c LIBROS ,0- ZARAGOZA THE WILUAM R. PERKINS LIBRARY OF DUKE UNIVERSITY Rare Books COLECCIÓN DE PAPELES SOBRE CONTROVERSIAS BOTÁNICAS DE D. ANTONIO jfOSEPH CAV ANILLES, CON AIGUNAS NOTAS DEI MISMO A LOS ESCRITOS DB SUS ANTAGONISTAS. wksm VE ORDEN SUPERIOR. MADRID EN LA IMPRENTA REAL, AÑO DE I796. INTRODUCCIÓN. iVJi natural propensión á celebrar los sugetos que trabajan en utilidad pública , y especialmente á los literatos patricios que se emplean en promo- ver las ciencias , está bien manifiesta en la de- fensa de España, que publiqué en París el año 1784. No había visto jamas al Señor Don Casi- miro Gómez Ortega , ni escrito alguno suyo ; y solo por haber oido que era un Boticario bene- mérito dé la química , y enseñaba con fruto la Botánica, como Catedrático del Real Jardín de Madrid , le alabé sobremanera. Del Señor Don Hipólito Ruiz , Boticario también en esta Villa y Corte , discípulo , y actualmente sobrino polí- tico del Señor Ortega , supe haberse dedicado útil- mente por comisión del Ministerio de Indias á exa- minar é ilustrar las plantas del Perú y Chile : sin mas conocimiento , quando aun no había salido á luz fruto alguno de sus tareas , procuré ilustrar su nombre dedicándole una planta nueva. La misma conducta que en aquel primer escrito , he observa- do en los otros que he publicado después. Sola- mente provocado de algunos que han querido com- batir mis obras , he ocurrido á la justa defensa, quando en mi juicio lo exigían los intereses de la verdad. Así sucedió con los Señores Medicus y L'heritier ; y así también \r\ sucedido y sucede con los Señores Ortega y Ruiz. En breve acallé a mis antagonistas extrangeros ; pero no he sido tan feliz con los patricios. Estos ninguna muestra dieron de oposición mientras permanecí fuera de España •, an- tes por el contrario me honró con expresiones de Aa 4 grande estimación el Señor Ortega (i). Vine á Ma- drid en 1787 , recibí de la superioridad distincio- nes y beneficios que me alentaron á continuar mis trabajos con nuevo espíritu. Hay quien piense que esta circunstancia pudo causar alguna variación en los ánimos. Lo cierto es que restituido yo á Pa- rís el siguiente año , sin haber ofendido ni pro- vocado á nadie , muy pronto recibí un impreso con título de : Carta de un vecino de Lima d (1) En carta de 18 de Noviembre de 178$, que conservo como las siguientes , me decia el Se- ñor Ortega: Á nadie cedo en el aprecio del mé- rito de vm. y de sus generosos sacrificios en ho- nor de la nación.... Supliqué á nuestro amigo Don A. F. comunicase á vm. mi ventajoso dictamen sobre su obra del género Sida &c. , excitándole á la continuación en beneficio común y gloria de la nación Española. En otra de 26" de Diciem- bre de 178$ : Doy por bien empleadas las amar- guras que me causaron las pasadas competencias ( alude d lo ocurrido entre él y el Señor Palau sobre el verdadero mérito del Curso teórico y practico ) si me habían de atraer la estimación de un sugeto tan instruido , tan imparcial , juicioso y bien intencionado. Por mas que lo rehuse su mo- deración de vm. , no puedo menos de vivirle muy agradecido , como lo experimentará vm. hasta don- de alcancen mis cortas fuerzas.... Yo espero con impaciencia la segunda disertación de vm. para honor suyo y de toda la nación , y no menos para ilustración y aumento de la Botánica... En punto á honrarme vm. en sus obras , me guar- daré bien de incurrir en ninguo de los dos ex-« los ¿tutores del Memorial literario acerca de las "Disertaciones botánicas de Don Antonio x Joseph Cavanilles , publicado en dicho Memorial literario de Madrid en Setiembre de 1788 : escrito con que se intentaba combatir mis nuevos géneros , y de- primir mi tal qual mérito , tratándome de piro aficionado , que olvida y se desentiende de las doctrinas inconcusas , que procede con focos fuñ- iremos de exigir de vm. lo que no merezco , ni de desestimar lo que vm. generosamente ha em- pezado ya á hacer. Si algo puede confortar un ánimo bien puesto es sin duda la aprobación de los hombres beneméritos : laudari a laudato viro. En otra de 14 de Mayo de \jS6\ Ante to- das cosas doy á vm. gracias y el parabién por su nueva obrita , que contiene cosas nuevas , buenas observaciones y excelentes estampas : todo con- tribuirá sin duda al aumento del arte y de la re- putación de vm. Y en 22 de Marzo de 1787 anadia : Repartí en la junta los exemplares (fue- ron de la tercera disertación , donde publiqué los géneros nuevos , contra los quales se han es- crito dos Anónimas y parte de la tí l tinta Res- puesta). Todos y cada uno se agradecieron y aplau- dieron. En particular yo admiro y aplaudo tan- tos adelantamientos ; aunque quisiera que vm. to- do lo hubiese observado en plantas vivas. Estos fueron casi los últimos elogios episto- lares con que me distinguía el Señor Ortega , el qual en esta última carta ya indicó la manía contra el estudio hecho en plantas secas ; contra el qual han hablado sin cesar y sin pruebas los autores de las Anónimas y Respuesta. 6 ¿lamentos. Creyóse comunmente que el autor anó- nimo de la tal carta era el Señor Ortega , y él mismo lo ha significado varías veces : los hechos posteriores han acreditado mas y mas lo justo de esta persuasión. Su representación contra una Real orden para que yo no me aprovechase del Real Jardín quando en el próximo año de 89 fixé mi residencia en Madrid , todos sus ulteriores proce- deres y gestiones acerca de mis escritos y perso- na lo demuestran evidentemente. Su mano se está viendo en quanto después se ha publicado con- tra mí , ya en otra carta Anónima que demostraré en este escrito no poder ser del Señor Ruiz , aun- que la reclama como suya , creyéndola victoriosa satisfacción á la respuesta que di yo á la primera Anónima ; ya en distintos lugares del Pródromo notados en el prólogo de mi tercer tomo de Ico- nes , ya finalmente en la Respuesta que contra este prólogo se acaba de imprimir con el nombre del Señor Ruiz. ¿ Qué causa puede haber para que oculte su mano y nombre , al tiempo mismo que se descubre por sus hechos y aun por sus pala- bras ? No quiero decir con esto que el Señor Ruiz dexe de tener su parte en las obras que traen su nombre : tienela sin duda , y la principal ; pero en varios accidentes está visible el espíritu y es- tilo del Señor Ortega. Suya es la costumbre con- tinuada en todos los citados escritos de reprobar mis géneros voluntariamente sin exponer funda- mento alguno. Suya y muy peculiar la manía de menospreciar como inútiles las observaciones botá- nicas sobre plantas secas contra el parecer y uso constante de todos los Profesores. Insinuó este mo- do de pensar en la carta citada , pág. 5 , que me 7 escribió antes de imprimir las Anónimas , y ha se- guido inculcándolo en todos los siguientes escritos publicados sin nombre, ó con nombres de otros que sienten todo lo contrario. En efecto el mis- mo Señor Ruiz se ha servido de las plantas se- cas para rectificar aquí las observaciones y descrip- ciones hechas en América ; y lo que es mas para hacer las estampas de diez géneros , como lo con- fiesa en su Pródromo. Ni hay Botánico alguno grande que no haga mucho uso de las plantas se- cas conservadas en los herbarios. Solo en estos se pueden observar plantas de todas las regiones del mundo y registrar en todos tiempos quando las vivas no tienen fruto ni florecen ; comparar las hojas , la fructificación , número , forma y posición de sus partes ; en una palabra formar ideas jus- tas de cada una de ellas ; sí bien deben excep- tuarse las que tienen florecitas sumamente peque- ñas , y otras que la desecación altera y desfigu- ra. Por mas activo que sea el Botánico , y aun- que consuma su vida en viajar, jamas podrá ver mas de una corta porción de vegetales , compa- rados con los ¡numerables que existen ; y al fin para instruirse á fondo recurrirá al huerto seco ó herbarios , cuya utilidad y necesidad reconocieron y recomendaron los príncipes de la ciencia. De esta persuasión nacen los insaciables deseos que tienen los Botánicos de aumentar la colección que poseen para aumentar también sus conocimientos: y como estos tendrían poca solidez si se adquirie- sen á vista de esqueletos mutilados é incompletos, todos procuran tenerlos con flor y fruto , en cu- yo estado debe coger las plantas el que viaja si quiere ser útil á la ciencia. Así hicieron sus ricas 8 colecciones Joseph de Jussieu en la América , Coir - mersón y Sonnerát en la India oriental , Thun- berg , Bancks , Adansón y otros en sus viages. Tu- ve en París á mi disposición los herbarios de Com- mersón , Sonnerát y de Jussieu , y recibí plantas preciosas de los Señores Thunberg , Bancks y Thouin s me aproveché de aquellos tesoros para aumentar los conocimientos botánicos : determiné géneros y especies que aprobaron los sabios y la Real Academia de las Ciencias de París : me ins- taron á continuar mis gastos y trabajos ; y lo ha- cia gustoso , quando hallé en los Anónimos y en el Señor Ruiz críticos que reprobaron mis ocu- paciones. Este en la pág. 8 del prólogo de su Qui- nologia muestra la satisfacción que tiene de poder presentar al público descripciones hechas á la intem- perie entre asperezas y con gran fatiga y peligro, añadiendo que „qualquiera Botánico experimentado «sabe apreciar y distinguir estos trabajos de los que »> se hacen á la sombra y comodidad de un gabi- « nete , los quales se diferencian tanto de los prime- « ros , como las plantas que se describen y dibuxan » en sus lugares nativos de las que se cultivan para « otros fines en los jardines , ó se observan secas » en los herbarios , y se publican , aunque des- » nudas de parte tan principal como son las noti- 3> cias de sus usos y virtudes , anticipándose á la «publicación de las obras de sus descubridores." No me nombró aquí el Señor Ruiz , ó el autor de este párrnfo ; bien que me señaló como con el dedo , porque yo habia hecho en varias partes de mi Monadelfia lo que censura : ya lo habia cen- surado el Anónimo en las dos cartas , y última- mente en la Respuesta que acaban de imprimir 9 se inculca á cada paso como delito grave el que yo haya determinado géneros y especies á vista de plantas secas ; suponiendo por esta sola causa errores , poca exactitud y falta de fundamentos sólidos en mis obras. ¡Como habia de decir esto el Señor Ruiz, quando él y su compañero el Se- ñor Pavón estaban haciendo lo mismo! ¡ quando las estampas de diez géneros del Pródromo se han sacado de plantas desecadas ! O se contradice , ó es otro el que dictó la censura ; censura renova- da en la prefación del citado Pródromo , pág. 1 9 , con estas palabras : „ Es de advertir , que aun pres- » cindiendo de haber sido nosotros los primeros á 3> observarlos (géneros) y describirlos en sus luga- »res nativos , hemos verificado que los mas de » los que encontramos publicados á nuestro regre- so á Europa se copiaron de descripciones im~ » perfectas , careciendo también de estampas , 6 9» se han tomado de plantas nacidas de semillas «propagadas en los jardines de Europa, y por v consiguiente degeneradas , ó de meros esquele- tos. De lo qual ha resultado igualmente que se «han dado por nuevos géneros especies de otros 9f géneros conocidos , y por tanto se han estable- j> cido géneros falsos por Aublét para no nombrar »á otros, y por los que han seguido sus huellas." Los dos párrafos han sido sin duda dictados por un mismo sugeto ; y este , tal vez sin pensarlo, censura la conducta de Lamarck, Smith , Jussieu, y de ambos Linneos , que he procurado imitar eri mis obras botánicas , publicando , como ellos han hecho , géneros y especies nuevas , que por dicha he encontrado en herbarios selectos y bien con- servados. Pero examinemos con cuidado los moti- lo vos y la razón que hay para imitar á estos autores. JNo hay duda que el estudio hecho sobre plan- tas r,vas debe preferirse al que se hace sobre las mismas conservadas en herbarios quando concur- ren en los autores las mismas circunstancias de ins- trucción , hbros , facilidad en describir y dibuxar- porque de lo contrario deben resultar efectos muv ^versos en mérito y utilidad. Rumfio dibuxó y describió plantas vivas en la India oriental ; y las mismas secas bastaron á otros Botánicos mas ins- truidos para rectificar los errores y poca exacti- tud de Rumfio. Aublét hizo en la América fran- tomos , dos de ellos de estampas ; traxo su herbario, y este presto después robustos fundamentos par! que Lamarck y de Jussieu corrigiesen los yerros del mismo Aublét. Los Señores Pavón y Ruiz Pasaron once años en el Perú y Chile acompa- sados de dibuxantes; taxéron después su herba- rio , tas descripciones y dibuxos ; y vueltos á esta para determinar de nuevo las plantas , y corre- gir errores. Aun después de «íe prolijo eximen yn quedando algunos como lo hace ver el Se- ñor lavon formando un nuevo género del árbol, que en su sitio natal tomó por especie de otro col nocido , y asegurándole al Señor Ruiz en la Real Si m -"que s¡ se hidera de nu^-o «el Pródromo saldría con menos imperfecciones"; expresiones dignas de un Botánico in2enuo , qué no quiere perpetuar errores. Si el trabajo hecho en el smo natal vino completo , ¿ en qué se em- plean tantos anos? Y si no vino completo , ;«S- mo puede completarse ahora registrando esque- II letos> Si el herbario es despreciable , y el es l ™K« hecho en él tan inútil como han ponde- ddo° mtcTnsok ¿Para qué lo consultan los que vieron las olantas vivas en el sino natal? <<-,o- Z recto equivocaciones? Ahora b,en: si os Mores Ruiz / Pavón sacan tanta .M d su olantas secas ; si estas les bastan para separai es £ y descubrir géneros; si les presentan j >u- Eeí caracteres para sacar los <^«J^ r°haciénPdoíeqcreer q'ue erré yo V¡~~* estudié las plantas secas por sola la r azon de ^er 1« en tal estado? Y quien jamas ha visto las que en'o n m herbario! ;cómo puede asegurar que 2 incompletas , mutiladas des figuradas como afirman los anónimos y el Señor Ru z .Que diria si yo fuese tan osado que p«sum«r a o g™ mas , las compuestas y monadelfas , V™?™™ otras , se hallan en este estado. Dudo pueda ig- ¡2?S tSTiSÍLSÉif*- **i F« que todos nos ocupemos f„ P° ^e ced*> 5an'«.y no en escrito? ™c|f " proa,ovw »» Bo- te ? sus propios autores' S *"*■ F***^ hub,eramos seguido 1° ma't ° -y *» e«« ellos «tados párrafo* , aun estaba ni ^"í^ en '<* Ju'«o de la Botánica h „" descon°c¡das en per- nos yiageros , prmc p LS P ^ de ™- »««o antes de poder d^ernun! C°mm«tó» - que géneros y especies qnrS^WnexS"*A neones. Entre ellas halK en SÜS Peregri- ^hosa ocasión de LS^'^ L r™os, perpetuando sus nomo "" afef° á ™ pa- ,a cencía. £ una eoXoCaSn *£ h¡Ston'a de "r " « »la- bajos científicos No 1 , examen y tra- J ■•*■ y la's *£ JE í ff «* 45 aquel solo es el verdadero '^ examen i V *£ h hizo conocer 1 dpullicot0r de ^ P,a™í P™ero á la censura JT i * 7 Se exPus° el « ¡as plantas seca" VT °^ Pra«¡cadoyo y, que he'observadTe;/! " '? maf'^^Zs ««* Reynos. No e ° '• '"" de España y Botánico | n¡ * ' «¿ ™™ ser via^te qu^ P^ determinar laSfoL™ Jl*Z ComP«ente C|e. Aun los Botara on ' ?enero y esoe «? h-hariosS JS^^^entados ¿íffi fieros sabios de U foXí * " *■**■» «»Iil< "d" casi insuperables o ,T encuentra" dificul- P "■ aparente , y sabrá apreciar la crítica del Señor Ruiz ó de quien le dictó el citado párrafo , to- dos saben que la Botánica tiene límites como las demás ciencias y artes ; y que si presta auxilios á la medicina , economía y artes , no debe en- trar en el santuario de ellas , ni atribuirse lo que i estas pertenece. Linneo dixo en su Filosofía bo- tánica , que la Botánica es scientia naturalis , qua vegetabilium cognitionem tradit : y de Jussiea añadió : qua organorum in ipsis numerum , tex- turom , actionem , prtfstantiart», situm mutuum *5 aut propriurn , et reciprocam discrepantiam de- terminat } exinde deducens signa plantis distin- guendis ac definiendis idónea. Por lo qual cumpfe con la obligación de Botánico el que averigua y explica todo esto en las plantas , aunque nada di- ga de sus virtudes y usos. Conócense hoy dia al pie de 30.000 plantas: y ¿quántashay de vir- tud bien averiguada en la Medicina? Ponderen otros quanto quieran en las plantas , virtudes creí- das muchas veces sin examen , 6 deducidas pox analogía ; que yo me abstendré de alabar las que no conozco , porque solamente me propuse ser útil á mis semejantes y á la ciencia. Quando los au- tores de la Flora publiquen las 2 5 00 plantas que han descubierto (obra que deseo salga para ¡mi instrucción , y que espero hará honor á los Es- pañoles) tal vez harán ver que no son tantas las virtudes útiles. Entre tanto recordaré á mis anta- gonistas que en las 1000 plantas que llevo descritas y publicadas en 597 estampas he notado el lu- gar natal , las virtudes y usos quando me han pa- recido ciertas las noticias , aunque agenas del ofi- cio de Botánico. He creído conveniente indicar lo que llevo di- cho , para que con este previo conocimiento pue- dan los lectores juzgar en la controversia presente. Deseando que tengan á la mano todos los escritos concernientes á ella , los doy aquí añadiendo ea lugares oportunos algunas notas. Espero que el pú- blico instruido de todo hajrá justicia á cada uno se- gún su mérito. i6 PAPEL Num. i.° Carta de un vecino de Lima d los Autores del Memorial Literario , acerca de las disertacio- nes Botánicas de D. Antonio Josejp/i Cavanilles, .uy Señores mios : Por este último correo aca- ban de recibir los Botánicos de esta expedición una carta de D. Antonio Joseph Cavanilles , Abad de Ampudia, escrita desde París, juntamente con un extracto de los nuevos géneros dedicados que ha descubierto de la clase de las Malvaceas , 6 Monadelphias , diciéndoles haberse tomado la libertad de llamar y honrar á dos de ellos con sus nombres ; y que espera aprueben su determina- ción , á la qual dio motivo el derecho de paisa- no, y el distinguido mérito que tienen contraído entre los Botánicos. Asegura que su obra abraza toda la Monadelphia , y que la tiene casi con- cluida , aumentada de muchcs géneros nuevos , y enriquecida de observaciones hechas con prolixo examen ; por lo qual , y por hallarse estos pro- fesores en un país nuevo y fecundo , se lisonjea que quieran enviarle algunas producciones del Rey- no vegetal &c. El extracto que se compone de cin- co hojas útiles , está escrito en Francés , exceptuan- do las definiciones específicas que pone en Latin, sin mencionar las descripciones de las plantas (2). »■ ■ ■ — ■ 1 ■ ■ (2) El autor del Diario de Física se propuso extractar los géneros nuevos de mi obra 3 pues di- xo : Cet extra it se hornera seulement aux genres nouveaux. Por lo qual no es de extrañar lo liicie- se sin mencionar las descripciones de las plantas. i7 Estos Botánicos se han quedado sumamente maravillados de un descubrimiento de tantos gé- neros en una clase como la Monadelphia ; qu an- do tan solamente han hallado ellos un género nue- vo de sola una especie en un pais tan ameno y nuevo. Los géneros son los siguientes : Ano da , Pa- lma , Laguna , Dombeya , Assonia , Ruizia, Pavonia , Cienfuegosia , y Senra. No acaban de concebir los pocos fundamen- tos que expone para separar estas especies de los nuevos géneros establecidos por Lineo , y formar de ellas los mencionados nuevos géneros. Aunque suspenden por ahora su juicio , no pueden menos de extrañar que este laborioso y loable aficionado por sola la cap sida multilocular con sola una semilla , establezca el género de la Anoda , y separe las tres especies que trae del género Sida. La Ruizia según su descripción es una Sida. La Pavonia por sus caracteres genéri- cos es un Hibiscus. La Cienfuegosia es igualmente un Hibiscus. Las descripciones de los demás no dan suficiente idea para determinar que género sean por la mezcla que hace de unos con otros; y asi es necesario para acabar de formar concepto ver las láminas con las mismas plantas. Olvida sin duda las inconcusas doctrinas de Li- neo , y se desentiende de que este famoso Botá- nico distingue los géneros de la Monadelphia por el cáliz. También se persuaden que no tiene pre- sente que las mas especies de un género (gene- ralmente hablando) varían por lo común en al- gunos caracteres , bien sea de la flor ú del fruto, como sucede en el Rhammis y Valeriana } Mar- B i8 gracia , Campánula , Antirrhinum , Commelina% Verbena , Fussiea } Lythrum , Portulaca , Triun- fetta , Euphorbia , Crotón , Spiraea , Laurus, Q-eranium , Fumaria , y casi en todos quantos géneros hay hasta hoy descubiertos. Pero no du- dan que si viajara , y practicara con su acostum- brada afición esta ciencia , se arrepintiera de la formación de tales nuevos géneros ; pues observa- ría la genuina analogía que entre sí tienen las es- pecies de un mismo género , y la variación en alguna de sus partes genéricas. Finalmente en vista de las grandes dificulta- des que han encontrado en la formación de tales nuevos géneros , han suspendido en algún modo el juicio, como asimismo la contestación (3) de la carta , y la dedicación que han pensado hacerle de un género nuevo hasta su llegada á esa Corte , que esperan se verifique en Agosto ó Septiembre pró- ximo. r=Dios guarde á Vms. &c. = Lima y No- viembre 11 de 1787. (3) Ademas de Mr. Dombey , Botánico fran- cés, que regresó á Europa en 178 5 , fueron dos los Botánicos españoles de la expedición , Ruiz y Pavón. Este me contexto desde Hudnuco con la misma fecha de 11 de Noviembre de 178/1 por lo qual el autor Anónimo faltó d la ver- dad asegurando , que suspendieron la contesta- ción. No creia fuese el Señor Ruiz autor de la. Anónima , mayormente después de haberme es- crito la siguiente con fecha de 29 de Diciem- bre de 1788.-=. Muy Señor mió : Estándome pre- viniendo para verificar mi regreso á España , tuve el honor de recibir en el Perú su letra fecha erj PAPEL Num. 2. Carta de D. Antonio Cavanilles en respuesta d la que se insertó en la segunda parte del Memorial Literario del mes de Septiembre de 1 y 88 , donde se hace crítica de sus Di- sertaciones botánicas por uno que se titula» vecino de Lima. (4) jLTÍluy Señor mío : Conozco que Vm. vio el París á 2 de Abril de 1787 acompañada del tercer quaderno de los nuevos géneros de su Monadelfia. La celeridad del viage no me permitió el con- testo que hoy me franquea mi llegada á esta Corte, desde donde tengo la complacencia de ofrecer á Vm. mi respetuosa voluntad , con la misma que le doy las debidas gracias por el nuevo género con que se dignó distinguir mi nombre. Permítame Vm. le diga mi sentimiento de que no haya dedicado dicho género en sugeto de mayor mérito que el mió , ya que dificulto pueda ser en quien mas lo estime , y tan reconocido quanto obligado le esté. Entre mis descubrimientos botánicos tengo 128 géneros nuevos entre árboles y frútices , los que para mayor lustre de mi obra pienso darles nom- bres de sabios Botánicos y Protectores , como lo es el Señor Don Antonio José Cavanilles , el que espero me reconozca por su mas apasionado y afecto servidor Q. S. M. B. Hipólito Ruiz. = Se- ñor Don Antonio José Cavanilles. El lector imparcial decidirá si las dos car- tas precedentes pueden ser de un mismo sugeto. (4) Copio aquí la carta impresa en mi au- B2 20 extracto que de mis tres primeras Disertaciones hi- zo el Redactor del Diario de Física de esta Corte en el mes de Febrero de 1787 tocante á mis nue- vos géneros , y siento que la grande distancia que nos separa le haya privado el ver las seis Diser- taciones , y las doscientas láminas que tengo pu- blicadas , como también el saber los elogios que ellas han debido á la Real Academia de Ciencias de París , á los papeles públicos de esta Capital, Pisa , Zurick , Gottinga , y á los sugetos distin- guidos en la Botánica , como Thunberg , De Jus- sieu , Lamarck , Wüldenow , Usteri y otros , que senda , y añado las alteraciones que hice quan- do la reimprimí en el prefacio de mi tercer tomo de Icones , para que el lector vea si el Señor Ruiz tuvo razón de acriminarme por ellas. pág. 1 lin. pág. 2 lin. pág. 3 lin. pag. 4 lin. De dicha pagina se suprimió la nota como in- útil en los últimos años. pág. 5 lin. 1 j Brasil en el Brasil original decia En la reimpresión 7 el ver de ver 9 el saber de saber 1% hubiese hubiera 19 hubiese visto entendido 1 el que que 6 en que con que 16 en dicha con dicha 32 piden deben 10 aseguro afirmo 10 que es falsa que no siempre es cierta 15 arrancó apartó ciertamente suponen mas que un anónimo de Lima. Tal vez entonces hubiese Vm. medido sus expre- siones , y hubiese visto , si tuve fundamentos para publicar mis géneros. También siento el que se le haya escapado á Vm, en su carta el asegurar que los Botánicos que estaban en la expedición habían suspendido el contestarme , porque cabalmente con la misma fecha de 1 1 de Noviembre en que Vm, escribia , el Señor Pavón me honró con una carta desde Huánuco dándome gracias , y elogiando mis trabajos botánicos , á no ser que su compañero le haya comunicado á Vm. la carta que le escribí y á éste se deba atribuir quanto Vm. dice baxo la máscara de Anónimo , lo que no puedo creer. pág. 6 lin. 2 sin estar que no esté 1 2 su hijo de su hijo 1 6 la las 19 y estos estos 26 juntillos juntillas pág. 7 lin. 7 de Ixsx ía*sse 10 asegura según lo asegura 18 pues siempre siempre 20 reunidos reunidos en una como copa pág. 8 Ib. 18 que es que se 2 5 debia debiera 28 hallará hallaria pág. 9 lin. 19 que el Stewartia y el Stewartia 20 que hice como hice 30 pasando después pasando luego pág. 10 lin. 24 las separa los separa pág. 11 lin. 11 Hypomoea Ipomcea pág. 12 lin. 6 pureza sinceridad ¿2 Pero supongamos por un instante que Vm. me escribió desde Lima en dicha fecha , y que continúa aun allí su residencia para distinguirle de los que hoy dia se hallan en España. Añadamos mas , y con- vengamos de buena fe , que Vm. está tan en- amorado de las opiniones del célebre Lineo , que por ningún título ni evidencia se quiera apartar de ellas : docilidad y entusiasmo que es laudable en un principiante ; pero que impediría el adquirir y des- cubrir nuevas verdades , si por desgracia todos pa- deciesen la misma enfermedad que Vm. Porque en tal caso nadie se atrevería á publicar que eí famoso Sueco erro como hombre en formar los ca- racteres de un gran número de géneros ; que otros piden ser corregidos , y otros suprimidos. Yo tu- ve la desgracia de publicar y demostrar esto en mis Disertaciones , y Vm. no acaba de concebir los fundamentos que tuve para hacerlo ; añadien- do que olvido las inconcusas doctrinas de Lineo, quien distingue los géneros de la Monadelphia, por el cáliz. No , no me desentiendo , como Vm. supone , de que este famoso botánico distingue los géneros de esta clase por el cáliz ; antes publiqué y aseguro de nuevo , que es falsa su doctrina , y que de ella dependen muchas de las contradiccio- nes de sus obras en este asunto. Ella le obligó á separar la Álthcea de la Alcea contra el orden natural de estas plantas , en cuyas especies el nú- mero de las divisiones del cáliz exterior varía des- de cinco hasta nueve ; y yo á vista de esto he reunido los dos géneros en uno, y la Academia de las Ciencias de París publicó que tuve razón en ello. Vm. sostendrá sin duda lo contrario ; pe- ro desde un Anónimo Limeño hasta una Acade- mía de las Ciencias creo que hay alguna distancia. Y si por el cáliz se han de formar los géne- ros en esta clase , i.° i por que separó Lineo del Sida el Nap¿ea , teniendo ambos el mismo cáliz y la misma fructificación ? Si Vm. señala por causa el que una especie de Napaea es dioica , sepa que esto no ha servido de inconveniente en otras oca- siones para reunir plantas , y que hoy dia aun los que defienden el sistema sexual , le quitan las cla- ses Gynandria , Monada , Diacia y Poliga- mia , como lo han hecho Tunberg y Willdenow en sus Floras del Japón y de Berlín. También re- uní yo el Napaa al Sida sin su permiso de Vm. y esta Real Academia aprobó mi opinión. 2.° ¿Por que separo el Hermannia del Mahernia ponien- do diez clases entre ellos , y asegurando falsa- mente que este último no era de la MonadelpiaJ ¿Por que no reunió en un solo genero el Tri- chilia Turnea y Melia , cuyos cálices son de la misma forma , los pétalos y estambres del mismo modo? 3.° ¿Por que arrancó de esta clase el Sivietenia, Ticorata, Turrxa, Guare a , Melia, Sifonima , Aquilicia , Averrhoa , Erytrhoxyhn> Malpighia , Sandoricum , Strigilia , Quivisia, Portesia (a) , y otros que tienen los estambres reunidos en un solo cuerpo , y un cáliz partido hasta la mitad en cinco partes , sin que este mis- mo Lineo haya hecho de ellos un Sida , en me- dio de tener muchos el fruto parecido al de este género? ¿No halla Vm. en su Maestro culpable (a) Tengo trabajados y dibuxados en mas de cincuenta Láminas todos estos géneros con el Pas- siflora que publican quando estén grabadas aqtte* lias. 24 esta ínconseqüencia? Vara Vm. creyendo, Se- ñor Anónimo , que aunque el Plinio del Norte hizo mucho , nos dexa aun mucho mas que tra- bajar ; que se equivocó muchas veces ya arras- trado , para sostener la hermosura y verdad en gran parte ideal de su sistema , ya por faltarle plantas y observaciones. Vm. se maravilla al ver tantos géneros nue- vos en la Monadelphia > quando los Botánicos de la expedición han hallado uno solo de una sola especie (a) en un pais tan ameno y nuevo. Con que fuera del Perú y Chile no se pueden des- cubrir nuevas plantas : con que Forster no pudo encontrar en su viage los nuevos géneros que ha publicado : con que Comerson en las Islas de Fran- cia , Borbon , Madagascar , Brasil , y Estrecho de Magallanes : Adanson en el Senegal : Joseph de Jussieu , Sonnerat y otros en varios climas no han podido ver sino cosas conocidas. Pues sepa Vm. Señor Anónimo , que se engaña , y que yo sin haber salido de Europa he hallado nuevos géne- ros , como lo demostraré muy pronto. Vm. me exhoita á viajar y practicar la botánica , y en- tonces (me asegura Vm. con su grande experien- cia y profundos conocimientos) me arrepentiré de haber publicado mis géneros. ¿Cree Vm. que yo publico mis obras como Vm. escribe sus Cartas ? ¿Le parece á Vm. que hallará en aquellas una (a) Sé que entre las flautas nuevamente des~ cubiertas en el Perú se contaba como nuevo gé- nero el D'Aubantonia tomentosa, la qual perte- nece al Waltheria que yo he publicado en mi sexta Disertación Tab. JJ i. 25 opinión solamente sin estar fundada en la obser- vación mas atenta ? ¿ O que yo osaría hablar con- tra el modo de pensar de algún autor sin demos- trar con evidencia que se equivoco ? Lea , lea Vm. Seííor Anónimo , mis obras , y aprenda á criticar: sepa también que para descubrir géneros y espe- cies nuevas no es menester visitar la América , ni la India Oriental , como lo prueban los exemplos de Lineo , y su hijo , de los Señores L'Heritier, de Antonio de Jussieu y Lamarck , que nunca salieron de la Europa : porque solamente se nece- sitan plantas y conocimientos botánicos : aquellas nos la recogen y traen los que viajan , instruidos, 6 ignorantes , con tal que las sequen y conserven bien con flor y fruto : y estos se aprenden consul- tando con hombres sabios y buenos libros. En quanto á la práctica de la ciencia , solo diré , que ya he publicado varias obras , y que merecieron elogios de los literatos. Pasemos ahora á demos- trar la existencia de mis géneros. Vm. cree á pies juntillos que Lineo hizo bien en separar los géneros Malva y Malope , porque el fruto de aquel se compone de muchas caxitas puestas en rodaja , y el de este de muchas se- millas amontonadas en forma globulosa , sin que le sirva de embarazo el que convengan en el resto de la fructificación : \ pues por que no me he de valer yo del mismo derecho y separar el Palaua del Sida por las mismas razones ? Sea Vm. con- siguiente en sus opiniones , y sin hacer traición á su querido Lineo , hallará un nuevo género , por- que no hay remedio , ó reunir aquellos , que seria un crimen de lasa patemitatis , ó separar estos. El Ruizia según mi descripción es un Sida 26 asegura Vm. sin presentar prueba y esto debe ser sin duda el modo de criticar en Lima. ¿ Pero , Se- ñor Anónimo , no ve Vm. que mi Ruizia tiene dos cálices , los que según su Padre Lineo , sien- do el exterior triphillo , denotan una Malva ? Va- ya que tal vez se habrá equivocado Vm. 6 el Im- presor poniendo Sida en lugar de Malva. Pero escoja entre estos géneros ; pues siempre será cierto que mi Ruizia por tener los estambres reunidos, y dos cálices , de los quales el exterior es deci- duo , no podrá pertenecer á los géneros Sida 6 Malva ; y si Vm. los violenta, habrá de hacer un Sida del Geranio , y un Malva del Gordonia, en quien se halla el exterior deciduo , resultando de esto la mayor confusión en la Botánica , efecto indispensable del cumulo de luces que brillan en mi Crítico. En quanto al Dombeya guarda Vm. un pro- fundo silencio , y aunque dicen que quien calla otorga , yo he creído siempre , que el que calla no habla. Este género tiene dos cálices , un fruto en rodaja y estambres unidos ; pero no puede ser malva por ser deciduo su cáliz exterior , y tener cinco estambres estériles , 6 cinco excrecencias en forma de lengua interpoladas entre los estambres. Lea Vm. en el prólogo de mi tercera Diserta- ción el uso de aquellos estériles , y el grosero error en que cayó el Caballero Lineo al mezclar en- tre las especies del Pentapetes la planta que él lla- maba Pentapetes phcenicea , que es una especie de mi género Dombeya. El Pavonia según sus caracteres genéricos es un Hibiscus afirma Vm. igualmente suponiendo que le creerán sin probarlo ; pero repare Vm. 27 que se engaña , y que es olvidó de las reglas de su Director Lineo , quien dixo en su Grener a plan- tarían , que el Hibiscus tiene un solo estilo par- tido en cinco hilitos , y que su fruto es una ca- xita con cinco celdas ; cuyos caracteres no se ha- llan en mi Pavonia , que tiene diez estilos y cin- co caxitas por fruto. Debia Vm. leer con cuida- do las obras de Lineo , y examinar atentamente por ahora Jas especies de Hibiscus , y Urena , y entonces hallará entre las primeras el Hibiscus Spinifex , y entre las Tírenos la Ur Typhalcea\ dos plantas , cuyos caracteres genéricos son los mismos , y que separa el Sueco sin saber la causa, añadiendo á este error otro de la misma gravedad; porque forma un Hibiscus de la primera , y una Urena de la segunda , de cuyos géneros deben salir para formar mi Pavonia que abraza sus ca- racteres , como he demostrado en mi tercera y sexta Disertación. I Que tal , Señor Anónimo , tengo suficientes motivos para formar nuevos géneros y para no seguir á ciegas á Lineo ? Vm. convendrá en que vale mas ver los autores , y examinar las plan- tas , de que hablaron , antes de declararse en fa- vor ó contra ellos , que ser autor Anónimo 6 eru- dito á la Violeta. Si hubiéramos de seguir hasta los defectos de un hombre de mucha reputación como lo es Li- neo , diriamos con él , que el Samyda y Casea- ria forman un género , que el Steivartia y Ma- lacodendron otro : error imperdonable , que hice ver en mi quinta Disertación ; el primero lo pu- blicaré quanto antes con otros muchísimos : tam- bién diriamos que el Hibiscus populneus tiene el 28 cáliz exterior ele una pieza ; pues ignoró Lineo lo que ya publiqué en mi tercera Disertación , en donde probé que se componía de tres hojitas. Vm. lleno de aforismos , hubiera gritado : luego el tal Hibiscus es una Maha ; y pasando des- pués al Hibiscus Ttliaceus , después de conocer que su cáliz exterior era de una pieza con diez dientes , diría : luego tenemos aquí una Althtea. Vea Vm. Señor Anónimo , las malas conseqüen- cias de mirar el cáliz como piedra de toque , y decir con su Maestro : Nos genera distinguimus a cálice qui magni momenti est , et limites ab- solutos ponit ! Lin. gener. plant. pag. 346. Del número de estilos y celdas del fruto , que puso Lineo entre los caracteres del Hibiscus , se hiriere que mi Cienfuegosia forma un nuevo gé- nero , por tener un solo estilo , y tres celdas en su fruto ; asimismo por carecer de cáliz exterior mi Laguna se ve excluida de aquel género. Yo no sé si á Vm. le' parecen suficientes estos ca- racteres después de saber que los aprobó esta Aca- demia , y que van bien con los principios del mismo Lineo ; pero quando Vm. vea que el Con- narus se distingue del Averrhoa por solo el fru- to , conviniendo en el cáliz , número , figura y po- sición de los estambres ; quando Vm. sepa que el Aquilicia y el Sida parecidos en fruto , cáliz y reunión de estambres , las separa Lineo por otras circunstancias , entonces no extrañará mis géneros de Laguna y Cienfuegosia distintos del Hibiscus. Extraña Vm. que la cápsula multilocular me dé fundamento para formar el género Anoda , y separarle del Sida : ; pero ignora Vm. que esto mismo separa el Hibiscus de la Alihcea ? porque 29 si se concede á esta una cápsula multilocular , en vez de las muchas que tiene en rodaja , ya será Hibiscus ; pues entonces ambos tendrán un do- ble cáliz , de los quales el exterior multifido : los estambres insertos á un tubo ; y el mismo fruto. No olvide Vm. los fundamentos poderosos con que Lineo separó el Andrómeda del Erica , que- dando la pobre especie (Daboecia) fluctuando hoy dia : aquellos con que separó el Convolvulus del Hypomxa , la Trichilia del Turraa , y otros mu- chos , y le parecerán mas sólidos los mios. En mi Asonia hallará Vm. un doble cáliz persistente y veinte filamentos , de los quales cinco son esté- riles. Tómese el tiempo que le parezca para con- sultar Amigos , y revolver Autores , y favorézca- me con nombrar el género á quien convengan es- tos caracteres : lo mismo digo en orden al género Senrra atendidos los suyos. Se queja Vm. en su carta de que mis des- cripciones no le presentan idea suficiente ; pero acuérdese , Señor Anónimo , que muchas veces la idea que es clara y distinta para uno , es obscura y confusa para otro. Creo que con unas quantas cartas anónimas que Vm. espete , si halla quien le responda , é instruya con sus respuestas , se irán aclarando sus ideas , pasarán á distintas , comple- tas y adequadas ; pero Señor Limense , le pre- vengo , que el tiempo me es muy precioso , y ño le perderé mas en refutar anónimos de su ca- libre. En fin , me persuado que le he demostrado la verdadera existencia de mis nuevos géneros , y le suplico que no dude de la pureza de mis ex- presiones , como yo quedo altamente persuadido de la sinceridad con que escribió su carta. Dios le guarde muchos años. París á 28 de Noviembre de 1788. B. L. M. de Vrn. su servidor y capellán Antonio Joseji/i Cavanitíes, Sr. D. Anónimo vecino de Lima. PAPEL Núm. 3,* Respuesta d la carta que D. Antonio Cava^ nilles ha publicado en contextacion d la de un vecino de Lima , sobre la falta de fun-> damentos para haber establecido varios gé- neros de Plantas en sus disertaciones Bq~ tánicas. .uy Señor mió : quando no me pusiera la plu- ma en la mano la amistad , que profeso al anóni- mo (5) de Lima, que notó con la debida mode- ración las equivocaciones Botánicas de los escri- tos de Vm. sin dexar de dar á su zelo , talento y laboriosidad los elogios que merecen ; me obli- garía á esta respuesta el deseo de anticipar el des- engaño á nuestros aficionados á la Botánica , que deslumbrados de la especiosa circunstancia de es^- cribir Vm. desde París , de la recomendación de los sabios que han aprobado y promovido la pu- blicación de sus disertaciones , y sobre todo del tono magistral de su Carta de Vm. pudieran atri- buirle la razón en perjuicio de la justicia , y de su propio aprovechamiento, Recorreremos , pues, desde luego por mayor , mientras recibe su es- crito de Vm. aquel amigo , y desvanece desde tan larga distancia mas profunda y completamente sus respuestas , los nueve géneros de la diserta- ción en qüestion , y los principales puntos que con mas ardor que oportunidad toca Vm. en ella relativos á Linneo y á su fiel y amartelado imi- (5) Ya tenemos dos Anónimos , uno en Lima y otro en Madria> cada uno autor de su carta. 32 tador el anónimo ; porque conviene á la verdad que con sencilla franqueza se ventile y apure el asunto , á fin de que nuestra juventud que con tanta intención , ha emprendido el estudio de las ciencias Naturales , no se aparte de los principios mas sólidos y fundamentales , en una materia tan importante como el establecimiento de géneros. Dice Vm. en el principio de su Carta, »que » siente que la grande distancia que separa á Vm. »y al anónimo, prive á este de ver sus seis di- sertaciones, y las doscientas láminas que tiene «publicadas, como también de no saber los elo- » gios , que ellas han debido á la Real Academia «de Ciencias de París á los Papeles públicos de »>esta Capital, Pisa, Zurick, Gottingaj y á los » sugetos distinguidos en la Botánica como Thutn- »berg> de Jussieu, Lámar ck, Wildenoiv, Us- vierí x otros, que ciertamente suponen mas que »un anónimo de Lima; tal vez, añade Vm. hu- »biera entonces medido el anónimo sus expresio- »nes, y hubiese visto, si tuve fundamentos pa- »ra publicar mis géneros." No se le disputan á Vm. Señor D. Antonio Cavanilles los elogios de la Academia de París, ni de los demás encomiantes y Botánicos que ex- presa, pero que aquella doctisima Academia, y estos le hayan aprobado el establecimiento de los nueve géneros que publica, me permitirá Vm. ie diga es improbable; (6) antes bien debe creerse (6) No sé por qié deban parecer improbables los hechos que constan por documentos de la Real Academia de las Ciencias de París. En los ex- tractos impresos en mis Disertaciones dixeron que el elogio haya recaído solamente sobre su aplicación, y no sobre la multiplicación de unos los Censores de dicha Academia : Air. Cavan r- lles á reuní avec raison l'Althsea et l'Alcea deLinneé en observant , que le fruit est le me me dans le deux = les genres Ruizia , Dombeya , Assonia, Pavonia , Laguna , et Cienfuegosia sont nouveaux. Luego los aprobó , pues dixo que son nuevos , y que lo hice con razón. Ademas de esto el Señor de Jussieu y otro de los Censores Académicos , adopto todos mis géneros nuevos en su obra Genera plan- tarum : lo mismo hizo en la suya Haenke , hon- rándome con las expresiones de dignissimus Alo- nadelphiae reformator. Concluiré esta nota copian- do el último párrafo de la censura de mi ter- nera disertación. Tels sont les genres exposés dans ce travail : ils comprennent ensembie quatre vingt seize especes , dont la moitie n'etoit point conñuee, et dont plusieurs autres avoient été décrites ou fi- gurées imparfetement. Toutes ees plantes a l'excep- tion de trois ou quatre sont dessinées par l'auteur, et gravees sous ses yeux avec le plus grand soin dans trente neuf planches jointes á la dissertation, et les descriptions sont tracées sur le méme plan, que celles des deux dissertations precedentes. On ne peut que savoir gré a Mr. Cavanilles d'avoir entrepris de donner de suite toutes les planches de la famille des Mauves; et la maniere dont íi Vi executé dans cette troisieme partie lui men- te de nouveaux eloges. II seroit á souhaiter que chaqué famille de plantes fut aínsi traitée sepa- rement, et avec les mémes details. Air. Cavani- lles se propose de donner ancore bientót celleí C 34 géneros formados de especies de otros, creados anteriormente por Tournefort (7) y Linneo, y co- mo tales admitidos por todo sabio Batánico co- mo se manifestará mas adelante. Previene Vm. »Que con la misma fecha que » escribía el anónimo , recibió carta del Señor Pa- 5» von desde Huanuco dándole gracias , y elogian- » dolé sus trabajos Botánicos." Como si en el dar gracias y elogiar el trabajo estuviese vinculada la aprobación de los mencionados géneros (8). de Geranium qui á beaucoup d'affinité avec les Mauves. Ce nouvel ouvrage á eri juger par les precedents, ne pourra manquer d'étré acuelli par l'Academie. Nous pensons qu'elle doit en Tin- vitant á suivre ce genre de travail, accorder soa approbation á . Y ouvrage presenté aujourd'hui , et permetre qu'il soit imprimé sous son privilege = Au Louvre ce 23. Decembre 1786. = signé A. L. de Jussíeu, Fougeroux de Bondaroy et de Lamarck. = Je certifie le present extrait confor- me á son original et au jugement de l'Acade- mie. A París ce 23. Decembre 1786. Signé =r le Marquis de Condoscét. (7) Tournefort y Linneo murieron sin ver las plantas de mi Dombeya , Assonia, Palana, Laguna , Cienfuegosia y Molina , cuyos caracte- res genéricos he demonstrado se diferencian de los demás géneros conocidos, (Véase mi respues- ta d la anónima y la prefación de mi tercer tomo Icones.) Así pues no he formado mis géne- ros de especies de otros , anteriormente creados. (8) Cité la carta del Señor Pavón para ha- cer ver que el Anónimo falto a la verdad \ ase* . . 