UNAM 20887 instituto de geología - CU QL48 I I B98 UNAM 1 1 20887 INSTITUTO DE GEOLOGÍA - CU > 1 _ , ^ T ^ i ' s-ocño COMPENDIO ELEMENTAL ZOOLOGIA PROPIO PARA EL CONOCIMIENTO DE ESTE RAMO, COMO AUXILIAR DE LAS CIENCIAS A QUE TIENE SU APLICACION, POR D. PIO BÜSTiMMTE ROCHA, PROFESOR r>K nOTAMCA EN El„ HEM1NXK10 NACIONAL DE MlNCniA, Y CATEDRATICO DK ESTA CIENCIA V DE Y-OOLOOIA, XN LA ESCUEI.A DE AORICULTURA DI LA CAPITAL DE ME2CICO. MEXICO. IMPRENTA DE M. MURGUIA Y COMPAÑIA, Portal (lol Aguila de Oro. . 1854 . DONACION 0 3 OCT. 2012 ^£Via Ql-M? R‘=IS' i - AL EXMO. SR. DON JOAQOBVELAZQDEZDELBO», MINISTRO DE FOMENTO, COLONIZACION, INDÜSTRIA Y COMERGia DIRECTOR. DEL COLEGIO NACIONAL DE MINERIA, ^rnfBHnr k (ChcriaB untntElts, ^oS^M/4'taiYLaat& # fr ■y¡ ■ ; r M Ji. t ¡ i;:/t -n; r ^ . '‘-iü ’!'.!. :*L *!/ ' fi >- f I ' .'J. t i J ' ■ . I « I »■ * .. i í>hu.^ 4Ííní:?58í*{l • •i PRÓLOGO. xiEMPO hace que deseaba yo encontrar un tra° tado de Zoología, de tal manera compendiado, que sin faltarle nada de lo necesario, pudiese ser- vir para llegar prontamente á la determinación de los animales, que es el objeto principal de las personas que se dedican á esite ramo, 3'a por gus- to ó per inclinación, como auxiliar de las otras ciencias; pero sin la pretensión de ser zoologos de proíesion, pues si en el estado actual de la Zoología, la vida de un hombre no es ya bastan- te para adquirir un pleno conocimiento de todos los animales existentes, y Mr. Geoffroy de Saint- Hillaiie no duda asegurar que para tenerlo ape- nas superficial se necesitan cuarenta años de es. tudio, empleando en él diez horas diarias, preci- so será que cada uno se dedique especialmente á conocer aquellos que tienen mas inmediata rela- ción con la profesión que haya abrazado, por la aplicación que de ellos haga, ya empleándolos di- rectamente en su utilidad como el agricultor, ya 1 VI haciendo uso de sus productos como el médico, el industrial, &c. Por otra parte, el tiempo destinado en los Es- tablecimientos para el estudio de este ramo de aplicación, digamos así, es tan corto, que no al- canza para llegar á las descripciones particula- res mas interesantes de algunos animales, ni á la enumeración de los caracteres propios para reco- nocerlos específicamente, mucho menos si se em- plea en dar á los alumnos una Anatomía muy es- tensa y una Fisiología sublime, mezclada de las difíciles cuestiones físicas y químicas que los au- tores han suscitado sobre varios puntos, como el movimiento de los líquidos en el interior del cuerpo, ó sobre la existencia y composición de algunos de ellos, &c., pues en este caso termina la época del curso sin mas que los conocimientos teóricos de la ciencia, pero sin la práctica nece- saria en la aplicación de los caracteres á los ob- jetos que se desean estudiar. Meditaba en los medios de salvar estos incon- venientes en provecho de los cursantes, forman- do al efecto un compendio claro de la ciencia, es- ti actando de varios autores lo que me parcela mas interesante al objeto que me ¡aroponia, cuando vino á mis manos el Tratado de Plistoria natural de Mr. C. Favrot, cu}^ parte Zoológica rne pa- reció desde luego tan adecuada para esta clase de enseñanza, que mi primer pensamiento fué traducirla literalmente del francés y publicarla en español, considerando que los alumnos halla- rían mas facilidad de aprender, leyendo en su pro- pio idioma, que haciéndolo en uno estraño; pues V. VII ■aunque lo poseyesen bastante bien, siempre tro- pezarían en la versión de los términos técnicos, que ni es fácil hallarles una buena corresponden- cia, ni dar á muchos de ellos las terminaciones que exige el idioma castellano. Adelantado tenia ya este trabajo, cuando me persuadí de que la Zoología de Favrot necesita- ba alguna mas estension para que pudiera ser aplicada á diversos ramos y no solamente al de la medicina, como fué la mente del autor. Por esto me ha sido preciso hacerle algunas variacio- nes y adiciones, ya por medio de notas, ya am- pliando el testo en los puntos que me parecían diminutos, ya, en fin, agregando todo lo que he creído necesario para llenar el objeto indicado de formar un compendio mas general, aunque sin salir de los estrechos límites de la concisión que habia prescrito. Estas adiciones consisten en una nocion gene- ral ó reseña de los principales sistemas ó méto- dos sobre la clasificación de los animales, con una breve esplicacion de los fundamentos de la de Cu- vier, que se ha seguido en este compendio; la ta- bla sinóptica de su método, y los caracteres de las clases. Se han agregado ademas, los de las Fa- milias naturales, tan útiles para llegar mas fácil- mente á los genéricos y específicos, y que colo- cados también en tablas, tienen la ventaja de po- der abrazarse de una ojeada. En las descripciones particulares de algunos animales, se han hecho notar ciertas diferencias que se observan en los de nuestros climas, como en la tarántula, la víbora y el alacran, respecto VIH de su acción venenosa; y en este último aun en su parte anatómica comparada á la del Scorpio Europeus descrito en los autores. También me he estendido un poco en el conocimiento de al- gunas especies, ya por los perjuicios que ocasio- nan, ya por la utilidad que pueden ofrecer. En este último caso se encuentran, el Camello {Ca- meliis arubicus. Arist) cuya introducción aquí, traeiia grandes ventajas al comercio en los tras- portes, y cuya fácil aclimatación está demostra- da por la esperiencia; y la Cochinilla {c.occiis cac- ti), insecto propio del país, tan interesante por el considerable comercio que de ella se hace pa- ra el esterior como materia colorante. Las láminas anatómicas, acompañadas de su correspondiente esplicacion, se han aumentado considerablemente, copiando los aparatos mas importantes de una obrita publicada reciente- mente en París, que en mi concepto nada dejan que desear para un compendio. En las que re- presentan los animales completos, he procurado poner los tipos de los órdenes que contienen los caracteres mas claros, y que han servido para su establecimiento, ya que lo costoso de nuestra li- tografía no rne ha permitido poderles dar mas os- tensión, haciendo dibujar algunos géneros y es- pecies como deseaba. Por último, se han puesto al fin de este trata- do las etimologías de los nombres griegos, tan usados en la Zoología, y que las mas veces equi- valen á una estensa definición, siendo por su cor- tedad^ mas íáciles de retener en la memoria. Inédito habria quedado este pequeño trabajo. IX í que emprendí en un principio tan solo por incli- nación á esta clase de estudios, si no me hubiera decidido á publicarlo la circunstancia de habér- seme honrado últimamente con el título de Cate- drático de Botánica y Zoología de la Escuela de Agricultura de esta capital; establecimiento de- bido en su origen al afanoso y patriótico empe- ño del Sr. Lie. D. Urbano Fonseca, digno magis- trado de la Suprema Corte de Justicia, y á la de- cidida protección que ha encontrado en la admi- nistración actual; muy especialmente en el Exmo. Sr. Ministro de Fomento D. Joaquin Velazquez de León, que sin descanso dedica toda su aten- ción é influjo á establecer en la Nación los fun- damentos de su verdadera prosperidad. Séame, pues, permitido darles aquí un testimonio públi- co de mi particular adhesión por tan importan- tes servicios. l [ • í*. ■ ■ r,;, ' " I ' . 1 • w- . I 1/ xi** t fr * ^ * ■' . I'i ;.iTÍ» u Otj «ijk. . 'Ui' <' ' . t' ' 4 n' I mH . ^ H '■í 'tiWJ ím -Ji; -■•'• •’* *■* V ''ri ■ > r ~^i — iftr I •< % in t ^:^Sr eOMPENDIO ELEMENTAL DE ZOOLOGIA.. NOCIONES GENERALES. ■ a>o<>©ranoso, que contiene en su interior cual ti'o cavidades; dos superiores pequeñas y que llevan el nom- bre de orejuelas, y dos inferiores mas grandes, de paredes gruesas y fibrosas llamadas ventrículos. Cada orejuela co- munica con el ventrículo, que es inferior, por medio de una abertura. — 17 — _ De la base del ventrículo izquierdo pai-te un canal ó tron- co común llamado aoríu en que están adheridos tubos ó va- sillos destinados u conducir la sangro del corazón á toda¿ las paites del cuerpo, por las numerosas ramificaciones que presentan y que acaban por tener una tenuidad tal que se coníunclen. Lstos sou los tubos que constituyen las arte- ñas. Dstas arterias están formadas de tres membranas ó capas sobrepuestas, y sus estremidades, aunque muy dehra- das, comunican con pequeños vasillos fibrosos que se multi- plican a lo infinito en todas las partes del cuerpo, aumen- tando sucesivamente de volumen, y acaban por reducirse á un corto numero de ramos, que todos ellos vienen á parar á un doble tronco. Estos vasillos llevan el nombre do ve~ ?ias, el tronco superior se llama vena cava superior, reci- biendo las venas de la cabeza, del cuello y de los miembros superiores, terminando eu la orejuela dereclia. El tronco inferior lleva el nombre de vena cava inferior, recibiendo todas las venas de la parte iníerior del cuerpo, penetrando en el pecho y terminando igualmente en la orejuela dere- cha. Lo mismo que las arterias, las venas están formadas por tres membranas sobrepuestas. Los diversos órganos de que acabamos de hablar consti- tuyen el aparato de la circulacicn mayor; y el de la circu- lación menor so compone do la arteria pulmonar, vasillo gi Ileso que nace de la baso del ventrículo derecho del cora- zón, después se sopara casi cu dos brazos que se dirigcu ca- da uno hacia el pulmón opuesto, en el que se dividen de nuevo en multitud do ramificaciones sucesivamente dccre- ceutes, y en venas pulmonares y que parten de las últi- mas estremidades de la arteria pulmonar, á la que se unen por raicillas que forman reuniéndose, ramos y bíazos mas y mas voluminosos: estos ramos se reúnen en seguida á cua- tro troncos (dos para cada pulmón) que salen do en metbo de estos órganos y vienen á abrirse en la orejuela izquier- da. V case ahora cómo se efectúa la circulación por medio do los diversos órganos mencionados. En los animales mas perfectos la circulación es doblo es decir, que la sangro después de haber conducido á todas ’las partes del cuerpo los materiales necesarios para la nutri- ción pasando por las yenas, penetra hasta la vena cava, de — 18 — ■aquí á la orejuela derecha y en seguida al ventrículo de- Teclio. De este último la sangre es impelida por las con- tracciones musculares del ventrículo, á la arteria pulmonar, y las numerosas ramificaciones «pie presenta, hasta los pul- mones, en que se carga de 'oxígeno dependiente del aire at- mosférico y que se introduce en estos órganos por la res- piración: el azoo al contrario, se arroja con una gran can- tidad segundos erario, y útero ó nvaíri;. — 26 — fosis ó (le caminos antes de licuar á su estado pcrfectb por ejemplo las ranas, las cuales al salir del linevo consti- tuyen los ranacuajos que respiran jior brampiios y llevan aletas en lugar do patas, penj (pte pasado algún tiempo lle- gan á i-anas perfectas, respirando por medio de pulmones y provistas ya de las patas do que antes carecian, como se verá al tratar de los reptiles. GENERACION VIVl'PARA. En la generación vivípara pasan los fenómenos siguien- tes: el germen, separado del ovario, peiananecc y toma cre- cimiento en una bolsa musculosa (la matriz) que la madre lleva en su vientre y (jue se estiende á proporción y á me- dida que crece el embrión, flotando este en medio do un lí- quido contenido cu una cs]iecie de saco membranoso que lo envuelve basta su nacimiento. El nuevo ser, no teniendo al rededor do sí, como en el huevo, una sustancia pi’opia pava su .alimento, lo saca de la madre, por medio del cordon unibilical. Ésto cordon que está adherido á la matriz, contiene una vena y dos ar^ terias, que conducen la sangro de la madre al feto, y esa á aquella; no habiendo por lo demas en la vida iht;,j ni digestión ni respiración. Lina abertura do eoinuníea- cion c.xisto entro las dos orejuelas del corazón, y ol fl,qqo nutritivo no atr.aviesa los pulmones. Éor liltimo, después de una permanencia mas ó menos larga en la matriz tnre- ñez, gestación)^ el feto nace en un estado inas ó menos perfecto, teniendo necesidad de alimentarse, por aprun tiempo, de la leche de la madre. No en todos los anima- les se observa la separación de sexos (1), en machos y heni- bras, como es lo mas común, pues ha;>^ también algunos en que están reunidos, como sucede en ciertos moluscos, por ejemplo en las ostras, y cuando se llega á los animales mas (I) Cnando los órganos G^Giierarloros so hallan en dos indivi- duos distintos, que es lo general, los animales, so llama uniseesua- lis. y euanilo estíui reunidos en uno, hennafrodiios; mas Imy otros en quienes á pesar de tener reunidos los se:cos, se necesita la con- cnrreiicia de dos individuos para la reproducción, y -ú estos so ha’ dado el nomiiie do androgynos. '1 — 27 — sencillos, nada se advierte en ellos sobre la distinción de sexos: nna parte cnalrjuiera del individuo separada de su cuerpo puede reproducir oti’o individuo enteramente iorma- do, ó bien, en fin, se ven aparecer en su superficie una es- pecie de botones ó de génnenes que producen un nuevo ser por germinación, como cu las plantas, FUNCIONES ANIMALES, 6 DE LA VIDA DE KKLACION. Ya hemos dicho al principio, que entre los caracteres esenciales quo distinguen los animó les de las ^llantas, se en- cuentra la vida de relación que se crectua en virtud de la sensibilidad y do la locomoción de que no gozan las plantas, y do ac[uí resultan las dos grandes divisiones ai las luncio- nes animales; la sensibilidad y la loeomocion. SENSiniLinAD (o SISTEMA XERVIOSo). La mayor parto de los animales tienen la facultad de im- presionarse de un modo cuahpúera por los agentes esterio- res, dependiendo esta jiropicdad de un cierto número de ór- ganos conocidos bajo el nombre de saiiidos. Estos sentidos entre los animales mas perfectos, y en aciuellos (pie mas se aproximan al hombre son cinco, á sa- ber: el olfato que distingue los olores: el que peicibc los sabores: la vista que ]:)crmite distinguir los coloioe. el oido que percibe los sonidos, y en fin, el tacto que aprecia las formas y el estado C[ue afectan los cuerpos. Auníjuc estos sentidos pai’ecen desde luego muy diferen- tes sin embargo todas las impi’csiones que se ejercen sobre cada uno de ellos, se perciben por un centro común que es la base general de la sensibilidad, y ha recibido el nombre de cerebro; eii este órgano se halla el origen de la inteli- rrencia y de la voluntad, y os el que rige los movimientos voluntarios por medio del cerebelo, do la medula C67u;ia y de los nervios. En fin, los movimientos involuntarios de- penden también del sistema nervioso, y se rigen por el gran Rvmpático. , ' . • • “ El sistema nervioso no presenta la misma organización e_ —28— en todos los animales, pudlendo relacionarse á tres tipos principales las formas que afecta g'eneral mente. En los animales vertebrados se compone, como liemos di- cho ya, del cerebro, del cerebelo, de la médula espinal, do los nervios y del gran sympático. Las tres primeras par- tes que lo forman están encerradas en un canal oseo que presenta una hinchazón en su parte superior, llamado ca- nal vertebral, tomando la parte liin.chada el nombre de El cerebro en el hombre es la parte mas voluminosa del sistema nervioso, formado por una masa que presenta una multitud de circunvoluciones separailas ]ior anfractuosida- des mas (5 menos ¡irofundas y encerrado en la cavidad ,del cráneo. Generalmente se compone de muchos lóbulos- Hácia delante y debajo de los lóbulos posteriores so en- íCuentra el cerebelo que se comunica con el cerebro por me- dio de prolongamientos particulares. La médula espinal se presenta bajo la forma de un cor- dón prolongado que se estiende en todo el largo del canal vertebral, partiendo del cerebro. Todas las partes que aca- bamos de enumerar están enteramente envuelta-s por mem- branas. Del cerebro y do la médula espinal salen cuarenta y tres pares de nervios, dispuestos con la mayor simetría; unos que toman su origen en el cerebro, y llevan el nombre do cerebrales, dirigiéndose particularmente á los órganos de los sentidos y de la voz: once pares se vuelven hácia es- tos órganos. Los ti’einta y dos restantes se llaman nervios espinales, porqiie nacen de la médula espinal por ralees dobles, unas anteriores y otras posteriores. Y se les dan los nombres de cervicales, dorsales., lámbales y sacros., según la región á que pertenecen, dirigiéndose en general hácia todos los mús- culo.?, cuyos movimientos ejercen dependiendo de la vo- luntad- Con este eje, llamado cerebro espinal, se comunica el sistema nervioso nombrado sympático, que comprende un sistema completo do nervios y gangliones que se cstienden desde la base del cráneo hasta el bacinete, ó parte infe rior del tronco, presentando numerosas ramificaciones en el — 29 — cuello, el pccb.o j el abdomen. Preside á los movimientos involuntarios y constituye el sistema nervioso de la ^úda orgánica, mientras que el cerebro y sus partes dependien- tes constituyen el sistema nervioso de la vida de relación. Tales son las partes principales que forman el sistema nervioso. Mas para hacer comprender su importancia, baste decir, que el cerebro es el órgano esencial de este sis- tema, siendo el centro común en que vienen á parar todas las sensaciones percibidas por los nervios, que se estienden desde la parte en que obra aquella, hasta el cerebro mismo.- De hay es que si se interrumpe la comunicación, cesa- rán toda especio de sensaciones. Algunos physiologistas, entre los cuales debe colocarse á la cabeza al célebre Dr. Gall, creen qué las diversas par- tes que componen el cerebro, deben presidir cada una de ellas los diferentes actos de la inteligencia ó de la volun- tad. Esta Opinión se ha defendido por muchos physiolo- gistas, aunque otros la han combatido. El sistema nervioso presenta la misma conformación ge- neral entre todos los vertebrados; pero hay una gran dife- rencia en cuanto al Amlúraen del cerebro, y en la dis2)osi- cion de los órganos accesorios que lo constituyen, las que haremos conocer después. Notaremos también que este' sistema nervioso no es enteramente igual en las diversas clases de los animales invertebrados.- ORGANOS DÉ LA LOCOMOCION. _Los órganos de la locomoción son activos ó jmsivos: loá primeros íorman los músculos, y los pasivos son los huesos y las otras partes calcáreas, corneas ó membranosas, que sirven de puntos de apoyo á los músculosi Estos están for- mados por una multitud de fibras llamadas musculares, y reunidas en hacecillos por medio del tejido celular, termi- nándose sus estremidades por tendones ó aponevroses que les sirven para fijarse sobre los huesos, teniendo la propie- dad ademas de ser contráctiles. El tamaño y dirección de los músculos es muy variable, y lo mismo sucede en cuanto á su foi’ma y número que es bastante considerable en el liombre. Entre estos hay unos —so- que se mueven bajo la influencia de la voluntad, y otros cuyos movimientos están sometidos únicamente á la influen- cia del "ran syinpático. Esta trasmisión de movimiento á los músculos se iiace por los nervios, cuya comunicación con los músculos es indispensable, porque si se intercepta por la sección del filamento nervioso, se interrumpe al ins- tante la comunicación que hay entre él j’' el músculo, así como la contracción y sensibilidad. En los animales de sangre caliente, los músculos tienen un color rojo, y en los de sangro fria son casi descoloridos. Los huesos, órganos pasivos de la locomoción, se compo- nen principalmente de fosfato y carbmiato do cal, y están articulados los unos con los otros, constituyendo el esque- leto de los animales, encontrándose en su interior una sus- tancia suave conocida bajo el nombre de vicdula. Cuando los huesos comienzan á formarse, al principio son blandos, flexibles y semejantes á los cartílagos; pero á medida (pie se verifica el crecimiento del individuo, el fos- fato de cal se deposita entre las moléculas gelatinosas, y da á los huesos la dureza con que se les conoce; esta dure- za va aumentándose siempre hasta (pie cesa el crecimiento, y entonces los huesos so componen de fosfato de cal, y fie un poco de carbonato de la misma base, con una red (lo ito- latina. Estos huesos toman formas vavialdes, siendo unos arredondados, otros aplastados y otros, por fin, irregulares. El esqueleto so halla envuelto en su totalidad jnjr partes suaves, se compone de un eje central formado do un núme- ro variable de huesos ce locados unos sobre otros, poro mo- vibles aunque unidos scJlidamente, y su reunión constituye la columna vertchi'ol- En la cavi(hul ([uc presenta, se en- cuentra el cerebro, el cerebelo y la médula espinal, desde los cuales parten las primeras riiinificaciones do los nervios que hacen comunicar el centro del sistema nervioso con las diversas paides del cuerpo. Todo el esqueleto puede considerarse como formando la columna vertebral, presentando solamente hinchazones mas ó menos voluminosas, cu que se encierran el cerebro, el es- tómago y los intestinos: pi’cscnta, ademas, prolongaciones conocidas bajo el nombre de miembros, que son por lo re- gular cuatro en los animales vertebrados, aunque á veces 1 —Sí- es abortivo alguno de ellos; ciertos reptiles no presentan ninguno, mas los vertebrados, como so ba dicho antes, con- tieiTen este número, siendo por tanto un carácter esencial para distinguirlos, ’i.a forma de los miembros así como su número, vanan en los diversos animales según sus clases. Los miembros anteriores se componen del dorso, del bra- zo propiamente dicho, del antebrazo y de la mano. Los miembros posteriores constan del muslo, de la pier- na, y en fin, del pié. , , . Los animales invertebrados carecen de esqueleto, y a su piel se adhieren los músculos destinados á hacer mover las diversas partos del cuerpo, así es que esta piel adquiere al- 'Tunas veces una consistencia dura y resistente; como en los crustáceos y los insectos, por ejemplo. Por otra parte, el número de 'miembros en los invertebrados es ilimitado; de hay es (lue los insectos tienen tres pares, y otros, miiclios más. Su conformación también es iiniy variable, pues que depende del medio en que viven. . Veremos, por último, al estudiar en particular los ani- males. que la disposición de los miembros, así como la for- ma de sus ostremidades, nos presentan escelentes caracte- res para distinguirlos entre sí. 41 *• 4 W S. r* - ^ -V ^ t , • >•* *t ' ■ -f. W • ' - 4 * • í *. i - • I • . *> .. ,»v . , a- -4;”Ti;??37.3í Mi5,riác3í:.'! •• * ^‘■' *1 H ' ■V'V- -■. ,«<. • r"* j 4 * ' • .■ . -rff' %• t ' íi-r líf.t >■ • .1 -H .V ..i, ,> r ^ .'■ •• «htl ^ . ,• ^jk ' >W Iltyi ♦» ' i* ■• • •« • :>*»• •■»»« ■’ ^^‘inr<*4 t ‘ * *-» ,'V [•Wj. •■ «» •.»< I- . "V T» MfC "■ , ■ ■ •»r*>'»ti t Jin«,'í. • I ,.t . . ' (. ■ ■ if -• *1 ■ « , ■ * ■ -. - - , rt I- '«MÍ» • ■ •• . 1 < ,. • 7 »tt .. ■•'*• "•* ■ .* . , I ■ -.-.i/i ■••.'t**r ■■■•*♦ I 4! ■ •<^* Ar*%v*< I k •• • • I ,ii> • •• . .. ,..(... I II '. ^|l (•■ -•♦•A «m4* '.' • I’ '*'•• A •>r'*j-. 1 ,^ 1 ^*.’ ■*A •'>(/ “•IjJt'Ti; - ,•*• ■**/• *.■>• ^ ^'* '»,^r .* f*' uV* «sil ' i*!**». • i ” • '« ”'■ '-• *^' •• n.*’j*i»* Mif j *i , *•*'*"• if ••W- «K »li-« ’Yvl«*iA |vi» 4*41 ■• • V »••» '*( i«»'| *«»* ■'• '<*»<| *»l •••«•' • f .v^- . .-ii*f ZOOLOGIA DESGRiFTIVA, CLASIFICACIONES. El inmenso número de animales diferentes con que el Criador de los Mundos quiso poblar el nuestro, y la im- portancia de someterlos al examen del hombre para sacar de ellos todo el provecho posible, exigia necesariamente distribuirlos de una manera tal, que pudiei’an estudiarse con facilidad y sin que so confundieran entre sí. Tal es el origen de toda clasificación, consistiendo ésta, en gene- ral, en la separación ú división de los objetos, para formar grupos distintos, según sus relaciones mas estensas, y descendiendo gradualmente á las mas estrechas hasta llj- gar á las individuales ó específicas. Foi’mados así los grupos, preciso fué, imponerles un nombre, y asignarles cierto número de caracteres, para que siempre pudieran distínganse; pero como la base de la elección de estos ca- racteres no estaba fijada, ni ¡lor consiguiente era la misma en todos los autores, do aquí resultaron dos maneras prin- cipales de clasificación, dándose á una de ellas el nombre de sistema, ó daúf cacion artificial, y á.la otra, el de Mé- tod o ó clasijicacion 7iatural. La clasificación artificial consiste en agrupar los obje- tos según diversos caracteres escogidos arbitrariamente y sin consideración por lo común, á la semejanza general que pueda existir entre las especies que se separan, ó á ' 'r diferencias que pudieran notarse entre las que se reúnen. -34— Lu ]a cia.'.ncacio’.i natiiral, al contrario, lasuli visione s están fniniadns en I:¡ uatiiraJeza inisina de los objetos; v estos rc’inido.s ealrc :-í, ])or su nniyov ó menor sciiiojanza', y so- jiarados en va/eon de ¡as líií’ercncias, mas ó menos conside- raides nuc otrcccn sus partos esenciales. Las clasifieaemuos Zoo¡b í VoPcíreedo.?, en cuyo c.sr(nelcto oseo se encuentra la columna vcrtcliral: Segunda: Los Inverte- brados, en ejue no hay eso esqueleto, ni jmr comsiguientc columna vcrtolirai. Los invertehvados fueron subclivididos en apático:; y Scv.s'iblcs: io.s primero.s, cu quo hasta entonces no se habia descubierto el sistema nervioso, comprenden. — 35 — Primevo; A los luíusorios. Serriurlo: Lu.' P<>ii|ios. ’iVrcrro; Los 1 unicarios. Cuarto: Los Radiiuios: _v Quinto: Los Gusanos. Los sci^nmlos, esto os, los InvorteLv:uk-s sensi- bles^ cuyo .sistema nervioso, es manifiesto, s. subuivitlioron. Primero: En Insectos. Segundo: Aragnidos. Tercero: Crustáceos. Cuarto: Aniliacío:'. Quinto: CirrliópoJos; y iScsto: Moluscos. Por último, los V ertebvados en cpiiencs el sistema nervioso está muy desarrollado, y que no sola- mente son sensiblc.s, sino inteligentes, eorresponden á las cuatro clases e.stableoidas ya por Linneo, que son los Pes- c idos, io.s Reptiles, los Pájaros 3" los í.lamífero?. Los progresos de la Anatomía do diver.ms animales ¡ni:i becbo conocer la insuíieioncia do la ciasific.acion de Lannarl-;. JouGU CüviKR desde ISlu á 18,29. que como ninguno otro ha contribuid. i á los adelantos de la Anotomía com- par.ula, así con las diver.sas memorias qa/' ha publicado, como con las lecciones que de ella ba dailo, íué quien for- mó la clasificación zoológica mas generalmente admitida en el dia, cuyos iundamento.s Yuino.s á espovmr, siendo la que se ha seguido en este tratado. Para que la clasificación do los cuerpos : atuiales sea buena, y corresponda á su objeto, es pmcciso que esté fun- dada .sobre los caractéves mas constantes que so encuen- tren en los mismo., cuerpos; y en los seres organizados .so- bre ios Organos escneiale.s, debiéndose tener en cuenta la mayor ó menor importancia de estos, para conocer la im- portancia relativa de los caracteres mismos. Pero en el reino animal el si,stem,a nervioso os sin contradicción el ori- gen de los mas constantes caracteres; luego os claro que es- te os el que debe colocarse en primera línea, pues él solo basta para caracterizar o.sene:, •uniente á los animales, r pa- ra distiuguiilos de lo.í i’i'getüics con sola su prcseuciii. Como el sistema nervioso .•^e modifica en la serie animal v como cada una de estas gi'anucs luodificaciorie.s (.'>ra C'ou bastauto fuerza sobre el rc.sto do la organización, para ar- rastrar consigo otra serie do caracteres divvs'sos. iié aquí las razones que tuvo Ciivicr para fundar en él las divisio- nes primarias (¡uc estableció uitrc los animales. En efecto, el sistem i iiervio-'o estudiado de un modo ge- neral, se presenta, como sabemo.s, bajo cuatro formas ó ty- — 36 — pos principales, á saber. Primero: Un eje cerebro-espi- nal muy desarrollado que olVecc en su parto anterior Iiin- cbazor.es ó abultamientos, designados con los nondires de cerebro, cerebelo y médula alargada, terminando posterior- mente por una prolongación llamada médula espinal, y to- do c.sto contenido en un canal o.seo formado de vértebras apiladas unas sobre otras. Segundo: El .sistema nervioso compuesto de hincliazoncs ó gangliones, las mas veces si- métricas, dispersadas en diversas partes del cuerpo, y que se comunican por cordones que van ile la una á la otra cs- tremidad, cuyo número varía desde dos basta. seis. Ter- cero: De dos cordones nerviosos estendidos de una á otra cslreinidad del cuerpo, ya libres, ya mas ó menos soldados entre sí, presentando una serie de hinchazones gangliona- rias, de donde parten los nervios que se dirigen á los di- vcr.sos órganos: y cuarto, en fin, do un cordon circular con , gangliones, á veces en su espesor, los cuales dan origen á filamentos finos y comunmente radiados. Tales son las consideraciones en que se apo3um las si- f^uientes divisiones: Primera: Animai.es VKUTEimAnos. Segunda: Moluscos. Tcrcei’a: Articulados: cuarta, Radiados ó zoophytos. Estas grandes divisiones, á que daremos el nombre de Secciones, se suljdividen desde lue- ¡ro en clases como se verá en el cuadro ó tabla que sigue, . y cuyos princip.ales caracteres se espondrán á continua- ción suscintamente, antes de hacerlo con la estonsion debi- da en las secciones generales correspondientes.. Ó\ CLASIFICACION ,P ... fe CLASES. r 1? Alamíferos. , a I 2? Pájaros. f 1 8» Eeptiles. Verleirados. Pescados. 2 ^ SECCION. Moluscos. 3? SECCION. Articulados. 1? Cephalopodos. 2? Gasterópodos. 3? Acephalos. r 1? Annillados. j 2? Crustáceos. I 3? Aragnidos. 4? Insectos. 1“ Intestinales. 4? SECCION. < 2? Pólj'pos. i 3? Infusorios. r' .?' ■ ^ • **'. ■■■ ^ fi' ■"*\ * ," (T'l. *'<»♦ 0 . 1 ». J>kV,. ,'-,»A Aíff'Tíi’ ;. * ♦r.-" » . t/ 5 1 ■■•>*», ' • - V * V I' ||a -.ij^f ,• .* ■‘■■I — -‘*■■■1 - .«rJ 'V'fílJí* ®V'*.. ' ’> *í# #/ í -■ ■í^ - ^ . f A,-: ^hí.StbW*.-^ - N , , W :r^>- .. ivJlF't’V • - ■*t. ».“'' , ,. , 1 K» . .. . —#.W. ■> »» 4'\-'*' -.. ,#“ii fc,|.l5 ,.• \ ' *íS,- ..«ijWj» , ,^- '.^ iV feiir-.f» •■ ■-•tA H’ .*< .I' • fi-> HrV'*^‘»í ..rtO *V*-*s, 1^. »r •■• , t! W* *» ■í -) u*i w* ' 22 !^. . ;tt» r--i!'ij" ••' t *} i, ‘^■'^ ' . . , > «.* t ft 1 ■ ■ ' 4 *'^ .V» • * , -^ J — 3 » ' • > 4 I ., f í J Vt-íy; ¿v^;-..»-. «x». i — 39 — CARACTERES DEL CUADRO ANTERIOR DE _ií5a.i«j'3n:iazi:^í3a^ 351-1 SSE3SS» iiwumnr»3s>o<>jiriAn;w SECCION PRIMERA. — Vertebrados. Esqueleto interior que forma la armazón sólida del cuer- po. Sistema nervioso compuesto de nudos y de nervios, de un cerebro y una médula espinal colocadas encima del tu- bo digestivo y encerradas en la cavidad del cráneo y del es- tuche vertebral. Sangre roja, corazón ninscular con dos ca- vidades por lo menos. Respiración ordinariamente aerien- se y pulmonar, algunas veces acuática que se efectúa por branchias. Boca con dos mandíbulas colocadas una enci- ma ó delante do la otra. Organos de los sentidos en nú- mero de cinco, y distintos, de los cuales cuatro están colo- cados en las cavidades de la cabeza. Forma del cuerpo si- métrica; nunca se presentan mas que dos pares de miem- bros. PRIMERA CLASE. — JSIamiferos. Vivíparos, con mamilas, provistos de pelos, sangre calien- te, circulación doble y completa; corazón «con cuatro cavi- dades, respiración pulmonar simple. SEGUNDA CLASE. — Pájaros ó aves. Ovíparos, con plumas, sangre caliente, circulación doble y completa, corazón con cuatro cavidades, respiración pul- monar doble. — 40 — TERCERA CLASE. — Reptiles. Ovíparos, .piel desnuda ó guarnecida de escamas, sangre fría, circulación doble, incompleta, corazón con tres cavi- dades, respiración pulmonar simple. CUARTA CLASE. PcSCacloS. Ovíparos, piel desnuda ó guarnecida de escamas, sangre fría, circulación simple j completa, corazón con dos cavi- dades, respiración acuática por trancbias. SECCION SEGUNDA. — Mollüscos. Carecen de cscjueleto interior y esterior. El cuerpo es- tá cubierto por una piel suave y contráctil, en la que están insertos los músculos: esta piel en muchas especies se en- crusta de materias pétreas, que forman como unas placas llamadas conchas. Sistema nervioso compuesto de muchas masas esparcidas y que se reúnen por filamentos nerviosos, y de que los principales colocados sobre el esófago, llevan el nombre de cerebro. No hay ningún órgano e.opccial pa- ra el olfato ni para el oido, frecuentemente solo el de la vis- ta. Ckculacion completa, sangre blanca, por lo regular azulada. Respiración que se efectúa en algunas especies por cavidades pulmonares, mas generalmente por bran- chias; nunca presentan miembros articulados para la loco mocion. PRIMERA CLASE. CcpJialopodoS. Cabeza bien distinta, sobrepuesla de brazos carnosos J flexibles en todos sentidos, y que les sirven para la aprc- hensien y para andar: resto del cuerpo, encerrado en un sa- co arredondado, tres corazones, respiración por branchias. SEGUNDA CLASE. — Gastcropodos. Ün difco carnoso colocado sobre el vientre, que les sirve — 41 — para la respiración. Cabeza mas ó mmos distinta guamcr cida de uno ó mas pares de tentáculos, respiración pulmo- nar ó branchial. TERCEnA CLASE. Accpliolos, Carecen de cabeza distinta, no bay tentáculos, la boca está cubierta con el cuerpo en un manto dividido en dos o- bulos. SECCION TERCERA.