojo de los vestidos o Pedicudlus vestimenti, Burm. 3. Ladilla o Phthtzus imguimalis, Redi. 4. Chinche de cama o Acanthia lectularia, L. (b) Dos especies de LINGUÁTULAS 1 18 de ACARINOS. Por ejemplo: Linguatula rhinaria, Pilger, parásito de las fosas nasales, Arador de la sarna o Sarcoptes scabiez, Latr. var., hominis 1 Garrapata o Zxodes rici- aus, L. (c) Quince especies de CESTODES. Por ejemplo: Lombrices solitarias o Taenia solium Rud. 1 Taenía sagínata, Goeze. Doce especies de TREMATODES. Por ejemplo: Sanguijuela del hígado o Fasciota hepatica, L. 1 Bilharzia o Schistosomum haematobíum, Bilharz. Treinta 1 una especies de NEMATODES. Por ejemplo: Lombriz del niño o Ascaris lumbricoides, L., Triquina o Trichinella spiralis, Owen, 1 Piduye u Oxyurus vermicularis, L. (d) Cinco especies de RIZÓPODOS. Por ejemplo: 4moeba coli, Loesch., productor de la diarrea amebiana. Mas interesantes que las especies que deben a circunstancias fortuitas el haberse estendido por la superficie de la tierra, son las formas cosmopolitas de animales salvajes, las cuales se en- cuentran principalmente en los organismos alados, de movi- mientos de traslacion rápidos 1 poderosos, esto es, las aves entre los vertebrados 1 los insectos entre los evertebrados. Como ejemplos pertenecientes a aquella clase superior de animales, podemos citar la Lechusa o Strix flammea, L., 1 el Halcon comun o Falco pevegrinus, Tunst, dos especies de aves rapaces que Chile tiene en comun con el Viejo Mundo. Ejemplos de insectos notables por habitar una rejion jeográ- fica de gran estension, tenemos en las mariposas llamadas Lre- bus odora 1 Pyramezs carie que se hallan en casi todo el conti- nente americano. A la inversa del órden de los Lepidópteros, el de los Coleópteros comprende especies que no se inclinan al cosmopo!litismo conforme' con que tienen un vuelo pesado 1 mu- chas han perdido sus alas membranosas. * —Estos hechos de la Jeografía animal, como muchos otros, se esplican mui bien admitiendo que cada especie orgánica ha sido producida una sola vez 1 en un sólo punto de la tierra, al cual se ha llamado su centro de dispersiom, desde el que se han estendido los animales a otras rejiones en areas especificas o de dispersion, de amplitud mayor o menor, favorecidos por la fuer- za propagadora de los ajentes físicos i orgánicos (= el agua, el viento, las aves 1 la actividad humana). Once especies de ESPOROZOARIOS. Por ejemplo: P/asmodin malarioe, Laveran, parásito de la malaria o del paludismo. Diez especies de INFUSORIOS, Por ejemplo: Zr2fanosoma gambiense, Dutton, productor de la Enfermedad del Sueño, propagándose por la mos- ca Glossimia palpalis, Rob. 1 por el mosquito Stegomya fasciata, Fabr., Treponema pallidirem, ajente específico de la Szjalis 1 Balantidium colz, pa- rásito del intestino grueso, provocando una desintería grave. 2 LIMITACION DE LAS GRANDES REJIONES. ZOOJEOGRÁFICAS 1 Composicion de la Fauna propia de Chile Despues de formarse una idea de la manera cómo la natura- leza ha efectuado la reparticion de las especies animales en la superficie terrestre, nos toca ahora entrar en el estudio de la composicion de Ja Fauna propia de Chile, una vez que conozca- mos la division que los zoólogos hacen de la tierra, fundándose en los rasgos jenerales de los animales terrestres, de las estacio- nes húmedas 1 de las aguas dulces que la habitan. —Repártese el globo entero en las siguientes ocho Re7z032e5 Zoojeográficas que señalan la distribucion actual de los animales vertebrados terrestes o Feosoos, de las estaciones húmedas o ierozoos 1 de las aguas dulces o Potamozoos: 1) Rej20n Artica o del Polo Norte, que comprende las tierras mas boreales, como Groenlandia, Nueva Zembla, Spitz- berg, Islandia 1 comarcas del N. de Laponia i Siberia. 2) Rejion Paleártica,a que pertenece la Europa, la porcion Norte del Asia hasta el Japon i el Norte del Africa hasta el Desierto de Sahara inclusive. 3) Rejzon Neártica, que abarca el Norte del Nuevo Mundo hasta el N. de Méjico. 4) Rejzon Oriental o Indica, constituida por el mediodia del Asia, al Sur de los Montes Himalaya 1 la mitad occiden- tal del Archipiélago Malayo (Islas de la Sonda, hasta Célebes i Lombock). 5) Rejzon Etrópica, a que pertenece el Africa, desde del Sur del Desierto de Sahara, Madagascar, las Mascareñas i la Arabia. 6) Rejzon Neotropical, que comprende la América el Sur, las Antillas i el Sur del Méjico. 7) Rejion Australiana o Polinésica, que abarca la Australia, la Polinesia 1 las islas situadas al Sureste de la Malasia; 1 8) Rejzon Antártica o del Polo del Sur, que comprende las comarcas mas septentrionales. Admitiendo esta clasificacion faunística de la tierra, propuesta por SCLATER i WALLACE 1 ampliada por TROUESSART, tendría- mos a Chile incluido en la Rejion Neotropical. Como es esta la rejion que mas nos interesa, conviene conocer sus caractéres zoolójicos esenciales i su division en sub-rejiones. Desde luego se advierte que desde el punto de vista de su fauna mammalójica está caracterizada por la coexistencia de Mamíferos Placentados e Implacentados. Faltan entre los primeros nombrados las órdenes de los Pro- simianos i de los Insectívoros (escepto B/arina, Gray de Centro América i Solenodon, Brandt de las Antillas) 1 la familia de los Símidos, perteneciendo sus Primatos a la categoría de los Plati- rrinos o Monos ñatos i con 12 molares en cada mandíbula; 1 al número de los Mamíferos Placentados neotropicales se refieren los Marsupiales de la familia de los Didélfidos que se conocen con el nombre vulgar de Comadrejasi son de réjimen carnívoro. Como se sabe, las otras familias de Marsupiales carnívoros i todas las especies herbívoras, lo mismo que los singulares Mono- tremas, están hoi relegados al continente australiano e islas pró- ximas. Ademas se observa que en la Rejion Neotropical viven nume- rosos Edentados queson privativos de la América del Sur, como el Quirquincho, el Perezoso 1 el Hormiguero, i cuatro familias de Roedores que faltan en absoluto en las otras partes del mun- do. Son éstos los Lagostómidos (Chinchilla 1 Viscacha), los Da- s2próctidos (Aguti 1 Paca), los Cávzdos (Cui, Liebre de las Pampas i Capíbara) i los Dznómzidos (Dinomys branickii, Peters, del Perú). Finalmente, entre las Aves caracterizan la Rejion Neotropical la familia de los 7roquilidos o Picajlores, de los Sitácidos o Loros i de las Readas o Avestruces americanas. Hai que saber en seguida que la Rejion Neotropical se divide en cuatro sub-rej2ones, que son la Patagónica o Chilena, la Brast- lera, la Antillana 1 la Mejicana. "Aunque los límites fijados a estas sub-rejiones son, en jeneral, mui inciertos, por los ménos respecto a la Brasilera, resalta a primera vista el hecho de que el territorio continental chileno e islas adyacentes, está enteramente comprendido en la sub-rejion Patagónica, que comprende no sólo nuestro pais sino tambien toda la Arjentina i ademas casi toda la República Oriental del Uruguai, la de Bolivia i del Perú. —Señalaremos ahora los caractéres faunísticos de nuestros vertebrados (1) Jeozoos, (2) Higrozoos i (3) Potamozoos, o seaz las faunas terrestre, de las estaciones húmedas i de las aguas dulces. (1) Fauna terrestre (Mamíferos, Aves i Reptiles). —Cuan- do se estudian al por menor los componentes de la fauna mam- malójica de nuestro pais se ve que, dentro de la sub-rejion pata- gónica, se caracteriza negativamente por la ausencia de Prima- tos, de Edentados, de Perisodáctilos i de Artiodáctilos no ru- miantes. Ademas se advierte que la distribucion jeográfica de nuestros Mamíferos indíjenas indica para Chile tres sonas soojeográficas caracterizadas por el predominio de ciertos jéneros i especies que, encontrándose esclusivamente o con mas o ménos frecuen- cia en unas, faltan por completo o son escasos en otras i vice- versa. , Estas tres zonas zoojeográficas en que naturalmente se divide el territorio chileno según su fauna mammalójica son: 1 la Zona I3 — 104 — Zoojeográfica Boreal o Andina, 2 la Zona Zoojeográfica Central 13 la Zona Zoojeográfica Austral o Patagónica. 1.—La Zona Zoojeográfica Boreal o Andina se estiende desde el límite con el Perú hasta la Cuesta de Chacabuco, que se halla bajo el paralelo 33 ia unos 65 kilómetros al N. de la ciudad de Santiago. La caracterizan especialmente los siguientes jéneros i especies de Mamíferos: En el Orden de los Quirópteros: el jénero Desmodus, Wied con la especie D. rufus, Wied o Piuchen de Coquim- bo i Valparaiso, el Murciélago mas grande de Chile =85 m/m.), i el jénero Vespertilio, Keys.—Blas. con la especie V. nigrans, Wied o Murciélago de Atacama. En el Orden de los Carnívoros: el jénero 77+emarcios, Gerv. con la especie 7. armatus, F. Cuv. u Oso de la Cor- dillera, cuya área específica alcanza mui al N. En el Orden de los Roedores: los jéneros lagostómidos Chinchilla, Bennett ¿ Lagidium, Meyen con la Ch. laniger, Mol. o Chinchilla 1 L. peruanum, Meyen o Viscacha, 1 ademas las especies de Cienomys, Blainv. o Tuco-T: ucos de Chile septentrional (Ct. atacamensis, Ph., Ct. fulvus, Ph., Ct. pernix, Ph. i Ct. robustus, Ph.). En el Orden de los Ungulados: el jénero Lama, Do, con la especie L. vzcugna, Mol. o Vicuña que, lo mismo que el Oso cordillerano, se estiende mui al N. 2.—La Zona Zoojeográfica Central comprende desde la Cuesta de Chacabuco hasta el paralelo 37 que divide entre si las provincias de Chillan i Concepcion. Su carácter común se funda en el gran desarrollo de ciertos jéneros de Roedores i Carnívoros, como son: En la familia de los Octodóntidos: el jénero Spalacopus, Wagl. con S. poeppigii, Wagl. o Cururo, el jénero Octo- don, Bennett con las especies O. degus, Mol. o Degú ¿ O. bridgesit, Wirh. o Borz, 1 el jénero Abrocoma, Wirk. con A. bennettiz, Wirh. que vive en las colinas i al pié de la cordillera. En la familia de los Félidos: el jénero Felzs, L. con las especies de Gato montes o PF. pajeros, Desm. 2 FF". colocolo, H. Smith. 3.—A la Zona Zoojeográfica Austral o Patagónica pertenece lo demas de la rejion propia del pais, i, estendiéndose de los 37? hasta el estremo meridional del continente, aparece formada al S. por innumerables islas. Viven en ella Uugulados de los jéneros Pudua, Gray i Ca- riacuús, Less. representado aquel por el Pudú o Pudua humalis, Bennett, Cérvido que no tiene mas de 60 centímetros de lonji- tud, i el ultimamente nombrado, por el Huemul o Cariacus chi- lensis, Gay E Gerv., cuya área específica se estendia antigua- mente hasta Cauquenes i ahora se hace cada dia mas raro, re- tirándose hacia el Sur. Pero lo mas notable es que está habitada por Marsupiales del jénero Didelphys, L. (Driomiciops, Thomas), como es Didel- phys (D.) australis, F. Ph. o Monito del monte que vive en las provincias de Valdivia i Llanquihue i probablemente tambien en la Araucanía i quizás todavia mas al norte, pero sin que haya cruzamiento de su área específica con la de Dzdelphys (Marmosa) elegans, Wtrh., cuyos dominios chilenos ocupan solo porciones de las zonas central i boreal. Ademas son característicos Rezthrodon chinchillozdes, Wtrh., Rezthrodon cuniculozdes, Wtrh., Oxymycterus lanosus, Thomas, Oxymycterus delphinz, A. Cabrera Latorre, lo mismo que los Tuco-Tucos patagónicos o Ctenomys magellanicus, Bennett ¿ Cte- nomys fueguinus, Ph. Por fin, llama la atencion el gran desarrollo de los jéneros carnívoros Lutra, Erxleb. i Conepatus, Gray, el primero con el Chungungo o Lutra felina, Mol. i el Huzllin o Lutra huidobria, — 196 — Mol., i el segundo con los Chingues o C. humboldtíz, Gray 1 C. chilensis, Desm., sin tomar en cuenta los Pinipedios i Cetáceos de los mares australes, como el Lobo de un pelo u Otaria ¡jubata, Forst., el Lobo de dos pelos o Arctocephalus australis, Zimm., 1 la Ballena blanca del sur o Balaena australis, Desmoul. —Los demas Mamíferos chilenos pertenecen a jéneros de áreas de dispersion sumamente vastas, que por estar represen- tados de un estremo a otro de la República, no se prestan para nuestros fines. : En cuánto a la fauna mammalójica de las Islas Chilenas, hai que saber que en las Oceánicas, de oríjen volcánico i madrepó- rico, como Juan Fernández, San Ambrosio i San Félix, Pascua, faltan en absoluto las especies indíjenas de Mamíferos, mientras que estos mismos animales casi siempre se encuentran en las Continentales, como la Quiriquina, la Santa Maria i los Archi- plélagos de Chiloé i Chonos. La esplicacion de este hecho está en que las especies mamiífe- ras del territorio continental no están organizadas especialmente para franquear el mar profundo imas o menos estenso que siempre ha mantenido separadas aquellas islas de los continen- tes, mientras que la segunda categoría de islas, representando fragmentos de los mismos, ofrecen tales especies por haberlas conservado. —Si de los Mamiferos pasamos a considerar las Aves, encon- tramos que, aunque incomparablemente mas numerosas que aquellos, no pueden utilizarse para el establecimiento de zonas naturales, pues, siendo animales alados, su fuerza locomotiva les permite esparcirse con facilidad por toda la estension del terri- torio chileno. Con todo, la estadística sistemática i jeográfica de las espe- cies de Aves indíjenas de Chile, demuestra que no faltan algu- nos rasgos característicos en la avifauna chilena, cuando se le compara con la de las Repúblicas de la sub-rejion patagónica i otros paises lejanos. Por de pronto, se ve que nuestra avifauna es mui rica en aves acuáticas. En efecto, en las orillas oceánicas, en los rios 1 en los lagos cordilleranos, hai numerosos pájaros de esta catego- ría biolójica, lo que se esplica por la configuracion especial de la angosta i larga faja de terreno que ocupa Chile, comprimida entre la Cordillera de los Andes 1 el Océano Pacífico de dila- tada estension litoral. Limitándonos a las especies de agua dulce, notamos que en el Orden de los Pzgópodos la familia de los Podiczpédidos está representada por el Pzcurzo o Podilymbus podiceps, L., el Pim- pollo o Podicipes americanas, Garn., el Blanquillo o Podicipes calipareus, Less., i la Huala o Aechmophorus major, Bodd., de las cuales la última es peculiar a Chile i las restantes se encuen- tran tambien en otros paises de la América meridional, pero sin salir de este continente. Otro orden de Aves acuáticas que tiene representantes en las aguas dulces de Chile es el de los 4xseres o Vadadoras, cuya familia única, los Axrátzdos, comprende cuatro especies de Gan- sos chilenos del jénero Chloéphaga, Eyt., (el Peuquen ¡1 el Gansi- llo de las lagunas de la Cordillera, el Carquen de las provincias centrales i el Cague, común de Chiloé al sur), dos especies de Cisnes, la Coscoroba blanca o Coscoroba candida, Wieill i el Czs- ne de cuello negro o Cygnus melanocoryphus, Mol., i varias for- mas de Patos, de las cuales cuatro son privativas de Chile, el Pato juarjual, el Pato anteojillo, el Pato jergon chico, el Pato de la Cordillera, 1 las demas se hallan igualmente en otros pai- ses sud-americanos ¡aun en Norte América, como ocurre con nuestro Pato colorado o Querquedula cyanoptera, Vieill. A la inversa, Chile es mui pobre en Passeres o Pajarillos 1 entre ellos la familia de los Zeroptóquidos comprende los jéneros Pteroptochus, Kittl., Hylactes, King. 1 Triptorhinus, Cab., que son propios 1 característicos de nuestro pais. A estos jéneros de aves de alas cortas i cola levantada casi perpendicularmente — 198 — sobre el cuerpo, pertenecen los Zapaculos o Pteroptochus albz- collís, Kittl., (que por escepcion es tambien arjentino), los C4u- caos o Pteroptochus rubecula, Kittl., los Hueshues o Hylactes castaneus, Ph. € Landb., i 47. tarnzz, King., las Z7urcas o H. me- gapodius, Kittl., i los Churrines del Sur o Triptorhinus para- doxus, Cab. Del mismo modo, son esclusivamente peculiares a Chile las aves del Orden de los Pszttaciz o Loros, con el Tricagúe, el Cho- rot ila Catita, 1 algunos Pícidos del Orden de las Scansores o Trepadoras, como el Pitigie ¡1 el Carpintero grande, que nunca pasan al otro lado de los Andes. Esta observacion puede hacerse estensiva a una familia del Orden de los Macrochires o Mantlargas, la de los Troguilidos o Zumbones, mas conocidos con el nombre de Pzcaflores, que son esclusivamente americanos i están representados en nuestro suelo por siete especies, de las cuales el Eustephanus fernandensts, King, es endémico en Juan Fernándezi el Lustephanus galeritus, Mol., efectúa peregrinaciones periódicas en el territorio, alcan- zando hasta la Tierra del Fuego, donde se le ve revolotear en medio de las tempestades de nieve. En cambio, faltan por completo en Chile algunas familias de los dos últimos órdenes nombrados que son mui numerosas en el hemisferio boreal de ámbos mundos, como los Cucúlidos o Cuclillos entre las Trepadoras i los Czpsélidos o Vencejos entre los Manilargas, con adicion de los Zanágridos o Pirangas, los Córvidos, o Cuervos 1 Cornejas 1 los Páridos o Paros, Paj arillos que tampoco tienen representantes en la República. Observamos asimismo que negativamente se caracteriza nuestra avifauna por la ausencia del Orden de las Palwmedidas, cuyos' miembros viven en los otros paises de la sub-rejion patagónica, faltando tambien los representantes de los. órdenes Apterzjos 1 Casuarinos de las tierras australes, lo mismo que los Estrutiones o Avestruces africanas. Estas tienen aquí sus especies represen- tantes en el órden sub-americano de las Xeas, cuya única familia, las Rezdas, comprende dos formas: son la .Avestrus petisa O Rhea darwínt, Gould, que habita la Patagonia al Sur del Rio Negro i el Vandú o Rhea americana, L., que vive principalmente en la República Arjentina, encontrándose en Chile sólo en cier- tos parajes abrigados de la Cordillera de Tarapacá. Finalmente, notaremos que el órden de las Accipitres o Rapa- ces comprende las especies que, como es mui sabido, muestran la mas basta distribucion, pues la inspeccion de la lista sistemá- ticaijeográfica que exhibe el continjente de estas aves de rapiña, deja ver que mas de la mitad de las formas chilenas se conocen no sólo en la República Arjentina, Perú 1 Bolivia simo tam- bien en la América del Norte i algunas aun en Europa i otras partes del mundo, como ocurre, por ejemplo, con la Lechuza i el Halcon comun precitados. —Pasando ahora a analizar la fauna reptiliana, vemos que es notable la falta de Loricatos o Cocodrilos, de Quelonios o Tor- tugas i de Ofidios o Serpientes venenosas, existiendo sólo dos ' especies de Culebras de costumbres inocentes i que se distin- guen entre sí a primera vista por la lonjitud relativa de su cola. Son estas la Zachyments peruviana, Wiegm., 1 la Dromicus tem- mincktz, Wiegm. En cuanto a los Saurios o Lagartos chilenos, mas de la mitad de nuestras especies pequeñas o Lagartijas pertenecen al jéne- ro Lzolemus, Wiegm., i el Lagarto grande de Chile o Callopis- tes maculatus, Gravh.,—que llega a ser de media vara de lonjitud - ¡está adornado de cuatro séries de manchas negras sobre un fondo olivaceo,—es una especie endémica en nuestro pais que vive perfectamente en los lugares pedregosos de las provincias centrales de la República. Un hecho mui notable en la fauna de Chile es que hai Saurios de reproduccion vzvípara, como se ha constatado del modo mas positivo en los Lagartos 7ropidurus peruvianus, Less., conocido tambien en el Perú, i el Ph4ymaturus palluma, Mol., llamado vul- garmente MMatuasto 1 que vive en las partes ásperas de las altas cordilleras del Norte i Centro del pais. =— DY —= (2). —Fauna de las estaciones húmedas (Anfibios).— Los animales vertebrados de las estaciones húmedas o M2gro- ¿oos—cuya piel siempre húmeda secreta un mucus mas o ménos abundante—están representados esclusivamente por los Anfi- bios o Batracios, que en los testos modernos de zoolojía apare- cen formando una clase aparte. En la fauna chilena de estos animales encontramos una parti- cularidad en la ausencia de Apodos i¡ Urodelos o Batracios con cola, que faltan tambien en toda la América del Sur. Ademas, entre los Anuros o Batracios sin cola no existe el jénero Rana propiamente tal, pero tenemos animalitos pareci- dos, como el Calyptocephalus gayz, D. B., por ejemplo, conocido en Chile con el nombre vulgar de rana i que es uno de los ba- tracios mas grandes que se conocen, pues llega a tener hasta 25 centímetros de largo. De los otros Anuros chilenos, son particularmente importan- tes el Bufo chilensis, D. B., mui parecido al Sapo común euro- peo, que vive tambien en la República Arjentina, i la R4zrodér- ma darwinz, D. B., pequeño batracio raniforme con el cuerpo pintado de blanco, amarillo i negro, de especial interes biolójico por el saco de incubacion que posee el macho debajo de la bo- ca 1 en el cual se hace la metamórfosis larval. Esta ranita de nuestro pais habita las provincias australes, desde el Rio Maule hasta la Isla de Quehui, cerca de la costa oriental de Chiloé, 1 ha sido descrita segun los ejemplares que el ilustre biólogo Dar- win recojió en el viaje de esploracion alrededor del mundo del buque de S. M. B. «Beagle» o Sabueso (1831-1836). (3). —Fauna del agua dulce (Peces). —Cuando se estudia la poblacion zoolójica lacustre 1 fluvial, se observa una grandísima semejanza entre las especies de las aguas dulces en casi todas las rejiones del globo, hecho que encuentra su esplicacion en el carácter universal de la fauna litoral primitiva, de la cual pro- vienen, i tambien en el trasporte por el viento 1 el agua de cier- tos animales actuales i en su diseminacion por medio de las — PM. —= aves que conducen los huevos, llevándolos pegados en el barro de sus patas 1 en su cuerpo. Los vertebrados verdaderamente acuáticos de agua dulce o Potamosoos pertenecen a la clase inferior de los Peces. La fauna ictiolójica de las aguas dulces de la República está caracterizada negativamente por la falta de los Salmónidos i de los Ciprínidos indíjenas, que pueblan los lagos i rios de todos los climas, escepto la América del Sur i Oceanía. Estas familias de peces alimenticios están reemplazadas en nuestro pais por los Haploquitónidos o Fartonelas, cuyas espe- cies, Haplochiton sebrá, Jen. 1 Haplochiton tenzatus, Jen., de las provincias del sur i de las Islas Falklands, ofrecen una semejan- za asombrosa con los Salmones, i por los Galáxzdos o Pelad?- llos, peces pequeños 1 sin escamas, representados en Chile por diez especies que son mui abundantes desde Valdivia a Tierra del Fuego, habitando en jeneral en las tierras australes, como Nueva Zelanda, Tasmania i las Islas Malvinas. Ademas, abundan los Tyzcomzptéridos o Bagres, peces des- provistos tambien de escamas 1 con barbillas alrededor de la boca, que son propios i característicos de Chile i el Perú i com prenden ocho especies chilenas (=Vematogenys ¿inermbés, Gi- rard. + 7 especies del jénero T7zchomycterus, Val.) Por último, llama la atencion que las familias de los D2plostó- midos, de los Lorzcáridos 1 de los Caracínzdos tienen las tres una especie peculiar a las aguas dulces de ciertas zonas de la Repú- blica: son Dzplomystes papillosus, Nal. o Tollo de agua dulce 1 Chaestomus erinaceus, C. V., 1 Cheirodon pisciculus, Girard, que no gozan de nombre vulgar porque son pocos estimadas 1 no se hace caso de ellas. —No entra en nuestro programa indicar los caractéres faunís- ticos de los animales marinos o HZalosoos, cosa que no sentimos puesto que el estudio de esta parte de la fauna propia de Chile, no permite todavia llegar a una apreciacion exacta en lo que concierne a la zoojeografía marítima del pais. Á SECCION DE ADMINISTRACION I ESTADÍSTICA ÚS OS E DNA E E TN AN EL MUSEO NACIONAL DE CHILE EN 1g10 Es mui sensible tener que declarar al mundo científico el falle- cimiento del ilustre director del Museo Nacional i Profesor de la Universidad de Chile, señor don Federico Philippi, acaecido el 16 de Enero de 1910. El fallecimiento del señor Philippi, ha llenado de luto a una distinguida familia, al personal del Museo, a nosotros los que tuvimos la honra de ser sus alumnos, al Gobierno de la Repú- blica que se asoció al duelo público, ia la ciencia en jeneral, que pierde en él a un colaborador antiguo, activísimo e inteli- jente. La biografía del señor Philippi, que hemos encomendado al naturalista ausiliar del Museo, señor Gotschlich 1 que va inserta en este Boletin, nos ahorra nuevos detalles; bástenos agregar que él terminó de organizar la gran obra empezada por el sabio don Rodulfo Amando Philippi, su señor padre. A ellos debe la República la acumulacion, clasificacion i publicacion de la in- mensa mayoría de la riqueza reunida en nuestro Museo; e ins- pirado en sus sabias determinaciones, siguiendo ese plan traza- do por ellos, esta Direccion impulsará el estudio de la Historia Natural. Nada mas grato nos será aprovechar los sabios colaboradores que forman parte del personal del Museo, de los que existen — 206 — fuera de él, sean nacionales o estranjeros, 1, si el progreso de las Ciencias Naturales nos exijen buscar sabios estranjeros, especia- listas que no tuviéramos en el pais, no vacilaremos en buscarlos en el Viejo Continente o en los Estados Unidos, incorporarlos al Museo i rodearlos de todas las facilidades necesarias a fin de hacer fructífera su obra. Honor es declararlo que los Gay, los dos Philippi, los Germain, los Lataste, Búrger, etc., han contri- buido eficazmente a las ciencias chilenas; como en otro tiempo lo hicieran Molina, Frezier i otros, i como ahora colaboran en las ciencias naturales de Chile, Reiche, Reed, Wolfsohn, Lenz, Johow, al lado de los nacionales Machado, Quijada, Porter, Ri- vera, Izquierdo, etc. La direccion trabaja por abrir oficialmente el estudio de la Antropolojía, Arqueolojía 1 Etnografía ya iniciada con tanto en- siasmo por Oyarzun, Lenz, Medina, Guevara, Latcham, etc., por abrir la seccion de las plantas Criptógamas; por darle gran desa- rrollo al estudio de la Jeolojía; construyendo la Carta Jeolójica en pos de estudios sistemáticos del suelo; por impulsar el estu- dio de los Invertebrados, 1 en ellos creando una seccion especial de estudios de insectos dañinos 1 de las arañas. Organizado así el Museo, será una Escuela de Altos Estudios, en donde los sabios pueden dar conferencias públicas que sean provechosas a los especialistas 1 a los amantes de la ciencias naturales; ancho campo encontrarán los aficionados, aprovechan- do los elementos de que dispone el Museo, la biblioteca de él í las columnas del Boletin que les quedan abiertas. ' Daremos cumplida satisfaccion a la ciencia mundial, envián- doles nuestras publicaciones a aquellos centros que deseen nues- tro intercambio, abriendo así una fuente de relaciones científicas i de cambios de ejemplares repetidos del Museo. Dr. EDUARDO MOORE, Director del Museo Nacional i Profesor de la Facultad de Medicina. MEMORIA PRESENTADA AL SEÑOR MINISTRO DE INSTRUCCION PÚBLICA POR EL DIRECTOR DEL MUSEO NACIONAL Señor Ministro: Con fecha 7 de Abril fuí designado por el Supremo Gobierno para tomar la Direccion del Museo Nacional. En un mes que va trascurrido he tratado de imponerme de la marcha del Es- tablecimiento, de su necesidades mas urjentes i he estudiado un plan de trabajos que someto a su consideracion en este In- forme. Don Federico Phalipp?.—Séame permitido ante todo, espresar al Supremo Gobierno a mi nombre i al de todos los empleados del Museo, los sentimientos de alta condolencia por la muerte del ilustre sabio don Federico Philippi, hijo del no ménos ilustre i verdadero fundador del Museo Nacional, profesor Rodulfo Amando Philippi. Rol del Museo.—El Museo Nacional es un establecimiento, hoi por hoi, destinado a conservar los representantes de la Fauna, Flora i del Suelo del pais i del estranjero, para mostrarlos al público dos veces por semana, Juéves 1 Domingos por la tarde. Sirve a la enseñanza de los alumnos de los colejios i a la inves- — 208 — tigacion científica de los que se dedican a la ciencia. Ademas se dan consultan gratuitas a los industriales que van a pedir datos, sobre todo en la Seccion de Jeolojía. Se investiga sobre la Flora Chilena por el Jefe de la Seccion Botánica, a fin de publicar sistemáticamente las plantas chilenas, modernizando la clasificacion hecha por don Claudio Gay, 1 lle- vando el plan de publicar todas las Fanerógamas, para empren- der la clasificacion de las Criptógamas, plantas mui numerosas i sobre las que aun casi nada se ha escrito. Existe tambien, en embrion, una seccion de Arqueolojía, Antropolojía 1 Etnolojía, rama importantísima i sobre la cual mui poco se ha podido hacer. Esta seccion no tiene un jefe téc- nico a su cabeza, de modo que la investigacion no es sistemá- tica. Seccion de Zoolojía.—El jefe de esta seccion atiende al cuida- do, clasificacion de los mamíferos, aves, reptiles, batráquios i peces; no seria posible exijirle otro trabajo desde que esas di- visiones exijen modernizar las clasificaciones, catalogar las es pecies, publicar catálogos para ilustrar al público 1 adquirir nuevos ejemplares chilenos 1 estranjeros. Ademas deberá dar conferen- cias públicas para enseñar prácticamente a los profesores 1 afi- cionados a esta ciencia. No puede pues abarcar los animales evertebrados; de ahí es que la clase de los insectos solamente esté entregada a un especialista con el nombre de: Fefe de Seccion de Entomolozía, que es el señor Filiberto Ger- main. Este distinguido sabio tiene 84 años de edad 1 ha servido al Museo Nacional, con algunas interrupciones, desde el tiempo de don Claudio Gay. Acompaño a US. junto con el informe de su respectiva seccion un memorial sobre su actuacion científica para que si US. lo tiene a bien, se sirva recabar del Congreso Nacional, una pension de gracia con el sueldo de $ 6,000 que consulta el próximo presupuesto. Seccion de Evertebrados —Esta parte de la Zoolojía es mui estensa apesar de segregarle los insectos i las arácnidas i nece- sita un jefe especial técnico que los abarque, porque si escep- — 209 —= tuamos' los: moluscos, cuyo estudio está mui avanzado, se puede decir que lodemas está por hacerse. Por esta razon he solicitado de US. consulte en el próximo presupuesto la cantidad de $ 6,000 para colocar un técnico a su cabeza. Tengo el agrado de hacerle presente 'a US. que existe en el pais un chileno, el señor don Cárlos Porter, preparado para dirijir esta seccion. Seccion de Aracnolojía e ¿msectos dañinos.—Esta importante seccion no tiene un solo representante, entre las arañas, en el Museo Nacional. Su estudio i clasificacion están solo hechos en parte, 1 es de gran importancia para la medicina i para los agri- cultores, conocer las condiciones biolójicas de las arañas i de los insectos perjudiciales. Proponemos para el próximo presupuesto, un jefe para esta seccion con $ 5,000 anuales de renta, i puedo adelantar al señor' Ministro que he encontrado en el señor Ri- vera, profesor del Instituto' Agrícola, una persona entusiasta, instruida i dedicada a esta clase de estudio. Con un costo insig- nificante se podria tener en el Museo mismo un gabinete de Biolojía para esta clase. Estacion de soolojía maritima.—Se impone la creacion de una estacion marítima destinada a recolectar animales del mar con acuarios especiales. Esto serviria: 1.0 Para aumentar las colecciones del Museo Nacional i de los museos de enseñanza; 2.2 Estudiar la Piscicultura; 3.0 Estudiar la Biolojía de la Fauna Marítima; 4.2 Un Museo Oceanográfico. El Gobierno posee terrenos en el puerto de San Antonio, 1 por nota he pedido a US. se sirva recabar del Ministerio de In- .dustria, mil metros de tierra a orillas del mar para instalar esta estacion. Con este objeto he solicitado en los próximos presupuestos i por una sola vez, la cantidad de $ 20,000 1 como gastos fijos $ 5,400 que servirian para sueldo de un Conservador i de un 14 — VO = Pescador de la estacion. El Ministerio posee un barco, el A/e- jandro Selkirk, cuyo paradero es San Antonio, 1 durante las épocas que está en esas costas, asi como cuando viaja a Juan Fernandez, puede ocuparse en pescar i mariscar para la esta- cion zoolójica. Para completar el estudio de la Zoolojía creo conveniente hacer presente a US. que de esta seccion podria depender el Jardin Zoolójico, el cual suministra los animales que se mue- ren. Bajo la dependencia de la Seccion de Zoolojía podria for- marse un Jardin Zoolójico de animales chilenos para el estudio de ellos 1 de animales estranjeros, lo que secundaría en bien de la instruccion 1 del entretenimiento público. Seccion de Botánica.—La flora de Chile está mui bien repre- sentada en un rico herbario. El jefe de esta seccion está ocupa- do en la publicacion de las plantas chilenas, formando asi un trabajo científico de la mas alta importancia i preparando para el Centenario una monografía sobre las orquídeas chilenas. He pedido a US. elevar el sueldo de este jefe a seis mil pesos. Seccion de plantas Criptógamas.—No existe coleccion de estas plantas ni especialista que se ocupe de ellas. 1l estudio de los hongos, musgos, helechos, líquenes 1 algas, apenas se conoce en Chile 1 como no haijente preparada en el pais, convendria contratar uno en el estranjero; con este objeto he pedido la inclusion en el Presupuesto de la cantidad de 15,000 fran” cos anuales. Creo que se podría contratar un especialista jóven en Italia o en Wáshington, en la Seccion de Industrias de plan- tas del Ministerio de Agricultura. Ya hemos escrito al señor Ministro de Italia i a una personalidad de los Estados Unidos» para tener adelantada la eleccion de la persona que pudiera servir a este puesto. , Seccion de Feolojía.—Esta seccion es la que sirve para el es- tudio del suelo del pais, no sólo por conocer su constitucion, re- colectar rocas | minerales que clasificados ilustran a los especia- listas, sino. por las consultas mui frecuentes que hacen los industriales. En todos los paises posee el Estado este departa- = ii mento de Jeolojía “que ilustra científicamente a los mineros 1 agricultores, sin fijarse sino en la verdad, desechando la conve- niencia del negocio. Asi se ha visto que nuestra seccion ha po- dido concluir con muchísimas empresas costosas, que no tenian como base otra cosa que la ilusion o la especulacion; ¡ tambien ha enderezado industrias mal dirijidas por falta de conocimiento científico. Hemos creido conveniente elevar el sueldo del Jefe a $ 6,000. La existencia de la Seccion de Jeolojía no escluye la existen- cia de colecciones en las clases de Jeolojía o de Mineralojía de los establecimientos de instruccion, como tampoco la de sociedades mineras que tienen otros objetivos. Para bien servir esta seccion 1 levantar la carta jeolójica del pais, se necesita poseer un laboratorio de jeolojía que estudie las rocas, otro de agrolojía que estudie la composicion del suelo, 1 otro de química que haga análisis. Para esto se consultan tres ayudantes con $ 3,000 cada uno. Por una sola vez hai que gastar la suma de $ 100,000 para encargar a Europa una sonda de reconocimiento con todos sus accesorios, para el estudio de estratificacion i la investigacion de aguas, carbones i petróleos; i $ 3,000 para un gabinete de Jeo- lojía, $ 2,000 para el de Agrolojía, $ 2,000 para el de Química 1 $ 5,000 para la carta jeolójica. Seccion de Antropolojía, Arqueolojía 2 Etnolozía.—Las colec- ciones de estas “ciencias no. tienen un estudio sistemático i se impone la contratacion de un jefe con 15,000 francos de renta anual. Estas ciencias que tienen tanta importancia en todos los paises i que aquí han empezado a despertar, necesitan mucha atencion. Instituto de Botánica.—Anexando al Museo el Jardin Botá- nico o creando un jardin ad hoc i con los dos jefes de secciones ya citados, se podria hacer un trabajo científico i útil procuran. do: 1.2 que se recolecten plantas en el pais; 2.2 cultivando especies nacionales fabriles en el jardin; 3.2 clasificando sistemá” ticamente las especies no clasificadas; 4.9 estudiando las propie- ¿— 212 — dades químicas de las plantas, i 5.0 estudiando la accion fisioló- jica de las medicinales. Como los gastos serian mui insignificantes, bastaria un decreto de ese Ministerio haciendo pasar el Jardin Botánico, que es de su dependencia, a la Direccion del Museo Nacional, para que se realizara esta gran obra, en caso de no crear un jardin especial. Preparacion: Embalsamamiento.—Los ejemplares acumulados en el Museo destinados a ser preparados i los que se pueden recolectar son tantos que, no puede el personal i elementos actuales, alcanzar a terminarlos: de ahí es que pido la inclusion en el presupuesto, por una sola vez, de la cantidad de $ 1,000 para formar el gabinete de Taxidérmia. Por la misma razon pido se consulte el sueldo del preparador en $ 4,000. Sueldos.—Se han aumentado los sueldos de los jefes de sec- cion a $ 6,000 para poder exijirles la dedicacion de todo su tiempo a los trabajos del Museo. Hoi con el sueldo de $ 4,000 dedican solo de dos a tres horas, lo que es insuficiente. He en- contrado establecida esta costumbre. No se puede -exijir con sueldos tan exígúos la contraccion absoluta a la ciencia, i por eso se ven obligados a hacer clases para formarse una renta que les permita vivir con cierta holgura. Si cuando contratamos sabios estranjeros que nos vengan a instruir, pagamos buenos sueldos, justo es que a los sabios del Museo Nacional se les pa- gue honorarios compatibles con su posicion, tanto mas cuanto que es el Museo Nacional el único establecimiento de investi- gacion científica en el cual, junto con darse a conocer el pais, sirve a la enseñanza de las ciencias naturales i ayuda eficaz- mente a los industriales i agricultores. Hace años que la Junta de Vijilancia pidió ese aumento, reiterando con urjencia su pe- dido en una nueva nota de fecha 27 de octubre de 1908. Palacio —En el edificio del Museo Nacional no caben todas sus colecciones, pues ocupa el Instituto Agrícola toda la parte poniente; a su vez este establecimiento, desde hace veintiocho años, se encuentra estrechado ea dicho recinto. Por insinuacion de US. 1 de acuerdo con el Inspector Jeneral — 213 — de la Instruccion Agrícola, se ha solicitado a ese Ministerio un decreto, ordenando que el Instituto Agrícola se traslade al Ob- servatorio Astronómico cuando éste haya abandonado esta lo- calidad para irse :a Lo Espejo. Conseguido ésto, el Museo po- drá estender al recinto desocupado, la Seccion de Jeolojía i sus gabinetes. : Casa de la Direccion.—Está en mui mal estado, inhabitable, i como hai que dedicar gran parte de ella a la Direccion ia la Biblioteca que no poseen localidad, no queda casa para el Di- rector. Esto se ha conciliado con el acuerdo de US. de edificar ha- bitaciones para el Director en la parte norte de la antigua casa, dentro del recinto que le pertenece a dicha casa, i al efecto la Direccion de Obras Públicas ha terminado el plano ¡ presupues- tos consiguientes 1 que tengo el honor de presentar a US. para su aprobacion. Este presupuesto sube a 30,800 pesos 1 llena una necesidad urjente, ahorra el gasto de casa para el Di- rector i dedica gran parte de la casa antigua a la biblioteca i oficinas. Biblioteca.—La biblioteca del Museo Nacional es mas o mé- nos de 2,200 volúmenes. La inmensa mayoría ha sido suminis- trada por los Estados Unidos en canje con nuestras escasas pro- ducciones científicas; en segundo lugar vienen las producciones nacionales, en tercer lugar los canjes con otros paises, sobresa- liendo Suecia, Inglaterra 1 sus colonias; por fin, el resto de la biblioteca, los libros comprados con el exígivo presupuesto que se ha destinado con este fin. Es menester tener presente, que sin libros especiales a cada asignatura de las Ciencias Naturales, no se puede clasificar, de tal manera que si los libros en otros repartimentos del Estado son útiles para la instruccion 1 adelanto científico del personal, aquí es absolutamente indispensable; sin libros de especialistas no se puede clasificar, pues cada especie de los tres reinos de la Naturaleza, cuando se la descubre, se la describe en todos sus detalles, con todos sus caractéres científicos para no ser confundida con ninguna otra. Las especies conocidas se en- cuentran, pues, publicadas ilas nuevas para publicarse, se nece- sita consultar los libros mas modernos sobre la materia, evitan- do así repeticiones inútiles 1 perjudiciales. Mui pocos son los libros que tenemos para clasificar. Afortunadamente, el Supremo Gobierno ha aceptado la proposicion hecha por la sucesion de don Federico Philippi de ceder la Biblioteca Científica valiosísi- ma que posee i que fué formada por el doctor R. A. Philippi i por don Federico, por la cantidad de veinticinco mil pesos ($ 25,000). Ese Ministerio ha tenido a bien confiar a la Biblioteca Na- cional el estudio de esta cuestion i un perito especial va a informar sobre el mérito de las obras i el precio que han exi- jido. Puedo adelantar a US. que el precio no es exajerado, idea que domina tambien al citado perito de la Biblioteca; el núme- ro de volúmenes es mui cerca de ocho mil. Con esta adquisi- cion el Museo Nacional llegaria a tener una riqueza de diez mil volúmenes i se encontrarla apta para contestar a cualquiera in- formacion sobre las Ciencias Naturales que se le sometiera, a clasificar los ejemplares científicos presentes i futuros, 1 por fin, a proporcionar, sin salir del recinto del Museo, libros a los sa- bios que desearan consultarlos, con cuyo objeto se dispondrá de salas especiales. Esta valiosa coleccion de obras científicas será colocada en cinco piezas de la casa del ex-Director, en donde estará tambien la Direccion, la Secretaría ila Sala de espera para consultas e investigaciones. Informe de los Fefes de Seccion.—Acompaño los informes evacuados por los jefes de las secciones respectivas. Museos provinciales. —Su Señoría a tenido a bien consultarme sobre la conveniencia de hacer depender de la Direccion del Museo Nacional, las de los Museos de Valparaiso i Concepcion. He consultado al señor Intendente de Valparaiso i concuerda con las ideas de Su Señoría; el de Concepcion ha ido mas léjos = 258 ==. porque ha enviado una nota a ese Ministerio haciendo ver la conveniencia de dar mayor impulso al Museo dependiendo del Nacional. Yo estimo la necesidad que dependan del Museo Na- cional por las siguiente consideraciones: La existencia de los Museos de Concepcion i de Valparaiso se impone como un medio de descentralizar la enseñanza de la Historia Natural, popularizando la ciencia, teniendo nuevos lo- cales para las colecciones i estableciendo asi centros científi- cos en que puedan estudiar los profesores de esas grandes po- blaciones. Ademas existe una razon de economía al mantener una sola Direccion, pues que los ejemplares dobles del Museo se repartirian a los locales i las mismas comisiones científicas encargadas de esplorar i recolectar para el Museo Nacional, lo hacen tambien para los Museos provinciales. Esto estimula tambien las donaciones jenerosas de los amigos de las ciencias Construcciones en el. Museo.