35 Continúa V m. » Añadamos mas y convenga- wmos de buena fe, que Vm. está tan enamorado «de las opiniones del célebre Linneo, que por «ningún título, ni evidencia se quiere apartar de » ellas ; docilidad y entusiasmo que es laudable en «un principiante, pero que impediria el adquirir «y descubrir nuevas verdades, si por desgracia « todos padeciesen la misma enfermedad que Vm. i> Porque en tal caso nadie se atrevería á publi- «car, que el famoso Sueco erró como hombre « en formar los caracteres de un gran número de « géneros , que otros piden ser corregidos , y otros «suprimidos." Que el anónimo esté enamorado de las opi- niones del Caballero Linneo no hay que admi- rar, ni menos el que las siga y abraze, mientras el Señor Cavanilles no dé al Público otra nueva Filosofía Botánica (9) mas arreglada que la de aquel sabio, por la qual se venga en conocimien- to del motivo , que ha tenido para formar sus gé- gurando que los Botánicos suspendieron la con- testación. (S>) No es menester hacer nuevas Filosofías botánicas para descubrir y corregir errores d que están expuestos los que trabajan. Los exem- plos del hijo de Linneo , de de Jussieu f de La- marck y de otros muchos bastan y autorizan á seguir sus huellas. El amor solo á la verdad y á la ciencia me hizo corregir lo que creí er- ror en algunos autores. Expliquéme con clari- dad y procuré demonstrar mis proposiciones. Há- game ver el Anónimo que me equivoqué y le da- ré gracias, C2 36 neros de especies en todo conformes con los de Linneo , -dexandose llevar de algunas anomalías ob- servadas casi todas en Plantas secas, de las qua- les ningún Botánico debe valerse sin indispensable necesidad para la formación voluntaria de nuevos géneros, á no ser que quiera incurrir en el mis- mo trabajo que le ha sucedido á Vm. (10). Linneo por el plan general de su obra se vio precisado á abrazar en ella géneros de plantas no observadas por sí mismo, confeso que muchos de ■ellos merecen corrección , y principalmente los formados por exemplares secos; y aquellos que insertó en sus obras confiado de las descripciones y noticias, que le remidan los Botánicos, amigos, aficionados y curiosos, y que generalmente eran formados de quarrtas anomalías, observan en las distintas especies de unos mismos géneros, nadie puede negar hay urgente necesidad de corregirlos y perfeccionarlos, pero esta diligencia es muy di- fícil de practicarse sin tener delante las Plantas vivas (i i) con flor y fruto, pues por faltar á mu- (jo) Que así me haya sucedido di ce lo el Anónimo j pero jamas lo prueba. No debe ser vo- luntaria la formación de nuevos géneros , sino conforme d las reglas del arte j deben derpre-» ciarse para esto Tas anomalías , mas no es jus- to llamar anomalías los caracteres : Estos se des- ¿ubren en las plantas vivas y en las secas bien conservadas , fas quales prestaron robustos fun- damentos d los autores de primer orden para formar géneros nuevos, {yease la pag. 6. de mi respuesta d la anónima, 6 la 2$. de esta obra.) (Ti) 0 Us secas con Jlor y fruto , como id- 57 chas de ellas alguna de estas partes fueron esta- blecidos no pocos géneros , que después se han visto obligados á ir corrigiendo los Botánicos en sus propios y nativos lugares, lo qual no es fac- tible al aficionado y curioso, ni aun á el Botáni- co que escribe lo que tranquilamente, y á pie ' quieto examina en unas Plantas secas , que las mas. veces tienen totalmente desfiguradas las tiernas y delicadas partes de sus flores y frutos , con la opresión de la prensa al tiempo de la desecación, como le ha sucedido á Vm. para el estableci- miento de sus nueve géneros (12). A la verdad es de creer que si Vm. volviese á examinar estos géneros por Plantas vivas muda- rfa de dictamen (13), pues aunque dice: «que no i hitamente hicieron los Señores Pavón y Ruiz para sacar los dibuxos de diez géneros de su Pródromo. (12) Si Vm. no ha visto jamas las plantas de mi herbario „ ;cómo asegura que estaban to- talmente desfiguradas } guando establecí mis ?uie~ ve géneros ¡ Las mas de ellas son de las islas de Madagascar, Borbón y Francia, donde Ccm- merson las cogió con sumo cuidado , y en esta- do perfecto para que secas se examinasen como yo lo hice: lo mismo practicaron en otras del mismo herbario de Jussieu y Lámar ck> como se ve en sus obras. i1 ,j) ¿Y por I11? mudaría de dictamen, si en las secas se conserva la fructificación! Ra- ro empeño. Igual es el siguiente , con que pre- tende reconozca yo en las expresiones de Lia- neo lo contrario de lo que ellas significan. Vean- 38 «se desentendió, como el anónimo supone, de r>que Linneo distingue los géneros de las Mal- waceas por el cáliz, sino antes bien publico y »> aseguró Vm. de nuevo que es falsa su doctri- »> na , y que de ella dependen muchas de las con- » tradicciones de sus obras, y que la misma le 35 obligó á separar la Althea de la Alce a contra »»el orden natural de estas Plantas." No dexa Vm. mismo de conocer, que aunque Linneo con- sideró los cálices de esta familia útilísimos para la división de los géneros, no los tomó rigurosamen- te como esencialisimo , sino como carácter mas sobresaliente en algunos de ellos, y como mas pronto y fácil para la distinción de estos mismos; se en la pag. g4&. de su Monadelfia divisa fue- re genera hujus classis á solo fructu, qui non suf- ficit: hinc ad folia confugere necesse visum fuit plurimis. Nos genera distinguimus á cálice, qui ma^ni momenti est , et limites absolutos ponit. Afirmo Linneo que el cáliz pone verdaderos limi- tes entre los géneros de la Monadelfia: probé yo que era falso este principio , porque Linneo sepa- ró el Sida del Napaa d pesar de tener el mis- mo cáliz y fructificación ; y el Anónimo en vez de responder d la dificultad \ la dexa entera, y se contenta con decir contra la sentencia ex- presa de Linneo que no tomó este los cálices rigurosamente como carácter esencialisimo, y que semejante persuasión seria contra el notorio mé- rito de este restaurador de la ciencia. Como si ti ser hombre de notorio mérito y restaurador y aun mas , pudiera eximir al gran Linneo de las fila que zas de hombre» 39 y por consiguiente no dexó de atender á los del mito como necesarios é indispensables ; ni al de los estambres como en el de la Pentapetes , Connarus y Hugonia; al de la Roseta (corolla) como en la Brrcnea, Hermanea y Aphyteia que todos son preciosos y esenciales para la separación y distinción de los géneros , pues sin las demás par- tes de la flor y fruto de nada serviría el solo carácter del cáliz; y persuadirse Vm. que Linneo sintió lo contrario es contra el notorio mérito de este Botánico y privarle de la gloria que ha alcan- zado , restaurando la ciencia y poniéndola en el es- tado mas floreciente que adquirió hasta entonces. Anoda. Si Vm. , pues , con aprobación como supone (14) de la Real Academia de París, unió los géneros Althaa y Alce a ¡ que Linneo había dividido por el mayor y menor número de las hendiduras del calix exterior, y por tener el uno articulados los arillos ó caxitas , y el otro no ¿ qué razón habrá para que Vm. separe del género Si- da las especies de que ha formado su género Anoda por haberle parecido la capsula de este multilocular , siendo en realidad compuesta de diez caxitas ó arillos monospermos, según lo tienen ob- servado, descrito y dibuxado los Botánicos del Perú (15) en la Sida hastata (foliis crenatis masulatis , inferior ibus subquinquelobis , superio- ribus, trilobis) que trahe Vm. en su Dis. Bot. (14) Sobra la palabra como supone, porque es un hecho cierto. Véase la nota <5". (1$) Si el Señor Ruiz es autor de esta anó- nima, no parece justo se decida la qüestion j?or su autoridad, siendo el uno de los botdni- 4o de Sid. p. 38. f. 11. fig. 2. por su primera es- pecie de Anoda, y la única que dice haber exa- minado por Planta viva , pues las dos restantes ex- presa haberlas visto solamente secas? En su Ano- da hastata cita Vm. á Mr. Dombey uno de los Botánicos del Perú, quien como Sida hastata la describió con sus dos compañeros D. Hipólito Ruiz y D. Joseph Pavón, y estos últimos posterior- mente la han vuelto á examinar. Se han afirma- do en que su fruto no es una sola caxita como eos del Peni: cita d demás de esto una obra. inédita y que aun no ha podido juzgar el público: y en fin se trata de una planta que existe y fructifica en el Real Botánico de esta Corte, donde quahjuiera curioso podra decidir la qiles- tion. Afirma el Anónimo que yo digo ser esta la tínica planta que he examinado viva. ¿Por qué callará lo que ha leido en la siguiente pa- gina $f. de mi Monadelfia donde describo la, Anoda triloba que cultivé y 'examiné viva l No se como disculpar esta reticencia. Es digno de observarse que en la primera anónima se extra- ñaba que la capsula multilocular me sirviese de fundamento para formar un nuevo género : pro- bé lo yo en mi respuesta (pag. 10. que correspon- de á la 28. de esta colección) ; y ahora mudan de medio diciendo , que los botánicos del Perú ase- guran que la capsula no es multilocular > sino un fruto compuesto de diez caxitas; lo que es cier- tamente falso , admitida la definición de Linnea que dixo capsula est pericarpium cavum determi- nóte dehiscens. Definición que sostendrá el Ano-* mino , fie/ y amartelado imitador de Linneo, : 41 Vm. la describe, sino un fruto compuesto de t diez caxitas ó arillos de una sola semilla que fa- f cilmente se dividen en la maturación, y entre- | tanto sirva de gobierno esta noticia. Linneo no hallando en los caracteres genéri- cos del Abutilón, Maívinda y Sida otra dife- rencia mas que la del número mayor, 6 menor de arillos con una dos, ó mas semillas los reunió todos en el de Sid.i , y hasta el dia ha sido apro- bado por los mas sabios Botánicos su bien funda- da reunión, atendiendo á que la corta anomalía que los había hecho dividir, originaba infinitas confusiones á los mas prácticos Profesores al tiem- po de reducir las especies á cada uno de los di- chos tres géneros, principalmente quando halla- ban una especie, cuyos arillos debiendo contener dos, 6 mas semillas solo encontraban una, por- que las demás habían abortado, á causa del ter- reno fértil ó estéril. Para comprobación de lo di- cho véase las divisiones que Vm. mismo trahe en su género Sida; en la i.a sección, cap. i.° incluye 3 2 especies que constan de cinco caxi- tas, 6 arillos monospermos, reunidos quando es- tán verdes y divisibles estando maduros; en el cap. 2.0 se hallan 18 especies que constan des- de siete hasta diez caxitas, de una sola semilla cada una; en el 3,0 capítulo hay tres especies de cerca de 30 caxitas de una sola semilla cada una. En la sección 2.a cap. 2.0 se encuentra una es- pecie de seis caxitas cada una con tres semillas; en el cap. 3.0 se hallan seis especies con 7 ci- xitas hasta 11 con tres semillas cada una; en el cap. 4.0 hay 10 especies con mas de 10 caxitas cada una con tres semillas. En la sección 3.a se 42 contienen 8 especies con un número incierto de caxitas, y número inconstante de semillas. ¿Pue- de haber mayor prueba en confirmación de mi di- cho con la circunstancia de subministrarla la obra del propio Antagonista (16)? Palana. No comprehendo por qué separó Vm. del género Malope las dos especies de Pa- lana (17) conviniendo ambas perfectisimamente como Vm. mismo afirma en los caracteres gene- ricos, exceptuados el del cáliz exterior de que (16") Ko veo aqui prueba ulguna contra mi género Anoda; porque si reuní baxo el género Sida las especies descritas en mi disertación fue porque todas tenían la misma fructificación ; y separé mi Anoda del Sida porque esta tiene cin- co 6 mas caxitas por fruto } y la Anoda • una mulíilocular y como es cierto. (17) Porque el Malope tiene dos cálices, y el Palaua uno; carácter que Linneo tuvo por su- ficiente para separar el Malva del Sida, y en esto convienen todos los botánicos. Extraño que siendo el Anónimo según su expresión amartela- do imitador de Linneo desapruebe lo que hice, conformándome con la doctrina de este sabio. Aun extraño mas que este Anónimo quiera por sus ideas gobernar las del sabio Linneo. El sa- bio separo los géneros por los cálices ; su amar- telado imitador le pone en contradicción consigo mismo , diciendo que si mis Palauas hubieran lle- gado aunque secas á sus manos, únicamente hu- biera anotado al pie del género tal especie cons- ta de cáliz exterior, del que carecen las otras dos : porque del mismo modo hubiera podido reu- 43 goza la Malope , y carecen las Palanas. Sin du- da que para esta separación tuvo Vm. á bien observar estrechísima v rigurosamente lo que lla- ma falsa doctrina de Linneo; pero no es creíble que Linneo hubiese separado de la Malope las dos Palanas, si hubieran llegado, aunque secas á sus manos, lo qne únicamente hubiera hecho seria anotar al pie del género: tal especie cons- ta de cáliz exterior del qnal carecen las otras dos. (i 8) Los tres Botánicos del Perú descubridores de la Palana moschata del Señor Cavanilles, la colocaron al principio baxo el género Sida por convenir con este mas que con otro alguno; pe- ro después observada con mayor cuidado la re- duxeron al género Malope de Linneo con el es- nir las Malvas d las Sidas _, anotando al pie del género, como Vm. facilita, estas 47 especies cons- tan de cáliz exterior, del qual carecen las Sidas; con lo qnal tendríamos un género de menos , y gran confusión en esta parte de Botánica. Véa- se a que consequencias obligan los empeños apa- sionados. (18) Notemos con ciddado que los tres bo- tánicos viendo viva mi Palaua moschata y en sil sitio natal la colocaron baxo el género Sida_;^? pues las demás las ha reconocido se-: cas) describe Vm.- el -estilo partido por la punta en cinco partes con los estigmas las mas vecQS unidos en una clava ó cabezuela , y alguna vez revueltos. De la variedad con que Vm. describe los es- tilos y estigmas de sus once Dombeyas , no pue- de sacarse mas que una idea obscura y confusa; y por la unión de los estigmas de la JDombeya j phoenicea , única especie que ha examinado viva, debería inferirse que Linneo los hallo en su Ten- tapetes siempre unidos , y por lo mismo haber descrito el estigma en este género gruesecito, y de los estilos y estigmas de las otras diez especies examinadas secas no puede afirmarse con seguri- dad cosa alguna , respecto á que en la deseca- ción pudieron haberse dividido en cinco mas 6 me- nos partes. Aunque la figura de las semillas de la Ven- tapetes y Dombeya phoenicea es con corta dife- rencia la misma (25) ; la ala de las dos especies ■ - — . - (25) Asi como la figura de las semillas del Hibisco , y de la Bignonia catalpa , cuya enorme diferencia conocen hasta los jardineros y empí- ricos. Sin duda el Anónimo no escribió para des- engaño del publico este párrafo , cuyas proposi- ciones manifiesta ser falsas la simple inspección 52 de P entape tes que trahe Vm. dibuxadas , parece en algún modo diversa de la plumilla , en que Vm. mismo dice hallarse envueltas las semillas de su Dombeya phcenicea ; pero bien observado no sera otra cosa , que una aulla mas pequeña que la de las semillas de la P entape tes , y en tal caso la magnitud es de ningún valor para la separa- ción del género. La falta de la aulla de las se- de la lamina 4} de la Monadelfia } letras k , r. La plumilla representada en la letra i se halla- en la unión de las válvulas , como dixe en la pdg. I2_g de la Monadelfia , y de ningún mo- do en la semilla , como falsamente supone el Anónimo. En cada celda hay ocho semillas sub- globosas sin ala , y una sola plumilla que las cubre d cierta distancia : d pesar de la clari- dad con que expliqué todo esto en el lugar ci- tado y intenta el Anónimo persuadir que cada semilla de la Dombeya phcenicea tiene su aulla mas pequeña que la de las semillas de la Pen- tapetes : y fundándose en esta ficción , juzga de. ninguna entidad la falta de la aulla de las semillas, de las demás especies de Dombeyas , solo porque las examiné secas. Semejantes juicios arbitra- rios sobre plantas que jamas ha visto vivas ni secas no son hijos del zelo por los progresos de la ciencia. No diré del artificio que se descu- bre en este y otros lugares , contento con adver- tir que los cinco estambres estériles no es ca- rácter suficiente para confundir la Dombeya con la Pent apetes , como no lo es para reunirles las ij especies de Geranio, que también tienen cinco estambres estériles. ■ • <3 millas de las demás especies de Dombeyas exa- minadas secas , permitirá Vm. que la juzguemos por ahora de ninguna entidad , hasta tanto que se observen en Plantas vivas , igualmente que las de las dos especies de Pentapetes que trahe en su obra , porque la una la examinó Vm. por un exemplar seco , y la otra la vio solamente dibu- xacfa. El carácter esencialísimo y natural de los cin- co estambres estériles , alternados con los 1 5 fér- tiles , y los demás caracteres genéricos en un todo conformes en ambos géneros los hace inseparables. Naturalis character ab omni Botánico , tenea- tur oportet. Linn. Ph. B. Canon 191. Assonia. Pero dése á Vm. todo esto de ba- rato , suponiendo hecho un prolixo examen por Plantas vivas de todas las Dombeyas y Venta- petes ; ¿por qué ha de separar Vm. del género Dombeya la especie con que ha formado su gé- nero Assonia (26) , quando en medio de haberla 1 1 ■ ■ 1 (26) Por los cinco estilos y el calix exterior monofilo y permanente , caracteres que 710 tiene la Dombeya. Pretende el Anónimo que mis c ae- radores son siempre erróneos , falsos ó dudosos, nunca fixos , sin otra prueba que el haberse sa- cado de plantas secas. La remisión alo que di- xe yo en la Dombeya ovata que trae como prue- ba , ningún favor le hace. Mis palabras en la Monadelfia son estas: Hxc quoque especies ac subsequens differunt á congeneribus stylo brevís- imo , qui tamen manifesté patet fructu maturo; lo qual lejos de probar que mis caracteres son erróneos 3 aclara las varias medidas que se ob- 54 examinado también por exemplares secos , dice que solo se diferencia esta de la Dombeya en tener cinco estilos, y fuera del cáliz una hojita en for- ma de bractea , siendo así que en todos los de- mas caracteres genéricos convienen perfectisima- mente ? Numeras facilius aberr.it , quam figu- ra. Linn. Ph. Eot. Canon 178. Lo que Yra. llama cáliz exterior en su Asso- nia , debe considerarse y tenerse en mi corto en- tender por una bractea ú oja floral , y en nin- gún caso por cáliz exterior , y asi este carác- ter parece de ningún valor para la separación del género. Los cinco estilos cortísimos que Vm. des- cribe en su Assonia^s menester examinarlos quan- do la Planta viva tenga extendidas sus flores , 6 poco antes de extenderlas , porque examinadas estas *tiernhimas partes estando secas , se hallan totalmente desfiguradas , y no puede sacarse de ellas carácter alguno fixo , sino siempre erróneo, falso o dudoso , y para prueba de ello , véase lo que Vm. propio dexa dicho en su Dombeya ova- ta , y en todas las demás especies. servan en el estilo de mis Dombeyas. Quiere el Anónimo corroborar su pretensión copiando el Ca- non 178 de Linneo : Numerus facilius aberrat quam ¿gura : ley cierta fpero inconducente para el asun- to en qüestion ; pues por sola la diferencia que hay en el número de estambres separó Linneo el Crassula del Sedum , diciendo : Crassula est Sedo affinis , sed diversa numero staminum. Gen. pl. ffigi it¡7 : el Andrómeda del Erica , añadiendo al fin de los -caracteres genéricos de aquella : nu- mero ab Erica dilíert. Ruizia. Sin dificultad se concederá á Vm.- por el anónimo , y yo entretanto le concedo en su nombre haber sido distracción involuntaria, y- pu- ramente material equivocación el haber puesto 5/- da en lugar de Malva , quando el anónimo ha- bla del género Ruizia , cuyas quatro especies de las que ha formado Vm. este género , son pro- bablemente especies de Malva ; Vm. las ha se- parado de este género por solo el cáliz exterior caedizo , y los diez estilos muy cortos sin ha- cerse tampoco cargo de haberlas examinado to- das secas (27) : descritas , en este estado no Je debe causar á Vm. novedad , que unos cálices estuviesen existentes y otros no , ni que cada ger- men se hallase coronado con diez puntitas cortas y aproximadas que manifestasen ser estilos muy cortos , no siendo á la verdad otra cosa que las ■puntas de los diez arillos , 6 caxitas con las que rematan estos en las Malvas , asi que cae Ja ro- seta. Si un Botánico poco práctico examinase , aun- que fuese en Plantas vivas el estilo de las Mal- (27) Nada de substancial contra los funda- mentos con que establecí el género Ruizia sino la decantada cantinela de haberlas examinado to- das secas. Calla con arte ; que mis observaciones se apoyan con las de Commersón , que describió é hizo dibuxar tres especies vivas en el sitio na- tal y y que tuve presentes esos dibuxos , donde se halla el sistema de la fructificación. Lo cité y dixe expresamente. No viene pues aquí la can- tinela ; y la reticencia solo puede servir para- en- gañar al público. Igual efecto pudiera hacer el interrogante con que termina el jpdrrafo Ruizias; *6 vas , separando sin cuidado la roseta y el cuer- po de estambres , fácilmente desprendería el es- tilo , y encontraría coronado el germen con tan- tas puntas quantos arillos hubiese. ¿ Y en este caso deberían considerarse estas puntitas por estilos cor- tos ? No Señor Cavanilles , bien conoce Vm. que de ningún modo : pues hágase Vm. cuenta que estos son los estilos de sus Ruizias , las que si Vm. vuelve á examinar por Plantas vivas , colo- cará desde luego en el género Malva , y aun se espera que en llegando Vm. á leer estas reflexio- nes lo haga antes de examinarlas vivas, y de encon- trar las flores y frutos de su Ridzia laciniata, que tuvo Vm. la desgracia de hallarla en sus exemplares secos sin unas ni otros. De los restan- tes caracteres genéricos no hay que decir otra cosa , sino que todos son conformes los de las Ruizias de Vm. con los de la Malva de Lin- neo , y siéndolo , como en ello no habrá duda, el del estilo y cáliz. ¿ Qué escrúpulo podrá ofre- cérsele á Vm. para dexar de reducir al género Malva todas sus Ruizias ? Pavonia. Forma Vm. su género Pavonia de varias especies del género Urena (28) de Linneo (28) No formé mi género Pavonia de varias especies del género Urena de Linneo , como su- pone el Anónimo, sino de algunos Hibiscos de Linneo , de varias plantas que observé vivas en el jardín de París ¡ y de otras secas , bien con-* servadas en herbarios. Probé en el prefacio de mi segunda disertación , que las Pavonias se dis- tinguen de los Hibiscos por el fruto y número de estigmas , y en el del tercer tomo de Icones, 57 por tan solo las hendiduras mas 6 menos profun- das , 6 yá divididas de los cálices , pues todos los demás caracteres genéricos de las Pavonias y Urenas son absolutamente conformes. Los Botánicos del Perú han hallado tres Ure- nas á las que han dado los nombres específicos de purpurea , /¡amata y villosa ; y según las lá- minas y descripciones de Vm. , la Pavonia spi- iiifex es la Urena hamata , y la Pavonia pañi- culata la Urena villosa , y acaba de confirmarlo la cita que Vm. hace del Herbario de Mr. Dom- bey , compañero de los Botánicos Españoles del Perú , con quienes las examinó aquel , y poste- riormente estos las reduxeron al género Urena por el esencialisimo carácter del pericarpio. El cáliz exterior de la Urena hamata comun- mente es de seis ojas ; el de la villosa de ocho; que se distinguían de las Urenas , cálice exte- riore polyphyllo , interiore semiquinquepartito et fructu inermi , aut spinis quindecim armato ; qui ¡o Urena spinulis numerosis , numero indetermi- nato vestitur , eiusque calix exterior monophyllus est ; interior vero quinqué constat foliolis lanceo- latis interne glandulosis. Combata el Anonnimo es- tos fundamentos , y no venga con que los Botá- nicos del Perú han hallado Urenas , ni que Lhé- ritier reduce mis Pavonias d la Urena ; porque1 ya queda dicho , que para decidir dificultades en historia natural , solo valen hechos y funda- mentos sólidos , no autoridades ; mucho menos las del Peruano , que se dice autor de las Anó- nimas , v de Lhéritier , convencido de plagio y de falsificar datas. 5* y el de la purpurea es nwnophillo hendido pro- fundamente en diez partes. Los arillos de la vi" llosa son inermes , y los de las otras dos espino- sos. El número de arillos varia en todas tres , des- de cinco hasta tres , igualmente que las hendidu- ras del estilo desde seis hasta diez. Las hojue- las de los cálices exteriores de la hamata y vik llosa varían desde cinco hasta nueve. Mr. L'Héritier probablemente es del mismo dictamen de que las Pavonias se reduzcan baxo el género Urena , según la observación que hace en su quinto Fascículo al pie de la descripción del Hibiscus , Solandra , pag. 104. Algunas especies de Urena tienen el cáliz ex- terior de cinco ó mas hojuelas ; y otras le tie- nen de una sola pieza mas , 6 menos hendida en cinco , 6 mas piezas como las Urenas purpurea y Zeylanica ( Hibiscus Zeylanicus Linnei ) ; pe- ro esto se debe tomar por una diferencia de corta entidad para el carácter del género , á ün de no caer en el trabajo que á Vm. le lia sucedido de examinar cinco de sus Pavonias por exem- plares secos , y tres que agrego á este género por solas las descripciones que hallo en otros Au- tores , que es cosa todavía mas lastimosa. Cienfuegosia. Separa Vm. del género Hibis- cus la especie de que ha formado su género Cien- fuegosia , por tan solo el menor número de las celdillas de. la caxita, y por haber hallado entero el estilo en los exemplares secos , de lo que ya queda dicho , no se debe valer absolutamente nin- gún Botánico para la formación de. géneros (29). (29) El Señor Ruiz se valió de esqueletos "El que Vm. hubiese encontrado entero , y no hendido por la punta como lo tienen los Hibis- cus el estilo hace poca fuerza , en atención á que el examen lo hizo Vm. por Plantas secas , y en una sola especie. El menor número de celdillas de la caxita es asimismo de poca monta , quando en to- dos los demás caracteres genéricos conviene la Cien- fuego sia de Vm. con el género Hi bis cus de Linneou El numero de celdillas varía en el HibisctCs esculentus , y en algunas otras especies el de las 'semillas es inconstante , como que se hallan ca- sitas que en cada celdilla contienen una sola se- milla ; otras dos ; y algunas desde tres hasta diez. De lo dicho pues se colige que la Cienfuegosia es una especie de Hibiscus (30) , y por ningún V, titulo debe separarse de él. Senra. Dice Vm. que su género Senra di- fiere del de la Malva por su cáliz exterior dis- forme , por los cinco estigmas y por las quatro membranitas que rodean el germen (31). para hacer los dibuxos de diez géneros de su Pró- dromo. Debe de tener algún privilegio exclusivo, (30) El mañero de celdillas varía en el Hi- biscus esculentus ( única especie con dicha varia- ción entre 5 6" conocidas ) .* luego la Cienfuegosia es especie de Hibiscus. No se infiere ; porque el Hibisco tiene cinco estigmas , y la Cienfuegosia uno abroquelado. La variedad de estigmas basto para separar el Convolvulus de la Ipomcea , co- mo lo demostró el célebre Jacquin. (31) En mi segunda disertación hablando de este género dixe : quamquam sequentem plantam a rae examinatam novum genus reputem , qtria 6o Primeramente debe considerarse, comoyi que- da insinuado , el inconveniente de haber Vm. re- conocido seca esta Planta ; lo segundo , que por haber hallado el fruto incompleto no pudo ob- servarle ; lo tercero , que nado Vm. de los frag- mentos del rudimento del fruto , le pareció ser una sola caxa de cinco celdillas , y asi lo describe aovado , y que contiene diez simientes ; quarto, que el germen está cercado de quatro membra- nas , 6 mas bien de una sola señalada con quatro crenas ; quinto y último , que aun duda Vm. para colmo de desdichas , si una quinta membra- nilla se le destruyó al tiempo del examen. Por una descripción tan incompleta , confusa y des- graciada i se podrá decir que la Senra sea género nuevo ? ; ni asegurar si pudra stjr Malva ó Ma- lote hasta que se halle completo el fruto , como igualmente todas las demás partes de Ja flor ? Por el cáliz exterior disforme se puede conjeturar sea tamen fructum incompletum observare mihi licuit, characteres dumtaxat ad tempus dabo , quoadusque completos ac perfectos inspectis alus speciminibus eruere possim. Imitando mi proceder el. Señor Ruiz en la pdg. IJ2 del Pródromo , hablando del Chondodenoron : publicamos , dice , este ge- nero ciertamente nuevo , sin embargo de no ha- berle pedido observar completamente , por no ha- ber encontrado la flor femenina á exemplo de Lin- neo y Jacquin , para que otros mas felices com- pleten lo empezado por nosotros. Pasaron algunos años entre la publicación de la Anónima y del Pródromo. Parece que el tiempo y la cxp:ri;t;~ cía rectifica ideas y madura el juicio. 6i especie de Malope ; por el menor número de es- tigmas no debe separarse ni de la Malva , ni de la Malope. El carácter de las membranillas no está menos defectuoso que el del fruto , y asi no da idea alguna , sino para decir que la Senra es un género no bien formado como todos los anteriores. Se admira Vm. (3 2) por otra parte que Linneo haya separado la Malope de la Malva , sin hacerle fuerza que aquella tiene el cáliz diferente del que generalmente gozan las Malvas , el estilo hendi- do en muchas mas partes , y el fruto casi total- mente diverso , como que los arillos están colo- cados en globo como las semillas en el fruto de la Zarzamora, (6 Rubus Lin.) quando los ari- llos de las Malvas están dispuestos en forma de rodajuela ; ¿y no querrá Vm. que nos maraville- mos de que haya formado su género Senra de de una Planta imperfecta , y examinada seca , que no presenta en este estado caracteres suficientes, (32) Todo lo contrario tengo escrito en la pAg. 6 de mi Respuesta al Anónimo de Lima> que corresponde d la 25 de esta colección. Véa- se : Vm. cree á pies juntillos que Linneo hizo bien en separar los géneros Malva y Malope ; por- que el fruto de aquel se compone de muchas ca- xitas puestas en rodaja , y el de este de muchas semillas amontonadas en forma globulosa , sin que le sirva de embarazo el que convengan en el resto de la fructificación : pues ¿ por qué no me he de valer yo del mismo derecho , y separar la Palaua del Sida por las mismas razones? Lo cierto es que el Anónimo no pudiendo eludir la fuerza de mi pregunta , falta a la verdad* 6i ni aun para colocarla baxo de un género que es- tuviese yá perfectamente examinado y establecido ? Tampoco me parece fundada la pregunta que Vm. hace al anónimo de que si por el cá- liz , según la doctrina de Linneo se han de for- mar los géneros de las Malvaceas, ;por qué se- paro este Botánico del género Sida el de la A*- paa , teniendo ambos el mismo cáliz y fructifi- cación? Supone Vm. liberalmente que el anóni- mo respondería que por ser dioica la una de las Napceasl; pero con su licencia de Vm. , esto es adelantar demasiadamente el juicio , y creer que el anónimo sea de este mismo sentir, no pudien- do serlo de ninguna manera , sino antes bien de dictamen , que si la Kap^a es en todo confor- me en sus caracteres genéricos con los de la Si- da , deben agregarse á este género las dos espe- cies de Kap¿ea ' dioica y hermaphrodita ; y no es creíble que Linneo , por solo ser una de ellas dioica las hubiese separado del genero Sida , quan- do tantos exemplos tenemos en sus dilatadas obras, que comprueban su contrario modo de proceder. Ahora bien , habiendo hallado Linneo establecido por Clavton el género Jsapcsa en la clase Dice- cia , ; qué extraño es que la dexase en dicha clase, hasta lograr la oportunidad de examinarla por sí propio ? como lo hizo con otros muchos géneros que tuvo que insertar en su obra general , apo- yado en las relaciones y descripciones que le re- mitían los Botánicos , aficionados y curiosos (31,). (3;) Acusóme el Anónimo en su primera de este modo : Olvida sin duda las inconcusas doctri- das de Linneo , y se desentiende de que este fa- 63 Para persuadirnos Vm. que aun los que hoy siguen el sistema sexual le reprueban en algún mo- do , nos hace advertir que se han visto precisa- dos á suprimir las clases Gynandria , Moncecai, Dicecia y Polygamia ; pero este modo de opinar no es ir contra la doctrina de Linneo , sino per- suadirse los que asi piensan que reducidas las Plan- tas de estas clases' á las que , según el número de moso Botánico distingue los géneros de la Mo- nadelfia por el cáliz. Respondí que era falsa esta doctrina por los mismos hechos de Linneo , quien conservó separados el Trichilia, Turrsea^ Melia, que tienen los estambres reunidos y el cáliz uni- forme ; y que separo los géneros Sida y Napsea, no obstante tener ambos el mismo cáliz y fructi-* ficacion. Pregunté al Anónimo acusador la ver- dadera causa de esta inconsecuencia , y me res* ponde que no le parece fundada la pregunta. Le- jos de presentar fundamentos sólidos para sos- tener su acusación dice : No es creíble que Lin- neo por solo ser una de ellas (Napeas) dioica las hubiese separado del género Sida.... Y habien- do hallado Linneo establecido por Clayton el gé^ ñero Napsea en la clase de Dicecia , ¿qué ex- traño es que la dexase en dicha clase hasta lo- grar la oportunidad de examinarla por sí propio? En quanto al Trichilia , Turraea y Melia pretende responder diciendo ¡ No los separo, por haberlos hallado distintos unos de otros. Cosa muy cierta, y en ella me fundé para no seguir d ciegas & Linneo , cuyo principio debia probar el Anónimo ser siempre cierto para triunfar en su acusación y crítica. 64 estambres corresponden , podrán mas fácilmente encontrarse les géneros sin aquella especie de con- fusión que se cree haber en algunos de Plantas hermafroditas con la mezcla de una á otra espe- cie gynandra , monoica , dioica ó polygama. Pres- cindiendo , pues , de que esta opinión particular de algunos en lugar de derribar las doctrinas fun- damentales de Linneo , solo se dirige á simplifi- car y perfeccionar su sistema , es problemático que esté la razón de parte del célebre Thumberg , y demás zelosos innovadores. Linneo examinó muy bien los inconvenientes que estos ponderan , y creyó que de lo contrario se aumentaría la con- fusión y embarazo. Todo Botánico sabe la mul-7 titud de géneros que hay reducidos baxo las cla- ses Monoecia , Dioecia y Polygamia , sin que se halle en ellos una sola especie puramente he'rma- frodita , y si se agrega tan crecido número de. géneros á las otras clases , á que según el número de estambres pertenecen , se concibe claramente la dificultad que resultará de dur con ellos ; y asi si por una parte minoran las clases , por otra se aumer ,1 los escollos y confusiones para acertar con los géneros. La clase Gynandria se compone de unob géneros , cuya rara estructura de las flo- res é inserción de los estambres la hace justísi- ma , y casi naturalmente separable de todas las demás , y de mezclarla con estas no se adelanta otra cosa que confundir lo que hoy se halla me- dianamente aclarado. Para tener una idea completa de la clase Gynandria , léanse las pag. 64 , 65, 67 , &c. de la filosofía Botánica de Linneo , donde se hallarán las varias especies de receptáculos , y en virtud de ello conocerá qualquiera que la Gy- nandria está bien establecida. Pero dése por sen- tado que estas quatro clases se distribuyesen en- tre las otras, aun en este caso no se perjudica- ría tanto el sistema y doctrina de Linneo como con la multiplicación de géneros formados de es- pecies de otros yá conocidos por la nimiedad de unos caracteres variantes muchas veces en tedas, o las mas especies de un mismo género. Véa- se a este proposito lo que el sabio Mr. Goüan, que no es ningum español principiante, ni ano- mmo de Luna, dice en su introducción al Es- tiuíio Oe La Botánica, quando explica el sistema de Carlos Linneo. A la verdad hasta tanto que se reduzcan las Plantas a clases, si esto fuese asequible, lo mas importante es atender á unir las especies á su» propios géneros, y á corregir y perfeccionar mu- cho queje hallan mal descritos, descubriéndo- les las señales mas naturales, invariables y con- formes a todas sus especies, sin traher á colación el que d.scorden en uno, ú otro que no sean t¿A% ?,nciales> Pues ^ lo contrario se hará no solo difícil como hasta aqui, sino totalmente con- foso y obscuro el conocimiento de ios vegeta- bles. Los Botánicos que no caminen baxo los prin- cipios de que son pocas las especies de muchos géneros que no varíen en uno, dos, 6 mas ca- racteres formaran tantos géneros quantas varieda- des observen en las diferentes especies, v. g. da a Fucksta apétala harán un género y otro de Ustetrapetafas. = De las especies áeRhamnus con escamas en la roseta uno, y de las sin es- camas otro, y varios de las anomalías que las es- pecies distintas de este género padecen ea el pe- 66 ricarpio. = De la Marcgravia monopetala uno, y otro de la pent.ipetaLi. = De los Trifolios de un petalo uno, y otro de las especies con mu- chos petalos; de las especies de este mismo gé- nero que tienen el fruto con un solo grano, y de las que constan de muchos otros dos géneros. = Las mismas anomalías que en el Trifolium se ob- servan en el género Hedysarum, sin embargo de que no por eso dexan de ser ambos géneros na- turalisimos. = De las ClusLis pentapetalas uno, y de las de muchos mas petalos otro ; de las especies de este propio género que constan de las capsulas, ó caxitas con cuernecillos uno, y de lasque carecen de ellos otro; y de especies de este propio género, cuyas caxitas varían des- de cinco hasta diez y ocho celdillas otros tantos géneros, quantas variedades se noten en ellos. = De las Bignonias de vayna larga y plana uno, y otro de las de vayna corta y orbicular. = De las Mimosas de vayna pulposa uno, y otro de las sin pulpa. = De las Paulinias de capsula redonda con arillo pulposo uno, y otro de las triqaetrjs y sin arillo. El Botánico que no atien- da á la natural semejanza de estos géneros, y á la de otros infinitos que me seria fácil expresar, multiplicará los nombres, y obscurecerá, confun- dirá y trastornará enteramente la Botánica. Pregunta Vm. al anónimo como si hubiera hecho alsuna obligación de fiar de infalible á Lin- neo. »;Por qué separó Linneo el género Her- » mama de el de Mahernia , poniendo diez cla- »ses entre ellos, y asegurando fi Idamente que es- »te ultimo no era de la Monadelíia?" Respon* deré á Vm. que Linneo para colocar en ia Mo- «7 nadelfía el genero Hermania, examino con su vista las Plantas vivas , y para colocar en la Pen- tandria el género Mahemia tuvo que fiarse (34), y asi lo previno de las descripciones y láminas de otros Autores : por lo qual no es culpable , ni acreedor á que se le trate de falsario asegura- dor. Linneo bien claro explica en su species Plan- taran que los géneros examinados por él mis- mo en Plantas vivas llevan la señal de una estre- lla*, y aquellos donde ésta falta, como en la Mahemia, los tomó de otros Escritores. Insta Vm. , diciendo: »¿Que por qué no reunió Lin- »neo en un solo género la Trichilia, Turrxai » y Melia?" No los unió por haberlos hallado distintos unos de otros, como lo tienen observa- do en todos tres géneros los Botánicos del Pe- rú. Estos han visto que sus tres Trichilias se separan de las tres Turraas, por la unión de los petalos por abaxo con el nectario, por el qual discurren aquellos hasta el medio de éste. El nec- tario de las Trichilias está formado de. los diez estambres unidos hasta el medio en un tubo ro- llizo tres veces mas corto que los petalos, y á la base de cada estambre , sobresale una punta pe- queña que está señalada con una corta incisura. Él nectario de las Turrceas es de una pieza li- bre de los petalos de figura de una taza, que (34) Puede engañarse el Asenóiimo afirmando que Linneo para colocar en la pentandria el género Mahernia tuvo que fiarse, y asi lo previno, de las descripciones y láminas de otros autores por- que tenia varias especies de Mahernia en su her- bario que no es regular pospusiera á descripción E2 68 esü coronado de diez escomas alesnadas , las qua- les alternan con los diez estambres que nacen so- bre el mismo borde. El germen de las Trichi- lias está rayado por arriba con diez surcos po- co profundos, lo que no el de las Turrceas. El estilo de las Trichilias es de la longitud de los petalos con el estigma de tres esquinas, el de las Turra as es corto mucho mas que los petalos, y sin ángulos en el estigma. Las semillas de las Trichilias están cubiertas de una cascarita delica- da y membranosa sin el arillo pulposo, de que se hallan medio envueltas las de las Turrteas, cu- ya cascara es fuerte, lustrosa, y algún tanto osea. De lo dicho podrá Vm. mismo juzgar si estos dos géneros deben 6 no separarse uno de otro, y los dos del de la Mella. Si en las descripciones de Linneo no halla Vm. estas individualidades, sino antes bien alguna confusión por la mezcla de los caracteres genéricos de la Trkhilia con los de la Turra a, y los de ésta con los de aque- lla; alguna disculpa merece aquel grande hom- bre, que por la cruz >J« con que señala en su genera Plantarían) á ambos géneros confiesa que I9S examinó por exemplares secos, y se remite desde luego á que otros los rectifiquen y perfec- cionen , quando hallen las Plantas vivas , como me nes age ñas. En dichas plantas secas que hoy posee el Señor Smith, pudo ver la reunión de estambres igualmente que en las vivas, como hemos hgrado Lamarck y yo. Así pues separan- do Linneo el género Mahernia de la Monadelfia faltó involuntariamente d la verdad al mismo tiempo que la buscaba como es de presumir. 6? consta lo han hecho los Botánicos del Perú (35). Sigue Vm. los cargos contra Linneo, dicien- do: "¿Que por qué arrancó Linneo de la clase «Monadelfia los géneros Sivietenia, lurraea, Qua- »rea, Me lia, Averrhoa, Aquilicia , Sandori- v>cum, Strigilia, Quisivia, Portes ia , y otros que 99 tienen los estambres reunidos en un solo cuer- wpo, y un cáliz partido hasta la mitad en cin- m co partes , sin que este mismo Linneo haya he- "cho de ellos una Si Ja, en medio de tener mú- renos el fruto parecido al de este género? ¿No challa Vm. culpable esta inconseqüencia ? Vaya » Vm. creyendo, añade Vm. señor anónimo, que 5> aunque el Plinio del Norte hizo mucho, nos »dexa aun mucho mas que trabajar; que se equi- »vocó muchas veces, yá arrastrado para sostener »la hermosura y verdad, en gran parte ideal de »su sistema, yá. por faltarle Plantas y observa- »ciones." No sé en qué obra (;6) haya Vm. encontrado colocados en la clase de la Monadel- (j¿) Las seis paginas precedentes apenas to- can d mi escrito : solo podran servir para la his- toria literaria, y sera útil saber la correspon- dencia de los Anónimos del Perú y de Madrid. (jo"") En la que examino y estudio, que es el gran libro de la naturaleza , donde he vis- to que los géneros Swietenia, Turraea y otros ci- tados en mi carta tienen los estambres unidos en un solo cuerpo : y como Linneo dixo que d la Monadelfia pertenecían los géneros en los gua- les stamina ñlamentis in unum Corpus coalita sunt (gener. plant. pag. mihi XX VIL) extrañé no ver- los en dicha clase , y si esparcidos por las otras. 7° ña los géneros Sii'ie tenia, Turra a, Mella, Gua- rea, Averrhoa , Malpighia y Erythroxylon, pa- ra decir terminantemente que Linneo los arran- co de ella, no debiendo por ningún caso ser colocados en semejante clase, á no ser que quie- ra Vm. extender y hermosear su clase favorita Monadelfia á la sombra de sus nuevas ideas. En- tiendo la ironía; pero si por tener estos géne- ros insertos los estambres en los nectarios , es Vm. de sentir que corresponden á la clase natural de las Monadelñas , cuya inserción de estambres , par- tes de flor y fruto, son en un todo diversísimas, agregúelos desde luego, y compondrá una clase matizada y harmoniosa, y no olvide colocar en esta misma clase algunos géneros de la Diadel- fía, cuyos estambres están unidos en un solo cuer- po, los géneros Cynanchum, Asclepias , Peri- floca, Apocinum , Pancratium , Narcisus , Si- syrinchium, Ferraría, Passiflora, y demás ge - Acudí al am.irtel.ido imitador para que me ex- plicase la dificultad y me responde , que por nin- gún caso deben ser colocados en semejante cla- se. ¡La razón es demonstratha! Lo que aña- de, si querré yo hermosear mi Monadelfia á la sombra de mis nuevas ideas, agregando la Passi- flora, Sisyrinchium, Ferraria, sospecha que se le ofreció p.r lo que iba viendo en mis escritos ; ya debe saber que lo he verificado con aprobación de la Academia de las Ciencias de París y que he tenido imitadores de conocido mérito. En quanto al Cynanchum y Asclepias podra leer el Anónimo lo que dixe en mi primer tomo Ico* nes y alli verá su equivocación. ñeros de la Gynandria, y otros muchos de otras clases que los tienen apegados á cuerpos glandu- losos, á nectarios y pedúnculos como en la Pas- si/lora, que según los principios que Vm. ma- nifiesta, son todos de su clase Monadelria. Adelantando Vm. cada vez mas su discur- so (37), asegura »que á una Waltheria los Bo- tánicos del Perú la han contado como género (3/) No adelanto el discurso : solo añado he- chos que son las mejores pruebas. En el herba- rio que Mr. JDombey trajo de la expedición vi con el nombre de d'Aubantonia Tomentosa mi Waltheria ovata [asi lo imprimí en la pag. 317. de mi Monadelfia y lo -vio Dombey sin oponer- se) y por eso dixe en mi carta sé que entre las plantas nuevamente descubiertas en el Peni se con- taba como nuevo género el d'Aubantonia tomen- tosa, la qual pertenece al Waltheria, que yo he publicado en mi sexta disertación tab. 171. El Anónimo dice que los Botánicos del Perú la han descrito como Waltheria, sin duda porque asi la vieron en mis obras , habiendo errado ellos el género al examinarla viva en su sitio nataU No habrá lector que no repare en la confesión ingenua que se le escapa al Anónimo diciendo 2l mi que trato dichos Botánicos mas de cerca des- de antes y después de su regreso á España &c. No puede ser el Señor Ruiz el que aqui habla aunque reclama esta carta como suya. ¿Pues quien sera el verdadero autor que trueca y al- tera mis proposiciones j que falta d la verdad con tanta freqliencia j que huye la dificultad por mil rodeos y artificios? 72 «nuevo, denominándola T>% Aubanfonia íomento- 11 sa," y á mí que los trato mas de cerca , des- de antes y después de su regreso á España, me xonsta que dichos Botánicos la han descrito co- rrió Waltheria, con el nombre especifico de in- cana. No creo pueda presumir el anónimo como Vm. se lo imputa (38), que porque los Botá- nicos del Perú no hayan hallado mas que un gé- nero nuevo (cuyo fruto que es de un elevado árbol he visto) de la Monadelfia en un pais tan ameno como el del Perú y Chile, Forster, Adan- son Jussieu, Sonnerat y otros no hayan descu- lé?) Admiro el valor del Anónimo en im- putarme sus extravíos. Dixo en su primera anó- nima : los Botánicos se han quedado sumamente maravillados de un descubrimiento de tantos gé- neros en una clase como la Monadelfia, quando tan solamente han hallado ellos un género nue- vo de sola una especie en un pais tan ameno y nuevo ; y yo en mi respuesta digo : Vm. se ma- ravilla al ver tantos géneros nuevos en la Mona- delfia quando los Botánicos de la expedición han hallado uno solo de una sola especie en un pais tan ameno y nuevo. ¿Con que fuera del Perú y Chile no se pueden descubrir nuevas plantas? ¿Con que Forster &c? (Véase mi respuesta pag. t¡. que corresponde d la 24. de esta colección.) } Dónde hay imputación de mi parte ? ¿ No con- desan los Botánicos por boca del Anónimo su admiración t y la motivan con haber hallado so- lamente un género en un pais tan ameno ? Juz- gue el público. bierto otros muchos en sus peregrinaciones; sino antes bien juzgará que han hallado muchos gé- neros nuevos , y algunos tal vez de la Monadel- fia; y que los viages, práctica y observaciones W^_ habrán hecho conocer á estos viageros la gran dP * ferencia que hay de determinar y describir des- de el bufete las Plantas recogidas por otros, y desecadas en Herbario ó reducidas á esqueletos , y de observarlas , examinarlas y describirlas vivas, floridas y fructificadas en sus nativos lugares. El querer Vm. sostener (39) que no hay necesidad de viajar, ver y observar las Plantas vivas, es incurrir en mas grave y peligrosa equivocación que la que padeció en publicar sus nueve géne- ros; pues Vm. mismo confiesa que por faltar á Linneo Plantas y (buenas) observaciones, se equi- vocó y dexó mucho que trabajar á los venide- ros. De las Plantas desecadas por mas prolixa y primorosamente que lo estén con flor y fruto, no (79) ¡A cada paso hemos de ver mala fe en el Anónimo l Dixe en mi carta que para des- cubrir géneros y especies nuevas no es menester visitar la América ni la India Oriental, como lo prueban los exemplos de Linneo y otros que nun- ca salieron de Europa ; y el Anónimo cree satis- facer apostrofándome de este modo. El querer Vm. sostener que no hay necesidad de viajar, ver y observar las plantas vivas es incurrir en m?.s grave y peligrosa equivocación &x. El mero he- cho de haber yo viajado antes y después de publicar mi Monadelfui desmiente la infunda- da imputación. Si el Anónimo hubiera reimpre- so mi carta con la suya, como parecía justo 74 se puede formar con segundad género nuevo, por- que de ciento los noventa saldrán falsos , y si los diez fuesen nuevos , sus descripciones serán siem- pre defectuosas. Para lo que pueden servir algu- na vez los esqueletos de las Plantas , es para unir ó separar las especies , y agregarlas á sus verda- deros géneros yá conocidos; y aun para esto se ven embarazados, y dudosos los mas sabios Bo- tánicos. # No extrañe Vm. Señor D. Antonio que el anónimo se hubiese maravillado que en un París, donde ha habido y hay tantos y tan sabios Bo- tánicos, Vm. hubiese descubierto en sus Herba- rios los dichos nueve géneros, pues era natural creer que á esos ancianos y consumados Profe- sores se les hubiese ocultado, lo que á Vm. se manifestó en los primeros años de su aplicación á la Botánica. Vm. cita al Señor UHeritier como uno de los Botánicos, que para serlo y descubrir nuevos r> . - - - no hubiera multiplicado imputaciones y faltas de verdad, temiendo que el lector descubriría su mala fe y artificio. Sabíalo muy bien y por eso omitió la reimpresión. Por haber refutado ya varias veces la cantinela del Anónimo sobre la pretendida inutilidad de plantas secas , me abs~ tengo de hacerlo aqui. Ya hemos visto que las plantas secas tan desacreditadas por el Ano" nimo sirvieron para hacer los dibuxos de diez géneros del Pródromo ; que mi Palaua moschata, calificada por Sida en su sitio natal pasó d Malope observada después seca con mayor Cid" dado; y el d'Aubantonia d Waltheria. 