— Articulados. Esqueleto interior, ordinariamente reemplazado por un es- nueleto esterior formado por la piel mas ó menos modific^ da en su naturaleza y en su consistencia, y compuesto do iina serie de anillos movibles unos sobre oti’os. bistema nervioso que consiste en dos largos cordones colocados en la caja del vientre y dilatados de distancia en distancia por nudos ó liincbazones; el primero de estos nudos, colocado encima del esófago se llama cerebro, y se comunica por n- lamentos que forman un cuello con el esófago y con los que están colocados encima del vientre. Sangre blanca cscepto en los anillados. Circulación que se disminuye rápidamen- te desde los primeros animales de esta sección hasta los úl- timos en que ya no existe, por decirlo así, y se hace poi una simple imbibición. PRIMERA CLASE. AllUladoS. Sangre roja, circulación completa, cuerpo revestido de una piel suave y dividida en numerosos anillos, respiración por branchias. Nada de metamórfosis. SEGUNDA CLASE. — Crustáceos. Sangre incolora, contenida en dos especies de vasillos, piel incrustada de carbonato y de fosfato de cal, cabeza con- fundida con el tórax, cuatro antenas, dos ojos compuestos y pedicelados. Constantemente con mas de ocho pares de miembros articulados, respiración por branchias. Carecen de metamórfosis. - 42 — Tercera clase. — ./Irag'nidos. Sangre incolora, dos sistemas de vasillos, como en aque- llos que respiran por pulmones; circulación como en los in- sectos, en los que respiran por traqueas; cabeza confundi- da con el thorax, ojos sencillos, mas de tres pares de miem- bros, j carecen de metamórfosis. CUARTA CLASE. InSectOS. Sangre incolora que se distribuye en diferentes partes del cuerpo por simple imbibición, cuerpo que presenta tres partes, la cabeza, el thorax y el abdomen; ordinariamente tres pares de miembros, respiración por traqueas. Meta- mórfosis mas ó menos completas. SECCION CUARTA. — radiados 6 zoophytos. No hay ninguna simetría en la disposición do los órga- nos del movimiento y de los sentidos, que están colocados como radios al rededor de un centro. Caras opuestas del cuerpo semejantes. No hay sistema nervioso ni órganos de los sentidos distintos. Organos respiratorios colocados en la superficie del cuerpo ó que no existen en él. Circu- lación apenas sensible ó ninguna. Una bolsa sin salida les sirve de intestino en el mayor número. PRIMERA CLASE. — Intestinales. Cuerpo en general alargado, desprovisto de traqueas, de branchias y de todo otro órgano rcspii’atorio, ningún indi- cio de verdadera circulación, algunos rudimentos de nervios- SEGUNDA CLASE. PólypOS. Cuerpo pequeño gelatinoso, frecuentemente sin ningu- nas visceras mas que su cavidad, boca rodeada de tentácu- los, produccioB de nuevos individuos por medio de yemas ó por huevos. — 43 — tercera clase. — Infxísoi'ios. Pequeños seres microscópicos que abundan en las aguas estancadas, la mayor parte gelatinosos y ein visceras. Estas cuatro grandes dmsiones se subdividen en clases, como hemos dicho, las clases on órdenes, los órdenes en fa- milias y tribus, y éstas en generas y es-pccics. Las estudia^ remos sucesivamente en el orden establecido. PRIMERA SECCION. VERTEBRADOS. Los vertebrados comprenden todos los animales de orga- nización mas complicada; su sistema nervioso se halla muy desarrollado, y presentan el esqueleto oseo, cuya descrip- ción circunstanciada hemos dado ya al hablar de las con- sideraciones generales de la organización animal. Su columna vertebral está formada de piezas articuladas llamadas vértebras, que forman por su reunión un canal terminado en su parte superior por una hinchazón, que es la cabeza, conteniendo en su cavidad el cerebro y el cere- belo, y en este canal se halla la médula espinal. La cabe- za encierra cuatro ó cinco sentidos que poseen los vertebra- dos, á saber; los ojos ú órganos de la visión, las orejas u Organos del oido, las narices ú órganos del olfato,- y la len- gua ú órgano del gusto.- El tacto reside en la piel, y su perfección varía según la estructura de los tegumentos en que tiene su origen. Las costillas reuniéndose forman el pecho, adhiriéndose á la columna vertebral, y eñ el pecho se encuentran los pulmones, órganos de la respiración, en- tre los que, pero un poco mas abajo, se halla el corazón, el híeado Y el estómago, debajo del cual están los intestinos. Los cuatro miembros que se designan bajo los nombres de anteriores y posterioí’es, están unidos, los dos primeros á las paredes laterales y superiores del pecho, mientras que los dos segundos están articulados á la columna vertebral; sin embargo, algunos de los vertebrados carecen de estos miembros. (Por ejemplo las serpientes). — 44 — Los órganos de la digestión se componen de un canal alargado, que presenta á distancias liiuchazones ó abulta- mientos inas ó menos voluminosos, do los que uno de ellos es el estómago, que está destinado á la elaboración de los alimentos. El canal recibe en su trayecto diversos fluidos ó líquidos, tales como la saliva, la liílis y el fluido pancreá- tico, secretado por glándulas que ajridan á la digestión, te- niendo en sus csíremidades dos aberturas; la superior que sirve pava introducir las materias alimenticias y es la boca, y la inferior que da salida á los productos ya elaborados é innecesarios para la nutrición, que es el ano. Estos órga- nos ya se han mencionado en la descripción general de loa animales. Los vertebrados tienen dos quijadas horizontales, y am- bas generalmente armadas de dientes; pequeños cuerpos Oseos destinados á triturar los alimentos. Entre los pája- ros y algunos reptiles no se encuentran dientes, pero hay una pieza cornea que se llama ma/idíbula, y que rcemplazu» á loa dientes en cada quijada. Los vertebrados tienen la sangre roja, circulando por medio de las arterias y de las venas; la sangre venosa es de un rojo oscuro, mas la arterial de un color vivo; por otra parte, la primera salo do las v(‘nas bajo la forma de un chorro continuo, y la segunda de las arterias por Ínter vir- ios, y siguiendo las contracciones dcl corazón, cuyo fenó- meno da á conocer si so ha cortado una arteria cuando se va á curar una herida reciente. El corazón puede ser doble ó sencillo, es decir, que ciei*-' tos vertebrados tienen un corazón aórtico y un corazón pul- monar, distintos, sin comunicación directa el uno con el otro, como en los ma7níferos y en los pájaros, ó bien los dos corazones se comunican como cu los reptiles, ó bien no hay mas que uno solo como en los pescados. Todos los vertebrados, á eseepcion de los pescados, res- piran por medio do pulmones, cuya función está esencial- mente ligada á la circulación; así os que la sangre que cir- cula en las venas vuelve á los pulmones para o.xigenarse por medio de la acción del aire atmosférico, resultando de aquí que la sangre entre todos ellos es caliente. Pero es- ta respiración completa no se verifica sino en los- mamífe- — 45 — ros y los pájaros, porque los otros vertebrados tienen los órganos respiratorios muy desarrollados, y entre ellos no se encuentra sino una parte do sangre venosa que reside en los pulmones, resultando que tienen la sangre fría, y que la temperatura de este fluido varía según el medio en que viven: los reptiles, pues, nos ofrecen un ejemplo patente de esta clase do organización. Los sexos comunmente se hallan separados en los ani- males vertebrados, siendo unos vivíparos, y otros oiípaios esto es, que los primeros nacen inmediatamente ya forma- dos, y los segundos nacen de ¡uicvos, necesitándose que pa- se algún tiempo para su desarrollo, como liemos dicho en la reproducción. . , Los vertebrados comprenden las cuatro primeras clases del sistema, que son; Los MAMÍFEROS, loS PÁJAROS, loS REPTILES y loS PESr CADOS. . CLASE PRIMERA. J\Iamiferos. Los mamíferos forman el rarno de la Zoología a que se La dado el nombre do Mamncilogía, y el conocimiento de esta parte es muy interesante, jiorque abraza los animales mas útiles al hombre bajo diversos aspectos. Algunos de ellos nos sii'ven de compañía y de defensa, yconsuiobus- tez nos auxilian en los fuertes trabajos, nos proporcionan alimentos saludables, medios de cubrir nucsti'a desnudez y abonos para las tierras, suministran un gran número de materias primeras para las artes, y varias sustancias me- dicinales. También es conveniente conocer los que pueden dañarnos, ya directamente, ya destruyendo otros anímalos útiles ó loi pixductis recogidos y guardados. Ninguno de ellos es venenoso cu su estado normal, y solo algunas espe- cies del género canis, pasan á serlo, cuando los individuos se \ia\lan atacíxáos hydrophohm Los mamíferos, por lo general, están cubiertos de pelos, y se caracterizan esencialmente por las mamilas; órganos glandulosos colocados en la superficie del cuerpo, y que se- cretan un líquido particular llamado leche.. Tienen un co- — 46 — razón con dos ventrículos y una circulación doble; su san- gre es roja y caliente, su coreliro es voluminoso, los cinco mentidos completos, teniendo una división llamada diafrac- ■ma, que separa la cavidad del pedio de la del vientre; por ultimo, su cuello está formado do siete vértebra.s á escep- cion, sin embargo, del Jli ó Perqzoso que tiene’, nueve, y una de sus especies, el wnó que presenta ocho. El sistema nervioso de los mamíferos os superior en ca- pulippnes^" i'espirando constantemente por medio do dos Las mamilas que caracterizan esencialmente á los ma- miíeros son en número variable, y no están dispuestas del mismo modo entre los animales de esta clase, pues que los unos tienen dos, como el hombre y los monos, otros cuatro, seis y aun mas, como los tigres y los perros. Se nota en gepergl que su número está en relación con el de los liijos que tienen que mantener. En el hombre las mamiks son jtectoralesy es decir, que están .colocadas sobre las paredes oseas del pedio; en los gatos y los perros son abdominales, y colocadas por consiguiente en las paredes del abdomen; en el toro y el caballo son inguinarias, es decir, colocadas entre los miembros posteriores. Las mamilas no se desar- rollan sino en las hembras de los animales vertebrados pues que en los machos se presentan en estado rudimental’. Los hijos de los mamíferos nacen vivientes y desnudos de otra emboltyra, y la duración de su lactancia está en jelacion con la de la vida del animal. Su corazón es voluminoso, presentando la oro^anizacion completa de que hemos hablado, estudiando en general los animales, es decir, dos ventrículos y dos orejuelas y la cir- culacion.es doblo y completa. Los cinco sentidos existen entre los mamíferos, sin escepcion, pero no adquieren el mismo desarrollo en todos los de esta clase, porque hay al- gunos animales en quienes son aun mas perfectos algunos de ellos, que en el hombre. Aunque todos tienen voz solo al hombre se le ha concedido la facultad de articular soni- dos y de pronunciar las palabras, siendo en la larinfre don- de se produce la voz. Los miembros de los mamíferos se hallan esencialmente dispuestos para andar, porque estos animales están destinados á vivir ordinariamente sobre la — 47 — tierra. Algunos, sin embargo, tienen sus miembros ante- riores desarrollados en foimia de alas, como los pájaros; y otros tienen también la facultad de elevarse en los aires, co- mo los murciélagos. Hay una clase que comprende los animales que se llaman amphyhios, que pueden vivir á la vez en la tierra y en el agua. Y en fin, los cetáceos, habi- tando esclusivamente en el agua, tienen miembros en for- ma de nadaderas ó aletas. Otro de los- caracteres esenciales para los mamíferos, --es la presencia -de los dientes que llevan sus quijadas, y dé que se conocen tres especies: los incisivos, los caninos y los molares. Muchos de los mamíferos tienen estas tres espe- cies, pero en algunos faltan los incisivos, en otros los cani nos, y aun hay animales de esta clase que están enteramen- te pi-ivados de unos y otros. Los INCISIVOS tienen su corona plana y dispuestos en forma de cuña, sii'viendo para cortar y romper ó quebrar: se presentan en iiilmero de cuatro en la parte media de ca- da quijada. Los caninos tienen su corona cónica y puntiaguda, sir- ven para destrozar la carne, y hay uno de cada lado de los incisivos, en la quijada superior y en la inferior, entre los bimanes. Los dientes molares tienen una corona mas ó' menos trun- cada, ya casi plana, ya guarnecida de asperidades ó de pun- tos salientes, siendo su destino el machacar los alimentos'. Todos los mamíferos no’ presentan estas tres especies de dientes como hemos dicho: de allí ' os que su existencia ó carencia sirve para caracterizar perfectamente los diversos grupos que componen los animales de esta clase. En efec^ to, por la inspección de los dientes se puede conocer la cla- se de alimento de un animal, y casi toda su organización, como lo manifestaremos hablando de los rumiantes. La clase de los mamíferos presenta grandes variaciones en su organización, de aquí es, que los lisiologistas los han divi- dido en nueve órdenes. Los dedos y los dientes son los principales órganos que sirven para distinguir los grupos: en efecto, se ha notado que la perfección de los dedos está en relación con el grado de inteligencia de los animales; así vemos que solamente el hombre y el mono tienen manos, es —48— derir órganos que les sirven para tomar fácilmente las co- sas. El hombre tiene dos, colocadas en los miembros su- perioivs, el mono al contrario, cuatro: dos en los miembros superiores y Zecoí¿«. — 60 —“ FAMILIA SEGUNDA. Inseclivoros. Los insectívoros, cuyo nombre signiñca devoradorcs de insectos, se caracterizan por sus dientes molares erizados de puntas cónicas; pero carecen de la membrana que se estiende entre los miembros de los cUeiropteros, y ])uede decirse que e&te es el solo carácter esencial que los distin- gue, porque como aquellos viven casi csclusivamentc de in- sectos, la mayor parte de ellos son nocturnos, y algunos también permanecen entorpecidos durante la mayor parte del invierno. Las hembres de estos animales tienen dos mamilas en el abdomen, y en los machos el pene está metido en un for- ro, acibérente también al abdomen, siendo casi todos ellos plantigi'ados y andando sobre sus cuatro miembros. Los insectívoros so dividen en dos tribus: la primera comprende los géneros que tienen los incisivos largos y Ini- cia delante, seguidos de otros incisivos y caninos, aunque todos ellos mas bajos que los molares. La segunda en- cierra los que tienen caninos grandes y apartados, cutre los cuales hay incisivos pecpieños. En la clase de los in- sectívoros se encuentran: EL ERIZO. [Erinaceus.] Caracterizado por las puntas tiesas y agudas que cu- bren la parte superior de su cuerpo en lugar de pelo que solamente lleva en el vientre, y cuyas puntas le sirven do defensa cuando se ve atacado: tiene seis incisivos, y sus molares superiores engranan con los inferiores, lo cpie lo facilita moler las partes duras de los insectos de que se ali- menta; por último, sus piés tienen cinco dedos armados to- dos de uñas muy fuertes. Este animal vive en medio de los bosques, donde cava agujeros propios para cubrirse, alimentándose do frutos y de animales pequeños. El enemigo mas poderoso que tie- ne es el zorro, contra el cual no tiene otro medio de defen- — 61 — Ea que hacerse un ovillo, para poder así presentar por to- dos lados los temibles dardos de que está enzado; mas el zorro se miarda bien entonces de acercarse, y aguarda pa- cientemente á que el erizo, fatigado do una posición que no le es natural, cstienda involuntariamente sus músculos, en cuyo caso se precipita sobre él, cogiéndolo por una de las p¿tcs de su cuerpo en que no hay puntas. El erizo tiene ademas una orina tan fétida é insoportable, que pue- de servirle también como de arma, arrojándola contra el que lo ataca, pues su olor basta algunas veces para hacer- lo huir. , , . , En los insectívoros se encuentran también las Tnusaia- ñas ó mvsgaños, [sm'c.T] que llevan de cada lado una ban- dilla de pelos tiesos, y son del tamaño de xm ratón. Se hallan también los topos [talpa] cuyos miembros es- tán dispuestos para cavar la tierra; los anteriores son muy cortos aprocsimados á la cabeza y movidos por músculos noderosos: la palma de la mano en que terminan los imcm- L-os está cubierta de una piel dura y callosa, y estas ma- nos están dispuestas de modo que cuando cavan, arroja la tierra hacia los lados de su cuerpo, y no bajo del vientre como lo hacen los animales cuyos dedos iio tienen la direc- ción do estos . , La cabeza de los Topos es alargada y terminada en pun- ta por una especie do pujavantc t¡uo les sirve para aguje- rar y levantar la tierra, asegurándose también que puede servirles de órgano del tacto y de aprchensioii. El oído y el olfato están muy desarrollados cu estos animales, pero en cambio sus ojos son muy pequeños y no deben servirles de mucho, pues siendo sus pupilas muy estrechas y situa- das bajo do polos muy espesos, so necesita apartarlos para ■poderlos percibir, lo que hizo creer por mucho tiempo que los Topos carecían enteramente de ojos. Los órganos de la generación ofrecen muchas particula- ridades imtablcs así en el macho como cu la hemlira, en términos de confundirse, ó á lo menos ser muy dificil de distinguir los sexos. El topo es animal muy xmraz que se alimenta de insec- tos ó animales pequeños, y no de raíces como se pensaba antes. “ o — 62 — Los principales géneros de los insectívoros son: , El erizo, eriTiaceus, tenrec, centenes; musaraña, sorcxj desmán, mygalej topo, talpa, j condiluro, condylura. CARNIVOROS. Los carnívoros, ó que se alimentan de carne, tienen por caracteres esenciales los dientes caninos, cónicos ó muy des- arrollados, y los molares agudos y cortantes; sin eml»argo, hay entre ?stos molares uno mas grande que los otros y que termina en su parte posterior por una especie de talón tuber- culoso. En las especies mas feroces, los dedos tcrminan'cn gan-as 6 uñas ganchosas puntiagudas, y alguna vez cortan- tes, cuya disposición les da la facultad de servirse de sus naiembros,’no solamente para pararse y andar, sino aun pa- ra destrozar su presa. Las uñas son comunmente movibles en estas especies, y los animales que están provistos de es- tas terribles armas, pueden, según su voluntad, sacarlas ú ocultarlas en los tubérculos carnosos que ticuen en sus dedos. La disposición do sus piés y su modo de andar, ha hecho que los carnívoros se dividan en digitigrados, en que están comprendidos todos los que andan sobre la estremidad do los dedos: en planiigrados, que encierra los que apoyan to- da la planta del pié en el suelo; y en amphibios, esto cs,- los que tienen sus estremidades en forma de aleta. carnívoros' DIGITIGRADOS. Los digitigrados, como se ha dicho, son los carniceros, que solamente apoyan en el suelo la estremidad de los dcr dos, pero es necesario no persuadirse que solo en los carní-, voros hay animales digitigrados, porque ciertos carniceros' insectívoros, muchos de los roedores y casi todos los pája- ros andan sobre los dedos y no asientan la planta del pié.. Esta sección es muy numerosa y encierra los animales mas feroces, tales como el tigre, el león, las hyenas, &c. Se halla igualmente el gato de la algalia ó civeia, el perro y el gato doméstico, dé los cuales el primero da un producto — 63 — ciVETA. Vulgo gatos de la algalia. [Viverra.] Este animal constituye un género que no comprende mas que un corto número de especies repartidas en el antigiio continente, de las cuales dos son las principales: una, ori- ginaria dé la Africa, que es la civeta propiamente dicha, j la otra que sé encuentra en Europa, en el Senegal y en la India, que lleva el nombre de zibetho. La civeta es del tamaño de un zorro, pero su cuerpo es mas alargado y sus piernas mas cortas que las de aquel, y su cabeza termina en un hocico largó y puntia^do. Su pe- laje es agrisado y presenta bandas transversales, estrechas y paraléfas, que forman yayas negimscas: el pelo que cubre este animal es largo y erizado, particularícente en el lomo, en que forma una especio de ermes que endereza cuando se irrita: su cola presenta cuatro anillos pardos hacia la par- te mas cercana al cuerpo, pero su estremidad es entera- mente negra. ’ ^ Este animal tiene entre el ano y los órganos de la gene- ración, así él macho como la hembra, una bolsa mas o me- nos profunda, que encierra en la mayor pa.rte de las espe- cies una materia grasa y olorosa análoga al almizcle. - ta materia viene á dicha bolsa de otras dos mas dimas, cu- yas paredes son glandulosas s^^^^ en que las partes salientes corresponden a tores, que echan su producto en la cavidad commi. Los gatos de la algalia son animales montaraces com los zorros, ú quienes se pai’ccen no solamente por su lorma sino' por sus costum-bres y modo de vivir, pues en electo, en la oscuridad de lá noche es cuando buscan su presa, eomiiucsta de pájaros ó pequeños mamíferos, no alimcntan- flnse^de vegetales sino cuando se hallan privados de carnes. A nesar”de las costumbres salvages de estos íuiimales, rvueden criarse y hacerse algo domésticos, para poder reco- cer Sas fácilmente eJ humor aJinizclosq que secretan, y que ?ra antes muy apreciado, ya como medicina ya como perfume. La otra especie del mismo genero, llamada zibetho, co- mo hemos dicho, se encuentra en la India, y se difei encía de la precedente por las manchas de su pelage. Secreta - 64 -^ igualmente en una bolsa dispuesta como la de la anteriom materia grasa y untuosa tan entcrameiito somojante á la de la civeta propiamente dicha, rpie no se puede distinguir. EL PERUO. [CVmw.] El porro constituye un género particular de los carnívo- ros digitigrados, porfectam-nte caracterizado por sus cinco dedos en los pies de delante, mientras tpic los de atrás no tienen mas que cuatro, y las uñas que los terminan no son contráctiles. Tiene la lengua suave, treinta y dos dien- tes, de lo.s cuale.s hay dos tuberculosos en cada (luijada, co- locados hacia atrás de las verdaderas muelas: poseen un olfato muy delicado, y algunas especies, tales como el zor- ro, por ejemplo, tienen ademas la facultad de ver de no- che. El mismo zorro y el lobo, especies de esto género tienen con él la mayor analogía. El PERRO COJI0N canis familiuris, es una de las mas an- tiguas conquistas (jüc el hombro ha heclio cu el reino ani- mal: los porros son sus compañeros inseparables, amiuos fieles, súbditos- obedientes hasta la muerte, y los mas inte- ligentes do los carnívoros. Las variedades y razas do esta especio son innumerables- pero algunos autores, atendiendo á la forma de su cabeza y al desarrollo de ciertas tendencias instintivas, han hecho de ellas tres divisiones: La priniera, de crátieo pequeño y de inteligencia poco dc-sarrollada, comprende á lüs^;uas¿¿- nes, los galgos, los daneses. La segunda, de cráneo mayor alíato mas fino y mayor iutoligeneia, abraza los ps7'ros de pastor, \os perdigueros, los de agua, &c., y la tercera en fin, de cráneo mas pequeño, hocico corto, intcl¡geneia\-c- ducida, pero de gran fulclidad, comprende los dogos y la mayor parte do los falderos. Entre nosotros se encuentra la raza silvestre de Chiliualiua, singular por la pequeñez de su talla, viven en cuevas ó fosas que ellos mismos se ca- van en la tierra, y su carácter es feroz, pero se domestican fácilmente. — 65 — LOS GATOS, Los íratos tienen, como los perros, cinco dedos en los miembros anteriores y cuatro en los posteriores: su carác- ter esencial es el de que sus uñas son retráctiles, esto es, que el animal puede sacarlas voluntariamente, ya para de- fenderse, ya para destrozar su presa, lo que ejecuta con- trayendo los músculos flexores de las últimas falanges. Él gato y las especies que constituyen este género, no tienen mas que treinta dientes: doce son incisivos, cuatro caninos muy desarrollados y catorce muelas, de las cuales dos son pequeñas y tuberculosas y están en la quij^ad'a su- perior. La superficie do su lengua está cubierta de papi- las corneas, cuya punta dirigida Inicia atrás, raspa cuando el animal lame' y por esto se dice que estos animales tie- nen lengua áspera. , . . i i i Las mamilas de la hembra son abdominales, y la cabe- za en ambos sexos es arredondada, con el hocico corto, y tienen la facultad do ver lo mismo de dia que de noche. ^ ■ A pesar de la ferocidad de muchas especies de esto ge- nero, tales como los tigres, los leones, los leopardos, &c,, se ha llegado, sin embargo, á hacerlos mas tratables. Ln es- te caso se halla una especie propia del país, mixili, do los antiguos mexicanos [/efe cmicolor de fW- i que se encuentra en la Sierra Madre, de Guanajua , de los 21 ° de latitud N- ^ t ■t- . l a Los géneros princijiáles de los carnívoros digitigia o , se han dividido en tros grupos con los caracteres siguientes. 1. ° Un solo molar tuberculoso en cada lado de entram- bas mandíbulas. — Mofeta, mc.phitis; hediondo ó veso, pi¿- /ñrvwsMnaida, míííMa, y nutria ÍMÍrn. ^ ct o Pos tuberculosos superiores en cada lado: carnice- ro con talón ancho.— Perro, canis; civeta, viverra,^ gineta^ °í"; P«r,dox,trm; ™™g 08 ta, /«-pedes, y lie hiljcrciilosos inferiores.— Hiena, liyee- na, y gíúo, fclis. — 60 — CARNIVOROS PLANTIGRADOS. ^ Los plantigrados que como hemos dicho asientan la plan- ta del pié al andar, difieren esencialmente de los digitigra- dos, en que tienen cinco dedos en cada una de sus estre- midades. Aquí puede hacerse la misma observación que se hizo antes en los digitigrados, esto es, que no solamente entre los carnívoros se encuentran plantigrados, pues los cuadru- manos y aun el hombre mismo asientan la planta del pié al andar; pero se ha reservado este carácter á los animales carnívoros, porque es el que permite distinguir entre sí mas fácilmente sus diversos géneros. La mayor parte de los animales de esta subdivisión,- son tanto frugívoros como carnívoros, así es que tienen los dien- tes molares tuberculosos. Habitan las montañas mas soli- tarias de las regiones septentrionales, y pasan el inyieíno en un especie de entorpecimliento de que no salen hasta que comienza á sentirse el primer calor do la primavera. ^ Entre los animales que se encuentran eri esta división hay los osos y los texones; y los segundos tienen bajo de la cola; como el gato de la algalia, una bolsa en que viene á depositarse un humor graso, untuoso y do un olor muy des- agradable. La mayor parte de los carnívoros plantigra- dos son mas bien nocturnos que diürnos,- y los principales géneros que comprende, son los siguientes: ^ " El oso, zirsus; mapache, prbeyon; panda, ailurus; ben- turong, ictides; coatí, ziasua; quincaju, cercoleptes; texon, meks, y gloton guio. amphibios. Los amphibios, de que algunos autores han hecho un or- den distinto, son unos animales que estando comunmente provistos de pulmones y de branquias, tienen la facultad de poder vivir alternativamente en él aite y en el agua, pe- ro no es así en los carnívoros amphibios, pues respiran es- clusivamente por los pulmones, aunque pueden permanecer en uno y otro medio, así es que á estos no se les ha dado 1 FOCAS. MORSAS. —67— , , el nombre de amphibios, sino porque pueden estar algui] tiempo bajo del agua. Lo que los caracteriza sobre todo, es la disposición de sus miembros, los cuales son muy cortos y tienen la formtí. de remos, de aquí es que son mas ligeros en el agua que en la tierra, en la que se arrastra-n con trabajo. Sus miem- bros posteriores forman remos verticales como la cola de los pescados: tienen tres especies de dientes y su número es variable, pudiondo dividirse por esta razón del modo si- guiente: t Incisivos en ambas mandíbulas, caninos puntia- / "udos, molares cónicos ó qortantes; í Dos incisivos pequeños,, dos caninos muy gran- { des y salientes pn la mandíbula superior, y mo- ( lares obtusos eii ambas mandíbulas. Estos son los animales ii que se ha dado el nombre de vacas marinas, caballos, leones, y también elefantes marinos, pues hay una variedad que tiene una trompa algo pareci- da á la del elefante. Su gr^a, su piel y aun sus huesos, se han empleado en algunos usos. Los géneros que compi-cnden las focas son: Calocéfalo, calocephalus;, estenorinco, ste7io,rrlnncus;cs- tcmatopo, stematopus; macronno, macrorr%ni«, y otar o, otarius. En las morsas no hay mas que un gentío que e- va el nombre de la familia, j. solo se conoce bien a p cié, trichechus rosmarus, de Linneo, llamado vaca marina. ORDEN CÚARTO. MARSUPIALES. ÍJ\Ia 7 'supialia.] T 03 marsupiales ó animales.de bolsas, tienen también el ¿ombre de didelphos, y se caracterizan principalmente , por ios ór-anos de la generación, los .cuales presentan ciertas particularidades que no se notan en otros animales. ^ ^ Los machos tienen en efecto el pone dirigido hacia atras, Y bífido, y los testes colgantes estenormente como algunos aniitfalcs de los órdenes precedentes. Las licmbrag tienen — órganos genitales aun lúas notables y qué éstán en relación con los del macho, pues así como el pene de este es bifur- cado, la vagina de la hembra está dividida en dos, de mo- do quo parece que tienen dos vaginas, pero al menos son dos tubos ó canales propios para el ayuntamiento del ma- cho. El útero que se encuentra debajo de estos canales no presenta cuello ó estrechamiento inferior, lo que permi- te al ovario escaparse por una especie de abortamiento nor- mal al salir do la vagina, y este ovario va á implantarse en las mamilas que son abdominales y cubiertas de una mem- brana en forma de saco, producida por un repliegue de la piel que sirve de protejer al chiquillo durante su desarro- llo: este se lija en el estado de gérmen sobre la mamila y no pesa entonces mas que un grano: después sufre, por de- cirlo así, una segunda gestación, y al cabo de quince dias adquiere el tamaña de un ratón, tomando su alimento pol- la boca y no por medio del ombligo. Cuando el chiquillo está mas desarrollado y llega al tamaño de una rata, aban- dona la mamila y sale de la bolsa á la cual tiene, sin em- bargo, la Facultad do volver á entrar, á lo menos en ciertas especies cuando teme algún peligro. Esta segunda gestación tiene el nombre de mamaria, mientras cpie la prunera se llama gestación uterina. El macho tiene igualmente una especie de bolsa en la parte inferior de su abdomen, pero solamente en estado ru- dimental. Si se examinan los dientes de estos animales se nota que tienen de los carnívoros, do los insectívoros y\le los roedores, esto es, que hay algunos que no tienen mas que incisivos y molares, y otros que carecen de caninos. Los marsupiales forman una tribu bastante numerosa en la grande división de los mamíferos, j como á cscepcion de sus órganos de la generación que son poco mas ó menos se- mejantes en todas las especies, ofrecen una organización general muy variada, se han dividido en familias y tribus cuyos caracteres distintivos están sacados ya de sus dien- tes, ya de sus miembros, ya en fin, de algunos otros órga- nos c|ue presentan diferencias notables. Aunque en estas divisiones no se hallen de acuerdo los autores, pueden con- siderarse dos familias en los marsupiales, atendiendo á su aparato masticatorio, formando la primera los insectívoros — 69 — y la segunda los frugívoros, caracterizadas del modo si- guiente: ! Caninos largos en cada mandíbula, mu- chos incisivos pequeños, y molares eriza- dos de puntas. ' Caninos rudimentarios ó nulos, á lo me- nos en la mandíbula inferior: dos grandes .FRUGIVOROS. < incisivos abajo y hacia adelante, muelas tuberculosas. FAMILIA PRIMERA. InSCCtívorOS. Los marsupiales de esta familia se parecen en el sistema dentario á los carniceros insectívoros, aunque el numero de dientes en estos es mayor. Su régimen consiste en insectos y otros animales pequeños, con el cual mezclan pocas veces Ilo-unos vegetales: su estómago es pequeño y sencillo, lo^ intestinos cortos y el ciego mediano. FAMILIA SEGUNDA.