—La Junta de Vijilancia del Mu- seo así como el ex-Director, sostuvieron, por notas ante ese Mi- nisterio, la necesidad de construir en el patio del preparador del Museo una sala especial para embalsamar, preparar esque- letos 1 en donde tener los instrumentos de los preparadores. He obtenido de la Direccion de Obras Públicas haga un estudio i presupuesto 1 en cuanto él esté terminado, tendré el honor de someterlo a la consideracion de US., para que si lo tiene a bien, se sirva poner los fondos a la disposicion para cons- truirla. Conferencias. —A fin de aprovechar los numerosos elementos que existen en el Museo, esta Direccion estima conveniente quelos diversos Jefes de Seccion den conferencias quincenales sobre sus respectivas ciencias. Conferencias prácticas desarrollando en diez lecciones anuales para cada seccion, el estudio de la Bo- tánica, Zoolojía, Entomolojía, Jeolojía, Antropolojía, 1 demas asignaturas. Así tendrian los profesores i los aficionados de estas ciencias, un campo práctico para refrescar sus conocimientos. Casa para los empleados.—Los escasos sueldos con que son remunerados los que se dedican a las Ciencias Naturales, hace — 216 — que éstos no puedan dar todo su tiempo al Museo Nacional 1 buscan un aumento de renta dedicándose a la enseñanza en los Liceos i Colejios particulares. Ademas viven mui léjos del Museo Nacional. Si.ellos vivie- ran en la misma Quinta Normal este ahorro de casa seria una compensacion de su exígiúo sueldo iuna gran facilidad para asistir al Museo. Estas facilidades la tienen todos los emplea- dos de la Quinta Normal, incluso los que dependen del Minis- terio de Instruccion Pública, como ser los del Observatorio As- tronómico i los del Jardin Botánico. Someto a la consideracion de US. la necesidad urjente de edificar para los cuatro actuales Jefes de Seccion, para los cuatros que se van a crear, para el Naturalista Ausiliar, para el Secretario, para los tres Ayudantesi para el Preparador, en to- tal para catorce familias. Los ocho Jefes de Seccion podrian vivir en cuatro chalets de dos pisos cada uno, los seis restan- tes todos solteros, podrian vivir en un solo chalet. Estos cinco chalets podrian edificarse en el terreno. del jardin Botánico, al Sur del Museo Nacional i calle de por medio i su costo seria $ 100,000. Al Jardin Botánico se le podria devolver ese terreno en otra parte vecina a su dependencia. Seccion de Teratolozía.—Dependiendo del Jefe dela Seccion de Zoolojía se ha creado una Seccion de mónstruos. Privilejios esclusivos.—La lei ordena al Director del Museo, custodiar los privilejios esclusivos, dependiendo del Ministro de Obras Públicas. Esto es ajeno a un establecimiento científi- co, 1 he encontrado la mejor buena voluntad en el señor Minis- tro para trasladar los pliegos sellados ¡ pruebas de inventos a las Bóvedas del Ministerio de Industria, bajo la custodia del que suscribe: —ahí estarán mas seguros bajo la inmediata vijilancia del Jefe de la Seccion de Privilejios i al alcance del público in- teresado en consultarlos. Miéntras tanto ruego al señor Ministro enviar un mensaje al Congreso Nacional, sometiendo a su consi- deracion que los privilejios esclusivos no dependan del Director del Museo Nacional, sino del Jefe de la Seccion de Privilejios que es un injeniero dependiente del Ministerio de Obras Públi- cas. Por el momento el Supremo Gobierno ha accedido a estas insinuaciones decretando la traslacion de esta seccion al Minis- terio de Obras Públicas. Termino, señor Ministro, haciendo notar a Su Señoría que la gran obra emprendida por don Rodulfo i don Federico Phillip- pi de formar el Museo Nacional enriqueciéndolo con coleccio- nes que lo ponen a la altura de las mejores de América i clasi- ficando sus ejemplares, no ha terminado. El Museo Nacional abarca las Secciones de Zoolojía, Jeolojía, Paleontolojía ¡ Antro- polojía, como existen en los Museos de Buenos Aires i de la Plata, 1 como el South Kensington (Rama del Museo Británico) sino que tambien abarca la Botánica, la Arqueolojía i Etnolojía. Necesita modernizar las clasificaciones que no hubieren sido aun terminadas, recolectar i clasificar secciones enteras aun no estudiadas para publicar toda la Flora i la Fauna chilena, hacer la carta jeolójica del pais, despues de estudiar las capas de sus suelos i las composiciones agrolójicas i químicas. 1 todo este es- tudio señor Ministro, con un fin científico 1 práctico del que ob- tendria un resultado inmediato la Agricultura, la Minería i la Medicina. Del apoyo que le preste el Supremo Gobierno al Museo Na- cional, resultará que este establecimiento se coloque a la altura que exije la cultura del pais i el progreso de las Ciencias Na- turales. _Dios guarde a US. Dr. EDUARDO MOORE. SS INFORMES DE LOS JEFES DE SECCION IT OTROS EMPLEADOS DEL MUSEO 1.—Informe i Memorial del Jefe de la Seccion de Entomolojía A —INFORME Santiago, Abril de 1910. Señor Director: La Providencia tiene a veces en reserva unas sorpresas tanto mas terribles cuanto imprevistas eran. El Director de este Museo, don Federico Philippi, murió el 16 de Enero último, sin que una enfermedad séria hubiera hecho conjeturar esta desgracia. Este golpe lamentable, tanto para el Museo como para su personal, deja tras de sí un desórden moral en el cual la calma no vuelve fácilmente. I me veo, señor, en la necesidad de diri- jir a su sucesor el informe que cada año, mas o ménos en esta época, solia remitirle, dando cuenta de los trabajos ejecutados durante el año que acababa; pero para ser comprendido claramen- te de Ud., es preciso que éste llegue precedido de unas notas esplicativas. Luego despues del terremoto de 16 de Agosto, que casi causó la ruina del Museo Nacional, los esfuerzos de todo el personal se dirijieron hácia la conservacion de lo que el cataclismo habia dejado en sus manos; pero se vió luego que despues de los per- juicios resultantes de la brutalidad del golpe, era preciso prote- jerlo contra los peligros que podia ocasionarle el enjambre de obreros, a pasos 1 movimientos algo pesados, a los cuales el Museo tuvo que abrir sus puertas. Se comprendió entónces que de todas las colecciones del Mu- seo, las mas frájiles i que necesitaban una vijilancia especial, eran las de la Seccion Entolómojica; ia consecuencia de esto se resolvió bajarlas del domicilio que ocupaban en los altos de la parte norte del edificio 1 buscar su salvacion depositándolas en unos cuartos húmedos i sin ventilacion, al raso del suelo, de la parte sur. Haciendo eso, se obedecia a una necesidad imperiosa, que ha sido perjudicial en estremo a las colecciones, por haberlas condenado durante dos años a una atmósfera fria 1 húmeda; i ha sido mas perverso aun para la salud del que escribe estas lí- neas. «Se comprenderá con qué alegría ví, por fin, el dia en que los acontecimientos me permitieron depositar colecciones que yo cubria con un cariño casi paternal, en su antiguo alojamiento. de los altos de la parte norte. Entónces ví que era preciso, respecto a los insectos chilenos, separar el órden de los coleópteros de los demas, por ser el mas interesante, 1 el que por su biolojía está relacionado con la vida del hombre. A consecuencia de esta idea proseguí ese dia a arreglar los insectos de este órden, siguiendo un sistema de cla- sificacion metódica, de modo que por lós meses de Marzo o Abril de cada año, se pudiese conocer la calidad de la coleccion chi- lena de este órden, por la lista de su composicion, i su valor, por la numeracion de sus ejemplares. Dos años o algo mas han pasado sobre este sistema de arre- glo, i he conseguido que la clasificacion metódica sea un hecho cumplido para la familia de los coleópteros carnívoros terrestres, 1 carnívoros acuáticos. Los pormenores de la parte que corres- —= HD —= ponde a estas familias figuran en el informe del año anterior, que en fecha exijida fué entregada al señor Director de entónces i ha de figurar en los documentos. Son veinte familias las que vienen a continuacion, ántes de llegar a la grán familia de los Lamelicornios. Pero es de notar que ellas constituyen un grupo enorme i hai que agregar que abarcan los insectos mas pequeños de todo el órden; pues, si en unos pocos, los mas largos alcanzan a 5 o 6 milímetros, en los otros la mayoría mide apénas 2 o 3 milímetros, 1 los hai mas pequeños aun, es decir, de 1 0 40 1 de milímetro. Esto indica las dificultades que presenta el estudio de estos seres, el cual solo puede ser vencido por el:que ha pasado su vida en lucha con él. Para poder vencer las dificultades que pre- senta este estudio 1 la clasificacion de estos pequeños seres, he tenido que hacer mui numerosas (de 200 a 300) preparaciones con bálsamo de Canadá, que me permitiesen poner las partes mas ínfimas, tarsos, antenas, piezas bucales, sexuales, etc., al alcance del microscopio, instrumento sin el cual todo estudio es imposible. PHILIBERT GERMAIN, Jete de la Seccion de Entomolojía. — 22 == Museo Nacional.— Abril de 1910 Catálogo de los Coleópteros de las familias siguientes: FAMILIAS JÉNEROS ESPECIES | EJEMPLARES Staphylinade ............. 66 156 I 591 Escapa 9 33 1.035 Seyalmesmicts capuseo ole cea I 20 44 Sip e ANOS 8 25 256 Trichopterygide......... 3 6 97 SCA 1 Estenda ns 7 Nitidulidee........ de 16 Togosilces. oo oscvonoge pos 6 Colrallalas o. 100 vocecuososs: 9 Cutenplales sudovo nos oda neon: 5 Cryptophagidee........... 5 Lathridida par AC 3 Mycetophagidee.......... 3 Dermestida*.......oc.o.... 4 aime oasosouaeso! coveos 6 Lemoa outs abdn 2 Heterocenda I Cova Vesccoodcouenaos I El Jefe de Seccion, PHILIBERT GERMAIN, B.—MEMORIAL . Filiberto Germain, Jefe de la Seccion Entomolójica del Museo Nacional, a US. respetuosamente dice: Nací el 25 de Enero de 1827 en Lyon, Departament du Rhóne (Francia); mis padres eran Michel Etienne August Germain i Andrea Puys. A los ocho años de edad ingresé al Colejio Jesuita de Lyon, i permanecí en él por espacio de seis años, 1 despues ingresé al Liceo de Roanne. Paso a consignar mi actuacion al servicio del Gobierno de Chile. Salí en Mayo de 1850 del puerto de Burdeos i llegué a Talcahuano despues de 105 dias de navegacion. Acababa de estallar la revolucion contra el Presidente electo Exmo. señor Manuel Montt. De Talcahuano me trasladé a Valparaiso i de allí a Quillota. En esta rejion me ocupé en recojer insectos i cazar pájaros, los que embalsamaba, i otros objetos de Historia Natural. Estuve en relaciones con don Claudio Gay, quien me recomendó al encargado de Negocios de Francia, Conde de Cazotte; por él quedé relacionado con don Luis Sadá, Director de la Quinta Normal icon don Vicente Bustillos; éstos hablaron con el Ministro señor Silvestre Ochagavía acerca de mi compe- tencia en las Ciencias Naturales. El Ministro señor Ochagavía me ofreció el puesto de Director del Museo Nacional que habia quedado vacante por la ida a Francia de don Claudio Gay, 1 el 5 de Julio de 1853 fuí nombrado Director del Museo Nacional; tenian intervencion en el Museo don Andres Bello i el Injeniero don Francisco de Borja Solar. Principié a trabajar con todo en- tusiasmo pues oí decir que el Museo estaba pobre en objetos; pedí dinero para hacer escursiones ¡ se me dieron $ 100 i despues $ 50 mas; contraté a don Eulojio Salinas, excelente cazador i 1 salimos en busca de objetos i animales, los que yo mismo em- balsamaba. Estaba yo ocupado en estas tareas cuando con gran sorpresa mía, de vuelta de una escursion, supe que el Supremo Gobierno habia nombrado, con fecha 20 de Octubre de 1853, al doctor don Rodulfo Amando Phillippi, Director en propiedad del Museo Nacional i a mí se me dejaba en el carácter de Sub-Director con solo $ 800 de sueldo, habiendo ganado como Director $ 1,200. Yo seguí con todo entusiasmo mis trabajos de preparacion i viajes; así en 1854 hice un viaje a Juan Fernández i 1855 viajé por las provincias de Ñuble i Talca en compañía del Disector: don Bernardino Cortés. En 1856 esploré con el mismo Disector la Cordillera de San- tiago 1en 1857 con el mismo acompañante esploré, durante nueve meses, la lluviosa isla de Chiloé. El material acumulado ¡ embalsamado o preparado por mí es cuantiosisimo; aun hoi en dia despues de tantos cambios figuran en el Museo Nacional los siguientes objetos con la indicacion: «Traidos 1 preparados por don Filiberto Germain:» Felis pajeros Gato Montés Felis domestica Gato doméstico Galictis vittata Quique Esqueleto de culebra " Octodon Cummingil Raton degu Equus caballus Esqueleto de caballo Lama huanacus Esqueleto de guanaco Canis familiaris Perro Felis puma Leon de Chile Las siguientes especies de aves fueron traidas i preparadas por mí: Núm. 778 Gallinago paraguayae (Vieill), Porotero, Santiago 1857. Núm. 791 Gallinago paraguayae, Porotero, Santiago 1857. Núm. 785 Gallinago stricklandi, Gray, Archipiélago Los Cho- ros, Enero 1858. Núm. 898 Porphyriops melanops (Vieill), Abril 1855, San- tiago. Núm. 903 Porphyriops. melanops (Vieill), Abril 1855, San- tiago. Núm. 801 Totanus melanoleucus (Gm.), Pitoitoi grande. Núm. 807 Limosa hudsonica Lath, Chiloé, Octubre 1857. Núm. $09 Himantopus melanurus (Vieill), Perrito, Santiago Junio 1854. Núm. 820 Numenius hudsonicus Lath, Chiloé, Octubre 1857. Núm. 817 Numenius hudsonicus Lath., Algarrobo, Noviem- bre 1856. Núm. 805 Limosa hudsonica Lath., Santiago, Mayo 1858. Núm. 810 Himantopus melanurus Vieill., Santiago, Junio 1854. ; Núm. 875 Fulica ardesiaca Tschudi, Santiago, Junio 1857. Núm. 655 Belonopterus chilensis (Mol.), Santiago. Núm. 655 Haematopus lencopus (Garn.), Chiloé, Diciembre 1857. x Núm. 661 Haematopus leucopus (Garn.), Algarrobo, Noviem- bre 1856. : Núm. 667 Haematopus frazari (Brewster), Algarrobo, Noviem- bre 1856. a Ñ E Núm. 666 Haematopus leucopus (Garn.), Chiloé, Diciembre 1857. Núm. 677 Zosterops modesta (Sriht), Chiloé, Octubre 1857. Núm. 695 Aegialitis faklandica (Lath), Chiloé, Diciembre 1857. Núm. 696 Aegialitis faklandica (Lath), Chiloé, Diciembre 1857. Núm. 702 Aegialitis faklandica (Lath), Algarrobo, Noviembre 1856. Núm. 709 Calidris arenaria (L.), Chiloé, 1857. Núm. 736 Arenaria interpres (L.), Algarrobo, Noviembre 1856. Núm. 710 Phegornis Mitchelli (Fraser), Cordillera, Santiago Febrero 1857. Núm. 760 Tringa Bairdi Cones, Santiago, Abril 1857. Núm. 749 Calidris arenaria (L.), Chiloé, Diciembre 1857. * Núm. 776 Rhynchea semicollaris (Vieill), Vecasina, Santiago, Agosto 1854. Núm. 731 Arenaria interpres (L.), Algarrobo, 1856. Núm. 752 Tringa maculata (Vieill), Pollito negro, Algarrobo, 1856. Núm. 852 Herodias candidissima (Gm.), Garza chica, Santia- go, Noviembre 1856. Núm. 854 Herodias egretta (Wils.), Garza grande, Chiloé, Oc- tubre 1857. Núm. 848 Ardeta involucris (Gray), Garza amarilla, Santiago, Agosto 1855. Núm. 855 Ajaja mexicana (Gamb.), Planeta, Santiago, Julio 1858. Núm. 866 Phoenicopterus chilensis (Mol.), Flamenco, Santia- go, Julio 1857. Núm. 870 Phoenicopterus andinus (Phil.), Panina, Santiago, Enero 1854. Núm. 831 Plegadis guarauna (Lin.), Algarrobo, Noviembre 1856. Núm. 839 Theristicus melanopis (Gm.), Bandurria, Algarrobo, e Noviembre 1856. Núm. 862 Ardea cocoi (L.) Cuca, Santiago, Agosto 1854. Núm. 863 Ardea cocoi (L.) Cuca, Santiago, Agosto 1854. Núm. 906 Merganetta armata (Goned), Pato de Cordillera, Santiago 1854. Núm. 922 Coscoroba candida (Vieill), Cisne, Chiloé, Noviem- bre 1857. Núm. 920 Coscoroba candida, Laguna de Aculeo, Julio 1858. Núm. 934 Mareca sibilatrix, Prepp. Santiago. Núm. 931 Mareca sibilatrix, Prepp. Santiago 1854. 15 — 226 — Núm. 928 Spatula platalea (Vieill), Pato cuchara, Santiago, Mayo 1858. ; Núm. 941 Choephaga hybrida (Mol), Cagúe, Chiloé, Noviem- bre 1857. Núm. 943 Choephaga hybrida (Mol), Cagúe, Chiloé, Noviem- bre 1857. Núm. 949 Choephaga melanoptera (Eytm), Piuquen, Santia- go, Junio 1857. Núm. 951 Dafila spinicauda (Vieill), Pato jergon grande, San tiago, 1854. Núm. 953 Dafila spinicauda (Vieill), Pato jergon grande, San- tiago, 1854. ) Núm. 964 Anas cristata Gm., Pato Juarjual, Santiago, Agosto 1856. Núm. 969 Anas specularis King., Pato anteojillo, Chiloé, Di- ciembre 1857. Núm. 974 Erismatura ferruginea Eyt, Pato tripoca, Santiago, Junio 1857. Núm. 986 Tachyeres cinereus Gm., Quetru, Chiloé, Octubre 1857. ; Núm. 988 Tachyeres cinereus Gm., Quetru, Chiloé, Octubre 1857. Núm. 989 Metopiana peposaca (Vieill), Pato negro, Santiago, Junio 1857. Núm. 995 Querquedula cyanoptera (Vieill), Pato colorado, Santiago, 1854. Núm. 996 Querquedula cyanoptera (Vieill), Pato colorado, Santiago, 1854. Núm. 1010 Querquedula flavirostris (Vieill), Chile, Pato jergon chico Núm. 1005 Querquedula versicolor (Vieill), Pato capuchino, Santiago, 1856. Núm. 1038 Leucophaeus scoresbyi (Traill), Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1039 Leucophaeus scoresbyi (Traill), Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1040 Leucophaeus scoresbyi (Traill), Chiloé, Octubre 1856. k Núm. 1036 Larus modestus. Tsch. Gaviota. Algarrobo, No- viembre 1856. Núm. 1044 Larus dominicanus. Licht. Gaviota. Algarrobo, Noviembre 1856. Núm. 1055 Sterna trudeaui. Andub. Chibrillo. Santiago, Julio 1856. Núm. 1111 Diomedea exulans. L. Pájaro carnero. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1119 Phalacrocorax Gaimardi (Garnot.), Lile. Algarro- bo, Noviembre 1856. Núm. 1120 Phalacrocorax Gaimardi (Garnot.), Lile. Algarro- bo, Noviembre 1856. Núm. 1128 Phalacrocorax vigna (Vieill), Yeco. Algarrobo, No- viembre 1856. Núm. 1130 Phalacrocorax magellanicus (Gm.), Lile. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1129 Phalacrocorax magellanicus (Gm.), Lile. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1130 Phalacrocorax magellanicus (Gm.), Lile. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1132 Phalacrocorax magellanicus (Gm.), Lile. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1133 Phalacrocorax magellanicus (Gm.), Lile. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1134 Phalacrocorax magellanicus (Gm.), Lile. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 1154 Podilymbus podiceps. Lin. Picurio., Santiago, Tu- nio 1857. Núm. 1153 Podilymbus podiceps. Lin. Picurio., Santiago, Ju- nio 1857. — 228 — Núm. 1155 Podilymbus podiceps. Lin. Picurio., Santiago, Ju- nio 1857. Núm. 1148 Podic:pes calipareus. Less. Blanquillo., Santiago, Septiembre 1857. | Núm. 1144 Podicipes americanus Garnot, Pimpollo., Santiago, Julio 1854. Núm. 1159 Aechmophorus major (Bodd), Huala., Santiago, Tunio 1857. Núm. 1171 Spheniscus Humboldti. Meyen., Pájaro Niño, Pa- tranca, Chiloé, 1857. Núm. 58 Sarcorhamphus gryphus L. Condor. Núm. 61 Sarcorhamphus gryphus L. Condor. Santiago, 1854. Núm. 64 Ibicter megalopterus (Meyen), Tiuque de Cordillera, Santiago 1854. Núm. 65 Ibycter megalopterus (Meyen), Tiuque de Cordillera, Santiago, 1854. S Núm. 66. Ibycter megalopterus (Meyen), Tiuque de Cordillera, Santiago, 1854. Núm. 67 Ibycter megalopterus (Meyen), Tiuque de Cordillera, Santiago, 1854. Núm. 68 Catharista s'trata (Bartran), Gallinazo, Santiago, 1854. Núm. 75 Parabuteo unicincta (Temm), Peuco, Santiago, 1857. Núm. 78 Polyborus tharus (Mol), Traro, Santiago, 1855. Núm. 79 Polyborus tharus (Mol), Traro, Santiago, 1855. Núm. 80 Milvago chimango (Azaca), Tiuque. Núm. 83 Parabuteo unicincta micinctal (Temm), Peuco. San- tiago, 1857. Núm 93 Buteo erythronotus (Ibing), Aguilucho. Ñaucu. San- tiago, 1854. , Núm. 97 Buteo melanoleucus (Vieill), Aguila. Santiago, 1855. Núm. 98 Buteo melanoleucus (Vieill), Aguila. Santiago, 1853. Núm. 99 Elanus leucurus (Vieill), Bailarin, neblé. Santiago, 1854. Núm. 100 Elanus leucurus (Vieill), Bailarin, Santiago, 1857. Núm. 101 Tinnunculus sparverius, L. (Siv.), Cernícalo. Juan Fernández, 1854. Núm. 102 Tinnunculus sperverius (L.), Cernícalo. Santiago, 1854. Núm. 103 Tinnunculus sperverius (L.), Cernícalo. Santiago, 1854. Núm. 107 Tinnunculus sperverius (L.), Cernícalo. Santiago, 1854. Núm. 108 Falco fusco-caerulescens (Temm), Halcon. Santia- go, Junio 1857. Núm. 120 Circus cinereus. Vieill. Varí. Santiago, lunio 1857. Núm. 121 Circus cinereus. Vieill. Varí. Santiago, Junio 1857. Núm. 122 Circus cinereus. Vieill. Varí. Santiago, Septiembre 1855. Núm. 132 Speotyto cunicularis (Mol) Pequen. Santiago, Junio 1857. Núm. 136 Glaucidium namun. King. Chuncho. Santiago, Julio 1854. Núm. 147 Asio americanus. Steph. Concon. Nuco. Santiago, Junio 1857. Ñ Núm. 148 Asio americanus. Steph. Concon. Nuco. Santiago, Septiembre 1855. Núm. 159 Henicognathus leptorhynchus (King), Loro Choroi. Santiago, Junio 1857. Núm. 160 Henicognathus leptorhynchus (King), Loro Choroi. Santiago, Junio 1857. Núm. 165 Henicognathus leptorhynchus (King), Loro Choroi. Santiago. Junio 1857. Núm. 166 Henicognathus leptorhynchus (King), Catita Choroi. Santiago, Junio 1857. Núm. 168 Ceryle torquata (Lin), Martin pescador. Chiloé, Oc- tubre 1857. Núm. 180 Colaptes pitius (Mol) Pitigie, Santiago, Julio 1854. Núm. 187 Dendrocopus lignarius (Mol), Carpinterito. Santiago, Junio 1857. Núm. 188 Dendrocopus lignarius (Mol), Carpinterito. Alga- rrobo, Noviembre 1856. Núm. 190 Ipocrantor magellanicus (King), Carpintero. Chiloé, Noviembre 1857. Núm. 192 Ipocrantor magellanicus (King), Carpintero. Chiloé, Noviembre 1857. Núm. 216 Patagona gigas. (Vieill), Picaflor grande. Alga- rrobo, Noviembre 1857. Núm. 247 Cinclodes nigrofumosus (D'Orb.), Molinero. Alga- rrobo, Noviembre 1856. Núm. 235 Cinclodes fuscus. (Vieill), Molinero. Algarrobo, No- viembre 1856. Núm. 259 Henicornis melanura. (Gray), Santiago, Mayo 1854. Núm. 264 Pteroptochus albicollis. (Kittl.), Tapaculo. Santiago, Junio 1856. Núm. 268 Pteroptochus rubecula (Kittl.), Chucao. Chiloé, No- viembre 1856. - Núm. 273 Hylactes megapodius. (Kittl.), Turca. Santiago, Mayo 1854. , Núm. 282 Hylactes tarnii. (King), Huerhuez. Chiloé, Octubre 1857. Núm. 285 Anthus correndera. Caminante. Santiago, Septiem- bre 1856. : Núm. 295 Anthus furcatus. (Lafr. 1 D'Orb.), Santiago, Marzo 1856. Núm. 298 Troglodytis hornensis. (Less), Penitente. Santiago, Tulio 1853. Núm. 304 Geositta cunicularia. (Vieill), Algarrobo, 1856. Núm. 311 Geositta isabellina. Santiago, Febrero 1854. Núm. 312 Geositta rufipennis. (Burm), Agachovera. Santiago, Julio 1854. Núm. 323 Syvilothorynchus desmursi. (Gay), Larguicola, Chi- loé, Diciembre 1857. Núm. 324 Leptasthenura aegythaloides. (Kitll), Colilarga. San- tiago, Mayo 1854. Núm. 335 Leptasthenura aegythaloides (Kittl), Colilarga. San- tiago, Mayo 1854. Núm. 360 Liptornis humicola (Kittl), Santiago, Mayo 1854. Núm. 361 Liptornis humicola (Kittl), Santiago, Mayo 1854. Núm. 365 Liptornis sordida (Less.), Canastero. Santiago, Mayo-Junio 1854. Núm. 366 Liptornis anthoides (King), Canastero. Santiago, Mayo-Junio 1854. Núm. 369 Muscisaxicola rufivertex (D'Orb i Lafr.), Santiago, Febrero 1857. Núm. 378 Muscisaxicola cinerea (Ph. i Landb.), Cordillera, Diciembre 1856. Núm. 384 Muscisaxicola macloviana (Garn.), Dormilon. San- tiago, Mayo 1854. Núm. 385 Muscisaxicola macloviana (Garn.), Dormilon. San- tiago, Mayo 1854. Núm. 393 Muscisaxicola flavinucha (Lafr.), Dormilon. Cordi- llera, Diciembre 1856. Núm. 403 Scytalopus magellanicus (Gm.), Chercan negro. Chiloé, Septiembre 1857. Núm. 406 Scytalopus obscurus (King), Churrin. Núm. 414 Scytalopus magellanicus (Gm.), Chiloé, Noviembre 1857. Núm. 417 Anaeretes parulus (Kittl.), Torito. Santiago, Mayo 1854. Núm. 418 Anaeretes parulus (Kittl), Torito. Santiago, Mayo 1854. Núm. 420 Anaeretes fernandezianus (Phil.), Torito. Juan Fer- nandez, Agosto 1855. Núm. 421 Anaeretes fernandezianus (Phil.), Torito. Juan Fer- nandez, Noviembre 1854. Núm. 424 Elainea murina. ¿Santiago. Marzo 1854. Núm. 426 Elainea albiceps (D'Orb. i Lafr.), Santiago, Sep- tiembre 1856. Núm. 430 Lichenops perspicillata (Gm.), Runrun. Chiloé, No- viembre 1857. Núm. 447 Phrygilus xanthogrammus (Gray), 3 Cordillera, San- tiago, Febrero 1857. Núm. 448 Phrygilus xanthogrammus (Gray), 2 Cordillera, San- tiago, Febrero 1857. ' Núm. 449 Phrygilus unicolor (D'Orb. i Lafr.), Santiago, Julio 1854. Núm. 451 Phrygilus unicolor (D'Orb. i Lafr.), Santiago, Julio 1854. Núm. 463 Phrygilus fruticeti (Kittl.), Rara negra. Santiago, Agosto 1854. Núm. 497 Zonotrichia pileata (Bodd.), Chincol. Santiago, Mayo 1854. Núm. 504 Phytotoma rara. Mol. Rara, Santiago, Diciembre 1854. y Núm. 505 Phytotoma rara. Mol. Rara. Santiago, Diciembre 1854. Núm. 516 Agelaeus thilius (Mol), Trile. Santiago, Mayo 1854. Núm. 517 Agelaeus thilius (Mol), Trile. Santiago, Junio 1857. Núm. 523 Curaeus aterrimus (Kittl), Santiago, Junio 1857. Núm. 524 Curaeus aterrimus (Kittl), Var. Santiago, Junio 1857. Núm. 526 Curaeus aterrimus (Kittl), Var. Santiago, Abril 1857. Núm. 534 Leistes superciliaris (Bp), Loica. Santiago, lunio 1857. : Núm. 565 Agriornis livida (Xittl), Zorzal. Santiago, Junio 1857. Núm. 568 Agriornis livida (Kittl), Zorzal. Santiago, Febrero 1854. Núm. 581 Mimus thenca (Mol), Trenca. Santiago, Junio 1857. Núm. 587 Metropelia melanoptera (Mol), Tórtola de la Cor- dillera. Santiago, Noviembre 1856. Núm. 603 Columbula picui (Azara), Tórtola cuyana. Santiago, Julio 1854. Núm. 604 Columbula picui (Azara), Tórtola cuyana. Santiago, Julio 1854. S Núm. 610 Columba araucana (Less), Torcaza. Santiago, lunio 1857. Núm. 627 Thinocorus orbignyamus (Geoffr. 1 Less) Cojon. Cordillera. Santiago, 1857. Núm. 638 Nothoprocta perdicaria (Kittl), Santiago, Mayo 1854. Núm. 640 Nothoprocta perdicaria (Kittl), Santiago, Junio 1857. Núm. 651 Attagis Gayl (Less), Perdiz. Cordillera. Santiago, Diciembre 1856. Hago figurar aquí los nombres modernos segun la nomencla- tura que se usa en el Museo de Bruselas, aunque las etiquetas de las aves del Museo aun no se han cambiado por las nuevas; por el número se las encuentra a fin de que siempre se sepa cual es el trabajo mio. Aunque dedicado a este trabajo de Zoolo- jía, no descuidé por un momento el ramo de Entomolojía, pues no descuidaba ocasion para aumentar la coleccion del Museo. Tambien he juntado gran parte del material de la Seccion Bo- tánica, en las escursiones mencionadas. En los «Anales de la Universidad» del año 1854, pájinas 323 a 336, describí 21 especies nuevas de coleópteros de Chile, i en los mismos Anales, año 1855, pájinas 386 a 407, describí 71 es- pecies nuevas de insectos. En la Societé Entomologique de France del año 1858, publi- " qué en union con el entomólogo Mr. Leon Fairmaire, varias monografías sobre jéneros de Insectos Chilenos, como, por ejemplo, de los jéneros Maypa i Listronyx 1 tambien una revision de los Coleópteros de Chile, como lo haré constar en la enume- racion de mis trabajos publicados. Ocupado estaba en tales trabajos ya enumerados cuando ines- — 234 — peradamente ¡ por cierto no por culpa mía, tuve dificultades con el Director i para manifestar mi carácter pacífico 1 espíritu de- sinteresado presenté, con perjuicio evidente para mis años de servicio, ante el Gobierno de Chile, mi renuncia, la que me fué aceptada en 6 de Diciembre de 1858. Desde el decreto de mi nombramiento número 656, del 5 de Junio de 1853, habia servido pues a la República de Chile du- rante c2mco años, cinco meses 1 un dia. Gravemente perjudicado en mi carrera de o público de Chile i mui decepcionado, me propuse viajar 1 estudiar, por cuenta propia, la fauna entomolójica de diferentes paises, como que la entomolojía constituye mi ramo favorito. Recorrí las Pampas Arjentinas hasta Buenos Aires; hice un viaje interesan- tísimo a la Arjentina, pasando por San José de Maipo llegué al Sur de Mendoza i¡ Rio Diamante; en 1861 estuve en Mendoza; salí de esa ciudad el 2 de Marzo 1 el 18 del mismo mes fué des- truida por el terremoto. En 1863 regresé a Francia 1 en 1866 pasé a España visitando Bilbao, todo el Aragon i Cataluña hasta Zaragoza, en calidad de Director de varias fábricas de Gas de Alumbrado; estuve en España 14 años hasta 1881; en este año me embarqué en un buque de vela, me trasladé para el Amazonas (Brasil); en 1885 me trasladé a Rio de Janeiro i despues recorrí la provincia de Minas Geráes; mandaba mis colecciones de insectos a mi amigo Mr. Fairmaire en Paris, quien publicaba los trabajos, ¡ en venta a Mrs. Oberthier en Rennes, casa edictora 1 litógrafos. En 1886 pasé a Asuncion del Paraguaii de allí a Matto Gros- so, 1887-1888; a principios de 1889 vine a Quillota 1 traje una rica coleccion de insectos. Volví el mismo año al Paragual 1 allí recibí una carta de don Guillermo Matta, Ministro de Chile en Buenos Aires, ofreciéndome el nombramiento de profesor en el Liceo de Quillota. Hice algunos viajes interesantísimos por ese tiempo, como ser el de Asuncion (Paraguai) a Mollendo (en el Perú); i de Corumba a Santa Cruz de la Sierra. Un estudio especial me mereció la Prefectura de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia Oriental i estuve tres meses en el famoso valle de Sipotuba. Llegué a Chile en 1890; en union del doctor don Vicente Izquierdo, Federico Puga Borne 1 Lataste, formamos el Museo de la Escuela de Me- dicina; hasta que por decreto del 18 de Octubre de 1893 se me comisionó para hacerme cargo de la coleccion de insectos del Museo Nacional. Ya el 2 de Setiembre de 1893 se me habia comisionado en viaje a Coquimbo en union de don Federico Phillippi. El 12 de Febrero de 1903 fuí nombrado Jefe de la Seccion Entomolójica del Museo Nacional; pero, como acabo de decir, trabajé en el Museo en calidad de empleado público desde el 2 de Setiembre de 1893,si bien tenia otras comisiones del Gobierno desde 1890 Durante este tiempo he trabajado sin descanso en el arreglo 1 determinacion de la inmensa 1 valiosísima coleccion de insectos que he formado. Mis publicacionesson únicas en Chile, referentes a Entomolojía 1 por ellas no he percibido aun ningun premio, al cual me considero acreedor, lo mismo que los demas traducto- res de obras útiles, científicas 1 didácticas. Ellas son por órden cronolójico: 1.—Descripcion de 21 especies nuevas de coleópteros de Chile por P. Germain.—Anales de la Universidad, año 1854, pá- jinas 323 a 336=cuatro pájinas de testo. 2.—Descripcion de coleópteros de diversas especies que no se hallan en la obra del señor Gay, por el señor Germain i pre- sentadas ala Facultad de Ciencias Físicas 1 Matemáticas.— Anales de la Universidad, año 1855, pájinas 386 a 407; son 71 especies en 31 pájinas de testo. 3.—Monografía de los jéneros Maypa 1 Litronyx chilenos.—5o- cieté Entomologique de France, année 1858, pájs. 721 a 746 con una lámina i 22 figuras. —L. Fairmaire i P. Germain; son 25 pájinas de testo. 4.—Revision des Coleoptéres du Chili.—Annales entomologiques — 236 — de France 1858, pájs. 709-795, 1 planche avec 14 figures. —P. Germain i L. Fairmaire; son 84 pájinas de testo. 5.—Notes sur les Coleoptéres du Chili. —Renseignement et obser- vations de 9 éspeces nouvelles, rectifications, indications de synonymies.—Actes de la Societé scientifique du Chili, Tom. IL —Année 1892.—Pájs. 241-261, avec 4 figures; son 20 pájinas de testo. 6.—Voyaje d'Asuncion (Paraguai) a Mollendo (Perou); Actes de la Societé scientifique du Chili.—Tome IX (1899) pájs. 1 a 3o avec Prologue, pájs. 128 a 137; son 40 pájinas de testo científico. 7.—De Corumbá a Santa Cruz de la Sierra.—Tome X (1900). —Actes de la Societé Scientifique du Chili.—Pájs. 1 a 52. 8.—La Prefecture de Santa Cruz de la Sierra (La Bolivie Orien- tal). —Actes de la Societé Scientifique du Chili.—Tome X (1900) pájs. 318 a 378;son 61 pájinas de testo 1en la misma revista que no puedo consultar por el momento. 9.—Trois mois dans la Vallée du Sipotuba; 32 pájinas. Trabajos netamente entomolójicos publicados en mi calidad de Jefe de Seccion del Museo Nacional: 10.—Apuntes diversos sobre los Coleópteros de Chile.—Anales de la Universidad, año 1893, con un total de 46 pájinas de testo, 1 lámina con 14 figuras. 11.—Monografía de los Phanodesta, 10 pájinas, 1 lámina con 7 figuras.—Anales de la Universidad:—año?... 12.—Los Carabus chilenos, pájs. 1-59 con una lámina 1 26 figu- ras. —Anales de la Universidad, Mayo de 1895. 13.—Monografía de los Listroderitos.—Anales de la Universi- dad, entregas Febrero 1895: Julio 1895; Junio 1896; No- viembre 1896, con un total de 241 pájinas de testo 1 5 lá- minas que contienen 201 figuras. 14.—Monografía de los Cyphonotus, pájinas 1-15.—Anales de la Universidad Febrero de 1897. 15.—El jénero Brachidia, pájinas 1-12.—Anales de la Universi- dad, Mayo de 1897. 16.—Los Taurocerastidae, pájinas 1-16 1 una lámina con 24 figuras. —Anales de la Universidad.—Tomo XCVII, año 1897. 17.—Los Lonjicornios chilenos. —Anales de la Universidad.— Abril i Mayo de 1898.—Anales de la Universidad 1899.— Anales de la Universidad, Julio de 1900; con un total de 262 pájinas de testo, con tres láminas que contienen 85 figuras. 18.—Monografía de los Cnemalobus; 20 pájinas.—Anales de la Universidad, 1901. 19.—Monografía de los Phytoloema.—Anales de la Universidad, Julio de-1901; 21 pájinas 1 una lámina con 7 figuras. 20.—Monografía de los Oryctomorphus, 28 pájinas, 1 lámina con 15 figuras.—Anales de la Universidad, Julio de 1901. 21.—Los Helophoridae, pájinas 24; 3 láminas con 29 figuras.— Anales de la Universidad, Tomo CIX Noviembre de 1901. 22.—Monografía de los Nycterinus; 24 pájinas.—Anales de la Universidad.—Tomo CXII, 1903. 23.—Compendio histórico de la clasificacion de los Coleópteros ide su nomenclatura con anotaciones críticas, relativas al sistema tarsal.—Variaciones i variedades, 25 pájinas de testo.—Anales de la Universidad.—Tomo CXII, Mayo 1 Junio de 1903. 24.—Rectificaciones, anotaciones 1 descripciones varlas, 57 pá- jinmas de testo i una lámina con 15 figuras. —Anales de la Universidad.—Tomo 113, Setiembre ¡ Octubre de 1903. 25.—Monografía de los Braquiaternidos chilenos, pájinas 440- 506, total 57 pájinas de testo.—Anales de la Universidad, Noviembre 1 Diciembre de 1903. 26.—Monografía de los Benbidios chilenos. —Anales de la Uni- versidad, Noviembre i Diciembre de 1905, pájinas 589 a 653.—Total 64 pájinas de testo con una lámina 1 veinte figuras. — 238 — 27.—Monografía de los Buprestidos chilenos.—Anales de la Universidad 1907.—Pájinas 31 de testo. El resúmen jeneral de mis obras se descompone en: 1,321 pájinas de testo; 19 láminas, 1 443 figuras. La labor ha sido intensa i no guarda relacion con mi escasa renta. He hecho ademas mas de 300 preparaciones microscópicas al bálsamo de Canadá; cada una de estas preparaciones tiene un valor material de no ménos de $ 10, i el valor comercial es diez veces mayor. La inmensa coleccion de insectos tanto estranjeros como chi- lenos es tambien obra del infrascrito que representa un valor de mas de $ 200,000. á Creo tener sobrado mérito para obtener un premio por mis obras i por la recoleccion ¡ preparacion de la valiosísima colec- cion de insectos 1 ejemplares zoolójicos del Museo Nacional. Mis viajes a traves de la Cordillera, mis noches pasadas a la intemperie, todos mis desvelos, creo serán considerados por el Supremo Gobierno de Chile tal como los ha tomado mui en cuen- ta el Gobierno frances, por el cual he trabajado mil veces ménos, pues mis publicaciones en Francia se refieren a Chile; 1 sin em- bargo, ese Gobierno me nombró con fecha 1.2 de Agosto de 1902 «Chevalier du Mérite Agricole». La carta recibida, por la cual consta mi nombramiento, dice así: Membrete: tariat du Personel Central et de la Comptabilité.—Secretariat: «Ministere d'Agriculture.—Direction du Secré- —Mérite Agricole. —République Frangaise.—Paris, le 1 Aout 1902.» J'ai l'honneur de vous faire connaitre que par arreté en date de ce jour, je vous al nommé Chevalier du Merite Agricole. Je suis heureux, Monsieur, d'avoir pu vous accorder cette distinction en récompense des services que vous avez rendus á l' Agriculture. Recevez, Monsieur, l'assurance de ma consideration la plus distinguée. Le Ministre de 1' Agriculture. —Louzs Mougrati—La firma es llejible. Santiago de Chile, 15 de Abril de 1910. PHILIBERT GERMAIN. 2—Informe del Jefe de la Seccion de Botánica Señor Director: . Durante el año pasado, desde el 1.2 de Enero de 1909 hasta igual fecha de 1910, en la Seccion Botánica de este Museo hubo el movimiento siguiente: En el Salon de Botánica se colocó una vidriera nueva para la instalacion de un arbusto de Euphorbia lactiflua Ph., traido por mí de Taltal. Esta planta atrajo la atencion pública por creérsela productora de caucho. El trozo antiguo de la Palma de la calle de Agustinas se armó de nuevo 1 se cubrió de una tapa decentemente pulida. Las ventanas del Salon grande, las que dan al Instituto Agrí- cola, se empavonaron. El Herbario Nacional, en vista de las invasiones reiteradas de insectos nocivos, necesitó una impregnacion con solucion alco- hólica de sublimado. Este trabajo fué encomendado al ayudante por el señor Philippi, pero produjo deterioros tan serios ,en las muestras secas, que creo de mi deber la insinuacion de que dicho empleado proceda a un arreglo minucioso de la coleccion, segun las informaciones que me permití darle yo, cuando está- bamos sin Director. Los trabajos científicos se estendieron a la revision i descrip- cion de la segunda mitad de las Escrofulariáceas. Despues de- diqué todo el tiempo disponible a la revision esclusiva de las Orquidáceas chilenas, para presentar de ellas una monografía detallada i profusamente ilustrada a propósito del Centenario de la Independencia; mi proposicion de dedicar a esta obra la entrega 18 lujosamente preparada de los Anales del Museo, fué aprobada por el Director quien hizo entregar a la Imprenta Barcelona la suma de $ 1,100, para poder iniciar la impresion ya en Diciembre de 1909. Fué éste el último acto administrativo de mi inolvidable amigo don Federico Philippi. Emprendí tres viajes de estudio: 1) Uno en Enero, dirijido a la Cordillera de Nahuelbuta; 2) Otro, en la Semana Santa a Chiguayante, comisionado por el Ministerio de Industria para estudiar la estension del chancro de los manzanos, y 3) El ter- cero en Setiembre en comision del mismo Ministerio para ave- riguar la estension i utilidad de los arbustos lecheros, que, sin razon, gozaban de la reputacion de producir caucho. Publiqué: 1) Zur Kenntnis von Epipetrum.—Bot. Jahrb. vol. 42 (1909) Páj. 178-190; 2) Flora de Chile, conclusion del quinto tomo, sin índice; 3) Viaje de estudio a la Provincia de Atacama en busca de plantas cauchíferas (la parte botánica 1 técnica); 4) Un roble nuevo de Chile, en el Boletin del Museo Nacional, 1 páj. 67-60. ; Remití al estranjero los siguientes objetos de estudio: 1) Se- millas de Cuscuta suaveolens al doctor Kienzl-Múnchen; 2) 27 especies de Chenopodium al doctor Ludwig-Forbach; 3) 5 fascí- culos de gramíneas al señor Stuckert-Córdoba, para encaminar estudios monográficos sobre ellas; 4) Tubérculos de Solanum . a — 241 — Maglia al doctor Wittmack-Berlin; 5) varios tubérculos de Oxa- lis y de Dioscorea al Instituto Botánico de Berlin. Atendí las consultas de los agrónomos rejionales de La Se- rena i de San Fernando 1 del señor Sanhueza-Mulchen sobre en- fermedades de plantas; del señor Zilleruelo sobre caucho; de los señores Rimbach, Schuster, Rudolf 1 Casanueva sobre clasifica- ciones de plantas chilenas. Los estudiantes de farmacia Acuña, Simon 1 Poblete consul- taron la Biblioteca técnica en la elaboracion de sus memorias. La Biblioteca Botánica fué aumentada con la compra de las obras siguientes: Stephani, Species hepaticarum (continuacion); Fedde, Repertor. spec. nov. (continuacion); Just., Bot. Jahrb. (con- tinuacion). Ademas: Pritzel, Icon. bot. index; Zeitschr. fúr Bot. Heft. 1; Voyage de la Coquille autour du monde, con Atlas (le faltan algunas láminas); Burgeff, H. Wurzelpilze der Orchideen. Para el próximo año se requiere la construccion de un estante nuevo para los duplicados del herbario i la renovacion de los rótulos en las muestras de madera. Esto es, señor Director, cuanto tengo que decirle sobre la marcha de la Seccion de mi cargo. CARLOS REICHE. 3.—Informe del Jefe de la Seccion de Zoolojía i ob- servaciones sobre la conveniencia de fundar una Estacion Zoolójica Marina. A. INFORME Señor Director: s Tengo el honor de dar a conocer a usted la marcha de los trabajos ejecutados en la Seccion Zoolójica durante el año que acaba de pasar. 16 Sin descender a todos los detalles de los arreglos 1 modifica- ciones llevados a cabo en las diversas partes de la Seccion para la conservacion 1 el mayor adelanto de las colecciones, mencio- naré sólo que, obedeciendo a lo dispuesto en el artículo 7.0 del Reglamento, se continuó en la confeccion de catálogos sistemá- ticos i por fichas de los animales evertebrados. Están ya listos para publicarlos en el BOLETIN DEL MUSEO, los referentes a los Protovertebrados, Equinodermos i Protozoos, trabajo que se hará tan pronto se termine la impresion de la lista de los Ver- tebrados vivientes conservados en el Museo, cuyas colecciones se han enriquecido con la esposicion al público de las especies nuevas de Reptiles 1 Anfibios chilenos descritas por el finado doctor D. R. A. Philippi. Como se sabe, los catálogos de estos animales superiores es- tán ajustados en un todo a los publicados por Throuessart i Dubois 1 por los especialistas del British Museum, i la lista de las especies inferiores se ha preparado siguiendo la moderna clasificacion de los naturalistas franceses Yves Delage ¡ Edgard Hérouard. En cuanto a las adquisiciones hechas desde el 1.2 de Enero de 1909 hasta el 10 de Abril del presente año, he aquí la lista de los objetos, agrupados segun su afinidad natural: Cuadro sistemático de las adquisiciones hechas des- de el 1.2 de Enero de 1909 hasta el 10 de Abril de IQIO. 1 Monito rabon ....... Q TI- 11909 En piel Jardin Zool. 1 Mono capuchino...» 12- 2-1909 » » » NO NO A A » 5- 7-1909 En prepar. » > : QuiaUlscosoooessosos B 29- 1-1909 En piel » » 1 QuiqUEscscmocobuosnos » 9- 7-1909 Montado » » 1 Gatomontes......... 19-11-1909 En piel Comprado TIL Tes » 2-12-1909 >» Jardin Zool. 1 Liebredela pampa.» 22- 3-1909 » » > += A a) EH Pajarillo blanco con m DN HA Gallo de la Pasion... Gallina de la Pasion. Alondra garnoti A a Mimus thenca — 243 — 22- 3-1909 En piel I- 4-1909 >» DOES En prepar. 20- 4-1909 En piel 21- 9-1909 » (55) SN 158) (5) [05] f 155) 12-1909 En prepar. 15- I-1910 Esqueleto 7- 4-1910 En prepar. AVES 6- 1-1909 En cuero 18- 1-1909 Montado . 27- 1-1909 En cuero . 