1% géneros y especies no lian necesitado viajar; Pe- ro advierta Vm. que este Botánico no se dexa llevar de las cortas anomalías que Vm. para for- mar sus géneros, ni para distribuir las especies entre los que corresponden, como lo ha mani- festado en la Solandra reduciéndola al género Hz-^ biscas j con la Malope perviflora que Vm. des- cribió como primera especie de Palana. Asimis- mo es de sentir el Señor LHeritier (40) que las especies de Urena que se hallan mal coloca- das baxo el género Hibiscus , y que Vm. las ha agregado á su género Pavonea, se inserten ba- Xo su verdadero género Urena. En el Jornal de Física é Historia Natural que se publica en esta Capital, perteneciente al mes de Noviembre, he leído la crítica que ha- ce el Doctor Medicus, Miembro de la Academia de los curiosos de la Naturaleza &c. acerca de (40) Ya esta indicada la causa de las ma- niobras de Mr. Lheritier , y todos saben que las hizo para ocultar el plagio: pero el Anó- nimo se escuda como puede. El mismo Mr. La- mar ck amigo de Mr. Lheritier , pero mas aun de la -verdad y de la ciencia , reprueba la opi- nión de éste y califica de infundados los prin- cipios imaginados para destruir el género So- landra. rtindase Lamarck en que el Solandra carece de cáliz exterior _, condición esencial pa- ra distinguir los géneros de las malvaceas , co- mo dixo Linneo en su Genera plantarum pag. 346. {ye ase el tom. j. del dict. encycL pag. ?6 sus disertaciones de Vm. (41); y yá vé Vm. que no es solo en el Perú, donde no se adoptan los principios de Vm. , sino también en Francia, en Alemania, y añado á Vm. en España, en Mé- xico , y en qualquiera rincón del mundo , en que se camine sobre los mas solidos cimientos del Arte. Por otra parte reparo, Señor Cavanilles, que Vm. en su carta impugna al mismo tiempo que elogia, y sigue la doctrina del sabio Linneo; pre- tende Vm. corregirla y aclararla al paso que la obscurece y trastorna. Lea Vm. las obras de es- te Plinio ael Norte , y medite con atención en la doctrina de ellas, que entonces conocerá los estravíos á que los hombres estamos expuestos; y mediante este ausilio corregirá los que ha pade- cido en la formación de sus nuevos géneros. Re- trátese Vm. (42) como sabio que es y cuerdo de haber maltratado con su carta al anónimo Lime- (4 1) ¿Y por qué oculta que respondí al Se- ñor Mediáis } demonstrando la debilidad de sus fundamentos? Mi respuesta esta impresa en el mismo diario. ¿Esta es buena fe? (42) Defendí mi reputación contra uno que me ataco sin haberle ofendido ni provocado : con- tra uno que cubrió su rostro con la ridicula mas- cara de Anónimo y intentando así desacreditar mis obras sin presentar pruebas: contra uno que continuando sus artificios falta d la verdad, d la buena fe y d los deberes de un botánico, ¿ Debo retratarme de haber demonstrado la ver" dadera existencia de mis géneros? ¿Y que mi agresor los atacó sin fundamento solido ? 77 ño, quien no la escribió con la ligereza, y tan sin fundamento como lo ha pensado, según lo conocerá quando acabe de leer esta; y lleve Vm. en paciencia de que un Limeño , haya sido el que le ha enseñado el camino para llegar á conocer tan á los principios lo errado que Vm. lo lle- vaba. El mismo Linneo fue hiciendo progresiva- mente la corrección de sus obras, en quanto le fue posible hasta su muerte : imitemos todos su exemplo. Es cosa bien notable, Señor Cavanilles, que habiendo padecido Vm. tales equivocaciones , que yo llamo inadvertencias, escriba desde una Ciu- dad como París, aconsejando á un Limeño, »que «aprenda á criticar por sus obras, y que mu- »chas veces la idea que es clara y distinta para » uno , es obscura y confusa para otro." La lec- tura mas detenida de la doctrina del sabio Sue- co, volverá las de Vm. claras y luminosas, y mientras lo consigue haga la justicia al anónimo de creerle menos necesitado de sus lecciones, y no tan principiante como Vm. lo juzgo. Aqui llegaba mi Carta quando recibí las ob- servaciones que ha hecho Vm. sobre el 5.0 qua- dernillo de stirpes novee de Mr. VHeritier , pu- blicado con la data del año de 1785. sin haber salido al Público hasta el año de 1788: en ellas se quexa Vm. (43) de que este Botánico no ci- (43) Me quejo en dichas observaciones , de que siendo Mr. Lheritier plagiario de mis obras, pretenda que los lectores me imputen este de- lito anticipando la data de las suyas , como de- mostré con documentos auténticos, Mr* Lheritier 7« ta la obra de las Plantas que Vm. expuso á la crítica anteriormente. Después de haber manites- tado todos los reparos y faltas á las láminas de dixo , sola absentia calícis exterioris novum con- dere genus non jubet , y el Anónimo traduce , la falta del calix exterior en algunas especies de gé- neros ya conocidos es de poca consideración pa- ra separarlas de estos y formar de ellas nuevos géneros. A esta paráfrasis arbitraria añade el adoptar los dos principios de Lheritier 3 dia- metrálmente opuestos d la máxima de Linneo, nos genera distinguimus a cálice &c. con que, se abroqueló para criticarme : inconseqüencia que debia haber evitado , llamándose amartelado imi- tador de Linneo. Conocí que Lheritier habia for- jado 'dichos dos principios para ocultar su pía- 'gio j descubrí su superchería , y la confusión que iba d producir en la Monadelfia , obligando d reunir en un solo género la Sida, Malva, Al- thsea, Lavatera, Urena y Malachra como se ve en estos cinco absurdos que se coligen de tales principios : j.° Hay muchas Malvas, como la carolinia- na , elegans , operculata &c. que solamente se distinguen de las Sidas en tener cáliz exterior: luego si la falta de cáliz exterior no obliga d formar nuevo genero , la Malva y Sida formaran uno solo. 2.0 Los géneros Sida y Malachra son tan se- mejantes, que Linneo los unió en sus primeras ediciones, y los separó después por el cáliz ex- terior que tiene la Malachra : luego si la fal-> ta de calix exterior no obliga d formar nuevo 79 L'heritier, pasa Vm. á rebatirle los dos principios siguientes : i.° Que la falta del cáliz exterior en algunas especies de géneros yá conocidos , es de poca consideración para separarlas de estos \ y formar de ellas nuevos géneros. 2° Que el ma- yor 6 menor numero de divisiones del cáliz ex- terior tampoco es suficiente para ello. Estos dos reparos de L'Heritier son en un todo conformes género, la Malva Sida y Malachra formaran uno solo. g.° Los géneros Urena y Malachra son tan semejantes , mayormente desde que L'heritier reu- nió a la Urena el Hibiscus prsemorsus de Linneo, que es imposible separarlos , teniendo ambos cin- co caxitas por fruto , diez estigmas y dos cá- lices: luego harán uno solo con la Malva y Sida. 4.0 La Althsea tiene la misma fructificación que la Malva á, excepción del mayor mimero de divisiones del cáliz exterior de la Althaea: luego si el mayor 6 menor niunero de las divi- siones del cáliz exterior no basta para formar géneros , la Althaea formara uno solo con los qua- tro antecedentes. 5.0 La Malva y Lavatera solamente se dis- tinguen en que la Malva tiene el cáliz exterior de tres hojuelas , y la Lavatera de una sola pie- za partida en tres lacinias : luego por el prin- cipio antecedente , la Lavatera también formará un solo género con los precedentes. No hay Botánico que no vea y repruebe la confusión extraordinaria de dichos géneros. Via estas conseqüencias el Anónimo en Las observa- ciones que publiqué contra el V. fascículo de L'heritier f y antes de combatirlas dice , los mas So con el Canon 17c. de Linneo: Raro observa fur genus , in qüo pars aliena fructificationis non aberret. Ergo nisi canon assumeretur , tot ge- nera evad¿rcnt , quot especies existuut. Saben los Botánicos que hay varios géneros , de los qua- les son inseparables algunas especies que debien- do tener petalos, según las demás de su géne- ro, carecen de ellos: otros hay que contienen grandes y consumados Batánicos conocerán que Vm. impugna sin fundamento á Mr. L'heritier. Por fortuna á nadie citó \ y todos quedaron al abrigo del conjuro. Pero veamos como intenta d lo menos responder á las dificultades. Asi dice en la pag. §8. En las especies de Malvas de que Vm. habla y dice que tienen la fructi- • ficacion de la Sida, se halla su Malva angus- tifolia, la qual por haberla Vm. visto seca, no - pudo conocer que era una Sida, que se culti- va en el Jardín Botánico de Madrid, y á la que los Botánicos del Perú han denominado Sida an- gas tifolia. Aclaremos lo que me imputa sobre la palabra fructificación. En la pag. 4. de mi res- puesta que corresponde d la 2 j. de esta colec- ción, dixe , que muchas Malvas ienian el fru- to parecido al fruto de la Sida j mas nunca di* xe fructificación , cuyo yerro seria imperdonable a un principiante , y por eso tal vez me lo atri- buye el Anónimo. Si en el primer corolario de la pag. ^82. de mi Monadelfia dixe , que al- gunas Malvas tenían la fructificación de la Si- da era, como alli se de xa ver , según la opi- nion de L'heritier y Anónimo , que pretenden ex- cluir el cáliz exterior de la fructificación ; y h 8r especies con flores polypetalas y algunas mono- pétalas , y al contrario: muchos se hallan con es- pecies que go^zan de mayor ó menor número de hice para convencerles por sus propios principios: porque en mis obras se ve d cada paso , que re- conozco dicho cáliz como parte esencial de la fructificación } como lo han hecho Linneo y los demás Botánicos. Aclarado este punto , sigamos ¿as notas. Es falso que los Botánicos del Pene llamen Sida d dicha Malva ; pues ahí esta el Señor Pavón que lo contradice , porque ve en cada flor un cáliz exterior de tres hojuelas , ca- rácter de las Malvas , y por esta razón la de-* mostró como Malva el Señor Palau , y como a tal la conocen los jardineros del Jardín Bot dá- nico de Madrid , donde se cultiva. También es falso que yo la haya examinado solamente seca: cultívela en París , y la examiné viva , como consta por la observación de la pdg. 180 de mi Monadelfia . impresa mucho antes qué las que publiqué contra el citado Fascículo V, que vio el Anónimo. Y quando los Botánicos del Perú la llamasen Sida contra los caracteres ma- nifiestos , jamas le darían el nombre trivial de angustifolia ; pues saben que Scopoli , Lhéritier y yo hemos publicado una Sida verdadera coil dicho nombre Angustifolia. Continúa el Anónimo en la citada pdg. f¡ 8 , y dice : Por haber dibuxado Vm. por esqueleto su Malva operculata , no distinguió ser una va- riedad de la Peruviana , cuyo dibuxo sacó Vm» con imperfección &c> ¿Y cómo prueba el Anó- nimo estas proposiciones ,? con solo enunciarlas. F estambres y pistilos , y no por- eso deben sepa- rarse. ¿Podrá acaso presentársele á Vm. exemplo mas al propósito que el género Geranium (44) , en el que Vm. ha tocado con la experiencia esta verdad? Los mas grandes y consumados Botáni- cos conocerán que Vm. impugna sin fundamento á Mr. L'Heritier , y confesarán sin duda el que dichos dos principios , no solo son poderosos para, destruir el establecimiento de los géneros Palana, Solandra y Pavonia , sino necesarísimos para no incurrir en semejantes extravíos. En las especies de Malvas de que Vm. ha- bla , y dice que tienen la fructificación de la Si- da , se halla su Malva angustifolia , la qual por haberla Vm. visto seca , no pudo conocer que era una Sida que se cultiva en el Jardín Bo- tánico de Madrid , y á la que los Botánicos del Lo mismo hace en quanto d la Malva elegans reproduciendo su cantinela : no pudo , dice s ser- vir de modelo por hallarse seca. Añade en fin: Ni el dibuxo de la Abutiloides basta para afir- mar que su fructificación es de Sida , ni el fruto de la Caroliniana tiene la semejanza que Vm. nos propone. La prueba es decirlo el Anónimo magistr alíñente j y concluye con gran satisfac- ción : Si Vm. no tiene otros exemplos , queda , á mi parecer , desvanecida su primera observación. Pues Señor Anónimo } mal conoce Vm. al pú- blico , al qual no es tan fácil persuadir sin prue- bas , por mas que los asertos voluntarios se anun- cien con título de desengaño. (44) De este género acaba de hacer tres Mr. Lhéritier. s3 Perú han denominado Sida angustifolia. Por ha- ber dibuxado Vm. por esqueleto su Malua oper- culata , no distinguió ser una variedad de h pe- ruviana , cuyo dibuxo sacó Vm. con imperfec- ción , en medio de haberla tenido florida en el Real Jardín de París , y me parece que la Mal- va peruviana , no dirá Vm. que tiene la fructi- ficación de Sida. La Malva elegans , dice Vm. haberla visto seca , en este estado descripta y di- buxada , no nos puede servir de prueba ni mo- delo. El dibuxo de la Malva Abutiloides , le sa- có Vm. por el de Dilenio , y para decir con la absoluta que Vm. lo afirma , que su fructifica- ción es de Sida , no basta. El fruto de la Malva Caroliniana no tiene con el de la Sida la seme- janza que Vm. nos propone ; en esta inteligencia si Vm. no tiene otros exemplos , queda á mí pa- recer , desvanecida su primera observación. Conforme Vm. describe y dibuxa en sus tres Malachras capitata , radiata y bracteata el cá- liz triplicado , incluyendo el exterior todas las fien res , qualquiera Botánico por principiante que fuera por solo este esencialisimo carácter , hubiera for- mado nuevo género como lo hizo el sabio Lin- ceo (45)- (45) Señor Anónimo , no se aparte Vm. de la qüestion. Se trata solamente de que , si ad- mitido el primer principio de Lhéritier , esto es, que la falta de cáliz exterior no obliga d for- mar nuevo género } se deberá conservar el Ma- lachra , género que se distingue del Sida por el cáliz exterior. A esto debe Vm. responder sin irse con dibuxos y conformidades. F2 8+ Dice Vm. que los géneros Malva y Althaa poseen absolutamente los mismos caracteres y fruc- tificación , exceptuado el del cáliz , y no trahe Vm. á consideración de que los arillos de la Al- thcea no son articulados como los de la Mal- va : estos caracteres del cáliz , figura , é inserción de los arillos son los que ademas de otras dife- rencias de todo el carácter natural , que es al que principalmente debemos atenernos , obligaron á Linneo á separar la Althxa de la Malva ; y otros semejantes á dividir el género Lavatera de estos dos (46). Ningún Botánico ignora que hay en los mas géneros , ó bien un carácter constantísimo é inva- riable , ó ciertas notas y caracteres esenciales muy suficientes para unir ó separar las especies de ca- da género; muchos de estos caracteres y notas se observan en los cálices ; otros infinitos en los fru- tos ; no pocos en los estambres , y muchos en las corolas. También hay géneros tan naturales que ninguna de sus especies discrepa en el número, figura , proporción ni situación , pero estos son ra- ros. En el caso de que en un género haya dos 6 mas caracteres sobresalientes , y varíe alguno de ellos en esta ó las otras especies , siempre deberá (46) ; Raro empeño ! Dice Linneo : nos genera distinguimus á cálice , qui limites absolutos ponit: y el Anónimo contradiciendo d su ídolo Linneo nos quiere hacer tragar sus arillos como piedra de toque , para distinguir la Althaea de la Mal- va. Ko Señor ; no se canse Vm. : ó apartarse de Linneo , ó coserse la boca y dexar de molestar- nos con repeticiones insulsas* 8* ocurrirse al mas constante , y á la conformidad de todas las demás partes de la flor y fruto ; pero sí el menos variable , y al mismo tiempo igual ó mayor número de los otros caracteres genéri- cos faltase á una nueva especie , que se creyese ser de un género conocido , deberá desde luego formarse de ella nuevo género , recorriendo antes con suma atención y cuidado todos los demás gé- neros añnes para no errar. Juzgue Vm. (47) , pues , ahora la fuerza que podrán hacer las reflexiones que Vm. ha alegado para rebatir los dos principios de Mr. L'Heritier; ni menos para hacernos creer que según dichos principios , puedan incluirse baxo de un mismo género los de Malva _, Malachra , Lavatera, Althcea , Sida y Urena de Linneo , Solandra, Laguna y Pavonia de Vm. Añade Vm. que se hallan ciertos errores y contradicciones en la observación que hace Mr. L'Heritier , sobre reducir las especies de Hibis- cus , pent acarpos , zeylanicus , spinifex, pramor- sus y urens , baxo ¿el género Urena, i.° Expone Vm. que es falso ser monofillo el cáliz exterior del Hibiscus populneus , quando no consta mas que de tres hojuelillas que caen antes de abrirse sus flores , según lo ha observado Vm. en los botoncitos de un exemplar seco (48) , el (47) Juzgado esta , y en mi abono distin- guidos Botánicos y que ni son plagiarios ni Anó- nimos. Véase la pag. ^64 del tercer tomo de Lámar ck Dict. , y mi nota 40. (48) No me venga Vm. con reticencias cid- pables 3 Señor Don Anónimo. Vm- confiesa que 86 que nada prueba , ni puede convencer contra lo dicho por L Héritier , de que Linneo coloco en el género Hibiscus las especies del populneus y ti- liaceiis , en medio de tener ambos el cáliz exte- rior monofillo ; y ademas Vm. mismo confiesa en vio mis observaciones contra el Fascículo V de Mr. L' héritier : por consiguiente vio , que ade- mas de lo que observé en los exemplares secos, anadia : quod auctoritate D.D. Banksii et Com- mersonis comprobavi , qui arborem floridam obser- varunt in insulis Tahiti et Mauritania. Erravit certe Linnseus qui excusari potest , quum tune temporis ignota esset celeb. peregrinatorum auctoritas : ¿at nostri auctoris (L'héritier) error Parisiis conscriptus anno 1789 , qui poterit excusari ? Y si no se puede excusar el error de Mr. L'héritier , ¡ qudnto me- nos podra, excusarse el del Anónimo 3 que al error añade reticencias agenas de la buena fe ! Ademas de haber visto esto en las citadas ob- servaciones, lo vio en la pdg. 1 $3 de mi Mona- delfia. Sepa de paso que el Señor Banks me en- vió de Londres un excelente exemplar y la lámi- na grabada de este Hibisco que estoy pronto d ma- nifestarle al Anónimo. Jamas he dicho que Lin- neo hizo mal poniendo en el género Hibiscus las especies tiliaceus y populneus ; solo dixe y probé contra Linneo , L héritier y contra todos los Anó- nimos que tal digan s que el cáliz exterior del Hibiscus populneus era de tres hojitas y no mo- nofilo. Si escribí esta proposición fué por lo que veia en las plantas secas , y por lo que vieron en las vivas testigos fidedignos , como Banks y Commersón. 87 sus escritos que el Hibiscus tiliaceuf tiene él ca- llz monofilo con diez dientes. 2.0 Que es un error afirmar que los Hibis- cus (49) spinifex j pr amor sus y urens carecen de ventallas quando constan de dos como Vm. los ha descrito y dibuxado en su tercera disertación.; lo que hay de cierto en el particular es , que los arillos de las tres especies de Urena purpurea , lia- mata y villosa , arriba citadas (50), se caen to- dos quando están maduros , absolutamente cerra- dos , y solo abren interiormente sus ventallas (51) quando en el suelo se humedecen , y después les da el sol , ó quando para germinar las semillas hinchadas las dividen ; todas tres especies he visto sembrar este año en el Real Jardín Botánico de Madrid á los Profesores del Perú , y las venta- llas estaban intimamente cerradas (52}. (49) Sea Vm. mas fiel. Pavonias dixe yo : no mudemos los nombres. (50) No crea el lector que estas son plantas conocidas porque las haya publicado 6 figurado autor alguno : aun se conservan in pectore Ano- nimi ; y así ocultas deben hacer frente d des- cripciones , figuras y plantas conocidas en la Re- pública literaria. (51) Luego las tienen, d no ser que se las preste algún jardinero. (52) Ya tenemos aquí un individuo real y verdaderamente distinto de los Profesores del Per ti , existentes en Madrid en Ij8$ , autor de esta Anónima. Este Incógnito es por consi- guiente distinto del Señor Ridz j y siendo así, falta Ruiz d la verdad llamándose autor de 88 3-° Dice Vm. que no es verdad tensa el Hí- biscns pentacarpos el fruto compuesto de cinco arillos o caxitas, sino una sola de cinco celdillas y confiesa al mismo tiempo que aunque ha 'visto muchas veces v,va esta Planta , nunca la logra flonda , y que quanto Vm. ha dicho de su fruc- tmcaaon lo ha observado en un exemplar seco, por te que no puede afirmarse si las celdillas dé ílhT3 T u™le™lh> »¡ * el germen es las Anónimas ¡Quién será el verdadero p~a~dr~e de esta producción , que es amigo de los Botá- is de l* expedición Peruaní j que los trató de cerca antes, y después de su regreso á Es- pana; que asiste a la siembra del Jardín Bo- tánico^ vio hacerla en i78s>? ¡Puede h-iber ™yor probabilidad £ fav'or % heñorOn/Z Véase la nota 37. ° (53) Solamente se trata de saber si el fruto se compone de una 6 de cinco caxas parí co- locar o no esta planta entre los Hibifcos , pa- ra lo qual basta haberla visto seca aun sin Jtjres, con tal que conservase el fruto , como £ lÍZtr'P- El A"^inZTade niKgun modo , discurre por pura fantasía , y ca- ldca mi observación de obscuro y débil exem- p o para contradecir á L'hentier. Observemos tam- , f/ Tdo dí tr*J"cir mis proposiciones. Bixe W la pag. ~84 de la Monadelfia : Inconsrue co ocatur Hibiscus pentacarpos intfr plant su^ra «cenatas (,dest Pavonias) ab his etenim recedit stigmatibus quinqué, et fructu unicapsular! : y el 8* El número, figura , proporción y situación de íos arillos (^4) de la Urena son el carácter esen- cial y constante de este género , y deben des- preciarse todas las demás anomalías de los cá- lices , espinas y glándulas , que son muy bellas para fundar en ellas la diferencia de las espe- cies. Para cuyo caso igualmente que para todos aquellos en que reconviene á Linneo , arguyen- do de un género á otro , será bien tengamos pre- sente el canon siguiente. Qiia in uno genere ad genus stabiliendum valent , minime Ídem in al- tero necessario prcestant. Linn. Ph. Bot. Ca- non 169. Me parece haber demostrado (55) que los dos principios de Mr. L'Heritier son muy justos , y dignos del mayor aprecio entre los Botánicos , y que por consiguiente los géneros Solandra , Pa- lana, Laguna y Pavonia no están bien estable- cidos. Anónimo atacando mi proposición , traduce : Dice Vm. que no es verdad tenga el Hibiscus pen- tacarpos &c. Basta saber ambas lenguas para conocer que el Anónimo ó no sabe traducir , ó falta d la verdad. (^ 4) ¿y por qué de los arillos solamente , y no de las demás partes de la fructificación } es- pecialmente del cáliz , que según Linneo > pone límites absolutos entre los géneros de la Mona- delfia? ¿ Le parece d Vm. satisfacer al publico botánico con los nombres de anomalias , spínulas y glándulas? (ff) Consulte el lector la nota 43, y aprecie ¿a satisfacción del Anónimo. 9o . . Persuadome que el Público sin oír á ambas partes no podrá decidir de sí LHeritier ó Vra. na sido el primero que ha descrito las Plantas, ni si aquel se ha valido del trabajo de Vm. para ello (^6) ; pero sí creo que habrán reparado to- dos los Botánicos , aficionados y curiosos el que su obra de Vm comprehende varias Malvaceas que han descubierto los tres Botánicos del Pe- rú (57) , como consta á Vm. , y sin embargo solo cita en ella á Mr. Dombey , compañero de Don Hipólito Ruiz y Don Joseph Pavón , á los que se les debe igualmente esta justicia , en aten- ción á que las descubrieron juntos , y que las tie- nen descriptas y dibuxadas , como consta por sus Diarios (58) , desde el año de 1778 y 1779 , fe- (56) ¿Hay mas que consultar mis observa- ciones contra el citado Fascículo para ver los he- chos y documentos auténticos que deciden la qiies- tion , y que ni el Anónimo ni el mismo Dhéri- tier pueden tergiversar! Afectar ignorancia en un asunto tan sabido es faltar al candor. 0 7) i Q}1& significa la palabra descubierto, si hasta ahora no las han publicado ? Yo he descri- to las plantas que se cultivaban en el Real Jar- din de París para la instrucción pública , na- cidas allí de las semillas que iba remitiendo Dombey > y por eso le citaba. Este me dixo en París en jj^6 que quedaban en América Don Joseph Pavón y Don Hipólito Ruiz , sus com- pañeros de viage , y esto me bastó para dedi- carles los géneros Ruizia y Pavonia. (58) ¿Estaban impresos y corrientes en el orbe literario! No. Pues como si no existiesen 91 cha muy anterior á la de Vm. ¿Estos Botánicos Españoles no podrán (59), según la opinión de Vm. estamparlas , ni publicarlas como descubri- mientos suyos propios , á no hacer la Monogra- fía completa de un género ? \ O que las descrip- ciones y laminas de sus Plantas estén mas per- fectas que las de Vm.? Porque en tal caso me parece que no han menester para hacerlo su per- miso , ni tampoco creo que Vm. lleve á mal , aun- que estén completas las laminas y escritos de Vm. el que estos Botánicos viageros publiquen en su Flora Peruana como nuevas todas las especies descubiertas , descritas y dibuxadas en el Perú y Chile , antes que Vm. pensase escribir de algu- nas de ellas , ni aun dedicarse á la Botánica. Finalmente , aunque no puedo menos de ala- bar la buena voluntad de Vm. en haber queri- do inmortalizar los nombres de algunos Botáni- cos Españoles con la dedicación de sus nuevos gé- neros , tampoco debo en esta ocasión dexar de prevenirle dos cosas ; la 1 .a que proceda con mas para el público. La fecha en estos puntos se cuenta desde la publicación. (59) Todo lo podran y y también aprovecharse de quanto yo he escrito , y aun mejorarlo pro- cediendo de buena fe. Jamas he pensado que en mis escritos no pueda haber equivocaciones ; y por esto deseo me las manifiesten para corre- girme. Pero si yo publiqué el primero algunas plantas , y me expuse a la censura de los sa- bios , nadie tiene derecho d quitarme el lugar que me facilitaron las circunstancias y mis tra- bajos literarios. 92 cautela para que el fundamento de la dedicatoria no salga fallido (6o) ; y la 2.a que en lugar de consagrarles á veces , como lo ha hecho Vm. , géneros formados sobre la observación de alguna planta seca , ó ramo de ella conservado por ra- reza en este 6 el otro Herbario , les dexe en li- bertad de aplicar sus nombres á los vegetables vis- tosos y útiles que se han descubierto abundante- mente en el Perú , y se van propagando felizmente en Europa. Resulta del examen hecho hasta aqui. i Que hay dos autores de las Anónimas , pág. 580 , 594 , 5 1 y 53 , que corresponden á las pág. 31 , $5 , 69 y 72 de esta colección. 2 Que el autor de la segunda es distinto de los Botánicos del Perú , pág. 51, 5 3 y 6 1 , que corresponden á las pág. 69 , 72 y 87 de esta colección. 3 Que no pudiendo ser autor de ella Don Hipólito Ruiz , uno de los Botánicos del Perú, faltó á la verdad diciendo ser suya. 4 Que el verdadero autor de las Cartas anó- nimas faltó varias veces á la verdad, pág. 589, (60) Gracias por las advertencias : procu- raré hacer el uso conveniente d la verdad y d los progresos de la Botánica. Pago previnién- dole que si qidere adelantar en la ciencia , apre- cie las plantas secas , como han hecho los Bo- tánicos : y que si otra vez tiene deseos de cri- ticar y lo haga con candor y fidelidad , sin me* terse á decidir lo que no ha visto ni conoce. 93 59I) 44 9 53 y 5^> son especies de Malope , y admite (b) este gé- 5» ñero nuevo , como ligera prueba de nuestra gra- » titud y aprecio." En la pág. 1 1 1 se da el nom- bre de Molina á una planta diversa de la mia. En la 114 se dice de la Vermífuga , no es es- pecie de Milleria , como equivocadamente se lo persuadió el Señor Cavanilles. En la 127 art. (a) Ya por fin tenemos aquí una confesión cla- ra de que los esqueletos _, o sean plantas secas, prestan suficiente fundamento para determinar géneros contra la freqüente cantinela del Anó- nimo y del Señor Ruiz. (b) Véase la pág. 2 de mi siguiente prefacio. 9) Pavonia se lee : » Este género le dedicó en ho- «norc'e Don Joseph Pavón , Botánico del Rey, jj Don Hipólito Ruiz , su amigo y compañero en » las peregrinaciones , teniendo por cierto que las nPavonias del Señor Cavanilles deben indubita- » blemente restituirse al género de Urena." Y en í> la pag. i $) , art. Ruizia , se lee : » Este género » le dedicó en honor de Don Hipólito Ruiz , Bo- íj tánico del Rey , Don Joseph Pavón , su amigo » y compañero en las peregrinaciones , persuadido «de que las Ruizias del Señor Cavanilles son a> mas bien especies del género Malva , que de «otro nuevo." Si á lo menos hubieran dado razones sólidas para combatir mis géneros , hubieran hecho un ser- vicio á la ciencia y á mí , que solamente busco la verdad en mis tareas literarias ; pero como vol- vieron al vómito, siguiendo en todo la conducta del Anónimo , y sabiendo por otra parte que los Señores Ortega y Ruiz eran los únicos gladiado- res de este combate literario , puse en mi tercer tomo de Icones el prefacio siguiente. 9Ó PAPEL Núm. 4.0 LECTORI BENÉVOLO. lam iam emissurus :n publicum hanc quam vides voluminis nosíri paitem , incidi in opus tamdiu de- siderátum recensque editum Flor* Peruviana et Cbilensis. Eius auctores sunt , ut titulus prse se fert , Hypolitus Ruizius et Iosephus -Pavonáis: nec dubito qu:n iis - debeatur quidquid bonae fingís in opere continetur. Sed non milla insunt quae'nihii aut parum cerré ad Botanice profectum faciunt; queque mamim alienam hominis impotenti contra^ dicendi spiritu acti luce meridiana clarius osten- dunt. Rem altius repetamus. Mense Septembri anni 1788 prodiit Matriti epístola civis Limensis ano- ■ nymi , qui mea opera', prsesertim nova genera, -conveliere conatns est. Ubi ad manus meas per- venit , vix elapso mense respondí , atqúe nisi me omnia fallnnt demonstravi , et mea genera recte constituía fuisse , et exiguam in re botánica Li- mensis civis cognitionem. Ferebatur in vulgus ad- versarium illum meum esse D. Casimirum Orte- gam , quod ut crederem induci nullo modo potuí, quippe qui frecuentes per id tempus ab Ortega literas haberem , quibus et labores mei laudaban- tur , et ego praedicabar laudatus vir a quo ipse lau- dari vehementer optaret. Ac tametsi qusedam dein- de acciderint in illius rumoris comprobationem , nihílominus assensnm continui , ñeque in hominem mediocriter literis intinctum cadere posse existima- vi , ut altera manu leniter attrectaret quem altera ferro aggrederetor. Nunc vero qnum veterem de generibus a me constitutis crambem recoctam vi- 97 deam in Flora Peruviana ;> quum huius auctores ■dum per se quisque agit dissentientes videam, prout inferáis patebit, dum vero Qollatis operis scribuntj mire consentientes ; quum eos constet Ortegae au- ditores esse , alterum etíam : affinitate coniunctum, dictoque obsequentissimum; ; quum praeterea con- stet Ortegam et operi prxfuisse , et stylumadhí^ buisse , adiecisse -insuper prsefationem , vix dubif tare possuni quin is sit aut ipsemet ementitus Li- mensis , aut huius saltem ineoncinni fetus cohsar- cinator. Certe quod ad ndstra genera speetat nnus idemque spirims sese prod4t-iri'' beia et Palana. -* Percrebuerát in república- literaria Ioanriis Igna* tii Molina' hisp-ani chiiensis ' fama- ob preclara eius* dem in ' historiam naturalem 'menta : quapropter genus ipsi 'dicavi afíine Banisteriaj , a qua recedk stylo unfcor," 'fitamentis UGVém acqualibus , et -dé- cimo duplo longibre , cálice egianduloso '> et pe- ricarpio tetrap'tero. His rationibus palam feciSon- neratium et Lamarckam errasse , qui reluctante na-*- tura arborem ad Banisteriam reduxerant. Aucto- res vero nóstri , qui in patriam reduces per quin- quennium operi suo incümbunt ,; idem Molina no- men generi diverso impónuut ? quod confussionem parit et Linnan dogmatibus adversatur , cuius syste* rna mordicus retiñere professi sunt in prsefatione. Hospitesin Botánica videntur alto silentio' quod de meo genere atque doctrina servant. Quodnam, rogo , retinendum erit , anne hóc riovum, an quod ante quinqué annos impositum est , a Botánicas G 93 receptum , laudatumque ab Haenkio r At for- tasse ractum nesciebant , quippe qui de eo ne ver- bum quidem faciant _> tantum abest ut genus no- 5trum convellant. Parisiis commoranti.mihi renuncia vit Dombeius peregrinationum suarum comités fuisse Hypolitum Ruizium et Iosephum Pavonium hispanos , quo- rum nomina tune primum novi , et illustrare de- erevi novorum generum appellatione. Feci in Mo- nadelphia , Ruizias nominans plantas Malvac afa- nes , a qua differunt.íilamentis non in. columnam sed in urceolum dispositis , stylis decem , cálice ¿xteriore deciduo, Expunctum video iñ plora Pe?- ruvianameum genus his verbis : «Genus in ho- n norem D. Hypoliti Ruiz , Botanici Regii , con- «secravit D. Iosephus Pavonius amicissimus pere-r »> grinationum comes , Ruizias Cl. Cavanilles Mal- »>vae potius quam novi generis species esse repu- lí tans." Preclara inscriptio! Iure dubito num a favonio composita. Sed quisquís eius auctor fuerk nullum existimationis suse fundamentum affert. Cre- íame simplex dictum in his rebus sufficere? Pavonias dixi plantas Urenae afanes a qua dif- ferunt cálice exteriore polyphyllo , interiore semi- quinqué partito , et fructu inermi aut spinis quin- decim armato ; qui in Urena spinulis numerosis nu- mero indeterminato vestitur , eiusque calix exte- rior monophyllus est , interior vero quinqué con- stat foliolis lanceolatis , interne glandulosis. Quis nesciat huiusmodi dilferentias plusquam satis esse ad novi generis constitutionem ? At nostri auctores ñeque illas animadvertunt , nec censura causas at- tulerunt ullas. En ipsorum verba : » Genus in ho- n norem D. Iosephi Pavón Botanici Regii , cons©- 99 •» cravit D. H ypolitus Ruiz amicissimus peregrinatio- » num comes , pro certo habens Pa,vonias D. Cavani- *>.lies ad Urenac genus indubitanter revocan deberé.'* Veniamus ad Dombeiam , genus a ine condi- tum anno 178) , qüod probarunt Academia Re- gia Parisiensis et postea Iussieus et Haenkius. Pro- -be noveram precedente anno plantam evulgasse ■D. L'heritier Dombeias nomine: sciebam etiam eam- dem omnino esse qüam Cl. Dombeius Tourretio dicaverat , quam(jue :D. Fougeroux .descripserat in actis laudatse Academia Tourretise nomine. Quar propter Lamarck in Dictionario ; Encyclopedico •L'heritierii genus suppressit et Iussieus postea in plantarum generibus. -Tantorum hominum auctori- tate , et quod potius est re ita postulante, genus condidi , quod nostri ,auctores expungere se posse credunt his verbis : „ Genus a nobis et a cl. per >y regrinationum Socio D. Iosepho Dombeio de- » tectum , dum simul Lima; propinquos colles ex~ » plorabamus , atque. in eius debitum honorem a í> D. L'heritier evulgaturn libenter retinemus , et 91 sepíus iterata plantan observatione in loco natali «adiuti characterem reformamus , atque icone il- «iustramus. Plures plantas eiusdem Dombeii no- 9» mini nuncupatas in Europam reduces onendimus: »sed Dombeiam D. de Lamarck , qux Pinus Mo- « lina , Pino de Chile vulgo , Araucaria Iussi^i 9tgen.pl. jpag. 413 , inter pinorum species collo- j> candam esse censemus , quamvis eam dioicam in «montibus Chilensibus constanter observavimus. ínter eas vero Dombeiam L'heritier ad memoriam » cl. viri posteris commendandam praetulimus , et si quod ceteris pr¿ecessit , et quod illam novum veré 91 genus esse propriis observationibus pro comperto 100 »habemus.M Nihil hic de mels plantis , nihil de historia literaria Tourretia? , superius expósita , nihil de Academia: atque auctorum consensu ; at quae- dam quse Ruizii oscitantiam produnt. Araucaria enim "illa , quam Ruizíus inter pinorum species collo- candam credidit , genus veré novum est , quod evincunt characteres a Lamarck et Iussieuo pro- ducti, quodque Pavonius provabit superiore anno in Regia Academia Medico-Matritensi , quin Rui- zius et Ortega presentes (61) quidquam auderent contra híscere. Quantum in Botánica promovenda insudaverit Palaus noster , constat inter Hispanos et exteros: ergo in eius honorem genus evulgavi Pahuas no- mine Malopis afline. Separavit Linnaeus Malvam a Malope , quarum eadem est fructificatio si arillos excipias , qui verticíllati sunt in Malva , in Malo- pe conglomerad. Cálice Linnaeus usus in Mona- delphia genera construxit dicens : „Nos genera »> distinguimus a cálice qui magni momenti est , et » limites absolutos ponit." Huius ego vestigia pre- mens , genus novum constituí ex illis plantis qu« a Malope recedunt cálice único , qui dúplex est in Malope. Atqui et hoc genus displicet Peruvia- nas Flore auctoríbus , perinde ac Limensi anony- mo , adeoque expungendum nulla ratione allata tanquam ex trípode decernunt. Addunt in inscri- ptione : „ Palaus plantarum suo nomine antehac a «D. Cavanilles consecratarum speciminibus siccis (6 1) Por equivocación se imprimió presentes tn lugar de presens. Así se lo dixe en la Aca- demia al Señor Ruiz quando noto dicho yerro de Imprenta. IOI waccurate recognitis easdem Malopes species esse »> asseverat , et hoc novum genus a nobis grati ani- »>mi et obsequii pignus levidense humaniter acce- dí pit." His ego reponam fragmentum epístolas, quam honestissimus Palaus ad me missit Matrito die 7 Iunii anni 1785. „He leído con la. mayor com- » placencía la Disertación de la Sida que Vm. se »ha servido regalarme por medio de mi compa- »> ñero , y tratando con verdad , de cuyo carac- »»ter me precio á imitación de Vm. no puedo. *y menos de manifestarle que en los primeros ren- glones de su introducción he reparado la íir- «meza de los fundamentos en que estriba para «poder juzgar desde luego que son útilísimas a, >» los Botánicos sus observaciones , que contribu-. t»yen en gran manera al honor de la nación Es- »pañola , y que acreditan el distinguido mérito. »de la aplicación y talento de Vm. : por todo *> lo qual le repito mil parabienes , dándole al mis- »mo tiempo muchísimas gracias por el favor con »> que me honra en ella." Iudicet lector. Ex planta quam Milleriam nominavi in primo Iconum volumine , Vermifugam genus condidere Floras auctores asserentes , „ non est Millerise spe^ » cies , ut minus recte sibi persuasit D. Cavanilles , ** at more suo sine probatione relinquunt assertum. Characteres exhibent , qui in mea descriptione re- periuntur , illo excepto quem contra Botanicorum consensum calicem communem nominant , de quq postea. Qui fieri potest ut a me recedant? Iura- runt ¿cilicet isti nomines in verba Magistri Limen- sem sequentes. Vivam vidimus in regio horto Bo- tánico Milleriam quinquefloram Linnsei , et in ea uecessitatem generis recudendi , quod feci loco ci- T02 tato. In meliorem formam restitutam genus spe- cies a me descriptas complectitur. Contrarium pro- bent adversarii necesse est ; nisi si auctores nostri et Botánicos et lectores omnes totidem putent Py- thagoraeos , quos ipsis dicentibus oporteat credere ob id unum quod ipsi dixerint; Milleria hasc , aut reformata Vermífuga ad Syn- genesiam pertinet , cuius proinde calix communis ílle erit , qui flosculorum receptaculum. Florae au- ctores nova methodo viraula-m aut receptaculum squammularum calicem communem nominant , et partialem illum qui veré communis est. Pari modo possent in Tournefortia , Heliotropio et alus cali- cem communem nominare ramulorum extremita- tes , ubi veri sedent cálices ; quod ñeque tirones auderent pronunciare. Cálices communes in nostra planta sunt squammulse flosculos continentes , qui proprio carent cálice. Quare falsa sunt quae de Vermifugas calicibus auctores tradiderunt. Et haec pro nostris generibus. De iis qux au- ctores Florae condidere possem equidem non p?uca dicere , et dicam fortasse alias. Nunc suftecerit monere , criterium in cbaracterum electione sgcpe desiderari. Ex. gr. in Gilibertia stigmata dicunt septem. „ Única specie constat genus in qua fructi- «ficationis partium numerus aliquando octonarius, »rarior novenarius." Pari modo in Tovaria, cu- ius unicam speciem detexerunt ,„ stigma peltatum j> septemfidum dicunt auctores , addente s in pri- sma observatione j in stigmate numerus tam septe- h narius quam senarius." Si in his generibus variat stigmatum numerus , inconsulte pro charactere assu- mitur. Agnovit boc D. Iosephus Pavón ius, et Tovariaé stigma multrhdum dixit in altéis dissertatione Regiae 103 Academias Medico-Matrítensis censuras subiecta. Foveolaria genus nonnulla oífert castiganda. Et quidem inconsulte in decandria collocatur genus, cui tilamenta sunt in unum corpus coalita. Character enim iste adeo proprius Monadelphiae est ut eo Ge- tanium , Maherniam et alia I huiusmodi genera Mo- nadelpha dixerit Linnseus. Si ergo Foveolarias fi- lamenta inferné usque ad médium connata sunt, snperne distincta , ut fatentur auctores nostri ad Monadelphiam pertinet hoc novum genus. No- vum dixi ex auctorum sententia , quae tamen haud firma videtur , cum in observationé scribant „ an «ad hoc genus referri debeat Strigilia Cavanilles ? " Si Strigilia et Foveolaria fructu difíerunt , per erro-* rem putant unum ad alterum referri umquam posse: si conveniunt , Foveolaria m expungant necesse est rquia nomen genericum unius generis nisi super- «vacaneum , in aliud transferri non debet , licet eidem aptius competeret." (Linn. in P/i. Bot. §.248) Plantam observavi siccam quam e Peru- via attulit Iosephus de Iussieu , quamque ulterius ín patria examinandam dixi quia fructibus orbatam conspexi. Viderunt eam postea nostri auctores flo- ribus et fructibus onustam , atque in ea characte- tes omnes a me descriptos ; nihilominus spreto meo nomine aliud novum contra regulas artis confixe- runt. Verosimile assertum suum reddere conan- tur charactere difTerentiali his vérbis „Calix cam- r> pannlatus inferus. Pétala revoluta , punctata. Ne- »> ctarium tubulosum. Drupa obovata." Hasc omnia Styraci conveniunt , unde novus ._ error emergit, quem spero Floras auctores castigaturos quando species describant. Vellem etiam in scientiae pro- fectum nectarü nomen quod ambiguum et indeter- minatum est , quoque lili sope in Flora abutun- tur , a Botánica propulsan. Errorem agnovit et in- seetatus fuit Pavoníus in dissertationibus, supra lau- datis. Faciet idem proculdubio Ruizius , et quod nunc appellat nectarium , staminum tubum aut ur- ceolum nuncupabit. Fieri etiam potefit ut huius plantae corollam aliter enuntiet , si animo libero flo- res iterum observet. Non enim ex quinqué peta- lis illa componitur ut ego quidem arbitror , sed ex laciniis quinqué profundis (a) quae cum stami- num tubo unum idemque corpus erTormánt. Ob- servatur hoc in Styrace et in Strigilia ad. quorum alterum Foveolaria pertinet. Nec Ruizium terreant amantissimi prasceptorís observationes', lógica; atque botánicas fundamentis destituí*. Legat praecor quac in 2.0 Iconum volumine conscripsi ; ubi professo- ris huius oscitantiam et errores patefeci. In Rhyncotheca parum sibi constant auctores nostri. Unicam huius generis viderunt speciem et ín ea stamina decem ; quibus ad Decandriam re- vocare ipsam debuere secundum Linnad systema, quod mordicus se retiñere dixerunt in praefatione. Nihilominus inter Polyandras eam ponunt quÍ3 staminum ceterarumque partium insertio' figura et dispositio et cum Thalictro affinitas potius ad hanc classem quam- ad Decandriam eam referre ipsos cogunt. Perutilis quidem observatió his qui natu- rale systema sústinent i quique Liñnsei classes sper- nunt; minime vero Florae auctoribus , qui plantas ad classes revocaré debent secundunv staminum numerum, et cetera a Linnato proscripta. (a) Tot pétala numeramits in quod resolvitur fia& decidíais. Linn. PhiL Bot. edit, Mat. p. 58 et 72, Illud quoque admonebo non nulla genera pro novis venditari , quas iam pridem erant a Botani- ces cognita et divujgata , plura etiam , quae ut ut vetera agnoscant , edunt iterum inventorum suo- rum numerum specie tenus aucturi. En utrorum- que catalogum. i. Pourretia Flora; Peruviana: est Pitcairnia L'heritier Serti Anglici jpag. / tab. 1 1 , ut ex tabularum et characterum collatione constat. Iuxta L'heritier calix est tripartitus (a) ; pétala tria li- nearía convoluta , ad quorum basim squama necta- rifera: filamenta sex receptáculo inserta ; germen trigonum : stylus trisulcus : stigma trifidum , spi- rale, capsula trígona , trifariam dehiscens : semina numerosissima. Secundum auctores vero nostros Cal. Perianthium triphyllum : foliolis ovato-lanceolatis, marginibus convolutis , concavis , rigidis ; inferum, persistens. Cor. Pétala tria , lanceolata , erecta , su- perne patentia , spiraliter marcescentia. Stam. Fi- lamenta sex , subulata , erecta , corolla paulo bre- viora. Antherae sagittatae , erectas , petalorum alti- tudine. Pist. Germen ovatum , obtuse trigonum. Stylus filiformis triquetrus , sulcatus longitudine sta- minum. Stigmata tría subspiralia acuta. Per. Capsu- la ovata , obtuse trigona , trilocularis , trivalvis. Se- mina numerosa , oblonga , utrinque acutissima. ; 2. Cosmibuena Fl. Per. est Hirtella Iacquini tabula n.strirpium America narum , quod nullus infíciabitur qui tabulas et characteres observet. Cl. Iacquinus dixit calicem quinquepartitum : cerollas — -— 1 (a) In Tabulis eadem ormino calicis figura, profunde seiliect tripartiti : antherx etiam sagit- ta 3 ereetce. io6 pétala quinqué subrotunda : filatnenta tria longis- sima : antheras subrotundas : germen subrotundum, villosum , compressum in latere , cui 'stamen nul- lum adponitur , sed e quo ipso erigitur stylus fili- formis inferné hirsutus , longitudine fere staminum¿ cuius stigma simplex : pericarpium baccam : semen unicum. In flora vero Peruviana legitur: Cal. Pe- rianthium pentaphyllum : foliolis ovatis , concavis; inferum , persistens. Cor. Pétala quinqué obovata, émarginata. Discus nectariferus annularis germen ámbiehs. Stam. Filamenta tria , subulata, patentia, petalis longiora , inter pétala et discum receptácu- lo inserta. Anthene subrotundse bihdae. Pist. Ger- men obovatum , hirsutum. Stylus subulatus , lon- gitudine staminum , e basi germinis ortus , hirsu- tus. Stigma capitatum. Peiv Drupa? cuneiformis, Subplicata , unilocularis , monosperma. Sem. sólita- rium , obovatum, acuminatum, uncinatum. Nomen genericum in eodem genere unicum erit, dixit apposite Linnseus in Phil. Bot. §. 218 : ergó expungendum Cosmibitena inconsulte introductum. In honorem tamen dignissimi D. Cosimi Bueno aliud novum genus invenient auctores nostri , tune- que recte facient , si per simplicem vocem , Buena scilicet , illud evulgent. Genérica enim nomina ex duobus vocabulis composita e República botánica releganda sunt. Quare Iuanulloa , Gonzalagunia et Gomortega contra artis prsecepta constructa in dP gniorem formam recudenda videntur , eo máxime quia Ortega genus habetur in Linnxi operibus , et Laguna In mea Monadelphia. Cónsul atur. Phil. Bot. Lin.. §. 228 , 230, 231. 3. Stereoxylon Fl. Per. est Escallonia CI. Smith , qui duas species descripsit serratam et myr- *°7 tilloidem , quas nitidissimis expressit tabulis. ,-30 scilicet et 31. - 4. Saracha FI. Per. ad Atropa m pertinet , cu- ius speciem unam descripsi atque delineavi, tab. 72. 5. Campomanesia Fl. Per. est Cl. Forsterii Decaspermum tab. j/, quod ipsímet auctores nostri suspicantur. 1 6. Acunna Fl. Per. est Befaría D. de La- marck dict. Encyd. 7. Quadria Fl. Per. est Gebuina laudati La- marck et de Iussieu. 8. Guatteria Fl. Per. est Uvaria D. de La- marck , quae vulgo nominatur Canang. quamque Aubletius et Iussieus Cananga dixerunt. 9. Gimbernatja Fl. Per, est Chuncoa D. de Iussieu , quod nomen suppresserunt nostri aucto- res Jepida ex causa , scilicet quia barbarum (a). Quam quasso utilitatem ex praedictis septem no- minibus Botánica reportabit ? Sciéntise cultores haud quserunt nova nomina ; sed genera quae veré nova sint ; ñeque bonas frugis quidquam in sequentibus invenient , quia 10. Nerteriam dedit Smith Icone 28. 11. Talinum ego in primo Iconum volumine tab. 1. 1 2. Cupheam Cl. Iacquinus ín horto botánico tab. 777. 13. Arístoteliam L'heritierius tab. jó' tanta cura ut supervacaneum sit de ipsa quidquam di- cere. (a) Nomen genericum dignum alio , licet aptio- re , permutare non licet. Dogma clarissimi Linnasi in Pnil'osophia Botánica §. 