^ — FrUgívOrOS. Esta familia, mas numerosa que la anterior, presenta di- fei-encias que dan lugar á dividirla en tribus: aunque todos son frugívoros, alguna vez comen también insectos, tenien- do el estómago y los intestinos mas capaces que los ante- riores. Las tribus en que algunos autores lian dividido es- ta familia, son los falangeros, los fotorus, los coalas, los cang>ívos y los fascolomos. En este orden pueden ponerse también los monotremos, atendiendo á la presencia de las mamas, y los huesos lla- mados marsupiales; pero las singulares anomalías de orga- ,dUeion ciue presentan estos animales, han hecho que los -1 11 teres estén discordes sobre su colocación, y que so dude or lo lar- go de sus dientes caninos que salen á los dos lados de la qui- jada, y encorvándose forman sus tombles defensas: tiene, ademas, seis incisivos y un gran número do molares en ca- da quijada: sus pies están hendidos formando las dos pc- í2uñas que los caracterizan. So alimenta esencialmente c.e raices que arranca con el hocico })rominente que le es par- ticular, y en que tiene una fuerza prodigiosa. Este animal es .silvestre, habitando los bosques cenagosos, y su carne se aprecia tanto que se ^''reíioro á la del puerco domé.stico. i'lste so distingue del jav.alí por sus defensas mas cortas, por sus orejas alargadas y colgantes, mientras que el jaia- H las tiene cortas y derechas; en fin, este último e.stá cu- bierto de cerdas tiesas y largas, mientras que el puerco las tiene menos duras, menos largas y mas ralas- Uel javalí pi'oceden las razas del puerco común o ( o- méstico, de cuya carne, sangre, piel, cerdas y demás par- tes., se hace tanto uso, y cuya grasa ó manteca se emplc.r ca.=i csclusivamentc en nuestras cocinas ¡i.ara toda espeme (le guisados. La ceba ó engorda do estos animales, es de mucho provecl-o en la agricultura, como ramo de comercio, por el csccsivo consumo que do ellos se hace. El CABALLO, ríUMJ, quo forma el tipo do los animales so- lipedes, se caracteriza por no toner mas que una pezuña en cada pié, llevando ademas las tres especies de dientes, in- cisivos, caninos y molares. Se conocen en el día seis cs- pecics. El caballo propiamente dicho, eqtius cabailus, Lm., debe sin duda alguna, colocarse el primero de los animales do- mésticos que la industria del hombre ha llegado á doma-. — 78 — A la elegancia de sus formas reúne el vigor, la agilidad y la tuerza que pocos animales poseen como él, sirviendo con ellas al hombro en sus diversas posiciones sociales; al mi- litar en la guerra, al rico en la caza y en el paseo, y al la- brador en el trabajo de los campos, &c. Desconocido en América antes de la venida de los espa- ñoles, se lia multiplicado después prodigiosamente hasta hacerse silvestres en algunos puntos, y vivir cu manadas, aunque estos son por lo común mas pequeños, y con las ore- jas algo mas largas que los españoles de donde proceden. £n Europa cada nación tiene una raza jTopia, siendo los caballos mas nombrados los ¡V.-ídics, por su ligerczaj los in- gleses también, buenos correderos; los ¡indaluces en Espa- ña justamente alabados por su liermosura; en Francia los normandos, propios para tiro, y los Haimulos limousms do que usa la caballería ligera: la Alemaiiia tiene tambion muy buenas razas. En América, se (ü.-ringiieu bastante los nuestros de los frisones de los Estadcs-l. nidos, así por la mayor talla de aquellos, como por sus formas menos suaves- El asno, equus aiíínus, L., originario do la Asia, es otra especie no menos interesante por su utilidad, y muy nota- ble por su pa ciencia, sobriedad y robustez de' temperamen- to. Distínguese por sus largas orejas, crines cortas, y pe- nacho cu la estremidad de la cola. ' De sn cruzamiento con el caballo proviene la raza hybrida de las muías que nar- ticipan de los caracteres de arabas especies: son infecun- das, pero entro nosotros se han multiplicado mucho por la cruza del burro ó asno macho, y la yegua, siendo de la ma- yor utilidad para tiro, y muy especialmente para la carga en el estado actual de nuestros caminos. De la leche de la burra se hahiai a en el órden de los rumiantes. Las otras especies silvestres do pacliyclcrmos son la ze- bra, E. Zebra, de la As a, bonita por las rayas de su piel: la cuaga, E. qitaccha; la onaga, E. montanus, y el zigüe- tai, hemonius. A mas de los géneros espresados, se encuentran en este orden los que algunos lian llamado pacbydcrmos comunes, y son el hipopótamo, hippopótamus ; pécari, dicotyles; ri- noceronte, rhinoccros; daman, hyrax, y tapir, tapir. ■ 79 — ORDEN OCTAVO. RUMIANTES. [Pccora.] Este orden está caracterizado por la facultad de rrirmar que tienen los animales que lo componen, es decir, por la facultad de mascar segunda vez los alimentos, después de haberlos dejado permanecer en una de las cavidades de su estomago. La mayor parte de los géneros que constituyen este or- den, carecen do incisivos en la quijada superior, teniendo odio en la inferior; pero la falta de los incisivos en la pri- mera, está reemplazada por un rodete calloso. Algunos gé- neros no tienen caninos y sus molares son frecuentemente doce en cada quijada; sin embargo, este numero es varia- ble en diversos géneros; ¡Joro los molares de todos tienen una corona plana y marcada de medias lunas afiladas. La parte su]xrior y anterior de su cabeza está comun- mente guarnecida de euernos sencillos ó ramificados, ya só- lidos, ya buceos. En ciertos géneros solamente los llevan los inacbos y no las bembras; pero en algunos, ambos sexos carecen de ellos. Cuando los cuernos están sólidos, son generalmente ca- ducos, y al contrario, son persistentes cuando están buceos. La articulación do la quijada de estos animales esta dis- puesta de tal modo, que pueden movexda con mucha mas facilidad en el sentido horizontal que en el vertical, así es, que mas bien trituran que mascan los alimentos. El estómago do los rumiantes es cuadrilocular, y cada una de sus cavidades puede considerarse como un estómago ^"'^El^nrimcro que tiene el nombre de panza ó herbario, es una vasta cavidad que recibe las yerbas gruesamente ma- chacadas por üua primera masticación; el segundo llamado ¿oúeíe, es mucho mas chico que el precedente, y sus pare- des están guarnecidas de láminas dispuestas como los ra- dios de una colmena, entre las cuales, la matena alimenti- cia introducida en la panza,se empapa y comprimo para to- mar la forma de bolitas, que suben hacia la boca para ser — 80 — masticadas do nuevo. El torcer estcjmago es la hojuela, cu- yo nombre viene de la semejanza que sus láminas tienen con las hojas de un libro; y á esto tercer estómago es adon’ de se dirigen las bolitas alimenticias que han sufrido la se- gunda- masticación. En fin, hay un cuarto estómago llama- do cuajo, que es el vcrdadci'o órgano do la digestión, el cual'solamente presenta en sus paredes arrugas"longitudi- uales, y recibo los alimentos (jue directamente le viemen do la iiojuola, trasmitiéndolos después de su elaboración al ca- nal intestinal. La panza, como hemos dicho, es el maj’or do los estómagos; pero esto no se verifica hasta (juc el ani- mal so alimenta do vegetales, porque mientras mama, el cuajo es el que presenta mayor volúmen. Los pies de los rumiantes terminan ordinariamente en dos pezuñas cpie so tocan por su cara interna, y parecen no constituir mas que una sola dividiila-, lo que les ha hecho dar el nombro do pies hendidos, advirtióndose detras de las pezuñas do.s vestigios ó rudimentos de uñas. Lo.s rumiantes son animales esencialmente herbívoros y do la mayor utilidad al hombre, á quien .sirven para, la car- ga; 3' enj-a carne es tan estimado alinienlo, dando igualmen- te luucho.s productos á la medicina, entro los que" se cuen- tan el almizcle, la leche y el cuerno de siervo. Los rumian- tes se dividen en dos grandes secciones, la primera coin- pr0 ueeite, , tío orificio muy pequeño, . icnmia es blanda cspoiigiasa dependientes del crunco 3 ,,p¿ficie: el y adherente a la láminas córneas, duras 'sendllos, cónicos ^ nutren, porque los reptiles para retei.ei a p esa cetáceos tragan sus halla un aparato par- En la parto anterior pueden arrojar ticular, cantidad de agua que se mtro- por sus tiempo que la presa, y poi la- ducc poi la b narices el nombre de /tí' zon de este . fuerza con que arrojan el agua, y e tulas: la pi n ‘ animales al verificarlo, les ha valid ruido que l'a ¡’ Su estómago es inultiloculai , y el nombre j . • ^ polsas: estos animales están pri- contienc de cinc • - i^^gstino grueso, vados del cmciim }_ o-eneracion consisten en los machos, Los órganos de ° gl interior del abdómen y en los dos testes en - ¿ j del ano, que no se dilata un pene f^^ocado h^mu gino en el momealo ele m ^ I ve tim- — 86 — cóSadíhay una™ “ “uyos dos gcstacbn, ¿r„ ,„o > * Jesauollo de la mamila, y sobre todo del oezon Toca áTdJm -t antertíSe £ uuo.i uoi oniquino, el cual no mama como los otros aniim ¡g s i:,; ;r£rs=.id rs”^— cirL ':^£ j:p:;s i¡° fL“'“ bios cetáceos se dividen en dos grandes scceimipc- táceos hervivoros que se uitien, impidiendo que se les escapen: el pipo les sirve P' ra defenderse ó atacar a sus enemigos, y ven esos admirables nidos en que se «icucuti an la Uc^i cia la solidez, y todo lo que puede contribuir a dai a si, Ss "rSor ílUO le. or. tan neScesanio antes M e^an.jen- to del phimagc: en fin, en algunos es el qiie les da la facultad de bastantemente claras: comunica con gjrven arrolla en su parte inferior, formando dos fo.sas que s Üc «servatorios á les alimentos, los cuales algún tiempo antes de entra, cu el estoma^ i p ^ La lengua do los pájaros presenta niucbas ^ ariaciones. en unos, tales como los carpinteros, piáis, y los patos, anas, sirve de órgano del tacto para reconocer la presa, v algu- na vez tani'bimi para tomarla, en cuyo caso la supcrfacic t. lo Ipprrua está Cubierta de una materia viscosa, á que se po- jo elTnsccto que debo s.crvir de pasto al pájaro, como si - cede en los ca pinloros, por cjcmp'o. En otros, como on os pericos liiíois, 1» lengua os grneo, y carnosa, cont ibu- P'ó iia «rticuiacion do los sonidos, esto os, u la palabra Los pájaros tienen cinco sentidos; pero el tacto, el gus- to y el oífato, están muy poco desarrollados: no es asi la vista y el oido, los cuales tienen mi grado do perfección, — 9 £^ que rara vez se encuentra entre los animales de otras cla- ses. Los ojos de los pájaros son muy voluminosos y ente- ramente hemisféricos: pero particularmente los que se ali- mentan de presas vivas, son los que los tienen mayores, lo que se observa, no solo en los de presa propiamente dichos, sino aun en los insectívoros. Algunos pájaros crepusculares, es decir, los que buscan su alimento al caer la tarde, tienen los ojos muy o-randes, y en ellos la retina es demasiado sensible aun á pequeñas cantidades do rayos luminosos; su pupila es igualmente muy dilatable, cuyas condiciones reunidas hacen que con una luz muy débil pueda el animal percibir su presa aun á larga distancia. Se ha dicho que el oido no estaba menos desarrollado en estos animales; y sin embargo, no so les percibo ningún ras- go de cavidad auditiva esteriorinciito; pero no puede dudar- se del desarrollo de este órgano al ver la facilidad con que retienen los temas y las palabras que se les enseñan, cono- ciéndose también la facultad que poseen de distinmiir des- de muy lejos el canto y los chirridos de los individuos do su especie, aun cuando estén mezcladas á los sonidos de otra multitud de pájaros de especies diferentes. A continuación de ja cabeza se encuentra un cuello bien manifiesto y de tamaño variable, pues en unos es corto co- mo en los pájaros de presa nocturnos, por ejemplo- y en otros muy largo, como en la cigüeña, el cisne y todos los palmípedes. Lo largo del cuello en los pájaros no está co- mo se ha dicho otras veces, en relación con el tamaño de sus pieraas, pues basta ver los palmípedes para observaren' ellos un cuello muy largo, mientras que sus piornas son or- dinariamente muy cortas. Este cuello ó pescuezo está for- míiclo uC vórtcbiíis ccivicalesj cuyo núixiGro A'ariu según el tamaño; y que siendo muy fáciles de mover en sus articu- laciones; permiten á los pájaros volver la cabeza entera- mente hácia atrás, y meterla debajo de sus alas mientras duermen. ^ Los pájaros tienen cuatro miembros, dos anteriores en forma de alas, y dos posteriores que les sirven para la es- tación terrestre: los primeros están formados por un hueso de longitud variable, que termina por dedos reunidos en uno — 9Jt- solo, formando á veces un ganchifo ó dedo rudimental. Es- tos miembros anteriores están guarnecidos de plumas 6 pm- nes, en número de diez á doce, desarrolladas en alas, y que como hemos dicho, sostienen al pájaro en el aire. Las alas están provistas de dos fuertes clavículas, sólidas y elásti- cas, que sirven para favorecei-la locomoción airiense, esten- diéndose como un arco y empujando las alas, que durante la acción del TOelo, se aproximan al cuerpo por la potencia muscular. Los miembros inferiores tienen también una organización particular, pues el tarso y el metatarsó están reunidos en ün solo hueso alargado que contiúbuye á aumentar la altu- ra de las piernas; estos miembros terminan frecuentemen- te en cuatro dedos manifiestos, y rara vez en tres, todos guarnecidos por lo regular do uñas gruesas y encorvadas, y cuya disposición es ordinariamente como sigue: hay tres dedos adelante y uno atrás, de modo que la base sobre que descansa el cuerpo del animal es muy estensa: ciertos gé- neros se caracterizan al contrario, por tener dos dedos há cia atrás, y en fin, en algunos otros los dedos están reuni- dos por una membrana laxa que da á la pata la forma do un remo. _ La respiración de los pájai’os ofrece algunas particulari- dades notables, pues es muy estensa y se efectúa, por de- cirlo así, en todas las partes de su cuerpo; el tórax y el ab- domen no están separados por un diafracma como en los mamíteros, do modo que hay una comunicación entre los ór- ganos de la respiración y las visceras abdominales^ y el ai- re no solamente penetra á todas las partes del cuerpo, sino hasta los huesos y las plumas. La gran cantidad de aire que por este medio puede acumular el pájaro en todas sus par- tes, le permite permanecer largo tiempo en la atmósfera sin fatigarse, y sostenerse en un mismo plano sin hacer el menor mo^^miento. La traquiarteria de los pájaros es de un tamaño verda- deramente estraordinarió, y se compone de anillos casi oseos separados por espacios vacíos, ó tan solamente mus- culosos, que permiten á estos anillos cambiar de lugar y de volúmen para formar todas las modulaciones de la voz: es- ta se produce en una segunda laringe auxiliada por nume- — 92 — rosos músculos, en los pájaros cantores, y á que se lia da- do el nombre de laringe inferior para distinguirla do la su- perior, que parece no tener utilidad alguna cu la produc- ción de la voz. Los pulmones no son menos notables que los órganos pre- cedentes, pues su volumen es considerable, y no están divi- didos en lóbulos separados: ademas, su superficie está acri- billada de una multitud de agujeritos destinados á facili- tar^ la dilatación del aire en las celdillas circunvecinas, y de allí á los huesos, penetrando á todas las partes del cuerpo del pá_jaro; así es que haciendo una incisión, sea en el fé- mur, ó en cualquiera otra parte de su cuerpo, se puedo in- flar todo él enteramente. La circulación de la sangre se resiento de esta organiza- ción particular de los pulmones, pues una parte de este flui do viene á buscar el aire, mientras que el aire va á buscar la otra parte, porque no solamente la cantidad de sama-c Los dos estremos sola- ^ 6.® Uno, ü ninguno, 3S S „^ente; tarsos muy lar- > Zaitcudos. anteriorc.s reunidos i ^ ■ por membranas. ^ En la totalidad Palmipeaes. Orden primero. KAPACES, [RopaCfS.] Los rapaces ó aves de presa, representan á los carnice- ros en la clase de pájaros, pues casi todos se alimentan de carne, unos devorando los cadáveres que desentierran, aun de los sepulcros, y otros atacando á los animales vivos: al- gunos no cazan mas que pescados y reptiles, y otros se ali- mentan de insectos, en razón de tener un estómago delgado Y membranoso. _ . Los rapaces se caracterizan por un pico ganchoso, con la punta aguda y encorvada hacia abajo: sus narices están colocadas en una membrana, que leviste toda la base clel pico, á que se ha dado el nombre de cera: sus pies están Amados de uñas muy fuertes y agudas, y muchos géne-' — 9 ( 3 — ros prcsciitau los tlcdos estemos un poco palmeados. Los rapaces tienen la facultad de elevarse en el aire á una aL tui'a prodigiosa, y de recorrer rápidamente el espacio. Escogen por lo comiin, para la construcción de sus nidos, los lugai’cs mas desiertos y las rocas mas escarpada.s, te- niendo en ellos de tres á cuatro liucvo.s. Su vista es muv perspicaz, pero unos solamente pueden ejercitarla á una luz muy clara, mientras que otros solo pueilcn hacerlo en el crepúscoilo, y de aquí ha nacido la división de diurnos y nocturnos. PAJAROS DIURNOS. Los diurnos tienen por caracteres distintivos una cera que envuelve la base de la mandíbula superior v er.cií rra las narices: los ojos están colocados lateralmente á los dos lados de la cabeza: las alas son muy estensas, y el luelo es sumamente rápido. Entre los diurnos se encuentran las águilas (Falco aciui- la), cuyas patas están emplumadas hasta los dedos- los buitres (Vultui-), que tienen la cabeza y el cuello sin r)lu mas, los milanos (F. palumbarius), cuya cola es ahorc '' liada, y los aleones (F- coinnmnis), que tienen á la cstremi- mitíad del pico uno ó dos ilientccillos, y las alas luuv ilnv” gadas, &.C. Algunos autores han dividido á los rapaces diurnos en cuatro tribus, á que Imn dado los nombres de Vulturinos Grifos, Falconios y Serpentarios; sirviendo de tipo losTé- neros correspondientes á estos nombres. ^ PÁJAROS NOCTURNOS. Los nocturnos carecen de la cera que se halla en la ba- se del pico de los diurnos: sus ojos, rodeados de un círcu- lo de plumas, son muy grandes y dirigidos hácia adelante y no hacen ningún ruido al volar, lo que depende do ciuc sus plumas son sedosas y sumamente finas. En esta división se encuentran los buhos ó tecolotes, strix buho, los mochue- los, S. otus, las lechuzas, S. noctua, &.c. —97— ORDEN SEGUNDO. PASERES fPcíSePfí.J El orden de los páserca es el menos natnrnl do todos los 'que componen la segunda clase do los vertebrados, así es que ha sufrido las mayores variaciones. Este orden es el mas numeroso de toda'la clase, pues comprende todos los pá- jaros que no son ni rapaces^ ni gallináceos^ ni trepadores, ni palmí pedes, ni gralatores ó zancudos.- Los paseros tienen tres dedos adelanto, v uno esterior hácia atras: una niom- lu-ana particular rctimie el dedo estenio reunido al del me- dio en una ostensión mas ó menos considerable: a veces, ta eoldadura abraza toda la cstonsion del dedo, lo que ha hecho-reunir á todos los pájaros que presentan esta orga- nización, bajo el nombre de syndactylos, mientras que aque- llos cuya soldadura no tiene mas que cierta ostensión, se llaman 'hemisyndactylos. Pueden dividirse también los pa- seros cu insectívoros y granívoros, según que se alimentan de insectos ó de granos, notándose que los primeros tienen un pico delgado y largo, mientras que los segundos lo tie- nen al contrario, corto y grueso. A. este orden corresponden los pájaros cantores la ma- yor parte de los que emigran, y aquellos cuyo pluniage pre- senta el brillo mas hermoso, siendo de los principales el ruiseñor, sylvia, la oropéndola ó yerdin, oriolus, la calan- dria, alaitda, el cnnaviofringilki, y el colibrí ó chuparro- sas, trocMlus, &c.; pero ninguno aventaja á nuestro cen- zontle ó cenzontlatoli, turdus orffeus de Linneo, ouicn lo describe haciendo de él un elogio bien merecido (1). Esta ave imita el canto de todas las otras, remeda diversos ani- males y aprende los temas que se le enseñan, lo que le va- lió que'Villot, le llamara avis polyglota, cuya circunstan- bn hecho sin duda, que algunos autores la confundan con ei hurlan, que es el T. polyglotus del mismo Linneo. Y11 E tiMT-i elpvrtUi 3 cantinela spectatorem rapit in sui adniira- tiononi: ntilla potcst moáulis ¡cquivalere suisj perpendiciilariter evolans cantando exaudit rcsonantium sylTarum echo.— Linn. Syst. .Vaíaríc. 9 — 98 — A pesar de las dificultades, que como antes indicamos, presenta la clasificación de este órden, puede admitirse la de Mr. Cuvier que se pone á continuación, con un ejemplo en cada familia, del género y especie mas conocidos á fin de que se forme idea de sus caracteres, no entrando Vm el plan de este compendio referir los muchos que abraza. Dedos es- temos u- nidos so- lo en su base. FAMILIAS. í Pico unas ó monos es 1 I cotaclo en cada lado I I do la mandíOula .su- ¡- DE.s-sinuosTnos perior y cerca de la pauta. Pico corto, ancho, sin escotadura, alsro cu- i >. fc }• FISSIHROSTRO.S. ejemplos. Tordo vulgar. Turdus meriila. CONIUROSTRO.S corvado en la punta y muy ra.sgado. J Pico corto y una es cota dura. Pico delgado, lar ^sin e.scotadura. Pedo oEterno y el del medio, Tinidos hasta la penúltima ar- ^ syndactii os. ticulacion. ;oy TUNtllRROSTROS ; t^olondrinn do ■) ventana. [ ^diriindo urbíca. i Cuervo común. ( Corvus corar. ^ Salta \iarcdcs. , Certhia oiiiraria. C Martin posca- < dor ( Meedo isplda. ORDEN TERCERO. TREPADORES O ziGODACTiLos. [Zijgodactüa;.] Los dedos de los trepadores ofrecen un oscelcnte c-iví c fer para distinguir este orden de los precedentes nuL tos dedos son cuatro, dispuestos por pares, esto es, dos ade- lante j dos hacia atras, cuya disposición permito, a lo. ' jaros que componen este grupo, trepar con la mayor facü - dad sobre los arboles. Su pico es generalmente gnie.o y por lo regular ganchoso, se alimentan de granos é, do íri tos, os decii, que son granívoros 6 frugívoros, y su vuelo es torpe o poco cstenso. A este órden pertenecen los pana- gallos, psiitacus, j las numerosas divisiones do este grupo cuyos animales no solamente pueden domesticarse sino aprender á articular sonidos y palabras. También se halla aqiu el carpintero, picus, cuyo pico es largo y puntiagudo: su lengua es igualmente muy larga, y susceptible de esten- derse, llevando en su estremidad" espinas cortas y encorva;-' — 99 — das, que retiene los insectos de que se nutre. Este pájaro está dotado de un instinto admirable para hacer salir los insectos de los árboles en que se halla, para lo cual se chiT va sobre un ramo que picotea fuertexneute del lado opuesto al affujcro por donde debe salir' el insecto; este teme, de- sea huir, y en el momento en que sale do su albergue lo to- ma el pájaro haciendo presa de él: otras veces el carpinte- ro introduce el pico en los agujeros, y con lo largo y espi- noso de su lengua, saca los insectos que allí se hallan. Ceden cuarto. GALLINACEOS. [Gallinacca.] Los gallináceos tienen un vuelo torpe y jioco estenso, su pico largo y arqueado lleva, en cada uno de los lados, una nariz cubierta de una membrana gi'ucsa, blanda y siempre desnuda: y sus pies ofrecen tai'sos bastante elevados. I lOS gallináceos tienen comunmente cuatro dedos, algunos, sin embargo, hay tridáctilos. Los pájaros que componen este grupo son granívoros, y teniendo una molleja llena de músculos, están dotados de una potencia muy enérgica; así es, que pueden digerir aip las nueces con todo y su envoltura leñosa. Esta molleja está ordinariamente llena de piedrecitas, á las cuales se atri- buye un papel importante en esta sorprendente digestión, pues ellas simultáneamente con los músculos, muelen las materias alimenticias á fin de acelerar la digestión; sin em- bargo, estas piedras no son absolutamente indispensables, pues la esperiencia ha demostrado que la digestión se ve- rificaba sin su socorro. ji^stos animales son generalmente poli/gamos, y un solo macho tiene muchas hembras, cuya defensa toma á su car- 0-0, y solamente las hembras empollan los huevos. Los ver- daderos gallináceos no construyen nidos, sino que deposi- tan sus huevos en la paja ó en agujeros que hacen escar- vando la tierra. En esto orden se hallan las aves domésticas, tales como el gallo y las gallinas, gaUus, las palomas, cohmiba^ los pa- vos ó guajolotes, meleagris, &c. También pertenecen al — 100 — mismo ói’tlen los faisanes, -p/iatiianus, las pcnlices, pc/-dix',, y las cotloruices, co/i/rnia:. Los gallináceos se han dividi- do en varias ianiilias, fjueso distinguen cutre si por carac- teres accesorios,^ tales como la presencia ó ausencia de la cresta carnosa, &c., pero pueden considerarse dos bastan- te naturales, caracterizadas de esto modo. Alas regularos, dedos enteramente sepa- rados, cola con doce rectrices, vuelo sos- tenido, monogamia, nidificacion en los ár- bolesj ejemplo, la tórtola, columba íurtiir.- Alas poquefias, dedos anteriores unidos en SU' base por una membrana eorta, cola con cuatro ó mas rectrices, vuelo corto, polygamia, nidificacion casi siempre en el suelo, ejemplo, el galio, pltas-inmix gallas;. Linneo. ORDEN Q.UINTO- GRALATOllES Ó ZANCUDOS. [GrallcB.] Los animales que componen el orden de los zancudo^ se caracterizan por sus tarsos estremadamente largos, y kis piernas desnudas en su parte inferior. Como frecuentemen- te se hallan en las riberas ú orilla de las aguas, esto ha da- do lugar á que se les dé el nombre de ribe7-anos. Estos pájaros vuelan muy bien,. porque sus alas están muy des- arrolladas, pudiendo esceptuarse de esta, regla los avestru- ces, sturthio, y algún otro, que varios naturalistas separan de jos zancudos. Lo largo de las piernas es casi solo el ca- rácter genérico del orden, porque todos ios pájaros que lo componen presentan, por lo demas, muchas variaciones: así- unos tienen el pico corto y poco desannllado, como la abu- tarda, otis, por ejemplo: otros al contrario,, tienen un pico largo, grueso y fuerte, ([ue representa- bastante bien en ca- da mandíbula la hoja de un cucliillo: tales son la grulla, grus; la garza real, ardeaj la cigüeña, cicoiiia. Algunos tienen también el pico tan desarrollado, que sobrepuja mu- cho al tamaño de la cabeza, como por ejemplo, eu la galli- COLUMBINOS. GALLINACEOS < VERDADEROS. I l — 101 — na ciega, scolopax. En fin, hay otros cuyos dedos son tan largos y desarrollados, que pueden andar fácilmente en las yerbas de los pantanos, con la cii-cunstancia de que estos dedos son á veces palmeados y propios para nadar, como en la gallina de la agua, gallinula. . La longitud de las piernas y del pico de los zancudos, líacen que estos animales puedan coger fácilmente los pcs- caditos, de que hacen su ordinario alimento. Divídese generalmente este orden en cinco familias bien caracterizadas, aunque algunos admiten una sesta con el nombre de pixidirrostros, pero que no comprende mas que el género phcenicopterus ó de \o% jlamencos. V canse los ca- racteres de las cinco restantes. Alas cortas ó nulas, vuelo ninguno, fal- ta do pulgar , habitudes terrestres. Ejemplo, el avestruz. Struthio rhcea- Alas regulares, vuelo mediano, pico al- go largo y bastante fuerte, pulgar nu- lo ó tmi corto que no apoya en la tiei;- ra. Ejemplo, abutarda común. Otis tarda. . Alas grandes por lo común, pico Jar- At-t.. _ . >. í * ' • T * “I 4 ^.í 4 ime y uno nu- Dedos librea, no es- e^to articulado mas alto que lando rounidosnivn- 1 oíros: algunas veces nulo dcadosporunamem- ’ hrana: alas propias J'ara el vuelo. r 1 Rapaces. I - Omnívoros. I 3 Ineccti^ oros, j 4 Graniveros. I ^ ^^i'godacUlos. I d Auisodactlloa. I T Aligoucs. i 8 Chelidones. % Palomas. $ ÍO (Ínllinácoos. 1 11 Alcctoriaos. SECCION 3? iMí ó tros dudoR soianiDiitc. diriiridos hacia adelante* 32 Corredores. SECCION Tres dodoa Imrm ndcinntc. por lo co. f uno haca utroR, piÓR d-lRadoR y .^3 Zancudos. mun, largos V Segunda División. Dedos bordeados ó reunidos por una membrana. ala.s pro- pias para el vuelo. SECCION 5. « Trc.s .ledos hacia iidcl.-mlc y uno lui- dedo.» .7. 'p’' ¡Iludes. Tercera División. Dedo? libres ó reu- nido.s por una mem- brana, alas impro- pias para el vuelo, j . . . uueinme v uno u'. ( ílü una mombra- •' 1 1 im, a lo largo de los dedo? . [ 1 SI-'.CClÜN 0.=í Dedos reunidos hártala mitad ó c i- r. Isu totalidad por una inembruna.. ! ]?• i^^h^pedes. Sx-hemico.'!. •37 Inertes CLASE TERCERA. REPTILES. Los reptiles esto es, tratado cuyo estudio tornu el nombre erpetolop4)a de los reptiles, constituyen una cluse bL’ ■ — 105 — numerosa entre los animales vertebrados, ofreciendo caracteres tan marcados, que no pueden confundirse con cai.vctcic.s n grande división; asi es que os ,,, ,,,odo de genera- cdor'íos'' distimmen períbetaraente de los mamíícros: su e \l s nSa ó cubiem de escamas, pero jamas de p u- ^ i, mide contundirlos con los pujaros; y su rcspnacion ;; íñ cu»,.ao so c poaooto, variables, pues miembros, en ¿ contractibles, produ- auxiliada de músculos 1 ) riel cuerpo por sinuosida- 00 la impulsión de toda ó iz- dcs forma variable, pues en al- r^uieid.i. otios^t^^^ en forma de aleta, mientras foTotros e.stúu pi'ovistos de ^^cmbranas_ddgadas,jiue^les novmiteii elevarse en el aire como los paj.uos._ ^ ^ Lielcn ser cuatro, y también dos por abortamiento: svi dadas y adhercntes á la columna vertebral, con n q constituyen la concha que caracteriza estos La irritabilidad e.stú muy desarroyada en 1 . d ^ ^,Ícs sabido que la coladle los ^ vi-iccione® largo tiempo después de separada ‘'"íno riia visto^r^mbien á ij sapos hacer algunos muchos dias después de haberles cortado la ■ vimicnto que cuando so le corta un boza, y faCyibc ° . acvitica, éste se repone tal co- imciubroaun. ' ¿ lómenos en cuanto á la for- mo estaba ‘ El cerebro de los reptiles Ibctiol que ¿mU™ os r,.uT poquono, apouas se ma- iiilicsta. — 106 — así^e°í i'fSlSun.n 'íesarrolla.Jos en estos animales, te do ellos’ ¡lacen 'casVnuío ^1! í'’’i P^’’" <*n*mí-n ni cn-4-r * ^ tilCtU- IjO liU.SlllÜ íAICcJc Gil tos sin roptiics tragan los alimen- Iln.los <¡,io los otros soÜtkSs? y “*• *» *««>■ Qr.n permanecer largo tiempo sin comer- taPl? carnivorós, y como su boca es mnv dila- tablo, pueden trag.ar enteros algunos animales perLros. Solamente las tortugas se alimentan de sustancias vSa- es, y esta diíercncui en el modo de nutrirse, está relacio- nada a la organisacion do sus quijadas, así es que bis tor- tugas que no comen mas que vegetales, carecen do verda deros dientes, teniendo en su luwir una momLvn y cortonto. E„ lo, otro, .V,.