27- 3-1909 » 29- 3-1909 » 3- 4-1909 >» 3- 4-1909 » 1O0- 4-1909 En cuero 16- 4-1909 Montado 5- Ó-1909 » 1O- 8-1909 En cuero 26- 8-1909 Montado 1-12-1909 » 3-12-1909 » 3-12-1909 » -1I91O En prepar. -1909 En piel 3- 2-1909 Montado 7 Jardin Zool. Obs. N. N. Jardin Zool. Comprado Jardin Zool. » » Jardin Zool. Ob.S. Sáenz Jardin Zool. » >» » » Comprado > 1 Gallinago stricklandi 3-12-1909 Montado Comprado PECES 2 AMEMÍAS svovono uva sas 30- 3-1909 Montado Comprado 1 TOMAN osoobooonson scr 30- 3-1909 » > 2 Tiburones de Juan Renan dez a cool ARTRÓPODOS 1 Epeira gasteracan- holder 3-15-1909 En alcohol Dr. Oyarzun 1 Gastrophilus equi... 4- I-I91O » Of. Veterin. En resúmen, el Museo ha recibido, desde el 1.2 de Enero de 1909 hasta el 10 de Abril de 1910, diecinueve mamiferos, die- cinueve aves i dos artrópodos para la Seccion Biolójica. Como podrá observarse por el cuadro sistemático preinserto, el proveedor al por mayor de mamiferos 1 aves fué, como siem- pre, el Jardin Zoolójico, notándose tambien que las adquisiciones por compras, cambios 1 sobre todo por donaciones, han sido mui reducidas. Este hecho ha despertado en el infrascrito el deseo de ma- nifestar una vez mas a la Direccion, la conveniencia i necesidad que hai de instalar en el centro del vestíbulo una vitrina, en la Cual se espondrian durante tres meses, todas las piezas zoo- lójicas obsequiadas al Museo en el trimestre anterior. Con tal innovacion, los “visitantes podrian darse cuenta, de una ojeada, de las adquisiciones hechas en el último tiempo, constatar la procedencia de los objetos 1 los nombres de los donantes que, alentados de esta manera, continuarian con el bondadoso envío de nuevas muestras. No terminaré este informe sin ántes llamar la atencion del señor Director, a todo lo que se relaciona con la fundacion de — 245 — de una Estacion Zoolojica Marina como una dependencia del Museo Nacional. Con este objeto me permito anexar a la pre- sente Memoria, el proyecto que hace un año el infrascrito tuvo el honor de someter, por separado, al ilustrado juicio de su digno antecesor. Con todo respeto saluda al señor Director su atento i seguro servidor. BERNARDINO QUIJADA B. B.—BREVES OBSERVACIONES SOBRE LA CONVENIENCIA DE FUNDAR UNA ESTACION ZOOLÓJICA MARINA El jefe de la Seccion Zoolójica del Museo Nacional de San- tiago, despues de los estudios que ha hecho en los Museos de Historia Natural 1 otros establecimientos científicos de Europa, quiere insistir un poco en las Estaciones Zoolójicas Marítimas con el objeto de dejar constancia escrita i pública de la conve- niencia, utilidad 1 zeceszdad que hai de fundar, en una rejion de la costa pacífica de la América dei Sur, un establecimiento de esta clase que, por su situacion jeográfica, instalacion 1 servicios, responda a todas las exijencias de la ciencia moderna 1 sea un poderoso ausiliar de trabajo del Museo Nacional Chileno. Sabido es que, penetrados de los grandes servicios que las ciencias naturales prestan a la instruccion jeneral ia la industria de la pesca, así como tambien a la Medicina, a la Economía Doméstica i Agrícola, la mayoría de los Estados Europeos I Norte Americanos, han fundado laboratorios especiales en dis- tintos puntos de su litoral. — 246 — A este impulso científico de los paises mas progresitas no ha * sido ajena la Australia que desde hace muchos años, tiene esta clase de servicios i favorece particularmente un Laboratorio de Zoolojía Marina en Sidney. Por último, el Japon ha fundado recientemente varios centros de estudios biolójicos. Toca pues, a Sud América entrar ahora en este movimiento de útiles innovaciones ia Chile corresponde iniciarlo con firmeza para abrir un nuevo korizonte de cultura, creando i sosteniendo un Laboratorio Biolójico Maritimo. Fácil i rápidamente se resolveria el problema de esta nueva creacion, si a ejemplo de Estados Unidos de Norte América se estableciera el Laboratorio como una dependencia del Museo Nacional; pues disponiendo, como dispone, de los principales medios directos il accesorios para trabajar al borde mismo del mar, esto es, aparatos de pesca i de investigacion, libros, reacti- vos, etc., el gasto se reduciria al arriendo o construccion de un edificio con todo el confort científico necesario. La instalacion podria hacerse en una rejion marítima de nues- tra prolongada costa, a donde pudiera llegarse en corto tiempo i que, por estar en la orilla de un rio i vecina a una laguna lito- ral, ofreciera ai zoólogo 1 al botánico la fauna 1 flora mas variadas, pues tales medios biolójicos salobres, por la propiedad química de sus aguas, son capaces de dar asilo a determinadas formas adultas 1 larvarias, bien distintas de las especies pelájicas, litora- les 1 abisales. Reuniendo estas condiciones, San Vicente de Talcahuano parece creado espresamente para suministrar al zoólogo todos los materiales de estudio acumulados tanto en alta mar 1 las rocas, como en la arena de las playas i los fondos submarinos 1 en las pozas formadas en las bajas mareas. l bastaría esta con- sideracion para elejir la bahía de San Vicente como asiento de una estacion zoolójica, si no se quisiera tomar en cuenta la im- portancia del puerto de Talcahuano (a donde en cinco minutos se llega en carro), los recursos que en esta ciudad se encuentran, el interes del pueblo que querria tener un Centro Científico nue- vo, contribuyendo a su prosperidad i, sobre todo, si no se pen- sara en el apoyo eficaz de la Armada Nacional para conseguir de ella una pequeña lancha a vapor con aparatos de pesca, in- dispensable, i la presencia contínua en la bahía de un viejo ponton destinado a mantener viveros, cuyas esperiencias mul bien podrian aprovechar las industrias pesqueras de nuestro pais. Lo que no obstaria para que desde luego se procediera a esta- blecer en tierra firme, en el mismo local del laboratorio, un acuario para el público concurrente, que, interesado en el estudio de los animales marinos, pudiera conocer, de un golpe de vista, su estructura, seguir sus faces de desarrollo 1 comparar los diver- sos modos que tienen de reproducirse. En todo caso, suponiendo que no fuera posible adoptar i seguir desde un principio el plan de organizacion de las Estaciones Zoolójicas europeas 1 norte americanas, que abarcan las mismas secciones con sus respectivos elementos de trabajo (Acuario, Museo de Pesca 1 Oceanografía, Museo Zoolójico i Biblioteca, Laboratorio principal de manipulaciones elementales i Laborato- rios particulares para investigacion) el naciente Laboratorio Bio- dójico del Pacífico del Sur tendria, como toda cosa destinada a durar, el comienzo mas modesto que cabe pensar: Un gran salon de trabajo con un pequeño taller para repara- ciones i embalaje de ejemplares frescos 1 con utensilios i reactivos para la recoleccion 1 ensayo de preparaciones de animales mari- nos, aplicando los métodos usados en la «Estacion Zoolójica de Nápoles» para conservarlos con las dimensiones, la forma i el aspecto que presentan vivos. , Un salon con estantería ordinaria para las colecciones en for- macion, con mesas de trabajo escolar para la diseccion de anima- les que el pescador llevaria en abundancia a solicitud del profesor que visitara la Estacion con sus discípulos, para guiarlos en las prácticas 1 manipulaciones de Zoolojía. Dos o tres laboratorios de investigacion para los jóvenes del Instituto Pedagójico 1 de la Escuela de Medicina que se inicien — 248 — en el estudio de alguna especialidad i para los biólogos nacio- nales 1 estranjeros que en cualquier tiempo necesitan material acumulado de organismos frescos i quieren trabajar aisladamen- te, sin que ninguna preocupacion esterior los perturbe en sus libres investigaciones. Una pequeña pieza, en fin, que sirviera de Biblioteca, com- puesta ésta de memorias científicas orijinales i obras ilustradas de Zoolojía Botánica sistemáticas, para ayudarse en el trabajo de determinacion de las especies marinas, fluviátiles 1 lacus- tres. He aquí cuáles serian los preliminares que presentaria el «La- boratorio Biolójico provisorio de Chile», cuya insuficiencia prima- ria desapareceria en un tiempo mayor o menor, con la ejecucion de los mejoras materiales de todo órden consultadas en el plan de reformas sucesivas. Al final va agregado un cróquis que indica la manera cómo nos imajinamos distribuir las habitaciones provisorias 1 defini- tivas. Respecto al servicio del Laboratorio, se haria, miéntras sa- liera de su período de formacion, por dos personas solamente a saber: 1). Un pescador que por haber esplorado mucho tiempo la rejion marítima la conociera a palmo (i el que estaria de un modo permanente en la Estacion para cuidar los objetos, aten- diendo en todo tiempo al servicio de animales vivos destinados al Museo, Escuela de Medicina, Institutos Pedagójico 1 Nacional, Internado i Liceos); 1 2). Un empleado del Museo Nacional que, en la capital unas veces i en la costa otras, tendria a su cargo todo lo que se rela- ciona con la preparacion de animales marítimos por la vía hú- meda (Anestesia, Fijacion ¿ Conservacion), acompañando a los profesores i alumnos que al Laboratorio se dirijieran durante el año escolar, para verificar esperimentalmente los hechos esplica- dos i conocidos teóricamente en clase. Si estas observaciones, apenas bosquejadas, fueren debida- mente atendidas por las personas amantes de la ciencia i una vez reconocidas las bondades del proyecto, se dejara sentir la fecunda accion oficial, para realizarlo en toda su amplitud, que- daria plenamente satisfecha la aspiracion del autor. Santiago, Abril 1910. BERNARDINO QUIJADA B. e (o) (0) (o) (0) (o) (0) (0) (0) (0) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (0) (0) (o) (0) (0) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) (o) (0) Plano de la Estacion Zoolójica 30 METROS JARDINES de Museo de Pesca i Oceanografía 9x5 m Portero 4x4 m LOS ACUARIOS SALA DE sal pi 7xX16m Escala de 0.0025 por metro Pescador 4X4m Aparatos de precision 4X3m Laboratorio Biblioteca 3X4m Sala de preparaciones Acuarios portátiles 7X5m CIERRO EN CONTORNO DE EDIFICIOS 1 JARDINES: 30<40 m B. QUIJADA B. 40 METROS 4.—Informe del Jefe de la Seccion de Jeolojía i proyecto para ejecutar la carta jeolójica de Chile A.—INFORME Señor Director: Paso a dar cuenta a Ud. del movimiento habido en la Seccion de Mineralojía 1 Jeolojía del Museo Nacional. «Las colecciones se aumentaron en mui pocas muestras mas: ya sean estas de minerales, de rocas o de fósiles; esto se debe en gran parte al poco espíritu científico, que se ha inculcado en estos últimos años a nuestro pueblo, por todo lo que sea una observacion directa de la Naturaleza: esto es mui comprensible porque es mucho mas fácil enseñar de memoria. En cuanto al mobiliario, puedo decirle que es mui necesario renovarlo completamente; porque la estantería que actualmente se posee sirve sólo para almacenar rocas, minerales o fósiles i de ninguna manera a esto se le puede considerar como estantes que permitan mostrar al público estas colecciones que actualmente están ocultas para ellos. > En cuanto al local, debo iudicar a Ud. que el que actualmente ocupa la Seccion es por demas estrecho i jamas se podrán es- tender convenientemente las colecciones, de manera que el pú- blico pueda darse cuenta cabal de la riqueza minera del pais, en cuanto a variedades de minerales. Hasta la actualidad, desde su fundacion no ha tenido este Establecimiento ni un mal Laboratorio, de manera que nunca se ha hecho ni un sólo análisis: ni de mineral ni de rocas. Cree- mos que en los actuales momentos tendria un valor inapreciable un pequeño laboratorio, puesto que se divisa en un futuro mas E o ménos cercano, un resurjimiento verdadero de nuestra riqueza minera. A esta Oficina llegan diariamente a consultar algunas perso- nas, ya sobre algun mineral o sobre el valor industrial de algun mineral o roca. El número de estas personas ha sido mucho menor en el año que pasó que en los anteriores; pero en ningun caso ha sido ménos de mil quinientas. En el año que acaba de terminar hemos hecho algunos viajes de estudio a las siguientes zonas: en Mayo fuimos a Salamanca a estudiar el Mineral de San Francisco del señor Guillermo Echavarría. A este mineral hemos ido varias veces con el objeto de seguir paso a paso el desarrollo de esta mina, por tratarse de una formacion algo comun en Chile; desde aquí seguimos a Illapel a recojer algunas rocas de sus cerros i desde este lugar nos trasladamos a Los Vilos, con el objeto de recorrer una larga zonas de terrenos estratificados de color negro i que encierran muchos fósiles, sobre los que descansan esos conglomerados rojos que carecen de fósiles; para lo cual recorrí desde la Punta de Talca hasta un poco mas al Norte de Papudo. En el mes de Junio fuí comisionado por el señor Ministro de Instruccion para trasladarme al Sur, a la rejion de Carelmapu, a estudiar unos terrenos que dan a la superficie todas las manifes- taciones que se exijen para que sean depósitos mas o ménos grandes de petróleo: los resultados que saqué en limpio de este reconocimiento fueron mui buenos, como podrá Ud. impornerse en el folleto que le acompaño. Hice ademas un estudio en la rejion de Caleu, que en pocos dias mas se publicará en el Boletin. En el mes de Febrero nuevamente me trasladé por órden del señor Ministro a Carelmapu con el objeto de indicar un nuevo punto de perforacion, el que se comenzó a trasladar miéntras estaba en el Sur i pude constatar que a 60 piés salia un fuerte olor de éter de petróleo: los resultados a que arribé son mui buenos para esta nueva industria que ya está por nacer en Chile, 1 los cuales los publicaré en algun tiempo mas. Creemos, señor Director, que con sólo el enunciado de este gran problema, tenemos derecho de pedir al Supremo Gobierno los recursos necesarios para seguir en otros estudios, que serán de gran importancia para el futuro desarrollo de Chile, como es la confeccion de la carta jeolójica de Chile, para la cual creemos estar preparados i cuyo plan de trabajo los esponemos en un capítulo aparte. Despues de mi vuelta de la rejion petrolífera, en el año pasa- do le pedí al Supremo Gobierno los fondos necesarios para la compra de una sonda, la que me fué dada; pero resulta que dicho aparato se vá a poner a la disposicion de la Direccion de Obras Públicas; creo que si Ud. consigue esta máquina con sus accesorios, nos podra servir mucho en el estudio del suelo de nuestro pais; ya sea para buscar agua artesiana, ya sea para es- tudiar la posibilidad de la desecacion de los suelos pantanosos o ya sea para humedecer con los vapores de las aguas que corren subterráneamente, aquellos terrenos que hoi por hoi son secos 1 que con un trabajo prévio se pueden dedicar a praderas, tal como ha pasado en el Canadá. Santiago, 15 de Abril de 1910. MIGUEL R. MACHADO. B.—PROYECTO PARA EJECUTAR LA CARTA JEOLÓJICA DE CHILE El suelo de Chile encierra riquezas inmensas, de las cuales unas son conocidas de un limitado número de personas 1 otras quedan aun ignoradas. Cuando alguna persona necesita para el desarrollo de una industria un cuerpo mineral o químico que existe en el suelo, no saben dónde dirijirse para obtener el menor = 2541 = dato 1 pierde en viajes 1 preguntas dinero i llega a veces hasta desistirse de sus primitivos propósitos. Desde hace mas de un cuarto de siglo hemos visto figurar en el presupuesto partidas destinadas a dar principio a esta clase de trabajos e invariablemente los resultados a que han llegado no han correspondido a las esperanzas que el pais habia cifrado en ellos. En aquellas partes del mundo en que se han hecho o se están haciendo estudios jeolójicos de sus suelos, han tratado siempre de colocar al frente de estas oficinas, a personas que dominan la mineralojía, petrografía microscópica, química, paleontolojía, jeolojía agrícola i minera, etc. Solo un individuo que tenga esta clase de conocimientos puede indicar, con mas o ménos seguri- dad, la importancia de un centro minero u de un campo agrí- cola. Naturalmente para principiar esta clase de trabajos se nece- sita contarse de antemano con mui buenos planos topográficos, 1 por lo tanto es necesario principiar estos estudios en aquellas zonas que han sido planificadas por la Oficina de la Carta del Estado Mayor 1 por las de Mensura de Tierra. A medida que el ferrocarril que va al Norte se vaya cons- truyendo, se puede ir estudiando la importancia de los centros mineros cercanos a la línea. Al mismo tiempo se aprovecharian los cortes recien hechos para determinar la roca de que se com- ponen los cerros 1 se hará lo posible por determinar su edad, por los fósiles que en éstos se pueden encontrar. El personal con que se llevaria a cabo esta clase de trabajo seria en su principio mui poco numeroso 1 se le puede formar en su totalidad con empleados chilenos que posean ciertos co- nocimientos de ciencias naturales. Actualmente se encuentran repartidos en diversas oficinas públicas, personas que reunen esta clase de conocimientos, de las cuales se les puede sacar sin perjudicar en lo mas mínimo su marcha. S1 no se quiere seguir el anterior camino se podria tomar uno o dos jóvenes que tuviesen algun conocimiento de ciencias na- — 255 — turales, para que sirvan de ayudantes tanto en el terreno como en el Laboratorio. Lo que hemos propuesto se podria este mismo año dar prin- cipio a su desarrollo; para lo cual tomaríamos la zona ya plani- ficada de Santiago, Melipilla i San Antonio consiguiendo del Supremo Gobierno unos 15,000 pesos: parte de éstos se gasta- ria en comprarun Laboratorio apropiado al caso, otra parte en el pago de un empleado i el resto en los diversos gastos que demandarian los viajes que se tendrian que hacer en el terreno. A medida que se fuesen recojiendo los datos, ya sea por co- muna o por departamento, se les iria publicando en el Boletin del Museo Nacional. PROGRAMA DE TRABAJO Dar preferente atencion a los estudios de los terrenos agrí- colas; determinar su oríjen por los minerales que encierra, su composicion química para que cada agricultor pueda abonar o enmendar convenientemente sus terrenos; medir de distancia en distancia el espesor medio de la capa vejetal; se harian análisis de las aguas que riegan los campos. Ademas se puede indicar todos aquellos puntos en que se pueda obtener una caida de agua tratando de avaluar la fuerza que se pueda tener. TI Se estudiarian los cerros ilos minerales que en ellos se en- cuentren, indicándose al mismo tiempo todas aquellas sustan- cias que tengan un valor comercial. Para clasificar sus rocas se harian cortes al microscopio como igualmente un análisis quí- mico de toda variedad. Los fósiles se estudiarian con todo cui- dado para poder determinar la edad de los terrenos en que se les encuentra, al mismo tiempo se les compararia con los que — 256 — existen en otros paises. Se haria una reseña detallada de cada mineral, dando a conocer su historia i su importancia bajo el punto de vista de la cantidad i calidad de sus minerales, como igualmente de todos aquellos recursos que convienen a una es- plotacion, publicando a la vez un pequeño plano o cróquis de la mina. TI Esta misma oficina tendria a su cargo el estudio del terreno de todos aquellos puntos en que se supone la existencia de car- bon, de petróleo, de aguas subterráneas, etc.; para lo cual se le pondria a su disposicion una sonda: solo así podríamos asegurar que se obtendria un resultado práctico con los sondajes, tal como pasa en otros paises. Santiago, Marzo de 1910. MIGUEL R. MACHADO 5.—Informe del Naturalista ausiliar Santiago, 20 de Abril de IQIO, Señor Director: Tengo el honor de presentar a Ud. el informe sobre mis tra bajos hechos bajo la Direccion de su antecesor, el mui recorda- do señor don Federico Philippi, conforme Ud. se ha dignado pedírmelo. El 14 de Marzo de 1905 fuí nombrado Naturalista Ausiliar; este puesto debe figurar ahora, segun el nuevo Reglamento apro- — 257 — Eado por el Supremo Gobierno bajo el rubro de «Naturalista Ayudante». Debo advertir que ademas de los trabajos de Catalogacion, etc., he tenido a mi cargo el cuidado de algunas colecciones, guarda de los duplicados, del Herbario 1 de objetos zoolóji- cos, etc. Durante 1905 confeccioné el Catálago de los fósiles, Colec- cion del doctor don Rodulfo Amando Philippi; faltaban algu- nas etiquetas 1 me serví de los «Elementos de Paleontolojía» por Steimann i Dóderlein para determinar el jénero de algunas formas. Esta coleccion abarca en la Sala de Mineralojía los dos estan- tes largos divididos en los números desde doscientos veinte i cuatro hasta doscientos cincuenta 1 uno inclusive 1 los números 214, 218, 220, 222 1 223 1 la sala de los bajos del Costado Sur del edificio que comprende los estantes números 73 sucesiva- mente hasta 80 inclusive, los objetos colgados en las paredes 1 el grupo central de la Sala. En Diciembre del mismo año empecé a escribir el Catálogo de esos mismos fósiles por fichas, cada jénero en una ficha apar- te, seguido de las especies en órden alfabético; este sistema tiene la gran ventaja de poder ordenar el Catálogo, ya sea sistemáti- camente por órdenes, jéneros 1 especies, ya alfabéticamente para encontrar con facilidad un jénero i una especie dada. En Marzo de 1906 terminó el contrato del doctor Otto Búrger 1 fué nombrado en su lugar don Bernardino Quijada B.; como éste a la sazon se encontraba en Europa, fuí nombrado interina-, mente para reemplazarlo; en este año hice el Catálogo: de los mamíferos existentes en el Museo, sirviéndome de norma el Ca- talogus Mammaliun por Throuessart. El mismo año de 1906 despues de haber puesto en salvo al- gunas colecciones desordenadas por el terremoto, formé una co- leccion de mas o ménos novecientas especies de plantas para el Museo de Valparaiso. 17 — 258 — El 31 de Diciembre de 1906 con la llegada del señor Quijada volví a ocupar mi puesto de Naturalista Ausiliar 1 me ocupé en la confeccion de los Catálogos de las aves chilenas 1 estranjeras, separadamente uno de otro, i consta cada uno de un Catálogo sistemático 1 otro ordenado alfabéticamente por fichas. En la conclusion de los fósiles i catálogos de aves me ocupé durante los años 1907 ¡1 1908; para allanarme el camino por entre tan numerosas sinonimias, como existen en las descripciones de aves, tuve que servirme de muchos libros, en especial del Catálogo inglés «Catalogue of Birds of the British Museum» 1 adopté la nomenclatura de Mr. E. Dubois para su Synopsis Avium del Museo de Bruselas. Desde fines de 1908 i durante buena parte del año 1909 me ocupé en formar el Catálogo de los Moluscos recientes o vivien- tes, terminé los dos estantes del medio de la Sala Norte-Poniente en los altos; me serví para la clasificacion i nomenclatura, del Catálogo de Paetel; quedan por revisar algunos otros estantes de esta coleccion pero interrumpí el trabajo para dedicarme al envenenamiento del Herbario en una solucion de Sublimado corrosivo al 15 por mil (15/1000) en alcohol de 9o grados. A pesar de las precauciones que tomé manipulando con tenazas de cuerno, siempre se humedeció la piel de las manos 1 al cabo de pocos meses me resultó una erupcion en la piel de los brazos i me sobrevino una grave perturbacion intestinal; esto sucedió en Diciembre de 1909. El señor Philippi me ordenó entónces es- cribir las fichas para ordenar la Biblioteca del Museo; terminé este trabajo a principios de Mayo i me ocupo actualmente en ordenar el Herbario. 3 Fuera de los trabajos enumerados me llamaba el señor Direc- tor mui a menudo para ayudarle en la parte administrativa del Museo, tanto en la Contabilidad como en las anotaciones i guar- da de los privilejios esclusivos, correccion de prueba de los tra- bajos que se publicaban; tambien tuve a mi cargo la remision de duplicados zoolójicos 1 de plantas a los especialistas estranjeros que las solicitaban i ademas la clasificacion de muchos objetos, principalmente moluscos, que mandaban en consulta los rectores 1 profesores de Liceos. Creo con lo precedente haber cumplido con su órden verbal de fecha 19 del presente. Dios guarde a Ud. - BERNARDO GOTSCHLICH. 6.—Informe del Preparador Señor Director: Adjunta remito a usted la memoria de los trabajos ejecutados en el Laboratorio de Taxidermia durante el año próximo pasa- do, 1909. Como usted verá, se han ido completando las colecciones de Ofidios chilenos, con bonitos ejemplares. Aprovecho una vez mas la oportunidad para poner en su co- nocimiento las deficiencias que se hacen sentir en el taller de mi cargo 1 que son las siguientes: 1. Se necesita con urjencia un Laboratorio de Taxidermia montado con cañerías de agua potable, con bastante luz ¡1 bien ventilado, con lavatorios 1 gas para cerrar las preparaciones en- frascadas. El que hai actualmente es una pieza estrecha 1 sin ventilacion i sólo sirve para comprometer la salud, respirando gases venenosos. y 2. Una pieza herméticamente cerrada para la maceracion de esqueletos, con cañones ventiladores. 3. Dos mil pesos para formar un Gabinete de Taxidermia. 4. Que vuelva a crearse el puesto de segundo Preparador que existía en el año 1898, que con mayor razon se hace nece- sario ahora que el Museo ha tomado mayor incremento, debien- — 260 — do el único preparador que hai, atender a los trabajos nuevos 1 a la conservacion de todo el material, incluso el duplicado. 5. El sueldo del actual preparador es mui exígúo i mas aun si se compara con el sueldo de otros maestros de talleres, como por ejemplo, los maestros Jefes de taller de la Escuela de Artes 1 Oficios, que tienen $ 4,800 de renta al año 1 sin esponer su salud con gases venenosos, tal como el arsénico, súlfuro de car- bono 1 los olores fétidos de la maceracion de esqueletos, ni la labor científica que se exije, 1 ademas la responsabilidad para la conservacion de los objetos preparados. En vista de las razones mencionadas creo justo se asigne a este puesto un sueldo de $ 4,800 año. S 6. Se necesita alcohol etílico para las preparaciones, forma- lina 1 envase alto de vidrio para peces; los que hai actualmente no están bien presentados, como sería de desear, debido a que el envase es mui chico. ] Concluyo, señor Director, haciéndole presente que todo esto se necesita con urjencia si se quiere aumentar el material cien- tífico del Museo Nacional i que los trabajos taxidermicos que- den irreprochablemente bien ejecutados. Dios guarde a usted. Santiago, 21 de Abril de 1910. ZACARÍAS VERGARA, Preparador del Museo Nac. — 261 — Trabajos ejecutados en el Laboratorio de Taxidermia durante 1909 PREPARACIONES EN ALCOHOL: Ofidios estranjeros.— Ilisia seytale, (L. Quito. Cylindrophis rufus, Laur. Célebes. Tropidonotus natrix, L. Europa. » aurita, L. América Septentrional. Coluber longissimus, Laur. Europa. » » » » » quatuorlineatus, Laep. — Italia. Vipera aspid, L. Europa. Lachesis ammodytoides, Lagb. Mendoza. Naia tripudianus, Merr. Célebes. Elaphus fulvius, L. Ecuador. Yguana tuberculata, Laur. Ecuador. Ophisaurus apus, Pall. Dalmacia Ofidios chalenos: 52 Preparaciones, bonitos ejemplares. Otras: 40 Preparaciones de Batraquios chilenos. 4 » » » estranjeros. RENOVACIÓN DE FRASCOS I ALCOHOL: 14 Anfibios, 20 Reptiles, 15 Moluscos, 15 Vermes, 10 Crus- táceos, 5 Equinodermos i 15 Peces en alcohol. .— 262 — Reparacion de 63 peces en tabletas. 1 Araña (Epeira gasteracanthoides). Obsequio del doctor A. Oyarzun. 1 Preparacion del Gastrophilus equi. AVES MONTADAS: 1 Canónigo, 5 Periquitos del Ecuador, 1 Cardenal, Una Urra- ca de la Arjentina, 1 Loro del Brasil, 1 Faisan del Cáucaso, 1 gallo ¡ gallina de la pasion. EN PREPARACION: Una Marsofa adquirida a fines de año.—Este cetáceo fué traido de Mejillones. Santiago, 21 de Abril de 1910. ZACARÍAS VERGARA Preparador del Museo Nacional. AS APUNTES BICGRÁFICOS FEDERICO PHILIPPI Condensacion del trabajo del señor Gotschlich Don FEDERICO PHILIPPI (1838-1910) APUNTES BIOGRÁFICOS SOBRE EL SEÑOR DON FEDERICO PHILIPPI Condensacion del trabajo del señor Gotschlich (1) s La importancia científica de los Philipp1, padre e hijo, en Chi- le, es grande, sus servicios efectivos abarcan 57 años, e. d. mas de medio siglo 1 han formado una pléyade de alumnos. En 1831, Bernardo Eunom Philippz pasó por nuestras costas en el buque hamburgues «Princesa Luisa», en viaje científico 1 comercial al rededor del mundo; venia a bordo el médico ale- man Meyen, quien publicó especies nuevas de la Fauna 1 Flora de Chile en Nova Acta Academie Leopold. Carol Nature cu- riosorum en colaboracion con los Naturalistas Walpers Vogel 1 otros. ? El año 1837 volvió Bernardo Philippi a recorrer el litoral chi- leno en el mismo buque; ésta vez en compañía del médico ale- man doctor Cárlos Segeth; arribaron a Valparaiso a principios de 1838, 1 Philippi siguió en el «Princesa Luisa»; desembarcó en Arica, recorrió Tacna 1 llegó hasta Lima desde donde regre- (1) «Vida i Obras de don Federico Philippi.»—Boletin del Museo Nacio- nal. —Seccion de Administracion 1 Estadística, Tomo I, núm. 1, pájs 39-80. — 265 — só a Valparaiso i siguió como piloto del buque (pues en Danzig habia cursado náutica) a las costas de China i despues en di- reccion a Hamburgo, adonde llegó a principios de. Julio de 1841. A fines del mismo año volvió a Chile; esta vez con un cargo del Museo de Berlin para coleccionar objetos científicos median- te la remuneracion de mil thaler prusianos o sean 3,000 marcos anuales. Se detuvo en las provincias de Valdivia i Llanquihue para recolectar objetos para el dicho Museo de Berlin. No tuvo co- nocimiento de los viajes de Gay por el año 1835 a esas rejiones 1 creyó que él era el primer descubridor del hermoso lago Llan- quihue: diseñó un mapa de esa rejion i concibió la idea de colo- nizarla con elementos alemanes, lo cual consiguió despues de muchas peripecias. Acompañó a don Juan Williams en la goleta «Ancud» a Magallanes, a tomar posesion solemne del Estrecho 1 fundar alli una colonia chilena. Los conocimientes náuticos 1 de injeniería, especialmente fortificaciones, que poseía Philippi, eran de gran utilidad en aquella empresa. A la vuelta de la es- pedicion el Supremo Gobierno lo nombró capitan del Cuerpo de Injenieros 1 como tal fué a Valdivia a sacar la copia de los fuertes Españoles de Corral, Niebla 1 otros. El año 1844 entró en compañía con el consul prusiano Flindt i compraron la ha- cienda «Bella Vista» al Sur del Rio Bueno, cerca de Trumao. Su hermano, el doctor R. A. Philippi recibió a la sazon en Kas- sel el encargo de «Flindt i Philippi» de contratar 9 familias de artesanos alemanes, los que vinieron a Chile en la barca «Cata- lina». Fué esta la primera semilla de colonización alemana en Chile (2). (2) Desde entonces siguieron viniendo a Chile muchas familias; fué ésta la colonizacion mas escojida 1 que ménos desembolsos ha costado al erario nacional. Es sólo comparable a la de los años 1872 a 75 proveniente de la Bohemia alemana, que nada costó al Estado. La corriente inmigratoria estimulada por don Bernardo Philippi, siguió hasta el año 1865, sobrevivió en 13 años al infatigable propagandista. Su obra fué mui combatida en Chile; decíase que únicamente habia traido — 266 — Philippi (don Bernardo) era un hombre de trato fino 1 agra- dable, era de buen porte i figura; se conquistó muchos ¡ buenos amigos en Chile; llegó mientras actuaba en Chile, ántes de 1849, al grado de Sarjento Mayor de injenieros 1 por último al de Co- ronel del mismo cuerpo. El Presidente Búlnes lo hizo su Edecan; en 1848, movió a éste a fomentar la colonizacion alemana en las provincias austra- les; el Presidente encontró buena la proposicion 1 don Bernardo emprende viaje a Europa. Allá se encuentra justamente en los años aciagos de la Revolucion, 1848-49, circunstancias propicias para el éxito de su empresa; emigraron varias familias conspí- cuas que despues han hecho honor a Chile. El mismo Presidente Búlnes, le firmaba en premio, el 15 de Setiembre de 1851, sus despachos de Teniente-Coronel de In- jenieros. ? A su regreso se le mandó a Magallanes; llegó a Corral ines- peradamente el dia 20 de Junio de 1852 en el buque de guerra Infatigable. En aquella ocasion se despidió para siempre de su hermano mayor, pues encontró en Magallanes un triste fin. Hoi en dia la obra de Bernardo Phillippi florece en el Sur de Chile i el Gobierno de la Repúblida le debe gratitud a este hom- bre emprendedor. Un sobrino de don Bernardo, dox Teodoro Phalippi legó a Chile en 1848, actuó en Concepcion como pro- fesor del Liceo i fundó un Jardin Botánico; murió a principios de 1852. ; protestantes, 1 a su regreso en Marzo de 1852 tuvo por este motivo un vio- lento encuentro con el Ministro don Antonio Varas. Philipp comprobó plena 1 fehacientemente que los Obispos de Pader- born 1 Fulda habian prohibido en sus respectivas diócesis la emigracion de católicos, 1 la inculpacion citada carecia pues de todo fundamento. El Pre- sidente, don Manuel Montt, ordenó al teniente coronel Philippi trasladarse a Magallanes en calidad de Gobernador, a fin de restablecer allí la colonia destruida 1 hacer la paz con las tribus indias que el antecesor, capitan Cambiazo, habia exasperado con su trato imprudente i sanguinario. Philip- pi desapareció en esa rejion misteriosamente, lo mismo seis personas mas de su séquito. Los indios vengaban en ellos la muerte de siete individuos de su tribu, fusilados por Cambiazo. — 267 — El doctor don Rodulfo Amando Philipp? vino a Chile en el _bergantin Bonzto, capitan Zybranks de la matrícula de Hambur- go, 1 tocó suelo chileno en Valparaiso el 4 de Diciembre de 1851. Su actuacion científica i educadora en nuestro pais es conocida en Chile como en el estranjero. El Museo Nacional, «sus cátedras de Ciencias Naturales en el Instituto Nacional i en la Escuela de Medicina, sus 450 producciones científicas hasta su muerte acaecida el 23 de Julio de 1904, lo hacen benemérito de la Patria. (3) El señor don Federico Philippi, entre otros desempeñó los puestos de profesor de Botánica, Jefe de la Seccion Botánica del Museo Nacional i desde el 15 de Abril de 1897 hasta el 16 de Enero de 1910, Director del mismo Establecimiento. Como empleado público se ha hecho acreedor a la gratitud de todo chileno; debemos honrar su memoria tanto por los antecedentes de sus antepasados, como por los importantísimos servicios que durante 36 años prestó a nuestro pais como empleado público. 3 Pp Pp p Pp TI El padre de don Federico Philippi, doctor don Rodulfo Aman- do, debió su alta posicion científica a sus propios esfuerzos. En su primera escursion científica por el sur de Italia solia decir a sus compañeros Federico Hoffman 1 Arnoldo Escher: qué será de mí mas tarde, con mis escasos medios de subsistencia; los compañeros nombrados le quitaron esta idea fatalista. A su regreso dió el exámen de Estado como médico práctico, en 22 de Abril de 1833; pero el nuevo médico de los «Paises Reales» (3) En los dias que siguieron a su muerte oimos con satisfaccion que los hombres dirijentes de nuestro pais pensaban erjjirle un monumento que conservarse viva su memoria en nuestro pueblo i al mismo tiempo signifi- case el agradecimiento de la Nacion por los importantísimos servicios por él prestados. Creemos que es tiempo de realizar esta noble idea; el local mas a propósito para el monumento Philippi ofreceria la plazuela que está frente a la fachada principal del Museo Nacional. — 268 — seguia modestamente en sus trabajos de investigacion científica sin dedicarse a la Medicina. (4) El 1.0 de ££nero de 1836 contrajo matrimonio con su prima la señorita Carolina Krumviede i el 5 del mismo mes llegó con ella a Cassel donde vivieron. en casa del arquitecto Engelhardt. A principios de Febrero de 1837, le sobrevino una séria en- fermedad; i el médico Stracke le prescribió clima mas benigno, el de Nizza en Italia. Su mujer habia heredado una pequeña suma 1 ella misma lo animó para trasladarse a Italia; escojieron el sur de esa Península 1 se radicaron en Nápoles porque la vida era mas barata, 1 podia continuar en la investigacion de moluscos de Sicilia; salieron de Kassel el 8 de Abril de 1837. En Nápoles arrendó un' departamento en el segundo piso de una casa situada en la «Riviera Chicaja» una calle ancha que llegaba hasta la entrada a la «Grotta del Basilipo» pertenecia esta casa a la duquesa de Avalos, casada con el conde Cesare Di Scapuli. Desde Nápoles hacia escursiones con su amigo Es- (4) Ayudaba a la viuda Kohlrausch en la investigacion microscópica sobre la fecundación de las plantas; el descubrimiento de este proceso era aun nuevo en 1833; percibia por este trabajo 100 Thaler prusianos al año o sean 3oo marcos. El profesor Ehrenberg lo tomó a su lado para que le ayudase a ordenar 1 distribuir las plantas traidas del EJipto, la Siria, Arabia 1 Abisi- nia 1 litografiara los dibujos; este trabajo le proporcionaba una renta igual a la anterior; percibia tambien'seis pesos mensuales o séan 18 marcos por clases de Historia Natural que hacia en una escuela superior de niñas, rejentada por una señora Lemmers; eran todas sus entradas. Con estas entradas vivia mui modestamente, i sin embargo no desdeñaban visitarlo con mucha frecuencia en su reducida pieza habitacion dos eminencias de esa época: Alejandro von Humboldt 1 Leopoldo von Buch. Queria obtener una cátedra en el Jimnasio de Berlin; pero para ello habria tenido que rendir exámen en Filolojía e Historia o Matemáticas 1 Ciencias Naturales; en estas últimas estaba bien preparado, pero los cálculos diferenciales e 1n- tegrales eran su lado vulnerable. Se le habia ofrecido un puesto en la Universidad rusa de Karkow, pero “lo rehusó. A fines de 1834 un estadista del Electorado de Hessen, el imje- niero Schwedes, le ofreció el puesto de profesor de Ciencias Naturales en la Escuela Politécnica de Cassel, con un sueldo anual de 500 pesos. Se hizo cargo del puesto por Pascua de Resurrección del año 1835. — 269 — chericht a Pompeji, Sorrento, Capri, Pozzuoli, etc., i subian al Vesubio. Nació Federico el 16 de Diciembre de 1838, al son de las campanas de alarma durante una terrible erupcion del Vesubio; hubo ese dia récios temblores ¡ caia una espesa lluvia de ceniza. ¿A la usanza alemana, don Federico aprendió a leer 1 escribir en su hogar; era la madre o era el padre quienes le enseñaban. A los ocho años le tomaron profesor en la casa; el año 1849 principió a visitar el Jimnasio. Miéntras su madre i hermanos quedaron en Carlshútte, en el ducado de Brunswick, don Federico visitaba el Jimnasio de Hildesheim; tenia su pension en casa del Notario de la ciudad; allí conoció 1 tuvo intimidad con el canónzgo Leunzs quien escri- bió una excelente obra clásica de Zoolojía, «Synopsis der Zoolo- gie», 1 otras mas que se consultan hasta la fecha. Visitó el Jimmasio Andreano (Gymnasium Andreanum) de. Hildesheim hasta fines de 1853, 1 pasaba las vacaciones en Carlshútte, cerca de Delligsen, con su familia. TIT El Dr. R. A. Philippi seguia con éxito su cátedra en Cassel; el sueldo le habia sido, elevado a 7/00 Thalers anuales o sean 2,100 marcos; estaba en ventajosas relaciones con los sabios de Europa por sus notables publicaciones. Pero llega el año 1848. Los pequeños 1 numerosos estados alemanes estaban en cierta manera subyugados a sus gobernantes, que, o no habian conce- dido una Constitucion democrática o hacian tabla rasa de ella. Despues de las últimas guerras Napoleónicas, 1813-14, el Prín- cipe de Hessen-Cassel fué repuesto en su dominio; aspiraba al título de Rei, pero el Congreso de Viena no se lo concedió; tomó entónces el nombre de Kurfúrst /prínczpe curzal, antigua deno- minacion proveniente de la organizacion romana, en que las cu- rias en sus comicios elejian al Rei, 1 despues a los cónsules, etc.), comunmente llamado «Príncipe Elector». El liberalismo aleman aspiraba a tener una Constitucion de- mocrática 1 principió a moverse en tal sentido por el año 1848. Por lo jeneral, el movimiento era moderado, pero el socialis- mo estremo ya mostraba en algunas partes sus pretensiones. Philippi que jamas se habia ocupado de política, fué tambien arrastrado a ella por este movimiento jeneral; pertenecia al par- tido liberal moderado. El Consejo Municipal de Cassel descu- brió de pronto que habian muchos habitantes que no eran ciu- dadanos; los obligó a inscribirse en los rejistros para que pagasen contribuciones, jurasen guardar la Constitucion 1 se obligasen a aceptar empleos edilicios; se elijieron rejidores i despues alcalde, para la inspeccion de escuelas ¡ otros establecimientos locales, etc. Philippi tomó parte en estas organizaciones 1 por su inter- vencion se fundó tambien una Escuela de Niñas para la clase media del pueblo. Hasta aquí todo 1ba bien, pero la revolucion de Febrero en en Francia contajió a los partidos alemanes. En Cassel subió un Ministerio liberal presidido por el Ministro Eberhardt-Wip- perman; a principios de 1849 fué nombrado Philippi, Director de la Escuela Politécnica, a la cual imprimió nuevo vuelo, i el mismo ministro Eberhardt certificaba el 5 de Junio que el esta- blecimiento se encontraba en mui buen pié. Mas, el 3 de Fe- brero de 1850 cayó el Ministerio liberal 1 subió un hombre reaccionario, llamado en Hessen «el odiado» Hassenpflug; di- solvió la Cámara 'en Junio 1 convocó al nuevo Congreso el 22 de Agosto de ese año; tambien éste fué disuelto a principio de Se- tiembre, pues todo el electorado de Hessen fué declarado en estado de sitio el 7 de Setiembre de 1850. Su hermano don Bernardo, a la sazon en Cassel, le instigaba que abandonase esa ciudad 1 que se trasladara a Chile para dedicarse a cultivar un fundo que habia adquirido poco ántes de salir para Alemania. Por otra parte, su amigo C. Koch, industrial en vidrios 1 fierro en Carlshútte, cerca de Delligsen en el ducado de Brunswick, le escribia que saliese del servicio de ese desgraciado i revuelto electorado de Hessen. — 291 == Philippi aceptó, su familia encontró cariñosa acojida en la casa de Koch ia principios de Julio de 1851 quedó resuelto el viaje del doctor R. A. Philippi a Chile. Llegó aquí, como se sabe, en Di- ciembre de ese mismo año. El coronel Bernardo Ennom Philippi redoblaba en esos dias de confusion en Cassel su propaganda chilena; su consigna para todos era: a Chile, a Chile. —Pero ya habia preparado su terreno desde ántes; los primeros colonos enviaban buenas noticias so- bre Chile. Con anterioridad se habia hecho una propaganda in- tensa 1 metódica por buenos estranjeros que adoptaron a Chile como segunda Patria. En 1846 Bernardo Philippi publicó un mapa de la rejion situada entre los grados 39 1 42 de latitud sur. En 1847 publicó A. Ried un folleto «Deutsche Auswande- rung nach Chile» (Emigracion alemana para Chile); encabeza su propaganda con el siguiente lema: Coelum, non animum mutant qui tans mare currunt; (No de espíritu, sino de firmamento cam- bian los que pasar el océano); da una corta descripcion de Chile 1 sus productos, etc. Como apéndice publica las cartas di- rijidas por los señores A. Schmidt a sus parientes en Rotenburg 1 de F. W. Dóll a su amigo don Bernardo Philippi. Debemos citar aquí una segunda carta del señor F. W. Doll, ex-discípulo del doctor R. A. Philippi, en Cassel, fechada en Valdivia el 22 de Junio de 1848; en ella describe su viaje desde Santiago 1 a traves de la Araucanía para tomar posesion de su empleo como profesor de humanidades en el «Colejio literario de Valdivia». Hizo este viaje en compañía de tres caciques de la costa de Arauco, que por casualidad se encontraban en San- tiago 1 debian estar reconocidos al Gobierno por los múltiples obsequios 1 concesiones que éste les habia hecho. No es del caso contar aquí las peripecias del viaje ¡ repetir la narración del estado de cosas en Chile que hace con fidelidad, buena intencion i en estilo bastante espiritual; menciona sobre todo al Comisario de Indios, sarjento mayor Zúñiga, que con toda propiedad llevaba su sable, su carácter i modales eran de verdadero soldadote o maton i despreciaba las comodidades. Da detalles de todos los pueblos, lugarejos i rios por donde pa- san, dice como se prepara la chicha de maiz i da minuciosos de- talles de las costumbres araucanas; tambien da noticias sobre las misiones del Tolten 1 San José. Los indios de Villarrica se mostraron hostiles 1 hubo que organizar patrullas i guardias, 1 para amedrentar, se hicieron algunas descargas; vinieron parla- mentarios indios 1 convinieron en reconocer «la soberanía de los españoles en la rejion del Tolten, i en no estorbar el desa- rrollo de esa poblacion. Amén». En el archivo de Gobierno encontramos, ademas, un diseño de las alturas de Quilacahuin, hecho por el señor Ernesto Frick; se publicaron tambien en aleman las: instrucciones que el ma- yor Philippi habia recibido del Gobierno de Chile, junto con avisos sobre la emigración a nuestro pais, en los siguientes pe- riódicos: «Neue Hessische Zeitung», del 14 de Febrero de 1850, en la cuarta pájina, con la indicacion de dirijirse al doctor Ro- dulfo Amando Philippi, Director de la Escuela Politécnica de Cassel; en el «Frankfurter Journal», en el «Wochenblatt fur den Verwaltungsbezirk Fulda», en la «Urwáhler Zeitung» de Berlin, como tambien en los «Berlinische Nachrichten», del 28 de Abril de 1850; en la «Westfeelische Zeitung», de Paderborn, del 21 de Diciembre de 1850, hasta en el «Volkskalender» (Calendario popular), de 1851, que se edita en Giessen.