246. io8 14. Dombeiam , quac Tourrea est , idem L'he- ritierius icone pulcherrima. 15. Embothrium Forsterius tab. S,cuius ge- neris speciem in vulgus edidi tab. 6$. 16. MutisIjE characteres evulgarunt Linnaeus et de Iussieus , qui perfectissimam posidet iconem. 17. TerkstromitE Mutlsius , Linnseus et de Iussieus , qui ex sententia D. L'heritierii idem genus esse asserit atque Tonabea. 18. Vállele laudati tres auctores. 19 Kramerije. Loéflingius Iussieus aliique. 20. Vismi^e Cl. Vandellius. 21. Mendozije idem. 22. Epidendri Linnaeus de Iussieus et ínter aíios Cl. Iacquinus qui plures species vivis colori- bus expressit. Reliquum erat ut quam máximas auctoribus Floras gratias agerem ob peculiare genus nomini meo dicatum ; sed quum eo me honore prius or- nasset Cl. Thunbergius- (a) , voluntatem non rem accipere iubent botanicx disciplinas cañones. ídem fortasse dícent Humboltius et Desfontaines. Illienim genus dicavit Haenke-, huic L'heritierrus. De generum nominibus id unice dicam quod Linnseus in Philosophia Botánica §. 239 „ nomina «genérica non abutenda sunt ad sanctorum , homi- » numve in alia arte illustrium favorem captandum » aut memoriamcoñservandam..Unicum botanicorum «prsemium. Et alibi hbcunicum et summum prae-r *•> mium laboris sánete sevandum et caste dispensan-r r> dum ad incitamentum et ornamentum-Botanices. - Matriti die 10 Ianuarii 1795. ■ 1 — 1 "• (b) Nova plantarum ¿enera. UipsaWx 1792. 109 Los Señores Ortega y Ruiz creyéndose ofen- didos por este escrito , solicitaron su remedio por medios de autoridad. No se les logro el intento, y salieron al fin con el siguiente papel. PAPEL Núm. 5.0 Respuesta para desengaño del público d la im- pugnación que ha divulgado prematuramente el Presbítero Don Josef Antonio Ca-vanilles, contra el Pródromo de la Flora del Perú, é insinuación de algunos de los reparos que ofrecen- sus Obras Botánicas , por T>on Hipó- lito Ruiz , primer Botánico de la Expedición del Peni ,- y. Académico de Número de la. Real Academia Medica Matritense. Con su- ■ ferior permiso. En Madrid : en la Imprenta de la viuda £ hijo de Maxim 9 año de i]$(L Respuesta d da impugnación del Pródromo1 de la Flora del Perú. -Sil amor á la verdad , y la afición que siempre profesé á la Botánica desde el año de 1772 en que empecé muy joven á dedicarme á su estu- dio en el Real Jardín Botánico de esta Corte, continuándole sin interrupción hasta . el dia , no menos que la obligación (62) á que estamos su- jetos , cada uno en su carrera , de anunciar al Pú- blico las equivocaciones que se estampen , así eri (62) Sobre esta obligación se dirá algo al fin de esta obra. 110 esta , como en las demás Ciencias experimentales; me excitan mas que la infundada Impugnación que el Presbítero Don Antonio Josef Cavanilles , en su tercer Quademo de Plantas , hace del Pró- dromo de la Flora del Perú y Chile , aun an- tes (63) de publicarse éste fruto del trabajo de once años que peregriné por aquellos Rey nos en ca- lidad de primer Botánico de la Expedición , he- cha de orden , y á expensas de S. M. Estas mis- tnas causas me precisan en cierto modo á respon- der á los puntos impugnados que más interesan á los progresos de la Botánica, y á la defensa de los que hemos sido Autores de aquella Obra. Para llamarla atención, y disponer á su fa- vor el ánimo de los Lectores , se vale nuestro Impugnador en el principio de su Prologo (no sin agravio (64) de la verdad y desdoro nuestro) de ^(63) A esto aluden las palabras prematura- mente del titulo , y con anticipación de otro es- 'crito no publicado. ¿Qué significa esto? Yo es- cribí muchos meses después de impreso el Pró- dromo , después de correr por el mundo , y de tstar anunciado en papeles públicos fuera del Reyno. Las Efemérides literarias de Roma lo anunciaron en ij de Febrero de í/S>$- ¿Qll¿ •milagro se necesita para que yo lo viese en Ma- drid en Enero del mismo año? (64) Si es en agravio de la verdad , lo juz- gar d el público : si de este juicio les resulta al- gún desdoro , no es cidpa mia. No hay suposición arbitraria , como dice el Señor Ruiz: el r estimen puesto al fin de la segunda Anónima , pdg. $ 2 y 2 j de esta Colección , es la mejor prueba. III Ja arbitraria suposición de que por haber sido el Catedrático Don Casimiro Ortega (de quien da á entender es su émulo) Maestro de los Auto- res -del Pródromo , y ser tio político de uno de nosotros , nos persuadió á publicar lo que á el Se- ñor Cavanilles le ha incomodado (*) , y es la in- (*). Aunque yo me he gloriado, y haré siempre alarde de que me hayan tocado en suerte los mejores Maestros (65) , los fluales no pretenden , ni necesitan apropiarse merecimientos ágenos, no por esto debo renunciar al corto mérito que me corresponde en propiedad , á pesar de la sospecha del Señor £avanilles , á quien consta que he rebatido varias veces (66) con armas propias sus opiniones Botánicas á-presencia de la Real Academia Médica. Por lo que toca á mi Maestro Don Casimiro Ortega , que es el primero ¿publicar (67; que de . (6)) De Madrid en 1/72 ; porque de otro modo reclamarían infinitos el derecho de mejoría. « (66) Si solo quiete decir que alguna rara vez 4n la Academia se, ha opuesto d opiniones mias, €S verdad j si algo mas , no lo es. ¡ (67) Recurramos á las cartas precedentes para descubrir la verdad , y saber qiden fué su autor verdadero. Quando se imprimió en Ma- drid la primera Anónima estaba ausente en sus viages el Señor Ruiz jy quando se escribía desde JLima^ aseguraba su autor que los Botánicos del Perú suspendieron la contextacion d mi carta ; lo que prueba ó que el Señor Ruiz no la escribió^ o que faltó d la verdad ; porque el Señor Pa- vón contexto con la misma fecha de la Anónima , que era de Ji.de Noviembre de .1787. Llegó Ruiz d esta Corte , y en 2_o de Diciembre de 83 me escribe gracias por el nuevo género , y me advierte , que dificulta pueda haber sugeto alguno quemas lo estime , y mas reconocido y obligado 112 ningún modo le pertenece la gloria de la impugnación dé los Géneros equivocados por el Señor Cavanilles , no puede dexar de estar muy agradecido á la frase mas o menos la- tina , con que en el citado Prólogo , entre otras expresiones quede. Si lo impugnó , ¿* cómo ¡o admite ? En #9 se imprime la segunda Anónima \ y dice su au- tor pag. 5 8 : los Botánicos del Perú han deno- minado Sida angustifolia á su Malva angustí- folia (de Cavanilles) , que se cultiva en el Jardín Botánico de Madrid ; y agraviando con esto la instrucción botánica de dichos Peruanos , que con- fiesan ser Malva , no es regular fuese Ruiz su autor. Añade el Anónimo ¿n la misma carta-, i.° pag. <¡8o : que la amistad que profesa al Anó- nimo de Lima le obliga á escribir , mientras recibe su escrito (de Cavanilles) aquel amigo , y desva- nece de tan larga distancia los nueve géneros. 2.* pag. $1 : me consta lo han hecho los Botánicos del Perú. 3.0 pag. $3: á mí , que los trato mas de cerca desde antes y después de su regreso á España. 4.0 pag. 6~r : todas tres especies he visto sembrar este año en ei Real Jardín Botánico de Madrid á los Prefesores del Perú. Luego el que escribió la segunda Anónima no era el Señor Ruiz f ni Botánico alguno de los del Perú , sino un amigo suyo existente en está Corte , que asiste á la siembra que se hace en el Jar din Botá- nico , y que trató d dichos Botánicos ?nuy de cerca antes del viage y después de su regreso. ¿Puede darse mayor probabilidad de ser et pro- fesor Ortega el verdadero autor*. Y conociendo este el deshonor que debe resultar al autor de las Anónimas , ¿ qué extraño seria se esmerase en persuadir que de ningún modo le pertenecen7. IT3 algo menos honoríficas , le llama homhiem mediocriter litferir iniinctum (68), y esto por haber apurado ya la ponderación en los elogios que hizo de su acreditada instrucción aun con mayor prodigalidad en sus Observaciones- sobre el articulo Es~ fuña de la Nueva Encyclopeáia, impreso en París en 1784, donde á la página 68 dice: ,. Nombrare (solamente de nues- tros hábiles Profesores) al que es mas conocido en Francia, ,,'Dóu Casimiro Onega, digno sucesor de su tic Don Josef Or- tega. Este Sabio es Individuo de varias Academias de Eu- ropa, la'l Química y la Botánica le son igualmente fsmilia- „res, y sus numerosas Disertaciones lo prueban." (69) Y en la página 70, continuando en hablar del mismo Profesor, aña- de: „De la Escuela de este han salido excelentes Discípulos ,,(los Autores de la Flora del Perú, si no somos los mas apro- vechados, fuimos seguramente los prime-os) como también „lo fui yo de las Lecciones públicas de Don Antonio Palau, «segundo Profesor del Real Jardín Botánico." (6~S) A la verdad es menester mucha pa- ciencia al ver truncar frases para fingir agra- vios. Decia en mi Prefacio : ferebatur in vulgus adversarium illum meum esse D. Casimirum Or- tegam, quod ut crederem induci millo modo po- tui, quippe qui freqüentes per id tempus ab Or- tega litteras haberem, quibus et labores mei lau- dabantur, et ego prsedicabar laudatus vir, á quo ipse laudan vehementer optaret. Ac tametsi .quse- dam deinde acciderint in illius rumoris comproba- tionem, nihilominus assensum continui, ñeque in hominem mediocriter litteris intinctum cadere pos- se existimavi, ut altera manu leniter attrectaret, quem altera ferro aggrederetur." Suprime casi en- teramente el periodo , trueca el sentido y pone lo que le acomoda. No es esto lo que pedia el desengaño del publico. (ój?) Los títulos pomposos de primer Catedrá- tico ; Juez Examinador perpetuo de Farmacia : In- dividuo de la Real Academia de las Ciencias y Sociedad de Medicina de Paris: de la Real So- ciedad de Londres ; del número de la Real de H H4 admisión de sus Géneros Dombeja, Palana, Pa- vonia y Ruizia, como también la formación que hemos hecho del Género Vermífuga, cuya planta reunió inadvertidamente al Género Mine- ría j la del Género Foveolaria, de una de cu- yas especies estableció inexactamente su Género Strigilia j la del Género Molina que compuso de una especie de Banisteria, &c. &c. ; todo lo qual se demostrará en este Escrito por su or- den, y se manifestarán á continuación algunas de las freqüentes equivocaciones que en sus Obras Botánicas ha padecido, no solo en mi corto dic- tamen , sino también á juicio de los Profesores de la Expedición de Nueva España (70), y de otros la Historia y de la Médica de Madrid &c. Y la noticia de sus escritos , que entonces recibí equi- vocada} sorprehendieron mi candor y me deslum- hraron, porque los veía a jo o leguas de dis- tancia, ausente muchos años de mi patria: creí nombrarle con el mayor elogio como lo hice ; mas vuelto después d España conocí mi engaño j y no habiéndose reimpreso mi obra [bien que tra- ducida en Castellano y Alemán) se perpetuó aquel y otros errores míos en orden d noticias. ¡ Quie- re Vm. que ahora los corrija! ¡No basta de- cirle que me encañé al medir el mérito de su tío l Ahórrele Vm. de gracia el rubor que le causaría si yo hablase como podría , fundado en hechos y documentos. (70) ¿En qué obra manifestaron tal modo de pensar esos profesores? Su autoridad en Botá- nica es nula, hasta que nos conste por algunos escritos que merezcan el aprecio público. Botánicos, asi Nacionales, como Extrangeros, ci- ñéndome á hacer ver con toda urbanidad los fun- damentos de mi opinión, y la falta de él en mi Impugnador , con el único fin de descubrir y po- ner en claro la verdad , indicando de paso los de- fectos (71) del estilo, (*) é imitando en todo opor- tunamente el exemplo del mismo Señor Cavani- .(*) Se notarán hacia el fin de esta Respuesta, para que sirvan áe exemplo, cinco (venia sit -verbo) solecismos y tre- ce barbarismos que se le escaparon á nuestro Impugnador en solas dos llanas y seis lineas y media de otra llana de dicho Prólogo. (//) Los pintos controvertidos son de pura ciencia , y para decidirlos no es menester acu- dir d la mayor perfección del estilo. Pudiera saber el autor de la crítica gramatical, que aun no he publicado la fe de erratas. En su lugar propio haré palpar los errores en que in- curre este corrector en la que puso al fin de la respuesta. Entre tanto véanse las que se le es- caparon en la segunda anónima. Memorial literario de Abril. Pdg. Lia. dice debe decir 581 4 intención intensión ídem. 13 No saber saber idem. 19 Wildenow Willdenow 584 29 Hermanea Hermannia idem. idem. Brwnea Brown¿ea 586 23 Véaselas Véanselas 587 17 exceptuados el exceptuado el 589 6 constantísima constantissima 591 16 no la describe no le describe 593 10 Dombeyas Dombeya H2 n6 lies, que en el Prefacio que añadió en 1790 en Madrid á su Obra de las Malvaceas , empeza- da á imprimir anteriormente en París, asegura: que si se apartaba en muchas cosas del sen- tir de Linneo , no lo hacia arbitrariamente } si- no para presentar , llevando por norte á la Na- turaleza , un Tratado mas perfecto j pues Lin- 7ieo había unido varias especies en una, d ve- ces multiplicado en vano los Géneros, y fun- dado otros dignos de separarse } y habia dado caracteres muchas veces incompletos , y algunas falsos ; y que todas estas cosas juzgaba deber- se atribuir d la estrechez del tiempo, 6 a los esqueletos de las Plantas en gran parte defec- tuosos, &c. que son precisamente los mismos des- cuidos que se han notado en los Escritos del Se- ñor Cavanilles, y las propias causas á que los atribuyo, especialmente á haberse valido de Plan- tas secas para su examen, como en gran núme- ro de ellas lo previene él mismo, y no á falta de zelo, y buena voluntad, sobre que lo hago justicia igualmente que á su laboriosidad y talento. Sienta, pues, el Señor Cavanilles: «Que en s>el mes de Septiembre de 1788 se publicó en Memoria '/ literario de Maro. Pdg. Lin. dice debe decir 42 17 Linnei Linnsei 43 2 los Hibiscus los Hibiscos 50 20 incisura incisión 51 2} Quisivia Quivisia 52 J9 Monadelñas Monadelfas <8 4 Malvas Malva 62 12 necesario necessario "7 «Madrid una Carta de un Vecino de Lima que «intentó impugnar sus Obras, principalmente los «nuevos Géneros de sus Malvaceas, pero luego » que llego la Carta á sus manos respondió y de- 5? mostró que sus Géneros habían sido bien es- » tableados. Que en el Público se decía que aquel » contrario suyo era Don Casimiro Ortega. Y ade- « mas de que constando haber dirigido éste la Obra »del Pródromo, añadido el estilo y puesto la Pre- « facion , apenas se puede dudar que este sea el «Anónimo Límense, ó á lo menos el compila- dor de esta informe producción." Por mi parte, antes de pasar mas adelante , me ha parecido tam- bién muy del caso prevenir á los Lectores que al Señor Cava ni I les le constaba por mis propias insinuaciones (72) hechas á su presencia, algunos años antes de salir á luz su impugnación, ser yo el Limeño Autor de la citada Carta , como igual- mente el que contexto á su Respuesta, proban- do con sólidos fundamentos no ser nuevos sus nueve Géneros de las Malvaceas. Sigue el Señor Cavanilles notándonos á los Autores del Pródromo como una grave falta que no hayamos expuesto los motivos que tubimos para no haberle admitido los Géneros Dombeja, Palana, Pavonia y Ruizia. Ciertamente que (72) No hago memoria de tales insinuacio- nes. Lo cierto es que hasta fines del año de J7_9$ nunca jamas en mi presencia se mostró Autor de tales anónimas ; y entonces lo hizo de resultas de un hecho que supo con poca satis- facción suya. 1x8 esta objeción (73) tendría alguna fuerza si por su desgracia no le hubiese sucedido lo mismo en su Impugnación para rebatir los reparos que pone al Pródromo, y si uno de los Autores de éste no hubiese dado ya las mas sólidas (74) y con- cluy entes razones, de que estos quatro Géneros, como también la Cienfuegosia , Laguna, Serra, Assonia y Anoda no son nuevos, publicándolas en los Memoriales Literarios de esta Corte de los meses de Abril y Mayo de 1789 con el título de Respuesta d la Carta que Don Antonio Jo- sé/ Cavanilles ha publicado en contextacion d la de un Vecino de Lima sobre la falta de fun- damentos para haber establecido varios Géne- ros de Plantas en sus Disertaciones Botánicas. Insertó el Señor Cavanilles en su Impugnación la Carta del Anónimo de Lima, y á continua- (/j) Decir que mi objeción tendría alguna fuerza quando yo hubiera rebatido los reparos que puse al Pródromo es en primer lugar no respon- der d la dificultad; y en segundo suponer que no he demostrado los yerros del Pródromo , per- tenecientes al Milleria, Vermifuga, Foveolaria, Rhyncotheca, Purretia y Cosmibuena, lo que hi- ce en el Prefacio ó Prólogo antecedente. En quan- to d lo demás solamente dixe que nos vendían como géneros nuevos algunos que eran conocidos ', y que para aumentar el Húmero de los suyos traían bastantes de los antiguos ; lo que probé citando dios Autores y aun d los del Pródromo. (j4) El lector apreciara si fueron sólida s y concluyentes las razones del Anónimo quando ha- ya leído las cartas precedentes y mis notas. II9 cion también su Respuesta á ella (aunque algo alterada) (75), pero no le debió de acomodar el añadir la que dio posteriormente á su expresada Respuesta el Anónimo (76), lo qual parecía jus- to para que el Público, pesando las razones de ambas partes, decidiese con conocimiento; pero será fácil á los inteligentes recurrir á los Memo- riales que quedan citados, en los quales no solo hallarán las razones con que probé no ser nue- vos los referidos nueve Géneros, sino también el débil fundamento que tubo nuestro Impugnador para introducir en la Monadelphia multitud de Géneros de otras Clases. Igualmente leerán en ellos algo (77) de lo que tiene publicado contra sus Escritos Botánicos el Señor L'heritier, quien volvió á reunir en el Género Hibiscus el de So- (75) Hemos visto en las pag. 20 y 21 de es- ta colección, que no hubo alteración alguna esen- cial al reimprimir mi carta j lo que sabia cier- tamente el Autor del Paréntesis ; y por eso fal- ta aquí al candor de un literato. (76") A ro podra ahora quejarse , pues doy la colección de todo. Pero si le parecía justo que yo insertase la segunda respuestas ¿por qué falto d esta justicia publicando su segunda anónima sin copiar mi carta7. (jy) En mis observaciones contra el V.° fas- cículo de Mr. Vheritier vera el lector toda la controversia y los documentos ciertos con que con- vencí mi antagonista y le forcé al silencio. Es- te fue un hecho público en Taris, donde impri- mí mi 7.a disertación. Tal patrono busca ahora el Señor Ruiz. 120 l andró, que había arrancado de aquel el Señor Cavanilles; al Género Malope la p alaua, y el de Pavonia al de Urena ; y últimamente, ha- llará también citada la Crítica que el Doctor Me- diáis, Miembro de la Academia de los Curiosos de la Naturaleza (78), &c. hizo de las Diserta- ciones Botánicas del Señor Cavanilles en el Dia- rio de Física é Historia Natural pertenecien- te al mes de Noviembre , Obra periódica que prin- cipió á publicarse en esta Capital. No será fuera de propósito advertir aquí que por la impugnación que hace del Pródromo se manifiesta claramente que paía extenderla no se valió mas que de las vagas noticias que fue ad- quiriendo de las conversaciones confidenciales de los Autores y de las observaciones que imprimi- (jS) ¿Por qué citando la critica que el Doc- tor Medien s hizo de mi primera Disertación [y no de las Disertaciones) impresa en el Diario de Física , no cita mi respuesta inserta en el mismo Diario, donde rebatí las dudas de Me- dicus , é hice ver la debilidad de las razones con que pretendía formar los géneros Wiscadu- la y Heritierea de algunas especies de Sida de Linneo l No es regular que el Señor Ruiz , aun- que calla , apruebe dichos géneros ; porque lejos de separar en muchos el único de Sida quiso re- unir d este mi Anoda. En mi respuesta al Doc- tor Mediáis vio los fundamentos con que sosten- go el Anoda; y que no debe dividirse en otros aun recurriendo d lo que el citado Mediáis lla- mo claviculas, capsulam dimidiatam, rostrum bi- furcatum. 121 mos nosotros mismos al pie de algunos Géne- ros (79). Impugnación insostenible, pero tal vez transcendental, aunque contra su intención, á que se frustre la continuación de la impresión de los demás tomos de una Obra original (80), y no poco importante por el copioso número de raras y preciosas plantas nuevas, y otras hasta el dia (~S)) Tanto peor para el Señor Ruiz , si de sus propias observaciones residían defectos. F¿i quauto dio que ánade de las conversaciones con- fidenciales sepa que se equivoca: mis libros , mis flautas , y mis conocimientos botánicos me han servido para descubrir defectos y combatirlos. (So) Nadie desea con mas ansia que yo ver publicada una obra que haga conocer el copioso número de raras y preciosas plantas nuevas y otras hasta el dia mal observadas:^ mucho en el ta- lento, aplicación, candor y constancia del Se- ñor Pavón. Pero no confundamos la Flora que se espera con el Pródromo ya publicado. Solo he hablado de este y muy de paso indicando al- gunos errores , que el amor d la ciencia y d la. verdad no permitían dexar sin corrección. Cor- regilos : ¿ Por qué se desalienta el Señor Faiiz? Oxala desde luego hubiera empezado por la Flo- ra excusando el Pródromo; el qual, aun supo- niéndole sin defecto alguno, debe reputarse in- útil, fundado en lo que dicen sus mismos Au- tores. Prometen publicar en su Flora las plan- tas con sus correspondientes laminas ; estas no pueden ser perfectas si les falta el sistema de Li fructificación : luego es inútil el Pródromo, donde solamente están descritos los caracteres \ 122 mal observadas, al aumento é ilustración de la Botánica y de la Medicina en todos sus ramos (81), al adelantamiento del Comercio y de las Artes, y lo que no es menos considerable á que se vean realizadas las Soberanas intenciones, como lo han juzgado quantas personas instruidas é imparciales han visto nuestras Colecciones, lo han anunciado las Efemérides literarias de Roma de 1 7 de Fe- brero de 179^ en el honorífico elogio que han hecho del Pródromo, y de sus Autores, y aun- el mismo Señor Cavanilles lo confiesa indirecta- mente en la tercera linea del citado Prólogo. Pe- ro sin embargo de esta indirecta confesión del im- pugnador en quanto á la bondad de la parte Botánica de la Obra, como claramente lo da á entender su expresión, pretende después depri- mirla impugnando su Prefación y Observaciones, y el bien sentado crédito de Don Casimiro Or- tega (que si nos auxilió, fue á petición nues- tra (82) y de orden superior) por medio de una genéricos y y en sus laminas grabado el sistema de la fructificación de cada género , que se de- be repetir en la Flora , causando gastos inútiles á los Botánicos. (81) Supongo que son también todos los ra- mos de la Medicina. (82) ¿Necesitaba Vm. al Señor Ortega? Y si lo necesitaba ¿para qué? El ciertamente no conocía planta alguna de las nuevas que vinie- ron del Peni: él no las habia visto vivas. Con que seria para que limase el estilo. Lo hizo y sin duda d petición de Vm. se elogió en el Pró- logo. I23 voluntaria censura (83) dimanada como se dexa ver de que nj dicho Señor Ortega, ni yo nos hayamos podido conformar con sus opiniones bo- tánicas, (*) por los fundamentos que vamos á (*) Al modo que tampoco se han conformado otros Botá- nicos y señaladamente uno de los Catedráticos de la Uni- versidad de Valencia (84) que ha publicado y sostenido con- clusiones contra las opiniones Botánicas del Señor Cavanilles. (8j) Si todos tenemos obligación de anunciar al público las equivocaciones {pag. i. de la Res- puesta ) , no sera -voluntaria mi censura cayen- do sobre los errores del Pródromo. No dimano esta ni lo que escribí en mi Prefacio de que mis opiniones fueran diferentes de las de los Seño- res Ruiz y Ortega } sino de haber afirmado es- tos que erré sin dar la menor prueba. Podré yo no admitir las opiniones del Pródromo j pero si afirmo que sus Autores erraron, que procedie- ron con pocos fundamentos , mucho descuido y pre- cipitación, nadie dudara que tengan derecho de pedirme las pruebas , y yo la obligación de pre- sentarlas. En este caso se hallan los Anónimos respecto d mi persona. (84) El Catedrático de Valencia de quien habla la nota es D. Vicente Alfonso Lar ente , el qual jamas habló de los asuntos controvertidos, y solamente sostuvo contra mi modo de pensar que la Passiflora no era de la Monadelfia. Y pues el Señor Ruiz citó d dicho profesor para es cu-, darse contra mí, óigase lo que el mismo Lor en- te imprimió después en las conclusiones que sos- tuvo en IJ91. Vindicavit hic vir (Ant. Josephus Cavanilles) Parisiis degens Hispana atque His- panorum honorem, iniuste vulneratum a Masso- 124 ^1 sujetar al juicio de los Lectores por el orden si- guiente. Molina. Para inmortalizar el nombre y mé- rito de nuestro Español Chileno Don Juan Ig- nacio Molina con uno de nuestros Géneros de plantas tuvimos muy presente (85) que el Gé- nero Molina del Señor Cavanilles era una ver- dadera Especie de Banisteria, que en nada se nio, volumine in 8.° cui titulus. Observations sur Varticle Espagne de la nowoeile Encyclopedie. In lucam postea edit magnum opus, quod Monadel- fiam complectitur tribus voluminibus in 4.0 296 tabuüs améis propria manu delineatis. Redux tán- dem in patriam opus conscribere ccepit, cui titu- lus icones atqae descriptiones plantarum qua in ffispania sponte crescunt , aut in hortis conser- vantur. Hujus primum volumen vidimus centum constans tabulis; secundum typis parat. Quanti nostrum auctorem fecerint faciuntque Botánica; Principes prardicant Willdenows, Thumbergius, Jussieus , Jacquinus , Smithius , Ortega in suis ope- ribus. Hic Monadelphias reformator prestantisimis observationibus opera locupletavit, veterum erro- res castigavit debita in eos reverentia , scientiam auxit novis^ generibus, quse Jussieus et Thumber- gius , regia item scientiarum Parisina Academia summis laudibus recepit. En estas conclusiones sostiene Lorente lo contrario de Mr. Lhéritier en quanto a la Monadelfia. Aprecie el lector las citas y artificio del Autor de la nota. (8;) Es inverosímil por no haberlo dicho al hablar de su género Molina; como lo hicieron tratando de la Ruizia, Pavonia y Palaua. I2f aparta de este Género, sino en lo que se ima- ginó haber visto en el imperfecto esqueleto que examino (86). Sabemos muy bien los que hemos tenido la oportunidad de observar vivas las Ba- nisterias que todas ellas convienen exactamente en las partes de la fructificación, y en el habi- to ó traza, y que solo varía en ellas el número de las alas de sus pericarpios ó frutos, cuya va- (86') Se trata de una planta de la India Oriental que Somier át , Lámar ck y yo hemos exa- minado , aquel viva en el sitio natal; Lámar ck y yo en esqueletos perfectamente conservados. Son- nerat y yo convenimos en que el estigma de sus flores es sencillo; que en el cáliz hay una so- la glándula ; y. que uno de los diez filamentos es mas largo que los otros nueve. El Señor Ruiz que jamas ha visto la planta de mi herbario pre- tende confundirla con las Banisterias de la Amé- rica diciendo-. i.° que es una contradicción des- cribir un estilete con un estigma sencillo en la Mo- lina, quando tiene tres escrótulos.... á no haber er- rado la naturaleza. 2.° Que pudo haber equivo- cación ocular al decir que el décimo filamento era doble mas largo que los nueve restantes. 3.0 Que la glándula única carnosa que vi en el cáliz indicaba monstruosidad, ó haberse borrado las otras por compresión. 4.0 Que yo me imaginé haber visto estas cosas en el esqueleto imperfecto , y que el examen en esqueletos es falacísimo. ¿Es este modo de desengañar al Publico? ¿Es amor d la verdad y á la ciencia suponer equivocaciones y errores en los dichos y hechos de testigos ocu- lares; afirmar que yo examiné un esqueleto im- 126 riacion seguramente movió al Señor Cavanilles pa- ra dividir este naturalísimo Genero en tres mas, sobre los en que injustamente se hallaba ya di- vidido. Que cada semilla esté cubierta de una membrana con 1-2-3-4 6 5 alitas redondas, ao- vadas ú prolongadas, saben todos los Botánicos experimentados (87) que es de ningún valor es- ta sola circunstancia para dividir un Género tan perfecto } ¿piando digo claramente que los vi per- fectos en el herbario de Sonnerdt'i Si Mr. La- marck coloco esta planta al fin de sus Baniste- rias, añadió después quiconque jugera á propos de separer cette plante des Banisteres pour en for- mer un genre nouveaux ; pourra le faire selon nous avec des raisons plausibles. Razones y fundamen- tos que el Señor Ruiz califica de anomalías. (8j) Todo lo contrario saben y hacen los Botánicos experimentados. Linneo separó en tres géneros las plantas en que pudo ver diferente número de alas en el pericarpio , y las llamó Banisteria, Hiraea, Triopteris; y Haenke adoptó estos géneros y mis tres nuevos Tetrapteris , Fla- bellaria y Molina. No creo niegue el Señor Ruiz el título de Botánicos experimentados d Linneo, Haenke , de Jussieu y Jacquin, que conserva- ron como géneros diferentes aquellos cuyo peri- carpio tenia diverso numero de alas. ¿ Pero qué dird de Juan Nepo?nuceno Cranz , que viendo la confusión que había en las Aparasoladas s se- paró los géneros de esta familia natural por el número de alitas ó membranas de las semillas? La tínica membrana marginal crenada ó es- camosa que hay en los Tordilios , basta para se- I2.7 natural como lo es éste en los seis Géneros si- guientes: Banisteria, Hirxa , Triopteris , Te- trapteris , Flabellaria y Molina. Dice nuestro Impugnador que su Molina recedit a Baniste- ria stylo unico , Filamentos novem ¿equalibus, et décimo duplo longiore , calyce eglanduloso , et pericarpio tetraptero. His rationibus palam fe- ci Somier atiam et Lamarckam errasse, qui re- luctante natura ad Banisteriam reduxerant. Ya se dexa ver que no describir mas que un Esti- lete con el Estigma sencillo en la Molina es una contradicion , quando mas abaxo dice que tiene tres Escrótulos 6 Frutos, lo que es imposible pue- da suceder, á no haber errado la Naturaleza, que siempre observa en las Plantas una corresponden- cia entre los Frutos , Estiletes y Estigmas. Es muy parar este género del Heracleo y Selino que tie- nen su ala marginal membranosa. El cercar es- ta una semilla acorazonada es carácter del He- racleo; y del Selino quando la semilla es re- dondeada, 6 larga. Si la ala es muy ancha ya pertenece d otro género que es la Thapsia: si d demás de la ala marginal hay otras dorsa- les y sirven para distinguir nuevos géneros que son la Angélica , quando las dorsales están co- mo rotas , y Laserpicio quando enteras 6 cres- pas. Pudiera continuar la explicación del sis- tema de Cranz, el mas seguro en esta fami- lia, y añadir nuevos exemplos para comprobar que 12364 alitas redondas, aovadas ó pro- longadas son de mucho valor para dividir los gé- neros. La comparación no puede ser mas ade- cuada } porque si mis seis géneros son afines y I2S regular y de presumir que los otros dos Estile- tes se hubiesen desprendido al tiempo de la de- secación, 6 por otros accidentes imprevistos que suceden freqüentemente á los Esqueletos de Plan- tas; porque de no haber sido así, hubiera ha- llado el Señor Cavanilles parte de los Estiletes en cada Escrútulo 6 Caxilla: ademas de ser fac- tible que en las Elores que examinó, hubiese ha- bido el aborto que indica en su observación, ó que su primer examen recayese sobre el Esque- leto del Herbario de Commerson que por con- fesión suya no estaba tan perfecto como el de Sonnerat. De qualquiera modo que sea, no pue- de haber en una Flor tres Frutos 6 Caxiilas sin que precedan tres Estiletes, ó á lo menos si hay uno solo, debe e$tar hendido en tres partes, 6 de una familia natural , también lo son los ci- tados de la familia de las Aparasoladas. De- biera saber el Señor Ruiz que en las familias naturales donde los géneros son afines: un solo carácter basta muchas veces para separarlos. En las gramas basta una sola arista inserta en el dorso ó en la punta de la válvula para se- parar la Avena de la Stipa_, lo que notó muy bien el Señor Pavón en su Disertación presen- tada d la Real Academia. Así pues no extra- ñe que yo haya separado géneros de una fami- lia natural por el mañero de alas de sus peri- carpios} quando a este carácter , por sí sunc i e?i- te y he añadido otros de consideración ; no ima- ginados , como falsamente supone el Señor Ruiz, si no vistos en plantas perfectamente conservadas* I29 para concederle al Señor Cavanilles quanta exten- sión y gracia sea posible , deberían hallarse tres Estigmas 6 tres incisiones si fuere uno solo , y no un Estigma sencillo como refiere. No hay quien ignore esta circunstancia invariablemente observada en las Plantas por todos los Botánicos del mun- do. En quanto al décimo filamento que expresa ser al doble mas largo que los nueve restantes 9 pudiera haber habido alguna equivocación ocular, 6 sucedido algún accidente monstruoso de los mu- chos que padecen á cada paso todas las partes de las plantas ; pero yo me persuado que el verda- dero accidente es el examen en Esqueleto. La úl- tima Nota que alega del Cáliz sin glándulas, es contradictoria (88) , pues describe que tiene una carnosa (indicio de monstruosidad) y prolon- gada ; las demás para completar el número pu- dieron haberse borrado por la compresión , ó pa- (88) Si hay contradicción en las proposicio- nes: el cáliz de la Molina no tiene glándulas ; el cáliz de la Molina tiene una glándula , la habrá, también en estas \ Pedro no tiene bocas ; Pedro tiene una boca : y para ello sera preciso confun- dir el singular con el plural. Vio el Señor Ruiz enunciada con claridad en mis obras la única glándula de la Molina ; y para pluralizarla , fingió que las demás para completar el número pudieron haberse borrado por la compresión , ó padecido destrucción por insectos , 6 por otras causas difí- ciles de averiguar. ¿ Son estas razones sólidas pa- ra desengaño del público 'i Ni mas ni menos que atribuir a monstruosidad el filamento largo que se observa en cada flor. I I3° . decido destrucción por insectos o por otras cau- sas difíciles de averiguar. Sobre todo el examen en Esqueletos es falacísimo , y son muy pocas las descripciones que por ellos solos pueden formarse medianas , porque buenas , no habiendo visto vi- vas las plantas , es materia poco menos que im- posible. Y supongamos que esta especie tuviese un filamento mas largo que los otros nueve , y : una sola glándula carnosa ( prescindiendo de que la materia que habia de concurrir á la formación de las otras glándulas por un aborto qualquiera hubiese acudido á hacer monstruoso al filamento y carnosa a la glándula ) ¿ acaso por estas dos Ano- malías se la debe separar de su naturalísimo Gé- nero , quando todas las demás Notas convienen con las demás Banisterias ? ninguna razón hallo. El que se nos haya pasado poner la adver- tencia al pie de nuestro Género Molina , que anun- ciase el motivo por que le dedicábamos aquel Gé- nero quando estaba ocupado su nombre con otro, no debe atribuirlo mas que á olvido, pues antes de imponerle el nombre ya tenia yo apuntado lo que acabo de referir , y muy presentes los de- más Géneros del Señor Cavanilles hasta el de Fia- bellaria , que por venir aquí harto oportunamente, digo que arrancó del Género Banisteria (*) sin el menor fundamento , como lo demuestra la si- guiente descripción del carácter genérico natural que por fortuna formé quando describí esta espe- (*) Después he notado que no somos solos nosotros los que no admitimos el genero Molina del señor Cavanilles, pues lo mismo ha executado Scbreber en la adición de los géneros nue- vos y corregidos que hace al Gen. Plant. de Linneo. El mismo Scbreber reúne el genero Flabellaria al de Hircea y el de Te— trapteris al de Triopteris , conservando solamente los tres gé- neros Banisteria^ Triopteris é Hircea que señala couCruz * dando á entender que necesitan de nuevo examen,que eslo mis- mo qtr- aosotros hemos comprobado, mediante el conocimiento de vams especies vivas de los tres supuestos géneros , y hemos visto deberse reducir á uno solo (89). cié (90) en su nativo suelo , lo que no ha podido hacer nuestro Impugnador sino muy imperfecta- mente por un esqueleto. Character genericus bavisteriíe fiabelliformis per Ruizium. „Calyx : Pcrianthium quinquepartitum , mi- «nimum; laciniis ovatis acutis , iníerum , persistens. j> Glandulae octo oblongae , binae sub singulis ca- (89) No he visto á Schreber , y doy por cierto quanto nos dice el Señor Ruiz. Pero si Schreber no conoce perfectamente, los géneros Banisteria, Triopteris é Hiraea , que conserva contra la opi- nión R uiziana , ¿ con qué fundamentos reunió d ellos mi Flabellaria y Tetrapteris ? ¿ Y qué hizo del Molina , del que nada nos dice el Señor Ruiz ? (90) Debiera empezar el Señor Ruiz demos- trando con evidencia que su Banisteria flavellifor- mis es mi Flabellaria para que tuviera fuerza, lo que dice en esta y en la página siguiente, ¿ Quién le impide tomar un rábano por una ro- sa , fingir caracteres d su modo , y trastornar los recibidos .? Quien acaba de soñar monstruo- sidades en el filamento largo de mi Molina , é insectos que destruían glándulas imaginadas , ¿no podra también creer semejanzas que no existen, y abultar caracteres ideales f Por de pronto el carecer de glándulas el cáliz de mi planta , y tenerlas el de la planta que nos describe el Se- I2 *32 »>lycis laciniis (altera exclusa). Corolla : Pétala «quinqué suborbiculata , crenata , concava, paten- »> tia , magna ; unguibus linearibus , limbo duplo 5> longioribus. St amina : Filamenta decem , subu- »>lata , plana , erecto-patentia , unguibus paulo bre- «viora , inferné in annulum brevissimum coalita. »» Antherae incumbentes , oblongae , biloeulares, «antice sulcatae , utrinque longitudinaliter dehi- » scentes. Pistillum : Germina tria , alata , villo- a>sa, connata. Styli tres , erecti, subulati, filamen- »> tis paulo longiores. Stigmata truncata , compres- »>sa, latiuscula. Pericarpium : Capsulae (sive «Scrotula) tres , parvae , in alam brevem produ- » ctae , cinctae ala magna , scariosa , orbiculari, »superne profunde emarginata radiatim venosissi- »> ma , uniloculares , non dehiscentes. Semina soli- »» taria , ovata. Obsbrvatio : Rarissime in hac Spe- »> cié Germen alterum abortit , quod in aliis Spe- «ciebus frequentius accidit. Aliquando in quibus- >» dam floribus aliaruin Specierum Germen unicum » adolescit." ñor Ruiz nota ya diferencias en el carácter esen- cial de la Banisteria : el ser mi planta Africa- na , y la suya de América también es prueba de ser diferentes. Pero si d pesar de estas ob- servaciones resultara ser una misma la planta, y que solo se haya equivocado el Señor Ruiz en añadirle glándulas d la mia , debiera subsis- tir mi género , bien qve perfeccionado por el nue- vo observador , que es Lo que yo deseaba en mi Monadelfia , diciendo pag. 420 : „ Verumtamen 95 genus est ulterius in vivís observandum , ut pe- »> talorum presentía et forma statuatur." T33 Aquí tienen los Lectores quantas notas se ha- llan en Ja fructificación de mi Banisteria jlabel- liformis ; y para que los inteligentes puedan cote- jarlas con las del carácter genérico del Género Ba- nisteria de Linneo , y con las del Género Fla~ be/laria del Señor Cavanilles , añado las de éste por si algunos Botánicos no tienen su Obra á la mano. Character genericus Flabellarlk. Cavanill. Diss. _o f. 436". „ Calix persistens , monophyllus , quinquepar- íítitus , minimus. Corolla... St amina filamenta de- »cem, capillaria , mínima, basi in annulum coa- » lita , calici inhaerentem : antherae lineares sulca- »tae. Germina, supera tria mínima coadunata, quo- y> rum dúo semper abortum patiuntur : styli Ion- «giusculi tres : stigmata globulosa. Fructvs : scro- wtulum carinatum, cinctum ala magna orbiculari, »»superne profunde cordata. Semina solitaria, ovata. » Observado : Hujus generis fructirlcationis partes » quamquam minimae et in siccis exemplaribus fa- »>cile reperiuntur hoc modo. Pericarpium integrum » panno molli tectum emolliatur aqua tepida , nc apartes aliquae dissiliant ; quo facto separetur caute «pericarpium a calyce, in quo stamina remanent >» coalita , terminata antheris , cingentia germina dúo y> abortiva ; tertium enim foecundatum ablatum sup- s> ponitur. Ut vero haec omnia conspiciantur opus »est óptima lente vitrea , quum partes exiguita- wte nudum oculum errugiant." Sin embargo de la prolixa operación con qu« el Señor Cavanilles previene que examinó las par- tes de la fructificación de este Género remoján- 154 dolas dentro de un paño v con una lente exqui- sita , tuvo la desgracia de que se le transforma- sen las mas partes en distintas figuras de las que presenta á la vista desnuda la fructificación de ésta planta en su estado natural , como lo habrá ad- vertido el Lector por el cotejo de las dos des- cripciones genéricas. Si por un examen como el que hizo nuestro Impugnador del esqueleto de esta planta , se ha determinado á establecer el Género Flabellaria de una especie de Baniste- ria (91) ;qué juicio podrá formarse de todas' las demás descripciones de plantas observadas por es- queletos sin que hava precedido igual esmero ? seguramente muy dudoso. No hay que extrañar estas equivocaciones y acomodadas composiciones (92) que á cada paso (91) En la nota antecedente vimos que la Banisteria del Señor Ruiz no es mi Flabellaria: en la Sj , que aun siendo la misma , debia for- mar un género nuevo , por la forma particular de la ala : y en muchas notas de las Anónimas he demostrado los pocos fundamentos con que el Señor Ruiz deprime los conocimientos adquiridos en herbarios. Los Botánicos apreciaran estos es- critos. (92) Soy enemigo de fingir t siempre hé dicho con candor lo que he observado : he rebatido sin artificio las opiniones de mis impugnadores. ¡Oxald me hubieran imitado y convencido de equivoca- ciones ! dáñales gracias , porque amo la verdad y el bien de la ciencia. En vez. de esto me im- putan acomodadas composiciones : ¿ dónde están en mis escritos? padece y hace el Señor Cavanilles en casi todas sus plantas determinadas por esqueletos ; quando le sucedió lo mismo en las mas que examinó vi- vas (93) por no haberlas hallado en el estado per- fecto de describirse , ó porque las cogió en jar- dines donde el cultivo las hace variar notable- mente y aumenta ó disminuye las partes de la fructificación (94) ; accidentes que solo aprecia el poco práctico , y de ellos forma no solo multi- \ tud de Especies , sino que constituye falsos Gé- neros , lo qual según Linneo transtorna entera- mente la Botánica , que de pocos años á esta parte hemos tenido la fortuna de ver tan adelantada en nuestra España y sus Indias (95). (93) No espere el lector prueba alguna de esta proposición del Señor Ruiz. (94) 0 son titiles ó no los Jardines Botáni- cos. Si son titiles , se critican sin fundamento mis observaciones , no añadiendo mas prueba que el haberse hecho en jardines : si no son titiles , es preciso calificar de ignorantes los que los reco- miendan y sostienen con gastos considerables. No creo que el Señor Ruiz acuse de ignorancia nues- tro Gobierno , ni los sabios y protectores que fo- mentan los Jardines Botánicos : confesara sí que son muy útiles ; luego también lo son las plan- tas que en ellos se cultivan , y capciosas las expresiones con que pretende deprimir los cono- cimientos adquiridos en los jardines. Pueden va- riar las dimensiones de las plantas transporta- das j pero jamas hará el cultivo que una malva pase á Rábano , ni una Flabellaria á Banisteria. (95) El público conoce los progresos de las r36 Dombeja : Sería demás el repetir aquí lo que tengo respondido acerca del Género Dombeja y de los de Palana , Pavonia y Ruiz ¿a en los ci- tados Memoriales literarios , á que me remito (96), ofreciendo añadir en aquel lugar si me ocurriesen algunas otras razones que ilustren y comprueben mas y mas las ya expuestas sobre la falta de fun- damento que tuvo el Señor Cavanilles para pu- blicar por nuevos estos Géneros. Parece que se resiente de que no hayamos citado su Dombeja á continuación del Carácter genérico de la nues- tra. (97). Confieso ingenuamente que el no haber naciones en las ciencias por los escritos que se publican : los mios son sobrado sabidos para que los ignore el Señor Ruiz , d quien contra su volun- tad harán confesar que no he sido de los últimos. (96) Mi Respuesta y notas demuestran que ni los Anónimos ni el Señor Ruiz han satisfe- clio aun d los puntos controvertidos. Este hace bien de no repetir aquí aserciones voluntarias; pero haria mejor de poner pruebas siquiera una. vez : acaso las dard quando se le ocurran , co- mo ahora promete ; pero son tan tardías sus ocur- rencias, que en seis años aun no se le han ofrecido. *' (97) El que pone d una planta nueva el nom- bre conocido de otro género debe combatir los fundamentos del primer autor , 6 confesar que obscurece la ciencia : pero el que d una planta conocida le da el nombre de otro género tam- bién conocido , manifiesta su poca instrucción. Por desgracia sucedió esto al Señor Ruiz , bor- rón que lavara con dificultad. Mr. Dombey de- dico d Mr. Tourrét la planta que los Señores T37 expresado que su Dombeja ha logrado tan con- traria suerte entre los Botánicos extrangeros (98), como entre nosotros , según lo manifiesta la re- ducción que hace Schreber de dicho Géuero al de Assonia , y quanto se ha dexado de decir contra su Dombeja y demás Géneros , de que se quexa no hayamos dado todas las razones que tu- vimos pira no admitírselos , se lo debe agrade- cer (99) á los Señores Ortega y Pavón , pues por L'héritier y Ruiz nombraron Dombeya ; planta que Mr. Fougeroux habia descrito con el nom- bre de Tourretia en las actas de la Academia, de las Ciencias : por lo qual de Jussieu y La- mar ck no hicieron caso de la extravagancia de Dhéritier , y por medio de sus obras impresas avisaron con anticipación al Señor Ruiz : pero este superior sin duda d razones tan poderosas y d la autoridad de dichos Botánicos > toma su partido é insinúa disculpas que sabrá apreciar el lector instruido. No omitamos el que el mis- mo Schreber , según se ve en el anuncio que el Señor Ruiz inserta , admitió por Dombeya la. de Mr. Lámar ck , 6 bien sea Pino de Chile , sin hacer caso de la de los Señores Lhéritier y Ruiz , sin duda porque sabia lo sucedido acer- ca de la Tourretia que estos nos quieren ven- der por Dombeya. (98) Aun dado esto de barato f es menester creer también que de Jussieu , Haenke , Usteri y la Academia de París , que aprobaron y ad- mitieron mis géneros , ni son Botánicos ni ex- trangeros. (99) Dexémonos de agradecimientos ,y ven- mi parte insistí quanto pude para que nada se omi- tiese : pero al fin cedí al parecer del uno y á las reflexiones del otro , esperanzados ambos de que por este medio habria entre todos recíproca unión, sin perjuicio de quedar á cada uno la libertad de seguir la opinión que me¡or le pareciese , y no obstante ha sucedido lo contrario que se prome- tían el Señor Ortega y mi Compañero. Pinus chilensts. En quanto á lo que dice el Señor Cavanilles del Pino de Chile : „Arauca- * ria enim illa , quam Ruizius inter pinorum » species collocandam credidit, Qenus novum veré » est , quod evincunt characteres a Lamarck et « Jussieo producti : quodqae Pavonius probavit » superior e armo in Regia Academia Medico- » Matritensi , quin Ruizius et Ortega praesen- 97 tes quidquam auderent contrahiscere : insisto en que es una verdadera Especie del Género Pinus de Linneo , y puede probarse con los mas soli- dos fundamentos (ioo) esta opinión. Molina, Dom- bey , Pavón y yo (101) somos los únicos de quie- nes hasta ahora se tiene noticia que hayan exá- gan pruebas sin gastar papel im'itilmente : sin duda las dard quando se le ocurran. (ioo) Esperemos con atención los sólidos fun- damentos que va d manifestar. (i o i) De estos quatro se debe excluir el Se- ñor Molina , porque escribió sin tener presente la planta , ni descripciones completas. Don Jo- sef Pavón mudó de opinión en su Disertación; Dombey cedió d lai' tazones de sus sabios com- patriotas de Jussieu y Lamarck : quédanos el Señor Ruiz inflexible en su opinión. i39 ' minado metódicamente este árbol por planta viva; todos quatro hemos convenido en que su fructi- ficación y traza es conforme con la de las de- mas Especies de Pinus sin haber advertido en el prolixo examen que los tres Compañeros hicimos, Ja menor nota disenciente. Lamarck que dio el nombre de Dombeja á este árbol , y Jussieu el de Araucaria , le examinaron por esqueletos trans- portados desde Chile y envueltos sus Amentos ó Tramas y Pinas entre papeles como se hace con las Peras en dulce (102) de que se infiere que (102) A7 mas ni menos que como el Señor Ruiz traxo sus plantas d España , que su- pongo estarían en el mismo estado que las de Dombey. La frase familiar que añade ni tiene la dignidad propia de este escrito , ni ridicu- liza sino al que la usa. Pero notemos algo so- bre el Pino de Chile para la inteligencia del lec- tor. Consta por la citada Disertación del Señor Pavón , que él fué el primer descubridor del Pino entre los Botánicos de la expedición, y que hizo la descripción del árbol del qual se tra- xéron d Europa algunos esqueletos : parte de ellos , que vf en Paris , llevo Mr. Dombey , y dio d los Señores de Jussieu y Lamarck , y los otros fueron traídos d España. En Paris se examinaron de nuevo ; y el resultado fué que los célebres Botánicos de aquella Capital dixé- ron ser género nuevo } que de Jussieu llamo Araucaria , y Lamarck Dombeya. En Madrid describió de nuevo dicho árbol el Señor Pavón; lo graduó de género nuevo , y dio las pruebas en la Disertación que está ya impresa , y sal-> 140 por bien que se empaquetasen , llegarían í Fran- cia en muy diverso estado del que tenían antes de esta operación , y de consiguiente el examen no pudo hacerse con la exactitud que indispen- sablemente se requiere. Es un hecho constante el que mi Compañero Don Josef Pavón sacó el año próximo pasado de los Mss. de nuestra Oficina (103) una copia de la descripción del Pino , hecha en Chile al pie de tres de estos árboles que se hallan entre la Ciu- drd en el primer tomo de las Memorias de la Academia Médica. Mudó de opinión , como dice el Señor Ruiz. ¿Pero hay en ello algún delito? ¿no lo hizo en beneficio de la ciencia presen- tando pruebas , en la exacta descripción , y aun demostrayido algunos defectos en que creyó ha- ber caido de Jussieu y Lamarck t Pero como esto parecía oponerse al sistema del Señor Ruiz, que desacredita los herbarios , y pretende que el examen en esqueletos es falacísimo, declama con- tra los Profesores Franceses , y contra su com- pañero Pavón , quien dixo en publica Academia: »Que si el Pródromo se hiciera ahora de nuevo «saldría con menos imperfecciones." Recordemos de paso que el mismo Don Hipólito Ruiz tra- baja actualmente en el herbario y corrige erro- res , y que del herbario ha sacado los dibuxos de diez géneros. Pero como d mí no me importa. la disputa sobre el Pino de Chile , la dexo Á los interesados. (103) Del mismo modo que el Señor Ruiz sacó para sus Disertaciones las de la Ratangia, China , Canchalagua y Calaguala. 