Í£\olíii™l”"^^ “ V su forma, asq como su posición, facilitan di2 ?!’ ordenes entre si. El esófago no es ^Pní^uir los cilio y cuales lar¡ cloaca como en los pájaros. La re.^pivacion y la circulación ofrecen a]o t-- landades, so;-rc las qno debemos insistir %'] los reptiles está dispLsto de u.ancrí^; ío mi ctl? !:‘T Clon no manda ú los pulmones, mus ,me nim 1 sangre que lia recibido -le las diverjas partes ,b‘T^ y ol ro,t„ ;lo o,.o 1|„|J„ sado por el pulmón, m haber servido al acto de la resniía Clon: estafes la verdadera, cansado las variaciones do tcíii- peiatiuai uc su cuerpo, ícniemlo también estos animales la üei medio en que viven. Su respiración es nccesari'imen te poco activa, por lo ipic se les ha dado el nombre de ani- inales de sangro fría, y aunque esta respiración es pulmo- ;J‘, en algunas especies, como entre los batraclnnos por — 107 — ejemplo, la respiración se hace por medio de branquias cuando el anivnal no lia llegado aun á su entero desarrollo. La orina de los reptiles tiene la mayor analogía con la do los pájaros, pues los uvatos de cal v de amoniaco forman la baso; y esta orina se escreta por la cloaca con los es- crementos. Los reptiles son generalmente ovíparos, pero como en un gran número de ellos, el cliicpiillo encerrado en el Inicvo está muy desarrollado cuando lo pone la hembra, su sali- da del cascaron se verifica muy poco tiempo después, y á veces en el momento que franquea la abertura de la cloa- ca., lo que ha hecho decir que estos finimalcs eran ovo—vir víjmros, cuya última particularidad se nota especialmente en la víbora. Los huevos de los reptiles están cubiertos do una mem- brana delgada, y muchos do ellos no se fecundan por el macho, hasta el momento de salir do la cloaca; empollando después solamente por la acción dcl sol. Los órganos se.xualos, de los reptiles machos, rara vez se presentan csteriormente: algunas especies, como las tortu- gas y los cocodrilo?., tienen un pene contráctil en la cloaca; y en las serpientes y lagartos el licor fecundante pasa di- rectamente de una á otra cloaca: el macho tiené ademas dos ó tres testes internos y colocados ya encima, ya deba- jo do los riñones. Algunos reptiles esperiraentan una verdadera metamor- fosis, como ciertos insectos: así es que al salir del huevo tienen poco mas ó menos la organización de los pescados, es decir, que sus miembros están en forma de aleta, y que respiran por branquias; pero mas tarde cambian completa- mente de naturaleza, pues sus nadaderas ó aletas, hacen lugar á miembros propios, así para nadar como para an- dar, y sus branquias so trasfonnan en pulmones. La clase de los reptiles se ha divido por Mr. Brongniart, en cuatro órdenes distintos que son los c/ieloniatios, los san- rianos, los ophidixinos, y los hatracianos. Los tres pi-imc- ros tienen la piel cubierta de escamas, y jos hatracianos la tienen desnuda: los chelonianos, hatracianos y sauria- nos, tienen miembros, de los cuales carecen los ophidiauos. La tabla adjunta espresa los caracteres generales que los distinguen. — 108 — Respiración pnbnouar du- rante toda su vida: falla rft mctamárfusis, piel casi siem- pre escamosa Cuerpo con ^‘s-J tremida | des. I f Cubierto por una t ora '1 7,a\ mandíbulas sin (lien | tes y rcbc.stiilas de una i" ‘ í'--i:lon'iako5. susbstancia edrnta. • SAUIIIANOS. Sin coraza, luamlíbulas ' I armadas de dientes, y sin ' revesliinieiito córneo. ^ Cuerpo destituido de cstremida ) (les; dientes \ onimuNos. Respiración branquial en la primera edad; des > pue.s pulmonar: metam6rfo-.i.s: piel desnuda, miem- > n ' bros sin uñas, ó unios \ ATUACUNOl. Pasemo.s uliora ú tlescriliir mas particnlavmentc los ca- racteres de Organización propios á cada órdon. ORDEN PRIMERO. CHELONIANOS O TORTUG.\S. [TeStudo.] La coraza que envuelve completamente estos animales es sin contradicción su mejor carácter distintivo, pero pre- sentan, ademas, en su organización algunas mcdificacioncs que no permiten confundirlos con los otros reptiles. Esta coraza, cuya parto superior tiene el nomlire de concha v la inferior el de peto, está formada por el desarrollo de la co- lumna vertebral _y de las costillas, cubiertas de escamas dispuestas irrcgularmentc: así es, que las tortuo-as no tie- nen esqueleto interior, y sus músculos están adheridos á la cara interna de la concha. La boca de los clielonianos está desprovista de dientes teniendo en su lugar láminas cortantes, que se cruzan á mo- do de tijeras, presentando algunas veces escotaduras ó muescas, que hacen el oficio de dientes. La cabeza es ma- nifiesta, y su cuello está envuelto por una piel laxa que se repliega sobre sí misma, como la do los buitres. Los miembros de las tortugas, cheloiiia Brog.^ son cua- tro: ya aplanados y en forma de remos, que no pueden ser- vir mas que para nadar, como en las tortugas de mar; ya cilindricos y terminados por dedos reunidos en muñones como en las tortugas terrestres por ejemplo: estos dedos es- —109 — táii cubiertos de escamas, v .siendo retráctile.s, el anima! puede voluutanaineiite encerrarse en su concha. La cola do las tort ¡liras es generalmente corra, '',ónic:i y cubierta de cscama.s; su sistema ncrvio.so está poco desar- rollado proporcionalmcutc al voiúmeu de .su cuerpo, y su cerebro e.stá muy distante de corresponder al tamaño de l;i parte oseosa do la cabeza, de donde resulta que estos ani- males sean poco inteligentes. Toda.s sus ínuciones están relacionadas ii esta organización, y solamente están dota- dos de aquel instinto que conduce á todos los animales á buscar la subsistencia y reunirse para la rcjjroduccion. de las especies. Los movimientos do las tortugas son cstreiua- damente lentos: la.f escamas que cubren su conch.a son ca- ducas, y como sQ renuevan cada ano, esto hizo creer, aun- que equivocadamente, que estos animales podían dejar del todo su concha. Los cbeloniano.s ü-.agan el alimento casi entero, pues ape- nas lo dividen por medio de la membrana córnea que reem- plaza los dientes: este alimento es ordinariamente vegetal y pueden permanecer muelles meses sin comer, pero en el invierno es cuando babitualraentc se verifica esta suspen- sión de las funciones digestivas. Parece también que su respiración es poco frecuente, lo que so atribuye á la am- plitud de sus lóbulos pulmonares, ,y sin duda que por la mismít razón ciertas especies pueden permanecer muy lár- go tiempo bajo del agua, suspendiendo cutre tanto la res- piración. Las tortugas secretan una considerable porción de orina, la que pueden arrojar á cierta distancia, como para repeler lo que les incomoda: esta orina tiene nn olor nauseabundo, y aunque desdo luego parece clara y limiiia, no tarda cu depositar bastante cantidad de urato de cal. El pene de los chclonianos os sencillo, largo, cilindrico, hinchado Inicia su cstremidad y tcrmimulo cu punta. En toda la ostensión de su parte superior so unta un surco pro- fundo míe termina en un orificio dividido en dos, por medio de una Vm/fl, y se piensa generalmente que las orillas de este sureo se aproximan en la copulación, formando enton- ces un verdadero canal. En la primavera es cuando se veri- fica la reunión de los sexos, época en cpie los maclios pare- ce que salen de su cntorjiecimituíi, pues se vuelven ágiles — no— y se baten contra sus rivales, á quienes tratan de voltear sobre el lomo para ponerlos cu imposibilidad de seguir ¡i las hembras. Una sola fecundación basta ¡lara nuiclias puestp, aun distantes entre sí; los Inicvos son esferoides y cubiertos do una envoltura membranosa, los cuales po- nen en la arena, donde el sol 1os hace empollar, v esta in- cuvacion solar es tanto mas fácil, cuanto (jue el feto está ya formado cuando el huevo so separa de la madre. El tiempo que dura la inouvacion os muy varialde. El crecimiento do las tortugas parece bastante lento así es que estos animales gozan do una gran longevidad: no son animales peligrosos, y la canie do algunas especies se usa como alimento en la economía doméstica, y en farmáeiase han hecho caldos, á que se atribuyó anteriormente <>-randes propiedades. Mr. Duméril divide las tortugas en cuatro familias, que distingue entre sí por sus órganos de movimiento: tales son las tortugas marivas., las terrestres^ las fluviales v las ya- lustres. Las dos primeras familias encien-an bis" especies que tienen los dedos inmóviles, y las dos líltiiuas las nuc los tienen movibles y maninc.stos, pudiendo espresjirsc así sus caracteres. ' Estremidades deprimidas y convertidas en paletas, con los dedos apenas reconoci- < bles: las anteriores doble mas larmis- ha- bitación acuática. Ejemplo, tortumi míe- 1, ga. Testudo grceca. [ Estremidades terminadas en forma de mu- < nones redondeólos: habitación terrestre. ^ Ejemplo, galapago común. T. orhicularis. Estreimdaiks terminadas por dedos, uni- ^ dos hasta las uñas por una membrana an- cha y ñexible: habitación acuática. Ejem- ^plo, tortuga del Nilo, T. triiinguis. Estremidades terminadas por dedos mo- vibles, con uñas ganchosas, y reunidas en su base por una palmeadura: habitación mista. Ejemplo, tortuga verde. T. midas- El caldo de tortuga que actualmente se prepara en al- MARINAS. TERRESTRES. FLUVIATILES. PALUSTRES. — 111 — mordedura para causar la muerte, si no se ocurre pronta- mente á los remedies violentos que hemos indicado, que muchas veces, por desgracia, son ya fuera de Los efectos comunes de la mordedura de estos reptiles, son una debilidad general, náuspas, movimientos convulsivos, y pmmitos de 7 ^cnas biliosa^ síntomas variados, que manifiestan, ^ Jnt que quldü deletéreo, no se concentra en un .1 1 ^ obra sobro toda la organización; por lo demas, mordida, solo se advierte una hnichazon inflamatoiia, con tendencia á la gangrena, dejando salir de la na sangre; primero negruzca, y después purulenta y iclu a. La cantidad de veneno introducida en una sola morete- dura, parece variar, según el animal está mas ó menos ir- ritado, según la época del año en que se verifica, y sobre todo, según el mas ó menos tiempo que ha dejado do moi - der: influyendo también en los efectos, el temperamento üc la persona herida. ORDEN CUARTO. BATRAciANos. [Bcitracía.} Los batracianos han tomado su nombre de la errie^a batrachos, que significa rana, porque ella sirve de tinoli este orden de los reptiles. Los caracteres esciicia- míe distinguen á los animales que lo componen, son los sió-u entes: una piel desnuda y enteramente desprovista do SalLis; la cabeza fuertemente aplanada, y también de- primida: carecen de costillas, <> si las hay, ]wr lo menos no se hallan sino en estado rudimental. En los batracianos po aparecen órganos visibles de a generación: su coraion es de un solo ventrículo Y una sola orejuela, hallándose en — 124 — su sangi-e glóbulos elipsoides, y muy voluminosos. Los la taina e.Iail, y de jiulmones en la edad adulta. Común -e» >« lale.s son, por decirlo así, los únicos caracteres venera- os ros'cS^'"^"; pmím en renSL om . [-’i-f' “.^''^^lon presentan tales dife- rcncx.a, que es imposible decir cm'iles son sus anuiloírías } que lelacioiies e.xisleu entre ellos. Así, pues ureSdrimía ^ oonfurniados, otros salen del oíúducto eñ un est.ulo imperfecto, y e.vigicndo para su completo des ariollo, uno nueva cantidad de la mateiia iimcoJa y azoé tica que los constituye; y algunos, en fin, solaiucute pícr den sus branquias, órganos de la o.xigemicioii acuática nue ¡=0 reemplazan por los de la oxigenación airicuse ó pulino nes como en las salamandras, por ejemplo. ^ ^ Pero en las ranas la revolución es mas general mies e« tan de.sprovistas de piés en el momento do la salida del ulo, teniendo ya una. cola comprimida latcralmenio ir r. forma de espada; sus órganos do respiración se ee ^ ^ de branquias poco mas ó menos como las d^os y «a boca presenta una pequeña n.bertura con lí í" neos: la.s ranas son ademas l.erb.vora,s, y ím ¿ ¡lama ranacuajos, pero bien pronto los piés intí'n "" mienzan a aparecer, á que siguen los posteriores 10 un desarrollo considerabfe y ráp do Tm?« desaparecen la cola y las brancbias, y lo’s ll oÍ J'" convierten en nuüadas de ms niijios corneos so dii "“d S.S; “““ '* Las ranas que lian servido de tipo para el estudio de la batra cíanos, presentan un mo- co4 -i“i nlimeiitos: su lengua blanda, vis- servirb4ír"‘® «« <:¡n;'ge al insecto que debe 54V4 1 b ^ camaleón; y sola- váL-iiL repliegue en fomia de wtvula, que envuelvo la presa, llevándola hasta la pluirin- — 125 — ce. Los dientes que guarnecen el paladar y quijada su- perior do estos animales, no les sirven para la masticación de los alimentos, sino únicainonto para retenerlos e impe- dir ciue se les escapen. _ . Los ojos son voluminosos, y ofrecen la, singular propi dad de servir para la degluticion, empujando la presa con- tenida en la boca liácia la phariiige, por el bu to que puec e formar el globo del ojo en la bóveda del paladar, cuantío los músculos se contraen- 1^1 oído esta sumamente c arrollado en estos animales, y aunque el tímpano se ia_ a Cubierto por la piel del cuerpo, tieqon, no obstan cuitad de percibir el ruido ó los sonidos mas ligeros, a con- siderables distancias. „„:or>-.Pnte di- Las ranas no tienen un orgmio cbo, y solamente dan un grito áspero, y monótono, que se conoce con el nombre f T>articularmcnte repiten en la época de la bi ama. í o dos lis batracianos tienen la facultad do í'ontra el enemigo que los persigue, y aunque este fluido tiene un olor nauseabundo, está imiy distante de tener las cualidades deletéreas que se le lian atribuido. Ningiin órgano reproductor aparento se las renos, y sin embargo, la fecundación iVn pfnef-o los óro-anos preparadores del luaciio, L Sn ■ación i i-noi-iones b y numeros.as, reunidas cntie si poi los i A ^ T _• g^g y ritoneo. Los ovarios de las bembras soniui ^ * están formados do una multitud de óvalos mera < _ - semi-trasparentes y de cobr variable, en cuyo interio feto parece desarrollado aun antes de la fecundación. Cuando estos ovarios salen de la cloaca, forman un c - ""^Stos pesados y sin energía, adciuieren imiclm vivacidad en la época do la brama, on- trel'.ndose los madios á combates cncarmzados a quo si- gue frecuentemente la muerte, pues cuando apodera de la licmbra, nada es capaz de separarlo de ella, y se ha dado el caso do haberle cortado las estremidades, — 126 — íado'i.í “p cuerpo, sin que por esto haya de- necen al^pnnfr ' ^ ^csto del año estos animales perma- absoluto T r>« ’f estado de adormecimiento casi sectos*delí"« P tatracianos viven particularmente de in- os, de los cuales destruyen muchos, por lo cual seria los jardines, para evitar los perjuicios que aquellos causen. dicinal?^T!!!r?^ f atribuyeron muchas propiedades me- nas batracianos, que hoy se consideran iluso- caldo de ?-n prescribe algunas veces el < Ido cíe lanas, como medicamento. Do la carne so hace uso como alimento en el Mediodía de Francia y entre inria m-efie t T miich’as^icrso- iias la pi eneren a la de vanos animales do caza. ^ Los batracianos se han dividido en dos secciones bien ca- racterizadas, por Duraoril; la una comprende á todos los que carecen de cola, á qnc se ha dado el nombre de anou- ros, y La otra encicija todos aquellos que la tienen llama- dos uroddos; pero últimamente se ha distribuido el orden en cuatro familias distintas, con los caracteres siguientes: i Batracianos que en su estado "’perfecto j carecen de cola, no conservan s¿s bran- ( quias, y presentan cuatro ostvemidades. i Batracianos que para pasar al estado < adulto, picrden sus branquias, conservan ( la cola, y adquieren estrcniidade« i ^ Batracianos que pierden sus brmichias < a cierta edad, jamas tienen miembros y C parecen serpientes. f Batraeianos que conservan siempre sug i brancliias. AKOUP.OS. URODELOS. APODOS d CE- CILIAS. BKANCnfFE- BOS d PNEUMO- BRANQUIOS. En la primera de estas familias se hallan las ranas ra- -na y los sapos, /ni/b; en la segunda, las salamandras (la- certa, salamandra do Lin.) en los cuales se reproducen los miembros que se les cortan; la torcera solamente compren- haringincos. — 129 — ó fimngios, &c, sogun el hueso en que están colocados. La lengua \le jos pescados es chica y adherente, dura y como oseosa, por lo que no es estraño liallarla cubierta de dientes. Los pescados son en general animales carnívoros, y su tubo digestivo debe por consiguiente ser muy corto: algu- nas veces se es tiende directamente desdo la boca al ano, siendo en esto caso muy difícil distinguir el estómago del tubo intestina!; pero otras veces al contrario, y esto es lo mas común, se halla un intestino grueso y otro delgado. Se lia dicho antes que uno de los caracteres esenciales de los pescados, era su respiración branchial permanente, porque en efecto, por medio de las braiicliias es como se verifica en ellos este importante acto de la vida de los ani- males. Las brancliias son una especie de láminas mem- branosas, colocadas en hilera; cada una de las cuales está formada de muchas hojuelas, y cortada en tirillas angos- tas, lo que les dá bastante analogía con los dientes de un peine. Estas brancliias están cubiertas de una membra- na, en la cual se ramifican los numerosos vasillos que vie- nen directamente del corazón; y este órgano respiratorio, aunque situado debajo de la cabeza, no se halla dentro de la boca como se habla crcido, sino que está separado por una especie do rejilla formada por los arcos oscosos ó car- tilaginosos que sostienen las branchias. Véase, pues, có- mo se ejecuta ha respiración. El agua entrando en la boca, penetra la cavidad bran- chial y abandona. el aire que contiene: este aire lleva su acción vivificante á los numerosos vasillos que se hallan repartidos en las láminas liranchiales, mientras que el ao'ua salo por dos anch.as aberturas, colocadas en los lados de la ctibcza, y que están formadas por otras dos láminas llamadas opércitlox. Cuando la sangro se ha oxigenado por el acto de la respiración, se dirige á la arteria bran- clüal ramificada: después de esto, las ramificaciones que forman los vasillos que la contienen, se reúnen constitu- yendo la cioi'tcii cu la cual pcnetia l.i sangre, repartiéndo- la en seguida á todas las partes del cuerpo. Algunos pescados, entre los cuales se hallan las lam- preas, tienen sobre la cabeza, y a veces cu los labios, un orificio que es la embocadura de un canal que conduce el — ISO— agua á la garganta, cuando el animal que está fijado pol- la boca, siente la necesidad de respirar: y algunos otros tie- nen en la parte superior de la cabeza dos agujeros en lugar de uno. La mayor analogía existe entre el corazón de los pcsca- cados y el de los reptiles, pues no tienen mas que un solo ventrículo y una sola orejuela, verificándose la circulación del modo siguiente. La sangre vuelve de las diferentes par- tes del cuerpo á la orejuela por dos troncos principales, que tienen alguna analogía con las venas cavas superior é in- ferior de la misma orejuela, penetrando en el ventrículo, el cual se contrae arrojándola á la arteria branquial, cuyas paredes presentan en esta parto una liincluizou considera- ble: esto es lo que se verifica en la división en muchos ra- mos de la arteria branquial que corresponden á los arcos que sostienen las braiupiias mismas, y donde la sangre se vivifica; después de esta absorción de oxígeno es cuando las ramificaciones de que hemos hablado se van reuniendo en hacecillos, desde luego poco numerosos, y después en un solo tronco que toma entonces el nombre de aorta, que co- mo se ve, nace del mismo órgano respiratorio y no del co- razón, como en los animales de los órdenes anteriores. Los pescados son ovíparos, pero la organización de su aparato reproductor ofrece algunas particularidades no me- nos notables que el modo con c[uc se verifica la fecunda- ción. Los ovarios de las hembras están colocados en la ca- vidad abdominal, á los lados del tubo digestivo, estendién- dose basta debajo del hígado. Estos ovarios forman dos sacos anchos, cuyos conductos escretorios se reúnen en un solo canal que comunica con los órganos urinarios: en los repliegues membranosos de estos ovarios es donde se en- cuentra una cantidad prodigiosa de huevos, la cual se ha- ce tan considerable en la época del desove, que llena cora-! pletamente el abdomen. Los testes de los machos tienen mucha analogía con los ovai’ios de las hembras, en cuanto a su forma y volumen, pues son también dos grandes sacQS colocados en el abdo- men, que como aquellos ocupan los dos lados del tubo di- gestivo, teniendo cada uno de ellos un conducto escretqrio que bien pronto se convierte en un solo canal que termina — 131 —' en la cloaca. En los repliegues membranosos se baila en- cerrado en abnnclancia el licor fecundante, espeso y man- tecoso, que lEnna vulgarmente el nombre de Icfecdla E volúmen de los testes so aumenta mucho en la época del desove, y algunos pescados, aunque en corto numero, no tie- nen mas que un solo testo. El desarrollo de los órganos repro- ductores y su comunicación casi directa con la cloaca, ía- cilita distinguir las hembras de los machos, pues basta com- nrimir el abdomen de un pescado hacia la cloaca y obser- var si sale la lechecilla ó los huevos, pues en el primer caso será macho y en el segundo hembra. Las hembras ponen una enorme cantidad de humos, y cuando c.stán flotando en la superficie dcl ^ fica la íccundacion, pasando el maciio se ve, pues, que esta fecundación es muy singiilai j que en mda se narece á la de los otros animales. Existo en ca.si todos los pescados otro órgano, que ala- nos naturalistas consideran como una dependencia del ór- gano respiratorio, y otros miran como lastre que solamente firve al animal para poder voluntariamente descender al fondo dol agua, ó elevarse ú la superficie: hablamos de la vejim natatoria. Esta os una especie de saco airiensc sus- pendido debajo de la columna vertebral, que posee la íacul- S lo oo..tvÍcr.,= 6 órdenes precedentes, bres por su cara exorna, com ^ ^1 ya al contrario adheridas po ^ _ La, ofrece agujeros ó i^eclio que se dividan estos disposición de las brancliias Jturionios y losíy?n' pescados en dos órdenes, que son los physohranchios. ORDEN PRIMERO. ESTUHIONIOS ó EnEOTUEROBRANCHIOS. [StW lOm ] Este orden, cuyo nombre cierra los pescados mas interesan ,-r semejantes á que so caracterizan por sus interiormente por un los dientes de un peine, y cubicit. -i poKiue los pescados que lo componen tienen las — 141 — franjan ó borlillas de las brancbias, adheridas por anibas ostrímidades; por la iutorna a loa arcos la esterna a la cmboltura cutánea. Kesulta es^ sicion anatómica, que el agua que sirve sale por todas las aberturas correspondientes a los suicos los pescados que componen este ónlen, tie- nefla cabeza 6 el hocico aplastado; tales son cl pye «m - S (squalus sigaena L.), el pee sierra (pristis ouv-), J la rayOi (i^^aia), &c. familias, fino son la de los Divídisc este orden plagiosfomos o ñor íos ^f^uientes ca./acteres: sudores, distinguiéndose por ios si„ Cua tro ó cinco pares de aberturas bran- chiales: cuatro aletas laterales, en íoima ' de abanicos: boca ancha, atravesada c e- brancMostegas, de f an-edoiidada, sin W'YV ’ ! situada ú la cstmmdad da un cuaii» líndrico, desnudo y viscoso. .p .^n, * d • „vo fie estas familias corresponde el tiliuio , A la piimeit _ vamos ú describir. {squalus carcharías, LJ que a ano KL TIBURON. dio es de mas de oc i ‘ j’ J algo arredon- la cabeza t'P^f ^oca es scmi-circiihu-, y esta colo- dado: la de la cabeza y detrás de his cada trasversalmente aen j de este pescado narices. La disposici enteramente sobre el lomo le obliga á ponerse < singular conlormacion para poder cogei U 1 ^anneros. Sus dientes son muy y lbspu"estos triangularmcnte: sus ojos poquiños plagiostomos. CYCLOSTOMOS. - 142 — y casi redondos: las aberturas de las branchias están colo ^«6 las aletas nosas "Vfa<5 aletas son firmes, rígidas y cartilagi- 1 í ’ ^ pectorales mucho mayores nuc las otras’ la (WÍ « ‘'í' elividida en dos lóbulos desiguales, sien- 0 el superior dos veces mayor cpie el otro, y femando un tinangulo encorvado hacia la puilta. ’ '' leda la parte superior del hocico del tiburón, está lie- do Cíe visibles y repartidos sin orden, que cuan Idl tiburón sigue los navios, y particularmente cuando Iiay enfermos ú bordo, cuyo hecho observado frecuentemen líonf t-'^cuso su instinto le indica que biSi ^ cadáver que le sirva de pasto? ^ada espanta á este terrible animal, pues aun en me dio de las mas furiosas tempestades, se ven en la sunorfi em W 1 P^^tcados reflejos do sus escamas; mas sin embargo del ;usto temor que inspira, los negros tienen in audaz tmneridad de atacarlo á nido, y paSle m por medio de un largo puñal. Los marineros, mas nrmíe,^'^ tos y menos atrevidos se divierten á veces on peroS “1 ^ biiron para divertir el fastidio de una larga tr¿v£a T carne es dura y coriácea; pero á pesar de esto los'iiofrvoa se aiiiíiciiEan im ella, y llegan á quitarle toda su duroza conservándola mucho tiempo antes de comerla A mas de los pescados do que hemos hablado se halla en esto orden el torpedo eléctrico, (torpedo. Dumer ^ n * t,o,;c ™ h c, ,ca y o„ la parte supon»- dcl c “ po E sene de ínbitos pegados unos á otros, v divS°’ mcmlntuas trasversales o„ coUillas lleúaí ele raí cosida” Es c apircto es el que t.euo la propiedad de produch- vió. IciiUs derc.neas e.ectricas, capaces de matar como por un rayo ¡i los pescados, y otros animales á quienes el tor- pedo dirige su fluido; así es que este aparato idene á ser para el, una arma no menos útil que sus acerados dientes y su fuerte potencia muscular. ’ 1 amblen pertenece á e.ste orden, aunque á la familia do líimprea (petromizón), que se parece oa.. tanto, ¿ ]o m.encs esteriormente, á la anguila, pero quo — 14 . 9 — sG distin®fU.G de elln. con. facilidíid, asi poi’su boca circuláis como poi”la carencia do aletas laterales, como liemos dicho. Los cyclostoinos forman el último eslabón de los anima- les vertebrados, y como el paso al grupo de los articulados; pero si> n;;?5 otA ;io hs p»to, ?= *■> e gfnglion, dos no^os. uao Stllos ú I» c,o lo seosMi- cu los moluscos, y ® narcco muy superior a los otios, bargo, bay un sentido PJl es el tacto, oue en á lo menos en ciertas ‘•spt-cic j ^ ojqo no existo algunos de ellos se conoce este órgano mas que en los ccfalados, y - este es do una manera Jn c ^ complicado, como en muy variable, siendo en alpinos m j ^ j g particular- la ípia é PO"-’ ejemplo; en “ p^^nes, tales co- los bay también que igxxalmente numerosas ganos de la locomoc on,^i variaciones, asi es, q ^msculoso cutáneo, sobreque ferior dcl cuerpo, uu LJ _ 146 — descansan las visceras, siendo este el verdadero órgano de ia locomocion: en otros hay apéndices ó tentáculos carno- sos que están adheridos, ya á la cabeza, ya á otras partes c e. ciieipo, que les sirven para nadar y andar sobi’o la tier- ra, y también como órganos de aprehensión: en fin, hay al- gunos otn s que carecen de la facultad de moverse. 1.0S Organos de la digestión se componen de un canal con dos aberturas, que forman la boca y el ano:- la boca presenta muchas variaciones en su forma, así es que en al- gunos moluscos es susceptible de ahmgarse en una especie üe tubo: en otros está armada de quijadas córneas muy sc- mc^jantes al pico de un perico, en ciiyo caso la quijada im tenor esta mas desarrollada que la superior; y en otros, en n, tiene otras muchas formas. Esta boca se comunica á un esoñigo, y después á un estómago, en el cual so hallan u veces una especie de laminitas calcáreas, semejantes á Jas conchas, destinadas á triturar las materias alimenticias,- terminando todo por un intestino de forma variable: El Jiig-ado os muy voluminoso, y está rodeando y cubriendo enteramente al estómago. Los moluscos respiran por medio de pulmones en forma' brau”eh'i’.e^°"r por ejemplo, y también por branclnm,. los ((uo tienen órganos pulmonares están destinados a vivir en el aire, y al contrario los que so- io tioneii brancliias, son eminentemente acuáticos. Esta diíerencia es muy esencia], porque puede dar escelentes caracteres para la clasificación de los raoluscos,.coriespon- diemlo a una multitud de modificaciones en la mtiiralezT e„l. forma y o„ la posición, do diversos órganos 3oí ni ña ! ■ El aparato de la circulación, consisto en tres corazones^ distintos, que so hallan en un gran número .KnXcos componiéndose cada corazón do un solo ventrículo: dos dé estos corazones están en la estremidad de las dos venas ca- vas, donde reciben la sangre para llevarla al órgano respi- ratorio: el tercero, mas carnoso y ovoide, transmite la san- gre o.vigenada. á la aorta, que la conduce á las diversas par- tes del cuerpo. La posición de este corazón es muv varia- ble, y algunas veces se halla aun hacia el fin del canal ali- monticio. La sangre de los moluscos es blanca, y esta es una de -las particularidades mas notables, que presentan — 147 — estos singulares aiñmales, primes ¿ posar de esto, la circula- ción es doble como estfiu frecuentemente Los oigano iudiviiluo, siendo por tanto, los mo- reunidos ^ ^ irermafróditos; en algunos es diticil dis- luscos, en „ por lo común el ovario solamen- itinguir ambos ^ Acunando la mayor parte del ab- te está muy ’ i^crinafroditismo, la copulación dómcn. A pesar ° fecundación; sin embar- cs por lo común necesaii I _ ejemplo en las os- go, en algunos es caso\os huevos se fecundan tras, las almejas, &-c., ^ ^ eu^ndo al coirtrario la copu- •con solo atravesar el ovi • ‘ siendo cada indivi- lacion se verifica, esta es c o >1 ^ y otro dúo macho y hembra, se tccunuan en ambos sexos. limazas^ J en muchos So ^'fiserva muy bien cstm andró f^mos, gasterópodos, babiendos que presentan es- esto es, macho y ’ Vgj.pg animales son ovíparos ta singular organización. ^iimples, ya agregados, esencialmente, y sus huevos desde luego por Cuvicr, en Los moluscos se la^ tres clases, como so v.e ci ‘ se han aumenta- ral de la página 37; .pp como órdenes de las dos a„ b«su seis, SfalS y cTyt lie í v.«os í esponee. tabla general de los moluscos. t Calleja ma- f cBr».-aos. muy largos. Mmeado cErHiLorooos. da pies ó do Uraios.... 1 . p iiffcJando ningu- por medio do „_Borono». aos ó J mumbranas. 2.= pTEBoie muy 1 arrastrando. cortos I so por modio ^ _ 1 do un disco. . Isa por medio „,„„poD03. ^ de un disco. O.-* oASTt.n rningunos ó poco inani- jck...hm. 03 . (• Calle*» I tiestos. . . ■•••,■•■ ' y I roao>li®®í![M Jíos ’. . . 