—Haj artículos pu- blicados por Bernardo Philippi en el «Trier'sche Zeitung», del 24 de Diciembre de 1850; «Karlsruher Zeitung», del juéves 21 de Enero de 1851; en la «National Zeitung», de Berlin, desde el viérnes 21 de Enero de 1851; en el «Wesfelischer Merkur», del 31 de Mayo de 1851; en el nuevo periódico «Speyerer Zel- tung», de 5 de Junio de 1851; en la «Allgemeine Auswanderun- gszeitung», de 5 de Junio de 1851; en «Hessischer Zuschauer», del 3 de Junio de 1851; ien «Hamburger Nachrichten», de 15 de Noviembre de 1850. El año 1851 publicó don Bernardo -Philippi, en Cassel, un folleto intitulado: «Nachrichten úber die Provinz Valdivia» (Noticias sobre la provincia de Valdivia), en este trabajo da noticias exactas sobre nuestro lago Llanquihue i sobre la cultura i¡ costumbres chilenas. En Diciembre de 1851, ántes de partir para Chile, publicó un folleto: «Neueste Nachri- chten úber die Provinz Valdivia, besonders fir solche die dor- thin auswandern wollen». (Ultimas noticias sobre la provincia de Valdivia, destinadas principalmente para aquellos que quieran emigrar hácia a ella). —Cassel, 1852. Imprenta de G. E. Wol- mann. La inmigracion fué intensa por aquellos años; en el bu- que «Hermann» llegaron 85 familias; en la «Susana» 102 per- sonas; llegaron despues los buques «San Pablo», «Adolfo» i otros; en Marzo de 1875 llegó el último, «Etienne», con 135 personas. IV Desde la separacion de su familia (20 de Julio de 1851), los acontecimientos mismos se habian encargado de radicar al na- turalista doctor R. A. Philippi en Chile. Sobrevino la muerte de su hermano Bernardo 1 él quedó como heredero de San Juan; el 7 de Octubre de 1853 se le nombra profesor de Zoolojía i Bo- tánica de la Universidad de Chile con un sueldo de 1,500 pesos i por decreto de 20 de Octubre del mismo año, Director del Museo Nacional, tambien con 1,500 pesos. (5) El 1.9 de Setiembre de 1854, el señor Philippi recien habia regresado de su viaje al Desierto de Atacama, llegó su esposa”' doña Carolina Krumwiede con sús cuatro hijos: Federico, Ma- (5) Sumaban juntos 3,000 pesos; en ese año 1853, el promedio del cam- bio sobre Lóndres era de 47,254, es decir 474d, los que constituían 141.750d anuales, equivalentes hoi 15 de Mayo, dia en que estas líneas escribimos al cambio de 1o¿d a un sueldo de 13.040 pesos anuales. Compare el lector el valor adquisitivo de entónces 1 la baratura que rei- naba con la situacion de los empleados públicos de hoi dia i verá la para- lojizacion que existe en materia de sueldos; verá que son verdaderas ra- ciones de hambre aun los sueldos de 6,8 1 10 mil pesos; para qué hablar de los sueldos inferiores. La situacion de la familia estaba definida. El doctor R. A. Philippi es. cribió pues a su esposa en Delligsen que debia trasladarse con sus hijos a Chile i así lo hizo; trajo tambien las valiosas colecciones i la biblioteca, 18 = 24 == tilde, Elisa 1 Cárlos; el hijo menor, Bernardo, nacido en No- viembre de 1850, murió en Brandenburgo a donde se habia dirijido la familia, a fines de 1853. Habian hecho la travesia de Hamburgo a Valparaiso en el buque «Susanna» en 109 dias. V A fines de Diciembre de 1856 llevó el doctor Philippi su fa- milia al fundo San Juan; el clima i la vejetacion de la rejion austral gustaron sobre manera a la señora i a los niños, i re- solvieron pues quedarse en San Juan, para esplotarlo ayudados del administrador doctor don Cárlos Ochsenius, quien habia sido discípulo de Philippi en Cassel ¡acompañó a éste en su viaje a Chile. En las vacaciones despues de los exámenes de fines de año se trasladaba Philippi al sur al lado de su-familia i pasaba agra- dables vacaciones en su fundo. Sus hijos colectaban plantas 1 ejemplares zoolójicos; tambien solian enviar objetos etnográficos pertenecientes a los indios Cuncos, que eran los vecinos de San Juan. El verano proporcionaba un trabajo abrumador en las faenas del campo. Se cultivaba tambien la ilustracion; nunca faltaban libros instructivos 1 el señor R. A. Philippi siempre trataba de mantener a su familia al corriente del movimiento li- terario de Alemania, encargando con este fin las mejores pro- ducciones de la literatura de su pais. Ochsenius administró la hacienda hasta el año 1858 1 despues se vino mas al norte; tra- - bajó durante varios años como injeniero de minas: escribió un libro mui interesante; «Das Halbblut der Chilenen» (La media sangre de los chilenos) en que estudia la raza chilena en su mezcla de araucano con español. Le sucedieron en la adminis- tracion de San Juan los señores Rodrigo de Stillfried hasta 1862, despues Berghof, Muhlfeld; por último, cuando don Federico Philippi se fué en 1872 a Europa, quedó como administrador don Julio Bohlendorf, quien en 1873 se casó con doña Elisa Philippi. vI La estadía de la familia en su fundo se hacia de año en año mas agradable; la agricultura rendia buenos frutos; poco a poco se introdujeron las maquinarias agrícolas para facilitar el cultivo li esplotacion; la superficie del terreno, 4 kilómetros de frente por 18 kilómetros de fondo mas o ménos, era completamente esplorada; es probablemente el rincon mas estudiado del pais. En el Museo se tropieza en cada momento con objetos que tienen la indicacion «San Juan», principalmente en el Herbario Chileno. Don Federico Philippi tenia en su ilustre padre un ejemplo vivo e inmediato de actividad; enseñado por él, seguia ilustran- dose en la literatura de las Ciencias Naturales; formaba un buen Herbario de las plantas de San Juan i reunia otros objetos que caian en sus manos, principalmente insectos; ya entónces publi. caba sus descripciones en los Anales de la Universidad 1 otras revistas, como veremos en el capítulo de sus obras. En 1860 hizo con su padre una escursion botánica a la Que- brada de San Ramon ¡en 1864 lo encontramos en escursion científica a la cordillera de la Costa, para estudiar esa interesan- te rama cordillerana. El doctor R. A. Philippi estaba próximo a cumplir 66 años de edad: se le hacia difícil atender tres puestos de responsabili- dad, como ser la Direccion del Museo, que seguia incremen- tando, i las clases de Botánica de la Universidad 1 de Historia Natural en el Instituto Nacional. El 1.2 de Julio de 1874, obtuvo su jubilacion en dichas clases con 21 años de servicios, que junto con algunos premios a que lo hacian acreedor sus obras didácticas, le proporcionaban una renta anual de 1,237 pesos 50 centavos de 444 d.-o sean 54.068,75 d. anuales; al cambio de ahora 10% d. por peso dan 4,742 pesos anuales, i seguia dedi- cándose solo al Museo. Por esta época regresa de Europa don Federico Philippi, — 276 — quien estaba preparado para tomar las clases dejadas por su padre. : Cátedra de Botánica en la Universidad: El profesor Federico Philippi seguia en esta cátedra la norma que le había trazado su antecesor; servíase para ello del libro de éste «Elementos de Botánica para el uso de los estudiantes de Medicina 1 Farmacia en Chile». El testo citado es mui claro 1 conciso a pesar de que se le critica por algunos su poca estension en Morfolojía 1 Fisiolo- jía vejetales; pero debe tomarse en consideracion que en la época en que se editó este libro—i no ha sido reimpreso despues— no se exijian tantos conocimientos en este estudio, o mas bien dicho, esta parte científica no habia adquirido el desarrollo de ahora. Hoi dia se cae lamentablemente en el defecto contrario, tam- bien en la enseñanza de los liceos; se da demasiada estension a la Morfolojía ino se da a conocer las plantas, principalmente las chilenas. El estudio de la Morfolojía 1 Fisiolojía vejetales de los liceos va demasiado léjos, abarca los conocimientos que el estudiante debe adquirir en los cursos universitarios superiores, pero para el ochenta por ciento de los estudiantes no tiene inte- res práctico. Los profesores Philippi, padre e hijo, salian los dias domingos con sus alumnos al campo a herborizar, enseñaban prácticamente a reconocer las plantas con que se encontraban. No era admitido ningun alumno a exámen que no hubiese reu- nido por lo ménos 500 especies de plantas bien clasificadas 1 ordenadas. Los Philippi han hecho escuela en este sentido 1 no hai alumno de su época que no conozca bien la Flora de Chile. Los Philippi tienen la gloria de haber formado alumnos en Chile. Las divisiones i especializaciones habrán contribuido enorme- mente en el desarrollo científico pero por su exajeracion tienen sus defectos, mo completan el conocimiento jeneral que deben poseer las personas que se llaman ilustradas, sobre las distintas ramas de las Ciencias Naturales. Se cuenta de un sabio especia- — 277 — lista que escribió la anatomia de una planta: es un trabajo ma- jistral, pero el aludido no sabia el nombre científico de esa planta. Los Elementos de Botánica de Philippi bastaban a juicio del profesor para la enseñanza; el perfeccionamiento del ramo se busca en las obras fundamentales, pues no conviene recargar la memoria del jóven estudiante con cosas que por el momento no necesita saber. Mas le conviene al estudiante de Medicina ¡ Far- macia saber distinguir científicamente las plantas por sus carac- téres esteriores 1 conocer las propiedades farmacéuticas de cada una de ellas, principalmente de las plantas chilenas. Don Federico Philippi no dejaba por esto de completar el testo con majistrales esplicaciones sobre lo que juzgaba nece- sario, principalmente trataba de precisar 1 perfeccionar todo lo que se referia a la Morfolojía ¡ Fisiolojía, sin caer en el defecto de tratarlo para descuidar lo demas. Desempeñó esta cátedra hásta mediados de 1906, año en que la renunció porque la distancia a la Escuela Médica le qui- taba mucho tiempo, que queria dedicar al Museo fuera de las horas de Reglamento; además, como se recordará, la constitu- ción de sus piés le impedia ya moverse mucho, pues los años se hacian sentir por dolencias. Clase de Historia Natural en el Instituto Nacional.—Como testo de enseñanza servia el libro «Elementos de Historia Na- tural» por el doctor R. A. Philippi, que todos conocemos. De- bemos decir aquí de los principios de Biolojía lo que hemos di- cho de la Morfolojía i Fisiolojía vejetales; deja a un lado todo lo que no interesa directamente al hombre instruido; el apro- fundizaje de esta parte corresponde mas bien a los profesionales de cierto órden i a las personas que se dedican a la enseñanza. Sin embargo, nos consta que Federico Philippi tanto en la Bo- tánica médica, en que dictaba buenos apuntes sobre la teoria celular, como en sus clases de Historia Natural, ampliaba de un modo comprensible para eleducando, lo que era de interes 1 ja- mas descuidaba la parte objetiva. Asi encontramos que con fe- — 278 — cha 22 de Diciembre de 1874 decia lo siguiente al señor Rector i Consejo de la Universidad: «En el primer año que he hecho clase de Botánica en la Universidad i la de Historia Natural en e] - Instituto, he sentido sobremanera la falta de un jardin Botánico, que es el elemento mas indispensable para que los alumnos aprovechen estas clases 1 para despertar en los jóvenes el amor a la Botánica, que es un ramo de suma importancia para médi- cos, farmacéuticos 1 agricultores». Se esmeraba en tener apuntes científicos exactos, como lo demuestran tambien los que dicta- ba sobre nociones de Mineralojía, Paleontolojía 1 Jeolojía, que enseñaba como apéndice a la Historia Natural. No podremos precisar con exactitud la fecha en que dejó de * ser profesor en el Instituto Nacional: probablemente en los años 1893 0 94. En Mayo de 1876 inició su curso de Botánica aplicada en el Instituto Agrícola; segun Reglamento orgánico de este Estable- cimiento, de 6 de Noviembre de 1883, se crearon segun los núms. 4 1 5, las clases de Botánica 1 Zoolojía agrícolas; los re- nunció en 31 de Mayo de 1897. Por decreto supremo de 28 de Mayo de 1877 fué nombrado miembro de la Facultad de Ciencias Físicas 1 Matemáticas en reemplazo de don José Vicente Larrain Espinosa; miembro fa- llecido el año anterior, 1el 21 de Noviembre del mismo año 1877 se incorporó a dicha Facultad, pronunciando un discurso sobre «Los Jardines Botánicos» despues de haber hecho el elojio de su predecesor. En Julio de 1879 pasó a la Facultad de Medicina i Farmacia, pues ésta le correspondia en virtud de la Cátedra de Botánica Médica en la Escuela de Medicina. VII 1 El 1.9 de Mayo de 1883 fué nombrado Director del Jardin Botánico, sucediendo en esta Direccion a su padre; éste le dejó, segun Catálogo del Jardin, 153 familias de plantas con 1,472 especies, 1 cuando el 29 de Mayo de 1884 presentaba su primera memoria podia enumerar 166 familias con 2,196 especies, que revela un aumento en 13 familias i 724 especies. Este Jardin ha pasado por muchas vicisitudes: a pesar de que el terreno pertenece al Gobierno, no pudo realizarse su fundacion desde 1853 hasta 1876, ya porque la Sociedad Nacional de Agricultura presentaba dificultades, ya porque con la edificacion del edificio de la Esposicion, en que ahora está el Museo, tuvo que trasla- darse a las partes que ahora ocupa. Los trabajos de ensanche i ordenada organizacion del jardin demandaron mas de tres años; pues debe tenerse presente que este plantel se organizó por decreto de 8 de Mayo de 1883. Se- gun el artículo 3.2 del citado decreto quedaba el jardinero bajo las órdenes del Profesor de Botánica de la Universidad, quien anualmente debia presentar una Memoria sobre su marcha o desenvolvimiento. El 27 de Diciembre de 1895 nombraba el Consejo de Instruc- cion Pública una Junta de Vijilancia, ¡el 1.2 de Febrero de 1896 renunciaba don Federico Philippi la Direccion del Jardin Botá- nico; desde entónces lo dirije don Juan Sóhrens, jardinero mui competente. VIH Hemos recordado ya que don Federico Philippi vino a esta- blecerse en Santiago para tomar las clases dejadas por su ilustre padre, a mediados de 1874; desde entónces, hasta el fallecimiento de este último, 23 de Julio de 1904, vivieron inseparables, bajo el mismo techo, padre e hijo 1 la familia de éste. El matrimonio con la señora Paulina Bihl viuda de Kittel les dió dos vástagos que constitulan las delicias de familia en la primera época, como en el ocaso de la vida de los dos maestros, fueron los biznietos 1 nietos, respectivamente, con los cuales se disipaban las contra- riedades 1 el cansancio. En los seis años i medio que observamos de cerca las relacio- — 280 — nes entre ámbos maestros, hemos podido ver un ejemplo de armonía que no se nublaba aun en aquellas discusiones científi- cas en que se dividian las opiniones. Las consultas mútuas tenian un sello inimitable de solem- nidad. La ayuda efectiva en la direccion del Museo, que le prestó don Federico era importantísima; desde entónces le llevaba la contabilidad con rigurosa exactitud, 1 dia por dia despachaba muchas notas 1 consultas, con lo cual le dejaba tiempo a su ac- tivísimo padre para los importantes trabajos a que dió cima. En muchas ocasiones papá solicitaba la ayuda del hijo para la revi- sion de un trabajo científico, i esto se hizo hasta oficialmente; citaremos sólo una ocasion que corresponde a la última época de la actividad oficial del doctor don Rodulfo Amando Philippi; se vé por la siguiente nota: «Núm. 890.—Santiago, 27 de Abril de 1896.—Se ha recibido el oficio de Ud. de fecha de hoi, en que comunica que desea concluir pronto algunos trabajos zoolójicos relativos a la fauna » chilena, i al efecto solicita la autorizacion correspondiente » para que el Jefe de la Seccion Botánica don Federico Philippi, » conocedor de esta rama de la ciencia como de los idiomas » modernos 1 de latin, coopere en el trabajo de coordinacion de las descripcienes del caso. El Ministerio de mi cargo se ha impuesto con interes del deseo espresado por Ud. i no tiene el menor inconveniente en prestar la autorizacion que Ud. so- » Ucita. «Queda, en consecuencia, facultado el actual Jefe de la Sec- cion Botánica para tomar a su cargo la coordinacion i la im- » presion de los importantes trabajos que Ud. indica i que prueban la laboriosa e intelijente consagración que, aun des- » pues de prolongados servicios, continúa Ud. prestando a las » ciencias en nuestro pais. «Dios guarde a Ud.—Gaspar Toro.» — 281 — Suponemos que se refiere al trabajo de los «Fósiles secunda- rios de Chile» (1899), i a los Muridios de Chile (Anales del Mu- seo, 1900) i «Aves Chilenas» (Anales del Museo, 1902). Pode- mos afirmar, sin equivocarnos, que a don Federico Philippi corresponde una buena parte con su ayuda, en los trabajos científicos publicados por su señor padre en esos treinta años de vida inseparable que llevaban, de otro modo no se esplica esa gran produccion científica, si se la compara con el movi- miento diario, administrativo del Museo, que absorbe por sí sólo casi completamente las horas de trabajo diarias del Di- rector. Bien se puede decir que don Federico Philippi, en su prepa- racion 1 trabajos cientificos, es hijo de su padre, 1 ámbos se completan mútuamente. Las distintas secciones del Museo Nacional se habian enri- quecido con un material mui apreciable, que era necesario pen- sar en la division del trabajo, ya no bastaban los ayudantes, era preciso confiar cada seccion a individuos activos i entendidos; así fué como por decreto núm. 59, de 10 de Enero de 1889 se nombró Jefe de la Seccion Botánica del Museo Nacional a don Federico Philippi, propuesto por el Director del establecimiento; el decreto aludido lleva las firmas del Presidente Balmaceda i de su ministro don Julio Bañados Espinosa. Desde entónces queda oficialmente incorporado al Museo, para el cual habia trabajado durante mas de 33 años, obsequiándole colecciones O describiendo algun objeto de ciencia. Ante todo, el arreglo de los Herbarios chilenos i exótico, con sus respectivas semillas, le demandó un trabajo bastante pesado, por la paciencia 1 dedicacion que requieren tales trabajos. Ya en 1881 habia confeccionado el catálogo. de las plantas vasculares chilenas, i desde 1889 para adelante preparaba con su padre la publicacion de las plantas nuevas chilenas. Con fecha 24 de Abril de 1897 elevó su renuncia al Gobierno como Jefe de la Seccion Botánica despues de haber sido nombrado — 282 — Director del Museo; esa renuncia le fué admitida por decreto : núm. 1,560, de fecha 10 de Mayo de 1897. El Museo debe su relativo auje a las colecciones adquiridas por medio de viajes que sus empleados han emprendido por mandato de la Direccion a los distintos puntos del pais. Muchos i mui valiosos para el Museo 1 la ciencia son los via- jes realizados por don Federico Philippi. Durante los años 1854 a 1856 esploró los alrededores de Santiago i parte de la cordi- llera de esta provincia, con su padre. En vacaciones, a princi- pios de 1860, acompañó a su padre a la quebrada de San Ramón; en 1864 emprendió desde San Juan de los Cuncos, departamen- to de la Union, una escursion a la cordillera de la costa hasta el mar 1 esploró detenidamente la llamada «Cordillera pelada» a 800 o 900 metros de elevacion. Las provincias de Arauco, Malleco i Cautin fueron esploradas en 1877 por los Philippi padre e hijo; especialmente estudiada fué la cordillera de Nahuelbuta 1 sus «Tres piedras». En los pri- meros meses de 1878 esploró la parte vecina a los Baños (Ter- mas) de Chillan; 1 en la misma época de 1879, el Descabezado de Maule. En 1880 esploró la parte central oriente de la isla de Chiloé i los alrededores de Ancud; en 1883 hizo un viaje a Frai Jorje 1 los Baños del Toro, 1 en 1884 alrededor de Valparaiso, especial- mente Concon. A fines de 1884 el Director del Museo solicitó del Supremo Gobierno la esploracion científica de la provincia de Tarapacá, recien incorporada a la República despues de la gloriosa guerra de 1879-1884. La indicación fué aceptada i se nombró una comision com- puesta de don Federico Philippi, quien la presidió, del Sub-Di rector i preparador don Cárlos Rahmer i de don Otto Philippi, entónces estudiante de Medicina; dejaron a Santiago el 19 de diciembre de 1884; se embarcaron en Valparaiso para Caldera, de allí llegaron por ferrocarrril a Puquios 1 desde allí prosiguie- ron a lomo de mula. Recojieron 417 especies de plantas, 17 es- — 283 — pecies de mamíferos 1 98 especies de aves. Esta espedicion ha dado el material para las entregas números 9 1 13 de los Ana- les del Museo, 1 ademas un artículo científico en el periódico Orxzs, año 1888, editado por Cárlos Gerold hijo, en Viena. El 16 de Setiembre de 1885 emprendió el señor Federico Phi- lippi su espedicion botánica a la provincia de Atacama, manda- da practicar por órden del Supremo Gobierno con fecha 11 de Setiembre del mismo año i reunió mas de 500 insectos 1 258 es- pecies de plantas pertenecientes a 63 familias; 74 especies de ellas son nuevas. Por oficio número 1972 de 2 de Setiembre de 1893, el Supre- mo Gobierno comisionó a los señores Federico Philippi 1 Fili- berto Germain para emprender una espedicion científica a Fral Jorje. ; A fines de Marzo de 1894 hizo la espedicion desde Yerbas Buenas a Matanzas; el doctor don Roberto Póhlmann clasificó en esa ocasion las rocas, Imprenta Cervantes 1895. Pasó en esa espedicion por Cahuil. En los años desde 1896 a 1907 u 8, aprovechaba las vacacio- nes para viajes a San Juan, Valdivia, Cautin 1 Constitucion, don- de siempre reunia buenas colecciones 1 al mismo tiempo vera- neaba; pero ante todo eran sus ocupaciones; queria, por lo ménos, probar que su actividad era real e intensa; en tales ocasiones quedaba el señor Filiberto Germain, Jefe de la Seccion Entomo- lójica, a cargo de los privilejios 1 demas asuntos administrativos del Museo. Posiblemente se nos han escapado algunos otros viajes, sobre los cuales no hemos encontrado datos concretos. Con fecha 15 de Abril de 1897, el Supremo Gobierno dictaba el siguiente decreto: «Número 1144.—He acordado i decreto: Nómbrase Director » del Museo Nacional al doctor don Federico Philippi en teem- » plazo de don Rodulfo A. Philippi, que ha jubilado.—Tómese » razon ¡1 comuníquese. —ERRÁZURIZ.—/1. Puga Borne». — 284 — En vista de este ascenso presentó en 24 de Abril de 18097 la renuncia del puesto de Jefe de la Seccion Botánica, la que le fué aceptada en 10 de Mayo del mismo año. Se preocupó en organizar las distintas secciones en que quedó dividido el Museo, a fin de que con este personal fuera posible ordenar el inmenso material acopiado i descrito por su prede- cesor. Ayudado de este personal dirijía sus esfuerzos a la confeccion de los catálogos científicos, cuando nos sorprendió el terremoto en la noche del 16 de Agosto de 1906. Los daños causados por el fenómeno eran considerables en los costados sur 1 norte del edificio 1 en colecciones que se hallaban espuestas en esas sec- ciones; tambien el resto de las colecciones, principalmente las conservadas en alcohol, sufrió bastante. El 17 de Agosto de 1906, aun mui de mañana, encontramos al señor Philippi ocupado en salvar colecciones, ayudado por don Cárlos Castro Ruiz 1 los mozos: en ese dia se salvó lo que se pudo; en el costado sur, lado poniente de la gran escalinata, es- taban los estantes de arqueolojía, algunos completamente des” pedazados con las moles de murallas caídas; allí estaba Federico Philippi, de rodillas en medio de los escombros, escarbando 1 buscando objetos; los trozos de murallas desplomadas i paliza- das colgadas, pendian como otras tantas espadas de Damócles; pero viendo el ejemplo del jefe, el personal lo secundó. El mis- mo dia 17 informó al señor Ministro acerca de los destrozos, con suma minuciosidad, se ordenó la demolicion de las partes peligrosas 1 la colocacion, mas tarde, de techos provisorios. Hu- bo que desocupar salas, mover estantes, etc. El 30 de Enero de 1908 pidió la refaccion completa de todo el Museo, tambien la pintura 1 empapeladura interiores, trabajos que se terminaron poco ántes de la apertura del Congreso Científico; la refaccion estuvo a cargo del señor Francisco Guzman: a pesar de la pre- mura del tiempo, se alcanzaron a colozar los objetos, aunque no todos, de modo que el Museo no desmereciera ise siguió ade- — 285 — lante la catalogacion, la que alcanzó a ser hecha en manuscrito, pero no impresa. La labor de los Philippi en el Museo Nacional puede conden- sarse así: El doctor R. A. Philippi reunia i describia todo lo que caia en sus manos, i don Federico organizó el trabajo por sec- ciones 1 trató de modernizar la nomenclatura antigua, llevó a efecto la catalogacion del inmenso material existente, sin des- cuidar las descripciones del muevo material que iba acumulán- dose. Estudiaba los acontecimientos con calma, i les tomaba el peso; era un minucioso observador en todo, hasta a los propios subal- ternos los observaba, sin ser notado. En los últimos meses de su existencia se notaba en él un cansancio que trataba de disimu- lar; habia pasado mal invierno, tuvo influenza, la que indudable- mente seguía pesando sobre su organismo; a menudo le sorpren- díamos con la cabeza apoyada entre las manos i apoyadas éstas sobre la mesa para descansar o para desechar alguna preocupa- cion, i preocupaciones solia tener. El Director, señor Federico Philippi, era el primero en llegar al Museo, i el último en retirarse, aun en los dias de ríjido in- vierno, en vano le aconsejábamos que se cuidara. Pasaba a la oficina de los Jefes de Seccion para consultar con ellos los tra: bajos que debian hacerse o que se estaban haciendo; era el con- sultor de todos, a pesar que a todos dejaba libertad de accion en su especialidad; este es uno de sus mayores méritos 1, sin embargo, podemos afirmar, sin temor de equivocarnos, que todo se hacia a voluntad de él: porque una simple insinuación u opinion suya, era respetada, porque siempre era conveniente i atinada. Ayudaba a hacer economías al Fisco; por ésto el Museo quedó, si se quiere, estagnado; esperaba, para hacerlo progresar, años i situacion prósperos o propicios, pero en vano, la situa- cion del pais seguia empeorando, i él mismo se convenció que era necesario pedirle al Supremo Gobierno aumento de sueldo para todo el personal del Museo. — 286 — La familia Philippi habia dispuesto pasar los meses de vaca- ciones en el balneario marítimo de Constitucion, i al efecto se habia trasladado a fines de Diciembre último a ese puerto, que- dando don Federico de reunírsele el y de Enero del presente año. y Inopinadamente enfermó en la noche del 30 de Diciembre. Desde su lecho de dolor dirijia sus miradas al esterior: lo de- leitaba el cielo azul, 1un olmo del patio cuyo verde lo encantaba; lo hemos visto contemplarlo con vista fija al despuntar el alba; ese verde follaje, en la luz confusa del alba debió infundir en su corazon sentimientos i contemplaciones sublimes de la Natu- raleza. Su ánimo para levantarse lo acompañó hasta el dia ántes de morir. El juéves 6 de Enero dió órdenes que se le trajesen va- rios objetos 1 libros referentes a la administracion del Museo; queria saldar las cuentas del Establecimiento, las que estaban al dia hasta el 29 de Diciembre inclusive i queria presentarlas al Tribunal de Cuentas; hasta hubo que permitirle que hiciera es- fuerzos por levantarse, pero a los pocos minutos volvia a recos- tarse en su lecho. En la noche del 14 al 15 de Enero comenzó a cubrirle un sudor frio, 1 en la noche siguiente costó conservarle la tempera- tura necesaria. El domingo 16 de Enero de 1910 debia ser su último dia de vida; hacia justamente un mes que habia celebrado su 72% cumpleaños; prodigábale palabras de consuelo su única hija cuando a las 12 horas 51 minutos del dia daba el último suspiro, produciendo la consiguiente consternación en los cir- cunstantes, porque se iba el esposo, el padre, el abuelito, el amigo cariñoso, se iba un hombre bueno. La causa precisa de su muerte fué cancer. Los funerales fueron sencillísimos; estábamos en época de fe- riado, casi todos sus amigos 1 alumnos se encontraban ausentes de la capital; en la noche del lúnes 17 fueron trasladados sus restos a la capilla evanjélica 1 el martes 18 de Enero tuvieron lugar los funerales. Entre los asistentes se notaban algunos Mi- — 287 — nistros de Estado, el Exmo. señor Bodman, Ministro de Ale- mania, el Edecan de S. E. el Presidente de la República coronel señor S. O'Ryan, el señor Rector de la Universidad, algunos profesores universitarios, los deudos 1 un regular número de amigos. En conformidad con sus ideas ¡sus costumbres sencillas 1 austeras se acordó que no hubieran discursos; se hizo excep- cion con el Exmo. señor Ministro de Instruccion Pública don Emiliano Figueroa, quien pronunció el siguiente: «Señores: cábeme el penoso deber de despedir en nombre del Gobierno, los restos mortales del que fué Director del Museo Nacional. «El señor Federico Philippi pertenecia a una familia que desde varias jeneraciones se ha dedicado al cultivo de la cien- cia, 1 él era un sabio de nacimiento ide profesion, modesto il silencioso, trabajaba por el bien de la ciencia 1 sin preocu- parse de los aplausos que pudiera dispensarle la sociedad en que vivia. Su vida ha sido uno de los mas patentes ejemplos de consagracion al cumplimiento del deber, cumplimiento que, aunado a su actuacion como padre de familia, le han proporcio- nado talvez las únicas, pero sin duda las mas nobles satisfaccio- nes, a que pueda aspirar un hombre. «Como organizador, como funcionario cumplidor del deber i cauteloso de los intereses fiscales, como esplorador del desierto ide los bosques vírjenes del sur, el señor Philippi ha sido un ejemplo, un ejemplo que los jóvenes deben imitar, un factor de nuestro progreso 1, en una palabra, un benemérito servidor pú- blico. «En esto se funda el sentimiento con que el Gobierno se asocia a este duelo que pesa sobre su familia 1 la intelectualidad nacional». — 288 — SUS OBRAS Gran parte de la labor literaria de don Federico Philippi se confunde con la de su ilustre padre; desde 1859 los dos se com- pletan; sin embargo, hemos podido formar el siguiente catálogo de sus publicaciones independientes. Sus primeras descripciones son de insectos, pues tenía predi- lección por la Entomología, principalmente por los coleópteros. TRABAJOS ZOOLÓJICOS a) Entomolojía Las primeras publicaciones científicas se refieren a esta Sec- ción: ademas del material acumulado por su padre 1 que se publicó con el nombre de éste en la Stettiner Entomologische Zeitschrift i en los Anales de la Universidad de Chile, tropeza- mos con las siguientes descripciones específicas i jenéricas que llevan la paternidad de Federico Philippi o sea F. Ph. Anales de la Universidad de Chile.—Año 1859. COLEÓPTEROS Pájs. DOCU PIP e 656 » os dao oo ou dsaRES 657 ICAO CUNA 660 Cours velclviemel coo ouoecoanavasosono»onsooconcncsono: 661 — 289 — Pájs. Calico aconc 670 Hepheestion versícolor............... AA ALEA 671 E ES apa ea aida e 672 Ely IO CIA 673 Necydalopsis valdiviensis ...ooooonconnnncocccccnocoo 674 Rachy Pa ciy SS 675 » Samaticol Soo rospomnoncosoccndoroode 676 > PA aia, 677 (Gramhicopteru sist 677 > Ppmaca 677 looser calco couvoocuecoroasodos Vos sob eod 674 Hd O 667 oOldocezs (com osocoosprsascoconnooasecopedooecdas 659 Coleoptera nonnulla chilensia (con su padre). Stettiner Ento- mologische Zeitung 21 (1860), páj. 245. : Describió mas tarde algunas especies del jénero Zelephorus Scheffer (Anal. Univ. Tom. XVII. Año 1861). Pájs. Melephorusiilayescens NANA 35 » meros cul 34 1 tambien la misma especie en Stettiner Zel- MA aseo cau Ana SSL Ma Spas 21 Telephorus Krausei, (1861). An. Univ............. 36 » SS A E 36 > AMEN OICMNCAUS vrvobeconaro tooo con ues 37 » Hetero raso sb: 38 » SMS o O 38 > Dista A O 40 » EC is 41 » aos alos MEE PT NE 42 » pyrauchenus F. Ph. Stett. Zeit. 1861 28 Pájs. Maypa Germaini F. Ph. Stett. Zeit. 1864......... 323 » similis A IS O 737 En los mismos «Anales de la Universidad de Chile», año 1861, describió: Pájs. Macrosomatuslos o 736 SENIZO ENE O dEesStuS 738 Amblyterus varlabiliS.....ooooooconno.o... eta 0 742 NEO ECTAMAN TUS A 743 Pyrophorus megalophySusS....oococcoccccocococcccos: 744. SARENET 743 Ludius rufithorax, syn. de L. ruficollis............ 744 “Halecia elegans F. Ph. fué descrita en Stett. Zeit. 1860 p. 245. El jénero Acanthosternum Y. Ph. con la especie splendens F. Ph. An. Univ. 1861 p. 739, fueron desechados i reemplazados por: Modialis prasinella F. $ G. Revue Zool 1860 p. 267. Paris; otro jénero, Campsoctenus EF. Ph. con la especie elegans F. Ph. Anal. Univ. año 1861 p. 749 ha sido aceptado por los entomó- logos. Beschreibung einiger neuen chilenischen Káfer (con el doctor R. A. Philippi) Stett. Ent. Zeit, 25 (1864) pájinas 266 1 313. Beschreibung einiger neuen chilenischen Insekten: Stettin-En- tomolog. Zeit. vol. 32 (1871) páji. 285 1 vol. 34 (1873). Segun acuerdo del Consejo de Instruccion Pública (An. Univ. tomo LXX, 1886 páj. 524), se acordó publicar en los «Anales de la Universidad de Chile» el trabajo de don Federico Philippi, Catálogo de los Coleópteros de Chile, 1 darle a su autor 300 ejem- plares de la obra; ésta apareció en el tomo LXXI año 1887, pá- jinas 619-806. En la revision del precedente trabajo, para hacer una nueva edicion de él, se ocupó durante algunos meses antes de morir Son trabajos importantes de F. Philippi, tambien los siguientes: Monografía del ¡énero Rhyephenes Schónh. An. Univ. tomo CIV año 1899, pájs. 81-93; aquí describe algunas especies nue- vas: Rhyephenes sulcatus F. Ph. R. squamiger F. Ph. ¡ R. «equa- lis F. Ph. Sobre la posicion de Apocinocera Bl. por Federico Philippi. An. Univ. tom. CXIII. 1903 pájs. 137-140. Enumeracion de las Buprestídeas chilenas por F. Philippi. An. Univ. tom. CXVII. 1905. Nos consta que en los últimos años ha estado en comunica- ciones constantes con el doctor Federico Ohaus, de Berlin, a quien mandaba ejemplares de la fauna entomolójica del pais, pero no conocemos hasta el presente ningun trabajo de dicho doctor Ohaus, referente a la seccion chilena. Existen diseminados en varias revistas 1 periódicos, trabajos sobre insectos dañinos a la agricultura, por ejemplo, en el tomo XVIII del «Boletin de la Sociedad Nacional de Agricultura», sobre Laora variabilzs F. Ph. pero nuestras ocupaciones no nos permiten reunirlos; ademas que tales trabajos bibliográficos se dificultan por falta de buenos catálogos en las bibliotecas (6). (6) El profesor Cárlos Pórter, dedica en su «Revista Chilena de Historia Natural», números 1 1 2, del presente año, algunas pájinas a la memoria de Philippi. Cita en ella los siguientes artículos científicos publicados por éste en el «Boletin de la Sociedad Nacional de Agricultura»: 1) «Flora Nacional». —Una breve nota. T. IX, pájs. 133 1 siguientes, 1878. 2) Sobre la peste del naranjo. T. XII, páj. 44, 1881. 3) La consuelda caucásica. T. XII, pájs. 55-56, 1881. 4) Una nueva peste de los naranjos de Quillota. T. XII, pájs. 414-416, 1881. 5) La peste de los perales. T. XIII, páj. 81, 1881. 6) Remedios contra el pulgon laníjero. T. XV, páj. 209, 1884. 7) Otra vez la transformacion del trigo. T. XV, páj. 275, 1884. 8) Sobre el Meliloto. T. XV, páj. 311, 1894. 9) Catálogo de los Cléridos chilenos, en la «Revista Chilena de Historia Natural», 1907. A 6) Zoolojía VERTEBRADOS Un nuevo marsupial chileno (Didelphys australis F. Ph.) Ana- les de la Universidad, tomo LXXXV. 1893-94, páj. 31 1 siguien- tes; el mismo trabajo apareció en aleman en Verhandlungen des deutschen Wiss. Vereins zu Santiago IL, páj 318, año 1893; en la misma revista III, (1896), páj. 391 encontramos: Vergleichung der Sáugetiere des Kaukasus und Chile (comparacion de los ma. míiferos del Cáucaso con los de Chile). —Descripcion de los ma- míferos traidos del viaje de esploracion a Tarapacá. «Anales del Museo Nacional». Zoolojía XIII (1896), en colaboracion con su padre. : Dos nuevas aves de Chile.—Pelecanus ELandbecki F. Ph. Sylk viothorhynchus fasciolatus F. Ph. «Boletin del Museo Nacional», Tomo Í. núm. 3. páj. 63-65. Desarrollo 2 estado actual de la Zoolozía en Chile, en «Chale en 1908», por Eduardo Poirier, obra dedicada a los delegados 1 adherentes al IV Congreso Científico (1.2 Pan-Americano). San- tiago de Chile, Imp., Lit. 1 Encuad. Barcelona 1900. Botánica La escursion de don Federico Philippe, hecha a la Cordillera de la Costa hasta el mar, desde los Cuncos, en el Departamento de la Union, se encuentra descrita en los «Anales de la Univer- sidad», tomo XXVII, año 1865, pájinas 289-333. Las interesan- tes observaciones hechas desde una meseta de la Cord2llera pe- lada denominada. «Mirador» a una altura de 800 a 900 metros de elevacion, se refieren a la Vejetacion de esa Rejion, coñsis- tentes en pequeñas plantas 1 arbustos que parecen pertenecer a climas diferentes; ademas se presentaba ante la vista del esplo- rador el estraño fenómeno de haberse secado todas las plantas arbustos, consistentes la mayor parte de alerces que se conta- ban por muchos millones. Die Cordillera pelada, das kahle Gebivge der Prov. Valdivia Petermanns Mitteilungen (1866), páj. 171, con su padre. La Elora de las ¿islas San Ambrosio ¿ San Félix. «Anales de la Universidad», tomo XLVIIl, 1875, páj. 185; en esta Flora describe dos especies nuevas: Cristaria insularis F. Ph. 1 Fran- kenia Vidali F. Ph. Plantas carnívoras. «Anales de la Universidad», tomo XL VIII, 1870, páj. 425-440. Los jardines botánicos. Discurso de incorporacion a la Facul- tad de Ciencias Fisicas i Naturales en 21 de Noviembre de 1877. «Anales de la Universidad», tomo XLIX, 1877, pájinas 850-873. . lNustraciones de la terminolojía botánica. Santiago 18709. Imp. Guttemberg. Algunas plantas forrajeras que convendria ensayar en Chile. «Anales de la Universidad», tomo LVII, 1880, pájinas 673- 675. Quinchamalium patagonicum «Anales de la Universidad» (1880). Catalogus plantarum vascularium chilenstum adhuc descrip- tarum auctore Friderico Philippe. «Anales de la Universidad», tomo LIV, 1881, pájinas 49-422. Esta obra enumera las plantas chilenas 1 sirve para ordenar sistemáticamente nuestro Herbario. Elementos de Fisiolojía vejetal. Santiago 1882. Imp. Guttem- berg. Vegetation of Coquimbo. Journal of Botany, 21 (1883), páj. 247. A Visit to the northern most forest of Chile. Journal of Bot. 22, (1884), páj. 201, London. Memoria ¿ Catálogo de las plantas cultivadas en el Fardin Botánico hasta el 1, de Mayo de 15884. Santiago, Imprenta Na- cional. 1884. — 204 — En Verhandlungen des deutschen Wissenschaftlichen Vereins zu Santiago publicó: a) Bot. Reise von Yerbas Buenas nach Matanzas (Viaje botá- nico de Yerbas Buenas a Matanzas). Tomo III, (1894) paj, 24. 6) Reise nach der Provinz Tarapacá (Viaje a la provincia de Tarapacá), 1, (1886), páj. 135. c) Botaniche Reise nach der Provinz Atacama im Friúbhjahr 1885, L, (1887), páj. 214. Verzeichniss der von Verfasser auf der Hochebene der Pro- vinzen Antofagasta und Tarapacá gesammelten Pflanzen, Leip- zig, 1891. Esta publicacion corresponde a la de los Anales del Museo, entrega N.0 8. Expedition von EF. Philippi, nach der Provinz Tarapacá Gar- tenflora vol. 34 (1885), páj. 216 en que colaboró con su padre. El árbol de Sándalo de la Isla Fuan Fernández. Anales del Museo, IL, Botánica N.o 9, páj 5, (1892). - Catalogus preevius plantarum in itinere ad Tarapacá lectarum (Anal. del Museo Nacional, Botánica, VII) (1891), colaboró con su padre. Escursion botánica, hecha de órden del Supremo Gobierno en Setiembre de 1885, a la provincia de Atacama. Diario Oficial, año X, N.9 2,703. Imprenta Nacional, 1886. ¿Las plantas nuevas descritas por don Federico Philippi (E Ph.) en los Anales de la Universidad son: Pájs. Tomo LXXXT, 1892: Nasturtuaistenopy O 177 « CR a o O, Draba (Drabella) pusilla....oooonocooanoooooo.. 329 Hexaptera constitutioMiS....ooooooconoconcccnccccnnnos 335 INZARA DEL do ME osa 337 OS Ss o cscoonoudob lso ola gae sa lO sera SaagÓso 338 E A lose 340 A pe oa Pájs. Tomo LXX XII, 1892-93: Cristaria InCONSPÍCUA...ococccccnoccccconoconccnccnnons 302 Tomo LXX XIV, 1893: JACA ACA iO SEUA UA ERE 14 Salou Menos en novucocnobaceneoabopoodusduprOR 746 ue pao cecucosucononco bon ocl rob oanpocosaabaere 758 » Era aos 758 Tomo LXXXV, 1893-94: os da acom o ins 6 ada aos: 7 SO O A oa 8 Caldas 187 Elec dos COS CU a E 739 (Cocinar lo 836 Tomo LXX XVII, 1894: Penco (Cabras ic 104 Hipocheeris (Achyrophorus) grandiflora........... 313 > » CUpressorumM......... 