141 dad de la Concepción y el Puerto de Talcagua- no , con el íin de extender una Disertación , y solicitar por medio de ella en la Academia Me- dica la plaza de Académico supernumerario , y sin embargo de haber tenido bien revistos por sí mis- mo, y presentes en el propio acto de copiar la descripción los caracteres formados por Lamarck y Jussieu , no mudó entonces (104) de opinión, como lo confesó en la misma Academia delante del Señor Cavanilles : que lo hizo después es inega- ble , pues presentó la Disertación con el nombre de Araucaria , pero sin exponer las razones que le habían obligado á mudar tan repentinamente el nombre de Pinus en el de Araucaria. Esta mu- tación de nombre (105) es la única prueba que dicho mi Compañero Don Josef Pavón presentó en la Real Academia Medica de Madrid , pues no se halla otra en toda su Disertación. El que muda de opinión , debe exponer todas las razo- nes que le precisaron á ello , y principalmente quando el que se retracta está comprometido con el público , como mi Compañero que en el Pró- dromo de la Flora del Perú y Chile dice , co- (104) iA quién se debe referir la palabra entonces , al acto de copiar , 6 d la confesión en la Academia .? Si d esta , se equivoca el Señor Ruiz ; si d aquel y es regular no mudase nada. (10^) Yo fui uno de los censores de la Di- sertación del Señor Pavón , y vi en ella los fun- damentos con que demostró su aserto. Decir que no hubo mas prueba que la mutación de nombre, como afirma su compañero , es faltar d la verdad y criticar injustamente el mérito de la Disertación* 142 mo yo , que es verdadera Especie de Pino. Repetidas veces antes de la impresión del Pró- dromo consultamos ambos con la mayor atención los caracteres genéricos del Pino de Chile que traen los Señores Molina , Lamarck y Jussieu , y ade- más las siguientes notas que se hallan en la des- cripción que hicimos de este árbol: Amenta mas- ada 4- 5-6" in ápice singidi ramuli ovi gallinae figura et magnitudine , resina onusti , plurimis sqnamis imbricatis compasiva , squamis foemi- neis acutioribus. Strobilus foemineus termina- lis , solitarius } maximus , compositns squamis cuneiformibus y acumine subid Mo longo terminatis. Semina gemina obovato-cuneiformia , saepe gib- ba, acumine subid ato , terminara, omitiendo todas las demás , seguros de que el Pino de Chile era Especie del Género Pinus ; porque con la me- nor duda que nos hubiera ocurrido á qunlquiera de los tres Compañeros , se hubiera extendido me- tódicamente e! Carácter genérico natural , como se ha practicado con una multitud de Especies de otros Géneros. Con que ; por dónde completó mi Compañero Don Jcseí Pavón el Carácter genérico de su Araucaria , no habiendo vuelto á Chile, ni poseyendo esqueletos ni dibuxos , que naufra- garon con 53 Caxones de Producciones Natura- les y ochocientos Diseños de Plantas en el Navio el San Pedro de Alcántara , sino por los mismos caracteres que traen los Señores Jussieu v Lamarck ? En esta inteligencia véase si la prueba de mi Com- pañero merece el titulo que la dá el Señor Cava- nilles (106). (106) Observe el lector que. y a se termino la. 140 Añade nuestro Impugnador „que me hallé » presente á la lectura de la Disertación , y que no «me atreví á contradecir á mi Compañero (107). Le consta al Señor Cavanilles que la Academia á solicitud mia mandó se me diese Certificación de no haber asistido aquel dia : con que mal podia haberle rebatido entonces : pero lo verifiqué des- pués en otra Junta á su presencia (108) y de los demás Individuos , y á conseqüencia de los va- rios reparos y reflexiones que le hice , respondió que el Pino de Chile se apartaba del Género Pi- nas de Linneo por el estigma bivalve , y estar las Borlillas sin filamentos. Probablemente que si mi Compañero hubiera tenido presente la fruc- tificación del Pinns pinea no hubiera dicho que se diferenciaba el Pino de Chile del Pinus de Lin- neo por las Borlillas sin filamentos y el Estigma bivalve ; pues asi en una como en otra Especie se hallan las Borlillas sin filamentos , y sentadas del mismo modo en la parte inferior de las es- camas ; pero es de presumir que mi Compañero se gobernó por esto que dice Linneo , Filamento, plurima , connata inferné in columnam ápice di- conversación sobre el Pino de Chile , y todavía no se han dado los ofrecidos fundamentos d que lla- mé su atención. (107) Ya queda dicho que fué error el po- ner presentes en lugar de praesens. (108) Esto es, hablo el Señor Ruiz , y dixo cosas que debiéroyi parecerle de mucho peso ; mas no d la Academia , ni d su compañero el Se- ñor Pavón , que d vista de ellas no mudaron de parecer. 144 visam , en cuyas palabras entendemos que Linneo tomo por columna de filamentos al receptáculo en que están sentadas las escamas, pues no hay otros filamentos, hilitos, ni cosa equivalente en los amen- tos 6 yemas , como llama Linneo , del Pinas pi- nea. Que el Estigma sea de dos ventallitas , máxi- ma y mínima , como dice Lamarck , es cosa muy natural , pues en el Pinas pinta que por tener las escamas muchas veces mas pequeñas que las del Pino de Chile , se hallan también en lugar de lo que este Botánico llamó ventallitas , dos peque- ñas prominencias , una mayor qqe la otra , colo- cadas á la extremidad y parte interior de cada escamita , lo que así debe ser por encerrar cada una dos Gérmenes , de cada uno de los quales sube una membranita delgadísima é intensamente unida á la parte interior de la escamita , teniendo comunicación los remates de ambas membranas con las prominencias de la extremidad de la escama. Jussieu asegura lo siguiente : Araucaria a Pino et Abiete di screpat fronde se entia , squamis mas- culis polyantheris , foemineis dorsalibus nullis, foemineis -veris non Capsulam geminam obtegen- tibus } sed ipsismet Cap sitiar ibus monospermis : Nada dice de los Filamentos , ni del Estigma , y era muy regular que no hubiese omitido estas no- tas , como mas esenciales que las que expone , si hubiese encontrado alguna diferencia en ellas : lue- go lo que acabo de exponer contra la opinión de mi Compañero , lo tenia también observado Jus- sieu , quien para sostener los Géneros establecidos por Tournefort , vuelve á dividir las reuniones que hizo Linneo , siendo uno de ellos el Pino , que divide en Pinus y Abies , y pregunta si debe se- *45 pararse de éste el Larix ; con que no hay que extrañar que Jussieu forme otro Género del Pino de Chile , ni aun de cada Especie , si encuentra alguna anomalía. En la nota de la Frondescencia se equivoco Jussieu en decir que la del Pino de Chile es diversa de la de los demás Pinos, pues éstos además de llevar los ramos en verticilos , 6 rodajuelas como el de Chile , el qual los echa des- de ocho radios hasta tres , principiando por abaxo en los Arboles crecidos el número mayor , y re- matando por arriba el menor , y los ramillos co- locados en aspa , y terminando en horquillas , tie- nen las hojas dispuestas en varias series como el Pinus fice a y balsamea. La nota de muchas Bor- lillas en las escamas masculinas es de ningún valor , porque el número de éstas suele variar no- tablemente en las Especies de los Géneros de las Columníferas , ( y de las Icosandrias y Polyandrias) según el tamaño de sus flores 6 de las tramas , y siendo los Amentos 6 Tramas del Pino de Chile, y de consiguiente sus escamas antheríferas cente- nares de veces mayores que las del Pinus pinea, ¿qué extraño será que aquellas escamas abran por diez 6 mas agugeritos , y éstas por dos ó tres no mas , quando en ambas las Borlillas 6 cuer- pos polliníferos están colocadas , y abren y der- raman el polvillo del mismo modo ? Todo lo qual tengo observado en España en el Pinus pinea , y en Chile en esta y la otra Especie. Si nos goberná- semos por solo el número de los estambres para la constitución de los Géneros , de cada Especie de Malva , de Begonia , de Citrosma s de Talitro , y de otros muchos Géneros , constituiríamos tantos como Especies , pues las mas de dichos Géneros K 1 46 no observan constancia alguna en el número con sus hermanas , pues las hay de 6- 7- 8- y 10 Es- tambres, y otras que tienen 20- 40- 60- 100 y mas Estambres. La Nota de no cubren las esca- rnas femeninas verdaderas dos Caxillas sino una sola , es otra equivocación de Jussieu , pues cada escama cubre dos Nueces evahes con cascara co- riácea , como lo advierte también mi Compañero en su Descripción , y no dos Caxillas , cuya sola diferencia de Pericarpio, si tal se verificase, bastaría á separar este Árbol del Género Pinus. Suponiendo que Jussieu hubiese obtenido una Pina con escamas enteramente monospermas , nunca pa- saría este hecho de un aborto singular , pues quan- tas Pinas hemos examinado mis Compañeros y yo, así maduras , como por madurar , incluían dos Se- millas debaxo de cada escama , excepto algunas de las exteriores ó inferiores , y de las superiores, en las quales aborta comunmente una ó ambas Semillas , como acontece también en las Pinas del Pinus pinea. Describe Jussieu en las Caxillas de la Arau- caria: „Squama duplici (forte Stigma\) altera •» interiori augusta bre-ci , altera extima latiore" de que se infiere que no está asegurado quál sea «1 Estigma. Finalmente , añade Jussieu , después del carácter de la Araucaria : „ Rami cruciatim 9? quaterni. Folia in octuplicem spiram confertim vtimbricata" ; siendo así que los Ramos del Pino de Chile se hallan , como queda dicho , en ro- dajuelas de 8- 7- 6- 5- 4 y 3 radios , y que des- prendiéndose anualmente la rodajuela mas inferior, brota otra del remate , y con esta alternativa len- titud va creciendo este Árbol hasta la altura de 147 'mas de sesenta varas ; y las Hojas están coloca- das quando la planta es tierna , en 4- 5 y 6 ór- denes ; y quando adulta en 6- 7 y 8 series. El examinar por esqueletos las Plantas es muy arriesgado , é induce notables errores ; y así nada se puede deducir de la mudanza de opinión que ha hecho mi Compañero Don Josef Pavón por las Descripciones de los Señores Lamarck , y de Jussieu (109): en cuya inteligencia el Pino de Chile debe quedar como nueva Especie en el Gé- nero Pinus de Linneo , pues que en nada se aparta en su traza y fructificación de las demás Especies sino en ser Árbol dioico , y los demás monoicos. Milleria. Dice el Señor Cavanilles : „Que •»de aquella planta, que en su primer volumen »de Icones nombró Milleria , hemos formado el >? Género Vermífuga : que presentamos los carac- »> teres que se hallan en su descripción , excepto »> aquel que contra el sentir de los Botánicos 11a- »mamos Cáliz común." Es inegable , que de la misma planta hemos establecido nuestro Género Vermífuga ; pero en que hayamos presentado los mismos caracteres que se hallan en su descripción, excepto el del Cáliz común , padece manifiesta equivocación. i.° Nuestro Impugnador colocó esta planta en el orden de Poligamia necessaria , y nosotros en el de Polvgamia segregada adonde corresponde tomándose por Cáliz común el Re- (109) Qiceda dicho en la nota jo 2 que Don Josef Pavón corrigió defectos en que cayeron de Jussieu y Lamarck : con que si mudo de opinión no fué por las descripciones de dichos profesores, . . 14$ ceptáculo en que están sentadas de un modo par- ticular las flores , y de no hacerlo así , al orden de Polygamia superfina , y de ningún modo al de necessaria (no) 2.° Describe el Cáliz de este modo : Calix tripartitus , foliolis ovatis (ni) en lugar de Liciniis ovatis) &c. , y nosotros Calix partí alis 2-3-4- 5 fiar us , 2-3-4- 5 phyllusí foliolis oblongis carinatis. 3.0 Corollulae her- mafhroditae tubulosae ; foeminea emarginata; y nosotros Corolla propria hermaproditis in- (110) Corolla et calix sunt tegumenta stami- num et pistillorum , dixo Linneo en la pdg. 5 6*" de su Filosofía botánica : luego las varas donde están sentadas las flores no pueden ser cáliz. Se le antojó al Señor Ruiz darles el nombre de cáliz j noté la equivocación ; pásele por exent- ólo la Tournefortia y Heliotropio , y en vez de responder dice : la planta pertenece á la Polygamia segregada por razón del cáliz (de nuevo cuño) y añade : de ningún modo al de la necesaria : sin reparar en que d esta división pertenecen las plantas , en cuyas flores solo son fértiles los ra- yos femíneos y y que en este caso se halla mi Milleria. La planta existe en el Real Jardín Botánico , donde puede observarse. (1 11) Pase la palabra laciniis (*) ; pero no calle el Señor Ruiz que en mi observación digo aliquando etiam quadripartitum , multiflorum. Dice Don Hipólito calix partialis s y debía decir com- munis , por serlo d muchos flósculos. (*) Mr. Lamarck , hablando de la hirtella , dice que su cáliz es monofilo fartido en cinco hojuelas ovales. Si este autor te explica así, respeto al cáliz monorilo profundamente parti- do, i Por qué no podré yo hacer lo mismo ? *4* fundibuliformis (112) : Foeminea integerrima. 4.0 Dice Semen oblongo-ovatum j y nosotros Se- mina obovata subcuneiformia (113). 5.0 Añade una observación en que expresa (1 14): „ Que todos los « que han examinado viva esta planta , dicen que «hay una sola florecilla femenina ligulada ; que « Jussieu , que la observó seca , no vio ninguna « lígula en la multitud de florecillas confundidas «por su pequenez , y por estar secas ; y que «por no haber encontrado semefantes florecillas, «compuso de ésta, y de otra planta conaénere «un Género diverso de la Milleria , con el nom- «bre de Flaberia , el qual ahora que se ha des- « cubierto la verdadera forma de las corolillas, pa- (112) Siendo los filos culoj_ sumamente peque- ños , apenas se puede notar la diferencia de su figura para llamarlos acanutados , 6 en forma de embudo. En quanto d la corola del rayo puede ser que varíe , y que el Señor Ruiz la haya visto entera : yo la he observado como la describí en mi obra. (n,) Tan inútil es esta diferencia como la precedente ; porque siendo muy pequeña la se- milla podrá llamarse oblongo-ovatum , 6 obo- bata subcuneiformia. Esta expresión le parece mas propia al Señor Ruiz _, d mí la otra. (114) \ Raro empeño de alterar las palabras ! Dixe en mi obra : flosculnm femineum in hac planta , et solitarium esse et ligulatum dicent omnes qui ipsam vivam examinaverint : y mi intérprete traduce el futuro por presente ; y por pasado perfecto el condicional para sacar conseqüencias que fio se infieren. «rece debe suprimirse.'1 Por el modo tan obs- curo (115) de explicar lo que dice vieron todos los que examinaron vivo este vegetal , pudiera in-. ñerirse que en cada pie de planta se halla una, sola florecilla femenina ligulada (116) , y no pue- do persuadirme á que el espiritu de todos aque-. líos Examinadores anónimos se limite á un caso tan extraordinario , como el de no conceder á. una planta que lleva una inñnidad de ñores com-. puestas , mas que una sola femenina ligulada. Con- fiesa que Jussieu por haber examinado seca la plan- ta , compuso un Género muy diverso , el qual debe suprimirse. Si esto le sucede á un Botánico, tan experimentado como Jussieu ¿qué podemos, esperar de otros que á cada paso establecen Gé-_ (1 1 í) Don Hipólito. lo obscurece mudando los tiempos como vimos. (116) El Señor Ruiz confunde los tiempos, y quiere hacer lo mismo con las especies de flo- res , y acusar hasta la naturaleza que las pro~ duce. No veo como pueda inferirse de mi escrito que en cada pie de planta se halle una sola- Jlorecilla femenina ligulada. Y puesto que el Se- ñor Don Hipólito intenta obscurecer lo que allí dixe con claridad , añadiré en favor de los lec- tores que no saben la botánica _, que en la planta, de que tratamos hay un sin número de JloreSy compuestas cada una de varios jlósculos [así se llaman las Jlorecitas parciales en la Singenesia ) de los quales uno solo es femenino ; pero hay muchísimos femeninos en la planta puesto que hay muchísimas floreas. ñeros , valiéndose para ello de esqueletos (117)? 6.° „ Que conviene observar el que á las veces se »> hallan cálices de dos hojas , y de dos florecillas, « una hermafrodita , y otra femenina" , no verifi- cándose jamas el que haya florecilla femenina quan- do los cálices son bifloros , sino que ambas son hermafroditas , como lo tengo observado (118). 7.0 „Que hay cálices partidos en quatro lacinias »y cálices de dos hojuelas" , siendo todos como dexo dicho constantemente de varias hojuelas des- unidas , y de ningún modo á un mismo tiempo de una sola pieza partida en lacinias , y de muchas hojuelas , pues si tal cosa se verificase , sería caso nunca visto (119)- 8.° ^Que se hallan cálices, (117) Notemos que esta planta es délas que tienen las flores sumamente pequeñas , y por lo mismo seca 6 en esqueleto presta pocos recursos para vencer dificultades : por 'esta razón pudo equivocarse el célebre de Jussieu al examinarla seca. Pero inferir de aquí que todas las des- cripciones hechas en herbarios sean defectuosas é inútiles , y que los géneros formados por este medio sean imperfectos, ademas de ser falso , pro- baria contra el mismo Señor Ruiz y compañía. (118) No es suficiente el no haberlas observa- do el Señor Ruiz para afirmar que no las hay: yo las he visto. (119) Será caso nunca visto por el Señor Ruiz, como igualmente el que haya algún cáliz con una sola florecilla óflósculo. Esto ultimo , que sin du- da debe atribuirse á aborto , no lo pongo en mi observación en defensa del género , como volun- tariamente supone el Señor Riiit , sino para ad~ *52 » aunque varias veces de una sola florecilla , lo »>qual debe atribuirse al aborto de las demás." En todas quantas plantas he examinado en el Perú, en el Real Jardín Botánico , y en dos Macetas que cultivé dos años consecutivos en mi casa , ja- más encontré cálices de una sola florecilla ; pero si como asegura , se debe atribuir á aborto de las demás , era excusada esta prevención en defensa del Género. 9.0 Establece por nota del carácter genérico (120) : „Que en cada cáliz hay cinco » florecillas herma froditas , y una femenina" , no hallándose cáliz alguno , así en el lugar nativo de la planta , como en los Jardines que pase de qua- tro florecillas hermafroditas , y una femenina , sien- do generalmente mayor el número de cálices que contienen 3-4 florecillas , y menor el de los que llevan 5- 2 florecillas. io.° „Y así de lo dicho, » añade , como también de la descripción que Lin- t> neo dio de la Milleria qidnqueflora , parece que vertirle d él y a otros lectores lo que vi en la flauta , sin tener el menor motivo para ficciones ó reticencias. Acuérdese de lo que me dixo , cu- bierto aun con la mascara de Anónimo en la pdg. 5 8 del Memorial del mes de Mayo. (120) Sea Vm. mas fiel : no establezco por nota característica el que en cada cáliz haya., cinco Jlorecillas hermafroditas y una femeninay sino como observación de anomalías , pues dixe en la pdg. 3 del primer tomo de Icones : Ob- servan opOrtet calicem quandoque esse diphyllum et biflorum adeo ut flosculorum alter sit herma- phroditus , femineus alter : aliquando etiam qua- aripartitum multiflorum , quinqué flosculos her- 153 »» deben corregirse los caracteres genéricos de este » modo : Calix simple x muí t ¡flor us 2- g part¡- 99 tus. Cor olí ce hermaphroditae tubulosae limbo & quhiquepartho. Femina única ligulata emar- vginatá aut trífida. Semina striata solitaria ¡11 nfemina , nidia in reliquis. Pappus mdlus" Si para esta corrección del carácter genérico (y no caracteres genéricos como dice) de la Mille- ria se ha valido, como *es de creer (121), de las notas que se hallan en su Millerla Contra- yerba ; ya se echa * de ver que el asunto está de peor semblante que estaba ; porque ni el Cáliz de la Contrayerba es sencillo , ni partido en 2-3 lacinias, sino de muchas hojuelas , y con 1- 2- 6 3 escamitas en su base ; las Floreclllas herma- maphroditos sustinentern , et unum femineum : fio- sculum denique offendi solitarium , quamquam ra- ro ; quod ceterorum abortui tribui debet. Apre- cie el lector los fundamentos con que cree do- rar su yerro el Señor Ruiz de haber hecho su Vermífuga de una espede de Milleria , y ad- fnire la fidelidad de mi Intérprete. , Este afir- ma después , que no hay cáliz alguno así en el lugar nativo de la planta , como en los jardines, que pase de quatro florecillas hermafroclitas y una femenina , dando por prueba su autoridad. (121) ¿Y por qué no querrá el Señor .Rui 2 que me haya valido de las dos Millerias contra- yerba y quinqueflora de Linneo? También halló que criticar en la palabra characteres , sin acor- darse que character y nota es lo mismo , y que el género resulta de las varias notas 6 caracte- res genéricos. 154 froditas no son acanutadas , sino infundibulifor- mes ; la Femenina no es escotada , y menos hen- dida en tres lacinias , sino enterísima ; y las Se- millas no solo se hallan en las flores femeninas, sino también en las hermafroditas , por cuya causa la Contrayerba pertenece al orden de Poligamia superfina , y de ningún modo al de necessaria adonde corresponde la Milleria por no llevar se- millas las flores hermafroditas. Concluye nuestro Impugnador : „ 'Ñeque enim » Calix maximus est , ut Limlaeus asseruit s ne- nque semper tripartitas. Fosculi hermaphroditi y>numeritm binarium superant adeo ut j-$ fi- ncile reperias in Milleria quinqueflora." Y yo concluyo este primer «punto , diciendo , mediante las razones expuestas , que las notas del Carácter genérico de la Milleria de Linneo son entera- mente distintas de las de nuestro Género Vermí- fuga , y que esta planta , y otra de las dos Es- pecies (122) , que remitidas desde México por los Botánicos de aquella Expedición han vegetado en el Real Jardín Botánico , están mal colocadas por el Señor Cavanilles en el Género Milleria , pues constituyen un Género muy diverso de el de Mi" lleria , y mas afine al Corymbium que á ningu- no otro. En quanto al segundo punto digo , que por hallarse la inflorescencia de la Contrayerba de un (122) Las dos especies remitidas desde Mé- xico , de que habla el Señor Ruiz , son mis Millerias dichotoma y angustifolia : esta se ve en la lamina 22J, y la dichotoma en la Si de Ico- nes , donde el lector podra ver las descripciones. modo singular , y sentadas las escamas , hojuelas de los Cálices y florecillas en un Recptáculo co- mún , y continuado en subdivisiones dichótomas 6 ahorquilladas , sin que se pueda determinar con certeza , como resulta de todo lo dicho en el pri- mer punto , el número fijo de escamas , de ho- juelas de los cálices , y de las floreciihs que cor- responden á cada flor común ; reduxe este Gé- nero al orden de Polygamia segregada constitu- yendo por cáliz común de los demás Cálices par- ciales á aquel Receptáculo en que se hailan sen- tildas de un modo raro y particular las fructifi- caciones , como se manifiesta en la primera figura de las partes de nuestra Vermífuga en la Estampa 24 del Pródromo, Este cáliz común , ó mas bien Recept ácido (123), como hemos descrito en el carácter genérico de la Vermífuga , no puede ser tan contra el sentir de los Botánicos , como afir- ma el Señor Cavanilles , quando no sé que ten- gan noticia de semejante inflorescencia , la qual dista no poco de la de la Tournefortia , Helio- tropium y otras _, en cuyas espigas se distinguen fácilmente entre sí las flores , lo que no sucede en la Vermífuga. Podemos mas bien llamar Cáliz común á este Receptáculo que no Cáliz Gor- gnera á las hojuelillas florales que se encuentran sosteniendo las flores femeninas de su Franseria, de la qual hablaremos mas adelante. Doy fin á (12^) ¿En qué quedamos , es cáliz 6 no? Si es cáliz , también lo será el tronco del algar- robo y donde están las Jlores , y mucho mas las varas de la Tournefortia ; porque el estar mas 6 menos juntas las flores es excusa despreciable. r'6 este segundo punto , advirtiendo que además do todo lo expuesto , se hallan las Semillas de la Ver- mífuga medio abrazadas 6 envueltas cada una en su hojuelilla , y que ni el Cáliz representado en Ja Estampa del Señor Cavanilles , ni el que se halla en la nuestra , están imitados con la propie- dad y realidad que requería el caso , por la di- ficultad que hay para ello ; y si alguna cosa te- nemos que demuestre , ó se acerque mas á repre- sentar la verdadera y natural disposición de co- mo están sentadas las flores de la Vermífuga, es la primera figura que antecede á las partes de la fructificación delineadas en la mencionada Estam- pa 24 ; porque las hojuelas de los Cálices jamás se hallan extendidas , ni apartadas de los Gérme- nes , ni Semillas , como las ha representado el Señor Cavanilles , y se ven también en nuestra Estampa (124). Gilibertia Y tovaria : Después de haber hablado nuestro Impugnador de la Millería y de los Géneros que no le hemos admitido , se ex- plica del siguiente modo : „ Ciertamente podría «decir no pocas cosas de los Géneros del Pró- «dromo y acaso las diré en otra ocasión. Ahora » bastará avisar que se echa menos muchas veces » el criterio en la elección de los caracteres ex. gr. «que en la Gilibertia se ponen siete estigmas « no constando mas que de una Especie , en la (124) En la letra a de mi estampa dibuxé el cáliz contra naturam patulus , ut flosculi con- piciantur , como dixe en la explicación de la Id- mina j por lo qiial aplica mal la critica el Señor Ruiz. x57 «qual el número de las partes de la fructifica- 9> cion es á veces octonario y raras novenario. Del «mismo modo que en la Tovaria no constando » mas que de una Especie , se dice que el Estig- *> ma es abroquelado y hendido en siete lacinias, «quando en la observación se añade que el ná- »mero en el Estigma es tanto septenario como « senario. Si el número de los Estigmas varía en » estos Géneros , no debe tomarse por carácter, » Esto lo conoció Don Josef Pavón , y en una « Disertación , que sujeto á la censura de la Real «Academia Medica Matritense, describió el Es- vtigma hendido en muchas lacinias. Este reparo sobre el número de los Estigmas y el de las demás partes de la fructificación de la Gilibertia , y del de las hendeduras del Es- tigma de la Tovaria , es para los Botánicos de tan corta consideración (125) que no merecía res- puesta : sin embargo , como no todos los Lecto- res de la impugnación del Señor Cavanilles han de ser precisamente Botánicos para conocer la de- bilidad de este reparo , digo que no lleva el me- nor fundamento en pretender que porque el Ge- nero conste de una sola Especie (126) , no de- (125) La cosa parece de consideración, quan- do sobre ella están divididas las opiniones de los dos companeros de viage , d no ser que sus controversias sean de lana caprina. (126) Falta ala verdad esta relación: so- lamente dixe y repito , que quando el género cons- ta de una sola especie no aeben tomarse las no- tas variantes para formar el género , sino las constantes y fixas j en lo que convienen todos he preferirse para la constitución del Carácter ge- nérico el número mas común y por consiguiente natural de las partes de la fructificación al número indeterminado de muchos Pétalos , Estambres , Es- tigmas £zc. Todos sabemos que no hay Carácter genérico estable mientras no se descubran todas las F.species , como doctamente dice Linneo en el canon 19} de su Filosofía Botánica: Nullus Cha- racter infallibilis est , anteqnam seciindum omites shas especies directus est: por lo que es indis- pensable que según se vayan descubriendo otras Especies de estos Géneros , vayamos corrigien- do (127), 6 lo harán los venideros , el Carácter genérico de ellos : pero entretanto hemos reunido, como era justo , todas las notas que se hallan en la primera especie , dexando para las Observacio- nes las anomalías que se han advertido en estas plantas (128) , según lo hacen todos los Botáni- cos , y lo ha practicado Linneo y sus succesores en multitud de Géneros , como en la Gahnia9 Scheuchzeria , Trientalis , Forskolea f Styrax, Chrysosplenium , é-c. pero á la qüenta al Señor Cavanilles le ha parecido esta diligencia demasiado prolixa , 6 no ha tenido tiempo de observarlo , ó le ha convenido omitirlo , como en su Fransf- los Botánicos : por lo qual podia el Señor Ruiz excusar el dentar cánones y erudición que no vienen al caso. (1 2-) ¿Y no sera mejor no empezar por yer- ros de tanto bulto, que corregirlos después*. (128) Si es única la especie , ¡cómo son plantas ? i59 ria (129), Phoenix humilis 6 Chamaerops de Lin- neo , y otras en que sin embargo de hallarse en Ja primera 2-374 Estiletes , y con mas freqüen- cia 3 que 4 , adoptó este número para que pa- reciese mas separado su Género Franseria del verdadero Género natural Ambrosia (130) de Lin- neo , y en el Chamaerops que se encuentran des- de 3 hasta 6 Gérmenes describe solos tres en el Carácter genérico , sin hacer ninguna observación, y en la descripción de este Palmito expresa lo si- guiente : Germina in femina in globum adproxi- mata : explicación estraña (13 t) que no dexa con- (129) Luego hablaré de mi Franseria , y apre- ciará el lector los asertos del Señor Ruiz. En ¿¡i unto al Phcenix humilis , ¡diga que jamas hago observaciones de lo que no veo : y como en mi- llares de flores que he examinado en el sitio natal de la planta jamas he visto seis gérme- nes , ni mas drupas que tres por cada flor fe- menina , excusará el Señor Ruiz que no haya notado lo que él deseaba. (130) En su lugar veremos que no puede ser Ambrosia. (131) Quando en la pág. 12 de mi segundo tomo de Icones expliqué los caracteres del Phoe- nix , dixe : Germina tria basi coalita : stylus vix ullus ; stigmata tria brevia fisa.... Y en la pág. ig hablando del Phcenix humilis : stigmata longitu- dinaliter fisa in vulvas formam : lo que traduce mi intérprete : tres gérmenes aproximados por abaxo, y algún tanto desviados por arriba á igual altura, y rematando en otras tantas puntas. ¿ Qué es ex- traño , mi explicación 6 la interpretación Rui- ziana .? 1 6o cebir, como los tres Gérmenes forman un globo estando aproximados por abaxo y algún tanto des- viados por arriba á igual altura , y rematando en otras tantas puntas. En punto de que D. Josef Pavón en h Des- cripción del Género Tovaria , presentada después de impreso el Pródromo , á la Real Academia, corrigiese la palabra septemfidum del Estigma en la de multifidum^ consta al Señor Cavanilles (132) que padeció equivocación , porque no lo hizo hasta después que salió su impugnación , como lo de- claró el mismo Señor Pavón , y se certificó por la Academia á petición mia , resultando que la Des- cripción original del Carácter genérico de la To- varia está á la letra como en el Pródromo , y solo en la copia que sacó de ella mucho des- pués de publicada la impugnación del Señor Ca- vanilles , se advirtió raspada la palabra septemfi- (132) Repare el lector en la lógica del Señor Ruiz : El Señor Pavón corrigió la palabra septem- fidum en la de multifidum después de impreso el Pródromo , y publicada mi impugnación : luego me consta (d mí Cavanilles) que el Señor Pavón padeció equivocación al mudar la palabra septem- jidum en multifidum. Lo cierto es que en la Di- sertación impresa del Señor Pavón se halla la palabra multifidum , y no septemfidum como qui- siera el Señor Riáz ; y- que este no responde sino acudiendo d raspaduras y citas agenas de la ciencia. Es regular que el Señor Pavón res- ponda d lo que dice su compañero , porque le toca personalmente f y que la Academia vea si el Señor Ruiz abusa o no de su autoridad» i6i dum y puesta en su lugar la de • midtifidum. Foveolaria: Dice nuestro Impugnador „que a el Género Foveolaria ofrece algunas co^as digi » ñas de corrección , como la de que no debe es- »tar colocado en la clase Decandria quando los »> Estambres se hallan reunidos en un cuerpo , por »cuyo carácter le es mas propia la Monadelphi t, »>á la qual reduxo Linneo los Géneros Mahernia, » Greranium y otros semejantes que tienen los Es- n tambres del mismo modo.'? Me . parece superfluo repetir aquí lo -que sobre el particular tengo ya respondido en los citados Memoriales literarios , eti los quales podrán ver los Lectores (133) el nin- gún fundamento que tuvo el Señor Cavanilles para reunir en su favorita Monadelphia una multitud de Géneros que se apartan de esta naturalísima Clase 110 solo por la inserción de los Estambres , la qual es totalmente distinta de la de aquellos Géneros^ sino por todas las demás notas -de la Fructificación. El Género Mahernia se halla colocada por Lin- *neo en la clase Pentandria (134) , y no en la Monadelphia ; y si el Género Geranium está eri (133) Mejor seria probar, esto , . que de x arlo sin pruebas , y no remitir los lectores a las Anó- nimas y vacías enteramente de fundamentos , co- mo he demostrado. Véase la nota 74. (134) ¿Y por qué si tiene los estambres uni- dos en un solo cuerpo ? Así lo afirman Lamarck, de Jussieu., Haenke y otros Botánicos , y por esto dixe que erró Linneo. Vimos el silencio del Señor Ruiz en las Anónimas f d las que ahora no añade prueba alguna : acaso las dará alian- do se U ocurran, L i6i esta clase , la inserción de sus Estambres no tie- ne ninguna semejanza (135) con los de nuestra Foveolaria , por lo que ni uno ni otro exemplo están bien alegados. Añade nuestro Impugnador : „Que si la Stri- $>gilia y Foveolaria se diferencian por el fruto, »» jamás pueden reunirse estos dos Géneros ; y si » convienen entre sí , es necesario suprimir el Gé- »>nero Foveolaria , por aquel canon de Linneo: nNomen genericum unius generis , nisi super- nvacaneum , in aliud transferri non debet , li- nce t eidem aptius competer et , y que quede el *>de Strigilia" La doctrina de este Canon no viene bien al caso presente (136) , pues noso- tros no le hemos mudado el nombre de Strigilia en el de Foveolaria , porque le convenga me- jor (aunque ciertamente es así) sino por no con- venir el Carácter genérico que puso el Señor Ca- (135) ' Tiene razón el Señor Ruiz en indicar alguna diferencia^ en quanto d los estambres del Geranio y Foveolaria ; pero toda d mi favor. El Geranio los tiene unidos en la parte inferior ; la Foveolaria (esto es mi Strigilia) hasta la mi- tad del tubo , como afirma el mismo Señor Ruiz: así pues si la reunión de estambres en el Ge- ranio basto para colocarlo en la Monadelfia , con mucha mas razón debe colocarse la Foveolaria. (136) Lo juzgar d el lector imparcial , y no- tará la poderosa razón del Señor Ruiz ae ha- ber ü formado su género Foveolaria por planta viva , y yo por un esqueleto s d quien priva de flores voluntariamente , no obstante haber dicha yo que las vi y observé aunque cerradas. 163 vanilles á su Strigilia con el legítimo Carácter de nuestra Foveolaria , el qual está formado por la planta viva en el estado de su mayor perfección, esto es , con flores y frutos , que es quando todo Botánico debe formar el Carácter natural de un Género , y no por un Esqueleto destituido de flo^ res y frutos en estado de poderse describir para no padecer las equivocaciones y suposiciones que se le advierten á cada paso con peligro , según temía Linneo , de obscurecer y transtornar una Ciencia que cada dia van ilustrando los mas ex-*- perimentados Botánicos. Quiso escudarse nuestro Impugnador con la expresión de Plantam idterius examinandam di-" xi , quia fructibus orbatam conspexi : \ y poi- qué no añadiría después de fructibus estas pala- bras et floribus explicatis para haber salvado ( si así cree que se salven tales defectos) (137) todo . — 1 (137) ¿Pueden calificarse de defectos mías él que mi planta careciera de fruto , y que tu~ viera cerradas sus flores ? ¿ no lo dixe con can- dor? Igual injusticia se observa en calificar de incompletísima mi descripción , y de imperfecta mi- -estampa de la Strigilia. Óigase - lo que dix'o la Academia de las Ciencias en la censura d? dicha planta y otras de mi 7.a Disertación: Toutes ees plantes sont representées dans 24 plan*- ches superiorement executées d'aprés le des- seins de Tauteur. Ce travail nous paroit merite* detre aprouvé par rAcademie." Alguna dife- rencia hay entre la Academia y H Señor Ruis, el qual se admirará al verse en contradicción con su tio político el Señor Ortega. Este mt de* L2 164 el Carácter genérico de su Strigilia > y poder de algún modo atribuirse el derecho de Autor del Género ? Concedámosle que por la imperfecta Est- tampa de su Strigilia (porque por la incomple- tísima descripción era imposible) sospechamos ser una Especie de Foveolaria , ¿ podríamos acaso re- solvernos á incluir en su Género Strigilia esta y las demás Especias de Foveolaria , quando Lis notas que presumió 6 que le pareció haber visto en los botoncitos de las flores que tenia el Es- queleto para formar el Carácter genérico de su Strigilia , son enteramente distintas de todas las que realmente se hallan en la Planta ? Aun con- cediendo al Señor Cavanilles por un instante que todas las partes de la flor de su Strigilia convi- niesen con nuestra Foveolaria , ; no bastaría á se- pararlas el Pericarpio solo , según le describió? ¿habría algún Botánico que las reuniese baxo de un mismo Género-? me persuado que no. ; Y quiéa se determinaría á soltar esta expresión El frutoi for la anatomía de los embriones parece una cia con fecha de 16 de Febrero de 1/8 '6~; „ Sus estampas de Vm. han parecido excelentemente; y seguramente le afianzan la gloria y satisfacción que resulta de enriquecer el arte y vindicar el .crédito de España.... Vm. va á hacer época en los fastos de la Botánica.... Sus estampas son ni- -tidísimas." ¿Y de qué estampas hablaba? De las de mi i.a Disertación , tan inferiores en mé- rito d las de la 7.a , que no cabe comparación, como se echara de ver cotejándolas. Veremos si el Señor Ruiz que tanto las desprecia dará al" ¿mías mas perfectas en su Flora, í5í Caxilla de seis celdillas con otras tantas semi- llas y siendo así que apenas vio el Señor Cava- nilles en un Esqueleto los botoncitos de las Flo- res , cuyo Germen no podia pasar del tamaño de un grano de mostaza? (138) ninguno ciertamente por no exponerse á que sus Géneros no tengan mas duración que la momentánea que les permita el tiempo , que los Descubridores de las plantas, de cuyos Esqueletos se ha valido para formarlos, tardemos en publicarlas. Repare de gracia el Señor Cavanilles , con que moderación preguntamos á los Lectores inteligen- tes si su Strigilia debe reunirse á nuestro Genero Foveolaria : ¿ An ad hoc genus referri debet Strigilia CavanilL diss. 7. pag. ¿$ 8. tab. 20 1 ? Pues ; por qué constándole por mi Compañero, quien después de impreso nuestro Pródromo vio el Esqueleto de su Strigilia , y le aseguró qué' (138) Al ver que el Señor Ruiz afirma con tanta seguridad lo que dice en este y en el si- guiente párrafo , creerá el lector que vio la planta de mi herbario , y que midió las flores que en ella se conservan. También podra creer que es cierto lo que añade , esto es f que conocí ser su Foveolaria mi Strigilia , porque me lo aseguró el Señor Pavón. Pues sepa el público , que el Se- ñor Ruiz jamas vio mi planta ni la de Mr. de Jussieu traída del Perú por su tio Josef de^ Jussieu ; y que si he sabido que su Foveolaria es mi Strigilia ha sido por el cotejo de su des- cripción con la mia. \Q11e crédito merecen aser* tos tan voluntarios como infundados ? Reprehen- de mi ingenuidad quando dixe del fruto lo que i66 era una de nuestras Foveolarias , decisivamente afirma que nuestras Especies no reuniendolas en su Género Strigilia , deben colocarse en el Gé- nero Styrax , suponiendo tan á las claras que las notas del Carácter diferencial de la Foveolaria convienen con el Styrax , y no coloca su Stri- gilia en este mismo Género? (139) La razón es podia ver : me apostrofa con interrogantes } que si acaso probasen algo contra mi modo de obrar, culparían también el suyo. No pudo ver él los frutos de su Chsetocrater é Izquierda en el estado competente para determinar la especie de peri- carpio. {Véanse las pdg. 61 , 1^2 y 140 del Pró- dromo ) : faltóle también ver la flor femenina del Chondodendron ; y sin embargo de no haber po- dido observar completamente estas plantas , for- mó tres géneros , para que otros mas felices com- pletasen lo empezado por él. Pues lo mismo hice yo al formar mi Strigilia : y si el Señor Ruiz procediese de buena fe alabaría mi cuidado en sacar caracteres en plantas stcas , que él ve- rifica en las vivos , como se puede ver cotejando los caracteres de ambos , cuyo fondo esencial es el mismo. Y aun concediendo que el Señor Pa- vón me haya asegurado que una de las especies de Foveolaria era mi Strigilia , ¿ de xa de tener la misma fuerza la dificultad propuesta en mi prefacio f (139) Aclaremos este punto. El Señor Ruiz pretende salir de la dificultad por el carácter diferencial que puso en su Foveolaria , diciendo : Calix campanulatus inferas. Pétala revoluta , pun- ctata. Nectarium tubulosura. Drupa obovata. HÍ- manifiesta ; porque todas las notas del Carácter de su Strigilia , como tomadas de un esqueleto im- perfecto , parecen enteramente distintas de las de los Géneros afines , y de las notas del Carácter de nuestra Foveolaria hay algunas que se acer- can á las del Styrax , aunque de ningún modo las que expresa el Señor Cavanilles del Carácter diferencial. Ahora bien , aunque las partes que re- presenta Tournefort en la Estampa (140) del Sty- cele presente que todo esto convenia al género Styrax , como no puede negarse ; y de allí in- fería que resultaba un nuevo error s por no ha- ber colocado su Foveolaria baxo el género Sty- rax. En vez de responder d esta dificultad , co- mo debiera , me arguye preguntando , ¿por qué no he colocado yo mi Strigilia en el Styrax ? Co- mo si dixera : no sé que responder j pero ad- mita Vm. en su Strigilia mi cardcter diferen- cial y para que yo pueda preguntarle y salir de mi apuro. (140) Pudiera haber citado el Señor Ruiz la estampa 188 de mi Monadelfia , donde se vé con mas claridad la semejanza del Styrax con el carácter diferencial de su Foveolaria : allí ve- ría en el Styrax glabrum , especie cultivada en París , un cáliz campanudo , como él dice , las lacinias de la corola revueltas , el urceolo 6 nec- tario al%o tubuloso , y un estilete mas largo que los estambres. No se escudaría con autores que han visto una sola especie , y que por eso no se atreve a nombrar ; citaría sí los modernos de Jussieu y Lámar ck , ya que este en su Dic- cionario dixo que el Styrax tiene un ovaire supe- i68 rkx se parecen algo á las de la FoveoLtria co- mo Género de la misma clase , se aparta no obs- tante este de aquel según el Carácter que nos traen los Autores , en ser el Cáliz campanudo y el del Siyrax cilindrico ; la Corola de cinco pé- talos separados enteramente unos de otros , y solo prendidos al Nectario (6 Urce oh como mas le acomode) por la paite interior de sus bases con las márgenes libres , y que fácilmente se les pue- de desprender sin lesión alguna del Urceolo , ni de filos mismos , y la del Styrax monopetala in- fimdibuliforme; los Estambres prendidos á la parte superior de un cañoncito membranoso cilindrico y rieur court, charge d'un style plus longue que les etamines, et terminé par un stigmate tres simple. Le fruit est une espece de baye charnue , arrcndie, et qui contient deux noyaux ; y de Jussieu , que el fruto es drupa supera , exsucca , coriácea , fo- vens nucem unam oseam , monospermam sphce- ricam , aut nuces duas. Tendríamos por consi- guiente en el Styrax corollae lacinias revoluta ; ne- ctarium tubulosum ; drupa obovata, que es el ca- rácter diferencial de la Foveolaria ; pues pronto veranos que d la palabra pétala deben substi- tuirse las dos corolla: lacinia?. Hubiera evitado esta dificultad el Señor Ruiz omitiendo el voluntario é inútil carácter diferen- cial de su Foveolaria } contentándose con poner el carácter genérico : entonces versaría la difi- cultad sobre la identidad de este con el de mi Strigilia , que yo sostengo y él niega. Pero para que el lector los compare con equidad es preciso sepa que si una especie de Foveolaria es mi Stri- 169 del largo del cáliz , y apenas reunidos por su base los del Styrax y sin cañoncito ; el Germen uni- locular monospermo con el Estilete mas largo que los estambres y el Estigma triangular , siendo el Germen del Styrax trilocular (141) y polisper- mo con el Estilete del largo de los estambres y el Estigma truncado ; la Pruna de una sola se- milla roma y cubierta de una membrana delgada, y la del Styrax con una 6 dos nueces puntiagu- das , y con cascara osea , si son nueces. Ademas de que al pie del Carácter genérico del Styrax pone Linneo y los demás Botánicos esta obser- vación : Staminum numerus variat , sed naiura- gilia y como el Señor Ruiz lo sospecha en la página precedente , la corola de esta planta es de una sola pieza partida profundamente en cinco laci- nias unidas por la base con el nectario (expresión predilecta del Señor Ruiz ) , de tal modo , que es imposible separarlas sin lesión del urceolo ó nec- tario. Es imposible que el Señor Ruiz no haya, hallado al pie del árbol corolas caldas y en ellas el tubo y los estambres formando un solo cuerpo , como sucede a las Sidas é Hibiscos ; y en tal caso sabe que la corola es de una sola pieza y según el principio adoptado por Linneo: tot pétala numeramus in quot, resolvitur flos de- ciduus. (141) Con dificultad se podran amontonar mas yerros en menos palabras ; porque el Styrax tiene el estilo mas largo que los estambres , el estig- ma sencillo , y el fruto bilocular y el qual cor- responde al embrión 6 germen. Véase mi lamina y los autores citados en la nota precedente. i7o lis i o , y en nuestras quatro especies es cons- tante el número de diez estambres. Finalmente se encuentran en nuestras Foveolarias otras notas que no hay en el Carácter del Styrax (142) , y mu- cho menos en el de la Strigilia , cuyos caracte- res descritos por el Señor Cavanilles supone que los hallamos en nuestras plantas. Sin embargo de todo lo expuesto , si tuviese el gusto de ver cor- regido por algún Botánico el Carácter del Styrax ( que hasta ahora no consta mas que de una Es- pecie) (145) y de esta corrección resultase ser semejantes las partes de la fructificación con las de nuestras Foveolarias , las reuniré en aquel Gé- nero : pero mientras no vea corregido dicho Ca- rácter por un Botánico que se valga para ello de la Planta viva , no me parece debo mudar de opinión , ni menos aceder á la propuesta del Se- ñor Cavanilles en que se reúnan nuestras quatro Foveolarias en su Género Strigilia tan vacilante, siendo nosotros los primeros descubridores que le publicamos con el verdadero Carácter natural que (142) No salgamos de la dificultad. No la, hay en que el carácter genérico de mi Strigilia ni el de su Foveolaria sea diferente del carác- ter genérico del Styrax : toda consiste en que ¿l diferencial de su Foveolaria conviene al Styrax, y á esto debe responder sin recurrir d las de- mas yiotas que no vienen al caso. (143) Dos describió Mr. Lámar ck en su Dic- cionario y y yo otra de diez estambres en mi Mo~~ nadelfia. Sin duda no tenemos el honor de ser Botánicos j pero sepa el Señor Riiiz que hemos visto vivas estas plantas. 