5? nn-iciiiopoDos ACEPIIILADOS. < mi I o™ „Íúiados 0= calUlOPODOi. Uul 03 i, corneos y articiuauos. u. — Í4S'~ primera clase. Cepliaíaílos* ORDEN PRIMERO. cephalopodos. [ Ccphalojwda.] clase, se colocan os ccpUa/opodos, o sean animales que tienen piés en la ca- e¿a, porque en efecto, ésta so halla "uarncScla ele apén- dices carnosos que los sirren para andar. Su cuerpo Istá cubierto do un manto o saco musculoso, que no deia nasar iním cjue la cabeza y los tentáculos. ' ^ ^ La boca está armada do dos mandíbulas fuertes córneas y ganchosas, auc so parecen bastante al pico de un perico, y sobre los lados de Ja cabeza so notan dos ojos sentados inmóviles, y sin parpados. Su respiración sé eiecuta ñor bra^^ que tienen la forma de las hojas de heSj y están adheridas por uno de sus lados, á una cavidad colo cada Inicia el lomo del animal en que están encerradal Los aceplialados tienen un intestino que termina en úna cavidad siíuac.a bajo de la cabeza, y con la forma do uú embudo, üc donde le ha venido el nombre de infundihuhm y a esta inirnna cavidad vienen á parar los óranos dé a gcnemcicn. Estos moluscos no son hormafroditol y Ío^ ma chos tienen dos testes internos, aunque ningún Óiú4m a a- Del mismo modo están los (irganos scxsualcs femeninos y los huevos tienen la forma de racimos, de sartas ó do fi- lamentos. Estos animales están á veces desnudos, pero mas fre- cuentemente so Ijallan cubiertos de una concha unii alva ó bivalva: son carniceros y se alimentan de cangrejos y otras ammales marinos ejue abundan en los mares. Viveii siem- pio c_n el agua, ya en el fondo del mar, ya en las orillnq v también en las resquebraduras de las racas. ^ — 14S— Esto órcleii encierra dos fomilias esenciales, que se ca- racterizan por el número de tentáculos quo guarnecen su cabeza, talos son los odopodos, que tienen oeno, y los decá- podos quo tienen diez. A la primera corresponden los iñu- dos, odopus, y los argonautas, argonauta argos Lr, y ^ U segunda los calamares, loligo, los nautxlos, ^ Semia de quo luiblaremos después, debiendo advertii antes, que á estos géneros se aproximan otros muchos, ¿o molm- ios testáceos, de los cuales solamente se lian cnconüado as conchas en estado do fósil, tales son las amonitas, belem nitas, niimmulítas, &.c. las A los decápodos corresponden, como m’fár sepias, cuy» concha t"» »utiguau.cutc tan» ^ n4cia, cuíplc.indoso tauibicn cu la pintura el licoi paiuu co que secretan, la sepia o jibia. La sepia, sepia qfeinalis, es un animal ^ do que presenta en su parte superior l|nea& s\bA un tinte aplomado: tiene diez tentáculos, _ ue los cm ^ les solamente ocho son poco mas o menos ^ y los otros dos son mucho nías largos que ensancliadoá en su cstreniidad: siendo, teriorraento una especio do ven cuando el animal por otra parte, contráctiles do Su cucr- los contrae, apenas tienen el n,,wosa y que se des- »4o“cS'.«lcs los ccpl,alop»hjJ «XÍs»™. tu4 de cápete, en ¡oc loe dis- ipe ontaAltedo el ,¡q„„le es tnigan, dándoles tío p caviuad el resultado de por un canal e,scretor celulosa y espougiosa, q infundihidiim. l'll íSrllJ^rS^s^er d?™ pardo uegruseo, y una peque- — 150 — ña cantidad de él, basta para teñir mucha cantidad do agua, lo que ha hecho so solicite para la pintui’a, y aun se creyó, antiguamente, que con él so preparaba la tinta de china. El hueso de sepia, ó mejor dicho, su concha, es la úni- ca parte de esto animal de que se liaco uso en la farmacia, pero los habitantes de las costas comen su carne, y algu- nos la encuentran muy agradable. ORDEN SEGUNDO. PTEROPODOS. [Pteropoda.] Los pteropodos, cuyo nombre significa pies alados, se lla- man así, porque en lugar de los piés ó tentáculos que he- mos observado en el orden 2)recedente, tienen aletas colo- cadas á los dos lados de la boca. Su cuerpo está emmclto en un saco carnoso, de donde sale la cabeza por una aber- tura estrecha, siendo unos desnudos y otros cubiertos de una concha. Los pteropodos son hermafroditos, y nadan con la mayor íacilidad en las aguas del mar, que csclusivamen- t“ habitan, y en las partes mas inmediatas á los polos. Los géneros y o.species mas notables, son la dio horeuHs v la hyaka córnea: la primera es desnuda, y la segunda está cubierta de una concha delgada y trasparente, que le ha valido el nombre do cñstalina. ^ ORDEN TERCERO. GASTEROPODOS. [Gastcropoda.^ Los gasterópodos andan sobre el vientre, como lo indica su nombre, y son unos animales privados de piés y esen- cialmente rastreros. Su modo de andar, es sobre una espe- cie de disco que ocupa toda la parte inferior del cuerpo, ó á que está unido por un adelgazamiento bastante parecido á un cuello. Su cabeza es manifiesta, con dos ó cuatro ten- táculos retráctiles, y su cuerpo es muy variable, presentan- do diversas modificaciones según que tienen concha ó care- cen de ella; algunas veces la concha es univalva y disjiues- — 151 — ta de tal modo, que el animal puedo meter en ella todo su cuerpo ó al menos la mayor parte: otras veces, aunque es raro, esta concha está formada de muchas piezas distintas, pero siempre soldadas entro sí. i «o Los oios son comunmente dos, ya sentados sohie la ca- beza ó ya sostenidos en tentáculos; y en los gasterópodos que ticirnn cuatro de estos miembros, el par es el que lleva los ojos, siendo este el mas largo y el mas sus ceptible de impresiones; pero unos y otros son retráctiles. lÍ boca es igualmente variable pues se halla bilabiada, y algmia vez también trilabiada; mas en algu- gíne^os es mi sifón ó mía especie do t-mpa. fíTiialcs horinafroditas: unos son andróginos y necesita^ L°ótro iiHliviítao paro la tecumiacioii, y otros “ si , Amos pava este acto: tales son los ' Estos mn_ males son ovíparos, sin emlavao, alguna vez lo mas común es que la lieinbia P° huevos son libres pm-ticulaí ¿íáyeado'de un «/- ^^ír^rsteropoc^sse^^^^ secciones, segunda, los dioicos, y ter- saber: primeia, los u te/ “Los hermafroditos respiran por cera, los 1 ^ ; y dioicos por pulmones y bran- SiVidido después en los nueve ordenes espresados en la siguiente: — 152 - TABLA DE LOS GASTEROPODOS. 1 .® vginos. respirando por ■sacos pulmonares rulmatuidaj. I ( sobre cualquiera par. ? o i desnu- J ta do su cuerpo. ( ^ A'^timíranc/, üs> J das D/oicos respirando por .3.® brancüias I bajo los bordes del / ^ r /* i i • Amanto Lifcrobranchtos^ I en una cavidad cubierta por / . ^ [el manto J Ti-.cttüraur.hios. sacos pulmonares. 1 . :: J I ; I i :\\r, p,a„„mn,lo, brancbias \ • tí Ifctevoj>o({n\ . i 4 X C CcTV ti J 'i'\t 4 f^en una cavidad rtol jnanto 7 l'elmUirunchnia. Iíe7'mophrodUo3 conbrancbia?Í r en peine, en una cavidad del } mamo 8 Esc«G'6r „ ^ . . (.manto; Cyclobi'ancfiias. Estos órdenes se dividen en diversas familias que com- prenden muchos géneros; pero nosotros nos limitaremos aquí á mencionar los principales, atendiendo especialmen- te á sus medios do respiración. Entre los que careciendo de branchias respiran por me- dio de sacos pulmonares, se encuentran las limasas ó babe- sn.a, hmax, y el caracol, Mix. Los planorbcs, jjlanorvis; las limneas, limnce; los buliinos, bidimus; las ao-atinas achatina; las a.uriculas, aurkula, &c., son géneros nuc se co- locan en esta división por tener el carácter comnn do K ca- rencia de branchias, correspondiendo á muclios moluscos co- nocidos particularmente por sus conchas, que figuran cii las colecciones conquiológicas. En los moluscos que respiran por branchias, y cuya bo- ca tiene la forma de trompa, su concha cónica ó espiral por lo común univalva, so colocan las porcelanas, dprcea, y os múrices, murcx, que comprenden los peñascos, husos j tritones, cuyas especies dan la púrpura de los antiguos. 1 amblen se bailan aquí otros muclio.s géneros, cuyas con- chas so aprecian por el brillo do sus colores y la hermosu- ra de sus íormas, tales son: las jautina ó caracoles violudo.s, janthiud} las neritas y neritinas, nerita; los conos, conus; las volutas, voluta; las mitras, mitra; las bocinas, husi- num; las patelas, patela, &c., á que se agregan los molu.s- eos llamados tubulibranchios, por su concha en tubos, mas ó menos irregular, y que se fijan á los cuerpos submarinos. Las especies que conoció Linneo, las unió ú las scrpulas, J hoy so les ha dado el nombre do verinctos, sUkuarios, &c. — 153 — Del género helix do quo se habló antes, el caracol ele ri- ña, háix pomatia L., se nsa algunas veces en medicina, preparando eon él caldos ó jarabe á que se atribuyen pro- piedades duleiScantcs, por lo' quo so prescribo en las enfer- medades del pecho. La concha del caracol es univalva, y en su interior se encierra el animal al aproximarse el invierno, cubriendo la abertura de la concha con una membrana calcárea y muy delgada, la que lo preserva del frió y conserva la humedad necesaria á su existencia. En algunas partes los caracoles se consideran como ali- mento agradable, y entre los romanos era ini manjar muy estimado. Se nota que cuando estos animales se cocen en vasos de metal, éste se pone siempre negro, lo que es de- bido al azufre que contienen los gasterópodos. Ouanuo en los calores del estío so muUiphcan mucho, causan graves perjuicios en las huertas y jardines. SEGUNDA CLASE, dcepha lados. Los animales que comprende esta clase, son los accpha- íos, los hrachiopodos, y los cirrhopodos. ORDEN PRIMERO. ACEPHALOS. [.^cepliala.] Los acephalos, como su nombre indic.a, por carccci-de una cabeza manifiesta; mente la forma de tubo ó trompa carnosa, a cuv o lado_ so halla e conducto destinado á llevar el agua a las branchias: ¿stns que comunmente son cuatro se presentan en íorma de láminas miiv semejantes á las hojas de un libi-o, y es- tán detenidas por dos repliegues del manto, cpio al mismo tiempo cubre la boca; su sistema neivioso no so compone mas que do dos ó tres gangliones. Los acephalos son los — 154 — únicos tnoluscos que tienen verdaderas conchas vivalvas, y uno ó dos músculos fuertes sirven para aproximar estas vál- vulas, haciéndolas adherir á los lados del manto. Algunos acephaloa, aunque como por escepcion, están desprovistos de concha. Se encuentra un gran número de ellos que tienen en la parte inferior de su cuerpo, y colocado entro las hranchias, un apéndice de forma y tamaño muy variables, á que se ha dado el nombre de •pie: i-egularmento está hueco, y encier- ra una parte do los órganos do la digestión: es muy movi- ble, y á veces termina por una reunión de filamentos cór- neos, nombrada borra, b¡/ssus, y por estos filamentos los aceplialos se pegan á las rocas, como por ejemplo, las al- mejas. El modo de reproducción de los acephalos es enteramen- te desconocida, pues solamente se ve aparecer en cierta época, y debajo del tubo intestinal un ovario lleno do hue- vos, que bien pronto se rodea de una materia lechosa con- siderada como fecmidairto; poco tiempo después se observa que empollan los pequeños moluscos, sin que pueda cspli- carse el origen de estos huevos, de la materia lechosa, ni qué causas han contribuido á la reproducción de estos nue- vos séres: es, pues, necesario que estos animales tengan la facultad de reproducirse sin el socorro de otro individuo. Los acephalos se dividen naturalmente en dos tribus, se- gún están provistos de testa ó concha, ó que carecen de ella, y cada una de estas tribus se ha dividido en familias, atendiendo en los testáceos, al manto, y á los tubos de co^ municacion que á veces deja el velo que cubre todas las partes del animal, cuando se junta á la lámina opuesta: y en los desnudos, á su sencillez ó composición.* PTIMERA TllIBU. ACEPHALOS TESTACEOS. Estos son mucho mas numerosos que los desnudos, y de «líos se han formado cinco familias, cuyos caracteres ofre- ce la siguiente — 165 — TABLA DE LOS TESTACEOS. FAMILIAS. f abierto por ciclante 1 ostraceas. 1.0 I (en parte por un li- S;n í'-’bos. Manto^ J fcamcnto 2 jutilaceas. I cerrado. ¡ dejando tres orifi- (^CioS. 3 CAM ACEAS. í;. s í libres, llanto abierto..,.,.. 4 cardiáceas. Con tubos reunidos: llanto cerrado por f delante 5 soienaceas. El tipo de la primeva do estas familias es la ostra, que describiremos en seguida. La OSTRA COMUN [ostro édulisl es un molusco en que es difícil distinguir á la simple vista, sus diíerentes órganos: carece de pies, su boca no forma tubo m sifón, y Jas vaL villas de su concha son desiguales, pues una es casi plana, V la otra convexa y ambas compuestas de boja.s sobrepues- tas- por la válvula convexa es por donde el aimnal perma- nece fijo á la.s rocas en que lia nacido. Este molusco esta abundantcmeuto repartido en todos los mares, donde se multiplica prodigiosamente, c.xistiendo un banco muy con- siderable de ostras muy apreciadas, en las costas de Cal- ' ‘^eStc las ostraceas se baila también la madre tih,s de Linneo, avicula Ciiv., que produce el nacar le pe - las y las perlas finas: el primero no es otra cosa que la^ pai- te interna de las válvulas, y las segundas- tienen, sm duda, el mismo origen, pues están compuestas del mismo nacai sobrepuesto por capas delgadas, y que siendo á veces muy numerosas dan un grueso volúnien á la perla- La m¡iteri. nacarada es una exudación del manto, y de la conelia del "^'l^i^cuSrá’las conchas do estos moluscos, sabido es el uso que de ellas hacen, especialmente os chinos, grabando en ellas flores y otras figuras, empleándose tamoien en aba- nicos, cajas y otros objetos de mei cena. Esta ¿ircunstancia, y la de considerable valor de las perlas, hacen que esta concha deba colocarse entre las pro- ducciones preciosas do la naturaleza. Habita en el Zcyla7i^ —156— el Cabo Comorm, los mares de J'fucva Holanda y en nues- tro Golfo Mexicano. De este illtimo punto tenemos algu- nos ejemplares en el .Museo, y las perlas solían espender- se, sin taladrar, en la feria de S. Juan de los Lagos. Las conchas do las ostras se emplearon antes como ab- sorventes, pues están esencialmente compuestas de carbo- nato de cal, mezclado con un poco de fosfato calizo, conte- niendo también rasgos do óxido do fierro y de inanganesa, ligado todo por una materia gelatinosa. Sometidas á la cal- cinación dan la cal cáustica. SEGUNDA TRIBU. ACEPHALOS DESNUDOS. Estos son los cpie carecen de concha, como Jo indica su nombre, y cuyas branchias son muy variables, no forman- do cuatro láminas como en los testáceos. Aquí es donde se observa por primera vez esas individualidades compues- tas, esos seres singulares que resultan de la a<'rcrmcion ó soldadura de un número mas ó menos considerable de se- res en un solo individuo, y esto es lo que ha hecho dividir á los acephalos desnudos en dos familias. 1. ^ ACEPHAi.os DESNUDOS SIMPLES, quc cncicrran los géneros bipho7'os 6 salpas, y las ascidias, y ■ 2. ^ los ACEPHALOS DESNUDOS COMPUESTOS Ó AGREGA- DOS, como los botrylos y los pyrosomos. ORDEN SEGUNDO. LOS BiiACHiopoDos. \^Brachwpoda.\ Los bracliiopodos se caracterizan por sus dos brazos car- nosos guarnecidos de muchos filamentos contráctiles, que reemplazan el pié que presentan ios acephalos. Su concha es bivalva. Los brachiopodos vivientes conocidos hasta ahora, son poco numerosos, porque estos son unos animales que habi- tan á una profundidad nuiy grande de los mares, siendo por lo mismo muy dificil de pescarlos; en el estado de fó- — 157 — EÍl so distingue un gran número do ellos; pero de los pri- meros solo so conocen los géneros língula, terehrántula y orhícula- ORDEN TERCERO. cmRHOPODOS. [Cirrhopoda.] Así como los precedentes, los cirrliopodos tienen el ca- rácter genérico de la clase, es decir, que carecen de cabe- za manifiesta.. Su manto y su concha los clasifican entera- mente entre los moluscos, aunque su organización interna í!rece aproximarlos á los crustáceos en la gran división ^^*^8^103 h^dad^^ el nombre de cirrhopodos á causa de los filamentos llamados zarcillos que se hallan en la pai*^c m- r V • anillados. Sangre roja. ) f sin concha. I Miembros ar- ! Móviles é in ¡.crustáceos. ticulados .... 1 senos en el í tórax J Sin antenas dos antenas ( mas de 6 piés.. .miriapodos. ■ ■ ( seis pié.s, . .INSECTOS. CLASE PRIMERA. ANILLADOS. Por mucho tiempo estuvieron los anillados reunidos á los gusanos intestinales, hasta que Cuvier los separo, de- signándolos con el nombre de gusanos de sangre roja; peí o después Lamark, les ha dado el de anillados que tienen actualmente. Estos son los únicos animales myertcbracios de sangre roja, y su sistema nervioso se asemeja ® insectos, estando formado de un doble cordon mu su cuerpo os blando, por lo regular alargado, y mente provisto de cabeza con ojoSj de tentáculos y boca armada de quijadas: el cuerpo está también general- mente dividido en nn gran número do segmentos. _ Muchos de los anillados tienen en los lados, pelos rígi- dos y retráctiles, simples ó en hacecillos, las cuales reem- plazan los pies do que carecen: respiran por braiichias co- locadas en la cabeza como plumero.s, ó sobre los latios uei cuerpo, en forma do ramales: algunos géneros tienen pe- ((ueñas cav¡dadc.s colulo.sas, cuya abertura circular estu co- locada cu el dorso 6 sobro el abdomen, y estas cavidades son los órganos de la respiración que se observan en las lombrices y en las sanguijuelas. Los anillados viven generalmente en la mar, en la agua dulce, en el fango y eii la arena húmeda, alimentándose de ■— 160 — pcscaclitos y de restos de animales que encuentran en el uiisiuo tango, donde se cavan lialútacioncs que tienen la forma de un tubo largo. Algvmas especies exudan una cc- rosidad muy cargada de carbonato de cal, que se endurece al aire y forma una especie de tubo, en que el animal pue- de refugiar-se, pero no se adhiere á él como sucede en los moluscos. Aunque liermafroditos no pueden fecundarse á sí mismos, y necesitan de otro individuo para reproducirse. Los anillados se han dividido por Cuvicr en tres órde- nes, que son: los iuhiculos, los dorsihranchius y los ahraiv- chios, según que habitan en tubos que llevaujas brancliias hacia el dorso, ó que carecen de ollas. ORDEN PRIMERO. TUBICOLOS. Los tubícolos se caracterizan por el tubo calcáreo que los envuelve, y que á voces está formado de fragmentos de concha y granos de arena, reunidos x>or medio de una sus- tancia glutinosa que exuda el cuei-po de estos animales: su cabeza esta adoraada de un penacho formado por las bran- cluas ramificadas. La facultad que tienen estos animales de poder salir voluntariamente del tubo que los encierra, los distingue^ muy bien de los moluscos gasterópodos, con quienes pudieran confundirse. Los géneros, son: scrpula de Lin., sabclla y ampliitrite de Cuv. ORDEN [SEGUNDO. nos DORSIBKANCHIOS. Los dorsibranchios no se distinguen Me los precedentes mas que por sus brancliias ramosas ó laminares, situadas en las partes laterales del cuerpo, y no sobre la cabeza ó en la parte anterior, como en los tubícolos. Algunos de estos animales están desnudos, y otros al contrario, tienen el tubo calcáreo que les sirve de liabita- T-'Os géneros de este órden, son: araiicola de Lin., ainphione de Brug. y cunice, de Cuv. — 161 — ORDEN TERCERO. LOS^ABRANCHIOS. Los abrancliios, como indica su nombre, carecen de bran- cliias, J su respiración se efectúa por medio de las cavida- des pulmonares de que hemos hablado, j cuya abertura ai- riense está colocada, ya sobre el dorso, ya sobre el abdo- men. Unos andan por medio de dos discos colocados uno en la parte anterior y otro en la posterior del cuerpo: otros se sirven para el movimiento, do cerdas tiesas, por medio de las cuales se agarran en el suelo, y á este orden perte- nece la lombriz ó gusano terrestre, hnnbricu^ tcrrcsiJ is D., tan usado antiguamente en la medicina, y que so caracte- riza por los pelos que guarnecen sus anillos que son en nu- mero do veinticinco, correspondiendo á la familia de los se- tíffcros ó que llevan cerdas. ^ , La segunda familia, llamada de los asetigeros o chupa- dores, se distingue do la anterior, en que los animales que la componen carecen de los mamelones y cerdas que se ob- servan en aquellos. Entre sus géneros so hallan las san^ ¡juiiuclas, que vamos ú describir, por su utilidad mee ica y por el mucho consumo que do ollas so hace de algunos . á esta parte. SANGUIJUELAS. Las sanguijuelas, hirudo do Lineo, constituyen la pe- queña familia de las hirudineas en los anillados abrancliios, Y las caracteriza su cuerpo alargado, blando, plano por en- cima y convexo por debajo, pero que presenta siempre ras- fros manifiestos de articulación. En las dos estremidades corresnondientes una á la boca y otra al ano, se encuentra un disco plano, susceptible de aplicarse á los cuerpos quo los rodean como una verdadera ventosa, por medio de las cuales las sanguijuelas pueden moverse y chupar la sangre. La boca, colocada por lo común en el centro del disco an- terior, y á veces en el borde iníerioi de este, esta en mu- chas especies armada de tres tubérculos cartilaginosos, lia- — 162 — mados dientes, los cuales presentan pequeñas asperezas agudas que forman itna especie de sierra. De la boca par- te un tubo intestinal que presenta algunas hiiicbazoncs do distancia en distancia, pero sin ofrecer la mas pequeña cir- cunvolución antes de tenninar en el ano. Los ojos de las sanguijuelas no están todavía bien obser- vados por los naturalistas, pues aun los mismos que han creído percibirlos han llamado puntos psemh oculares á las manchas negras que se notan en la cara superior de los ani- llos anteriores, y que Imn considerado como falsos ojos, por- que no está probado que estos órganos tengan la facultad de ver, y ademas estas manchas faltan algunas veces ente- ramente. Las sanguijuelas andan por medio de los discos de que hemos liabla.do, aplicándolos sucesivamente y reco- giendo y alargando su cuerpo, que es muy contractible: en el agua caminan de la misma manera, y por medio de eon- tiacciones musculares hechas de arriba á abajo, se mueven con bastante rapidez. Los Organos de la respiración consisten en una serie do agujeritos que so observa en la.s partes laterales de su cucr po, y estos agujeros son los que sirven para conducir el ai- re a los sacos pulmonares, que reemplazan las branchias'de que estos animales carecen. _ Las sanguijuelas tienen san- gre roja, y su sistema nervioso se compone de un cordon largo que sigue al tubo digestivo, presentando á distan- cias hinchazones ganglionosas á que están adheridos nume- rosos filamentos y de los cuales algunos rodean el esófan-o, distribuyéndose en seguida á todas las partes del cuerpo! Los Organos de la reproducción presentan modificacio- nes notables, pues aunque los dos sexos están reunidos en un raismo individuo, son precisos dos de estos para que se yeiihque Ja íecundacion, siendo por lo mismo las sangui- juelas ammales andróginos. Ambos órganos están muy próximos uno de otro, componiéndose el masculino de un pene largo contenido en una cubierta prepucial, el cual sa- le hacia fuera y entra en el abdómen formando un codo. El órgano femenino es muy poco complicado, pues no consis- te mas que en un simple agujero colocado detrás de la aber- tura por donde salo el pene, á cuyo fondo se encuentra una cavidad vaginal que encierra un ovario ovoide. — 163 — Las sanguijuelas son ovíparas, poro se asegura que hay algunas especies en que los chiquillos nacen ya formados. Sas huevos son de cinco á quince, reunidos en un zurrón ovoide y membranoso que tiene dos envolturas, una esíe- rior -rruesa y otra interior mucho mas delgada, que aban- donados en la arena permanecen cerrados hasta que los hue- vos empollan, y cuando las sanguijuelas chiquitas salen ele estos, rompen el zurrón para escapar hacia fuera. Las san- cuiiuolas son animales acuáticos muy repartidos en todo el inundo, que abundan mas en las aguas dulces que en las saladas, y ¿articularmente en los pantanos, pegándose fá- cilmente á los animales que vienen a inqmetarlas, infirién- doles una fuerte mordedura. No todas las nen la facultad de chupar la sangre, lo en ciertas especies sus quijadas carecen e ’pfpf.6va demás pueden emplearse en la medicina, mente se hace, por la escasez que el mucho uso ¿e la oh nal, va produciendo cada dia: daremos los caracteies de ‘"'lÚ sanguiiuela oñelml, sa?iguisuga q^cimlis ¿e Savij- ni, es de un Verde nogrusco, y presenta sobre el lo®o seis bandas longitudinales de color ferrugmoso, parte manchas pardas, cUspuestas conreguhiridad sobicj^^^^^ media do estas sanguijuelas querido hacer una f V á que han que diferencian muy poco de oü-os no dado el nombro de saiigiiy ae/a «wáicniaL p , consideran que los caracteres diferenciales para separarlas. CLASE SEGUNDA. CRUSTACEOS. ammales articulados, partes de su cuerpo, o costia calcaiea q circulación doble y su respira- PrKSihT Lotcn^^^^^ se apimiman á los arac/mi- Z, y d los por algoiros caracteres estenores, pues — 164 — así como ellos, tienen una cabeza manijiesta, un thorax y un abdomen^ sin embargo, sucede algunas veces que la cabe- za no es distinta, esto es, que está unida al thorax, y quo solamente las antenas y los ojos permiten reconocer que existe: otras veces, aunque es muy raro, el thorax es el que está íntimamente soldado con el abdomen. La cabeza tiene dos ojos sentados ó pedunculados, y en este último caso están sostenidos por un prolongamiento muy movible en la base: estos ojos están comunmente com- puestos de fasetas, á lo menos cuando son pedunculados, pues los ojos lisos son siempre sentados, y redondos ú ova- les. En la cabeza hay ademas, cuatro antenas, algunas ve- ces solamente dos, y ciertos géneros también carecen do ellas. Cada antena se compone de dos partes, que son el pedúnculo y el filamento: el pedúnculo es la baso de la an- tena, y el filamento que á veces se ramifica, forma la estre- midad, componiéndose el todo de una multitud de anillitos unidos, unos á continuación de otros, y disminuyéndose desde la base hasta la cstremidad. La boca está siempre situada en la parte anterior é in- ferior de la cabeza, ó en la región del cuerpo que la reem- plaza, pero las piezas que la componen son de tal modo va- riables en su forma, número y disposición, que es imposi- ble dar una descripción general de ellas, frecuentemente también las quijadas se asemejan á los piés, haciendo ofi- cio de tales, y estas quijadas están siempre formadas de muchos pares de mandíbulas. _ Cuando el thorax es manifiesto, se compone de una se- rie de anillos, de los cuales cada uno sostiene un par de pa. tas; pero cuando esta soldado so halla cubierto enteramen- te poi una envoltura testácea que tiene el nombre de cara- jmchoy debajo del cual está el estómago, el hígado, el co- razón y las brancluas. Las patas de los articulados son de dos especies, las ver- daderas y las falsas; las primeras corresponden al thorax y se componen de seis articulaciones, do las cuales la última tiene el nombre de tarso: el primer par de patas, propia- mente dicho, lleva el nombro de tenacillas ó pinzas, cuan- do el penúltimo artículo, desarrollado de un modo estraor- dinario, constituye una especio do dedo cu el cual semuo- — 165 — ve de an-iba á abajo la última articulación, formando co- mo uñas: se han llamado tamh\cn piés-quijadas á un cier- to número de apéndices locomotores que accesoriamente vienen á juntarse á las partes que constituyen la boca. Las natas falsas se notan bajo del abdomen y son cortas, ter- minando en dos láminas divididas cada una de ellas en dos filamentos: estos apéndices les sirven ya para andiir, y ya como partes accesorias de los órganos de la respiración, pe- ro siempre para sostener los huevos. _ El abdómen que sigue al thorax enciciTa el tubo diges- tivo, V no presenta ningún apéndice pai-ticular El siste- ma km-vioso de los crustáceos tiene mucha analogía con el do lorar’chnidos y el do los insectos, y so compone de una fie los ai.«ciinmos y fílomentos, á que esta adherido cM Íue^ó y colocado! por pares: algunas veces estos gan- ¿liones ie sleldan entre sí no formando mas que dos, uno en cene eninmlee y tiene nnalo- pn ¿011 la de los moluscos, particularmente con los del or- e‘‘:¿“ “'pS do un « especie de vend^ culo Po'rZslSt co ™ cTl4& L» 0 .U- que puede pequeñas venas que p.ar- gre llega al corazón poi corazón se dirige ten de diversas del ciicip^ y^^^ á las arterias branchiales de estas ar- rn esterna de las brqiichias. A la cstrcuiiu están adheridos otros vasillos que alargan la cara in ! .f flf as hr^chias, reuniéndose en un tronco común trmiS en cí venti’ículo aórtico, y de aquí parten sms que te dirigen á las partes esenciales del cueipo, como los ojos,^as antenas, el hígado, el thorax y ahdomcii. _ efectúa por medio de hranchias quo La i’cspi’^'-'ion piramidales, foliáceos ó erizados tienen la lorma ‘ firanchias están colocadas, de filamentos o penachos cja ya en las orillas ( apéndices inferiores del “£mcñ: ¿uíci' ulgunut veces cine estas IvancMls reem- — 166 — plazan las patas, j entonces sirven al mismo tiempo á la respiración y á la locomoción. Los crustáceos son unisexuales, y los machos tienen dos canales deíerentes que terminan en dos penes que salen del thorax, detras del último par de patas: las hembras tienen amblen dos vulvas que se abren ya sobre la tercera pieza esternal, ya en k base de las patas que corresponden á es- huevL se .rir^''""®-'* y algunas veces los _ evos se adhieren mmediatamente después de la puesta a los apondioos quo guarneoen la parto Menor dofSS men, mas otras permanecen en el cuerpo mismo do la ma- ure, donde empollan. La mayor parte de los crustáceos viven en la agua, aun- que algunas espeeies son terrestres; pero aun estas buscan siempre los lug^ares mas húmedos. Estos animales pierden .todos los anos la testa calcárea que los cubre, y entonces se revisten de una piel tierna que endureciéndose á su vez se cambia al cabo de algunos dias en costra tan dura v re- sistento como la que reemplaza. Los crustáceos se di míen en dos grandes senes, que son la de los malacostraceos Vla. de entormstraceos, subdividiéndosc estas series e,7l os seis ordenes siguientes: ^ TABLA DE LOS CRUSTÁCEOS. 1.'=’ malacostraceos. Testa calcárea. Ojos peflunculados í cubiertas bajo ENES, y movibles 1 carapacho ; . i decaíodos f ® ‘^«^CMAroD'os. . - l ^ ‘‘■‘tenores sirviendo Ojos sentados y fl , pa.ru Ja masticación 3 ampiiiopodos. J^*'^***** • Ales que todos ellos sir- 1 ven para los movimientos. 