313 Conyzsetlos E a dad 681 Baco a 7O1 Tomo XC, 1895: Cephalophora spathulata...ooooonnnnnccoccccccos 33 — 206 — Pájs. Tomo XClI, 1895: Lupas pont Jal 113 Calceolaria georgiana (De Frai Jorje), Enero 1883 133 Rotamosstonteauios 521 » a codaba 523 Tomo XCIII, 1896: EPIA 22 Lapiedra ahilensboc..voscosocapoccococacosbco sesomsos 144 Pencocon ne Coquinbe is O 273 Nas lao cr aloe 727 Tomo XCIV, 1896: MelcaPRaulsco dsd dono dea paglss a ReSdaS 159 Las callampas comestibles de Chile (en aleman). Hedwigia, 1893. Viaje a la laguna de Budi, Revista Chilena N.0 18, Junio 1.9 de 1876. Una nueva enfermedad de la parra (Heterodera) i una nueva enfermedad de los árboles frutales con una lámina. Boletin de la Sociedad Nacional de Agricultura, tomo XV, N.9 11, páj. 225, 20 de Marzo de 1884. ? Excrecencias de la vid 1 dos insectos dañinos al agricultor. Boletin de la Sociedad Nacional de Agricultura, tomo XVIII, 1887. Trabajos varios Valdivia und seine Deutschen Einwohner, aus Im Neuen Rei- che, 1875, IL. La formacion carbonífera en Chile. An. Univ. tomo CI. 1898, páj. 307. Descripcion de algunas rocas del desierto de Atacama. Tra- bajo hecho por el finado doctor Póhlmann 1 traducido por Fede- rico Philippi. An. Univ. tomo CI. 1898, páj. 141. Noticias sobre el primer Censo de la provincia de Santa Fe. Verhandl. des deutsch. wiss. Verein. Santiago Il, páj. 61. Las causas de los terremotos en Chile, (traducido de la «Frankforter Zeitung» del 19 de Setiembre de 1906); «Diario Ilustrado», Enero 1907. Arqueolozía de la isla de La Mocha, cap. IV. Anales del Mu- seo, 1903 pájs. 13-17. Historia del Museo Nacional de Chile, por el doctor R. A. Philippi (en Setiembre de 1908 preparaba este trabajo para la impresion, 1 a él se debe el capítulo V), «Estado actual del Mu- seo». Boletin del Museo Nacional de Chile, tomo l, núm. I, pájs. 1-30. Los informes anuales desde 1898 sobre la marcha del Museo, que se publican en «El Diario Oficial». El señor Federico Philippi escribía tambien en la prensa sobre temas de utilidad pública, escritos que firmaba con su nombre, 1 que por esto se podrian reunir. Debemos advertir que al dar la nómina de las especies des- critas por don Federico Philippi, no nos toca averiguar cuáles han sido aceptadas por los hombres de ciencia; ademas, la no aceptacion de una especie, puede derivarse del hecho de haber sido descrita ántes por otro especialista con nombre diferente, de modo que la descripcion posterior entra en la categoría de sinó- nimo, aunque sea mejor que la orijinal. — 298 — CONCLUSION Cuando el 16 de Enero último, cumpliendo un deber ineludi- ble para con el Jefe, Maestro 1 amigo, presenciábamos los últi- mos momentos del señor Federico Philippi, nos hacíamos la re- flexion que perdíamos en el a un jefe modelo, con el cual se estinguia, por ahora, el último naturalista de esta familia, en cuyas manos ha progresado el Museo Nacional durante mas de medio siglo. Con fecha 22 de Abril último el nuevo Director del Museo Nacional, profesor doctor don Eduardo Moore, nos confió la re- daccion de una biografía de su digno predecesor; recibimos llenos de gusto este encargo el cual suscitó en nosotros la preo- cupacion de reunir los datos mas completos posibles sobre la vida i labor científica del estinto. Hemos cumplido en la medida de nuestras fuerzas dos com- promisos; el uno para con el señor Director en ejercicio i el otro se refiere al profundo reconocimiento que debemos al finado señor Federico Philippi, por las:muchas distinciones de aprecio 1 confianza que de él recibimos durante mas de doce años, pri- mero como secretario de su señor padre i durante los cinco últi- mos años en que fué nuestro Jefe inmediato i maestro. Podemos decir con el doctor don Aureliano Oyarzun, en cir- cunstancias que juntos vestíamos los despojos del buen conse- jero 1 maestro: «Hemos concluido con los dos naturalistas Philippi». Santiago; 30 de Mayo de 1910. US CRÓNICA I CORRESPONDENCIA Nombramiento del nuevo Director del Museo Na- cional.—Circular.—Para el caso de no haber llegado al co- nocimiento de todas nuestras Relaciones Científicas, reproduci- mos aquí el decreto de Nombramiento del Nuevo Director del Museo Nacional i la Circular que, en español, frances, ingles i aleman, ha sido dirijida a las personas que se interesan por nuestro intercambio de publicaciones i ejemplares duplicados: 1. Decreto.—Núm. 1,391.—Santiago, 7 de Abril de 1910. —Hoi se decretó lo que sigue: He acordado i decreto: Nómbrase al doctor don Eduardo Moore para que desempeñe el cargo de Director del Museo Nacional, vacante por falleci- miento de la persona que lo servia. Tómese razon i comuníquese.—MONTT.—£. Figueroa.—Lo digo a usted para su conocimiento. Dios guarde a usted.—Mozses Várgas. 2. Circular.—El nuevo Director del Museo Nacional de Santiago (Chile) cumple con el triste deber de anunciar el falle- cimiento de su malogrado antecesor el señor don Federico Philippi acaecido el 16 de Enero último. Por otra parte, tiene el agrado de anunciarle, que en el pues to que acaba de asumir, seguirá inspirándose en los actos de sus dignísimos predecesores, i¡ desea conservar i, si posible fue- ra, aumentar i robustecer eficazmente las relaciones que nos unen con usted. Le agradecerá tambien toda clase de continjente científico, consistente en Obras, Boletines, Revistas, objetos 1 colecciones de Historia Natural, Jeolojía, Arqueolojía, Etnografía, etc., que este Museo procurará corresponder dignamente en canje. Aceptamos tambien con gusto las relaciones de todas aque- llas personas que están en contacto científico con usted i con el establecimiento al cual nos dirijimos en la presente; agradece- ríamos toda indicacion útil para ponernos en contacto con los especialistas de habla española i tambien con los de otras nacio- nalidades.—Prof. Dr. Eduardo Moore, Director del Museo Na- cional. Presupuesto del Museo Nacional para 1911.—Damos en seguida el presupuesto aprobado por el Supremo Gobierno 1 presentado al Congreso Nacional, agregando el artículo dirijido a los Honorables Senadores 1 Diputados para conseguir el sos- tenimiento de las partidas suprimidas en el proyecto de lei del Ejecutivo: , Museo Nacional Este establecimiento, en el cual hai acumulado un valiosísimo material, necesita una reorganizacion completa para aprovechar este material 1 los conocimientos de los varios especialistas que de su personal forman parte, en beneficio de la ciencia, de la agricúltura, de la minería i de las industrias. Por esto se ha aumentado la dotacion de los Jefes de Seccion, que en adelante dedicarán toda su actividad al Museo; se han creado algunos nuevos puestos técnicos, 1 se han consultado los fondos necesa- rios para completar el material cientifico. GASTOS FIJOS Moneda corriente ADMINISTRACION Sueldos 2304. IDMRECUON sec rotor lo Aisa ES ao NEAR AAA 2395 Jae de la Secaon Vero rcos o dosoroouococeieos Se divide la Seccion Zoolójica en dos, confiando a un jefe lo referente a los mamíferos, aves, reptiles, batraquios 1 peces, 1 dejando a otro los moluscos, crustáceos, radiados, gusanos, zoófitos 1 protozoos, porque es imposible que un sólo jefe, en un museo de la importancia del nuestro, tenga a su cargo todo el reino animal. Los animales inferiores de Chile han sido mui poco estudiados, con grave perjuicio para la agricultura, en cuyo desarrollo tienen una importancia considerable. 2300 Jer ee la Sección nomoll)) ca calouene conca E (Nuevo). Sub-jefe de la Seccion de Entomolojía. Indispensable, para continuar el estudio de los insectos e iniciar el de las arañas, con un la- boratorio especial para el estudio de los in- sectos dañinos. 6,000 6,000 6,000 6,000 5,000 — 302 — (Nuevo). Conservador de la Estacion Zoolójica Marítima i del Museo Oceanográfico.......... Es tiempo ya de estudiar sériamente la riquísi- ma fauna i flora de nuestros mares, que hasta ahora lo ha sido mui poco. Para esto se crea- rá la Estacion Marítima en San Antonio, 1 se aprovecharán los servicios de la goleta «A/e- jandro Selktrk». Por la misma razon. 2307 Jete ¿ela Sesión MornCa.cosoorocandoncesesieanos (Nuevo). Sub.jefe de la Seccion Botánica, encar- gado de las Plantas Criptógamas.....ooooo.oo.... A fin de confiar a un especialista el estudio de la flora nacional en lo referente a los hongos, musgos, líquenes 1 algas, plantas de gran im- portancia para la medicina i para la arbori- cultura. 2399 Naturalista SOSA 2399 Jefe de la Seccion MineralójiCA....ooooococccccccoo: (Nuevo). Ayudante de Jeolojía.....ooooooo......... Este 1 los tres ítem siguientes tienen por objeto organizar sériamente el estudio del suelo 1 sub-suelo del pais, el análisis de los terrenos " de cultivo i de las rocas 1 avanzar en la cons- truccion de la carta jeolójica. 3,000 2,400 6,000 4,500 2,500 6,000 3,000 3,000 AR (Nuevo). Químico noronevoncnsnan ancudanos beggas asados 3,000 AO LOS (Nuevo). Mozo para fa Seccion ete E 1,200 LS (Nuevo). Jefe de la Seccion de Antropolojía, Arqueolojía i Etnolojía........oooo.......... PA 6,000 Para aprovechar científicamente el numeroso material etnográfico del Museo i organizar la contribucion de Chile al estudio de la prehis- toria americana. DAME Macs os amo alias 4,000 2401 Disector.. ao EPI ao CIÓN 1,200 2402 E blara A Odo 2,400 AO OM aa dad a 1,200 DADA NIDOS PORESIOS Pi seda qUe to ola 2,000 2405 Uln tarro PO ovrescdoo soc bunoravoccoue on ocoben Lal 1,000 Ein (Nuevo). Segundo preparador. ..ooococccccinccocoo 2,000 Hai un gran número de animales acumulados en el Museo i que no han sido preparados porque el único preparador no ha alcanzado a hacerlo; con lo cual están espuestos a per- derse. Premios por obras 2406 Don Cárlos Reiche, por su obra «Estudios so- bre la Flora de Chile». D. 4,560, 14 Octubre Mi A 900 GASTOS VARIABLES Moneda corriente 2407 Para adquisiciones, guardianes, viajes 1 demas gasto Mc cle e 25,000 ZA A 2409 Para estantería.......... EARL. ¡LEJOS 2410" Fomento delata AAA (Nuevo). Para formar el gabinete del prepara- Este gabinete es indispensable para mantener al dia las preparaciones de animales que, por falta de él, están mui atrasados. Eee (Nuevo). Para adquirir un gabinete para la Sec- AN NE some conca BUBNOLOO ob Son (Nuevo AG aAbineteiden colo a A (Nuevo). Gabinete de Agrolojía.......-....00.00o.. PAS (Nuevo) Ganmeie ade Quitimica oo concsoveseseono ses Bose: (Nuevo). Para encargar una sonda de reconoci- miento, a fin de elaborar la Carta Jeolójica clall país, Joe aa sola VEZ ccocovoccussoontoaccnos Esta sonda es necesaria para el estudio del sue- lo 1 del sub-suelo, de las corrientes subterrá- neas 1, en jeneral, para la construccion de la Carta Jeolójica del pais, indispensable para el progreso de la minería 1 de la agricultura. Se dispone para ello en el Museo de un jeó- logo mui competente. (Nuevo). Para la Estacion Zoolójica Marítima 1 Museo de Oceanografía. Por una sola vez... Para la construccion del acuario, laboratorio, etc. 3,000 4,000 2,000 2,000 2,000 3,000 2,000 2,000 100,000 20,000 Museo de Valparaiso DEPENDENCIA DEL MUSEO NACIONAL GASTOS FIJOS Moneda corriente Sueldos Se ha suprimido el ítem 2411, que consultaba el sueldo del Director del Museo i Jefe de la Seccion Zoolójica. 2412 Jefe de la Seccion Mineralójica 2413 Preparador 2414 Archivero 1 bibliotecario, oficial de pluma i en- cargado de la fotografía 2415 Portero..... 2416 Jefe de la Seccion Botánica i encargado de los Se han suprimido los ítem 2417, 2418, 2419 1 2420. No se necesitan. pt (Nuevo). Para pagar la diferencia de sueldos a los naturalistas que se contratarán para ser- vir los puestos de Jefe de Seccion Botánica 1 encargado de las plantas criptógamas i de Jefe de la Seccion de Antropolojía, Arqueo- lojía i Etnografía del Museo Nacional, oro... —He aquí ahora el artículo de la referencia: Es costumbre pedir como un empeño amistoso a los 20 600 1,500 1,500 600 2,400 10,000 señores — 306 — miembros del Congreso, apoyen el sostenimiento de las partidas incluidas por el Ejecutivo en el proyecto de lei de presupuestos. Pero esta práctica no es buena. Estoi seguro que si ellos son instruidos en los asuntos se con- vencerán sobre la necesidad de sostener partidas que son hijas de un concienzudo estudio de parte del Gobierno; el que, ademas, ha recibido el estudio de los jefes del repartimiento nacional de la citada cuestion. Por eso me permito ¡lustrarlos por medio de la prensa, a fin que reconsideren 1 sostengan los ítems que la Comision de Pre- supuesto ha suprimido en el Museo Nacional, tomando en cuen- ta la necesidad de reducir los gastos públicos. Tratándose del presupuesto del Museo Nacional, se suprimió en el proyecto de lei del Ejecutivo: Por una sóla vez. Una sonda...... A $ 100,000 Para construir la carta jeolójica.......-...... 20,000 Raratuntayudante de eolo a 3,000 Dota ue OA o $ 123,000 Yo invoco el patriotismo de los miembros del Congreso para que repongan esa partida, teniendo en cuenta las siguientes con- sideraciones: La Seccion de Jeolojía del Museo Nacional es un departa- mento de consulta para el Gobierno i para los particulares sobre composicion del suelo 1 subsuelo de la República, lo que inte- resa a la agricultura, sobre las capas jeolójicas que encierran riquezas mineras, sobre las corrientes subterráneas de agua que pueden dar lugar a pozos arteslanos, sobre la existencia de pe- tróleo o de carbon de piedra, etc., etc. Esta Seccion le ha costado hoj al Estado un desembolso de 5,000 pesos anuales, 1 he aquí a la lijera los servicios que ha prestado: 1.2 En las diversas sociedades auríferas de Magallanes, afir- maban los técnicos, ya sean nacionales o estranjeros traidos especialmente de afuera, que el oro existia en enormes cantida- des industriales. Sociedades fueron éstas que le sacaron a nues- tros compatriotas mas de diez millones de pesos i estamos se- guros que si no hubiese sido por los estudios i enerjía del jefe de Seccion de Jeolojía, se les habria sacado las economías de mas de cincuenta millones de pesos. 2.2 En la Sociedad Hullera de Huimpil tambien le tocó a dicho jefe tener que informar en contra de otros que aseguraban la existencia de la hulla en terrenos terciarios. Naturalmente. nosotros tuvimos la razon 1 si se hubiese tomado en cuenta a los empleados de este Museo, estamos seguros que nose habrian perdido algunos cientos de miles de pesos, como pasó. 3.2 Informamos en contra de la existencia de carbon en Cob- quecura; pero desgraciamente sus accionistas no nos creyeron 1 estos tuvieron que pagar las ilusiones de algunos que se decian especialistas. 4.0 Informamos tambien en contra de esas grandes masas de carbon que cierto injeniero estranjero, especialista en la mate- ria, aseguró existia cerca de Valdivia, en el rio Calle-Calle. 5.2 Ademas, nos tocó demostrar al público que no existia la potasa de Upeo. Esta opinion aislada en un principio, en contra de la de todos los técnicos, nos enajenó la mala voluntad de casi la mayor parte del personal de algunos centros; porque se consideraron ofendidos tanto en sus capitales como en su modo de pensar. Así mismo somos de los primeros en Chile que sostenemos la existencia del petróleo en este pais, despues de profundos estu- dios; aunque al principio dudábamos que nuestro suelo pudiese encerrar semejante riqueza. l tenemos la plena seguridad que en algun tiempo mas veremos implantarse en nuestro suelo esta industria que nos llevará a la riqueza efectiva. Por último, hai muchos otros trabajos que hemos hecho ¡que seria largo enumerar; pero que todos ellos tienden a desarrollar el poder productor de este pais. — 308 — Creemos que la labor realizada en estos últimos años es dema- siada, si se toma en cuenta que esta oficina le cuesta a la Nacion unos cinco mil pesos al año. I como nos creemos con fuerza para hacer mas que lo que hasta aquí hemos hecho, es por lo que nos atrevimos a solicitar de los poderes públicos algunas otras cantidades, las que estamos seguros de devolver con cre- ces en algun tiempo mas, puesto que con estas sumas pensamos resolver el problema de las aguas surjentes que hoi se escapan por entre las capas del suelo, i a su vez el de secar todos aque- llos terrenos que hoi son pantanosos i que mañana pueden ser fértiles; indicando al mismo tiempo a los hacendados la compo- sicion de sus suelos 1 los abonos que le son necesarios para que tengan una buena produccion. Ademas, a los que se ocupan en esplotar minas les señalaría- mos los medios mas apropiados para la esplotacion de sus mi- nerales 1 a los industriales, los lugares en que se encuentran aquellos productos que necesitan en sus industrias. Una oficina que contase con todos los medios de trabajo 1 con un personal que sacrificase sus intereses personales a los de la colectividad, tendria que ser forzosamente el punto de partida en el futuro desarrollo de nuestra casi muerta minería. Porque los que hoi tienen capitales no quieren esponerlos en empresas que tan malos resultados han dado en estos últimos años, debi- do esto en gran parte a los informes de personas que atienden mas bien al amigo que al negocio mismo, o bien que hacen co- mercio con su ciencia, 1, por último, a que no se proteje debi- damente los intereses de los accionistas. Naturalmente, en vista de los fracasos que han tenido algunos de nuestros compatriotas en las empresas de los anteriores años, tratan de buscar afuera lo que ellos no creen encontrar en Chile. Podemos asegurar que todos aquellos negocios que han sido in- formados por especialistas de otros paises han sido los peores, 1 si no díganlo todos los que perdieron en las sociedades auríferas de Tierra del Fuego que fueron aconsejados por los inolvidables «Reyes del oro», de todos conocidos. De consiguiente, se impone dar a la Seccion de Jeolojía la importancia que tiene en otros paises, a fin de que las autorida- des i particulares tengan un departamento de informaciones ve- rídicas, pero sin tomar en cuenta si es o no es un negocio. Si examinamos otros paises, veremos que tienen no solo un departamento de jeolojía destinado a estudiar el suelo, hacer la carta jeolójica, hacer sondajes para buscar las riquezas interio- res, el agua subterránea, petróleo, carbon, sino. que como en Ar- jentina, drenan los terrenos pantanosos iguales a Batuco, perfo- rando las capas impermeables ¡ permitiendo escurrir las aguas a lo permeable, desecando grandes cantidades de terreno. Hoi no conocemos la jeolojía completa de la República; hai que hacerla. Aparte de este trabajo se tiene colecciones de ro- cas para mostrar al público la composicion del suelo; se tienen colecciones mineralójicas para muestrario del Museo. Hoi dia evoluciona la felizidea de crear un Ministerio de Agri- cultura. Este Ministerio va a necesitar permanentes informacio- nes sobre la jeolojía chilena; composicion de las rocas de cada distrito 1, por consiguiente, composicion química 1 agronómica del suelo. El Ministerio de Industria ha necesitado mucho tiempo los in- formes de nuestra seccion de jeolojía para el estudio de carbo- nes 1 petróleos. La seccion de jeolojía serviría, pues, si obtenemos los escasos elementos solicitados: a) Para Oficina de informaciones. 6) Museo de jeolojía, mineralojía 1 fósiles. c) Para levantar la carta jeolójica del pais, tomando como ba- se el gran trabajo de la carta de Chile emprendido bajo la direc- cion de don Luis Riso Patron. d) Para sondear el pais, tanto para construir la carta, como para buscar aguas, carbones 1 petróleos. e) 1, por. último, servirá para echar las bases de la Escuela de Ciencias Naturales, a fin de preparar especialistas, doctores en las ciencias o especialistas en botánica, en zoolojía, en ciencias jeolójicas, i en ciencias antropolójicas, lo que hoi no existe. Al azar tomamos el Museo de La Plata para que hagan el control nuestros representantes. Copio la disposicion: «La Plata, Octubre 18 de 1910. — El consejo Académico del Museo, resuelve: A) Escuela de Ciencias jeolójicas: jeolojía, mineralojía, pa- leontolojía, jeografía física, política i económica: B) Escuela de botánica; C) Escuela de zoolojía: anatomía comparada, zuolojía; D) Escuela de Ciencias antropolójicas: antropolojía, etnogra- fía, arqueolojía, lingúística. Licenciado en Ciencias Naturales, (tres años), doctor en cien- cias naturales (4 años). Art. 3.2 En el plan de estudio entran como ciencias de espe- cialidades: En la Escuela de Ciencias Jeolójicas, la jeolojía, mi- neralojía, (petrografía), jeosrafía, paleontolojía 1 ciencias comple- mentarias, la jeografía física, topografía, química, matemáticas, astronomía, botánica, zoolojía 1 anatomía comparada.» No quiero alargarme en describir el plan de estudios de las escuelas de zoolojía, botánica i antropolojía, porque hoi por hoi me contraigo a sostener la importancia de la jeolojía. Este pais, señores representantes del Congreso Nacional, es en superficie cultivable muchísimo mas pequeño que cualquiera de nuestros vecinos del Pacífico hasta Panamá. En 50 años mas, la riqueza 1 desenvolvimiento del Perú, Bolivia, Ecuador i Co- lombia, superará considerablemente a Chile; pero habrá una ra- zon que mantendrá la superioridad de nuestra patria, i esa es si nosotros desde hoi nos afanamos en transformar a Santiago en una Atenas de cultura i ciencias, a donde converjan, desde Mé- jico hasta Bolivia, a buscar nuestros maestros, nuestros oficiales, nuestros marinos, nuestros profesores, sabios i¡ enviándonos una falanje de jóvenes a estudiar en nuestras Universidades, en nues- tros Liceos, en nuestros Museos, los que de vuelta en sus paises hacen una propaganda en favor de nuestras instituciones, de nuestro comercio, mas que los diplomáticos i que los tratados. —Dr. Eduardo Moore, Director del Museo Nacional. Privilejios esclusivos.—A peticion del Direcor del Museo Nacional el Supremo Gobierno decretó la traslación de los Plie- gos sellados i Pruebas de Inventos a las Bóvedas del Ministe- rio de Industrias, como va a verse por las comunicaciones si- guientes: «Santiago, 28 de Abril de 1910.—Señor Ministro: Honrado recientemente el infrascrito con el cargo de Director del Museo Nacional que el Supremo Gobierno ha tenido a bien encomen- darle, estima de su deber dirijirse al Ministerio de US. a fin de hacerle algunas observaciones relativas al ramo de Privilejios de Invencion, cuyos pliegos de esplicaciones, a virtud de la lei del año 40, deben mantenerse guardados en el Museo. Cuando se dictó la lei citada del y de Setiembre de 1840, los inventos que se patentaban en Chile eran mui contados, i apénas si excedian de seis u ocho en cada año. Se esplica, pues, que en aquel entónces no existiese una oficina especial para guardar este archivo, el que se le encargó al Director del Museo porque probablemente no se encontró otro local mas apropiado para el caso. Con el constante aumento de las peticiones de privilejio, el Gobierno consideró necesario crear una oficina para atender este servicio, la que desde Abril de 1908 funciona anexa a la Direc- cion Jeneral de Obras Públicas. No obstante —por disposicion espresa de la lei—el archivo de los pliegos de esplicaciones de los inventos, continúa guardado en el Museo Nacional bajo la responsabilidad de su Director, funcionario que depende de otro Ministerio 1 que nada tiene que entender con el ramo de los privilejios, tan ajeno a las otras funciones que le están enco- mendadas. Esta anomalía—que perjudica el buen servicio—tendrá que subsitir miéntras se dicta otra lei reformando la del año 1840. Mas, como esta reforma es tardía, el infrascrito se ha preocu- pado de buscar una solucion inmediata a este asunto 1, de acuer- do con el jefe de la Seccion de Privilejios, cree haberla encon- trado. Dicha solucion seria la siguiente: Que el Ministerio de Industria dictase un decreto autorizando al Director del Museo Nacional para depositar los pliegos de esplicaciones de los inventos en un local fuera del recinto del Museo, el que se consideraria como Anexo del Museo Nacional para los efectos indicados en la lei de patentes. Ese local se elejiria de acuerdo con el Jefe de la Oficina de Privilejios, bajo cuyo cuidado i responsabilidad quedarian esos documentos, 1 dejando establecido, para cumplir con la lei, que en todo caso el Director del Museo tendrá la supervijilancia superior de dicho archivo. Esta solucion no tiene nada de ilegal supuesto que la lei no le fija al Museo Nacional un local único i determinado para su establecimiento. Puede, por lo tanto, autorizado por el Gobierno, repartir sus servicios en secciones o departamentos anexos en los locales que mas convengan al buen servicio. Esto,es lo que pasa, por ejemplo, con la Universidad: sus dis- tintas facultades funcionan en locales independientes ubicados en diversos barrios de la capital; pero el conjunto de todas es lo que constituye la Universidad. Aceptada esta idea por US., habria que modificar en la parte pertinente los artículos 11117 del decreto Supremo núm. 3,121, del 6 de diciembre de 1905, encargando al Jefe de la Seccion de Privilejios las funciones que allí se señalan al Director del Museo, quien—como ya lo dejo dicho—tendria siempre conforme a la lei, la supervijilancia 1 direccion inmediata del archivo de privi lejios. Con la solucion que me permito someter a la consideracion de US. se conseguirá dar unidad ¡ mejorar en beneficio público, el servicio de las patentes de invencion, que tanto incremento van tomando de dia en dia, pues así el jefe de este ramo podrá tener a la mano el archivo que solamente a él le interesa guar- dar i organizar en forma conveniente para las consultas que a menudo necesita hacer. l al propio tiempo se conseguirá tam- bien retirar del local del Museo un servicio que impone cierta dedicacion 1 atenciones especiales que el actual Director no puede consagrarle, por tener que contraer su actividad a una serie de reformas de gran importancia 1 trascendencia que le impiden distraer en otras funciones, el escaso tiempo de que puede dis- poner. El Jefe de la Seccion de Privilejios me ha hecho notar que en las bóvedas del piso subterráneo del Ministerio de Industria hai local apropiado para guardar las esplicaciones de los inven- tas, que hoi dia ocupan en el Museo un sitio estrecho, inadecua- do i sin ninguna seguridad contra los riesgos de incendio. Ese nuevo local seria, para los efectos legales, un verdadero anexo del Museo, i allí tendria la indiscutible ventaja de quedar al alcance inmediato de la oficina de quien depende el servicio en referencia. Espera el infrascrito que el Ministerio de US., penetrado de las ventajas que para el mejor servicio público presenta la solu- cion que me permite someter a la consideracion de US., se ha de servir acojer favorablemente la idea propuesta. Dios guarde a US.—Dr. Eduardo Moore, Director del Museo Nacional.» Santiago, 12 de Mayo de 1910.—S. E. decretó hoi lo que sigue: «Seccion 1.2 núm. 850.—Vista la nota que precede del Direc- tor del Museo Nacional, 1 Considerando: Que la lei de patentes de invencion de 9 de Setiembre de 1840 dispone que los pliegos de esplicaciones de los inventos privilejiados se guarden en el Museo Nacional en una arca se- gura, i las muestras, dibujos 1 modelos en una sala del mismo establecimiento; Que con el notorio incremento que en los últimos años han tomado las concesiones de privilejios i dadas las condiciones actuales del local que ocupa el Museo, no puede disponerse allí de un departamento que reuna las exijencias de comodidad i seguridad que requiere el desarrollo paulatino i constante de este archivo; Que aun cuando la citada lei del año 1840 ordena que las especificaciones de los inventos patentados sean guardados en el Museo Nacional, no establece que sea precisamente su Direc- tor, el funcionario encargado de la custodia de aquellos docu- mentos, quedando, por consecuencia, al arbitrio del Gobierno, encomendar ese servicio al empleado de la administracion que considere mas apropiado al efecto; 1 Que hai evidente conveniencia en que este archivo se con- serve bajo la inmediata dependencia 1 responsabilidad del fun- cionario que hoi dia tiene a su cargo la atencion ¡ despacho de todos los asuntos relacionados con los privilejios de invencion, con lo que se consigue dar mas unidad 1 mejorar este servicio público, Decreto: Artículo primero. Autorízase al Director del Museo Nacional para depositar el archivo de esplicaciones de las patentes de in- vencion en algun local adecuado, dependiente del Ministerio de Industria 1 Obras Públicas, el que se considerará como anexo del Museo para los efectos de lo establecido en los artículos 5.9 1 6.0 de la lei de 9 de Setiembre de 1840. Este archivo quedará bajo la dependencia i cuidado inme- diato del Jefe de la Seccion de Privilejios Esclusivos. Art. 2.0 Desde esta fecha todas las funciones que el decreto reglamentario de los privilejios núm. 3,121, del 6 de Diciembre de 1905, encomienda al Director del Museo Nacional, serán de- sempeñadas por el Jefe de la Seccion espresada, quedando, en consecuencia, modificado en tal forma el referido decreto. Tómese razon, comuniquese, publíquese e insértese en el MONTT.—Eduar- Boletin de las Leyes ¿ Decretos del Gobierno. do Délano». Lo que trascribo a Ud. para su conocimiento. Dios guarde a Ud.—£. Altamirano T. Edificio del Museo Nacional.—Se ha ordenado que el Instituto Agrícola se traslade al Observatorio Astronómico cuan- do éste haya abandonado su actual localidad para irse a Lo Espejo, cosa que el Museo pueda estenderse al recinto desocu- pado: Núm. 942 Santiago, 5 de Julio de 9910.—Con esta fecha se ha enviado al Administrador de la Quinta Normal de Agri- cultura el siguiente oficio: «En conformidad a lo solicitado por el Director del Museo Nacional, este Ministerio ha resuelto que el Instituto Agrícola se traslade al local actualmente ocupado por el Observatorio Astronómico tan pronto como éste sea instalado en Espejo». Lo que trascribo a Ud. en respuesta a su nota de 12 de Mayo último. Dios guarde a Ud.—£. Altamirano T. Núm. 974.—Santiago, 8 de Julio de 1910.—Con fecha 5 del actual ¡ por nota núm. 943, se ha enviado el siguiente oficio so- licitado por US. al Administrador de la Quinta Normal de Agricultura: «En conformidad a lo solicitado por el Director del Museo Nacional, este Ministerio ha resuelto que el Instituto Agrícola — 316 — se traslade al local actualmente ocupado por el Observatorio Astronómico tan pronto como éste sea instalado en Espejo». Lo que trascribo a US. en respuesta al oficio 566 de 28 de Mayo último. Dios guarde a US.—£. Altamirano T. Núm. 3,319.—Para el Director del Museo Nacional. Anótese.—Por el Ministro, Mozses Vargas.—Al señor Miínis- tro de Instruccion Pública. Número de especies existentes en el Museo Nacio- nal i nómina del Personal del establecimiento en 1909. —Núm. 389.—Santiago, 22 de Abril de 1910.—Sírvase Ud. enviar a este Ministerio, a la mayor brevedad que le sea posible, los datos acerca del número de especies existentes i la nómina del personal del establecimiento a su cargo, correspondientes al año de 1909. Urje tener estos datos, porque ellos deben incluirse en la Me- moria que este Departamento debe presentar al Congreso Na- cional, el 1.2 de Junio próximo, Memoria que ya está en prepa- racion, debiendo entrar en prensa a fines del presente mes. En consecuencia, Ud. se servirá remitir los espresados datos cuanto ántes. Dios guarde a Ud.—Por el Ministro, €. Szlva Cruz. 1.—Especies existentes ZOOLOJÍA MAMÍFEROS 174 jéneros, 413 especies, 731 ejemplares. AVES Coleccion chilena: 172 jéneros, 283 especies, 1,158 ejemplares embalsamados. 59 nidos, 386 huevos, 2 esqueletos i 36 cráneos; ademas ingresaron unos pocos ejemplares en estos últimos meses, que están en preparacion. Coleccion estranjera: 711 jéneros, 1,235 especies, 2,249 ejem- plares embalsamados, 6 nidos, 501 huevos, 6 esqueletos, 12 cráneos; el Jardin Zoolójico ha mandado en este último tiempo como 14 ejemplares que están en preparacion. REPTILES 65 jéneros 1 102 especies. ANFIBIOS 30 jéneros i 59 especies. PECES 190 jéneros con 277 especies. INSECTOS Coleccion chilena: 60,000 ejemplares. Coleccion exótica: 5,000 ejemplares. MIRIÁPODOS, ARÁCNIDOS 1 ONICÓFOROS 27 jéneros con 32 especies. CRUSTÁCEOS 96 jéneros i 182 especies. — 318 — MOLUSCOS 72 jéneros 1 91 especies. EQUINODERMOS 57 jéneros 1 141 especies. TUNICADOS 12 jéneros con 18 especies. GUSANOS 76 jéneros representados en 93 especies. - CELENTERADOS 113 jéneros con 123 especies. PROTOZOOS 51 jéneros cada uno representado por una especie. Botánica De la Flora chilena tenemos al rededor de 1,500 jéneros de plantas con 5,600 especies mas o ménos; el número de los ejemplares pasa de 30,000 1 ademas hai al rededor de 20,000 ejemplares en duplicado.—El Herbario chileno consta de 117 libros. El Herbario exótico consta de 138 libros con aproximada- mente 35,000 ejemplares. Mineralojía, Jeolojía i Paleontolojía Minerales como 35 ejemplares. Rocas como 3 ejemplares. Fósiles 5,383 especies que suman en todo mas de 100,000 ejemplares. Etnografía En esta seccion hai 1,086 objetos. Arqueolojía Objetos chilenos: 1,301. Objetos estranjeros: 2,386. 2. Nómina del Personal del Museo Nacional DIRECTOR: Prof. Dr. Eduardo Moore. JEFE DE LA SECCION BOTÁNICA: Dr. Cárlos Reiche. JEFE DE LA SECCION ENTOMOLOJÍA: Don Filiberto Germain. JEFE DE LA SECCION JEOLÓJICA: Don Miguel R. Machado. JEFE DE LA SECCION ZOOLÓJICA: Don Bernardino Quijada B. NATURALISTA AUSILIAR: Don Bernardo Gotschlich. ESCRIBIENTE I BIBLIOTECARIO: Don Raul Arrieta. PREPARADOR: Don Zacarías Vergara. DISECTOR: Don Paulo Vergara. MAYORDOMO: Don Manuel Loyola. PORTERO PRIMERO: Don Juan Vergara. PORTERO SEGUNDO: Don Apolinario Benavides. PORTERO TERCERO: Don Mauricio Avilez. Delegado al Congreso Científico de Buenos Aires— Núm. 4,103.—Santiago, Junio 25 de 1910.—He acordado i de- creto: Nómbrase delegado al Congreso Científico que se celebrará este año en Buenos Aires, a don Miguel R. Machado, Jefe de la Seccion Jeolójica del Museo Nacional. Tómese razon 1 comuníquese.—MONTT.—£E. Figueroa. Lo digo para su comocimiento. Dios guarde a Ud.—C. Silva Cruz. Biblioteca Philippi.—Núm. 337.—Santiago, 16 de Mayo de 1910.—El señor Ministro de Instruccion Pública, en oficio de 6 del mes en curso, ha dispuesto que un empleado de esta Bi- blioteca informe sobre la importancia científica dec la biblioteca que fué del ex-Director del Museo Nacional, don Federico Phi- lippi, a fin de adquirirla por cuenta del Gobierno, para el uso del referido Museo. Con tal objeto he comisionado al Jefe de Seccion don Enri- que Blanchard-Chessi, 1 para que este empleado pueda desem- peñar su cometido me permito rogar a Ud. tenga a bien indi= carme con quién debe entenderse ¡ cuál será la hora mas opor- tuna para examinar dicha biblioteca. Dios guarde a Ud.—R. A. Laval. Obsequios al Museo Nacional.—En el último tiempo hemos recibido los siguientes, i damos a los señores donantes las gracias mas espresivas por sus bondadosos envíos: En la Secczon de Antropolojía, Arqueolojía 2 Etnolojia: 1 cráneo humano 1 2 vértebras cervicales, 1 piedra horadada de 35 centímetros de diámetro 1 3 litros de capacidad, 3 peque- ños cántaros, algunos trozos de olla, 7 anzuelos, 1 arco, 1 car- — 321 — caj de cuero de chungungo con 11 flechas sin sus puntas, varias espinas de árboles, dos finísimos canastos de fibra, 2 madejas de lana hilada, 1 especie de cuchara de madera, 1 fragmento de roca de 25 centímetros de largo 1 atenuado en sus dos estremos, 1 2 trozos de palo de unos 20 centimetros de lonjitud. Estos objetos antiguos fueron colectados en una de las gua- neras del norte de la República i donados por el señor D. //. 4. Opazo. 1 baston de columna vertebral de tiburon, obsequiado por el señor don Óscar Viel Cavero. 47 piedras horadadas de forma discoidal, obsequiadas por el señor Dr. don Lujento Diaz Lira. En la Secczon. Feolójica: 30 fragmentos de diversas clases de rocas. Fueron obsequia- dos por el señor D. Lujenzo Diaz Lira. En la Seccion Teratolójica: 1 mónstruo Monosomiano opodymo de Ternerita. Fué envia- do por el señor D. Ramon Barrales, de Santiago, 1 la necesidad de incorporarlo a la coleccion dió oríjen a que el Jefe de la Sec- cion Zoolójica ideara 1 elaborara un catálogo ilustrado i descrip- tivo de las anomalías orgánicas conservadas en el Museo Nacio- nal que aparece en el presente número de nuestro BOLETIN. En la Sección Zoolójica: 1 cérvido arjentino, donado por el honorable Senador de la República, señor don Foaquín Figueroa Larrain. 2 carpas enviadas de San Antonio por el señor Dr. don Zs- peridion Vera. 1 liebre de las Pampas, regalada por el señor don €. Fleusch- MANTA. 6 pieles de pequeños roedores chilenos con sus respectivos cráneos, enviados por el señor don FX. A. Wolffsolin, de Val- paraiso; 1 15 Aves tropicales, obsequiadas por el señor D. Francisco Y. Herboso, Enviado Estraordinario 1 Ministro Plenipotenciario de Chile en el Brasil. z21 Del último de estos obsequios da cuenta la comunicacion si- guiente: Núm. 26.—Rio de Janeiro, 27 de Mayo de 1910.—Señor Di- rector: Grato me es remitir a Ud. una encomienda que contiene quince aves disecadas, de los mas variados colores, que me fueron obsequiadas por el Presidente del Estado de Pará cuando visité el Museo de la ciudad de Belem, durante mi viaje a la rejion Amazónica. Como creo que esos ejemplares de la fauna amazonense puedan contribuir a aumentar las diversas colecciones ya exis- tentes en el Museo a su cargo, he creido conveniente remitirlos a Ud. z Dios guarde a Ud.—PFrancisco $. Herboso. ko) Carnívoro Sud-americano.—Proveniente de Guayaquil nos ha llegado un ejemplar vivo de Coatz o Nasua rufa, mas co- nocido en el Ecuador con el sobrenombre de Cuchucho. Como este animalito, de nariz prolongada 1 móvil a manera de una trompa, es todavia jóven, no será difícil domesticarlo 1 entónces prestará en nuestro Museo los servicios del gato, lim- plando la casa de ratones. Por ahora figura en el Jardin Zoolójico 1 ya comienza a hacer- se popular, pues está alojado en la gran jaula de los Monos que, por sus ademanes 1 truhanerías, constituyen las delicias del pú- blico santiaguino. Es un obsequio del señor D. Félzx Armando Vianx A,, Cón- sul Jeneral de Chile en el Ecuador, a quien debemos nuestro particular agradecimiento. La Carpa europea en los rios de Chile.—Entre los obse- quios que hemos recibido durante el último trimestre figuran al- gunos hermosos ejemplares de Carpa verdadera, pescados en el Rio Mazpo 1 enviados por el señor doctor don Esperidion Vera, de San Antonio de las Bodegas. Como se sabe, los mumerosos cultivos de este pez exótico, tan estimado en Europa por su sabrosa carne, se deben a la ini- clativa particular, 1 los primeros ejemplares que representan el tronco comun del cual proceden todas las carpas diseminadas en las aguas dulces de la República, fueron suministrados por el antiguo Acuario de la Quinta Normal de Agricultura de San- tiago, a partir del año 1886. En épocas anteriores ya se habian hecho tentativas para in- troducir la carpa en Chile, pero sin llegar a conseguir propa- garla. El primero que hizo venir carpas fué el doctor aleman señor don Cárlos Segeth, pero no se multiplicaron porque se pusieron en un estanque de una propiedad de don Enrique Lanz donde los peces no encontraron las condiciones biolójicas necesarias para la reproduccion. Este ensayo tuvo lugar en 1875. Por este mismo tiempo, dice el doctor R. A. Philippi en un artículo sobre los animales introducidos en Chile, el finado don Otto Muhim de Valdivia trajo igualmente carpas a esta provincia en un lugar adecuado en la Isla de Guacamayo, pero una gran crece del rio inundó la parte de la isla donde habia carpas ¡se las llevó el mar. Mas tarde, don Ernesto Ducaud, trajo algunas carpas, las puso en una pequeña laguna de su jardin, se cruzaron con el Ciprino dorado 1 todo se perdió, resultando formas híbridas inadecuadas para el consumo. Por fin, en los primeros dias de Noviembre de 1886 llegó de Europa el señor don Fu/lio Besnard, trayendo varios peces, entre ellos carpas, que se multiplicaron mucho en el Acuario de la Quinta Normal de Agricultura. En gran número se compra-- ron estos peces para llevarlos a las distintas partes de la Repú- pública, desde el Norte hasta la provincia de Llanquihue i en la Calera hace años que se venden las carpas del Aconcagua. Esta introduccion de peces, que con tanto éxito llevó a cabo el señor Besnard, fué el objeto de un artículo del señor doctor don Joaset de Bellesme publicado en la «Revue Screntifique» el año 1887. Durante muchos años se ocupó personalmente el señor Bes- nard de entregar las carpas a los interesados, de facilitar su trasporte 1 de indicar como tratarlas para obtener el buen resul- tado que se deseaba. Adquisicion de insectos para el Museo Nacional.— Se ha comprado al señor Calvert una coleccion de mas de 10,000 insectos chilenos en 1,800 pesos. Pertenecen principalmente a los órdenes de los Coleópteros 1 Lepidópteros, i pronto serán arreglados para esponerlos al pú- blico. Cesion de terrenos para la Estacion Zoolójica Ma- rina.—La Direccion de Obras Públicas ha informado favorable- mente sobre la cesion de 1,000 metros cuadrados de tierra a ori- llas del mar en el puerto de San Antonio, pero no dentro del recinto del futuro puerto. Anexion del Museo de Valparaiso.—El Ministerio ha dispuesto que el Museo de Valparaiso dependa de la Direccion del Museo Nacional. | Se estudia si habria conveniencia que igualmente dependiera el de Concepcion. — 325 — Zoólogos yankees recomendados. —Se ha recibido co- municacion del Jefe de la Seccion Biolójica del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, señor H. W. E. Strushaw, en contestacion a una nota del Director del Museo de Santiago, recomendando al señor Robert A. Coker, empleado en la oficina de Pesca en Faupoul Yowa, como Jefe de la Seccion de Inver- tebrados. Otra comunicacion recomienda a Mr. Kare R. Coobdge de la Universidad de Stanpors, California, que posee el español, como Aracnólogo del Jefe de la oficina de Entomolojía de Wáshine- ton, señor L. O. Howard. Casa para los empleados del Museo.—Se ha termina- do los planos i presupuestos para la construccion de Chalets para los empleados del Museo Nacional. Cada chalet se com- pondria de dos pisos, destinado cada piso para una familia. El costo de cada chalet será de $ 27,706.10. Proteccion de animales útiles. — Señor don Joaquin Walker Martínez. Mi estimado Senador 1 amigo: He leido con vivo interes su proyecto de lei destinado a pro- tejer las chinchillas. Como Director del Museo Nacional me creo autorizado para estimularlo en su patriótica tarea, 1 me permito darle algunos datos ilustrativos a fin que estienda su proteccion a los siguientes animales: El Huemul, el Pudú, el Guanaco, la Vicuña, la Vizcacha el Huillin, el Chuneungo 1 el Lobo de mar. Estos animales están próximos a desaparecer. El Cozpo por ser esclusivo a Chale ia otros paises sud-americanos debe tambien ser amparado, i la destruccion de que es objeto mo responde sino a instinto de salvajismo. Entre las aves el Czsne, el Flamenco, la Garza, la — 326 — Garceta, por su plumaje; el Oueltehue, el Pitihue, por los servi- cios que prestan destruyendo los insectos dañinos, son acreedo- res de nuestra proteccion. No quiero estenderme a recordarle cómo en Europa 1 Estados Unidos se llevaria la lejislacion hasta los pajaritos que conclu- yen con los insectos perjudiciales i que no sirven a la alimenta- cion ni del mas desvalido, como ser la diuca, el chincol, la tenca, el tordo, etc. Su seguro servidor 1 amigo.—/D7. Eduardo Moore. Casa de la Direccion.—Núm. 3,096.