17t inserto aquí con la descripción de. la Fovaolaria ovata , y el Carácter y descripción que nuestro Impugnador ha hecho de la misma baxo el nom- bre de Strigilio racemos a > para que los Botá- nicos , y aun los que nada entienden de esta Cien- cia , vean el peligro que hay en describir las plan- tas por esqueletos (144). Character naturalis foveolartae. Prodrom, Flor. Peruan. » Calyx : P erianthiwn campanulatum , breve, «quinquedentatum, inferum , persístens. Corolla: y> Pétala quinqué , lineari-lanceolata , ad apicem v nectarii adnata , revoluta , punctata. Nectarium: « Tubus cylindricus , longitudine calycis , ex fila- » mentís inferné usque ad médium connatis , su- jjperne distinctis. St amina : Filamento, decem: » subulata , superne libera , inferné in tubum bre- » vem connata , interne ángulo prominenti , sul- j> cato notata. Antherae lineares per paria approxi- s> matae , biloculares , interius longitudinaliter de- (144) Prevengo al lector , que la única di- ficultad en este asunto se reduce d saber si mi género Strigilia es el Foveolaria del Pródromo ; y para resolverla solamente se necesita saber si la fructificación es la mismo en ambos géneros : por consiguiente es inútil saber si la flor y fruto pro- viene de árbol , arbusto 6 yerbo j y mucho mas inútil oitn la descripción de hojas , pelos , ho- yuelos y otras cosas con que va d manchar mu- cho papel el Señor Ruiz para deslumbrar d los que entienden poco 6 nodo d¿ Botánica. hiscentes , post dehiscentiam pnnctís setaceo-stel- latís adspersae.PiSTiLLOí : Germen ovatum , su- perne io-striatum tomentosum. Stylus fíliformis sDminibus Iongior. Stigma capitatum trigonum * tristriatum. Pericarpium : Drupa obovata car- »nosa , interne tribus dissepimentorum rudimentis, «brevissimis , distantia aequali longitudinaliter per » pañetes decurrentibus» Semen solitarium , obo- »vatum." FOVEOLARTAE OVATAE DESCRIPTIO. Flor. Per. MSS. nArbor procera , cujus partes omnes praeter «truncum et ramos séniores undique tectae squa- « mulis orbiculntis , punctatis , crenulatis , conca- n\\s , disco affixis. Truncus erectus, teres , cras- »sus. Coma frondosa. Kami patentes, teretes :ju- * niores angulosi , albicantes. Folia alterna , pe- wtiolata , ovato-oblonga , subacurninata , integer- n rima , snbrepanda , albido-argentea , venosa ; fo- jíveolis ad ortum venarum inferiortim solitariis , fer- » me triangularibus , glándulas nonnullas obtegen- wtibus. G-lanJiilae parvae , oblon2ae , lateribus «compressae , ñervo tolii afñxae. Petioli canal icu- r> Tati , sobcontorti. Kacemi axil lares , angulati , con- rtortí, bini , ternique , inaequales , dependentes, « multiflori , compositi. Peditnadi et Pedicelli an- » gulosi , contorti , bracteola minima subulata ca- » duca suffulti. Bracteola alia , sive sqnama mi- «nima , subiríata, infra médium pedicellorum. Fio- »res solitarii , bini, ternique ex eodem puncto, nsecundi : Cdhces albicantes. Pétala extus albi- « canda ,-intus purpurascentia. Antherae Siylusjue i73 í>purpurei. Observatio : Squamulae oculo armato «dilucide conspiciuntur. Habitat in nemoribns Pu- j>zuzo , Pillao et Chinchao. Floret Augusto et 97 Septembri." Character genericüs Strigiliae. Cavan. Diss. 7. p. j¿ 8. tab. 201. « Calix monophyllus ovato-tubulosus , ápice «quinqué crenatus. Corolla monopetala usque ad » calicem quinquepartita , lacinns linearibus , ; Con- «nivemibus? Stamina : filamenta decem linearía .» angustissima longitudine fere corollae basi coa- «litae (145): antherae adnatae ad superficiem ¡n- «ternam fiiamentorum , piloso-stellatae. Germen .»» pyriforme superum: Stylus trigonus longitudine « Staminum : Stigmata tría exserta globosa, coa- ?> lita. Fructus ex embrionis anatome videtor cap- «sula sexlocularis , seminibus solitariis." Descriptio Strigiliae racemosae. Cav anilles. » ; Caulis arboreus ? Cujus rarni tomentos! ruS. v Folia alterna , ovata , integerríma, supra glabra, «subtus tomentoso-rufescentia (146) ; uninervia, *> ñervo ramoso venisque reticulata : petioli crass?, j> breves. Fiares racemosi , racemis axillaríbus : fíos «quilibet pedicellatus , pedicello infra unibracteo- (145) Coalita dixe yo en la pdg. j¿8 : no es justo aumentar la lista de yerros. . (146) Tomento rufescentia dicen mis obras en 4a página citada. " *74 «lato , versos médium unisquamuloso. Calix to- j> mentosus parvus. CorolLi (quam semper vidi chu- ?»sam in sicco) est calvce triplo longior et co- 3>riacea. Staminum urceolus terminatur interne in- « numeris pilis rufis. Reliqua ut supra in charactere 35 genérico. Habitat in Perú observata a Josepho de >» Jussieu V. S. I. communicatam ab hujus nepote »qui in suis generibus Tino adjicit. Planta ulterius j> in patria examinanda _, ut perfecté cognoscatur." ; Qué Botánico , cotejando estas dos descrip- ciones de la Strigilia , y de la Foveolaria , po- drá conocer que son una misma é idéntica Espe- cie , como yo lo he inferido por Ja Estampa , aun- que imperfectisima ? Probablemente ninguno. Para satisfacción , tanto del Señor Cavanilles , como de qualquiera otro que llegue á dudar de la identi- dad específica de la Strigilia racemosa , y de la Foveolaria ovata , ofrezco desde ahora presentar nuestros Esqueletos y Dibuxos á fin de que se co- tejen con los suyos : y para no hacer molesta la lectura de este Escrito con los muchos reparos que me ofrece su Descripción , me ceñiré á solas las reflexiones siguientes (147). 1 .a Sobre el Cáliz que describe nuestro Impug- nador : Calix : o-cato-tubulosus ápice quinqué crena- ius. ; Vor ventura el ser el Cáliz aovado se opone á ser acanutado para que una las dos voces ? No por cierto ; luego debió haber puesto separadas las dos voces ovatus , tubulosas : en la Estampa nos le re- presenta con cinco dientes después de haber descrito (147) Es de creer no haya hallado mas re- faros el Señor Ruiz , puesto que solo pone los siguientes 9 todos preciosos como vamos a ver. ' que tiene cinco crenaduras ; en este caso ; a qué de- bemos atenernos, á la Estampa, ó á el Escrito ? (148) 2.a Corolla usque ad Calicem quinqué par ti- ta , laciniis conniventibus ? Si vio siempre cer- rada la Corola , ¿ cómo puede asegurar que está hasta el Cáliz partida en cinco lacinias (149) , y en la forma que nos la representa su Estampa* quando las lacinias , como él micmo opina , ó Pé- talos , como yo llamo , están enteramente desvia- das unas de otras , sin la menor adhesión por su base , é insertas á la parte exterior del Nectario 6 Urceolo? ¿No hubiera sido mejor el omitirla pregunta de si las lacinias eran ó no aproximadas por arriba quando vio las flores solo en boton- as) A la estampa y al escrito : al escrito for 'que participando el cáliz de las figuras aca- nutada y aovada debe decirse ovato-tubulosus, expresión sabida y recibida en la Botánica : de- be también atenerse á la estampa donde se ma+> nifiestan las cinco crenaduras que quedan entre los cinco como dientecillos. (149) Afirmo que la corola esta partida en cinco lacinias , porque asi la vi : y es tan fácil conseguir esto humedeciéndola en agua tibia , que extraño no lo sepa el Señor Ruiz. Añado ha- blando de las lacinias an conniventibus ? porque 'jamas afirmo lo que no veo con certeza. A esta ingenuidad llama el Señor Ruiz desgracia , r bo- toncillos á, las Jlores cerradas > para abultar di- ficultades d los ojos de los que no saben Botá- nica. En fin vi con claridad , que para sepa- rar las lacinias de la corola del cañoncito de los estambres era preciso lastimarle. i76 citos , para no tener ahora la desgracia de reco- nocer que su congetura es enteramente contraria á la dirección revuelta que tienen los Pétalos ? 3.a Filamento, decem linearía angustí s sima, longitudine fere Coroll* basi coalita : antherac adnatae ad superficiem internam filamentorum, ploso-stellatae. ; Quién podrá dexar de extrañar esta descripción? (150) ; Dónde se hallan los diez filamentos lineares y angostísimos en su Estam- pa: (mi) Es regular que nos quiera hacer tomar por filamentos las membranitas que encierran el polvillo quando dice que las Borlillas se hallan apegadas á la superficie interior de los filamentos, y que son peludo-estrelladas , expresión que ase- gura haber muchas Borlillas en cada filamente*, quando cada cuerpo de los tres que se represen- tan en las letras /z, i de la Estampa es una Borlilla que inreriormente está cubierta de multitud de pun- titos , los que después de abierta se manifiestan en forma de estrellitas de cinco á seis radios , co- mo si fuesen pequeñísimas cerditas llenas de pol- villo , al modo que se demuestran en la Estampa de nuestro Pródromo , en la qual podrá el que (150) Todos los que la lean libres de afec- tos , y se acuerden que vi las corolas cerradas 6 antes de abrirse. (151) Sin anteojos se ven y se pueden contar en mi lamina las diez anteras pegadas inte- riormente alo largo d.e los estambres. En la fi- gura h de la estampa se ven aumentados íre$ de ellos miradlos por la parte exterior } y en la figura i los mismos tres estambres por la interior > donde solamente aparecen las anteras. 177 guste ver los verdaderos Filamentos alesnados , las Borlillas y las Estrellitas, y todas las demás par- tes de la fructificación reales y verdaderas. 4.a Germen pyriforme. Stylus trigonns lon- gitudine staminum. Stigmata tria exserta glo- bosa coalita. 1 Por un Esqueleto con flores en bo- toncito podrá asegurarse la figura aperada del Germen, que quando mas se presenta del tama- ño de un grano de mostaza (152), y que la tie- ne aovada esté cerrada ó abierta la flor ? ¿ El Estilete de tres esquinas s y del largo de los Estambres , siendo filiforme cilindrico, y mas lar- go que estos? Los Estigmas tres sobresalientes globosos y reunidos , quando no es mas que uno con tres esquinas (153)? ¡Es lástima que el Se- ñor Cavanilles no hubiese añadido otros tres Es- tigmas mas, para que correspondiesen como era natural con el numero de las Celdillas de la Ca- xilla, y de las Semillas! Que tal le pareció ser el fruto examinado por un embrión tan diminu- to. 5.a Staminum Urceolus terminatur interne innumeris pilis rufis. ¿Dónde están esta mulri- (152) Extraño que el tamaño d que redu- ce el germen le parezca al Señor Ruiz un obs- táculo para determinar su figura. Infinitas plan- tas lo tienen mas pequeño , y con todo eso Lhi- neo y otros Botánicos determinaron la figura. i1 53) ¿Vnt. lo ha visto con tres esquinas*. I* ues yo como están descritos en mi obra. No añadí otros tres estigmas mas como me aconse- ja, porque hubiera faltado d la verdad y en- gañado al lector* M J7« tud de pelos bermejos (154), mas que en la Es- tampa, y descripción del Señor Cavanilles? por- que el urceolo interiormente es lampiño, y so- lo se halla en la parte interior de los filamentos una caspa, 6 escamillas amontonadas y blancas como aquellas que se advierten en los ramos tier- nos, hojas, racimos, fkc. 6.a Strigilia racemosa: Este nombre trivial de racemosa no debe aplicarse á ninguna de las Especies, porque las quatro que nosotros tenemos llevan las flores en racimos (155), y por tanto las hemos dado los nombres triviales de corda- ta , ovata, oblonga y ferruginea ; mas esto lo expongo como mera advertencia , y no como re- paro, porque bastantes hallará el lector en el co- tejo que haga de su descripción y la nuestra. Pasemos adelante: dice nuestro Impugnador: »Que para adelantamiento de la Ciencia quisie- »ra que se desterrase de la Botánica el nombre 9» de Nectario, el qual es ambiguo, é indetermi- nado, y que se abusa de él muchas veces en »el Pródromo: Que este error le conoció, y re- *> batió Pavón en las citadas Disertaciones , y que (1(4) En la planta seca que examiné en París , y que no ha visto el Señor Ruiz, cu- ya descripción di antes de estas altercaciones. (if¿) No soy profeta para adivinar que se descubrirían en América quatro especies y que todas tendrían lasjlores en racimos. Por lo qual viendo que mi ihiica especie de Strigilia las te- nia en racimos le puse el nombre trivial de ra- cemosa , como han hecho los autores en casos semejantes, «sin duda hará Ruiz lo mismo, llamando cañon- «cito, 6 urceolo á lo que ahora llama nectario; «y además que podrá suceder que á la corola «de esta planta la publique de otro modo, coii « tal que desapasionadamente observe de nuevo « las flores ; porque ella no se compone de cin- «co Pétalos, como ciertamente -yo pienso , sino «de cinco lacinias profundas que con el canon- «cito de los Estambres forman un mismo cuerpo". «Obsérvase esto en el Styrax, y en la Strigi- « lia, á uno de cuyos Géneros pertenece la Fo- 9iveolaria. No amedrenten á Ruiz las ob.-orva- » ciones de su amantísimo Maestro, destituidas de «fundamentos de Lógica y de Botánica." La pa- labra colectiva de Nectario en Botánica no es tan ambigua ni indeterminada como la cree el Se- ñor Cavanilles, pues comprehende según el uló de Linneo todas las partes que en muchas Flo- res se encuentran ademas de las siete de la Fruc- tificación generalmente admitidas' por todos los Bo- tánicos (i 5 6), asi como baxo la voz de Peri- carpio incluimos todas las Especies diversas de cu- biertas del Fruto, y en la de Cáliz, Cor olla. {i $6) Fl mismo D. Hipólito Ruiz afirma que la palabra nectario comprehende todas 'las partes que en muchas flores se encuentran ade- mas de las siete de la fructificación, como pelos, glándulas, escamas, espolones, prominencias, &e; si esto no es ser ambigua é indeterminada la palabra me equivoqué al notarlo', bien que en mi abono tengo la autoridad de hombres respe- tables. Lámar ck en su Flora Francesa tomo i pag. i ¿6 ~ mím. 491 dixo: Nectaire (nectarium) Ma i8o Estambres, Pistilo, Semilla, y Receptáculo,, todos los Cálices, Rosetas (157), &c. Ningún Botánico por poco adelantado que esté en la Cien- cia dexa de describir después de la voz Nectá- est le nom qu'on donne a une partie de la co- rolle ou de la fleur qui contient le miel que les abeilles vont y chercher. Le nectaire est tres re- marquable dans la corolle du Fritillaria imperia- lis ; mais come toutes les fleurs n' ont pas de ré- servoir particuliérment destiné a contenir la li- queur, dont il s'agit, on a donné une extensión illimitée au mot de nectaire en l' appliquant indis— íinctement a toutes sortes de productions de la fleur, qui n'ont aucun rapport entr'elles; de sor- te que Ton a appelé de ce nom , tantót de poils, des filéis, des glandes, des ecailles, des folióles, ou des cornets; tantót des enfoncemens, des fos- settes , ou rainures ; tantót en fin le prolongement posterieur de la corolle en forme d'éperon ; ou meme le prolongement antérieur de cette partie, tel que celui qu'on remarque dans les orchis. J'ai deja observé (Discours préliminaire premiere partie ) combien c' étoit jeter d' equivoque dans l'étude de la Botanique et pervertir l'usage des noms, qui doivent toujours réveiller dans l'esprit une idee nette et precise: en conséquence j'ai cru devoir plutót indiquer et décrire séparément les diíférents organes, dont je viens de parler á mesure qu'ils se sont presentes dans le cours de Tanalyse. (757) Notemos que cada una de estas pa- labras siempre significa ana cosa determinada, cuyo sitio es también determinado , lo que no su* Tío h Especie que es de Nectario, como Ca- ñoncito ó Urceolo, Escamas s Glándulas, Es- polones, Prominencias y Pelos, &c. &c. En es- ta inteligencia ni debe pretender el Señor Cava- nilles que la voz ya consagrada de Nectario se destierre Se la Botánica, ni menos persuadirse á que yo imite á mi Compañero en mudar de opi- nión quando no hay fundamento, ni razones que me obliguen á ello. Y aun estoy persuadido que mi Compañero en su Disertación no pretende des- terrar la voz Nectario de la Botánica, sino que refiere lo que Jussieu , y otros han dicho del Nec- tario. El término Urceolus en la acepción del Se- ñor Cavanilles, es el que no debe admitirse en la Botánica, por estar destituido de significación propia y precisa; pues la voz Urceolus supone determinada figura, qual es la que nos represen- ta una orcita, jarrito ó tinajuela, baxo de la qual no deben ser comprehendidos los demás Cañon- citos anulares , cónicos , cilindricos , asalvillados, tyathiformes 6 á manera de taza, ó los que ten- gan otra diversa forma de la que se expresa con la voz Urceolus, la qual nuestro Impugnador ha aplicado indistintamente á todo cañoncito en que Se hallan Estambres, como en sus Malvaceas, y demás Géneros que pretende introducir en la Cla- se Monadelphia (158). cede en la palabra nectario, que Linneo y sus amartelados imitadores sacaron de su propio- significado que es el sitio donde esta la miel, ^d otros donde ni hay miel ni puede haberla. (l$8) Se equivoca el Señor Ruiz , porque en mis obras he usado la palabra, tubus quan- 132 En quanto á si la Corola debe llamarse, 6 no Monopétala, ó Polypétala quando los Péta- los, 6 partes que la constituyen están prendidos á_ Gañoncitos, corno en las Malvaceas, y en mu- chos Géneros de la Decandria, y- otras clases, hay sus opiniones. El Señor Cavanilles sigue la qie le acomoda, y yo la que me parece mas justa, y que está umversalmente mas adoptada. Tourncibrt llamó Flores Monopétalas á las de las Malvaceas, y Linneo Polipétalas. Rivino que dixo: Tot pétala niuneramus in quot resolvitur ¡ios decidíais (159)) en otro lugar añade: Qiá- cnmqiie flores in sinu sito fructwn fonent , peta- lisque variis cohaerentibus constant 3 contrario, secundum numerum petalorum habendi > quam-jis non defluant (16c). En las Icorandrias, v en otra multitud de plantas donde las mas de. las flores do la reunión de estambres parecía formar un cañoncito ó tubo; urceolus quando una orzuela; y . annulus quando un anillo. A estas tres voces he reducido las formas en que he -visto reunidos los estambres de los géneros de mi Monadel- fla: el dice que yo pretendo introducir dichos géneros en esta clase j pero yo he demostrado que en ella deben estar hasta que se mude el nombre de yJvoí- unicus y c/Ji}.zo<; frater, 6 has- ta que la naturaleza mude la forma de los es~ tambres. k(t5S>) lP°r ventura dixo Linneo lo contra- ria? ¿Admite otro modo de conocer el número de petalos después de haber dicho petalorum nu- merus á base corrollse desumendus est? {160) Y dos lineas antes afir mó quicumque *83 son Polipétalas, se observa que los pétalos, ó quedan marchitos sin desprenderse del Cáliz, 6 caen prendidos con él (161), ¿y en este caso las llamaremos Flores Monopétalas? no por cierto. Pues si el Receptáculo , ó asiento de los pétalos en las Icosandrias, y en multitud de Géneros de otras Clases es el Cáliz, y no aquel Receptá- culo, ó asiento regular ;por qué no deberá ser- lo el urceolo de las Mahaceas , de la Quareay Trichilia, Turre a, Melia , Erythroxylo i , Fo- veolaria, &c. (162)? que todas tienen sus péta- flores supra fructum haerent fundo integro, mo- nopetali sunt etiamsi tales non decidant. ( 1 61) No vienen al caso las plantas de la Icosandria que aquí se citan , porque sus corolas se insertan en el cáliz 3 substancia muy distinta de la de las corolas según el principio recibido: Calix est cortex plantse, et corolla líber planta;. Por lo qual para distinguir los petalos en lis jlores Icosandras basta ver si están 6 no sepa- rados hasta el mismo cáliz: pero en las Mo- nadelfas , donde el tubo de los estambres es de la misma substancia que la corola hay mas di- ficultad para conocer el numero de petalos y que aunque separados entre sí hasta el mismo tu- bo , no por eso serán de muchas piezas si al se- pararlos se lastima el tubo como sucede en los Hibiscos, Sidas cvc. (162) Por la razón dada en la nota pre-: ce dente ; esto es , porque el urceolo 6 tubo en las Monadelfas es de la misma substancia que los i petalos; lo que no puede verificarse en las Ico- ' sanaras. , i8* los separados, y libres las márgenes, pudiéndo- los fácilmente desprender uno á uno sin lastimar á el Urceolo, ni salir destrozados los Pétalos? Por lo dicho es de esperar reconozca el Señor Cavanilles que las observaciones de mi Maestro no están tan destituidas de Lógica y Botánica, co- mo él pretende , ( no sin alguna admiración de los Lectores imparciales (163) que han comparado el (i<5j) Lo que saben los lectores imparciales es que yo he hablado con candor y á cara des- cubierta sin ofender al maestro ni al discípulo^ y que estos me han atacado con la mascara de Anónimos j han procurado deprimir mis obras y reputación valiéndose de mañas y artificios que he descubierto en mis notas. Dixe que las ob- servaciones del maestro estaban destituidas de principios de Lógica y de Botánica , lo que probé en la pag. 47 de mi segundo tomo de Icones de este modo. Se trataba de saber si la corola de las Malvaceas era de uno ó de muchos petalos. El Señor Ortega acababa de reimprimir la Fi- losofía Botánica de Linneo , y en ella , sin opo- nerse d aquel prhicipio del Autor tot pétala nu- meramus in quot resolvitur flos deciduus, aña- dió en sus observaciones: etsi pnelaudato D. Cavanilles assentientes putemus tubum et pétala malvarum eiusdem esse substantise, simulque de- cidant, diversa tamen corpora constituere viden- tur.... secus monopetali flores existimandi essent, presertim quum iisdem stamina inserantur. Sed pétala veré distincta sunt. ( pag. 40 s ) : que es de- cir = Aunque en las Malvas la flor se conser- ve entera después de caida , lo que comía por calor de las expresiones del primero en el citado Prologo con la serenidad, y moderación de las experiencia y no puede negar el Señor Ortega; y aunque Linneo, d quien no contradixo , afir- me que hay tantos petalos en una Jlor , en quan- tos esta se resuelve al caer; con todo deben ser diversos los petalos de las Malvas, porque si- no la fiar seria monopetala, esto es 3 de una sola pieza. Juzgue el lector si es buena la ló- gica del que así raciocina. En quanto d los principios de Botánica hice también ver en la citada pagina de mi segundo tomo que el Señor Ortega hizo un Sedum de una Crassula d pesar de ver y observar la planta viva por espacio de muchos años , y de haberla publicado Lámar ck como Crassula. Si no me engaño esta era la pri- mera planta que publicaba como nueva; aunque es verdad aue en 1772 salió con su Pistori- nia: pero véase lo que dixo el Señor Asso en su Synopsis pag. j¡(T. ¿Sed cur Pistoriniam dixit plantam a ciar. Linnaeo propositam et descriptam, cum nova genera propediem evulgare promiteret? Haec autem ad inanem ostentationem dicta sunt, nec illa genera hucusque prodierunt : y yo añado ni han salido en los 24 años últimos. Notemos aqui, ya que el Señor Ruiz conclu- yo la defensa de su Foveolaria, que ha emplea- d° J5 pdginas muy largas para responder d un solo párrafo de mi Prefacio. Sin duda la di- ficultad no era despreciable , ni tan cierto el aue su Foveolaria no fuese mi Strigilia. Pero habrá observado el lector botánico , que el Señor Ruiz dexa aun en pie la dificultad ', mal defendido i86 del segundo en sus científicas Anotaciones á la Fí- losoña Botánica de Linneo), y que su opinión su maestro , y peor su Foveolaria, el carácter di- ferencial de ésta , y la voz nectario: acinó si jper iodos, y acusó como imperfectas y defectuo- sas mis Ominas 3 descripciones y estudio en plan- tas secas : ti en que dará las pruebas quando le ocurran. No estuvo tan difuso para oponerse d mi Mil] cria y responder d mis ij líneas: sola- mente empleó seis papuas para hacer creer que las varas de esta planta eran cálices , y gé- nero nuevo mi especie de Mi'lleria. El público botánico dirá si desempeñó su ardua empresa. Algo mas largo estuvo en probar que el árbol de Chile era pino , y en ocho páginas quedó al parecer satisfecho. ¡Pero lo estaran los Botá- nicos de las razones que expuso? Las autori- dades de MM. de Jas sien y Lámar ck , y mu- cho mas la de su compañero el Señor Pavón^ primer descubridor del árbol entre los Botáni- cos de la expedición, serán siempre respetables. Bien que el Señor Ruiz tiene á su favor que el Señor Pavón mudó de opinión y así la im- primió después de publicado el Pródromo; y que los profesores Franceses solamente vieron la plan- ta en esqueleto, ¡juicios y hechos por ningún tí- tulo comparables con la autoridad de un testi- go privilegiado , de un Autor de anónimas y en parte del Pródromo l Es regular ' que en lo que nos resta de l a Respuesta tengamos la misma difusión, los mis- mos rodeos para evitar la dificultad, é igual feso de razones, como vamos d ver. i87 de que se destierre de la Botánica la voz Necta- rio, y se constituya por Corola monopétala la de las Mahaceas , Foveolaria , &c. no la adop- tan generalmente los Botánicos, ni hay razones suficientes para que la sigan. Rhy?s"cotheca. Alega el Señor Cavanilles: »Que contra la doctrina de Linneo hemos sepa* »rado de la Clase Decandria, y colocado en la 5>Polyandria el Género Rhyncoiheca , el que por j) tener diez Estambres debíamos haber insertado »en la Decandria (164)." Es constante que por el número de los Estambres correspondía este Ge- nero á la Decandria; pero como concurren otras razones mas poderosas para apartarle de ella, me parece que de ningún modo procedimos contra Ij. doctrina de Linneo, y que el reparo de nues- tro Impugnador está salvado con la Observación que se añadió al pie del Carácter genérico, y do la qual se ha aprovechado contra nosotros mis- - {164) Y esto es muy cierto. Si son tan po- derosas las razones que tuvo para colocar su Rhyncotheca en otra clase , }por qué no las pre- senta l ¿ Por qué gasta pagina y media en fra- ses inútiles s que ni aun los que no saben [la Bo- tánica recibirán por prueba'í Es pura excusa la comparación que hace recurriendo a la Diadel- fia : porque para colocar el Rhyncotheca en -la Decandria, su clase natural por el número de estambres libres y no reunidos , no es preciso des- truir clase alguna ni familia: y si las Diadel- fas se refundiesen en la Monadelfia se destrui- ría la clase 1 7 de Linneo. Decir que se pudie- ran sacar de esta los géneros que tienen los diez i83 mos: Quamvis in hujus Qeneris specie stami~ na tantum decetn offendimus } eorum ceterarum- que fructific adonis partium insertio, figura et aispoútioy et cum Thalictro a/finitas potius ad hanc Classem, quam ad Decandriam eam re- ferre nos cogunt ; dctectio novar um specierum ge- nuinam classetn asserere poterit. Bien se echa de ver que quien pone esta observación , no pro- cedió tan contra la doctrina de Linneo como ha pensado nuestro Impugnador; pues para no ha^ ber colocado, quando estaba á nuestro arbitrio, este Género en la Decandria , se dexa inferir que pesaron mas las razones de insertarle en la Polyandria que en aquella clase, y cerca del Ge- nero Thalictrum por la afinidad tan grande que con él tiene, siendo tal que á los principios sos- pechamos fuese una de las Especies de este Gé- nero, que constan de 12- 14- 1 6 y 17 Estam- bres , sin embargo de que por el sistema de Lin- es tambres unidos en un solo cuerpo , ademas de las dificultades que se hallarían en el prolixo examen de tales plantas , ocasionaría la divi- sión de una familia natural , recibida como tal por todos los Botánicos j y la confusión que re- sidtaria seria en perjuicio de la ciencia. Por es- tas razones conservé en la Diadelfia de Linneo las leguminosas , porque en mis escritos me he propuesto facilitar el estudio y aclarar dudas. Pero demos de barato que yo hice mal en de- xar las leguminosas en su familia natural ¿se- ría esto responder d la dificultad sobre el RJiyn* cotheca .? 189 neo deberían tener lo menos 20 para pertenecer á la Polyandria, como las demás Especies. El mismo Linneo, y quantos Botánicos seguimos su admirable sistema, y aun el Señor Cavanilles que se ha apartado de él, coloco en la Diadelphia un considerable número de Géneros, que por la reunión de los Estambres en un solo cuerpo de- berían estar insertos en la Decandria , ó en su predilecta Monadelphia, si todas las demás par- tes de la fructificación no nos precisasen á rete- nerlos en su naturalísima Clase Diadelphia. Igua- les razones concurren en nuestro Género Rhyn- cotheca, por las que con mucho fundamento es- tá bien colocado en la Polyandria. Pourretia. Por la descripción que extracta nuestro Impugnador de la Pitcairnia de L'he- ritier Ser ti Anglici , pag. 7. tab. 11. (cuya Obra no ha llegado á mis manos) se vé que este Gé- nero se aparta notablemente de nuestro Género Pourretia, y que su cotejo de los dos Carac- teres ha sido superficial, y poco meditado (165); pues el Cáliz de la Pitcairnia está partido en tres lacinias , y el de la Pourretia es de tres ho- juelas; los Pétalos son lineares y arrollados, y con una Escama nectarífera á su base , y los de (/6~5) Si ha sido superficial y poco medita- do lo dirán los Botánicos; y todos apreciaran las voluntarias expresiones con que me honra el Señor Ruiz: aquellos apreciaran también lo de la escama y hendeduras del cáliz y estigma que este presenta para rebatir mi objeción. Mas razonable era contentarse con haber dicho: la obra de Mr. L'héritier no ha llegado á mis manos. 100 nuestro Género lanceolados, erguidos y extendi- dos por arriba, y sin Escama nectarífera (nota esta de la mayor consideración, y propia de las Eromelias): el Estigma hendido en tres lacinias habiendo tres bien notables en la Pourretiaj fi- nalmente de no expresarse en el Carácter que el Señor Cavanilles extractó, que las Semillas son por ambos extremos agudísimas , nota bien sin- gular para haberla omitido un Botánico tan pro- lixo y exacto como L'heritier, se puede inferir cue nuestro Impugnador ha padecido equivoca- ción en el cotejo de estos dos Géneros, y ase- gurar por las notas disencientes que acabo de in- dicar que son Géneros, aunque atines, muy di- verses: y con mayor motivo si nos gobernásemos por la opinión de nuestro Impugnador, que por tener una Especie de un Género ya conocido uno 6 dos Estiletes mas que las otras Especies compañeras, ó uno ó mas ángulos el Pericarpio-, c;c. S:c. , acostumbra constituir Géneros diver- sos (i 66). Cosmlbtjena. Confieso de buena fé que des- pués de impreso el Pródromo encontré, recor- riendo la Gbra de Jacquin, una incompleta Es- tampa de su Hirtella, que cotejada con nues- tra Cosmibuena , me pareció por la figura de sus flores que tal vez serian estas dos plantas Espe- cias de un mismo Género, lo qual comunicado (i <56) Con esto quiere criticar mis géneros Laguna y Qeníuegosiá:^! probé en las f agirías 28, 4$, 46~, $8, £9 de esta colección que estaban hechos según las reglas del arte , é hi- ce ver la debilidad con que intentó atacarles •T9T á mi Compañero Don Josef Pavón, opinó como yo que lo parecían , y desde luego se apunto pa- ra tenerlo presente en la publicación del s.'guien- el Señor Ruiz 6 el Anónimo. El Señor Lámar ck en su obra encyclopedica los mandó grabar en la estampa $77 como también el género Palaua: igualmente se ven en la estampa 749 mi Mo- lina y Strigilia; en la 382 mi Triopteris y Te- trapteris; en la $80 mi Solandra; en la {8$ mi Pavón ia &c. Parece que no son tan desprecia- bles mis géneros nuevos y mis obras botánicas quando se copian y adoptan en la Enciclopedia, y quando en ella se me dedica un género en la pdg. 663 del tercer tomo añadiendo el Autor: nous avons dedié, ce genre a Mr. L'abbé Cava- nilles, savant distingué, dont les ouvrages sont remplis d'observations intéressantes , et ont beau- coup contribué a reculer la limite de nos connois- sances en Botanique. Asi se habla de mis obras en la Enciclopedia d pesar de la seria contro- versia que tuve con su Autor , y publiqué en mi primer tomo de Icones: aprueba y admite éste mi género Molina , no obstante haber él publica- do en 1783 la misma planta como Banisteria ; por- que sabe sacrificar su amor propio al bien de la ciencia: y en fin acaba de dar un testimonio nada, equívoco de que mis estampas son correc- tas y dignas de su aprecio, copiando 82 de ellas en la obra que publica. Notemos que el Señor Lámar ck sabe que hice mi examen y dibuxis sobre plantas secas } muchas de su mismo her- bario y otras del de Commerson: todo lo qual confirma que mis Antagonistas se equivocan. 192 te Tomo. Este reparo no hubiera podido nues- tro Impugnador llegar á conocerle, si mi Com- pañero no se le hubiese participado, como me lo ha confesado después de dada á luz aquella Im- pugnación, pues ni Jacquin representa en su Es- tampa el fruto, ni las demás partes de la fruc- tificación de su Hirtella , ni nosotros hemos pu- blicado aun la Estampa de nuestra Cosmibuena, por donde podia haber venido en conocimiento de nuestra equivocación sin ayuda de vecino (167); en cuya inteligencia no debe el Señor Cavanilles atribuirse este mérito , por haberle uno de los Au- tores del Pródromo revelado la equivocación. Sin embargo de lo dicho se podría aun sostener que la Hirtella, y la Cosmibuena son dos plantas aunque afines de distinto Género (168), así co- mo lo son el Género Mirabilis , y el de Boer- (ro~~) Se engaña el Señor Ruiz afirmando necesito ayuda de vecino para conocer lo que ico por mis ojos. El Señor Jacquin describió perfectamente la fructificación de la Hirtella, y después Mr. de Lamarck en las obras que po- seo: vi en el Pródromo la descripción y figu- ra de la fructificación del Cosmibuena } y esto bastó sin ayuda de vecino para descubrir el error del Pródromo. Y aun quando uno de los Autores me lo hubiera revelado, como dice el Señor Ruiz , ¿ de x aria por eso de ser error per- nicioso d la ciencia? Hicelo ver en mi Prefa- cio sin ambicionar mérito y solamente en bien de la Botánica. (1G8) Ni mas ni menos que la Foveolaria y la Strigilia; la Pourretia y la Pitcairnia. 193 liaavia, que solo se diferencian por la presen- cia, ó falta de Cáliz, porque en su traza, y en todas las demás partes de la fructificación con- vienen exactamente las Especies del un Género con las del otro; y aunque el Género Boerhaa- via se halla colocado en la Monandria, y el de Mirabilis en la Pentandria, se encuentran Es- pecies de este Género con 3 y 4 Estambres, lo mismo que sucede á las mas de las Boerhaa- vias , las quales tienen 2- 3- y 4 Estambres, y acaso en su nativo suelo ninguna se hallará con un solo Estambre, como lo he observado en las quatro Especies que se crian en el Perú. El fundamento que. tengo para decir que se puede sostener que la Hirtella y Cosmibuena. son dos Géneros diversos, es que varias notas esenciales del Carácter genérico de la Hirtella,. según se halla descripto por Jacquin, no con- vienen con las de nuestra planta ex. gr. : el Cá- liz de la Hirtella está partido en cinco laci- nias, constando de cinco hojuelas el de la Cos- mibuena; los Pétalos son arredondados en aque- lla, como también las Bor lillas , y en ésta tras- ovados y escotados, y las Borlillas hendidas has- ta el medio ; no hace Jacquin mención en el Ca- rácter de la Hirtella del Disco 6 Anillo nec-». tarífero , ni de dos Rudimentos de filamentos que se encuentran en la Cosmibuena sentados en el mismo cuerpo membranoso, ó anillo que los Es- tambres , como clara y distintamente lo representa la figura 4.a de las partes de la Cosmibuena , de cuya nota falta la explicación al Carácter de ésta, pero en parte se remedio en la Fé de Erratas, expresando que hay dos rudimentos de filamen- N 194 tos. Del Fruto de la Hirtella nada puede infe- rirse , pues Jacquin confiesa que no le vio ma- duro , y yo sospecho con bastante fundamento que no vio mas que en flor (169) la planta quan- do solo añade estas únicas palabras : Pericarpium: JBacca. Semen unicum , sin representar estas dos partes en la Estampa , que probablemente no hu- biera dexado de expresar si las hubiese hallado algo adelantadas. Asegura nuestro Impugnador que es la misma Especie (170) sin haber visto nuestra planta viva, ni su esqueleto , siendo asi que se diferencian , se- gún lo que Jacquin describe , y representa la Es- tampa , en ser Árbol de veinte pies la Hirtella , y Arbusto quando mas de seis pies la Cosmibuena\ las hojas de aquella agudas , y las de ésta punti- (169) Si Jacquin no vio mas que en flor su Hirtella , ¿ como afirma que hay una semilla ? Y si este ingenuo y grande Botánico asegura que hay una semilla 3 no tiene el Señor Ruiz el me- nor fundamento para sospechar que Jacquin no vio mas que en flor la planta. El no haber re- presentando Jacquin en su estampa la Baya y la semilla no prueba le fuesen desconocidas ; no- tándose igual omisión en muchas de sus estampas que representan plantas comunes y conocidas. Pe- ro ¿en qué quedamos , son dos géneros 6 uno .? (170) Falta a la verdad el Señor Ruiz. Jamas dixe fuese la misma especie , sino el mis- mo género , de lo qual trata el Pródromo. Es- tos descuidos y asertos voluntarios son sobrado freqüentes , y ágenos del que busca la verdad y el progreso de la ciencia. T95 agudas ; los Racimos de la Hirtella terminales, y los de la Cosmibuena axilares y terminales ; los Pétalos de aquella arredondados y enteros , y las Borlillas arredondadas , y también enteras ; y los de ésta trasovados y escotados , y las Borlillas hendidas hasta el medio. Finalmente , según re- sulta del cotejo de los Caracteres genéricos de la Hirtella que se hallan en Jacquin y en Linneo, se diferencia nuestro Género Cosmibuena de aquel en estas notas : Calyce pentaphyllo j Petalis obo- vatis emarginatis ; Disco nectarifero annulari germen ambiente , cid stamina tria et dúo fila- mentorum rndimenta brevissima insident ; An- t herís bifidis j Drupa cuneiformi subplicata ; Nu- cleo acumine uncinato. Y no obstante esta tan notable diferencia estamos casi resueltos (171) á reunir en el Género Hirtella nuestra Cosmibue- na , gobernados por la figura que nos presentan las flores de aquellas , y convencidos de que e4 (171) Acabe Vm. de resolverse , y confesar que erró como hombre. Añadiré aquí ( sin pre- tender por ello se me atribuya á mérito) que quando el cáliz de una planta esta partido pro- fundamente en cinco partes hay riesgo de tomar las divisiones por hojuelas ; y de hecho lo hacen algunos autores , como Lamarck ya citado , el qual dixo que la Hirtella tiene un cálice mono- phylle divisé profondément en cinq folióles ovales* pointues concaves &c. También dixo este autor que la Hirtella de Jacquin tiene muchas flores pentandras , lo que explica la observación del Señor Ruiz stamina tria et dúo filamentorum ru- dimento. N2 196 Carácter genérico de la Hirtella está poco exacto, como nos lo da á entender Linneo con la cruz "f que anadio á este Género. Con que resulta de lo dicho que gobernado por lo que oyó nuestro Im- pugnador á Don Josef Pavón , extendió su plu- ma sin otro examen ni criterio ¿Quántas razones mas poderosas teníamos en esta para constituir por nuevo Género nuestra Planta , que el Señor Cava- nilles para establecer por nuevos , no solo los Gé- neros Piquería 9 Franseria , Molina , Alcinia y Millia que no lo son , sino también otros , de los quales tal vez trataré en otra ocasión? Gonzalagunia , &c. : Dice nuestro Impugna- dor (172) »que estos nombres genéricos Gonza~ « lagunia , Gomortega , Cosmibitena y Juanulloa, «como compuestos de dos vocablos deben des- aterrarse de la Botánica , y poner otros en su « lugar que observen los preceptos del arte , prin- adipalmente quando el Género Ortega se halla »> en Linneo y el de Laguna en su Monadelphia." El Canon 221 de Linneo aconseja que se des- tierren de la Botánica los nombres genéricos com- puestos de dos vocablos enteros y distintos ex. gr. Centourium majus , Corona solis s Dens Leonis> &c. Nomina genérica ex duobus vocabulis inte- gris ac distinctis facía e República Botánica 'relegando, sunt j y no siendo estos nombres Gon- zalagunio y Gomortega dos vocablos enteros ni distintos (173) , que denoten mas que una sola (172) Apoyado en los %%. 222 , 225 , 227, y 228 de Linneo y donde dice lo mismo. (277) Linneo en el canon 222 dixo : nomina genérica ex duobus vocabulis latinis integris et con- »97 cosa , no están excluidos de la Botánica por este Canon. El Género de Linneo que cita el Señor Cavanilles , se llama Ortegia y no Ortega (174), y está dedicado á Don Josef Ortega que fué Se- cretario perpetuo de la Real Academia Medica Matritense y Fundador del Real Jardín Botánico de esta Corte , y el Género Gomortega á mi Maestro Don Casimiro Gómez Ortega , sobrino de aquel. El Género Laguna de su Monadelphia ( que es , como tengo probado en los citados Memo- riales literarios una Especie de Hibiscus) no es lo mismo que Lagunia , y aquel se dedico al iunctis composita vix toleranda sunt , y solo ex- ceptiva para ello la lengua griega. Con que Se- ñor Ruiz , 6 nuestra lengua castellana es grie- ga , 6 faltó Vm. al formar su Juanulloa. Linneo en su nota al citado canon reprobó Comaurea_; ¿por qué nos introduce Vm. ahora Gomortega y Gonzalagunia? (174) En mi primer tomo de Icones puse siempre Ortegia al hablar de este género , lo qual prueba ser yerro de Imprenta si se imprimió sin i en mi prefación. Pero dicho nombre escrito con i, como debe escribirse , es sumamente parecido a. Ortega , como Lagunia a Laguna : y según el ca- non 22$ de Linneo , nomen genericum , cui syl- laba una vel altera praeponitur , ut aliud plañe ge- mís , quam antea significet , excludendum est , pa- recen dignos de reforma los citados nombres ge- néricos Gomortega , Gonzalaguna : mayormente no habiendo aun probado el Señor Ruiz que mi Laguna sea especie de Hibisco, como vimos e)t las pdg. 28 i 45 y 40" de esta colección. 19$ Comentador de Dioscorides , y al contrario nues- tra Gonzalagunia la hemos dedicado al sabio y R. P. Francisco González Laguna , nuestro Cor- respondiente y del Real Jardín Botánico. El nom- bre Cosmibuena no significa cosa distinta , sino la unión del nombre con el apellido del célebre Dr. D. Cosme Bueno. La Constitución del Género Juanulloa que comprehende dos sugetos , se hi- zo de intento (175) , porque la memoria del mé- rito de estos dos sabios Españoles anduviese unida después de su muerte , como lo fueron sus tra- bajos é investigaciones en el viage á la América meridional : en cuya atención este reparo es de bien poca entidad , ni de modo alguno se opone á la esencia de la Ciencia Botánica la denomina- ción de estos Géneros. Stereoxylok : Si en la observación de nues- tro Género Stereoxylon , de la qual se ha valido nuestro Impugnador (176) para asegurar que sus Especies son del Género Escallonia , decimos que deben reducirse á este Género las dos plantas de las que el célebre Smith le formó (177) > es con (175) Con que de intento se compuso el nom- bre contra los cañones de Linneo , que es lo que hice presente al Señor Ruiz , y á lo que debia responder con solidez. (176) ¿Podia yo hallar prueba mas 'convin- cente que los hechos y dichos del Señor Ruiz ? (í 77) ¿Con que lo formó el Señor Smith , y Vm. lo remoza con diferente nombre ? Esto fué lo tínico que me pareció digno de notarse : es- peraba otra respuesta , y no la excusa despre- ciable que Vm. da para suprimir el género Es- 199 respectó á que el nuestro se hallaba establecido algunos años antes , y ademas porque el Pericar- dio de la Escallonia le describe Smith Baya quan- do los de nuestras seis Especies de Stereoxylon son Caxillas. Sin embargo de aquella traza que ad- vertimos en las Escallonias ser bastante semejante con nuestras Especies de Stereoxylon , no nos pa- reció conveniente renunciar al derecho que tenía- mos , como primeros descubridores (178) , de pu- blicarle con un nombre que comprehende á to- das sus Especies , ni menos exponernos á redu- cirlas baxo de un Género dudoso , y acaso dis- tinto si , como dice Smith , el Pericarpio es Baya: por cuya sola circunstancia según mi opinión de- bería estar separado. Poco importa que las dos Es- tampas de las Escallonias de Smith , según el parecer de nuestro Impugnador , estén primorosas, si el Carácter genérico de ellas no conviene con el de nuestras seis Especies de Stereoxylon citadas callonia, diciendo que su Stereoxylon se hallaba establecido algunos años antes. El piíblico igno- raba bal establecimiento , quando conocía el gé- nero Escallonia ; y los manuscritos inéditos de los Peruanos solo servían d sus autores. (178) ¿Con qué pruebas demostrara el Se- ñor Ruiz que el fué el primer descubridor t Y aun concediéndole el título que ambiciona , jamas será él el primero que publico el género. El pri- mero que describiendo 6 figurando plantas se ex- puso a la censura pública es el único que puede reclamar ser su autor. No basta para esto decir como el Señor Ruiz : ya las habia yo visto y exa- minado muchos años hace. 2CO en el Pródromo , ni con otras quatro 6 cinco Es- pecies mas que aun no se han anunciado. Saracha : Las Especies de que hemos for- mado el Género Saracha , dice nuestro Impug- nador (179) que pertenecen al Género Atropa, y la razón que dá para su aserto es la de haber des- crito y dibuxado una de ellas , publicándola baxo el • nombre de Atropa procumbens : razón por cierto convincente , habiendo el mismo reducido al Género Physalis la Especie de Atropa fru- tescens , conocida por tal , no solo por los Bo- tánicos mas consumados , sino hacta por los Jar- dineros y Herbolarios que materialmente distin- guen y denominan algunas plantas (180). Nuestra Saracha , según se expresa en la Ob- servación puesta al pie del Carácter genérico , se diferencia del Género Atropa en estas notas : Ca- lyce quinquefido : Corolla rotata, laciniis aequa- (179) Otra vez falta d la verdad el Señor Ruiz imputándome que dixe las especies &c. No hablé de las especies que no he visto , y solo sí del género del Pródromo. Creí que citar mi la- mina donde esta d la larga el sistema de la. fructificación de mi planta , é indicar el lugar donde di la descripción era demostrar mi aserto , y probar que erró el Señor Ruiz : este no lo T no & me podía suponer la menor sombra de fingir , bien que fude errar. ¿ Será mas creíble el Señor Ruiz aun adornando su párrafo con citas ? (182) Recordemos aquí que el Señor Ruiz 202 pie para exponer el ningún fundamento que tu- vo para reducir al Género Atropa nuestro ver- dadero Género nuevo Saracha. Campomanesia : Se conoce claramente que por solo esta pregunta que hacemos al pie del Carácter de la Campomanesia , ¿ si acaso el De- caspermum de Forster será de este Género? (183) resuelve nuestro Impugnador, que la Campoma- nesia es el Decaspermum de Forster. ¡ Animosa resolución ! si no .tuviera contra sí el haber redu- cido el hijo de Linneo en el Supplementum plan- tarum , y Schreber en el Genera el Decasper- mum al Género Psidium , y el ser el Pericarpio del Decaspermum de diez Celdillas y diez Se- millas quando el de nuestra Campomanesia es de una Celdilla , y de doce Semillas ; ademas que Forster pregunta si el Pericarpio del Decasper- mum es Caxiíla ó Bava seca ? de que se infiere que la tal planta de Forster necesita de nuevo y mas prolixo examen para determinar con cer- teza el Género á que corresponde. ;No sería una oficiosidad y demasiada condescendencia de nues- conoce muy mal las Malvas , pues dixo en su se- gunda Anónima , pág. $8 (82 de esta colección)^ que la Malva angustifolia era Sida angustifolia. (183) No perdamos de vista el intento del Señor Ruiz , que era aumentar la lista de sus géneros , y no se extrañaran los interrogantes ni las expresiones patéticas del párrafo. Dixe que la Campomanesia del Pródromo era el De- caspermum de Forster 3 por la conveniencia que observé en los caracteres genéricos y láminas de ambas obras. 