4 tsopodos. •2.P ENTOJIOSTR AGEOS. Testa córnea. ® '5'^'Nchiopodos juanuíbulas y quijadas reemplazadas por un 6 POECILOPODOS. r — 167 — PRIMERA SERIE. MALACÓSTRACEOS. Los malacostrácos, que toman su nombre de la palabra p'rie'^a malakos, que significa blando, tienen sus tegumen- tos do consistencia variable: llevan desde diez basta cator- ce piés, y terminan inferiormente por una especie de uñue- las en forma do tenacillas. Estos animales están compren- didos en los órdenes siguientes. ORDEN PRIMERO. DECAPODOS. Los decápodos ó de diez piés, tienen cinco pares de pa- tas de los cuales mm do ellos termina en tenacillas; ade- mas de esto, sus quijadas están guarnecidas de los apén- dices conocidos bajo el nombro de piés-cpiijadas: tienen dos' oios muy movibles y pedunculados, cuatro antenas y dos mandíbulas ó verdaderas quijadas. Las patas están adhe- ridas ú una. parte calcárea colocada debajo del tliora.v, IJa- mnda escudo, V cada una de las articulaciones que lo cons- toyorc“SsÍ,omle í m par de patas. El tl.oray eeti cu- bierto de un cLapacho de una sola pieza sobre la cual es-, tán las brancbias, y el abdomen lleva ordmariamente el nombre de cola, que es mas ó menos alargada y alguna vez encorvada bruscamente bajo el tborax. En este carácter se funda la división de los decápodos en dos familias, que son- la de los branchitiros, cuyo abdomen es cortoy encor- virln balo el tborax, y la de los macruros, en que el abdo- es largo y muy visible. A estas familias pertenecen' e-inoreios de diversas especies comestibles, como el de a Aia dulce, que con el nombre do acosil, consume taüto el pueblo de esta capital. CANGREJOS. El cangrejo de agua án\cé¡ astacus Jluviütüis, cáncer dé — IGS— Linnco, abunda en las riberas, donde se oculta bajo de las piedras ó de las raíces de los árboles. Este animal es no- table por sus patas anteriores ó sierras, que son muy lar- cas, muy gruesas y desiguales: su carapacho os alarga- do, medio cilindrico, y marcado en su medio por un gran surco trasversal detras de la región del estómago. El abdomen, llamado impropiamente cola, es muy des- arrollado en estos animales, 3 '- está formado de seis anillos mu 3 ' convexos por arriba y ligeramente enrrollados hacia abajo: los músculos numerosos y potentes le imprimen mo- vimientos muy fuertes, form.ando estos mismos músculos dos masas distintas, una superior y otra inferior. El mis- mo abdomen está provisto de aquellas partes notables quo se encuentran en casi todos los crustáceos, esto es, filamen- tos ó especie de patas rudimentales movibles en su base que varían en número según los sexos, y que los can<írcjos las agitan en el agua como pequeñas aletas. Las hembras tienen cuatro, que están colocadas en el segundo tercero cuarto y quinto anillo, ’ Esta especie de patas son todas semejantes y están com- puestas cada una de ellas, de un tallo .aplastado v cartila- ginoso que hecha dos ramos, de los cuales el posterior so divide en dos partes por una .articulación movible- estos ra mos están guarnecidos de pelos largos, á los que ¿1 caimre- jo .adhiere sus huevos. El macho tiene también filamentos abdominales, aunque algo diferentes de los de la hembra El abdomen termina en cinco piezas planas, del-adas y ovales en forma de hojuelas; mas la pieza intennedia ó in- ferior no es otra cosa que el ultimo anillo abdominal, y los dos prolongamientos later.ales son los apéndices del anillo que precede. Estas partes constituyen un aparato propio para nadar, y por cuyo medio el cangrejo, dirigiéndolas há- cia la cabeza, da repetidos golpes en el agua, de que natu- ralmente resulta un modo de nadar hácia atrás 6 á reculo- nes. A la estremidad del abdomen y en su parte inferior, se encuentra el ano. Los órganos generadores masculinos del cangrejo están situados sobre el thorax, y se componen de testes divididos en tres partes, dos adel.ante y uno mas grande hacia atrás. El aparato de la hembra consiste en dos ovarios que ocupan r lóa- los lados del cuerpo, y están divididos tambich en tres pai- tes- en la época de la puesta se alargan y estiendeii por los huevo», terminando en la primera articulación del tercer nar de patas. Cada puesta, que se verifica dos meses des- nucs de la fecundación, produce de veinte á treinta huevos, os cuales se fijan Ú los filamentos movibles que guarnecen el abdomen por medio de un piececillo o tubo membranoso V ensanchado en su base, que parece ser una continuación i la envoltura esterior del hueVo. feta especio de raci- Us permanece adherida á la hembra hasta el nacimiento de loi chiquillos, que siendo entonces muy blandos, encuen- tran bajo el vicntiíe de la madre un refugio seguro, no aban- SoMnai esto abrigo basto q«0 s» testo mas cons.stonto puo- I«3 cangrejos so hace todos los atos ton- iTfiquc este fenómeno los cangrejos dejan ).r,tna se levanta, y aunque queda todavía adlieiida a algu- nos puntos dcl cuerpo, no está íntimamente imida; asi es, Te miando se apoya el dedo sobre ella, se siente doblegar porque no está sostenida mas que por separación de ella se facilita por los movimientos dcl can ""'tios cangrejos que están prM S"- r^ls^deSnto todiada" conocidas munmente con el nombre de ojos i\o cangrejo, a causa de li forma esférica. Estas dos piedras desaparecen en la mu- K so vuelven á encontrar en las especies que han ^ ’Zimciitado este cambio. Los naturalistas vanan sobre til idad de estas concreciones, pues unos lian prctcndi- la utilidad y otros, esta la opinión mas admitida, piensan que se tlisucl- siendo esta la op . ^\on de la nueva testa. Lo que ven concurnendo parece dar 1. química de estas concreciones es alj- aSinLSmcjante á la del carapacho de estos animales, otra particularidad no menos notable de los cangrejos, es la facultad que tiepen sus patas, sus antenas y sus quijadas, 10 I — 170 — de ^producirse después de la amputación, sin que en el estado actual de la ciencia pueda esplicarse este fenómeno. La langosta, palinurus Fabr., qué se parece muclió al cangrejo grande de mar, se distingue por los caracteres si- guientes: su carapacho es espinoso, y las patas anteriores no tienen la forma de tenacillas. El cangrejo grande de mar,’ astacus marinas Fabr,, tie- ne el carapacho liso, y los miembros anteriores armados de tenacillas fuertes y voluminosas. La carne dc los cangrejos es de un gusto agradable, pre- fanendose ordinariamente los de las riberas, Cuyas a»uas son vivas y corrientesr estos animales se alimentan de’ in- sectos, de moluscos y aun de carnes pútridas. En la far-' mácia se emplean las concreciones conocidas con el nom- bre de ojos de cangrejo, de que hemos hablado. ORDEN SEGUNDO. STOMAPODOS. Los estomapodos ó de piés en la boca, se caracterizan’ porque los dos primeros pares de patas están efectiva™ te colocados en la boca y concurren á la masticación tie nen, ademas, pies-quijadas como los decápodos, v sus hran- chias están a desciibiei^to sobre los apéndices q^Í se veóen la cara inferior del abdomen.' ^ ^ Latreille los ha dividido en dos familias, seimn *oue el carapacho se compone de una ó de dos piezas,-llamando á los primeros umcoraceo., y á los segundos bicorZos A aquellos pertenece el género squih de Lin., y á estos el phyllostoma de Leach, de cuerpo plano y en foLl de hoja. ORDEN TERCERO. - AMPHIPODOS. Los amphipodos, cuyo nombre significa piés opuestos, ó de una y otra parte, no presentan piés-quijadas; tienen ca- torce patas, de las cuales unas terminan en pinzas ó tena- cillas, y las otras por un simple tarso. El tipo do este or- den es el cáncer pvlex de Linneo, de Latreille. — 171 — ORDEN CUARTO. ISOPODOS. Los isopodos, llamados así porque los crustáceos ,qqe componen este orden tienen los pies semejantes, compren- diendo á todos los que llevan siete pares de patas, casi igua- les en tamaño, y un abdomen compuesto de cmco articu- laciones no tienen mas que dos antenas salientes, pues las otras no están desarrolladas, presentando su tborax tantos seo-mentos cuantos pares hay de patas. Las hembras guar- dan sus huevos bajó las escamas de la cola y entre as pa- tas, de donde nacen los chiquillos; pero entonces solamen- te tienen éstos, cinco.óseis pares de patas, y el ultimo par no aparece sino después que cambian muchas veces de piel. A este orden corresponden las cochmillas, que son el tipo, y cuyos caracteres esponemos. COCHINILLAS. Las cochinillas, onisciis, tienen el cuerpo ovoide, con- vexo en la parte superior, plano en la inferior y de un co.- lor gris apizarrado: el último anillo de su cuerpo Heva dos apéndices de tamaño variable, que secretan cuando se les toca, una serosidad glutinosa, cuya naturaleza 7 utilidad se ignora. Estos animales presentan, por otra parte, todos 'los caracteres que hemos indicado al describir los isopo- dos, viviendo en lugares sombríos y húmedos, debajo de las niedras y en las cavidades. . ^ Las cochinillas se emplearon antes en la farmacia como diuréticas, propiedad que prmdene sin duda ¿el “ü-ato ^ potasa de que está impregnado su cuerpo, pei’» en el día Ea=c muy ¡oco uso do'^sllas, entmmio, sm embalo, cu la composición de las píldoras balsámicas de Morton. • 172 — SEGUNDA SERIE. entomostraceos. Los cntomostráceos ó insectos de conclia, se caracteri- zan por sus tegumentos delgados y córneos, sus pies va- riables en número, y solanreiitc dispuestos para nadar-. La analogía que tienen con los insectos, y el escudo ó testa calcái-ea que cubre su cuer-po, han hecho que se les dé el nombro de cntomostráceos. En esta serie se encuentran los crustáceos parásitos, cuyas quijadas están reemplazadas por un sifón. Comprende dos órdenes que son los siguientes. ORDEN QUINTO. imANCIIIOPODOS. Los branchiopodos tienen mandíbulas, y sus branchias ■est-án colocadas en los pies anteriores, lo que ha hecho so les dé el nombre que llevan. Estos animales son microscó- picos, siendo el género principal el monócnlus de Liniico hoy polyphemus, y la especie mas conocida, el polyphcmo de los estanques, polyphemus stagnorum, ORDEN SESTO. PCESlLOPODOS. Los pcesilopodos se llaman así, porque sus pies tienen di- versos usos, es decir, que los unos son aprcliciisorcs y los otros nadadores y branchiales. Estos animales tienen un sifón en lugar de mandíbulas; son en la mayor parte pará- sitos, y su cuerpo está también cubierto de testa ó escudo. El género límulo, limulus de Fabr., es el principal. — 173 — CLASE TERCERA. ARACHOTDOS. Linneo considera los araclinidos como insectos ápteros, Dcro los naturalistas modernos los han separado para ha- cer una clase distinta, á la cual se ha dado el nomhc de arachnidos con que se conoce actualmente. Aunque a pri- mera vista parece que los animales que la componen tienen mucha diferencia entre sí por su aspecto; sin embargo, los caracteres esenciales de su organización son los mismos. Los irachnidos pudieran confundirse con los crustáceas V con iS^nscctos, pero se distinguen de los primeros por ^ .«nitro nares de patas articuladas, su respiiacion tia- aW nuhnoiiar V por la carencia de antenas: los crus- cinco pnrcc cU peto P«r lo -cnoc: 1 evan antenas y están sujetos a metamorfosis. En cuanto á los iasectos, ya indicaremos al tablar do eUos los caracteres que los distmguen de los arachnidos. La cabeza de estos se confunde con el thorax, figurando terminadas ó por tenacillas o p°]\ ™ nndñrtvios ios í!a hecho nombrar chdkeros didáctylos o monodactylos, llamándose también mandibulados, porque ellas llamani ose roanos. compone de dos quijadas r inadas por la primera articulación de los palpos: ni especie ac labio superior de corto volumen, y des- esta un • P „ lengileta, producida por un prolon- piies otio 1 g ai-aclmidos, como hemos dicho, tic- gamiento todas adheridas al thornx, y qiio nen cuatro pares de ^ ‘ fbVÍnerilaSolm^^^^^^^^ es muy largo, pixi- íntan siete ganglionís. En el interior del abdomen so en- — 174 — cüentiá un grueso vaso carnoso, hinchado en su parte súpe- rior, y que ramificándose comunica con los órganos de la respiración: este grueso vaso es el que constituye el cora- zon e os arachmdos, y que como se ve, es sumamente sencillo. ’ Los orpnos de la respiración se componen de hranchias y de tracheas; estas últimas, que tienen la forma de tubos esterioc por medio do variable, colocadas en la Algunos autores consideran las cavidades branchiales como una especie de sacos pul- monares y no como branchias: Los órganos de la 'venera- ción son muy variables y están colocados ya á la estremi- dad de los palpos ó del primer par de patas, y ya también sobre el pecho al comenzar el abdomen. _ Los arachmdos se alimentan comunmente de insectos' sin embargo, algunos son parásitos y viven sobre otros aní- male^ a los cuales chupan la sángre por medio de su si- . ton. ^stos animales no sufren ninguna metamorfosis cam blando solamente de piel, y basta®despues de cuatro ó cin- co mudas son propios para la reproducción de su especié Todos los arachmdos son ovíparos, y entre ellos hay al 'ru- nos que hilan una tela destinada á sei'virles de tramL Sa ra coger los insectos de que qdieren hacer su alimS.^ Se dividen estos animales en dos órdenes, cuyos carac teres se toman de los órganos de la respiración, compren- diendo a los pu¿mmiare.9, que respiran por medio despul- mones o sacos pulmonares y á los ¿racAea/es, en quiemes esta función se verifica por las trackeas. quiuna ORDEN PRIMERO. ARACHNIDOS PULMONARES. Estos araclinidos,' tienen además de las cavidades pul- monares, seis ú ocho ojos lisos, y la boca compuesta de mandíbulas y quijadas; esto orden encierra las hiladoras o verdaderas arañas, las cuales tienen ocho patas y dos palpos, frecuentemente de la misma forma y tamaño que aquellas, y provistas, de un pequeño gancho movible: sus r — 175 — antenas terminan también en un gandío doblado hacia aba- jo; muy duro y que presenta una hendidura pequeña, por donde corre un veneno cpe se introduce en las heridas he- chas por el gancho movible. Este imneno no es peligroso, y aunque puede muy bien producir una hinchazón y algu- nos otros accidentes locales, no puede causar la muerte. Se les ha dado ol nombro do hiladoras, ¡lorque tienen lá facultad de hilar una tela que construyen con un arte ad- mirable, sirviéndose para esto de un fluido que secreta su abdomen, y que hacen pasar por hileras colocadas cerca del áüoj terminadas en dos aberturas mu_v’ finas. Esta secre- ción se endurece al contacto dul aire, formando un hilo de- licado con que la araña dispone su tela, cicqlur y simétri- camente; Cuando una mosca viene á dar á la tela do una araña, como podría por su? movimientos romper la tela y escapar- se, lá araña corre á ella inmediatamente, y cogiéndola con sus patas la envuelve en una red que forma instantánca- meiite, hilando con suma rapidez y estirando con sus patas el hilo que produce: así es como antarra las alas y pa- tas del insecto para quitarle todo movimiento, impidiendo el zumbido que la molesta, y teniendo al mismo tiempo el cuidadq de dejar entro la cabeza y el thorax una abertura, por la cual pica la mosca para matarla y chuparle la sangre. En los paises pteridipnáles de Europa y en toda nues- tra tierra caliente, hay Una especie do araña que ha reci- bido el nombre de tarántula, tomado de la ciudad de Tá- rente en Italia, donde abundan también estos animales. Su piquete ocasiona accidentes mas graves que los de la araña doméstica, pues á la hinchazou de que hemos hablado, se siguen vértigos, pesadez general y varios accidentes ner- vioso? j qñ® algunos paises se habrán exagerado, pero que en otros sop efectivo?. _ ^ Se creyó anteriormente que el único remedio efacaz con- tra esto^ ‘accidentes, era una especie de danza llamada ta- rantela, y en cfectQ, la agitación del baile, promoviendo una traspiración abundante, debia producir buenos resul- tados; pero es claro que cualquiera otro medio de provo- car esta misma traspiración seria igualmente bueno: en to- — 176 ^ cTo caso, algunas gofas do amoniaco ó de otro alcáli, apFi- cadas inmediatamente al piquete de la tarántula, bastan para impedir los accidentes indicados. A estos mismos araclinidos pulmonares pertenece el ala- cran, scorpio, de que vamos á hablar. EL ALACRAN. Esto animal difiere esencialmente de las arañas por sn cuerpo mucho mas alargado; pero sobro todo, su abdómcn es el que toma un desarrollo considerable, terminando en una serie de articulaciones, de las cuales la inferior tiene una punta encorvada y muy fuerte, por medio de la cual hace una profunda herida. Este picjuctc es mas grave por el veneno contenido en utí rcservatorio interior, *y que so cuela por dos pequeños agujeros colocados bajo ía estremi- dad del mismo dardo, ocasionando accidentes locales mu- cho mas peligrosos cfuc los de la araña; y aunque en Eu- ropa y en los países trios no sean de mucha consideración SI lo son los do los paises cálidos como la Africa; pero so- bie todo los de nuestra taerra caliente, cuyo piquete puedo matar a los ninos, y en las personas adultas produce acci clentes muy graves, siendo entre otros el de privar (Ío la habla aun a los hombres mas robustos. Creemos con algunos autores, que nuestro alaeran es una variedad del scorpio curopevs, de que hablan los natu- ralistas modernos, pero que es el mismo que describió Lin- neo, pues hemos tenido ocasión de observar en el nuestro los diez y oclio dientes del peine, como dice este último au- 01 1 y no os nueve con que caracterizan hoy al escorpión c e ' mqpa, el cual carece también de una puntilla que es- ta debajo del aguijón en el del pais. Los alacranes so bailan en muchas partes, escondiéndo- se debajo de las piedras ó detrás de los muebles, y cuan- do salen andan siempre con el dardo derecho y dispuesto á herir á su enemigo. El remedio mas eficaz contra el pique- te ele estos horrorosos animales, es siempre el amoniaco o alcáli volátil, como hemos dicho respecto de la tarántula. — 177 — ORDEN SEGUNDO. ARACHNIDOS TK.ACIIEALES. En este órdcn se encuentran los aradores del queso, aca- rus vlos de la sarna, sarcoptes de Latr., animales articula- dos’ inicroscónicos y parásitos que viven sobre los vegeta- fes y sobre los animales. Sus órganos respiratorios son tu- bos o traqueas que parten de dos aberturas estignmticas, y cL carácter los distingue de los otros ordenes. CLASE CUARTA. MYRIAPODOS. A osta clase corresponden todos los articulados que tic EuSton so confumlo COB rece que los myriapodos no con. ^sta úl- que son tliorax y cabeza. En b p muchos ¿ma tienen dos antenas, y su ®íXrdos piés en- nol-os de apéndices, entre los cuales se liailan dos p^e lórvados bajo las mandíbulas, cuya disposición lo P íi los crustáceos, que como liemos visto, tienen • ^'^^."-nuiiadas. Los ojos de los myriapodos son Ag soncilios en cuj'O caso están por lo común le ■"'ílcX «•'»» ■“ SS; “epvados; on fin, l.»y otros que carcoCB enteróme te de ojos. víncidran por traclieas, que se abren en Estos sonio ele estigtms. El s.s- los lados de su un tubo que va directainen- teina digestivo s 1 tamaño que el mismo del te desde la boca ^l^nU^n^runa ramiñeadon. cuerpo, porque no piescina inuo — 178 — Los piés de estos animales son mas ó menos largos, y todos los anillos de su cuerpo están provistos de un par de patas insertas en las partes laterales; pero este número, ue por lo común vana de doce á quince pares, sube algu- “ cuatrocientos, terminando gcncral- mente estos pies en un gancho. Los myriapodos son ovíparos ú ovo-vivíparos, es decir Sóm£r'ner?r“ de salir del ab- íosT¿S« "O aparecen siempre con todos los Oiganos que deben tener en adelante, así es que hav ai- menta líe patas, de ojos y de antemas sIvlu- senúnmfw •'I'"® ‘^sperimentan una semimetamorfosis. Lstos animales viven en lugares húme- dos, debajo de las piedras, de las cortezas de los árboles, y también se hallan en las habitaciones. ’ ^ Algunas especies de escolopendras son fosforecentes es decir, que exudan una materia luminosa que deja señala- da una raya, mas ó menos brillante, en el lugar por donde acaban de pasar. Estos mismos animales parecen dotados de una energía vital que verdaderamente Lrprende pues se asegura que algunos fragmentos do escolopmidra se reu nen aun quince días después de haber sido ^separados del rara t f ¡«ma de la cabeza no les caima la muerte, pues entonces el animal hecha á andar há- cia atras, como si la cola viniera á ser el órgano esencial de que se lo ha privado y pudiera servirle pira dirifrirlo, h^de Srb quesea- tinos de 'ir,’ rW’ T escolopendras, scolopcndra, son los ordenes establecidos en esta clase de ani- males aiticulados. Los primeros se caracterizan por sus antenas cortas y su cuerpo cilindrico y crustáceo. Las es- coiopendias al contrario, por las antenas largas, el cuerpo deprimido y ordinariamente membranoso. A este género correspondo el animal C|ue comunmente llámanos cientopies. — 179 — CLASE QUINTA. INSECTOS. La clase de los insectos es sin contradicción la mas nu-' merosa del reino animal, comprendiendo un considerable número de individuos, por lo común muj^ diferentes entre si, pero que se aproximan por los caracteres esenciales que vamos á espóner. _ . , v i Los insectos no tienen circulación propiamente dicha: su respiración se hace por tracheas: todos son ovíparos y nun- ca hermafroditas, y su cuerpo está dividido en tres partes distintas: la cabeza está provista de dos L . dos oios inmóviles y compuestos: la boca esta dos mandíbulas y' de quijailas horizontales: por ultimo, los insectos son comunmente alados, su abdomen nunca tiene mas aue diez articulaciones, y sufren durante su vida, cam- bios de organización, á que se lia dado el nombre de meta- morfosis. Tales son los caracteres generales que distinguen á los insectos de todos los otros articulados, con quienes se- "posiljlc coufundivlos* .j. - La parte de la historia natural que abraza el estudio de los insectos, se llama Entomologia, de la palabra entonwn, que significa insecto. Describamos ahora la. ferentes partes dé su cuerpo. , El cuerpo de los insectos está formado de tres distintas, como hemos dicho, y estas son la cabeza, el r/m- rax ó coselete y el abdomen. Todas ellas están cubiertas de una envoltura tegumental, formada de una membrana continua que tiene diversos apéndices, y la cual es de con- sistencia variable, pues unas veces es blanda, y oirás aJ nf.ntrnrio, dura, pudiendo servir de punto do apoyo a los ílifpvpntcs músculos destinados al movimiento del animal. Estas partes sólidas representan bastante bien las arma- duras que llevaban los caballeros de la edad media. La en- voltura se compone, según algunos naturalistas, entro ellos el célebre Cuvier, de una epidermis, de un tejido mucoso, y de una piel. El tejido mucoso cubre algunas veces las otras dos envblturass presentando los colores metálicos de que L — 180 — frecucHtemente están revestidos los insectos, tejido ntre es disoluble en el alcokol. Cuando al contrario, el tejido muco- so se halla entre la piel y la epidermis, no tiene mas con- sistencia que la de un caldo, que refleja á veces los colores mas vivos y vanados; en una palabra, á esta parte muco- sa es a la que deben los insectos esas tintas tan brillantes que frecuentemente oscitan nuestra admiración; Al^^r.nr. d« 011.S Estp de „„ pWdo violado*, eo crtic « .T ,m polvo blanquizco, su forma es globosa y su tamS .1 a vei; 00 . Lo foco, Ación, 1» Juca J c I do 3 i„ do i“” chiquillos, se ofcclna del ínjo modo^qno Ó, . ^0 ti , Ih p-opiamciilediclin, pero la cosecha do las hemhras „ó se hace antes de la puesta sino despees, porque en el eapullo que permanece se desarrolla y cubre los huevos después de la mueite de la madre, es donde so encuentra el jugo roii- zo que participa del vegetal y del animal, y c,nÍ contiene la materia colorante; sin embargo, es neckírío no amiar- c ai ti que os kueyos empollen, porque entonces se destrui- ría una parte de dicha materia. Las mugeres están comun- mente encargadas de hacer la cosecha de estos insectos, que despegan arrancándolos con las uñas, de las hojas ó ra- mos tiernos á que están adheridos. Se saca del kermes reciente por espresion, un jugo ami- láceo muy cargado de materia colorante rojiza, que puede trasformarse en jarabe, agregándole azúcar, y del cual se race gran cantidad en Montpellier; pero como tiene mucho L — 201 — aluiitlon es nrcciso clsu-ificavlo de nuevo para obtenerlo pu- ío El tollos so emplea aun en la tintura, en ra.on de ser materia colorante mas fácil de fijar 2“ “ 4%^^^ cochinilla, sin embargo, su color es menos de esta. En la medicina solo se emplea muy laia ^ez, en trando en alguna confección. ORDEN OCTAVO. NEUROTEROS. Los ne„róptevo., ó sus cuatro alas son dclo-vi . y -i sirviendo tam - sí, y marcadas de nervacmnes en ml« bien estos dos de dos labios, deman- hymenopteros. La boca los alimentos: dibulas y de qu'.iadas P^p 1 abdomen está inmedia- sus larvas son siempic liexai ■ • . . nUTuno, V el de tamente unido al thorax sm estrechamiento alguno^ las hembras jamas presenta i i.g otros carac- *' A Mteórüm oori-ospoudcii las libélulas, Sblen nen las alas muy largas y el cuerpo blando, se Imlh ^ en él la hormiga-leon, myrmeleon, que se ^.^no hormigas comunes, las cuales atrapa por meyo hueco que construye escavando la tierra suelta o aiena. ORDEN NOVENO. IIYMENOPTEROS. Los hymenópteros, como indica su de alas membranosas que tienen mucha an, , — 202 — ■uropteros, pero que so distinguen de ellos por los caracte- res siguientes; las cuatro alas de los lúinenop teros son des- nudas, trasparentes, y no presentan venas en redecilla co- mo los del orden precedente: ademas de esto, las dos alas Ulteriores son mucho mas cortas que las superiores, mien- tras que en los neurópteros liemos dicho que son iguales. Sus mandibu as y sus quijadas están acompañadas de un ® ‘ ° alargarse mucho, y que reuniéndose á . cuas partes acanaladas forma una especie de trompa ó pico. Lomo estos órganos no pueden servir para masticar os alimentos, este es otro carácter que los hará distiimuir Int 1 ‘“®‘^°'^®siieurópteros, pudiendo agregarse todavía que las Hembras sm cscepcion, tienen un taladro ó aguiion cu la estremidad del abdomen, lo que jamas se verifica en los insectos del orden precedente; mas este abdómen está ad- nerido al thora.x por un estrechamiento formado por el se- gundo segniento abdominal. En la base del aguiion liav, dos glándulas venenosas, que comprimidas hacen salir al mismo tiempo que el aguijón, el licor que determina la in- üamacion que produce el piquete del insecto. Este afiii jon es pues en ciertos géneros una arma temible que puede . causar la muerte a algunos animales pequeños, pero en el hombre no produce mas que una hinchazón dolorosa en h, parte que ipcibió el piquete. El amoniaco es el agente mas a proposito para impedir que se nianifiesteri los^acci- ci0ri u6s « Los hyuienópteros esperimentan trasformaciones comple tas y tienen sus antenas articuladas: son insectos terres- tres que viven sobre las flores y las hojas, porque comun- mente se alimentan de materias vegetales; sin embargo, al- gunos de ellos en estado de larvas son introducidos por las hembras en el cuerpo de las larvas do otros insectos: allí se desarrollan, se alimentan de la larva misma se hilan un capullo en el cuerpo de su víctima, y pasan cu seguida al último estado: otros depositan sus huevos en las hojas y en los ramos tiernos de los árboles, produciendo en ellos por la extravasación de la savia, una especie de agallas de que se hace uso en la medicina y en las artes. En los hyme- nópteros se hallan los insectos mas ingeniosos, y cu}'a in- dustria exita diariamente nuestra admiración, dando á la — 203 — farmacia y á las artes productos muy importantes: tales son la miel y la cera. Se han dividido en dos secciones, que son: los Iiymenbp- teros terebrantes ó barrenadores, es decir, aquellos cuyo ab- domen termina en un taladro ó barrena, y los lujmenópte- Tos porta-aguijon, cuyo taladro está reemplazado por un aguijón retráctil y acanalado. Este aguijón se comunica, como hemos dicho, con la vcjiguilla venenosa, y aun cuan- do alguna vez falte aquel, la vejiguilla siempi-e existe, pu- diendo no menos el insecto arrojar el licor irritante que se- creta. Los machos de los himenópteros porta-aguijon, tie- nen constantemente trece articulaciones en sus antenas, mientras ([ue en las hembras no hay mas que doce. En la primera de estas secciones se encuentra el cynips de las agallas, y en la segunda las ho-rmigas y las abejas. PEIMEEA SECCION. HIMENOPTEROS TEREBRANTES. El cynips de la agalla. Este insecto, cuyo abdomen es ovoide y arredondado por debajo, lleva antenas filiformes y compuestas de trece á quince articulaciones, las cuales van siempre en diminu- ción Inicia la estremidad; su cabeza es muy pequeña, y su coselete bastante elevado y mucho mayor que la cabeza, lo que hace parecer giboso á este insecto: las alas son muy crrandcs y mayores que el abdómen, el cual es del tamaño de la cabeza y coselete reunidos. Debajo de este abdómen se halla un canal que encierra la mayor parte del taladro, el cual cuando el animul está en reposo forma una espiral á modo do tirabuson. Su estremidad se compone de mu- chas piezas acanaladas, constituyendo una especie de ovi-' ducto destinado á conducir los huevos al agujero que la hembra les ha preparado por medio de las muescas en que termina la estremidad del mismo taladre . Con este instrumento hace el msecto una escopleadura cu los ramos, los peciolos ó las hojas do ciertos árboles, pa- — 204 — ra depositar sus huevos, los cuales engrosando se cubren al mismo tiempo de una escresencia producida por la acti- vidad de la savia, de modo que cuando el insecto sale del huevo en est.ido de larva, se encuentra con una habitación j el alimento necesario. La larva' carece de patas, pci’o tiene unos pequeños mamelones que hacen veces de pies: aunque su crecimiento sea pronto, el insecto pasa cerca de seis meses en la agalla que le sirve de cuna, agujerándola antes de salir en estado ya pei’fecto. A veces no hay mas que un solo cyuips en cada agalla, pero otras se encuentran muchos en una sola. Se ignoraba antes como podria pene- trar el aire hasta la cavidad en que está el insecto, mas Mr. Guibourt ha descubierto con el microscopio pequeños radios que parten dol centro á la circunferencia, y pueden muy bien dar paso al aire atmosférico. _ Esta esci’esencia, compuesta esencialmento de ácido tá- nico, es lo que se conoce con el nombre de nuez de agalla, de que se hace uso en la medicina y en las artes. SEGUNDA SECCION. HYMENOPTEROS PORTA-AGUIJON. Hormigas. Aunque estos insectos presentan mucho interes por su laboriosidad, en una obra como esta no podemos estender- nos mucho sobre su organización y sus costumbres, limi- tándonos a lo preciso para su conocimiento. Las hormigas se caiaeterizan por sus mandíbulas triangulares y con muescas, así como por la carencia de aguijones cu la cstre- midad del abdómen, pues están colocadas en esta sección porque tienen como los porta-aguijones, una glándula que secreta el licor llamado ácido fórmico, el cual arrojan con- tra sus enemigos. En las hormigas es donde comienzan á encontrarse los insectos neutros, que ni son machos ni son hembras, per- qué BUS órganos no están mas que en estado rudimental. En efecto, un examen prolijo de la numerosa población que — 205 — MI Iin hormioaiero, ba hecho encontrar tres especies de individuos, que son: los machos, las hembras aladas, pero cuyas alas son caducas, y los neutros que son ápteros y se iJconsUeracomohemb^ ^ 1 -ivvas yxeuueu los provisiones neccsaiias palíla suhLtcncia dc^ todos, tanto de los machos como de las hembras, y de los chiriuillos que deben nacer de las ki- p/ ss .puedan alejarse. abejas. T r • a «mi los insectos hymenópteros cuyo conoci- Las abejas sonaos p^ductos mas útiles a miento mtciesa “a.^ y 1 Componen un genero particular la farmacia y a las ‘ , „o(¡o mas o menos, costumhies ^ ^ larva, está formada de trece a La »^beja en el de un hue- cpince sementó 1 construida es- vo pyc distintas partes de su cuerpo se nerci- .presame • p ios diversos órganos que deben hen en perfecto. La larva cambia muchas ve- constituir e 1 ^ dispuesta ú esperimeutar la ul- ces de piel, y ou capullo en que muchos de sus .tima trasforma^ ^ g,^g g, estado filamentos g„ envoltura por medio de las iiiaiidi- de mnphea rompiendo Bien pronto las diversas par- bulas que guarnecen su 001.a. ^ jg ^ 206 — íes que la componen, blandas al principio, se endurecen y coloran sucesiyainente, de modo que ¿1 cabo de algunos días la abeja adquiere todo su desarrollo. stos insectos, como es sabido, viven en una sociedad numerosa compuesta de veinticinco á fa-eintamil individuos, J d esta reunión es á la que se lia dado el nomlire de en- en el cual se hallan tres especies do individuos, es- tambiin'lIT^'"^’ /icmóras y los neutros ó muletas, que también se llaman abejas obreras. ^ La Organización general do las abejas es la de los byme- nopteros, asi es que solamente manifestaremos al X* Jciis 1 ’ ncoainan sin piedad como miembros mutiles al bSsíaV de ‘la República, siendo la matanza tan general, que no perdonan ni aun las mnpheas de los machos, todavía tiernas. — 208 — Mientras que so verifica la fecundación de la reina, las obreras disponen la colmena, tapando todas las aberturas por donde pudieran penetrar el aire ó los insectos, usando paia ello de lO; cera oscura ó propolis, que es una especie de materia resinosa que parece provenir de vegetales de la lamdia de las coniferas. Se encargan igualmente do cons- ti’uir los alveolos destinados á contener los huevos, y los que han de servir de almacén general para las provisiones. L, !»« comprenSidos en el gé- ñero xenos establecido por Rossi. ORDEN DUODÉCIMO. niPTEBOS. Los dípteros ó insectos de que abraza todos los que ^ ¡mportante es el los distinguen; pero . g;ggj,jfentre los in- que sus árganos de man corresponden las moscas, sectos suctores. ” .-n., &c. ^'eanse musca, los mosquitos de distinguir los los principales caracteres que su ven paia aisu t, ‘“&eta de es«s «OV un pedúnculo corto muy delgado, q P podrían outar movimientos oscilatorios semejantes a tos que ^ rr.ee sobro «n piróte “ 0 ^ Jn sorX gr-- ? “TnTtÜr^os ?X de tocabee., y aua antenas des, están situados ¿e articulaciones son muy vanable.