—Santiago, 18 de Mayo de 1910. -Vistos estos antecedentes, decreto: Se autoriza a la Direccion de Obras Públicas para que, de los cuatrocientos mil pesos ($ 400,000) puestos a su disposicion por decreto número 2,290, de 2 de Mayo último, deduzca los fon- dos necesarios para llevar.a cabo la construccion de una casa- habitacion para el Director del Museo Nacional, en conformidad al presupuesto formado por esa Direccion ¡que asciende a la suma de treinta mil ochocientos pesos ($ 30,800). Tómese razon 1 comuníquese. —TOCORNAL.—£. F2gueroa. Adquisicion de un Delfin grande.—Núm. 1,265.—San- tiago, 7 de Abril de 1910.—Vistos estos antecedentes, decreto: Se autoriza al Director del Museo Nacional para que jire con- tra la Tesorería Fiscal de Santiago por la suma de tres mil qui- mientos pesos ($ 3,500) que invertirá en pagar un cetáceo adqui- rido para el establecimiento a'su cargo. Ríndase cuenta documentada de la inversion de dicha suma e impútese el gasto al ítem 2,491 del presupuesto vijente. Refréndese, tómese razon 1 comuníquese. —Por órden del Pre- sidente, E. Figueroa. Reseña de la Fauna de Chile.—Núm. 1,540.—Santiago, 17 de Agosto de 1910.—He tenido el honor de recibir las dos primeras publicaciones de ese Museo Nacional, i espero que esta oficina seguirá recibiendo las que se impriman en lo sucesivo. Me permito solicitar del señor Director, que se sirva, si lo tiene a bien, proporcionar a esta Oficina, para insertar en el bosquejo que se adjuntará al mapa que se imprime, una somera reseña de la Fauna de Chile, a semejanza de la hecha para la flora, por el señor Reiche, en la pájina 30 (Apéndice) de la obra de Poirier «Chile en 1908», la que se imprimiria, naturalmente, con el nombre del autor. Saluda a Ud. atentamente.—L£. K2so Patron. Tomando en cuenta esta peticion, el Jefe de la Seccion Zoo- lójica del Museo redactó un artículo que aparece en el presente número del BOLETIN con el título de Przncipales rasgos de la Feografía Anúmal de Chele. Objetos para la Esposicion Histórica del Centenario. —Núm. 1,134.—Santiago, 22 de Agosto de 1910.—El Director de la Esposicion Histórica del Centenario ha nombrado una co- mision compuesta de don Joaquin Figueroa, don Aureliano Oyarzun, don Cárlos Cruz Montt ¡don Ricardo E. Latcham para que elija en el Museo Nacional los objetos históricos que puedan exhibirse en dicha Esposicion. Sírvase Ud. disponer se entreguen a la referida comision las especies que ella, de acuerdo con Ud., estime históricas. Dios guarde a US.—£. Fzgueroa. Hallazgo arqueolójico.—Núm. 1,098.—Santiago, 19 de Agosto de 1910.—Se han encontrado diversos objetos de valor — 328 — histérico 1 arqueolójico en la Escuela Normal núm. 1 de Precep- toras de esta ciudad, al practicarse escavaciones para la cons- truccion de una noria. Por tratarse de objetos encontrados en una propiedad fiscal, la custodia de ellos corresponde al Museo de su cargo; i el in- frascrito ha dado ya órden a la Inspeccion Jeneral de Instruccion Primaria, a fin de que se den a usted toda clase de facilidades para dirijir la continuacion de las escavaciones, en caso necesa- rio, 1, en todo caso, para guardar los objetos estraidos ya 1 los que se estralgan en lo sucesivo. Dios guarde a usted.—£E. Figueroa. Setenta ejemplares de cada publicacion oficial.— Núm. 461.—Santiago 29 de Agosto de 1910.—Ruego a Ud. tenga a bien disponer se envíen a esta Biblioteca Nacional, de acuerdo con lo que dispone el decreto supremo de 16 de 5e- tiembre de 1904. setenta ejemplares de cada uno de los núme- ros 4, 5,617 del Boletin del Museo Nacional, 1 del número 1 del mismo Boletin, seccion administrativa. Dios guarde a Ud.—Carlos Salva Crus. Santiago, 3 de Setiembre de 1910.—Los números 4, 5,617 del Boletin del Museo Nacional, —publicados ántes de mi admi- nistracion——no existen sino en la Biblioteca del Museo, en un número estrictamente necesario para la consulta; todos los de- mas han sido enviados en canjes á las diversas personas 1 socie- dades con las que tiene relacion este establecimiento. Los Boletines de este año formarán el comienzo del tomo II- Mui pronto aparecerán dos 1 Ud. encontrará inserto al final la Seccion de Administracion 1 Estadística a que se refiere su nota número 461 que en tiraje aparte se estrajo una cantidad para poderlo enviar al Congreso Científico de Buenos Alres. Juntamente con los dos números citados enviaré a esa Biblio- teca un número nuevo de los Anales del Museo Nacional. Así cumpliré el decreto de 15 de Setiembre de 1904. Dios guarde a Ud. Dr. Eduardo Moore. Alumbrado eléctrico de las oficinas i establecimien- tos fiscales.—Núm. 926.—Santiago 22 de Julio de 1910.— Con fecha de ayer el Ministerio de Industria i Obras Públicas dice a este departamento lo que sigue: «Por decreto número 1282, de 26 de Junio último 1 en vista de lo manifestado por los diversos Departamentos, este Ministerio aceptó la propuesta de The Chilian Electric Tranway and Light Company Limited para informar el precio que cobra por el alumbrado eléctrico de las oficinas 1 establecimientos fiscales de Santiago, con arreglo a las siguientes tarifas 1 disposiciones: 1.2 clase, veinticinco centavos moneda nacional de oro por kilowatthers por el consumo de alumbrado en los edificios del palacio de la Moneda, Congreso Nacional, Tribunales de Justicia, Juzgados, Establecimientos de Instruccion i cualquier otro de- partamento con carácter de oficina o casa habitacion. Este convenio durará dos años contados desde el 1.9 de Julio próximo, i se entenderá prorrogado por un período igual si den- tro de los tres meses anteriores al vencimiento de cada período no se diere aviso de desahucio, sea por la Companía sea por la Direccion de Obras Públicas que tendrá a su cargo el control del servicio de alumbrado eléctrico de las oficinas 1 establecimientos fiscales de Santiago». De acuerdo con estas disposiciones, el Ministerio ha contra- tado a don Heriberto Bascur para que se haga cargo del referi- do servicio de control, bajo la dependencia de la Direccion de Obras Públicas. Lo que trascribo a Ud. a fin de que 'se sirva proceder en la forma que se indica en el oficio preinserto. Dios guarde a Ud.—£. Figueroa. Inversion de fondos.—Núm. 1500.—Santiago, 7 de Abril de 1910.—Autorízase al Director del Museo Nacional para que, a medida que las necesidades del servicio lo requieran, i con cargo a los items que se espresan, jire contra la Tesorería Fiscal respectiva hasta por las siguientes cantidades, a fin de que con ellas atienda a los gastos que se indican: Item 2407.-- Para adquisiciones, guardianes, viajes etc., cinco mil veinticinco pesos ($ 5,025). Item 2409.—Para estantería, quinientos pesos ($ 500). Item 2408.—Impresiones, setecientos cincuenta pesos ($750). Item 2410.—Para fomento de la biblioteca, quinientos pesos ($ 500). Ríndase cuenta documentada de la inversion de estas sumas e impútense los gastos a los items mencionados. Refréndese, tómese razon 1 comuníquese. —MONTT.—£. Fz ZSueroa. Núm. 1675.— Santiago, 13 de Julio de 1910. — Vistos estos antecedentes, decreto: Autorízase al Director del Museo nacional para que jire con- tra la Tesorería Fiscal respectiva hasta por las siguientes sumas, a fin de que atienda a los gastos que se espresan, del estableci- miento a su Cargo: Item 2497.—Para adquisiciones, guardianes, viajes etc., cinco mil veinticinco pesos ($ 5,025). Item 2408. — Para impresiones, setecientos cincuenta pesos (S 750). Item 2409.—Para estantería, quinientos pesos ($ 500). Item 2410.—Para fomento de la biblioteca, quinientos pesos ($ 500). Ríndase cuenta documentada de la inversion de estas sumas e impútense a los items indicados del Presupuesto vijente. Refréndese, tómese razon 1 comuníquese. —FERNÁNDEZ.—£- Figueroa. Gratificacion a los empleados del Museo. — Núm. 1,513.—Santiago, 5 de Abril de 1910.—Teniendo presente lo dispuesto en la lei núm. 2,276, de 5 de Matzo último, decreto: Los empleados del Museo Nacional que a continuacion se in- dican gozarán de las gratificaciones anuales que se espresan: Director, mil doscientos pesos ($ 1,200). Jefe de la Seccion Zoolójica, mil pesos ($ 1,000). Jefe de la Sección Entomolójica, mil pesos ($ 1,000). - Jefe de la Seccion Botánica, mil pesos ($ 1,000). Naturalista auxiliar, setecientos cincuenta pesos ($ 750). Jefe de la Seccion Mineralójica, mil pesos ($ 1,000). Preparador, ochocientos cincuenta pesos a e Disector, cuatrocientos ochenta pesos ($ 4 Escribiente 1 Bibliotecario, cuatrocientos o a pesos ($ 480). Mayordomo, seiscientos pesos ($ 600). Dos porteros, con cuatrocientos veinte pesos cada uno, o sea ochocientos cuarenta pesos ($ 840). Un tercer portero, seiscientos pesos ($ 600). Dichas gratificaciones se pagarán por mensualidades iguales 1 vencidas i a contar desde el 1.2 de Enero último. Impútese el gasto a la lei citada. Refréndese, tómese razon 1 comuníquese. —MONTT. — E. F2- ZUCrOA. Fallecimiento del Director del Museo de Historia Natural de Concepcion.—Los diarios de la capital nos dan la sensible noticia del fallecimiento del Director del Museo de Historia Natural de Concepcion, el competente Naturalista don EDWYN CÁRLOS REED, acaecido el 5 de Noviembre del corrien- te año. Sin tiempo para publicar un artículo especial sobre la vida 1 las obras del malogrado señor Reed, nos limitaremos a repro 89 ducir en este punto las siguientes notas biográficas 1 bibliográfi- cas tomadas de la «Revista Chilena de Historia Natural»: «Don Edwyn Cárlos Reed nació en Bristol (Inglaterra) el 7 de Noviembre de 1841. Desde su mas tierna edad tuvo vocacion por la Historia Na- tural, especialmente por la Entomolojía, habiendo conseguido ya a la edad de 18 años reunir la mejor coleccion de Insectos de Inglaterra occidental 1 ser reconocido por los intelijentes como una autoridad en la Entomolojía de esa parte de Inglaterra, como puede verse en los trabajos de Douglas i Scott sobre los Rincotos, i en las publicaciones de la ay Society 1 otros perió- dicos entomolójicos ingleses. Fué secretario ad-honorem de la Sociedad Entomolójica de Bristol, de la Sociedad Microscópica 1 ayudante tambien ad honorem de la Direccion del Museo de dicha ciudad. En 1859 dejó a Bristol para dirijirse a Lóndres con el objeto de hacer los estudios necesarios para recibirse de Injeniero Civil. y Habiendo, en Lóndres, llegado a formar parte de varias so- ciedades científicas i hecho amistad con naturalistas eminentes como Darwin, Wallace, Bates, Hamlet, Clark 1 otros, determinó abandonar la carrera titulada que lo llevara a la capital 1 entre- garse de lleno a la hermosa ciencia de la Historia Natural. Por aquel tiempo le fué ofrecido un puesto en Australia: se le proponia la formacion de un Museo en Brisbane. El jóven na- turalista no aceptó, 1 debido a su amistad con Bates optó por venir al Brasil a estudiar la fauna entomolójica, quedando en este interesante pais cinco años. La estadía allí casi le costó la vida, pues estuvo enfermo tres años de fiebre intermitente 1 tuvo tambien un grave ataque de fiebre amarilla. A su regreso a Inglaterra en 1868, algunos de los principales médicos de Lóndres le aseguraron que si permanecia allá, seria difícil se prolongara su vida por un año mas i le aconsejaron viajar por mar por algunos meses 1 establecerse en un clima seco. Por este tiempo algunos de los mas distinguidos naturalistas in- OS IAE gleses le indicaron que la fauna de Chile no era bastante cono- cida en Europa 1 que haria un buen acuerdo si se decidiera bus- car en Chile un nuevo campo para sus estudios al mismo tiempo que para la recuperacion de su quebrantada salud. Vínose Mr. Reed a Chile—llegando a Valparaiso a fines de Marzo de 1869—1 decidió quedarse en nuestra querida patria “por haberle agradado en estremo el territorio, sociedad 1 clima. En Junio de 1869 aceptó el puesto de Entomólogo del Museo Nacional, empleo que tuvo durante siete años, haciendo estu- dios de la fauna 1 flora de Chile; ocupó los meses de verano en escursiones científicas en la Cordillera de los Andes, Valdivia, Chiloé 1 otras islas del sur. En 1873 visitó Europa con el objeto de estudiar la organiza- cion de los principales museos. En 1875 solicitó 1 pidió permiso (sin renumeracion) para for- mar un pequeño Museo en los Baños de Cauquenes. Este fué presentado a la Esposicion de 1876 1 obtuvo una medalla de oro. En 1877 se retiró del Museo Nacional ia fines de 1878 co- menzó el arreglo del Museo de Valparaiso que fundara en el Liceo de esta ciudad, el ilustrado Rector don Eduardo de la Barra. Difícil tarea era la de hacer un Museo sin ayuda la que menor de parte de los poderes públicos. El entusiasmo del progresista Rector de la Barra 1 la activi- dad poco comunes del naturalista Reed, vencieron todas las di- ficultades 1 antes de un año las colecciones acumuladas con teson constitulan ya una magnífica base de nuestro Museo de Historia Natural. En ese primer año de febril actividad para fundar un Museo en Valparaiso 1 en que la idea obtuvo tan popular acojida en esta ciudad, hizo brillante papel el bien entendido patriotismo de ciudadanos entusiastas por todo lo que significa progreso na- cional como los señores Agustin Edwards, Francisco Echáurren, Federico Varela i muchos otros que ayudaron con dinero a esta obra de cultura nacional. A Como lo veremos al ocuparnos, en nuestra Galeria de Natu- ralistas de Chile, de los doctores Puga Borne 1 Pérez Canto, estos distinguidos médicos i¡ naturalistas continuaron con inteli- jencia 1 actividad incrementando las colecciones del estableci- miento, cuya direccion tuvo a bien confiarnos el Supremo Go- bierno con fecha 27 de Octubre de 1897, al darle vida indepen- diente. Poco despues dejó ese puesto, para desempeñar las clases de Historia Natural 1 Jeografía Física en nuestra Escuela Naval Mi- litar. Dictó dichas asignaturas durante siete años, hasta que el mal estado de su salud lo obligó a trasladarse a Los Andes, dedi- cándose allí al estudio de la fauna 1 flora andinas. Por este tiempo escribió varias monografias de grupos de insectos chile- nos, algunas de las cuales han sido ya publicadas. Despues de retirarse del Museo de Valparaiso 1 durante su permanencia en la Escuela Naval formó el Museo de Historia Natural que posée el Seminario Conciliar de San Rafael Arcán- jel, de esta ciudad. Por decreto Supremo núm. 4,427, de fecha 11 de Setiembre de 1902, fué Mr. Reed nombrado Director, del Museo de Con- cepcion, cuyas bases ha echado él i cuyos rápidos progresos tuvimos ocasion de observar de cerca a principios del presente año. De manera que el Museo de Concepcion es el 4.2 cuya for- macion se debe al distinguido naturalista. Terminaremos esta breve noticia sobre Mr. Reed con la enu- meracion de sus principales trabajos científicos dados a luz en Chile. EN LOS «ANALES DE LA UNIVERSIDAD» 1871 «Catálogo de las especies chilenas de la familia de los Bupréstidos». ado de la lacionda de e «Monografía de las mariposas chilenas». a Catálogo de los Dípteros chilenos». g Sinópsis de los Odyneridae chilenos». - «Introduccion al Estudio de los Himenópteros». «Los. Fosores o Avispas cavadoras de Chile». 1 «Catálogo de las Aves chilenas». «Catálogo de los Peces chilenos». EN LAS «ACTES DE LA SOCIETÉ SCIENTIFIQUE DU CHILI» «Sinonímia de Lepidópteros i Dípteros chilenos». «Sobre la i invasion de la Langosta en Chile». «Revision de las abejas chilenas descritas en la obra de Aia | Ñ ES ( LA «REVISTA CHILENA DE HISTORIA NATURAL» «Catálogo de los Crustáceos anfípodos 1 lemodípodos de Chile»... «Revision ds ES en de la e de Gay». 1900 Cua especies. de Himenópteros nuevos a la e , ds de Chile». Je 1902 «Nuevos insectos chilenos». : a DE ENSEÑANZA. y 1885 «First steps in English» (dos ediciones). 1892 «Compendio de Historia Natural de Chile» (un tomo en 16). 1893 «Ciencias físicas 1 naturales». El señor Reed tiene ademas en preparacion varios trabajos entomolójicos». TES NECROLOJÍA EL ENTOMÓLOGO CHILENO Sr. RIVERA Con profundo sentimiento comunicamos a nues- tros lectores el inesperado fallecimiento del querido compañero, Manuel Jesus Rivera, acaecido el 8 de Octubre del corriente año en la ciudad de Curicó. Profesor de Estado en la asignatura de Ciencias Naturales desde mui jóven, profundizó mas tarde en Estados Unidos 1 Europa, sus conocimientos adqui- ridos en el Instituto Pedagójico; publicó numerosos Estudios de Biolojía Animal i Vejetal en diversas Revistas nacionales, i prestó verdaderos servicios a la Enseñanza Oficial, particularmente como Cate- drático en el Instituto Agrícola de Santiago. Actualmente profesaba en dicho Instituto un Cur- so de Entomolojía Aplicada a la Agricultura, 1 des- plegó en este puesto una actividad científica incan- sable, rara vez vista entre nosotros. La prematura desaparicion del Señor Rivera significa una pérdida, tanto mas sensible e irrepara- ble, cuanto que Chile es mas escaso en hombres de Ciencia que en otros elementos de Grandeza. Eramos sus amigos, el Museo Nacional ya lo habia llamado a su seno, pidiendo para él la crea- cion del Departamento de Aracnolozía e Insectos dañinos, 1 mos duele su pérdida, como desgracia propia. Paz en su sepulcro! Gloria a sus cenizas! Museo Nacional de Santiago, Octubre, 1910. B: Otijapa B: 15) 15) RELACIONES CIENTÍFICAS El Museo Nacional de Santiago está en Correspondencia 1 Canje con los principales servicios de la República, Museos, Uni- versidades, Sociedades de Historia Natural del Antiguo i Nuevo Continente, Centros Científicos 1 Sociales, la Prensa 1 Particula- res Nacionales y Estranjeros, alcanzando el número de sus rela- ciones científicas a mas de 900, repartidas en la forma que sigue: A.—CHILE I—Presidencia i Consejo de Estado 1 S. E. el Presidente de la República. 2 Don Vicente Aguirre Várgas, Compañía 1679. » Ramon Barros Luco, Santo Domingo 714. 3 4 » Ventura Blanco Viel, Agustinas 571. 5» Pedro Bannen, Avenida España 524. 6» Emilio Bello Codecido, Calle Moneda. 7» Javier A. Figueroa, San Antonio 231. S » Enrique Mac-lver, Merced 542. 9 » Juan Antonio Orrego, Huérfanos 1440. o.» Fidel Urrutia, Ejército 771. 11 » Miguel A. Varas, Amunátegui 50. 12 » Cristóbal Villalobos, Lira 428. II—Congreso Nacional 13 Biblioteca del Congreso. CÁMARA DE SENADORES 14 Don Arturo del Rio. 15 >» Jorje Buchanan. 16 » Enrique Mac-lver. 17 >» Rafael Balmaceda. 18 » Enrique Villegas. 19 » Ignacio Silva Ureta. 20 » Rafael Sotomayor. 21 » Joaquin Figueroa. 22 » Guillermo Rivera. 23 » Abdon Cifuentes. 23 » Vicente Reyes. 5 » José Tocornal. 6 » Joaquin Walker Martinez. 27 » Cárlos Aldunate Solar. 8 » Eduardo Charme. 29 » Ismael Valdes Valdes. 3o ». Fernando Lazcano. 31 » Leonidas Vial 32 » Pastor Infante. 33 » Arturo Besa. 34 » Domingo Fernández Concha. 35 » Elias Balmaceda. 36 » Gonzalo Urrejola. 37 » Javier Eyzaguirre E. 38 » Juan Luis Sanfuentes. 39 » Ramon Subercaseaux. 40 » Luis Devoto. 41 » Juan Castellon. 42 Don Luis Antonio Vergara. 4A3 » Dario Sánchez M. 44 » José Francisco Fábres. 45 » Ricardo Matte Pérez. CÁMARA DE DIPUTADOS 46 » Pedro Araya. A7 » Oscar Viel Cavero. 48 » Eduardo Délano. 49 » Lindorfo Alarcon. 5o » Francisco de Paula Pleiteado. 51 » Javier Gandarillas. 52 » Bruno Serjio Pizarro. 53 >» Luis Vicuña Cifuentes. 54 » Enrique A. Rodriguez. 55 » Guillermo Echavarría. 56 » Luis Eguigúren V. 57 » José Victorino Varela. 58 >» Ramon Corbalán Melgarejo. 59 ». Marcial Rivera A. 60 » Manuel Espinosa Jara. 61 » Jorje Matte. 62 » Enrique García Huidobro. 63 >» Luis Enrique Campillo. 64 » Manuel Rivas Vicuña. 65 » Enrique Bermudez. 66 » Alberto Edwards. 67 » Alfredo Rodriguez R. 68 » Bonifacio Veas. 69 » Jorje Ariztia. 70 » Agustin Edwards. 71 >» Rafael Lorca. 72 » Adolfo Armanet. 73 » Ricardo Cox Mendez. — 341 — 74 Don Agustin Gomez García. 75». Maximiliano Ibáñez. 76» Armando Quezada A. 77 » Eduardo Ruiz Valledor. 78 » Guillermo Tagle Cárter. 79 » Zenon Torrealba. So » Enrique Morandé. 81 » Manuel García de la Huerta. 82 » Arturo Urzúa Rojas. 83 » Alejandro Huneeus. 84 » Baltazar Villalobos. 85 » Gonzalo Echenique. 86 »- Cárlos Larrain C. 87 » José Pereira. 88 » José Maria Bustos. 89 » José Francisco Echáurren. go » Francisco Echenique. 91» Maximiliano Roldan. 92 » Arturo Alessandri. 93 » Manuel J. Correa. 94 » Abraham Ovalle. 95 » Samuel González Julio. 96 » Belfor Fernández. 97 » José Manuel Pozo. 98 » Francisco A. Encina. 99 » Luis Pereira l. 100 » Guillermo Ramírez Sanz. 101 » Alejandro Rosselot. 102 » Cárlos Balmaceda. 103 » Roberto Arellano. 104 » Pedro García de la Huerta. 105 » Emiliano Figueroa. 106 » Cárlos Maira. 8 107 » Fidel Muñoz Rodríguez. | 108 » Guillermo Subercaseaux. Bi 109 Don Alfredo Barros E. TIO Ramon Leon Luco. Luis Serrano A. Darío Urzúa. Enrique Oyarzún. Enrique Zañartu Prieto. Malaquias Concha. Samuel Bambach. Aníbal Rodríguez. Víctor V. Robles. Manuel Gallardo González. Luis Izquierdo. Víctor Rios Ruiz. Ponciano Dávila Vicuña. Pedro N. Montenegro. Mariano Palacios. Miguel A. Urrutia. Alfredo Irarrázabal Zañartu. Luis Alfredo Rivera. Cornelio Saavedra M. Ascanio Bascuñan S. M. César A. Sanhueza. Paulino Alfonso. Cárlos Mohr. Anibal Mena. Agustin Correa Bravo. Miguel Varas V. lenacio García Sierpe. Guillermo Pereira 1. Néstor Sánchez. Sa III.—Ministerio del Interior 139 Sr. Ministro. INTENDENCIAS I GOBERNACIONES 140 Intendente de Tarapacá. 141 » de Tacna. 142 » de Antofagasta. 143 » de Atacama. 144 » de Coquimbo. 145 » de Aconcagua. 146 » de Valparaiso. 147 » de Santiago. 148 » de O'Higgins. 149 > de Colchagua. 150 » de Curicó. 151 » de Talca. 152 » de Linares. 153 » de Maule. 154 » de Ñuble. 155 » de Concepcion. 156 » de Arauco. 157 » de Bio-Bio. 158 > de Malleco. 159 » de Cautin. 160 » de Valdivia. * 1ÓI » de Llanquihue. 162 » de Chiloé. 163 Gobernador de Magallanes. 163 bis » de Arica. 164 » de Pisagua. 165 » de Tocopilla. 166 » de Taltal. 167 Gobernador de Freirina. 168 » de Vallenar. 169 » de Chañaral. 170 » de Mlapel. 171 » de Combarbala. 172 » de Ovalle. 173 » de Coquimbo. 1/74 » de Elqui. 175 » de Los Andes. 176 » de Putaendo. 177 > de Ligua. 178 » de Petorca. 179 » de Casablanca. 180 » de Limache. 181 » de Quillota. 182 » de Victoria. 183 » de Melipilla. 184 » de Cachapoal. 185 » de Maipo. 186 » de Caupolican. 187 » de Vichuquen. 188 » de Santa Cruz. 189 » de Curepto. 190 » de Lontué. 191 » de Parral. 192 » de Loncomilla. 193 » de Itata. 104 » de Constitucion. 195 » de Chanco. 196 » de Yungal. 197 » de Búlnes. 198 » de San Cárlos. 199 » de Lautaro. 200 » de Talcahuano. 201 » de Rere. de Cañete. de Arauco. de N acimiento. de Mulchen. de Traiguen. de Collipulli. de Mariluan. de Imperial. : de Laima. ide La Union. dde Carelmapu. de Osorno. de Castro. de Quinchao. pa o j , ' ve 0 HIJIENE — 0 SERVICIO DIPLOMÁTICO 1 CONSULAR DE CHILE EN EL ESTRANJERO 1.—LEGACIONES ALEMANIA 225 Berlin.—Enviado Estraordinario i Ministro Plenipoten- ciarlo. ARJENTINA 226 Buenos Aires.—Enviado Estraordinario 1 Ministro Ple- nipotenciario. AUSTRIA-HUNGRÍA 227 Viena.—Encargado de Negocios ad 2nte7727. BÉLJICA 228 Bruxelles.—Enviado Estraordinario 1 Ministro Plenipo- tenciario. BOLIVIA 229 La Paz.—Enviado Estraordinario 1 Ministro Plenipoten- ciario. ERASIL 230 Rio Janeiro.—Enviado Estraordinario i Ministro Plenipo- tenciario. 231 232 233 234 235 236 237 238 ; Si COLOMBIA Bogotá.—Ministro Residente. ECUADOR Quito. —Enviado Estraordinario 1 Ministro Plenipoten- ciario. ESPAÑA Madrid.—Ministro Residente. ESTADOS UNIDOS DE NORTE-AMÉRICA Nueva York.—Enviado Estraordinario 1 Ministro Pleni- potenciario. FRANCIA Paris. —Enviado Estraordinario i Ministro Plenipoten- clario. GRAN BRETAÑA Lóndres.—Enviado Estraordinario 1 Ministro Plenipo- tenciario, ITALIA Roma. —Enviado Estraordinario i Ministro Plenipoten- ciario. JAPON Tokio.—Enviado Estraordinario i Ministro Plenipoten- clario. IAS 7 MÉJICO 239 Méjico.—Enviado Estraordinario i Ministro Plenipoten- clario. PANAMÁ 240 Panamá.—Enviado Estraordinario 1 Ministro Plenipoten- ciario. PERÚ 241 Lima.—Enviado Estraordinario 1 Ministro Plenipoten- ciario. SANTA SEDE 242 Roma.—Enviado Estraordinnario i Ministro Plenipoten- ciario. VENEZUELA 243 Caracas.—Ministro Residente. 2 CUERPO CONSULAR Consulados Jenerales de Profesion EUROPA 244 Consul en Italia. 245 » en Alemania. 246 >». en Francia. 247 » en Inglaterra. 248 » en Béljica. AMÉRICA ¡ t E el Did | en Estados Unidos de América. en el Ecuador. 0 A Y A y en Bolivia. ip NI E EEES : Consulados 4 Particulares de Profesion l ¡[EUROPA t lv y 2 en el Havre. en Lóndres. e Burdeos. en Bremen. re LLO, , -n Cristianía. OCEANIA. SAT ENANOS AMÉRICA 267 Cónsul en Panamá. 268 » en Buenos Aires. 269 » en Neuquen. 270 » en San Francisco de California. 271 » en Chiclayo. 272 » en Montevideo. 273 >». en Salaverry. 274 » en Mollendo. V.—Ministerio de Justicia 275 Sub-secretario. 276 Jefe de la Penitenciaría i Presidio de Mas Afuera (Juan Fernández). . VI.—Ministerio de Instruccion Pública 277 Sr. Ministro. S 278 » Sub-secretario. UNIVERSIDAD 279 Rector de la Universidad. 280 Secretario Jeneral. 281 Archivo i Seccion de Canjes. 282 Decano de la Facultad de Medicina 1 Farmacia. 283 Director de la Escuela de Matronas. 284 Director de la Escuela de Dentística. 5 Decano de la Facultad de Ciencias Físicas i Naturales. 6 Decano de la Facultad de Filosofía i Humanidades. 287 Director del Instituto Pedagójico. 8 Director de la Escuela de Bellas Artes. An ” o Miembros del Consejo de Instruccion Pública 289 Decano de la Facultad de Teolojía. 290 Decano de la Facultad de Leyes 1 Ciencias Políticas. 2090-bis Decano de la Facultad de Filosofía i Humanidades. 291 Rector del Instituto Nacional. 292 Don Manuel Salas Lavaqui, miembro nombrado por el Supremo Gobierno. 203 » José A. Alfonso, miembro nombrado por el Supre- mo Gobierno. 294 » Francisco Antonio Concha Castillo, miembro nom- brado por el Supremo Gobierno. 295 » Gaspar Toro, miembro elejido en Claustro pleno. 206 » Armando Quezada Acharanm, miembro elejido en Claustro pleno. Facultad de Medicina i Farmacia (MIEMBROS DOCENTES I ACADÉMICOS) 207 Don Roberto Aguirre Luco. 2098 » Gregorio Amunátegui $. 299 » José María Anrique. 300 » David Benavente. 301 » Ventura Carvallo. 302 » Máximo Cienfuegos. 303 »' Mamerto Cádiz. 304 » Daniel García Guerrero. 305 » Adeodato García V. 306 » Cárlos Ghigliotto. 307 » Cornelio Guzman. 308 » Vicente Izquierdo. 309 » Cárlos Ibar. 310 » Federico Johow. 311 Don Víctor Kórner. 312 » Joaquin Luco. 313 >» Octavio Maira. 314 >» JuanB. Miranda. 315. » Teodoro Múhm. 316 ». Caupolican Pardo Correa. 317 » Luis Puyó Medina. 318 » Alejandro del Rio. 319 » Francisco Servat. 320 » Lucas Sierra. 321 » Max. Westenhoeffer. 322 » Ramon Corvalan Melgarejo. 323 » Benjamin Manterola. - 324 » Guillermo Middleton. 325 » Augusto Orrego Luco. 326 » Francisco Puelma Tupper. 327 » Daniel Rioseco. 328 » Alcibíades Vicencio. 328-bis Don Eduardo Moore. Facultad de Ciencias Físicas i Matemáticas (MIEMBROS DOCENTES 1 ACADÉMICOS) 329 Don Alberto Cruz Montt. 330 » Adrian Edwards. 331. » José Forteza 332 » Cárlos Malsch. 333 >» Francisco Mardónes 334 » José Abelardo Pizarro. 335 » Alberto Obrecht. 336 » Arturo Salazar. 337 >» Domingo Víctor Santa María. 338 » Cárlos Sánchez Cruz. 339 >» Luis Schmidt. 340 >» Julio Schneider. (95) ¡070 ¡957 341 Don Arturo Titus. 342 » Rojerio Torres. 343 » Roberto Torretti. 344 » Manuel Trucco. 345 » Luis L. Zegers. 346 » Guillermo Ziegler. 347 » Fernando Montessus de Ballore. 348 » Federico Ristenpart. 349 » Cárlos Gregorio Avalos. 350». Manuel Salustio Fernández. 351 » Wáshington Lastarria. 352 » Ricardo Poenisch. 353 >» Diego A. Torres. 557 » Ismael Valdes Valdes. Facultad de Filosofía i Humanidades (MIEMBROS DOCENTES I ACADÉMICOS) 358 Don Federico Hansen. 359 » José Toribio Medina. 360 » Juan Steffen. 361 » Guillermo Mann. 362 » Rodolfo Lenz. 363 » Luis Barros Borgoño. 364 » Claudio Matte. 365 » Gonzalo Búlnes. 266 » Vicente Aguirre Várgas. 367 » Julio Montebruno. 368 » Francisco Valdes Vergara. Liceos de Hombres (Profesores de Ciencias Naturales) ETICEO"DE' TACNA 369 » Nicanor Reinoso. 370 374 375 376 377 378 579 380 381 382 383 384 a Don Prudencio Alvarez. Biblioteca. LICEO DE IQUIQUE Don Baldomero Wolnitzki. Biblioteca. LICEO DE ANTOFAGASTA Don José Antonio González. Biblioteca. LICEO DE TALTAL Don Julio Riffo B. Biblioteca. LICEO DE COPIAPÓ Don Aníbal Cobo. » Francisco Zambrano. Biblioteca. LICEO DE LA SERENA Don Francisco Fuentes. Biblioteca. LICEO DE OVALLE Don Pedro N. Opazo. Biblioteca. LICEO DE VALPARAISO 1] ee QUILLOTA a — 356 — 309 Don Jerman Wieghardt. 400 » Cárlos Ugarte Jiménez. 401 » Belisario Díaz Ossa. INTERNADO BARROS ARANA 402 Don Rojelio Sánchez. 403 >» Francisco Lara, 404 » Alfredo Campaña. 405 Biblioteca. LICEO DE APLICACION 406 Don Cárlos Silva Figueroa. 407 » Adrian Soto V. 408 Biblioteca. LICEO MIGUEL L. AMUNÁTEGUI 409 Don Roberto Burr. 410 » Ernesto Melo. 411 Biblioteca. LICEO SANTIAGO 412 Don Cárlos Fernández Peña. 413 Biblioteca. LICEO MANUEL BARROS BORGOÑO 414 Don Luis Torres Pinto. 415 Biblioteca. LICEO DE RANCAGUA 416 Don Julio Escudero M. 417 A18 419 . 420 421 422 423 424 425 426 427 428 429 430 SIS Biblioteca. LICEO DE RENGO Don Salustio Calderon. Biblioteca. LICEO DE SAN FERNANDO Don Juan A. O'Donovan. Biblioteca. LiCEO DE CURICÓ Don Rafael A. Correa. Biblioteca. LICEO DE TALCA Don Agustin García. Biblioteca. LICEO DE LINARES Don Cárlos Pincheira. Biblioteca. LICEO DE CAUQUENES Don Miguel A. Lois. Biblioteca. LICEO DE CONSTITUCION Don Leoncio Rodríguez Señoret, . 43 432 433 434 435 436 437 438 439 440 443 444 445 Biblioteca. LICEO DE CHILLAN Don Narciso Tondreau. Biblioteca. LICEO DE CONCEPCION Don Marcial Espinosa. » Edmundo Larenas. Biblioteca. LICEO DE TOMÉ Don Vicente A. Palacios. Biblioteca. LICEO DE LOS ANJELES Don Ruperto Banderas. Biblioteca. LICEO DE ANGOL Don¡Lúcas Mellado. Biblioteca. LICEO DE TEMUCO Don Rodolfo Poblete N. Biblioteca. LICEO DE TRAIGUEN Don Gustavo Vera. a LICEO: DE OSORNO 451 De Abraham Gajardo DA - Biblioteca. ; 529 530 531 532 533 534 535 536 537 538 539 540 541 542 543 544 545 547 547 548 549 550 551 552 353 — 360 — Biblioteca del Instituto Nacional, Biblioteca de Valparaiso. Biblioteca de Concepcion. Museo de Valparaiso. Museo de Concepcion. Jardin Botánico. Observatorio Astronómico. Comision Permanente de Bellas Artes. Biblioteca de Escritores de Chile. Visitador de los Establecimientos de Instruccion Espe- cial, don Enrique Matta Vial. ; Instituto Comercial de Santiago. Instituto Comercial de Valparaiso. Instituto de Educacion Física. VII.—Ministerio de Hacienda Señor Ministro. VIII.—Ministerio de Guerra Señor Ministro. Cirujano Jefe del Ejército. Academia de Guerra. Escuela Militar. Museo Militar. 1IX.—Ministerio de Marina Direccion Jeneral de la Armada. Oficina Hidrográfica. Escuela Naval. Apostadero Naval de Talcahuano. Apostadero Naval de Magallanes. Gobernaciones Marítimas. 554 555 556 557 — 361 — Direccion del Territorio Marítimo. Escuela de Aspirantes a Injenieros. Escuela Náutica de Pilotines, Cirujano Jefe de la Armada. X.—Ministerio de Industria ¡ Obras Públicas 558 559 560 561 562 563 564 505 566 567 568 569 570 571 572 573 574 575 576 577 578 579 580 581 582 583 Señor Ministro. Inspector de Enseñanza 1 Fomento Agrícolas. Instituto Agrícola. Escuela Práctica de Agricultura de Santiago. Escuela Práctica de Agricultura de Talca. Escuela de Viti-vinicultura i Arboricultura de Cauquenes. Escuela de Agricultura e Industrias Animales de Chillan. Escuela Práctica de Agricultura de Concepcion. Escuela Práctica de Agricultura de Temuco. Administrador de la Quinta Normal de Santiago. Director de la Estacion Agronómica. Director de la Estacion de Patalojía Vejetal. Director del Hospital Veterinario. Agrónomo rejional de las provincias de Atacama a Val- paraiso. Agrónomo rejional de la segunda zona. Agrónomo rejional de la tercera zona. Profesor de Veterinaria de la tercera zona. Jefe de la Seccion de Aguas 1 Bosques. Oficina de Estadística, Publicaciones e Informaciones Agrícolas. Escuela de Minería de Copiapó. Escuela Práctica de Minería de la Serena. Escuela Práctica de Minería de Santiago. Museo Mineralójico. Sociedad Nacional de Minería. Escuela de Artes i Oficios. Inspeccion de Jeografía ¡ Minas. 504 585 586 587 588 589 590 591 592 593 594 595 596 597 — 362 — XI.—Centros Científicos 1 Sociales Centro Industrial 1 Agrícola. Instituto de Injenieros de Chile. Sociedad de Fomento Fabril. Sociedad Médica. Sociedad Nacional de Agricultura. Sociedad Nacional de Farmacia. Sociedad Nacional de Minería. Société Scientífique du Chili. Asociacion de Educacion Nacional. Sociedad de Instruccion Primaria. Centro de Estudiantes de Medicina. Club de la Union. Club Aleman. «Club Valparaiso», Valparaiso. 597-bis Biblioteca i Museo Popular, Antofagasta. 598 599 600 601 602 603 604 605 X11.-—Prensa El Mercurio. El Ferrocarril. El Diario Hustrado. La Union. La República. «El Sur», Concepcion. «La Union», Concepcion. «El Dia», Valparaiso. XIII.—Particulares 606 John A. Wolffsohm, Valparaiso, casilla 672. 607 608 Doctor Aureliano Oyarzún. Doctor Francisco Fonck, Quilpué. 609 Doctor Clodomiro Pérez Canto, he 610 Joaquin Fábres. 611 Mr. Jules Besnard. 2 612 Julio Philippi. 613 Doctor Otto Philippi. 614 Julio Vicuña Cifuentes. 615 Moises Várgas Molina. 616 Doctor Esperidion Vera, San Antonio de las Bodegas. 617 Doctor Antonio Dagnino, Buin. 618 Doctor Vicente Dagnino, Tacna. 619' Federico Videla, Jefe de la Estacion de Nos. 620 Cárlos Rahmer, Rancagua, Minas del Teniente. 621 Doctor Fermin Montero, Paredones, Estacion Poblacion. 622 Roberto Montt, Valparaiso. 623 Doctor Thierry, Valparaiso. 624 Doctor Hagnauer, » 625 Salvador Izquierdo. 626 Cárlos Lagarrigue, Nos. 627 Benjamin Matte, Guindos. 628 Alberto Bravo, Buin. 629 Santiago Toro Herrera, Santiago. 630 Miguel Fernández, Talca. 631 Arturo Toro Herrera, Rancagua. 632 Pedro Vicente Correa, San Fernando. 633 Doctor Manuel Acuña, Talca. 634 Doctor Francisco Hederra, Talca. 635 Ascencio Astorquiza, Villa Alegre. 636 Omer Huet, Quillota. 637 Dr. Eujenio Diaz Lira. 638 Juan M. Valle, Ferrocarriles del Estado, Valparaiso. 639 Manuel Barragan, Puerto Montt. 640 S. Bullock, Temuco, casilla 75. 641 Javier Larrain Irarrázabal, Amunátegui 224. 642 Juan Fleischmann, Santiago. 643 Párroco de Punta Arenas. 644 Dr. Jilberto Infante. 645 Lautaro Navarro Avaria, Punta Arenas. 646 Juan Anjel Villagran. 647 Augusto Klinke, Valdivia. 648 René Le-Feuvre. 649 Juan Dennis Lay. 650 Eduardo Poirier. 651 Luis Castillo, Seccion de Aguas i Bosques. 652 Ernesto Maldonado, Seccion de Aguas ¡ Bosques. 653 Dr. Narciso Briones. 653 Rafael Morales, Instituto Sud-americano. 654 Alejandro Fuenzalida Grandon, 656 Alejandro Horts, B.—ESTRANJERO I.—África (COLONIA DEL CABO) 1657 Cape Town.—«South African Museum». II.—Alemania 658 Berlin. —F. Fedde, Editor de Justs Botanischem Jahres- berich. —Deutech Wilmersdorf. 659 >» «Laboratorium € Museum». 660» «Mittellungen aus dem Zoologischen Museum Zu Berlin». COLA «Mitteilungen aus der Zoologischen Sammlung des Museums fúr Naturkunde». 662 Berlin.—«Naturae Novitates». 663 664 665 666 667 668 669 670 671 672 673 674 675 676 677 678 679 680 681 682 683 684 » «Zeitschrir fur Anthropologie Archaeologie und Urgeschichte». » «Deutsche botanische Gesellschaft». > «Mittellungen aus der Zoologischen Sammlung des Museums fúr Naturkunde». » «Archiv fúur Naturgeschichte. Claudiusstrasse 17». » «Naturhistorische Zeitschrift. Linnaea». Leipzig.—«Insekten Bórse». » «Englers botanische Jahrbúcher». Stettin.—«Stettiner Entomologische Zeitung». Kiel. —Estacion Zoolójica. (Zoologische Anstalt). Heligoland.—Estacion Zoolójica. («Zoologische Anstalt). Dresden.—Oscar Drude. Director del Jardin botánico. Hamburg.—Leonhard Lindinger. Freihafen 14.—Verz- mannkal. 111. —Arjelia Estacion Zoolójica.—Universidad de Arjelia. IV.—Arjentina Buenos Azres.—Museo Nacional. » Sociedad Médica Arjentina. » Division de Minas, Jeolojía e Hidrolojía del Ministerio de Agricultura, Mai- pú 1241. » Sociedad Científica Arjentina. — Calle Cevallos 369, » Enrique Hermitte. Maipú 1241. » Prof. Anjel Gallardo. La Plata.—Museo. » Biblioteca Pública. » Oficina Agrícola Ganadera, aiBlatar » «Revista del Centro Universitario». Facultad de Agronomía 1 Veterinaria. Córdoba.—Academia Nacional de Ciencias. Federico Kurtz. T. Stuckert. V.—Australia Sydney.—Australian Museum. «The Proceeding of the Linnean. Society of New South Wales». » Zoological Station. Melbourne.—National Museum. VI. —Austria-Hungria Wien. — Verhandlungen der K. K. Zoolog. Botan. Ge- sellschaft. > K. Naturhistorisches Hofmuseum. » Wiener Entomologischer Verein. » Kaiserliche Akademie der Wissenschaften. » Julius V. Wiesner, Profesor de Botánica. Budapest.—Internationale Ornitologische Gesellschaft. » «Termeszetrajzi Fúzeteko». Triest.—Estacion Zoolójica. (Zoologische Anstalt). Istrien.—Estacion Zoolójica. (Zoologische Anstalt). VII —Béljica Bruxelles. —Observatoire Royale de Beleique. » Musee du Congo, 41, rue de la Penipiere. » Societé Belge de Microscopie. » Societé Royale Linnéenne Bruxelles. > Societé Royale Malacologique de Belgique. » Societé Entomologique de Belgique. I I1.—Bohemia (Austria) ' ES zesellschaft fíwr Physeokratie in Búhmen. -IX.—Bolivia OY PR 5 Sociedad Jeográfica de La Paz. - Oficina Nacional de Inmigracion, Estadística i Propaganda Jeográfica. X.—Brasil a ego Museo Nacional. Sociedad de Mera e Cirujía. 17 Campinas.—Centro de Sciencias, Letras e Artes de Cam ol l XI.—Canadá = -XII.—Colombia o Rica 723 San José.—Instituto Físico 1 Jeográfico Nacional. XIV.—Cuba 724 Habana.—Biblioteca Nacional. z 725 Academia de Ciencias Médicas, Físicas 1 Mate- máticas de la Habana. 726 » «Revista de Ciencias». 727 » «Revista de Medicina i Cirujía». 728 » Laboratorio Histo-bacteriolójico. 729 > Universidad de la Habana. 730 > Museo Gundlach-Habana. XV.—Ecuador 731 Quito.-—Academia Ecuatoriana. SD «Anales de la Universidad Central del Ecuador». «Revista de la Escuela de Medicina». 733, Cuenca: 734 Guayaquil. —«Boletin de Medicina 1 Cirujía». 735 » «Boletin del Observatorio Meteorolójico de : Guayaquil». XVI.—España 736 Madrzd.—Museo de Historia Natural. 737 » «Anales de la Sociedad Española de Historia Natural». 738 > Revista Ibero-Americana de Ciencias Médicas. 739 » Anmjel Cabrera Latorre. 740 Barcelona.—«Real Academia de Ciencias i Artes de Barcelona». 741 » «La Medicina Científica en España». 742 Odon de Buen i del Clos.—Universidad de Barcelona. - Plaza del Rei, núm. 14. 743 Santander. —Estacion de Zoolojía Marina. Zoology». —Harward Zoological Station (University of : - Cambridge). 797 Cincirmatti, Journal of the Cincinnatti Society of Natu- : ral History. 74S : Chicago. —«Occational Memoirs of the Chicago Entomo- logical Society». The Chicago pea of Sciences. Natural History». pS «The Naturalist, Ferm and Fanciers Review». 5 2 New Vork. —Buffalo Society of N. Sciencies. - Botanical Garden. Bulletin of the American Museum of Natu- ral History. Science. 2 «New York State Museum». 757 Ad Lonis. William Tr elease, The Misouri ea: A Garden: 758 Philadelphia. — «Proceedings of the Academie Jof Natu- ral Sciences. y «The Nautilus». | ei ¿The Entomological Studens». The Microscopical Bulletin and Science 1% - News». «The Entomological News». «The Academy of Natural Sciences». —Californian Academy of Sciences. ana Stanford Junior University (Palo Alto de California). e O 766 Colorado.—University of Colorado. 767 Baltimore.—John Hopkins. University. 768 Woods Holl.—Zoological Station. 769 Rochester.—Journal of Applied Microscopy. 770 Washington.—Geological Survey of Washington. 771 » Biological Society of Washington. 772 » «Bulletin of the United States Fish Com- mission». 773 » «Annual report of the Bureau of Ameri- can Ethnology». 774 » «Annual report of the Bureau of Animal - Industry». 775 » «Annual report of the Smithsonian Insti- titution.» 776 » Smithsonian report of U. S. National Mu- seun. XVIII. —Filipinas 777 Manila.—Bureau of Science. 778 » Universidad de Santo Tomas. XIX.—Francia 779 Paris.—<«Annales de la Société Entomologique de France.» 780 >» «Annales de la Société Lennéene de Lyon.» 781 » «Bulletin du Museum d' Histoire Naturelle de Paris.» 782.» «Bulletin de la Société Entomologique de France.» TSE «Bulletin de la Société d'Hygiene de l'Enfance.» 784. > «Bulletin de la Société Geologique de France.» SI «Bulletin Vétérinaire.» 786.» «Comptes rendus hebdomadaires des séances de la Société de Biologie.» STAN «Journal d' Agriculture Tropicale. » 788 Paris. —«La Feuille des Jeunes Naturalistes.» 789 » «Le Micrographe Preparateur.» E GOL» «Le Naturaliste.» . OTIS «Le Mois Scientifique.» E ' a do 792» «¿Le Mois Médico Chirurgical.» : 793» «La Vie Médicale.» Re QA «La Chronique Médicale.» 795 >» «L'Intermediares des Biologiste.» ) 796. >» «L'Agriculture practique des pays chouds.» : y DOS «Revue Scientifique.» (Revise Rosse). a 798. > «Revue générale des Sciences pures et appli- 8 quées.» 799 >» «Revue des Revues Scientifiques. » E OA ««Revue Critique de Paleozoologie.» ; a Sor» RevueTl Ecole Antropologique de Paris. 802 Bordeaux.—«Actes de la Société Linnéenne de Bor- deaux.» : 803 » «Bulletin de la Société de Geograpie Commer- ciale de Bordeaux.» ; 804 ) «Procés-Verbauy de la Société Linnéenne de S - Bordeaux.» 805 Bologna.—«Moniteur de l'Electro-Homeopathie.» $06 Caen.—«Revue d Entomologie.» 807 Cahan-par-Athis.—«Revue Bryologique.» -808 Le Mans.—«Bulletin de l'Association frangaise de Botá- nique.» : , (o 809 » ¿Bulletin de lAcademie International de Geo- E 'graphie Botánique.» SO «Le Monde des Plantes.» De 811 Levallois.—«Annales de l'Association des Naturalistes de Levallois-Perret.» 812 Macon.—«Bulletin de la Société d' Histoire Naturelle de Macon.» | ás 813 ». «Le Journal des Naturalistes.» Marsella. o «Annales du Muséum d' Histoire Naturelle de Marseille.» Et. Jourdan, Laboratoire Marion. G. Darboux, Université. Alb. Vayssiere, Université. Pierre Stephan, Université. Mr. Briot, Université. Nantes.—« Bulletin de la Société des Sciences Naturelles de la France.» Narbonne.—«Miscellanea Entomologica.» Rennes. —«Bulletin de la Société Scientifique et Medica- Toulouse. » Besancon les 1'Ouest. » «Revue Vétérinaire.» «Musée d Histoire Naturelle.» —Musée Archéologique. ESTACIONES ZOOLÓJICAS MARÍTIMAS Estacion Zoolójica de Portel (Universidad de Lille). de Sables-d'Olonne. de Arcachon. de Boulogne-Sur-Mer. de Concarneau (=Dependencia del Colejio de Francia). de Wimereux (Universidad de Lille). de Roscoff (Universidad de Paris). de Saint Vaast la Hougue (Museum de Paris). E de Banyuls (Universidad de Paris). de Tamaris (Universidad de Lyon). d'Endonme (Universidad de Mar- sella). de Cette (Universidad de Monpellier). de Luc-sur-Mer (Universidad de Caen). a Society of London. «The Journal of the Linnean Society». 7 «The Museums Journal». Botanical arden of Kew. uc «The Trish Naturalist». o Station. ! on ia a ; cc | » Academia E roténalEa! XXI —Holanda Ñ a A E + FE O XXIV —India Británica 857 Bombay. —«The Journal of the Bombay Natural History Society». 