2o3 tra parte el redncir un Género bien observado, y descrito con todo esmero y exactitud , y de- terminado su Pericarpio por una Baya carnosa y suculenta de una sola Celdilla (184), y de doce Semillas , á un Género dudoso , y mal descrito ? Si mediante nuevos exámenes sobre el Decas- fermiim se asegurase ser Especie de nuestro mis- mo Género , ¿quinto mas puesto en razón será que se reúna á éste aquella Especie que no nues- tra Campomanesia al Decaspermum quando este nombre por el mismo hecho de variar el número de Semillas , ni conviene á las dos Especies , ni debe ser admitido en la Botánica nombre de Gé- nero que no incluya todas las Epecies quando se ha tomado de algún Carácter de las mismas plantas ? Acunna : Decide igualmente nuestro impug- nador por lo que leyó en la segunda Observa- ción (185) de nuestro Género Acunna , que nues- (184) ¿Cómo se compondrá la Baya de una celdilla del Pródromo con la definición que Lin- neo dio de la Baya diciendo : bacca est Pericar- pium farctum evalve , semina ceteroquin nuda con- tinens ? (185) Se equivoca el Señor Ruiz afirmando que la lectura de su observación me hizo cono- cer que su Acunna era la Befaría de Lámar ck: basta comparar los caracteres del Pródromo con los que dio este autor en la Enciclopedia para; convencerse de la identidad de dichos géneros. JEn 1783 publicó Lámar ck lo siguiente sobre la Befaria : Chaqué fleur á un cálice d'une seule piéce , un peu ventru , persistant , et partagé en sept petites découpures , pointues : sept pétales 204 tras Actiftnas son del Género Befaría de Lamarct* sin hacer mención del Género Befaría del Doc- tor Mutis publicado mucho antes por Linneo , si res que el Señor Cavanilles se refiere á e^te mis- mo Género descubierto por aquel , y dado á luz pública por éste ; pue^ de lo contrario es de pre- sumir que hay dos Géneros con un mismo nom- bre , en cuyo caso , no correspondiendo nuestras Especies de Acunna en tedas las notas 6 en las mas esenciales del Carácter genérico con el Gé- nero Befaría de Mutis admitido por todos los Botánicos , debe desde luego establecerse de di- chas Especies otro Género con diverso nombre con arreglo á los preceptos Botánicos. El Género oblongs , élargis vers leur sommet, obtus , ouverts, et inserés sur le réceptacle : quatorce étamines un peu plus courtes que la corolle , dont sept alter- nes sont plus petites que les autres , et a antheres oblongues et penchées: un ovaire superieur chargé d'un style cylindrique , mediocre , persistant , que termine un stigimte un peu épais, et a sept stries. Le fruit est une biye séche , heptagóne , un peu applatie , ombiliquée , et a seot loges po!v cidos los hemos corregido y reformado mediante »? nuestras propias observaciones.... Y aunque mas a>de una vez nos ha molestado el recelo de si 91 se hallarán ya divulgados , contra lo que pre- sumimos , por otros Escritores algunos de los *> Géneros que presentamos como nuevos (lo que »>no es de extrañar no haya llegado á nuestra » noticia especialmente durante la actual destruc- wtiva y casi universal guerra que tiene interrum- »pido el Comercio de los Libres y de las demás » cosas) ; es de advertir que aun prescindiendo de í> haber sido nosotros los primeros á observarlos y 9> describirlos en sus lugares nativos , hemos veri- » ficado que los mas de los que . encontramos pu- dixe : illud quoque admonebo nonnulla genera pro novis venditari , quae iampridem erant a Botanicis cognita et divulgata [estos son Siiracha , Campo- manesia , Acunna , Quadria , Guatteria , Gimber- natia): piura etiam quse utut vetera agnoscant,edunt iterum inventorum suorum numerum specie tenus aucturi ; como el Nerteria y los otros doce siguien- tes. 1 Pude hablar con mas claridad , y afirmar como es cierto que los autores del Pródromo no los publican como nuevos , sino para aumentar la lista de los suyos? Son muy freqüent es estas faltas de fidelidad , como habrán reparado los lectores, O 2ie » blicados á nuestro regreso á Europa , se copiaron j> de descripciones imperfectas , careciendo también » de Estampas , ó se han tomado de plantas na- » cidas de Semillas propagadas en los Jardines de «Europa , y por consiguiente degeneradas , ó por » meros Esqueletos." (19c) Con esta declaración ¿ quién podia dudar que los Géneros Aristotelia , Calyptranthes , Cuphea, Dombeja , Embotrium , Epidendrum , Krame- ria , Mendozia , Xerteria , Talinum , Terns- troemia , Valle a y Vismia , que son los únicos Géneros divulgados por otros Autores , se habian insertado en nuestro Pródromo \ no como Géne- ros nuevos , sino como reformados é ilustrados con Laminas ? lo qual está comprobado con el hecho de conservarles los mismos nombres que les han dado aquellos Autores á quienes citamos en sus respectivos lugares con el honor debido , lo que nuestro Impugnador muy rara vez hizo en las descripciones que ha ido publicando de aquellas plantas descubiertas y observadas por los Botáni- cos de México 3 los del Perú y otros que suc- cesivamente las hemos ido remitiendo en Esque- letos ó Semillas á la Secretaría del Despacho de Indias y Real Jardín Botánico de Madrid , para consultarlas al tiempo de su publicación en caso de duda , pero no para que nadie se aprovechase de nuestros trabajos en perjuicio de tercero, publicán- dolos como propios , y con poca exactitud (191). (19c) Como si los meros esqueletos y las plan- tas de los jardines fueran inútiles para formar géneros y determinar especies. (191) Si la Superioridad resolvió sabiamente 2TI No puedo menos de confesar que los mas de estos Géneros y otros muchos , cuya corrección se ha omitido por ahora , los habia yo descrito como nuevos en el Perú y Chile , respecto á que ni el Genera plantarum de Linneo , ni el Syste* .,ma Vegetabilhim impreso en Viena en 1770 que fueron los Autores mas modernos que tenia por entonces á mano , hacían mención de ellos ; pero esto mismo es un hecho comprobante de que nuestros exámenes no se executaban con la li- que las plantas del Jardín eran para la instruc- ción pública J y si me mando dibux arlas y publi- carlas d expensas de S. M. , ¿ hay delito alguno en haber obedecido y publicado tres tomos , para . que se queje el Señor Ruiz ? Añade , que no cito , los Botánicos de México , los del Perú y otros, ¿Dónde estaban entonces sus obras públicas, para que en ellas hubiera yo podido consultar las des- cripciones de mis plantas , y para poderme culpar nadie de no haberlos citado ? ¿ "Debía citarlos constdndome por los cañutos de los tiestos haber errado unas veces el nombre científico , y hallan- do otras nombres barbaros sin determinación del género ni especie ? Entonces sí que se pudieran quejar pretextando que ellos enviaron semillas, y que aun no habían publicado cosa alguna so- bre ellas ni sobre las plantas. Esta conducta mias que debía tapar la boca a mis antagonistas , ha dado al Señor Ruiz ocasión de escribir pdrra- •fos que solamente pueden desh&irar al que los dicto. El público ha visto como, cito en mi Mo- nadelfia los sugetos que me facilitaron esquele- tos quando se trata de plantas secas* 212 gereza y falta de puntualidad que el Señor Ca- vanilles (192). Sin embargo , como los hemos en- contrado después de nuestro regreso á España , y antes de la impresión del Pródromo publicados ya en otras Obras modernas sin Estampas ó con estas poco exactas y defectuosos los Caracteres genéricos ; juzgamos mas importante y menos gra- vosa al Real Erario y al Público la inserción de ellos en nuestro Pródromo que la repetición que el Señor Cavanilles hace de Descripciones y Es- tampas con poca exactitud de las mas Plantas que inserta en sus Obras , no obstante de traerlas ya diferentes Autores exactas y primorosas , como el Malvaviscas arbóreas flore minori clauso Hort. Elth. izo fig. 208. y hUrena Sínica Xanthii facie Hort. Elth. 4 jo. fig. 412 , de la qual se valió Linneo para establecer el Género Urena, cuya Fructificación es en un todo semejante á nuestras Urena villosa y hamata , que baxo los nombres triviales de panicidata y spinifex insertó (192) Según afirma el Señor Ruiz , yo exa- mino las plantas con ligereza y falta de pun- tualidad j mis descripciones y estampas están con poca exactitud, ; mis géneros sin fundamento: ¿no seria bueno dar pruebas convincentes ? Por de pronto su tio dixo lo contrario en las cartas que conservo : Smt'tb, Jacquin, de Jussieu , Thiin- berg , Usteri '-, WUldenovo , hocca , la Enciciope~ dia , la academia de las Ciencias de Paris y otros infinitos contradicen al Señor Ruiz. Juzgue el público sus asertos mientras que yo continua can tranquilidad mis tareas. *T3 el Señor Cavanilles en su pretendido nuevo Gé- nero Pavonia. Finalmente, olvidado nuestro Impugnador (193) de que muchos de los nombres empleados en sus Géneros son de Sugetos , que aunque muy reco- mendables por otras circunstancias , jamás han ma- nifestado en el Publico la menor añcion , ni dis- pensado el mas ligero patrocinio á la Botánica ; nos desaprueba ahora el que hayamos destinado algunos de nuestros Géneros á Sugetos no dedica- dos á este estudio. Para apoyar esta impugnación se refiere á los Cánones 236 y 238 de la Phi- Iosophía Botánica de Linneo , y omite el Canon 23 7 , que dice : Nomina genérica Poética , Deo- rum ficta , Regum consecrata et Promotor um Botanices promerita retimo , por el qual nos he- mos gobernado para dedicar algunos de nuestros Géneros á Sugetos que han dado , y dan prue- (193) No me olvido , como pretende el Señor Ruiz , de que honro muchos de sus géneros con nombres respetables dignos de todo elogio j pero convendrá de buena fe 3 que entre el gran mí~ mero de los que calla no todos tienen el dere~ cho reservado d los protectores y sabios en Ix Botánica : y esto es lo único que insinué citando los cañones de Linneo , el qual dixo : Nomina genérica non abutenda sunt ad sanctorum homi- numve in alia arte illustrium favorem captandum aut memoriam conservandam. Unicum Botanico- rum prsemium.... Hoc unicum et summum pras- mium laboris sánete servandum , et caste dispen- sandum ad incitamentum et ornamentum Bou» nices. 2T4 bas del aprecio y protección que les merece esta Ciencia , contribuyendo por varios medios á su aug- mento , y por tanto con mucha razón les hemos dedicado los Géneros que han parecido convenien- tes , como la Carludóvica al Rey y Reyna nues- tros Señores : La Godoya al Excelentísimo Señor Príncipe de la Paz , Ministro de Estado , y Pro- tector nato del Real Jardin Botánico de Madrid: La Gahezia al difunto Señor Marques de So- nora , Mininro que fue de Indias , y Promotor de nuestra Expedición^. La Porlieria , Acunna y Llagunoa á los Excelentísimos Señores Marques de Baxamar , Don Pedro de Acuña y Don Eu- genio de Lla^uno , que biendo Ministros han pro- movido igualmente la publicación de nuestra Flo~ ra : La Valdesia al Excelentísimo Señor Don An- tonio Valdés , Ministro de Marina , y Fundador, baxo Jos auspicios del Rey , del Jardin de Car- tagena , y Promotor de la Expedición marítima al rededor del mundo : La Azara al Excelentí- simo Señor Don Josef Nicolás de Azara , que coordinó y publico la Introducción de Don Gui- llermo Bowles á la Geografía Física é Historia Na- tural de España : La Kageueckia al Excelentísimo Señor Embaxador de Alemania , que no solo pro- tege , sino que también cultiva con fruto la Bo- tánica ; y finalmente la Cavalleria v la Galin- soga á los dos dignos sugetos que llevan dichos apellidos , y han sido ambos succesivamente In- tendentes del Real Jardin Botánico de Madrid, y el último , ademas de este título , que por sí jólo le haría acreedor al Género que se le ha de- dicad o , añade el de haber cultivado la Botánica en el mismo Jardin aun antes de llegar á ser su Gefe. 215 Cavakillesia , &c. Si los nombres de nues- tros Géneros Cavanillesia , Humboltia y Des- fontainia se hallan ya ocupados con otras Plan- tas de Géneros verdaderamente nuevos , como lo son los nuestros á juicio del mismo Señor Cava- nilles ; es muy justo que como publicados antes se conserven en aquellas plantas , y se excluyan de las nuestras ; pero si no fuesen nuevos , que- darán para siempre grabados en éstas , y si lo fue- sen , mas fácil será hallar nombres de Sugetos á quienes dedicarlos , que Plantas verdaderamente nuevas en que emplear los varios nombres que tiene ya aplicados el Señor Cavanilles á Especies de Géneros conocidos (194). El Publico , con la prevención que en las páginas 18 y 19 ya cita- das de nuestro Pródromo hacemos á los Lectores «que si alguno de los nombres de nuestros Gé- » ñeros está ya ocupado , &c." no puede atribuir este débil reparo sino á una prueba nada equívoca de nuestra buena voluntad hacia el Señor Cavani- lles , y demás Personas obsequiadas (19)'). Usteria. Pero ¿á qué atribuirán los Botáni- cos la desgracia que ha tenido nuestro Impugna- (194) Cantinela repetida sin pruebas. Véanse mis notas d la segunda Anónima. (195) Hasta aquí llegó el Señor Ruiz ha- ciendo la guerra defensiva de las Anónimas y Pródromo con algunas escaramuzas ofensivas con- tra mis obras , soltando con freqüencia dictados contrarios d mi reputación. Ahora emprende la. guerra puramente ofensiva contra las mil plan- tas que llevo publicadas en la Monadelfia e Ico- nes. Veremos el resultado. 216 dor en formar un Género con el nombre Usteria hallándose ya ocupado con otro Género publicado por Willd." Act. Soc. Berol. 10. pag. 52. tab. 2. é inserto en el Genera pLmtarum de Sehreber fag* 782. gen. J'04 : Obra publicada en i"8o, y extendida por España desde el de 179c? (196) Bidens crocata , Cavanill. león. Vbl. 1. pag. €6. Tab. s>9>~ jj A qué atribuirá el Publico el in- fortunio (19") que ha padecido el Señor Cavani- (196) ¿Qudntos exemplares hay en Madrid de esta vbral Lo cierto es que no -perdono gas- ros ni diligencias , y aun no he podido ver si- quiera uno. A esto pues atrillarán Jos Botáni- ver con el nombre Usteria un género verda- deramente nuevo. Si lo determiné según las re- glas del arte , d lo que no se opone el Señor Ruiz , cumplí con los deberes de Botánico : y si este hubiera probado lo contrario , entonces venia bien aquello de desgracia. El mismo Pablo Usteri , que vive mas cerca que nosotros de la patria de Sehreber y de sus obras , no dudó en admitir v aprobar mi género , sin duda porque lo vio mas bien fundado que el citado de Sehreber, (1 9-) Vimos en qué paró la pretendida des- gracia : examinemos ahora el supuesto infortunio. Todo se debe atribuir d que el Señor Ruiz sos- tiene una opinión diferente de la de Mr. La-i match , que reunió los géneros Bidens y Spihn- thus , y d que no reparo que Reichard puso tina nota interesante d dichos géneros de Linneo di- ciendo : ; quomodo itaque Spilanthus a Bidente dirTerat ? Solo forsan receptáculo cónico , rio- ribus tubulosis , corollulisve quadriñdis cuna quin- 2T7 lies en colocar baxo'del Género Bldens una nue- va Planta de la Expedición Botánica de México que se halla en este Real Jardín Botánico de Ma- drid , quando manifiestamente la apartan de este Género Jas esencialísimas notas siguientes ? Calyx communis obverse conicus j squamis numerosis- simis , valde inaequalibus , adpressis , subuLitis, flanis. Corolla composita obverse cónica , con- vexiuscula ; limbo corollnlae aliquando quaari- fido , reflexo. Germen oblongo-cuneiforme , com- pressum , marginibus ala membranácea cinctis. quefidis immixtis separatur. g J\.n vero satis ? De- cidant me peritiores. Y tomando el Señor Rui? la palabra , dice magistralmente (pdg. 7 2 , que corresponde a la pdg. 221 de esta colección): no deben confundirse estos dos diversísimos géneros. Pretendió presentar pruebas poniendo por notas € sene i a lis imas de mi pobre planta aquellas de calix communis obverse conicus , squamis nume- rosissimis valde inaequalibus adpressis subulatis pla- ñís ; excluyendo del género de ella d quantas flautas no convengan, dichas palabras , lo que es un error en Botánica , como saben los Pro- f esores , y afirman en sus obras al dar carac- teres genéricos. No contento con el que Linneo y demás autores dieron del género Bidens , for- mo el Señor Ruiz otro de nuevo cuño , aunando expresiones inútiles para deslumhrar a los que ignoran a fondo la Botánica. Añadió después ( sin duda como conducente d la controversia pu- ramente científica ) ciertas observaciones sobre la ortografía , y una crítica tan prolixa como in- fundada sobre la palabra pinnatifidis con que ex- 21$ Stylus corolluld duplo longior : Sttgmata //- neari-subuíata , valde revoluta. Semina oblongo- aneiformia , compre •ssa ; biaristata , marginibus anctis ala membranácea diaphanayobcordatay un- dulata, ultra basim aristarum decurrenti : Aristae tenues , setaceae , laeves ; altera paulo breviori. Paleae receptaculi subulatae , carinatae (198). Probable es que á nuestro Impugnador no de- ben haberle hecho fuerza para apartar esta Planta del Genero Bidens las notas siguientes (199) de su Carácter genérico natural (200) que son las que pilqué la fonna de las hojas al definir la planta. Dixe al fin de la descripción de esta , que par- ticipaba del Bidens y Spilanthus , y que habió, justas dudas para determinar el género , las que se podían desvanecer reuniendo dichos gé- neros. Si al Señor Ruiz no le acomoda reunir- los y puede conservarlos en buenhora separados: pero yo prefiero seguir d Mr. Lamarck en este asunto , que examinó 17 especies , 10 de ellas vivas y y las describió perfectamente en su Dic- cionario , que al ■ Señor Ruiz que nos cita plan- tas aun desconocidas > y dos de # Jacquin colo- cadas entre los Spilanthos de la Enciclopedia, (198) Supongo que todas estas notas perte- necen al género propio de mi planta ; y en tal caso tenemos aquí un modelo de forjar géneros muy diverso del de Linneo y demás autores. (199) Mal podían hacerme fuerza noUis que no había visto en los autores. (200) Cree él Señor Ruiz que este carácter genérico de nuevo cuño es natural j mas no lo reputó tal Linneo , como se puede ver en sus 2I9 en contraposición corresponden á las arriba expre- sadas : Calyx communis tubidosus , erectus j fo- liolis (sive squamis) saepe aequalibus j exterior ribus saepins longioribus , difformibus s patulis oblongis , canaliculato-concavis. Corolla com- posita tubulosa ; limbo corollulae erecto quinque- jido. Germen lineare , angulatum (oblongum Lin- naei) Stylus longitudine staminum : Stigmata oblonga refiexa. Semina linearía , angulata ( obtu- sa angulata Linnaei) , eciliata : Aristae 2- 3. rigidae retrorsum se abro-hamos ae. Receptacu- X.UM planum : Paleae planiusculae. Para apoyar nuestro Impugnador su opinión, añade al pie de la descripción de s\i Bidens ero- cata lo siguiente :; „ Planta quasi media Spilan- 91 thum ínter et Bidentem : ad hanc accedit rece- ptáculo paleaceo et Corollis ómnibus quinqué- »> fídis ; ad illum vero Seminibus membranácea mar- »>ginatis. Dubium nullum existeret si e generum s> Catalogo Spilanthus expungeretur , in unum con- ») sociatis Bidente et Spilantho. Hunc enim a Bi- »> dente differre palearum defectu dicit Linnaeus: apaleas tamen observarunt in Receptáculo Ber- »> gius , Medicus , Reichardus , Jussieus. Quare D. 9>Lamarck in Dictionario Encyclopedico , tom. 1. 9>pag. 413. nullum videns solidum momentum, » quo Spilanthus staret , cura Bidente Spilanthum »> conjunxit." Concediendo que esta Planta Me- xicana media enrre el Spilantho y el Bidens j no puedo convenir con mi Impugnador en que por el Receptáculo pajoso , y tener , como supone, obras, j Cosa rara y que la naturaleza mude , 6 que los géneros de Linneo no sean naturales! 220 todas las Corolillas quhiquefidas , se acerque ú Bidens siendo asi que el Receptáculo de los dos Géneros es -paleaceo (201) , como el de nuestra Planta , y muchas Corolillas de esta son quadri- fidas (202) (anomalía que se observa mas 6 me- nos freqüentemente en varias Syngenesks ). Mu- cho menos puedo convenir en que se aproxime al Spilanthus por solo tener las Semillas membra- noso-escotadas , quando es la nota que me'nos pu- diera unirlos ; porque las Semillas del Spilanthus no tienen semejante membrana diaphana > sino una porción de pelitos aproximados que á la simple vista representan como un ribete ó margen blan- quecina , que mirada con una lente se maniñesta con claridad no ser mas que multitud de pelitos que se recubren unos á otros. Esta Nota es cons- tantísima en el Spilanthus urens de Jacquin , y Spilanthus multtflorus y dentatus (*) de nuestra Flora , todas las quales tengo descritas en el Perú, . (*) Spilanthus albus. L'heritieiv Stirp. Nov. Fase. 1. pag.7. íc. 4. (201) Lo contrario dixo Linneo hablando del Spilanto : Receptaculum conicum nudnm. (202) Podrd tener algunas corolillas quadri- fidas , como dice :yo las he visto quinquefidas. Mas dicha observación no se opone d la reunión de ambos géneros , y mucho méms la que lue^o añade de haber, visto con una lente que el bor-> de membranoso de la semilla no era mas que multitud de pelitos que se recubren unos á otros: pues siendo invisibles dichos. -pelitos (nunca Jos he visto s y mi lente es de las mejores) puedeK tenerse por un borde. 221 y convienen exactamente , asi en esta parte como en todas las demás de su Fructificación , como lo puede ver el que guste en los Esqueletos de las tres , conservados en nuestro Herbario , y en el Spilantus oleráceas que se cultiva en el Real Jar- din Botánico de Madrid. No deben confundirse estos dos diversísimos Géneros de Spilanthus y Bidens , porque Linneo haya expresado en su Systema Vegetabilium que el Receptáculo del Spilanthus era desnudo (**), ni debemos suponer que los diferenciase por solo esta -nota ; ni menos acceder á la reunión que de ellos ha hecho el Cav* Lamarck porque tengan ambos el Receptáculo pajoso , aunque indubita- blemente le tienen , como lo confirman ademas de los quatro Autores mencionados , nuestras propias observaciones hechas sobre las dos especies nue- vas de nuestra Flora , y Jacquin en su Sptlan- thus insipidus y urens , de cuya ultima Especie se valió este Botánico para establecer dicho Gé- nero. Es necesario atender á todas las demás par- • tes de la Fructificación , las quales se diferencian notablemente. Las Especies de Bidens (prescindiendo por ahora de si deben ó no separarse las que tienen radio de las que no le llevan , como igualmente las Especies de Sptlanthus radiadas , que han re- unido otros Autores en este Género , de las sin ! (**) Affade L'heritier al píe de la descripción del Spilanthus cibui la siguiente observación. „Recept¿culum nudum incha- „racterem essentjalemSpilantho assign .verat Lninaeus. frotum s,esrhudie, ¿¡pp- en lugar de obovatis (2i2),%pues como los describe resultan ó prolongados 6 lan- ceolados, quando realmente son trasovados. En las Flores femeninas añade in his floribus Fi- lamento observantur breviora quam in mare , pa- riterque antherae , quae fortasse steriles. Del mismo hecho de ser mas pequeños y débiles los hilitos y borlillas de las Flores hermaf femeni- nas, se manifiesta y colige claramente que estas no contienen la menor partícula fecundante (213), así como el menor tamaño del Pistilo, 6 sea el punto negro, como se explica nuestro Impug- (2/1) Sírvase el Señor Ruiz observarla con fitas cuidado, y vera lo mismo que yo he visto. (2/2) ¡Esta si que es observación de un Bo- tánico que solo atiende d los progresos de la ciencia ! Si los pétalos tuvieran La forma que les supone , hubiera dicho yo ovato-oblongis , 6 lanceolatis en la segunda suposición. (2/j) ¡Buena ilación! Son mas pequeñas las borlitas: luego no tienen polvo fecundante. Ni mas ni menos que un frasco pequeño , contiguo a otro grande lleno de licor , no podra contener la menor partícula del líquido. 230 nador (214), de las herma/, masculinas , cuyas grandes Borlillas están llenas de polvillo fecun- dante, indica que su Germen es estéril. Ultima- mente confiesa »que ha observado (y yo lo he » reconocido también en repetidas ocasiones aquí »y en Chile), que muchas veces se hallan flores »>con Cáliz de cinco dientes, cinco Pétalos y j>diez Estambres" (215), cuyo número es el na- turalísimo de las Especies del Schinus , y por tan- to no es de ningún modo suficiente el que el mayor número de flores contenga ocho Estam- bres, quatro Pétalos, y Cálices de quatro dientes para separar esta Especie del Género Schinus, y colocarla en el del Amyris quando todas las partes de la Fructificación que constituyen el Ca- rácter genérico del Schinus Molle , y Schinus Hv.inghan son semejantes (216). Añade Reichard después de la definición específica del Schinus Areira: Stamina%- ti: con que ya se ve que el número de los Estambres no varía solo en el Schinus Huinghan, sino también en una de las dos únicas Especies de Schinus que se conocian antes de nuestros descubrimientos. (214) ¿También aquí merezco el título re- tumbante de impugnador? Repare Vm. Señor Ruiz que Vm. es el que me impugna. (2Jí) En esto se ve mi ingenuidad, pues noto hasta las anomalías , que el Señor Ruiz quiere -vendernos por caracteres esenciales, na- turales &c. (216") Aqui se olvida el Señor Ruiz 'que el fruto del Schinus , según Linneo , es trilocular, lo que no se observa en mi Amyris. Y si el nú- 23 1 Fransefua. Cav. le, Vol. 2. p. 78. ¿Y á qué atribuirán los Botánicos la formación del Gé- nero Franseria (dedicado por desgracia á uno de nuestros Médicos, bien conocido y recomendable por su mucho mérito), de una Especie de Am- brosia (217)? Siendo así que no se diferencia aque- mero mas común, y por consiguiente mas natu- ral de las partes de la fructificación, debe prefe- rirse para la constitución del carácter genérico , co- tizo aseguró en la pdg. 32 de sil respuesta , .que corresponde d la 1^ de esta colección , ¿por qué no hemos de hacer lo mismo los^demas*. Temo que algunos le acusen de inconsvqüente. (2 1 y) (¿uando los Botánicos reconozcan y prueben ser mi planta una verdadera Ambro- sia, vendrá bien el interrogante y la desgracia que supone el Señor Riáz: debiera este haber enunciado con claridad si ld~ desgracia consistía en haber dedicado yo una planta a un amigo, á un proftsor célebre de Medicina j 6 si en ha- berle dedicado una planta- que perteneciendo d otro género , no podia recibir nombre nuevo. Su- pongo que el Señor Ruiz quiso decir lo último, Pero antes de responder d su critica 6 prue- bas conviene saber : i.° que ' él mismo confiesa que de mi descripción genérica resulta un géne- ro muy diverso de la Ambrosia;^ aunque aña- de la palabra al parecer, queda mi carácter genérico con toda su fuerza, pues lo tomé del natural, como se puede comprobar en las plan- tas que existen en el Jardín Botánico. 2.0 Que es falso lo que dice en la pdg. 80 que corres- ponde ala 235 de esta colección, ser desprecia- 532 Ha Especie de las demás de este Género , según resulta del cotejo de su Descripción con la de Linneo, mas que en el numero de los Estiletes, y estar el Pericarpio poblado de cerdas tiesas y ganchosas , como las del Xanthium , y por lo tanto dice el mismo Señor Cavanilles que su 1 ran- seria es un Género medio entre la Ambrosia y el Xanthium (218). ble la forma exterior del pericarpio j puesto que Linneo separó sus Urenis de algunos de sus Mi- biscos por tener aquellas el pericarpio cubierto enteramente de espinillas ó cerdas ilesas. j£ Que el hijo de Linneo llamó Xanthium a mi planta, y Lamarck Ambrosia, quando ninguno de ellos habia visto el fruto. Lamarck no ha- bía -visto tampoco entonces las flores , y solamen- te por la traza ó habito de la planta la colo- có al fin de sus Ambrosias ; pero en estos últi- mos años la -vio fructificar en Paris, y exami- nada de nuevo y se conformó con el parecer de Linneo llamándola Xanthium fruticosum . porque tenia , según él dice. pag. 413 de su tercer to- mo , sus frutos erizados y bilocular^s , dispertaos. Tal -vez la diminución de celdillas y semillas provino de vegetar con poca fuerza , como d ve- ces ha sucedido en Madrid quando empezó d fructificar. Esto supuesto examinemos las razo- nes del Señor Ruiz. (218) Tal me pareció: pero distinto de am- bos por la fructificación; y ahora que he leido lo que Lamarck publicó en su tercer tomo9 me ratifico en que por ningún título puede ser Am- brosia. Y ¿exaudo para otra, ocasión sostener 233 En las mas Especies de Ambrosias (219) el Humero de los Gérmenes , Estiletes y Celdillas del Pericarpio es tan inconstante que en un mis- mo pie de planta se encuentran Flores femeni- nas con 1- 2 y 3 Gérmenes, y de consiguien- te de 1- 2 y 3 Estiletes, y de 1- 2 y 3 Cel- dillas su Pericarpio: y aun en la Ambrosia glo- tnerata y en la marítima que son las dos Especies, en cuyas flores se observa con mas generalidad y constancia el número uno de estas partes, hay mi aserto contra el Señor Lámar rk, ó conformar- me con su opinión , procuraré probar actualmen- te lo infundado que procede el Señor Ruiz. ■ (2 jo) Aqui confunde el Señor Ruiz los Xan- thios 6 Franserias con Ambrosias. El carácter esencial de estas para distinguirse de los otros dos géneros consiste en el fruto que es unilocu- lar y de una semilla, como afirman contestes Linneo y de Jussieu y Lámar ck, con otros Bo- tánicos: por consiguiente no serán Ambrosias las plantas indicadas por el Señor Ruiz si en su fruto se cuentan dos y tres celdillas , y perte- necerán al Xanthium 6 al Franseria, Pero pa- ra argüirme las llama Ambrosias contra su ca- rácter recibido ; y conviniendo en realidad de algún modo con mi Franseria , infiere : luego es- ta es Ambrosia. Se observan en mi planta al- gunas anomalías en quanto á ser dos 6 quatro las celdillas y semillas j pero lo común y por consiguiente lo mas natural es tener un fruto qua- drilocular y quatro semillas. No hay Jlor de muchos gérmenes ; como supone el Señor Ruiz, y siempre he visto uno en cada Jlor femenina. 234 Sus anomalías. Igualmente en la Franseria es inconstantísimo el número de Gérmenes , como que se hallan freqüentemente Flores femeninas de 2- 3 y 4 Gérmenes _, y jamas de uno solo, y de consiguiente de 2-3 y 4 Estiletes, y otras tantas Celdillas en el Pericarpio; y sin embargo de esta realidad describe el Señor Cavanilles ter- minantemente 1 Germen, a Estiletes , 8 Estig- mas, y 1 Pruna de 4 Celdillas. En las tres Especies de Ambrosias que he examinado en el Perú (220), he observado que también padecen anomalías en el número de los (220) Señor Ruiz, ya le he prevenido que su? plantas y observaciones hechas en el Perú, que' conserva inéditas , de nada sirven vara con- tradecir. Quando el público las vea y las aprue- be- tendrán autoridad. Y aun concediendo por un instante que existan esas exactas descrip- ciones, pío conoce Vm. su insuficiencia para com- batir mi Franseria ? ¿ Qué tiene que ver la ver- dadera Ambrosia con la Franseria f Aquella tie- ne por fruto una nuececita unilocular con una semilla, según Linneo , de Jussieu , Lamarck j demás Botánicos , como dixe en la nota pre- cedente, y el fruto de mi Franseria es quadri- locular, y el del Xanthium bilocular. Este , co- mo que es Lr nota diferencial , bastó para que Lamarck separase del género Xanthium una es-> pecie nueva de Ambrosia, d pesar de tener sus frutos erizados : por sola la razón, como él afir- xma, des ses fruit uniloculaires et monospermes. Sepa Vm. de paso que dicha especie nueva de Ambrosía proviene de Chile } y nació en Paris 23S Gérmenes, Estiletes y Celdillas del Pericarpio, como lo expresaré mas adelante al pie de la Des- cripción que he formado del Carácter genérico de la Franseria. Saben todos los Botánicos que importa nada (221) para la reunión de las Es- pecies en sus Géneros naturales, el que la su- perficie de los Pericarpios, &c. sea en unas es- cabrosa, 6 con puntas, en otras arrugada 6 ter- sa, y en otras cerdosa, con aguijoncillos ú otros agregados semejantes , siempre que las partes esen- ciales de la Fructificación sean conformes , y sien- dolo las de Ja Franseria con las de las Am- brosias, debe reunirse aquella con estas, como lo habia hecho el Caballero Lamarck (222) (vo- to casi decisivo para nuestro Impugnador) en su Diccionario. Y para ' confirmación de mi opinión en que la superficie de la flor y fruto es de nin- gún momento para la separación 6 reunión de las Especies de un Género , el mismo Señor Ca- vanilles inserta en su Género Pavonia, y otros, Especies con Pericarpios tersos, arrugados, esca- brosos y con aguijoncillos (213). Las hojuelillas de las semillas enviadas por Mr. Colignon. ¿S£ sera esta una de sus plantas inéditas f No hay duda en que sea Ambrosia, pero si en que ten- ga la multitud de gérmenes , celdillas y semillas que Vm. dice. Véase Lamarck t. j. p^4 14. (221) No siempre es cierta esta proposición, como lo probé con el exemplo de las Drenas de Linneo. (222) Ya he dicho que mudó de opinión quando vio la fructificación de la planta. (22J) Ya he puesto en clara luz lo per teñe- 236 florales que se hallan debaxo de cada flor feme- nina de la Franseria, no merecen el título de CdUz Involucro ó Gorgnera, como le nombra el Señor Cavanilles, pues se hallan colocadas, como en todas las Especies de Ambrosias, debaxo del Periaiithio ,. al qual él mismo llama Germen en uní situación alterna, de manera que la exterior es mayor, y son gradualmente menores las dos interiores , y sirviendo • de apoyo á la flor no de- ben por ningún motivo considerarse sino como hojuelas florales (224). Del modo que el Señor Cavanilles describe el Carácter genérico de su Franseria, resulta un Género, al parecer, muy diverso del de Am- brosia, siendo asi que no se diferencia de éste en cosa alguna esencial , si. prolixamente se cote- ja la Fructificación de la Franseria con la de las Ambrosias (225). Y para que los Lectores que no tengan la oportunidad de examinar esta Planta, puedan hacer el cotejo de las partes de su Fructificación con las del Carácter genérico de la Ambrosia de Linneo, ó con alguna de estas Especies (que seria aun mas exacto), añadiré dente d mis Pavonias y Urenas, como se puede ver en sus respectivas notas. (224) Estas hojuelillas florales que volunta* riamente desprecia el Señor Rudz , forman una. nota esencial del género : confunde el germen con el perianthio, cosa nueva en botánica, y supone que yo llamo germen al perianthio. (22$) Sera asi si las Ambrosias son de nue- vo cuño: mas no. si nos atendemos d los carac- teres de las grandes Botánicos ya citados. 237 aquí las Descripciones del Señor Cavanilles, y Iz mía. Character genericus franseriae Cavanill. Icón, VoL 2. jpag. 7#„ Mascidi flores comjposkL » Calix communís monophyllus , planus , flos— «culorum longitudine. Corolla composita uni- 9>formis, tubulosa, aequalrs in hemisphaerium di- » gesta : partialis monopetala infundibulifarmis, erec- *>ta, quinquefida. St amina quinqué mínima; an- 9>therae erectae, parallelae sulcatae. Germen ef- yjfoetum. Stylus filiformis: Stigma peltatum." • JFemineiflores infra másenlos in eadem planta. » Calix : involucrum uniflorum , polyphy llum, «foliolis ovatis. Corolla nulla. Germen supe- « rum ovatum , muricatum. Styli quatuor. Styg- «mAta octa. Fructus: Drupa sicca, setis ri- j> gidls uncinatis tecta , quadrilocularis , loculis mo- jí nospermis. Semina oblonga." »Observ. Genus médium ínter Ambrosiam s»et Xanthium. Linnaei filius in Supplemento ad «Xanthium, D. Lamarck in Dictionario ad Am- «brosiam retulit hanc plantam, cujus fructus neu- »>ter viderat." «Feminae Calix constat ex duobus, tribus »aut quatuor foliolis ovatis integerrimis. Germen *•> ovato-acuminatum , setis uncinatis hispidum : St y- «li quatuor in germinis summitate, ad quorum ?>ba$im totidem exsistunt squamulae lanceolato- 238 «lineares: Stigmata pro. síngulis stylis dúo ob- » longa , linearia , divaricata. Drupa yix Pisi mag- » nitudine ovata , ápice acuta , aculéis undi- » que • uncinatis tecta 4 locularis. Semina fusca, 9> oblonga." Character genericus ejxjsdem Plantae per Ruizium. Mas culi flores compositi. »>Calix communis plurium flosculorum, mo-* »>nophyllus, semisphaerico-campanulatus , planius- «culus, multidentatus (7-8-9 denticulis) Iongitu^ j>dine flosculorum. Corolla composita, unifor-* t»mis, corollulis tubulosis aequalibus in hemisphae- »rium digestís: Propria monópetala infundibuli- *> formis , erecta , quinquefida. Stamina : FiLimen- v>ta quinqué in tubum cylindricum. Antherae ♦» oblongo-lineares , erectae, acuminatae, acumine >»intus flexo, parallelae, distinctae, conniventes, » biloculares , interius longitudinaliter dehiscentes. ♦jPistillum: Germen nullum, nisi parvum ru* wdimentum: Stylus filiformis, longitudine stami- wnum: Stigma peltatum membranaceum. Recep- »» tacultjm parvum, punctatum, paleis spathula-» «tis, acutis, superne concavis, totidem flosculos 9» distinguentibus. Foemine i flores congesti infra masculos. «Calix: Perianthium monophyllum, ova- »tum, clausum , integrum , persistens, setis , rigir wdulis uncinatis obvallatum, termiaatum acumir .239 nnibus 2-3-4 perforatis, é quibus styll totídem wexeunt. Corolla milla. Pistillum: Germina. j> 2-3-4 oblonga in fundo calycis: Styli 2-3-4 «inclusi. Stigmata dúo pro singulo stylo exser- »ta, longissima, subulata, sulcata , contorta, di- «varicata. Perigarpium: Nuncamentum a Caly- 9) ce formatum ovato-oblongum undique aculéis jjuncinatis tectum 2-3-4 loculare. Semina toti- wdem ovata, acuta, hinc plana, inde convexa. n Observat. Folióla sub singulo flore foemi- 9» neo tria inaequalia, alternantia, lanceolata: ín- w timis gradatim minoribus ; aliquando tantuní dúo. »Qbservat. In Ambrosia midtifida (vér- jmacule Marco) Flor. Peruv. Receptacultoí *» masculis paleaceum : paleis lineari-lanceolatis , te- •» nuibus , villosis. Flores foeminei sub masculis: *i superiores solitarii, inferiores 2-3-4-5-6. Fo~ «LIOLUM lancealato-subulatum sub singulo flore *»foemineo. Styli tres breves _, rarissime dúo: «Stigmata dúo pro singulo stylo subulata , sul- «cata,- longa, divaricata. Nucamentum oblon- « go-ovatum , muricato-lappaceum , triloculare , ra- «rissime biloculare. Semen unicum in singulo lo- « culamento. In Ambrosia marítima Linn. Flo~ «res foeminei plurimi infra masculos congesti, « totidein foliolis aut bracteis distineti : Mascidi. « superiores , solitarii, bracteola lineari decidua suf- «fulti: "Nonmtlli ex inferioribus congesti 3-4-5: V> Aliqíd congeriébus foemineis intermixti. Recep- «tacultjm masculis setaceum: Styli frequentius «dúo, saepé solitarii, rarius tres: Stigmata dúo «pro singulo stylo, longa, divaricata, subulata, « sulcata. Nucamentum oblongum , muricato-lap- «paceum, aculéis incurvato-uncinatis, frequentius 2AO 95 biloculare , saepe uniloculare, rarius triloculare, » Semen unicum pro singulo lóculo. In Ambro- Wsia glomerata Flor. Peruv. Receptaculum? j? masculis pilosum. Flores foeminei sub mascu- ja lis numerosissimi , congesti. Folíola sub sin- jjgulis floribus foemineis solitaria, bina, ternaria, y> lanceolata ; exterioribus majoribus. Stylus uni- 95 cus. Stigmata dúo, subulata, sulcata, longis- 95 sima, divaricata. Nucamenta mínima , glome- 95 rata, obovata, acuminata, mucronibüs quinqué 95 coronata , unilocularia , monosperma. In Ambro* »sia artemisifolia Linn. Stylus unicus, rarius 95 dúo. Stigmata dúo pro singulo stylo, subu- 95 lata , sulcata , divaricata. Nucamentum parvum, 95 oblongo-obovatum , acuminatum , mucronibüs 95^-6-7 per médium circumdatum , uniloculare, 95 monospermum , rarius biloculare dispermum. Re- 95ceptaculum masculis paleaceum; paleis subu- 95 latis. Flores foeminei 3-6 congesti , totidem fo- 95 lioliis lineari-lanceolatis inaequalibus." Resulta de estas observaciones , que si nos go- bernamos por estas anomalías , indubitablemente constituiríamos otros tantos Géneros como Espe- cies hay; y que la Franseria no se diferencia de las Ambrosias sino por el modo de describir que tuvo el Señor Cavanilles, llamando Cáliz (226) Involucro á las hojuelas florales, y Gér- (226") Llamé germen y cáliz las partes de la flor reconocidas como tales por los Botáni- cos. Germen est ovarium ( Lin. Phil. §. 14&), et rudimentum fmctus immaturi (§. #6" n.° jj). Ca- lix est thalamus (§. 146), et perianthium calií planta: fructiñcationi contiguus (§. 8& n.° 1) Lúe- 241 men al Cáliz PeriantJiio^ que es Cáliz común quando contiene mas de nn Germen. En todas las notas del Carácter genérico , y en la traza con- viene la Franseria con las Ambrosias , y por Jo tanto debe colocarse por especie de este último Género, como lo hizo el Cavallero Lamarck. Para no hacer el asunto interminable , conten- témonos con añadir algún otro exemplo de Ja fal- ta de propiedad y exactitud que se nota freqüen- temente en las Descripciones y Estampas de las Obras del Señor Cavanilles, que debiera haber cuidado de evitar antes de erigirse en Censor de los go hice bien en llamar germen á aquella parte que con el tiempo pasa á ser fruto maduro; y calir á las hojuelas aovadas contiguas al germen. Es cosa extraña quiera el Señor Ridz trastornar los principios recibidos para forjar equivocado- lies en .mis escritos, y pruebas para combatir mis asertos. Lo único que resulta de esta dis- cusión es que lejos de haberme equivocado en no haber nombrado Ambrosia mi planta, es el Señor Ruiz el que se equivoca, 6 en llamar las suyas Ambrosias, si no tienen el fyitto unil ocu- lar _ y monospermo ; 6 en haberle creid) de mu- chas celdas y semillas. Lamarck, como queda dicho s mudó de opinión al ver fructificar la plan- ta : y si mis observaciones ulteriores fuesen coni- formes con las de este Sabio, también mudarla yo la mia, y llamaría Xanthium mi Franseria; mas nunca Ambrosia, como pretende el Señor Ruiz contra las reglas del arte, principios y autor i" dad de las Sabias, 242 defectos que ptetende descubrir en los otros (227^. Triguera: Establece el Señor Cavanilles dos Especies de Triguera baxo los nombres triviales de ambrosiaca y de inodora , y según resulta de las Descripciones que se hallan al nn de su se- gunda Disertación, que empieza: Malva, Serra, h"C, no llegan á ser ni aun variedades, pues to- das las notas que expresa en las Descripciones de las dos Especies , se hallan completamente en la ambrosiaca , cuya planta he tenido florida en una de mis Macetas, por cuya causa he podido for- mar con toda atención y cuidado la siguiente Des- (227) Visto el calor con que se escribió es- ta respuesta ¿es de creer disimulase su autor defecto alguno mió , si lo hubiera podido descu- briri Mas probable parece que acordándose del nondum matura est, nolo acerbam summere, y faltándole razones convincentes pretexto mode- ración diciendo, para no hacer el asunto inter- minable. Que no lo quiso terminar lo prueban las paginas siguientes: que conservaba aun to- do el ardor contra mí, lo evidencian las expre- siones que renueva sin pruebas de hallarse mis estampas y descripciones faltas de propiedad y exactitud: que no le movió a escribir el amor de la verdad lo demuestran las faltas d esta y las reticencias ; y en fin que no fue el bien de la ciencia el objeto que se propuso se infie~ re de la pobreza y debilidad de lo que ha presen- tado como pruebas de sus asertos , ó como ar- mas para, combatir los mios. Mucho vimos de esto en las Anónimas y Respuesta: reparemos en lo que falta. 243 cripcion que inserto , para que los Lectores pue- dan cotejarla con las dos del Señor Cavanilles, que se copian á continuación. Triguerae ambrosiacae descriptio, «Planta herbácea annua. Radix tenuis fu- «siformis fibrillosa. Caules plurimi (octo in mea «Planta) inaequales, inflexo-erecti , angulosi, tu- «bulosi, simplices, semipedales. Rami nullL Fo- «lia alterna, sessilia, margine leviter pubescen- -«tia: inferiora spathulata, nonnulla intergerrima: » superior a y ovata, oblongaque, obtuse serrata, «vix decurrentia. Pedunculi caulini, lateraliter «sub axillis foliorum, furcati, biflori. Pedicelli « longi , pilosi , basi geniculati : altero breviori. Flo- «res cernui. Calyx pilosus, campanulatus , pen- «tagonus, semiquinquefidus : laciniis ovatis. Co- « rolla irregularis, calyce duplo major, viola- «cea: Tubus Calyce brevior, luteus, striis quin- «que inaequalibus pro singulo lobo: Limbus quin- « queplicatus , quinquelobus; lobis inaequalibus sub- -« rotundis acuminatis ; duobus inferioribus paten- «tibus; supremo reliquis minori; lateralibus ex- «trorsum flexis. Filamenta quinqué tubo brevi «membranáceo insidentia, tubi Corollae longitu- «dine, filiformia; inferius paulo brevius. Anthe- « rae erectae , oblongo-sagittatae , conniventes , bi- «loculares, interius ab ápice ad basim utrinque «dehiscentes. Germen subrotundum: Stylus su- « bulatus , staminibus paulo longior : Stigma par- «vum, globosum. Pericarpium non vidi. Q» 244 Character genericus naturalis trigueras ex Cavanilles. j»Calix quinquepartitum , persistens, laciniis »> lato-lanceolatis , erectis; ínfima dehiscente. Co- » rolla monopetala , campanulata , irregularis, » quinqueñda , lobis rotundatis. Tubus brevissimus. nFaux ampliata, ore semiplicato, fere bilabiato, «superiore breviore, plicato, reflexo; inferiori ven- «tricoso, erecto patulo. Germen subrotundum »> bisulcatum, cinctum et fere tectum margine mem- jíbranaceo parvo, quinquedentato, staminifero, ba- «si mellifluo. Stylus liliformis, Staminibns paulo »longior, erectus subulatus. Stigma brevissimum, » subcapitatum. Stamina íilamenta quinqué, sub- «aequalia, brevia, linearía, erecta, Membranae «denriculis exterius inserta. Anthcrae grandiuscu- »lae, oblongae, sagittatae, compressae, erectae »>in conum aproximatae. Fructus Drupa Caly- »> ce contenta , sicca , membranácea , scariosa , ru- «gosa, quadrilocularis. Receptactjlum subrotun- » do-tetragonum ; Dissepimenta loculorum mem- «branacea, tenuissima, evanescentia. Semina cui- «libet lóculo nuculae binae superior et inferior, «subovatae, compressae, asperulae, uniloculares, w monospermae : núcleo subrotundo, compresso. Triguera ambrosiaca (Tab< A) T. Foliis decurrentibus, obovatis serratis villosis. Trigueros Spec. Florae Carm. mss. » Cotyledones ut in Datura, at Iongiorcs: 245 w snntque sensim acuminati , glabrí , intcgerrimi, » satúrate virides. Radix única, parva, teres ri- >íbrillis paucis stipata. Caulis fere pedalis, her- jjbaceus, fistulosus, angulatus, ramis axillaribus j> paucis. Folia alterna, sessilia, decurrentia, la- « to-obovalia , venosa, villosa, serrata, dentibus » grandiusculis distantibus. Flores axillares subnu- wtantes, pedunculati: pedunculus bifurcatus, bi- r> floras , bifurcationibus ipso .duplo longioribus vil- »losis. Calix viilosolanatus. Corolla atro-pur- » pureo-violascens ; [así dice) fauce subnigrícante »lobis subrotundatís crenulatis, acumine mínimo » terminatis. Nuculae nitidae, granulatae, nigri- » cantes. 