^ órganos de que se compone la de que constan, lodos los g boca, son alargados y piopiub y ^ tráctíl que contiene cerdas rígidas y picantes, peio a pe~ fiar de 2sta singular disposición, es posible, sin embargo, — 214 — reconocer en ellos las seis partes cine forman la boca do los insectos en general. Las dos nías son ovaladas, oblongas, membranosas, diá- -anas, y a veces matizadas de los mas vivos colores; unas ^eccs lisas y otras vellosas: algunos géneros tienen ade- mas sobre las nen a cienes do las alas unas pequeñas es- camas parceulns á las délas mariposas. Debajo de las también otras dos escama's pequeñas, muy ^tuma á las de la ostra, las cuales están < p cadas una contra la otra y de un aspecto nacarado, á reí p f cucharones, ignorándose su n.-o. t.n la parto inferior de estas escamas se perciben dos cuerjio.s pequeños delgados muy movibles, lineares y con Ja parte superior en forma de masa, que puede bincllarse, y so les ba dado el nombre de balancines, porque so supo- ne que hacen un contrapeso propio para favorecer el tmclo del insecto. Sus patas presentan gandíos y esas pelotas ve- jigosas que dan H los insectos que las tienen la facultad de nues¿al’?ista“'“^'''’ '''''' superficies mas pulidas á Las larvas do los dípteros son blandas y apodas ñero prm-i.stas algaidas veces de mamelones que les sSen do pies: no esporimeiitan ninguna muda dimante el cur¿ de su erecinncnío, teniendo por órganos de la manducación dos pnclios encorvados y dirigidos Lacia abajo, por cuyo medio despedazan las sustancias que deben servirles de ali mentó. _ Cuando las larvas lian allquivido todo su Isaít lio, su piel se lecoge poco á poco, se despegado las partL anteiiorcs, se ennurece y convierte en un capullo bam del cual se efectúa la ultima nietaraórfosis. No todos los díp- teros son ovipm-os, los liay también vivíparos Ó que salen del buevo en estado de larvas en el vientre de la madre, y d gnno.«, en fin, aunque en corto iiíimcro, pasan en cl cuciL j)0 mismo de ¡a madre al estado de larvas y ninplieas, que no nacen sino cuando están á punto de ser insectos perfectos. Los dípteros son á veces parásitos y cbnpan la sangre de los mamíferos, tales .son, por ejemplo, las moscas, piícs US sabido cuánto molesta n é importunan á los animales du- dante los ealore.s del estío: otros atacan á los vegetale.s, par- imulamieiitc á las gramiiieas, causando inmensos periiii- cio.s en los granero?. r 215 CUxiRTA SECCION. ZÓOPHYTOS (5 RADIADOS. So La dado el nombre de zooplijtos á lo.~ .seres organiza- xlos que tienen poco mas ó menos_ tanta analogía ci= los oiiiltós qiíc ooostitiivm cueípo. Su forma, tintas, coiv uira Inlicnazui. de chupones,' teniendo ademas una especie de trompa pio- ?ista cóniññmente de una o dos coroml as t c gimchos. Sin dka‘ que se ha éxagerat o mucho el tamaño a que rmSmf llé'uar ciertas especies, diciendo que podría ser de put- iv.li iiyo , . comunmente no se hallan mas mas de cien var as, P q que do catorce a uitz j /it "' ' i i a. ¿onsidcrable, pero cualquiera que sea el largo de la toema, ■ SU" niavor aüdimm nunca pasa de úna pulgada. Estos cü- — 218 — tozairos habitan constantemente en el canal intestinal, y sobro todo, en las partes superiores del intestino delga- do, donde existen los fluidos cscrenienticios. No so consideran hoy tan graves como antiguamente los accidentes causades por la toenia en el hombre, pues ha habido personas que han tenido la lombriz solitaria, sin que lo hubieran conocido; no obstante, los enfermos afectos de este mal, esperimentan desfallecimiento, descoloracion en blandura en las carnes, y por lo común deseos in- saciables do comer, arrojando á veces con los>escremento3 pedazos mas ó menos grandes-de la toenia. El coenniento de corteza de granado, ‘púnica granatum, el aceito de helécho macho, ncphrodium Jilixmas^ y última- monte la brayera antidmintica de Kunt, son los agentes que se han empleado para combatir este hué.sped incomodo y dañoso. Wudio tiempo se creyó que no podia haber -á la vez en el canal intestinal mas que una lombriz solitaria; pe- ro muchos hechos han venido á desmentir esta aserción, y el Dr. Haen ha hecho arrojar en pocos dias hasta diez y ocho de estes. animales á una muger de treinta años. TERCERA CLASE. ACALEPIIOS. Los acalcphos se han nombrado así, -porque. cuando se les coge en la mano hacen esperimentar en ella una sensa- ción doiorosa, y á esta misma causa debe atribuirse el nom- bre de ortiga de mar, con que.tambicn.se les designa. Es- tos animales son generalmente esféricos y radiados: su bo- ca les sirve al mismo 'tiempo para. coger y tragar los ali- mentos, y tamlhen para arrojarlos después do su elabora- ción, do modo que una misma abertura les sirve á la-vez de bocíi y de ano- Muchos de estos animales son fosforecentes, así es que en las noches oscuras presentan en la mar un espectáculo magnínco, pues parece un cielo poblado de innumerables estrellas movibles. Todos son marinos y nadan con -facili- dad aunque con lentitud: los unos pi’esentan tentáculos sim- ples ó ramificados, y en otros están recinplazados estos ór- — 219 — ganos por vejiguillas airicnses que los sostienen en la super- ficie de las olas. CUARTA CLASE. I^OLYPOS. Los pólypos, cuyo nombre significa animales de ranchos piés, tienen su cuel-po guarnecido de tentáculos mas ó me- nos numei-osos: este cuerpo es alargado, contráctil, y no presenta en su interior mas que un canal alimenticio’^ con una abertura manifiesta, terminal, provista de pestañas mo- vedizas y rodeada de tentáculos radiados. No se les cono- cen órganos de respiración ni de gcntiacion, peio tienen la facultad do reproducirse por yemas como los vegetales. La niíi-yor pcU*i5G cstíin unos ¡i otroSj conninicííndosc juntamente y formantlo animales compuestos, cuyas funcio- nes se ejecutan en común: unos están pegados á una espe- cie de vegetación ó escrecencia calcárea o córnea que les sirve de, Imbitacion ó de sosten, á que se ha dado el nom- bre de polypero, y otros son enteramente libres y carecen de la habitación calcárea, por lo que so les ha llamadopó- lypos desnudos. Los p<^ypos se han dividido en tres orde- nes, que son; los pólypos carnosos, los polypos gelalmosos, y los pólypos en polyp<í^'o (I)- ORDEN PRIMERO. ponYPOS CARNOSOS. Estos animales tienen mucha semejanza con los acale- phos, pero se adhieren a las rocas por su estrcmiclad infe- rior mientras que los acnlcphos son flotantes en la supei- ficie’de las aguas: en la parte superior llevan tentáculos , „ , de Cuvier, fundada en la coiiBiitcncia, (1 Estf en conMderacion á lo qne se ha se ha cambiado p • organización de estos animales, divi- órdenes siguientes: zoANTHAinos,Ai.ciomos y r::í;s.r 's*';.! psrrSsfirr 'V»»' '« »■ fhyUa y ocalina, como eicyomum y j,t, ma- ílla, y tú tercero el sivtulana y el hijáta. — 220 — í.oiúcaflos pirc.ulaz’meatc, lo que les da alguna semejanza .con ciertas plantas. ' " ORDEN SEGUNDO. POLVPÚS GELATINOSOS. Estos se caracterizan por su cuerpo Liando y gelatinoso xpe no contiene ninguna sustancia calcárea. A esto ór ,deu corresponden los pólvpos de agua dulce, llamados tam- bién hydras, las cuales sa consideraron ppr mucho tiempo como plantas en razón del modo de reproducirse. En efec- to, ningún animal nos Ini presentado hasta aquí un fenó- meno seÉaejaníe al que se ve^-ifica en estos animales, y es que cortando una. hydra en varios pedazos cada uno de ellos puede dar otra nueva hydra perfectamente .semejante, co- mo si cada división de su cuerpo fuese una yema ó botoii. En estos pólypos no se descubre el mas pe.qucño ras<^o dg Organos de la generación; todos ellos son seres, do upa cons- titución la nías sencilla, pues no tienen dentro ni fuera, ni anverso ^.reverso, y puede volteárseles, .cpnjp el dedo de^nn guante, sin que rato influya eii su e.xistencía; sin embarso e los tragan y digieren y no tienen, veidaderamente ha- blando, mas forma que la de un saco alimenticio. Su re- producción se verifica con una rapidez que asombra, pues una. bydra cortada en diez pedazos reproduce al cabo de veinticuatro á treinta horas, otros diez individuos perfec- tamente semejantes al que se despedazó. No S9I0 esta particularidad ratraordinaria presentan las hydras, sino la de que cuando una daphnia ó una nais, ó cualquief^. otro an malejo viene á dar al agua en que se llalla 1.a hydra, en el niismp instante y con una prontitud increible, la hydr.^ enjaza s.u víctima con sus tentáculos, y á pp,sav lo.s c.stuerzp.s qne ellq Ifuce so iqengujlueii sp cavidad boca!, y como es tra.s.parentc p.neiien percibirse muy bien todas las partes, del animajejo hasta completar la di- gfi^tiqu, lo que se yerifiga muy prpptOj ali- ipenticio de las hv.dras tiene una fuerza digestiva estraor- dinariai '* SUDEN tercero. P‘(5lYPOS en POLY’PEHO. l'o's pólypos en polvp’ero comprenden todos esos diversos animales que por mucho tiempo se han considerado como plantas marinas, y cuyos individuos están en efeéto reunidos en mucho numero formando animales compuestos, la mayor parte fijos Como los vegetales, y cuyas funciones se verifi- can todas en comün. Eos pólypbs de brazos, son los que se construyen una habitación común, cuVa íoiniay consis en cia varián mucho, pues unas son duras y treneif la consistenóia del cuerno y son Hexibles. Estos p )- Ivpos se Imn dividido en las familias sigmentes. 1. ^ poLYPcís ¿N tubo'. Estos liabitan una especie de tubos en une están colocados como la médula eii los árbo- les, debajo de los cuales practican' agujeros poder es- tender sus tentáculos, como por cjeniplo, los tubulares. 2. ^ POLYPOS DE CELDILLAS. Cada uno de estos esta individualmente encerrado en una eehlilla calcárea ó cor- nea de paredes.dclgadas,;y no se comumeau «on os otros sino por una tánica estenor muy tenue, o poi poios ddi- cadoíque atrav.e.,n las |jrcdcs.E ISerpES,»™ “ockl ' có!. ci de oo..a1h.e blanca, de que se hace uso en la mcdiciiiá. CORALINA.’ La- coralina,’ coralMna offichmKs, es un pólvp’o poquoño, articulado y .ramoso, cuyas ce dilias son invisibles a la sim- ple vista, dimitiéndose on‘ ellas la existencia de animali- los .relatiiiosds,' aunque né se lian podido percibir luis a ahorv Este pélypo está’ fijo por su base a una especie de dllo'áaiierLte ádas ró’cás en el londo del mar, y las arti- cukcíones están un pbco liindiadas hácia pu’ estre encajándose unas en otras. En el estado de freíca la co'- falina es de nii color rojizo o verdoso, cuyo tinte sube con 'siv esposicion ál aire ó á la' limncdad, pero por lá diseca- r — 222 — clon casi (Icsiiparece enteramente. Su sabor es salado y tiene un olor a marisco muy pronunciado. La coralina contiene mucha gelatina, una gran porción de carbonato de cal, carbonato de magnesia, un poco de salaito de cal, sal marina, siliza, albúmina, rasgos de fos- tato do cal y un poco de oxido do fierra. Cuando se trata la coralina por el ácido azoético debilitado, se disuelven to- das las partes calcái-eas, permaneciendo solo la materia ge- latinosa, frecuentemente en la forma que tenia antes de la acción dcl ácido. Poco se emplea en el dia este pólypo en la íarmácia, y es un anticlmíntico cu\'a enei’gía es muy cuestionable. 3. ^ POLYPos cokticai.es. Estos son aquellos que se mantienen todos como ligados entre sí por una sustancia car- nuda ó gelatinosa, en cuyas cavidades los recibe, envolvien- do un eje de forma y sustancia variables. La naturaleza misma do este eje ha dado origen á la división de estos pó- lypos en cuatro tribus para facilitar su estudio, tales son: los ccratophytos, los litophyíos, los pdlypos nadadores y los al- cyones.A estos pólypos corticales corresponden las madre- po, ai, tan abnnuantcs en las rocas dcl fondo de los mares entre las cuales se distingue el isis nobilis ó coral rojo. ^ COUAL ROJO. El llamado coral rojo, de que Lamark ha hecho el género cotaJium o'ulmvm, es un polypo inarticulado, cuyo eic cal- careo es solido, estriado en la superficie y susceptible de un hciiiioso pululo: cuando se le recoge está cubierto de una corteza carnosa adherentc al ojo por medio de una niem n-aiia intermediaria muy delgada y visible cuando es- ta seca, en cuyo caso se hace rmebradiza. Este pólypo se parece bastante á un árbol sin hojas ni ramos, y el eje cal- caieo que lo forma es tan duro como el mármol, compo- iiiéiidose do capas concéntricas que se perciben fácilmente cuando se le calcina. Este pólypo abunda en el Mediterrá- neo, y es tanto mas hermoso cuanto se halla á menos pro- luudidad, atribuyéndose esto á que la acción de la luz pa- rece que facilita su desarrollo. Algunos químicos atribu- IL — 2 - 23 — yen su coloi’ ^ unu lUtitGriíi- ele oiigen uniiutilj y otios al óxido de fierro. ^ El coral contiene indudablemente, a mas de los carbona- tes de cal V de magnesia que forman su base, una materia animal paiticular que sirve de liga á toda hi masa: sal_ ma- rina, sulfato de cal, y un poco de agua. Del ^ ha hecho uso en la medicina preparando con el algunas composiciones, pero en el día casi solamente se emplea en los polvos para los dientes. Las artes partido do este pólypo, haciendo de el collaies y otio adornos. ESPONJAS. Las esponjas, spongia, son unas masas J de poros, de color mas ó menos oscuro, que Presenta teiiente una sustancia elástica capaz “ ^ • Ir.= -o- mic en el estado viviente están cubiertas de una persuadirlo así las contracciones que espenmenta . teria cuando se la toca. Mediterráneo, Las esponjas son muy ® j.,g cuidadosamen- donde están pegadas a las rocas. L. . ‘ . j jj, pp. te para quitarles la netran en las mallas de po^ las Conchitas que tiene ‘ ‘ " ^e estado se emplean dio del a<^ua cargada de cloro. En este esiauu se t en la medicina en varios usos, siendo^ uno de c abrir los lábios de las úlceras produ- ilacito de esponja preparada, que con su dilatac p ce el efecto deseado. quinta clase. infusorios. Los infusorios son unos animales microscópicos que hor- .08 particularmente en aquellas que es- miguean en las aguas pamoui ^ tán cargadas de materias animales o vegetales, Todaua — éstTW animalejos se cohbcen müy pfeco pbr'razon de las di- ficuPades que presenta su examen, pues es imposible decir cuál es su Organización general, que puede presentar mu- chas variaciones, y quizá tanibien hallarse en lo sucesivo' algunas analogías entre estos animales y los de las clases precedentes. ^ Sin embargo, parece que según las observaciones micros- cópicas mas recientes, hay infusorios que tienen una com- pilación de órganos de que carecen muchos zoópliytos, y sobre esta consideración Mr. Cuvier los ha dividido en dos órdenes, que son: los rotíferos y los infusorios homogéneos. ÓRDEN PRIMERO. HOTÍFEROS. El cuerpo de los rotíferos tei'mina por lo comun en una cola de^ diversas formas: este cuerpo es oval y presenta bo- ca, estómago, un intestino y un ano manifiestos: en la par- te anterior se percibe un órgano lobado, dentado y move- dizo, cuyo uso se ignora, pero que se supbne estaf rela- cionado con la respiración. Este órden encierra citico Gé- neros. ° ORDEN vSEGUNDO. INFUSORIOS HOMOGÉ’neOS'Í ^ En el cuerpo de estos animales no se perciben ni boca, ni estomago, ni intéstinos, ni ano como' en los anteriores: parecen los mas sencillos de todos, pues no se ve en ellos mas que algunas pestañas y un prolong'ailiiento en forma de cola; pero estos caracteres luín bastado para dividiidos en dos tribus, que son: la de homogéneos con pestañas ma- nifiestas, y la de homogéneos sin mas órganos esteriores Visibles que una cola. La primera comprende cinco gene- ros y la segunda doce (1). iafusonos propiameníe dichos, como hoy se nombra á los pequeiiisiraos aiiiinaliios que abuuaan en las aguas que contieii en — 225 — Aquí .termina el reino animal, hallándose colocados al finios infusorios, quizá por h>s dificultades que presenta observar la organización de unos animales tan cstremada- mente pequeños, pero los últimos eslabones de la cadena miece úuí se atai\ al reino vegetal por medio de algunos /.oópliytos, entrando va los seres subsecuentes en el doiiii- nio de botaiiicíi* ^ h’xn últimaniepte objeto de con- restos de imítenos orgán ‘ iiiició¿iapi*í>s, píirtiuularniente trov.Tsia entre los '•'«.« on lu uc- sobre el aparato digostn O Ul . J las obseivaciones de tufllidad, la cuestión va^'^e resm oem-rdo Estos ^S:stlrtifs U.ama“l3 de este coiupendio. -(■!> 11 <ÍI i; ., M. ''-' “"i' '■'^'”t',’ 'l-fW *>'*{>»& . , . ■ '*" * ■■'•'ii¿Mi.^'u;« K.'i ii-ii i/'V'it U -linoí;’ 1 . aV'-^ ■iúlvsV!:' ";",:’" 7 ‘ '*■ u 1.1. . ..^ , 1.,I aill i..- •■¡•i'irUii . ,.i.l • i;'j|U»li)<) •■1 ■/> (lili '■ To ,,„i: .,¡.*¿ „¡j:, ,J ........ ,, . / .. ..ut , ...» ..I»,,...,, ’,.!,z.,-::;^”"* ..1 , ^i.ti ,^1.,^,.;“' ^ ^ i * ■ >* ' l ' . IV 1 / 4 , jj 1,1 |[ ,t( ' ^ .. ...í vA,_. . ...I , , ■>.-.: > i : Ji^ij *, 4 ;i;'. ■ ' > ; ^♦^clr^i.C'r ^ M -, 1 ' • I .' •» '•••!'■•■ ■•.-■•‘•í» < 44 .;> 5 ^-. -. < Ik- ,i.'i i{ -;-'iJiJi- .i ’ *1 '<■ l.ljillMl'lí T ■ í . ,,, Udlil • ^ v,.i- . ,^ ,r> ; T; í^lÍ»ir. 4 iT 4 MV^ •, V .V-« . \ -!“£♦ --■■ . "vi. r 1 m.Hi iiTUl ( . ’ ' "' •■.;! no« *; -í, ' .'“ 5 ‘í 11 • ,*>j,T.*aiU»nn / ■ ’ i'i i ' ■ / ■ , i"' '■■ ''■ .'^íOiürwrjfrtjjÁ "'• ‘ y- ,t^ «ftiftiainli Vol . « ir tTjJit-.ip.j-aWjípr )» ' ' <1 r. i iíSi l ¡/f . í> éiiíi^eí IT.II .«ui#» 1^1 ‘\cabamos de trazar el cuadro que representa la serie .del reino animal, desde los sei'es inas_ •cados hasta los mas sencillos y, pequeños que se lian podi- •do observar con el auxilio del microscopio: restaños mani- ¿star que habiendo seguido estrictamente el plan q^e nos -pTopushnos de -pasar brevemente por las í!arL con el fin de llegar con prontitud al conocimiento in SuaT de 1^ seres que ibaíi á ocuparnos creemos que después de haber estudiado su estructura y ¡ zacion, será mas fácil comprender el ““¿tcomo ai pn„cip.o. SENSIBILIDAD. funciones de eos sentidos. T a sensación Dropiamente dicha, se compone de tres ac- te ooPscomlvo3,Ve sou, 1» —228— sS • tñTlnV T""” .’ “nocnnienfo ie esta misma ¡mpre- séuti.la ^ conocemos, a que se ha dado el nombre de to el °;’io !Tel"r t '“'i"'"”"’ el tac- Jo y el olfato,' de que trataremos en jjarticular. DE LA VISfA. +n,^ sentido nos hace conocer el color de los cuernos el la nano cío cstoó, y la, ,l¡,,lc,„c!a á quo so halla, u “3 ’of El «sonto ,1o la visión os la I». ciio obra por r./r.Só' so b,0 la, Organos closlmaclos pa,-a vci-, do la' ,n.„4. siguiot te. Los layos luminosos que paiten de diferentes t • c«n sobro la oórnoa, .traliosal los l,l„„ “ “ctt s'oiioS," ; /~i^í '* al corobro por m'odio dd i.orvS cono“ ,7”balrc'o”4l™^^^^ “ o • - uníigon Dias neta, absorvien- lm”d Clhfri?™ á"f‘'“ “>" P’-oducoion. El iris ostí del diámetro anteojo, destinado por la pequeñez dpi nn + ^ P“pda, á interceptar los i'ajos lejanos » a„I •'“'«■"f .,pWia.»lo c,sta Ibertara estrena, so" íídád do ín.’ I*"'" b'nicnós cali- según, que goá, mas ó in'énós. viVayy esta) líúo- — 229 — vilicíail dcl iris conti-ibuj-e á la facultad que tiene el ojo de distui"iiii’ á diferentes distancias. Laí partes accesorias al ojo tienen también su utilidad, pues las cejas detienen ó apartan las gotas de sudor que corren do la frente; las pestañas están embebidas do una materia o-rasa, propia para detener los cnerpecillos que pu- dieran caer en el ojo: los párpados protejen el globo ocu- lar, estienden en él por su continuo movimicjito las lagri- mas destinadas á humedecerlo, é interceptan los rayos lu- niiuosos durante ol sueño. Las órbitas, eu fin, abrigan el órcano do la vista contraía acción de los cuerpos estrados. Fácil es comprender que así en este sentido como en to- dos los demas, las modificaciones de organización que he- mos hecho notar en las diferentes clases de animales, es- tán relacionadas á las funciones Cjue por ellos deben des- empeñar. EL- OIDO. El oído es el sentido por el cual percibimos el ruido y los sonidos, y estos provienen de vibraciones que se \mriii- can en las moléculas de uu cuerpo, trasmitiéndose al aire que las comunica á la oreja. La membrana del tympano recibe inmediatamente las vibraciones dcl aire y las comu- nica por medio de los huececUlqs y del aire contenido en la ram, á la pulpa gelatinosa que contieno la oreja interna. Los filamentos nerviosos que flotan en esta pulpa reciben estas vibraciones, trasmitiendo' la impresión al cerebro,' Ue donde nace la sensación del sonido. Este es el mecanismo de la audición, véamos el uso de las partes que componen EUvmpano se estira ó se afloja, según que los sonidos son roas agudos ó mas graves, pero no es abso uta mente Ldi.n^i sable para oír, pues se 1.a remediado alguna vez la SOTdcra ^rtbrándolo sñi qne' el oido quedase menos per- ^°Z'. huoccdlte w culo tacen el oScio vioUnes, ú sea 1» «tea '(ue “”"1? ciones do una á otra tabla del instrumento. ^ El canal qi e comunica con la pbavingc, parece destmad^a renovar — 230 — re contenido en la cavidad de la caja; esto aire enti'a en vi- bración con todas las partes que Jo rodean, y por su tem- peratura siempre igual mantiene la elasticidad de las mem- branas auditivas. En cuanto á la oreja interna, dispuesta en mucüas cavidades contorneadas, parece que tiene por objeto aumentar la estension de la superficie que recibe los sonidos, pero no es fácil hallar un uso bien preciso á todas sus partes, ni alguna analogía con los instrumentos de acústica. El conducto auditivo está evidentemente destinado á reu- nir las undulaciones sonoras, y el humor amarillo y amar- go que lo barniza, cerumen, impide á los insectos perma- necer allí. El pabellón de la oreja, de poca utilidad en ei nombre, parece destinado en los animales que lo mueven a reunir los sonidos, á la manera que lo hace una trompe- ta acústica. • t F.L TACTO. de los cuerpos y ks dem^s '"propiSTes ’q^^^ ÍX'r y nem Ostensión de la piel, pcio la mano es su instrumento especia], es decir, del tac- to ejeicido con intención de percibir las propiedades cuvo conocimiento nos viene por los sentidos: En fe? ««nfL o espansiones de los nervios distrilmiS X la piel^, es donde se verifica la impresión sensoria, trasmitida todas nervios al cerebro, terminación común de todas las sensaciones del tacto, pues en efecto, si se cor- tan, por ejemplo, los nervios que se dirigen al brazo, la mano queda inapta para hacer esporimentar las sensacio- nes del tacto. <^squisita sensibilidad de las papilas nerviosas nece- Si aba de una envoltura insensible que amortiguase los^cho- qnes o las impresiones muy fuertes, y este es cabalrnente e uso de la epidermis, la cual es mas delgada ó mas grue- sa, sqgun que las partes que cubre necesitan do un tacto mas uno o de una protección mas eficaz. El número de de- — 231 — dos, la movilidad de sus falanges, la delicadeza de su pul- pa, á que las uñas ofrecen un punto de resistencia, y la fa- cilidad de oponer el pulgar á los otros dedos, Lacen de la mano del hombre el órgano del tacto mas perfecto y el ins- trumento mas propio para adaptarse á los cuerpos y para percibir v apreciar sus formas. En ninguno de los animales adquiero el tacto la pcrtec- cion que en el hombre, pues aun en los monos, cuyos miem- bros se le asemejan tanto, la piel se vuelve callosa por el uso de andar que de ellos hacen: en otros, como en mudios de los mamíferos, los dedos están cubiertos ue pezuñas ó ligados Tjor membranas, y eu la mayor parte de .os anima- les, la piel cubierta do pelo, escamas ó conchas, no permi- te trasmitir impresiones sensorias.^ Sin embargo, ciei tos órganos suplen por lo común á la imperfección de la sen- sibilidad cutánea: así en muchos reptiles y maimteros, la cola sirve de órgano do aprehensión: en los rumiantes los labios: cu otros órdenes el hocico, la geta o la trompa, son los verdaderos instrumentos del tacto: lo mismo son los pe- los, los vigotes de los gatos, las barbillas ó aletas de algu- nos pescados y las antenas de los insectos. Pueden considerarse los otros dos sentidos que siguen, esto es, el gusto y el olfato, como modificaciones del tegu- mento cutáneo íntimo, apropiado á este destino. EL GUSTO. En el sentido del gnsto, por el cual percibimos los sabo- res, se ignora la causa íntima de la sapidez de los cuerpos, y soliiuicnte sabemos que para ser sápidos^ es pieciso qu * sean susceptibles de disolverse. La aplicación ue un P sápido sobre las papilas nerviosas de la allí una impresión, que trasmitida al cerebro poi medio ac 1. se., .adon Oel sabor, también los labios, y sobre todo el paladar, a e ^ duzca este efecto. E\ humor secretado por las glándulas llamadas salivares, que como sabemos se hallan debajo c.o las quijadas y de la lengua, es el que disuelve las partícu- las sápidas de los cuerpos que se introducen en la boca. Juzgando de la energía de esta sensación por el desarro- — 232 — ■lio de los órganos destinados á darle origen, puede creerse que en los niamíferos, j particularmente en el hombre, es donde debe hallarse el gusto mas fino j mas cstenso. EL OLFATO. El sentido del olfato nos hace percibir los olores, y su mecanismo consiste en que las emanaciones sutilísimas que se escapan de los cuerpos olorosos, repartidas en el aire y conducidas por esto á nuestras narices, impresionan do un modo especial las papilas nerviosas de la membrana pitui- taria y esta impresión, comunicada al cerebro por los ner- vios olfativos, dá origen á la sensación del olob, verificán- dese la impresión olfativa en la parte superior ó bóveda de las fosas nasales. Dijimos antes que los cuerpos olorosos despedian emana- ciones muy sutiles de que se impregnaba el aire, pudiendo citarse como ejemplo sorprendente el almizcle^ del cual bas- tan algunos granos para llenar de su penetrante olor una cavidad bastante gi-ande, conservándose en ella por mas de veinte años sin haberse estinguido. Del sentido del olfato hemos hecho notar durante el cur- so de este compendio, las modificaciones que sufro en di- versas clases de animales, siendo en algunos superior al del hombre, y aquí solamente observaremos que en general su desarrollo está en razón directa de las cavidades nasales; que por lo común en los vertebrados presenta una degrada- ción sensible; y por último, que es muy difícil juzgai- de su grado de desarrollo en los animales invertebrados. DE LA voz. Hemos dicho al principio, hablando del sistema nervio- so, que los once pares de nervios que parten del cerebro, se dirigen principalmente á los órganos de los sentidos y ú los de la voz, y habiendo acabado ile csplicar las funciones de aquellos, debemos seguir haciéndolo con las de ésta. La producción de la voz se debe á las vibraciones que el aire esperimenta atravesando la laringe al salir de los pul- mones, pues si se abre la traquearteria haciendo en ella una incisión, el aire so escapa por allí y la voz es imposible, dé manera que en la abertura misma de la glotis y ligamen- tos, que liemos llamado cuerdas vocales wferiores que. ciñen esta abert ra, es donde se producen los sonidos, pudiendo por tanto, destruirse las demás partes de la laringe, sin que por esto falte la voz. En cuanto á su mecanismo, el órgano vocal se ha com- parado á un instrumento de música de los de boquilla, cu- yas dos láminas, libres solamente por el borde superior, es- tari, n x’cprescntadas por las cuerdas vocales. En efecto, cuando el aire de la expiración es arrojado por los pulmo- nes á la traquea, dá á los ligamentos de la glotis bastante esteusiou para sacudir el aire y hacerlo vibrar, de cuyas vi- braciones resulta la voz. _ • i Se demuestra en la ñsica que la fuerza de un sonido ele- pende de la estcnsmi de las vibraciones del cuerpo sonoro, Y el tono del número de vibraciones producidas por un cuer- do, en un tiempo dado: y estos principios pueden servirnos para csplicar hasta cierto punto, las modificaciones de a wz- así comprendemos fácilmente que su inteusidad esta en razón de la cantidad de aire arrojado por la expiración á la lariime. En cuanto al timbre de la voz, este depende en parte de las propiedades físicas de los ligamentos y pa- redes de la laringe y porcioii siguiente ded conducto voc<^^ y en parte de la forma do la abertura esterior -leí apa ato. isí es, que en las mugeres y en los ninos, cuya voz t ene un timbre particular, los cartílagos de la laringe son blan- dos y flexibles, al paso que eiv os hombres el cartílago ti ^ \ ^ ’Tcioncs principales de los sonidos en el apa- rato vocal «« dcs^ sonido“generaimen- VOZ e" canto al contrario, resulta de te ajTiido y es regulares y divisiones armónicas sonidos apreciadas por el oído; y la voz común es pueden ser bi • ‘ diferentes de los anteriores, por la producción y cuyas modulaciones se aprenden llefrendo hasta poder articular palabras, y con la educación aunque no es el hombre ¿ tiene la facultad de ar- ticular sonidos y pronunciailos, si, es el iimco que saoc — 534 — aplicar un seníido determinado á las voces que pronuncia y a la coordinación que les dá, es decir, quo solo el hom- bre disfruta verdaderamente de la facultad de la palabra, como hemos dicho otra vez. nn LA LOCOMOCION. Conocemos ya ios órganos destinados á la locomoción, y a(|uí recordaremos que los hemos distinguido en activos y pasivos, siendo los primeros los músculos, y los segundos los liuesos y demas partes duras que les sirven de apoyo. Hemos dicho también que los movimientos de los anima- les pueden ser voluntarios é involuntarios, esto os, que unos están bajo la influencia de la voluntad que los suscita ó sus- pende á su arbitrio, como la deglución, la respiración, la murena, &c., y otros que so efectúan sin su intervención y solamente por la acción de \ a, fuerza vital desconocida en su esencia; talos son los movimientos del corazón, los de las fibras musculares cjue envuelve las visceras, &c. Cualquiera que sea la causa primera del movimiento, va emane de la voluntad ó que sea involuntario, sicmpi e tío- ne por intermedio ó por coiuluctor, la acción de los nervios sobre la fibrina muscular, siendo imposible todo movimien- to de.sde que se intercepta la comunicación dcl órgano mo- tor con el sistema nervioso, pues casi no hay fibra muscu- lar que no reciba de algún modo ramificación de filamentos vfmiiT'' pues, el instrumento de los ino- t^'iendo por propiedad esencial la do contraer- se o acoitarse bajo la mlhienda de las causas que determi- nau estos movmueníos, ora sea la voluntad, ora la fuerza vital desconocida. \ óamos el mecanismo. a penas a voluntad ordena nn movimiento, cuando in- me laíamentc se trasmite ú los nei'vios; estos obran sobre ios músculos quo deben ejecutarlo, y los músculos contra- 3 endose, so enliesnn ó endurecen y hacen cambiar de po- sición á los huesos á que se adhieren. Tomemos, por ejem- plo, la marcha entre los diferentes movimientos que se eje- cutan en el esqueleto por medio del aparato muscular. Hn este caso, ol cuerpo tiende ú mantenerse sobre una -ü las piernas que permanece inmóvil, mientras quo la otra 235 fie levanta por la ile.vion siiccsiva de sus articulaciones, pues los músculos que habian concurrido á la elevación delraiem- l)ro se redaian, inclinándose entonces el cuerpo hacia ade- lante, la vérlical (1) ó Huca que desciende del cmtro de gra- vedad i) isa dcl luieinbro inmóvil, al que acaba de obrar, y u su ver. va á servir d ' punto de apoyo, mientras el otro qiccu- ta el mismo movimiento. Se ve, pues, que la acción de los músculos al andar, es alternativa, y por lo mismo, que la estación Icios de ser un estado de reposo es mas peno.sa que la marcha, porque esta exige una acción constoníe de los músculos cstensores para impedir que el cuerpo se vaya ha- "^‘'¿fmarehk se diferencia de la caircra y aquella se ejecuta por un movimiento alteruatno fl^l ’ tro de gravedad; sin que el cuerpo deje Z tamente sobre el suelo, y en estos al contrario, el ene p lanzándose en el aire deja, annque i»st‘}ntancamcntó, suelo. La natación y el vuelo son movimientos los del salto, pero que se verifican en finidos ^uyai-siste cia rcomplasa hasta cierto punto la del suelo, en los menos que acabamos do esplicar. _ ene; Ya observamos en las diversas clases de animales sus mientos, proporcionados siempre - miemos dividuo, ¿o obstante que en la composición de e=tos mismo miembros no haya diferencias esenciales, piies en los q parecen mas diferentes se eimuentran las mismas par^^^ pero basta que un animal los tenpy lelgados no m^^^^ didos cu su remato y con pocos «osterio- lio-PTO'/T una ina-vor longitud en las estiemidaues p - ^ af rimen dSuesto plmi saltar: con mas amplitud o e - tomíimi en las estremidades pectorales, se logra que el mil vmele con destreza, pues para todos estos movimientos. prepevpen.UcuUirál^ 1 ^ ^ la posición de ésto con por dilerciitüs V“'’7m,nto por donde se cruzan todas las direccio- rcspecio al sudo, el pun U cuerpo esté en equi- pes se llama eeiilro L,o desciende Uel centro de gra- dVi«> ;>««“• «“ <*“ •' •>“»“ " 2ñ6- Solátoente so necesita imprimir cierta velocidad al centró de gravedad del cuci-po en una dirección determinada, em- pleando los músculos flexores y estensores, según el medio en que los ejercita cada animal, ya sea el suelo, el aire ó‘ el agua. ’ SOBRE LA DISTRIBUCION GEOGRAFICA DE LOS ANIMALES. Existen para los animales, lo mismo que para las plan- tas, Ciertas circunscripciones geográficas en cuyos límites se hallan repartidos, y esto es lo que se lia llamado rocio- nes zoológicas. Entre las circunstancias esteriores que in- uyen en la distribución de los animales en la superficie del g cdio, y en los caracteres generales de las especies que los ha notado que los animales mas voluminosos y mas varia- dos, como los elefantes, rinocerontes, giraías^ avest • &c., solo se encuentran en ciertas reckfrieSoH!.