858 Calcuta.—Indian Museum. 859 » «Journal of the Asiatic Society of Bengal». XXV —Islas Baleares 860 Palmas de Mallorca.—Laboratorio Zoolójico Marítimo (Universidad de Barcelona). XXVI. —Italia 861 Bologne.—Reale Accademia delle Scienze. 862 Florencir.—«Atti et Annali della -Societáa Toscana- di Scienze Naturali». 863 » Bolletino della Societá Entomológica Italiana. 864, » Labori Eseguiti nel R. Orto Botánico di Fi- renze. 865 Fenova.—«Annali del Museo Cívico di Storia Naturale di Genova». 866 Milano. —Atti della Societá Italiana di Scienze Naturale. S66-bis >» Laboratorio di Zoologia Generale e Agraria. 867 Napolh.—Estacion Zoolójica. (Station Zoologique). 868 » Real Academia de Ciencias. (KR. Accademia delle Scienze). S69 » «Bolletino della Societa di Naturalisti in Na- poli». 870 Padua.—Atti della Societá Veneti-trentina di Scienze Naturali. 871 Róma.—«Cronache della Civilta Elleno-Latino». S2I «Bolletino della Societa Zoologica Italiana». 873 Szena.—Bulletino del Naturalista. 874» «Revista Italiana de Scienze Naturali». NO An 875 Zorino.—«Bulletino dei Musei di Zoología et Anatomía Comparata della R, Universitá de Torino». XXVII.—Méjico 876 Méjzco.—Museo Nacional. 877 » Instituto Médico Nacional. 878 » «Boletin de la Comision de Prasitolojía Agrí- cola». 879 » «Boletin del Instituto Jeolójico de Méjico». 880 » «Boletin de la Sociedad Astronómica de Mé- jIico». 881 » «Crónica Médica Mejicana». 882 » «El Estudio». 833 » «La Ciencia Popular». 884 » «La Escuela de Medicina». 885 > _<«Memorias 1 Revista de la Sociedad Científica Antonio Alzate». 886 Toluca.—«Boletin del Instituto Científico 1 Literario Por- firio Díaz». XXVII.—Noruega 887 Flodevigz.—Estacion Zoolójica. (Biologische Meerestation. 888 Bergen.—Estacion Zoolójica. tion). 889 » Museums Aarbog. 890 Drobakr (Cristianía).—Estacion Zoolójica. XXIX.—Paraguai 891 Asuncion.—«Revista de Agronomía i de Ciencias Apli. cadas». 892 » «Revue Mensuelle du Paraguai», — 376 — XXX.—Principado de Mónaco 893 Musée Oceanographique. 894 895 896 897 898 399 900 go1 902 903 904 905 906 XXXI -—Perú Liíma.—Boletin del Cuerpo de Injenieros del Perú. » Boletin de la Sociedad Jeográfica de Lima. > «Revista de Ciencias». > Anales de la Universidad Mayor de San Marcos de Lima. XXXII. —Portugal Coimbra. —«0 Instituto». , Lisboa.—Broteria.—Revista de Sciencias Naturaes do Collegio de S. Fiel. XXXIT.—Rusia Moscou.—«Bulletin de la Sociéte Imperiale des Natura- listes de Moscou». » «Le Physiologiste Russe». Solowetzk (Mar Blanco). —Station Zoologique. Odessa (Mar Negro). —Station Zoologique. Sebastopol.—Station Zoologique. E San Petersourgo.—Imperatorskij S. Peterburgskiz Uni- versitet. XXXIV.—San Salvador San Salvador:—Museo Nacional. » «La Universidad». » «Boletin de Agricultura». de (es í pt 7 Kongliga svenska Vetenskaps- -Alkademius - Handlingar. a Universitat. Station Zoologique. AXXVI Suiza Balli de la Sal Vandoise des Science _Naturelles». pe y Bulletin des travaux de les Société Botanique de co o - Museo. Decenal SÍ Anales de la Universidad. ADDENDA Cuando la lista preinserta estaba ya en ¡gran parte impresa, recibimos comunicaciones de varjos centros científicos 1 hom- bres de ciencia que se interesan por nuestro intercambio de pu- blicaciones 1 ejemplares duplicados. Damos en seguida estas nuevas direcciones que no alcanzamos a incluir en su lugar co- rrespondiente; 917 Africa Kimberley —Alexander Mcgregor Memorial Museum. Alemania Berlin.—Museum fur Volkerkunde s. Kgl. Museum. Gottingen.—Georg August.—Universitats. > Kónigl. Universitáts.—Bibliothek. Erlanger.—Kónigl. Universitats.—Bibliothek Erlanger. Hamburg. —Hamburgische Museum fur Volkerkunde. Fena.—Dr. Georg Gótz.—Universitáats.—Philosohpische fakultat. Nurnberz.—Naturhistorische Gesellschaft. Minchen.—Dr. Walter Schmann. - Arjentina La Plata.—D. Félix H. Outes. nstituto Histórico i Jeográfico de Sao Paulo. España : ds Dr. Arturo Bofill i Poch, «Museo Martorell». 929 Granada. Biblioteca Universitaria i Provincial. 930 Madrid. —Direccion Jeneral del Instituto Jeográfico 1 És. tadístico, Ministerio de Instruccion Pública. > Estados Unidos 931 Ann Arbor — University of Michigan. )32 a (California) —University of California. ae —State Library of Pennsyl- vania. : cia Núl a e 936 Saa Ouen o —Musée Lecuyer. rán Srs University Museum of Archaelogy and ot - e inoleey 939 940 943 944 945 946 — 380 — Italia V¿cenza.—Museo Cívico. Ferrara.—Libera Universitá di Ferrara. Méjico Meéjzco.—Consejo Superior de Salubridad de Méjico. Perú Cuzco.—D. Alberto Gadea, Catedrático de la Univer- sidad. Polinesia Vew Zealand.—Canterbury Museum, Christchurch. Portugal Lisboa.—Bibliotheca Nacional de Lisboa. Suecia Stokholim.—Naturhistoriska Riksmuseum. Upsala.—Bibliotheque de Université Royale. pr Dr. Heinrich Swoboda. a — Wien. —Aus- IO — 382 — Dr. Paul Ganz. Basel.—Suiza (Schweiz). 11 Julius v. Schlosser, durch Klinkhard. Leipzig.— Alemania. 12 13 14 15 16 17 18 19 Dr. W. Foy.—Museum fúr Vólkerkunde.—Cóln.—Alema- nía. Bernhard Hage.—Frankfurt. Artur Speyer.—Strassburg. R. Schatzschneider. Weissensee b. Berlin. Lehderstr. 39/41. Georg Reimer.—Berlin W. 35. Ludwig Glenk. Unter den Linden 59.—Berlin N. W. 7. Dr. Sophus Múller. Nationalmuseum von Kopenhagen.— Danemark. Dr. Otto Luitpold Yiriczek. Universitat Breslaw.— Ale- manla. Max Hopmann, Gerolstein i. Eifel.—Alemania. J. F. G. Umlauff Naturalienhandlung.—Hamburg.—Alema- nia. paa H. Saenger.—Berestr. 16—20.—Hamburg.—Alemania. Karl Koetschau.—Berlin W. 35. Dr. Anton Johm. Braunau, Florianusplatz 171.—Bóhmen Austria. : Anton Gúnther.—Zippelhaus 8. Hamburge.—Alemania. Dr. Spiridion Brusina.—Zagreb. (Agram).—Austria Hun- ería. Eduard Anton'sche Buchhandenng. Halle a/S. Barfusserstr. 1.—Alemania. F. A. Brockhaus.—Leipzig. Alemania. Gesellschaft fúr Erdkunde. Berlin S. W. 48. Wilhelmstr. 23.—Alemania. Prof. Grobben.—K. K. Zoolog. Institut. Wien.—Austria. Dr. O. Hebel. Geschaftsfuhrer des Vereins fur Naturkunde. Kassel.—Alemania. Dr. H. v. Yhering. Sao Paulo.—Caixa 500.—Brazil. Dr, R. Jannasch.—Lutherstr. -5.—Berlin W. Dr. W. Junk- Rathenowerstr. 22.—Berlin N. W. 54 PISOS Dr. L. Kny.—Wilmersdorf.—Berlin. Kaiser-Allee 186/7.— Alemania. Dr. C. Menke. Chicago.—U. $. A. Dr. Fritz Mayer. Freiburg 1. Breisgau. Schoneckerstr. 4.— Alemania. G. Th. Reichelt.—Rheinfelden.—Schweiz. Dr. Ludwig Radelkofer. Karlstr. 20.—Múnchen. Dr. Franz Steindachner. W. M. Akad. Wien.—Austria. Dr. lenaz Urban Grúnewaldstr. 6-7.—Berlin W. 30. Edouard Janezewski.—Prof. a 1 Université de Cracovie.— Polonia. Verein fur Naturforschende Freunde.—Berlin. Wetterauische Geselleschaft fúr gesammte Naturkunde. Rheinische Naturforschende Gesellschaft.—Mainz. Naturwissenschaftlicher Verein.—Hamburg. Naturforschende Gesellschaft.—Halle. Dr. Carl Ochsenius.—Marburg.—Provinz Hessen—Nassau. Verein fur Kunde der Natur zu Hildesheim. Senkenbergische Natur Gesellschaft. —Frankfurt a/M. Zoolog. Mineralóg. Verein in Regensburg. Polichia.—Pfalz. Verein fur Erdkunde.—Dresden. Berliner Gesellschaft fur Anthropologie, Ethnologie u. Ur- geschichte. Internationale Ornithologische Gesellschaft. —Berlin. Verein fúr Erdkunde zu Leipzig. Deutsche Botanische Gesellschaft.—Berlin. Internationale Ornithologische Gesellschaft.—Budapest.— Austria. Universitat, Berlin.—Alemania. » Minchen, » ; > Dresden, » > ' Jena, » » Góttingen, » » Konigsberg, » Universitat Breslau. — Alemania. » Greifswalden, » » Strassburg, » » Leipzig, » » Marburg, > » Bonn, » > Wien—Austria.— Dr. Enz—Solothurn—Schweiz (Suiza). Naturforschender Verein—Solothurn (Suisse). Dr. Ing. G. Kóhler. Konigl. Bergakademie Klausthal. Harz. Nordiska Museum. Stockholm, Suecia. Karl J. Trúbner—Minerva—Herausgeber. Strassburg. Emil Zarncke. Hamburg—Postfach 6, Alemania. Dr. Emilio Bóse—Sociedad Científica Antonio Alzate, Mé- jico, Herausgeber der «Neues Jahrbuch der Mineralogie—Stutt gart. Alem. Herausgeber «Petermanns geographische» Mitteilungen— Gotha. Alem. Herausgeber der «Zeitschrift fir die gesammten» Naturwis- senschaften—Halle.— Herausgeber der Zeitschrift «Das Ausland» Stutteart— Alemania Herausgeber der bot. Zeitschrift «Gartenflora»-—Berlin. Dr. Gustav Steinmann. Frezburg 1 Br. Alemania. Herausgeber der Verhandlungen der K. K. Zoolog. bot. Gesellschaft —Wien. Austria. ; Herausgeber der Berichte der Deutschen bot. Gesellschaft. Berlin. Herausgeber des Zoologischen Gartens Frankfurt a/M. Herausgeber der Zeitschrift «Globus», Braunschwelg-Ale- mania, Herausgeber der Zeitschrift «Deutsche Erde»—Gotha— Alemania. o . S Múller—Frelbur Br. Dr. Lendl Adolf Urmack Budapest TI al Donáti utcza 7 e oz Austria, NN 99 Roberto. Lehmann Nitsche-—Museo ón Plata a Arjentina). ES) or 4 4 du E 106 St Gallische Naturfórschénde bea =- St. Gales MS ntcioN 107 Naturforschende Gesellsch safe des Omaha Zu eau, e Sc welzks 108 Schweizer Heraldische Gesellschaft—Bern. Suisse. 109 Schweizer Zoologische Gesellschaft—-Zúrich, Suisse. 1 10 Schweizer Entomologische Gesellschaft Zurich, Suisse. y Stiftsobergymnasium der Benediktinerzu Braunan. Bóhmeny Austria. 5 i 124 125 Dr. Carl Burckhardt. Instituto Geológico de Mégico D. F 5.2 del Ciprés 2728. Dr. Anton Collin. Berlin. Dr. Louis Darapsky—Kirchenallee 43 11 Hamburg. Prof. Dr. XK. W. Dalla Torre—Innspruck—Tirol-Austria. Per Dusén (Geologiska Byrau-Stockholm) Consulado Geral. da Suecia e da Noruega-Rio Janeiro. Felix L. Dames-Landgrafenstrasse 12—Berlin, W. 62. Karl Dernedde, Sedanstrasse 3. Hannover. Wilhelm Fórnlein, Ratenhausen (Bayern). Zahn € Jansch, en venta la («Flora de Chile»), Dresden A. Waisenhausstr. 126 Julius Fohr, Feldstr. 19. Bremen. 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 Luis Goldsack. Mendoza. Prof. Enrico Giglioli.—Firenze (Italia). Prof. Dr. Julius Hann, Hohe Warte 38. Wien XIX. Dr. G. Heck.—Dir. Zool. Gartens, Berlin, Kurfúrsten damm 9/11. Dr. FE. Hock.—Luckenwalde. —Alemania, G. Hieronymus.—Grunewaldstr 6-7. Berlin. Matilde v. Harlessem.—Hildesheim.—Goslarsche Strasse 1 Dr. med W. Horn. Pariserstr. 59, Berlin, W. 15. Eugen Kittel, Oberbaurat.—Hohenheimerstr. 67. Stuttgart. Prof. Rudolf Kittel, Breslau. Mauritiusstr. 16 II. Dr. Richard Kiepert. Lindenstr. 11. Berlin. S. W. Martin Koppe.—Landeerichtsrath. Sedanstr 47. Hannover. Prof. Dr. Fritz Kránzlin, Klosterstr. 73.—Berlin C 2. Prof. Dr. Chr. Lútken.—Kopenhagen, Dir. Zool. Mus. Da- nemark. Dr. Muller. —Linnaea.—Luisenplatz 6 (Naturhist. Institut) Berlin. : Prof, Dr. Nehring. Neue Invalidenstr. 42. Berlin. Dr. Otto Múller.—Kurneumárkische Darlehnskasse Berlin W. 8 Wilhelmplatz n.o 6. 4 Dr. Otto Nordenskjold.—Eksjo.—Schweden. 145 146 a Prof. Dr. F. W. Neger.—Forstakademie.—Tharandt i/ Sachsen. Alemania. Dr. Wilhelm Ohnesorge. — Osterstr. 50. Eimsbúttel b/ Hamburg. 147 Johann Pólgar.—Mezlem, post acsád, Eisenburger Comitat. 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 104 165 166 167 168 169 170 171 — Hungría. Dr. Albert Plagemann. St. Georg b/ Besenbinderhof n2 68. Hamburg. H. Carl Dahms, Kantstr 118/1109, Charlottenburg.—Ale- mania. Santiago Roth, Ingeniero.—Morelia, Est. Michoacán.— México. Oskar Rothacker, Friedrichstr. 105 A. Berlin N. Dr. Anton Reichenow. n% 4. Invalidenstr 53.— Berlin. H. Fólsche u. Martin, Dorenhof 71.—Hamburg. Wilhelm Schlúter, Ludwig Wuchererstr 9. Halle a/S. Pfarrer W. Slúyter, Sperenbere b/ Zossen, Prov. Branden- burg. Pastor Rudolf Schulz, Langengrassau b. Halle a/S. Ingenieur Wolfart.—Stitzenburgerstr 21 111. —Stuttgart. Dr. Leo Wehrli Culmannsstr. 12. Zúrich IV. Luis Wachowski. Dresden A. 14 Bismarkplatz 9 II. Dr. Otto Witte, Wernigerode a/H. Dr. Karl Woermann.—Dresden.—Alemania. Dr. F. Deneken.—Kaiser Wilhelm Museum.—Krefeld. Ale- mania. Herrn Direktor des Kasseler Museums.—Kassel. Alemania. Volksmuseum in Wilsede.—Hannover.—Alemania. I. D. E. Schmeltz. Dir. Rijks Etnograph Mus, Leiden. Dr. Jacques Huber.—Pará Brasil. Prof. Dr. Ernst Pollaczek.— Strassburg. G. v. Kloch.—Landesmuseum in Darmstadt. Alemania. Volksmuseum in Antwerpen.—Niederlande. Prahistorisches Museum.—Koln, Alemania. Zichy—Museum.—Budapest.—Hungría. Oy ca 0 HH (AS pa 00 =m Ko) 190 1OI 192 193 194 Landesmuseum Joanneum. Gras.—Austria. Stadtisches Museum.—Braunschweig. Provinzial Museum von Bonn.—Alemania. Museum fúr Vólkerkunde.—Bremen.— Alemania. . Kónigl. Zool. Anthropol. gesch. Ethnograph. Mus. Dres- den. Stadt. Kunst u. Altertúumer Sammlung.—Heidelberg. Museum fúr Vólkerkunde.—Hamburg. ; Naturhist. Y Ethnograph. Mus. Hezlbronn.—Alemania. Senkenbergische Naturforschende Gesellschaft. — Frank fort a/M. Alemania. Alemania. Haeckelmuseum.—Jena. Museum fúr Kulturgeschichte. Lúbeck.—Alemania. Museum fúr Vóllerkunde.—Leipzig.—Alemania. Museum fúr Naturkunde.—Magdeburg. Museum fir Vólkerkunde.—Stettin—Alemania. , Naturhistorisches Museum. Weimar. —Alemania. Vollxsmuseum.—Wien.—Austria. Naturhist. Museum. Wiesbaden.—Alemania. K.K. Natur €. Kunsthistor. Josef Ferdinand Museum.— Olmútz. Austria. Ethnographisches Museum.—Múnchen. —Alemania. Nationalmuseun. Múnchen.——Alemania. Pinakothek. Múnchen.—Alemania. Kaiser Franz Jose-—Museum.—Troppau.—Austria. Dr. Phil. Johannes Kretzchmar.—Universitat Lezpszg. Lúders, E. Friedrich.—Wilhelmshafen.—Deutsch Neu.— Guinea. ¡Mr. Mischlich.—Kete.—Kratschi, Togo.—Japon. Museum fúr Vólkerkunde in St. Petersburg.—Russland. Max Nabe.—Leipzig—Gohlis.—Alemania. Osterroht, Kurt.—Tahití. Proettel, H.—-Surabaya.—Java. Reichel V.—Rota—Islas Marianas. Senfft, Arno.—Jap. Islas Carolinas (Micronesia). 203 204 205 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 Paul Zierold.—Mexiko. Bock, Dr. H. Leipzig. Mr. Cohrs, Vorstand des Centralmagazins.—Dares Salam. Africa Or. 206 Diederich P. Halle a/S. 207 Dorenberg J. Cónsul. —Puebla. Méjico: Felix, Johannes, Prof. Dr. Leipzig. Probenzus, Leo, Halensee bei Berlin. Goldstein, Otto.—Pozcega, Slavonia.—Hungría. Theodor Kniesche.—Leipzig,—Lindenau. Meyer, Hans, Prof. Dr. jur. Leipzig. Paschen, Hans, Long77.—Kamerun. Dr. Preil.—Seminardirektor, Dresden. Theile, Curt. Tsingtau.—China. Aachener Geschichtsverein.—4Aacher. Verein fur Geschichte von Annaberg u/, Umgebung. Axzna- DerÉ. Historischer Verein fúur Schwaben u. Neuburg.—Augsburg. Brandenburgía. — Heimatskunde der Prov. Brandenburg. —Berlin. Museum fúr Vólkerkunde.—Berlin. Vorderasiatische Gesellschaft.—Berlin. Verein von Altertumsfreunden im Rheinlande.—Bonn. Schlesische Gesellschaft fur Volkskunde.—Breslau. Verein fúr Chemnitzer Geschichte. —Chemnitz. Naturforschende Gesellschaft.—Danzig. Westpreussisches Provinzialmuseum.-—Danzig. Historischer. Verein fir das Grossherzogtum Hessen.— Darmstadt. Verein fúr Anhaltische Geschichte u. Altertumskunde.— Dessan. Gesellschaft fúr Naturkunde Isis.—Dresden. Verein fúr rheinische u. westfalische Volkskunde. Elber- feld. ' 1 Verein fúr Geschichte u. Altertumskunde von Erfurt — Erfurt. Stádtisches Vólkermuseum. Frankfurt a/M. Freiberger Altertumsverein.—Freiberg 1. S. Gesellschaft zur Befórderung der Geschichts,—Altertums und Volkskunde von Freiburg in Breisgau.—Preiburg llo des Dr. Friedrich Ohaus.—Deutsche Entomologische Gesell- schaft.—Holstein Str. 59. Steglitz—Berlin. Gesellschaft fúr Erd-und Volkerkunde.—Giessen. Gesellschaft fúr Anthropologie u. Urgeschichte.—Gorlitz. —Alemania. Gesellschaft fúr Niederdeutsche Volkskunde.—Góttingen. Rúgisch-pomnerscher Geschichtsverein.—Greifswald. Niederlausitzer Gesellschaft fúr Anthropologie u. Alter- tumskunde.—Guben. Rómer—Museum.—Hildesheim. Geographische Gesellschaft fúr Thuringen zu Jena.—Jena. Verein fur hessische Geschichte und Landeskunde.—Kassel. Gesellschaft fur Schleswig — Holstein. — Lauenburgische Geschichte.—Klel. Museum Vaterlandischer Altertúmer.—Kiel. Naturwissenschaftlicher Verein fúr Schleswig Holstein. Kiel. Rautenstrauch.—Joest—Museum (Museum fúr Voólkerkun- de) Kóln. Altertumsgesellschaft Prussia.—Konigsberg. Verein fur Geschichte der Neumark—Landsberg a. Warthe. Geschichts und Altertumsverein.—Leisnig. Rómisch-germanisches Zentralmuseum.—Mainz. Ethnographisches Museum der k. bayr. Akademie der Wis- senschaften.—Munchen. Miúnchener Orientalische Gesellschaft.—Muúnchen. Verein fúr Geschichte und Altertumskunde Westfalens Múnster in W. 255 260 270 Historischer Verein.—Neuburg a. D. Germanisches Nationalmuseum.—Núrnberg. Verein fúr Geschichte und Landeskunde von Osnabrúck. - Osnabrúck. Altertumsverein.—Plauen i. V. Deutsche Gesellschaft fúr Kunst u. Wissenschaft.—Posen. Historischer Verein von Oberpfalz und Regensburg.—KRe- gensburg. Verein fúr mecklenburgische Geschichte u. Altertumskun- de.—Schwerin. Historischer Verein der Pfalz. —Speyer. Verein fur Geschichte u. Altertimer der Herzogtúmer Bre- men u. Verden und der Landes Hadeln.—Szade.—Ale- mania. Gesellschaft fur Geschichte u. Altertumskunde.—Stettin. Gesellschaft fur Vólker—u. Erdkunde.—Stettin. Staatssammlung nat. Altertúumer.—Stettin. Wurttenbergischer Anthropologischer Verein.—Stuttgart. Verein fúr Nassauische Altertumskunde u. Geschichts forschung.—Wiesbaden. Historischer Verein von Unterfranken u. Aschaffenburg.— Wurzburg. Verein fúr bayer. Vólkerkunde u. Mundartenforschung.— Wiirzburg. Kongl. Noodiske—Oldskriftselskab.—Kopenhagen.—Dan- mark. ¿ Finska Fornminnesforeningen—Helsinefors.—Finlandia. Provinzial Museum van Oudheden in Drenthe.—Assen.— Holanda. Indisch Genootschap.—Haag (s Gravenhage).—Holanda. Konniklik Instituut voor Taal—Land—en Volkenkunde van Niederlandsch Indié.—Haag (s'Gravenhage).—Ho- landa. Det ethnografiske Museum.—Kristiania.—Norwegen. 297 A Foreningen for Norsk Folkemuseum.—Kristiania.—Nor- wegen. : Mahrische.- Museumsgesellschaft — Brz/7272.— Austria-Hun- gría. Ungarische Ethnographische -Gesellschaft.—Budapest.— Austria-Hungría. Ungarisches National Museum.—Budapest.—Austria-Hun- ería. Bukowiner Landesmuseum: Czernowitz.——Austria-Hungría. Siebenburgischer Karpatenverein.—Hermannstadt.—Aus- tria- Hungría. Siebenbúrgischer Verein fur Naturwissenschaft.—Hermann stadt.—Austria- Hungría. Kaiserliche Akademie der Wissenschaft—A7akau—Aus- tria- Hungría. Museal—Verein.—La2bach.—Austria-Hungría. Museum Francisco — Carolineum. — Linz.— Austria-Hun- ería. Gesellschaft zur Fórderung deutscher Wissenchaft, Kunst u. Literatur in Bóhmen.—Prag.—Austria-Hungría. Verein fúr die Geschichte der Deutschen in Bóhmen.—Prag. —Austria-Hungría. _Bosnisch—Herzegowinisches Landesmuseum.— Sarajevo. Austria-Hungría. Museums —Gesellschaft.—Teplitz.—Austria-Hunería. Kais. Akademie der Wissenschaften.—(Prahistorische Ko- mission). — W?zen. Anthropologische Gesellschaft.— Wzez. K. K. Geographische Gesellschaft.— ze». K. K. Naturhistorisches Hofmuseum.— W?zex. Verein fúr osterreichische Volkskunde.— Vzez. Felliner Literarische Gesellschaft. —Fellin (Livland) Xuss- land. Gelehrte ethnische Gesellschaft.—Yurjew (Dorpat).—Xm5s- land. a dl AI Kaiserliche Archaologische Gesellschaft in Moskau.—Mos- kau.—Russland. Anthropologische Gesellschaft. —St. Petersburg. —Xuss- land. Kais. Archaologische Komission. St. Petersburg.—Xuss- land. Kais. Russische Geographische Gesellschaft.—St. Peters- burg.—Russland. Kaukasische Sektion d. kais. Russ. Geogr. Gesellschaft, St. Petersburg.—RKussland, Kungl. Vitterhets—, Historie—och Antikvitets—Akade- mien.—Stockholm, Schweden. Rikmuseets Etnografiska Afdelning.—Stockholm, Schwe- den. Nordiska Museet.—Stockholm, Schweden. Statens Historiska Museum.—Stockholm, Schweden. Svenska fornminnesforeningen.—Stockholm, Schweden. Svenska Sállskapet for Antropologi och Geografi.—Stock- holm, Schweden. Sammlung fur Vólkerkunde u. naturwissenschaftliche Samm- lung der Universitat. —Base/.—Schweiz. Schweizerische Gesellschaft fúr Volkerkunde.—Basel— Schweiz. Geographische Gesellschaft.—Bern.—Schweiz. Antiquarische Gesellschaft, Ziúrich.—Schweiz. Geographische—Ethnographische Gesellschaft, Zúrich.— Schweiz. Dr. Yellinghaus.—Realschuldirektor.—Osnabrick. Dr. Edw. Schróder.—Goóttingen. Dr. W. Lange.—Kassel.—Hessen—Nassau. Dr. Kropatscheck.—Frankfurt a/M. Prof. Dr. Weerth.—Detmold. Prof. Dr. Anthes.—Darmstadt. Prof. Dr. C. Schuchhardt.—Berlin. Prof. Dr. K. Schumacher.—Mainz. 322 323 324 325 326 327 328 329 330 331 332 333 334 335 336 337 338 339 340 34 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 a) TS Dr. H. Seger.—Breslau. Prof. Paul Wolters.—Direktor der Glyptothek.—Múnchen. Rudolf Lepke.—Kochstr. 28-29. Berlin S. W. 68. Prof. Dr. Karl Stubenrauch.—Berlin. Prof. Paul Ferdinand Schmidt.—Magdeburg. Rudolph Silib.—Heidelberg. Dr. Ernst Traumann.—Heidelberg. E. Selch. Erzherzog Rainer—Museum.—Brúnn. Dr. Martin, Director der Mauritshuis.—Haag.—Holanda. Dr. Phil. Albert von Lecoq. Universitat.—Kiel. Dr. Walter Lehmann.—Ethnograph. Mus. Múnchen. Dr. Peter Góssler.—Stuttgart. Dr. Moritz Dreger.—Wien. Prof. Dr. Lionel von Donop. Nationalgalerie. Berlin. Dr. Nátzel.—Muúnz Kabinett.—Berlin. Prof. Dr. Loubier.—Kunstgewerbemuseum.—Berlin. Dr. Messerschmidt.—Kais. Museum.—Berlin. Prof. Dr. Lehner.—Bonn. Dr. Hans Posse.—Kaiser Friedrich Prof. Dr. Richard Stettiner.—Hamburg. Yohann Haupt.—Stadtmuseum.—lglau. Dr. Heerwagen—Museumkonservator.—Núrnberg. Museum, Dresden. Dr. August Neuhaus.—Museumsassistent.—Núrnberg Johannes Sieveking.—Stettiner Museum.—Stettin. Das Komitatsmuseum in Bártfa—Ungarn. — Das Komitatsmuseum in Sopron.—Ungarn. Das Komitatsmuseum in Kassa.—Ungarn. Gewetberath G. Wagner.—Darmstadt. Prof. Dr. Richard Grundmann.—Darmstadt. Dr. Edwin Redslob.—Suermondtmuseum.—Aachen. A. Pit Museum zu—Amsterdam. Dr. Paul Pappenheim. Zoolog. Museum.—Berlin. Dr. A. Brinckmann. Kestner-Museum, Hannover. Dr. Wichert.—Stadstmuseum.—Manheim. Resrat. v. Tschudi.—5Staatsgalerie.—Muúnchen. IO 1358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 O a Prof. P. Ascherson. Búlowstr. 52. Berlin. Prof. Ad. Engler. Direkor des bot. Gartens.—Berlin Prof. C. E. Goebel, Bot. Garten.—Múnchen. Prof. W. Pfeffer, Bot. Garten. Leipzig. Prof. Ed. Strassburger. Bot. Garten.—Bonn. Prof. S. Schwendener.—Universitát.—Berlin. Prof. H. Vochting. Bot. Garten.—Túbingen. Prof. J. Wiesner.—Universitat.—Wien. Prof. H. De Vries, Universitat.—Amsterdam. C. A. J. A. Oudemans. Universitat. —Amsterdam, Prof. M. Treub. Bot. Garten.—Buitenzorg.—Java. Prof. A. Fischer von Waldheim. Bot. Garten. St. Peters- burg.—Russland. Prof. M. Woronin, Wasilii Ostroff. 9. Linie, St. Petersburg. Prof. Th. Fries. Bot. Garten, Upsala.—Schweden. Prof. H. Christ, 8 rue St. Jacques. Bale (Basilea) Suisse. Prof. C. de Candolle. 3. cour St. Pierre—Géneve. Prof. L, Fischer. Universitát.—Berne. Bergens Museums Aarbog. Bergen, —Norwegen. Sitzungsberichte der Gesellschaft Naturforschender Freun- de—Berlin. Mitteilungen aus der Zool. Sammlung des Museums fur Naturkunde.—Berlin. Sitzungsberichte der K. Akademie der Wissenschaften. —Berlin. Sitzungsberichte der Natru historischen Vereines.—Bonn. Abhandlungen des Naturswissenchafl. Vereines.—Bremen. Kgl. Ungarische Geologische Anstalt.—Budapest. Archiv. for Mathematik of Naturvidenskab.—Christiania. Petermanns Geographische Mitteilungen.—Gotha. Verhandlungen der K. K. zoolog. botanischen Gesell schaft.— Wzer. Wiener Entomologischer Verein.—Wien. K. K. Geologische Reichsanstalt-—Wien. K. Akademie der Wissenschaften.—Wien. Prof. Dr. Wladislaw Heinrich. —Universitát Arakau.—Aus- tria. Prof. Dr. J. Kirste.—Universitat Graz.—Austria. Prof. Dr. Karl Kretschmer.—Universitát Wien.— Austria. Dr. Albert. Reibmayer.—Brixen, Tirol.—Austria. Prof. Dr. Winternitz.—Deutsche Universitát Prag.—Aus- tria. : Dr. Dines Andersen, Copenhagen.—Denmark. Excellenz Hassan Sabry Bey.—Cairo, Egypt. Prof. Dr. G. K. Anton.—Universitát. Jena.—Alemania: - Prof. Dr. Paul Rathgen.—Kolonial Institut.—Hamburg. Prof. Dr. C. H. Becker.—Kolonial Institut. —Hamburg. Prof. Dr. Tomeri Tanimoto.—University of Kyoto.— Ja- pon. Prof. Dr. Eugen Fischer.—Universitáat Freiburg. Prof. Dr. Weule.—Universitat Leipzig. Prof. Dr. Julius Wolf. —Universitat Breslau. Prof. Dr. Ingvar Nielsen.—Universitat Christiania, Norwe- gen. : : : Prof. Dr. Alexander Jastchenko. — Universitat Dorpat— Russland. : Prof. Dr. Gustaf. F. Steffen. — Universitat Goteborg.— Sweden. Prof. Dr. Hans T. Wehrli.—Universitat Zúrich, Suisse. Antonius J. Manasseh. B. Sc. M. D. Beyrouth Syria. Khalil Sarkis.—Editor.—Lissan.—Ul. Hal. Beyrouth, Syria. G. Spiller, 63. South Hill Park.—Hampstead.—London. - Marius Jaccard. —22 Avenue de 1'Aurore. — Lausanne (Suisse). Prof. Dr. L. Bóhmig, Graz.—Austria. Dr. A. Mrázek.—Prag.—Austria. Dr. Carl Zimmer.—Breslau.—Alemania. Dr. W. Sórensen.—Kopenhagen.—Denmark. Prof. Dr. Ew. H. Rúbsaamen.—Berlin.—Alem. Prof. Fr. Klapálek.—Prag.—Austria. Ich. la! A rammer. a g.—Austria. all HeRenL, K. K. Proteo in pedcháa, A Ada dmund Reitter, Paskau. alien: —Auustria. A 25 1 6 be E we ' Noger —Munchen. — Bayern dia os ww. _Michaelsen — Hambuges Museu o 243 Laduig an Eniddbcada 14. Mco ea pa, al 5 Pe Malota. Ms e 22. Wien IV. Prof. De A es ON AS BS n. 4. )r. med. et phil. E. Ballowitz.—Kegl. Universitat Múnste 453 454 455 456 457 458 459 460 A01 462 463 464 465 466 467 468 469 470 471 472 473 474 Insekten—Borse.—Leipzig. Etgnographisches Museum. Chaussee Kiseleff.—Bukarest. (Rumania). Kunsthistorische Sammlung des allerhóchsten Kaiserhauses. Wien. Verlag von Georg Reimer, Berlin W. 35. . Altertumsmuseum.—Pforzheim. Alemania. Altertumsmuseum.—Glogau— Alemania. Museum fúr Vólkerkunde.—Rostock (Mecklenburg Schwe- rin). Alem. Prof. Dr. Conwentz, Direckt. Westpreuss. Provinzialmuseum. Danzig. / J. J. Weber. —Reudnitzerstr. 1-7.—Leipzig. Mr. Sven Hedin.—Stockholm. Dr. von Ehrenwall. Ahrweiles (Rheinprovinz). Deutsche Geographische Gesellschaft—Gotha.—Alemanta. Deutscher u. Osterreichischer Alpenverein.—Wien. Prof. Dr. Thomas Achelis, Bremen. Sielwall 12. Prof. Dr. Richard Andrée Friedrichstr 9/V. Múnchen. Dr. Joseph Gerstendorfer.—Krumau.—Boóhmen. Alexander Gesell. —Stephanierstr. Budapest VIL Bez. Prof. Dr. Hermann Guthe.—Kórnerplatz 7.—Leipzig. Prof. Carl v. Hahn. Tiflis.—Wera. Prof. Dr. G. Haberlandt.—Graz.—Austria. Dr. Bernhard Hagen. Miquelstr 5. Frankfurt a/M. Dr. Ernst Hammer.—Hegelstr 15.—Stuttgart. Josif Josefowitsch Kosonogow. A27ez0 Russia.—Karawajeros —kaja 14. Alexander Tornquist. Prof. Dr. Schweigháuserstr. 18. Strass- burg. Dr. Albert Voss.—Alte Jakobstr. 167. Berlin. J. W-. Dr. H. Haack.—Gotha. Dr. Oskar Stúbel. Hohenzollernstr. 18. Berlin W. A. F. Stahl, Baskow Per 29. St, Petersburg. Bibliotekar der Klosters Vatopedi.—Berg Athos (Turquía). a ON Kel. Friedrich Alexanders Universitát. —Erlangen.—(Ba- yern) Alem. Prof. Heinrich Bulle. Universitat. —Erlangen. Graf Johann von Marmora. Bibliothek in Korfúu. Grecia. 478 Kyoto Teikoku Daigaku.—Kyoto.—Japon. 479 Naturwissenschaftliches Museum. Sarawak.—Borneo. 480 Archáolog. Histor. Stadtmuseum. Smolensk. Rusia. 481 Fúrstl. Hohenzollern'sches Museum fúr Wissenschaft. u. Kunst. Sigmaringen, Hohenzollern. Alem. 482 Orientalisches Institut. Wladiwostok. — Asiatisches Russ- land. 483 Gesellschaft fúr Physiokratie in Bóhmen. Prag. Bohemia Austria. 484 Cyrus C. Adams, 416 West 118 th Street. New York City. 485 Frank Dawson, Adams Mc Gill College Montreal Canada. 486 A: Alcock. Indian Museum. Calcutta. 487 W. H. Alexander. Weather Bureau. Washington. 488 Thom. Joshua Allridge. Old Charlton, Kent, England. 489 H. A. Allen. geol. Survey of United Kingdom. London. 490 Henry M. Ami. Geol. Nat. Hist. Survey. Ottawa Canada. 491 F. M. Anderson. University Berkeley, Cal. —U. S. A. 492 Ch. W. Andrews. —British Museum. London. 493 Sir John C. Ardagh. Athenaeum Club.—London. 494 Dr. George H. Ashley.—Palo Alto. California. 495 R.S Baden Powell. St. Georges Place 8. London. 496 Solon Irving Bailey. Harvard University. Cambridge. Mass. US 497 Marcus Baker. U. S. Board of Geogr. Names. Washington. 498 John B. Ball. Ashburton College. London. 4099 Prof. Erwin Hinckley Barbour.—Univ. Nebraska. Lincoln. WU SIE 500 Alfred Ernest Barlow. Geol-Survey. Ottawa, Canada. 501 John George Bartholomew. Geogr. Inst. Edinburgh (Scot land). — 400 — Prof. William Shirley Bayley. Colby College. Waterwille. UNS Sis Lewis A. Beaumont. United Service Club. London. Chas: Raymond Beazley, London 5. E. George F. Becker. U. S. Geolos-Survey, Washington D. C. Charles “E. Beecher-Jale University, New-Haven. — Comn. WUAISIEAS M. Begg. University Otago-Dunedin (New Zealand). Dr. Robert Bell. Geolog. Survey. Ottawa Canada. Lord Charles Beresford. Lower Berkeley Street 2. London. Sir Michael A. S. Biddulph. Whitehall curt 2. London. S. W. Will. P. Blake.—Tucson, Arizona U. S. A. W. T. Blanford.—Campden Hill. Bedford Gardens 72 Lon- don W. T. Blatehford.—Perth. West Australia. 14 Willfr. S. Blunt.—Sout/lravater near Horsham (Sussex. En- eland). Thomas (George Bonney, Hampstead, Domingroad 23, London. Carsten E. Borchgrewink.—Bromley, Kent, England. P. N. Bose, Geolog. Survey.—Calcutta. India. Gershom Bradford. U. 5. Coast and Geod-Survey. Was- hington. Andrew Braid.—U. 5. Coast and Geod-Survey. Was- higton. David L. Brainard. U. 5. Signal service. Washington D. C. J. V. Biower, Quívira Histot. Society, St. Paul (Minn. US. A. Albert E. Calvert, Eaton Avenue-London. Prof. Samuel Calvert.—University Jowa City. U. S. A. Etnographical Museum.—Makassou (South Celebes). Prof. Dr. Georges Lecointe. Observatoire Royal de Beler que.— Uccle (Belgique). Chas. W. Campbell. Shangay (China). | E L. Carter. Central High School. Philadelphia. SA > 83 Will. Astor Chanler. ulilson cto: Meta 534 ELE Chapman. United Service Club. Pall Mall. London OSWVE 535 Walter B. Oueadlel Portman Strait 19. London W. 536 Dr. Ch. ¡Chemines: Moleswortstreet 130. North Adelaide. > South Australia. 537 George Goudie Chisholm, Drakeñeldroad 59. London S. Ww. 538 William Henry Mahoney Christie, Greenwich near London. 539 George Earl Church. Cromwellroad 216. London S. W. 540 William Bullock Clark. John Hopkins University. Baltimore Ma US: A. | Ar Be Morgan Clements University, Madison, Wisc. U. S. A. 542 Will. Colbeck. Anlabyroad 225. H/ul/. England. ndo Grenville A. J. Cole. College of Science for Ireland. Dublin. 544 Arthur P. Coleman. University Toronto (Kanada). 545 George L. Collie. Beloit College, Beloit. Wisc. U. S. A. 546 George Collingridge, Society of Australasia. Hornsby Junc- tion. (New South Wales). : 547 Prof. G. C. Comstock. DO lu o JUST ¡DA Bono UN 550 Prof. Ralph Copeland. aida. Scotland. . po Cornish. pS Square 72. London. — 402 — 353 Francis W. Cragin.—Colorado College. Colorado Springs UNSL 554 C. B. Crampton. Geol. Survey of the United Kingdom. London. 555 O. T. Crosby. Cosmos Club. Washington D. C. 556 Prof. William G. Crosby. Boston, Mass. U. S. A. 557 David Kerr Cross, Altonroad 7. Birkenhead (England). 558 Dr. Whitman Cross; U. S. Geolog. survey. Bancroft Place 2138. Washington D. C. 559 C. G. Cullis, Prof. —R. College of Science, London. South Kensington. 560 Edgar R. Cummings. Indiana University. —Bloomington. Indiana U. S. A. 561: Willard Lawson Cummings. Michigan College of Mines. Honghton. Mich. U. 5. A. -562 E. H. Cuningham-Craig. Geolog. survey of the United Kingsdom. London. : 563 Henry P. Cushing (Prof.) Cleveland. Ohio-Sibley Street 260. 564 Robert Needham Cust. Elm Park Gardens 63. London VE 565 Willlam Healey Dall. Geol. Survey Washington D. C. 566 James Cecil Dalton. Evelyngardens 13. London S. W. South Kensington. 567 Nelson Horatio Darton. Geol-Surv. Washington D. €. 568 George Howard Darwin. University of Cambridge, En- gland. 569 Leonard Darwin Roy. Geogr. Soc. Egerton Place, 12 Lon- don S. W. : 570 George Davidson University. Berkeley, S. Francisco, Cal. USA 571 Arthur P. Davis. Geol. Surv. Washington D. €. 572 € H. Davis, Superintendent of the U. S. Naval Observato- ry. Washington. 574 575 576 Si ES 579 581 593 595 596 597 o William Morris Davis, ¡Harvard University, Cambridge (Mass.) U. S. A. | Dr. Charles Dawson, Inanor Road 16. Birmingham. En- -gland. y Dr. S. E. Dawson; Cooper Str. 277. Ottawa (Canadá). W. Bell. Dawson Tidal Survey. Ottawa (Canadá). David T. Day, U. S. Geolog. Survey. Washington D. C. Hanno Deiler. Tulane University, New Orleans U. S. A. Henry Newton Dikson, University. Oxford, England. 580 Joseph 5. Diller. U. S. Geolos. survey, Washington D. C. Roland Burrage Dixon, Harvard University.—Cambridge. Mass. U.S. A. 2 Roland Elwood Dodge, Columbia University, New York CUA Prof. David Doherty, La Salle Avenue 582. Chicago U. SAS Charles L. Doolittle. University of Pennsylvania, Philadel- phia U. S. A. George A. Dorsey, Field Columbia Museum. Chicago (11!) US, JA D. B. Dowling, Geolog. Survey. Ottawa (Kanada). E. F. Scott Elliot. Prof, Scotstownhill. Glasgow. (Scotland). Robert Wheelock Ells. Geolog. Survey O'Connorstr. 204. Ottawa. Canadá. Benjamin Kendall Emerson. Amherst (Mass.) U. S. A. Samuel Franklin Emmons. U. S. Geolog. Survey Washing- ton D. C. Thorstein Erlingsson; Reykjavik (Island). Evan Evans. Univ. Bangov (Nord-Wales). England. Sir John Evans; Hempstead. England. 1594 J. P. Farler, Pall Mall. 20. London S. W. Oliver C. Farrington. Field Columbia Mus. Chicago (1l.) (os W. H. Ferguson. Melbourne (Victoria, Australia). Prof. Dr. B. E. Fernow. Univ. Ithaca; Washington D. C. 1 598 599 600 601 602 603 604 605 606 607 614 A. H. Festing. Bois Hall. Addlestone (Surrey-England). J. W. Fewkes.—National Museum.—Washington U.S. A. C. H. Fitch U. S. Geol. survey, Washington. Edw. Arthur Fitz Gerald, Green Str. 2. Grosvenor Square. London W. Hugh Fletcher; Geolog. survey, Ottawa. Kanada. William Morris Fontaine, Prof. Univ. Virginia. Charlottes ville (Va. U.S. A.) Dr. Henry Ogg Forbes, Geolog. Survey. Melbourne.—(Vic- toria). Sir John Forrest. Perth.—Australia. C. E. Fox, U.S. Naval Observatory; Washington.—U. $. A. John Foster Fraser, Whitehall Court. London S. W. Persifor Fraser (Prof.); Spruce Str. 928. Philadelplia. U. SO Dr. Tokuzo Fukuda. Tokyo, Japon. Myron Leslie Fuller.—Geol. Surv. Wáshington D. C. William Henry Furness. Wallzngford, Delaware Comity. BAUESPAn 2 Francis Galton. Rutlandgate 42.—London S. W. Henry Gannett. Hove Building 1330.—+F-street N. W. Was- hington. Prof. Dr. William Francis Ganong. Northampton.—Mass. U.S. A. : John Stanley Gardiner. Cambridge (England). A. S. Gatschet.—Bureau of Americ. Ethnology.—Was- hington. Ernest Gedge. Ludborough. South Lincolnshire. (England). Sir A. Gelkie, Jerminstr. 28.—London S. W. St. Georgiew.—Sofía.—Bulgaria. Alfred William Gibb. Belvidere Street. 1. Aberdeen, Sco- tland. Alfred St. Hill Gibbons. Burn View 8. Bude N. (Cornwall England). : rove: E led ES: Geological Survey. Washington. AOSEE GOD Os 23 Sir David Gill. Capetown (South Africa). 624 J. G. Goodchild. Geolog. Survey, Edinburgh (Scotland). 625 ). Paul Goode; University of Chicago (111.) Ouadrangle Club. - C. H. Gordon. Superintendent of Schools. Lznmcoln. Neb. F- str, 1828. U. S. A. ie 'G. B. Gordon, Peabody Museum. Cambridge. Mass. U. S. A. e 'S Prof. Dr. C. Gottsche. Naturhist. Mus. Hamburg. Alem. Ulysses Sherman Grant-—College of liberal arts. Chicago. MIOISAS L. P. Gratacap. Museum of Natural History. New York. SN University of Aberdeen (Scotland). s ed Jas. W. H. Trail. —Aberdeen University. | University of Adelaide.—Adelaide.—(Australia). Royal Society of South Australia.—Adelaide.—(Australia). University of the State of New York. —Albany. U. $. A. pa 12 Stanton, Ames. Yowa. U. 5. A, e University of St. Andrews. —St. Andrews (Scotland). e. -—gland. University of Michigan. Ann Arbor. (Mich.) U. S. A. Herbert E. Sargent. Ann Arbor. (Mich.) U.S. A. A Kyriakos D. Mylonas.—Athen.—Grecia. ¿DES -D. Philios, Akropolis Museum.—-Athen.—Grecia. pe University of Texas.—U. S. A. ra John Hopkins University.—Baltimore (Maryland). U. 5. A. Geo. W. Mc. Creary.—Baltimore. (Maryland). M. Valtrovic'.—National Museum.—Belgrad.—Serbia. 6 William E. Ritter. Berkeley.—California. USA University of Birmingham.—(England). SUN Indiana University.—Bloomington (Indiana) U. 5. A. a Boston University.—Boston (Mass). U. S. A. SAN George H. Barton.—Boston (Mass). U.S. A. 14 1 University of Colorado.—Boulder (Colorado). U. S. A. $ — 406 — University of Buffalo.—New York. U. S. A. Geological Survey of India and Geological Museum. 27. Chowringhee Road (Calcutta). A. C. Haddon. Sc. D. Cambridge. (England). Frank Russel; Harvard University, Cambridge. U. S. A. University of Virginia.—Charlottesville (Virginia). U. S. A. C. O. Whitman, Zoologist.—Chicago University. University of Cincinnati (Ohio). U. S. A. Royal Agricultural College.—Cirencester (England). Western Reserve University (Cleveland) Ohio. U. S. A. Hamilton College.—Clinton. N. Y. U. S. A. 2 Davenport Academy of Sciences. —Davenport (Yowa). U. Si a St. Stephens College. Dehli (Panjab).—India. Ohio Wesleyan University. —Delaware.—Ohio. U.S. A. Dorset County Museum. —Dorchester.— (England).—Cu- rator. : University of Dublin (Trinity College).—Dublin.—Ireland. University College.—Dundee (Scotland). National Museum of Antiquities —(Queen Street). —Edin- burgh. Scottish Natural History Society.—(5 Oueen Street).— Edinburgh. : E Fourah Bay College. Fouray Bay b/ Freetown (Sierra Leo- na). Africa. Government Marine Biological Station. Galle.—(Ceylon). 2 Valentine Stemberger.—Galway (Ireland). University of Glasgow (Scotland) Eneland. William H. Lange. Glasgow (Scotland) England. Royal Observatory.—Greenwich. England. University Museum.—Halifax. (Nova Scotia, Canada). Mr. Harry Piers. Hollis Street—Halifax, Canada. Colgate University.—Hamilton (New York. U. S. A. Charles Henry Hitchcock; Hanover. New; Hampshire. U. Shu dé: — 407 — Mr. Thomas Linch Montgomery.—Harrisburs (Pennsylv.) WAS: a Hillfoot Observatory —Harrow (England). Tasmanian-Museum and Art Gallery (Macquarie and Apple Street), Hobart, Tasmania. F. G. Figg. Meteorologist. Hong-Kong (China). Michigan College of Mines. —Houghton (Mich.) U.S. A. Nizam College. Hyderabad (Native State, Deccan-India. Medical College of Indiana. —Indianopolis (Indiana) U.S. A. President of— State University of lowa. — lowa City. (Iowa) U.S. A. Mr. Franck Woolnough.—Ipswich. (England). Cornell University=Ithaca, New York. U. S. A. Maharajah's College.—Jaipur (Native State, Rajputana).— India. P. Marc Dechevrens S. J.—Jersey.—Channel Island. En gland. Alexander lgn. Kytmanov. Jeniseisk. (Siberia). A. Papadopulos-—Kerameus. Patriarchal Bibliothek-Jeru- salem, Palestina. Geological Society of South Africa, Box 340. Johannesburg. Transvaal. Geological Museum.—Kairo.—Egypt. Meteorological Observatory.—Heluan.—Kairo. Egypt. Royal botanic Gardens. Kew. London. Queen's University.—Kingston.—Ontario.—Canada. University of Konstantinopel.—Turquía. Seli Zeki Bey. University of Konstantinopel. Exc. O. Hamdi Bey; Antiquities Museum, Konstantinopel. Japon. Imperial University of Kyoto.—Kyoto. Mr. Hiroji Kinoschita. Kyoto, Japon. College of Science and Engeneering.—Kyoto, Japon. Mr. Fusakichi Omori.—Kyoto, Japon. Lafayette (Indiana) U. S. A. Panjab University.—Lahore (Panjab) India. Purdur University. 708 709 710 711 712 713 714 715 716 717 718 719 720 721 722 10723 724 725 726 127 728 729 730 E 73 732 733 734 735 736 — 408 — Panjab Central Museum; Lahore. Panjab. India. Perak Government Museum; Larut. Perak. Straits Settle- - ments. University of Kansas.—Lawrence.—Kansas, U. S. A. Francis Huntington Snow, Lawrence. Kansas, U. S. A. Percy F. Kendall. Leeds (England). University of Nebraska.—Lincoln. Nebraska U. S. A. University of Liverpool; England. William A. Herdman. University of Liverpool, Engl. University of London (South Kensington S. W.) London. F. W. Oliver. University of London. S. G. Shattock, University of London. E. Ray Lancaster; (Britisch Museum) London. Charles Owen Waterhouse, British Museum, London. Dr. Arthur S. Woodward; British Museum, London. L. Fletcher; British Museum, London. Wallace Collection (Hertford House). London W. Publick Record Office (Chancery Lane. W. C.) London W. Geological Survey of the United Kingdom. London W. Museum of Practical Geology, Jerminstr. London W. India Office Library (Whitehall S. W.) London W. Royal Society, Bourlineton House, London W. Royal Institution of Great Britain for the Promotion, Diftu- sion and Extension of Science and of useful Knowledge —Albemarle Street, London, Piccadilly W. Royal Agricultural Society of England. (13 Hanover Sq. W.) London. Anthropological Institute of Great Britain and Ireland (3 Hanover Sq.), London. Mary L. Jones. Los Angeles, Calif. U. S. A. Laboratory of the Marine Biological Association of the United Kingdom.—Lowestoft. (Suffolk. England.) University of Wisconsin. Madison (Wisconsin) U. S. A. Victoria- University. Manchester (England). F. W. Gamble, Manchester (England). e; Middletown Mes PASAN Ha ard. Milwaukee (Wisconsin) U. S. A. > Charles E Monroe, MES a US: Vanderbilt e Nashville (Tennesee. U.S. A.) Chan- As _celler of. » ¡8 cd of Otago—Dunedin » » /ictoria University College. Well neton. New Zealand. o Colonial Museum » 1 Geological Survey of New Zealand » » 2 Jale University. New Haven—Connecticut. U. S. A. ' The Tulane University of Louisiana. New Orleans. Loni- «o slana. U. Se Ad O American Entomological Society (Logan Square). Philadel- phia. Carnegie Institute. Pittsbureh. (Pa.) U. S. A. Princeton University (College of New Jersey) Princeton (New Jersey) U. 5. A: Brown University. Providence o Island) U. 5. A. Prof. Albert D. Mead» Mr. James Franklin Collins. Providence (Rhode Island) U: SAS Geological Society of America. Rochester (New York) U. SIS Prof. H. L. Fairchild; University of Rochester (New York) US Washington University. Saint Louis (Mo.) U. S. A. Royal (Free) Museum and Libraries (Peel Park) Salford. England. University of Califernia. San Francisco. Cal. U. S. A. , Mr. R. Shelford, Etnographical Museum. Sarawak; Borneo. University College; Sheffield (England). A. Georges Square. 5 Botanical Garden. Singapore. Northern Indiana Historical Society. South Bend (Indiana) UISVAS 5 Lehigh University. South Bethlehem. Penn. U. S. A. Pennsylvania State College.—State College (Pennsylvania) LES: A Hiller C. Wellmann. Springfield (Mass.) U. S. A University of Sydney; Sydney, New South Wales—Aus- tralia. Geological Survey of New South Wales; Sydney. Aus- tralia. Rose Polytechnic Institute. Terre Haute/Indiana U. S. A. Prof. Yatsuka Hozumy; Imperial University. Tokyo — Japon. 