2. Triguera inodora. T. Foliis vix decurrentibus ovato-lanceolatis in- tegerrimis laevibus Trig. i» Radix única, parva, fibrillis plurimis. Cau- 9? lis semipeolalis , erectus, angulatus, ramis ali- j> quot. Folia , alterna , sessilia , vix decurrentia, »> lanceola ta, integerrima, laevia. Flores ut in » praecedenti : at cálices atque . pedunculi glabri, *> floresque speciosi , penduli. Corollae tubus bre- Mvior quám in praecedente : Faux dilutissime vio- wlancens, é, lúteo albicante, [así dice) quinqué m-adiata: Limbus albido-violaceus vel purptireus: «lobi integerrimi, nec emarginati, nec acumine »> terminati. Margo membranaceus major quain in » praecedente, germen fere tegens. Prescindiendo de las observaciones que según refiere nuestro Impugnador, son del Señor Tri- gueros, digo que en las Descripciones genéricas y especiales se advierten reparos de bastante con- 246 sideración (228), como ex. gr. Membrana quin- quedenta, no hallándose tales cinco dientes , pues los Estambres salen del mismo borde de la mem- brana y no de la parte exterior de los dienteci- llos; Stylus filiformis 9 subulatus , dos figuras con- trarias; Folia decurrentia no notándose que de-' curran sino alguna de las superiores,, y tan cor— to trecho que no merecen llamarse ni aun estas decurrentia. Flores axillares y quando salen del tallo una ó dos lineas mas abaxo de la axilla y á un lado de esta. Lobis corollae crenulatis ; y en el Dibuxo están enterisimos , como en realidad (2 2 8) Según consta por la pagina 11 $ de1 mi Monadelfia di d la Academia de las Cien- cias de París la lamina y descripción de mi Triguera ambrosiaca , y al Jardín de aquella Ca- pital la planta viva y sin que nadie nava pues- to reparo alguno en tantos años. Añadí la se- gunda especie, que nunca he visto, con la au- toridad de su descubridor el Señor Trigueros; el qual me envió la descripción y observaciones' insertas en mi obra : por lo qual el citado Tri~ güeros es responsable de esta j yo de ■ la AmbrcK siaca que examiné viva. ¿Qué opone el Señor Ruizí i.° Que hice mal en decir membrana quin- quedentata , porque él no ha podido ver los cin- co dientecillos. Yo los he visto. 2.0 Stylus filifor- mis subulatus son figuras contrarias. No lo son; y significan que el estilo es d manera de hili-* to y d excepción de la punta donde es aleznado. j.° Las hojas no deben llamarse decurrentia. El Señor Trigueros las vio decurrentes en Anda- lucia } yo en Paris, y el Señor Ruiz algo en 247 !o son. En los Cabillos se encuentran dos nudos notables que omite así en la Descripción como en la Estampa, la qual está executada con po- ca exactitud. Pedunculis bifurcatis ; no estando divididos sino en forma de una sola horquilla , de-. bió decir furcatis y no bifurcatis que significa de dos horquillas. 5cc. &c. Rumex: En el Rumex bucephalophorus. Cav* le. vol. i. t. 41. f. 1. describe folia in petiolum attenuata> en lugar de deorsum attenuata (229): radice cónica por fusiformu Flores terni y en sus macetas. jCómo las llamaremos? 4.0 Lobis corollae crenulatis,^ en el dibuxo están enteri- sitnos. Porque son muy menudas las crenulas ( diga lo que quiera el Señor Ruiz) , y no pue- den manifestarse en el dibuxo. ¿.° Se omiten los nudos de los, cabillos. Porque nada importa. S.° No debe decir pedunculis bifurcatis. Pudiera pa- sar, aunque mejor es furcatis. /.* Corolla atro- purpureo-violacens , así dice añade mi crítico ; pe- ro falta d la verdad, porque en mi impreso dice atro-purpurea: como también calix quinqueparti- tus... approximatte ; aunque él copia quinqueparti- tum... aproximata (pdg. 87 y 88) para fingir yer- ros. ¿ Qué adelanta la Botánica y el lector con reparos de e ña naturaleza* Nada: absolut amen* te nada j y para esto quatro paginas. ($£9') Afirma magist raímente el Señor Ruiz que yo describí mal las hojas diciendo: folia in petiolum atenuata, debiendo decir deorsum ate- núate? Pero se equivoca, porque Linneo y demos Botánicos se han valido de la primera expre* sion en semejantes casos. Igualmente se equivo* el Dibujo están también de dos en dos. PetaLt dentata > y en la letra c de la Estampa están representados con cejas y no con dientes. No ha- ce mención de las hojuelas que demuestra la Es- tampa debixo de las Flores, ni las Estipulas se ven partidas según las describe. En la letra a se manifiestan cinco Hojuelas en lugar de seis, esto es •5 petalos y 3 hojuelas del Cáliz j en la letra b se hallan dos hojuelas del Cáliz, un Petalo, siete Bor- lillas y una puntita que representa al Estilete con el Estigma sencillo,- en lugar de haber, puesto 3 Hojuelas del Cáliz, seis Borlillas y el Pistilo. Ornithopus: En el Ornithopus durus tab.- 41. fie. 2. describe Radix teres sensim acutior, en lugar de Radix fusiformis (23c). Stigma acu- có tomando por pelos los dientecitos finos de los pétalos } y por- eso hace mal en criticar la fi- gura c de mi lambía como poco correspondiente d las palabras pétala dentata. Continua su crí- tica y dice: no hace mención de las hojuelas que demuestra la estampa debaxo de las flores; ni las estípulas se ven partidas según las describe: pe- ro se engaña en lo ultimo 3 y quanto al primer reparo tomó sin duda los cálices por hojas. Ex- traña como defecto que en la figura de la. letra a se manifiesten cinco hojuelas en lugar de seic; y no quiere reparar en que el pedíínculo debe cubrir la sexta. Termina su critica el Señor Jluiz diciendo: en la letra b se hallan £cc. Es- te reparo no ¿teñe fundamento afamo* porque Lt flor está dibuxada de lado, y no pueden hallar* se de otro modo aquellas partes. * (-jo) Critica como defecto D. Hipólito , qut *49 tum y en la let. k de la Estampa le representa capitatum. No explica la figura que señala la let. /. ni se puede venir en conocimiento de lo que es: si acaso quiso significar en ella las Estipulas , no está bien dicho breves , pues á no estar aumen- tada la figura son grandes y largas , y aunque las describe caedizas , debió representarlas en los pe- zones de las hojas superiores. Cal. dentibus duo- bus superioribus minimis ,y en la let. g. se ma- nifiestan casi iguales á los laterales , en la let. h. se ven mayores que los otros tres , y en la planta haya dicho yo radix teres sensim acutior en lugar de fusiformis : y me parece se equivoca , porque el huso es recto y la raíz' del Órnithopus curva. También quería vendemos por huso la raiz cur- va del Rumex. Mas razón tiene en notar que el grabador no figuró el estigma como debia en~ ¿rosándole hasta la prodigiosa magnitud de la punta de un alfiler.. Gracias por la menu- da advertencia. ]\o puedo decir lo mismo en quanto al reparo siguiente : no explica la figura que señala la letra 1 3 ni se puede venir en co- nocimiento de lo que es &c. Porque si no se puede venir en conocimiento , ¿ cómo lo conoció? Es efec- tivamente la estípula muy aumentada para que se vea su forma : en las hojas no se manifestó 'dicha estípula por su pequenez , y también por la. titilación en que están dibuxadas las hojas. Me- nos razón tiene aun mi critico quando añade ': ca- lix dentibus duobus superioribus minimis , y en la letra g se manifiestan casi iguales ; porque la simple inspección de la citada figura demuestra lo con- trario. También es falso lo que añade sobre la\ 2¡6 todos están iguales. Peduneulus ápice substinens I- 2.- 7 flores minutos 3 flores subumbellati , ea Ju2ar de Peduneulus 1-2-g florus j pues la pa-» labra subumbellati explica que están en la punta, y así es de mas el decir ápice substinens. Vella : En la Ve 11 a Pseudocytisus tab. 42. se manihesta el Cáliz dyphillo en lugar de tetra- phyllo (231). En la let. c no se ven los quatro figura h ; pues toma el labio superior del cáliz for diente , siendo así que los dientecitos ocupan ¡a punta del labio , y no pueden descubrirse en la citada figura h representada de lado. Con- cluí e su lista de reparos diciendo : peduneulus ápice substinens &c. Pero ¿dónde ha visto mi critico subumbellati en la significación que le su- gone \ Dicha palabra significa que las flores fox-' man casi una umbella ; y por eso añadí peduneu- lus communís s como hice en los Geranios apara- solados-. Nótese que en cinco líneas pone dos ve- ces substinens en lugar de sustinens , como est£ en mi impreso. Si lo hizo como en la pdg. 88 , que corresponde d la 24$ de esta colección (corolla atro-purpureo ) para aumentar el número de mis yerros , es injusto ; si se equivocó , fué desgra- ciado ; porque muy pronto le veremos notando de barbarísimos semejantes erratas. Véase la nota 228» (231) El cáliz se compone de quatro hojuelas; jjero es imposible representarlas todas en su si- tuacion vertical y que se vean , como es imposi- ble ver de una vez los quatro muros de la torre de Santa Cruz : así pues es infundado este re- faro. En el siguiente hay voluntaria equivoca- ción j pues sabe muy bien el Señor Ruiz que 2>r Estambres que dice en su explicación. En las Iet d. e. que representan dos Gérmenes entera- mente diversos , no es fácil adivinar lo que quiso significar con las dos figuras distintas ; el mismo reparo se advierte en el fruto , cuya explicación también olvido. Folia ovata , basi angustata , y en la Estampa las representa trasovadas , y se- gún su explicación ó han de ser prolongadas 6 lanceoladas, flores spicati en lugar de racemoso- spicati , según se ven en la Estampa. En los Es- tambres no se ven Borlillas ni Glándulas como era debido ; y así no pueden llamarse Estam- bres con glándulas , sino filamentos. Hyoseris : Hyoseris crética tab. 43. Radios i eres fibrosa ; en lugar de Radix fusiformis fi- brillosa (23 2) : Folia dentato-runcinata por s¿* el estigma y disepimento prolongado es casi pla- no , y que según se mira parece 6 una línea recta 6 una superficie plana , como se ve en la hoja de un cuchillo. Estas dos posiciones he re- presentado en las figuras que critica. Lo de folia ovata y flores spicati es conforme al lenguage de los Botánicos , diga .lo que qtdera el Señor Don Hipólito , el qiial se equivocó afirmando que no se ven las borlillas en mi estampa. Lo de las glándulas es inútil , y se omitió de intento. (232) ] Raro empeño en que el huso ha de ser ondeado y no recto l Véase, en mi lámina la, r-aiz ' del Hyoseris ., y llamen d una muger para que diga si su forma es la de un huso. Los dientes de las Hojas están en mi. lámina como los produce la naturaleza , y la figura de aque- llas descrita según arte , la qual embrolla ests. í?2 nuato-dentata s pues para que fuesen runcinato- den- y no dentato-runcinata , como allí se dice, debían estar los dientes inclinados algo hacia abaxo y no hacia arriba como se ven en la Estampa. En ios Cañoncitos de las Rósenlas no se repre- senta el vello. Dice ser cinco- los .ve Hit os de las semillas del ¿entro , y en la Estampa hay solos tres en una y ocho en la aumentada. El Recep- táculo no se halla descrito , ni dibuxado , siendo circunstancia precisa para el Carácter y conoci- miento del GénerOi Aira : Aira involucrata tab. 44. fíg. ■ 1. Qui sumí rursum son palabras de mas , bastaba decir. duplicato-trifidiz , y na duplicato-trifidi , por- que el trifidis (253) debe concertar con r antis y crítico. Añadir el vello d las corolas seria con- fundir y desfigurarlas , por ser sumamente pe- queñas ¡ y no poderse distinguir el vello clara- mente sino con el auxilio del microscopio Elvi-> laño* de las semillas esta en la lámina como se describe en la obra , digan y vean lo que quie-^ ron los críticos menudos. No es preciso pintar el receptáculo para el perfecto cofiocimiento de la especie. (233) ¿Por qué trifidis, si precede et relativo. eral,, can quien concuerda mi palabra trifidí? Debe saber el Señor Ruiz que los r amitos son trífi- dos: 9 y que dixe qui sunt rursum dnplicato triñdi¿ porque así son en realidad. £n Chamartin ha~ liara mi planta , y en ella el desengaño. Cali- fica de oratoria y y por eso de defectuosa mi des- cripción 3 quando en toda ella reyna la mayor' sencillez. No sé coma se atreve d decir esto qidejt 253 oo can flores. La Estampa manifiesta que los Ca- billos y no Ramos como llama , son á. veces trí- fidos y otras bifidos. Toda la descripción de Has ñores es oratoria , notable defecto según lo pre- viene Linneo , en descripciones Botánicas. Coreopsis : Cav. Icón. vol. $. pag. ja lab. aGo. A las semillas de la Coreopsis ¿data , -cuya Estampa está muy poco exacta (234) , añade dos Aristas largas y delgadas en lugar de dos puntas sumamente pequeñas y colocadas en distinto sitio, que donde están las Aristas de las Coreopsides; del qual Género se aparta por tener el Cáliz api- ñado y desparrancado y las Semillas sin aquella Jíiargen membranosa que rodea á las de las demás Especies. Estas dos esencialisimas notas unidas á las demás de su Fructificación , y el habito y giro de sus flores la constituyen mas bien Espe- cie de Helianthus , que de Coreopsis. (*) Malva: Cav. Diss. 2. pag. 72. En la dife- rencia especifica de la Malva subkastata (235) (•) En la Targeta que en el Real Jardín Botánico tiene esta Pianta, se lee el nombre de Helianthus decurrens. describió la pretendida Foveolaria , como la vi- mos en la pag. 40 , que corresponde a la ijr de esta colección. Ya habrá notado el lector in- teligente la solidez de los reparos que ha puesto mi critico y y como se fatigo en buscar nudos al junco. (234) Dice lo sobre su palabra, y seria bien que lo probase : la planta vive en el Jardín Botánico, donde puede cotejarse mi estampa. ¿Si querrá dar por prueba de su aserto lo que añade en su nota f ¿ Por ventura las targetas son demostraciones ? (235) (¿liando el Señor Ruiz pruebe ser una 2)4 que descubrimos los Botánicos del Perú (á quie- nes cita el Sr. Cavanilles después de su descrip- ción ) dice : foliis subhastatis : Jloribus solitariis breviter petiolatis. No siendo ni medio alabarda- das las hojas , ni las flores solitarias sino muy rara vez ; y habiendo debido expresar en lugar de bre- viter petiolatis , breviter pedunculatis , porque los Pezones son propios de las hojas y los Ca- billos de las flores. En la descripción de la Planta que confiesa haber visto seca , describe : Folia oblmgo-acuminata } sub has tata , dentata , pa- gina superiori atro-viridia : en lugar de Folia inferiora subrotimdo-ovata j nonnulla obsolete tri- loba , basi parum excávala ; superiora ovata9 acittiuscula ; omnia serrata, iineato-plicata.DiCQ también Flores axillares solitarii j por Flores axillares terminales que 4-5-6", congesti ; infe- riores rarissime solitarii. La combinación de estas voces oblongo- acuminat a no es la mas propia, porque no se opone el tener pumita á ser pro- longadas ; y debió decir oblonga , acuminat a.- Se- rian , como dice , dentadas las hojas , quando los dientecillos estuviesen mirando al horizonte , pero en la Estampa los representa inclinados hacia la punta , y por lo tanto debió expresar serrata en vez de dentata. Seguramente por decir obscure vel intense viridia puso atro-viridia , pues ni misma la planta de ambos responderé* d sus dudas. Me consta por su segunda Anónima f pdg. ¿8 , que corresponde d la 81 de esta co- lección , que conoce mal las Malvas que confunde con las Sidas ; por lo qual suspendo mi juicio hasta que acredite conocerlas mejor. 25T las hojas de esta planta son verdinegras 9m creo se presente apenas Vegetal , cuyas hojas tengan tal color , sino quando están ya secas y .medio podridas : tal vez el Esqueleto que dice examino el Sr. Cavanilles , estaría mal repuesto , en cuyo caso el color verde subido que naturalmente tie- nen, se presentaría verdinegro. Ipomoea sagittata : Describe el Sr. Cavanilles en la diferencia específica , floribus solitariis : ha- llándose Cabillos de 2-3-4-5 y 6 flores y mu- chas veces dos Cabillos en cada axílla ó encuen- tro con una ó dos flores cada uno , como lo be observado en algunos ramos bien floridos que me han remitido desde las mismas Barracas de Valen- cia (236) que cita el Sr. Cavanilles. En la Des- cripción de la Planta expresa : pedunculis htverse conicis ad Jiorem usque inoras satis , prope mé- dium bistipulatis ; stipulae sunt rubrae marce- scentes j en lugar de pedunculis sursum hieras- satis y ad médium bibracteolatis ; Bracteolae ovatae , acutae , rubrae caducae. Las Hojuelas (236) ¿A qué atribuirá el lector el recurso del Señor Ruiz d las barracas de Valencia, quando en el Jardín Botánico de esta Corte te* nemos la Ipomoea sagittata en Jlor todos los años f Aquí da las flores solitarias como yo las he ob- servado siempre en el sitio natal ; y para forjar un yerro en mi descripción reprueba lo vivo y los asertos de un testigo ocular valiéndose él de ramos secos. Critica sin razón mis expresiones pedunculis inverse conicis , que significan lo mis- mo que las que él quiere substituir. Aprecie el lector la crítica. 256 que nacen en los Cabillos 6 en su base , no se llaman Estipulas, pues tienen el nombre de Brac- teas ; las Estipulas se hallan á la base de las hojas , ó en la de sus pezones ó á la parte con- traria de la inserción de estos. No son ?narcescen- tes , sino caedizas ; para ser marcescentes debe- rían permanecer después de marchitas , y sucede lo contrario , pues se caen mucho antes de que se abra la flor y solo permanece la huella en donde estuvieron. Últimamente dice : Valbulis ovato-acu- tis por ovatis , acutis ; esta combinación de vo-r ees estaría bien aplicada quando se refiriesen á di- versas figuras ex. gr. ovato-oblongis , lanceolato* ovatis , oblongo-lanceolatis , ovato-cordatis &c. pero que sean agudas , romas , puntiagudas &c# no se opone á la figura aovada. Milla : El Género Milla es claramente una nueva Especie de Polyanthes (237). Alcinia : El Género Alcinia es Especie de Chrysogonum. Piquería. : La Piquería también Género co- mo los dos anteriores del Sr. Cavanilles , es una Especie de Ethulia. (2^7) Milla es especie de Polyanthes; Alcina de Chrysogonum; Piquería de Etuüa. ¿Y por qué\ Señor Rui 2 ? Si yo tuviera la ligereza de afir* mar que los géneros de su Pródromo eran es- pecies nuevas de otros conocidos tendría Vm. se- gur amenté derecho d pedirme pruebas , y yo la obligación de darlas , siquiera para satisfacer y desengañar al público. Pues Señor mió , tal es su obligación. en el .caso. actual : y sepa , que el pi'iblico no se desengaña por asertos .yj¿>mtari#s sin pruebas. No me detengo en algunos descuidos é im- propiedades del estilo , sin embargo de que pu- diera formarse una mediana colección de reparos respectivos á estos puntos , pues solo en la Des- cripción de Mentrida que insertó en las paginas 29 , 30 y 31 del Primer Volumen de su Obra titulada : Icones et Descriptiones Plantarum &c. se notan los defectos siguientes (238). (238) Esta fe de erratas anunciada desde el principo no puede menos de hacer prorrumpir. parturient montes. Es evidente , que de los de- fectos notados los mas son descuidos de pluma 6 de Imprenta. Y si en la muestra , donde ordi- nariamente se pone lo mas notable , da el autor tales fruslerías , qudnto tnas frivolos y pueriles no serán los reparos que afecta reservar*. Al- gunos de mis graves descuidas consisten en la sobra 6 falta de una letra. Semejantes son los del Señor Ruiz : suplementum , oftcinalis , pro- prius por supplementum , oflicinalis , propius (Qui- nologia , pag. _o , 11 , 18) : substinens por susti- nens (bis, pag. 91 Respuesta). En La inteli- gencia de que mi obra esta escrita en latin , y sus quadernos en castellano con tal qual pala- bra latina. En el corto número de estas puso íilamenta coalits por coalita (pag. 41- 42); calix quinqué partitum por quinquepartiius (pag. 8j) \y corolla atro-purpureo por atro- purpurea (pag. 88 de esta misma Respuesta). En nombres de plan- tas es peor el descuido de un Botánico : pása- seme centaura: por centaurea'. / Barbarismo ! cla- mara el St ñor Ruiz. ; Qué serán sus descuidoss quando en una sola línea de su segunda Ano- R 25» Pag. Lin Erratas. Corrección. 29 2 defosis defossis. 2 meditulio meditullio. 7 masam massam. 23 fructus destinatos ta- bulae cibo. 26 Illici Ilici. 27 Glandes dulcissimi dukisimae. 27 porcis incrassandis saginandis. 33 Centurae Centaureae. 45 Anthirrinum belidifo- lium bellidifolium. 3° 12 perpeti en significa- cion pasiva tolerari. 10 impraegnatus que no es voz latina refertus. 20 semiunciam semunciam. 22 Rivuli sese exonerant hlflllWlt. 3B cttrant de commodis commoda. 44 Remedia quae inven- ta fáciles facilia. 47 umquam unqiúm. 31 4 ligua destinata igni foco. 2 inserviunt nihili nihil. ritma (pdg. 5 84 ) puso Hermanea y Brwnea por Hennannia^' Brownjea. Se me paso semiuncia por semuncia , como asimismo se le paso a su maes- tro y tio el Señor Ortega [edición de Hernand. ): ¿seremos ambos barbaros7. Enmendóse el Señor Ortega , y me enmiendo yo , esperando ser tra- tados mas benignamente del público : ambos he- mos incurrido en otras impropiedades y malas concordancias. Yo reconozco por buenas algunas 259 De suerte que en poco mas de dos llanas se hallan cinco solecismos , y trece barbarismos. De todos estos reparos que en la materia y en el estilo he advertido de paso sin dedicarme á reconocer detenidamente mas que la citada Des- cripción de Mentrida y algunas de las de sus Plantas , resulta que examinados prolixamente Es- critos y Estampas se podría formar una Censura no menos útil que extensa , y esto sin hacer la crítica de lo que falta á la Historia de cada planta en que siempre se ciñe nuestro Impugnador al discernimiento del Género y de la Especie sin dar la menor noticia de los usos y virtudes , como si este conocimiento no fuera del resorte del Bota- di? las correcciones del presente catalogo , y el Señor Ortega confesará también que imprimió erradamente , por exemplo : percelluit , percre- bruit , abiectos valles , millo sumtui en lagar de perculit , percrebuit , abiectas valles , nulli sumtui. (Praef. et carm. praemiss. oper. Hernandii.) ....Unum est commune periclum. Una salus ambobus. Uno y otro procuraremos enmendarnos y po- ner mas cuidado en lo sucesivo. Y deberá tam- bién enmendarse quien quiera que sea el inventor de esta crítica gramatical [sobre lo qual hay varios pareceres) moderando sus calificaciones, y dexando de vender engaños manifiestos con tí- tido de desengaños. Engaño es criticar de bár- bara la escritura umquam y corregir unquam. Los mejores autores escriben con m , y excusan el accento en estas y aun en todas las palabras latinas , como invención de los siglos bárbaros* R2 2 6o nico (239) , á quien de poco serviría la estéril ha- bilidad de distinguir todas las Plantas del Univer- so , ignorando sus propiedades y usos que puedan hacerse de ellas. Si en adelante al leer casualmente qualquiera descripción , hallase algún reparo no- table , le apuntaré para publicarle á su tiempo en utilidad de la Botánica , y aun en propia defensa, si el Sr. Cavanilles insistiese en desacreditar el tra- bajo de la Flora del Perú (240), cuyo Pródromo ha Lo mismo digo del utrimque notado en la pdg. 74 de la Respuesta. Sobre todo prueba la ninguna pericia del Censor la corrección influunt por ex^ onerant. Al parecer oyó sospechar sobre el sese exonerant , y ser mejor influunt. Del sese no le dirían nada , y lo dexó por bueno juntamente con el verbo escogido. ¿ Y cómo se ha dexado en- gaitar con que es barbarismo ó solecismo el decir rivuli sese exonerant ? Plinio usa esta frase en el lib. j, cap. i6~: Nec amnes tantum Apeninos, Alpinosque navigabiles capiens , sed lacus quoque immensos ín eum (Padum) sese exonerantes &c. No notaré los yerros de Imprenta que hay en la Respuesta , ni otros menos excusables, como las reticencias de la pdg. 8 ; las faltas a la verdad en las pdg. JO , 28 , 32 , $4 , $8, 64 y 88 ; el truncar frases y alterar el sentido de mis escritos , como se ha hecho en las pdg. 4 y 26 : porque el lector imparcial habrá obser- vado estos defectos , y conocido el artificio del verdadero autor de las Anónimas y Respuesta. (239) Véanse las pdg. 14 y i§ de esta co- lección , donde expliqué los deberes del Botánico. (240) Véase mi nota' 80 , y en ella* la equi- 2ÓI merecido señalados elogios , y aun ser reimpreso como lo manifiesta el siguiente Anuncio , que para la subscripción ha publicado en Roma el Abate Español D. Gaspar Xuarez , que baxo la ilustra- da protección del Excmo. Sr. D. Josef Nicolás de Azara cultiva con mucho fruto y gloria de la Na- ción la Botánica , según lo acreditan las Obras que con su digno Compañero D. Felipe Gilü ha dado á luz. ■ Conspectus novae editionis Flor ¿te Peruvianas et Chilensis, quatn Romae fiar ai Gaspar Xuarez. A jfjLnno proximé elapso typis Matritensibus pro- diit Florae Peruvianae , et Chilensis Pródromos, sive novorum Generum Plantarum Peruviana- rían , et Chilensium Descriptiones et Icones , an- dar ibits DD. Hippolyto Ruiz , et Josepho Pa- vón , Expeditionis Peruvianae , ac Regiae Aca- demiae Medicae Matritensis Botanicis. Hujus- modi Operis , quod nos recudere Romae recipr- mus , praestantiam , facile intelliget , qui quale sit, recognoscere voluerit. * . Primum Volumen , quod Prodromi , ut vides, vocación del autor de este párrafo , el anal con- funde la Flora del Perú con el Pródromo. Me atacaron mis antagonistas sin ser provocados^ é intentaron deprimir mi reputación y mis obras. Defendüas , como era justo , y probé que proce- dían infundados. Lejos de desacreditar la Flora inédita del Peni , digo en la pdg. 1 £ de esta colección : que deseo salga para mi instrucción , y que espero hará honor á los Españoles. 2^2 tirulo fesignitnr , eruditam praefationem exhibet, qua Studium Hispanorum in scientiis naturalibus, ac nominatim Botánica facúltate excolenda contra ineptas quornmdam calumnias nervose vindicatur: ac praeterea accurate ea enarrantur , quae in pe- regrinatione americana spatio XI annorum claris- simi nostri Botanici diligentissime observarunt. Se- quuntur Genera Plantarum descripta 149. , et Ico- nes 37. , quibus eorum Generum characteres de- signantur. Atque horum quidem Generum noh- nulla omnino sunt nova , ñeque ante audita : pie- raque alia , quamvis jam nota , tamen ex diligen- tiori observatione emendata , ac reformata produ- cuntur. Prefecto Phytologi nostri , quum multa plantarum Genera primi ipsi in natali earumdem plantarum solo detexissent , ac descripsissent ; mox in Europam reduces eadem Genera jam in vulgus edita offenderunt , mutila tamen , ac propriis cha- racteribus destituía : quorumdam etiam notorum Generum species pro novis Generibus venditatas, adeoque falsa Genera constituía animadverterunt; ut in Aubletio (241) , et alus , qui ejus vestigia presserunt , observare licet. Quod vitium ne latius serpat , veros cujusque Generis characteres enuclea- tius exprimunt. Nec piget exemplum rei proferre. I. Dombeyam (242) Lámar ck Josepho Dom- (241) Aublé t murió antes que llegasen d Eu- ropa las plantas y semillas descubiertas en la. expedición Peruana : por consiguiente no pudo cometer los errores que aquí se le imputan s im- putados antes en la pdg. /o de la prefación del Pródromo. Véase la pdg. _o de esta colección. (242) Véase la prefación del tercer tomo de 2Ó3 befo dicatam arque in Europa publicatam , ab Schrebero inter Genera Linnaeana , necnon et in. Encyclop. method. (2. pag. 301.) appositam, mé- rito rejiciunt : eo quod Dombeya haec inter Pi- norum Species collocari debeat ; ut recte quidem a Ciar. Molina sub nomine Pinus Araucana prius erat collocata (Hist. Chil. Lib. 3. p. 182.) : quae- que a Jussien Araucaria est appellata ( Gen. Plant. p. 413). Dombeyam igitur a LHerit. evul- gatam , quamque iidem nostri Botanici laudato Dombeyo , suo olim in americanis observationibus comiti , dam Limae fuerunt , jure óptimo conse- cravere , posteaquam ulterioribus observationibus reformarunt , lubenter retinent : & quod haec al- teri praecesserit , et quod novum veré Genus esse pro comperto habeant. II. Plantam , quam P. Fe- vil leus primus in Peruvia observaverat , ac sub no- mine Caprariae Peruvianae in lucem edide- rat , quamque Linnaeus ad suum Genus Capra- riae referre ausus non fuerat , quum suis obser- vationibus, ñeque ad Genus Caprariae , ñeque ad ejus quidem classem pertinere cognoverint ; no- vum Genus constituere operae pretium dnxerunt, ac sub nomine , (non quidem satis digno) Xuare- ziam appellarunt. III. Ruiziam et Pavoniam (24 3), quas Cl. Cavanilles Hispanus , insisnisque Philo- sophus ac Botanicus in Ruizii et Pavonii hono- rem publicae luci dederat (Dissert. 3. p. 117. et p. 132.) , quum nostri Phy tologi , primam ad Mal- Icones y la nota j? 7 de esta colección para apre- ciar lo que aquí reproduce el autor del anuncio. (243) Véanse las notas 27 y 28 3 y el Pa- pel ntím. 2.0 de esta colección. 2 64 vae , secundam ad Urenae speciem attinere ín^ teliexerint ; alteram Rijiziam Pavonins , alteram Pavoniam Ritizius , nova quidem Genera , sibi invicem honore praevenientes , alter alteri conse- cravere. Sic de aliis. Jam vero in secondo , et quae sequentur , vo- luminibus describere constituunt Generum Specles, partim novas , partim melius observatas , pleras- que Iconibus illustratas ; plantarumque sola natalia, tempus quo florent , proprietates , vires , usus, ce- teraque ad singularum plantarum historiam spe- ctantia in lucem producere. Specierum descriptio- nes , quas habent , numerum circiter 2400. {.1), Icones vero numerum 1400. exaequabunt. For- tasse etiam Genera alia americana ad 240. emen- data in unum , aut plura volumina seorsim conji- cient , quae sane ad incudem revocantes ex ve- getabilium sedula inspectione reformarunt , ut eo- rum characteres assererent , ne nova , et falsa Ge- nera ex nonnullis Speciebus ínter se per anomalías variantibus \ in posterum constituantur : quod a Rhedio , Rumphio , Plumíero , ab ipso etiam Lin- naeo factitatum fuisse , animadvertunt ; qui quasdam Species accurate observandi occasione potiti non sunt , quam contra Botanici Hispani máxime ido- neam se habuisse , vehementer laetantur ob caeli solique Peruviani et Chilensis clementiam ac fera- citatem. In his autem ómnibus Linnaei systema sexuale mordicus tenent : characteribus naturalibus singu- lorum Generum characterem factithim , quera {a) Sic in Praef. dicebatur: nunc veroidem Ruizius in lit- teris ad nos daiis die 26. Julii 1795. asserit has descriptiones esse asee. 26? quidem ckaracterem differentiaUm appellant , ere- bro apponunt : et ad novorum Generum nomen- claturam quod attinet , jure Inventorum , aut Edi- torum utentes , atque etiam summorum omnium aetatum Botanicorum exemplo ab eodem Linnaeo comprobato , nominibus illustrium tam exterorum, quam Hispanorum Phytologorum , aut studii Bo- tanici Patronorum , ea nuncupantur. Nunc jam veniamus ad Operis editionem ex- plicandam. Matritensis quidem editio vel ob char- thae , et characteris praestantiam , vel ob volumi- nis magnitudinem , vel ob operis duplícem textum, latinum nempe et hispanum , vel ob Iconurn per- fectionem , vel ob hujusmodi cetera omnia procul dubio splendida est , aeque ac magnificentissima. Hispaniarum quippe Regís munificentia et aucto- ritate est decorata , necnon et Americanorum sum- ma liberalitate promota. Hi enim , in hujus Flo- rae sumptus plusquam quinquaginta ducatorum mil- lia libentibus animis Matritum misisse , in Operis Praefatione dieuntur. Romae vero , quum haec omnia nobis haud sufFragentur , Editio nostra non íta quidem conspicua erit. Nihilominus , etsi vo- lumen Romanum dimidio minus erit matritensi , unicoque textu latino gaudebit ; nitore tamen char- tae , characteris , et Iconurn matritense aemulari co- nabitur. Praeterea romani voluminis pretium (quod máxime quidem interest) duabus partibus saltem minus erit pretio voluminis matritensis. Istud enim sex , aut septem scutis romanis aestimari dicitur Matriti ; nostrum vero vix circiter duobus ven- ditabitur Romae. Hop ipsum, quod de primo , de sequentibus voluminibus , ceterís paribus , fiet. Sic enim haud difíiculter nostra Flora adquirí poterit 266.. ab iís , qui velint , vel Americes naturam vegeta- bilem scrutari , ac evolvere , vel novis Generibus Genera plantarum jam nota , aut novis Speciebus Species jam descriptas augere , atque perficere. Nemo itaque mihi vitio vertet , immo ómni- bus , máxime Scientiae Botanices studiosis , ut spe- ro , gratum faciam , si vegetabilia americana , eo- rumque descriptiones , ut typis Romanis iterum cu- dantur , adeoque plus ultra divulgentur , per quam dilígenter curavero. Id enim patriae amor , operis argumentum ipsum , gratusque animus , ut alia ta- ceam , prope jure suo exposcere videbantur. Quum enim aliquot ab hinc annis in id opus una cum socio Cl. Phiiippo Gilii incumbam,ut plantas exóti- cas praecipue americanas , minus quidem notas , sed macis societati útiles , Romae a nobis excultas , di- ligenterque observatas, ac juxta Linnaeanam me- thodum descriptas in publicam lucem edamus , ea- rumdemque plantarum virtutes , proprietates , vi- res , et usus apud Americanos adnotemus , quod in quatuor jam excusis voluminibus licet perspi- -cere : inde esse videtur, quod , quum Flora Peru- viana et Chilensis quamdam servet cum lucubra- tionibus nostris analogiam , ac praeterea accuratius, perfectius , et abundannus plantas americanas de- scribat , convenienter Romae etiam ipsa publicari debeat a nob's. Potiori tamen tituló id ipsum íieri opus erat, ut in tanti operis beneméritos auctores nostrum testaremnr obsequium. Hi nim americes regio- nes meridionales pjrLstranres , ac ibi res naturales philosopbice speci^hntes , novos in Novo Orbe Bo- tanices , ac totius H'itoriae tfatnralis co^nitionum thesauros au:o , vel argento pr^tiosiores detexerunt; 267 detectosque liberaliter toti Orbi Iliterario largiti sunt. Eorum alter Ruizius hac fere universali largitate non contentus , peculiarem in nos beneñcentiam, ct suis litteris familiaribus ac eruditis ad excolen- dam mutuam amicitiam ac instructionem , et plan- tarum peruvianarum seminibus ad nostrum Hor- twn Vaticano-Indknm decorandum transmissis, ostendere non cessat. Cui prcpterea gratias , quas possumus , máximas habemus , ac verbis amplissi- mis agimus. Si quos autem fructus ea semina in nostro horro proferent , libentibus animis repro- ducía semina iis impartiemur , qui ea velint co- lere , et observare ; praeferentes tamen , ut aequum videtur , eos , qui hujusmodi Editioni subscribent. Gratis enim Botanicis dabimus , quod gratis a tanto Botánico accepimus. Tempus has subscriptiones Ro mam mittendi erit spatium ab hac die trium men- sium , quibus transactis confecta erit , ut creditur, editio romana ; et primum Volumen , seu Prodro- mus sociis apposite dispensabitur. Praedictae sub- scriptiones mitti poterunt ad Joannem Petrum Im- periali , Bibliopolam Romanum ad Arcum Car- boneani. Romae 11. Septembris 1795. «Odot «ooo* «oflo» ->oco» «ooo* «cxjo* «=*vs» «ojo» «xjo» «oüoaooo» \¿uedan á mi parecer desvanecidas las dudas y satisfechos los reparos impresos en las Anóni- mas y Respuesta. Resta ahora corregirme de una omisión , que debe reputarse tal desde que el Se- ñor Ruiz promulgó una ley en la tercera página de su Respuesta diciendo: „ Estamos sujetos cada j> uno en su carrera á la obligación de anunciar a 268 » público las equivocaciones que se estampen." Par* hacerle ver mi docilidad anunciaré las que he no- tado en la obra titulada Flora Hispanice delectus, si-ve insigniorum plantarum per Hispaniense Im~ jperium sponte neiscentium Icones et de script iones1; y se anuncio en nuestra Gazeta de 6 de Enero de 1792 de este modo : „ Flora Española selecta , 6 » colección de las plantas mas peregrinas y espon- taneas de los dominios de España, por Don Ma- » nuel Muñoz de Ugena , Pintor de Cámara del J7 Rey N. S. , y por el Doctor Don Casimiro Go- nmez Ortega , primer Catedrático del Real Jardín n Botánico." Limitaré mis observaciones á la parte botánica reducidas á dos proposiciones , que son: 1.a No ES OBRA SELECTA , NI LAS PLANTAS LAS mas peregrinas ; porque todas son comunes , es- tán ya descritas en varias obras , y las mas grabadas perfectamente. 2.a Es obra inútil a la ciencia; porque solamente repite lo sabido , y esto con errores. Para demostrar mis dos proposiciones exa- minaré por su orden las doce plantas publicadas, las que hasta ahora forman la enunciada Flora» i.a Pancratium maritimum. Es planta co- mún en las costas del mar Mediterráneo de Es- paña y Francia cultivada en los Jardines Botá- nicos ry conocida de aficionados y jardineros. El célebre profesor valenciano Juan Plasa la cono- ció antes que Clusio : este la describió en el siglo pasado , y dio una figura reducida , añadiendo la del fruto y semilla con bastante proporción. Fe- upe Miller la dio en grande en la estampa 197 de su Diccionario ; pero habiendo omitido el sistema completo de la fructifica , la dibuxé yo en la es- tampa 5 6 de mis Icones , poniendo del tamaño na- 269 -tural la flor y fructificación al lado de la planta entera , bien que reducida. Todos los años fruc- tifica en el Real Jardín Botánico , y no obstante vemos en la lámina de la Flora dirigida por el Señor Ortega un fruto , que ni en el tamaño ni en la figura le parece al del pancratium ma- ritimum. Esta planta se halla en las obras de Lin- neo , Lamarck y otros. 2.a Alstroemeria pelegrina. Planta her- mosa , pero muy común en los Jardines Botá- nicos , y conocida de todos ya por las descrip- ciones de Linneo , Lamarck y Jacquin , ya por la hermosa estampa de este último , que es la 50 del Huerto de Viena. Debiera haberla citado nues- tro Profesor , como también la que Linneo dio en sus Amoenitates , tab. 247 , bien que esto seria publicar la inutilidad de repetirla en la Flora , y dar pruebas de no ser selecta ni peregrina. Re- pitióse no obstante ; y en vez de adornarla con el sistema completo de la fructificación , se echan menos varias partes de ella , entre otras el fruto. Si se omitió porque la planta no fructifica en Ma- drid , ;por qué se dibuxáron las semillas , y por qué las pusieron puntiagudas siendo globulosas ? Tampoco cita el Señor Ortega sobre esta es- pecie de Alstroemeria al Padre Fewillé , el qual la describió en la página 711 de su Historia , y la figuró en la estampa \. Este autor afirma que vio otra especie de Alstroemeria (la ligta de Lin- neo) en la ribera del rio que pasa por la Con- cepción de Chile ; y se atreve el Señor Ortega á decir que el dibuxo se hizo sobre una planta seca sin mas fundamento que su voluntad. Habla nuestro Profesor de los usos económicos" que los 270 Chilenos hacen de sus raices, noticia que nos an- ticiparon Frecier en la página 1 5 5 del primer to- mo de sus Viages , y Molina en la 139 de su Historia Natural de Chile , á quienes tampoco cita, sin duda para parecer original. 3.a Iris tuberosa. Planta comunísima en los jardines ; y tan conocida , que apenas hay aficio- nado ni jardinero que no la distinga de las de- mas especies de Iris por el carácter singular de sus hojas. Mr. de Lamarck al describirla citó siete autores que trataron de ella , de los quales Lo- belio y Morison dieron su figura , inferior á la ver- dad á la preciosa que con colores y del tamaño natural dio Plenck en la estampa 38 del segun- do Fascículo de la primera Centuria. Es cierto que la de la Flora es excelente por el tamaño y co- lores naturales ; pero es lástima que hayan em- pleado la notoria habilidad del Señor Ugena en una cosa tan común y conocida. Si á lo menos el Señor Ortega le hubiera indicado el sistema de la fructificación , como lo hicieron Trew con el famoso Ereth , de Jussieu y Desfontaines con el célebre Van Spandon tendríamos algún título para disculparle ; pero ninguno jamas para que nos venda lo muy común como selecto y peregrino. 4.a Narcisus tacetta. Aun es mas común en los jardines y mas conocida erta planta que la precedente. Véanse en Linneo y Lamarck los mu- chos autores que trataron de ella , entre los qua- les Clusio y Rudbeck dieron su figura , suficiente para un Botánico , bien que sin los hermosos co- loridos de la mano del Señor Ugena. Ya que la planta se creyó selecta , peregrina y digna de esta colección , debiera su director Botánico haber pues* 27l to el sistema de la fructificación , sin el qual no hay estampa completa. Es pura excusa lo que se previ- no en el prólogo por estas palabras : „ Se han omití- »do de intento las notas características descritas ya j> por Linneo , como comunes á las demás especies « del mismo género." Porque esto es lo mismo que decir : „ De intento se han querido dar estampas in- » completas." Y aun quando Linneo las hubiera des- crito, i por qué no debieran grabarse en las estampas de la Flora ? Todos saben que describir no es grabar. 5.a Sedum arboreum. También es común esta planta en los Jardines Botánicos , una de las del antiguo Jardín de Migas-calientes : no hay jardi- nero , Botánico, ni aficionado que no la conozca. Mr. Lamarck la describió perfectamente en la pá- gina 172 de su segundo tomo de la Enciclopedia con el nombre de Crassula portulacea , que es el género á que pertenece. El Profesor Ortega tuvo ]a desgracia de errarlo después de 20 años de observación. Aunque común , conocida y descrita esta Crassula carecía de lámina. La que de tila ha hecho el Señor Ugena es hermosa y natural. Creiase la planta natural de la África : el Señor Ortega nos asegura ser de la Nueva-España. 6.a Datura arbórea. No hay Jardín Bo- tánico que no tenga esta planta , que he visto cultivar en varias casas particulares de España v Francia por la hermosura y magnitud de sus flo- res. La describieron Linneo , Lamarck , y antes el Padre Fewillé , quien procuró pintarla en una es- tampa. Este último autor afirma haber visto muchos árboles de esta especie en Chile ; y el Señor Or- tega , que la cree peculiar clel Perú , está persua- dido que FeWillé los vio en jardines. Sin duda se 272 deberá interpretar del mismo modo nuestro Mo- lina , quando hablando de los vegetales del Chile, su país , dice : „ El Floripondio ó Datura arbórea «es un árbol estimable por la hermosura y fra- jjgancia de sus flores." También está incompleta la estampa de la Flora , porque no tiene el sis- tema de la fructificación. 7.a Tropceolum peregrinum. Esta es planta - peregrina ; pero solo de nombre , puesto que no hay jardinero que no la conozca , ni Jardín Bo- tánico donde no se cultive. Describiéronla muchos autores , como Linneo , Lamarck y Fewillé , el qual la figuro en la estampa 42 de la obra ci- tada. Es mas hermosa la de la Flora ; pero es lástima tenga defectos en el Mstema de la fructi- ficación , como se ve en el núm. 5 , donde se quiso figurar la caxita , y en el 6 la semilla. Si fructifica en Madrid esta hermosa planta , ¿ por qué no se han dibuxado del tamaño natural Ja caxita y semillas ? También hubiera sido digno de un Profesor notar el sitio donde están insertos los estambres , en vez de disputar contra Fewillé sí los pétalos inferiores tienen solamente dos líneas de largo , como si en diversos paises no pudieran ser de diversas dimensiones. 8.a Zinnia pauciflora. Planta bien cono- cida por hortelanos quanto mas por Botánicos. Mi- 11er la figuro con colores en la estampa 64 de su Dic- cionario ; y los Académicos de S. Petersbourgo en la 13 del año de 1763. La corola varía del amari- llo al roxo mas 6 menos subido ; circunstancia que no debió autorizar al Profesor Botánico á colocar esta planta entre las selectas y mas peregrinas. 9.a Buplevrum verticale. Planta común en 2 70 el "Reyno de Valencia y otras partes de España, cultivada en muchos jardines , descrita por los me- jores Botánicos , y figurada por Jacquin y L'hé- ritier. Este la llamó Buplevrum coriaceum en la estampa 67 de su' sexto Fascículo; y Jacquin Bup. ¿irhcreum en el Fascículo 3 de su secundo tomo de Icones. Mudóle el nombre en la Flora el Se- ñor Ortega , sin duda para que con apariencias de novedad pudiera colocarla entre las plantas selec- tas y. peregrinas. No sé por qué omitió el siste- ma de la fructificación , que pudo copiar de la estampa de L'héritíer. IO.a SOLAKUM BONARTEKSE. Dilcnk) lo publicó en 1732 en su Fluerto Elthamense , donde lo' des- cribió y figuró en la estampa 270., fig. 351. Ya entonces era común en los jardines ; y después mu- cho mas y mas conocido hasta de los jardineros; tanto , que hoy día lo es como la Ortiga. 1 1 .a- Solantjm macrocarpum. Aun es mas co- mún y mas conocida esta especie que la precedente. La describieron y figuraron Plumier y Fewillé: este en la estampa 46. Miller la pintó con colores natu-^ rales en la estampa 294. Así pues no hay el mas leve motivo para contar esta planta entre las pere- grinas , ni se hallará un Botánico que la crea selecta. 12.a Teucrtum marum. No hay planta mas conocida ni mas común ; hasta en las casas particu- lares la cultivan y multiplican por el olor que des- pide. Si por esta sola circunstancia quiso el Señor Ortega repetir la descripción y estampa no proce-r dio como Botánico , el qual anhela siempre po aumentar la ciencia con nuevas luces y descubri- mientos. Se que para cohonestar esta elección , con- traria al título de la obra , puso en el prefacio : que S 274 se proponía publicar las plantas mas recomenda- bles por sus virtudes y usos económicos , por la, hermosura de sus flores , 6 por alguna otra ca- lidad notable. ¿ Qué calidad mas importante para la ciencia que la novedad que le ofrecían tantas plantas desconocidas cultivadas muchos años en el Real Jardín Botánico? ;Qué cosa mas digna de un primer Catedrático de Botánica que determi- nar géneros y especies nuevas , como lo han he- cho los de París , Londres , Upsal &c. , y eter- nizar su nombre con estampas y descripciones com- pletas? A la verdad es envidiable el conjunto de circunstancias que se le presentaron al Señor Or- tega , teniendo un hábil pintor como el Señor Ugena , y multitud de plantas desconocidas , mu- chas de ellas recomendables por la hermosura de sus flores. Pero pues no hizo caso de estas , y co- mo hemos visto solamente escogió lo viejo y co- nocido , debió titular la obra de otro modo , co- mo por exemplo : Nuevos y excelentes dibuxos de plantas viejas para recrear la vista de los que no saben Botánica. He demostrado mis dos proposiciones , y cons- ta que la tal Flora , hasta ahora compuesta de doce plantas , no es obra selecta , ni las plantas las mas peregrinas j y en segundo lugar , que es inútil d la ciencia. Creo haber satisfecho la obli- gación que impuso á todos el Señor Ruiz : tal vez dirá con sobrada razón , que debia empezar por el curso teórico y práctico , cuyas equivocacio- nes y defectos son mas perjudiciales. Así es ; pero mis ocupaciones me impiden anunciarlas ahora , es- perando poderlo hacer en otra ocasión , si algún Bo- tánico no lo hiciera antes en beneficio de la ciencia. V * *s* ^ Mi