^ mientras que las especies se hacen mas raras de lumen y de un colorido menos brillante ^11^ ^ V ai leíble se ye íreciien teniente que muchas especies cam bian de vestido, según las estaciones: el pelo de lo^ mamí feos se hace mas largo y mas tupido en el i„ 4 toT£ pdjaios adquieren un plumión propio para preservarse de a intemperie del aire. Mas la t¿n¿ratura íurSníícne á tal o cual especie, no_con\uene siempre á otra, y esto hace que cala una ocupe frecuentemente una porcibti del globo- mas o menos lestringida; y como esta temperatura puede varia.!' no solamente por la latitud sino por la elevación de as altas montanas en los lugares calientes, la configura- ción nel .suelo influye en la distribución geográfica de los animales: así es, que en los Alpes y en los Pirineos se en- cuentran los insectos que son. propios do la Suiza y de otras regiones septentrionales de la Europa, y en las grau- aes cordilleras se observan entre las especies circunscrip- ciones tan bien marcadas como las del clima. —23*7— Parece también qne la talla de los animales se baila re- lacionada á la ostensión de las regiones que habitan, pues en los grandes continentes es donde se encuentran los ma- Yores inainítcros terrestres, y en maYor numero proporcm- ñabnente, pudiendo deducirse de aquí, f peqmña sea una isla y mas separada se halle de gf‘™- dcs masas do tierra, el número de animales su, m oic,^ tará mas restringido cu ella, y esto es lo que • i qo observa nues si haY estensas islas, majoi distribuida con vlcio./á estos animales, estado unidas en otro tiempo á los CUYO caso se Ycrán las mismas especies comu ^ mares á ¿tros. Lo mismo se observa en as “ que ocupan la mayor supoidicie de g o )o ‘ cierran los colosos del reino animal, ta es co o los cacha lotos V ballenas, donde cschisivamente En' el número do causas que inhuyeii , jg, la distribución de las especies f ^caba be contarse la vrgctaáon, porque donde "'^ta también el dominio de la zoología, pues . , ' ^.gg g¡_ imposibilidad de subsistir para los anunaks ’ ¿g no para los carniceros que viven en parte, a espem_ los primero--. Por el eon\rario: S J r/.i-fll ■vr In vegetación mas vanada, serán también su organización, costumbies, ¿te. ;,,fl„onte en la Citaremos, en fin, como causa no menos ^te, gcognifia zoológica, la civÜizaao7ihiimnaa. ^ P;,,g ¿ L bestias feroces y animales damnos reducido á los desiertos, y imr otra los útiles j gggmopoli- tipücado domesticándolos, a lo cmd se tismo de muchas especies, P“?,? P ‘ " j.jtitucies, siendo tal encontrado „„ soliente se han podi- el poder de la domesticiclad, q h,s. sino nro- do por su medio multiplicar la ‘ - pagarlas por pocas escepciones suictadas, sino pro- £rá7er:;rp";iovcs comprenden engej^ P6CÍ»3 (pie 1,18 i.ifmovcs. Se conocen coso, de general menos cs- 1,200 mamí- —238— feros; como 6.000 pájaros y mayor número do pescados; al- gunos millares de reptiles; mas de 70.000 insectos; unos 8.000 moluscos y un número muy considerable de zoópbv • tos, de infusorios, &c. Los MAMÍFEROS, privados de los diferentes medios do traslación concedidos á otras clases de animales, no se en- cuentran diseminados por todas las partes del globo como bs pájaros y los pescados, permaneciendo la mayor parte de sus razas en las inmediaciones de los parages que les sirvieron de cuna, y aun los que emigran vuelven ordina- riamente á los lugares que los vieron nacer, pero en com- pensación, esta clase de animales es en la que la acción ci- vilizadora del hombre ha introducido mas perturbaciones, por lo que mira á su distribución geográfica, diezmando ó dispersando los unos, espatriando, domesticando y multi- plicando los otros, según sus necesidades. Se ha notado que ninguno de los mamíferos terrestres de la América meridional se encuentra idénticamente el mis- mo en el Sur del antiguo continente, mientras que el JNorte de ambos hemisferios posee especies comunes á uno y otro, y á veces la cii-cunscripcion de ciertos géneros do mamíferos está tan bien limitada, que las diversas partos de un mismo continente ofrecen especies enteramente dife- rentes. La clase de Jos mamíferos es la que provee al hom- bre de sns principales especies domésticas, y el antio-uo continente y particularmente el Asia, es la que les ha da- do origen. Una distribución geográfica de los fajaros ha parecido hasta ahora un problema casi imposible do resolver, y en efecto, ¿como señalar una permanencia habitual á seres que pueden franquear en algunos instantes distancias enormes y trasportarse del uno al otro polo? Aun cuando se proba- se que un corto número de géneros como el trupial, el tu- cán, &c. se hallen restringidos en ciertas localidades, cuán- tos otros, aun de los mas sedentarios como el alcon, el mo- chuelo, los pinzones y los merlos, tan comunes en Europa, tienen sus representantes en todas las demas partes del glo- bo? Muchas especies cuya organización permite el que se repartan á lo lejos, parecen, sin embargo, afectas por sus gustos y por sus inclinaciones á los lagares que las vieron 239 — nacer; y por otra parte, la variedad de plumage relativa á los clínias y á las temperaturas, prueban que los pájaros SmeSdos como lís otros animales á ciertas leyes geo- SficS Así las especies cuyos colores son los mas vivos, ¿aíSíredbir su brillo del sol de a zona tórrida, míen- tras aue las dotadas de una voz melodiosa tienen un plu- m'ao-e^tierno y habitan las zonas templadas, notándose tam- bién que las^ plumas son tanto mas numerosas, cuanto que elevadas de la atmósfera. , onJmalpq Siendo los reptiles terrestres entre todos los ann los que quizá se mueven con mas " regiones que ben haber permanecido circunscriptas t • ^ í diem. iigcv, y, la otecrvaciou Im ^ número do estos animales se aunie < P P elevación aproxima hacia los trópicos, sin t ur a p q ^ d? la tca,povat„™ „p. raes tortugas de que la zona templa ^ J j gg (ionde dose igualmente, que los que tienen len , q lo poseen con mas energía. observador Paraco cstraSo á primeva <1»» moderno, fine las aguas «fie»- . sus liabitantcs se aficionen a un lugai “‘1 .^ges; ollas, y aún, qnc sin embai'go, si se atiende a 1 á los pedre- ladas á la^ dulces, gosos; de las se considera que la luz, cías que contienen en diferentemente según y por consiguiente el caloi, pene el pais y las g sentir, á lo menos en las tos cuya cerca de la superficie; y especies ^«tbyologi^^ frecuentemente por ultimo, s, se a^v ci te a tienen los fi^^Xtribucioii de sus especies, bies, se convendrá en la uiniiiu A pesar de lo espucsto, bien poco es lo que se sabe so —240— bro este objete; vemos permanecer ciertas especies lo mis- mo en los riaclinelos que en los mares, así como otras ba- ilarse también en las aguas corrientes eonn. en las estan- cadas. El balan ó moma no desciende mas allá del 44 ° de latitud: el gimiioto solamente se ha encontrado en los nos de la América meridional: los areberos y los ebetodrm- tcs habitan los maros de la India; y hay, en fin, pescados que se encuentran en todas las partes del globo, siendo los mas notables por el brillo de sus escamas, correspondien- tes a regiones ecuatoriales. Sicchamoa una mirada á la vasta sección de los moi.us- cos, observaremos que' las especies ierrestres y Jluviáiiks reunidas, parecen muclio menos numerosas que las mai-i- nas. Entrelas primeras, un gran inímoro de ellas jamas se aparta mucho de las costas, preíiriendo las orillas del mar, al paso que otras se mantienen de prerercncia hacia las embocaduras de los nos; algunas hay queliubitan sola- mente los lugares descubiertos y recilien todo el calor del gustan mas que de los húmedos y sombríos, ks marinos, los hay que no se alejan de las costus, y oíros se mantienen en plena mar como los nautdos^lo estas diferentes condiciones npmSa^l organismo do estos in- La influencia del clima no es tampoco menor on estos regiones polares no se hallen en- teramente desprovistas de moluscos terrestres v fluviáti- les, su numero siempre va creciendo hácia el medio dia: lo mismo sucede respecto de las especies marinas; sin embaí go, los mayes polares alimentan una cantidad muy grande de molu,scQs desnudos. En suma, aunque un giam número de genei os pertenezcan á todos los mares y á todas las mas opuestas regiones, hay no obstante, un cierto n limero, que son me tal manera propias á ciertas localidades, que no se vuelven á encontrar mas allá de sus límites. Aunque un pequeño número de insectos se presenten los mismos en lugares muy lejanos, está averiguado que ks principales grupos, ó á lo menos las principales esne- cíes, son particulares á una cierta estension de ¡lais. Los meeotoai ds]. nuevo mundo difi,ercir de los del autig^uo, par- — 241 — tlcularmentc- caminando liácia el Sur; los de la Asia orien- tal son siempre espccificaraentc distintos de los que habi- tan en Europa, sucediendo lo mismo entre as especies de Africa V las de Nueva Holanda. Por regla general, las grandes modificaciones en la vegetación, van acompaiiadas de cambios correspondientes en esta clase de animales, y cuando se hallan repartidos en una grande estciision de te - ritorio, parece no menos que tienen cici os puii os sus especies son mas numerosas y su tal a mas c ‘ ble. En fin, hay insectos que pertenecen de una mai eia tan absoluta á ciertas regiones limitadas, que i ‘'“lo ?uc'se“i,a dicho de esta cl.se d_^e i-eeteta'- Íos^ í^os llái.inos; y para -n^uir este ^ diremos que hacia los mares ecuatoiia es e K,„p„giones, PHYTOS .se multiplican mas y ^ cuya, so- siendo allí donde se ven esos sobei ios p breposicion forma escollos en medio i o s . ‘jg^cu en que hace á los microscópicos, parece cj ^ oi-s-aniza- Ita primera pendencia hi _ m«¿am m , diferencias fundadas sobre la posición cion los lugares. 21 .J. ,i,i rn»«5 J' !.»««■' ^ ".rra-.v-'H-.u -«¿«''i tU'f vvj • .i’ ;n .ítvuJ , ' ,0 vs'tíSt •: ;.- • ; v- (»■ Jv.^: -.vM luii ...... . •..; . : ,!•, A l;--'. ,ÍIvl M ■• •.■ • ... i . .... . nV j'i-i'' t!» .t >ii» »l if] • , . > r ri< . 'j .. • “i rp*x‘'- .i-..-:H' <>c-.í« i„i .... - . . ui'. . I •; -.) ..tAJdo. Awe (IV.* wae '•; V.,’; :;ít?,?.e?i?cí.5«2; 4.¿íí.'2„e.^ l»4 .r«>(ív n,V íT- ”' .'4-í()»>ws-jm p«Iíi - iríi-v .i ..(iftj • .. no »ii •M.»35.|iX* <» M i Mit.-y. 9 r M,< ii.i M». •) ;.tv. '. * Í-M.:.,;/:. . ...... ■' . 1 .',".,,;,^ • • ■oi.*’!'! 3^' V.- wA rUAÜM^ • • Hv-v » I - •— /áibwjÉ W *■ V <# •• 411 .■• ■■ JHO. ^ . ■ :,l») i'i.jL .-.) - DE LOS PRINCIPALES NOMBRES GRIEGOS OSADOS EN LA ZOOLOGIA. Abranchios, de « privativo y /3payx‘a, branchias, sin bran- cilius» Acalephos, de Ortiga. Por la picazón que causa el contacto de estos Zoophytos semejante al de la or ig • Acanthoptengios, de axaváa espina, y ffTSpI aleta. espinosas en los pescados. ..lovícu Acleidianos, de a privativo, y xXe,g, clavícula. Sin clavic , la: como algunos roedores. Animales la- Actinozoairos, de axT.v radio, y ^wov animal. Animales diados; en los Zoophytos. nabeza ma- Acephalos, de a privativo, y xripaXri cabeza. Sin cabez den de Gasterópodos. p¿i„ros con el pico seme- Alcctoridos, de aXsxvup, gallo- ¿'ajaros con e y ArphTi, de en y o.« p.rte, y /3»= vida, «ne viven en la arrcíledor, y irou? piés. • Pies al rede- Amphipodos, de «|Wp'> roaeuui, r dor, en los crustáceos. — 244 — Anatomía, do ava al travos, y tsjxvo, yo corto. Andróginos, de avvjp barón, y yuvr] hembra, Synónimo do her- maphrodila; pero en Zoología se aplica en particular á los animales que, reuniendo los dos sexos, so fecundan mú- tuamente. Anouros, de a privativo, y tupa cola. Sin cola en los Ba- tracianos. Anisodáftylos, de avliícij desigual, y ¿axruXos, dedo. Desigua- les dedos, en una tribu de pájaros. Apodos, do a privativo, y rfcug pié. Sin pies: animales que carecen de órganos locomotores. Apteros, de a privativo, y ^rspov ala. Sin alas, como algu- nos insectos. ° .-iracimidos, de apajj'vijs araña, y siSog semejanza. Insectos parecidos á las arañas. Batracianos, de ¡Sarpa^os rana. Typo de la clase. Brachiopodos, de /3pu)(_tuv brazo y ’jroug pié. Moluscos con brazos carnosos éh lugar de pies. Brachiopteros, de ¡Spa-^iuv brazo, y ir-spov ala. En los pes- cados de aletas pediceladas. Brachyuros, de ¡Spa^jg corto, y oupa cola. Cola corta. Branchiopodos, de ^páy^^ia branchias, y vrous pié. Crustá- ceos con las branchias colocadas en los piés. Branchiostego, de /3payj(-,a branchias, y (frsyu cubrir. Brnh- chias cubiertas. ‘ “ Cephalopodos, de xs^aX^; cabeza, y «-ou^ pié. Piés en la ca- beza, en los moluscos que andan con los tentáculos que llevan en la cabeza. ‘ ^ y PoWpos cu- “"i n córnea ó leñosa.” Cetáceos, de xsrog ballena. Typo del órden. CbM'T^ cros, e xsip mano, y irvspov ala. Manos aladas. ^Yos páseres! ^ TyP° de una tribu de Chelonianos, de ^fsXov») tortuga. Typo de un órden de reptiles, londropterygios, de X'>'>Spog cartílago, y orTspu? aleta. Gru- po de pescados de aletas cartilaginosas. Chyio, de jugo. Crrr.hopodos, de xEpaj cuerno, y vrous pié. Clase de moluscos ••A.?®" tentáculos ó apéndices del vientre, córneos. o copteros, de xoXsos estuche, ’ifTspov alas. Alas en estuche, '.'lase de insectos. — 245 — Conchyologia, de xoyx^M conclm, Xoyog tratado. Tratado de Ch.Tsdídal'de xP>^sos oro. Por el brillo metálico de muchas Cyc"oslomo¿, de xuxXos círculo, y 1 Tira _ Eta E larga. á á'/jTa Tlieta TI). l i ora Iota I vocal. X xaoTora Kappa K-Cj ca, co. cu X X«(j,/35a Lambda L fXU Mu M V VÜ Nu N S‘ Gsi X— Cs.— Gs. 0 OfAIXpOU Omicron O breve. IJf" Pi P p peo Ro R— Rh. xcr»XX' U-- 4 > * »a ^ 4 f^(.‘.TAiil liT-í ‘í!..i ? . v> .w ( ; AW o, 'V-l : • ' .•J ' ' » K ^ 4 ' * " V* ••<•'♦♦»-•»* o. •< J i'n^ vV* -'» 4 »‘Wt «BWA*' . __ ^ ■•■• VTTrttV ,* wí" •■' Mr -■ 4 z'. - - . *»*i**! A¿.. í<* V . --.I — ,! 4 , . ■• ' ij < « f « . ^ . . t* ■if 1 .1 • ’ . í . 7 ■I» , ‘//! tr : ■ Y á Á ^ '• i.^*' ' • ; t' V ■ • i« • • 0 ' íVíS^T»'’ V 1 '• ■•« * • i ■ I '. * ■)• r> . ^ , < ■*■ - ♦ • f 5 -;-iíJzv ■' “' ,1 '*■•■. V -. .W' , ’k- ■: ' V » r f DE LAS materias QUE SE CONTIENEN EN ESTE TRATADO. Prólogo .1. ' JVociones generales. — Anatomía y fisiología Funciones vitales ó de la vida vegetativa. . De la nutrición Aparato de la digestión Aparato de la circulación De la sangro ' Aparato de la respiración De la reproducción Generación ovípara ^ ^ Generación vivípara ’ ' ’ ’ ■iñ-iVii" . Funciones animales ó de la vida de le ^ Sensibilidad ó sistema nervioso Organos de la locomoción. ... • ■ ; _ Zoologia descriptiva — Clasificaciones. ••• • • ^ ^ Tabla de la clasificación del remo ai ^ Caracteres del cuadro anterior de los ai^ Primera sección- — V ertebrados Clase P”"^^l-«--Slíe™con dedos imgúiculados Primera sene. — Anímale. , uimulados... Segunda «w.-Animales con dedos un„ui 11 13 14 id. 16 19 21 24 25 26 27 id. 29 33 37 39 43 45 48 49 r ■Pags. Orden primero. Bimanos en Las razas di Cuadrumanos y su división . 52 Oí den toi cero. Carniceros 5f¡ Insectívoros ’ El erizo y el topo -1 Carnívoros ’ pmiívoros digitÍ¿rados ’ ^ pf La civeta. \ulgo gatos de algalia aó L1 perro Los gatos ' [ Carnívoros plantigrados. . ’Z ‘ cr Ampliibiod y su división • i Orden cuarto. Marsupiales rrí Insectívoros ^ Frugívoros Orden quinto. Roedores. ‘ ‘ El castor El puerco— espin Orden sesto. Edentados •••. /2 El perezoso ' 7 ^ Orden sétimo. Pachydcrmos. . . El eleñinte . . " * * El javalí •••■ 16 El caballo 7 ^^ El asno FL Btn'mX,™'. . ?; f : b' ; 7® El desmán El curvo . El buey doméstico 1 i La cabra [ ’ * Oulen noveno. Cetáceos y su división «4 El cachalote C/uie segunda . — Aves ó pájaros ss Del hmjvo * 94 L. Pags. Tabla analítica 9? Ónien primero. Rapaces Pájaros diurnos Orden segimdo. Páseres y su división. J7 Orden tercero. Trepadores o zigodactilos 98 Orden cuarto. Gallináceos y su división. 99 órden quinto. Gralatores ó zancudos y su división. lOO Orden sesto. Palinipedes ; su dmsion Si.stema de Teminck • , Clase tercera . — Reptiles y su (Inision. Orden primero. Clieloniaiios o tortugas Su clasificación _ j 2 1 Orden segundo. Saurianos Su clasificación 213 El cocodrilo id. El camaleón 214 Los dragones, lagartos y cstinco Orden tercero, Opliidianos 117 Opliidiunos ([ue no tienen veneno ^ ^ ^ El boa 220 Opliidianos venenosos id. De la víbora * ' ! . . 122 . Del crótalo ó serpiente de cascabel * ' ] . . 12-3 Orden cuarto. 226 Su clasificación 127 ■ xé-opioviáo; 'áaon-i»!- , su órfiT í™: -bV«ncl,¡au«s J su división indos id- Orden cuarto. Malacoptcrygio . J Orden quinto. Lopbobrancuios. • • • • ^ Orden sesto. piec\ognatiios J ^ ;;;;;;; Pescados cartilaginosos o dioi , J , j i^g 239 Orden primero. Esturiones o eleutheiobianclnos. . . 13 J Grande esturión. Pags Orden segundo. Simphy.sobranchios y su división. . 140 El tiburón 141 Segunda sección . — Moluscos 143 1 abla general de los moluscos 147 Priwm c/aíe.— Cephalados IdS Orden primero. Ceplialopodos id. La sepia ó jibia 149 Orden segundo. Pteropodos ! . 150 Orden tercero. Gasterópodos id. labia de los gasterópodos 152 Segunda clase. — Aceplialados. 15-3 Orden primero. Acephalos id. Primera tribu . — Aceplialos testáceos. 154 Tabla de los testáceos 155 Segunda tribu . — Acephalos desnudos 156 Orden segimdo. Los bracliiopodos id. Orden tercero. Cirrohopodos 157 ’i^rcera sección . — Animales articulados id. Tabla de los articulados 159 Cla^e primera . — Anillados id . Orden pritncro. Tubículos 160 Orden segundo. Dorsibraiicbios id. Orden tercero. Los abraiichios 161 Sanguijuelas Clase segunda . — Crustáceos 163 labia de los crustáceos. 166 Primera serie . — Malacostráceos 167 Orden primero. Decápodos id. Cangrejos _ Orden segundo. Storaapodos 170 Ornen tercero. Ainphipodos id. Jrden cuarto. Isopodos 171 Cochinillas _ id. ‘^gunda serie.— EntomostrVcc¿s. . . . . . . . . ’. *. ’. ’. '. ’. ’. 172 i den quinto. Branchiopodos id. Orden sesto. Poesilopodos id. Clase íercera.— Arachnidos 173 Orden primero. Arachriidos pulmonares 174 El alacrán 176 (5í'ili.'ii secundo. Aniclinidos tiaclieaic^ ^ Clase ciu/rto.— Mjriapodos Clase (/(íiTifíí.— Infectos Chisificaci'jn do los Tabla do los Primera serie. — Insectos aptovos J.Y Ói'dcn prinioi-o. Tliysimouros Ói-dcn fCiinudo. Parásitos . ~ Orden torcero.— Cjstápteros Orden cuarto _ „ ' Segunda serie. — Insectos tetvápteios . Oulcn quinto. Coleópteros Cantáridas ■jq 5 Milabra do la chicoria Orden sesto. Orden sétimo. Grana cochinilla 2OO Kermes... .5Q1 Orden octavo. Orden noveno. Hyinenópteros ” h' on*? Primera sección. — Hynienóptcros terebian .s El cvnips de la agalla ■ ' ' ‘ ona Segunda sección. — Hyinenópteros porta-aguij . . • • Hormigas 205 Abejas V 209 Orden décimo. Lepidópteros 212 Tercera serie. — Insectos dípteros Orden undécimo, Rliipípteros Orden duodécimo. Dípteros 215 Cuarta sección. — Zoópliy tos o radiados • Primera clase . — ’ ‘ Segunda clase. — Intestinales 217 La tecnia 218 Tercera clase. — Acalcplios ^19 Cuarta clase. — Pólypos Orden primero. Pólypos carnosos • Orden segundo. Pólypos gelatinosos • Orden teícero. Pólypos en polypero y su división . . 231 Coralina ‘ Pags. Coral rojo 222 Esponjas 223 Quinta dase. — Infusorios id. Orden primero. Rotíferos 224 Orden segundo- Infusorios homogéneos id. Apéndice 227 Sensibilidad. — Funciones de los sentidos id. De la vista 228 El oído 229 • El tacto 230 El gusto.... 231 El olfato 232 De la voz... id. De la locomoción 234 Distribución geográphyca de los animales 23b Tabla etymológica de los nombres griegos usados en la Zoología. 243' I, • ■ -r . ri -. r. T' I -4 •f .# ..'.>f4. A.íctfu ' / * iÉÍrMrurít/»\W!r . , 1 ^ ■ * ' 4 4r«U"■■*'. ' ’ ‘ ^ . . K . . * V •*-f.'“' tí?Ái?.r , l .’/ *,< »■ v>ÍW*Vv< V .'* . 3.1 f ’ -' ' *■* *.tf ■' s : *■; '.^%'■^m¿í^':| I, A. . - V ’ 4^-45'’'- ' , „ ' . ’ •j'-*':.. •' .... •‘^-^ %:> *'í i ■ ■ ^ ^ ' > ■." . ^.•'■’ ‘ ; y , ■ «r**' . ^-‘ ■> ;> -.'rtV/ ’ ,'• 'V^ ESPLIOACION DE LA LÁMINA PRIMERA. Aparato de, la digestión. FIGURA 1. G. Corte vertical do la pliarynge. — J. c., tase del cráneo. — i., bóveda del paladar. — a. t., agallas, ó tónsilos, en el ist- mo del gargüero. — v. p.,\ch del paladar. — p. /i., pliarynge. — w., nariz. — lengua. — g. i. Z,, glándulas sublinguales. — g. s. OT., glándulas submaxilares. — e.p., epiglotis. — g-., glotis. — lar., laringe. — c. tk., cuerpo tbyroide. — Ir., traquea. — u;., esópbago. FIGURA 2. A, D. Aparato digestivo. — a., esópbago. — e., cstógamo. — b., bazo. — c., colon, (bis) — i. d., intestinos delgados, (bis) — r., el recto. — a., apéndice del ciego, ó ccecum . — i. c., intestino ciego. — d , duodeno. — v., vejiga biliaria. — A, bígado, — p., pán- creas. FIGURA 3. D. D. Desarrollo de los dientes. — m., molares. — c., caninos. — i., incisivos. — c. d., cápsulas dentarias. FIGURA 4. ü D. Una cápsula dentaria. — c., la cápsula — d., diente. — bulbo — V., vasillo. FIGURA 5. C. S, C. Cabeza sin el ciítis. — m. t., imlsculo temporal.- •m. m., músculo masetero. — g. t., glándula parótida. FIGURA 6. D. A. Diversos aparatos — v. s., vena subclavia — c, t., ca- nal torácico. — c., corazón. — a. a., artería aorta. — p, m., parte del mesenterio. — Z-, vasillos limpbaticos.— p. i. d., parte del intestino delgado. — g. m., gangliones mesentéricos. — (bis) — V. c. i, vena cava inferior. — v. c. s., vena cava superior. r ESPLIOAOION DE LA LÁMINA SEGUNDA. Aparato de circulación. FIGURA 1. A. H, Arterias del euerpo humano. — a. i., arteria tempo- ral. — c.. carótida. — a. s., subclavia. — aorta. — a,, i. m., in- tercostales. — a. il., iliaca. — a. f., femural. (his) — a. L, tibial. — a.m.., mesentéricas. — a. cu, cubital. — a.r., radial. — a. ca., ccliaca. — a. h., brancbial. — a. a., axilar. — c. a., cayado de la aorta. FIGURA 2. F. T. Figura teórica de la circulación en el hombre. — c. s., vena cava superior. — a. p,, arterias pulmonares. — v. p. venas pulmonares. — c. i., vena cava inferior. — a. o., arteria aorta. — V. i., ventrículo izquierdo. — v. p., venas pulmonares. — o. i-, orejuela izquierda. — o. d., derecha del corazón. — v.d., ventrí- culo derecho. — c, p., capilares. FIGURA 3. V. A. Una vena abierta. — v, válbulas. — c. p., capilares. — a. n., anastómases. La?/n'/¡ i\ DSPLICACION DE LA LÁMINA TERCERA. O r gamos de la árculacion y de la respiración. FIGURA 1. P. C. Pulmones y corazón. — a. c., arteria carótida. — v, 7 ., venas yugulares que se dirigen á la subclavia. — a. s., arteria subclavia,— p., pulmón. — a. o., arteria aorta (bi.s) — o. f, ore- juela izquierda del corazón. — v. i., ventrículo izquierdo. — c., el corazón — v. d., ventrículo derecho. — v. c, i., vena cava in- ferior. o. d., orejuela derecha. — v. c. í., vena cava superior. V. p., venas pulmonares. — a. p., arteria pulmonar. — v. s., ve- na subclavia. — v.j., vena yugular. — a. c., arteria carótida. — ir., traquea. FIGURA 2. &• C. Sección dul corazón. — a. o., arteria aorta, (bis) — n., y., arteria pulmonar. — v. p., vena pulmonar, (bis) — o. L, ore- jue a izquierda. — y. ventrículo izquierdo. — v. d., ventrí(;ulo cterecho.— u c. i., vena cava inferior. — o. d., orejuela d. re- cua. V. c. s., vena cava superior. FIGURA 3. SS. C. Segunda sección del corazón. — n., arteria.— r c Mas sigmoidos.— i-., ventrículo (bis) c. c., columnas carno.^^as V. c.j Tena. — v, a. y valva auricular. FIGURA 4. ^T. El thorax.— »!., c., miísculos que elevan las costillas c., esternón.— ra., z., músculos intereo,stales.— diapbrac- nia. c.j costillas. — c. v., columna vertebral. FIGURA 6. S. T. Sección del tborax. — e., esternón. — thorax di. diapbracma. — o.., i., abdomen. — v. c., columna vertebral. FIGURA 6. _ A. R. Aparato respiratorio. — 6 , boca. — ?«., mandíbula inferior.—/!,?/., byoide. — lar., laringe. — r., lironcliios.^ ?•. ramificaciones de los bronchios. — p., pulmón. — ¿r., traquea. FIGURA 7. G. Forma de los glóbulos de la sangi-e. — s, /¿., sangre del hombre. — s.p., sangi-e de pájaro. — s. r., sangre de reptil. Orijitiios i'lr ¡íf rÍj-4-i//nii\i>i j rr.- pira don ESPLICACION DE LA LÁMINA CUARTA. FIGURA 1. S. D. Sistema dentario. — m. L, mandíbula inferior, sin el tejido oseo para que puedan verse las ralees de los dientes. — r., ralees. — L, incisivos. — e., canino.s. — f. m., falsos molares. — g. m., gruesos molares. — c- d., cóndylo de la quijada. FIGURA 2. D. C. Dientes de animal earnicero. — i , incisivos. — c., ca- ninos. — di. c., dientes carniceros. FIGURA 3. D. R. Dientes de roedor. — L, incisivos. — m., molar. FIGURA 4. A. P. Aparato auditivo. — p. p. t., porción del hueso tem- poral. (bis) — ce., celdillas que se hallan en esto hueso. — c. s., canales semicirculares. — v., vestíbulo. — n. «., neiuüo acústico, —car., caracol. — í., trompa.—/, g., fosa glenoide — ap.m., apophysc mostoido del temporal. — ca/, caja. — lij., tímpano. — c. a., canal auditivo. — con., concha. — p o., pabellón de la oreja. FIGURA 6. C. Caja del tímpano. — y., yunque. — ?a. c., músculo del es- — e., estribo. — m. m., mango del martillo. — ty., el tímpa- jjQ. iji. o., músculo del martillo. — m., el martillo. FIGURA 6. H. Huesecillos de la oreja, separados. — y., yunque, — m., martillo. — L, hueso lenticular — e., el estribo. - : >' ■ ' V • - i*E^’ ■T ■ . ■ , ■ '■■ / '■'" ■ / . .^- V" ^v ' ; w: *'' ■' ’. .. .' ,«. '• - '•i-, . '. ' *. '-■ -' /.V ‘ .'V- . ; .V'>^ ‘ •,.;■■?* . V ', i'/j- : ■- • “ •'■¿4.'- ■r'-. - 'it .‘'^' v • ;í<^r.¡>-yr . .S '..•' , -■.• ‘I ;• V •.;; .. ,^.í>'*NKív: - >'í/.'7 ■ ■í-1'V >A?ÍU: ' .^\C|- •*. i \ ■ •- «i .* K * ■ '■\v-7V / *■ *. ' W A'^. . • '*. :v'. \ ^.**¿*^v -, Y. ’ ..- > Í>. Vv7y^¿;*‘X ■ ..... .#'-*.‘1 •!<. ./' .' ' ,/>/. •■‘ f .' . V .' '• ' - V' - 'j^.í■^'>^'^•^•■:■ - • ■ .*' ." iw, -•• .'. V Y'i'V- ■ ^ ■■,X.--^ :'S^, . ‘í ■ :• ■ ' •g^'- •■ .■ r c '■ . -V ‘ •' ' •<: - . -SO.- V. •^; 7 ' • 'jjfe' *‘.r' "f '■» vV ■ . .*ir. í I . <^ 41 ' S ••V' *••'**■ k 'At.y4C4 ..v,' *. ■>•:■•:•■ ■ ■ ■ ír-^^ ' ' ■• ’ : s ,.' ? L • . W ESPLIC ACION DE LA LÁMINA QUINTA. Sisteina nervioso. — Órganos de los sentidos. FIGUllA 1. S. N. Sistema nervioso. — c., ccrobro. — c. e., cerebelo. — p. b., plexo braquiíil. — c., plexo ciático, de donde parte el ii r- viu principal de los inleriore.s, llamado ciático. — ra., médula es- pinal. FIGURA 2. P. M. Parte de la medula espinal, con sus nervios. — r. raices anteriores de estos uerviü.S- — r. p., raíces posteriores (bis). — S'^ gangliou situado en la raíz. FIGURA 3. O. A Un ojo abierto. — e. s., e.sclerótica. — ck., clioroide (bis). — 71 . o., nervio óptico — retina. — ir., iris. — cor., cor- nea . — ca , cámara anterior del ojo.- — cr., cristalino . — v , cuer- po vitreo. FIGURA 4. O. M. Corte de la órbita del ojo con sus nuísculos. — p. s., párpado superior.— p. i., ¡lárpado interior. — co., conjuutiva. — es., esclerótica. — m., músculos, .superior é inferior, rectos. — a. o., asiento de la órbita. — ?i., nervio óptico (bis). — c., crá- neo. — vo., bóveda de la órbita. — m. L, porción del músculo recto lateral. FIGURA 6. A. L. Aparato lacrimal. — g. glándula lacrimal. — pár- pado superior. — c. 71 ., canal nasal. — p. l , puntos lacrimales. — co., conjuntiva. FIGURA 6. E. N. Po.sas nasales.— s. senos frontales. — n. ol., nervio olfativo. — c. s., cuerno ó meato superior.- — c. ?«., cuerno medio. — c. i., cuerno inferior. — or., orificio de la trompa do Eustaquio. — p. h., pbariuge. — m. p., membrana pituitaria. FIGURA 7. A. V. Aparato vocal. — h. y., hyoide. — lar., laringe. — Ir., traquea. — hr., bronquios. — c. v., cuerdas vocales, — v. L, ven- trículos de la laringe. FIGURA 8. S. L. Sección do la laringe. — e. p., epiglotis. — v. L, ventrí- culos de la laringe. — c. v., cuerdas vocales o ligamentos de la glotis. — ir., traquea. — l. g., ligamentos superiores de la glotis. r l ¿f/. .t- £'.■' d^'rjr/c^na ncrrioxo o?-cf¡xm?s h’.i Scn^ifJ{>s L ESPLICACION DE LA LÁMINA SESTA. Órganos de los movimientos. figcra'^ 1. E. El esqiioloto. — •/., liucso frontal. — v. c., AÁrtebras cervi- cales. — n., omóplato, — e., esternón — c., costillas. — //., luime- i'C- — l. vértebras lumbares. — r., radio. — cu., ciíbito. — car., carpo. — k. 7«., hueso del metacarpo. — p., pluilanges. — ])h., pha- langines. — ■pht.^ phalangete.s. — ro., rótula. — j)cr., peroné. — ti., tibia. — cnl., calcáneo. — m. L, metatar.so — «.í., Ime.so astrágalo. — fémur. — «r., arco del pubis. — s., .sacro. — ¿., iliaco. — ai., abdomen. — c/., clavícula. FIGURA 2. C, V. Columna vertebral. — v. c., 7 vértebras cervicales. — r. el., 12 vértebras dorsales. — v. 1., 5 vértebras lumbares. — s , sacro — h. c., liucso del coccj’x. FIGURA 3. V. Vértebra. — c, ■o., cuerpo de la vértebra. — a. m., anillo etc la médula espinal. — ae-, apojiliyse de la espina — a. ¿., apo- physes trasversos. FIGURA 4, C. H. Cabeza do hombre. — p., hueso parietal. — oc., occipi- tal,—/., temporal. — a. z., arco zygomático — m. s., maxila su- perior. — .y,, frontal. FIGURA 5. i'í. Un músculo, — c. m., cuei'po dcl músculo. — s. /., sus tendones. FIGURA 6. A. Articulación de la espalda. — c/., clavícula. — 7, ligamcn- omoplato. — c. a., cápsula articularía. — /«., húmero. figura 7 Y 8. A., humero, m., músculo flexor del ante-brazo. — a. i., an- te-brazo, en ambas figuras. FIGURA 9. ni. i., músculos del brazo. — <¿., deltoide, músculo principal para levantar el brazo. — b., bíceps, músculo principal dcl ante- brazo. — y., flexor de los dedos. /ifX Oi'ífc^nos (í-e- 7 'os 7^71 f¿?s Ce^ IlU'fan/* I ¿iyuritJUt O pCt^JOC'T'OS r Zcufu?t-ís ÍO. Jí cptt ¿es —Pesccr ;.t,iaf >0 . • ;' ,' . .•••ai,^ .m(vJ 3 iA*í ..'Uij!U;í¡ t. «I H Í 1...1 £ , ■ .ítBlilv/ynff *BM'ltí>VT' • 'i i.j ^í‘ - ..' .4'5írft.iipin- <<)»f Autrrni'tjl'C '*• rs ít !' 2 e <‘í ■ I f-i i'Hf .{►< .'í- .<* fi ,i^ fí.i:. )fj.j<-. "T .ih «inll (ix'*íiu «i ;i «s,,. iM ' ,fj(lT'*.'<' I |i- *• I .T »i*»nil ni ;^ a • ■«■'f .% IXl'i ^ •- , ,(f^|> "j". ';iJ«iIkI í!/ 'VI 4 - • .K.j ..* ■ •