787 788 789 790 791 792 793 794 795 796 797 798 799 800 801 802 -803 804 805 807 808 809 E 810 81 812 —= 411 — Prof. Kakichi Mitsukuri; Imperial University. Tokyo= Japon. Prof. Bunjiro Koto; Imperial University. Tokyo—Japon. » Matajiro Yokoyama > » » » Shogoro Tsuboi » » » Tamaki Ínui > » » University of Toronto; Toronto, Kanada. Prof. J. L. Walker » » » R. Ramsay Wright—Biological Museum. Toronto, Kanada. Museum of Victoria University. Toronto, Kanada. Torquay Natural History Society; Torquay (Devon. En- eland. St. Joseph's College—Trichinopoly—India. University of Mlinois. Urbana. Illinois U. S. A. University of Wales. Wales. Gran Bretaña. Smithsonian Institution, National Museum. Washington 1D: Prof. W. H. Holmes, National Museum. Washington. Bureau of American Ethnology, National Museum. Was- hington. Clark University- Worcester. (Mass. U. S. A. Valtyr Gudmundsson. Reikjavik (Island). Ernst Hartert. Rotschild Mus. 77222. England. PR 806 J. B. Hatcher. Carnegie Mus. Pittsburgh. Pa. U. S. A. Andrew J. Herbertson. Staverton Road 9. Oxford, En- eland. E. O. Hill; Muir College. Allahabad (India). C. W. Hobley, Uganda. (Ostafrica). Sir Thos. Hungerfield Holdich. Lansdowne crescent 23. London. Arthur Hollick, Botanical Garden, Broux Park. New York. UNSSt Walter Hough. Nat. Mus. Smithson. Inst. Washington. ASAS 813 James Ford. Hughes; Hon-Secretary of the R. Geogr. So- SI4 SI5 SIÓ S17 818 SIO 820 ciety. Cheyne Gardens 4. London S. W. William Fraser Hume; Survey Office. Kairo. Egypt. Roland Duer. Irving. U. S. Geolog. Survey. Washington 1D) 1E% Percy John. Geol-Survey. Capetown. South Africa. y Wilbur C. Knight, University of Wyoming, Laranne. (Wy). WAS Thomas Harris Lloyd; Blantyre. (British Central Africa). Beresford Lovett. .Szwm/a (India). Donald A. Mc. Alister. Jebel Si Kait Darau, Egypt. Alexander C. Macdonald. Queen Street 30. Melbourne, Australia. 2 W. J. Mc. Gee; Bureau of American Ethnology. Washine- ton USAS Sir Will. Mc. Gregor. Gouv. Lagos. West Africa. A. H. Mc. Mahon. Quelta. (Belutschistan. India). 5 A. T. Mason; Smithson. Inst. Washington. U. S. A. 826 John Edward S. Moore. Chiswick. (England) Bathroad 4. 827 Willis L. Moore. Weather Bureau. 19. Str. 1312. Washine- ton OA R. A. FE. Murray. Melbourne. Victoria. Dr. Arnold E. Ortmann. Carnegie Mus. (Schenley Park) Pittsbourgh. Pa. U. S. A. Prof. Dr. Henry Fairfield Osborn. Central Park 77. Str. New York. H. 1. Perkins. Georgetown. (British Guiana). 2 Howard Saunders. Coleman street 4. London E. €. W. L. Selater. South Afric. Mus. Capetown. South Africa. Louis Sculford Queensroad. Hongkong, China. Arthur H. Smith. Tientsin. China. Hureronje €. Snouck.—Batavia. Java. H. L Snow. United Club.—Jokohama, Japon. Rew. Dr. James Steward. Lovedale. South Africa. Í A. Wells. Adelaide. South—Australia. Gardener E, Williams, Consolidated Mines. Kimberley. Cap on tralia. Prof. Dr. N. Jamasaki. Tokyo, Japon. "Horace Bolingbroke Woodward. Geolog. Survey, United ... ae: os Ad e E. Gissing. Pall Mall. United Service Club. London NA » ») » » 853 Musée a nl de la Républalo Arles (Bouches de Rhóne). France. ds IPresidene de l Académie frangaise des Sciencies. PES (Pas BE de Calais). France. Société Archéologique du Gers. 411c/. Gers. France. Musée. scientifique et Archéologique.—Autun O et — 414 — Musée Calvet. (Rue Joseph Vernet 65) Avignon. (Vaucluse). France. Musée Scientipue et Archéologique. Avranches. (Manche). France. ; Musée—Bibliothéque León Alegre. Bagnols-sur Ceze (Gard). France. Musée scientifique et Archéologique. Place Saint Pierre N.o 20. Bar le Duc. (Meuse). France. Musée scientifique et Archéologique, rue Général de Dais. Bayeux (Calvados). France. Bibliothecaire Hiriart. Bayonne. Basses Pyrénées. France. Musée d Histoire Naturelle (Hotel de Ville) Beaune (Cote d'or). France. Société Académique d'Archéologie,* Sciences et Arts de l'Oise, rue de l'abbé Gellée, Beauvais (Oise). France. Musée scientifique et archéologique (Hotel de Ville) Belfort. (Territoire de Belfort). France. Université de Besancon. (Doubs). France. Prof. Parmentier. Besancon. (Doubs). France. Prof. Magnin, Directeur du Jardin Botanique. Besangon. (Doubs). France. Musée Archéologique (Ancienne Halle, place Labourey) Besancon (Doubs). France. - : Musée scientifique et Archéologique. (Au Chateau) 5B/02s. (Loir-et Cher.) France. Université de Bordeaux—Bordeaux (Gironde). France. Prof. Gruvel. Bordeaux (Gironde). France. Museum d'Histoire Naturelle (au jardin public.) Bordeaux (Gironde). France. Musée ethnographique et preéhistorique.—Bordeaux. (Gi- ronde). France. Musée des antiques (rue Mably).—Bordeaux (Gironde)- France. Musée Communaux—Bologne-sur Mer (Pas de Calais). France. o o o (Aim). France. 82 Musée scientifique et Archéologique—Rue des Arénes 6. vaa, Bourges (Cher.) France. e 83 Société des Antiquaires du Centre. Bourges (Cher). France. y : as 884 Collections scientifiques et Archéologiques. Brest, (Finiste- E s re). France. e 885 Musée scientifique et Archéologique. Boive la Gaillarde - (Correze). France. : pe 886 Université de Caen.—Caen (Calvados). France. 887 Prof. Lignier de Caen.—Caen (Calvados). Franee. 888 Société des antiquaires de Normandie (Rue de Caumont 0 Caen (Calvados). France. : O $89 Musée scientifique et Archéologique. Cahors (Lot). France. NS 890 Musée scientifique et Archéologique—Cambrai (Nord). Sor Mr. G. Massé—Carcasonne (Aude). France. 892 Musée scientifique et Archéologique—Carpentras (Vauclu- pise Branes: 893 Musée d'Histoire Naturelle et d'Archéologie—Castres ; (Tarn). France. 894 Musée Scientifique et Archéologique.—Chalons-sur Saóne. France. 895 Musée (Hotel de Ville), Chalons-sur Marne. France. -896> Miss scientifique et Archéologique. Chambéry (Savoie).— Le France, > : 97 Mr. le Bibliothécaire Barbadaux. —Charleville (Ardennes).— France. 808 Musée scientifique et Archéologique. — Chartres (Enre- et- - Loir).- -France. France. Ñ ' Musée o —Chatillon-sur-Seine. France. 902 903 904 920 — 416 — Cabinet d'Antiquités et d'Histoire Naturelle-Cherbourg- Manche. France. Musée des Antiquetés. Chelchel-Algier (Afrique). Musée scientifique, Archéologique, Artístique et Industriel. Boulevard Gustave Richard-Cholez (Marne € Loire). France. Musée scientifique et Archéologique.—Clamécy (Niévre).— France. Université de Clermont.—Clermont - Ferrand (Puy-de-Do- me.) France. 7 Musée Archéologique et Ethnographique.—Ferrand (Puy- de-Dome).—France. z Université de Dijon.—Djjon (Cóte d'or.) (a 1'Arquebuse).— France. Musée d' Histoire Naturelle.—Dijon (Cote d'or.) (a 1'Ar- quebuse). France. E Musée Archéologique.—Dijon (Hótel de Ville-cour de Bar. France. Musée scientifique et Archéologique. — Douaz,— (Nord). France. Musée scientifique et Archéologique, rue de la Republique 9. Douaz. (Nord). France. Musée scientifique et Archéologique, 2 rue Benj. Morel. Dunkerque.—(Nord). France. Museum d'Histoire Naturelle —Elbeuf.—(Seine Inférieure). France. Musée Archéologique.—Evreux (Eure). France. Musée scientifique et Archéologique.—Foix (Ariege)— France. Musée scientifique et Archéologique. Fréjus (Var). France. Musée scientifique et Archéologique. Gap. (Hautes Alpes). France. Université de l'etat de Gand.—Gent.—Belgique. Université de Grenoble. Grenoble (Isere). France. — 417 — Musée scientifique et archéologique. Guéret. (Creuse).— o France. : , ' Musée scientifique et Archéologique.— Issoudun (Indre). Branco Ecole pratique d'Etudes Bibliques.—Jerusalem.—Palestina. Institut frangais d'Archéologie Orientale.—Kairo. Egypt. Musée Artistique et Archéologique. —Langres. (Haute- Marne). France. ' Muséum Lafaille et Museum Fleuriau (Jardin de Plantes). La Rochelle-Charente Inferieure. France. Musée d'Archéologie, rue Gargoulleau. (La Rochelle). — (Charente Inferieure). France. Musée scientifique et Archéologique.—La Roche-sur-Non. (Vendée). France. Musée d'Histoire Naturelle et d Acuse (Place des Arts) Laval-Mayenne. France. Les archives de lOrdre de S. Jean de Jerusalem.—£Lava- letta, le Malta, ' Museum d'Archéologie. —Le Havre, Seine-Inferieure.— France. Museum d' Histoire Naturelle, Le Havre, Seine-Inferieure. France. Musée Archéologique (Rue des Bas fossés).—Le Mans - (Sarthe) France. Musée Crozatier (Jardin du Fer a Cheval) Le Pery (Haute Loire). France. Université de Lille. Lille (Nord) France. Ecole des hautes études industrielles (1r rue de Toul). Lille (Nord). France. Musée National Adrien Dubouché (Place des os de foire). Limoges. (Haute Vienne). France. 938 Prof. Dr. N. van Werveke-Histor. Ateilung; E -939 Université de Lyon. (Rhóne, France). Es Museum des Sciences Naturelles (Palais des Arts) Lyon. “France. 950 — 418 — Musée d'histoire Naturelle et d' Archéologie.—Macon (Saóne et Loire.—PFrance. Université D'Aix. — Marseille. — Bouches du Rhóne.— France. Musée Archéologique:—Chateau Borély. Marseille. Bouches du Rhóne. Musée scientifique et archéologique.—Melun.—Seine et France. Marne.—PFrance. Musée scientifique et archéologique—Mende (Lozere).— France. : Musée d Histoire Naturelle.—Montauban (Tarn et Garonne.) —France. , Société archéologique de Tarn et Garonne. —Montauban. Garonne.—France. Musée scientifique et archéologique. Montbéliard.—Doubs. —France. Musée de la ville (13 boulevard de la Préfecture) Montbri- son; Loire.—PFrance. Musée archéologique.—(á la Diana) Montbrison; Loire.— France. Musée d'Histoire Naturelle et d'archéologie. —Mont-de- Marsan. Landes. —France. Université de Montpellier. Montpellier. (Hérault). —France. 4 Ecole nationale d'agriculture. — Montpellier. (Hérault). France. Societé archéologique (Rue Eugéne Lisbonne 14), Mont- pellier; Hérault.—Prance. Université Laval.—Quebec.—Canada. Musée scientifique et archéologique. —Moulins (Allier).= France. Université de Nancy. —Nancy (Meurthe et Moselle). France. Musée archéologique de Nantes (Place des Irlandais) Nan- tes-Loire-Inferieure. France. Museum d'Histoire Naturelle, Nantes- Loire -Inferieure. France. Narbonne (Aude). col dea Musée scientifique et archéologique. Nérac (Lot et Garon- ne). France. | al 963 “Musée Céramique, Sd (Palais ducal) Nevers - (Niévre). France. 964 Museum d'Histoire Naturelle (ancien Lycée) Nimes (Gard). q France. 965 _Musée d'Histoire Naturelle, rue de l'Oratoire, Niort (Deux 0 Sevres). France. 966 Musée d'Historie Naturelle (Place Garibaldi 6) Nizza. e France. 967 Musée scientifique et archéologique. Oran (Algier). Afrique. h 968 Musée d'Histoire Naturelle, Orleans. Loiret. France. 969 Université de Paris. Paris. France. y 970 Ecole Normale Supérieure.—KRue d'Ulm 45. Paris. France. 971 Ecole nationale supérieure de Mines. Boulev. St. Michel 60. Paris. France. A 972 Institut National Agronomique. Rue Claude-Bernard 16. Paris. France. 973 Museum d'Histoire Naturelle, (Au Jardin des Plantes), rue Cuvier 57. Paris. France. 974 Institut Pasteur (Rue Dutot 25) Paris. France. 975. Bibliothéque Nationale, Rue de Richelieu. Paris. France. y eya Bibliotheque Sainte- Genevieve. (Place du Panthéon). Paris. o Prance: 977 Mr. Paul Wiriath. Musée du Louve (Place du a sb aris Mkance: 978 Musée d'Ethnographie.-—Palais du Trocadero. Paris. France, 5 979 Musée Pedagogique (41 rue Gay Lussac). Paris. France. -980 Jardin zoologique d'acclimatation. — Boy de Boulogne. | de Paris. France. a 981 Société Entomologique de France (28 rue Serpent). Paris. France. Ú ; 982 Musée scientifique et archéologique.—Pau. France. 983 984 IOOI 1002 1003 1004 Musée du Périgord.—Perigneux (Dordogne). France. Musée scientifique et archéologique.—Péronne. Somme. France. Musée scientifique et archéologique. Perpignan (Pyrenées Orientales). France. Université de Poitiers. —Poltiers (Vienne). France. Musée d'Histoire Naturelle; Poitiers—(Vienne) France. Musée d'Archéologie » > » Musée scientifique et archéologique. Pr2vas. Ardeche— France. Musée artistique, scientifique et Archéologique. Provzns. Seine et Marne. France. Musée de l'Université Laval. Quebec. Canadá. Musée Departamental D'Archéologie. Ouimper (Finistere) France. Musée Archéologique. Xlezwms. Marne. France. Université de Rennes. Ille et Vilaime >» Musée Archéologique de Rennes; [lle et Vilaine. France. Musée Municipal —Roanne (Loire) France. Musée scientifique, Rodez Aveyron » Museum d' Histoire Naturelle — Rouen (Seine Inférieure) France. Musée scientifique et Archéologique—Saint Brigue—Cótes du Nord.. France. Musée scientifique et Archéologique; Saint Dié (Vosges) France. Musée Artístique, scientifique et Archéologique—Haute Marne—Saint Dizier. z Musée Archéologique— Sazntes (Charente inférieure — France. Musée scientifique et Archéologique; Saint-Etienne — Loire. France. Musée des Antiquités Nationales. Saint-Germain en Laye —Seine et Oise; France. - tement de la aos Saint Lo-Manche. France. AS 1006. Musée era et Archéologique—Saint Omer—Pas- P430 de Calais. France. ; | 1007 Musée Lecuyer—Saint Quentin, Aisne. France. 1008 Musée Scientifique et Archéologique-——Saumur (Marne et Loire). France. 1009 Musée scientifique et Archéologique, Semur-en-Auxois— ; Cóte d'Or. France. -1IOIO Musée scientifique et Archéologique, Sens—Jonne. France. 1011 Musée scientifique et Archéologique; Soissons —Aisne. ol France. -, 1012 Musée scientifique et reas Tarbes—Hautes Py- te rénnees. France. 1013 Musée scientifique et Archéologique—Thonon (Haute Sa- vole). France. 1014 Université de Toulouse (Haute Garonne). France. 1015 Musée Archéologique Saint Raymond.—Toulouse. Haute 0 Garonne. France. : h 1016 Musée Archéologique des nas —Toulouse. Haute + Garonne. France. 1017 Musée d'Histoire Naturelle; Tours, Indre et Loire. France. 1018 Musée de Sciences naturelles; 77oyes. Aube, France. 1019 Musée Alaqui—Tunis. Afrique. 1020 Musée Lavigerie de Saint Louis de Carthage. Tunis, Afri- da que. a 1021 Mr. A. Petit, Archiveur, —Tulle—Correze. France. 1022 Institut de Sociologie (Solvay) Park Leopold. Bruxelles. e Belsique: 1023 Musée scientifique et Archéologique.—Valence, (Dróme). - — France. 1024 Galerie d'histoire N aturelle (Aux Académies). Valencien- Ñ A nes (Nord-Depart). France. ¡ANA 1025 Musée Archéologique. Varnes (Morbihan). France. Dn Ni — 422 — 1026 Musée scientifique et Archéologique; Veráun —Meuse. France. 1027 Musée National de Versailles —(Seine-et-Oise). France. 1028 Musée de Vesoul; Vesoul—Haute Saóne. France. 1029 Musée Lapidaire; Vienne—Ísere. France. 1030 Musée Historique (Smalands Fornsal).—Wexió—Suecia. 1031 Musée Océanographique. Mónaco.—Principé. 1032 Mr. Dr. F. Muúhlberg.—Aarau—Suisse. 1033 R. Museo Archeologico delle Marche—Via del duomo 12. Ancona. Italia. 1034 Museo della fraternita dei Laici—Arezzo, Italia. 1035 Museo Comunale—Ascoli; Piceno, Italia. 1036 Societa internazionale di Studi Francescani—Assis1, Italia. 1037 Museo Provinciale.—Bari, Italia. 1038 Museo Civico.—Belluno, Italia. 1039 Reale Ateneo di Scienze, Lettere e Arti (Via Donizetti). Bergamo, Italia. 1040 Regia Universita degli Studi—Bologna, Italia. 1041 Sig. Cárlo Emery.—Bologna, Italia. 1042 Museo Cívico (Sezione antica)—Bologna, Italia. 1043 Biblioteca Civica Queriniana—Brescia, Italia. 1044 Museo Civico—Brescia, Italia. 1045 Regia Universita degli Studi—Cagliari-Sardinia, Italia. 1046 Signore Domenico Lovisato » » > 1047 Libera Universita degli Studi.—Camerino, Italia. 1048 Museo provinciale sannitico.—Campobasso » 1049 Museo provinciale—Capua, Italia. S 1050 Regia Universita degli Studi di Catania—Catania, Sicilia, Italia. 1051 Sig. Giovanni Di Stefano (Geologia) — Catania, Sicilia, Italia. 1052 Umberto Drago (Zoologia) —Catania, Sicilia, Italia. 1053 Museo Civico di Catania » » » 1054 Museo Provinciale—Catanzaro, Italia. 1055 Prof. Adriano Piccolomini—Cesena, Italia. R e Museo Archeologico, Archivi e Biblioteca—Civida- le del Friule, Italia. 1057 Museo Civico;—Como-—Ttalia 1058 Museo lO Corito e Tarquinia Italia. 1059 Museo comunale; —Cortona, Italia. 1060 Museo Civico—Ala Ponzone—Cremona, Italia. 1061 Signore Giulio Bazetta—Domodossola, Italia. 1062 Det Kgl. Norske Videnskabers Selskab; Drontheim, No- : - ruega. 1063 R. Museo Atestino;—Este, Italia. 1064 Museo Comunale;—Fermo » - 1065 Libera Universita di Ferrara » A 1066 Felice Gavelli, Ferrara, Italia. 1067 R. Istituto di Studi superiori, pratici e di perfeziona- mento, Ferrara, Italia. R 1068 Reale Museo di Storia Naturale.—Via Romana 19. Firen- ze, Italia. 1069 Prof. Paolo Mantegazza—Via Gino Capponi 3. Firenze, 1070 Reale Istituto dei Scienze Sociali.—Cesare Alfieri;—Via | Laura 42. Firenze, Italia. 1071 Reale Istituto superiore di magisteri femminile. Firenze, Italia. ' 1072 Reale Biblioteca Marucelliana—Firenze, Italia. 1073 Accademia della Crusca—Firenze.—Italra. 1074 Reale Biblioteca Mediceo—Laurenziana—Firenze, Italia. 1075 Museo Sic (Palazzo della Crocetta)—Firenze, : -Ttalia. : 1076 Societá Colombaria (Via dei Bardi)—Firenze, Italia. Museo Civico—Forli, Italia. Reale Universita degli Studi—Genova, Italia. Museo Civico nei Palazzo Bianco —Genova, Italia. Museo Civico di Storia Naturale (Villeta Dinegro)—Geno- va, Italia. Istituto Idrografico della Regia Marina—Genova, Italia. 1082 Marchese Cesare Imperiale di S. Angelo —Genova, Italia. 1083 1084 1085 1086 1087 1088 1089 1090 1OQI 1092 1093 1094 1095 1096 1097 1098 1099 IIOO 1IOI 1102 1103 1104 1105 1106 1107 1108 1109 IIIO 1111 — 424 —, Museo. Archeologico Comunale—Girgenti—Sicilia, Italia. Museo provinciale—Grosseto, Italia. Museo Civico—Imola, Italia. Museo Civico—Livorno, Italia. Osservatotio della R. Accademia Navale di Lzvorno; L+ vorno, Italia. Biblioteca Governativa—Lucca, Italia. Regia Universita degli Studi—Macerata, Italia. R. Accademia scientifico—letteraria. Via Borgonuovo 25. Milano, Italia. R. Istituto tecnico superiore—7z/ano, Italia. R. Scuola superiore di agricoltura—Mz/ano, Italia. Biblioteca Ambrosiana—Piazza della Rosa 2—Mzlano, Italia. Museo Patrio D'archeologia—Mz/axo, Italia. Museo Civico di Storia Naturale—Corso Venezia—Mzla no, Italia. : Archivo di Stato — Mantua, Italia. Museo Civico—Palazzo accademico—Mantua, Italia. Biblioteca e Museo Comunale—Massa marittima—Gros- seto, Italia. Regia Universita degli Studi—Messina, Italia. Regia Universita degli Studi—Modena, Italia Prof. Carlo Felice Restagno—Modena, Italia. Museo Civico—Modena, Italia. Regia Universita degli Studi—Napoli, Italia. Prof. Abele de Blasio (anthropologia)—Napol, Italia. Prof. Giulio de Petra (archeologia)—Napoli, Italia. Stazione Zoologica—Napoli, Italia. Regia Universita degli Studi—Padua, Italia. Sig. Giovanni Omboni—Universita di Padua, Italia. Prof. Sig Enrico Tedeschi—Universita di Padua, Italia. Prof. Pier Andrea Saccardo—Universita di Padua, Italia. Museo Civico—Padua, Italia, Es | Reale Accademia di Scienze, Lettere ed Arti—Padua, á : Italia. 1113 Regia Universita degli Studi—Palermo, Italia. 1114 Gius. Mazzarelli—Universita di Palermo, Italia, 1115 Regia Biblioteca Nazionale—Palermo, Italia. 1116 Biblioteca Comunale—Palermo, Italia. 1117 Museo Nazionale—Palermo, Italia, 1118 Reale Accademia di Scienze, lettere e belle arti.—Paler- mo, Italia. A k y 1119 R. Accademia delle Scienze mediche—Palermo, Italia. 1120 Regia Universita degli Studi—Parma, Italia. 1121 R. Biblioteca Palatina—Parma, Italia. 1122 Museo di Antichitá—Parma, Italia. ES 1123 Regia Universita degli Studi—Pavia, Italia. 1124 Prof. Camilo Golgi, Universita di Pavia, Italia. 1125 Prof Giulio De Alessandri—Pavia, Italia. 1126 Museo Civico di Storia Patria—Pavia, Italia. 1127 Universita libera degli Studi—Perugia, Italia. 1128 Signore—Conte G. B. Rossi Scotti—Perugia, Italia. 1129 Museo Oliveriano—Pesaro, Italia. 1130 Biblioteca Comunale Passerini—Landi; Piacenza, Italia. 1131 Regia Universita degli Studi—Pisa, Italia. 1132 Mario Canavari—Geolog. Paleontologo—Pisa, Italia. 1133 Regia Scuola superiore di Agricoltura—Portici, Italia. da 1134 Museo Concordiese; Portogruaro— Venecza, Italia. | 1135 Museo Civico Archeologico. Reggio di Calabria, Italia. 1136 Museo Comunale Chierici—Reggio dellEmilia, Italia. 1137 Museo Comunale Spallanzani—Reggio dell Emilia, Italia. 1138 Museo Civico—Rímini, Italia. 1139 R. Osservatorio Geodinamico—Rocca di Papa, Italia. 1140 Regia Universita degli Studi—Roma, Italia. 1141 Prof. Decia Vinciguerra. Universita di Roma, Italia. Biblioteca Alessandrina della R. Universita—Roma, Italia, Museo Borgiano—Roma, Italia. 1144 1145 1146 1147 1148 1149 1150 1151 1152 1153 1154 1155 1156 1157 1158 1159 1160 T1ÓI 1162 1163 1164 1165 1166 1167 1168 1169 1170 ATA pra A26 a Pontificium Collegium Urbanum de Propaganda Fidei— Roma, Italia. Pontificia Universitas Gregoriana in Collegio Romano, Palazzo Borromeo, Via del Seminario 120—Roma, Italia. Commissione de Archeologia sacra—Roma, Italia. Museo Nazionale Romano—Roma, Italia. Museo Preistorico, Etnografico e Kircheriano—Roma, Italia. Museo Capitolino—Roma, Italia. Antiquarium Comunale—Via San Gregorio 1—KRoma, Ttalta. E Museo Comunale—San Gimignano, Italia Sign. Goffredo Macrelli.—Museo Sarsina prov. Forli, Italia. Regia Universita degli Studi—Sa5sa7z, Isla Cerdeña, Italia. - Regia Universita degli Studi—Siena, Italia. Museo Archéologico—Sulmona, Italia. Museo peligno Municipale—Sulmona, Italia. Museo Civico—Susa, Italia. Museo Nazionale.—Taranto.—Italia. Museo Municipale; Teramo.—Italia. Prof. S. Ciofalo.—Termini (Sicilia). —Italia. Il Museo Civico; Tortona (Italia). Museo Civico di Storia Naturale Ferdinando Massimi- liano.—77zeste-Austria-Hungria. Regia Universita degli Studi.—Torino. Italia. Reale Museo industriale italiano. Torino. Italia. Reg. Scuola superiore di Medicina veterinaria. Torino. Italia. Biblioteca Nazionale. Torino. Italia. Reale Museo di Antichita. Torino. Italia. Biblioteca Civica e Museo Friluano.—Udine. Italia. Libera Universita degli Studi.—Urbino. Italia. Sig. Pompeo Natalucci. Urbino. Italia. Comm. Francesco Piccioli, Vallombrosa.—Firenze.—Ttalia. ra netto. Archeologico comunale. —Vasto D'Aimone. - (Prov. Chico). Italia. Istituto Veneto di Science, lettere ed arti. Campo , ER Palazzo Loredan.—Venecia. Italia. | A RA Museo Civico. Vicenza. Italia. : 182. Museo Guarnacci. Volterra. Italia. 1183 Príncipe Luigi Amadeo Duca degli Abruzzi.—Roma.— LoS Italia. si 4 G. Alfani.—Osservatorio Ximeniano—Firenze. Italia. 0 1187 Edouard a Ministere d Interieur, Rue Etc Es al — 428 — Prínce Roland Bonaparte (Anthropogeogr). Av. d'Jena 10. Paris. Charles Eudes Bonin. Boulev. Pereire 58. Paris. Albert Bonnel de Meziéres;—Rue Juffroy 93. Paris. Prof. Francesco Borletti. Vía Vittoria 39/41. Milano. Italia. Prof. Pierre Marcellin Boule.—Place Valhubert 3. Paris. France. Cav. Luigi Bricchetti-Robecchi.—-Pavía.—Italia. Prof. Peter Iwanovitsch Brounow. Wassili Ostrow 10. Limie 5. St. Petersburg. Prof. R. Cagnat. (Archéologue) Collége de France. Paris. Umberto Cagni, Capt. de fregata; Roma. Vicomte Rob. Caix de Saint Aymour.—Boulev. de Cour- celles 112. Paris. Prof. Ad. Cancani.—Piazza Poilaroia 38. Roma. Italia. O. L. Cattolica, Capt. de fregata. Genua. Italia. Prof. J. Igino Cocchi. Via Pinti 51. Firenze. Italia. Prof. Dr. Giuseppe Angelo Colini, Museo prelstorico ed etnografico. Roma. Sig. Guido Cora.—Via Goito 2. Roma. Prof. Henri Cordier. Rue de Lille 2. Paris.- Guiseppe Dalla Vedova. Via Cavour 108. Roma. Conte Luchino dal Verme.—Foro Bonaparte 17. Milano. Italia. Prof. Achille Dardano. Via Ariosto 6. Roma. Italia. Prof. Giovanni De Agostini. Via X X Settembre 98-A. Roma. Italia. Prof. Giovanni de Berardinis. Napoli. Italia. Prof. Conte Angelo De Gubernatis. Via S. Martino al Macao. Roma. Italia. Dr. Fernand Delisle. — Rue de l'Arbalete 35. Paris. France. Prof. Luigi Dell Erba. Napoli. Italia. Mr. Frangois Deloncle.—Rue de la Tour 59. Paris. po Paul Janettaz.—Rue Claude Bernard 68. Paris. France. DAbrof Dir. ¿Federico Delpino.—Universita di Nápoli.— iS A q 1243 Michail on O (Geolog.) Université.— — 430 — Dir. Alexander Karpinsky (Geolog) Wasili Ostrow 4 Linie, 15. St. Peterburg. Nicolai Baron Kaulbars.—Zanemskaja 26. St. Petersburg. Dr. Fernand Kerforne.—Rue de Cháateaudun 16.—Rennes. -—Francia. Prof. W. Kilian.—Université de Grenoble (Isere) Francia. Joseph Georges Kergomard. Rue St. Ives 7. (Loire Inf.) Nantes.—PFrancia. Nikolai Mich. Knipowitsch, Bolschoi Prosp. 42. St. Peters- burg. : ; Martin Knudsen.—Politechnical School.—Kopenhagen.— Danemark. Aleksander Konstantinowitsch Kononowitsch; Odessa.— Rusia. Dmitri Andrejéwitsch Keroptschewsky; Ethnograph. Univ. St. Petersburg. Rusia. Historisches etnographisches Museum. Kasan (Russland). Mr. Hugues Krafft.—Rue de Lubeck 42. Paris. : Andrej. Nikolajewitsch Krassnow (Ethnograph) Univ. Charkow (Rusia). : Christian Kruuse. Fredriksveg 23. Fredriksberg b/ Ko- penhagen. (Dánemark). : Henri Kúss, Ing. en chef des mines. Douai (Nord-— Francia). Jules d'Herculais Kunckel.—Rue de Buffon 355.—Paris, Francia. Dr. Otto Kuntze.—San Remo.—Italia. Prof. J. V. Laborde (anthrop.) Rue de l'Ecole de Medici- ne 15. Paris, Francia. Dr. med. H. Lacaze.—Tananarive.—Madagascar. Alfred Lacroix (Prof) Quai Henri IV. 8. Paris. Francia. Prof. C. de Levivier.—Montpellier (Hérault) Francia. George loan Lahovari.—Strada Surorilor n% 1. Bukarest (Rumania). 71 Prof Albert de ent —Rue de Neal 74. Paris, na Francia. RINA 3 eel Comte de La Vaulx. Avenue des Champs Elysées | 122. Paris, Francia. q y 274 André Lecióre. —(Geolog.) Rue des Fontaines. Le-Mans. ] - (Sarthe) Francia. - 027 3 Ham Leder.-—(Entomolog.) Irkutsk (Siberia) Rusia. Eon Prof. Charles Ledoux. Boulev. St. Germain 250. Paris, ns Francia. 1277 Andrée Lefevre pol ) Rue de l'École de Medicine 15. Paris, Francia. = 1278 Nicolas Comte de Léontieff —Rue Clément Marod 20. E Paris, Francia. 1279 Ed. David Levat (Geol.) Boulevard Malesherbes 174. 5 : Paris, Francia. 1280 A. Michel Lévy.— Rue Spoalini 26. Paris, Francia. , 1281 Mr. Julien Viaud. Rue St. Pierre.—Rochefort.—Francia. 1282 Prof. Giuseppe Mercalli.—Napoli (Liceo) Italia. 1283 Dr. Elio Modigliani. Corso Vittorio Emmanuele 16. Fi- pes renze, Italia. 1284 Prince Albert 1 de Monaco.—Monaco. can, 1285 Prof. Chalmas Munier. Rue Nótre-Dame-des-Champs 75. SN Pares y 1286 Jean Francois Albert du Pouget, Marqués de Nadaillac (Archéólog.) Rue Duphot 18. Paris. pe ae Porro e ) Carate- Lo o a 12099 1300 1301 1302 1303 1304 1305 1306 1307 1308 1309 1310 UA 1312 1313 1314 1315 — 432 — Ettore Regalia (Antropol). Via Passavanti 12. Firenze. Italia. Mr. S. Reinach (Anthropologue). Paris. Dr. Jules Richard.—Directeur du Musée Océanographi- que.—Mónaco. Dr. Giuseppe Sergi (Anthropolog). Via Firenze 1. Roma. Hisashi Terao.—Tokyo. Japon, Mr. H. Jabe.—Univetrsity of Zokyo. Japon. Prof. S. Joshiwara.—Science College University, Tokyo. Japon. Prof. Pietro Zezi.—Via S. Susanna 1. Roma. Italia. 298 Julio Melgares Marin, Archivero Jeneral Central; Alcalá de Henares, España. Universidad de Barcelona; Barcelona, España, Odon de Buen i del Clos, Universidad de Barcelona; Es- paña. ; : Museo Martorell; Barcelona, España. Real Academia de Buenas Letras de Barcelona, Plaza del Rei 14; Barcelona, España. Academia Colombiana; Bogotá, Colombia. Museo de la Sociedad de Naturalistas Colombianos; Bo- gotá, Colombia. Museo Nacional; Bogotá, Colombia. Universidad Nacional de Buenos Aires. Biblioteca Nacional de Buenos Alres. Oficina Meteorolójica Arjentina; Calle Viamonte 668. Director del Jardin Zoolójico de Buenos Aires, Sr. Dr. Ed-Lad. Holmberg. Facultad de Medicina; Cádiz, España. Instituto Agronómico do Estado de Sao Paulo; Campinas, Brazil. Academia Venezolana; Caracas, Venezuela. Museo Nacional; Caracas, Venezuela. Universidad de Coimbra; Coimbra, Portugal. Dr. Bernardino Machado; Coimbra, Portugal. LN OS RR Ar Escola a Polytechnica; o Portugal E 1343 1344 1345 1346 1347 — 434 — Real Archivo da Torre do Tombo, Lisboa, Portugal. Real Observatorio Astronómico de Lisboa; (Tapada), Por- tugal. Instituto de Agronomía e Veterinaria; Lisboa, Portugal. Real Instituto Bacteriolójico de Lisboa, Portugal. Commissáo do servigo geologico (Rua do Arco de Jesus 113); Lisboa, Portugal. 1348 José Solano Eulate, (Jeolojía) Universidad de Madrid, Es- 1349 1350 1351 1352 1353 1354 1355 1356 1357 1358 1359 1360 1361 1362 1363 1364 1305 paña. Manuel Anton i Ferrandiz, (Antropol.) Universidad de Ma- drid, Portugal. Museo de Ciencias Naturales i Jardin Botánico; Madrid, España. Escuela especial de Injenieros de Caminos, Canales i Puer- tos; calle Alfonso XII; Madrid, España. Escuela Jeneral de Agricultura; Madrid, España. Real Academia Española; Madrid, España. Real Academia de la Historia, calle del Leon 21; Madrid, España. Real Academia de Ciencias exactas físicas i naturales; Ma- drid, España. : Instituto Jeográfico 1 Estadístico, Ministerio de Instruc- cion Pública 1 Bellas Artes; Madrid, España. Biblioteca Nacional; Madrid, España. Museo Arqueolójico; Madrid, España. Museo de Historia Natural; Madrid, España. Biblioteca Central de Marina; Madrid, España. Archivo Histórico Nacional, (Paseo de Recoletos. 20); Madrid, España. Museo Pedagójico Nacional; Madrid, España. Observatorio Astronómico 1 Meteorolójico; Madrid, Es- paña. Instituto Central Meteorolójico; Madrid, España. Comision del Mapa Jeolójico de España, (Isabel la Cató- lica 25); Madrid, España. 1972 den Mica, Méjico. 5) Universidad de Montevideo, Uruguai. Biblioteca Nacional de Montevideo, Uruguai. 75 Museo. Nacional de Montevideo, Uruguai. 76 Prof. José Arechavaleta; Montevideo, Uruguai. : 1377 Universidad literaria; Oviedo, España. des E, ; 378 Biblioteca provincial i Universidad; Oviedo, España. 1379 Museu Goeldi (Museu Paraense de Historia natural e Eth- ; ; NÓ Caixa pa 309; Pará, Brazil. ió e Alberto Souza Pinto: oda cal 382 Academia Ecuatoriana; Quito, Ecuador. Brazil pe > Dr. Joas de Lacerda; Quinta de Boa Vista, Rio de Janeiro, 0 Brazil. - 388 Engo. Francisco de Paula Oliveira; Quinta de Boa Vista, : e z A ea ci Rio de Janeiro, Brazil. NS de 1389 Engo. Domingos Sergio de Carvalho; Quinta de Boa Vis- ta, Rio de Janeiro, Brasil. 1390 Jardim Botanico; Rio de Janiero, Brazil. 3391 Instituto Histórico e Geographico Brazileiro (Rua da Mi- da a AenEo O Rio de Janeiro, Brazil. 1394 1395 1396 1397 1398 1399 1400 1401 1402 1403 1404 1405 1406 1407 1408 1409 1410 1411 1412 1413 TATA 1415 1416 1417 1418 1419 A Biblioteca de la Universidad de Salamanca; Salamanca, España. : Instituto 1 Observatorio de Marina; San Fernando, Prov. de Cádiz, España, Instituto Físico-geográfico Nacional; San José, Costa Rica, Centro América. Academia Salvadoreña, San Salvador. Estacion de Biolojía Marítima; Santander, España. Universidad de Santiago, España. Escola polytechnica de Sao Paulo; Sao Paulo, Brazil. Sociedade de Geographia do Rio de Janeiro (Avenida Cen- tral 153). Instituto Historico e Geographico de Sao Paulo; (Rua Ben- jamin Constant). Instituto Historico e Geographico Fluminense (Nichteroy), E. do Rio. Dr. Antonio Carlos Simoens da Silva; (Rua Visconde de Silva 111), Rio de Janeiro. Museu Paulista; Sao Paulo, Brazil. Universidad de Sevilla; España Sivilla Biblioteca Provincial; Sevilla, España. Archivo Jeneral de Indias; Casa Lonja, Sevilla. Archivo Jeneral de Simancas; Valladolid, España. D. Julian Paz; Simancas, (Valladolid), España. Biblioteca provincial; Tarragona, (Valladolid), España. Academia Científico literaria de la República de Hondu- ras; Tegucigalpa, Honduras. Universidad literaria de Valencia; Valencia, España. Biblioteca Universitaria; Valencia, España. Archivo Jeneral del Reino de Valencia; Valencia España. Museum of Anthropolosy.—Berkeley (Cal.) U. S. A. University of California.—Berkeley (Cal.) U. S. A. American Folklore Society.—Boston (Mass.) U. S. A. American Folklore Society. —Cambridge (Mass.) U. S. A. O blo US: A. 424 Davenport Academy of Natural Sciences.—Davenport. ENS RAN: 25 American Anthropological Association.—Lancaster (Pa.) AUS AE : 1426, American Asiatic Association.—New York. U. 5. A. 1427 American Association of China.—New York. U. 5. A. 1428 American Association of Japan.—New York. U. 5. A. : po 1429 American Ethnological Society.—New York. U. S. A. > des 1430 American Museum of Natural History. — New York. Rae MS UL SAR E : 1431 Free Museum of Science Sc Art. Philadelphia. U.S. A... il 1432 Department of Archaeology. Philadelphia. U. S. A. E 1433 Wagner Free Institute of Science. Philadelphia. U.S. A, K 1434 Anthropological Society of Washington. Philadelphia. USAN : 1435 American Antiquarian Society. —Worcester (Mass.) U. O TOUS: > SN 1436 Academy of lowa.—Mlinois. U. S. A. 4 : VE 1437. Mr. Arthur Keith Curator of the Royal Collége of Sur- $ - geons.—London. England. y ¡ 438). Ray Hardy.—Curator of Entomology.—Manchester.— London. England. - e Prof. Emiliano ae dd (Zoolog.); Valladolid, y ac 1444 1445 1446 1447 1448 1449 1450 1451 Prof. José Guadalupe Aguilera; Calle del Paseo Nuevo 2, Méjico. Prof. Eduardo Aguirre, Buenos Aires. Prof. Antonino Alvarado; Universidad de Lima, Perú. Dr. Anjel Anguiaño; Tacubaya, Méjico. Prof. Eduardo Aquino; Madrid, España. Catedrático P. de Aranzadi (Anthrop.); Barcelona, España. Dr. Augusto Arcunis 1 Wehrle, Conde de Aranda 4; Ma- drid, España. Sixto L. Ballesteros; La Paz, Bolivia. 1452 J. Arturo Ballivian, Calle Indaburu 34; La Paz, Bolivia. 1453 1454 1455 1456 1457 1458 1459 1460 1461 1462 1463 1464 1465 1466 1467 Barbosa du Bocage, Museo Zoolójico; Lisboa, Portugal. Catedrático José S. Barranca; Universidad de Lima, Perú. A. de Barros Barreto, Escola Technica; Sao Paulo, Brazil Hermenejildo Cárlos de Brito Capello; Lisboa, Portugal. Prof. Dr. Salvador Calderon, Sagasta 9; Madrid, España. Vice Adm. C. A. de Campos Rodríguez; Lisboa, Por- tugal. Sr. Lina D. Carvajal; Patagones, (Rep. Arjentina). Prof. Joaquín Carbonell; Universidad de Montevideo, (Uruguai). Dr. Gregorio Chil i Naranjo; Las Palmas, (Islas Canarias). Prof. Miguel F. Colunga; Universidad de San Márcos, Lima. Sr. Daniel de Cortázar; Isabel La Católica 25, Madrid. Francisco Miranda da Costa Lobo; Universidad de Coimbra, (Portugal). Abel Díaz Covarrúbias (Jeol.); Zacubaya, Méjico. Luis S. Crespo, Calle Indaburu 34; Za Pas, Bolivia. Prof. Luis Cruis, (Observatorio), Río de Janeiro. 1468 J. F. Nery Delgado; Rua del Arco a Jesu, Lissabon. 1469 Dr. Federico Faura, Observ. Meteorológico; Manila, Fili- pinas. 1470 Prof. Cesáreo Fernández Duro, Salesas 3; Madrid, España. 1471 Prof. Parmenio Ferrer; Córdoba, Arjentina. So Prof. Rejino García; Universidad de Manila, Filipinas. 48 Ñ Sr. Rómulo E. García; Lima, Perú. 482 Antonio Esteban i Gómez, (Minas), Barbieri 1; Madrid, 1483 A. Gómez, (Meteorolojía); Tacubaya. Méjico. o Antonio José Gongalvez Guimaráes; Coimbra, Por- 1485 E, a Observ. Astron.; Quito, Ecuador. o 186 Dr. Rodolfo Hauthal, Museo de La Plata. A lA 7 Dr. EF. Latzina, Oficina de Estadística; Buenos Aires, Arjentina. 1488 Dr. Vicente López Puigcerver; Madrid, España. 1489 Sr. L. Mallada, (Jeolojía); Madrid, España. 1490 Dr. Eduardo Mier, Inst. Jeogr. i Estadístico; Madrid, > España. 1491 Dr. Aldobrandino Mochi, Vía Gina 3; Firenze, Italia. 492 Francisco J. P. Moreno; La Plata, Arjentina. 1493 Manuel Moreno i Anda; Tacubaya, Méjico. 1494 Adolfo de Motta, Marqués de Legunés 7, Madrid Es Pana Dr. Eufemio Uballes, Rector de la Universidad Nacional; Buenos Aires, República Arjentina.- 1496. Dr. Joaquin V. González, Presidente de la Univ. Nacional; La Plata, República Arjentina. Dr. Julio Deheza, Rector de la Universidad Nacional; Cór- - doba, República Arjentina. 1498 Dr. Oscar Doering, Presidente de la Academia Nacional de Ciencias; Córdoba, República Arjentina. 1499 Dr. Estanislao S. Zeballos, Buenos Aires. 1500 Inj. Luis A. Huergo, Buenos Aires. 1501 Inj. Vicente Castro, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1502 Dr. Atanasio Quiroga, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1503 Dr. Inj. Marcial R. Candioti, Calle Cevallos 269; Buenos Altres. 1504 Inj. Eduardo Aguirre, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1497 Cristóbal M. Hicken, Corrientes 3284; Buenos Aires. 1498 Dr. Eduardo L. Holmberg, Cerrito 858; Buenos Aires. 1499 Lucien Hauman-Merck, Calle Echeverría 3366; Buenos Altres. / 1500 Dr. Jorje Magnin, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1501 Dr. Cárlos A. Marelli, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1502 Inj. Enrique Hermitte, Jeolojía 1 Minas; Maipú 1241, Bue- : nos Aires. ; 1503 Inj. Leopoldo Sol, Jeolojía 1 Minas; Buenos Altres. 1504 Prof. Rodolfo Senet, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1505 Prof. Luis M. Torres, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1506 Dr. Christian Jacob, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1507 Dr. Fernando Thibon, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1508 Srta. Juliana Disenius, Museo Etnográfico; Calle Cevallos - 269, Buenos Aires. : 1509 Prof. Benigno T. Martínez, Colejio Nacional; Concepcion, Uruguai. 1510 Rvdo. Padre A. Larrouy; Calle Cevallos 269, Buenos Aires. : 1511 Dr. Ramon J. Lassaga; Santa Fé, República Arjentina. 1512 Aníbal Cardoso, Seccion Numismática; Museo Nacional, Buenos Aires. 1513 Dr. Juan B. Ambrosetti, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 1514 Dr. Rafael Obligado » » » » » 1515 Dr. Juan Alvarez » » » » » 1516 Dr. Roberto Dabbene > » » > » dor Debenedetti, alte Cevallos 269; Buenos - Calle salio 269; Buenos (522 In. Juan Pelleschi, Calle Cevallos 269; Buenos Aires. 523. ao Matías Calandrelli, Filólogo, Calle Cevallos 269; a a Ed a de a Plata. AS Nielsen, ALS Cevallos 269; Buenos o da - Agricultura, Buenos Aires. j. O Davis, Oficina o Bienes E: ea In. Enrique Wolff, Hidrometría; Oficina Meteorolójica, 1538 1539 1540 1541 1542 1543 1544 1545 1546 Sr. Clemente Onelli, Director del Jardin Zoolójico; Buenos Aires. ) ; Luigi Niccolai, Via Balbi 13; Jénova, Italia. Manuel de Olavarría, Isabel la Católica 25; Madrid, Es- paña. Ezequiel Ordóñez, Jeólogo, Escuela de Injenieros; Méjico. Dr. med. Amadeo Osorio; Madrid, España. Dr. Antonio Peñafiel; Méjico. Wenceslao de Souza Pereira Lima, Academia Polytechni- ca; Porto, Portugal. , Gabriel Puig, Injeniero de Minas, Fomento 1; Madrid, España. Alfredo Filgueiras Rocha Peixoto, Universidad; Coimbra, Portugal. 1547 J. Barbosa Rodríguez, Jardin Botánico Rio de Janeiro. 1548 1549 1550 1551 1552 1553 1554 1555 1556 Sr. Arístides Rojas; Caracas, Venezuela. Bernardo Mateo Sagasta, Instituto Jeográfico; Madrid, España. : Martin Francisco Sánchez, San OQuintin 1; Madrid, Es- paña. : : > Prof. Joachim Sena, Ouro Preto; (Minas Geráes), Brazil. Ildefonso Sierra 1 Leon, Injeniero de Minas, Olivar 2; Ma- drid, España. Prof. Graciano Silvan González, Universidad de Zaragoza; España. : Alvaro Astolpho da Silveira, Rio de Janeiro; Brazil. F. A. A. Simons; Bogotá, Colombia. Marques del Socorro, Calle de Jacometrezzo 41; Madrid, España. : 1557 José Freire de Sousa Pinto, Prof. de Top. € Jeod. Univ: 1558 1559 1560 Madrid, España. Don Rafael Torres Campos, Calle Fernando el Santo N.9 5; Madrid, España. Luis Ulloa; Sevilla, España. Antonio de Valbuena, Torres 2; Madrid, España. qués de E Vega de Alas San Jorje 10; Madrid, , spaña. , Francisco o Dias a oda: Rua 24 de Mo N.o 66; Forta- leza Ceará, Brazil. Sociedad: Científica Arjentina; ele Cevallos 269, ESTOS Ares: aia Jeográfica; Lima; Perú. o de unicos de MES del o a Perú. Bad! a ooo Alzate, Méjico. Comision ge Parasitolojía Agrícola; (Secretaria de Fo- da Una stituto de Segunda Enseñanza; Habana, Cuba. — 444 — 585 Instituto Archeológico e Geographico de Pernambuco, Brazil. Instituto Oswaldo Cruz, Rio de Janeiro; Manguinhos, Brazil. ,¿Dr. Alcides Godoi; Rio de Janeiro, Brazil. Dr. Arthur Moses; Rio de Janeiro, Brazil. R. P. Longinos Navás 5. J., Colejio del Salvador; Zara- goza, España. Prof. Aloisio Sodiro S. J.; Quito, Ecuador. Vicente Ortoneda. Naranjito, Ecuador. Dr. Santiago Ramon Cajal, Universidad Central; Madrid, España. Dr. Blas Lázaro Ibiza, Facultad de Farmacia; Madrid, España. Dr. José Gogorza G., Prof. Universidad Central; Madrid, España. 5 Mr. Vernon F. Masters; Lima, Perú. Antonio Alvarado; Lima, Perú (Revista de Ciencias), Calle 2 de Tacna 245. Biblioteca Pública; La Plata, República Arjentina. Oficina Agrícola Ganadera; La Plata, República Arjentina. Facultad de Agronomia i Veterinaria; La Plata, República Arjentina. : Revista del Centro Universitario; La Plata, República Ar- jentina. E Sociedade de Medicina e Cirujía; Rio de Janeiro, Brazil. Gaceta Médica de Paraná; Curityba, Brazil. Sociedad de Agricultura; San José, Costa Rica. 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Jherins, Museu Paulista; Sao Paulo, Caixa 500, Bra- zil. y o New Zealand. and Lataste, Cadillac sur Garonne (Gironde), France. nean Society; Bourlingtonhouse, London W. calle del a Santo, Méjico. ] pene d'Enscignement Générale; Ea o I, o a : E Es Sclater Secretary of Zaolog: Soc.; 3 Hanoversquare, o vard. ai . H. Wunderlich; 1024 North 4th. Street, Philadel- es L. Caio Curator of the Nat. Gallery; Edinburgh, 1686 1687 1688 1689 1690 1691 1692 1693 1694 1695 1696 1697 1698 1699 1700 1701 1702 1703 1704 1705 1/06 1707 1708 1709 1710 1711 1712 1713 1714 17E5 Mr. J. Wilfried Jackson, Assistant; Museum, Manchester. Rijks Museum, Amsterdam. National Museum of Westindia, Bombay. Brooklin Museum of the Brooklin Inst. of Art € Sciences; Brooklin, U. S. A. Fitzwilliam Museum; Cambridge, (England). Colorado Museum; Colorado Springs, U. S. A. Museum of Natural Science; Dublin, (England). Royal Scottish Museum; Edinburgd (England). 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Raffles Museum.—Singapore. Asia. Royal Asiatic Society, Straits Branch.—Singapore. Asia. Korea Branch of the Royal Asiatic Society=5S0ul (Korea). Asia. Anthropological Society.—Tokyo.—Japan. Asia. Asiatic Society of Japan. —Tokyo.—Japan. Asia. Deutsche Gesellschaft fúr Natur u. Volkerkunde Ostasiens. —Tokyo. Asia. Royal Society of South Australia.—Adelaida.—Australia. Queensland Museum.—Brisbane.—Australia. National Museum of Natural History. — Melbourne. —= Australia. Goverment Statistician's € Registrar General's Office of - Western Australia.—Perth.—Australia. Surveyor General's Office. —Perth.—Australia. Australasian Association for the advancement of Science. Sydney.—Australia. Australian Anthropological Institute. —Sydney. Australia. Australian Museum.— Sydney. Australia. UL 1766 Société Frangaise des Nouvelles Hébrides. — Noumea. (Nueva Caledonia). —Australia. 1767 Bernice Pauahi Bishop Museum of Polynesian Ethnology and Natural History.—/Honolula.—(Hawai). Santiago, Julio de 190. AS ientífico Internacional Americano, Bue- Aires, 10 a 25 de Julio de 1910: Seccion de ; don peruana sobre los aboríjenes de Chile..... Lo ercalios cOn elo Uds R RUE ans 38 : EN 66 JUIJADA B. BERNARDINO.—Teratolojía animal: Catálogo ilustrado i descriptivo de las anomalías orgánicas conservadas en el Museo Nacional....oooooooooooo oo. 103 > . Principales rasgos de la Jeografía Animal de Chile... 187 n de Administracion i Estadistica.—El Museo "Nacional en 1910.—Apuntes biográficos sobre el se- for don Federico Philippi, condensacion del trabajo del señor Gotschlich.—Crónica ¡ correspondencia. e pl 203 ERRATAS QUE SE HAN NOT? ; pe Pájina Línea Dice ño 50 14 Fabres. Febres E ROI : Alolfinqueupu Molfinqueupu p ES RS Lens Lenz OO E : es lolo lola o 9 BO eS Os ies a SO. ea eo bip Blip pda ISO) Ewin - Edwyn > SN sido : salido : : 89 SA lepuras a —lepfurus E 89 23 cho » 4 » NES A o, SA e da ZONA AÑO... E e año 1898 237 29 Braquiaternidos - Braqui ernidos. A Pájina Línea Dice Debe decir DNS Benbidios Bembidios DOTANIZS conserva7se conservase 268 4 Krumviede Krumwiede 270 26 principio principios 271 5 Exnom Exnom 278 18 los las DOI 27 chilenos chileno TT 192 3497